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RCHIVO
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RE'HISTO~IA L EVANTINA
HoMENAJE A
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INsTITVCION
/\LFONSO
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INSTITVTO RoDRI4'0 CARO o~L C. S. OE l. C.
VALENCIA ){C.MLJli
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•
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
IV -1953
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IN S TITUTO
DE
ARQUEOL O GIA
"RODRIGO
CONSEJO
SUPER I OR
DE
OARO"
IN VESTIGAC I ONES
CIENTIFI C AS
INSTITU CION << ALFONSO EL MAGN ANIMO>>
EXCELENT I SIMA
DIPUTACIÓN
VAL E N C IA
PROVINCIAL
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f\RCHIVO .
DE
p REH IS TORiri
LEVl1 NTI Nri
HOMENAJE A D. ISIDRO BALLESTER TORMO
TOMO
II
riNUriRIO DEL SERVICIO DE INVESTIGriCION
PREHISTORICri DE Lri EXCELENTIS1Ml1
DIPUTliCION PROVINC lf\L DE VliLENCili
VOL. IV
1953
Vf\LENCili, MCMLIII
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ISSN 1989-508
Editorl•l F. Domenech, S. A• • M•r, 29 • V• lenci•
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FRANCISCO
J ORDA
CERDA
(O•Icdol
Nuevo~ hallazgo~ en Cóva-N~gra (Játiva)
Los publ icaciones sobre el Paleolítico inferior son escasos en
nuestro país en estos últimos tiempos; por ello se hoce difícil y
complejo el estudio de los materiales que aparecen en las raros
excavaciones que se han llevado o cabo. Con esto dificultad hemos
tropezado al intentar el estudio de los importantes hallazgos proceden tes de los últimas compañas que hemos efectuado en (ovoNegro de Jótivo. De ohf que antes de lanzar o lo luz un trabajo
definitivo sobre los mismos, hayamos preferido dar o conocer un
avance de lo situación general de lo cueva, al mismo tiempo que
exponemos uno estratigrafía sintético de lo mismo con los variaciones que los novedades encont rados nos autorizan. Variaciones
que yo preconizamos hoce algunos años cuando iniciamos el estudio de los materiales que, procedentes de los primeras excavaciones de Cavo-Negro, se guardan en el Museo del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación provincial de Valencia; En aquello ocasión dimos o conocer algunos de los series líticos
( l) que nos fué posible identificar apoyándonos en los escasos notos
que pudieron recogerse de su malogrado excavador, Rvdo. Don
Gonzalo Viñes Mosip (2). Hoy, tras dos compañas de excavaciones
( 1) F. JORDA CERDA: "Lo Cavo-Negro de Bellús (Jótivo) y sus industrias
líticos", en Archivo de Prehistoria Levantino, 11, Valencia, 1946, págs. 11-29.
(2) Véase noto necrológico que encabezo lo publicación " Estudios sobre los
Cuevas Paleolíticos volencionos", núm. 6 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P.,
segundo edición, Valencia, 1947. En lo mismo publicación, GONZALO J. VINES:
"Covo Negro de Bellús, 1, Notos sobre los excavaciones practicados" págs. 1 l-1 8.
GONZALO J. VI ÑES: "Lo Covo- Negro (Jótivo)", en Archivo de Prehistoria Levantino, 1, Valencia, 1929, págs. 11-14.
GONZALO J. VI ÑES: "Excovocíone.s en Covo Negro (Jótivo)", Comunicación
presentado al IV Congreso Internacional de Arqueología, Barcelona, 1929.
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FRANCISCO JORDA CERDA
llevados o cabo por el S. l. P., podemos ofrecer uno visión del yacimiento algo completo, aunque no definitivo, puesto que todavía
queda por excavar lo mayor porte de lo cueva y sucesivos compañas pueden proporcionarnos nuevos materiales que nos obliguen o
un análisis más exacto de su contenido estratigráfico y aún rectificar los conclusiones o que hemos llegado. Además, esperamos que
nuevas estaciones musteriensP.s sean descubiertos, con lo que el
estudio comparativo de los materiales nos permitirá uno mayor
base de discusión y lo posibilidad de plantear mejor la extensión e
importancia de los culturas musterienses en el área peninsu lar.
Hoy por hoy, creemos que Cava-Negro es fundamental poro el
estudio del musteriense en Levante y quizás podríamos hacer extensivo esta afirmación a gran porte de lo Península, pues pocos
estaciones nos han dado hasta lo fecho uno sucesión ton grande
de niveles musterienses, cuyos característicos se exponen más adelante.
Los trabajos de campo nos permitieron observar uno serie de
hechos que en porte vinieron o confirmar lo que sabíamos por los
trabajos de Viñes y que, en porte, ampliaron e l panorama cultural
del yacimiento. Duran te lo compaña que llevamos a cabo o fines del
verano del año 1950 (3), pudimos observar claramente lo existencia de dos grandes montos arqueológicos separados por uno amplio
capo estéril, de cuyo existencia ya sabíamos por su primer excavador. No nos fué ton fácil, sin embargo, encontrar los restos del primitivo nivel superficial, del cual también nos habla aquél en sus
notos, y que, al parecer, sobresalía un metro aproximadamente del
nivel actual de lo cueva, encontrándose preferentemente hacia lo
porte exterior y en lo cuesto de acceso a lo mismo. Pero por falto
de tiempo no pudimos dedicarnos a lo localización de sus posibles
restos, yo que tuvimos que emplear gran porte del mismo en efectuar uno limpieza del área primitivo excavado, puesto que por lo
débi l consistencia del terreno, los taludes habían desaparecido y
nos interesó más dejar libre lo porte intacto de posibles materia les
caídos en los desprendimientos, y que pudieron inducirnos o error
al estudiarlos. En eso mismo compaña nos fué posible observar que
en cado estrato fértil se ofrecían distintos niveles arqueológicos
perfectamente definidos, aunque no se pudiera precisar lo exis-
(3) D. FLETCHER VALLS: "Lo ac tividad arqueológico del Servicio de Investigación Prehistórico de Valencia, en Zephyrus, 11, Salamanca, 1951 , págs. 48-50.
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
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tencio de copos estériles entre los mismos, ofreciéndosenos los hallazgos en pequeños bolsadas, restos quizás de pequeños talleres y
a lguno vez de hogares.
En lo segundo compaña, llevado o cabo en colaboración con
don Enrique Plo, actual Subdirector del S. l. P., o fines de Septiembre de 1951 (4), pudimos observar mejor el nivel superior del que hablábamos antes. En lo porte exterior, y o lo derecho de lo entrado
de lo cueva, junto al reborde de lo pared, pudimos observar restos
intactos del mismo, cuyo metódico excavación dejamos poro uno
próximo compaña, yo que al formar el terreno uno especie de bre cho nos ero difícil su excavación con los medios o nuestro alcance.
En el interior pudimos observar también su existencia, aunque con
grandes lagunas, yo que gran porte del mismo se encuentro destruido, hallándose sus restos vertidos sobre el talud natural que
formo lo superficie de lo cueva, cuyos estratos se encuentran dispuestos con uno fuerte incl inoción, buceando hacia lo porte inferior y más profundo de lo mismo, situado hacia lo izquierdo de lo
entrado. Según hemos podido comprobar, gran porte del estrato superior fué barrido por los gitanos y demás ocupantes temporales
de lo cueva, y sus restos fueron o parar o lo pendiente del mencionado talud. No obstante, en a lgunos portes, pudimos recoger materiales encontrados en pequeñas bolsadas que, junto con elementos
encontrados en los tierras del talud, pueden darnos una idea bastante amplio de lo que debió ser aquel nivel.
Pero el hecho más importante de esto campaña fué el desc•Jbrimiento, en lo base del primer gran estrato fértil y dentro ya de
su tercer nivel, como luego veremos, de dos magníficas bifaces de
tipo tardío, a uno profundidad de 1'1 O m. a 1'30 m., los cuales son
los primeras encontrados con estratigrafía seguro en el Levante español, y nos permiten identificar este n ivel como perteneciente o
un Musteriense de tradición Achelense. Hecho esencial paro lo va-
(4) D. FLETCHER VALLS: "Actividades arqueológicos del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de Valencia en el año
1951", Volencio, 1952, pág. 5.
b. FLETCHER VALLS: " Los excavaciones del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de Va lencia durante el año 1951 ", en
Archivo Español de Arqueología, vol. XXV, primer trimestre, Madrid, 1952, páginas 174 y 175.
D. FLETCHER VALLS: " Lo labor del Servicio de Investigación Prehistórico y su
Museo en el posado año 1951", lirado aporte de lo Memoria de lo Se~ retaría de
lo Diputación correspondiente o dicho año, Va lencia, 1952, págs. 39-4 l.
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FRANCISCO JORDA CERDA
!oración cultural de la cueva que, hasta el presente, había ofrecido
ínfimos elementos bifaciales que no permitían afianzar con seguridad una opinión concreta sobre su estratigrafía.
La serie de hallazgos afortunados no se limitó a este solo nivel,
ya que, pasada la gran capa estéril y dentro del nivel medio del
segundo gran estrato arqueológico, encon tramos una pieza, única
hasta el momento dentro del Paleolítico inferior levantino. Se trata
de una gran hacha triang~:~lar, de retoque to:;co, con dos bordes retocados en caras alternas y sin características bifaciales. El tamaño de la mi sma, el tipo de retoque y, en general, su aspecto, hace
que nos inclinemos a considerarla como producto Tayaciense, con
lo que el panorama cultural de la cueva aumenta en valor, puesto
que nos da para la estratigrafía general del Musteriense levantino
una amplitud que hace años nos hubiera parecido insospechada.
Otro ha llazgo de gran interés por lo que a técnicas industriales
respecta es el punzón de hueso, sobre metatarsiano de équido, que
encontramos durante la campaña de 1950. Es análogo a otros encontrados anteriormente por el P. Viñes y que publicamos nosotros
(5) . El actual, con estratigrafía segura, puesto que se encontró en
la base de la parte media del primer gran nivel, nos es un elemento
de primer orden para fijar los comienzos de la utilización del hueso
como materia prima. A nuestro entender este punzón debe ser
considerado como un retocador, es decir, como una herramienta de
trabajo musteriense destinada a la producción de instrumentos.
Estas son, a grandes rasgos, las notas más salientes que nos
han proporcionado los traba jos excavatorios en Cava Negra, de
cuya estratigrafía damos a continuación un esquema provisional
su jeto, por lo tanto, a revisión, como avance al estudio general que
sobre la estación estamos llevando a cabo. Tal como se desprende
de los materiales que hemos estudiado hasta la fecha, es como
sigue:
N IVEL A. - Está formado por tierras calizas muy mezcladas
con tierras negras de acarreo eólico, más recientes, entre las que
se inmiscuyen restos dejados por los ocupan tes modernos de la cueva. En general tienen una coloración rosado-pardusca, más bien cla-
(5 ) F. JORDA CERDA: "Covo Negro de Bellús. 11, Nuevos aspectos poletnológicos de Covo Negro (Jótivo)" , en " Estudios sobre los cuevas Paleolíticos Valencianos" , núm. 6 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P., 2.• edi ción Va lencia
1947, pógs. 19-26.
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ro, y contienen abundante cascote calizo. En algunos sitios no se
encuentro, por haber sido barrido por los gitanos o gente similar
que hicieron de lo cueva campamento. Gran número de sus piezas
han sido hollados en el talud. El material lítico, que poseemos en
lo actualidad, de este nivel, y que fué encontrado in situ, nos presento un gran complejo industrial en el que predominan, esencia lmente, los piezas pertenecientes al Levolloiso - musteriense final,
muy evolucionado, con los que encont ramos también elemen tos que
se encuadran dentro del Auriñociense t ípico, como raspadores aqui llados y hojas con retoques. Junto o estos piezas hollamos otros
que necesariamente hoy que filiar den tro de un Pre-oteriense o
Ateriense, como ocurre, por ejemplo, con uno magnífico punto
triangular isoscélico con pedúnculo rudimentario producido por retoque.
Como lo pieza no es único, pues yo llamamos anteriormente
lo atención sobre tipos análogos en o tros trabajos publicados, habrá
que traer nuevamente o consideración el problema del Ateriense
en sus relaciones con lo Península. De lo expuesto puede deducirse
lo importancia cultural de este nivel del que, por desgracio, poseemos ton pocos elementos, por lo que su estudio no alcanzo los resultados que hubieron sido de esperar. No obstante, lo que de él
nos resto, es más que suficiente poro afirmar lo enorme vitalidad
del Levolloiso-musteriense que, como vemos, perduro hasta los pri meros tiempos del Paleolítico superior en lo zona levantino, lo que
yo habíamos indicado en otro ocasión (6) .
N IV EL B.-Formado por uno copo de tierras separados discontinuamente del nivel anterior por lentejones de tobas en descomposición; tiene aspecto calizo, aunque aparezco más mezclado
con arcillas y seo de uno coloración rosado-cloro. Lo industrio
que en é l se encuentro, pertenece o un Levolloiso-musteriense bien
definido con abundantes roederos de todos los tipos y tamaños,
buen número de pun tos sobre hoja levollois, algunos de ellos con
excelente retoque y, además, numerosas hojas v lascas con retoques de forma más o menos típica. Se trata de un nivel perfectamente definido y, proporcionalmente, es el que mayor número de
(6) F. JORDA CERDA: "El problema del Cho telperroniense (Aurlñaciense inferior) en España" en Crónica del IV Cong reso Arqueológico del Sudeste Español
(Aicoy 1950), Cortogeno, 195 1, pógs. 6 3-67.
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instrumentos ha proporcionada. En él se encontró el punzón retocador que ya mencionamos antes.
NIVEL C.-Con idéntica composición de tierras y una coloración análoga al anterior, del que apenas puede distinguirse por
no tener uno copo cloro de separación. No obstante, los piezas
surgen o una profundidad mayor, hecho que establece de por si
una diferencia apreciable, que se pone de relieve por el aspecto
del material encontrado. Se trata de un Musteriense de tradición
Achelense, en el cual los elementos levalloisienses tienen uno representación muy abundante. Lo presencio de las dos bifociales de
que hemos hablado antes y cuya descripción damos a continuación, nos define perfectamente las característicos industriales de
este nivel . Con anterioridad o nuestras excavaciones y al estudiar
los materiales que hallara Viñes, habíamos visto un hacha de tipa
nuclear muy rudimentaria que dimos a conocer, y entre los materiales publicados por éste se encuentro también un instrumento
bifaciol, considerado como hacha, pero que nosotros creemos que
se trata de una raedera. Todo esto nos hizo sospechar una influencio Achelense, que en aquella época no nos atrevimos o precisar
dadas los dificultades con que contábamos paro atribuir dicha
pieza a un nivel determinado, ya que su identificación no era posible por lo incompleto de los notos de Viñes. Con los nuevos hallazgos se han disipado los dudas.
De las dos hachas, la primero (lám. 1) es un ejemplar tallado
sobre núcleo de cuarcita aplanado y presenta lo punta rota en sentido oblicuo a su eje; el retoque se extiende sólo por los bordes y
de ellos el menor es recto y el otro algo sinuosa en su extremo superior; posiblemente fué esta pieza utilizado coma raedera después de lo roturo de la punto. Sus dimensiones son : 123 mm. de
largo por 1O1'5 de ancho y 26 de grueso.
Lo segundo hacho (lám. JI) está tallada sobre núcleo de cuarcita y presenta, como la anterior, la punta roto en sentido oblicuo;
es de formo omigdoloide con el filo mayor algo sinuoso y el menor
recto, con una especie de muesca en su extremo superior; los negativos de lascado se observan perfectamente en ambas caros.
Son sus dimensiones : 115 mm . de largo, 82'5 de ancho y 26 de
grosor máximo.
Estas das piezas deben encuadrarse, a nuestro parecer, paralelamente al Achelense final (VI -VIl), tanto por su tipología como
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por el aspecto genera l de su talla. Se encontraron junto con nume rosas raederas, a lgunos de ellas derivados de tipos ochelenses,
mientras que el resto del conjunto se integro dentro de un Musteriense superior de tipos pequeños, definido principalmente por sus
puntos triangulares.
NIVEL D.-Tras este nivel ton interesante que acabamos de
describir, se encuentra una gran copo de espesor variable, entre
los 80 cm. y 1 m., completamente estéril arqueológicamen te. Lo
coloración de sus tierras es rosado, presentándose veteado por mallos de distintos coloraciones, siendo de composición arcilloso-calizo.
NIVEL E.-De tierras pardo-achocolatados, bastante claras, presento análogo composición que las anteriores. Contenía uno industrio lítico que debe encuadrarse en la etapa final del Musteriense
antiguo, destocándose entre sus materiales numerosos roederas y
algunos puntas triangulares. Todo el material está tallado siguiendo normas clactonienses, siendo escasos los tipos con planos preparados o afocetodos. El número de piezas es notablemente infe rior al obtenido en los niveles precedentes.
NIVEL F.-Está formado por tierras pardo-achocolatados algo
más oscuros que los del nivel anterior, y continúan siendo arcillosocalizos. La industrio lítica de este nivel debe ser encuadrada dent ro de un Mustero- tayociense, cuyos tipos están frecuentemente
tallados den tro de lo técnica clactoniense. Nos intereso destocar
la gran pieza triangular yo citado (lóm. 11 1) tallado sobre un núcleo
de caliza compacto apenas desbastado, de lo que sólo se han retocado dos bordes, en coros opuestos, por lo que no podemos hablar propiamente de uno bifacial. Podría tratarse, por lo fo rmo del
instrumento, de un hacho - raedera . El aspecto tosco de lo pieza
comparado con el resto del instrumental hol lado junto con ello, v
su tamaño, poco corriente en un yacimiento como el que estudiamos, cuyo conjun to general puede ser caracterizado como de un
Musteriense de tipos pequeños, hizo que tuviésemos a lguno desorientación en su clasificación; no obstante, no dudamos en atri buirle uno ascendencia Toyociense.
NIVEL G. -En esto zona los tierras adquieren uno coloración
achocolatado oscura, siendo calizo-arcillosos. Es éste el nivel más
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FRANCISCO JORDA CERDA
pobremen te representado, yo que el número de piezas obtenido
hasta lo fecho es pequeño. Predominan los roederos; las puntos
son escasos y, entre ellos, debemos destocar dos e jemplares con
doble pun to que pudieron ser utilizados como perforadores. Se
obtuvieron también unos pequeños raspadores de bueno tolla . Todo
su material puede ser considerado como Musteriense antiguo con
predominio de lo técnico clactoniense.
Con este nivel termino, al parecer, el estrato arqueológico de
lo cueva. A él le sigue uno copo de gredas de color verde-cenizo
cloro que se superpone o un manto de arcillas no plásticas de igual
color, pero más oscuro, ambos completamente estériles. Los dos se
encuentran sobre el suelo rocoso de lo cueva. Los dificultades de
excavación a esto profundidad - 5'15 metros- no nos han permitido en nuestros cortos campañas comprobar si se t rota del verdadero suelo o de uno capo estolagmítico, pero confiamos que en
futuros trabajos podremos esclarecer este problema.
Una simple ojeada o lo estra tigrafía anteriormente expuesta nos
pone de re lieve lo importancia de Covo-Negra paro el estudio de los
diversos facies del Musteriense dentro del á rea del Levante español.
En ello podemos observar que en los niveles inferiores se encuentra un neto predomin io de la técnica de tallado clactoniense sobre
un débi l fondo levollois. Hecho que parece tener una repercusión
importante en el resto de lo cueva, ya que los piezas clactonienses
son siempre más numerosos que los levalloisienses. Este hecho parece ser bastante corriente dentro del Musteriense de nuestro Levante y así pudimos observarlo al estudiar los materiales de la
Cova de la Pechina (Bellús) (7), estación vecina a Covo-Negra, de
la que dista apenas un kilómetro. Quizá este predominio clactaniense, ta n característico de la estación que estudiamos, tenga una
repercusión directo sobre e l tamaño de los piezas, cuyos tipos, por
regla genera l, son más bien pequeños, posiblemente por haber sido
tallados sobre lascas procedentes de núcleos o nódulos de sílex de
tamaño pequeño.
La importancia y predominio de la técnica clactoniense en
(7) F. JORDA CERDA: "El Musteriense de lo Covo de lo Pechina (Bellús)",
en "Comunicaciones del S. l. P. al Primer Congreso Arqueológico del Levante
(Noviembre 1946)", núm. 10 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P., Valencia, 1947, pógs. 7-14.
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nuestros industrias musterienses fué nuevamente comprobado
cuando estudiamos los materiales musterienses encontrados en varios yacimientos de los alrededores de Alcoy (Alicante) ; estudio
que pudimos hacer gracias o lo amabilidad de uno de sus descubridores, nuestro querido amigo el Dr. Don Javier Sánchez. Dichos
materiales nos muestran un Musteriense superior con abundantes
lascas cloctonienses junto con ínfimos representaciones levolloisienses; aunque lo poco abundancia de piezas típicos en los conjuntos hago difícil su comparación con los niveles de Covo- Negro.
Quizá uno excavación de lo estación, al parecer m6s importante
de todos ellos, lo Covo deis Cono lons (Aicoy), pudiera proporcionarnos algunos datos de interés.
En cuanto a l problema de los influencias toyocienses creemos
que se ve con bastante claridad dentro del Nivel F, lo que viene o
confirmar lo opinión del sabio prehistoriodor francés H. Breuil poro
quien lo cueva presentaba uno indudable "tendencia Toyociense"
(8), opinión que no compartía Mlle. Henri -Mortin . Dicho señori to,
en ocasión de su visito o Valencia en 1950, vió los materiales de
los primitivos excavaciones que se encuentran expuestos en el Mu seo del S. l. P. Por ello, aunque hemos calificado el Nivel F como
Mústero-toyociense, hocemos ciertos reservas, yo que el Toyociense es uno industrio todavía poco conocido. Paro Mlle. Henri-Martin
(9), que ha sido quien mejor Jo ha estudiado hasta Jo fecho, se
troto de una industria de lascas definida por la mezcla de dos técnica s en proporción desigual. Ambos técnicos presentan un grado
análogo de primitivismo en su desarrollo con pocas piezas buenos
y muchas frustradas, siendo de un tamaño medio. Es característico
lo escasez de retoque. Además hoy que estudiar el Toyociense en
grandes series, puesto que no presento instrumento típico, de ahí
18)
L. PERICOT GARC IA: "Historio de España", Tomo 1, "Epocos Primitivo
y Romano", 2." edición, Instituto Golloch, Barcelona 1942.
(9) G. HENRI -MARTIN: "L'industrie Toyocienne de Fontéchcvodc", Communlcotlon faite o I'Acodémie des lnscriptions et Belles-l.ettres le 22 ovril 1949.
G. HENRI-MARTIN: "Nouvelles constototions sur le poléolithique inférie ur de
la Grotte de Fontéchevode (Chorente)", Comptes rendus des séonces de 1'Acodémíe des Sciences, 1. 230, séonce du 19 iuin 1950, París, pogs. 2.234-2.236.
G. HENRI- MARTIN : "L'industrie Toyocienne de Fontéchevode", Bulletin de lo
Sacié té Prehistorique Fronc;oise, núm. 9- 1O, septembre-octobre 1949, Le Mons,
págs. 353-363.
G. HENRI-MART IN: "Note préliminaire sur un niveou Toyocien dons lo Stollon préhis torique de Fontéchevode (Chorente)", Bulletin de lo Societé Préhistorique
Fronc;oise núm. 5-6, moi-juin, 1946, Le Mons, pógs. 1-4.
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FRANCISCO JORDA CERDA
la dificultad de establecer relaciones y comparaciones. Por su aspecto parece representar una herencia complejo en la que, como
en el Musteriense, se entrecruzan múltiples métodos de talla. Por
lo genera l no presenta bifaces, aunque en clima cálido se suelen
encontrar y que, más bien, podrían ser consideradas como intrusiones pobres del Achelense. El área de dispersión de esta industria
va desde el Norte de Francia hasta Marruecos y desde Portugal
hasta Siria. Dado que Cova-Negra se encuentra dentro del área
mencionado, no es posible desechar sobre sus industrias una probable influencia Tayaciense, puesto que nuestra estación se en cuentra sobre la ruta de enlace euroofricana. Quizá los documentos más poderosos en contra de esta posible influencia sean el pe.
queño tamaño de los instrumentos, la excelante calidad de la tallo
en la mayoría y la presencia de tipos definidos. Como se ve, el problema es complicado y de difíci l solución por el escaso número de
estaciones con que contamos con excavaciones utilizables. Peor
estudiado está el Tayaciense en nuestra Península, ya que sólomente ha sido señalada su presencia en el valle del Manzanares
(ModridL pero no está estudiado metódicamente. De ahí que nuestras opiniones vayan envueltas en cierta cautela. Recientemente
plan teo Ripoll (lO) lo posición estra t igráfica y cronológica del Toyaciense; considera que es industrio originariamente de lascas, de
posible derivación clactoniense, aunque se encuentran pronto piezas proceden tes de otros técnicas de talla. En sus primeras etapas,
que Peyrony calificó de Micoquiense, hay una falta de elementos
tipos, como ya hemos dicho antes y, sólo cuando avanzamos hacia
las últimas etapas, encontramos conjuntos instrumentales con cierto valor para el estudio comparativo. Del Tayaciense IV (Micoquiense 4 de Peyrony) surge una posible roma que debió actuar en la
formación de l Musteriense. La primera gran etapa de esta tdtima
cu ltura discurriría pues influída en parte por el Tayacience y, en
porte, paralelo o ella. De tal modo que las últimas fases, del Tayaciense V en adelante, las que pueden situarse entre los niveles
de Fontéchevade y Lo Ferrosie, según Ripoll, serían coetáneos del
Musteriense antiguo. Por otra parte, el Nivel F de Cova-Negra,
cronológicamente, debe situarse entre Fontéchevade y los niveles
(10) E. RIPOLL: "Notos sobre el Toyociense", en Crónico del JI Congreso Arqueológico Nocional (Madrid, 1951). Cartagena, 1952.
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del Musteriense antiguo de Lo Ferrosie, lo que vendrlo o apoyar lo
posible te ndencia Tayacie nse de que hemos hablado y que preconizó Breuil poro nuestro cueva. Cronológicamente no habría difi cu ltad alguno poro que tal influencio hubiera existido.
Otro problema que intereso des.tocor es lo gran unidad que
presento lo culturo Musteriense en nuestro Levante. Yo antes hemos hecho mención de algunos estaciones de lo región valenciano
cuyos industrias se encuentran en dependencia con los de CavoNegro . Hoce poco hacíamos resaltar, o propósito de lo primero pieza Musteriense de lo provincia de Costellón, esto unidad cultural
(11). En lo actualidad hemos podido estudiar los materiales que,
procedentes de las excavaciones efectuados en la región asturiano
por el Conde de lo Vega del Sello, se encuentran en el Museo Provincial de Oviedo. Una de los cuevas excavadas por dicho prócer,
lo del Conde o de Fornos (Tuñón), presenta dos series de materiales musterienses tallados en cuarcita, con puntos típicas y abundantes raederos. También, por lo que hemos podido observar, hoy
un predominio de lo técnico Cloctoniense sobre lo Levolloisiense.
Pero el interés principal de la Cueva del Conde reside, o nuestro
entender, en que encimo de esto doble capo Musteriense se encuentro un nivel Auriñaciense típico (medio de Breuil) con raspodores aquillados, hojas con retoques, raspadores abultados, puntos,
etcétera, y o todo este conjunto se une una serie de elementos que
pueden ser considerados como de tradición Musteriense, habiendo
uno cierto perduración de formas, especialmente en raederos y
puntos. Este hecho se asemejo a l comprobado por nosotros en el
Nivel A, superficial, de Cavo-Negro, en el que, junto con elementos de tradición Musteriense, encontramos tipos perfectamente
Auriñocienses. Esto coincidencia de superposición de conjuntos Auriñocienses o series Musterienses dentro de un mismo nivel, no es,
o nuestro entender, uno simp le casualidad, sino un importante doto
que habrá que tener en cuento al valorar lo culturo Auriñociense
y trotar de buscar su origen, e l cual ha de tener uno filiación in-
( 11) F. JORDA CERDA: "A propósito de lo primero pieza Musteriense encontrado en lo provincia de Costell6n", Boletín de lo Sociedad Castellonense de Cultura, t . XXVII, c. IV, Octubre-Diciembre 1951, Coste116n de lo Plano, páginas
393-396. Aprovechamos esto noto poro subsanar un error deslizado en el artículo
que se cito. Por uno falso transcripción se puso lo descripción del Nivel F en el E
y lo de éste en aquél. Coso que puede observarse y corregirse teniendo a lo visto
el presente articulo.
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12
FRANC I SCO JORDA CERDA
discutible en la evolución de las viejas culturas Musterienses, cuya
perduración en nuestra Penínsu la hemos puesto ya de manifies to.
Todavía nos quedo por comentar un aspecto interesante del
nivel superficial. El hal lazgo de una punta triangu lar con pedúnculo incipient e producido por hábil retoque, nos vuelve o troer de
lleno el problema de las influencias norteafricanas. El problema del
Ateriense y su correlación con las industrias europeas del Paleolítico superior está todavía lejos de tener una solución aceptable.
La opinión de Miss Catan-Thompson (12), que pone en correlación
las distin tas etapas del Solutrense europeo con los diversos niveles
aterienses, es un problema sobre el cua l no se ha cerrado la discu sión. Existe una estación que podría establecer el nudo de unión
de ambas culturas; se tra ta de Mugharet el Aliya (Tánger) , excavada por Howe y Movius (13). Sin embargo, ec;tos arqueólogos no
creen posible que las puntas de flec ha con pedúnculo y a letas de
la ci toda cueva puedan ser referidas a una cultura solutrense. Así,
pues, la aparición de esta punta triangular y tosca en Cova-Negra
viene a complicar aún más el problema. Ya entre los materiales de
Viñes habíamos observado que existen elementos un poco audazmen te calificados de aterienses, pero cqmo su posición estratigráfica carecía de seguridad, procuramos no insistir demasiado en el
asunto. Pero hoy no tenemos más remedio que buscar un nexo de
unión a esta pieza clara y contundente que, unida o las restantes,
demuestro bien a los claras una ligazón cu ltural con el Norte de
Africo. Cuidadosamente hemos dicho al describir el Nivel A, que
habría que considerar la existencia de elementos pre-aterienses o
o terienses. En nuestra opinión, estos elementos unidos a los ouriñacienses, que se . encuen tron mezclados en un ambiente levalloisomusteriense final, son los iniciales de dos grandes romos cultura les : el Auriñaciense europeo, cuya decadencia inminen'e se produce con la ll egada de las oleadas gravetienses, y el Ateriense nordafricano que, nacido al mismo tiempo, t iene una vida más larga
y un desarrollo mós amplio y evolucionado y que ll ega a in fluir en
(12) G. CATON-THOMPSON : "The Aterion Industrie : lts place o nd significonce in the Poleolithic World" in Hux ley Memoria l Lecture for 1946, Lendon, 1947.
{13) B. HOWE ond H. L. MOV IUS Jr.: "A Stone Age Cave si te in Tangier,
Preliminary report on the excovotions ot Mughoret el Aliyo, or High Cave, in
Tongier", Popers of the Peobody Museum of American Archoeology ond Ethnology, Horvard University, vol. XXVIII, n(Jm. 1, Cambridge, Moss. U. S. A., 1947.
-1 8 -
[page-n-20]
NUEVOS HA LLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
13
lo creación de tipos de lo facies mediterráneo (porpollonense) del
Solutrense (14).
Los recientes descubrimien tos de Viloseco en Reus (Torragona)
vienen a demostrarnos buena parte de lo que decimos y, al mismo
tiempo, nos señalan cuán fragm entariamente conocemos los etapas
de transición del Paleolítico inferior al superior, pues estos hallazgos nos comprueban lo existencia de uno tendencia Levalloisomusteriense, de otro Mustero-solutroide y de un grupo Auriñaciense. Todo el lo nos indico lo complejidad cultural del Levante español en los etapas f inales de l Musteriense, temo sobre el que insisti remos necesariamen te en lo publicación que preparamos sobre
Cava-Negro (1 5).
To les son, o grandes rasgos, los problemas que nos presento lo
estratigrafía de Cavo- Negro. En su análisis estamos trabajando y
trotamos de hacer un estudio lo más completo posible de los materiales encontrados hasta lo fecho. Esperamos que nuevos excavaciones en estaciones de tipo similar nos puedan orientar en nuestro
traba jo. Mientras tonto agradeceríamos lo asistencia, colaboración
o consejo de los colegas que se dediquen o esto apasionante etapa
de lo Prehistoria.
( 14) Sobre los distintos aspectos que ofrece el Solutrense español (facies, relociones, dependencias, etc.) preparamos un extenso trabajo, "El Solutrense en
España y sus problemas", en el cual pretendemos estudiar desde nuevos puntos de
visto la problemá tico general de esta etapa.
(15) S. VlLASECA ANGUERA: "Mustero-Levolloisiense en Reus", Archivo de
Prehistoria Levantina, 111, Valencia, 1952, pógs. 31-36.
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19 -
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JOHN WAECHTER
(Juglu tcrrn)
The excavation of Gorham'~ cave and it~
relation to the prehi~tory of ~outhern
5pain
The excovotion of Gorhom's cave, though not yet completed,
has thrown odditionol light not only on the prehistory of Gibraltar
bu t to sorne extent on thot of southern Spoin.
Befare the work o t Gorhom's begon in 1948 ( 1) the only si t e
in Gibraltar which hod produced prehistoric implements in situ wos
the Devil's Tower Cave excovoted in 1927-28 by Professor Gorrod.
This cave only contoined one archoeologicol period, nomely Mousterion, o rother rough industry mode mostly of quortzite, ond with
few well mode tools, but in oddition the skull of o child of undoubted Neonderthol type. On fauno! evidence this material wos doted
os lote Mousterion, lorgely owing to the obsence of the lorger forms
such os Elephont ond Rhinoceros.
Gorhom's cave which lies ot the base of the cliffs on the eostern s ide of Gibraltar contoins o deposi t o little over 17 metres
thick, composed olmost entirely of wind blown sond. So for the
excovotions hove only reoched a depth of under 6 metres below
the cave floor, but this has yielded material of considerable interest. The highest level contoined pot tery doting from Puníc ond
Romon, with beods, scorobs, etc. Below this wos o thin sto logmite
floor with a few pieces of hond made incised pottery ot the top.
( 1) J. d'A. WAECHTER: "Excavations a t Gorham's Cave, Gibraltar", Paper
n.0 3 reprinted from the Proceedings of the Prehistorlc Soclety for 1951.
-2 1 -
[page-n-26]
2
JOHN WAECHTER
No clear stratigraphical distinction was possible in this upper foyer
os it was to o large extent disturbed. The stalagmite floor extended over the whole excavoted orea and was fairly uniform in thickness. 1t is cleor that during the formotion of this floor, which must
hove token a considerable time, the cave wos not only unoccupied
but little or no sond wos being blown in from outside.
Underneoth the stolagmite floor wos o foyer of yellow sand
with troces of charcoal but no cleorly defined hearths, ond below
this a dark sond with obundont heorth debris. Unfortunately the
quantity of material from both these loyers wos small, but the
brood character of the industries is clear. The upper yellow sond
contoins on . industry of smoll end-scropers ond small backed blodes; the bone tools are few ond rother rough, but one single bevelled bone point bears o strong resemblance to those from Professor
Pericot's excovations at Porpolló. The lower darker foyer also contoins a blode industry, but there is not enough material to draw o
useful comparison with thot above material , but what there was
was similar in character to the material obove, though there appears to be less microlithic. These upper industries ore separoted
from the Mousterion by o thin sterile foyer.
So far four Mousterion loyers hove been found. though only the
upper has been excovoted over o lorge oreo. This yielded a rough
Mousterian industry similar to thot from the Devil's Towe r. The
greater port of it is quartzite, though some of the better made pieces are made of chert or josper : the number of fini shed implements
was small ond rough utilised flokes oppeor to hove been the main
too l. 1n this upper leve( there was a marked tendency towards
rough blades ond there were olso a few simple burins.
The three Mousterion layers below this hove so far only been
found in small soundings, ond there is insufficient material for comporison with the one above, but there does not seem to be ony
mojar difference between them. The fauno! remoins from all the
loyers was quite extensive, but it has not been studied in detoil,
though there does not oppear to be ony pachyderms.
The position of the cave in relotion to the sea mokes it possible
to drow some conclusions as to chronology becouse of the effect
of the fluctuoting seo leve( on the formation of the cave depos it.
lt is obvious that the whole of the present deposit mus t ante-date
the 8 metre Monasterion 11 beach of the lost ínter glacial, and
-22-
[page-n-27]
THE EXCAVATI ON OF GORHAM'S CAVE
3
that any later rise in sea level would make it impossible to reach
the cave, as well as stopping the accumulat ion of the wind-blown
sand.
lt was possible for Professor Zeuner of the lnstitute of Archaeolcgy of London to vi si t the cave during the last week of the 1951
season and to obtain a series of full samples from all the layers
then exposed. His examination of the samples suggests thot there
were two periods when the seo leve l was relotively high, one between t he firs t two Mousterian loyers, an one obove the latest Mousterian layer. Until the entire section is exposed it is not possible
to draw ony definí te chronolog icol conclusions, but the whole deposit started forming during the Las t Glaciation and tho t during this
period there were fluctuotions in seo leve! which probably accounts
for the breaks in the orchoeologicol sequence
In evo lua ting the results so far obtained from this excavotion
it is obvious thot comporisons must be mode os for os possible with
southern Spoin . So for not o greot deol of work has been done in
Andalucía, but Pericot's excovations at Porpolló ond Jordá's at
Cavo Negra ore two obvious sites for comporison. There are certoin
features in the material from Cavo Negra, porticulorly level B,
which suggests that the upper Mousterion layer of Gorhom's Cave
ond possibly the Devil's Tower belong to the same phose. lt is not
yet possible to compare the lower Mousterion from Gorhom's Cave
with Cova Negra C, D, and E as there is insufficient material.
The obvious comporison for t he later layers is with Parpalló,
though agoin the amount of material from Gibraltar is smoll. The
single bevelled bone point is striking ly like those from Porpalló,
though the Gibraltar specimen has no 1ines engraved on the base.
The f lint implements from the lower of these levels also bear a
s trong ressemblonce to the Magdelinian of Porpolló, but there were
no drowings or pointings, but there were severa! flot stones s tained with Hoemotite and in the some loyer there were small pieces
of graphite.
To a ttempt to fit the Gibral tar material in the general Sponish
sequence is o little premature, bu t some tentative suggestions seem
possible. lt oppeors probable thot the picture presented by the sites
in eostern Spoin moy be well ex tend in broad outline ta the south
coast, certoinly from the Mousterion onwords. 1f this preves to be
the cose then the establishment of o fixed chronology for the Gi -23-
[page-n-28]
4
JOHN WAECHTER
braltar material, provided that this material can be linked typo'
logically with Spain, will be of the greatest importance, particularly for relating eastern and southern Spain wi th the Franco-can tabrique region.
lt would not be out of place here to consider the connections,
if any, between Spain and North Africo during t he period covered
by the Gorham's cave deposits. In North Africa there appears to be
both a Mousterian and a Levalloise, though in many cases they
are obviously mixed . This duallity appears to decrease as we proceed eastward along the African coast, the Levalloise element in creosing and the Mousterian diminishing. 1t was for this reason
that McBurney referred to his material frorn Cyrenoica as Levalloiso-Mousterian ond Miss Caton-Thompson to drop the term Mousterian a ltogether for Kharga and Egypt. This suggests thot the
Mousterian of North Africa may well be due to influence from
Spain.
1t is extremely unfortunote that the excavations at Gorham's
do not throw any light on the Aterian-Solutrian problems as no
material of this period wos found, the possible explonotion being
that the sea level was high ot this time, though the negotive evidence is insufficient, and a similar explonation might well be evoked for the obsence of the earlier Upper Palaeolithic industries.
The relations between the Aterian ond the Solutrian are still a
matter of controversy, but it is not essentiol for there to hove been
contact between them to explain their similarity as the basic elements of the two industries ore very dissimilar.
The development towards microlithic implements in the lates t
industry at Gorham's is interesting because it seems to follow the
pottern for Eostern Spain, certoinly there is no trace of Capsian
influence either in Gibraltar or further north, ond in both oreas the
Upper Paloeolithic oppears to become microlit hic without there
being o break in the development.
T he Mousterion from Gorham's ante-dates the lost inter glacial
ond oppeors to survive through one change of seo level, which
suggests that it continued into Wurm 11, and may well hove token
the place of the Chotelperron in this orea. To attempt to fit the
loter material into the time scale is at present unwise, but a Wurm
111 date for the later material, based on the last sea leve! chonge,
is very tempting.
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[page-n-29]
ANDRE CHEYNIER
(Frftntinl
5tratigraphie de l'abri Lachaud et les
cultures des bords abattus
1
L'ABRI LACHAUD
Nous ovons donné le nom de Lochoud au troisieme des abrís du
Pouget (ou Pouzet) o Terrasson (Dordogne). 11 est compasé d'une
petite grotte derriere un abrí plus grand effondré au flonc d'une
colline escarpée qui domine la vollée de la Vézere.
La stratigraphie est tres nette et s'établit comme suit:
A la base: un ni vea u tres évolué de Solutréen Final (fig . 1 o 6)
ou les feuilles de laurier ont presque disparu (deux frogments dans
la couche lo plus basse).
Les Pointes o Cron y sont nombreuses, jamais completement entieres, ou nombre de 125 dont 37 portent !eur eran, toujours o
droite. Les retouches son t souvent en "pelure" et couvrent assez
souvent la face inférieure plus plane. On y rencontre une majorité
de Lamelles o Bord Abattu, 130, la plupart fragmentées. Leurs retouches sont le plus souvent abruptes et directes (de la face inférieure vers la face dorsole) jamois inverse ni alterne, ni abrasiva
comme o La Gravette; 12 ont les deux bords abattus; 19 sont irtcompletement abattus. Une des caroctéristiques de ce niveou est
la présence d'une bonne série de Per~oirs fins sur bouts de lomes
élancées d'un tres bon effet, au nombre de 20. Les Burins sont
moins nombreux, 17, o prédominance d' ongle sur tronco tu re transversa, pour la moitié non retouchée. Les Grattoirs sont au nombre
de 28, sur bout de lame. Ajoutons o cela un Microburin et un petit
Triangle. Un lot de 78 Lames o Section Triangulaire o crete, trouvées presque en tos, permet de penser qu'il y avait un coin ou l'on
- 25 -
[page-n-30]
2
A. CHEYNIER
préparoit l'enlevement des belles lames, et de conclure o de la méthode dans le trovail.
L'industrie osseuse est pouvre, sons doute paree que cet étage
a été soumis aux intempéries et a roulé dans la pente; so fouille
en grotte n'est pos achevée. Une base de Sagaie arrondie; deux
Poin~ons; trois Baguettes plates é troites et longues, palies, o bout
pointu ou mousse, faites dons de peti tes cótes refendues; un Bois
de Renne scié en t rovers .et un os long scié en son milieu. Enfin une
petite Aiguille a chós ovec ce dernier minuscule.
Les objets de parure son t nombreux: quelques dents percées et
su rtout de nombreuses coquilles percées de beoucoup d'especes di fférentes, déterminées por M. Fischer : Nasso diverses, 21; Denta lium, 1O; Neritino, 30; Trivio Arctica, 3; Ancillorio; Ceri thium,
Potomides, Cordium, Purpura Lopillus, Cyprea Lurido, Calliostomo,
Pectunculus, Pecten jacobeus (5 frogments), 5 indéterminobles
(gastéropodes et 1 lamellibronche) .
L'ort est magni fiquement représenté por un Renne gravé sur plaquette calcaire, d'une facture tres évoluée, avec ses bois en perspective vraie, le gauche trocé plus legerement que le ·droit. L'oeil
est pupillé, le poil soigné su rtout ou fanon . Les pattes bien dessi nées jusqu'ou sobot sont remontées, ce qui permet o l'onimal, une
femelle sons doute, (l'orriere troin manque) de s'aboisser pour lecher son foon, ottitude familiere. Une croix tres fine o été trocée
ou défaut de l'époule, point vulnéroble. Le petit présente seulement
so si lhouette dorsole ovec ses bois en mousse de velours et ses
orei lles.
Ces Solutréens avoient étobl i leur demeure sur un povoge de
gros coilloux pris dons le 1it de lo rivi ere.
Apres leur déport le gisement est resté abondonné.
Les premiers Mogdoléniens qui l'on t ensuite occupé ne sont pos
des Proto Magdaléniens la, qui foisoient des Buri ns a Coches sur
Eclots, si bien représentés a Badegou le (situé o 7 Km.) et OLI com
mencent les Raclettes. Ce sont seu lement des Proto Magdaléniens lb.
(fig. 7 o 11) en possession de leur complete culture ou domi nent
les Roclettes, outils faits sur des éclots gouchi!., du foit de leur
obtention por débitoge d'un Nucléus allongé, "en tronches de saucisson", et retouchés sur leur pourtour le plus souvent de fo~on
obrupte et par portions disposées n'importe comment ou tour de
l'éclat, porfois meme occupont lo totolité du pourtour. Dans ce niveau nous en ovons recueilli 180. Les Burins son t au nombre de 60,
-
26-
[page-n-31]
L' ABRI LACHAUD
3
en mojorité Burins d'oxe o deux pons (becs de flOte). Les Grottoirs
son t ou nombre de 27, sur bout de lomes. Les Per~oirs sont relotivement fréquents, 29, le plus souvent sur éclots. 11 est o remorquer le grond nombre de Lomelles de Coup de Burin, 180, trois fois
plus nombreuses que les Burins. 11 fout tout de suite souligner l'obsence totole de Lomelles o Bord Abottu.
L'industrie osseuse est ossez développée. Elle se compose surtout de Poin~ons, 6, et d'une petite Boguette o bout plot orrondi .
Trois frogments d' Aiguilles o ches.
Les objets de porure sont nombreux: un beou collier de Littorines percées ou troisieme tour de spire, c'est o dire pres de leur
sommet. Ainsi elles ne glissoient pos le long du fil. 11 y en ovoit
20 groupées dons un espoce de moins d'un décimetre cube. Tout
pres se trouvoit une cochette de plus de 60 coquilles non percées
provenont des Foluns de Gironde, ou sommet de lo couche stérile
sous-jocente, derriere un rocher, et enveloppées d'une forte couche
d'ocre rouge.
Ajoutons quelques Dentales et quelques pierres grovées (colcoi res) que nous n'ovons pu lire.
Apres une longue période de non occupotion. représentée hors
de lo grotte, dons lo pente, por une couche de menue pierroille col coire dite "costine", sont orrivés les Proto Magdalénie ns le (fig
12 o 18) avec un outillage lithique o peu pres semblable: 105 Raclettes, 50 Burins, 40 Grattoirs, 14 Per~oirs. Les Burins d' Axe o
deux pans dominent nettement et semblent plus soignés. Les Lamelles de Coup de Burin sont bien un peu plus nombreuses que les
Burins, 64, mais non dans les proportions énormes du niveau précédent.
L'indust rie de l'os se développe considérablement. On débite le
bois de Renne par refente en long, por sciage en travers. On en fait
::les sogaies o fut cylindrique, o base classique en biseou simple
avec so face plane rayée; il y a des boguettes oux deux bouts pointus, plus ou moins fusiformes, des Burins en os indiscutobles; une
menue baguette a base en biseou et o bout rond; de tres belles
Aiguilles a ches, 16; de nombreux Poin~ons; une Sagaie o base
dégrossie; beaucoup d'os appointis; beaucoup d'os portant des
roies, l'un d'eux gravé d'une bonne tete de cheval (Fig. 16, n.o 47);
des Retouchoirs en os; un long Ciseau en os refendu; un Cubitus
appointi.
- 27 -
[page-n-32]
4
A. CHEYN IER
Les objets de parure se multiplient, surtout autour d'un créine
de jeune su jet de 12 o 14 ans et d'un autre adul te inhumés dans
ce niveau de la grotte (*). Pendeloque en jais de tourbe de la grosseur d'un marran; deux petites boules jaunéitres légthement coniques et un peu aplaties au point opposé, de la taille de noisettes;
une Bélemnite creusée d'une rainure circulaire o la base; une pointe
en os brulé; une lampe en gres brisée (rituellement sans doute); une
Epingle o cheveux en os (Fig. 16, n. 0 44), etc. De ce niveau nous
avons extrait un bois de Renne du type Canadien en demi-cercle,
de 1 m. 50 de long. Des bois de Renne débités, refendus, etc. sont
couverts d'une couche de peinture ocreuse. Une baguette o section
carrée de 30 cm. de long en a été extra ite; elle est peinte éga lement. 11 existe une grande quantité de fra11ments d'ocre souvent
rayés et taillés en crayons. Les coquilles percées, moins nombreu ses, sont plus variées: Littorines, Cérithes, Dentales et meme de
tres petites coquilles percées (trois trouvées ensemble).
Des plaquettes sont gravées de signes.
Notons l'apparition de Contour Découpé sous la forme d'un
petit Poisson en os (Fig. 16, n. 0 42) .
Ce niveau a été scellé, dans le fond de la grotte, par la formotion d'un plancher stalagmitique dont les dépots se son t faits sur
les os, ce qui les date de fac;on aisée.
Par dessus ce plancher et apres quelques bouleversements locaux, dus o des causes diverses qu'il serai t trap long de discuter
dans un résumé, se sont instalés des Magdaléniens o Lamelles o
Bord Retouché. Ce niveau est situé dans la grotte seulement. Nous
n'en avons pos trouvé trace en avant, car il a du etre entrainé par
l'érosion dans la pente tres raide de l'extérieur du gisement. 11
s'est enfoncé jusqu'au fond de la grotte (o 5 ou 6 m . de profondeur actuelle) bien qu'il soit tres pres du plafond jusqu'o le toucher par endroits, ce qui exclut la possibilité de l'habiter, et qui
pose un probleme quant aux modalités de remplissage.
Quoiqu'il en soit, et bien que maigre, ce niveau n'en est pos
moins éloquent par son industrie. 11 comprend en effet une mojorité de lamelles o Bord Abattu, au nombre de 50, centre 39 Burins,
2 Grattois, 2 Perc;oirs, 6 Becs-Canifs, 3 Nuclei, un bloc quadrangulaire esquillé tou autour (chasse-lames), 1 Lame o Coche, 17 LaCes débris de créine ont été remis, pour é tude,
P. H.
(*)
o 1'1.
-
28-
o M. le Pr. H. Vollois
[page-n-33]
L'ABRT LACHAUD
5
mes o Cnhe, 39 Lomes ou Lomel les et 29 Eclots. Si l'on compte
les outils seulement, soit 104, on voit que nos lomelles font 50 %
enviran de l'outilloge.
L'industrie d'os est ossez bien représentée ovec une Alene fine
a base en m inuscule biseou; une Sagoie de section ovale, plote, cossée o lo base; une Boguette longue et mince, pointue aux deux
bouts; une boguette fusiforme, grovée, avec une gouttiere; un
Poin~on; une base de petite Sogoie a eran; un Bouton o trou transversal d'ans un tissu spongieux ( 1); une Baguette équorrie; une
cutre inachevée, ou le polissage n'o pos effocé les facettes de racloge. Un frogment de bois de Renne est couvert de traits o peu
pres porolleles sur une foce. 11 y a de nombreux fragments d'ocre
travai llés.
Huit coquil les percées dont cinq Dentales.
A ce niveau apportiennent de nombreux os travoil lés, déplocés
par les renards qui y avaient creusé leur taniere, dont nous ne pouvons faire étot.
11 ne faut cependont pos posser sous si lenee un fragment de
cote portant une ra inure latérale, creusée sans doute pour loger le
dos d'une lomelle a Bord Abottu comme le manche trouvé a Badegou le (publié) .
La foune comprend du Sa'iga qui est presque un Fossile de ce
niveou, le Proto-Magdalénien 11 (fig. 19 et 20) . Nous n'ovons oucune raison de ne pos le closser ainsi car il cadre porfaitement
avec cet étoge qui est celui de l'abri Jolivet situé en face dans le
meme val lan. Et c'est précisément lo position strotigraphique de
ce niveau qui nous omene naturellement o l'exposé de lo deuxieme
portie de ce nouveou travail, o savoir de préciser ce qu'est le Proto
Magdalénien 11, so place, son origine et son extension .
FAUNE LAC HAUD
SOLUTREEN
nables
Rongeurs:
Arvicolo terrestris Lin.
Microtus ogrestis Lin.
Microtus orvo lis Pollos
El iomys quercinus Lin.
Citellus citellus Lin.
Artiodoc tyles:
Rongifer torondus Lin.
Oiseoux:
Folco sp.
Golerido s p.
( 1) Lo no tu re de l'objet o été determinée
fossile.
-29-
N.• d'os
detttmf·
18 1
41
82
7
2
24
5
5
o lo
Sorbonne: e' est un spongioire
[page-n-34]
6
A. CHEYNIER
.......
•tter•l·
••""
Botroc:iens:
Rana
2
MAGDALENIEN lb
Rong eurs:
Arvicala omphiblus Lin.
Arvicola sp.
M icrotus agrestis Lln.
Microtus arvalis Pallas
Microtus ratticeps Keys e t Bias
Eliomys quercinus Lin.
Mustellidés:
Mustella sp.
Artiodoc:tyles:
Rongifer to randus
Oiscoux:
Fríngillo coelebs Lin.
Poisso ns:
Salmo sp.
Gobio sp.
201
3
28
16
2
5
5
3
MAGDALENIEN le
Ronge urs:
Arvicola omphlbíus Lin.
Arvicola terrestris Lin.
Mi crotus ogrestis Lin.
Microtus orvolls Pollos
Eliomys quercinus Lin.
Lepus sp.
Lepus timidus Lin.
Mustellidés:
Mustella sp.
Conides:
Conis lupus Lin.
Vulpes vulgorls Briss.
Gula gu la Collet .
Artiodoc:tyles:
Rupricopro trogus Grav.
Rangifer tarandus Lin.
Bovide
Oiscoux:
Rapaces: 13 griffes - 14 pholanges
Possereoux
Goll ifons
Rongeurs:
Arvicala ..errestris Lin.
Microtus agrestis Lin.
Microtus arvalis Pollos
Eliomys quercinus Lin.
Lepus sp.
Conides:
Vulpes vulgaris Brlss
Artiodoc:tyles:
Rong ifer torondus
Equus cobollus
Sa'iga
Oisco ux:
Ropoce genre Falca
lndeterminé
1
542
35
31
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MAGDALEN IEN 11
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JI
LE PROTO MAGDALENIEN JI
Pourquoi Mogdolénien? leí nous ovons une indus trie de l'os qui
dote ce niveou. Mois pour celles des stotions qui n'en ont pos, lo
présence d'une mosse importante de Burins ou dominent nettement les Burins d'Axe a deux pons (Becs de FlOte) -ou nombre
de 29 contre seulement 2 Burins d'Angle- est suffison te pour oftirmer le Mogdoléni en. Lo prédominonce des Lomell es a Bord
Abottu simples, sons pointe vou lue, et sons t ronco ture re touchée.
est bien lo coroctéristique du Proto Mogdolénien 11 ou moins a son
débu t. A lo fin on o des Troncotures retouchées, surtout obliques
e t des denticufes fe long du bord non obottu . On trouve cette in dustrie dons fes stotions suivontes :
Jofive t ó Terrosson (Dordogne) (2).
Reverdit ó Costefmerle de Sergeoc (Dordogl"le) (3).
Lougerie-Bosse, couche inférieure, oux Eyzies (Dordogne) (4).
Lo Grotte des Fées, ou Roe de Morcomps (Gironde) (5) .
L'obri de lo Covoille (Dordogne) (6).
Combe Cullier (ou Crozo de Gentilfo) (Lo t) (7).
Lo Forge, Cne de Pfozoc (Dordogne) (Bl.
Bisqueyton (Gironde) (9) .
Saint-Marcel (fndre) pn~s Choteauroux '(10).
Les Gros-Monts pres Nemours (Seine et Morne) (1 1).
(2) J . BOUYSSONIE e t H. DELSOL: "L'Abri Préhistorique de Jolivet pr~s
Terrosson (Dordogne)", Revue Anthropologique, 40eme année, num. 10- 12, 1930,
pp. 367 o 377.
(3) F. DELAGE: "Les Raches de Sergeac (Dordogne)", L'Anthropologie, t. 45,
núm. 3-4, 1935, pp. 281 o 317.
(4) D. PEYRONY et J . MAURY: "Gisement préhis lorique de Lauperie-Rosse
(fouillé de Mr. A. Lebel)" , Revue Anlhropologique, 24eme o nnée, num. 4, 19 14.
(5) lnédite en ce qui concerne l'outillage. Mois publiée pour lo founc qui
comprend du So'igo en obondonce: LACORRE, Extraits des procés verboux de la
Société Linnéenne de Bordeoux, 27 avril 1938.
(6) Ne pos confondre avec la grotte voisine qui est Moustéro-Levolloisienne.
LACORRE, Congrés Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934; poge
465 el fig. IV.
(7) ARMAND VIRE, dons I'Anlhropologie, t . 19, 1908.
(8) A. DARPEIX, dons Bulletin de lo Sociélé Historique el Archéologique du
Périgord, 1938.
(9) lnédite souf une note. R. COUSTE: "Gisement mogdolénie n des Grottes
de Jaurías", Bulletin de lo Sociélé Préhistorique Franc;oise, l. XLVIII, núm. 7-8.
195 1; p. 381 - 384.
( 1O) lnédite. Dr. Alloin.
( 11) lnédite. Daniel et Cheynier.
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31 -
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8
A. CHEYNIER
Les Gronds Rochers, Cne de St. Amond de Coly (Dordogne) (12) .
Lo Grond Grotte (Dordogne) ( 13).
Lo Choire o Co lvin, Cne de Mouthiers (Chorente) ( 14).
Ce niveou existe ou Plocord, identifié por l'obbé Breuil; ou
Castillo (Espogne), objets o 1' l. P. H. (Fouilles Wernert); inédites:
Couches A por dessus un niveou intermédioire o Roclettes (entre
A et B).
Enfin et surtout il est tres développé ou Parpalló, pres de Gendio (Espagne), fouillé et publié por le Pr. Pericot Gordo (15). 11
otteint une époisseur de pres de 2m . venont por dessus une couche
de O m. 25 (entre 3 m . 75 et 3 m . 50) pendant loquelle les Lomelles o Bord Abottu ont totolement disporu et qui con tient des Roclettes.
A lo fin de cette période on peut faire une place pour un ProtoMogdolénien ll b ou opporoissent et souvent domine nt les Lomelles o Bord et Troncoture oblique oba ttus, ou M . Peyrony veut voir
des Scolenes allongés, mais dons lesquelles manque toujours le troisieme ongle de base. Ces instruments forment l'intérch du lombeou
de couche sous-jocen t ou Mogdolénien 111 de Lougerie- Haute. Ces
outils sont abondonts dans le niveau inférieur de St. Germain-Lo
Riviere (Gironde) (inédit). C'est oussi l'opinion de l'inventeur, le
regretté M. Blonchord, qui me l'ovoit écrit; obje ts au Musée des
Eyz.ies. Citons les stotions de cette sorte:
Le Roe de St. Circq pres des Eyzies (Dordogne) (16).
Les obris de Bruniquel ( 17) :
l.-L' Abri Plontode (qui con tient aussi du Mogdolénien IV, V
e t VI) .
2.-L'Abri Lofoye (o Bords Abo ttus, dorninonts, ovec Sogoies
o section ovale et fusiformes, e t oiguilles).
3 .-L'Abri Le Gondi l (ovec du So'igo) .
Nous pouvons ojouter lo station de Locombe-Ségero l, non loin
de Bodegou le, ou nous ovons foit un sondoge encare inédi t.
( 12) S. BLANC: "Stotion Mogdolénienne des Gronds Rochers", Congrés Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934. (11 y ouroit oussí du 111).
( 13) lnédite. Prospectée por A. Menier et nous m~me.
(14) Niveou supérieur. P. DAVID: "Abri de lo Choire o Colvin", Congrés
Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934.
(1 5) L. PERICOT GARCIA: "Lo Cueva del Porpolló (Gondío). Excavaciones
del Servicio de Inves tigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de
Valencia", C. S. de l. C., Instituto Diego Velózquez, Madrid, 1942.
(16) lnédite. Fouilles M. et Mme. Kidder.
( 17) Pieces ou Musée de Montoubon, chez M. Bétiroc et o Bordeoux.
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L' ABR I LACHA UD
9
11 est o remarquer que beaucoup des stations énumérées ci dessus sont inédites.
Nous ne prétendons pos avoi r épuisé lo liste des stotions qui
contiennent du Magdolénien 11: La Solpétriere, La Souquette...
Celo montre seulement que pour etre connues ou fouillées depuis
peu, elles n'ont pos perdu pour attendre et que leur nombre va
s'accroitre du fait qu'il sera moins difficile de les identifie r.
Soyons reconnoissants o ceux qui, comme Delage, Lacorre et
Blonchord ont su les reconnaitre sons hésitotion; le premier e t le
dernier, hélos! disparus.
111
LES CULTURES DES BOROS ABATTUS
Depuis de nombreuses années l'ottention s'est portée sur une
de re toucher les Lames et (es Lomelles, qui est différente
de celle du Moustérien, de I'Aurignocien et du Solutréen. Lo retouche moustérienne présente une série d'écoillemen ts succesifs
qui accrochent l'ongle lorsque le doigt les porcourt du bord vers
('arete dorsal e; type: Rocloir et Pointe. Les Aurignaciens fon t des
retouches dites "lamellaires" plus ou moins plates, longues et paralleles, sans accroche pour le doigt. Le Solutréen a le secret de
la retouche "en pelure" qui traverse porfois toute la largeur de la
piece. La technique du Bord Abattu donne une retouche courte e t
serrée, qui peut etre discrete, émoussont seu lement le fil de la lame, ou abrupte, enlevant le bord profondément, parfois jusqu'o
l'arete dorsale. Cette retouche ne se contente pos de partir du
dessous de la lame (directe) ou parfois du dessus (inverse), elle
devien t abrasive lorsqu'elle porto la fois des deux faces l'une vers
l'autre, comme o La Gravette, de sorte que le bord n'est pos simplemen t abottu, mois robottu.
M. Peyrony s'est ottoché o séporer, sotts le nom de Périgordien, une séquence des Couteaux sur lomes, a dos épais et d'aborcf
courbe, portant de l'abri Audit et de Chote i-Perron, en passant por
le Cirque de Lo Patrie ( 18) ou ils se . redressent, pour oboutir a La
fa~on
( 181 R. DANIEL et A. GRENET: "L'otelier lithique ourignoclen du Cirque
de Lo Potríe", Bulletin de I'Associotion des Noturol istes de lo Vollée du Loing,
1929.
R. DANIEL "Simililude du Cirque de Lo Patrie et du niveou de base de Lougerie-Houte", Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, t. XXXIV, numéro
7-8, 1937.
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10
A. CHEYNIER
Grovette sous formes de pointes élégontes et droites, et se terminer
en beouté ou niveou final des Vochons ( 19).
Cette culture de lo Pointe sur Lome nous poroit devoir e tre
séporée nettement de lo culture de lo Lomelle o Bord Abottu, ordinoirement microlithique, sons souci de lo pointe. Celle-ci semble
bien puiser so source pos tres loin du Mous térien, comme l'outre
culture. Porfois elle existe lo ou lo premie re est obsente: on lo
rencontre dons 1'Aurignocien clossique ovec les Grottoirs Corénés
et les Pointes a Base Fendue a Torté (niveou moyen); ovec les Burins Busqués o lo Grotte Locaste des les foyers les plus bos (20).
o Font-Yves ovec un outilloge du type Bou"itc)u inférieur; o Bos del
Ser, Dufour et Chonlot ovec de I'Aurignocien moyen . Por contré
elle est obsente dons des niveaux nettement Périgordiens comme
dans lo couche J . (de Périgordien V) de la Ferrossie. Mai s elle coexiste fréquemment ovec lo premiere Culture (périgordienne), l'influence et prend une ampleur lorsque celle-ci disparoit (non sans
loisser des troces, cor on rencontre deci dela quelque Pointe de
La Gravette au Magdolénien et meme plus tord) des gisements
européens, d'obord dons le Solutréen final (Bodegoule, Parpalló,
etc.) puis dans le Magdalénien 11 ou elle o tteint son opogée, occaporont pour son compte plus du 50 % du total de !'industrie lithique dans certoins gisements comme Jolive t, Locha ud, Les Gros
Monts, Bisqueytan, etc. Ensuite elle décroit lorsque apporo it lo
technique géométrique au Magdolénien 111 .
D'ou tire-t-elle son origine et quelle est son évolution? Suivont
MM. Lacorre et Barrol (21) elle opporoit o Grimoldi avec les Hommes dits "négro'ides", dons le 3e. foyer comme Peyrony l'ovait
déjo remarqué dons la belle publication de Cortoilhac (22} . Mois
Miss Gorrod (23} l'o rencontrée plus bas dons I'Aurignacien infé-
(19) J. BOUYSSONIE: "Un gísement ourígnocien et pérlgordí en, Les Vochons" , L'Anthropologíe, t. 52, núm. l -2, 1948, p. 1 6 42 .
(20 ) A. et J . BOUYSSON IE et L. BARDON: " Stotíons Préhístoriques de Plonchetorte, pres Brive (Correze). 1, Lo Grotte Locos te" , Bull etin de lo Socié té Scientifique, Histotique et Archéologique de lo Correze, 1910; fig. 12, núm. S, 7 ,
58, 59 et 60.
(21) F. LACORRE et L. BARRAL: "Aper<;us nouveoux sur les industries et
les óges des squelettes de lo Grotte des Enfonts o Gri!l'oldi" , Rivisto di Studi Liguri, t. XIV, núm. 1- 3, 1948, p. S o 38 (Couches 1 at H. pi. 2).
(22) E. CARTAI LHAC: "Les Grottes de Grimoldi, 11, Archéologie" , Monoco,
191 2 .
(23 ) D. A. E. GARROD: "The Upper Poloeolithic in the light of recent discovery" , Proceedings of the Prehistoric Society, Cambridge, 1938.
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L' ABRI
LACHAUD
11
rieur, en Polestine, et nous venons de voir qu'elle existe des lo premiere couche de Périgordien de la Ferrossie bien que M. Peyrony
a it voulu en foire le type de son Périgordien 11. A l'obri Mocchi,
M. Blonc (24) ouroi t trouvé des Lomelles a fines retouches marginales alternes dons le niveou de Cho tei -Perron (Périgordien 1).
comme a lo Ferrossie, sous les Bases Fendues. Elle pénetre ~o et
la dons les gisemen ts d' Aurignacien typique et dons les divers niveoux de Périgordien que nous ne pouvons énumérer dons cette
courte note. M. Peyrony o foit un tour d'horizon de so dispersion
outour de lo Méditerronée et assez loin jusqu'o Krems (Autriche)
(25). Elle s'insinue dons le Solu tréen (a Bodegoule dons le troisieme niveou, moyen) pour se développer dons le Solutréen Supéri eur
et s'éponou ir ou Solutréen Final.
Le Mogdolénien 1 est pour elle une éclipse totole. Ou étoient,
pendont ce temps, les Hommes oux Lomelles o Bord Abottu? Nous
trouvons peut-etre leur trace a lo Beaume Périgoud (26) dont le
niveou supérieur (111 ) compte 70 % de ces Lomelles en mojorité
microlithiques, ovec des Sogoies ossez caroctéristiques. Ce niveou
est situé tres ou dessus du niveou 1 o Bases Fendues ou existen t
déjo des Lomelles o Bord Abottu.
11 semble bien que cette culture, que l'on peut dire Méditerronéenne, oi t pris noissonce ou moyen Orient et qu'elle se soi t propagée dons deux directions: celle du Nord vers l'ltol ie (27), lo
Fronce et I'Espogne; celle du Sud vers I'Egypte et la Tunisie dons
les industries Copsiennes. Elle n'a pos atteint le littorol Nord Al gérien e t Morocoin et n'o done pu entrer en Espogne por le Sud
Son opogée en Europe est ou Mogdalénien 11 . Une liste des gisements octuellement connus o é té citée plus hout. Ensuite elle dé croit, mois persiste dons tous les n iveoux mogdolén iens, ou Mésolithique et ou Néolithique. En Afrique elle fusionne ovec les Pointes Grové tiennes dons le Copsien.
(24) BLANC dons Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, t . XLI II,
1946, p. 84.
(25) PEYRONY: "Le Périgordien, l'Aurignocien ~~ le Solutréen en Eurosie",
Bulletin de lo Sodété Préhistorique Fronc;oise, 1. XLV, 1948, pp. 305 et suiv.
(26) STECCH l et BOTTET: "Lo Beoume-Périgoud, commune de TouretteLevens (Alpes Moritimes)", Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, tome
XLVII, 1950, poges 89 a 93.
(27) P. GRAZIOSI: "Les Industries Poléolithiques o dos robottu et le possoge
du Poléollthique ou Mésolithique en ltolie", Bullet in de lo Sacié té Préhistorique
Fronc;oise, 1. XLVIII, 1951, p. 55 o 61.
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Fig. 1. -Niveou infé rie ur. So lutréen Finol.
Nos. l o 5: Pointes o cron.- 6: Lomelle o bord obott u retouchée en dessous.- 7 o 13: Lomelles o bord obottu.-14: Ebouehe de triongle.-15:
Pet it pefl;oir lo térol.- 16: Lomelle o double eran (sembloble o numéro
2, fig. 39 d u Po rpolló). 17: Mierobunn. 18: Lomelle o eren
termonol.- 19: Lomelle ovee bunn termonol.-20 el 21: Per~oors sur bouts
de lomes ovec époulements.- 22: Lomelle o double bord obott u.-23:
Pointe o foee plone.- 24: Grottoir retouehé en pelure.
(G. n.)
5
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L' AGRI LACHA UD
13
Fig. 2. -Nivcou inféric ur. Solutrécn Finol.
Nos. 1-2: Poontes o eran rctouchées sur les -:leux faces. - 3: Lomelle o
dcux faces rctouchées suovont lo technoque solu trécnne "en pelures". 4 : Poin te o eran termonéc o choque bout por un per~oir brisé.-5: Grovure s ur ploquelle colcoirc rougie ou feu (Solutréen final). Chevol borbu.
(G. n.)
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Fig. 3. -Nivcou inférie ur. Solutrée n Finol.
Nos. 25 : Feuille de lourier o double encache- 26: Rodoir.-27: Pointe-scie.-28: Grottoir double.-29: Burin d'ongle trlple.-30: Couteou
ovec pointe.-31 et 32 : Per!;oirs sur bouts de lomes.
(G. n .)
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Fig. 4. -Nivco u infé ric ur. Solutréc n Final.
Nos. 33: Diophyse d'os long sciée tronsversolemenl. - 34 o 37: Dcnts
pcrcées.-38: Esquille d'os équorri.- 39: Aíguílle minuscule.--40: Base
de sogaie conique o section circuloire.-4 1: Poín~on o section ovolalre.42: Poin~on sur esquillc d'os. - 43 o 45: Micro-spa tules (43 o bout
paí ntu) .
(G. n .)
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Fig. 5.-Niveou inférieur. Solutréen Final.
Femelle de renne léchont son foon. Sur ploquette colcoire.
(G. n .)
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j
Fig. 6.-Niveo u infé ri eur. Solutrécn Fina l.
Ploquettes colcoíres grovées. í: animal indeterminé.
(G. n.)
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Fig. 7 . -Proto - Mogd olénicn
Nos. 1: Beau groUair sur bou t de lame.- 2: í,rottoir épois.- 3: Ciseou.
-4: Racloir dauble avec pointe ogivale.- 5: Micronucleus.--6: Raclel
te-Burin. - 7 et 8: Burins o coches sur éclo ts (? transversal doublc, 8
transversal et d'angle).-9: Bur.n d'axe o deux pons.-10: Burin d'anglc
a coche sur éclat.
(G. n.)
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Fig. 8.-Roclettes du Mogdolénien (ou Proto-Mogdoléníen lb).
(G. n .)
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A. CHEYNIER
Fig. 9.-Proto-Magdalénien
I b.
Nos. 3 3 6 36: Poingons Iégers, plats.-37
6 39: Fragrnents' d'aiguilles.
-40 6 42: Coquilles d'ornernent (tertiaires).
(an.)
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({o.le Clf'\a.l\it)
Fig. 1 0. -Pro to-Mog do lé nic n 1 b.
Nos. 1: Roclette o encache o retouche inverse.-2 et 3: Roclettes o plan
de froppe écoillé (3 sur l'ongle d'éclotement).-4: Roclette convexe et
concove. - 5: Ciseou lorge.--6: Bec-conif.-7: Ciseou.-8: Lomelle.9: Per~oir sur bout de lome.-10: Per~oir fin (pointe o piquer).-11:
Multi-persoir.
(G. n.)
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g
Fig. 11 .-Proto- Magdalénien 1 b.
Ploquettes grovées: g: Oiseou ou phoque. Signes polmés.--c: Tete.
! Jeu de Morelle.- b et e:
(G. n .)
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Fig. 12.-Proto-Magda lónicn 1 c.
1, 2 et 3: Burins obliques (ou d'oxe a un pon) et gougcs. - 4, 5, 6, 8
9 et 11: Burins d'oxc a dcux pons (dits bec de fl ütc) (8 double). 7: Grot toir concove et pointes opposées.-10: Grottoir rond ovec petit
burin a un ongle.
(G. n.)
[page-n-52]
24
A. CHEYNIER
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Fig. 13 .-Proto- Mogdolénicn 1 c.
Nos. 12, 15, 16. 17, 19 et 20: Roclettes.-13: Couteou double o dos
obrupt.14 : Per~oir-buri n opposés.- 18: Rocloir-grottoir.-21 : Per~oir.
- 22: Ciseou.-23 : Grottoir de fortune sur oxe d'éclot.-24 : Nucleus.
(G. n.)
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L' ABR I LACHAUD
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········o . ...... . ..... o......... .
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Fig. 14.-Proto -Mogdolénien 1
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Débitoge de bois de Renne sciés par refente en long, caupés en biseou
praboblement dons le but d'abtenir une pointe.
(G. n.)
-
49 -
[page-n-54]
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Fig. 15.-Proto-Mogdolénie n 1 c.
Nos. 28: Sogoie o bose en biseou simple, épointée.- 29: Base de Sagaie
conique o section circulaire.-30 et 31: Bases de Sogoies o biseou srmple ovec incisions sur le biseou.-32: Painte déjetée.-33: Poinc;on. 34 : Burin en os.-35: Boguet te-Sogoie, o bout arrandi (retouchoir?l et
base en blseau simple.36 et 37: Deux fragments de Sogoie semblont
se complé ter.-38: Manche d'autil e n bois de renne.-39 et 40: os ponce.
- 4 1: Manche de Lomelle o bord obottu dons un tronc;on de co te. 42: Objet conique pouvont ctre interpreté comme un pian o jouer (3
objels semblobles e n os).
(G. n.)
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fig . 16 .-
Proto - Magda lé nicn 1 c .
Nos. 42: Pctil objet en os fo~onné sur les dcux faces ct sur les 3/4 de
son contour, interprété por l'inventeur comme un prototype de contour
decoupé IPolsson').-43: Pendeloque en Jois de Tourbe (determinéc ou
Museum d'Histoire Noturelle de Poris, chez M. Furon).-44: Epingle o
dcux poin tes (épingle o cheveux).-45: Objet tres mince resscmblont o
un coupe. popocr en os, cxécution porfoite (Divoscur de tendons pour foor.,
des fil s?).-46: Burin en os o base équorrie conique. - 47: Retouchoir
décoré d'une t ~te.-48 o 55: Epingles o chós completes.
(G. n.)
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A. CIIEYN IER
Fig. 17 .-Proto-Mogdolénien 1 c.
o et e: objets en gres fin pell sur une ou deux foces.-b: Ploquette colcoire grovée.-d: Boguette en schiste peli (comme ou Porpolló, lóm. XI,
num. 36).
(G. n .)
-52-
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L' ABR I LACHAUD
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Fig. 18. -Proto- Mogdolénic n 1 c.
Lampe en gres rose pique tée, deux frogments retrouvés.- e: Reconst1
tution.
(d :G. n.)
- 53 -
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Fig. 19.-Proto-Mogdolénien 11 a .
Nos. 1 o 19: Lomelles o bord obottu (lo pluport ne sont pos des pointes; por centre le 9 o deux bords obottus est une doubl e pointe). - 20
o 24: Per~oirs fins type pointe o piquer.-25: Mícronucleus.-26: Ciseou.
-27, 28 et 29: Burins d'ongle o deux pons.
(G. n.)
-54-
8
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Fig. 20.-Proto-Magdalénien
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Nos. 30 et 31 : Sagaies a section ovale.
32: Sorte de bouton dans
spongiaire fossile.-33:
Fragment de poingon.-34:
Aiguille sans chos,
complitte, a base en biseau simple.-35:
Os équarri.-36:
Pointe double
(épingle a cheveux).-37:
0s appointi.-38:
Coquille teinte d'ocre rouge.-39
a 43: Dentales.-44: Poincon plat.-45 et 47: Os portant des
marques.--46: O équarri.
(G.n.)
,
[page-n-60]
[page-n-61]
J.
G. D. CLARK
(luglnlerrn)
The groove and splinter technique of
workJng reindeer and red deer antier in
Upper Palaeolithic and Early Mesolithic
Euro pe
The need to study techniques os well os products has long been
recognised omong prehistorions. Porticula~ly voluoble insights
hove olreody been goined by studying flint implements in conjunction with cores, unfinished specimens ond othe, debris of manu facture ond importont odvonces hove olso been mode in the understonding of ceromic ond metal types through poying ottention
1c such tapies os potting, metollurgy ond smithing . Rother less
notice has been token of the woy in which objects mode from motc~ ri ols like antier ond bone were fobricoted . Yet in the cose of
hunters such moteriols of necessity ployed o prominent role in
technology os well os reflecting in o unique foshion the interploy
of cultural inheritonce, economy ond ecology. In drowing ottentivn to on importont piece of evidence from Professor Luis Peri cot's splendid excovotions ot Porpolló in Eostern Spoin, one moy
hope to stimulote interest in the waste antier material from prehistoric sites, material which it is to be feored has too often been
discorded or overlooked so far os cultural significonce is concerned.
The first to study the working of antier by Upper Poloeolithic
:non in ony detoil wos Alfred Rust, excovotor of the fomous sites
of Meiendorf ond Stellmoor in the Ahrensburg tunnel-volley, north-57-
[page-n-62]
2
J. G. D. CLARK
east of Hamburg ( 1). Reindeer antlers from the Hamburgian levels
at each site were not only numerous, bu t owing to the water-logged character of the calcareous muds in which they were found
exceptionally well-preserved. As a resul t of his el ose examina tion
of this remorkably fresh material Rust wos oble to demonstrote
convincingly the methods used by the earlier Upper Palaeolithic hunters of the Hamburg oreo to obtain the blanks from which to fobri cate harpoon-heads and other objects from reindeer antier (2). In
essence their method wos to detoch longitudinal strips or spllnters
from the inner ore of the beams, generally stopping short at the
bez (fig. 1, a), occasionolly reaching the brow tine (fig. 1, b),
but n e ve r carrying on down to the ro o t or stump of the
antier. The splinters were first defined by cutting deep grooves
by means of flint burins, so penetrating the hard outer wall of the
antier down to the inner core; from this they would be detached
by means of levering, sometimes assisted by undercutting by means
of a special type of pronged flint. As a general rule the Hamburgians seem to hove been content with one splinter from each antIer (fig 1, a), but occasionolly they removed as many as three: for
instance an antier beam from Meiendorf not only lacked some twofifths of its girth, implying the removal of probably two splinters,
but also showed on the surviving portian a groove which defined a
third one (3); ogain, a specimen from Stellmoor shows clear traces
of the removal of one long ond two shorter splinters (fig. 1, b) (4) .
Troces of the sorne technique hove sin ce been recognized on
objects from mony points within the territory of the Late-glacial
reindeer hunters of northern Europe: one m ay cite a reindeer antIer from the Hovel Lokes west of Berlín from which a s trip some
54 cms. long has been removed from the inner are of the beom (5);
or, ogoin, one might point to grooved antlers of reindeer from
( l) A. RUST: "Dos oltsteinzeitliche Renntierjogerloger Meiendorf", Neumünster, 1937; and "Die olt- und mittelsteinzeitlichen Funde von Stellmoar" . Neumünster, 1943.
(2) A. RUST: op. cit. 1937, pp. 90-98; 1943, pp. 128 ff.
(3) A. RUST: ap. cit. 1937, p. 97 ond tof. 36.
(4) A. RUST: op. cit. 1943, p. 128 ond tof. 24.
(5) R. STIMMING: "Die Renntierzeit in der morkischen Hovelgegend" in
Monnus, Zeitschrift für Vorgeschichte, VIII, Leipzig, 1917, pp. 236-237 ond
tal. IV. 8 .
-58-
•
[page-n-63]
TECHNIQUE OF WORK ING ANTLER
3
Fig . 1.-Reindeer ontlers worked in the groove ond splmter technique from Hom-
burgion levels ot o Meíendorf ond b Stellmoor, Schleswig-Holstein, Germony. Seoles o (e 11 16), b (e 2/15 d 2 /5).
-59-
(Aftor Rust)
[page-n-64]
4
J. G. D. CLARK
the old territories of East (6) and West Prussia (7), both within the
frontiers of present-day Poland, and also from Denmork (8). Again,
os Rust pointed out (9), basically the some technique of working
antier was employed by the cave-dwelling reindeer hunters of central and western Europe, side by side with the utilizotion of complete sections for batons and similar forms . For instance the Pekórno cave, Kostelik, Morovio, yielded reindeer antlers with porollel grooves defining in some instances a number of splinters ond
o lso the stumps of o thers from which severo ! splinters hod been
detoched ( 1O). In the extreme south of Germony the lote Mogdolenion levels of Petersfels near Engen and the open sto tion of Schussenquell e south of the Federsee hove both produced troces of the
some technique, the former including a specimen with o short incipien t groove ( 11) and o pointed stump from which three ond possibly more s tri ps hove been token ( 12), ond the lotter on on tler
beom showing signs of the removol of o t lecst one lorge s trip
( 13) . No systemotic s tudy has been made of the very rich material
from the French ond north Sponish caves, but it is not difficult to
quote exomples from late Mogdolenion deposits: from Bodegoule
in the Dordogne one moy mention e porticulorly fine reindeer antIer beom from which two strips some 30 cms. long hove been detoched, together with on actual splinter c. 29.5 cms. long (14) ·
ond from Mongoudier in the Chorente on antier with preporotory
porollel grooves ( 15) .
(6) e. g. from Popelken, kr. Lobiou. See W. GAERTE: "Auf den Spuren der
Ostpreusslschen Mommut-u. Renntieriéiger", in Monnus, Zeitschrlft für Vorgeschichte, XVIII, Leipzig, 1926, pp. 253-257.
(7) e. g. from kr. Ku lm. See H. GROSS: "Auf den ol testen Spuren des Menschcn In Altpreussen" in Prussio, bd. 32, 1938, pp. 118-119 ond obb. 14 .
(8) From the western edge of Mullerup Bog. See T. MATH IASSEN, In "Acto
Archocologico" , 1938, p. 175.
(9) A. RUST: op. ci t. 1943, pp. 143-144.
( 10) K. ABSOLON ond R. CZ1ZEK: "Die Poloeolithische Erforschung der Pekórno-Hoh le in Méihren" in Mitteilungen ous der Doloeolithischen Abteil, om
Mohr. Londesmuseum nr. 26, Brünn, 1932, tob. XX ond XXI, 9.
( 1 1) E. PETERS: "Die Altsteinzeitliche Kulturstéi tte Petersfels", Augsburg,
1930, tof. XVII, 2 b.
(12) E. PETERS: op. cit. in note 11, tof. XIX, 4.
(13) R. R. SCHMIDT: "Die diluviale Vorzeit Deutschlands", Stuttgart, 1912.
See pp. 54 -56, 187-188 ond taf. XXIV, 8.
(14) 1 hove ta thank Mr. G. de G. Sieveking far recogmsing these in the Musée de I'Hamme, París, ond for obtaining phatogrophs.
(15) Examined in the museum af the lnsti tute de Paléontalogie Humaine,
París, by courtesy af Prof. Voufrey.
- 60 -
[page-n-65]
TECHNIQUE OF WORK ING ANTLER
S
Recent excovotions in t he north-eost of Eng lond at Stor Carr,
Seomer, Yorksh ire (16), hove shown thot basicolly t he some technique wos opplied to red deer antier during the Pre-boreol phose
of Post-glacial time in north-western Europe (pi. 1; fig. 2). Li ke the
Homburgions ond Mogdolenions, the proto-Moglemosions of Stor
Corr sought to obtoin the row material for moking thei r borbed
points by removing strips of splinters from the ontlers of their principal food-onimol. Moreover they ochieved this oim by closely similar meons, cutting porollel grooves (it is typicol thot only in very
rore instonces did these converge o t eíther end) olong t he length
of t he beom ond forcing ou t the intervening st rip of a ntier. The
minar voriotions which exist moy we ll be due to differences in t he
conformotion of red deer ond reindeer antier. Whereos the Homburgions only detoched strips down to the base of the bez or very
rorely os for os the brow tine, the Stor Corr people removed them
right down lo the burr or stump of the antier. Agoin, the red deer
hunters rarely contented themselves with o single splinter (pi. 1,
top) os wos the normal practice wi th the Homburgions; os o rule
they secured three or four (pi. 1, middle) ond even on occosion .:JS
mony os f ive or six pieces, os well os occosionolly removing splihfers from the brow tine. One result of this wos thot splinters were
removed f rom t he sides of the beom os well os from its inner ore,
so thot only o norrow strip would remoin with the tines or t heir
stumps (pi. 1, bottom) ond this would commonly be found broken
short neor the base of the antier (cf. fig . 3) . At Stor Corr strips os
!ong os 22 inches (c. 56 cms.) were obtoined in this woy.
From o culture-historicol point of view the moin in terest of the
Stor Corr ontlers is thot they demonstrote o continuotion into Postg lacial times of o technique of Upper Poloeofithic origin, one moreover which seems to hove p loyed only o ~ery subsidiory role in
loter times. lndeed in the moture Mog lemosion culture of the full
Boreal period borbed points were mode olmost invoriobly of bone
( 16) Preliminary accaunts af material fram the 1949 and 1950 seasons hove
appeored in the "Proccedings of the Prehistoric Socicty" (Cambridge), Vol. XV,
pp. 52-69 and Vol. XVI, pp. 109- 129. A full account, includíng thc materia l fram
the more extensive excovo tfons of 1951, wiff appeor in "Excavotions at Star
Carr: An Early Mesolithic Síte ot Seomer, neor Scorborough, Englond" to be publíshed by the Cambridge Unfversity Press.
-61-
[page-n-66]
.....____.. ·11'
-~
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'C"-
Fig. l.-Red deer antier worked in the groove ond splinter technique from the
Proto-Moglemosion site of Star Corr, Yorkshire, England . Two splinters or
strips of antier hove been removed ond a third hos been portly defined by
o groove (e 11 1 30).
[page-n-67]
7
TECH NIQUE OF WORKING ANT LER
rather than antier ( 17). The choice of antier and the method of
working it thus emphasize the intermediate s tatus of t he Star Carr
people between the Magdalenians and Hamburgians and the Maglemosions proper.
Vegetationa l
zanes (Jes.sen)
IX
Sub-boreal
1
Climatic
phases
Sub-atlontic
Geologico l
periods
Arcnaeolagica l cultures
and stages
VII I
lron Age
Bronze Age
o
'ü
Neolitnic
o
1
1
o.
1
+-
"'
a
a.
Atlontic
VIl
Erteboe.lle
Boreal
V-VI
Mag lemosion
(Mull erup, Svaerdborg)
Pre-boreol
IV
Proto-Maglemosion
(Stor Corr, Klosterlund)
Younger
Dryos
111
Alleroed
oscillation
11
.,
Older Dryos
1e
-'
Baelling
oscillation
1 b
Oldcst Dryos
1 o
o
'ü
~
Ol
1
o
Ahrensburg
(Stellmoor, upper)
u
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o
.,
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Lyngby
(Noerre Lyngby)
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Bromme
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o
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o
o
a.
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.,
a.
a.
::::>
Hamburgion
(Meiendorf ond Stellrnoor, lower)
T ab lc shawing th e seq ue ncc af hum a n settlemcnt in Narthern Europa
Proof thot the Star Carr technique is in truth Upper Palaeolithic in origin is to be found in the identical treatment of red deer
( 1?) The Boreal Maglemoslans dld occasionoll y use stag antier as o materia l
for tneir borbed points, as witness finds from Svaerdborg ond other of the Zea land
sites, but this wos very exce ptionol. See "Donske Oldsager" , 1, núm. 1?3 ond poge
66, Cope nhagen, 1948.
-
63 -
[page-n-68]
8
J. G. D. CLARK
an tier in the southernmost territories of the Magdalenian culture
beyond the range of the reindeer during the La te Pleistocene. During a recent journey to Spain ( 18) the a uthor had the opportunity
Fig. 3.-Bose of red deer antier from whích three strios hove been removed in the
groove ond splinter technlque from o Mogdolenion IV level ot Porpolló
(Valencia) (21 3).
of examining the lower ends of shed stag antlers worked in this
fashion from the Cueva Polonia, Asturias (19), and from a Magdalenian IV leve! in the cave of Parpalló, Va lencia, excavated wi th
such brilliant results by Professor Luis Pericot (20). By courtesy of
the au thorities it was possible to make a summary sketch of the
( 18) The outhor ís groteful lo the British Acodemy for o generous gront towords the expenses of this journey.
( 19) Mus. no. N. 244. The outhor is indebted to the Director, Prof. J. Mortínez Sonto- Oialla, for ol lowing him to examine this specímen.
(20) Valencia, Museum of Prehístory of the Diputación Provincial, núm. P329. The object wos described by Prof. L. PERICOT GARCIA: "Lo Cueva del Porpalió (Gondío), Excavaciones del Servicio de Investigación Prehistórico de la Excelentísimo Diputación Provincial de Valencia", Madrid, 1942, os o poignord or
dogger (p. 92, fig. 62, 2}.
-64-
[page-n-69]
TECHNIQUE OF WORKING ANTLER
9
exomple from Porpolló (fig. 3), which con be seen to consist of the
lower end of the residual port of on antier beom broken short in
the monner indicoted. Cleorly visible ore scors left by the extroction of three porollel strips of antier, which hod evidently been
removed right down to the root of the beom os in the cose of those
from Stor Corr. lndeed the Porpolló ond Cueva Polonia specimens
ore so similar to broken pieces from Stor Corr thot they might eosily hove come from the Yorkshire site.
The technique of extrocting strips of splinters of antier by cutting porollel grooves ond levering or pulling out the intervening
portian is thus seen to be of widespreod occurrence omong the reindeer ond red deer hunting peoples of Europe during Lote-glacia l
ond Eorly Post-glacial times (21) . lt would be interesting to know
whether it wos olso employed by the Azilions of Northern Spoin
ond Southern Fronce, omong whom the stog antier horpoon wos in
widespreod ond common use ond whose Lote Mogdolenion ontecedents ore commonly ossumed. This brief note is offered in hommoge
to o distinguished Sponish orchoeologist in the hope thot he will
find mony successors. Exominotion of discorded antier ond bone
material, porticulorly from cave or shelter sites for indicotions of
technique is only one of the innumerable tosks thot owoit reseorch.
(21) Severo! finds of red deer ontlers with troces of the groove ond splinter
technique hove been recovered from Donish soil but none hos yet been found in
dotoble deposits.
-65-
[page-n-70]
[page-n-71]
LAM. l.
CLARK.- Technique of working antier
Red deer ontlets wotkcd in the groovc ond splinter
te~hnlque
from lhe Proto-
Mogdolenion t rie of Stor Corr, Yorkshire (Englond). Scolcs: top (1/41
mrddle ( 1/2), bottom (3171
[page-n-72]
J ESUS
CARBALLO
(Sonlonder)
La~ caverna~
con pintura~ rupestre$ del
Monte del Castillo
(Puente Viesgo, Santander)
Nadie ignoro que lo provincia de Santander contiene en su
seno lo cueva de Altomiro, reino de los grutas prehistóricos por sus
insuperables pinturas rupestres. Pero son pocos los lectores españoles que sepan que en esto provincia existen además otros grutas
pintados, como son los de Covolonos y lo Hozo (Ramales); lo
de Sontián (Puente-Arce); lo Clotilde (Santo Isabel); lo de Hornos
de lo Peño (Son Felices de Buelno), etc. Pero sobre todo, los grandes cavernas del Monte del Castillo en el pueblo de Puente-Viesgo,
que con Altomiro ponen o Lo Montaña como capital de lo España
prehistórico.
A este monte singular, único, va dedicado el presente artículo,
especia lmente con miras o dar o conocer los últimos descubrimientos realizados en el pueblo de Puente-Viesgo.
En lo carretero que va de Santander o Burgos y Madrid, o 30
kilómetros de Santander, se encuentro este hermoso pueblo o orillas
del río Pos, y al pie de un monte cónico de 200 m. de altitud, llamado del Castillo porque es tradición que hubo uno en lo cumbre.
En ésto todavía subsisten los restos de un castro celta, desafiando
los intemperies y lo acción destructora de los siglos.
Como coso excepcional, este monte contiene en sus entrañas
t res grandes cavernas con pinturas: lo del Castillo (nombre inadecuado), lo de Lo Pasiego y lo de Los Monedas. Además se encuen-67-
[page-n-73]
2
JESUS CARBALLO
tro otro gran caverna llamado Lo Flecho, en lo que por ahora, no
hemos podido descubrir vestigio alguno de pinturas.
Los cuatro se encuentran en el mismo plano, que está aproximadamente o lo mitad de lo altura del monte, y lo entrado o todos
ellos se hallo o 80 m. sobre el río Pos, que discurre por lo base.
Otras cuatro, sin pinturas y de menores dimensiones, están situados en un plano más alto; una de ellos tiene en lo último galería
una laguna de 70 m. de larga.
Debo añadir que, de l incipiente estudio geológico que tengo
hecho, deduzco que en plano inferior próximo a la base del mon te,
debe de haber otras grandes cavernas de mayor ex tensión aún que
las conocidas.
LA CUEVA DEL CASTILLO
Lo del Castillo fué conocida de siempre debido a su gigantesca
entrado, que se ve desde larga distancia. Es de una grandiosidad
y belleza fantásticas: contiene gran número de pinturas y grabodos y, en lo entrada, a plena luz solar, se descubrió un yacimiento
de los mayores de Europa, que contenía materiales de todos los
períodos paleolíticos.
El Profesor Alcalde del Río, Director de la Escuela de Artes y
Oficios de Torrelovega, descubrió y estudió por primero vez los pinturas y grabados de la Cueva del Castillo en 1903.
Más tarde, en e l a ño 1909, hice yo el estudio espeleológico y
descubrí en su in terior, bajo una gran estalagmita, el esqueleto
completo de un oso de las cavernas (Ursus spelae us), y además varias osamentas de cérvidos, équ idos, cópridos, varios mandíbulas y
otros huesos de bison te, lobo y jabalí. En la úl timo galería, llamado de los Discos Ro jos o del Mamut, en el primer rincón de lo derecha, encon tré unos pocos huesos de león y de hiena de las cavernas.
Después procedí a sondear el yacimiento de lo entrado y hallé
materia les ocilenses, magdalenenses y solu trenses (1). Con ellos
abundantes especies de moluscos, especialmen te pate lla, helix, ciprina s, pecten, ostras y turritellas.
(l) Sobre nomenclatura prehistórico véase: J . CARBALLO: "De litera tura prehistórico", en el "Diario Montañés" de 30 de Noviembre de 1950.
-68-
[page-n-74]
LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO (SANTANDER)
3
Por falto de recursos me vi obligado o desistir de esto investi gación, yo que entonces ninguno entidad oficial subvencionaba estos trabajos y, de los particulares, sólo el Marqués de Comillas (don
Claudia López) protegió varios excavaciones, entre ellos, lo que
llevé o cabo en lo Cueva del Rey.
En el año siguiente -1910-, el Instituto de Paleontología
Humano, de París, fundado por el Príncipe A.lberto de Mónaco, dió
comienzo o lo excavación completo del yacimiento, con grandes
recursos económicos, y que duró cinco campañas de verano. Lo
dirigió e l Dr. Obermaier con Werner y otros investigadores extranjeros, entre ellos H. Breuil, que había efectuado yo el estudio del
orte rupestre de esta región con Alcalde del Río.
Esta excavación fué sin duda una de las que se realizaron con
más recursos económicos y con más personal técnico. Bien lo merecía el yacimiento, que ha sido el más completo y que alcanzó
hasta uno profundidad de 18 m. conteniendo todos los niveles paleolíticos, desde el ocilense hasta el ochelense inferior.
Entre los miles de objetos extraídos, figura como uno de los
más destocados un cetro perforado (bastón de mando), que presenta en uno de los coros un hermoso relieve con un ciervo en estilo
realista, del magdolenense superior. Puede verse en el Museo de
Santander con gran cantidad de materiales de dichos niveles.
LA PASIEGA
Durante una de las campañas, Werner y Obermaier se dedicaron varios días a buscar otros cuevas, hasta que dieron con lo de
La Pasiega. Contiene esta gruta muy interesantes pinturas en negro y en rojo, aunque no son de estilo oltomirense. El plano de esto
cueva es de los más complicados que se conocen en España. Contrasta grandemente la profusión de pinturas que la decoran con la
carencia, o mejor, con lo pobreza del yacimiento.
Los descubridores nado dicen de hallazgos en la Memoria que
publicaron con buenas reproducciones de las pinturas. Mas ahora,
al hacer el estudio de la nuevo caverna Gorda Lorenzo y yo, hemos
descubierto cerco de lo entrada un yacimiento con dos niveles: solutrense y magdalenense; si bien no son muy ricos, presentan en
cambio formas líticos admirablemente retocados y muy típicos
(lóm. 1).
-69 -
[page-n-75]
4
JESUS CARBALLO
Este descubrimiento nos plantea un problema no fácil de resolver. Obermaier clasificó como auriñacenses las pinturas de dicha
caverna; pero no se descubre resto alguno de material auriñacense
que confirme su clasificación, cosa digna de tenerse muy en cuenta considerando que, a dos pasos de allí, en la Cueva del Castillo,
es precisamente el nivel auriñacense el que proporciona más abundantes materiales.
Cuando Obermaier hizo su clasificación, era teoría generalmente admitida que no existía arte solutrense. Así se ve que cuando describe pinturas que no pueden ser atribuidas al auriñacense,
salta al magdalenense inferior, llevado del prejuicio citado.
Siempre que yo oía exponer esta teoría pensaba que, precisamente la industria lítica solutrense, era la más perfecta de todas.
Para comprobarlo tenemos en el Museo de Santander abundantes
materiales de todos los períodos paleolíticos, entre los que destacan
los solutrenses como los más perfectos, bellos y mejor trabajados.
Esto lo reconocen los mismos que niegan la existencia de la pintura
solutrense. ¿Si eran artistas de la piedra, por qué no habían de serlo de la pintura?
Pero hoy, después que el Parpalló demostró con la segurido ~
que sólo la estratigrafía puede dar que las mejores pinturas aparecieron en el nivel solutrense, que la Venus del Pendo es solutrense,
etcétera, esa teoría se desvanece por sí misma.
Por mi parte, libre de ese prejuicio (que nunca he sufrido), opi no que las pinturas de La Pasiega son solutrenses unas y del mogdalenense inferior otras.
No hago afirmación rotunda en ninguna manera, pero expongo
con claridad y sin rodeos mi opinión. La rozón es que para mí el
dato que proporciona la estratigrafia es el única convincente. Lo
cua l no quiere decir que menosprecie las razones expuestas por
otros autorizados prehistoriadores; al contrario, las respeto como
se merecen por venir de quienes vienen.
LA CUEVA DE LAS MONEDAS
El Ingeniero de Caminos señor Gorda Lorenzo, que ha realizado una ingente labor de construcción de carreteras, instalaciones
de alumbrado eléctrico, apertura de pasos peligrosos en el interior
de las grutas, construcción de escaleras en los pasos difíciles ha-70-
[page-n-76]
LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO ( SANTANDER)
5
ciéndolos accesibles o ros personas menos acostumbrados, etc., enseñó a sus obreros a localizar gru tas. Al recorrer todo el Mon te del
Castillo descubrieron varias cuevas sin pinturas y, ú ltimamente,
ésto de Las Monedas, con pinturas (2).
Con este hallazgo la riqueza prehistórica de La Montaña y de
España cuento con un monumento más, aumentando así el tesoro
nacional.
Lo Diputación de Santander, que sostiene su gran Museo Prehistórico, uno de los mejores de Europa, de acuerdo con el Potronoto de los cuevas, proporciona también los fondos necesarios
poro continuar esto gran labor, haciendo ~si de La Montaña la
capital de la España prehistórica.
Lo gran caverna de Los Monedas es de una vistosidad grandioso. Mide unos ciento sesenta metros de longitud, con varios galerías cuyo belleza aumenta a medida que nos internamos, siendo lo
última la más fan tástico.
Contiene más de veinte pinturas, todas en negro, bien conservados, si tu odas lo mayor parte en uno de los salas, que es como el
sancta sanctorum de esta admirable obro de lo naturaleza. En casi
todas las galerías se descubren restos de pinturas, ya desvanecidos
e inclasificables.
Se ven igualmente restos de pinturas rojos, o veces infropuestas o los negros, y por tonto, más antiguas. Este doto merece tenerse en cuento, porque si son más antiguos que las negros y si no
existen pinturas más antiguas que las del auriñocense inferior,
(2) Lo hemos denominado de Los Monedas, porque en lo primero exploración
hollamos uno excavación que parecía reciente. Al verlo supuse que no ero obro
de geólogo ni de prehistoriodor; que probablemente ero de un buscador de tesoros
que pudiera ser del siglo XVI a l XVIII , época en que m6.s gentes se dedicaron o
buscar tesoros en cuevas, dólmenes y ruinas. Al día siguiente un obrero, en el
momento de bojar o reconocer uno sima, topó con un mantoncito de monedas que
según clasificación del Profesor Mozo Solano, son de los Reyes Católicos. Es curioso que después hayamos podido comprobar oue un !-\ombre sólo había penetrado
hasta el lugar en que perdió los monedas. Se veían los huellos de su calzado, los
de ido y los de vuelto, de un solo individuo, el buscador de tesoros.
Hemos podido saber también que se alumbraba con tarugos de tojo seco, pues
en lo tierra de lo excavación quedaron los restos y lo cenizo de lo combustión.
Es admirable que en el siglo XV o XVI, cuando lo superstición hado sentir pavor o entrar en lo.s cavernas, penetrase un hombre !olo, que recorrió los galerías por lugares que, todavía, resultaban difíciles y peligrosos poro nuestros obreros, aun haciéndolo en grupo. Aquel visitante descendió o uno sima o lo que es
preciso bojar en lo actualidad con escalos de cuerdo. Debió de hacerlo en el
mayor secreto. Creo que bien pudiera posar o lo historio con el nombre de "El
héroe desconocido" .
-
71 -
[page-n-77]
6
JESUS CARBALLO
podemos pensar que las negras, más modernas, no sean de ese período. También se ven unos signos indescifrables en negro.
Como ya hemos dicho, la mayor parte de las pinturas están
localizados en uno solo, y los de otras galerías han desaparecido
en su mayor porte. ¿Desaparecidos por acción natural o por obro
de posteriores trogloditos o quienes no interesaban? Si fué esto
última la causa, se nos ocurre preguntar por qué esos destructores
respetaron los de eso sala que los conserva.
Además, da lo coincidencia de que allí vemos relieves o mejor
estalagmitas retocadas por el hombre (como en el techo de Altamira) para representar animal es, especialmente bisontes. Camón
Aznor, el gran crítico de arte, sin saber que yo los había visto y
mostrado a los obreros desde el primer día, los reconoció en cuanto
penetró en la cueva y lo manifestó al guía que lo acompañaba.
Pero estos relieves no están completados con pintura como los
de Altamira y Cueva del Castillo, porque tampoco lo necesitan ni
lo permite la formo de la estalagmita.
La fauna allí representada (láms. 11, 111 y IV) consta de dos
cérvidos, tres bison tes, cuatro cabros, trece équidos, dos bóvidos y
un oso (3). Lo figura del oso es interesante porque en España sólo
se ha descubierto otra en Cortézubi (Vizcaya) y una tercera, graboda, en la Venta de lo Perro (entre Vizcaya y Santander). El oso de
la cueva de Las Monedas mide 1'75 m. de largo y es de un reo lis .
mo tal que lo considero de período solutrense más que auriñacense
(4). De estos gigantescos plantígrados hallamos numerosos oso-
(3) El profesor don Eduardo Ripoll y su señora, Invitados por el Patronato de
las cuevas, han obtenido de todos los pinturas unos calcos magnitlcos; verlos en
el Museo es como ver las pinturas originales.
(4) La bibliografía más importante sobre lo cueva de Los Monedas es lo srguiente:
J. CARBALLO: "Uno ciudad troglodítica. Nuevo caverna con pinturas". Minería y Me talurgia, núm. 138, Madrid, octubre 1952.
J. CARBALLO: "Descubrimiento de uno gran caverna prehistórico". Metalurgia y Electricidad, núm. 185, Madrid, enero 1953.
J. CARBALLO: "lnside o Troglodyte city of 20.000 yeors ogo". The lllustroted
London News, núm. 5943, London 14 mors 1953.
J . GONZALEZ ECHEGARAY: "Lo cueva de Los Monedas, nuevo caverna con
pinturas rupestres, en lo provincia de Santander". Archivo Español de Arqueología,
núm. 86, Madrid 1952.
J . GONZALEZ ECHEGARAY: "Descubrimiento de uno cueva con pinturas en
lo provincia de Sontoder". Zephyrus, cuod. 3, Salamanca 1952.
E. RIPOLL PERELLO: "Une nouvelle grotte o peintures o Puente Viesgo". Bulletin de lo Société Préhistorique de I'Ariege, VI, Dordogne 1951.
-72-
[page-n-78]
LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO (SANTANDER)
7
mentas y también cornamentas de Cervus megocerus y huesos de
jabalí.
En el yacimiento, por desgracia, apenas hallamos industrio lítica dosificable; sólo algunas cuarcitas de tipo musteroide en el interior y en lo entrada. Merece citarse una lanza de piedra encontrado entre los huesos del gran oso de las cavernas, arma que, probablemente, le causó la muerte. •
No obstante, hay sospechas bien fundadas de que al menos en
el primer vestíbulo haya existido un yacimiento, pero debió ser eli .
minado por posteriores habitantes. En cambio encontramos restos
de hogar en todos los ámbitos de esto gran caverna.
-73 -
[page-n-79]
.'
[page-n-80]
CARBALLO.- Los covernos del Mon te del Costillo (Sontonder).
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Lo Pasiego (Pue nte Vicsgo, Sontonder). 1: Materiales del nive l solut rense. 2: Un trozo de maxilar humano y obje tos vanos del nivel modgo le nense.
Todos es tos ma te riales fuero n descubier tos en el oño 1952.
[page-n-81]
c!ARBALLO.- Los covernos dol Monte: del Costillo (Sontondcr).
LAM. 11.
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Las Monedo s (Pu ente Viosgo, So ntonder). cbril de 1952.
Pintur.:~s
en negro descubiertos en
[page-n-82]
CARBALLO. -Los cavernas del Monte de l Costillo {Sontonder).
•
UM. 111.
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1
Los Monedas ( Puente Vicsgo, Santander). -
obril de 1952.
Pinturas en negro descubiertos en
[page-n-83]
JUAN B. PORCAR RIPOLLES
(Costellún)
La~ pintura~ rupe~tre~
de
del barranco
"Le~ Dogue~"
El descubrimiento de estos pinturas se debe o uno de los exploraciones que se hicieron en los alrededores del borroneo de Gasulla,
poco después de haberse descubierto Cueva Remigio, exploración
que tuvo lugar en el otoño de 1934 y llevado a cabo por nosotros,
acompañados del masovero Modesto Fobregot ( l ).
El borroneo de " Les Dogues", así llamado, según cuentan los
naturales del término de Ares del Maestre, por existir unos pozos de
aguado (oiguo, oigues, les d'oigues, les d'oigues, les dogues) en lo
porte alto, donde empieza o formarse lo torrentera, está situado
al SE. del término municipal de Ares del Maestre (Costellón) y discurre casi paralelo al borroneo de Gasullo, siendo como éste también
afluente de lo Rambla Carbonero. Su lecho tiene un recorrido de
dos kilómetros y medio escasos; sus vertientes son suaves, de fácil
acceso; algunos estratos afloran o lo superficie dando pequeños in tersticios que pueden aprovecharse como escondites o raseros; en
uno de estos (fig. '1 ) es donde se hallo lo escena bélica más completo de todo el arte parietal levantino.
Entre el material calcográfico conseguido de los exploraciones
de Cueva Remigio en el mes de agosto de 1935, se aprobaron por lo
Comisión investigadora los calcos de "Les Dogues", los cuales sin
(1) J . B. PORCAR: "Noves pintures rupestres en el terme d'Ares", en Boletín de lo Sociedad Castellonense de Culturo, t. XV, cuod. 1 Costellón, 1935,
,
p6gs. 30 o 32; y el mismo: "Noves pintures rupestres en el terme d'Ares del
Maestre", en el citado Boletín, t. XVI, cuod. 111, Costellón 1935, p6g. 144.
-75-
[page-n-84]
2
J. B. PORGAR RI POLLES
esperar la segunda campaña fueron publicados por H. Obermaier
en "L'Anthropologie" (2). En dicha publicación se ve la escena un
poco desvirtuada en su composición, defecto que su autor anota al
pie de la pintura llamando la atención de lo reducción de distancias
por exigencias de las dimensiones de la coja de la revisto: "Pour pí:!rmettre lo mise de cette figure, on en o ici légerement écarté (de O
Fig. l . -Les Dog ues.-Pionto y perfil del abrigo con pinturos rupestres. A, emplazamiento de los mismos (según Porcor).
m., O15 les porties gouche (p. 478) et droite (p. 479) ". Con posterioridad han sido muchos los investigadores en el campo internacional
(argueólogos, críticos de arte, historiadores, etc.) que han copiado
esto escena de "Les Dogues" publicándola en sus trotados y revistos, sin corregir este error advertido, que Obermoier expone con
todo claridad en su t~abojo (3).
Las guerras primero y después la muerte de este gran sabio
fueron causo del extravío de todo e l material calcográfico de nuestro primera campaña, obligándonos por segunda vez a copiar dichas
pinturas del núcleo de Gosullo, entre ellas ésto de "Les Dogues",
(2) H. OBERMAIER: "Nouvelles études sur l'ort ruoestre du Levont espognol".
L' Anthropologie, t. 47, núm. S-6, París, 1937, pág. 477 y ss
(3) M. ALMAGRO: "Arte Prehistórico", en "Ars Hisponioe. Historio Universal del Arte Hispánico". Vol. 1, Madrid, 1947, póg. 72, fig. 56.
-
76 -
[page-n-85]
LAS PINTURAS RUPESTRES DE ((LES DOGUES»
3
calcos-copias que publicamos ahora en este modesto trabajo y que
anteriormente he utilizado en lo serie "Iconografía rupestre", aparecida en el Boletín de lo Sociedad Castellonense de Culturo (4).
DESCRIPCION DE LAS PINTURAS
En el arranque del techo y en el rincón de la porte izquierdo de
este pequeño abrigo, es donde aparecen las pinturas en negro pordo sobre un plano liso ocre negruzco, fondo natural del estrato en
su pared interna . Con trozos o la manero caligráfico e impresionista de Morello la Vello, son representadas más de veintisiete fi guras
humanas, arqueros que se boten en dos grupos, cuyos acciones en
sentido opuesto les acuso de ser encarnizados contrincantes metidos en furiosa acción bélico. Poro la descripción de estos conjuntos
tomaremos la misma dirección que lleva el eje mayor de la composición escénica, o sea, de arriba a abajo y de izquierda a derecha
(fig. 2 .") .
En el grupo beligerante de lo izquierdo vemos o tres personajes
que empuñando sendos manojos de flechas forman porte de su retaguardia, tocados con apéndices radiales en lo cabeza; los tres
avanzan con paso abierto y decidido hacia el frente . Dentro de su
uniformidad el pintor ha distinguido al personaje central haciéndole
levantar el brozo sobre su cabezo en ademán de orenga (?).
Delante de estos, otros tres arqueros presentan distinto simetría
de acciones; mientras los de los flancos derecho e izquierdo respectivamente, atacan disparando el orco, el arquero del centro parece
dar grandes saltos provisto de manojos de flechas en ambos monos. ¿Victoria?
Más hacia adelante, otro grupo formo lo vanguardia, destocándose entre ellos un elegante tirador que, ciñendo en su cintura
vistoso cola de pluma jes, di.sporo sin cesar su gran arco, llevando
innumerables flechas de repuesto.
Uno guerríllo extendido formo lo primero línea de combate en
contacto con el enemigo. Aunque esto línea de combatientes hoyo
llegado o nosotros algo extinguida, sus restos dan trazos cuyos for{4) Debo hacer constar desde estos páginas lo gorontío de su fidelidad y valor científico. Son exactos y fidelísimos los distancias que seporon los grupos beligerantes, así como el coleo todo de lo composición escénico, real izado sobre el terreno sin reparar en medios y tiempo poro llegar a lo mós fiel exactitud posible.
Son varios y duraderos mis permanencias en el lugar y muchos más los comprobociones que he hecho en sucesivos viajes al borroneo de "Les Oogues".
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LAS PINTURAS RU PESTRES DE ceLES DOGUES»
5
mas reconstruyen acciones simultáneos propios del lugar, en esta
clase de composiciones escénicas.
Siguiendo el mismo orden de dirección descriptiva penetremos
en el campo combativo del beligerante de la derecha. Su primera
línea del frente lo forman cuatro bravos arqueros desplegados en
guerrilla, guardando en tre ellos intervalos y distancias iguales. Dos
de ellos, tipo carrerista, avanzan velozmen te disparando y a lternon simultáneamente su acción con la de otros dos arqueros que
en disposición de rodil lo en tierra dispara n también destocados, teniendo en el suelo varias fl echas de repu"esto con los cua les parecen
proteger el avance de los primeros. Otro escuadrón de orden más
cerrado, les sigue, dispuesto a impedi r que por los intersticios de
unos y otros se filtre el enemigo; m ien tras unos tienden el orco,
otros acuden con manojos de a rmas poro cubrir y a limentar lo
acción.
La retaguardia de este grupo beligerante está formada por oleadas sucesivas de arqueros, en su mayoría pequeños carreristas de
trazo impresionista. En el centro de este grupo de la retaguardia se
destoca un arquero que retrocede herido, levantando los armas sobre
su cabezo; lo posición prono de su abdomen así como la flecha que
le traspasa el muslo lo colocan dentro del tipo "personajes heridos"
o sacrificados de lo Valltorto y Gosulla.
CONCLUSION
Descritos los esquemas de esta pintura bajo un punto de vista
esti lís tico, lo reciprocidad de sus acciones combinadas simultáneamente traducen a "Les Dogues" como paralelo de técnicos est ra tég icos todavía en uso en nuestros guerras, teniendo en cuenta que
la cantidad de arqueros representados en la escena, osf como los
trozos que componen un manojo de flechas sean signos convencionales de uno pluralidad indefinida, esto es, la cantidad numérica
necesaria para no ser vencido.
Ahora bien, si en esto interesante escena bélica de "Les Dogues"
trotamos de sustituir a uno de los dos contrincantes, reemplazándolo, por ejemplo, por una manada de ciervos o cópridos, su resultado será la transformación en escena de cazo, sin que ningún
arquero desvirtúe sus acciones combinados; de manera que tos pri meros líneas de cerco que vemos en Cava deis Covalls, Araño, Arras-
79 -
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6
J. B. PORGAR RIPOLLES
segodors, así como lo retaguardia, se transformo en acompañantes
necesarios en lo cinegético poro el ojeo o cierre de l atolladero,
como en Dos Aguas.
Sin embargo, esta tentativo o simulacro no podría aplicarse con
igual resultado en una de los escenas bélicos que aparecen en el
arte parietal africano; allí los arqueros no soportarían tal metamorfosis por llevar yo escudos protectores de defensa en lo peleo.
Todo esto parece indicarnos que el concepto vertido por este
pintor en una de los rocas del borroneo de "Les Dogues", pertenece
a intelectos de absoluto vida cazadora, generaciones que de tiempo
vienen cu ltivando el arte pictográfico como verbo expresivo que
transmite sus necesidades y afanes o otros seres extraños, a l parecer sobrenaturales. Con elocuencia hablan sus arqueros mostrando
pleno confianza en su potencialidad, sin tener necesidad de parapetarse en ningún baluarte que les defiendo su cuerpo semidesnudo; viven sí de lo que el paisa je les ofrece, oro miel, oro cápridos,
etcétera, mas muchos veces o su poso por estos parajes de Gosullo,
el ambiente les ha impelido o ir o lo caza de sus enemigos, de
quienes nado les diferencio su naturaleza v medios de vida.
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FERNANDO RUSSELL CORTEZ
(llorlu~nl)
flspecto s do neolitico de Portugal
Por estas regióes do centro de Portugal, ao clima húmido e frio
da época glaciar, deve ter sucedido um clima seco, e ecológicamente estepário. Entño, a floro permite o desenvolvimento duma
fauna herbívoro de corredores. Aparecem as populoc;óes dos cac;adores, floresce uma arte pictórica, relacionado com os tote ns, da
qual sño sobrevivencia as pictogrofios da Queirigo. O Beirüo serio
entüo, um continental a percorrer, qual nómada, as prodarios, os
chiios dos vales, perseguindo os manados dos bois, dos parcos, de
cavolos e de veodos.
Depois, em novas tc~mporos, sucedem grandes mudonc;os climáticos. A aridez voi progredindo por extensac; regioes sub-tropicois
e os civilizac;oes estepórios desenvolvidos nestas regioes do Asia
Central e do Soháro, entram em conflito com o meio ambiente e
iniciom-se grandes migrac;oes. A Humonidode ve-se entño compelido poro o Mor, emboro nao estejo o ele habituado e oinda o náo
saiba dominar. A medida que estas condic;oes climáticas se vao
acentuando, nos bordos Oceonicos do Europa, disfrutor-se-io um
clima moderado e húmido, condicionado as influencias do GulfStreom e da Zona Ciclónico do Islandia. Os bosques de órvores de
folho caduco, progridem nos estepes paleolíticos. Numerosos espécies arborescentes refugiados na regiao mediterroneo remontom
novomente paro o Setentriño.
Estos modificac;oes climáticos provocom entño importantes migroc;oes humanos que, convergindo no sentido do Mediterroneo,
formoriom urna mesclo de homens e ideios, logo disseminodos otro-81-
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2
F. RUSSELL CORTEZ
vés das suas margens, levando no seu deambular, o produto do suo
experiencia, dos suos invenc;:oes.
Entre os navidades opontodos sobressoem novas técnicos, que
generalizados, haviom de permitir que o homem resistisse melhor
oos contrastes climá ticos.
Aprendem o conhecer melhor, e a oproveitor os frutos cloquelas plantas que moiores reservas alimentares continham. lniciom o
agricultura pela selecc;:áo dos semen tes. Ao mesmo tempo generaliso-se a domesticac;:ao de animais, nomadizondo-os, progressivamente, com o homem. Utilizam, em largo escala, o plasticidade do
org ilo, descobrem a o la ria; ju lgo que esto técnica fo i descoberta
simultóneamen te em d iversos rincoes, ou entiio pelos pa leolítas saha rianos.
Todo esto humanidode, repelida pelos estepes em vías de desertificac;:iio, trozio consigo nao só os frutos do sua experiencia, do
luto rude contra o aridez, como múl tiplos opeirias agrícolas : vários
sistemas de cultivo, diversas técnicos de construcc;:iio, desde o aporelho do pedra o seco, a té a cabono fruste de peles ou de ramorio
entronc;:ada e barrado.
Tinhomos chegado oos tempos ditos neolíticos, a uma humonidade, meio nómada, meio sedentória.
Os coc;:odores t ransformam-se em pastores, os recoletores em
agricu 1tares.
Os neoli tas ganodeiros e agricultores, de economía matriarcal,
sociedade onde a mulher tinha preponderancia, no sua expansiio
através das margens do Mediterroneo otingiram bem cedo a faixa
Atlon tica da Península, como as camadas neolíticas de Muge, dos
Areias Al tos, do Ca stro de Figueiró da Gran ja, o comprovom . lntegraram-se en tre a popu loc;:üo local que continuova a u tilizar os seus
m icrólitos nos pavis do T ejo, nas morgens do Mondego ou os picos
e raspadores da orla litora l do Noroeste Peninsu lar.
Para a soluc;:ao deste opa ixonon te problema da transic;:üo do
Mesolítico ao Neolítico, nenhuma estoc;:ño como os concheiros de
Muge pode fornecer melhores elementos, maiores possibilidades de
ovaliac;:üo, em especial sobre o, ou nüo, existencia de influencias
africanas nas populac;:oes de cac;:adores jo seden torizados que ocupovom a Península desde o Paleolítico superior a té ao Neolítico.
As conclusoes que tem sido tiradas do estudo dos indústrios de
Muge sño variados. Hugo Obermoier, de acordo con Breuil, incluías no epipoleolítico, falo-nos do Capsense ou do Capso-Tardenoi
-
82 -
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ASPECTOS DO NEOLITICO DE PORTUGAL
3
siense. Mendes Correo mostra depQis, o existencia de diferen<;os entre os vários concheiros, entre os vários locois de hobito<;ao destos
populo
Há concheiros que devem ter sido contemporaneos e obrongeram culturolmente várias vidas do homem post-quaternário, continuando este o utilizar umo indústrio lítico no quol os micrálitos
vao logrando um emprego sempre crescente.
O concheiro melhor conhecido é o do Amoreiro. Revelou-nos
uma indústrla que, poro Mendes Correa, Breuil e Obermoier, reflete umo acentuada influencio capsense nos seus triangulos. Tipologicomente encontramos no Cabe<;o da Amoreira, láminas finas, de
dorso rebatido, os crescentes, os triongulos e os tropézios sao mais
raros ( 1).
Outros concheiros, como o Cabec;o dos Morros (2L fornecem láminas retocadas e trapézios cuja tipologio perdurou até ao Neolítico.
Igualmente para Bosch Gimpero (3) os negroides de Muge seriam originários do mesmo foco de que resultaram os homens do
Neolftico africano de tradi<;ao capsense, em que também se encontra, um duplo elemento dolicocéfolo e braquicéfalo.
A suposic;:ao da perdurac;:ao do povoamento da regiao de Muge
no de albar dos tempos Neolíticos nao é gratuita, antes é confirmada pelo aporecimento no Cabec;:o da Amoreira de um bem conservado vaso hemisférico, sem ornamentac;:ao que junto a muitos
outros restos cerámicos nos mostra a ocupac;:áo tardia dos concheiros (fig. 1) (4).
Ao considerar em 1934 alguns novas elementos cronológicos
obtidos no decurso das excava<;6es dos concheiros de Muge, Mendes
Correo, refere o Cabec;:o da Amare ira e ensina: "Apareceram alguns fragmentos cerámicos, mas que, se~ dúvida, se podem considerar provenientes de intrusoes ulteriores, sao, porem, de notar,
( 1) A. A. M ENDES CORREA: "Noves esto~oes Fticos em Mugem", 1 Congresso do Mundo Portugues, Lisboa, 1940.
(2) A. DO PA~O: "Noves concheiros do vale do Tejo", in Brotéria, volumen
XXVII I, fase. 1, Lisboa, 1938.
A. A. MENDES CORREA: Op. cit. in nota l .
M. ALMAGRO BASCH: "Los problemas del Epipaleolítico y Mesolítico en España", Ampurios VI, Barcelona, 1944, pág. 2.
(3) P. BOSCH GIMPERA: "El mesolítico europeo", Ciencia, VIl, México,
1946, pág. 30 l.
(4) A recolho deste importontíssimo documento deve-se oo Dr. Alfredo de
Athayde, do Instituto de Antropología da Universidode do Porto.
-
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4
F. RUSSELL CORTEZ
um vaso grosseiro, sem decoro~ño, de fabrico manual (fig. 1, núm.
1), com aspecto neolítico, e dais fragmen tos con mamilas perfurodos (fig. 1, núm. 2), possivelmente tambem subsequentes oo Me-
~
...
--- ------- -- -- ---
Fig. 1 1 n)
T.
solítico. E impruden te considero-los, sem hesito~iio, do camada
arqueológico mesolítico. Nesto obundom apenas pedo~os informes
de borro mal cosido" (5) .
(5 ) A. A. MENDES CORREA: "Novas elementos poro o cronologio dos concheiros de Muge", Ano is do Facultad e de Ciéncios do Porto, XVII I, Porto, 1934.
página 7.
-84-
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ASPECTOS DO NEOLITlCO DE PORTUGAL
5
Vemos pelo douto opiniáo, acabado de tronscrever, que os habitantes dos concheiros de Muge jó conheciom o utilizo~áo do plosticidode do orgilo, largamente utilizado no revestimento dos empolissodos, dos empenos, dos loreiros, dos cho~os que lhes serviom
de morodio .
T olvez nüo se posso perfilhor o opiniáo de que o vaso ceromico
encontrado resultosse duma intrusáo, ocasional e posterior, umo
vez que os estratos nüo opresentovom sinois de revolvimento, náo
é defensóvel o progressáo do vaso devido o oe<;:áo do grovidode, todos os fragmentos estovom juntos in situ (lám. 1, 1). Se o vaso
fosse posterior o constituic;áo do respectivo horizonte arqueológico
do concheiro, igualmente teriomos de considerar como posteriores
olguns craneos que forom recolhidos no suo imedioto proximidode.
Poderiomos supor o existencia, com tais testemunhos, como por
outras rozoes o afirmou Breuil e, subsequentemente, Obermoier
(6), duma etapa proto-neolítico poro o final do ocupo~áo humana
que os rebotolhos de Muge representom. No entanto melhor será
valorizar os echados ceromicos, esperando que ulteriores investigoc;óes nos concheiros nos trogom, melhores e mois numerosos, informes poro o estabelecimento duma cronología relativa entre os varios concheiros e o possibilidode de situar mois exactamente o doto
do abandono daqueles lugares.
E minha impressáo de que o terminus do occupo~áo humana
dos concheiros de Muge deve estor ligado com o chegada dos gentes portadoras do machado cilíndrico, domesticodoro do cerdo e
duma agricultura operfei~oodo. "A descoberta no Cabec;o do Amoreira, de cavas, abertas no creía estéril do base e cheias de conchas (muitos por abrir), corvóes, espinhos de peixe, etc. evoca o
ideia de depósitos de provisoes, como os silos da oldeio de El Garcel, explorada por Siret. Mas estes eram moiores e mois complicodos e a estac;áo de El Gorcel, emboro tordenoisiense e com umo
utensilagem microlítica, possuio jó pedra polido, que niio existe em
Muge" (7) .
Aparece-nos portento de misturo com uma indústria microlítica, de fócies tardenoisense, um vaso ceromico manual, cozido ao
sol, de fundo hemisférico, e muitos outros fragmentos de argila,
(6) H. OBERMAIER: "El hombre fósil", Memoria núm. 6 de lo Comisión de
Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos, 2.• edición, Madrid, 1925, pógino 395.
(7) A. A. MENDES CORREA: Op. cit. in noto 5, póg. 5.
-85 -
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6
F. RUSSELL CORTEZ
seca ou endurecida ao sol e ao fogo que parece ter servido paro
proteger, revestindo, os paredes feitas de restos vegetais. Foi também encontrada uma colher de cabo curto, feita no mesmo barro
do vcso hemisférico atroz descrito, semelhante a outros encontradas nos Antas do Be ira Alta e do Al entejo Oriental (fig . J, núm. 3).
~ comparavel á que foi encontrado em Los Peñas de los Gitanos
(Montefrío, Granada) e hoje se encontro no Museu de Granado (8).
A colher aparece igualmente na Anta do Rio Torta, Beiro Alto,
num espólio essenciolmente neolítico (9). Aparece igualmente nos
silos de Campo Real, na Andolucio (JO).
A colher de cabo curto é típico do Neolítico Ibérico e do oeste
do Europa, figurando entre os objectos que o ligo ós culturas neolrticos mois ontigas do Vale do Nilo (JI).
Para Gordon Childe (12) a civiliza~ii.o Tardenoisense, é testemunhada pelo aparecimento de silices pigmeus, ou micró litos engenhosomente talhodos segundo formas geométricos regulares,
utilizados por populo~oes que acampovom exclusivamente em terrenos arenosos ( 13), em porte consolidados e revestidos de moto
(J4), abrigando-se em cabanos construidos de vimes ou romoria revestida de barro, enterradas parcialmente no solo. Oeste revestimento aporeceram inúmeros testemunhos no excava~ao dos con-
(8) J. EGUARAS IBAÑEZ: "Museo Arqueológico de Granada. 1, De la Memoria", Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales, 1947 (Extractos), Vol.
VIII, Madrid, 194B, pág. 127, est. XXXVII, 9.
(9) Museu Etnológico de Belém, núm. 9.288.
( 1O) G. e V. LEISNER: "Die Megalithgriiber der lberlschen Halbinsel: Der Süden", Bond 17, Romisch-Germonische Forschungen, Berlín, 194;J, es t. 1ó2, A,
13-2.
J. SAN VALERO APARISI: "Lo Península Hispánica en el mundo neolitico".
Nota núm. 3 do Seminario de Historia Primitivo del Hombre, Madrid, 1948, página 31.
J. DECHELETTE: "Manuel d'Archéologie", 1, París, 1924, póg. 555, fig. 202,
1-5.
J. PHILIPPE: "Cinq onnées de fouilles ou Fort Harrouard", Rouen, 1927, est.
XXVI, 1, 3, 6, 13.
O. MENGHIN: "El origen del pueblo del antiguo Egipto", Ampurios, IV,
Barcelona, 1942, págs. 25-4 1, est. VI .
( 1 1) G. e V. LEISNER: "Antos do Concelho de Reguengos de Monsoroz. Moteriois poro o estudo do culturo megalítico em Portugal". Instituto poro o Alto
Culturo, Lisboa, 1951, pág. 1OO.
(12) V. G. CHILDE: "L'oube de lo civilísotion européenne", 4.• edic., París,
1949, pág. 24.
( 13) J. G. D. CLARK: "The Mesolithic Settlement of Northern Europe", Cambridge Unlversity Press, 1936, págs. 190-194.
(14) V.G. CHILDE: Op. cit. in note 12, pog. 24.
-
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ASPECTOS DO NEOL!TICO DE PORTUGAL
7
cheiros de Muge, constituidos por orgi lo endurecido, com moldogens de vegetois incorporados no posta.
O Tordenoisense terio o suo origem no recua poro o setentriiio
no fim do época glociório, de emigrantes ofugentodos pelo dessecoc;áo do Sohóro. Conservoriom o suo formo de viver primitivo; nos
seus instrumentos perduraría o tradic;ao microlítica, emboro na sua
visinhanc;a existissem populac;oes com uma economía de caracter
neolítico, onde se conhecia jó a técnico da produc;ao de alimen tos.
O oporecimento de vasos ceromicos neolíticos, em Muge a nos
Areias Altas, Porto, num meio industrial de caracter Mesolítico ou
Asturiense nao é coso único. Podemos encontrar inúmeros para lelos em Souveterre (Lot-e t-Garonne) forom encontrados micrólitos tordenoisenses associodos com ceromicos, decorados com os
dedos, e, pontos de flecha ( 15) .
Certos tipos tardenoisenses - trapézios e crescentes- de uso
corrente entre estos populoc;oes da Península Hispanice, do Fronc;a
e do Rússio Meridional, podem denotar o obsorc;iio dos cac;odores
desta época pelos populac;oes produtoros de. alimentos. O micrólito
nao deve pois ser tomado como sinónimo de Mesolí tico ( 16).
Consequentemente e ao que parece, umo parte dos estratos de
Muge, com os seus leitos de pouco regu lo ridade, ou dispostos em
camadas discordontes, estiio já matizados com e lementos de Neolítico, chegodos das zonas costeiras do Mediterroneo, com cerom ica; comparar o vaso e demais indústrios com os meteríais da Cova
de la Rabosa ou dos Melones de la Valltorta (Aibocócer, Castellón)
( 17).
Este ochodo de restos cerómicos em Muge vem esclarecer a
época transitiva Mesolítico-Neolítico no Península, confirmando
os elementos entrevistos na excavac;ao da Cueva de la Cocino (Dos
Aguas, Valencia), onde o seu nivel 1 ( 18) forneceu cerómica feíta
ó mlio, geralmente muito tosca, de pasto mal preparado e de cocc;üo defeituosa e que pelo seu espólio foi incluida no Neolítico
inicial, no entonto, culturalmente mais rico que o de Muge; aquí
nao foi encontrado quolquer instrumento lítico polido. Nesto gruta
( 15) L. COULONGES: "Les Gisements préhistoriques de Souveterre-lo-Lémonce (Lot-et-Goronne)", Archives de l'lnstitut de Poléontologie Humoine Mémoire
14, París, 1935, pág. 26.
'
( 16) V. G. CHILDE: Op. cit. in nota 12, pág. 26.
(17) M. ALMAGRO: Op. ci t. in noto 2, pog. 15, fig . 11.
( 18) L. PER ICOT GARCIA: "Lo cueva de lo Cocino (Dos Aguos) . Noto preliminar", Archivo de Prehistoria Levantino, 11, 1945, Valencia, 1946, p6g. 39-71.
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oporecem tombém pontos con pedúnculo lateral ta l quol no Cobec;o do Amoreiro e no Cobec;o dos Morros.
Segundo Pericot: "El paralelo con Muge es tentador. Pero lo
cronología de sus concheros es difícil. En este momento diremos
sólo que coso de aceptarse el paralelo, el Cabezo de Amoreira serio el equivalente de nuestros niveles medio y superior" (19) . Confirma -se assim que os comec;os do Neolítico tronscorrem na Península, dentro dum mundo mesolítico de pequenos cac;odores, o qual
perdura no instrumental que continuará constituindo a base indust rial em que se opoio o Neolítico, durante lorguíssimos anos (20) .
O Neolítico inicial de Muge serio pois representado por ceramica grosseiro, feíto o mao, sem ornomentoc;iio, utilizando como
material plástico o barro impuro local. Nao aporecem muitos restos de instrumentos de pedro polida . Entre os echados de Concheiro
do Moito de Sebostiiio encontroram-se igualmente fragmentos de
orgilo de cobona e restos de louc;a grosseiro ligeiramente ornamentada (2 1).
Oeste mesmo lugar sáo os ossos polidos, placas de xisto com
cavidades pouco profundos, obtidas por rotoc;ao e colhous arredondados e muito bem polidos numo dos extremidades.
Esto fase novo dum Neolítico, integrado num meio industrial
de for te trodic;iio Mesolítico, é ampliada pela considerac;ao do espólio da sepultura de Vale dos Loges, ande, entre os micrólitos tropezoidais, já evoluídos, nos aparece um instrumento polido neolítico (22). E mois uma vez verificada o perdurac;ao de elementos arcaicos entre populoc;oes que, influenciados por novas descobertas,
continuom vivendo a sua primitivo cultura. No entanto, nao deixamos de referir o forte sobrevivencia dos micrólitos que chega á cu ltura dos sepúlcros mega líticos do ocidente atlontico, no seu período mais remoto ou recente.
Passar-se-io o mesmo que em Compigny (Seine ínférior) outroro
indicado como uma estac;ao-tipo de Civilizoc;ao Mesolítico, que é
agora considerada como o estabelecimento caracterlstico dos iní-
( 19) L. PERICOT GARCIA: Op. ci t. in noto 18, p6g. 67.
(20) F. JORDA CERDA e J. ALCACER GRAU: "l.os pinturas rupestres de Dos
Aguas (Valencia)", Serie de Trabajos Varios del S. l. P. , núm. 15, Valencia, 1951.
(21) N. ABERG: "Lo Civilisotion Enéolithique dons lo Péninsule lbérique",
Uppsolo, 1921, pág. 12.
(22) A. A. M ENDES CORREA: "A sepultura neoHtico do Vale dos Lag es e os
eólitos de Oto", Butlletí de I'Associoci6 Cotolono d'Antropologfo, Etnología i Prehistoria, vol. 11 1, Barcelona, 1925, póg. 117-146.
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cios intrusivos do Civilizo~ao Neolítico occiden tal no Fron~o, tal
como poro o Dinamarca é o culturo de Erteboelle.
Paralelamente com a culturo micrólitico dos concheiros de
Muge, desenvolve-se oo norte do Douro umo ou tro culturo, o Asturiense.
Nesto época a utensilogem de trodi<;ao paleolítico, feíto de
osso, é reduzido, sendo oo contrário, numerosos os artefactos chemodos picos : singelos godos trobolhodos unifociolmente e mois ou
menos ogu~odos, terminados em ponto e que deviom servir, principalmente, para destocar dos rochedos os moluscos consti tutivos,
quase exclusivamente, da alimento~ao destos gentes.
Com estes instrumentos aparecem, em alguns cosos, desperdicios da cosinho dos seus usuários e o suo situa<;ao denoto uma habito~áo oo or livre, vida somente possível dentro de um clima mois
quente, nao só que o dos anteriores temperas paleolíticos ou epipaleolíticos mois tombém igualmente que o do norte do Europa,
onde decorre o Mesolitico 11 (23). Pelos mesmos considerondos se
conclue que tal clima serio aindo mais cálido que o actual.
Supoe-se que, nestos regioes do noroeste peninsular, o indústria do Paleolítico inferior, do tipo de mochodinhas, pers is te e nño
quebra a continuidode durante os tempos mesolíticos. Ao que porece, es tas popula<;oes fica rom isolodos e quolquer mudan~o climát ico modificou a suo formo de vida; volvem o ser principalmente
recolectores e a suo alimento~ao fico quosi que circunscrito oos
moluscos do litoral. Serpa Pinto ocreditou no origem portuguesa
desto culturo, onde, no norte, se acantonaría umo popula~áo marginal, descendente do poleolita remoto, populo~áo que montería
alguma dos suas técnicas industriais. Pode relacionar-se o godo
talhodo em bico do Asturiense com os antiguos instrumentos poleolfticos.
Este con junto cultural aparece-nos, nos seus nlveis superiores,
misturado com ceromica grosse iro, de paredes grossos e sem decoro~iio, o que nos levo o supor estarem já estas popula~oes em relo\;ao com o Neolítico de tradi~ao mediterroneo.
No entonto, esta culturo, a ovalior pelas minhos excavo~oe s
do povoodo dos Areios Altas (Porto), perdurou oo longo de todo o
Epipoleolltico, chego mesmo o um Neolítico ovon~odo, já conhece-
(23)
P. BOSCH GIMPERA: Op. cit . in noto 3, póg. 30.
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dor da metalurgia, porém com poucos instrumentos de talhe microlítico, sem armas polidas, sem pontos de flecha de talhe bifacial.
Constatamos assím que o introdu~ao dos inven~oes neolíticas
deve ter seguido um caminho marginal e marítimo (?) e que só o
ceromico é novidade, umo vez que, quer nos concheiros de Muge,
do Porto, dos Cantabros e Asturias, nao nos oparecem instrumentos
1íticos poli dos.
Defende Mortínez Santa-Oiallo a existencia de um Neolítico
antigo caracterisado por uma indústria muito primitivo, correspondente a um Neolitico de machadinhas, pertinente ao complexo
compinhiense, paralelo a um outro Neolftico, que se poderío chamar capsiense com a sua indústria microlítica de sí lex, que se ajusta ao complexo cultural de lascas pequenhas e láminas de trabalho fino e cuidado de formatos sumamente especializados, incluidos
na denomina~iio vaga de tardenoisense (24) .
Pouco sabemos acerca da chegada das primeiras gentes conhecedoras do cultura agrícola primitivo, ou antes, se preferimos, do
expansiio dos costumes que as levam a esta forma de economía. t.
urna quest5o por agora dificil urna vez que grande parte dos meteríais recolhidos, nao o foram e em muitos casos, com um método
assaz perfeito, pelo que nos temas de socorrer dum arrumo provi sório, estabelecendo para tal urna sistemática tipalogica, sempre
defeituosa por subjectiva.
No momento nao nos podemos pronunciar sobre a derrota seguida por estes elementos culturais trazidos, provávelmente, por
pavas de tipo levantino que procuravam, tonto os terrenos marginais dos ríos (Muge e Areias Altas) (lám. 1 núm . 2), como as al ,
turas de facil defeso, do interior (Figueiró da Granja, Cargo da
Mago) . No zona granítico do centro de Portugal nüo aporecem as
grutas pelo que niio sao habituais estas formas de residencia do
neolita. Com o desenvolvimento do estudo dos restos do Castro de
Figueiró da Granja ou do Cargo da Maga melhor canheceremos o
viver coléctivo destas popula~oes.
No entanto, a agricultura de enxoda seria aindo reduzida; perduroriam os hábitos ca~adores e a recolec~üo constituiría a prin-
(24) J. MARTI NEZ SANTA-OLALLA: "Sobre el Neolítico antiguo en Espoño". Atlontis, Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistoria, vol. XVI, Madrid, 1941, póg. 1OO.
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cipal base económica. Pelo que sabemos, coexistiriam nesta regmo
interomnense (Tejo-Douro) duas civilizo~6es distintos: umo de
agricultores, autro de postores, de trodi~ao vetusto; ambos utilizovam o co~o e a pesco como umo das suas bases poro o obten~áo
de alimentos.
Fig. 2
A perduroc;::io no povoodo dos Areias Altas de instrumentos de
tipo Asturiense (fig. 2), ossociados o ceromicos dum Neolítico fi :no l, ou princípios do Bronze 1 (fig . 3), pode indicarnos a perdurac;:ao local de populoc;:6es recolectoras, bem alimentadas, cuja locolizac;:ao náo impunho aqualquer rozao que os obrigosse o modificar
grandemente a sua economía . Se o oporecimento de moendas nos
indica jó o cultivo de cereois, a sua topologia litoral, numo costo
rochoso, abundante de moriscos e pescado, náo os obrigava a lan~or mao da pastoricio em larga esca la . Tal situoc;:ao niio implicava
umo disciplina austero como a do vida em aglomerados. Ao con trário os populac;:6es dos plona ltos do Beira Alto, representada pelas primeiros camadas do Corgo do Mogo e do Castro de Figueiró,
tinhom que boseor o suo olimentac;:üo no cac;:a e no domesticac;üo
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dos onimais, olém do cultivo de cereais, pois que nestes povoados
igualmente nos oparecerom pedros de moinho.
Sobre o ponto de visto económico podemos considerar os habitantes do povoado dos Areios Altos, como pescadores e agricultores (com réplica actual nos populac;oes de Aver-o-Mor, Agu<;odoura e Apúlio) que se plimentovom de moluscos do litoral (Patellas e Trochus sobretudo) e de cereois farinados e cozidos em pedros enruborescidos.
Entre os echados, o ceramico tem especial importancia. Esto é
F 3
ig
sempre o testemunho seguro e ligado mais íntimamente a urna
culturo. Desempenho um papel essenciol, niio só porque ternos de
apreció-lo como objecto de uso diório, pelo sua feituro, forma e
decora~ilo, mas também quais os processos técnicos seguidos e esti lo artístico em que podem ser agrupados. Por consequéncia, documenta-nos os elementos cul turois imprescindíveis para a aprecia~ao das rela~oes que existiram entre duas culturas e suas influencias recíprocas.
A ceramico dos Areios Altos tem no seu conjunto um carácter
que me leva a incluí-la entre as ceromicos neolíticas, embora dois
roj6es de fundi~ao nos testemunhen jó un conhecimento do técnico
metalúrgica. Seriam pois jó contemporaneas do eneolítico (Bronze
1) como os vórios vasos cónicos (fig. 4, núm. 1) e outros de fundo
plano (fig. 4, núm. 2 e 3) porecem comprovor.
A existencia destos ceramicos toscos, lisos, com relevos jun-92-
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to dos bordos ou em seguimento das asas que siio tubolares e horizontais (fig . 4, núm . 5), descobertas com um instrumental de tipologio e técnico osturiense (fig. 2 e 3), bem pode corroborar o
t ese de Pericot (25), defendendo o existencia de umo fose protoneolítico, no Levante, com ceromico liso, anterior o chegodo da
culturo hispano-mauritana, o quol é peculiar o ceromico profusomente decorado.
Rastreamos certos contactos entre olgumos ceromicos das Areios Altas e outros descobertos no "Cueva de lo Sorso" (Bocoirente,
Valencia) se comporormos do técnico constructiva das asas que se
prolongom pelo colo do vaso (tipo 4 de formo dos vasilhos de Neolítico Hispano-Mauritano) por dois cordoes em re levo (26).
Alguns destes vasos, cujo golbo t em por protótipo o dos odres
anteriores, opresentom o seu fundo hemisférico mois aplanado.
Em olguns exemplares chego o ser completamente plano (fig. 4,
núm. 2 e 3).
Pode dizer-se que o fragmento de um vaso de pasto escura, mui to polido, de fabrico cuidado e rica ornamento~iio e de galbo carenado, talvez nos posso testemunhor o influencio dos neolitas
hispano-mauritanos (fig. 4, núm. 7).
Ressalto-se que entre os ceromicos recolhidos, nos hobita<;:oes
des te povoodo, oparecerom numerosos restos de vasos de perfi 1
ovoide (?), cujo fundo ero sustentado por um pé cónico, de onel
basal, com certo semelhon~o oos que sao abundantemente encontrados na cultura predinóstica de Moodi. Este onel basal encontrase também em Beni -Solame; no entonto sao mois raros no Egipto
Superior (fig. 4, núm. 6).
De momento só encontramos minguodo paralelo entre estas ceromicos de onel basal e perfil ovoide e um vaso cónico de onel basal encontrado no gruta de Porto-Covo, a norte de Coscois (27).
Nos vasos dos Areios Altos aparecem os mamilas ovalados dispostos paralelamente o os bordos, o que parece indicar destinaremse a fins práticos, facilitando a suspensüo, emboro olguns sobres-
(25) L. PERICOT GARCIA, Prólogo in F. JORDA e J . ALCACER GRAU: "Lo
Covacha de Llotos (Andillo)", Serie de Trabojos Varios del S. l. P., núm. 11, Valencia, 1949, póg. 7.
(26) J. SAN VALERO APARISI: "Lo Cueva de la Sarso (Bocairente-Valencia)", Serie de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 12 Valencia 1950· es t. 111 1 ·
IV, l.
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'
'
,
'
(27) A. DO PA~O e M. VAULTIER: "A gruta de Péirto-Covo", Publica!;Oes do
Cangresso Luso-Espanhol do Porto, t. VI II, Porto, 1943, fig. 4, núm. 12.
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soiam tao pouco que podemos consideró-los antes destinados a
cumprirem meras fun~oes ornamentais (fig. 4, núm. 1 e 3).
Todas estas saliencias, bem como as asinhas perfuradas podem
relacionar-se com os pavos neolíticos. Sao frequentes no mobiliario
elástico das grutas portuguesas (28). Aparece tal decoro~ao em alguma dos Antos do Beiro: Anta da Sobredo, Orca do Tanque, Orca
das Antas, senda no en tonto roro o seu encontro, nos construc;oes
megalíticas dos demois regioes. A suo posi~áo cronológico, e o suo
otribui~iio ós culturas neolíticos, é confirmada por se ter encontrado ceromica deste tipo em estratos mais baixos do que a ceramico campaniforme (29}.
Desta espécie de ceramico hó substancial testemunho logrado
no exorne dos espólios de sepulturas e grutas da Península e similares esta~óes do Oeste europeu (30).
Para Leisner estes mamilos tem um significado religioso quando vemos dois deles juntos, quer por baixa do bordo, quer no parte
superior do corpo do vaso (31).
Os vasos pequenos esféricos que sao típicos da cultura das antas eneolíticas do Alentejo e frequentes nas grutas artificiais e
nas an tas da Beira Baixa, perta do rio Tejo, sao raros na cultura
megalítica da Beira Alta. A divulgo~áo destes pequenos vasos, coincide de urna maneira gerol, com a da placa de xisto gravado.
O vaso esférico de moior tamonho (fig. 4, núm. 8) tem urna
(28) A. DO PA<;O, M. VAULTIER e G. ZBYSZEWSKI: "Gruta do noscente do
río Almonda", Trobolhos de Antropología e Etnologio, vol. XI, fose. 1, Porto, 1947,
est. VI, IX e X.
(29) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo estratigrofia arqueológica de la cueva
de Torollo (Lérido)", Ampurios, VI, Borcelono, 1944, p6g, 43.
(30) E. JALHAY e A. DO PA<;O: "El costra de Vílonovo de Son Pedro", Actos Y Memoria ~:le lo Sociedad Españolo de Antropologlo, Etnogrofio y Prehistoria,
t. XX, Madrid, 1945, póg. 55.
S. VILASECA ANGUERA: "Los hallazgos prehistóricos en Arbolf (Provincia de
Tarrogono)", Ampurios, 111, Barcelona, 1941, pógs. 45-62.
J. MALUQUER DE MOTES: Op. cit. in noto 29.
G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 1O, es t. 19, 23 (Los Millares).
J. PHILIPPE: Op. cit. in noto 1O, es t. XXV, 25.
P. VOUGA: "Le Néolithic lacustre oncien", Recueil de Trovoux publiés por lo
Faculté des Letrres sous les ouspices de lo Société Acodemique. 17éme foscicule.
Neucho tel. 1934. est. XIV.
C. SCHUCHHARDT: "Westeuropo ols alter Kulturkreis". Sitzungsberichte der
Konigl. Preuss. Akodemie der Wissenschaften, 1913. Bond 17. pog. 740. fig. 7
(Pornic, Nantes).
J . HAWKES: "Aspects of the Neolithic ond Cholcolithic Periods in Western
Europe", in Antiquity, vol. VIII, 1934, pog. 24-42.
(31) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 10, p6g. 490.
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maior ocorrencia nas Antas da Beira Alta (Telhal, Meda, etc.), onde, acompanhado por um vaso de corpo quase cilíndrico e de fundo
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Fig. 4
plano que também nas aparece no povoado das Areias Altas, determina um aspecto da indústria cerámica que se afasta bastante
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do do Alentejo. A decoro~ao destes vasos da Bei ra, com motivos
ornamen tais semelhantes oos dos ceramicos das grutas, aplicados
conforme a técnico própria daquelo cultura refor~o a impressño
de Leisner de que o sua origem poderío ser procurada no Neolítico
regional. Em vórias antes do regiao o vaso esférico, d~ tomonho
moior, oparecendo quer espólios de transi~üo, quer nos enealíticos, estobelece urna ligo~ao com a culturo dos pavos neolíticos,
sobre tuda quondo tais vasos sao pintados o almagre.
Estes vasos de borro cinzento ou vermelho, coberto por um engobe vermelho vivo, tanto interior como exteriormente, constituem
o grupo do cerómica neolítica de almagre, e o sua forma deduzida
dos vasos inte iros ou dos seus fragmentos é quase exclusivamente
o esférica.
No mobi liório elástico dos Areias Altos, os pés cónicos, de anel
basal, pertencentes a vasos ovoides (?) (fig. 4, núm. 5), sflo tombém almagrados, tanto por dentro como por foro ~ muito possível
que um dos vasos esféricos, de colo levemente estrangulado (fig.
4, núm. 4), fosse igualmente pintado o almagre, o que tem porolelos no espólio do anta do Olivo! da Pega (Reguengos) (32) .
No Beiro Alto encontramos exemplares desta ceramica neolítico no Orca dos Juncoes (Queirigo) (33). Amorim Girflo refere ceromicas pintados de vermelho entre o espólio da Cosa da Orca (Malhodo de Comborinho), nao longe dos noscentes do Alfusqueiro :
"1 pon to de seto de sílex (es t. núm. 3) de base biconcovo e numerosos fragmentos de cerómico fabricados ou com barro grosseiro
do localidade, algumos vezes pintado de vermelho, ou oindo com
borro mois fino. Um des tes últimos ero ornamentado" (34).
Nos orredores de Viseu, em Trovo~ós, no Mamo ltor de Vale dos
Foxos, oporeceu igualmente um vaso de fundo esférico de borro
vermelho (35).
Esto cerómico a lmagro, pertinente oo período neolítico, é coracterisodo por os vasos sere m cobertos por umo pintura u ni forme
de ocre vermelho (36) . Tem sido, posteriormente muito estudodo
(32) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11 , póg. 69, est. XXVII, 6.
(33) Museu Etnológico de Belem, núm. 9518o, seg. LEISNER: Op. cit. in noto
11, póg. 73.
(34) A. DE AMORIM GIRAO: "Antiguidodes pré-históricos de Lofoes", Coimbro, 1921, póg. 49.
(35) J . COELHO: "Notos Arqueológicas", Beiro Alto, VI, póg. 67.
(36) M. GOMEZ MORENO: "Lo cerámico primitivo ibérico", Homenogem o
Mortins Sormento, Guimoroes, 1933, póg. 125-136.
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pelos arqueólogos esponhois quer poro determino~oes culturois,
quer cronológicos, considerando-o como um dos tipos guias do época do Neolítico hispano-mauritano (37).
Leisner ocentuo que sobre o exponsao do ceréimico almagrado
em Portugal nao podemos, por agora, opresentor ideios definitivos.
Parecía náo ser muito vulgar nos antes de corredor. No entonto,
"portindo do espólio do Anta do Po~o do Goteiro (Neolítico puro),
no quol esto ceréimico se encontrovo por primeiro vez, documentada de umo moneiro incontestável, podíamos, opáz umo revisao
minucioso de todos os cocos, reconhecer umo divulgo~áo considerável desto indústrio no concelho de Reguengos. Tal revisiio devio
estender-se o todo o ceréimico do culturo megolftico. Dais foctos
dificultom, no entonto, o estobelecimento de um quodro completo
daquela divulga~ao. Em primeiro lugar temas vários pravos de que
os cocos expostos o intemperie perderom os camadas superiores" (38).
No Alentejo oporeceu ceréimico deste tipo encorporoda em espálios que, sob o ponto de visto cultural, pertencem oo Neolítico
puro, ao Neolítico de cera mica ovan~oda e oo Eneolf tico (Bronze 1) .
Baseondo-se nos elementos entrevistos na exploro~áo metódica
das Antes de Reguengos, Leisner opino que o técnica do pintura
o almagre nao é oriundo, nem do Neolítico dos pequenos dólmenes
olentejonos, nem do círculo mois vasto do Neolítico do Europa ocidentol, mas que as suos relo~oes se encontram no su l e no leste
da Península.
De ocordo com o exposto, e entre outros conclusoes, inclue o
ceréimico de almagre no círculo cultural do ídolo Almeriense, consequentemente ligado com os estratos do segundo período de Almeri~, onde este tipo de ídolo nos aparece já em espólios neolíticos.
ldolo este que parece estar em intimo ligo~iio com todo o conjunto
(37) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Lo fecho de lo cerámico o lo almagro
en el Neolitíco Hisponomauritono", Cuadernos de Historio Primitivo Año 111
numero 2, Modrid, 1948, póg. 95 a 106.
'
'
J. SAN VALERO APARISI: Op. cit. in nato 10.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Cereales y plantas de la culturo Ibero sohoriano en Almizaroque (Aimerlo)", Cuadernos de Historio Primitiva, Año 1, número 1, Madrid, 1946, póg. 35-45.
B. SAEZ MARTIN: "Nuevos precedentes chipriota.s de los fdolos placas de la
cultura iberosahariana", Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, t. XIX, Madrid, 1944, póg. 134.
(38) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, póg. 73.
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do emprego artíst ico do cor vermelho (39). A suo efigie aparece
como um dos motivos principois no pintura megalítico. Tal dependencia explicaría o oporecimento do fragmento do vaso de cor vermelho, com umo pequeno oso, no Orco dos Juncoes (Queirigo), como sobemos ornamentado de pictografías vermelhos, de tipo esquemático e ascendencia Levantino.
A presen~o de mochados, enxós, micrólitos e lou~os do tipo
neolítico, nos ontos do Alentejo Oriental e do Beiro Alto, bem
atesto o ligo~fio do culturo megalít ico com o populo~ao neolítico.
Encontrom-se em mui tas on tos do Península residuos do indústrio
neolítico, tois como m icrólitos de t ipos posteriores. Em muitos ontos obundpm porém micrólitos de t ipos primitivos, pelo que Leisner
penso que os de tipo posterior niio revelom sómente umo sobrevivencio de formas, mas de umo participa~üo activo do povo neolítico, emboro por falto de ordem estratigráfico, sejo, na turalmente,
impossível dizer quois forom os límites de tal participa~iio cultural.
Nos provincias do norte de Portugal e no Golicio, predominom,
em algunos zonas dolménicos, os mochados Je sec~ao rectangu lar,
olcon~ondo no Beiro Alto o percentogem de 95 % (40) . Comparando o difusao do mochado cilíndrico com o dos tipos arqui tectónicos, ocentuo Leisner (41) umo certo relo~üo entre o divulgo~ao
do anta com corredor de dais grandes esteios e mochado cilíndrico.
No litoral Ocidentol de Portugal o mochado cilíndrico está bem
documentado nas grutas noturois e ortificiais, aporecendo tombém no regiüo dolménico do Figueiro do Fóz.
Em todos os regioes dolménicos ande prevalece um machado
de secc;iio rectangular, escoceiom os enxós. Igual aspecto é notifi cado pelos investigadores do castro de Vilo Nova de S. Pedro (42),
os quois, entüo, confron tom o indústrio deficiente de pedro polido
com o perfeic;üo dos objectos de s il ex, aspecto tombém opresentodo pelos Orcos do Beiro Alto. Poderemos ligar este focto com o
modo de viver destas populoc;oes, certomente baseodo no co~o .
Pelo con trário, no área litoral ande prevolecem os mochados e
enxós de formo perfeito e bem acabados, simultoneomente com umo
(39) G. LEISNER: "Die Molereien des Dólmen Pedro Coberto", IPEK, 1934,
Berl in-Leipzig, 1935.
(40) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11 , póg. 49.
141 ) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, pógs. 32 y 49.
(42) E. JALHAY e A. DO PA<;:O: Op. cit. in noto 30, pogs. 21 y 22.
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ASPECTOS DO NEOLIT ICO DE PORTUGAL
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indústrio primitivo de sí lex, sem retoque facial, surgem os ilo~óes
do existencia de um mois generalizado omonho do terro.
Podemos comparar o pervivencio de indústrios remotos, com
ceromicos de trodi~iio neolít ico ligados o outros do Bronze 1, que
acorre no povoodo dos Areios Altos, com o espólio encontrado, numo sumório pesquiso, em vórios esto~óes do Sohóro Esponhol (43),
ande, com umo indústrio de t ipo Neolítico de trodi~áo copsense,
encontramos cerom ico do Bronze l. Su rgem os mesmos problemas
susci todos pelo convivencia de umo indústrio lítico remoto con junta men te com cerom icos ovon~o dos (44) .
A pos i ~üo dos mi crólitos no An ta do Po!fo do Goteiro forneceu
o Leisner (45) umo base poro o cronología re la tivo de o lguns ti pos: "O micrólito em formo de me io luo encontrado no fundo do
comoro pertence, com certeza, o umo dos primeiros i numo~oes,
oo posso que o micrólito de base recto, no corredor, pertence o ú ltimo inumo~iio. Tal focto coaduno-se com o posi~áo cronológico
atribuído oos micrólitos em formo de segmen to de círculo. Em Portugal oporecerom em vórios es to~oes mesolíticos (46), em grutas
neolíticos (47) e oindo em grutas de espólio parcialmen te eneolítico (48) . Soirom tombém de dólmenes primit ivos do regiüo de
Montemor-o-Novo, senda, porém, raro o sobrevivencio deste t ipo
em ontos de épocas posteriores, dos quois apenas se podem cita r
olguns exemplores" (49).
"No indústria mois primi t iva incluem-se oindo os tropézios do
t ipo 2 com os lodos de comprimento igual, sobretudo os de tomonho pequeno, trobolhodos em lascas de focos finos e estreitos, típicos do Neolítico mois on tigo" (50).
('13) M. ALMAGRO BASCH: " Prehistoria del Norte de Africo y del Sóhoro
Español", Instituto de Estudios Africanos, C. S. de l. C., Barcelona, 1946, póg. 6'1
e fígs. 17 o 20.
(44) Tal focto surge, igualmente, em v6rios ontos do Alentejo; Vid. G. e V.
LEISNER, Op. cit in noto 11; E. JALHAY, A. DO PA<;O e L. RIBEIRO: "Esto!;OO
Prehistórico de Montes Cloros", Revisto Municipal, núm. 20 e 21; e E. JALHAY:
"Uno fose interesan te del Bronce inicial portugués", Ampurios, IX-X, Barcelona,
19'17- 19'18, pgs. 13-20 e est. I-VII.
('15) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, póg. 56 e 57.
(46) Moito do Sebostioo, Cobe~o do Arrudo (Muge).
('17) Gruta dos Carrascos.
(48) Gruta do P~o Velho (Coscois), Gruta do Golinho.
(49) Anta do Capelo, Alentejo; Anta do Rio Torta, Penedono (Beiro Alto).
(50) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto JI, póg. 57. Poro os autores es tes
micrólitos neolíticos diferenciom-se do tipo semelhonte dos concheiros por terem
os lodos do tropézio nao quebrados, mas rectilíneos.
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Este tipo rareia nas antas jó contemporoneas do Bronze 1, no
en tonto foi encontrado em vórias antas da Be ira Alta : Anta do Rio
Torto, Orca do Tanque, Orca da Cunha Baixa, Anta de Pedralta
e Mamaltar de Vale de Faxas; contrariamente escasseia nas antas
alentejanas. Da regiáo de Ponte do Sor (Dolmen de S. Bernardo)
existe no Museu Etnológico de Belem um exemplar do tipo referido
e como Leisner por ló entreviu vórios pequenos dolmens que poderiam pertencer ao tipo primitivo, espera aquele douto Arqueólogo
que o facto de o micrólito desta forma andar ligado ao dolmen pri mitivo seja confirmado noutras regioes do Alente jo Ocidental.
"Estes tipos mais primitivos, aos quais se juntam os triongulos
com o lado inferior alongado e as pe~as de ponto lateral, tem, a lém
Fig.
5
de analogías com a indústria dos concheiros portugueses, afinidades com o neolítico de tradi~iio capsiense e com o oraniense, da
Africa do Norte" (51).
Os tropézios com o lado superior mais comprido (tipo 3), e os
trapézios de base recto (tipo 4), jó mais evolucionados, tem uma
larga di fusiio e dilatado emprego. Aparece-nos e m Muge (Cabec;o
da Arruda) e na Beira Alta, na Orca do Tanque, Orco do Velhol
(figs. 4, núm. 8 e fig . 5), e no Mamaltar do Vale de Faxas. Os
trapézios com entalhe na base (tipo 5), raros nas antas de corredor olentejanas, foi também encontrado nas antas da Beira Alto:
(5 1)
G. e V. LElSNER: Op. cit. in noto 11 , p6gs. 57 e 58.
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ASPECTOS DO NEOLITICO DE PORTUGAL
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Anta do Rio Torta e Mendelim. O seu echado frequen te na gruta 3
de Palmeta pode sugerir um novo fac to para o estabelecimento de
rela!;oes entre a cultura de Palmeta e as coevas popula!;oes da
Beira Alta.
Sao pouco vulgares no Norte e Centro serrano de Portugal os
silices que, pelo seu polimento lustroso dos bordos, possam ser considerados como elementos de foicin has.
A divulga!;iiO destes elementos de foice prava pertencerem a
uma época de agricul tura desenvolvida cujos focos culturais temas
de buscar na orla litoral. A sua escassez na zona peneplanóltica,
ande proliferou a cu ltura megalítica, permite a ilac;ao de que estas
popula~oes construtores das Orcas se dedicavam a actividades essencia lmente pastorís e, provóvelmente, ainda no início da época
do Bronze se conservovom nas regióes serranos afostados da costa.
Em todos as regioes oqui citadas o tipo de anta com corredor
de dos grandes esteios, poderia ter provindo de um Neolítico local
e marcar uma certo fase evolutiva da cul turo megalítica que, em
regioes mais afastodos dos correntes culturois provenientes do litoral, sobreviveu a té épocas posteriores. Naturalmente, tal teorio
é apenas hipotético e exige, paro a suo confirmo~iio, novas excaVO!;Oes nos provincias do norte de Portugal. Devemos a inda mencionar que alguns dolmens de Salamanca apresentom reminiscencias deste tipo de corredor, que provovelmente foi levado de Portugal para a Catalunha (52).
A ceromico é por vezes muito tosca, de barro pouco puro e imperfei tomen te coz ida. As formas sao muito simples: escudelas hem isféricos ou troncocónicas, vasilhos cónicas ou quose cilíndricos
com o fundo plano ou orredondodo. Quase que nao sáo ornamen tadas; quando decorados os motivos sño muito simples e reduzemse a incisoes punctiformes mois ou menos regularmente dispostas,
linhas, unhadas e impressoes digitais, cordoes com impressoes ou
relevos, impressoes cardiais. Faltam as asas que estao substituidas
por pequenos pegodeiros salientes verticais, ou, mais raramente,
horizontais (Muge) e furadas para a suspensao.
t muito possível que a escavoc;áo das pequenos antes, sem corredor, do Monte Mósinho (Penofiel ), do plaino do Ladario, sobran-
(52 ) L. PERICOT GARCIA: "Los Sepulcros Megalíticos Cotalones y lo Culturo
Pírenoico" , Monogroflos del Instituto de Estudios Pirenaicos (C. S. de l. C.), Prehistoria y Arqueología, 4 , núm. general 31, Barcelona, 1950, pog. 121 .
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ceiro á Seixo (Vouzelo) que conh~m mochados polidos cilíndricos
(focto roro no Beiro Alto : regiao ande predominom os mochados
rectangulares), nos forne~o os necessários elementos locois poro
o estudo dos megálitos sem corredor, semelhontes oo do Alentejo,
Montemor-o-Novo, Lovre e Conho (53), Pavía (54), e no regiüo do
Guodiono, herdode de Font'Aivo (55).
Valioso contributo poro o esclorecimento desto questiüo foi dodo pelos investigo~oes de Leisner nos ontos olentejonos. Se niio podemos hoje admitir o evolu~ao ininterrupto de todos os tipos arqui tectónicos, desde "os dolmenes neolrticos de Alvoo" até os cistos
mega líticos, incluindo nesto evolu~ao os sepulturas de cúpula (56) .
T ombém nao nos podemos apegar á teoría inverso, colocando e m
último lugar os pequenos dolmens como resultado duma degenero~ao; tao pouco considerar o tholos oriental como protótipo de
todo arquitectura megalítico do Península (57), basados num progressivo conhecimento dos culturas Norte Africanos e do Próximo
Oriente, investigo~oes que permitem inserir os culturas Hispanices
em círculos culturois codo vez mois vastos.
A teoría de umo dependencia absoluto do culturo megal ítico do
Oriente é defendido por Mortínez Sonto-Oiollo, que considero os
sepulturas de cúpula do sudeste de Esponho como o foco mois ontigo e o origem de todo evoluc;iio megalítico . Daniel, distingue duos
linhos evolutivos umo ogrongendo os sepulturas do corredor e li gado o tholos, outro formado pelos sepulturas de galería (58).
O quodro cultural, nos seus aspectos básicos, confirmo o impossibilidode de estobelecer umo unidode entre os pavos construtores dos tholoi e os dos ontos. O pavo megalítico dos regi6es mois
elevados e distanciados do litoral, monteve sempre um habitat
igual oo típico dos primeiros pavos neolfticos do Península, provávelmente em consequencio duma octividode pastoril primitivo.
Após um curto florescimento das teorías orientalistas, volto-se
(53) Excovoc;oes inéditos do Doutor Manuel Heleno.
(54) V. CORREIA: "El Neolítico de Povío (Aientejo-Portugol)", Memoria número 27 de lo Comisión de Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos de lo
Junto poro Ampliación de Estudios e Investigaciones Clentfficos Madrid 1921
pógs. 35, 57, 62 e 70.
'
'
'
(55) Excovoc;oes do Mojar Alfonso Do Poc;o.
(56) G. e V. LElSNER: Op. cit. in noto 11, pogs. 169-170.
(57) Defendem tol teorio J. Mortínez Sonto-Oiollo, G. E. Daniel, V. G. Chllde, C. F. C. Howkes, C. D. Ford, H. J. Fleure e H. J. E. Peoke.
(58) G. E. DANIEL: "The dual Noture of the Megolithic Colonisotion of Prehistoric Europe", Proceedings of the Prehistoric Society, Poper 1, Cambridge, 1941.
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- , wt¡
a atribuir novamente á Europa umo for~a criadora no evolu~ao arquitectónico do Neolítico e Bronze inicial. Tem aumentado, nos
últimos anos, o número de arqueólogos empenhados em justificar
o existencia de umo ligo~iio mois íntimo entre o culturo megalítico
e o Neolítico europeu (59).
Volto-se em porte o teorías ontigos; porém Leisner nao acredita na prioridade da pequeno camero poligonal como tipo ma is
ontigo, nem no sequencio evolutiva do sepultura megalítica poro
a de cúpu la . Defende umo evolu~iio autoctone da sepultura megolíti co em Por tugal, problema esse poro cujo so lu ~iio as Antes de
Reguengos fornecerom novos esclarecimentos: tois como "em pri meiro lugar, o oporecimento de espólios neolíticos en dólmenes de
corredor; em segundo lugar, o constru~iio de duos tholoi posteriormente a dólmenes de corredor, e, fina lmente, o reconhecimento de
duos correntes cu ltu rais diferentes nos ontas: umo deJas mostran do umo evolu~ao sobre bases neolíticos, a outro revelando todo o
material eneolítico" (Bronze 1).
No decurso destos investigo~oes forom observados determinodos foctos que estabelecerom umo íntimo relo~üo entre os est ra tos
neolíticos e o cu lturo megalítico de moneiro que jamois pode ser
defendida a teoría de serem os pequenos dólmenes, sem corredor,
apenas formas degenerados.
"Todos estes foctos permitem admiti r o hipótese de que o pequena dólmen em formo de galería terio sido o tipo mais ontigo.
Posto que oindo falte umo documento~üo integral, jó se nota,
tombém no ocidente do Pen ínsula, umo evolu~iio que, em todos os
períodos, conservo característicos do sepultura de galería. A confirmo~flo destos hipóteses viria esclarecer vários problemas" . Explicor-se-io ossfm o evolu~áo do técnica construtiva dos grandes
on tos portuguesas.
"Consequentemente, a culturo dos pequenas antes poderío ser
equival ente o dos sepulturas neolíticas do leste do Península e a
sua origem poderío caber numo das correntes mois antigos do neolitizo ~áo da Península" (60); no entonto posterior oo estrato neo-
(59) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, pags. 172 e 173.
J . HAWKES: "L~s monuments sacrés en Grande-Breragne", Revista de Guima'u"~• LIX, 1-2, Guunoroes, 1949, póg. 120 e seg, .
s
L. PER ICOT GARCIA: "La España Primitiva", Barcelona. 1950, pág. 146.
(60) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, pág. 173 o 175.
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lítico de Muge, área donde provem olguns mochados cilíndricos
(61 ).
"A existencia de sepulturas de espo~o olongodo, tombém em
Portugal, colocaría, numo época mois ovon~odo, o divisño dos formas arquitectónicos em sepulturas de corredor e sepulturas de galería. A divulgo~ao do primeiro destes tipos pelos costos otlonticos
ocidentois" e do meridoo, "apenas se terio efectuado no segundo
época do evolu~ño megalítico em Portugal, época que corresponde
oo íbero-sahariano e o indo oo período do vaso campaniforme" (62).
(61)
(62)
Museu de Antropología do Universidode do Porto
G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, p6g. 175
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AUSSELL .- Neolitico de Portugol
LAM. l.
do camada do Cob~o do Amoreiro (Muge) mostrando o recolho do
vaso semo-esférico.
2.-Povoodo do Areios Altos (Porto). A loreiro de umo I'IObit~oo jó completamente
descoberto.
(Fotos Russell)
1 .-Aspecto
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RAYMOND R I QUET
( Fr11ncl11)
flnaly~e
anthropologique de~ cranes.
éné.olithiques. de la grotte s.epulcrale
de "La Pa~tora" (fUcoy)
Gróce aux aimables recommandations de Monsieur le Professeur Alcobé et de Monsieur le Professeur Pericot, il nous a été donné en Décembre 1951 de prendre contact aves le Service d'lnvestigation Préhistorique et le Musée Provincial de Préhistoire de Valencia. 11 nous est un agréable devoir de remerci er Monsieur Fletcher,
Directeur du Service d'lnvestiga tion Préhis torique, et Monsieur
Pió Ballester, Sous-Directeur, l'accueil qu'ils nous on t réservé.
11 nous ont permis, non seulement d'examiner leurs magnifiques
collections, mois nous ont également demandé d'étudier les crones
de Lo Pastora. Nous avons été extremement sensible o cette marque d'estime, d'outont plus que le mobilier de cette grotte est fort
important, représentotif et que les crónes étaient nombreux.
ETUDE DESCRIPTIVE
Beaucoup de crones étaient en mouvais étot et n'avaien t pu
etre reconstruits, néanmoins une ving taine d'en tre eux ont pu
etre étudiés.
Cremes féminins:
Crone num. 25: Age 20-25 ans.
Norma ve rticalis : Tendonce nette o lo forme pentogonole.
Norma late ralis : Le nasion, les orcodes sourcillieres et lo globelle sont tres peu marqués, ne formont aucun relief noto-
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R. RIQUET
ble; le front est vertical et ossez bombé; le vertex est élevé, o llongé et ossez orrondi. Quont o !'occipital, il forme
un chignon net qui occompogne une protusion globole de lo
portie portérieure du creme ossez porticuliere o lo roce de
Boumes-Choudes; lo mosto'ide est de volume moyen.
No rma frontalis : Le front est ossez étroit mois on ne peut ríen
dire de lo foce o peu pres totolement disporue.
Norma occipitalis: Le vertex est de houteur moyenne por ropport o !'ensemble de lo série, orrondi, les plons poriétoux
convergents vers le bos.
Diagnose: Lo description que nous venons de donner correspond
point pour point o celle de Boumes-Choudes telle que l'ont
définie les outeurs fron~ois (Broca et Hervé).
Crone num. 23: Colotte incompiEhe correspondont
vingtoine d'onnées, semble- t -il.
o un
su jet d'une
Norma verticalis: Ovo'ide ollongé, persistonce de lo suture métopique.
Norma late ralis: L'enfoncement du nosion de meme que lo soiflie des arcodes sourcillieres et de lo globelle sont foibles
mois cependant plus marqués que sur le crane précédent;
le front est normolement fuyont, d'une houteur et d'une
so illie normales pour le sexe féminin; le vertex de houteur
et de longueur moyennes est fronchement oploti; l'occiput
présente un léger chignon, lo mosto'ide est foible.
Norma frontalis: Front étroit, 'toce totolement détruite.
Norma occipitalis: Vertex de houteur moyenne, nettement onguleux, sons qu'on puisse porler de carene vroie.
Diagnose: Ce su jet paroí't opportenir o ce que nous oppelons
l'lbéro-lnsu loire ovec cependont un ospect un peu plus pri mitif, porticu lierement net en Norma occipitolis.
Crone num. 26: Adolescente de moins de 20 ons.
Norma verticalis: Ovo'ide court o tendonce ellipso'ide.
Norma late ralis : Les orcodes sourcillieres et lo globelle sont foi bles et le front normolement fuyont et plutot bos, le vertex
est hout et oploti, l'occiput est régulierement orrondi sons
oucune troce de chignon; les mosto'ides sont fortes.
Norma occipitalis: Le vertex, de hou teur o peine moyenne, est
orrondi et les plons poriétoux sont porolleles.
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CR ANES DE L A GROTTE DE LA PASTORA
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Diag nose : Bien qu'il soit tres incomplet, on peut offirmer que
ce creme opportient o lo roce ibéro-insuloire.
Cróne num . 32: Ne comprend que lo moitié droite de lo colotte
crónienne et lo presque totolité du frontal. Age : moins de 20
ons.
Norma lateralis : Lo glabelle est les orodes sourcillieres sont
tres foibles, le front est légerement fuyont et le vertex opioti . Le mouvais é tot de lo piece empeche de lo décrire plus
completemen t, cependont lo encore l'aspect général évoque
la roce ibéro-insuloire.
Cróne num. 34: Calotte incomplete, d'une jeune adolescente, de
moins de 15 ans.
Norma vertical is : Ovo.ide, o tendonce pentagono"ide, comme
c'est fréquemment le cas chez les sujets jeunes ou les besses poriétoles sont toujours soillan tes.
N orma lateralis : Arcodes sourcillieres et g lobelle sont tres foi bles, front normolement fuyont et de houteur moyenne
mois fronchement bombé oussi bien du fait du sexe que de
l'óge; le vertex est hout, orrondi et l'occiput présente un
léger chignon.
Lo encore le mouvois état de la piece empeche une description plus complete et le jeune óge de ce sujet ne permet pos de préciser son opportenonce rociole.
Creme núm. 29: Demi-colotte cranienne gouche, dont l'óge peut
etre évolué ó au · moins 60 ons. (Certainement moins de 70) .
Norma verticalis : Ovo·ide.
Norma lateralis : Globelle et orcodes sourci llieres foibles, front
normolement fuyont, bes et bombé, vertex plot et de houteur moyenne. Occiput oyont subí une déformotion post
morte m, et portont un méplot obéliaque séni le.
Norma occipitalis : Vertex de houteur moyenne, fronchement
onguleux mais ortificiellement déformé por lo compression
post- mortem. Plans poriétaux poralleles.
Le diognostic racial est impossible.
Crone num . 27: Su jet sénile, en tres mouvais état. Parait etre dolichocróne ó contour ovo"ide, sons qu'on puisse etre offirmatif.
La vou te étoit surement assez basse. Lo encare le diognostic
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R. RIQUET
racia l est impossible; bien que l'aspect général évoque surtout
l'ibéro-insulaire.
Crone num. 18: Ca lva d'une jeune filie d'a peine une vingtaine
d'années.
Norma verticalis : EllipsoYde.
Norma late ralis : Nas ion peu enfoncé, glabelle et arcades sour-
cillieres tres peu saillantes, comme sur les cremes 18 et 25
ou ces reliefs osseux sont presque nuls. Front presque vertical comme chez le 25, moyennement haut et tres bombé.
Vertex plat et de hauteur moyenne. Occiput orrond i et
sans chignon. Masto'ides faib les, su tures squomo-pariétales présentant de choque coté un angle tres ouvert, ce qui
est un signe d'archa'isme.
Norma occipitalis : Vertex de hauteur moyenne, légerement anguleux. Plans pariétaux convergents vers le bas.
Diagnose : Ce crone, franchement allongé (1, C. 73 .7) a contour ellipsoYde, a vertex anguleux, a suture squamo-pariétale ouverte, nous parait correspondre a certaines survivances mésoli thiques au su jet desquelles nous nous expliquerons plus longuement par la suite. 11 ne ressemble en tous
cas ni a l'ibéro-insuloire, ni a Baumes-Chaudes.
Creme num. 30: Calva d'environ 20 a 30 ans.
Norma ve rticalis : Ovo'ide.
Norma lateralis: Arcades sourcillieres et glabelle détériorées
mois qui semblent avoir été peu saillantes. Front normalement bombé; normolement haut et normalement incliné
quant au sexe. Vertex de hauteur moyenne. Occiput tres
o rrondi.
Norma occipitalis : Vertex arrondi et bas, plans pariétaux para lleles.
Diagnose : A premiere vue, ce crone doit etre rangé parmi les
Alpins ou Proto-alpins. Cependant l'indice cronien qui n'est
pos franchement brachycéphale montre qu'il s'agit sans
doute d'un métis d'Aipin et d'une variété de Méditerranéen.
Crane num . 24 : Calva d'environ 25
o 30 ans.
Norma verticalis : Ovo'ide a tendance ellipso'ide nette.
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CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
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Norma lateralis: L'enfoncement du nasion, la saillie de la gla-
belle et des arcades sourcillieres sont tres peu marqués, le
front est normalement incliné, de hauteur moyenne et fortement bombé. Le vertex est aplati et de hauteur moyenne,
l'occiput est arrondi de partout. La masto"ide est de volume
moyen.
Norma occipitalis: Le vertex légerement anguleux est franchement haut et les plans pariétaux sont paralleles.
Diagnose : Ce creme ressemble beaucoup au num. 18 et nous
parait comme lui correspondre o des survivances mésolithi ques (?).
Cranes masculins:
Cróne num . 22: Calvarium incomplet, éigé de 40 o 50 ans.
Norma ve rticalis: Ovo"ide tendant o l'ellipso"ide.
Norma late ralis : Nas ion assez enfoncé, orcades sourcillieres e t
glabelle assez saillantes, front plutot fuyant, assez plat e t
assez bas. Vertex haut, long et tres arrondi . Occiput présen tant un léger chignon.
Norma occipitalis : Vertex arrondi, fronchement haut, plans pariétaux parolleles.
Diagnose : Cette tete, tres dolichocrone, o front assez fuyan t
et voute haute ne ressemble pos plus o la roce ibéro-insuloire qu'o celle de Baumes-Choudes. Elle est plus proche de
ceux que nous avons oppelés "mésolithiques": cranes nu méros 18 et 24 en particulier.
Crane num. 21: Calvario présentant une persistonce de lo totalité
de lo suture métopique. Age: 40 o 50 ans.
Norma ve rticalis : Ovo"ide
o
tendonce pentagono"ide.
Norma la teralis : L' enfoncement du nos ion de meme que la soil-
lie de la glabelle et des arcodes sourcillieres sont tres peu
prononcés. Le front est hout, normolement fuyont, et assez
bombé, ce caractere étant exagéré par une compression
fronto-occipitale post-morte m. Le vertex est pla t e t de hauteur moyenne. L'occipital, dont il ne reste qu'un léger frag ment supérieur, présente une ébauche tres nette de chignon. La su ture squamo-pariétale forme un angle tres ouvert. La saillie des os nasaux et des molaires porait avoir
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R. RIQUET
été ossez importante. 11 existe en outre un prognothisme
olvéoloire ossez for t.
Norma frontolis : Molgré le mouvois é to t de ce qui subsiste de
lo foce il semble que le retrécissemen t rétro-orbi toire soit
morqué. Les orbites semblent ovoir été de houteur moyenne, ossez inclinées et ossez fortement écortées. Le nez o
dO etre étroit.
Norma occipitalis : Vertex orrondi et assez hout, plons poriétoux convergents vers lo base.
Diagnose : Ce cróne présen te un mé longe des caracteres de lo
roce ibéro-insu lo ire et de lo roce de Boumes-Choudes.
Crcne num. 28: Ca lotte tres incomplete, montront une persistance de lo suture métopique sur lo totolité de son trojet. Age:
50 o 60 ons.
Norma verticalis : Ovo'ide tres long, o tendonce ellipso'ide.
Norma lateralis : Arcodes sourcillieres et globelle sont fronche ment soillontes et le front nettement fuyont, bos et peu
bombé. Le vertex est tres long, orrondi et de houteur moyenne, l'occiput présente un chignon. Les cretes musculoi res son tres morquées et le rétrécissement rétro-orbi toire
également.
Norma occipitalis : Vertex de hauteur moyenne et arrondi, plans
pariétaux paralleles.
Diagnose : Ce cróne ne ressemble ni o la roce des BaumesChoudes ni o la roce ibéro- insulaire. On ne peut en dire
davantage, sinon qu'il étoit surement dolichocróne.
Cróne num. 15: Calotte incomplete. Age: de 20 o 30 ans.
Norma ve rticalis: Ovo'ide o tendance pentagono'ide por suite
d'une compression ontéro-postérieure qui a fait saillir les
bosses pariéta les jusqu'o l'écla tement.
Norma late ralis: Nasion enfoncé. Glabelle e t arcades sourcillieres t res fortes. Front bos, normalement incliné, peu bom bé. Vertex long et orrondi. Léger chignon occipital. Ce qui
subsiste des os nasaux permet affirmer leur forte saillie.
Norma frontalis : Ce qui reste de la face permet de penser que
les orbites étaient de hauteur moyenne, horizontales et
d'un écortement normal. Les fosses canines sont faibles et
le nez étroit.
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CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
7
Norma occipitalis : Vertex orrondi, plutot bos, plons poriétoux
convergents vers lo base.
Diagnose : L'opportenonce rociole de ce su jet est rendu diffi cile por lo déformotion post-mortem.
Cróne num. 33: Frogment postérieur de colotte cronienne ogée de
40 a 50 ons. Lo soillie des bosses poriétoles qui permet d'offirmer un contour pentagonal en norma verticolis, lo présence
d'un chignon occipita l ossez prononcé, lo grande houteur de
lo voute cronienne (légerement onguleuse) en norma occipitolis permettent de penser qu'on se trouve en présence d'un
sujet opportenont o lo roce de Boumes-Choudes.
Cróne num. 31: Calvo de 20
a 25
ons.
Norma verticalis : Ovo'ide court, a tendonce pentogono'ide.
Norma latera lis : Arcodes sourcillieres et globelle fortes . Front
normolement fuyont, ossez hout et légerement bombé. Le
vertex, orrondi, est de longueur et de houteur moyenne.
Norma frontalis : Persistonce de lo suture métopique.
Norma occipitalis : Voute légerement onguleuse, plons poriétoux porolleles.
Diagnose : Ce cróne nous poroit opportenir a lo roce ibéro-insuloire.
a 60 ons.
tendont a l'ellipse
Cróne núm. 54 : Calvo ógée de 50
Norma verticalis : Ovo'ide
Norma lateralis: Arcodes sourcillieres et globelle fortes . Front
normolement fuyont, bos et peu bombé. Vertex hout e t
orrondi . Occiput étiré vers l'orriere et formont chignon.
Mosto'ides petites.
Norma occipitalis : Voute fronchement onguleuse, haute et
plons poriétoux porol leles.
Diagnose : Ce su jet ressemble surtou t oux survivonts mésÓii'thfques (ou plus exoctement a ce que nous les supposons),
molgré lo présence d'un ch ignon importont qui nous poroit
prouver une influence de Boumes-Choudes.
Anomalies: Ce cróne présen te une tréponotion chirurgicole ou
centre du poriétol droi t. Cette tréponotion, effectuée sur
le vivont, porte des t roces étendues de grottoge péri-officiel
et une voste zone de réporotion. Cette tréponotion oyont
-111-
[page-n-121]
8
R. RIQUET
été étudiée por les docteurs Rincón de Arellono et Fenolloso, nous n'insisterons pos dovontoge.
Creme num. 45: Frogment de cróne ógé de 50 a 60 ons. Dolichocróne ovo'ide, o légere tendonce pentogono'ide, voute légerement onguleuse et haute en norma occipitolis, présente égolement un orífice de tréponotion ovec réporotion osseuse quosi complete de lo portie ontérieure du poriétol gouche.
Cróne num. 53: Calvo de 20
a 25
ons.
Norma ve rticalis : Ell ipso'ide.
Norma lateralis : Arcades sourcillieres et glabelle normales pour
le sexe masculin . Front normolement fuyant, assez bos.
Vertex haut et orrondi. Occiput orrondi sans chignon.
Norma occipitalis: Vertex assez bombé, de hauteur moyenne,
plons pariétaux porolleles.
Cróne num. 17: Réduit au frontal et porte une trépanotion au-dessus de !'arcade sourcilliere gouche, un biseou de réporotion
osseuse prouve que le sujet o survécu.
Cróne num. 55: Réduit a 1~ portien poriétole de la colotte, les
poriétaux étont d'ailleurs tres incomplets. Nous le signalons
exclusivement, malgré son étot tres fragmentoi re, que pour
noter lo petite trépanotion post-morte m visible sur le poriétol
gauche. Cette tréponation comme les précédents a foit l'objet d'un excellent trovail des Drs. Rincón de Arellano et Fenolloso .
MENSURATIONS
· Le mauvais état des crónes nous a empeché de prendre autant
de mensurations qu'il eut été désiroble. Néonmoins, si on laisse
de cóté le num. 34 dont lo mésocéphalie (79) peut s'expliquer por
le jeune óge et les nums. 30 et 31, on peut constater que tous les
autres crónes sont franchement dolichocéphales. Meme ou sujet
des crónes non mesurables il ne semble pos qu'on puisse penser
outrement. Au total, sur une vihgtoine de pieces il n'y avoit surement pos un seul cróne dont l'indice céphalique ait pu déposser 80.
Lo largeur du front s'écarte peu de la moyenne (67 a 72) sauf
pour les sujets nums. 25 et 31 ou le frort est relativement étroit.
L'indice fronto-pariétal-sagittal, souvent supérieur a 100,
montre un développement relativement faible de lo courbe porié-112-
[page-n-122]
CRANJ!:S DE LA GROTTE DE LA PASTOHA
9
tole sogitto le por ropport o la courbe frontole sogittole. C'est un
corpctere de primi tivité ou se in de cette populotion de Lo Pastora ou nous en ovons d'oilleurs noté quelques outres ou cours de
l'étude descriptive. Les outres mensurations sont trop peu nombreuses pour pnher o des considerotions généroles.
CONCLUSIONS
l.-Nous n'insisterons pos sur les tréponotions que portent
cinq des crones de Lo Postora et dont quotre son t incontestoblement chirurgicoles comme l'ont démontré les docteurs Rincón de
Arellono et Fenolloso. 11 nous poroit cependont u tile de souligner
certoins données concernont lo "tréponotion néolithique" puisque
les problemes qu'elle pose ne poroissent pos résolus pour tout le
monde. L'extension géogrophique de cette protique chirurgicole
prouve que cette derniere n'est qu'un foit ethnogrophique d'époque, nullement spécifique d'une civilisation ou d'une roce. Lo seule
corte de réportition des tréponotions énéolithiques fron~aises ovec
ses deux gronds foyers d'lle-de- Fronce et du Longuedoc, t res différents a lo fois culturellement et onthropologiquement, condui t
oux mémes conclusions. C'est a plus for te roison voloble si l'on
o joute lo Bohéme, I'AIIemogne, I'Angloterre et I'Espogne préhistoriques.
11 convient en cutre d'insister sur les ropports étroits qui
unissent la trépanation et la guerre. Lo prédominance de cette
intervention chirurgicole sur le cOté gauche et sur le sexe masculin est un premier et important argument pour ceux qui pensent
que la trépana tion représente presque toujours une tentative théropeu tique destinée o supprimer les dégats osseux survenus ou
C<"·mbo t. De plus il est certain que la trépanation est beoucoup
plus fréquente tant que la hache palie reste l'arme essentielle du
combat approché. Quant opporoit l'épée, la tete de l'odversaíre
devient moins vulnéroble que le thorox ou le ventre et corolloirement lo trépanation se raréfie. (Bien qu'on la retrouve sporodiquement jusqu'a l'époque de Lo Téne, il est certoin que son usoge
n' o plus un coroctere oussi générol) . Cette solidorité ent re lo tréponotion et l'usoge d'un ormement contondont o déjo é té signalée por Wolfel, chez les océoniens et les omérindiens des ploteoux.
En résumé lo tréponotion préhistorique nous poroit un excellent
índice chronologique quond elle se rencontre dons une sépulture
-113-
[page-n-123]
10
R. RIQUET
mol dotée por son mobilier, étont bien entendu qu'il reste tres
dongereux de s'oppuyer sur un foit isolé.
Le pourcentoge importont de tetes tréponées pormi les inhumés de Lo Postora, o une dote sensiblement ontérieure o l'époque
d'utilisotion de lo pluport des sépultures fron~oises o crane tréponé, semble prouver que l'ouverture théropeutique de lo boite
Cl anienne est l'une des innovotions qu'introduisirent en Europe les
couronts civilisoteurs énéolithiques meridionnoux. (On ne connoit
pos de tréponations chez les mésolithiques). Lo grande quantité de
trépanotions signolées en Fronce sembleroit ou controire en foveur
d'une propogation du Nord vers le Sud. Ceci tien t exclusivement
o ce que lo Fronce possede les plus obondontes collections de squelettes du monde entier, mois le jour ou I'Espogne aura livré les
restes de toutes ses sépu ltures énéolithiques le pourcentoge des
cranes tréponés n'y sera sons doute pos inférieur.
2 .-Nous ne pouvons donner oucune indicotion concernont lo
pothologie des gens de Lo Postora cor nous n'ovons pos eu d'os
longs, ni de vertebres provenont de cette sépulture. Nous pensons
cependont que l'étot sonitoire devoit etre excellent puisque nous
n'ovons pos rencontré un seul cos de carie pormi les 671 dents que
nous ovons exominées. C'est le chiffre de beoucoup le plus foible
que nous oyons jomois rencontré dons une série énéolithique.
3.-Nous nous sommes dovontoge ottoché o l'onolyse onthropologique et nous devons a ce sujet nous excuser de ne point foire
oppel oux méthodes de lo biométrie s totistique qui ne conviennent
guere ou~ petites séries.
Lo mojeure portie des gens de Lo Postora appartient a la roce
lbéro-insu laire. Le Pr. Alcobé s'étant élevé a juste titre contre
l'usage obusif de ce terme nous précisons qu'il o été appliqué seulement aux cránes présentant les caracteres su ivonts:
Dolichocranie a tendonce mésocrone (75-76) et contours
ovo·ides.
Voüte moins élevée que chez les outres dolichocéphales et
ne présentant pos de forme anguleuse, ni ébouche de carene.
Front normolement fuyant.
Occiput orrondi sans protrusion et le plus souvent sans chignon ou ovec un chignon discret.
Foce allongée ovec orbites hautes et nez étroit. Malheureusement peu de faces subsistaient a Lo Postora. (Une seule étoit
intocte) .
- 11~-
[page-n-124]
CRANES D~ LA GROTTE DE LA PASTORA
11
Ce sont ces caracteres que l'on trouve sur les deux tiers des
cremes de Lo Postora et pormi le tiers restont l'influence lbérolnsuloire demeure importante meme si on y decele d'autres focteurs dont nous ollons porler mointenont.
En dehors de lo roce lbéro- lnsuloire on trouve o La Postora
des troces de lo roce de Boumes-Choudes. Voisine de lo précédente, elle ne doit cependont pos disparaitre de lo nomenclatura onthropologique. Elle présente en effet des caractéristiques tout o
foit porticulieres, qu'ovoient parfoi tement mis en lumiere l'oncienne Ecole d'onthropologie fronc;oise (de Broca a Hervé) et qui
furent oubliées por lo suite ovec le déclin des études sur le néoénéolithique fronc;ais. Cette roce (ou ce type) qui occupe en Fronce
tout ou moins une aire géogrophique spéciole peut etre définie de
lo maniere suivonte:
Dolichocranie franche (outour de 73) et con tour pentagonal.
Voute plus haute que dans lo catégorie précédente mois nettement plus bosse que dons lo cotégorie suivonte et sons ongulation ni troce de carene sagi ttale.
Front vertical et fortement bombé.
Région occipitole étirée vers l'orriere et présentant toujours
un chignon volumineux ce qui entroine l'horizon tolité de lo moitié
inférieure de l'écoille de l'occipitol.
Face pe ti te por ropport ou cróne, dolichoprosope o orbites
hautes et nez étroit.
Ce type humoin est ovec le type olpin (ou proto-olpin) l'un des
plus faciles a diognostiquer. Le cróne num. 25 de Lo Postora en
est un bon exemple mois on en trouve aussi des troces sur le crane
num. 21 et sur le num. 33, bien que ce dernier soit réduit o so
moi tié postérieure.
Un outre probleme est posé par sept des tetes de Lo Pastora,
qui présentent une ossez forte ongu lotion du vertex en Norma occipitolis. 11 ne s'agit pos de carene véritoble mois d'une ébouche
de carene dont lo significotion est lo meme en ce sens qu'elle constitue un excellent test d'orcho'isme. Si on loisse de cóté le numéro
29, qui o subí une déformotion post-mortem et le num. 31 qui présente de troces évidentes de métissage olpin, on s'opperc;oit que
tous les outres sont pormi les plus dolichocranes de lo série: sujets
num. 18, num. 24, num . 54 dont les indices sont connus et sujets
num . 23 et nLim. 45 dont les índices n'ont pu etre étoblis mois
dont l'ospect indique lo dolichocronie fronche. Ces derniers cranes
-115-
[page-n-125]
12
R. RIQUET
(souf le num. 45) présentent des contours ellipso"ides et lo voúte
poroit ovoir é té d'une hauteur ou moins égo le a lo moyenne. Mo lheureusement le mauvois état des pieces nous oblige a nous contenter de cette vague évolution. Nous ovons rencon tré dons le
néo-énéolithique d'Aquitaine des populotions qui présentent les
m emes caracteres:
Dolichocronie fronche (autour de 70) et con tour ellipso"ide.
Voute onguleuse e t parfois fronchemen t ~arenée, de grande
hou teur surtout en Norma occipitalis ou C!lle dépasse souvent lo
lorgeur.
Front assez fuyant.
Occiput orrondi sons chignon.
Foce de grandes dimensions, souvent lorge avec des orbites
bosses et horizon tales et un nez souven t lorge.
Bien que l'obsence de conservotion de la foce sur la pluport
des cremes de Lo Postora nous oi t beoucoup géné, nous pensons
qu'on peut ropprocher nos primitifs d'Aquitoine de ceux des environs d' Alcoy. Le grond travoil du Pr. Hoyos Sainz nous y encou roge d'o illeurs vivement. En effet certoins crones de Enguero et
Monovar, figurés par lui, correspondent ossez étroitement a lo
description que nous venons de donner et celle-ci pourroit oussi
s'oppliquer a bon nombre de sujets de Lo Solana, Tisuco et Torrelaguna. Tous ces sujets illustrent d'oilleurs ce que l'éminent onthropologue oppelle lo survivonce du type cromogno"ide. Personnel lement il nous poroit difficile d'enjamber tout le mésolithique pour
rottocher un type énéolithique o l'humonité poléolithique dont la
roce de Cro-Mognon n'est d'ailleurs qu'un des rameaux, que so
grande tai ll e écorte de toutes comporoisons ovec les populations
méridionnoles plus récentes.
11 y o d'outres obstocles qui résident dons lo différence des
profils sagittaux, le contour en Norma verticalis, etc.
Certoins outeurs, o lo suite de Sergi (G.) ont adopté le terme
de type eurofricain pour désigner des crones de meme configurotion que ceux dont nous venons de donner lo diognose. Tel est particulierement le de Giuffrida-Ruggieri et de Fleure qui ont donné
ou terme de "eurofricoin" un sens tellemen t étendu qu'il perd
beocoup de son intéret. Au con troire, le Professeu r Alcobé s'est
éfforcé d'en préciser le contenu . En occord avec Von Eickstedt il
oppose I'Eurofr icoi n ou Méditerronéen gra::ile. L'Eurafricain doli -116 -
[page-n-126]
13
CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
chocéphole a voute haute et foce ollongée, ouroit des orbites besses et une toille plutot élevée.
11 ne s'ogit done pos forcément d'un type humoin porent de
celui que nous ovons isolé en Aquitoine, ou nous n'ovons rencon tré que des petites toilles et ou nos primitifs présentoient des faces
lorges a orbi tes bosses ressemblant souvent oux énéol i thiques "cromagno'ides" de Hoyos Sainz. Nous considérons que les sujets auxquels nous faisons allusion sont des survivonces mésolithiques et
que leur place taxonomique ne pourro etre fixée que le jour ou
l'abondonce des documents permettro de sor1ir du di lemme Mugen Teviec. Pour des raisons de commodité nous conservons le terme
d'Eurafricoin, en tenant compte des remarq•Jes précédentes et sons
luí chercher de filiotion ovec le type de Combe-Copelle généralement invoqué a propos des origines de I'Eurafricoin.
Les crónes olpino'ides ne sont pos représentés a Lo Pastora mais
les numéros 30 et 31 montrent des traces de métissage olpin non
seulement par l'élévation de !'índice cronien mois oussi par des
contours plus arrondis et une voute plus bosse que leurs congéneres.
Si l'on compare la série de Lo Postora riux populotions énéoli thiques du Levont espognol, il n'opporoit pos de tres grandes différences. L'examen de 54 cranes de cette région, nous o permis
d'étoblir les pourcentoges opproximotifs suivants:
lbéro- lnsuloires ........ .
Boumes-Chaudes . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Alpins ou Proto-Aipins . . . . . . . . . . ..
Eurofricoins (survivon ts mésolithiques)
Divers .......................... .
50
10
10
10
15
%
%
%
a
15 %
6 20 %
11 est a remorquer que cette formule onthropologique ressemble beoucoup 6 celle de notre Longuedoc méditerronéen. On connoit la solidorité culturel le entre le Sud-Est espognol et les plaines
littorales qui vont des Pyrénées ou Rhone. 11 n'est pos surprenant
que I'Anthropologie confirme cette solidorité que nous n'étendrons
a oucune cutre région fron~aise. Nous ovions p~nsé que les représentonts de lo roce de Boumes-Chaudes devaitlnt etre nombreux
en Espagne ou nous ourions volontiers cherché leur origine. Les
foits ne confirment guere notre hypothese, et fe gros centre de densité du type de Boumes-Choudes reste lo régior: des Causses. Le
pourcentage relotivement éfevé d' Alpins (ou Proto-Aipins) prouve
des relotions déja tres suivies ovec fe hout bossin du Rhone et I'Est
-
117-
[page-n-127]
14
R. RTQUET
du Bossin Porisien . On soit que le Rhone fut des le début de I'Enéolithique lo grande voie continentole de I'Occident. En ce qui
concerne le type eurofricoin, nous pensions trouver un pourcentoge plus élevé, surtout opres lo lecture de Hoyos Soinz . Peut-etre
le petit nombre de sujets exominés nous o-t- il éloigné de lo vérité
11 reste un nombre notable de suje ts que nous n'ovons pos pu elesser. L'expérience de lo croniologie ibérique préhistorique nous
manque évidemment t rap pour reconnoitre d'outres types que ceux
dont nous ovons l'habitude. De toutes fa~ons nous croyons pouvoir
affirmer que les Dinaro"ides sont rores {Lebzel ter o signalé le seul
creme dinaro"ide certain, celui de Torremanzonos), de meme que
les negro"ides {ou Sub-neg ro"ides) et de meme que le type de
Mechto.
En résumé, lo populotion énéoli thique du Levant Espognol poroit surtou t composée de voriétés méditerronéennes, dolichocépholes de petite taille. On peut ojouter qu 'elle ne semble pos oussi
différente des peuplades du littorol méditerronéen fron ~ais qu'on
pourroit le supposer sur lo foi de l'éloignemant géogrophique.
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MENSURATIOH DES MANDI BULES DE LA PASTORA
Diom. bicondylien ... ...
Diom. bigonioque.. ... ...
lnd gonio-condylien. ...
Hou teur sympnysienne ...
...
...
...
N.0 22
117?
99?
84,6
33
-
118 -
N.0 25
N.0 4 5
97
34
33
N.0 53
132
104'
78,7
34
[page-n-128]
MENSURATION DES CRANES MASCULINS DE LA PASTORA
Numé ros . . . . .. . .. . .....
22
21
28
15
40-50
50 - 60
2 0 -3 0
154
13 8
33
31
54
2 0- 2 5
45
53
2 0- 25
50 -60
50 -60
-
137
-
-
131
145
14 5
13 5
135
137
145
-
-
-
-
-
101,3
95,1
-
10 1,4
-
-
90,3
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2 02
202
-
18 8
19 1?
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138
145
130
136?
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77, 1
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Ag e . . . . . . . . . . .. . . . ...
4 0 -50
Are frontal . . . . . . . . . . . .
-
137
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139
136
152
Are occipital... . . . . . . . . .
125
-
-
lnd . fronto - pariétal sagit ..
-
100,7
Longueur max . . . . . . . . . .
195?
187 ?
Larg eur max . ... . . .. ... . .
135
140
lnd . crani e n . .. . ... .....
69 ,2?
7 4, 1?
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-
14 2
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14 5
lnd . haut . long . .. . .. ... .
7 4,8
lnd . haut . long . .. . . . . · -·
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-
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-
-
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-
121
11 6
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-
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-
7 8 ,5
83 ,6
-
-
Diam . front-min . . .. ... . . .
-
Diam . front. max .. . . . . ..
1 18
lndice f ronto-tranve rse ...
-
69,2
"1ndi ce fronto-frontal . . . .. .
77 ,6
Diam . biarbitaire ex te rne ..
-
lnd . fronto-b iorb .... . . . . .
-
92 ,3
10 5
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123
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73,5
8 1,3
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CJl
[page-n-129]
MENSURATION DES CRANES FEMININS DE LA PASTORA
.......
O\
N
o
1
N umé ros ... .. . . ... . . . .
Age . . . . . . . . .... ... ···
Are f ro nta l . . . . . . . . . . ..
Are poriétol . . . . . . . . . . ..
Are occi pital. .. . . . . . . . . .
Are sogittol . . . . . . . .. ...
lndic e fronto - poriétol sogitol. ........ . . . ....
Lo ngueur mox. . . . ... ...
Lorgeur mox. .. . . . . . . . . .
lnd . cro nien . .. . . .... ...
Houteur bosio - breg motique ... . . . . . . ... .. . .. .
lnd . hout.- long . . .. . ... ..
lnd . hout. - lorg ... . . . . . . .
Diom . front. min . . .. . ..
Diom . front . mox. . . . ...
1nd . frente- tronsverse .. . . .
1nd . frente- frontal. . . . . . .
Diom . bi zygomot.. . . . . . . .
lnd. fronto-zyg . . .. ... . ..
lnd . zygo-tro nsv ...... .. .
Diom . biorbito ire ex terne ..
1nd . fronto-biorb ... . .. ...
l_ong . trou occip.. . . . . . . .
Lorg . trou occip ... . .. ...
1ndice du trou occip... . . .
25
20-25
136
136
132
404
26
20
23
20
129
136
-
-
141
-
32
18-20
114
-
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191
142
74, 3
94 ,8
182
-
-
138?
-
-
139
72,4
97,8
92
119
64 ,7
77 ,3
126?
73
8 8,7
96
95 ,8
35
29
82,8
-
-
-
-
-
-
-
-
-
(.f
-
-
-
-
105,6
181
143
79
-
-
98
-
101
97
-
-
34
14- 15
130
123
-
29
60
27
70
-
-
131
150?
-
-
-
-
185?
-
-
-
--
-
-
-
-
-
-
142
-
18
20
140
131
-
106,8
183
135
73 ,7
-
-
-
-
-
-
-
96
125
71 ' 1
7 6,8
102
94 , 1
-
30
20- 30
-
107
-
-
167?
131
7 8 ,4
~9
11 1
69 ,1
80, 1
-
-
-
91,1
183
131
71 ,5
~
~
-
-
24
2 5-30
123
135
109
367
142
77 ,6
107 ,7
97
123
74
7 8,8
121
82,9
89 ,3
lOO
97
37
31
83 ,7
o
e
t:rJ
>-3
[page-n-130]
CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
17
BIBLIOGRAPHIE
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122
[page-n-132]
JEAN ARNAL ET RENE BERTRAND
~ Frnnciu)
Présentation de nouveaux tumuli non
mégalithique5
L!:!s préhistoriens onglais ont inventarié depuis longtemps leurs
t\Jmuli sans chambre mégalithique (unchambered-long-borrows) qui
se répartissent principa lement sur la portie est de 1' Angleterre. Dans
ce tte íle, ils affectent le plus souvent une forme allongée. Les belges, qui n'ont que deux dolmens, en possedent aussi de circulaires
qu'ils appellent "marchets" (1).
En France, peu de gens s'en sont occupés. Zachorie le Rouzic (2) o eu le mérite de décrire ceux du Morbihon. Dons ce déportement nous pouvons y distinguer des longs tumuli rectongulaires (Monio et Crucuny, fig . 2, N.• 1 et 2), des tumuli rands
contenont un seul coffre (Costellic, fig . 3, N.• 2), ou d'énormes
tumu li ovales recouvrant un seul coisson. Les tumul i de St. Mi che! ou de Tumioc en sont de magnifiques exem ples. Chez eux, le
tertre se compose d'amoncellements de pierres recouverts d'une
époisse chape de vose pour en ossurer l'imperméobilité. Le tou t est
encore recouvert de deux ou trois ossises de pierres. (Fig. 1, n .• 2.)
Sous la protection de ces éminences pierreuses on trouve des
sépultures différentes selon leur profil.
(1) G. E. DANIEL: "The Prehistoric Chomber Tombs of Englond ond Woles"; Cambridge University Press, 1950.
E. SACCASYN DELLA SANTA: "Lo Belgique Préhistorique"; Office de Publicité, Bruxelles, 1946.
(2) Z. LE ROUZIC: "Morphofogie et chronologfe des sépultures préhistoriques du Morbihon"; L'Anthropologie, t. 43 et 44, Poris 1933 et 1934.
-
123 -
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2
J. ARNAL ET R. BERTRAND
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Fig. 1.-Réportition des tumuli non mégo lithiques en Fronce. Num. 1 Tumulus
de lo Grée de Goujou (St. Just, lile et Viloine). Num. 2 Groupe de Cornac,
Morbihon. Núm. 3 Tumulus de St Mortin lo Riviere, Vienne. Num. 4 Groupe du Cousse Noir (Gord). Num. 5 Tumulus de Suoilles (Rouet, Héroult).
Num. 6 Tumuli de I'Euziere (St. Mothieu de Tréviers, Héroult). Num. 7
Tumulus de lo Léquiere (Buzignorgues, Héroult). Num. 8 Tumulus de Conteperdrix (Colvisson, Gord). Num. 9 Tumuli pres de Morseille (Bouches du
Rhone).
-124-
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NOUVEAUX TUl\'lULI NON 1\IEGALITHIQUES
3
Les longs tumuli rectonguloires contiennent de multiples fasses a incinérotion souvent morquées por des steles ou de petits
menhirs (fig. 2, N. 0 1). Dons les tertres ronds, un coisson occupe le
centre du monument (fig. 3, N.o 1). Les inhumo t ions y prédomi nent. 11 en est de meme pour les gronds t umuli. Au St. Michel, lo
ciste centrole o servi d'inhumotion a un individu proboblement
entouré, dons des cistes secondoires, por ses femmes ou serviteurs:
un coffre ovoi t été réservé oux restes d'un boeuf, animal socré, ou
préféré du défunt .L' importonce des motérioux qui les recouvrent,
jointe a l'obsence de cou loi r d'entrée, prouve bien que le monumen t o été bati en un seul temps et qu'i l ne pouvoi t e tre question
d'inhumotions successives.
Pour édifier leurs dolmens a couloir, les premiers constructeurs
de mégol ithes se cont ent oient porfois, des tert res dé jo existents.
C'est oinsi que le dolmen a cauloir de St. Germoin (Morbihon) o
été boti dons un "unchombered-round-borrow" a coisson central
(fig . 3, N.• 1) . A S t. Michel de Cornac, un pet it dolmen se coche,
dons lo chope de vose, o son extrémité est. Cette coutume se perpétuero, et l'on voit couromment plusieurs dolmens a couloir (Moné- Kórioned) ou un dolmen et une ollée couverte (Beg on Dorchen,
Finistere) recouverts por le m eme omoncellement de piertes (3) .
Cependont, o lo fin du mégolithisme, on o édifié des tumu li ollongés quí ne pouvoien t contenir qu'une seule ollée couverte.
Dons l'llle et Viloine le síte de lo Grée de Goujou (fíg. 1, N.• 1)
se ropproche des types bretons (4). Tortorín o publié pour lo Víenne, le tumulus de S t. Martín de lo Ríviere (fíg. 1, N.• 3) (5). Nul
doute que si les chercheurs infatigables du genre de le Rouzic
ovoient été plus nombreux, nous ourions. beoucoup plus de gisements o signoler dons des régions opporemmen t déshéritées.
Dons le mídi de lo Fronce, quelques t umu li non mégolithiques
étoient connus depuis longtemps, mois personne ne les ovoit identifiés comme tels.
Le tertre de Conteperdrix, o été fouillé por Dumas avont
1900 (6). Son bord ovo"ide délimite un omoncellement de pierres,
(3) P.-R. GIOT: "Le tumulus mégolhitique de Beg on Dorchenn en Plomeur (Finistere)"; Gollio, t. V, 1947, pp. 167-170.
(4) S. PIGGOT: "The long borrow in Britonny"; tiré o port.
(5) TARTARIN: "L'oge de lo pierre palie ó St. Mortin lo Riviere et environs (Vienne)"; Poitiers, 1885.
(6) DUMAS, dons A. F. A. S. Aux environs de 1875.
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Morbihon).
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Fig. 3.-Num 1 Tumulus a coisson et dolmen o cou1oir de St. Germoin (Erdeven,
Morbihon). Num. 2 Tumu1us o coisson de Costellic (Cornac, Morbihon).
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NOUVEAUX TUMULI NON ~lEGAL I TH IQUES
5
peu élevé. Les sépultures ont été déposées dons des fentes de rocher, oménogées ovec des ·murs en pierres seches. Les chombres
rectonguloires dominent, mois il y en o de polygonoles et de
rondes. Un couloir permet dons quelques cos de s'y introduire et
des fenetres ont été oménogées loin de l'entrée. L'orchitecture
soignée utilise les moindres covités de lo roche sous-jocente. Le
mobilier est pouvre cor c'est lo regle dons les tombes o incinérotion (fig. 4, N." 1). Les dimensions que nous ovons trouvées quoique opproximotives different nettement de cel les des inventeurs
qui n'ont pos publié de plan général (60X40 m. Arnol et 40 X 18
m. Dumas). Malgré le peu de temps que nous avons pu leur consocrer, il est certoin que nous sommes plus ores de la réalité. Nous
nous demondons meme, comment nos prédécesseurs ont pu trouver
des mesures oussi modestes pour cette surface.
A la Léquiere, le bord du tumulus, toujours ovo"ide se ropproche beoucoup de Canteperdrix. Les pierres ne s'occumuloient aussi
que sur une faible houteur. Ses dimensions (63 X 44m .) en font le
plus vaste monument du midi de la France. (fig. 4, N .o 3) . Les
tombes, por centre, different totolement de celles du précédent.
Un coffre triangulaire bordé de dalles ou une stele sur loquelle
s'oppuie une petite fosse rectanguloire ou semi-circuloire, boroée
de murs en pierres seches. 11 ne failloit pos beaucoup de place
pour loger les cendres de l'incinérotion d'un codavre, et un pouvre
mobilier. Louis et Peyrolles, leurs inventeurs, ont obondomment
décrit ce mode de sépulture, avec stéle oniconique don t lo forme
générole se compase d'un rectongle dont le bord supérieur se termine por un angle obtu. Rorement ces steles sont grovées. On ne
connoit guere que celle de Brogossorgues et deux que tout dernierement une équipe de scouts ont découvertes non loin du tumulus
de Suoilles. Les grovures représentent deux yeux, un nez et des
"totouages". En cela elles se rapprochent beoucoup des dalles ou
stotues-menhirs ovec lesquelles il ne fout oos les confondre (8).
Le monument de Suoilles (Rouet, Héroult) est moins voste qüe
les deux premiers. Ses tombes poraissent moins nombreuses mais
plus variées. A l'ouest, nous ovons fouillé ,jeux fosses rectonguloires, !'une faite de dalles, l'outre de murs en pierres seches. Au
171 M. LOUIS: "Le f:'léolithique"; Lorguier, Nimes, 1933.
(8) Comm. OCTOBON: "Enquete sur les figurotions Néo- et Enéolithlques. Stotues-Menhirs, steles grovées, dolles sculptées"; Revue Anthropologique,
·lleme onnée, num. 10-12, Poris, 1931, pp. 197-576.
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Fig. 4.-Num. 1. Tumu1us de Conteperdrix, Colvisson, Gord (mesures opproximotives). Num. 2 Tumulus de Suoilles, Rouet, Héroult. Num. 3 Tumulus de
Léquieres, Buzignorgues, Héroult. Num. 4 et 5. Tumuli de 1' Euziere, St. Morhíeu de Tréviers, Héroult.
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NOUVEAUX TUMULJ NON MEGALITHIQUES
7
sud, un oven étroit, o été oménogé en grotte sépulcrole. Enfin, sur
le bord est, des dalles morquent l'emplocement de deux cistes
mointenont tres ruinées (fig. 4, N. 0 2).
Entre Suoilles et lo Léquiere, nous ovons fouillé en 1934 deux
tumuli plus modestes situés a quelques metres l'un de l'outre ou
milieu du villoge néolithique de I'Euziere (Tréviers, Héroul t)
(fig . 1, N.'' 6) . Ces tertres ronds, ont un diometre de 8 et 10m.
pour 60 cm . enviran de houteur. Le plus petit ne possedoit qu'une
seule stele con tre loquelle s'oppuyo it une petite fosse orrondie.
Deux steles indiquoient dons l'outre, respectivement une et deux
fosses (fig. 4, N." 4 et 5). Du villoge lu i-meme, il ne reste que
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Flg. 5 .-Num. 1 Groupe de lo Gronerie, Revens, Gord (X tumulus foulllé). Num.
2 Groupe de Roges. Num. 3 Grotte de Licide. Num. 4 Dolmens de Prodíne
(ces troís derni ers dons la commune de Lanuejols, Gard). Num. 5 Menhir de
Vessac (St. André de Vézines, Aveyron) . Num. 6 Dolmen de Montpellier le
Vi eux. Lo Roque Ste. Morguerite, Aveyron.
des concov ités circuloires, vestiges de cebones en bronchoge sur
fondotion s en pierres seches e t quelques sílex dispersés sur son
aire. Le mobilier est coroctéristique et ottribuoble a civilisotion des
Posteurs des Ploteoux (9), molheureusement l'obsence de poterie
en quontité suffisonte n'outorise pos une dototion certoine.
(9) M. LOUlS: "Préhistoire du Longuedoc Méditerronéen el du Roussillon";
Nimes, 1948.
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8
J . ARNAL ET R. BERTRAND
Lo troisieme série de tumuli sons chombre mégo li thique se situe sur le ploteou du Cousse Noir, o l'extrémité de lo pointe que
pousse le déportement du Gord dons lo jonction de I'Héroult, de
I'Aveyron et de lo Lozere. lci lo gorrigue longuedocienne o foit
place oux houts ploteoux (700- 1. 100 m.) qui unissent lo région
plissé du litoral ou mossif de J'Aubroc et ou mont Lozere (fig. 1,
N .• 4). Nous pouvons le subdiviser en trois sous-groupes. Le premier se compase de quotre éléments et domine les conyons du
Trevezel (rovin du Contobre) o lo hauteur du homeou de lo Gro-
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Fig. 6.-Poignord en silex brulé du tumulus 1 de lo Gronerie, Lonuejols, Gord.
nerie. Le N.• 1 (morqué d'une croix sur lo corte) o été fouiflé por
nous. Le N.• 4 poroit etre ceinturé d'un cromlech dont les pierres
son t toutes renversé~s (fig. 5, N." 1). Cinq outres entourent lo ferme de lo Licide (fig. 5, N.• 3 ) et sept outres se groupent outour
de lo ferme de Roges (fig. 5, N.• 2) (10).
Les dolmens de Prodine 1 et 2 sont tout proches du sous-grop-
( 10) Voici lo situo tion exocte des tumull du Cousse No ir préscntés dons
cctte étude:
Commune de Revens, homeou de lo Granerie.
Num. 1 lieu dit: la combette de Pertuzade (fouillé par nous).
Num. 2 méme gisement.
Num. 3 lieu dit: Le Devais de Maillé.
Num. 4 lieu dit: Le Grovialé.
Cammune de Lonuéjols. Ferme de Licide.
Num. 1 lieu dit: Les Genets.
Num. 2 lieu dit: Le Plo.
Num. 3 lieu dit: Les Cedes.
Num. 4 lieu dit: Le Serros.
Num. 5 lieu dit: L'Hubac.
Ferme de Ragés.
Num. 1 Pt ) lieu d it : Sotch de lo Liberté.
Núm. 3 o 5 lieu dit: La Craix (4 et 5 fouillés).
Num. 6 et 7 lieu dit: Le Pied du Boeuf.
Num. 8 lieu dit: Les Chierres (fauillé).
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NOUVEAUX T UMULl NON MEGAL ITH IQUES
9
pe 3. (fig. 5, N.o 4). Plus loi n se dresse le menh ir de Vessoc (St.
André de Vézines, fig 5, N. 0 5), et plus o l'est le dolmen de Montpellier le Vieux qui seroit entouré de tumuli (fig. 5, N." 6).
Enfin les grottes si nombreuses dons les conyons qui découpent ces ploteaux ont livré un riche motériel opportenont o la civilisotion mégalithique des Hauts Plateaux, au bronze moyen et
o l'hallstottien.
Fig. 7 .-Num. 1 Fragment de paterie. Num. 2 Perle o ailettes. Num. 3 et 4,
Perle en stéatite, pravenant du tumu lus de la Granerie de Lanuejals, Gard.
Pres de Marseille, Repelin o signalé au moins un tumulus o
"mobilier néolithique", sans préciser davontage. Nous pouvons tou tefois offirmer qu'il ne contenoit pos troce de dolmen (11 ).
Le mobilier trouvé dans ces tombes est tres variable selon les
régions qu'ils occupent.
Pour un préhistorien non averti, le terme de tumu lus circuloi re,
sans architecture intérieure, est synonyme d'hallstottien. C'est dans
cet esprit que nous avons ouvert le tertre N.0 1 de la Granerie (le
( 11)
REPELI N, dans Archives de la Faculté de Lettres de Marseille.
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10
J. ARNAL ET R. BERTRAND
seul que nous oyons fouillé). Effectivement, ovont nous, un certain nombre de chercheurs de· belles pieces que nous n'osons quolifier d'archéologues avient découvert des bracelets, des perles, des
armes en bronze et meme des objets en fer. Ces fouilles hotives,
mol observées et inédites ne nous opprennent pos si ces trouvailles
dataient ovec exoctitude la construction de choque tumulus ou si
des sépultures secondoires succédoient a d'outres plus anciennes.
Quoiqu'il en soit, ou lieu de bracelets ou d'objets de bronze,
nous ovons eu lo surprise de découvrir un poignard en sí lex, long
d'environ 20 cm . Lo matiere en étoit fragmentée et couverte de
géodes coroctérisont l'oction du feu (fig 6). Les porures étoient
représentées por deux rondelles en stéot ite naire (fig 7, N." 3 et 4)
et por une perle o oilettes (voriété o boules) en colcoire blonc
(fig 7, N.• 2) . Divers tessons de poterie complétoient le tout. Nous
avons représenté le plus importont a lo fig 7, N.• l . La pOte primitivement rouge, s'est noircie ou contoct du bucher' incinéroteur,
mais certoins frogments ont conservé leur teinte originelle. D'opres so contexture, so forme, nous pouvons l'ottribuer au bronze
ancien, c'est a dire opres lo poterie chosséenne non decorée (West
Europeon Pottery ou chosséen 1 B) et opres la cérom ique de Horgen,
que l'on trouve dons les grottes. 11 ne fout pourtont pos croire que
le bronze oncien oit été ici riche en métol. Celo n'est pos vroi que
pour le littorol, mois ici l'économie est encere néolithique.
Les cendres mélongées a quelques ossements échoppés a t'incinérotion occupaient les fentes loissées por les pierres. En l'obsence de caissons si petits soient-ils nous pensons que les dépots funéraires se foisaient dons des coffres en bois ou outres metieres périssobles.
11 convient done de réviser l'idée primitive que les tumuli ronds
des houts plateaux dotent de l'hollstottien . Nous sovons mointeriont qu'ils remontent ou moins a un néolithique récent ottordé
dons le bronze oncien .
Les tertres de Suoilles, de I'Euziere et de lo Léquiere, nous ont
livré (o nous et a Louis) des sílex, dont un petit pie (Suoi lles),
toillés o gronds éclots sur les deux faces selon lo technique compignienne. Nous ovons déja dit que cet outi llage lithique étoit ottribuoble oux Post eurs des Ploteoux. A Suoilles Louis o trouvé dons
l'oven deux haches palies en raches dures. Lo poterie trop fragmentée et mo l conservée foit portie du meme complexe. Les rores
décorations de ces tessons se composent principolement de che- '132-
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NOUVEAUX TUMUL I NON l'vfEGALlTHJQUES
11
vrons incisés o cru, de "postil les" et de cordons en relief. La strotigrophie de lo grotte de lo Madeleine (Vi ll eneuve les Moguelonne,
Héroult) (12) montre que !'ensemble peut remonter ou dele duchosséen non décoré, jusqu'ou chosséen décoré récent, qui est pleinement
néolithique. Ces tumuli peuvent done ovoir été construits ou début
du néolithique récent mois lo mojorité des sépul tures se si tuent ou
bronze oncien . A Conteperdrix, une tombe o livré un frogment de
vose cannelé du type de Fontbou"isse (postérieur au caliciforme,
done attribuable ou bronze moyen ou ou plus a lo fin du bronze
oncien) qui n'indique pos nécessairement lo date de construction
de l'édifice mois seulement d'une sépu lture proboblement tordive.
Pour la Bretogne, nous nous laisserons guider por Le Rouzic et
por Stuort Piggott ( 13) qui ont étudié en détoils lo question des
tertres sons chombre mégoli thique. Lo présence de multiples caissons a incinérotion de Manio et de Crucuny, foit penser irrésistiblement a lo Léquiere et a Suoilles molgré les différences du contour extérieur.
A Manio, l'embolloge du tumulus contenait des tessons de
poterie chosséenne décorée récente (chosséen 1 A récent) et les
coissons du chosséen 1 B (West Europeon Pottery) et quelques
voses o fond plot peut-etre plus récents (chasséen 2 ou Horgenien).
Les coffres sous tumuli ronds ou ovales (de Costellic ou du St. Mi che!) contenaient uniquement de la poterie chosséenne 1 B. Enfin
le tumulus de St. Germoin (Erdeven, Morbihon) nous apprend que
les premiers dolmens a cou loir ont succédé aux coffres dons les tumuli ronds ou ovales. On n'o jomais trouvé de méto l ni de voses
caliciformes dons un tumulus sons chombre mégolithique, mois
beoucoup de dolmens o couloir possedent lo poterie sembloble o
celle de leurs prédécesseurs. 11 n'y o pos non plus de preuve formelle que l'inhumotion coll ective sous mégolithe ait fo it completement obondonner l'incinérotion individuelle en coissons. Por centre lors de lo généralisation de lo poterie de Horgen, de la construction des grandes allées couvertes et de l'introduction avec le
caliciforme du métol, les cistes étaient bien abandonnées. Elles
reparaitront sous une fo rme différente a la fin de l'age du bronze.
11 est done évident pour lo Bretogne et tres possible pour le
( 12)
pologie.
(13)
J. ARNAL: "Lo Grotte de lo Modeleine";
Voir note 4.
- 1 3a -
o poroitre
dons 1'Anthro-
[page-n-143]
12
J. ARNAL ET R. BERTRAND
Longuedoc, que le dépot de cendres d'incinérotion sous tumulus non
mégolithique o débuté ovont et s'est prolongé pendont lo diffusion du mégolithisme. Si en Longuedoc ils poroissen t ovoir duré
plus longtemps, c'est que, sur le littorol méditerronéen, l'oge du
bronze o été plus précoce qu'en Bretogne. Sur les houts ploteoux,
les tumuli simples se sont superposées oux dolmens et Jeur ont lorgement su rvécu.
-134-
[page-n-144]
ALBERTO DEL CASTILLO
IOorceluno)
Las tres capas de la cueva d(t la Mora
de 5omaén (~oria)
l.- LA CUEVA DE LA MORA DE SOMAEN Y SUS
NIVELES, SEGUN CERRALBO
Poco antes de terminar lo primera década de este siglo,_el Marqués de Cerralbo dió noticia de la existencia de la cueva de Somoén,
en cuya excavación pudo observar tres niveles o capas distintas ( 1).
Me place dedicar este trabajo a la revisión de las famosas capas,
brindándolo a lo memoria de l que fué mi adm irado y querido am igo
don Isidro Ballester, en el homenaje que en este volumen tan merecidamente se le tributa.
T rátase de una cueva de grandes dimensiones, con numerosas
galerías y simas, situada en la cuenca del Alto Jalón, perteneciente
a la villa de Somaén, en la provincia de Soria. El autor describe la
gran cámara de la cueva y dice que en la misma "ábrese a la izquierda amplia y originalfsima portada conduciendo a otro extenso
sa lón, que, por ser e l más inmediato a la boca de la cueva, y de
proporciones más acomodadas, escogerían para su vivienda los t rogloditas". En dicho lugar hal ló "restos, en multitud, de precioso y
estimadísima cerámica, que, entre las originarias, no dudo logre
de los primeros lugares por lo artística. Su técnica es igual en un
todo a la célebre de Ciempozuelos; su rareza del yeso incrustante
en la ornamentación, también se repite en la de Somaén, aunque
como excepciones, pero bastantes a concordar el procedimiento,
(1) E. DE AGUILERA Y GAMBOA, MARQUES DE CERRALBO: "El Alto
Jalón. Descubrimientos Arqueológicos", Madrid, 1909, con ilustraciones; páginas 26-36.
-135 -
[page-n-145]
2
A. DEL CASTILLO
así como la materia, que es arcilla, con las habituales primitivas
impurezas que interiormente lo mezclan con granos de sílice y
cristales de mica, tal vez intencionadamente paro dar cohesión al
borro; tienen también la mismo finura en el a specto exterior de
su pasta, su leve espesor, y aun en su gran sencillez de líneas dan
en variados... "
En cuanto al color del barro que "aunque negros son todos,
llegan o matices rojizos en algunos puntos exteriores, jamás en el
interior" . Respecto a la ornamentación "es inciso, con extraordinaria limpieza y a rte, hasta en los bordes internos" . "Los formas
-añade- fácilmente se adivinan, aunque no logré sino pedazos,
que persuaden se hermanaban .con los de Ciempozuelos, pues cotinos, vasijas atuliponodos y cuencos serían los vasos de Somoén" .
Poro Cerralbo los vasijas de Ciempozuelos, por su mayor riqueza
decorativo, son hijos de los de Somoén. "Lo decoración de éstos
- escribe refiriéndose o los de lo cueva excavado por él - se con tinúan en aquellos, pertenecen o lo m ismo escuela, y los hallados
por mí lo presentan como de la más rica y variada de este tipo,
pues aun cerrándose en uno ornamentación geométrico, casi sin
abandonar las minúsculos líneas rectas, quebrándose en multiplicados zig-zag de ángulos, y entre cuadrículas infin itos, no aplicaron
lo curvo, pues en este caso no lo es una recto que circuye un objeto
circular".
Cerralbo no hablaba de memoria ni por referencias. Había intervenido en los hallazgos de Ciempozuelos y poseía términos visuales de comparación, si bien lo estableciese ton o lo ligera, por
desgracio nuestro. ¿Empleó la misma ligereza al marcar los tres
capas en cuestión?. Veamos lo que a este propósito escribe.
"En aquello gran estancia de la caverna de Somoén, hice extensos y profundas excavaciones, que me perm itieron apreciar datos
muy importantes. Bajo uno copo de tierra que introdujese lo fre cuencia de los hombres en aquel lugar, y por siglos, ho ll é un bárbaro
enlosado, que iba con bastante declive o concluir en lo colosal y
peñascoso entrado y gigantesco salón antes descrito. Bajo esos lanchas de caliza y toba, hice cavar hasta el fondo, dando con el primi tivo suelo en Jo nativa piedra. Emprendida fa excavación con todo
cuidado, poro que en la trinchera se notasen los varios horizontes,
pude apreciar cómo dos que semejaban reproducir lo singularidad
de Altamiro, es decir, que los hallazgos más artísticos, mejor labrados y de técnica típica, se descubrieran en el piso más antiguo
-
136 -
[page-n-146]
LA CUEVA DE LA MORA (S'O't\IAEN)
3
(- 1, decimos nosotros), y que el superior (- 11 ) diese una cerá mica
de las mismas t radiciones, pero grosera en su pasta, bárbaro
su dibujo, torpe su ejecución, como si por decadente resul tara, y,
sin embargo, más moderna que la anterior; y aun otro tercer horizonte (-11 1) se descubría sobre el enlosado y en él lo cerámica
resulta negra, de lo labor más ruda y sin vestigios de adorno".
Cerrolbo se preocupó más de demost rar la tesis preestablecida
de lo decadencia cultural en lo sucesión de los niveles y de la asignación a los iberos de lo cerámica, que del estudio del propio
material. La consecuencia que extrae de la excavación y existencia
de los tres niveles es que " los trogloditas del Jalón llegaron con
algún arte, con aspecto de civilizados, y que el pafs agreste y la
salvaje vida del que llega a reducirse o nocturna caverna, y a lo
caza por recurso, y a la guerra por vocación, va perdiendo toda
ideo de lo superfluo, para sólo dedicarse o lo necesario".
¿Holló en las copas - 1 y -11 cerámico sin decorar? Nada sobemos.
De hallazgos de otro clase sólo cita "en lo capa superior, es decir,
lo neolítico más moderna", un anillo grande de cobre o bronce.
Poro él, como declamas, la cerámica de la capa más profundo
(- 1), es ibérica, contrad iciendo a Bonsor que cree céltica lo del vaso
campaniforme de Carmona (2). Se habían descubierto entonces yo
Polmello, el cotino de Burujón y e l vaso de Talovero precisamente
de su propiedad. Según Cerrolbo, la cerámica de Somaén "fué por
lorguísimos años troglodita, y esta condición pudiera darla como
originodora de cuantas semejan tes fueron hallados en España". En
su prurito de hacer de Somaén algo así como el centro del mundo de
aquello época insiste en la superioridad de la cerámico de la
copa - 1 sobre la de Ciempozuelos cuando escribe que "se advierte
ser de las más artíst icos y variados, de cuantos de este tipo se
han descubierto, aventajando en riqueza ornamental a la de Ciempozuelos". Lástima que no matizásemos mejor esta comparación
que incluye tácitamente una distinción en tre la cerámica de ambos
estaciones a diferencia de la igualdad absoluta que hemos visto
la asigno en otros ocasiones.
Todo esto en cuanto a la publicación en cuestión. Por otro
parte, gracias o la amabilidad de lo Directora del Museo Cerrolbo,
doña Consuelo Sanz-Pastor de Piérolo, he podido últimamente con-
(2) G. BONSOR: "Les colon ies ogricoles pré- romolnes de lo vollée du Bétis",
Revue Archéologique, t. XXXV, Porís, 1899.
-137-
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4
A. DEL CASTILLO
sultor el original inédito Páginas de lo Historio Patrio, del propio
Marqués de Cerrolbo, que guarda dicho Museo. El volumen 11 llevo
el título de Neolíticos y en el mismo describe lo "Cueva de lo Moro",
que tal resulto ser lo denominación de lo de Somaén. En el original
mecanografiado se especifican ciertos detalles que no constan en el
mencionado publicado estudio. Así sobemos que el nivel superior
(-111) medía 0'30 m. de espesor y que su cerámica era tosco, pero
no "sin vestigio de adorno" sino que está decorado con cordones
en relieve y que es de color pardusco y de paredes gruesos. Que lo
del nivel medio (- 11 ), que va hasta los 0'50 m. es de "color pardo
crudo, más salpicada de granitos de sí lice y mica" y está decorado
con incisiones profundos. Insiste en su adscripción o los especie~
del vaso campaniforme en uno fose degenerado. En cuanto o lo cerámico del nivel inferior (-1) lo describe como de "color negro, posta
fino pero con más impurezas de mico, o veces brillante y en mayor
número en su in terior". Sus formas "se hermanan con los de Ciempozuelos, pues serían también platos, vasi jas o tuliponodos y catinos". T ombién lo decoración es "compañero de Ciempozuelos". Es
"inciso y geométrico, siempre cerrado en líneas rectos, aunque minúsculos y voriodísimos, que se quiebran en ángulos en multipli cados zig-zag y cuodrículos sin número, no aplicando jamás las
líneas curvos".
11.-FALSA INTERPRETACION DE LOS NIVELES
Cuando en 1928 publiqué mi primer estudio general de lo
culturo del vaso campaniforme (3), formé con lo cueva de Somoén
el Grupo de l Sistema Ibérico Central, en el que incluí los dos vasos
o urnas de Molino de Goroy y los fragmentos incisos de lo Cueva
Superior de lo Miel, de Prodillo, en Jo provincia de Logroño. Yo
ve• emos cómo tiene lo cerámico de estos últimos estaciones cierto
relación indirecto con los motivos de los especies del vaso campaniforme. Por su porte, Bosch Gimpero, cuatro años después, tomaba
asimismo lo cerámico de Somoén como típico del vaso campani forme, haciéndolo llegar igualmente hasta Logroño (4).
(3) A. DEL CAST ILLO YURRITA: "Lo cultu ro del vaso campaniforme.
(Su origen y extensión en Europa}", Barcelona, 1928, pógs. 57-59, lóms. XXVI,
XXX - XXXIV.
(4) P. BOSCH G IMPERA: " Etnología de lo Penrnsulo Ibérico", Barcelona,
1932, pág. 77.
- 1 38 -
[page-n-148]
LA CUEVA DE LA ~lORA (SO~IAEN)
S
En un estudio posterior mío (5) y también en el capítulo correspondiente a estos materias en lo Historio de España que dirige
don Ramón Menéndez Pidol (6L conservé el mismo grupo del s:s ·
temo Ibérico Central, si bien constituido por los estaciones sorianos
de lo Cueva de Somoén y Villor del Campo, dada esto último o
conocer por Mortínez Sonto-Oiallo (7), descartando, siguiendo
a este autor, los de Molino de Garoy y la logroñesa Cueva de lo
Peño de lo Miel, que relacionábamos con la invasión céltico procedente, probablemente, de tierras renonos.
En ambos trabajos míos por un igual recordábamos lo existencia de los tres niveles observados por Cerrolbo en lo Cueva de la
Moro de Somaén. Siguiendo su descripción aceptábamos como pertenecientes directo o indirectamente a las especies del vaso campaniforme los fragmentos hollados en los copos - 1 y - 11 . "Lo importancia del hecho de la existencia de dos niveles distintos con vaso
campaniforme distinto -decíamos entonces- salto o lo visto". Y
añadíamos: "demuestro realmente no sólo lo pluralidad de estilos
dentro del vaso campaniforme y lo sucesión de los mismos, sino lo
duración en un punto determinado de lo culturo de que trotamos.
Cabe estudiar ahora qué vasos a especies pertenecen o una de los
estilos y etapas en los distintos grupos hispánicos, trabajo éste que
se hallo por hacer". Y todavía insistíamos más adelante en lo importancia de lo Cueva de la Moro, de Somoén, asegurando que merecía
"nuestro mayor atención desde todos los puntos de visto. El estudio
minucioso de su estratigrafía y de los fragmentos hollados en codo
uno de los copos con vaso campaniforme, puede ser lo clave que nos
aclare muchos de los puntos oscuros que en el desarrollo de nuestro
cu lturo existen en la actualidad" (8).
Basándose en este orden de cosos estableció Bosch Gimpero su
sistema de foses sucesivos de vaso campaniforme (9), sistema coin-
(5) A. DEL CASTILLO: "Cronología de lo culturo del vaso campaniforme
en lo Penlnsulo Ibérico", Archivo Español de Arqueología, l. XVI, núm. 53, Madrid, 1943, pógs. 403-406.
(6) A. DEL CASTILLO: "El Neoeneolítico", en vol 1, porte IV, del t. 1 "Españo Prehistórico", de lo "Historio de España", dirigido ¡;or R. Menéndez. Pidol.
Madrid, 1941, pógs. 624-626.
(1) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Cerámico inciso y cerámico de lo
culturo del vaso campaniforme en Castillo lo Viejo y Asturias", Anuario de
Prehistoria Modrilel'lo, vol. 1, Madrid, 1930, págs. 109-111, 16m. IX.
(8¡ A. DEL CASTILLO: Op. cit. en noto 5, pógs. 104-405.
(9) P. BOSCH GIMPERA: "The types ond chronology of Western Europeon
beokers", Mon, vol. XL, 1940.
-139-
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6
A. DEL CASTl LLO
ciden te con el que yo por mi porte había ido construyendo, coincidencia que no puede extrañar puesto que tenía el común fundamento
de las dos copas inferiores de la cueva soriana en cuestión. El Marqués de Cerrolbo por mi mediación indujo o error o Bosch Gimpero,
sufriendo yo también el mismo despiste. "Especial interés -dice
Bosch- tiene lo estratigrafía de la cueva de Somaén en el este de
Castilla (provincia de Soria: en el valle del Jalón, camino natural a
través de lo cordillera Ibérica hacia Aragón, Cata luña y Valencia) .
Allí aparece el primer estilo en el estra to más hondo. El segundo
estilo, evolución con menos pura interpretación de los motivos precedentes, predomino en la capa media, mientras en lo superior lo
cerámica es lisa, de carácter de transición a la del Argor, asociada o
una hacha plana de bronce" ( 10).
Con independencia a las conclusiones prácticamente comunes
de Bosch Gimpera y mías, Martínez Santa-Oiallo había establecido
por otro lodo, fijándose especialmente en la formo de los fondos de
los vasos, un desarrollo del vaso campaniforme expresado también
en fases (11 ). Su sucesión ero o lo inverso, pero ello no hoce aquí al
coso, máxime habido cuen to de que luego lo ha rectificado. Pero me
intereso hacer constar en honor a lo verdad que hasta mucho tiempo después de aparecidos los mencionados P.studios ignoré en absoluto la existencia del trabajo de Mortínez Sonta-Oialla y lo mismo le
sucedió, según manifestación particular propio, a Bosch Gimpero.
Me in tereso hacer constar, digo, este hecho por cuanto fué públicamente interpretado por el eminente arqueólogo en un sen tido muy
distinto a la realidad. Mas estas son cosas que pertenecen al pasado
y allí deben quedar arrinconados para o lvidadas.
No ero culpable de lo que Mortínez Son to-Oialla me achacaba,
puesto que no tenía entonces noticia del resultado de sus investigaciones, pero en cambio lo era sin proponérmelo del error de mi antiguo maestro por precipitación en exponer e l panorama de la cueva
de Somoén. Como no creo que deshonre confesar noblemente las
propias debi lidades, confieso que, ante las dificultades por examinar
en aquel momento de cerco el material de la cueva en cuestión, me
contenté con la descripción del Marqués de Cerralbo y con el estudio
(10) lbid. pógs. 6 y siguientes.
( 11) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Origen y cronología del vaso campaniforme", Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnogrofío y Prehistoria, XIV, Madrid, 1935, pógs. 257-259.
-140-
[page-n-150]
LA CUEVA DE LA ~lORA (SO~IAEN)
7
de los fragmentos en las láminas de la publicación de referencia, más
que defectuosas por cierto. Y de aquí procede el entuerto. Mas siendo
de prudentes rectificar, lo hago gustosamente, no tanto por enmendar un yerro propio cuanto para no inducir a otros en nuevos errores.
111 .-LA REALIDAD DE LAS TRES CAPAS
DE LA CUEVA DE SOMAEN
He tenido recientemente oportunidad de examinar en porte el
material cerámico de la Cueva de lo Mora que, de la colección Cerralbo fué o parar al Museo Arqueológico Nacional. Lo que otrora
no me fué posible hacer, y no por falta de empeño, he podido
rea li zarlo parcialmente ahora. Pecaría de ingrato si no hiciese constar mi reconocimiento por las facilidades que me han sido dadas
por la Dirección y personal de dicho Museo, dentro de la medida de
las circunstancias que atraviesa. Ahora sé lo que contienen las
copos de la cueva de Somaén. Pocas sorpresas mayores he tenido
en mi vida de investigador.
Debo manifestar en primer lugar que los fragmentos no llevan
indicación alguna de la pertenencia a uno de los tres niveles seña·
lados por Cerralbo. Hay tan sólo la asignación general de procedencia, Somaén, y el número correspondiente a cada uno de los
fragmentos . Para su adscripción a los estratos en cuestión tenemos
que recurrir a la descripción del autor, tanto en su citada publicación
como en el aludido texto inédito. Las fotografías de este último son
más servibles que las molas reproducciones de las mismas que en
fotograbado figuran en aquello ( 12).
Cierto que no he podido estudiar todo el material. Parte de él
está todavía encajonado en el Museo Arqueológico Nacional. Seguramente no ha de tardar en ser puesto al alcance de los investi gadores. Pero lo que me ha sido posible tener en mano es lo sufi cientemente e locuente para hacerse idea del conjunto.
Cabe hacer una primera pregunta. ¿Existieron realmente en la
Cueva de la Moro las tres capas de que nos habla Cerralbo? Dada la
época en que se realizó la excavación la observación es obligada.
Tampoco el ilustre estudioso operaba con lo metodología actual. A
pesar de ello no consideramos prudente borrar lo que entonces se
anotó. Con estas salvedades admitiremos los tres niveles en cuestión.
Veamos ahora cuál es su realidad.
{12)
E. AGU ILERA Y GAMBOA: Op. cit. en noto 1, págs. 30, 33 y 35.
- 1 41 -
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8
A. DEL CASTILLO
Capa inferior o - 1. (Lámina 1).-Los fragmentos hollados en
lo copo inferior, más profundo, o -1, pertenecen o cuencos (lámina
dicho, números 2 y 6 ) y cazuelas (lo mismo lámina, número 1, 3
y 4) . Por excepción uno, o mejor dicho dos juntos de ellos, señalan
un vaso campaniforme (lámina citado, número 7) . Lo pasto es de
color gris o pardo negruzco, con poco mico, muy compacto y de excelente cod1ur•J. Algunos son pardos más cloros. Alguno vez lo coro
exterior es negruzco y lo interior pardusco. El pulimento es generol. Muy poco frecuente lo pasto blanco. El grosor corriente de los
paredes es de 0'005 m.
Lo decoración es rico, si bien los motivos se reducen o muy
pocos. El principal lo constituyen zonas de líneas horizontales paralelos, en número de uno o tres, cruzados por royos normalmente
inclinados, formando uno especie de tramo o cañamazo (figuro 1,
números 5, 8 y 9). A veces estos zonas tienen dirección alterno en
el sentido de los royos inclinados. Le siguen en importancia zigzós
continuos en positivo conseguidos por el mordido del borro por
medio de uno punto o quizá mejor por el apretado de un cuño
(figuro 1, número 11) . Otro motivo importan tP son hoyos redondos muy juntos formando líneas (figuro 1, número 1) generalmente dobles con alternancia de los hoyitos, lo que produce uno impresión de zigzós en positivo (figuro 1, núm~ro 2) . En algún coso
lo alternancia se hoce montando los hoyos de uno línea sobre los
de lo contiguo, formando uno o manero de cadenilla (figuro 1, número 3) . Motivo principa l son también grupos de lineas horizontales paralelos en número hasta de uno doceno.
De empleo secundario son estos mismos líneas horizontales
paralelos en número de dos o tres poro separar zonas principales
(figuro 1, número 4). Digno de tenerse en cuento es lo alternancia
de royitos verticales produciendo sensación de zigzás o me jor meandros en positivo (figuro 1, número 6) . Motivos secundarios son osimismo los lineas de ángulos verticales; los de triángulos o ángulos
abiertos, rellenos con royitos verticales (figuro 1, número 13), los
lineas de triángulos resultantes del mordido del borro con uno punto
(figuro 1, número 1O) y los líneas horizontales sencillos atravesados
de royitos verticales, o modo de espino (figuro 1, número 7) .
Hoy que señalar lo frecuencia de decoración en lo porte superior de lo coro interno de los cuencos y cazuelas. Aunque en algún
coso se repiten motivos de lo coro exterior, lo general son líneas
-
142-
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LA CUEVA DE LA MORA ( SOMAEN)
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. . . . . . . . . . 10
Fig. 1.• . -Cueva de Lo Moro (Somoén).- Principoles motivos decorativos de lo cerámico de lo copo inferior (-1} .
3
••.•.•.•.•.•.
1
Fig. 2.•-Cue vo de lo Moro (Somoén).-Principoles motivos decorativos de lo copo
medio (-11).
-
143 -
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10
A. DEL CASTILLO
paralelos en zigzós, comunmente cinco en número (lámina 1, número 2; figuro 1, número 12).
El procedimiento es siempre lo línea liso, sin que existo .en
absoluto el puntillado. Lo incisión es profundo, dándose cloro osimismo lo excisión.
Los zonas con sus motivos principales y secundarios se suceden
sin interrupcción hasta el lími te del campo de decoración . Por
excepción en algún coso se emplean zonas estrechos de lo superficie del vaso.
Los fragmentos identificables como cuencos dejan en t rever lo
decoración de los fon dos, que es cruciforme. Así, pues, los paredes
hasta determinado altura, que podemos calcular en su tercio superior, los fondos y lo porte cercano al borde en los in teriores son
objeto de decoración en estos vasijas.
En cuan to al fragmento (mejor dos fragmentos unidos como
hemos dicho) de vaso campaniforme (lámina 1, número 7) es de
borro de similares característicos, diferentes sólo en el color pardo,
mÓ!i cloro que de costumbre. Pertenecen a l fondo, que es plano
con paredes abiertos, indicando uno panza redondeado. Lo superficie plano del fondo está exento de decoración. Puesto el fondo
boca arribo se ve el círculo o disco del mismo limitado por dos
circunferencias, uno de paralelos formados por royitos oblicuos
en uno mismo dirección y otro de estos mismos royitos oblicuos
P.., doble línea convergente (figuro 1, número 14), morco inferior
del motivo principal de lo zona constituido por tres líneas porolelas de zigzós (figuro 1, número 15). Lo técnico es lo incisión.
Otro línea de royitos formo el morco de lo zona en lo porte superior.
Cupo medio o - 11. (Lám ina 11 , números 1 y 2).-EI panorama
cambio clorísimomente en lo segundo copo o - 11 . Los fragmentos
que hemos tenido ocasión de estudiar pertenecen o vasi jas de
g ran tamaño. No podemos referirlos o forma s determinados, a unque probablemente, algunos por lo menos, parezcan pertenecer o
t inajas o urnas. Son de borro pardusco o negruzco, mol cocido, sin
pulimento, de notable grosor, (0'008 m. término medio) . Los
motivos decorativos son distintos también. El más frecuente
casi general, son los bandos en z.igz.ós de lo superficie del vaso,
rt>llenondo los triángulos resultantes con royos incisos de onclio
y profundo surco, que pueden ser verticales u oblicuos (figuro 2,
número 5). Este es así mismo el relleno entre los citados bandos.
-
144-
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LA CUEVA DE LA, MORA ( SOtviAEN)
11
Lo decoración termino en este coso, tras lo segundo bando, en
Cf"llgontes formados por royitos verticales, esto es por el mismo
motivo que relleno el espacio entre dos bando$, pero que aquí
quedo colgante constituyendo un a modo de fleco que cierro el
.:ampo decorado (figuro 2, número 5). Encabezan lo decoración
(hacia el borde por lo tonto), motivos de ütro tipo. En uno ocasión dos líneas paralelos formados de medios círculos profundos,
motivo que podríamos denominar de "acueducto" (figuro 2, número 5). En otro ~cesión se troto de líneas verticales, también
or>chos y hondos, alternando los de la zona superior con los de
la inferior (figura 2, número 1) .
Otro sistema lo ofrecen bandos de lo superficie del vosoc enmorcados por ángulos con los vérti ces hacia f uera y correspondientes los de ambos lodos o marcos, es decir, e l superior y el
inferior (figuro 2, número 4). El espacio interior se rellena en
otras ocasiones con un entrecruzado de líneas oblicuas en ambos
d'rP.cciones (figuro 2, número 3). A su vez, ambos zonas, se alternan (lámina 11, número 2).
Otros motivos son los triángulos bajo el labio del borde, rellenos de rayas oblicuos, sin que existo otro elemento decorativo en
estos cosos (figuro 2, número 2).
No cabe pensar, como lo hizo literariamente el Marqués de
Cerrolbo, en una degeneración de la cerámico de lo capa anterior.
~e trata de un mundo nuevo, que tiene sus inmed iatos paralelos
en ciertos ejemplares del nivel inferior de Numoncio, en el cercano
Molino de Goray y también en los cuevas burgalesas.
No podríamos negar, sin embargo, cierta dependencia en muchos de los motivos respecto o los del ámbito del vaso campaniforme . Pruebo de ello es que las urnas del Molino de Goroy fue~
ron induídos dentro de aquel ambiente ornamental. El problema
escapa, no obstante, del objeto del presente trabajo, ya que fuero
d':' e~tos coincidencias o supervivencias, todo lo demás, esto es,
borro, formo y tamaño, son extraños o los especies del vaso campan iforme y tampoco podríamos afirmar ni mucho menos que lo
dependencia se hubiese establecido en el suelo hispánico.
Capa superior o - 111. (Lámina 11 , números 3, 4 y 5).- EI panorama vuelve o alterarse en lo copo superior o - 11 1. Los frag mentos pertenecen también o vasijas grandes de cuellp relativamente alto, más o menos caído, y panza abultado. Son de barro
tosco, con mucho mico, de color pardusco o negruzco, negro en
-
145-
[page-n-155]
12
A. DEL CASTILLO
lo cara interior. El grosor medio de fas paredes es de 0'01 m. Parecen tener engobe y en todo caso cuentan con pulimento tosco. Uno
de ellos, perteneciente tal vez a una vasij:~ honda, muestra mamelones espaciados bajo el borde. En otro el borde es ondulado,
recordando las urnas del Castejón de Arguedas, en Navarra.
Tal es lo que dan fas famosas tres capas de la cueva de Somaén. Veamos ahora cuál es su posible asignación y qué consecuencias pueden sacarse de la m isma.
IV.-IDENTIF ICAC ION DEL MATER IAL DE LOS TRES NIVELES
Capa inf erior o -1.-Cerralbo asegura la identidad absoluta
de las muestras de la capa inferior o - 1 con las de Ciempozuefos.
Tal identidad no existe. Se reduce a una similitud en ciertos casos,
sobre todo en el fondo del vaso campaniforme, que aun así y todo
es plano y presenta además el motivo de royitas en las lineas que
enmarca el principal del z igzás, que no hal lamos en Ciempozuelos,
aunque sí los zigzós, ton característicos en aquella necrópolis.
El enlace con Ciempozuelos lo ofrecen las líneas paralelas de
zigzás de este vaso y de las caras interiores bajo los bordes de los
cuencos y cazuelas, ornamentación que se da exactamente en la
referido necrópolis.
Similares son asim ismo la calidad, el color y e l pulimen to del
borro. Todo lo demás cae dentro de un ambiente distin to, del de
la incipiente cerámica excisa y tiene sus paralelos más próximos
en los numerosas estaciones de la misma provincia de Sorio, tales
como El Ata layo, Montuenga y Villar del Campo, y de la provincia
de Guodalajara, así El Rebollar y Anguito, a lguna de las cuales
por lo menos, concretamente El Atalayo, ha suministrado además
muestras idénticos a los de lo segundo capa o -11 del Somaén.
Tal cerám ica continúo, con gran abundancia también, en la provincia de Madrid, en Las Carolinos, aquí con los conocidos ciervos
y soles incisos, y en los d iversos areneros de orillas del Manzanares.
En una palabra, todo parece ind icar que los fragmentos de este
ni_ se ha llan en situación de sucesión respecto a Ciempozuelos
vel
y lo cerámico campaniforme de este tipo. Dentro del ámbito de
esta primero cerámica exciso que esta copo del Somoén represento,
podrían establecerse diferencias estilísticas en las mú ltiples estaciones con cerámica seme jante en el centro de España, labor que
-
146-
[page-n-156]
LA CUEVA DE LA MORA (SOMAEN)
13
no vamos a realizar aquí. Lo esencial es que la capa de referencia
no concuerda exactamente can Ciempozuelos y que en cambia
resulta ser preludio de la cerámica excisa. Sin embargo, el nexo
entre ambas estaciones es tan evidente que no creemos sea aventurado sospechar que la capa -1 de Somaén deriva de Ciempozuelos.
Tal afirmación trae consigo una consecuencia. La cerámica
excisa de este tipo, que cubre materialmente el suelo hispánico
desde la cuenca del Ebro a las del Duero y Tajo, no tendría, como
pretende Martín Almagro '( 13), origen ultrapirenaico sino que se
originaría en España misma a consecuencia de la cerámica incisa
campaniforme tipo Ciempozuelos.
En segundo lugar y relacionado con este resultado sería la consecuencia lógica de que tal cerámica excisa no puede ser atribuido
a uno invasión céltica, como quiere el propio arqueólogo. Por el
contrario la presumible antigüedad de lo misma en el centro de
España y su abundancia, muy superior o cuanto conocemos más
alió de los Pirineos, abogan por la negación de la idea de Almagro. Con lo invasión o invasiones célticas puede identificarse
otra clase de cerá mica excisa, la del Roquizal del Rullo, El Redal,
Las Cogotes y aun parte de lo que los areneros madrileños sumi nistran . Disiento, pues, de la opinión de dicho prehistoriador. Creo
que confunde a quizá mejor, engloba, la cerámica excisa de la
cultura de los túmulos de la Edad del Bronce, cuyo desarrollo suele
fijarse desde el Bronce Medio europeo hasta el Hallstatt tardío,
tan abundante en el grupo occidental o renano de esto cu ltura, con
esto otra cerámico exciso más primitivo y en cuyo decoración no
aparecen, como en lo francesa (Baume Longue y Grotte Nicolas),
meandros ni motivo alguno que nos indique un contacto con lo
hallstóttico. "La decoración excisa -dice-- en la cerámica sólo
se usa con abundancia en la Edad del Bronce desde Alsacia hasta
Baviera; extendiéndose luego en la época del Hallstatt hacia Occidente y España, donde, sin embargo, no posa la línea del Tajo".
Aún insiste sobre este punto cuando escribe: "Todavía no nos es
bien conocido el desarrollo de la cerámica excisa, tenida en infinidad de casos, siempre que aparece fuera de la Alemania meri dional, como espécimen característico de la cultura de los Tú( 13) M. ALMAGRO BASCH: "Lo España de los invasiones célticos" , p6g. 3
Y siguien tes del vol. 11 del tomo 1 "España protohistórico" de lo "Historio de
España" dirigido por Ramón Menéndez Pidol, Madrid, 1952.
-
147-
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14
A. DEL CASTfLLO
mulos y de lo Edad del Bronce, lo cual es un error que conduce
o fuertes equivocaciones al clasificar etnográfico y cronológicomen te los yacimientos" ( 14). Suscribo estos palabras de quien
con tonto afán y provecho viene estudiando desde largos años la
llamada cultura hallstáttica en cuan to o la cerámica tumular se
refiere, pero no podría hacerlo en lo que concierne a la cerámico
excisa cen troespañola ligada al vaso campaniforme tipo Ciempozuelos, que no puede colocarse en modo alguno en lo época hallstóttica tal como tendríamos que reconocerlo si aceptásemos las
ideas de Almagro. Paro mí la cerámico excisa de la clase que nos
ocupa es distinta y anterior o esta otro relacionada con la cu lturo
de los túmulos y de los campos de urnas, cuyo clasificación escapo
por comp!eto o lo finalidad de nuestro estudio.
Diferente puede ser el coso de la cerámico excisa del centro de
Francia, como la del departamento de lo Lozere, cuyo entronque
con el vaso campaniforme del occidente de Alemania parece asegurado por la presencia del sistema decorativo, en el cual figuran
motivos metópicos. Pero el desarrollo o perduración de lo cerámico
excisa en el centro y sur de Francia duran te el Hallstatt no parece
fac tible en esto otro del centro de España, por lo menos en el estado actual de nuestros conocimientos. Tal estado de conocimiento
mejor sería decir de desconocimiento, nos impide sacar ulteriores consecuencias. Queda cloro, sirr embargo, la relación en t re
Ciempozuelos y lo copo - 1 de Somaén en el sentido de dependencia
de la segundo respecto a la primera, lo que a su vez significo independencia de lo cerámi ca excisa de la copa - 1 de Somaén con
referencia a lo invasión céltica o celta-ilírico de los campos de
urnas, a la que hay que atribuir, como por ot ro porte propone
Almagro, lo cerámica exciso de las citadas estaciones asignables
a la época hollstáttica, toles como Roquizol del Rullo, El Redal,
Las Cogotes, etc. Ignoramos la relación que en tre ambas pueda
existir, lo mismo que la que pudiera establecerse entre ciertas
formas similares del centro de España y Francia, como lo de barreño o plato cónico hondo, que en España suele estor decorada,
por ejemplo en el Arenero de Praeno, con lo técnico llamada
de l Boquique, secuencio probable del puntillado del vaso campaniforme. Ignoramos sobre todo qué nexo o parentesco puedo existir
( 14)
M. ALMAGRO: Op. cit., p6gs. 12 y 121.
-
148-
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LA CUEVA DE LA MORA (SOMAEN)
15
entre lo primero cerámico exciso que contiene el nivel -1 de lo
cueva de Somoén y lo clásico cerámico exciso del occidente de
Alemania, centro y sur de Francia, que bien pudiera ser más estrecho y trascendental de lo que hoy pudiésemos sospechar. Por
todo ello no podemos sacar, de momento, más consecuencias que
los propuestos.
Copo medio o - 11.-Todovío es más desconsolador poro lo
sucesión de los foses del vaso campaniforme, tal como proponíamos Bosch Gimpero y yo, lo realidad de lo copo medio o -11. Lo
cerámico de este nivel no tiene relación, directo por lo menos, con
el vaso campaniforme, ni siquiera con lo cerámico exciso de lo
copo - 1 Pertenece al ambiente de los campos de urnas y no pode.
mos tomarlo en consideración poro establecer, como equivocadomente hicimos, cualquier comparación con el vaso campaniforme.
No insistimos, pues, sobre este extremo.
Copo supe rior o -111.-Con mayor motivo el material de lo
capo superior o -1 11 , que intereso al mundo hollstáttico. Ambos
copos pueden servir paro el estudio de esto época, que no es de
nuestro especialidad y que ha sido examinado en detalle por Bosch
Gimpero, el propio Almagro, Moluquer y otros.
V.-CRONOLOGIA
Si admitimos que lo cerámico de lo copo inferior o -1 de lo
cueva de Somoén es consecuencia del vaso campaniforme tipo
Ciempozuelos, establecemos uno diferencio ::ronológico entre Ciempozuelos y Somaén o favor de lo primera. Con ello cae por su base
lo cronología relativo que Bosch y yo propusimos poro Ciempozuelos apoyándonos en aquel nivel del Somoén. Por otro lodo, si ocepmos los ideos de Almagro sobre lo cerámica exciso, que tácitamente
comprenden lo de esto copo -1 en lo culturo de los urnas, puesto
que incluye en dicho culturo lo cerámico exciso sin excepción, de
los alrededores de Madrid, de lo cual bueno porte de lo de Somoén
no se diferencio, situaríamos lo copo inferior o - 1 de Somoén en el
Hollstott C-D, esto es, entre el 800 y el 600. Tal cronología resulto
a todos luces insosten ible, máxime teniendo en cuento que este
nivel suministro, como sobemos, un vaso campaniforme muy cercano en estilo y por tonto en tiempo de los vasos de lo necrópolis
de Ciempozuelos.
Carecemos de términos sólidos de referencia y comparación
-149 -
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16
A. DEL CASTILLO
para fechar exactamente esta cerámica. A título provisional de
ensayo podríamos situarla, en su comienzo por lo menos, dentro
del Bronce Inicial europeo, esto es, entre el 1850 y el 1600. En
todo caso, si los niveles de la Cueva de la Mora, de Somaén, no nos
engañan, tiene que ser anterior al Hallstatt representado en los
capas -11 y - 111. Ya hemos indicado que sería factible establecer
estilísticamente, o falta de elementos más firmes, uno sucesión
de esto primera cerámica excisa. Pero no cabe hacerlo aquí. Dos
motivos nos inducen a nuestra sospecha. Por una parte su cercanía
a l vaso campaniforme, tanto del tipo Ciempozuelos o continental,
como del costero, un fragmento del cual aparece en El Rebollar,
estación hermana de la cueva de Somaén . Por otro parte la misma
cronología, poco firme ciertamente, de la cerámica excisa tumular que, como es sabido, se desarrollo sobre todo en el Bronce
Medio y Final europeos y que no parece entrar en la península
hasta un momento avanzado de lo época del Hallstatt. No podríamos hacer llegar el vaso campaniforme, ni siquiera en sus últimas
manifestaciones, hasta los siglos VIII y VIl en que en Andalucía
florecen los colonizaciones, n i separar esto primera cerámico exciso
del vaso campaniforme tipo Ciempozuelos con el cual está ínti mamente relacionado.
Para terminar. Es posible que la copa inferior o - 1 de lo cueva
de Somoén deba ser utilizada en conexión con un momento muy
avanzado del vaso campaniforme en general. No en todo coso,
conforme lo habíamos hecho, como punto de apoyo para el establecimiento de foses en su pleno desarrollo, no sirviendo la copa
-11 poro nada que al vaso campaniforme se refiero concretamente,
ya que, al igual que la capo -111, debe caer dentro de la época llamado hollstáttico.
Ahora no nos quedo sino esperar que Cerrolbo dejase testigo en
lo cueva y puedan comprobarse las capas que señala y han motivado el presente estudio.
-150-
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CASTILLO. -Lo Cue va de Somoén.
Cueva de Lo Moro (Somoén).- Cerómico del nivel inferoor ( -1).
(T. ligeramente reducido).
LAM. 1
[page-n-161]
CASTILLO. -Lo Cueva de Somoén.
Cueva de Lo Moro (Somoén).-Cerómicos de los nivei.?S medio (- 11). núm. 1 y 2 ,
y superior (- 111), núms. 3, 4 y S.
LAM. 11
[page-n-162]
Af-'ONSO DO PA<:(O e M.a LOURDES COSTA ARTHUR
Ca5tro de Vila Nova de 5an Pedro
!V.-Sementes pre-historicas de Linho
Em trobolhos anteriores dissemos que nos .escovo~oes arqueológicos do Castro de Vilo Novo de S. Pedro se tinf'>o encontrado trigo,
cevodo, fovo, linho e baloto ( 1), sem que s¿ tivesse dado conhecimento de todos os estudos loborotoriois que sobre tois semen tes préhistóricos reolrzou o Exmo. Engenheiro-ogrónomo A. R. Pinto do
Srlvo, o quem nos oproz, mois umo vez, manifestar o nosso reconhecimen to.
A componho de 1945, no referido castro, foi quosi todo conduzido pelo soudoso Pe. Eugénio Jolhoy (2).
Nos anos anteriores tinho-se escovodo o zona habitado a roda do
chamada reduto cent ral, que entáo se montinho quosi intacto.
No porte SW. deste, em local onde hovio terros negros que fica rom dos trobo lhos de 1937 e 1938, resolveu-se procu rar o contorno
do que se julgovo o murolho- exterior do morro, oindo mo l defen ido
nos primeiros anos de escavo~oes.
Encontrorom-se entao uns restos de paredes, de pequeno a ltura,
( 1)
(2)
A DO PA<;O e M. DE L. COSTA ARTHUR: "Co.stro de Vilo Novo de S. Pedro":
"1.-15.• Camponho de escovo~oes (1951)", Brotéria, vol. LIV, fose. 3,
Mor~o de 1952, Lisboa, 1952.
A. DO PA<;O e M. DE L. COSTA ARTHUR: "Castro de Vilo Novo de S. Pedro" :
"111.- Perfis de bordos de vasos nao ornamentados", O Instituto, vol. 115,
Coimbro, 1952.
A. DO PA<;:O: "Castro de Vilonovo de S. Pedro: './1.--Componhos arqueológicos de 1943 o 1950", Arqueología e Histório. vol. 111, Lisboa, 1953.
-
151 -
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2
A. DO
PA~O
E M. L. COSTA ARTHUR
que os trobalhos agrícolas e outros teriam em grande parte destruido.
Duas delas formavam uma espécie de galería, por seguirem
urna oo lodo da outro, e o 25 de Junho diz Jolhay no diário:
"A construc;ao encontrado nos dios anteriores está o dar
"multas surprezos. Ao fundo do galería comec;ou o apo"recer de monha umo espécie de "poc;o" que entra poro
"dentro do morro.
"A tarde encontrou-se mois poro dentro um orco de borro
"omossodo e alisado ... Dentro desse "poc;o" comec;ou o
"aparecer espólio variado e rico : locos grandes, punc;
"de osso, etc."
No dio seguinte acrescente:
"Ao fundo do galería encontrado há dios, no "poc;o" on" te m identificado, oporeceu um punhado de pequen as
"seme ntes incorboni:Eodas. Nao sei o que será. Recolhe"ram-se todos num envelope o porte. Até agora oindo niio
"aporeceram semen tes des tos".
• • •
Durante a componho de '1952, depois de termos constatado o
existencia, no porte inferior do morro central, de uma camada arqueológico do Bronze Mediterroneo 1 ou Bronze 1, multo rico em
espólio, e de restos de um sistema de murolhos postas a descoberto
nesse ano, e no anterior, bem como um grande forno de cozer louc;o,
quizemos reconhecer se o mesmo camada arqueológico se moni festova por deboixo dos poreditos ossinaladas por Jolhay, e de fac to
verificamos que ossim ero.
O d iário de 1945 fa lo-nos aindo de "cinzeiros" encot1trados aquí
e além, na camada inferior, com mo ior ou menor profusiio de objectos.
Depois das observoc;oes que tivemos possibilidode de fozer no
ano findo, tois "cinzeiros" nao sao, no malaria dos casos mais do
que o camada arqueológica dos primeiros pavos que habitorom o
castro.
Ora como os sementes de linho se encontrovom na base das
paredes acima referidos, portento no porte superior do camada
arqueológico, deve ter-se dado quolquer fenómeno extroordinário e
violen to que provocou a derrocada que parece estar ossinolodo oq•Ji
-
152 -
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CASTRO DE VILA NOVA DE SAN PEDRO
3
e além por vários destro~os, ent re os qua is os de ceramica com sementes de permeio.
Náo julgamos de admitir um período em que o castro estisse
d~sabitado, entre o desaparecimento de uns pavos e a vinda de
outros. Este hiato, se tivesse existido, estaría certomente vincado
por uma camada de terras vegetais, coisa que nao se nota.
Poderío também pensar-se que as destrui~oes resultassem de
um incendio ou de um abolo sísmico, mas a oc~ao vioJenta de gentes
invasoras, com a mesma civiliza~ao, parece coisa mois de admitir.
As sementes recolhidas em 1945 foram entregues poro estudo
oo ilust re cien tísta acima referido, da Es ta~ao Agronómica Nacional,
que sobre e las elaborou o seguinte relato:
"A forma das sementes incarbonizadas que me foram
"confiadas nao deixa dúvidas de que se trata de uma
"espécie de Jinum.
"Uma análise mais demorado permi te concluir:
"a) As referidas semen tes nao pertencem a nenhuma
"das espécies ci todas de Portugal como espontaneas.
"Nüo süo, portento, de Linum hispan icum Mil i. ( =
"L. ang ustifolium Huds). Esta e out ras espécies es" pontaneas possuem sementes de dimensoes acen"tuadamente menores.
"b) Pertencem a uma das espécies cultivadas ainda ao
"presente no nosso País, isto é, ou oo Linum humi"le Mili. ou ao L. usitotissimum L. Aceitando o cri"tério de Rothmaler ( 1944) (e embora este autor
"cite o testemunho de Ebn- EI -Awan no que res"peito a linhos de cápsula indeiscente, que por tal
"caracterfstica poderi am filia r -se em Linum usitatis"simum como cul tiva dos jó em Esponha no séc X II)
"é muito provóvel que as sementes em questüo per"ten~am antes ao Linum humile Mili ., espécie em
"que se filiam os linhos tradicionais portugueses
"(l inhos mouriscos e linhos galegos) e nao o Linum
"usitotissimum que oquele autor supoe ser de recen "te in trodu~ao no nosso País (3).
(3)
O Sr. Prof. Dr. CARLOS TEIXEIRA comunicou-me umo amostro de línho encontrado em Conimbrigo, num vaso de borro, em Setembro de 1945, cujo
estado de lncorbonizo~oo ero semelhanre oo ele Vilo Novo de S.Pedro.
Focto noróvel é que os graos deste linho sao bastante moiores (4-4'5
mm.) do que os de Vilo Novo de S. Pedro (co. 3'5 mm. ) (Noto de A. R.
PINTO DA SILVA).
-153 -
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A. DO PA~O E M. L. COSTA ARTHUR
4
"e)
Nao foram encontradas, como impurezas, nenhumas
"sementes de outras espécies, mas deve notar-se
"que, dada a exiguidade da amostra, nao se en "tendeu conveniente sujeita-la a um exorne comple"to, a tal respeito, que destruiría documento tao
"precioso.
"De Candolle a Rothmaler aceitam ser o Linum humile
"originório da Asia Menor. Deve ter sid.Q jntrpduzido
"na Península Ibérica por pavos daí originórios ou tendo
"oí fortes contactos.
"O achado deste linho no castro eneolítico de Vilo Nova
"de S. Pedro vem mostrar que o Linum humile jó era
"conhecido no território portugues antes da idade do
"ferro e antes da primeira invasao dos celtas, controria"mente o hipótese posta por Rothmaler (p. 273) de ter
"sido introduzido por este pavo por volta do ano de 1000
"a. C. Jó De Candolle admitio que na ltólia se tinha
"pasto de parte o linho vivaz (L. hispanicum Mili.), em
"favor de L. humile, antes da era crista. Parece poder
"confirmar-se a hipótese de De Candolle de ter sido o
"L. humile introduzido no ocidente europeu durante o
"período 2.500- 1.200 a . C. Daqui teria passado a ltólia
"durante a ocupa~ao romana. Mas note-se que, ainda
"segundo De Candolle, os romanos importavam bons
"linhos (manufaturados) de Espanha, "mas os nomes da
"planta neste país nao permitem supor que os fenicios
"tenham sido os introdutores".
"A presen~a deste linho em Vilo Nova de S. Pedro poderó,
"assim, lan~ar luz sobre o problema da introdu~ao da
"cultura dos linhos anuais na Europa ocidental e precisar
"a cronología de tal acontecimento. Um estudo compora"do dos linhos arqueológicos seria decerto esclarecedor.
Sacavém, 28 de Janeiro de 1953
A. R. Pinto da Silva
Engro. Agron."
• ••
-154-
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CASTRO DE VILA NOVA DE SAN PEDRO
S
Esta colheita de semen tes de linho em Vilo Nova de S. Pedro
veio contradizer, conforme jó ficou observado, a seguinte afirma~üo de Werner Rothmaler:
"Os linhos chegaram ao ocidente muitos séculas depois
"de serem utilizados no Egipto. Em Portugal, parece, o
"linho foi introduzido na idade do ferro com a primeira
" invasño dos ce ltas, aproximadamente no ano 1000 a.
"C. (4).
Rothmoler, que escreveu provavelmente em 1943 (5), apesar
de se referir principa lmente a linhos portugueses, certamente desconhecio uma publica~ño cerca de nove anos mais velha que o seu
trabalho, e se refere a linhos encontrados na regiüo de Almizaraque
pelos irmáos Siret e que o Dr. Fritz Netolitzky estudou o pedido do
Prof. Hugo Obermoier (6), isto sem faJar da obro monumental "Les
premiers oges du métal dans le Sudest de I'Espogne" (7), ande também hó varios notícios de tecidos e sementes daquelo planto.
Dos linhos de Almizaroque diz-nos o Prof. Dr. Júlio Mortinez
Sonto-Oiollo no seu trobalho "Cereales y plantas de lo cultura iberosahariano en Almizoraque" (Aimería) (8).
"Linum usitotissimum se encontró en lo casa número 15
"en forma de semillas extraordinariamen te carbonizadas,
"que ton sólo permiten asegurar se trata de lino, vorie"dod indeterminable, que probablemente es el usitotissi"mum o a lguno muy próximo de aquello. El uso probable
"del lino, de ser único, ero como productor de acei te
"vegetal, aunque es posible, por el complejo cultural o
"que pertenece, se cultivase también como fibra textil,
"según parece deducirse del análisis superficial de
"ciertos hallazgos en los tumbos de lo ciudad algariense
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
W. ROTHMALER: "Sobre o sistemático e o sociología dos linhos de Portugal", Agronomía Lusitano, vol. VI, tomo 111, Lisboa, 1944, pp. 272-273.
Vejo-se oindo o observo~oo deste autor sobre linhos em "Roteiros
dos plantos cultivados o té Portugal", Revisto Agronómico, vol. XXIX,
núm. 3, Lisboa, 1941 , pp. 323 e seg.
Em noto deste trobolho diz-se que o texto foi entregue, poro publico~oo,
em Dezembro de 1943.
F. NETOLITZKY: "Kulturpflonzen und Holzrest ous dem Prohistorischen Sponien und Portugal", Buletinul Focultotii de Stiinte din Cernouti, vol. IX,
1935, p. 4.
H. et L. SIRET: "Les premiers dges du méto l dons le sud-est de I'Espogne"
Anvers, 1887. Vejo-se o indo des tes autores: "Los primeros edades del metal en el Sudeste de España", Barcelona, 1890.
Cuadernos de Historio Primitivo, Año 1, núm. 1, f-1odrid, 1946, p6g. 42.
-
155 -
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6
A. DO
PA~O
E M. L. COSTA ARTHUR
"de La Bastida, de Totana (provincia de Murcia), que
"excavo el Seminario de Historia Primitiva del Hombre.
"Este lino procede seguramente del angustifolium, que
"crece silvestre en la cuenco mediterráneo (países
"litorales) y que es distinto del lino indico y del centro"europeo, que termina, en fecha tardío, por sustituir. en
"el centro de Europa, el polofitícolo" .
• • •
Enquonto que as sementes de linho recolhidos por Siret, niio
permitirom o F. Netolitzky determinar a variedode, mas tüo somente afirmar que se t rotava de linho, os que se encontroram em
Vilo Novo de S. Pedro, derom ao nosso ilustre colaborador poro
sementes pré-históricas, o possibilidode de ir mois além e admitir
como pertencentes oo Linum humile.
Martínez Sonta-Oiallo supoe aindo que o cultura de linho em Al mizoroque se destinasse também o extro~fto de óleo vegetal e Siret,
oo descrever-nos o espólio arqueológico de Zapato falo -nos de
"groines de lin ... et des cardes en sparte carbonisées" (9), e em
El Argor de "tiges de lin ovec rocines et fruits" (JO) e oindo do vórios
restos de tecidos de linho "toujours collés oux pendonts d'oreilles,
aux bracelets, oux haches ou oux poignards. lis on t done été conservés, grace o l'imprégnotion des seis méta: liques qui ont en quel que sor te incrusté le tissu" ( 11).
O Prof. Clark, ao trotar de linhos pré-históricos do Europa, refere os echados de Siret quando es tuda os texteis vegetois ( 12).
Presumindo olguns autores que as placas de barro retangu lares
ou quodrodas, providas de orifícios aos quatro can tos, sejam sim ples pesos de tear, e aparecendo elas em Vi lo Nova de S. Pedro com
as sementes de linho, certamente nao será erro admitir urna in dústria local de fiasao e tecelagem, associodo o culturo doquella
planta.
Tal dedu~iio também nos levaría a aceitar a existencia da
mesma indústria nas estac;oes pré-históricas portuguesas em que
(9)
( 10)
(11)
( 12)
H. et L. SIRET: "Les premiers ogcs du métol... ", póg, 103.
!bid.: planche 24.
lbid: pp. 143 o 154.
J . G. D. CLARK: "Prehistoric Europe. The economlc bosis", London, 1952,
D. 233.
-
156 -
[page-n-168]
CASTRO DE VI LA NOVA DE SAN PEDRO
7
sao vulgares os referidos placas, como: Outeiro do Assento, Outeiro
de S. Momede, Progon~o, Penedo, Fórneo, Covoleiro, Olelos, Liceio,
Roturo, Chibones, Pavía, Mértola, Pedro de Ouro, Oto, Vidois (Morv:lo), etc., e consequentemente nos espanholos de Tres Cabezos,
Lugorico Viejo, lfre, Zapato, El Argor, El ~fício, Fuente Alomo,
Fuente Verme jo, Acebuchol, Mas de Menen te e Velez Blanco ( 13),
ande se recolherom dos mesmos ob jectos, apesor do moiorio delas
niio nos ter revelado sementes ou tecidos de linho.
Niio nos parece de admitir que a suo culturo fosse praticodo
só por um aglomerado, ou mesmo por um reduzido número, em
detrimento de ou t ros que o receberiam por simple exportoc;üo.
As semen teiros de linho por habitantes daquelles castros, tolvez,
como as outros culturas, um pouco comunitórios, deviom ser de
molde o que codo um se bostosse o si próprio.
Lisboa, Joneiro de 1953.
( 13)
A. DO PA<;O: "Plocos de borro de Vilo Novo de S Pedro", Congressos do
~~~do Portugués. 1 Congresso (Porto 1940), vol. 1, Lisboa, 1941, póg.
-157-
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[page-n-170]
MIGUEL FUSTE
y
D. FLETCHE R VALLS
(Vnlcn rio)
La covacha !aepulcral del Vedat
de Torrente
EL YACIMIENTO
Durante las excavaciones que en 193 1 efectuó el S. l. P. en
el poblado de la Edad del Bronce de la "Montanyeta de Cabrera"
del Vedat de To rren te ( 1), fué descubierta una covacha, cuya exploración se llevó inmediatamente a cabo bajo la dirección del
colaborador don Mariano Jornet.
La covacha, antes de iniciarse lo excavación, presen taba el aspecto de uno grieta que profundizaba en el suelo, estando la zona
fina l unos 45 centímetros más bajo que el nivel actual de lo boca
de entrado (lám. 1, 1) y una vez excavada totalmente dió uno
planta sensiblemente triangular, un perfil que bucea (fig. 1.•) y
una boca apuntada en ángulo (lám. 1, 2) . Sus medidas pueden colegirse por la escala que acompaña a los croquis de la figura 1.•
El resu ltado de la excavación fué el siguiente :
A quince centímetros de profundidad se hallaron cuatro dientes
humanos, unos concreciones de cobre (fig. l .n, letra s), un colgante
( 1) Noticias de este poblado se don por:
l. BALLESTER TORMO en "Lo Voz Valenciano" del 6 de junio de 1931.
l. BALLESTER TORMO: "Lo Labor del Servicio de Investigación Prehistórico
y su Museo en el posado año de 1931 ", Valencia, 1932, p6g. 18.
L. PERICOT GARCIA: " Historio de España. Vol. 1, Epocos primitivo y romano
(Orígenes o Siglo V)", Instituto Golloch, Barcelona, 1934, p6g. 210.
E. PLA BALLESTER: "Actividades del S. l. P. Excavaciones y exploraciones
practicados desde 1929 o 1945"; Archivo de Prehistoria Levantino, vol. 11 , 1945,
Valencia, 1946, pógs. 367 y 368.
-
159 -
[page-n-171]
2
M. FUSTE Y O. FLETCHEH
de hueso (fig . J• letra e y fig. 2 .") de 3,7 X 1,6 X O, 15 centímetros. En lo porte externa de lo covacha, en P.l lugar señalado con lo
letra a (fig. 1."} unos fragmentos de parietal. En b (fig. l.") o tros
huesos humanos y a su lodo uno lasco de si lex de 9 X 7, 5 X 1,5
centímetros.
A
S
N
e
Cí)A.
B
J>lctn.La
~l.e
ta.
c.ova.cha.
1'erJi,l de l~t l,o~a
f
o
1
~
.)
¿
~S<. ~n
Fig. 1.3
/ll
metros
Croquis de lo planto, boca y sección vertical de la covacha sepulcral del
Vedot (Torrente}, según Jornet.
A veinticinco centímetros, en lo parte final de lo cueva y en
el fondo de lo mismo (fig. 1.• letra d) apareció un cráneo (lám. 11)
falto del maxilar inferior, cuyo estudio se hoce seguidamen te por
uno de nosotros (Fusté).
Ningún otro hallazgo proporcionó lo excavación de esto covacha, pero por encontrarse ton cercana al citado poblado ue lo Edad
del Bronce, suponemos que tonto el cráneo como los demás restos
pueden atribuirse aproximadamente al mismo período.
-160-
[page-n-172]
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
3
11
EL CRANEO
l.- Edad y sexo.
El ejemplar que se describe en lo presente noto perteneció o un
individuo adolescente cuyo edad, teniendo en cuento que ambos
M3 superiores están emergiendo, y dado lo ausencia de sincóndrosis
esfeno-occipitol, así como lo morfología general del mismo, es oportuno cifrar alrededor de los 20 años. Más aventurado resulto el
diagnóstico del sexo, por tratarse de un individuo juvenil; buen número de caracteres abogan por su atribución al sexo masculino,
como son su tamaño y peso, desarrollo de inserciones muscu lares,
tamaño de los apófisis mastoides y formo no muy globuloso. No
obstante, lo morfología del frontal, con acentuado ortometopismo
y escoso re lieve de lo globelo y de los orcos supercil iores, inducirían a calificarlo de femenino. A pesar de que lo presencio de los
caracteres últimamente ci todos puede en porte explicarse por el
estadio de desarrollo ontogenético y, además, por determinados influencias raciales, cabe considerarlo olofiso, aunque con cierto tendencia o lo masculinidad (2).
Fig. 2."
Colgante de hueso (t. n.)
11.- Estado de conservación.
Son de señalar algunos pérdidas de subst-:mcio en el parietal derecho (reconstruido en porte) y en el occipital, acompañados de varias líneas de fracturo. Está rota lo apófisis zigomótica en ambos
temporales y falto bueno porte de los huesos molares, así como casi
(2) Referencia o este cráneo se hoce en: L. DE LJOYOS SAINZ: "Antropología prehistórico españolo", en "Historio de España", dirigido por R. MENENDEl PIDAL, t. 1, Madrid, 1947, pág. 20 3, figuras 169 o 171.
-161-
[page-n-173]
4
M. FUSTE Y D. FLETCHER
todo el etmoides. Los piezas dentarios conservados son : C, P4, MI
y M2 en el lodo izquierdo y P3, P4, M 1, M2 y M3 (en vías de emersión) en el derecho. El M3 izquierdo había también emergido, aunque no completamente, o juzgar por lo posición del alvéolo. El desgaste dentario es acusado, como suele ocurrir de ordinario en cráneos
prehistóricos, incluso infantiles, o consecuencia del régimen alimenticio. Ausencia de caries en todos los piezas conservados. Falto lo
mandíbula inferior.
11 l.- Dime nsiones y capacidad,
Los dimensiones generales de lo bóveda son más bien medianos,
exceptuando su longitud máximo, que se incluye en lo categoría de
los "muy largos" de lo clasificación de Scheid t, y lo altura bosiobregmo que debe considerarse alto. Lo capacidad craneano es grande, y el valor calculado paro lo mismo, según las fórmulas de Peorson, corresponde o lo aristencefalio. Los dimensiones de lo cara
son medianas.
!V.-Suturas.
Las su turas de lo bóveda sólo adquieren cierto grado de complicación en la segunda región de lo coronal, P.n todo el trayecto de la
lambdoideo y en la parieto-mastoideo.
V. -Normas.
al
Norma superior.
Observando el cráneo según esto norma, queda patente el a largamiento del mismo, expresado por el escoso valor de su índice cefálico que denoto acusado dolicocefalia. El ensanchamiento hacia
atrás del mismo es poco patente, resultando eurimetope por el índice
transverso frontoporietol.
El contorno de esta norma es pentogonoide según el sistema taxonómico de Sergi. Los protuberancias frontales están suavemente
redondeados; en cambio, las parietales son acusados. Muy probo·
blemente este cráneo sería criptocigo; si bien, por faltar los arcos
zigomáticos, no puede precisarse este carácter.
b)
Norma lateral.
El perfil sagital asciende casi verticalmente hasta alcanzar el
nivel de los protuberancias frontales. Lo globelo no es prominente
-
162-
[page-n-174]
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
5
y los orcos superciliores están apenas esbozados, no formando ningún saliente en el orco, poco abombado, que va desde el nosio, no
hundido, hasta los protuberancias frontales . Después de éstos, el
perfil sagita l se incurvo bastante rápidamente hacia atrás, en curvo
muy rebajado. El occipucio es muy redondeado y bastante prominente, con notable desarrollo de lo escomo occipital que es muy
abombado.
Los apófisis mastoides son grandes y robustos, apoyándose el
cráneo en ellos. Lo cresta supromostoideo es bastante acusado y dirigido oblicuamente hacia detrás y arribo.
Lo región del pterio presento formo de H y, en el lodo izquierdo,
existe un pequeño hueso epiptérico.
El cráneo es alto atendiendo o lo distancio bosio-bregmo, y mediano según lo altura auricular. No obstante, y o causo de su gfon
longitud, son medianos los valores de los índices que relacionan
los citados alturas con esto último dimensión. Así vemos que, tonto
por el índice vértice-longitudinal como por el aurícula-longitudinal,
se clasifico dentro de lo ocrocráneo, si bien con cierto tendencia o
lo hipsicráneo, por lo que o este último se refiere.
El perfil de lo coro es ortognoto según los ángulos de los perfiles
tota l, nasal y alveolar, aunque con cierto tendencia al hiperortognotismo el primero de ellos, y situándose el último en el propio límite con lo mesognotio. Tonto los huesos nasales como lo espino
nasal anterior, son prominentes.
e)
Norma anterio r.
Frente bien desarrollada con los protuberencios frontales poco
morcadas y muy separadas. Estrechamiento postorbitario poco acusado. Globela y arcos superciliares apenas manifiestos. El índice
facial superior denoto mesenio.
Los órbi tos son grandes, subcuadrangulores y algo inel inodas,
resultando mesoconcos por el valor del índice orbitario. Lo nariz es
alto (leptorrina en el límite con lo mesorrinio). Los huesos nasales
presentan la forma característico de reloj de arena, y están algo
abombados hacia su extremo. El borde inferior de la abertura piriforme es cortante y la espina nasal anterior está bien desarrollada.
Los molares son más bien grandes y no prominentes. En los
maxilares, lo fosa canino es poco profundo, y en el borde alveolar,
se observo el relieve de los raíces dentarias de ambos caninos y de
los tres incisivos medios.
-163 -
[page-n-175]
6
dl
M. FUSTE Y D. FLETCHER
Norma posterior.
Su contorno es típicamente domiforme con las protuberancias
parie tales acusadas. El índice vértico-transversal denota acrocrónea
tendiendo a la metriocrónea; en cambio, el valor del aurículatransversal corresponde a la metriocrónea con tendencia a la acrocrónea. Por lo tanto el cráneo resulta mediano con tendencia a al to.
Apréciase un abultamiento en la región supramastoidea del hueso temporal. Presencia de un pequeño wormiano en la porción derecha de la su tura lambdoidea. Líneas nucales superiores e inio poco
patentes.
e)
Norm a inferi or.
El arco dentario es paraboloide. El paladar no es muy grande
y poco profundo. Según el índice palatino, resulta mesostafilino en
el límite con la braquiestafil inia. El agu jero occipital es redondeado.
Cóndilos y cavidad glenoidea, medianos.
V I.- M edidas e índices mós importantes
o)
Medidos.
Long. móx.
Long. base .. .
Anch. máx .... .. .
Anch. fron tal mín. . . . . ..
Anch. fron tal máx . .. . ..... .
Al tu ro basio-bregma .. .
Altura auricular ......
Circunf. horizontal
Arco transv. .. . .. . .. .
Arco sag ita l ........ .
Arco sagital frontal ..... .
Arco sagi tal parietal .. .
Arco sagital occipital .. .
Arco sagital escama .. .
Cuerda sagita l frontal ..... .
Cuerda sagital parietal ..... .
Cuerda sagital occipital ........ .
Cuerda sagital escama ..... .
Long. cara ................. .
Anch . bicigomática ........... .
(Determinado por simetría en el croneogromo).
-
164 -
187
102
136
96
11 5
135
115
522
302
379
129
129
121
82
110
11 8
100
77
97
122
[page-n-176]
7
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
Al t. caro su p. . . . . . .
Anch. orb. . . . . . . . . .
Alt. orb. . . . ... . . . ...
Anch. interorb. . . . . . . . . .
Al t . nasal . . . . . . . . . . . .
Anch. nasal . . . . . . . . . . . .
Long. moxiloalveolar
Anch. moxiloalveolor
Long. paladar . . . . . .
Anch. paladar . . . . . .
Angu la perfi l tota l . . . . . .
Angula perfil nasa l . . . . . .
Angula perfil alveolar . . . . . .
b)
65
38
31
19
49
23
52
62
46
39
92"
90"
85•
l ndices:
Cefálico
Vert.-long ............ .
Vert. -transv...... .
Auric.-long. . . . . . . . ..
Auric.- transv......... .
Transv. -front ......... ... .
Transv. front .-poriet......... .
Sag. front ............ .
Sag. poriet. . .. .. . .. . .. . .. .
Sag. occip ............. ..... .
Sog. escama .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. .
Fac. sup.
Orbitario ........... .
Nasal .............. .
M'axiloalveolor ........... .
Palatino ................. .
72'73
72' 19
99'26
61'50
84'56
83'48
70'59
85'27
91 '47
82'64
93'90
53'28
81'58
46'94
119'23
84'78
VI J.- Consideraciones generales
Por Jo mayoría de los rasgos comentados, el cráneo de l Vedot
de Torrente puede asimilarse o la tipología más frecuente en el Levante español desde lo época neolítica, caracterizado por el predominio del tipo mediterránido. Con todo, existen algunos detalles que
discrepan de los más frecuentes en el mismo, ofreciendo, en cambio, cierto analogía con a lgunos formas que, corrientemente y ba jo
-
165 -
[page-n-177]
8
M. FUSTE Y D . FLETCHER
la calificación de "cromañoides", se in terpretan como persistencia
del tipo de Cro-Magnon del Paleolítico superior, persistencia que no
es raro encontrar incluso en poblaciones humanas de épocas recientes. Así vemos que el contorno de lo norma superior no es el
ovoide típico de los mediterránidos, sino e l pentogonoide que suelen
presentar los citados formas cromañoides. Asimismo, el perfil sagital del cráneo con lo frente escarpado y prominencia de lo región
occipita l, junto con acusado dolicocefalia, son rasgos que concurren en lo llamado rozo de "Boumes-Choudes", uno de los característicos en Francia durante el neolítico, y que es igualmente interpretado como descendiente de Cro-Mognon.
- 166-
[page-n-178]
FU ST E- FLETCHER. -Lo covacha del Vedat
LAM. l.
2
1. Aspecto de lo covacha ol iniciarse los excavaciones. 2. Lo en trado de la mismo
al término de los trabajos.
[page-n-179]
FUSTE- FLETCHER. -Lo covacha del Vedat
LAM. 11.
Cuatro vis tos del cráneo de lo cóvocho sepulcral del Ved ot (forrenle)
[page-n-180]
V. GORDON CHILDE
(ln~lolerrn)
The middle bronze age
In 1947 (1) 1 discussed in the light of Atlontic ond Mediterraneon connexions the chronology on which must be based any estimate of the role of the lberian Peninsula in Europeon prehistory.
Since then excavotion has brought to light so many fresh data ond
the typological division of the Bronze Age has been so reHned that
my occount has become quite out of date. A correction is accordingly due to my Sponish colleogues. At the sorne time they hove
odopted ot the Almerio Conference in 1948 (2) o tripartite division
of the Peninsulo's Bronze Age (including as Bronze 1 t he former
"eneolítico") thot is more in occord with systems current for other
ports of Europe; for it embodies the mínimum number of divisions
ottoinable by any system of periodizotion that is not bosed wholely on strotigrophy.
Such a triportite division is not inspired by Hegelian metap~ysic
or trinitorion theology, but by the typological method itself. For
o typological period is just the time intervol during which on ossembloge of orchaeologicol types, found repeotedly ossociated together
in "closed finds", wos in current use. Bu t for types to be thus repeatedly ossocioted, they must hove been used not only at t he sorne
time, but olso by the sorne people or social group. Conversely
assemblages may differ either becouse fashions hove changed with
( l) V. GORDON CHILDE: "Nuevos fechas poro lo cronologfo prehistórico de
lo Europa Atlántico", Cuadernos de Historio Primitivo, 11, núm. 1, Madrid 1947;
páginas 5 -23.
(2) J. MALUQUER DE MOTES: "Concepto y periodización de lo Edad del
Bronce peninsular", Ampurios, XI, Barcelona 1949; págs. 191- 195.
-167-
[page-n-181]
2
V. GORDON CHILDE
the fopse of time or because their users obeyed divergent social
troditions. So three distinct assembfoges of type fossils, A, 8, and C,
found repeatedfy associated in the same region may define either
chronologicol stages in the evolution of the tradition of one society
or the different troditions of three distinct societies occupying contiguous territories at the same time. In the former case sorne of the
relevant types (especially tools ond weopons) are likely to differ in
efficiency ond so can be arranged in a "typological series", illust rating an evolution as the familiar series of "bronze" axes, doggers,
razors and fibulae do; in contemporory groups dispari ti es of this sort
are not likely to be apporent. In both cases types proper to conti guous or consecutive assemblages may show a slight overlop; thot is,
in o few closed finds in which types of assemblage A predominote,
stroy objects normally ossociated with assemblage 8 may occur. So
in the Middle Neolithic of Denmark an axe or bead, such as is normally found in the Single Graves of Jutland, or an arrow-head, proper
to residual groups of hunters-fishers, turns up in a passage grave
of the Megalithic farmers and guarantees the contemporaneity ot
the three assemblages. A typological periodization is possible if, and
only if, while types of assemblage B are occasionolly associated with
types proper to assembloge A or C, types of ossemblage A are never
associoted in closed finds with those of assemblage C. Then, and
then only, con ossemblages A, B, and C be accepted as representing
consecutive periods. That is why three is the mínimum number of
divisions requisite for any purely typologicol periodization . Any such
periodization is by its nature statistical; our confidence in the
division depends on the number of closed find~, on the voriety of
types included and on the frequency of their associations. On the
other hand the tripartite division is a mínimum; where enough
closed finds ore available, subdivision is possible (3) .
For the British lsfes, Northern Europe (Southern Scandinavia,
Denmark ond Northern Germony), Central Europe (including the
whole Middle Donube bosin), and the Apennine Península rough
divisions af the 8ronze Ages into Early, Middle and Late, guided by
typologicol series of tools and weapons, hove been recognized for
nearly a century. In Denmark and Southern Sweden closed finds are
(3 ) This is o return to the numbering odopted in the "Hondbook to British
Prehistory" prepored for the First 1nternotionol Congress of Prehistoric ond Protohistoric Sciences, London, 1932.
-1.68-
[page-n-182]
THE MIDOLE BRONZE AGE
3
so rich ond numerous thot six periods ore recognized in Monteliusl
system (which Broholm follows with minar renumbering) . In Central
Europe too1 bu t only be tween the Elbe ond the Alps1 closed grave
groups ore so numerous ond rich thot Reinecke 1 S system recognizes
in effect six periods though the lost two ore perversely designoled
"Hollstott A" ond "B". Moreover during the whole Bronze Age interchonge of monufoctured orticles between oll moin provinces was
so brisk ond frequent os to ollow of correlotions between the local
divisions. These correlotions modify conclusions bosed upon the
o priori a ssumption of o porallelism in time in the evolution of
tools 1 weopons ond toi let orticles, but permit o relioble chronologicol clossificotion of types 1 thot ore not represented locol ly in closed
finds .
On the other ~ond in the British lsles the custom of burying
tools ond weopons with the deod was obondoned ot the end of the
local Eorly Bronze Age (the hoords and graves of Piggott's Wessex
culture ore here clossed os Eorly Bronze Age 2 rother thon Middle
Bronze Age 1) . In Central Europe 1 eost of the Elbe1 ond in the
Middle Donube bosin much the some seems to hove hoppened so
tho t graves ottributoble to the Midd le Bronze Age by their metal
furniture ore exceeding ly rore. Here1 however1 we hove o few good
hoords such os Apo ond Hojdu Somsón ond mony stray bronzes
thot1 thonks to specimens found os exports in closed finds in the
North or West of the Elbe (4) con be recognized os Middle Bronze
Age.
In the Bri t ish lsles on the cont rory even hoords of the Middle
Bronze Age ore quite except ionol. Yet our Lote Bronze Age hoords
obound in types thot ore cleorly evolved directly from notive types
thot ore represented olreody in hoords of Eorly Bronze Age 2 . T he
intermediote stoges in the evolution ore represented in 1relond ond
in Britoin1 South of the Toy1 by plent y of isoloted specimens1 ond
the ottribution of these lotter to the Middl e Bronze Age is guoronteed by their occurence os imports in well-doted North Europeon
graves or hoords from Montelius IIA on (5). These British exports
(4) Cf. SPROCKHOFF in "Offo" 1 ix 1951, pp. 25-26; WERNER in "Atti
di 1 Congresso di Pre- e Protohistoria Mediterronea" 1 1952, pp. 293-303.
(5) LIESBUTTEL1 KERSTEN: "Zur alteren nordischen Bronzezeit", Taf. XIX;
IHLSMOOR, in "Berich t dcr Romische Germonische Kommission" 1 X 19 17 p 37 1·
'
•
FROJK BROHOLM: "Danmarks Bronzeolder", 11 p. 223, M. 8 1• '
1
-169-
[page-n-183]
4
V. GORDON CHILDE
in Scondinovio hove enobled Cowen (6) to recognize thot the speorheod of our group 111 A (illustroted in "Nuevos fechas poro lo cronología ... ") (7) begon to be mode in our Middle Bronze Age whi le
Howkes has distinguished os equolly old the form of type IV there
figured in controst to o voriont thot he hod shown to be Lote
Bronze Age.
A subdivision of the Lote Bronze Age itself is essentiol but for
less eosy since in Britoin, os on the Continent, founder's hoords
tend to reploce the personal ond merchonts' hoords of earlier periods. And even on the Continent with the general adoption of cremotion the graves tend to be os poor in metal furniture a s they had
become in Britoin by the Middle Bronze Age. Hence correlotions
between different oreas become more difficul t. Still British bronzes
in the Lote Bronze Age were still exported to Denmark and o Bri tish
sword from Kirk Soby (8) shows thot on odvonced phase of thot
British period s hould foil within the limits of Mon telius V (Reinecke HB).
Still in the Brit ish lsles, os in Hungary, the distinction of the
graves, ond so of the pottery, ottributable to the Middle Bronze
Age is olmost impossible. Thot period must be represented by sorne
of the enormous number of cremotion bu riols in Cinerory Urns or
Incense Cups. But both these types oppear olreody in the W essex
cul ture of Eorly Bronze Age 2 ond, sove in the Sou th Englond, los t
in use till Lo Tene times. No doubt on evolution, or rother o devolution, in the form ond ornomentotion of the Urns is recognizoble,
bu t Savory (9) showed in 1949 thot the occepted devolutionory series
offers no sofe guide to the intervals of time involved.
Now in the lberion Península while s trotigraphicol dato ore
almost totally lacking, there is o painful shortage of reliable closed
finds. In Bronze 1, as now defined, and perhaps befare, the normal
buriel rite was collective interment in natural caves, rack-cut cham ber tombs {artificial grottoes), tholoi or orthostatic megali thic
chambers (dolmens or antas). With few exceptions, hoards are con-
(6) COWEN in "Proceedings of the Prehistoric Society", XIV, 1948, pp.
233-234.
(7) V.G. CHILDE, op. cit. in note 1, p. 13, fig. l .
(8) BROHOLM, op. cit. in note 5, 111, p. 222, M . 157.
(9) SAVORY in "Archoeologia Cambrensis", c. 1949, pp. 77-82; the author
thought that he had thereby proved that the dotes currently assigned to the Wessex
culture were inf loted, but his argumen t need only mean that the supposed devalution was much faster in sorne oreas than had been imooined.
-
170 -
[page-n-184]
THE MIDDLE BRONZE AGE
S
fined to Bronze 11 1. The types thot further North chorocterize the
Middle Bronze Age even os stroys are obsent from the Peninsulo,
os olso from Brittony ond sorne other ports of Fronce. The polstoves
and dirks thot by onology might be token os Middle Bronze Age
types ore shown by their ossociotions both within ond outside the
Península ( 1O) to be long in foct to Bronze 11 1 The Argoric types of
Bronze 11 (flot ond hommer-flonged oxes, flot round-heeled doggers
ond holberds) would in the British lsles or Central Europa be ossigned
to the Eorly Bronze Age. Worst of oll Argoric cist ond pithos
graves hove o very limited distribution, being virtuolly confined to
the eost coost from Almerío to Va lencia ! 11) ond the South of
Portugal. Even Argoric bronzes ore scorcely known outside thesc
oreas sove from sorne cemeteries of collective tombs in Granado
ond Málaga ond from the Bronze 1 settlement of Vilo Novo de
Son Pedro.
Yet Bronze 1 is so richly represented by o multitude of domestic
ond sepulchrol sites oll over the Península thot it would seem forfetched to pos tu lo te o desertion of lorge oreas, such os Giot ( 12)
has invoked to exploin o similar typologicol hiotus in Brittony.
Accordingly it would be tempting to reduce the gap by the following
exp.edients (i) to lower the obsolute dotes of Bronze 1 ond roise
thot of Bronze 111 so os minimize the intervol between them; {ii)
to fill the gap where Argoric types ore missing by ossembloges
which would hove to be exploined os orchoistic survivols of Bronze 1
-in Portugal by ossigning mony of the onto s, once colled "neolithic" to bronze 11!
As to the first expedient, though much has been leorned obout
the Peninsulo's prehistory ond foreign relotions in the lost six yeors,
relioble evidence for chronology bosed upon on interchonge of
actual manufactures with historicolly doted cultures in the Eostern
Mediterroneon has not been ougmented. On the controry -whot
Almagro ( 13) termed "lo primero fecho antehistórico que poseemos", the dote of 750 provided by the Siculon fíbula from the
( 1O) E. g., in the hoords of Monte So lddo, Huelvo, Serro do Monte Junto;
cf. MACWHITE: "Estudios sobre los relaciones atlánticos de lo Península Hispánico en lo Edad del Bronce", Madrid, 1951 .
( 11) J. ALCACER GRAU: "Dos estaciones argáricas de lo Región Levantino"
Archivo de Prehistoria Levan tino, 11, Valencia 1945, pp. 151-163.
(12) P. R. GIOT in "L'Anthropologie", LV, 1952, pp. 436-440.
(13) M. ALMAGRO BASCH: "El hallazgo de lo río de Huelvo y el final de lo
Edad del Bronce en el Occide~te de Europa", Ampurios, 11, Barcelona, 1940,
p. 142.
-171-
[page-n-185]
6
V. GORDON CHILDE
Huelvo hoord, has been plousibly chollenged by Sovory ( 14). Since
the lotter con moke ou t o good cose for o dote ofter 700, the prospect of reducing the " Middle Bronze Age gap" by roising the initiol
dote for Bronze 111 is dork. The segmented foyence beods from
Fuente Alomo con, os we sholl see, no longer be relied on for doting
Bronze 11; they ore even less relioble thon the Wiltshire beods os
there is no guorontee thot they possess the peculiorities relied on
by Beck ond Stone for dot ing the lotter obout, 1400.
The Cypriote ond Egyption onologies for schist idols ( 15) copper knives ( 16) or bone "imi totion oxes" ( 17) of Bronze 1 ore too
vague or doubtful to carry more conviction thon the Anotolion porollels to the "neolithic" flot idols of Almerío long ogo cited by
Si re t. The bone toggle from Almizaraque ( 18) con now be motched
just os occurately from o Lote Minoon 11 tomb in Crete ( 19) os by
the remoter exomples from Troy ond Alishor. But the Minoon specimen belongs to the 15th century, not the 3rd millennium. On
exomining the original 1 found thot the pendont from Alcalá Tomb
3, is not, os Estocio da Veigo's (20) plote suggests, o hommer pendont like those from on Eorly Minoon tomb ot Koumaso in Crete
ond from Boyne tombs in lre lond.
There ore of course several general agreements in form ond
decorotion between vases of Bronze 1 ond those of the 3rd millennium in the East Mediterraneon . To those 1 hove noted elsewhere,
1 can odd two more. "Burnish decorated" or "stroke-burnished"
wore was found by Bonsor (21) "sous les incinerés" near Cormono
ond by Esteve Guerrero (22) ot Asto Regio neor Códiz. 1 noted the
(14) SAVORY: "\he Atlontic Bronze Age in South-west Europe", Proceedings of the Prehistoric Society, XV, 1949, p. 141.
(15) B. SAEZ MARTIN: "Nuevos precedentes chipriotas de los ídolos placas
de lo culturo lberosohoriono", Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de
Antropología, EtnogroHo y Prehistoria, t. XIX, Madrid, 1944, p. 135.
( 16) E. JALHAY ond A. DO PA~O : "El Costra de Vilonovo de Son Pedro",
Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistoria, t. XX, Madrid, 1945, pp. 5ff.
( 17) G. ond V. LEISNER: "Die Megolithgréiber der lberischen Holbinsel",
Berlín, 1943, pp. 469, 588.
(18) lbid., Tof. 1O; 28, 22.
(19) In "BSA", XLVII, 1952, p. 272 ond pi. 54, c.
(20) S. P. M. ESTACIO DA VEIGA: "Antlguidodes monumentoes do Algorve;
tempos prehistóricos", 111, Lisboa, 1886-1889, pi. VIl, 4.
(21) G. BONSOR: "Les colonies ogricoles pré-romoines de lo vollée du Belis", Revue Archéologique, XXXV, 1899, pp. 111-112, figs. 83, 84 ond 87.
(22) M. ESTEVE GUERRERO: "Excavaciones de Asto Regio (Meso de Asto,
Jerez). Compaña 1942-43", Acto Arqu eológico Hispánico, 111, Madrid, 1945.
-172-
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THE MIDDLE BRONZE AGE
7
same technique on sherds from the Gruta do '/imeira (Extremadura)
and from the tholos of Monge (Cintra) in the Museo dos Servi<;os
Geologicos at the Academia das Ciencias, Lisbon The technique in
all cases agrees closely with that used in the lote 4th or eorly 3rd.
millennium at Sakje Gozü (Syrio), Judeideh (Orontes volley) (23),
Kum Tepe (Trood), Somos, ond in neolithic Thessoly and Vinco (24)
while sorne frogments from Cormona may belong to similar carinoted
forms. But these eorly sites are a long woy from Spoin ond the same
technique is found at Golosecco in North ltaly during the lron Age
(25) ond in Britoin in the Belgic period.
Again the lorge shollow plotes with wide thick brims from the
Bronze 1 tombs of Andalucía ond Southern Portugal find their best
onologies in the "Early Bronze Age" of Palestine befare 2500 B.
C. (26). On the example from Alcalá Tomb 3 the vase surface is a
clear pole pink, but the interior is covered with a thin red wosh or
point. The Palestinian pottery just mentioned is likewise pink in
body and partially covered with a red point or wash. This is, however,
normally decorated with the burnishing tool in the manner of the
selfcoloured stroke-burnished ware, producing a "lattice-burnish".
1 doubt, however, whether inferences ought to be drown from
general resemblonces in the shapes or techniques of pots from
opposite ends of the Mediterroneon. The cose is different if the
pot is on obvious imitotion of o distinctive metollic or stone type,
such os the Vopheio gold cup or the Eorly Minoon block voses. For
voses of metal and fine stone were orticles of trode, and local pottery
copies of them reveol the arrival of such trode goods. But in the
Península 1 hove seen no convincing exomples of such imitotion
till Greek metal ware begon to orrive in the lron Age.
So too equolly general ogreements in sepulchral architecture
such as subsist between corbelled tombs in Early Minoon Crete (like
Krazi) or Early Hel lodic Greece (like those of Hogios Kosmas in Atti ca) ond the tholoi of Almería or Algarve may well be deceptive. But
one who has had the privi 1
ege of enteri ng both the T reosury of
Atreus ot Mycenoe ond the Cueva de Romeral ot Antequero finds
(23 ) V.G. CHILDE: "New Light on the Most Anci ent Eost", 1952, p. 21 8 .
(24) V. G. CHILDE: "The Dawn of Europeon Civilisation", 1949, pp. 32,
35, 64, 8 1.
(25) P. LAVIOSA ZAMBOTII : "Civilta polafitt icolo lombarda e civilta di
Golasecco", Como, 1940, p. 21 5.
(26) Cf. ENGBERG and SHIPTON : "The Cholcolithic and Bronze Age Pottery
of M'e giddo", Oriental 1nstitute Chicago, "Studies" , 1O, 1934 .
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8
V. GORDON CHI LDE
it hord to ovoid the belief thot the orchi tect of one wos insoired
by a vision of the other. The architectu rol resemblonce between
Mycenae ond Antequero is given point by the recent discovery of
o little cemetery of rock-cut chomber tombs at Alcaide (27) neor
the lotter. These modest tombs presumobly beor the sorne relotion
to the greot monuments of Romeral, Viera ond Menga os the rackcut chamber tombs of Mycenae do to the built tholoi. The latter
were admittedly the tombs of princes whose prosperous retoiners
were interred in cemeteries of rock-cut fomily vaults. (No such
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Fig. 1.-Eorly Mycenoeon tholos, Mycenoe, ofter Woce.
distinction is observable in the Early Hellodic cemetery ot Hagios
Kosmos nor ot Los Millares!).
Now Wace (28) has found evidence that the building of the
(27) S. G IMENEZ REYNA: "Memoria arqueológico de lo Provincia de Málaga hasta 1946", 1nformes y Memorias de lo Comisaría Genera l de Excavaciones Arqueológicos", núm. 12, Madrid 1946, pp. 49-52.
(28) WACE in "JHS", UX, 1939, p. 212.
-174 -
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THE MIDDLE BRONZE AGE
9
Treosury of Atreus connot be eorlier thon 1350 B. C. Romeral then
should be of like ontiquity. But Romeral is ossigned to Bronze 1 (29)
though Argoric elements moy be detected in the Alcaide cemetery
(30). So Bronze 1 should lost down to 1300. There are of course eorlier tholoi, going back ot leost to 1500 at Mycen;e (31) ond elsewhere in Greece ond their undressed rubble masonry is less unlike
that of the Peninsulo than are the sown blocks of Atreus (Fig. 1).
Now no links hove yet been found in Greece of Crete (31 o) between
the Early Aegeon corbel led tombs of Krozi, Hogios Kosmos or Syros
and the imposing Mycenaean monuments. On the other hond the
Leisners hove suggested o perfectly intel ligible local development of
the tholos type in Almerío from the closed, round or polygonal
ossuory cist of the neolithic stage. Hence a derivotion of the Mycenoeon tholoi from the lberian Peninsula, such os Wolfel (32) has
recently proposed on the other grounds, would seem the most reosonable hypothesis though nothing in the tombs themselves sove the
form ond technique of the locally made obsidian arrow-heods recol! the Peninsulo. Only the chronologicol impl icotions of such a
revolutionory hypothesi s con be considered here. 1ts adoption
would make 1550 B. C. o terminus ante que m for the rise of the
Los Millares culture in Bronze 1 the porollelism with Romeral still
;
suggests thot Bronze 1 losted to neorly 1300.
Some support for the former dote is provided by Dr. Bernobo
Breo's excavations on Lipori, summarized in the lost number of
this "Archivo" (33). On the ocropolis sherds of imported Lote
Minoon 1 voses occur ossocioted with native pottery okin to thot of
the Conca d'Oro culture in northwestern Sicily. Now in some ·natural ond artificial grottoes of thot group occur o few Bel l Beokers.
(29) lts furniture does not suffice to dote it closely but the similar tombs of
Coñodo Hondo G ond Vaquero ore ossigned to Los Millares 1 by LEISNER, op. cit.
in note 17, 206, 197, 566, 573 ond 574.
(30) In 1947 the excovotor showed me o typicol dogger from the place but
1 do not know if from o Iomb.
(31) WACE in "BSA", XXV, 1921-1923, pp. 388-393.
(31 o) On the strength of 80 frogments of M. M. ond more of L. M. 1-11
voses found in a tholos neor Knossos, HUTCH IN SON in "l. L. N.", 1948, Mor. 2,
p. 284, has doled the construction of this tombs tp the 16th. century though the
surviving interments belonged to the 12th. But, even if the evidence for early
erection be considered sufficient, this tholos remoins quite isoloted.
(32) In KONIG: "Christus und die Reli9ioner der Erde", Vienno, 1952; 1
know the work only from MYRES' critique in "Antiquity" xxvii, 1953, p. 9. Wolfel
and Myres ore both wrong in climing that the stone-work is always chisel-dressed!
(33) L. BERNABO BREA: "Civilto preistoriche delle isole eolie", Archivo de Prehistoria Levantina, 111, Valencia, 1952, p. 86.
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10
V. GORDON CHILOE
Of course the Northwest Sicilion tombs ore collective sepulchres
ond so no more closed finds thon the Bronze 1 buriols of the Península, the use of Canco d'Oro wore in Lipori need not coincide exactly in time with its currency in Sicily; finolly the Sici lion beokers
might come vio Sordinio ond not from Spoin. Still, making full
ollowonce for such sources of error, the 16th century would seem o
more likely dote for Bell-beokers in the Western Mediterranean
ond on the Eost coost of Spoin than the 26th. proposed by Hubert
Schmidt. 1t coincides remorkobly with the deduction just drown
from funerory architecture.
Yet the 16th. century wos not the beginning of contoct between
the Western Mediterranean and the Aegeon . Befare 1600, probobly
befare 1750 B. C., actual imported yoses ottest beyond dispute the
extension of Aegeon commerce to the Gulf of Lions - 1 refer to
the Middle Cyclodic jugs from Morseilles ond from Menorca (34).
But the locotion of these finds suggests thot Aegeon explorotion
of the West moy hove followed the sorne lines in the second mi llennium os Greek colonizotion did in the first - Mossilia and then
Ampurios. lf thot explorotion inspired the first exponsion of megoliths in Atlontic Europe, this might hove followed the clossicol tin
route from the Gulf of Lions, leoving the Península still "neolithic",
ond be represented by Doniel's gollery graves.
The somewhot tenuous evidence thus for gothered yields o date
for Bronze 1 not for removed from Siret's. Thot still leaves on
intervol of sorne 600 yeors befare the beginning of Bronze 111. The
expedient of filling port of thot gap by survivols of the megolithic
culture where Argoric sites are missing is no longer unsupported
(35). In Northern Spoin Mo luquer de Motes (36) has explicitly
recognized that the Pyrenaeic culture with collective buriols in
megolithic cists ond in natural caves persisted till the odvent of
the Urnfields in Bronze 111 -o persistence recognized by Héléna (37)
(34) J. MARTIN EZ SANTA-OLALLA: "Jorro picudo de Melas, hollado en
Menorca (Bo leares)" Cuadernos de Historio Primitivo, 111, 1, Madrid, 1948,
pp. 37-42.
(35) Cf. l. PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo", Barcelona 1950,
p. 212.
(36) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo cerámico con osos de apéndice de
botón y el fina l de lo culturo megalítico en el nordeste de lo Península", Ampurias, IV, Barcelona 1942, pp. 185-188; and "Materiales prehistóricos de
Seriñó; VI, Yacimientos Postpoleoliticos", C. S. de l. C. Estación de Estudios Pirenaicos, Zaragoza 1948, pp. 52-53.
(37) PH. HELENA: "Les Origines de Narbone", Tolouse-París, 1927.
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TI-U: WOOLE BRONZE AGE
11
in South Fronce twenty five yeors ogo. But of course the pottery
ond other relics con be to sorne exten t distinguished from those
ottributoble to Bronze l. Moy not then mony of the plundered
ontos of Portugal be likewise regorded os o persistence of the cul ture of Bronze 1 through Bronze 11? (38).
Such o treotment of the Portuguese ontas or possoge dolmens
os porollel to the loter megolithic culture of the Pyrenees, would
imply ot leost o portiol occeptonce of the theories of Forde ond
Childe (39) thot these antas ore just borbarous degenerotlons of
the corbelled tholoi ond artificial grottoes of Alcalá ond Polmella.
1t is hardly compatible with the familiar theory, popularized especia lly by Bosch Gimpera, of the Portuguese origin of dolmenic architecture. Bu t it is no longer possible for Forde or me to orgue
that Bosch Gimpera relied on an arbitrary selection of poor ond
pillaged tombs.
The relotive age of the "small dolmens" with o single interment
must indeed remain in doubt pending the publicotion of finds reported to be housed in locked chambers in the Museum of Belem. But
in o small anta or passage dolmen, Po~o da Gateiro, G. ond V. Leisner (40) hove found ond published an intact sepulchrol deposit,
opparently representing ten of the original inhumations in the tomb.
They were occompanied by m icraliths, axes ond odzes in equol numbers, ond ploin round-bottomed pots. Though the lotter are red, not
block, they ore comparable to the plain ware of the neolithic phase
of the Almería cu lture in eastern Spain and in general to the o ldest
neolithic pottery of Atlantic Europe, including that of Windmill
Hill in Britain. Thi s find thus proves the existence of megalithic
tombs in Po rtugal befare Bronze l.
Moreover ot two sites the Leisners (41) hove identified the
foundations of corbelled tholos tombs, built up ogainst, and therefore later than, mega li thic antas. Better evidence can hardly be
demonded for the priority of dolmenic over tholos orchitecture . lt
(38) Despite thc porallelism with the Apennine Culture af ltaly, recognized
by MALUQUER DE MOTES, " Lo cerámico con osos de apéndice ... " (vid. note 36),
it seems difficult to odmit ony wide gap in time between the excised decorotíon
on the celebroted cup from Seriñó ond thot on urnfield voses from Roqui zol del
Rullo.
(39) In "American Anthropologist", 32 , p. -93; ond V. G. CHILOE: "The
Down ... ", p. 274.
(40) G. ond V. LEISNER: "Antes do Concelho de Reguengos de Monsoroz",
Instituto poro o Alto Culturo, lisboa 1951, p. 2 12.
(41) lbid., pp. 284ff.
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12
V. GORpON CHILDE
does not of course prove the derivo t ion of the lotter from the former,
thot view is indeed rejected by the Leisner's who envisoge, os we
hove soid, on evolution of the tholos f rom the closed round cist s of
the neolithic phose in Almerio . Nor yet does the recogn ition of
neolithic antas in Portugal before Bronze 1 exclude the use ond
erect ion of antas there olso in Bronze 11. On the other hond the
Leisner's observotions do d ispose of the theory thot the possoge
graves in Brittony, the British lsles ond Denmork, if ultimotely
inspiroted by Portuguese models, must necessorily be derived from
tholoi such os those of Alcalá ond so thot the erection of possoge
graves in t he former countries provides o terminus ante quem in
terms of the British or Donish culture'- sequence for the beginning
of Bronze 1 in the Penínsu la.
In the light of these focts the chronologicol results obtoined
obove con be checked ond given precision by the Peninsulo's relotions with regions where more occurotely divided culture sequences
ore ovoiloble -in the first instonce with the Bri t ish lsles.
For there we con distingu ish with the oíd of closed finds ond
exports to Northern Europe os olreody indicoted o relioble typologicol division of the Bronze Age:
Bronze Age
Childe's
Period (42)
Eorly
Type
Fossils
111
B and A Beakers, flat tanged and riveted daggers, flat axes.
IV
Wessex Cul ture; grooved and ogival daggers,
flanged axes, spearheads of types 1 and 11 .
Bronze
Age
2
Midd le
Bronze Age
Lote
Bronze
Age
l
2
3
V
V
and
VI
Rapiers, palstaves, spearheads of types 11 1,
111 A and IV. Cinerary Urns.
Cinerory Urns, leaf- shaped swords, late palstaves, socketed and winged axes, speor- heads
of types IV B and V. Deverei-Rimbury urnfields.
(42) As set out in "Prehistoric Communities of the British ls les", 1949.
p. 11. This sequence, bosed on funerary pottery, cannot yet be correlated with the
typologica l periods defined by branzes, set out in column 1 since Cinerary Urns
occur in graves of the Wessex culture. The latter should probably be subdivided
and sorne grave-groups with ogival daggers transferred to o subdivision of the
Middle Bronze Age, but the closed finds ore not numerous enough to establish
su eh a division statistically.
-178-
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THE /IIIDDLE BRONZE AGE
13
Curiously enough direct contacts with the historicolly da ted
cultures of the East Mediterranean allow of the conversion of
this relative chronology into an absolute one better than onywhere
else north of the Alps. Not only do we hove in Englond beads of
fayence certainly imported from the East Medi terronean and even
a distinctively Late Mycenaean dagger blade (43), but olso imports, probably of British manufacture, can be recognized in the
gold-bound amber disk from t he cemetery of Knossos (44) ond
the crescen tic amber necklace with m ultiply perforated spacers
from Kakova tos (45). Both imports appear to hove reached Greece
in the 15th. century and so g ive 1500 B. C. as o terminus ante
quem for the Early Bronze Age 2 Wessex cu lture in which the
types first appear in England.
The East Med iterranean imports in Britain do not give such a
precise terminus post que m for the duration of the Wessex cultl.lre
and Early Bronze 2 . Segmented beads were being made of bone in
Egypt already in Badorian times (46) befare 3500 B. C. and about
3000 in fayence in northern Mesopotamia (47) and therealter are
not uncommon. Hence, though Beck and Stone (48) after examining a very Jorge sample of Egyptian and East Mediterranean specimens identified exact parallels to the Wessex type on ly dated
about 1400- 1380, pending still more extensive search it can no
longer be considered quite certain thot the Wessex beads, still
(43) From o barrow al Pelynt, Cornwoll; CHILDE in "Procecdings of thc
Prchistoric Society, xvii, 195 1, p. 95.
(44) CH ILDE, Op. cit. in note n. 0 1 pog. 16; 1 om not prepared to occept
de Ni'\VARRO's org~•men ts in "Early Cultures of North-western Europe", Combrige, 1950, pp. 100- 102, ogoint the Britsh origin of the disk nor for o reductlon
in Sir Arthur Evans' dote . for the tomb in question.
(45) The spoccr-beads from Kakovotos were ariginally compored to those
from "Hügelgréibcr" in Bovorio ond Alsoce belongin!;l to Reinecke's Bronze Age
B (B2) by G. van MERHART: "Die Bernsteinschieber van Kokovatos", Germanio, XXIV, n.'' 2, 1940, pp. 99-1 O l. Since then it has been found that the
distinctively British crescentic neckloces of omber ond jet hove exoctly similar
spocers which ore octuolly rore in Cenlrol Europe. Hence our Germen colleogues
themselves con tend thot the type is of British origin ond reoched Greece by the
Western route.
(46) CHILDE: "New Light on the Most Ancient Eost", 1952, p . 45.
(47) lbid., p. 212; "lroq", ix, 1947, p. 254. Note olso the segmented stone
beod from Eorly Minoon Crete, CHILDE: "The Down ...", p. 34.
(48) "Archoeologio", lxxxv, 1935, p. 203 ff. There ore of caurse other
segmented beads in the Brilish lsles, af different type, loter dote ond prabobly
local manufacture.
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179 -
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14
V. GORDON CHILDE
less those from Pare Guren in Morbihon (49) Fuente Alomo or
Oszen tivan in Hungory (50), are necessari ly of tha t date. lts adoption for the Hungorion beads would seem to involve chronologicol
controdict ions though these are not quite insoluble (5 1).
Similorly the Mycenaeon dagger frogment from a grave ot
Pelynt, Cornwall, has no ossociotions ond is not precisely datoble
in Greece. An ottribution to Eorly Bronze Age 2 could be defended
on the grounds thot ofter tha t no weopons werf' buried in British
borrows. In the Aegeon, though the type is o ttested os eorly os the
14th. century, more specimens be long to the 13th. or even 12th.!
The frogment could then be used osan argument for direct contoct
between Britoin ond the Aegeon down to the foil of the Mycenoean civilizotion.
Direct contact between the British lsles ond the Península during Bronze 111 is concretely demonstroted by imported British
speorheads ond couldrons in the lotter oreo and by s tray lberion
imports or copies of such in the former. 1f the omber trode wifh
Bri toin o ttes ted by the crescentic neckloce from Kokovotos ond the
gold-bound disk from Knossos, reolly went by the Atlontic route, we
might regord t he very numerous omber beods f rom Los Millares
(52) ond specimens from Alcalá ond o ther si tes of Bronze 1 os
morking stotions on tho t route. In thot cose the omber ond perhops
the jet from tombs in the Península would provide equolly concrete
evidence for direct contoct wi th the Bri t ish lsles during Bronze l.
In ony cose some relotions in thot period ore odmitted on t he
g rounds of general porollelisms in sepulchrol orchitecture, decorotive styles, and foshions in ornoments. In the lost five yeors they
hove been intensively stud ied by Moc White (53) , Daniel ond Po-
(49) LE ROUZIC in "L' Anthropologie", xliv, p. 508; the Iomb is o tholos,
but occording to GIOT in "L' Anthropal ogie" , loe. cil in note 11, reused in the
Bronze Age.
{50) CHILDE in "American Journol of Archoeology", xl ili, 1939, p. 23.
(51) The beods occur in graves of the Szoreg 111 (Tószeg B) grouo (BAN NER
in "Dolgozotok", Szeged, xxii, 1941 ) belonging to Reinecke's period A, but Milojcic orgued very plousibly thot the bronzes from the loter group 111 graves ore
st1ll only Reinecke's B while pots from them imitote closely Middle Minoon voses
like EVANS "Poloce of Minos", i, fig. 139 o, thot ore not troceoble in Greece
alter 1550 B. C. Cf. noie 45.
(52) PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo", Barcelona, 1950, p. 138.
(53 ) MACWHITE, op. cit. note 10, pp. 24-54.
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THE MIDDLE BRONZE AGE
15
well (54), Piggott (55), Savory( 56) and Scott (57) but without bringing to light much fresh evidence in the way of on actual interchange
of monufoctured articles on which reliable chronologicol conclusions
may be bosed. On the controry it has appeared that some evidence
hitherto accepted is at last ambiguous. The stone lunuloe from
Alapraia do not necessorily either inspire or copy the lrish gold ones,
nor need the loter Portuguese exomples be derived from the latter
The round gold earrings from Ermageira hove only two stray
para llels in lreland though they are not unlike two copper earrings
from an Eorly Bronze Age 11 hoard in Scotland 158). How, if at all,
such round earrings are re loted to t he basket-shaped type (591
found twice with B 1 Beakers in Eng land ond therefore ossigned to
Early Bronze Age 1 there, is quite uncertain.
The best new contact is the identity of a stone pendant from
Corn G. on Carrowkeel Mountoin (Co. Sligo, lreland) and one from
the sepulchrol cave of Monte de la Barsella, Alicante, first seen
by Piggott (60). The lrish pendan t may rank asan import from the
Península ond so establish a partial synchronism between the Boyne
culture of lreland and Bronze 1 in Spoin. Unfortunotely the Boyne
culture, to which the Carrowkeel tombs belong, is no more exact o
chronological horizon than is Spanish Bronze 1 ond its position in
the English sequence is till debatable. Carn K ot Carrowkeel and
o ther Boyne tombs contoined Food Vessels, attributable in England
to Eorly Bronze Age 2 or even the Middle Bronze Age as noted by
Powell and Daniel. On the other hond the same Carn K yielded o
sherd of plain Bri tish Neol ithic A pottery (6 1) . Since, however,
elsewhere in lreland (62) such "Neolithic" pottery seems associated
(54) "Revisto de Guimoróes", lxii, 1952, pp. 5-64.
(55) "Revisto de Guimaróes", lvii, 1948, pp. 10 ff.
(56) H. N. SAVORY: "A influencia do Pavo Beoker no primeiro periodo do
ldade do Bronze no Europa Ocidentol", Revisto de Guimaróes, LX, 1950, pp. 351375.
(57) L. SCOTT: "Proceedings of Prehistoric Society", xvii, 1951, pp. 45-82;
"The Chomber Tomb of Univol, North Uist", Proceedings of the Society of Antiquories of Scotlond, lxxxii, pp. 38 ff.
(58) "Proceedings of Society of Antiquories of Scotlond", xxxv, p. 266.
(59) V.G. CHILDE, op. cit. in note l, p. 18, pi. 1, 1-2; odd now the grave
group from Rodley, Berks., CHILDE: "Prehistoric Migrotions", Os lo, 1950.
(60) "Revisto de Guimoróes", LVII, p. 10.
(61) Unpublished; noted in the Notionol Museum of lrelond, Dublln, in 1950.
(62) E, g. in the Gronge circle, Lough Gur (Co. Limerick); S. P. ORIORDAIN,
in "Proceedings of the Royal lrish Acodemy", LJV (C), 1951, p. 53.
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V. GORDON CHILDE
with B ond A Beokers ond Food Vessels, this need not enhonce the
ontiquity of the Boyne culture. As stone hammer pendants iden t ical
in form with omber pendonts from Wessex graves in Englond, were
found in Carrowkeel tomb G. the pendant from t he same tomb ond
t hat f rom Monte de la Barsella con provisionally be assigned to
English Early Bronze Age 2 . A similar or even later dat e is given
by the ribbed bone cylinder (63) found with cremo ted bones ond
Food Vessels in o cist in Golwoy if it reolly be the head of an lberic
pin of Leisner's (64) type 1 imported from the Península.
A sti ll loter synchronism might be deduced from two short
knife-daggers found with Cinerary Urns and cremations at Gilchorn
near Arbroath in Scotlond (f ig. 2, 2) and ot Harris town in Sou thern
lreland (65). 8oth hove mídribs on one face on lv and notches near
the bu tt in place of rivet hales. The only parallels 1 know are the
blades from Los Millares tomb 57 (fig. 2, 1) and from Alcalá tomb 3
(66); for the blade from the celebrated Middle Neol ithic hoard of
Bygholm in Jutland to which 1 hove elsewhere compared the latter
has no notches and no midrib but only two !ncised g rooves on one
foce (fig. 2, 3). As notched blodes, both of copper and flint are
common in the Península during Bronze 1, the Scottish and lrish
specimens may well be imports. But the urns associated with them
are more likely to belong to the Middle Bronze Age than to Eorly
Bronze Age 2 . So the only termini ante quos for lberian Bronze 1
suggested by actual or probable imports in the British ls les líe
between 1500 ond 1200 B. C.
A much higher limit is, however, given by British Beakers at
least on the prevailing t heory thot the true Bell Beaker (vaso campaniforme) orig ínated in Spain. For in England Beakers be long to
(63) V.G. CHILDE, op. cit. in note 1, p. 18 ond fig. 3.
(64) G. ond V. LEISNER, op. c it. in note 17, p. 452; ossigned to Los MIllores l.
(65) V. G. CH ILDE: "The Prehistory of Scotlond", p . 137, fig. 34, 2; "Journol of the Royal Society of Antiquories of lrelond", LXXI, 1941, p. 139.
(66) G. ond V. LEISNER, Op. cit. in note 17, p. 529. In Lozere (South Fronce) ot leost 7 such notched doggerblodes with midrib on one foce only hove been
found in o collective buriol by cremotion in tumulus X "de lo Serre" Com. de
S. Bouzile, Freeyssinei- Morel in Bul. Soc. des Sciences, Lettres et orts du Lozere,
1936, Nos. 1-2. The grooved blode from Bygholm might on the other hond be
compored lo one with grooves on both faces from the Rinoldoni site of Chiuso
d'Ermini neor Vulci (ltoly) "Atti 1 Congresso de Preistorio Mediterroneo" (Firenze, 1950). p. 339.
-
182 -
[page-n-196]
THE MIDDLE BRONZE AGE
17
2
cm
3
1
·.
·~
,.
'
e
Fig. 2.-Doggers blodes from 1: Los Millares (Aimerío); 2 : Gilchorn (Scotlond),
ond 3 : Bygnolm (Denmork).
-1 83 -
[page-n-197]
18
V. GOR DON CH ILDE
Early Bronze Age 1 (67). Yet no British Beakers, not even those
of type B1 to which of course the famous sherds from Moytirra, Co.
Sligo, belong, can be derived direct from the Península. Whether
Beakers reached Britain immediately from the Rhine valley or from
France, they orrived much altered and by some circuitous route so
that, if the ancestral Beaker originoted in Spain, it must hove
started there by 1800 B. C. at latest.
But the origin in the Península is no longer unchallenged. Wil mott for instance has worked out a plausible typological argument
for a starting point in western Germony. On such an hypothesis the
Península would be the end rather than the starting point of the
spreod of Bell Beakers of the Pan-European type; arrived there,
divergent local styles would hove developed giving rise to the more
complicated patterns seen at Palmella, Ciempozuelos and Carmona;
Savory has in fact adduced good arguments for thinking that these
peculiarly Peninsular styles are later than the simpler alternating
zone 'style that recurs all over Europe. Support for this heresy could
be derived from Bernabo Brea's excavations on Lipari ; for the low
date he very tentatively suggests (p. 175 above) is far too late for
the pre- Unetician bell -beokers of Bohemia and Bavaria and the one
fram a Middle Neolithic tomb in Denmark. lf bell -beakers in the
Western Mediterranean are to be dated to the 16th. or even the
17th. century their ancestors must hove orig inated at least a century earlier in Central Europe.
Still even adopting the rather desperate hypothesis of a Central
European origin for bell-beakers and allowing for some del'ay in
their tronsplantotion by still undetermined routes to the Península,
1 personally find it hard to admit the lapse of more than a century
between the manufacture of the good Central European bell -beakers
and that of their counterparts in Alaproia 11 or Los Millares. In
other words the evidence 1 hove been able to assemble is againts
reducing Piggott' s dotes of 1800 to 1400 for Bronze 1 in the Península below 1700 to 1300 B. C. So we still hove 500 or 600 years
over which to spread the rather exigous and unevenly distribued
material of Bronze 11.
1 hove no intention in this paper to attempt such a spread. That
(67) Who t moy be on imported "Polmello point" ossocioted with o Bcoker
In on Engl ish grave, if correctly diognosed, would estoblish o synchronism between
British Eorly Bronze Age 1, ond Bronze 1 in the Peninsulo.
- 1 84-
[page-n-198]
THE MIDDLE BRONZE AGE
19
must be left especially to my Portuguesa colleagues. But it might
be helpful in conclusion to point out that it is not only in the lberian Peninsula that on opparent hiotus seems to interrupt the
archaeological record. In the Apennine Peninsula the drastic reductions of Montelius' infloted dotes, advocoted notobly by Aoberg (68)
and Sundwoll (69) hove left a yowning gap between the earliest
Villonovan graves ond the 11 Apennine" horizcn doted by Mycenoeon
imports ot Punto del Tonno (Taranta), on lschia ond on Lipari. Five
or six centuries hove to be filled by further developments of 11 Apennine" pottery ond 11 Peschiera" bronzes (seldom found in good closed
finds) that were olreody well odvonced by 1300 B. C.
In the Bo lkon Peninsula too there ore su rprising ly few closed
finds thot Aegeon experts will admit as belonging to the period
between 1200 and 800 B. C. Prehistorians like Furumark (70) work
down very cautiously from the lotest Mycenoeon styles doted by
exports in Egypt or Polestine. Students of clossicol vose-pointing
work bock still more timidly from the styles current when the
Greeks colonizad 1toly ond Sicily after 750 B. C. The two opprooches foil to meet! In each cose there is perfectly obvious continuity
of troditions, o t leost in technology, ocross the opporent gap. This
must then be bridged by redistributing the material. In so for os
this meons roising obsolute dotes, it moy help to shorten the
"Middle Bronze Age hiotus" in the lberion Peninsulo. For the dates
ossigned to the urnfields of Bronze 111 the;e ore limited by those
of "Hollstatt" A ond B ond even C in Central Europe which in turn
depend on dotes ossigned to the Villonovion phoses on the strength
of Greek pottery found in the lo test of them!
(68)
(69)
{70)
ABERG: "Bronzezeitliche und früheisenzeitliche Chronologie", l.
SUNDWALL: "Die alteren ltolischen Fibel", 1943.
FURUMARK: "Chronology of the Mycenoeon Pottery", Stockholm, 1941.
-
185 -
[page-n-199]
'
[page-n-200]
PEDRO BOSCH GIMPERA
(M~jico)
Las urnas, del Boverot (fllmazora,
Castellón) y las infiltraciones célticas en
tierras valencianas
El Museo del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Diputación de Valencia posee dos urnas procedentes del lugar llamado
El Boverot (Aimozoro, provincia de Costellón), donados por el doctor
T uixons.
Por los datos faci litados por éste a l citado Servicio, se sobe que
fueron descubiertos el 27 de agosto de 1932, según parece en cavidades en formo de silos, conteniendo uno de los urnas huesos
humanos, que el doctor Tuixons atribuyó a un niño o joven de 8 o
1O años, pero que más bien parecen de odul to. Los huesos están
muy fragmentados, pero no ofrecen señal de cremación.
Una de los urnas, que mide 33 cm. de altura, es lisa, sin decoración, como tampoco lo tiene su tapadero, en formo de plato troncocónico (de 6 cm. de altura) y con dos agujeros cerco del borde. Tiene
formo g lobular con base plana y cuello a lto y ci líndrico (Lám. 1, 1).
La otro urna, que es lo que contiene los restos óseos, es esferoidal, terminando en la porte de la base en forma cónico invertido;
el borde tiene un resalte y lo base es plano. En lo porte inferior tiene,
en relieve, unos cordones incisos, toscos, que forman dos zonas paralelas, divididos por cordones diagonales, de los que resultan uno
especie de triángulos. Mide 21 '6 cms. de altura (Lám. 1, 2) .
No se sobe que contuviesen objeto alguno que puedo ayudar o
su dotación. A pesar de esta dificultad parece que no hay dudo de
que se troto de urnas que en tran de lleno en el círculo de lo primero Edad del Hierro que se encuentran en los cementerios de incine-187 -
[page-n-201]
2
P. BOSCH GJMPERA
neración de Cataluña y Aragón y que pueden relacionarse con la
cultura de los campas de urnas que, a partir del 900 a. J. C. se
extiende por el sur de Francia desde el sur de Alemania y que varias
veces hemos puesto en relación con el primero de los movimientos
célticos hacia la Península 1bérica, a los que se deben los nombres
de lugar de este aspecto en Cataluña, que difícilmente pueden
haber entrado en otro tiempo (Beseldunum = Besolú; Virodunum
= Verdú) ( 1).
Conviene hacer notar el cuello muy alto y perfectamente cilíndrico de la primera urna, lo que recuerda los tipos más arcaicos de
lo cultura de las urnas alemanas ("Zylinderhalsurnen"), si bien por
esto sólo no podemos suponer que pertenecen, efectivamente, al
tiempo de éstas. Los cordones en relieve que adornan lo segunda
urna, recuerdan lo cerámica semejan te que se asocia a la de las
urnas en Cataluña y Aragón y que parece uno supervivencia de los
tipos indígenas españoles de la antigua culturo de las cuevas neoeneolítico y que en lo primera Edad del Hierro recibe el nombre de
"cultura de Morlés".
La urnas del Boverot parecen tener uno inmediato relación con
el grupa de urnas del Bajo Aragón (Calaceite, Mozoleón) en donde
en el poblado del Tossal Redó de Calaceite encontramos un vaso
muy semejante a lo primera de las castellonenses (2) (lóm . 11, 1)
En la provincia de Castellón conocemos en relación con la cul turo de las urnas, el sepulcro de Salsodella (Lám . 11, 2) (3).
( 1)
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología d e lo Península Ibérico", Barcelona,
1932, pág. 453 y ss. El estado actua l del problema de lo culturo de los urnas que
hemos trotado diferentes veces, se expone en P. BOSCH GIMPERA: "Los celtas
de lo culturo de los urnas en España", en Anuario del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, 1935 (Homenaje o Mélido, vol. 111), póg. 1, trobolo
equivalente ol de P. BOSCH GIMPERA: "Les celtes et lo culture des urnes en
Espognc", e n Prehistoire, VIII, París 1949, pág. 121. Véonse también P. BOSCH
G IMPERA: "Two Celtic woves in Spoin", British Acodemy, The Sir John Memorial
Lecture, 1939, Londres 1942; P. BOSCH GIMPERA: "El poblamiento y lo formación de los pueblos de España", México 1945; P. BOSCH GIMPERA: "Celtas e
Ilirios", Zephyrus 11, Salamanca 1951 , pág. 141; P. BOSCH GIMPERA: "Elementos
de formación de Europa: Los Celtas", Revue de 1'1. F. A. L. (lnstítut Fron~ois de
I'Amerique Latine), México 1946, núm. 5/6; y, finalmente, P. BOSCH G IMPERA:
"Mouvements cel tiques. Essoi de reconstitution", en prenso en Etudes celtiques,
París.
(2) P. BOSCH GIMPERA: "Camponyo orqueologico de l'lnstitut d'Estudis Cotolans a Caseres, Coloceit i Ma~olió", en Anuari de l'lnstitut d'Estudis Catolons
IV, 1913-1914, Crónico, póg. 830, fig. 59 d.
(3) J. COLOMINAS: " Eis enterroments ibérics deis Espleters a Salsadello"
en Anuori de l'lnstitut d'Estudis Cotalans, V, 1915/1920, Crónica, pág. 617,
figura 419.
-
188-
[page-n-202]
LAS URNAS DEL 130VEROT
3
Es difícil precisar lo cronología de los vasos del Boverot. Por e'
tipo parecen pertenecer al grupo antiguo de lo cultura de los urnas
españolas que tiene como necrópolis típico la de "Con Missert", de
Tarrasa (900/700 o . J . C.) . Pero lo semejanza con el vaso de Tossal
Redó me hace dudar, pues éste pertenece al momento más avanzado
de lo cultura de los urnas del Bajo Aragón (4) y parece posterior al
segundo grado de la cultura de los urnas (700/500) que en Cataluña representa la necrópolis de Anglés y en el Bajo Arogón el poblado de San Cristóbal de Mozaleón, paralelo del sepulcro castellonense de Solsodella siendo común a todas los estaciones de este
estadio avanzado el vaso doble-cónico con borde a lto inclinado hacia
afuera y pie alto. El vaso de Tossal Redó semeja uno supervivencia
tardío de lo "Zylinderholsurne". De todos formas el del Boverot
produce el efecto de ser más viejo que el de Tossol Redó por lo que
no es imposible que aun hoya que dotarlo dentro del primer período
de lo culturo de las urnas y considerarlo anterior al sepulcro de
Solsodello.
En la provincia de Castellón, recordamos haber visto en casa
de don Joaquín Peris, de Burriono, uno urna incompleta, hollado
en Cobones, en uno necrópolis explorado por él (5). Por no haber
sido limpiado lo vasija no sobemos si estaba también hecho o mono,
aunque parece probable, y que se suponía hollado cubierto por uno
piedra bajo un posible túmulo juntamente con algunos brazaletes
de bronce de sección cuadrado, muy finos, semejantes a los del sepulen:, de Solsadello y que abundan en el Bajo Arogón en los estaciones de lo culturo de los urnas, así como al sur de Cataluña en la
necrópolis de El Molar (Torrogono).
Lo formo de lo urna de Cobones (Lóm . 11, 4) podría ser parecido
o la del Boverot, pero el no haberse conservado más que su porte in-
(4 ) Lo cultu ro de los urnas del Bajo Arogón es tá reconocido plenamente como
debido o lo mezclo de uno infiltración céltico con lo población indígena ibérico
contra lo que creíamos al comienzo de nues tros exploraciones, considerándolo com~
un tipo de culturo ibérico primitivo. También debe hacerse notar que lo cronología
tardío que se fe atribuía ha sido rectificado, creyendo ahora que lo culturo de los
urnas del Bajo Arogón es realmente de lo primero Edad del Hierro. Véase P. BOSCH
GIMPERA : " Etnología", loe. ci t. Poro lo nuevo cronología que hemos inten tado
establecer, véase P. BOSCH GIMPERA: "El poblamiento ..." 1 póg. 338/ 339 y
347/348.
(5) P. BOSCH GIMPERA: " L' es to t actual del coneixement de lo civilitzoció
ibérico del Regne de Va le ncia" , en Anuori de l'lnstilut d' Es tudis Cotolons V
19 15/ 19 20 , Cró nico, pág. 6 25 y Fig. 436. Este sepulcro como el de So1sodelld
~e consideraba entonces como ibérico y más tardío, de oc~erdo con lo manero de
Interpretar lo culturo del Boj o Arogón.
-189-
[page-n-203]
4
P. 130SCII Gltii PERA
feriar y no saber si o lo porte esferoidal se le insertaba o no un
cuello alto, hoce difícil reconstruir su formo . Estos hallazgos de
Cobones parece ser que se han perdido.
De todos formas los tres estaciones aludidos, lo del Boverot, lo
de Cohc nes y lo de Solsodello, constatan uno ;nfiltroción, probablemente o través de los puertos del Maestrazgo, de la cultura de los
urnas del Bajo Aragón, que representa una matización céltica de
:a población indígena ibérica que más tarde, en la segunda Edad
del Hierro, absorbió aquellos e lementos volviendo a tener uno cultura en relación con las tierras valencianas y del SE. de España.
Esto infiltración de uno cul turo céltico parece haber influido
hasta la costa del SE. de España, pues en e l grupo de necrópolis de
la primero Edad del Hierro de lo provincia de Almerfo, estudiado por
L. Siret, abundan las urnas con cuello alto más o menos cilíndrico,
si bien el cuerpo del vaso es más en forma de doble cono. Tenemos
también uno tapadera en formo de plato, de perfil más curvilíneo
que las tapaderas habituales de la cultura de las urnas. Este grupo
de sepulturas que comprende las siguientes localidades: Caldero
de Mojácar, Querénima, Barranco Hondo, Almizaroque, Cabezo
Colorado (Vero), Los Caporchanes (Palomares), Las Alparatos (Turre), Cañada Flores, está relacionado con otros de Villaricos en que
aparecen pequeños objetos de ornamento, como amuletos de plato
y perlas de coralina, así como otro cerámica a torno, amarillenta, y
lucernas de tipo fenicio-cartaginés, que Siret supone en relación
con la primera colonización fenicia (los que él llamo "tyriens") (6) .
Parece, pues, que lo invasión céltica de Jo cultura de los urnas
se infiltro al menos en la provincia de Castellón y que a través de
ello es explicable la lejano repercusión de las formas de las urnas
en medio de lo culturo de los iberos de lo primera Edad del Hierro
de Almerio, que a la vez reciben otros influencias fenicias.
Se podría relacionar esto avanzada de lo cu lturo de las urnas
en la provincia de Castellón con el pueblo de los "beribraces" que
menciono el Periplo mossoliota del siglo VI, contenido en el poema
de Avieno "Oro Marítimo", como un pueblo arrinconado, según
(6 ) L. SIRET: "Villoricos y Herreríos" , Memorias de lo Real Academia de lo
Hoslorio, Madrid, 1908.
L. SIRET: " Qucstions de chronologie el d'e lhnogrophie ibériques", Poris 1913.
L. PERICOT: " Historio de España", 1, Barcelona 1934.
P. BOSCH GIMPERA: "El orle en España. Guío de lo sección España primitivo".
Exposición lnlcrnocoonol de Ba rcelona, 1929, pág. 168 y ss.
-190 -
[page-n-204]
LAS URNAS DEL BOVEROT
5
parece por el contexto, en el interior de lo provincia de Costellón.
Los "beribroces" eran un pueblo céltico cuyo nombre en realidad
sería "bibroci" (el "pueblo del castor") y parecen haberse dislocado muy tempranamente en el t iempo de los movimientos de los
pueblos de los urnas encontrándose restos de ellos en el Conflent
hasta muy torde (sig lo 11 o. J. C.) en lo Bretaña francesa, en el
sur de Inglaterra y en Irlanda.
Después del Periplo yo no se hablo más de los "beribraces" en
lo región castellonense. Pero tonto en ésto como en los tierras valencianos de más al sur, aporte de los infiltraciones célticas de la
cultura de las urnas, se produjeron más tarde nuevas infiltraciones
representadas por la cerámica perteneciente a lo llamada cuftura
post-hallstóttica y son la última repercusión de los movi miento célticos en el centro de España, pertenecientes o las grandes oleadas
de aquellos pueblos que llegan en diferentes momentos del siglo VIl
Los indicios arqueológicos de estas nuevos infiltraciones son el
vaso de Aroñuel en las comarcas interiores de la provincia de Castellón (perteneció a lo antiguo colección de Senent, de Valencia)
(7) y la cerámica de la misma cultura del occidente y sur de la
provincia de Valencia (Fuenterrobles, Cosa Doñana en los cercanías
de Utiel, Requena y Turís) (8), así como los vasos post-hallstótticos
que en la necrópolis de Oliva se mezclan con los netamente ibériC')S
(9) .
Estos nuevas infiltraciones de lo cultura céltico que descubre
lo a rqueología pueden relacionarse con otros indicios proporcionados
por la onomástica y así como la cultura de los urnas parecía corresponder a Jos beribroces, lo posthallstáttica iría ligada o nuevos
tribus cuyo nombre es también posible identificar.
El hallazgo de Aroñuel representaría uno infiltración de los turboletas, "turoli" o turolenses (cuyo nombre en realidad habría sido
"turones") bajando de las tierras altos de Teruel a través de los
pasos de la sierra del Toro intentando extenderse por el va lle de '
Palencia . En éste hollamos el topónimo "Segorbe", correspondiendo
indudablemente al cél'!ico "Segóbrigo" ( = " la fortaleza de la
victoria") y podríamos sospechar que pudiera verse lo misma raíz
en el nombre "Sagun to" (Seg- con otra vocalización equivalente al
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología ...", pág. 492 y 495, fig. 462.
(8) P. BOSCH GIMPERA: "Etnologfa ... ", pág. 495.
(9) El vaso de tipa pasthalls tóttica de Olivo se reproduce en P. BOSCH GIMPERA "Pyrenoische Holbinsel", en Ebert, Reallexikon der Vorgeschichte, 16m. 153.
(1)
-
191 -
[page-n-205]
6
P. BOSCH GlMPEHA
germánico Sieg, victoria) con una terminación distinta. Estas dos ciudades con su posición clave habrían sido el punto de apoyo de la
dominación céltica, desaparecida más tarde, que podría atribuirse
a los turboletas que, como sabemos, intentaron repetidas veces extenderse hasta Sagunto y cuya enemistad con los iberos de esta
ciudad dió pretexto a Aníbal poro el ataque que fué el punto inicial
de lo segundo guerra púnico. Los turboletas ¡turones), de los cuales
además de los de Teruel hoy otros restos dispgrsos por España (turodi
en Golicio; Turobriga, Arocena, al Norte de la provincia de Huelva)
representan la dislocación de un pueblo importante perteneciente
al penúltimo contingente de los celtas llegados al centro de España
y dispersos por los belgas. Su intento de expansión por el valle de!
Polancia fracasó finalmen te y éste fué reconquistado por edetanos
ibéricos que allí se mantuvieron a pesar de que los turboletas de
bieron continuar sus tentativos hasta los tiempos de Aníbol.
En cuanto a lo cultura posthollstáttica del occidente y sur de
la provincia de Valencia, podría preguntarse "i representa una infiltración céltica salido de los mismos turboletas, siguiendo el valle
del río Turio desde Teruel, pues en lo provincia de Cuenco, lindante
con Ademuz hoy una necrópolis posthollstáttico (Santo Cruz de
Moya), que les podría corresponder, o bien si se trato de uno corriente céltica que tiene su origen en los olcodes del sur de lo
provincia de Cuenco (necrópolis de Pajorón y Pojoroncillo) y
noreste de Albocete (necrópolis de lo Cosa del Monte, en
Voldegongo) y que seguiría el comino principal de Motillo del
Paloncor, por Minglonillo o Requena y ocuparía las tierras altos
de la provincia de Valencia. Sea como sea, el hecho es que la influencia posthollstóttica penetra en lo culturo ibérica (vasos de la
necrópolis ibérica de Oliva) y que debió existir uno infiltración de
población céltica entre los contestonas de la que es testimonio el
nombre de Bélgido en la provincia de Valencia, que ha de de identificarse con el de los belgas. Tal vez hubo una doble corriente
desde Teruel y lo provincia de Cuenco. A esta segundo pertenecería
el nombre de Bélgido y este nombre además permitiría clasificar a
los olcodes como belgas. Finalmente, y en relación con esta infil tración, podría discutirse el problema de lo posibilidad de que el
nombre de los contestonas seo un nombre céltico como se ha creído
frecuentemente, o pesar de que el conjunto del pueblo siguió siendo
ibérico como su cultura.
Los infiltraciones célticas en tierras de Valencia nos sugieren to-
192 -
[page-n-206]
LAS UHNAS DEL BOVEROT
7
dovío otro hipótesis relacionada con los fenómenos históricos. Es
notable que donde parecen persistir más es precisamente en el dominio de la lengua castellana. Puede ser que al mantenimiento de
lo frontero de ésta con el valenciano hayo contribuido lo celtización
que matizó la población primitiva ibérica que mientras en las planas
de Costellón y Valencia, sería poco celtizoda predominando el elemento indígena ibérico, en los tierras altas del occidente de Valencia debió serlo intensamente desnaturalizando la población anterior
y manteniendo la población histórica más afín o lo de las tierras
castellanos y aragonesas vecinos. Es curioso que lo frontera del
castellano coincido con lo zona de la cultura posthallstáttico o que
ha conservado rastros célticos (10).
Todo esto muest ra cuan complicado es el problema de los pueblos pre-romonos de la Península y el interés en esclarecer su formación no sólo desde el punto de visto de lo historio antigua de España
sino hasta del punto de vista de los tiempos posteriores. Insistimos
en creer que los pueblos pre-romonos don en muchos casos la llave
de hechos de la evolución de los pueblos posteriores en la Edad
Medio (11).
( 1O) Lo frontero según Bornils poso ol este de lo lineo Viver-Segorbe-ChesteChivo-Enguero. Véase BARN ILS: "Diolectes cotolons", en Butlleti de Diolectologío
Cotolono, VIl, oño 1919, pág. l.
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología ... ", pág. 498, noto 5.
( 11) Hemos planteado este problema en el último capítulo de nuestro obro
"El poblamien to ..." y en "De lo Espoño primitivo o lo Espoño Medi eval", en
Estudios dedicados o Mcnéndez Pidol, tomo 11, pág. 533 y ss. Nuestro tesis es y
será discutido si n dudo alguno y necesito todavía muchos es tudios de detalle y
ofrece muchos problemas, pero creemos que en ello hoy uno dirección fecundo en
resultados. En cuanto ol coso concreto de lo zono lingüístico del costellono en
Valencia se puede objetor que el predominio de éste puede provenir de los elementos
aragoneses de lo reconquisto en contraposición o los elementos cotolones. Creemos
sin embargo, que tonto e n lo in tervención respectivo de unos y otros en determi.
nodos zonas como en lo población existente en el momento de lo conquisto, octúon
tradiciones que tienen su rofz en lo persistencia de los elementos pre-romonos que
en genera l por todo Espoño, con nuevos matizaciones y con más o menos modificaciones, terminan par absorber los nuevos elementos de población llegados.
-
193-
[page-n-207]
[page-n-208]
P. BOSCH GIMPE RA.- Urnos del Bon rot
LAM. J.
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[page-n-209]
P. BOSCH G IMPERA -
Urn os del Bovcrot
LAM. 11.
2
3
4
1.- Urno del Tossol Redó (Coloceite, Tervel).
2.- Uno de Els Espleters (Solsodello, Costellón) (t. 1/ 4).
3.-Urno de lo Ero de Almlzoroque (A imerio).
4.- Urno y brazaletes de Cobones (Costellón).
[page-n-210]
A. FERNANDEZ DE AVILES
(Mndrid)
Excavacione!;
en el Llano de la Consolación
(1891 - 1946)
Los descubrimientos efectuados a partir de 1860 en Monteolegre,
figuran, sin duda, entre los sucesos capitales de nuestra historia
arqueológica. La categoría y volumen de los hallazgos; el interés, no
siempre bien encauzado, que éstos despertaron; su significación documental y artística dentro del cuadro plástico hispano: todo ello
reviste caracteres apasionantes e induce a volver la mirada atrás,
para examinar con la perspectiva que da el tiempo y, sobre toda,
con nuevos elementos de juicio, aquel riquísimo mat erial, que aun
hoy constituye uno de los principales fondos del Museo de Madrid.
Como es sabido, el estudio de las antigüedades de Yecla, tras
los vehementos escritos a que dieron lugar durante el pasado siglo,
había quedado casi estancado en el trabajo 1 aparecido en 1903, de
don José Ramón Mélida1 única obra en cierto modo monográfica
que puede seña larse sobre el particular (1 )". Ero, pues, grande el
contraste entre la pasada incontinencia bibliográfica y las esporó·
dicas publicaciones posteriores, dando la engañosa impresión de
estar el tema científicamente liquidado. Por eso, ha sido muy oportuna la revisión del mismo, iniciada hace pocos años (2) y comple-
( 1) El proyecto anunciado por P. PARIS en su artículo "Sculptures du Cerro
de los Santos", Bulletin Hisponique, 111, 1901 ( = "Se. du Cerro"), p6g. 113, no
llegó o reolidod.
(2) A. GARCIA Y BELLIDO: "De escultura iberico. Algunos problemas de
Arte y Cronología", Archivo Español de Arqueología, XVI. 1943, póg. 272 ss.
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toda con la práctico de excavaciones oficia les, hoy en curso, en el
Llano de Nuestra Señora de la Consolación.
Con ocasión de éstas y poro contribuir a lo labor de referencia,
he cre ído tendría interés h istoriar de modo algo ordenado los investigaciones efectuados en dicho paraje y mostrar reunidos los piezas
de él procedentes, algunos inéditos, que han llegado o mi conocim iento. Como en lo reseño aná logo que trocé en otro lugar referente al Cerro (3), hago aquí varios rectificaciones de distinto importancia, en los que no debe verse un prurito de enmendar errores
ajenos, sino ton sólo lo intención de depurar en lo posible los datos
que en adelante hayan de manejarse.
Si e l montícu lo del Cerro de los Santos es el que ha dado fama
a estos lugares, por lo prioridad de los descubrimientos y abundancia
proporcional de restos escu ltóricos, pronto pudo considerarse agotado
e l venero y malogrado todo posibilidad de obtener de é l datos científicos. Pero otro yacimiento vecino, íntimamente vincu lado al pri mero, llamó de nuevo la atención sobre el fecundo campo de Montealegre en la último década del siglo pasado, y fué el Llano de la
Consolación, que por tantos conceptos viene a compensar el agotamiento del Cerro, sobre todo cuando vayan incrementándose los
actuales excavaciones.
En realidad, e l paraje ero conocido desde antes de la época expresado, pues el P. Loso lde hablo del Cerro (sic) de lo Consolación,
"del cual se han sacado muchos piedras labrados y objetos de cerámico", ent re ellos dos vasos "de estilo egipcio", dice, que le fueron
ced idos por don Luis Gorda (4). Sin embargo, el descubrim ien to del
Llano como tal estación arqueológico, doto de 1891, en que con
motivo de la celebración de lo anual fiesta de la Vi rgen, estuvo en
el lugar el maestro de Bonete, don Pascual Serrano (5}, apreciando
restos de un gran muro con hormigón romano junto a lo Ermita (fi -
(3} A. FERNANDEZ DE AV ILES:
"Los primeros investigaciones en el
Cerro de los Santos ( 1860-1870). Cuestiones de puntualización" , Boletín del Seminario d e Estudios de Arte y Arqueología, Valladol id, tomo XV, fose. XLIX -L
1949, págs. 57 o 70.
'
(4} LASALDE: "Los Antigüedades de Yeclo", L~ Ciencia Cristiano, Madrid,
1880, XVI, pág. 470. Se refiere, sin dudo, al inmediato Cerro de los Castellares,
que domino lo llanura. Véonse también los objetos recogidos antes de los primeros excavaciones del Curo de Monteo legre, donados por éste al Museo de
Murcio.
(5) P. S8RRANO: "Lo Ploine de lo Consolotion et lo Ville ibérique d'Eilo",
Bulletin Hispanique, 1, 1899, págs. 11-19, con croquis indicando los puntos
excavados. Firmado en noviembre de 1898.
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3
guro 1, núm. 4) . Su observación la completó entonces con noticias
de los lugareños sobre "hallazgos de monedas, objetos de cerámica,
figuritas de bronce (6) y trozos de esta tuas de piedra" en todo lo
llanura, lo que le movió o volver allí más detenidamente, viendo
vestigios de uno vía romana, que ident ificó con lo Augusteo, y de
fortificaciones en dos colinos (7) (fig. 1, núms. 1 y 1'). Los sospechas
de existencia de población antiguo iban confirmándose, y poro ocabar de determinarlos acordó con don Antonio José Gonzólez (8), Cu-
Flg. l .
Croquis del Llano de lo Consolación. (Según P. Serrano).
ro de Monteolegre, efectuar excava ciones. Este los empezó solo, sin
avisarle, dando así principio o lo serie de t raba jos en el Llano, cuyo
sucesión hasta 1898 refiere Serrano, observándose di ferencias con
lo versión dado por A. Engel que procuraré explicar.
(6) Entre éstos figurarían el sátiro griego, descubierto en 1870, y tal vez, el
caballito de lo Colec,ción Vives, reseñados mós adelante.
(7) Varios objetos del primero de dichos puntos, Los Castellares, se encuen tran en lo antiguo colección de los Podres Escolapios, de Yeclo, y en el
Museo de Murcio.
(8) No "Juan Antonio", como dice el autor.
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A. FER.NANOEZ DE AVILES
l.-La primera excavación, pues1 fué la de Ganzález a fines
del verano de 1891, en el llamado Campo de Bias (fig. 11 núm. 3),
descubriéndose, según Serrano, "cinco o seis grandes trozos de piedra que fueron vendidos a M. A. Engel " (9). En efecto 1 éste, que
había regresado a su país terminada su excavación en el Cerro, nos
refiere ( 10), que, avisado por el propio González ( 11), volvió a marchar el 11 de octubre, alojándose por segunda vez en la mansión
del Conde de Montealegre. Antes de iniciar las excavaciones( retenido por las lluvias, pudo examinar en el patio de la casa del descubridor las aludidos esculturas, algunas de las cua les, "un Pegaso (?)
en tre otros, habían ya tomado el camino de Bonete adquiridos por el
señor Serrano". Las piezas vistas por Enge l, que le fueron cedidas
para el Louvre, son: 1, Grupa de toro (lám. 11, 1); 2, Capitel (lám.
IV, 1); 3 . Dos fragmentos de cornisa (lóm. IV, 3); 4, Fragmento de
mitad inferior de guerrero (lóm. 11, 2); 51 Domo seden te acéfalo
(lám. 111, 3); 6, Jinete muy mutilado {lám. 111, 2); 7, Dos cabezas
humanas frustras (sic); 8 1 León arrodillado acéfalo, y 9, Animal
quimérico acéfalo.
Vemos, pues( que el ofrecimien to o venta referido no llegó o
tener efectividad más que poro los ejemplares números 21 5 y 6, los
dos primeros de los cuales fueron devueltos por el Louvre en 1941,
ingresando en nuestro Museo Arqueológico Naciona l; o tros dos, los
números 1 y 4, fueron donados por Gonzólez ol Museo Arqueológico
de Murcia antes de 1893; los fragmentos número 3 pasaron antes
de 1903 a la colección Serrano, de Bonete ( 12); en cuanto a los nú
meros 7 a 9 pueden considerarse perdidos.
(9) En lo especificación que luego hoce Serrano de estos grandes fragmentos
(artículo citado en lo noto 5, pág. 14), se mencionan lo domo sedente y lo grupo
de toro o esfinge actua lmente en los Museos de Madrid y Murcio. Pero nada se
sobe del "busto de gran tamaño" ni de la "especie de cobro o toro" que tombien
dice posaron al Louvre, con otros "diversos trozos de estatuas". Ahora veremos
cómo esto lista discrepo en parte de lo formulado por Engel.
( 10) A. ENGEL: "Rapport sur une Mission orchéologique en Espogne ( 1891 )"
en Nouvelles Archives des Missions Scientifiques et Litteroires, 111, 1892, t. o.
1893 ( = "Ropport"), págs. 193-194 (85-86 de lo tirado aporte).
( 11 ) "Alonso" y "Alvaro" Gonzólez, dice Engel, por error.
(12) Conviene notar lo doble confusión de P. París a l trotar del capitel Y
cornisa referidos, pues de lo relación trozado por Engel de los hallazgos de Gonzólez, deduce: 1) Que en el Llano habían aparecido dos capiteles: uno mutilado,
cedido ol Louvre, y otro completo, señalado por Engel como perteneciente - según
París- o lo colección Serrono. Y 2) Que los dos fragmentos considerados "de
capitel" por Engel, eran distintos de los que, de cornisa, vió él mismo en dicho
colección de Bonete.
M. París, con aturdimiento que él se reconoce en varios ocasiones, hizo duplicar los piezas, pues Engel no hobló de ningún capitel en poder de Serrono sino
de Gonzólez, su descubridor y donante, ni dijo que fuero "idéntico" sino "onó-
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Hoy que advertir que el c uro de Ello - como gustaba llamarse
o sí mismo González-, donó al Museo de Murcio, además, un relieve con lo represen tación de Epono (lóm. 11, 5), una cabeza femenina
de lo que sólo resto la caro (lóm. citada, 4), un fragmento decorativa
con rostro radiado (lo misma lámina, 3) y dos urnas cinerarias (lámina 111, 1), la primera - y es posible que también la otra- "encontrada en Montealegre en 1889" (13), es decir, antes de los excavaciones del donante. El relieve de Epona - también descubierto
con anterioridad a dichos trabajos, pues lo vió Engel en Murcia en
1891- , aunque su procedencia no consta en el Catálogo del Museo, es del Llano según Gonzólez Simancas ( 14), de donde serón
igua lmente los otros dos fragmentos escultóricos, cuyo origen expresa dicho Catálogo en la misma forma imprecisa que las urnas.
11 .-De la segunda excavación nado dice Pascual Serrano, por
olvido extraño, ya que fué provechosa, si bien no para los Museos
españoles. El 31 de octubre, cuando al fin el tiempo lo consintió,
excavó En gel en el mismo campo de Bias hallando ( 15), en medio
jornada con quince hombres, numerosas piedras talladas, restos de
un edificio, que yacían en desorden o 1'30 m. de profundidad. Los
piezas escultóricos encontradas fueron: 1-2, Dos cabezos muy bien
logo" (relativamente) al famosa capitel desaparecida del Cerro; respecto o los
trozos de cornisa, no quiso oceptor el excusable error de su compatriota. Por eso,
cuando visitó lo colección Serrano ( 1903) necesariamente tenían que "foltorle"
el capitel -pues era el que estaba en el Louvre, único existente- y las fragmentos de capitel, pues eran los de cornisa que tenía delante. Vid. P. PARIS:
"Essai sur I'Art et !'Industrie de I'Espogne primitive" París, 1903-1904 ( = "Essoí"), t. 1, figs. 29 y 30, oógs. 41 o 43 y 264.
Han publicado nuevamente estos elementos arquitectónicos: J. CABRE: "Decoraciones hispánicos", en Archivo Español de Arte y Arqueología, IV, 1928, páginas 107 y 108 y A. GARC IA Y BELLIDO: "Lo Arquitectura entre los Iberos",
Madrid, 1945, fig. 52, pág. 91; debiendo advertirse que la colección Serrano no
es de Alicante ni los fragmentos de cornisa están en el Louvre, que yo sepa.
( 13) "Museo Provincial Arqueológico. Catálogo de sus Fondos y Colecciones",
Murcia, 1924, núms. 4 3 y 57.
(14) M. GONZALEZ SIMANCAS: "Un poso más en el estudio del Cerro de
los Santos. Un relieve de lo diosa Epano en el Museo de Murcia", en Culturo Españolo, agosto de 1909, pág. 602. Es, pues, de indudable autenticidad, o pesar
del juicio adverso de ENGEL, "Ropport", pág. 191, que recoge el citado "Catálogo". Fué confirmado en mi artículo "Lo arqueología murciano o través del
Museo Arqueológico Provincial", en Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales, 1941, Madrid, 1942, donde indiqué por error la procedencia desconocido del ejemplar; luego lo hice constar exactamente en "Relieves hispanorromonos con representaciones ecuestres". en Archivo Español de Arqueología, XV,
1942, póg. 199 y ss., incurriendo en nuevo confus1ón al considerar inéd1to lo
pieza, que había sido visto en el Museo de Murcio par P. PARIS: "Se. du Cerro",
página 124, y par ENGEL, loe. cit.
(15) ENGEL: "Roppart", pág. 194.
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conservados .(lám. IV, 2 y 4); 3, Torso femenino desnudo; 4, Pequeño puerco mutilado; 5, Dos jinetes, y 6, Tres restos de brazos.
De ellos, sólo los números 1-2 se enviaron a l Louvre; los demás,
depositados en lo coso del Conde de Monteolegre (números 3 y 4)
o abandonados en e l terreno, se han perdido. Los lluvias impidieron
lo continuación de los trabajos, por lo que Engel, o los tres días,
hubo de irse, adqui riendo antes uno cabezo de caballo mutilado
que también fué enviada al Louvre {lám. IV, 5).
111 .- En enero de 1892, dice Engel, los señores González y Serrano excavaron en el mismo campo de Bias y en el inmediato de
Antón {fig. 1, número 2), hollando "grandes piedras tallados, lanzas
y puñales de hierro en muy mol estado, tres urnas cinerarias con
cenizas y una cabeza de mujer con mechones caídos sobre la frente",
parecida a la que él mismo había encontrado en ese sitio (16) . A
pesar de que añade que esos objetos estaban efe camino, cedidos para
el Louvre a bajo precio por González, P. París no los registra en sus
obras, no siendo esto de extrañar en "Sculptures du Cerro de los
Santos", de 190 1, pues le ocurre frecuentemente con los ingresos
de estos años, quizá por embalajes o cua lquier otra causo; pero sí
es raro el silencio del " Essai", sobre todo respecto a lo cabezo,
que debía ser buen ejemplar. ¿Será la ya ci tada del Museo de Murcia, cuyo origen no concreta el Catá logo?.
No debe entenderse necesariamente que los traba jos de ambos
aficionados locales fuesen en colaboración, primero, porque Engel
no lo dice explíci tamente; por el contrario, al indicar que los objetos recogidos se los cedió precisamen te González, se nota la
dirección únic<:J o, a l menos, superior de éste en los t rabajos. Y segundo, porque Serrano, en su ci toda relación de las éxcovaciones,
no enumera ésto -ni como efectuado en colaboración ni como
hecha sólo por Gonzá lez- y sí en cambio uno realizado por él
mismo, cuyo fecha no preciso, y que es la que exponemos o continuación.
!V.-Parece, en efecto, que se trota de t rabajos diferentes
efectuados en 1892, pues los que cita Engel se verificaron en dos
campos, y el de Serrano sólo en el de Bias, donde además los objetos descubier tos fueron distintos, a saber, " tres animales alados
en muy mal estado", de los que sólo recogió el mejor, de ochenta
(16)
ENGEL: "Rapport", p6g. 195.
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o cien kilos de peso, que aún conservaba en su colección en
1898 ( 17) .
También es posible que esto excovocton fuese hecho cosí si multáneamente, pero con independencia, de lo primero de González. Sobemos por Engel que entonces Serrano recabó poro sí un supuesto Pegaso. Ahora bien, aquel ejemplar que acabo de citar,
seleccionado por Serrano como el menos molo de los tres descubiertos, ¿será el "toro arrodillado, en muy mol estado", que vió P. París
en lo colección de Bonete (18), identificándole con el pretendido
Pegaso, "nombre dado por los arqueólogos del país"? ( 19).
La primero identificación es verosím il, pero no lo segundo,
pues resu lto difícil aceptar que los a lud ido!¡ aficionados locales,
por ignorantes que los qu iera hacer el autor francés -y ni el cura
de Montealegre ni el maestro de Bonete lo eran- (20), hubieran
dado nombre tan expresivo a un animal áptero; antes bien, debía ser
en el presente coso tan paten te esta condición afirmativa, que sólo
a ese e jemplar le otorgaron el título específico, o pesar de haberse
encontrado más esculturas animolistas también con olas (21 ).
V.-Los cuatro siguientes excavaciones, son conocidas sólo por
la referencia de Serrano, habiendo tenido lugar los tres primeros en
el campo de Antón y lo cuarta en el de Bias (22)
De todos los ensayos de excavaciones llevados o cabo en el Llano,
(17) P. SERRANO: Op. cit . en noto S, pógs. 14 y 15.
(18) P. PARIS: "Essoi", 1, pág. 123.
(19) P. PARIS: "Petit taureau ibérique, en branze, du Musée de Borcelone",
en Bulletin Hisponique, 11, 1900, pág. 163.
(20) A ambos dedico elogios en diferentes ocasiones, que si por estor destinados o que los leyeron los interesados en correspondencia o sus servicios, cabrio
dudar de su sinceridad, no osi de los que figuran Inéditos en los "Notes de Voyoges
de P. París. Extroits d'un cornet inédit ou croyon (Aibocete-Aiiconte. 22-26
Aout 1897 )", cuyo copio ho tenido lo bondad de comunicarme su hijo M. René
París.
(21) Es el momento de hacer uno rectificación importante en relación con
esto clase de escultu ras, y es lo procedencia de lo notabilísimo esfinge alado, por
desgracio muy mutilado, que se conservo en el Museo Arqueológico Nocional, con
el número 32.623. Aunque di6 cuento de su hallazgo en Viltoricos don LUIS
SI RET, en su articulo "Vi lloricas y Herrerías", Memorias de lo Real Academia
de lo Historio, XIV, 1909, fig. 17, póg. 450, de donde tomó lo noticio P. PARIS,
"Archoologischen Anzeiger", XXVII, 1912, y de éste S. REINACH: "Répcrtoire
de lo Stotuoire grequc et romoine", V, póg. 408, número 3; lo cierto es que
todos los autores posteriores otríbuyen esto pieza al Llano de lo Consolación, corriendo yo normalmente can esto procedencia erróneo - o lo de Villocorríllo- en
los obras generales de mayor circulación, amparados por los firmas más prestigiosos. Por si había defecto en mi información, he consultado o don Juan Cuadrado, ton buen conocedor de lo arqueología almeriense y de lo labor de Siret,
confirmándome lo procedencia asignado por éste.
(22) P. SERRANO: Op. cit en noto 5, pógs. 14 y 15.
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el presente, efectuado por Serrano en febrero de 1897, es considerado
por éste como el más importante, pese o lo cual no ocupó más que
treinta jornales durante cinco dios. Los hallazgos consistieron en
uno cabezo de caballo (lám. V, 3), un busto, abandonado por su
molo conservación, catorce trozos de volutas y cornisas (Iom. VI, 1
y 3), otros "esculturas muy interesantes" (lámina V, 1, 2 y 4, lámi~
no VI, 2) y uno urna cinerario. Duraron los trabajos del ~ 11 al
15 de febrero, según los etiquetas autógrafos de Serrano (23) que
figuran sobre los fragmentos depositados en e l Museo Arqueológico
Nocional por lo Real Academia de lo Historio, en lo que es taban en
1899 entregados por don Antonio Vives, quien o su vez los hobio
recibido del descubridor.
Con lo colección Vives, precisamente, ingresó en dicho Museo
un caballito de bronce (lám. VIl, 2), del Llano, que ignoro cuándo
apareció ni si perteneció antes al mismo maestro de Bonete (24) .
De bronce también y un tiempo en el museíto de Bonete es el famoso
sátiro ithyfollico (lám. dicho, 3) descubierto, dícese, en el Llano
antes de los primeros excavaciones conocidos, v adquirido mucho
después por don Pascual Serrano (25), de cuyos monos posó pronto
al Louvre (26), donde al parecer se extravió, yo que no pudo incorporarse o los demás objetos arqueológicos reingresados en nuestro
patrio por in tercambio con el gobierno francés (27).
Vl.-Lo colaboración de don Antonio J. González, don Pedro
Antonio Gorcío y don Juan Tornero, primo de Serrano, tuvo también
(23) A esto excelente costumbre de Serrano alude P. PARIS en sus "Notes
de Voyoges", citados en lo noto 20.
(24) P. PAR IS: "Essoi", 11, figuro 327, página 202, noto 1. Serrano,
en efecto, adquirió un "caballito de bronce muy interesante, que el santero había
encontrado en el lugar número 5 del croquis", as í como "diversos fíbulas de un
trobojo muy delicado" también hollados en el Llano. Vid. P. SERRANO: Ob. ci t . en
noto 5, pág. 16.
(25) Antes del 28 de febrero de 189 1, fecho en que lo vió Engel, al visitar
lo colección de Bonete, diciéndole su propietario que fué encontrado en 1870
"oux olentours du Cerro", vid. A. EN GEL: "Ropport", pág. 185. Lo procedencia
del Llano que viene oceptándos~?, es, pues, relativo, :;1 no tiene otro fundamento
que esto noticio, yo que ambos puntos están separados por lo considerable distancio de unos 6 kms. Yo observó lo "aparente" contradicción GARCIA BELLIDO: "Lo Domo de Elche y el con junto de piezas arqueológicos reingresados
en España en 1941", Madrid, 1943, pág. 165.
(26) En 1879, tal vez o consecuencia de lo citado visito de París o Bonete,
en agosto de dicho año: VILLEFOSSE-MICHON, "Adquisitions", Bulletin de lo Société des Antiquoires, 11, 1898, pág. 421.
(27) A. GARCIA BELLIDO: "Lo Domo de Elche..", pág. 163. Yo redac tado
este trabajo, debo odorar que en moyo de 1951 pude ver expuesto ese importante
bronce, con otros análogos, en uno vitrina de lo solo correspondiente de dicho
Museo.
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buen éxito, pues se holló " uno cabezo de hombre bien conservado",
uno "cabecita de toro, también de piedra, muy bonito" (lám. VIl,
1), tres urnas cinerarios y dos espadas ibéricos. La cabezo de toro
y uno de los urnas y espadas, que correspondieron a Tornero, posoron a poder de Serrano, siendo adquirido aquello, en 1907, por el Museo de Barcelona. De los demás piezas, tampoco ha vuelto o saberse
nodo.
VII .-En cambio, la séptimo excavación, realizado asimismo en
1897, por don Ismael Pastor, médico de Noveldo, no brindó nado
notable.
V 111 . -EI 6 de abril de 1898, Serrano y P~rís realizaron trabajos
de nuevo en e l campo de Blos, que hubieron de abandonar por aflorar
en seguido el aguo, sin poder acometerlos en otros puntos adecuados
por hallarse sembrados (28). Acoso por esto fol to de éxito no los
menciono el autor francés al trotar de los efectuados el año si guiente, también poco brillantes.
IX.-En efecto, en agosto de 1899, volvió M. París al Llano;
pero o pesar de lo ayudo de Serrano, ton buen conocedor del terreno,
en dos días de sondeos (no se indico donde) no consiguió encontrar
más que "restos de esculturas sin valor alguno", que quedarían
abandonados en e l terreno. Más interesantes fueron los restos cerámicos, del tipo ibérico del Amorejo, siendo recogidos por el mismo
hispanista, aunque sin decir donde fueron o parar, los ejemplares
más notables, comprendidos dos esbeltos urnitos cqrentes de mérito
decora tivo (29) .
X.-La secuencio en los exploraciones y noticias del Llano, se
mantuvo luego merced a lo afición de don Julián Zuazo Palacios
propietario del Cerro de los Santos, recientemente fal lecido, quien
(28) Aunque no es propiamente el Llano, debe indicarse que en esto ocasión
ambos investigadores hicieron búsquedas en el Cerro de los Castellares, encontrando muros radiales convergentes hacia lo cima y otros rodeando lo colino: sin
dudo de habitaciones y recinto, respectivamente, al modo usual en los poblados
ibéricos y, como ellos, destruido por incendio. Su propietario, don José Rubio, de
Montcolegre, descubrió olli monedas ibéricos, romanos y órobes, esqueletos humonos y cerómico. P. SERRANO: Ob. ci t. en noto 5, póg. 14.
(29) P. PARlS: "Essoi", 1, págs. 258-259 y 11, póg. 29.
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realizó trabajos en aquél, siempre fructíferos, desde 19 14 (30) hasta
antes de 1936, fecho de sus últimos excavaciones, en cuyo publi cación, que quedó inédito, había de colaborar don Joaquín Sánchez
J iménez (31). Acoso en esos notos figurarían los datos de hallazgos
que se echan de menos en los informaciones del señor Zuozo sobre
el Llano, reducidos o lo descripción del lugar, somero reseño de los
trabajos y bibliografía, con observaciones sobre lo situación de Ello
y sobre lo autenticidad de los esculturas de Madrid y noticias de
algunos hallazgos casuales ocurridos en eso zona.
Por lo que se refiere o sus exploraciones, sólo nos do lo 1isto de
los objetos que ingresaron en su colección, ilustrado con cinco figu ras y' un croquis de lo región, ordenando aque llos con arreglo o lo
clase de material, si bien en los dos publicociones que siguieron o
lo primero yo se exponen agrupados por ajuares más o menos se guros. Aquí segui remos el primer criterio, de mayor claridad poro
los efectos de inventario dejando poro el final los conclusiones que
de toles ajuares puedan desprenderse.
Lo colección del Llano, reunido por Zuozo, además de los lápidas cedidos o los Museos de Yeclo y de Madrid, se componía (32),
en lo porte escultórico, de "varios fragmentos de estatuario, semejantes o los señalados como falsos ... por el señor Mélido (33) y de
un pie perteneciente o uno estatuo, sin peana. De cerámico, cítonse
multitud de fragmentos de facturo "muy tosco" y de otro "más fino,
de color negro o rojo y barnizado", es decir, compon iense y sigilloto (34); nueve urnas cinerarios ibéricos, casi todos con decoración g~ométrico, de mediano tamaño, salvo lo primero, y de formas
varios (lóm. VIl, 6), amén de varios urnas más, "algunos de borro
(30) Con autor ización de lo Junto Superior de Exc-avaciones; pero antes
hobfo realizado otros, "en no escaso número", aunque de poca escalo, tonto eh
el Cerro como en el Llano: Vid. J. ZUAZO PALACIOS: "Lo Villa de Monteolegre
y su Cerro de los Santos", Madrid, 1916, págs. VI, 29 y 30. El capítulo de ésta
obra acerco del Llano, fué posteriormente extractado por el autor en sus otros
obras: "Meco. Contribución ol estudio de los ciudades ibéricas", Madrid, 1916,
y "Trabajos arqueológicos en Monteo legre del Castillo", Madrid, 1920.
(31) J . SANCHEZ JIMENEZ: "El limo. señor don Julión Zuazo y Palacios".
Boletín Arqueológico del Sudeste Español (B. A. S. E.), Cartageno, núm. 3, octubrediciembre 1945, pógs. 280 o 284.
(32) Desgraciadamente se perdió durante la pasada guerra. Lo lápida de
Madrid, funerario, no procede exactamente del Llano sino del Cerro de Mediobarbo, según el inventario del Museo.
(33) Sabido es lo insistencia de Zuozo en defender lo autenticidad del lote
del Museo Arqueológico Nocional.
(34) ZUAZO: "Lo Villa de Monteolegre...", póg. 32. No lo citan los publicaciones posteriores.
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pintado y barnizado de negro finísimo" (¿griego?), que fueron desechados por su molo conservación. Asimismo de borro eran dos
piezas cilíndricos, poleos de telar o elementos poro cámara de aire,
romanos (lámina dicho, 4) (35); varios fusoyolos, en general globulares, uno cónico decorado y otro, diminuto, cilíndrico, y pesos
de telar de distintos tamaños.
De armas de hierro, se cuentan (lám . VIl, 5) : Espadas, de ellos
dos "de hoja ancho y recto" (36), uno folco to, dos fragmentos de
esto especie, donados al Museo Arqueológico Nociona l, y otros
fragmentos de espadas y lanzas, habiendo aparecido varios armas
más formando un cong lomerado inservible; dos ho jas de lanzo, uno de los cuales posó a l mismo Muc;eo de Madrid (37), y
puntos de flecha de hierro y cobre, ci tándose especialmente entre
estos ú ltimos uno que mide 5'50 cm. (38).
Los demás obje tos de cobre, en su mayoría de adorno, son: ocho
fíbulas hispánicos y cuatro de puente, con muelle o ch?rnelo, de 2
o 5 cms.; uno hebilla arriñonado, de 4 cms. de longi tud; ocho o diez
finos brazaletes de 6 cms. de diámetro; unas pinzas de 1O cms.; un
punzón o aguja de 6, y un disquito nielado con perforación central,
de 17 mm. de diámetro, además de un gran caldero con osos, destrozado. De bronce son también, sin dudo, los monedas siguientes:
uno "celta" (¿ibérica?), veinte autónomos )' multitud de romanos
de distintos emperadores, cerrando lo serie de objetos de metal un
pendiente de plato.
Finalmente, hoy que mencionar un fragmen to de olobostrón púnico, de vidrio azul con zig-zogs y círculos verdes y amarillos, y los
consiguientes restos de const rucción - sillares, hormigón- y hu-
(35) Son los que ZUAZO: "Meco. Contribución ... " , figs. 6 y 7, llamo
"fragment os de columnas". Vid. los del Pajar de los Zorros, en J . SANCHEZ
JIMENEZ: "Excavaciones y Trabajos arqueológicos en lo Provincia de Al bocetc,
de. 1942 o 1946", Informes y Memorias de lo Comisaría General de Excavaciones
Arqueológicos, núm. 15, Madrid, 1947, lám. VI, 3.
(36) Cfr. es te tipo de espado, completo, procedente dt> Hoyo de Santo Ano,
en SANCHEZ JIMENEZ: Ob. cit. en noto anterior, :6m. XLII I, pág. 73.
(37) ZUAZO: "Lo Villa de Monteo1egre ..", pág. 31 En los publicaciones
posteriores no se cito más que uno lanzo, sin dudo lo que no fué objeto de donación. Lo "punto de lanzo de cobre" mencionado por ZUAZO: "Meco. Contribución ...", pág. 44, figuro de lo pág. 46, debe ser lo c:fe flecho más abajo referido.
Los tres armas donados ol Museo llevan los números 22.268 o 22.270.
(38)
Debe de ser lo a ludido "punto de lanzo de cobre". Ver noto anterior.
-
205-
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12
A. FERNANDEZ DE AV ILES'
monos, entre cuyos cenizos, dentro o junto o los urnas, aparecieron
todos las armas y piezas de bronce enumerados (39).
Los exploraciones de Zuazo, pues, no alcanzaron lo que parecía
su objetivo principal, determinar lo situación de lo supuesta Ello,
yo que si él mismo - y antes Engel- tropezó con abundantes cimientos que le hicieron suponer no estaría lejos el núcleo principal
de edificaciones, lo cierto es que, dado lo extensión del Llano (40)
y lo escoso porte conocido, no pudo precisarse el emplazamiento de
poblado importante alguno. Pero en cambio es seguro, o juzgar
por los hal lazgos, la existencia de uno necrópolis de incineración al
sur del manantial, junto a la carretera; muy vasta, según indican
los centenares de urnas y otros objetos destruidos por los labradores
de los campos circundantes, habiendo corrido lo misma suerte, al
construirse lo carretero Almoso-Aibotana, numerosos enterramientos de época; sin dudo, romana a juzgar por sus esqueletos, ajuar y
lápidas (4 1).
Asimismo de inhumación, aunque se ignoran sus corocterísticos,
eran los numerosas sepulturas descubiertas por el propio Zuozo,
hacia 1929, en el hozo de Pascual Campos, situado tras el manan tial que surte o Monteolegre. De los cuerpos exhumados, ocho eróneos y otros restos óseos fueron donados al Museo de Albocete, habiendo aparecido también allí "cimientos de cosos romanos" (42) .
En este mismo lugar es donde ha iniciado el señor Sónchez Jiménez sus recientes excavaciones en el Llano, de que o continuación
se do cuen ta resumiendo los resultados publicados "
(43)".
XI .-Lo primero campaña, de carácter exploratorio y desarrollada del 6 a l 24 de agosto de 1946, ha tenido lo finalidad de intentar fijar, como preparación poro ulteriores trabajos sistemáticos,
(39) Z UAZO: "Meco. Contribución... ", págs. 4 3-47; los ajuares fúnebres
arriba aludidos, someramente indicados par el descubridor, son los siguientes,
conservando lo numeración 9ado o las urnas: 1, Fusoyolo diminuto cilíndrico, junta
o la urna, 2, Fíbula "de hoz" y fusoyalo globu lar, lo mismo. 3, Conglomerado de
armas destrozados, igl!ol. 3 bis (sin lámina), Pinzas, disco perforado, dos fíbulas
hispánicos, ungüentario púnica, pendiente de plato y fusayolo, igua l. 4, Espada
recta, "lanza de cobre", fíbula hispánico y fusayolo cónico decorada, igual.
5, Dentro de lo urna, tres o cua tro brazaletes, al lada seis o siete, y debajo uno
fíbu la hispánica y una fusayalo globular. 5 bis lsin lámina), Espada recto,
hebilla y fusa'yolo globu lar. Urna solo.
(40) Calculado por P. SERRANO, Ob. cit. en noto 5, póg. 16, de 250.000
o 300.000 metras cuadrados.
(41) J . ZUAZO: "Lo Villa de Monteolegre ...", pág. 29.
(42) J . SANCHEZ JIMENEZ : Ob. ci t. en noto 35, pág. 34.
(43) Prescindo de la compaña de 1947, aún inédito, pero de lo que estay
informado por lo amabilidad del señor Sánchez Jiménez.
-206-
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EL LLANO DE LA CONSOLACION
13
el emplazamiento del poblado ibérico - sea o no Ello- , con sus
distintas reocupaciones, así como el de las necrópolis sucesivas.
Los trabajos se han realizado en siete puntos distintos, dos de
ellos estériles (44). En la citada haza de Campos, de un si lo-vertedero de sección oval, se extrajeron tiestos ibéricos rojizos, con decoración lineal, y grises a torno, y terra sigillata lisa, mezclado con
tierra, cenizos y huesos de animales. Otros tres si los resultaron partidos . por el camino de Yecla, hallándose dos muros paralelos de
dudoso an tigüedad y, entre lo tierra, trozos de hierro y vidrio, de
cerámico ibérico, romano y árabe, de tejos curvos y el fondo de un
mortero de borro.
En lo propiedad de Emilio Sánchez, con las mismos cerámicas
que en lo anterior, solió sigillata decorado, además de media fusa yola y vidrios atípicos y dos pied~as de molino ibérico, aparecidas
en sendas fosas distantes diez metros, entre piedras y cenizas.
En el haza de Eloy Sónchez, a media ladera del Cerro de los Castellares cuya ladera exploró Zuazo, se descubrieron tres muros porolelos de 2'70 X 0'50 m. y altura variable, de sillare jos con cal.
Entre la tierra sigue surgiendo cerámica ibérica y sigillata--de ésto,
un tiesto con la marca Salaria-más un tazón de borro gris claro
muy fino y fragmentos de vidrio. En superficie, trozos de molinos y
de a rgamasa, teselas de mosaico, tiestos varios y un g lande elíptico
de hierro, siendo de advertir que los bancales están construidos can
piedras, al parecer, de edificios.
El terreno de Martín Silvestre ofreció la particularidad de un
gran foco de ceniza de 2'50 m. de diámetro y más de dos metros
de profundidad, en e l que apareció, revuelta con huesos quemados
y de animales y trozos de plomo, cerámica de las ci tadas épocas,
principalmente árabe popular.
En el haza de José y Juan Tornero se descubre, a dos metros de
profundidad, un muro de grandes adobes y piezas de borra cocido
(¿poleas?) (45), y en superficie, cerámica sigillata y á rabe y un
trozo de soliferreum .
Pero es en la viña de Juan Marisoarza donde se efectuaron los
hallazgos más importantes. Su mismo nombre, La Torrecico, con que
se la conoce desde ti empo inmemorial, puede recordar la existencia
(44) El famoso "campo de Bias", que el señor Sónchez Jiménez creyó por
error identificar con lo estéril hozo de D. Doboso, ha sido en 1947 localizado
exactamente.
(45) Como los citados descubiertos por Zuozo.
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14
A. F.ERNANOEZ DE AV I LES·
de algún monumento, al ~t.Je pertenecería lo grado de cal izo ae dos
escalones descubierto o sesenta y cinco centímetíúS de profundidad,
aporte ios piedr.:As de antiguos construcciones utilizados en los bancales circundantes. Entre los tierras que envolvían aquéllo, aporecii'>
un tragmento de pierna de toro o caballo, en caliZO, y un colgante
de vidrio en forma de piño ogollonada, de veinte milímetros de longitud
Junto o lo grado, o noventa cen tímetros de profundidad, había
uno sepu ltura de incineración cont eniendo vasos helenísticos destrozados, entre huesos quemados y cenizas, y, esparcidos en torno,
fragmentos pétreos ornamenta les de ovos y tiestos ibéricos lineales.
Aquí, especialmente, se descubrió a treinta cen tímetros de profundidad, una bellísimo cabezo masculina de tamaño natural, y por
doquier, o profundidades variables, numerosos fragmentos escultóricos y arqu itectónicos, entre ellos una garra de león, y los habituales tiestos ibéricos y helenísticos.
Lo sepultura citada hace el número 4 de los dos docenos de enterramientos de esta clase descubiertos por entonces en lo Torrecico,
acreditándose así lo ubicación de una de las necrópolis buscados,
cuya antigüedad quedaba expresado por lo falto, incluso superfi cialmente, de terra sigillota, y lo presencio de vasos de figuras rojos.
El material, en conjunto, es el normal: Vasijas ibéricos de distintos
formas, en borro rojo-amarillento o gris; fíbulas de bronce circulores; uno falcoto y fragmentos de otras; nava jos; dos ponderales de
bronce y abundantes tiestos ibéricos y helenísticos.
Lo primera sepultura descubierto constaba de lo urna y un plato
gris. Lo segundo, o diez metros de ésto, en lo mismo zanjo inicial,
estaba integrada por la urna y medio pondus.
Pero otra serie de estas sepulturas se hollaban relacionados con
una especie de recuadro tumular de 4'80 o 3'20 m . de lodo y 0'40
de altura, de piedras aplanados en seco, análogo a los .de los necrópolis ibéricos de Caso del Monte y Hoyo de Santo Ana . El
muro circundante ero de anchura irregular '(0'40-0'60 m .), estando
el interior semicubierto de losas. Dentro, se halló lo sepultura nú mero 22, con restos de un kylix helenístico, huesos y cenizos. Sobre
los piedras de encimo, lo número 20 contenía otro kylix y uno fusoyola o ponderal de bronce. Alrededor del recinto y bajo el muro,
en fin, otros se pul tu ros mostraban vasos ibéricos con decoración
lineal.
Y como detalle bien expresivo, entre las citados piedras de
-208-
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EL LLANO DE LA CONSOLACION
15
relleno, apareció un trozo de pata de animal, análoga a las descubiertas en el exterior, quizá pertenecientes todas al monumento
tunerario del que sólo se ha conservado la grada de acceso, y que
fué destruido antes de lo erección del túmulo.
Tras la penosa impresión dejada por las excavaciones, rebuscas
y saqueos anteriormente realizados en el Llano (46), tales han sido
los favorables auspicios bajo las cuales han empezado estos primeras excavaciones científicas.
Aún es prematuro sacar conclusiones que permitan formarse
idea completa del cuadro arqueológico o que corresponden, sobre
todo, los esculturas allí exhumadas en los últimos cincuenta años.
Pero bueno será tener presente, de momento, el ambiente que, según esta compaña de excavaciones, parece reflejar el más rico
filón hasta ahora señalado en el Llano, "le chomp du nommé Bias".
Otros puntos, hemos visto, don idea de reocupociones y aun de
haber sido objeto de profundas remociones que dificultarán o impedirán su estudio. Pero la llanura es lo suficientemente extensa
paro hacer esperar, en el curso de los trabajos sucesivos dirígidos
por lo experto mono del señor Sánchez Jiménez, lo documentación
precisa que determine todo el ciclo cultural del Llano y, con él, lo
relación existente ron el famoso e inválido Cerro de Los Santos.
(46)
J. SANCHEZ JIMENEZ: Ob. cit. en noto 35, págs. 32 y 33.
-209 -
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LAM. 1
FERNANDEZ DE AVILES. -Lior.o de lo Consolación
2
El Llano, con lo Ermita de Nuestro Señora de lo Consolación
{Fotos
Sónche~ Jim~nez)
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FERNANOEZ DE AVILES.- lf ono de lo Consolación
LAM. 11
2
3
4
5
Piezas descubiertos por Á . J. Gon zálcz en 189 1.- 1, Grupo de esfinge o toro. 2, Fragmento de guerrero.-3, Fragmento con rostro radiado decorotivo.4, Fragmento de cabezo femenino.- 5, Relieve de Epono.-(Todo en el
Museo Arqueológico de Murcio).
!Fotos d 1l autor).
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Piesos descubiertos por A. J . Go nxóle: e n 1891.-1 , Urnos, donados en 1889 o l Museo Arqueológ ico de Murcio.- 2, Fragmento
de jinete (Museo del Louvre). ~egún P. Poros.- 3, Domo sedente (Museo Arqueol~ico Nocionol).
(Fotos del ::.utor y del Archivo de
Arte Hispf:nico respectivamente).
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FERNANDEZ DE AVILES.-Li ono de lo Consolación
LAM. IV
2
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3
.1
5
Piezos descubiertos por A. J. Gon xóle x en 1891 .-1, Capitel (Museo Arqueológico
Nocionol).-3, Fragmentos de cornisa, ¿perdidos?
Piezos descubiertos o adquiridos por A. Enge l en 189 1.-2 y 4, Cabezos humanos
(Museo del Louvre).-5, Cabezo de caballo (Museo del Louvre).
(Fo tos Archivo de Art e His:>ónicc, Engel y París).
.(
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LAM. V
FERNANDEZ Dt AVILES. -llono de lo Consolación
2
3
4
Pie zas descubiertos por P. Serran o en 1897 .- 1 y 2, Fragmentos de olas de esfonge.- 3, Cabezo de cobollo.- 4, Fragmento de cosco de cob:~llo. (Todo
en el Museo Arqueológico Nocoonol).
(Fotos Dominguez).
[page-n-231]
LAM. VI
FERNANDEZ Dr. AVILES. -Lia no de la Consolación
l.
2
3
Pie zas desc ubie rtas por P. Serrano en 1897 .- 1 y 3, Fragmentos decorativos.2, Fragmentos onimolistos. (Todo en el Musco Arqueológico Nacionol).
(Fc.tos Domínguc~ ).
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FERNANóEZ OE AVILES. -Lian o de la Consolació n
LAM. VIl
2
3
4
5
6
Hollosgos vorios.- 1, Cabezo de caballo, descubierto por Gonzólez, Gorcio y Tornero en 1898 (Museo Arqueológica de Borcelono).- 2, Caballito de bronce, de lo colección A. Vives (Museo Arqueológico Nocionol.- 5, Sátiro de bronce, de lo colección P. Serrano (Museo del Louvre).
Piezas descubiertos por J . Zuoso de 1914 o 1936.-5, Objetos de metal, desoporecidos.-3 y 4, Objetos de
cerámico, también desaparecidos.
(Fotos del autor, P. París, G. Bell ido y J. Zuozo).
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FERNAND BENOJT
I FI'OIICÍR)
Chevaux du L~vant lbérique. Celti~m~ ou
Méditerranéisme.?
La découverte au Cigarralejo (l), pres de Murcia, d'un sanctuaire comprenant plus d'une centaine de petits "ex-voto" représentont des chevoux, nus ou hornochés, parfois occompognés d'un
pouloin, pose le double probleme de lo recherche du prototype et
de leur destination religieuse. Nous ne prétendons pos dans cette
courte note, présenter d'offirmotion définitive sur lo significotion
rel1gieuse de l'offrande d'équidér., qui est polyvolente, comme toutes les ofrondes, et se relie au plus ancien folklore indo-européen;
mois seulement mettre en garde contre le danger de réduire le
chomp de comparaison a ('aire présumée celtique et attirer l'ottention sur l'histoire et l'évolution d'une figure .
Les découvertes ibériques de stotuettes d'équidés et de steles
du dompte ur de chevo ux proviennent en effet des contrées médi terranéennes, si tuées hors de la Celtibérie e t en relotions étroi tes
avec la Grande Grece et Rome, et sont datées de lo fin de t'ipoque
républicoine, ce qui infirme radicalement, dons le temps et dons
l'espace, l'hypothese imprudemment olléguée d'une influence cel-
( 1) E. CUADRADO DIAZ: "Excavaciones en el 'iantuario Ibérico del Cigarralejo (Mula- Murcia)", Informes y Memorias de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas, núm. 21; Madrid, 1950.
- 2 11-
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2
F. BENO IT
t ique, a propos des cheva ux du Cigarro lejo (2) . Au moins, la comparaison avec les équidés d'Assche- Ka lkoven, en Brabant, que j'ai
srgnalée en 1949 a M. Cuadrado Diez, sans prévoir les déductions
qui en seraient tirées, aura -t-elle eu l'avantage de faire dresser
l'inventaire de figurines analogues trouvées dans les fovi ssae de
sanctuoires belges (3).
Ce n'est pos vers les pays hvperboréens qu'il faut se tourner,
mais vers la Grande Grtke, pour tenter de rechercher des points
de comparaison, a la fois plastiques et religieux (4). Les sépultures et les riches dépóts des sonctuoires de lo Luconie, de 1' Apulie,
de lo Dounie, du Bruttium, de lo Componie, nous ont fo it connoitre
un grond nombre de figurines d'équidés, en terre-cuite, d'époq•Jc
grecque et romoine, représentont des chevoux nus ou bridés, portont porfois en croupe un enfont nu (pi. 1, 1) ou lo figure symboli que d'Horus- Horpocrote. Lo ressemblonce des chevoux du dé pot des
Covolucci a Medmo (Rosorno) (5) (pi. 1, 4), colonie de Lacres, de
Lucerio (6), de Coles (Calvi) (7) (pi. 1, 2), d' Aries (provenont d'une
tombe) (pi. 1, 3), ovec ceux du Cigorrolejo, en pierre, est d'autant
plus fropponte que l'on imol est troité sons grande finesse, l'entredeux jombes non a jouré, mo is plein.
Ces sonctuoires son t en relotion ovec le cu lte de Déméter et
de Perséphone, qui est dominant a l'époque hellénistique dons 1 to'1
lie du sud, a Lacres, a Taren te, o Lucerio; l'offronde du chevol y
est souvent ossociée a celle du pare {Lucerio, Cales), l'offronde por
excellence de lo lustrotion et l'onimol consocré a Déméter (8) . Le
probleme de lo destinotion de ces figurines est loin d'etre résolu, en
12)
S. J . DE LAET: "Survivonces du cult e d'Epono dons le folklore brobonLotomus, X, 1951, p. 178; cf. lo critique de M. RENARD: lbid. p. 186.
num. 2.
(3) J . MERTENS: "Terres-cuites de l'époque romoine trouvées o Elcwiit
(Brobont)", Lotomus, X, 1951, p. 171 et pi. IX et X.
(4) Ainsi que l'o mis pour lo premiere fois en lumiere A. GARCIA BELLI DO: "Contactos y relaciones entre lo Magno Grecia y lo Península Ibérico, según
lo Arqueología y los textos clásicos", Madrid, 1935.
(5) P. ORSI: "Locri", Notizie degli Scovi, XIV, 1917, p. 64. Les hypotheses de l'outeur sur lo significotion de ces "ex-voto", soit-dissont en ropport
ovec les Dioscures de Lacres, sont infirmées por les démonstrotions de S. FERRI,
dons "Bollctino d'Arte", 1927, p. 173, et "Divinito ignote", 1929, p. 93 .
(6) R. BARTOCCI NI : "Arte e religionc ncllo stipe votivo di Lucera", dans
Jopigia, Rivista pugliese di Archeologia, Storio e Arte, XI, 1940, fig. 5.
(7) Collection du Marquis de Salamanque, ou Musée Archeologique Nationol de Madrid.
(8) P. AMANDRY: "Eschyle et lo puriflcation d'Oreste", Revue Archéologique, XI, 1938, p. 23.
~on",
-212-
[page-n-235]
CHEVAUX DU LEVANT IBERIQUE
3
roison de leur polyvolence: les memes stotuettes se trouvent dons
les tombes et dons les temples, oinsi que l'ont noté Ch. Picord (9)
pour le monde grec, et pour le monde gallo-romain E. Linckenheld,
qui o constaté la fréquence des stotuettes dons les sépultures (10).
Mois, en out-re, lo voleur funéroire d'un ex-voto n'est pos exclusive-
Fig . 1.-Lo "clompteuse de chcvoux", de Plovdiv (Bulgorie du Sud).
(G. n.)
ment attochée o lo sépulture, comme le suppose un parologisme de S.
J. de Laet ( 11). Nous nous conten terons de no ter qu'en Grande Grece ( 12), comme en poys hellénique et en Goule, des stotuettes de
chevaux ont été trouvées dans les tombes, e t que les fovissae du
sonctuoire de Lacres, consacré ou culte de Perséphone, renfermoient
(9) CH. PI CARO: "Notes d'orchéologie grecque", Revue des Etudes onciennes, XXX II, 1930, p. 100, n. 2.
( 1O) E. LINCKENHELD: "Figurines en terre-cuitc", Revue des Etudes on·
ciennes, XXXI, 1929, p. 162 et s.
(11) S. J . DE LAET: Op. cit. en note 2, p. 177, n. 2.
( 12) Tombe des Crichi ou Musée de Cotonzoro, en Colobre (deux chevoux
de bronze), cf. pour I'Apulie et lo Luconie, P. BIARDOT: "Les terres cuites grecques funebres", 187 2, p. 12 et s.
-213 -
[page-n-236]
4
F . BENOIT
des tablettes de terre-cuite se rapportan t ~ la vie d'Ou t re-Tombe
e t au jugement d'Hades ( 13).
Tout oussi complexe est l'interprétation des steles ibériques
ossociont deux ou plusieurs chevaux o un personnoge mole: représen té de face, debout dans les exemples les plus archa'iques, il fait
un geste de protection vis-o-vis de deux équidés dressés sur leu rs
pottes postérieures, les deux pattes ontérieures ployées devont le
dompteur de chevaux (steles de Sagun to ou Musée de Valencia, de
Fig. 2 ,- Le "moitre des chevoux" sur une fibule béotíenne du Musée du Louvre
(VI II e s.) (d'opn!s J . Chorbonneoux, dons Préhístoire. 1, 1932, fig . 1 ).
Villacarrillo, d' Alcoy et ovec variante de Villaricos au Musée de
Barcelona); ou bien il est assis sur un escobeou, étendon t ses deux
bras au dessus de deux groupes de chevaux superposés, figurés
dons leur pose normale. (Llano de lo Consolación au Musée de
Murcia) (1 4).
Le second type, plus localisé, marque une évolution du premier, demeuré p lus pres de son origine orienta le, et se rapproche
de lo représentotion d'Epona, entourée d'une cour de chevaux
La différence des deux images est froppante; et cette dissemblonce a surpris P. Lombrechts, qui prétend na"ivement opposer lo
familiarité de I'Epona, présumée d'origine celtique, donnant o
monger aux chevoux, et le coroctere forouche, tout asiatique, de
(13) Q. QUAGLIATI: "Rilievi votivi orcoíci in terro colla dí Locri Epizephyrioi", Ausonio, 111, 1900, p. 136; P. ZANCANI MONTUORO: "Lo Perséphone
di Toronto", Societo Magno Grecia, V, 1931 , p. 167; etc.
( 14) Je renvoie o mes études ontérieures: "Lo Epono de Afcoy", dons Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Afcoy, 1950), p. 217;
"Les mythes de I'Outre-Tombe. Le Covolier o 1'Anguipede et !'écuyere Epano",
Bruxelles, Collection Lotomus, 111, 1950, p. 40.
-
214-
[page-n-237]
CHEVAUX DU LEVANT IBERIQUE
S
lo potnio thé ron (dompteuse de fouves) méditerronéenne, "moitrison t et étronglont (?) des lions, des pontheres et meme des chevoux" ( 15) .
L'évolution ibérique d'un type o l'outre s'est faite sur place et
lo tronsformotion de ca roete re de 1'Artémis-Dione, molgré le pseudo-orcho'isme du prototype, n'o rien qui doive nous étonner dons
Fig. 3.-Antéfixe de terre cuite de Quoronte ( ler. s.)
(Musée de Montpellier).
l'histoire des religions antiques, pos plus que le chongement de
sexe de lo potnio hippon (dompteuse de chevoux) en son paredre
dompte ur de c hevoux, dépourvu d'oiles (fig 1 et 2).
Lo figure d' Artémis potnio théron, soisissont por lo potte oeux
lions dressés o ses cotés, n'étoit pos inconnue de lo Bétique, oinsi
que le montre une ontéfixe d'ltolico (16), ni de lo Norbonnoise
( 15) P. LAMBRECHTS: "Divinités équestres ou défunts hérolsés?", L'Antiquité clossique, XX. 1951, p. 123.
(16) A. LAUMONIER, dons "Revue d'Etudes onciennes", XXIII, 1921, p.
273; publié por F. BENOIT: "Lo Epono de Alcoy", p. 220, fig. l. On comporero
l'ornement de bronze trouvé o Elche, représentont deux fouves offrontés: P. PARIS: "Essoi sur I'Art et !'Industrie de I'Espogne primitive", Poris, 1903, 1, fig. 79.
-215 -
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6
F. BENOIT
(antéfixe de terre cui te de Quarante au Musée de Montpell ier) (fig.
3) , directement issue d'un prototype hellénistique de la Grande
Grece e t de I'Etrurie, o l'époque romaine.
L'amitié de M. Alejandro Ramos Folqués, l'heureux fouilleur
de 1'Alcudia d'Eiche, m'apprend que le Levant ibérique, si influencé par les apports de la Grande Grece, a également connu le type
de I'Artémis potnia hippon, qui a la meme valeur religieuse que
la dompteuse de lions. A vrai di re la figure d' Artémis ailée, le vi sage de profil, lo robe stylisée en forme de cloche, entourée de
rinceaux e t de rosaces, était un des motifs favoris de la céramique
d'Elche, sans que l'on pOt identifier ce génie ai lé, sans bras ni
i
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/
...
...
.....
·•·...
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Fig. 4 .- -Artémis oilée dompleuse de chevoux sur un vose
d'Ei che (111 - 11 s. ov. J. C.). (D'opn}s pholo de M. A. Romos Folqués).
attributs ( 17), ou tenant parfois deux palmes. Le nouvel exemploire récemmen t reconstitué par M . Ramos Folqués, représehte
la meme divini té, a ilée, le visage non plus de profi l mois de tace,
et étendant les deux bras vers le museau de deux chevaux, dressés
su r leurs pa ttes postérieures, dont n'est figurée que la protomé,
visiblement inspirée por un modele gréco-italique (fig. 4) .
L'identification de cette Artémis ibérique présente un grand
intéret par l'archa·isme, c'est-a-dire le re tardement de son modele.
(17) A. RAMOS FOLQUES: "Problemas de cerámico", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudes le Español (Aibocele, 1946). Cortogeno, 1947, p.
295 et pi. XXV III, 4; ct A. GARCIA BELLIDO: "El Arte Ibérico", "Ars Hispanice", 1, Madrid, 1947, fig. 316.
-216-
[page-n-239]
CHEVAUX DU LEVANT lBER IQUE
7
Tout osiotique par so fonction de dompteuse d'onimaux souvoges,
sur le type de terres-cuites de Loto en Cnhe (fig. 5), d'ivoires de
Sparte, ou de steles étrusco-villonoviennes du Musée de Bologne,
elle est encare ossociée o l'élément animal, qu'elle asservit mois
Fío. 5.-Le dompteur oilé entre deux chevoux (te rre-cuite
de Loto, en CnHe, Vle. siécle).
dont elle ne se sert pos; le chevol n'o ·pos encare adopté l'ottitude
fomiliere de la monture de Dione ou d'Epono ni celle des chevaux
domestiqués de la stl~le du Llano de lo Consolación, qui montre lo
tronsformotion de l'onimal en un ottribut de lo déesse ou du dieu .
A l'outre extrémité du monde méditerronéen, dans le sonctuo ire de Berne, riche de stotuettes du Ponthéon romoin, c'est une
transformotion oussi rodicole qu'o subie Artémis, assimilée o la
deo Artio (lo déesse-ourse) (18), offrant une corbeil le de fruits o
un animal souvage, l'ours, emprunté a lo foune locale, qui s'avonce fomilierement vers lo dompteuse assise sur son tré'me.
( 18 ) Voir sur les ropports lingu is tiques d' Arté mis et d' Art io les hypotheses
de V. PI SANI : "Hell eno Kelt iko" , Revue d' Etudes o ncienn es, XXXVII, 1935,
p. 148; et de M . SANCHE Z RUIPEREZ : "El nombre de Artem is, dorio-ilirio: Etimología y expansión. Estud io combinado de leng ua y religión", Eméri to, XV,
Mad rid, 1947, pp. 1-60, e t " Lo Deo Arlio celto y lo Ar temis griego. Un aspec to
religioso de lo ofinidod celta - ilirio" , Zephyrus, 11, 2, Solomonco, 1951 , pp. 8995.
-217-
[page-n-240]
8
F. BENOIT
Or, o Elche, cette évolution s' inscrit dons des limites de t emps
étroites, lo céromique zoomorphe ne remontont pos ou dele du
llle-lle siEkle ov. J. C., et lo sh~le du Llano de lo Consolación o
lo fin de lo République.
Une telle évolution de ce motif orcha·ique révele lo profondeur
du couront d'oceide ntolisotion qui recouvrit les vieux fonds étrusco-gréco-pun iques de lo cóte ibérique, o lo suite de lo conquete romaine. Mois il est peu vroisembloble que lo tronsformotion morphologique oi t otteint l'essence meme de lo voleur religieuse de lo
grande déesse, moitresse de lo vie et de lo mort et protectrice du
défunt, ou de son poredre.
L'histoire du motif ibérique, si cloirement lis ible dons les documents figurés, n'est-elle pos de noture o montrer lo complexi té
tu type de !'écuyere Epono, bonnossement ossise sur so monture,
qui ne représen te que l'obou t issement d'imoges diverses, pormi lesquelles il fout sons doute compter celle de lo dompte use de chevoux?
-21 8 -
[page-n-241]
:
LAM. J.
BENOIT. -Che voux du Le vont lbé rique
2
4
3
1.-Amour o chevol; terre-cuite de Cyrénoique (Musée Borely-6203).
2.-Ex-voto de tcrre-cuite du Sonctuoire de Coles (Colvi) en Componie. (Col. du
Morquis de Solomonque ou M. A. N. de Modrid-5012).
3.-Chevol de terre-cuite provenont d'une tombe des Aliscomps o Aries, lile síécle
(Musée Borely-2753).
4.-Chevol de Medmo (Reggio de Colobrio).
[page-n-242]
ANTONIO GARCIA Y BELLIDO
1
1\lndrld)
E.l culto a flphrodite. de flphrodi~iá~ en
la Pe.nín5ula Ibérica
Lo Aphrodite de Aphrodisiás es uno deidad aun mol conocida.
De su culto se ignoro todo. Su identificación no es muy clara tampoco. Lo único que parece evidente es que hoy un tipo determinado
de figuras de culto, todas coincidentes, y que estos figuras, por su
simi litud con otros conocidos por los monedas de Aphrodisiós, han
de ser identificados con lo deidad epónimo de lo gran ciudad de
Koría, en Asia Menor.
El tipo fué estudiado primero por John ( 1), que reunió una
colección de ejemplares. Esto, empero, fué pronto acrecida con la
aportación de C. Frederich (2), quien llegó o catalogar hasta quince
ejemplares. Frederich propuso ya como nombre de esto imagen el
de Aphrodite de Aphrodisiás, basándose en el hecho de que en los
monedas de esta ciudad (3) aparecen, desde lo época de Augustus
iconos idénticos o los hoy conocidos por esculturas y relieves. Es
más, el relieve de Constantinopla (4) procede precisamente de
Aphrodisiás y nos presento a lo deidad de un modo casi idéntico al
conocido por los imágenes de Occidente (tiene pequeños variantes
sin transcendencia). En los monedas, efectivamente, se ven los atributos característicos del icono: el menisco, los bustos de Selene y
( 1) JAHN: "Entführung der Europa", Denkschiften der wiener Akodemie,
XIX, r 870, pág. 41 v ss.
(2) C. FREDBRICH: "Die Aphradite von Aphrodisios in Karien", Ath. Mitt.
XXI I, 1897, pág. 36 1 y ss.
(3) "British Museum". Cotol. Gr. Coins, Cario", lám. V, 11 , VIl, 1, 3, etc.
(4) MENDEL, 11, 516.
-219-
[page-n-243]
2
A. GARCIA BELLIDO
de Helios, los tres Chorites, lo Nereida o mejor Aphrodite marino,
sobre el monstruo oceánico, los palomos, los tres Erotes. Estos
últimos formaban en lo localidad uno especie de triado, o juzgar
por lo inscripción hollado tiempo ha en lo ciudad korio (5) .
Su concepción general, como imagen, tiene evidentes coincidencias con lo conocido Diana Ephesío. Ambos traducen lo formo de
un xóono n, muy antiguo, rígido, estático; los brazos pegados al
cuerpo y los antebrazos avanzando exentos por delante del tronco;
el monto de pliegues "arcaicos"; la porte inferior, desde los pechos,
envuelto en fo jas ceñidos; los pies juntos y de plano sobre el suelo,
e tcétera . Pero es tamb ién manifiesto que ambos imágenes son in dependientes, aun suponiendo que la de Aphrodisiós provengo tipológicamente de lo de Ephesos. Los atributos que distinguen o esto
t:dtimo (múltiples momos, abejas, león, zodíaco, rosetas, monstruo
alado, toro, ciervo, etc.) no aparecen en los imágenes de Aphrodi siós. Es más, como yo advirtió Frederich, monedas hubo en que
ambos deidades aparecían juntos, como imágenes hermanos, pero
también como divinidades distintos (6) .
Lo hipótesis de Frederich no fué aceptado por algunos arqueólogos que siguieron dando o lo Aphrodite de Aphrodisiós el título de
Artemis Ephesío. Así De Ridder (7) quiso sacar demasiado partido
de algunas discrepancias de menor monta entre unos imágenes y
o tros. Se trota de variantes sin transcendencia alguno poro e l tipo.
Lo mismo figurita portuguesa de Beringel ofrece lo particularidad
de presentar de frente lo Choris del centro (cuando en casi todos los
demás ejemplares es al revés) o de añadir a lo zaga del monstruo
marino que llevo o Aphrodite (o Nereida), un delfín, ausente en los
demás imágenes. Uno detenido comparación entre los imágenes conocidos nos llevo o percibir unos cuantos discrepancias más, todos
insignificantes y sin valor alguno para lo que se pretende (8) .
Tonto lo Artemis Ephesío como la Aphrodite de Aphrodisiós son
aspectos o advocaciones locales de lo gran deidad mikrosiótico, de
l
(5) PARIS y HOLLEAUX, Bull. Corr. Hell., IX, 1885, 78, 8.
(6) BARCLAY HEAD: " Co tol. coi ns Br. Mus". Cario 160, póg. 53, Lámina XLIV, 1; Bronce de Septimius Severus.
(1) DE RIDDER: Coll. De Clercq", IV, 1906, póg. 31.
(8) Poro el tipo de lo Artemis Ephesio véase, principalmen te, HERRMANN
TH IERSCH: " Artemis Ephesio, ei ne orch
Erhol tenen Denkmaler, Berlín 1935.
-220 -
[page-n-244]
EL CULTO A APHROOITE DE APHRODIS IAS
3
de culto, mezclas con concepciones diversas hicieron que, tanto en
Ephesos como en Aphrodisiós, la idea de la fecundidad, fundamental
en la deidad minorasiótica, tomase formas y símbolos especiales (9)
Pasemos ahora a presentar el ejemplar de Beringel (Lóm. 1).
Se trata de uno pieza de mármol blanco, de 0'125 m. de altura,
hallada en Beringel, Baixo Alentejo (Portugal), hacia 1923, en una
huerta propiedad de don José Mira Galvoo. Sirvió de pisapapeles
hasta que se perdió, viniendo o aparecer de nuevo, casualmente y
mucho más tarde, en un vertedero cercano o lo propiedad del señor
Golvoo. Este tuvo lo generoso idea de hacer donación de lo pieza
al Museo de Bejo. Ha de advertirse que en el mismo lugar de su
aparición hablan surgido otros muchos testimonios de época romano
y que existen ruinas, aun no excavados, pertenecientes, tal vez, o
uno "villa". Consérvese hoy en el Museo Regional de Arte y Arqueología Roinho o .~ Leonor, de Beja.
Fué dado o conocer por Abel Vi ano (lO) y luego fué estudiado
por mí (11) .
Es lo porte inferior de una imagen de Aphrodite de Aphrodisiós.
Lo visible nos muestro tres fajos o zonas con los siguien tes escenas,
enumerados de arribo abajo:
o.-Las tres Chorites en pie, desnudos y abrazados, según la
fórmula consabido; o ambos lados del grupo dos cornucopias de los
que, las gracias de los extremos, toman unos frutos.
b.-En lo foja del medio una Nereida sobre hipocampo o, me jor,
Aphrodite como diosa de lo mor, cabalgando sobre un cornero marino; detrás salto un delfín.
c.-Lo fajo inferior muestra tres Erotes alados con racimos (?)
en los monos.
El conjunto presento lo formo de un tronco de cono invertido, o
ambos lodos del cual caen, con cierto rigidez a rcaizante, unos pliegues, los correspondientes al monto que cubría o lo fiquro, según
se ve en los paralelos mejor conservados. De ellos se deduce aue en
nuestro fragmento fol ta una foja, lo superior, que contendría los
bustos de Helios y Setene (Ares y Aphrodite, según sospechas menos
(9) HASS: "Bildera tlas zur Relig ionsgeschíchte", Die Religionen in der Umwelt des Urchristentums, Leipzig 1926, XVI y ss.
(lO) "Museu" 11 (1943) nllm. 4, pág. 47 y ss. fig. 1, y en "Archivo Español
de Arqueología", XIX, 1946, pág. 95, fig. 4.
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO: "Esculturas romanos de España y Portugal",
Madrid 1949, núm. 160.
-221-
[page-n-245]
4
A. GARCIA BELLIDO
fundados) . Faltan también los extremos del chitón o túnico interior que cubriría los pies; éstos se asentarían, probablemente, sobre
un plinto en cuyo frente figurarían dos palomos afrontados, sosteniendo con el pico uno guirnalda . El resto, desde lo cintura poro
arribo habría de ser como en sus paralelos más cercanos.
Entre estos señalamos, los figuras de So lona ( 12), Romo, Termos (antes Mus. Kircheriono) ( 13), Colección De Clercq (14) (reproducido aquí en lo lóm. 11), Colección del Príncipe Rupprecht, en Mu nich (15), Florencia, Uffizi ( 16), los dos ejemplares de Erlongen ( 17),
Museo Vaticano ( 18}, Museo Cívico de Bolonio (19), el que, como
procedente de Ariccio, estuvo en lo colección Despuig, de Palmo de
Mallorca, hoy en lugar por mí ignorado (20) y Boolbek, en lo colección Durighello en 1921 (21).
( 12) FREDERICH, 16m. XI, k.
(1 3) FREDERICH, lám. XI I, j; HELW IG "Führer", 3." ed. 11, núm. 171 5.
( 14) FREDERICH, pág. 341, 1 (Col. Hoffmann); DE RIDDER "Coll. De
Clcrcq", IV, 1906, 16m. VIII.
( 15) ARND- AMELUNG: "EA", 927; vaciado en e l Museo de Yesos de Berlín, CARL FRIEDERICHS y PAUL WOLTERS: "Gipsobgüsse antiker Bildw.", Berlín
1885, núm. 1551; FREDERICH, lóm. XII, e; FREDERICH, pág. 364 g; REINACH:
"Rep. Stot", 1, 298, 3; F. MAGI: "Rendiconti Pon ti f. Accod. Archeol." XII, 1936,
fig. 3.
(17) F. MAGI, figs. 5 y 6.
(18) F. MAGI, figs. 1 y 2.
(19) F. MAGI, fig. 4.
(20) HUE BNER : "Ant. Billdw.", núm 806; FREDERICH, póg. 364m; F. MAGI,
página 223, noto 6.
(21) RE INACH: "Rep. Stot.", V, 109, 3.
-222-
[page-n-246]
GARCIA Y BF.L LIDO.- Aph ro ditc de Aph rod isiós
Fragmen to de uno imagen de Aphrodite de Aphrodisiós.
(Bejo, Museo).
!Fol. A. Vioncl
LAM. 1
[page-n-247]
GARCIA
Y BF.LLIDO. -Aphrodire de Aphrodisió,
Imagen de Aphrodite de Aphrodisiós. (Col. De Clerq).
1-AM. 11
[page-n-248]
MANUEL GOMEZ MORENO
(Madrid)
El plomo de Liria
En la Memoria del Servicio de Investigación Prehistórica de
\falencia, correspondiente a los años 1940 a 1948, su benemérito
director, don Isidro Bolles ter, cuyo recuerdo ahora exol tamos, relató minuciosamente el hallazgo de este plomo, con su descripción,
facsímiles 'r fotografías ( 1), todo ello perfecto menos lo que a mí
tocaba, o sean los facsímiles, pendientes de transcripción, que ya
re~uio en tanto no examinase nuevamente el original, de lo que no
hubo 0cosión hasta fecho próxima. Pero el mol tuvo mayor tronscendenc ia, porque en un libro mío, aparecido en 1949 (2), se in~erté r.oticia sumaria del m ismo, con muestro de su escritura y
ensayo dP. transcripción, desdoblando su línea reescrita. Visto ahora
de nuevo el plomo, gracias o la benevolencia de don Domingo
Fletcher, yo no puedo menos de acudir o lo rectificación de todo
ello, aunque siempre desconfiando de alcanzar la perfeccón desr.oda.
Cuando por primera vez lo tuve en mis manos, en 1942, ya
estaba desenrollada, mas no roto del todo, y se había perdido un
p!~queñísi mo trozo de su borde inferior con alguna letra. Ahora
quedo a salvo de más deterioros, metido entre cristales; pero su
caro exterior sufrió uno oxidación hacia lo porte medio alto, quizá
por mol extirpado el ácido que prir:nitivomente se empleara poro
( 1) l. BALLESTER TORMO: "Lo labor del S. l. P. y su Museo en tos años
19'10 a 1948" , Va lencia 1949, pág. 137, figs. 1 y 2, lóms. XXXIX o XLI .
(2) M. GOMEZ MORENO: "Misceláneos. Historio, Arte, Arqueología. Primero serie: Lo Antigü edad", Instituto Diego VelózquP.z del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Madrid 1949, póg. 306.
-223-
[page-n-249]
2
M.
GO~IEZ ~IORENO
limpiarlo, dejando invisible parte de su escritura. Las fotografías
obienidas antes permiten salvar este defecto, que podrá remediorse con uno segunda limpieza.
Esto coro exterior del plomo contiene un texto en cuatro líneas,
grabados muy débilmente y además confusos, yo por hendiduras,
que son trozos de lo otra coro tronsposondo el sutil grosor del
plomo, yo por sus dobleces, ya por erosiones de los bordes Así
re su 1tan dudas en lo primera línea, en el ú 1timo tercio de lo segunda y más en lo último, que no alcanza sino o lo mitad derecha
y cuyo final desaparece entre mellas, trozos informes, como tacha duras, y un taladro red?ndo, tal vez anterior o lo escrito y qu izó
poro colgadero. He aquí co leado lo que acierto o ver fatigosamente
(fig . 1) .
Su transcripción da lo siguiente, y presento unidas las letras
que corresponden a cada signo silábico, dejando espaciadas entre
sí lo.; demás, en esta forma:
ta u r u ba s ti gi n i ce i r ca i s ca r bo u ti n e ...
o bo n a r : e ~ e ba u s i ti r te i e r e n e n a
1
ca n s u r ce ca ta n : s a ca r i s ce ~ bo i ba ta r o ti
e i te r ba e bo s e r i e r e ...
Clo~omente sólo se aprecian dos grupos de a tres puntos enfilodoc; verticalmente, según costumbre, separando palabras.
J.• línea. Los tres primeros signos san algo dudosos, y al gi pudiera seguir algún otro signo, pasando lo siguiente o un nivel
superior y con royo sotopuesto a lo largo. Aquí la oxidación deja
poco visibles algunos caracteres; entremedias aparecen trazos, calados de la otra haz del plomo, que pueden confund irse con el
ba ibérico y al fina l queda incierto si hubo más letras. Del bastigi
luego se dirá.
2.• línea. Perfectamente claro hasta el te; lo demás dudoso, de
menor tamaño y como escrito por otra mano.
3.• línea. Una raya, a todo lo largo del plomo, dejo bajo ella
los cinco primeros caracteres, pasando luego por encimo el resto, y
es la línea que menos dudas ofrece; sin embargo, resulta confuso
el grupo rceca, viéndose, tras de la r, tres trocitos oblícuos, como
para tachar una a levemente marcada. Aquí se nos ofrece conocida
la palabra sacariscer, según veremos.
-224-
[page-n-250]
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M.
GO~IEZ ~IORENO
4.• línea. Parece comenzar desde que lo anterior paso por
encima de lo roya: apenas visible su arranque; el final, borrado a
fuerza de royajos y de mellas en el plomo.
De todo este escrito no resu lto notorio sino el socorisce r, de
que yo se marcó la trayectoria en el susodicho libro (3); pero cabe
ampliarlo con otro aparición reciente en E:l plomo de Mula (4).
escrito en caracteres griegos exactamente como los de Alcoy, donde
se lee sakarbik, acercándose al sacorbisca del plomo tartesio de
Mogente. El boibatorati que sigue se aproxima o los isbatoris e
isbetorticer de dos est elos saguntinos (5). El erebousi de lo segundo
línea y el baser de lo cuarto se asocian con otro baser del plomo de
A lcoy, e l arebas igon de un tiesto numan ti no y el baisereban de
Fraga; asimismo, e l boutine de lo primero línea va con un boutintibas en la patero de Tivissa. Más notable sería referir el bastigi
a lo región bastetano, cuya capital pudo llamarse así; pero sólo
cons tan las formas Mostio y Bosti en los geógrafos.
Posando o lo haz interior del plomo, su escrituro se ofrece muy
desconcertado; mitad por mitad, o lo largo, dispuesto en sentido
contrario entre grandes huecos y con desaliño, sobre todo en lo
que corresponde a lo porte inferior de lo otro hoz, pero revelándose ambos como obra de uno misma mano.
En lo parte superior se extiende una rayo a lo largo, que dejo
espacio encima paro una línea de escrituro, cuyo contexto parece
completarse en otra media línea por bajo de aquella. Hecho es to,
y por otra mano, se sobrepuso un segundo texto al primero, pisóndolo y provocando tal enredo de trazos, que el discernir lo que
a cado uno corresponde ha sido o costa de reiteradísimo estudir>
,
como se apreciará por el calco adjunto. Su resu ltado, por lo que
toca a l primer texto, arrojo lo siguiente . (Figs. 2a, 3.a y 4 .") :
i u
1
s a du r a ,;, te u t i to ca ca i te ba i s ,.;, i
1
ti r
bi du ca ; i n
u s ta 1 a i bi
(3 )
e bo
s ce ca ti r
M. GOMEZ MORENO: lbid, pág. 261 .
(4) E. CUADRADO DIAZ: "El plomo con inscripco ibérico de l Cigorrolejo,
ón
(Mulo , Murcio)", en Cuadernos d., lli~lorio Prionilivo, oiio V, núuo. 1, Modoid
1950, pág. 20.
(5 ) M . GOMEZ MORENO: lbid., págs. 30 1 y 302; HUEBNER, "M. L. 1.",
pág ina 160, núm. XXVII
-226-
[page-n-252]
EL PLOMO DE LIRIA
S
La división de palabras es casi arbitraria. La primero du queda
poco visible; la segunda u parece escrita dos veces, y la to que
sigue quizá sustituye a una s borrosa, como cancelada; las dos m
tienen forma de Y , variante notoria de V, letra sobre· la que
!e di~cute mucho, aunque su nasalismo resulta acreditado (6); ella
excluye cbsolutamente la otra forma iberofenicia de m, '1" , en
todo el territorio septentrional, a partir de Liria, donde ambas aparecen, aunque nunca en una misma pieza, faltando aquella otra, la
V , en lo ibérico meridional y tartesio. La segunda línea lleva su
i sobre una tachadura de bi, que es la letra siguiente, y quizá
después de ella haya un punto.
El segundo texto, que va sobre el anterior, invalidándolo en su
mayor parte, pero sin destruirlo, y que revela otra mano e instrumento más grueso, parece resolverse en la siguiente forma (figura 4.n):
a ba ~ i e n : s o a s e : e a ti ce t o a : 1 e u ce a ti to ca
Queda patente la división de palabras con filas de a cuatro
puntos. En la segunda palabra su o, se grabó dos veces, con
trazos muy finos una de ellas, como si en la escritura anterior ésta
sustituyese a la te, EB, con que coincide, o a la inversa. En la
última palabra, su segundo signo, ~, va t ranscrito por e, como
recurso ante la aparición de un signo que no apreciamos antes,
parecido a la e celtibérica y a un signo tartesio; asimismo, dos
tiestos, también de Liria, lo llevan en estas palabras: ~guegiar,
aidul~gute (7), y aun la misma haz del plomo en cuestión permite
leer bo go ~ g u, según veremos. Resulta en estos tres casos que
el ta l signo va seguido de g u, particularidad notable, pero sin trascendencia poro valorarlo, quedando sólo la persuasión de no ser
consonante, ya que en l~ueeatitoea forma silaba entre 1 y u.
Bajo el doble texto anterior y vuelto en se'1tido contrario el
plomo, léense otras líneas de escritura. A la izquierdo, junto al
borde, esto: o bo ~ to ri ce : i u, que parece de la misma mano
que el primer texto y comienzo con las mismas letras del segundo.
(6)
(7)
M. GOMEZ MORENO: lbid, póg. 263.
M. GOMEZ MORENO: lbid, póg. 304, núm. 56.
-227 -
[page-n-253]
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[page-n-254]
6
M . GOtvmz MORENO
El abar es radical, frecuente y ya notoria (8), pudiéndose añadir
a el lo una moneda de la Narbonense, mal leída antes, que dice:
a bo ; go n ti n, (9}, y otra 1ibiotortesio con ta r a ca ( 1O).
Más abajo, en el borde izquierdo, asoman dos o tres letras,
claramente e la primera, y esta misma, en sentido contrario y
aislada, se les aparta hacia el centro.
Finalmente, a la derecha, llegando al borde, hay otro por de
letreros. El de encimo, cortado por mel las del plomo, deja entrever
du go a r gu n, casi perdidas las primeros letras. La segunda línea,
que empieza más o lo izquierda, ofrece, mal trazado y con dudas
de interpretación, lo siguiente: i ; a ba ; bo go ~ gu bi ~ o gi s'.
El abar queda apenas visible, y la última ;, mo l redondeada, tampoco se garantizo.
Este plomo, de tan deslucido cuanto difíci l estudio, hubo de
tenerse en cierto aprecio, puesto que se le guardaba cuidadosamente enrollado dentro de otra chapa de plomo, grueso, con taladro
redondo en medio y doblada por su mitad. En ella, por su coro
exterior, un laberinto de royas, parece destacar grandes letras
ibéricos, que suenan i n e, cruzados por uno posible go; además,
en el borde alto, sobre royo a lo largo, se enfilan una ; , puntos y
hasta veintiún palotes, que determinan cosa de contabilidad, segu ramente. En la otro cara del plomo, más royas cruzadas, y en el
borde tres letras menudas, reconocible por ~ lo de en medio, seguidas de t res puntos, enfilados verticalmente, según costumbre, y
a lo menos otros siete palotes.
Tras de todo lo dicho, una conclusión desalentadora: este plo mo nada nuevo enseña de iberismo, ni aclara el contenido y significado de éste y los demás ejemplares análogos. Las cuentos de su
cubierto pueden serie extrañas, y el texto reescrito podría juzgarse,
muy a la ventura, como solución a l problema planteado en lo demás
del escrito, por virtud, acaso, de artes mágicas. Pero es demasiado
poco lo que se nos alcanza de aquella sociedad, empezando por e l
lenguaje, para razonablemente sorprender sus intimidades.
M . GOMEZ MORENO: lbid, pág. 279.
H ILL:
"On the coins of Norbonensis with lberion inscriptions", PI.
VI, núm. 3.
(1 0 ) A. VIVES: "Lo monedo hispánico" Madrid 1926, lám. XCVIII, "Abro"
n.:1mero 4, ejemplar molo.
'
(8)
(9)
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PlO BELTRAN VILLAGRASA
5egóbriga
Es cosa por todos sabida, que el estudio de las antigüedades
hispanas está íntimamente ligado a l de las identificaciones de los
pueblos antiguos, citados en las fuentes, con otros modernos; y
no es menos conocido el hecho, de que las noticias antiguas son
pocas y no muy específicas poro lograr dichas equivalencias, salvo
en aquellos casos en que no hubo interrupciones en las vidas de
los ciudades, o cuando éstas conservaron intactos o muy poco variados sus antiguos nombres. Pero aun en dichos ocasiones hoy
ejemplos de translaciones de pueblos o puntos próximos que deben
ser tenidos en cuenta.
Este trabajo, fundamental poro todos los estudios, ha sida y
sigue siendo fuente de discusiones apasionados, sobre todo cuando
los autores creen que son mejores patriotas si acumulan muchos
ciudades antiguos en sus comarcas nata les o en los territorios que
habitan o sencillamente en los que se proponen estudiar y cuando
o falto de pruebas mejores se fundan en las homofonías que se
presentan entre nombres antiguos y modernos, reforzadas, a veces,
con la existencia de campos de ruinas antiguos ton frecuentes en
nuestro península.
Cuando algunos de estos circunstancias convergen en un lugar
preferido o estudiado por el autor, es muy frecuente que éste se
decido a buscar más pruebas paro su tesis y que al forzar y aun
falsear los razonamientos hobi tu o les se llegue o conclusiones que
parezcan definitivos. Y si e l autor en cuestión es afamado, sus
afirmaciones suelen ser los únicos pruebas que pueden alegar sus
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2
P. BELTRAN
seguidores. Llenos están los libros de identificaciones formulados o
lo ligera que, hechos de buena fe, suelen tener fundamentos de,
leznables.
No me refiero aquí a otros muchos cosos en que lo pasión
convierte en falsario inconsciente, o consciente, o un autor, cuando
éste con tal de tener rozón y de poder ilustrar o enol tecer o su
patrio o al pueblo preferido, no vacilo en aman tonar razonamientos
erróneos o capciosos y, lo que es peor, en falsear lo procedencia
de restos arqueológicos, en modificar antiguos referencias, e in cluso en falsificar textos que apoyen sus teorías. Son muchos los
ejemplos que pueden ponerse, pero citaré aquí ton sólo el conoci dísimo del insigne anticuario Andrés Resende al ilustrar o lo ciudad
lusitana de Evora. Y aun todo esto es un progreso si se le compara
con la práctica de distribuir los pueblos a capricho por los ámbitos
de la península.
Si posamos ahora o lo porte externo de los discusiones, resulta
verdaderamente penoso reposar los controversias sobre dichos materias, que son fatigosas y a veces agresivos aun tratándose de
personas correctísimas en todos los demás actos de su vida, pues
los disputadores son capaces de ceder en todo menos en que tengan
rozón sus contrarios, y de tal manero embarullan los asuntos que
los lectores no logran averiguar quién tenía rozón (o veces no la
tuvieron ninguno de los contendientes) y llegan o conceder eclécticamente que lo tuvieron todos y que existieron varios ciudades
con un mismo nombre, aplicando a coda una de ellas las noticias
que parecen más pertinentes paro coda solución.
Son mucho peores los casos en que se propusieron y perpetuaron
fraudes interesados, fueron inventados privilegios y derechos, y fal sificados documentos, pues al pasar de los siglos son mirados con
respeto tales fal sedades que el tiempo parece haber confirmado si
no ha sido demostrado su calidad. Por tanto, cuando en algún coso
se logre hacer dicho demostración, lo más elemental norma de
conducto, obligo al abandono de cuantos pruebas se deriven de
toles falsedades y terminar con los ficciones establecidas, por mucha raigambre y antigüedad que tengan .
Todos los recursos arriba indicados han sido utilizados poro lo
localización de lo antiguo ciudad celtíbero, y luego romano, llamado SEGOBRIGA, y aunque hoce tiempo que lo verdad debif
imponerse, todavía autores perezosos o de bueno fe, aceptan soluciones claramente equivocadas o se sitúan, edécticomenle, en el
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SEGOBIHGA
3
terreno de la pluralidad de ciudades de dicho nombre para no chocar
con las d iversas y dispares soluciones. Adelantaremos que uno de
los pocos ejemplos de firmeza lo ha dado el doctor Adolfo Schulten
{1), al sostener sin componendas su opinión deducido de los hallazgos de finales del siglo XVI II.
Lo identificación de Segóbrigo con Segorbe, fué consecuencia
de lo combinación de uno homofonía entre los dos nombres, con lo
conveniencia de un Obispo (según veremos), y uno vez establecido
se buscó el apoyo de los lápidas geográficas, de los monedas hallados en la comarca y de los documentos medievales, formando
un sistema completo de confirmación de la identidad que permitió
sostenerla durante siglos, hallando así un nuevo apoyo en esto
persistencia de lo teoría. También se recurrió o los documentos,
con raíces antiguos, al parecer, los cuales siendo unos veces ciertos
y otras fa lsos, fueron acomodados a la teoría sostenida. Entre los
documentos medievales que don nombres de ciudades, figuran las
"Nominoe Sedium" redactados en lo época de lo Reconquisto y
que parecen derivar de uno o varios modelos de lo época goda,
existiendo uno de ellos, muy generalizado, que parece posterior al
traslado de la Diócesis Catalana o su vecino Beotio en tiempo de
Recesvinto (lo capitalidad administrativo había sido trasladado en
tiempo de Tulgo, según los monedas) . Estos ejemplos fueron redactados siguiendo un orden geográfico dentro de cado provinci.o
eclesiástico, el cual continuó sensiblemente en los copias, aun
contando con los olvidos y tergiversaciones de los copistas. Dentro
de lo provincia Cartaginense, con su metrópolis en Toledo, oparece en un grupo de textos casi siempre el siguiente orden: Valentia, Voleria, Segóbrigo, Arcábrico, Compluto, formando porte de
uno cadena bien articulado dispuesto de SE. o NO. y que permite
situar aproximadamente los Diócesis de Segóbrigo y Arcábrico conocidas los ot ros. Pues bién, los autores que tenían sus presupuestos sobre la situación de lo Diócesis y sede de Segóbrigo hici eron
los imposibles paro que lo citada ciudad cayera donde habían supuesto, aunque se vulnerara un orden tan manifiesto.
Este caso y todos los aná logos se discutieron apoyándose en
un famoso documento conocido con los nombres de "División" o
"Hitación de Wombo" , que en esencia es en todas sus variantes
(1) A. SCHULTEN : " Scgóbriga" , en Deut schc Zei tung für Sponien, 2 5 do
marzo y 1O de abril de 1929.
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4
P. BELTRAN
una de las Nóminas antedichas donde las Diócesis vienen delimitados o amojonados mediante cuatro puntos caprichosamente elegidos
y que o lo sumo pueden corresponder a puntos arbitrariamente tomados de un mapa y que no pueden hacer fe poro reconocer un
estado antiguo de los límites de los Diócesis visigodas. Este documento es folsísimo en todas sus portes y fraguado de 1065 o l 0'
en Nájera poro dar antigüedad o este Obispado y pudo tener un
fundamento empírico o caprichoso sin precedentes antiguos aunque
hoyo homofonías curiosas entre los pueblos terminales allí nombrados y otros modernos; aporte del concienzudo análisis que le
hizo el señor Vázquez de Porgo, tengo escrito lo historia de este
magno fraude que al transcurrir el tiempo tuvo, y tiene, tal importancia que son muchos los límites entre los Diócesis actuales
que han sido acomodados a sus indicacion. s y que fué invocado en
e
todos los pleitos entre Obispos vecinos, procurando cada una de
los partes aprovecharse de la indeterminación de los nombres para
prolongar sus Diócesis por extensos comarcas en litigio y aun fra guar nuevos documentos con fechas antiguos de acuerdo con sus
indicaciones. Séame permitido, mientras no sea publicado mi di sertación, observar que desde tiempos del Padre Flórez y de don
Juan Antonio Moyáns fueron holladas muchas pruebas de su fal sedad y que modernamente tanto Sánchez Albornoz como Vázquez
de Pargo calaron bastante en sus falsedades. Pero cuando algún
benemérito historiador, medieval o moderno, ha consignado que
fué fraguado en Nájero, hubo de hacerlo por intuición, ya que de
haber tenido pruebas no hubiera dejado de presentarlas.
Todavía hemos de hacer constar la contradicción que supone
el hecho de que existan autores enemigos de la autenticidad de
lo " Hitación" y que sin embargo, lo aprovechen para aclarar di versos puntos dudosos. La explicación de esta sinrazón es sencillo
y manifiesta, pues a lo último que renuncian los historiadores es a
dejar de "hinchar" sus capítulos y a declararse ignorantes de ciertos pormenores y en este aspecto al prescindir de lo "División de
Wamba" pierden uno copioso fuente de conocimientos aunque sea
sabido que son fantásticos.
Como se verá más adelante la Diócesis moderna "Segobrigense"
fué fraguado atendiendo o dicha famosa "División"; pero conocidas sus cua lidodes suprim iremos los abundantes y largos disertaciones sobre estas referencias, que pueden verse en todos los
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SEGOBRlGA
5
1ibros dedicados a situar la antigua ciudad y o delimitar su Diócesis
antigua.
Finalmente el método mós inmediato y elemental consiste en
asimilar pueblos antiguos con otros modernos de nombres idénticos
o análogos, el cual puede ser perfecto si la coincidencia es absoluta
y no hay rozones importantes en contra; pero si la coincidencia
es una simple homofonía y no hay otras razones decisivas, o por lo
menos positivas en su favor, y además un hombre de reconocido
mérito hace suya una determinada asimilación entre las localidades
antigua y moderna de nombres análogos, lo más cómodo para los
expositores y au tores posteriores es aprovecharse de la noticia para
escudarse con lo propuesta y el prestigio de su antecesor y el capricho o el error se transmiten o través de los tiempos dando como
ciertas e inmutables correspondencias que fueron infundadas en
su origen . Claro que el mal se agrava al recurrir al desacreditad"
método de las etimologías, que aun siendo pertinentes y ciertas raro
vez sirven para justificar una tesis.
la exposición anterior estó hecha atendiendo a que ol intentar
fijar la situación de la antigua ciudad celtíbera de Segóbriga
todos los métodos de discusión indicados han sido utilizados con
más o menos acierto y habiendo adelantado algo de dichas prácticas viciosas nos ahorramos de ir desmenuzando los argumentos
aducidos por los muchísimos autores que han intervenido en el
asunto dando lugar a larguísimas (y a veces enojosas) discusiones
que hace mucho tiempo debían haber sido abandonadas, ya que
desde finales del siglo XVI II no cabe duda de donde estuvo tan
ilustre ciudad.
Pero el natural afán de los escritores de alargar sus trabajos
e ilustrar a los pueblos que estud ian, hacen retoñar frecuentemente
estos brotes de ingenua erudición y vuelven a ser repetidos y d iscutidos hasta la saciedad temas infundados que ya no tienen más
interés que el puramente histórico. Y para no caer en la tentación,
suprimo toda la inmensa bibliografía sobre este asunto salvo la
indispensable para ir siguiendo el origen, evolución y solución de
esta cuestión tan interesante para la historia de nuestra patria .
Al ir haciéndose la Reconquista de nuestra península las ocupaciones de terrenos obedecieron muchas veces a las variables y
caprichosas circunstancias que fueron presentándose y otras a
pactos que si bien pudieron estar fundados en la fuerza también se
pensó alguna vez en acomodarlos a las antiguas demarcaciones de
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6
P. BELTRAN
los que ton poco se sabía, salvo lo que lo tradición oral había transmitido y lo que indicaban antiguos señales no stempre cloros. Así
fueron restaurados antiguos Diócesis y fundándose otros sin antecedentes históricos los cuales se procuró documentar inventando
instrumentos e historias antiquísimos y logrando de los reyes privilegios y dotaciones que dieron lugar o cotos y jurisdicciones muy
dilatados aunque con esto fueron vulnerados los derechos y honores
de los vecinos. Llenos estaban los archivos de pleitos enojosos, de
escrituras espúreos, de laudos bien o mol acertados e intencionados
y los más grandes fraudes como el citado documento atribuido o
Wombo (y otros muchos interesantes) tuvieron esos orígenes.
En el año l 085 el rey Don Alfonso VI conquistó Toledo,
antiguo capital godo y metrópolis primado de su reino y restauró
su Obispado haciendo metropolitano o don Bernardo, el cual obtuvo
del Popo Urbano 11 lo Bulo de 15 de octubre de 1088 donde además de confirmarle su antiguo derecho de "primacía" sobre todos
los Diócesis peninsu lares, le concedió que pudiera restaurar los
Diócesis sufragáneos de Toledo conforme fueron conqu istados sus
territorios y aún que actuase como metropolitano de aquellos otros
creados en lugares que hubieren obedecido en tiempo o otros metropoli tonos mientras tonto que estos no fue ron restaurados.
Lo conquisto de Toledo fué seguido de incursiones afortunados
por Corpetonio y Celtiberia pero lo llegado de los Almorovides y
e l desastre de Zo loco (Socrolios o Sogrojos cerco de Bodojoz) en
22 de octubre de 1086, les hizo perder mucho de lo conquistado y
los años sucesivos fueron de victorias y derrotas alternativamente.
En el año 1108 perdió Alfonso VI en lo derroto de Uclés o su único
hijo varón el infante don Sancho y en 1 de julio de 1109 murió el
rey. Posaron años y aun reinados y al morir el Emperador en 11 57
volvieron o separarse León y Castillo y en el reinado del monarca
castellano Alfonso VIII se conquistaban de nuevo ciudades y castillos varios y en 1177 lo plazo fuerte de Cuenco. En estos guerras
ayudaron o los castellanos los caballeros de lo Orden de Santiago
y en 1175 les dió Alejandro 11 1 su Bulo señalando o Uclés como
uno de sus posesiones donde se instalaron en 1177 llegando a ser
lo cabezo de la Orden.
Independ ientemente de Cast illo, el Rey Lupa cedió en 1160 el
castillo y ciudad de Albenrozín o Don Pedro Ruiz de Azogro, hijo
de Don Rodrigo, señor de Estella, y el nuevo señor pidió al Cardenal Jacinto Bobo (luego Celestino 111) durante su segundo legacía
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SEGOBRIGA
7
en España, de 1172 o 1174, en nombre del Popo Alejandro 111 y
al Arzobispo de Toledo, Don Cerebruno, que fue se creado uno sede
episcopal en Santo Moría de Oriente o de Abenrozin e ignorando
o qué Diócesis hubiera pertenecido Alborrocín en lo época godo, al
fundarse en 1172 se le dió caprichosamente el título de Arcobri cense (Arcobicense o Ercavicense) y fué regido por el conónigc
toledano Don Martín, consagrado Obispo de lo nuevo Diócesis. Con
esto determinación el metropolitano de Toledo extendía su jurisdicción por comarcas que posiblemente antes no le habían correspondido, y de momento no había conflictos mientras tonto no fu esen
erigidos otros Diócesis vecinos.
Yo ha sido dicho anteriormente que durante lo Reconquisto se
tendía o restaurar los lími tes de los Diócesis mediante los señales y
los cadenas de tradiciones orales y algún peligro verfo el Obispo
de Alborrocín si conservaba el título de Arcovicense, cuando er'l
1 de marzo de 1176 lo cambió por el de Segobricense por hobers~
enterado que su territorio había formado porte de lo antiguo DíA
cesis de Seg6brigo, con lo cual evitó que al ser creado en 1 182 In
Diócesis de Cuenco poro sustituir o los asolados godos de Arcovir-n
y Volerio (ambos de Celtiberia) no fuero intervenido por lo conquense. En el año 11 83 el Popa Lucio 111 en su Bulo o lo Ig lesia
de Cuenca, decía: "Statuentes ut Archavicensis et Voleriensis
episcopotus ouctoritote apostolico in unum redocti".
El docto don Juan Bautista Pérez, Obispo de Segorbe en el
siglo XVI, copió en el archivo arzobispal de Toledo un documento
fechado en 15 de septiembre del año 1200 en el cua l el Obispo don
Martín "Segobricensis episcopus cum Ecclesio S. Marice de Borrozín, quom modo prosede hobeo" reconocía por me tropolitano
o! Arzobispo de To ledo don Martín López de Pisuergo como lo
había hecho con don Cerebruno al ordenarle paro esto iglesia y
en lo mismo formo continuaron sus sucesores.
Toledo tenía interés en situar la antigua sede Segóbrigo en
un lugar que alargase su jurisdicción sin pleitos de momento y se
pensó por simple homofonía en "Segorbe" apareciendo algo análogo en el sello de cero rojo de un documento de 1232 donde el
Podre Jaime Vil!onuevo {2) leyó "S(igillum) Capituli Segorvic. et S.
Marice de A!borroci no".
En el año 1236 lo ciudad de Segorbe ero del antiguo rey de
(2l
J. VILLANUEVA: "Viaje literario", tomo 111.
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8
P. BELTRAN
Valencia desposeído por Zaén y bautizado con el nombre de Vi cente; dicho príncipe hizo donación a don Guillermo, Obispo de
Albarracín (3), por escritura pública dada en Teruel en 23 de
mayo de 1236 de sus antiguos posesiones queriendo conservar sus
antiguos derechos a lo iglesia Segobricense, aunque no pudiera
hacerlo con todas los que le correspondían "secundum divisiones
inclitoe recordationis regís Bombae ab antiguo hobuit" para lo
cual le donaba lo porte que él poseía, a saber: Arenoso, Montón,
Castiel Montón, Sirat, Tormo, Fuentes, Villoholeva, Villamalud,
Bordelos, Arcos, Xodo, Bueynegro, Villamalea y además todo otra
comarco que pensaba adqu irir con el favor del Altísimo, o saber:
Onda, Nulles, Huxon y Almenara con todos sus términos y pertenencias, así coma por el otro lado, Alpuent, Cardehis, Andillo,
Tuessa, Chelva, Domenyo, Juliella, Liria, "et ind¡;> Murvedro" y todo
lo demás que desde allí hubiera hasta "Seg6briga" (Segorbe). En
19 de octubre de 1238 confirmó Zeit su donación en Alborracín
al Obispo S. (Simeón o Simeno = Ximeno) de "Aipont et de Toxa,
et de A!;agra et de Domeno" y de las demás villas que tuviera o
pudiera tener en lo sucesivo. Es coso interesante cómo fué creado
una Diócesis, que aun subsiste, partiendo del documento falso atri buído o Wombo y de uno simple homofonía que llevaba a la ciudad
celtibérico de Segóbrigo a un territorio edetano muy alejado y
donde ero imposible que hubiera estado emplazada.
Este Obispo don Simeón era o su vez un activo agente del
Arzobispo de Toledo, y así cuando en 1238 don Jaime 1 conquistó
a Valencia comenzó a dibujarse el gran pleito entre Toledo y Torragona respecto a lo jurisdicción sobre Valencia, pues mientras
tanto se tomaba posesión en nombre de Torragono, el citado Obispo
de Alborracín celebraba miso en Son Vicente de Afuera, y luego,
tomada lo ciudad, en lo Iglesia de San Miguel, etc. El Papo Gregario IX, accediendo o los deseos de Don :Jaime puso o la iglesia de
Valencia bajo la jurisdicción de Torrogona .
Desde la concesión de Zeit, señor de Segorbe, en 1236 hasta el
año 1245 los Papos escribieron o los reyes y ricos-hombres de
Arogón paro que conquistaron Segorbe y pusieran su iglesia bajo
lo autoridad del Obispo de Albarracín y la jurisdicción del Arzobispo de Toledo: Gregario IX llegó a escribir o Fernando 111 de
Castilla y León, interesándole en este asunto para socorrer la po-
(3)
VILLANUEVA: lbid, Apéndice V.
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SEGOBRIGA
9
brezo de su Obispo, el cual, conquistado pacíficamente lo ciudad
de Segorbe, tomó posesión de la iglesia, pero amotinados los moros
al oír los campanos tuvo que huir.
En 1247 ero Obispo Segobricense don Pedro Gordo o Gorcés
(4) que fué depuesto par él Obispo de Valencia don Arnou de Peralto, quien se fundaba poro ello en que por el mojón Alpont que
tenía Valencia en lo División de Wombo, quedaba Segorbe dentro
del Obispado de Valencia. Esta rozón ero uno sinrazón, por apoyarse en un documento falso; pero tampoco lo porte contrario tenía
más fundamento poro sus pretensiones.
En esto lucho por Segorbe y su Diócesis, el Obispo consigu ió
del Popo Alejandro IV uno Bu la de marzo de 1258 (5) acumulando
en uno los dos iglesias de Alborrocín y Segorbe, pero murió en
1271 sin haber conseguido alcanzar dicho unión y don Pedro Xi ménez de Seguro que le sucedió en lo mitro, tomó posesión con
fuerzas armados de lo iglesia de Segorbe y de los parroquias de
Xérica, Pino y Toro en 1273. Reclamó el Obispo de Valencia y
se promovió un pleito en el que, con fecha 13 de julio de 1277, fué
dado lo sentencio de que Segorbe poseyese ton sólo Segorbe, Al tura, Costelnovo y Begís en lugar de las treinta y seis parroquias
que reclamaba y que el Popo Inocencia VI restituyó o dicho iglesia.
Y desde este momento hasta nuestros dios, deja de interesarnos
lo vida de lo Diócesis segorbina fundado como si Segorbe hubiera
sido antes Segóbriga. Gracias o la persistencia de esto iglesia
se forjó un argumento fuerte, al parecer, y sobre todo cómodo, en
favor de lo asimilación de los dos ciudades antigua y moderna, odmi 1ido por gran número de tratadistas o todos los cuales puede
con testorse de uno solo vez, y con pocas palabras: que siendo su
origen arbitrario, nodo pruebo su persistencia.
Si intentáramos enumerar y analizar las opiniones de los autores sobre fa situación de fa antigua Segóbriga, hallaríamos una
mayoría a favor de Segorbe; pero como son la repetición de lo
opinión y fundamentos que presentó un autor anterior, no aumento
lo rozón el hecho de que hoyo muchos que así lo admitan, y si hi ciéramos el análisis de los argumentos anteriores veríamos repetirse
los mismos razonamientos equivocados, capciosos y aun falsos, an teriores.
(4)
(5)
VILLANUEVA: lbid, pág. 47 .
VILLANUEVA: lbid, Apéndice X.
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10
P. BELTRAN
Lo único que podrá servirnos poro dilucidar lo cuestión será el
examen de los datos positivos y definitivos, sin recurrir a grandes
discusiones ni o sutiles razonamientos y, mucho menos, a presentar
ninguno hipótesis previo, ya que los monumentos antiguos son suficientes para determinar la solución sin dudas de ningún género.
Aparte de los dos citos de Frontino (6) donde explica los dos
estra tagemas u tilizados por Virioto contra los Segobrigenses, y que
nada dicen sobre lo situación de este pueblo, los demás autores
dan siempre el dato de que fué ciudad de la Cel tiberio, lo cual
está en contra de su situación en Segorbe, según vi eron y adujeron
en todo tiempo los contrarios o esta solución. Plinio (7) puso o
esta ciudad en el Convento jurídico Cartaginense y llamándola
"coput Celtiberioe", es decir extremo de lo Celtiberia; además,
señaló, entre las producciones de lo comarco de Segóbrigo, lo
piedra especular que los mineralogistas modernos suelen asimilar
al alabastro yesoso o a lo anhidrita y que supon ía exclusiva de esto
comarca, pues na se explotaba a más de 100 millos de la ciudorl
(8), pero este da to no es difinitivo en pro ni en contra, pues ni
es cierto que tal mineral fuero exclusivo de una región ni el radio
que le asigno Plinio es concluyente.
Ptolomeo, con la imprecisión de las coordenadas que asignñ
o los lugares, con los errores en su distribución por t ribus o pueblos
y con los errores de todos clases producidos por los copistas, no
debe ser tomado como absolutamente exacto; aprovecharemos por
ahora tan sólo la noticia de que en e l núcleo de poblaciones celtíberos que situó, f iguran las que luego fueron sedes episcopales
de Ercavica, Segóbriga y Voleria, siendo fácil ver que todo su
Celtiberia la puso hacia el interior y no próxima a lo costa del Mar
Interno.
Más firmes y creíbles son las referencias de Estrabón en el
Libro 11 de su "Iberia", sobre los ce ltíberos o los que situó con
bastante precisión, al decir : "Más a llá de ldubeda com ienza in mediatamente lo Celtiberia, región amplio y de vario aspecto,
pero cuya mayor parte es áspera y está regada por ríos. Por ella
cruzan, en efecto, el Anos y el Togas y uno serie de otras corrien-
(6)
(7)
FRONTINO: "Strotegemoton", 111, 10, 6 y 111, 11, ~ .
PUNJO: "Notu rolis Historio", 111, 25.
(8)
PLINIO, loe. cit, XXXVI, 160.
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SEGOBR IGA
11
tes, lo mayor porte de los cuales van o dar en el Mor Occidental,
tras surgir de lo (Celt)iberio; entre ellos está el Dourios... " (9).
Luego, más adelante, dice que hacia Occidente limitan con al gunos tribus de Astures, Gallegos y Vacceos y con porte de los Vetones y de los Carpetanos. Por lo parte meridional están los Oretonos y todos aquellos pueblos que habitan lo Orospedo, es decir,
los Bastetanos y Edetanos. Hacia el Este se hallo la ldubeda.
Nombra, luego, Estrabón ( 10), 1
1os cuatro fracciones de los
Arevacos y lo más poderoso de ellos, los Arevacos, limítrofes de los
Carpetanos y vecinos de los fuentes del Tojo, y además los Lusones
que pueblan lo parte oriental y confinan también con las fuentes
del Tajo. Después, al nombrar los ciudades celtíberos, nombro o
Segedo, a Palantia y a Segóbrigo y Bilbilis "cerco de las cuales
combatieron Metelo y Sertorio".
Finalmente un fragmento de lo ed. Casaubon, traducido por
Gordo y Bellido (11) dice que "tras los keltiberes, y en dirección
sur, siguen los pueblos que habitan lo Orospeda y los tierras que
baño el Soúkron- (sobreentiéndese en la porte inferior del curso de
este río). Estos pueblos son: los Edetonoi, hasta Karchedon (debe
faltar algo porque los Edetanos no llegaron o Cortageno), y los Bostetanoi y Oretonoi, hasta cerco de Molaka ". (Frog. 111, 4, 14) .
Claramente está manifiesto que los Edetanos fueron de la costo
y los celtíberos del interior, pero con el afán de tener rozón en sus
apreciaciones hubo autores que hicieron celtíberos o los edetanos
po1o que su Cabeza (o capital como ellos interpretaban) pudiera
es1ar en Segorbe, sin atender a su gran proximidad a la capital de
la Edetonio.
Yo hemos visto la asimilación literario, y por conveniencia, de
Segóbriga con Segorbe; los primeros autores del siglo XVI la
aceptaron, y los valencianos (Beuter, etc.) pensaron que con ello
enaltecían a su patria. Luego, otro valenciano ( 12) hizo una largo
y "razonada" defensa de esta asimilación, sin argumentos exactoc;
ni definitivos, y le siguieron otros muchos. Pero el texto de Estrabón es ton cloro, que fué suficiente poro que otros muchos negaron
(9) ESTRABON: "Iberio", 111 , 4, 12 (traducción de Gorcio y Bellido).
(1 O) ESTRABON: loe. cit., 111, 4, 13 (traducción de Schulten, Fontes Hisponioe, VI, póg. 226).
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO: "España y los "'s~ñoles hoce dos mil años,
según lo GeogroHo de Strobon". Madrid 1945, póg. 110.
( 12) G. ESCOLANO: "Décadas de lo Historio de lo Insigne y Coronado Ciudod y Reyno de Valencia", Valencia, 1610-1611.
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12
P. BELTRAN
tal equivalencia, aunque no acertaron con lo solución conveniente :
y en estos discusiones los más acérrimos defensores de Segorbe
~omo Escolano y luego Flórez y otros, no vacilaron en forzar lo in terpretación de los textos, haciéndoles decir lo contrario de lo que
dicen, y en hacer razonamientos defectuosos, y aun sofísticos, sobre
todo poro disminuir el valor de los argumentos contrarios.
El citado Gospor Escolano, al publicar sus "Décadas" en 161 O
argumentó en favor de su tesis valiéndose de todos los medios
dialécticos a su alcance y aduciendo como fundamental el hecho
de lo aparición de gran número de monedas segobricenses en Segorbe y su campo; este hecho es decisivo E:'n algunos casos, pero
en éste hubo error (¿impensado a preparado?) pues en 1613 relató
el P. Francisca Diago (partidario de Segorbe) en sus "Anales"
( 13), que le constaba que los monedas de Segóbriga señaladas
por Escolano como existentes en el Archivo eclesiástico de Segóbríga y supuestos aparecidos en su terreno eran ton sólo uno opor
tación del Obispo para ilustrar su sede y que por ello hacía coso
omiso de otras distintas de lo expresado ciudad y de análoga pro·
cedencio no aducidos por "un autor moderno" (Escolano).
Por otro porte en los "Colectáneos de las piedras y ríos de España" del valenciano Francisco Llonsol de Romaní y del andaluz Bachi ller Molino fué descrita una piedra, que dicen haber visto· en Segarbe, dedicado por los SEGOBRICENS(es) o un compatricio suyo y que
nadie volvió a ver. Todas los referencias sobre ello (14) tienen e:
mismo origen y no aumentan el valor de lo primero referencia, y
aunque Vázquez Siruelo y Mayáns negaron su autenticidad, no es
discreto hacerlo o priori sino después de haber estudiado otros circunstancias, ya que de ser cierto la procedencie hubiera oodido ser
prueba decisivo.
Escolano lo copió incompleta y los demás autores como va o
continuación, tomado de Flórez ( 15), aunque con diversos divisione~ de sus renglones según achaque demasiado corriente en su5
c<.:pios.
Lo copio de Flórez dice
(13)
(14}
( 15)
F. DIAGO: "Anales del Reyno de Val encia" , Valencia, 1913.
ESCOLANO, lbid.; DIAGO, lbid.; GRUTERO (1 , 2, CCCXX, ex Schotto) .
FLOREZ: "España Sagrado", VIII, pág. 1OO.
-242 _:_
[page-n-268]
SEGOBHIGA
13
L. AEMIL. L. F. GAL
FLAM. ROM. ET. DIVOR
AVGG. STATVAM. AER
E. PVB. PATRIAE. DECR.
E. PVB. ETIAM. PECVN.
SECOBRICENS. EREXERE.
y se ve es defectuoso y aun posiblemente mterpolada o falseada,
pero es conveniente no decidirse contra "!lla mientras quede la
duda de su procedencia.
Resulta, por tanto, que los hechos positivos aducidos en favor
de Segorbe no pueden ser calificados como decisivos, en todo lo
escrito, ni podemos conceder análogo valor en contra a los negativos, sin determinar previamente la verdadera situación de la antigua SEGOBRIGA poco decisiva en los argumentos de los contrarios
ée la solución Segorbe.
Así, Jerónimo de Zurita, Cronista de Arogón, en sus "Anales"
y en las cartas dirigidas al Obispo de Segorbe y luego en 1578 a
don Antonio Agustín, indicaba su posible situación en Alborrocín,
fwndándose en una mala interpretación del párrafo de la luche
en tre Metelo y Sertorio, haciéndole decir que se había dado una
batalla cerca de ambas ciudades de Segóbriga y Bilbilis, las cuales
se hallarían próximas, y esta opinión fué sostenida por a lgunos
autores y fina lmente por Masdeu (16) que antes había aceptado
la solución Cabeza de Griego. Es evidente que si la opinión negn ·
tivc de Zurita contra Segorbe tenía un valor, la posi tiva en favor
de Albarracín nada vale. Contra dicho negativa, reaccionó Esco ·
fono al final de su disertación en favor de Segorbe, argumentar>do
con el sofisma siguiente: " Pero paro ingenios qu!! no sean de dura
cerviz bastará todo lo sobredicho y que sienten lo mesmo Vasc;eo,
Tarafa, Carolo Clusio, Manuel Enríquez, Pineda, Marieto, el Cardenal Loaysa, Beuter y ot ros infinitos". Dando valor a mayor núf'l"ero de partidarios que lo fueron rutinoriomente o por lo repetici.Sn
do las mismos rozones equivocados o capciosos.
Con sólo atender o los hechos consignados, los tres obispados dP
Ercovico (o Arcobico), Segóbriga y Volerio, formaban porte de Cel t!beria; y como los primero y tercero formaron lo Diócesis de
Cwenco, dentro de los límites de ésto han de ser buscados y fuP.ro
el de Segóbrigo; además Ercovico fué del Convento Jurídico de Ce{16)
MASDEU : "Historio crítico", XVII, póg. 292.
- 243 -
[page-n-269]
14
P. BELTRAN
sorougusto y serio el más septentrional, pues los otros dos dependían de Cortogo Novo. El lugar de Volerio es conocido en los ruinas
situados entre Velera de Abajo y Velero de Arribo (al c;ur de lo
c'udod de Cuenco); luego si se logro fijar el de Ercovico no será
difícil situar a Segóbrigo en un punto intermedio adecuado.
Entre los tentativos poro situar o Ercovico (corrupto luego
en Arcobico o Arcobrico) debe ser citado lo de Moret en 1678
(Investigaciones, cap. IX), que lo identificó con lo "Ergovio" vosona de Ptolomeo y lo situó en Milagro (confluencia del Arogón con
el Ebro), atendiendo al orden en que aparece en Plinio dentro del
Convento Cesarougustono; pero este orden ec; ortográfico y no geográfico, y tal atribución no tiene valor ninguno, aunque Heiss s; tuara en dicha localidad la ceca de las monedas con ERCAVICA.
Tampoco es posible confundir la Arcobrica del "Itinerario" (entre
''Aquae Bilbilitanorum" y "Segontia") con lo Ercavica episcopal, ni
.a<':cptar la posición de ésta en Molino de Aragón como lo hicie·on
los historiadores locales o veces con muchísimo aparato de erudición
como puede verse en Anselmo Arenas ( 17).
La situación en Alcañiz obedece al mismo prurito de los historiadores y eruditos de todos los tiempos de enaltecer sus países y
aparece consignado en historias manuscritas o impresas de dicha
ciudad, como el manuscrito de Micer Alonso Gutiérrez, de 1540; en
las "Antigüedades y Excelencias ... ", de Pedro Andrés Zapa ter, impresas en 1704; en el "Teatro Histórico de las Iglesias del Reir:o
de Aragón" ( 1782-1785, tomo IV, pág. 262), por el P. Lambzrto
de Zaragoza, y se extendió mediante la edición de Lyon del año
154 1 de lo obro de Ptolomeo hecho por Miguel Villanovano o de
Villanueva (Miguel Servet). El origen está en lo frase "Aiccñiz
hodie Erganicium" sin más fundamento que uno mala homofo.,ro
aceptada sobre todo por los autores aragoneses. acompañada de
los supuestos ha llazgos de monedas ercavicenses, unos legítimos,
otros mal leidos o deformadas y posiblemente alguno inventado,
como inventados fueron varias lápidas supuestas halladas en Alccñiz el Vieja o Igl esia de Son Sebostión que parecen dedicadas por
los HERKABRIKENSES (sic.). Otro solución aragonesa fué la de
Traggio, "Aparato .. . ", en los ruinas próximos o Griegos, en lo sierro
de Alborrodn y no vale más que la anterior.
( 17) A. ARENAS: "Quinto reivind icación Histórico. Situación del Obispado v
de lo ciudad de Ercovíco", Anales del Instituto General v Técnico de Valencia,
volumen V, núm. 24, Valencia 1920.
- 244-
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SEGOBRIGA
15
Del mismo calibre, como lejanos homofonías, son los que Lttiliz:cron los escritores valencianos paro no alejar mucho o Erco\ 1co
de Valencia y de Segorbe, al asimilar dicha ciudad o Sinorcas (Volencia) o o Arcos de las Salinas (Teruel), sin otros fundamentos, y
le no menos absurda de situarla en Arcas a la mitad de la distancio
de Volero o Cuenca.
En los autores antiguos Ercavico aparece muchas veces y Tito
Livio con referencia ol año 176 a. J. C. lo llamó "nobilis et potens
civitos", con cuyo dato además de la situación geográfico aproxi mada deducido de lo situación de su obispado godo, será necesario
buscarla en un gran solar potente y fortificado. Todas estos circunstancias fueron aprovechadas por el Maestro Ambrosio de Mo ..
roler. ( 18) poro buscarlo en las ruinas de alguno importancia e·
de> dicho lugar (como comprobó Cornide o final del siglo XVIII)
lo situó en el "Castro" o lugarcillo de Santober en la ribero izquierdo del Guadielo, donde están los restos de una extenso, alta y for ti hcada ciudad que ha proporcionado monedas en abundancia, restos arqueológicos y lápidas que, desgraciadamente, no son geográ ficas. Sostuvo Morales es t a identificación de Ercavico, que
aceptaron lo mayor porte de los autores (Fiórez entre otros) sin
muchos pruebas decisivos; pero lo más importante en su favor es
el propio nombre de Sontaber tan nombrado por los geógrafos e
historiadores árabes en lo formo "Santoberia" o "Sontoborio" y
el cual no es otra cosa que la corrupción y degeneración del cvgnomen "Celtiberia" que suele acompañar a lo Arcabico godo. Pero
esto circunstancia no fué aducido por dicho autor.
Admitido esto situación de Ercavico en el Castro o Sontober, y
conocido lo de Volerio entre los dos Valeros, de Abajo y de Arribo,
tenemos un orbi trio fijo poro situar la intermedio Segóbrigo en
alguno de los campos de ruinas de uno gran ciudad situada entre
aCiuellos y fuero del obispado de Cuenco, lo cual nos llevo al Priorato de Santiago, cuyo cabezo estuvo en Uclés, según se ha dicho.
El mismo Ambrosio de Morales dijo, sin fundamento, que estuvo
en lniesto (Cuenca) y luego ( 19) al nombrar los Obispos que sus(18) Véonse su "Descripción de España", folio 57 y sus "Antigüedades de los
ciudades y lugares, pueblos y ríos antiguos, por lo orden que en lo cor6nico van
nombrados", libros undécimo y duodécimo de lo Crónico impresos en Alcol6. año
1577, folio 102.
( 19) A. DE MORALES, loe. cit. noto 18, Libro XII, folio 96 vt.0
- 245 -
[page-n-271]
16
P. BELTRAN
cribieron en el Concilio 11 de Toledo, nombró o Próculo de Seg6brigo y dijo : "Esto ciudad fué en lo Celtiberia, y no se averiguo
bien dónde. Aunque se cree que ayo (si c) estado en los grandes
ruynos que agora se veen cerco de Vdés, donde llaman lo Cobe~a
del Griego. Mas esto es cierto: que Segorbe no puede ser lo antiguo
Segóbrigo como comunmente se cree''. Es decir, que aun ignorondt' donde hubiera de estor lo ciudad, los argumentos conocidos
eran firmes contra Segorbe. Dichos antigüedades aludidos por Morales fueron apuntados y ampliados en otro de sus escritos y vic;tos
por él (muy de prisa y muy imperfectamente) en un viaje que hizo
años antes de publicar lo obro indicado más arribo, según aparece
en le memoria escrito en 1793 por don José Cornide (20).
En alguno de los luchas de los primeros tiempos de lo invasión
árabe y de lo reconquisto debieron desaparecer Ercovico y Segóbrigo, y si es cierto que algún Obispo se tituló Arcovicense y
aue Sontober fué fundado entre los ruinas de lo antiguo ciudad
celtíbero de Ercovico, este nuevo poblado careció de importancia
y ,...ubo un momento en que lo "coro" o "circulo" árabe de "SontobHio" (otros veces, como en lo "Geografía" de Rosis, se le llamo
de "Sonto-Boyre"), tuvo por capital o Uclés, sucesora del antiguo
"pago oculense" como se deduce de los lápidas que los OCVLENSES
dedicaron o varios divinidades y que fueron estudiados por el Podre
F. Fito. El Edrisí nombró como ciudades medianos de lo regil:n o
Huete y Uclés, pero los noticias que importan proceden del trotado
Roud el Mittor publicado y traducido por levi - Proven~ol (núm 23,
página 28, trad. pág. 35), donde trotando de "Ukli s" se dice que
Pro: "Ciudad con castillo fuerte en lo tierra del Andolus. E~ lo
capital del círculo Sontoboriyo. Su construcción es moderno y obro
de al Foth b. din. Nun", donde se revolvió contra lo autoridad
central en 160 ( = 7751777) . Tomó por residencia o Uklis donde
edificó e hizo uno ciudad o orillo de un río (B~dijo) formad) por
uno fuente que nace en lo alto de lo ciudad y alimento los termos... " . Es evidente que Uclés sustituyó o lo gran ciudad que estuvo en el Cerro de Cabeza del Griego, así como o lo que hubo en el
Castro o Santober y que mós adelante lo primero de ellos fué uno
dependencia de su término.
Según el Apéndice 11 de Cornide, en 1228 el Concejo d ~ Cabezo
(20) J . CORNIDE: " Memoria sobre los antigüedades de Cabezo del Griego",
tomo 111 de los Memorias de lo Rea l Academia de lo Historio, Madrid, 1799.
-246-
[page-n-272]
SEGOBRlGA
17
d~?l
Griego firmaba como dependiente de Uclés, y en las visitas generales de la Orden de Santiago, en 1500, 1508, 15 11, 15 15 y 1525,
:;ólo quedaba la Ermita de San Bartolomé en un sitio alto y :::onstruida
at•rovechando parte de un edificio de la anti~ua ciudad, er un
cerro alto que se dice La Cabeza del Griego E'n E'l "qual de tiempo
C'1 tiguo estaba una población grande toda destrozada !.in haber
edificio alguno" (año 1515), haciéndose notar en la de 1511 la tentcriva hecha por un clérigo de cobrar diezmos de la miel, cera y
enjambres de la dehesa contigua para el Obispo de Cuenco, sin lograrlo, por haberse demostrado que el territorio ero de la Orden
de Santiago.
Aparecen referencias sobre antigüedades hallcdos en Cabeza del
Griego, seis u ocho años antes en el viaje del Médico Luis de LLAceno,
en 1546 (21) donde se dice que poco antes había sido descubi6rto un gran espacio lleno de ruinas de edificios que indiccban
r.aber habido allí una populoso ciudad "o lo que unos dabún el
nombre de Cabeza del Griego, otros el de Segóbriga, otros el de
Hippo y otros el de Ercovica". He aquí los O!"'ltecedentes de lo sugestión de Morales, que como puede verse no tué original ni mucho menos rotundo, ni aun después de su viaje por la comarca
entre 1572 y 1577 (Cornide, Apéndice 1, pág. 226) .
Como en cosos análogos, lo ciudad destruido fué uno gran contero de piedras trabajados que fueron utilizadas para la consiruc:::ión de otros pueblos y en el año 1575 contestaron los vecino<, de
Uclés y Sahelices a las pregun tas o formulario de Felipe 11 confirmando el transporte de materiales y restos arqueológicos desdF. Cab:za del Griego.
Merced a las conjeturas de Morales, los autores se dicidieror por
Cabeza del Griego (si no eran partidarios de Segorbe), pero la inseguridad continuaba manifiesta.
Interesaba mucho a la Academia y a l Priorato de Uclés poner en
claro qué ciudad había sido aquella cuyas ruinas estaban en Cabeza del Griego, a partir del año 1760 en que apareció una lápida en
verso de un cierto Obispo Sefronio y que se guardaba en Sohelices; a
la primera entidad por afán de saberlo y al Prior para comprobar
que se trataba de la antigua Segóbriga y verse libre de cualquiera
(21) Ms. de la Biblioteca Vaticana utilizado par los epigrafis tas españoles y
titulada "lnscriptíones colectae a Ludovico Lucena, 1546", y en la "Historia de
Toledo" por Pedro de Alcacer, publicada en 1554, Libro 1, c.• 20, folio 22, cal. l.
(Nota de Cornide).
-
247 -
[page-n-273]
18
P. BELTRAN
tentativa de ingerencia por parte del Obispado de Cuenca. Por ello
E'n 1765 la Academia encargó el reconocimiento de las rui<1as y objetos a don José Alsinet, médico del Real Sitio de Aranjuez, el cual
es<.ribía en 26 de octubre al Secretario de la Corporación informándole de lo visto en su viaje de inspección y de los fragmentos de
inscripciones llevados a Sahelices y de haberse recogido buen número de monedas, y entre ellas cuatro de Segóbriga, otras cuatrc· con
letras desconocidas, dos de plata, una de ellas de Helmántica (o sea
de bo1scan según la interpretación de aquel tiempo), etc. También
encargó la Academia a don Tomós Tarres Moya, Caballer0 de Santiago y vecino de Uclés, el cual contestaba en 27 de diciembre rcmi tiedc copias de 24 inscripciones.
Por su parte el Prior de Uclés, don Antonio Tavira y Almazán,
en<.argó al Notario don Juan Antonio Fernóndez (que estaba arreglando el archivo priora!) y a don fomós Fernóndez, boticario de
Udés, que hicieran el catálogo y dibujos de los 0bjetos y antigüedades. En virtud de los informes de estos, el Prior Tavira fué personalmente a reconocer las ruinas y a organizar su excavación ('22.\ en
17 de octubre de 1789, con su acompañamiento y en Sahe!ice:; don
Vicente Martínez Falero, Alcalde por el estado noble, le pre~entó
!os fragmentos conservados de la inscripción del Obispo Sefronio, y
le señaló el lugar donde había aparecido en 1760. En aquel ¡:.unto
comenzaron las excavaciones las cuales dieron lugar a la aparición
de sepulturas en una Basílica y, entre otras, de las tumbas contiguas
de los Obispos Nigrinio y Sefronio en 14 de diciembre de 1789, según
octa del Notario Juan Antonio Fernóndez.
Comunicados los hallazgos por el Prior Tavira a la Academia, en
28 de enero de 1790 fueron suspendidas las excavaciones, protegida
lo Basílica con un muro y erigidas lápidas conmemorativas; los fragmentos de inscripciones hallados fueron adheridos a los muros de
las iglesias.
Además de las losas sepulcrales de los Obispos Nigrino y Sefl onio
había sido recogida antes otra leída algo deficientemente y que
guardaba el cura de Fuente de Pedro Narro (23), la cual según vió
Vives (24) iba a continuación de las otras, dando lugar al rótulo:
(22)
(23)
J. CORNIDE: loe. cit., noto 20, Apé ndi ce 111.
J . CORN IDE: Loe. ci t., no to 20, págs. 200 y 201.
(24) J. VIVES: "Inscripciones crístianas de la España romOJ10 y visigoda",
Bn. c.elono 1942, núm. 264.
-248-
[page-n-274]
19
SEGOBR l GA
€F HIC SUNT SEPVl CRA- SANCTORUM SACERDOTVM
ffi ID NIGRINVS-EPISC ffi SEFRON VS-EPISC ... ONIVS EPbL
C'Jlle da los nombres de tres Obispos consecutivos
Resultó claramente demostrado que la ci1.1dad cuyas ruinas €Stabcm en Cabeza del Griego había sido episcopal ~n la época goda y
si se admitía la situación de Ercavica en Santaber ésta de ahora
debía ser Seg6briga; pero el número de opiniones en favor d~ Segorbe, y algunas personas tan caracterizadas como el P. Enrique
Ftórez, hizo que los partidarios dijeran que los Obispos hallados e-ran
de lo Ercovica del convento Cesoraugustono o pesar de ha llar.)P en
los orillas del río Gigüelo, en su confluencia con el torrente Yuncor,
y paro hacer viable forzaron el nombre de Sefronio para hacerle
coincidir con un Sempronio, Obispo ercavicense que concurrió a
los Concilios toledanos XII al XV (25).
Si es cierta la fecha leído por Fernández GuHra en el epitafio
rrétrico del Obispo Sefronio, éste murió en la era DLXXVII (oño 550)
coincidiendo con la gran antigüedad que los autores (Gómez Moreno,
Camps, etc.) han dado o la basílica de Cabeza del Griego, fundado,
¿icen, en la primera mitad del siglo VI. En cuanto al nombre "Caorius" leído deficientemente en el fragmento 3 °, puede ser que haya
necesidad de modificarlo mediante el de "Canonius", asistente a l
Concilio 11 de Toledo del año 527 (o del 531) o recíprocamente, y
ttmemos así lo sucesión de Obispos de ta ciudad llamados :
Nigrino -
Sefronio -
Cononio -
.. Sefronio
sin contar que pudiera ser Obispo un tal Onorato que figura en una
de las piedras publicadas por Cornide (26) y no citada por Vives.
Aunque la situación de Segóbriga en las ruinas de Cabezu del
Griego se va perfilando, quedan todavía por con!>ignar las pruebas
que lo confirman. Comenzaremos por un fragmento que Cornide no
quiso emplear como argumento decisivo: "Hoy está colocado en la
oored divisoria de la copilla mayor y cuerpo de la iglesia cerroente
r ial" (27) y cuya indicación fué impugnado por partidario!> de Segorbe:
(25) J. VIVES: Loe. cit. noto anterior, números 264 t 276, sosteniendo esto
tesis y haciendo un sólo Obispo de los dos Sefronios de los lópidos.
(26) J. CORNIDE: Loe. cit. noto 20, lóm. IX, núm. 3.
(27) J. CORNIDE: Loe. cit., noto 20, lóm. VI, núm. 26 y pág. 184 .
-249-
[page-n-275]
20
P. BELTRAN
p
GOBR
C DE
INVL
e! cual aunque sea claro no es indispensable porque hay pruE-bas
más terminantes. En efecto, fué costumbre erigir estatuas y dedi cciorias a los personajes importantes en sus C'iudades y en las
capitales de las provincias, que para esta región fué Tar~agona . En
tiempo de Hadriano el concilio de la provincia Hispania Citerior
puso tales recuerdos beneméritos de la provinc1o y a otros se los
dedicaron sus familiares o amigos o conciudadanos agradecid::>s por
sus servicios, dando lugar a la grandísima C'olección epigráfica tO·
rraconense, parte de la cual es conocida . Por otro parte, los vecinos
de una ciudad pusieron allí recuerdos análogos a sus conciudadanos
ber.eméri tos.
En relación con Segóbriga deben ser Citados los
guientes:
ej~mplo~
si-
C. l. L. 11, 4.191 (Tarragona) L. Annio L. F. Gol Cantabro Flam
Romae et Divorvm Avgvst P. H .
C.omnibvs Honoribvs Gestes SEGOBRIGAE Decreto Ordinis Pecvnio
Pvblica SEGOBRIGENSES.
C. l. L. 11 4.220 (Tarragona) L. Grattio C. F. Gol Glavco SEGO,
BRIGENSI Flam P. H. C. M . Atilivs
Fraternvs Amico Optimo.
C. l. L. 11, 4.222 (Tarragona) C. lvlio C. F. Gol. Piloe SEGOBRIGENSI Flamini Romoe et Di vorum et Avgvst . Prov. Hisp. Citer.
P. H. C.
•
C. l. L. 11, 4 .252 (Torragono) Val. G. V. Fidi Fil. Fidae SEGO(halloda en 1806)
B R 1G ex CARTHAG Flominicae
Vxori L. CAECILI PORCIANI, Flam
P. H. C. P. H. C.
-250 -
[page-n-276]
SEGOBRIGA
21
C. l. L. 11, 3 . 119 (Cornide lám. V, n. 0 8; Cabezo del Grieg:> En
lo iglesia).
QVINTIANO.
CAEC. PORCI A
NI. NOTARIO
ANN. XXX. MAN
5) LIVS. VICTOR I
VS. ET. FAB lA
MAT ER. FILI O
Esto piedra se en lazo perfectamen te con lo anterior a t rovés
de L. CAECILIO PORCIANO del que fué esposa la VALER IA hi jo
de G. VALERIO y segobrigense a la que fué ded:Coda la piedra de
Torrogona y de CAECILIO PORCIANO dal cval fué notorio el
QVINTIANO a quien sus podres pusieron una dedicatorio en Cabeza del Griego.
Después de las noticias de Cornide, otrrJs inscripciones fueron
apareciendo y en varios ocasiones fueron hechas excavaciones que
dieron lápidas y otros objetos arqueológicos. En las de 1892 apareció, entre otros, uno lápida algo mutilado estt;diada por el Podre
F. Fita (28), lo cual es decisivo poro situar Segóbriga en Cabeza
cid Griego. Por noticias de ello Hübner, que hal:.ía situado o frca"·ica en Cabeza del Griego, se corrigió en el Apéndice (pág. 1 13)
identificando o estas ruinas con Segóbriga. Sin c;mbargo, en 1897
<;e extravió en los razonamientos y volvió o su ideo primero de que
Segóbriga había estado en Segorbe, y con su t·jemplo cundió la
confusión sobre materia tan cloro, conservándose pocos con firmeza
en lo hipótesis verdadera, uno de los cuales, !:eg6n se ha dich~, fué
Schulten.
La piedra en cuestión dice así:
... ARAE. REI
publi CAE. SEGOB
rige NS IVM
serv. f. AMILI
opu BLICA
fecit
-.¡ es evidente que esta piedra erigido por la fami lia de lo<; siervos
públicos de lo República Segobrigense o una de sus compañeros úni(28) F. FITA: "Lápidas romanos", Boletín Academia Historio, XX, Mad rid
1892, C. l. L. 11, Add. 1, 182.
-
251-
[page-n-277]
22
P. BELTRAN
comente pudo ser puesta en el solar de Segóbriga, probando así
el P. Fita lo que, por otras razones, parecía evidente (Fita suplió
[borbl o roe el nombre de dicho sierva, pero poro nuestro objeto es
indiferente).
Este resultado definitivo, está de acuerdo con otros hechos secundarios que convergen en lo mismo identificación. Así el co~1ino
que el Rovennote (29) indicó con los palabras "1 tem juxto civitotem
Complutum est civitos quoe dicitur Coroca, Sigoorica, Puteis cltis,
Lebinosa ... " está indicando un paso por Segóbrigo poro ir desde lo
·conocida Cómplutum por lo Contrebia Corbica (lo Coroca próximo al
río Togonio de los autores) que ha de ser uno población junto al Tajttiia y luego paro llegar a Pozo Amorgo (Cuenco) y a Ler.uzo (Al ·
ba~e te) ha de pasar justamente por lo comarco de Uclés.
Los monedas de Segóbrigo más antiguos tienen e l nombre
escrito con caracteres ibéricos y los primeros latinos conservan el
tipo corriente del busto y el jinete con lanzo debajo del cual e:.!á el
nombre Segóbrigo. Los más modernos de tipos ibéricos de Contrebio Corbico, que no los tiene latinos, tienen un busto ton idéntico
al citado de Segóbrigo que parecen hechos todos con el mismo cuño
del anverso y es posible que el abridor fuera u:1o !>Óio y por lo rrenos
que se trote de ciudades próximos, de acuerdo con el comino antedicho.
Finalmente no haremos mucho hincapié en los forma .~ ionec; yesosas de Montolvos ni en los minos de alabastro de Torrubia porque
la noticio de Plinio sobre lo existencia de "piedra especular" ton sólo
:m lo región de Segóbrigo, no parece muy firme.
En realidad, en este punto termino el pfesente trabajo donde
han sido reunidos, en términos generales, los opiniones diversos sobre lo situación de Segóbrigo y los fundamentos, buenos o molos, en
r¡ue fueron apoyados, siendo de lamentar e l te ner que insistir sobre
un asunto que hoce mucho tiempo me parece que está resuelto
definitivamente; pero ocurre, que unos veces por afán de escribir
y otros por lo firmeza con que los autores clásicos razonaron sus
E'quivocociones, se sigue especulando frecuontc:-nente con dichos
E'rrores, volviendo o surgir los antiguos e impos:bles soluciones o,
por lo menos, paliativos que parecen dejar en el aire lo equivalencia
dPfinitiva SEGOBRIGA = Cabezo del Griego.
(29) RAVENNATE: "Divisione Mundi. Geogrof. Rovennotis" , lib. 5, París
1667 Lib. 4 De Europa, cap. 42, De Sponio, núm. XLIV.
- 252-
[page-n-278]
SEGOBRlGA
23
Así, por ejemplo, se ha pensado en lo existmcio de dos Segóbrigos, quizá ton sólo poro no romper con le situación tradicional
en Segorbe, ni negar que se llamara así lo ciudad de Cabezo del
Griego, y solamente el P. Flórez, partidario Je lo segundo solución,
c;e empeñó en largo disertación poro demostrar que sólo hubo uno.
Lo~ textos nombran uno solo ciudad, y, aun suponiendo que hubiera
robido dos (que no es cierto), no sería posible que en los Edetanos
:1ue eran Iberos, como lo demuestran los vasos de Son Miguel de
Lirio, hubiera uno ciudad de nombre celtíbero como Sego-briga,
cuyo segundo porte es celta y conocido. Por esto mismo rozón lo
lópido citado procedente de Llonsol y Molino, aun supon:endo que
fuero copio muy defectuoso de uno inscripci6n genuino, no pudo
salir en Segorbe . Tampoco es posible lo odjudicaC:ón de los monedas
ibéricos y latinos segobricenses o dos poblocionec; distintos, especulando con ligeros variantes; aun suponiendo r¡ue nuevos piezas nos
ilustraron sobre lo desconocido historio de lo gran Segób:-igo, todos
los conocidos forman uno serie único con ord·moción cronológico
muy cloro desde sus cimientos hasta los últimos tiempos de Coligulo.
Todo el curso del río de Segorbe está lleno de! restos arqueológicos y en muchos de los pueblos actuales han solido lápidas que
corresponden o núcleos de población iberos o romanos y en Segorbe
o falto de lápidas conocidos hoy otros restos importantes y es de
esperar lo aparición de otros nuevos. Lo falto de lápidas con nombres geográficos y de textos referentes o lo com'l ~co, ha hecho que
hasta el momento se desconozcan los nombr·¿s 0·1tiguos dE> los poblados, salvo en el caso de Begís, que según los piedras fuá un "fundo" de los Vicci, de donde se derivó el nombre actual. Quizás se
llegue por análogo comino a conocer el nombre de lo an tigua ciudad
que. hubo en Segorbe, y que en textos medievo!es aparece en lo
forma Soborb o latinizado en Suburbíum, o la cua l aplicaron el socorrido y desacreditado procedimiento de los etimolcgíos para traducir
"8orrio" (de Sogun to) . Sin embargo, dada la grcndísima extensión
de los territorios municipales antiguos no es in•posible que todos
los "pagos" romanos del valle del río de Segorbe dependieron del
Municipio Sagun tino y que fueron incluidos por los geógrafos bajo
lo denominación único SAGVNTUM.
Nuevos hallazgos pueden aclarar estos enigmas que resultan
stcundarios en relación con el objeto de este tre>bojo.
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JOAQUIN SANCHEZ J IMENEZ
(Aibaccte)
Un molde para la fabricación de lucerna~
En el Museo Arqueológico de Albocete, con el número 3.780
de su Inventario General, existe uno singular pieza, tonto por el
fin o que hubo de destinarse como por sus característicos. Está
inédito e ingresó en dicho Museo el año 1948, habiendo sido hollada casualmen te en Minateda, de esta provincia, en un bancal
pr6ximo a l Cerro de la Horca, cuando se reali1:obon faenas agrícola!., y o pocos centímetros de lo superficie.
Se trato de un molde en borro cocido para la reproducción,
IY'ediante el vaciado, de discos de lucerna o candil, como puede
ccmprobarse por la doble ilustración que acompaña a esto noticio:
uno del mencionado molde y otra del vaciado que en escayola hemos obtenido. (Lóm. 1) .
Lo matriz tiene 11 cms. en su e je mayor, 9,5 en el menor y
3 de grueso, siendo su formo ligeramente r.óncovo por lo caro que
tiene el negativo y convexa por el dorso. Las dimensiones del disco,
según el vaciado obtenido son 9 cms., en su eje mayor y 7,8 en
el menor.
Diversos son las cuestiones que p lanteo este objeto: cronología,
carácter, posible origen (si es que no fuero de manufactura indígena) y el por qué de su existencia en el lugar de su hallazgo.
No tenemos noticia de nada semejante en los Museos españoles,
pues, aunque en alguno haya moldes para lo reproducción de lucernas (en el de Gerona, por ejemplo, hay dos), a nada práctico
a estos respectos nos conduce su comparación con el nuestro.
Poro intentar esclarecer, en cuanto nos seo posible, aquellas
cuestiones, contamos ton sólo con el arte que se manifiesta en su
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2
J. SANCHEZ J li\IENEZ
modelado, con el símbolo que ostento y con Jo inscripción que en
su disco se desarrollo.
El primero es ciertamente poco expresivo, tonto por su vu lgar
ptmtillodo de perlas, que no caracterizo ninguno época ni área
geográfico determinado, como por el escoso acierto en lo modelación de los dos palmos estilizados, símbolo que calificaríamos de
cristiano.
Lo inscripción, bien se leo S i B q OF ACPAS á S i Bq
OF
A. C. PAS nos llevo, por sus caracteres epigráficos, o finales
del siglo IV o principios del V. En ello se nos do o conocer la dedi caciÓn o un san to (lo que confirmaría su carácter cristiano), y lo
oficina o ta ller del cera mista.
Con los naturales reservas apun ta mos cierto semejanza con
p1oductos similares del Egipto capto por su puntillado de perlas
Pn relieve, por sus caracteres epigráficos y por el sentido de lo
inscripción con lo dedicación o un san to (al parecer), expresado
con le S que llevo uno letra abreviadora en lo porte superior y los
dos letras Bq, cuyo interpretación exacto no se nos alcanzo.
Otro cuestión, poro nosotros interesante es lo consecuente con
su hallazgo en Minotedo.
El que se hubiera descubierto uno lucerna de este tipo en d icho
lugar no llamaría lo atención, por extraño que este ob jeto mobilior
seo en sí; pero el hallazgo de su molde allí, sí es rareza. ¿Cómo
explicarlo? Si fué modelado en un lugar lejano del de su invención,
¿por qué capricho de lo suerte vino aquí? ¿Qué finalidad tendría su
importación? Creemos que la de ser u tilizado en un taller de ceromista, tan ta si fué importado (que creemos :o más probable) como
si se modeló en el propio país en que se ha descubierto, de jando
aporte lo posibilidad de que su importación seo un capricho personal (¿de un peregrino?) sin propósito de utilizarlo febrilmente, y
sólo por curiosidad.
¿Hay rozones que induzcan o pensar que hubiera de emplearse
en esto región, circunscrito o Minotedo y a sus aledaños, poro lo
producción en serie de lucernas?
Descartemos lo posibilidad de emplear f'Ste molde paro condilec; fundidos en metal, por lo carencia de tal materia primo; pero
no así de lo de borro.
Lo alfarería, aunque de carácter popular, tiene hondo tradición en esto provincia. Alfares ha habido desde muy antiguo en
Hellín, Tabarro, Higueruela - relativamente próximos o Minote-2.56-
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l\tiOLDE DE FABRICACION DE LUCERNAS
3
do-, así como en el también cercano lugar de Mizquitillos, donde
indudablemente existió uno en lo época ibero-romano. En casi
todos estos puntos aún persisten activos los tornos, con carácter de
artesanía en lo mayor porte ( 1).
Acoso este molde estaba preparado paro ser utilizado en alguno
de estos talleres, si es que no llegó o emplearse efectivamente. Bien
pudo tener realidad lo fabricación de lucernas con él, aunque éstos
no hayan llegado o nosotros por lo fragilidad del producto, sin que
se opongo o esto hipótesis el no haberse encontrado ningún ejemplar o fragmento de los producidos.
( 1) Esto cuestión se troto ampliamente en nuestro trabajo "Historio de lo
artesanía en lo provincia de Albocete" inédito y premiado en los Justos Literarios
de Albocete, año 1950.
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SANCHEZ JIMENEZ.- Un molde poro Jo fabricación de lucernas
Molde de lucerna y vaciado del mismo.
LAM. 1
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" '1
MASSIMO PALLOTTINO
(llollo)
Per una nuova prospettiva della storia
dell'arte antic:a: il problema dei rapporti
tra le esperienze prec:lassic:he, periferic:he
e postc:lassiche nel mondo c:ircummediterráneo
Da qualche decennio a questa porte un mondo nuovo si sta
rivelando agli studiosi d'arte antica. Specialmente gli archeologi
spagnuoli dell'ultima generazione - e tra questi in prima linea il
compianto maestro don Isidro Ballester Tormo- hanno avuto il
grande merito di trarre i monumenti figurati preromani (o meglio,
se si vuole, pre-imperiali) della peninsola iberica dalla penombra di
incomprensione e di disprezzo con cuí gli storici d'arte classica sogliono considerare i prodotti preistorici, barbarici o provinciali. Essi
hanno in sostanza dimostrato che valeva la pena di esaminare queste opere piu ottentamente e con un piu vigile occhio critico, olio
scopo di riconoscere la origine dei loro motivi e dei loro stili, di
precisarne la cronología, di cercarne gli eventuali spunti originali o le manifestazioni d'estro creativo. Ma soprattutto ci si e
orientati ad intendere le sculture, le pitture vascolari, i bronzi figurati appartenenti olla civiltó denominata iberica quali espressioni
di un mondo artístico che non e ne "preistorico", ne "borbarico",
ne "provinciale", almeno nel senso proprio di questi termini; ma
piuttosto partecipe, seppur marginolmente, di quella grandiosa esperienza figurativa mediterraneo che appare suscitata e continua-259-
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2
M. PALLOTTINO
mente olimentoto dalle civilta storiche del prossimo oriente e
dell'oreo egeo-itolica (1).
A questo rivolutozione e ptu sicuro interpretazione dei fotti
artistici della penisolo iberico ha fotto eco recentemente, in conseguenzo dello sug9.estiva scoperto delle sculture celto-liguri di Entremont presso Aix-en-Provence, un improvviso concentrarsi d'ottenzione sull'orte preromono della Gallio meridionole. Anche se l'interesse del suo principole illustrotore, Fernond Benoit, sembro essersi
soprottutto rivolto olio significozione religioso dei mohumenti di
questo florida e singolore provincia figurativa deii'Europo occidentole, non e moncoto il tentativo di individuorne le fonti d'ispirozione
stilistico e di intravvederne i volori d'orte (2).
L'aprirsi di siffotti nuovi compi d'indogine pone un problema
quonto moi vivo e fecondo di sviluppi, non ~oltanto entro i limiti
dell'oreo geogrofico interessoto dalle culture in discorso, mo per lo
interpretozione storico di tutto l'orte del mondo mediterraneo. Credo, in verita, di non esogerore affermondo che proprio le discussioni
suscitote del rivelorsi di uno corotteristico esperienzo figurativo nei
poesi del Mediterroneo occidentole honno fotto precipitare lo crisi
generole ormoi da tempo latente negli studi di storia dell'orte ontica.
Questi studi, se ci riportiomo o circo quoronto anni or sano (e
cioe, per intenderci, olla vigilia dello primo guerra mondiole), erono
dominoti da una prospettiva ben definito ed orientati in un sistema
a suo modo coerente. Lo storio dell'orte antica ero concepito come
uno storio di orti "noziono li" (egizia, mesopotamico, greco, romano,
ecc.), veri e propri cicli conchiusi in un loro sviluppo orgonico, e sostonziolmente incomunicobili: nel senso che tra loro non si potevono
immaginore al tri rapporti che quelli di successione o di contemporaneita, di parentela o di influenza collaterale, e cioe i rapporti che intercorrono tro distinte individualita biologiche. Lo sviluppo dell'orte
ero configuroto come un succedersi regalare di stili collettivi, secon-
( 1) Vedosi in genero le A. GARC IA Y BELLIDO: "Colonizaciones pun1co y
griego", in "Ars Hispanice", 1, Madrid, 1947, pp. 135 e segg., con lo relativo
bibliografía; e piu porticolarmente, per il problema che ci interesso, l. SALLESTER TORMO: "Ensayo sobre los influencias de los estilos griegos en los cerámicos
de San Miguel y lo tendencia arcaizante de éstos", Valencia, 1945.
12) F. BENOIT: "L'ort primitif méditerronéen de lo Vollée du Rhóne. Lo
sculpture", Poris, 194 5; íd., "Le probléme de l'influence de lo Grece archoTque
en Méditerronée occidentole et lo stotuoire d'Entremont", Atti del 1 Congresso
lnternozionole di Preistorio e Protostorio Mediterroneo, Firenze, 1952, pp. 430
e segg.
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA STORIA DELL' ARTE ANTICA
3
do uno formulo risolente sino olla poetice winckelmoniono e insensibile do fotti individuoli, olle onticipazioni, ogli ottordomenti e olle
divergenze e oi parollelismi di singole correnti e cerchie ortistiche.
L'intera vicenda dell'orte classica apparivo dominoto dalla teoría
del progresso e dello decodenza, ed ero concepito come uno sarta
di grandioso evoluzione porobolico dol primitivo al coito, dol semplice al complesso, doll'imperfetto al perfetto e viceversa, ottraverso
le fasi dell'embrionole geometrismo, della giovinezza arcaico,
dell'"eto d'oro" dei secoli di Fidio e di Prassite le, per poi ridiscendere
con le esperienze ellenistiche e romane olle fasi di declino del Basso
Impero e del Medioevo borborico. L'orte greco costituivo lo tramo
essenziale di questo sviluppo e, nell'ombito dell'orte greco, lo "clossicito" del V e IV secolo roppresentova il momento perfetto ed
esemplore, quasi l'ossoluto dell'orte, di cui ogni fotto antecedente
non ero che preporozione ed ogni esperienzo successivo non opporivo che opera di epigoni, imitotori o corruttori.
Vera e che gio doll'inizio del nostro secolo Alois Riegl ovevo
gettoto le bosi di una teorice contrastante con questi principi e tondoto sul riconoscimento di uno propria porticolore dignito d'orte
o cioscun momento dello sviluppo figurativo del mondo ontico :
aprendo lo vio o riconoscere l'ossurdita di uno volutozione dell'orte
arcaico o dell'orte tordo-antico con lo stesso metro con cui si
giudicovo l'orte clossico dell'eto di Fidio. Ed e anche vera che le
tendenze sempre piu monifestomente ed orditomente antioccademiche ed ontiveristiche degli esperimenti figurotivi del mondo contemporoneo fovorivono uno solutore revisione critico dei concetti di
"primitivismo" o di "decodenza", intesi in senso dispregiotivo,
nell'opprezzomento dei fenomeni dell'orte ontico.
Mo cio non ostonte, i trottoti e i manuali di storio defl'orte continuovano - e in parte ancoro continuano- o inquodrare la loro
materia entro gli schemi trodizionali dei cicli figurotivi "nozionoli",
o parlare di evoluzione collettivo dello stile e o roffigurore lo vicendo artístico del mondo classico come un processo biologico di noscito, crescenzo, moturito, vecchiezzo e morte.
Tutti i fotti in contrasto con questi schemi restovono incompresi, ignoro ti o falso ti : in primo luogo le corren ti di gusto o diffusione, per cosl dire, "internazionole" e, dofl'oltro lato, le monifestazioni del genio individuale. Gli uni e gli oltri dovevono essere arti ficiosamente costretti nel ciclo di sviluppo dell'orte nazionale. Si
consideri ad esempio quel fenomeno artístico, sostanzialmente uni-261-
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4
M. PALLOTTINO
torio, che suol definirsi "orientolizzonte" e che riconosciomo esteso,
tro il IX e il VI secolo ov. Cr., dalle coste dello Sirio e do Cipro
olla Grecia, oll'l talio e alfe zone di colonizzozione del Mediterroneo
occidentole. Esso roppresento un copitolo recente, a corottere eclettico e o tendenze diosporiche, dell'orte dell'ontico oriente: potrebbe,
in un certo senso, definirsi come "arte fenicio" o "arte cipriota". Mo
nello stesso tempo roppresenta uno fose iniziale, tutt'altro che
irrilevante, dell'orte greca e dell'arte itolica. Lo studio di questo
fenomeno, nei trattati di storia dell'orte, appare in luoghi diversi e
satto lucí diverse, a secando che si tratti dell'oriente, dello Grecia
o deii'Etruria. La verita e che esso non puo adeguarsi alle classificazioni e olle formule dominanti. E'infotti evidente l'assurdita di
considerare una stessa corrente del gusta come espressione senile
rispetta al le arti orientali) e come espressione primitiva (rispetta
olla sviluppo dell'orte greca od italica}. E non meno evidente appare
la consideraziane (mostruasa, dal punto di vista dei teorici delle orti
nazionali) che il mondo figurativo orientaliz.zante appartiene di
diritto cosl all'arte dei paesi orientali come all'arte della Grecia: e,
dunque, nello stesso tempo "greco" e "non greco".
La grandiosa civilta artística cretese-micenea, rivelota dal piccone degli archeologi tra le fine del XIX e il principio del XX secolo,
fu inserita nel sistema dominante come "primo capitolo" dell'arte
classica in generale e dell'orte greca in generale (3). Una casi fotta
classificazione appare subito in palese controddizione con la teoría
dello sviluppo orgonico dei cicli artistici, in quanto essa colloco al
principio di un processo evolutivo, prima dell'insorgere di quei fenomeni di geometrismo nei quoli si era rovvisata l'infanzio dell'arte
greco, un mondo figurativo stroordinariamente maturo e libero
quale e quello egeo. Di qui lo necessita di postulare una decodenzo
ed uno rinascita, uno frattura, un "oscuro intermezzo": in uno poro! a
il cosl detto "medioevo ellenico" (4). 11 fatto e che l'arte egeo
dell'eta del bronzo non puo essere spiegato olla luce dei posteriori
sviluppi dell'arte greco; ne classificata come arte preistorica o come
arte orientole, anche se di esse, in un certo senso e per taluni aspetti,
si trovo ad esser portecipe.
Questo artificioso riduzione e sostonziole irriducibilita di molti
(3} Se ne vedo lo giustiticozione nell'incompluto mo, per quei tempi, oureo
monuole di G. E. RIZZO: "Storio dell'orte greco", Torino, 1914, p. 53.
(4) Cfr. in proposito M. PALLOTTINO: "Le origini micenee dell'orcoismo
greco", Lo Critico d'Arte, VIl, 1942, o p. 2.
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UNA NUOVA PROSPETT I VA DELLA STORIA DELL'ARTE ANTICA
5
fenomeni artistici c;¡g li schemi dei cicli organíci appare ancor piu
grave nel caso deii'Etruria . L'arte etrusca fu generalmente studiata
come una specie di "prologo" dell'orte romano. Ma ne l'uno ne
llaltra, cioe ne la cosl detta arte etrusca ne lo cosl detto arte romano, offrono le carotteristiche di un ciclo evolutivo orgonico ed
in se compiuto quole opparentemente (e mi si concedo sottolineare
sin dlora l'ovverbio opparentemente) constatiamo nell'orte greco:
vale a dire una nascito1 uno crescenzo, un apogeo ed un declino. 1
prodotti ortistici delta civilto etrusco riflettono voriamente tradi zioni ed influenze preistoriche, orientali e greche: portecipano dello
sviluppo dell'orte greca, lo seguono a rilento o reagiscono od esso
con monifestazioni e tendenze originali. Di fronte al fenomeno
delllorte etrusca i critici trodizionolisti si sano trovati in un grande
imbarozzo. O honno semplicemente e totalmente negato la suo
esistenzo, considerondone gli ospetti come troscurabili deviozioni
provincio li dell'orte greca. O, oll'opposto, ne honno sopravvolutoto
lo individuolito e la coerenza sino a l punto di vedere in essa un
ciclo artístico distinto e porollelo o quello dell'orte greco. Ne11'uno
e nell'altro caso essi honno falsato la reolto dei fotti per salvare
g li schemi (5).
Ed ecco proporsi un'oltro "fuorilegge": l'orte d i Ciprol le cuí
corotteristiche, i cuí sviluppi, la cuí capacito creativo sono stoti
soltanto di recente onolizzoti ed illustroti con metodo critico (6).
La scultura arcaico cipriota apportiene di diritto olla civilto figurativa dell'oriente e insieme o quello delta Grecia: apparve come una
specie di "ibrido" oi seguoci delle concezioni biologiche. Si noti
che questo mondo figurato di Cipro offre straordinorie onologie stilistiche con le manifestozioni deii'Etrurio arcaico: cio che si spiego
non certo per una vicinanza geogrofica dei due paesi, come e ovvio
e tonto meno per uno parentela etnico dei due popoli, bensi per
comune eredito mediterroneo e per uno identica reozione morginole
olle sollecitozioni stilistiche provenienti dal mondo greco (7). Come
1
(5) M. PALLOTTINO: "Sul problema delle eorrelozioni ortistiche fro Grecia
ed Etrurio" Lo Perola del Possoto1 Rivisto di Studi :::lossiei1 fose. XIII, Nopoli,
1950, pp. 1 e segg.
(6) E. GJERSTAD: "The Cypro-Geometrie, Cypro-Archoic ond Cypro-Ciossicol Periods" 1 The Swedísh Cyprus Expedition, IV, / 1 Stockholm, 1948.
{7) Cfr. lo mio reeensione oll'opero del Gjerstod cit. nello noto precedente,
in "Areheologia Clossíeo", 111, fose. 2, Romo, 1951, pp. 221 e segg., e le osservozíaní di A. 80ETHIUS: "Riflessioni sul problema d'!ll'arte periferico", Atti del
1 Congresso lnternazíonole de Preístorio e Protostoría Medíterroneo, Fírenze,
1952, pp. 4 1O e segg. (speciolmente o p. 418).
1
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6
M. PALLOTTINO
in Etruria casi a Cipro le forme e lo spirito dell'arte arcaica perdurano assoi piu a fungo che in Grecia, sembrano adattarsi all'indole
delle genti locali ; mentre l'arte classica del V secolo penetra tardivomente e con manifesta difficolto.
Questo fenomeno degli attardamenti stilistici e delle somiglianze
tra ambienti culturali lontani si manifesta anche in oltri casi. Le
sopravvivenze micenee a Lemno e nella Calcídico (8) in piena eta
arcaica; il perdurare della decorazione geometrica dei vasi a Cipro
o nel territorio apulo dell'ltalia meridionale fino ai tempi ellenistici;
il riflesso di trodizioni geometriche, orientalizzanti ed arcoiche nell'arte dei Veneti e dei Celti (9) non sano che esempi spigolati o
caso. Ma soprattutto !'occidente mediterroneo, attraverso le serie
di monumenti recentemente rivelati e studiati dei quali si diceva in
principio, offre una impressionante documentazione del fatto, ormai incontrovertibile, che intimi e sicuri legami di stile possono cons
tatarsi attraverso dislivelli, a volta enormi, di tempo e di spazio.
Come fu definitivamente chiarito, contra dinieghi ed esitazioni pur
legi ttime, proprio dal Bolles ter Tarmo (lO), la ceramica iberica di
eto ellenistica appore tutta imbevuta di motivi protoellenici: motivi
che indubbiamente appartengono a fasi e a centri diversi (vi si introvvedono, se non erro, sicuri elementi di tradizione micenea, protogeometrica, cipriota, geometrica insulare, subgeometrica, orientalizzante, ecc.L ma appoiono qui mescolati in una sarta di sintesi
attuole, unitario, che volge a propri sviluppi originali (specie in
alcune classi ben definite quali quelle di Elche-Archena, di Liria,
di Azaila, ecc.). Porimenti nella decorazione architettonica, nella
sculturo, nella plastica di bronzo del mezzogiorno e del levante
spagnuolo si avverte la influenza diretta dell'arte arcaica del Mediterraneo orientole, operante a distanza di secoli: fenomeno che fu
definito, legittimamente se si guardi olla cronologia, come "pseudo-
(8) M. PALLOTTINO: Op. cit. in noto 4, pp. 1 e segg:; Excovotlons ot Olynthos, XIII, D. M. ROBINSON: "Voses Found in 1934 ond 1938", Boltimore,
1950 (lo cos1 detto "Pre-Persion Wore" di Olinto continuo con motlvl submicenel fino oll'inizio del V secolo!): cfr. lo recensione in "Doxo" 111, Romo, 1950,
pp. 214 e segg.
(9) 11 problema e stolo recentemente offrontoto, pel quel che riguordo I'Europo settentrionole e speciolmente i motivi del colderone celtico di Gundestrup,
do O. KLINDT -JENSEN: "Foreign lnfluences in Oenmork's Eorly lron Age",
Copenhogen, 1950.
( 1O) l. BALLESTER TORMO, op. cit. in noto l.
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL'ARTE ANTICA
7
arcaísmo" (11). Lo sculturo delle Bocche del Rodana roppresenta
un'esperienzo figurativo onologo, anche se non identico. Esso infotti per un verso riecheggio correnti piu vicine nello spozio e nel
tempo (come lo stile severo greco dello primo meto del V secolo,
probabilmente mediato ottroverso I'Etrurio), per oltro verso si occomuna olle diffuse monifestozioni deii'Europo celtico e dell'ltolia
arcaico nel rielaborore elementi di ontichissimo origine orientole
( 12).
Cio che vi e di stupefacente, di apporentemente incredibile in
questi fenomeni si ottenuo in vero e si riduce o piu rogionevoli proporzioni storiche, proprio se si tien canto delle oree intermedie, con
porticolore riguardo oll'ltolio. Anche qui introvvediomo in tempi
molto recenti, e piu o meno genuinamente o secando dei luoghi e
degli ombienti, perdurare vive trodizioni orientoli e poleoelleniche.
Vediomo ortisti ed ortigioni lovorore con uno "spirito" arcaico e
con formule orcoiche quondo nelle citto greche l'orcoismo non ero
pi u ormoi, do secoli, che un ricordo : o, al pi u, formovo oggetto di
speculozioni figuroli di natura riflessa e squisitomente intellettuolistica. Mo in 1talio e possibile, in general e, toccor con mono gli
onelli di congiunzione tro queste esperienze tordive e le influenze
originorie: cogliere, od esempio, nel momento dello suo introduzione
doll'oreo siro-onotolico il tipo dello stotua seduta costruito in blocco
s tereometrico, che doll'olto arcaísmo si prolunga con tenace vitalito
sino oi tempi ellenistici; o riconoscere l'ininterrotto discendenzo subarcaico delle tendenze o roppresentore frontalmen te, poroto tticomente, o rendere con onolisi colligrafico pieghe e pelomi, che dominono il gusto itolico e, ancoro in etc imperiole romano, corotterizzono lo produzione popoloresco dello penisolo e dello pionuro podono.
Tendenze onologhe, commiste con il diffuso ricorrere di elementí tipologici d'impronta arcaica, trionfono d'oltro canto nello
produzione che propriomente suol definirsi provincial e: vale a di re
l'arte, anche ufficiole, comunque piu profondamente senti to, delle
province dell'impero romano. Monumenti come i rilievi deii'Arco di
Suso (contemporonei oii'Aro Pacis!) segnano, con drastico esempla -
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO, op. cit. in noto 1, pp 232 e segg. A proposito di questo concetto si puo vedere anche lo mio recensione in "Archeologio
Clossico", 1, Romo, 1949, pp. 216 e segg.
(12) Oltre gli studi ciloli del F. BENOIT in noto 2, cfr. M. PALLOTTINO:
"Copestronezze", Archeologio Clossico, 1, Romo, 1949, pp. 208-21 O.
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8
M. PALLOTTINO
rito, le frontiere di un mondo che respinge lo VISIOne dello formo
clossico e consente spirituolmente ossoi piu con l'orte millenorio
dell' Asia Anteriore, deii'Egeo protoellenico e del!'occidente preromono. Ne potro moneare di rilevorsi, o questo punto, il sorprendente
legome, del resto piu volte rilevoto, che esiste tro l'orte provinciole
romano e l'orte della torda ontichito e del medioevo.
Con questa ultimo osservozione si pone il problema dei rapporti
tra arte preclassica ed arte postclassico nel mondo circummediterroneo. Tole problema fu visto sino ad oggi generalmente nello prospettivo "ciclico", come uno sviluppo che dol "primitivo" oscende
olla grande arte orgonico e noturolistico dello clossicito, per ridiscendere al primitivo. Ancoro di recente in un libro di sintesi sui
processi formoli dell'orte ontico il ciclo e stoto configuroto come
uno evoluzione dalla roppresentoziane in superficie, eminentemente
pittorico, dell'orcoismo olla libero corporeito dello plostico, e do
questo, per uno vio di ritorno, nuevamente olla roppresentozione di
superficie del mosaico poleo-cristiano (13) . Mo con tutto cio non si
fa che constatare un fotto, ormoi pacifico ed universalmente ocqui sito nel "come". Assoi piu difficile e lo sforzo di spiegorne il
"perche".
Lo teoria dell'orte come ciclo, pur sempre dominoto dol concetto della perfezione ed esemplore universolito dello formo clossico,
pote in origine occomunore le espressioni "primitive", provincioli e
"decodenti" in un solo giudizio negativo. Teoricomente l'orcoismo
rispetto olla clossicito ero da intendersi come un processo dalla
"non-arte" oll'"orte"; mentre le fosi ellenistico-romane e tordoantico opparivano configurote in un processo inverso doll"'orte" olla
"non-arte". Quonto ai fenomeni, in genere ossoi troscuroti, delle
oree periferiche e provincioli, onch'essi rappresentavano un precesso doll' "arte" olla "non-arte"; na non prolungoto nel tempo ed abbroccionte l'intero ciclo di civilto, bensl immedioto e parziole, nel
senso di uno degenerozione o di un disfocimento de ll 'orte in ombienti incopaci di comprenderlo e di occoglierlo.
Questo comune volutozione negativo dei fotti collocoti olle ori gini, al margine e olla fine dell'orte classico portovo ovviomente od
escludere quolunque connessione di natura genetico o storico tro
di loro. L'unita storico e ottributo di uno reolta positivo. Di unitá
( 13) H. KAHLER: "Wondlungen der ontiken Form" , München, 1949. Cfr.
lo mio recensione in "Doxo", IV, Romo, 1951 , pp. Q2 e se9g.
-
266-
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORTA DELL' ART E ANTTCA
9
storica, di organicita evolutiva non potevo porlorsi che o proposito
del ciclo dell'arte classico, cioe dell'arte ellenico che s'identificava
con !'arte antica tout court. Per il resto non vi ero che la plurolita,
squisitomente astorico, seitlos, delle tendenze spontanee od una
roppresentazione primitivo, infantile, semplifica trice, ingenuamente
ostratta, geometrizzonte, comune o tutte le produzioni incolte e
popolaresche.
Spiegazione focile ed orecchiabile, mo atto o soddisfore piuttosto i teorici e g li storici superficiali, che i veri conosci tori dell'orte
ontico. Esso infotti si trovo gia od essere in con troddizione con
i giudizi di va lore estetico che lo critica contemporonea, sul la
strodo operta dal Rieg l, e venuto formulando su opere di orchitetturo, di scul tura e di pittura arcoiche o tordo-ontiche: le uno e le
oltre ravvisote quali espressioni creative in se compiute e perfette
rispetto al loro mondo, e come tali spettonti verocemente olla sfero
artistica, non in senso relativo e subordinoto, bensl soltanto diverso
quolitativomente doll'arte classico. Nessuno, oggi, oserebbe piu
immoginare uno contusione tra il fenomeno del disfocimento della
formo per incolturo e i roffinati, sofisticoti, o volte quosi cerebroli ,
s tilism i dello scu lturo greco arcaica o dell'orte tordo-imperiole e
bizantino .
Lo valutozione esteticomente positivo di queste manifestozioni
ha operto lo strodo od interpretare la storia dell'orte an t ico, non
piu sullo base di un principio "monistico" roppresentoto dall'assoluto classico; mo secando il criterio "dualístico" del contrasto tro
formo clossico e formo non clossico. Per olcuni critici il contrasto
sembró potersi configurar in uno specie di antinomia trascendente
ed eterno, onologo o quello che dalla polemice letterorio del primo
Ottocento si ero esteso oll'orte universole con i termini opposti di
"classico" e "romontico". L'orte del mondo ontico fu vista in
funzione di due categorie universali, giustapposte e con trapposte
con alterne vicende : quello del naturalismo concreto ed ontropocentrico e quella dell'ostrottismo decorativo: denominote, a secando
dei casi, "clossico" e "onticlossico", "classico" e "primitivo" ecc.
( 14}. Mo questo trosferire lo storio sul piano di uno onti tesi di
universoli non significovo, tutto sommoto, spiegorlo. 11 trionfo del
(14) Questo postztone teorice e olla base dello monumento le opero di W.
DEONNA: "Du mirocle grec ou mirocle chrétien. Clossiques et primitivistes dons
l'ort", Bóle, 1945 e segg.
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10
M. PALLOTTINO
"clossico" sul "primitivo" nel mondo greco del V secolo, lo resistenzo del "primitivo" in Italia ed in oltri poesi situoti sul margine
del mondo greco, lo progressivo rivincito del "primitivo" su l "clossico" in eta romano e tordo-ontico sono in sostonzo null'oltro che
effetti di cuí le cause restovono sconosciute.
Altri critici, in vera, honno creduto di poter individuare toli
cause in fotti di temperamento rozziole, cioe di predisposizione dei
diversi popoli dell'oreo circummediterroneo od ottuore le loro esperienze ortistiche in un senso piuttosto che nell'oltro. Questo interpretozione dello storio dell'orte ontico ha ovuto un momento di
gran vogo specio lmente neg li u lt imi de e en ni e presso g li
studiosi germonici: esso e stoto in quolche modo riossunto e defi nito ne l concetto di "strutturo" ( 15) . 11 naturalismo orgonico, vale
o dire il "clossico", roppresenterebbe lo strutturo proprio del popolo
ellenico; loddove le forme onorgoniche e decorotive sorebbero proprie dello strutturo delle stirpi orientoli e delle genti del Mediterroneo centrole, compresi gli 1tolici, ed occidentole. Le vicend~
ortistiche, i controsti tro il filone "clossico" e quello "primitivo",
il prevolere dell'uno sull'oltro o secando dei tempi sorebbero do
intendere sullo folsorigo degli ovvenimenti ett'lici, dello dislocozione
o dell'ovvicendomento delle stirpi nel teatro dello storio del mondo
medí terroneo ed europeo.
Applicoto oi fenomeni ortistici occidentoli, questo teoría ha
suggerito recentemente uno. spiegozione per le offinita figurotive,
che, in contrasto con l'orte dello Grecia clossico, s'introvvedono
tro opere speciolmente di sculturo rinvenute in 1talio (guerriero di
Copestrono), nell'oreo deii'Europo celtico, nello Francia meridionole (Entremont), e, in ul t imo onolisi, tro queste opere e le tendenze stilistiche dell'orte provinciole romano e dell'orte tordoromano e medioevole. Allo base di queste offinita sorebbe do postulare uno strutturo etnico: quello del popolo celtico ( 16).
Mo e chioro che cosl ci troviomo ancoro uno volto nell'ombito
( 15) Tole concetto e stoto speciolmente definito do G. KASCHN ITZ WE1 NBERG (per lo plostico si vedo "Studi Etruschi", VIl, 1933 . pp. 135 e segg.; per
l'orchitetturo "Romische Mitteilungen", LIX, 1944, ;>p. 89 e segg.). Approfondimentl e critiche del concetto stesso in R. BIANCHI BANDINELLI: "Storicito
dell'orte clossico", 1.• ediz., Firenze, 1942; e M. PALLOTTINO: "Giudizi e pres¡iudizi sull'orchitetturo 1tolico", Archeologio Clossico, 1, Romo, 1949, pp. 196-
201.
( 16) S. FERRI: "Osservozioni in torno al guerriero di Copestrono", Bolletino
d'Arte, 1949, PP- 1 e segg. Critiche di M . PALLOTTINO in op. cit. in noto 12,
e A. BOETHIUS, ort. cit. in noto 7.
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UNA NUOVA PROSPETIIVA DELLA S'fOR I A DELL' ARTE ANTI CA
11
dello prospettivo delle "orti nozionoli". 1 fotti piu difficili do inquodrorsi negli schemi trodizionoli dei grondi cicli dell'orte ontico
sono sottilmente roggruppoti in cicli minori. Dalla visione sintetice
del processo porobolico dominoto doll'orte greco si posso olla vi sione analítico di uno strutturo ellenico, etrusco, celtico, iberico
ecc.; senzo tuttovio che muti il principio fondomentole dello indi viduolito e incomunicobilito di queste predeterminote Weltonschouungen figurotive, vere e proprie monodi legote oll'intimo essenzo dei singoli popoli.
Reolto od illusione? Lo critico contemporoneo comincio ogg i
od ovvertire uno profondo insoddisfozione dei vecchi schemi scolostici, anche se trovestiti in nuove e piu elegonti formulozioni .
Attroverso incred ibili difficolto sto penetrando anche nello
studio dell'orte ontico il concetto, oltrove ocquisito, che non c'e
arte se non c'e geniole pe rsonolita d'ortisto e che gli stili collettivi,
le correnti del gusto, i cicli figurotivi "nozionoli" non sano che il
riflesso, in sede culturole, del lo sommo delle creozioni individuoli :
e cioe non uno reolto semplice, o priori, determinante il fotto artístico; bensl uno real to secondorio, estremomente complessa e determinote dol fotto artístico (17) . In seguito o questo copovolgi mento delle posizioni teoriche, code ovviomente lo necessito di
cercare uno "legge" dello evoluzione storico-ort istico e di insegui re labili fontasmi o mitiche ostrozioni come le cotegorie universoli
ontitetiche del "clossico" e del "primitivo" o le strutture etniche.
Cotegorie e strutture potronno volere come mezzi protici per intendera, descrivere e classificare, con uno certo opprossimozione,
singoli fatti o gruppi di fotti onaloghi; ma non soronno piu do
intendere come la ragione stesso regolotrice del divenire dell'orte.
Liberoto dall'obbligo di inquadrarsi in un sistema apriorístico,
lo s tud io delle culture ortistiche dell'antichito potra esser ricondotto
od una piu concreto aderenzo olla storio. Le correnti e le fosi del
gusto opporironno, quo li esse in reolta sono, fotti di squisita natura culturale, che possono coincidere o non coincidere con i limiti
di uno comunito etnica, di un raggruppomento político, di un pe-
( 17) Dí ques to rev1s10ne critico, nel campo dell'o rte ontico, siomo speciolmente debi tori a l BIANCHI BANDINELLI , dello c uí :Jrincipole opero, o corottere
miscello neo, "Storici to dell'orte clossico" cit. in noto 15, si rovviso per oltro
uno moggíore coerenzo di pensiero nello pr imo ediz ione, che non nello secando
(Firenze, 1950), inquinoto dol revi re me nt verso uno concezione sociole dell'orte
che contras to ín porte con lo límpido posizione individ uolíst ico dei precedenti
scritti.
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12
M. PALLOTTINO
riodo storico. Esse 'risulteronno de termino.te esclusivomente dol
grado di suggestione esercitoto do singoli ortisti e gruppi di ortisti
innovatori in ombienti fovorevoli, con uno intensito, uno duroto,
uno estensione quonto moi vorie. Potronno esservi nello stesso luogo
e nello stesso popolo ropidi mutomenti di stile, dovuti od una intenso e multiforme attivito creativa (come e i1 coso dello Grecia fra
I'VIII e il V secolo). E potronno esservi in piu luoghi tradizioni comuni, ereditate o trasmesse, stagnonti per secoli o improvvisomente
reviviscenti.
11 problema dell""ort'e periferico", recentemente sollevoto e
magistra lmente discusso do A Boethius ( 18), si inserisce in questo
revisione dei punti di vista generoli e fondomentali dello storia
dell'orte ontico. La cultura artístico dei popoli situoti sul margine
dei grondi centri di eloborazione artística del Mediterroneo orientole, nello penisolo iberico, nell'orea celto-ligure, in 1talio stesso,
oppore nettomente ispirota oi motivi dell'orte orientole e poleoellenico; mo esso li rieloboro in un'epoco in cui nel mondo greco¡ tolico gio trionfo lo forma classica o si e imposta lo civi lto ellenistica. 11 supposto primitivismo spontoneo di qüeste esperienze fi gurative come dell'arte provinciale non e, in generole, che una
illusione. La moggior porte delle loro soluzioni lineori, geometrizzonti, pora tottiche, simmetriche, decorotivamente astratte, la sculturo concepita "a blocco" come in molte stotue iberiche, il taglio
"cordonato" degli occhi e le cosi dette "labbra spremute" (comuni
olla plastico protoetrusco e protoitolico ed o quello dell'oreo cel tica
e ligure) non sano concepibili quali effetti naturoli di una produzione incol to e popolaresca: essi non han no infotti nessun ropporto
necessario con l'arte piu outenticamente primitiva dei popoli preis torici, dei selvoggi o dei bombini. Si trotta dunque di tendenze
specifiche risponden ti o motivi gio elaboroti in sede culturo le. E in
mol tissimi casi le offinita con le opere figurote del prossimo orien te
e dell'orco ismo ellenico sono cosl dirette ed evidenti da non lasciare
il mínimo dubbio circo lo loro derivozione (19) Ció vale o disilludere anche o proposi to dello supposta originolita di una strutturo
etnico nell'orte di queste zone di culturo occidentali. Troppo spesso
( 18) A. BOETHIUS, orticolo gio sopro citote nelle note 1. Esso riproduce
lo relozione, che non esiterei o definire di portoto storico per gl. studí dell'orte
ontico, svolto doll'in.signe studioso svedese ol Congresso Mediterroneo di Firenze
nel 1950.
( 19) Cfr. lo mio noto, gio citote, in noto 12.
-
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL' ARTE ANTlCA
13
e troppo leggermente si e insistito, ad esempio, sulla originalita
dei caratteri dell'arte etrusca, semplicemente sulla base di una
contrapposizione dei prodotti figurati etruschi a quelli greci contemporanei; mentre e chiaro che bastava guardare alfe fosi piu
ontiche della civilta artístico dei Greci per ritrovorvi motivi e tendenze che erono sembroti peculiori del mondo etrusco (20).
Cio non significo, bene inteso, che siono da escludere fenomeni
di incolta spontaneita o manifestozioni di autonomía creativa
nell'arte dell'occidente. Ma nel suo complesso essa ci si rivela come parte di una ontico esperienza panmediterranea che si attarda
sul margine delle oree di piu intenso sviluppo, anche quondo in
queste oree il processo innovotivo ha portato oll'affermorsi di una
civilto artística fondamentalmente diversa. In pratica dobbiamo
immaginore che il mondo mediterraneo sic stato percorso da correnti diffuse doll'oriente e daii'Egeo preellenico e protoellenico, le
quoli sano raccolte e rieloborate in alcune zone (per esempio in
1talio, o Cipro ecc.) m entre gio lo Grecia si avvia, ottraverso un
proprio intenso travaglio creativo, olla definizione dell'arcaismo.
Successivomente l'arte greca arcaica dilaga anch'essa, e con uno
assai piu prepotente forza espansivo (favorito dalla diaspora colonicle), verso occidente, sovropponendosi ed o volte contaminandosi
con le precedenti influenze poleomediterronee Questa grandiosa
esperienza figurale diventa patrimonio comune di tutte le terre e
di tutte le genti offacciote sul gran more, influendo in modo profondo e decisivo sulle loro tradizioni ortistiche; alle quali esse restano sostanziolmente fedeli anche quando in uno ristretto orea
centrale del mondo ellenico comincio ad affermarsi e a diffondersi
lo grande e fotale innovazione classica. Lo influenza di quest'ultima
si propoghero in oriente con lo conquista di Alessandro Magno, in
occidente con lo esponsione romana. Mo la tradizione preclossica
soro ormoi cosl profondamente radicota nelle zone periferiche, do
costituire un ostocolo insormontobile olla generole accettazione
della nuovo civilto artística greco-romano e da provocare reazioni
"provincioli" di varia portota ed intensito a secando dei luoghi e
degli ombienti.
E' naturole che lo trasmissione di motivi ortistici dalle zone di
eloborozione a quelle di rezecione e tanto piu intenso ed immediota, quanto moggiore e lo loro vicinonza geogrofica e culturole.
(20)
M. PALLOTTINO, op. cit. in nota 5.
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14
M. PALLOTTINO
Cío spiego perche 1'1 talio oppore costontemente sotto !'influenza
diretto dello evoluzione stilistico del mondo greco; mentre in Iberio
perdurono vitoli certi elementi di origine stroordinoriamente ontico.
D'oltro canto il quodro ricostruttivo ed interpretativo dei fotti e
reso oncor pi u complicoto dalle seguenti constotozioni: 1) che nelle
zone di recezione si trovono giustopposti e persino mescoloti motivi
che nelle zone di eloborazione apportengono o fasi e stili successivi; 2) che zone di recezione possono divenire a loro volto zone
di eloborazione e di diffusione, come e il coso dell'ltolio rispetto
oii'Europa occiden ta le.
Non e chi non veda come da questa nuova prospettiva della
storio delle civilto ortistiche dell'antichito il concetto delle "orti
nozionoli" risulti superato o quonto meno ottenuoto. Lo stesso arte
greco, considerato olla luce delle esperienze figurative orientoli ed
occidentoli, non puó piu essere roppresentoto in modo casi semplice come un "ciclo" evolutivo orgonico ed in se compiuto. Alle origini essa costituisce ne piu ne meno che uno fecondo variante dello
civilto artíst ico poleomediterraneo, orientole ed egeo, nello quole
s'innesto la innovozione dell'orcoismo ellenico E' periellenico (21) .
11 quole diviene uno esperienzo universole di fondomentale importonzo per tutti i popoli mediterronei. Piu tordi, mo soltonto in uno
zona limitoto dell'oreo ellenico, si determino lo innovozione dello
clossicito, che tende o suo volto od espondersi, senzo riuscire tuttovia o conquistare che tardivomente e porziolmente il mondo gia
fecondoto dalla esponsione dello civilto artístico arcaico . A differenzo dell'orte arcaico, l'orte clossico e ossoi poco sentito e "vissute" doi popoli periferici. Si pensi o Cipro, oii'Etrurio, olla Spagno.
Diremo the esso e "piu greco" dell'arte arcaica? In tal caso il concetto di arte nozionale potrebbe modificorsi nel senso che le civil ta
artistiche tendono a definirsi e speciolizzorsi come arte di un singola 1
popolo. L'orte nozionole non sorebbe pi u un punto di portenzo
(come vorrebbero i teorici dello s trutturo), mo un pun to di arrivo.
Cio che, tutto sommato, sembra piu consono ad una interpretazióne
storicamente concreto dello sviluppo dei fotti artistici .
Mo lo prospettivo generole, gia delineata, si completa e si confermo nella ricerco dello modolito e delle cause della decodenzo
dell'orte clossico: lo "porobolo discendente" del lo teorio cíclico.
Esso fu spesso spiegoto come un fenomeno intrínseco olio sviluppo
(21)
Cfr. M. PALLOTTINO, op. cit in noto 4 .
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL' AHTE ANT ICA
15
stesso del ciclo artístico greco-romano: quasi un processo conseguente ed inevitabile di dissoluzione della formo classico. lnvece
noi dobbiamo convincerci che lo formo clossica non contiene in se
nessun germe noturole di dissoluzione. Esso costituisce il fondo mento per talune perspicue innovazioni figurative del mondo ellenistico e romano: in ispecie quello che suol definirsi "borocco osiotico" e l'orte scenico, spoziole ed illusivo che trionfo nel primo
secolo dell'impero romano. Ma tra questi filoni innestoti sul tronco
del la clossici ta ellenica e gl' imponen t i fenomeni del casi detto
espressionismo itolico, che si offerma o Romo o portire dalla fine del
11 secolo d . Cr., o dell'orte trascendente e decorativo dello tordo
ontichito non esiste nessuno possibile rogione d i continuita evolutivo, nessun ropporto necessario di causo e di etfetto. Le tendenze
stilistiche che '<'engono offermandosi nello comunito romano durante le fasi piu avanzate dello s toria dell'impero sano "fatti nuovi"
che capovolgono, in un certo senso, l'orientamento del gusto, affi ancondosi dopprimo olla tradizione classica, e poi sovrapponendosi
ad e s s a ed eliminandola non sen z a suggestivi episodi di
resistenza (si pensi ai "rinascimenti" dei tempi di Gollieno, di
Costantino stesso e di Onorio) . Si trotta, comunque, di fenomeni
generalmente "positivi" in un senso estetico e storico : non gio,
come s i giudicova un tempo, indizi di senilita e di morte del l'arte.
Ma su ques to, dopo tonta revisione della critico contemporanea,
non sarebbe neppure il caso di insistere, se non vi fosse stato oro,
do porte di un critico d'orte di fama mondiole, di tornare o vecchie
posizioni ormoi do tempo rigettote e confutote (22) .
Cío che in vera a noi interesso di definire in questo sede
il
problema dello origine delle trodizioni figurotive che sono olla base
delle grondi innovozioni del tordo impero. L'oriente, come si so,
ebbe lo sua parte nel fornire motivi d'ispirozione ogli artisti di eto
cristiano elbizontino; e non soltonto l'area periferico olla civil to
ellenistico del l' Asia Anteriore, mo pure I'Egitto, come e stoto penetrantemente dimostroto in un'opero recentissimo di fondomen tale importonzo per lo s tudio dell'orte tordo-antica e dell'alto medioevo (23) . Ma i gio accennati incontestabili ropporti che callegano le correnti figurative itoliche, occidentoli e provincioli al
e
(22} B. BERENSON: " L'orco di Costontino o dello decodenzo dello formo" ,
Milono-Firenze, 1952.
(23} G. GALASSI: " Romo o Bisonzio" , 2 .• ediz ., Romo, 1953, speciolmente
nel vol 11 .
-273-
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16
M. PALLOTTJNO
mondo stilistico del tardo impero e del medioevo ci inducono a ritenere che questi correnti, ben lungi dall'essere state soffocote dol
clossicismo greco-romano, roppresentorono onzi uno tole forza do
contribuire, con uno azione di ritorno, olla costituzione di quel
nuovo clima artístico che segno lo fine dello esperienzo clossico.
Sembro, dunque, che lo vecchio prospettivo che identificava lo
storio dell'orte ontico, almeno nelle sue fosi piu recenti e piu significanti, con il ciclo di sviluppo e di declino dell'orte clossico debba
cedere od uno prospettivo diverso, ossoi piu concreto ed oderente
olle apporenze dei fatti storici. Esso contemplo uno primordiole
diffusione ed uno generole persistenzo periferico di modi figurotivi
poleomediterranei ed orcaici, la cui trodizione si continuo viva ed
ininterrotta sul margine della zona di espansione dell'orte clossico,
per rioffermorsi poi universalmente, con una sorto di movimento
centrípeto, nel corso dell'eta imperiole romano. L'orte greca clossico con il suo sviluppo ellenistico-romono oppore sl, naturalmente,
un evento di incalcolabile importanza storico per il progresso spirituole dell'umanitü; ma roppresenta, rispetto olle oltre civilta
ortistiche del mondo ontico, uno svolgimento episodico di estensione e durata circoscritto.
Ai ropporti effettivi che legano l'orte arcaica o quello del medioevo, non attroverso lo clossicito, mo per vie dirette e sostonzialmente indipendenti, lo conoscenzo e l'opprezzomento dei fe nomeni figurotivi periferici dell'occidente honno offerto l'onello
intermedio dello coteno. 11 loro contributo illuminante oppare, come
si dicevo in principio, di importanzo incolcolobile per lo storio dei
fatti ortistici dell'ontichita.
-274- .
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J. J. JAUREGUI
(Madrid)
Jábegas
y Cárabos
Entre los múltiples embarcaciones arcaicos de nuestros costos,
como son: lo dorna y lo potero en Golicia, el candroe en el saco de
Códiz, todas ellas en trance de desaparición, y que debiera de recoger la Arqueología marítima, o nuestro juicio, la más interesante,
es la jábega malagueña, tanto por su indudable arcaísmo como por
las curiosos consecuencias que pueden deducirse de lo comparación
con su hermana el cárabo moruno, de los costoc; africanos, opuestos a aquéllo, y empleado y utilizado con los mismos fines.
Son la jábega y el cárabo, en cuanto a su arquitectura naval se
refiere, embarcaciones ton semejantes, que no sería atrevido calificarlas de idénticos, si no fuese porque mientras uno ha sufrido lo
infuencio greco-latina, lo otra ha mantenido la púnica, haciéndolos
con ello variar en nimios detalles que en nodo influyen en lo fundamental de su construcción. Estos detalles y sus motivaciones, así
como sus similitudes, son los que vamos o trotar de poner de manifiesto.
Lo jábega, barco de jábega, y más común y simple barco, reéibe
Sil nombre del arte de pesco poro el que se empleo y del que ha
tomado su nombre.
Lo jábega, es un arte de arrostre de costo muy conocido, especialmente en el litoral gallego y en el Atlántico. Consiste este arte,
en dos bandos o pernadas y un copo.
Como es natural con este arte se trato de, partiendo de un
punto de lo playa, ir lanzando al mor el arte constituido por pernodos de red, y de esto formo, acotar uno cierto superficie del mismo.
Lógicamente poro constituir el muro entre los cuales troto de de-215-
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2
J. J. JAUREGUI
jorse encerrado la pesca, es necesario, que los redes queden tendidas
desde la superficie del mor hasta su fondo, y '1ara
ello, la relinga superior, llamada trolla de lo al to o de los corchos,
llevo dispuestos con lo suficiente separación, numerosos corchos o
pandas, poro que el arte quede bien abierto dentro del aguo. El más
importante de ellos, situado en medio de la parte superior de lo boca
r!el copo, se llamo lo maese o moest1 o, y sirve poro centrar e l arte
'Jl construirlo y al manejarlo. En lo porte baja de esta red, va la
relingo inferior, que hoy se llama tralla del p lomo, aunque los pesos
o 1
)1omos, no son de ta l substancio, sino de borro cocido, tienen
forma esférico que con el uso se convierte en aovado. Estas dos relingas, van unidos o lo red por un cabo en zig zog y cado punto de
oma•re de és te, recibe e l nombre de forco . Tonto la s trollas o relingo:;, como el cabo que zigzagueo, son de esparto. Entre coda torco
de! cloro, se coloca un plomo o esfera de borro.
Este arte de pesca, indudablemente uno de los más primitivos
y utili.:odo tonto en lo costa como en los ríos, es curioso que poro
lastrarlo se empleen esferas de barro, y nodo de particular tendría
que muchos de los fusoyolos, que con frecuencic se encuentran en
estratos arqueológicos, sin poder definir claramente su aplicación,
tuviesen su origen en artes de pesco de este tipo más o menos primitivo. Algunos de los nombres empleados aCln actualmente en es·
tos artes, como maese, forcos, controlcanela y olcanelo, cozorete,
caJonera y rigal, nos ha blan bien claramen te, de su origen arcaico,
si lo sencillez del arte no nos indujese sólo con verle, a pensar que
fué uno de los primitivos empleados por e l hombre. El empleo del
esparto en muc:hos de sus portes, también nos hablo en favor de
su antigüedad.
Las formas típicos y elegantes, de lo jábega, recuerdo milenario
de los noves fenicias y griegos, han sido descritos y ensalzadas mul titud de veces por escritores y poetas, y reproducidos por pintores y
fotógrafos hasta rayar en tópico manido del costumbrismo mala gueño
Los barcas de jábega (fig. l ."),corecen de cubierta, y tienen de
doc; a tres toneladas de arqueo; arman de 7 a 9 remos y su eslora
es de 7 a 9 metros, sin incluir el bota lón. Es típico en las de Málaga,
que lo proa se prolongue en un pico o botalón (A), en el que se suele
es<.ulpi r uno cabezo de serpiente, suje to con un tajamar o cartabón
(C) o la roda; dos de los escolomotes de los amuras, cercanos a la
roda, se prolongan por codo banda por encima del reón formando
v~rt•calmente,
-276 -
[page-n-303]
3
JABl~GAS Y CARABOS
9
<&f!___~---~1
A pico. Bc:hompozo.C ta¡amor Eroda d
<)roda da popo S t>oronóo Tc.orO'na
Uchcmponzo.rd~tlof cara.na.r
6 qvillo. que no sobresole openaJde COJGO
¡,•
9'pieda roda
P rroqanh~
p• "'
A prco .c. ~o1omar. O.coperol . Erod!!l d a proa G tobl;llo
l. ~on
!J. moni~oc.l-o
L ~ob d~ borda M ro~a d
Y sH IIo dcz. proa .l l-abla atnovible poro oríen~odel rroal \1 arbito!\a
co
Pp•«;d4roÓQd' proo ~ J>Íctvq. M' dvrma'otl'hz da. proa.
F:;¡. 1.•-Barca de jábega, con la descripción do? sus elementos más corocteristicos.
- 271-
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4
J . J. JAUREGUI
las maniquetes (H), en los que se hoce firme lo beta de l hierro,
rezón o anclo; al pie de lo roda, generalmente o estribor llevan uno
especie de taco de modera o estribo, llamado tojino (F), poro subir
a lo barco desde lo playa, sin necesidad de vororlo; el codaste o roda
de popa (Q), también se eleva sobre lo popo formando una curvo
elegante, sirve poro colgar los levas o flotadores y los coloneros; en
su pie llevo uno argolla o cáncamo, llamado borondo (S) paro enganchar a él un cabo y varar lo embarcación. Además de la quilla (C'),
que no sobresole del cosco, poseen dos carenas salien tes (T), gracias
o los cuales los barcas se pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechas o adrizados sobre sus perales. No llevan timón, poro
evitar que se enrede con el arte al largarlo, y se gobiernan con una
espadillo o remo grande apoyado en el tragante (P), pieza o tangón
que sobresole por lo aleto de estribor.
Lo jábega lleva siempre pintados en las amuras, unos grandes
ojos, como los de lo figuro 2 .• y va adornado con los colores más
Fig. 2.•-Tipos de ojos pintados en los omuros de los jóbegos.
vivos y brillantes, estilizaciones ingenuos de flores, sirenas u o tros
O$un tos que la hacen muy vistosa.
Algunos característicos de las jábegas, al parecer caprichosos
o de mero adorno, obedecen o los condiciones especiales de los
playas malagueñas: éstas son poco aplace rodas y la resaco forma
muy cerco de la orilla, una rompiente que permite acercarse mucho
a tierra, de tal modo que desde ésto, apoyando un pie en el tojino y
- 278-
[page-n-305]
JABEGAS Y CARABOS
S
agarrándose al pico con las manos, se sube fácilmente a bordo sin
m0jarse y sin necesidad de varar la barca.
Creemos deber señalar la indudable importancia que aun en
nuestros días, se da a una pieza totalmente inútil de la embarcación, como es el pico o botalón, que para nada sirve, n i en el aspecto
marinero ni en lo que a lo pesca se refiere, y que sin embargo, confiere a los embarcaciones que lo poseen derecho preferente en el
St'r teo de los lances, lo cual únicamente puede tener uno explicación
a nuestro juicio, en lo prohibición impuesta por Romo o Cortogo,
de que sus embarcaciones pudiesen armar espolón y ser por lo
~anta este pico o botalón, una reminiscencia de aquel espolón, armo
militar, que por el mero hecho de existir ya indicaba la pertenencia
de lo embarcación a un ciudadano romano, e incluso confería o ésta
cierto carácter militar, y desde luego, hacía posible su empleo como
tal.
Al describir más adelante el cárabo, le veremos desprovisto de
este botalón y modificado el trozado de su roda en forma que hace
muy difícil sino imposible adaptarle un espolón. Veremos también
en el cárabo, que sus corosterísticos arquitecturales, si bien idénticos guardan un mayor arcoismo, y en vez de los gayos colores, grotos o los griegos, han mantenido y mantienen como único color el
negro, rojo, blanco, característico de los cartagineses.
Señalamos antes algunos de los nombres arcaicos del arte de
jábega, y no queremos dejar posar sin señalar, el que a la banda de
babor de la barca, se lo llame bando de corulla, al armador del arte,
se le nombra sotarroez, y el que se ocupa de dar sebo a los peroles
pera facilitar los botaduras y varadas, así como el que se queda
con la beta en tierra al empezar el calamento, se le llamo omocoel,
en vez de playero, nombre que se u tiliza en otros casos. Incluso el
que vende más tarde la pesco de la jábega, tiene el elegante nom bre de marengo.
Los organismos oficiales han declarado a la jábega, como arte
o extinguir, remozando las prohibiciones del siglo pasado; no se
consienten pues, nuevas construcciones. Realmente, aun sin los
trabas legales prohibitivos, las jábegas están en pleno decadencia
y er. tronce de desaparecer por su escoso producción, y como en
analogía lo mismo ocurre con el cárabo, es lo que nos ha inducido
a hacer un estudio comparativo de ambos, del que extraemos las
presentes notas, ya que el completo estudio, por su extensión, sería
inapropiado en este lugar.
-279-
[page-n-306]
J. J. JAUREGU I
6
========~
c::::.:::::::::c::
"
,.
/1'
B Arekin. (cá:rhk'o t:W~). D.olhufo(\truban,( qJJillao.t!rdó,r). U lotrobal (,QVemzr)
:
J.lolro~on (~J L.olkoch (.;lbd"adú ¡zzyra:) n.ordar(~) nO!mankob
(2Ja.6.-)
Fig.
3.~-Córobo,
con la descripc:.5n de sus elementos más característicos.
- 280-
[page-n-307]
JABEGAS Y CARABOS
7
El cárabo (fig. 3.•), al igual que la barca de jábega, carece de
cubierta y tiene de dos a tres toneladas de arqueo; arma de siete
a nueve remos y su eslora es de siete a nueve metros. No tiene botalón, y su proa o tajamar, es curva y muy lanzada, como si se tratase de evitar el que o elfo se pudiese adaptar nada semejante. Es
uno embarcación típica de las costas africanos, y en los amuras,
cuatro de las escolamotes cercanos o la roda, se prolongan por encimo del reón, formando los maniquetes (C), en los que se hoce
firme la beta del hierro, rezón o anclo. Tonto su roda como su
codaste, sobresa len poco del reón o falca, al contrario de lo barco
de jábega, que se prolongo, tonto en uno como en otro parte, en
una elegante curvo. No existe en el cárabo la argolla o cáncamo
llamado baranda poro enganchar o él un cabo y varar lo embarcación, y en su lugar las piezas de roda y codaste, terminan allf donde
empieza la quilla plano que no sobresole del casco, en unos escotaduras por los que se paso el seno de un cabo paro varar lo embarcación. El cárabo, al terminar los piezas de roda y codaste (P) y (L),
llevo uno quilla (O) que no sobresole del casco y paralelas o ello
y o banda y bando, dos carenas salientes (H) gracias a los cuales,
los cárabas pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechas
y adrizados. No llevo el cárabo timón, como tampoco lo jábega,
poro evi tor que se enrede con el arte al largarlo, y se gobierna con
un timón en espaldilla de lo formo indicado en lo figura, llamado
lasbot, y que nos recuerdo los timones reproducidos en los representaciones de embarcaciones de los vasos griegos, y que se apoyo en
los tragantes (1), piezas o tangones que sobresolen por los aletos
del cárabo.
No parece lógico querer atribuir los diferencias constructivos,
que entre el cárabo y lo barco de jábega existen, o diferentes corocterísticas del mor o de las playas en que estos embarcaciones se
emplean, yo que siendo ambas embarcaciones fundamentalmente
medí terráneos y empleándose principalmente en las costos mala gueñas y en los de Marruecos, las condiciones son análogos y las
diferencias más bien superficiales que pueden apreciarse en los di bujos que se acompañan, no creemos puedan atribuirse más que a
q.1e las de los costos españolas sufrieron uno influencio greco-latino
y los de los costas marroquíes, imposiciones romanos e influencias
cartaginesas.
- 281 -
[page-n-308]
[page-n-309]
INDICE fiLFfiBETICO
los nombres de persona van en mayúsculas, los de materias en negritas y los
geográficos en cursiva.
Abar, radical ibérico: 229.
AbaxgunUn , p~!abra lbérlca: 229.
,\ IJejas: 220.
ABSOLON (K): 60 n.
Abwrazlm: Ver: «Albarracín».
Academia clas Ciencias (Lisboa>: 173.
A~agra: 238.
Acebuchal
Aceite: 82, 165 y 156.
Acbelense: 9, 12, 13, 16 y 69.
t\c illense: 65, 68 y 69.
Acrópolis: 175.
Ademuz (Valencia.): 192.
Adorno, objetos: 26, 27, 28, 44, ii'i. 169. 190 y 2()-5,
Africa: 35, 82 y 83; -del Norte: 16, 18, 24. 35, 100. 102, 275 y 281.
Afrodisias o Apltrodlsias (Caria, Asia Me:1or) : 219 a 222.
AFRODl'l'A: 219 a 222.
Agricul tores: 82, 91, 92 y 168.
Agricultura.: 82, 85, 90, 91, 92 y 101.
Aglt~adoura (Portugal) : 92.
AGUILERA 'l GAMBOA, MARQUES DE CERRALBO (ENRIQUE DE) : Ver
«C;.-.:"ralbo>;,
Agujas de asta y de hue>o: 26, 2'1, 28, 32. 39, 44, 51 y 55; - de cabeza acanalada: 182; - .de metal: 205.
AGUSTIN (ANTONIO ): 243.
Altrensburg (Schlewlg-Holstetn): 57 y 63.
Altlu~egute, rpala•
bra ib6r:lea: 227.
Aix-ewProve11ce (Bouches du Rhóne, Franela): 260.
Ajua•·es: 86, 88 y 97; - funerar¡os: 169,170, 175n, 177, 2()4 y 206.
Alabardas: 171.
1
Alabnstrones: 205.
Alaprala (Portugal): 181 y 184.
Albacete: 192, 206, 252 y 255.
Albatana (Albacet.e): 206.
Albarracln (Teruel): 236, 237, 238, 239, 243 y 244.
Albe11razim: Ver «Albarracin».
A lbocácer (Castellón): 87.
- 283 -
[page-n-310]
ALCACER GRAO (JOSEl : 88!'.1, 93n y 17ln.
Alcalde ( Antequera. Má laga) : 174 y 175.
Alca lá (Port ugal) : 172. 173, 177. 178. 180 y 182.
ALCALDE DEL RIO (E .) : 68 y 69.
Alcañiz (Te ruel) : 244.
Alcázar del R! ¡¡ (Cuenca>: 118.
ALCOBE (SANTIAGO) : 105, 1M, 116 y 121.
ALCOCER
Alcoy (AIIoonte) : 15, 105 a 122. 2l
Alcudia , La. (Elche. Alicante >: 216
ALEJANDRO III : 236 y 237. - IV: 239. - MAGNO: 271.
Alemania: 60, 113. 147, 148, 149, 168, 84 y 188.
Ai!'lltejo (Portugal): 86, 94, 96, 97, 98. 99n. 100. 102 y 221.
ALFONSO VI: 236. - VII: 236. - VW: 236.
Aljttsqueiro, rio (Portugal): 96.
Algar, E l (Ahneria l : 140, 156 y 157.
Algaroc {Portugal) : 173.
Alican te : 15. 1S1 y 199n.
Alim entación, alimentos, comi1la, e:lc.; 61, 82, 85, 87, 89, 91, 162. 181 y 182.
Allslwr, El (Al1aLolial: 172.
ALLAIN (Dr.): 31n.
Allerocll, oscilación climática: 63.
Almagra, tipo n e pintura. cerámica : 96 y 97.
ALMAGRO BASCH (M.>: 76n, 83i:l, 87n, 99n. 147, 148, 149 y 171.
Almansa (Alba cete) : 206.
Almazara (Cast.ellón l : 18'7 a 193.
Al tnciiCira (Castellón ) : 238.
Almeria : 97, 155, 167. 171. 172. 173. 175 177.178. 183. 190 y 201n.
Allncría, cul tura.: 97 y 177.
Almizaraque (Almeria): 155. 156, 172 y 190.
Almor:wl tles: 236.
Alparntas (Turre, Almeri:l.l : 190
Alpes. mon tes: 169 y 179.
Alpina, ra za human a : 108, 115 y 117.
Alpout, hoy Al puente (Valencia): 238 y 239.
Al pue11t, hoy Alpuenle (Valer.ICia): 238.
Al sacia : 147 y 179u.
ALSII\rn:T (JOSEl: 248.
Altamfra, cueva (Santander): 67, 69, 72 y 136.
Alto Jalón (Sorlal : 135.
Altura (Caste llón) : 239.
A lvao
AMANDRY (P.): 212n.
A marejo (Ait:a cetel : 203.
Ambar: 1'79, 180 y 182.
Amru·incllos: 113.
Amoreira : Ve r «Ca~o de Amoreira».
AMORIM GIRA O (A. DEl : 96.
Ampurias (Rosas, Gerona) : 176.
Amu letos: 190.
A11as, río antiguo de España: 240.
-284-
[page-n-311]
A nato/la ( Asia Ant.erlorl: 172 y 265.
AlldCIIIICia: 23, 86, 150 y 173.
Anclalus ( A l): 246.
Andilla
Angl• s (Gerona.>: 189.
A11g11lta (O uadalajara) : 146.
ANIBAL: 192.
Anillos: 137.
t\nt;~s: 86, 94, 95, 96, 97, 98, 99, lOO, 101 , 102, 103, 170, 171, 177
y 178; - d~ corredor:
97, 08. 100 y 101.
A 11 tcquera (Málaga> : 173 y 174.
AOBERG (NJLS) : 88n y 185.
Apct: 169.
1\pcnínlcn, cultura.: t77n y 185.
Apcr·os agricolrus : 82.
A pulla (lLalla): 212, 2l3n y 264.
At>rtllCI (Espozcnde, Portugal): 92.
Aquae Bllbilttanomm: 244.
A quitan/a (F'rat~'Cia): 116 y 117.
Ara. Pacls : 265.
Ara be, cultura, pueblos, etc. : 203n, 207, 245 y 246.
Aracena (Huelva>: 192.
A ragón: 140, 188. 193, 238 y 243.
Aragóll, rlo : 244.
ARP.MJ30URG (C.): 122.
Aranjuez (Madr:dl: 248.
Arana. cueva (Bicorp, Valenc!Q.): 79.
Armírtel (Castellónl: 191.
Arbr·oatlr (Escocia) : 182.
A r CJI biccnsc, Ar·cn.brlccnses, Arca vi cense, fl.c.: Ver "Arcábrica ".
A rcábrica, diócesis antigua: 233, 237, 243, 244, 245, 246 y 249.
Arcas (Cuencal: 245.
Arcillas: 11, 13, 14. 82, 85, 87. 88 y 136.
Ar·co de Susa: 265. 1
Arcóbriga : 244.
Arcos ele las SaUnas (Teruel): 238 y 245.
Arclrw a (Murcia): 264.
t\ rebaslgon, rpalabra Ibérica: 226.
Areias Altas (Qporlo, Portugal): 82, 87. 89, 90, 91. 92, 93, 95, 96 y 99.
ARENAS (A.) : 244.
Arener o de PTCICIIII ; 148.
Arenoso: 238.
Arevacos : 241.
ARES : 221.
Ares e/el Maestre (Caslellón' : 75.
Argar: Ver ((Algar».
1\rgárica, cultura: 155, 1711, 175 y 176.
Argelill: 35.
Ariccia: 222.
Arlés (Bouches du Rhóne. Frar.cio.) : 212.
Ar mas: 73, 79, 90, 113, 132, 168, 169, 180, 205 y 200.
-
285 -
[page-n-312]
ARND-AMELUNG: 222n.
ARNAL ( J .): 123 a 134.
Arpones: 58 y 65.
Arqueros: 77, 7·8, 79 y 80.
Arquitectura : 98, 102, 103, 104, 125, 1~7. 1~1, 173, 174, 176, 1'17, 199n, 202, 208,
264, 267 y 268n.
Arrosegadors, cueva. (Castellón): 79 y 80.
Arte : 26, 72, &1 y 137; -antiguo: 259 a 274: - arcaico: 261 a 267, 272 y 274; ~
bárbaro: 259; - bizantino: '1H1 y 273; - clásico: 259, 261, 262, 264, 266,
267, 268, 270 a 274; - creto-mlcénico: 262; -cristiano: 273; ---dllpriot.a:
262 a 264 y 272; - egeo: 262, 266, 271 y 272; - etrusoo: 263, 269 a 272;
-.fenicio: 262; - geométrico: 261 y 264; -griego: 261 a 263, 265, 267,
269 y 271 a 274; -griego arcaico; 261 a 264, 267 y 271; - helt:>nistlco: 261,
266, 270, 273 y 274;
itáJico: 262, 265, 270 y 273; - mectrevaJ: 266, 268,
2173 y 274; - nacionan: 260 a. 2&2, 2 69 y 272; - oriental: 262, 263, 265, 266,.
270 a 272; - orienta]¡2ante: 262 y 264; - paJeolltico : 23, 26, 67 a 73; parietlll africano: 80; - parietal- levantino: 75 a 80; - periférico medL
terráneo: 259 a 274; - ·p c·tc1á.slco: 259 a 271; - preclásico: 259 a 274; prehistórico: 23, 26, 67 a 73, 75 a 80. 259, 262, 263 y 270; - pre-romano:
259 y 260; - provincia.! griego: 263; - provlnc:al romano: 259, 265, 266,
268, 270, 271 y 273; - romano: 261, 263, 266,268, 271. 273 y 274; - romano tardo antiguo: 261, 266, 267, 273 y 274.
ART&\USA: 215 a 217 y 220; -EFESIA: 220.
ARTIO: Ver
Ar tiodactllos: 29 y 30.
Asas d e vasos: 84, 93, 94, 98, 101 y H
Asia Anterior: 266 y 273; - cero-al : 81; - Menor: 154, 219 a 221.
Assche·Kaikoven (Elewijt, Brabante, Bélgica): 212.
Asta d e ciervo : 57 a 65; - de 1~nJ : 26 a 29, 49, 50 y 57 a 65.
Asta Regla (Cádiz): 172.
Astures: 241.
Asturias: 17. 64 y 90.
Asturiense: 87, 89, 91 y 93.
Atalayo, El (Soria): 146.
Ateriense: 11, 18 y 24.
ATHAYDE (Dr. A. DE): 83n.
Atica (Grecia.): 173.
Atlántica, fase cl1máiblca.: 63.
Atlántico: 82, 88, 102, 167, 176, 177, 180, 241 y 275.
ATREUS: 173 y 175.
Aubrac. macizo montañoso (Fr anela): 130.
Aude, departamento (Francia.): 118.
Audit, abrigo (Francia): 33.
Augustea, vla. romana: 197.
AUGUSTO: 219.
Aurlñaclense: N, 1'1 a Hl, 33 a 35 y 70 a 72.
Austria: 35.
Aver-a:Mar (Portugal): 92.
A\ CS: 29, 30 y 46.
Aveyron, departamento (Francia): 129 y 130.
A VIEJNO
-
286 -
[page-n-313]
A1abache: 28, 51, Jl79n y 180.
' .. ,· .
Azadas: 90.
1
Azagayas: 26, 27, 29, 32, 35, 39, 50 y 55.
Azalla (Téruel)): 264.
AzueJas: 98 y 177.
Baalbek (Siria) : 222.
Badajoz: 236.
Badarlense, cultura.: 179.
Badegoule ~Dordoña, Fmnc!'l.): 2R, 29, 32, 34, 35 y 60.
Balsereban, palabra Ibérica: ~26.
Bajo Aragón: 188 a 190.
Bajo lm¡lerlo: 261.
Balcanes: 185.
BALLESTElR TORMO (!.): 121, 135, l59n, 223, 259, 260n y 264.
BANNElR; 180n.
Ba•·cas: Ver "Embarcaclon.e ".
Barcelona: 203 y 214.
BA.RCLAY HElAD: 220n.
BARDON (L.): 34n.
BARNILS: l93n.
BA!RRAL (L.) : 34.
Barranco Hondo (Almerla): 190.
BA!RRAS DE ,AR.A_GON rF. DE LAS): 118 y 121.
Barreñ os: 148.
Barroco aslátlco: 273.
1
Barsella , La (Torremenzanas, Alicante): 118, 181 y 182.
BARTOCCINI (R.): 212n.
Baser, pa!abra 1bérlca.: 226. '
Basílicas: 248 y 249.
Bastetanla, Bastetanos: 226 y 241.
Bastt: 226.
Bastida, La (Totana, Murcia): 156.
Bastida de les Alcuses, La (Mogente, Valencia): 226.
Bastlgl, palabra 1bérlca: 2~ y e-26.
Bastones ele mando: 69.
BATISTA Y · OCA (J. M.) : 121.
R
Batracios: 30.
Bamne Longe (Francia): 147.
Battmes Chaudes, rnza humana: 106, 108 a. 111, 115, 117 y 166.
Bavlera: 147, 179n y 184.
Beatla, Diócesis visigoda (Bneza. Jaé~•·> : 233.
B eaume Périgauct (Alpes Mari times, Fr mela): 35.
BECK: 172 y 179.
Becs-Canlfs: 28 y 45.
Bediia, rio (Cuenca) : 246.
Beg an Dorc1ttm (Piomeur, Pinlstere, F rancia) : 125.
Begis (Cnstellón): 239 y 253.
Beira Alta (Portugal): 86, 91. 94 a 96 y 98 a 102.
Beira Baja (Portugal) : 94.
Beirao (Portugal): 81.
Befa (AlenteJo, Portuge.l): 221.
-
287-
.. . ,. . r
[page-n-314]
<
Portugal>: 86n, 96n, 100 y 177.
Belga, ¡nr!odo: 173.
Belgas, gentes célt:cas: 192.
Bélgica: 123 y 212.
Bélglda (Valencia): 192,
BE'LTRAN VlllLAGRASJI_ (tP.): 231 a 253.
Bellota~ : 1;; l.
Bc/em
Be// lis
(Val'!ncia): 14
Beui Salame (Egipto): 93.
BENOIT (F.) : 211 a 218, 260 y 265n.
Beocio: 214.
BER.ENSON ( B. ) : 273n.
n rlhraces: 1•90 y 1191.
Bcrtugc: (B·l.jo Alentejo, Portugal) 220 y 221.
BerUn: 58 y 222n.
BERJNABO BREA (L.): 175 'Y 184.
BER.NA.R.OO, Obispo d e Toledo: 236.
Bl!.RTRAND (R .>: 123 a 134.
B nsalri (Gerona): 188.
Beseldnnum, hoy Besalú (Gerona>: 188.
Béllcct: 215
BETIRAC: 32n..
BEUTER (P. A. ) : 241 y 243.
BIANCHI BANDINELLI IR.): 268n y 269n.
BIARDOT {P.): 213n.
Biblioteca Yaticana.: 247n.
Blbrocl: 191.
mraces : 9 y 16.
Blfaclal, técnica: 9, 10, 12, 13 y 16
Bilbills (Cal•l-t.ayud): 241 y 243.
Bison tes : 68 y 72.
Bisqucytan (O! ronde. Francia>: 31 y 34.
Bizantino, arte: 267 y 273.
BlJANC (8 .) : 32n y 35.
BLANCRAR·D: 32 y 33.
BOBO (JACINTO>: Ver «Celestino III».
Bocairentc (Valencia) : 93.
noell tng, osc!laclón cl~mát:ca: 63.
BOETHIUS (A): 263n, ?.68n y 270.
Bogoegu, palabra ibérica : 227.
Bolwmia: 113 y 184.
Boi ba larntl, pa~a b:·a dbérica: 226.
Bolouia (Italia): 217 y 222.
Bolsean, monedas de: 2!8.
Boucte (Aibacete) : 196, 198, 201 y 202.
BONSOR: 137 y 172.
Boqulque, técnica. decorativa cerámica: 148.
Borde los: 238.
Bordes rebajados, técnic~ de si:ex: 26 a !:ó y 83.
Boreal, fase cllmática.: 1)1 y 63.
B os del Ser (Fra!'..cia>: 34.
-288-
[page-n-315]
BOSCH GliMPERA (P.): 83, 89n 138 a 140, 149, 177 y 187 a 193.
Botones d e h u eso: 29.
BCT'l'ET: 35n.
Bcuches dtt Rhóne. depa~tamento (Francia>: 124 y 265.
Bout:tou: 34.
BOULE (M.> : 122.
noutln e, palabra !bérlca: 226.
B~utlntibas, .palabra !bér Cl: 226.
BOUYSSONIE (A.): 34n.
BOUY~ONIE ( J.): 31n y 34n.
Boverot. El (Almazom, Oast~llón>: 187 a 193.
Bévldo; : 72, 81, 125, 198, 201, 203, 203 y 220.
Boyne CirlanCia l : 172, 181 y 182.
Brabante (Bélgica) : 202,
Bragassargues (Fl'allcla): 127.
Bnu¡uicefalla: 83 y 108.
Ikaxalete· : 132, 156, 1119, 205 y 206.
Bretaña (Francia): 125, 133, 134 y 191.
BR.EUIL
Brltlsh Academy: 64n.
BR-OCA: 106 y 115.
BROHOI.iM (F.): 169 l' 170n.
Bromrne: 63.
Bronce, <~!>jetos: 63, 132, 1:n, 140, 168 a 171, 178n, 180n, 185, 189, 197, 202, 205,
206, 208, 213n. 215n, 259 y 264.
Bron ce, Edad: V-er "Edad del Bronce".
Brrmiquel, abrigos (Fl'nncla) : 32.
Brutttum (!talla) : 212
Btteynegro: 238.
Bulgaria: 213.
Burdeos (Francia) : 32n.
Burgos: 67 y 145.
Buriles: 22, 25 a 28, 31, 34, 36, 38, 42, 47, 54 y 58; - de hueso: 27, 50 y 51.
Burujólt (Toledo) : 137.
Burriana (Castellón>: 189.
Buzignargues (Hérault. Franela): 124 y 128.
B¡¡ghobn (Dinamarca): 182 y 183.
Caballos: Z7, 37, 81, 197Jl, 2CO, 202, 208 y 211 a 218.
Cabcmes (CasteUón>: 189 y 190.
Cab a ñ as: 82, 86, 88 y 129.
CCtbe(:o da Amoreira (Portugal): 83, 85 y 88.
Cabe(:o da Arruda (Muge, Por~ugal) : 99n y lOO.
•
Cabe<;o dos Morros (Portugal): 83 y 88.
Cabeza del Griego (Uclés. Cuenca >: 243, 246. 247, 249 y 251 a 253.
Cabezo Colorado (Vera., Al merla): 190.
Ct.BRE AGUILO (JUANI : 199n.
Ca des, Les (Liclde, Lanuejols, Francia) : 130n.
Cádfz: 172 y 275.
Caj as d o m adera: 132.
Calabria (Italia) : 213n.
Calaceite (Teruel) : 188.
-289-
[page-n-316]
Calcidia (Grecia): 264.
Caldero (Mojácar, Almerla): 190.
Calderos: 205 y 264n.
CMes (Calvi, Campan la, Jt.alla) : 212.
CALIGULA: 253.
Calvt (Qampania, Italia) : 212.
Ca!visson (Gard, Ft·ancia.): 124 y 128.
Camf Real d' ATacant (Albaida, Vale::1Cia): 118.
OAMON AZNAR (J .): 72.
Campan fa (Italia): 212.
Campigny (Sena inferior, Francia) : 88.
Camplñensc: 90 y 1'32.
Campo de Antón (Llano de h Consolación, Mo r.'l.<:alegre. Albacet.e): 200 y 201;-de
Bias
(Andalucía) : 36.
Campos ele ul'n as, cultura : 148, 149, 176, 177n, 178, 1 y 188 a 191.
65
CAMPS CAZORLA (E.): 249.
Can Misser t (Tan-asa, Barcelona) : 189.
Cana!ons, cueva. (Alcoy, Alicante): 15.
CANDOLLE (DE): 154.
Canllt·ae, tipa de embarcación: 275.
can ha <
Portugal>: 102.
Cánlllos: 30.
OANONIO, Obispo de Segóbriga): 249.
Cántabros: 90.
Canteperdrix (Ce.lvisso:-.•, Go.rd. Francia): 124. 125, 127, 128 y 133.
Cantobre, rio (Franela): 130.
Cenia da Flores (Almería): 190.
ca1iada Honda: 1'15n.
CAONIVS: Ver «Ca::;onio».
Capestrano (ltal'a.) : 268.
Capela (A len t ejo, Portugal) : 99n.
Capiteles: 198 y 1'99n.
Caporclwnes
Cáprldos: 68, 72, 79, 80 y 198n.
Capslense: 24. 35, 82, 83, 90, 99 y 100.
Capso-tarclenolslense: 82 y 83.
Cárabos, .tipo de embarcación : 27& y 279 a 281.
Caraca : Ver «Con trebla Cárbic>.
CARIBALLO ( J.): 6'1 a 73.
Carbón, restos : 22 y 85.
carbonera, rambla (Cast.ellón) : 75.
CardeMs: 238.
caria (Asia. Me nor) : 219 y 220.
CARITES: 220 y 221.
Carmo1ra
Cam (Sllgo. Irlanda) : 181.
Caruac (Morbíhan, Francia): 124 a 126.
c aroli11as, Las (Madrid): 146.
Carpetania: 236.
Carpetanos: 241.
- 290 -
[page-n-317]
Carrascos. cueva (Portugal): 99n.
CWTOWkeel M ountatn (SI ' go, Irlanda): 181 y 182.
Cartagena (Murcia) : 241.
Cartagl11ens~, Convento jurldleo: 233 y 240.
Cartaginés: 190, 279 y 281.
Cartago: 279; - Nova: 244.
CARTAILHAC (E.): 34.
casa : Doñana (Utiel. v alencia): 191 ; - d el Mon te (Valdeganga, Albacete>: 192 Y
llhada da C ambarinho. Portuga l): 96.
208; - da Orca (M•
CI'SAUBON: 241.
Casca es (Lisboa. Portug
Castejón de Arguedas (Navarra>: 146.
castelmerle de Sergeac (Dordofia., Franela.) : 31.
C.Aslellanos: 193 y 236.
Cast! llares, Los (Montealegre, Albacete>: 196n, 197tl, 203n y 207.
Castelllc (Carnac. Franela): 123. 126 v 133.
Castelln ovo (Castellón>: 239.
castellón: 17. 75. 87 y 187 a. 193.
Castiel MOIItá.n: 238.
Castilla.: 140. 193. 236 y 238.
CASTILLO YlJRRJTA ( A. DEL>: 135 a 150.
Castillo. cueva (Santander>: 32, 67 a 70 y 72; Monte del - (Puente Viesgo, San.
tander) : 67 a .173.
Castro, El (Cuenca): 245 y 246.
Catalttfúl: 101, 140, 188 y 189.
Catanzaro (Calabria !leila): 213n
Catlnos: 136 a 138.
OATON THOMPSON CG.>: 18 y 24.
Causse-Noir (Gard, Francia>: 124. 129 y 130.
Causses (Francit:L): 117.
Cavam~. a brigo (Dord:>ña. FraneLa>: 31.
Cavaleiro (Portugal) : 157.
Cavaus, cueva (C astellón): 79.
Caza, cazadores: 57, 58, 60, 61, 65, 79 a 82, 87, 88, 00, 91, 98, 13'7 y 168.
Cazuelas de cerámica: 142 y 1116.
Cebada.: 161.
Cecas: 244.
Cl!'LESTINO lli: 236.
Celta, céltico: 57, 137, 1'39, 147, 148, 154. 1·~5, 187 a 193, 205, 2ll, 214, 253, 260,
264, 265, y ?).)8 n 270.
Celtiberíct: 211, 236, 237, 240, 241, 243, 245 y 246.
Celtíberos, celtibérico: 227, 232, 235, 238, 240, MI, 24ó y 253.
Ce!tismo: 211 a 218.
Celto-illrlos: 148; - 1\gures: 260 y 270.
Ceme~terlos: Ver " Necrópol!s".
Cerámica: 57, 129, 131, 132, 135, 137 140, 148, 149, 153, 173. V75 , 1'17, 1'18n, 184,
187 a 193, 196, 119'7, 203n, 204, 212, 214 a 217, 226 y 255 a 257; - acana.lada: 133; - a la. aJmagra: 96 y 97; - apeningca, 185; - árabe: 207;
- argárica.: 140; - ática: 185 r¡ 208; - ca.mpaniense: 204; - campanJfforme: 94 , 104, 133, 1.S5 e. 160, 1?;), 176, 18·2 y 184; - eaTdlal: 101; - cél-,
tica: 1W; - con cordones: 93, 101, 133, 138, 187 y 188; - decorada: 8'1,
-291 -
[page-n-318]
88, 93 a 95, 101, 132, 133, 135 a 13!1, 140, 142, 144 a. 146, 172, 173, 204, 207,
259 y 264; - de la Edad del Bron~: 91, 99, 101, 142, 170 y 172; - eneoUtlca: 92 y 99; - excisa: 146 a. 150 y 177n; - helenística: 208; - ibérica.:
137, 101, 203, 204, 201, 208, ~16, ata, 227, 253, 259 y 264: _ 1ne1sa.: 21,
101, 133, 136, 138, 142, 144, 146 y 147; - neollt.ica.: 82 a. 99, 177 y l'lll;
- púnica: 21 y 190; - roman:J.: 21 y 207; - sigillata: . 204, 207 y 208,
Cardeña
Cerdos: 81, 85, 200 y 212.
Cerea les: 91, 92 y 161.
CEREBRUNO, Arzobispo de Toledo: 237.
CERRALBO C DE AGun..ERA Y OAMBOA, MARQUEs DE); 135 a 141,
E.
145, 146 y 150.
Cerro : de los Castellares: Ver «Castel:aus, Los»; - de la. Horca (Mlnateda,
Albacete) : 255; - de San Miguel de Liria: Ver <
(Montealegre, Albacete): 196. 198, 199n, 202n, 203, 204n y ~09.
Cér vidos: 68, 72 y 81.
Cervus megacerus: 73.
Cesaraugusta, Conver.to Jurídico: 243, 244 y 249.
CIBELES: 220.
Clcládico 1\led!o, cult ura : 176.
Ctempozuelos (Madrid): 135 a 138, 146 a 150 y 184.
Ciervos: 57 a 65, 69, 79, 146 y 220.
Clgarraleto (Mula, Murcia>: 211, 212 y 226.
Cincel: de hueso : 27; - de s r ex: 42, 15, 47 y 54.
Cintra (Portugal) : 173.
Cire,:a lca: 24.
Cirque de la patrte (Franela>: 33,
Cirugía: 111, 113 y 114.
Clstas: 102, 1·23, 125 a 128, 1~2. 133, 1'71, 175. 176, 178 y 182.
Clact.oniense: 13 a 17.
OLARK (J . O. D .) : 57 a 65, 86n y 156,
CLERQ {DE) : 222.
Clottlde, cueva. (Santa Isabel, Santander): 6'1,
OLUSIO (CAROLO): 243.
Cobre, obje tos : 137, 139, 1'm, 161, 182, 20S y 2C6n.
Cocina, cueva ( Dos Aguas, Valencia): 87.
COELHO (J.): 96n.
Cogotas, L
Colección : - Cerr.e.lbo <
Mweo Atrqueo!Og!co Nacional, Madrid) : 141; - De
Clerq : 222; - Despulg ('Palnla del Ma llo rca>: 222; - D urlghello: 222; del Marq ués de Salamanca (IMMhi d>: 212n ; - de los Pad res •EscoJa.p:o >
de Y ec1a (Murcia): 197n; - Prínci pe Rupprecht. (Mun lch >: 222: - VIves: 197n y 202.
Colgantes: 28, 51, 159, 001, 172, Ull, 182 y 208.
COLOMINAS (J . DE ): 188n.
Colonizaciones: 150, 176, 185, 190, 262 y y 208.
Columnas: 205n.
¡Collar s: 21, 2'1, 131, 179 y 180.
Combe.Capelle, raza humana : 117
Comf>e....Cullier (Lot, Frencla) : 31.
Combette de Pcrtu2ade ( La Granerle, Revens, Frat:x:ia) : 130n.
-292 -
[page-n-319]
Comercio: 169, 171, 173, 175, 176, 179 a 182, 185 y 256.
Compluto (Alcalá de He nares, Me.drldl: 233 y 252.
Conca d'Oro CSicUia, Italia): 175 y 176.
Con cilios de T oledo: 246 y 249.
Conchas: 27, 44, 55 y 85; - horadadas: 26 a 29, 44 y 56.
Con ch eros: 82, 83, 85 a 00, 99n y 100.
co11de, cueva (Tufión, Asturias): 17.
Conjlent, reglón (Pirineos cata.:anes): 191.
Conill~brlga (Condefxa a Velha, Belra Litoral, Portugal): 153n.
Conquls ta. romnnn de España: 218.
CONSTANTINO: 273,
Con6tantlnopla. 219.
Cons ti'Ucclon es: 82, 94, 103, 12-5, 132, 133, 1
-51, 152, 170, 174, 177. 199, 203n, 205 a
209, 245, 247 y 248.
Contes tanos: 192.
Contr( bia Cárblca: 252
COON (C. S.): 121.
Coptos: 256.
Corgo da Maga (Portugal): 90 y 91.
CORNIDE (J.): 245 a 249 y 251.
Cornisas: 198, 199n y 202.
Cornucopias: 221.
Comwa/1 (Inglaterra.>: 179n y 180.
CORREIA (V.) : 102n.
cortézubl (VIzcaya): 72.
COSTA ARTHUR (M.• I..l : 151 a 157.
COULONGES (L.): 87n.
COUSTE (R.): 31n.
Negra (Játlva, Valencia): 7 a 19 y 23.
Covalanas, cueva, (Ramales. Santander>: 67.
COWEN: 170,
Cráneos : - de I'Abrl Lacha.ud: 28; - crom año:des: 116, 117 y 166; - eneollllcos de La Pastora. de Alcoy: 105 a 122; - de Muge (t>or.tugaJ): 85;
- neandertalen..c:-es de Gibr.altar: 21; - romanos: 206; - trepanoa.dos:
111 a 114 ; - del Vedat de Torren te: 160 a 166.
Cremación : 170, 182 y 187.
Creta: 172, 173, 175, 179n y 217.
Cretense: 262.
Creto- micén ico: 262.
Crlchi (Ita.! la): 213n.
Cristiano, cris tianismo: 2-56 y 273.
Crolx, La (Rog~, Lanuejols, Franela): 130n.
Cro-1\tagnon, raza humana: 1'16, 117 y 166.
Cromlech : 1~0.
Cronología: 212, 23, 83, 85, 88, 94, 97, 99, 113, 148 a 150. 154, 167 a 169. 171. 175
178 a 181, 189, 253. 255, 259 y 264.
Crozo de G enllllo: Ver «COmbe Cullier».
CTUCUIIty (Morbihan. F mncla): 123 y 133.
C'CADRAI'CO ( J.) : 201n.
CUADRADO DIAZ (E .): 2lln, 212 y 226n.
Cuarcita, objetos: 12, 17, 2>1, 22 y 73.
cova
- 293 -
[page-n-320]
Cuarr;o: 22.
Cucharas eh barro: 84 y 86.
Cuc1tillos, de meta:: 168, 172 y 182; - de e'lex: 33, 38, 48 y 152.
Cuenca: 192, 236, 237, 243 a 245, 247, 248 y 252.
CuenC1ls: 83 a 86, 136, 142, 144 y 146.
Cuentas de collar: 21, 101, 131, 132, 168, 172, 179 y 180; - ~egmentadas: 172 y
179.
Cuevas, cultura: 188 ; 105 a 122, 129, 159
Cultos: Ver "Religión".
artülciales: 94, 98, 170, 174, 175 y 177; - sepulcrales:
y 18 t.
a. 1'56, 170
CURA DE ELLO; - DE MONTEALEGRE: Ver «Gonz{\J(z (A. J.)».
OZlZEK
Chaire a Calvin (Mouth!ers, Oharent:>, Franela): 32.
Cltamlctt (Franela) : 34.
OHARBONNEAUX (J.): 214.
Cltarente (Francia) : 32 y 60.
Chatecwroux (Francia): 31.
Chftt: /.Perron <
Franela): 33 y 35.
Chatelperronense: 24.
Chelva (Valencia): 238.
Ches te (Valencia): 193r:.
OHEYNIElR (A): 25 a 55.
Chlbanes (Portugal): 157.
Chierres, Les (Rogl!s. Lanuejols, Francia) : 130n.
OHILDE (V. G.l: 86. 87o, 102n y 167 a 185.
Chipre: 262 a 264, 271 y 272.
Ch ipriota, cultura, arte, etc.: 172 y 262 a 264.
Chiusa d'Ennl111 (Vulci. Italia): 182n.
Chiva (Valencia): 193n.
DANIEL
DANIEL (R.): 31n y 33n.
Danubio, río: 168 y 169.
DARPEIX (A.) : 3ln.
Daunta (Italia>: 212.
DAVJJO (P.): 32n y 33n.
DEA ARTIO: 217.
Dccaclencia. del arte (Concepto del : 261, 262 y 272.
D EOHELErr'TE (J.): 86n.
DF.LAGE (F.): 31n y 33.
Delfines: 220 y 221.
DELSOL (H.) : Sln.
DEMIETER: 212.
Denta.llurn: 26 a 29 y 55.
DEONNA (W.): 267o.
Deverei- Rlmburg, cultura: 178.
Devll's Tower, cueva
Devois de Maillé (La, Granerie, Revens. Frallcial: 130n.
DIJ'_GO: 242.
DIANA: 215, 217 y 220; -Efesia: 220.
Dientes: - horadados: 26 y 39:- de h~. de sUex: 101: -humanos· Ver "Orán1!Q.S" y "Huesos huntanos".
- 294 -
[page-n-321]
Dinamarca: 60, 65n, 89, 168, 170, 178, 183 y 184.
Dlnaroides, raza humana.: 118.
Diócesis Castalona:
233.
DIOSOUROS: 2120.
Diputación P¡·ovincial: - de Vaienc!a: 7, 64n y 187; -de San~a.nder: 71.
División de Wamba: Ver "Hitación Dogues, Les (Ares del Maestre. Castellón): 75 a 80.
Dolicocefalia.: 83. 107, 109, 110, 112, 114 a 118, 162 y 166.
Dólmenes: 71, 97 a 103, 123, 125, 126, 129 a. 131, 133, 134, 170 y 177.
Domador de caballos: 211, 214, 215 y 217.
Domadora. ele caballos: 213, 215, 216 y 218: - de fieras: 215 a 2>18.
DCim enyo. Domeno, hoy Domefio (Va:encia): 238.
Domesticación : 82, 85, 91, 211 y 212 a 218.
Dordoña (Franc!a.): 25, 31, 32 y 60.
Dorna, tipo de emba1·cacl6n: 275.
Dos Aguas (Valencia>: 80 y 87.
Dourlos. hoy rio Duero: 241.
Dryas, rase climá.tica: 63.
Dublin (Irlanda) : 181n.
Dlt! ro, río: 89, 91, 147 y 241.
Dujour (Francia) : 34.
DUMAS: 125 y 127.
Eb11-EL\. 11Xln: 153.
4
Ebro, rio: 147 y 244.
Economía.: 90 a 92 y 132>; - matriarcal: 82.
Edad: -del Bronce: 63, 91, &2, 97, 10(1, 101,103, 131 a. 134, 147, 148, 150, 152,
159, 160, 167 a. 186 y 2>62; - del H ierro: 63, 113, 131, 1417, 164, 1t55, 170,
173, y 187 a 190; - Media. : 193, 233. 234, 253, 261. 266. 268. 273 y 274.
EcLetat:tla. edetanos: 192, 238. 241 y 253.
Edificaciones: Ver "Construcciones".
EDRISI, EL : 246.
Ejeso ( Asi2 Menor>: 220 y 221.
Egeo, egeos: 176. 180. 185. 260, 262. 266. 271 y 272; arte-: 175.
Egipto. egipcio: 24. 35, 86, 93, 155, 172, 179. 185, 196, 256. 260 y 273.
EGUARAS IBANEZ CE.>: 86n.
Egueglar, palabra !bérlca: 22>7.
EICKSTEDT (E. F. VON ): 116.
Elba, rio: 169.
Elche (Alicante) : 215, 216, 218 y 264.
Elch e-Arch ena, tipo cerámico: 264.
Elefantes: 21.
Ello. clu Embarcaciones: 275 a "8<1.
Eneolítlco: 92, 94, 96, :17, !;9, 103. JO) a. 12-2, 154, 167 y 188.
ENGBERG: 173n.
EN GEL (A.): 197 a 202 y 206.
Engt n (Aléma.TJia): 60.
Enguem (Valencia): 116 y 193n.
ENRIQUEZ (MANUEL) : 243.
F.n tenamjentos: Ve1· "Necrópo'ls", "Sapulturas", "Tumbas", etc.
Entremont CAlx en·Provence, Francia.): 260 y 268.
-295-
[page-n-322]
Eplpaleolitico: 82 y 89.
Epltafl:>s: 249.
EPONA: 199, 214, 217 y 218.
Equl(los: 10, 68, 72, 81, 211, 212 y 214.
Ercavlca, dlóces's y ciudad antigua: 240, 243 o. 247, 249 y :!51.
Erdeven (Morblban, Francia>: 126 y 133.
Et·ebaus l, palabra Ibérica: 2<26.
Ergavia, c:udad vascona: 244.
Erlangen (Aiemanta) : 222.
Ermagelra: 181.
Ermita: - del Llano de la Consolación (Montealegre, Albacele): 196; -de San
Bartolom é (Cabe-.:a del Griego, Uclés, Cuenca): 247.
EROTES: 220 y 221.
Erleboelle (Dinamarca): 63 y 89.
Escn.lenos de sllex : 32.
Escalldinavta: 168 y 170.
Escal'abcos: 21.
Escocia (lngl.aterra): 181 a 183.
ESGOLANO ( G.): 241 a 243.
Esc•·itu ra: - griega: 226; - ibérica: 223 a 229 y 252.
Escudilllls: 101.
Es cuclos: 80.
I::scu ltu t·n.s: 195 a 209, 211 a. 222, 25'0, 259, 260, 263 a 268 y 270.
Es finges: 1·98n y 201n.
Esp:ul:ls: ll3, 170, 178, 203, 205 y 206n.
Espa11a: 19n, 21 a 24, 32. 35, 60, 64, 65, 67. 69 a 72, 86, 102, 113, 114, 117. 118.
137, 145 a 148, 153. 154, 157, 167. 173, 176. 177, 180 a 182, 184, 190 a 193.
195, 199, 231. 236, 237, 242, 255, 259, 264, 268, 270, 272 y 281.
Esparta (Grécla): 217.
E parlo: 1'56.
Es¡>átu las: 173.
Esqueletos : Ver "Huesos humanos".
E!:q u lslo, placas e !dolos de: 52. 88, 94 y 172.
ESTM::IO DA VEIGA (S. P. M.): 172,
Es tación Agron ómica de Portugal: 163.
Estaño, ruta.: 1176.
Es tatuas: Ver "Escu!Lurw>".
Estatua - m enhir: 127.
Esteatita.: 131 y 132.
Es telas: 10S, 127, 1~9. 2J.tl:, 21b4, 21'7, 218 y 226. ·
Estella (Na vana): 236.
E'STEVE GUERRERO: 172.
E'::TRABON : 240 y 241.
Etrurla (Italia): 216, 262 a 265 y 272.
Etrusco, pueb·o, arte, etc.: 217, :!'18, 263 y 269 a 271.
Euro-africana, raza humana: lli6 !l llll.
Europa: 18, 34, 35. 57 a 65, 68, 71. 81, 86, 89, 94, 97, 103. 114, 147. 150. 154.
156, 157, 168 a 171. 176 a 179. 184, 185. 260, 264n, 265, 268 y 272.
Euziére (St. Mathleu de Trév:ers, H erault, Francia): 124, 128, 129 y 132.
EVANS (A.): 179n y 180n.
Evora (Alentejo, Portugal). 232.
-
296 -
[page-n-323]
Exportación: Ver "COmere:o·•.
Ex tremadura
Ex- voto: 211 a. 213.
Eyzies. Les (Dot·dol'ia, Franela>: 31 )' 32.
FABREGAT C .): 75.
M
FaJen las: 205 y 2\!8.
Fa.u11s de Gíronde (Francia): 27.
Faun::t: 2 1, 22, 26, 28 a 30, 6S, 72, 81 y 217.
F avitsae: 212 y 213.
Federsee ( Alema nia ) : 60.
Fées. cueva (Roe de Marcamps, Giro. d e. Francia) : 31.
FELIPE Il: 247.
Fcn'clo, te trl ario, a t·~a. pueblo, e tc. : 1;)4. 190, 227, 262 y 276.
FENOLLOSA (J .): 112, 113 y 122.
F'FRNANDI!Z (JUAN ANTONIO) : 248.
FERNANiDEZ (TOMAS ) : 248.
FERNANDEZ DE AVTI..BS (A.): 195 a 209.
FERNANDEZ GUERRA (A.) : 249.
FERNANDO IU d e CastULa: 238.
Ferraste, Lct (Francia) : 16, 17, 34 y 35.
FElRRI C .): 212n y 268n.
S
Fíbulas: 1133. 171, 202ln, 2:15, 2-c6u, 208 v 214.
FIDIAS: 261.
Fíg~tdra da Fóz ( Portugal) : 98.
Flgllt író da Gra11j a ( Portugal): 82, 9(1 y 91.
Figuritas de bronce : 197, 259 y 264.
Fínisterc (Franela>: 125.
FJSCHER (M. l : 26.
FITA ( P. FIDELl: 246, ~51 y 252.
Flecha, cueva ( Puen te-VIesgo. Santander): 68.
FLETCHER VP...LLS ( 0 .) : 8n, 9n, 105, 159 a 166 y 223.
Fl.EUR-E (H. J .) : 102n y 116.
Flora: 81.
Florencia (Italia>: 222.
FLOREZ (E.): 234, 242, 245, 249 y 253.
Fout 'Aiva (Portugal): 102.
Font Tves (Francia>: 34.
f\ontboulssc, tipo c crám!co: 133.
Fontéchevade (Chare~ 1te , Francia): 16.
FORO (0. 0.): 102n.
F10RDE: 177.
Forge, La (Piazac, DOrdoña. Francia) : 31.
Fómea
Fornos, cueva: Ver «COnde, cueva del».
F orURcaclones: 197 y 245.
Fraga (Huesca.) : 226.
Fra11cta: 15. 35, 53, 60. 65, 87. 89, 113 a 115. 117. ll8. 123 n 134, 147 a 149, 166,
171, 177. 182n, 184, 188. 191, 260 :· 268.
Franco-cantábrica, región : 24.
FREDERIOH (C. l: 219, 220n y 222n.
FRIEDFRICHS ~ C.>: 222n.
-297-
[page-n-324]
F'ROJK: 169.
F'RONTINO: 240.
Fw11t ~ : - Aiamo (Almería): 157 172 y 180; -de Pedro Nan·o (Cuenca): 248;
- Vermeja (A:mería): 157.
Fuenterrob.es ~ Va~enclal: 191.
Fue11t11S: 238.
FURUMARK: 185.
Fu~ayolas: 205 a 208 y 276.
FUSTE ARA CM.): 121 y 159 a 166.
C '\ER.TE (W .): 60n.
GAIJASSI (0.): 273n.
Galcrla ele les Offiel CF!~·rencia, Italia) :222.
Galerías cu biertas: U!5 y 133.
Galla: 213 y 260.
Galfcla: 98, 192 y 275.
GALTENO: 273.
Galmha , cueva (Portugal~: 99n.
Gallegos: 241.
Galo-romano: 213.
OALVAO (J. M1RlA): 22!.
Galway (Irlanda>: 182.
Gnnadcraa, ganaderos: 82.
Gaudia ( Valencia): 32.
Galld(l, Le (Bruniquel. Franela>: 32.
Garcel, El (Al merla): 85.
G.t..RCES CP. l: Ver «Garcia (Don P.:dro)».
GARCIA (DON PEDRO I. Obispo de Segcrbe: 2S9.
GARCIA CPEIDRO ANTONIO >: 202.
GAR.CIA CLUIS): 196.
GARCIA Y BELLIDO CA.): 195n, 199t1. 202n. 212n, 216;,, 219 a 222, 241,
260n y 26&n.
Gt..ROIA LORENZO: 69 !' 70.
GarcL
GAR.ROO
Gasulla, La (Castellón>: 75, 76. 79 y 80.
Gwels, Les (Licide, Lanuejols, Francia)· 130n.
Gcroua : 255.
Glbrnl.tor: 21 a 24.
GlglleUt. rio CCuenca't: 249.
Gilclt orn
GlMENEZ REINA (S.I: 174n.
GIOT < R.l: 125n, 171 y 180n.
P.
Gironde CFra: ocia): 27. 31 y 32.
O I UFFRIDA RUOOIERI: 116.
GJEIRSTAD CE.) : 263n.
Glncíncl:mcs: 23 y 2.1; Ultimo período glaciar: 23, 58. 63, 65, 81 y 87.
G'a n llcs: 207.
Goclo, gótico: 233, 236, :!37, 245 y 249
Golasecca (llalla ) : 173.
00l\1EZ MORENO (M.): 96n, 223 a 229 y 249.
GONZALEZ ( ANTONIO JOSEl: !96n y 197 a 202.
-298-
[page-n-325]
GONZALEZ E CHEGA.RIA Y (J. ) : 72n.
GONZALEZ SIMA.NCAS C ) : 199.
M.
Gorham' s Cave (Gibraltar ) : 21 a 24.
Grabados: - en h ueso : 23, 21, ~9, €1!} y 1211; - en p~edr::~. : 23, 21 a 28, 37, 40, 41,
45. 46, 52, 94 y W7; - rup:s~n~s : 68 y 72.
GRIACIAS: Ver «Caribes:).
GRAN MAI
DiRE: 220.
Grcmada: 86 y 171.
Grana Grotte (Dordoña, Franc:a¡ : 32.
Grands Rochers (St. Amand de Coly, rordoiía, Francia ) : 32.
Granerie , L a <
Revens. Lanuejols. GarC: Francia) : 129 a 131.
Grange (Irlanda) : 18lr.•.
Gra vetiense: 18 y :l5.
G1
·avette, L a (Francia ) : 25. 33 y 34.
Graviolé, L e (La Gmnerie, Revens, L a nuejols, F rancia) : 130n.
GtRAZIOSI (P .): 35n.
GTecia: 173, 175, 179, 180, 185, 262 a 264, 268, 270 y 2'il.
Gl', co-itálico: 2J:6 y 270.
Grée de Gctujo¡¿ (St. Just. Ille et;..Villaine, F1•ancia.) : l24 y 125.
GRElGO:RIO IX: 238.
GRENET ( A.) : 33n.
Griego, pue blo. a rte, l·~ugua, etc. : 173, 176, 185, 197n, 205, 212, 213, 218, 2Q6,
260 a. 263, 255, 2 67 .a 2'76 279 y 281.
Griegos (Terue!): 244.
Grilnaldi, cuevas (Italia) : 34.
Gros-Monts (Nemours, S eine et M•ll'ne, Francia): 31 y 34.
GlROSS (H.): 60n.
GRUTER.O : 242n. 1
Guadalaja.ra: 146.
Guadiana. t·io: 102.
Guadiela , río: 145.
pún ica.s : 192.
Guen·a: 75, 77 a 80, 1.13 y 137;
Guerreros: 198 y 268.
GniilLERMO, Obispo rle .Albarracín: 238.
GulfoStremn: 81.
Gundestn¿¡J (Dina marca ) : 264n.
GUT1ERREZ (MIOE.R ALONSO) : 244.
Haba.:;: 151.
Uac has : 1• 6, 168 y 172; - de b ronce: 140, 168, 171, 177 y 178; - de pied·l·a :
5
12 y 13; - tie piedra .ptú:da: 9!!, 102, 1-1(3 y 132; - .d2 piedra tallada.:
10 y 13: - .cte sección cill.ndr·L=a: 85, 98, 102 y 104.; - de sección rectan.g ular: 98 y 102; - ·raed HAIDES: 214.
HA:DRIANO: 250.
Hagtos J(osmas (Atlca, Grecia) : 173 n 75.
H ajdu samson : 169.
Unlls tatt, cu~.tura: 147 a 150, 169 y l :!5.
Hallstá ttico: 131•. 132 y 14'7 a 160.
flambm·giense~ cultura : 58, W , 61 y 63.
Hamburgo (Alemania) : 58.
Harina: 92.
-
299-
[page-n-326]
Harristoum (Irla.ooal: 182.
HASS: 221n.
Hav! l·Lak! s (Berllnl : 58.
HAWKES: 94n, l02n, l03n y 170.
H aza, cueva (Ramales, Santander): 67; - de o. Dabasa (Llano de la consolación, Mont.ealegre, Alba cete): 207n ; - de Pascual campos (L!ano de
la Consolación, Mon tealegr e, Alll'' c~te): 206 y 207.
H ebillas: 205 y 2C
6n.
HEGEL: 167.
HEISS : 244.
H eládica, cultura: 1173 y 1'74.
HELENA C
PH.): 176.
Helénico, pa.ls, pueb:o, cultura, etc.: 213, 262, 265 y 268 a 273.
Helenístico, mundo, c u'tu ra, arte, etc.: 208, 212. 216, 261, 264 a 266. 270, 27:!
y 274.
HELE.NO (Dr. M .): l02n.
liELIDS: 220 y 221.
H lmáJJtica : 248.
HELWIG ; 222n.
Hellin (Aibacetel: 256.
n ematites : 23.
HENRI MARTIN (0.): 15.
H erault, departamento (Francia) : 124, 127 a. 130 y 133.
Her víboros : 81.
flerrarnlenlas de trabajo: 10.
HERVE (O): 106. 115 y 121.
Hienas: 611.
lliel'l'o, Edad del: V~r "Edad del Hlerro"; - Objetos de: 63. 132, 200. 205
y 2()17.
Higueruela (Albaccte>: 256.
HILL: 229n.
Hiperbóreos : 2112.
Hipocampo : 221.
Hippo : 247.
Hispa nía Citerior: 250.
llispa no-maudlall:l, cultura: 93 y 97.
Historia llel Arte Antiguo: 259 a 274.
H itación llc WnmiJa: 233, 234, 238 y 239.
H oces: 101.
Hogares: 9. 22, 34 y 73.
Hojas, de sllex: 11, 17, 22, 25 a 2&, 33, 34, 83, !lO y 99; - de lame!: 25 Y 38; de lanza: Ver "Puntas de lanza"; - de muesca: 28.
HOLLElAUX: 220n.
Hombres, restos de: Ver " Hueros h um:mos".
HONORIO : 273.
Horgen, cerám!c~<: 132 y 133.
Hor no !le alfarero: 152.
Hornos de la Pe1ía (San Felipe de Buelna, SantA\nderl: 67.
HORUS HARPOCRATE : 212,
Hoyct d e Santa A1ut (Aibacete): 205n y 206.
HOYOS SAINZ
-
300 -
[page-n-327]
HOWE (B.): 18.
Hubac, L' (Liclde, La t.uejols, Francia) : 130n.
HttBNER (E.); 222n, 226n y 251.
Hu! lva: 171~J. 172 y 192,
Hueso, o bje to.; : 10, 12, 22, 23, 26 a 29, 31, 39, 44, 50, 51, 55, 57, 61, 65, 88, 89, 93,
152, 159, 160. 172. 179 y 182; - humanos: 211, 28, 85, 105 a 122, 132, 16?
a 166, 187, 203n, y 205 a 208.
Huete (Cuenca) : 246.
Hungrla: 170 y 180.
HUTCHINSON: 175n.
HUXOit: 238.
Ibérica, cordillera: 140.
Ibérico, pueblo, arte, lengua, etc.: 113-7, 189n, 190 a 193, 203 a 2105, 207, 208, 211,
214 a 2>16, :018, 2G!3J a 229, 252, 253, 2517, 259, 264, 269, 270 y 272; - fenicio>: 2217 ; - lnsul-a.r, raza humana. 106 a 111, 1•14, 1'15 y 117; - 1·omano:
2·57; - sa• llll'iana, cu:tura: 104.
h
Irlolo : - 1lJmet•lense piiiJlo: 97 y 172; - de esquisto: 172.
Idubecla, cordillera: 240 y 241.
1/re (Aimel'la): 157.
IHLSMOOR: 169n.
!le-de \France
Ille·eb Vlllalne (FNncia) : 124 v 125.
Imperio romano: 265, 267, 273 v 274.
Importaciones: Ver "Comercio".
Incensarios: 170.
Inci neración: 125, 127, 1~2 a 134, 170, 172, 182, 187, 206 y 208.
Indoeuropeo: 211.
Indre (Franc'a): 31.
Inglaterra : 21. 61, 62. 64. 113. 123. 168 a 171, 173, 177 a 182. 184 y 191.
Inh umación: 28. 99. 114, 125, 133, 177 y 206.
I ntesta (Cue.noo.>: 245.
INOCENCIO VI: 239.
Inscripciones: 220, 223 a 229, 248, 250, 2ól, 253 y 256.
Instituto: - de Antropologla de la U ni vers!dad (Oporto, Portug al) : 83n : de Arqueologia ('Londres) : 23; - de Padeonlologia Humana (IParls) :
28n, 32, 60n y 69.
Instrumentos: - agl'lcoiM : 82; - Hticos: 10, IQ, I G, 15, 16, 21 a 24. 27, 2!1, 57,
69, 70, 73, 83, 85, 88, 90, 91, 93, 98 y 132; -de hueso: Ve r "Hueso, objetos".
Intercambio clc objetos: Ver "Comercio".
Interglaciar, último periodo: 22 y 24.
Invasiones célticas : 139, 1'47, 148, 151, 155 y 187 a 193.
I rlanda: 169, 172, 181, 182 y 191.
Is bataris, paJoa•bra Ibérica: 226.
Js betartlcer, paJabra. Ibérica: 226.
I schla, isla
Islandia : 81.
Islas Británicas: Ver «Ingla terra».
Italia : 35, 154, 168, 173, 177n, 182n, 185, 212, 260, 262, 264, 265, 268 y 270 a 272.
Itálica (Santiponce, Sevilla) : 215.
IláUco, pueblo, arte, etc. : 260, 262, 265, 268, 270 y 273.
-301-
[page-n-328]
J aba.líes: 68 y 73.
J ábega, art:l d~ pes=a: 275 y 279; -
tipo se er.1barcación: 275 a 279 y 281.
JAHN: 219.
JLIME I , el Conquistador: 238.
JALHAY (E.l: 94n. 98n. 99r:, 151, 152 y 172.
Jaión, río (Sorla): 135, 137 y 140.
J arros picudoJ: 176.
J aspe: 22.
Játiva (Valencia): 7 a 9 y 13.
JAUREGUI Y GIL DELGADO (J. J.): 275 a 281.
JESSEN CK.): 63.
Jol'vet, abrigo (TerraEson. Dordoña, Franela): 29, 31 y 34.
JOROA CERDA (F .): 7 a 19, 23 , 88n y 93n.
JORN-ET PERALES CM.): 159 y 160.
Judea: 173.
Juliella, lloy Chulflla (Valencia.): 238.
Junta Superiot· ele Exc~tvacion es ( Madr!d) : 204n.
Jutlandia: 168 y 182.
K.AHLER (H.): 266n.
Kakovatos (Gr~clal: 179 y 180.
Karch~don, hoy Carlagena: 241.
KASCHNITZ-WEI.NBERG (0.); 268n.
KE.RSTEN: 169n.
Kharga, oasis (Afrloo): 24.
KIDDER: 32n.
Kirk Soby: 170.
KLI.NDT JENSEN (0.): 264n.
K losterlund: 63.
K1UJssos (Creta.): 175n, 179 y 180.
KONIG : 175n.
Kostelik (Moravla, Alemania): 60.
K oumasa (Creta>: 172.
Krazi (Cretal: 173 y 175.
K rems (Austr'a): 35.
Kttlm (Alemanln>: GOn.
Kmn Tepe: 173.
Kylix: 208.
La Ten ~, cullu·r a: IJ3 y 170.
Labicm (Prusia, Aleman ia): 60n.
Lacombe-Ségentl (Franela J : 32.
L!ACORRE !F.): 31n, 33 y 34.
Lacoste, cueva (Pianchetortc. Brivz. Franela): 34.
Laclwud, abrigo: 25 a 55.
Ladario
LAET CS. J. DEl: 212n y 213.
LaJaye, abrigo (Bruniquel. Francial: 32.
LAMBRECHTS
I.ameJles : 25, 27 a 29, 31 a 37, 45 y 54.
Lámparas: Ver "Lucernas".
Languedoc (F¡•a.ncla.): 113, 117, 130 y 134.
Lm:uejols (Oard, Francia): 129 a 131.
-302-
[page-n-329]
La n zas: 170, 178, 160, 200, 20:5 y ::!06n: - de piedra: 73.
Lápidas: 204, 206, 233, 242 a 25• y 253.
1
LAS ALOE: 196.
Lasca s : 11, 14 a 16, 22, 26, 27, 29, 90, 99, 132 y 160.
Latín: 252.
La~ino : 253, 275 y 281.
Lato (Creta): 217.
Lllttgerie Basse (Les Eyzles. Dordoña. Franela): 31.
Laugerte Haute (Les Eyzies, Dordofia. Francia): 32.
LAUMONIER (A.) : 215n.
LAVIOSA ZAMBO'ITI (!.''.): 173n.
Lcwre (Portugal): 102.
LEBZIELTER (H. ) : 118 y 121.
LEISNER (G, y V): 86n, 94, 96 a 100, 102 a 104, 172n, 175, 177, 178 y 182.
L e11mo: 264.
Lengua: -castellana: 193 ; - valen:íana: 193: - prel't'omanas: 103 y 223 a
229.
León, golfo: 176; - , reino: 236 y 238.
L eones: 68, 1<118, 208, 216, 216 y 220.
Léqtdere (Buzignargues, Herault, Francia) : 124, 127 a 129, 132 y 133.
Letras : - g:t•iegas: 226; - ibéricas : 223 a 229 y 252.
Leuceatitoca, palabra ibérica: 227.
Lt
Levalloiso- m us terien se: Ver "Mústero-Jevallloisiense ".
Levante cspa1í.Ol: 8, 9, 11, 14, 17, 19, 23. 24, 57, 75, 93. 98, 117, 118, 165, 171,
176. 177. 211 a. 218 y 264.
1/EVI :P.ROVIDNQAL: 246.
Lezna ele hneso: 29.
Le~u~a (Alba ce te) : 252.
Libio-ta.rtésicos: 229.
Liceia (Por tugal): 157.
L:cide (Lanucj ols, Gard, Francia): 129 y 130.
UlESB'OTTEL: 169n.
Liguria. lig
Lim,erick (Irlanda) : 18ln.
LINCKEJNHELD (E.): 213.
Lino: 151 a 157.
Linum: - angustifo'ium Hud.s.: 1• y 156; - h!spanicwn Mili.: 15'3 'J 1&4; 53
humlle Mlll.: 153. 154 v 156: - us itatissimum L.: 153 y 15'5.
Lipari, isla (Italia): 175. 176. 184 y 185.
Liriu (Va lencia ): 223 a 229, 238. 253 y 264.
Lisboa: 157 y 173.
Littolina~ : 27 y 28.
LIVIO
LOP. YSA , Cardenal: 243.
Lobos: 68.
Locres
Logroño: 138 y 139.
Lo11dres : 23 y 168n.
LOPEZ (C.):, Marqués •Je Comillas : 69.
-
303-
[page-n-330]
LOPEZ DE PISUERGA CD. MARTIN1 Obispo d t T oledo: 237.
Lot (Franc"a) : 31; - et Garor.IJle, 87.
L ough Gur (Irlanda>: 18ln.
IDUIS (M.): 127, 129 y 132.
Lotere (Frilncial : 130, 148 y 182n.
Luca11ia (Italia) : 212 y 213n.
LUCEN A (LUIS DE): 247.
Luceria
Lucernas: 190 y 255 a. 257;
~ piedra: 28 y 53.
LUCIO m: 237.
Lrtgarlco Viejo (Aimería): 157.
Lúnulas: 1!79 y 180; - de ¡p..
'edTa.: 181: - de oro: 181.
LUPO, rc.v (MUhamad-ben Mardanis): 236.
Lusones: 241.
LYilflbY (Copenhagen>, cul tura: 63.
Lyon (Franela) : 244.
Llm1o de la COI:-solación (Montealegre. A lbacet~): 195 a 209, 214. 217 y 218.
LLANSOL DE ROMMII CF.): 242 y 253.
1\l an!ll ·(Egipto) : 93.
MAC BURNEY: 24.
MAO WHITE (E. ) : 121, 17ln y 180.
J11ad~le ine, cueva (Villeneuve les Maguelonne, Herau!t , Franela): 133.
1\fatlera.: 132.
Mac
lrfd: 16, 67, 146, 147, 149, 195, 204. 205 y 212n.
Maestrazgo, comarca (Castellón) : 190.
l\lagtl alenlense: 23, 26, 28, 30 a 35-, 43, 60, 61. 63 •l. 65 y 68 a 70.
MAGI (F.): 222n.
1\l aglemoslense : 61 y 6 3.
Magna Grecia : 211 a 213 y 216.
MAGNA MATER: 220.
Málaga : 171, 275 a 279 y 281.
Mata ka : 241.
Mallwda de Cambarinho (Portugal): 96.
MALUQUER DE MOTES (J.l : 940, 149, 167n, 176 y 177n.
llfamaztar do Vale da Faxas (Travagos, Portugnll: 96 y 100.
Mané-Kar:on -:a
Manto (Carnac, Morbil1an, Francia): 123, 126 y 133.
Jlllcmzmwres, valle (Madrid): 16, 1!16 y 147.
Marc hets, dólmenes clrculoa.!~s belga.s: 123.
M:u·fil, cbjetos : :wr.
M.'\RIETA : 243.
MARISPARZA (J.): 207.
Marlés. cultUI'a : 188.
MARQUES DE CERRALBO: Ver «Ce rralbm>.
MARQUES DE OOMILL!\.8: Ver «LóPez.. C .)),
MAltQUES 1
DE SALAMP.NOA: 212n.
Marruecos: 16. 35 y 281.
Marsella (Francia) : 124, 131 y 1'16.
MARTIN, Obispo d e Arcábica: 237.
MARTINEZ FAIJERO (V.): 248.
l\1ARTINEZ SANTA OLALLA ( J .) : 64n, 90, 97n, \02, 139, 140, 155, 156 Y 176n.
-30<1-
[page-n-331]
Marvao ( Portugal! : 157.
Mas ele M mete (Alcov. Alicant.oJ: 157.
llfnsa liota : 1<90.
M tiSDEU: 243.
Massilia, hoy Marsolla (Franela): 176.
Mast!a. hoy Cartagena (Murcia>: 226.
MA THIASSElN (T.l : SOn.
l\latr la rcaclo: 82.
MAURY ( J.): 31n.
MAYANS (J. A ): 234 y 242.
Mt.ZrA SOLANO: 71n.
Mazaleóll (T eruel): 188 y 189.
Mechta-el-Ar bi, hombre de: 1'18.
1
M eclct, anta ( Beira Alta, Portugal): 95.
M edlabarba, cerro (Montenlcgre, Albacet~> : 204n.
M.erlia.s lunas eJe s llex : 83, 87 y 99.
l\1ellioevo h elénico: 262.
Mc!literra n eísmo: 211 a 218.
M edit erráneo: 19, 35, 81, 82, 89, 108, 116, 118. 135, 152. 156. 167. 171 a 173. 176,
179, 180, 189, 211, 215. 217, 240, 259 a 274 y 281.
1\lediterrá nído, tipo humano: 108, 116, 118, 1'65 y 166.
111edma (Rosano, Galabrla, Italia): 212.
l\1ega.;itica-, cultura: 88, 94, 97, SS. 101 a 1M, 125, 1
•31, 133, 134, 168, 170, 1'16 y
177.
M !ie"dOrj ( Ahrensburg , Alemania): 57 a 59 y 63.
M!DLIDA (J. R.) : 195 y ll04.
Melo11 cs, cueva (Valltortn. Albocácer, Castell ónl: 87,
ME.lNIDE:L: 219n.
Jlfendelim (Belra Alta, Portugal>: 101.
M ENDES CORREA ( A. A.): 83 a 85n y 88.
MENElNDEZ PIDAL
M enga. cueva de C
Antequera , Málaga >: 174.
MENGHIN (0.) : 86n.
l\l •nb ir es: 125, 127, 129 y 131.
MENlER (A .) : 32n.
M enorca (Baleares>: 176.
MF.RHART (G. VON ): 179n.
MERTENS ( J.) : 212n.
Mértola. (Portugal): 157.
l\lesocefa lia: 112 y 114.
l\J esoliti co: 35. 57 a 65, 82, 84, 87 a 89, 99. 108, 109. H1, 114, 116 y 117; humano: 108, 109, 111, m4 y 117.
Mcsopotamia: 179 ¡y 260.
Me ta l, objetos: 57, 132, 133, 169, lfiO 173, 205 y 256.
l\l etalurgla: 57, 90 y 92.
METELO ( C. ): 241 y 243.
Mic: 11as: 173 a 175 y 180.
Mlcénlca, cultura: 174, 175, 179, 180, 185, 262 y 264.
Ml coqulense: 16.
Mlcrobw-Ues: 25 y 36.
l\tlcroUtos, mic¡·olít:co: 22, 24, 34, 35, 82. 83, 85 a 90, 98 a 100 Y 177.
-305 -
tipo
[page-n-332]
lltlcl : 80.
Miel, Cueva Superior de la (Pradillo, Logt·oño>: 138.
Milagro (Navarra): 244.
MnJOJCIC: 180n.
Millares, Los (Almeria): 174. 180 y 182 a 184; - cultura: 175.
Mina teda
ilflnglanilla (Cuenca>: 192.
l\1Iuolco: - Antiguo: ll72, 173, 17!ln; - Medio: 180n: - Reciente: 172 y 175.
Mfzqultillas (Albacete): 257.
llfocchi, e.brigo: 35.
Mogente (VGlenc:a): 225.
Moltn da Scbnstlcto, conchero (Portugal): 88 y 99n.
M cjácctr (Almerla) : 190.
Molar, El (T a rragona): 189.
l\Jol!le para la fabricación ele lucernas : 255 a 257.
Molecle¡•as: 91, 92 y 207.
MOLl'l'M: 242 y 253.
Moliua de Aragón (Guadalajara>: 244.
Mo/i110 ele Gnrray (Soria): 138. 139 y 145.
Moluscos: 26 a 28, 68, 89 y 92.
MONP.CO
Monastiriense: 22.
Mondego (Portugal) : 82.
l\loneclas: 7Ln, 197, 203n, 205, 219, 220, 229, 233, 242, 244. 245, 248, 252 y 253.
Monedas, cu&va (Puente Vlesgo, Santander): 6'1 y 70 a 73.
Mongaudier (Charente, Fr(Ulcia.>: 60.
ilfonge
Monóvar (Alicante): 116.
Montalvos: 252,
Montán (Castellón): 238.
t'rfontanyeta de Cabrera (Veda.t, Torrente. Valencia): 159.
Montauba7¿ (Francia): 32n.
Monte Móslnho (Penafiel, Portugal): 101.
Montealegre (Albacete): 195 a 197, 199, 203n y 206.
MONTEAIJEGRE (CONDE DE): 198 y 200.
Montejrlo (Gl'QJ\ada>: 86.
MCNTELIUS: 169, 170 y 185.
Montemor-o Novo (Portugal): 99 v 102.
Montpell!er (Fre.ncla): 215 y 216.
JI/011t1Jellic1; l e·Vieux (La. Roque St. Margucritc, Avcyron, Franela): 129 y 131.
Montuwga (Soria): 146.
Mora, cueva (Somaén. Sorla): 135 a 150.
MORALES (Al'\mROSIO DE): 245 a 247.
llloraviCL (Checoslovaquia>: 60.
MOrbllwn (Franela): 123 a 126, 133 'Y 180.
Morclla (Castellón): 77.
llfC·RET: 244.
!\t ortero d e cerámica: 207.
l\losaicos: 20'1 y 266.
Moti/la del Pa/a11car (Cuenca) : 192.
llloutltlcrs (Charente. Francia): 32.
-306-
[page-n-333]
MOVIUS C L .): 18.
H.
Moytirra (Sligo, Irlanda): 184.
Muge (Portugal): 82, 83, 85, 87 a 90, 99n, 100. 101, 104 y 117,
1\fugharct-cl Allya (T ángerl: 18.
il1uia (MurciA): 226.
llfttllerrm (Dinamarca>: 60n y 63.
Munlch (Alemania): 222.
~htraUas: 151, 152 y 203n.
M11rcla : 156, 196n. 197 a 200, 211 y 214.
Muros !le piedra: 127, 1'51, 152, 196, 203n. 207 y 208.
Mttrvcdro o Mttrvleclro, hoy Sagur.to: 238.
Museo: - de An tropologla de la Univers!da.d de Oporto (Portugal): 104: - A~'
queológico de Albacete: 206 y 255; - Arqueológico de Bar celona.: 203 y
214; - Arqueológico de Gerona: 255: - Arqueológico de O rar.e.da: 86;
- .M•queológlco de Murcia: 196n, 197n, 198 a 200 y 214; - Arqueológico
Nacional (Madrid): 141 Hl~. 198. 201n, 202. 204. 205 y 212n;- de Beja (Por.
tugal): 221; - de Bellas Al'tes de San Carlos (Valencia.): 214; - de
Bolonla (!talla): 217 y 222; - de Catanzaro (Ital:a): 213n; - Cerral·
bo <
Madrid): 137 y 138; - EL!:ológico de Belem (Portugal): 86, 96n,
l OO y 177; - de Eyzles (Franela): 32; - del Hombre (Pa.rls): 60rJ; Klrchel'iano: 222; - del Louvre (P .lrís): 198 a 200, 202 y 214: - de Montauban (Franela>: 32n:- de Montpelller (Francia): 126 y 215; - Nacional d:! Irlanda. (D ublln): 181n; - de Prehistoria de Santander : 69 a. 72;
Valencia): 7, 15, 64rJ, 105 y 187; - Pro- de Prehistoria del S. I. P. <
v tnclal de Oviedo: 17; - de los S ervicios Geológicos de Portugal (Lis.
boa): 173; - de las Termas (R oma): 222; - Vatloo.no: 222; - de Yecla
(Murcia) : 204. ,
1\Justélldos: 30.
i\lusterlense: 7 a 19, 21 a. 24, 33. 3 1\lúst.ero: - levallo!s1ense: u . 18, 19, 2! y 31n: - solutrolde: 19; - ta.yaclense: 13 y 15.
MAYRES: 175n.
Nájera (LogToño>: 234.
Narb011ense, provl.ncla: 215 y 229.
Navajas: .168 y 208.
Navarra: 146.
NAVARRO: 1'70n,
Navegación: 276 a 281.
Neandcrthal, raza. human9.: 21.
Ncct·ópolls : 146, 149, 171, 174, 175, 179, 18'7, 1-89 oa 1-92 y 206 a 208.
l'egroldc, raza huma.na: 34, 83 y 118.
Nemour (Selne et Marne, Francia): 31.
Neolitlco: 35. 63, 81 a 104, 1'13, 115, 116. 129, 131 a 133, 137, 138, 165. 166, 168
171 a 173, 175 a 178, 182, 184 y 188.
NEREIDA: 220 y 221.
NETOLITZKY (F.) : 155 y 156.
Nicolás, cueva (Franela): 147.
NIGRINIO, Obíspo de Segóbrlga,: 248 y 249.
Nilo, rlo: 86.
Noerre Lyllgbv (Dinamarca.), cultura. mesolitica: 63.
Nomadismo: 81 y 82.
- 307 -
[page-n-334]
Nominae Se1llum : 233 y 234.
Novele/a (AJ:oo.nte): 203.
Núcleos: 14, 26, 28, 42, 47, 54 y 57.
Nu/les, hoy Nules (Castellón): 238.
Nmnancia (Garray, Sorial: 145 y 226.
OBERMAIER (H.): 69, 70, 76, 82, 83, 85 y 155.
Oceánicos: ll3.
Ocre: 27 a. 29 y 96.
OCTOBON: 127n.
Oculenses: 246.
Oficio, El (Aimcrla>: 157.
Olcades: 192.
Olelas (Portugal): 157.
Olintos : 264.
o:tva (Valencia): 191 y 192.
Oliva¡ cltt Pega , anta (Reguengos, Por~u >Jal): 96.
Onda (Cnstellón>: 238,
ONORATO, Obispo de 8egóbriga: 249.
Oporto (Por tugal): 83n, 87, 89, 90 y 104n.
Ora l\f aritim a: 190.
Oranieme: 100. ,
Orca: - das Ant.as (Belra. Portugal): 94; - da Cw1ha Be.ixa (Beb·a. Alta,
Portugal): ¡oo: - dos JWlcaes
que (B eira Alta, Portugal): 94 y lOO; - do VeU1a1 (Befra. Alta., Portu·
gal): 100.
Orden de San tiago: 236 y 2 17.
Oreta.nos: 24l.
Orlcilllallzante, a11te: 262 y 264.
Orie11te: - Med:o: 35; - Meditem\neo: 262, 263, 271 y 273; - Próximo: 102,
260, 262 y 270,
ORIORDAIN (S. P.): 181.
Oro, cbjetos: 173 y 179 a 18 L.
Orospeda: 241.
Oroutes. VQlle: 173.
ORSI (P.): 212n.
Osos: 72 y 217; - de la cavernas: Ver "Ursus spolaeus".
Oszentivan (Hungrla.): 180.
Ota (Portugal): 157.
Ottteiro: - da Assenta (Por~ugal ): 157: - de S. Marnede (Portugal): 157.
Oviedo: 7 y 17.
PACO (A. DO): 83n, 93n, 94n, 98n, 99n, l02n, 151 a 157 y 172n.
Padua (Italia ): 265.
Pago oculense: Ver «UcléS)),
Pajar de los Zorros (Ontur, Albacelel: 205n.
Pa jaróll
Pajaroncillo (Cuenca): 192,
Palancla, ciudad: 241; - río: 191 y 192.
P aleocristiano: 266.
P a leolítico: - Inferior: 7, 10, 19, 68 a. 70 y 89; - supe¡·lor: 11, 18, 19, 24,
51 a. 65, 68 a. 70, 81, 82, 89, 116 y 166.
Palestina: '35, 173 y 185.
- 308 -
[page-n-335]
Palma de Mallorca: 222.
Palm! lla (Portuga!): 101. 127 y 184, Pctlonwres (Almcrin): 190.
cult ura: 101, 177 y 184.
Palomas: 220 y 222.
Paloniu, cueva (Asturias> : 64 .Y 65,
P nlsta.ves: 171 y 178.
P .'\ LLO'ITINO (M .): 259 a 274.
P anteón romano: 217.
t'a n leras: 215.
l'ac¡uidermos: 22.
Par e Gztrw (Morbiha n, Franela): 180.
París: 60n. 69 y 118.
PA.RIS PARIS (R.): 20in.
Parpalló. cuev< (Oandla Vnlencia): 19. 22, 23, 32, 34, 36. 52, 57, 64, 65 .Y 70.
\
Parpallonense, facies mcdl tel'l'áne a. de! S .! u~rense: 19.
Pas, río (Santander) : 67 y 68.
PlM·('ga, c ueva ( PueJ1Le-Viesgo, Santander ) : 67. 69 y 70.
PAS TOR ( L ): 203.
Pastora , c ueva ( Alcoy, Alicnntcl: 105 a 122.
P~lstores: 82, 91, 101 y 102: de los Ll:mos, cullum: 129 y 132.
l'ateras, emba rcaciones : 275: - va&j as: 226.
Patología: 1M.
Pa vía ( Aten tejo, Portugall: 102 .Y 157.
PEAKE (H . J. E.) : 102n .
PE• RSON: 162.
A
t'eces: 28, 30 y 85.
Peclti11a, cueva (Bellús, Val encia> : 14.
Pedm de Duro (Portugal >: 157.
Pedralta, anta (Belra Alta, Por tugal) : 100.
PEGASO: 198 y 201.
Pekanw, cueva ( Kostelik, Mora via l : 60.
Pe/1JIIt (Cornwall, Ing!nterro) : 179n y 180.
Penafiel (Port ugal) : 101.
Pend ientes: 155, 181, 205 y 20Sn.
Pendo, cueva
Peneclo ( Portugal): 157.
Penecto11o (Belrn Alta. Portuual): 99n.
Penh1sula : Apeninlcn: Ver
16, 18, 87 o. 89, 94, 97. 98, 102, 103, 154, 167, 170, 171, 173, 175, 176,
178, 180 a 182, 184, 185, 188, 193, 219 a 222, 231, 232, 235, 236, 259, 260
y 2'70.
Peiia : - tEscrita: 245; - de la Miel , cueva (Logroi\o): 139.
Pe1í.as de los Gitanos (Montefrio, Granada) : 86.
PEQUART (M. y S ..J.) : 122.
PERt
-LTA ( ARNAU OE'l , Obispo d e Valencia: 239.
PEREZ (JUAN BAUTISTA): Obispo d é· S~gcrbe: 237.
P e rforaclores : 14. 25, 27, 28, 36 a 38, 4:i, 47 y 54.
PERIOOT GA!RCIA (L .): 16n, 22, 23, :n 57, 64, 87n, 88. 93. 10ln, 103n, 105, 1'59n,
176n, 180n y 190n.
l', l'lgortllense: 33 a 35.
-309 -
[page-n-336]
Per iplo m a.;aJiota: 190 y 191.
PERIS (J.) : 189.
P erlas de collar : Ve r "Cuentas de collar".
PERSEJFONA: 212 y 213.
Pesas de telar: 156, 157, 205 y 208.
Pesca, 'Pescadores: 92, 168, 276, 276 y 279.
Peschiera (Itat:a) : 185.
PETERS (E.): 60n.
Petersjels (Engen, Alemauia.) : 60.
PEY.ROLlll!S: 127.
PEYRONY (D.): 16, 31n y 32 a 35.
PHILiíPPE (J .): 86n y 94.n.
PICARD (OH.) : 213.
P icos astul'ienses:: 82, 89 y 91.
P ictografías: 81 y 98.
Pled du Boeuj (Roges, Lauue.Jols. Francia): 130n.
Pied ra.: - vasos: lfl3; - de .mo~wo: Ve1' '' Molederas"; - pufida: 85, 87, 90,
&8, 102, U3 y 1•
32.
PIGGOT (S.) : 125, 133, 169, 181 y 184.
Pina (Castellón) : 239.
PINEIDA: 243.
PINTO DJ_ SILV• (A. L.) : 151, 153 y 154.
A
l ' int ura: 266 y 2'57; - e 'QUeDlá
l
- rupest re: 67 a 73 y 75 a 80:- sobre cerámica.: 259: - sobre ¡p'edra:
89.
Pinzas: 205 y 206n. ,
Pirenaica, cu·ltura: 176 y JJ17.
Pirineos, montes: 117, 147, 176 y 177.
PISANI (V.): 217n.
PITTA!RD (É.): 121.
Pl.JA BALLESTER (E.): 9, 105 y 159n
Placara (Fraucia) : 32.
Placas de esqu isto: ~8, 94 y 17<2.
Plantade, cueva (Bruniquel, Francia) : 32.
Plaquetas de piedra: 23, 26, 28, 37. 40, 45, 46, 52, 88, 94 y 172.
Plástica: 195 a 209, 2111 a 2•18, 26!, ~6. 268n y 270.
Plata, objetos: 1·90, 2C5, 206'11 y 248.
Platos: 138, 148, 173 y 2-0ll.
Plazac (Dordoña, Fraucia): 31.
Pleistoceno: 64.
PLINIO: 240, 244 y 252.
P!ó, Le (Llcide, La.nuejols, Francia): 130n.
P lomo: 207 y 223 a 229; - escr.L~o de Alcoy: 226; - escr~to de l.Jiria: 203> a 229;
- eo
crito de Mogente: 226; - escrato de Mulllt: 22&.
Plovdiv (Burgar:a) : 213.
POI}o da. Gateira, anta. (Cascaes, Pol'tugal): 97, 99 y 177.
Pego Velho (Cascaes, Portugal): 99n.
Poleas de telar : :ta3.
Polonia.: 60,
Ponderales: 208.
Pondus : Ver "P.esas de tela•
r".
-310-
[page-n-337]
Ponte clo S6r (Portugal ) : 100.
Popeiken (Labia u, Prusia) : 60n.
PORCAR
POROIANO (L. CAEJCILTO ) : 250 y 251.
Porto'Covo, cueva (Cascaes, Portugal) : 93.
Port1tgal : 16, 81 a 104, 153 a 156, 171, 173, 177. 178, 181, 185, 220, 221 y 232.
Postcláslco, arte y cu!tura: 259 a 2'/lt.
Postglncla1, período: 61, 63 y 65.
Poshall~t :íttíca, cu ltur:~.: 191 a 193.
Potnin : - hippon: 215 y 216; - theron: 215.
l'otros: 21•1.
Pouget (T errason, oordoúa , Francia): 25.
Pouzet (Ten·ason , Oordoña, F rancia l: 25.
POWELL: 180 y 181.
Pozo Amargo (Cuenca!: 252.
Prarll/lo (LOg1'0ÚO) : 138.
Pradíne (Lanuejols, Gard, Francia.l : 129 y 130.
Praena, arenero: 148.
Pragcm<;a (Por tugal) : 157.
PRAXITELES: 261.
J'reaterlense : 11 y 18.
Pre borcal, periodo: 61 y G3.
Preclásico, arte: 269 a. 274.
P rctlin ástl ca, cultw·a: 93.
Pl'elmpel'ia1 romano: 259.
Pnm·omano : 193, 259, 260 y 2G6.
PREVOSTI (}•. ): 121.
P rimitlvismo, concepto: 261.
PRINCIPE DE ROPPRECHT: 222
l'riomto de Santiago: 245 y 247.
PROCULO, Obispo de Segóbriga; 246.
Pc·otoa1plna, raz.a. hwnana.: 108, 115 y 117.
P roto: - etrusco, arte: 270; - geomé trico: 264; - helénico: 264, 266 y 271:
lláUco: 270; - magdateniense: 26, 27, 29, 31 a 3i! y 42 a 55; - nmglemoslense: 61 y 63; - ncolftico: 85 y 93.
PTmía (Alemania): 60.
Pseuclo-ru·eaismo, tendencia aTtfstica: 264 y 265.
PTOLOMEO: 240 y 244.
Pue11te: - Arce (Santander) : 67: - Víl'sg0 (Santander! : 67 a 73.
P(mico, pueb!o, arte, etc.: 21, 192, 205, 206n, 218 y 275.
Puntas: 11, 13, 14, 17, 33 a. 36, 38, 61, 63 y 73; - de aletas y pedún.~ulos: 18: de bisel de hueso: 22 y 23; - de flecha: 87, 90, 96, 168, 175 y 205; - ele
lanza: Ver "Lanzas"; - d-e muesca.: 25, 36 y 317; -de pedfuJculos: 11 y
18; - de p~dúncuJo lateral: 88.
Prmto del Ton no (Thrento, Itel:a.): 185.
P unzón: - de me ~aJ! : 205; - de hueso: 10, 12, 20, 27, 29, 39, 44, 50, 51, 55 y 1'52.
Puñales: 156, 171, 175n, 178 a 180, 182, 183. y 200; - de asta iie ciervo: 64; - de
bronce: 168 ; - de sllex: 130 y 132.
Qt;AGLIATI (Q.) : 14n.
Quamnts (Franela) : 215 y 216.
Qucrénima (AI~erfa): 190.
-311-
[page-n-338]
Queiriga (Portugal): 81, 96 y 98.
QUIN"r!ANO : 251.
Rabosa, cueva (Valltorta, Albocácer, Castellón>: 87.
Raclettes: 26, 27, 32, 42, 43, 45 y 4~.
Raedcras: 1 11 a 14, 17, 33, 38, 42 y 47.
Ramales (Santander): 67.
RAMOS POLQUES (A.): 216.
RASIS, cronista. árabe: 24G.
Ras¡>llllores: 11, 14, 17, 22, 25, 27, 28, 34, 36, 38, 42, 47 y 82.
RAVENNI.TE: 252.
Real Academia de la H istoria. (Ma.dridl: 202, 247 y 248.
Rebollar, El (Guadalajar aJ: 146 y 150.
RElOESVINTO : 233.
Recolección, recolectores: 82 y 8·9 a 91.
Rccom¡uista.: 193n, 233, 2<35, 237 y 2<46.
Reclal, El (Logroño>: 147 y 148.
R egue11gos (Portugal): 96. 97 y 103.
REINACH
REIN!?OKE: 169, 170, 179n y 180n.
Reli eves: 199, 219 y 265.
Religión : 94, 211 a. 213, 215, 216, 218 a 22!! y 2UO.
Remigia, cueva. (Castellón>: 75.
Re11auta: 139 y 147.
RENARD ( M .): 212n.
Reno: 26 a 29, 40, 49, 50 y 57 a 65.
RtEP.t.'LIN: 131.
Re pú blica. roman a: 211 y 218.
R : que11a (Valenci'l.): 191 y 192.
RESENDE (A.) : 232.
R etocat101·es: 10, 12, 27 y 51.
Reus (Tarragona): 19.
Reve11s (Ga.rd, Francia.): 129 y 130n.
Reverdit (Castelmerle de sergeac, Dordcñn. Fmncinl: 31.
Rev, cueva (Sanl:.ru)derl: 69.
REYEJS CATOLICOS: 7la.
RIBEIRO (L.): 99n.
Rl1DDER (IDE) : 220 y 222n.
RIEJGI.i (A.): 261 y 267.
Riu, valle: 184.
Rinaldoni (Italia) : 182n.
RINCON DE AREI.ILANO (A.): 112, 113 y 122.
R lnoce•·on tes: 21.
R ío Torto, anta (• encdono, B~ira Alta, Potuga)): 86, !)9n, 100 y 101.
P
RIPOLL PERELliO (E.): 16 y 72n.
RIQUET (R.) : 105 a 122.
Ritos funerarios: 170.
RIZZO (G. E.) : 262n.
ROBINSON (0 . M .): 26-ln.
Roe de Marcamps (Gironde. Francia>: 31.
Roe de Salut Cirq (Eyzies. Dordoña, Francia.>: 32.
Róda11 o. rio (Francia): 117, 118 y 265.
•
-312-
[page-n-339]
RODRIGO, :O:e.t'lor de EsLalla: 236.
ROl'llOrcs: 29 y 30.
Roges C
Lanuejols, Franela): 129 .v 130.
Roma: 211 , 222. 273 y 279.
Ttoman:> : 2l. 154. IS6. 197. 203n. 205 a 207, 212, 213, 216 a :1118, 221. 232, 253, 257,
260, 261, 263. 265, 266, 268. 271, 273, 274. 279 y 281.
RGmeral. cueva ( Anlequera, Málaga): 173 a. 175.
Roque Sai11te illargu erite
Roqufzal d!l Rullo : 147. 148 y 177t·.
Rosamo (Italia): 212.
ROTHMALER (W.l: 153 a 155.
Roture¡ (Portugal J : 157.
Rouet (Heraui L, Fl•anclal: 124. 127 y 128.
ROUZTC !Z. L'El: 123, \25, 126, 133 y 18011.
RUBIA ( J.): 203n.
rtu inas: 7hl, 151 n 1•
53, 199, 203n, 205 a \:CJ, 221, 23•1, 244 :\ 24"l> y 251.
RUIZ DE AZAGRA (0. PEDRO): 236.
Rusia : 87.
RUSSEJJL OORTEZ (F.>; 81 a 104.
RUST lA.): 57 a 60.
Sn ldda, monte ccenteñnl: !7111.
Sacarb isca, pllabrn ibérica: 226.
Sacarlsc J', palabra ibé-rica: 224 y 226.
Sctcavém (Porugan: 154.
S~'.OCASYN DELLA SANTA (E.): 123n.
Sttcralios (Badajoz): 236.
sae/ices (Cuenca>: 247 y 248.
SAEZ MARTIN (B.>: 97tl y 17211.
Sagraias (Badajoz>: 236.
Sagtwto ( Valencia ) : 191. 192. 214, 226, 238 y 253.
Saltam: 81, 82 y 87; - Español: 99.
Saiga: 2]. 3ln y 32.
SCiiut: - Amand de Coly ( Dordofia. Francia) : 32; - André de Véz'nes (Avey·
ro:., Francia>: 129 y 131; - Bauzile (Franela>: 182n; - Germain (Erdeven, Morbih·:ln, Franela>: 125, 126 y 133; - la Rlvll:re (Gironde, Fran·
da>: 32; - Just. Ullc eL Vilalne, Francia): 124; - Maree! (Indre, Fran ·
c:al: 31; - Martl r. la Rlviére ( Vlenne, Franela) : 124 y 125; - Mathleu
d e T réviers (Het-ault., Fl\'lllc!aJ: 124, 128 y 129; - Mlchel (Cal'llac, Morbihan, Franela>: 123, 125 y 133.
Snkaru:k, p:J.Iabra Ibérica: 226.
Sakje Gozii (Siria): 173.
Salamauca: 101.
Salaria, marca de 81 farero: 2:17.
S alona: 222.
Salpétrrere. La (Franela): 33.
Salsadella
SALIER (K.) : 122.
Santos: 173.
Sa.n : - Ber~_-ardo, dólmen (Ponte do Sor, Portugal): l OO; - Cristóbal (Mazaleón, Teruel): 189; - Felices de Buelna (Sanlianderl: 67; - Miguel d e
Liria (Valencial: v e r «Liria>>.
-313 -
[page-n-340]
SAN VALERO APARISI (J.): 86n, 93n y 97n.
S ANOH.EZ
SANOHEZ CJ.l: 15.
St.NOEJEZ AIJBORNOZ W .) : 234.
SA:-ICH.EZ JIMENEZ (J ): 204 a 207n, 209 y 255 a 257.
SANCHEZ RUlPEREZ (M.); 217n.
SANCHO, Infante de L oon: 236.
Santa : - Bayre : Ver «Santaben>; - Cruz d e Moya (Cuenca ) : 1!l2; (S anta.n der J : 67 ; - María d 2 Orien te : Ver «Albanacinll.
Sa;. tabMia, Santaberin, Snntabariyn: Ver «Sant
8(11/lctber ccuencal: 245 246 y 249.
sautauflu: 67 a 73.
Santiáu ( Puente Arce, Santander): 67.
Santu arios : 2 11, 2 12. 213 y 21?;
iMricos. ?.11.
SANZ 'RASTOR DE PlEROLA (C.J: 137.
:>arsct. cueva (Bocairente, Valen ciu.J : 93.
SA'I'IRO: 197n y 202.
S AUTER (M. R .J : 122.
sanveter re (Lol-el G1u·ont:e, Ft·ancial: 87.
SII VORY
SCO'IT ( L.): 181.
SCHEIDT (W. l: 122 v 162.
Schleswiy H olstt in (Dina ma rca>: 59.
SC'HMIDT (H .! : 176.
SCHMIDT (R. R.) : 60u.
SCHUCHHARDT ,(C.): 94.n.
SCHULTEN CA. J : 233, 241n y 2Sl.
Sclwssen(¡uelle (Federsee, Alcmanial: 60.
Semner (Yorksh ir", Ing:•Jterrnl: 61.
Sulenlarismo: 82.
SEFRONIO, Obispo: 247 a 249.
Segeda: 241.
Segobricense: c
Zó:esis, territor;o, ele.: 231, 237 a 242, 250, 251 y 253.
SegóJriga: l!H y 231 a 253.
I sabel
Segobrigense: V:ar: "Segob ric~nse".
s egontict: 244.
Seaorbe (Castellón>: 191. 193n, 233, 237 a 243, 245 a 217. 249. 251 y 253.
Se~ne·et-M arne
S~ iX
(Francia>: 31.
(Vouze!o.. Por tu&all:
102.
SE.LENE: 219 y 221.
Semillas: 82 y 151 a. 157.
Semina rio tl :: llistoria P1·imitiva. d el Homhre ltMadrid) : 15G.
SEMPRONIO, Obispo de Arcávica: 249.
Sena interior (Francia): 88.
SENENT IB~EZ (J . J .): 191.
Sepulcr os megalíticos: 88, 102, 103, 1'70 ~·
Sepulh u·as: 88, 94, 103, 104, 1!1:3, ll4, 123,
182, 184n. 185. 189. 190, 206, 208. 212,
y 178; - de cúpula: 102- y 103; -
177.
127, 132, IS9 a 171, 117·3, 176 a 178n, WO,
:n3 y 248 : - de corr-edor : 102, 104, 168
::l.e galerla: Hl2 a 104 y 176.
SERGI (0.) : 116 y 162.
s~ri?íá (Gerona) : 177n.
-
314-
[page-n-341]
SERPA PINTO: 89.
Serra do Mo11 te Ju11ta (Por tugnll: 171n.
SF'RRANO ! PASCUAL>: 196 a 203 y 206n.
Serras, Le (Liclde, Lanuejols. Fran ela>: 130n.
Serre. t.Umulo
(Snln~ BaUZile, Franela>: J82n.
SffiTORJO: 241 y 243.
SE.RVET <
M.l: 244.
Servicio de l nvcstlrawlón Prcl\ist órica. cle la Excm a. Dipu tación Pc·.1vlnclal
Scrvlc;os Gc:>log:cos ele P m·tugnl IL:sboa•: 1'73.
SHIPTON: 173n.
S/c:l/lcc
S iculos: 171.
S l EVEKINO (0. DE G., . 60n.
Silcx, vl>Jtlc . : ti a 14. 23, 25 n 55. 8G, !lO. 96. 98, 99. 101 , 129. 130. 132. !52 y 160.
S ilos: 85, 187 y 207.
SJLVESTRE (M.): 207.
STIIlENO o Sll\'lEON , Ob!spo dt• Jllbanncin : 238.
S-1Wrcas
Sirat: 238.
SIRE'l : 85, 155, 156, 172, 176, 190 y 20ln.
Siria: 16, 173, 262 y 265.
Silgo (Irlnndnl: 181 y 184.
Soborb, hoy Scgorbe: 263.
Sobr edn. onta
Soeicdacl Castellonense ele Cultura.
So/a11a, La (Segovlal: 116.
So:Oiférrco: 207.
Solutrense : 18, 19, 24 n. 26, 29, 33 a. 41 , 68 a 70 y 72.
Somaélt
SorbOIIa : 29n.
sor la: 135 a 150.
Sotch de /cr Libert é (Rogés. Lanu~jols, F ranc:~>: 130n.
soúkro11, hoy rlo J úcar: 241.
Souquette, Lcr (Franela>: 33.
Si:'ROCKHOFF: 169n.
Stcrr cnr (S!amer, Yorkshlre. I nglaterral: GL a 63 y 65,
STECCHt: 35n.
Stellmoor (Alwcr.sburg, Alemania): 57 a 59 y 63.
STIMMING (R.): 68n.
STONE: 172 y 179,
Sub : -
at.Jánblca, rase cllmitlca: 63; -
boreal: 63; -
n egro!de: 118.
Suburblum, hoy Segorbe: 253.
Sltecia: 168.
SUNDWALL: 185.
suo:lles (Rouet, Hérault, Ft·anclal: 124, 127 a 129, 132 y 133.
Superior d'!' la Miel, cueva: Ver cMiel. cueva».
S usa (Persla>: 265.
svaerdborg (Dinamarca): 63.
S tiTOS: 175.
Szor.c, cultura.: 180n.
-31 5 -
[page-n-342]
Tagonlo, río antiguo: 252.
Tagos, hoy rlo Tajo: 240.
Tajo, rlo : 82. 83. 91. 94, 147. 240 y 241.
Tllj ltiía , río: 252.
Ta!avera
Ta ll eres ele s il ex : 9.
Tá11gcr: 18.
Taraca. palabra Ibérica: 229.
TARAPA : 243.
Tardcnols icnse. cul~ura: 85 a 87 y 90.
Tllre11to
'1'~.RTARTN: 125.
7'«rte (Fl\1 nclal: 34.
Tartés lc,o: 226 y 227.
7'l17TagOIICL : 19, 189, 238. 250 y 251.
Tllrrasa (Barcelona>: 189.
TAVIRA Y ALMAZAN , P rior de Uclés <0. AN TONIO): 248.
Tay
'l'ayaclen sc: JO. 13 y 15 a 17.
T errason
TEIXE.ffi.A
T ej as, tégula:.: 207.
~·ejicl os: 155 a. 1'57.
T ei:u·cs: 15G. 20:i, 207 y 208.
Tellwl , anta
Templos: 2 13.
'l'cJTacotas: 212 y 215 a 217.
Teruel: 191, 192. 238 y 2-t5.
Tesalia
Tesela s : 207.
Tesoro 1le Alrcus !•Micenas!: 173 y 175.
T w iec CPrar:clal: 117.
THIERSCH ( H.l: 22011.
Tltolos: 102, 103, 170, 1 a 1?5, 177, 17R y lllOn.
73
T inajas: 144.
Tisuco (Sepúlvrda. Segovial: 116.
Tivisslt (Tttrrngona>: 226.
Tobarm (A ibacctel: 256.
T oledo: 233, 236 n 238. 246 y 249.
Tormo. hoy Tormon (Tcrucl> : 238.
TORNERO tJ.l: 202. 203 y 207.
Toro. El (Castellón>: 239.
Toro, sierra (Teruel): 191.
Toros: Ver "Bóvidos".
Torrecica, La (Montealegre. AlbaceU!): 207 y 208.
Torrelaguua ( Madrid ): 116.
Torrelavega (Santander): 68.
Torreml!ll?.lmas (Alicante): 118.
Torrente (Valencia): 159 a 166.
TORRES MOYA CT.): 240.
T orrubia
-
316-
[page-n-343]
Tossa/ Redó (Calaceil(', T ·'l'tlel>: 188 y 189.
'l'ószeg, cultura: 180n.
1'0tCI1m (Murcia): 156.
1'olcmlsmo : 81.
Torca, 11oy Tuéjar ( valcr:ciul: 2:18.
TRAGGIA: 244.
Tra¡1eclos de sílex: 83, 87, 88, 99 y 100.
Trava~os (Portugal>: 96.
Tres Cabezos (Almerla): 157.
T re panaciones: 11"1 a Ll4.
Trcveze/ (Francia>: 130.
Trévlers
Triá ngu los de silex: 25, 36, 83 y 100.
Trigo: 151.
'l'roaclc (Asia Menon : 173.
1'roy(t (As'a Menor> : 172.
'l'ucssa, l1oy Tuéjar (Valencia>: 238.
TUIXANS (J.): 187.
TULGA, rey: 233.
T umbas: 127, 131, 133, 155, 171 a 177, 1791:, 180 a. 182, 184, 21~. 213 y 248.
Trmrlac, túmulo (Francia): 123.
T úmu los : 123 a. 334, 150, 179n. 180, Hl2:1, 189, 208, 209 y 213; - no megalitiqos:
B!3 a 1·34: - ova.le.s: 123, 127 y 133:- rectangulares: 123, 125 y 126; redondos o circulares: 123, 125, 126, 129 y 131 a 133; - cultura: 147, 148
y 160.
Trínez. 35.
Trr1ión (Astur ias>: 17.
'.fm·bole tas: 191 y 192.
T11rla, río: 192.
7'¡¡rfs (Valencia.>: 191.
Tur6briga: 192.
Turocll : 192.
T urolenses: 191.
Tu•·oll : 191.
Turones: 191 y 192.
Turre (Almeria): 190.
• yriens: 190.
r
Uclés (Cuenca): 236, 245 a 248 y 252.
Uklis. hoy Uclés: Ver «UcléS>>.
Ultra tum ba, vida: 214.
ncham berecl- long-barrows: 123 y 125.
Ungüent arios: 206n.
Unh·crsirlac tle O¡Jo•·to : 83n y 104n.
l
ORBP.NO II: 236.
Ur nas: 138. 144 ~ 146, 170, 182, 185. 187 a 193. 199. 200, 203, 204 y 206:
cilleraJ·ias: 170, 178, 182, 199, 200, 202 & 204, 206 y 208; -cultura: Ver "Campos de urna.~. cultura.".
Ursus Spclaeus: 68 y 73.
Utlel (Valencia): 191
Vacceos: 241.
vacltons (Francia): 34.
-317-
[page-n-344]
Valdcgcmga: 192.
vate das Laves (Portugal): 88.
Vo/eucia: 7 a 19. 64. 65, 87, 93. 105, 140, 159 a !66, 171, 187 a 193, 214, 223,
238, 239 y 245.
Valentla: 233.
Va/era: - de Abajo (Cuenca): 244 y 245: - de Arriba
Valer:a. diócesis. ciudad. etc.: 233, 237, 240 y 243 a 245.
VALERIA. e~posa de L. C. Porcia~.o: 250 y 251.
VAIJERIO (G.): 250 y 251.
VALLOIS CH. V.): 28n y 12:!.
Vnlltorta. barranco (Castellón): 79 y 87.
Vnphfo (Creta): 173.
Vaquero. cueva (Sevilla): 175n.
Vn r ílllll> llc hueso y asta: 26 '31 29 y 50.
Vctsconia: 244.
Vas os: -
campaniformes: Ver "cer·ámica cnmpa11Honne":
87, 92 a 96. lOJ, 104, 133, 136 a 138, 140, 142, 144 a 146,
173. .1'75 a 178. !SOn, Hll•, 182, 184, 185. 187 a. 193, 196,
2!6. 253, 255 a 257, 259, 264 y 281: - de Incineración:
173: - de piedra: 173.
VASSEO: 243.
VIA UFREY: 60n.
VAULTIER CM.): 93n y 94n.
VAZQUEZ DE PJI..RGA (L.): 234.
Vi"ZQUEZ SIRUELA: 242.
Veda t. El (Torrente. Valencia): 159 a 166.
VOOA DEL SELLA (CONDE •
DE LA): 17.
Vegetación, vegetales: 63, 81, 82, 86 y 8'7.
Vélez Blanco (Almeria): 157.
- cen'ull'!co.~: 83 a
148, 153n. 170. 172,
199, 200, 202 -a. 208,
1'70: - metáficos:
Vénetos: 264.
Ve11ta d~ la P. rm (e r.tre Vizcaya y Santander): 72.
Venus: -del Pendo: 70.
Vera ( Al merla.): 190.
Verd¡¡ (Lérlda): 188.
VERNEAU (R .): 122.
Vcssac CSt. And ré de Vezínes, Aveyron, Frnnci
Vctoncs: 241.
Vézere (Francia): 25.
VIANA (A.): 221.
Vías romanas: 19'7.
VICO!. famllla antigua de Begis: 253.
VrOENTE, rey moro d e Valencia: 238
Viclctis (Marvao, Portugal): 15'7.
Vilirio, o bjetos: 205, 207 y 208.
v:cu11c (Francia): 124 y 125.
Vi ~ ra, cuevo (Antequera. Málaga): 174.
VI/a Nova de sauJ Pedro (Portugal): 98, 151 a 157 y 1'71.
VILASI:OA ANGUERA iS.): 19 y 94n.
Vlllacarrillo (Jaén): 20Jn v 214.
Vl/lallaieva: 238.
Vlllauwlea (Albacete): 238.
-318-
[page-n-345]
Villauwlucl, ho.v VUlnmalur (Cnstl'llónl: 236.
Villanova, cultura: 185 y 2117.
VlLLANOVANO o DE \'ILLANOVP. !MIGUEL): 244.
Vll&LANUEV A (P. JAIME) : 237, 238n y 239n.
Vi/lar del Campo (Soria): 139 y 146.
Villaricos ( Al mer la): 190, 201n y 214.
V!LDEFOSSE i!VIIOHON: 20211.
Villlmetwe les Mag11elonne (HeraulL, F'l\:lncia): 133.
Vlmeira, cueva (Extremadura. Porlul!'al l · 173.
Vinco: 173.
Vl.NES MASIP
VIRE (A.): 31n.
VlRIP.TO: 240.
Virodwuan, h oy Vcrdú: 188.
Viseu (Travn(fOS, Porl.ugaD: 96.
Visigodo : 234.
Viv:r (Castellón): 193n.
VIVES
Vizcaya: 72.
Vo lutas: 202.
VOUGA ( P. ): 94n.
Vouzela (Portugal): 102.
Vttlci (It«.linl: 182r:.
WACE: 174 y 175n.
WAECHTER (J .): 21 a 24.
WAMBA, rey: 233, 234, 236, 238 y 239.
WERNER: 69 y 169n.
WERNERT: 32.
Wcssex (Inglnterrn), cultm·a : 1'69, 170, 178, 179 y 182.
WILMOTT: 184.
Wlltshire (Inglaterra): 172.
WINOKELMAN : 261.
Wi11dmill Hi/1 (I ngklterral: 177,
WOLFEL: 113 y 175.
WOLTERS (P.): 222n.
Wurm, glaciar: 24.
X érica, hoy Jérlca (Castellón): 239.
XIMENEZ DE SEGURA (PEDRO), Obispo de Scgóbrlga: 23íl.
XIMEN0, Obispo de AlbaJTacln: 238.
X oda: 238.
Y ecla: 195. 197n. 204 y 207.
Yorkshire : Gl, 62 y 65.
Yuncar, río: 249.
Zi.AEN, rey de Valencia: 238.
Zalctca (B ada.loz> : 236.
ZANCANI MONTUOR.O ( P .): 214n.
Zapata (Ahne¡·ial: 156 y 157.
ZAPA TER (P. A.): 2i4.
ZARAGOZA (P. LAMBERTO DE) : 244.
-319-
'
[page-n-346]
ZBYISZI!: WSI
ZEIT, Sefior de Segorb~ : 238.
ZEUNER < E. ): 23.
F.
Zodíaco: 220.
ZUAZO PALACIOS ( J .): 203 a 207.
ZURITA (J .): 243.
Z yllnñerhals urnen: Ver " Campos de Ur!la.s ·•.
r
-
320-
[page-n-347]
IN[)IC.E GENERRL
Página
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relat.ion to thc preh!story of southern Spaln ... ... ... ...
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del Castillo (Puente-VIesgo, Santander) ... ... ... ... ...
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RIQUET, Raymond: Analyse anthropolog!que des crll.nes énéollthiques de la grotte sepulcrale de "La Pastora" (Al coy).
ARNAL, J ean , y BERTRAND, René: Presentatlon de Nouveaux
Tummull non megallthlque.s . .. . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . ..
CASTILLO YURRITA, Alberto del: Las tres capas de la Cueva de
la Mora (Somaén, S orla) ... ... ... ... . .. ... .. . ... . .. . .. .. .
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FUSTE, Miguel, y FLETCHER. Domingo: La covacha sepulcral del
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CHILDE, Vlncent Gordon: The Mlddle Bronze Age ... ... ... ... ...
BOSCH GIMPERA. Pedro: Las urnas del Boverot (Almazora, Castellón) y las Infiltraciones célticas en tierras valencianas.
FERNANDFZ DE AVJLES, Augusto : Excavaciones en el Llano de
la Consolación (1891-1946) ............... . ...... ... ...
BENOIT. Fernanct: Chevaux du 'Levant Iberlque. Celtlsme ou méd!terranélsme? ... . .. ... ... . .. .. . ... ... ... ... ... . .. . .. . ..
GARCIA Y BELLIDO, Antonio: El culto a Aphrodite de Aphrodislas en la Penlnsula Ibérica .. . . . . . . . . . .
GOMEZ MORENO, Manuel: El plomo de Liria ............. .. ...
BELTRAN VILLAGRASA, P!o: S egóbrlga ... ... ... ... ... .. . ... .. .
SANCHEZ JIMENEZ, Joaqu!n: Un molde para la fabricación de
lucernas .. . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . ...
PALLO'ITJNO, Masslmo: Per una nuova prospettiva della storia
dell'arte antlca: n problema del rapportl tra le esperienze preclasslche. per!ferlche e postclass!che nel mondo
c!rcummediterraneo . . . . . . . . . . .. . . . . . .
JAVREGUI, J. J .: Jábegas y Cárabos ...
Indice alfabético . . . . .. ... . . . .. . . .. . . . . . .
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7
21
25
57
67
75
81
105.
123
135
151
159
167
187
195
211
219
223
231
255
259
275
283
[page-n-348]
[page-n-349]
LAS OPINIONES VERTIDAS EN LOS TRABAJOS INSERTOS EN ESTE VOLUMEN DEBEN
ESTIMARSE COMO JUICIOS PERSONALES
DE LOS RESPECTIVOS AUTORES.
[page-n-350]
Este Servicio de Investigación Prehistórico rem ite
sus publicocione.s poro establecer y mantener intercambio con los centros científicos y señores investigadores en esto especialidad. Por ello espero
ser correspondido con el envío de los publicaciones
del receptor, entendiendo, coso contrario, que no
se deseo sostener intercambio y suspenderá ulteriores e nvíos.
Todo lo correspondencia dirífose a l Di rector del
Servicio de 1nvestigoción Prehistórico de lo Excmo.
Diputación Provincial de Valencia.
[page-n-351]
PUBLICACION ES D EL S. l. P.
SERIE DE ANU AR IOS
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, l.- Anuario del SIP, 1928.-Volencio
1929.
Contenido:
Bollester Tormo (1.): A guiso de Proemio. El Servicio de Investigación Prehistórico
y su Museo.
Viñes (Gonzalo J .): Lo "Cóvo Negro" (Jótivoj.
Breuil (H.): Stotion moustérienne et peintures préhistoriques du "Canalizo el Ro yo", Mino teda (Aibocete).
Breuil (H.): Vest 1ges de peintures préhistoriques o "Lo Cueva del Pernil", Jótivo
(Volence).
Perico! (L.): El depósito de brazaletes de pectúnculo de "Penyo Rojo" (Cuotretondeto).
Bollester Tormo ( 1.): Lo covacha sepulcral de "Comí Real", Albaida.
Ponsell (F.): Lo "Covo de lo Sorso" (Bocoi rente).
Jornet (M.): Prehistoria de Bélgldo. l. Ha ll azgos eneoll ticos.
Pericot (L.) y Ponsell (F.): El Poblado de "Mas de Menen te" (Alcoy).
Gómez (Nlcolós Primitivo): Un "Hiotus" prehistórico en los estaciones arqueológicos de altura, levantinos.
Pericot (L.): El poblado ibérico del "Chorpolor".
Bosch Gimpero (P.): Relac1ones entre el arte ibérico y el griego.
Bollester Tormo (l.) y Pericot (L.): Lo Bastida de "Les Alcuses" (Mogente).
Noti ciario.
Notos Bibliográficos.
ARCHIVO DE PREHISTORI A LEVANTINA, 11 .-Anuorio del SIP, 1945.-Valencio, 1946.
Contenido:
Bollester Tormo (1.): Unos palabras de prólogo.
lardó Cerdó (F.): Lo "Cóvo Negro" de Bellús y sus industrias líticos.
Parear Ripollés (J.): Interpretaciones sobre el arte rupestre.
Pericot Gorcio (L.): Lo cueva d e "Lo Cocino" (Dos Aguas).
Fernóndez de Avilés (A.): Lo cueva fun erario, eneolrtico, de lo " Lomo de los Peregrinos", en Alguazas (Murcio).
Viloseco (S.): Vestigios de un poblado y necrópolis prehistóricos en Riudecols (Torrogono).
Vidol y López (M.): Materiales saharianos en Valencia.
Chocomeli (J.): Lo primero exploración polafírico en España.
Ballester Tormo (1.): !dolos aculados valencianos.
Lebzelter (V.): Sobre algunos cráneos eneollticos del Este de España.
Alcácer Grou (J.): Dos estaciones orgáricos de lo región levantino.
Fletcher Volls (D.): Lo construcción megalítico de Monforte del Cid.
Plo Bollester (E.): "Cóvo de les Moravelles" (Gondía).
Bollester Tormo (1.): Notos sobre los cerámicos de Son Miguel de lirio.-Estocos
férreos.-Voso solar.
Breuil (H.) y Lontier (R.): Villoges Prérromoins de lo Peninsule lbériq ue.
Bollester Tormo ( 1.): Los monos de mortero ibéricos.
Jornet Peroles (M.): Prehistoria de Bélgido.
Gómez Serrano (N. P.): Excavaciones poro lo ampliación del a nt iguo Palacio de
lo Generalidad.
[page-n-352]
Beltrán (A.): Acerco de los nombres de Cortogeno en lo Edad Antiguo.
Noticiario.
Bibliografía.
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, 111.-Anuorio del SIP, 1952.- Volentio, 1952 (Homenaje o don Isidro Bollester Tormo, vol. 1).
Contenido:
Polobros previos del Excmo. Sr. Presidente de lo Diputación.
Biografío de don Isidro Bollester Tormo, por don Luis Pericot.
Beltrán Mortíne::t (A.): Acerco de los limites cronológicos de lo Arqueología.
Vlloseco (S.): Mustero-levolloisiense en Reus.
Molvesln-Fobre (G.) y Robert (R.): Deux objets énigmotiques en bois de renne dons
le Mogdo lénienne de "lo Voche" (Ariége).
Gurreo Crespo (V.) y Penolbo Fous (J .): Exploraciones en lo comarco de Gondío.
Rull Vll lor (B.): Orígenes prehistóricos del proceso penal.
Ponsell Coftés (F.): Rutas de expansión cultural almeriense por el norte de lo provinc ia de Alicante.
Bernobó Breo (L.): Civilto preistoríche del le iso le Eolie.
Gil Forrés (0.): Extracción de pinturas murales celtas.
Cobré de Morón (M. E.): El simbolismo solar en lo ornamentación de espadas de
lo 11 Edad del Hierro Céltico de lo Península Ibérico.
Cuadrado (E.): Uno interesante tumbo ibérico de lo necrópolos del Cigorrolejo.
Romos Folqués (A.): Uno vajilla de ceromico ibérico en "Lo Alcudia".
Pascual (V.): El poblado ibérico de "El Puig" (Aicoy).
Vidol y López (M): Tipología de los lusoiolos del poblado ibérico de "Son Miguel", de Lirio.
Visedo (C.): Hallazgos arqueológicos en lo comarco de Alcoy.
Lofuente Vidol 1J.): Influencio de los cultos religiosos cartagineses en los motivos
artísticos de los iberos del S. E. español.
Figueros Pocheco (F.): Esquema de lo necrópolis cartaginesa de Alicante.
Moluquer de Motes (J.): Sobre lo cueva de "No Figuero'' en Porello, Menorca.
Lontier (R.): Lo "Péche" sous-morine oux ontiquités.
Boirroo-Oieiro (J. ) : Quotro pec;os do colecc;oo de lucernas do Museu Mochado de
Costra, procedentes de "Coninbrigo".
Moteu y Llopis (F.): Hollozgos arqueológicos en lo plozo de lo Almoyno de lo
ciudad de Valencia.
Torrodell (M.): El túmulo de Me::toro (Marruecos).
Alcino Fronch (J.): Distribución geográfico de los pintaderas en América.
Tovor (A.): Observaciones sobre escrituras tartesios.
Alvorez Delgado (J.): Lo falso ecuación "Mossieni-Bostetoni" y los nombres en
"-toni".
ARCH IVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, IV.-Anuorio del SIP, 1953.-Volencio, 1953.-(Homenoje o don Isidro Bollester Tormo, vol. 11 ).
Contenido:
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Woech ter (J.): The excovotion of Gorhom's cove ond its relotion to the preh istory
of southern Spoin.
Cheynier (A.): Strotigrophie de l'obri Lochoud et les cu ltures des bords obo ttus.
Clork (J. G. D.): The groove ond splinter technique o f working reindeer ond red
deer ant ier in Upper Po loeolithíc ond Eorly Mesoli thic Europe.
Corbollo (J.): Los cavernas con pinturas rupestres del monte del Castillo (Puente
Viesgo, Santander).
Parear Ripollés (J. B.): Los pinturas rupestres del borroneo de "Les Dogues".
Russell Cortez (F.): Aspectos do neolítico de Portugal.
Riquet (R.): Anolyse onthropologique des crónes eneolithiques de lo grotte sépulcrole de "Lo Postora" (Aicoy).
Arnol (J.) y Bertrond (R.): Présentotion de nouveoux tumuli non mégolithiques.
Costilla (A. del): Los tres copos de lo cueva de Somoén (Sorio).
Do Poc;o (A.) y Costo Arthur (M. L.): Costra de Vilo Novo de Son Pedro, IV, Sementes pre-históricos de Linho.
[page-n-353]
Fusté (M.) y Fletcher (D.): Lo covacha sepulcral del Vedot de Torrente.
Childe (V. G.): The Middle Bronzc Agc.
Bosch Gimpero (P.): Los urnas del Boverot (Almazara, Costcllón) y los infiltraciones célticos en tierras volenc1onos.
Fernández de Avi lés (A.): Excovoc1
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Benoit (F.): Chevoux du Levont lbérlque. Celtisme ou Méditerronéisme?
Gorcio y Bellido (A.): El culto o Aphrodite de Aphrodisiás en lo Penfnsulo Ibérico.
Gómez Moreno (M.): El plomo de Lino.
Beltrán Vlllogroso (P.): Segóbrigo.
Sónchez Jiménez (J.): Un molde poro lo fabricación de lucernas.
Pollottino (M.): Per uno nuovo prospellivo dello storio dell'orte ont ico: 11 problema
del ropporti tro le esperienze precloss1che, perifenche e postclossiche nel mondo circummediterroneo.
J6uregu1 (J. J.): Jóbegos y córobos.
SERIE DE MEMORIAS ANUAL ES DE LA DI RECCION
El SIP y
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
su Museo
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
de
su
su
su
su
su
su
su
Preh1storlo en 1928.-Volencio 1929.
Museo en el posado a ño 1929.-Volencio 1930.
Museo en el posado año 1930.-Volenclo 1931.
Museo en el posado año 1931 .-Volencio 1932.
Museo en el posado año 1932.-Volenclo 1933.
Museo en el posado año 1933.-Volencio 1934.
Museo en los años 1935 o 1939.-Vo1encio 1942.
Museo en los años 1940 o 1948.-Volenclo 1949.
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
1.- "EI Costellet del Parquet", por l. Bollester Tormo.
2 .- "Breus notes sobre el poblot ibéric de Sont Miquel de Llírio", por D. Fletcher Volls.
3.- "Estudis d'ort originar!. Els insectes en l'ort cuoternori", por M. Vidol y
L6pez.
4 .-"Un enterroment prehls torlc al Borronc del Cinc (Aicoy)", por C. Visedo
Moltó.
5.- "Collecció de trebolls del P. J. Furgús sobre prehis toria valenciano".
6.- Estudios sobre los cuevas poleollticos valencianos.
Contenido:
CoYo- Ne gro de Bcll ús:
Viñes (G.): "Notos sobre los excavaciones".
Jordó Cerd6 (F.): "Nuevos aspectos poletnológ icos de Cavo- Negro''.
Royo Gómez (J.): "Relación detallado del material fósil y resumen sistemático de los animales closif1codos".
CoY de l Po rpall ó:
o
Pericot (L.): "Estado actual de los estudios sobre lo "Cóvo del Porpolló".
Alcobé (S.): " El cráneo del Porpolló".
Sos Boinot (B.): "Avance o uno clasificación de su fauno y relación de lo
mismo" .
Vidol López (M.): "Lo fauno malacológico de lo Cueva del Porpolló".
7 .- " Apuntes sobre los estaciones prehistóricos de lo Sierro de Orihuelo", por
Santiago Moreno. Con notos de N. P. Gómez Serrano.
8.-"Sobre un interesante vaso escrito de Son M1guel de Lirio", por P. Beltrán
Villogroso.
9.- "EI enterramiento en cueva de Rocofort", por l. Bollester Tormo, con el
estudio de un cráneo por el Dr. S. Alcobé.
10.-Comunicociones del SIP al Primer Congreso Arqueológico de Levante"
Contenido:
Uno noto preliminar, por l. B. T.
Jordó Cerdó (F.): "El Mustericnse de lo Cóvo de lo Pechina".
[page-n-354]
[page-n-355]
Editorial F. Oomcneoh , S. A.• Mar, 29 · Valencia
[page-n-356]
RCHIVO
0€
RE'HISTO~IA L EVANTINA
HoMENAJE A
O.l~mRo BALLEsrra
ToMo
11
) \XVARlO DEL SEil.VICIO DE I.NVESDGACION PRBHI81'0JU.C'A.
.0.1 lA C XC:MA.. D IPVTACIOM P ROVDICL\L DEVALmlCJA.
INsTITVCION
/\LFONSO
€'L M.\GNANJMO
INSTITVTO RoDRI4'0 CARO o~L C. S. OE l. C.
VALENCIA ){C.MLJli
[page-n-2]
[page-n-3]
•
[page-n-4]
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
IV -1953
[page-n-5]
IN S TITUTO
DE
ARQUEOL O GIA
"RODRIGO
CONSEJO
SUPER I OR
DE
OARO"
IN VESTIGAC I ONES
CIENTIFI C AS
INSTITU CION << ALFONSO EL MAGN ANIMO>>
EXCELENT I SIMA
DIPUTACIÓN
VAL E N C IA
PROVINCIAL
[page-n-6]
f\RCHIVO .
DE
p REH IS TORiri
LEVl1 NTI Nri
HOMENAJE A D. ISIDRO BALLESTER TORMO
TOMO
II
riNUriRIO DEL SERVICIO DE INVESTIGriCION
PREHISTORICri DE Lri EXCELENTIS1Ml1
DIPUTliCION PROVINC lf\L DE VliLENCili
VOL. IV
1953
Vf\LENCili, MCMLIII
[page-n-7]
ISSN 1989-508
Editorl•l F. Domenech, S. A• • M•r, 29 • V• lenci•
[page-n-8]
FRANCISCO
J ORDA
CERDA
(O•Icdol
Nuevo~ hallazgo~ en Cóva-N~gra (Játiva)
Los publ icaciones sobre el Paleolítico inferior son escasos en
nuestro país en estos últimos tiempos; por ello se hoce difícil y
complejo el estudio de los materiales que aparecen en las raros
excavaciones que se han llevado o cabo. Con esto dificultad hemos
tropezado al intentar el estudio de los importantes hallazgos proceden tes de los últimas compañas que hemos efectuado en (ovoNegro de Jótivo. De ohf que antes de lanzar o lo luz un trabajo
definitivo sobre los mismos, hayamos preferido dar o conocer un
avance de lo situación general de lo cueva, al mismo tiempo que
exponemos uno estratigrafía sintético de lo mismo con los variaciones que los novedades encont rados nos autorizan. Variaciones
que yo preconizamos hoce algunos años cuando iniciamos el estudio de los materiales que, procedentes de los primeras excavaciones de Cavo-Negro, se guardan en el Museo del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación provincial de Valencia; En aquello ocasión dimos o conocer algunos de los series líticos
( l) que nos fué posible identificar apoyándonos en los escasos notos
que pudieron recogerse de su malogrado excavador, Rvdo. Don
Gonzalo Viñes Mosip (2). Hoy, tras dos compañas de excavaciones
( 1) F. JORDA CERDA: "Lo Cavo-Negro de Bellús (Jótivo) y sus industrias
líticos", en Archivo de Prehistoria Levantino, 11, Valencia, 1946, págs. 11-29.
(2) Véase noto necrológico que encabezo lo publicación " Estudios sobre los
Cuevas Paleolíticos volencionos", núm. 6 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P.,
segundo edición, Valencia, 1947. En lo mismo publicación, GONZALO J. VINES:
"Covo Negro de Bellús, 1, Notos sobre los excavaciones practicados" págs. 1 l-1 8.
GONZALO J. VI ÑES: "Lo Covo- Negro (Jótivo)", en Archivo de Prehistoria Levantino, 1, Valencia, 1929, págs. 11-14.
GONZALO J. VI ÑES: "Excovocíone.s en Covo Negro (Jótivo)", Comunicación
presentado al IV Congreso Internacional de Arqueología, Barcelona, 1929.
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2
FRANCISCO JORDA CERDA
llevados o cabo por el S. l. P., podemos ofrecer uno visión del yacimiento algo completo, aunque no definitivo, puesto que todavía
queda por excavar lo mayor porte de lo cueva y sucesivos compañas pueden proporcionarnos nuevos materiales que nos obliguen o
un análisis más exacto de su contenido estratigráfico y aún rectificar los conclusiones o que hemos llegado. Además, esperamos que
nuevas estaciones musteriensP.s sean descubiertos, con lo que el
estudio comparativo de los materiales nos permitirá uno mayor
base de discusión y lo posibilidad de plantear mejor la extensión e
importancia de los culturas musterienses en el área peninsu lar.
Hoy por hoy, creemos que Cava-Negro es fundamental poro el
estudio del musteriense en Levante y quizás podríamos hacer extensivo esta afirmación a gran porte de lo Península, pues pocos
estaciones nos han dado hasta lo fecho uno sucesión ton grande
de niveles musterienses, cuyos característicos se exponen más adelante.
Los trabajos de campo nos permitieron observar uno serie de
hechos que en porte vinieron o confirmar lo que sabíamos por los
trabajos de Viñes y que, en porte, ampliaron e l panorama cultural
del yacimiento. Duran te lo compaña que llevamos a cabo o fines del
verano del año 1950 (3), pudimos observar claramente lo existencia de dos grandes montos arqueológicos separados por uno amplio
capo estéril, de cuyo existencia ya sabíamos por su primer excavador. No nos fué ton fácil, sin embargo, encontrar los restos del primitivo nivel superficial, del cual también nos habla aquél en sus
notos, y que, al parecer, sobresalía un metro aproximadamente del
nivel actual de lo cueva, encontrándose preferentemente hacia lo
porte exterior y en lo cuesto de acceso a lo mismo. Pero por falto
de tiempo no pudimos dedicarnos a lo localización de sus posibles
restos, yo que tuvimos que emplear gran porte del mismo en efectuar uno limpieza del área primitivo excavado, puesto que por lo
débi l consistencia del terreno, los taludes habían desaparecido y
nos interesó más dejar libre lo porte intacto de posibles materia les
caídos en los desprendimientos, y que pudieron inducirnos o error
al estudiarlos. En eso mismo compaña nos fué posible observar que
en cado estrato fértil se ofrecían distintos niveles arqueológicos
perfectamente definidos, aunque no se pudiera precisar lo exis-
(3) D. FLETCHER VALLS: "Lo ac tividad arqueológico del Servicio de Investigación Prehistórico de Valencia, en Zephyrus, 11, Salamanca, 1951 , págs. 48-50.
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
3
tencio de copos estériles entre los mismos, ofreciéndosenos los hallazgos en pequeños bolsadas, restos quizás de pequeños talleres y
a lguno vez de hogares.
En lo segundo compaña, llevado o cabo en colaboración con
don Enrique Plo, actual Subdirector del S. l. P., o fines de Septiembre de 1951 (4), pudimos observar mejor el nivel superior del que hablábamos antes. En lo porte exterior, y o lo derecho de lo entrado
de lo cueva, junto al reborde de lo pared, pudimos observar restos
intactos del mismo, cuyo metódico excavación dejamos poro uno
próximo compaña, yo que al formar el terreno uno especie de bre cho nos ero difícil su excavación con los medios o nuestro alcance.
En el interior pudimos observar también su existencia, aunque con
grandes lagunas, yo que gran porte del mismo se encuentro destruido, hallándose sus restos vertidos sobre el talud natural que
formo lo superficie de lo cueva, cuyos estratos se encuentran dispuestos con uno fuerte incl inoción, buceando hacia lo porte inferior y más profundo de lo mismo, situado hacia lo izquierdo de lo
entrado. Según hemos podido comprobar, gran porte del estrato superior fué barrido por los gitanos y demás ocupantes temporales
de lo cueva, y sus restos fueron o parar o lo pendiente del mencionado talud. No obstante, en a lgunos portes, pudimos recoger materiales encontrados en pequeñas bolsadas que, junto con elementos
encontrados en los tierras del talud, pueden darnos una idea bastante amplio de lo que debió ser aquel nivel.
Pero el hecho más importante de esto campaña fué el desc•Jbrimiento, en lo base del primer gran estrato fértil y dentro ya de
su tercer nivel, como luego veremos, de dos magníficas bifaces de
tipo tardío, a uno profundidad de 1'1 O m. a 1'30 m., los cuales son
los primeras encontrados con estratigrafía seguro en el Levante español, y nos permiten identificar este n ivel como perteneciente o
un Musteriense de tradición Achelense. Hecho esencial paro lo va-
(4) D. FLETCHER VALLS: "Actividades arqueológicos del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de Valencia en el año
1951", Volencio, 1952, pág. 5.
b. FLETCHER VALLS: " Los excavaciones del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de Va lencia durante el año 1951 ", en
Archivo Español de Arqueología, vol. XXV, primer trimestre, Madrid, 1952, páginas 174 y 175.
D. FLETCHER VALLS: " Lo labor del Servicio de Investigación Prehistórico y su
Museo en el posado año 1951", lirado aporte de lo Memoria de lo Se~ retaría de
lo Diputación correspondiente o dicho año, Va lencia, 1952, págs. 39-4 l.
-9-
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4
FRANCISCO JORDA CERDA
!oración cultural de la cueva que, hasta el presente, había ofrecido
ínfimos elementos bifaciales que no permitían afianzar con seguridad una opinión concreta sobre su estratigrafía.
La serie de hallazgos afortunados no se limitó a este solo nivel,
ya que, pasada la gran capa estéril y dentro del nivel medio del
segundo gran estrato arqueológico, encon tramos una pieza, única
hasta el momento dentro del Paleolítico inferior levantino. Se trata
de una gran hacha triang~:~lar, de retoque to:;co, con dos bordes retocados en caras alternas y sin características bifaciales. El tamaño de la mi sma, el tipo de retoque y, en general, su aspecto, hace
que nos inclinemos a considerarla como producto Tayaciense, con
lo que el panorama cultural de la cueva aumenta en valor, puesto
que nos da para la estratigrafía general del Musteriense levantino
una amplitud que hace años nos hubiera parecido insospechada.
Otro ha llazgo de gran interés por lo que a técnicas industriales
respecta es el punzón de hueso, sobre metatarsiano de équido, que
encontramos durante la campaña de 1950. Es análogo a otros encontrados anteriormente por el P. Viñes y que publicamos nosotros
(5) . El actual, con estratigrafía segura, puesto que se encontró en
la base de la parte media del primer gran nivel, nos es un elemento
de primer orden para fijar los comienzos de la utilización del hueso
como materia prima. A nuestro entender este punzón debe ser
considerado como un retocador, es decir, como una herramienta de
trabajo musteriense destinada a la producción de instrumentos.
Estas son, a grandes rasgos, las notas más salientes que nos
han proporcionado los traba jos excavatorios en Cava Negra, de
cuya estratigrafía damos a continuación un esquema provisional
su jeto, por lo tanto, a revisión, como avance al estudio general que
sobre la estación estamos llevando a cabo. Tal como se desprende
de los materiales que hemos estudiado hasta la fecha, es como
sigue:
N IVEL A. - Está formado por tierras calizas muy mezcladas
con tierras negras de acarreo eólico, más recientes, entre las que
se inmiscuyen restos dejados por los ocupan tes modernos de la cueva. En general tienen una coloración rosado-pardusca, más bien cla-
(5 ) F. JORDA CERDA: "Covo Negro de Bellús. 11, Nuevos aspectos poletnológicos de Covo Negro (Jótivo)" , en " Estudios sobre los cuevas Paleolíticos Valencianos" , núm. 6 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P., 2.• edi ción Va lencia
1947, pógs. 19-26.
'
'
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
5
ro, y contienen abundante cascote calizo. En algunos sitios no se
encuentro, por haber sido barrido por los gitanos o gente similar
que hicieron de lo cueva campamento. Gran número de sus piezas
han sido hollados en el talud. El material lítico, que poseemos en
lo actualidad, de este nivel, y que fué encontrado in situ, nos presento un gran complejo industrial en el que predominan, esencia lmente, los piezas pertenecientes al Levolloiso - musteriense final,
muy evolucionado, con los que encont ramos también elemen tos que
se encuadran dentro del Auriñociense t ípico, como raspadores aqui llados y hojas con retoques. Junto o estos piezas hollamos otros
que necesariamente hoy que filiar den tro de un Pre-oteriense o
Ateriense, como ocurre, por ejemplo, con uno magnífico punto
triangular isoscélico con pedúnculo rudimentario producido por retoque.
Como lo pieza no es único, pues yo llamamos anteriormente
lo atención sobre tipos análogos en o tros trabajos publicados, habrá
que traer nuevamente o consideración el problema del Ateriense
en sus relaciones con lo Península. De lo expuesto puede deducirse
lo importancia cultural de este nivel del que, por desgracio, poseemos ton pocos elementos, por lo que su estudio no alcanzo los resultados que hubieron sido de esperar. No obstante, lo que de él
nos resto, es más que suficiente poro afirmar lo enorme vitalidad
del Levolloiso-musteriense que, como vemos, perduro hasta los pri meros tiempos del Paleolítico superior en lo zona levantino, lo que
yo habíamos indicado en otro ocasión (6) .
N IV EL B.-Formado por uno copo de tierras separados discontinuamente del nivel anterior por lentejones de tobas en descomposición; tiene aspecto calizo, aunque aparezco más mezclado
con arcillas y seo de uno coloración rosado-cloro. Lo industrio
que en é l se encuentro, pertenece o un Levolloiso-musteriense bien
definido con abundantes roederos de todos los tipos y tamaños,
buen número de pun tos sobre hoja levollois, algunos de ellos con
excelente retoque y, además, numerosas hojas v lascas con retoques de forma más o menos típica. Se trata de un nivel perfectamente definido y, proporcionalmente, es el que mayor número de
(6) F. JORDA CERDA: "El problema del Cho telperroniense (Aurlñaciense inferior) en España" en Crónica del IV Cong reso Arqueológico del Sudeste Español
(Aicoy 1950), Cortogeno, 195 1, pógs. 6 3-67.
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FRANCISCO JOROA CERDA
instrumentos ha proporcionada. En él se encontró el punzón retocador que ya mencionamos antes.
NIVEL C.-Con idéntica composición de tierras y una coloración análoga al anterior, del que apenas puede distinguirse por
no tener uno copo cloro de separación. No obstante, los piezas
surgen o una profundidad mayor, hecho que establece de por si
una diferencia apreciable, que se pone de relieve por el aspecto
del material encontrado. Se trata de un Musteriense de tradición
Achelense, en el cual los elementos levalloisienses tienen uno representación muy abundante. Lo presencio de las dos bifociales de
que hemos hablado antes y cuya descripción damos a continuación, nos define perfectamente las característicos industriales de
este nivel . Con anterioridad o nuestras excavaciones y al estudiar
los materiales que hallara Viñes, habíamos visto un hacha de tipa
nuclear muy rudimentaria que dimos a conocer, y entre los materiales publicados por éste se encuentro también un instrumento
bifaciol, considerado como hacha, pero que nosotros creemos que
se trata de una raedera. Todo esto nos hizo sospechar una influencio Achelense, que en aquella época no nos atrevimos o precisar
dadas los dificultades con que contábamos paro atribuir dicha
pieza a un nivel determinado, ya que su identificación no era posible por lo incompleto de los notos de Viñes. Con los nuevos hallazgos se han disipado los dudas.
De las dos hachas, la primero (lám. 1) es un ejemplar tallado
sobre núcleo de cuarcita aplanado y presenta lo punta rota en sentido oblicuo a su eje; el retoque se extiende sólo por los bordes y
de ellos el menor es recto y el otro algo sinuosa en su extremo superior; posiblemente fué esta pieza utilizado coma raedera después de lo roturo de la punto. Sus dimensiones son : 123 mm. de
largo por 1O1'5 de ancho y 26 de grueso.
Lo segundo hacho (lám. JI) está tallada sobre núcleo de cuarcita y presenta, como la anterior, la punta roto en sentido oblicuo;
es de formo omigdoloide con el filo mayor algo sinuoso y el menor
recto, con una especie de muesca en su extremo superior; los negativos de lascado se observan perfectamente en ambas caros.
Son sus dimensiones : 115 mm . de largo, 82'5 de ancho y 26 de
grosor máximo.
Estas das piezas deben encuadrarse, a nuestro parecer, paralelamente al Achelense final (VI -VIl), tanto por su tipología como
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATJ VA)
7
por el aspecto genera l de su talla. Se encontraron junto con nume rosas raederas, a lgunos de ellas derivados de tipos ochelenses,
mientras que el resto del conjunto se integro dentro de un Musteriense superior de tipos pequeños, definido principalmente por sus
puntos triangulares.
NIVEL D.-Tras este nivel ton interesante que acabamos de
describir, se encuentra una gran copo de espesor variable, entre
los 80 cm. y 1 m., completamente estéril arqueológicamen te. Lo
coloración de sus tierras es rosado, presentándose veteado por mallos de distintos coloraciones, siendo de composición arcilloso-calizo.
NIVEL E.-De tierras pardo-achocolatados, bastante claras, presento análogo composición que las anteriores. Contenía uno industrio lítico que debe encuadrarse en la etapa final del Musteriense
antiguo, destocándose entre sus materiales numerosos roederas y
algunos puntas triangulares. Todo el material está tallado siguiendo normas clactonienses, siendo escasos los tipos con planos preparados o afocetodos. El número de piezas es notablemente infe rior al obtenido en los niveles precedentes.
NIVEL F.-Está formado por tierras pardo-achocolatados algo
más oscuros que los del nivel anterior, y continúan siendo arcillosocalizos. La industrio lítica de este nivel debe ser encuadrada dent ro de un Mustero- tayociense, cuyos tipos están frecuentemente
tallados den tro de lo técnica clactoniense. Nos intereso destocar
la gran pieza triangular yo citado (lóm. 11 1) tallado sobre un núcleo
de caliza compacto apenas desbastado, de lo que sólo se han retocado dos bordes, en coros opuestos, por lo que no podemos hablar propiamente de uno bifacial. Podría tratarse, por lo fo rmo del
instrumento, de un hacho - raedera . El aspecto tosco de lo pieza
comparado con el resto del instrumental hol lado junto con ello, v
su tamaño, poco corriente en un yacimiento como el que estudiamos, cuyo conjun to general puede ser caracterizado como de un
Musteriense de tipos pequeños, hizo que tuviésemos a lguno desorientación en su clasificación; no obstante, no dudamos en atri buirle uno ascendencia Toyociense.
NIVEL G. -En esto zona los tierras adquieren uno coloración
achocolatado oscura, siendo calizo-arcillosos. Es éste el nivel más
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8
FRANCISCO JORDA CERDA
pobremen te representado, yo que el número de piezas obtenido
hasta lo fecho es pequeño. Predominan los roederos; las puntos
son escasos y, entre ellos, debemos destocar dos e jemplares con
doble pun to que pudieron ser utilizados como perforadores. Se
obtuvieron también unos pequeños raspadores de bueno tolla . Todo
su material puede ser considerado como Musteriense antiguo con
predominio de lo técnico clactoniense.
Con este nivel termino, al parecer, el estrato arqueológico de
lo cueva. A él le sigue uno copo de gredas de color verde-cenizo
cloro que se superpone o un manto de arcillas no plásticas de igual
color, pero más oscuro, ambos completamente estériles. Los dos se
encuentran sobre el suelo rocoso de lo cueva. Los dificultades de
excavación a esto profundidad - 5'15 metros- no nos han permitido en nuestros cortos campañas comprobar si se t rota del verdadero suelo o de uno capo estolagmítico, pero confiamos que en
futuros trabajos podremos esclarecer este problema.
Una simple ojeada o lo estra tigrafía anteriormente expuesta nos
pone de re lieve lo importancia de Covo-Negra paro el estudio de los
diversos facies del Musteriense dentro del á rea del Levante español.
En ello podemos observar que en los niveles inferiores se encuentra un neto predomin io de la técnica de tallado clactoniense sobre
un débi l fondo levollois. Hecho que parece tener una repercusión
importante en el resto de lo cueva, ya que los piezas clactonienses
son siempre más numerosos que los levalloisienses. Este hecho parece ser bastante corriente dentro del Musteriense de nuestro Levante y así pudimos observarlo al estudiar los materiales de la
Cova de la Pechina (Bellús) (7), estación vecina a Covo-Negra, de
la que dista apenas un kilómetro. Quizá este predominio clactaniense, ta n característico de la estación que estudiamos, tenga una
repercusión directo sobre e l tamaño de los piezas, cuyos tipos, por
regla genera l, son más bien pequeños, posiblemente por haber sido
tallados sobre lascas procedentes de núcleos o nódulos de sílex de
tamaño pequeño.
La importancia y predominio de la técnica clactoniense en
(7) F. JORDA CERDA: "El Musteriense de lo Covo de lo Pechina (Bellús)",
en "Comunicaciones del S. l. P. al Primer Congreso Arqueológico del Levante
(Noviembre 1946)", núm. 10 de lo Serie de Trabajos Varios del S. l. P., Valencia, 1947, pógs. 7-14.
-
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
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nuestros industrias musterienses fué nuevamente comprobado
cuando estudiamos los materiales musterienses encontrados en varios yacimientos de los alrededores de Alcoy (Alicante) ; estudio
que pudimos hacer gracias o lo amabilidad de uno de sus descubridores, nuestro querido amigo el Dr. Don Javier Sánchez. Dichos
materiales nos muestran un Musteriense superior con abundantes
lascas cloctonienses junto con ínfimos representaciones levolloisienses; aunque lo poco abundancia de piezas típicos en los conjuntos hago difícil su comparación con los niveles de Covo- Negro.
Quizá uno excavación de lo estación, al parecer m6s importante
de todos ellos, lo Covo deis Cono lons (Aicoy), pudiera proporcionarnos algunos datos de interés.
En cuanto a l problema de los influencias toyocienses creemos
que se ve con bastante claridad dentro del Nivel F, lo que viene o
confirmar lo opinión del sabio prehistoriodor francés H. Breuil poro
quien lo cueva presentaba uno indudable "tendencia Toyociense"
(8), opinión que no compartía Mlle. Henri -Mortin . Dicho señori to,
en ocasión de su visito o Valencia en 1950, vió los materiales de
los primitivos excavaciones que se encuentran expuestos en el Mu seo del S. l. P. Por ello, aunque hemos calificado el Nivel F como
Mústero-toyociense, hocemos ciertos reservas, yo que el Toyociense es uno industrio todavía poco conocido. Paro Mlle. Henri-Martin
(9), que ha sido quien mejor Jo ha estudiado hasta Jo fecho, se
troto de una industria de lascas definida por la mezcla de dos técnica s en proporción desigual. Ambos técnicos presentan un grado
análogo de primitivismo en su desarrollo con pocas piezas buenos
y muchas frustradas, siendo de un tamaño medio. Es característico
lo escasez de retoque. Además hoy que estudiar el Toyociense en
grandes series, puesto que no presento instrumento típico, de ahí
18)
L. PERICOT GARC IA: "Historio de España", Tomo 1, "Epocos Primitivo
y Romano", 2." edición, Instituto Golloch, Barcelona 1942.
(9) G. HENRI -MARTIN: "L'industrie Toyocienne de Fontéchcvodc", Communlcotlon faite o I'Acodémie des lnscriptions et Belles-l.ettres le 22 ovril 1949.
G. HENRI-MARTIN: "Nouvelles constototions sur le poléolithique inférie ur de
la Grotte de Fontéchevode (Chorente)", Comptes rendus des séonces de 1'Acodémíe des Sciences, 1. 230, séonce du 19 iuin 1950, París, pogs. 2.234-2.236.
G. HENRI- MARTIN : "L'industrie Toyocienne de Fontéchevode", Bulletin de lo
Sacié té Prehistorique Fronc;oise, núm. 9- 1O, septembre-octobre 1949, Le Mons,
págs. 353-363.
G. HENRI-MART IN: "Note préliminaire sur un niveou Toyocien dons lo Stollon préhis torique de Fontéchevode (Chorente)", Bulletin de lo Societé Préhistorique
Fronc;oise núm. 5-6, moi-juin, 1946, Le Mons, pógs. 1-4.
-15-
[page-n-17]
10
FRANCISCO JORDA CERDA
la dificultad de establecer relaciones y comparaciones. Por su aspecto parece representar una herencia complejo en la que, como
en el Musteriense, se entrecruzan múltiples métodos de talla. Por
lo genera l no presenta bifaces, aunque en clima cálido se suelen
encontrar y que, más bien, podrían ser consideradas como intrusiones pobres del Achelense. El área de dispersión de esta industria
va desde el Norte de Francia hasta Marruecos y desde Portugal
hasta Siria. Dado que Cova-Negra se encuentra dentro del área
mencionado, no es posible desechar sobre sus industrias una probable influencia Tayaciense, puesto que nuestra estación se en cuentra sobre la ruta de enlace euroofricana. Quizá los documentos más poderosos en contra de esta posible influencia sean el pe.
queño tamaño de los instrumentos, la excelante calidad de la tallo
en la mayoría y la presencia de tipos definidos. Como se ve, el problema es complicado y de difíci l solución por el escaso número de
estaciones con que contamos con excavaciones utilizables. Peor
estudiado está el Tayaciense en nuestra Península, ya que sólomente ha sido señalada su presencia en el valle del Manzanares
(ModridL pero no está estudiado metódicamente. De ahí que nuestras opiniones vayan envueltas en cierta cautela. Recientemente
plan teo Ripoll (lO) lo posición estra t igráfica y cronológica del Toyaciense; considera que es industrio originariamente de lascas, de
posible derivación clactoniense, aunque se encuentran pronto piezas proceden tes de otros técnicas de talla. En sus primeras etapas,
que Peyrony calificó de Micoquiense, hay una falta de elementos
tipos, como ya hemos dicho antes y, sólo cuando avanzamos hacia
las últimas etapas, encontramos conjuntos instrumentales con cierto valor para el estudio comparativo. Del Tayaciense IV (Micoquiense 4 de Peyrony) surge una posible roma que debió actuar en la
formación de l Musteriense. La primera gran etapa de esta tdtima
cu ltura discurriría pues influída en parte por el Tayacience y, en
porte, paralelo o ella. De tal modo que las últimas fases, del Tayaciense V en adelante, las que pueden situarse entre los niveles
de Fontéchevade y Lo Ferrosie, según Ripoll, serían coetáneos del
Musteriense antiguo. Por otra parte, el Nivel F de Cova-Negra,
cronológicamente, debe situarse entre Fontéchevade y los niveles
(10) E. RIPOLL: "Notos sobre el Toyociense", en Crónico del JI Congreso Arqueológico Nocional (Madrid, 1951). Cartagena, 1952.
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16 -
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NUEVOS HALLAZGOS EN COVA NEGRA (JATI VA)
11
del Musteriense antiguo de Lo Ferrosie, lo que vendrlo o apoyar lo
posible te ndencia Tayacie nse de que hemos hablado y que preconizó Breuil poro nuestro cueva. Cronológicamente no habría difi cu ltad alguno poro que tal influencio hubiera existido.
Otro problema que intereso des.tocor es lo gran unidad que
presento lo culturo Musteriense en nuestro Levante. Yo antes hemos hecho mención de algunos estaciones de lo región valenciano
cuyos industrias se encuentran en dependencia con los de CavoNegro . Hoce poco hacíamos resaltar, o propósito de lo primero pieza Musteriense de lo provincia de Costellón, esto unidad cultural
(11). En lo actualidad hemos podido estudiar los materiales que,
procedentes de las excavaciones efectuados en la región asturiano
por el Conde de lo Vega del Sello, se encuentran en el Museo Provincial de Oviedo. Una de los cuevas excavadas por dicho prócer,
lo del Conde o de Fornos (Tuñón), presenta dos series de materiales musterienses tallados en cuarcita, con puntos típicas y abundantes raederos. También, por lo que hemos podido observar, hoy
un predominio de lo técnico Cloctoniense sobre lo Levolloisiense.
Pero el interés principal de la Cueva del Conde reside, o nuestro
entender, en que encimo de esto doble capo Musteriense se encuentro un nivel Auriñaciense típico (medio de Breuil) con raspodores aquillados, hojas con retoques, raspadores abultados, puntos,
etcétera, y o todo este conjunto se une una serie de elementos que
pueden ser considerados como de tradición Musteriense, habiendo
uno cierto perduración de formas, especialmente en raederos y
puntos. Este hecho se asemejo a l comprobado por nosotros en el
Nivel A, superficial, de Cavo-Negro, en el que, junto con elementos de tradición Musteriense, encontramos tipos perfectamente
Auriñocienses. Esto coincidencia de superposición de conjuntos Auriñocienses o series Musterienses dentro de un mismo nivel, no es,
o nuestro entender, uno simp le casualidad, sino un importante doto
que habrá que tener en cuento al valorar lo culturo Auriñociense
y trotar de buscar su origen, e l cual ha de tener uno filiación in-
( 11) F. JORDA CERDA: "A propósito de lo primero pieza Musteriense encontrado en lo provincia de Costell6n", Boletín de lo Sociedad Castellonense de Cultura, t . XXVII, c. IV, Octubre-Diciembre 1951, Coste116n de lo Plano, páginas
393-396. Aprovechamos esto noto poro subsanar un error deslizado en el artículo
que se cito. Por uno falso transcripción se puso lo descripción del Nivel F en el E
y lo de éste en aquél. Coso que puede observarse y corregirse teniendo a lo visto
el presente articulo.
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12
FRANC I SCO JORDA CERDA
discutible en la evolución de las viejas culturas Musterienses, cuya
perduración en nuestra Penínsu la hemos puesto ya de manifies to.
Todavía nos quedo por comentar un aspecto interesante del
nivel superficial. El hal lazgo de una punta triangu lar con pedúnculo incipient e producido por hábil retoque, nos vuelve o troer de
lleno el problema de las influencias norteafricanas. El problema del
Ateriense y su correlación con las industrias europeas del Paleolítico superior está todavía lejos de tener una solución aceptable.
La opinión de Miss Catan-Thompson (12), que pone en correlación
las distin tas etapas del Solutrense europeo con los diversos niveles
aterienses, es un problema sobre el cua l no se ha cerrado la discu sión. Existe una estación que podría establecer el nudo de unión
de ambas culturas; se tra ta de Mugharet el Aliya (Tánger) , excavada por Howe y Movius (13). Sin embargo, ec;tos arqueólogos no
creen posible que las puntas de flec ha con pedúnculo y a letas de
la ci toda cueva puedan ser referidas a una cultura solutrense. Así,
pues, la aparición de esta punta triangular y tosca en Cova-Negra
viene a complicar aún más el problema. Ya entre los materiales de
Viñes habíamos observado que existen elementos un poco audazmen te calificados de aterienses, pero cqmo su posición estratigráfica carecía de seguridad, procuramos no insistir demasiado en el
asunto. Pero hoy no tenemos más remedio que buscar un nexo de
unión a esta pieza clara y contundente que, unida o las restantes,
demuestro bien a los claras una ligazón cu ltural con el Norte de
Africo. Cuidadosamente hemos dicho al describir el Nivel A, que
habría que considerar la existencia de elementos pre-aterienses o
o terienses. En nuestra opinión, estos elementos unidos a los ouriñacienses, que se . encuen tron mezclados en un ambiente levalloisomusteriense final, son los iniciales de dos grandes romos cultura les : el Auriñaciense europeo, cuya decadencia inminen'e se produce con la ll egada de las oleadas gravetienses, y el Ateriense nordafricano que, nacido al mismo tiempo, t iene una vida más larga
y un desarrollo mós amplio y evolucionado y que ll ega a in fluir en
(12) G. CATON-THOMPSON : "The Aterion Industrie : lts place o nd significonce in the Poleolithic World" in Hux ley Memoria l Lecture for 1946, Lendon, 1947.
{13) B. HOWE ond H. L. MOV IUS Jr.: "A Stone Age Cave si te in Tangier,
Preliminary report on the excovotions ot Mughoret el Aliyo, or High Cave, in
Tongier", Popers of the Peobody Museum of American Archoeology ond Ethnology, Horvard University, vol. XXVIII, n(Jm. 1, Cambridge, Moss. U. S. A., 1947.
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NUEVOS HA LLAZGOS EN COVA NEGRA (JATIVA)
13
lo creación de tipos de lo facies mediterráneo (porpollonense) del
Solutrense (14).
Los recientes descubrimien tos de Viloseco en Reus (Torragona)
vienen a demostrarnos buena parte de lo que decimos y, al mismo
tiempo, nos señalan cuán fragm entariamente conocemos los etapas
de transición del Paleolítico inferior al superior, pues estos hallazgos nos comprueban lo existencia de uno tendencia Levalloisomusteriense, de otro Mustero-solutroide y de un grupo Auriñaciense. Todo el lo nos indico lo complejidad cultural del Levante español en los etapas f inales de l Musteriense, temo sobre el que insisti remos necesariamen te en lo publicación que preparamos sobre
Cava-Negro (1 5).
To les son, o grandes rasgos, los problemas que nos presento lo
estratigrafía de Cavo- Negro. En su análisis estamos trabajando y
trotamos de hacer un estudio lo más completo posible de los materiales encontrados hasta lo fecho. Esperamos que nuevos excavaciones en estaciones de tipo similar nos puedan orientar en nuestro
traba jo. Mientras tonto agradeceríamos lo asistencia, colaboración
o consejo de los colegas que se dediquen o esto apasionante etapa
de lo Prehistoria.
( 14) Sobre los distintos aspectos que ofrece el Solutrense español (facies, relociones, dependencias, etc.) preparamos un extenso trabajo, "El Solutrense en
España y sus problemas", en el cual pretendemos estudiar desde nuevos puntos de
visto la problemá tico general de esta etapa.
(15) S. VlLASECA ANGUERA: "Mustero-Levolloisiense en Reus", Archivo de
Prehistoria Levantina, 111, Valencia, 1952, pógs. 31-36.
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JOHN WAECHTER
(Juglu tcrrn)
The excavation of Gorham'~ cave and it~
relation to the prehi~tory of ~outhern
5pain
The excovotion of Gorhom's cave, though not yet completed,
has thrown odditionol light not only on the prehistory of Gibraltar
bu t to sorne extent on thot of southern Spoin.
Befare the work o t Gorhom's begon in 1948 ( 1) the only si t e
in Gibraltar which hod produced prehistoric implements in situ wos
the Devil's Tower Cave excovoted in 1927-28 by Professor Gorrod.
This cave only contoined one archoeologicol period, nomely Mousterion, o rother rough industry mode mostly of quortzite, ond with
few well mode tools, but in oddition the skull of o child of undoubted Neonderthol type. On fauno! evidence this material wos doted
os lote Mousterion, lorgely owing to the obsence of the lorger forms
such os Elephont ond Rhinoceros.
Gorhom's cave which lies ot the base of the cliffs on the eostern s ide of Gibraltar contoins o deposi t o little over 17 metres
thick, composed olmost entirely of wind blown sond. So for the
excovotions hove only reoched a depth of under 6 metres below
the cave floor, but this has yielded material of considerable interest. The highest level contoined pot tery doting from Puníc ond
Romon, with beods, scorobs, etc. Below this wos o thin sto logmite
floor with a few pieces of hond made incised pottery ot the top.
( 1) J. d'A. WAECHTER: "Excavations a t Gorham's Cave, Gibraltar", Paper
n.0 3 reprinted from the Proceedings of the Prehistorlc Soclety for 1951.
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2
JOHN WAECHTER
No clear stratigraphical distinction was possible in this upper foyer
os it was to o large extent disturbed. The stalagmite floor extended over the whole excavoted orea and was fairly uniform in thickness. 1t is cleor that during the formotion of this floor, which must
hove token a considerable time, the cave wos not only unoccupied
but little or no sond wos being blown in from outside.
Underneoth the stolagmite floor wos o foyer of yellow sand
with troces of charcoal but no cleorly defined hearths, ond below
this a dark sond with obundont heorth debris. Unfortunately the
quantity of material from both these loyers wos small, but the
brood character of the industries is clear. The upper yellow sond
contoins on . industry of smoll end-scropers ond small backed blodes; the bone tools are few ond rother rough, but one single bevelled bone point bears o strong resemblance to those from Professor
Pericot's excovations at Porpolló. The lower darker foyer also contoins a blode industry, but there is not enough material to draw o
useful comparison with thot above material , but what there was
was similar in character to the material obove, though there appears to be less microlithic. These upper industries ore separoted
from the Mousterion by o thin sterile foyer.
So far four Mousterion loyers hove been found. though only the
upper has been excovoted over o lorge oreo. This yielded a rough
Mousterian industry similar to thot from the Devil's Towe r. The
greater port of it is quartzite, though some of the better made pieces are made of chert or josper : the number of fini shed implements
was small ond rough utilised flokes oppeor to hove been the main
too l. 1n this upper leve( there was a marked tendency towards
rough blades ond there were olso a few simple burins.
The three Mousterion layers below this hove so far only been
found in small soundings, ond there is insufficient material for comporison with the one above, but there does not seem to be ony
mojar difference between them. The fauno! remoins from all the
loyers was quite extensive, but it has not been studied in detoil,
though there does not oppear to be ony pachyderms.
The position of the cave in relotion to the sea mokes it possible
to drow some conclusions as to chronology becouse of the effect
of the fluctuoting seo leve( on the formation of the cave depos it.
lt is obvious that the whole of the present deposit mus t ante-date
the 8 metre Monasterion 11 beach of the lost ínter glacial, and
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[page-n-27]
THE EXCAVATI ON OF GORHAM'S CAVE
3
that any later rise in sea level would make it impossible to reach
the cave, as well as stopping the accumulat ion of the wind-blown
sand.
lt was possible for Professor Zeuner of the lnstitute of Archaeolcgy of London to vi si t the cave during the last week of the 1951
season and to obtain a series of full samples from all the layers
then exposed. His examination of the samples suggests thot there
were two periods when the seo leve l was relotively high, one between t he firs t two Mousterian loyers, an one obove the latest Mousterian layer. Until the entire section is exposed it is not possible
to draw ony definí te chronolog icol conclusions, but the whole deposit started forming during the Las t Glaciation and tho t during this
period there were fluctuotions in seo leve! which probably accounts
for the breaks in the orchoeologicol sequence
In evo lua ting the results so far obtained from this excavotion
it is obvious thot comporisons must be mode os for os possible with
southern Spoin . So for not o greot deol of work has been done in
Andalucía, but Pericot's excovations at Porpolló ond Jordá's at
Cavo Negra ore two obvious sites for comporison. There are certoin
features in the material from Cavo Negra, porticulorly level B,
which suggests that the upper Mousterion layer of Gorhom's Cave
ond possibly the Devil's Tower belong to the same phose. lt is not
yet possible to compare the lower Mousterion from Gorhom's Cave
with Cova Negra C, D, and E as there is insufficient material.
The obvious comporison for t he later layers is with Parpalló,
though agoin the amount of material from Gibraltar is smoll. The
single bevelled bone point is striking ly like those from Porpalló,
though the Gibraltar specimen has no 1ines engraved on the base.
The f lint implements from the lower of these levels also bear a
s trong ressemblonce to the Magdelinian of Porpolló, but there were
no drowings or pointings, but there were severa! flot stones s tained with Hoemotite and in the some loyer there were small pieces
of graphite.
To a ttempt to fit the Gibral tar material in the general Sponish
sequence is o little premature, bu t some tentative suggestions seem
possible. lt oppeors probable thot the picture presented by the sites
in eostern Spoin moy be well ex tend in broad outline ta the south
coast, certoinly from the Mousterion onwords. 1f this preves to be
the cose then the establishment of o fixed chronology for the Gi -23-
[page-n-28]
4
JOHN WAECHTER
braltar material, provided that this material can be linked typo'
logically with Spain, will be of the greatest importance, particularly for relating eastern and southern Spain wi th the Franco-can tabrique region.
lt would not be out of place here to consider the connections,
if any, between Spain and North Africo during t he period covered
by the Gorham's cave deposits. In North Africa there appears to be
both a Mousterian and a Levalloise, though in many cases they
are obviously mixed . This duallity appears to decrease as we proceed eastward along the African coast, the Levalloise element in creosing and the Mousterian diminishing. 1t was for this reason
that McBurney referred to his material frorn Cyrenoica as Levalloiso-Mousterian ond Miss Caton-Thompson to drop the term Mousterian a ltogether for Kharga and Egypt. This suggests thot the
Mousterian of North Africa may well be due to influence from
Spain.
1t is extremely unfortunote that the excavations at Gorham's
do not throw any light on the Aterian-Solutrian problems as no
material of this period wos found, the possible explonotion being
that the sea level was high ot this time, though the negotive evidence is insufficient, and a similar explonation might well be evoked for the obsence of the earlier Upper Palaeolithic industries.
The relations between the Aterian ond the Solutrian are still a
matter of controversy, but it is not essentiol for there to hove been
contact between them to explain their similarity as the basic elements of the two industries ore very dissimilar.
The development towards microlithic implements in the lates t
industry at Gorham's is interesting because it seems to follow the
pottern for Eostern Spain, certoinly there is no trace of Capsian
influence either in Gibraltar or further north, ond in both oreas the
Upper Paloeolithic oppears to become microlit hic without there
being o break in the development.
T he Mousterion from Gorham's ante-dates the lost inter glacial
ond oppeors to survive through one change of seo level, which
suggests that it continued into Wurm 11, and may well hove token
the place of the Chotelperron in this orea. To attempt to fit the
loter material into the time scale is at present unwise, but a Wurm
111 date for the later material, based on the last sea leve! chonge,
is very tempting.
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ANDRE CHEYNIER
(Frftntinl
5tratigraphie de l'abri Lachaud et les
cultures des bords abattus
1
L'ABRI LACHAUD
Nous ovons donné le nom de Lochoud au troisieme des abrís du
Pouget (ou Pouzet) o Terrasson (Dordogne). 11 est compasé d'une
petite grotte derriere un abrí plus grand effondré au flonc d'une
colline escarpée qui domine la vollée de la Vézere.
La stratigraphie est tres nette et s'établit comme suit:
A la base: un ni vea u tres évolué de Solutréen Final (fig . 1 o 6)
ou les feuilles de laurier ont presque disparu (deux frogments dans
la couche lo plus basse).
Les Pointes o Cron y sont nombreuses, jamais completement entieres, ou nombre de 125 dont 37 portent !eur eran, toujours o
droite. Les retouches son t souvent en "pelure" et couvrent assez
souvent la face inférieure plus plane. On y rencontre une majorité
de Lamelles o Bord Abattu, 130, la plupart fragmentées. Leurs retouches sont le plus souvent abruptes et directes (de la face inférieure vers la face dorsole) jamois inverse ni alterne, ni abrasiva
comme o La Gravette; 12 ont les deux bords abattus; 19 sont irtcompletement abattus. Une des caroctéristiques de ce niveou est
la présence d'une bonne série de Per~oirs fins sur bouts de lomes
élancées d'un tres bon effet, au nombre de 20. Les Burins sont
moins nombreux, 17, o prédominance d' ongle sur tronco tu re transversa, pour la moitié non retouchée. Les Grattoirs sont au nombre
de 28, sur bout de lame. Ajoutons o cela un Microburin et un petit
Triangle. Un lot de 78 Lames o Section Triangulaire o crete, trouvées presque en tos, permet de penser qu'il y avait un coin ou l'on
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2
A. CHEYNIER
préparoit l'enlevement des belles lames, et de conclure o de la méthode dans le trovail.
L'industrie osseuse est pouvre, sons doute paree que cet étage
a été soumis aux intempéries et a roulé dans la pente; so fouille
en grotte n'est pos achevée. Une base de Sagaie arrondie; deux
Poin~ons; trois Baguettes plates é troites et longues, palies, o bout
pointu ou mousse, faites dons de peti tes cótes refendues; un Bois
de Renne scié en t rovers .et un os long scié en son milieu. Enfin une
petite Aiguille a chós ovec ce dernier minuscule.
Les objets de parure son t nombreux: quelques dents percées et
su rtout de nombreuses coquilles percées de beoucoup d'especes di fférentes, déterminées por M. Fischer : Nasso diverses, 21; Denta lium, 1O; Neritino, 30; Trivio Arctica, 3; Ancillorio; Ceri thium,
Potomides, Cordium, Purpura Lopillus, Cyprea Lurido, Calliostomo,
Pectunculus, Pecten jacobeus (5 frogments), 5 indéterminobles
(gastéropodes et 1 lamellibronche) .
L'ort est magni fiquement représenté por un Renne gravé sur plaquette calcaire, d'une facture tres évoluée, avec ses bois en perspective vraie, le gauche trocé plus legerement que le ·droit. L'oeil
est pupillé, le poil soigné su rtout ou fanon . Les pattes bien dessi nées jusqu'ou sobot sont remontées, ce qui permet o l'onimal, une
femelle sons doute, (l'orriere troin manque) de s'aboisser pour lecher son foon, ottitude familiere. Une croix tres fine o été trocée
ou défaut de l'époule, point vulnéroble. Le petit présente seulement
so si lhouette dorsole ovec ses bois en mousse de velours et ses
orei lles.
Ces Solutréens avoient étobl i leur demeure sur un povoge de
gros coilloux pris dons le 1it de lo rivi ere.
Apres leur déport le gisement est resté abondonné.
Les premiers Mogdoléniens qui l'on t ensuite occupé ne sont pos
des Proto Magdaléniens la, qui foisoient des Buri ns a Coches sur
Eclots, si bien représentés a Badegou le (situé o 7 Km.) et OLI com
mencent les Raclettes. Ce sont seu lement des Proto Magdaléniens lb.
(fig. 7 o 11) en possession de leur complete culture ou domi nent
les Roclettes, outils faits sur des éclots gouchi!., du foit de leur
obtention por débitoge d'un Nucléus allongé, "en tronches de saucisson", et retouchés sur leur pourtour le plus souvent de fo~on
obrupte et par portions disposées n'importe comment ou tour de
l'éclat, porfois meme occupont lo totolité du pourtour. Dans ce niveau nous en ovons recueilli 180. Les Burins son t au nombre de 60,
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L' ABRI LACHAUD
3
en mojorité Burins d'oxe o deux pons (becs de flOte). Les Grottoirs
son t ou nombre de 27, sur bout de lomes. Les Per~oirs sont relotivement fréquents, 29, le plus souvent sur éclots. 11 est o remorquer le grond nombre de Lomelles de Coup de Burin, 180, trois fois
plus nombreuses que les Burins. 11 fout tout de suite souligner l'obsence totole de Lomelles o Bord Abottu.
L'industrie osseuse est ossez développée. Elle se compose surtout de Poin~ons, 6, et d'une petite Boguette o bout plot orrondi .
Trois frogments d' Aiguilles o ches.
Les objets de porure sont nombreux: un beou collier de Littorines percées ou troisieme tour de spire, c'est o dire pres de leur
sommet. Ainsi elles ne glissoient pos le long du fil. 11 y en ovoit
20 groupées dons un espoce de moins d'un décimetre cube. Tout
pres se trouvoit une cochette de plus de 60 coquilles non percées
provenont des Foluns de Gironde, ou sommet de lo couche stérile
sous-jocente, derriere un rocher, et enveloppées d'une forte couche
d'ocre rouge.
Ajoutons quelques Dentales et quelques pierres grovées (colcoi res) que nous n'ovons pu lire.
Apres une longue période de non occupotion. représentée hors
de lo grotte, dons lo pente, por une couche de menue pierroille col coire dite "costine", sont orrivés les Proto Magdalénie ns le (fig
12 o 18) avec un outillage lithique o peu pres semblable: 105 Raclettes, 50 Burins, 40 Grattoirs, 14 Per~oirs. Les Burins d' Axe o
deux pans dominent nettement et semblent plus soignés. Les Lamelles de Coup de Burin sont bien un peu plus nombreuses que les
Burins, 64, mais non dans les proportions énormes du niveau précédent.
L'indust rie de l'os se développe considérablement. On débite le
bois de Renne par refente en long, por sciage en travers. On en fait
::les sogaies o fut cylindrique, o base classique en biseou simple
avec so face plane rayée; il y a des boguettes oux deux bouts pointus, plus ou moins fusiformes, des Burins en os indiscutobles; une
menue baguette a base en biseou et o bout rond; de tres belles
Aiguilles a ches, 16; de nombreux Poin~ons; une Sagaie o base
dégrossie; beaucoup d'os appointis; beaucoup d'os portant des
roies, l'un d'eux gravé d'une bonne tete de cheval (Fig. 16, n.o 47);
des Retouchoirs en os; un long Ciseau en os refendu; un Cubitus
appointi.
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4
A. CHEYN IER
Les objets de parure se multiplient, surtout autour d'un créine
de jeune su jet de 12 o 14 ans et d'un autre adul te inhumés dans
ce niveau de la grotte (*). Pendeloque en jais de tourbe de la grosseur d'un marran; deux petites boules jaunéitres légthement coniques et un peu aplaties au point opposé, de la taille de noisettes;
une Bélemnite creusée d'une rainure circulaire o la base; une pointe
en os brulé; une lampe en gres brisée (rituellement sans doute); une
Epingle o cheveux en os (Fig. 16, n. 0 44), etc. De ce niveau nous
avons extrait un bois de Renne du type Canadien en demi-cercle,
de 1 m. 50 de long. Des bois de Renne débités, refendus, etc. sont
couverts d'une couche de peinture ocreuse. Une baguette o section
carrée de 30 cm. de long en a été extra ite; elle est peinte éga lement. 11 existe une grande quantité de fra11ments d'ocre souvent
rayés et taillés en crayons. Les coquilles percées, moins nombreu ses, sont plus variées: Littorines, Cérithes, Dentales et meme de
tres petites coquilles percées (trois trouvées ensemble).
Des plaquettes sont gravées de signes.
Notons l'apparition de Contour Découpé sous la forme d'un
petit Poisson en os (Fig. 16, n. 0 42) .
Ce niveau a été scellé, dans le fond de la grotte, par la formotion d'un plancher stalagmitique dont les dépots se son t faits sur
les os, ce qui les date de fac;on aisée.
Par dessus ce plancher et apres quelques bouleversements locaux, dus o des causes diverses qu'il serai t trap long de discuter
dans un résumé, se sont instalés des Magdaléniens o Lamelles o
Bord Retouché. Ce niveau est situé dans la grotte seulement. Nous
n'en avons pos trouvé trace en avant, car il a du etre entrainé par
l'érosion dans la pente tres raide de l'extérieur du gisement. 11
s'est enfoncé jusqu'au fond de la grotte (o 5 ou 6 m . de profondeur actuelle) bien qu'il soit tres pres du plafond jusqu'o le toucher par endroits, ce qui exclut la possibilité de l'habiter, et qui
pose un probleme quant aux modalités de remplissage.
Quoiqu'il en soit, et bien que maigre, ce niveau n'en est pos
moins éloquent par son industrie. 11 comprend en effet une mojorité de lamelles o Bord Abattu, au nombre de 50, centre 39 Burins,
2 Grattois, 2 Perc;oirs, 6 Becs-Canifs, 3 Nuclei, un bloc quadrangulaire esquillé tou autour (chasse-lames), 1 Lame o Coche, 17 LaCes débris de créine ont été remis, pour é tude,
P. H.
(*)
o 1'1.
-
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o M. le Pr. H. Vollois
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L'ABRT LACHAUD
5
mes o Cnhe, 39 Lomes ou Lomel les et 29 Eclots. Si l'on compte
les outils seulement, soit 104, on voit que nos lomelles font 50 %
enviran de l'outilloge.
L'industrie d'os est ossez bien représentée ovec une Alene fine
a base en m inuscule biseou; une Sagoie de section ovale, plote, cossée o lo base; une Boguette longue et mince, pointue aux deux
bouts; une boguette fusiforme, grovée, avec une gouttiere; un
Poin~on; une base de petite Sogoie a eran; un Bouton o trou transversal d'ans un tissu spongieux ( 1); une Baguette équorrie; une
cutre inachevée, ou le polissage n'o pos effocé les facettes de racloge. Un frogment de bois de Renne est couvert de traits o peu
pres porolleles sur une foce. 11 y a de nombreux fragments d'ocre
travai llés.
Huit coquil les percées dont cinq Dentales.
A ce niveau apportiennent de nombreux os travoil lés, déplocés
par les renards qui y avaient creusé leur taniere, dont nous ne pouvons faire étot.
11 ne faut cependont pos posser sous si lenee un fragment de
cote portant une ra inure latérale, creusée sans doute pour loger le
dos d'une lomelle a Bord Abottu comme le manche trouvé a Badegou le (publié) .
La foune comprend du Sa'iga qui est presque un Fossile de ce
niveou, le Proto-Magdalénien 11 (fig. 19 et 20) . Nous n'ovons oucune raison de ne pos le closser ainsi car il cadre porfaitement
avec cet étoge qui est celui de l'abri Jolivet situé en face dans le
meme val lan. Et c'est précisément lo position strotigraphique de
ce niveau qui nous omene naturellement o l'exposé de lo deuxieme
portie de ce nouveou travail, o savoir de préciser ce qu'est le Proto
Magdalénien 11, so place, son origine et son extension .
FAUNE LAC HAUD
SOLUTREEN
nables
Rongeurs:
Arvicolo terrestris Lin.
Microtus ogrestis Lin.
Microtus orvo lis Pollos
El iomys quercinus Lin.
Citellus citellus Lin.
Artiodoc tyles:
Rongifer torondus Lin.
Oiseoux:
Folco sp.
Golerido s p.
( 1) Lo no tu re de l'objet o été determinée
fossile.
-29-
N.• d'os
detttmf·
18 1
41
82
7
2
24
5
5
o lo
Sorbonne: e' est un spongioire
[page-n-34]
6
A. CHEYNIER
.......
•tter•l·
••""
Botroc:iens:
Rana
2
MAGDALENIEN lb
Rong eurs:
Arvicala omphiblus Lin.
Arvicola sp.
M icrotus agrestis Lln.
Microtus arvalis Pallas
Microtus ratticeps Keys e t Bias
Eliomys quercinus Lin.
Mustellidés:
Mustella sp.
Artiodoc:tyles:
Rongifer to randus
Oiscoux:
Fríngillo coelebs Lin.
Poisso ns:
Salmo sp.
Gobio sp.
201
3
28
16
2
5
5
3
MAGDALENIEN le
Ronge urs:
Arvicola omphlbíus Lin.
Arvicola terrestris Lin.
Mi crotus ogrestis Lin.
Microtus orvolls Pollos
Eliomys quercinus Lin.
Lepus sp.
Lepus timidus Lin.
Mustellidés:
Mustella sp.
Conides:
Conis lupus Lin.
Vulpes vulgorls Briss.
Gula gu la Collet .
Artiodoc:tyles:
Rupricopro trogus Grav.
Rangifer tarandus Lin.
Bovide
Oiscoux:
Rapaces: 13 griffes - 14 pholanges
Possereoux
Goll ifons
Rongeurs:
Arvicala ..errestris Lin.
Microtus agrestis Lin.
Microtus arvalis Pollos
Eliomys quercinus Lin.
Lepus sp.
Conides:
Vulpes vulgaris Brlss
Artiodoc:tyles:
Rong ifer torondus
Equus cobollus
Sa'iga
Oisco ux:
Ropoce genre Falca
lndeterminé
1
542
35
31
63
1
16
1
141
8
2
60
2
3
5
MAGDALEN IEN 11
-
30-
169
18
18
18
3
6
35
6
4
2
2
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t' ABR I LACHA UD
7
JI
LE PROTO MAGDALENIEN JI
Pourquoi Mogdolénien? leí nous ovons une indus trie de l'os qui
dote ce niveou. Mois pour celles des stotions qui n'en ont pos, lo
présence d'une mosse importante de Burins ou dominent nettement les Burins d'Axe a deux pons (Becs de FlOte) -ou nombre
de 29 contre seulement 2 Burins d'Angle- est suffison te pour oftirmer le Mogdoléni en. Lo prédominonce des Lomell es a Bord
Abottu simples, sons pointe vou lue, et sons t ronco ture re touchée.
est bien lo coroctéristique du Proto Mogdolénien 11 ou moins a son
débu t. A lo fin on o des Troncotures retouchées, surtout obliques
e t des denticufes fe long du bord non obottu . On trouve cette in dustrie dons fes stotions suivontes :
Jofive t ó Terrosson (Dordogne) (2).
Reverdit ó Costefmerle de Sergeoc (Dordogl"le) (3).
Lougerie-Bosse, couche inférieure, oux Eyzies (Dordogne) (4).
Lo Grotte des Fées, ou Roe de Morcomps (Gironde) (5) .
L'obri de lo Covoille (Dordogne) (6).
Combe Cullier (ou Crozo de Gentilfo) (Lo t) (7).
Lo Forge, Cne de Pfozoc (Dordogne) (Bl.
Bisqueyton (Gironde) (9) .
Saint-Marcel (fndre) pn~s Choteauroux '(10).
Les Gros-Monts pres Nemours (Seine et Morne) (1 1).
(2) J . BOUYSSONIE e t H. DELSOL: "L'Abri Préhistorique de Jolivet pr~s
Terrosson (Dordogne)", Revue Anthropologique, 40eme année, num. 10- 12, 1930,
pp. 367 o 377.
(3) F. DELAGE: "Les Raches de Sergeac (Dordogne)", L'Anthropologie, t. 45,
núm. 3-4, 1935, pp. 281 o 317.
(4) D. PEYRONY et J . MAURY: "Gisement préhis lorique de Lauperie-Rosse
(fouillé de Mr. A. Lebel)" , Revue Anlhropologique, 24eme o nnée, num. 4, 19 14.
(5) lnédite en ce qui concerne l'outillage. Mois publiée pour lo founc qui
comprend du So'igo en obondonce: LACORRE, Extraits des procés verboux de la
Société Linnéenne de Bordeoux, 27 avril 1938.
(6) Ne pos confondre avec la grotte voisine qui est Moustéro-Levolloisienne.
LACORRE, Congrés Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934; poge
465 el fig. IV.
(7) ARMAND VIRE, dons I'Anlhropologie, t . 19, 1908.
(8) A. DARPEIX, dons Bulletin de lo Sociélé Historique el Archéologique du
Périgord, 1938.
(9) lnédite souf une note. R. COUSTE: "Gisement mogdolénie n des Grottes
de Jaurías", Bulletin de lo Sociélé Préhistorique Franc;oise, l. XLVIII, núm. 7-8.
195 1; p. 381 - 384.
( 1O) lnédite. Dr. Alloin.
( 11) lnédite. Daniel et Cheynier.
-
31 -
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8
A. CHEYNIER
Les Gronds Rochers, Cne de St. Amond de Coly (Dordogne) (12) .
Lo Grond Grotte (Dordogne) ( 13).
Lo Choire o Co lvin, Cne de Mouthiers (Chorente) ( 14).
Ce niveou existe ou Plocord, identifié por l'obbé Breuil; ou
Castillo (Espogne), objets o 1' l. P. H. (Fouilles Wernert); inédites:
Couches A por dessus un niveou intermédioire o Roclettes (entre
A et B).
Enfin et surtout il est tres développé ou Parpalló, pres de Gendio (Espagne), fouillé et publié por le Pr. Pericot Gordo (15). 11
otteint une époisseur de pres de 2m . venont por dessus une couche
de O m. 25 (entre 3 m . 75 et 3 m . 50) pendant loquelle les Lomelles o Bord Abottu ont totolement disporu et qui con tient des Roclettes.
A lo fin de cette période on peut faire une place pour un ProtoMogdolénien ll b ou opporoissent et souvent domine nt les Lomelles o Bord et Troncoture oblique oba ttus, ou M . Peyrony veut voir
des Scolenes allongés, mais dons lesquelles manque toujours le troisieme ongle de base. Ces instruments forment l'intérch du lombeou
de couche sous-jocen t ou Mogdolénien 111 de Lougerie- Haute. Ces
outils sont abondonts dans le niveau inférieur de St. Germain-Lo
Riviere (Gironde) (inédit). C'est oussi l'opinion de l'inventeur, le
regretté M. Blonchord, qui me l'ovoit écrit; obje ts au Musée des
Eyz.ies. Citons les stotions de cette sorte:
Le Roe de St. Circq pres des Eyzies (Dordogne) (16).
Les obris de Bruniquel ( 17) :
l.-L' Abri Plontode (qui con tient aussi du Mogdolénien IV, V
e t VI) .
2.-L'Abri Lofoye (o Bords Abo ttus, dorninonts, ovec Sogoies
o section ovale et fusiformes, e t oiguilles).
3 .-L'Abri Le Gondi l (ovec du So'igo) .
Nous pouvons ojouter lo station de Locombe-Ségero l, non loin
de Bodegou le, ou nous ovons foit un sondoge encare inédi t.
( 12) S. BLANC: "Stotion Mogdolénienne des Gronds Rochers", Congrés Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934. (11 y ouroit oussí du 111).
( 13) lnédite. Prospectée por A. Menier et nous m~me.
(14) Niveou supérieur. P. DAVID: "Abri de lo Choire o Colvin", Congrés
Préhistorique de Fronce, Session de Périgueux, 1934.
(1 5) L. PERICOT GARCIA: "Lo Cueva del Porpolló (Gondío). Excavaciones
del Servicio de Inves tigación Prehistórico de lo Excmo. Diputación Provincial de
Valencia", C. S. de l. C., Instituto Diego Velózquez, Madrid, 1942.
(16) lnédite. Fouilles M. et Mme. Kidder.
( 17) Pieces ou Musée de Montoubon, chez M. Bétiroc et o Bordeoux.
-
32 -
[page-n-37]
L' ABR I LACHA UD
9
11 est o remarquer que beaucoup des stations énumérées ci dessus sont inédites.
Nous ne prétendons pos avoi r épuisé lo liste des stotions qui
contiennent du Magdolénien 11: La Solpétriere, La Souquette...
Celo montre seulement que pour etre connues ou fouillées depuis
peu, elles n'ont pos perdu pour attendre et que leur nombre va
s'accroitre du fait qu'il sera moins difficile de les identifie r.
Soyons reconnoissants o ceux qui, comme Delage, Lacorre et
Blonchord ont su les reconnaitre sons hésitotion; le premier e t le
dernier, hélos! disparus.
111
LES CULTURES DES BOROS ABATTUS
Depuis de nombreuses années l'ottention s'est portée sur une
de re toucher les Lames et (es Lomelles, qui est différente
de celle du Moustérien, de I'Aurignocien et du Solutréen. Lo retouche moustérienne présente une série d'écoillemen ts succesifs
qui accrochent l'ongle lorsque le doigt les porcourt du bord vers
('arete dorsal e; type: Rocloir et Pointe. Les Aurignaciens fon t des
retouches dites "lamellaires" plus ou moins plates, longues et paralleles, sans accroche pour le doigt. Le Solutréen a le secret de
la retouche "en pelure" qui traverse porfois toute la largeur de la
piece. La technique du Bord Abattu donne une retouche courte e t
serrée, qui peut etre discrete, émoussont seu lement le fil de la lame, ou abrupte, enlevant le bord profondément, parfois jusqu'o
l'arete dorsale. Cette retouche ne se contente pos de partir du
dessous de la lame (directe) ou parfois du dessus (inverse), elle
devien t abrasive lorsqu'elle porto la fois des deux faces l'une vers
l'autre, comme o La Gravette, de sorte que le bord n'est pos simplemen t abottu, mois robottu.
M. Peyrony s'est ottoché o séporer, sotts le nom de Périgordien, une séquence des Couteaux sur lomes, a dos épais et d'aborcf
courbe, portant de l'abri Audit et de Chote i-Perron, en passant por
le Cirque de Lo Patrie ( 18) ou ils se . redressent, pour oboutir a La
fa~on
( 181 R. DANIEL et A. GRENET: "L'otelier lithique ourignoclen du Cirque
de Lo Potríe", Bulletin de I'Associotion des Noturol istes de lo Vollée du Loing,
1929.
R. DANIEL "Simililude du Cirque de Lo Patrie et du niveou de base de Lougerie-Houte", Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, t. XXXIV, numéro
7-8, 1937.
-
33-
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10
A. CHEYNIER
Grovette sous formes de pointes élégontes et droites, et se terminer
en beouté ou niveou final des Vochons ( 19).
Cette culture de lo Pointe sur Lome nous poroit devoir e tre
séporée nettement de lo culture de lo Lomelle o Bord Abottu, ordinoirement microlithique, sons souci de lo pointe. Celle-ci semble
bien puiser so source pos tres loin du Mous térien, comme l'outre
culture. Porfois elle existe lo ou lo premie re est obsente: on lo
rencontre dons 1'Aurignocien clossique ovec les Grottoirs Corénés
et les Pointes a Base Fendue a Torté (niveou moyen); ovec les Burins Busqués o lo Grotte Locaste des les foyers les plus bos (20).
o Font-Yves ovec un outilloge du type Bou"itc)u inférieur; o Bos del
Ser, Dufour et Chonlot ovec de I'Aurignocien moyen . Por contré
elle est obsente dons des niveaux nettement Périgordiens comme
dans lo couche J . (de Périgordien V) de la Ferrossie. Mai s elle coexiste fréquemment ovec lo premiere Culture (périgordienne), l'influence et prend une ampleur lorsque celle-ci disparoit (non sans
loisser des troces, cor on rencontre deci dela quelque Pointe de
La Gravette au Magdolénien et meme plus tord) des gisements
européens, d'obord dons le Solutréen final (Bodegoule, Parpalló,
etc.) puis dans le Magdalénien 11 ou elle o tteint son opogée, occaporont pour son compte plus du 50 % du total de !'industrie lithique dans certoins gisements comme Jolive t, Locha ud, Les Gros
Monts, Bisqueytan, etc. Ensuite elle décroit lorsque apporo it lo
technique géométrique au Magdolénien 111 .
D'ou tire-t-elle son origine et quelle est son évolution? Suivont
MM. Lacorre et Barrol (21) elle opporoit o Grimoldi avec les Hommes dits "négro'ides", dons le 3e. foyer comme Peyrony l'ovait
déjo remarqué dons la belle publication de Cortoilhac (22} . Mois
Miss Gorrod (23} l'o rencontrée plus bas dons I'Aurignacien infé-
(19) J. BOUYSSONIE: "Un gísement ourígnocien et pérlgordí en, Les Vochons" , L'Anthropologíe, t. 52, núm. l -2, 1948, p. 1 6 42 .
(20 ) A. et J . BOUYSSON IE et L. BARDON: " Stotíons Préhístoriques de Plonchetorte, pres Brive (Correze). 1, Lo Grotte Locos te" , Bull etin de lo Socié té Scientifique, Histotique et Archéologique de lo Correze, 1910; fig. 12, núm. S, 7 ,
58, 59 et 60.
(21) F. LACORRE et L. BARRAL: "Aper<;us nouveoux sur les industries et
les óges des squelettes de lo Grotte des Enfonts o Gri!l'oldi" , Rivisto di Studi Liguri, t. XIV, núm. 1- 3, 1948, p. S o 38 (Couches 1 at H. pi. 2).
(22) E. CARTAI LHAC: "Les Grottes de Grimoldi, 11, Archéologie" , Monoco,
191 2 .
(23 ) D. A. E. GARROD: "The Upper Poloeolithic in the light of recent discovery" , Proceedings of the Prehistoric Society, Cambridge, 1938.
- 34 -
[page-n-39]
L' ABRI
LACHAUD
11
rieur, en Polestine, et nous venons de voir qu'elle existe des lo premiere couche de Périgordien de la Ferrossie bien que M. Peyrony
a it voulu en foire le type de son Périgordien 11. A l'obri Mocchi,
M. Blonc (24) ouroi t trouvé des Lomelles a fines retouches marginales alternes dons le niveou de Cho tei -Perron (Périgordien 1).
comme a lo Ferrossie, sous les Bases Fendues. Elle pénetre ~o et
la dons les gisemen ts d' Aurignacien typique et dons les divers niveoux de Périgordien que nous ne pouvons énumérer dons cette
courte note. M. Peyrony o foit un tour d'horizon de so dispersion
outour de lo Méditerronée et assez loin jusqu'o Krems (Autriche)
(25). Elle s'insinue dons le Solu tréen (a Bodegoule dons le troisieme niveou, moyen) pour se développer dons le Solutréen Supéri eur
et s'éponou ir ou Solutréen Final.
Le Mogdolénien 1 est pour elle une éclipse totole. Ou étoient,
pendont ce temps, les Hommes oux Lomelles o Bord Abottu? Nous
trouvons peut-etre leur trace a lo Beaume Périgoud (26) dont le
niveou supérieur (111 ) compte 70 % de ces Lomelles en mojorité
microlithiques, ovec des Sogoies ossez caroctéristiques. Ce niveou
est situé tres ou dessus du niveou 1 o Bases Fendues ou existen t
déjo des Lomelles o Bord Abottu.
11 semble bien que cette culture, que l'on peut dire Méditerronéenne, oi t pris noissonce ou moyen Orient et qu'elle se soi t propagée dons deux directions: celle du Nord vers l'ltol ie (27), lo
Fronce et I'Espogne; celle du Sud vers I'Egypte et la Tunisie dons
les industries Copsiennes. Elle n'a pos atteint le littorol Nord Al gérien e t Morocoin et n'o done pu entrer en Espogne por le Sud
Son opogée en Europe est ou Mogdalénien 11 . Une liste des gisements octuellement connus o é té citée plus hout. Ensuite elle dé croit, mois persiste dons tous les n iveoux mogdolén iens, ou Mésolithique et ou Néolithique. En Afrique elle fusionne ovec les Pointes Grové tiennes dons le Copsien.
(24) BLANC dons Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, t . XLI II,
1946, p. 84.
(25) PEYRONY: "Le Périgordien, l'Aurignocien ~~ le Solutréen en Eurosie",
Bulletin de lo Sodété Préhistorique Fronc;oise, 1. XLV, 1948, pp. 305 et suiv.
(26) STECCH l et BOTTET: "Lo Beoume-Périgoud, commune de TouretteLevens (Alpes Moritimes)", Bulletin de lo Sacié té Préhistorique Fron~oise, tome
XLVII, 1950, poges 89 a 93.
(27) P. GRAZIOSI: "Les Industries Poléolithiques o dos robottu et le possoge
du Poléollthique ou Mésolithique en ltolie", Bullet in de lo Sacié té Préhistorique
Fronc;oise, 1. XLVIII, 1951, p. 55 o 61.
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Fig. 1. -Niveou infé rie ur. So lutréen Finol.
Nos. l o 5: Pointes o cron.- 6: Lomelle o bord obott u retouchée en dessous.- 7 o 13: Lomelles o bord obottu.-14: Ebouehe de triongle.-15:
Pet it pefl;oir lo térol.- 16: Lomelle o double eran (sembloble o numéro
2, fig. 39 d u Po rpolló). 17: Mierobunn. 18: Lomelle o eren
termonol.- 19: Lomelle ovee bunn termonol.-20 el 21: Per~oors sur bouts
de lomes ovec époulements.- 22: Lomelle o double bord obott u.-23:
Pointe o foee plone.- 24: Grottoir retouehé en pelure.
(G. n.)
5
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L' AGRI LACHA UD
13
Fig. 2. -Nivcou inféric ur. Solutrécn Finol.
Nos. 1-2: Poontes o eran rctouchées sur les -:leux faces. - 3: Lomelle o
dcux faces rctouchées suovont lo technoque solu trécnne "en pelures". 4 : Poin te o eran termonéc o choque bout por un per~oir brisé.-5: Grovure s ur ploquelle colcoirc rougie ou feu (Solutréen final). Chevol borbu.
(G. n.)
-
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14
A. CHEYNIER
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Fig. 3. -Nivcou inférie ur. Solutrée n Finol.
Nos. 25 : Feuille de lourier o double encache- 26: Rodoir.-27: Pointe-scie.-28: Grottoir double.-29: Burin d'ongle trlple.-30: Couteou
ovec pointe.-31 et 32 : Per!;oirs sur bouts de lomes.
(G. n .)
-
38 -
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15
L' ABRI LACHAUD
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35
36
37
Fig. 4. -Nivco u infé ric ur. Solutréc n Final.
Nos. 33: Diophyse d'os long sciée tronsversolemenl. - 34 o 37: Dcnts
pcrcées.-38: Esquille d'os équorri.- 39: Aíguílle minuscule.--40: Base
de sogaie conique o section circuloire.-4 1: Poín~on o section ovolalre.42: Poin~on sur esquillc d'os. - 43 o 45: Micro-spa tules (43 o bout
paí ntu) .
(G. n .)
- 39 -
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16
A. CHEYNIER
a
Fig. 5.-Niveou inférieur. Solutréen Final.
Femelle de renne léchont son foon. Sur ploquette colcoire.
(G. n .)
-40-
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17
L' ABR I LACHAUD
j
Fig. 6.-Niveo u infé ri eur. Solutrécn Fina l.
Ploquettes colcoíres grovées. í: animal indeterminé.
(G. n.)
-41 -
[page-n-46]
Fig. 7 . -Proto - Mogd olénicn
Nos. 1: Beau groUair sur bou t de lame.- 2: í,rottoir épois.- 3: Ciseou.
-4: Racloir dauble avec pointe ogivale.- 5: Micronucleus.--6: Raclel
te-Burin. - 7 et 8: Burins o coches sur éclo ts (? transversal doublc, 8
transversal et d'angle).-9: Bur.n d'axe o deux pons.-10: Burin d'anglc
a coche sur éclat.
(G. n.)
[page-n-47]
Fig. 8.-Roclettes du Mogdolénien (ou Proto-Mogdoléníen lb).
(G. n .)
-43-
[page-n-48]
A. CHEYNIER
Fig. 9.-Proto-Magdalénien
I b.
Nos. 3 3 6 36: Poingons Iégers, plats.-37
6 39: Fragrnents' d'aiguilles.
-40 6 42: Coquilles d'ornernent (tertiaires).
(an.)
[page-n-49]
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R""telt. ~ h•<;>•"'c.
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({o.le Clf'\a.l\it)
Fig. 1 0. -Pro to-Mog do lé nic n 1 b.
Nos. 1: Roclette o encache o retouche inverse.-2 et 3: Roclettes o plan
de froppe écoillé (3 sur l'ongle d'éclotement).-4: Roclette convexe et
concove. - 5: Ciseou lorge.--6: Bec-conif.-7: Ciseou.-8: Lomelle.9: Per~oir sur bout de lome.-10: Per~oir fin (pointe o piquer).-11:
Multi-persoir.
(G. n.)
[page-n-50]
g
Fig. 11 .-Proto- Magdalénien 1 b.
Ploquettes grovées: g: Oiseou ou phoque. Signes polmés.--c: Tete.
! Jeu de Morelle.- b et e:
(G. n .)
[page-n-51]
Fig. 12.-Proto-Magda lónicn 1 c.
1, 2 et 3: Burins obliques (ou d'oxe a un pon) et gougcs. - 4, 5, 6, 8
9 et 11: Burins d'oxc a dcux pons (dits bec de fl ütc) (8 double). 7: Grot toir concove et pointes opposées.-10: Grottoir rond ovec petit
burin a un ongle.
(G. n.)
[page-n-52]
24
A. CHEYNIER
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,· 1'l
Fig. 13 .-Proto- Mogdolénicn 1 c.
Nos. 12, 15, 16. 17, 19 et 20: Roclettes.-13: Couteou double o dos
obrupt.14 : Per~oir-buri n opposés.- 18: Rocloir-grottoir.-21 : Per~oir.
- 22: Ciseou.-23 : Grottoir de fortune sur oxe d'éclot.-24 : Nucleus.
(G. n.)
-48-
[page-n-53]
25
L' ABR I LACHAUD
MI ,(2 - ~)
········o . ...... . ..... o......... .
2•
5
Fig. 14.-Proto -Mogdolénien 1
e;.
Débitoge de bois de Renne sciés par refente en long, caupés en biseou
praboblement dons le but d'abtenir une pointe.
(G. n.)
-
49 -
[page-n-54]
tll. ..
VJ11..
:
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h'\(1. '" ""' ;if
lc.HY\CII < .,_
4-J
"'""" o.\.."-tt".
Fig. 15.-Proto-Mogdolénie n 1 c.
Nos. 28: Sogoie o bose en biseou simple, épointée.- 29: Base de Sagaie
conique o section circulaire.-30 et 31: Bases de Sogoies o biseou srmple ovec incisions sur le biseou.-32: Painte déjetée.-33: Poinc;on. 34 : Burin en os.-35: Boguet te-Sogoie, o bout arrandi (retouchoir?l et
base en blseau simple.36 et 37: Deux fragments de Sogoie semblont
se complé ter.-38: Manche d'autil e n bois de renne.-39 et 40: os ponce.
- 4 1: Manche de Lomelle o bord obottu dons un tronc;on de co te. 42: Objet conique pouvont ctre interpreté comme un pian o jouer (3
objels semblobles e n os).
(G. n.)
[page-n-55]
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J, 1 Poot1t~' (Co11\ovt iltc ov.fi.)
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fig . 16 .-
Proto - Magda lé nicn 1 c .
Nos. 42: Pctil objet en os fo~onné sur les dcux faces ct sur les 3/4 de
son contour, interprété por l'inventeur comme un prototype de contour
decoupé IPolsson').-43: Pendeloque en Jois de Tourbe (determinéc ou
Museum d'Histoire Noturelle de Poris, chez M. Furon).-44: Epingle o
dcux poin tes (épingle o cheveux).-45: Objet tres mince resscmblont o
un coupe. popocr en os, cxécution porfoite (Divoscur de tendons pour foor.,
des fil s?).-46: Burin en os o base équorrie conique. - 47: Retouchoir
décoré d'une t ~te.-48 o 55: Epingles o chós completes.
(G. n.)
[page-n-56]
28
A. CIIEYN IER
Fig. 17 .-Proto-Mogdolénien 1 c.
o et e: objets en gres fin pell sur une ou deux foces.-b: Ploquette colcoire grovée.-d: Boguette en schiste peli (comme ou Porpolló, lóm. XI,
num. 36).
(G. n .)
-52-
[page-n-57]
29
L' ABR I LACHAUD
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Fig. 18. -Proto- Mogdolénic n 1 c.
Lampe en gres rose pique tée, deux frogments retrouvés.- e: Reconst1
tution.
(d :G. n.)
- 53 -
[page-n-58]
2
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Fig. 19.-Proto-Mogdolénien 11 a .
Nos. 1 o 19: Lomelles o bord obottu (lo pluport ne sont pos des pointes; por centre le 9 o deux bords obottus est une doubl e pointe). - 20
o 24: Per~oirs fins type pointe o piquer.-25: Mícronucleus.-26: Ciseou.
-27, 28 et 29: Burins d'ongle o deux pons.
(G. n.)
-54-
8
[page-n-59]
1
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Fig. 20.-Proto-Magdalénien
l i a.
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Nos. 30 et 31 : Sagaies a section ovale.
32: Sorte de bouton dans
spongiaire fossile.-33:
Fragment de poingon.-34:
Aiguille sans chos,
complitte, a base en biseau simple.-35:
Os équarri.-36:
Pointe double
(épingle a cheveux).-37:
0s appointi.-38:
Coquille teinte d'ocre rouge.-39
a 43: Dentales.-44: Poincon plat.-45 et 47: Os portant des
marques.--46: O équarri.
(G.n.)
,
[page-n-60]
[page-n-61]
J.
G. D. CLARK
(luglnlerrn)
The groove and splinter technique of
workJng reindeer and red deer antier in
Upper Palaeolithic and Early Mesolithic
Euro pe
The need to study techniques os well os products has long been
recognised omong prehistorions. Porticula~ly voluoble insights
hove olreody been goined by studying flint implements in conjunction with cores, unfinished specimens ond othe, debris of manu facture ond importont odvonces hove olso been mode in the understonding of ceromic ond metal types through poying ottention
1c such tapies os potting, metollurgy ond smithing . Rother less
notice has been token of the woy in which objects mode from motc~ ri ols like antier ond bone were fobricoted . Yet in the cose of
hunters such moteriols of necessity ployed o prominent role in
technology os well os reflecting in o unique foshion the interploy
of cultural inheritonce, economy ond ecology. In drowing ottentivn to on importont piece of evidence from Professor Luis Peri cot's splendid excovotions ot Porpolló in Eostern Spoin, one moy
hope to stimulote interest in the waste antier material from prehistoric sites, material which it is to be feored has too often been
discorded or overlooked so far os cultural significonce is concerned.
The first to study the working of antier by Upper Poloeolithic
:non in ony detoil wos Alfred Rust, excovotor of the fomous sites
of Meiendorf ond Stellmoor in the Ahrensburg tunnel-volley, north-57-
[page-n-62]
2
J. G. D. CLARK
east of Hamburg ( 1). Reindeer antlers from the Hamburgian levels
at each site were not only numerous, bu t owing to the water-logged character of the calcareous muds in which they were found
exceptionally well-preserved. As a resul t of his el ose examina tion
of this remorkably fresh material Rust wos oble to demonstrote
convincingly the methods used by the earlier Upper Palaeolithic hunters of the Hamburg oreo to obtain the blanks from which to fobri cate harpoon-heads and other objects from reindeer antier (2). In
essence their method wos to detoch longitudinal strips or spllnters
from the inner ore of the beams, generally stopping short at the
bez (fig. 1, a), occasionolly reaching the brow tine (fig. 1, b),
but n e ve r carrying on down to the ro o t or stump of the
antier. The splinters were first defined by cutting deep grooves
by means of flint burins, so penetrating the hard outer wall of the
antier down to the inner core; from this they would be detached
by means of levering, sometimes assisted by undercutting by means
of a special type of pronged flint. As a general rule the Hamburgians seem to hove been content with one splinter from each antIer (fig 1, a), but occasionolly they removed as many as three: for
instance an antier beam from Meiendorf not only lacked some twofifths of its girth, implying the removal of probably two splinters,
but also showed on the surviving portian a groove which defined a
third one (3); ogain, a specimen from Stellmoor shows clear traces
of the removal of one long ond two shorter splinters (fig. 1, b) (4) .
Troces of the sorne technique hove sin ce been recognized on
objects from mony points within the territory of the Late-glacial
reindeer hunters of northern Europe: one m ay cite a reindeer antIer from the Hovel Lokes west of Berlín from which a s trip some
54 cms. long has been removed from the inner are of the beom (5);
or, ogoin, one might point to grooved antlers of reindeer from
( l) A. RUST: "Dos oltsteinzeitliche Renntierjogerloger Meiendorf", Neumünster, 1937; and "Die olt- und mittelsteinzeitlichen Funde von Stellmoar" . Neumünster, 1943.
(2) A. RUST: op. cit. 1937, pp. 90-98; 1943, pp. 128 ff.
(3) A. RUST: ap. cit. 1937, p. 97 ond tof. 36.
(4) A. RUST: op. cit. 1943, p. 128 ond tof. 24.
(5) R. STIMMING: "Die Renntierzeit in der morkischen Hovelgegend" in
Monnus, Zeitschrift für Vorgeschichte, VIII, Leipzig, 1917, pp. 236-237 ond
tal. IV. 8 .
-58-
•
[page-n-63]
TECHNIQUE OF WORK ING ANTLER
3
Fig . 1.-Reindeer ontlers worked in the groove ond splmter technique from Hom-
burgion levels ot o Meíendorf ond b Stellmoor, Schleswig-Holstein, Germony. Seoles o (e 11 16), b (e 2/15 d 2 /5).
-59-
(Aftor Rust)
[page-n-64]
4
J. G. D. CLARK
the old territories of East (6) and West Prussia (7), both within the
frontiers of present-day Poland, and also from Denmork (8). Again,
os Rust pointed out (9), basically the some technique of working
antier was employed by the cave-dwelling reindeer hunters of central and western Europe, side by side with the utilizotion of complete sections for batons and similar forms . For instance the Pekórno cave, Kostelik, Morovio, yielded reindeer antlers with porollel grooves defining in some instances a number of splinters ond
o lso the stumps of o thers from which severo ! splinters hod been
detoched ( 1O). In the extreme south of Germony the lote Mogdolenion levels of Petersfels near Engen and the open sto tion of Schussenquell e south of the Federsee hove both produced troces of the
some technique, the former including a specimen with o short incipien t groove ( 11) and o pointed stump from which three ond possibly more s tri ps hove been token ( 12), ond the lotter on on tler
beom showing signs of the removol of o t lecst one lorge s trip
( 13) . No systemotic s tudy has been made of the very rich material
from the French ond north Sponish caves, but it is not difficult to
quote exomples from late Mogdolenion deposits: from Bodegoule
in the Dordogne one moy mention e porticulorly fine reindeer antIer beom from which two strips some 30 cms. long hove been detoched, together with on actual splinter c. 29.5 cms. long (14) ·
ond from Mongoudier in the Chorente on antier with preporotory
porollel grooves ( 15) .
(6) e. g. from Popelken, kr. Lobiou. See W. GAERTE: "Auf den Spuren der
Ostpreusslschen Mommut-u. Renntieriéiger", in Monnus, Zeitschrlft für Vorgeschichte, XVIII, Leipzig, 1926, pp. 253-257.
(7) e. g. from kr. Ku lm. See H. GROSS: "Auf den ol testen Spuren des Menschcn In Altpreussen" in Prussio, bd. 32, 1938, pp. 118-119 ond obb. 14 .
(8) From the western edge of Mullerup Bog. See T. MATH IASSEN, In "Acto
Archocologico" , 1938, p. 175.
(9) A. RUST: op. ci t. 1943, pp. 143-144.
( 10) K. ABSOLON ond R. CZ1ZEK: "Die Poloeolithische Erforschung der Pekórno-Hoh le in Méihren" in Mitteilungen ous der Doloeolithischen Abteil, om
Mohr. Londesmuseum nr. 26, Brünn, 1932, tob. XX ond XXI, 9.
( 1 1) E. PETERS: "Die Altsteinzeitliche Kulturstéi tte Petersfels", Augsburg,
1930, tof. XVII, 2 b.
(12) E. PETERS: op. cit. in note 11, tof. XIX, 4.
(13) R. R. SCHMIDT: "Die diluviale Vorzeit Deutschlands", Stuttgart, 1912.
See pp. 54 -56, 187-188 ond taf. XXIV, 8.
(14) 1 hove ta thank Mr. G. de G. Sieveking far recogmsing these in the Musée de I'Hamme, París, ond for obtaining phatogrophs.
(15) Examined in the museum af the lnsti tute de Paléontalogie Humaine,
París, by courtesy af Prof. Voufrey.
- 60 -
[page-n-65]
TECHNIQUE OF WORK ING ANTLER
S
Recent excovotions in t he north-eost of Eng lond at Stor Carr,
Seomer, Yorksh ire (16), hove shown thot basicolly t he some technique wos opplied to red deer antier during the Pre-boreol phose
of Post-glacial time in north-western Europe (pi. 1; fig. 2). Li ke the
Homburgions ond Mogdolenions, the proto-Moglemosions of Stor
Corr sought to obtoin the row material for moking thei r borbed
points by removing strips of splinters from the ontlers of their principal food-onimol. Moreover they ochieved this oim by closely similar meons, cutting porollel grooves (it is typicol thot only in very
rore instonces did these converge o t eíther end) olong t he length
of t he beom ond forcing ou t the intervening st rip of a ntier. The
minar voriotions which exist moy we ll be due to differences in t he
conformotion of red deer ond reindeer antier. Whereos the Homburgions only detoched strips down to the base of the bez or very
rorely os for os the brow tine, the Stor Corr people removed them
right down lo the burr or stump of the antier. Agoin, the red deer
hunters rarely contented themselves with o single splinter (pi. 1,
top) os wos the normal practice wi th the Homburgions; os o rule
they secured three or four (pi. 1, middle) ond even on occosion .:JS
mony os f ive or six pieces, os well os occosionolly removing splihfers from the brow tine. One result of this wos thot splinters were
removed f rom t he sides of the beom os well os from its inner ore,
so thot only o norrow strip would remoin with the tines or t heir
stumps (pi. 1, bottom) ond this would commonly be found broken
short neor the base of the antier (cf. fig . 3) . At Stor Corr strips os
!ong os 22 inches (c. 56 cms.) were obtoined in this woy.
From o culture-historicol point of view the moin in terest of the
Stor Corr ontlers is thot they demonstrote o continuotion into Postg lacial times of o technique of Upper Poloeofithic origin, one moreover which seems to hove p loyed only o ~ery subsidiory role in
loter times. lndeed in the moture Mog lemosion culture of the full
Boreal period borbed points were mode olmost invoriobly of bone
( 16) Preliminary accaunts af material fram the 1949 and 1950 seasons hove
appeored in the "Proccedings of the Prehistoric Socicty" (Cambridge), Vol. XV,
pp. 52-69 and Vol. XVI, pp. 109- 129. A full account, includíng thc materia l fram
the more extensive excovo tfons of 1951, wiff appeor in "Excavotions at Star
Carr: An Early Mesolithic Síte ot Seomer, neor Scorborough, Englond" to be publíshed by the Cambridge Unfversity Press.
-61-
[page-n-66]
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Fig. l.-Red deer antier worked in the groove ond splinter technique from the
Proto-Moglemosion site of Star Corr, Yorkshire, England . Two splinters or
strips of antier hove been removed ond a third hos been portly defined by
o groove (e 11 1 30).
[page-n-67]
7
TECH NIQUE OF WORKING ANT LER
rather than antier ( 17). The choice of antier and the method of
working it thus emphasize the intermediate s tatus of t he Star Carr
people between the Magdalenians and Hamburgians and the Maglemosions proper.
Vegetationa l
zanes (Jes.sen)
IX
Sub-boreal
1
Climatic
phases
Sub-atlontic
Geologico l
periods
Arcnaeolagica l cultures
and stages
VII I
lron Age
Bronze Age
o
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Neolitnic
o
1
1
o.
1
+-
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a.
Atlontic
VIl
Erteboe.lle
Boreal
V-VI
Mag lemosion
(Mull erup, Svaerdborg)
Pre-boreol
IV
Proto-Maglemosion
(Stor Corr, Klosterlund)
Younger
Dryos
111
Alleroed
oscillation
11
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Older Dryos
1e
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Baelling
oscillation
1 b
Oldcst Dryos
1 o
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1
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Ahrensburg
(Stellmoor, upper)
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Lyngby
(Noerre Lyngby)
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Bromme
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Hamburgion
(Meiendorf ond Stellrnoor, lower)
T ab lc shawing th e seq ue ncc af hum a n settlemcnt in Narthern Europa
Proof thot the Star Carr technique is in truth Upper Palaeolithic in origin is to be found in the identical treatment of red deer
( 1?) The Boreal Maglemoslans dld occasionoll y use stag antier as o materia l
for tneir borbed points, as witness finds from Svaerdborg ond other of the Zea land
sites, but this wos very exce ptionol. See "Donske Oldsager" , 1, núm. 1?3 ond poge
66, Cope nhagen, 1948.
-
63 -
[page-n-68]
8
J. G. D. CLARK
an tier in the southernmost territories of the Magdalenian culture
beyond the range of the reindeer during the La te Pleistocene. During a recent journey to Spain ( 18) the a uthor had the opportunity
Fig. 3.-Bose of red deer antier from whích three strios hove been removed in the
groove ond splinter technlque from o Mogdolenion IV level ot Porpolló
(Valencia) (21 3).
of examining the lower ends of shed stag antlers worked in this
fashion from the Cueva Polonia, Asturias (19), and from a Magdalenian IV leve! in the cave of Parpalló, Va lencia, excavated wi th
such brilliant results by Professor Luis Pericot (20). By courtesy of
the au thorities it was possible to make a summary sketch of the
( 18) The outhor ís groteful lo the British Acodemy for o generous gront towords the expenses of this journey.
( 19) Mus. no. N. 244. The outhor is indebted to the Director, Prof. J. Mortínez Sonto- Oialla, for ol lowing him to examine this specímen.
(20) Valencia, Museum of Prehístory of the Diputación Provincial, núm. P329. The object wos described by Prof. L. PERICOT GARCIA: "Lo Cueva del Porpalió (Gondío), Excavaciones del Servicio de Investigación Prehistórico de la Excelentísimo Diputación Provincial de Valencia", Madrid, 1942, os o poignord or
dogger (p. 92, fig. 62, 2}.
-64-
[page-n-69]
TECHNIQUE OF WORKING ANTLER
9
exomple from Porpolló (fig. 3), which con be seen to consist of the
lower end of the residual port of on antier beom broken short in
the monner indicoted. Cleorly visible ore scors left by the extroction of three porollel strips of antier, which hod evidently been
removed right down to the root of the beom os in the cose of those
from Stor Corr. lndeed the Porpolló ond Cueva Polonia specimens
ore so similar to broken pieces from Stor Corr thot they might eosily hove come from the Yorkshire site.
The technique of extrocting strips of splinters of antier by cutting porollel grooves ond levering or pulling out the intervening
portian is thus seen to be of widespreod occurrence omong the reindeer ond red deer hunting peoples of Europe during Lote-glacia l
ond Eorly Post-glacial times (21) . lt would be interesting to know
whether it wos olso employed by the Azilions of Northern Spoin
ond Southern Fronce, omong whom the stog antier horpoon wos in
widespreod ond common use ond whose Lote Mogdolenion ontecedents ore commonly ossumed. This brief note is offered in hommoge
to o distinguished Sponish orchoeologist in the hope thot he will
find mony successors. Exominotion of discorded antier ond bone
material, porticulorly from cave or shelter sites for indicotions of
technique is only one of the innumerable tosks thot owoit reseorch.
(21) Severo! finds of red deer ontlers with troces of the groove ond splinter
technique hove been recovered from Donish soil but none hos yet been found in
dotoble deposits.
-65-
[page-n-70]
[page-n-71]
LAM. l.
CLARK.- Technique of working antier
Red deer ontlets wotkcd in the groovc ond splinter
te~hnlque
from lhe Proto-
Mogdolenion t rie of Stor Corr, Yorkshire (Englond). Scolcs: top (1/41
mrddle ( 1/2), bottom (3171
[page-n-72]
J ESUS
CARBALLO
(Sonlonder)
La~ caverna~
con pintura~ rupestre$ del
Monte del Castillo
(Puente Viesgo, Santander)
Nadie ignoro que lo provincia de Santander contiene en su
seno lo cueva de Altomiro, reino de los grutas prehistóricos por sus
insuperables pinturas rupestres. Pero son pocos los lectores españoles que sepan que en esto provincia existen además otros grutas
pintados, como son los de Covolonos y lo Hozo (Ramales); lo
de Sontián (Puente-Arce); lo Clotilde (Santo Isabel); lo de Hornos
de lo Peño (Son Felices de Buelno), etc. Pero sobre todo, los grandes cavernas del Monte del Castillo en el pueblo de Puente-Viesgo,
que con Altomiro ponen o Lo Montaña como capital de lo España
prehistórico.
A este monte singular, único, va dedicado el presente artículo,
especia lmente con miras o dar o conocer los últimos descubrimientos realizados en el pueblo de Puente-Viesgo.
En lo carretero que va de Santander o Burgos y Madrid, o 30
kilómetros de Santander, se encuentro este hermoso pueblo o orillas
del río Pos, y al pie de un monte cónico de 200 m. de altitud, llamado del Castillo porque es tradición que hubo uno en lo cumbre.
En ésto todavía subsisten los restos de un castro celta, desafiando
los intemperies y lo acción destructora de los siglos.
Como coso excepcional, este monte contiene en sus entrañas
t res grandes cavernas con pinturas: lo del Castillo (nombre inadecuado), lo de Lo Pasiego y lo de Los Monedas. Además se encuen-67-
[page-n-73]
2
JESUS CARBALLO
tro otro gran caverna llamado Lo Flecho, en lo que por ahora, no
hemos podido descubrir vestigio alguno de pinturas.
Los cuatro se encuentran en el mismo plano, que está aproximadamente o lo mitad de lo altura del monte, y lo entrado o todos
ellos se hallo o 80 m. sobre el río Pos, que discurre por lo base.
Otras cuatro, sin pinturas y de menores dimensiones, están situados en un plano más alto; una de ellos tiene en lo último galería
una laguna de 70 m. de larga.
Debo añadir que, de l incipiente estudio geológico que tengo
hecho, deduzco que en plano inferior próximo a la base del mon te,
debe de haber otras grandes cavernas de mayor ex tensión aún que
las conocidas.
LA CUEVA DEL CASTILLO
Lo del Castillo fué conocida de siempre debido a su gigantesca
entrado, que se ve desde larga distancia. Es de una grandiosidad
y belleza fantásticas: contiene gran número de pinturas y grabodos y, en lo entrada, a plena luz solar, se descubrió un yacimiento
de los mayores de Europa, que contenía materiales de todos los
períodos paleolíticos.
El Profesor Alcalde del Río, Director de la Escuela de Artes y
Oficios de Torrelovega, descubrió y estudió por primero vez los pinturas y grabados de la Cueva del Castillo en 1903.
Más tarde, en e l a ño 1909, hice yo el estudio espeleológico y
descubrí en su in terior, bajo una gran estalagmita, el esqueleto
completo de un oso de las cavernas (Ursus spelae us), y además varias osamentas de cérvidos, équ idos, cópridos, varios mandíbulas y
otros huesos de bison te, lobo y jabalí. En la úl timo galería, llamado de los Discos Ro jos o del Mamut, en el primer rincón de lo derecha, encon tré unos pocos huesos de león y de hiena de las cavernas.
Después procedí a sondear el yacimiento de lo entrado y hallé
materia les ocilenses, magdalenenses y solu trenses (1). Con ellos
abundantes especies de moluscos, especialmen te pate lla, helix, ciprina s, pecten, ostras y turritellas.
(l) Sobre nomenclatura prehistórico véase: J . CARBALLO: "De litera tura prehistórico", en el "Diario Montañés" de 30 de Noviembre de 1950.
-68-
[page-n-74]
LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO (SANTANDER)
3
Por falto de recursos me vi obligado o desistir de esto investi gación, yo que entonces ninguno entidad oficial subvencionaba estos trabajos y, de los particulares, sólo el Marqués de Comillas (don
Claudia López) protegió varios excavaciones, entre ellos, lo que
llevé o cabo en lo Cueva del Rey.
En el año siguiente -1910-, el Instituto de Paleontología
Humano, de París, fundado por el Príncipe A.lberto de Mónaco, dió
comienzo o lo excavación completo del yacimiento, con grandes
recursos económicos, y que duró cinco campañas de verano. Lo
dirigió e l Dr. Obermaier con Werner y otros investigadores extranjeros, entre ellos H. Breuil, que había efectuado yo el estudio del
orte rupestre de esta región con Alcalde del Río.
Esta excavación fué sin duda una de las que se realizaron con
más recursos económicos y con más personal técnico. Bien lo merecía el yacimiento, que ha sido el más completo y que alcanzó
hasta uno profundidad de 18 m. conteniendo todos los niveles paleolíticos, desde el ocilense hasta el ochelense inferior.
Entre los miles de objetos extraídos, figura como uno de los
más destocados un cetro perforado (bastón de mando), que presenta en uno de los coros un hermoso relieve con un ciervo en estilo
realista, del magdolenense superior. Puede verse en el Museo de
Santander con gran cantidad de materiales de dichos niveles.
LA PASIEGA
Durante una de las campañas, Werner y Obermaier se dedicaron varios días a buscar otros cuevas, hasta que dieron con lo de
La Pasiega. Contiene esta gruta muy interesantes pinturas en negro y en rojo, aunque no son de estilo oltomirense. El plano de esto
cueva es de los más complicados que se conocen en España. Contrasta grandemente la profusión de pinturas que la decoran con la
carencia, o mejor, con lo pobreza del yacimiento.
Los descubridores nado dicen de hallazgos en la Memoria que
publicaron con buenas reproducciones de las pinturas. Mas ahora,
al hacer el estudio de la nuevo caverna Gorda Lorenzo y yo, hemos
descubierto cerco de lo entrada un yacimiento con dos niveles: solutrense y magdalenense; si bien no son muy ricos, presentan en
cambio formas líticos admirablemente retocados y muy típicos
(lóm. 1).
-69 -
[page-n-75]
4
JESUS CARBALLO
Este descubrimiento nos plantea un problema no fácil de resolver. Obermaier clasificó como auriñacenses las pinturas de dicha
caverna; pero no se descubre resto alguno de material auriñacense
que confirme su clasificación, cosa digna de tenerse muy en cuenta considerando que, a dos pasos de allí, en la Cueva del Castillo,
es precisamente el nivel auriñacense el que proporciona más abundantes materiales.
Cuando Obermaier hizo su clasificación, era teoría generalmente admitida que no existía arte solutrense. Así se ve que cuando describe pinturas que no pueden ser atribuidas al auriñacense,
salta al magdalenense inferior, llevado del prejuicio citado.
Siempre que yo oía exponer esta teoría pensaba que, precisamente la industria lítica solutrense, era la más perfecta de todas.
Para comprobarlo tenemos en el Museo de Santander abundantes
materiales de todos los períodos paleolíticos, entre los que destacan
los solutrenses como los más perfectos, bellos y mejor trabajados.
Esto lo reconocen los mismos que niegan la existencia de la pintura
solutrense. ¿Si eran artistas de la piedra, por qué no habían de serlo de la pintura?
Pero hoy, después que el Parpalló demostró con la segurido ~
que sólo la estratigrafía puede dar que las mejores pinturas aparecieron en el nivel solutrense, que la Venus del Pendo es solutrense,
etcétera, esa teoría se desvanece por sí misma.
Por mi parte, libre de ese prejuicio (que nunca he sufrido), opi no que las pinturas de La Pasiega son solutrenses unas y del mogdalenense inferior otras.
No hago afirmación rotunda en ninguna manera, pero expongo
con claridad y sin rodeos mi opinión. La rozón es que para mí el
dato que proporciona la estratigrafia es el única convincente. Lo
cua l no quiere decir que menosprecie las razones expuestas por
otros autorizados prehistoriadores; al contrario, las respeto como
se merecen por venir de quienes vienen.
LA CUEVA DE LAS MONEDAS
El Ingeniero de Caminos señor Gorda Lorenzo, que ha realizado una ingente labor de construcción de carreteras, instalaciones
de alumbrado eléctrico, apertura de pasos peligrosos en el interior
de las grutas, construcción de escaleras en los pasos difíciles ha-70-
[page-n-76]
LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO ( SANTANDER)
5
ciéndolos accesibles o ros personas menos acostumbrados, etc., enseñó a sus obreros a localizar gru tas. Al recorrer todo el Mon te del
Castillo descubrieron varias cuevas sin pinturas y, ú ltimamente,
ésto de Las Monedas, con pinturas (2).
Con este hallazgo la riqueza prehistórica de La Montaña y de
España cuento con un monumento más, aumentando así el tesoro
nacional.
Lo Diputación de Santander, que sostiene su gran Museo Prehistórico, uno de los mejores de Europa, de acuerdo con el Potronoto de los cuevas, proporciona también los fondos necesarios
poro continuar esto gran labor, haciendo ~si de La Montaña la
capital de la España prehistórica.
Lo gran caverna de Los Monedas es de una vistosidad grandioso. Mide unos ciento sesenta metros de longitud, con varios galerías cuyo belleza aumenta a medida que nos internamos, siendo lo
última la más fan tástico.
Contiene más de veinte pinturas, todas en negro, bien conservados, si tu odas lo mayor parte en uno de los salas, que es como el
sancta sanctorum de esta admirable obro de lo naturaleza. En casi
todas las galerías se descubren restos de pinturas, ya desvanecidos
e inclasificables.
Se ven igualmente restos de pinturas rojos, o veces infropuestas o los negros, y por tonto, más antiguas. Este doto merece tenerse en cuento, porque si son más antiguos que las negros y si no
existen pinturas más antiguas que las del auriñocense inferior,
(2) Lo hemos denominado de Los Monedas, porque en lo primero exploración
hollamos uno excavación que parecía reciente. Al verlo supuse que no ero obro
de geólogo ni de prehistoriodor; que probablemente ero de un buscador de tesoros
que pudiera ser del siglo XVI a l XVIII , época en que m6.s gentes se dedicaron o
buscar tesoros en cuevas, dólmenes y ruinas. Al día siguiente un obrero, en el
momento de bojar o reconocer uno sima, topó con un mantoncito de monedas que
según clasificación del Profesor Mozo Solano, son de los Reyes Católicos. Es curioso que después hayamos podido comprobar oue un !-\ombre sólo había penetrado
hasta el lugar en que perdió los monedas. Se veían los huellos de su calzado, los
de ido y los de vuelto, de un solo individuo, el buscador de tesoros.
Hemos podido saber también que se alumbraba con tarugos de tojo seco, pues
en lo tierra de lo excavación quedaron los restos y lo cenizo de lo combustión.
Es admirable que en el siglo XV o XVI, cuando lo superstición hado sentir pavor o entrar en lo.s cavernas, penetrase un hombre !olo, que recorrió los galerías por lugares que, todavía, resultaban difíciles y peligrosos poro nuestros obreros, aun haciéndolo en grupo. Aquel visitante descendió o uno sima o lo que es
preciso bojar en lo actualidad con escalos de cuerdo. Debió de hacerlo en el
mayor secreto. Creo que bien pudiera posar o lo historio con el nombre de "El
héroe desconocido" .
-
71 -
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6
JESUS CARBALLO
podemos pensar que las negras, más modernas, no sean de ese período. También se ven unos signos indescifrables en negro.
Como ya hemos dicho, la mayor parte de las pinturas están
localizados en uno solo, y los de otras galerías han desaparecido
en su mayor porte. ¿Desaparecidos por acción natural o por obro
de posteriores trogloditos o quienes no interesaban? Si fué esto
última la causa, se nos ocurre preguntar por qué esos destructores
respetaron los de eso sala que los conserva.
Además, da lo coincidencia de que allí vemos relieves o mejor
estalagmitas retocadas por el hombre (como en el techo de Altamira) para representar animal es, especialmente bisontes. Camón
Aznor, el gran crítico de arte, sin saber que yo los había visto y
mostrado a los obreros desde el primer día, los reconoció en cuanto
penetró en la cueva y lo manifestó al guía que lo acompañaba.
Pero estos relieves no están completados con pintura como los
de Altamira y Cueva del Castillo, porque tampoco lo necesitan ni
lo permite la formo de la estalagmita.
La fauna allí representada (láms. 11, 111 y IV) consta de dos
cérvidos, tres bison tes, cuatro cabros, trece équidos, dos bóvidos y
un oso (3). Lo figura del oso es interesante porque en España sólo
se ha descubierto otra en Cortézubi (Vizcaya) y una tercera, graboda, en la Venta de lo Perro (entre Vizcaya y Santander). El oso de
la cueva de Las Monedas mide 1'75 m. de largo y es de un reo lis .
mo tal que lo considero de período solutrense más que auriñacense
(4). De estos gigantescos plantígrados hallamos numerosos oso-
(3) El profesor don Eduardo Ripoll y su señora, Invitados por el Patronato de
las cuevas, han obtenido de todos los pinturas unos calcos magnitlcos; verlos en
el Museo es como ver las pinturas originales.
(4) La bibliografía más importante sobre lo cueva de Los Monedas es lo srguiente:
J. CARBALLO: "Uno ciudad troglodítica. Nuevo caverna con pinturas". Minería y Me talurgia, núm. 138, Madrid, octubre 1952.
J. CARBALLO: "Descubrimiento de uno gran caverna prehistórico". Metalurgia y Electricidad, núm. 185, Madrid, enero 1953.
J. CARBALLO: "lnside o Troglodyte city of 20.000 yeors ogo". The lllustroted
London News, núm. 5943, London 14 mors 1953.
J . GONZALEZ ECHEGARAY: "Lo cueva de Los Monedas, nuevo caverna con
pinturas rupestres, en lo provincia de Santander". Archivo Español de Arqueología,
núm. 86, Madrid 1952.
J . GONZALEZ ECHEGARAY: "Descubrimiento de uno cueva con pinturas en
lo provincia de Sontoder". Zephyrus, cuod. 3, Salamanca 1952.
E. RIPOLL PERELLO: "Une nouvelle grotte o peintures o Puente Viesgo". Bulletin de lo Société Préhistorique de I'Ariege, VI, Dordogne 1951.
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LAS CAVERNAS DEL MONTE DEL CASTILLO (SANTANDER)
7
mentas y también cornamentas de Cervus megocerus y huesos de
jabalí.
En el yacimiento, por desgracia, apenas hallamos industrio lítica dosificable; sólo algunas cuarcitas de tipo musteroide en el interior y en lo entrada. Merece citarse una lanza de piedra encontrado entre los huesos del gran oso de las cavernas, arma que, probablemente, le causó la muerte. •
No obstante, hay sospechas bien fundadas de que al menos en
el primer vestíbulo haya existido un yacimiento, pero debió ser eli .
minado por posteriores habitantes. En cambio encontramos restos
de hogar en todos los ámbitos de esto gran caverna.
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.'
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CARBALLO.- Los covernos del Mon te del Costillo (Sontonder).
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LAM. l.
1
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1
aa.·
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Lo Pasiego (Pue nte Vicsgo, Sontonder). 1: Materiales del nive l solut rense. 2: Un trozo de maxilar humano y obje tos vanos del nivel modgo le nense.
Todos es tos ma te riales fuero n descubier tos en el oño 1952.
[page-n-81]
c!ARBALLO.- Los covernos dol Monte: del Costillo (Sontondcr).
LAM. 11.
,
1
Las Monedo s (Pu ente Viosgo, So ntonder). cbril de 1952.
Pintur.:~s
en negro descubiertos en
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CARBALLO. -Los cavernas del Monte de l Costillo {Sontonder).
•
UM. 111.
f!
1
Los Monedas ( Puente Vicsgo, Santander). -
obril de 1952.
Pinturas en negro descubiertos en
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JUAN B. PORCAR RIPOLLES
(Costellún)
La~ pintura~ rupe~tre~
de
del barranco
"Le~ Dogue~"
El descubrimiento de estos pinturas se debe o uno de los exploraciones que se hicieron en los alrededores del borroneo de Gasulla,
poco después de haberse descubierto Cueva Remigio, exploración
que tuvo lugar en el otoño de 1934 y llevado a cabo por nosotros,
acompañados del masovero Modesto Fobregot ( l ).
El borroneo de " Les Dogues", así llamado, según cuentan los
naturales del término de Ares del Maestre, por existir unos pozos de
aguado (oiguo, oigues, les d'oigues, les d'oigues, les dogues) en lo
porte alto, donde empieza o formarse lo torrentera, está situado
al SE. del término municipal de Ares del Maestre (Costellón) y discurre casi paralelo al borroneo de Gasullo, siendo como éste también
afluente de lo Rambla Carbonero. Su lecho tiene un recorrido de
dos kilómetros y medio escasos; sus vertientes son suaves, de fácil
acceso; algunos estratos afloran o lo superficie dando pequeños in tersticios que pueden aprovecharse como escondites o raseros; en
uno de estos (fig. '1 ) es donde se hallo lo escena bélica más completo de todo el arte parietal levantino.
Entre el material calcográfico conseguido de los exploraciones
de Cueva Remigio en el mes de agosto de 1935, se aprobaron por lo
Comisión investigadora los calcos de "Les Dogues", los cuales sin
(1) J . B. PORCAR: "Noves pintures rupestres en el terme d'Ares", en Boletín de lo Sociedad Castellonense de Culturo, t. XV, cuod. 1 Costellón, 1935,
,
p6gs. 30 o 32; y el mismo: "Noves pintures rupestres en el terme d'Ares del
Maestre", en el citado Boletín, t. XVI, cuod. 111, Costellón 1935, p6g. 144.
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2
J. B. PORGAR RI POLLES
esperar la segunda campaña fueron publicados por H. Obermaier
en "L'Anthropologie" (2). En dicha publicación se ve la escena un
poco desvirtuada en su composición, defecto que su autor anota al
pie de la pintura llamando la atención de lo reducción de distancias
por exigencias de las dimensiones de la coja de la revisto: "Pour pí:!rmettre lo mise de cette figure, on en o ici légerement écarté (de O
Fig. l . -Les Dog ues.-Pionto y perfil del abrigo con pinturos rupestres. A, emplazamiento de los mismos (según Porcor).
m., O15 les porties gouche (p. 478) et droite (p. 479) ". Con posterioridad han sido muchos los investigadores en el campo internacional
(argueólogos, críticos de arte, historiadores, etc.) que han copiado
esto escena de "Les Dogues" publicándola en sus trotados y revistos, sin corregir este error advertido, que Obermoier expone con
todo claridad en su t~abojo (3).
Las guerras primero y después la muerte de este gran sabio
fueron causo del extravío de todo e l material calcográfico de nuestro primera campaña, obligándonos por segunda vez a copiar dichas
pinturas del núcleo de Gosullo, entre ellas ésto de "Les Dogues",
(2) H. OBERMAIER: "Nouvelles études sur l'ort ruoestre du Levont espognol".
L' Anthropologie, t. 47, núm. S-6, París, 1937, pág. 477 y ss
(3) M. ALMAGRO: "Arte Prehistórico", en "Ars Hisponioe. Historio Universal del Arte Hispánico". Vol. 1, Madrid, 1947, póg. 72, fig. 56.
-
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LAS PINTURAS RUPESTRES DE ((LES DOGUES»
3
calcos-copias que publicamos ahora en este modesto trabajo y que
anteriormente he utilizado en lo serie "Iconografía rupestre", aparecida en el Boletín de lo Sociedad Castellonense de Culturo (4).
DESCRIPCION DE LAS PINTURAS
En el arranque del techo y en el rincón de la porte izquierdo de
este pequeño abrigo, es donde aparecen las pinturas en negro pordo sobre un plano liso ocre negruzco, fondo natural del estrato en
su pared interna . Con trozos o la manero caligráfico e impresionista de Morello la Vello, son representadas más de veintisiete fi guras
humanas, arqueros que se boten en dos grupos, cuyos acciones en
sentido opuesto les acuso de ser encarnizados contrincantes metidos en furiosa acción bélico. Poro la descripción de estos conjuntos
tomaremos la misma dirección que lleva el eje mayor de la composición escénica, o sea, de arriba a abajo y de izquierda a derecha
(fig. 2 .") .
En el grupo beligerante de lo izquierdo vemos o tres personajes
que empuñando sendos manojos de flechas forman porte de su retaguardia, tocados con apéndices radiales en lo cabeza; los tres
avanzan con paso abierto y decidido hacia el frente . Dentro de su
uniformidad el pintor ha distinguido al personaje central haciéndole
levantar el brozo sobre su cabezo en ademán de orenga (?).
Delante de estos, otros tres arqueros presentan distinto simetría
de acciones; mientras los de los flancos derecho e izquierdo respectivamente, atacan disparando el orco, el arquero del centro parece
dar grandes saltos provisto de manojos de flechas en ambos monos. ¿Victoria?
Más hacia adelante, otro grupo formo lo vanguardia, destocándose entre ellos un elegante tirador que, ciñendo en su cintura
vistoso cola de pluma jes, di.sporo sin cesar su gran arco, llevando
innumerables flechas de repuesto.
Uno guerríllo extendido formo lo primero línea de combate en
contacto con el enemigo. Aunque esto línea de combatientes hoyo
llegado o nosotros algo extinguida, sus restos dan trazos cuyos for{4) Debo hacer constar desde estos páginas lo gorontío de su fidelidad y valor científico. Son exactos y fidelísimos los distancias que seporon los grupos beligerantes, así como el coleo todo de lo composición escénico, real izado sobre el terreno sin reparar en medios y tiempo poro llegar a lo mós fiel exactitud posible.
Son varios y duraderos mis permanencias en el lugar y muchos más los comprobociones que he hecho en sucesivos viajes al borroneo de "Les Oogues".
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LAS PINTURAS RU PESTRES DE ceLES DOGUES»
5
mas reconstruyen acciones simultáneos propios del lugar, en esta
clase de composiciones escénicas.
Siguiendo el mismo orden de dirección descriptiva penetremos
en el campo combativo del beligerante de la derecha. Su primera
línea del frente lo forman cuatro bravos arqueros desplegados en
guerrilla, guardando en tre ellos intervalos y distancias iguales. Dos
de ellos, tipo carrerista, avanzan velozmen te disparando y a lternon simultáneamente su acción con la de otros dos arqueros que
en disposición de rodil lo en tierra dispara n también destocados, teniendo en el suelo varias fl echas de repu"esto con los cua les parecen
proteger el avance de los primeros. Otro escuadrón de orden más
cerrado, les sigue, dispuesto a impedi r que por los intersticios de
unos y otros se filtre el enemigo; m ien tras unos tienden el orco,
otros acuden con manojos de a rmas poro cubrir y a limentar lo
acción.
La retaguardia de este grupo beligerante está formada por oleadas sucesivas de arqueros, en su mayoría pequeños carreristas de
trazo impresionista. En el centro de este grupo de la retaguardia se
destoca un arquero que retrocede herido, levantando los armas sobre
su cabezo; lo posición prono de su abdomen así como la flecha que
le traspasa el muslo lo colocan dentro del tipo "personajes heridos"
o sacrificados de lo Valltorto y Gosulla.
CONCLUSION
Descritos los esquemas de esta pintura bajo un punto de vista
esti lís tico, lo reciprocidad de sus acciones combinadas simultáneamente traducen a "Les Dogues" como paralelo de técnicos est ra tég icos todavía en uso en nuestros guerras, teniendo en cuenta que
la cantidad de arqueros representados en la escena, osf como los
trozos que componen un manojo de flechas sean signos convencionales de uno pluralidad indefinida, esto es, la cantidad numérica
necesaria para no ser vencido.
Ahora bien, si en esto interesante escena bélica de "Les Dogues"
trotamos de sustituir a uno de los dos contrincantes, reemplazándolo, por ejemplo, por una manada de ciervos o cópridos, su resultado será la transformación en escena de cazo, sin que ningún
arquero desvirtúe sus acciones combinados; de manera que tos pri meros líneas de cerco que vemos en Cava deis Covalls, Araño, Arras-
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6
J. B. PORGAR RIPOLLES
segodors, así como lo retaguardia, se transformo en acompañantes
necesarios en lo cinegético poro el ojeo o cierre de l atolladero,
como en Dos Aguas.
Sin embargo, esta tentativo o simulacro no podría aplicarse con
igual resultado en una de los escenas bélicos que aparecen en el
arte parietal africano; allí los arqueros no soportarían tal metamorfosis por llevar yo escudos protectores de defensa en lo peleo.
Todo esto parece indicarnos que el concepto vertido por este
pintor en una de los rocas del borroneo de "Les Dogues", pertenece
a intelectos de absoluto vida cazadora, generaciones que de tiempo
vienen cu ltivando el arte pictográfico como verbo expresivo que
transmite sus necesidades y afanes o otros seres extraños, a l parecer sobrenaturales. Con elocuencia hablan sus arqueros mostrando
pleno confianza en su potencialidad, sin tener necesidad de parapetarse en ningún baluarte que les defiendo su cuerpo semidesnudo; viven sí de lo que el paisa je les ofrece, oro miel, oro cápridos,
etcétera, mas muchos veces o su poso por estos parajes de Gosullo,
el ambiente les ha impelido o ir o lo caza de sus enemigos, de
quienes nado les diferencio su naturaleza v medios de vida.
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FERNANDO RUSSELL CORTEZ
(llorlu~nl)
flspecto s do neolitico de Portugal
Por estas regióes do centro de Portugal, ao clima húmido e frio
da época glaciar, deve ter sucedido um clima seco, e ecológicamente estepário. Entño, a floro permite o desenvolvimento duma
fauna herbívoro de corredores. Aparecem as populoc;óes dos cac;adores, floresce uma arte pictórica, relacionado com os tote ns, da
qual sño sobrevivencia as pictogrofios da Queirigo. O Beirüo serio
entüo, um continental a percorrer, qual nómada, as prodarios, os
chiios dos vales, perseguindo os manados dos bois, dos parcos, de
cavolos e de veodos.
Depois, em novas tc~mporos, sucedem grandes mudonc;os climáticos. A aridez voi progredindo por extensac; regioes sub-tropicois
e os civilizac;oes estepórios desenvolvidos nestas regioes do Asia
Central e do Soháro, entram em conflito com o meio ambiente e
iniciom-se grandes migrac;oes. A Humonidode ve-se entño compelido poro o Mor, emboro nao estejo o ele habituado e oinda o náo
saiba dominar. A medida que estas condic;oes climáticas se vao
acentuando, nos bordos Oceonicos do Europa, disfrutor-se-io um
clima moderado e húmido, condicionado as influencias do GulfStreom e da Zona Ciclónico do Islandia. Os bosques de órvores de
folho caduco, progridem nos estepes paleolíticos. Numerosos espécies arborescentes refugiados na regiao mediterroneo remontom
novomente paro o Setentriño.
Estos modificac;oes climáticos provocom entño importantes migroc;oes humanos que, convergindo no sentido do Mediterroneo,
formoriom urna mesclo de homens e ideios, logo disseminodos otro-81-
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2
F. RUSSELL CORTEZ
vés das suas margens, levando no seu deambular, o produto do suo
experiencia, dos suos invenc;:oes.
Entre os navidades opontodos sobressoem novas técnicos, que
generalizados, haviom de permitir que o homem resistisse melhor
oos contrastes climá ticos.
Aprendem o conhecer melhor, e a oproveitor os frutos cloquelas plantas que moiores reservas alimentares continham. lniciom o
agricultura pela selecc;:áo dos semen tes. Ao mesmo tempo generaliso-se a domesticac;:ao de animais, nomadizondo-os, progressivamente, com o homem. Utilizam, em largo escala, o plasticidade do
org ilo, descobrem a o la ria; ju lgo que esto técnica fo i descoberta
simultóneamen te em d iversos rincoes, ou entiio pelos pa leolítas saha rianos.
Todo esto humanidode, repelida pelos estepes em vías de desertificac;:iio, trozio consigo nao só os frutos do sua experiencia, do
luto rude contra o aridez, como múl tiplos opeirias agrícolas : vários
sistemas de cultivo, diversas técnicos de construcc;:iio, desde o aporelho do pedra o seco, a té a cabono fruste de peles ou de ramorio
entronc;:ada e barrado.
Tinhomos chegado oos tempos ditos neolíticos, a uma humonidade, meio nómada, meio sedentória.
Os coc;:odores t ransformam-se em pastores, os recoletores em
agricu 1tares.
Os neoli tas ganodeiros e agricultores, de economía matriarcal,
sociedade onde a mulher tinha preponderancia, no sua expansiio
através das margens do Mediterroneo otingiram bem cedo a faixa
Atlon tica da Península, como as camadas neolíticas de Muge, dos
Areias Al tos, do Ca stro de Figueiró da Gran ja, o comprovom . lntegraram-se en tre a popu loc;:üo local que continuova a u tilizar os seus
m icrólitos nos pavis do T ejo, nas morgens do Mondego ou os picos
e raspadores da orla litora l do Noroeste Peninsu lar.
Para a soluc;:ao deste opa ixonon te problema da transic;:üo do
Mesolítico ao Neolítico, nenhuma estoc;:ño como os concheiros de
Muge pode fornecer melhores elementos, maiores possibilidades de
ovaliac;:üo, em especial sobre o, ou nüo, existencia de influencias
africanas nas populac;:oes de cac;:adores jo seden torizados que ocupovom a Península desde o Paleolítico superior a té ao Neolítico.
As conclusoes que tem sido tiradas do estudo dos indústrios de
Muge sño variados. Hugo Obermoier, de acordo con Breuil, incluías no epipoleolítico, falo-nos do Capsense ou do Capso-Tardenoi
-
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ASPECTOS DO NEOLITICO DE PORTUGAL
3
siense. Mendes Correo mostra depQis, o existencia de diferen<;os entre os vários concheiros, entre os vários locois de hobito<;ao destos
populo
vao logrando um emprego sempre crescente.
O concheiro melhor conhecido é o do Amoreiro. Revelou-nos
uma indústrla que, poro Mendes Correa, Breuil e Obermoier, reflete umo acentuada influencio capsense nos seus triangulos. Tipologicomente encontramos no Cabe<;o da Amoreira, láminas finas, de
dorso rebatido, os crescentes, os triongulos e os tropézios sao mais
raros ( 1).
Outros concheiros, como o Cabec;o dos Morros (2L fornecem láminas retocadas e trapézios cuja tipologio perdurou até ao Neolítico.
Igualmente para Bosch Gimpero (3) os negroides de Muge seriam originários do mesmo foco de que resultaram os homens do
Neolftico africano de tradi<;ao capsense, em que também se encontra, um duplo elemento dolicocéfolo e braquicéfalo.
A suposic;:ao da perdurac;:ao do povoamento da regiao de Muge
no de albar dos tempos Neolíticos nao é gratuita, antes é confirmada pelo aporecimento no Cabec;:o da Amoreira de um bem conservado vaso hemisférico, sem ornamentac;:ao que junto a muitos
outros restos cerámicos nos mostra a ocupac;:áo tardia dos concheiros (fig. 1) (4).
Ao considerar em 1934 alguns novas elementos cronológicos
obtidos no decurso das excava<;6es dos concheiros de Muge, Mendes
Correo, refere o Cabec;:o da Amare ira e ensina: "Apareceram alguns fragmentos cerámicos, mas que, se~ dúvida, se podem considerar provenientes de intrusoes ulteriores, sao, porem, de notar,
( 1) A. A. M ENDES CORREA: "Noves esto~oes Fticos em Mugem", 1 Congresso do Mundo Portugues, Lisboa, 1940.
(2) A. DO PA~O: "Noves concheiros do vale do Tejo", in Brotéria, volumen
XXVII I, fase. 1, Lisboa, 1938.
A. A. MENDES CORREA: Op. cit. in nota l .
M. ALMAGRO BASCH: "Los problemas del Epipaleolítico y Mesolítico en España", Ampurios VI, Barcelona, 1944, pág. 2.
(3) P. BOSCH GIMPERA: "El mesolítico europeo", Ciencia, VIl, México,
1946, pág. 30 l.
(4) A recolho deste importontíssimo documento deve-se oo Dr. Alfredo de
Athayde, do Instituto de Antropología da Universidode do Porto.
-
83-
[page-n-92]
4
F. RUSSELL CORTEZ
um vaso grosseiro, sem decoro~ño, de fabrico manual (fig. 1, núm.
1), com aspecto neolítico, e dais fragmen tos con mamilas perfurodos (fig. 1, núm. 2), possivelmente tambem subsequentes oo Me-
~
...
--- ------- -- -- ---
Fig. 1 1 n)
T.
solítico. E impruden te considero-los, sem hesito~iio, do camada
arqueológico mesolítico. Nesto obundom apenas pedo~os informes
de borro mal cosido" (5) .
(5 ) A. A. MENDES CORREA: "Novas elementos poro o cronologio dos concheiros de Muge", Ano is do Facultad e de Ciéncios do Porto, XVII I, Porto, 1934.
página 7.
-84-
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ASPECTOS DO NEOLITlCO DE PORTUGAL
5
Vemos pelo douto opiniáo, acabado de tronscrever, que os habitantes dos concheiros de Muge jó conheciom o utilizo~áo do plosticidode do orgilo, largamente utilizado no revestimento dos empolissodos, dos empenos, dos loreiros, dos cho~os que lhes serviom
de morodio .
T olvez nüo se posso perfilhor o opiniáo de que o vaso ceromico
encontrado resultosse duma intrusáo, ocasional e posterior, umo
vez que os estratos nüo opresentovom sinois de revolvimento, náo
é defensóvel o progressáo do vaso devido o oe<;:áo do grovidode, todos os fragmentos estovom juntos in situ (lám. 1, 1). Se o vaso
fosse posterior o constituic;áo do respectivo horizonte arqueológico
do concheiro, igualmente teriomos de considerar como posteriores
olguns craneos que forom recolhidos no suo imedioto proximidode.
Poderiomos supor o existencia, com tais testemunhos, como por
outras rozoes o afirmou Breuil e, subsequentemente, Obermoier
(6), duma etapa proto-neolítico poro o final do ocupo~áo humana
que os rebotolhos de Muge representom. No entanto melhor será
valorizar os echados ceromicos, esperando que ulteriores investigoc;óes nos concheiros nos trogom, melhores e mois numerosos, informes poro o estabelecimento duma cronología relativa entre os varios concheiros e o possibilidode de situar mois exactamente o doto
do abandono daqueles lugares.
E minha impressáo de que o terminus do occupo~áo humana
dos concheiros de Muge deve estor ligado com o chegada dos gentes portadoras do machado cilíndrico, domesticodoro do cerdo e
duma agricultura operfei~oodo. "A descoberta no Cabec;o do Amoreira, de cavas, abertas no creía estéril do base e cheias de conchas (muitos por abrir), corvóes, espinhos de peixe, etc. evoca o
ideia de depósitos de provisoes, como os silos da oldeio de El Garcel, explorada por Siret. Mas estes eram moiores e mois complicodos e a estac;áo de El Gorcel, emboro tordenoisiense e com umo
utensilagem microlítica, possuio jó pedra polido, que niio existe em
Muge" (7) .
Aparece-nos portento de misturo com uma indústria microlítica, de fócies tardenoisense, um vaso ceromico manual, cozido ao
sol, de fundo hemisférico, e muitos outros fragmentos de argila,
(6) H. OBERMAIER: "El hombre fósil", Memoria núm. 6 de lo Comisión de
Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos, 2.• edición, Madrid, 1925, pógino 395.
(7) A. A. MENDES CORREA: Op. cit. in noto 5, póg. 5.
-85 -
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6
F. RUSSELL CORTEZ
seca ou endurecida ao sol e ao fogo que parece ter servido paro
proteger, revestindo, os paredes feitas de restos vegetais. Foi também encontrada uma colher de cabo curto, feita no mesmo barro
do vcso hemisférico atroz descrito, semelhante a outros encontradas nos Antas do Be ira Alta e do Al entejo Oriental (fig . J, núm. 3).
~ comparavel á que foi encontrado em Los Peñas de los Gitanos
(Montefrío, Granada) e hoje se encontro no Museu de Granado (8).
A colher aparece igualmente na Anta do Rio Torta, Beiro Alto,
num espólio essenciolmente neolítico (9). Aparece igualmente nos
silos de Campo Real, na Andolucio (JO).
A colher de cabo curto é típico do Neolítico Ibérico e do oeste
do Europa, figurando entre os objectos que o ligo ós culturas neolrticos mois ontigas do Vale do Nilo (JI).
Para Gordon Childe (12) a civiliza~ii.o Tardenoisense, é testemunhada pelo aparecimento de silices pigmeus, ou micró litos engenhosomente talhodos segundo formas geométricos regulares,
utilizados por populo~oes que acampovom exclusivamente em terrenos arenosos ( 13), em porte consolidados e revestidos de moto
(J4), abrigando-se em cabanos construidos de vimes ou romoria revestida de barro, enterradas parcialmente no solo. Oeste revestimento aporeceram inúmeros testemunhos no excava~ao dos con-
(8) J. EGUARAS IBAÑEZ: "Museo Arqueológico de Granada. 1, De la Memoria", Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales, 1947 (Extractos), Vol.
VIII, Madrid, 194B, pág. 127, est. XXXVII, 9.
(9) Museu Etnológico de Belém, núm. 9.288.
( 1O) G. e V. LEISNER: "Die Megalithgriiber der lberlschen Halbinsel: Der Süden", Bond 17, Romisch-Germonische Forschungen, Berlín, 194;J, es t. 1ó2, A,
13-2.
J. SAN VALERO APARISI: "Lo Península Hispánica en el mundo neolitico".
Nota núm. 3 do Seminario de Historia Primitivo del Hombre, Madrid, 1948, página 31.
J. DECHELETTE: "Manuel d'Archéologie", 1, París, 1924, póg. 555, fig. 202,
1-5.
J. PHILIPPE: "Cinq onnées de fouilles ou Fort Harrouard", Rouen, 1927, est.
XXVI, 1, 3, 6, 13.
O. MENGHIN: "El origen del pueblo del antiguo Egipto", Ampurios, IV,
Barcelona, 1942, págs. 25-4 1, est. VI .
( 1 1) G. e V. LEISNER: "Antos do Concelho de Reguengos de Monsoroz. Moteriois poro o estudo do culturo megalítico em Portugal". Instituto poro o Alto
Culturo, Lisboa, 1951, pág. 1OO.
(12) V. G. CHILDE: "L'oube de lo civilísotion européenne", 4.• edic., París,
1949, pág. 24.
( 13) J. G. D. CLARK: "The Mesolithic Settlement of Northern Europe", Cambridge Unlversity Press, 1936, págs. 190-194.
(14) V.G. CHILDE: Op. cit. in note 12, pog. 24.
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cheiros de Muge, constituidos por orgi lo endurecido, com moldogens de vegetois incorporados no posta.
O Tordenoisense terio o suo origem no recua poro o setentriiio
no fim do época glociório, de emigrantes ofugentodos pelo dessecoc;áo do Sohóro. Conservoriom o suo formo de viver primitivo; nos
seus instrumentos perduraría o tradic;ao microlítica, emboro na sua
visinhanc;a existissem populac;oes com uma economía de caracter
neolítico, onde se conhecia jó a técnico da produc;ao de alimen tos.
O oporecimento de vasos ceromicos neolíticos, em Muge a nos
Areias Altas, Porto, num meio industrial de caracter Mesolítico ou
Asturiense nao é coso único. Podemos encontrar inúmeros para lelos em Souveterre (Lot-e t-Garonne) forom encontrados micrólitos tordenoisenses associodos com ceromicos, decorados com os
dedos, e, pontos de flecha ( 15) .
Certos tipos tardenoisenses - trapézios e crescentes- de uso
corrente entre estos populoc;oes da Península Hispanice, do Fronc;a
e do Rússio Meridional, podem denotar o obsorc;iio dos cac;odores
desta época pelos populac;oes produtoros de. alimentos. O micrólito
nao deve pois ser tomado como sinónimo de Mesolí tico ( 16).
Consequentemente e ao que parece, umo parte dos estratos de
Muge, com os seus leitos de pouco regu lo ridade, ou dispostos em
camadas discordontes, estiio já matizados com e lementos de Neolítico, chegodos das zonas costeiras do Mediterroneo, com cerom ica; comparar o vaso e demais indústrios com os meteríais da Cova
de la Rabosa ou dos Melones de la Valltorta (Aibocócer, Castellón)
( 17).
Este ochodo de restos cerómicos em Muge vem esclarecer a
época transitiva Mesolítico-Neolítico no Península, confirmando
os elementos entrevistos na excavac;ao da Cueva de la Cocino (Dos
Aguas, Valencia), onde o seu nivel 1 ( 18) forneceu cerómica feíta
ó mlio, geralmente muito tosca, de pasto mal preparado e de cocc;üo defeituosa e que pelo seu espólio foi incluida no Neolítico
inicial, no entonto, culturalmente mais rico que o de Muge; aquí
nao foi encontrado quolquer instrumento lítico polido. Nesto gruta
( 15) L. COULONGES: "Les Gisements préhistoriques de Souveterre-lo-Lémonce (Lot-et-Goronne)", Archives de l'lnstitut de Poléontologie Humoine Mémoire
14, París, 1935, pág. 26.
'
( 16) V. G. CHILDE: Op. cit. in nota 12, pág. 26.
(17) M. ALMAGRO: Op. ci t. in noto 2, pog. 15, fig . 11.
( 18) L. PER ICOT GARCIA: "Lo cueva de lo Cocino (Dos Aguos) . Noto preliminar", Archivo de Prehistoria Levantino, 11, 1945, Valencia, 1946, p6g. 39-71.
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oporecem tombém pontos con pedúnculo lateral ta l quol no Cobec;o do Amoreiro e no Cobec;o dos Morros.
Segundo Pericot: "El paralelo con Muge es tentador. Pero lo
cronología de sus concheros es difícil. En este momento diremos
sólo que coso de aceptarse el paralelo, el Cabezo de Amoreira serio el equivalente de nuestros niveles medio y superior" (19) . Confirma -se assim que os comec;os do Neolítico tronscorrem na Península, dentro dum mundo mesolítico de pequenos cac;odores, o qual
perdura no instrumental que continuará constituindo a base indust rial em que se opoio o Neolítico, durante lorguíssimos anos (20) .
O Neolítico inicial de Muge serio pois representado por ceramica grosseiro, feíto o mao, sem ornomentoc;iio, utilizando como
material plástico o barro impuro local. Nao aporecem muitos restos de instrumentos de pedro polida . Entre os echados de Concheiro
do Moito de Sebostiiio encontroram-se igualmente fragmentos de
orgilo de cobona e restos de louc;a grosseiro ligeiramente ornamentada (2 1).
Oeste mesmo lugar sáo os ossos polidos, placas de xisto com
cavidades pouco profundos, obtidas por rotoc;ao e colhous arredondados e muito bem polidos numo dos extremidades.
Esto fase novo dum Neolítico, integrado num meio industrial
de for te trodic;iio Mesolítico, é ampliada pela considerac;ao do espólio da sepultura de Vale dos Loges, ande, entre os micrólitos tropezoidais, já evoluídos, nos aparece um instrumento polido neolítico (22). E mois uma vez verificada o perdurac;ao de elementos arcaicos entre populoc;oes que, influenciados por novas descobertas,
continuom vivendo a sua primitivo cultura. No entanto, nao deixamos de referir o forte sobrevivencia dos micrólitos que chega á cu ltura dos sepúlcros mega líticos do ocidente atlontico, no seu período mais remoto ou recente.
Passar-se-io o mesmo que em Compigny (Seine ínférior) outroro
indicado como uma estac;ao-tipo de Civilizoc;ao Mesolítico, que é
agora considerada como o estabelecimento caracterlstico dos iní-
( 19) L. PERICOT GARCIA: Op. ci t. in noto 18, p6g. 67.
(20) F. JORDA CERDA e J. ALCACER GRAU: "l.os pinturas rupestres de Dos
Aguas (Valencia)", Serie de Trabajos Varios del S. l. P. , núm. 15, Valencia, 1951.
(21) N. ABERG: "Lo Civilisotion Enéolithique dons lo Péninsule lbérique",
Uppsolo, 1921, pág. 12.
(22) A. A. M ENDES CORREA: "A sepultura neoHtico do Vale dos Lag es e os
eólitos de Oto", Butlletí de I'Associoci6 Cotolono d'Antropologfo, Etnología i Prehistoria, vol. 11 1, Barcelona, 1925, póg. 117-146.
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cios intrusivos do Civilizo~ao Neolítico occiden tal no Fron~o, tal
como poro o Dinamarca é o culturo de Erteboelle.
Paralelamente com a culturo micrólitico dos concheiros de
Muge, desenvolve-se oo norte do Douro umo ou tro culturo, o Asturiense.
Nesto época a utensilogem de trodi<;ao paleolítico, feíto de
osso, é reduzido, sendo oo contrário, numerosos os artefactos chemodos picos : singelos godos trobolhodos unifociolmente e mois ou
menos ogu~odos, terminados em ponto e que deviom servir, principalmente, para destocar dos rochedos os moluscos consti tutivos,
quase exclusivamente, da alimento~ao destos gentes.
Com estes instrumentos aparecem, em alguns cosos, desperdicios da cosinho dos seus usuários e o suo situa<;ao denoto uma habito~áo oo or livre, vida somente possível dentro de um clima mois
quente, nao só que o dos anteriores temperas paleolíticos ou epipaleolíticos mois tombém igualmente que o do norte do Europa,
onde decorre o Mesolitico 11 (23). Pelos mesmos considerondos se
conclue que tal clima serio aindo mais cálido que o actual.
Supoe-se que, nestos regioes do noroeste peninsular, o indústria do Paleolítico inferior, do tipo de mochodinhas, pers is te e nño
quebra a continuidode durante os tempos mesolíticos. Ao que porece, es tas popula<;oes fica rom isolodos e quolquer mudan~o climát ico modificou a suo formo de vida; volvem o ser principalmente
recolectores e a suo alimento~ao fico quosi que circunscrito oos
moluscos do litoral. Serpa Pinto ocreditou no origem portuguesa
desto culturo, onde, no norte, se acantonaría umo popula~áo marginal, descendente do poleolita remoto, populo~áo que montería
alguma dos suas técnicas industriais. Pode relacionar-se o godo
talhodo em bico do Asturiense com os antiguos instrumentos poleolfticos.
Este con junto cultural aparece-nos, nos seus nlveis superiores,
misturado com ceromica grosse iro, de paredes grossos e sem decoro~iio, o que nos levo o supor estarem já estas popula~oes em relo\;ao com o Neolítico de tradi~ao mediterroneo.
No entonto, esta culturo, a ovalior pelas minhos excavo~oe s
do povoodo dos Areios Altas (Porto), perdurou oo longo de todo o
Epipoleolltico, chego mesmo o um Neolítico ovon~odo, já conhece-
(23)
P. BOSCH GIMPERA: Op. cit . in noto 3, póg. 30.
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dor da metalurgia, porém com poucos instrumentos de talhe microlítico, sem armas polidas, sem pontos de flecha de talhe bifacial.
Constatamos assím que o introdu~ao dos inven~oes neolíticas
deve ter seguido um caminho marginal e marítimo (?) e que só o
ceromico é novidade, umo vez que, quer nos concheiros de Muge,
do Porto, dos Cantabros e Asturias, nao nos oparecem instrumentos
1íticos poli dos.
Defende Mortínez Santa-Oiallo a existencia de um Neolítico
antigo caracterisado por uma indústria muito primitivo, correspondente a um Neolitico de machadinhas, pertinente ao complexo
compinhiense, paralelo a um outro Neolftico, que se poderío chamar capsiense com a sua indústria microlítica de sí lex, que se ajusta ao complexo cultural de lascas pequenhas e láminas de trabalho fino e cuidado de formatos sumamente especializados, incluidos
na denomina~iio vaga de tardenoisense (24) .
Pouco sabemos acerca da chegada das primeiras gentes conhecedoras do cultura agrícola primitivo, ou antes, se preferimos, do
expansiio dos costumes que as levam a esta forma de economía. t.
urna quest5o por agora dificil urna vez que grande parte dos meteríais recolhidos, nao o foram e em muitos casos, com um método
assaz perfeito, pelo que nos temas de socorrer dum arrumo provi sório, estabelecendo para tal urna sistemática tipalogica, sempre
defeituosa por subjectiva.
No momento nao nos podemos pronunciar sobre a derrota seguida por estes elementos culturais trazidos, provávelmente, por
pavas de tipo levantino que procuravam, tonto os terrenos marginais dos ríos (Muge e Areias Altas) (lám. 1 núm . 2), como as al ,
turas de facil defeso, do interior (Figueiró da Granja, Cargo da
Mago) . No zona granítico do centro de Portugal nüo aporecem as
grutas pelo que niio sao habituais estas formas de residencia do
neolita. Com o desenvolvimento do estudo dos restos do Castro de
Figueiró da Granja ou do Cargo da Maga melhor canheceremos o
viver coléctivo destas popula~oes.
No entanto, a agricultura de enxoda seria aindo reduzida; perduroriam os hábitos ca~adores e a recolec~üo constituiría a prin-
(24) J. MARTI NEZ SANTA-OLALLA: "Sobre el Neolítico antiguo en Espoño". Atlontis, Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistoria, vol. XVI, Madrid, 1941, póg. 1OO.
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cipal base económica. Pelo que sabemos, coexistiriam nesta regmo
interomnense (Tejo-Douro) duas civilizo~6es distintos: umo de
agricultores, autro de postores, de trodi~ao vetusto; ambos utilizovam o co~o e a pesco como umo das suas bases poro o obten~áo
de alimentos.
Fig. 2
A perduroc;::io no povoodo dos Areias Altas de instrumentos de
tipo Asturiense (fig. 2), ossociados o ceromicos dum Neolítico fi :no l, ou princípios do Bronze 1 (fig . 3), pode indicarnos a perdurac;:ao local de populoc;:6es recolectoras, bem alimentadas, cuja locolizac;:ao náo impunho aqualquer rozao que os obrigosse o modificar
grandemente a sua economía . Se o oporecimento de moendas nos
indica jó o cultivo de cereois, a sua topologia litoral, numo costo
rochoso, abundante de moriscos e pescado, náo os obrigava a lan~or mao da pastoricio em larga esca la . Tal situoc;:ao niio implicava
umo disciplina austero como a do vida em aglomerados. Ao con trário os populac;:6es dos plona ltos do Beira Alto, representada pelas primeiros camadas do Corgo do Mogo e do Castro de Figueiró,
tinhom que boseor o suo olimentac;:üo no cac;:a e no domesticac;üo
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dos onimais, olém do cultivo de cereais, pois que nestes povoados
igualmente nos oparecerom pedros de moinho.
Sobre o ponto de visto económico podemos considerar os habitantes do povoado dos Areios Altos, como pescadores e agricultores (com réplica actual nos populac;oes de Aver-o-Mor, Agu<;odoura e Apúlio) que se plimentovom de moluscos do litoral (Patellas e Trochus sobretudo) e de cereois farinados e cozidos em pedros enruborescidos.
Entre os echados, o ceramico tem especial importancia. Esto é
F 3
ig
sempre o testemunho seguro e ligado mais íntimamente a urna
culturo. Desempenho um papel essenciol, niio só porque ternos de
apreció-lo como objecto de uso diório, pelo sua feituro, forma e
decora~ilo, mas também quais os processos técnicos seguidos e esti lo artístico em que podem ser agrupados. Por consequéncia, documenta-nos os elementos cul turois imprescindíveis para a aprecia~ao das rela~oes que existiram entre duas culturas e suas influencias recíprocas.
A ceramico dos Areios Altos tem no seu conjunto um carácter
que me leva a incluí-la entre as ceromicos neolíticas, embora dois
roj6es de fundi~ao nos testemunhen jó un conhecimento do técnico
metalúrgica. Seriam pois jó contemporaneas do eneolítico (Bronze
1) como os vórios vasos cónicos (fig. 4, núm. 1) e outros de fundo
plano (fig. 4, núm. 2 e 3) porecem comprovor.
A existencia destos ceramicos toscos, lisos, com relevos jun-92-
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to dos bordos ou em seguimento das asas que siio tubolares e horizontais (fig . 4, núm . 5), descobertas com um instrumental de tipologio e técnico osturiense (fig. 2 e 3), bem pode corroborar o
t ese de Pericot (25), defendendo o existencia de umo fose protoneolítico, no Levante, com ceromico liso, anterior o chegodo da
culturo hispano-mauritana, o quol é peculiar o ceromico profusomente decorado.
Rastreamos certos contactos entre olgumos ceromicos das Areios Altas e outros descobertos no "Cueva de lo Sorso" (Bocoirente,
Valencia) se comporormos do técnico constructiva das asas que se
prolongom pelo colo do vaso (tipo 4 de formo dos vasilhos de Neolítico Hispano-Mauritano) por dois cordoes em re levo (26).
Alguns destes vasos, cujo golbo t em por protótipo o dos odres
anteriores, opresentom o seu fundo hemisférico mois aplanado.
Em olguns exemplares chego o ser completamente plano (fig. 4,
núm. 2 e 3).
Pode dizer-se que o fragmento de um vaso de pasto escura, mui to polido, de fabrico cuidado e rica ornamento~iio e de galbo carenado, talvez nos posso testemunhor o influencio dos neolitas
hispano-mauritanos (fig. 4, núm. 7).
Ressalto-se que entre os ceromicos recolhidos, nos hobita<;:oes
des te povoodo, oparecerom numerosos restos de vasos de perfi 1
ovoide (?), cujo fundo ero sustentado por um pé cónico, de onel
basal, com certo semelhon~o oos que sao abundantemente encontrados na cultura predinóstica de Moodi. Este onel basal encontrase também em Beni -Solame; no entonto sao mois raros no Egipto
Superior (fig. 4, núm. 6).
De momento só encontramos minguodo paralelo entre estas ceromicos de onel basal e perfil ovoide e um vaso cónico de onel basal encontrado no gruta de Porto-Covo, a norte de Coscois (27).
Nos vasos dos Areios Altos aparecem os mamilas ovalados dispostos paralelamente o os bordos, o que parece indicar destinaremse a fins práticos, facilitando a suspensüo, emboro olguns sobres-
(25) L. PERICOT GARCIA, Prólogo in F. JORDA e J . ALCACER GRAU: "Lo
Covacha de Llotos (Andillo)", Serie de Trabojos Varios del S. l. P., núm. 11, Valencia, 1949, póg. 7.
(26) J. SAN VALERO APARISI: "Lo Cueva de la Sarso (Bocairente-Valencia)", Serie de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 12 Valencia 1950· es t. 111 1 ·
IV, l.
'
'
'
,
'
(27) A. DO PA~O e M. VAULTIER: "A gruta de Péirto-Covo", Publica!;Oes do
Cangresso Luso-Espanhol do Porto, t. VI II, Porto, 1943, fig. 4, núm. 12.
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soiam tao pouco que podemos consideró-los antes destinados a
cumprirem meras fun~oes ornamentais (fig. 4, núm. 1 e 3).
Todas estas saliencias, bem como as asinhas perfuradas podem
relacionar-se com os pavos neolíticos. Sao frequentes no mobiliario
elástico das grutas portuguesas (28). Aparece tal decoro~ao em alguma dos Antos do Beiro: Anta da Sobredo, Orca do Tanque, Orca
das Antas, senda no en tonto roro o seu encontro, nos construc;oes
megalíticas dos demois regioes. A suo posi~áo cronológico, e o suo
otribui~iio ós culturas neolíticos, é confirmada por se ter encontrado ceromica deste tipo em estratos mais baixos do que a ceramico campaniforme (29}.
Desta espécie de ceramico hó substancial testemunho logrado
no exorne dos espólios de sepulturas e grutas da Península e similares esta~óes do Oeste europeu (30).
Para Leisner estes mamilos tem um significado religioso quando vemos dois deles juntos, quer por baixa do bordo, quer no parte
superior do corpo do vaso (31).
Os vasos pequenos esféricos que sao típicos da cultura das antas eneolíticas do Alentejo e frequentes nas grutas artificiais e
nas an tas da Beira Baixa, perta do rio Tejo, sao raros na cultura
megalítica da Beira Alta. A divulgo~áo destes pequenos vasos, coincide de urna maneira gerol, com a da placa de xisto gravado.
O vaso esférico de moior tamonho (fig. 4, núm. 8) tem urna
(28) A. DO PA<;O, M. VAULTIER e G. ZBYSZEWSKI: "Gruta do noscente do
río Almonda", Trobolhos de Antropología e Etnologio, vol. XI, fose. 1, Porto, 1947,
est. VI, IX e X.
(29) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo estratigrofia arqueológica de la cueva
de Torollo (Lérido)", Ampurios, VI, Borcelono, 1944, p6g, 43.
(30) E. JALHAY e A. DO PA<;O: "El costra de Vílonovo de Son Pedro", Actos Y Memoria ~:le lo Sociedad Españolo de Antropologlo, Etnogrofio y Prehistoria,
t. XX, Madrid, 1945, póg. 55.
S. VILASECA ANGUERA: "Los hallazgos prehistóricos en Arbolf (Provincia de
Tarrogono)", Ampurios, 111, Barcelona, 1941, pógs. 45-62.
J. MALUQUER DE MOTES: Op. cit. in noto 29.
G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 1O, es t. 19, 23 (Los Millares).
J. PHILIPPE: Op. cit. in noto 1O, es t. XXV, 25.
P. VOUGA: "Le Néolithic lacustre oncien", Recueil de Trovoux publiés por lo
Faculté des Letrres sous les ouspices de lo Société Acodemique. 17éme foscicule.
Neucho tel. 1934. est. XIV.
C. SCHUCHHARDT: "Westeuropo ols alter Kulturkreis". Sitzungsberichte der
Konigl. Preuss. Akodemie der Wissenschaften, 1913. Bond 17. pog. 740. fig. 7
(Pornic, Nantes).
J . HAWKES: "Aspects of the Neolithic ond Cholcolithic Periods in Western
Europe", in Antiquity, vol. VIII, 1934, pog. 24-42.
(31) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 10, p6g. 490.
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maior ocorrencia nas Antas da Beira Alta (Telhal, Meda, etc.), onde, acompanhado por um vaso de corpo quase cilíndrico e de fundo
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Fig. 4
plano que também nas aparece no povoado das Areias Altas, determina um aspecto da indústria cerámica que se afasta bastante
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do do Alentejo. A decoro~ao destes vasos da Bei ra, com motivos
ornamen tais semelhantes oos dos ceramicos das grutas, aplicados
conforme a técnico própria daquelo cultura refor~o a impressño
de Leisner de que o sua origem poderío ser procurada no Neolítico
regional. Em vórias antes do regiao o vaso esférico, d~ tomonho
moior, oparecendo quer espólios de transi~üo, quer nos enealíticos, estobelece urna ligo~ao com a culturo dos pavos neolíticos,
sobre tuda quondo tais vasos sao pintados o almagre.
Estes vasos de borro cinzento ou vermelho, coberto por um engobe vermelho vivo, tanto interior como exteriormente, constituem
o grupo do cerómica neolítica de almagre, e o sua forma deduzida
dos vasos inte iros ou dos seus fragmentos é quase exclusivamente
o esférica.
No mobi liório elástico dos Areias Altos, os pés cónicos, de anel
basal, pertencentes a vasos ovoides (?) (fig. 4, núm. 5), sflo tombém almagrados, tanto por dentro como por foro ~ muito possível
que um dos vasos esféricos, de colo levemente estrangulado (fig.
4, núm. 4), fosse igualmente pintado o almagre, o que tem porolelos no espólio do anta do Olivo! da Pega (Reguengos) (32) .
No Beiro Alto encontramos exemplares desta ceramica neolítico no Orca dos Juncoes (Queirigo) (33). Amorim Girflo refere ceromicas pintados de vermelho entre o espólio da Cosa da Orca (Malhodo de Comborinho), nao longe dos noscentes do Alfusqueiro :
"1 pon to de seto de sílex (es t. núm. 3) de base biconcovo e numerosos fragmentos de cerómico fabricados ou com barro grosseiro
do localidade, algumos vezes pintado de vermelho, ou oindo com
borro mois fino. Um des tes últimos ero ornamentado" (34).
Nos orredores de Viseu, em Trovo~ós, no Mamo ltor de Vale dos
Foxos, oporeceu igualmente um vaso de fundo esférico de borro
vermelho (35).
Esto cerómico a lmagro, pertinente oo período neolítico, é coracterisodo por os vasos sere m cobertos por umo pintura u ni forme
de ocre vermelho (36) . Tem sido, posteriormente muito estudodo
(32) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11 , póg. 69, est. XXVII, 6.
(33) Museu Etnológico de Belem, núm. 9518o, seg. LEISNER: Op. cit. in noto
11, póg. 73.
(34) A. DE AMORIM GIRAO: "Antiguidodes pré-históricos de Lofoes", Coimbro, 1921, póg. 49.
(35) J . COELHO: "Notos Arqueológicas", Beiro Alto, VI, póg. 67.
(36) M. GOMEZ MORENO: "Lo cerámico primitivo ibérico", Homenogem o
Mortins Sormento, Guimoroes, 1933, póg. 125-136.
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pelos arqueólogos esponhois quer poro determino~oes culturois,
quer cronológicos, considerando-o como um dos tipos guias do época do Neolítico hispano-mauritano (37).
Leisner ocentuo que sobre o exponsao do ceréimico almagrado
em Portugal nao podemos, por agora, opresentor ideios definitivos.
Parecía náo ser muito vulgar nos antes de corredor. No entonto,
"portindo do espólio do Anta do Po~o do Goteiro (Neolítico puro),
no quol esto ceréimico se encontrovo por primeiro vez, documentada de umo moneiro incontestável, podíamos, opáz umo revisao
minucioso de todos os cocos, reconhecer umo divulgo~áo considerável desto indústrio no concelho de Reguengos. Tal revisiio devio
estender-se o todo o ceréimico do culturo megolftico. Dais foctos
dificultom, no entonto, o estobelecimento de um quodro completo
daquela divulga~ao. Em primeiro lugar temas vários pravos de que
os cocos expostos o intemperie perderom os camadas superiores" (38).
No Alentejo oporeceu ceréimico deste tipo encorporoda em espálios que, sob o ponto de visto cultural, pertencem oo Neolítico
puro, ao Neolítico de cera mica ovan~oda e oo Eneolf tico (Bronze 1) .
Baseondo-se nos elementos entrevistos na exploro~áo metódica
das Antes de Reguengos, Leisner opino que o técnica do pintura
o almagre nao é oriundo, nem do Neolítico dos pequenos dólmenes
olentejonos, nem do círculo mois vasto do Neolítico do Europa ocidentol, mas que as suos relo~oes se encontram no su l e no leste
da Península.
De ocordo com o exposto, e entre outros conclusoes, inclue o
ceréimico de almagre no círculo cultural do ídolo Almeriense, consequentemente ligado com os estratos do segundo período de Almeri~, onde este tipo de ídolo nos aparece já em espólios neolíticos.
ldolo este que parece estar em intimo ligo~iio com todo o conjunto
(37) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Lo fecho de lo cerámico o lo almagro
en el Neolitíco Hisponomauritono", Cuadernos de Historio Primitivo Año 111
numero 2, Modrid, 1948, póg. 95 a 106.
'
'
J. SAN VALERO APARISI: Op. cit. in nato 10.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Cereales y plantas de la culturo Ibero sohoriano en Almizaroque (Aimerlo)", Cuadernos de Historio Primitiva, Año 1, número 1, Madrid, 1946, póg. 35-45.
B. SAEZ MARTIN: "Nuevos precedentes chipriota.s de los fdolos placas de la
cultura iberosahariana", Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, t. XIX, Madrid, 1944, póg. 134.
(38) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, póg. 73.
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do emprego artíst ico do cor vermelho (39). A suo efigie aparece
como um dos motivos principois no pintura megalítico. Tal dependencia explicaría o oporecimento do fragmento do vaso de cor vermelho, com umo pequeno oso, no Orco dos Juncoes (Queirigo), como sobemos ornamentado de pictografías vermelhos, de tipo esquemático e ascendencia Levantino.
A presen~o de mochados, enxós, micrólitos e lou~os do tipo
neolítico, nos ontos do Alentejo Oriental e do Beiro Alto, bem
atesto o ligo~fio do culturo megalít ico com o populo~ao neolítico.
Encontrom-se em mui tas on tos do Península residuos do indústrio
neolítico, tois como m icrólitos de t ipos posteriores. Em muitos ontos obundpm porém micrólitos de t ipos primitivos, pelo que Leisner
penso que os de tipo posterior niio revelom sómente umo sobrevivencio de formas, mas de umo participa~üo activo do povo neolítico, emboro por falto de ordem estratigráfico, sejo, na turalmente,
impossível dizer quois forom os límites de tal participa~iio cultural.
Nos provincias do norte de Portugal e no Golicio, predominom,
em algunos zonas dolménicos, os mochados Je sec~ao rectangu lar,
olcon~ondo no Beiro Alto o percentogem de 95 % (40) . Comparando o difusao do mochado cilíndrico com o dos tipos arqui tectónicos, ocentuo Leisner (41) umo certo relo~üo entre o divulgo~ao
do anta com corredor de dais grandes esteios e mochado cilíndrico.
No litoral Ocidentol de Portugal o mochado cilíndrico está bem
documentado nas grutas noturois e ortificiais, aporecendo tombém no regiüo dolménico do Figueiro do Fóz.
Em todos os regioes dolménicos ande prevalece um machado
de secc;iio rectangular, escoceiom os enxós. Igual aspecto é notifi cado pelos investigadores do castro de Vilo Nova de S. Pedro (42),
os quois, entüo, confron tom o indústrio deficiente de pedro polido
com o perfeic;üo dos objectos de s il ex, aspecto tombém opresentodo pelos Orcos do Beiro Alto. Poderemos ligar este focto com o
modo de viver destas populoc;oes, certomente baseodo no co~o .
Pelo con trário, no área litoral ande prevolecem os mochados e
enxós de formo perfeito e bem acabados, simultoneomente com umo
(39) G. LEISNER: "Die Molereien des Dólmen Pedro Coberto", IPEK, 1934,
Berl in-Leipzig, 1935.
(40) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11 , póg. 49.
141 ) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, pógs. 32 y 49.
(42) E. JALHAY e A. DO PA<;:O: Op. cit. in noto 30, pogs. 21 y 22.
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ASPECTOS DO NEOLIT ICO DE PORTUGAL
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indústrio primitivo de sí lex, sem retoque facial, surgem os ilo~óes
do existencia de um mois generalizado omonho do terro.
Podemos comparar o pervivencio de indústrios remotos, com
ceromicos de trodi~iio neolít ico ligados o outros do Bronze 1, que
acorre no povoodo dos Areios Altos, com o espólio encontrado, numo sumório pesquiso, em vórios esto~óes do Sohóro Esponhol (43),
ande, com umo indústrio de t ipo Neolítico de trodi~áo copsense,
encontramos cerom ico do Bronze l. Su rgem os mesmos problemas
susci todos pelo convivencia de umo indústrio lítico remoto con junta men te com cerom icos ovon~o dos (44) .
A pos i ~üo dos mi crólitos no An ta do Po!fo do Goteiro forneceu
o Leisner (45) umo base poro o cronología re la tivo de o lguns ti pos: "O micrólito em formo de me io luo encontrado no fundo do
comoro pertence, com certeza, o umo dos primeiros i numo~oes,
oo posso que o micrólito de base recto, no corredor, pertence o ú ltimo inumo~iio. Tal focto coaduno-se com o posi~áo cronológico
atribuído oos micrólitos em formo de segmen to de círculo. Em Portugal oporecerom em vórios es to~oes mesolíticos (46), em grutas
neolíticos (47) e oindo em grutas de espólio parcialmen te eneolítico (48) . Soirom tombém de dólmenes primit ivos do regiüo de
Montemor-o-Novo, senda, porém, raro o sobrevivencio deste t ipo
em ontos de épocas posteriores, dos quois apenas se podem cita r
olguns exemplores" (49).
"No indústria mois primi t iva incluem-se oindo os tropézios do
t ipo 2 com os lodos de comprimento igual, sobretudo os de tomonho pequeno, trobolhodos em lascas de focos finos e estreitos, típicos do Neolítico mois on tigo" (50).
('13) M. ALMAGRO BASCH: " Prehistoria del Norte de Africo y del Sóhoro
Español", Instituto de Estudios Africanos, C. S. de l. C., Barcelona, 1946, póg. 6'1
e fígs. 17 o 20.
(44) Tal focto surge, igualmente, em v6rios ontos do Alentejo; Vid. G. e V.
LEISNER, Op. cit in noto 11; E. JALHAY, A. DO PA<;O e L. RIBEIRO: "Esto!;OO
Prehistórico de Montes Cloros", Revisto Municipal, núm. 20 e 21; e E. JALHAY:
"Uno fose interesan te del Bronce inicial portugués", Ampurios, IX-X, Barcelona,
19'17- 19'18, pgs. 13-20 e est. I-VII.
('15) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, póg. 56 e 57.
(46) Moito do Sebostioo, Cobe~o do Arrudo (Muge).
('17) Gruta dos Carrascos.
(48) Gruta do P~o Velho (Coscois), Gruta do Golinho.
(49) Anta do Capelo, Alentejo; Anta do Rio Torta, Penedono (Beiro Alto).
(50) G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto JI, póg. 57. Poro os autores es tes
micrólitos neolíticos diferenciom-se do tipo semelhonte dos concheiros por terem
os lodos do tropézio nao quebrados, mas rectilíneos.
-
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Este tipo rareia nas antas jó contemporoneas do Bronze 1, no
en tonto foi encontrado em vórias antas da Be ira Alta : Anta do Rio
Torto, Orca do Tanque, Orca da Cunha Baixa, Anta de Pedralta
e Mamaltar de Vale de Faxas; contrariamente escasseia nas antas
alentejanas. Da regiáo de Ponte do Sor (Dolmen de S. Bernardo)
existe no Museu Etnológico de Belem um exemplar do tipo referido
e como Leisner por ló entreviu vórios pequenos dolmens que poderiam pertencer ao tipo primitivo, espera aquele douto Arqueólogo
que o facto de o micrólito desta forma andar ligado ao dolmen pri mitivo seja confirmado noutras regioes do Alente jo Ocidental.
"Estes tipos mais primitivos, aos quais se juntam os triongulos
com o lado inferior alongado e as pe~as de ponto lateral, tem, a lém
Fig.
5
de analogías com a indústria dos concheiros portugueses, afinidades com o neolítico de tradi~iio capsiense e com o oraniense, da
Africa do Norte" (51).
Os tropézios com o lado superior mais comprido (tipo 3), e os
trapézios de base recto (tipo 4), jó mais evolucionados, tem uma
larga di fusiio e dilatado emprego. Aparece-nos e m Muge (Cabec;o
da Arruda) e na Beira Alta, na Orca do Tanque, Orco do Velhol
(figs. 4, núm. 8 e fig . 5), e no Mamaltar do Vale de Faxas. Os
trapézios com entalhe na base (tipo 5), raros nas antas de corredor olentejanas, foi também encontrado nas antas da Beira Alto:
(5 1)
G. e V. LElSNER: Op. cit. in noto 11 , p6gs. 57 e 58.
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ASPECTOS DO NEOLITICO DE PORTUGAL
21
Anta do Rio Torta e Mendelim. O seu echado frequen te na gruta 3
de Palmeta pode sugerir um novo fac to para o estabelecimento de
rela!;oes entre a cultura de Palmeta e as coevas popula!;oes da
Beira Alta.
Sao pouco vulgares no Norte e Centro serrano de Portugal os
silices que, pelo seu polimento lustroso dos bordos, possam ser considerados como elementos de foicin has.
A divulga!;iiO destes elementos de foice prava pertencerem a
uma época de agricul tura desenvolvida cujos focos culturais temas
de buscar na orla litoral. A sua escassez na zona peneplanóltica,
ande proliferou a cu ltura megalítica, permite a ilac;ao de que estas
popula~oes construtores das Orcas se dedicavam a actividades essencia lmente pastorís e, provóvelmente, ainda no início da época
do Bronze se conservovom nas regióes serranos afostados da costa.
Em todos as regioes oqui citadas o tipo de anta com corredor
de dos grandes esteios, poderia ter provindo de um Neolítico local
e marcar uma certo fase evolutiva da cul turo megalítica que, em
regioes mais afastodos dos correntes culturois provenientes do litoral, sobreviveu a té épocas posteriores. Naturalmente, tal teorio
é apenas hipotético e exige, paro a suo confirmo~iio, novas excaVO!;Oes nos provincias do norte de Portugal. Devemos a inda mencionar que alguns dolmens de Salamanca apresentom reminiscencias deste tipo de corredor, que provovelmente foi levado de Portugal para a Catalunha (52).
A ceromico é por vezes muito tosca, de barro pouco puro e imperfei tomen te coz ida. As formas sao muito simples: escudelas hem isféricos ou troncocónicas, vasilhos cónicas ou quose cilíndricos
com o fundo plano ou orredondodo. Quase que nao sáo ornamen tadas; quando decorados os motivos sño muito simples e reduzemse a incisoes punctiformes mois ou menos regularmente dispostas,
linhas, unhadas e impressoes digitais, cordoes com impressoes ou
relevos, impressoes cardiais. Faltam as asas que estao substituidas
por pequenos pegodeiros salientes verticais, ou, mais raramente,
horizontais (Muge) e furadas para a suspensao.
t muito possível que a escavoc;áo das pequenos antes, sem corredor, do Monte Mósinho (Penofiel ), do plaino do Ladario, sobran-
(52 ) L. PERICOT GARCIA: "Los Sepulcros Megalíticos Cotalones y lo Culturo
Pírenoico" , Monogroflos del Instituto de Estudios Pirenaicos (C. S. de l. C.), Prehistoria y Arqueología, 4 , núm. general 31, Barcelona, 1950, pog. 121 .
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ceiro á Seixo (Vouzelo) que conh~m mochados polidos cilíndricos
(focto roro no Beiro Alto : regiao ande predominom os mochados
rectangulares), nos forne~o os necessários elementos locois poro
o estudo dos megálitos sem corredor, semelhontes oo do Alentejo,
Montemor-o-Novo, Lovre e Conho (53), Pavía (54), e no regiüo do
Guodiono, herdode de Font'Aivo (55).
Valioso contributo poro o esclorecimento desto questiüo foi dodo pelos investigo~oes de Leisner nos ontos olentejonos. Se niio podemos hoje admitir o evolu~ao ininterrupto de todos os tipos arqui tectónicos, desde "os dolmenes neolrticos de Alvoo" até os cistos
mega líticos, incluindo nesto evolu~ao os sepulturas de cúpula (56) .
T ombém nao nos podemos apegar á teoría inverso, colocando e m
último lugar os pequenos dolmens como resultado duma degenero~ao; tao pouco considerar o tholos oriental como protótipo de
todo arquitectura megalítico do Península (57), basados num progressivo conhecimento dos culturas Norte Africanos e do Próximo
Oriente, investigo~oes que permitem inserir os culturas Hispanices
em círculos culturois codo vez mois vastos.
A teoría de umo dependencia absoluto do culturo megal ítico do
Oriente é defendido por Mortínez Sonto-Oiollo, que considero os
sepulturas de cúpula do sudeste de Esponho como o foco mois ontigo e o origem de todo evoluc;iio megalítico . Daniel, distingue duos
linhos evolutivos umo ogrongendo os sepulturas do corredor e li gado o tholos, outro formado pelos sepulturas de galería (58).
O quodro cultural, nos seus aspectos básicos, confirmo o impossibilidode de estobelecer umo unidode entre os pavos construtores dos tholoi e os dos ontos. O pavo megalítico dos regi6es mois
elevados e distanciados do litoral, monteve sempre um habitat
igual oo típico dos primeiros pavos neolfticos do Península, provávelmente em consequencio duma octividode pastoril primitivo.
Após um curto florescimento das teorías orientalistas, volto-se
(53) Excovoc;oes inéditos do Doutor Manuel Heleno.
(54) V. CORREIA: "El Neolítico de Povío (Aientejo-Portugol)", Memoria número 27 de lo Comisión de Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos de lo
Junto poro Ampliación de Estudios e Investigaciones Clentfficos Madrid 1921
pógs. 35, 57, 62 e 70.
'
'
'
(55) Excovoc;oes do Mojar Alfonso Do Poc;o.
(56) G. e V. LElSNER: Op. cit. in noto 11, pogs. 169-170.
(57) Defendem tol teorio J. Mortínez Sonto-Oiollo, G. E. Daniel, V. G. Chllde, C. F. C. Howkes, C. D. Ford, H. J. Fleure e H. J. E. Peoke.
(58) G. E. DANIEL: "The dual Noture of the Megolithic Colonisotion of Prehistoric Europe", Proceedings of the Prehistoric Society, Poper 1, Cambridge, 1941.
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ASPECTOS DO NEOLITICO DE PORTUGAL
23
- , wt¡
a atribuir novamente á Europa umo for~a criadora no evolu~ao arquitectónico do Neolítico e Bronze inicial. Tem aumentado, nos
últimos anos, o número de arqueólogos empenhados em justificar
o existencia de umo ligo~iio mois íntimo entre o culturo megalítico
e o Neolítico europeu (59).
Volto-se em porte o teorías ontigos; porém Leisner nao acredita na prioridade da pequeno camero poligonal como tipo ma is
ontigo, nem no sequencio evolutiva do sepultura megalítica poro
a de cúpu la . Defende umo evolu~iio autoctone da sepultura megolíti co em Por tugal, problema esse poro cujo so lu ~iio as Antes de
Reguengos fornecerom novos esclarecimentos: tois como "em pri meiro lugar, o oporecimento de espólios neolíticos en dólmenes de
corredor; em segundo lugar, o constru~iio de duos tholoi posteriormente a dólmenes de corredor, e, fina lmente, o reconhecimento de
duos correntes cu ltu rais diferentes nos ontas: umo deJas mostran do umo evolu~ao sobre bases neolíticos, a outro revelando todo o
material eneolítico" (Bronze 1).
No decurso destos investigo~oes forom observados determinodos foctos que estabelecerom umo íntimo relo~üo entre os est ra tos
neolíticos e o cu lturo megalítico de moneiro que jamois pode ser
defendida a teoría de serem os pequenos dólmenes, sem corredor,
apenas formas degenerados.
"Todos estes foctos permitem admiti r o hipótese de que o pequena dólmen em formo de galería terio sido o tipo mais ontigo.
Posto que oindo falte umo documento~üo integral, jó se nota,
tombém no ocidente do Pen ínsula, umo evolu~iio que, em todos os
períodos, conservo característicos do sepultura de galería. A confirmo~flo destos hipóteses viria esclarecer vários problemas" . Explicor-se-io ossfm o evolu~áo do técnica construtiva dos grandes
on tos portuguesas.
"Consequentemente, a culturo dos pequenas antes poderío ser
equival ente o dos sepulturas neolíticas do leste do Península e a
sua origem poderío caber numo das correntes mois antigos do neolitizo ~áo da Península" (60); no entonto posterior oo estrato neo-
(59) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, pags. 172 e 173.
J . HAWKES: "L~s monuments sacrés en Grande-Breragne", Revista de Guima'u"~• LIX, 1-2, Guunoroes, 1949, póg. 120 e seg, .
s
L. PER ICOT GARCIA: "La España Primitiva", Barcelona. 1950, pág. 146.
(60) G. e V. LEISNER: Op. cit. in nota 11, pág. 173 o 175.
-
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lítico de Muge, área donde provem olguns mochados cilíndricos
(61 ).
"A existencia de sepulturas de espo~o olongodo, tombém em
Portugal, colocaría, numo época mois ovon~odo, o divisño dos formas arquitectónicos em sepulturas de corredor e sepulturas de galería. A divulgo~ao do primeiro destes tipos pelos costos otlonticos
ocidentois" e do meridoo, "apenas se terio efectuado no segundo
época do evolu~ño megalítico em Portugal, época que corresponde
oo íbero-sahariano e o indo oo período do vaso campaniforme" (62).
(61)
(62)
Museu de Antropología do Universidode do Porto
G. e V. LEISNER: Op. cit. in noto 11, p6g. 175
- 1 04-
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AUSSELL .- Neolitico de Portugol
LAM. l.
do camada do Cob~o do Amoreiro (Muge) mostrando o recolho do
vaso semo-esférico.
2.-Povoodo do Areios Altos (Porto). A loreiro de umo I'IObit~oo jó completamente
descoberto.
(Fotos Russell)
1 .-Aspecto
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RAYMOND R I QUET
( Fr11ncl11)
flnaly~e
anthropologique de~ cranes.
éné.olithiques. de la grotte s.epulcrale
de "La Pa~tora" (fUcoy)
Gróce aux aimables recommandations de Monsieur le Professeur Alcobé et de Monsieur le Professeur Pericot, il nous a été donné en Décembre 1951 de prendre contact aves le Service d'lnvestigation Préhistorique et le Musée Provincial de Préhistoire de Valencia. 11 nous est un agréable devoir de remerci er Monsieur Fletcher,
Directeur du Service d'lnvestiga tion Préhis torique, et Monsieur
Pió Ballester, Sous-Directeur, l'accueil qu'ils nous on t réservé.
11 nous ont permis, non seulement d'examiner leurs magnifiques
collections, mois nous ont également demandé d'étudier les crones
de Lo Pastora. Nous avons été extremement sensible o cette marque d'estime, d'outont plus que le mobilier de cette grotte est fort
important, représentotif et que les crónes étaient nombreux.
ETUDE DESCRIPTIVE
Beaucoup de crones étaient en mouvais étot et n'avaien t pu
etre reconstruits, néanmoins une ving taine d'en tre eux ont pu
etre étudiés.
Cremes féminins:
Crone num. 25: Age 20-25 ans.
Norma ve rticalis : Tendonce nette o lo forme pentogonole.
Norma late ralis : Le nasion, les orcodes sourcillieres et lo globelle sont tres peu marqués, ne formont aucun relief noto-
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2
R. RIQUET
ble; le front est vertical et ossez bombé; le vertex est élevé, o llongé et ossez orrondi. Quont o !'occipital, il forme
un chignon net qui occompogne une protusion globole de lo
portie portérieure du creme ossez porticuliere o lo roce de
Boumes-Choudes; lo mosto'ide est de volume moyen.
No rma frontalis : Le front est ossez étroit mois on ne peut ríen
dire de lo foce o peu pres totolement disporue.
Norma occipitalis: Le vertex est de houteur moyenne por ropport o !'ensemble de lo série, orrondi, les plons poriétoux
convergents vers le bos.
Diagnose: Lo description que nous venons de donner correspond
point pour point o celle de Boumes-Choudes telle que l'ont
définie les outeurs fron~ois (Broca et Hervé).
Crone num. 23: Colotte incompiEhe correspondont
vingtoine d'onnées, semble- t -il.
o un
su jet d'une
Norma verticalis: Ovo'ide ollongé, persistonce de lo suture métopique.
Norma late ralis: L'enfoncement du nosion de meme que lo soiflie des arcodes sourcillieres et de lo globelle sont foibles
mois cependant plus marqués que sur le crane précédent;
le front est normolement fuyont, d'une houteur et d'une
so illie normales pour le sexe féminin; le vertex de houteur
et de longueur moyennes est fronchement oploti; l'occiput
présente un léger chignon, lo mosto'ide est foible.
Norma frontalis: Front étroit, 'toce totolement détruite.
Norma occipitalis: Vertex de houteur moyenne, nettement onguleux, sons qu'on puisse porler de carene vroie.
Diagnose: Ce su jet paroí't opportenir o ce que nous oppelons
l'lbéro-lnsu loire ovec cependont un ospect un peu plus pri mitif, porticu lierement net en Norma occipitolis.
Crone num. 26: Adolescente de moins de 20 ons.
Norma verticalis: Ovo'ide court o tendonce ellipso'ide.
Norma late ralis : Les orcodes sourcillieres et lo globelle sont foi bles et le front normolement fuyont et plutot bos, le vertex
est hout et oploti, l'occiput est régulierement orrondi sons
oucune troce de chignon; les mosto'ides sont fortes.
Norma occipitalis: Le vertex, de hou teur o peine moyenne, est
orrondi et les plons poriétoux sont porolleles.
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CR ANES DE L A GROTTE DE LA PASTORA
3
Diag nose : Bien qu'il soit tres incomplet, on peut offirmer que
ce creme opportient o lo roce ibéro-insuloire.
Cróne num . 32: Ne comprend que lo moitié droite de lo colotte
crónienne et lo presque totolité du frontal. Age : moins de 20
ons.
Norma lateralis : Lo glabelle est les orodes sourcillieres sont
tres foibles, le front est légerement fuyont et le vertex opioti . Le mouvais é tot de lo piece empeche de lo décrire plus
completemen t, cependont lo encore l'aspect général évoque
la roce ibéro-insuloire.
Cróne num. 34: Calotte incomplete, d'une jeune adolescente, de
moins de 15 ans.
Norma vertical is : Ovo.ide, o tendonce pentagono"ide, comme
c'est fréquemment le cas chez les sujets jeunes ou les besses poriétoles sont toujours soillan tes.
N orma lateralis : Arcodes sourcillieres et g lobelle sont tres foi bles, front normolement fuyont et de houteur moyenne
mois fronchement bombé oussi bien du fait du sexe que de
l'óge; le vertex est hout, orrondi et l'occiput présente un
léger chignon.
Lo encore le mouvois état de la piece empeche une description plus complete et le jeune óge de ce sujet ne permet pos de préciser son opportenonce rociole.
Creme núm. 29: Demi-colotte cranienne gouche, dont l'óge peut
etre évolué ó au · moins 60 ons. (Certainement moins de 70) .
Norma verticalis : Ovo·ide.
Norma lateralis : Globelle et orcodes sourci llieres foibles, front
normolement fuyont, bes et bombé, vertex plot et de houteur moyenne. Occiput oyont subí une déformotion post
morte m, et portont un méplot obéliaque séni le.
Norma occipitalis : Vertex de houteur moyenne, fronchement
onguleux mais ortificiellement déformé por lo compression
post- mortem. Plans poriétaux poralleles.
Le diognostic racial est impossible.
Crone num . 27: Su jet sénile, en tres mouvais état. Parait etre dolichocróne ó contour ovo"ide, sons qu'on puisse etre offirmatif.
La vou te étoit surement assez basse. Lo encare le diognostic
-
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4
R. RIQUET
racia l est impossible; bien que l'aspect général évoque surtout
l'ibéro-insulaire.
Crone num. 18: Ca lva d'une jeune filie d'a peine une vingtaine
d'années.
Norma verticalis : EllipsoYde.
Norma late ralis : Nas ion peu enfoncé, glabelle et arcades sour-
cillieres tres peu saillantes, comme sur les cremes 18 et 25
ou ces reliefs osseux sont presque nuls. Front presque vertical comme chez le 25, moyennement haut et tres bombé.
Vertex plat et de hauteur moyenne. Occiput orrond i et
sans chignon. Masto'ides faib les, su tures squomo-pariétales présentant de choque coté un angle tres ouvert, ce qui
est un signe d'archa'isme.
Norma occipitalis : Vertex de hauteur moyenne, légerement anguleux. Plans pariétaux convergents vers le bas.
Diagnose : Ce crone, franchement allongé (1, C. 73 .7) a contour ellipsoYde, a vertex anguleux, a suture squamo-pariétale ouverte, nous parait correspondre a certaines survivances mésoli thiques au su jet desquelles nous nous expliquerons plus longuement par la suite. 11 ne ressemble en tous
cas ni a l'ibéro-insuloire, ni a Baumes-Chaudes.
Creme num. 30: Calva d'environ 20 a 30 ans.
Norma ve rticalis : Ovo'ide.
Norma lateralis: Arcades sourcillieres et glabelle détériorées
mois qui semblent avoir été peu saillantes. Front normalement bombé; normolement haut et normalement incliné
quant au sexe. Vertex de hauteur moyenne. Occiput tres
o rrondi.
Norma occipitalis : Vertex arrondi et bas, plans pariétaux para lleles.
Diagnose : A premiere vue, ce crone doit etre rangé parmi les
Alpins ou Proto-alpins. Cependant l'indice cronien qui n'est
pos franchement brachycéphale montre qu'il s'agit sans
doute d'un métis d'Aipin et d'une variété de Méditerranéen.
Crane num . 24 : Calva d'environ 25
o 30 ans.
Norma verticalis : Ovo'ide a tendance ellipso'ide nette.
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CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
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Norma lateralis: L'enfoncement du nasion, la saillie de la gla-
belle et des arcades sourcillieres sont tres peu marqués, le
front est normalement incliné, de hauteur moyenne et fortement bombé. Le vertex est aplati et de hauteur moyenne,
l'occiput est arrondi de partout. La masto"ide est de volume
moyen.
Norma occipitalis: Le vertex légerement anguleux est franchement haut et les plans pariétaux sont paralleles.
Diagnose : Ce creme ressemble beaucoup au num. 18 et nous
parait comme lui correspondre o des survivances mésolithi ques (?).
Cranes masculins:
Cróne num . 22: Calvarium incomplet, éigé de 40 o 50 ans.
Norma ve rticalis: Ovo"ide tendant o l'ellipso"ide.
Norma late ralis : Nas ion assez enfoncé, orcades sourcillieres e t
glabelle assez saillantes, front plutot fuyant, assez plat e t
assez bas. Vertex haut, long et tres arrondi . Occiput présen tant un léger chignon.
Norma occipitalis : Vertex arrondi, fronchement haut, plans pariétaux parolleles.
Diagnose : Cette tete, tres dolichocrone, o front assez fuyan t
et voute haute ne ressemble pos plus o la roce ibéro-insuloire qu'o celle de Baumes-Choudes. Elle est plus proche de
ceux que nous avons oppelés "mésolithiques": cranes nu méros 18 et 24 en particulier.
Crane num. 21: Calvario présentant une persistonce de lo totalité
de lo suture métopique. Age: 40 o 50 ans.
Norma ve rticalis : Ovo"ide
o
tendonce pentagono"ide.
Norma la teralis : L' enfoncement du nos ion de meme que la soil-
lie de la glabelle et des arcodes sourcillieres sont tres peu
prononcés. Le front est hout, normolement fuyont, et assez
bombé, ce caractere étant exagéré par une compression
fronto-occipitale post-morte m. Le vertex est pla t e t de hauteur moyenne. L'occipital, dont il ne reste qu'un léger frag ment supérieur, présente une ébauche tres nette de chignon. La su ture squamo-pariétale forme un angle tres ouvert. La saillie des os nasaux et des molaires porait avoir
-
109-
[page-n-119]
6
R. RIQUET
été ossez importante. 11 existe en outre un prognothisme
olvéoloire ossez for t.
Norma frontolis : Molgré le mouvois é to t de ce qui subsiste de
lo foce il semble que le retrécissemen t rétro-orbi toire soit
morqué. Les orbites semblent ovoir été de houteur moyenne, ossez inclinées et ossez fortement écortées. Le nez o
dO etre étroit.
Norma occipitalis : Vertex orrondi et assez hout, plons poriétoux convergents vers lo base.
Diagnose : Ce cróne présen te un mé longe des caracteres de lo
roce ibéro-insu lo ire et de lo roce de Boumes-Choudes.
Crcne num. 28: Ca lotte tres incomplete, montront une persistance de lo suture métopique sur lo totolité de son trojet. Age:
50 o 60 ons.
Norma verticalis : Ovo'ide tres long, o tendonce ellipso'ide.
Norma lateralis : Arcodes sourcillieres et globelle sont fronche ment soillontes et le front nettement fuyont, bos et peu
bombé. Le vertex est tres long, orrondi et de houteur moyenne, l'occiput présente un chignon. Les cretes musculoi res son tres morquées et le rétrécissement rétro-orbi toire
également.
Norma occipitalis : Vertex de hauteur moyenne et arrondi, plans
pariétaux paralleles.
Diagnose : Ce cróne ne ressemble ni o la roce des BaumesChoudes ni o la roce ibéro- insulaire. On ne peut en dire
davantage, sinon qu'il étoit surement dolichocróne.
Cróne num. 15: Calotte incomplete. Age: de 20 o 30 ans.
Norma ve rticalis: Ovo'ide o tendance pentagono'ide por suite
d'une compression ontéro-postérieure qui a fait saillir les
bosses pariéta les jusqu'o l'écla tement.
Norma late ralis: Nasion enfoncé. Glabelle e t arcades sourcillieres t res fortes. Front bos, normalement incliné, peu bom bé. Vertex long et orrondi. Léger chignon occipital. Ce qui
subsiste des os nasaux permet affirmer leur forte saillie.
Norma frontalis : Ce qui reste de la face permet de penser que
les orbites étaient de hauteur moyenne, horizontales et
d'un écortement normal. Les fosses canines sont faibles et
le nez étroit.
-110-
[page-n-120]
CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
7
Norma occipitalis : Vertex orrondi, plutot bos, plons poriétoux
convergents vers lo base.
Diagnose : L'opportenonce rociole de ce su jet est rendu diffi cile por lo déformotion post-mortem.
Cróne num. 33: Frogment postérieur de colotte cronienne ogée de
40 a 50 ons. Lo soillie des bosses poriétoles qui permet d'offirmer un contour pentagonal en norma verticolis, lo présence
d'un chignon occipita l ossez prononcé, lo grande houteur de
lo voute cronienne (légerement onguleuse) en norma occipitolis permettent de penser qu'on se trouve en présence d'un
sujet opportenont o lo roce de Boumes-Choudes.
Cróne num. 31: Calvo de 20
a 25
ons.
Norma verticalis : Ovo'ide court, a tendonce pentogono'ide.
Norma latera lis : Arcodes sourcillieres et globelle fortes . Front
normolement fuyont, ossez hout et légerement bombé. Le
vertex, orrondi, est de longueur et de houteur moyenne.
Norma frontalis : Persistonce de lo suture métopique.
Norma occipitalis : Voute légerement onguleuse, plons poriétoux porolleles.
Diagnose : Ce cróne nous poroit opportenir a lo roce ibéro-insuloire.
a 60 ons.
tendont a l'ellipse
Cróne núm. 54 : Calvo ógée de 50
Norma verticalis : Ovo'ide
Norma lateralis: Arcodes sourcillieres et globelle fortes . Front
normolement fuyont, bos et peu bombé. Vertex hout e t
orrondi . Occiput étiré vers l'orriere et formont chignon.
Mosto'ides petites.
Norma occipitalis : Voute fronchement onguleuse, haute et
plons poriétoux porol leles.
Diagnose : Ce su jet ressemble surtou t oux survivonts mésÓii'thfques (ou plus exoctement a ce que nous les supposons),
molgré lo présence d'un ch ignon importont qui nous poroit
prouver une influence de Boumes-Choudes.
Anomalies: Ce cróne présen te une tréponotion chirurgicole ou
centre du poriétol droi t. Cette tréponotion, effectuée sur
le vivont, porte des t roces étendues de grottoge péri-officiel
et une voste zone de réporotion. Cette tréponotion oyont
-111-
[page-n-121]
8
R. RIQUET
été étudiée por les docteurs Rincón de Arellono et Fenolloso, nous n'insisterons pos dovontoge.
Creme num. 45: Frogment de cróne ógé de 50 a 60 ons. Dolichocróne ovo'ide, o légere tendonce pentogono'ide, voute légerement onguleuse et haute en norma occipitolis, présente égolement un orífice de tréponotion ovec réporotion osseuse quosi complete de lo portie ontérieure du poriétol gouche.
Cróne num. 53: Calvo de 20
a 25
ons.
Norma ve rticalis : Ell ipso'ide.
Norma lateralis : Arcades sourcillieres et glabelle normales pour
le sexe masculin . Front normolement fuyant, assez bos.
Vertex haut et orrondi. Occiput orrondi sans chignon.
Norma occipitalis: Vertex assez bombé, de hauteur moyenne,
plons pariétaux porolleles.
Cróne num. 17: Réduit au frontal et porte une trépanotion au-dessus de !'arcade sourcilliere gouche, un biseou de réporotion
osseuse prouve que le sujet o survécu.
Cróne num. 55: Réduit a 1~ portien poriétole de la colotte, les
poriétaux étont d'ailleurs tres incomplets. Nous le signalons
exclusivement, malgré son étot tres fragmentoi re, que pour
noter lo petite trépanotion post-morte m visible sur le poriétol
gauche. Cette tréponation comme les précédents a foit l'objet d'un excellent trovail des Drs. Rincón de Arellano et Fenolloso .
MENSURATIONS
· Le mauvais état des crónes nous a empeché de prendre autant
de mensurations qu'il eut été désiroble. Néonmoins, si on laisse
de cóté le num. 34 dont lo mésocéphalie (79) peut s'expliquer por
le jeune óge et les nums. 30 et 31, on peut constater que tous les
autres crónes sont franchement dolichocéphales. Meme ou sujet
des crónes non mesurables il ne semble pos qu'on puisse penser
outrement. Au total, sur une vihgtoine de pieces il n'y avoit surement pos un seul cróne dont l'indice céphalique ait pu déposser 80.
Lo largeur du front s'écarte peu de la moyenne (67 a 72) sauf
pour les sujets nums. 25 et 31 ou le frort est relativement étroit.
L'indice fronto-pariétal-sagittal, souvent supérieur a 100,
montre un développement relativement faible de lo courbe porié-112-
[page-n-122]
CRANJ!:S DE LA GROTTE DE LA PASTOHA
9
tole sogitto le por ropport o la courbe frontole sogittole. C'est un
corpctere de primi tivité ou se in de cette populotion de Lo Pastora ou nous en ovons d'oilleurs noté quelques outres ou cours de
l'étude descriptive. Les outres mensurations sont trop peu nombreuses pour pnher o des considerotions généroles.
CONCLUSIONS
l.-Nous n'insisterons pos sur les tréponotions que portent
cinq des crones de Lo Postora et dont quotre son t incontestoblement chirurgicoles comme l'ont démontré les docteurs Rincón de
Arellono et Fenolloso. 11 nous poroit cependont u tile de souligner
certoins données concernont lo "tréponotion néolithique" puisque
les problemes qu'elle pose ne poroissent pos résolus pour tout le
monde. L'extension géogrophique de cette protique chirurgicole
prouve que cette derniere n'est qu'un foit ethnogrophique d'époque, nullement spécifique d'une civilisation ou d'une roce. Lo seule
corte de réportition des tréponotions énéolithiques fron~aises ovec
ses deux gronds foyers d'lle-de- Fronce et du Longuedoc, t res différents a lo fois culturellement et onthropologiquement, condui t
oux mémes conclusions. C'est a plus for te roison voloble si l'on
o joute lo Bohéme, I'AIIemogne, I'Angloterre et I'Espogne préhistoriques.
11 convient en cutre d'insister sur les ropports étroits qui
unissent la trépanation et la guerre. Lo prédominance de cette
intervention chirurgicole sur le cOté gauche et sur le sexe masculin est un premier et important argument pour ceux qui pensent
que la trépana tion représente presque toujours une tentative théropeu tique destinée o supprimer les dégats osseux survenus ou
C<"·mbo t. De plus il est certain que la trépanation est beoucoup
plus fréquente tant que la hache palie reste l'arme essentielle du
combat approché. Quant opporoit l'épée, la tete de l'odversaíre
devient moins vulnéroble que le thorox ou le ventre et corolloirement lo trépanation se raréfie. (Bien qu'on la retrouve sporodiquement jusqu'a l'époque de Lo Téne, il est certoin que son usoge
n' o plus un coroctere oussi générol) . Cette solidorité ent re lo tréponotion et l'usoge d'un ormement contondont o déjo é té signalée por Wolfel, chez les océoniens et les omérindiens des ploteoux.
En résumé lo tréponotion préhistorique nous poroit un excellent
índice chronologique quond elle se rencontre dons une sépulture
-113-
[page-n-123]
10
R. RIQUET
mol dotée por son mobilier, étont bien entendu qu'il reste tres
dongereux de s'oppuyer sur un foit isolé.
Le pourcentoge importont de tetes tréponées pormi les inhumés de Lo Postora, o une dote sensiblement ontérieure o l'époque
d'utilisotion de lo pluport des sépultures fron~oises o crane tréponé, semble prouver que l'ouverture théropeutique de lo boite
Cl anienne est l'une des innovotions qu'introduisirent en Europe les
couronts civilisoteurs énéolithiques meridionnoux. (On ne connoit
pos de tréponations chez les mésolithiques). Lo grande quantité de
trépanotions signolées en Fronce sembleroit ou controire en foveur
d'une propogation du Nord vers le Sud. Ceci tien t exclusivement
o ce que lo Fronce possede les plus obondontes collections de squelettes du monde entier, mois le jour ou I'Espogne aura livré les
restes de toutes ses sépu ltures énéolithiques le pourcentoge des
cranes tréponés n'y sera sons doute pos inférieur.
2 .-Nous ne pouvons donner oucune indicotion concernont lo
pothologie des gens de Lo Postora cor nous n'ovons pos eu d'os
longs, ni de vertebres provenont de cette sépulture. Nous pensons
cependont que l'étot sonitoire devoit etre excellent puisque nous
n'ovons pos rencontré un seul cos de carie pormi les 671 dents que
nous ovons exominées. C'est le chiffre de beoucoup le plus foible
que nous oyons jomois rencontré dons une série énéolithique.
3.-Nous nous sommes dovontoge ottoché o l'onolyse onthropologique et nous devons a ce sujet nous excuser de ne point foire
oppel oux méthodes de lo biométrie s totistique qui ne conviennent
guere ou~ petites séries.
Lo mojeure portie des gens de Lo Postora appartient a la roce
lbéro-insu laire. Le Pr. Alcobé s'étant élevé a juste titre contre
l'usage obusif de ce terme nous précisons qu'il o été appliqué seulement aux cránes présentant les caracteres su ivonts:
Dolichocranie a tendonce mésocrone (75-76) et contours
ovo·ides.
Voüte moins élevée que chez les outres dolichocéphales et
ne présentant pos de forme anguleuse, ni ébouche de carene.
Front normolement fuyant.
Occiput orrondi sans protrusion et le plus souvent sans chignon ou ovec un chignon discret.
Foce allongée ovec orbites hautes et nez étroit. Malheureusement peu de faces subsistaient a Lo Postora. (Une seule étoit
intocte) .
- 11~-
[page-n-124]
CRANES D~ LA GROTTE DE LA PASTORA
11
Ce sont ces caracteres que l'on trouve sur les deux tiers des
cremes de Lo Postora et pormi le tiers restont l'influence lbérolnsuloire demeure importante meme si on y decele d'autres focteurs dont nous ollons porler mointenont.
En dehors de lo roce lbéro- lnsuloire on trouve o La Postora
des troces de lo roce de Boumes-Choudes. Voisine de lo précédente, elle ne doit cependont pos disparaitre de lo nomenclatura onthropologique. Elle présente en effet des caractéristiques tout o
foit porticulieres, qu'ovoient parfoi tement mis en lumiere l'oncienne Ecole d'onthropologie fronc;oise (de Broca a Hervé) et qui
furent oubliées por lo suite ovec le déclin des études sur le néoénéolithique fronc;ais. Cette roce (ou ce type) qui occupe en Fronce
tout ou moins une aire géogrophique spéciole peut etre définie de
lo maniere suivonte:
Dolichocranie franche (outour de 73) et con tour pentagonal.
Voute plus haute que dans lo catégorie précédente mois nettement plus bosse que dons lo cotégorie suivonte et sons ongulation ni troce de carene sagi ttale.
Front vertical et fortement bombé.
Région occipitole étirée vers l'orriere et présentant toujours
un chignon volumineux ce qui entroine l'horizon tolité de lo moitié
inférieure de l'écoille de l'occipitol.
Face pe ti te por ropport ou cróne, dolichoprosope o orbites
hautes et nez étroit.
Ce type humoin est ovec le type olpin (ou proto-olpin) l'un des
plus faciles a diognostiquer. Le cróne num. 25 de Lo Postora en
est un bon exemple mois on en trouve aussi des troces sur le crane
num. 21 et sur le num. 33, bien que ce dernier soit réduit o so
moi tié postérieure.
Un outre probleme est posé par sept des tetes de Lo Pastora,
qui présentent une ossez forte ongu lotion du vertex en Norma occipitolis. 11 ne s'agit pos de carene véritoble mois d'une ébouche
de carene dont lo significotion est lo meme en ce sens qu'elle constitue un excellent test d'orcho'isme. Si on loisse de cóté le numéro
29, qui o subí une déformotion post-mortem et le num. 31 qui présente de troces évidentes de métissage olpin, on s'opperc;oit que
tous les outres sont pormi les plus dolichocranes de lo série: sujets
num. 18, num. 24, num . 54 dont les indices sont connus et sujets
num . 23 et nLim. 45 dont les índices n'ont pu etre étoblis mois
dont l'ospect indique lo dolichocronie fronche. Ces derniers cranes
-115-
[page-n-125]
12
R. RIQUET
(souf le num. 45) présentent des contours ellipso"ides et lo voúte
poroit ovoir é té d'une hauteur ou moins égo le a lo moyenne. Mo lheureusement le mauvois état des pieces nous oblige a nous contenter de cette vague évolution. Nous ovons rencon tré dons le
néo-énéolithique d'Aquitaine des populotions qui présentent les
m emes caracteres:
Dolichocronie fronche (autour de 70) et con tour ellipso"ide.
Voute onguleuse e t parfois fronchemen t ~arenée, de grande
hou teur surtout en Norma occipitalis ou C!lle dépasse souvent lo
lorgeur.
Front assez fuyant.
Occiput orrondi sons chignon.
Foce de grandes dimensions, souvent lorge avec des orbites
bosses et horizon tales et un nez souven t lorge.
Bien que l'obsence de conservotion de la foce sur la pluport
des cremes de Lo Postora nous oi t beoucoup géné, nous pensons
qu'on peut ropprocher nos primitifs d'Aquitoine de ceux des environs d' Alcoy. Le grond travoil du Pr. Hoyos Sainz nous y encou roge d'o illeurs vivement. En effet certoins crones de Enguero et
Monovar, figurés par lui, correspondent ossez étroitement a lo
description que nous venons de donner et celle-ci pourroit oussi
s'oppliquer a bon nombre de sujets de Lo Solana, Tisuco et Torrelaguna. Tous ces sujets illustrent d'oilleurs ce que l'éminent onthropologue oppelle lo survivonce du type cromogno"ide. Personnel lement il nous poroit difficile d'enjamber tout le mésolithique pour
rottocher un type énéolithique o l'humonité poléolithique dont la
roce de Cro-Mognon n'est d'ailleurs qu'un des rameaux, que so
grande tai ll e écorte de toutes comporoisons ovec les populations
méridionnoles plus récentes.
11 y o d'outres obstocles qui résident dons lo différence des
profils sagittaux, le contour en Norma verticalis, etc.
Certoins outeurs, o lo suite de Sergi (G.) ont adopté le terme
de type eurofricain pour désigner des crones de meme configurotion que ceux dont nous venons de donner lo diognose. Tel est particulierement le de Giuffrida-Ruggieri et de Fleure qui ont donné
ou terme de "eurofricoin" un sens tellemen t étendu qu'il perd
beocoup de son intéret. Au con troire, le Professeu r Alcobé s'est
éfforcé d'en préciser le contenu . En occord avec Von Eickstedt il
oppose I'Eurofr icoi n ou Méditerronéen gra::ile. L'Eurafricain doli -116 -
[page-n-126]
13
CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
chocéphole a voute haute et foce ollongée, ouroit des orbites besses et une toille plutot élevée.
11 ne s'ogit done pos forcément d'un type humoin porent de
celui que nous ovons isolé en Aquitoine, ou nous n'ovons rencon tré que des petites toilles et ou nos primitifs présentoient des faces
lorges a orbi tes bosses ressemblant souvent oux énéol i thiques "cromagno'ides" de Hoyos Sainz. Nous considérons que les sujets auxquels nous faisons allusion sont des survivonces mésolithiques et
que leur place taxonomique ne pourro etre fixée que le jour ou
l'abondonce des documents permettro de sor1ir du di lemme Mugen Teviec. Pour des raisons de commodité nous conservons le terme
d'Eurafricoin, en tenant compte des remarq•Jes précédentes et sons
luí chercher de filiotion ovec le type de Combe-Copelle généralement invoqué a propos des origines de I'Eurafricoin.
Les crónes olpino'ides ne sont pos représentés a Lo Pastora mais
les numéros 30 et 31 montrent des traces de métissage olpin non
seulement par l'élévation de !'índice cronien mois oussi par des
contours plus arrondis et une voute plus bosse que leurs congéneres.
Si l'on compare la série de Lo Postora riux populotions énéoli thiques du Levont espognol, il n'opporoit pos de tres grandes différences. L'examen de 54 cranes de cette région, nous o permis
d'étoblir les pourcentoges opproximotifs suivants:
lbéro- lnsuloires ........ .
Boumes-Chaudes . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Alpins ou Proto-Aipins . . . . . . . . . . ..
Eurofricoins (survivon ts mésolithiques)
Divers .......................... .
50
10
10
10
15
%
%
%
a
15 %
6 20 %
11 est a remorquer que cette formule onthropologique ressemble beoucoup 6 celle de notre Longuedoc méditerronéen. On connoit la solidorité culturel le entre le Sud-Est espognol et les plaines
littorales qui vont des Pyrénées ou Rhone. 11 n'est pos surprenant
que I'Anthropologie confirme cette solidorité que nous n'étendrons
a oucune cutre région fron~aise. Nous ovions p~nsé que les représentonts de lo roce de Boumes-Chaudes devaitlnt etre nombreux
en Espagne ou nous ourions volontiers cherché leur origine. Les
foits ne confirment guere notre hypothese, et fe gros centre de densité du type de Boumes-Choudes reste lo régior: des Causses. Le
pourcentage relotivement éfevé d' Alpins (ou Proto-Aipins) prouve
des relotions déja tres suivies ovec fe hout bossin du Rhone et I'Est
-
117-
[page-n-127]
14
R. RTQUET
du Bossin Porisien . On soit que le Rhone fut des le début de I'Enéolithique lo grande voie continentole de I'Occident. En ce qui
concerne le type eurofricoin, nous pensions trouver un pourcentoge plus élevé, surtout opres lo lecture de Hoyos Soinz . Peut-etre
le petit nombre de sujets exominés nous o-t- il éloigné de lo vérité
11 reste un nombre notable de suje ts que nous n'ovons pos pu elesser. L'expérience de lo croniologie ibérique préhistorique nous
manque évidemment t rap pour reconnoitre d'outres types que ceux
dont nous ovons l'habitude. De toutes fa~ons nous croyons pouvoir
affirmer que les Dinaro"ides sont rores {Lebzel ter o signalé le seul
creme dinaro"ide certain, celui de Torremanzonos), de meme que
les negro"ides {ou Sub-neg ro"ides) et de meme que le type de
Mechto.
En résumé, lo populotion énéoli thique du Levant Espognol poroit surtou t composée de voriétés méditerronéennes, dolichocépholes de petite taille. On peut ojouter qu 'elle ne semble pos oussi
différente des peuplades du littorol méditerronéen fron ~ais qu'on
pourroit le supposer sur lo foi de l'éloignemant géogrophique.
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~~~~~~~~~~~~~~~~~~
MENSURATIOH DES MANDI BULES DE LA PASTORA
Diom. bicondylien ... ...
Diom. bigonioque.. ... ...
lnd gonio-condylien. ...
Hou teur sympnysienne ...
...
...
...
N.0 22
117?
99?
84,6
33
-
118 -
N.0 25
N.0 4 5
97
34
33
N.0 53
132
104'
78,7
34
[page-n-128]
MENSURATION DES CRANES MASCULINS DE LA PASTORA
Numé ros . . . . .. . .. . .....
22
21
28
15
40-50
50 - 60
2 0 -3 0
154
13 8
33
31
54
2 0- 2 5
45
53
2 0- 25
50 -60
50 -60
-
137
-
-
131
145
14 5
13 5
135
137
145
-
-
-
-
-
101,3
95,1
-
10 1,4
-
-
90,3
o
t?=l
2 02
202
-
18 8
19 1?
-
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138
145
130
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77, 1
68 , 4 ~
Ag e . . . . . . . . . . .. . . . ...
4 0 -50
Are frontal . . . . . . . . . . . .
-
137
'\re pari étal . . . . . . . . . . ..
139
136
152
Are occipital... . . . . . . . . .
125
-
-
lnd . fronto - pariétal sagit ..
-
100,7
Longueur max . . . . . . . . . .
195?
187 ?
Larg eur max . ... . . .. ... . .
135
140
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14 5
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7 4,8
lnd . haut . long . .. . . . . · -·
107 ,4
-
-
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-
-
-
-
-
-
95
97
-
97
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126
. 124
-
-
121
11 6
-
-
65 ,5
74,6
80 ,6
-
-
7 8 ,5
83 ,6
-
-
Diam . front-min . . .. ... . . .
-
Diam . front. max .. . . . . ..
1 18
lndice f ronto-tranve rse ...
-
69,2
"1ndi ce fronto-frontal . . . .. .
77 ,6
Diam . biarbitaire ex te rne ..
-
lnd . fronto-b iorb .... . . . . .
-
92 ,3
10 5
-
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105
92 ,3
-
-
l OO
-
123
o
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o
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>
73,5
8 1,3
¡.......
CJl
[page-n-129]
MENSURATION DES CRANES FEMININS DE LA PASTORA
.......
O\
N
o
1
N umé ros ... .. . . ... . . . .
Age . . . . . . . . .... ... ···
Are f ro nta l . . . . . . . . . . ..
Are poriétol . . . . . . . . . . ..
Are occi pital. .. . . . . . . . . .
Are sogittol . . . . . . . .. ...
lndic e fronto - poriétol sogitol. ........ . . . ....
Lo ngueur mox. . . . ... ...
Lorgeur mox. .. . . . . . . . . .
lnd . cro nien . .. . . .... ...
Houteur bosio - breg motique ... . . . . . . ... .. . .. .
lnd . hout.- long . . .. . ... ..
lnd . hout. - lorg ... . . . . . . .
Diom . front. min . . .. . ..
Diom . front . mox. . . . ...
1nd . frente- tronsverse .. . . .
1nd . frente- frontal. . . . . . .
Diom . bi zygomot.. . . . . . . .
lnd. fronto-zyg . . .. ... . ..
lnd . zygo-tro nsv ...... .. .
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136
132
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26
20
23
20
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136
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141
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-
98
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101
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-
34
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130
123
-
29
60
27
70
-
-
131
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142
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-
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-
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-
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123
135
109
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97
37
31
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[page-n-130]
CRANES DE LA GROTTE DE LA PASTORA
17
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122
[page-n-132]
JEAN ARNAL ET RENE BERTRAND
~ Frnnciu)
Présentation de nouveaux tumuli non
mégalithique5
L!:!s préhistoriens onglais ont inventarié depuis longtemps leurs
t\Jmuli sans chambre mégalithique (unchambered-long-borrows) qui
se répartissent principa lement sur la portie est de 1' Angleterre. Dans
ce tte íle, ils affectent le plus souvent une forme allongée. Les belges, qui n'ont que deux dolmens, en possedent aussi de circulaires
qu'ils appellent "marchets" (1).
En France, peu de gens s'en sont occupés. Zachorie le Rouzic (2) o eu le mérite de décrire ceux du Morbihon. Dons ce déportement nous pouvons y distinguer des longs tumuli rectongulaires (Monio et Crucuny, fig . 2, N.• 1 et 2), des tumuli rands
contenont un seul coffre (Costellic, fig . 3, N.• 2), ou d'énormes
tumu li ovales recouvrant un seul coisson. Les tumul i de St. Mi che! ou de Tumioc en sont de magnifiques exem ples. Chez eux, le
tertre se compose d'amoncellements de pierres recouverts d'une
époisse chape de vose pour en ossurer l'imperméobilité. Le tou t est
encore recouvert de deux ou trois ossises de pierres. (Fig. 1, n .• 2.)
Sous la protection de ces éminences pierreuses on trouve des
sépultures différentes selon leur profil.
(1) G. E. DANIEL: "The Prehistoric Chomber Tombs of Englond ond Woles"; Cambridge University Press, 1950.
E. SACCASYN DELLA SANTA: "Lo Belgique Préhistorique"; Office de Publicité, Bruxelles, 1946.
(2) Z. LE ROUZIC: "Morphofogie et chronologfe des sépultures préhistoriques du Morbihon"; L'Anthropologie, t. 43 et 44, Poris 1933 et 1934.
-
123 -
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2
J. ARNAL ET R. BERTRAND
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Fig. 1.-Réportition des tumuli non mégo lithiques en Fronce. Num. 1 Tumulus
de lo Grée de Goujou (St. Just, lile et Viloine). Num. 2 Groupe de Cornac,
Morbihon. Núm. 3 Tumulus de St Mortin lo Riviere, Vienne. Num. 4 Groupe du Cousse Noir (Gord). Num. 5 Tumulus de Suoilles (Rouet, Héroult).
Num. 6 Tumuli de I'Euziere (St. Mothieu de Tréviers, Héroult). Num. 7
Tumulus de lo Léquiere (Buzignorgues, Héroult). Num. 8 Tumulus de Conteperdrix (Colvisson, Gord). Num. 9 Tumuli pres de Morseille (Bouches du
Rhone).
-124-
[page-n-134]
NOUVEAUX TUl\'lULI NON 1\IEGALITHIQUES
3
Les longs tumuli rectonguloires contiennent de multiples fasses a incinérotion souvent morquées por des steles ou de petits
menhirs (fig. 2, N. 0 1). Dons les tertres ronds, un coisson occupe le
centre du monument (fig. 3, N.o 1). Les inhumo t ions y prédomi nent. 11 en est de meme pour les gronds t umuli. Au St. Michel, lo
ciste centrole o servi d'inhumotion a un individu proboblement
entouré, dons des cistes secondoires, por ses femmes ou serviteurs:
un coffre ovoi t été réservé oux restes d'un boeuf, animal socré, ou
préféré du défunt .L' importonce des motérioux qui les recouvrent,
jointe a l'obsence de cou loi r d'entrée, prouve bien que le monumen t o été bati en un seul temps et qu'i l ne pouvoi t e tre question
d'inhumotions successives.
Pour édifier leurs dolmens a couloir, les premiers constructeurs
de mégol ithes se cont ent oient porfois, des tert res dé jo existents.
C'est oinsi que le dolmen a cauloir de St. Germoin (Morbihon) o
été boti dons un "unchombered-round-borrow" a coisson central
(fig . 3, N.• 1) . A S t. Michel de Cornac, un pet it dolmen se coche,
dons lo chope de vose, o son extrémité est. Cette coutume se perpétuero, et l'on voit couromment plusieurs dolmens a couloir (Moné- Kórioned) ou un dolmen et une ollée couverte (Beg on Dorchen,
Finistere) recouverts por le m eme omoncellement de piertes (3) .
Cependont, o lo fin du mégolithisme, on o édifié des tumu li ollongés quí ne pouvoien t contenir qu'une seule ollée couverte.
Dons l'llle et Viloine le síte de lo Grée de Goujou (fíg. 1, N.• 1)
se ropproche des types bretons (4). Tortorín o publié pour lo Víenne, le tumulus de S t. Martín de lo Ríviere (fíg. 1, N.• 3) (5). Nul
doute que si les chercheurs infatigables du genre de le Rouzic
ovoient été plus nombreux, nous ourions. beoucoup plus de gisements o signoler dons des régions opporemmen t déshéritées.
Dons le mídi de lo Fronce, quelques t umu li non mégolithiques
étoient connus depuis longtemps, mois personne ne les ovoit identifiés comme tels.
Le tertre de Conteperdrix, o été fouillé por Dumas avont
1900 (6). Son bord ovo"ide délimite un omoncellement de pierres,
(3) P.-R. GIOT: "Le tumulus mégolhitique de Beg on Dorchenn en Plomeur (Finistere)"; Gollio, t. V, 1947, pp. 167-170.
(4) S. PIGGOT: "The long borrow in Britonny"; tiré o port.
(5) TARTARIN: "L'oge de lo pierre palie ó St. Mortin lo Riviere et environs (Vienne)"; Poitiers, 1885.
(6) DUMAS, dons A. F. A. S. Aux environs de 1875.
-
125 -
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4
J. ARNAL ET R. BERTRANO
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Fig. 2. - Tumuli rectonguloircs de Mon io. 1 el 2 . D'opn!s Le Rouzic (Cornac,
Morbihon).
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Fig. 3.-Num 1 Tumulus a coisson et dolmen o cou1oir de St. Germoin (Erdeven,
Morbihon). Num. 2 Tumu1us o coisson de Costellic (Cornac, Morbihon).
-126 -
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NOUVEAUX TUMULI NON ~lEGAL I TH IQUES
5
peu élevé. Les sépultures ont été déposées dons des fentes de rocher, oménogées ovec des ·murs en pierres seches. Les chombres
rectonguloires dominent, mois il y en o de polygonoles et de
rondes. Un couloir permet dons quelques cos de s'y introduire et
des fenetres ont été oménogées loin de l'entrée. L'orchitecture
soignée utilise les moindres covités de lo roche sous-jocente. Le
mobilier est pouvre cor c'est lo regle dons les tombes o incinérotion (fig. 4, N." 1). Les dimensions que nous ovons trouvées quoique opproximotives different nettement de cel les des inventeurs
qui n'ont pos publié de plan général (60X40 m. Arnol et 40 X 18
m. Dumas). Malgré le peu de temps que nous avons pu leur consocrer, il est certoin que nous sommes plus ores de la réalité. Nous
nous demondons meme, comment nos prédécesseurs ont pu trouver
des mesures oussi modestes pour cette surface.
A la Léquiere, le bord du tumulus, toujours ovo"ide se ropproche beoucoup de Canteperdrix. Les pierres ne s'occumuloient aussi
que sur une faible houteur. Ses dimensions (63 X 44m .) en font le
plus vaste monument du midi de la France. (fig. 4, N .o 3) . Les
tombes, por centre, different totolement de celles du précédent.
Un coffre triangulaire bordé de dalles ou une stele sur loquelle
s'oppuie une petite fosse rectanguloire ou semi-circuloire, boroée
de murs en pierres seches. 11 ne failloit pos beaucoup de place
pour loger les cendres de l'incinérotion d'un codavre, et un pouvre
mobilier. Louis et Peyrolles, leurs inventeurs, ont obondomment
décrit ce mode de sépulture, avec stéle oniconique don t lo forme
générole se compase d'un rectongle dont le bord supérieur se termine por un angle obtu. Rorement ces steles sont grovées. On ne
connoit guere que celle de Brogossorgues et deux que tout dernierement une équipe de scouts ont découvertes non loin du tumulus
de Suoilles. Les grovures représentent deux yeux, un nez et des
"totouages". En cela elles se rapprochent beoucoup des dalles ou
stotues-menhirs ovec lesquelles il ne fout oos les confondre (8).
Le monument de Suoilles (Rouet, Héroult) est moins voste qüe
les deux premiers. Ses tombes poraissent moins nombreuses mais
plus variées. A l'ouest, nous ovons fouillé ,jeux fosses rectonguloires, !'une faite de dalles, l'outre de murs en pierres seches. Au
171 M. LOUIS: "Le f:'léolithique"; Lorguier, Nimes, 1933.
(8) Comm. OCTOBON: "Enquete sur les figurotions Néo- et Enéolithlques. Stotues-Menhirs, steles grovées, dolles sculptées"; Revue Anthropologique,
·lleme onnée, num. 10-12, Poris, 1931, pp. 197-576.
-127-
[page-n-137]
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J. ARNAL ET H. BERTI{ANO
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Fig. 4.-Num. 1. Tumu1us de Conteperdrix, Colvisson, Gord (mesures opproximotives). Num. 2 Tumulus de Suoilles, Rouet, Héroult. Num. 3 Tumulus de
Léquieres, Buzignorgues, Héroult. Num. 4 et 5. Tumuli de 1' Euziere, St. Morhíeu de Tréviers, Héroult.
-128 -
[page-n-138]
NOUVEAUX TUMULJ NON MEGALITHIQUES
7
sud, un oven étroit, o été oménogé en grotte sépulcrole. Enfin, sur
le bord est, des dalles morquent l'emplocement de deux cistes
mointenont tres ruinées (fig. 4, N. 0 2).
Entre Suoilles et lo Léquiere, nous ovons fouillé en 1934 deux
tumuli plus modestes situés a quelques metres l'un de l'outre ou
milieu du villoge néolithique de I'Euziere (Tréviers, Héroul t)
(fig . 1, N.'' 6) . Ces tertres ronds, ont un diometre de 8 et 10m.
pour 60 cm . enviran de houteur. Le plus petit ne possedoit qu'une
seule stele con tre loquelle s'oppuyo it une petite fosse orrondie.
Deux steles indiquoient dons l'outre, respectivement une et deux
fosses (fig. 4, N." 4 et 5). Du villoge lu i-meme, il ne reste que
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Flg. 5 .-Num. 1 Groupe de lo Gronerie, Revens, Gord (X tumulus foulllé). Num.
2 Groupe de Roges. Num. 3 Grotte de Licide. Num. 4 Dolmens de Prodíne
(ces troís derni ers dons la commune de Lanuejols, Gard). Num. 5 Menhir de
Vessac (St. André de Vézines, Aveyron) . Num. 6 Dolmen de Montpellier le
Vi eux. Lo Roque Ste. Morguerite, Aveyron.
des concov ités circuloires, vestiges de cebones en bronchoge sur
fondotion s en pierres seches e t quelques sílex dispersés sur son
aire. Le mobilier est coroctéristique et ottribuoble a civilisotion des
Posteurs des Ploteoux (9), molheureusement l'obsence de poterie
en quontité suffisonte n'outorise pos une dototion certoine.
(9) M. LOUlS: "Préhistoire du Longuedoc Méditerronéen el du Roussillon";
Nimes, 1948.
-
129 -
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8
J . ARNAL ET R. BERTRAND
Lo troisieme série de tumuli sons chombre mégo li thique se situe sur le ploteou du Cousse Noir, o l'extrémité de lo pointe que
pousse le déportement du Gord dons lo jonction de I'Héroult, de
I'Aveyron et de lo Lozere. lci lo gorrigue longuedocienne o foit
place oux houts ploteoux (700- 1. 100 m.) qui unissent lo région
plissé du litoral ou mossif de J'Aubroc et ou mont Lozere (fig. 1,
N .• 4). Nous pouvons le subdiviser en trois sous-groupes. Le premier se compase de quotre éléments et domine les conyons du
Trevezel (rovin du Contobre) o lo hauteur du homeou de lo Gro-
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Fig. 6.-Poignord en silex brulé du tumulus 1 de lo Gronerie, Lonuejols, Gord.
nerie. Le N.• 1 (morqué d'une croix sur lo corte) o été fouiflé por
nous. Le N.• 4 poroit etre ceinturé d'un cromlech dont les pierres
son t toutes renversé~s (fig. 5, N." 1). Cinq outres entourent lo ferme de lo Licide (fig. 5, N.• 3 ) et sept outres se groupent outour
de lo ferme de Roges (fig. 5, N.• 2) (10).
Les dolmens de Prodine 1 et 2 sont tout proches du sous-grop-
( 10) Voici lo situo tion exocte des tumull du Cousse No ir préscntés dons
cctte étude:
Commune de Revens, homeou de lo Granerie.
Num. 1 lieu dit: la combette de Pertuzade (fouillé par nous).
Num. 2 méme gisement.
Num. 3 lieu dit: Le Devais de Maillé.
Num. 4 lieu dit: Le Grovialé.
Cammune de Lonuéjols. Ferme de Licide.
Num. 1 lieu dit: Les Genets.
Num. 2 lieu dit: Le Plo.
Num. 3 lieu dit: Les Cedes.
Num. 4 lieu dit: Le Serros.
Num. 5 lieu dit: L'Hubac.
Ferme de Ragés.
Num. 1 Pt ) lieu d it : Sotch de lo Liberté.
Núm. 3 o 5 lieu dit: La Craix (4 et 5 fouillés).
Num. 6 et 7 lieu dit: Le Pied du Boeuf.
Num. 8 lieu dit: Les Chierres (fauillé).
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NOUVEAUX T UMULl NON MEGAL ITH IQUES
9
pe 3. (fig. 5, N.o 4). Plus loi n se dresse le menh ir de Vessoc (St.
André de Vézines, fig 5, N. 0 5), et plus o l'est le dolmen de Montpellier le Vieux qui seroit entouré de tumuli (fig. 5, N." 6).
Enfin les grottes si nombreuses dons les conyons qui découpent ces ploteaux ont livré un riche motériel opportenont o la civilisotion mégalithique des Hauts Plateaux, au bronze moyen et
o l'hallstottien.
Fig. 7 .-Num. 1 Fragment de paterie. Num. 2 Perle o ailettes. Num. 3 et 4,
Perle en stéatite, pravenant du tumu lus de la Granerie de Lanuejals, Gard.
Pres de Marseille, Repelin o signalé au moins un tumulus o
"mobilier néolithique", sans préciser davontage. Nous pouvons tou tefois offirmer qu'il ne contenoit pos troce de dolmen (11 ).
Le mobilier trouvé dans ces tombes est tres variable selon les
régions qu'ils occupent.
Pour un préhistorien non averti, le terme de tumu lus circuloi re,
sans architecture intérieure, est synonyme d'hallstottien. C'est dans
cet esprit que nous avons ouvert le tertre N.0 1 de la Granerie (le
( 11)
REPELI N, dans Archives de la Faculté de Lettres de Marseille.
-
131 -
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10
J. ARNAL ET R. BERTRAND
seul que nous oyons fouillé). Effectivement, ovont nous, un certain nombre de chercheurs de· belles pieces que nous n'osons quolifier d'archéologues avient découvert des bracelets, des perles, des
armes en bronze et meme des objets en fer. Ces fouilles hotives,
mol observées et inédites ne nous opprennent pos si ces trouvailles
dataient ovec exoctitude la construction de choque tumulus ou si
des sépultures secondoires succédoient a d'outres plus anciennes.
Quoiqu'il en soit, ou lieu de bracelets ou d'objets de bronze,
nous ovons eu lo surprise de découvrir un poignard en sí lex, long
d'environ 20 cm . Lo matiere en étoit fragmentée et couverte de
géodes coroctérisont l'oction du feu (fig 6). Les porures étoient
représentées por deux rondelles en stéot ite naire (fig 7, N." 3 et 4)
et por une perle o oilettes (voriété o boules) en colcoire blonc
(fig 7, N.• 2) . Divers tessons de poterie complétoient le tout. Nous
avons représenté le plus importont a lo fig 7, N.• l . La pOte primitivement rouge, s'est noircie ou contoct du bucher' incinéroteur,
mais certoins frogments ont conservé leur teinte originelle. D'opres so contexture, so forme, nous pouvons l'ottribuer au bronze
ancien, c'est a dire opres lo poterie chosséenne non decorée (West
Europeon Pottery ou chosséen 1 B) et opres la cérom ique de Horgen,
que l'on trouve dons les grottes. 11 ne fout pourtont pos croire que
le bronze oncien oit été ici riche en métol. Celo n'est pos vroi que
pour le littorol, mois ici l'économie est encere néolithique.
Les cendres mélongées a quelques ossements échoppés a t'incinérotion occupaient les fentes loissées por les pierres. En l'obsence de caissons si petits soient-ils nous pensons que les dépots funéraires se foisaient dons des coffres en bois ou outres metieres périssobles.
11 convient done de réviser l'idée primitive que les tumuli ronds
des houts plateaux dotent de l'hollstottien . Nous sovons mointeriont qu'ils remontent ou moins a un néolithique récent ottordé
dons le bronze oncien .
Les tertres de Suoilles, de I'Euziere et de lo Léquiere, nous ont
livré (o nous et a Louis) des sílex, dont un petit pie (Suoi lles),
toillés o gronds éclots sur les deux faces selon lo technique compignienne. Nous ovons déja dit que cet outi llage lithique étoit ottribuoble oux Post eurs des Ploteoux. A Suoilles Louis o trouvé dons
l'oven deux haches palies en raches dures. Lo poterie trop fragmentée et mo l conservée foit portie du meme complexe. Les rores
décorations de ces tessons se composent principolement de che- '132-
[page-n-142]
NOUVEAUX TUMUL I NON l'vfEGALlTHJQUES
11
vrons incisés o cru, de "postil les" et de cordons en relief. La strotigrophie de lo grotte de lo Madeleine (Vi ll eneuve les Moguelonne,
Héroult) (12) montre que !'ensemble peut remonter ou dele duchosséen non décoré, jusqu'ou chosséen décoré récent, qui est pleinement
néolithique. Ces tumuli peuvent done ovoir été construits ou début
du néolithique récent mois lo mojorité des sépul tures se si tuent ou
bronze oncien . A Conteperdrix, une tombe o livré un frogment de
vose cannelé du type de Fontbou"isse (postérieur au caliciforme,
done attribuable ou bronze moyen ou ou plus a lo fin du bronze
oncien) qui n'indique pos nécessairement lo date de construction
de l'édifice mois seulement d'une sépu lture proboblement tordive.
Pour la Bretogne, nous nous laisserons guider por Le Rouzic et
por Stuort Piggott ( 13) qui ont étudié en détoils lo question des
tertres sons chombre mégoli thique. Lo présence de multiples caissons a incinérotion de Manio et de Crucuny, foit penser irrésistiblement a lo Léquiere et a Suoilles molgré les différences du contour extérieur.
A Manio, l'embolloge du tumulus contenait des tessons de
poterie chosséenne décorée récente (chosséen 1 A récent) et les
coissons du chosséen 1 B (West Europeon Pottery) et quelques
voses o fond plot peut-etre plus récents (chasséen 2 ou Horgenien).
Les coffres sous tumuli ronds ou ovales (de Costellic ou du St. Mi che!) contenaient uniquement de la poterie chosséenne 1 B. Enfin
le tumulus de St. Germoin (Erdeven, Morbihon) nous apprend que
les premiers dolmens a cou loir ont succédé aux coffres dons les tumuli ronds ou ovales. On n'o jomais trouvé de méto l ni de voses
caliciformes dons un tumulus sons chombre mégolithique, mois
beoucoup de dolmens o couloir possedent lo poterie sembloble o
celle de leurs prédécesseurs. 11 n'y o pos non plus de preuve formelle que l'inhumotion coll ective sous mégolithe ait fo it completement obondonner l'incinérotion individuelle en coissons. Por centre lors de lo généralisation de lo poterie de Horgen, de la construction des grandes allées couvertes et de l'introduction avec le
caliciforme du métol, les cistes étaient bien abandonnées. Elles
reparaitront sous une fo rme différente a la fin de l'age du bronze.
11 est done évident pour lo Bretogne et tres possible pour le
( 12)
pologie.
(13)
J. ARNAL: "Lo Grotte de lo Modeleine";
Voir note 4.
- 1 3a -
o poroitre
dons 1'Anthro-
[page-n-143]
12
J. ARNAL ET R. BERTRAND
Longuedoc, que le dépot de cendres d'incinérotion sous tumulus non
mégolithique o débuté ovont et s'est prolongé pendont lo diffusion du mégolithisme. Si en Longuedoc ils poroissen t ovoir duré
plus longtemps, c'est que, sur le littorol méditerronéen, l'oge du
bronze o été plus précoce qu'en Bretogne. Sur les houts ploteoux,
les tumuli simples se sont superposées oux dolmens et Jeur ont lorgement su rvécu.
-134-
[page-n-144]
ALBERTO DEL CASTILLO
IOorceluno)
Las tres capas de la cueva d(t la Mora
de 5omaén (~oria)
l.- LA CUEVA DE LA MORA DE SOMAEN Y SUS
NIVELES, SEGUN CERRALBO
Poco antes de terminar lo primera década de este siglo,_el Marqués de Cerralbo dió noticia de la existencia de la cueva de Somoén,
en cuya excavación pudo observar tres niveles o capas distintas ( 1).
Me place dedicar este trabajo a la revisión de las famosas capas,
brindándolo a lo memoria de l que fué mi adm irado y querido am igo
don Isidro Ballester, en el homenaje que en este volumen tan merecidamente se le tributa.
T rátase de una cueva de grandes dimensiones, con numerosas
galerías y simas, situada en la cuenca del Alto Jalón, perteneciente
a la villa de Somaén, en la provincia de Soria. El autor describe la
gran cámara de la cueva y dice que en la misma "ábrese a la izquierda amplia y originalfsima portada conduciendo a otro extenso
sa lón, que, por ser e l más inmediato a la boca de la cueva, y de
proporciones más acomodadas, escogerían para su vivienda los t rogloditas". En dicho lugar hal ló "restos, en multitud, de precioso y
estimadísima cerámica, que, entre las originarias, no dudo logre
de los primeros lugares por lo artística. Su técnica es igual en un
todo a la célebre de Ciempozuelos; su rareza del yeso incrustante
en la ornamentación, también se repite en la de Somaén, aunque
como excepciones, pero bastantes a concordar el procedimiento,
(1) E. DE AGUILERA Y GAMBOA, MARQUES DE CERRALBO: "El Alto
Jalón. Descubrimientos Arqueológicos", Madrid, 1909, con ilustraciones; páginas 26-36.
-135 -
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2
A. DEL CASTILLO
así como la materia, que es arcilla, con las habituales primitivas
impurezas que interiormente lo mezclan con granos de sílice y
cristales de mica, tal vez intencionadamente paro dar cohesión al
borro; tienen también la mismo finura en el a specto exterior de
su pasta, su leve espesor, y aun en su gran sencillez de líneas dan
en variados... "
En cuanto al color del barro que "aunque negros son todos,
llegan o matices rojizos en algunos puntos exteriores, jamás en el
interior" . Respecto a la ornamentación "es inciso, con extraordinaria limpieza y a rte, hasta en los bordes internos" . "Los formas
-añade- fácilmente se adivinan, aunque no logré sino pedazos,
que persuaden se hermanaban .con los de Ciempozuelos, pues cotinos, vasijas atuliponodos y cuencos serían los vasos de Somoén" .
Poro Cerralbo los vasijas de Ciempozuelos, por su mayor riqueza
decorativo, son hijos de los de Somoén. "Lo decoración de éstos
- escribe refiriéndose o los de lo cueva excavado por él - se con tinúan en aquellos, pertenecen o lo m ismo escuela, y los hallados
por mí lo presentan como de la más rica y variada de este tipo,
pues aun cerrándose en uno ornamentación geométrico, casi sin
abandonar las minúsculos líneas rectas, quebrándose en multiplicados zig-zag de ángulos, y entre cuadrículas infin itos, no aplicaron
lo curvo, pues en este caso no lo es una recto que circuye un objeto
circular".
Cerralbo no hablaba de memoria ni por referencias. Había intervenido en los hallazgos de Ciempozuelos y poseía términos visuales de comparación, si bien lo estableciese ton o lo ligera, por
desgracio nuestro. ¿Empleó la misma ligereza al marcar los tres
capas en cuestión?. Veamos lo que a este propósito escribe.
"En aquello gran estancia de la caverna de Somoén, hice extensos y profundas excavaciones, que me perm itieron apreciar datos
muy importantes. Bajo uno copo de tierra que introdujese lo fre cuencia de los hombres en aquel lugar, y por siglos, ho ll é un bárbaro
enlosado, que iba con bastante declive o concluir en lo colosal y
peñascoso entrado y gigantesco salón antes descrito. Bajo esos lanchas de caliza y toba, hice cavar hasta el fondo, dando con el primi tivo suelo en Jo nativa piedra. Emprendida fa excavación con todo
cuidado, poro que en la trinchera se notasen los varios horizontes,
pude apreciar cómo dos que semejaban reproducir lo singularidad
de Altamiro, es decir, que los hallazgos más artísticos, mejor labrados y de técnica típica, se descubrieran en el piso más antiguo
-
136 -
[page-n-146]
LA CUEVA DE LA MORA (S'O't\IAEN)
3
(- 1, decimos nosotros), y que el superior (- 11 ) diese una cerá mica
de las mismas t radiciones, pero grosera en su pasta, bárbaro
su dibujo, torpe su ejecución, como si por decadente resul tara, y,
sin embargo, más moderna que la anterior; y aun otro tercer horizonte (-11 1) se descubría sobre el enlosado y en él lo cerámica
resulta negra, de lo labor más ruda y sin vestigios de adorno".
Cerrolbo se preocupó más de demost rar la tesis preestablecida
de lo decadencia cultural en lo sucesión de los niveles y de la asignación a los iberos de lo cerámica, que del estudio del propio
material. La consecuencia que extrae de la excavación y existencia
de los tres niveles es que " los trogloditas del Jalón llegaron con
algún arte, con aspecto de civilizados, y que el pafs agreste y la
salvaje vida del que llega a reducirse o nocturna caverna, y a lo
caza por recurso, y a la guerra por vocación, va perdiendo toda
ideo de lo superfluo, para sólo dedicarse o lo necesario".
¿Holló en las copas - 1 y -11 cerámico sin decorar? Nada sobemos.
De hallazgos de otro clase sólo cita "en lo capa superior, es decir,
lo neolítico más moderna", un anillo grande de cobre o bronce.
Poro él, como declamas, la cerámica de la capa más profundo
(- 1), es ibérica, contrad iciendo a Bonsor que cree céltica lo del vaso
campaniforme de Carmona (2). Se habían descubierto entonces yo
Polmello, el cotino de Burujón y e l vaso de Talovero precisamente
de su propiedad. Según Cerrolbo, la cerámica de Somaén "fué por
lorguísimos años troglodita, y esta condición pudiera darla como
originodora de cuantas semejan tes fueron hallados en España". En
su prurito de hacer de Somaén algo así como el centro del mundo de
aquello época insiste en la superioridad de la cerámico de la
copa - 1 sobre la de Ciempozuelos cuando escribe que "se advierte
ser de las más artíst icos y variados, de cuantos de este tipo se
han descubierto, aventajando en riqueza ornamental a la de Ciempozuelos". Lástima que no matizásemos mejor esta comparación
que incluye tácitamente una distinción en tre la cerámica de ambos
estaciones a diferencia de la igualdad absoluta que hemos visto
la asigno en otros ocasiones.
Todo esto en cuanto a la publicación en cuestión. Por otro
parte, gracias o la amabilidad de lo Directora del Museo Cerrolbo,
doña Consuelo Sanz-Pastor de Piérolo, he podido últimamente con-
(2) G. BONSOR: "Les colon ies ogricoles pré- romolnes de lo vollée du Bétis",
Revue Archéologique, t. XXXV, Porís, 1899.
-137-
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4
A. DEL CASTILLO
sultor el original inédito Páginas de lo Historio Patrio, del propio
Marqués de Cerrolbo, que guarda dicho Museo. El volumen 11 llevo
el título de Neolíticos y en el mismo describe lo "Cueva de lo Moro",
que tal resulto ser lo denominación de lo de Somaén. En el original
mecanografiado se especifican ciertos detalles que no constan en el
mencionado publicado estudio. Así sobemos que el nivel superior
(-111) medía 0'30 m. de espesor y que su cerámica era tosco, pero
no "sin vestigio de adorno" sino que está decorado con cordones
en relieve y que es de color pardusco y de paredes gruesos. Que lo
del nivel medio (- 11 ), que va hasta los 0'50 m. es de "color pardo
crudo, más salpicada de granitos de sí lice y mica" y está decorado
con incisiones profundos. Insiste en su adscripción o los especie~
del vaso campaniforme en uno fose degenerado. En cuanto o lo cerámico del nivel inferior (-1) lo describe como de "color negro, posta
fino pero con más impurezas de mico, o veces brillante y en mayor
número en su in terior". Sus formas "se hermanan con los de Ciempozuelos, pues serían también platos, vasi jas o tuliponodos y catinos". T ombién lo decoración es "compañero de Ciempozuelos". Es
"inciso y geométrico, siempre cerrado en líneas rectos, aunque minúsculos y voriodísimos, que se quiebran en ángulos en multipli cados zig-zag y cuodrículos sin número, no aplicando jamás las
líneas curvos".
11.-FALSA INTERPRETACION DE LOS NIVELES
Cuando en 1928 publiqué mi primer estudio general de lo
culturo del vaso campaniforme (3), formé con lo cueva de Somoén
el Grupo de l Sistema Ibérico Central, en el que incluí los dos vasos
o urnas de Molino de Goroy y los fragmentos incisos de lo Cueva
Superior de lo Miel, de Prodillo, en Jo provincia de Logroño. Yo
ve• emos cómo tiene lo cerámico de estos últimos estaciones cierto
relación indirecto con los motivos de los especies del vaso campaniforme. Por su porte, Bosch Gimpero, cuatro años después, tomaba
asimismo lo cerámico de Somoén como típico del vaso campani forme, haciéndolo llegar igualmente hasta Logroño (4).
(3) A. DEL CAST ILLO YURRITA: "Lo cultu ro del vaso campaniforme.
(Su origen y extensión en Europa}", Barcelona, 1928, pógs. 57-59, lóms. XXVI,
XXX - XXXIV.
(4) P. BOSCH G IMPERA: " Etnología de lo Penrnsulo Ibérico", Barcelona,
1932, pág. 77.
- 1 38 -
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LA CUEVA DE LA ~lORA (SO~IAEN)
S
En un estudio posterior mío (5) y también en el capítulo correspondiente a estos materias en lo Historio de España que dirige
don Ramón Menéndez Pidol (6L conservé el mismo grupo del s:s ·
temo Ibérico Central, si bien constituido por los estaciones sorianos
de lo Cueva de Somoén y Villor del Campo, dada esto último o
conocer por Mortínez Sonto-Oiallo (7), descartando, siguiendo
a este autor, los de Molino de Garoy y la logroñesa Cueva de lo
Peño de lo Miel, que relacionábamos con la invasión céltico procedente, probablemente, de tierras renonos.
En ambos trabajos míos por un igual recordábamos lo existencia de los tres niveles observados por Cerrolbo en lo Cueva de la
Moro de Somaén. Siguiendo su descripción aceptábamos como pertenecientes directo o indirectamente a las especies del vaso campaniforme los fragmentos hollados en los copos - 1 y - 11 . "Lo importancia del hecho de la existencia de dos niveles distintos con vaso
campaniforme distinto -decíamos entonces- salto o lo visto". Y
añadíamos: "demuestro realmente no sólo lo pluralidad de estilos
dentro del vaso campaniforme y lo sucesión de los mismos, sino lo
duración en un punto determinado de lo culturo de que trotamos.
Cabe estudiar ahora qué vasos a especies pertenecen o una de los
estilos y etapas en los distintos grupos hispánicos, trabajo éste que
se hallo por hacer". Y todavía insistíamos más adelante en lo importancia de lo Cueva de la Moro, de Somoén, asegurando que merecía
"nuestro mayor atención desde todos los puntos de visto. El estudio
minucioso de su estratigrafía y de los fragmentos hollados en codo
uno de los copos con vaso campaniforme, puede ser lo clave que nos
aclare muchos de los puntos oscuros que en el desarrollo de nuestro
cu lturo existen en la actualidad" (8).
Basándose en este orden de cosos estableció Bosch Gimpero su
sistema de foses sucesivos de vaso campaniforme (9), sistema coin-
(5) A. DEL CASTILLO: "Cronología de lo culturo del vaso campaniforme
en lo Penlnsulo Ibérico", Archivo Español de Arqueología, l. XVI, núm. 53, Madrid, 1943, pógs. 403-406.
(6) A. DEL CASTILLO: "El Neoeneolítico", en vol 1, porte IV, del t. 1 "Españo Prehistórico", de lo "Historio de España", dirigido ¡;or R. Menéndez. Pidol.
Madrid, 1941, pógs. 624-626.
(1) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Cerámico inciso y cerámico de lo
culturo del vaso campaniforme en Castillo lo Viejo y Asturias", Anuario de
Prehistoria Modrilel'lo, vol. 1, Madrid, 1930, págs. 109-111, 16m. IX.
(8¡ A. DEL CASTILLO: Op. cit. en noto 5, pógs. 104-405.
(9) P. BOSCH GIMPERA: "The types ond chronology of Western Europeon
beokers", Mon, vol. XL, 1940.
-139-
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6
A. DEL CASTl LLO
ciden te con el que yo por mi porte había ido construyendo, coincidencia que no puede extrañar puesto que tenía el común fundamento
de las dos copas inferiores de la cueva soriana en cuestión. El Marqués de Cerrolbo por mi mediación indujo o error o Bosch Gimpero,
sufriendo yo también el mismo despiste. "Especial interés -dice
Bosch- tiene lo estratigrafía de la cueva de Somaén en el este de
Castilla (provincia de Soria: en el valle del Jalón, camino natural a
través de lo cordillera Ibérica hacia Aragón, Cata luña y Valencia) .
Allí aparece el primer estilo en el estra to más hondo. El segundo
estilo, evolución con menos pura interpretación de los motivos precedentes, predomino en la capa media, mientras en lo superior lo
cerámica es lisa, de carácter de transición a la del Argor, asociada o
una hacha plana de bronce" ( 10).
Con independencia a las conclusiones prácticamente comunes
de Bosch Gimpera y mías, Martínez Santa-Oiallo había establecido
por otro lodo, fijándose especialmente en la formo de los fondos de
los vasos, un desarrollo del vaso campaniforme expresado también
en fases (11 ). Su sucesión ero o lo inverso, pero ello no hoce aquí al
coso, máxime habido cuen to de que luego lo ha rectificado. Pero me
intereso hacer constar en honor a lo verdad que hasta mucho tiempo después de aparecidos los mencionados P.studios ignoré en absoluto la existencia del trabajo de Mortínez Sonta-Oialla y lo mismo le
sucedió, según manifestación particular propio, a Bosch Gimpero.
Me in tereso hacer constar, digo, este hecho por cuanto fué públicamente interpretado por el eminente arqueólogo en un sen tido muy
distinto a la realidad. Mas estas son cosas que pertenecen al pasado
y allí deben quedar arrinconados para o lvidadas.
No ero culpable de lo que Mortínez Son to-Oialla me achacaba,
puesto que no tenía entonces noticia del resultado de sus investigaciones, pero en cambio lo era sin proponérmelo del error de mi antiguo maestro por precipitación en exponer e l panorama de la cueva
de Somoén. Como no creo que deshonre confesar noblemente las
propias debi lidades, confieso que, ante las dificultades por examinar
en aquel momento de cerco el material de la cueva en cuestión, me
contenté con la descripción del Marqués de Cerralbo y con el estudio
(10) lbid. pógs. 6 y siguientes.
( 11) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Origen y cronología del vaso campaniforme", Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnogrofío y Prehistoria, XIV, Madrid, 1935, pógs. 257-259.
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LA CUEVA DE LA ~lORA (SO~IAEN)
7
de los fragmentos en las láminas de la publicación de referencia, más
que defectuosas por cierto. Y de aquí procede el entuerto. Mas siendo
de prudentes rectificar, lo hago gustosamente, no tanto por enmendar un yerro propio cuanto para no inducir a otros en nuevos errores.
111 .-LA REALIDAD DE LAS TRES CAPAS
DE LA CUEVA DE SOMAEN
He tenido recientemente oportunidad de examinar en porte el
material cerámico de la Cueva de lo Mora que, de la colección Cerralbo fué o parar al Museo Arqueológico Nacional. Lo que otrora
no me fué posible hacer, y no por falta de empeño, he podido
rea li zarlo parcialmente ahora. Pecaría de ingrato si no hiciese constar mi reconocimiento por las facilidades que me han sido dadas
por la Dirección y personal de dicho Museo, dentro de la medida de
las circunstancias que atraviesa. Ahora sé lo que contienen las
copos de la cueva de Somaén. Pocas sorpresas mayores he tenido
en mi vida de investigador.
Debo manifestar en primer lugar que los fragmentos no llevan
indicación alguna de la pertenencia a uno de los tres niveles seña·
lados por Cerralbo. Hay tan sólo la asignación general de procedencia, Somaén, y el número correspondiente a cada uno de los
fragmentos . Para su adscripción a los estratos en cuestión tenemos
que recurrir a la descripción del autor, tanto en su citada publicación
como en el aludido texto inédito. Las fotografías de este último son
más servibles que las molas reproducciones de las mismas que en
fotograbado figuran en aquello ( 12).
Cierto que no he podido estudiar todo el material. Parte de él
está todavía encajonado en el Museo Arqueológico Nacional. Seguramente no ha de tardar en ser puesto al alcance de los investi gadores. Pero lo que me ha sido posible tener en mano es lo sufi cientemente e locuente para hacerse idea del conjunto.
Cabe hacer una primera pregunta. ¿Existieron realmente en la
Cueva de la Moro las tres capas de que nos habla Cerralbo? Dada la
época en que se realizó la excavación la observación es obligada.
Tampoco el ilustre estudioso operaba con lo metodología actual. A
pesar de ello no consideramos prudente borrar lo que entonces se
anotó. Con estas salvedades admitiremos los tres niveles en cuestión.
Veamos ahora cuál es su realidad.
{12)
E. AGU ILERA Y GAMBOA: Op. cit. en noto 1, págs. 30, 33 y 35.
- 1 41 -
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8
A. DEL CASTILLO
Capa inferior o - 1. (Lámina 1).-Los fragmentos hollados en
lo copo inferior, más profundo, o -1, pertenecen o cuencos (lámina
dicho, números 2 y 6 ) y cazuelas (lo mismo lámina, número 1, 3
y 4) . Por excepción uno, o mejor dicho dos juntos de ellos, señalan
un vaso campaniforme (lámina citado, número 7) . Lo pasto es de
color gris o pardo negruzco, con poco mico, muy compacto y de excelente cod1ur•J. Algunos son pardos más cloros. Alguno vez lo coro
exterior es negruzco y lo interior pardusco. El pulimento es generol. Muy poco frecuente lo pasto blanco. El grosor corriente de los
paredes es de 0'005 m.
Lo decoración es rico, si bien los motivos se reducen o muy
pocos. El principal lo constituyen zonas de líneas horizontales paralelos, en número de uno o tres, cruzados por royos normalmente
inclinados, formando uno especie de tramo o cañamazo (figuro 1,
números 5, 8 y 9). A veces estos zonas tienen dirección alterno en
el sentido de los royos inclinados. Le siguen en importancia zigzós
continuos en positivo conseguidos por el mordido del borro por
medio de uno punto o quizá mejor por el apretado de un cuño
(figuro 1, número 11) . Otro motivo importan tP son hoyos redondos muy juntos formando líneas (figuro 1, número 1) generalmente dobles con alternancia de los hoyitos, lo que produce uno impresión de zigzós en positivo (figuro 1, núm~ro 2) . En algún coso
lo alternancia se hoce montando los hoyos de uno línea sobre los
de lo contiguo, formando uno o manero de cadenilla (figuro 1, número 3) . Motivo principa l son también grupos de lineas horizontales paralelos en número hasta de uno doceno.
De empleo secundario son estos mismos líneas horizontales
paralelos en número de dos o tres poro separar zonas principales
(figuro 1, número 4). Digno de tenerse en cuento es lo alternancia
de royitos verticales produciendo sensación de zigzás o me jor meandros en positivo (figuro 1, número 6) . Motivos secundarios son osimismo los lineas de ángulos verticales; los de triángulos o ángulos
abiertos, rellenos con royitos verticales (figuro 1, número 13), los
lineas de triángulos resultantes del mordido del borro con uno punto
(figuro 1, número 1O) y los líneas horizontales sencillos atravesados
de royitos verticales, o modo de espino (figuro 1, número 7) .
Hoy que señalar lo frecuencia de decoración en lo porte superior de lo coro interno de los cuencos y cazuelas. Aunque en algún
coso se repiten motivos de lo coro exterior, lo general son líneas
-
142-
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LA CUEVA DE LA MORA ( SOMAEN)
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. . . . . . . . . . 10
Fig. 1.• . -Cueva de Lo Moro (Somoén).- Principoles motivos decorativos de lo cerámico de lo copo inferior (-1} .
3
••.•.•.•.•.•.
1
Fig. 2.•-Cue vo de lo Moro (Somoén).-Principoles motivos decorativos de lo copo
medio (-11).
-
143 -
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10
A. DEL CASTILLO
paralelos en zigzós, comunmente cinco en número (lámina 1, número 2; figuro 1, número 12).
El procedimiento es siempre lo línea liso, sin que existo .en
absoluto el puntillado. Lo incisión es profundo, dándose cloro osimismo lo excisión.
Los zonas con sus motivos principales y secundarios se suceden
sin interrupcción hasta el lími te del campo de decoración . Por
excepción en algún coso se emplean zonas estrechos de lo superficie del vaso.
Los fragmentos identificables como cuencos dejan en t rever lo
decoración de los fon dos, que es cruciforme. Así, pues, los paredes
hasta determinado altura, que podemos calcular en su tercio superior, los fondos y lo porte cercano al borde en los in teriores son
objeto de decoración en estos vasijas.
En cuan to al fragmento (mejor dos fragmentos unidos como
hemos dicho) de vaso campaniforme (lámina 1, número 7) es de
borro de similares característicos, diferentes sólo en el color pardo,
mÓ!i cloro que de costumbre. Pertenecen a l fondo, que es plano
con paredes abiertos, indicando uno panza redondeado. Lo superficie plano del fondo está exento de decoración. Puesto el fondo
boca arribo se ve el círculo o disco del mismo limitado por dos
circunferencias, uno de paralelos formados por royitos oblicuos
en uno mismo dirección y otro de estos mismos royitos oblicuos
P.., doble línea convergente (figuro 1, número 14), morco inferior
del motivo principal de lo zona constituido por tres líneas porolelas de zigzós (figuro 1, número 15). Lo técnico es lo incisión.
Otro línea de royitos formo el morco de lo zona en lo porte superior.
Cupo medio o - 11. (Lám ina 11 , números 1 y 2).-EI panorama
cambio clorísimomente en lo segundo copo o - 11 . Los fragmentos
que hemos tenido ocasión de estudiar pertenecen o vasi jas de
g ran tamaño. No podemos referirlos o forma s determinados, a unque probablemente, algunos por lo menos, parezcan pertenecer o
t inajas o urnas. Son de borro pardusco o negruzco, mol cocido, sin
pulimento, de notable grosor, (0'008 m. término medio) . Los
motivos decorativos son distintos también. El más frecuente
casi general, son los bandos en z.igz.ós de lo superficie del vaso,
rt>llenondo los triángulos resultantes con royos incisos de onclio
y profundo surco, que pueden ser verticales u oblicuos (figuro 2,
número 5). Este es así mismo el relleno entre los citados bandos.
-
144-
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LA CUEVA DE LA, MORA ( SOtviAEN)
11
Lo decoración termino en este coso, tras lo segundo bando, en
Cf"llgontes formados por royitos verticales, esto es por el mismo
motivo que relleno el espacio entre dos bando$, pero que aquí
quedo colgante constituyendo un a modo de fleco que cierro el
.:ampo decorado (figuro 2, número 5). Encabezan lo decoración
(hacia el borde por lo tonto), motivos de ütro tipo. En uno ocasión dos líneas paralelos formados de medios círculos profundos,
motivo que podríamos denominar de "acueducto" (figuro 2, número 5). En otro ~cesión se troto de líneas verticales, también
or>chos y hondos, alternando los de la zona superior con los de
la inferior (figura 2, número 1) .
Otro sistema lo ofrecen bandos de lo superficie del vosoc enmorcados por ángulos con los vérti ces hacia f uera y correspondientes los de ambos lodos o marcos, es decir, e l superior y el
inferior (figuro 2, número 4). El espacio interior se rellena en
otras ocasiones con un entrecruzado de líneas oblicuas en ambos
d'rP.cciones (figuro 2, número 3). A su vez, ambos zonas, se alternan (lámina 11, número 2).
Otros motivos son los triángulos bajo el labio del borde, rellenos de rayas oblicuos, sin que existo otro elemento decorativo en
estos cosos (figuro 2, número 2).
No cabe pensar, como lo hizo literariamente el Marqués de
Cerrolbo, en una degeneración de la cerámico de lo capa anterior.
~e trata de un mundo nuevo, que tiene sus inmed iatos paralelos
en ciertos ejemplares del nivel inferior de Numoncio, en el cercano
Molino de Goray y también en los cuevas burgalesas.
No podríamos negar, sin embargo, cierta dependencia en muchos de los motivos respecto o los del ámbito del vaso campaniforme . Pruebo de ello es que las urnas del Molino de Goroy fue~
ron induídos dentro de aquel ambiente ornamental. El problema
escapa, no obstante, del objeto del presente trabajo, ya que fuero
d':' e~tos coincidencias o supervivencias, todo lo demás, esto es,
borro, formo y tamaño, son extraños o los especies del vaso campan iforme y tampoco podríamos afirmar ni mucho menos que lo
dependencia se hubiese establecido en el suelo hispánico.
Capa superior o - 111. (Lámina 11 , números 3, 4 y 5).- EI panorama vuelve o alterarse en lo copo superior o - 11 1. Los frag mentos pertenecen también o vasijas grandes de cuellp relativamente alto, más o menos caído, y panza abultado. Son de barro
tosco, con mucho mico, de color pardusco o negruzco, negro en
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12
A. DEL CASTILLO
lo cara interior. El grosor medio de fas paredes es de 0'01 m. Parecen tener engobe y en todo caso cuentan con pulimento tosco. Uno
de ellos, perteneciente tal vez a una vasij:~ honda, muestra mamelones espaciados bajo el borde. En otro el borde es ondulado,
recordando las urnas del Castejón de Arguedas, en Navarra.
Tal es lo que dan fas famosas tres capas de la cueva de Somaén. Veamos ahora cuál es su posible asignación y qué consecuencias pueden sacarse de la m isma.
IV.-IDENTIF ICAC ION DEL MATER IAL DE LOS TRES NIVELES
Capa inf erior o -1.-Cerralbo asegura la identidad absoluta
de las muestras de la capa inferior o - 1 con las de Ciempozuefos.
Tal identidad no existe. Se reduce a una similitud en ciertos casos,
sobre todo en el fondo del vaso campaniforme, que aun así y todo
es plano y presenta además el motivo de royitas en las lineas que
enmarca el principal del z igzás, que no hal lamos en Ciempozuelos,
aunque sí los zigzós, ton característicos en aquella necrópolis.
El enlace con Ciempozuelos lo ofrecen las líneas paralelas de
zigzás de este vaso y de las caras interiores bajo los bordes de los
cuencos y cazuelas, ornamentación que se da exactamente en la
referido necrópolis.
Similares son asim ismo la calidad, el color y e l pulimen to del
borro. Todo lo demás cae dentro de un ambiente distin to, del de
la incipiente cerámica excisa y tiene sus paralelos más próximos
en los numerosas estaciones de la misma provincia de Sorio, tales
como El Ata layo, Montuenga y Villar del Campo, y de la provincia
de Guodalajara, así El Rebollar y Anguito, a lguna de las cuales
por lo menos, concretamente El Atalayo, ha suministrado además
muestras idénticos a los de lo segundo capa o -11 del Somaén.
Tal cerám ica continúo, con gran abundancia también, en la provincia de Madrid, en Las Carolinos, aquí con los conocidos ciervos
y soles incisos, y en los d iversos areneros de orillas del Manzanares.
En una palabra, todo parece ind icar que los fragmentos de este
ni_ se ha llan en situación de sucesión respecto a Ciempozuelos
vel
y lo cerámico campaniforme de este tipo. Dentro del ámbito de
esta primero cerámica exciso que esta copo del Somoén represento,
podrían establecerse diferencias estilísticas en las mú ltiples estaciones con cerámica seme jante en el centro de España, labor que
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146-
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LA CUEVA DE LA MORA (SOMAEN)
13
no vamos a realizar aquí. Lo esencial es que la capa de referencia
no concuerda exactamente can Ciempozuelos y que en cambia
resulta ser preludio de la cerámica excisa. Sin embargo, el nexo
entre ambas estaciones es tan evidente que no creemos sea aventurado sospechar que la capa -1 de Somaén deriva de Ciempozuelos.
Tal afirmación trae consigo una consecuencia. La cerámica
excisa de este tipo, que cubre materialmente el suelo hispánico
desde la cuenca del Ebro a las del Duero y Tajo, no tendría, como
pretende Martín Almagro '( 13), origen ultrapirenaico sino que se
originaría en España misma a consecuencia de la cerámica incisa
campaniforme tipo Ciempozuelos.
En segundo lugar y relacionado con este resultado sería la consecuencia lógica de que tal cerámica excisa no puede ser atribuido
a uno invasión céltica, como quiere el propio arqueólogo. Por el
contrario la presumible antigüedad de lo misma en el centro de
España y su abundancia, muy superior o cuanto conocemos más
alió de los Pirineos, abogan por la negación de la idea de Almagro. Con lo invasión o invasiones célticas puede identificarse
otra clase de cerá mica excisa, la del Roquizal del Rullo, El Redal,
Las Cogotes y aun parte de lo que los areneros madrileños sumi nistran . Disiento, pues, de la opinión de dicho prehistoriador. Creo
que confunde a quizá mejor, engloba, la cerámica excisa de la
cultura de los túmulos de la Edad del Bronce, cuyo desarrollo suele
fijarse desde el Bronce Medio europeo hasta el Hallstatt tardío,
tan abundante en el grupo occidental o renano de esto cu ltura, con
esto otra cerámico exciso más primitivo y en cuyo decoración no
aparecen, como en lo francesa (Baume Longue y Grotte Nicolas),
meandros ni motivo alguno que nos indique un contacto con lo
hallstóttico. "La decoración excisa -dice-- en la cerámica sólo
se usa con abundancia en la Edad del Bronce desde Alsacia hasta
Baviera; extendiéndose luego en la época del Hallstatt hacia Occidente y España, donde, sin embargo, no posa la línea del Tajo".
Aún insiste sobre este punto cuando escribe: "Todavía no nos es
bien conocido el desarrollo de la cerámica excisa, tenida en infinidad de casos, siempre que aparece fuera de la Alemania meri dional, como espécimen característico de la cultura de los Tú( 13) M. ALMAGRO BASCH: "Lo España de los invasiones célticos" , p6g. 3
Y siguien tes del vol. 11 del tomo 1 "España protohistórico" de lo "Historio de
España" dirigido por Ramón Menéndez Pidol, Madrid, 1952.
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147-
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14
A. DEL CASTfLLO
mulos y de lo Edad del Bronce, lo cual es un error que conduce
o fuertes equivocaciones al clasificar etnográfico y cronológicomen te los yacimientos" ( 14). Suscribo estos palabras de quien
con tonto afán y provecho viene estudiando desde largos años la
llamada cultura hallstáttica en cuan to o la cerámica tumular se
refiere, pero no podría hacerlo en lo que concierne a la cerámico
excisa cen troespañola ligada al vaso campaniforme tipo Ciempozuelos, que no puede colocarse en modo alguno en lo época hallstóttica tal como tendríamos que reconocerlo si aceptásemos las
ideas de Almagro. Paro mí la cerámico excisa de la clase que nos
ocupa es distinta y anterior o esta otro relacionada con la cu lturo
de los túmulos y de los campos de urnas, cuyo clasificación escapo
por comp!eto o lo finalidad de nuestro estudio.
Diferente puede ser el coso de la cerámico excisa del centro de
Francia, como la del departamento de lo Lozere, cuyo entronque
con el vaso campaniforme del occidente de Alemania parece asegurado por la presencia del sistema decorativo, en el cual figuran
motivos metópicos. Pero el desarrollo o perduración de lo cerámico
excisa en el centro y sur de Francia duran te el Hallstatt no parece
fac tible en esto otro del centro de España, por lo menos en el estado actual de nuestros conocimientos. Tal estado de conocimiento
mejor sería decir de desconocimiento, nos impide sacar ulteriores consecuencias. Queda cloro, sirr embargo, la relación en t re
Ciempozuelos y lo copo - 1 de Somaén en el sentido de dependencia
de la segundo respecto a la primera, lo que a su vez significo independencia de lo cerámi ca excisa de la copa - 1 de Somaén con
referencia a lo invasión céltica o celta-ilírico de los campos de
urnas, a la que hay que atribuir, como por ot ro porte propone
Almagro, lo cerámica exciso de las citadas estaciones asignables
a la época hollstáttica, toles como Roquizol del Rullo, El Redal,
Las Cogotes, etc. Ignoramos la relación que en tre ambas pueda
existir, lo mismo que la que pudiera establecerse entre ciertas
formas similares del centro de España y Francia, como lo de barreño o plato cónico hondo, que en España suele estor decorada,
por ejemplo en el Arenero de Praeno, con lo técnico llamada
de l Boquique, secuencio probable del puntillado del vaso campaniforme. Ignoramos sobre todo qué nexo o parentesco puedo existir
( 14)
M. ALMAGRO: Op. cit., p6gs. 12 y 121.
-
148-
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LA CUEVA DE LA MORA (SOMAEN)
15
entre lo primero cerámico exciso que contiene el nivel -1 de lo
cueva de Somoén y lo clásico cerámico exciso del occidente de
Alemania, centro y sur de Francia, que bien pudiera ser más estrecho y trascendental de lo que hoy pudiésemos sospechar. Por
todo ello no podemos sacar, de momento, más consecuencias que
los propuestos.
Copo medio o - 11.-Todovío es más desconsolador poro lo
sucesión de los foses del vaso campaniforme, tal como proponíamos Bosch Gimpero y yo, lo realidad de lo copo medio o -11. Lo
cerámico de este nivel no tiene relación, directo por lo menos, con
el vaso campaniforme, ni siquiera con lo cerámico exciso de lo
copo - 1 Pertenece al ambiente de los campos de urnas y no pode.
mos tomarlo en consideración poro establecer, como equivocadomente hicimos, cualquier comparación con el vaso campaniforme.
No insistimos, pues, sobre este extremo.
Copo supe rior o -111.-Con mayor motivo el material de lo
capo superior o -1 11 , que intereso al mundo hollstáttico. Ambos
copos pueden servir paro el estudio de esto época, que no es de
nuestro especialidad y que ha sido examinado en detalle por Bosch
Gimpero, el propio Almagro, Moluquer y otros.
V.-CRONOLOGIA
Si admitimos que lo cerámico de lo copo inferior o -1 de lo
cueva de Somoén es consecuencia del vaso campaniforme tipo
Ciempozuelos, establecemos uno diferencio ::ronológico entre Ciempozuelos y Somaén o favor de lo primera. Con ello cae por su base
lo cronología relativo que Bosch y yo propusimos poro Ciempozuelos apoyándonos en aquel nivel del Somoén. Por otro lodo, si ocepmos los ideos de Almagro sobre lo cerámica exciso, que tácitamente
comprenden lo de esto copo -1 en lo culturo de los urnas, puesto
que incluye en dicho culturo lo cerámico exciso sin excepción, de
los alrededores de Madrid, de lo cual bueno porte de lo de Somoén
no se diferencio, situaríamos lo copo inferior o - 1 de Somoén en el
Hollstott C-D, esto es, entre el 800 y el 600. Tal cronología resulto
a todos luces insosten ible, máxime teniendo en cuento que este
nivel suministro, como sobemos, un vaso campaniforme muy cercano en estilo y por tonto en tiempo de los vasos de lo necrópolis
de Ciempozuelos.
Carecemos de términos sólidos de referencia y comparación
-149 -
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16
A. DEL CASTILLO
para fechar exactamente esta cerámica. A título provisional de
ensayo podríamos situarla, en su comienzo por lo menos, dentro
del Bronce Inicial europeo, esto es, entre el 1850 y el 1600. En
todo caso, si los niveles de la Cueva de la Mora, de Somaén, no nos
engañan, tiene que ser anterior al Hallstatt representado en los
capas -11 y - 111. Ya hemos indicado que sería factible establecer
estilísticamente, o falta de elementos más firmes, uno sucesión
de esto primera cerámica excisa. Pero no cabe hacerlo aquí. Dos
motivos nos inducen a nuestra sospecha. Por una parte su cercanía
a l vaso campaniforme, tanto del tipo Ciempozuelos o continental,
como del costero, un fragmento del cual aparece en El Rebollar,
estación hermana de la cueva de Somaén . Por otro parte la misma
cronología, poco firme ciertamente, de la cerámica excisa tumular que, como es sabido, se desarrollo sobre todo en el Bronce
Medio y Final europeos y que no parece entrar en la península
hasta un momento avanzado de lo época del Hallstatt. No podríamos hacer llegar el vaso campaniforme, ni siquiera en sus últimas
manifestaciones, hasta los siglos VIII y VIl en que en Andalucía
florecen los colonizaciones, n i separar esto primera cerámico exciso
del vaso campaniforme tipo Ciempozuelos con el cual está ínti mamente relacionado.
Para terminar. Es posible que la copa inferior o - 1 de lo cueva
de Somoén deba ser utilizada en conexión con un momento muy
avanzado del vaso campaniforme en general. No en todo coso,
conforme lo habíamos hecho, como punto de apoyo para el establecimiento de foses en su pleno desarrollo, no sirviendo la copa
-11 poro nada que al vaso campaniforme se refiero concretamente,
ya que, al igual que la capo -111, debe caer dentro de la época llamado hollstáttico.
Ahora no nos quedo sino esperar que Cerrolbo dejase testigo en
lo cueva y puedan comprobarse las capas que señala y han motivado el presente estudio.
-150-
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CASTILLO. -Lo Cue va de Somoén.
Cueva de Lo Moro (Somoén).- Cerómico del nivel inferoor ( -1).
(T. ligeramente reducido).
LAM. 1
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CASTILLO. -Lo Cueva de Somoén.
Cueva de Lo Moro (Somoén).-Cerómicos de los nivei.?S medio (- 11). núm. 1 y 2 ,
y superior (- 111), núms. 3, 4 y S.
LAM. 11
[page-n-162]
Af-'ONSO DO PA<:(O e M.a LOURDES COSTA ARTHUR
Ca5tro de Vila Nova de 5an Pedro
!V.-Sementes pre-historicas de Linho
Em trobolhos anteriores dissemos que nos .escovo~oes arqueológicos do Castro de Vilo Novo de S. Pedro se tinf'>o encontrado trigo,
cevodo, fovo, linho e baloto ( 1), sem que s¿ tivesse dado conhecimento de todos os estudos loborotoriois que sobre tois semen tes préhistóricos reolrzou o Exmo. Engenheiro-ogrónomo A. R. Pinto do
Srlvo, o quem nos oproz, mois umo vez, manifestar o nosso reconhecimen to.
A componho de 1945, no referido castro, foi quosi todo conduzido pelo soudoso Pe. Eugénio Jolhoy (2).
Nos anos anteriores tinho-se escovodo o zona habitado a roda do
chamada reduto cent ral, que entáo se montinho quosi intacto.
No porte SW. deste, em local onde hovio terros negros que fica rom dos trobo lhos de 1937 e 1938, resolveu-se procu rar o contorno
do que se julgovo o murolho- exterior do morro, oindo mo l defen ido
nos primeiros anos de escavo~oes.
Encontrorom-se entao uns restos de paredes, de pequeno a ltura,
( 1)
(2)
A DO PA<;O e M. DE L. COSTA ARTHUR: "Co.stro de Vilo Novo de S. Pedro":
"1.-15.• Camponho de escovo~oes (1951)", Brotéria, vol. LIV, fose. 3,
Mor~o de 1952, Lisboa, 1952.
A. DO PA<;O e M. DE L. COSTA ARTHUR: "Castro de Vilo Novo de S. Pedro" :
"111.- Perfis de bordos de vasos nao ornamentados", O Instituto, vol. 115,
Coimbro, 1952.
A. DO PA<;:O: "Castro de Vilonovo de S. Pedro: './1.--Componhos arqueológicos de 1943 o 1950", Arqueología e Histório. vol. 111, Lisboa, 1953.
-
151 -
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2
A. DO
PA~O
E M. L. COSTA ARTHUR
que os trobalhos agrícolas e outros teriam em grande parte destruido.
Duas delas formavam uma espécie de galería, por seguirem
urna oo lodo da outro, e o 25 de Junho diz Jolhay no diário:
"A construc;ao encontrado nos dios anteriores está o dar
"multas surprezos. Ao fundo do galería comec;ou o apo"recer de monha umo espécie de "poc;o" que entra poro
"dentro do morro.
"A tarde encontrou-se mois poro dentro um orco de borro
"omossodo e alisado ... Dentro desse "poc;o" comec;ou o
"aparecer espólio variado e rico : locos grandes, punc;
No dio seguinte acrescente:
"Ao fundo do galería encontrado há dios, no "poc;o" on" te m identificado, oporeceu um punhado de pequen as
"seme ntes incorboni:Eodas. Nao sei o que será. Recolhe"ram-se todos num envelope o porte. Até agora oindo niio
"aporeceram semen tes des tos".
• • •
Durante a componho de '1952, depois de termos constatado o
existencia, no porte inferior do morro central, de uma camada arqueológico do Bronze Mediterroneo 1 ou Bronze 1, multo rico em
espólio, e de restos de um sistema de murolhos postas a descoberto
nesse ano, e no anterior, bem como um grande forno de cozer louc;o,
quizemos reconhecer se o mesmo camada arqueológico se moni festova por deboixo dos poreditos ossinaladas por Jolhay, e de fac to
verificamos que ossim ero.
O d iário de 1945 fa lo-nos aindo de "cinzeiros" encot1trados aquí
e além, na camada inferior, com mo ior ou menor profusiio de objectos.
Depois das observoc;oes que tivemos possibilidode de fozer no
ano findo, tois "cinzeiros" nao sao, no malaria dos casos mais do
que o camada arqueológica dos primeiros pavos que habitorom o
castro.
Ora como os sementes de linho se encontrovom na base das
paredes acima referidos, portento no porte superior do camada
arqueológico, deve ter-se dado quolquer fenómeno extroordinário e
violen to que provocou a derrocada que parece estar ossinolodo oq•Ji
-
152 -
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CASTRO DE VILA NOVA DE SAN PEDRO
3
e além por vários destro~os, ent re os qua is os de ceramica com sementes de permeio.
Náo julgamos de admitir um período em que o castro estisse
d~sabitado, entre o desaparecimento de uns pavos e a vinda de
outros. Este hiato, se tivesse existido, estaría certomente vincado
por uma camada de terras vegetais, coisa que nao se nota.
Poderío também pensar-se que as destrui~oes resultassem de
um incendio ou de um abolo sísmico, mas a oc~ao vioJenta de gentes
invasoras, com a mesma civiliza~ao, parece coisa mois de admitir.
As sementes recolhidas em 1945 foram entregues poro estudo
oo ilust re cien tísta acima referido, da Es ta~ao Agronómica Nacional,
que sobre e las elaborou o seguinte relato:
"A forma das sementes incarbonizadas que me foram
"confiadas nao deixa dúvidas de que se trata de uma
"espécie de Jinum.
"Uma análise mais demorado permi te concluir:
"a) As referidas semen tes nao pertencem a nenhuma
"das espécies ci todas de Portugal como espontaneas.
"Nüo süo, portento, de Linum hispan icum Mil i. ( =
"L. ang ustifolium Huds). Esta e out ras espécies es" pontaneas possuem sementes de dimensoes acen"tuadamente menores.
"b) Pertencem a uma das espécies cultivadas ainda ao
"presente no nosso País, isto é, ou oo Linum humi"le Mili. ou ao L. usitotissimum L. Aceitando o cri"tério de Rothmaler ( 1944) (e embora este autor
"cite o testemunho de Ebn- EI -Awan no que res"peito a linhos de cápsula indeiscente, que por tal
"caracterfstica poderi am filia r -se em Linum usitatis"simum como cul tiva dos jó em Esponha no séc X II)
"é muito provóvel que as sementes em questüo per"ten~am antes ao Linum humile Mili ., espécie em
"que se filiam os linhos tradicionais portugueses
"(l inhos mouriscos e linhos galegos) e nao o Linum
"usitotissimum que oquele autor supoe ser de recen "te in trodu~ao no nosso País (3).
(3)
O Sr. Prof. Dr. CARLOS TEIXEIRA comunicou-me umo amostro de línho encontrado em Conimbrigo, num vaso de borro, em Setembro de 1945, cujo
estado de lncorbonizo~oo ero semelhanre oo ele Vilo Novo de S.Pedro.
Focto noróvel é que os graos deste linho sao bastante moiores (4-4'5
mm.) do que os de Vilo Novo de S. Pedro (co. 3'5 mm. ) (Noto de A. R.
PINTO DA SILVA).
-153 -
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A. DO PA~O E M. L. COSTA ARTHUR
4
"e)
Nao foram encontradas, como impurezas, nenhumas
"sementes de outras espécies, mas deve notar-se
"que, dada a exiguidade da amostra, nao se en "tendeu conveniente sujeita-la a um exorne comple"to, a tal respeito, que destruiría documento tao
"precioso.
"De Candolle a Rothmaler aceitam ser o Linum humile
"originório da Asia Menor. Deve ter sid.Q jntrpduzido
"na Península Ibérica por pavos daí originórios ou tendo
"oí fortes contactos.
"O achado deste linho no castro eneolítico de Vilo Nova
"de S. Pedro vem mostrar que o Linum humile jó era
"conhecido no território portugues antes da idade do
"ferro e antes da primeira invasao dos celtas, controria"mente o hipótese posta por Rothmaler (p. 273) de ter
"sido introduzido por este pavo por volta do ano de 1000
"a. C. Jó De Candolle admitio que na ltólia se tinha
"pasto de parte o linho vivaz (L. hispanicum Mili.), em
"favor de L. humile, antes da era crista. Parece poder
"confirmar-se a hipótese de De Candolle de ter sido o
"L. humile introduzido no ocidente europeu durante o
"período 2.500- 1.200 a . C. Daqui teria passado a ltólia
"durante a ocupa~ao romana. Mas note-se que, ainda
"segundo De Candolle, os romanos importavam bons
"linhos (manufaturados) de Espanha, "mas os nomes da
"planta neste país nao permitem supor que os fenicios
"tenham sido os introdutores".
"A presen~a deste linho em Vilo Nova de S. Pedro poderó,
"assim, lan~ar luz sobre o problema da introdu~ao da
"cultura dos linhos anuais na Europa ocidental e precisar
"a cronología de tal acontecimento. Um estudo compora"do dos linhos arqueológicos seria decerto esclarecedor.
Sacavém, 28 de Janeiro de 1953
A. R. Pinto da Silva
Engro. Agron."
• ••
-154-
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CASTRO DE VILA NOVA DE SAN PEDRO
S
Esta colheita de semen tes de linho em Vilo Nova de S. Pedro
veio contradizer, conforme jó ficou observado, a seguinte afirma~üo de Werner Rothmaler:
"Os linhos chegaram ao ocidente muitos séculas depois
"de serem utilizados no Egipto. Em Portugal, parece, o
"linho foi introduzido na idade do ferro com a primeira
" invasño dos ce ltas, aproximadamente no ano 1000 a.
"C. (4).
Rothmoler, que escreveu provavelmente em 1943 (5), apesar
de se referir principa lmente a linhos portugueses, certamente desconhecio uma publica~ño cerca de nove anos mais velha que o seu
trabalho, e se refere a linhos encontrados na regiüo de Almizaraque
pelos irmáos Siret e que o Dr. Fritz Netolitzky estudou o pedido do
Prof. Hugo Obermoier (6), isto sem faJar da obro monumental "Les
premiers oges du métal dans le Sudest de I'Espogne" (7), ande também hó varios notícios de tecidos e sementes daquelo planto.
Dos linhos de Almizaroque diz-nos o Prof. Dr. Júlio Mortinez
Sonto-Oiollo no seu trobalho "Cereales y plantas de lo cultura iberosahariano en Almizoraque" (Aimería) (8).
"Linum usitotissimum se encontró en lo casa número 15
"en forma de semillas extraordinariamen te carbonizadas,
"que ton sólo permiten asegurar se trata de lino, vorie"dod indeterminable, que probablemente es el usitotissi"mum o a lguno muy próximo de aquello. El uso probable
"del lino, de ser único, ero como productor de acei te
"vegetal, aunque es posible, por el complejo cultural o
"que pertenece, se cultivase también como fibra textil,
"según parece deducirse del análisis superficial de
"ciertos hallazgos en los tumbos de lo ciudad algariense
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
W. ROTHMALER: "Sobre o sistemático e o sociología dos linhos de Portugal", Agronomía Lusitano, vol. VI, tomo 111, Lisboa, 1944, pp. 272-273.
Vejo-se oindo o observo~oo deste autor sobre linhos em "Roteiros
dos plantos cultivados o té Portugal", Revisto Agronómico, vol. XXIX,
núm. 3, Lisboa, 1941 , pp. 323 e seg.
Em noto deste trobolho diz-se que o texto foi entregue, poro publico~oo,
em Dezembro de 1943.
F. NETOLITZKY: "Kulturpflonzen und Holzrest ous dem Prohistorischen Sponien und Portugal", Buletinul Focultotii de Stiinte din Cernouti, vol. IX,
1935, p. 4.
H. et L. SIRET: "Les premiers dges du méto l dons le sud-est de I'Espogne"
Anvers, 1887. Vejo-se o indo des tes autores: "Los primeros edades del metal en el Sudeste de España", Barcelona, 1890.
Cuadernos de Historio Primitivo, Año 1, núm. 1, f-1odrid, 1946, p6g. 42.
-
155 -
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6
A. DO
PA~O
E M. L. COSTA ARTHUR
"de La Bastida, de Totana (provincia de Murcia), que
"excavo el Seminario de Historia Primitiva del Hombre.
"Este lino procede seguramente del angustifolium, que
"crece silvestre en la cuenco mediterráneo (países
"litorales) y que es distinto del lino indico y del centro"europeo, que termina, en fecha tardío, por sustituir. en
"el centro de Europa, el polofitícolo" .
• • •
Enquonto que as sementes de linho recolhidos por Siret, niio
permitirom o F. Netolitzky determinar a variedode, mas tüo somente afirmar que se t rotava de linho, os que se encontroram em
Vilo Novo de S. Pedro, derom ao nosso ilustre colaborador poro
sementes pré-históricas, o possibilidode de ir mois além e admitir
como pertencentes oo Linum humile.
Martínez Sonta-Oiallo supoe aindo que o cultura de linho em Al mizoroque se destinasse também o extro~fto de óleo vegetal e Siret,
oo descrever-nos o espólio arqueológico de Zapato falo -nos de
"groines de lin ... et des cardes en sparte carbonisées" (9), e em
El Argor de "tiges de lin ovec rocines et fruits" (JO) e oindo do vórios
restos de tecidos de linho "toujours collés oux pendonts d'oreilles,
aux bracelets, oux haches ou oux poignards. lis on t done été conservés, grace o l'imprégnotion des seis méta: liques qui ont en quel que sor te incrusté le tissu" ( 11).
O Prof. Clark, ao trotar de linhos pré-históricos do Europa, refere os echados de Siret quando es tuda os texteis vegetois ( 12).
Presumindo olguns autores que as placas de barro retangu lares
ou quodrodas, providas de orifícios aos quatro can tos, sejam sim ples pesos de tear, e aparecendo elas em Vi lo Nova de S. Pedro com
as sementes de linho, certamente nao será erro admitir urna in dústria local de fiasao e tecelagem, associodo o culturo doquella
planta.
Tal dedu~iio também nos levaría a aceitar a existencia da
mesma indústria nas estac;oes pré-históricas portuguesas em que
(9)
( 10)
(11)
( 12)
H. et L. SIRET: "Les premiers ogcs du métol... ", póg, 103.
!bid.: planche 24.
lbid: pp. 143 o 154.
J . G. D. CLARK: "Prehistoric Europe. The economlc bosis", London, 1952,
D. 233.
-
156 -
[page-n-168]
CASTRO DE VI LA NOVA DE SAN PEDRO
7
sao vulgares os referidos placas, como: Outeiro do Assento, Outeiro
de S. Momede, Progon~o, Penedo, Fórneo, Covoleiro, Olelos, Liceio,
Roturo, Chibones, Pavía, Mértola, Pedro de Ouro, Oto, Vidois (Morv:lo), etc., e consequentemente nos espanholos de Tres Cabezos,
Lugorico Viejo, lfre, Zapato, El Argor, El ~fício, Fuente Alomo,
Fuente Verme jo, Acebuchol, Mas de Menen te e Velez Blanco ( 13),
ande se recolherom dos mesmos ob jectos, apesor do moiorio delas
niio nos ter revelado sementes ou tecidos de linho.
Niio nos parece de admitir que a suo culturo fosse praticodo
só por um aglomerado, ou mesmo por um reduzido número, em
detrimento de ou t ros que o receberiam por simple exportoc;üo.
As semen teiros de linho por habitantes daquelles castros, tolvez,
como as outros culturas, um pouco comunitórios, deviom ser de
molde o que codo um se bostosse o si próprio.
Lisboa, Joneiro de 1953.
( 13)
A. DO PA<;O: "Plocos de borro de Vilo Novo de S Pedro", Congressos do
~~~do Portugués. 1 Congresso (Porto 1940), vol. 1, Lisboa, 1941, póg.
-157-
[page-n-169]
[page-n-170]
MIGUEL FUSTE
y
D. FLETCHE R VALLS
(Vnlcn rio)
La covacha !aepulcral del Vedat
de Torrente
EL YACIMIENTO
Durante las excavaciones que en 193 1 efectuó el S. l. P. en
el poblado de la Edad del Bronce de la "Montanyeta de Cabrera"
del Vedat de To rren te ( 1), fué descubierta una covacha, cuya exploración se llevó inmediatamente a cabo bajo la dirección del
colaborador don Mariano Jornet.
La covacha, antes de iniciarse lo excavación, presen taba el aspecto de uno grieta que profundizaba en el suelo, estando la zona
fina l unos 45 centímetros más bajo que el nivel actual de lo boca
de entrado (lám. 1, 1) y una vez excavada totalmente dió uno
planta sensiblemente triangular, un perfil que bucea (fig. 1.•) y
una boca apuntada en ángulo (lám. 1, 2) . Sus medidas pueden colegirse por la escala que acompaña a los croquis de la figura 1.•
El resu ltado de la excavación fué el siguiente :
A quince centímetros de profundidad se hallaron cuatro dientes
humanos, unos concreciones de cobre (fig. l .n, letra s), un colgante
( 1) Noticias de este poblado se don por:
l. BALLESTER TORMO en "Lo Voz Valenciano" del 6 de junio de 1931.
l. BALLESTER TORMO: "Lo Labor del Servicio de Investigación Prehistórico
y su Museo en el posado año de 1931 ", Valencia, 1932, p6g. 18.
L. PERICOT GARCIA: " Historio de España. Vol. 1, Epocos primitivo y romano
(Orígenes o Siglo V)", Instituto Golloch, Barcelona, 1934, p6g. 210.
E. PLA BALLESTER: "Actividades del S. l. P. Excavaciones y exploraciones
practicados desde 1929 o 1945"; Archivo de Prehistoria Levantino, vol. 11 , 1945,
Valencia, 1946, pógs. 367 y 368.
-
159 -
[page-n-171]
2
M. FUSTE Y O. FLETCHEH
de hueso (fig . J• letra e y fig. 2 .") de 3,7 X 1,6 X O, 15 centímetros. En lo porte externa de lo covacha, en P.l lugar señalado con lo
letra a (fig. 1."} unos fragmentos de parietal. En b (fig. l.") o tros
huesos humanos y a su lodo uno lasco de si lex de 9 X 7, 5 X 1,5
centímetros.
A
S
N
e
Cí)A.
B
J>lctn.La
~l.e
ta.
c.ova.cha.
1'erJi,l de l~t l,o~a
f
o
1
~
.)
¿
~S<. ~n
Fig. 1.3
/ll
metros
Croquis de lo planto, boca y sección vertical de la covacha sepulcral del
Vedot (Torrente}, según Jornet.
A veinticinco centímetros, en lo parte final de lo cueva y en
el fondo de lo mismo (fig. 1.• letra d) apareció un cráneo (lám. 11)
falto del maxilar inferior, cuyo estudio se hoce seguidamen te por
uno de nosotros (Fusté).
Ningún otro hallazgo proporcionó lo excavación de esto covacha, pero por encontrarse ton cercana al citado poblado ue lo Edad
del Bronce, suponemos que tonto el cráneo como los demás restos
pueden atribuirse aproximadamente al mismo período.
-160-
[page-n-172]
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
3
11
EL CRANEO
l.- Edad y sexo.
El ejemplar que se describe en lo presente noto perteneció o un
individuo adolescente cuyo edad, teniendo en cuento que ambos
M3 superiores están emergiendo, y dado lo ausencia de sincóndrosis
esfeno-occipitol, así como lo morfología general del mismo, es oportuno cifrar alrededor de los 20 años. Más aventurado resulto el
diagnóstico del sexo, por tratarse de un individuo juvenil; buen número de caracteres abogan por su atribución al sexo masculino,
como son su tamaño y peso, desarrollo de inserciones muscu lares,
tamaño de los apófisis mastoides y formo no muy globuloso. No
obstante, lo morfología del frontal, con acentuado ortometopismo
y escoso re lieve de lo globelo y de los orcos supercil iores, inducirían a calificarlo de femenino. A pesar de que lo presencio de los
caracteres últimamente ci todos puede en porte explicarse por el
estadio de desarrollo ontogenético y, además, por determinados influencias raciales, cabe considerarlo olofiso, aunque con cierto tendencia o lo masculinidad (2).
Fig. 2."
Colgante de hueso (t. n.)
11.- Estado de conservación.
Son de señalar algunos pérdidas de subst-:mcio en el parietal derecho (reconstruido en porte) y en el occipital, acompañados de varias líneas de fracturo. Está rota lo apófisis zigomótica en ambos
temporales y falto bueno porte de los huesos molares, así como casi
(2) Referencia o este cráneo se hoce en: L. DE LJOYOS SAINZ: "Antropología prehistórico españolo", en "Historio de España", dirigido por R. MENENDEl PIDAL, t. 1, Madrid, 1947, pág. 20 3, figuras 169 o 171.
-161-
[page-n-173]
4
M. FUSTE Y D. FLETCHER
todo el etmoides. Los piezas dentarios conservados son : C, P4, MI
y M2 en el lodo izquierdo y P3, P4, M 1, M2 y M3 (en vías de emersión) en el derecho. El M3 izquierdo había también emergido, aunque no completamente, o juzgar por lo posición del alvéolo. El desgaste dentario es acusado, como suele ocurrir de ordinario en cráneos
prehistóricos, incluso infantiles, o consecuencia del régimen alimenticio. Ausencia de caries en todos los piezas conservados. Falto lo
mandíbula inferior.
11 l.- Dime nsiones y capacidad,
Los dimensiones generales de lo bóveda son más bien medianos,
exceptuando su longitud máximo, que se incluye en lo categoría de
los "muy largos" de lo clasificación de Scheid t, y lo altura bosiobregmo que debe considerarse alto. Lo capacidad craneano es grande, y el valor calculado paro lo mismo, según las fórmulas de Peorson, corresponde o lo aristencefalio. Los dimensiones de lo cara
son medianas.
!V.-Suturas.
Las su turas de lo bóveda sólo adquieren cierto grado de complicación en la segunda región de lo coronal, P.n todo el trayecto de la
lambdoideo y en la parieto-mastoideo.
V. -Normas.
al
Norma superior.
Observando el cráneo según esto norma, queda patente el a largamiento del mismo, expresado por el escoso valor de su índice cefálico que denoto acusado dolicocefalia. El ensanchamiento hacia
atrás del mismo es poco patente, resultando eurimetope por el índice
transverso frontoporietol.
El contorno de esta norma es pentogonoide según el sistema taxonómico de Sergi. Los protuberancias frontales están suavemente
redondeados; en cambio, las parietales son acusados. Muy probo·
blemente este cráneo sería criptocigo; si bien, por faltar los arcos
zigomáticos, no puede precisarse este carácter.
b)
Norma lateral.
El perfil sagital asciende casi verticalmente hasta alcanzar el
nivel de los protuberancias frontales. Lo globelo no es prominente
-
162-
[page-n-174]
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
5
y los orcos superciliores están apenas esbozados, no formando ningún saliente en el orco, poco abombado, que va desde el nosio, no
hundido, hasta los protuberancias frontales . Después de éstos, el
perfil sagita l se incurvo bastante rápidamente hacia atrás, en curvo
muy rebajado. El occipucio es muy redondeado y bastante prominente, con notable desarrollo de lo escomo occipital que es muy
abombado.
Los apófisis mastoides son grandes y robustos, apoyándose el
cráneo en ellos. Lo cresta supromostoideo es bastante acusado y dirigido oblicuamente hacia detrás y arribo.
Lo región del pterio presento formo de H y, en el lodo izquierdo,
existe un pequeño hueso epiptérico.
El cráneo es alto atendiendo o lo distancio bosio-bregmo, y mediano según lo altura auricular. No obstante, y o causo de su gfon
longitud, son medianos los valores de los índices que relacionan
los citados alturas con esto último dimensión. Así vemos que, tonto
por el índice vértice-longitudinal como por el aurícula-longitudinal,
se clasifico dentro de lo ocrocráneo, si bien con cierto tendencia o
lo hipsicráneo, por lo que o este último se refiere.
El perfil de lo coro es ortognoto según los ángulos de los perfiles
tota l, nasal y alveolar, aunque con cierto tendencia al hiperortognotismo el primero de ellos, y situándose el último en el propio límite con lo mesognotio. Tonto los huesos nasales como lo espino
nasal anterior, son prominentes.
e)
Norma anterio r.
Frente bien desarrollada con los protuberencios frontales poco
morcadas y muy separadas. Estrechamiento postorbitario poco acusado. Globela y arcos superciliares apenas manifiestos. El índice
facial superior denoto mesenio.
Los órbi tos son grandes, subcuadrangulores y algo inel inodas,
resultando mesoconcos por el valor del índice orbitario. Lo nariz es
alto (leptorrina en el límite con lo mesorrinio). Los huesos nasales
presentan la forma característico de reloj de arena, y están algo
abombados hacia su extremo. El borde inferior de la abertura piriforme es cortante y la espina nasal anterior está bien desarrollada.
Los molares son más bien grandes y no prominentes. En los
maxilares, lo fosa canino es poco profundo, y en el borde alveolar,
se observo el relieve de los raíces dentarias de ambos caninos y de
los tres incisivos medios.
-163 -
[page-n-175]
6
dl
M. FUSTE Y D. FLETCHER
Norma posterior.
Su contorno es típicamente domiforme con las protuberancias
parie tales acusadas. El índice vértico-transversal denota acrocrónea
tendiendo a la metriocrónea; en cambio, el valor del aurículatransversal corresponde a la metriocrónea con tendencia a la acrocrónea. Por lo tanto el cráneo resulta mediano con tendencia a al to.
Apréciase un abultamiento en la región supramastoidea del hueso temporal. Presencia de un pequeño wormiano en la porción derecha de la su tura lambdoidea. Líneas nucales superiores e inio poco
patentes.
e)
Norm a inferi or.
El arco dentario es paraboloide. El paladar no es muy grande
y poco profundo. Según el índice palatino, resulta mesostafilino en
el límite con la braquiestafil inia. El agu jero occipital es redondeado.
Cóndilos y cavidad glenoidea, medianos.
V I.- M edidas e índices mós importantes
o)
Medidos.
Long. móx.
Long. base .. .
Anch. máx .... .. .
Anch. fron tal mín. . . . . ..
Anch. fron tal máx . .. . ..... .
Al tu ro basio-bregma .. .
Altura auricular ......
Circunf. horizontal
Arco transv. .. . .. . .. .
Arco sag ita l ........ .
Arco sagital frontal ..... .
Arco sagi tal parietal .. .
Arco sagital occipital .. .
Arco sagital escama .. .
Cuerda sagita l frontal ..... .
Cuerda sagital parietal ..... .
Cuerda sagital occipital ........ .
Cuerda sagital escama ..... .
Long. cara ................. .
Anch . bicigomática ........... .
(Determinado por simetría en el croneogromo).
-
164 -
187
102
136
96
11 5
135
115
522
302
379
129
129
121
82
110
11 8
100
77
97
122
[page-n-176]
7
LA COVACHA SEPULCRAL DEL VEDAT
Al t. caro su p. . . . . . .
Anch. orb. . . . . . . . . .
Alt. orb. . . . ... . . . ...
Anch. interorb. . . . . . . . . .
Al t . nasal . . . . . . . . . . . .
Anch. nasal . . . . . . . . . . . .
Long. moxiloalveolar
Anch. moxiloalveolor
Long. paladar . . . . . .
Anch. paladar . . . . . .
Angu la perfi l tota l . . . . . .
Angula perfil nasa l . . . . . .
Angula perfil alveolar . . . . . .
b)
65
38
31
19
49
23
52
62
46
39
92"
90"
85•
l ndices:
Cefálico
Vert.-long ............ .
Vert. -transv...... .
Auric.-long. . . . . . . . ..
Auric.- transv......... .
Transv. -front ......... ... .
Transv. front .-poriet......... .
Sag. front ............ .
Sag. poriet. . .. .. . .. . .. . .. .
Sag. occip ............. ..... .
Sog. escama .. . .. . .. . .. . .. . .. . .. .
Fac. sup.
Orbitario ........... .
Nasal .............. .
M'axiloalveolor ........... .
Palatino ................. .
72'73
72' 19
99'26
61'50
84'56
83'48
70'59
85'27
91 '47
82'64
93'90
53'28
81'58
46'94
119'23
84'78
VI J.- Consideraciones generales
Por Jo mayoría de los rasgos comentados, el cráneo de l Vedot
de Torrente puede asimilarse o la tipología más frecuente en el Levante español desde lo época neolítica, caracterizado por el predominio del tipo mediterránido. Con todo, existen algunos detalles que
discrepan de los más frecuentes en el mismo, ofreciendo, en cambio, cierto analogía con a lgunos formas que, corrientemente y ba jo
-
165 -
[page-n-177]
8
M. FUSTE Y D . FLETCHER
la calificación de "cromañoides", se in terpretan como persistencia
del tipo de Cro-Magnon del Paleolítico superior, persistencia que no
es raro encontrar incluso en poblaciones humanas de épocas recientes. Así vemos que el contorno de lo norma superior no es el
ovoide típico de los mediterránidos, sino e l pentogonoide que suelen
presentar los citados formas cromañoides. Asimismo, el perfil sagital del cráneo con lo frente escarpado y prominencia de lo región
occipita l, junto con acusado dolicocefalia, son rasgos que concurren en lo llamado rozo de "Boumes-Choudes", uno de los característicos en Francia durante el neolítico, y que es igualmente interpretado como descendiente de Cro-Mognon.
- 166-
[page-n-178]
FU ST E- FLETCHER. -Lo covacha del Vedat
LAM. l.
2
1. Aspecto de lo covacha ol iniciarse los excavaciones. 2. Lo en trado de la mismo
al término de los trabajos.
[page-n-179]
FUSTE- FLETCHER. -Lo covacha del Vedat
LAM. 11.
Cuatro vis tos del cráneo de lo cóvocho sepulcral del Ved ot (forrenle)
[page-n-180]
V. GORDON CHILDE
(ln~lolerrn)
The middle bronze age
In 1947 (1) 1 discussed in the light of Atlontic ond Mediterraneon connexions the chronology on which must be based any estimate of the role of the lberian Peninsula in Europeon prehistory.
Since then excavotion has brought to light so many fresh data ond
the typological division of the Bronze Age has been so reHned that
my occount has become quite out of date. A correction is accordingly due to my Sponish colleogues. At the sorne time they hove
odopted ot the Almerio Conference in 1948 (2) o tripartite division
of the Peninsulo's Bronze Age (including as Bronze 1 t he former
"eneolítico") thot is more in occord with systems current for other
ports of Europe; for it embodies the mínimum number of divisions
ottoinable by any system of periodizotion that is not bosed wholely on strotigrophy.
Such a triportite division is not inspired by Hegelian metap~ysic
or trinitorion theology, but by the typological method itself. For
o typological period is just the time intervol during which on ossembloge of orchaeologicol types, found repeotedly ossociated together
in "closed finds", wos in current use. Bu t for types to be thus repeatedly ossocioted, they must hove been used not only at t he sorne
time, but olso by the sorne people or social group. Conversely
assemblages may differ either becouse fashions hove changed with
( l) V. GORDON CHILDE: "Nuevos fechas poro lo cronologfo prehistórico de
lo Europa Atlántico", Cuadernos de Historio Primitivo, 11, núm. 1, Madrid 1947;
páginas 5 -23.
(2) J. MALUQUER DE MOTES: "Concepto y periodización de lo Edad del
Bronce peninsular", Ampurios, XI, Barcelona 1949; págs. 191- 195.
-167-
[page-n-181]
2
V. GORDON CHILDE
the fopse of time or because their users obeyed divergent social
troditions. So three distinct assembfoges of type fossils, A, 8, and C,
found repeatedfy associated in the same region may define either
chronologicol stages in the evolution of the tradition of one society
or the different troditions of three distinct societies occupying contiguous territories at the same time. In the former case sorne of the
relevant types (especially tools ond weopons) are likely to differ in
efficiency ond so can be arranged in a "typological series", illust rating an evolution as the familiar series of "bronze" axes, doggers,
razors and fibulae do; in contemporory groups dispari ti es of this sort
are not likely to be apporent. In both cases types proper to conti guous or consecutive assemblages may show a slight overlop; thot is,
in o few closed finds in which types of assemblage A predominote,
stroy objects normally ossociated with assemblage 8 may occur. So
in the Middle Neolithic of Denmark an axe or bead, such as is normally found in the Single Graves of Jutland, or an arrow-head, proper
to residual groups of hunters-fishers, turns up in a passage grave
of the Megalithic farmers and guarantees the contemporaneity ot
the three assemblages. A typological periodization is possible if, and
only if, while types of assemblage B are occasionolly associated with
types proper to assembloge A or C, types of ossemblage A are never
associoted in closed finds with those of assemblage C. Then, and
then only, con ossemblages A, B, and C be accepted as representing
consecutive periods. That is why three is the mínimum number of
divisions requisite for any purely typologicol periodization . Any such
periodization is by its nature statistical; our confidence in the
division depends on the number of closed find~, on the voriety of
types included and on the frequency of their associations. On the
other hand the tripartite division is a mínimum; where enough
closed finds ore available, subdivision is possible (3) .
For the British lsfes, Northern Europe (Southern Scandinavia,
Denmark ond Northern Germony), Central Europe (including the
whole Middle Donube bosin), and the Apennine Península rough
divisions af the 8ronze Ages into Early, Middle and Late, guided by
typologicol series of tools and weapons, hove been recognized for
nearly a century. In Denmark and Southern Sweden closed finds are
(3 ) This is o return to the numbering odopted in the "Hondbook to British
Prehistory" prepored for the First 1nternotionol Congress of Prehistoric ond Protohistoric Sciences, London, 1932.
-1.68-
[page-n-182]
THE MIDOLE BRONZE AGE
3
so rich ond numerous thot six periods ore recognized in Monteliusl
system (which Broholm follows with minar renumbering) . In Central
Europe too1 bu t only be tween the Elbe ond the Alps1 closed grave
groups ore so numerous ond rich thot Reinecke 1 S system recognizes
in effect six periods though the lost two ore perversely designoled
"Hollstott A" ond "B". Moreover during the whole Bronze Age interchonge of monufoctured orticles between oll moin provinces was
so brisk ond frequent os to ollow of correlotions between the local
divisions. These correlotions modify conclusions bosed upon the
o priori a ssumption of o porallelism in time in the evolution of
tools 1 weopons ond toi let orticles, but permit o relioble chronologicol clossificotion of types 1 thot ore not represented locol ly in closed
finds .
On the other ~ond in the British lsles the custom of burying
tools ond weopons with the deod was obondoned ot the end of the
local Eorly Bronze Age (the hoords and graves of Piggott's Wessex
culture ore here clossed os Eorly Bronze Age 2 rother thon Middle
Bronze Age 1) . In Central Europe 1 eost of the Elbe1 ond in the
Middle Donube bosin much the some seems to hove hoppened so
tho t graves ottributoble to the Midd le Bronze Age by their metal
furniture ore exceeding ly rore. Here1 however1 we hove o few good
hoords such os Apo ond Hojdu Somsón ond mony stray bronzes
thot1 thonks to specimens found os exports in closed finds in the
North or West of the Elbe (4) con be recognized os Middle Bronze
Age.
In the Bri t ish lsles on the cont rory even hoords of the Middle
Bronze Age ore quite except ionol. Yet our Lote Bronze Age hoords
obound in types thot ore cleorly evolved directly from notive types
thot ore represented olreody in hoords of Eorly Bronze Age 2 . T he
intermediote stoges in the evolution ore represented in 1relond ond
in Britoin1 South of the Toy1 by plent y of isoloted specimens1 ond
the ottribution of these lotter to the Middl e Bronze Age is guoronteed by their occurence os imports in well-doted North Europeon
graves or hoords from Montelius IIA on (5). These British exports
(4) Cf. SPROCKHOFF in "Offo" 1 ix 1951, pp. 25-26; WERNER in "Atti
di 1 Congresso di Pre- e Protohistoria Mediterronea" 1 1952, pp. 293-303.
(5) LIESBUTTEL1 KERSTEN: "Zur alteren nordischen Bronzezeit", Taf. XIX;
IHLSMOOR, in "Berich t dcr Romische Germonische Kommission" 1 X 19 17 p 37 1·
'
•
FROJK BROHOLM: "Danmarks Bronzeolder", 11 p. 223, M. 8 1• '
1
-169-
[page-n-183]
4
V. GORDON CHILDE
in Scondinovio hove enobled Cowen (6) to recognize thot the speorheod of our group 111 A (illustroted in "Nuevos fechas poro lo cronología ... ") (7) begon to be mode in our Middle Bronze Age whi le
Howkes has distinguished os equolly old the form of type IV there
figured in controst to o voriont thot he hod shown to be Lote
Bronze Age.
A subdivision of the Lote Bronze Age itself is essentiol but for
less eosy since in Britoin, os on the Continent, founder's hoords
tend to reploce the personal ond merchonts' hoords of earlier periods. And even on the Continent with the general adoption of cremotion the graves tend to be os poor in metal furniture a s they had
become in Britoin by the Middle Bronze Age. Hence correlotions
between different oreas become more difficul t. Still British bronzes
in the Lote Bronze Age were still exported to Denmark and o Bri tish
sword from Kirk Soby (8) shows thot on odvonced phase of thot
British period s hould foil within the limits of Mon telius V (Reinecke HB).
Still in the Brit ish lsles, os in Hungary, the distinction of the
graves, ond so of the pottery, ottributable to the Middle Bronze
Age is olmost impossible. Thot period must be represented by sorne
of the enormous number of cremotion bu riols in Cinerory Urns or
Incense Cups. But both these types oppear olreody in the W essex
cul ture of Eorly Bronze Age 2 ond, sove in the Sou th Englond, los t
in use till Lo Tene times. No doubt on evolution, or rother o devolution, in the form ond ornomentotion of the Urns is recognizoble,
bu t Savory (9) showed in 1949 thot the occepted devolutionory series
offers no sofe guide to the intervals of time involved.
Now in the lberion Península while s trotigraphicol dato ore
almost totally lacking, there is o painful shortage of reliable closed
finds. In Bronze 1, as now defined, and perhaps befare, the normal
buriel rite was collective interment in natural caves, rack-cut cham ber tombs {artificial grottoes), tholoi or orthostatic megali thic
chambers (dolmens or antas). With few exceptions, hoards are con-
(6) COWEN in "Proceedings of the Prehistoric Society", XIV, 1948, pp.
233-234.
(7) V.G. CHILDE, op. cit. in note 1, p. 13, fig. l .
(8) BROHOLM, op. cit. in note 5, 111, p. 222, M . 157.
(9) SAVORY in "Archoeologia Cambrensis", c. 1949, pp. 77-82; the author
thought that he had thereby proved that the dotes currently assigned to the Wessex
culture were inf loted, but his argumen t need only mean that the supposed devalution was much faster in sorne oreas than had been imooined.
-
170 -
[page-n-184]
THE MIDDLE BRONZE AGE
S
fined to Bronze 11 1. The types thot further North chorocterize the
Middle Bronze Age even os stroys are obsent from the Peninsulo,
os olso from Brittony ond sorne other ports of Fronce. The polstoves
and dirks thot by onology might be token os Middle Bronze Age
types ore shown by their ossociotions both within ond outside the
Península ( 1O) to be long in foct to Bronze 11 1 The Argoric types of
Bronze 11 (flot ond hommer-flonged oxes, flot round-heeled doggers
ond holberds) would in the British lsles or Central Europa be ossigned
to the Eorly Bronze Age. Worst of oll Argoric cist ond pithos
graves hove o very limited distribution, being virtuolly confined to
the eost coost from Almerío to Va lencia ! 11) ond the South of
Portugal. Even Argoric bronzes ore scorcely known outside thesc
oreas sove from sorne cemeteries of collective tombs in Granado
ond Málaga ond from the Bronze 1 settlement of Vilo Novo de
Son Pedro.
Yet Bronze 1 is so richly represented by o multitude of domestic
ond sepulchrol sites oll over the Península thot it would seem forfetched to pos tu lo te o desertion of lorge oreas, such os Giot ( 12)
has invoked to exploin o similar typologicol hiotus in Brittony.
Accordingly it would be tempting to reduce the gap by the following
exp.edients (i) to lower the obsolute dotes of Bronze 1 ond roise
thot of Bronze 111 so os minimize the intervol between them; {ii)
to fill the gap where Argoric types ore missing by ossembloges
which would hove to be exploined os orchoistic survivols of Bronze 1
-in Portugal by ossigning mony of the onto s, once colled "neolithic" to bronze 11!
As to the first expedient, though much has been leorned obout
the Peninsulo's prehistory ond foreign relotions in the lost six yeors,
relioble evidence for chronology bosed upon on interchonge of
actual manufactures with historicolly doted cultures in the Eostern
Mediterroneon has not been ougmented. On the controry -whot
Almagro ( 13) termed "lo primero fecho antehistórico que poseemos", the dote of 750 provided by the Siculon fíbula from the
( 1O) E. g., in the hoords of Monte So lddo, Huelvo, Serro do Monte Junto;
cf. MACWHITE: "Estudios sobre los relaciones atlánticos de lo Península Hispánico en lo Edad del Bronce", Madrid, 1951 .
( 11) J. ALCACER GRAU: "Dos estaciones argáricas de lo Región Levantino"
Archivo de Prehistoria Levan tino, 11, Valencia 1945, pp. 151-163.
(12) P. R. GIOT in "L'Anthropologie", LV, 1952, pp. 436-440.
(13) M. ALMAGRO BASCH: "El hallazgo de lo río de Huelvo y el final de lo
Edad del Bronce en el Occide~te de Europa", Ampurios, 11, Barcelona, 1940,
p. 142.
-171-
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6
V. GORDON CHILDE
Huelvo hoord, has been plousibly chollenged by Sovory ( 14). Since
the lotter con moke ou t o good cose for o dote ofter 700, the prospect of reducing the " Middle Bronze Age gap" by roising the initiol
dote for Bronze 111 is dork. The segmented foyence beods from
Fuente Alomo con, os we sholl see, no longer be relied on for doting
Bronze 11; they ore even less relioble thon the Wiltshire beods os
there is no guorontee thot they possess the peculiorities relied on
by Beck ond Stone for dot ing the lotter obout, 1400.
The Cypriote ond Egyption onologies for schist idols ( 15) copper knives ( 16) or bone "imi totion oxes" ( 17) of Bronze 1 ore too
vague or doubtful to carry more conviction thon the Anotolion porollels to the "neolithic" flot idols of Almerío long ogo cited by
Si re t. The bone toggle from Almizaraque ( 18) con now be motched
just os occurately from o Lote Minoon 11 tomb in Crete ( 19) os by
the remoter exomples from Troy ond Alishor. But the Minoon specimen belongs to the 15th century, not the 3rd millennium. On
exomining the original 1 found thot the pendont from Alcalá Tomb
3, is not, os Estocio da Veigo's (20) plote suggests, o hommer pendont like those from on Eorly Minoon tomb ot Koumaso in Crete
ond from Boyne tombs in lre lond.
There ore of course several general agreements in form ond
decorotion between vases of Bronze 1 ond those of the 3rd millennium in the East Mediterraneon . To those 1 hove noted elsewhere,
1 can odd two more. "Burnish decorated" or "stroke-burnished"
wore was found by Bonsor (21) "sous les incinerés" near Cormono
ond by Esteve Guerrero (22) ot Asto Regio neor Códiz. 1 noted the
(14) SAVORY: "\he Atlontic Bronze Age in South-west Europe", Proceedings of the Prehistoric Society, XV, 1949, p. 141.
(15) B. SAEZ MARTIN: "Nuevos precedentes chipriotas de los ídolos placas
de lo culturo lberosohoriono", Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de
Antropología, EtnogroHo y Prehistoria, t. XIX, Madrid, 1944, p. 135.
( 16) E. JALHAY ond A. DO PA~O : "El Costra de Vilonovo de Son Pedro",
Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistoria, t. XX, Madrid, 1945, pp. 5ff.
( 17) G. ond V. LEISNER: "Die Megolithgréiber der lberischen Holbinsel",
Berlín, 1943, pp. 469, 588.
(18) lbid., Tof. 1O; 28, 22.
(19) In "BSA", XLVII, 1952, p. 272 ond pi. 54, c.
(20) S. P. M. ESTACIO DA VEIGA: "Antlguidodes monumentoes do Algorve;
tempos prehistóricos", 111, Lisboa, 1886-1889, pi. VIl, 4.
(21) G. BONSOR: "Les colonies ogricoles pré-romoines de lo vollée du Belis", Revue Archéologique, XXXV, 1899, pp. 111-112, figs. 83, 84 ond 87.
(22) M. ESTEVE GUERRERO: "Excavaciones de Asto Regio (Meso de Asto,
Jerez). Compaña 1942-43", Acto Arqu eológico Hispánico, 111, Madrid, 1945.
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THE MIDDLE BRONZE AGE
7
same technique on sherds from the Gruta do '/imeira (Extremadura)
and from the tholos of Monge (Cintra) in the Museo dos Servi<;os
Geologicos at the Academia das Ciencias, Lisbon The technique in
all cases agrees closely with that used in the lote 4th or eorly 3rd.
millennium at Sakje Gozü (Syrio), Judeideh (Orontes volley) (23),
Kum Tepe (Trood), Somos, ond in neolithic Thessoly and Vinco (24)
while sorne frogments from Cormona may belong to similar carinoted
forms. But these eorly sites are a long woy from Spoin ond the same
technique is found at Golosecco in North ltaly during the lron Age
(25) ond in Britoin in the Belgic period.
Again the lorge shollow plotes with wide thick brims from the
Bronze 1 tombs of Andalucía ond Southern Portugal find their best
onologies in the "Early Bronze Age" of Palestine befare 2500 B.
C. (26). On the example from Alcalá Tomb 3 the vase surface is a
clear pole pink, but the interior is covered with a thin red wosh or
point. The Palestinian pottery just mentioned is likewise pink in
body and partially covered with a red point or wash. This is, however,
normally decorated with the burnishing tool in the manner of the
selfcoloured stroke-burnished ware, producing a "lattice-burnish".
1 doubt, however, whether inferences ought to be drown from
general resemblonces in the shapes or techniques of pots from
opposite ends of the Mediterroneon. The cose is different if the
pot is on obvious imitotion of o distinctive metollic or stone type,
such os the Vopheio gold cup or the Eorly Minoon block voses. For
voses of metal and fine stone were orticles of trode, and local pottery
copies of them reveol the arrival of such trode goods. But in the
Península 1 hove seen no convincing exomples of such imitotion
till Greek metal ware begon to orrive in the lron Age.
So too equolly general ogreements in sepulchral architecture
such as subsist between corbelled tombs in Early Minoon Crete (like
Krazi) or Early Hel lodic Greece (like those of Hogios Kosmas in Atti ca) ond the tholoi of Almería or Algarve may well be deceptive. But
one who has had the privi 1
ege of enteri ng both the T reosury of
Atreus ot Mycenoe ond the Cueva de Romeral ot Antequero finds
(23 ) V.G. CHILDE: "New Light on the Most Anci ent Eost", 1952, p. 21 8 .
(24) V. G. CHILDE: "The Dawn of Europeon Civilisation", 1949, pp. 32,
35, 64, 8 1.
(25) P. LAVIOSA ZAMBOTII : "Civilta polafitt icolo lombarda e civilta di
Golasecco", Como, 1940, p. 21 5.
(26) Cf. ENGBERG and SHIPTON : "The Cholcolithic and Bronze Age Pottery
of M'e giddo", Oriental 1nstitute Chicago, "Studies" , 1O, 1934 .
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8
V. GORDON CHI LDE
it hord to ovoid the belief thot the orchi tect of one wos insoired
by a vision of the other. The architectu rol resemblonce between
Mycenae ond Antequero is given point by the recent discovery of
o little cemetery of rock-cut chomber tombs at Alcaide (27) neor
the lotter. These modest tombs presumobly beor the sorne relotion
to the greot monuments of Romeral, Viera ond Menga os the rackcut chamber tombs of Mycenae do to the built tholoi. The latter
were admittedly the tombs of princes whose prosperous retoiners
were interred in cemeteries of rock-cut fomily vaults. (No such
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Fig. 1.-Eorly Mycenoeon tholos, Mycenoe, ofter Woce.
distinction is observable in the Early Hellodic cemetery ot Hagios
Kosmos nor ot Los Millares!).
Now Wace (28) has found evidence that the building of the
(27) S. G IMENEZ REYNA: "Memoria arqueológico de lo Provincia de Málaga hasta 1946", 1nformes y Memorias de lo Comisaría Genera l de Excavaciones Arqueológicos", núm. 12, Madrid 1946, pp. 49-52.
(28) WACE in "JHS", UX, 1939, p. 212.
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THE MIDDLE BRONZE AGE
9
Treosury of Atreus connot be eorlier thon 1350 B. C. Romeral then
should be of like ontiquity. But Romeral is ossigned to Bronze 1 (29)
though Argoric elements moy be detected in the Alcaide cemetery
(30). So Bronze 1 should lost down to 1300. There are of course eorlier tholoi, going back ot leost to 1500 at Mycen;e (31) ond elsewhere in Greece ond their undressed rubble masonry is less unlike
that of the Peninsulo than are the sown blocks of Atreus (Fig. 1).
Now no links hove yet been found in Greece of Crete (31 o) between
the Early Aegeon corbel led tombs of Krozi, Hogios Kosmos or Syros
and the imposing Mycenaean monuments. On the other hond the
Leisners hove suggested o perfectly intel ligible local development of
the tholos type in Almerío from the closed, round or polygonal
ossuory cist of the neolithic stage. Hence a derivotion of the Mycenoeon tholoi from the lberian Peninsula, such os Wolfel (32) has
recently proposed on the other grounds, would seem the most reosonable hypothesis though nothing in the tombs themselves sove the
form ond technique of the locally made obsidian arrow-heods recol! the Peninsulo. Only the chronologicol impl icotions of such a
revolutionory hypothesi s con be considered here. 1ts adoption
would make 1550 B. C. o terminus ante que m for the rise of the
Los Millares culture in Bronze 1 the porollelism with Romeral still
;
suggests thot Bronze 1 losted to neorly 1300.
Some support for the former dote is provided by Dr. Bernobo
Breo's excavations on Lipori, summarized in the lost number of
this "Archivo" (33). On the ocropolis sherds of imported Lote
Minoon 1 voses occur ossocioted with native pottery okin to thot of
the Conca d'Oro culture in northwestern Sicily. Now in some ·natural ond artificial grottoes of thot group occur o few Bel l Beokers.
(29) lts furniture does not suffice to dote it closely but the similar tombs of
Coñodo Hondo G ond Vaquero ore ossigned to Los Millares 1 by LEISNER, op. cit.
in note 17, 206, 197, 566, 573 ond 574.
(30) In 1947 the excovotor showed me o typicol dogger from the place but
1 do not know if from o Iomb.
(31) WACE in "BSA", XXV, 1921-1923, pp. 388-393.
(31 o) On the strength of 80 frogments of M. M. ond more of L. M. 1-11
voses found in a tholos neor Knossos, HUTCH IN SON in "l. L. N.", 1948, Mor. 2,
p. 284, has doled the construction of this tombs tp the 16th. century though the
surviving interments belonged to the 12th. But, even if the evidence for early
erection be considered sufficient, this tholos remoins quite isoloted.
(32) In KONIG: "Christus und die Reli9ioner der Erde", Vienno, 1952; 1
know the work only from MYRES' critique in "Antiquity" xxvii, 1953, p. 9. Wolfel
and Myres ore both wrong in climing that the stone-work is always chisel-dressed!
(33) L. BERNABO BREA: "Civilto preistoriche delle isole eolie", Archivo de Prehistoria Levantina, 111, Valencia, 1952, p. 86.
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10
V. GORDON CHILOE
Of course the Northwest Sicilion tombs ore collective sepulchres
ond so no more closed finds thon the Bronze 1 buriols of the Península, the use of Canco d'Oro wore in Lipori need not coincide exactly in time with its currency in Sicily; finolly the Sici lion beokers
might come vio Sordinio ond not from Spoin. Still, making full
ollowonce for such sources of error, the 16th century would seem o
more likely dote for Bell-beokers in the Western Mediterranean
ond on the Eost coost of Spoin than the 26th. proposed by Hubert
Schmidt. 1t coincides remorkobly with the deduction just drown
from funerory architecture.
Yet the 16th. century wos not the beginning of contoct between
the Western Mediterranean and the Aegeon . Befare 1600, probobly
befare 1750 B. C., actual imported yoses ottest beyond dispute the
extension of Aegeon commerce to the Gulf of Lions - 1 refer to
the Middle Cyclodic jugs from Morseilles ond from Menorca (34).
But the locotion of these finds suggests thot Aegeon explorotion
of the West moy hove followed the sorne lines in the second mi llennium os Greek colonizotion did in the first - Mossilia and then
Ampurios. lf thot explorotion inspired the first exponsion of megoliths in Atlontic Europe, this might hove followed the clossicol tin
route from the Gulf of Lions, leoving the Península still "neolithic",
ond be represented by Doniel's gollery graves.
The somewhot tenuous evidence thus for gothered yields o date
for Bronze 1 not for removed from Siret's. Thot still leaves on
intervol of sorne 600 yeors befare the beginning of Bronze 111. The
expedient of filling port of thot gap by survivols of the megolithic
culture where Argoric sites are missing is no longer unsupported
(35). In Northern Spoin Mo luquer de Motes (36) has explicitly
recognized that the Pyrenaeic culture with collective buriols in
megolithic cists ond in natural caves persisted till the odvent of
the Urnfields in Bronze 111 -o persistence recognized by Héléna (37)
(34) J. MARTIN EZ SANTA-OLALLA: "Jorro picudo de Melas, hollado en
Menorca (Bo leares)" Cuadernos de Historio Primitivo, 111, 1, Madrid, 1948,
pp. 37-42.
(35) Cf. l. PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo", Barcelona 1950,
p. 212.
(36) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo cerámico con osos de apéndice de
botón y el fina l de lo culturo megalítico en el nordeste de lo Península", Ampurias, IV, Barcelona 1942, pp. 185-188; and "Materiales prehistóricos de
Seriñó; VI, Yacimientos Postpoleoliticos", C. S. de l. C. Estación de Estudios Pirenaicos, Zaragoza 1948, pp. 52-53.
(37) PH. HELENA: "Les Origines de Narbone", Tolouse-París, 1927.
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TI-U: WOOLE BRONZE AGE
11
in South Fronce twenty five yeors ogo. But of course the pottery
ond other relics con be to sorne exten t distinguished from those
ottributoble to Bronze l. Moy not then mony of the plundered
ontos of Portugal be likewise regorded os o persistence of the cul ture of Bronze 1 through Bronze 11? (38).
Such o treotment of the Portuguese ontas or possoge dolmens
os porollel to the loter megolithic culture of the Pyrenees, would
imply ot leost o portiol occeptonce of the theories of Forde ond
Childe (39) thot these antas ore just borbarous degenerotlons of
the corbelled tholoi ond artificial grottoes of Alcalá ond Polmella.
1t is hardly compatible with the familiar theory, popularized especia lly by Bosch Gimpera, of the Portuguese origin of dolmenic architecture. Bu t it is no longer possible for Forde or me to orgue
that Bosch Gimpera relied on an arbitrary selection of poor ond
pillaged tombs.
The relotive age of the "small dolmens" with o single interment
must indeed remain in doubt pending the publicotion of finds reported to be housed in locked chambers in the Museum of Belem. But
in o small anta or passage dolmen, Po~o da Gateiro, G. ond V. Leisner (40) hove found ond published an intact sepulchrol deposit,
opparently representing ten of the original inhumations in the tomb.
They were occompanied by m icraliths, axes ond odzes in equol numbers, ond ploin round-bottomed pots. Though the lotter are red, not
block, they ore comparable to the plain ware of the neolithic phase
of the Almería cu lture in eastern Spain and in general to the o ldest
neolithic pottery of Atlantic Europe, including that of Windmill
Hill in Britain. Thi s find thus proves the existence of megalithic
tombs in Po rtugal befare Bronze l.
Moreover ot two sites the Leisners (41) hove identified the
foundations of corbelled tholos tombs, built up ogainst, and therefore later than, mega li thic antas. Better evidence can hardly be
demonded for the priority of dolmenic over tholos orchitecture . lt
(38) Despite thc porallelism with the Apennine Culture af ltaly, recognized
by MALUQUER DE MOTES, " Lo cerámico con osos de apéndice ... " (vid. note 36),
it seems difficult to odmit ony wide gap in time between the excised decorotíon
on the celebroted cup from Seriñó ond thot on urnfield voses from Roqui zol del
Rullo.
(39) In "American Anthropologist", 32 , p. -93; ond V. G. CHILOE: "The
Down ... ", p. 274.
(40) G. ond V. LEISNER: "Antes do Concelho de Reguengos de Monsoroz",
Instituto poro o Alto Culturo, lisboa 1951, p. 2 12.
(41) lbid., pp. 284ff.
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12
V. GORpON CHILDE
does not of course prove the derivo t ion of the lotter from the former,
thot view is indeed rejected by the Leisner's who envisoge, os we
hove soid, on evolution of the tholos f rom the closed round cist s of
the neolithic phose in Almerio . Nor yet does the recogn ition of
neolithic antas in Portugal before Bronze 1 exclude the use ond
erect ion of antas there olso in Bronze 11. On the other hond the
Leisner's observotions do d ispose of the theory thot the possoge
graves in Brittony, the British lsles ond Denmork, if ultimotely
inspiroted by Portuguese models, must necessorily be derived from
tholoi such os those of Alcalá ond so thot the erection of possoge
graves in t he former countries provides o terminus ante quem in
terms of the British or Donish culture'- sequence for the beginning
of Bronze 1 in the Penínsu la.
In the light of these focts the chronologicol results obtoined
obove con be checked ond given precision by the Peninsulo's relotions with regions where more occurotely divided culture sequences
ore ovoiloble -in the first instonce with the Bri t ish lsles.
For there we con distingu ish with the oíd of closed finds ond
exports to Northern Europe os olreody indicoted o relioble typologicol division of the Bronze Age:
Bronze Age
Childe's
Period (42)
Eorly
Type
Fossils
111
B and A Beakers, flat tanged and riveted daggers, flat axes.
IV
Wessex Cul ture; grooved and ogival daggers,
flanged axes, spearheads of types 1 and 11 .
Bronze
Age
2
Midd le
Bronze Age
Lote
Bronze
Age
l
2
3
V
V
and
VI
Rapiers, palstaves, spearheads of types 11 1,
111 A and IV. Cinerary Urns.
Cinerory Urns, leaf- shaped swords, late palstaves, socketed and winged axes, speor- heads
of types IV B and V. Deverei-Rimbury urnfields.
(42) As set out in "Prehistoric Communities of the British ls les", 1949.
p. 11. This sequence, bosed on funerary pottery, cannot yet be correlated with the
typologica l periods defined by branzes, set out in column 1 since Cinerary Urns
occur in graves of the Wessex culture. The latter should probably be subdivided
and sorne grave-groups with ogival daggers transferred to o subdivision of the
Middle Bronze Age, but the closed finds ore not numerous enough to establish
su eh a division statistically.
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THE /IIIDDLE BRONZE AGE
13
Curiously enough direct contacts with the historicolly da ted
cultures of the East Mediterranean allow of the conversion of
this relative chronology into an absolute one better than onywhere
else north of the Alps. Not only do we hove in Englond beads of
fayence certainly imported from the East Medi terronean and even
a distinctively Late Mycenaean dagger blade (43), but olso imports, probably of British manufacture, can be recognized in the
gold-bound amber disk from t he cemetery of Knossos (44) ond
the crescen tic amber necklace with m ultiply perforated spacers
from Kakova tos (45). Both imports appear to hove reached Greece
in the 15th. century and so g ive 1500 B. C. as o terminus ante
quem for the Early Bronze Age 2 Wessex cu lture in which the
types first appear in England.
The East Med iterranean imports in Britain do not give such a
precise terminus post que m for the duration of the Wessex cultl.lre
and Early Bronze 2 . Segmented beads were being made of bone in
Egypt already in Badorian times (46) befare 3500 B. C. and about
3000 in fayence in northern Mesopotamia (47) and therealter are
not uncommon. Hence, though Beck and Stone (48) after examining a very Jorge sample of Egyptian and East Mediterranean specimens identified exact parallels to the Wessex type on ly dated
about 1400- 1380, pending still more extensive search it can no
longer be considered quite certain thot the Wessex beads, still
(43) From o barrow al Pelynt, Cornwoll; CHILDE in "Procecdings of thc
Prchistoric Society, xvii, 195 1, p. 95.
(44) CH ILDE, Op. cit. in note n. 0 1 pog. 16; 1 om not prepared to occept
de Ni'\VARRO's org~•men ts in "Early Cultures of North-western Europe", Combrige, 1950, pp. 100- 102, ogoint the Britsh origin of the disk nor for o reductlon
in Sir Arthur Evans' dote . for the tomb in question.
(45) The spoccr-beads from Kakovotos were ariginally compored to those
from "Hügelgréibcr" in Bovorio ond Alsoce belongin!;l to Reinecke's Bronze Age
B (B2) by G. van MERHART: "Die Bernsteinschieber van Kokovatos", Germanio, XXIV, n.'' 2, 1940, pp. 99-1 O l. Since then it has been found that the
distinctively British crescentic neckloces of omber ond jet hove exoctly similar
spocers which ore octuolly rore in Cenlrol Europe. Hence our Germen colleogues
themselves con tend thot the type is of British origin ond reoched Greece by the
Western route.
(46) CHILDE: "New Light on the Most Ancient Eost", 1952, p . 45.
(47) lbid., p. 212; "lroq", ix, 1947, p. 254. Note olso the segmented stone
beod from Eorly Minoon Crete, CHILDE: "The Down ...", p. 34.
(48) "Archoeologio", lxxxv, 1935, p. 203 ff. There ore of caurse other
segmented beads in the Brilish lsles, af different type, loter dote ond prabobly
local manufacture.
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14
V. GORDON CHILDE
less those from Pare Guren in Morbihon (49) Fuente Alomo or
Oszen tivan in Hungory (50), are necessari ly of tha t date. lts adoption for the Hungorion beads would seem to involve chronologicol
controdict ions though these are not quite insoluble (5 1).
Similorly the Mycenaeon dagger frogment from a grave ot
Pelynt, Cornwall, has no ossociotions ond is not precisely datoble
in Greece. An ottribution to Eorly Bronze Age 2 could be defended
on the grounds thot ofter tha t no weopons werf' buried in British
borrows. In the Aegeon, though the type is o ttested os eorly os the
14th. century, more specimens be long to the 13th. or even 12th.!
The frogment could then be used osan argument for direct contoct
between Britoin ond the Aegeon down to the foil of the Mycenoean civilizotion.
Direct contact between the British lsles ond the Península during Bronze 111 is concretely demonstroted by imported British
speorheads ond couldrons in the lotter oreo and by s tray lberion
imports or copies of such in the former. 1f the omber trode wifh
Bri toin o ttes ted by the crescentic neckloce from Kokovotos ond the
gold-bound disk from Knossos, reolly went by the Atlontic route, we
might regord t he very numerous omber beods f rom Los Millares
(52) ond specimens from Alcalá ond o ther si tes of Bronze 1 os
morking stotions on tho t route. In thot cose the omber ond perhops
the jet from tombs in the Península would provide equolly concrete
evidence for direct contoct wi th the Bri t ish lsles during Bronze l.
In ony cose some relotions in thot period ore odmitted on t he
g rounds of general porollelisms in sepulchrol orchitecture, decorotive styles, and foshions in ornoments. In the lost five yeors they
hove been intensively stud ied by Moc White (53) , Daniel ond Po-
(49) LE ROUZIC in "L' Anthropologie", xliv, p. 508; the Iomb is o tholos,
but occording to GIOT in "L' Anthropal ogie" , loe. cil in note 11, reused in the
Bronze Age.
{50) CHILDE in "American Journol of Archoeology", xl ili, 1939, p. 23.
(51) The beods occur in graves of the Szoreg 111 (Tószeg B) grouo (BAN NER
in "Dolgozotok", Szeged, xxii, 1941 ) belonging to Reinecke's period A, but Milojcic orgued very plousibly thot the bronzes from the loter group 111 graves ore
st1ll only Reinecke's B while pots from them imitote closely Middle Minoon voses
like EVANS "Poloce of Minos", i, fig. 139 o, thot ore not troceoble in Greece
alter 1550 B. C. Cf. noie 45.
(52) PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo", Barcelona, 1950, p. 138.
(53 ) MACWHITE, op. cit. note 10, pp. 24-54.
-180 -
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THE MIDDLE BRONZE AGE
15
well (54), Piggott (55), Savory( 56) and Scott (57) but without bringing to light much fresh evidence in the way of on actual interchange
of monufoctured articles on which reliable chronologicol conclusions
may be bosed. On the controry it has appeared that some evidence
hitherto accepted is at last ambiguous. The stone lunuloe from
Alapraia do not necessorily either inspire or copy the lrish gold ones,
nor need the loter Portuguese exomples be derived from the latter
The round gold earrings from Ermageira hove only two stray
para llels in lreland though they are not unlike two copper earrings
from an Eorly Bronze Age 11 hoard in Scotland 158). How, if at all,
such round earrings are re loted to t he basket-shaped type (591
found twice with B 1 Beakers in Eng land ond therefore ossigned to
Early Bronze Age 1 there, is quite uncertain.
The best new contact is the identity of a stone pendant from
Corn G. on Carrowkeel Mountoin (Co. Sligo, lreland) and one from
the sepulchrol cave of Monte de la Barsella, Alicante, first seen
by Piggott (60). The lrish pendan t may rank asan import from the
Península ond so establish a partial synchronism between the Boyne
culture of lreland and Bronze 1 in Spoin. Unfortunotely the Boyne
culture, to which the Carrowkeel tombs belong, is no more exact o
chronological horizon than is Spanish Bronze 1 ond its position in
the English sequence is till debatable. Carn K ot Carrowkeel and
o ther Boyne tombs contoined Food Vessels, attributable in England
to Eorly Bronze Age 2 or even the Middle Bronze Age as noted by
Powell and Daniel. On the other hond the same Carn K yielded o
sherd of plain Bri tish Neol ithic A pottery (6 1) . Since, however,
elsewhere in lreland (62) such "Neolithic" pottery seems associated
(54) "Revisto de Guimoróes", lxii, 1952, pp. 5-64.
(55) "Revisto de Guimaróes", lvii, 1948, pp. 10 ff.
(56) H. N. SAVORY: "A influencia do Pavo Beoker no primeiro periodo do
ldade do Bronze no Europa Ocidentol", Revisto de Guimaróes, LX, 1950, pp. 351375.
(57) L. SCOTT: "Proceedings of Prehistoric Society", xvii, 1951, pp. 45-82;
"The Chomber Tomb of Univol, North Uist", Proceedings of the Society of Antiquories of Scotlond, lxxxii, pp. 38 ff.
(58) "Proceedings of Society of Antiquories of Scotlond", xxxv, p. 266.
(59) V.G. CHILDE, op. cit. in note l, p. 18, pi. 1, 1-2; odd now the grave
group from Rodley, Berks., CHILDE: "Prehistoric Migrotions", Os lo, 1950.
(60) "Revisto de Guimoróes", LVII, p. 10.
(61) Unpublished; noted in the Notionol Museum of lrelond, Dublln, in 1950.
(62) E, g. in the Gronge circle, Lough Gur (Co. Limerick); S. P. ORIORDAIN,
in "Proceedings of the Royal lrish Acodemy", LJV (C), 1951, p. 53.
-181 -
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16
V. GORDON CHILDE
with B ond A Beokers ond Food Vessels, this need not enhonce the
ontiquity of the Boyne culture. As stone hammer pendants iden t ical
in form with omber pendonts from Wessex graves in Englond, were
found in Carrowkeel tomb G. the pendant from t he same tomb ond
t hat f rom Monte de la Barsella con provisionally be assigned to
English Early Bronze Age 2 . A similar or even later dat e is given
by the ribbed bone cylinder (63) found with cremo ted bones ond
Food Vessels in o cist in Golwoy if it reolly be the head of an lberic
pin of Leisner's (64) type 1 imported from the Península.
A sti ll loter synchronism might be deduced from two short
knife-daggers found with Cinerary Urns and cremations at Gilchorn
near Arbroath in Scotlond (f ig. 2, 2) and ot Harris town in Sou thern
lreland (65). 8oth hove mídribs on one face on lv and notches near
the bu tt in place of rivet hales. The only parallels 1 know are the
blades from Los Millares tomb 57 (fig. 2, 1) and from Alcalá tomb 3
(66); for the blade from the celebrated Middle Neol ithic hoard of
Bygholm in Jutland to which 1 hove elsewhere compared the latter
has no notches and no midrib but only two !ncised g rooves on one
foce (fig. 2, 3). As notched blodes, both of copper and flint are
common in the Península during Bronze 1, the Scottish and lrish
specimens may well be imports. But the urns associated with them
are more likely to belong to the Middle Bronze Age than to Eorly
Bronze Age 2 . So the only termini ante quos for lberian Bronze 1
suggested by actual or probable imports in the British ls les líe
between 1500 ond 1200 B. C.
A much higher limit is, however, given by British Beakers at
least on the prevailing t heory thot the true Bell Beaker (vaso campaniforme) orig ínated in Spain. For in England Beakers be long to
(63) V.G. CHILDE, op. cit. in note 1, p. 18 ond fig. 3.
(64) G. ond V. LEISNER, op. c it. in note 17, p. 452; ossigned to Los MIllores l.
(65) V. G. CH ILDE: "The Prehistory of Scotlond", p . 137, fig. 34, 2; "Journol of the Royal Society of Antiquories of lrelond", LXXI, 1941, p. 139.
(66) G. ond V. LEISNER, Op. cit. in note 17, p. 529. In Lozere (South Fronce) ot leost 7 such notched doggerblodes with midrib on one foce only hove been
found in o collective buriol by cremotion in tumulus X "de lo Serre" Com. de
S. Bouzile, Freeyssinei- Morel in Bul. Soc. des Sciences, Lettres et orts du Lozere,
1936, Nos. 1-2. The grooved blode from Bygholm might on the other hond be
compored lo one with grooves on both faces from the Rinoldoni site of Chiuso
d'Ermini neor Vulci (ltoly) "Atti 1 Congresso de Preistorio Mediterroneo" (Firenze, 1950). p. 339.
-
182 -
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THE MIDDLE BRONZE AGE
17
2
cm
3
1
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·~
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Fig. 2.-Doggers blodes from 1: Los Millares (Aimerío); 2 : Gilchorn (Scotlond),
ond 3 : Bygnolm (Denmork).
-1 83 -
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18
V. GOR DON CH ILDE
Early Bronze Age 1 (67). Yet no British Beakers, not even those
of type B1 to which of course the famous sherds from Moytirra, Co.
Sligo, belong, can be derived direct from the Península. Whether
Beakers reached Britain immediately from the Rhine valley or from
France, they orrived much altered and by some circuitous route so
that, if the ancestral Beaker originoted in Spain, it must hove
started there by 1800 B. C. at latest.
But the origin in the Península is no longer unchallenged. Wil mott for instance has worked out a plausible typological argument
for a starting point in western Germony. On such an hypothesis the
Península would be the end rather than the starting point of the
spreod of Bell Beakers of the Pan-European type; arrived there,
divergent local styles would hove developed giving rise to the more
complicated patterns seen at Palmella, Ciempozuelos and Carmona;
Savory has in fact adduced good arguments for thinking that these
peculiarly Peninsular styles are later than the simpler alternating
zone 'style that recurs all over Europe. Support for this heresy could
be derived from Bernabo Brea's excavations on Lipari ; for the low
date he very tentatively suggests (p. 175 above) is far too late for
the pre- Unetician bell -beokers of Bohemia and Bavaria and the one
fram a Middle Neolithic tomb in Denmark. lf bell -beakers in the
Western Mediterranean are to be dated to the 16th. or even the
17th. century their ancestors must hove orig inated at least a century earlier in Central Europe.
Still even adopting the rather desperate hypothesis of a Central
European origin for bell-beakers and allowing for some del'ay in
their tronsplantotion by still undetermined routes to the Península,
1 personally find it hard to admit the lapse of more than a century
between the manufacture of the good Central European bell -beakers
and that of their counterparts in Alaproia 11 or Los Millares. In
other words the evidence 1 hove been able to assemble is againts
reducing Piggott' s dotes of 1800 to 1400 for Bronze 1 in the Península below 1700 to 1300 B. C. So we still hove 500 or 600 years
over which to spread the rather exigous and unevenly distribued
material of Bronze 11.
1 hove no intention in this paper to attempt such a spread. That
(67) Who t moy be on imported "Polmello point" ossocioted with o Bcoker
In on Engl ish grave, if correctly diognosed, would estoblish o synchronism between
British Eorly Bronze Age 1, ond Bronze 1 in the Peninsulo.
- 1 84-
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THE MIDDLE BRONZE AGE
19
must be left especially to my Portuguesa colleagues. But it might
be helpful in conclusion to point out that it is not only in the lberian Peninsula that on opparent hiotus seems to interrupt the
archaeological record. In the Apennine Peninsula the drastic reductions of Montelius' infloted dotes, advocoted notobly by Aoberg (68)
and Sundwoll (69) hove left a yowning gap between the earliest
Villonovan graves ond the 11 Apennine" horizcn doted by Mycenoeon
imports ot Punto del Tonno (Taranta), on lschia ond on Lipari. Five
or six centuries hove to be filled by further developments of 11 Apennine" pottery ond 11 Peschiera" bronzes (seldom found in good closed
finds) that were olreody well odvonced by 1300 B. C.
In the Bo lkon Peninsula too there ore su rprising ly few closed
finds thot Aegeon experts will admit as belonging to the period
between 1200 and 800 B. C. Prehistorians like Furumark (70) work
down very cautiously from the lotest Mycenoeon styles doted by
exports in Egypt or Polestine. Students of clossicol vose-pointing
work bock still more timidly from the styles current when the
Greeks colonizad 1toly ond Sicily after 750 B. C. The two opprooches foil to meet! In each cose there is perfectly obvious continuity
of troditions, o t leost in technology, ocross the opporent gap. This
must then be bridged by redistributing the material. In so for os
this meons roising obsolute dotes, it moy help to shorten the
"Middle Bronze Age hiotus" in the lberion Peninsulo. For the dates
ossigned to the urnfields of Bronze 111 the;e ore limited by those
of "Hollstatt" A ond B ond even C in Central Europe which in turn
depend on dotes ossigned to the Villonovion phoses on the strength
of Greek pottery found in the lo test of them!
(68)
(69)
{70)
ABERG: "Bronzezeitliche und früheisenzeitliche Chronologie", l.
SUNDWALL: "Die alteren ltolischen Fibel", 1943.
FURUMARK: "Chronology of the Mycenoeon Pottery", Stockholm, 1941.
-
185 -
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'
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PEDRO BOSCH GIMPERA
(M~jico)
Las urnas, del Boverot (fllmazora,
Castellón) y las infiltraciones célticas en
tierras valencianas
El Museo del Servicio de Investigación Prehistórico de lo Diputación de Valencia posee dos urnas procedentes del lugar llamado
El Boverot (Aimozoro, provincia de Costellón), donados por el doctor
T uixons.
Por los datos faci litados por éste a l citado Servicio, se sobe que
fueron descubiertos el 27 de agosto de 1932, según parece en cavidades en formo de silos, conteniendo uno de los urnas huesos
humanos, que el doctor Tuixons atribuyó a un niño o joven de 8 o
1O años, pero que más bien parecen de odul to. Los huesos están
muy fragmentados, pero no ofrecen señal de cremación.
Una de los urnas, que mide 33 cm. de altura, es lisa, sin decoración, como tampoco lo tiene su tapadero, en formo de plato troncocónico (de 6 cm. de altura) y con dos agujeros cerco del borde. Tiene
formo g lobular con base plana y cuello a lto y ci líndrico (Lám. 1, 1).
La otro urna, que es lo que contiene los restos óseos, es esferoidal, terminando en la porte de la base en forma cónico invertido;
el borde tiene un resalte y lo base es plano. En lo porte inferior tiene,
en relieve, unos cordones incisos, toscos, que forman dos zonas paralelas, divididos por cordones diagonales, de los que resultan uno
especie de triángulos. Mide 21 '6 cms. de altura (Lám. 1, 2) .
No se sobe que contuviesen objeto alguno que puedo ayudar o
su dotación. A pesar de esta dificultad parece que no hay dudo de
que se troto de urnas que en tran de lleno en el círculo de lo primero Edad del Hierro que se encuentran en los cementerios de incine-187 -
[page-n-201]
2
P. BOSCH GJMPERA
neración de Cataluña y Aragón y que pueden relacionarse con la
cultura de los campas de urnas que, a partir del 900 a. J. C. se
extiende por el sur de Francia desde el sur de Alemania y que varias
veces hemos puesto en relación con el primero de los movimientos
célticos hacia la Península 1bérica, a los que se deben los nombres
de lugar de este aspecto en Cataluña, que difícilmente pueden
haber entrado en otro tiempo (Beseldunum = Besolú; Virodunum
= Verdú) ( 1).
Conviene hacer notar el cuello muy alto y perfectamente cilíndrico de la primera urna, lo que recuerda los tipos más arcaicos de
lo cultura de las urnas alemanas ("Zylinderhalsurnen"), si bien por
esto sólo no podemos suponer que pertenecen, efectivamente, al
tiempo de éstas. Los cordones en relieve que adornan lo segunda
urna, recuerdan lo cerámica semejan te que se asocia a la de las
urnas en Cataluña y Aragón y que parece uno supervivencia de los
tipos indígenas españoles de la antigua culturo de las cuevas neoeneolítico y que en lo primera Edad del Hierro recibe el nombre de
"cultura de Morlés".
La urnas del Boverot parecen tener uno inmediato relación con
el grupa de urnas del Bajo Aragón (Calaceite, Mozoleón) en donde
en el poblado del Tossal Redó de Calaceite encontramos un vaso
muy semejante a lo primera de las castellonenses (2) (lóm . 11, 1)
En la provincia de Castellón conocemos en relación con la cul turo de las urnas, el sepulcro de Salsodella (Lám . 11, 2) (3).
( 1)
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología d e lo Península Ibérico", Barcelona,
1932, pág. 453 y ss. El estado actua l del problema de lo culturo de los urnas que
hemos trotado diferentes veces, se expone en P. BOSCH GIMPERA: "Los celtas
de lo culturo de los urnas en España", en Anuario del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, 1935 (Homenaje o Mélido, vol. 111), póg. 1, trobolo
equivalente ol de P. BOSCH GIMPERA: "Les celtes et lo culture des urnes en
Espognc", e n Prehistoire, VIII, París 1949, pág. 121. Véonse también P. BOSCH
G IMPERA: "Two Celtic woves in Spoin", British Acodemy, The Sir John Memorial
Lecture, 1939, Londres 1942; P. BOSCH GIMPERA: "El poblamiento y lo formación de los pueblos de España", México 1945; P. BOSCH GIMPERA: "Celtas e
Ilirios", Zephyrus 11, Salamanca 1951 , pág. 141; P. BOSCH GIMPERA: "Elementos
de formación de Europa: Los Celtas", Revue de 1'1. F. A. L. (lnstítut Fron~ois de
I'Amerique Latine), México 1946, núm. 5/6; y, finalmente, P. BOSCH G IMPERA:
"Mouvements cel tiques. Essoi de reconstitution", en prenso en Etudes celtiques,
París.
(2) P. BOSCH GIMPERA: "Camponyo orqueologico de l'lnstitut d'Estudis Cotolans a Caseres, Coloceit i Ma~olió", en Anuari de l'lnstitut d'Estudis Catolons
IV, 1913-1914, Crónico, póg. 830, fig. 59 d.
(3) J. COLOMINAS: " Eis enterroments ibérics deis Espleters a Salsadello"
en Anuori de l'lnstitut d'Estudis Cotalans, V, 1915/1920, Crónica, pág. 617,
figura 419.
-
188-
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LAS URNAS DEL 130VEROT
3
Es difícil precisar lo cronología de los vasos del Boverot. Por e'
tipo parecen pertenecer al grupo antiguo de lo cultura de los urnas
españolas que tiene como necrópolis típico la de "Con Missert", de
Tarrasa (900/700 o . J . C.) . Pero lo semejanza con el vaso de Tossal
Redó me hace dudar, pues éste pertenece al momento más avanzado
de lo cultura de los urnas del Bajo Aragón (4) y parece posterior al
segundo grado de la cultura de los urnas (700/500) que en Cataluña representa la necrópolis de Anglés y en el Bajo Arogón el poblado de San Cristóbal de Mozaleón, paralelo del sepulcro castellonense de Solsodella siendo común a todas los estaciones de este
estadio avanzado el vaso doble-cónico con borde a lto inclinado hacia
afuera y pie alto. El vaso de Tossal Redó semeja uno supervivencia
tardío de lo "Zylinderholsurne". De todos formas el del Boverot
produce el efecto de ser más viejo que el de Tossol Redó por lo que
no es imposible que aun hoya que dotarlo dentro del primer período
de lo culturo de las urnas y considerarlo anterior al sepulcro de
Solsodello.
En la provincia de Castellón, recordamos haber visto en casa
de don Joaquín Peris, de Burriono, uno urna incompleta, hollado
en Cobones, en uno necrópolis explorado por él (5). Por no haber
sido limpiado lo vasija no sobemos si estaba también hecho o mono,
aunque parece probable, y que se suponía hollado cubierto por uno
piedra bajo un posible túmulo juntamente con algunos brazaletes
de bronce de sección cuadrado, muy finos, semejantes a los del sepulen:, de Solsadello y que abundan en el Bajo Arogón en los estaciones de lo culturo de los urnas, así como al sur de Cataluña en la
necrópolis de El Molar (Torrogono).
Lo formo de lo urna de Cobones (Lóm . 11, 4) podría ser parecido
o la del Boverot, pero el no haberse conservado más que su porte in-
(4 ) Lo cultu ro de los urnas del Bajo Arogón es tá reconocido plenamente como
debido o lo mezclo de uno infiltración céltico con lo población indígena ibérico
contra lo que creíamos al comienzo de nues tros exploraciones, considerándolo com~
un tipo de culturo ibérico primitivo. También debe hacerse notar que lo cronología
tardío que se fe atribuía ha sido rectificado, creyendo ahora que lo culturo de los
urnas del Bajo Arogón es realmente de lo primero Edad del Hierro. Véase P. BOSCH
GIMPERA : " Etnología", loe. ci t. Poro lo nuevo cronología que hemos inten tado
establecer, véase P. BOSCH GIMPERA: "El poblamiento ..." 1 póg. 338/ 339 y
347/348.
(5) P. BOSCH GIMPERA: " L' es to t actual del coneixement de lo civilitzoció
ibérico del Regne de Va le ncia" , en Anuori de l'lnstilut d' Es tudis Cotolons V
19 15/ 19 20 , Cró nico, pág. 6 25 y Fig. 436. Este sepulcro como el de So1sodelld
~e consideraba entonces como ibérico y más tardío, de oc~erdo con lo manero de
Interpretar lo culturo del Boj o Arogón.
-189-
[page-n-203]
4
P. 130SCII Gltii PERA
feriar y no saber si o lo porte esferoidal se le insertaba o no un
cuello alto, hoce difícil reconstruir su formo . Estos hallazgos de
Cobones parece ser que se han perdido.
De todos formas los tres estaciones aludidos, lo del Boverot, lo
de Cohc nes y lo de Solsodello, constatan uno ;nfiltroción, probablemente o través de los puertos del Maestrazgo, de la cultura de los
urnas del Bajo Aragón, que representa una matización céltica de
:a población indígena ibérica que más tarde, en la segunda Edad
del Hierro, absorbió aquellos e lementos volviendo a tener uno cultura en relación con las tierras valencianas y del SE. de España.
Esto infiltración de uno cul turo céltico parece haber influido
hasta la costa del SE. de España, pues en e l grupo de necrópolis de
la primero Edad del Hierro de lo provincia de Almerfo, estudiado por
L. Siret, abundan las urnas con cuello alto más o menos cilíndrico,
si bien el cuerpo del vaso es más en forma de doble cono. Tenemos
también uno tapadera en formo de plato, de perfil más curvilíneo
que las tapaderas habituales de la cultura de las urnas. Este grupo
de sepulturas que comprende las siguientes localidades: Caldero
de Mojácar, Querénima, Barranco Hondo, Almizaroque, Cabezo
Colorado (Vero), Los Caporchanes (Palomares), Las Alparatos (Turre), Cañada Flores, está relacionado con otros de Villaricos en que
aparecen pequeños objetos de ornamento, como amuletos de plato
y perlas de coralina, así como otro cerámica a torno, amarillenta, y
lucernas de tipo fenicio-cartaginés, que Siret supone en relación
con la primera colonización fenicia (los que él llamo "tyriens") (6) .
Parece, pues, que lo invasión céltica de Jo cultura de los urnas
se infiltro al menos en la provincia de Castellón y que a través de
ello es explicable la lejano repercusión de las formas de las urnas
en medio de lo culturo de los iberos de lo primera Edad del Hierro
de Almerio, que a la vez reciben otros influencias fenicias.
Se podría relacionar esto avanzada de lo cu lturo de las urnas
en la provincia de Castellón con el pueblo de los "beribraces" que
menciono el Periplo mossoliota del siglo VI, contenido en el poema
de Avieno "Oro Marítimo", como un pueblo arrinconado, según
(6 ) L. SIRET: "Villoricos y Herreríos" , Memorias de lo Real Academia de lo
Hoslorio, Madrid, 1908.
L. SIRET: " Qucstions de chronologie el d'e lhnogrophie ibériques", Poris 1913.
L. PERICOT: " Historio de España", 1, Barcelona 1934.
P. BOSCH GIMPERA: "El orle en España. Guío de lo sección España primitivo".
Exposición lnlcrnocoonol de Ba rcelona, 1929, pág. 168 y ss.
-190 -
[page-n-204]
LAS URNAS DEL BOVEROT
5
parece por el contexto, en el interior de lo provincia de Costellón.
Los "beribroces" eran un pueblo céltico cuyo nombre en realidad
sería "bibroci" (el "pueblo del castor") y parecen haberse dislocado muy tempranamente en el t iempo de los movimientos de los
pueblos de los urnas encontrándose restos de ellos en el Conflent
hasta muy torde (sig lo 11 o. J. C.) en lo Bretaña francesa, en el
sur de Inglaterra y en Irlanda.
Después del Periplo yo no se hablo más de los "beribraces" en
lo región castellonense. Pero tonto en ésto como en los tierras valencianos de más al sur, aporte de los infiltraciones célticas de la
cultura de las urnas, se produjeron más tarde nuevas infiltraciones
representadas por la cerámica perteneciente a lo llamada cuftura
post-hallstóttica y son la última repercusión de los movi miento célticos en el centro de España, pertenecientes o las grandes oleadas
de aquellos pueblos que llegan en diferentes momentos del siglo VIl
Los indicios arqueológicos de estas nuevos infiltraciones son el
vaso de Aroñuel en las comarcas interiores de la provincia de Castellón (perteneció a lo antiguo colección de Senent, de Valencia)
(7) y la cerámica de la misma cultura del occidente y sur de la
provincia de Valencia (Fuenterrobles, Cosa Doñana en los cercanías
de Utiel, Requena y Turís) (8), así como los vasos post-hallstótticos
que en la necrópolis de Oliva se mezclan con los netamente ibériC')S
(9) .
Estos nuevas infiltraciones de lo cultura céltico que descubre
lo a rqueología pueden relacionarse con otros indicios proporcionados
por la onomástica y así como la cultura de los urnas parecía corresponder a Jos beribroces, lo posthallstáttica iría ligada o nuevos
tribus cuyo nombre es también posible identificar.
El hallazgo de Aroñuel representaría uno infiltración de los turboletas, "turoli" o turolenses (cuyo nombre en realidad habría sido
"turones") bajando de las tierras altos de Teruel a través de los
pasos de la sierra del Toro intentando extenderse por el va lle de '
Palencia . En éste hollamos el topónimo "Segorbe", correspondiendo
indudablemente al cél'!ico "Segóbrigo" ( = " la fortaleza de la
victoria") y podríamos sospechar que pudiera verse lo misma raíz
en el nombre "Sagun to" (Seg- con otra vocalización equivalente al
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología ...", pág. 492 y 495, fig. 462.
(8) P. BOSCH GIMPERA: "Etnologfa ... ", pág. 495.
(9) El vaso de tipa pasthalls tóttica de Olivo se reproduce en P. BOSCH GIMPERA "Pyrenoische Holbinsel", en Ebert, Reallexikon der Vorgeschichte, 16m. 153.
(1)
-
191 -
[page-n-205]
6
P. BOSCH GlMPEHA
germánico Sieg, victoria) con una terminación distinta. Estas dos ciudades con su posición clave habrían sido el punto de apoyo de la
dominación céltica, desaparecida más tarde, que podría atribuirse
a los turboletas que, como sabemos, intentaron repetidas veces extenderse hasta Sagunto y cuya enemistad con los iberos de esta
ciudad dió pretexto a Aníbal poro el ataque que fué el punto inicial
de lo segundo guerra púnico. Los turboletas ¡turones), de los cuales
además de los de Teruel hoy otros restos dispgrsos por España (turodi
en Golicio; Turobriga, Arocena, al Norte de la provincia de Huelva)
representan la dislocación de un pueblo importante perteneciente
al penúltimo contingente de los celtas llegados al centro de España
y dispersos por los belgas. Su intento de expansión por el valle de!
Polancia fracasó finalmen te y éste fué reconquistado por edetanos
ibéricos que allí se mantuvieron a pesar de que los turboletas de
bieron continuar sus tentativos hasta los tiempos de Aníbol.
En cuanto a lo cultura posthollstáttica del occidente y sur de
la provincia de Valencia, podría preguntarse "i representa una infiltración céltica salido de los mismos turboletas, siguiendo el valle
del río Turio desde Teruel, pues en lo provincia de Cuenco, lindante
con Ademuz hoy una necrópolis posthollstáttico (Santo Cruz de
Moya), que les podría corresponder, o bien si se trato de uno corriente céltica que tiene su origen en los olcodes del sur de lo
provincia de Cuenco (necrópolis de Pajorón y Pojoroncillo) y
noreste de Albocete (necrópolis de lo Cosa del Monte, en
Voldegongo) y que seguiría el comino principal de Motillo del
Paloncor, por Minglonillo o Requena y ocuparía las tierras altos
de la provincia de Valencia. Sea como sea, el hecho es que la influencia posthollstóttica penetra en lo culturo ibérica (vasos de la
necrópolis ibérica de Oliva) y que debió existir uno infiltración de
población céltica entre los contestonas de la que es testimonio el
nombre de Bélgido en la provincia de Valencia, que ha de de identificarse con el de los belgas. Tal vez hubo una doble corriente
desde Teruel y lo provincia de Cuenco. A esta segundo pertenecería
el nombre de Bélgido y este nombre además permitiría clasificar a
los olcodes como belgas. Finalmente, y en relación con esta infil tración, podría discutirse el problema de lo posibilidad de que el
nombre de los contestonas seo un nombre céltico como se ha creído
frecuentemente, o pesar de que el conjunto del pueblo siguió siendo
ibérico como su cultura.
Los infiltraciones célticas en tierras de Valencia nos sugieren to-
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LAS UHNAS DEL BOVEROT
7
dovío otro hipótesis relacionada con los fenómenos históricos. Es
notable que donde parecen persistir más es precisamente en el dominio de la lengua castellana. Puede ser que al mantenimiento de
lo frontero de ésta con el valenciano hayo contribuido lo celtización
que matizó la población primitiva ibérica que mientras en las planas
de Costellón y Valencia, sería poco celtizoda predominando el elemento indígena ibérico, en los tierras altas del occidente de Valencia debió serlo intensamente desnaturalizando la población anterior
y manteniendo la población histórica más afín o lo de las tierras
castellanos y aragonesas vecinos. Es curioso que lo frontera del
castellano coincido con lo zona de la cultura posthallstáttico o que
ha conservado rastros célticos (10).
Todo esto muest ra cuan complicado es el problema de los pueblos pre-romonos de la Península y el interés en esclarecer su formación no sólo desde el punto de visto de lo historio antigua de España
sino hasta del punto de vista de los tiempos posteriores. Insistimos
en creer que los pueblos pre-romonos don en muchos casos la llave
de hechos de la evolución de los pueblos posteriores en la Edad
Medio (11).
( 1O) Lo frontero según Bornils poso ol este de lo lineo Viver-Segorbe-ChesteChivo-Enguero. Véase BARN ILS: "Diolectes cotolons", en Butlleti de Diolectologío
Cotolono, VIl, oño 1919, pág. l.
P. BOSCH GIMPERA: "Etnología ... ", pág. 498, noto 5.
( 11) Hemos planteado este problema en el último capítulo de nuestro obro
"El poblamien to ..." y en "De lo Espoño primitivo o lo Espoño Medi eval", en
Estudios dedicados o Mcnéndez Pidol, tomo 11, pág. 533 y ss. Nuestro tesis es y
será discutido si n dudo alguno y necesito todavía muchos es tudios de detalle y
ofrece muchos problemas, pero creemos que en ello hoy uno dirección fecundo en
resultados. En cuanto ol coso concreto de lo zono lingüístico del costellono en
Valencia se puede objetor que el predominio de éste puede provenir de los elementos
aragoneses de lo reconquisto en contraposición o los elementos cotolones. Creemos
sin embargo, que tonto e n lo in tervención respectivo de unos y otros en determi.
nodos zonas como en lo población existente en el momento de lo conquisto, octúon
tradiciones que tienen su rofz en lo persistencia de los elementos pre-romonos que
en genera l por todo Espoño, con nuevos matizaciones y con más o menos modificaciones, terminan par absorber los nuevos elementos de población llegados.
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P. BOSCH GIMPE RA.- Urnos del Bon rot
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P. BOSCH G IMPERA -
Urn os del Bovcrot
LAM. 11.
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1.- Urno del Tossol Redó (Coloceite, Tervel).
2.- Uno de Els Espleters (Solsodello, Costellón) (t. 1/ 4).
3.-Urno de lo Ero de Almlzoroque (A imerio).
4.- Urno y brazaletes de Cobones (Costellón).
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A. FERNANDEZ DE AVILES
(Mndrid)
Excavacione!;
en el Llano de la Consolación
(1891 - 1946)
Los descubrimientos efectuados a partir de 1860 en Monteolegre,
figuran, sin duda, entre los sucesos capitales de nuestra historia
arqueológica. La categoría y volumen de los hallazgos; el interés, no
siempre bien encauzado, que éstos despertaron; su significación documental y artística dentro del cuadro plástico hispano: todo ello
reviste caracteres apasionantes e induce a volver la mirada atrás,
para examinar con la perspectiva que da el tiempo y, sobre toda,
con nuevos elementos de juicio, aquel riquísimo mat erial, que aun
hoy constituye uno de los principales fondos del Museo de Madrid.
Como es sabido, el estudio de las antigüedades de Yecla, tras
los vehementos escritos a que dieron lugar durante el pasado siglo,
había quedado casi estancado en el trabajo 1 aparecido en 1903, de
don José Ramón Mélida1 única obra en cierto modo monográfica
que puede seña larse sobre el particular (1 )". Ero, pues, grande el
contraste entre la pasada incontinencia bibliográfica y las esporó·
dicas publicaciones posteriores, dando la engañosa impresión de
estar el tema científicamente liquidado. Por eso, ha sido muy oportuna la revisión del mismo, iniciada hace pocos años (2) y comple-
( 1) El proyecto anunciado por P. PARIS en su artículo "Sculptures du Cerro
de los Santos", Bulletin Hisponique, 111, 1901 ( = "Se. du Cerro"), p6g. 113, no
llegó o reolidod.
(2) A. GARCIA Y BELLIDO: "De escultura iberico. Algunos problemas de
Arte y Cronología", Archivo Español de Arqueología, XVI. 1943, póg. 272 ss.
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2
A. FERNANDEZ DE AVTLES'
toda con la práctico de excavaciones oficia les, hoy en curso, en el
Llano de Nuestra Señora de la Consolación.
Con ocasión de éstas y poro contribuir a lo labor de referencia,
he cre ído tendría interés h istoriar de modo algo ordenado los investigaciones efectuados en dicho paraje y mostrar reunidos los piezas
de él procedentes, algunos inéditos, que han llegado o mi conocim iento. Como en lo reseño aná logo que trocé en otro lugar referente al Cerro (3), hago aquí varios rectificaciones de distinto importancia, en los que no debe verse un prurito de enmendar errores
ajenos, sino ton sólo lo intención de depurar en lo posible los datos
que en adelante hayan de manejarse.
Si e l montícu lo del Cerro de los Santos es el que ha dado fama
a estos lugares, por lo prioridad de los descubrimientos y abundancia
proporcional de restos escu ltóricos, pronto pudo considerarse agotado
e l venero y malogrado todo posibilidad de obtener de é l datos científicos. Pero otro yacimiento vecino, íntimamente vincu lado al pri mero, llamó de nuevo la atención sobre el fecundo campo de Montealegre en la último década del siglo pasado, y fué el Llano de la
Consolación, que por tantos conceptos viene a compensar el agotamiento del Cerro, sobre todo cuando vayan incrementándose los
actuales excavaciones.
En realidad, e l paraje ero conocido desde antes de la época expresado, pues el P. Loso lde hablo del Cerro (sic) de lo Consolación,
"del cual se han sacado muchos piedras labrados y objetos de cerámico", ent re ellos dos vasos "de estilo egipcio", dice, que le fueron
ced idos por don Luis Gorda (4). Sin embargo, el descubrim ien to del
Llano como tal estación arqueológico, doto de 1891, en que con
motivo de la celebración de lo anual fiesta de la Vi rgen, estuvo en
el lugar el maestro de Bonete, don Pascual Serrano (5}, apreciando
restos de un gran muro con hormigón romano junto a lo Ermita (fi -
(3} A. FERNANDEZ DE AV ILES:
"Los primeros investigaciones en el
Cerro de los Santos ( 1860-1870). Cuestiones de puntualización" , Boletín del Seminario d e Estudios de Arte y Arqueología, Valladol id, tomo XV, fose. XLIX -L
1949, págs. 57 o 70.
'
(4} LASALDE: "Los Antigüedades de Yeclo", L~ Ciencia Cristiano, Madrid,
1880, XVI, pág. 470. Se refiere, sin dudo, al inmediato Cerro de los Castellares,
que domino lo llanura. Véonse también los objetos recogidos antes de los primeros excavaciones del Curo de Monteo legre, donados por éste al Museo de
Murcio.
(5) P. S8RRANO: "Lo Ploine de lo Consolotion et lo Ville ibérique d'Eilo",
Bulletin Hispanique, 1, 1899, págs. 11-19, con croquis indicando los puntos
excavados. Firmado en noviembre de 1898.
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EL LLANO DE LA CONSOLACl ON
3
guro 1, núm. 4) . Su observación la completó entonces con noticias
de los lugareños sobre "hallazgos de monedas, objetos de cerámica,
figuritas de bronce (6) y trozos de esta tuas de piedra" en todo lo
llanura, lo que le movió o volver allí más detenidamente, viendo
vestigios de uno vía romana, que ident ificó con lo Augusteo, y de
fortificaciones en dos colinos (7) (fig. 1, núms. 1 y 1'). Los sospechas
de existencia de población antiguo iban confirmándose, y poro ocabar de determinarlos acordó con don Antonio José Gonzólez (8), Cu-
Flg. l .
Croquis del Llano de lo Consolación. (Según P. Serrano).
ro de Monteolegre, efectuar excava ciones. Este los empezó solo, sin
avisarle, dando así principio o lo serie de t raba jos en el Llano, cuyo
sucesión hasta 1898 refiere Serrano, observándose di ferencias con
lo versión dado por A. Engel que procuraré explicar.
(6) Entre éstos figurarían el sátiro griego, descubierto en 1870, y tal vez, el
caballito de lo Colec,ción Vives, reseñados mós adelante.
(7) Varios objetos del primero de dichos puntos, Los Castellares, se encuen tran en lo antiguo colección de los Podres Escolapios, de Yeclo, y en el
Museo de Murcio.
(8) No "Juan Antonio", como dice el autor.
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4
A. FER.NANOEZ DE AVILES
l.-La primera excavación, pues1 fué la de Ganzález a fines
del verano de 1891, en el llamado Campo de Bias (fig. 11 núm. 3),
descubriéndose, según Serrano, "cinco o seis grandes trozos de piedra que fueron vendidos a M. A. Engel " (9). En efecto 1 éste, que
había regresado a su país terminada su excavación en el Cerro, nos
refiere ( 10), que, avisado por el propio González ( 11), volvió a marchar el 11 de octubre, alojándose por segunda vez en la mansión
del Conde de Montealegre. Antes de iniciar las excavaciones( retenido por las lluvias, pudo examinar en el patio de la casa del descubridor las aludidos esculturas, algunas de las cua les, "un Pegaso (?)
en tre otros, habían ya tomado el camino de Bonete adquiridos por el
señor Serrano". Las piezas vistas por Enge l, que le fueron cedidas
para el Louvre, son: 1, Grupa de toro (lám. 11, 1); 2, Capitel (lám.
IV, 1); 3 . Dos fragmentos de cornisa (lóm. IV, 3); 4, Fragmento de
mitad inferior de guerrero (lóm. 11, 2); 51 Domo seden te acéfalo
(lám. 111, 3); 6, Jinete muy mutilado {lám. 111, 2); 7, Dos cabezas
humanas frustras (sic); 8 1 León arrodillado acéfalo, y 9, Animal
quimérico acéfalo.
Vemos, pues( que el ofrecimien to o venta referido no llegó o
tener efectividad más que poro los ejemplares números 21 5 y 6, los
dos primeros de los cuales fueron devueltos por el Louvre en 1941,
ingresando en nuestro Museo Arqueológico Naciona l; o tros dos, los
números 1 y 4, fueron donados por Gonzólez ol Museo Arqueológico
de Murcia antes de 1893; los fragmentos número 3 pasaron antes
de 1903 a la colección Serrano, de Bonete ( 12); en cuanto a los nú
meros 7 a 9 pueden considerarse perdidos.
(9) En lo especificación que luego hoce Serrano de estos grandes fragmentos
(artículo citado en lo noto 5, pág. 14), se mencionan lo domo sedente y lo grupo
de toro o esfinge actua lmente en los Museos de Madrid y Murcio. Pero nada se
sobe del "busto de gran tamaño" ni de la "especie de cobro o toro" que tombien
dice posaron al Louvre, con otros "diversos trozos de estatuas". Ahora veremos
cómo esto lista discrepo en parte de lo formulado por Engel.
( 10) A. ENGEL: "Rapport sur une Mission orchéologique en Espogne ( 1891 )"
en Nouvelles Archives des Missions Scientifiques et Litteroires, 111, 1892, t. o.
1893 ( = "Ropport"), págs. 193-194 (85-86 de lo tirado aporte).
( 11 ) "Alonso" y "Alvaro" Gonzólez, dice Engel, por error.
(12) Conviene notar lo doble confusión de P. París a l trotar del capitel Y
cornisa referidos, pues de lo relación trozado por Engel de los hallazgos de Gonzólez, deduce: 1) Que en el Llano habían aparecido dos capiteles: uno mutilado,
cedido ol Louvre, y otro completo, señalado por Engel como perteneciente - según
París- o lo colección Serrono. Y 2) Que los dos fragmentos considerados "de
capitel" por Engel, eran distintos de los que, de cornisa, vió él mismo en dicho
colección de Bonete.
M. París, con aturdimiento que él se reconoce en varios ocasiones, hizo duplicar los piezas, pues Engel no hobló de ningún capitel en poder de Serrono sino
de Gonzólez, su descubridor y donante, ni dijo que fuero "idéntico" sino "onó-
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EL LLANO DE LA CONSOLACI ON
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Hoy que advertir que el c uro de Ello - como gustaba llamarse
o sí mismo González-, donó al Museo de Murcio, además, un relieve con lo represen tación de Epono (lóm. 11, 5), una cabeza femenina
de lo que sólo resto la caro (lóm. citada, 4), un fragmento decorativa
con rostro radiado (lo misma lámina, 3) y dos urnas cinerarias (lámina 111, 1), la primera - y es posible que también la otra- "encontrada en Montealegre en 1889" (13), es decir, antes de los excavaciones del donante. El relieve de Epona - también descubierto
con anterioridad a dichos trabajos, pues lo vió Engel en Murcia en
1891- , aunque su procedencia no consta en el Catálogo del Museo, es del Llano según Gonzólez Simancas ( 14), de donde serón
igua lmente los otros dos fragmentos escultóricos, cuyo origen expresa dicho Catálogo en la misma forma imprecisa que las urnas.
11 .-De la segunda excavación nado dice Pascual Serrano, por
olvido extraño, ya que fué provechosa, si bien no para los Museos
españoles. El 31 de octubre, cuando al fin el tiempo lo consintió,
excavó En gel en el mismo campo de Bias hallando ( 15), en medio
jornada con quince hombres, numerosas piedras talladas, restos de
un edificio, que yacían en desorden o 1'30 m. de profundidad. Los
piezas escultóricos encontradas fueron: 1-2, Dos cabezos muy bien
logo" (relativamente) al famosa capitel desaparecida del Cerro; respecto o los
trozos de cornisa, no quiso oceptor el excusable error de su compatriota. Por eso,
cuando visitó lo colección Serrano ( 1903) necesariamente tenían que "foltorle"
el capitel -pues era el que estaba en el Louvre, único existente- y las fragmentos de capitel, pues eran los de cornisa que tenía delante. Vid. P. PARIS:
"Essai sur I'Art et !'Industrie de I'Espogne primitive" París, 1903-1904 ( = "Essoí"), t. 1, figs. 29 y 30, oógs. 41 o 43 y 264.
Han publicado nuevamente estos elementos arquitectónicos: J. CABRE: "Decoraciones hispánicos", en Archivo Español de Arte y Arqueología, IV, 1928, páginas 107 y 108 y A. GARC IA Y BELLIDO: "Lo Arquitectura entre los Iberos",
Madrid, 1945, fig. 52, pág. 91; debiendo advertirse que la colección Serrano no
es de Alicante ni los fragmentos de cornisa están en el Louvre, que yo sepa.
( 13) "Museo Provincial Arqueológico. Catálogo de sus Fondos y Colecciones",
Murcia, 1924, núms. 4 3 y 57.
(14) M. GONZALEZ SIMANCAS: "Un poso más en el estudio del Cerro de
los Santos. Un relieve de lo diosa Epano en el Museo de Murcia", en Culturo Españolo, agosto de 1909, pág. 602. Es, pues, de indudable autenticidad, o pesar
del juicio adverso de ENGEL, "Ropport", pág. 191, que recoge el citado "Catálogo". Fué confirmado en mi artículo "Lo arqueología murciano o través del
Museo Arqueológico Provincial", en Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales, 1941, Madrid, 1942, donde indiqué por error la procedencia desconocido del ejemplar; luego lo hice constar exactamente en "Relieves hispanorromonos con representaciones ecuestres". en Archivo Español de Arqueología, XV,
1942, póg. 199 y ss., incurriendo en nuevo confus1ón al considerar inéd1to lo
pieza, que había sido visto en el Museo de Murcio par P. PARIS: "Se. du Cerro",
página 124, y par ENGEL, loe. cit.
(15) ENGEL: "Roppart", pág. 194.
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6
A. FERNANDEZ DE AVILES'
conservados .(lám. IV, 2 y 4); 3, Torso femenino desnudo; 4, Pequeño puerco mutilado; 5, Dos jinetes, y 6, Tres restos de brazos.
De ellos, sólo los números 1-2 se enviaron a l Louvre; los demás,
depositados en lo coso del Conde de Monteolegre (números 3 y 4)
o abandonados en e l terreno, se han perdido. Los lluvias impidieron
lo continuación de los trabajos, por lo que Engel, o los tres días,
hubo de irse, adqui riendo antes uno cabezo de caballo mutilado
que también fué enviada al Louvre {lám. IV, 5).
111 .- En enero de 1892, dice Engel, los señores González y Serrano excavaron en el mismo campo de Bias y en el inmediato de
Antón {fig. 1, número 2), hollando "grandes piedras tallados, lanzas
y puñales de hierro en muy mol estado, tres urnas cinerarias con
cenizas y una cabeza de mujer con mechones caídos sobre la frente",
parecida a la que él mismo había encontrado en ese sitio (16) . A
pesar de que añade que esos objetos estaban efe camino, cedidos para
el Louvre a bajo precio por González, P. París no los registra en sus
obras, no siendo esto de extrañar en "Sculptures du Cerro de los
Santos", de 190 1, pues le ocurre frecuentemente con los ingresos
de estos años, quizá por embalajes o cua lquier otra causo; pero sí
es raro el silencio del " Essai", sobre todo respecto a lo cabezo,
que debía ser buen ejemplar. ¿Será la ya ci tada del Museo de Murcia, cuyo origen no concreta el Catá logo?.
No debe entenderse necesariamente que los traba jos de ambos
aficionados locales fuesen en colaboración, primero, porque Engel
no lo dice explíci tamente; por el contrario, al indicar que los objetos recogidos se los cedió precisamen te González, se nota la
dirección únic<:J o, a l menos, superior de éste en los t rabajos. Y segundo, porque Serrano, en su ci toda relación de las éxcovaciones,
no enumera ésto -ni como efectuado en colaboración ni como
hecha sólo por Gonzá lez- y sí en cambio uno realizado por él
mismo, cuyo fecha no preciso, y que es la que exponemos o continuación.
!V.-Parece, en efecto, que se trota de t rabajos diferentes
efectuados en 1892, pues los que cita Engel se verificaron en dos
campos, y el de Serrano sólo en el de Bias, donde además los objetos descubier tos fueron distintos, a saber, " tres animales alados
en muy mal estado", de los que sólo recogió el mejor, de ochenta
(16)
ENGEL: "Rapport", p6g. 195.
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EL LLANO DE LA CONSOLACION
7
o cien kilos de peso, que aún conservaba en su colección en
1898 ( 17) .
También es posible que esto excovocton fuese hecho cosí si multáneamente, pero con independencia, de lo primero de González. Sobemos por Engel que entonces Serrano recabó poro sí un supuesto Pegaso. Ahora bien, aquel ejemplar que acabo de citar,
seleccionado por Serrano como el menos molo de los tres descubiertos, ¿será el "toro arrodillado, en muy mol estado", que vió P. París
en lo colección de Bonete (18), identificándole con el pretendido
Pegaso, "nombre dado por los arqueólogos del país"? ( 19).
La primero identificación es verosím il, pero no lo segundo,
pues resu lto difícil aceptar que los a lud ido!¡ aficionados locales,
por ignorantes que los qu iera hacer el autor francés -y ni el cura
de Montealegre ni el maestro de Bonete lo eran- (20), hubieran
dado nombre tan expresivo a un animal áptero; antes bien, debía ser
en el presente coso tan paten te esta condición afirmativa, que sólo
a ese e jemplar le otorgaron el título específico, o pesar de haberse
encontrado más esculturas animolistas también con olas (21 ).
V.-Los cuatro siguientes excavaciones, son conocidas sólo por
la referencia de Serrano, habiendo tenido lugar los tres primeros en
el campo de Antón y lo cuarta en el de Bias (22)
De todos los ensayos de excavaciones llevados o cabo en el Llano,
(17) P. SERRANO: Op. cit . en noto S, pógs. 14 y 15.
(18) P. PARIS: "Essoi", 1, pág. 123.
(19) P. PARIS: "Petit taureau ibérique, en branze, du Musée de Borcelone",
en Bulletin Hisponique, 11, 1900, pág. 163.
(20) A ambos dedico elogios en diferentes ocasiones, que si por estor destinados o que los leyeron los interesados en correspondencia o sus servicios, cabrio
dudar de su sinceridad, no osi de los que figuran Inéditos en los "Notes de Voyoges
de P. París. Extroits d'un cornet inédit ou croyon (Aibocete-Aiiconte. 22-26
Aout 1897 )", cuyo copio ho tenido lo bondad de comunicarme su hijo M. René
París.
(21) Es el momento de hacer uno rectificación importante en relación con
esto clase de escultu ras, y es lo procedencia de lo notabilísimo esfinge alado, por
desgracio muy mutilado, que se conservo en el Museo Arqueológico Nocional, con
el número 32.623. Aunque di6 cuento de su hallazgo en Viltoricos don LUIS
SI RET, en su articulo "Vi lloricas y Herrerías", Memorias de lo Real Academia
de lo Historio, XIV, 1909, fig. 17, póg. 450, de donde tomó lo noticio P. PARIS,
"Archoologischen Anzeiger", XXVII, 1912, y de éste S. REINACH: "Répcrtoire
de lo Stotuoire grequc et romoine", V, póg. 408, número 3; lo cierto es que
todos los autores posteriores otríbuyen esto pieza al Llano de lo Consolación, corriendo yo normalmente can esto procedencia erróneo - o lo de Villocorríllo- en
los obras generales de mayor circulación, amparados por los firmas más prestigiosos. Por si había defecto en mi información, he consultado o don Juan Cuadrado, ton buen conocedor de lo arqueología almeriense y de lo labor de Siret,
confirmándome lo procedencia asignado por éste.
(22) P. SERRANO: Op. cit en noto 5, pógs. 14 y 15.
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A. FERNANDEZ DE AV ILES
el presente, efectuado por Serrano en febrero de 1897, es considerado
por éste como el más importante, pese o lo cual no ocupó más que
treinta jornales durante cinco dios. Los hallazgos consistieron en
uno cabezo de caballo (lám. V, 3), un busto, abandonado por su
molo conservación, catorce trozos de volutas y cornisas (Iom. VI, 1
y 3), otros "esculturas muy interesantes" (lámina V, 1, 2 y 4, lámi~
no VI, 2) y uno urna cinerario. Duraron los trabajos del ~ 11 al
15 de febrero, según los etiquetas autógrafos de Serrano (23) que
figuran sobre los fragmentos depositados en e l Museo Arqueológico
Nocional por lo Real Academia de lo Historio, en lo que es taban en
1899 entregados por don Antonio Vives, quien o su vez los hobio
recibido del descubridor.
Con lo colección Vives, precisamente, ingresó en dicho Museo
un caballito de bronce (lám. VIl, 2), del Llano, que ignoro cuándo
apareció ni si perteneció antes al mismo maestro de Bonete (24) .
De bronce también y un tiempo en el museíto de Bonete es el famoso
sátiro ithyfollico (lám. dicho, 3) descubierto, dícese, en el Llano
antes de los primeros excavaciones conocidos, v adquirido mucho
después por don Pascual Serrano (25), de cuyos monos posó pronto
al Louvre (26), donde al parecer se extravió, yo que no pudo incorporarse o los demás objetos arqueológicos reingresados en nuestro
patrio por in tercambio con el gobierno francés (27).
Vl.-Lo colaboración de don Antonio J. González, don Pedro
Antonio Gorcío y don Juan Tornero, primo de Serrano, tuvo también
(23) A esto excelente costumbre de Serrano alude P. PARIS en sus "Notes
de Voyoges", citados en lo noto 20.
(24) P. PAR IS: "Essoi", 11, figuro 327, página 202, noto 1. Serrano,
en efecto, adquirió un "caballito de bronce muy interesante, que el santero había
encontrado en el lugar número 5 del croquis", as í como "diversos fíbulas de un
trobojo muy delicado" también hollados en el Llano. Vid. P. SERRANO: Ob. ci t . en
noto 5, pág. 16.
(25) Antes del 28 de febrero de 189 1, fecho en que lo vió Engel, al visitar
lo colección de Bonete, diciéndole su propietario que fué encontrado en 1870
"oux olentours du Cerro", vid. A. EN GEL: "Ropport", pág. 185. Lo procedencia
del Llano que viene oceptándos~?, es, pues, relativo, :;1 no tiene otro fundamento
que esto noticio, yo que ambos puntos están separados por lo considerable distancio de unos 6 kms. Yo observó lo "aparente" contradicción GARCIA BELLIDO: "Lo Domo de Elche y el con junto de piezas arqueológicos reingresados
en España en 1941", Madrid, 1943, pág. 165.
(26) En 1879, tal vez o consecuencia de lo citado visito de París o Bonete,
en agosto de dicho año: VILLEFOSSE-MICHON, "Adquisitions", Bulletin de lo Société des Antiquoires, 11, 1898, pág. 421.
(27) A. GARCIA BELLIDO: "Lo Domo de Elche..", pág. 163. Yo redac tado
este trabajo, debo odorar que en moyo de 1951 pude ver expuesto ese importante
bronce, con otros análogos, en uno vitrina de lo solo correspondiente de dicho
Museo.
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EL LLANO DE LA CONSOLACI ON
9
buen éxito, pues se holló " uno cabezo de hombre bien conservado",
uno "cabecita de toro, también de piedra, muy bonito" (lám. VIl,
1), tres urnas cinerarios y dos espadas ibéricos. La cabezo de toro
y uno de los urnas y espadas, que correspondieron a Tornero, posoron a poder de Serrano, siendo adquirido aquello, en 1907, por el Museo de Barcelona. De los demás piezas, tampoco ha vuelto o saberse
nodo.
VII .-En cambio, la séptimo excavación, realizado asimismo en
1897, por don Ismael Pastor, médico de Noveldo, no brindó nado
notable.
V 111 . -EI 6 de abril de 1898, Serrano y P~rís realizaron trabajos
de nuevo en e l campo de Blos, que hubieron de abandonar por aflorar
en seguido el aguo, sin poder acometerlos en otros puntos adecuados
por hallarse sembrados (28). Acoso por esto fol to de éxito no los
menciono el autor francés al trotar de los efectuados el año si guiente, también poco brillantes.
IX.-En efecto, en agosto de 1899, volvió M. París al Llano;
pero o pesar de lo ayudo de Serrano, ton buen conocedor del terreno,
en dos días de sondeos (no se indico donde) no consiguió encontrar
más que "restos de esculturas sin valor alguno", que quedarían
abandonados en e l terreno. Más interesantes fueron los restos cerámicos, del tipo ibérico del Amorejo, siendo recogidos por el mismo
hispanista, aunque sin decir donde fueron o parar, los ejemplares
más notables, comprendidos dos esbeltos urnitos cqrentes de mérito
decora tivo (29) .
X.-La secuencio en los exploraciones y noticias del Llano, se
mantuvo luego merced a lo afición de don Julián Zuazo Palacios
propietario del Cerro de los Santos, recientemente fal lecido, quien
(28) Aunque no es propiamente el Llano, debe indicarse que en esto ocasión
ambos investigadores hicieron búsquedas en el Cerro de los Castellares, encontrando muros radiales convergentes hacia lo cima y otros rodeando lo colino: sin
dudo de habitaciones y recinto, respectivamente, al modo usual en los poblados
ibéricos y, como ellos, destruido por incendio. Su propietario, don José Rubio, de
Montcolegre, descubrió olli monedas ibéricos, romanos y órobes, esqueletos humonos y cerómico. P. SERRANO: Ob. ci t. en noto 5, póg. 14.
(29) P. PARlS: "Essoi", 1, págs. 258-259 y 11, póg. 29.
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10
A. FERNANDEZ DE AVILES'
realizó trabajos en aquél, siempre fructíferos, desde 19 14 (30) hasta
antes de 1936, fecho de sus últimos excavaciones, en cuyo publi cación, que quedó inédito, había de colaborar don Joaquín Sánchez
J iménez (31). Acoso en esos notos figurarían los datos de hallazgos
que se echan de menos en los informaciones del señor Zuozo sobre
el Llano, reducidos o lo descripción del lugar, somero reseño de los
trabajos y bibliografía, con observaciones sobre lo situación de Ello
y sobre lo autenticidad de los esculturas de Madrid y noticias de
algunos hallazgos casuales ocurridos en eso zona.
Por lo que se refiere o sus exploraciones, sólo nos do lo 1isto de
los objetos que ingresaron en su colección, ilustrado con cinco figu ras y' un croquis de lo región, ordenando aque llos con arreglo o lo
clase de material, si bien en los dos publicociones que siguieron o
lo primero yo se exponen agrupados por ajuares más o menos se guros. Aquí segui remos el primer criterio, de mayor claridad poro
los efectos de inventario dejando poro el final los conclusiones que
de toles ajuares puedan desprenderse.
Lo colección del Llano, reunido por Zuozo, además de los lápidas cedidos o los Museos de Yeclo y de Madrid, se componía (32),
en lo porte escultórico, de "varios fragmentos de estatuario, semejantes o los señalados como falsos ... por el señor Mélido (33) y de
un pie perteneciente o uno estatuo, sin peana. De cerámico, cítonse
multitud de fragmentos de facturo "muy tosco" y de otro "más fino,
de color negro o rojo y barnizado", es decir, compon iense y sigilloto (34); nueve urnas cinerarios ibéricos, casi todos con decoración g~ométrico, de mediano tamaño, salvo lo primero, y de formas
varios (lóm. VIl, 6), amén de varios urnas más, "algunos de borro
(30) Con autor ización de lo Junto Superior de Exc-avaciones; pero antes
hobfo realizado otros, "en no escaso número", aunque de poca escalo, tonto eh
el Cerro como en el Llano: Vid. J. ZUAZO PALACIOS: "Lo Villa de Monteolegre
y su Cerro de los Santos", Madrid, 1916, págs. VI, 29 y 30. El capítulo de ésta
obra acerco del Llano, fué posteriormente extractado por el autor en sus otros
obras: "Meco. Contribución ol estudio de los ciudades ibéricas", Madrid, 1916,
y "Trabajos arqueológicos en Monteo legre del Castillo", Madrid, 1920.
(31) J . SANCHEZ JIMENEZ: "El limo. señor don Julión Zuazo y Palacios".
Boletín Arqueológico del Sudeste Español (B. A. S. E.), Cartageno, núm. 3, octubrediciembre 1945, pógs. 280 o 284.
(32) Desgraciadamente se perdió durante la pasada guerra. Lo lápida de
Madrid, funerario, no procede exactamente del Llano sino del Cerro de Mediobarbo, según el inventario del Museo.
(33) Sabido es lo insistencia de Zuozo en defender lo autenticidad del lote
del Museo Arqueológico Nocional.
(34) ZUAZO: "Lo Villa de Monteolegre...", póg. 32. No lo citan los publicaciones posteriores.
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EL LLANO DE LA CONSOLACI ON
11
pintado y barnizado de negro finísimo" (¿griego?), que fueron desechados por su molo conservación. Asimismo de borro eran dos
piezas cilíndricos, poleos de telar o elementos poro cámara de aire,
romanos (lámina dicho, 4) (35); varios fusoyolos, en general globulares, uno cónico decorado y otro, diminuto, cilíndrico, y pesos
de telar de distintos tamaños.
De armas de hierro, se cuentan (lám . VIl, 5) : Espadas, de ellos
dos "de hoja ancho y recto" (36), uno folco to, dos fragmentos de
esto especie, donados al Museo Arqueológico Nociona l, y otros
fragmentos de espadas y lanzas, habiendo aparecido varios armas
más formando un cong lomerado inservible; dos ho jas de lanzo, uno de los cuales posó a l mismo Muc;eo de Madrid (37), y
puntos de flecha de hierro y cobre, ci tándose especialmente entre
estos ú ltimos uno que mide 5'50 cm. (38).
Los demás obje tos de cobre, en su mayoría de adorno, son: ocho
fíbulas hispánicos y cuatro de puente, con muelle o ch?rnelo, de 2
o 5 cms.; uno hebilla arriñonado, de 4 cms. de longi tud; ocho o diez
finos brazaletes de 6 cms. de diámetro; unas pinzas de 1O cms.; un
punzón o aguja de 6, y un disquito nielado con perforación central,
de 17 mm. de diámetro, además de un gran caldero con osos, destrozado. De bronce son también, sin dudo, los monedas siguientes:
uno "celta" (¿ibérica?), veinte autónomos )' multitud de romanos
de distintos emperadores, cerrando lo serie de objetos de metal un
pendiente de plato.
Finalmente, hoy que mencionar un fragmen to de olobostrón púnico, de vidrio azul con zig-zogs y círculos verdes y amarillos, y los
consiguientes restos de const rucción - sillares, hormigón- y hu-
(35) Son los que ZUAZO: "Meco. Contribución ... " , figs. 6 y 7, llamo
"fragment os de columnas". Vid. los del Pajar de los Zorros, en J . SANCHEZ
JIMENEZ: "Excavaciones y Trabajos arqueológicos en lo Provincia de Al bocetc,
de. 1942 o 1946", Informes y Memorias de lo Comisaría General de Excavaciones
Arqueológicos, núm. 15, Madrid, 1947, lám. VI, 3.
(36) Cfr. es te tipo de espado, completo, procedente dt> Hoyo de Santo Ano,
en SANCHEZ JIMENEZ: Ob. cit. en noto anterior, :6m. XLII I, pág. 73.
(37) ZUAZO: "Lo Villa de Monteo1egre ..", pág. 31 En los publicaciones
posteriores no se cito más que uno lanzo, sin dudo lo que no fué objeto de donación. Lo "punto de lanzo de cobre" mencionado por ZUAZO: "Meco. Contribución ...", pág. 44, figuro de lo pág. 46, debe ser lo c:fe flecho más abajo referido.
Los tres armas donados ol Museo llevan los números 22.268 o 22.270.
(38)
Debe de ser lo a ludido "punto de lanzo de cobre". Ver noto anterior.
-
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12
A. FERNANDEZ DE AV ILES'
monos, entre cuyos cenizos, dentro o junto o los urnas, aparecieron
todos las armas y piezas de bronce enumerados (39).
Los exploraciones de Zuazo, pues, no alcanzaron lo que parecía
su objetivo principal, determinar lo situación de lo supuesta Ello,
yo que si él mismo - y antes Engel- tropezó con abundantes cimientos que le hicieron suponer no estaría lejos el núcleo principal
de edificaciones, lo cierto es que, dado lo extensión del Llano (40)
y lo escoso porte conocido, no pudo precisarse el emplazamiento de
poblado importante alguno. Pero en cambio es seguro, o juzgar
por los hal lazgos, la existencia de uno necrópolis de incineración al
sur del manantial, junto a la carretera; muy vasta, según indican
los centenares de urnas y otros objetos destruidos por los labradores
de los campos circundantes, habiendo corrido lo misma suerte, al
construirse lo carretero Almoso-Aibotana, numerosos enterramientos de época; sin dudo, romana a juzgar por sus esqueletos, ajuar y
lápidas (4 1).
Asimismo de inhumación, aunque se ignoran sus corocterísticos,
eran los numerosas sepulturas descubiertas por el propio Zuozo,
hacia 1929, en el hozo de Pascual Campos, situado tras el manan tial que surte o Monteolegre. De los cuerpos exhumados, ocho eróneos y otros restos óseos fueron donados al Museo de Albocete, habiendo aparecido también allí "cimientos de cosos romanos" (42) .
En este mismo lugar es donde ha iniciado el señor Sónchez Jiménez sus recientes excavaciones en el Llano, de que o continuación
se do cuen ta resumiendo los resultados publicados "
(43)".
XI .-Lo primero campaña, de carácter exploratorio y desarrollada del 6 a l 24 de agosto de 1946, ha tenido lo finalidad de intentar fijar, como preparación poro ulteriores trabajos sistemáticos,
(39) Z UAZO: "Meco. Contribución... ", págs. 4 3-47; los ajuares fúnebres
arriba aludidos, someramente indicados par el descubridor, son los siguientes,
conservando lo numeración 9ado o las urnas: 1, Fusoyolo diminuto cilíndrico, junta
o la urna, 2, Fíbula "de hoz" y fusoyalo globu lar, lo mismo. 3, Conglomerado de
armas destrozados, igl!ol. 3 bis (sin lámina), Pinzas, disco perforado, dos fíbulas
hispánicos, ungüentario púnica, pendiente de plato y fusayolo, igua l. 4, Espada
recta, "lanza de cobre", fíbula hispánico y fusayolo cónico decorada, igual.
5, Dentro de lo urna, tres o cua tro brazaletes, al lada seis o siete, y debajo uno
fíbu la hispánica y una fusayalo globular. 5 bis lsin lámina), Espada recto,
hebilla y fusa'yolo globu lar. Urna solo.
(40) Calculado por P. SERRANO, Ob. cit. en noto 5, póg. 16, de 250.000
o 300.000 metras cuadrados.
(41) J . ZUAZO: "Lo Villa de Monteolegre ...", pág. 29.
(42) J . SANCHEZ JIMENEZ : Ob. ci t. en noto 35, pág. 34.
(43) Prescindo de la compaña de 1947, aún inédito, pero de lo que estay
informado por lo amabilidad del señor Sánchez Jiménez.
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EL LLANO DE LA CONSOLACION
13
el emplazamiento del poblado ibérico - sea o no Ello- , con sus
distintas reocupaciones, así como el de las necrópolis sucesivas.
Los trabajos se han realizado en siete puntos distintos, dos de
ellos estériles (44). En la citada haza de Campos, de un si lo-vertedero de sección oval, se extrajeron tiestos ibéricos rojizos, con decoración lineal, y grises a torno, y terra sigillata lisa, mezclado con
tierra, cenizos y huesos de animales. Otros tres si los resultaron partidos . por el camino de Yecla, hallándose dos muros paralelos de
dudoso an tigüedad y, entre lo tierra, trozos de hierro y vidrio, de
cerámico ibérico, romano y árabe, de tejos curvos y el fondo de un
mortero de borro.
En lo propiedad de Emilio Sánchez, con las mismos cerámicas
que en lo anterior, solió sigillata decorado, además de media fusa yola y vidrios atípicos y dos pied~as de molino ibérico, aparecidas
en sendas fosas distantes diez metros, entre piedras y cenizas.
En el haza de Eloy Sónchez, a media ladera del Cerro de los Castellares cuya ladera exploró Zuazo, se descubrieron tres muros porolelos de 2'70 X 0'50 m. y altura variable, de sillare jos con cal.
Entre la tierra sigue surgiendo cerámica ibérica y sigillata--de ésto,
un tiesto con la marca Salaria-más un tazón de borro gris claro
muy fino y fragmentos de vidrio. En superficie, trozos de molinos y
de a rgamasa, teselas de mosaico, tiestos varios y un g lande elíptico
de hierro, siendo de advertir que los bancales están construidos can
piedras, al parecer, de edificios.
El terreno de Martín Silvestre ofreció la particularidad de un
gran foco de ceniza de 2'50 m. de diámetro y más de dos metros
de profundidad, en e l que apareció, revuelta con huesos quemados
y de animales y trozos de plomo, cerámica de las ci tadas épocas,
principalmente árabe popular.
En el haza de José y Juan Tornero se descubre, a dos metros de
profundidad, un muro de grandes adobes y piezas de borra cocido
(¿poleas?) (45), y en superficie, cerámica sigillata y á rabe y un
trozo de soliferreum .
Pero es en la viña de Juan Marisoarza donde se efectuaron los
hallazgos más importantes. Su mismo nombre, La Torrecico, con que
se la conoce desde ti empo inmemorial, puede recordar la existencia
(44) El famoso "campo de Bias", que el señor Sónchez Jiménez creyó por
error identificar con lo estéril hozo de D. Doboso, ha sido en 1947 localizado
exactamente.
(45) Como los citados descubiertos por Zuozo.
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14
A. F.ERNANOEZ DE AV I LES·
de algún monumento, al ~t.Je pertenecería lo grado de cal izo ae dos
escalones descubierto o sesenta y cinco centímetíúS de profundidad,
aporte ios piedr.:As de antiguos construcciones utilizados en los bancales circundantes. Entre los tierras que envolvían aquéllo, aporecii'>
un tragmento de pierna de toro o caballo, en caliZO, y un colgante
de vidrio en forma de piño ogollonada, de veinte milímetros de longitud
Junto o lo grado, o noventa cen tímetros de profundidad, había
uno sepu ltura de incineración cont eniendo vasos helenísticos destrozados, entre huesos quemados y cenizas, y, esparcidos en torno,
fragmentos pétreos ornamenta les de ovos y tiestos ibéricos lineales.
Aquí, especialmente, se descubrió a treinta cen tímetros de profundidad, una bellísimo cabezo masculina de tamaño natural, y por
doquier, o profundidades variables, numerosos fragmentos escultóricos y arqu itectónicos, entre ellos una garra de león, y los habituales tiestos ibéricos y helenísticos.
Lo sepultura citada hace el número 4 de los dos docenos de enterramientos de esta clase descubiertos por entonces en lo Torrecico,
acreditándose así lo ubicación de una de las necrópolis buscados,
cuya antigüedad quedaba expresado por lo falto, incluso superfi cialmente, de terra sigillota, y lo presencio de vasos de figuras rojos.
El material, en conjunto, es el normal: Vasijas ibéricos de distintos
formas, en borro rojo-amarillento o gris; fíbulas de bronce circulores; uno falcoto y fragmentos de otras; nava jos; dos ponderales de
bronce y abundantes tiestos ibéricos y helenísticos.
Lo primera sepultura descubierto constaba de lo urna y un plato
gris. Lo segundo, o diez metros de ésto, en lo mismo zanjo inicial,
estaba integrada por la urna y medio pondus.
Pero otra serie de estas sepulturas se hollaban relacionados con
una especie de recuadro tumular de 4'80 o 3'20 m . de lodo y 0'40
de altura, de piedras aplanados en seco, análogo a los .de los necrópolis ibéricos de Caso del Monte y Hoyo de Santo Ana . El
muro circundante ero de anchura irregular '(0'40-0'60 m .), estando
el interior semicubierto de losas. Dentro, se halló lo sepultura nú mero 22, con restos de un kylix helenístico, huesos y cenizos. Sobre
los piedras de encimo, lo número 20 contenía otro kylix y uno fusoyola o ponderal de bronce. Alrededor del recinto y bajo el muro,
en fin, otros se pul tu ros mostraban vasos ibéricos con decoración
lineal.
Y como detalle bien expresivo, entre las citados piedras de
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EL LLANO DE LA CONSOLACION
15
relleno, apareció un trozo de pata de animal, análoga a las descubiertas en el exterior, quizá pertenecientes todas al monumento
tunerario del que sólo se ha conservado la grada de acceso, y que
fué destruido antes de lo erección del túmulo.
Tras la penosa impresión dejada por las excavaciones, rebuscas
y saqueos anteriormente realizados en el Llano (46), tales han sido
los favorables auspicios bajo las cuales han empezado estos primeras excavaciones científicas.
Aún es prematuro sacar conclusiones que permitan formarse
idea completa del cuadro arqueológico o que corresponden, sobre
todo, los esculturas allí exhumadas en los últimos cincuenta años.
Pero bueno será tener presente, de momento, el ambiente que, según esta compaña de excavaciones, parece reflejar el más rico
filón hasta ahora señalado en el Llano, "le chomp du nommé Bias".
Otros puntos, hemos visto, don idea de reocupociones y aun de
haber sido objeto de profundas remociones que dificultarán o impedirán su estudio. Pero la llanura es lo suficientemente extensa
paro hacer esperar, en el curso de los trabajos sucesivos dirígidos
por lo experto mono del señor Sánchez Jiménez, lo documentación
precisa que determine todo el ciclo cultural del Llano y, con él, lo
relación existente ron el famoso e inválido Cerro de Los Santos.
(46)
J. SANCHEZ JIMENEZ: Ob. cit. en noto 35, págs. 32 y 33.
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LAM. 1
FERNANDEZ DE AVILES. -Lior.o de lo Consolación
2
El Llano, con lo Ermita de Nuestro Señora de lo Consolación
{Fotos
Sónche~ Jim~nez)
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FERNANOEZ DE AVILES.- lf ono de lo Consolación
LAM. 11
2
3
4
5
Piezas descubiertos por Á . J. Gon zálcz en 189 1.- 1, Grupo de esfinge o toro. 2, Fragmento de guerrero.-3, Fragmento con rostro radiado decorotivo.4, Fragmento de cabezo femenino.- 5, Relieve de Epono.-(Todo en el
Museo Arqueológico de Murcio).
!Fotos d 1l autor).
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Piesos descubiertos por A. J . Go nxóle: e n 1891.-1 , Urnos, donados en 1889 o l Museo Arqueológ ico de Murcio.- 2, Fragmento
de jinete (Museo del Louvre). ~egún P. Poros.- 3, Domo sedente (Museo Arqueol~ico Nocionol).
(Fotos del ::.utor y del Archivo de
Arte Hispf:nico respectivamente).
[page-n-229]
FERNANDEZ DE AVILES.-Li ono de lo Consolación
LAM. IV
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3
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5
Piezos descubiertos por A. J. Gon xóle x en 1891 .-1, Capitel (Museo Arqueológico
Nocionol).-3, Fragmentos de cornisa, ¿perdidos?
Piezos descubiertos o adquiridos por A. Enge l en 189 1.-2 y 4, Cabezos humanos
(Museo del Louvre).-5, Cabezo de caballo (Museo del Louvre).
(Fo tos Archivo de Art e His:>ónicc, Engel y París).
.(
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LAM. V
FERNANDEZ Dt AVILES. -llono de lo Consolación
2
3
4
Pie zas descubiertos por P. Serran o en 1897 .- 1 y 2, Fragmentos de olas de esfonge.- 3, Cabezo de cobollo.- 4, Fragmento de cosco de cob:~llo. (Todo
en el Museo Arqueológico Nocoonol).
(Fotos Dominguez).
[page-n-231]
LAM. VI
FERNANDEZ Dr. AVILES. -Lia no de la Consolación
l.
2
3
Pie zas desc ubie rtas por P. Serrano en 1897 .- 1 y 3, Fragmentos decorativos.2, Fragmentos onimolistos. (Todo en el Musco Arqueológico Nacionol).
(Fc.tos Domínguc~ ).
[page-n-232]
FERNANóEZ OE AVILES. -Lian o de la Consolació n
LAM. VIl
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Hollosgos vorios.- 1, Cabezo de caballo, descubierto por Gonzólez, Gorcio y Tornero en 1898 (Museo Arqueológica de Borcelono).- 2, Caballito de bronce, de lo colección A. Vives (Museo Arqueológico Nocionol.- 5, Sátiro de bronce, de lo colección P. Serrano (Museo del Louvre).
Piezas descubiertos por J . Zuoso de 1914 o 1936.-5, Objetos de metal, desoporecidos.-3 y 4, Objetos de
cerámico, también desaparecidos.
(Fotos del autor, P. París, G. Bell ido y J. Zuozo).
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FERNAND BENOJT
I FI'OIICÍR)
Chevaux du L~vant lbérique. Celti~m~ ou
Méditerranéisme.?
La découverte au Cigarralejo (l), pres de Murcia, d'un sanctuaire comprenant plus d'une centaine de petits "ex-voto" représentont des chevoux, nus ou hornochés, parfois occompognés d'un
pouloin, pose le double probleme de lo recherche du prototype et
de leur destination religieuse. Nous ne prétendons pos dans cette
courte note, présenter d'offirmotion définitive sur lo significotion
rel1gieuse de l'offrande d'équidér., qui est polyvolente, comme toutes les ofrondes, et se relie au plus ancien folklore indo-européen;
mois seulement mettre en garde contre le danger de réduire le
chomp de comparaison a ('aire présumée celtique et attirer l'ottention sur l'histoire et l'évolution d'une figure .
Les découvertes ibériques de stotuettes d'équidés et de steles
du dompte ur de chevo ux proviennent en effet des contrées médi terranéennes, si tuées hors de la Celtibérie e t en relotions étroi tes
avec la Grande Grece et Rome, et sont datées de lo fin de t'ipoque
républicoine, ce qui infirme radicalement, dons le temps et dons
l'espace, l'hypothese imprudemment olléguée d'une influence cel-
( 1) E. CUADRADO DIAZ: "Excavaciones en el 'iantuario Ibérico del Cigarralejo (Mula- Murcia)", Informes y Memorias de la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas, núm. 21; Madrid, 1950.
- 2 11-
[page-n-234]
2
F. BENO IT
t ique, a propos des cheva ux du Cigarro lejo (2) . Au moins, la comparaison avec les équidés d'Assche- Ka lkoven, en Brabant, que j'ai
srgnalée en 1949 a M. Cuadrado Diez, sans prévoir les déductions
qui en seraient tirées, aura -t-elle eu l'avantage de faire dresser
l'inventaire de figurines analogues trouvées dans les fovi ssae de
sanctuoires belges (3).
Ce n'est pos vers les pays hvperboréens qu'il faut se tourner,
mais vers la Grande Grtke, pour tenter de rechercher des points
de comparaison, a la fois plastiques et religieux (4). Les sépultures et les riches dépóts des sonctuoires de lo Luconie, de 1' Apulie,
de lo Dounie, du Bruttium, de lo Componie, nous ont fo it connoitre
un grond nombre de figurines d'équidés, en terre-cuite, d'époq•Jc
grecque et romoine, représentont des chevoux nus ou bridés, portont porfois en croupe un enfont nu (pi. 1, 1) ou lo figure symboli que d'Horus- Horpocrote. Lo ressemblonce des chevoux du dé pot des
Covolucci a Medmo (Rosorno) (5) (pi. 1, 4), colonie de Lacres, de
Lucerio (6), de Coles (Calvi) (7) (pi. 1, 2), d' Aries (provenont d'une
tombe) (pi. 1, 3), ovec ceux du Cigorrolejo, en pierre, est d'autant
plus fropponte que l'on imol est troité sons grande finesse, l'entredeux jombes non a jouré, mo is plein.
Ces sonctuoires son t en relotion ovec le cu lte de Déméter et
de Perséphone, qui est dominant a l'époque hellénistique dons 1 to'1
lie du sud, a Lacres, a Taren te, o Lucerio; l'offronde du chevol y
est souvent ossociée a celle du pare {Lucerio, Cales), l'offronde por
excellence de lo lustrotion et l'onimol consocré a Déméter (8) . Le
probleme de lo destinotion de ces figurines est loin d'etre résolu, en
12)
S. J . DE LAET: "Survivonces du cult e d'Epono dons le folklore brobonLotomus, X, 1951, p. 178; cf. lo critique de M. RENARD: lbid. p. 186.
num. 2.
(3) J . MERTENS: "Terres-cuites de l'époque romoine trouvées o Elcwiit
(Brobont)", Lotomus, X, 1951, p. 171 et pi. IX et X.
(4) Ainsi que l'o mis pour lo premiere fois en lumiere A. GARCIA BELLI DO: "Contactos y relaciones entre lo Magno Grecia y lo Península Ibérico, según
lo Arqueología y los textos clásicos", Madrid, 1935.
(5) P. ORSI: "Locri", Notizie degli Scovi, XIV, 1917, p. 64. Les hypotheses de l'outeur sur lo significotion de ces "ex-voto", soit-dissont en ropport
ovec les Dioscures de Lacres, sont infirmées por les démonstrotions de S. FERRI,
dons "Bollctino d'Arte", 1927, p. 173, et "Divinito ignote", 1929, p. 93 .
(6) R. BARTOCCI NI : "Arte e religionc ncllo stipe votivo di Lucera", dans
Jopigia, Rivista pugliese di Archeologia, Storio e Arte, XI, 1940, fig. 5.
(7) Collection du Marquis de Salamanque, ou Musée Archeologique Nationol de Madrid.
(8) P. AMANDRY: "Eschyle et lo puriflcation d'Oreste", Revue Archéologique, XI, 1938, p. 23.
~on",
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[page-n-235]
CHEVAUX DU LEVANT IBERIQUE
3
roison de leur polyvolence: les memes stotuettes se trouvent dons
les tombes et dons les temples, oinsi que l'ont noté Ch. Picord (9)
pour le monde grec, et pour le monde gallo-romain E. Linckenheld,
qui o constaté la fréquence des stotuettes dons les sépultures (10).
Mois, en out-re, lo voleur funéroire d'un ex-voto n'est pos exclusive-
Fig . 1.-Lo "clompteuse de chcvoux", de Plovdiv (Bulgorie du Sud).
(G. n.)
ment attochée o lo sépulture, comme le suppose un parologisme de S.
J. de Laet ( 11). Nous nous conten terons de no ter qu'en Grande Grece ( 12), comme en poys hellénique et en Goule, des stotuettes de
chevaux ont été trouvées dans les tombes, e t que les fovissae du
sonctuoire de Lacres, consacré ou culte de Perséphone, renfermoient
(9) CH. PI CARO: "Notes d'orchéologie grecque", Revue des Etudes onciennes, XXX II, 1930, p. 100, n. 2.
( 1O) E. LINCKENHELD: "Figurines en terre-cuitc", Revue des Etudes on·
ciennes, XXXI, 1929, p. 162 et s.
(11) S. J . DE LAET: Op. cit. en note 2, p. 177, n. 2.
( 12) Tombe des Crichi ou Musée de Cotonzoro, en Colobre (deux chevoux
de bronze), cf. pour I'Apulie et lo Luconie, P. BIARDOT: "Les terres cuites grecques funebres", 187 2, p. 12 et s.
-213 -
[page-n-236]
4
F . BENOIT
des tablettes de terre-cuite se rapportan t ~ la vie d'Ou t re-Tombe
e t au jugement d'Hades ( 13).
Tout oussi complexe est l'interprétation des steles ibériques
ossociont deux ou plusieurs chevaux o un personnoge mole: représen té de face, debout dans les exemples les plus archa'iques, il fait
un geste de protection vis-o-vis de deux équidés dressés sur leu rs
pottes postérieures, les deux pattes ontérieures ployées devont le
dompteur de chevaux (steles de Sagun to ou Musée de Valencia, de
Fig. 2 ,- Le "moitre des chevoux" sur une fibule béotíenne du Musée du Louvre
(VI II e s.) (d'opn!s J . Chorbonneoux, dons Préhístoire. 1, 1932, fig . 1 ).
Villacarrillo, d' Alcoy et ovec variante de Villaricos au Musée de
Barcelona); ou bien il est assis sur un escobeou, étendon t ses deux
bras au dessus de deux groupes de chevaux superposés, figurés
dons leur pose normale. (Llano de lo Consolación au Musée de
Murcia) (1 4).
Le second type, plus localisé, marque une évolution du premier, demeuré p lus pres de son origine orienta le, et se rapproche
de lo représentotion d'Epona, entourée d'une cour de chevaux
La différence des deux images est froppante; et cette dissemblonce a surpris P. Lombrechts, qui prétend na"ivement opposer lo
familiarité de I'Epona, présumée d'origine celtique, donnant o
monger aux chevoux, et le coroctere forouche, tout asiatique, de
(13) Q. QUAGLIATI: "Rilievi votivi orcoíci in terro colla dí Locri Epizephyrioi", Ausonio, 111, 1900, p. 136; P. ZANCANI MONTUORO: "Lo Perséphone
di Toronto", Societo Magno Grecia, V, 1931 , p. 167; etc.
( 14) Je renvoie o mes études ontérieures: "Lo Epono de Afcoy", dons Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Afcoy, 1950), p. 217;
"Les mythes de I'Outre-Tombe. Le Covolier o 1'Anguipede et !'écuyere Epano",
Bruxelles, Collection Lotomus, 111, 1950, p. 40.
-
214-
[page-n-237]
CHEVAUX DU LEVANT IBERIQUE
S
lo potnio thé ron (dompteuse de fouves) méditerronéenne, "moitrison t et étronglont (?) des lions, des pontheres et meme des chevoux" ( 15) .
L'évolution ibérique d'un type o l'outre s'est faite sur place et
lo tronsformotion de ca roete re de 1'Artémis-Dione, molgré le pseudo-orcho'isme du prototype, n'o rien qui doive nous étonner dons
Fig. 3.-Antéfixe de terre cuite de Quoronte ( ler. s.)
(Musée de Montpellier).
l'histoire des religions antiques, pos plus que le chongement de
sexe de lo potnio hippon (dompteuse de chevoux) en son paredre
dompte ur de c hevoux, dépourvu d'oiles (fig 1 et 2).
Lo figure d' Artémis potnio théron, soisissont por lo potte oeux
lions dressés o ses cotés, n'étoit pos inconnue de lo Bétique, oinsi
que le montre une ontéfixe d'ltolico (16), ni de lo Norbonnoise
( 15) P. LAMBRECHTS: "Divinités équestres ou défunts hérolsés?", L'Antiquité clossique, XX. 1951, p. 123.
(16) A. LAUMONIER, dons "Revue d'Etudes onciennes", XXIII, 1921, p.
273; publié por F. BENOIT: "Lo Epono de Alcoy", p. 220, fig. l. On comporero
l'ornement de bronze trouvé o Elche, représentont deux fouves offrontés: P. PARIS: "Essoi sur I'Art et !'Industrie de I'Espogne primitive", Poris, 1903, 1, fig. 79.
-215 -
[page-n-238]
6
F. BENOIT
(antéfixe de terre cui te de Quarante au Musée de Montpell ier) (fig.
3) , directement issue d'un prototype hellénistique de la Grande
Grece e t de I'Etrurie, o l'époque romaine.
L'amitié de M. Alejandro Ramos Folqués, l'heureux fouilleur
de 1'Alcudia d'Eiche, m'apprend que le Levant ibérique, si influencé par les apports de la Grande Grece, a également connu le type
de I'Artémis potnia hippon, qui a la meme valeur religieuse que
la dompteuse de lions. A vrai di re la figure d' Artémis ailée, le vi sage de profil, lo robe stylisée en forme de cloche, entourée de
rinceaux e t de rosaces, était un des motifs favoris de la céramique
d'Elche, sans que l'on pOt identifier ce génie ai lé, sans bras ni
i
j
/
...
...
.....
·•·...
.~··
Fig. 4 .- -Artémis oilée dompleuse de chevoux sur un vose
d'Ei che (111 - 11 s. ov. J. C.). (D'opn}s pholo de M. A. Romos Folqués).
attributs ( 17), ou tenant parfois deux palmes. Le nouvel exemploire récemmen t reconstitué par M . Ramos Folqués, représehte
la meme divini té, a ilée, le visage non plus de profi l mois de tace,
et étendant les deux bras vers le museau de deux chevaux, dressés
su r leurs pa ttes postérieures, dont n'est figurée que la protomé,
visiblement inspirée por un modele gréco-italique (fig. 4) .
L'identification de cette Artémis ibérique présente un grand
intéret par l'archa·isme, c'est-a-dire le re tardement de son modele.
(17) A. RAMOS FOLQUES: "Problemas de cerámico", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudes le Español (Aibocele, 1946). Cortogeno, 1947, p.
295 et pi. XXV III, 4; ct A. GARCIA BELLIDO: "El Arte Ibérico", "Ars Hispanice", 1, Madrid, 1947, fig. 316.
-216-
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CHEVAUX DU LEVANT lBER IQUE
7
Tout osiotique par so fonction de dompteuse d'onimaux souvoges,
sur le type de terres-cuites de Loto en Cnhe (fig. 5), d'ivoires de
Sparte, ou de steles étrusco-villonoviennes du Musée de Bologne,
elle est encare ossociée o l'élément animal, qu'elle asservit mois
Fío. 5.-Le dompteur oilé entre deux chevoux (te rre-cuite
de Loto, en CnHe, Vle. siécle).
dont elle ne se sert pos; le chevol n'o ·pos encare adopté l'ottitude
fomiliere de la monture de Dione ou d'Epono ni celle des chevaux
domestiqués de la stl~le du Llano de lo Consolación, qui montre lo
tronsformotion de l'onimal en un ottribut de lo déesse ou du dieu .
A l'outre extrémité du monde méditerronéen, dans le sonctuo ire de Berne, riche de stotuettes du Ponthéon romoin, c'est une
transformotion oussi rodicole qu'o subie Artémis, assimilée o la
deo Artio (lo déesse-ourse) (18), offrant une corbeil le de fruits o
un animal souvage, l'ours, emprunté a lo foune locale, qui s'avonce fomilierement vers lo dompteuse assise sur son tré'me.
( 18 ) Voir sur les ropports lingu is tiques d' Arté mis et d' Art io les hypotheses
de V. PI SANI : "Hell eno Kelt iko" , Revue d' Etudes o ncienn es, XXXVII, 1935,
p. 148; et de M . SANCHE Z RUIPEREZ : "El nombre de Artem is, dorio-ilirio: Etimología y expansión. Estud io combinado de leng ua y religión", Eméri to, XV,
Mad rid, 1947, pp. 1-60, e t " Lo Deo Arlio celto y lo Ar temis griego. Un aspec to
religioso de lo ofinidod celta - ilirio" , Zephyrus, 11, 2, Solomonco, 1951 , pp. 8995.
-217-
[page-n-240]
8
F. BENOIT
Or, o Elche, cette évolution s' inscrit dons des limites de t emps
étroites, lo céromique zoomorphe ne remontont pos ou dele du
llle-lle siEkle ov. J. C., et lo sh~le du Llano de lo Consolación o
lo fin de lo République.
Une telle évolution de ce motif orcha·ique révele lo profondeur
du couront d'oceide ntolisotion qui recouvrit les vieux fonds étrusco-gréco-pun iques de lo cóte ibérique, o lo suite de lo conquete romaine. Mois il est peu vroisembloble que lo tronsformotion morphologique oi t otteint l'essence meme de lo voleur religieuse de lo
grande déesse, moitresse de lo vie et de lo mort et protectrice du
défunt, ou de son poredre.
L'histoire du motif ibérique, si cloirement lis ible dons les documents figurés, n'est-elle pos de noture o montrer lo complexi té
tu type de !'écuyere Epono, bonnossement ossise sur so monture,
qui ne représen te que l'obou t issement d'imoges diverses, pormi lesquelles il fout sons doute compter celle de lo dompte use de chevoux?
-21 8 -
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:
LAM. J.
BENOIT. -Che voux du Le vont lbé rique
2
4
3
1.-Amour o chevol; terre-cuite de Cyrénoique (Musée Borely-6203).
2.-Ex-voto de tcrre-cuite du Sonctuoire de Coles (Colvi) en Componie. (Col. du
Morquis de Solomonque ou M. A. N. de Modrid-5012).
3.-Chevol de terre-cuite provenont d'une tombe des Aliscomps o Aries, lile síécle
(Musée Borely-2753).
4.-Chevol de Medmo (Reggio de Colobrio).
[page-n-242]
ANTONIO GARCIA Y BELLIDO
1
1\lndrld)
E.l culto a flphrodite. de flphrodi~iá~ en
la Pe.nín5ula Ibérica
Lo Aphrodite de Aphrodisiás es uno deidad aun mol conocida.
De su culto se ignoro todo. Su identificación no es muy clara tampoco. Lo único que parece evidente es que hoy un tipo determinado
de figuras de culto, todas coincidentes, y que estos figuras, por su
simi litud con otros conocidos por los monedas de Aphrodisiós, han
de ser identificados con lo deidad epónimo de lo gran ciudad de
Koría, en Asia Menor.
El tipo fué estudiado primero por John ( 1), que reunió una
colección de ejemplares. Esto, empero, fué pronto acrecida con la
aportación de C. Frederich (2), quien llegó o catalogar hasta quince
ejemplares. Frederich propuso ya como nombre de esto imagen el
de Aphrodite de Aphrodisiás, basándose en el hecho de que en los
monedas de esta ciudad (3) aparecen, desde lo época de Augustus
iconos idénticos o los hoy conocidos por esculturas y relieves. Es
más, el relieve de Constantinopla (4) procede precisamente de
Aphrodisiás y nos presento a lo deidad de un modo casi idéntico al
conocido por los imágenes de Occidente (tiene pequeños variantes
sin transcendencia). En los monedas, efectivamente, se ven los atributos característicos del icono: el menisco, los bustos de Selene y
( 1) JAHN: "Entführung der Europa", Denkschiften der wiener Akodemie,
XIX, r 870, pág. 41 v ss.
(2) C. FREDBRICH: "Die Aphradite von Aphrodisios in Karien", Ath. Mitt.
XXI I, 1897, pág. 36 1 y ss.
(3) "British Museum". Cotol. Gr. Coins, Cario", lám. V, 11 , VIl, 1, 3, etc.
(4) MENDEL, 11, 516.
-219-
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2
A. GARCIA BELLIDO
de Helios, los tres Chorites, lo Nereida o mejor Aphrodite marino,
sobre el monstruo oceánico, los palomos, los tres Erotes. Estos
últimos formaban en lo localidad uno especie de triado, o juzgar
por lo inscripción hollado tiempo ha en lo ciudad korio (5) .
Su concepción general, como imagen, tiene evidentes coincidencias con lo conocido Diana Ephesío. Ambos traducen lo formo de
un xóono n, muy antiguo, rígido, estático; los brazos pegados al
cuerpo y los antebrazos avanzando exentos por delante del tronco;
el monto de pliegues "arcaicos"; la porte inferior, desde los pechos,
envuelto en fo jas ceñidos; los pies juntos y de plano sobre el suelo,
e tcétera . Pero es tamb ién manifiesto que ambos imágenes son in dependientes, aun suponiendo que la de Aphrodisiós provengo tipológicamente de lo de Ephesos. Los atributos que distinguen o esto
t:dtimo (múltiples momos, abejas, león, zodíaco, rosetas, monstruo
alado, toro, ciervo, etc.) no aparecen en los imágenes de Aphrodi siós. Es más, como yo advirtió Frederich, monedas hubo en que
ambos deidades aparecían juntos, como imágenes hermanos, pero
también como divinidades distintos (6) .
Lo hipótesis de Frederich no fué aceptado por algunos arqueólogos que siguieron dando o lo Aphrodite de Aphrodisiós el título de
Artemis Ephesío. Así De Ridder (7) quiso sacar demasiado partido
de algunas discrepancias de menor monta entre unos imágenes y
o tros. Se trota de variantes sin transcendencia alguno poro e l tipo.
Lo mismo figurita portuguesa de Beringel ofrece lo particularidad
de presentar de frente lo Choris del centro (cuando en casi todos los
demás ejemplares es al revés) o de añadir a lo zaga del monstruo
marino que llevo o Aphrodite (o Nereida), un delfín, ausente en los
demás imágenes. Uno detenido comparación entre los imágenes conocidos nos llevo o percibir unos cuantos discrepancias más, todos
insignificantes y sin valor alguno para lo que se pretende (8) .
Tonto lo Artemis Ephesío como la Aphrodite de Aphrodisiós son
aspectos o advocaciones locales de lo gran deidad mikrosiótico, de
l
(5) PARIS y HOLLEAUX, Bull. Corr. Hell., IX, 1885, 78, 8.
(6) BARCLAY HEAD: " Co tol. coi ns Br. Mus". Cario 160, póg. 53, Lámina XLIV, 1; Bronce de Septimius Severus.
(1) DE RIDDER: Coll. De Clercq", IV, 1906, póg. 31.
(8) Poro el tipo de lo Artemis Ephesio véase, principalmen te, HERRMANN
TH IERSCH: " Artemis Ephesio, ei ne orch
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EL CULTO A APHROOITE DE APHRODIS IAS
3
de culto, mezclas con concepciones diversas hicieron que, tanto en
Ephesos como en Aphrodisiós, la idea de la fecundidad, fundamental
en la deidad minorasiótica, tomase formas y símbolos especiales (9)
Pasemos ahora a presentar el ejemplar de Beringel (Lóm. 1).
Se trata de uno pieza de mármol blanco, de 0'125 m. de altura,
hallada en Beringel, Baixo Alentejo (Portugal), hacia 1923, en una
huerta propiedad de don José Mira Galvoo. Sirvió de pisapapeles
hasta que se perdió, viniendo o aparecer de nuevo, casualmente y
mucho más tarde, en un vertedero cercano o lo propiedad del señor
Golvoo. Este tuvo lo generoso idea de hacer donación de lo pieza
al Museo de Bejo. Ha de advertirse que en el mismo lugar de su
aparición hablan surgido otros muchos testimonios de época romano
y que existen ruinas, aun no excavados, pertenecientes, tal vez, o
uno "villa". Consérvese hoy en el Museo Regional de Arte y Arqueología Roinho o .~ Leonor, de Beja.
Fué dado o conocer por Abel Vi ano (lO) y luego fué estudiado
por mí (11) .
Es lo porte inferior de una imagen de Aphrodite de Aphrodisiós.
Lo visible nos muestro tres fajos o zonas con los siguien tes escenas,
enumerados de arribo abajo:
o.-Las tres Chorites en pie, desnudos y abrazados, según la
fórmula consabido; o ambos lados del grupo dos cornucopias de los
que, las gracias de los extremos, toman unos frutos.
b.-En lo foja del medio una Nereida sobre hipocampo o, me jor,
Aphrodite como diosa de lo mor, cabalgando sobre un cornero marino; detrás salto un delfín.
c.-Lo fajo inferior muestra tres Erotes alados con racimos (?)
en los monos.
El conjunto presento lo formo de un tronco de cono invertido, o
ambos lodos del cual caen, con cierto rigidez a rcaizante, unos pliegues, los correspondientes al monto que cubría o lo fiquro, según
se ve en los paralelos mejor conservados. De ellos se deduce aue en
nuestro fragmento fol ta una foja, lo superior, que contendría los
bustos de Helios y Setene (Ares y Aphrodite, según sospechas menos
(9) HASS: "Bildera tlas zur Relig ionsgeschíchte", Die Religionen in der Umwelt des Urchristentums, Leipzig 1926, XVI y ss.
(lO) "Museu" 11 (1943) nllm. 4, pág. 47 y ss. fig. 1, y en "Archivo Español
de Arqueología", XIX, 1946, pág. 95, fig. 4.
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO: "Esculturas romanos de España y Portugal",
Madrid 1949, núm. 160.
-221-
[page-n-245]
4
A. GARCIA BELLIDO
fundados) . Faltan también los extremos del chitón o túnico interior que cubriría los pies; éstos se asentarían, probablemente, sobre
un plinto en cuyo frente figurarían dos palomos afrontados, sosteniendo con el pico uno guirnalda . El resto, desde lo cintura poro
arribo habría de ser como en sus paralelos más cercanos.
Entre estos señalamos, los figuras de So lona ( 12), Romo, Termos (antes Mus. Kircheriono) ( 13), Colección De Clercq (14) (reproducido aquí en lo lóm. 11), Colección del Príncipe Rupprecht, en Mu nich (15), Florencia, Uffizi ( 16), los dos ejemplares de Erlongen ( 17),
Museo Vaticano ( 18}, Museo Cívico de Bolonio (19), el que, como
procedente de Ariccio, estuvo en lo colección Despuig, de Palmo de
Mallorca, hoy en lugar por mí ignorado (20) y Boolbek, en lo colección Durighello en 1921 (21).
( 12) FREDERICH, 16m. XI, k.
(1 3) FREDERICH, lám. XI I, j; HELW IG "Führer", 3." ed. 11, núm. 171 5.
( 14) FREDERICH, pág. 341, 1 (Col. Hoffmann); DE RIDDER "Coll. De
Clcrcq", IV, 1906, 16m. VIII.
( 15) ARND- AMELUNG: "EA", 927; vaciado en e l Museo de Yesos de Berlín, CARL FRIEDERICHS y PAUL WOLTERS: "Gipsobgüsse antiker Bildw.", Berlín
1885, núm. 1551; FREDERICH, lóm. XII, e; FREDERICH, pág. 364 g; REINACH:
"Rep. Stot", 1, 298, 3; F. MAGI: "Rendiconti Pon ti f. Accod. Archeol." XII, 1936,
fig. 3.
(17) F. MAGI, figs. 5 y 6.
(18) F. MAGI, figs. 1 y 2.
(19) F. MAGI, fig. 4.
(20) HUE BNER : "Ant. Billdw.", núm 806; FREDERICH, póg. 364m; F. MAGI,
página 223, noto 6.
(21) RE INACH: "Rep. Stot.", V, 109, 3.
-222-
[page-n-246]
GARCIA Y BF.L LIDO.- Aph ro ditc de Aph rod isiós
Fragmen to de uno imagen de Aphrodite de Aphrodisiós.
(Bejo, Museo).
!Fol. A. Vioncl
LAM. 1
[page-n-247]
GARCIA
Y BF.LLIDO. -Aphrodire de Aphrodisió,
Imagen de Aphrodite de Aphrodisiós. (Col. De Clerq).
1-AM. 11
[page-n-248]
MANUEL GOMEZ MORENO
(Madrid)
El plomo de Liria
En la Memoria del Servicio de Investigación Prehistórica de
\falencia, correspondiente a los años 1940 a 1948, su benemérito
director, don Isidro Bolles ter, cuyo recuerdo ahora exol tamos, relató minuciosamente el hallazgo de este plomo, con su descripción,
facsímiles 'r fotografías ( 1), todo ello perfecto menos lo que a mí
tocaba, o sean los facsímiles, pendientes de transcripción, que ya
re~uio en tanto no examinase nuevamente el original, de lo que no
hubo 0cosión hasta fecho próxima. Pero el mol tuvo mayor tronscendenc ia, porque en un libro mío, aparecido en 1949 (2), se in~erté r.oticia sumaria del m ismo, con muestro de su escritura y
ensayo dP. transcripción, desdoblando su línea reescrita. Visto ahora
de nuevo el plomo, gracias o la benevolencia de don Domingo
Fletcher, yo no puedo menos de acudir o lo rectificación de todo
ello, aunque siempre desconfiando de alcanzar la perfeccón desr.oda.
Cuando por primera vez lo tuve en mis manos, en 1942, ya
estaba desenrollada, mas no roto del todo, y se había perdido un
p!~queñísi mo trozo de su borde inferior con alguna letra. Ahora
quedo a salvo de más deterioros, metido entre cristales; pero su
caro exterior sufrió uno oxidación hacia lo porte medio alto, quizá
por mol extirpado el ácido que prir:nitivomente se empleara poro
( 1) l. BALLESTER TORMO: "Lo labor del S. l. P. y su Museo en tos años
19'10 a 1948" , Va lencia 1949, pág. 137, figs. 1 y 2, lóms. XXXIX o XLI .
(2) M. GOMEZ MORENO: "Misceláneos. Historio, Arte, Arqueología. Primero serie: Lo Antigü edad", Instituto Diego VelózquP.z del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Madrid 1949, póg. 306.
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2
M.
GO~IEZ ~IORENO
limpiarlo, dejando invisible parte de su escritura. Las fotografías
obienidas antes permiten salvar este defecto, que podrá remediorse con uno segunda limpieza.
Esto coro exterior del plomo contiene un texto en cuatro líneas,
grabados muy débilmente y además confusos, yo por hendiduras,
que son trozos de lo otra coro tronsposondo el sutil grosor del
plomo, yo por sus dobleces, ya por erosiones de los bordes Así
re su 1tan dudas en lo primera línea, en el ú 1timo tercio de lo segunda y más en lo último, que no alcanza sino o lo mitad derecha
y cuyo final desaparece entre mellas, trozos informes, como tacha duras, y un taladro red?ndo, tal vez anterior o lo escrito y qu izó
poro colgadero. He aquí co leado lo que acierto o ver fatigosamente
(fig . 1) .
Su transcripción da lo siguiente, y presento unidas las letras
que corresponden a cada signo silábico, dejando espaciadas entre
sí lo.; demás, en esta forma:
ta u r u ba s ti gi n i ce i r ca i s ca r bo u ti n e ...
o bo n a r : e ~ e ba u s i ti r te i e r e n e n a
1
ca n s u r ce ca ta n : s a ca r i s ce ~ bo i ba ta r o ti
e i te r ba e bo s e r i e r e ...
Clo~omente sólo se aprecian dos grupos de a tres puntos enfilodoc; verticalmente, según costumbre, separando palabras.
J.• línea. Los tres primeros signos san algo dudosos, y al gi pudiera seguir algún otro signo, pasando lo siguiente o un nivel
superior y con royo sotopuesto a lo largo. Aquí la oxidación deja
poco visibles algunos caracteres; entremedias aparecen trazos, calados de la otra haz del plomo, que pueden confund irse con el
ba ibérico y al fina l queda incierto si hubo más letras. Del bastigi
luego se dirá.
2.• línea. Perfectamente claro hasta el te; lo demás dudoso, de
menor tamaño y como escrito por otra mano.
3.• línea. Una raya, a todo lo largo del plomo, dejo bajo ella
los cinco primeros caracteres, pasando luego por encimo el resto, y
es la línea que menos dudas ofrece; sin embargo, resulta confuso
el grupo rceca, viéndose, tras de la r, tres trocitos oblícuos, como
para tachar una a levemente marcada. Aquí se nos ofrece conocida
la palabra sacariscer, según veremos.
-224-
[page-n-250]
e
E
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[page-n-251]
4
M.
GO~IEZ ~IORENO
4.• línea. Parece comenzar desde que lo anterior paso por
encima de lo roya: apenas visible su arranque; el final, borrado a
fuerza de royajos y de mellas en el plomo.
De todo este escrito no resu lto notorio sino el socorisce r, de
que yo se marcó la trayectoria en el susodicho libro (3); pero cabe
ampliarlo con otro aparición reciente en E:l plomo de Mula (4).
escrito en caracteres griegos exactamente como los de Alcoy, donde
se lee sakarbik, acercándose al sacorbisca del plomo tartesio de
Mogente. El boibatorati que sigue se aproxima o los isbatoris e
isbetorticer de dos est elos saguntinos (5). El erebousi de lo segundo
línea y el baser de lo cuarto se asocian con otro baser del plomo de
A lcoy, e l arebas igon de un tiesto numan ti no y el baisereban de
Fraga; asimismo, e l boutine de lo primero línea va con un boutintibas en la patero de Tivissa. Más notable sería referir el bastigi
a lo región bastetano, cuya capital pudo llamarse así; pero sólo
cons tan las formas Mostio y Bosti en los geógrafos.
Posando o lo haz interior del plomo, su escrituro se ofrece muy
desconcertado; mitad por mitad, o lo largo, dispuesto en sentido
contrario entre grandes huecos y con desaliño, sobre todo en lo
que corresponde a lo porte inferior de lo otro hoz, pero revelándose ambos como obra de uno misma mano.
En lo parte superior se extiende una rayo a lo largo, que dejo
espacio encima paro una línea de escrituro, cuyo contexto parece
completarse en otra media línea por bajo de aquella. Hecho es to,
y por otra mano, se sobrepuso un segundo texto al primero, pisóndolo y provocando tal enredo de trazos, que el discernir lo que
a cado uno corresponde ha sido o costa de reiteradísimo estudir>
,
como se apreciará por el calco adjunto. Su resu ltado, por lo que
toca a l primer texto, arrojo lo siguiente . (Figs. 2a, 3.a y 4 .") :
i u
1
s a du r a ,;, te u t i to ca ca i te ba i s ,.;, i
1
ti r
bi du ca ; i n
u s ta 1 a i bi
(3 )
e bo
s ce ca ti r
M. GOMEZ MORENO: lbid, pág. 261 .
(4) E. CUADRADO DIAZ: "El plomo con inscripco ibérico de l Cigorrolejo,
ón
(Mulo , Murcio)", en Cuadernos d., lli~lorio Prionilivo, oiio V, núuo. 1, Modoid
1950, pág. 20.
(5 ) M . GOMEZ MORENO: lbid., págs. 30 1 y 302; HUEBNER, "M. L. 1.",
pág ina 160, núm. XXVII
-226-
[page-n-252]
EL PLOMO DE LIRIA
S
La división de palabras es casi arbitraria. La primero du queda
poco visible; la segunda u parece escrita dos veces, y la to que
sigue quizá sustituye a una s borrosa, como cancelada; las dos m
tienen forma de Y , variante notoria de V, letra sobre· la que
!e di~cute mucho, aunque su nasalismo resulta acreditado (6); ella
excluye cbsolutamente la otra forma iberofenicia de m, '1" , en
todo el territorio septentrional, a partir de Liria, donde ambas aparecen, aunque nunca en una misma pieza, faltando aquella otra, la
V , en lo ibérico meridional y tartesio. La segunda línea lleva su
i sobre una tachadura de bi, que es la letra siguiente, y quizá
después de ella haya un punto.
El segundo texto, que va sobre el anterior, invalidándolo en su
mayor parte, pero sin destruirlo, y que revela otra mano e instrumento más grueso, parece resolverse en la siguiente forma (figura 4.n):
a ba ~ i e n : s o a s e : e a ti ce t o a : 1 e u ce a ti to ca
Queda patente la división de palabras con filas de a cuatro
puntos. En la segunda palabra su o, se grabó dos veces, con
trazos muy finos una de ellas, como si en la escritura anterior ésta
sustituyese a la te, EB, con que coincide, o a la inversa. En la
última palabra, su segundo signo, ~, va t ranscrito por e, como
recurso ante la aparición de un signo que no apreciamos antes,
parecido a la e celtibérica y a un signo tartesio; asimismo, dos
tiestos, también de Liria, lo llevan en estas palabras: ~guegiar,
aidul~gute (7), y aun la misma haz del plomo en cuestión permite
leer bo go ~ g u, según veremos. Resulta en estos tres casos que
el ta l signo va seguido de g u, particularidad notable, pero sin trascendencia poro valorarlo, quedando sólo la persuasión de no ser
consonante, ya que en l~ueeatitoea forma silaba entre 1 y u.
Bajo el doble texto anterior y vuelto en se'1tido contrario el
plomo, léense otras líneas de escritura. A la izquierdo, junto al
borde, esto: o bo ~ to ri ce : i u, que parece de la misma mano
que el primer texto y comienzo con las mismas letras del segundo.
(6)
(7)
M. GOMEZ MORENO: lbid, póg. 263.
M. GOMEZ MORENO: lbid, póg. 304, núm. 56.
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M . GOtvmz MORENO
El abar es radical, frecuente y ya notoria (8), pudiéndose añadir
a el lo una moneda de la Narbonense, mal leída antes, que dice:
a bo ; go n ti n, (9}, y otra 1ibiotortesio con ta r a ca ( 1O).
Más abajo, en el borde izquierdo, asoman dos o tres letras,
claramente e la primera, y esta misma, en sentido contrario y
aislada, se les aparta hacia el centro.
Finalmente, a la derecha, llegando al borde, hay otro por de
letreros. El de encimo, cortado por mel las del plomo, deja entrever
du go a r gu n, casi perdidas las primeros letras. La segunda línea,
que empieza más o lo izquierda, ofrece, mal trazado y con dudas
de interpretación, lo siguiente: i ; a ba ; bo go ~ gu bi ~ o gi s'.
El abar queda apenas visible, y la última ;, mo l redondeada, tampoco se garantizo.
Este plomo, de tan deslucido cuanto difíci l estudio, hubo de
tenerse en cierto aprecio, puesto que se le guardaba cuidadosamente enrollado dentro de otra chapa de plomo, grueso, con taladro
redondo en medio y doblada por su mitad. En ella, por su coro
exterior, un laberinto de royas, parece destacar grandes letras
ibéricos, que suenan i n e, cruzados por uno posible go; además,
en el borde alto, sobre royo a lo largo, se enfilan una ; , puntos y
hasta veintiún palotes, que determinan cosa de contabilidad, segu ramente. En la otro cara del plomo, más royas cruzadas, y en el
borde tres letras menudas, reconocible por ~ lo de en medio, seguidas de t res puntos, enfilados verticalmente, según costumbre, y
a lo menos otros siete palotes.
Tras de todo lo dicho, una conclusión desalentadora: este plo mo nada nuevo enseña de iberismo, ni aclara el contenido y significado de éste y los demás ejemplares análogos. Las cuentos de su
cubierto pueden serie extrañas, y el texto reescrito podría juzgarse,
muy a la ventura, como solución a l problema planteado en lo demás
del escrito, por virtud, acaso, de artes mágicas. Pero es demasiado
poco lo que se nos alcanza de aquella sociedad, empezando por e l
lenguaje, para razonablemente sorprender sus intimidades.
M . GOMEZ MORENO: lbid, pág. 279.
H ILL:
"On the coins of Norbonensis with lberion inscriptions", PI.
VI, núm. 3.
(1 0 ) A. VIVES: "Lo monedo hispánico" Madrid 1926, lám. XCVIII, "Abro"
n.:1mero 4, ejemplar molo.
'
(8)
(9)
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PlO BELTRAN VILLAGRASA
5egóbriga
Es cosa por todos sabida, que el estudio de las antigüedades
hispanas está íntimamente ligado a l de las identificaciones de los
pueblos antiguos, citados en las fuentes, con otros modernos; y
no es menos conocido el hecho, de que las noticias antiguas son
pocas y no muy específicas poro lograr dichas equivalencias, salvo
en aquellos casos en que no hubo interrupciones en las vidas de
los ciudades, o cuando éstas conservaron intactos o muy poco variados sus antiguos nombres. Pero aun en dichos ocasiones hoy
ejemplos de translaciones de pueblos o puntos próximos que deben
ser tenidos en cuenta.
Este trabajo, fundamental poro todos los estudios, ha sida y
sigue siendo fuente de discusiones apasionados, sobre todo cuando
los autores creen que son mejores patriotas si acumulan muchos
ciudades antiguos en sus comarcas nata les o en los territorios que
habitan o sencillamente en los que se proponen estudiar y cuando
o falto de pruebas mejores se fundan en las homofonías que se
presentan entre nombres antiguos y modernos, reforzadas, a veces,
con la existencia de campos de ruinas antiguos ton frecuentes en
nuestro península.
Cuando algunos de estos circunstancias convergen en un lugar
preferido o estudiado por el autor, es muy frecuente que éste se
decido a buscar más pruebas paro su tesis y que al forzar y aun
falsear los razonamientos hobi tu o les se llegue o conclusiones que
parezcan definitivos. Y si e l autor en cuestión es afamado, sus
afirmaciones suelen ser los únicos pruebas que pueden alegar sus
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2
P. BELTRAN
seguidores. Llenos están los libros de identificaciones formulados o
lo ligera que, hechos de buena fe, suelen tener fundamentos de,
leznables.
No me refiero aquí a otros muchos cosos en que lo pasión
convierte en falsario inconsciente, o consciente, o un autor, cuando
éste con tal de tener rozón y de poder ilustrar o enol tecer o su
patrio o al pueblo preferido, no vacilo en aman tonar razonamientos
erróneos o capciosos y, lo que es peor, en falsear lo procedencia
de restos arqueológicos, en modificar antiguos referencias, e in cluso en falsificar textos que apoyen sus teorías. Son muchos los
ejemplos que pueden ponerse, pero citaré aquí ton sólo el conoci dísimo del insigne anticuario Andrés Resende al ilustrar o lo ciudad
lusitana de Evora. Y aun todo esto es un progreso si se le compara
con la práctica de distribuir los pueblos a capricho por los ámbitos
de la península.
Si posamos ahora o lo porte externo de los discusiones, resulta
verdaderamente penoso reposar los controversias sobre dichos materias, que son fatigosas y a veces agresivos aun tratándose de
personas correctísimas en todos los demás actos de su vida, pues
los disputadores son capaces de ceder en todo menos en que tengan
rozón sus contrarios, y de tal manero embarullan los asuntos que
los lectores no logran averiguar quién tenía rozón (o veces no la
tuvieron ninguno de los contendientes) y llegan o conceder eclécticamente que lo tuvieron todos y que existieron varios ciudades
con un mismo nombre, aplicando a coda una de ellas las noticias
que parecen más pertinentes paro coda solución.
Son mucho peores los casos en que se propusieron y perpetuaron
fraudes interesados, fueron inventados privilegios y derechos, y fal sificados documentos, pues al pasar de los siglos son mirados con
respeto tales fal sedades que el tiempo parece haber confirmado si
no ha sido demostrado su calidad. Por tanto, cuando en algún coso
se logre hacer dicho demostración, lo más elemental norma de
conducto, obligo al abandono de cuantos pruebas se deriven de
toles falsedades y terminar con los ficciones establecidas, por mucha raigambre y antigüedad que tengan .
Todos los recursos arriba indicados han sido utilizados poro lo
localización de lo antiguo ciudad celtíbero, y luego romano, llamado SEGOBRIGA, y aunque hoce tiempo que lo verdad debif
imponerse, todavía autores perezosos o de bueno fe, aceptan soluciones claramente equivocadas o se sitúan, edécticomenle, en el
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SEGOBIHGA
3
terreno de la pluralidad de ciudades de dicho nombre para no chocar
con las d iversas y dispares soluciones. Adelantaremos que uno de
los pocos ejemplos de firmeza lo ha dado el doctor Adolfo Schulten
{1), al sostener sin componendas su opinión deducido de los hallazgos de finales del siglo XVI II.
Lo identificación de Segóbrigo con Segorbe, fué consecuencia
de lo combinación de uno homofonía entre los dos nombres, con lo
conveniencia de un Obispo (según veremos), y uno vez establecido
se buscó el apoyo de los lápidas geográficas, de los monedas hallados en la comarca y de los documentos medievales, formando
un sistema completo de confirmación de la identidad que permitió
sostenerla durante siglos, hallando así un nuevo apoyo en esto
persistencia de lo teoría. También se recurrió o los documentos,
con raíces antiguos, al parecer, los cuales siendo unos veces ciertos
y otras fa lsos, fueron acomodados a la teoría sostenida. Entre los
documentos medievales que don nombres de ciudades, figuran las
"Nominoe Sedium" redactados en lo época de lo Reconquisto y
que parecen derivar de uno o varios modelos de lo época goda,
existiendo uno de ellos, muy generalizado, que parece posterior al
traslado de la Diócesis Catalana o su vecino Beotio en tiempo de
Recesvinto (lo capitalidad administrativo había sido trasladado en
tiempo de Tulgo, según los monedas) . Estos ejemplos fueron redactados siguiendo un orden geográfico dentro de cado provinci.o
eclesiástico, el cual continuó sensiblemente en los copias, aun
contando con los olvidos y tergiversaciones de los copistas. Dentro
de lo provincia Cartaginense, con su metrópolis en Toledo, oparece en un grupo de textos casi siempre el siguiente orden: Valentia, Voleria, Segóbrigo, Arcábrico, Compluto, formando porte de
uno cadena bien articulado dispuesto de SE. o NO. y que permite
situar aproximadamente los Diócesis de Segóbrigo y Arcábrico conocidas los ot ros. Pues bién, los autores que tenían sus presupuestos sobre la situación de lo Diócesis y sede de Segóbrigo hici eron
los imposibles paro que lo citada ciudad cayera donde habían supuesto, aunque se vulnerara un orden tan manifiesto.
Este caso y todos los aná logos se discutieron apoyándose en
un famoso documento conocido con los nombres de "División" o
"Hitación de Wombo" , que en esencia es en todas sus variantes
(1) A. SCHULTEN : " Scgóbriga" , en Deut schc Zei tung für Sponien, 2 5 do
marzo y 1O de abril de 1929.
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P. BELTRAN
una de las Nóminas antedichas donde las Diócesis vienen delimitados o amojonados mediante cuatro puntos caprichosamente elegidos
y que o lo sumo pueden corresponder a puntos arbitrariamente tomados de un mapa y que no pueden hacer fe poro reconocer un
estado antiguo de los límites de los Diócesis visigodas. Este documento es folsísimo en todas sus portes y fraguado de 1065 o l 0'
en Nájera poro dar antigüedad o este Obispado y pudo tener un
fundamento empírico o caprichoso sin precedentes antiguos aunque
hoyo homofonías curiosas entre los pueblos terminales allí nombrados y otros modernos; aporte del concienzudo análisis que le
hizo el señor Vázquez de Porgo, tengo escrito lo historia de este
magno fraude que al transcurrir el tiempo tuvo, y tiene, tal importancia que son muchos los límites entre los Diócesis actuales
que han sido acomodados a sus indicacion. s y que fué invocado en
e
todos los pleitos entre Obispos vecinos, procurando cada una de
los partes aprovecharse de la indeterminación de los nombres para
prolongar sus Diócesis por extensos comarcas en litigio y aun fra guar nuevos documentos con fechas antiguos de acuerdo con sus
indicaciones. Séame permitido, mientras no sea publicado mi di sertación, observar que desde tiempos del Padre Flórez y de don
Juan Antonio Moyáns fueron holladas muchas pruebas de su fal sedad y que modernamente tanto Sánchez Albornoz como Vázquez
de Pargo calaron bastante en sus falsedades. Pero cuando algún
benemérito historiador, medieval o moderno, ha consignado que
fué fraguado en Nájero, hubo de hacerlo por intuición, ya que de
haber tenido pruebas no hubiera dejado de presentarlas.
Todavía hemos de hacer constar la contradicción que supone
el hecho de que existan autores enemigos de la autenticidad de
lo " Hitación" y que sin embargo, lo aprovechen para aclarar di versos puntos dudosos. La explicación de esta sinrazón es sencillo
y manifiesta, pues a lo último que renuncian los historiadores es a
dejar de "hinchar" sus capítulos y a declararse ignorantes de ciertos pormenores y en este aspecto al prescindir de lo "División de
Wamba" pierden uno copioso fuente de conocimientos aunque sea
sabido que son fantásticos.
Como se verá más adelante la Diócesis moderna "Segobrigense"
fué fraguado atendiendo o dicha famosa "División"; pero conocidas sus cua lidodes suprim iremos los abundantes y largos disertaciones sobre estas referencias, que pueden verse en todos los
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SEGOBRlGA
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1ibros dedicados a situar la antigua ciudad y o delimitar su Diócesis
antigua.
Finalmente el método mós inmediato y elemental consiste en
asimilar pueblos antiguos con otros modernos de nombres idénticos
o análogos, el cual puede ser perfecto si la coincidencia es absoluta
y no hay rozones importantes en contra; pero si la coincidencia
es una simple homofonía y no hay otras razones decisivas, o por lo
menos positivas en su favor, y además un hombre de reconocido
mérito hace suya una determinada asimilación entre las localidades
antigua y moderna de nombres análogos, lo más cómodo para los
expositores y au tores posteriores es aprovecharse de la noticia para
escudarse con lo propuesta y el prestigio de su antecesor y el capricho o el error se transmiten o través de los tiempos dando como
ciertas e inmutables correspondencias que fueron infundadas en
su origen . Claro que el mal se agrava al recurrir al desacreditad"
método de las etimologías, que aun siendo pertinentes y ciertas raro
vez sirven para justificar una tesis.
la exposición anterior estó hecha atendiendo a que ol intentar
fijar la situación de la antigua ciudad celtíbera de Segóbriga
todos los métodos de discusión indicados han sido utilizados con
más o menos acierto y habiendo adelantado algo de dichas prácticas viciosas nos ahorramos de ir desmenuzando los argumentos
aducidos por los muchísimos autores que han intervenido en el
asunto dando lugar a larguísimas (y a veces enojosas) discusiones
que hace mucho tiempo debían haber sido abandonadas, ya que
desde finales del siglo XVI II no cabe duda de donde estuvo tan
ilustre ciudad.
Pero el natural afán de los escritores de alargar sus trabajos
e ilustrar a los pueblos que estud ian, hacen retoñar frecuentemente
estos brotes de ingenua erudición y vuelven a ser repetidos y d iscutidos hasta la saciedad temas infundados que ya no tienen más
interés que el puramente histórico. Y para no caer en la tentación,
suprimo toda la inmensa bibliografía sobre este asunto salvo la
indispensable para ir siguiendo el origen, evolución y solución de
esta cuestión tan interesante para la historia de nuestra patria .
Al ir haciéndose la Reconquista de nuestra península las ocupaciones de terrenos obedecieron muchas veces a las variables y
caprichosas circunstancias que fueron presentándose y otras a
pactos que si bien pudieron estar fundados en la fuerza también se
pensó alguna vez en acomodarlos a las antiguas demarcaciones de
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6
P. BELTRAN
los que ton poco se sabía, salvo lo que lo tradición oral había transmitido y lo que indicaban antiguos señales no stempre cloros. Así
fueron restaurados antiguos Diócesis y fundándose otros sin antecedentes históricos los cuales se procuró documentar inventando
instrumentos e historias antiquísimos y logrando de los reyes privilegios y dotaciones que dieron lugar o cotos y jurisdicciones muy
dilatados aunque con esto fueron vulnerados los derechos y honores
de los vecinos. Llenos estaban los archivos de pleitos enojosos, de
escrituras espúreos, de laudos bien o mol acertados e intencionados
y los más grandes fraudes como el citado documento atribuido o
Wombo (y otros muchos interesantes) tuvieron esos orígenes.
En el año l 085 el rey Don Alfonso VI conquistó Toledo,
antiguo capital godo y metrópolis primado de su reino y restauró
su Obispado haciendo metropolitano o don Bernardo, el cual obtuvo
del Popo Urbano 11 lo Bulo de 15 de octubre de 1088 donde además de confirmarle su antiguo derecho de "primacía" sobre todos
los Diócesis peninsu lares, le concedió que pudiera restaurar los
Diócesis sufragáneos de Toledo conforme fueron conqu istados sus
territorios y aún que actuase como metropolitano de aquellos otros
creados en lugares que hubieren obedecido en tiempo o otros metropoli tonos mientras tonto que estos no fue ron restaurados.
Lo conquisto de Toledo fué seguido de incursiones afortunados
por Corpetonio y Celtiberia pero lo llegado de los Almorovides y
e l desastre de Zo loco (Socrolios o Sogrojos cerco de Bodojoz) en
22 de octubre de 1086, les hizo perder mucho de lo conquistado y
los años sucesivos fueron de victorias y derrotas alternativamente.
En el año 1108 perdió Alfonso VI en lo derroto de Uclés o su único
hijo varón el infante don Sancho y en 1 de julio de 1109 murió el
rey. Posaron años y aun reinados y al morir el Emperador en 11 57
volvieron o separarse León y Castillo y en el reinado del monarca
castellano Alfonso VIII se conquistaban de nuevo ciudades y castillos varios y en 1177 lo plazo fuerte de Cuenco. En estos guerras
ayudaron o los castellanos los caballeros de lo Orden de Santiago
y en 1175 les dió Alejandro 11 1 su Bulo señalando o Uclés como
uno de sus posesiones donde se instalaron en 1177 llegando a ser
lo cabezo de la Orden.
Independ ientemente de Cast illo, el Rey Lupa cedió en 1160 el
castillo y ciudad de Albenrozín o Don Pedro Ruiz de Azogro, hijo
de Don Rodrigo, señor de Estella, y el nuevo señor pidió al Cardenal Jacinto Bobo (luego Celestino 111) durante su segundo legacía
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SEGOBRIGA
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en España, de 1172 o 1174, en nombre del Popo Alejandro 111 y
al Arzobispo de Toledo, Don Cerebruno, que fue se creado uno sede
episcopal en Santo Moría de Oriente o de Abenrozin e ignorando
o qué Diócesis hubiera pertenecido Alborrocín en lo época godo, al
fundarse en 1172 se le dió caprichosamente el título de Arcobri cense (Arcobicense o Ercavicense) y fué regido por el conónigc
toledano Don Martín, consagrado Obispo de lo nuevo Diócesis. Con
esto determinación el metropolitano de Toledo extendía su jurisdicción por comarcas que posiblemente antes no le habían correspondido, y de momento no había conflictos mientras tonto no fu esen
erigidos otros Diócesis vecinos.
Yo ha sido dicho anteriormente que durante lo Reconquisto se
tendía o restaurar los lími tes de los Diócesis mediante los señales y
los cadenas de tradiciones orales y algún peligro verfo el Obispo
de Alborrocín si conservaba el título de Arcovicense, cuando er'l
1 de marzo de 1176 lo cambió por el de Segobricense por hobers~
enterado que su territorio había formado porte de lo antiguo DíA
cesis de Seg6brigo, con lo cual evitó que al ser creado en 1 182 In
Diócesis de Cuenco poro sustituir o los asolados godos de Arcovir-n
y Volerio (ambos de Celtiberia) no fuero intervenido por lo conquense. En el año 11 83 el Popa Lucio 111 en su Bulo o lo Ig lesia
de Cuenca, decía: "Statuentes ut Archavicensis et Voleriensis
episcopotus ouctoritote apostolico in unum redocti".
El docto don Juan Bautista Pérez, Obispo de Segorbe en el
siglo XVI, copió en el archivo arzobispal de Toledo un documento
fechado en 15 de septiembre del año 1200 en el cua l el Obispo don
Martín "Segobricensis episcopus cum Ecclesio S. Marice de Borrozín, quom modo prosede hobeo" reconocía por me tropolitano
o! Arzobispo de To ledo don Martín López de Pisuergo como lo
había hecho con don Cerebruno al ordenarle paro esto iglesia y
en lo mismo formo continuaron sus sucesores.
Toledo tenía interés en situar la antigua sede Segóbrigo en
un lugar que alargase su jurisdicción sin pleitos de momento y se
pensó por simple homofonía en "Segorbe" apareciendo algo análogo en el sello de cero rojo de un documento de 1232 donde el
Podre Jaime Vil!onuevo {2) leyó "S(igillum) Capituli Segorvic. et S.
Marice de A!borroci no".
En el año 1236 lo ciudad de Segorbe ero del antiguo rey de
(2l
J. VILLANUEVA: "Viaje literario", tomo 111.
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8
P. BELTRAN
Valencia desposeído por Zaén y bautizado con el nombre de Vi cente; dicho príncipe hizo donación a don Guillermo, Obispo de
Albarracín (3), por escritura pública dada en Teruel en 23 de
mayo de 1236 de sus antiguos posesiones queriendo conservar sus
antiguos derechos a lo iglesia Segobricense, aunque no pudiera
hacerlo con todas los que le correspondían "secundum divisiones
inclitoe recordationis regís Bombae ab antiguo hobuit" para lo
cual le donaba lo porte que él poseía, a saber: Arenoso, Montón,
Castiel Montón, Sirat, Tormo, Fuentes, Villoholeva, Villamalud,
Bordelos, Arcos, Xodo, Bueynegro, Villamalea y además todo otra
comarco que pensaba adqu irir con el favor del Altísimo, o saber:
Onda, Nulles, Huxon y Almenara con todos sus términos y pertenencias, así coma por el otro lado, Alpuent, Cardehis, Andillo,
Tuessa, Chelva, Domenyo, Juliella, Liria, "et ind¡;> Murvedro" y todo
lo demás que desde allí hubiera hasta "Seg6briga" (Segorbe). En
19 de octubre de 1238 confirmó Zeit su donación en Alborracín
al Obispo S. (Simeón o Simeno = Ximeno) de "Aipont et de Toxa,
et de A!;agra et de Domeno" y de las demás villas que tuviera o
pudiera tener en lo sucesivo. Es coso interesante cómo fué creado
una Diócesis, que aun subsiste, partiendo del documento falso atri buído o Wombo y de uno simple homofonía que llevaba a la ciudad
celtibérico de Segóbrigo a un territorio edetano muy alejado y
donde ero imposible que hubiera estado emplazada.
Este Obispo don Simeón era o su vez un activo agente del
Arzobispo de Toledo, y así cuando en 1238 don Jaime 1 conquistó
a Valencia comenzó a dibujarse el gran pleito entre Toledo y Torragona respecto a lo jurisdicción sobre Valencia, pues mientras
tanto se tomaba posesión en nombre de Torragono, el citado Obispo
de Alborracín celebraba miso en Son Vicente de Afuera, y luego,
tomada lo ciudad, en lo Iglesia de San Miguel, etc. El Papo Gregario IX, accediendo o los deseos de Don :Jaime puso o la iglesia de
Valencia bajo la jurisdicción de Torrogona .
Desde la concesión de Zeit, señor de Segorbe, en 1236 hasta el
año 1245 los Papos escribieron o los reyes y ricos-hombres de
Arogón paro que conquistaron Segorbe y pusieran su iglesia bajo
lo autoridad del Obispo de Albarracín y la jurisdicción del Arzobispo de Toledo: Gregario IX llegó a escribir o Fernando 111 de
Castilla y León, interesándole en este asunto para socorrer la po-
(3)
VILLANUEVA: lbid, Apéndice V.
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SEGOBRIGA
9
brezo de su Obispo, el cual, conquistado pacíficamente lo ciudad
de Segorbe, tomó posesión de la iglesia, pero amotinados los moros
al oír los campanos tuvo que huir.
En 1247 ero Obispo Segobricense don Pedro Gordo o Gorcés
(4) que fué depuesto par él Obispo de Valencia don Arnou de Peralto, quien se fundaba poro ello en que por el mojón Alpont que
tenía Valencia en lo División de Wombo, quedaba Segorbe dentro
del Obispado de Valencia. Esta rozón ero uno sinrazón, por apoyarse en un documento falso; pero tampoco lo porte contrario tenía
más fundamento poro sus pretensiones.
En esto lucho por Segorbe y su Diócesis, el Obispo consigu ió
del Popo Alejandro IV uno Bu la de marzo de 1258 (5) acumulando
en uno los dos iglesias de Alborrocín y Segorbe, pero murió en
1271 sin haber conseguido alcanzar dicho unión y don Pedro Xi ménez de Seguro que le sucedió en lo mitro, tomó posesión con
fuerzas armados de lo iglesia de Segorbe y de los parroquias de
Xérica, Pino y Toro en 1273. Reclamó el Obispo de Valencia y
se promovió un pleito en el que, con fecha 13 de julio de 1277, fué
dado lo sentencio de que Segorbe poseyese ton sólo Segorbe, Al tura, Costelnovo y Begís en lugar de las treinta y seis parroquias
que reclamaba y que el Popo Inocencia VI restituyó o dicho iglesia.
Y desde este momento hasta nuestros dios, deja de interesarnos
lo vida de lo Diócesis segorbina fundado como si Segorbe hubiera
sido antes Segóbriga. Gracias o la persistencia de esto iglesia
se forjó un argumento fuerte, al parecer, y sobre todo cómodo, en
favor de lo asimilación de los dos ciudades antigua y moderna, odmi 1ido por gran número de tratadistas o todos los cuales puede
con testorse de uno solo vez, y con pocas palabras: que siendo su
origen arbitrario, nodo pruebo su persistencia.
Si intentáramos enumerar y analizar las opiniones de los autores sobre fa situación de fa antigua Segóbriga, hallaríamos una
mayoría a favor de Segorbe; pero como son la repetición de lo
opinión y fundamentos que presentó un autor anterior, no aumento
lo rozón el hecho de que hoyo muchos que así lo admitan, y si hi ciéramos el análisis de los argumentos anteriores veríamos repetirse
los mismos razonamientos equivocados, capciosos y aun falsos, an teriores.
(4)
(5)
VILLANUEVA: lbid, pág. 47 .
VILLANUEVA: lbid, Apéndice X.
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10
P. BELTRAN
Lo único que podrá servirnos poro dilucidar lo cuestión será el
examen de los datos positivos y definitivos, sin recurrir a grandes
discusiones ni o sutiles razonamientos y, mucho menos, a presentar
ninguno hipótesis previo, ya que los monumentos antiguos son suficientes para determinar la solución sin dudas de ningún género.
Aparte de los dos citos de Frontino (6) donde explica los dos
estra tagemas u tilizados por Virioto contra los Segobrigenses, y que
nada dicen sobre lo situación de este pueblo, los demás autores
dan siempre el dato de que fué ciudad de la Cel tiberio, lo cual
está en contra de su situación en Segorbe, según vi eron y adujeron
en todo tiempo los contrarios o esta solución. Plinio (7) puso o
esta ciudad en el Convento jurídico Cartaginense y llamándola
"coput Celtiberioe", es decir extremo de lo Celtiberia; además,
señaló, entre las producciones de lo comarco de Segóbrigo, lo
piedra especular que los mineralogistas modernos suelen asimilar
al alabastro yesoso o a lo anhidrita y que supon ía exclusiva de esto
comarca, pues na se explotaba a más de 100 millos de la ciudorl
(8), pero este da to no es difinitivo en pro ni en contra, pues ni
es cierto que tal mineral fuero exclusivo de una región ni el radio
que le asigno Plinio es concluyente.
Ptolomeo, con la imprecisión de las coordenadas que asignñ
o los lugares, con los errores en su distribución por t ribus o pueblos
y con los errores de todos clases producidos por los copistas, no
debe ser tomado como absolutamente exacto; aprovecharemos por
ahora tan sólo la noticia de que en e l núcleo de poblaciones celtíberos que situó, f iguran las que luego fueron sedes episcopales
de Ercavica, Segóbriga y Voleria, siendo fácil ver que todo su
Celtiberia la puso hacia el interior y no próxima a lo costa del Mar
Interno.
Más firmes y creíbles son las referencias de Estrabón en el
Libro 11 de su "Iberia", sobre los ce ltíberos o los que situó con
bastante precisión, al decir : "Más a llá de ldubeda com ienza in mediatamente lo Celtiberia, región amplio y de vario aspecto,
pero cuya mayor parte es áspera y está regada por ríos. Por ella
cruzan, en efecto, el Anos y el Togas y uno serie de otras corrien-
(6)
(7)
FRONTINO: "Strotegemoton", 111, 10, 6 y 111, 11, ~ .
PUNJO: "Notu rolis Historio", 111, 25.
(8)
PLINIO, loe. cit, XXXVI, 160.
-240 -
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SEGOBR IGA
11
tes, lo mayor porte de los cuales van o dar en el Mor Occidental,
tras surgir de lo (Celt)iberio; entre ellos está el Dourios... " (9).
Luego, más adelante, dice que hacia Occidente limitan con al gunos tribus de Astures, Gallegos y Vacceos y con porte de los Vetones y de los Carpetanos. Por lo parte meridional están los Oretonos y todos aquellos pueblos que habitan lo Orospedo, es decir,
los Bastetanos y Edetanos. Hacia el Este se hallo la ldubeda.
Nombra, luego, Estrabón ( 10), 1
1os cuatro fracciones de los
Arevacos y lo más poderoso de ellos, los Arevacos, limítrofes de los
Carpetanos y vecinos de los fuentes del Tojo, y además los Lusones
que pueblan lo parte oriental y confinan también con las fuentes
del Tajo. Después, al nombrar los ciudades celtíberos, nombro o
Segedo, a Palantia y a Segóbrigo y Bilbilis "cerco de las cuales
combatieron Metelo y Sertorio".
Finalmente un fragmento de lo ed. Casaubon, traducido por
Gordo y Bellido (11) dice que "tras los keltiberes, y en dirección
sur, siguen los pueblos que habitan lo Orospeda y los tierras que
baño el Soúkron- (sobreentiéndese en la porte inferior del curso de
este río). Estos pueblos son: los Edetonoi, hasta Karchedon (debe
faltar algo porque los Edetanos no llegaron o Cortageno), y los Bostetanoi y Oretonoi, hasta cerco de Molaka ". (Frog. 111, 4, 14) .
Claramente está manifiesto que los Edetanos fueron de la costo
y los celtíberos del interior, pero con el afán de tener rozón en sus
apreciaciones hubo autores que hicieron celtíberos o los edetanos
po1o que su Cabeza (o capital como ellos interpretaban) pudiera
es1ar en Segorbe, sin atender a su gran proximidad a la capital de
la Edetonio.
Yo hemos visto la asimilación literario, y por conveniencia, de
Segóbriga con Segorbe; los primeros autores del siglo XVI la
aceptaron, y los valencianos (Beuter, etc.) pensaron que con ello
enaltecían a su patria. Luego, otro valenciano ( 12) hizo una largo
y "razonada" defensa de esta asimilación, sin argumentos exactoc;
ni definitivos, y le siguieron otros muchos. Pero el texto de Estrabón es ton cloro, que fué suficiente poro que otros muchos negaron
(9) ESTRABON: "Iberio", 111 , 4, 12 (traducción de Gorcio y Bellido).
(1 O) ESTRABON: loe. cit., 111, 4, 13 (traducción de Schulten, Fontes Hisponioe, VI, póg. 226).
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO: "España y los "'s~ñoles hoce dos mil años,
según lo GeogroHo de Strobon". Madrid 1945, póg. 110.
( 12) G. ESCOLANO: "Décadas de lo Historio de lo Insigne y Coronado Ciudod y Reyno de Valencia", Valencia, 1610-1611.
-241-
[page-n-267]
12
P. BELTRAN
tal equivalencia, aunque no acertaron con lo solución conveniente :
y en estos discusiones los más acérrimos defensores de Segorbe
~omo Escolano y luego Flórez y otros, no vacilaron en forzar lo in terpretación de los textos, haciéndoles decir lo contrario de lo que
dicen, y en hacer razonamientos defectuosos, y aun sofísticos, sobre
todo poro disminuir el valor de los argumentos contrarios.
El citado Gospor Escolano, al publicar sus "Décadas" en 161 O
argumentó en favor de su tesis valiéndose de todos los medios
dialécticos a su alcance y aduciendo como fundamental el hecho
de lo aparición de gran número de monedas segobricenses en Segorbe y su campo; este hecho es decisivo E:'n algunos casos, pero
en éste hubo error (¿impensado a preparado?) pues en 1613 relató
el P. Francisca Diago (partidario de Segorbe) en sus "Anales"
( 13), que le constaba que los monedas de Segóbriga señaladas
por Escolano como existentes en el Archivo eclesiástico de Segóbríga y supuestos aparecidos en su terreno eran ton sólo uno opor
tación del Obispo para ilustrar su sede y que por ello hacía coso
omiso de otras distintas de lo expresado ciudad y de análoga pro·
cedencio no aducidos por "un autor moderno" (Escolano).
Por otro porte en los "Colectáneos de las piedras y ríos de España" del valenciano Francisco Llonsol de Romaní y del andaluz Bachi ller Molino fué descrita una piedra, que dicen haber visto· en Segarbe, dedicado por los SEGOBRICENS(es) o un compatricio suyo y que
nadie volvió a ver. Todas los referencias sobre ello (14) tienen e:
mismo origen y no aumentan el valor de lo primero referencia, y
aunque Vázquez Siruelo y Mayáns negaron su autenticidad, no es
discreto hacerlo o priori sino después de haber estudiado otros circunstancias, ya que de ser cierto la procedencie hubiera oodido ser
prueba decisivo.
Escolano lo copió incompleta y los demás autores como va o
continuación, tomado de Flórez ( 15), aunque con diversos divisione~ de sus renglones según achaque demasiado corriente en su5
c<.:pios.
Lo copio de Flórez dice
(13)
(14}
( 15)
F. DIAGO: "Anales del Reyno de Val encia" , Valencia, 1913.
ESCOLANO, lbid.; DIAGO, lbid.; GRUTERO (1 , 2, CCCXX, ex Schotto) .
FLOREZ: "España Sagrado", VIII, pág. 1OO.
-242 _:_
[page-n-268]
SEGOBHIGA
13
L. AEMIL. L. F. GAL
FLAM. ROM. ET. DIVOR
AVGG. STATVAM. AER
E. PVB. PATRIAE. DECR.
E. PVB. ETIAM. PECVN.
SECOBRICENS. EREXERE.
y se ve es defectuoso y aun posiblemente mterpolada o falseada,
pero es conveniente no decidirse contra "!lla mientras quede la
duda de su procedencia.
Resulta, por tanto, que los hechos positivos aducidos en favor
de Segorbe no pueden ser calificados como decisivos, en todo lo
escrito, ni podemos conceder análogo valor en contra a los negativos, sin determinar previamente la verdadera situación de la antigua SEGOBRIGA poco decisiva en los argumentos de los contrarios
ée la solución Segorbe.
Así, Jerónimo de Zurita, Cronista de Arogón, en sus "Anales"
y en las cartas dirigidas al Obispo de Segorbe y luego en 1578 a
don Antonio Agustín, indicaba su posible situación en Alborrocín,
fwndándose en una mala interpretación del párrafo de la luche
en tre Metelo y Sertorio, haciéndole decir que se había dado una
batalla cerca de ambas ciudades de Segóbriga y Bilbilis, las cuales
se hallarían próximas, y esta opinión fué sostenida por a lgunos
autores y fina lmente por Masdeu (16) que antes había aceptado
la solución Cabeza de Griego. Es evidente que si la opinión negn ·
tivc de Zurita contra Segorbe tenía un valor, la posi tiva en favor
de Albarracín nada vale. Contra dicho negativa, reaccionó Esco ·
fono al final de su disertación en favor de Segorbe, argumentar>do
con el sofisma siguiente: " Pero paro ingenios qu!! no sean de dura
cerviz bastará todo lo sobredicho y que sienten lo mesmo Vasc;eo,
Tarafa, Carolo Clusio, Manuel Enríquez, Pineda, Marieto, el Cardenal Loaysa, Beuter y ot ros infinitos". Dando valor a mayor núf'l"ero de partidarios que lo fueron rutinoriomente o por lo repetici.Sn
do las mismos rozones equivocados o capciosos.
Con sólo atender o los hechos consignados, los tres obispados dP
Ercovico (o Arcobico), Segóbriga y Volerio, formaban porte de Cel t!beria; y como los primero y tercero formaron lo Diócesis de
Cwenco, dentro de los límites de ésto han de ser buscados y fuP.ro
el de Segóbrigo; además Ercovico fué del Convento Jurídico de Ce{16)
MASDEU : "Historio crítico", XVII, póg. 292.
- 243 -
[page-n-269]
14
P. BELTRAN
sorougusto y serio el más septentrional, pues los otros dos dependían de Cortogo Novo. El lugar de Volerio es conocido en los ruinas
situados entre Velera de Abajo y Velero de Arribo (al c;ur de lo
c'udod de Cuenco); luego si se logro fijar el de Ercovico no será
difícil situar a Segóbrigo en un punto intermedio adecuado.
Entre los tentativos poro situar o Ercovico (corrupto luego
en Arcobico o Arcobrico) debe ser citado lo de Moret en 1678
(Investigaciones, cap. IX), que lo identificó con lo "Ergovio" vosona de Ptolomeo y lo situó en Milagro (confluencia del Arogón con
el Ebro), atendiendo al orden en que aparece en Plinio dentro del
Convento Cesarougustono; pero este orden ec; ortográfico y no geográfico, y tal atribución no tiene valor ninguno, aunque Heiss s; tuara en dicha localidad la ceca de las monedas con ERCAVICA.
Tampoco es posible confundir la Arcobrica del "Itinerario" (entre
''Aquae Bilbilitanorum" y "Segontia") con lo Ercavica episcopal, ni
.a<':cptar la posición de ésta en Molino de Aragón como lo hicie·on
los historiadores locales o veces con muchísimo aparato de erudición
como puede verse en Anselmo Arenas ( 17).
La situación en Alcañiz obedece al mismo prurito de los historiadores y eruditos de todos los tiempos de enaltecer sus países y
aparece consignado en historias manuscritas o impresas de dicha
ciudad, como el manuscrito de Micer Alonso Gutiérrez, de 1540; en
las "Antigüedades y Excelencias ... ", de Pedro Andrés Zapa ter, impresas en 1704; en el "Teatro Histórico de las Iglesias del Reir:o
de Aragón" ( 1782-1785, tomo IV, pág. 262), por el P. Lambzrto
de Zaragoza, y se extendió mediante la edición de Lyon del año
154 1 de lo obro de Ptolomeo hecho por Miguel Villanovano o de
Villanueva (Miguel Servet). El origen está en lo frase "Aiccñiz
hodie Erganicium" sin más fundamento que uno mala homofo.,ro
aceptada sobre todo por los autores aragoneses. acompañada de
los supuestos ha llazgos de monedas ercavicenses, unos legítimos,
otros mal leidos o deformadas y posiblemente alguno inventado,
como inventados fueron varias lápidas supuestas halladas en Alccñiz el Vieja o Igl esia de Son Sebostión que parecen dedicadas por
los HERKABRIKENSES (sic.). Otro solución aragonesa fué la de
Traggio, "Aparato .. . ", en los ruinas próximos o Griegos, en lo sierro
de Alborrodn y no vale más que la anterior.
( 17) A. ARENAS: "Quinto reivind icación Histórico. Situación del Obispado v
de lo ciudad de Ercovíco", Anales del Instituto General v Técnico de Valencia,
volumen V, núm. 24, Valencia 1920.
- 244-
[page-n-270]
SEGOBRIGA
15
Del mismo calibre, como lejanos homofonías, son los que Lttiliz:cron los escritores valencianos paro no alejar mucho o Erco\ 1co
de Valencia y de Segorbe, al asimilar dicha ciudad o Sinorcas (Volencia) o o Arcos de las Salinas (Teruel), sin otros fundamentos, y
le no menos absurda de situarla en Arcas a la mitad de la distancio
de Volero o Cuenca.
En los autores antiguos Ercavico aparece muchas veces y Tito
Livio con referencia ol año 176 a. J. C. lo llamó "nobilis et potens
civitos", con cuyo dato además de la situación geográfico aproxi mada deducido de lo situación de su obispado godo, será necesario
buscarla en un gran solar potente y fortificado. Todas estos circunstancias fueron aprovechadas por el Maestro Ambrosio de Mo ..
roler. ( 18) poro buscarlo en las ruinas de alguno importancia e·
lo situó en el "Castro" o lugarcillo de Santober en la ribero izquierdo del Guadielo, donde están los restos de una extenso, alta y for ti hcada ciudad que ha proporcionado monedas en abundancia, restos arqueológicos y lápidas que, desgraciadamente, no son geográ ficas. Sostuvo Morales es t a identificación de Ercavico, que
aceptaron lo mayor porte de los autores (Fiórez entre otros) sin
muchos pruebas decisivos; pero lo más importante en su favor es
el propio nombre de Sontaber tan nombrado por los geógrafos e
historiadores árabes en lo formo "Santoberia" o "Sontoborio" y
el cual no es otra cosa que la corrupción y degeneración del cvgnomen "Celtiberia" que suele acompañar a lo Arcabico godo. Pero
esto circunstancia no fué aducido por dicho autor.
Admitido esto situación de Ercavico en el Castro o Sontober, y
conocido lo de Volerio entre los dos Valeros, de Abajo y de Arribo,
tenemos un orbi trio fijo poro situar la intermedio Segóbrigo en
alguno de los campos de ruinas de uno gran ciudad situada entre
aCiuellos y fuero del obispado de Cuenco, lo cual nos llevo al Priorato de Santiago, cuyo cabezo estuvo en Uclés, según se ha dicho.
El mismo Ambrosio de Morales dijo, sin fundamento, que estuvo
en lniesto (Cuenca) y luego ( 19) al nombrar los Obispos que sus(18) Véonse su "Descripción de España", folio 57 y sus "Antigüedades de los
ciudades y lugares, pueblos y ríos antiguos, por lo orden que en lo cor6nico van
nombrados", libros undécimo y duodécimo de lo Crónico impresos en Alcol6. año
1577, folio 102.
( 19) A. DE MORALES, loe. cit. noto 18, Libro XII, folio 96 vt.0
- 245 -
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16
P. BELTRAN
cribieron en el Concilio 11 de Toledo, nombró o Próculo de Seg6brigo y dijo : "Esto ciudad fué en lo Celtiberia, y no se averiguo
bien dónde. Aunque se cree que ayo (si c) estado en los grandes
ruynos que agora se veen cerco de Vdés, donde llaman lo Cobe~a
del Griego. Mas esto es cierto: que Segorbe no puede ser lo antiguo
Segóbrigo como comunmente se cree''. Es decir, que aun ignorondt' donde hubiera de estor lo ciudad, los argumentos conocidos
eran firmes contra Segorbe. Dichos antigüedades aludidos por Morales fueron apuntados y ampliados en otro de sus escritos y vic;tos
por él (muy de prisa y muy imperfectamente) en un viaje que hizo
años antes de publicar lo obro indicado más arribo, según aparece
en le memoria escrito en 1793 por don José Cornide (20).
En alguno de los luchas de los primeros tiempos de lo invasión
árabe y de lo reconquisto debieron desaparecer Ercovico y Segóbrigo, y si es cierto que algún Obispo se tituló Arcovicense y
aue Sontober fué fundado entre los ruinas de lo antiguo ciudad
celtíbero de Ercovico, este nuevo poblado careció de importancia
y ,...ubo un momento en que lo "coro" o "circulo" árabe de "SontobHio" (otros veces, como en lo "Geografía" de Rosis, se le llamo
de "Sonto-Boyre"), tuvo por capital o Uclés, sucesora del antiguo
"pago oculense" como se deduce de los lápidas que los OCVLENSES
dedicaron o varios divinidades y que fueron estudiados por el Podre
F. Fito. El Edrisí nombró como ciudades medianos de lo regil:n o
Huete y Uclés, pero los noticias que importan proceden del trotado
Roud el Mittor publicado y traducido por levi - Proven~ol (núm 23,
página 28, trad. pág. 35), donde trotando de "Ukli s" se dice que
Pro: "Ciudad con castillo fuerte en lo tierra del Andolus. E~ lo
capital del círculo Sontoboriyo. Su construcción es moderno y obro
de al Foth b. din. Nun", donde se revolvió contra lo autoridad
central en 160 ( = 7751777) . Tomó por residencia o Uklis donde
edificó e hizo uno ciudad o orillo de un río (B~dijo) formad) por
uno fuente que nace en lo alto de lo ciudad y alimento los termos... " . Es evidente que Uclés sustituyó o lo gran ciudad que estuvo en el Cerro de Cabeza del Griego, así como o lo que hubo en el
Castro o Santober y que mós adelante lo primero de ellos fué uno
dependencia de su término.
Según el Apéndice 11 de Cornide, en 1228 el Concejo d ~ Cabezo
(20) J . CORNIDE: " Memoria sobre los antigüedades de Cabezo del Griego",
tomo 111 de los Memorias de lo Rea l Academia de lo Historio, Madrid, 1799.
-246-
[page-n-272]
SEGOBRlGA
17
d~?l
Griego firmaba como dependiente de Uclés, y en las visitas generales de la Orden de Santiago, en 1500, 1508, 15 11, 15 15 y 1525,
:;ólo quedaba la Ermita de San Bartolomé en un sitio alto y :::onstruida
at•rovechando parte de un edificio de la anti~ua ciudad, er un
cerro alto que se dice La Cabeza del Griego E'n E'l "qual de tiempo
C'1 tiguo estaba una población grande toda destrozada !.in haber
edificio alguno" (año 1515), haciéndose notar en la de 1511 la tentcriva hecha por un clérigo de cobrar diezmos de la miel, cera y
enjambres de la dehesa contigua para el Obispo de Cuenco, sin lograrlo, por haberse demostrado que el territorio ero de la Orden
de Santiago.
Aparecen referencias sobre antigüedades hallcdos en Cabeza del
Griego, seis u ocho años antes en el viaje del Médico Luis de LLAceno,
en 1546 (21) donde se dice que poco antes había sido descubi6rto un gran espacio lleno de ruinas de edificios que indiccban
r.aber habido allí una populoso ciudad "o lo que unos dabún el
nombre de Cabeza del Griego, otros el de Segóbriga, otros el de
Hippo y otros el de Ercovica". He aquí los O!"'ltecedentes de lo sugestión de Morales, que como puede verse no tué original ni mucho menos rotundo, ni aun después de su viaje por la comarca
entre 1572 y 1577 (Cornide, Apéndice 1, pág. 226) .
Como en cosos análogos, lo ciudad destruido fué uno gran contero de piedras trabajados que fueron utilizadas para la consiruc:::ión de otros pueblos y en el año 1575 contestaron los vecino<, de
Uclés y Sahelices a las pregun tas o formulario de Felipe 11 confirmando el transporte de materiales y restos arqueológicos desdF. Cab:za del Griego.
Merced a las conjeturas de Morales, los autores se dicidieror por
Cabeza del Griego (si no eran partidarios de Segorbe), pero la inseguridad continuaba manifiesta.
Interesaba mucho a la Academia y a l Priorato de Uclés poner en
claro qué ciudad había sido aquella cuyas ruinas estaban en Cabeza del Griego, a partir del año 1760 en que apareció una lápida en
verso de un cierto Obispo Sefronio y que se guardaba en Sohelices; a
la primera entidad por afán de saberlo y al Prior para comprobar
que se trataba de la antigua Segóbriga y verse libre de cualquiera
(21) Ms. de la Biblioteca Vaticana utilizado par los epigrafis tas españoles y
titulada "lnscriptíones colectae a Ludovico Lucena, 1546", y en la "Historia de
Toledo" por Pedro de Alcacer, publicada en 1554, Libro 1, c.• 20, folio 22, cal. l.
(Nota de Cornide).
-
247 -
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18
P. BELTRAN
tentativa de ingerencia por parte del Obispado de Cuenca. Por ello
E'n 1765 la Academia encargó el reconocimiento de las rui<1as y objetos a don José Alsinet, médico del Real Sitio de Aranjuez, el cual
es<.ribía en 26 de octubre al Secretario de la Corporación informándole de lo visto en su viaje de inspección y de los fragmentos de
inscripciones llevados a Sahelices y de haberse recogido buen número de monedas, y entre ellas cuatro de Segóbriga, otras cuatrc· con
letras desconocidas, dos de plata, una de ellas de Helmántica (o sea
de bo1scan según la interpretación de aquel tiempo), etc. También
encargó la Academia a don Tomós Tarres Moya, Caballer0 de Santiago y vecino de Uclés, el cual contestaba en 27 de diciembre rcmi tiedc copias de 24 inscripciones.
Por su parte el Prior de Uclés, don Antonio Tavira y Almazán,
en<.argó al Notario don Juan Antonio Fernóndez (que estaba arreglando el archivo priora!) y a don fomós Fernóndez, boticario de
Udés, que hicieran el catálogo y dibujos de los 0bjetos y antigüedades. En virtud de los informes de estos, el Prior Tavira fué personalmente a reconocer las ruinas y a organizar su excavación ('22.\ en
17 de octubre de 1789, con su acompañamiento y en Sahe!ice:; don
Vicente Martínez Falero, Alcalde por el estado noble, le pre~entó
!os fragmentos conservados de la inscripción del Obispo Sefronio, y
le señaló el lugar donde había aparecido en 1760. En aquel ¡:.unto
comenzaron las excavaciones las cuales dieron lugar a la aparición
de sepulturas en una Basílica y, entre otras, de las tumbas contiguas
de los Obispos Nigrinio y Sefronio en 14 de diciembre de 1789, según
octa del Notario Juan Antonio Fernóndez.
Comunicados los hallazgos por el Prior Tavira a la Academia, en
28 de enero de 1790 fueron suspendidas las excavaciones, protegida
lo Basílica con un muro y erigidas lápidas conmemorativas; los fragmentos de inscripciones hallados fueron adheridos a los muros de
las iglesias.
Además de las losas sepulcrales de los Obispos Nigrino y Sefl onio
había sido recogida antes otra leída algo deficientemente y que
guardaba el cura de Fuente de Pedro Narro (23), la cual según vió
Vives (24) iba a continuación de las otras, dando lugar al rótulo:
(22)
(23)
J. CORNIDE: loe. cit., noto 20, Apé ndi ce 111.
J . CORN IDE: Loe. ci t., no to 20, págs. 200 y 201.
(24) J. VIVES: "Inscripciones crístianas de la España romOJ10 y visigoda",
Bn. c.elono 1942, núm. 264.
-248-
[page-n-274]
19
SEGOBR l GA
€F HIC SUNT SEPVl CRA- SANCTORUM SACERDOTVM
ffi ID NIGRINVS-EPISC ffi SEFRON VS-EPISC ... ONIVS EPbL
C'Jlle da los nombres de tres Obispos consecutivos
Resultó claramente demostrado que la ci1.1dad cuyas ruinas €Stabcm en Cabeza del Griego había sido episcopal ~n la época goda y
si se admitía la situación de Ercavica en Santaber ésta de ahora
debía ser Seg6briga; pero el número de opiniones en favor d~ Segorbe, y algunas personas tan caracterizadas como el P. Enrique
Ftórez, hizo que los partidarios dijeran que los Obispos hallados e-ran
de lo Ercovica del convento Cesoraugustono o pesar de ha llar.)P en
los orillas del río Gigüelo, en su confluencia con el torrente Yuncor,
y paro hacer viable forzaron el nombre de Sefronio para hacerle
coincidir con un Sempronio, Obispo ercavicense que concurrió a
los Concilios toledanos XII al XV (25).
Si es cierta la fecha leído por Fernández GuHra en el epitafio
rrétrico del Obispo Sefronio, éste murió en la era DLXXVII (oño 550)
coincidiendo con la gran antigüedad que los autores (Gómez Moreno,
Camps, etc.) han dado o la basílica de Cabeza del Griego, fundado,
¿icen, en la primera mitad del siglo VI. En cuanto al nombre "Caorius" leído deficientemente en el fragmento 3 °, puede ser que haya
necesidad de modificarlo mediante el de "Canonius", asistente a l
Concilio 11 de Toledo del año 527 (o del 531) o recíprocamente, y
ttmemos así lo sucesión de Obispos de ta ciudad llamados :
Nigrino -
Sefronio -
Cononio -
.. Sefronio
sin contar que pudiera ser Obispo un tal Onorato que figura en una
de las piedras publicadas por Cornide (26) y no citada por Vives.
Aunque la situación de Segóbriga en las ruinas de Cabezu del
Griego se va perfilando, quedan todavía por con!>ignar las pruebas
que lo confirman. Comenzaremos por un fragmento que Cornide no
quiso emplear como argumento decisivo: "Hoy está colocado en la
oored divisoria de la copilla mayor y cuerpo de la iglesia cerroente
r ial" (27) y cuya indicación fué impugnado por partidario!> de Segorbe:
(25) J. VIVES: Loe. cit. noto anterior, números 264 t 276, sosteniendo esto
tesis y haciendo un sólo Obispo de los dos Sefronios de los lópidos.
(26) J. CORNIDE: Loe. cit. noto 20, lóm. IX, núm. 3.
(27) J. CORNIDE: Loe. cit., noto 20, lóm. VI, núm. 26 y pág. 184 .
-249-
[page-n-275]
20
P. BELTRAN
p
GOBR
C DE
INVL
e! cual aunque sea claro no es indispensable porque hay pruE-bas
más terminantes. En efecto, fué costumbre erigir estatuas y dedi cciorias a los personajes importantes en sus C'iudades y en las
capitales de las provincias, que para esta región fué Tar~agona . En
tiempo de Hadriano el concilio de la provincia Hispania Citerior
puso tales recuerdos beneméritos de la provinc1o y a otros se los
dedicaron sus familiares o amigos o conciudadanos agradecid::>s por
sus servicios, dando lugar a la grandísima C'olección epigráfica tO·
rraconense, parte de la cual es conocida . Por otro parte, los vecinos
de una ciudad pusieron allí recuerdos análogos a sus conciudadanos
ber.eméri tos.
En relación con Segóbriga deben ser Citados los
guientes:
ej~mplo~
si-
C. l. L. 11, 4.191 (Tarragona) L. Annio L. F. Gol Cantabro Flam
Romae et Divorvm Avgvst P. H .
C.omnibvs Honoribvs Gestes SEGOBRIGAE Decreto Ordinis Pecvnio
Pvblica SEGOBRIGENSES.
C. l. L. 11 4.220 (Tarragona) L. Grattio C. F. Gol Glavco SEGO,
BRIGENSI Flam P. H. C. M . Atilivs
Fraternvs Amico Optimo.
C. l. L. 11, 4.222 (Tarragona) C. lvlio C. F. Gol. Piloe SEGOBRIGENSI Flamini Romoe et Di vorum et Avgvst . Prov. Hisp. Citer.
P. H. C.
•
C. l. L. 11, 4 .252 (Torragono) Val. G. V. Fidi Fil. Fidae SEGO(halloda en 1806)
B R 1G ex CARTHAG Flominicae
Vxori L. CAECILI PORCIANI, Flam
P. H. C. P. H. C.
-250 -
[page-n-276]
SEGOBRIGA
21
C. l. L. 11, 3 . 119 (Cornide lám. V, n. 0 8; Cabezo del Grieg:> En
lo iglesia).
QVINTIANO.
CAEC. PORCI A
NI. NOTARIO
ANN. XXX. MAN
5) LIVS. VICTOR I
VS. ET. FAB lA
MAT ER. FILI O
Esto piedra se en lazo perfectamen te con lo anterior a t rovés
de L. CAECILIO PORCIANO del que fué esposa la VALER IA hi jo
de G. VALERIO y segobrigense a la que fué ded:Coda la piedra de
Torrogona y de CAECILIO PORCIANO dal cval fué notorio el
QVINTIANO a quien sus podres pusieron una dedicatorio en Cabeza del Griego.
Después de las noticias de Cornide, otrrJs inscripciones fueron
apareciendo y en varios ocasiones fueron hechas excavaciones que
dieron lápidas y otros objetos arqueológicos. En las de 1892 apareció, entre otros, uno lápida algo mutilado estt;diada por el Podre
F. Fita (28), lo cual es decisivo poro situar Segóbriga en Cabeza
cid Griego. Por noticias de ello Hübner, que hal:.ía situado o frca"·ica en Cabeza del Griego, se corrigió en el Apéndice (pág. 1 13)
identificando o estas ruinas con Segóbriga. Sin c;mbargo, en 1897
<;e extravió en los razonamientos y volvió o su ideo primero de que
Segóbriga había estado en Segorbe, y con su t·jemplo cundió la
confusión sobre materia tan cloro, conservándose pocos con firmeza
en lo hipótesis verdadera, uno de los cuales, !:eg6n se ha dich~, fué
Schulten.
La piedra en cuestión dice así:
... ARAE. REI
publi CAE. SEGOB
rige NS IVM
serv. f. AMILI
opu BLICA
fecit
-.¡ es evidente que esta piedra erigido por la fami lia de lo<; siervos
públicos de lo República Segobrigense o una de sus compañeros úni(28) F. FITA: "Lápidas romanos", Boletín Academia Historio, XX, Mad rid
1892, C. l. L. 11, Add. 1, 182.
-
251-
[page-n-277]
22
P. BELTRAN
comente pudo ser puesta en el solar de Segóbriga, probando así
el P. Fita lo que, por otras razones, parecía evidente (Fita suplió
[borbl o roe el nombre de dicho sierva, pero poro nuestro objeto es
indiferente).
Este resultado definitivo, está de acuerdo con otros hechos secundarios que convergen en lo mismo identificación. Así el co~1ino
que el Rovennote (29) indicó con los palabras "1 tem juxto civitotem
Complutum est civitos quoe dicitur Coroca, Sigoorica, Puteis cltis,
Lebinosa ... " está indicando un paso por Segóbrigo poro ir desde lo
·conocida Cómplutum por lo Contrebia Corbica (lo Coroca próximo al
río Togonio de los autores) que ha de ser uno población junto al Tajttiia y luego paro llegar a Pozo Amorgo (Cuenco) y a Ler.uzo (Al ·
ba~e te) ha de pasar justamente por lo comarco de Uclés.
Los monedas de Segóbrigo más antiguos tienen e l nombre
escrito con caracteres ibéricos y los primeros latinos conservan el
tipo corriente del busto y el jinete con lanzo debajo del cual e:.!á el
nombre Segóbrigo. Los más modernos de tipos ibéricos de Contrebio Corbico, que no los tiene latinos, tienen un busto ton idéntico
al citado de Segóbrigo que parecen hechos todos con el mismo cuño
del anverso y es posible que el abridor fuera u:1o !>Óio y por lo rrenos
que se trote de ciudades próximos, de acuerdo con el comino antedicho.
Finalmente no haremos mucho hincapié en los forma .~ ionec; yesosas de Montolvos ni en los minos de alabastro de Torrubia porque
la noticio de Plinio sobre lo existencia de "piedra especular" ton sólo
:m lo región de Segóbrigo, no parece muy firme.
En realidad, en este punto termino el pfesente trabajo donde
han sido reunidos, en términos generales, los opiniones diversos sobre lo situación de Segóbrigo y los fundamentos, buenos o molos, en
r¡ue fueron apoyados, siendo de lamentar e l te ner que insistir sobre
un asunto que hoce mucho tiempo me parece que está resuelto
definitivamente; pero ocurre, que unos veces por afán de escribir
y otros por lo firmeza con que los autores clásicos razonaron sus
E'quivocociones, se sigue especulando frecuontc:-nente con dichos
E'rrores, volviendo o surgir los antiguos e impos:bles soluciones o,
por lo menos, paliativos que parecen dejar en el aire lo equivalencia
dPfinitiva SEGOBRIGA = Cabezo del Griego.
(29) RAVENNATE: "Divisione Mundi. Geogrof. Rovennotis" , lib. 5, París
1667 Lib. 4 De Europa, cap. 42, De Sponio, núm. XLIV.
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SEGOBRlGA
23
Así, por ejemplo, se ha pensado en lo existmcio de dos Segóbrigos, quizá ton sólo poro no romper con le situación tradicional
en Segorbe, ni negar que se llamara así lo ciudad de Cabezo del
Griego, y solamente el P. Flórez, partidario Je lo segundo solución,
c;e empeñó en largo disertación poro demostrar que sólo hubo uno.
Lo~ textos nombran uno solo ciudad, y, aun suponiendo que hubiera
robido dos (que no es cierto), no sería posible que en los Edetanos
:1ue eran Iberos, como lo demuestran los vasos de Son Miguel de
Lirio, hubiera uno ciudad de nombre celtíbero como Sego-briga,
cuyo segundo porte es celta y conocido. Por esto mismo rozón lo
lópido citado procedente de Llonsol y Molino, aun supon:endo que
fuero copio muy defectuoso de uno inscripci6n genuino, no pudo
salir en Segorbe . Tampoco es posible lo odjudicaC:ón de los monedas
ibéricos y latinos segobricenses o dos poblocionec; distintos, especulando con ligeros variantes; aun suponiendo r¡ue nuevos piezas nos
ilustraron sobre lo desconocido historio de lo gran Segób:-igo, todos
los conocidos forman uno serie único con ord·moción cronológico
muy cloro desde sus cimientos hasta los últimos tiempos de Coligulo.
Todo el curso del río de Segorbe está lleno de! restos arqueológicos y en muchos de los pueblos actuales han solido lápidas que
corresponden o núcleos de población iberos o romanos y en Segorbe
o falto de lápidas conocidos hoy otros restos importantes y es de
esperar lo aparición de otros nuevos. Lo falto de lápidas con nombres geográficos y de textos referentes o lo com'l ~co, ha hecho que
hasta el momento se desconozcan los nombr·¿s 0·1tiguos dE> los poblados, salvo en el caso de Begís, que según los piedras fuá un "fundo" de los Vicci, de donde se derivó el nombre actual. Quizás se
llegue por análogo comino a conocer el nombre de lo an tigua ciudad
que. hubo en Segorbe, y que en textos medievo!es aparece en lo
forma Soborb o latinizado en Suburbíum, o la cua l aplicaron el socorrido y desacreditado procedimiento de los etimolcgíos para traducir
"8orrio" (de Sogun to) . Sin embargo, dada la grcndísima extensión
de los territorios municipales antiguos no es in•posible que todos
los "pagos" romanos del valle del río de Segorbe dependieron del
Municipio Sagun tino y que fueron incluidos por los geógrafos bajo
lo denominación único SAGVNTUM.
Nuevos hallazgos pueden aclarar estos enigmas que resultan
stcundarios en relación con el objeto de este tre>bojo.
-253 -
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JOAQUIN SANCHEZ J IMENEZ
(Aibaccte)
Un molde para la fabricación de lucerna~
En el Museo Arqueológico de Albocete, con el número 3.780
de su Inventario General, existe uno singular pieza, tonto por el
fin o que hubo de destinarse como por sus característicos. Está
inédito e ingresó en dicho Museo el año 1948, habiendo sido hollada casualmen te en Minateda, de esta provincia, en un bancal
pr6ximo a l Cerro de la Horca, cuando se reali1:obon faenas agrícola!., y o pocos centímetros de lo superficie.
Se trato de un molde en borro cocido para la reproducción,
IY'ediante el vaciado, de discos de lucerna o candil, como puede
ccmprobarse por la doble ilustración que acompaña a esto noticio:
uno del mencionado molde y otra del vaciado que en escayola hemos obtenido. (Lóm. 1) .
Lo matriz tiene 11 cms. en su e je mayor, 9,5 en el menor y
3 de grueso, siendo su formo ligeramente r.óncovo por lo caro que
tiene el negativo y convexa por el dorso. Las dimensiones del disco,
según el vaciado obtenido son 9 cms., en su eje mayor y 7,8 en
el menor.
Diversos son las cuestiones que p lanteo este objeto: cronología,
carácter, posible origen (si es que no fuero de manufactura indígena) y el por qué de su existencia en el lugar de su hallazgo.
No tenemos noticia de nada semejante en los Museos españoles,
pues, aunque en alguno haya moldes para lo reproducción de lucernas (en el de Gerona, por ejemplo, hay dos), a nada práctico
a estos respectos nos conduce su comparación con el nuestro.
Poro intentar esclarecer, en cuanto nos seo posible, aquellas
cuestiones, contamos ton sólo con el arte que se manifiesta en su
- 255-
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2
J. SANCHEZ J li\IENEZ
modelado, con el símbolo que ostento y con Jo inscripción que en
su disco se desarrollo.
El primero es ciertamente poco expresivo, tonto por su vu lgar
ptmtillodo de perlas, que no caracterizo ninguno época ni área
geográfico determinado, como por el escoso acierto en lo modelación de los dos palmos estilizados, símbolo que calificaríamos de
cristiano.
Lo inscripción, bien se leo S i B q OF ACPAS á S i Bq
OF
A. C. PAS nos llevo, por sus caracteres epigráficos, o finales
del siglo IV o principios del V. En ello se nos do o conocer la dedi caciÓn o un san to (lo que confirmaría su carácter cristiano), y lo
oficina o ta ller del cera mista.
Con los naturales reservas apun ta mos cierto semejanza con
p1oductos similares del Egipto capto por su puntillado de perlas
Pn relieve, por sus caracteres epigráficos y por el sentido de lo
inscripción con lo dedicación o un san to (al parecer), expresado
con le S que llevo uno letra abreviadora en lo porte superior y los
dos letras Bq, cuyo interpretación exacto no se nos alcanzo.
Otro cuestión, poro nosotros interesante es lo consecuente con
su hallazgo en Minotedo.
El que se hubiera descubierto uno lucerna de este tipo en d icho
lugar no llamaría lo atención, por extraño que este ob jeto mobilior
seo en sí; pero el hallazgo de su molde allí, sí es rareza. ¿Cómo
explicarlo? Si fué modelado en un lugar lejano del de su invención,
¿por qué capricho de lo suerte vino aquí? ¿Qué finalidad tendría su
importación? Creemos que la de ser u tilizado en un taller de ceromista, tan ta si fué importado (que creemos :o más probable) como
si se modeló en el propio país en que se ha descubierto, de jando
aporte lo posibilidad de que su importación seo un capricho personal (¿de un peregrino?) sin propósito de utilizarlo febrilmente, y
sólo por curiosidad.
¿Hay rozones que induzcan o pensar que hubiera de emplearse
en esto región, circunscrito o Minotedo y a sus aledaños, poro lo
producción en serie de lucernas?
Descartemos lo posibilidad de emplear f'Ste molde paro condilec; fundidos en metal, por lo carencia de tal materia primo; pero
no así de lo de borro.
Lo alfarería, aunque de carácter popular, tiene hondo tradición en esto provincia. Alfares ha habido desde muy antiguo en
Hellín, Tabarro, Higueruela - relativamente próximos o Minote-2.56-
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l\tiOLDE DE FABRICACION DE LUCERNAS
3
do-, así como en el también cercano lugar de Mizquitillos, donde
indudablemente existió uno en lo época ibero-romano. En casi
todos estos puntos aún persisten activos los tornos, con carácter de
artesanía en lo mayor porte ( 1).
Acoso este molde estaba preparado paro ser utilizado en alguno
de estos talleres, si es que no llegó o emplearse efectivamente. Bien
pudo tener realidad lo fabricación de lucernas con él, aunque éstos
no hayan llegado o nosotros por lo fragilidad del producto, sin que
se opongo o esto hipótesis el no haberse encontrado ningún ejemplar o fragmento de los producidos.
( 1) Esto cuestión se troto ampliamente en nuestro trabajo "Historio de lo
artesanía en lo provincia de Albocete" inédito y premiado en los Justos Literarios
de Albocete, año 1950.
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SANCHEZ JIMENEZ.- Un molde poro Jo fabricación de lucernas
Molde de lucerna y vaciado del mismo.
LAM. 1
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" '1
MASSIMO PALLOTTINO
(llollo)
Per una nuova prospettiva della storia
dell'arte antic:a: il problema dei rapporti
tra le esperienze prec:lassic:he, periferic:he
e postc:lassiche nel mondo c:ircummediterráneo
Da qualche decennio a questa porte un mondo nuovo si sta
rivelando agli studiosi d'arte antica. Specialmente gli archeologi
spagnuoli dell'ultima generazione - e tra questi in prima linea il
compianto maestro don Isidro Ballester Tormo- hanno avuto il
grande merito di trarre i monumenti figurati preromani (o meglio,
se si vuole, pre-imperiali) della peninsola iberica dalla penombra di
incomprensione e di disprezzo con cuí gli storici d'arte classica sogliono considerare i prodotti preistorici, barbarici o provinciali. Essi
hanno in sostanza dimostrato che valeva la pena di esaminare queste opere piu ottentamente e con un piu vigile occhio critico, olio
scopo di riconoscere la origine dei loro motivi e dei loro stili, di
precisarne la cronología, di cercarne gli eventuali spunti originali o le manifestazioni d'estro creativo. Ma soprattutto ci si e
orientati ad intendere le sculture, le pitture vascolari, i bronzi figurati appartenenti olla civiltó denominata iberica quali espressioni
di un mondo artístico che non e ne "preistorico", ne "borbarico",
ne "provinciale", almeno nel senso proprio di questi termini; ma
piuttosto partecipe, seppur marginolmente, di quella grandiosa esperienza figurativa mediterraneo che appare suscitata e continua-259-
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2
M. PALLOTTINO
mente olimentoto dalle civilta storiche del prossimo oriente e
dell'oreo egeo-itolica (1).
A questo rivolutozione e ptu sicuro interpretazione dei fotti
artistici della penisolo iberico ha fotto eco recentemente, in conseguenzo dello sug9.estiva scoperto delle sculture celto-liguri di Entremont presso Aix-en-Provence, un improvviso concentrarsi d'ottenzione sull'orte preromono della Gallio meridionole. Anche se l'interesse del suo principole illustrotore, Fernond Benoit, sembro essersi
soprottutto rivolto olio significozione religioso dei mohumenti di
questo florida e singolore provincia figurativa deii'Europo occidentole, non e moncoto il tentativo di individuorne le fonti d'ispirozione
stilistico e di intravvederne i volori d'orte (2).
L'aprirsi di siffotti nuovi compi d'indogine pone un problema
quonto moi vivo e fecondo di sviluppi, non ~oltanto entro i limiti
dell'oreo geogrofico interessoto dalle culture in discorso, mo per lo
interpretozione storico di tutto l'orte del mondo mediterraneo. Credo, in verita, di non esogerore affermondo che proprio le discussioni
suscitote del rivelorsi di uno corotteristico esperienzo figurativo nei
poesi del Mediterroneo occidentole honno fotto precipitare lo crisi
generole ormoi da tempo latente negli studi di storia dell'orte ontica.
Questi studi, se ci riportiomo o circo quoronto anni or sano (e
cioe, per intenderci, olla vigilia dello primo guerra mondiole), erono
dominoti da una prospettiva ben definito ed orientati in un sistema
a suo modo coerente. Lo storio dell'orte antica ero concepito come
uno storio di orti "noziono li" (egizia, mesopotamico, greco, romano,
ecc.), veri e propri cicli conchiusi in un loro sviluppo orgonico, e sostonziolmente incomunicobili: nel senso che tra loro non si potevono
immaginore al tri rapporti che quelli di successione o di contemporaneita, di parentela o di influenza collaterale, e cioe i rapporti che intercorrono tro distinte individualita biologiche. Lo sviluppo dell'orte
ero configuroto come un succedersi regalare di stili collettivi, secon-
( 1) Vedosi in genero le A. GARC IA Y BELLIDO: "Colonizaciones pun1co y
griego", in "Ars Hispanice", 1, Madrid, 1947, pp. 135 e segg., con lo relativo
bibliografía; e piu porticolarmente, per il problema che ci interesso, l. SALLESTER TORMO: "Ensayo sobre los influencias de los estilos griegos en los cerámicos
de San Miguel y lo tendencia arcaizante de éstos", Valencia, 1945.
12) F. BENOIT: "L'ort primitif méditerronéen de lo Vollée du Rhóne. Lo
sculpture", Poris, 194 5; íd., "Le probléme de l'influence de lo Grece archoTque
en Méditerronée occidentole et lo stotuoire d'Entremont", Atti del 1 Congresso
lnternozionole di Preistorio e Protostorio Mediterroneo, Firenze, 1952, pp. 430
e segg.
-260-
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA STORIA DELL' ARTE ANTICA
3
do uno formulo risolente sino olla poetice winckelmoniono e insensibile do fotti individuoli, olle onticipazioni, ogli ottordomenti e olle
divergenze e oi parollelismi di singole correnti e cerchie ortistiche.
L'intera vicenda dell'orte classica apparivo dominoto dalla teoría
del progresso e dello decodenza, ed ero concepito come uno sarta
di grandioso evoluzione porobolico dol primitivo al coito, dol semplice al complesso, doll'imperfetto al perfetto e viceversa, ottraverso
le fasi dell'embrionole geometrismo, della giovinezza arcaico,
dell'"eto d'oro" dei secoli di Fidio e di Prassite le, per poi ridiscendere
con le esperienze ellenistiche e romane olle fasi di declino del Basso
Impero e del Medioevo borborico. L'orte greco costituivo lo tramo
essenziale di questo sviluppo e, nell'ombito dell'orte greco, lo "clossicito" del V e IV secolo roppresentova il momento perfetto ed
esemplore, quasi l'ossoluto dell'orte, di cui ogni fotto antecedente
non ero che preporozione ed ogni esperienzo successivo non opporivo che opera di epigoni, imitotori o corruttori.
Vera e che gio doll'inizio del nostro secolo Alois Riegl ovevo
gettoto le bosi di una teorice contrastante con questi principi e tondoto sul riconoscimento di uno propria porticolore dignito d'orte
o cioscun momento dello sviluppo figurativo del mondo ontico :
aprendo lo vio o riconoscere l'ossurdita di uno volutozione dell'orte
arcaico o dell'orte tordo-antico con lo stesso metro con cui si
giudicovo l'orte clossico dell'eto di Fidio. Ed e anche vera che le
tendenze sempre piu monifestomente ed orditomente antioccademiche ed ontiveristiche degli esperimenti figurotivi del mondo contemporoneo fovorivono uno solutore revisione critico dei concetti di
"primitivismo" o di "decodenza", intesi in senso dispregiotivo,
nell'opprezzomento dei fenomeni dell'orte ontico.
Mo cio non ostonte, i trottoti e i manuali di storio defl'orte continuovano - e in parte ancoro continuano- o inquodrare la loro
materia entro gli schemi trodizionali dei cicli figurotivi "nozionoli",
o parlare di evoluzione collettivo dello stile e o roffigurore lo vicendo artístico del mondo classico come un processo biologico di noscito, crescenzo, moturito, vecchiezzo e morte.
Tutti i fotti in contrasto con questi schemi restovono incompresi, ignoro ti o falso ti : in primo luogo le corren ti di gusto o diffusione, per cosl dire, "internazionole" e, dofl'oltro lato, le monifestazioni del genio individuale. Gli uni e gli oltri dovevono essere arti ficiosamente costretti nel ciclo di sviluppo dell'orte nazionale. Si
consideri ad esempio quel fenomeno artístico, sostanzialmente uni-261-
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4
M. PALLOTTINO
torio, che suol definirsi "orientolizzonte" e che riconosciomo esteso,
tro il IX e il VI secolo ov. Cr., dalle coste dello Sirio e do Cipro
olla Grecia, oll'l talio e alfe zone di colonizzozione del Mediterroneo
occidentole. Esso roppresento un copitolo recente, a corottere eclettico e o tendenze diosporiche, dell'orte dell'ontico oriente: potrebbe,
in un certo senso, definirsi come "arte fenicio" o "arte cipriota". Mo
nello stesso tempo roppresenta uno fose iniziale, tutt'altro che
irrilevante, dell'orte greca e dell'arte itolica. Lo studio di questo
fenomeno, nei trattati di storia dell'orte, appare in luoghi diversi e
satto lucí diverse, a secando che si tratti dell'oriente, dello Grecia
o deii'Etruria. La verita e che esso non puo adeguarsi alle classificazioni e olle formule dominanti. E'infotti evidente l'assurdita di
considerare una stessa corrente del gusta come espressione senile
rispetta al le arti orientali) e come espressione primitiva (rispetta
olla sviluppo dell'orte greca od italica}. E non meno evidente appare
la consideraziane (mostruasa, dal punto di vista dei teorici delle orti
nazionali) che il mondo figurativo orientaliz.zante appartiene di
diritto cosl all'arte dei paesi orientali come all'arte della Grecia: e,
dunque, nello stesso tempo "greco" e "non greco".
La grandiosa civilta artística cretese-micenea, rivelota dal piccone degli archeologi tra le fine del XIX e il principio del XX secolo,
fu inserita nel sistema dominante come "primo capitolo" dell'arte
classica in generale e dell'orte greca in generale (3). Una casi fotta
classificazione appare subito in palese controddizione con la teoría
dello sviluppo orgonico dei cicli artistici, in quanto essa colloco al
principio di un processo evolutivo, prima dell'insorgere di quei fenomeni di geometrismo nei quoli si era rovvisata l'infanzio dell'arte
greco, un mondo figurativo stroordinariamente maturo e libero
quale e quello egeo. Di qui lo necessita di postulare una decodenzo
ed uno rinascita, uno frattura, un "oscuro intermezzo": in uno poro! a
il cosl detto "medioevo ellenico" (4). 11 fatto e che l'arte egeo
dell'eta del bronzo non puo essere spiegato olla luce dei posteriori
sviluppi dell'arte greco; ne classificata come arte preistorica o come
arte orientole, anche se di esse, in un certo senso e per taluni aspetti,
si trovo ad esser portecipe.
Questo artificioso riduzione e sostonziole irriducibilita di molti
(3} Se ne vedo lo giustiticozione nell'incompluto mo, per quei tempi, oureo
monuole di G. E. RIZZO: "Storio dell'orte greco", Torino, 1914, p. 53.
(4) Cfr. in proposito M. PALLOTTINO: "Le origini micenee dell'orcoismo
greco", Lo Critico d'Arte, VIl, 1942, o p. 2.
-
262-
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UNA NUOVA PROSPETT I VA DELLA STORIA DELL'ARTE ANTICA
5
fenomeni artistici c;¡g li schemi dei cicli organíci appare ancor piu
grave nel caso deii'Etruria . L'arte etrusca fu generalmente studiata
come una specie di "prologo" dell'orte romano. Ma ne l'uno ne
llaltra, cioe ne la cosl detta arte etrusca ne lo cosl detto arte romano, offrono le carotteristiche di un ciclo evolutivo orgonico ed
in se compiuto quole opparentemente (e mi si concedo sottolineare
sin dlora l'ovverbio opparentemente) constatiamo nell'orte greco:
vale a dire una nascito1 uno crescenzo, un apogeo ed un declino. 1
prodotti ortistici delta civilto etrusco riflettono voriamente tradi zioni ed influenze preistoriche, orientali e greche: portecipano dello
sviluppo dell'orte greca, lo seguono a rilento o reagiscono od esso
con monifestazioni e tendenze originali. Di fronte al fenomeno
delllorte etrusca i critici trodizionolisti si sano trovati in un grande
imbarozzo. O honno semplicemente e totalmente negato la suo
esistenzo, considerondone gli ospetti come troscurabili deviozioni
provincio li dell'orte greca. O, oll'opposto, ne honno sopravvolutoto
lo individuolito e la coerenza sino a l punto di vedere in essa un
ciclo artístico distinto e porollelo o quello dell'orte greco. Ne11'uno
e nell'altro caso essi honno falsato la reolto dei fotti per salvare
g li schemi (5).
Ed ecco proporsi un'oltro "fuorilegge": l'orte d i Ciprol le cuí
corotteristiche, i cuí sviluppi, la cuí capacito creativo sono stoti
soltanto di recente onolizzoti ed illustroti con metodo critico (6).
La scultura arcaico cipriota apportiene di diritto olla civilto figurativa dell'oriente e insieme o quello delta Grecia: apparve come una
specie di "ibrido" oi seguoci delle concezioni biologiche. Si noti
che questo mondo figurato di Cipro offre straordinorie onologie stilistiche con le manifestozioni deii'Etrurio arcaico: cio che si spiego
non certo per una vicinanza geogrofica dei due paesi, come e ovvio
e tonto meno per uno parentela etnico dei due popoli, bensi per
comune eredito mediterroneo e per uno identica reozione morginole
olle sollecitozioni stilistiche provenienti dal mondo greco (7). Come
1
(5) M. PALLOTTINO: "Sul problema delle eorrelozioni ortistiche fro Grecia
ed Etrurio" Lo Perola del Possoto1 Rivisto di Studi :::lossiei1 fose. XIII, Nopoli,
1950, pp. 1 e segg.
(6) E. GJERSTAD: "The Cypro-Geometrie, Cypro-Archoic ond Cypro-Ciossicol Periods" 1 The Swedísh Cyprus Expedition, IV, / 1 Stockholm, 1948.
{7) Cfr. lo mio reeensione oll'opero del Gjerstod cit. nello noto precedente,
in "Areheologia Clossíeo", 111, fose. 2, Romo, 1951, pp. 221 e segg., e le osservozíaní di A. 80ETHIUS: "Riflessioni sul problema d'!ll'arte periferico", Atti del
1 Congresso lnternazíonole de Preístorio e Protostoría Medíterroneo, Fírenze,
1952, pp. 4 1O e segg. (speciolmente o p. 418).
1
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6
M. PALLOTTINO
in Etruria casi a Cipro le forme e lo spirito dell'arte arcaica perdurano assoi piu a fungo che in Grecia, sembrano adattarsi all'indole
delle genti locali ; mentre l'arte classica del V secolo penetra tardivomente e con manifesta difficolto.
Questo fenomeno degli attardamenti stilistici e delle somiglianze
tra ambienti culturali lontani si manifesta anche in oltri casi. Le
sopravvivenze micenee a Lemno e nella Calcídico (8) in piena eta
arcaica; il perdurare della decorazione geometrica dei vasi a Cipro
o nel territorio apulo dell'ltalia meridionale fino ai tempi ellenistici;
il riflesso di trodizioni geometriche, orientalizzanti ed arcoiche nell'arte dei Veneti e dei Celti (9) non sano che esempi spigolati o
caso. Ma soprattutto !'occidente mediterroneo, attraverso le serie
di monumenti recentemente rivelati e studiati dei quali si diceva in
principio, offre una impressionante documentazione del fatto, ormai incontrovertibile, che intimi e sicuri legami di stile possono cons
tatarsi attraverso dislivelli, a volta enormi, di tempo e di spazio.
Come fu definitivamente chiarito, contra dinieghi ed esitazioni pur
legi ttime, proprio dal Bolles ter Tarmo (lO), la ceramica iberica di
eto ellenistica appore tutta imbevuta di motivi protoellenici: motivi
che indubbiamente appartengono a fasi e a centri diversi (vi si introvvedono, se non erro, sicuri elementi di tradizione micenea, protogeometrica, cipriota, geometrica insulare, subgeometrica, orientalizzante, ecc.L ma appoiono qui mescolati in una sarta di sintesi
attuole, unitario, che volge a propri sviluppi originali (specie in
alcune classi ben definite quali quelle di Elche-Archena, di Liria,
di Azaila, ecc.). Porimenti nella decorazione architettonica, nella
sculturo, nella plastica di bronzo del mezzogiorno e del levante
spagnuolo si avverte la influenza diretta dell'arte arcaica del Mediterraneo orientole, operante a distanza di secoli: fenomeno che fu
definito, legittimamente se si guardi olla cronologia, come "pseudo-
(8) M. PALLOTTINO: Op. cit. in noto 4, pp. 1 e segg:; Excovotlons ot Olynthos, XIII, D. M. ROBINSON: "Voses Found in 1934 ond 1938", Boltimore,
1950 (lo cos1 detto "Pre-Persion Wore" di Olinto continuo con motlvl submicenel fino oll'inizio del V secolo!): cfr. lo recensione in "Doxo" 111, Romo, 1950,
pp. 214 e segg.
(9) 11 problema e stolo recentemente offrontoto, pel quel che riguordo I'Europo settentrionole e speciolmente i motivi del colderone celtico di Gundestrup,
do O. KLINDT -JENSEN: "Foreign lnfluences in Oenmork's Eorly lron Age",
Copenhogen, 1950.
( 1O) l. BALLESTER TORMO, op. cit. in noto l.
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL'ARTE ANTICA
7
arcaísmo" (11). Lo sculturo delle Bocche del Rodana roppresenta
un'esperienzo figurativo onologo, anche se non identico. Esso infotti per un verso riecheggio correnti piu vicine nello spozio e nel
tempo (come lo stile severo greco dello primo meto del V secolo,
probabilmente mediato ottroverso I'Etrurio), per oltro verso si occomuna olle diffuse monifestozioni deii'Europo celtico e dell'ltolia
arcaico nel rielaborore elementi di ontichissimo origine orientole
( 12).
Cio che vi e di stupefacente, di apporentemente incredibile in
questi fenomeni si ottenuo in vero e si riduce o piu rogionevoli proporzioni storiche, proprio se si tien canto delle oree intermedie, con
porticolore riguardo oll'ltolio. Anche qui introvvediomo in tempi
molto recenti, e piu o meno genuinamente o secando dei luoghi e
degli ombienti, perdurare vive trodizioni orientoli e poleoelleniche.
Vediomo ortisti ed ortigioni lovorore con uno "spirito" arcaico e
con formule orcoiche quondo nelle citto greche l'orcoismo non ero
pi u ormoi, do secoli, che un ricordo : o, al pi u, formovo oggetto di
speculozioni figuroli di natura riflessa e squisitomente intellettuolistica. Mo in 1talio e possibile, in general e, toccor con mono gli
onelli di congiunzione tro queste esperienze tordive e le influenze
originorie: cogliere, od esempio, nel momento dello suo introduzione
doll'oreo siro-onotolico il tipo dello stotua seduta costruito in blocco
s tereometrico, che doll'olto arcaísmo si prolunga con tenace vitalito
sino oi tempi ellenistici; o riconoscere l'ininterrotto discendenzo subarcaico delle tendenze o roppresentore frontalmen te, poroto tticomente, o rendere con onolisi colligrafico pieghe e pelomi, che dominono il gusto itolico e, ancoro in etc imperiole romano, corotterizzono lo produzione popoloresco dello penisolo e dello pionuro podono.
Tendenze onologhe, commiste con il diffuso ricorrere di elementí tipologici d'impronta arcaica, trionfono d'oltro canto nello
produzione che propriomente suol definirsi provincial e: vale a di re
l'arte, anche ufficiole, comunque piu profondamente senti to, delle
province dell'impero romano. Monumenti come i rilievi deii'Arco di
Suso (contemporonei oii'Aro Pacis!) segnano, con drastico esempla -
( 11) A. GARCIA Y BELLIDO, op. cit. in noto 1, pp 232 e segg. A proposito di questo concetto si puo vedere anche lo mio recensione in "Archeologio
Clossico", 1, Romo, 1949, pp. 216 e segg.
(12) Oltre gli studi ciloli del F. BENOIT in noto 2, cfr. M. PALLOTTINO:
"Copestronezze", Archeologio Clossico, 1, Romo, 1949, pp. 208-21 O.
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8
M. PALLOTTINO
rito, le frontiere di un mondo che respinge lo VISIOne dello formo
clossico e consente spirituolmente ossoi piu con l'orte millenorio
dell' Asia Anteriore, deii'Egeo protoellenico e del!'occidente preromono. Ne potro moneare di rilevorsi, o questo punto, il sorprendente
legome, del resto piu volte rilevoto, che esiste tro l'orte provinciole
romano e l'orte della torda ontichito e del medioevo.
Con questa ultimo osservozione si pone il problema dei rapporti
tra arte preclassica ed arte postclassico nel mondo circummediterroneo. Tole problema fu visto sino ad oggi generalmente nello prospettivo "ciclico", come uno sviluppo che dol "primitivo" oscende
olla grande arte orgonico e noturolistico dello clossicito, per ridiscendere al primitivo. Ancoro di recente in un libro di sintesi sui
processi formoli dell'orte ontico il ciclo e stoto configuroto come
uno evoluzione dalla roppresentoziane in superficie, eminentemente
pittorico, dell'orcoismo olla libero corporeito dello plostico, e do
questo, per uno vio di ritorno, nuevamente olla roppresentozione di
superficie del mosaico poleo-cristiano (13) . Mo con tutto cio non si
fa che constatare un fotto, ormoi pacifico ed universalmente ocqui sito nel "come". Assoi piu difficile e lo sforzo di spiegorne il
"perche".
Lo teoria dell'orte come ciclo, pur sempre dominoto dol concetto della perfezione ed esemplore universolito dello formo clossico,
pote in origine occomunore le espressioni "primitive", provincioli e
"decodenti" in un solo giudizio negativo. Teoricomente l'orcoismo
rispetto olla clossicito ero da intendersi come un processo dalla
"non-arte" oll'"orte"; mentre le fosi ellenistico-romane e tordoantico opparivano configurote in un processo inverso doll"'orte" olla
"non-arte". Quonto ai fenomeni, in genere ossoi troscuroti, delle
oree periferiche e provincioli, onch'essi rappresentavano un precesso doll' "arte" olla "non-arte"; na non prolungoto nel tempo ed abbroccionte l'intero ciclo di civilto, bensl immedioto e parziole, nel
senso di uno degenerozione o di un disfocimento de ll 'orte in ombienti incopaci di comprenderlo e di occoglierlo.
Questo comune volutozione negativo dei fotti collocoti olle ori gini, al margine e olla fine dell'orte classico portovo ovviomente od
escludere quolunque connessione di natura genetico o storico tro
di loro. L'unita storico e ottributo di uno reolta positivo. Di unitá
( 13) H. KAHLER: "Wondlungen der ontiken Form" , München, 1949. Cfr.
lo mio recensione in "Doxo", IV, Romo, 1951 , pp. Q2 e se9g.
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266-
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORTA DELL' ART E ANTTCA
9
storica, di organicita evolutiva non potevo porlorsi che o proposito
del ciclo dell'arte classico, cioe dell'arte ellenico che s'identificava
con !'arte antica tout court. Per il resto non vi ero che la plurolita,
squisitomente astorico, seitlos, delle tendenze spontanee od una
roppresentazione primitivo, infantile, semplifica trice, ingenuamente
ostratta, geometrizzonte, comune o tutte le produzioni incolte e
popolaresche.
Spiegazione focile ed orecchiabile, mo atto o soddisfore piuttosto i teorici e g li storici superficiali, che i veri conosci tori dell'orte
ontico. Esso infotti si trovo gia od essere in con troddizione con
i giudizi di va lore estetico che lo critica contemporonea, sul la
strodo operta dal Rieg l, e venuto formulando su opere di orchitetturo, di scul tura e di pittura arcoiche o tordo-ontiche: le uno e le
oltre ravvisote quali espressioni creative in se compiute e perfette
rispetto al loro mondo, e come tali spettonti verocemente olla sfero
artistica, non in senso relativo e subordinoto, bensl soltanto diverso
quolitativomente doll'arte classico. Nessuno, oggi, oserebbe piu
immoginare uno contusione tra il fenomeno del disfocimento della
formo per incolturo e i roffinati, sofisticoti, o volte quosi cerebroli ,
s tilism i dello scu lturo greco arcaica o dell'orte tordo-imperiole e
bizantino .
Lo valutozione esteticomente positivo di queste manifestozioni
ha operto lo strodo od interpretare la storia dell'orte an t ico, non
piu sullo base di un principio "monistico" roppresentoto dall'assoluto classico; mo secando il criterio "dualístico" del contrasto tro
formo clossico e formo non clossico. Per olcuni critici il contrasto
sembró potersi configurar in uno specie di antinomia trascendente
ed eterno, onologo o quello che dalla polemice letterorio del primo
Ottocento si ero esteso oll'orte universole con i termini opposti di
"classico" e "romontico". L'orte del mondo ontico fu vista in
funzione di due categorie universali, giustapposte e con trapposte
con alterne vicende : quello del naturalismo concreto ed ontropocentrico e quella dell'ostrottismo decorativo: denominote, a secando
dei casi, "clossico" e "onticlossico", "classico" e "primitivo" ecc.
( 14}. Mo questo trosferire lo storio sul piano di uno onti tesi di
universoli non significovo, tutto sommoto, spiegorlo. 11 trionfo del
(14) Questo postztone teorice e olla base dello monumento le opero di W.
DEONNA: "Du mirocle grec ou mirocle chrétien. Clossiques et primitivistes dons
l'ort", Bóle, 1945 e segg.
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10
M. PALLOTTINO
"clossico" sul "primitivo" nel mondo greco del V secolo, lo resistenzo del "primitivo" in Italia ed in oltri poesi situoti sul margine
del mondo greco, lo progressivo rivincito del "primitivo" su l "clossico" in eta romano e tordo-ontico sono in sostonzo null'oltro che
effetti di cuí le cause restovono sconosciute.
Altri critici, in vera, honno creduto di poter individuare toli
cause in fotti di temperamento rozziole, cioe di predisposizione dei
diversi popoli dell'oreo circummediterroneo od ottuore le loro esperienze ortistiche in un senso piuttosto che nell'oltro. Questo interpretozione dello storio dell'orte ontico ha ovuto un momento di
gran vogo specio lmente neg li u lt imi de e en ni e presso g li
studiosi germonici: esso e stoto in quolche modo riossunto e defi nito ne l concetto di "strutturo" ( 15) . 11 naturalismo orgonico, vale
o dire il "clossico", roppresenterebbe lo strutturo proprio del popolo
ellenico; loddove le forme onorgoniche e decorotive sorebbero proprie dello strutturo delle stirpi orientoli e delle genti del Mediterroneo centrole, compresi gli 1tolici, ed occidentole. Le vicend~
ortistiche, i controsti tro il filone "clossico" e quello "primitivo",
il prevolere dell'uno sull'oltro o secando dei tempi sorebbero do
intendere sullo folsorigo degli ovvenimenti ett'lici, dello dislocozione
o dell'ovvicendomento delle stirpi nel teatro dello storio del mondo
medí terroneo ed europeo.
Applicoto oi fenomeni ortistici occidentoli, questo teoría ha
suggerito recentemente uno. spiegozione per le offinita figurotive,
che, in contrasto con l'orte dello Grecia clossico, s'introvvedono
tro opere speciolmente di sculturo rinvenute in 1talio (guerriero di
Copestrono), nell'oreo deii'Europo celtico, nello Francia meridionole (Entremont), e, in ul t imo onolisi, tro queste opere e le tendenze stilistiche dell'orte provinciole romano e dell'orte tordoromano e medioevole. Allo base di queste offinita sorebbe do postulare uno strutturo etnico: quello del popolo celtico ( 16).
Mo e chioro che cosl ci troviomo ancoro uno volto nell'ombito
( 15) Tole concetto e stoto speciolmente definito do G. KASCHN ITZ WE1 NBERG (per lo plostico si vedo "Studi Etruschi", VIl, 1933 . pp. 135 e segg.; per
l'orchitetturo "Romische Mitteilungen", LIX, 1944, ;>p. 89 e segg.). Approfondimentl e critiche del concetto stesso in R. BIANCHI BANDINELLI: "Storicito
dell'orte clossico", 1.• ediz., Firenze, 1942; e M. PALLOTTINO: "Giudizi e pres¡iudizi sull'orchitetturo 1tolico", Archeologio Clossico, 1, Romo, 1949, pp. 196-
201.
( 16) S. FERRI: "Osservozioni in torno al guerriero di Copestrono", Bolletino
d'Arte, 1949, PP- 1 e segg. Critiche di M . PALLOTTINO in op. cit. in noto 12,
e A. BOETHIUS, ort. cit. in noto 7.
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UNA NUOVA PROSPETIIVA DELLA S'fOR I A DELL' ARTE ANTI CA
11
dello prospettivo delle "orti nozionoli". 1 fotti piu difficili do inquodrorsi negli schemi trodizionoli dei grondi cicli dell'orte ontico
sono sottilmente roggruppoti in cicli minori. Dalla visione sintetice
del processo porobolico dominoto doll'orte greco si posso olla vi sione analítico di uno strutturo ellenico, etrusco, celtico, iberico
ecc.; senzo tuttovio che muti il principio fondomentole dello indi viduolito e incomunicobilito di queste predeterminote Weltonschouungen figurotive, vere e proprie monodi legote oll'intimo essenzo dei singoli popoli.
Reolto od illusione? Lo critico contemporoneo comincio ogg i
od ovvertire uno profondo insoddisfozione dei vecchi schemi scolostici, anche se trovestiti in nuove e piu elegonti formulozioni .
Attroverso incred ibili difficolto sto penetrando anche nello
studio dell'orte ontico il concetto, oltrove ocquisito, che non c'e
arte se non c'e geniole pe rsonolita d'ortisto e che gli stili collettivi,
le correnti del gusto, i cicli figurotivi "nozionoli" non sano che il
riflesso, in sede culturole, del lo sommo delle creozioni individuoli :
e cioe non uno reolto semplice, o priori, determinante il fotto artístico; bensl uno real to secondorio, estremomente complessa e determinote dol fotto artístico (17) . In seguito o questo copovolgi mento delle posizioni teoriche, code ovviomente lo necessito di
cercare uno "legge" dello evoluzione storico-ort istico e di insegui re labili fontasmi o mitiche ostrozioni come le cotegorie universoli
ontitetiche del "clossico" e del "primitivo" o le strutture etniche.
Cotegorie e strutture potronno volere come mezzi protici per intendera, descrivere e classificare, con uno certo opprossimozione,
singoli fatti o gruppi di fotti onaloghi; ma non soronno piu do
intendere come la ragione stesso regolotrice del divenire dell'orte.
Liberoto dall'obbligo di inquadrarsi in un sistema apriorístico,
lo s tud io delle culture ortistiche dell'antichito potra esser ricondotto
od una piu concreto aderenzo olla storio. Le correnti e le fosi del
gusto opporironno, quo li esse in reolta sono, fotti di squisita natura culturale, che possono coincidere o non coincidere con i limiti
di uno comunito etnica, di un raggruppomento político, di un pe-
( 17) Dí ques to rev1s10ne critico, nel campo dell'o rte ontico, siomo speciolmente debi tori a l BIANCHI BANDINELLI , dello c uí :Jrincipole opero, o corottere
miscello neo, "Storici to dell'orte clossico" cit. in noto 15, si rovviso per oltro
uno moggíore coerenzo di pensiero nello pr imo ediz ione, che non nello secando
(Firenze, 1950), inquinoto dol revi re me nt verso uno concezione sociole dell'orte
che contras to ín porte con lo límpido posizione individ uolíst ico dei precedenti
scritti.
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12
M. PALLOTTINO
riodo storico. Esse 'risulteronno de termino.te esclusivomente dol
grado di suggestione esercitoto do singoli ortisti e gruppi di ortisti
innovatori in ombienti fovorevoli, con uno intensito, uno duroto,
uno estensione quonto moi vorie. Potronno esservi nello stesso luogo
e nello stesso popolo ropidi mutomenti di stile, dovuti od una intenso e multiforme attivito creativa (come e i1 coso dello Grecia fra
I'VIII e il V secolo). E potronno esservi in piu luoghi tradizioni comuni, ereditate o trasmesse, stagnonti per secoli o improvvisomente
reviviscenti.
11 problema dell""ort'e periferico", recentemente sollevoto e
magistra lmente discusso do A Boethius ( 18), si inserisce in questo
revisione dei punti di vista generoli e fondomentali dello storia
dell'orte ontico. La cultura artístico dei popoli situoti sul margine
dei grondi centri di eloborazione artística del Mediterroneo orientole, nello penisolo iberico, nell'orea celto-ligure, in 1talio stesso,
oppore nettomente ispirota oi motivi dell'orte orientole e poleoellenico; mo esso li rieloboro in un'epoco in cui nel mondo greco¡ tolico gio trionfo lo forma classica o si e imposta lo civi lto ellenistica. 11 supposto primitivismo spontoneo di qüeste esperienze fi gurative come dell'arte provinciale non e, in generole, che una
illusione. La moggior porte delle loro soluzioni lineori, geometrizzonti, pora tottiche, simmetriche, decorotivamente astratte, la sculturo concepita "a blocco" come in molte stotue iberiche, il taglio
"cordonato" degli occhi e le cosi dette "labbra spremute" (comuni
olla plastico protoetrusco e protoitolico ed o quello dell'oreo cel tica
e ligure) non sano concepibili quali effetti naturoli di una produzione incol to e popolaresca: essi non han no infotti nessun ropporto
necessario con l'arte piu outenticamente primitiva dei popoli preis torici, dei selvoggi o dei bombini. Si trotta dunque di tendenze
specifiche risponden ti o motivi gio elaboroti in sede culturo le. E in
mol tissimi casi le offinita con le opere figurote del prossimo orien te
e dell'orco ismo ellenico sono cosl dirette ed evidenti da non lasciare
il mínimo dubbio circo lo loro derivozione (19) Ció vale o disilludere anche o proposi to dello supposta originolita di una strutturo
etnico nell'orte di queste zone di culturo occidentali. Troppo spesso
( 18) A. BOETHIUS, orticolo gio sopro citote nelle note 1. Esso riproduce
lo relozione, che non esiterei o definire di portoto storico per gl. studí dell'orte
ontico, svolto doll'in.signe studioso svedese ol Congresso Mediterroneo di Firenze
nel 1950.
( 19) Cfr. lo mio noto, gio citote, in noto 12.
-
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL' ARTE ANTlCA
13
e troppo leggermente si e insistito, ad esempio, sulla originalita
dei caratteri dell'arte etrusca, semplicemente sulla base di una
contrapposizione dei prodotti figurati etruschi a quelli greci contemporanei; mentre e chiaro che bastava guardare alfe fosi piu
ontiche della civilta artístico dei Greci per ritrovorvi motivi e tendenze che erono sembroti peculiori del mondo etrusco (20).
Cio non significo, bene inteso, che siono da escludere fenomeni
di incolta spontaneita o manifestozioni di autonomía creativa
nell'arte dell'occidente. Ma nel suo complesso essa ci si rivela come parte di una ontico esperienza panmediterranea che si attarda
sul margine delle oree di piu intenso sviluppo, anche quondo in
queste oree il processo innovotivo ha portato oll'affermorsi di una
civilto artística fondamentalmente diversa. In pratica dobbiamo
immaginore che il mondo mediterraneo sic stato percorso da correnti diffuse doll'oriente e daii'Egeo preellenico e protoellenico, le
quoli sano raccolte e rieloborate in alcune zone (per esempio in
1talio, o Cipro ecc.) m entre gio lo Grecia si avvia, ottraverso un
proprio intenso travaglio creativo, olla definizione dell'arcaismo.
Successivomente l'arte greca arcaica dilaga anch'essa, e con uno
assai piu prepotente forza espansivo (favorito dalla diaspora colonicle), verso occidente, sovropponendosi ed o volte contaminandosi
con le precedenti influenze poleomediterronee Questa grandiosa
esperienza figurale diventa patrimonio comune di tutte le terre e
di tutte le genti offacciote sul gran more, influendo in modo profondo e decisivo sulle loro tradizioni ortistiche; alle quali esse restano sostanziolmente fedeli anche quando in uno ristretto orea
centrale del mondo ellenico comincio ad affermarsi e a diffondersi
lo grande e fotale innovazione classica. Lo influenza di quest'ultima
si propoghero in oriente con lo conquista di Alessandro Magno, in
occidente con lo esponsione romana. Mo la tradizione preclossica
soro ormoi cosl profondamente radicota nelle zone periferiche, do
costituire un ostocolo insormontobile olla generole accettazione
della nuovo civilto artística greco-romano e da provocare reazioni
"provincioli" di varia portota ed intensito a secando dei luoghi e
degli ombienti.
E' naturole che lo trasmissione di motivi ortistici dalle zone di
eloborozione a quelle di rezecione e tanto piu intenso ed immediota, quanto moggiore e lo loro vicinonza geogrofica e culturole.
(20)
M. PALLOTTINO, op. cit. in nota 5.
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14
M. PALLOTTINO
Cío spiego perche 1'1 talio oppore costontemente sotto !'influenza
diretto dello evoluzione stilistico del mondo greco; mentre in Iberio
perdurono vitoli certi elementi di origine stroordinoriamente ontico.
D'oltro canto il quodro ricostruttivo ed interpretativo dei fotti e
reso oncor pi u complicoto dalle seguenti constotozioni: 1) che nelle
zone di recezione si trovono giustopposti e persino mescoloti motivi
che nelle zone di eloborazione apportengono o fasi e stili successivi; 2) che zone di recezione possono divenire a loro volto zone
di eloborazione e di diffusione, come e il coso dell'ltolio rispetto
oii'Europa occiden ta le.
Non e chi non veda come da questa nuova prospettiva della
storio delle civilto ortistiche dell'antichito il concetto delle "orti
nozionoli" risulti superato o quonto meno ottenuoto. Lo stesso arte
greco, considerato olla luce delle esperienze figurative orientoli ed
occidentoli, non puó piu essere roppresentoto in modo casi semplice come un "ciclo" evolutivo orgonico ed in se compiuto. Alle origini essa costituisce ne piu ne meno che uno fecondo variante dello
civilto artíst ico poleomediterraneo, orientole ed egeo, nello quole
s'innesto la innovozione dell'orcoismo ellenico E' periellenico (21) .
11 quole diviene uno esperienzo universole di fondomentale importonzo per tutti i popoli mediterronei. Piu tordi, mo soltonto in uno
zona limitoto dell'oreo ellenico, si determino lo innovozione dello
clossicito, che tende o suo volto od espondersi, senzo riuscire tuttovia o conquistare che tardivomente e porziolmente il mondo gia
fecondoto dalla esponsione dello civilto artístico arcaico . A differenzo dell'orte arcaico, l'orte clossico e ossoi poco sentito e "vissute" doi popoli periferici. Si pensi o Cipro, oii'Etrurio, olla Spagno.
Diremo the esso e "piu greco" dell'arte arcaica? In tal caso il concetto di arte nozionale potrebbe modificorsi nel senso che le civil ta
artistiche tendono a definirsi e speciolizzorsi come arte di un singola 1
popolo. L'orte nozionole non sorebbe pi u un punto di portenzo
(come vorrebbero i teorici dello s trutturo), mo un pun to di arrivo.
Cio che, tutto sommato, sembra piu consono ad una interpretazióne
storicamente concreto dello sviluppo dei fotti artistici .
Mo lo prospettivo generole, gia delineata, si completa e si confermo nella ricerco dello modolito e delle cause della decodenzo
dell'orte clossico: lo "porobolo discendente" del lo teorio cíclico.
Esso fu spesso spiegoto come un fenomeno intrínseco olio sviluppo
(21)
Cfr. M. PALLOTTINO, op. cit in noto 4 .
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UNA NUOVA PROSPETTIVA DELLA S'fORIA DELL' AHTE ANT ICA
15
stesso del ciclo artístico greco-romano: quasi un processo conseguente ed inevitabile di dissoluzione della formo classico. lnvece
noi dobbiamo convincerci che lo formo clossica non contiene in se
nessun germe noturole di dissoluzione. Esso costituisce il fondo mento per talune perspicue innovazioni figurative del mondo ellenistico e romano: in ispecie quello che suol definirsi "borocco osiotico" e l'orte scenico, spoziole ed illusivo che trionfo nel primo
secolo dell'impero romano. Ma tra questi filoni innestoti sul tronco
del la clossici ta ellenica e gl' imponen t i fenomeni del casi detto
espressionismo itolico, che si offerma o Romo o portire dalla fine del
11 secolo d . Cr., o dell'orte trascendente e decorativo dello tordo
ontichito non esiste nessuno possibile rogione d i continuita evolutivo, nessun ropporto necessario di causo e di etfetto. Le tendenze
stilistiche che '<'engono offermandosi nello comunito romano durante le fasi piu avanzate dello s toria dell'impero sano "fatti nuovi"
che capovolgono, in un certo senso, l'orientamento del gusto, affi ancondosi dopprimo olla tradizione classica, e poi sovrapponendosi
ad e s s a ed eliminandola non sen z a suggestivi episodi di
resistenza (si pensi ai "rinascimenti" dei tempi di Gollieno, di
Costantino stesso e di Onorio) . Si trotta, comunque, di fenomeni
generalmente "positivi" in un senso estetico e storico : non gio,
come s i giudicova un tempo, indizi di senilita e di morte del l'arte.
Ma su ques to, dopo tonta revisione della critico contemporanea,
non sarebbe neppure il caso di insistere, se non vi fosse stato oro,
do porte di un critico d'orte di fama mondiole, di tornare o vecchie
posizioni ormoi do tempo rigettote e confutote (22) .
Cío che in vera a noi interesso di definire in questo sede
il
problema dello origine delle trodizioni figurotive che sono olla base
delle grondi innovozioni del tordo impero. L'oriente, come si so,
ebbe lo sua parte nel fornire motivi d'ispirozione ogli artisti di eto
cristiano elbizontino; e non soltonto l'area periferico olla civil to
ellenistico del l' Asia Anteriore, mo pure I'Egitto, come e stoto penetrantemente dimostroto in un'opero recentissimo di fondomen tale importonzo per lo s tudio dell'orte tordo-antica e dell'alto medioevo (23) . Ma i gio accennati incontestabili ropporti che callegano le correnti figurative itoliche, occidentoli e provincioli al
e
(22} B. BERENSON: " L'orco di Costontino o dello decodenzo dello formo" ,
Milono-Firenze, 1952.
(23} G. GALASSI: " Romo o Bisonzio" , 2 .• ediz ., Romo, 1953, speciolmente
nel vol 11 .
-273-
[page-n-300]
16
M. PALLOTTJNO
mondo stilistico del tardo impero e del medioevo ci inducono a ritenere che questi correnti, ben lungi dall'essere state soffocote dol
clossicismo greco-romano, roppresentorono onzi uno tole forza do
contribuire, con uno azione di ritorno, olla costituzione di quel
nuovo clima artístico che segno lo fine dello esperienzo clossico.
Sembro, dunque, che lo vecchio prospettivo che identificava lo
storio dell'orte ontico, almeno nelle sue fosi piu recenti e piu significanti, con il ciclo di sviluppo e di declino dell'orte clossico debba
cedere od uno prospettivo diverso, ossoi piu concreto ed oderente
olle apporenze dei fatti storici. Esso contemplo uno primordiole
diffusione ed uno generole persistenzo periferico di modi figurotivi
poleomediterranei ed orcaici, la cui trodizione si continuo viva ed
ininterrotta sul margine della zona di espansione dell'orte clossico,
per rioffermorsi poi universalmente, con una sorto di movimento
centrípeto, nel corso dell'eta imperiole romano. L'orte greca clossico con il suo sviluppo ellenistico-romono oppore sl, naturalmente,
un evento di incalcolabile importanza storico per il progresso spirituole dell'umanitü; ma roppresenta, rispetto olle oltre civilta
ortistiche del mondo ontico, uno svolgimento episodico di estensione e durata circoscritto.
Ai ropporti effettivi che legano l'orte arcaica o quello del medioevo, non attroverso lo clossicito, mo per vie dirette e sostonzialmente indipendenti, lo conoscenzo e l'opprezzomento dei fe nomeni figurotivi periferici dell'occidente honno offerto l'onello
intermedio dello coteno. 11 loro contributo illuminante oppare, come
si dicevo in principio, di importanzo incolcolobile per lo storio dei
fatti ortistici dell'ontichita.
-274- .
[page-n-301]
J. J. JAUREGUI
(Madrid)
Jábegas
y Cárabos
Entre los múltiples embarcaciones arcaicos de nuestros costos,
como son: lo dorna y lo potero en Golicia, el candroe en el saco de
Códiz, todas ellas en trance de desaparición, y que debiera de recoger la Arqueología marítima, o nuestro juicio, la más interesante,
es la jábega malagueña, tanto por su indudable arcaísmo como por
las curiosos consecuencias que pueden deducirse de lo comparación
con su hermana el cárabo moruno, de los costoc; africanos, opuestos a aquéllo, y empleado y utilizado con los mismos fines.
Son la jábega y el cárabo, en cuanto a su arquitectura naval se
refiere, embarcaciones ton semejantes, que no sería atrevido calificarlas de idénticos, si no fuese porque mientras uno ha sufrido lo
infuencio greco-latina, lo otra ha mantenido la púnica, haciéndolos
con ello variar en nimios detalles que en nodo influyen en lo fundamental de su construcción. Estos detalles y sus motivaciones, así
como sus similitudes, son los que vamos o trotar de poner de manifiesto.
Lo jábega, barco de jábega, y más común y simple barco, reéibe
Sil nombre del arte de pesco poro el que se empleo y del que ha
tomado su nombre.
Lo jábega, es un arte de arrostre de costo muy conocido, especialmente en el litoral gallego y en el Atlántico. Consiste este arte,
en dos bandos o pernadas y un copo.
Como es natural con este arte se trato de, partiendo de un
punto de lo playa, ir lanzando al mor el arte constituido por pernodos de red, y de esto formo, acotar uno cierto superficie del mismo.
Lógicamente poro constituir el muro entre los cuales troto de de-215-
[page-n-302]
2
J. J. JAUREGUI
jorse encerrado la pesca, es necesario, que los redes queden tendidas
desde la superficie del mor hasta su fondo, y '1ara
ello, la relinga superior, llamada trolla de lo al to o de los corchos,
llevo dispuestos con lo suficiente separación, numerosos corchos o
pandas, poro que el arte quede bien abierto dentro del aguo. El más
importante de ellos, situado en medio de la parte superior de lo boca
r!el copo, se llamo lo maese o moest1 o, y sirve poro centrar e l arte
'Jl construirlo y al manejarlo. En lo porte baja de esta red, va la
relingo inferior, que hoy se llama tralla del p lomo, aunque los pesos
o 1
)1omos, no son de ta l substancio, sino de borro cocido, tienen
forma esférico que con el uso se convierte en aovado. Estas dos relingas, van unidos o lo red por un cabo en zig zog y cado punto de
oma•re de és te, recibe e l nombre de forco . Tonto la s trollas o relingo:;, como el cabo que zigzagueo, son de esparto. Entre coda torco
de! cloro, se coloca un plomo o esfera de borro.
Este arte de pesca, indudablemente uno de los más primitivos
y utili.:odo tonto en lo costa como en los ríos, es curioso que poro
lastrarlo se empleen esferas de barro, y nodo de particular tendría
que muchos de los fusoyolos, que con frecuencic se encuentran en
estratos arqueológicos, sin poder definir claramente su aplicación,
tuviesen su origen en artes de pesco de este tipo más o menos primitivo. Algunos de los nombres empleados aCln actualmente en es·
tos artes, como maese, forcos, controlcanela y olcanelo, cozorete,
caJonera y rigal, nos ha blan bien claramen te, de su origen arcaico,
si lo sencillez del arte no nos indujese sólo con verle, a pensar que
fué uno de los primitivos empleados por e l hombre. El empleo del
esparto en muc:hos de sus portes, también nos hablo en favor de
su antigüedad.
Las formas típicos y elegantes, de lo jábega, recuerdo milenario
de los noves fenicias y griegos, han sido descritos y ensalzadas mul titud de veces por escritores y poetas, y reproducidos por pintores y
fotógrafos hasta rayar en tópico manido del costumbrismo mala gueño
Los barcas de jábega (fig. l ."),corecen de cubierta, y tienen de
doc; a tres toneladas de arqueo; arman de 7 a 9 remos y su eslora
es de 7 a 9 metros, sin incluir el bota lón. Es típico en las de Málaga,
que lo proa se prolongue en un pico o botalón (A), en el que se suele
es<.ulpi r uno cabezo de serpiente, suje to con un tajamar o cartabón
(C) o la roda; dos de los escolomotes de los amuras, cercanos a la
roda, se prolongan por codo banda por encima del reón formando
v~rt•calmente,
-276 -
[page-n-303]
3
JABl~GAS Y CARABOS
9
<&f!___~---~1
A pico. Bc:hompozo.C ta¡amor Eroda d
Uchcmponzo.rd~tlof cara.na.r
6 qvillo. que no sobresole openaJde COJGO
¡,•
9'pieda roda
P rroqanh~
p• "'
A prco .c. ~o1omar. O.coperol . Erod!!l d a proa G tobl;llo
l. ~on
!J. moni~oc.l-o
L ~ob d~ borda M ro~a d
Y sH IIo dcz. proa .l l-abla atnovible poro oríen~odel rroal \1 arbito!\a
co
Pp•«;d4roÓQd' proo ~ J>Íctvq. M' dvrma'otl'hz da. proa.
F:;¡. 1.•-Barca de jábega, con la descripción do? sus elementos más corocteristicos.
- 271-
[page-n-304]
4
J . J. JAUREGUI
las maniquetes (H), en los que se hoce firme lo beta de l hierro,
rezón o anclo; al pie de lo roda, generalmente o estribor llevan uno
especie de taco de modera o estribo, llamado tojino (F), poro subir
a lo barco desde lo playa, sin necesidad de vororlo; el codaste o roda
de popa (Q), también se eleva sobre lo popo formando una curvo
elegante, sirve poro colgar los levas o flotadores y los coloneros; en
su pie llevo uno argolla o cáncamo, llamado borondo (S) paro enganchar a él un cabo y varar lo embarcación. Además de la quilla (C'),
que no sobresole del cosco, poseen dos carenas salien tes (T), gracias
o los cuales los barcas se pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechas o adrizados sobre sus perales. No llevan timón, poro
evitar que se enrede con el arte al largarlo, y se gobiernan con una
espadillo o remo grande apoyado en el tragante (P), pieza o tangón
que sobresole por lo aleto de estribor.
Lo jábega lleva siempre pintados en las amuras, unos grandes
ojos, como los de lo figuro 2 .• y va adornado con los colores más
Fig. 2.•-Tipos de ojos pintados en los omuros de los jóbegos.
vivos y brillantes, estilizaciones ingenuos de flores, sirenas u o tros
O$un tos que la hacen muy vistosa.
Algunos característicos de las jábegas, al parecer caprichosos
o de mero adorno, obedecen o los condiciones especiales de los
playas malagueñas: éstas son poco aplace rodas y la resaco forma
muy cerco de la orilla, una rompiente que permite acercarse mucho
a tierra, de tal modo que desde ésto, apoyando un pie en el tojino y
- 278-
[page-n-305]
JABEGAS Y CARABOS
S
agarrándose al pico con las manos, se sube fácilmente a bordo sin
m0jarse y sin necesidad de varar la barca.
Creemos deber señalar la indudable importancia que aun en
nuestros días, se da a una pieza totalmente inútil de la embarcación, como es el pico o botalón, que para nada sirve, n i en el aspecto
marinero ni en lo que a lo pesca se refiere, y que sin embargo, confiere a los embarcaciones que lo poseen derecho preferente en el
St'r teo de los lances, lo cual únicamente puede tener uno explicación
a nuestro juicio, en lo prohibición impuesta por Romo o Cortogo,
de que sus embarcaciones pudiesen armar espolón y ser por lo
~anta este pico o botalón, una reminiscencia de aquel espolón, armo
militar, que por el mero hecho de existir ya indicaba la pertenencia
de lo embarcación a un ciudadano romano, e incluso confería o ésta
cierto carácter militar, y desde luego, hacía posible su empleo como
tal.
Al describir más adelante el cárabo, le veremos desprovisto de
este botalón y modificado el trozado de su roda en forma que hace
muy difícil sino imposible adaptarle un espolón. Veremos también
en el cárabo, que sus corosterísticos arquitecturales, si bien idénticos guardan un mayor arcoismo, y en vez de los gayos colores, grotos o los griegos, han mantenido y mantienen como único color el
negro, rojo, blanco, característico de los cartagineses.
Señalamos antes algunos de los nombres arcaicos del arte de
jábega, y no queremos dejar posar sin señalar, el que a la banda de
babor de la barca, se lo llame bando de corulla, al armador del arte,
se le nombra sotarroez, y el que se ocupa de dar sebo a los peroles
pera facilitar los botaduras y varadas, así como el que se queda
con la beta en tierra al empezar el calamento, se le llamo omocoel,
en vez de playero, nombre que se u tiliza en otros casos. Incluso el
que vende más tarde la pesco de la jábega, tiene el elegante nom bre de marengo.
Los organismos oficiales han declarado a la jábega, como arte
o extinguir, remozando las prohibiciones del siglo pasado; no se
consienten pues, nuevas construcciones. Realmente, aun sin los
trabas legales prohibitivos, las jábegas están en pleno decadencia
y er. tronce de desaparecer por su escoso producción, y como en
analogía lo mismo ocurre con el cárabo, es lo que nos ha inducido
a hacer un estudio comparativo de ambos, del que extraemos las
presentes notas, ya que el completo estudio, por su extensión, sería
inapropiado en este lugar.
-279-
[page-n-306]
J. J. JAUREGU I
6
========~
c::::.:::::::::c::
"
,.
/1'
B Arekin. (cá:rhk'o t:W~). D.olhufo(\truban,( qJJillao.t!rdó,r). U lotrobal (,QVemzr)
:
J.lolro~on (~J L.olkoch (.;lbd"adú ¡zzyra:) n.ordar(~) nO!mankob
(2Ja.6.-)
Fig.
3.~-Córobo,
con la descripc:.5n de sus elementos más característicos.
- 280-
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JABEGAS Y CARABOS
7
El cárabo (fig. 3.•), al igual que la barca de jábega, carece de
cubierta y tiene de dos a tres toneladas de arqueo; arma de siete
a nueve remos y su eslora es de siete a nueve metros. No tiene botalón, y su proa o tajamar, es curva y muy lanzada, como si se tratase de evitar el que o elfo se pudiese adaptar nada semejante. Es
uno embarcación típica de las costas africanos, y en los amuras,
cuatro de las escolamotes cercanos o la roda, se prolongan por encimo del reón, formando los maniquetes (C), en los que se hoce
firme la beta del hierro, rezón o anclo. Tonto su roda como su
codaste, sobresa len poco del reón o falca, al contrario de lo barco
de jábega, que se prolongo, tonto en uno como en otro parte, en
una elegante curvo. No existe en el cárabo la argolla o cáncamo
llamado baranda poro enganchar o él un cabo y varar lo embarcación, y en su lugar las piezas de roda y codaste, terminan allf donde
empieza la quilla plano que no sobresole del casco, en unos escotaduras por los que se paso el seno de un cabo paro varar lo embarcación. El cárabo, al terminar los piezas de roda y codaste (P) y (L),
llevo uno quilla (O) que no sobresole del casco y paralelas o ello
y o banda y bando, dos carenas salientes (H) gracias a los cuales,
los cárabas pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechas
y adrizados. No llevo el cárabo timón, como tampoco lo jábega,
poro evi tor que se enrede con el arte al largarlo, y se gobierna con
un timón en espaldilla de lo formo indicado en lo figura, llamado
lasbot, y que nos recuerdo los timones reproducidos en los representaciones de embarcaciones de los vasos griegos, y que se apoyo en
los tragantes (1), piezas o tangones que sobresolen por los aletos
del cárabo.
No parece lógico querer atribuir los diferencias constructivos,
que entre el cárabo y lo barco de jábega existen, o diferentes corocterísticas del mor o de las playas en que estos embarcaciones se
emplean, yo que siendo ambas embarcaciones fundamentalmente
medí terráneos y empleándose principalmente en las costos mala gueñas y en los de Marruecos, las condiciones son análogos y las
diferencias más bien superficiales que pueden apreciarse en los di bujos que se acompañan, no creemos puedan atribuirse más que a
q.1e las de los costos españolas sufrieron uno influencio greco-latino
y los de los costas marroquíes, imposiciones romanos e influencias
cartaginesas.
- 281 -
[page-n-308]
[page-n-309]
INDICE fiLFfiBETICO
los nombres de persona van en mayúsculas, los de materias en negritas y los
geográficos en cursiva.
Abar, radical ibérico: 229.
AbaxgunUn , p~!abra lbérlca: 229.
,\ IJejas: 220.
ABSOLON (K): 60 n.
Abwrazlm: Ver: «Albarracín».
Academia clas Ciencias (Lisboa>: 173.
A~agra: 238.
Acebuchal
Acbelense: 9, 12, 13, 16 y 69.
t\c illense: 65, 68 y 69.
Acrópolis: 175.
Ademuz (Valencia.): 192.
Adorno, objetos: 26, 27, 28, 44, ii'i. 169. 190 y 2()-5,
Africa: 35, 82 y 83; -del Norte: 16, 18, 24. 35, 100. 102, 275 y 281.
Afrodisias o Apltrodlsias (Caria, Asia Me:1or) : 219 a 222.
AFRODl'l'A: 219 a 222.
Agricul tores: 82, 91, 92 y 168.
Agricultura.: 82, 85, 90, 91, 92 y 101.
Aglt~adoura (Portugal) : 92.
AGUILERA 'l GAMBOA, MARQUES DE CERRALBO (ENRIQUE DE) : Ver
«C;.-.:"ralbo>;,
Agujas de asta y de hue>o: 26, 2'1, 28, 32. 39, 44, 51 y 55; - de cabeza acanalada: 182; - .de metal: 205.
AGUSTIN (ANTONIO ): 243.
Altrensburg (Schlewlg-Holstetn): 57 y 63.
Altlu~egute, rpala•
bra ib6r:lea: 227.
Aix-ewProve11ce (Bouches du Rhóne, Franela): 260.
Ajua•·es: 86, 88 y 97; - funerar¡os: 169,170, 175n, 177, 2()4 y 206.
Alabardas: 171.
1
Alabnstrones: 205.
Alaprala (Portugal): 181 y 184.
Albacete: 192, 206, 252 y 255.
Albatana (Albacet.e): 206.
Albarracln (Teruel): 236, 237, 238, 239, 243 y 244.
Albe11razim: Ver «Albarracin».
A lbocácer (Castellón): 87.
- 283 -
[page-n-310]
ALCACER GRAO (JOSEl : 88!'.1, 93n y 17ln.
Alcalde ( Antequera. Má laga) : 174 y 175.
Alca lá (Port ugal) : 172. 173, 177. 178. 180 y 182.
ALCALDE DEL RIO (E .) : 68 y 69.
Alcañiz (Te ruel) : 244.
Alcázar del R! ¡¡ (Cuenca>: 118.
ALCOBE (SANTIAGO) : 105, 1M, 116 y 121.
ALCOCER
ALEJANDRO III : 236 y 237. - IV: 239. - MAGNO: 271.
Alemania: 60, 113. 147, 148, 149, 168, 84 y 188.
Ai!'lltejo (Portugal): 86, 94, 96, 97, 98. 99n. 100. 102 y 221.
ALFONSO VI: 236. - VII: 236. - VW: 236.
Aljttsqueiro, rio (Portugal): 96.
Algar, E l (Ahneria l : 140, 156 y 157.
Algaroc {Portugal) : 173.
Alican te : 15. 1S1 y 199n.
Alim entación, alimentos, comi1la, e:lc.; 61, 82, 85, 87, 89, 91, 162. 181 y 182.
Allslwr, El (Al1aLolial: 172.
ALLAIN (Dr.): 31n.
Allerocll, oscilación climática: 63.
Almagra, tipo n e pintura. cerámica : 96 y 97.
ALMAGRO BASCH (M.>: 76n, 83i:l, 87n, 99n. 147, 148, 149 y 171.
Almansa (Alba cete) : 206.
Almazara (Cast.ellón l : 18'7 a 193.
Al tnciiCira (Castellón ) : 238.
Almeria : 97, 155, 167. 171. 172. 173. 175 177.178. 183. 190 y 201n.
Allncría, cul tura.: 97 y 177.
Almizaraque (Almeria): 155. 156, 172 y 190.
Almor:wl tles: 236.
Alparntas (Turre, Almeri:l.l : 190
Alpes. mon tes: 169 y 179.
Alpina, ra za human a : 108, 115 y 117.
Alpout, hoy Al puente (Valencia): 238 y 239.
Al pue11t, hoy Alpuenle (Valer.ICia): 238.
Al sacia : 147 y 179u.
ALSII\rn:T (JOSEl: 248.
Altamfra, cueva (Santander): 67, 69, 72 y 136.
Alto Jalón (Sorlal : 135.
Altura (Caste llón) : 239.
A lvao
A marejo (Ait:a cetel : 203.
Ambar: 1'79, 180 y 182.
Amru·incllos: 113.
Amoreira : Ve r «Ca~o de Amoreira».
AMORIM GIRA O (A. DEl : 96.
Ampurias (Rosas, Gerona) : 176.
Amu letos: 190.
A11as, río antiguo de España: 240.
-284-
[page-n-311]
A nato/la ( Asia Ant.erlorl: 172 y 265.
AlldCIIIICia: 23, 86, 150 y 173.
Anclalus ( A l): 246.
Andilla
A11g11lta (O uadalajara) : 146.
ANIBAL: 192.
Anillos: 137.
t\nt;~s: 86, 94, 95, 96, 97, 98, 99, lOO, 101 , 102, 103, 170, 171, 177
y 178; - d~ corredor:
97, 08. 100 y 101.
A 11 tcquera (Málaga> : 173 y 174.
AOBERG (NJLS) : 88n y 185.
Apct: 169.
1\pcnínlcn, cultura.: t77n y 185.
Apcr·os agricolrus : 82.
A pulla (lLalla): 212, 2l3n y 264.
At>rtllCI (Espozcnde, Portugal): 92.
Aquae Bllbilttanomm: 244.
A quitan/a (F'rat~'Cia): 116 y 117.
Ara. Pacls : 265.
Ara be, cultura, pueblos, etc. : 203n, 207, 245 y 246.
Aracena (Huelva>: 192.
A ragón: 140, 188. 193, 238 y 243.
Aragóll, rlo : 244.
ARP.MJ30URG (C.): 122.
Aranjuez (Madr:dl: 248.
Arana. cueva (Bicorp, Valenc!Q.): 79.
Armírtel (Castellónl: 191.
Arbr·oatlr (Escocia) : 182.
A r CJI biccnsc, Ar·cn.brlccnses, Arca vi cense, fl.c.: Ver "Arcábrica ".
A rcábrica, diócesis antigua: 233, 237, 243, 244, 245, 246 y 249.
Arcas (Cuencal: 245.
Arcillas: 11, 13, 14. 82, 85, 87. 88 y 136.
Ar·co de Susa: 265. 1
Arcóbriga : 244.
Arcos ele las SaUnas (Teruel): 238 y 245.
Arclrw a (Murcia): 264.
t\ rebaslgon, rpalabra Ibérica: 226.
Areias Altas (Qporlo, Portugal): 82, 87. 89, 90, 91. 92, 93, 95, 96 y 99.
ARENAS (A.) : 244.
Arener o de PTCICIIII ; 148.
Arenoso: 238.
Arevacos : 241.
ARES : 221.
Ares e/el Maestre (Caslellón' : 75.
Argar: Ver ((Algar».
1\rgárica, cultura: 155, 1711, 175 y 176.
Argelill: 35.
Ariccia: 222.
Arlés (Bouches du Rhóne. Frar.cio.) : 212.
Ar mas: 73, 79, 90, 113, 132, 168, 169, 180, 205 y 200.
-
285 -
[page-n-312]
ARND-AMELUNG: 222n.
ARNAL ( J .): 123 a 134.
Arpones: 58 y 65.
Arqueros: 77, 7·8, 79 y 80.
Arquitectura : 98, 102, 103, 104, 125, 1~7. 1~1, 173, 174, 176, 1'17, 199n, 202, 208,
264, 267 y 268n.
Arrosegadors, cueva. (Castellón): 79 y 80.
Arte : 26, 72, &1 y 137; -antiguo: 259 a 274: - arcaico: 261 a 267, 272 y 274; ~
bárbaro: 259; - bizantino: '1H1 y 273; - clásico: 259, 261, 262, 264, 266,
267, 268, 270 a 274; - creto-mlcénico: 262; -cristiano: 273; ---dllpriot.a:
262 a 264 y 272; - egeo: 262, 266, 271 y 272; - etrusoo: 263, 269 a 272;
-.fenicio: 262; - geométrico: 261 y 264; -griego: 261 a 263, 265, 267,
269 y 271 a 274; -griego arcaico; 261 a 264, 267 y 271; - helt:>nistlco: 261,
266, 270, 273 y 274;
itáJico: 262, 265, 270 y 273; - mectrevaJ: 266, 268,
2173 y 274; - nacionan: 260 a. 2&2, 2 69 y 272; - oriental: 262, 263, 265, 266,.
270 a 272; - orienta]¡2ante: 262 y 264; - paJeolltico : 23, 26, 67 a 73; parietlll africano: 80; - parietal- levantino: 75 a 80; - periférico medL
terráneo: 259 a 274; - ·p c·tc1á.slco: 259 a 271; - preclásico: 259 a 274; prehistórico: 23, 26, 67 a 73, 75 a 80. 259, 262, 263 y 270; - pre-romano:
259 y 260; - provincia.! griego: 263; - provlnc:al romano: 259, 265, 266,
268, 270, 271 y 273; - romano: 261, 263, 266,268, 271. 273 y 274; - romano tardo antiguo: 261, 266, 267, 273 y 274.
ART&\USA: 215 a 217 y 220; -EFESIA: 220.
ARTIO: Ver
Asas d e vasos: 84, 93, 94, 98, 101 y H
Assche·Kaikoven (Elewijt, Brabante, Bélgica): 212.
Asta d e ciervo : 57 a 65; - de 1~nJ : 26 a 29, 49, 50 y 57 a 65.
Asta Regla (Cádiz): 172.
Astures: 241.
Asturias: 17. 64 y 90.
Asturiense: 87, 89, 91 y 93.
Atalayo, El (Soria): 146.
Ateriense: 11, 18 y 24.
ATHAYDE (Dr. A. DE): 83n.
Atica (Grecia.): 173.
Atlántica, fase cl1máiblca.: 63.
Atlántico: 82, 88, 102, 167, 176, 177, 180, 241 y 275.
ATREUS: 173 y 175.
Aubrac. macizo montañoso (Fr anela): 130.
Aude, departamento (Francia.): 118.
Audit, abrigo (Francia): 33.
Augustea, vla. romana: 197.
AUGUSTO: 219.
Aurlñaclense: N, 1'1 a Hl, 33 a 35 y 70 a 72.
Austria: 35.
Aver-a:Mar (Portugal): 92.
A\ CS: 29, 30 y 46.
Aveyron, departamento (Francia): 129 y 130.
A VIEJNO
-
286 -
[page-n-313]
A1abache: 28, 51, Jl79n y 180.
' .. ,· .
Azadas: 90.
1
Azagayas: 26, 27, 29, 32, 35, 39, 50 y 55.
Azalla (Téruel)): 264.
AzueJas: 98 y 177.
Baalbek (Siria) : 222.
Badajoz: 236.
Badarlense, cultura.: 179.
Badegoule ~Dordoña, Fmnc!'l.): 2R, 29, 32, 34, 35 y 60.
Balsereban, palabra Ibérica: ~26.
Bajo Aragón: 188 a 190.
Bajo lm¡lerlo: 261.
Balcanes: 185.
BALLESTElR TORMO (!.): 121, 135, l59n, 223, 259, 260n y 264.
BANNElR; 180n.
Ba•·cas: Ver "Embarcaclon.e ".
Barcelona: 203 y 214.
BA.RCLAY HElAD: 220n.
BARDON (L.): 34n.
BARNILS: l93n.
BA!RRAL (L.) : 34.
Barranco Hondo (Almerla): 190.
BA!RRAS DE ,AR.A_GON rF. DE LAS): 118 y 121.
Barreñ os: 148.
Barroco aslátlco: 273.
1
Barsella , La (Torremenzanas, Alicante): 118, 181 y 182.
BARTOCCINI (R.): 212n.
Baser, pa!abra 1bérlca.: 226. '
Basílicas: 248 y 249.
Bastetanla, Bastetanos: 226 y 241.
Bastt: 226.
Bastida, La (Totana, Murcia): 156.
Bastida de les Alcuses, La (Mogente, Valencia): 226.
Bastlgl, palabra 1bérlca: 2~ y e-26.
Bastones ele mando: 69.
BATISTA Y · OCA (J. M.) : 121.
R
Batracios: 30.
Bamne Longe (Francia): 147.
Battmes Chaudes, rnza humana: 106, 108 a. 111, 115, 117 y 166.
Bavlera: 147, 179n y 184.
Beatla, Diócesis visigoda (Bneza. Jaé~•·> : 233.
B eaume Périgauct (Alpes Mari times, Fr mela): 35.
BECK: 172 y 179.
Becs-Canlfs: 28 y 45.
Bediia, rio (Cuenca) : 246.
Beg an Dorc1ttm (Piomeur, Pinlstere, F rancia) : 125.
Begis (Cnstellón): 239 y 253.
Beira Alta (Portugal): 86, 91. 94 a 96 y 98 a 102.
Beira Baja (Portugal) : 94.
Beirao (Portugal): 81.
Befa (AlenteJo, Portuge.l): 221.
-
287-
.. . ,. . r
[page-n-314]
<
Portugal>: 86n, 96n, 100 y 177.
Belga, ¡nr!odo: 173.
Belgas, gentes célt:cas: 192.
Bélgica: 123 y 212.
Bélglda (Valencia): 192,
BE'LTRAN VlllLAGRASJI_ (tP.): 231 a 253.
Bellota~ : 1;; l.
Bc/em
Be// lis
(Val'!ncia): 14
Beui Salame (Egipto): 93.
BENOIT (F.) : 211 a 218, 260 y 265n.
Beocio: 214.
BER.ENSON ( B. ) : 273n.
n rlhraces: 1•90 y 1191.
Bcrtugc: (B·l.jo Alentejo, Portugal) 220 y 221.
BerUn: 58 y 222n.
BERJNABO BREA (L.): 175 'Y 184.
BER.NA.R.OO, Obispo d e Toledo: 236.
Bl!.RTRAND (R .>: 123 a 134.
B nsalri (Gerona): 188.
Beseldnnum, hoy Besalú (Gerona>: 188.
Béllcct: 215
BETIRAC: 32n..
BEUTER (P. A. ) : 241 y 243.
BIANCHI BANDINELLI IR.): 268n y 269n.
BIARDOT {P.): 213n.
Biblioteca Yaticana.: 247n.
Blbrocl: 191.
mraces : 9 y 16.
Blfaclal, técnica: 9, 10, 12, 13 y 16
Bilbills (Cal•l-t.ayud): 241 y 243.
Bison tes : 68 y 72.
Bisqucytan (O! ronde. Francia>: 31 y 34.
Bizantino, arte: 267 y 273.
BlJANC (8 .) : 32n y 35.
BLANCRAR·D: 32 y 33.
BOBO (JACINTO>: Ver «Celestino III».
Bocairentc (Valencia) : 93.
noell tng, osc!laclón cl~mát:ca: 63.
BOETHIUS (A): 263n, ?.68n y 270.
Bogoegu, palabra ibérica : 227.
Bolwmia: 113 y 184.
Boi ba larntl, pa~a b:·a dbérica: 226.
Bolouia (Italia): 217 y 222.
Bolsean, monedas de: 2!8.
Boucte (Aibacete) : 196, 198, 201 y 202.
BONSOR
Boqulque, técnica. decorativa cerámica: 148.
Borde los: 238.
Bordes rebajados, técnic~ de si:ex: 26 a !:ó y 83.
Boreal, fase cllmática.: 1)1 y 63.
B os del Ser (Fra!'..cia>: 34.
-288-
[page-n-315]
BOSCH GliMPERA (P.): 83, 89n 138 a 140, 149, 177 y 187 a 193.
Botones d e h u eso: 29.
BCT'l'ET: 35n.
Bcuches dtt Rhóne. depa~tamento (Francia>: 124 y 265.
Bout:tou: 34.
BOULE (M.> : 122.
noutln e, palabra !bérlca: 226.
B~utlntibas, .palabra !bér Cl: 226.
BOUYSSONIE (A.): 34n.
BOUY~ONIE ( J.): 31n y 34n.
Boverot. El (Almazom, Oast~llón>: 187 a 193.
Bévldo; : 72, 81, 125, 198, 201, 203, 203 y 220.
Boyne CirlanCia l : 172, 181 y 182.
Brabante (Bélgica) : 202,
Bragassargues (Fl'allcla): 127.
Bnu¡uicefalla: 83 y 108.
Ikaxalete· : 132, 156, 1119, 205 y 206.
Bretaña (Francia): 125, 133, 134 y 191.
BR.EUIL
BR-OCA: 106 y 115.
BROHOI.iM (F.): 169 l' 170n.
Bromrne: 63.
Bronce, <~!>jetos: 63, 132, 1:n, 140, 168 a 171, 178n, 180n, 185, 189, 197, 202, 205,
206, 208, 213n. 215n, 259 y 264.
Bron ce, Edad: V-er "Edad del Bronce".
Brrmiquel, abrigos (Fl'nncla) : 32.
Brutttum (!talla) : 212
Btteynegro: 238.
Bulgaria: 213.
Burdeos (Francia) : 32n.
Burgos: 67 y 145.
Buriles: 22, 25 a 28, 31, 34, 36, 38, 42, 47, 54 y 58; - de hueso: 27, 50 y 51.
Burujólt (Toledo) : 137.
Burriana (Castellón>: 189.
Buzignargues (Hérault. Franela): 124 y 128.
B¡¡ghobn (Dinamarca): 182 y 183.
Caballos: Z7, 37, 81, 197Jl, 2CO, 202, 208 y 211 a 218.
Cabcmes (CasteUón>: 189 y 190.
Cab a ñ as: 82, 86, 88 y 129.
CCtbe(:o da Amoreira (Portugal): 83, 85 y 88.
Cabe(:o da Arruda (Muge, Por~ugal) : 99n y lOO.
•
Cabe<;o dos Morros (Portugal): 83 y 88.
Cabeza del Griego (Uclés. Cuenca >: 243, 246. 247, 249 y 251 a 253.
Cabezo Colorado (Vera., Al merla): 190.
Ct.BRE AGUILO (JUANI : 199n.
Ca des, Les (Liclde, Lanuejols, Francia) : 130n.
Cádfz: 172 y 275.
Caj as d o m adera: 132.
Calabria (Italia) : 213n.
Calaceite (Teruel) : 188.
-289-
[page-n-316]
Calcidia (Grecia): 264.
Caldero (Mojácar, Almerla): 190.
Calderos: 205 y 264n.
CMes (Calvi, Campan la, Jt.alla) : 212.
CALIGULA: 253.
Calvt (Qampania, Italia) : 212.
Ca!visson (Gard, Ft·ancia.): 124 y 128.
Camf Real d' ATacant (Albaida, Vale::1Cia): 118.
OAMON AZNAR (J .): 72.
Campan fa (Italia): 212.
Campigny (Sena inferior, Francia) : 88.
Camplñensc: 90 y 1'32.
Campo de Antón (Llano de h Consolación, Mo r.'l.<:alegre. Albacet.e): 200 y 201;-de
Bias
Campos ele ul'n as, cultura : 148, 149, 176, 177n, 178, 1 y 188 a 191.
65
CAMPS CAZORLA (E.): 249.
Can Misser t (Tan-asa, Barcelona) : 189.
Cana!ons, cueva. (Alcoy, Alicante): 15.
CANDOLLE (DE): 154.
Canllt·ae, tipa de embarcación: 275.
can ha <
Portugal>: 102.
Cánlllos: 30.
OANONIO, Obispo de Segóbriga): 249.
Cántabros: 90.
Canteperdrix (Ce.lvisso:-.•, Go.rd. Francia): 124. 125, 127, 128 y 133.
Cantobre, rio (Franela): 130.
Cenia da Flores (Almería): 190.
ca1iada Honda
CAONIVS: Ver «Ca::;onio».
Capestrano (ltal'a.) : 268.
Capela (A len t ejo, Portugal) : 99n.
Capiteles: 198 y 1'99n.
Caporclwnes
Capslense: 24. 35, 82, 83, 90, 99 y 100.
Capso-tarclenolslense: 82 y 83.
Cárabos, .tipo de embarcación : 27& y 279 a 281.
Caraca : Ver «Con trebla Cárbic
CARIBALLO ( J.): 6'1 a 73.
Carbón, restos : 22 y 85.
carbonera, rambla (Cast.ellón) : 75.
CardeMs: 238.
caria (Asia. Me nor) : 219 y 220.
CARITES: 220 y 221.
Carmo1ra
Caruac (Morbíhan, Francia): 124 a 126.
c aroli11as, Las (Madrid): 146.
Carpetania: 236.
Carpetanos: 241.
- 290 -
[page-n-317]
Carrascos. cueva (Portugal): 99n.
CWTOWkeel M ountatn (SI ' go, Irlanda): 181 y 182.
Cartagena (Murcia) : 241.
Cartagl11ens~, Convento jurldleo: 233 y 240.
Cartaginés: 190, 279 y 281.
Cartago: 279; - Nova: 244.
CARTAILHAC (E.): 34.
casa : Doñana (Utiel. v alencia): 191 ; - d el Mon te (Valdeganga, Albacete>: 192 Y
llhada da C ambarinho. Portuga l): 96.
208; - da Orca (M•
CI'SAUBON: 241.
Casca es (Lisboa. Portug
castelmerle de Sergeac (Dordofia., Franela.) : 31.
C.Aslellanos: 193 y 236.
Cast! llares, Los (Montealegre, Albacete>: 196n, 197tl, 203n y 207.
Castelllc (Carnac. Franela): 123. 126 v 133.
Castelln ovo (Castellón>: 239.
castellón: 17. 75. 87 y 187 a. 193.
Castiel MOIItá.n: 238.
Castilla.: 140. 193. 236 y 238.
CASTILLO YlJRRJTA ( A. DEL>: 135 a 150.
Castillo. cueva (Santander>: 32, 67 a 70 y 72; Monte del - (Puente Viesgo, San.
tander) : 67 a .173.
Castro, El (Cuenca): 245 y 246.
Catalttfúl: 101, 140, 188 y 189.
Catanzaro (Calabria !leila): 213n
Catlnos: 136 a 138.
OATON THOMPSON CG.>: 18 y 24.
Causse-Noir (Gard, Francia>: 124. 129 y 130.
Causses (Francit:L): 117.
Cavam~. a brigo (Dord:>ña. FraneLa>: 31.
Cavaleiro (Portugal) : 157.
Cavaus, cueva (C astellón): 79.
Caza, cazadores: 57, 58, 60, 61, 65, 79 a 82, 87, 88, 00, 91, 98, 13'7 y 168.
Cazuelas de cerámica: 142 y 1116.
Cebada.: 161.
Cecas: 244.
Cl!'LESTINO lli: 236.
Celta, céltico: 57, 137, 1'39, 147, 148, 154. 1·~5, 187 a 193, 205, 2ll, 214, 253, 260,
264, 265, y ?).)8 n 270.
Celtiberíct: 211, 236, 237, 240, 241, 243, 245 y 246.
Celtíberos, celtibérico: 227, 232, 235, 238, 240, MI, 24ó y 253.
Ce!tismo: 211 a 218.
Celto-illrlos: 148; - 1\gures: 260 y 270.
Ceme~terlos: Ver " Necrópol!s".
Cerámica: 57, 129, 131, 132, 135, 137 140, 148, 149, 153, 173. V75 , 1'17, 1'18n, 184,
187 a 193, 196, 119'7, 203n, 204, 212, 214 a 217, 226 y 255 a 257; - acana.lada: 133; - a la. aJmagra: 96 y 97; - apeningca, 185; - árabe: 207;
- argárica.: 140; - ática: 185 r¡ 208; - ca.mpaniense: 204; - campanJfforme: 94 , 104, 133, 1.S5 e. 160, 1?;), 176, 18·2 y 184; - eaTdlal: 101; - cél-,
tica: 1W; - con cordones: 93, 101, 133, 138, 187 y 188; - decorada: 8'1,
-291 -
[page-n-318]
88, 93 a 95, 101, 132, 133, 135 a 13!1, 140, 142, 144 a. 146, 172, 173, 204, 207,
259 y 264; - de la Edad del Bron~: 91, 99, 101, 142, 170 y 172; - eneoUtlca: 92 y 99; - excisa: 146 a. 150 y 177n; - helenística: 208; - ibérica.:
137, 101, 203, 204, 201, 208, ~16, ata, 227, 253, 259 y 264: _ 1ne1sa.: 21,
101, 133, 136, 138, 142, 144, 146 y 147; - neollt.ica.: 82 a. 99, 177 y l'lll;
- púnica: 21 y 190; - roman:J.: 21 y 207; - sigillata: . 204, 207 y 208,
Cardeña
Cerea les: 91, 92 y 161.
CEREBRUNO, Arzobispo de Toledo: 237.
CERRALBO C DE AGun..ERA Y OAMBOA, MARQUEs DE); 135 a 141,
E.
145, 146 y 150.
Cerro : de los Castellares: Ver «Castel:aus, Los»; - de la. Horca (Mlnateda,
Albacete) : 255; - de San Miguel de Liria: Ver <
Cér vidos: 68, 72 y 81.
Cervus megacerus: 73.
Cesaraugusta, Conver.to Jurídico: 243, 244 y 249.
CIBELES: 220.
Clcládico 1\led!o, cult ura : 176.
Ctempozuelos (Madrid): 135 a 138, 146 a 150 y 184.
Ciervos: 57 a 65, 69, 79, 146 y 220.
Clgarraleto (Mula, Murcia>: 211, 212 y 226.
Cincel: de hueso : 27; - de s r ex: 42, 15, 47 y 54.
Cintra (Portugal) : 173.
Cire,:a lca: 24.
Cirque de la patrte (Franela>: 33,
Cirugía: 111, 113 y 114.
Clstas: 102, 1·23, 125 a 128, 1~2. 133, 1'71, 175. 176, 178 y 182.
Clact.oniense: 13 a 17.
OLARK (J . O. D .) : 57 a 65, 86n y 156,
CLERQ {DE) : 222.
Clottlde, cueva. (Santa Isabel, Santander): 6'1,
OLUSIO (CAROLO): 243.
Cobre, obje tos : 137, 139, 1'm, 161, 182, 20S y 2C6n.
Cocina, cueva ( Dos Aguas, Valencia): 87.
COELHO (J.): 96n.
Cogotas, L
Mweo Atrqueo!Og!co Nacional, Madrid) : 141; - De
Clerq : 222; - Despulg ('Palnla del Ma llo rca>: 222; - D urlghello: 222; del Marq ués de Salamanca (IMMhi d>: 212n ; - de los Pad res •EscoJa.p:o >
de Y ec1a (Murcia): 197n; - Prínci pe Rupprecht. (Mun lch >: 222: - VIves: 197n y 202.
Colgantes: 28, 51, 159, 001, 172, Ull, 182 y 208.
COLOMINAS (J . DE ): 188n.
Colonizaciones: 150, 176, 185, 190, 262 y y 208.
Columnas: 205n.
¡Collar s: 21, 2'1, 131, 179 y 180.
Combe.Capelle, raza humana : 117
Comf>e....Cullier (Lot, Frencla) : 31.
Combette de Pcrtu2ade ( La Granerle, Revens, Frat:x:ia) : 130n.
-292 -
[page-n-319]
Comercio: 169, 171, 173, 175, 176, 179 a 182, 185 y 256.
Compluto (Alcalá de He nares, Me.drldl: 233 y 252.
Conca d'Oro CSicUia, Italia): 175 y 176.
Con cilios de T oledo: 246 y 249.
Conchas: 27, 44, 55 y 85; - horadadas: 26 a 29, 44 y 56.
Con ch eros: 82, 83, 85 a 00, 99n y 100.
co11de, cueva (Tufión, Asturias): 17.
Conjlent, reglón (Pirineos cata.:anes): 191.
Conill~brlga (Condefxa a Velha, Belra Litoral, Portugal): 153n.
Conquls ta. romnnn de España: 218.
CONSTANTINO: 273,
Con6tantlnopla. 219.
Cons ti'Ucclon es: 82, 94, 103, 12-5, 132, 133, 1
-51, 152, 170, 174, 177. 199, 203n, 205 a
209, 245, 247 y 248.
Contes tanos: 192.
Contr( bia Cárblca: 252
COON (C. S.): 121.
Coptos: 256.
Corgo da Maga (Portugal): 90 y 91.
CORNIDE (J.): 245 a 249 y 251.
Cornisas: 198, 199n y 202.
Cornucopias: 221.
Comwa/1 (Inglaterra.>: 179n y 180.
CORREIA (V.) : 102n.
cortézubl (VIzcaya): 72.
COSTA ARTHUR (M.• I..l : 151 a 157.
COULONGES (L.): 87n.
COUSTE (R.): 31n.
Negra (Játlva, Valencia): 7 a 19 y 23.
Covalanas, cueva, (Ramales. Santander>: 67.
COWEN: 170,
Cráneos : - de I'Abrl Lacha.ud: 28; - crom año:des: 116, 117 y 166; - eneollllcos de La Pastora. de Alcoy: 105 a 122; - de Muge (t>or.tugaJ): 85;
- neandertalen..c:-es de Gibr.altar: 21; - romanos: 206; - trepanoa.dos:
111 a 114 ; - del Vedat de Torren te: 160 a 166.
Cremación : 170, 182 y 187.
Creta: 172, 173, 175, 179n y 217.
Cretense: 262.
Creto- micén ico: 262.
Crlchi (Ita.! la): 213n.
Cristiano, cris tianismo: 2-56 y 273.
Crolx, La (Rog~, Lanuejols, Franela): 130n.
Cro-1\tagnon, raza humana: 1'16, 117 y 166.
Cromlech : 1~0.
Cronología: 212, 23, 83, 85, 88, 94, 97, 99, 113, 148 a 150. 154, 167 a 169. 171. 175
178 a 181, 189, 253. 255, 259 y 264.
Crozo de G enllllo: Ver «COmbe Cullier».
CTUCUIIty (Morbihan. F mncla): 123 y 133.
C'CADRAI'CO ( J.) : 201n.
CUADRADO DIAZ (E .): 2lln, 212 y 226n.
Cuarcita, objetos: 12, 17, 2>1, 22 y 73.
cova
- 293 -
[page-n-320]
Cuarr;o: 22.
Cucharas eh barro: 84 y 86.
Cuc1tillos, de meta:: 168, 172 y 182; - de e'lex: 33, 38, 48 y 152.
Cuenca: 192, 236, 237, 243 a 245, 247, 248 y 252.
CuenC1ls: 83 a 86, 136, 142, 144 y 146.
Cuentas de collar: 21, 101, 131, 132, 168, 172, 179 y 180; - ~egmentadas: 172 y
179.
Cuevas, cultura: 188 ; 105 a 122, 129, 159
Cultos: Ver "Religión".
artülciales: 94, 98, 170, 174, 175 y 177; - sepulcrales:
y 18 t.
a. 1'56, 170
CURA DE ELLO; - DE MONTEALEGRE: Ver «Gonz{\J(z (A. J.)».
OZlZEK
Cltamlctt (Franela) : 34.
OHARBONNEAUX (J.): 214.
Cltarente (Francia) : 32 y 60.
Chatecwroux (Francia): 31.
Chftt: /.Perron <
Franela): 33 y 35.
Chatelperronense: 24.
Chelva (Valencia): 238.
Ches te (Valencia): 193r:.
OHEYNIElR (A): 25 a 55.
Chlbanes (Portugal): 157.
Chierres, Les (Rogl!s. Lanuejols, Francia) : 130n.
OHILDE (V. G.l: 86. 87o, 102n y 167 a 185.
Chipre: 262 a 264, 271 y 272.
Ch ipriota, cultura, arte, etc.: 172 y 262 a 264.
Chiusa d'Ennl111 (Vulci. Italia): 182n.
Chiva (Valencia): 193n.
DANIEL
Danubio, río: 168 y 169.
DARPEIX (A.) : 3ln.
Daunta (Italia>: 212.
DAVJJO (P.): 32n y 33n.
DEA ARTIO: 217.
Dccaclencia. del arte (Concepto del : 261, 262 y 272.
D EOHELErr'TE (J.): 86n.
DF.LAGE (F.): 31n y 33.
Delfines: 220 y 221.
DELSOL (H.) : Sln.
DEMIETER: 212.
Denta.llurn: 26 a 29 y 55.
DEONNA (W.): 267o.
Deverei- Rlmburg, cultura: 178.
Devll's Tower, cueva
DIJ'_GO
DIANA: 215, 217 y 220; -Efesia: 220.
Dientes: - horadados: 26 y 39:- de h~. de sUex: 101: -humanos· Ver "Orán1!Q.S" y "Huesos huntanos".
- 294 -
[page-n-321]
Dinamarca: 60, 65n, 89, 168, 170, 178, 183 y 184.
Dlnaroides, raza humana.: 118.
Diócesis Castalona:
233.
DIOSOUROS: 2120.
Diputación P¡·ovincial: - de Vaienc!a: 7, 64n y 187; -de San~a.nder: 71.
División de Wamba: Ver "Hitación Dogues, Les (Ares del Maestre. Castellón): 75 a 80.
Dolicocefalia.: 83. 107, 109, 110, 112, 114 a 118, 162 y 166.
Dólmenes: 71, 97 a 103, 123, 125, 126, 129 a. 131, 133, 134, 170 y 177.
Domador de caballos: 211, 214, 215 y 217.
Domadora. ele caballos: 213, 215, 216 y 218: - de fieras: 215 a 2>18.
DCim enyo. Domeno, hoy Domefio (Va:encia): 238.
Domesticación : 82, 85, 91, 211 y 212 a 218.
Dordoña (Franc!a.): 25, 31, 32 y 60.
Dorna, tipo de emba1·cacl6n: 275.
Dos Aguas (Valencia>: 80 y 87.
Dourlos. hoy rio Duero: 241.
Dryas, rase climá.tica: 63.
Dublin (Irlanda) : 181n.
Dlt! ro, río: 89, 91, 147 y 241.
Dujour (Francia) : 34.
DUMAS: 125 y 127.
Eb11-EL\. 11Xln: 153.
4
Ebro, rio: 147 y 244.
Economía.: 90 a 92 y 132>; - matriarcal: 82.
Edad: -del Bronce: 63, 91, &2, 97, 10(1, 101,103, 131 a. 134, 147, 148, 150, 152,
159, 160, 167 a. 186 y 2>62; - del H ierro: 63, 113, 131, 1417, 164, 1t55, 170,
173, y 187 a 190; - Media. : 193, 233. 234, 253, 261. 266. 268. 273 y 274.
EcLetat:tla. edetanos: 192, 238. 241 y 253.
Edificaciones: Ver "Construcciones".
EDRISI, EL : 246.
Ejeso ( Asi2 Menor>: 220 y 221.
Egeo, egeos: 176. 180. 185. 260, 262. 266. 271 y 272; arte-: 175.
Egipto. egipcio: 24. 35, 86, 93, 155, 172, 179. 185, 196, 256. 260 y 273.
EGUARAS IBANEZ CE.>: 86n.
Egueglar, palabra !bérlca: 22>7.
EICKSTEDT (E. F. VON ): 116.
Elba, rio: 169.
Elche (Alicante) : 215, 216, 218 y 264.
Elch e-Arch ena, tipo cerámico: 264.
Elefantes: 21.
Ello. clu Embarcaciones: 275 a "8<1.
Eneolítlco: 92, 94, 96, :17, !;9, 103. JO) a. 12-2, 154, 167 y 188.
ENGBERG: 173n.
EN GEL (A.): 197 a 202 y 206.
Engt n (Aléma.TJia): 60.
Enguem (Valencia): 116 y 193n.
ENRIQUEZ (MANUEL) : 243.
F.n tenamjentos: Ve1· "Necrópo'ls", "Sapulturas", "Tumbas", etc.
Entremont CAlx en·Provence, Francia.): 260 y 268.
-295-
[page-n-322]
Eplpaleolitico: 82 y 89.
Epltafl:>s: 249.
EPONA: 199, 214, 217 y 218.
Equl(los: 10, 68, 72, 81, 211, 212 y 214.
Ercavlca, dlóces's y ciudad antigua: 240, 243 o. 247, 249 y :!51.
Erdeven (Morblban, Francia>: 126 y 133.
Et·ebaus l, palabra Ibérica: 2<26.
Ergavia, c:udad vascona: 244.
Erlangen (Aiemanta) : 222.
Ermagelra: 181.
Ermita: - del Llano de la Consolación (Montealegre, Albacele): 196; -de San
Bartolom é (Cabe-.:a del Griego, Uclés, Cuenca): 247.
EROTES: 220 y 221.
Erleboelle (Dinamarca): 63 y 89.
Escn.lenos de sllex : 32.
Escalldinavta: 168 y 170.
Escal'abcos: 21.
Escocia (lngl.aterra): 181 a 183.
ESGOLANO ( G.): 241 a 243.
Esc•·itu ra: - griega: 226; - ibérica: 223 a 229 y 252.
Escudilllls: 101.
Es cuclos: 80.
I::scu ltu t·n.s: 195 a 209, 211 a. 222, 25'0, 259, 260, 263 a 268 y 270.
Es finges: 1·98n y 201n.
Esp:ul:ls: ll3, 170, 178, 203, 205 y 206n.
Espa11a: 19n, 21 a 24, 32. 35, 60, 64, 65, 67. 69 a 72, 86, 102, 113, 114, 117. 118.
137, 145 a 148, 153. 154, 157, 167. 173, 176. 177, 180 a 182, 184, 190 a 193.
195, 199, 231. 236, 237, 242, 255, 259, 264, 268, 270, 272 y 281.
Esparta (Grécla): 217.
E parlo: 1'56.
Es¡>átu las: 173.
Esqueletos : Ver "Huesos humanos".
E!:q u lslo, placas e !dolos de: 52. 88, 94 y 172.
ESTM::IO DA VEIGA (S. P. M.): 172,
Es tación Agron ómica de Portugal: 163.
Estaño, ruta.: 1176.
Es tatuas: Ver "Escu!Lurw>".
Estatua - m enhir: 127.
Esteatita.: 131 y 132.
Es telas: 10S, 127, 1~9. 2J.tl:, 21b4, 21'7, 218 y 226. ·
Estella (Na vana): 236.
E'STEVE GUERRERO
E'::TRABON : 240 y 241.
Etrurla (Italia): 216, 262 a 265 y 272.
Etrusco, pueb·o, arte, etc.: 217, :!'18, 263 y 269 a 271.
Euro-africana, raza humana: lli6 !l llll.
Europa: 18, 34, 35. 57 a 65, 68, 71. 81, 86, 89, 94, 97, 103. 114, 147. 150. 154.
156, 157, 168 a 171. 176 a 179. 184, 185. 260, 264n, 265, 268 y 272.
Euziére (St. Mathleu de Trév:ers, H erault, Francia): 124, 128, 129 y 132.
EVANS (A.): 179n y 180n.
Evora (Alentejo, Portugal). 232.
-
296 -
[page-n-323]
Exportación: Ver "COmere:o·•.
Ex tremadura
Eyzies. Les (Dot·dol'ia, Franela>: 31 )' 32.
FABREGAT C .): 75.
M
FaJen las: 205 y 2\!8.
Fa.u11s de Gíronde (Francia): 27.
Faun::t: 2 1, 22, 26, 28 a 30, 6S, 72, 81 y 217.
F avitsae: 212 y 213.
Federsee ( Alema nia ) : 60.
Fées. cueva (Roe de Marcamps, Giro. d e. Francia) : 31.
FELIPE Il: 247.
Fcn'clo, te trl ario, a t·~a. pueblo, e tc. : 1;)4. 190, 227, 262 y 276.
FENOLLOSA (J .): 112, 113 y 122.
F'FRNANDI!Z (JUAN ANTONIO) : 248.
FERNANiDEZ (TOMAS ) : 248.
FERNANDEZ DE AVTI..BS (A.): 195 a 209.
FERNANDEZ GUERRA (A.) : 249.
FERNANDO IU d e CastULa: 238.
Ferraste, Lct (Francia) : 16, 17, 34 y 35.
FElRRI C .): 212n y 268n.
S
Fíbulas: 1133. 171, 202ln, 2:15, 2-c6u, 208 v 214.
FIDIAS: 261.
Fíg~tdra da Fóz ( Portugal) : 98.
Flgllt író da Gra11j a ( Portugal): 82, 9(1 y 91.
Figuritas de bronce : 197, 259 y 264.
Fínisterc (Franela>: 125.
FJSCHER (M. l : 26.
FITA ( P. FIDELl: 246, ~51 y 252.
Flecha, cueva ( Puen te-VIesgo. Santander): 68.
FLETCHER VP...LLS ( 0 .) : 8n, 9n, 105, 159 a 166 y 223.
Fl.EUR-E (H. J .) : 102n y 116.
Flora: 81.
Florencia (Italia>: 222.
FLOREZ (E.): 234, 242, 245, 249 y 253.
Fout 'Aiva (Portugal): 102.
Font Tves (Francia>: 34.
f\ontboulssc, tipo c crám!co: 133.
Fontéchevade (Chare~ 1te , Francia): 16.
FORO (0. 0.): 102n.
F10RDE: 177.
Forge, La (Piazac, DOrdoña. Francia) : 31.
Fómea
F orURcaclones: 197 y 245.
Fraga (Huesca.) : 226.
Fra11cta: 15. 35, 53, 60. 65, 87. 89, 113 a 115. 117. ll8. 123 n 134, 147 a 149, 166,
171, 177. 182n, 184, 188. 191, 260 :· 268.
Franco-cantábrica, región : 24.
FREDERIOH (C. l: 219, 220n y 222n.
FRIEDFRICHS ~ C.>: 222n.
-297-
[page-n-324]
F'ROJK: 169.
F'RONTINO: 240.
Fw11t ~ : - Aiamo (Almería): 157 172 y 180; -de Pedro Nan·o (Cuenca): 248;
- Vermeja (A:mería): 157.
Fuenterrob.es ~ Va~enclal: 191.
Fue11t11S: 238.
FURUMARK: 185.
Fu~ayolas: 205 a 208 y 276.
FUSTE ARA CM.): 121 y 159 a 166.
C '\ER.TE (W .): 60n.
GAIJASSI (0.): 273n.
Galcrla ele les Offiel CF!~·rencia, Italia) :222.
Galerías cu biertas: U!5 y 133.
Galla: 213 y 260.
Galfcla: 98, 192 y 275.
GALTENO: 273.
Galmha , cueva (Portugal~: 99n.
Gallegos: 241.
Galo-romano: 213.
OALVAO (J. M1RlA): 22!.
Galway (Irlanda>: 182.
Gnnadcraa, ganaderos: 82.
Gaudia ( Valencia): 32.
Galld(l, Le (Bruniquel. Franela>: 32.
Garcel, El (Al merla): 85.
G.t..RCES CP. l: Ver «Garcia (Don P.:dro)».
GARCIA (DON PEDRO I. Obispo de Segcrbe: 2S9.
GARCIA CPEIDRO ANTONIO >: 202.
GAR.CIA CLUIS): 196.
GARCIA Y BELLIDO CA.): 195n, 199t1. 202n. 212n, 216;,, 219 a 222, 241,
260n y 26&n.
Gt..ROIA LORENZO: 69 !' 70.
GarcL
Gwels, Les (Licide, Lanuejols, Francia)· 130n.
Gcroua : 255.
Glbrnl.tor: 21 a 24.
GlglleUt. rio CCuenca't: 249.
Gilclt orn
GIOT < R.l: 125n, 171 y 180n.
P.
Gironde CFra: ocia): 27. 31 y 32.
O I UFFRIDA RUOOIERI: 116.
GJEIRSTAD CE.) : 263n.
Glncíncl:mcs: 23 y 2.1; Ultimo período glaciar: 23, 58. 63, 65, 81 y 87.
G'a n llcs: 207.
Goclo, gótico: 233, 236, :!37, 245 y 249
Golasecca (llalla ) : 173.
00l\1EZ MORENO (M.): 96n, 223 a 229 y 249.
GONZALEZ ( ANTONIO JOSEl: !96n y 197 a 202.
-298-
[page-n-325]
GONZALEZ E CHEGA.RIA Y (J. ) : 72n.
GONZALEZ SIMA.NCAS C ) : 199.
M.
Gorham' s Cave (Gibraltar ) : 21 a 24.
Grabados: - en h ueso : 23, 21, ~9, €1!} y 1211; - en p~edr::~. : 23, 21 a 28, 37, 40, 41,
45. 46, 52, 94 y W7; - rup:s~n~s : 68 y 72.
GRIACIAS: Ver «Caribes:).
GRAN MAI
DiRE: 220.
Grcmada: 86 y 171.
Grana Grotte (Dordoña, Franc:a¡ : 32.
Grands Rochers (St. Amand de Coly, rordoiía, Francia ) : 32.
Granerie , L a <
Revens. Lanuejols. GarC: Francia) : 129 a 131.
Grange (Irlanda) : 18lr.•.
Gra vetiense: 18 y :l5.
G1
·avette, L a (Francia ) : 25. 33 y 34.
Graviolé, L e (La Gmnerie, Revens, L a nuejols, F rancia) : 130n.
GtRAZIOSI (P .): 35n.
GTecia: 173, 175, 179, 180, 185, 262 a 264, 268, 270 y 2'il.
Gl', co-itálico: 2J:6 y 270.
Grée de Gctujo¡¿ (St. Just. Ille et;..Villaine, F1•ancia.) : l24 y 125.
GRElGO:RIO IX: 238.
GRENET ( A.) : 33n.
Griego, pue blo. a rte, l·~ugua, etc. : 173, 176, 185, 197n, 205, 212, 213, 218, 2Q6,
260 a. 263, 255, 2 67 .a 2'76 279 y 281.
Griegos (Terue!): 244.
Grilnaldi, cuevas (Italia) : 34.
Gros-Monts (Nemours, S eine et M•ll'ne, Francia): 31 y 34.
GlROSS (H.): 60n.
GRUTER.O : 242n. 1
Guadalaja.ra: 146.
Guadiana. t·io: 102.
Guadiela , río: 145.
pún ica.s : 192.
Guen·a: 75, 77 a 80, 1.13 y 137;
Guerreros: 198 y 268.
GniilLERMO, Obispo rle .Albarracín: 238.
GulfoStremn: 81.
Gundestn¿¡J (Dina marca ) : 264n.
GUT1ERREZ (MIOE.R ALONSO) : 244.
Haba.:;: 151.
Uac has : 1• 6, 168 y 172; - de b ronce: 140, 168, 171, 177 y 178; - de pied·l·a :
5
12 y 13; - tie piedra .ptú:da: 9!!, 102, 1-1(3 y 132; - .d2 piedra tallada.:
10 y 13: - .cte sección cill.ndr·L=a: 85, 98, 102 y 104.; - de sección rectan.g ular: 98 y 102; - ·raed HAIDES: 214.
HA:DRIANO: 250.
Hagtos J(osmas (Atlca, Grecia) : 173 n 75.
H ajdu samson : 169.
Unlls tatt, cu~.tura: 147 a 150, 169 y l :!5.
Hallstá ttico: 131•. 132 y 14'7 a 160.
flambm·giense~ cultura : 58, W , 61 y 63.
Hamburgo (Alemania) : 58.
Harina: 92.
-
299-
[page-n-326]
Harristoum (Irla.ooal: 182.
HASS: 221n.
Hav! l·Lak! s (Berllnl : 58.
HAWKES: 94n, l02n, l03n y 170.
H aza, cueva (Ramales, Santander): 67; - de o. Dabasa (Llano de la consolación, Mont.ealegre, Alba cete): 207n ; - de Pascual campos (L!ano de
la Consolación, Mon tealegr e, Alll'' c~te): 206 y 207.
H ebillas: 205 y 2C
6n.
HEGEL: 167.
HEISS : 244.
H eládica, cultura: 1173 y 1'74.
HELENA C
PH.): 176.
Helénico, pa.ls, pueb:o, cultura, etc.: 213, 262, 265 y 268 a 273.
Helenístico, mundo, c u'tu ra, arte, etc.: 208, 212. 216, 261, 264 a 266. 270, 27:!
y 274.
HELE.NO (Dr. M .): l02n.
liELIDS: 220 y 221.
H lmáJJtica : 248.
HELWIG ; 222n.
Hellin (Aibacetel: 256.
n ematites : 23.
HENRI MARTIN (0.): 15.
H erault, departamento (Francia) : 124, 127 a. 130 y 133.
Her víboros : 81.
flerrarnlenlas de trabajo: 10.
HERVE (O): 106. 115 y 121.
Hienas: 611.
lliel'l'o, Edad del: V~r "Edad del Hlerro"; - Objetos de: 63. 132, 200. 205
y 2()17.
Higueruela (Albaccte>: 256.
HILL: 229n.
Hiperbóreos : 2112.
Hipocampo : 221.
Hippo : 247.
Hispa nía Citerior: 250.
llispa no-maudlall:l, cultura: 93 y 97.
Historia llel Arte Antiguo: 259 a 274.
H itación llc WnmiJa: 233, 234, 238 y 239.
H oces: 101.
Hogares: 9. 22, 34 y 73.
Hojas, de sllex: 11, 17, 22, 25 a 2&, 33, 34, 83, !lO y 99; - de lame!: 25 Y 38; de lanza: Ver "Puntas de lanza"; - de muesca: 28.
HOLLElAUX: 220n.
Hombres, restos de: Ver " Hueros h um:mos".
HONORIO : 273.
Horgen, cerám!c~<: 132 y 133.
Hor no !le alfarero: 152.
Hornos de la Pe1ía (San Felipe de Buelna, SantA\nderl: 67.
HORUS HARPOCRATE : 212,
Hoyct d e Santa A1ut (Aibacete): 205n y 206.
HOYOS SAINZ
-
300 -
[page-n-327]
HOWE (B.): 18.
Hubac, L' (Liclde, La t.uejols, Francia) : 130n.
HttBNER (E.); 222n, 226n y 251.
Hu! lva: 171~J. 172 y 192,
Hueso, o bje to.; : 10, 12, 22, 23, 26 a 29, 31, 39, 44, 50, 51, 55, 57, 61, 65, 88, 89, 93,
152, 159, 160. 172. 179 y 182; - humanos: 211, 28, 85, 105 a 122, 132, 16?
a 166, 187, 203n, y 205 a 208.
Huete (Cuenca) : 246.
Hungrla: 170 y 180.
HUTCHINSON: 175n.
HUXOit: 238.
Ibérica, cordillera: 140.
Ibérico, pueblo, arte, lengua, etc.: 113-7, 189n, 190 a 193, 203 a 2105, 207, 208, 211,
214 a 2>16, :018, 2G!3J a 229, 252, 253, 2517, 259, 264, 269, 270 y 272; - fenicio>: 2217 ; - lnsul-a.r, raza humana. 106 a 111, 1•14, 1'15 y 117; - 1·omano:
2·57; - sa• llll'iana, cu:tura: 104.
h
Irlolo : - 1lJmet•lense piiiJlo: 97 y 172; - de esquisto: 172.
Idubecla, cordillera: 240 y 241.
1/re (Aimel'la): 157.
IHLSMOOR: 169n.
!le-de \France
Imperio romano: 265, 267, 273 v 274.
Importaciones: Ver "Comercio".
Incensarios: 170.
Inci neración: 125, 127, 1~2 a 134, 170, 172, 182, 187, 206 y 208.
Indoeuropeo: 211.
Indre (Franc'a): 31.
Inglaterra : 21. 61, 62. 64. 113. 123. 168 a 171, 173, 177 a 182. 184 y 191.
Inh umación: 28. 99. 114, 125, 133, 177 y 206.
I ntesta (Cue.noo.>: 245.
INOCENCIO VI: 239.
Inscripciones: 220, 223 a 229, 248, 250, 2ól, 253 y 256.
Instituto: - de Antropologla de la U ni vers!dad (Oporto, Portug al) : 83n : de Arqueologia ('Londres) : 23; - de Padeonlologia Humana (IParls) :
28n, 32, 60n y 69.
Instrumentos: - agl'lcoiM : 82; - Hticos: 10, IQ, I G, 15, 16, 21 a 24. 27, 2!1, 57,
69, 70, 73, 83, 85, 88, 90, 91, 93, 98 y 132; -de hueso: Ve r "Hueso, objetos".
Intercambio clc objetos: Ver "Comercio".
Interglaciar, último periodo: 22 y 24.
Invasiones célticas : 139, 1'47, 148, 151, 155 y 187 a 193.
I rlanda: 169, 172, 181, 182 y 191.
Is bataris, paJoa•bra Ibérica: 226.
Js betartlcer, paJabra. Ibérica: 226.
I schla, isla
Islas Británicas: Ver «Ingla terra».
Italia : 35, 154, 168, 173, 177n, 182n, 185, 212, 260, 262, 264, 265, 268 y 270 a 272.
Itálica (Santiponce, Sevilla) : 215.
IláUco, pueblo, arte, etc. : 260, 262, 265, 268, 270 y 273.
-301-
[page-n-328]
J aba.líes: 68 y 73.
J ábega, art:l d~ pes=a: 275 y 279; -
tipo se er.1barcación: 275 a 279 y 281.
JAHN: 219.
JLIME I , el Conquistador: 238.
JALHAY (E.l: 94n. 98n. 99r:, 151, 152 y 172.
Jaión, río (Sorla): 135, 137 y 140.
J arros picudoJ: 176.
J aspe: 22.
Játiva (Valencia): 7 a 9 y 13.
JAUREGUI Y GIL DELGADO (J. J.): 275 a 281.
JESSEN CK.): 63.
Jol'vet, abrigo (TerraEson. Dordoña, Franela): 29, 31 y 34.
JOROA CERDA (F .): 7 a 19, 23 , 88n y 93n.
JORN-ET PERALES CM.): 159 y 160.
Judea: 173.
Juliella, lloy Chulflla (Valencia.): 238.
Junta Superiot· ele Exc~tvacion es ( Madr!d) : 204n.
Jutlandia: 168 y 182.
K.AHLER (H.): 266n.
Kakovatos (Gr~clal: 179 y 180.
Karch~don, hoy Carlagena: 241.
KASCHNITZ-WEI.NBERG (0.); 268n.
KE.RSTEN: 169n.
Kharga, oasis (Afrloo): 24.
KIDDER: 32n.
Kirk Soby: 170.
KLI.NDT JENSEN (0.): 264n.
K losterlund: 63.
K1UJssos (Creta.): 175n, 179 y 180.
KONIG : 175n.
Kostelik (Moravla, Alemania): 60.
K oumasa (Creta>: 172.
Krazi (Cretal: 173 y 175.
K rems (Austr'a): 35.
Kttlm (Alemanln>: GOn.
Kmn Tepe: 173.
Kylix: 208.
La Ten ~, cullu·r a: IJ3 y 170.
Labicm (Prusia, Aleman ia): 60n.
Lacombe-Ségentl (Franela J : 32.
L!ACORRE !F.): 31n, 33 y 34.
Lacoste, cueva (Pianchetortc. Brivz. Franela): 34.
Laclwud, abrigo
Ladario
LaJaye, abrigo (Bruniquel. Francial: 32.
LAMBRECHTS
Lámparas: Ver "Lucernas".
Languedoc (F¡•a.ncla.): 113, 117, 130 y 134.
Lm:uejols (Oard, Francia): 129 a 131.
-302-
[page-n-329]
La n zas: 170, 178, 160, 200, 20:5 y ::!06n: - de piedra: 73.
Lápidas: 204, 206, 233, 242 a 25• y 253.
1
LAS ALOE: 196.
Lasca s : 11, 14 a 16, 22, 26, 27, 29, 90, 99, 132 y 160.
Latín: 252.
La~ino : 253, 275 y 281.
Lato (Creta): 217.
Lllttgerie Basse (Les Eyzles. Dordoña. Franela): 31.
Laugerte Haute (Les Eyzies, Dordofia. Francia): 32.
LAUMONIER (A.) : 215n.
LAVIOSA ZAMBO'ITI (!.''.): 173n.
Lcwre (Portugal): 102.
LEBZIELTER (H. ) : 118 y 121.
LEISNER (G, y V): 86n, 94, 96 a 100, 102 a 104, 172n, 175, 177, 178 y 182.
L e11mo: 264.
Lengua: -castellana: 193 ; - valen:íana: 193: - prel't'omanas: 103 y 223 a
229.
León, golfo: 176; - , reino: 236 y 238.
L eones: 68, 1<118, 208, 216, 216 y 220.
Léqtdere (Buzignargues, Herault, Francia) : 124, 127 a 129, 132 y 133.
Letras : - g:t•iegas: 226; - ibéricas : 223 a 229 y 252.
Leuceatitoca, palabra ibérica: 227.
Lt
Levante cspa1í.Ol: 8, 9, 11, 14, 17, 19, 23. 24, 57, 75, 93. 98, 117, 118, 165, 171,
176. 177. 211 a. 218 y 264.
1/EVI :P.ROVIDNQAL: 246.
Lezna ele hneso: 29.
Le~u~a (Alba ce te) : 252.
Libio-ta.rtésicos: 229.
Liceia (Por tugal): 157.
L:cide (Lanucj ols, Gard, Francia): 129 y 130.
UlESB'OTTEL: 169n.
Liguria. lig
LINCKEJNHELD (E.): 213.
Lino: 151 a 157.
Linum: - angustifo'ium Hud.s.: 1• y 156; - h!spanicwn Mili.: 15'3 'J 1&4; 53
humlle Mlll.: 153. 154 v 156: - us itatissimum L.: 153 y 15'5.
Lipari, isla (Italia): 175. 176. 184 y 185.
Liriu (Va lencia ): 223 a 229, 238. 253 y 264.
Lisboa: 157 y 173.
Littolina~ : 27 y 28.
LIVIO
Lobos: 68.
Locres
Lo11dres : 23 y 168n.
LOPEZ (C.):, Marqués •Je Comillas : 69.
-
303-
[page-n-330]
LOPEZ DE PISUERGA CD. MARTIN1 Obispo d t T oledo: 237.
Lot (Franc"a) : 31; - et Garor.IJle, 87.
L ough Gur (Irlanda>: 18ln.
IDUIS (M.): 127, 129 y 132.
Lotere (Frilncial : 130, 148 y 182n.
Luca11ia (Italia) : 212 y 213n.
LUCEN A (LUIS DE): 247.
Luceria
~ piedra: 28 y 53.
LUCIO m: 237.
Lrtgarlco Viejo (Aimería): 157.
Lúnulas: 1!79 y 180; - de ¡p..
'edTa.: 181: - de oro: 181.
LUPO, rc.v (MUhamad-ben Mardanis): 236.
Lusones: 241.
LYilflbY (Copenhagen>, cul tura: 63.
Lyon (Franela) : 244.
Llm1o de la COI:-solación (Montealegre. A lbacet~): 195 a 209, 214. 217 y 218.
LLANSOL DE ROMMII CF.): 242 y 253.
1\l an!ll ·(Egipto) : 93.
MAC BURNEY: 24.
MAO WHITE (E. ) : 121, 17ln y 180.
J11ad~le ine, cueva (Villeneuve les Maguelonne, Herau!t , Franela): 133.
1\fatlera.: 132.
Mac
lrfd: 16, 67, 146, 147, 149, 195, 204. 205 y 212n.
Maestrazgo, comarca (Castellón) : 190.
l\lagtl alenlense: 23, 26, 28, 30 a 35-, 43, 60, 61. 63 •l. 65 y 68 a 70.
MAGI (F.): 222n.
1\l aglemoslense : 61 y 6 3.
Magna Grecia : 211 a 213 y 216.
MAGNA MATER: 220.
Málaga : 171, 275 a 279 y 281.
Mata ka : 241.
Mallwda de Cambarinho (Portugal): 96.
MALUQUER DE MOTES (J.l : 940, 149, 167n, 176 y 177n.
llfamaztar do Vale da Faxas (Travagos, Portugnll: 96 y 100.
Mané-Kar:on -:a
Jlllcmzmwres, valle (Madrid): 16, 1!16 y 147.
Marc hets, dólmenes clrculoa.!~s belga.s: 123.
M:u·fil, cbjetos : :wr.
M.'\RIETA : 243.
MARISPARZA (J.): 207.
Marlés. cultUI'a : 188.
MARQUES DE CERRALBO: Ver «Ce rralbm>.
MARQUES DE OOMILL!\.8: Ver «LóPez.. C .)),
MAltQUES 1
DE SALAMP.NOA: 212n.
Marruecos: 16. 35 y 281.
Marsella (Francia) : 124, 131 y 1'16.
MARTIN, Obispo d e Arcábica: 237.
MARTINEZ FAIJERO (V.): 248.
l\1ARTINEZ SANTA OLALLA ( J .) : 64n, 90, 97n, \02, 139, 140, 155, 156 Y 176n.
-30<1-
[page-n-331]
Marvao ( Portugal! : 157.
Mas ele M mete (Alcov. Alicant.oJ: 157.
llfnsa liota : 1<90.
M tiSDEU: 243.
Massilia, hoy Marsolla (Franela): 176.
Mast!a. hoy Cartagena (Murcia>: 226.
MA THIASSElN (T.l : SOn.
l\latr la rcaclo: 82.
MAURY ( J.): 31n.
MAYANS (J. A ): 234 y 242.
Mt.ZrA SOLANO: 71n.
Mazaleóll (T eruel): 188 y 189.
Mechta-el-Ar bi, hombre de: 1'18.
1
M eclct, anta ( Beira Alta, Portugal): 95.
M edlabarba, cerro (Montenlcgre, Albacet~> : 204n.
M.erlia.s lunas eJe s llex : 83, 87 y 99.
l\1ellioevo h elénico: 262.
Mc!literra n eísmo: 211 a 218.
M edit erráneo: 19, 35, 81, 82, 89, 108, 116, 118. 135, 152. 156. 167. 171 a 173. 176,
179, 180, 189, 211, 215. 217, 240, 259 a 274 y 281.
1\lediterrá nído, tipo humano: 108, 116, 118, 1'65 y 166.
111edma (Rosano, Galabrla, Italia): 212.
l\1ega.;itica-, cultura: 88, 94, 97, SS. 101 a 1M, 125, 1
•31, 133, 134, 168, 170, 1'16 y
177.
M !ie"dOrj ( Ahrensburg , Alemania): 57 a 59 y 63.
M!DLIDA (J. R.) : 195 y ll04.
Melo11 cs, cueva (Valltortn. Albocácer, Castell ónl: 87,
ME.lNIDE:L: 219n.
Jlfendelim (Belra Alta, Portugal>: 101.
M ENDES CORREA ( A. A.): 83 a 85n y 88.
MENElNDEZ PIDAL
Antequera , Málaga >: 174.
MENGHIN (0.) : 86n.
l\l •nb ir es: 125, 127, 129 y 131.
MENlER (A .) : 32n.
M enorca (Baleares>: 176.
MF.RHART (G. VON ): 179n.
MERTENS ( J.) : 212n.
Mértola. (Portugal): 157.
l\lesocefa lia: 112 y 114.
l\J esoliti co: 35. 57 a 65, 82, 84, 87 a 89, 99. 108, 109. H1, 114, 116 y 117; humano: 108, 109, 111, m4 y 117.
Mcsopotamia: 179 ¡y 260.
Me ta l, objetos: 57, 132, 133, 169, lfiO 173, 205 y 256.
l\l etalurgla: 57, 90 y 92.
METELO ( C. ): 241 y 243.
Mic: 11as: 173 a 175 y 180.
Mlcénlca, cultura: 174, 175, 179, 180, 185, 262 y 264.
Ml coqulense: 16.
Mlcrobw-Ues: 25 y 36.
l\tlcroUtos, mic¡·olít:co: 22, 24, 34, 35, 82. 83, 85 a 90, 98 a 100 Y 177.
-305 -
tipo
[page-n-332]
lltlcl : 80.
Miel, Cueva Superior de la (Pradillo, Logt·oño>: 138.
Milagro (Navarra): 244.
MnJOJCIC: 180n.
Millares, Los (Almeria): 174. 180 y 182 a 184; - cultura: 175.
Mina teda
l\1Iuolco: - Antiguo: ll72, 173, 17!ln; - Medio: 180n: - Reciente: 172 y 175.
Mfzqultillas (Albacete): 257.
llfocchi, e.brigo: 35.
Mogente (VGlenc:a): 225.
Moltn da Scbnstlcto, conchero (Portugal): 88 y 99n.
M cjácctr (Almerla) : 190.
Molar, El (T a rragona): 189.
l\Jol!le para la fabricación ele lucernas : 255 a 257.
Molecle¡•as: 91, 92 y 207.
MOLl'l'M: 242 y 253.
Moliua de Aragón (Guadalajara>: 244.
Mo/i110 ele Gnrray (Soria): 138. 139 y 145.
Moluscos: 26 a 28, 68, 89 y 92.
MONP.CO
Mondego (Portugal) : 82.
l\loneclas: 7Ln, 197, 203n, 205, 219, 220, 229, 233, 242, 244. 245, 248, 252 y 253.
Monedas, cu&va (Puente Vlesgo, Santander): 6'1 y 70 a 73.
Mongaudier (Charente, Fr(Ulcia.>: 60.
ilfonge
Montalvos: 252,
Montán (Castellón): 238.
t'rfontanyeta de Cabrera (Veda.t, Torrente. Valencia): 159.
Montauba7¿ (Francia): 32n.
Monte Móslnho (Penafiel, Portugal): 101.
Montealegre (Albacete): 195 a 197, 199, 203n y 206.
MONTEAIJEGRE (CONDE DE): 198 y 200.
Montejrlo (Gl'QJ\ada>: 86.
MCNTELIUS: 169, 170 y 185.
Montemor-o Novo (Portugal): 99 v 102.
Montpell!er (Fre.ncla): 215 y 216.
JI/011t1Jellic1; l e·Vieux (La. Roque St. Margucritc, Avcyron, Franela): 129 y 131.
Montuwga (Soria): 146.
Mora, cueva (Somaén. Sorla): 135 a 150.
MORALES (Al'\mROSIO DE): 245 a 247.
llloraviCL (Checoslovaquia>: 60.
MOrbllwn (Franela): 123 a 126, 133 'Y 180.
Morclla (Castellón): 77.
llfC·RET: 244.
!\t ortero d e cerámica: 207.
l\losaicos: 20'1 y 266.
Moti/la del Pa/a11car (Cuenca) : 192.
llloutltlcrs (Charente. Francia): 32.
-306-
[page-n-333]
MOVIUS C L .): 18.
H.
Moytirra (Sligo, Irlanda): 184.
Muge (Portugal): 82, 83, 85, 87 a 90, 99n, 100. 101, 104 y 117,
1\fugharct-cl Allya (T ángerl: 18.
il1uia (MurciA): 226.
llfttllerrm (Dinamarca>: 60n y 63.
Munlch (Alemania): 222.
~htraUas: 151, 152 y 203n.
M11rcla : 156, 196n. 197 a 200, 211 y 214.
Muros !le piedra: 127, 1'51, 152, 196, 203n. 207 y 208.
Mttrvcdro o Mttrvleclro, hoy Sagur.to: 238.
Museo: - de An tropologla de la Univers!da.d de Oporto (Portugal): 104: - A~'
queológico de Albacete: 206 y 255; - Arqueológico de Bar celona.: 203 y
214; - Arqueológico de Gerona: 255: - Arqueológico de O rar.e.da: 86;
- .M•queológlco de Murcia: 196n, 197n, 198 a 200 y 214; - Arqueológico
Nacional (Madrid): 141 Hl~. 198. 201n, 202. 204. 205 y 212n;- de Beja (Por.
tugal): 221; - de Bellas Al'tes de San Carlos (Valencia.): 214; - de
Bolonla (!talla): 217 y 222; - de Catanzaro (Ital:a): 213n; - Cerral·
bo <
Madrid): 137 y 138; - EL!:ológico de Belem (Portugal): 86, 96n,
l OO y 177; - de Eyzles (Franela): 32; - del Hombre (Pa.rls): 60rJ; Klrchel'iano: 222; - del Louvre (P .lrís): 198 a 200, 202 y 214: - de Montauban (Franela>: 32n:- de Montpelller (Francia): 126 y 215; - Nacional d:! Irlanda. (D ublln): 181n; - de Prehistoria de Santander : 69 a. 72;
Valencia): 7, 15, 64rJ, 105 y 187; - Pro- de Prehistoria del S. I. P. <
v tnclal de Oviedo: 17; - de los S ervicios Geológicos de Portugal (Lis.
boa): 173; - de las Termas (R oma): 222; - Vatloo.no: 222; - de Yecla
(Murcia) : 204. ,
1\Justélldos: 30.
i\lusterlense: 7 a 19, 21 a. 24, 33. 3 1\lúst.ero: - levallo!s1ense: u . 18, 19, 2! y 31n: - solutrolde: 19; - ta.yaclense: 13 y 15.
MAYRES: 175n.
Nájera (LogToño>: 234.
Narb011ense, provl.ncla: 215 y 229.
Navajas: .168 y 208.
Navarra: 146.
NAVARRO: 1'70n,
Navegación: 276 a 281.
Neandcrthal, raza. human9.: 21.
Ncct·ópolls : 146, 149, 171, 174, 175, 179, 18'7, 1-89 oa 1-92 y 206 a 208.
l'egroldc, raza huma.na: 34, 83 y 118.
Nemour (Selne et Marne, Francia): 31.
Neolitlco: 35. 63, 81 a 104, 1'13, 115, 116. 129, 131 a 133, 137, 138, 165. 166, 168
171 a 173, 175 a 178, 182, 184 y 188.
NEREIDA: 220 y 221.
NETOLITZKY (F.) : 155 y 156.
Nicolás, cueva (Franela): 147.
NIGRINIO, Obíspo de Segóbrlga,: 248 y 249.
Nilo, rlo: 86.
Noerre Lyllgbv (Dinamarca.), cultura. mesolitica: 63.
Nomadismo: 81 y 82.
- 307 -
[page-n-334]
Nominae Se1llum : 233 y 234.
Novele/a (AJ:oo.nte): 203.
Núcleos: 14, 26, 28, 42, 47, 54 y 57.
Nu/les, hoy Nules (Castellón): 238.
Nmnancia (Garray, Sorial: 145 y 226.
OBERMAIER (H.): 69, 70, 76, 82, 83, 85 y 155.
Oceánicos: ll3.
Ocre: 27 a. 29 y 96.
OCTOBON: 127n.
Oculenses: 246.
Oficio, El (Aimcrla>: 157.
Olcades: 192.
Olelas (Portugal): 157.
Olintos : 264.
o:tva (Valencia): 191 y 192.
Oliva¡ cltt Pega , anta (Reguengos, Por~u >Jal): 96.
Onda (Cnstellón>: 238,
ONORATO, Obispo de 8egóbriga: 249.
Oporto (Por tugal): 83n, 87, 89, 90 y 104n.
Ora l\f aritim a: 190.
Oranieme: 100. ,
Orca: - das Ant.as (Belra. Portugal): 94; - da Cw1ha Be.ixa (Beb·a. Alta,
Portugal): ¡oo: - dos JWlcaes
gal): 100.
Orden de San tiago: 236 y 2 17.
Oreta.nos: 24l.
Orlcilllallzante, a11te: 262 y 264.
Orie11te: - Med:o: 35; - Meditem\neo: 262, 263, 271 y 273; - Próximo: 102,
260, 262 y 270,
ORIORDAIN (S. P.): 181.
Oro, cbjetos: 173 y 179 a 18 L.
Orospeda: 241.
Oroutes. VQlle: 173.
ORSI (P.): 212n.
Osos: 72 y 217; - de la cavernas: Ver "Ursus spolaeus".
Oszentivan (Hungrla.): 180.
Ota (Portugal): 157.
Ottteiro: - da Assenta (Por~ugal ): 157: - de S. Marnede (Portugal): 157.
Oviedo: 7 y 17.
PACO (A. DO): 83n, 93n, 94n, 98n, 99n, l02n, 151 a 157 y 172n.
Padua (Italia ): 265.
Pago oculense: Ver «UcléS)),
Pajar de los Zorros (Ontur, Albacelel: 205n.
Pa jaróll
Palancla, ciudad: 241; - río: 191 y 192.
P aleocristiano: 266.
P a leolítico: - Inferior: 7, 10, 19, 68 a. 70 y 89; - supe¡·lor: 11, 18, 19, 24,
51 a. 65, 68 a. 70, 81, 82, 89, 116 y 166.
Palestina: '35, 173 y 185.
- 308 -
[page-n-335]
Palma de Mallorca: 222.
Palm! lla (Portuga!): 101. 127 y 184, Pctlonwres (Almcrin): 190.
cult ura: 101, 177 y 184.
Palomas: 220 y 222.
Paloniu, cueva (Asturias> : 64 .Y 65,
P nlsta.ves: 171 y 178.
P .'\ LLO'ITINO (M .): 259 a 274.
P anteón romano: 217.
t'a n leras: 215.
l'ac¡uidermos: 22.
Par e Gztrw (Morbiha n, Franela): 180.
París: 60n. 69 y 118.
PA.RIS PARIS (R.): 20in.
Parpalló. cuev< (Oandla Vnlencia): 19. 22, 23, 32, 34, 36. 52, 57, 64, 65 .Y 70.
\
Parpallonense, facies mcdl tel'l'áne a. de! S .! u~rense: 19.
Pas, río (Santander) : 67 y 68.
PlM·('ga, c ueva ( PueJ1Le-Viesgo, Santander ) : 67. 69 y 70.
PAS TOR ( L ): 203.
Pastora , c ueva ( Alcoy, Alicnntcl: 105 a 122.
P~lstores: 82, 91, 101 y 102: de los Ll:mos, cullum: 129 y 132.
l'ateras, emba rcaciones : 275: - va&j as: 226.
Patología: 1M.
Pa vía ( Aten tejo, Portugall: 102 .Y 157.
PEAKE (H . J. E.) : 102n .
PE• RSON: 162.
A
t'eces: 28, 30 y 85.
Peclti11a, cueva (Bellús, Val encia> : 14.
Pedm de Duro (Portugal >: 157.
Pedralta, anta (Belra Alta, Por tugal) : 100.
PEGASO: 198 y 201.
Pekanw, cueva ( Kostelik, Mora via l : 60.
Pe/1JIIt (Cornwall, Ing!nterro) : 179n y 180.
Penafiel (Port ugal) : 101.
Pend ientes: 155, 181, 205 y 20Sn.
Pendo, cueva
Penecto11o (Belrn Alta. Portuual): 99n.
Penh1sula : Apeninlcn: Ver
178, 180 a 182, 184, 185, 188, 193, 219 a 222, 231, 232, 235, 236, 259, 260
y 2'70.
Peiia : - tEscrita: 245; - de la Miel , cueva (Logroi\o): 139.
Pe1í.as de los Gitanos (Montefrio, Granada) : 86.
PEQUART (M. y S ..J.) : 122.
PERt
-LTA ( ARNAU OE'l , Obispo d e Valencia: 239.
PEREZ (JUAN BAUTISTA): Obispo d é· S~gcrbe: 237.
P e rforaclores : 14. 25, 27, 28, 36 a 38, 4:i, 47 y 54.
PERIOOT GA!RCIA (L .): 16n, 22, 23, :n 57, 64, 87n, 88. 93. 10ln, 103n, 105, 1'59n,
176n, 180n y 190n.
l', l'lgortllense: 33 a 35.
-309 -
[page-n-336]
Per iplo m a.;aJiota: 190 y 191.
PERIS (J.) : 189.
P erlas de collar : Ve r "Cuentas de collar".
PERSEJFONA: 212 y 213.
Pesas de telar: 156, 157, 205 y 208.
Pesca, 'Pescadores: 92, 168, 276, 276 y 279.
Peschiera (Itat:a) : 185.
PETERS (E.): 60n.
Petersjels (Engen, Alemauia.) : 60.
PEY.ROLlll!S: 127.
PEYRONY (D.): 16, 31n y 32 a 35.
PHILiíPPE (J .): 86n y 94.n.
PICARD (OH.) : 213.
P icos astul'ienses:: 82, 89 y 91.
P ictografías: 81 y 98.
Pled du Boeuj (Roges, Lauue.Jols. Francia): 130n.
Pied ra.: - vasos: lfl3; - de .mo~wo: Ve1' '' Molederas"; - pufida: 85, 87, 90,
&8, 102, U3 y 1•
32.
PIGGOT (S.) : 125, 133, 169, 181 y 184.
Pina (Castellón) : 239.
PINEIDA: 243.
PINTO DJ_ SILV• (A. L.) : 151, 153 y 154.
A
l ' int ura: 266 y 2'57; - e 'QUeDlá
- rupest re: 67 a 73 y 75 a 80:- sobre cerámica.: 259: - sobre ¡p'edra:
89.
Pinzas: 205 y 206n. ,
Pirenaica, cu·ltura: 176 y JJ17.
Pirineos, montes: 117, 147, 176 y 177.
PISANI (V.): 217n.
PITTA!RD (É.): 121.
Pl.JA BALLESTER (E.): 9, 105 y 159n
Placara (Fraucia) : 32.
Placas de esqu isto: ~8, 94 y 17<2.
Plantade, cueva (Bruniquel, Francia) : 32.
Plaquetas de piedra: 23, 26, 28, 37. 40, 45, 46, 52, 88, 94 y 172.
Plástica: 195 a 209, 2111 a 2•18, 26!, ~6. 268n y 270.
Plata, objetos: 1·90, 2C5, 206'11 y 248.
Platos: 138, 148, 173 y 2-0ll.
Plazac (Dordoña, Fraucia): 31.
Pleistoceno: 64.
PLINIO: 240, 244 y 252.
P!ó, Le (Llcide, La.nuejols, Francia): 130n.
P lomo: 207 y 223 a 229; - escr.L~o de Alcoy: 226; - escr~to de l.Jiria: 203> a 229;
- eo
crito de Mogente: 226; - escrato de Mulllt: 22&.
Plovdiv (Burgar:a) : 213.
POI}o da. Gateira, anta. (Cascaes, Pol'tugal): 97, 99 y 177.
Pego Velho (Cascaes, Portugal): 99n.
Poleas de telar : :ta3.
Polonia.: 60,
Ponderales: 208.
Pondus : Ver "P.esas de tela•
r".
-310-
[page-n-337]
Ponte clo S6r (Portugal ) : 100.
Popeiken (Labia u, Prusia) : 60n.
PORCAR
Porto'Covo, cueva (Cascaes, Portugal) : 93.
Port1tgal : 16, 81 a 104, 153 a 156, 171, 173, 177. 178, 181, 185, 220, 221 y 232.
Postcláslco, arte y cu!tura: 259 a 2'/lt.
Postglncla1, período: 61, 63 y 65.
Poshall~t :íttíca, cu ltur:~.: 191 a 193.
Potnin : - hippon: 215 y 216; - theron: 215.
l'otros: 21•1.
Pouget (T errason, oordoúa , Francia): 25.
Pouzet (Ten·ason , Oordoña, F rancia l: 25.
POWELL: 180 y 181.
Pozo Amargo (Cuenca!: 252.
Prarll/lo (LOg1'0ÚO) : 138.
Pradíne (Lanuejols, Gard, Francia.l : 129 y 130.
Praena, arenero: 148.
Pragcm<;a (Por tugal) : 157.
PRAXITELES: 261.
J'reaterlense : 11 y 18.
Pre borcal, periodo: 61 y G3.
Preclásico, arte: 269 a. 274.
P rctlin ástl ca, cultw·a: 93.
Pl'elmpel'ia1 romano: 259.
Pnm·omano : 193, 259, 260 y 2G6.
PREVOSTI (}•. ): 121.
P rimitlvismo, concepto: 261.
PRINCIPE DE ROPPRECHT: 222
l'riomto de Santiago: 245 y 247.
PROCULO, Obispo de Segóbriga; 246.
Pc·otoa1plna, raz.a. hwnana.: 108, 115 y 117.
P roto: - etrusco, arte: 270; - geomé trico: 264; - helénico: 264, 266 y 271:
lláUco: 270; - magdateniense: 26, 27, 29, 31 a 3i! y 42 a 55; - nmglemoslense: 61 y 63; - ncolftico: 85 y 93.
PTmía (Alemania): 60.
Pseuclo-ru·eaismo, tendencia aTtfstica: 264 y 265.
PTOLOMEO: 240 y 244.
Pue11te: - Arce (Santander) : 67: - Víl'sg0 (Santander! : 67 a 73.
P(mico, pueb!o, arte, etc.: 21, 192, 205, 206n, 218 y 275.
Puntas: 11, 13, 14, 17, 33 a. 36, 38, 61, 63 y 73; - de aletas y pedún.~ulos: 18: de bisel de hueso: 22 y 23; - de flecha: 87, 90, 96, 168, 175 y 205; - ele
lanza: Ver "Lanzas"; - d-e muesca.: 25, 36 y 317; -de pedfuJculos: 11 y
18; - de p~dúncuJo lateral: 88.
Prmto del Ton no (Thrento, Itel:a.): 185.
P unzón: - de me ~aJ! : 205; - de hueso: 10, 12, 20, 27, 29, 39, 44, 50, 51, 55 y 1'52.
Puñales: 156, 171, 175n, 178 a 180, 182, 183. y 200; - de asta iie ciervo: 64; - de
bronce: 168 ; - de sllex: 130 y 132.
Qt;AGLIATI (Q.) : 14n.
Quamnts (Franela) : 215 y 216.
Qucrénima (AI~erfa): 190.
-311-
[page-n-338]
Queiriga (Portugal): 81, 96 y 98.
QUIN"r!ANO : 251.
Rabosa, cueva (Valltorta, Albocácer, Castellón>: 87.
Raclettes: 26, 27, 32, 42, 43, 45 y 4~.
Raedcras: 1 11 a 14, 17, 33, 38, 42 y 47.
Ramales (Santander): 67.
RAMOS POLQUES (A.): 216.
RASIS, cronista. árabe: 24G.
Ras¡>llllores: 11, 14, 17, 22, 25, 27, 28, 34, 36, 38, 42, 47 y 82.
RAVENNI.TE: 252.
Real Academia de la H istoria. (Ma.dridl: 202, 247 y 248.
Rebollar, El (Guadalajar aJ: 146 y 150.
RElOESVINTO : 233.
Recolección, recolectores: 82 y 8·9 a 91.
Rccom¡uista.: 193n, 233, 2<35, 237 y 2<46.
Reclal, El (Logroño>: 147 y 148.
R egue11gos (Portugal): 96. 97 y 103.
REINACH
Reli eves: 199, 219 y 265.
Religión : 94, 211 a. 213, 215, 216, 218 a 22!! y 2UO.
Remigia, cueva. (Castellón>: 75.
Re11auta: 139 y 147.
RENARD ( M .): 212n.
Reno: 26 a 29, 40, 49, 50 y 57 a 65.
RtEP.t.'LIN: 131.
Re pú blica. roman a: 211 y 218.
R : que11a (Valenci'l.): 191 y 192.
RESENDE (A.) : 232.
R etocat101·es: 10, 12, 27 y 51.
Reus (Tarragona): 19.
Reve11s (Ga.rd, Francia.): 129 y 130n.
Reverdit (Castelmerle de sergeac, Dordcñn. Fmncinl: 31.
Rev, cueva (Sanl:.ru)derl: 69.
REYEJS CATOLICOS: 7la.
RIBEIRO (L.): 99n.
Rl1DDER (IDE) : 220 y 222n.
RIEJGI.i (A.): 261 y 267.
Riu, valle: 184.
Rinaldoni (Italia) : 182n.
RINCON DE AREI.ILANO (A.): 112, 113 y 122.
R lnoce•·on tes: 21.
R ío Torto, anta (• encdono, B~ira Alta, Potuga)): 86, !)9n, 100 y 101.
P
RIPOLL PERELliO (E.): 16 y 72n.
RIQUET (R.) : 105 a 122.
Ritos funerarios: 170.
RIZZO (G. E.) : 262n.
ROBINSON (0 . M .): 26-ln.
Roe de Marcamps (Gironde. Francia>: 31.
Roe de Salut Cirq (Eyzies. Dordoña, Francia.>: 32.
Róda11 o. rio (Francia): 117, 118 y 265.
•
-312-
[page-n-339]
RODRIGO, :O:e.t'lor de EsLalla: 236.
ROl'llOrcs: 29 y 30.
Roges C
Lanuejols, Franela): 129 .v 130.
Roma: 211 , 222. 273 y 279.
Ttoman:> : 2l. 154. IS6. 197. 203n. 205 a 207, 212, 213, 216 a :1118, 221. 232, 253, 257,
260, 261, 263. 265, 266, 268. 271, 273, 274. 279 y 281.
RGmeral. cueva ( Anlequera, Málaga): 173 a. 175.
Roque Sai11te illargu erite
Rosamo (Italia): 212.
ROTHMALER (W.l: 153 a 155.
Roture¡ (Portugal J : 157.
Rouet (Heraui L, Fl•anclal: 124. 127 y 128.
ROUZTC !Z. L'El: 123, \25, 126, 133 y 18011.
RUBIA ( J.): 203n.
rtu inas: 7hl, 151 n 1•
53, 199, 203n, 205 a \:CJ, 221, 23•1, 244 :\ 24"l> y 251.
RUIZ DE AZAGRA (0. PEDRO): 236.
Rusia : 87.
RUSSEJJL OORTEZ (F.>; 81 a 104.
RUST lA.): 57 a 60.
Sn ldda, monte ccenteñnl: !7111.
Sacarb isca, pllabrn ibérica: 226.
Sacarlsc J', palabra ibé-rica: 224 y 226.
Sctcavém (Porugan: 154.
S~'.OCASYN DELLA SANTA (E.): 123n.
Sttcralios (Badajoz): 236.
sae/ices (Cuenca>: 247 y 248.
SAEZ MARTIN (B.>: 97tl y 17211.
Sagraias (Badajoz>: 236.
Sagtwto ( Valencia ) : 191. 192. 214, 226, 238 y 253.
Saltam: 81, 82 y 87; - Español: 99.
Saiga: 2]. 3ln y 32.
SCiiut: - Amand de Coly ( Dordofia. Francia) : 32; - André de Véz'nes (Avey·
ro:., Francia>: 129 y 131; - Bauzile (Franela>: 182n; - Germain (Erdeven, Morbih·:ln, Franela>: 125, 126 y 133; - la Rlvll:re (Gironde, Fran·
da>: 32; - Just. Ullc eL Vilalne, Francia): 124; - Maree! (Indre, Fran ·
c:al: 31; - Martl r. la Rlviére ( Vlenne, Franela) : 124 y 125; - Mathleu
d e T réviers (Het-ault., Fl\'lllc!aJ: 124, 128 y 129; - Mlchel (Cal'llac, Morbihan, Franela>: 123, 125 y 133.
Snkaru:k, p:J.Iabra Ibérica: 226.
Sakje Gozii (Siria): 173.
Salamauca: 101.
Salaria, marca de 81 farero: 2:17.
S alona: 222.
Salpétrrere. La (Franela): 33.
Salsadella
Santos: 173.
Sa.n : - Ber~_-ardo, dólmen (Ponte do Sor, Portugal): l OO; - Cristóbal (Mazaleón, Teruel): 189; - Felices de Buelna (Sanlianderl: 67; - Miguel d e
Liria (Valencial: v e r «Liria>>.
-313 -
[page-n-340]
SAN VALERO APARISI (J.): 86n, 93n y 97n.
S ANOH.EZ
St.NOEJEZ AIJBORNOZ W .) : 234.
SA:-ICH.EZ JIMENEZ (J ): 204 a 207n, 209 y 255 a 257.
SANCHEZ RUlPEREZ (M.); 217n.
SANCHO, Infante de L oon: 236.
Santa : - Bayre : Ver «Santaben>; - Cruz d e Moya (Cuenca ) : 1!l2; (S anta.n der J : 67 ; - María d 2 Orien te : Ver «Albanacinll.
Sa;. tabMia, Santaberin, Snntabariyn: Ver «Sant
sautauflu: 67 a 73.
Santiáu ( Puente Arce, Santander): 67.
Santu arios : 2 11, 2 12. 213 y 21?;
iMricos. ?.11.
SANZ 'RASTOR DE PlEROLA (C.J: 137.
:>arsct. cueva (Bocairente, Valen ciu.J : 93.
SA'I'IRO: 197n y 202.
S AUTER (M. R .J : 122.
sanveter re (Lol-el G1u·ont:e, Ft·ancial: 87.
SII VORY
SCHEIDT (W. l: 122 v 162.
Schleswiy H olstt in (Dina ma rca>: 59.
SC'HMIDT (H .! : 176.
SCHMIDT (R. R.) : 60u.
SCHUCHHARDT ,(C.): 94.n.
SCHULTEN CA. J : 233, 241n y 2Sl.
Sclwssen(¡uelle (Federsee, Alcmanial: 60.
Semner (Yorksh ir", Ing:•Jterrnl: 61.
Sulenlarismo: 82.
SEFRONIO, Obispo: 247 a 249.
Segeda: 241.
Segobricense: c
Zó:esis, territor;o, ele.: 231, 237 a 242, 250, 251 y 253.
SegóJriga: l!H y 231 a 253.
I sabel
Segobrigense: V:ar: "Segob ric~nse".
s egontict: 244.
Seaorbe (Castellón>: 191. 193n, 233, 237 a 243, 245 a 217. 249. 251 y 253.
Se~ne·et-M arne
S~ iX
(Francia>: 31.
(Vouze!o.. Por tu&all:
102.
SE.LENE: 219 y 221.
Semillas: 82 y 151 a. 157.
Semina rio tl :: llistoria P1·imitiva. d el Homhre ltMadrid) : 15G.
SEMPRONIO, Obispo de Arcávica: 249.
Sena interior (Francia): 88.
SENENT IB~EZ (J . J .): 191.
Sepulcr os megalíticos: 88, 102, 103, 1'70 ~·
Sepulh u·as: 88, 94, 103, 104, 1!1:3, ll4, 123,
182, 184n. 185. 189. 190, 206, 208. 212,
y 178; - de cúpula: 102- y 103; -
177.
127, 132, IS9 a 171, 117·3, 176 a 178n, WO,
:n3 y 248 : - de corr-edor : 102, 104, 168
::l.e galerla: Hl2 a 104 y 176.
SERGI (0.) : 116 y 162.
s~ri?íá (Gerona) : 177n.
-
314-
[page-n-341]
SERPA PINTO: 89.
Serra do Mo11 te Ju11ta (Por tugnll: 171n.
SF'RRANO ! PASCUAL>: 196 a 203 y 206n.
Serras, Le (Liclde, Lanuejols. Fran ela>: 130n.
Serre. t.Umulo
(Snln~ BaUZile, Franela>: J82n.
SffiTORJO: 241 y 243.
SE.RVET <
M.l: 244.
Servicio de l nvcstlrawlón Prcl\ist órica. cle la Excm a. Dipu tación Pc·.1vlnclal
SHIPTON: 173n.
S/c:l/lcc
S l EVEKINO (0. DE G., . 60n.
Silcx, vl>Jtlc . : ti a 14. 23, 25 n 55. 8G, !lO. 96. 98, 99. 101 , 129. 130. 132. !52 y 160.
S ilos: 85, 187 y 207.
SJLVESTRE (M.): 207.
STIIlENO o Sll\'lEON , Ob!spo dt• Jllbanncin : 238.
S-1Wrcas
SIRE'l : 85, 155, 156, 172, 176, 190 y 20ln.
Siria: 16, 173, 262 y 265.
Silgo (Irlnndnl: 181 y 184.
Soborb, hoy Scgorbe: 263.
Sobr edn. onta
So:Oiférrco: 207.
Solutrense : 18, 19, 24 n. 26, 29, 33 a. 41 , 68 a 70 y 72.
Somaélt
sor la: 135 a 150.
Sotch de /cr Libert é (Rogés. Lanu~jols, F ranc:~>: 130n.
soúkro11, hoy rlo J úcar: 241.
Souquette, Lcr (Franela>: 33.
Si:'ROCKHOFF: 169n.
Stcrr cnr (S!amer, Yorkshlre. I nglaterral: GL a 63 y 65,
STECCHt: 35n.
Stellmoor (Alwcr.sburg, Alemania): 57 a 59 y 63.
STIMMING (R.): 68n.
STONE: 172 y 179,
Sub : -
at.Jánblca, rase cllmitlca: 63; -
boreal: 63; -
n egro!de: 118.
Suburblum, hoy Segorbe: 253.
Sltecia: 168.
SUNDWALL: 185.
suo:lles (Rouet, Hérault, Ft·anclal: 124, 127 a 129, 132 y 133.
Superior d'!' la Miel, cueva: Ver cMiel. cueva».
S usa (Persla>: 265.
svaerdborg (Dinamarca): 63.
S tiTOS: 175.
Szor.c, cultura.: 180n.
-31 5 -
[page-n-342]
Tagonlo, río antiguo: 252.
Tagos, hoy rlo Tajo: 240.
Tajo, rlo : 82. 83. 91. 94, 147. 240 y 241.
Tllj ltiía , río: 252.
Ta!avera
Tá11gcr: 18.
Taraca. palabra Ibérica: 229.
TARAPA : 243.
Tardcnols icnse. cul~ura: 85 a 87 y 90.
Tllre11to
7'«rte (Fl\1 nclal: 34.
Tartés lc,o: 226 y 227.
7'l17TagOIICL : 19, 189, 238. 250 y 251.
Tllrrasa (Barcelona>: 189.
TAVIRA Y ALMAZAN , P rior de Uclés <0. AN TONIO): 248.
Tay
T errason
~·ejicl os: 155 a. 1'57.
T ei:u·cs: 15G. 20:i, 207 y 208.
Tellwl , anta
'l'cJTacotas: 212 y 215 a 217.
Teruel: 191, 192. 238 y 2-t5.
Tesalia
Tesoro 1le Alrcus !•Micenas!: 173 y 175.
T w iec CPrar:clal: 117.
THIERSCH ( H.l: 22011.
Tltolos: 102, 103, 170, 1 a 1?5, 177, 17R y lllOn.
73
T inajas: 144.
Tisuco (Sepúlvrda. Segovial: 116.
Tivisslt (Tttrrngona>: 226.
Tobarm (A ibacctel: 256.
T oledo: 233, 236 n 238. 246 y 249.
Tormo. hoy Tormon (Tcrucl> : 238.
TORNERO tJ.l: 202. 203 y 207.
Toro. El (Castellón>: 239.
Toro, sierra (Teruel): 191.
Toros: Ver "Bóvidos".
Torrecica, La (Montealegre. AlbaceU!): 207 y 208.
Torrelaguua ( Madrid ): 116.
Torrelavega (Santander): 68.
Torreml!ll?.lmas (Alicante): 118.
Torrente (Valencia): 159 a 166.
TORRES MOYA CT.): 240.
T orrubia
-
316-
[page-n-343]
Tossa/ Redó (Calaceil(', T ·'l'tlel>: 188 y 189.
'l'ószeg, cultura: 180n.
1'0tCI1m (Murcia): 156.
1'olcmlsmo : 81.
Torca, 11oy Tuéjar ( valcr:ciul: 2:18.
TRAGGIA: 244.
Tra¡1eclos de sílex: 83, 87, 88, 99 y 100.
Trava~os (Portugal>: 96.
Tres Cabezos (Almerla): 157.
T re panaciones: 11"1 a Ll4.
Trcveze/ (Francia>: 130.
Trévlers
Trigo: 151.
'l'roaclc (Asia Menon : 173.
1'roy(t (As'a Menor> : 172.
'l'ucssa, l1oy Tuéjar (Valencia>: 238.
TUIXANS (J.): 187.
TULGA, rey: 233.
T umbas: 127, 131, 133, 155, 171 a 177, 1791:, 180 a. 182, 184, 21~. 213 y 248.
Trmrlac, túmulo (Francia): 123.
T úmu los : 123 a. 334, 150, 179n. 180, Hl2:1, 189, 208, 209 y 213; - no megalitiqos:
B!3 a 1·34: - ova.le.s: 123, 127 y 133:- rectangulares: 123, 125 y 126; redondos o circulares: 123, 125, 126, 129 y 131 a 133; - cultura: 147, 148
y 160.
Trínez. 35.
Trr1ión (Astur ias>: 17.
'.fm·bole tas: 191 y 192.
T11rla, río: 192.
7'¡¡rfs (Valencia.>: 191.
Tur6briga: 192.
Turocll : 192.
T urolenses: 191.
Tu•·oll : 191.
Turones: 191 y 192.
Turre (Almeria): 190.
• yriens: 190.
r
Uclés (Cuenca): 236, 245 a 248 y 252.
Uklis. hoy Uclés: Ver «UcléS>>.
Ultra tum ba, vida: 214.
ncham berecl- long-barrows: 123 y 125.
Ungüent arios: 206n.
Unh·crsirlac tle O¡Jo•·to
l
ORBP.NO II: 236.
Ur nas: 138. 144 ~ 146, 170, 182, 185. 187 a 193. 199. 200, 203, 204 y 206:
cilleraJ·ias: 170, 178, 182, 199, 200, 202 & 204, 206 y 208; -cultura: Ver "Campos de urna.~. cultura.".
Ursus Spclaeus: 68 y 73.
Utlel (Valencia): 191
Vacceos: 241.
vacltons (Francia): 34.
-317-
[page-n-344]
Valdcgcmga
vate das Laves (Portugal): 88.
Vo/eucia: 7 a 19. 64. 65, 87, 93. 105, 140, 159 a !66, 171, 187 a 193, 214, 223,
238, 239 y 245.
Valentla: 233.
Va/era: - de Abajo (Cuenca): 244 y 245: - de Arriba
VALERIA. e~posa de L. C. Porcia~.o: 250 y 251.
VAIJERIO (G.): 250 y 251.
VALLOIS CH. V.): 28n y 12:!.
Vnlltorta. barranco (Castellón): 79 y 87.
Vnphfo (Creta): 173.
Vaquero. cueva (Sevilla): 175n.
Vn r ílllll> llc hueso y asta: 26 '31 29 y 50.
Vctsconia: 244.
Vas os: -
campaniformes: Ver "cer·ámica cnmpa11Honne":
87, 92 a 96. lOJ, 104, 133, 136 a 138, 140, 142, 144 a 146,
173. .1'75 a 178. !SOn, Hll•, 182, 184, 185. 187 a. 193, 196,
2!6. 253, 255 a 257, 259, 264 y 281: - de Incineración:
173: - de piedra: 173.
VASSEO: 243.
VIA UFREY: 60n.
VAULTIER CM.): 93n y 94n.
VAZQUEZ DE PJI..RGA (L.): 234.
Vi"ZQUEZ SIRUELA: 242.
Veda t. El (Torrente. Valencia): 159 a 166.
VOOA DEL SELLA (CONDE •
DE LA): 17.
Vegetación, vegetales: 63, 81, 82, 86 y 8'7.
Vélez Blanco (Almeria): 157.
- cen'ull'!co.~: 83 a
148, 153n. 170. 172,
199, 200, 202 -a. 208,
1'70: - metáficos:
Vénetos: 264.
Ve11ta d~ la P. rm (e r.tre Vizcaya y Santander): 72.
Venus: -del Pendo: 70.
Vera ( Al merla.): 190.
Verd¡¡ (Lérlda): 188.
VERNEAU (R .): 122.
Vcssac CSt. And ré de Vezínes, Aveyron, Frnnci
Vézere (Francia): 25.
VIANA (A.): 221.
Vías romanas: 19'7.
VICO!. famllla antigua de Begis: 253.
VrOENTE, rey moro d e Valencia: 238
Viclctis (Marvao, Portugal): 15'7.
Vilirio, o bjetos: 205, 207 y 208.
v:cu11c (Francia): 124 y 125.
Vi ~ ra, cuevo (Antequera. Málaga): 174.
VI/a Nova de sauJ Pedro (Portugal): 98, 151 a 157 y 1'71.
VILASI:OA ANGUERA iS.): 19 y 94n.
Vlllacarrillo (Jaén): 20Jn v 214.
Vl/lallaieva: 238.
Vlllauwlea (Albacete): 238.
-318-
[page-n-345]
Villauwlucl, ho.v VUlnmalur (Cnstl'llónl: 236.
Villanova, cultura: 185 y 2117.
VlLLANOVANO o DE \'ILLANOVP. !MIGUEL): 244.
Vll&LANUEV A (P. JAIME) : 237, 238n y 239n.
Vi/lar del Campo (Soria): 139 y 146.
Villaricos ( Al mer la): 190, 201n y 214.
V!LDEFOSSE i!VIIOHON: 20211.
Villlmetwe les Mag11elonne (HeraulL, F'l\:lncia): 133.
Vlmeira, cueva (Extremadura. Porlul!'al l · 173.
Vinco: 173.
Vl.NES MASIP
VlRIP.TO: 240.
Virodwuan, h oy Vcrdú: 188.
Viseu (Travn(fOS, Porl.ugaD: 96.
Visigodo : 234.
Viv:r (Castellón): 193n.
VIVES
Vo lutas: 202.
VOUGA ( P. ): 94n.
Vouzela (Portugal): 102.
Vttlci (It«.linl: 182r:.
WACE: 174 y 175n.
WAECHTER (J .): 21 a 24.
WAMBA, rey: 233, 234, 236, 238 y 239.
WERNER: 69 y 169n.
WERNERT: 32.
Wcssex (Inglnterrn), cultm·a : 1'69, 170, 178, 179 y 182.
WILMOTT: 184.
Wlltshire (Inglaterra): 172.
WINOKELMAN : 261.
Wi11dmill Hi/1 (I ngklterral: 177,
WOLFEL: 113 y 175.
WOLTERS (P.): 222n.
Wurm, glaciar: 24.
X érica, hoy Jérlca (Castellón): 239.
XIMENEZ DE SEGURA (PEDRO), Obispo de Scgóbrlga: 23íl.
XIMEN0, Obispo de AlbaJTacln: 238.
X oda: 238.
Y ecla
Yorkshire
Yuncar, río: 249.
Zi.AEN, rey de Valencia: 238.
Zalctca (B ada.loz> : 236.
ZANCANI MONTUOR.O ( P .): 214n.
Zapata (Ahne¡·ial: 156 y 157.
ZAPA TER (P. A.): 2i4.
ZARAGOZA (P. LAMBERTO DE) : 244.
-319-
'
[page-n-346]
ZBYISZI!: WSI
ZEUNER < E. ): 23.
F.
Zodíaco: 220.
ZUAZO PALACIOS ( J .): 203 a 207.
ZURITA (J .): 243.
Z yllnñerhals urnen: Ver " Campos de Ur!la.s ·•.
r
-
320-
[page-n-347]
IN[)IC.E GENERRL
Página
JORDA CERDA, Franc:lsco: Nuevos hallazgos en Cova Negra (Játlva) ... ... ... ... ... . .. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
WAECHTER. John: The excavatlon of Gorham's cave and its
relat.ion to thc preh!story of southern Spaln ... ... ... ...
CHEYNIER, .André : Slratigraphle -de !'a brl I.:achaud et les cultw·es des borcls .abattus .. . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . . . . . ..
CLARK. J. G. D.: The groove and spllnter technique of worklng
re!ndeer an:i red deer antier in Upper Palaeollthlc and
Early Mesol!thic Europe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .
CARBALLO, J esús: Las cavernas con pinturas rupestres del Monte
del Castillo (Puente-VIesgo, Santander) ... ... ... ... ...
PORCAR RIPOLLES, Juan B.: Las pinturas rupestres del barranco
de "Les DoguP.s" . .. . . . . .. .. . . .. . .. . .. .. . .. . .. . . . . . . . .. . . . .
RUSSELL CORTEZ, Fernando: Aspectos do n eolltlco de Portugal.
RIQUET, Raymond: Analyse anthropolog!que des crll.nes énéollthiques de la grotte sepulcrale de "La Pastora" (Al coy).
ARNAL, J ean , y BERTRAND, René: Presentatlon de Nouveaux
Tummull non megallthlque.s . .. . . . . . . . . . . .. . .. . .. . . . . ..
CASTILLO YURRITA, Alberto del: Las tres capas de la Cueva de
la Mora (Somaén, S orla) ... ... ... ... . .. ... .. . ... . .. . .. .. .
PAQO, Afonso do, y COSTA A!RTHUR, M. Lourdes: Vila Nova de
S. Pedro. IV: Sementes pré-histórlcas de linho ... ... ...
FUSTE, Miguel, y FLETCHER. Domingo: La covacha sepulcral del
Vedat de Torrente (Va lencia) .. . ... ... ... ... ... ... ... ...
CHILDE, Vlncent Gordon: The Mlddle Bronze Age ... ... ... ... ...
BOSCH GIMPERA. Pedro: Las urnas del Boverot (Almazora, Castellón) y las Infiltraciones célticas en tierras valencianas.
FERNANDFZ DE AVJLES, Augusto : Excavaciones en el Llano de
la Consolación (1891-1946) ............... . ...... ... ...
BENOIT. Fernanct: Chevaux du 'Levant Iberlque. Celtlsme ou méd!terranélsme? ... . .. ... ... . .. .. . ... ... ... ... ... . .. . .. . ..
GARCIA Y BELLIDO, Antonio: El culto a Aphrodite de Aphrodislas en la Penlnsula Ibérica .. . . . . . . . . . .
GOMEZ MORENO, Manuel: El plomo de Liria ............. .. ...
BELTRAN VILLAGRASA, P!o: S egóbrlga ... ... ... ... ... .. . ... .. .
SANCHEZ JIMENEZ, Joaqu!n: Un molde para la fabricación de
lucernas .. . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . ...
PALLO'ITJNO, Masslmo: Per una nuova prospettiva della storia
dell'arte antlca: n problema del rapportl tra le esperienze preclasslche. per!ferlche e postclass!che nel mondo
c!rcummediterraneo . . . . . . . . . . .. . . . . . .
JAVREGUI, J. J .: Jábegas y Cárabos ...
Indice alfabético . . . . .. ... . . . .. . . .. . . . . . .
-321-
7
21
25
57
67
75
81
105.
123
135
151
159
167
187
195
211
219
223
231
255
259
275
283
[page-n-348]
[page-n-349]
LAS OPINIONES VERTIDAS EN LOS TRABAJOS INSERTOS EN ESTE VOLUMEN DEBEN
ESTIMARSE COMO JUICIOS PERSONALES
DE LOS RESPECTIVOS AUTORES.
[page-n-350]
Este Servicio de Investigación Prehistórico rem ite
sus publicocione.s poro establecer y mantener intercambio con los centros científicos y señores investigadores en esto especialidad. Por ello espero
ser correspondido con el envío de los publicaciones
del receptor, entendiendo, coso contrario, que no
se deseo sostener intercambio y suspenderá ulteriores e nvíos.
Todo lo correspondencia dirífose a l Di rector del
Servicio de 1nvestigoción Prehistórico de lo Excmo.
Diputación Provincial de Valencia.
[page-n-351]
PUBLICACION ES D EL S. l. P.
SERIE DE ANU AR IOS
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, l.- Anuario del SIP, 1928.-Volencio
1929.
Contenido:
Bollester Tormo (1.): A guiso de Proemio. El Servicio de Investigación Prehistórico
y su Museo.
Viñes (Gonzalo J .): Lo "Cóvo Negro" (Jótivoj.
Breuil (H.): Stotion moustérienne et peintures préhistoriques du "Canalizo el Ro yo", Mino teda (Aibocete).
Breuil (H.): Vest 1ges de peintures préhistoriques o "Lo Cueva del Pernil", Jótivo
(Volence).
Perico! (L.): El depósito de brazaletes de pectúnculo de "Penyo Rojo" (Cuotretondeto).
Bollester Tormo ( 1.): Lo covacha sepulcral de "Comí Real", Albaida.
Ponsell (F.): Lo "Covo de lo Sorso" (Bocoi rente).
Jornet (M.): Prehistoria de Bélgldo. l. Ha ll azgos eneoll ticos.
Pericot (L.) y Ponsell (F.): El Poblado de "Mas de Menen te" (Alcoy).
Gómez (Nlcolós Primitivo): Un "Hiotus" prehistórico en los estaciones arqueológicos de altura, levantinos.
Pericot (L.): El poblado ibérico del "Chorpolor".
Bosch Gimpero (P.): Relac1ones entre el arte ibérico y el griego.
Bollester Tormo (l.) y Pericot (L.): Lo Bastida de "Les Alcuses" (Mogente).
Noti ciario.
Notos Bibliográficos.
ARCHIVO DE PREHISTORI A LEVANTINA, 11 .-Anuorio del SIP, 1945.-Valencio, 1946.
Contenido:
Bollester Tormo (1.): Unos palabras de prólogo.
lardó Cerdó (F.): Lo "Cóvo Negro" de Bellús y sus industrias líticos.
Parear Ripollés (J.): Interpretaciones sobre el arte rupestre.
Pericot Gorcio (L.): Lo cueva d e "Lo Cocino" (Dos Aguas).
Fernóndez de Avilés (A.): Lo cueva fun erario, eneolrtico, de lo " Lomo de los Peregrinos", en Alguazas (Murcio).
Viloseco (S.): Vestigios de un poblado y necrópolis prehistóricos en Riudecols (Torrogono).
Vidol y López (M.): Materiales saharianos en Valencia.
Chocomeli (J.): Lo primero exploración polafírico en España.
Ballester Tormo (1.): !dolos aculados valencianos.
Lebzelter (V.): Sobre algunos cráneos eneollticos del Este de España.
Alcácer Grou (J.): Dos estaciones orgáricos de lo región levantino.
Fletcher Volls (D.): Lo construcción megalítico de Monforte del Cid.
Plo Bollester (E.): "Cóvo de les Moravelles" (Gondía).
Bollester Tormo (1.): Notos sobre los cerámicos de Son Miguel de lirio.-Estocos
férreos.-Voso solar.
Breuil (H.) y Lontier (R.): Villoges Prérromoins de lo Peninsule lbériq ue.
Bollester Tormo ( 1.): Los monos de mortero ibéricos.
Jornet Peroles (M.): Prehistoria de Bélgido.
Gómez Serrano (N. P.): Excavaciones poro lo ampliación del a nt iguo Palacio de
lo Generalidad.
[page-n-352]
Beltrán (A.): Acerco de los nombres de Cortogeno en lo Edad Antiguo.
Noticiario.
Bibliografía.
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, 111.-Anuorio del SIP, 1952.- Volentio, 1952 (Homenaje o don Isidro Bollester Tormo, vol. 1).
Contenido:
Polobros previos del Excmo. Sr. Presidente de lo Diputación.
Biografío de don Isidro Bollester Tormo, por don Luis Pericot.
Beltrán Mortíne::t (A.): Acerco de los limites cronológicos de lo Arqueología.
Vlloseco (S.): Mustero-levolloisiense en Reus.
Molvesln-Fobre (G.) y Robert (R.): Deux objets énigmotiques en bois de renne dons
le Mogdo lénienne de "lo Voche" (Ariége).
Gurreo Crespo (V.) y Penolbo Fous (J .): Exploraciones en lo comarco de Gondío.
Rull Vll lor (B.): Orígenes prehistóricos del proceso penal.
Ponsell Coftés (F.): Rutas de expansión cultural almeriense por el norte de lo provinc ia de Alicante.
Bernobó Breo (L.): Civilto preistoríche del le iso le Eolie.
Gil Forrés (0.): Extracción de pinturas murales celtas.
Cobré de Morón (M. E.): El simbolismo solar en lo ornamentación de espadas de
lo 11 Edad del Hierro Céltico de lo Península Ibérico.
Cuadrado (E.): Uno interesante tumbo ibérico de lo necrópolos del Cigorrolejo.
Romos Folqués (A.): Uno vajilla de ceromico ibérico en "Lo Alcudia".
Pascual (V.): El poblado ibérico de "El Puig" (Aicoy).
Vidol y López (M): Tipología de los lusoiolos del poblado ibérico de "Son Miguel", de Lirio.
Visedo (C.): Hallazgos arqueológicos en lo comarco de Alcoy.
Lofuente Vidol 1J.): Influencio de los cultos religiosos cartagineses en los motivos
artísticos de los iberos del S. E. español.
Figueros Pocheco (F.): Esquema de lo necrópolis cartaginesa de Alicante.
Moluquer de Motes (J.): Sobre lo cueva de "No Figuero'' en Porello, Menorca.
Lontier (R.): Lo "Péche" sous-morine oux ontiquités.
Boirroo-Oieiro (J. ) : Quotro pec;os do colecc;oo de lucernas do Museu Mochado de
Costra, procedentes de "Coninbrigo".
Moteu y Llopis (F.): Hollozgos arqueológicos en lo plozo de lo Almoyno de lo
ciudad de Valencia.
Torrodell (M.): El túmulo de Me::toro (Marruecos).
Alcino Fronch (J.): Distribución geográfico de los pintaderas en América.
Tovor (A.): Observaciones sobre escrituras tartesios.
Alvorez Delgado (J.): Lo falso ecuación "Mossieni-Bostetoni" y los nombres en
"-toni".
ARCH IVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, IV.-Anuorio del SIP, 1953.-Volencio, 1953.-(Homenoje o don Isidro Bollester Tormo, vol. 11 ).
Contenido:
Jordá Cerdó (F.): Nuevos hall azgos en Cavo Negro (Jótívo).
Woech ter (J.): The excovotion of Gorhom's cove ond its relotion to the preh istory
of southern Spoin.
Cheynier (A.): Strotigrophie de l'obri Lochoud et les cu ltures des bords obo ttus.
Clork (J. G. D.): The groove ond splinter technique o f working reindeer ond red
deer ant ier in Upper Po loeolithíc ond Eorly Mesoli thic Europe.
Corbollo (J.): Los cavernas con pinturas rupestres del monte del Castillo (Puente
Viesgo, Santander).
Parear Ripollés (J. B.): Los pinturas rupestres del borroneo de "Les Dogues".
Russell Cortez (F.): Aspectos do neolítico de Portugal.
Riquet (R.): Anolyse onthropologique des crónes eneolithiques de lo grotte sépulcrole de "Lo Postora" (Aicoy).
Arnol (J.) y Bertrond (R.): Présentotion de nouveoux tumuli non mégolithiques.
Costilla (A. del): Los tres copos de lo cueva de Somoén (Sorio).
Do Poc;o (A.) y Costo Arthur (M. L.): Costra de Vilo Novo de Son Pedro, IV, Sementes pre-históricos de Linho.
[page-n-353]
Fusté (M.) y Fletcher (D.): Lo covacha sepulcral del Vedot de Torrente.
Childe (V. G.): The Middle Bronzc Agc.
Bosch Gimpero (P.): Los urnas del Boverot (Almazara, Costcllón) y los infiltraciones célticos en tierras volenc1onos.
Fernández de Avi lés (A.): Excovoc1
oncs en el Llano de lo Consolación ( 1891- 1946).
Benoit (F.): Chevoux du Levont lbérlque. Celtisme ou Méditerronéisme?
Gorcio y Bellido (A.): El culto o Aphrodite de Aphrodisiás en lo Penfnsulo Ibérico.
Gómez Moreno (M.): El plomo de Lino.
Beltrán Vlllogroso (P.): Segóbrigo.
Sónchez Jiménez (J.): Un molde poro lo fabricación de lucernas.
Pollottino (M.): Per uno nuovo prospellivo dello storio dell'orte ont ico: 11 problema
del ropporti tro le esperienze precloss1che, perifenche e postclossiche nel mondo circummediterroneo.
J6uregu1 (J. J.): Jóbegos y córobos.
SERIE DE MEMORIAS ANUAL ES DE LA DI RECCION
El SIP y
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
Lo labor
su Museo
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
del SIP y
de
su
su
su
su
su
su
su
Preh1storlo en 1928.-Volencio 1929.
Museo en el posado a ño 1929.-Volencio 1930.
Museo en el posado año 1930.-Volenclo 1931.
Museo en el posado año 1931 .-Volencio 1932.
Museo en el posado año 1932.-Volenclo 1933.
Museo en el posado año 1933.-Volencio 1934.
Museo en los años 1935 o 1939.-Vo1encio 1942.
Museo en los años 1940 o 1948.-Volenclo 1949.
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
1.- "EI Costellet del Parquet", por l. Bollester Tormo.
2 .- "Breus notes sobre el poblot ibéric de Sont Miquel de Llírio", por D. Fletcher Volls.
3.- "Estudis d'ort originar!. Els insectes en l'ort cuoternori", por M. Vidol y
L6pez.
4 .-"Un enterroment prehls torlc al Borronc del Cinc (Aicoy)", por C. Visedo
Moltó.
5.- "Collecció de trebolls del P. J. Furgús sobre prehis toria valenciano".
6.- Estudios sobre los cuevas poleollticos valencianos.
Contenido:
CoYo- Ne gro de Bcll ús:
Viñes (G.): "Notos sobre los excavaciones".
Jordó Cerd6 (F.): "Nuevos aspectos poletnológ icos de Cavo- Negro''.
Royo Gómez (J.): "Relación detallado del material fósil y resumen sistemático de los animales closif1codos".
CoY de l Po rpall ó:
o
Pericot (L.): "Estado actual de los estudios sobre lo "Cóvo del Porpolló".
Alcobé (S.): " El cráneo del Porpolló".
Sos Boinot (B.): "Avance o uno clasificación de su fauno y relación de lo
mismo" .
Vidol López (M.): "Lo fauno malacológico de lo Cueva del Porpolló".
7 .- " Apuntes sobre los estaciones prehistóricos de lo Sierro de Orihuelo", por
Santiago Moreno. Con notos de N. P. Gómez Serrano.
8.-"Sobre un interesante vaso escrito de Son M1guel de Lirio", por P. Beltrán
Villogroso.
9.- "EI enterramiento en cueva de Rocofort", por l. Bollester Tormo, con el
estudio de un cráneo por el Dr. S. Alcobé.
10.-Comunicociones del SIP al Primer Congreso Arqueológico de Levante"
Contenido:
Uno noto preliminar, por l. B. T.
Jordó Cerdó (F.): "El Mustericnse de lo Cóvo de lo Pechina".
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Editorial F. Oomcneoh , S. A.• Mar, 29 · Valencia
[page-n-356]
Las cavernas con pinturas rupestres del Monte del Castillo (Puente Viesgo, Santander)
Jesús Carballo GarcíaPag. 67-74descargarLas tres capas de la cueva de la Mora (Somaén, Soria)
Alberto del Castillo YurritaPag. 135-150descargarCastro de Vila Nova de S. Pedro IV, Sementes pre-históricas de linho
Alfonso Do Paço / M. Lourdes Costa ArthurPag. 151-158descargarLa covacha sepulcral del Vedat de Torrente (Valencia)
Miguel Fusté Ara / Domingo Fletcher VallsPag. 159-166descargarLas urnas del Boverot (Almazora, Castellón) y las infiltraciones célticas en tierras valencianas
Pere Bosch GimperaPag. 187-194descargarExcavaciones en el Llano de la Consolación (1891-1946)
Asunción Fernandez de AvilésPag. 195-210descargarEl culto a Aphrodite de Aphrodisiás en la Península Ibérica
Antonio García y BellidoPag. 219-222descargar