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j. j. jAUREGUI
lo\Iadri.'
Jábegas y Cárabos
Entre los múltiples embarcaciones arcaicos de nuestros costas,
como son: lo dorna y lo patero en Galicia, el candroe en el soco de
Códiz, todos ellos en tronce de desaparición, y que debiera de recoger la Arqueología marítima, o nuestro juicio, la mós interesante,
es 10 jábega malagueño, tonto por su indudable arcaismo como por
los cu riosos consecuencias que pueden deducirse de lo comparación
con su hermana el cáraba moruno, de las cos to~ ofricanos, opuestas o aquélla, y empleado y utilizado con los mismos fines.
Son lo jábega y el cárabo, en cuanto a su arquitectura navol se
refiere, embarcaciones ton semejantes, que no sería atrevido coli fl carlos de idénticos, si no fuese porque mientras una ha sufrido lo
infuencio greco-latino, lo otro ha mantenido lo púnico, haciéndolos
con ello variar en nimios detalles que en nodo influyen en lo fundamental de su construcción. Estos detalles y sus motivaciones, osi
como sus similitudes, son los que vamos o trotar de poner de manifiesto.
Lo jábega, barco de jábega, y mós común y simple barco, recibe
Sil nombre del arte de pesco paro el que se empleo y del que ha
tomado su nombre.
Lo jóbego, es un arte de arrostre de costo muy conocido, especialmente en el litora l gallego y en el Atlántico. Consiste este arte,
en dos bandos o pernadas y un copo.
Como es natural con este arte se troto de, partiendo de un
pun to de lo playa, ir lanzando 01 mor el arte cons tituido por pernadas de red, y de esto formo, acotar uno cierto super ficie del mismo.
Lógicamen te poro const ituir el muro entre los cuales t roto de de- 275 _
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J . J. JA UREGU I
jorse encerrado la pesca, es necesario, que los redes queden tend idas
vt:r tlColmen te, desde lo superficie del mor hasta su fondo, y !>Ora
E'lIo, lo relingo superior, llamado tralla de lo a lto o de los corchos,
llevo dispues tos con 10 su f iciente separación, numerosos corchos O
pondos, paro que el arte quede bien abierto dentro del aguo . El mós
impor tante de ellos, s ituado e n medio de la porte superior de lo boca
~el copo, se lIomo 1 maeso o moes tlo, y sirve poro centror el orte
0
~ ! construi rlo y 01 manejarlo. En la por te bo jo de es to red, va la
relingo inferior, que hoy se lIomo t rotl o de l plomo, a unque los pesos
o ¡,lomos, no son de ta l subs tancia, sino de bo rro coc ido, t ienen
formo esférico que con e l uso se convier te en aovado. Es tos dos relingas, van unidos o 10 red por un coba en zig zog y codo pun to de
amarre de éste, rec ibe el nombre de forco , Tonto los traIJos o re li ng05, como el coba que z ig zaguea, son de esparto. Entre codo forco
del cloro, se coloco un plomo o esfera de borro.
Este arte de pesco, indudablemen te uno de los mós prim it ivos
y u tilh:ado ton to en lo costo como en los rios, es curioso que poro
las trarlo se empleen esferos de borro, y nodo de particular tendría
que muchos de los fusoyolas, que con frecuenciC' se encuen tran e n
estra tos arqueológicos, sin poder definir clarament e su aplicación,
tuviesen su origen en art es de pesco de este t ipo mÓS o menos primitivo. Algunos de los nombres empleados o':'n actualm en te en estos artes, como moeso, forces, con t ro1cone lo y olconelo, cazare te,
colonero y rigo l, nos hablan bien c1aroment~, de su origen arcaico,
si lo sencillez del arte no nos indujese sólo con verle, o pensar que
fué uno de los primitivos empleados por el hombre . El em pleo del
espar to en muchas de sus partes, también nos hablo en favor de
su antigüedad.
Los fo rmas típicos y elegan tes, de lo jábega, recuerdo milenario
de los naves fen idas y griegos, han s ido descritos y ensa lzados mu lti tud de veces por escri tores y poetas, y reproducidos por pin tores y
¡ológro fos hasta rayar en IÓpico ma n ido de l cos tum br ismo ma la gueño
Los barcos de jóbega (f ig . l ."l,corecen de cubier to, y t ienen de
do,; o tres toneladas de a rqueo; arman de 7 o 9 remos y su eslora
ei de 7 o 9 me tros, sin inclu ir el bota lón . Es típico en las de Mó lago,
qu(> lo proa se prolongue en un pico o bota lón (A), en el que se suele
e5(.ulpir uno cabezo de serpiente, suj eto con un ta jamar o cartabón
(e) o lo roda; dos de los escolomotes de los amuras, cercanos o 1
0
roda, se prolongan por coda bando por e ncimo del reón formando
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.JAlII';GA S y CAHA BO S
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Apico. S c.hOm pOLO.C tOJomor f roda do!. prca, ( .f OJol\O P'p;€,deroa
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da popa j borOlldo Tc.areJla tJ c.haropo nza.rde lolcamna.r
ti qvi Ita. qll€,r\o sot.reso le apeno/da.
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1."_Boreo de ¡ubego, con lo des,r,pc,ón
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sus elementos mil$ corocteristi,os.
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J . J. JAUREGU I
1(15 maniquetas (Hl, en los que se hace f irme lo beta del hierro,
rezón o anclo; 01 pie de lo roda, generalmen te a estribor lIevon uno
especie de taco de madera o estribo, llamado tojino (Fl, pora subir
o la barco desde la playa, sin necesidad de vorarlo; el codaste o rodo
de popa (Q), también se elevo sobre la popa formando una curvo
elegante, si rve poro colgar 105 levas o flotadores y las caloneras; en
su pie llevo una orgollo o cáncamo, ll a mado borando (S) poro engon chor O él un cobo y varar la embarcación . Además de la quillo (C').
que no sobreso le del cosco, poseen dos carenas salientes (T), gracias
o los cuales los borcas se pueden varar en cua lquier playa y mantenerse derechos o adrizados sobre sus porates. No lIevon timón, paro
evitor que se enrede con el arte 01 largarlo, y se gobiernan con uno
es¡:.adilla o remo grande apoyado en el tragante (P), pieza o tangón
que sobresole por lo aleto de estribor.
Lo jábega llevo siempre pintados en los amuras, unos grandes
ojos, como los de la figura 2 .- y va adornada con los colores más
Flg. 2.-_Tlpos de ojos pin tados en los omuras de los jóbegos.
vivos y brillantes, estil izaciones ingenuos de flores, sirenas u otros
a!>untas que lo hocen muy vistoso .
Algunos carac terísticos de los jábegas, 0 1 parecer caprichosos
o de mero adorno, obedecen o los condiciones especiales de los
playas malagueñas: éstas son poco aplacerados y lo resaco formo
m uy cerca de lo orilla, una rompiente que permite acercarse mucho
O tierra, de tal modo que desde ésto, apoyando un pie en el to jino y
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JABEGAS y CARABOS
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agarrándose 01 pico con los monos, se sube fócilmente o bordo sin
mC'ljarse y sin necesidad de varar lo barca.
Creemos deber señalar lo indudable importancia que aun en
nuestros dios, se do o una pieza totalmente inútil de lo embarcaci6n, como es el pico o botal6n, que poro nodo si rve, ni en el aspecto
marinero ni en lo que o la pesco se refiere, y que si n embargo, confiere o las embarcaciones que lo poseen derecho preferente en el
s{.'rteo de los lances, lo cual únicamente puede tener uno explicaci6n
a nues tro juicio, en la prohibición impuesta por Roma a Cartago,
de que sus embarcaciones pudiesen armar espolón y ser por lo
\on to este pico o botal6n, una rem iniscencia de aquel espolón, armo
militar, que por el mero hecho de exist ir ya indicaba lo pertenencia
de la embarcación o un ciudadano romano, e incluso conferio o ésto
cierto carócter militar, y desde luego, hacia posible su empleo como
tal.
Al describir mós adelante el córobo, le veremos desprovisto de
elite botalón y modificado el trazado de su roda en formo que hoce
muy dificil sino imposible adoptarle un espolón. Veremos también
en el cárabo, que sus corosterísticos arquitecturales, si bien idén ti cos guardan un mayor arcaísmo, y en vez de los gayos colores, gra tos o los griegos, han mantenido y mantienen como único color el
negro, rojo, blanco, característico de los cartagineses.
Señalamos antes algunos de los nombres arcaicos del arte de
jábega, y no queremos dejar posar si n señalar, el que o lo banda de
babor de lo barco, se la llame banda de corulla, 01 armador del arte,
se le nombro sotarraez, y el que se ocupo de dar sebo o los poroles
pGra facilitar las botaduras y varados, así como el que se quedo
con lo beta en tierra al empezar el colamento, se le llama amocoel,
en vez de playero, nombre que se utilizo en otros casos. Incluso el
que vende mós tarde lo pesca de lo jábega, tiene el elegante nom bre de marengo.
Los organismos oficiales han declarado o lo jábega, como arte
a extinguir, remozando los prohibiciones del siglo posado; no se
consienten pues, nuevos construcciones. Realmente, aun sín las
trabas legales prohibitivos, las jábegas estón en plena decadencia
y er. trance de desaparecer por su escoso producción, y como en
analogía 10 mismo ocurre con el córobo, es lo que nos ha induc ido
o hacer un estudio comparativo de ambos, del que extraemos los
plesentes notas, yo que el completo estudio, por su extensión, sería
inapropiado en este lugar.
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Fig. 3.----córobo, con lo descripe:,}n de sus elementos mas coroc lerís li cos.
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JADEGAS y CARABOS
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El cárabo (Hg. 3 .-). a l igual que la barco de jábega, carece de
cubierto y tiene de dos a tres toneladas de arqueo; armo de siete
o nueve remos y su eslora es de siete a nueve metros. No tiene botalón, y su proa o tajamar, es curva y muy lanzada, como si se trotase de evitar el que a ello se pudiese adoptar nodo semejante. Es
uno embarcación tipico de las costas africanas, y en las amuras,
cua t ro de las escolamotes cercanos a lo roda, se prolongan por en cima del reón, formando los man iquetos (C), en las que se hoce
firme la be ta del hierro, rezón o ancla. Tanto su roda como su
codaste, sobresolen poco del reón o falca, 01 con t rario de la barco
de jábega, que se prolongo, ton to en uno como en otro porte, en
linO elegan te cu rvo. No exist e en el ca raba la argolla o cóncamo
llamado borondo para enganchar o él un cabo y varar la embarcación, y en su lugar los piezas de roda y codaste, terminan allí donde
empiezo lo quil la plano que no sobresole del cosco, en unos escotaduras por los que se poso el seno de un cabo poro varar la emborcociÓn . El córobo, al terminar los piezas de roda y codaste (P) y (L),
lleva uno quilla (D) que no sobresale del casco y paralelos o ello
y a bando y banda, dos carenas salien tes (H) gracias o los cuales,
los cárabos pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechos
y adrizadas. No llevo el cárabo timón, como tampoco la jábega,
paro evitar que se enrede con el arte al largarlo, y se gobierno con
un timón en espaldilla de lo forma indicada en lo figuro, Ilamodo
lasOOt, y que nos recuerda los t imones reproducidos en los representaciones de embarcaciones de los vasos griegas, y que se apoyo en
103 tragantes (1), piezas o tangones que sobresalen par los aletas
del cárabo.
No parece lógico querer a tribuir las diferencias constructivos,
que en t re el córobo y lo barca de jábega existen, a diferen tes caroc.teristic.as de l mo r o de las playas en que estas embarcaciones se
emplean, yo que siendo ambas embarcaciones fundamen talmente
medi terráneos y empleándose principalmen te en los cos tos mologueñas y en las de Marruecos, los condiciones son onólogas y los
diferencias mas bien superficiales que pueden apreciarse en los di bujos que se acompañan, no creemos puedan atribuirse mós que o
qde los de los costas españolas sufrieron uno influencio greco-latino
y los de las costos marroquíes, imposiciones romanos e influencias
cartaginesas.
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Jábegas y Cárabos
Entre los múltiples embarcaciones arcaicos de nuestros costas,
como son: lo dorna y lo patero en Galicia, el candroe en el soco de
Códiz, todos ellos en tronce de desaparición, y que debiera de recoger la Arqueología marítima, o nuestro juicio, la mós interesante,
es 10 jábega malagueño, tonto por su indudable arcaismo como por
los cu riosos consecuencias que pueden deducirse de lo comparación
con su hermana el cáraba moruno, de las cos to~ ofricanos, opuestas o aquélla, y empleado y utilizado con los mismos fines.
Son lo jábega y el cárabo, en cuanto a su arquitectura navol se
refiere, embarcaciones ton semejantes, que no sería atrevido coli fl carlos de idénticos, si no fuese porque mientras una ha sufrido lo
infuencio greco-latino, lo otro ha mantenido lo púnico, haciéndolos
con ello variar en nimios detalles que en nodo influyen en lo fundamental de su construcción. Estos detalles y sus motivaciones, osi
como sus similitudes, son los que vamos o trotar de poner de manifiesto.
Lo jábega, barco de jábega, y mós común y simple barco, recibe
Sil nombre del arte de pesco paro el que se empleo y del que ha
tomado su nombre.
Lo jóbego, es un arte de arrostre de costo muy conocido, especialmente en el litora l gallego y en el Atlántico. Consiste este arte,
en dos bandos o pernadas y un copo.
Como es natural con este arte se troto de, partiendo de un
pun to de lo playa, ir lanzando 01 mor el arte cons tituido por pernadas de red, y de esto formo, acotar uno cierto super ficie del mismo.
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llevo dispues tos con 10 su f iciente separación, numerosos corchos O
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relingo inferior, que hoy se lIomo t rotl o de l plomo, a unque los pesos
o ¡,lomos, no son de ta l subs tancia, sino de bo rro coc ido, t ienen
formo esférico que con e l uso se convier te en aovado. Es tos dos relingas, van unidos o 10 red por un coba en zig zog y codo pun to de
amarre de éste, rec ibe el nombre de forco , Tonto los traIJos o re li ng05, como el coba que z ig zaguea, son de esparto. Entre codo forco
del cloro, se coloco un plomo o esfera de borro.
Este arte de pesco, indudablemen te uno de los mós prim it ivos
y u tilh:ado ton to en lo costo como en los rios, es curioso que poro
las trarlo se empleen esferos de borro, y nodo de particular tendría
que muchos de los fusoyolas, que con frecuenciC' se encuen tran e n
estra tos arqueológicos, sin poder definir clarament e su aplicación,
tuviesen su origen en art es de pesco de este t ipo mÓS o menos primitivo. Algunos de los nombres empleados o':'n actualm en te en estos artes, como moeso, forces, con t ro1cone lo y olconelo, cazare te,
colonero y rigo l, nos hablan bien c1aroment~, de su origen arcaico,
si lo sencillez del arte no nos indujese sólo con verle, o pensar que
fué uno de los primitivos empleados por el hombre . El em pleo del
espar to en muchas de sus partes, también nos hablo en favor de
su antigüedad.
Los fo rmas típicos y elegan tes, de lo jábega, recuerdo milenario
de los naves fen idas y griegos, han s ido descritos y ensa lzados mu lti tud de veces por escri tores y poetas, y reproducidos por pin tores y
¡ológro fos hasta rayar en IÓpico ma n ido de l cos tum br ismo ma la gueño
Los barcos de jóbega (f ig . l ."l,corecen de cubier to, y t ienen de
do,; o tres toneladas de a rqueo; arman de 7 o 9 remos y su eslora
ei de 7 o 9 me tros, sin inclu ir el bota lón . Es típico en las de Mó lago,
qu(> lo proa se prolongue en un pico o bota lón (A), en el que se suele
e5(.ulpir uno cabezo de serpiente, suj eto con un ta jamar o cartabón
(e) o lo roda; dos de los escolomotes de los amuras, cercanos o 1
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rezón o anclo; 01 pie de lo roda, generalmen te a estribor lIevon uno
especie de taco de madera o estribo, llamado tojino (Fl, pora subir
o la barco desde la playa, sin necesidad de vorarlo; el codaste o rodo
de popa (Q), también se elevo sobre la popa formando una curvo
elegante, si rve poro colgar 105 levas o flotadores y las caloneras; en
su pie llevo una orgollo o cáncamo, ll a mado borando (S) poro engon chor O él un cobo y varar la embarcación . Además de la quillo (C').
que no sobreso le del cosco, poseen dos carenas salientes (T), gracias
o los cuales los borcas se pueden varar en cua lquier playa y mantenerse derechos o adrizados sobre sus porates. No lIevon timón, paro
evitor que se enrede con el arte 01 largarlo, y se gobiernan con uno
es¡:.adilla o remo grande apoyado en el tragante (P), pieza o tangón
que sobresole por lo aleto de estribor.
Lo jábega llevo siempre pintados en los amuras, unos grandes
ojos, como los de la figura 2 .- y va adornada con los colores más
Flg. 2.-_Tlpos de ojos pin tados en los omuras de los jóbegos.
vivos y brillantes, estil izaciones ingenuos de flores, sirenas u otros
a!>untas que lo hocen muy vistoso .
Algunos carac terísticos de los jábegas, 0 1 parecer caprichosos
o de mero adorno, obedecen o los condiciones especiales de los
playas malagueñas: éstas son poco aplacerados y lo resaco formo
m uy cerca de lo orilla, una rompiente que permite acercarse mucho
O tierra, de tal modo que desde ésto, apoyando un pie en el to jino y
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JABEGAS y CARABOS
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agarrándose 01 pico con los monos, se sube fócilmente o bordo sin
mC'ljarse y sin necesidad de varar lo barca.
Creemos deber señalar lo indudable importancia que aun en
nuestros dios, se do o una pieza totalmente inútil de lo embarcaci6n, como es el pico o botal6n, que poro nodo si rve, ni en el aspecto
marinero ni en lo que o la pesco se refiere, y que si n embargo, confiere o las embarcaciones que lo poseen derecho preferente en el
s{.'rteo de los lances, lo cual únicamente puede tener uno explicaci6n
a nues tro juicio, en la prohibición impuesta por Roma a Cartago,
de que sus embarcaciones pudiesen armar espolón y ser por lo
\on to este pico o botal6n, una rem iniscencia de aquel espolón, armo
militar, que por el mero hecho de exist ir ya indicaba lo pertenencia
de la embarcación o un ciudadano romano, e incluso conferio o ésto
cierto carócter militar, y desde luego, hacia posible su empleo como
tal.
Al describir mós adelante el córobo, le veremos desprovisto de
elite botalón y modificado el trazado de su roda en formo que hoce
muy dificil sino imposible adoptarle un espolón. Veremos también
en el cárabo, que sus corosterísticos arquitecturales, si bien idén ti cos guardan un mayor arcaísmo, y en vez de los gayos colores, gra tos o los griegos, han mantenido y mantienen como único color el
negro, rojo, blanco, característico de los cartagineses.
Señalamos antes algunos de los nombres arcaicos del arte de
jábega, y no queremos dejar posar si n señalar, el que o lo banda de
babor de lo barco, se la llame banda de corulla, 01 armador del arte,
se le nombro sotarraez, y el que se ocupo de dar sebo o los poroles
pGra facilitar las botaduras y varados, así como el que se quedo
con lo beta en tierra al empezar el colamento, se le llama amocoel,
en vez de playero, nombre que se utilizo en otros casos. Incluso el
que vende mós tarde lo pesca de lo jábega, tiene el elegante nom bre de marengo.
Los organismos oficiales han declarado o lo jábega, como arte
a extinguir, remozando los prohibiciones del siglo posado; no se
consienten pues, nuevos construcciones. Realmente, aun sín las
trabas legales prohibitivos, las jábegas estón en plena decadencia
y er. trance de desaparecer por su escoso producción, y como en
analogía 10 mismo ocurre con el córobo, es lo que nos ha induc ido
o hacer un estudio comparativo de ambos, del que extraemos los
plesentes notas, yo que el completo estudio, por su extensión, sería
inapropiado en este lugar.
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Fig. 3.----córobo, con lo descripe:,}n de sus elementos mas coroc lerís li cos.
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JADEGAS y CARABOS
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El cárabo (Hg. 3 .-). a l igual que la barco de jábega, carece de
cubierto y tiene de dos a tres toneladas de arqueo; armo de siete
o nueve remos y su eslora es de siete a nueve metros. No tiene botalón, y su proa o tajamar, es curva y muy lanzada, como si se trotase de evitar el que a ello se pudiese adoptar nodo semejante. Es
uno embarcación tipico de las costas africanas, y en las amuras,
cua t ro de las escolamotes cercanos a lo roda, se prolongan por en cima del reón, formando los man iquetos (C), en las que se hoce
firme la be ta del hierro, rezón o ancla. Tanto su roda como su
codaste, sobresolen poco del reón o falca, 01 con t rario de la barco
de jábega, que se prolongo, ton to en uno como en otro porte, en
linO elegan te cu rvo. No exist e en el ca raba la argolla o cóncamo
llamado borondo para enganchar o él un cabo y varar la embarcación, y en su lugar los piezas de roda y codaste, terminan allí donde
empiezo lo quil la plano que no sobresole del cosco, en unos escotaduras por los que se poso el seno de un cabo poro varar la emborcociÓn . El córobo, al terminar los piezas de roda y codaste (P) y (L),
lleva uno quilla (D) que no sobresale del casco y paralelos o ello
y a bando y banda, dos carenas salien tes (H) gracias o los cuales,
los cárabos pueden varar en cualquier playa y mantenerse derechos
y adrizadas. No llevo el cárabo timón, como tampoco la jábega,
paro evitar que se enrede con el arte al largarlo, y se gobierno con
un timón en espaldilla de lo forma indicada en lo figuro, Ilamodo
lasOOt, y que nos recuerda los t imones reproducidos en los representaciones de embarcaciones de los vasos griegas, y que se apoyo en
103 tragantes (1), piezas o tangones que sobresalen par los aletas
del cárabo.
No parece lógico querer a tribuir las diferencias constructivos,
que en t re el córobo y lo barca de jábega existen, a diferen tes caroc.teristic.as de l mo r o de las playas en que estas embarcaciones se
emplean, yo que siendo ambas embarcaciones fundamen talmente
medi terráneos y empleándose principalmen te en los cos tos mologueñas y en las de Marruecos, los condiciones son onólogas y los
diferencias mas bien superficiales que pueden apreciarse en los di bujos que se acompañan, no creemos puedan atribuirse mós que o
qde los de los costas españolas sufrieron uno influencio greco-latino
y los de las costos marroquíes, imposiciones romanos e influencias
cartaginesas.
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