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J OSE ALC INA FR ANC H
(Valen cla)
Di5tribución g~ográfica d~ la5
« Pintad~ra5» ~n ftmé.rica (1)
El problcm;¡ Que representan en el campo de la arqueología
mundial y, concretamente, en la del doble co ntinente americano .
las pit,ta(/cras, ha ll amado la atención de numerosos investigadores
de este y del airo lado del Atlántico , desde hace baslanle tiempo
(2). Esto quiere decir que no abrimos con nuestro estudio un cam\ 1) Forma parte este breve estudio, Que dedJcam05 a la memoria de don
Isidro Da:lle6ter, de otro de can\cter mi.s amplio que tenemos en curso de elabOración. referente a Ja.s pintaderas mejicanas.
(2) Véan.se principalmente:
RENE VERNEAU: " Les Pintaderas de la G nmd Canarle". Revuc d'Ethnt)~
lI1'aphle, vol. 3, p. 193-217. Pnris 1885.
RENE VEItNEAU: "Une nouvelle collectlon nrehéOlQ¡1que du Mexlque".
J outnal de la Soc. des Amer. de 1Par1s, n. S., "01. 10, nWn. 2, pl.g. 32 1-340. P ans 1913.
[ n EGO RIPOCHE y TORRENS: "Les pintaderas de l'Europe. des C:l.OIuics
ct de I'AmériQue " . XII Congreso Internacional de Arnerlcanlsta.s (parls. 1900).
Paris, loo2.
O. BELLUCCI : "Supra due p intaderas rlnvenute ne)I'Um\)ria". Arch lvlo pe!"
l'Antropologla e I'Et.nologla, vol. 8. pág. 17·24. Flrenze 1888.
J. H ELBIO: " Peintures corporelles symbollques dan:! I'anclen Mexlque".
B ulletin de la SOCl.ét6 des Amer lcanlste8 de Belgique, nÜOl. 23, pA¡'. 70·85. Bru·
001118, 1937.
ERLAND NORDENSKlOLD : "An etJmo-gqr aphical analY81s or the m aterial culture or two I ndian trlbe8 or the Gran Chaco".- COmparatlve Et.boograophltcal Studles. vol. l . Goteborg, 1919.
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Vltterhets-Samhá,lles Handllngar Femte Pá,kijen Ser. A Band, l . nUm. 3. 00teborg. 1929.
lIofAURICE RIES: "Stamping. A man product.!on paintlng method 2.000 yea"
old".- Mlddle Amer ican Research. Ser. Pub liC, mim.. 4. New Orlean$, 1932.
J OROE ENCISO: "Sellos del antiguo México". - Méxieo, 1947.
-
241 -
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2
J . ALelNA FRANCH
po o un lema inéditos. No lo hemos pretend ido, pero 3\ mismo
tiempo- no hemos querido cerrarlo tampoco, agotando, por así de·
cirIo, \a materia. Nuestro propósi to el mucho menos ambicioso
que lodo eso.
Uno de los en foques más ::ttraycntcs, y p08i,blcmente más sugerenles de la Antropología cultural, tanto en lo que se refiere ti pue·
bias ::telualc" como prehistóricos , es sin duda el de la distribución
geográfica de elementos cu huralcs. Sería ocioso repetir aquí -la teoría, si no lo explicase nuestro deseo de justificar el estudio que
ahora presentamos. De la distribución geográfica de un elemento
cultura l, y en este caso se halla el objeto que luego definiremos
co mo pilltMlcra, pueden alcanzarse v;¡ri;IS conclusiones de tipo genera!, de una gran importancia para c! estudio de la Cu ltu ra: o
bien ¡puedl? m:mifestarse un fenómeno de tlifusi6", o bien de paralelismo, o bien de co"vcrge".cia. El estado de nuestra inveslig:leión
acaso no nos permita llegar sin duda ni reserva alguna a concluir
uno u airo de estos fenómenos, Nos satisfará, sin embargo, poder
llegar a sugerir o simplemen te a vlantear alguna de esas solucionCtl,
Que esperamos poder confirmar en un futuro, acaso próximo.
Debemos manifestar, pues, en primer luga r, el carácter provisiona l Que tiene el estudio Que damOs ahora a la publicidad. No
obstante y en resumidas cuentas toda investigación no pasa nunC:1
de esa provisionalidad, pues siempre queda a'lgo por ~ccir, o [o que
se ha dicho puede decirse de otro modo, acaso diametralmente
OpUfSIO,
La amplitud Que hemos Querido dar a la investigación a Que
antes aludíamos. sobre -las pintaderas mejicanas, nas impide de momento dar en su totalidad .dieho estudio , pero en algunos aspeclOs
como el geográfico. que es el Que ahora nos ocupa, podemos tra '
zar ya, a título de avance, el cuadro general de distribución de las '
pintaderas en el continente americano.
Pero antes de pasar adela nt e -convendd que demos unn, en
.c ierto modo, definición de lo que entendemos .por pintadera. La
pintadera es -su nombre es admitido universalmente- una especie o Clase de sell o cuya principal fin:llidad consiste -y de ahí su
nombr() específico- en pintar o imprimir con materias colorantes
en la piel humana. ·Ios diversos dibujos grabados en su base,
Esta finalidad, Que. en térm inos generales. es cierta, en casos
,particulares puede variar; así por ejemplo, en algunas oc:lsiones
se tiene la certeza de Que instrumentos semejantes fueron emplea.
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DISTRIOUCION GEOC RAFICA DE LAS _PINTADERAS»
3
dos para im primir sus dib ujos en relieve en vasos cerámicos u otros
objelos de ba rro cocido, en otras acaso si rvieran para eslam par
esos mismos dibujos en tejidos, en otros casos, final mente, algunos
autores afirman Que si rvieron para precintar las puertas de cier tos
graneros (3).
E n el área americana eslas pintaderas p resentan funda mentalmente dos for mas distintas: la cil índrica , gener::al mente agujer~ada
Irasvcrsalmeme, y la p lana, con un mango o pedú nculO' e n su parto
posterior. Ambos tipos son siempre de cerámica, o al menos no
conocemos hasta ahora sell os de otro material.
Los lími tes o fronteras Que podamos marcar , como consecllencia de nues tro trabajo, serán siempre dc carácter provisio nal, y:l que
nuevas exca vaciones, n uevos estudios, p ueden marcar punt os geogrii fi ea mente a·l ej'ldos m:ís o menos de dic has fronteras. No obstante, creemos CO II bastan tes visos de verosim ilitu d que si tales descubri mientos se rea lizan , constit uir:ín siempre, o bien vari aciones
muy ligeras en la distribución Que demos nosot ros ahora, o bien
casos pa rticulares de di fusión que tendrá n que ser explicados independientemente y de un modo extraordina rio.
Los materiales de que hemos dispuesto pa ra nuestra inves tigación han sido princi palmente de o rigen mejicano. De un modo directo hemos podido estudiar la colección de. pi nt aderas mejican:ls
del Dcparlamento de América del M usco de l H ombre de Pa rís
(4) . Gran núme ro de pin taderas, también mejicanas, pertenecientes
a co!ecciones particulares o del Estado, vienen reproducidas maravill osamente en la ob ra de Enciso (5). Apa rte de estas dos impo rtan tes series de pi ntaderas. hemos recogido referencias a o tras mochas --cuyo detalle iremos da ndo más adela nte- en colecc iones
diversas (6) y en p ublicaciones muy dispersas.
Dist ribució n tllImdia/ de las pin tade ras.
Tratar de hall:lr la distr ib ución mu ndia l de [as pill faderas, Cf
labor lcnla en la cual estamos trabaj:lndo actua lmente, por ~o cual
-<----
(3) O. MARCY: "El verdadero desUno de las "pintaderas" de Canarias"
(Traducción y apoatUI.a.s de J. Ai varez). Revista de HIstoria, vol. 8, ~. 108125. La Laguna, 1942.
( 4) Debemoa agradecer desde aqul loo consejOs y orientaciones reclbld06 de
muchos m iembros de dicho Museo, pero especialmente del pror. Rlvet y de
MM. Lehmann y d'Harcourt.
(5 ) ENCISO, loe. clt..
{6l MU5eOLS de BerUn, O otebo'l"g, Leiden, etc.
- 2<3-
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J. ALC INA FRÁNCtI
no pretendemos hacer referencia a lodos -los ejemplares Que de ta o
les objetos existan. No obstante. hemos querido dar es le avance
¡por lo Que pueda ilustrar en relación con la8 pi ntade r::!1 americanas
cuya distribución estudiamos a continuación.
Plg. lo'-Mapa. con Indicación de zonas con -hallazgos de pintaderas
En primer lugar hallamos un cenlro en el Que abundan bastan te este tipo do instrumentos (véase el Mapa 1) y Que puede con·
creta rse en el área de la isla de Gran Canaria, frente a las costas
african:ls (7). También hallamos huellas de las pintaderas en el
Norte de Africa (8). probablemente en conexión con los sellos del
A rch~piél:tgo
cana rio.
En Valencia hemos hall ado una pintade ra ya publicada (9), procedente de un poblado ibérico, pero interpretada como mano de
mortero. Tanto por su fo rma, como por el tipo de dccoraoi6n que
se rolacio na co n muchas del Norte de Italia, se trata a nuestro ju i.
cio de una pintadera, acaso eiempla r único e n 'Ia península Ibéric3
(7) COleoelÓll conservada en el Museo canario de Las Palma. de Oran Ca·
nlU'Ja. La blbliograf[a sobre este tema es muy abundante : consliltese funda·
mentalmente: VERNEAU, loe. cit.. 1885; RIPOCHE. loe. clt.; PEDRO HER·
NANDEZ:: " Vindicación .de .nuestras pintaderas". El Museo canario, a1io V,
nllm. 10, pAgo 15-28. Las Palm&s, )944.
(8) MARCY, loe. clt.
(9) ISIDRO BALLESTER TORMO : "Las pequef\4s manos ele mortero 1bé·
rk:a.s va1enclana.s". Arohlvo de Prehistoria Levantina. vol. n , pAginas 241-255.
1Am. 1, nllm. 2. Valenci:l. UH6.
-2«-
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DlSTfURUCION GEOGRAF ICA DE LAS «PINTADERAS.
5
pero Que sin duda tendrá otras réplicas o bicn no halladas hasta '
ahora, o bicn sin interpretar o sin in terpreta r correctamente.
E l Norte de Italia es ot ra zona en la que las p intaderas se hallan
abundantemente en yacimientos neo-eneolítieos. Estos hallazgos se
centran ¡principalmente en la zona ligur y en los alrededores de
Tricste (10).
En cone:tdón con este núcteo norteitaliano se hallan también pintaderas del mismo lipa y caracteres semejantes en Yugoslavia (11)
y en algunos yacimientos de Bulgana ( 2).
H all:lzgo8 ai81ados han sido hechos tambi én en la región de
Derby (13), Stcinsburg (14) y Cronstadt (15). Finalmente se seña l:lo
también en el Japón (J6) y en Ab'isinia .
•••
Con el fin de Que de nuestro estudio puedan alcanzarse algunas
co nsecuencias o concl usiones de algún interés, hemos prescindido
de inlenlo de b descripción geográfica de la s pintaderas usadas por
los pueblos I
primitivos actuales, tanto en América como en otros
continentes . En el caso concreto de América, el uso de las pintaderas se ha extendido actua lmente a la mayor parle del dob le con.
tinente 07}, lo cua l no viene a aclararnos ninguno de los problemas que nos plantean las pintaderas prehistóricas, en orden a su
origen y dispersión .
Por consiguiente pasaremos a continuación a enumerar los yacimientos o regiones donde aparecen pintaderas anteriores al des(JO) OOLINI : "I1.sepolereto di Remedeilo e U periodo eneollUco In Italia" .
Bolletlno di PlIJet.oologla Italiana. Parma 1902, 10, ftg. l.
.
L. BERNABO BREA : "011 seavl nella Caverna delle Arene Candlde. Parte
1 : 011 st.rat! con ceramlche". IstItuto di Studl Llgurl, 8ordlghera. 1946, pigs.
05, 111,-112, Y 118-19: léms. XIX, 1 Y 2, XLVII , 2, XLVIll, A- K , y XLIX, 1 Y 2.
PIA LAVIOSA ZAMBOTrI: "Le plú IUlUche culture agrtcole europee. L'ltalIa, 1 Da'canl e rEuropa centorale durante U neo-eneolltlco". Unlversltá di M Ilano. Mila.no 1943, 1)ágs. 12, 93, 94, 98, 101, 102, 103, 113, 115 Y 372.
(11) PIA LAVIOSA ZAMBOTl'l, loe. cit. 187, 197, 209,257, m ; lé.ms. xxv
8, XXXII, 13, a-b.
,
(J2 ) JAMES HARVEY OAtJL: "The neollNl1c perlad In Dulgarla".-Amerlcan Sohool of Prehl$tortc Research. BuUetln 16, 1948. pags. 142 y 173. l'-mlna
XXXVI, 6, 9, 10 Y 11.
(l3 ) J . DECHELETl'E : "Manuel d'ÁTchéolog:\e préhlstork¡ue, celtique et
gallo-romalne". Paris, 1928, vol. 1, pég. 569.
( I{) Real-1ex1kon der Vorgeschiohte. Band XII, 1A.m. 103, ti.. mlm. 38.
(15 ) DECHELETI'E, loe. cito
CHI) PIA LAVlOBA ZAMBO'I"I'I; " 0r1ginl e dlfflUlone
lano, 19'7, pág. 291 y 299.
(17) NORDENSKIOLD, loe. clt.
- 2t5_
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6
J . ALC INA FRANCH
cubrimiento, dejando aparte las que actualmente pueden halJ:¡rsc
aún en uso entre numerosos pueblos p rimitivos ame ricanos.
Siguiendo un o rden geográfico de norte a sur, ircmos viend o
Succs iv3mentc las áreas mejicana, maya , centroamericana , an tillana
y sudamericana.
Arca M ciicatlo .
Los materiales que nos proporciona lil arqueología mejicana en
el concreto terreno de las pintadera s son, por una pa rte y por regla general, c3si exclusivamen te de la cult ura azlC<:3 Que, como sao
bernos, se extendió par casi todos 108 estados de la actual rcpúhli.
C:I ; por a iro lado, gran número de - os ejemplares de las colccciol
nC6 utili zad3s osten tan una determin ac ió n geográfica o bien muy
vag3 , o bien arbitra"ia p or completo'; sólo en contados casos podemos hallarnos seguros de su localización y, n:\ tur:dmente , cuando I:\s pintaderas en cuestió'n han sido descubiertas por excavación ,
10 cual no es , por cierto, el caso más frecuente.
No obsta nte, podemos señala r una serie de punlos concretos y
áreas donde apa recen es tos instrumemos y que, a modo de lista,
damos a conti nuació n. Los números de encabezamiento corresponden al Mapa 2.
1. Teotihuacá»: Todos los ejempla rC1i corresponden :1 pintaderas del tipo pla no. Museo del H ombre. París (6 ejemplares).
MAN U EL GAM IO: . La población del valle de Teotihuad n. ,
vol. 1. México 1922, 118; y ENC ISO, loe. cit., ltims. 3O.IV, 69- IV,
etcétera.
2. Tc" coco: T odos los ejempl ares son planos. Musco del H ombre. P:.rfs (6 ejemplares); ENC ISO, loc. cil. l:í ms. 2Q. IV y V, 4511 y l06·VI.
·
3. Hfl cxotla: Pintaderas planas. Museum für VÓ lkerkundc.
Berlin; LlNNE, loc . cit., núm . 44, mapa 3 ; 1. THORD-GRAY :
o:Fran Mex icos forntid» , Estocolmo, 1923, fi g. 33; TI-lOMAS A.
JOYCE : . Maya and Mexiean Art:». London, 1927, ISO; BELLUCC I, loe. cit., lám. 1.
4. Chalco: Pintaderas de tipo pla no. Musée de J' H omme Pariso (6 ejempla res); ENCISO, loe. eil. lám . 81.
5. Cil/dad tle M é"ico: Pintaderas planas. Musoo de I'Homme.
Par ís. (79 ejemplares); ENC ISO, loe. cil. lám . 52- IV y muchas
más.
6. At:capot:alco: Pintaderas planas. Musée de I' H omme.
-
246 -
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DlSTRIBUCIQN GEOGRAFlCA DE LAS . PINTADERAS»
7
París (3 ejemplares); ENC ISO, loc. cit.,láms. 3I-V III y 41-1;
THORD_GRAY, loe, cit., 6g. 20.
7. Estado de SitJaloa: Pintadera plana hallada en Guasavc por
CORDON F . EKHOLM: «Excavations al Cuasave, Sinaloa,
México». Anlhropological Papers of loo American Museum of
Naturall History, vol. 38, parte n, págs. 23-140. Ncw York, 1942,
piogs. 88-89, fig. 17 dd.
8. C"liaclÍtl: (Sinaloa); Pintadera plana. ISABEL KELLY :
«Excavations at Cu'l¡acan, Sinaloa». University of California. Pre6S .
lbeco-America na, núm 25. Borkc"ley y Los Angeles, 1945.
Flg. 2.· - Area mejicana de hallazgos lile pIntaderas
9. r.latclolco: Pintadcras planas. Muséc de I'Homme. Paris.
(2 ejemplares); ENC ISO, loe. cit., l:íms. lO-V y 66- IV.
10. Estado de Jalisco: Pintaderas planas. Musée de l'Hornme.
París ; otra .pintadera cilíndrica de la misma colección eilada por
L1NNE , loe. cit., núm. 84, ma,pa 4, Que no se hallaba en dicha
colección al realizar nuestrOs estudios en la misma los años 1950-
1951.
11. Gf/(u/a!ajara: Una pintadera plana del Brilish Museum .
Londres; LlNNE, loe. cit ., núm 154, mapa 3.
-
247 -
[page-n-248]
8
J . ALCINA FRANCH
12. E staao de Michoacátl: Pintaderas planas. Musée de rHomme, París (un ejemplar); ENCISO, loe. ci t., Jám. 73-IIT.
13. E stado de Guerrero: Pintaderas planas. Muséc de l'H om.
me. París (1 5 ejem p la res); Br,itish Muscu m. Lo ndres; LINNE, loe.
cit., número 153, mapa 3; ENC ISO, loe. cit ., [áms. 22. IV, 29- IV,
59.v Il , Sl-VIIJ, 136-IV . Pintader:t cilíndrica: ENCISO, loe. cit.,
láms. 8-' .
14, Valle de M éxico : Pintaderas pl:maB. Musée de J" H ommc.
París (119 ejem pla res); ENCISO, loe. dt. , lám. 119-V y o tras muchas.
15. R egión de I~ HlI axteca: Pin tad eras planas. CAEC ILlE
SE LER·SAC J-I S: «Die Huaxteca Sa rnmlung der Klg. Museurn für
Vo lkerkunde zu Serli o». Bacssler-Archiv. vol. S, Lcipzig und Ber.
'Ji n 1916, I1gs. 44-45 y lám. 18. Pintade ras ci líndricas. Muse um für
Vol kerk unde. Berlin. LINNE , loe. cit ., núm. 25, mapa 4.
16. ello/ula: Pintadera plana. VERNEAU, loe. ci t. (1913),
lám. Vil , 1.
17. Tlarcala: P intaderas planas . Musée de l' H o mme. París .
(4 ejempla rcs); ENCISO, loe. cit., lám. ]4. 111.
18. R egi6tl de los T otol/acas: P intaderas planas. WALTE R
KRIK E BERG : «Die Totonaken:o . Braesfler Archiv, vol. 7 y 9.
Berlín, 1918- ]922 y 1925, 3.1 j J, /¡í m. S, figs. 28·29 , lá m. 12, fi gs. 26·
28; !l, 15m. 8, fi gs. 12 y 29. HERMANN ST REIlEL: , AII-Mexico
Archiiologische Bcitrage zu r Ku lturgc&chich te seinc r Bewo hn en. 2
vols. H am hurgo, ]885-1889. Vol. 1, l:ím. S, fi gs. 28-29 ; lám. 12, figs .
26-28; vol. 11, lám . 8, fi gs. 12 y' 29.
19. E stado de M orclos: P intadera l11ana. ENCISO, loc. cit .•.
16-11.
20. V eracrllz: P intaderas p lanas. Musée de I' H omme. P;,TÍs
(un ejemplar); FRANS BLOM : «Tribcs and Tcmples». New Or'
J.eans. 1926.27, 78, fig . 62; SELE R-5'AC H S, «Altcrthümer der kan·
ion Tu:o::tla im Staatc Vcracruz" . Fes tsc hrift Eduard Setero Slu ttgart ,
1922, tám . 2.
21. Isla de [os Sacri}icios: P int adera plana. British Muscum .
Lo ndrcs . Ll NNE, loe. cit., núm . 157, ma pa 3.
22. T ePlejapan: .Pintadera plana . ALBERT W EYER STALL :
.sorne observations on Indian Mo unds and Potlery in Ihe Lower
Papa luapan Basin. Slale of Veraeuz. Mexicoll. Middle America n
Researeh. Scrics publico núm. 4. Tulane. U niversity of Louisian:l.
Ne'lv Orlea ns, 1932, 45, fig. 12.
-
248_
[page-n-249]
DISTRIBUC ION GEOGRAF ICA DE LAS . rlNTADF.RAS..
9
23. Tllxtla: Pintaderas planas. Musée de J'H omme. Par ís (un
ejemplar); CAECJU E SELER-SAC HS: . Alte rthü mer der Kant o n
T uxt la ¡m Sta ate Veracruz... Festchrift Eduard Seler. Stutlga rt,
1922; lim. 2.
24. Ca!caja~: Pi ntadera p lana. RIES, loc. cit., 45S, ng. 7.
25. Estado lle Veracrll:: Pintaderas planas. ENCISO, 'Ioc. cit.,
I:í mina 118-1 y otros.
26. Estado dc Oaxaca: Pintaderas planas. Musée de I'I-I o mme.
París (2 ejemplares); ENC ISO, loe. cit. , l:í m. ss-IH.
Cctltroam érica )' fas Antillas.
En toda el área que rodea el mar Caribe hallamos una serie de
yacim ientos y zonas de localización imprecisa, en 10& que aparecen
pintaderas de am bos tipos técnicos, o sea, planas y cilíndricas.
A continuación, según hemos visto en el área mejicana, daremos
un a ~is ta de yacim ientos, cuya expresió n gráfica podemos ver e n el
Mapa 3.
1. t 01l1ln : Pintaderas planas y cilínd ricas. EDWARD H .
T HOMPSON : .Cave of Lohun , Yuca tán•. Mem . of Ihe Pcabody
y Mu s. of Am€lrica n Arch. and Elhnol. Harvard Uni\'crsi ty, vol. 1,
núm. 2, Cambridge (Mas!., EE. UU .), 1897, lám. 7.
2. Santa Rita (Honduras Británicas): Pintaderas cilínd ricas.
THOMAS GANN : . Mound s in nOrthern Hondura ... 19th . Annual Repo rt. Bu reau of America n Ethnol., part 11, pág. 655-692.Smithso nian T
nsl. Washington , 1900, láms. 13 a. y 16 a.
3. lV¡fd Calle Cay (Honduras Británicas): Pintaderas cilínd ri.
cas: British Muse um . Lo ndres. LINN E, loc. cit., núm. 86, mapa 4.
4. Copan '( Guatemala): Pintaderas cilíndricas. Museum für
Vo'lk·erkundc. Berlín . MAX U HLE: «Kultur und Industrie südamerikan ischer Volker» . Berlín, 1889-90, I, S.
S. GrtatctII'(lIa: Pintaderas planas. Mu se um für Vijlkerkunde
Berlín. Ll NNE , loe. cit., núm. 82, mapa 3.
6. Va flc detl Vfo a: Pintaderas planas. GEORGE BYRON
GORDON; . Research\!s in the Vloa Valley, Honduras... Memoi rs of ¡he Pcabody Museu m of American Archacology and E th nology, vol. 1, número 4. Harvard U nivcrsity. Cambr idge (Mass .
BE. VV. , 1898, fig. 20 y lám. ll-R; DORIS STONE: t; Archacology ol thc North Coasl of Hondu rau. Mem . of Ihe Peabody
Mus. of Arch. and E thnol., vol. 9, n.OL Harvard U nivcrsil)'. Cam*
bridge (Mass. EE. VU. ), 1941, 86, fig. 97. Pintaderas cilíndricas:
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10
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D1STRIBUC ION GEOGRAF ICA DE LAS . PINTADERAS..
11
G oteborg M uscu m. G o teborg. Signatura: 23. 6. 709-11. L1NNE,
loe. cit., núm. 89, mapa 4 y BYRON , loe. cit., fig. 21.
7 . Ta :lI1/1al (El Salvador): Pintadera cilíndrica. STANLEY H .
BOGGS: .Excav:¡tio ns in Central and Western El Salvador... Apéndice C en la obra de JOHN M . LONGYEAR : . Archaeolo·
gica l invC1ltigations in El Salvador ... . Mem . of the Pca body Museurn
of Arch. and Et hnol. H:lrvard University, Cambridge (M:l ss. EE.
UU .), vd]. 9, núm . 2, 1944, 68.
8. Isla de Om otepcc (N icarag ua): Pintadera cilíndrica. UHLE.
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Museum in Stoekholm. Estocolmo, 1901, lám . 58.
11. Las M ercedes (Costa Rica): Pintaderas cilínd ricas. SA o
M UE L KIRKLAND LOTHROP: .. Potrery of Costa Rica and Nica ragua... Museum of the American Indian H cye Found . Ncw
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12 . Chiriqui (Pana má) : Pintaderas pl anas. GEORGE G. MAC
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15. Garac!;illé (Panamá): Pintaderas cilíndricas. LINN:E , loe.
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16 . A rlllJa (Venezu el a) : Pintaderas ci líndricas y planas. Rijk-s
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-
251 _
[page-n-252]
12
J . ALCINA fRANCH
lig. 71 ; y del mismo: . A prehisloric island culture :trea of Ameri·
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23. Sa,~to DomingO : Pintaderas planas. THEODOR DE
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West Indics •. Contributions from thc Museum of Ihe Amcr. I ndians. Heye Foundation , vol. 4, núm . 2. Ncw Yo rk, 1918, 95-96,
fi gs. 'lJ y 28.
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Dominican Republic• . Unitcd Sta tC6 Nalio nal Muse um . Sm ilhsonían Museum . Bulletin 156. Washinglon, 1931 , SO, I:íms. 34-36.
25. Cuba: Pintaderas ,planas. M. R. HARRINGTON : «Cuba
before Columbu s:D. Jndian notes and monographs. Museum of the
American Indian. Heyc Foundation . New York 1921. 11. lám . SO-C.
Colombia.
E l área sudamericana dc mayor interés para nosot ros - prescin.
dimos de los hallazgos en el Ecu:ldo r y norte del Pcrú, estudiad os
par Linné (loe. cit. , mapas 3 y 4) y a los que no podemos añadir
o lras noticias- es la corrcspondiente a Colombia.
En este área (véase el Mapa 4) hallamos también numerOSOl
cjemplares de pintaderas tanlo del tipo cilíndrico co mo de l plano.
A ellas hacemos referencia a continuación. señalando 'tos números
de encabezamiento, zonas o puntos de hallazgo en el Mapa 4.
1. Ch oc6: Pintaderas cilíndricas. Co lección del Gotcbo rg Muscum . Gotcbo rg. signo 'lJ. 'lJ. 372, LINNE, loc. cit, número 91,
mapa 4.
-
2:52 -
[page-n-253]
D ISTRIB UC ION GEOG RAFI CA DE LAS cPI NTA DERAS.
13
2. Va lle
kcrkundc. Berl ín . LlNNE, loe. , ci t., núm . 93, mapa 4.
3. /tl/ ango (Antioqu ía) : Pin tadera cilíndrica. U H LE , loe. cit. ,
1, 13.
4. A,ltio quia: Pintaderas planas y cilíndricas. H E INR t CH
U BB ELI-IODE DOER tNG : eDas Kunstgcwerbe der altcn Kúltur.
.
•
..
'. '
"
•
"
•
F lg. 4.' - Area colombiana de hBll azgos de plnta dcnu.
volk cr Nordwcst argcntl Olcns, Ecuadors und Colo mbienu. G cschiclllc des Kun slgcwcrbes , vol. 2. Berlín 1929, 343, fi g. 7 y LIN.
N I~ , loe. cit., núm . 47, mapa 3.
5. Man izales : Pint aderas cilínd ricas. Nat ional Muscum dc Copenhagen. UHLE, loe. cit., 1, lám. 3, lig. 19.
6. I' erúra: Pin taderas ¡planas. U H LE, loe. cit., J, lám. 3, fi gs.
21 y 23 .
7. Carlato : Pint adera pla na . ED UARO SE LE R : ePeruanis-
~3 -
[page-n-254]
14
J . ALCINA FRANCH
che Alterthümen. Konigliche Muscurn zu Berl io . Berlin, 1893,
H m. 59, fig 2.
8. Pamplona: Pintadera cilíndrica. H . ROCHERAUX: eLes
C hita rcr:l . anciens habitants de la région de Pamplona, Colo mbia ...
J aurnal de la Société des Amc rica nistes de Paris, n. S. , vol. 12.
París 1920. fig. 2.
9. Ubaté (Cundinamarca): Pintaderas cilíndr'icas. UHL E, ~OC.
ci!. T Jám. 3, I1gs. 14.16.
,
10. Guasca (Cundinamarca): Pintadera p lana . U H LE, toe.
cit. , 1, fig. 18.
eollarlsrorrcs.
Tras el exa men de la distribución gcognífll.:a en el mundo. y más
especialmen te en América, de este instrumento que llamamos pilltadera, podemos llega r a enunci:lr una seri e de conclusi o nes provisiona les que en líneas generales podemos dividir en dos tipos: I::ts
relativas a la distribución en América y las que, de un modo rn¡ís
amplio, se refieren a su distribución mundial.
Por una parte, cl cxamen estilístico de las pintader3s 3merjcan3s
nos lleva a hacer un3 división cultu ral muy cla ra: a) pintaderas
correspondientes a los pr imeros estadiOi culturales en Méj ico y
Centroamética y en general, a las culturas que con un grado cultural si milar se desarrollaron en las Anlillas hasta la llegada de los
españoles; b) pintaderas correspondien tes a las altas culturas az teca y maya, Que tanto por su mayor finura técnica, como por la
complejidad de su temática , ma nifiesta n un grado más avanzado
que las anteriores.
P o r olra parte, en cuanto a 'Ia diversidad t&.:nica de ht pintadera
-sea és ta pl ana o cilíndrica- observaruOi en primer lugar Que 1as
,pint:tderas cilíndricas abundan más en las :í rcaG cen troamericana,
antillana y colombiana que en Méjico, pOr lo que cabe pensa r en
un o rigen eentr.oamericano, según afi rma Linne (loe. cit. , 40) o moí s
bien suda me rica na, en co ntra de lo que opina Kriegcr (loe. cit ., 81).
En segun do lugar, la antigüedad de estos sell os cilíndricos es bien
man ifiesta , p ues hall amos ejemplares de la cultura de T eolihu ac!in.
y es en una segunda época cuando los sell os p la nos abundan m:ís
lanlo en Méj ico como en las Antillas y Cenlroamérica (18), aunque
(18 )
LlNN E, loe. elt.., 41, cree, sin embargo, que los 8cllos pllUlO8 son ante-
riores a los c1lLndriC06.
-"'-
[page-n-255]
DlSTR IBUC ION GEOGRAf' ICA DE LAS ..PINTADERAS»
15
tampoco podemos negar Que.existiese en épocas anteriores, ya Que
hayal menos uno de este género aparecido en Ticomán (19), en
una de las capas m:ís primÍlivas.
Para p recisar y determinar con más firmeza eslas condusionei
necesita ríamos exponer otra serie ' de argumentos independientemente de los de orden geográfico, cosa Que, como hemos dicho más
arriba, esperamos hacer próximamente.
Finalmente, por lo Que se refiere a la dis tribución mundial de
las pintade ras, podemos señalar en líneas genera les dos núcleos importan tes de la8 mismas. P-or una .pa rte e l área americana, por ot ra
la zona que se extiende desde las islas Cana rias hasta el Mar Negro, comprendiendo el Norte de Africa, Italia y parte do los Balcanes.
Qué relación .puedan tencr estas dos áreas, ha sido tema que ha
tentado a muchos investigadores, especialmente por lo que se refiere a 108 ejemplares canarios y americanos, cuya p rox imidad geográfica tiende a hacer pensar en una relación directa. En el estado
do nuest ra investigación, no .podemos afi rmar nada en un sentido
u otrO a este respecto. Permítasenos simplemente el señalar estos
dos núcleos importan tes - prescindimos de [os ha ll azgos aislados
en Abisinia, y J apón- y la esperanza de Que tal vez en e l futuro
podamos, al examina r otros fac to res culturales, determinar si se trata de dos áreas relacionadas directamente o simplemente de dOI
cenlros de creación independiente.
.
(l9J GroROE c. VAILLANT: "Eltc&vaUons at TIcomM".-AlIthropologlcal Papera ol !.he American Museum 01 Natural Hlstory, vol. 32, New York 1931;
lAmlna 83, 2.
-255 _
.
[page-n-256]
[page-n-257]
J OSE ALC INA FR ANC H
(Valen cla)
Di5tribución g~ográfica d~ la5
« Pintad~ra5» ~n ftmé.rica (1)
El problcm;¡ Que representan en el campo de la arqueología
mundial y, concretamente, en la del doble co ntinente americano .
las pit,ta(/cras, ha ll amado la atención de numerosos investigadores
de este y del airo lado del Atlántico , desde hace baslanle tiempo
(2). Esto quiere decir que no abrimos con nuestro estudio un cam\ 1) Forma parte este breve estudio, Que dedJcam05 a la memoria de don
Isidro Da:lle6ter, de otro de can\cter mi.s amplio que tenemos en curso de elabOración. referente a Ja.s pintaderas mejicanas.
(2) Véan.se principalmente:
RENE VERNEAU: " Les Pintaderas de la G nmd Canarle". Revuc d'Ethnt)~
lI1'aphle, vol. 3, p. 193-217. Pnris 1885.
RENE VEItNEAU: "Une nouvelle collectlon nrehéOlQ¡1que du Mexlque".
J outnal de la Soc. des Amer. de 1Par1s, n. S., "01. 10, nWn. 2, pl.g. 32 1-340. P ans 1913.
[ n EGO RIPOCHE y TORRENS: "Les pintaderas de l'Europe. des C:l.OIuics
ct de I'AmériQue " . XII Congreso Internacional de Arnerlcanlsta.s (parls. 1900).
Paris, loo2.
O. BELLUCCI : "Supra due p intaderas rlnvenute ne)I'Um\)ria". Arch lvlo pe!"
l'Antropologla e I'Et.nologla, vol. 8. pág. 17·24. Flrenze 1888.
J. H ELBIO: " Peintures corporelles symbollques dan:! I'anclen Mexlque".
B ulletin de la SOCl.ét6 des Amer lcanlste8 de Belgique, nÜOl. 23, pA¡'. 70·85. Bru·
001118, 1937.
ERLAND NORDENSKlOLD : "An etJmo-gqr aphical analY81s or the m aterial culture or two I ndian trlbe8 or the Gran Chaco".- COmparatlve Et.boograophltcal Studles. vol. l . Goteborg, 1919.
S I OVAIJD LlNNE: " Da rlen in the past". Ooteborg Kungl Vetenskapsoch
Vltterhets-Samhá,lles Handllngar Femte Pá,kijen Ser. A Band, l . nUm. 3. 00teborg. 1929.
lIofAURICE RIES: "Stamping. A man product.!on paintlng method 2.000 yea"
old".- Mlddle Amer ican Research. Ser. Pub liC, mim.. 4. New Orlean$, 1932.
J OROE ENCISO: "Sellos del antiguo México". - Méxieo, 1947.
-
241 -
[page-n-242]
2
J . ALelNA FRANCH
po o un lema inéditos. No lo hemos pretend ido, pero 3\ mismo
tiempo- no hemos querido cerrarlo tampoco, agotando, por así de·
cirIo, \a materia. Nuestro propósi to el mucho menos ambicioso
que lodo eso.
Uno de los en foques más ::ttraycntcs, y p08i,blcmente más sugerenles de la Antropología cultural, tanto en lo que se refiere ti pue·
bias ::telualc" como prehistóricos , es sin duda el de la distribución
geográfica de elementos cu huralcs. Sería ocioso repetir aquí -la teoría, si no lo explicase nuestro deseo de justificar el estudio que
ahora presentamos. De la distribución geográfica de un elemento
cultura l, y en este caso se halla el objeto que luego definiremos
co mo pilltMlcra, pueden alcanzarse v;¡ri;IS conclusiones de tipo genera!, de una gran importancia para c! estudio de la Cu ltu ra: o
bien ¡puedl? m:mifestarse un fenómeno de tlifusi6", o bien de paralelismo, o bien de co"vcrge".cia. El estado de nuestra inveslig:leión
acaso no nos permita llegar sin duda ni reserva alguna a concluir
uno u airo de estos fenómenos, Nos satisfará, sin embargo, poder
llegar a sugerir o simplemen te a vlantear alguna de esas solucionCtl,
Que esperamos poder confirmar en un futuro, acaso próximo.
Debemos manifestar, pues, en primer luga r, el carácter provisiona l Que tiene el estudio Que damOs ahora a la publicidad. No
obstante y en resumidas cuentas toda investigación no pasa nunC:1
de esa provisionalidad, pues siempre queda a'lgo por ~ccir, o [o que
se ha dicho puede decirse de otro modo, acaso diametralmente
OpUfSIO,
La amplitud Que hemos Querido dar a la investigación a Que
antes aludíamos. sobre -las pintaderas mejicanas, nas impide de momento dar en su totalidad .dieho estudio , pero en algunos aspeclOs
como el geográfico. que es el Que ahora nos ocupa, podemos tra '
zar ya, a título de avance, el cuadro general de distribución de las '
pintaderas en el continente americano.
Pero antes de pasar adela nt e -convendd que demos unn, en
.c ierto modo, definición de lo que entendemos .por pintadera. La
pintadera es -su nombre es admitido universalmente- una especie o Clase de sell o cuya principal fin:llidad consiste -y de ahí su
nombr() específico- en pintar o imprimir con materias colorantes
en la piel humana. ·Ios diversos dibujos grabados en su base,
Esta finalidad, Que. en térm inos generales. es cierta, en casos
,particulares puede variar; así por ejemplo, en algunas oc:lsiones
se tiene la certeza de Que instrumentos semejantes fueron emplea.
-242 - ,
[page-n-243]
DISTRIOUCION GEOC RAFICA DE LAS _PINTADERAS»
3
dos para im primir sus dib ujos en relieve en vasos cerámicos u otros
objelos de ba rro cocido, en otras acaso si rvieran para eslam par
esos mismos dibujos en tejidos, en otros casos, final mente, algunos
autores afirman Que si rvieron para precintar las puertas de cier tos
graneros (3).
E n el área americana eslas pintaderas p resentan funda mentalmente dos for mas distintas: la cil índrica , gener::al mente agujer~ada
Irasvcrsalmeme, y la p lana, con un mango o pedú nculO' e n su parto
posterior. Ambos tipos son siempre de cerámica, o al menos no
conocemos hasta ahora sell os de otro material.
Los lími tes o fronteras Que podamos marcar , como consecllencia de nues tro trabajo, serán siempre dc carácter provisio nal, y:l que
nuevas exca vaciones, n uevos estudios, p ueden marcar punt os geogrii fi ea mente a·l ej'ldos m:ís o menos de dic has fronteras. No obstante, creemos CO II bastan tes visos de verosim ilitu d que si tales descubri mientos se rea lizan , constit uir:ín siempre, o bien vari aciones
muy ligeras en la distribución Que demos nosot ros ahora, o bien
casos pa rticulares de di fusión que tendrá n que ser explicados independientemente y de un modo extraordina rio.
Los materiales de que hemos dispuesto pa ra nuestra inves tigación han sido princi palmente de o rigen mejicano. De un modo directo hemos podido estudiar la colección de. pi nt aderas mejican:ls
del Dcparlamento de América del M usco de l H ombre de Pa rís
(4) . Gran núme ro de pin taderas, también mejicanas, pertenecientes
a co!ecciones particulares o del Estado, vienen reproducidas maravill osamente en la ob ra de Enciso (5). Apa rte de estas dos impo rtan tes series de pi ntaderas. hemos recogido referencias a o tras mochas --cuyo detalle iremos da ndo más adela nte- en colecc iones
diversas (6) y en p ublicaciones muy dispersas.
Dist ribució n tllImdia/ de las pin tade ras.
Tratar de hall:lr la distr ib ución mu ndia l de [as pill faderas, Cf
labor lcnla en la cual estamos trabaj:lndo actua lmente, por ~o cual
-<----
(3) O. MARCY: "El verdadero desUno de las "pintaderas" de Canarias"
(Traducción y apoatUI.a.s de J. Ai varez). Revista de HIstoria, vol. 8, ~. 108125. La Laguna, 1942.
( 4) Debemoa agradecer desde aqul loo consejOs y orientaciones reclbld06 de
muchos m iembros de dicho Museo, pero especialmente del pror. Rlvet y de
MM. Lehmann y d'Harcourt.
(5 ) ENCISO, loe. clt..
{6l MU5eOLS de BerUn, O otebo'l"g, Leiden, etc.
- 2<3-
[page-n-244]
4
J. ALC INA FRÁNCtI
no pretendemos hacer referencia a lodos -los ejemplares Que de ta o
les objetos existan. No obstante. hemos querido dar es le avance
¡por lo Que pueda ilustrar en relación con la8 pi ntade r::!1 americanas
cuya distribución estudiamos a continuación.
Plg. lo'-Mapa. con Indicación de zonas con -hallazgos de pintaderas
En primer lugar hallamos un cenlro en el Que abundan bastan te este tipo do instrumentos (véase el Mapa 1) y Que puede con·
creta rse en el área de la isla de Gran Canaria, frente a las costas
african:ls (7). También hallamos huellas de las pintaderas en el
Norte de Africa (8). probablemente en conexión con los sellos del
A rch~piél:tgo
cana rio.
En Valencia hemos hall ado una pintade ra ya publicada (9), procedente de un poblado ibérico, pero interpretada como mano de
mortero. Tanto por su fo rma, como por el tipo de dccoraoi6n que
se rolacio na co n muchas del Norte de Italia, se trata a nuestro ju i.
cio de una pintadera, acaso eiempla r único e n 'Ia península Ibéric3
(7) COleoelÓll conservada en el Museo canario de Las Palma. de Oran Ca·
nlU'Ja. La blbliograf[a sobre este tema es muy abundante : consliltese funda·
mentalmente: VERNEAU, loe. cit.. 1885; RIPOCHE. loe. clt.; PEDRO HER·
NANDEZ:: " Vindicación .de .nuestras pintaderas". El Museo canario, a1io V,
nllm. 10, pAgo 15-28. Las Palm&s, )944.
(8) MARCY, loe. clt.
(9) ISIDRO BALLESTER TORMO : "Las pequef\4s manos ele mortero 1bé·
rk:a.s va1enclana.s". Arohlvo de Prehistoria Levantina. vol. n , pAginas 241-255.
1Am. 1, nllm. 2. Valenci:l. UH6.
-2«-
[page-n-245]
DlSTfURUCION GEOGRAF ICA DE LAS «PINTADERAS.
5
pero Que sin duda tendrá otras réplicas o bicn no halladas hasta '
ahora, o bicn sin interpretar o sin in terpreta r correctamente.
E l Norte de Italia es ot ra zona en la que las p intaderas se hallan
abundantemente en yacimientos neo-eneolítieos. Estos hallazgos se
centran ¡principalmente en la zona ligur y en los alrededores de
Tricste (10).
En cone:tdón con este núcteo norteitaliano se hallan también pintaderas del mismo lipa y caracteres semejantes en Yugoslavia (11)
y en algunos yacimientos de Bulgana ( 2).
H all:lzgo8 ai81ados han sido hechos tambi én en la región de
Derby (13), Stcinsburg (14) y Cronstadt (15). Finalmente se seña l:lo
también en el Japón (J6) y en Ab'isinia .
•••
Con el fin de Que de nuestro estudio puedan alcanzarse algunas
co nsecuencias o concl usiones de algún interés, hemos prescindido
de inlenlo de b descripción geográfica de la s pintaderas usadas por
los pueblos I
primitivos actuales, tanto en América como en otros
continentes . En el caso concreto de América, el uso de las pintaderas se ha extendido actua lmente a la mayor parle del dob le con.
tinente 07}, lo cua l no viene a aclararnos ninguno de los problemas que nos plantean las pintaderas prehistóricas, en orden a su
origen y dispersión .
Por consiguiente pasaremos a continuación a enumerar los yacimientos o regiones donde aparecen pintaderas anteriores al des(JO) OOLINI : "I1.sepolereto di Remedeilo e U periodo eneollUco In Italia" .
Bolletlno di PlIJet.oologla Italiana. Parma 1902, 10, ftg. l.
.
L. BERNABO BREA : "011 seavl nella Caverna delle Arene Candlde. Parte
1 : 011 st.rat! con ceramlche". IstItuto di Studl Llgurl, 8ordlghera. 1946, pigs.
05, 111,-112, Y 118-19: léms. XIX, 1 Y 2, XLVII , 2, XLVIll, A- K , y XLIX, 1 Y 2.
PIA LAVIOSA ZAMBOTrI: "Le plú IUlUche culture agrtcole europee. L'ltalIa, 1 Da'canl e rEuropa centorale durante U neo-eneolltlco". Unlversltá di M Ilano. Mila.no 1943, 1)ágs. 12, 93, 94, 98, 101, 102, 103, 113, 115 Y 372.
(11) PIA LAVIOSA ZAMBOTl'l, loe. cit. 187, 197, 209,257, m ; lé.ms. xxv
8, XXXII, 13, a-b.
,
(J2 ) JAMES HARVEY OAtJL: "The neollNl1c perlad In Dulgarla".-Amerlcan Sohool of Prehl$tortc Research. BuUetln 16, 1948. pags. 142 y 173. l'-mlna
XXXVI, 6, 9, 10 Y 11.
(l3 ) J . DECHELETl'E : "Manuel d'ÁTchéolog:\e préhlstork¡ue, celtique et
gallo-romalne". Paris, 1928, vol. 1, pég. 569.
( I{) Real-1ex1kon der Vorgeschiohte. Band XII, 1A.m. 103, ti.. mlm. 38.
(15 ) DECHELETI'E, loe. cito
CHI) PIA LAVlOBA ZAMBO'I"I'I; " 0r1ginl e dlfflUlone
(17) NORDENSKIOLD, loe. clt.
- 2t5_
[page-n-246]
6
J . ALC INA FRANCH
cubrimiento, dejando aparte las que actualmente pueden halJ:¡rsc
aún en uso entre numerosos pueblos p rimitivos ame ricanos.
Siguiendo un o rden geográfico de norte a sur, ircmos viend o
Succs iv3mentc las áreas mejicana, maya , centroamericana , an tillana
y sudamericana.
Arca M ciicatlo .
Los materiales que nos proporciona lil arqueología mejicana en
el concreto terreno de las pintadera s son, por una pa rte y por regla general, c3si exclusivamen te de la cult ura azlC<:3 Que, como sao
bernos, se extendió par casi todos 108 estados de la actual rcpúhli.
C:I ; por a iro lado, gran número de - os ejemplares de las colccciol
nC6 utili zad3s osten tan una determin ac ió n geográfica o bien muy
vag3 , o bien arbitra"ia p or completo'; sólo en contados casos podemos hallarnos seguros de su localización y, n:\ tur:dmente , cuando I:\s pintaderas en cuestió'n han sido descubiertas por excavación ,
10 cual no es , por cierto, el caso más frecuente.
No obsta nte, podemos señala r una serie de punlos concretos y
áreas donde apa recen es tos instrumemos y que, a modo de lista,
damos a conti nuació n. Los números de encabezamiento corresponden al Mapa 2.
1. Teotihuacá»: Todos los ejempla rC1i corresponden :1 pintaderas del tipo pla no. Museo del H ombre. París (6 ejemplares).
MAN U EL GAM IO: . La población del valle de Teotihuad n. ,
vol. 1. México 1922, 118; y ENC ISO, loe. cit., ltims. 3O.IV, 69- IV,
etcétera.
2. Tc" coco: T odos los ejempl ares son planos. Musco del H ombre. P:.rfs (6 ejemplares); ENC ISO, loc. cil. l:í ms. 2Q. IV y V, 4511 y l06·VI.
·
3. Hfl cxotla: Pintaderas planas. Museum für VÓ lkerkundc.
Berlin; LlNNE, loc . cit., núm . 44, mapa 3 ; 1. THORD-GRAY :
o:Fran Mex icos forntid» , Estocolmo, 1923, fi g. 33; TI-lOMAS A.
JOYCE : . Maya and Mexiean Art:». London, 1927, ISO; BELLUCC I, loe. cit., lám. 1.
4. Chalco: Pintaderas de tipo pla no. Musée de J' H omme Pariso (6 ejempla res); ENCISO, loe. eil. lám . 81.
5. Cil/dad tle M é"ico: Pintaderas planas. Musoo de I'Homme.
Par ís. (79 ejemplares); ENC ISO, loe. cil. lám . 52- IV y muchas
más.
6. At:capot:alco: Pintaderas planas. Musée de I' H omme.
-
246 -
[page-n-247]
DlSTRIBUCIQN GEOGRAFlCA DE LAS . PINTADERAS»
7
París (3 ejemplares); ENC ISO, loc. cit.,láms. 3I-V III y 41-1;
THORD_GRAY, loe, cit., 6g. 20.
7. Estado de SitJaloa: Pintadera plana hallada en Guasavc por
CORDON F . EKHOLM: «Excavations al Cuasave, Sinaloa,
México». Anlhropological Papers of loo American Museum of
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9. r.latclolco: Pintadcras planas. Muséc de I'Homme. Paris.
(2 ejemplares); ENC ISO, loe. cit., l:íms. lO-V y 66- IV.
10. Estado de Jalisco: Pintaderas planas. Musée de l'Hornme.
París ; otra .pintadera cilíndrica de la misma colección eilada por
L1NNE , loe. cit., núm. 84, ma,pa 4, Que no se hallaba en dicha
colección al realizar nuestrOs estudios en la misma los años 1950-
1951.
11. Gf/(u/a!ajara: Una pintadera plana del Brilish Museum .
Londres; LlNNE, loe. cit ., núm 154, mapa 3.
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247 -
[page-n-248]
8
J . ALCINA FRANCH
12. E staao de Michoacátl: Pintaderas planas. Musée de rHomme, París (un ejemplar); ENCISO, loe. ci t., Jám. 73-IIT.
13. E stado de Guerrero: Pintaderas planas. Muséc de l'H om.
me. París (1 5 ejem p la res); Br,itish Muscu m. Lo ndres; LINNE, loe.
cit., número 153, mapa 3; ENC ISO, loe. cit ., [áms. 22. IV, 29- IV,
59.v Il , Sl-VIIJ, 136-IV . Pintader:t cilíndrica: ENCISO, loe. cit.,
láms. 8-' .
14, Valle de M éxico : Pintaderas pl:maB. Musée de J" H ommc.
París (119 ejem pla res); ENCISO, loe. dt. , lám. 119-V y o tras muchas.
15. R egión de I~ HlI axteca: Pin tad eras planas. CAEC ILlE
SE LER·SAC J-I S: «Die Huaxteca Sa rnmlung der Klg. Museurn für
Vo lkerkunde zu Serli o». Bacssler-Archiv. vol. S, Lcipzig und Ber.
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Vol kerk unde. Berlin. LINNE , loe. cit ., núm. 25, mapa 4.
16. ello/ula: Pintadera plana. VERNEAU, loe. ci t. (1913),
lám. Vil , 1.
17. Tlarcala: P intaderas planas . Musée de l' H o mme. París .
(4 ejempla rcs); ENCISO, loe. cit., lám. ]4. 111.
18. R egi6tl de los T otol/acas: P intaderas planas. WALTE R
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Berlín, 1918- ]922 y 1925, 3.1 j J, /¡í m. S, figs. 28·29 , lá m. 12, fi gs. 26·
28; !l, 15m. 8, fi gs. 12 y 29. HERMANN ST REIlEL: , AII-Mexico
Archiiologische Bcitrage zu r Ku lturgc&chich te seinc r Bewo hn en. 2
vols. H am hurgo, ]885-1889. Vol. 1, l:ím. S, fi gs. 28-29 ; lám. 12, figs .
26-28; vol. 11, lám . 8, fi gs. 12 y' 29.
19. E stado de M orclos: P intadera l11ana. ENCISO, loc. cit .•.
16-11.
20. V eracrllz: P intaderas p lanas. Musée de I' H omme. P;,TÍs
(un ejemplar); FRANS BLOM : «Tribcs and Tcmples». New Or'
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1922, tám . 2.
21. Isla de [os Sacri}icios: P int adera plana. British Muscum .
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22. T ePlejapan: .Pintadera plana . ALBERT W EYER STALL :
.sorne observations on Indian Mo unds and Potlery in Ihe Lower
Papa luapan Basin. Slale of Veraeuz. Mexicoll. Middle America n
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Ne'lv Orlea ns, 1932, 45, fig. 12.
-
248_
[page-n-249]
DISTRIBUC ION GEOGRAF ICA DE LAS . rlNTADF.RAS..
9
23. Tllxtla: Pintaderas planas. Musée de J'H omme. Par ís (un
ejemplar); CAECJU E SELER-SAC HS: . Alte rthü mer der Kant o n
T uxt la ¡m Sta ate Veracruz... Festchrift Eduard Seler. Stutlga rt,
1922; lim. 2.
24. Ca!caja~: Pi ntadera p lana. RIES, loc. cit., 45S, ng. 7.
25. Estado lle Veracrll:: Pintaderas planas. ENCISO, 'Ioc. cit.,
I:í mina 118-1 y otros.
26. Estado dc Oaxaca: Pintaderas planas. Musée de I'I-I o mme.
París (2 ejemplares); ENC ISO, loe. cit. , l:í m. ss-IH.
Cctltroam érica )' fas Antillas.
En toda el área que rodea el mar Caribe hallamos una serie de
yacim ientos y zonas de localización imprecisa, en 10& que aparecen
pintaderas de am bos tipos técnicos, o sea, planas y cilíndricas.
A continuación, según hemos visto en el área mejicana, daremos
un a ~is ta de yacim ientos, cuya expresió n gráfica podemos ver e n el
Mapa 3.
1. t 01l1ln : Pintaderas planas y cilínd ricas. EDWARD H .
T HOMPSON : .Cave of Lohun , Yuca tán•. Mem . of Ihe Pcabody
y Mu s. of Am€lrica n Arch. and Elhnol. Harvard Uni\'crsi ty, vol. 1,
núm. 2, Cambridge (Mas!., EE. UU .), 1897, lám. 7.
2. Santa Rita (Honduras Británicas): Pintaderas cilínd ricas.
THOMAS GANN : . Mound s in nOrthern Hondura ... 19th . Annual Repo rt. Bu reau of America n Ethnol., part 11, pág. 655-692.Smithso nian T
nsl. Washington , 1900, láms. 13 a. y 16 a.
3. lV¡fd Calle Cay (Honduras Británicas): Pintaderas cilínd ri.
cas: British Muse um . Lo ndres. LINN E, loc. cit., núm. 86, mapa 4.
4. Copan '( Guatemala): Pintaderas cilíndricas. Museum für
Vo'lk·erkundc. Berlín . MAX U HLE: «Kultur und Industrie südamerikan ischer Volker» . Berlín, 1889-90, I, S.
S. GrtatctII'(lIa: Pintaderas planas. Mu se um für Vijlkerkunde
Berlín. Ll NNE , loe. cit., núm. 82, mapa 3.
6. Va flc detl Vfo a: Pintaderas planas. GEORGE BYRON
GORDON; . Research\!s in the Vloa Valley, Honduras... Memoi rs of ¡he Pcabody Museu m of American Archacology and E th nology, vol. 1, número 4. Harvard U nivcrsity. Cambr idge (Mass .
BE. VV. , 1898, fig. 20 y lám. ll-R; DORIS STONE: t; Archacology ol thc North Coasl of Hondu rau. Mem . of Ihe Peabody
Mus. of Arch. and E thnol., vol. 9, n.OL Harvard U nivcrsil)'. Cam*
bridge (Mass. EE. VU. ), 1941, 86, fig. 97. Pintaderas cilíndricas:
.."... 249 -
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J. ALC INA FRANCH
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D1STRIBUC ION GEOGRAF ICA DE LAS . PINTADERAS..
11
G oteborg M uscu m. G o teborg. Signatura: 23. 6. 709-11. L1NNE,
loe. cit., núm. 89, mapa 4 y BYRON , loe. cit., fig. 21.
7 . Ta :lI1/1al (El Salvador): Pintadera cilíndrica. STANLEY H .
BOGGS: .Excav:¡tio ns in Central and Western El Salvador... Apéndice C en la obra de JOHN M . LONGYEAR : . Archaeolo·
gica l invC1ltigations in El Salvador ... . Mem . of the Pca body Museurn
of Arch. and Et hnol. H:lrvard University, Cambridge (M:l ss. EE.
UU .), vd]. 9, núm . 2, 1944, 68.
8. Isla de Om otepcc (N icarag ua): Pintadera cilíndrica. UHLE.
loe. ci t., 1, 5.
9. N icoya (Costa Rica): Pintadera cilíndrica . Museum für Volkc rkunde . Berlin. LlNNE, loe. cit. , núm . 85, mapa 4.
10. Costa Hica: Pintaderas planas. C. V. H ARTMAN : «Areh .
aeological rcsca rches in Costa Riea».- The Royal Ethnographie:d
Museum in Stoekholm. Estocolmo, 1901, lám . 58.
11. Las M ercedes (Costa Rica): Pintaderas cilínd ricas. SA o
M UE L KIRKLAND LOTHROP: .. Potrery of Costa Rica and Nica ragua... Museum of the American Indian H cye Found . Ncw
York, 1926, JI, fi gs. 174, b, c, d, Y' 278.
12 . Chiriqui (Pana má) : Pintaderas pl anas. GEORGE G. MAC
CURDY: cA Sludy of Chiriquian AntiQuiticu. Mem . of Ihe Con.
nccticu t Academy of Arts and Scicnces, vol. 3, Yale . Univ. Press.
New Havcn (Conn .), 1911, 164, fi g. 262.
13. Coclé (Pan amá): Pintadera cilíndrica. SAMUEL KIRK LAND LOTf'IROP : .Codé. An arc haeologica l study of Cenfr:tl
Panamá» . Part o JI. Memoi rs of the Peabody Mus. of Amer. Arch.
and Ethnol. Harvard Univ . vol. 8. Cambridge (Mass., EE. UU. ).
1942, fi g. 368.
14. Pll t,urgal1dí (Panamá): Pintaderas cilíndricas. LINNE, loe.
ci t., fi g. ]2 e.
15. Garac!;illé (Panamá): Pintaderas cilíndricas. LINN:E , loe.
cit., li g. 37 c.; G o tcborg Museum, Gotcborg, signo 27, 21, 539.
LlN NE, núm. 3, mapa 4.
16 . A rlllJa (Venezu el a) : Pintaderas ci líndricas y planas. Rijk-s
Elhnogr. Museum. Leiden. LINNE, loe . cit., ·núm . 87, mapa 3.
17 . Lll~O de Valc" ('>i¡¡ (Venezuela): Pintadera ci líndrica. Muscu m für Volkcrkunde. Berlín . LlNNE , op. cit., núm. 90, map:J 4.
18. Isla T rillidad: Pintaderas pla nas. J. WALTE R FEWKES :
. Prchistoric objccls from a shell. heap at Erin Bay, Trinidad •.
American AnlhropologiSl, n. s., vol ]6. Lancasler, 1914. 216.
-
251 _
[page-n-252]
12
J . ALCINA fRANCH
lig. 71 ; y del mismo: . A prehisloric island culture :trea of Ameri·
ca .. 34th. Ann . Rep. Bureau of Am . Ethnol. Smithsonian Institutio n. 1912.13. p . 49-,271. WashinglOn 1922, ·Iá m. 8-0 .
19. Isla Corriaeo fl : Pintaderas planas . Bril is h Muscum. Londres
LlNNE, loe. cit., núm . 164. mapa 3.
20. Isla de So,. l'¡CCtlfe : Pintader:lS pl::tnas . FEWKES (1922) ,
123. !óm. 70. A. B. C.
21 . Gral1adinas: Pintaderas planas. WALTER ROTH: .An
introducto ry study of [he :trts, crafts and cuSloms of th e Guiana Ind ians. . 38th. An. Rcp . Burcau df Am . Ethnol. Smilhso nian Insti.
lution, Washington, 1924; 136 y· lám . 33 b.
22. Puerto Rico : Pintader3S planas. FEWKES (1922) 236, lámina 117-G y fig. 62; ADOLFO DE HOSTOS : IlPrehistoric Porto-Rican Ccramicu.-Amer. Anthropologist, vOl . 21, núm . 4. N ew
York, 1919,390, fig. 51, ¡-n.
23. Sa,~to DomingO : Pintaderas planas. THEODOR DE
BOOY : cCertain archaeological investigations in Trinidad, British
West Indics •. Contributions from thc Museum of Ihe Amcr. I ndians. Heye Foundation , vol. 4, núm . 2. Ncw Yo rk, 1918, 95-96,
fi gs. 'lJ y 28.
24 . Rcplí blica de Santo Domingo : Pinladeras planas y cilíndricas. HERBERT W . KR IEGER: cAbo riginal India n POllery of Ihe
Dominican Republic• . Unitcd Sta tC6 Nalio nal Muse um . Sm ilhsonían Museum . Bulletin 156. Washinglon, 1931 , SO, I:íms. 34-36.
25. Cuba: Pintaderas ,planas. M. R. HARRINGTON : «Cuba
before Columbu s:D. Jndian notes and monographs. Museum of the
American Indian. Heyc Foundation . New York 1921. 11. lám . SO-C.
Colombia.
E l área sudamericana dc mayor interés para nosot ros - prescin.
dimos de los hallazgos en el Ecu:ldo r y norte del Pcrú, estudiad os
par Linné (loe. cit. , mapas 3 y 4) y a los que no podemos añadir
o lras noticias- es la corrcspondiente a Colombia.
En este área (véase el Mapa 4) hallamos también numerOSOl
cjemplares de pintaderas tanlo del tipo cilíndrico co mo de l plano.
A ellas hacemos referencia a continuación. señalando 'tos números
de encabezamiento, zonas o puntos de hallazgo en el Mapa 4.
1. Ch oc6: Pintaderas cilíndricas. Co lección del Gotcbo rg Muscum . Gotcbo rg. signo 'lJ. 'lJ. 372, LINNE, loc. cit, número 91,
mapa 4.
-
2:52 -
[page-n-253]
D ISTRIB UC ION GEOG RAFI CA DE LAS cPI NTA DERAS.
13
2. Va lle
3. /tl/ ango (Antioqu ía) : Pin tadera cilíndrica. U H LE , loe. cit. ,
1, 13.
4. A,ltio quia: Pintaderas planas y cilíndricas. H E INR t CH
U BB ELI-IODE DOER tNG : eDas Kunstgcwerbe der altcn Kúltur.
.
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F lg. 4.' - Area colombiana de hBll azgos de plnta dcnu.
volk cr Nordwcst argcntl Olcns, Ecuadors und Colo mbienu. G cschiclllc des Kun slgcwcrbes , vol. 2. Berlín 1929, 343, fi g. 7 y LIN.
N I~ , loe. cit., núm . 47, mapa 3.
5. Man izales : Pint aderas cilínd ricas. Nat ional Muscum dc Copenhagen. UHLE, loe. cit., 1, lám. 3, lig. 19.
6. I' erúra: Pin taderas ¡planas. U H LE, loe. cit., J, lám. 3, fi gs.
21 y 23 .
7. Carlato : Pint adera pla na . ED UARO SE LE R : ePeruanis-
~3 -
[page-n-254]
14
J . ALCINA FRANCH
che Alterthümen. Konigliche Muscurn zu Berl io . Berlin, 1893,
H m. 59, fig 2.
8. Pamplona: Pintadera cilíndrica. H . ROCHERAUX: eLes
C hita rcr:l . anciens habitants de la région de Pamplona, Colo mbia ...
J aurnal de la Société des Amc rica nistes de Paris, n. S. , vol. 12.
París 1920. fig. 2.
9. Ubaté (Cundinamarca): Pintaderas cilíndr'icas. UHL E, ~OC.
ci!. T Jám. 3, I1gs. 14.16.
,
10. Guasca (Cundinamarca): Pintadera p lana . U H LE, toe.
cit. , 1, fig. 18.
eollarlsrorrcs.
Tras el exa men de la distribución gcognífll.:a en el mundo. y más
especialmen te en América, de este instrumento que llamamos pilltadera, podemos llega r a enunci:lr una seri e de conclusi o nes provisiona les que en líneas generales podemos dividir en dos tipos: I::ts
relativas a la distribución en América y las que, de un modo rn¡ís
amplio, se refieren a su distribución mundial.
Por una parte, cl cxamen estilístico de las pintader3s 3merjcan3s
nos lleva a hacer un3 división cultu ral muy cla ra: a) pintaderas
correspondientes a los pr imeros estadiOi culturales en Méj ico y
Centroamética y en general, a las culturas que con un grado cultural si milar se desarrollaron en las Anlillas hasta la llegada de los
españoles; b) pintaderas correspondien tes a las altas culturas az teca y maya, Que tanto por su mayor finura técnica, como por la
complejidad de su temática , ma nifiesta n un grado más avanzado
que las anteriores.
P o r olra parte, en cuanto a 'Ia diversidad t&.:nica de ht pintadera
-sea és ta pl ana o cilíndrica- observaruOi en primer lugar Que 1as
,pint:tderas cilíndricas abundan más en las :í rcaG cen troamericana,
antillana y colombiana que en Méjico, pOr lo que cabe pensa r en
un o rigen eentr.oamericano, según afi rma Linne (loe. cit. , 40) o moí s
bien suda me rica na, en co ntra de lo que opina Kriegcr (loe. cit ., 81).
En segun do lugar, la antigüedad de estos sell os cilíndricos es bien
man ifiesta , p ues hall amos ejemplares de la cultura de T eolihu ac!in.
y es en una segunda época cuando los sell os p la nos abundan m:ís
lanlo en Méj ico como en las Antillas y Cenlroamérica (18), aunque
(18 )
LlNN E, loe. elt.., 41, cree, sin embargo, que los 8cllos pllUlO8 son ante-
riores a los c1lLndriC06.
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DlSTR IBUC ION GEOGRAf' ICA DE LAS ..PINTADERAS»
15
tampoco podemos negar Que.existiese en épocas anteriores, ya Que
hayal menos uno de este género aparecido en Ticomán (19), en
una de las capas m:ís primÍlivas.
Para p recisar y determinar con más firmeza eslas condusionei
necesita ríamos exponer otra serie ' de argumentos independientemente de los de orden geográfico, cosa Que, como hemos dicho más
arriba, esperamos hacer próximamente.
Finalmente, por lo Que se refiere a la dis tribución mundial de
las pintade ras, podemos señalar en líneas genera les dos núcleos importan tes de la8 mismas. P-or una .pa rte e l área americana, por ot ra
la zona que se extiende desde las islas Cana rias hasta el Mar Negro, comprendiendo el Norte de Africa, Italia y parte do los Balcanes.
Qué relación .puedan tencr estas dos áreas, ha sido tema que ha
tentado a muchos investigadores, especialmente por lo que se refiere a 108 ejemplares canarios y americanos, cuya p rox imidad geográfica tiende a hacer pensar en una relación directa. En el estado
do nuest ra investigación, no .podemos afi rmar nada en un sentido
u otrO a este respecto. Permítasenos simplemente el señalar estos
dos núcleos importan tes - prescindimos de [os ha ll azgos aislados
en Abisinia, y J apón- y la esperanza de Que tal vez en e l futuro
podamos, al examina r otros fac to res culturales, determinar si se trata de dos áreas relacionadas directamente o simplemente de dOI
cenlros de creación independiente.
.
(l9J GroROE c. VAILLANT: "Eltc&vaUons at TIcomM".-AlIthropologlcal Papera ol !.he American Museum 01 Natural Hlstory, vol. 32, New York 1931;
lAmlna 83, 2.
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