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[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
LEVANTINA
PREHISTORIA
DE
ARCHIVO
Ir - 4.945
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[page-n-5]
[page-n-6]
NRCHIVO
DE
P n E H I s r o t R IL r v n N r t N R
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clENTfrlcns
INVESTIcncIoNES
supElRtotR
coNSEJo
DEL
nNUnRIo sEftucto DElNvEsrtcnclÓ¡t
ptREHISTóntcn Ln EXCELEnTÍ
st¡nn
DE
Dlpurnclón pnovtNclnLDE vnLENCIn
VOL. II
t945
VNLENCINMCMXLVI
[page-n-7]
ISSN 1989-508
Ep¡ron¡e¡, F, l)ou¡xzcx, S. A,-V¡lr¡¡c¡l
[page-n-8]
DE
UNAS
PALABRAS PRÓLOGO
Van para dieciséis
años que vió la luz el tom'o I." de ARCHIVO
DEiL S. I. P.,
DE PREHISTORIA LEVANTINA-ANUARIO
sin que, contradiciendosu propuesto carácterde publicaciín ánua,
.haya habido medio de continuarlaen tan largo plazo. La raz6n quedó expuestaen nuestraMemoria elevadaa la Diputación, tocante a
las actividades
del Servicio en el período 1935a 7939(1). Aumentado de año en año el coste de publicacionesde este tip'o, de suyo
nuestrasituación al reducirseen los p'rimecaras,vino a agravarse
provincial de 1933,
ros tiemp,os la República, para el presupuesto
de
pesetaslas treinta m'il que se nos venían asignandoen
a cinco mil
así
de
épocade la Dictadura; guedando sin posibilidad term,inación
el tom,o II." de ARCHIVO, ya empezadoa imprimirse ¡' que ala
canzaba los años 7929v 1930.Ello nos obligó a sup'lirlos Anuarios
ampliación de las notas que anualmentehabíamosde dar
m'ediante
Diputación sobre las actividadesdel S. I. P',
de
' a la Secretaría la
para incluirlas más o menos íntegramente su Memoria oficial, de
en
se
cuyaspublicaciones obteníany repartíantiradas aparte.primero,
publicacioy se irnprirnían luego Memorias prop'iasmás com'p'letas,
que en junto integran la serie, un tanto desigualpor sü distinnes
ta extensión,en que se ha ido reflejandola vida del S. I. P. desde
el año 1928al 1939,bajo el título de
IVIuseoen los años...>. Mas como tales publicaciones no eran
en
para dar a conocerlos trabajosmonográficos que se teadecuadas
que crear la serie de
del
cogíanlas investigaciones Servicio,tuvimos
de
folletos titulada <'frabajosvariosr>, la que los primeros salieron
en valencianopor ser estala lenguaoficial del Instituto de Estudios
(1) I. Balle.ster Tormo:
página 14.
- 7 -
[page-n-9]
creado entoncespor la Diputación y al que fué incor'
Valericianos,
porado el Servicio.
para el S. I. P., sin
Con la Liberaciónllegaronmejorestiemrpos
a los de la Dictadura; pues se ha venido manteniendouna
alcanzar
pesetas,incluyéndoseen p'lantilla al Direcconsignaciónde 2.5.000
p'ara los presupuestos 1942,quiede
tor y al capataz-reconstructor
y
funcionesnada
nombramientos ejerciendo
nes venían ostentando
menos que desde los años 1927v 1929respectivamete;y aunque la
Corp,oración dábase cuenta de la insuficiente ayuda prestada al
Servicio,su buenavoluntad no pudo enmendarlohastapoco antes
de flnalizar el pasadoaño, en que acordó elevar para el de 1946,
pesetas consignación incluso fij6 otr:, impore
la
a
de 25.000 40.000
y
creó la
para publicaciones, en cuanto a p'ersonal
tante subvención
p'lazade ayudantereconstructory fiió sueldosmrásdecorosos Ce;
preocupa'
una excep'cional
mostrando la Diputación con todo ello
ción por esteCentro
Científicas.
Por su parte el Consejo Superior de Investigaciones
conocedorde la labor realizadapor el Servicio no obstantelas precarias condicionesen que se desenvolviólargo tiempo, y atento a
sus fines de propulsar la alta cultura nacional, acordó a princip'io
valenciana Prede
del año anterior crear,en el S. I. P., su Sección
p'esetas,
igual a Ia
la
historia,asignándole cantidadglobal de 25.000
fijada; y así
que la Diputación le tenía por entonces
consignación
con el Consejo,a travésdel
ha venido a quedar el Servicio enlazado
de
Instituto Yelázquez,cuya marcha úge un tan valenciano cora'
zón como el Excmo. Sr. Marqués de Lozoya.
Graciasa todo ello ha podido lograr estaDirección,por primera
efrretribuído, pero técnicamente
vez, que personal tnedianamente
y
generales muy especialm,ente los
en
caz,le auxiliaraen los trabajos
de preparacióndel presentevolumen; al que se ha dado ,enverdad
una extensiónextraordinariaimpuestapor el gran número de años
que en su consecuencia
coma que ha de referirse, Ias actividades
prende y la excepcionalimp'ortanciade los descubrimientosreali'
zados a lo largo de tan amplio período; pero que siendo P'ublicaposibilidades,en lo suceción demasiadoambiciosa,para nuestras,
a
ajustadarnente los medios de que
sivo habremosde atenerla más
disponemos.
Por razón del gran número de trabajos originalesque han teniy
do que incluirs'e los años a que había de alcanzarla labor, la secpues
ción de bibliografíano puede ser lo completa que quisiéramos,
producido una m,anifiesta
desp'roporción
entre las dihubiera ello
versassecciones ARCHIVO; :' así hemos atendido en ella, en
de
- 8 -
[page-n-10]
\Y
'primer
lugar a las publicaciones carácter
valencianoy luego a las
de
primordial; y aún han tenido que quedar
de importancia científica
fuera de ella muchasotras r,ecensiones trabajosestim,ables.
de
En la preparación estapublicación,
que
de
apartecolaboraciones
(alguna tan estim,ada
agradecem,os
como la de nuestro Subdirector
Sr. Pericot), nos han prestado,de modo inmediato, decidida ayuda
los elementosdel Servicio m,ás
convivienteshoy con nosotros,señores Fletcher, Vidal, Jordá, Alcácer, Pla y Pascual; rnuy especialmen'te los tres prim,eros,que con esta I)irección integran la Sección
Consejo Superior de InvestigacionesCientíñcas <
Diego
V elázquez>>, Valencia:
en
I. BALLESTER
Director
- 9 -
t'
d,el S. I. P.
rtt
F
[page-n-11]
[page-n-12]
FRANCTSCO
JORDA CERDA
Trabaior del Sorvlclo lnvestigación
de
Prehlstórlca
La Cóva-N
egra de Bellús (Játiva)
y sus industrias
llticas
¡
i
I
r
I
¡
Con .el presentetrabajo intentamoscontinuar la obra empezada
por el inteligentecolaboradordel S. I. P. e infatigableinvestigador
setatrense, D. Gonzalo Viñes Masip, cuya alevosamuerte todos
R.
deploramos (1), dando a conocer los importantesmaterialesque en
sucesivas
cam,p,añas excavaciones
de
{ueron puestos al descubrerto
bajo la comp,etente
dirección de aquél en la Cóva-Negrade Bellús
(Játiva) (2).
La Dirección del S. I. P., al confiarnos
para su ordenaciónlos
materiales,notas e inventarios cariñosamenterecopilados y estudiados por el Sr. Viñes, nos advirtió de lo encijosode la tarea y de
las nruchasdificultades con que tropezaríam,os
para llevar adelante
el estudio de la estación,el cual hoy ofrecemossin pretensiónalguna de que sea considerado com'o definitivo. Para llevar al mejor
término posible la labor encomendada,
hemos procurado compro(1) Véase la nota biográñca que enca,bezael trabajo: Gonzalo Viñes Masi,p,
. Serie de
TrabaJos Varios. S. L P., núm. 6, Valencia, 1942.
(2) Además del trabaJo,de la noüa a^nterior, Viñes presento una coimunicación al IV Congreso Internacional de Arqueología celebrado en Septiembre de
1929 en Baroe,lona. Y G. Viñes,r, en Arctrivo de pre.hüsto,rüaLeva;nüina, ü. I, pág. 11-14. Va,lencia, L928.
-11 -
[page-n-13]
2
FRA,NCISCO JORDA OERTDA
bar y contrastar,siempreque nos ha sido posible, piezasy referencias, ordenandometódicamente múltip'lesy diversasnotas de su
las
excavador.A pesar de nuestrosesfuerzos,queda, sin embargo, e'l
lleno de vacilacioneso se
temor de que nuestro trabajo aparezca
cosasque hay que
resientapor excesode rigidez o esquem,atismo,
peratribuir principalmente a la carencia.dedatos 'e im,presiones
sonales,que sólo se adquieren sobre el terreno, excavandodirectamente, I' que actuandodespuésa través del trabajo lo viviñcan.
y
Esperamosque todos estos inconvenientes la pro'r'isionalidad
despuésde una última
de nuestro estudio puedan ser subsanados
en
campañade'excavaciones el yacimiento que nos ocupa, de cuyos
la
resultadosesperamos confirmación de nuestrosmodestosprrntos
de vista.
I
Y
SU
EL YACIITTIENTO,ESTRATIORAFTAFAUNA
geográficos geológicosde la Cóva-Negrason dey
L,os aspectos
m'asiado
conocidos para que nos ocupemos nuevamentede ellos.
Nuestro yacimiento se encuentrasituado dentro de un área poco
por lo que al Paleolíticomedio se
exploraday menos estudiada,
que se citan dentro de la región
refiere.Ninguna de las estaciones
tan
oriental de la Península ha sido estudiadasistemáticamente;
o
sólo se poseen,acercade ellas, simp{esnotas de p'rospección de
ligeras catas,siendo, por tanto, de todo p'unto imposible un estudio detenido y eficientedel Paleolítico miedio levantino y del problem,ade sus relaciones.
La circunstanciade encontrarseCóva-Negraen el paso que da
acceso, través del valle de Albaida, a las montañas de la zona
a
norte de la provincia de Alicante, desdelos llanos y zonasbajasvalencianas,influyó de un modo positivo en el carácter tipológico
de sus materialesy en el empleo de técnicasvariadas.En conjunto, todo el instrumental lítico podemos considerarlocomprendido
construídos con técnica clactodentro de los tipos musterienses,
--planos de percusión amplios y no prep'arados,
ángulos de
niense
y achelenses.
levalloisienses
rotura obtusos- con débilesinfluencias
[-a presenciade lascaslevallois, aunque en cantidadesinsignificanpor
tes, justificaríap,aranuestra estación,el haber sido clasificada
de(1). Interesa destacar que
Breuil corno
(1) Luis Pericot García:
Barcelona, 1942.
-12-
[page-n-14]
rDE
LA CóVA-NEGRA EELLUS
3
los instrumentosde Cóva'lrTegra
están construídossobre lascasmás
pequeñasque las utilizadas p'ara la fabricación en yacim,ientos
de
características
análogas.
Dentro cle la Península cabría relacionar Cóva-Negra con al'
gunas estaciones Valle del Manzanares (l) y la consideramos
del
estrecharnente
ligada a las estaciones
nordafricanas.
La estratigraÍía Cóva-Negra ya ha sido expuestaen otro lude
gar (2) y con ligerasvariantes,y de abajo arriba es como sigue:
1.' Suelo de la cueva formado por rxargastriásicas.
y
2." -fierras arcilloso-calizas.
Fauna escasa de difícil identificación.Industria pobre en instrumentos
tipos. Nivel D', de Viñes,
denominadopor nosotrosE.
.
3." Capa de tobas. Estéril.
4.o Tierras arcillosas
rosadas.
Industria con influencias
bifaciales, fauna semejanteal anterior. Nivel D.
5.o Tierras areniscas
rojizas con ab,undante
material lítico bien
y restosde fauna importantes clasificables.
y
deñnido
Nivel C.
6.o Tobas de color oscuro en descom,posición.
Estéril.
7.o Limo compuestop,or arcillasrojizas con abundantes
restos
de fauna. Nivel B.
8.' Fuera de la cueva y un poco más alto que la superficiede
la misma, se encuentra un estrato de composición análoga al B
-limo arcilloso rojizo-- del cual parece ser una continurrción
por la fauna. Nivel .4.
tanto por la industria cornro
Además de éstos se encuentran los niveles pertenecientes la,
a
llamada p,or Viñ,es,galeríadel ángulo sudeste,cuyos estratosparegeológicas,
cen coincidir con los B, C y I), ya por sus características
ya por la conform,idad
tipológica del material (fig. 1).
En cuanto a la fauna de la estación,
nos atenemos la cuidaa
dosaclasihcación Royo Gómez (3). Segúnéste,es patentela prede
sencia del Equus cal¡allus
L., Rhino,ceros
merckii Kaup., Sus scro(1) Julio Martínez Santa€lalla:
Itrispánica>, Corona de Ebtudios Sr. 8,. A" Pi., t. I., lfiadridb 1941, pág. 141 y stgs.
Jnteresantes a pesar de sus vacilaciones y constanües rectificaciones son los trabajosr de Pérez de Barradas, cuya, bibliografía hasüa el 1936 puede encorntra¡se
en José Pérez de Barracia.s,
colección BentoD. Anuario de Prehistoria Madrileña, t. IV-V-VI, 90 págs., y
)(XXfX
Ém. Madrid, 1936. Sin entra.r en discus,ión, snbre las a,prreciaciones del
auúor a¿elca deli Paleolítico inferior madri,leño, creemos que la introduceiór¡ de
una nueva terminologÍa, rnás que aclarar problernas, los complica exoesiva¡nente,
Q> G. Viñes, op. cit. en la primera nota.
(3) José Royo Gómez: (Cóva-Negra de Bellús. LI. Relación detallada del material fósil). Serie de trabajos varios, núm. 6, págs. 14-f8. S. L P. Valencia
7942.
-13-
[page-n-15]
FRA]NCTSCO
JOR'DA,OER'DA
Ío L., Cervtts elaphusL., Elephas iolensis Pom., I'elir pardus L.
Y además
indeterminadas Capra,Bos, Ouis aries,Lepus,
de
especies
y Elephas. La p,resencia
Canis, Rhinoceros
del Elephas iolensis,
Rhinoceros merckii y Feliv pardus aseguran un clima cálido de
6u,Nnglu
-
Biit¿r
-
Pl¿.la
e-)
A-r
\
Figura l.u,P[,ant¡
de 18 cuevú
tipo húmedo paÍa la región en que se encuentraenclavadala Cóva'Negra.
Poco interés reviste el hallazgo de un fragmento de bóveda craneana p,erteneciente un ser humano. Sus reducidas'dimensiones
a
y el mal estadode conservación
impiden formrularla menor observación antropológica.El hallazgo,segúnlas notas de Viñes, parece
ser esporádicoy sin relación posible con los materialesde la estación.
En las presentesnotas sólo vamos a tratar de la indusiria lítica
- 1 4 -
[page-n-16]
rD,E
LA COrVA-NEGTRA EEL'LUS
del yacimiento, dejando para otra ocasiónel estudio de los materiales óseos, de los que poseemosuna excelentecolección, esp,ecialmente de huesos aguzados forma de punzón.
en
II
Y
LOSNIVELES SUSINDUSTRIAS
NML
E.-Fué denominado por su excavador con la notación D'; nosotros,para mayor comodidad y en evitación de confusiones,hemos preferido señalarlo com,o E. Está formado p,or
tierras arcilloso-calizas color negruzco, poco compactas. Los
de
restos de fauna, excesivamentefragm,entados,
son imposible de
clasificarcon exactitud en la mayoría de los casosy pertenecena
Equus, Cervu,s,Ovis, Capra, etc., sin que se puedan precisar especies.
;
La industria lítica, pobre en formas típicas del musteriense,
ofrece una gran cantidad de lascasirregulares,de tamaño pequeño,
muchasde ellascon el plano de percusiónintacto y ángulo de fracpreparado
las
tura obtuso, escasean lascascon plano de p,ercusión
(5 por 100 del material del estrato); en cuanto a tip'os y formas
puedenencuadrarse siguiente
dei
,modo (fig. 2):
Figura 2.uN'ivel
_-15_
E
(T¡m. n¿t,)
[page-n-17]
6
SRAINLCISCO
JoRDA 'CTERjDA
Puntas: Aparecen dos variantes' unas de tipo pequeño, form'a
con p'érdidadel plano de percusión
triangular y base adelgazada,
la mayoría de las veces sólo presentan retoques en uno de los
;
sobnegrandeslascasde contorno
(núm. 1); otras,.labradas
bordes
y
plano y bulbo de percusión' adelgazados
triangular asimétrico,
en los dos'
retoques en uno de los bordes, raram'enie
Raederas: Son abundanteslas talladas sobre lascasgruesasde
pequeño ltamaño, con borde de línea irregular debido a lo rluro
del retoque (núm. 2), casi todas ellas presentanla p,artebasal ¿delgazada.O'tro tipo, más escaso,lo forman raederas sobre lascas
de línea irreguárrrrd", de seccióntriangular, con borde convexo
por lo general está lilar e intenso retoque, uno de sus extremos
geramenteapuntado, los p,lanosde percusión tienden a desaparede
cer bajo el intenso retoquer rebajado (núm,' 3)'
Bien se construyenen extrem'ode lascao se aproRaspad'ores:
vechan lascasde desbastamiento(núm. 4\, tendiendo a adoptar
formas redondeadas.
(núBuriles: Son poco típicos y escasos;el que rep'roducim'os
mero 5) pudo haber sido utilizado como rasp'ador'
Entre las piezas consideradascomo taladros o perforadores,
por
y
abundan las talladassobre pequeñaslascas caracterizadas una
fnúm. 6).
punta poliédrica que se aguzaen uno de sus extrem,os
NIVEL D.-Descansando sobre una ligera capa de tobas estériles se encuentra un estreto formado por tierras p'redom'inantemente arcillosasde color rosado. Los restos de fauna encontrados
en él difieren en poco cle los del nivel anterior, aunque el clima
puede ser mejor definido graciasa la presenciadel Felit parfutsL.,
que indica una temperatura de tendencia cálida'
La industria, aunque pudiera derivarse sin grandesdificultades
técnicasy tipológicas,
de la del estrato E, dadassus características
p,resenta
formas nuevas,que hacen pensar en la aparición de nuevas influencias.L,a rnayor parte del mraterialestá tallado dentro de
sobre pequeñaslascas,presentandoun déla técnicaclactoniense,
bil punto de contacto con la industria bifacial. E,l conjunto del esde
trato podría ser considerado como un m'usteriense tendencia
con el Tay
tayaciense podríamos encontrarle ciertas semejanzas
y"cienr" II o superior del valle del Manzanares (1). El m,aterial
tipos :
(ñg. 3) podemosagruparloen los siguientes
(nrim. 1), tallado toscanrente
Hachas: Existe un solo ejemrplar
por ambascaras,con amplios planos negativosde lascado; la base
Siri" ruuoMartinez
Santa-Olalla:
oP. cit'
.16-
[page-n-18]
LA COV,A-NEGR'A
D,E EELI"US
,ofNffi
W ;-'r^
Figura 3,a---.lNivel D
(Tam.4/5)
apar\ece deprimida y en el ápice, en vez de punta, aparece una
arista transversal al plano de simetría de la p'ieza. No creemos que
d e r i v e d i r e c t a m e n t e d e l a i n d u s t r i a a c h e l e n s ey s o l a m e n t e l o c o n s i deram,oscomo un recuerdo muy alejado de ella.
-17 -
[page-n-19]
FRA"NcISCOJO,RD,A
CERDA
Puntas: Por regla general son de pequeño tamaño (núm.2),
siendo excepción Ias grandes (núm. 3). Todas ellas son de forma
triangular asimétrica y presentan la base ad,elgazada.
En gran nú,
mero de ellas observamos una modalidad técnica, que se,repite
con frecuencia en las industrias de los estratos superiores de la
c u e v a ; t a l e s l a a s i m e t r í a d e l a p u n t a a c o n s e c u e n c i ad e l a i n c l i nación del plano basal, formándose así una prorninencia angular,
las m,ásde las veces con una ligera depresión o fnuesca en la parte
inferior del borde exterior. Todo ello creemos que respondía a
facilitar el enmangamiento de la pieza. Por nu,estraparte, pensamos
q u e t a l m o d a l i d a d t é c n i c ac s u n o d e l o s t a n t e o s p r e v i o s a l a c o n s trucción de Ia punta pedunculada.
R a e d e r s s : P r e s e n t ad o s t i p o s : l a s p e q u e ñ a s ,c o n r e t o q u c f i n o
y b a s e d e p r i m i d a , y o t r a s , f a b r i c a d a s s o b r e l a s c a sg r a n d e s c o n b o r de irregular y convexo (fig. 3" núms. 4 y 5).
R a s p a d o r e s : S o n e s c a s a sl a s p i e z a s q u e p , o d r í a m o s c o n s i c l e r a r
como tales dentro de este nivel, siendo los más corrientes los tallados en extremo de lasca (núm. 6) y algunos tienden a adoptar ia
form,a discoidal (núm. 7).
Junto a buriles poco defrnidos y perJorqdores poco típicos, apar e c e u n a g r a n c a n t i d a d d e l a s c a s g r a n d e s , m , u c h a sd e e l l a s c o n . r e _
toques, pero de uso poco definido ; su única cosa común psrece
s e r l a e s t r e c h a ' d e p e n d c n c i ac o n l a t a l l a c l a c t o n i e n s e
NML
C.-Formado por arenas rojas con algunas graves, es
de más interés arqueológico que los anteriores. Su fauna se comp o n e p r i n c i p a l m e n t e d e é q u i c l o s ,c é r v i d o s y b ó v i d o s , r e v i s t i e n d o
especial interés distintos restos de Rhin,oceros merchii. Kaup. y
E l e p h a s i o l e n s i sP o m . ; d e e s t e ú l t i m o p o s e e m , o s n m o l a r e n p e r u
f e c t o e s t a d o d e c o n s e r v a c i ó n .E l c l i m a e n r a z ó n d e l a f a u n a d e b i ó
ser temperado y bastante hrímedo.
Para 1a cronoiogía de nuestro yacimiento y especialmentc del
estrato que nos ocupa, la existenciadel E. iolensistiene grarr:imr
portancia. Este, definido como una especie de elefante enano,,es
c o n s i d e r a d o c o m o e l s u c e s o rd e l E . a t l a n t i c u s e n A f r i c a d e l N o r t e ,
donde se ha señalado hasta ahora su área de expansión, lcrey'éndose que proviene de Sicilia. El E. iolensis parece ser que vivió
d u r a n t e l a ú l t i m a p a r t e d e i M o n a s t i r i e n s e ( t e r r a z a sy p l a y a s d e 1 5 'Würm,
20 m.) o a últimos de la glaciación de
según la cronología
alpino-glaciar. Con ello, nuestro nivel C sería contemporáneo del
final del musteriense típico europeo, con el cual tipológicamente
parece corresponderse.
Intlustria iítica.--Puntas (ñg. 4) : Son muy raras Ia de forma
-18_
[page-n-20]
'LA CO,VA.NEGR,A
¡DE EELiLUS
9
romboidal (núm. 1) y m,ás
frecuentes triangulares,
las
entre Ias que
distinguimosvarios tipos : puntas p,equeñas
con el plano basal
oblicuo al eje de simetría(núm. 2); con baseligeramente
deprimida (núm. 3) o redondeada(núm. 4) ; puntas alargadas,isoscélicas,
con baserectay deprimida (núms. 5, 6 y 7) o redondeada,
dejando
i$\
lill
w
N
\
\
\
\
t l
il
Figura 4.a-{.{ivel
-1 9 -
C
(Tam. nat.)
[page-n-21]
1O
ñRrAiNlorsc'ó CER'DA
JóRóA
a salvo el plano y bulbo de percusión (núm. 8). La núm'ero9 rep'roduce una punta gruesacon plano basal oblicuo, su bulbo ha sido
rebajadoy su plano de percusión retocado con posterioridad (número 9).
Raederas: Es el tipo de instrumento más abundantey variado.
Entre las construídassobre lascagrande se encuentranunas con el
borde recto o ligeram,ente
cóncavo; la parte basal ha sido deprimida; éstas,más que raederas, se asemejana grandes cuchillos, y
(fig. 5, núm. 1) ; otras ofrecen el
como a tal podemos considerarlas
Fizura S.'_,Nive,l ,C
.,am. zl..\
borde convexo(núm. 2\ y en algunas apuntauno de los extrcmos
se
(núm. 3). Respecto las de tamañop'equeño formasson tán vaa
sus
siendo los tipos más
riadasque se resisten uná sistematización,
a
frecuenteslos construídossobre lascagruesa,con el borde recto y
la parte basal deprimida.
Cuchillos: Dentro de estarúbrica incluímosuna seriede piezas
construídas,casi exclusivam,ente,
sobre hojas delgadas,todas ellas
retocadocon tendenciaa curvar ia
con un borde intensay ñnamiente
parte de borde correspondiente un extremo, form'ando un ápice
a
(fr9. 6, núms. 7, 2,3 y 4). En este tipo podríamosencontrarel antecedentede Abri-Audi y Chatelperron.
Escoplos : Denominam'osasí a unas p'iezasde forma trapezoidal
con retoquesen los lados no'paralelos; la base menor aparecedisy
retoques la mayor biselada.
minuída por intensos
En la terminología francesase denomina corrientemente a este instrumento tranchet, término que creemoshaber traducido de un modo apropiado,
-20-
[page-n-22]
I
1l
tDE BIELLUS
LA CO]VA.NEGR,A
&
F3
U
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iV)
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ffi
Figura 6.a-Nivel
-2t *
C
ffi
,W
(Tam. nat.)
[page-n-23]
12
FRANCISCO IORDA OE,llDA
ya que el instrumento,por su forma, se acercamucho a los escoplos
(fig. 6, núms. 6 v 7).
actuales
Buriies: So poco variadosy, por lo general,reproducensiempre el típico buril lateral (fig. 6, núm. 8). El número 9 reproduce
un buril semilunar.
por lo general, extremode lasca,
en
Raspadores:Se construyen,
son de tamaño pecon formas v tipos variados,y corrientemente
clueño(frg.6, núm. 10).
Taladros: Algún interés ofrecenlos taladroso perforadorescon
en
salientepoliédrico,como los reproducidos la figura 6, números
13 y 14, que repiten un tipo frecuenteen el yacimiento y que posi'
como buriles.
blementefueron utilizaclos
Perloradores: Reproducenun tipo corriente (figura 6, números 11 y 12).
Hoius: De gran interéses la hoja reproducida(fig.6, núm. 15)
sobre lasca alargada,que conservael bulbo y plano de p'ercusión,
que presentael borde derecho intensamente
retocado; parece rota
dentro
en su parte superior. Su encuadramiento
intencionadamente
pequeñoscuchillos parecepoco preciso.
de
Puy¡tasd)etiFo miuolítico: Hemos dejado para lo últirno la
de
descripción dos puntitas, verdaderosmicrolitos, una de ellas
(fig 6, núm. 17) es una punta triangular alargadasin retoques y
cs
con el ápice roto; su sección triangular:'la otra (núm. 16) es de
retoquesde rebajado.
en
forma cval y presenta la basenumerosos
NML
B.-Separado del anterior por una capa de tobas en
descomposiciónse halla un estrato formado exclusivamentepor
limo rojo, en cuya superficiese encuentranalgunasbolsastobáceas.
Su fauna se compone de Equ,uscaballusL., que aproximadamente
constituyela mitad de los restosanimales,siguiéndoleen intporOvis, Bos, Sus, algunosrestosde Rhinoceros
tanciaCervus, Cap,ra,
mercbii Kaup. v otros atribuídos a 0ánidos. La industria lítica de
típico muy evolucionado.Son
estenivel pertenecea un musteriense
y
a
notablesen él la'apariciónde tipos semejantes los africanos la
del Paleoapariciónde ciertos tipos que p,reludianpiezasy técnicas
lítico superior. El material puede ser distribuído del siguiente
modo:
Puntas: Los instrumentosde forma triangular abundan en este
nivel con gran variedad de tipos. En casi todos ellos las baseshan
Continúan apareciendolas puntas de base horisido adelgazadas.
en su
zontal (fi1. 7, núm. l), si bien es verdad que m'ás rob,ustas
(núy
parte media, y los tipos de baseredondeada forma isoscélica
y
2,3y 3 a). Debella facturason las puntasgrandes robustas,
merós
-22-
[page-n-24]
IDE EELLUS
LA COVA-NBGR,A
13
inclinado con re*pectoal eie
de bordes curvos y plano de p'ercusión
de simetría (núm. 4). El ejemplar que reproducimospuede compararse con el publicado por Breuil e.n la Serie 3 de Clacton-onestá.plenacon tipos africanosaterienses
Sea (1). Las semejanzas
pedunculadas; sin
m'ente demostradacon la aparición de puntas
embargo, los.tipos de Cóva-Negra no son tan típicos y logrados
un
como los de Africa del Norte. Reproducimos ejemplar (núm. 5),
que es clara la iniciación del pedúnculo, y otro (núm,.6) más
en el
logrado, aunque de técnica más pobre. Más importancia revisten a
nuestro entender d,ospuntas pequeñasy alargadascon pedúnculo
(núms. 7 v 8) por su parentesco
de
con otros ejem'plares la estación
La Ferrasie (2).
de
francesa
Puntas de lanza: Bajo esta denominación comprendemosinpuntas de mano, p,uescreemosque tales instrucluso las llam,adas
La
mentos debieron ser utilizados enmangados. creenciade que los
con la
líticos se utilizabancogiéndolosdirectamente
instrumentos
pues salvo raras excepciones m,ango
el
mano, debe ser desterrada,
con el instrum'ento. La figura 7, número 10, rees consubstancial
produce un bello ejemplar de punta de mano musteriense,cuya
conservandoel bulbo de
base ha sido pacientementeadelgazada,
percusióny restosdel plano, el retoque es intenso y fino en am,brls
bordes. D'e gran rudeza y con apenasretoque es la reproducida en
y
el número 11. Otro tipo, elegante fino (nírm. 12), se construye
sobre lasca alargada,con intenso retoque y base adelgazada.
de
Rqeders.s,;.' siempreel instrumentoque m,ás.variedad forEs
p'resenta el más num'eroso.
y
los
mas
Son característicos bordes cury
vos y convexos
con retoquem,enudo cuidado; en cuantoa los,tipos continúan oscilandoentre los construídos
recias,
sobre lascas
que se asemejana grandescuchillos (fig. 8) y los tallados sobre [asy
cas p,equeñas gnresascon borde retocado de línea variable.
Cuchi,Ilos: Se construyen sobre hoja alargaday robusta, llevando sólo reto,queen uno de sus bordes. Los que reproducimos
( f i g . 9 , n ú m s .2 , 3 , 4 , 5 , 6 y 7 ) d e r i v a d o s e t i p o s i d é n t i c o s e l n i v e l
d
d
podrían ser tenidos en cuenta p'arala evolución tipológica
antcrior,
hacia las form,asiniciales del auriñaciense(Chatelperron).
los
Raspadores: Son frecuentes construídosen extremo de lasca
(1) Breuil, Henri:
toniem). Préhistoire,
núm. 58.
(2) Peyrony, D.:
París, 1934, 92 págs.
Vid. pág. L47, fr.g.7,
t. I, fasc. II. Paris, 1932,págs. 125-190.
(La Ferrasie>. Extr. de Préhistoire, t. III,
Vid. pág. 72, fre. 9, núrns. L J¡ 2.
-23-
fasc. uniqu-^.
[page-n-25]
FRANIoISC,OJoRDA OERDA
ffi(w
ffi
Figura 7.a__{.{ivelB
(Tam. 4/s)
lf.9. 7), alguno de ellos tallado delicadamente
(fig. 9, núm,s.8, 9 y
l0). Son tipos extraordinarios
dentro de este nivel los raspadores
de
tipo cónico (núms. 7l y I2), de los cualeshay varios ejemp,lares,
y
los de forma aquillada (núm. 13). Ello üiene a confirmar que nos
ericontramosen un nivel de transiciónal paleolítico superior.
-24-
[page-n-26]
,LA COVA-NEGRA.,DEBELLUS
l5
Bwiles: Son los más corrientesy abundantes
los buriles laten-
"'f:;:"::^;)!l;":
p,resenta lascagrande
cierro inrerés
una
(frg. 9, núm,. 1), que presenta dos b,ordesop'uestosretocados, uno
convexo y el otro cóncavo. La m'uesca producida por el retoque
'Figura8.'
Nivel tB
'(Tem.zl3)
.
t
cóncavono tiene una utilización bien deñnida; es posible que haya
servido como alisadorde palos para enmangarpuntas de lanza o de
flecha.
NIVEL,4.-Es
un, estrato anómalo y confuso.Geológic¿rnente
está en relación estrechacon el nivel anterior, ya que está formado
por los mismos lirnos arcillosos de carácterfluvial y de color roiizo
que hemos visto que integran el nivel B. Su fauna se com'pone de
équidos y p'equeñoscérvidos, casi exclusii'amente. La única diferencia notable estriba en la mayor altura alcanzadapor el actual
nivel sobre el B, encorrtrándose
situado al exterior de la cueva en
la rarnpa de acceso.Los materiales líticos,son derivados de la etapa
anterior.
Puntas: D,entro de la de form'a triangular asimétricay de las
_25_
[page-n-27]
16
F R A N , C I S ' CJ O R D A C B R D A
O
ffi@ffi
ffiffiw
Figura 9.a-Nivel
B
lTam. -1¡5)
*26-
[page-n-28]
'DE BELLUS
LA COVA.NEGR,A
l7
pedunculadas(fig. 10, núms. 1, 2 y 3) apareceotro tipo que deno-
ffi
ffi
w@
@w
rFigura l0.a-Nivel
( T a m .4 / s )
por
minamosde pedúnculolateral (núms.4, 5, 6 y 7) caracterizacias
un ensancharniento uno de los ángulos basales.Las números 8
de
y 9 pueden ser consideradas
como puntas sobre hoja alargada.
. Raederas: Constituyen aproximadamentela tercera parte del
materialdel estrato,siendo todasellas de tamaño reducido.Fabricadassobre lascas,su retoque es fino y predominando los bordes
']'odas
rectosy convexos.
ellas presentanla basedeprimida y un ex-27 -
[page-n-29]
FRANCISCO JORDA C;ERDA
18
tremo apuntado (fig. 10, núm. 10). Un tipo interesantees el reproducido en el número 11, pieza mixta, raed,era-p,erforador,
conseguida haciendosaltar una lascalateral en uno dg los extremos.
Cuchillos: Son fácilmentedistinguiblesde las raederas
por estár
presentansiempre un b,ordeintensatallados sobre lascasdelgadas,
m'enteretocado.Reproducimostres tipos (fig. 11, númrs.
7,2 y 3).
\.-\-'-:--'-
W
+
'ftgura ll.a-N,ivel
,A
(Tam. 4-15\
Hoias: Clasificamos a una serié de piezasconstruídassobre
así
lascaalargada,
con retoque cuidadoso,que en algunosóasosnos recuerda la técnicaesbaikiense,
como ocurre con Ia pieza número 5
(fig 11), que podría ser tenida en cuenta como pr'ecedente la inde
dustria solutrense.Con ello se fortalecería la tendencia actual de
p'arael solutrenseun origen africano (1).
s'eñalar
Raspadores: Aparecen definidos claram,ente
cuatro tipos : en
extremo de la-sca,
discoidales,
cónicosy piramiCales(fig. 10, números 12, 13, 14 y 15).
(1) Luis Pericot:. Consejo Superior de Investigacio
nes CientÍficas. I¡rsiituto Diego de Yeláz,qttez. Madrid", 1942. Ernesto Ji¡nénez
Navarro: (Nueva Esta¿ión Pa,rpallen-sro. Ana.les del Cenüro de Cu,ltura Val.enciana, VIIf, nurn. 23, pqig. 144. Valemcia, 1935. D. fletcher VatrLs: ¡
PaleolÍtico superioD, S. E. A. P., t. 16, 1941, Madrid,, pág. 80.
-28-
[page-n-30]
CÓVA-NÉ,GRA,D'E
.BELLUS
l9
Buriles: Aparte de los lateraleshay otros tipos de pequeño tamsño (ñg. 10, núms. 16 y 17) que pudieran también ser considerapuntas pedunculadas.
Otro tipo se acercamás
dos como p'equeñas
a la form,acorriente de los perforadores(ñg. 10, núm. 18)
III
CONCLUSIONES
A grandes rasgos hemos presentado los principales aspectos
técnicosde la industrialít\ca de la Cóva-Negra.Com'o hem'osdicho
al principio, todo este panorama tiene un carácterprovisional; por
que podamos establecer
han de encontrarse
tanto, las conclusiones
sornetidasa revisión tan pronto. como una nueva excavacióndel
yacim,ientonos facilite mejores elementos de juicio y se llegue a
superar la actual estratigrafía.
Tal como conocemoslos materialesy estudiadosdel m'odo ya
expuesto,podemos decir :
1.o Que los dos niveles inferiores provienen con toda seguridad
con la dcl Tadel Tayaciensey su posición puede corresponderse
yaciense del valle del M,anzanares.
II
2.o Que el nivel C representaun musteriensetípico, que cro'
nológicamentees un poco más tardío que el'europeo.
típico evolucioun
3.o Que el nivel B representa. m,usteriense
le acercanpor una parte a Europa (senado, cuyos tipos nuevos
al
mejanzascon La Ferrasie) y por otra lo ligan estrechamente
Africa del Norte (puntas de pedúnculo).
la
4.o Que en este r'rismo nivel observamos aparición de nuevas
y
(rasp,adores hojas) que lo enlazancon los primeros tiem"
formas
pos del Paleolítico superior.
5.o Que lo que hemos denominado nivel A podría constituir,
se
dentro del área levantina, una etap'aque cronológicamente coinferior, fase ésta que no ha sido
rresponderíacon el auriñaciense
con claridad en I-evanteni en el área sur de la Península,y
señalada
una cultura rnusteriformecon
6.o Que este conjunto representa
en
influenciasauriñacienses la que probablementese dibuian atis'
bos presolutrenses.
-29-
[page-n-31]
[page-n-32]
,
JUAN PORCARRIPOLLES
lnteipretacio sobre el arte rupestre
nes
. Más que a mi entusiasrlo por la arqueología Í,té debidol a mi
profesión.como pintor, el que la sociedad.castellonense
de cultu. ra me invitaseen 1934a colaborarcon los profesores
Breuil y obermaier para'laobtención de los calcoscopiasde las pinturas rupestres
descubiertasporD.GonzaloG.EspresatienAresdelM.aestre:
' La realizaciín de las
copias de estos conjuntos me fué conñada
oficialmente,bajo la dirección científica'del Dr. D. Hugo
oberrnáier, el cual consideió de gran interés que, junto
l,ó, carcós
"oo
copias,figuraseen dicha Mernoria uri capíturo de mis impresiones
sobre dicho arte, siendo esta ía primera vez que un profesional
de
la pintura toma parte en emrpresas estecariz.
de
Es opinión de algunosarqueórogos
que el artista,o dibujante de-.
signado itarala realizaciín de estascopias, es conveniente sea indi-.
ferente a,estosestudios;y mucho mejon si tal indiviiuo desconoce
las especies
zoológicasque habitaron estosperíodos, con el fin de
Que dé una m.ayorexactitud del objeto existente.En cambio, otros
opinan lo contrario; es decir, que el copista no soramen conozca
te
dicha fiauna,sino que tenga un interés vivo por estos estudios.
'
La clase de trabajó que se les exige a los que en tal plan actúan,
es solamenteel limitarse a''copia, *n l, *á*i*,
estas
pinturas en'el mismo sitio donde se encuentran,.sin
"""Jir¿
subjetivismosde ningún género.Ahora bien, esto que parecetan sencilll, nos
depara delicacios
problemasen la realidad:
;
1.o Porque el desdoblamiento un calco,,
de
sácadode.una süper'ñcie
áccidentada
produce desvirtuamiento de formas si se ¡s[2r6
sobreel plano'regulardel papel; y
_31 *
I
[page-n-33]
2
.RIPOLITES
tUAñ PO,ftCA,R
2.o Porque parte de estaspinturas han llegado a nuestra época
más fuerde
en percepciónrnuy difícil, teniendo necesidad acusarlas
clarasen la edición.
temente con el fin de hacerlas
Particularidades
estasa resolveren el sentido de que, en mi opiirión, no pueden confiarsea un simple aficionadoal dibujo.
TECNICAS
Las escuelas
a
composicionistas, quien deben su paternidad las
escenas
bélicasy cinegéticas Morella la Vella; Araña, Valltorta,
de
Dogues y Gasulla, acusan una tendencia miniaturista acentuada;
paraleloscon otras
particularidadestaque hace puedan establecerse
artes similares, que aunque pertenezcana épocas distintas, presentan análogos sistemastécnicos de realización. Así, pintar de manetratando de representarlas formas con una
ra directa v espontánea
por medio de trazos sueltosde pincel, tal como se percibe
sola tinta
en todas las artes de tipo caligráñco valga, por ejemplo, la aplica;
ción decorativa en la cerámica, las aguastintasindochinas sobre sederías,etc., etc.
Si intentamos analizar comparativamentelas clases de técnica
que presentanlas artes de pintura de este tipo, observaremosque no
habiendo entre ellas contaminación o influencia alguna, ofrecen todas en común un sistematismo
análogo debido a leyes de mecánica
e intuición en el oficio, esto es, un habilidosojuego de trazos hecho
con gran maña por la práctica alcanzadaen tal ejercicio.
La danza de arqueros del Civil y Ia escenabélica de Morella,
por la claridad conceptualen la descripción,así como por la seguridad y eleganciade su trazado, pertenecena escuelasde depurado
estilo, creadas el curso evolutivo de largos períodos. En estas
en
épocasel estudio de sus técnicasy trazadosdebe formar parte principal en la investigación científica de este arte :
l.o Porque en la realización de las calcos copias se cuidará de
dar similitud de factura en el trazado.
de
2.o Porque tratándosede un arte con características tipo impresionista,el análisismorfológico de los trazosconduce a sopesar
la capacidadtécnicay conceptualdel pintor, sirviendo esto de base
para definir lo substancial la interpretación.
en
y
3." Porque con la estructuralidad contextura de los trazos, se
sirve el profesionalpara acusarla calidad de las cosaspintadas; y
que presentaneste
4." Porque muchasde las formas estilizadas
tipo de artes,deben su origen al sistematismo
formulado en las técnicasen sus comienzos.
-12-
[page-n-34]
IiNTETR,PRIETACTIO)NIES
SOERTEEL ARTIE RtJ,pES'tRE
La pintura que reproducimos en la frg. l, representa unhaz cuya
trayectoria curvada acusa en ambos extremos cinco fugas de trazos,
quedando vinculado por su factura el desliz de cada uno de
estos
trazos,
Técnicamente, el pintor, para realizar en esta pintura cada uno
de los cinco palos curvados, ha tenido necesidad de humedecer tres
o cuatro veces el pincel para trazar cada palo, a consecuellcia de la
absorción de color en la pared rocosa. Y conceptualmentese sirvió
del sistema oblicuo de rep'esentación de este arte, para acusar al
haz una posición horizontal, descansando el dorso del mismo sobre
el propio suelo cartográfrco. De esta manera, apoyando la tesis sobre las característicastécnicas del trazado, lógicamente podemos interpretar esta pintura como representación de un
(armas) de técnica torpe>.
Representa Ia pintura de la fig. 2, un par de arqueros que amistosamente cam,inan hacia un lugar determ'inado de su paisaje. El
auto'r, por medio de unos ñnísimos trazos, acusa en su tocado apéndices de formas varias que cmanan o se clavan en senticlo perpend i c u l a r , e n t r e u n a e s c o t a d u r aq u c d i v i d e e n d o s p r o t u b e r a n c i a sb u l bosasla parte alta de la cabeza. En su parte anterior, en región submentoniana, aparece una silueta dentellada con tiazos a manera de
-33-
[page-n-35]
rRnpOIrt_]ES
rpORClAtR
J,UAIN
4
que ora recuerdanmechonesde pelos, ora resaltancon
apéndices,
vigor rasgosfaciales.El resto de las dos figuras está descrito con
hábil juego de trazos de extraordinariavibración dinámica, en url
Frigurs 2.4
@J
rj1t::ff:
Resulta, pues, temerario, por
arabescode conjunto im'presionista.
su técnica,conceder'valor esencialantropológico a esta airosa pareja de arqueros.
\¿t
Figura 3,a
*
en
Ot.o ejemplar de arquero, con fisonomía facial,se representa
la pintura de la fig. 3,.fisonomíaclebidaa combinaciónrecíprocade
trazos. Así, el investigadorque cónozcaeI tipo de esta clase de ar-
-8+-
[page-n-36]
INTERFRETA¡OIONES
SOBRE EL ARm RUPESTRTE
6
i.;'F,*t*s ¡z,susparticularidades técnicas, no tratará de analizar el áni gulo facial que presenta su bóveda craneana.
.rit,.La,ointura dada en la fig.4, pertenecea uno de los tipos de es-
\
Figtua 4.¡
cuela impresionista, mtry-expresiv-os,
pero de técnica algo rud:i. Los
trazos del manojo de flechas que lleva en su mano izquierda, acusan formas lanceoladas marcadafactura profesional,por lo que
de
debemossuponer que, a pesar del acentuado deterioro ie erosión
estalagmítica, existen en toda la figura fragmentacionesque deben
su forma al trazo prinlitivo, de cuanto se pintó.
Este arquero'. negre manganeso,forma 'el centro de una alineación en Ia retaguardia de la escenabélica existente en-el abrigo novéno de Ia Mola, en Qasulla. Lo hemos forzado a salir de su formación para este análisis, ya que u¡ acción rituál de llevar las ermas a
lb Alpera, así como el emplazamiento que ocupa con respecto a
-s5-
[page-n-37]
6
JUAN PÓRCARRIIIFÓLL,dS
Civil y Dogues,nos revela su preeminencia,nos descubre ser un
que actúaalto personajey muy principal en el escenario
de cortejo, que ftguran en el original,
De los cinco compañeros
este arquero, como antes dijimos, figura en el centro de la compoirónicos,siendosólo estepertodos con rasgos
sición, apareciendo
Señalemos
mejor definidos.
relativamente
sonajeel que los presenta
la particularidadde que su cara tiene un notable parecido con el
de
de
viejo sentado la barba,segúnlos calcosde Durán y Sampere,
de la Valltorta.
del
la cuevade la Saltadora barranco
Figura 5:a
j H a n s i d o , a c a s o , e s t o s r a s g o s f a c i a l e sp l a s m a d o s e n e l s e n t i d o
solemne del retrato? En mi concepto creo responden por su técnic a i m p r e s i o n i s t a , a u n a a p a r i e n c i a c o n v e n c i o n a l a c u s a d ap o r e l p i n '
tor rupestre en su deseo de representarlo por medio de trazos arbitrarios, pero afines en forma. Es decir, un paralelo con el l¡¡'presionismo modernista de nuestro tiemÉo, el cual se sirve de trazos complementarios de color para representar la luz en apariencia sobre
los objetos, mientras los pintores del paleolítico lo confiaban c las
f o r m a s d e e s t o s m , i s m o st r a z o s p o r e s q u e m a .
En las pinturas reproducidas en las figs. 5 y 6, vemos respectiva-
Figura 6.a
y
la
mente acusada calidadmaterialde los objetos; así, la cestita el
que Ia estructura del trazado describela contextura
carcajindican
del tejido. Asimismo podemos apreciaren las miniaturasde jabalíes
en
existentes Cueva Remrigia,trazos en sus respectivoslom'os mediante los cualesel pintor trata de expresarlas hirsutas cerdasdel
animal.
en
Sobre este mismo particular señalemos el gt'an catrerista de
-36-
[page-n-38]
INTBRIFRE.IAiCIIoNIES
SoIERE EL AIRT1E
RUF.ESTIRE
7
la ñg 7, de Cueva Remigia, cómo no puede considerarse
casuística
la simetría de fallos y trazosque presentael tal !ndividuo en la región postero-rotuliana ambas rodiilas, sino al juego de trazos
de
propuesto deliberadamente
por el artista para acusarlela clase de
indumentos estaparte, segúncostumbre
de
inveterada.
Hcmos escogidola pintura de la fig. 8, como el prototipo de
arquero de trazado caligráñco.Lo esencialpara este artista cazadr¡r
Fi$lra
8'a
no ha sido la bellezaplástica,sino el representar acción de un
la
blanco seguroen el objetivo deseadoy esta acción realista ha sido
estilizada
con tal simplicidad trazos,que un revestimiento
de
muscular Ie convertiría en decadente.
-
a4
dt
-
[page-n-39]
[page-n-40]
LUIS PERICOT
Trabalos del Serviclo de InvestlgaclónPrehlstó¡lca
La cueva de la Cocina(bos ñguas)
NOTA PRETIMINAR
I
DrscnlpctÓt¡cENERAL
En la cueva de la Cocina hemos realizadohastael presentemoA
de
mento, cuatro carnpañas excavación. pesarde ello, y por dipodido term,inarsu estudio. El
no
versascircunstancias, hemos
los
gran interés que p,,resentan hallazgos,nos mueve a dar hoy una
de
de
reseñap,rovisional los mismos. La comp'lejidad los p'roblemas'
que plantea,exigeuna áiscusión
más amplia y al mismo tiempo las
dimensionesde la cueva permitirán ulterio'res comprobacionesde
hasta ahora'
los resultadosconseguidos
de
Situación.-l,as últimas estribaciones la Sierra Martés hacia
acompañanal Júcar, que se ha ab,iertop'aso
llanos valencianos,
los
por ellas entre gargantas impresionantsgrandqza.Forman aquéde
llas el último escalónde la meseta,.muyp'róximo ya a la llanurra.
Mientras a la derechadel Júcar se halla el pico de Carochey muea
la de Bicorp, con sus estribacignes, la izquie'rdaestán las sierras
y Caballón, que van desdeDos Aguas hastaTous, Llombay
del Ave
un
y Catadau.En su vertiente m,eridionalse fo,rm'a valle alto (entre
400v 500 metros de altitud), denominadoLa Canal, Y For el que se
desdeDos Aguas
p,uede
transitar hastaTous. A la Canal se asciende
horá de m.alcarnino de herradura, subiendo hasta530 meen una
tros, teniendo a los p'ieslos barrancosque van a parar al Júcar, cerca de la Central Hidroeléctricade Millares. En La Canal se encuen-
-39-
[page-n-41]
2
LUüS FERICOT
tran corrales y casasde habitación temporal, olivares, algarrobos,
viñedos y algunoscampos de trigo. Su parte más próxima a Dos
de
Aguas, clonde existen las estaciones que nos ocupamos,está limitada por el lado Norte por las alturas de La Rábida y el Cabaque van a sumrarse Falón, toal
llón, y p,orel Sur por los barrancos
y que de,s,gmboca el Júcar, o direcen
rrente nacido en Dos Aguas
tamente al mism,orío.
Estos barrancos forman naturalrnenteuna compli'cadared de
con numerosos abrigos. E'n uno de
hondonadasy despeñaderos
que nace frente la Casa de Cifre, se encuentrael
estos barrancos,
C.into de las Letras, abrigo que contiene curiosaspinturas naturalistas de estilo levantino. La Casade Cifre se halla ef el centro de
La Canal y a unas dos horas y media de cam'inodesde Dos Aguas'
estála Casade Valle (a 415
de
Dos kilómetros al Sudeste dicha,casa
junto a un pino centenario que ha servido de
metros de altura),
cobijo al carnpamento de los excavadores.Allí mismo ernpieza la
barrancadaconocida con el nombre de Barranco de la Ventana, que
termina en un precipicio sobre el Falón. En su zona frnal, en la p'ahoradada por la rentama de que recired derecha la peñ'aap'arece
,
be nom,breel barranco, Y etr un abrigo junto a ella, aparecenpinturas en parto de estilo levantino naturalistay en parte esquemático.
En estebarranco,y en un recodo del mismo, a una distanciade
unos 250 metros de la ventana,y a 15 minutos de camino de la Casa
de Valle, se abre la cueva de la Cocina. Su altitud es de unos 350
metros sobre el nivel del mar.
,
Aspectode lq cueva (frg. 1 y lám..I-A).-La cueva se abre al nivel actual del barranco, frente a :opudos algarrobos y matas de
una amplia abertura,de 12 metros de longiturl,
adelfa,presentando
p,erode altura muy baja (unos 3 metros), disminuída hoy por Ia pared toscaconstruídapara encerrarel ganado.Su interior mide aproximadamente20 por 15 metros y ofreceun doble desnivelcon lomo
hacia la entraday hacia el fondo.
en la parte central y clescendiendo
por el estiércol o sirle, resultado de
El suelo aparecerecubierto
encerrar los ganadosde cabras, constituyendo éste uno de los
más molestos obstáculosde la excavación.Abundantes losas caí'
das del techo y de las paredeslateralesafloran en la superficiey,,
com,o la excavacióndemostró, ocupan buena parte del yacimienhincada como un menhir cerca de la en'
to. Una piedra apa'rece
tradai otra presentauh grabadocruciforme.
En la parte del fondo y junto a la pared Norte, se abren galerías de difícil accesoy que muestiran señales de haber sido utili'zadas como refugio en tiempos mrodernos.Una losa colocada a
_40_
I
I
[page-n-42]
LA CUEM
rDrELA COC,INA (DOS AGU'AS)
D
Figura
l uPllant8
y secciones de l¡ rCíueva der la Cocina
-41 -
[page-n-43]
'ITUIS FERICTOT
m,anera de mesa, en el fondo, sobre la que dicen se halló un recrpiente cerámico, justiñca el nomibre que la cueva recibe. Algunos fragmentos de cerám,ica medieval y moderna se ,recogieron
en la capa superficial.
Abierta ell un m.acizo cretácico, la cueva, que muestra al ser
excavada p'otentes capas arcillosas, ha debido ser en tiempos cuaternarios lugar de desagüe de intensas corrientes de agua que ali'
m,entaríar1el barranco.
Durante los trabajos recogimos curiosas leyendas pop'ulares
relacionadas con la cucva, las cuales nos indican que nos hallam,os en comarcas etnográfrcamente distintas de la zona costera,
donde tales leyendas faltan. En cambio nos recuerdan las que
oímos durante nuestras excavaciones en los castros gallegos, lo
que probaría el fondo común (céltico) en comrarcas tan ap'artadas, cosa por otra parte que los textos a.ntiguos al situarnos aquí
a la tribu de los beribraces, nos dieron ya a conocer (1).
Descubrimiento y exca:rLación.-Como hemos dicho, la. cueva
fué utilizada en tiempos no muy lejanos, como lugar de refugio,
(1) Varios de los relaüos refleren que por las noctresrse aparece en la cueva
rma rnujer que reza. EI relato m,ás cwioso es eI de 1á d,ama.del" peine. Llamaban
asÍ a, una miujer joven y guapa que se aparecÍa con u,n peine de oro en la mano.
S,e cuenta todavÍ4, en el puebüo de alguien que murió deL susto al verla y no
hace muphog ,años un pastor salió huyendo al ver en Ia boca de la cueva, a
una muchacha que éil tornó por ]a vieia o darna del peine,
En otra versión son 'd.os las damas que se aparecen peinando. Un pastor
las vió y le preguxtaxon qué pre eria, el peine¡o ellas; el a,varieioso prañ'tor respondió que prefería el peine y entonces aquéllas le cont'esüaron que siempre
sería rln miserabtre y que si Las hubiera preferido a ellas, se hubieran convextido en dos rnontones de oro.
Un muchacho cle 15 a,ños, pastor, Iiamado Vicente fbáñez, nos relató que
al hablar de la cueva cOn motivo de nueskos trabajos, una mujer detr pue'blo
contó 1o que su abuela Ie habÍa referido en otro tiempo como ocurrido a ella
misma,: (LIegó tur hombre joven encantado adonde ella se enconíra,ba y le pIe-pollo,s
a'
que había allí eran su57o$, lo que 1epuso que sí. Ehto¡ces
guntó si los
le ordenó qué le maüa,ra uno y lo asara bien asado y 1o llevara a, una piedr'a
bajo la cua¿ encontrar'Ía r¡na merendela (flambrera,) b¡:illanbe como eI oro y
*éti"ru el po[o dentro. Lo hizo así y al ponerlo dentlo oyó urna voz que decia:
(Lo has hecho tal corno, Io he mandado yo, y atrrola tras de irr a tras doce de
y
la nochet a la cueva y su,b,irása lo alto d.e una piedra redonda que, ha,y allÍ
y luego
saldrá una serpiente pegando soplidos, y no has de üenerle miedo'
satdrá un toro peg;ando berxidcs y dará si,ete vuef.bas,y luego de d,a1 las sie;üe
vuelüas, tÓcalo y se volverá de oro y yo quedaré desencantado') La abuela
y le
tuvo miedo y nó quiso, hacerlo y pxdgunto si podÍa ir sr¡ marido con ella
dijeron que no, que debÍa ir sola,.
También es Co¡:rienüe el relato de que los moros errtrarOn en el barranco
(pinturas rupestrels)
diez caxga,sde oro y las oculüa,ron po'r medio de las llQtras
que hay aba'jo en el barranco.
-42-
[page-n-44]
L,A CTUPVArDE LA 'CIOoINA (DOS ,AC'UrA"S)
5
y seguramente
por moriscos rebeldes,como lo prueba e\ hallazgo
en ella de un Co'rán, realizadoa comienzos del pasado siglo (2).
Todavía ha sido ocupada.conigual fin durante la última gue,rra
civil española.
Perteneciendoa la familia del Valle, ha sido vtilizada durante rnlucho tiem,po para encerrar el ganado. Pero seguía ignorada
por completo en la bibliografía arqueológica,lo que se explica
por lo apartadodel lugar. Hn realidad todo el rmacizom;ontañoso
en que se encuentra era desconocido para los arqueólogos. Las
prehistóricasmás cercanas
que se conocían,e,ranlas de
estaciones
Buñol y la cuevade la Avellanera,en Catadau,¿V, otro lado del
al
J(tcar, la cueva de la Araña, en Bicorp,.
En 1939 6 7940, dos maestrasque veraneabanen Dos Aguas
tuvieron no,ticiade la existerlciade letras en alguno de los barrancos de la Canal. Se hicieron acom'pañar los lugares,que rea
sultaron ser abrigos con pinturas rupestres. D,ieron noticia del
hallazgo al Insp'ector del Magisterio, D. J. J. Senent Ibáñc2,, a
quien tantos descubrim,ientos
prehistóricos se deben en las tres
p'rovinciasvalencianas, éste comrunicóel hallazgo al Servicio de
y
InvestigaciónPrehistóricade la Diputación de Valencia.
En el otoño de 1940se organizó una expedición en la que, tomaron parte, ademásdel Sr. Senent, los Sres. Chocomeli, Alcácer
y el prospectordel indicado Servicio, SalvadorEspí. Fueron visitados ios dos abrigos con p'inturas,el Cinto de las letras. el
y
Cinto de la ventana,al mismo tiempo que SalvadorEspí recorría
buen número de cuevasde los alrededores tarea que repitió pos,
teriormente.La cueva de la Cocina fué lugar de p'asoobligado al
visitar el Cinto de la ventana.SalvadorEspí realiz6, con la diligencia que le es p,eculiar ufia caI-aen la p,artede entrada de la
,
cueva. En ella encontró indicios elocuentesde la importanc'iaque
tuvo su ocupación prehistórica: cerám,icato,sca,num€rosos ü,icrolitos, entre ellos algunaspuntas, microburiles,hojitas, una de
ellas de doble escotaduray un hueso que p,arecía
aguzado.
En vista de ello, en Julio de 1941realizamo,s primera cam,la
paña de excavación.
En parte de la mrisma
nos acompañaron
los
Sres. Juan Cabré, J. J. Senent y J. Alcácer, que dedicaron varios
días a la copia de las p,inturasde amrbos
Cinto's,vis'itaronla 'cueva
(2) El inforrnre sobre el hallaago de un Corán en Ia cüeva de la Cocina se
encuentra en eI tomo VI de las (Memoria{s de la, Rreal Academ,ia dd, la' Historia>, pá9. IJXXXI. Debemos este dato a nuestro discípulo D. Ernesto Jiménez
Navaxro.
-43-
[page-n-45]
6
üurls inERtoor
y el último' nos ayudó en la excavación.
Esta duró del 24 de Julio
al 4 de Agosto, y residimos en la Casa de Cifre, pue,staamabJe'mente a nuestra disposición
[-a segunda campaña duró del 23 de Julio al 9 de Agosto de
7942. Fue'ron m,is excelentescolaboradores D. José Alcácer Grau
y D. Enrique Pla Ballester. Residirnos,al igual que en los años
junto a la era de Casa
siguientes, tiendasde cam.paña
en
instaladas
de Valle.
La tercera campañafué la de 1943,del 24 de Julio al 13 de Agos,
to, con los mismos colaboradores.
La cuarta camp,aña p,udo realizarse hasta 1945, del 28 de Juno
lio al 13 de Agosto. Nos acom,pafií en ella, quedando al frente de
la mism'adu'rantelos días que nos ausentam.os, FranciscoJordá,
D.
a quien, al igual que a los anteriorescolaboradores,
jóvenes, eny
tusiastas,expresamosnuestra gratitud.
Han sido, pues, cortas carnpañaslas que hemos realizado, debido a las dificultades de alojamiento y mianutenbión entre otras.
Contarr¡os con un núm,ero de obreros que ha variado de seis a
nueve, y con Ia constantey valiosa ayuda de Salvador Espí, cuyos
méritos excepcionaleshemos dado a conocer en anteriores ocastones.
Los i¡breros, todos de Dos Aguas, re,sultaronunos entusiastas
e incansables
colaboradores.
Gracias a ellos,la labor realizadaha
sido muf intensa.También debemosgratitud a las autoridadesde
Dos Aguas (l) y m,uy especialmente que durante varios años ha
al
sido maestrode la localidad, D. José Iborra Izquierdo. Con su
y
entusiasmo desinterés
digno de todo elogio,,nos allanó toda clase
de dificultades,rios alojó en su,casay fué siempre el colaborado,r
que nos bacía falta en la localidad.
Sólo una parte m,ínimadel yacimiento ha sido excavadaestos
años. En 1941elegimospara una cata que nos orientaseuna pequeña superficiecerca de la entrada, en Ia parte meridional, una vez
nos liberamos de los molestos insectos que infestabanla cueva;
aquella superficie fué amp,liada después ha,staformar un rectángulo de 3 por 3,50 metros, cuyas partes anterior y posterior resultaron pronto recortadas p,or fiuÍr€rosás losas desp,rendidasdel
techo. En 1942excavamosla zona situada entre la cata ide l94I v
la pared Sur (2,5 por 4 metros). En 1943elegimos una zona muy
limpia de piedras, al Norte de la cata de 7941; era una zona rec(1) A los alcaldes y secretarios del Municipio, a D. Vicente Cifre y al médico de ia loca,lidad, especialmente
_44_
[page-n-46]
(DOS AGUTAS)
DE
LA OUts'OA LA rCrO,CilNA
aclarar el
métros. En 1945nos p'ropusirnos
tangirlarde .3 por 6,2.5
problema de la extensión del yacim'ientohacia la parte de la entraday precisar el nivel neolítico que habíamosobservadoparecía
en
intensificarse la parte cercanaa la boca de la cueva. Para ello
excavamosvna zona situada en e'l extremo Sur de la entrada, que
medía sólo 2 p,or4 metros. Llegamos en esta zona a la profundidad
de 4,70 metros, pero el gran núm,erode losascaídasen la parte que
da al barranco dificultó el trabajo y nos obligó a recortar la zona
fijada, ampliándoseluego esta faja seis metros hacia el Norte.
I I
Y
ESTRATIGRAFIA MATERIAL
i
I
I
I
I
I
t
I
1,
I
I
de
EstratigraÍí¿.-No dudamos que las dimensiones la Cueva
de la Cocina nos permitirán realizar catasen diversoslugaresy en
varios sentidosy ('on ello obtener una estratigrafíaclara del yacique se extienda
no
miento. Este, por su m,agnitucl, puede pensarse
a
con uniformidad y sin desniveles lo largo de toda la cueva,como
una parte
ocurría en el Parpalló. Pero p,or ahora tenemosexcavada
En primer lugar resaltala abundanciade granen excesoreducida.
de
des losascaídas(lám. I-B) que dificulta la interp'retación los nivesu
les y ha alterado,sin cluda,en múltiples ocasiones disposición.
es
de
Otra característica la zona excavada, la inclinación de los estratos hacia la entraday la pronta aparición del nivel de la arcilla
(1), mientras en la, parte
estéril en la parte del interior de la cu,eva
de la entradael nivel estéril no se alcanzahastalos 4,50 metros (láasí
depósito a manerade fondo
mina I-C), produciéndose un espeso
si
de sacoen la parte de la entiarla que no sabernos se extenderácon
carácter
semejanteen el resto de la cueva. Ello da idea de que las
gentesque habitaron la cueva parece que preñrieron la zona de la.
de
entradaa la interior, consecuencia la bondad del clima. Y aun
en
diríamos, si p,ensamos la relativamentepoco abundantepresen'
con lo que
resto de comida, en com.paración
cia de huesosanim'ales,
ocurría en el Parpalló, que hacían buena parte de la vida al exterior. Cierto que la parte salientede la visera de roca que cubría la
entrada se ha desplomadoen gran p,arte.
se
sin interrupEn muchos lugaresde la parte excavada suceden
(1) En el ángulo NO. de La cata de 1943, la arcilla estéril se alcanza a los
30 centímetros de la superfcie. Una vez llegados al fondo de la ca'üa, a dos
metrcls, abrimos r¡rn pozo que alcanzó 1,85 metroar de profundidad, sin que se
altera.ss el carác,ter del depósito arcilloño y a,bsoluüamente esté¡il'
_+5_
[page-n-47]
q
8
ILÜIS,PERI,OOT
ción los niveles (1án. r-D). Esto y la presencia un elementoconsde
tante dentro de sus variedades,
los microlitos de síléx geom,étricos,
limitan cronológicamente dan unidad cultural al yacimiento. Este
y
representa,
pues, unos rnilenios de habitaciónde la cueva por unas
mismas gentes,que evolucionan o reciben influenciasdel exterior
sin abandonardel todo su industria y su mane,ra vivir tradiciode
nales.
Donde hemos podido realizar un corte más claro es en el rin,
cón SE., enlacata de 1945. Aquí alcanzaremo,s
hasta unos 4,50 metros de profundidad des.de superñcie,y aquí es donde la capa
la
con cerámica alcanza mayor espesor,p,uesen buena parte de la
cueva aquélla es sólo superficial,aunque es piosibleqüe en otras
z.onasinexploradas,sobre todo en el fondo de la cueva, vuelva la
capa con cerámicaa adquirir importancia.
En dicha cata del rincón sE. el nivel con elem,entos
neolíticos
alcanzahasta7'70metros; le llamaremosen nuestro trabajo, nivel I.
El nivel II sigue inmediatamenteal anterior. Carece de cerámica, mientras posee placas grabadasy vestigios de pintura y un
material pétreo y óseo característico.suele presentarsesin separación, pero en el rincón sE. ofrece dos capasbastantebien separadas p'or losascaídas; mientras Ia capa superior (A) nos dió p,laquitas grabadas,la inferior (Il) carecede ellas. La primera 'a de
U0 a 2 metros y la segundade 2,30 a 2,70 metros.
El nivel III suele ser el más denso, pues llega hasta el fondo
arcilloso o rocoso de la cueva, lo. que le da profundidad variable,
segúnlos lugares.Aunque por su extensión es naturar que oftezca
variaciones, preferimos presentarla con una relativa unidad. En
la cata del rincón SE., una capa fértil se da entre los 3 y 3,50 metros de profundidad (A). otras capasinferiores (B), con escasos
microlitos, alcanzanhasta 4,50 metros.
En total van contadas7.920puntas m,icrolíticas 620 microbuy
riles.
Nivel /.-El primer nivel es el que podemos calificar de Neolítico antiguo. Está perfectamentedefinido, aparte otros elementos, por la aparición en él de cerámica. su distribución en, las zo,
nas excavadases muy variab'le. Es puramente superficial en la
m'ayorparte de lo exca'ado y sólo'se hace más extensosu nivel en
la parte de Ia entrada.En Ia cata de 794s,fuera del muro de cerca
primitivo, alcanzabahasta 1,70 rnetrros profundidad la tierra con
de
fragmrentos
cerámicos,y en la ampüiaciónde dicha cata, bajo un
enterramiento rnoderno, algún fragmento aparecií a 2,s0 metros,
evidenteproducto de remoción moderna al efectuarse
aouél.
-46-
[page-n-48]
LA,CIU)E\¡A LA CO.CiINA
IDE
(DÓS ¡,CUrN,S)
.9
Aparte unos fragmentos campanianosy uno ibérico pintado,
toda la r:erámicaencontradaen este nivel es a mano y por lo ge_
neral muy tosca, de pasta mal preparaday de cocción defectuosa,
aunque algunaspiezas presentenla superficiealgo pulida. La decoración más frecuentees la d'el rayado irregular de Ia superficie;
este rayado se hace más ancho y profundo y produce un acanalado
irregular; hay, además, incisionesen los borde,so bordes dentellados, seriesde puntos a am'hoslados de un cordón, y una serie
de trazos en espina de p'ez; también cordonescon impresionesde
varios tipos. Algunas asasy pezonescompletan las formas, en general de cuenco u olla, por lo que cabe deducir de los fragmentos
$e. 2: v lám. II).
I
Figura Z.a-rFragmentosde cerámicadel N,ivel I (cata entrada S.) (capas,2 y 4)
(Tam, 4/S)
[Jn par de hachitasfinas de fibrolita (fis. 3.,) u otra piedra y un
l,l'l\n
N.iüu
il,llll;l',lrriiir[i
Figtura 3.a-Hacha
,prulimentada, cepitllo, núcleo y lrasp,ador oval,
dell Nivel tI (cata d.e enfeda
(cspas 1 a 5)
(Tam. 4/5)
-.47
-
S.)
[page-n-49]
-
10
----T-------'r?--'
LUIS IFER¡OOT
De
hacha de fortuna, de cuarcita,se encuentranen el mismo nivel'
p-o-r extremo suPeel
piedra es asimism,ouna pieza triangular,-rot?
colgante o parte de un ídolo ; nide 62 por 56 milímetros
.ior,
""r*o
y 13 de grueso, terminando en bisel' De hueso es una lámina ova'
piedra
i"d, y de superñcie curvada, de finalidad desconocida' De
de collar (fig' 13'')'
blanca un pequeño colgante o cuenta
Los punzones de hueso son'relativamente abundantesen este
nivel. Excep,to un caso en que vem,os un ejemp,lar fragm,entado,
tan bien elaborado como los óagdalenienses, se trata de hue'sós
aguzados.Hay una media docenade eiemplaresde interés; el meentero, mide 12,3centímetrosde
ior de ellos, que se ha conservado
l'ongitud (fig. 4.").
aguzado del Ni'vel I (cata eot¡¡da S') (copas 2 y 5)
Figura 4.4--.lPunzon€sd€. úr,ueso
(T¡m. 2/3)
aspecto
E,l sílex es lo más abundante. Su coníunto presenta un
p,ero con caiacterísticasproanálogo al de los niveles inferiores,
las rniediaslunas; hay
bi"r. b.t las p'trntasmicrolíticas'dorn'inan
que caracterizaránlos
iambién algunos triángulos y laltán los tipos
son es'
niveles inferiores.Los microburilesy las hoias con muescas
_48_
[page-n-50]
(DOS,AGUAS)
LA OUIEVA
tDE LA rCrOótNA
lf
casos(fig. 5."). Las hojas son mayoresque en el restó del yacimien-
l
nft
b
EF€ 6 € G
F
€ffibFil
#GM @G
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É
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A$ €\
Figure S.uFumtss
micuo'litiias v micrc,b,u¡'iles del Nivel I (cata ren,trada S.) (cap,as I a 5)
(Tam. nat.)
to y hay verdaderas
hojas-cuchillos,veces
a
con los bordesretocados
(fig. 6.'). No faltan tam,biénalgunaspiezas mayores: toscos cepillos, lascas,
puntas de fortuna, etc. (fig. $."),.Una sola punta de aspecto neolítico hemos desbubierto 50 centímetrosde profundidad;
a
por tanto bastantesuperficialen esa zona dela catade 1945.Es una
p,untade labra tosca con pedúnculo y aletas incipientes,casi rom-49-
[page-n-51]
LUIS 'PERI,iÓf
12
boidal, bastantegruesa.Respondea otra idea y nada tiene que ver
con las puntas de tradición microlítica del Neolítico del lugar.
11.-El segundo nivel es mucho mrásipteresanteque el
Ni"oeL
anterior por contener todas las placas grabadasy algunas de las
el
en
qug muestran pintura, y por desarrollarse él p'lenamente mihablaremos después.
crolitismo. De aquéllas
Al' /N\
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Figura e.a-Hoias,
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S')
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Íetoques o escotaci\lrlars, rN[vei 'I (cata entra'rl¿r
sl,gunas con {,uLertes
( c a p a sI a 5 )
(Tam. 4/s)
En cuanto a las puntas hay una cierta va'riedadde tip'os' pero
o p'eL
el distintivo de este nivel es el triangula,rcon un ap'éndice
a
dúnculo muy acusado veces,en el dorso' No faltan los trianguy
lares, los ffapezoidales los triangularesalargadoso con muesca
son los
No menos abundantes
basal, propios de"nivelesinferio,res.
pero generalmicroburiles, en algún caso sobre hojitas regulares,
e
m,entesobre esquirlas,muchas veces rr¡inúsculas insignificantes.
Las me'
son tamb,iénmuy abundantes¡'
[_ashojas con escotadLlffas
en
una, dos y hasta tre,sescotadufas
jores sorr hojas robgstascon
hoja o lasca, algunos
sobre
ambos lados. Hay también raspadores
hojas con o sin retoques,núcleosy toscoscepillos,
laterales,
buriles
-50-
i
I
i
[page-n-52]
t . - - "
I
LA 'OUIEVADIE LA CtO,CllNA(DOS rdG,UrAS)
13
alguna raederay puntas de fortuna. Pero en conjunto el miaterial
es de uha gran monotonía con la repetición constante de puntas
(figs.7.' y 8.").
triangulares,
microburilesy,hojas con mues-cas
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ffifi 4 € F
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@9G0"é'$
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Figus 7.a-Hoiss,,púntas y múcroburiles
del ,Nivel II (cata en'rradaS.)
g
( 1 , c a p a 8 : 2 . c a r p a ; 3 , c s , p a[.0 )
(Tam. nat.)
-51 -
[page-n-53]
LU,IS,PEIRI,CóT
IL
De hueso podemos señalar tan sólo unos p'ocos punzones fragmentadbs. Pero hay ba¡tantes clrernos de ciervo utilizados, y uno
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Fitgur¿ 8.¿!Hqia6
con escotaduras,
prunts,s mjcco,lírticas y rnicroburiles,
(c¡ts entrada S,) (1, ca'pa 6;
del lNivel
II
2, rcapa 7\
(Tam' nat') '
de ellos con un grabadoen que creemos ver el dib,ujo de un cáprido iñcompleto.
pnesenta,
, Observemosaquí, que,ias puntas triangulares suelen
en el tercio de su filo una pequeña muescaque debe indicar un
puntó de ñjación que hizo saltar uria,minúsculaesquirlita.
y
Las placasgrabadas pintadas (1ám.III).-Sin duda el elemento
-62-
[page-n-54]
LA TCUFVA DE LA OOCINA (D,OS,AIGrU,A,S)
lb
más interesante
del nivel II lo constituyenlas placasde piedra grabadas.Aleccionadospor nuestra exp,eriencia la cueva del Parde
palló, lavamos desde un principio todas las p,iedrasque parecían
idoneas para ser grabadas.FIay que reconocer que Ia co,secha
ha
sido escasay que el esfuerzo realizado no parece compensadoa
p,rimera vista por los resultados obtenidos. Pero, en realid¿d, el
descub,rimiento un tipo de grabado en pied,ranuevo e'n la Prede
historia española, nos recompensasobradamente.
Carecela cuevay sus alrededores un yacimiento como el del
de
Parpalló, donde sus habitantesencontrasena mano las losetaslisasy terltadorasal grabado. Aquí tuvieron que utilizar piedras que
en genernl se grababanmal. Por lo común las piezas grabadasson
losetas'
algo rodadas, de silueta ovalada o trap,ezoid,al
alargaday
con frecuenciamuy irregulares.
EI número de las descuhiertas de 35, pero como alguna está
es
grabadapor las dos caras,el número total de ejemplareses de 38.
Todas ellas tienen únicam,ente
combinacionesgeo,m'étricas, geen
neral seriesparalelasde rayas en zonas que alterrnan dirección.
su
Sólo en algún caso el rayado se sustituye p'or series de traci.fos a
maneia de punteado. Fln algunos casos hay verdaderasfajas con
rayado interior. Aunque las líneas s,uelenser rectas, hay algunas
que el trazo seairiegular o temblón. La incicurvas,y es frecuente
sión es a vecesmuy tenue y otras fuerte, p'erono llega a obtener un
surco pronunciado. [Iay un ejemplar en que acasopodría verse en
la conlusiónde líneasun contorno animal parcial.A vecesparece
como si salierande un centro seriesde haces radiales de líneas.
Otras, no parecenformar motivo alguno.
La zona de hallazgo,según los lugares,varía de los 20 a los 90
centímetlos; en el rincón SE., la faia fértil con tales plaquitas va
de 1,70 a 2 metros, señalandoclaramenteel nivel I A.
Menos definidasson las muestrasde p'i¡1urr. No p,asan una
de
docena las piedras en las que nos atreveríamosa asegurarque
existen manchasde color, rojo siemplre,en un caso tirando a ocre
amarillento. Fln muchos otros casos la piedra m,ismatiene tonalidades rojizas que pueden engañarfácilmente. Se trata en !a mayoría de casosde manchasde color informes.En cuatro"casos
parece que pudo existi'r un motivo o una figura animal, miuy dudoprofundas,
a
alrededor
sa; todos ellos corresponden capasbastante
de los dos metros. Otra piedra con pintura roja y que prresenta
una forma indeflnible, pertenecea las primeras capas (nivel I A),
al igual que loó dos o tres cantoscon puntos rojos que tanto hacen
pensaren los cantosazilienses.
-53-
[page-n-55]
16
LUíIS FERICOT
Por último, en relacióncon las pinturas, hemos de referirnc,s
a los vestigiosde figuras,al parecerde animal una de ellas,en rojo,
p,intadas la pared Sur de la cueva.Lapátina y el humo que han
en
recub,iertoestos muros laterales irnp,idsr su exacta apreciaóión. La
altura a que ssencuentranlas colocaal nivel delbrazo de un sup,uesto artista, cuando el suelo de la cueva se encorltrabaen.la segunda
etapa de las tres que hemos señaladoen el yacimiento. Extremo
es éste que al igual que ocurre con el resto de las p,inturas,esperamos sea revisadopor un especialista
Con frecuencia se han hallado a diferentes niveles trozos de
color, rojo o tirando a violáceo.
ya
Nixel III .-El tercer nivel. p,resenta rasgos de un mayor arcaísmo, aunque siguen en él los tiposrde puntas mricrolíticasgomo
elemento dominante. Pero éstastienen una tendenciadistinta, comó
pero sí las pintadas
verem)os. se dan ahora las placasgrabadas,
No
e incluso parece que han de colocarse aquí la mayoría de las que
probablemente tuvieron üna figura.
En Ias p'untasmicrolíticas han desaparecidolas triangulares con
pedúnculo lateral acentuado del nivel superior. Ahory dominan
ias triangulares: escalenos
alargadoso' bajos, cón basl sasi horizontal o escotada (variante esta última que recuerda, como si
fuera derivación cle ellas, a las pun,tasde muescade tradición auriñaciense del Paleolítico superior), llegando a veces a la forma
rectagular; y más aún las trapezoidales, no sólo los trapecios
alargados con algo de pedúnculo, sino los trapecios regulares, de
bordes rectos o ligeramente curvados, en lespecialp,or la muesca
de la base.
y,
En cuanto a los microburiles se hacen escasos terminan pronto. A los tres m,etros, la cata SE'., la más comp,leta,
en
como hemos
repetido, han ternlinado. Las hojas con escotaduras
siguen. aunque cadavez más.raras,
hastalos cuatro metros, o seaprácticam,ente
hasta los niveles más antiguos, acompañándoles,pero también
(figs. 9.", 10.",11."y
las
cadavez más escasas, puntas trapezoidales
1 3 ." ).
Pero lo más característico este nivel III es la gran proporde
ción de piezas de mayor tamaño,, en sílex y en cuarcita y calnha,
estas últimas verdaderos macrolitos (figs. 17.", 723 y 13."). Estos
suelen consistir en grandes discos raspadores,raederas, hachitashendidoresy sobre todo en cepillosy su trabajo no deja lugar a dua
das, a pesarde que nos costó acostumbrarnos la idea de que se hubiera utilizado una piedra más blanda que la cuarcita,una caliza rnuy
compacta,de tono amarillento,con la que se ob,tuvieroninstrumen-64-
[page-n-56]
lDE LA C,O'GrNA (DOS AiGUAJS)
LA |CUÍEV,A
17
tos de gran talla (1). Sus dimensiones alcanzana vecesa 15 centímetros. De cuarcita son algunaspiezassemejantes,
más pequeñas.De
y otros altos sobre
sobre hoja
sílex, numerososcepillos, raspadores
núcleo; disquitos raspadores,pequeños núcleos, pequeños raspadores cónicoso piramidales de excelentetrabajo, otros en trom-
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2.
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Fi,gura g.a-Hoias,
rn{icrolíticas d,el lNirel III
varias con escortadu¡as, !',Fxr¡n¡a,s
(cata entrad¿ S'
(1, capa ll ; 2, ,capa 1,2)
(Tam. 4/s)
(1) Dos rnuestras de las calizas uüilizadas pa¡a estas piezas de gran tamaño
han sid.o olasifi.,cadas por el profesor de la tr'a.cuJ,radde Clencias de Barcelona,
D. Noei Llopl,s. La más frecuento y caraoterfstica, de color a¡narillento claro, e
una caliza, surbliüogrffica d.e gtano mnry fino y conüext'ura flnamente cristaüna
con fractüra concoide muy cla,ra; procede de niveles jwasicos. otra variedad,
raras vec€ñ usada,, de color gris, se define tarn,b,ién como caliza sublitográflca de
grano más tosco, fractura coricoide, y dureza de 3;5 a 3,?'
-55-
[page-n-57]
18
LUIS PER.ICOT
pa, raederas discoidales, hachitas, hendidores, alguno de ellos discoidal, recordando los preasturiensesdel Parpalló, y buriles. Estos
últimos suelen ser laterales, a veces con repetidos ayivam,ientos,
Figu¡r l0.LHoiae,
vlrias con escotaduras, y guri0as microlíticas del Nivel III (cata ontradl S,)
(1, capa 13; 2, oarps14; 3, capa l!)
.
(Tam. 4/s)
pero hay algún buril central. Hay también hojas con retoques o
sin ellos, alguna microlítica dentada. Interesantes son las p,untas
de fortuna o de tradición arcaica, m,usteroides algún caso, pero
en
con frecuencia del tipo de La Gravette: Estas últimas son de fias
capas más p'rofundas. Por último, algunas hojas o p,untas rotas
luu-
j
[page-n-58]
L,A,C,IJIEIVIA LA C|OC'INA (,DOSAGttAS)
DIE
lg
tienen un cierto retoque superficial que recuerda la técnica so,lutrense.
La industria del hueso es escasa se reducen los hallazlos a
y
unos cuentos-fr¿gmientosde punzones o huesos aguzadosy puntas
dé asta d"eciervo utilizadas. co,rno er cap'asanteriores, se dan los
moluscos agujereadosy algún dentalio.
FF
&
H
Figuera ll.a--rFtroiitas de donso re,b.ajado,
raspradloc'es
rpeq,ueños
s,obre tro1a, hnia con fuertes
escotadu,fasy rpüntas midrollticas,, del Nivel III (cata entrada C.)
(Tam. nat.)
Ya hemos indicado la presenciaen este nivel de placaso cantos
con señales pintura y la posibilidad de que éstoscontenganvesde
tigios de alguna figura.
Mientras la fase A, de este nivel contiene núc,leosde los e,lementos que persistiránen los niveles superiores,'lafaseB es escasa
en microlitos y abunda en instrumental grande y de aspecto arcaico.
' l
[page-n-59]
20
I
I
LUIS IFERICOT
I ]I
COMPARACIONES
Y CONCLUSIONES
Evolución y cronología.-iQué ded,u¡cimos
del esquema exp'uesto?En primer lugar rehagamosla evo,lucióndel yacintiento
en su proceso normal, de abajo arriba.
Al ser habitada Ia cueva, que había recibido espesos
depósitos
arcillosos. indicadores de potentes corrientes de agua, lo fué por
gentes (lue poseían un instrumental claramente de tradición paleolítica : cepillos y raspadores nucleiformes, raspadores sobre
hoja, buriles faterales,raederas, pequeños raspadoresdiscoidales,
rnacrolitos de caliza (especialmente
lrandes cepillos), hojas y csquirlas, con o sin retoques¡ ¡' plunZonesde hueso. Sobre esta industria curiosa se presentanpronto las puntas triangulares con
m,uesca
basal y dorso y rnuesca rebajados, a los que acompañan
trapeciosy hojas de muesca.Más tarde hacen su aparición los m,icroburiles y las puntas tienden a la forma triangular con vértice
acusado,mientras el utillaje dé gran tam,añova desapareciendo.
Al mismo tiem,po, las placaspintadas indican que aquellasgentes
prabticabanel arte pictórico, pero no p,arecefueran muy aficionadas al grabado. Toda esta etapa debió ser de larga duración,
hasta que la evolución en el utillaje del sílex condujo a la formación de las p'untastriangularesde apéndicelateral que iban acompañadasde gran profusión de mieroburiles y hojas con muescas.
Al final de esta etapa se producen los grabadósgeométricossobre
p,equeñas
losetas; seguíapintándose, y manchas de p,intura aparecen en cantos rodados. Las astas de cérvido son utilizadas con
frecuencia y en alguna ocasión se grava en ellas una formra animal.
Rápidamente estasactividadesartísticasdesaparecen, la p,ar que
a
las puntas han evolucionado o se han transformado, po'r la desaparición del apéndice lateral,llegándoseal tipo semilunar. Pero
ya entonces interviene un nuevo elemento, signo de un gran cambio cultural y étnico, la cerámica, decorada con' incisiones simples y relieves. Esta última etapa ha dejado restos de algún es,pesor sólo en Ia parte m,ásexterna de la cueva y señalael final de la
ocupación intensa rle la misma
.
El primer problema con el que hemos de enfrentarnoses el de
la cronología. Tenemos un momento final seguro para la ocupación de la cueva, el Neolítico inicial, p,eroel resto del yacimiento
-58-
[page-n-60]
I
\
\',
l
I
LA 'CUEVA ,DE LA ,COOIN,A(D,OSAGUAS) ,
2I
queda como colgando, sin un asidero preciso'e indudable al sistema general de la Prehistoria. caben dos posiciones,la de adopu
tar una cronología corta o una cronol ogía larga. En el primer
W
A
(
F i g u r a 1z.a-..-Ra€d,e¡a,priezas nucleif ormes, raspador s,obre hqja v ,raopador diacoidal (cata
entrada S.) (capa 12 a l6) y de caliza ; todo iNivel III
( T a m .A 4 1 5 ' B l , t 2 )
-59-
[page-n-61]
LUIS'PERIC'OT
22
casortodos los nivelesde la cueva entrarianen el Epipaleolítico y
podríamos establecerdentro de él dos o' tres períodos antes de
A
)a4 , É Á f f i G
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3ffiñH:
Figuna 1*3.a+Cuentss de collar de rpiednay piezas C,esílex de, variors rüve1esremovidos
(o¿taen'trada
C.)
(Tam. nat,)
-60-
[page-n-62]
T--
{
(DóS .dcUAS)
LA óU,EVAD,E LA CIO'CINA
23
Ilegar al comienzo.
del Neolítico. Tendríamos así una posible equivalenciaa los períodos azilio-tardenoisienses
establecidos Franen
cia. En el segundo caso, valorando los elementos arcaicos de
las cap,as
inferiores, supondríamosque el nivel antiguo es del Pa.
leolítico final, p'aralelode! Magdaleniensede, otros lugares de ia
Península,y el nivel medio, del Epipaleolítico, paralelo del Aziliense.
I)igamos de una vez que nos inclinamospor la segundasoluque no teneÍxos un sólo objeto, aparte
ción, aunque recortocemos
que podamos afrlmar con seguridad su pertenencia
la cerámica,del
a una de las culturas bien caracterizadas Paleolítilcofinal y del
del
Ep,ipaleolítico.
El conjunto de elementos arcaizantes
del nivel inferior nos reirnpresionante.
puntas del tipo de La Giavette; las mussulta
Las
teroides y solutroides,la abundanciade buriles, los rasp'adores
cónicos y en trompa, si no decisivos,pues ya sabemos
cuán engañosa
es la perduraciín Ce elementosarcaicosen poblacionesque siguen
viviendo su cultura, nos inclinan a suponer que en algún momento
por gende la etapa nragdaleniense cueva ernpezí a ser hab,itada
la
tes que nada tenían que ver con las que por errtonces encontraban
se
en el Parpalló o en Seriñá. Porque nada hemos encontrado que
con seguridaddeba afiliarse a la cultura magdaleniense.
Esta etapa paleolítica ñnal debió ser de larga duración y fué lentan.,ente
evolucionando hasta alcanzar una etap,ap,araleladel Aziliense, si
es que hemos de'relacionarcon esta cultura el nivel medio. A esto
úlitimo nos inclinarían la presenciade los cantos con huellas cle
pintura, el cue,rnode ciervo con silueta animial grabaday los dis,
quitos raspadores.
La corta etapa con las curiosasplacas grabadas
representaría momento final del Epipaleolítico, al que se superel
pondrían los nuevos elementos culturales y acaso étnicos, repre'
sentadospor la ceránticay el pulimento de la piedra.
que provisionalmente
y
Tal es el esquema
aceptamos que conduce a deducciones gran interéspara un período tan mal conode
cido corno es el Epipaleoiítico peninsular.
Tratemos ahora de situar el conjunto del yacimiento y cada uno
de sus elem,entos
dentro de este últim'o,,estudiandoal mismo tiempo lo que la Cocina puede decirnos sobre el origen y difusión de
cada uno de aqué1los
Relac'i.ones.-En.cuanto la cerámica,
a
creemosque nos de con
peninsulares, forlos tipos de las prirneras cerámicas
seguridad
de
mas sencillasy decoraci6n rayada,con tipos de surco diversos,y
que en otras comrarde relievesincisos.Claro que no es im,p'osible
-6t-
[page-n-63]
24
LUTS,FBRTCOT
cas, m,áscercanas los focos africanosde donde todos los arqueóa
que llegó el Neolítico a la Península, existan cerámilogos creen
cas mrásprimitivas. Pero nos inclinam,os suponer que los cjema
plares de sup,erfrcie
rayada representanla fase más antigua de la
cerámicapeninsular.
grabadasrep,resentan
I-as p,lacas
una novedad en la Prehistoria
españoia y nos convencen vna yez m'ásde la magnitud de ltl que
ignoramos. No es verosímil que no ap'arezcan otras estaciones
en
y a este respectorecordaremos
que el no ser esperadas
puede haber
p,rovocadoel descuido de lavarlas en alguna excavación,perdiéndose así el precioso dato. Este peligro es miásexplicabletratándose
de placascomo las que nos ocupan, sencillaspiedras de pobre av
pecto, muchasvecesirregulares, las que no se espera.encontrar
en
vestigiosde labor humana. Claro que en otros yacimientospuede
habersedispuestode losetasmejores.
Vagamentenuestrasplaquitas, en especialalgunas (véaselámina III) parece que quieren darnos una extrema esquematizrciín
de la figura humana, recordándonosotras estelasy placas neolíticas. Pero por otra parte su decoraciónse alía muy bien con todo
que van desde el Magdalenienel caudal de grabadosgeom,étricos
se europeo al Capsiense
africano,sin olvidar Romanelli. En el Parpalló encontramosparalelospara muchos de los m,otivos zonas
i
rayadas,seriesde tracitos, y io mismo ocurre en la decoraciónde
(1).
los huevosde avestruz
africanos
Haríamos, pues, de éste un elemento capsiense,
pero del que
ya existía tradición en el Magdaleniense
levantino. Queda por explicar cómo llega a la Cocina en un momento tan avanzadopara
durar relativamente
tan poco tiempo.
placaspinta.das,
En cunto a las
nada tienen de extraño, dada la
cercaníade pinturas rupestresy la tradición del Paleolítico levany
tino. Pero son demasiadoescasos borrosos los elementosde que
disporiemospara poder dilucidar si fueron los del primer nivel o
los tlel segundolos que pintaron plaquitas con figuras; cuándo se
desarrolló más este arte y qué motivos se p'intarían.Y es lástima
que en esta cuestión tan trascendental
seamostan pobres.
(1) Véase L. PERICOI.'., Madrid, 1942. En esrs
obra puede enc.onürarse la bibliografía para el arüe geornétrico duropeo y africano. V. tamb,ién D. PEYRONY, (A propo¡s d€ quelqures gra,vures du Paleolittrique suqrérieur et du Mésolithique>, en Bull. de la Soc,. Pletristorique llra,ngaiise,
7942, pilg. 214, así como nuesttros comentarios en (Ampurias), vol V, 1943, pagina 295.
-62-
[page-n-64]
LA ,OUTBVA
D,E LA ,COCINA (DOISAG,UAS).
25
Del trabajo del hueso y asta poco podemos decir. Hace escasa
aparición en la cueva y siempre en piezas de crono,rogía
insegura.
Ni un arpón, ni una aguja de coser, ni una azagaya
biselada. El
predominio de los huesos aguzad.os
confirmia una vez más la separación radical de este yacimiento respecto del Magdaleniense
crásico.
Las piezasde adorno son contadase igualmenteimprecisas.
un
par de cuentasde collar y algunos dentalios, amÉn
de numierosos
moluscos.
Estos, lo m,ismoque la fauna, que no es ni muy rica ni
abundante,no han sido clasificados
todavía.
En la fauna se aprecian, sin embargo, el ciervo, el caballo,
cabra,labali y conejo. Los fragm,entos eráneohurnano
de
hailados
en 1943bajo una losa son absolutamenteinaf,rovechables.
El aspectomás interesantees el referentea las puntas
m,icrolíticas, con su acompañamientocasi constantede hojas fuertes
con
escotaduras microburiles. su evolución es curiosa y en nuestra
,"-.
opinión fija ya p'arael Epipaleolítico levantino español
una cro_
nología que ha de ser de gran utilidad en el futuro p,untas
:
trian_
gularesde tradición paleolíticay trapecios,puntas
triangularescon
ap'éndicelateral, medias lunas. Tal evolución no l"
"orr"oc.-o, ".,
otras comarcas, por el contrario, Ios trapeciosse dan
y,
en momen_
tos m,ás avanzados; en cambio, sí que se habían ya
supussf6 las
medias lunas óomo propias de una fase avanza¿u
it). L"* ounrm
con pedúnculo lateral las enco,ntramos otros rugares,por
en
ejemplo en el Cabezode Amoreira, en Muge (2), pero
nrrn", lus he-os
visto publi'cadas
con la constanciay la exageración el tipo de ras
en
nuestras.
Problema curioso es el de ra reraciin entre p,untasgeom,étiicas,
microburiles y hojas con escotad
ura. La relación
si aceptamos la hipótesisde que estasúltimas constituyen Ia"1"."
", prim,era
fase
(1) Son consideradas por Breuil
como típrcas del Tardenoisiense. Véas.l
If. BR,EUIL, (Les subdiivi,sions du paJéolithioue
superieur et lzur signiflcationn, 2.u ed,., parís, l9B?, pág. 69 y siguientes.
' Las medias runas avanzadas, en M. ALMAGRO,
, (Anxpi.¡ria$,
ü. vr, Ba,rcelona, rg44, pág,.1.
Q) A. A. MENDES CORI?,EA, (Novos elementos pr.a a cronologia
do.
conche'iros de Muige>, en (Anais da, Facultade de
ciencias do l,orto), tomo
xvrrl
Porto, 1934.
iE. MENCKE, (zur cypologie der silexgeráete
loedginqer
Z,
Berlín, Marzo 1g3b; trad. en, t. XV,
pág. 1b?. piezas se1986_40,
mejantes en eI (Cabego dos Morros) (A, DO pAeO,
concheiros do vaie
d,o Tejo), <,
XXVrI, Lisboa, 193g, f,g: 2l .
-
63-
[page-n-65]
26
LUIS FERI.EOÍ
para la fabricaciónde las puntas y los microburiles el desechode
la misma. Sin que podamos pronunciarnosde manera term'inante,
queremos presentar varias objecionesa la anterior hipótesis Los
microburiles no acompañansiernprea los otros dos tipos; incluso
en
hay una etapa.inicial que faltan p,or completo.Ademásson con
y
pequeños, en esquirlas insignificantes no corresp'onfrecuencia
piezas que suelen ser las hojas con
den, por tanto, a las robustas
En
escotadura. cuanto a éstas,por su frecuenterobustezno p'odían
microburidar origen a las delgadaspuntas ni a los insignjficantes
en
de
lbs. Y, por añadidura,la disposición las escotaduras am,bos
no
y a vecesen crecido"número yuxtap,uestas' corresponden
lados
al cuadro teórico que sobre la fabricaciónde triángulos y trapecios
se ha solido presentar.
y
Si para los microburileS su finalidadno nos ¡trevemos a expresar opinión, para las hojas con escotaduracreemos lo más vel
utilizables para labrar y alisar
rosímil que se trate de raspadores
los mangos'demaderade las flechas.
En cuanto al restante instrumental en sílex, es el que cabe esperar en un yacimiento paleolítico ñnal, en que se dan perduracioLas puntas de recuerdo musnes y recuerdosde técnicaspasadas.
tam'bién,las creemos sirnescasas
teroide y las piezas solutroide's,
Las
ple arcaísmode gentesque han desconocido Magdaleniense.
el
puntas del tipo de La Giavette y hojitas de dorso rebaiado, es
bien sabido que reaparecen en el Magdaleniense avanzado del
Occidenteeuropeo a la par del microlitismo. Por todo ello no cree'
mos que tales piezas deban hacernosretroceder el comienzt¡ del
y
yacimiento a fechasmás antiguas.Raspadores buriles pertenecen
al caudal paleolíticosuperior que perdura; lo's disquitosraspadocónicos nos ligan una vez más los niveles de la
res y raspadores
ñnal y el Aziliense sepCueva de la Cocina con el Magdaleniense
tentrionales.
:
Piezasm'ayores frandes discos,hendidores,hachitasy los que
llarnamosmacrolitosde caliza, también entran en el conjunto arcaizanteque puede mantenersehasta el Neolítico, útiles de fortuna o frutos de la necesidadlocal, como es la utilizaciín de esascaIizas p'or falta de material miejor de buen tamaño 01por otra raz6n
Fácil paralelo tienen algunaspiede preferenciaque se nos escapa.
(1).
pseudoasturienses
zas
(1) Véase ALMAGRO, (ob. cit.> Un ejemplar del nivel III de Ia cueva de
ta Cooina es nr,uy semejante al d.e
S. VILASECA, (Les esüacions tallers del Priorat i ektensions), Reus' 1936'
flgura 112.
- 6 4 -
[page-n-66]
,
LA ,OU(BVADE LA rCOCtN.{ (DOTS,AGTUAS)
2I
Problema de interés'es de la reraciónde los microlitos de la
el
cueva de la cocína con los que ap,arecen dos momentos de la
en
larga evolución señaladapor la cueva del parpalló, especialmente
con los del.Magdaleniense
medio. En esta última fase deli parpalló
hacen su aparición esporádica las. p,u¡12s triangulares, pero en
cambio abundan mucho las llamadas escalenos,
que también ^p^recen con la m,ismaasociaciónen las cuevasde seriñá (1) y
se señalaroncon dicho nom,bre
por peyrony, enra Dordoña (2).
cabe que de tales microlitos rnagdalenienses,
escalenos,derivasen nuestros trapecios, triángulos, etc. Esto relegaría tales p,iezas a1 Magdaleniense
final y sería un apoyo a la hipótesis de que
en deñnitiva los microlitos tienen su origen en el paleolítico superior s¡¡spso (3). A nuestro modo de ver no existe una derivación
de nuestras p'untas respecto de los escalenosdel Magdaleniense
medio hispano-francés,
que se encuentran en sitios bien alejados,
como el Kurdistán. Para nosotros,las puntas geométricas
prim,itivas de la cueva de la cocina pueden derivar de las p,untastrian,
gularesalargadas
con escotadura
basal de sus niveles inferiores, Ias
cuales a su vez pueden ser producto de las p,untasde dorso rebajado o de La Gravette y de sus acompañantes puntas
las
de m.uesca del sohitreo-auriñaciense
levantinofinal (4). En este caso,espor un lado y traleciosjunto con otras formastriangulares,
calenos
por otro, seríanramasdistintase independientes
salidasde un tronco común y podríln, por tanto, darse contemporáneam,ente dis_
en
tintascomarcas.
Po'sición resr>ectodel capsi.ense.-Lilegamosar término
de
nuestro trabajo, y tras haber anarizadoros distintos erementosque
la.excavaciónde la cueva de la cocina nos ha proporcionado,
nos
(1) L. PERrcor,
ob. cit. Lós microlitos de seriñá se hallan en la colec.ción corominasr de Eañolas, y entre los resultados de nuestras propias
excavaciones en la. (Bora gran d'en carrerasD. Algunos han sido pubtricados,por
M. ALMAGI¿O, ob. cib., flg. 33, aunque los atribuye a, una fase postpaleolÍtica:
cregrnos que son únicam.ente magdalenienseg.
Q) D. y E. PEYRONY,, en (Archivos de r'rnsü. de pal.
Hum.>, m,em. 19¡ parís, 1989.
(3) rripótesis de schwantes y T. Mencke que M. ALMAGRO (ob.
oÍ;.) se incliua a aceptar. v. E. MENOKE, <über die einseitig retuschierten Mikroliühen des'Iardenoisien undj ihre Beziehungen zu den dreieckigen
Forrnenl, en
(Mannus), t. XXVI, 1984. En cam,bio CÍ,AR[< ((The
mesoliühic seüilern€nt of
Northern Europe), cambridge, 1936) acepta la [egada del microritismo
a¡
Norte de Euiopa, desde Africa y pasando porr España.
(4) L. PERICOT, ob. cit.
-65-
[page-n-67]
t2'8
LUüSPüR'ICOT
toca ahora intentar situarla dentro del cuádro aceptado para esta
época. Para ello basta que nos p,lanteemos
dos problemas: relación de la Cueva de la Cocina con el Capsiensey aportación al
problema de la cronología del arte rupestre levantino.
El primero es un p,roblemamuy comLplejo
que no podemos inp,antearloen toda su amrp,lritud los ámbitos de
tentar siquiera
en
una nota como la presente.Es conocida nüestra actitud p,rovisio,
nal sobre el mism,o (l). Seguimoscreyendo que nuestro microlitismo está relacionado con el norteafricano y que el Capsiense
lanz6 ya-antesde terminar el Paleolítico alguna oleada a la Península. En nuestro.casopodríamos establecer paralelo entre el
un
Cap,siense
superior, tal como lo da a conober Vaufrey de la estación argelina del Relilai (2), con nuestro primer nivel de la Cocina, que atribuímos al Paleolítico final. El paralelo con los yacipero sus materialesson
mientos almerienses
sería oe gran interés.,
y
todavía inasequibles lo poco publicado sob,re
los mismos no permite formarse una idea clara (3).
Una estaciónbien excavadaen la zona catalanaes la de San
Gregorio en Falset. En ella aparecentan sólo m,edias
lunas v disquitos raspadorescomo elementosa cofitparar con los microlitos
de la cueva de la Cocina. Y sin embargo ambas estaciones
han de
pues am,bas
cubrir épocassemejantes,
terminan con la aparición de
la cerámica.También ha de poder establecerse
relacionescon las
series geométricasde las múltiples estacionestalleres estudiadas
por S. Vilasecaen la provincia de Tarragona (4). Nótese, sin enrbargo, aquí, la ausencia microburiles.
de
(l) L. PERICOT, ob. cit.; del mismo,, en (Am,puria$), V, Barcelona, peg. N5.
<2) I?,. VAUFREY,, Varsovia,
193d" figg. 8 y 9. Otros m,ateriales a, comparar con los de la C'ocina, en GO(Deux gisenr,entB extremes dTberomal¡,risienD en (L'AnBERT-VAUFREY,
thropolog:io, XI,II, 19q2, pág..449.-VAIIFREY,
<
capsienne des environs de Mostagnem), en
et d'Archeologie' de la province d'Oranr>, t,. 59, Oran, 1938.*Del mÍsmo, (IjArt
rupestre nord-africain>,
1939.-H. BREUIL, (L'Afrique préhistorique)), (Cahiers d'Art), París, 1930.
(3) L. SIRET,, en la
üi.flques,>,
Bruse¡,as, 1893, fi.gp. 4L a 87.
@) S. VILASECA,
Acad. de Cienci:as y Artes), Barce[ona,, 1934, pág. 415.-Del mismo, d,a indust'ria del sÍIex a Caüalun¡¡a. Les estacions tallers del Priofraü i ex,tension$),
Reus, '1930.
- 6 6 -
[page-n-68]
LA,OU,EVA D,E LA,COCINA (D,O,S
AGUAS)
29
En cuanto a los conjuntos microlíticos de otras zonas levantinas
en relación con las pinturas rupestres,los citarem,os
después.
El paralelo con Muge es tentador. Pero la cronología dr: sus
concheros es difícil. En este momento direm'os sólo que caso de
rceptarseei paralelo,el Cabezode Amoreira (l) sería el equiva'
lente de nuestrosniveles medio y sup,erior.El Cabezo de Arruda
se relacionaríacon la fasemoderna del nivel inferior. Hay allí muchos menoselementos tradición paleolíticaque en la Cocina.
de
En cuanto a la caverna (Málaga), también
es evidenteque ha de cubrir una época semejante la nuestra,
a
yeñdo desde un Ep'iauriñaciense Neolítico. P'ero son allí raras
al.
las puntas geométricas,mostrando una vez más cuán varia y desigual fué la evoluciírn
con que terminó el Paleolítico(2).
l,os microlitos de las cuevas de Valle y Santirnamiñe, la
en
por Obermaier, del Capsiense
zona cantábrica,
considerados
supeparangonarse
rior (3), pueden tamrbién
con nuestroshallazgos,
sin
que podam,osprecisar la fase concreta de relación. En conjunto
pueden correspondera nuestrafase media, azilioide.
en
Si salimosde la Penínsulanos encontramos Francia con un
ya
microlitismo que se reconoce en el Paleolíticosuperior y que
hemos puesto en relacióncon el del Parpalló y con el gran desacon tanto emrrollo del mismo en las fasesazilio-tardenoisiense
peño estudiadaspor nuestros colegasde allende el Pirineo (4).
(5)
La estratigrafíade Sanveterre-la-I-emance tiene gran interés
(1) Véanse especialmente las obrs. cits. de A. A. MENDES COIiREA y
E. \iIENCKE.
Q) MIGUEL SUOH, (Avance al estudio de Ia caverna.
en Málaga>. (Bol. de la Soc. malagueña de Ciencias>, Málaga, 1920.
(3) tI. OBEIiMAIER', (EI hombre fósil>, Madrid, 1925.-Del mismo, (Das
Capsien-problem in westlichen Mittelm€ergebiet), (Gelms,nia), 1934' pág. 165'
T. DE ARá,N ADI, J. M. DE BARANDIAII,AN y E. EGUREN' (Exlol"or¡a'ciones
en Ia caverna de Santimamiñe>, memorias 2 v 3, Bilbao, 1931 y 1935.
(4) V. por ejemplo OCTOI3ON,
ohronologique). )(V Coülgres Inü. d'Anthrop. eü d'Aroh. préhistorique. Portugal (Coimbra), Sept. 1930. Fundamental para el estudio del microlitismo del
Paleolítico superiorr francés y todos los problenus que plantlea, y a los que solo
h¿cemos ligera referencia, es eI artÍculo de D. y E. PEYRONY,
pa,léoliihiqure supérieur et du Mésolibhique>, en Bull. de Ia, soc. Préhist. Franqaise, 1941, pág.245 v. nuestros corr¡entarios en (Arnpurias), V, 1943' pág' 295'
(5) . L. COULONGES,
rÍs, 1935.
-67-
[page-n-69]
30
PERICoT
L,urls
para noso,tros,
pues también abarca desde el Paleolítico final al
aunque con escalenos,
Neolítico inicial. Su etapa sauveterriense,
puede equivaler a nuestro nivel medio; p'ero luego la evolución
del yacimiento francés es distinta y conduce a un tardenoisiense
que no es p¿r¿lsls de la fase final de la Cocina (1). En conjunto
estas etapas avanzadasdel m'icrolitismo francés m,üestranun gran
predominio del trapecio, al igual que en el Neolítico primitivo del
p'aralelismoen
SE. español, lo que hemos visto tenía sólo escaso'
la Cocina.
Seguir el microlitisrno p'or Europa central y el Báltico y por el
Grimaldiense hasta ir a parar al Kurdistán, está lejos de nrrestro
p'ropósito ahora. Sin embargo, observáiemosque el nivel B de la
euevade Zarzi es consideradocomo Paleolítico final por Miss Gaque le ligan con las fasesmirrod y contiene numerososelemientos
y
crolíticas del Magdaleniense Epipaeolítico levantino (2)
L,a abundanciade microburilesen nuestracueva es un dato más
que la une con el Capsiense
norteafricanoy la sitúa como fase de
paso al tardenoisiensefrancés, donde se dan también con tanta
que el microburil puede ser muy
abundancia.Fero hoy sabentos
antiguo (3).
EI broblema del arte rupestre.-Hemos elegido lo más candente para el final. Sin pretender tam'poco aqui agotar el tem,a,expon'
dremos nuestra opinión escuetamente.
E,n primer lugar sentemosla afirm,aciónde que es imposible
desligar las pinturas del abrigo llamado Cinto de la Verttana, de
pinlas gentesque habitarou la cueva.Aquel cinto, cbn sus escasas
y esquemático, encuentra en
se
turas de los dos tipos, naturalista
el extremo sin salida, por terminar en p'recipicio,del barranco en
que a unos dos o trescientos
metros se'abre la cueva de la Cocina.
habitaron la cueva.
pintaron aquellas.figuras
Quienes
é Pero a cuál de las fasesindustrialesde la cueva corresp'onden
que no nos es dado relas pinturas del cinto? Acuciante enigmra
(placascon vestigios
solver todavía-Por los indicios que fi'oseemos
pintura) diríam,osque las pinturas naturalistasvan desde nues'
de
podrían atribuirse al
tro nivel inferior al medio, y las esquemáticas
(1) No podemos relacionar los triángulos con apéndice lateral en la base
del Ta,rdenoisiense II de Le Martinerb con nuestros t¡iángf¡los con apéndice laüeral (v- L. COULONGES, ob. cit., fig. 14)'
Q)D.A.E.GARROD,(ThePaleolíthicofSouthernKurdistar':Excar'¿rüionstn the caves of Zarzi and Hazar MerdD.
of Prehistoric Flesearch>, n. 6, New Haven. Marzo 1930'
(3) L. PERICOT, obs. cits.
-68-
[page-n-70]
IJA,CUEVA DE L,A COCLNA (D,OS AGUAS)
Bl
superior. Esto hallaría conñrmación decisiva si se logra interpretar los vestigiosde figurasrojas en ia pared rneridional de la cueva,
que por su altura debieron p.intarse
cuando el suelo de la caverna
se hallaba a 1,50,1,80
metros del nivel rnoderno, o sea en el nivel
tI inicial o III final.
Esta interpretación,de ser cierta, ratifrcaría que en otros lulo
gares hemos exp,uesto
(1). El arte rupestre levantino, hijo del hispano-francés, se habría independizad,o durante el Magdaleniense,
en las zonasmontañosasdel Levante, como obra de indígenasque
recogieronIas tfadicionesartísticasque gentescomo las auriñacienses y solutrensesdel Parpall6 habían divulgado. Desarrollado durante el momento final del Paleolítico y el Epipaleolítico, va a morir con la aurora de los nuevos tiempos neolíticos,cuando se esquematiza en la forma conocida.
No creemosque contra esta hipótesis vaya el m,aterialcuidadosamlente
reunido por M. Almagro (2), procedente d,e otros abrigos
con pinturas de la misma zona. Hay en él muchas reminis,cencias
arcaicas,miicroburilesy microlitos, que no andan lejos de los de
las fasescentralesde la Cocina. En un abrigo con p,inturasesquemáticas,el de Doña Clotilde, las medias lunas de tipo avanzadose
co'rresponden
muy bien con la edad moderna que en nuestra cueva
hay que asignara las mediaslunas, ocurriendo lo propio en el Priorato (3). En los abrigos de la Valltorta se han señaladomicroburiles (4).
A los cazadores tradición paleolítica, independientes
de
aunque
contemporáneos
del Magdaleniense,
cultura que en l,evante hay
que aceptaf sólo corno una intrusión hasta el Parpalló, sin gron influencia en las comrarcas
vecinas,atribuímos el desarrollo de ese
arte maravilloso.
En cuanto a las plaquitas con decoracióngeométrica,constitu,
yen un fenómertoespecial,aislado, sin relación con el arte parietal,
p'ero respondiendoa una tradición paleolítica m,ás potente en el
Capsiense
africano que en parte alguna.
Conclusi,ones.-Estamosen los comienzos de una excavaoión
que puede darnosaún muchassorpresas.
Nuestrasconclusiones
provisionaleslas resumiríam,os
como sique
(1)
Q)
(3)
L. PERICOT, (La Cueva del Parpalló>, frág. 343 y siguientes.
M. ALMAGRO, ob. cit. flgs. 10-24.
M. ALMAGRO, ob. cit., fig. 22.-S. VILASECA, obs. cits
(4) S. MALUQUER, (Las industrias con mrcroburiles de La Valltorta>
(Am,puljias)), Barcelona, 1939, PáB; 109.
_69-
[page-n-71]
LUIIS FEIRI'COT
La cueva de la Cocina fué habitada desde el Paleolítico final,
que
probablementeen tiem,pos
del
contem,poráneos Magdaleniensc
por gentesque conservaban téclas
aba en el Parpalló,
se desarroll
pero
nicasauriñaco'solutrenses, que no parecenprocederinmediatamente de los huídos de la cueva gandienseal llegar la primera
oleadade magdalenienses.
que será
Pronto se hace sentir ett ella el peso del mLicrolitismo,
la nota constantede su industria. Esta experimentaüna clara evoPero hasta ahora dilución tipológica y tiene una raíz capsiense.
en
cha evolución no puede parangonarse detalle con la del microliello el efectismo en el resto de la Penínsulay de Europ'a; p,roduce
vivieran muy independientemento como si los grupos de entonces
te y no se intercomunicarandemasiado sus productos y sus técnicas.
y
capsiense de raíz africana,se
En estemedio fundam,entalmente
ya francamentedel momento final del Paleolítico
apreciauna fase
y otra francamenteepipaleolítica con alguna vaga influencia del
.4ziliense,que entonces'vivíamás al Norte. lJn curioso episodio
.artísticoprecede inm,ediatam,ente llegada de la influencia neolíla
tica.
Por último, las gentesque habitaron la cueva pintaron las ñguy
Con ello se nos ofrece un datc mrás muy
ras de abrigos cercanos.
importante contra la contemporaneidaddel arte rupestre nórdico
y el levantino.
Y no terminaremos
sin confiar que las próximas campañasde
en
excavaciónnos proporcionen datos más convincentes favor de
al
cuanto hipotéticamentehemlospresenta.do lector.
APENDI
CE
NOTAMALACOLOOICA
lJna vez más mi sabio'maestro de Prehistoria, Dr. D. Luis Pe'
ricot, me da el honroso encargode clasifrcarlos moluscoshallados
confrándomelos materialesde la cueva de la
en las excavaciones,
dando una nota provisional de los ejemCocina, a que corresp'ondo
ya
plares registrados, que una parte del inmenso'material extraído
se halla en estudio.Cuan{o sólo se da el nombre genéric6sin llegar
entiéndaseque el estado del ejemplar impide mayor
al específico,
precisión.
-70-
[page-n-72]
iI
-
n,¡
LA .c,uEVA ll ,coc,lÑA (Dos TAGUAS)
33
En superfrcie ap,arecier<.¡n Columbella y vn'Marex. La capa
dos
y una valva de L'ardium edule L,la 3." un
1." da cinco Columbella
y
Pectunculu.s la 5." una lü¿ssareticulata L. Aparte de esta' tepófrecuenteménteorifimarinas en ejemp,lares
sentación de especies
una mayor
cados,indicando su uso como objetos de adorno, existet
fluviátilesy palúdicascon siete Melanopde
representación formas
sisDutourei.Fer. en la 1." capa,o'tro en la2.', un Theod,oxtts
fluvia'
tilis L. en la 3.ny un Limnaea en la 5.". Entre los moluscostcrrestres hay un Helix indeterminadoen la capa1.'y un buen ejemp'lar
de Iberus alonensis Ferussacen la 3.". La frecuencia de moluscos
por la proximidad del llamado
rranco Falón>.
MANUEIJ VIDAL Y LOPEZ
-7r-
i
[page-n-73]
[page-n-74]
PERIC0T (Cueva la Cocina,r.
de
LAMINA I.
A Vista de la,entrada de la cuera desde el otro ladlo del {¡a¡ranco. -B. La excavaciórn,iunto
a la,pared S., en 1942. Al fondo e1 ,nivel origjnal de la ouer¡a.-,C. ila excavación de i$43
desde ei interior cle la cueva.---rD. La excavaci,ón de'1943 en une zona de estratiffcación normal,
srn rp[eoras
(Fotos rL. Pericot.)
[page-n-75]
PERTCOT(Cueva la Cocinar.
de
LAMINA ¡I.
Fragmentosde cerámicadel Nivel I
{Fotos Adell.)
[page-n-76]
de
PERIC0T (Cueva la Cocina'r.
lÁrr¿lNe llt.
Losetas gratadas Oet'Ñivel ll
(FotosAdell.)
[page-n-77]
I
FERNANDEZDE AVILES
AUGUSTO
La cuevafuneraria,
eneolltic4de
fa <,Loma los Peregrinos>,
de
en
ñlguazas(l"lurcia)
,Í
j
#
NOTICTA HALLAZCO
DEL
La prensa local de Murcia dió cuenta, el 20 de Enero de 1933,
del hallazgocasualde este yacimiento.Como en tantasocasiones,
fué la reja del árado la que actuó de imprevisto instrumento arqueológico, hundiéndose en el terreno o encontrando resistenciaque
motivó una intervención de! labrador para salvarel obstáculo.Quitada con el azadónla tierra, resultó ser una losa que cubría Ia entrada, de medio metro' aproximadamentede anchura, de una concavidaden cuyo interior había restoshumanos e industriales.
Imaginando, sin duda, los consabidos tesoros, el clescubridor
prosiguió dentro sus excavaciones
con las naturales consecuencias
paru la integridad de los esqueletos ajuar, que aún sufrieron más
y
por las visitas de numerososcuriososdel pueblo en días sucesivos
y a horasen que no podía ejercersela vigilancia dispuestapor el
Alcalde d,e Alguazas,quien, mientras reso'lvíael Gobernador Civil,
había dispuesto .fuése tapada la entrada de la cueva con piedras y
restituídotodo a la forma en que apareció.
Cuando acudimosal lugar, en la tarde del mismo día de publicada la noticia, pero transcurridosya nueve desde que acaecióel
halld,zgct, daño estaba hecho y sólo cupo inspeccionar la cueva,
el
:73 -
l
[page-n-78]
r
2
LUGUSTO,FERNANDIEZ DE AiVITITES
recoger informacionesy trasladar al Museo Provincial los objetos
por algunosparticulares(l).
conservados
El propósito de repetir la visita para documentargráñcamente
la
cueva, examinar con detenimiento la tierra revuelta y observar los
alrededores, pudimos llevarlo a cabo; limitándonos, también,
no
Museo, a catalogary lotograñarsom,eramente piezasingreen el
las
sadas.Quedaron, pues, sin trazaÍ los dibujos y sin anotar las características material, pátina, etc., en esperade.momento opordel
tuno, que no llegó.
LA CUEVA
I
l
l
La> un pequeño repliegue enclavaes
par de kilómetros al Noroeste de Alguado en una finca distanteun
zas y prop,iedaddel citado Sr. Alarcón; la cueva está situada en la
falda de la loma, en terreno duro calizo, güe, aunque poco accidentado, deja suponer la existenciade otras concavidades
semejantes.
Sobre la disposiciónde la entrada no tenemosmás datos que el
de su angosturay su cierre por una o más piedras, totalmientedesplazadas ocasiónde nuestravisita. En todo caso, se trata de uha
en
cueva natural, de planta ligeramenteovalada de unos 5 metros de
Iongitud en su eje mayo,ry 1'50 metros de altura máxima, decreciente hacia los bordes, Io que produce una techumbre irregular a manera de bóveda, mientras oue el piso, horizontal, está cubierto por
una capa de tierra, probablemente bastanteespesor.
de
Nada encontramos nuestrarápida investigación,
en
tanto a causa
del despojo añtesreferido como de la falta de medios adecuados;
pero es de suponer que numero'sos
objetos menudos habrán pasado
inadvertidosa los rebuscadores,
como se desp,rende
del conjunto
industrial exhumado, en el que se echan de menos elemento's
integrantesde otros yacimientoscoetáneos.
Lo que es indudablees que la cuevatenía el carácter enterrade
m,ientocolectivo,si bien hay distintasversionesen cüanto al númey
ro y disposiciónde los esqueletos ajuar. Según las primeras noti(1) De la inspección realizada en unlón del Secretario de la Comisión de Me
numre,ntos,D. Andrés SobeJano, publico un reportaje LA VERDAD del 21 de
Enero, ha¿iéndose además una reseña descriptiva a petición de la Associaüed
Press. Conste nuestro reconoclmlento a. las autoridades de Alguaaas por su eflcaa cclaboración, asÍ como al Sr. Cüra, D. Jesus GarcÍa, al Dr. Ayala y a don
Flancisco Alarcón, dueño del teneno. que ariablemente cedie¡on al Museo los
objetos a que más adelante nos rcferimos.
-74-
[page-n-79]
rDE rLA
CUIEVA ,FUNERAIRIIA
vistos po-r el autor del hacias de prensa,los individuos sepultados
llaz,go
eran cuatro, sin precisarsu colocación; o bien, se indica que
estabanhacinadosen un rincón, casi intactos, pero sin expresarsu
númeto (1).
Por lo que nos dijeron en el lugar, versión que recogeel reporlaje arriba aludido (2), el descubridor encontró en el interior (url
---él suponíaque se elevabana diecisiete
buen número de esqueletos
unos sobre otros, en el centro de la cueo dieciocho-, colocados
va y en posición de medio lado, con las piernasy brazosencogidos).
dicho, cl médico del pueDestruídoscompletamente,como hem.os
blo conservóalgunosrestosóseos,tales como dientes,trozos de parietal, fémures, etc. ; pero todo tan fragmentado,que no le permitió deducir ninguna conclusión.
EL AJUAR
la
Tampoco determinanlas primeras comunicaciones situación
halladcsen relacióncon los cadáveres;
sólo
los
<1e utensidios
Verdad> del día 21 dicc que (una porción de objetos de piedra y
también la
de
barro>restaban< los mismos,expresando
vasijas.
de
destrucción mruchas
Los restos del ajuar, según queda dicho, hubimos de buscarlos
en el pueblo mismo, donde continuaronalgunos en poder de las
personasque con tanta amabilidad nos atendieron (3); pero la 'nayoría ingresaronen el Museo de Murcia, y a ellos se contrae nuestro estudio.
L-Material lítico.
Compónesede dos grupos de objetos: Hachasde piedra y diverde
de
sierra, p,untas
sosútiles de sílex : ho,jas cuchillosy raspadores,
flechay hola de puñal.
Las hachas(lám. I) donadasal Museo por los Sres.García, Ayala y Alarcón, son diez, en su mayoría de ofita, de moderado tamaño, preclominandolos tipos alargadosde seccióncircular, si bien
(1) LA VERDAD y EL LIBERAI, respectivarnrente (20 Enero).
(.2) (El descubrimriento arqueológico de Alguazas>. LA VEII,DAD, 21 Enero.'
(3) Dado el üienpo transcurrido, no recorda,rqos particula,ridades de tales
objetos, pudiendo suponerse, por eJemplo, qu,e entre las flecha,s acaso exisüirían
tipos distintos'a los ingresados en e:l Museo de Murcia, y que no faltarían tarnpoco los ordinarios objetos de ádomo, como brazaletes, collares de disttnta
especie, etc., de los que, en efepto, se han recog:ido algur¡as. cuentas.
- J O -
[page-n-80]
{
AUG,USTO FIERNIANDEZ DE AVILES
hay alguno achatado; otro ejemplar trapecial, incom,pleto,de bordes rectos,debió ser enmangadocomo azuela.Casi todas las piezas
presentangrandesseñales uso y de sucesivos
de
reaguzamientos
del
filo, ostentandoalgunaintenso pulimento.
Las hojas de sílex (lám. II), más o m€nos comp'letas,que han
sido entregadaspor los Sres. Alarcón y Ayala, alcanzanel número
de diecisíete,
ademásde tres pequeñosfragmentos.El material, generalmente patinado, varía desde el color blancuzco al obscuro,
existiendojunto a ejernplares notable finura de ejecución,.con
de
su
que incluso conservan
inflexión típica, otros torpemente esbozados
restosde la corteza; la mism,adiversidad hay en el tamaño, que
llega, en la pieza mayor, hasta 158 milímetros.
Es corta la serie e incompleta la tipología de las flechas(lárnin¿ III, 1-5) cedidaspor los dos citados señores.Redúcesea cinco
ejemplareslabradosen gengralcon exquisitafinura, correspondieny
como normales las
tes a tipos rom'boidales foliformes. Señalemos
dos características
hojas de sauce(núms. 2 y 4) y la romboidai de
ángulos aguzados(núm. 1), acasola de m,ásdelicado retoque; en
cuantq a las dos restantes,
son de advertir las incipientesaletasde
punta núrn. 3 y el estrangulamiento' la romboidal
la minúscula
de
de ángulosromos núm. 5.
Cierran dignam,ente conjunto lítico de estacuevados piezasde
el
por
respectivamente, el Sr. Cura de
sílex muy notables,entregadas,
y
Alguazas por el propietariodel ter¡eno.La primera (lám. III, 9)
es una sierra tallada en Lrna sólida lámina rectangularde sección
ligeramentebiconvexay de gran regularidad,en lo que puede ¡uzgarsedel fragmento conservado,
comprensivosin duda de la mayor
parte de la pieza; fuertes retoquesocupan toda su extensión por
anrbascaras,salvandoen r'.nade,ellas cierta porción de la corteza.
La otra pieza es una preciosahoja de utensilio apuntado (lámiComo
na III, 6),labradaen sílexbrillantecon la mayor perfección.
-sin espina lonlas flechasy el serrucho descritos,sus sup'erfrcies
gitudinal- se hallan totalmente retocados,logrando así un agLrzamiientode filo y punta que la hace apta como arma inciso'punzancerca de Ia base redondisp,uestas
simétricamente
te. Dos muescas
deada,indican el p'rocedimiento de enmangue, mientras que la
anchurade aquélla,,muchomenor que la del cuerpo de la hoia, descartala idea de una alabarda,por su solidez y tamaño, en fin, nos
inclinamos a considerarlamás bien como hoja de puñal que de jabalina.
Este instrumento, el más importante de todo el ajuar de Alguay
zas, pertenecea ese género de objetos de sílex antecesores mode-76-
[page-n-81]
CUEVA FUNEIR,ARIA
DE ILA (LOM,A .DE LoS ,FEREG,RIIN
ISI
5
los de sus equivalentes
m,etálicos,
com,o la magnífica hoja de puñal, lanza o jabalina del
en la colección siret (2) o la alabardade Garrovillas, en el M,useo
Arqueológico Nacional (3), entre otros ejernp,lares
portuguesesy
que podrían citarse.
franceses
II.-Utensilios de hueso y metal.
Au¡que sólo existen sendaspiezas de cada materia, tienen un
valor representativo el cuadro de hallazgos,
en
siendo la segundade
ellas, además,decisivapara la ñjación cronológicadel mismo.
Anrbas son punzones: el de hueso (lám. III, 7), acaso rude
miante, partido por la n¡itad y de dim,ensiones
modestas,no tiene
ninguna característica
especial,apareciendoiguales, como se sabe,
en épocasvariadasy por sup'uesto todo este ciclo neoeneolítico.
en
El de cobre (lám. III, 8) es una excelentepieza perÍectamente
conservada,de seccióncuadrangulary anchura crecientehacia la b¿se,
apuntadalo mismo que el otro extremio(4).Es idéntico al que,
procedente de Ciempozuelos,se conserva en Ia Academia de Ia
Historia, y a los de estaciones
almerienses., la de Campos,en
cual
la colecciónSiret (5).
III.-Ceriímica.
unicam'entehan podido salvarse
dos vasosde distinto tipo y algúnos fragmentossueltos cle barro, entre las <
vasijasuque
aparecieron unas catorce,segúnconcretaronnuestrosinformantes.
:
La vasija pequeña--8 cm. de altura por 9 de diámetro-.- adopta
la típica forma de casqueteprofundo con los bordes prorongados
casi verticalmentey con un botón en su tercio inferior para facilitar
su mranejo(lám. IV, 1). trstá toscamente
modelada a mano, observándose las huellas digitalesen la m,al cocida p,asta.
salvo un des(1) s. vilaseca:. AMprtRrAS, rr
G940), lám. v. flg. 1.
sólo una de las caras aparece retocada, estando, adem,ás,tallada adosverüientes.
Q) c. de Mergelina: (La estació¡n arqueotrógiea de Montefrío (Gra,nada,).
f. Los dóUnenes)).BOL. S. A. ARe. VALLADOLID, Vm 0942), fig. 4, nún: 6.
(3) H. scr¡¡nidt: (Esüudios acerca de los principios de
Ia Edad cte los Metales
en Espa,ña). COM. I. P. PREI{., I (191b).
(4) El p'unzón de hueso fué cedido por el sr. Ala,roón; el
de metal -no menclona.do en ninguna reseña periodística, a diferencia de aquél- lo ignora,rnos, y.
hasta creemos resordar que nos lo entregaron corno cosa moderna, por sq buena
conservación; pero su antigüedad es indudab,le y lo incluímos aquÍ só[o con esa
tenue reserva de procedencia.
(5) H. y L. Sireü: <.
Anvers, 1887, lám. If.
[page-n-82]
f
6
AUGUSTO,FIERNAN,DEZ DE AVTLES
conchado al lado opuesto al pez6n, se conserva en buen estado,
habiendo sido donadapor D. JesúsGarcía.
El otro recipiente (lám. IV, 2), entregado por D. lrranciscc¡
Alarcón, es un cuenco semiesférico,
también a mano, de. 11 por
20,5cms., en barro cocido ordinario con m,anchas
negrasdel fuego;
está incom,pleto,
por fractura reciente.
Por último, de los dieciséisfragmentossueltoscedidos por los
fres señoresnombrados,se puede apreciar,en los más grandes,que
perienecierona casquetes forma, dimensiones,barro y técnica
de
igualesal descrito en primer lugar; todos elros enteram,ente
lisos,
excepto un trozo que muestra. junto al borde, una frarija decorativa punteada de orificios circulares
en
gulares (lám. III, 12). Formas, éstas,de casqueteesféricoy ovoideas, frecuentísimas
durante una larga época (r); v sistema decorativo tan elemental que podrían alegarse
multitud de casos,cual
el fragmento del poblado de La Gerundia (2), er de ra cueva de !a
Moreva, los de la galeríacubierta de Puig Roig (3), etc.
IV.-Obietos de adonto.
L,apresunciónde la existencia objetos de estaesp,ecie com,de
se
prueba por el hallazgo (4) de un <, conservadopor
de
el Dr. Ayala, sobre cuya naturalezano podemos dar más detalles.
CRONOTOGTA
Pese a las limitaciones ya exp,licadas, conjunto del material
er
descrito y el que en buena lógica puede suponersele completara,
así como las condicionesen que apareció,permiten situar culturalmente nuestracueva y establecer
paralelos, innecesarios
por conocidos, en la región levantinay suroriental (5).
sin las anomalíasde otros yacimientosal estilo de la cueva de
(1) J. sena vila,ró: <
a catalunya.
craLs eneolÍtiqueo. Solsona, 198. ñg. 26.
Q)
(3)
r. Les coves sepur-
Siret, ob. cit., lárn. f, 12?.
s. vila,seca,: (La indus¿ria der sÍlex a cata"lunya...). F¿eus,198s, ñg. r02.
($ L. Pericot: (Exiororaciones dounénicas ea eI
ampurdán). AMPURTAS v
(1943),fig. 7.
(5) Por lo que se reflere a estaciones del comienzo de ra
Ecra¿ de los Meia_
les' en la provincia, de Murcia, pued.en verse ad.emás de las publicadas en la, obra
ciüada cte s.iret, las señaladas por J. cua.drado:
-78-
[page-n-83]
*
ryJ¡
OUIEIVA'FUÑEIRAR¡ADE ,LA dLO]\fiA.DE ,LOS ,FEREGRINO,SI
7
>,
Albaida (1) ---cuyo probab,le carácter de osario, justifica aquéllas-, la perfección técnica que acusan principalmente
las puntas de flecha,la sierra y la hoja de puñat, y la presencia
misrna de ésta y del herinoso punzón de cobre, nos dan un índice cronológico bastante avanzado,ya en pleno Eneolítico, al que no se
oBone ni la tosquedad ciertashojas, ni la simplicidadde la ceráde
mica, ni la pqsiblementefalsa ausenciade tipos más evolucionados
en la tipología de las flechas.
Tal vez un reconocimiento del terr'eno p,roduciría, aparte de
nuevos elementosde juicio en el interior de la cueva, el ciescubrimiento de enterramientosanálogos,dando base para buscar en sus
prr¡ximidades poblado correspondientea esta supuestanecrópoel
lis eneolíticade la <
de
-*-----;(1) L Ballester:. ARCH. PREH. LEVANTIN,\, I (1928)
-79-
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[page-n-84]
[page-n-85]
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[page-n-86]
F. de Avilés-
de
Hojas de silex
¡-A+uNell.
[page-n-87]
F. de Avilés -
LANIINAIII
11,
|
1O
frm,
I
l/ó, Puntas de flecha, 6, hoja, y g, sierra, de si,lex; 7 ; rpu.nzón hueso; 8; punzón
de
de cobrei l0l12, fr¡gmentos cerámücos
[page-n-88]
F. de Avilés-
de
LAMINA IV.
c),,
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7U |
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R€cipiente6 cerámicos
l
crn,
[page-n-89]
SALVADOR VILASECA
Vestigiosde un poblado y necrópolis
prehistóricos lRiudecols,
en
(Tarragona)
Le partida de se halra a argo.más dos kilómetros
de
al No. de Riudecols,pueblo situadoa' quince kirómetrosat o. rre
Reus, y está formado por u' conjunto de cerros constituídos por
pizarraspaleozoicas granito, que se elevan a la derecha
y
de la riera
del pueblo.
sólo el norr¡brede vestigiosrnÉrecen restoshastaahora
los
conocidos del poblado y necrópolisprehistóricos descubiertos
en
valls>; pero anticipamossu publicación esperandoque nuevos
hallazgosfortuitos surninistrenmás datos sobre los mismos, que
o
ilegue ocasión de ampliar las exploraciones iniciadas.
ya
Poblado y necrópolis,radican en la farda orientar
del primer
nVall>>, unos 550 m. s. m.; el primero,
a
iunto a la cumbre. Desde
allí se domina buena parte crelcam,po de Tarragona,desde
las prayas de Salou a las sierrasde>
y <
Mussara>r. ca_
El
mino de es el que pasa por la capella, ra <
del Ratel> y el Mas de Sardo y term,ina la vereda de .
en
Err Julio de1942,D. Fermín soraneiles, Riudecors,uno
de
de ros
propietarios de, hizo casualmente
los primeros hallazgos de sepulcros.Fueron dos enterramientos
en fosa, cuya situación
venía indicrda por sendas
pieciras
hincadas modo de estelas,
a
sobresaliendounos 15 cms. del suelo.Er primero estaba
situadoa 5 mefros al No. de la casitade rabor de ra finca, y el segundoa unos
25'
metros de aquéI, en el mismrr rumbo. Hasta principios de 1943
no
tuvimos noticia del hallazgo.El Sr. solaneilesnos cedió generosamente los pocos objetos que había recogido y nos facilitó ia
expro-81 -
[page-n-90]
'vlLAsBc.A
SA,LVAD0R
2
ración del terreno cle su propiedad, en la qup nos ayudó,,tomandc¡
tambiénparte activaen la misma, nuestrd amigo D. José Casals,
y
dueño de los ladrillares de Clastellvell Riudecols, en los que tan
prehistóricos
lleva hechos(1).
notables
descubrimientos
por el Sr. SoNUM. 1.--Fué vaciadoestesepulcro
SEPULCRO
una hachita de fibrolita y tres
es
lanelf en 1942,recogiendo en él
cuentasde collar de calaís L.a estelafué utilizada por el propietario
)i"-
;=
X
Figura Lutssterlas de las sepurlturssrl.,y I'l
c o m o m a t e r i a l d e c o n s t r u c c i r ) n ,c o l o c á n d o l a a m o d o d e p i e d r a a n g u l a r e n e l c o r r a l . 1 el a f i n c a , e n c u y a f o r m a l a v i m o s ( ñ g . 1 ) . L o s
(1) Salvador Vilaseca:
Rev. del Cenüre de Leciura. vol. fx, núm. 184. Reus, 1928.
Salvador Vilaseca: (IIn enterrament prehistÓric a Riudec¡ls (Camp de Tarragona)). Butll. del Centro Excursionista de Catalunya'. Núm. 474. Barcelona,
1934.
Luis Pericot,:
Además de éste, nurnerosos hailazgos de sílex al aire libq:e llevarnos catalogados del térm'ino de Riudecols, que serán dados a conocer oportunam,ent.e. Algunos
de ellos nos fueron desinteresadarnrentecomunicados y c€didorspor nuestro buen
arnigo el inrestigador valenciano D Rafaet Pardo, Maest,Io Nacional que fué de
Les Voltes, agregado de Riudecol,s'
-82-
[page-n-91]
POIELADO Y INIE,CTROTPOiLIS TRIUD,ts,CO)LS
EIN
3
huesoshumanos salieronmuv triturados y fueron esparcidos peen
queños fragmentos,que apenaspudimos utilizar más tarde.
El 2 de Mayo de 1943tuvimros
ocasiónde examinarel lugar donde estaba errtplazadoeste enterramiento. [Jna nueva excavaciónnos
pe¡mitió todavíaestudiaralgunasde sus características
(lám. I, figura 1). Era un sepuicro en forma de fosa oval, sin revestirniento,de
algo más de 1 m. Ce profundidady de 1'30m.. de diámetro N.-S. v
0'75 de diárnetroE.-O. Aún hallamosin situ e intactoslos huesos
de las extremidades
inferiores, fuertemente apretadosen forma de
paquete,segúnse observaen nueStrafotografía(lám. I, frg. 1), .lando a comprenderque el cadáverfué colocadoen posición acurrucaday de lado, con la cabeza N., mirando al E., y con las extreal
midades violentamente flexionadas.A nivel y delante de la pelvis
existían restosde una vasija ovoide con dos asas,cuya altura sería
de unos 30 cms., completam'ente
lisa, de barro rojizo, bastantefino
y rico en fundente. Un somero cribado de parte de las tierras extrardas clió l4 cuentas
más, idénticas las ya recogidas.
a
junto a la caradel esqueI-a hachita de frbrolita había aparecido
leto. E,l ejemplar mide 55 x 49 x 10 mm. (lám. I, frg. 21.
Las 17 cuentasde collar son perfectam.ente
cilíndricasy miden
las niayores10 mm. de diámetro y 5 de altura, y las más diminutas,
5 y 2. respectivamente.
Como ocurre en estaclasede granosde collar, todos ellos presentanperforacióncilíndrica (lám. I, ftg.2).
SEPULCRO NUM. Z.-\iué destruído por un jornalero del señor Solanelles, quedandodel mrismomás que la estela,una pieno
dra de cubiertay pequeñosfragmentosóseos, no utilizables.Sin
embargo, fué posible observarmejor la disposicióndel sepulcro en
su conjunto, lo cual nos ilus¡ra satisfactoriamente
respecto al rito
empleadoen el enterramiento.
La sepulturaconsistíatambién en una hoya o fosa oval sin revestir, orientada como la precedente.Junto a la cabezadel cadáver
habí¡¡sido colocadala estela I encima de aquél cierta cantidad de
piedras.una losa de granito de 70 x 49 x lQ cms. cubría el esqueleto
y la capade piedrasa nivel de la cabezay t6rax del mismo.
L,a estelafuneraria era tle pizarra, de forma aproximadamente
cónica y de 60 crnts. altura y 25 de anchura (fre. 1).
de
Por exigencias
cel cultivo no ha sido aún posibrepracticar una
excavaciónmetódica de Ia fosa, lo que quizá perm,itiría descubrir
elenr,entos ajuar inadvertidospor los que lo violaron en 1942.
del
RESTOS OSEOS HUIVIANOS.-Disponemos únicamente Ce
fragmentosd'ela cabezaóseay de otros, procedentes primer seder
pulcro, los últimos carentesde epífisisy abiertos longitudinalmeri-83-
[page-n-92]
VILASEC,A
SALVAJDO1R
nos
Unavez reconstruídos, han dado las medite fo¡mandoastillas.
y los índicesque siguen:
das
Altura sinñsia de un fragmento de mandíbula: 32 mm.
D'iámetrospilastéricosde un fragmento de fémur : transversal,
Indice, 92'5.
27
25 mm.; antero-posterior, m'm,.
un fragmientr: tibia a nivel del aguieronutricio :
de
Diámetrosde
35
23
transversal, mm.; antero-posterior, mm. Indice cnémico,65'7.
RESTOS DE CONSTRUCCIONES DEL POBLADO.-AvIde
sadospor el Sr. Solrrnelles haber descubiertoél mismo una pier:n
dra que sabresalía forma de estela,permitiendo suponer la existencia de un tercer sepulcro,el día 18 de Junio de 1944acudimosde
nuevo a. La exploración practicadano dió el resultado
con algunos fragmentos
esperado,pero el irallar tierr¿ sobrepuesta
a mano, nos hizo insistir y ahondar las catas
de cerámicafabricada
hastaalgo más de un metro de profundidad. Al fondo de las mismas
la
se descubrió una hilacla de piedras rudas, indudablernente base
de un muro que limitaría por el SE., o seapor la parte más baja,el
poblado prehistórico que exrstiría en la cumbre del Vall y al que
quizá éstedeberíacl nombre con que es conocido.
(lám. II), no sin sactiLa porción de muro puestaal descubierto
árboles,mide unos 4 metros de longitud y está arum'
ficar algr.rnos
Su
todavíapor ambosextremos. anbada de N. a S., corrtinuánd<.,se
y las piedrasson en su mayoríaplanas,de
chura mide unos 50 cms.
pizarra o granito, alcanzandolas de mayores dimensioneshasta
60 cms. de longitud por 35 dc anchura.
que tendría el poner.al desEs evidente el interés arr¡ueológico
queda de esta ruina prehistóricay de los rescubierto todo, cuahto
encierraen su interior.
tos de hogaresque posiblemente
OTROS FTALI,AZGOS --En la vertiente NE. del Vall y a unos
profundidad, una
a
20 m. del sepulcro núm. 2, aparecieron, escasa
de granito de contorno ovoide, de 90 cm,s.de longitud, 60 de
laja
anchura y 12 de espesor.Sus carasson paralelas,siendo la superior
lisa. Se trata, sin duda, de la pieza inferior o dur'
co,mpletamente
rniente de un gran molino dt' mano, y sus inventoresla rompieron
en siete pedazos, que pudimos reunir para reconstituir su fornta
$'e.2).
Cerca del sepulcro2 recogimosun canto rodado de caliza, que
sirvió de pulidor, con una ,;arilla plana y alisadapor el roce continuado, y otra piedra de moiitro, del tipo más corriente, o searecortada en forrr¡aelíptica y con la cara superior lisa y cíncava en sentido antero-posterior; también es de granito y mide 28 x 15x 5 cms.
CONCLUSIONES.-Los hallazgoshechoshasta ahora en
-84-
[page-n-93]
,EN
POTBLADO Y NIEOROTPO1LIS ,RI,UDTECOTLS
5
Valls>, nos permitcn inducir que en dicho lugar y durante el E,neolítico inicial existió un peqrreñopoblado o grupo de viviendas, situado en Ia cumbre del cerro, cuyasconstrucciones
propias nos son
pero del que se tendría interesantes
desconocidas,
restos del muro
que lo circundabao defendía,y del que se han hallado hastael presente, extramuros,clossepulcrosen fosa, que quizá formaron parte
de una necrópolisreiativainentenum,erosa, tipo y ajuar propios
del
de Ia antescitada época.
Foblado y sepulr:ros
correspondena la llamada por P. Bosch
Figura 2.a-M,olinos
de .mano de ig,ranito '' alised,or dte caliza, de
Gim,pera,r.
En la zona Catade
luña no conocemos
pobladoscomparables los levantinos,
por lo
a
que sería de gran interés arqueológicoel completar la excavación
del descubierto los Valls. De los sepulcrostenemos,en cambic,
en
paralelosbien conocidos,siendo los más exactoslos de Ia necrópc,lis de St. Genís de Vilassar (provincia de Barcelona)(1), en la cual
se hallaronvarios'enterramientos
dispuestos líneasparalelas a
y
en
distancias 5 a 6 m. Sólo t¡:esde ellos pudieron ser e"c"uadosmede
tódicamente, y se ceracterizaban
por tener una o dos losas hincadas
hasta un nivel algo superior al del cadáver,en forma de estelasin(1) P. Bosch Gimpera: (Necrópolis de St. (ienís de Vilassar>. Anuari df,
I'fnst. d'Esü, Cat., 1913-14,págs. 811 y sig.
1919,págs. 93 y sig.; y , Barcelona, 1982,pág'ina 155.
-85-
[page-n-94]
[T,:
6
VILASEC,A
SA,LVAID.0R
en
dicadorasdel sitio cleemplazamientodel sepulcro.Este consistía
acuriucado. El ajuar más
una fosa, en la que el esqueietoaparecía
completo estabaintegradopor una hachitade fibrolita, que salió iundel nluerto, numerososgranos de collar de calaíscito ala cabeza
Iíndricosde 1 cm. com,otérmino medio de diámetro, un cuchillo de
sílex y un vaso ovoiciecon dt s asas,cercade la cintura del esquele'
to. Otro fenónrenoparecido es el de Bigues, también en la provin(1).
cia de Barcelona
(1) Nlaspons y Anglasell: (Las ioyas paleolÍticas de Bigas (Barcelona)>. Repács. 190 y sig. Ebtos ha".
vi,sta de la As. Arü.-Arq. Ba,¡oelonesa, vo[. 190r?-1905s
llazgos pertenecen, según se ha dicho, al DreolÍüico inicial.
-86-
'
[page-n-95]
VILASECA <,Riudecolu.
Figura l.a-Se,pulc¡o
Figura 2.a--Haefia
LAMINA I.
I de cEls Valls>, de RiuCecols
de fióro,lita y ,cuentas de collar cilíndricas de calaís,
del sep,uls¡s I de cEls Vallsr
(Fotos S. Vil.ascca.)
[page-n-96]
-¡
{
V ILASECA-
i rr$
*5i
il."
r T
LAMINA II.
,_.'-:l
......i
;,.¿l*
Muro del pobiado de, de Riudecols
{Fotos S. Vilsseca')
[page-n-97]
MANUELVIDAL Y LOPEZ
flaterialesSaharianos Valencia
en
Esta pequeñaaportación de materialesnos permitirá evocar en
estosmomentos de floración africanífrla la venerable figura de Mosén Norberto Font y Sagué,Pbro., gran geólogo, gran explorador
y
de la espeleología
catalana cuyos materialesprehistóricosrecogidos en 1902(l) en una rápida excursión a Río de Oro, entregó, en
partc, al Dr. Qazurro, adquiriéndolosmás tarde el S: I. P. de Valenciaen cuyo Museo figuran (frS. 1.').
El lote estácompuéstode los siguientes
números: C. 88 : 16 hojas ¡' puntas de sílex con retoqueslaterales.C. 89 : 7 puntas de flecha con aletasy pedúnculo.C. 91: 5 puntasde flechalanceoladas,
iríecon retoquesmarginales. 94 : 2 puntasde flechatriangulares,
C.
gulares. 95 : Punta de flechalanceolada
Punta
irregular.Q. 96:
C.
de sílex.C.97 : Hoja de sílex irregular.C. 98 : 10 puntascon retoques C. 99 : 3 dientésde pez (escualos)
fósiles,uno de ellos muy
desgastado.
IJn conjunto 5.5piezas,que en unión de otras, aportadaspor el
Dr. Font, y en vista del gran número de conchassuperficiales
halladas, le permitiero señalarla existenciadel kiokkenm'oddingoo parador de Río de Oro, contra la opinión de Quiroga, que creía dicho
concheroresultado de una inmersión de la penínsulade Dahala.
El eximio geólogo cataláncometió un error, muy disculpableal
no especialista,
considerandolos ejemplaresde punta gruesa o de
dotsctrebajado, cormo(una especiede punzones muy largos y del'
gadosr>.
Dichas puntas, de tradición capsiense,
repetidasen mi colección
y que aparecenen la <
de
S. l. P., se presentantransformadas el núm. C. 89 en una intereen
G) F."t y Sagué (Norberto):
Español)>. Bol, Soc. Esp. H.' Nat. T. II, pág. 305-309,
con lám. Madrid, 1902.
-87-
[page-n-98]
V¡DAL Y LOPEZ
¡ÁANTUIEL
2
sante punta con aletas (que presenta pequeñas diferencias de retoque,. igual a la hallada en la y atribuída por el
Prof. Pericot a la cultura del solutrensesuperior (1).
Los dientes del lote C. 99 son de los referidos por el geólogo ca-
c .r c
c.6q
F i g u r al . a ( l / 1 )
le
del Mioceno, los cuales servifósiles
como
talá¡r
punta de lanza o flecha>,de los que recomo
rían indud¿blemente
cogió más de .50ejemplaresen los acantiladosde la costa, la mayoal
ría pertenecientes género Carcharodon(2).
El número de kiokkenm'oddingos,caracoleros,sambaquis(3)'
paracloreS,
etc., que de tantasformas se denominan estosconcheros
o
segúnsu enlplazamiento composición,es cada día mayor en todas
las regionesdel mundo y su importancia se relacionacon su núme'
pa"
1932'
pág. 9, lám. III, flg' 2' Valencia'
sado año 1931>,
(1)
(2)VidalyLópez(Manuel):(Notasdearteoriginario.Il.Losfósilesenel
T' XXTI' págiadereza prehistorico>. Act. Mem. Soc. Esp' Ant', Etn' y Preh'
nas 194-196.
(3)SobrelossambaquisdelBrasil,herecibidodellnstitutoBrasilei¡od:
de más de
Geogmfía y Estadística de RÍo Janetuo, una valiosa lista bibliográf,ca
del Bmsil en Madrid
130 núm,eros, gracias ala,frneza del Excmo' Sr' S¡r'bajador
v a las indicaciones de mi sa.bio amigo eI Prof' Mr' Deffontaines'
-88-
[page-n-99]
.¡/IATERIAI]ES
S.A,HIAIRIAINOS IEN VALENICILA
3
ro, ya que de su estudiohan nacidodiversas
culturas,como el asturiensey el capsiense, no citar m,ás
p'or
que las inmediatas nosotros.
a
su bibliografía es inm,ensa sería de gran interés efectuar un catáy
logo universalde concheros.
No nos creenloscon medios para eilo, pero reunimos, desdehace
algunosaños, elementospara publicar unos
que sirvan
de primera piedra de aquel proyecto. Agradeceríam,os ros geógraa
fos'y prehistoriadores mundo su aportaciónde datos materiadel
les o literarios.
{ 3 { 3 *
sab,edor consociode Ia Real sociedad Española de Historia
mi
Natural, D. José Giner Marí, de mi interéspo,
estudios,apro"rto,
veclró su recienteviaje de seismesespor el Marruecosy sahara
españ.les para recogermeun interesantelote de piezasprehistóricas
de los concherosdel desierto (fr1.23).
consta el lote de 68 piezas,cuya determinación(revisada
por mi
inteligente
condiscípuloD. Jurián san valero, conocedor de los
ricos materialessaharianosque atesora el seminario de Historia
Primitiva del }Iombre, de nuestra uni'ersidad central),
es Ia siguicute: 1 : Punta. 2 : cuchillo. 3-s : puntas de
dorso reba¡ado.
6: lloja fuerte.7: P.unta flechaen construcción. Hoja (aca,
g:
de
s o r t i l i z a d ac o m o p u n t a ) . 9 - 2 9 :H o j a s . 3 0 : R a e d e r a . 3 l : p u n t a
doble, posible anz,uelo.
32 Hoja fuerte con firo. 33 : Lascade desbastamiento.34: Punta fuerte. 35 : punta. 36: Hoja fuerte, 32: Rae_
dere. 38 : Punta con mucho retoque.39 : punta fuerte. 40: Lasca
con f,los. 41 : Punta de lanza. 42-44: H,ojas. 4s-46: puntas con pedúrculo. 47 : Fragmentode cuchillo.48; cuchiflo fuerte.49: Bu,
ril en hoja. 50: Doble punta. 51 : punta sbaikiense.
s2-s3:Raedera.
54 : Raspador. 55 : Buril raedera. s6: Hoja fuerte con retoque.
57 : Hoja con buril. 58 : Hoja ftrerte. 59 : Lasca raedera. 60-6r:
H o j a . 6 2 : H o j a d e h o z . 6 3 : P u n t aa t e r i e n s e ? .4 : F u n t a .6 5 : L a s 6
ca con filo. 66-68 Lascas.
:
El sr. Giner (1) halló en los puestos um,Anaia, um et sfaia
de
(1) Giner MarÍ (José):
un viaJe entomológico al
sahara español y zona oriental del Marruecos españoln. Eos. T. xx, págs. g5r385. 19,14.
vida,l y López (Manuel): (una e4pedición cientÍflca al sahara
Comptes rendus. l.ére Reunion C. I. A. O., Dakar, 194b.
- 8 9 -
espa"ñob.
[page-n-100]
M.ANUI,L VID.{L Y LOPEZ
Ge
F i g u r a2 . a ( 1 / l )
_90-
[page-n-101]
¡ÁATERIALES SAI{ÁIRIA¡NOS EN VALENCIIA
5
e Inimi, gran cantidád de Eremina I)uroi Hid (l), típica especiede
grandes
caracoldel desierto;.formando
En
caracoleros. el Kraa halló
am'Dntonamientos Mytilus y en Dahala (Villa Cisneros)un conde
chero de tres kilómetros, compueqto principaknente de Murex,
Arc.asenilis L y Tumitella.
;
(1) Boettger (César I?,.): (Ivlateriaux pour servir a l'étude de I'Eremina.Du.
roi Hid,> BoI. Real Soc.E$p. H.¿ Nat. T. )
lá¡r; VI-VII. 1915.
-91 -
rf
[page-n-102]
[page-n-103]
I O S E C H O C O M E L II A I
palafrtica
Laprimzr"#tJilH:^
I
El estudiodel Neolítico no dispone,de ordinario, como el del
Paleolítico, de esa preciosa documentación que consta en la estratigrafía de las cavernas. I-,a dispersión y destrucción de los vestigios de
l a é p o c a d e l a p i e d r a p u l i m , e n t a d a , s o b r e l a s u p e r f r c i ed e l a s t i e r r a s
l a b o r a b l e s ,e s t a n i n m e n s a , a c a u s a d e s u m i s m a s i t u a c i ó n a f l o r d e
s u e l o , q u e l o s h a l l a z g o ss e p u l c r a l e s ,d o t a d o s r i t u a l m e n t e ; l o s p r i m e ros pasosde la arquitectura dolménica; la hipotética cronología d'e
i a s p i n t u r a s e s q u e m á t i c a sa t r i b u í d a s .a l a r t e n e o l í t i c o , y l a i n c i e r t a
s u c e s i ó nd e p o s i b l e s o c u p a c i o n e se n l o s c a b e z o sf o r t i f i c a d o s y e n l a s
c u e v a s f u n e r a r i a s o h a b i t a d a s ,a p e n a sp u e d e n s e r b a s e d e u n a v i s i ó n
parciai generalizada de la actividad ascendente de aquella humanidad que llegó a alcanzar un fundamental grado de evolución bajo el
i n f l u j o y l a s p e n e t r a c i o n e sd e n o b i e n d e ñ n i d a s c o r r i e n t e s c u l t u r a l e s .
l.os matices de su fiterza transformadora, no siempre sim'ultáneamente operante sobre los núcleos supervivientes de los períodos
p o s t p a l e o l í t i c o s ,q u e a c a b a r o n p o r e x t i n g u i r s e o a d q u i r i e r o n u n a r e '
,
zagada adaptaciín a las nuevas influencias, han dado ocasión,de señalar agrupamientos o círculos geográficos que introduc€o Inátores
c o m p l i c a c i o n e se n e l p a n o r a m a a r q u e o l ó g i c o d e l o s t i e m p o s e n q u e
s e i n i c i a l a a g r i c u l i u r a , \ a g a n a ó e r í ay e l u s o d e l a c e r á m i c a .
A n t e ! a c o m p l e j i d a d d e l a s i n d u s t r i a s n e o l í t i c a sy l a i n s u f i c i e n c i a
de testim,onios estratigráficos, se comprende que todos los ensayos
teóricos generales que han pretendido determinar las fases de aque(a) Próxima a salir de la imprenta esta publicación, nos sofprende la no'
ticia del failecimiento de D. José Chbcomeli. Sin tiempo para má!, la Dirección del S. L P. quiere rendirle aqüí, en su propio"trabaio, que no viera publicado, Ia expresión fervorosa del dolor de cuantos integran el Servicio, por
Ia pérdida de compañero tan inteligente, entusiasta y bueno. Descanse en pa¿.
-93-
[page-n-104]
2
cHocoMiELr
JosE
Ila época (1), no merezcan prestigio y la divulgación suficiente
el
para ser adoptados.
Algunos inten'toscon caracteres denominacioy
nes locales,otros como los de la Escuelaalemanafijando la cronología por una exagerada
correlaciónentre las evolucionescerámicas
y las hipo'téticas
migracionesde los pueblos, o bien como los de
ciertos sectores la ciencia francesafundándoseen las modalidade
des tipológicas con frecuencia sujetas a circunstanciasvariables,
prueban que hastaahoia los resultadosconseguidos han logrado
no
presentar una solución satisfactoria juicio d'e la opinién general
a
de los prehistoriadores. se exceptúala .interpretación
si
del Neolítico nórdico debida a Montclius, la inexistencia
actual de una clasificaciónacordepara las restantes
zonasde Europa, iustifica todaviala
prudente reservade Dechelette,motivada en Ia inconsistencia las
de
alternativas
puestas moda.
conclusiones
de
Sin embargo, gracias al leliz descubrimientoy exploración de
los palaiitos neolíticos suizos, a partir de 1853,y al estudio de las
estaciones
análogasen diversos países,pero especialmente un
en
área circum'alpina, resultaniJo
va
posible, tras una meticulosarevisión, muy avanzadaya antes de la guerra m,undial,estableceruna
apreciaciónordenadabasándose la certeza las capasarqueolóen
de
gicasintactas en determinadosyacimientos lacustres,que pueden
ofrecer un cuadro bastantecompleto del desarrollo neorítico, por
más que haya de suponerseque los pobladoresde los lagos habían
ya superadouna faseanterior en la que acrisolaronlos rasgosgenui.nos de su cultur,acaracterística.
con estosántecedentes,
innecesario
pareceseñalarla excepcional
inrportancia que, para el conocimientopleno del Neolítico pehinsular y el de las relacioneseuropeasde la época, ofrecía el posible
hallazgode estaciones
palafíticas territorio español.
en
Alguna referenciao indicio de su existenciaen nuestro país he
logrado encontraren la vieja literatura castellana, sin detenerme
y
en los curiosos ecos de extraños hallazgosya registradosen el siglo XVI por el iriquieto Pedro de Merxia, en su sy/rra tle varia letión, que son seguramente primer atisbo de los descubrimientos
el
palafíticos,recordaréla aparición de antiguosrestosde navíosen la
lagunade la sierra de Estrella, cercanaa la villa de seya, que atestigua Estrada, hacia mediadosdel siglo xvIII, en su pobración general de España (2).
(1) Sabido es que ésta torno nonrbre, durant€ mucho tiempo, d.el patafito
de
clasitrcación general de la Edad de piedra hecha por G. de lVrorüillet.
Q) Juan Antonio de Es.trada, (op. cit.), m., 1?4g,t. m, pág. 410.
_94*
[page-n-105]
LA IRRlI]\l
EIRA EÑP)LOR.4ICIIO,N
PALAFITICIA EN E,SPAÑ.A
La investigación
arqueológica pasadomuy por alto esteobjeha
tivo y salvo algunasimaginarias
localizaciones palafitos,disperde
sas en publicaciones
sueltas, ha sido abordadadirectamrente
no
la
prosp,ección
sobre el terreno, aunque sí en un ensayoliterario, que
toma el tema p'or rótulo, debido al erudito poJacoE. Frankowski,
y en el cual, después emplear centenares páginasen divagaciode
de
nesetnológicas folklóricas, llegaa la desconsoladora
y
se
conclusión
de la ausencia palafitosen España (1).
de
Señala
esteautor algunas
representaciones
gráficas parafitos,
de
a
mi juicio muy dudosas, el arte rupestreespañol.
en
Más positivaparece la nota conterlidaen una ob,rade suetonio (2), acercade las
hachasde piedra extraídasdel fondo de uno de los lagos cantábricos que, segúnIa creencia
popular, han sido consideradas,
desdelos
tiempos históricos, como producto del rayo, atribuyéndolespoderes mágicoso divinos.
En esta noticia clásicase ha basado,probablemente, hipótela
sis expuesta
por eminentes
prehistoriadores
modernos,que supone
han existido palafitosen las rías cantábricas,
aunque hastael presen,
te ningunaexploración
positivaha venido a dem,ostrarlo.
otros dan
como seguroque los hubo en la parte de Bilbao próxima al Arenal.
villaamil (3), en su famosamemoria sobre las antigüedades
gallegas,
cita curiosas
noticiassobre una antiigua
poblaciónlacustre la laen
guna de santa;cristina, de la cual añrma no haber visto ni el más
insignificante
vestigio,si bien aduceel testimoniodel Ldo. Molina
de Málaga, quien en su Descripción del Reino de Galicia, impresa
en Mondoñedo en 1550,asegura
que en épocasde sequía,al retirarse las aguasde aquel lago, <
aquello que quedacomo tremedales,
se hallan cosasde hierro lab,radas piedras cortadas,y ladrillos, y
y
olavosy ollas, y otras cosas estacalidad,que dem,uestran
de
claro haber habido allí edificios población>.
y
un sigrodespués, p: Gánel
dara y luego Bohan co.nfirman, vista, esoshallazgos,
de
entre los que
abundan las tejas ¡' los hierros, que indudablemente
indican edificaciones pertenecientes tiempos evidenteÍI€flt€ históricos. Hallaza
gos de análogo carácter
fueron señalados
por vilanov a en la laguha
de Carregal,en Antela o [,imia, y cerca de Betanzosen los parajes
IlamadosCorregadoyroy Juncal.
Estaba lejos de mi ánimo la búsquedadeliberadade estaciones
(1) E. Fr:¡nkowski,
la, Penínsuüa lbérica)), m., 1919.
(.D (Durodecim Caesares>. Galba, I.
VII o. VIII.
(3) José Villaamil y Castro, (Antigüedades prehistóricas y
celtíberas de Gálicia>, cap. III.
_95_
[page-n-106]
4
CHOCOME,LI
TOSE
lacustres,
cuando en el otoño de 1933,despuésde recorrer sistemáde
ticamente las cercanías Anna y Chella localizandotoda clasede
yacimientosarqueológicosque era posible encontrar, inicié la exen
ploración del término de Navarrés,a continuaciónde aquéllas, la
Canal del mismo nombre (1), ñjando la atención,al propio tiempo,
del regadíocuyo caudal venía a nutrir eventualen los manantiales
mente las aguasque dotan una heredadfamiliar situada en la hoya
occidental del Montót, sierra que separala Canal de la cuencadel
Júcar. Mis primeras excursionesdespuésde visitar la partida de
árabe de la Alcudiola, contiguo al pueblo,
Gorga y el despoblado
por Cavanilles,se dirigieron a la Marial de Navarrés, de
ya citado
y
gran fama en aquellacontornada de la que tambiénse ocupaaquel
vegetales carácde
erudito naturalistaseñalandoen ella las especies
ter lacustre,que designacon los nomb'resde,(mosy
quera)),
los
militar, conopsea de hojasanchás>r, junlas
(saperoy articulador>, ranúnculos
los
cos
y
gramasy llantenes,
eneas carrizos.
muchostréboles,
Según consta por la descripcióny datos expuestospor Cavanilles (2), la laboriosidad aquellosvecinoshabía logrado,por ende
tonces.a fines del siglo XVIII, reducir en gran proporción el terrelas
en
no pantanoso,
encauzando fuentesque abocaban é1,transpory Llano, a través de
tando el agua de éstasa las partidas de Gorga
una recientemina de 2.600 palmos de longitud, que perfora una
montaña terrera, y todavía se utiliza para su objeto, y robando, en
fin, a la marjal, predios incultos para dedicarlosa productivasplantaciones.
Sin embargo,esteprimer pasoinicial de roturación no fué por
entonces, muchosañosdespués,
ni
más allá de los bordes de la lagr:na, que en realidadhabíasido la marjal en cuestión.Las desviacirrque afluíana aquel recipiente, habían henes de los manantiales
se
por medio de acequiasde tierra, fácilmente perrneables,
cuyas
cho
filtraciones,
unidasal encharcamiento
acumuladoen aquellaconca(1) La Canal de Navarrés es un amplio y fértil valle, situado al NE. del térmjno de Enguera,, que se extiende de N. a S. hasta enlazar con la llanura de
Játiva a través de la estrecha, hoya de la Caneta. En el orden rnencionado se
éncuentran en ella las pobüaciones de Nava,rrés, Bolbaite, Chella y Anna. Una
carretera provincial, clue empalma con la de Val.encia a Almansa, une estos pueblos y se p'rolonga hasta Quesa y Bicorp, mrls arriba de Navarás. Esüe se halla
situado a 250 m. de altitud sobre el nivel del m,ar. Por las vertientes orientales
de Ia Canal discurren los ríos Escalona y Sellent, que atraviesan la barrera orográflca que por ese lado limita y separa esta prolongada hoyq de la cuenca del
Júcar, presentand.o como núcleos principales lo's rnontes de Tous y Sumacárcel.
(2) Antonio Josef Cavanilles,,etc., t. lt, pá9. 30.
-96-
[page-n-107]
LA ,PRü¡4E]RA
EXP)LÓ,RACIOIN
PAILAIFITICIA
EN ESIPIANA
vidad por las lluvias invernales,manteníanel estadocenagosopermancnteque le c,aracterizí
hastalos primeros años de la Revolución
roja, durarite la cual, por graciososrecursos,fueron transformadas
aquellas rezumantesconducciones impermeablescanalesde ..een
m,ento.¡\ntes de esto, únicamente años de sequíase llegabaa una
en
desecacióu
apreciabledel fondo de la marjal, segúnse desprendeele
una cart,rfechadaen Abril de 1828,
que tengo a la vista, refiriendo la
dificultai de encontrarsanguijuelas
allí, á pesarde'
que siempre ha havido en la m,archalde Navarrés>r,
saivo en tiemrpos de sequía(1).
La esiructuray. la coloración misma del terreno muestran la extensión que alcanzí estaantigua laguna (2), cuyacuencase abre paque conducea Navarrés, en la parte meralelarnente Ia-carretera
a
ridional de sus inm,ediaciones, no m,ásde dos kilómetros de ia
a
población,desdefrente al Hm. 5 del Km. 10 hasta el l-Im. 8 del
Km. 11, por frente a los Partidores, que son las exclusas
clondese
reparteel agua de las acequias que luego se alude. Así, pues, el
a
diánretrumayor de la superficielacustreviene a tener unos 1.300m.,
y el menor, de E. a O., unos 700 m. Sus playas alcanzatían S. el
al
olivar de Cotó; al N. llegarían nivel de los Partidores las lómas
al
;
del Pedregalal O., y el declive que corta la carretera
por el E. marcariar,. lím,itescomplementarios,aparteuna manga en forma de
sus
embudo que penetrahaciaO., poniéndolaen comunicación
con los
nacimientosde agua que allí muy cercaradican y eue, com,oya expuse,dejaron de alimentar, hacetiempo, el lago, discurriendoahora
por sus orillas firmemente encauzados sólidasacequias manr.
en
de
postería.
De éstas,Ia tle la fuente del Pescado,una de las m,ás
caudalosas
que descendían
que mueren en la cuencaiasiguiendoles vaguadas
custreprocedentes O., pasahoy a escasos
del
metros del trorde sepjunto con las que recibede
tentrionaldel palafrtoy vierte susaguas,
las escurriduras la aceguia
de
del Común, en la mina o paso subterráneo artificialantesmencionado,
q'e las traslada las partidasde
a
Hoya, Gorga, Llano, Erigalet y Cueva Cacha.La acequiadel Común conduce reunida el agua de las fuentes de los Pastores,de ia
(1) Carta de D. Josef Sanz, de Anna, a D. Pedro Gómez polop, Apoderado
general del conde de cervellóh en valencia,. Las sanguijuelas estabanr des,tinadas a, n¡ontrar un, sÍn duda, curioso dispositivo
hazer), según expresa el remitente.
(.2) Respeoto a esta laguna de Nava¡rés, se instruyó expediente de insalubridad en 1913,lo cual atestigua su esüado.
-97
-
[page-n-108]
d
cHÓcÓ¡tst-i
JóSP
fuente Negra y de l,afuente Loca, por un nivel rnásalto que el de ta
anterior,y circundap,orel N. el perímetro del extinguidolago,al cual
bajasque
viniendo a Íegar,su brazo principal, lastierras.más
acudían,
el m'arjai,desdejunto al pueblo hasta el río Escalonamismo, sub'
El
dividiéndoseen dos brazales. llamado acequiaMadre suminisrra
-el riego hacia el camino de Bolbaite, a las partidas de Refación, la
Pedrera,el Rincón, el Canto Blanco, Alto Redondo, del Barcal y
Arocas.Por el otro, llamadodel Lugar, se sirvenlas partidas
Casica
del Palanquet, I{uerta de la lglesia, Huerta España, Alcudiola,
Huerta del Molino, del Azud, Los Ríos y [,a Insa. F]n resumen,el
caudal de las cuatro fuentes que en tiempo remoto alimentaron la
lagurraque hoy conocemoscon el nom'brede
el
era tan importante, que en la actualidadabastece riego de más de
por cálculo aproximado, a unas 400
4.500 hanegadas
equivalentes,
hectáreas.
Se deducede todo esto, que la laguna debía tener en tiempos
poco variables,
si
prehistóricos
una extensióny una permanencia
profundidad no debi{ ser nunca m'uy grande' I-a pescano
bien su
dada la calidadde
es dudoso que haya sido allí siempreabundante
que observó Cavanilles
las aguasy segúnse colige cie las especies
sobre todo el barbo y otra
que se crian en los propios manantiales,
del país,
ya
variedadconocida en el siglo XVIII, entre los naturales
con el nombre de madrilla.
vine a localizar una
En mi primera visita a aquellosalrededores,
estaciónromana y otra ibérica contigua, ésta co,n excepcionalcerámica, en la loma que da límite O. al pantanoy a la manga de las
a
fuentes,lugar conocido por El Pedregal.Allí supe que ap'enas 50
elevaciónque no superabaen
una pequeña,
rrretrosrlc distancia,en
rnásde i,n metro el fondo iacustre,formando una especiede islote
de
de terreno cultivado,cuya separación la ribera más próxima, la
del lago, debió ser de unos 15 a20 m', aunqueal preseptentrional
sente ere menor, se hallaban con frecuenciaabundantesosarnentas
y p,iedras rayo (lám. I, A). (1)
de
fué para mí la contprobaciónde
En verdad, grata e inesperada
estosvestigios,que p'ude recogeren gran número entre las removi(1) La acequia, que ürae el agua de Ia fuente del Pescao' va' pegada a' las
huertas levantadas, por aportaciones artif,ciales, en la costa Norte de la marpantaJa,l. Consüruída con materiales irnperrnea.bles, ha, suprimido el carácter
noso de las tierras mas baja.s, concreta,mente de Ia iopa de Ia, laguna, antigua.
obsénese la co,rta d.ista,nciaque media entre esta orilla, a,unque modinoa.da,' y
la (Ereta)) o palaflto, cuyo borde se ve a la izquierda. (Aparece el comienzo de
al
la trinctrrera a,bierüa, iniciar las qrcavaciones en 1942)'
_98-
[page-n-109]
,l,A ,PRrl]llERAEXPrLórRrdCrlór\
,trArLAtFtTrCA,EN
ESPAñA
I
cÍas
tierras de aquel lugar, al cual se había dado el expresivonombre
de <
llreta del Pedregal>,
sugeridosin duda por su config.uración.
Aum,entémis prim,eras
observacione$
con las noticias que fuí recogiendo de cada uno de los propietarios de las distintasparcelasque
formabal el conjunto, de los cualesrecibí toda clasede faciiiclades
y aun interesantes
donativos de piezasque habían llamado su atenci6n al lirborearel terreno, con todo lo cual tuve a mi disposición
un lote
.tel descubrirniento.
Mi im,presióninicial de creerme en presencia
de una estación palafítica fué reforzándosetodavía más en sucesivas
exploraciones.
El isir.¡te cuestión hubo de tener una forma ligeramentecónien
gran rellano en su centro y suaves brevesdeclivesperica con.u.n
y
féricos.Se extendía
con su dimensiónmayor de N. a S., lo cual parece lógico que respondiese evitar el mayor borde asequibleena
frente de la costa por el lado más cercano al poblado lacustre.La
extensiónque cubrió éste debió ser al menos de una hectiírea,cuya
proyecciónsobre el fondo, o sea el área fértll en vestigios,el Vertedercrarclueológico
donde pudo formarse el Jumier lacustre,parece
tener una forma ovalada,constituyendoel amontonamientoque me
hizo suponer había dado lugar a la {ormación de La Ereta (lámina I, B). (1)
Supepor los propietariosm,ás
viejos de aquellas
tierras,que, años
atrás,habíanestadoplantadasde viña, cuando pertenecían un solo
a
dueño, apareciendo
ahora parcelada fincaentre cuatro labradores,
la
a los que habían llegado a pertenecerporcionesde diferentestam,años en virtud de diversas
transmisiones
hereditarias. parte mrás
La
intacta de la Ereta, era aítn la ocupadapor una' plantación de chop'osen lo que pudiéramos llamar cumbre y planicie de la pequeña
eminencia.Venía a medir una sextaparte de ésta.Por su lacloE. limitaba con otra parcelacuyastierras habían sido rebajadas exteny
didas hacia el lado oriental para aumentar la superficiedel cam,po
y colocarie un nivel de posibleirrigaciónque se proyectaba
a
tomar
de la acequia
del Pescao.
Por el lado O. de la chopadase iniciaron,
por aquel entonces,
trabajosque perseguían fin análogo.La otra
un
mitad de la Ereta que lindabacon los citadosbancales
por su lado
(1) A pesar de los azaxb,esque recogían las filtraciones del aguazal en las
proximidades de los terrenos ro,turados, Ia marjal de Nava,rrés era., antes dg
1936, un extenso humedal do,¡rdecrecían espesas y altas püantas lacustres. Hoy
la más completa desecacióny el pastoreo la han convertido en un aseqdible prado como puede verse en la figura in'dicada..
_e9_
[page-n-110]
,cHo,co¡viELi
JÓSE,
meridional pertenecíaa un solo p,ropietario, que ya había rcalizado
un extensomovim,ientode tierras transportandoen todas direcciones, hacie los bordes de la frnca,las de la parte más alta y central,
produciendocon ello una reiteradamezcolanzacon la traílla al proceder al ¿llanamientoque le permitíalya entoncesefectuarel riego
junto a una barraca'
instalada
valiéndose una noria de canjilones,
de
piedras que surgían en aquellos
de madcrosy paia. Las numerosas
que aprisionabanrestos
trabajosy gran núrnero de conglom.erados
óseos,fragmentosde cerámicae instrumentoslíticos, sirvieron para
y
que contienen la tierra desplazada ribetean la
montar las calzadas
finca.
y
ya
de
Expuestas las circunstancias estedescubrimiento sus porprocede ahora que entremosen el detalle de
menorestopográficos,
percib'idos
y
los hallazgossuperfrciales de los cortes estratigráficos
por mí en 1934.Pero antes quiprimeras calicatas
efectuadas
en las
literario que a mi juicio, y a
siera insertar un curioso antecedente
pesardel trueque de nornbre, se refiere, casi seguramente'á esta
y
misma estaciónitrqueológica, que por ello arroia alguna luz sobre
Buscandoencontrar alguna alusión a estosves'
su estad6 anterior.
tigios, hube de hojear, a raíz de mi prospección,las obras de carácter regional que se ocupan de la geologíay topografía histórica del
noticias que trae Cavapaís valenciano.Ya he registradolas escasas
nitt"s En cambio, Vilanova anota en su Geología y Protohistotia
con D. Juan de la Rada y Delpublicadaen colaboración
ibéricas,
que transcribo para mejor conoci'
gado, una singular inforrnación
miento'lel lector.
palustrepor aquél descttbierta
la
sa; siendointeresante estación
y en condicionesesBolbaite mismo, a no larga distanciade la villa
de
pecialesque irnporti conocer.Ocupa aquellaesp'ecie <
fanegade tierra, en un lugar pantanosoy de tur$era, ha.rr,..
"o*o
llándoseta estacióna 1'50 m. sobre el nivel del suelo y formada de
que contrasta
con el color oscurode la turba.
tierra bl¿ncaarcillosa
y
de
Allí recogióel Sr. Polop seishachas diorita medianas una made
yor; dos fragmentos martillo de ídem; dos percutoreq;una pie'
para el puuna ranura en el centro, preparada
dra amoiadoracon
y fragmentos pedernal
de
;
limento de las hachas varios cuchillos
;
de
cle
flechas ídem; cascos sílexde tamañoy coloresvarios;
algunas
'algunas
Dufouri; punzones
conchasmarinasy muchosm'elanopsis
de
mandíbulas ciervo y caballo,muchoshuesosde made huesos;
-100-
[page-n-111]
iPAILAIFITICIA
LA PRIMERA'EXiPjLOI?A,CIO!'¡
EN ESPANA
rníferos; astasde ciervo, colmillos de jabalí; cantos rodados y cerámica tosca> (1).'
lll Sr. Polop era un rico hacendado agricultor culto, que había
y
fijado su residenciacerca de sus fincas en Bolbaite, en los últimos
lustrosde su vida. Allí poseíauna marjal o prado que era el más
extremo coto de arrozal de la provincia. A pesar de que tengo noticia de que existenrestos ,rrqueológicos el Prado en cuestión,y
en
que Vilanova sitúa la estación
palustreen Bolbaite,me inclino a
de
creer que se trata en realidad de la ya citada de la Ereta del Pedregal en los marjalesde Navarrés,tampoco demasiadolejanosde Bolbaite
páginns, rePero no sólo se ocupaVilanovay Piera,en estas
del
ferido yacimiento, sino que, en otro de sus libros o artículos (2)
cuya nota he extraviado'conlas peripeciasde nuestraguerra, vuelve
con motivo cle una visita
sobre el tema reiatandosus observaciones
que hizo a aquel lugar guiado por el Sr. Polop. Si no me engaia la
mem,oria,sitúa asimismoaquel paraje en la marjal de Bolbaite, lo
cual sigo creyendo querespondía a una'preferencialocalista de su
Lam,entono poder reproducir aquí datos de inviejo acompañante.
terés geológico,que sin duda daba a conocer el ilustre prehistoriador en aquella publicación,pero sí recuerdo que su relato dice que
al llegar al montículo se encontreroncon el dueño de Ia tierra, que
y
alií roturándola, tan enojosorecibimientoles hizo, que no
cstaba
con
les permitió poner los pies en ella, habiendo de conform,arse
campo, cómo salían,al cavar, iurtum,erables
ver, desd.:el botde del
hachade cobre o brontestimoniosprehistóricos,entre ellosalgu.na
que el sabio investigador
dedicaa
ce. Inútil añadir los comentarios
tan rústicoproceder.
{.**
en
de
Como consecuencia mis prospecciones Navarrés,procedí a
denunciade la Ereta del Pedregal,a betramitar la correspondiente
neficio rlel Servicio de InvestigaciónPrehistóricade la Rxcma. Di.
putaciónProvincial de Valencia. Concedidaaquélla por la Junta
el
Superior cle Excavaciones, Servicio me encomendóla realizaciín
que permitiesen
del
calicatas
completarlas características
de algunas
yacimiento,y que se llgvaron ¿refectoen24 de Octubre de 1934.
(1)
Op. cÍt. páS. 493.
Q) Frobable¡nente en algur¡o publicado por el BoleüÍn de la Sociedad Geo'
$áfrca o en los Anales de la, Sociedad Espa;ñ.olade Historla Natural, cuyas colecciones no me es fácil revisar al¡ora.
-lOt-
[page-n-112]
I
jOSE rOHOCOlVtrELl
10
número 1, de forina rectangulaÍ, cuya localizacién
La c'aiicata
artarece el gráfico adjunto (frg. 1.') con indicación de las dimenen
H q¡rl¡
dr
rFigura 1.f
siones,," otrió en la parcelade SalvadorRey. He aquí el desarrollo
de la misma, tal co,mose registró entoncesa la vista cle los trabajos
de excavación:
Hasta 0,35 m. de profundidad, espesacapa superficial de tierra
laborable mly revueltay mezclada,cuyos fósiles habían sido recogirebuscas.
dos por el dueño del terreno y en m'isprecedentes
punta de flecha'lanceloada;
0,50m,, punzón de
A 0,35 rr.¡ ün2
hueso y otro mád recio de punta aguzada.
A 1m., un molino,oval de mano y otro circular; capacenizosa
cuchillo gruesodesílex. En todos estoscortes, frag'
con carbr>nés;
mentos de cerámicasin decorar y de hueso.
A 1,10m., punzón delgadode hueso (ya no hay ceniza); uii raedor de pedernal; un punzón ancho de hueso; espátulaperforadaen
un extrenro.
-102-
[page-n-113]
,LA FRr¡tErRA'EXPLOTRACION
pAtLAjFITtOA
.ESFAñA
rE.N
ll
A 1,1.5
m., capa de tierra blancuzca-amariilenta fragmentos
con
de carbón disperso,huesosy pedernales
atípicos (lám. II) (il.
A 1,50m. cesala tierra amarillay aparece estratoturboso
un
en
el que se encuentranmuchos grandesfragm,entos cerámic
de
a típicamenteneolítica,algún hueso.yuna curiosa capa de jacintos
de
composte.ia,
fituy pequeños,como sem,brados la superficie de
en
contacto de los dos estratos.A partir de esta profundidad hay una
compactamasade turba, bajo de la cual surge el agua.
Es de observarque al m,enos
hasta un metro de profundirlad la
tierra ha sido superpuesta no ciertam,ente un nivel unif'rme,
y
en
habiendode sup'onerse
también que la superfrcie
que sirvió de base
a las aportaciones
aludidas había sufrido antes Ias consiguientes
repor el cultivo agrícolapropio de secano. singular
mociones
El
de,
talle de la apariciónde los jacintos,que tanto abundanen los cercanos terrenosde yeso trrásicode Ann4 y chella, no deja de tener
interéspara los geólogos,],a que durante mucho tiempo no han encontrado éstosfácil explicaciónante las cristalizaciones
del cuaÍzo
en sem,eJ¿nte
caso y en otros análogos,de no admitir que son producto de acciones
quírnicas
por vía húmeda, más bien que resultado
de una alta temperaturacomo en princip'io se creyó exagerandola
teoríaplutónica.
IVIás
firmes son las observaciones
estratigráficas
recogidasen Ia
calicatarrúmero2, abiertaen forma circular en el campo, aún entonces plantado de chopos, propiedad de Vicente Tarancón, en le que
se trató de buscarel punto más céntrico posible de la estaci
6n, aunque para ello los cálculos careciande elementosexactos.su
diámetro fué de 2,30m.
(1)
Explicación de la lárn.. ff:
A. 1. varias azueras de tipo repetido en diversos pedodos; ra hachita
del
extremo derecho es asim,ila,bleal Neoüüico,anfiguo; las flec,has de aletas
iniciales, a uno y otro ladoi de la centra¡, son de la fase med,ia; la dol centro,
del NeoIí1ico reciente.
2. Esüañ puntas de flecha son de la fase eneolítica, sal.vo Ia pieza esbo,zada
de la derrecha.
3. La lámina de sílex a la derecha pertenece probablerrnente al Neolftico
antiguo;. la de Ia, izquierda (hoz?) parece del Neo,Iítico reciente.
B.
Piezas varia"s en piedras no'bles (cuarcd.tas,principarmente, y
sflex).
c. Diversos p{rnzones, founones y otras piezas,en hueso, c,orraspo,nd.ienles
a
diversos períodors,
neol.íticos. Eh (1), el qu€ apa,rece en e[ cent¡:o, fu,é hecho qu,i_
z¿i,s una navaJa o colmillo de jabali, J pertenece atr Neolitico anüiguo. Eyr (2),
de
ta,rnbién en el centro, se reproduce ur¡a ateügada,Iáinina de maderra de cuerno.
perfectamente trabajada y adelgazada, con oriflcio lateral: ha debido ser
Iabradg en tiernpos eneolílicos.
-103-
[page-n-114]
12
JOSII 'CIHO'CO¡IELI
I.a capade tierra amarillenta,de unos 0,20 m. de espesor,aparece a partir de los 0,35m. clel nivel superficial.
A los 0,40 m,. se advierte un conglomeradohermético de tierra
amarillá, huesos, utensilios líticos, pedazos.de cerámica, cantos
que se señalanpor manchasnegruzrodadosv quizá restosvegetales
esta toba acentúasu constituc\6ncaliztt, en'
cas.Al salir al exterior,
Algunas grandespiedras sueltas
extraorclinariamente.
dureciéndose
encima.
se encuehtran
A los C,60m. se halla irna hachitaoblongajaspeada.
de
A los 1,10m. otra también de forma ensanchada, diorita, y
una cán'¿la astade ciervo.
de
A los 1,20,un trozo de m'olino de m,ano.
en
A 1,35,otra tandade piedrasgrandes, forma de losas.
m. de profundidacl.Los fragmentosde ceEl agua asorla a 1,45
más bastos
rámicaque se extraen en esta'calicatason geueralm'ente
profundidad aparey algunosvan unidos a trozos de carbón. A esta
estéril,de unos 4 crns.de espesor'
ce otra delgadacapa tobácea,
Entre los 1,45y 1,55m. se ha encontradouna flechade aletasiniejemplar; un punzón corto y una esmagníüco
cialeshorizontales,
pátula de lengüeta,ambosen maderade astade ciervo. Bajo del agua
de
fragmentos huesoy de cerámica.
se
tamb,ién señalan
turba.
A 0,19m. por bajo de esenivel del aguase presenta'la
he
Otras observaciones de añ,adirfundadasen la apreciacióndiEn los diversoscortes dei terreno,
ñdetlignas.
recfa o en referencias
y su estructura,en algunospuntos,
un
éstepresentaba color obscuro
cl aspectopastosoy fino del cieno o limo. Notábanseen la masa de
fierra los arrastresde grandesavenidaso inundaciones,de la; que
ejemplo la cap'aamarillenta que he descrito,en
es el rnásdestacado
que en otras zonas, se advertíanvetas o penetraciola que, al igual
de
nes arenosas distinta coloración.
Si la vida de este despoblado lacustre alcanzí los tiempos del
de
aparte otros antecedentes, ciertas formetal, colno se desprende,
rabrado, no aparecieronen mis calicatas
del sílex
mas ene,rlíticas
indicios directos,si bien el testimonio de Vilanova, que más arriba
he transcrito,fué confirmado por el propietario de la mayor parcela
de la Ereta, SalvadorR"y y por sus familiares,que tuvieron la amavisitasa Navarrés,dos
bilidad de regalarme,en una de mis p,rimeras
de
hachaspJanas cobre de tipo primitivo cuyo corte comienzaya a
Una de ellas, que se rep'roduceaquí (1ám. I, C), fué
ensancharse.
-104-
[page-n-115]
(LA ,RRllullERA
rpA(LAtFtTrtClA ESrpAi\A
EXPILOR|A,OION
EN
13
donada p'or mí al Museo de Prehistoriadel servicio y la otra se expondrá, en su día, en las vitrinas del Museo Arqueológico de Játiva, hoy en formación. Com'o puede deducirse,estos hallazgossup'erficiales algunos otros que no ha sido posible recuperar rnary
,
can.el punto final de la cronología d.elyacimiento, que apenasdebió alcanzarlas primeras fasesdel bronce, si acasollegó a ellas
[-os hallazgossuperficiales puntas de flechasde avanzados
de
tipos eneoiíticos,fueron muy frecuentesen mis repetidas visitas a
aquellos iugares,especialmente las zonas en que el terreno haen
bía sido rebajado o transportado.Las hachas,generalmentede tamaños m,ry medianosy pequeños,no dejaron de recogerse buen
en
número, a-bundando
entre ellas las de diorita, dioritina u hornblenda, procedentes la cerc¿nacanteraque existe entre euesa I Nade
varrés, iunto al río Escaloira,que hoy se conoce con el nombre de
cerro Negro y se explota para el adoquinadode carreteras
suministrando un material de primera calidad.
No encontré en mis rebuscas
otros tip'osde cerámicaque los corrientes neolítico-eneolíticos pasta ordinaria gruesa y grisáceode
rojiza y algún fragnentos de negra superficielustrosay paredesdelgadas; ninguno con decoración,y muchos con m'amelones
laterares
o en los bordes del cuello. L' abundanciade la brecha huesosase
mostrabaen algunossectores
más que en otros, sin duda por haber
sido sacacla la superficieen virtud de la plantación o dei descuaje
a
de algún árbol o bien del traillado del suelo. I-a identificacióny estudio de e^se
material 6seo no ha podido incluirseen estetrabajo.
La roturación y el m,ovimientode tierra superficialpara allanary
formar los nuevosbancales huerta, dan muy dudosas
de
posibilidades a la obseryaciónarqueológicade las capasde cultivo, aun tratrándose la calicata
de
hechaen el ángulomerirlionalde la chopada,
en cuya parcela qrizás las alteraciones habíanreducido al hoyado
se
para aquc.lla
plantación y posiblementepara otra anterior de viña.
Pero a partir del formidable cementotobáceodescrito,de 2Q-25
cms.
de espest que garantiza la estratificación
r,
intacta a profundidades
por debajo de é1,la investigaciónarqueológicadispone de los más
preciadosrequisitosy seguridades
para la deduccióncientífica.
Sin embargo,en la presenteocasiónno puede éstair más allá de
los atisbosinicialese incornpletosque la modestaexploración objeto de estaslíneaspermite, los cuales,po,r otra parte, más que ofre'cer conclusiones,
pretendenponer de rnanifiesto dar a conocer las
y
y
circunstancias primeros materialesallegadosen este desconocido
horizonte de la prehistori.respañola.
El acervo de instrumentosy objetos recogidosen las citadasca-10ó-
[page-n-116]
JoSErcrH{)ooM'ELI
14
licatasy asimismolos que procedende los hallazgosfortuitos en la
permiten, por ¡-Lr
variedad y número, intentar un cotejo
superfrcie.
palafíticossuizos,que por su caráctertípico y por hacon los iósiles
ber sido mejor estudiados"pueden arrojar mayor luz en.nuestro
caso(1).
por el iuirefrendadas
En resumen de las propias apreciaciones
y malogradoprehistoriadorPaúl Vouga, a quien se
cio del sabio
debe la moderna revisión tle los yacimientoshelvéticos,puedo afir'
tíirica del neolítico lacustre,se ha visto una
mar que la universalidad
en
vez másconfirmadaen los materialesap'arecidos la primera estación palafíticaexploradacn España.
l,a sistematizaciíndel Neolítico de los palafitosdebe su princide
pal fundamento a las laboriosasinvestigaciones los competentes
prehistoriadores
suizos,graciasa los cualesha sido posible abordar
y
El
racionales científicas. Dr. Ischer dió
estedifícil intento con bases
en I9I9, una cronologia tipolígica de conjunto dividida
a conocer,
en cinco períodos (2), que supone un considerableavanceen la
cuestión,y que en cierto nlodo ha sido confirmadapor la perspicaz
una ordenaciónmás
y metódica revisión de Vouga, quien establece
de
documentaday precisadeducida de la estratigrafía las capasary
queológicas,
sus observaciones cotejos p'rincipalmente,
fundando
lacustresincompletas,en las de
apartede otras muchas estaciones
En e1 Museo Paleontológico de Valencia se c,ornservan,como donativo de
D.a Joaquiria Alpañés, vda. de1 Dr. Ba,rberá, y procedentes de la (Estación palustre de Bolbaite): 5 cuohillos de sílex, 7 conchas de moluscos, 9 lasCas de sílex,
2 pequeños trozos de cuchillo de pedernal, t hacha grande de ofita y 5 pequeñas
de la misn¡a roca, 3 piedlas esféIicas, 1 lasca de cuarcitb., Varios objetos de cobre'
plomo. y huesos de varios anim&Ies.
(1)
(D Th. Isclrer:
Schweiz)). Indicateur
I. Tipcrde Bwgaschi. Hachas y láminas en pleno desarrollo. Puntas de flecha
lriangulares. Cerárnica de forma arcaica,.
II. Tipo de Egoitzwil. Flechas de ped.únculo. Hachas-marfillos tfiangulales.
Cerámica rnás ornada.
ü1. Tipo de Gerofngen. Puntas de flecha con pedúnculo y aletas. Puñal de
sílex de retoques finos. Hachas-martillo alargadas. ApaJición de las pexlas en
cobre.
w. Tipo de Fenil. Puntas d.e flecha de aletas rectangulares. Numerosas haohas.mantillo. Lá'múnas con abundantes y nr¡os retoques. Perla's y utensilios diversos en cobre.
v. Tipo de Roseaux. Decadencia de los instrumentos en piedla y desarrollo
de la indwtria
del bronce.
-106-
[page-n-117]
,LA,RRilit{ERAEXíFLORACION,FATLAIFITI,OAE,N,ES,PAñA
lb
Auvernier, Treytel y Saint Aubin (Port-Conty), de las cualesl:r pri.
mera presenta|a totalidad de las fasesque integran la clasificación,
del m,ismomodo que, por rara fortuna, ocurre en el mobiliario, de
la Ereta ciel Pedregalde Navarrés.
Para Vouga, los objetos com,unes todos los períodos que no
a
puedenservircomo fósilesdirectos típicos,son esencialmente
o
muchos de los obtenidosde huesoo cuerno (pünzones,
puñalés,alisa,
dores, las hachas-martillo cuerno, los peinesde cardador,etc.)
de
Tampoco las hachas piedra presentan, su juicio, características
de
a
diferenciales cada fase, pues sus tipos coexistena lo largo de tode
dos los períodosneolíticos,
dependiendo
muchasveces estructura
su
d,eltrozo o bloque utilizaio para formarlaso del procedimiento empleado para producirlas.
Sin negarque la evolucióndel hachapuligeográficas,
mentada alcanza,en alguna de sus característics
modapropias del Eneolitico, entiendo que lo lento y lo poco gelidades
neraliza,Jo esostipos no autoriza a tom,arlos
de
como elem,entos
de
juicio, según,con indudableacierto,haceVouga en su clasificación.
Toma éste,como segur¿guía para trazarla,aquellosobjetos que
pueden dividirse en dos categorías E,n una figuran los elementos
:
y
comparaiivos controlables todos los yacimientos
en
explorados;
otra conrprende
aquellosque son propios sólo de una cultura o de
una fasey tienen, naturalrnente, valor relativo, en tanto nrrevos
un
descubrirnientos vengan a desm,entir particularidad.
no,
su
Los ,:lementoscornparativoshan sido suministradospor los engastes enmangamientos hacha: por Ia pasta,la forma y la deo
de
y,
coración de la cerámica; la naturaleza eventualmente, talla de
la
los instrumentos sílex.
de
'
Como elementospropics deben considerarse
algunos adornos y
objetosexclusivos ciertosniveles,que puedentener, además,
de
un
real valor etnográfico
Por este camino llega Youga a frjar distintamentecuatro divisiones estraiigráfrcas, saber: Neolítico antiguo, neolítico medio, neoa
y eneolítico.Sin emrbargo,
para esteinvestigador
lítico reciente
debe
considerarse
sutrdividido el neolítico lacustresuizo en dos grandes
períodos corresp,ondientes dos culturas netamentediferenciadas,
a
no obstairteque un sinnúinero de objetos y conocimientosles sean
enteramLnte
comuneS.
El período arcai'coestá represetado los yacimientossistemáen
ticamente explorados,que lo alcanzan,por un solo nivel : el del
neolítico antiguo. El período que pudiéramos llamar avanzado,
abarca tres fases .la del neolítico medio, la del reciente y la del
:
eneolítico.El autor se inclina a creer en la posibilidad de que estas
-r07-
[page-n-118]
16
cHocoMELI
JosE
puedan llegar a fundirse en una sola, reiresentativade
dos riltim,as
así
la edad del cobre, si ulteriores investigaciones lo autorizan (1)'
detallar un poco el estado actual de la
He creído co'nveniente
cronología arqueológicatie los palafitos, no sólo para facilirar la
en
contenidas estetrabajoy en otros
comprensiónde las apreciaciones
que habrán de salir a luz com,oconsecuencia las m,etóde
sucgsivos
del
dicasexcavaciones Sen'icio en la Ereta de Navarrés,sino porque
entre'las
de
la confrrinación la identidadde las culturasindustriales
y
tiene una importancia
terrestres
lacustres las estaciones
estaciones
todas las partes.
del
deñnitivaparala clasificación neolítico.en
puedeYa ivzgarse la importancia de las
de
Con talesantecedentes
confirmaciones problentas que plantea-esta primera exploración
,v
del palafito de Navarrés.
Mejor que la rnásdetalladadescripciónliteraria podrán dar idea
estación,en sus diversasoctrpaciones,
del mobiliario típico,de eista
los cuales se compietan
los grabadosfotográficosclue acomrpañan,
con las op,ortunasindicaciones.Sería una tarea impropia de estas
notas iniciales p,resentarun inventario g6¡¡'p'leto,que necesariamente resultaría de sobra extenso y que parece adecuadoreservar paÍa la síntesisdefiniliva de estos trabajos,gue han adquirido
gran amplitud sobre el te::;enoa partir de1942.
(Jna incógnitaque surgió desdelos primcros momentosde I¿lex'
ploraciónde la Ereta, ha sido cuanto se refierea la modalidadque
preliistórica.
Sabidoes que a partir de las intuvo estaconstrucción
Dr. Keller, que fué quien primero dió a conocerla
del
formaciones
existenciade los palafitos,éstoshan sido definidosbajo dos formas
de edific¿ción,que se distinguencon los nombres de"
(construcciónde
(construcciónsobre pilotes) y
piedra amontonada).Los palafrtosdel primer tipo tenían sus platay
por
exclusivam,ente estacas, se levantabanen los
formas sostenidas
reforzabansus pilotes con
lagosde gran profundidad; los segundos
compactosde lodo y piedras trabadasa vecescon
amontonamientos
tongadasde palos o cabríos horizontales y otras perpencliculares,
el
conscuando no con maderosquc consolidaban pie de las estacas,
y
de campeado, se encuentranmás particulartituyendo una especie
y
Este último tipo
lagos,marismas budiales.
menteen los pequeños
por esos amontonamientosde piedras
se caracterizaprecisam,ente
que han pasadoa la terminología arqueológicacon Ia designación
(1) Las principales publioaciones de P. Vouga que tratar¡ esüe tema,, son:
, 1921;
(Classiflcation du Neolithique lacusüre suisse) (1929); Idem,
núYn. B, 1928.
-108-
[page-n-119]
..':-+_:1+_-__é__:_
.EXIPiLÓRIAICIO,N
LA \FRIMBR.A
IÉN
P,AI,A]FITIICA ESFAÑ.A
I7
de
de
o lugar de escaso fondo de agua (1).
Para algunos autores como I)esor, estos amontonamientos respondían al propósito de riar frrmeza a los pilotes cuando el fondo
r o c o s o d e l l a g o i m p e d í a s u a t a s c a m r i e n t o ;a s í e s t a c i m e n t a c i ó n d e
piedras alrededor de los troncos de madera, verticalm,ente sosterridos, bastaban paÍa mantener el armaz6n, llegando, a veces, semejantes pedregales, a tener el esp,esorde uno o d,os metros para ser
eficaces. G. Goury, por el colttrario, no encuentra comprobación
suficiente a estas suposiciones, creyendo que tales apoyos de piedra
n o s o n , e n r e a l i d a d , s i n o s u p e r f i c i a l e se i n s u f i c i e n t e s .S e g ú n F . A .
Forel, y también según E. Pittard, los
dras de hogar, cantos destrnados a asegurar la techumbres contra el
viento, empedrado de los pisos, etc., todos ellos acumulados en el
fondo del agua y no desplazados por las crecidas ni por las olas una
v e z d e s t r u í d a sl a s v i v i e n d a s p o r e l i n c e n d i o , p o r h u n d i m i e n t o o p o r
abandono.
No puede negarse, sin embargo, que existieran a modo de cliques
d e p i e d r a d e s t i n a d o sa p r o t e g e r e l a s e n t a m i e n t od e l p a l a f i t o c o n t r a
l o s o l e a j c s y l a s a v e n i d a s ,y a v e c e se s o s d i s p o s i t i v o s q u i z á n o c o n s i s tían en otra cosa que en ulr tosco empedrado de pedazos de roca o
d e g r u e s a sl o s a s s o b r e l a t u p e r f i c i e d e l i s l o t e f o r m a d o p o r e l d e p ó sito de cieno y detritus, que entram,ándosecon las ramas, estacas y
piedras, r'endría a ser una marañ'a retentora de nuevas tierras arrast r a d a s p o r l a s i n u n d a c i o n e s y c o r r i e n t e s d e l a l a g u n a , .q u e c o n t r i b r - r í a na s í , c o n s u s a p o r t a c r o n e sy s e d i m e n t o s , a l a p a u l a t i n a e l e v a c i ó n d e l m o n t í c u l o , c u y a e m e r g e n c i ar e s u l t a b a , d e e s e m o d o , e f e c t o
d e u n p r o c e s o c o n s e c u e n t ey n a t u r a l . A s í p u d o o c u r r i r , p r o b a b l e ,
mente, en el caso de la Ereta del Pedregal, respecto a cuyo altozano
me han asegurado repetidas veces y de un modo unánime todos los
(1) Se conoceR otras foq:nlas inüermedias de estaciones lacustres, tales corno
(stokaded island) de frlanda y Escocia, especie de islotes artifilos
ciales, con cimentación y consürucciones de estacas y piedras y piso enmaderado
de palos espesoso empedrado, que si bien son de origen neolítico, han subsistido,
err muchos casos, como pequeñas fortalezas hasta durante Ia Edad Media. AIgunas esüacionesde turberas no aparecen construídas so,brepilotes, d.escansandor
sopor: un conjunto cerrado de maderos; en
bre el suelo su plata.forma, compuresta,
carnbio, las
un vasto trapec.io, se elevan sobre estacas en tierra nrme, aunque bordeadas por
amplio foso inwrdado: su cronologÍa se inicia ya en Ia pura Edad del Bro,nse y
alcanza con frecuencia la del llierro.
-109-
=El_
[page-n-120]
18
JóSÉ CTHOCiO,M'E,LI'
p,ropietal'ios
viejos y jóvenesde aquellastierras,que un amplio chapado de no pequeñas
piedrascubría vna zona circular del mismo y
que ellos personalmente habíanido arrancandod9 su lugar a melas
(en algunaspartes por fajas alternas),
dida que roturaban el car.npo
u
de lo cual dan testimonieiias calzadas hormas que contienen los
márgenes aquellasfincas.
de
Relac¡onada
con esta cuestión, se produjo una interesantepoléque no ha dado, por cierto, conclusiones
definitivas.Prim,ero
mica
Reinerth (1) y luego Vouga (2) planteanla interpretación de las
capasde fimo lacustre (3), verdaderosestratosarqueológicosseparados por capase interfercncias
estérilesde aretrascoloreadasy de
de
limo que aparecen los e'mtplazamientos los palafitosneolíticos.
en
que las capasdel frmo iacustreno han podido aÍlonVouga errtiende
tonarseen tal form,asi ho se hubiesendepositadosobre terreno }a
hastacierto punto, pues, en casocontrario, el movimiento
desecado
que conshubiesearrastradolejos los detritus vegetales
de las agrras
quedando sólo los restc¡s
por 100 de los clespojos,
de
tituyen ei 90
que se compruebaeir las escerámicay del tallado del sílex, hecho
en
tacionesdel bronce, establecidas pleno lago; a más, las capasdel
limo no han podido fornrarsesi no por el arrastre de las agr.las,
a
raíz de una inundación o crecida.De ahí deduceVouga que los lacustreshan plantado sus p.ilotés,no en el agua mismo, sino en el
blando para asegurarla defensa
terreno pantanososuñcientemente
por el atascam,iento
posible de los enemigosatacantes cuando ocu;
rrían grandescrecidas,los neolíticos abando,n
arían la vivienda en
para volver a
algunos poblados que presentanesascircunstancias,
vez retiradas las aguas.Así se ex'plicaríael
instalaiseen ellos una
depósitode la capaarqueoiógica.cuando suelo estabatan sélo fanel
goso,y !a superposición limo indicaríala avenidaconsiguiente.
del
(1)
Ilans R,einerüh, (Jungere Süeinzeit), pé$.72.
Q) Paul Vouga, (3) La denominación del (fumier lacushe) tiene difícil equiva¡ensia castellana si se atiende a la com¡rosición rrxa erial que designa, como verá el lecto¡ por
las repetidas deñniciones que incidentaLnente se hacen en el texto. La voz (estiércob responde a idea de excremenüos an¡males, encieffa un sentido
de zuciedad, (escoriaD suena a desBerdicio meüaLúrgico, a inm'u/ndias orgánicas, no enca.Jandoninguna de todas estas palabras en la versión exacta de
aquel significado. Por eso, en ta¡rto se encuentra oüra solución mejor, me he
p'ermitido adopüar el tér¡nino, que por tener idéntico valor etimológico y
por ser voz ca"si en d.esuso, sólo conserva un vago signific.ado original, lo cual
facilita, i'nnovar sin violencia su acepción afÍn dár¡dole un conLenido¡ moderno y
preciso', (:omo requiere el caso.
-1r0-
[page-n-121]
,PALAFITI,OAIEN ES'PAÑA
LA ¡'RÍMÉRA EXFLÓRIA¡CIIOI{
19
Los contradictores estahipótesisaseguran
que tales estaciones
de
no han podido ser levantadas
sino dentro del agua y a una cierta
distanciade la orilla, funCándose que las estacas
en
aparecensiernpre hincadasen aquel foncl¡-¡ lodo que es propio del lago, y que
del
el estrat¡tarqueológicoreposadirectam,ente
sobre é1.
En srr monografíaStationsl.acustres bourgatles
(Geou
terrestre.s
néve, 1929), Vouga ha resumido con gran ecuanimidadel debate
P.
señaland<¡
indistintamentelos puntos flojos de su propia argumenta,
y los de la opuesta.
ción
por el botánico W. Rytz, por los zoólogos
Las razonesaducidas
J. Favre y Th. Delachauxy por los prehistoriadores
Th. Ischer y
O. TschLlmi,
apartede las ya expuestas, fundan en que el fimo lase
custre,compuestopor una mezclade leñas, carb6n,desperdicios
de
cocina o de forrajes, de provisionesgeneralmente
carbonizadas,
de
despojosno carbonizados plantaso de animales,como petitas,
de
huesosde fruta, fragmentosóseos,etc., no podían haberse
conservado sino bajo una capa de agua constanteque ha evitado su descom.
posición Tam'bién, que la fauna es exclusivamentelacustre y no
ofrece nirrgunaespecieterrestre, singularmente ninguna hormiga.
Asimismo,se arguyeque el entramadode los pilotes suponela necesidad asegurar resistencia los embates agua,y otro tande
su
a
del
to puede deducirse la existencia los hormazosy chapados
de
de
ro,mpeolas.
Vouga, sin dejar de re::onocerel valor científico de estos argumentos,rndicala particularidad que sólo en estaciones
de
neolíticas
exista la capaarqueológica
del fimo lacustre,cesaque no ocurre en
las estaciones Bronce; el que aquél aparezca
del
estriadopor vetas
de arena de espesorvariado, y sobre todo, que los niveles resulten
formadospor estratos
alternosde arenay de fimo, bastantd
regular
en el nivel superior, pero de una incoherenciainextricableen el qivel inferior.
arenosas?...
iSe
concibeuna tempestad temporal que acarÍee
o
una capa de arenade
diez centímetros
sobreresiduos despojos
o
flotantes?...
áQué decir
de ésto?... Sino que la ocupaciónera alternativamente
lacustrey
terrestre, siguiendo las fluctuacionesdel lago>, dice Vouga. Y en
cuanto al fijado de los pil<,tes,
hace observarque los que corresponpoblado eneolíticocielAuvernier estabanhincadosen el fimo
dían al
lacustre suspredecesores
de
y
inmediatos no en el fondo natural del
lago. Citando el casode la estación Concise,edificada
de
sobre un
islotesujetoa inmersiones
y
temporales, suponiendo
que allí se depositabael ñmo lacustre
como en las estaciones
anteriores metal
al
durante los períodosde crnergencia,
deducela posibilideddt. q,¡e
-lll-
[page-n-122]
20
AHÓAÓMELI
JOSE
sobre iclotes
establecidas
estasúltimas ha'yansido sistemáticamente
para quedar aislados de tierra firme aun con
lo bastanteelevados
a
aguas
bajas,lo cual ha hecho imposible el acceso ellos de la peque/
ña fauna, singularmentedc las horm,igas'
Vouga se preguntafinaltnente: de
alternativas arenay de limo, y sobre todo, cómo esosdos elemenla
tos no se funden allí nunca, depositándose arena no sobre los reso,
tos flotantes,sino sobre un suelo relativamenteaplom,ado ntejor,
por qué los es'
por la humedael?
aglutinado
¿Se explicaigualmente
tablecimientosde la Edad del Cobre que sucedieronsin hiatus a
los del neolítico reciente,reposen en su mayoría sobre el fimo tie
cuandoesenuevo períodocoincidecon los comiellsus,antecesores,
los
zos de la sequíaque caractcriza tiempos clela Edad del Bronce?
del
Se expiica,en fin, por qué las estaciones Bronce no han dejado
i
(exceptocuando se levantaban
sobre islotes),siendo así que csfimo
en
taban edificadas plenas bahías,natural o artificialmenteprotegi'
dascontrr el oleaje?>
de
El mero enunciadode estosdudososaspectos la arqueología
su estrechoparalelismocon los que presenta
lacustre suiza,sugiere
que siguese intenel similar yacimientode l¿ Ereta. En el resumlen
propio de estepalañlo esel
ta compendiar cuadroclecaracterísticas
expuestos rtara
pañol y sus rasgoscomparables
con los antecedentes
,
lo cual se añadendatosomitidos hastaaquí en evitaciónde,repeticionesinútiles.
se
l.n El yacimientode ia Ereta del Pedregal halla situadodentro del antiguo lago que fué la Marjal de Navarrés,segúndemtlestra
la observ¿cióndirecta.de la localidad y el carácterparticularmente
Melanopsistricarinatay Neritina Theodoxus
lacustrede las especies
en
tluviutili;, encont/adas las referidascalicatas,cuya identifica"ción
Sr.
naturalista Vidal y L6pez. Su separación
se debe al competente
neolíticassuizasy se
de la orilla concuerdacon la de las estaciones
centenaapartade la de las típicas del Bronce, siempre adentradas
esa
los lagos.Incluso podría señalarse analogíapor
res de metros en
la deptesióno foso apreciableentre la estacióny la tierra firme, depresión normalrnentesumergida,en tanto la estaciónemergecompletamente,segúnindica Vouga que puede observarse uno de los
en
neolítico.
lados de todo emplazamiento
la
2.o Como en éstos,en la Ereta también parece reconoce,'se
y se encuentrabien patenteel tan dehatido
de
existencia steinbergers
de
amontonamientode tierras y detritus en capasmezcladas fimo y
A
arenososos. mi modestojuicio, la explicaciónde estos
arrastres
segúnya he expuesto,po$ un proceso
altozanospodría encontrarse,
-tLz-
[page-n-123]
LA FRI¡1ERA EXPILÓ,RIACIIÓN
PAILAFITIOA ÉN ESFAÑA
2I
en parte artificial, en parte natural. Ello justificaría la ausenciade
posteso pilotes que no han aparecidoaquí, ni er¡el examenexterno
ni en las calicatas(aunque esto no excluye posterioreshallazgos),
pues quizá se emplearon sólo en las más primitivas instalaciones,
y
posteriorrnentedejaron de usarsedada la posibilidad de utilizar la
cumbre emergente
del montículo,formadopor las materiasarrojadas
al agua'¡ el sedimentode las avenidas,cubriendo aquélla dp piedra
al estilo cie los (crannoges)irlancleses formando un piso de trono
cos unidos por travesaños,
como aparecií en el palafrtodescuhierto
sobre las turberas del antiguo lago suizo de Wauwil. l,a obieción
de que sólo permaneciendcprotegidos bajo el agua es posible que
se conseivenlos.objetos de los vertederospalafíticos,está desmentida por el caso de las terram,aras
italianas,en las que tambiérr, no
más que las tierras húmecias,
han conservadoperfectamentefodos
los pequeñosobjetos y restosencerrados ellas
en
3.o Si bien sería aventurad,o
trazar 1a estratigrafía
del yacimiento por las sencillascalicatas
aquí descritas, obstanteque en ellas
no
se advierienlas indiscutibles
capas
del'fimo lacustre distintas
de
ocupaciones,puede asegurarse
que la Ereta presentala sucesiónde las
fases la cultura neolítica
de
antigua,media,reciente eneolítica.
y
con
la mism¿ tipología que en los palafrtossuizos, según se comprueba
por la identificación los materiales
de
recogidos.
-ll3-
[page-n-124]
[page-n-125]
I
r
CHOCOMELI
palalítical.
Av B;
LAMINA I.
[page-n-126]
palafiticar.
CH0COMELIrExploración
Material
diverso de las primeras
LAMINA II.
exploraciones en la Marjal cl.e.Navarrés
[page-n-127]
I. BALLESTER TORMO
Trabajos del Servicio de Investigaciónprehlstórica
ldolos oculados
valencianos
sabido es, e inte,resa
recordarlo ahora, que en ras excavaciones
practicadas
añqs ha en los Millares por D. Luis Siret, descubrióse,
entre otros materialesdel máximo interésarqüeológico,que desgraciadament'e puede' exponerseaún debidamentepu." ,u estudio
no
directo, un lote de vasoscon decoraciónincisa, a que necesitamos
aquí hacer referencia.uno de ellos mostraba en relieve un par
de senos, encuadradosentre otros tantos grupob de paralelas en
zig-zag, que, contorneándolospor debajo y lateralmente, extendíanse a modo de alas abiertas en sentidos.,
opuestos, constituyendo aquel símbolo del dios fecundado,r
supuestopor siret. véase tal vaso en la fig. 1." (1).En otros, unos p,ares ojos formados
de
p'or círculos concéntricos,radiados y punteados, aparecen
alguna
v'ez entre las alas dichas y otras sin ellas; pero en estos últimos
casosllevan a uno y otro lado series de líneas paralelas, curva_
das en dobles inflexiones aproximadamente semicirculares,con
las concavidades
hacia arriba, que recuerdanlos extremoscentrados
de las mentadas
alas; dehriendo
hacerse observación que los
la
de
vasoscon estamodalidad decorativatienen siempretan pronunciada
curvaturahacia sus bases,
que hubiesehecho invisibley en conse.
cuenciainútil, toda decoraciónde alas desarrollada su mitad inen
ferior. Reproducimosestostipos de vasosen las figuras3 y 4, con
Ios desarrollosde sus ornamentos(2).El propio terna de decoráción
(1) sireü:
iberiques>, pág. 264,
flg. 96; y (IJ'Espagne prehistoriqueD, fig. 228.
Q) Siret: (L'Espagne prehistgrique, figs. 22I y 222; y (Orientaux et Occidentauri en Espagne aux temps préhisüoriques>, lám. rV, núms. 12 y 18.
-lr5-
[page-n-128]
2
rÓRftÓ
l. ÉA,LLESTÉñ
vascular apareció en fragmentos hallados en un sepulcro megalítico
de la Hoya de conquin y en buena parte del vaso de un sepulcro
decoradoen su parte alta con el par de
de cúpula de Almrizaraque,
Figura 1
l!li,llares
ojos circulares,entre dos series, no de iín"r* paralelascon doble
pafa arriha;
de'concavidades
inflexión,sino con una sola de éstas,
en la 6gura núme'
insertamos
pieza que reconstruída gráficarnente
ro 2, y en la que, por la raz6n antedicha,se rehuyó también el
.o
r#
8ott¡
Figura 2
Almizaraque
n
llevar la decoració a la parte baia (1). El carácferfunerario de los
vasos de que acabamosde ocuparnos es m'anifiesto.
con estas piezas vasculares están
Estrecham,enteemp,arentados
los conocidoscilindros en piedra, del so. de la Península,asimismo
oculadas,procedentestambién de sepulturas,de
con decoraciones
(1) Colección siret, y en
perfoaadas en sepulcros m€gaüüicool, fig. 5, nr1m. 23, a, y flg. 6, A, nrlm' ?'
-116-
[page-n-129]
lbolos
vArIrENcIANos
o,ourI,ArEos
É
€;t
sVt
g
Figura 3
cf-'Espagnq Prehi64oriq'e, i ;' a,Orientaux et Occidentaux¡)
Figurs 4
(De Si¡ct ; al'Espagne rPrehirstori'quer y corientaux et Occid€ntaux))
;
-
ll,7 -
[page-n-130]
t
¡. BALLESTBR TorRMo
4
los que reproducimosalgunosen la figura 5.' Los paresde ojos len-
@D
U
Figura
'
(DeSiret:
< R e l i g i o n s . . . l ,a y
bly
5
d , e C o ¡ r e i a : < N e , o l í t i c o d e p , a v í a > ,c v d ;
a y á, Museo de tMiadrid ; c, Monctarapasho)
Conócese otro ,parecido al d b,
Conquero Huelva)
:de
ticulares no difi,erende los de los vasos; pero aquí suelen ir casi
siempre acompañados
de'los conocidosgrupos de líneasen zig-zag
como alas abiertas,cuyo total desarrollo permitía.la superficiela,
teral del cilindr,o,como algunav,ezhemos visto también en los vasos. Cuando la pieza ornada no es cilíndrica, sino ¡ilana,como la ¿
de la figura dicha (placasegúnSiret, aunque Correia Ia coloca entre
Figura 6
.Éadajoz
(De Siret : cReligions...l)
IlrB _
[page-n-131]
rDolos
ocrrJ{LAD,oS
VAIITENTC,IANOS
5
los cilindros), y en el hacha aplanada la 6.", entoncesse modifica
de
la decoraciónoculada m'edianteun grup,ode líneas con las mismas
inllexionescentralesque dan los aludidos cilindros vistos de fr,ente,
qtre semejanel pautado en pentagrama, que, por lo visto en ídolos
y
remotos mediterráneos,se han supuestotatuajes.Y si recordam,os
qu'een la mayor parte de los vasosoculados,antesdescritos,el tema
capitalsueleir acompañado,
cuando no cabenlas arascom,pletas,
de
las mentadasseriesde porcionescentralesde ellas, con la doble inflexión (figuras3 v 4) o con una sola comroen los cilindros (fig. 2),
siempre coincidiendocon la indicada imposibilidadde dar a las
alas desarrollo total, teniéndolas no por tatuajes sino, con siret,
por símbolo de significaciónreligiosa, podría llegarsea la suposición de que a la composicióncompletade las alas o sólo a las partes
de ellasreproducidas,
dábaseles valor simbólico que se consideratal
ba im'prescindible ostentarala pieza funeraria en una u otra forlas
ma. Y si, por el contrario, al pautado dicho se le tiene en virtud de
muy fundadasrazones(1) por reproducciónde tatuajesfaciales,quedará por explicar cómo pudieron tener los tatuajesaquel am,plio y
exagerado
desarrolloen alas, y cómo, al reducirsea la potción inicial de éstasen vasosy cilindros, se las presentacon la doble inflexión semicirculary no con los trazos paralelos rectos con que se
miuestra tatuado desdelos antecitados
el
ídolos remotos del Mediterráneo oriental hasta los franceses Marne y del Aveiron, pero
del
que no se conoceasí entre las seriesde ídolos peninsulares que
de
nos estamos
ocupando.
D,e otras bien conocidas series de m,aterial oculado, ahora en
hueso,.nos toca hablar. Nos referimros
concretamente las falanges
a
y los huesoslargos de animales, p'intadosy grabadoscon decoración ocular, con exclusióntotal de los que no la ostenten.
Las falangesde animales,tan frecuentesen las sepulturasde Ia
cultura a que p'ertenece
todo el material de que tratamos, raramente se hallan decoradas
con pinturas o grabados, aun menos las que
y
lo son antropom,órficam'ente. conocemoshoy más ejemplares
No
que los individualmente
encontrados los Millaresy Alm,izaraque
en
(Almería), Hoya de los Castellones(Gorafe-Granada)y m,ásre_
cientementeen (Almonda-Portugal),piezas
todas rep,roducidas
correlativamente'enlos núms. I al 4 de la figura7 (2), De ellas la riltima y las de Almizaraquey Gorafe, con pe(1)
Décheleüte: (Manuel dr,Archéologie...D, t. I, pág. 596.
(2) Stuet: (Reugions Néoüthiques de I'Iberie>, tám. rv, núms. 1 aJ B; y Do
Pa.go, Vaultier y Zbyszewski: (Notas sóbre a lapa da Bugalheira> en (Actas do
I Congresso Naoio,naJ. Ciencias Na,üurais>, páS. 11, flg. 2, Lisboa, 1941.
de
-119-
[page-n-132]
t. B,.{LLESTETR
T0RM,O
6
queñosojos Jenticulares debajo de ellos seriesde líneasparalelas
y
(de cuatro y de tres elementos),
con las concavidades
para arriba y
la particularidadde que sus extremosinternos se curvan brusca¡'en,
te hacia abajo; siendo digna de observarse semejanza
la
casi total
de la decoraciónde estaspiezas de procedencias
tan tlistantes.La
.MWI
ff{@
N-\(fuus'
o
1
,
|
|
.
5i
1
.
.
.
l o1 e n t
c
Figura 7
l,
illi,llares.+2,
Almizaraque.-.3,
Hova
de ilos ,Casteltones.-
4, Bugalheira (Almonda-Portugal)
(De Sriret:
y de Do Pago, Vaultier ry Zbyszewski,: (Nota 6ób¡e t
Lapa dra Bugalfieira>, 4)
de los Millares m,uestra cambio una deco,ración
en
que ocupa casi
totalmente la superficiefrontal, y consisteen ojos redondo,s,
p,unteados,inscritosen sendosespaciostrapezoidales,
con cejasirsutas,
que se repetirán en los ídolos en huesoslargos,y un par de dobles
trazos paralelosincurvadoshacia abajo.
I-as tres antecitadas
falangesllevan decoracionesonduladas en
la parte posterior, que les hace parecer emparentadas,
por los supuestos cabellosestilizados,con algunos de los cilindros citados,
como el del Museo de Madrid (fig. 5, e y b) y el de Conquero
(Huelva).
-120-
[page-n-133]
IDOLOS OOUTLATDOS
VAILENC,IANOS
7
Réstanoshablar de los otros huesosoculados.Trátase de unos
huesos de tamaño mrediano, generalmente de extremidades de
ovejas y cabras (v. Apéndice a este trabajo), que llevan pintadas
y grabadas las ornarnentaciones
características las series de
de
materiales a que acabamosde referirnos. El único lote de estos
objetos, desde hace años conocido, fué descubiertopor Siret en
el fondo de una casa incendiadadel despobladode Almizaraque,
en la que debió existir un taller cle ellos. Tales huesos, cuyc
extremo superior fué igualado p,or alisamiento, así como la parte posterior de la caña del hueso, ligeramente c6ncava,conservan casi intacto el extremo opuesto, del que el ensanchamriento
de
la articulación se aprovechópara base.Véase la cop,iosa rica coy
lección de Almizaraque en las figs. 8 y 9, donde insertamoslos
dibujos de Siret (1); y la reproducción fotográfrcade algunos de
ellos en la pág. 146,tomo I, de lade Pericot.
A partir del extremo superior de cada hueso se desarroll la ornaa
mentación fundamental, temática deb,iéramos
decir, vista en todas
las seriesa que nos vam,osrefiriendo, que se inicia con una o varias 'cejasestilizadas
representadas
por trazosen dobles arcossemricircularcs, por debajo de los cuales aparecen los conocidos ojos
lenticulares,sencillos o radiados, centrados en espacioslibres de
generalmente
ornamentación
circularescuando no elipsoidales
o
trapezoidales;espacios su vez limitados en su parte inferior mea
diante otra serie de líneasparalelas,
con doble inflexiónsemicircular com,ola reproducciónesquem,ática'de cejas y que aquí no
las
es sino la representación la porción central de Ias seriesde Iíneas
de
en forma de alasdispares que hemoshabladoantesy que ap,arecen
de
substituídasasí cuando aquéllas no pueden lograr su desarrollo
total por falta d,eespacio,como hem,os
visto en las seriesvasculares y cilíndricas;procesoque se ve claro, como se ha dicho, comparando los dibujos de perfil y frontalesde los cilindros (fig. 5) con la
piedra plana oculada de Moncarapacho(Algarbe) (frg. 5, c), la supuestahachaprocedentede Badajoz (frg. 6) y los huesosde que hablanros. De la co,mposición
capital para abajo, ya los motivos ornamentales,que pueden tenersepor comip'lementarios, en exson
trem,ovariadosen los ejemplares
ricos : serieshorizontalesde triángulos, pares de estostangentes
por lo,svértices,camllos de rombos
pintados o esculpidósen resaltey en vacío alternativamente,ajedrezados,líneas en zig-zagm'áso menos abiertas,alguna vez formando campostupidos, y otros m,otivos
poco frecuentes.
Todo ello
(1)
Siret;
-l2t-
[page-n-134]
8
l. BATLLESTBR T0RMO
nos parece dernasiadovario y complejo para adm,itir, con Siret,
que estabainspirado por la decoraciónvascularantes citada. Algunas piezasllevan repetido el primordial tema de los pares de ojos.
referidas,dan más
De la variedad y riqueza de las ornamentaciones
exactaidea las figs. 8 y 9.
Figura 8
(De Siret : oRolirgions...r)
de
De cómo se lograron las decoraciones estoshuesosy de las fade lo expuestopor Siret; segúnel que,
langeshemos de deducirlo
-t22-
[page-n-135]
ÍDOLOS OCIUILADOSVALENC,IANOS
9
fa falangede los Millares (fie.7, núm. l) está ornadacon grabados
en hueco y m,otivospintados indicadospor una coloración morena,
pareciendolo hueco corrosión ocasionada
por los trazos pintados,;
reiteradasluego al ocuparsede los llamados huesos
observaciones
largos. También dedujo del examen de éstos, que algunos habían
o
5
8cent.
Figurs I
( D e S i r e t: r ' R e l i g i r o n s . . . r )
sido grabadospor un p'rocedimiento
semejanteal aguafuerte(baño
pieza en rina mezcla de resina y r,eÍa, dibujo sobre esta capa
de la
e inmersión en un líquido corrosivo); y algunasvecesapreció es,
trías superficiales,
com,osi se hubieserascadomás que pintado (1).
(1)
Siret:
-123-
[page-n-136]
l0
I. BALLESIER
TOlRIvlo
El carácterde todos estos tipos de iconos (incluso de las plaquetas con ornamentosincisos,de que rehuim'ostratar por aleiatse un poco de aquéllos),ha intentado explicarsemás o menos inge.
niosamente; pero lo único cierto hasta ahora es su indudable ca'
rácter religioso funerario. Más adelante hablaremosde su origen.
por el área de lo que se ha venido teTodos ellos extiéndense
niendo por círculo de la cultura portuguesadel pleno eneolltico y
de
de la nuestradel SE. a que dió nombre la estación los Millares;
que eran de apreciar m,utuas
influenciassegún un criterio
zonasen
que hoy talvez fuera rectificableen el sentido de admitir una culttten
específicas 1o oriental y en lo occira única con p,articttlaridades
dental. En todo el campo dicho, que va desdelas costaslevantinas
a las atlánticasdel SO. portugués, se r€p'¿¡¿"ttestos ídolos con las
de
modalidades predominaren Alm'ería los vasosy los huesoslargos
éstosahora en Valencia),en el SO. los ídolos ci'
oculados(tamb,ién
líndricos, y las falangesparece que se esparcende uno a otro extremo de la zona,con la uniformidad decorativaantesapuntada.
En la referenciaque antecedehemos procurado recoger, en lo
necesario,
cuanto era conocido' respectoa los iconos de que tratamos, desde muchos años ha; casi podría afirmarse que desde los
que realizaraen Almizaraque D. Luis'Siya viejos descubrimientos
llevadosa efecto recienret. Otros extraordinariosdescubrimientos
nos obliga a dat a
temente por el S. I. P., en tierras valencianas,
conocerprontamentelos nuevos materiales,sin esperara que queque los han dado a luz; y al efecto
las
den acabadas excavaciones
que su exposicióny las relacionesa establecernos fueran mrás
de
expuestos.
fáciles, hem'osreproducido los antecedentes
Creemostambién del caso fijar, de modo suficiente,el ambiente
arqueológicoen que apareceel nuevo mraterial.
-124-
[page-n-137]
VAILEN,CIANÓS
IDOLOS OIÓT],LA.DÓS
11
(ALCOY)
DE
eCOVA LA PASTORAT
en
Se halla la
parte montuosadel <r, que toma nomb,re,perde
de
tenecientea D. Vicente Pascualy Pérez, Agregado del Servicio de
Investigación
Prehistóricade Valencia.El Sr. Pascualinició unas
catasen la cueva,hallando,entre material eneolíticoavanzado,unos
a
huesosgrabadoscon huellascom,ode corrosiones,suficientes dar'
nos idea de la naturaleza del descubrimiento; lo que indujo al S.
I. P. a solicitar prontamenteel permiso para excavar; y, concedido
en
por la Comisaría General, se emprendieron las excavaciones el
para terminarsecuando se
verano de 7944; cuyos trabajos estaban
dió el extraordinario caso de que el Sr. Gob,ernadorde Alicante
fundándose,según comunic:lci6n a la
nos ordenara la sttspensión,
en que a su juicio y no obstantela autorizaciín
ComisaríaGeneral,
determinada
oficial concedida,debía practicar dichas exploraciones
personade aquella provincia e ingresarel material en el Museo de
la misma. No es ahora el momrentoadecuadopara detalla" los tray
bajos efectuados los resultadosobtenidos; pero siendo totalmeninteresareseñar ampliamente los materialesobtenidos
te inéditos,
para, como se ha dicho, dar irnpresiónsuficientedel medio arqueoaludidos. Ha dado
lógico en que se realizaron los descubrirnientos
La Pastora,aparte de algunosobjetos relativamentem'odernos,frecuentesen las cuevasya abiertas (véasela entrada de esta cueva cn
á
lalám. IV,n):
escasos
tiestosde cerámica rnátlo¡sin decoración,
con algún mamelón o asa; cuentasde collar en buen núm,ero,entre
blancasde caliza y concha, v las griellas las pequeñasdiscoidales
sessemejantes las en oliva de roca verdosa; otras de piedra obs;
cura, pulida, algunasde buen tamañoy un par de éstasgem'inadas;
parecende azabache,
dos de ámbar y alguotras, bitroncocónicas.
puntas de flenas de mrateriadeleznableinclasificable; abundantes
de
foliáceo y base
cha de sílex, generamente tamaño grande,cuerp,o
las
triangular que sobresale,alguna v'ez, en pequeños n-luñones,
y un
romboidalescon muñones laterales,las de aletasdesarrollaclas
ejemplar excepcionalde que habaremos; buen número de cuchillos de pedernal, algunosde largo no frecuente; un pesadocolganque afecta
te, de la misrna roca qu,elas indicadasperlas geminadas,
de medio cuerpo humano (de la cintura para
la forma esquemática
abajo) probablementefem,enino; de hueso, un largo puñal, pun.
zones de los corrientesen esta cultura y otros más cuidados,espátulas y láminas que por su tamaño, forma y ligerezaparecenhaber
-t26-
[page-n-138]
I
I
12
rO'RM,O
I. ,BALLESnER
pertenecidoa lo que al hablar de otra cueva enterramiento (Camí
vástagosplanos de alfileres para el
Real, Albaida) (1), estim,amos
pelo; restosde otros ds cabeza
cilíndrica con decoraciónacanalada
y esféricalisa; colgantescurvos o rectos,con las propias ornamentacionescirculareso en espiral, que calificamosen el trabaio citadt¡
forma
de posiblescolgantesfálicos; e ídoos planos de esquemática
ídolos oculados en huesos largos, empa'
humana y los num,erosos
rentados con el material antes reseñado.Interesa subrayar, entre
todo ello, no sólo el hallazgode estosúltimos, sino, además,el de
o
los alñledes de cabezaacanaada esferoidal, y el de una punta de
con'la base bien henclida, pero
flecha de sílex, ancha, acorazonada,
Entre Ios descubrimien'
sin gran desarrollode las aletasr'esultntes.
hay que citar: una flecha foliácea de espiga pronuntos restantes
ciaday un a rnodo de pendiente; aquélla'en un estrato profundo y
éstaen el cribado de tierras, todo ál parecerde cobre. Qs¡n,plemen'
unos cuarenta cráneos bastante
tan el cuadro de tlescubrimientos
completos, algunos éon trepanaciónen vida.
No se hallaron restos humanos articulados,sino paquetesde
huesosr-on uno o varios cráneosen cada paquete,y frecuentemente un ídolo en é1,de.los a que se refiere estetrabajo; detalle de interés sobre el que habrernosde volver. A contar por los frontales
hallados,debió contenerla cueva restosde unos setentaindividuos.
l,os huesosdecorados
son, al parecer,de igual claqeque los empleados para el propio fin en Almizaraque (cuya clasificaciónno
aquí también aplanándoloso cortándose intentó) y se les prreparó
próximo a la arIes.la parte superior y deiarrdoel ensanchamiento
del otro extremo en toda su amplitud p'araservir de base
ticulación
de sustentación.Como aquéllos (2), los de La Pastora muestran
fuertes corrosionesy apenasalgún resto de la pintura con que se
trazara el ornato, que no se interpretó en ellos rnediante líneas,
sino generalmentep,or medio de cintas amrplias; y lo que fqeror¡
trazos de la decoración,se manifiestanen huellas claramenteperceptiblesen hueco, producido p,or el efecto corrosivo de la pintura.
Difíeilmente hubiera podido realizarsela reproducción del de'
corado, mediante dibujo y menos fotográficamente, no haber
de
al
acudido, tras tanteosineficaces, procedimiento de mojar los huesos; lo que en las partes corroídas,que absorbieronel color, pro(1) I. Ballester Tormo: (La covacha sepulcral de CamÍ Real (Albaida)n en
Q) Ver el antes aludido fotogra.bado pt¡,blicado por Pericot: (Histo{ria de
Espa,ña),t. I, pág. 146.
-
126 --
I
I
I
I
1
l
[page-n-139]
IDÓLOS O,EUILAD.OS
V,ArLEÑC,IANÓS
13
dujo el admirable efecto de hacerle revivir, destacándose
claramen"
te en muchosde los ídolos,Ias composiciones
pintadasque llevaron
Así se han logrado las reproduccionesfotográficas,en su mayoría
bastanteaceptables,
como se verá por las que insertamos,y se han
podido obtener, con más o m,enoseficacia, las adnrirables copias
logradaspor vicente Pascual,que a sus dotes de dib,ujante
exp.erto
ha unido la probidad necesariaen quien rep,roduce
material cier¡
tífico; habiendo logrado llevar al papel los fieles dibujos que publicamosen las láms. I a IV, en los que quedanvaloradas
cuidadosamente las intensidades
varias con que se manifiestaslos trazos
pictóricos. La rep'roducciónde étos, a pluma, no hubiera podido
jamás ser tan exacta.
En las láminascitadasse publican los dibujos de los ídolos vis,
tos de frente, y alg,na vez acompañados la fotografía respectiva
de
paru facilitar la comparaciónde ambasreproducciones,
y en algún
caso (láin,.III, nírm. 19), para que pueda ap,reciarse
también el estado de corrosión del ejemplar',la inexistencia
casi de restosde pintura y la impresión obtenida con sólo el exam,en
cuidadosode las
huellas grabadas.De algunos de los ejemplaresse p,ubicatambiérr
el perfil, al efecto de clar idea de cómo qued aba cortad.a decora.
la
ción en los bordes del charlán o alisamientoposterior de la pieza,
que, como va dicho, fué completado artificialmente.
como se apreciará, con sólo detenerseante las reproducciones
aludidas, la decoraciónprincipal de estos iconos es la que cal',ficamos de tónica en fodaslas seriesde que nos hemosocupadoal comienzo de este trabajo: los trazos de las cel'as, par de ojos rael
diales enmarcadosentre aquéllasy los grupos de líneas paralelas
con la doble inflexión semicircular;pero aquí ni las cejasni los
grupos dichos de líneasestánrepresentados,
como se vlrá, p,o¡ ¡¡s_
zos finos, sino por anc.has
cintas con las respectivas
inflexiones.y
no hay que decir que el máximo paralelo con las-aludidasseries
ha de hallarse,naturalm,ente, los ídolos de Almizaraque; seme_
en
janza impuesta principalmentepor la identidad de
la clasede hueso, o sea del elemento portador de la ornamentación.
Los grabadosque demos de estos ídoros llevan una numeración
correlativa, ordenada,en Io posible. según la menor o m.ayorconr,
plejidad de su ornato,.partiendo del más elemental.y por
el pro_
pio orden p'asaÍrosa relacionarlosdetalladamente,prefiriendo
la
pesadezde la inventariacióna la vaguedadcon que fueron
hechas,
en casossemejantes, descripciones material similar. DebienIas
de
do. hacer constar, para evitar repeticiones,que los dibui.os se reproducen a escalade dos tercios de los originales,y que las referencia¡
-t27 -
[page-n-140]
14
I. EALLESTÉRTÓRildÓ
de
núm,eros las cuatro prim'erasláse hacena los corresp,on
minas, correlativamente.
eiemplar núm. 1 lleva como recortado o alisado
Núm. l.-El
del hueso. Está ornado con los elementosque
el extremo suprerior
:
hemos calificadode esenciales una cinta con la doble inflexión hados borrososcírculoscon bordes den
las
cia abdjo representa cejas;
tados y punteadosen el centro, constituyen los ojos; y otras dos
con
cintas p,aralelas, ia doble inflexión hacia arriba, cierran la composición.
a
Núnr. 2.-Pieza sern'ejante la anterior, sin más diferencia en
el ornato que llevar las cejasdobles.
Núm 3.-Otro ejentplar con la misma decoracióntemática;
pero, al parecer, sin cejas,y los ojos (círculos con gruesospuntos
por p,up'ilas)
inscritos en un espaciopintado, casi rectangular,de'
limitado por zonas de pequeñaslíneas verticales,flexionadaslige'
ciliares; y siramente en el centlo, que parecenreprresentaciones
gue también el par de fajas con la doble inflexión. Se reproduce
este ejemplar de frente y de Perfil.
Núm. 4.-Este hueso-ídolo,roto por ambos extremos, muestra
la decoraciónincompleta, limitada hoy a restos de Ia composiciórr
ocular y a las dos zonassemilunares.
Núm 5.-El ejemp'larde este número está también ligeramente
incompleto en su extremo superior y falto de parte de la base; lle'
la
vando de la decc¡raciórt cinta que hace de cejasy el par de ojos
de perfil trapezoidal, con la particularidad de representarsedemamediante grupos de finas |íneas
las
siado exageradamente pestañas,
en los lugaresadecuados; siguen las dos obli'
un tanto alargadas,
gadaszonas curvadasy más abajo el aditamento de una faia horizontal indeterminablepor rotura.
Núm. 6.-Este ídolo, casi completo, debió llevar cejas dobles,
de una de las cualesqueda sólo parte, y la otra se indicó p'or dos
manchas semilunares; los ojos son discoidales dentados, con la
particularidad excepcionalde que las pupila'sse indican mediante
puntos blancos obtenidos por reserva van a continuación las dos
t
zonas semilunares y lleva como final una línea horizontal en
zig-zag.
Núm. 7.-Este ejemiplarmuestra incompleta la faia de las ceias,
los ojos insertosen Lln cuadrado de bordes denticulados, las dos
zonas curvadascorrientes y como final una estrechafaja de cuyo
centro cuelga algo com,opequeño triángulo. Lleva esta p'ieza uni
de
ftla de puntos grabadosque nace en la línea separatoria las ceja¡
que van los ojos.
y divide en dos p,artes recuadro en
el
_ r28_
[page-n-141]
IDO,LOS OCIU;L.ADOSVAILENC,IANOS
16
Núm. 8.-Una rotura en lo alto deja ver p,equeña
parte de !a
zona repÍesentativade las cejas. Los ojos circulares, también dentados, baj'o los que van las dos fajas semilunares; y pone fin a
Ia ornamentación otra cinta'horizo,ntal com,puestade dos series de
triángulos con los vértices apuntados en sentidos opuestos.,Tam.
bién este hueso lleva, en su tercio inferior y lado derecho, huellar¡
de como pequeñascortadurasparalelasque no debieron tener relaciín con la decoración.
Núm. 9.--Dam,osde este ejemplar las reproducciones frente
de
y de perfrl. Su composición decorativa,que es Ia fundamental ya
tantas vecesdescrita,es completadapor un grupo de cuatro líneas
en zig-zag.
Núm" 10.-El ídolo que va bajo este número, por su tanraño
bastantem,ayorque los demás,su perfectaconservación el modo
y
admirable com. respondieronlas coriosiones al ser mojadas, reviviendo la decoraciónpintada, es uno de los ejernplares
más inte.
resantesde la serie. La ornamentaciónse compone, como Ia fot,grafía y dibujo dejan ver, de dobles cejas, lap segundasperfiladas
por arriba y por el centro, así como los bordes de los cuadrado;
en que van los ojos, por seriesde menudasparalelas; bajo de ello,
las acost,um,bradas
zonas incurvadas; y como remate un triángul.o
con el vértice hacia arriba. una línea por rese(va sep,ara arriba
de
a abajo,en dos rnitades,la ornamentaci6n; y también es de observar cómo los perfiles de las segundas
cejas y los de'los cuadrados
oculares rnuetran Lrien claramente líneas de puntos grabados. El
aludido triángulo cornple;m,entario
hace pensar si pudo tener en
estos ídolos la significaciónsexual que le atribuyera Siret (1). Lo
hace gospechar
aquí la reiteración con que, en los ejem,plares
sucesivos, figura el triángulo en posicionesdiversas,también vistas en
Ahnizaraque.
Núm. ll.-Este
ejemp,lar, al rcontrario que el p,recéde4te,no
obstante haber sido sometido al mismo procedimiento, las fuertes
corrosionesapenassi han acusadorestosde pintura, hastaeü p.unto
no pudieron ser recogidas
por la Íotografíani por el dibujo;
!e oue
limitándose éste a reprodlcir lo que las cerrosionesacusanborrosamente, que son las cejas,el par de ojos, las zonascurvadasy, comrJ
tér'm,ino, su p,arteinferior, un triángulo apuntado hacia abajo.
en
Núm. 12.-Está ligeramcnte incompleto en su extremo superior; se aprecianla zr¡na de las cejas,el p'ar de ojos discoidalesde
(1)
Sireü:
-729-
[page-n-142]
16
i. ,BnlleSrEn
r0RMó
y
bordes dentados,las dos fajas acostum,bradas un itriángulo, asimisrno ;rpuntadohacia abajo.
Núm. 13.-El ejemplar de este núm'ero, también ligeramente
roto por arriba, lleva la misma decoracióndescritaen el anterior,
con la diferenciasola de que los ojo,sse inscriben en una zona rectangular pintada.
Núm. 14.-También el ejemplar de estenúmero lleva ornamentaciín parecida al que le precede,bn cuanto a los temas,borrientes; pero completada
aquí con una faja'horizontal,al pareceruniforme, bajo la cual se ve un triángulo con el ápice hacia arriba.
Núm l5.-Este ejem,plar,
uno de los más interesantes la sede
rie, ha pc.,didoser fotografiaclo,con efrcac\ay dibujado fácilmente,
que insertamos. LIna p'equeña
como se ve en las rep,roducciones
rotura, en la p,artealta, apenassi afectaa la ornamentación,que se
inicia de amiba a abajo con dos cejas semilunaresdentadasen sus
bordes internos; sigue el par de ojos lenticulares,tam'biéndentados; van a continuación closcorrientes
las
fajassemilunares;pero
debajo de tal comiposición
temática completa, como se ve, figuran
par
otras celasseguidas un segund
y,
tadasfajas semriluhares; como complemento de todo ello, aparece otro triángulo dentado con el vértice hacia abajo. Es el único
ejemplar conocido en que se repite la comp,egisiíncapital, ya que
algunos otros de Almizaraque (fig. 8), aunque duplican y aun triplican los par'es ojos, no repiten el conjunto de la composicióu.
de
También en este ejem,plarse dan los ya citados puntos grabados
entre el primer par de cejasy en los bordes circularesdel próxinr,r
par de ojos: Y es de interés hacer constar que, junto a restos de
pintura roja, lleva algunos otros de negra.
Núm. 16.-En este hueso.ídolo,
aunque ligeramenteincomple.
to en su extremo superior y algo más en la base,la mayor parte de
la acostumbrada
decoraciónsa sido reproducida.Las cejas.,
dobles,
no se representanaquí por líneas arqueadas,sino por dos cintas
rectasdobladasen ángulo agudo; los ojos, lenticularesy de bordes
dentadosen la forma ya vista, y también el par de fajas curvadas
corrientes; pero debajo de ello lleva otra zonahorizontal al pare.
cer constituída de triángulos, y a uno y otro lado de ésta, en los
libres, dos pares de estrellitasde factura simple, formadas
espacios
líneas.
medianteel cruce'de pequeñas
Núm. l7.-Figura en este número un hueso-ídolode buen tadel lote; ha sido roto por su
maño, comparadocon los restantes
inferior, lleva fuertes corrosionesindicadorasde lo que fué
tercio
su ornarrentación, que ha,quedado algo precisadaal revivirse los
-130-
[page-n-143]
IIDOLOSOCUILA,DOS
VALENCIA,NOS
i
II
restos de pintura. Aparecen borrosas las cejas y los ojos, bastante
determinadas franjascurvadas,"mas
las
que la sigue
otra transversal
y que la rotura no permite apreciar debidamente.
Núrn 18.-El ornato de este ídolo es bastanterico : la cinra representativade las cejasse dobla en el centro form,ando ángulo agudo; en un recuadropi.ntado,festoneado los bordes con seriesde
en
líneas pequeñasp,aralelas
indicadorasde pestañasestilizadas,van
inscritos los ojos; a continuación, las corrientes cintas curvadas
;
y'se complementaesta decoracióncon dos zonas de triángulós en
sentidos opuestos,entre las que corre algo com,o un par de triángulos estirados, tangentespor los ápices. Tarnbién este ejemplar
muestra pequeñashuellas grabadasen lós bordes del rectángulo
ocular.
Núm. 19.-Es este el ejemplar m,ásricamente decorado de La
Pasfora,
habiéndosereproducido cuidadosamente decoración
por
su
las huellas que han quedado en el hueso. La com,paraciónde
las dos reproducciones
insertasbajo este número, et dibujo y la fotografía, da idea de Ia delicada labor realizada por el sr. pascual.
Las ceja'sestán substituídas aquí pór una arnplia y uniform,e zona
pintada que se inicia en el extremo superior de la pieza; apuntándose en el centro del borde inferior de aquélla lo necesrri par,o.
producir dos ligeras curvaturas sustitutivasde las cejas; ros ojo,r
van encuadradosen una composición rectangular con representaciones ciliares en sus bordes superior e inferior; siguen debajo'las
repetidasdobles fajas semlunares.; en último lugar figura ün amy
plio espacio, Iim,itado por dos filetes transversales,
que aparece
relleno de arriba a abajo por las ondulaciones de un grupo de siete
líneas paralelas.También aquí, iunto a las representaciones
ciliares, se ven los puntos grabados tantas veces citados.
Núm. 20.-Fragm,ento central de un hueso, en el que se percibe
de su ornato parte de las cejas,el par de ojos circularespunteados
y las dos franjas acotumbradas.
L,leva este hueso unas ligerísimas
porciones de pintura negra.
Núm 21.-Este otro fragmento contiene sólo parte de un par
de ojos dentados y una franja y parte de otra de las curvadas, tantas veces citadas.
Núm. 22.-Fn este un gran fragmento de ídolo al que falta la
p,arte aita de la o'rnamientación; res,tandosólo los p,aresde zonas
curvadasy el remate consistente un grupo de tres líneas onduen
ladas que se extiende horizontalmente,y tras de ellas un triángulo
apuntado hacia abaio.
Núm. 23.-Este fragmento miuestra la porción final de otro
._131-
[page-n-144]
18
TÓ'RMO
i. ÉAILLEST1ÉR
hueso-ídolo,pudiéndosever una de las zonas curvadas,p'arte de
otra y una línea horizontalondulada.
Núm 24.-Bajo este número figura la parte central de una comel
posición oculada de la que puede apreciarse par de oios inserto
en un rectángulopintado y ligerasporcionesde las cejasy de la primcra de las zonascurvadas.
Núm. 25.-Y dam'ospor último un pequeño fragmento que llezonas y un m,otivo constituído por tres líva dos ,le las repeticlas
aproximadamente.
de
neasconcurrentes izquierrlaa"derecha
da
La enojosa,rcuantonecesariarelación que p,recede, idea de
La Pastora.El común
las.características material oculado de
del
es
aire de familia que le une a su paralelode Alm,izaraque tan manifresto, que nos ahorra razoiarlo, p,uessi no llega a la igualdad,
Las deco,raciones los ídolos
de
alcanza una estrecha senr,ejanza.
y finas.En las que acabamos desde
del SE. son más varias,ricas
y aquíse
es
cribir escasea trazo lineal que en aquéllas 1o corriente
el
le sustituyeen general,como va expuesta,por cintas más o menos
linealesbuscaanchas cuyosbordesse reproducenlos paralelos
en
antropoides,realistasen
representaciones
dos. I-as cejasde estas
los vasosde los Millares y de Almizaraquey en algunoscilindros
de piedra (ñes.2, 3 y 5 a y d), y que se multiplicany se hacenfilicitado, se expre.
formes en los huesoslargos del último despoblado
san en I-a Pastora mediante las mentadascintas con inflextonesseparalelasa los discosoculares,ya vistas en algún ídom,icirculares,
semi
lo de piedra (ñg. 6), o bien en el par cle pequeñossegmentos
Otro tanto sucede
circulares a que hemos aludido al de-scribirlos.
con los grup,osde paralelas,también con la doble inflexión citada.
antes su'
que aparecen
bajo los ojos, cuyo origen se ha especificado
y que suelen reproducirselinealmente,menos en La
ñcientemente
Pastora donde se las substituyedel modo indicado.
la
En lo que suele manifestarse mayo'r riqrteza ornamental de
huesosde Almizaraque, es en lo que hemos estimado motivos
los
más sobrios en los valencianos,que Siret creyó
comp'lementarios,
erróneamentellegabana tal ornamentacióntomándolos de los temas que decorabanlos vasosoculados,donde no los logramos encontrar.
El cuidadosoexamen del material óseo de La Pastora no da
el
base para explica'rse grabadode los huesosmás que de una sola
por Siret para los de
manera es decir sin las distincionesap'untadas
Almizaraque. No se apreciaindicio alguno de labor croquizadora
preparatoriadel pintado cle los huesos.En éstoslos temas p,intados
parece se llevaron directarnente hueso a decorar y la acción co
al
-132-
[page-n-145]
IDOLOS OCU]LA,DOSVAILENICI.ANOS
19
rrosiva de la pintura empleadacav6 en acusadohueco el espacio
que ocupaba,
dejandounos bordesimprecisos, que se haya posin
dido apreciar huella alguna de decoración incisa; obserr'ándose.
en cambio, pequeñoscortesproducidos al alisar o igualar las superficies de los huesos.Lo único que se percibe bien claramenteen argunos ejemplaresson seriesde puntos o de cortas líneas grabadas,
no incisas, sitiosdonde, como en las cejaso en los bordesde los
en
discos oculares,se quisieron representarpelos o pestañas; produciéndosepor corrosión esasrnenudashuellas, hoy bien visibles, en
especiaien los casosen que se p,intaronseriesde p,aralelas
cortas.
pero fuertes,bordeando los recuadrosen que se insertan los pares
de ojos; lo que demuestrala fuerua mordente de la pintura empleada. Esta, revivadapor el procedimientoantedicho,ha solido
dejar huella roja; pero en otros ejemp,lares notan córn,opeque.
se
ños restosde pintura negra, brillante por cierto, que hacen sospechar si se empJearon dos colores.
los
que queda fuera de la serie oculada descrita,muestrg
fJn hueso,
(lám. IV, 26) unas clarashuellasde grabadoen form,ade finas líneas
perpendiculares eje mayor, que dan la sensación estar produal
de
cidas como por dobles hebras que se arrollaron repetida y ap,retadamente.
El modo como suelendescubrirse huesosoculados,
los
con profundás huellas generalmentedesfiguradas borrosaspor los m,ate,
o
riales térreos adheridos, hacen recom,endable,
con una excavación
cuidadosa,el lavado ¡' detenido examen de todo el material óseo
de este tipo o del de las co,nocidas
falanges.
(LA ERETA DEL PEDREGALI(NAVARRÉS)
I
En la amplia hoyada, lecho de una laguna que existieraen el término de Navarrés, cerca de su límite con Bolbaite, y que ha sido
d e s e c a d ad e r i v a n c l o p a r a e l r i e g o l a s f u e n t e s q u e l a a l i m e n t a r a n ,
existió una zona de nivel sufrciente sobre el fondo del lago, par:r
s a l v a r s u s a g u a s h a b i t u a l e s ; y e n e s p e c i a lr e s a l t a b a e n e l l a u n a p e queña extensión de sobre dos hanegadas (unas 16 áreas con 62 cent i á r e a s ) ,r o d e a d a d e l r e s t o d e l a z o n a p o r t o d o s a i r e s m c n o s p o r e l
Norte, que da hoy a un como barranc<-¡
desaguador, antes laguna.
[,a extensión de tal zona se ha ido acrecentando artificialmente por
formación de campos a expensasde lo que fué vaso del lago y siempre dándoles la altura suficiente para hacer posible su riego. Con
lo cual se ha venido a formar una pequeña extensión de huertas
-133-
[page-n-146]
20
I. BALLESTIER TOiRMO
del secanoantedicho,limitada por todos lados por lo
alredeclor
que fué fondo lacustre,hoy denominado
el
Norte, donde, como dicho queda, corre actualmente desaguaclor. Esta zona de huertasnuevasy lo que fueron terrenosviejcs
En
anejos, es lo que se llama>. el mentado
por más alto, es donde realiza el S. I. P',
de
tr<¡zo tierra, secana
bajo nuestra dirección, las excavacionesa que vamos a referirconocido hace muchos años,
nos. Es un yacimientoarqueológico
habitualmentela hoyada, que ha
cuando aún se encharcaba
incluso
sido de nuevo identificadopor el Agregado del Servicio Sr. Chocom,eli, mediante cnidadoso reconocimiento del terreno y algunas
supara mejor afirmar su juicio. Las exploraciones
cataspracticadas
y
p,revias, campañapreparatorria las dos de excavacioperfrciales
la
Se
m'aterial. ha llegadoen ios
han dado abundante
nes realizadas,
sondeos,hechosa fondo, hastala turba del lecho del lago, entre la
y
que aún hoy discurreel agua; y aunque la excavación los sondeos
aludidos acusanestratosfecundos en contacto con la turba, en la
que se rp,recianalgunosrestoscomo de materiasleñosas,es lo ciervisto hastaahora restosevidentesde pilotes, bases
to que no,hem,os
p,alafíticas, en los cortes de las tierras se apreni
de habitaciones
que no es
ap'reciable,
huellas de cabañas.Una estratifrcación
cian
revuelta, a un3
precisar,va desdela zona sup,erior,
este el iugar tle
y
cle tierra apelmazada, tras ésta siguen otras cuyas tierras se obs'
curecen gradualmentehasta llegar a un estrato fangoso inmediato
a \a turba. Del material descubierto,hasta ahota, podemos dar los
en
detalles: superficialmente, la tierra de secanoy en las
siguientes
inmediatos,que debieron origiporciorresrle los camposde huerta
dos
encoritrándose
nariamenteformar parte de la llamada <>,
hachas,de las que conocemosunil de tipo argárico,plana, de boca
ya curvada,y una azuelade buen tamaño, todo de cobre, y en las
halláronsepunzonesde seccióncuadradao redonda y
excavaciones
alguna iaminita informe de lo mismo; gran número de puntas de
y
p,equeñas de tipos derivadosdel romflechaen sílex,generalmente
y técnicapoco cuidada,y entre ellas algunasde mejor labra,
boiclal
en
las
de pedúnculoy aletascotn,o conocidas los Millares, otras granláminasy cuchillos en sílex,
y
des lanceoladas de labor imperfecta;
algunos de buen tamaño; hachasmás o menos grandesy algunas
salvo las labradasen piedra gris
muy pequeñasde rocas escogidas,
un
descompuestas;
comafcal,frecuentemente
cle
vercloSa una cantera
piramidal cuadrangulary de perforabello botón de pied,rablanca,
en
ción en V; gran número de espátulas hueso y asta de ciervo, un
punzones de los con artiarpón de lo mismo y abundantes
fuerte
*134-
[page-n-147]
rDolos ocLrl-dDos ,vALENctANoS
2l
culación para emp'uñadura; algunos restos cerámicos,que llegan,
junto con otros de los mentadosm,ateriales,
hasta la turb.a,lisos, a
mano y alguna yez con mamelones otras con pico derramador;
y
restosde animalesdomésticos;algunasfalanges decoracióny los
sin
dos ídolos oculadosqlle vamos a dar a conocer. De restoshumanos
se ha encontrado un solo cráneo, al que no acomp,añaba
ningún
otro resto esquelético.Merece anotarsela .inexistencia alfileres
de
de cabeza acanalada,ni de colgantes ornados con incisiones circu.
lares o en espiral. De los antecedentes estas ruinas, se ocupa
de
p,ufolis¿s¡6r.
Chocomeli en otro lugar de esta
Pasamosa ocuparnosde los ídolos descubiertos la <r
en
:
1.o E'l 25 de Agosto de 1944se descub,-rió la capa 4." de uno
en
de los sectores la excavación(el B), a algo más de un rnetro de
de
profundidad,'o sea un p,ocopor debajo del estrato de tierra apelmazada,el bello ídolo oculado que rep,roducimos
con el núm. 1, a
y b, en la lámina V; ejem'plar tan rico que no tiene semBjanteen la
arqueologíap,eninsular.
Las adherencias tierra retenidaspor las
de
incisionesde la ornamentación,
im,pidió que nos diéramoscuentade
su interés hastael lavado de Ia pieza.Sobre la media caña,obtenida
partiendo a lo largo un gran candil de asta de ciervo, al parecer
por la p,artealta, y rota por la base,va extendidala riedespuntada
coración, compuesta de la composición fundamental vista en los
ídolos en huesoslargos, a la que acompaia el rico ornato compleA
mentario que indicaremos. partir del extremo delgado,ligerameny donde se observaun pequeñoresaltetaladradoa modo de
te roto,
en
del
asapara la suspensión ídolo, la decoración,destacada relieve
sobre la superficierebajadadel asta, se desarrolla en e.l siguiente
orden : cuatro bordones lineales,paralelos,con la doble inflexión
semicircular,pero ya no en form,ade ampliascintas, a modo de los
a
ejemplaresde La Pastora,sino semejantes los linealmenterepresentadosde Almizaraque, hacen el papel de grupo de cejas,extenpor círculos
didas sobre un par de ojos lenticularesrepresentados
de bordones con otros espaciosconcéntricosligeramente resaltados y radiados, y, en el centro, pequeños círculos punteados en
hueco, representanlas pupilas; y algo mrásabajo otro par de ojos
iguales,p,erode tamaño ligeramentemayor, por bajo del cual limita el espacioun grupo de tres bordones resaltadosde igual modo
que las cejas,las cualesdesemp,eñan
aquí el papel de los grupos de
paralelaso de zonasvistas antes de ahora en los ídolos a que hici '
mos referencia.Todo el espacioextendido entre los pares de ojos
descritos,está esculpido en series de rom,bos,en relieve. al nivel
de la superficieoriginaria de la pieza y limitados por otros esp,a:- 135 -
[page-n-148]
I. BALLES]iE'R TOTRIYIO
22
rebajados;labor vista ya en Almizaraque
cios igualesalternantes,
(ñg. 8, núms. 3,4,7 y 8), donde Siret creyóque los intervalosen re'
procedíande espacios
corroídos
saltey los en nivel bajo, alternados,
laprecedentes esta especial
de
o no por la pintura, y que supusiera
de alabatro proviniente de Fonel'asy el cilindro
bor el recip,iente
en hueso de Gor (1). Y el resto del asta,separadodel espacioantedicho por un bordón, lo cubren 18 zo'nashorizontales de triángulos con los vértices para abajo; pareciendo,por el pequeño espacio
sobranteen el extremo inferio,rroto del asta,que la ornamentación
no debió pasar de 1a zona mencionada.En las dos reproducciones,
una generaly otra de detalle, que de este ejemplar damos en la lámina V,'se observarála extraordinariaúqueza de su ornato' Toda
pulida, de !o que res
la superñciedecoradaestuvo cuidadosamente
los espaciosplanos resaltadosy en los bortan claras huellas en
alisados,de la media caña.
des posteriores,perfectamente
portugue
cuán generales en las plaquetasgrabadas
Recuérdese
sas la decoraciónen triángulos que ocupa la mayot parte de la srr
perficie de este ídolo; pero casi siempre se da en aquellas piezas
vecespara
hacia arriba y muy escasas
con los triángulos apurt,tados
queda dicho material pétreo en
cuán confrnaclo
abajo; y obsérvese
el so'
ilHi:"l-osto
se
aáo
del presente de 1945, ha descubierto
otro ídolo oculado en el propio despoblado; éste ya a sobre 1,35
metros de la superficie,o sca, sobre el comienzo del estrato de tierra oscura rnuy húmeda, antecedente a la fangosa que precede hoy
a la mezclada con turba, de la que la separan actualmente unos
50 cms. ; zona, la del hallazgo, que incluso en tiempos modernos,
antes de hacerse las recientes derivaciones de las aguas para el riego, con la consiguiente desecación del fondo del lago, debió estar .
sumergida. El tono castaño oscuro de este ejem,plar, que, lo conserva, como la mayor parte de los huesos provinientes de l4 zona
húmeda o de las aguas de esta estación, más manifiesto cuanto
más profundos se hallan, es una confirm'ación de la deducción cstratigráftca. No muestra este nuevo ídolo la riqueza ornamental
que el antes descubierto, pero tiene también, en nuestro caso, uli
extraordinario interés arqueológico. El hueso aprovechado es de
igual ciase que los de La Pastora y Almizaraque, y lleva también
la parte superior. aplanada o alisada, faltándole algo de la base'
como puede verse en el núm. 2 de la lámina V¡ Su ornato, gtabado, no pintado a nuestro parecer, viene a ser el corriente en los
huesos largos ocupados de que hemos ido ocuDándonos, como va(1)
Siret: (L¡'Espagrre kehirstorique),
fig$ 227 y 234
-136-
[page-n-149]
rDol-os ocul-A,Dos vA,LENctANos
23
mos a ver : se inicia la decración,incisa, sin indicación alguna de
ce cejas,por el par de ojos lenticulares,con menudascircunferen,
cias por pupilas, inscritos en sendos recuadros tangentes por los
lados internos; a cuya com,posiciónsiguen las dos conocidas anchas cintas paralelas
con la doble inflexión sem,icircular
mirando
hacia arriba, que completanel tema principal en los ídolos de La
Pastora,y de cuya procedencia
hemos habladoreiteradamente que
y
en el ejemplar antes descrito quedan representadas,
conlo en Almizaraque,en form,a de bordones; terminando la segrlndade las
cintas, por su p,arteinferior, en fila de triángulos apuntados para
abajo. La técnicade grabado de este ejernplar,cuyos trazos incisos
son en su mayór parte limpios y precisos,penetrando lo suñciente
en el hueso,pareceIa de un grabadodirectamentetiazado,más que
conseguidopor el procedimiento del aguafuerte que sospechara
Siret, aunque no podem,os afrrmarlo resueltamente.
El grabadrtr
traz6 con firmeza las líneascurvas y las rectas; pero los bordes de
Ios rectángulos oculares se delinearon con fuertes ondulaciones
y
apretadas, la división central en pequeñostrazos en forma V invertida, pretendiendo'dar así la impresión de las ya observadas
representaciones
ciliares.
Este interesante
ejemplar, tan separadode su comp,añero yade
cimiento, como empárentadocon los de La Pastora,pareceindicar
fa coetaneidad,
cuando nlenos aproximada,de las dos técnicas
tan
que representan,la del pintado y la del grabado en los
distintas
ídolos.
Al redactarcste trabajo no nos hemos propuesto otra finalidad
que Ia bien modesta de dar a conocer estos importantes descubrimientosarqueológicos
valencianos situar los nuevosmateriales
y
en
el amplio marco que com'p.renden diversasseriesde ídolos <¡culas
lados al principio relacionadas.
No obstante,hemos de detenern.s
en algunasobservaciones
con ellos enlazadas.
Interesa hacer ver cóm,o los descubrim,ientos l,a pastora
de
conlirman el carácterde divinidad funeraria, p,rotectorade sepulturas, concrlrrenteen los iconos en huesoslargos,lo que ya parecía
deducir¡edel hallazgode Ios vasos,los cilindrosy las falanges
oculadas en enterramientos
bien comprobados;pero en lo tocanrea
Ios huesosde que nos ocupamosnada había quedado probado hasfa el descubrimientode los de La Pastora,p,ues
sus similaresde AImizaraquedescubriéronse ei fondo de una cabaña.
en
En La Pasto.
ra, como se ha visto, cada paquetede restoshurnanosconteníauno
-r37-
[page-n-150]
24
l. BALLEST/BR TORMO
o varios ídolos, lo que no pudo apreciarse
claramente todos los
en
casosa causadel desordenpr.--,ducido la exhum,ación traslado
y
con
de restoshumanosa segundo
enterramiento;pero lo hacesuponer
así el recuerdode las excavaciones
practicadas la <
das
telas> (Torres-Vedras,
Portugal), donde, en las sepulturasexploradas, cada montoncito de huesosera anunciadopor la p,resencia
de
un ídolo-cilindro,de los lisos o apenascon decoraciónelemental
.
de paresde líneaso de puntos,que eran los que allí se daban(1); e
igual debió acontecer,
creemos,en la cueva alcoyana.Los ejempla.
res de la <no pudieron tener tal empleo en el
del
sitio del hallazgo,sino que procederíanseguramente las destruíde
das habitaciones
del poblado.
La cuestiónrelativa al origen de este tipo de ídolos ha producido interesantebibliografia, con conclusiones
generralmente
tendentes a creerlesde procedencia
oriental mediterránea.
Ya Dechelette (2) los relacionó con la diosa fem,enina
guardiirn
de sepulturas,c:onocida la G'reciaremota, con una faciescaracen
terística lo premicénico(vasosde la segunda
en
ciudad de Hisar,
lik y placasamorgianas mármol). Tipos con ellas emparentados
de
se ven, decía, desde las costasdel A,sia Menor y del Archipiélago,
a las IslesBritánicas, lo largo de las costas la PenínulaIbérica
a
de
y por las Galias,siguiendouna remota vía comercial,que estimó
jalonada de hallazgossemejantes;y así, como consecuencia tal
de
justificación ciertos paralelosde material; hacamino, veía la
de
biendo hecho la obsqrvación que el ídolo egeo era mrás
de
esporá(3)
I.'rankowski rechadico cuantornásse alejabadel Mediterráneo.
z6 esasupuesta
amplia irradiacióndel ídolo femeninoprotector de
que estimócreación
sepulturas,
eruditaque vino a apropiarse,
decía,
todaslas representaciones
antropomorfas
restosde los ritos funerarios prehistóricos; negó el carácterde diosas dado por I)echelette
que
y
figuraclas invocaba, estimómás que
a muchasrepresentaciones
p'arangón;
la
sospechosa feminidadde otrascon las quc estableciera
(4); todo lo
que parecióacompañarle
Virgilio Correia
opinión en
a
de
la
cual no fué obstáculo que persistiera creencia que los ídolos
ibéricos procedieran de influencias mediterráneasorientales, que
hoy por otros autambiénadmitieraAberg (5); opinión sustentada
por Gordon Childe (6), quien,
tores modernos,muy especialmente
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
V. Co(reia:, pá9. 91.
t.
(Ibid.>, pág. 83.
(The Dawn of Eurepean CivilisatÍon>, London, 1939,3." ed., pá9. 264'
-138-
[page-n-151]
IDOLOS OC'ULADOS VA,LENC'IANQS
,i
de
si no a la diosa p,rotectora sepulturasvista por Dechelette,hace
de
referencias
múltiples a las representaciones divinidadesfemeninas
del
de ojos de lechuza,corno las esquemáticas Egeo, las pintarlasen
'Iroya;
y
señalanfalangesdel SE, hisp,:rno la tallada en p,iedrade
que
do como paralelosde los Millares con el Oriente m,editerráne'o,
impulso a tal cultura, entre otros, las formas de los
supone dió
vasosvistos en el Minóico Primitivo de Creta, las figuritas de piey
las
a
dra semejantes las cicládicas anatólicas, mediaslunas de barro como en Anatolia, el botón de Almizaraque también como el de
como en el Minóico citado, y las alu'
ésta,las cuentassegmentadas
a
asimism,o la prcdidas figuras de cara de lechuza pertenecientes
jarras funepia diosa que los sumeriospintaban en las asasde las
a
orientalesllegadas nuesrarias. Que entre las múltiples influencias
las
tras costas,vinieran tamb,ién de estostipos de ídolos con ojos de
.lechuza,no parececiertamenteinfundado.
Ya Siret había hecho constar (1) las analogíasexistentesentre
los motivos decorativosde los ídolos grabadosy pintados y los de
los vasos pintados chip'riotasdel II." período cerám,ico,con Creta y con algunosvasosde Susa.
ocuPa,rece
conftrmar estoscriterios el hecho de que los iconos,
y en falanges,
todos menos una de éstas(La
Iadosén huesoslargos
Pastora,, Millares, Alm,izaraque, Hoya de
y
en
son descubiertas tierras
ios Castellones)
C
inmediatasal Mediterráneo; y el que, com,oya afrrmara
la ornamentaciónde tal tipo de ídolos, rica en Esp'aña,fuera dis'
minyendo en ornato a medida que se apartabade dicho mar; .le
modo tal, que en los ejemplaresde cilindros extremeñosse reclu-
"' ;i' ;":"H;'-'#'ii J;lJi.'"T,:' í.rIosocra "n L, p,,.
ie o u dos
del Pedregal>, sea en el Reino de Valencia,
o
tora y en la <
aisladosa tan gran distanciade lo que se venía creyendozona pÍopia de su existencia,nos hace creer que no sean únicos en tierras
que signifiquen
y
valencianas esperarnuevos hallazgos
semejantes,
aportacionesal estudio de estos materiales.
aún más eñcaces
(1)
(2)
(Questions de chronologie iberiqtres>, pá9,. 37, lám. V.
(Ibid.), pá9. 87.
-139-
[page-n-152]
26
I. BA,LLES'IIER TORMO
A P E N IC E
D
I N F O R M E S O B R E L O S H U E S O SP I N T A D O S O C U L A D O S
D E L A ( C O V A D E L A P A S T O R A TD E A L C O Y
pintadosprocedentes la cuede
los
Examinados restosde huesos
va der Alcoy, cuyo informe sobre una posible cla'
de
paso a exponerlo en
confiárseme,
sificaciónse tuvo la deferertcia'de
Ia siguienteforma :
1.o Entraña para el que suscribegran diñcultad una determinapor el estadode mutilaciónde los mis'
ción exactade taleshuesos,
por completo en ocasio'
mos, a los que faltan las partes extrem,as
defory en las que subsisten hallan las apófisisy cavidades
se
nes,
por la acción del tiempo.
o
madas,bien intencionadamente
de
a
2.o Son huesoslargos.pertenecientes las extrem'idades anióvidos y cápridos;sin que
del
malesdomésticos tipo de los actuales
la talta de detalles nos permita una diferenciacifn clara de la especie.
de
3.' Pueden por tanto ser huesosprocedentes formas domésde
relació¡ con las ancestrales nuestros
en
ticaso salvaies, estrecha
y cápridos,que según Adarrretzson el or:isvignei y la caf>ra
ór'idos
prisca.
en
4.o Intentando aproximarnos una posible definición de la
que predominanlas
de
clasede huesos que se trata,creemos
(números 10, 18, 19,2L refiriéndonosa las láminas del trabajo del
señor Ballester),ya que se aprecia el cóndilo externo abultado,
e
tal. y como correspond a \a fusión de la cabezadel peroné en
en
estasespecies, las que el cuerpo de este hueso y su extremidad
y
distal permaneceseparada formrael maleolo externo (hueso mao
que fué desprendidointencionadamente por la acci$n del
leolar)
con el número 9 (v. las
el señalado
restantes,
tiempo. De los huesos
láminas),pareceun,ya que en su extremidadproximal se
quizás por
el
observacomo si hubiera sido desprendido,
la tendenciamaniftestade unilormar los huesoscon un fin deterpromiminado, por lo que fácilrnentefué desprendidala exagerada
(olécranon)), que siendo un animal joven
lo
nencia formada por su
(así lo parece por el tamaño) provocó el desprendimientodel cúbito en la parte de su cuerpo,de lo cual quedanhuellasen la cara
. correspondiente.
del
pueden ser
Los restanteshuesos,más troceadosy desfigurados,
-140-
[page-n-153]
vi
'l
IboLóS óe'u,l*nós VA,LEN,ó,IANOS,
21
de y ,o bien parte de los otros huesoslargos, tales
como <>, los cualeses fácil confundir dichos
y
con
restos, ya que desgraciadamente apareceniñguno."on *t extreno
midad proximal o distal completa, que nos permitiría afr.anzar
el
dictamen.
Es cuanto puede inform.arse,
con las reservas
antedichas.
"{
1
. {
'* ,
JUAN TERRADEZ RODRIGUEZ
De la fnspección Veterinaria Nacional.
-t4l
$',
-
{
{
[page-n-154]
[page-n-155]
BALLESTERrldolosoculados
valenclanosr.
Idsloo rie ls
LAMINA I.
'la lPasto¡a¡
(Dibujos de V, Pascual)
[page-n-156]
iT\
.
BALLESTER-
ldolos
de la rCdva
LAM¡NA II.
de ila pa,stora¡
{Di,bu,joa de V. pascual
y toto Adell)
[page-n-157]
BALLESTER- ¡Idolosoculadosvalencianos,r.
LAMINA III.
Idolos de la c,Cdva de la Pasto¡al
¡Dibujos de V. P¡scual y fotos Adell)
[page-n-158]
BALLESTER <,Idolos
oculados
vatencianos¡r.
LAMINA IV.
W21
W
27
I d o l o s J e l ¿ < C d v a d e . l a p a s r r o r a > (N
a 25J ,y fiueso grabado de la m:sma r?6)
Entrada a la cueva
(?7)
(Dibuios de V. Fascual y fotos Aclell)
[page-n-159]
BALLESTER
oculados
valenclanosr.
LAMINA V.
ldolo, en asta esculpida y otro en hueso gtabado (1 y Z)
(Navarrés)
(Fotos Adell)
[page-n-160]
DR. VICTOR LEBZELTER
Drnecron gue ruÉ op l¡. srcc¡ó¡l .cwrnopo¡-ócrcr
onL Musro NAcToNALe H¡s¡onr¡ Nrrun¡l
o
oe V¡e¡¡¡
Sobre algunoscráneoseneollticos
del este de España (a)
del
- Graciasa la amablerecomendación Profesor Dr. Pericot García pude estudiar el año 1931,en Alcoy, algunoscráneoseneolíticos
que se hallanen colecciones
particulares.
La com,arca
montañosa alrededor cie Alcoy estab,a
dens¿rmente
pobladaen las épocasprehistóricas.
Mientras poseemos
numerosas
(la más famosaes la de la
estaciones altura de la época ibérica
de
Serreta),para las épocas anteriores,tenemos entre otros los yacimientos en cuevascomo la Cóaa de la .Sarsa, Bocairente,y la del
en
Monte de lq Barsellu,enTarremanzanas.
Entre los hallazgosde las
estaciones
aludidas figuran los diversoscráneoscuyo estudio pasamos a hacer. (1).
(a) Cuando hace años preparáhamos la publicación del presente Anuafio,
nos envió el Dr Lebzelüer esüe trabaJs para su inserción. Et ilusüre antropótrogo,
Director que fué de ld cofrespondiente Sección del Museo Nacional de Hi;storia
Natural de Viena, ha fallecido antes de que pudiera aquél publicarse. La Dirección del S. f. P., aJ.hacerlo ahora, quiere darle el aráctey de hornrenaJe a la memoria del sabio rnuerto.
(1) F. PONSELL. (La Cova de Ia Sa¡sa, (Bocairente)), Arch. de plehirstoda
r,evantina, fi 1928.-J. BELDA DOMINGUEZ. (Excañaciones en el Monte de la
Barsella, terrnrino do Torremanzanas). Memorias de la Junüa Superior de Exca.
vaciones y Antigüedades. N.o 2 de 1928, n-o 1 de 1930,
-143-
[page-n-161]
I
DR. VIrClóR ITEBZBLTER
A) cRANEosENEoLlTIcos DEL r.MoNTEDE LA BARSELLA,(
El permisopara investigarestos restos lo debo al Sr. Párroco
'forremanzanas.
Belda Domínguez, de
En su primera Menroria,
y
Belda dió algunasdescripciones medidas de los cráneoshallados
hasta entoncesdebidasal Dr. Fernando Boscáy buenasfotografías
de cuatro de los cráneos. aquí la clescripción los mismos.
He
de
N." 1. Pesadocráneomasculino adulto, de contorno elíptico
corto, visto posteriormentetiene forma de casa. Las apófisis mastoideasson pequeñas, cráneodescansa
el
sobre los cóndilos, la frente bastantehuida muestra arcos superciliares
bajos, del tipo 2. I-a
Fossa coronoidea es baja, la ¡atna de la mandíbula inferior muy
ancha.
Mesocranio, hipsicrariio, acrocranio, megasemo,mesoprosopo,
meseno,
hipsiconco,
mesorrino,braquiuránico,
leptostafrlino.
N." 2. Bóveda craneana
femenina,deteriorada,de paredesmuy
delgadas, gran capacidad.
Mesocranio.
de
N." 3. Bóvedacraneana
m,asculina contorno elíptico, de gran
de
capacidad,
frentebaja y huída. Mesocranio.
N." 4. Cráneo probablementefemenino con batrocefaliamoderada, contorno elíptico, la raíz y la crestade la nariz son muy altas,
las órbitas son muy pequeñasy redondas,las apófisismastoideas
son bajas,los dientespequeños.
Braquicranio, ortocranio, tapeinocranio,microsemo,lepteno,
hipbiconco,leptorrino, meSuranlco,
leptostafilino.
pesado,grande, de un hombre de unos 50 años
N.' 5. Cráneo
con fuertes apófisismastoideas órbitas bajas y salientes.Bastante
v
prognatismo.
Dolicocranio, oriocranio, acrocranio,megasemo,
lepteno, mesoconco, leptorrino, dolicouránico,leptostafrlino.
N.' 6. Pequeño cráneo femenino de contorno oval, de forma
abombadavisto por detrás. Apóñsis mastoideas
muy pequeñas,región glabelarabultadaligeramente,
Mesocranio,
menariz estrecha.
sosemo.
N.' 7. Cráneo masculinogrande, del mismo tipo que el nú,mero 5. Orbitas más rectangulares. cráneoes ligeramente
El
asimétritapeinocranio,
co. Mesocranio,
camecranio,
mesosem'o,
eurieno,calino.
meconco,camerrino, braquiuránico,leptostafi
probablemente
N." 8. Bóveda craneana,
femenina, elíptica corpor detrás,apéndicenasal del hueso de la
ta, de forma abom,bada
-144-
[page-n-162]
,CR;ANEÓS,EN\EoLITI.cos ESTEDE ESPAÑA
SOBRE
ALGUNOS
DEL
a
frente muy ancho, circunferencia 530 rii,m., índice lb'ngitud,anchu-:
ra 73,20(194-I4i2).
N.o 9, Cráneo femenino peQueñocon pequeñasórbitas redondas, ligera fosa prenasal, braquicranio (82,94, LT}-L4L), mesoseino
(68'(D).Este cráneo perteneceá otro tipo.que los cráneosanteriorm,entedescritos.Se parece m,uchoa dos iránéos de'Ib'iza, que se hallan en nuestro Museo. Estos óráneos
son de iraredés
delgádas,
lisos,
-asícom,obajos en la estructurade cráneoy cara.La
frente forma un
ángulo ba-stante
agudo con la curva superior del cráneo. Parece que
se trata en estecasotle un antiguo tipo de la población españerla.
En
estapieza desgraciadamente
sólo se pudieron tomar pocasrnedidas.
N." 10. Gran bóveda craneanamásculinade tipo ibero-mediterráneo. Huesos del bregma, frente bastantehuída.
Mesocranio,ortocranio, m.etrio,cranio,
mesosemo.
B. CRANEO
ENEOLITICO REBOLCAT.
DEt
El Rebolcat está a unos dos kilómetros de Alcoy. Agrad,ezco
a
D. Camilo Visedo, tle Alcoy, la oportunidad de describir la pieza
siguiente.
Pequeña bóveda craneana femenina, de tipo mediterráñeo,las
apófisismastoideas
son pequeñas.
Lorrgitud máxima...... ... 180
Cuerda parietal. ... ... ...
Ancho m,áximo..
136
Arco parietal ... ... ... ...
Ancho biauricular.
109
Cuerda occipital superior.
Ancho asterial...
106
Arco occipital superior...
Indice long-anch
/5,50
114
128
68
Vl
Indice de la curvatura del parietal
89,06
Indice de la curvatura occipital superior... gS,7T
c.. BÓVEDACRANEANADE ..LA COVADE LA SARSA..(BoCAIRENTE)
La piezadescrita encuentraen'el Museo de prehistoria de vase
lencia.Bóvedacraneana un hombre viejo, dé contorno o'al alarde
gado. Arcos superciliares
del tipo II con profunda fosa supraglabelar. En la mandíbula superior faltan todos los dientes, los alveolos
están reabsorbidos.'[,as
órbitas son rectangulares,
talti la fosa cani,
na. Se pudieron tomar lry siguientes
medidas:
-l4io*
[page-n-163]
LÉBZELTÉ1K
DR. VICTOTR
Longitud máxima.. ... ... 178
Anchura m'ínima de la
95
frente.. .
115
Cuerda frontal..
A r c o f r o n t a l . .. . . . . . . . . . . . 130
Anchura biorbital exterior 107
Anchura biorbital interior. 96
A n c h u r ai n t e r o r b i t a l . . . ' . '
Altura orbital...
Anchura orbital.
Altura nasal..
Indice de concavidaddel
frontal...
Indice orbital
23
31
40
52
88,46
77,5,0
E,l cráneopertenecea un tipo dolicoide con cara baia, órbitas bajas y nariz ancha.
CONCLUSIONES
de
de
descritos, Ia comarcamontañosa Alcoy, perLos cráneos
distintostipos. Naturalmentepredominan las conocidas
tenecen
a
y
al
formas mediterráneas semejantes Cromagnon. Especial interés
En 1926,K'
sin
mrerecen, embargo, los dos cráneosbraquicráneos.
Saller (1) ha reunido los ejemplaresbraquicéfalosconocidos hasta
entoncesdel eneolítico de la Penínsulaibérica. En las publicacioque describenlos hallazgosen Paladesdeentonces,
nes aparecidas
zuelos,Valldigna, Barrancode les Foyetes,Córdoba y Navilazatza,
ninguna descripciónde cráneosbraquicráneos.
no co,ntienen
Reproduzcoalgunasde las medidasmás importantes de los crásegúnK. Saller :
neos braquicráneos,
Ind. L. Anch.
Mugem I... ... ...
El Argar 13 ... ...
EI Argar 38 ... ...
El Argar 44 ... ...
6
Solsona ... ... ...
1...
Ciempozuelos
El Argar 67 ... ...
82,6
82,6
81,8
81,8
83,8
83,3
81,6
4.
Torrernanzanas
82,46
Ind. L. Alt.
lno. u. u.
89,2
93,1
75,0
80,8
73,3
,,:
Ind. Nas.
47,8
48,9
48,0
86,9
73,0
77,7
70,76
Ind. Orb.
55,26
47,9
9r,67
44,0
(1) K, SAIITER. (Die Rassen der jüngeren süeinzeit in Mittelmeerlándern>'
Buülleti de l'Associa,ció Catalana d'Antropología, Etnología" i PrehistÓria, volumen IV, Barcelona 1926
-146-
[page-n-164]
SOBRE ALGUNOS ,CR,AñEOS,ENEOLITI,COS
b,EL ESTE DE ESPAñA
Saller,l. c., pág.29,quiso relacionarlos b¡aquicéfalos la Pen-r
de
ínsula Ibérica con los braquicéfaios ancha caray ancha nariz del
de
neolítico del Danubio. ciertamente deja el problema sin resolver y
de las cifras que de él hemos reproducido no se desprende
realmente nada en favor de que la raza braquicéfaladel eneolítico ibérico
f,uese cara baja y nariz ancha. El cráneo de cara alargadade Tode
podría. conraz6n ser calificado de dinárico. Elementos
rremanzanas,
racialesemparentados
con los dinarios han llevado en todo caso,
la
cultura del vaso campaniformehacia la Europa central y occidental. Se relacionanbien, por su parte, con formas dináricas del Asia
Menor y norteafricanas.Así se podría incluir a los braquicéfalos
eneolíticosde Iberia, por lo menos en parte, en el círculo dinárico.
Su participación en la población de la Penínsulapirenaica fué sin
duda mucho mayor, cuando la gente del vaso campaniformeocupaba todavíala Meseta.La emigiación de los dinarios'd"l u"ro,
"r-paniforme, de España,fué motivada según mri opinión, por la sequía que se inició con el comienzo de la Edad del Bronce, que creó
condicionesdesérticas la mesetaespañola,m,ientras emigran,
en
los
tes del vaso campaniformepudieron establecerse la región pünen
tanosade la Europa central, antes casi inhabitable,como en la comarcadel March o del Oder.
-
147^-
[page-n-165]
bR. VIE'IÓR I]EBZELTEI.
Lorgituil
márimo
márimo
A¡oho
A¡oho
frento . f¡ente
mí¡imo mó¡imo
134
125
A¡oho
177
182
'
Nasion
Ancho I Naeion
¡stsrial
I laobda
ba¡ion
IUU
l+4
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110
106 | 174
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94
119
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90
1
160
Cueril¡
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170
Aroo
pariotal pariotal
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A¡oo
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rompo- tsD,po.
I
ipital occipital I
rar.
I suDe¡lor
121
I
117
107
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-..-._
124
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I Altura
|
l r 2 0 l 1 0 6 l6 2 | e a
114?l -
1 3 3 1- l
| 63 | 36
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901 50
[page-n-166]
SOBRB,ALGUNOS .C,RANEOS,ENEOLITICOS
DEL ES?E DE ESPAÑA
Naeion
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fronto-
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76,92 78,95
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93,58i 35
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[page-n-167]
[page-n-168]
JOSE ALCACERGRAU
Trabajosdel Servlciodc Investlgaclón
Prehlstórica
de
argár¡cas la lRegión
bos estaciones
Levantina
I
(TERESA)
.PEÑA DE LA NUNÑR'>
pEscRIpcIó.r¡
En el pasado verano de 1945 iniciamos la excavaciín de un pequeño poblado situado en el térm'ino de Teresa, en sus límites con
el de Begís,en las proxinridadesde, caseríopertenec'ientea este último térn-.ino.
El yacimiento se encuentraen Io alto de un cerro con la típice
y
de
característica una vertiente escarpada la otra más suave. Con'
fluyen a los p,iesde este cerro los barranco,sde la Gambalía y Taján, que al unirse dan origen al barrancodel Berro, que desemboca
en el Palanciacercade Teresa.
La estación form,a :una replaza alargada de 40 m. de longitud
por unos 15 m. de anchura (fig. 1.").La vertiente escarpada
r:eca'
(lám. 1.' A), y la veryente al SE. es un tajo de altura considerable
fácil, estádefendidap,or unas murallas de pietiente NO. de acceso
dra en seco, muy destruídas,resto de las cualesson la gran cantique se ven por toda la ladera.
dad de piedrascaídas
Atraviesan la replaza crnco hileras de piedras que apenasaflorari. Durante la excavaciónhemos o.OtO" cornprobar que el luelo
[page-n-169]
tt
l
g
JosE ALoAC]ERGRAU
natural, inclinado hacia el NO. fué limitado p,or url muro de contención, nivelándose la superficie con piedras de pequeño tamraño,
encima de los cuales se puso la tierra que form'ó el suelo habitabre.
Hasta el presentese ha excavado'laextensióncomprendidaentre la primera )¡ tercera alineación.Hay descubigrtas
dos paredes
:
Ia que limita los dep'artantcntos y 2.o,que está formadapor granl.o
T.s<¡,.tt...'
ii v¡¡o¡
¡]r
Figuna l L(Peña
.
x¡¿h¡-
de la 'D,ueñ¡r
.(Tereea).--.C¡sqq¡sde l¿ meset¿ y corte por A-B .
des piedras alargadas,
que miden alrededor de 0,S0m. de largo por
puestasuna a continuaciónde otra; y la que.se.
0,30 m. de ancho,,
para los departamentos1." y 3." que mide rnás dé un m,etro de espesor, presentando
cara por las dos'partes.
-t62-
il
t
j
[page-n-170]
rEN L,A REGI,O.N LEVAINTINA
D'OS ESTA,CIONES .ARG,,ARICAS
HALLAZGOS
a) Sepulturas.-Se han hallado tres sepulturasde inhumación
en el dep'artamento
1.". Una de ellas de niño, en la que sólo quedaba el cráneo y un pequeño fragmento de hueso largo. Los otros
dos esqueletos
estabanencogidos,descans.ando
sobre el suelo arcilloso. Una uniformecapade piedrasde regulartamañoparecía
proteger uno de los enterramientos.En las proximidades del cráneo
de ambos esqueletos
había restosde vasijasp,equeñas, pasta nede
grazca; al pie de uno de ellos ap,arecióun molino de mano. En
distintos lugare,s la excavación
de
salieron re,stos vasijascon made
sas de cenizay algún pequeño fragmento de hueso, sin poder precisar si se trataba de urnas.
b) Objeto de adorno.-Tres'cuentasde collar discoidales,de
color blanco, en el departamento1."
c) Objetos de piedra._Un hacha de fibrolita, rota por la pa,r(fr1.2."). Am'basse encontrate superior, y.una lascacon r.etoques
ron en el centro de una pared que separalos departam,entos y
1."
3.", junto con restoscerámicos.Un cuchillito (fig. 2.") y tres Iascas
juntas en el deparsin retoque en el departamento1.oy cinco lascas
tamento 3.". Cinco molinos de mano, naviform'es,
cuyas medidas
oscilanalrededorde 30x15 cms. Dos molederasovaladasprofunpor la acción del fuego, que m,iden 18x 12 y
damente agrietadas
x l0 cms.
13
rFig'u¡a 2.4-(Peña
de la Dueña> (Teresa).-Lasca
,v cu,chillito, de sílex,
y fragtnentos
de hacúra, de fibro,lita
(Dib,ujosJordá)
-153-
[page-n-171]
"--
4
GRA,U
JOSEALCÍACER
a
d) Cerámica.-Dos crisoles,piezas semejantes las conocidas
de,aunque m,ásovaladasy el vertedero más aguzado
(ñg.3.').Ambos, de p,aredes
estánrotos por la parte
muy gruesas,
borde adornado con incisionesy a media altura
central. Tienen el
presentanuna hendidura estrechay profunda en la que se insertaría un m'angopara poder accionar el crisol, facilitando su utilizaalgunasconcre'
ción. Su capacidades muy pequeña,conservándose
recipientes.Salieron en los
de cobre en el interior de am,bos
ciones
1.o
departamentos y 2.o
{Figura 3.a*epeña de !¡ Dueñ¡r (Tcreeu).*Fhagmento de un crisol
{Dübrrio Jordá)
Entre los restos de vasijaspodemos señalardos tipos : cerámica con cordonesy cerámlcalisa. La primera correspondea piezas
de gran tamaíro, de gruesasparedes,hechasa máno, de material
p'oco escogido, con la caracteristicamica. 'Su colo'ración es negra
coc'
por el interior y rojiza o terrosapor el exterior. La imp,erfecta
y
ción hace que tenga poca consistencia se desmenuceapenastocarla, por esfa raz6n muchos fragm,entosno p'ueden unirse. Los
cordonesson cintas de :rnchuravariable, presentandounas incisiones hechascon instrumerrtocortante, con punzín y huellas digitales, form,andodistintos ondulados.
Pertenecea este tipo un gran vaso cuyo diámetro de boca m,ide
0,40 m' y altura indeterminadapo,r faltarle toda la base. El borde
presentaun ondulado corl huellas digitales. Un cordón que rodea
la vasija a 9 cms. de la boca, presentaunas pequeñasconcavidades
que parecenhechasa presión con un p,unz6nde boca ancha (figura 4.", A). De este cordón nacen tres mamelones.Este vaso se encontró en el departamento3.'; estababoca abajo, Ileno de cenizas,
de
entre las que se halló un pequeño fragnr,ento hueso (lám. I' B).
de
Hay muchos fragm'entos un gran vaso, que no se p'uedere'
construir, cuyos cordonestienen incisionesp'oco profundas hechas
con instrumento cortante. Sobre un cordón horizontal se apoyan
-154-
F-
[page-n-172]
D,OS ESTAICIION'ESA,RGARICAS BN I-A ]RIEGIOINLEVANTINA
Figura 4,a-(Peña
de la Dueña>
(Tere,sa).-Fragmentos
B, .del vaso núm. 2
-r55-
cerámicos.-A,
de,l vaso ,núm. I ;
(Dribujosjordá)
[page-n-173]
6
JOSE ALCiAOER G'R'ArU
otros varios formando semicírculos
concéntricos(ñg. 5."). Se halló
en el departamento1.o,cerca de los enterramientos.
En otro gran vaso los corciones
son m1ás
estrechcsy las incisionesmás toscas
hechas
con una arista.Los cordones,
formandoarco,
parte superiorde las asas,de cuales
p,enden
unen la
las
tresrpequc
que se imitó el cosido de los
ños cordones,dando la sensación
odres (fig. 4.', B).
Además, hay otros fragmentoscuyos cordones presentanalgu(incisiones
nas diferencias esenciales
no
oblicuaso más abiertas).
Entre la cerámicalisa, cuya tabla de form,asse incluye (fig. 6."),
hemos de destacaruna vasija de pasta negra, con superficie esp,atulada, que mide 20 cms. de altura por 17 de diámetro de,boca, la
cual presentala particularidadde tener un asapequeñay en la p,arte opuestaun mango de 1,8 cms. de longitud con la extrernidadterminada por un aplastamiento naayordiámetro (lám. I, C). Ilsta
de
particularidad no la hemos encontrado repetida en ninguno de los
vasos que conocemosde otros yacimlientosy hace p,ensarsi este
mango tendría por objeto facilitar el paso de un ojal de la cirerda,
cuyo extremo iría atado al asa. Del resto de cerámicapodemos separticularidades L,os perfiles1 al 7 son de pieñalar las siguientes
:
zas muy espatuladas, bordes lisos y finos de color negruzcoi el
de
poco profundas,he8 y 9 son rojizos,con los b,ordes
con incisiones
punzín de punta roma; el 10 es de un pechassin cuidadocon un
queño vasito también rojizo; p,resenta incisionesdel borde muy
las
oblicuasy profÍrndashacia la parte exterior, formando un dentado;
a
el 11 tiene un pequeñomango semejante la vasijacitada al prina
cipio, lo que hacepensarsi correspondería otro vaso del mismo
pequeñovasito de perñl típicatipo del de la figura:' el 12 es de un
mente argárico; el 13 tiene un pequeñomamelón cilíndrico, y el
14 debe ser de un p,uchero
CONCLUSIóN
La mezcla de la cerámica de cordones con la espatulada es una
prueba de la convivencia de las culturas de las cuevas y de Almería o
c o m o a c t u a l m e n t e s e d e n o m i n a n h i s p a n o - m a u r i t a n ae i b e r o - s a h a r i a na, conlo ya se había comprobado en otros yacim'ientos cercanos
del Bajo Aragón, en esteciones catalanas como de
d
Salamó, < de Tartareu (l),
(1) Bosch Gimpera: (Les coves properes a Ia cosüa catalana>. Anuaxi de
l'Institut d'Estudis Cata!áns, 1915-20,p¿Lg.477.
156-
[page-n-174]
bOS EST.A,CIÓNES
ARC,AjRICAS
ErÑ L,A RECI.ON LEV,Á,}iTI¡]Á
-f--
1
Sitges (2) y en valencianas com,o la del cl del Barranco de
Palop (Mogente) (3).
Tanto una lcom,o otra cerámica no pueden limitarse a un momento determinado, F,u€s perduran desde el eneolítico (
l_
f
ts
!
F
I
¡
L
i-
f-
Figura S.a-
oerámico del vaso n.úm. 3
(D,ibujo Jordá)
L
(2) Serra Ráfols: (La cova de Sant Lloréng). Anuari de I'Institul
Cataláns, l92L-26, pág. 51.
(3) Maüerial inédiio en el Mrxeo de prehistorla de Va,lencta.
- l o / -
o'Estudis
[page-n-175]
GR'du
JosE ALclArcBR
8
hastael ibérico. Así en San Miguel de Liria encontramos
la Sarsa>)
del
en una de las estribaciones cerro, restosde una necrópolisen la
que se halló una urna con cordonesen relieve e impresionesdigi-
\
\
;w f.
\
\
.::EBgí
(
(
.¡sÉ4.
1
Fi,sur¿ 6.a-qpsña
de ila Dueña> (Teresa)--Tabfa
de fotmas oenámicas
iDibuio AlcÁcer)
tales, que podría ser una perduración en época ibérica de una cultura anterior.
A pesar de que la cerámica no creemos nos pueda datar la estación y aunque hasta el momento no hayan salido obietos de m'etal,
la presencia de los crisoles nos señalan un período de los metales
que puede ser de rrlotrr€oto avanzado por su semejanza con lo's cri'
soles de
-168-
[page-n-176]
.D,ÓS.EST\A.CIIÓN]ES
,{RÓARICLASEN ILA R)EC,IÓN LEIVA,NTINA
9
Mientras nuevos hallazgosno nos p'roporcionenm,ásdetalles o
piezas características, cro,nología
la
del yacim,ientode
Dueña¡> podrá precisarse a reserva de modificar más tarde
y,
no
nuestro concep,to,
consideramosIa estación como pertenecientea
un Bronce avanzado.
II
DESCRIPCTÓN
Habiendo llegadoa conocim,iento la Dirección del S. I. P. de
de
Valencia la noticia de algunos hallazgosprehistóricos hechos por
afrcionados los alrededores Villar del Arzobispo, y deseando
en
de
para tomrarmedidasde protener conocirnientode su im,portancia
tección, si tales des'cubrinrientos
tuvieran interés, dispuso que se
por aquellos lugares.
hiciera una visita de p'rospección
Acompañados por el capataz'reconstructor Museo de Predel
hsitoria de Valencia, Sr. Iispí, fuirnos al pueblo de Losa del Obispó, pertenecienteal distrito del Villar (1). La información popular nos indicó varios lugares donde ap'arecieron
restos prehistóricos, que a su tiempo serán exploradosdebidamente,entre los cuales se consideró como más interesantela estaciónque encabezala
p,resente
nota, cuya visita se dispuso.
La Atalayuela, nombre miuy ap,ropiado, un elevado pico que
es
desde el pueblo se destacasobre el horizonte dominando las alturas cercanas,
separado'deuna de ellas por un estrechocollado que
sirve para dar paso a un camino que une las dos vertientes y que
debió ser una vía antigua que comrunicaría Villar con los pueblos
el
de la ribera del Turia. En el trozo comp,rendidoentre la aétual carretera de Casinos a Losa y La ,Artalayuela,
atraviesa este camino
un lugar donde aparececerámicaibérica. En las inmediaciones
del
collado hay imp'resas las rocas profundas huellas de carrileras,
en
notándoseque, mientras unas siguen la dirección dominante, otras
se desvíanhacia La Atalayuela, desapareciendo
toda huella en las
inrnediaciones los camposcultivados.
de
La posición estratégicadel yacimiento es la ca'racterística en
:
Ia cúspide una pequeña replaza redondeadabastanteinclinada ha(1) Homos de tra¿rer constarr la buona acogida dispensada por las auüoridapo,r los Sres. Alcald.e D. Luis Cava y Secreta,rio don
des del pueblq especiialJn.enüe
Vicenüe Arizntendi, que se excedieron en atenciones, faciliüándonos en gran
manera la labor encomendada
-159-
[page-n-177]
r:-
10
,
JOSEALOACERG,RAÜ
de
cia el NO., limitada por un escarpado poca altura, pero lo'sup,or la parte opuestahaficiente para su fácil defensa,descendiendo
cia el collado por una pendientem,uypronunciada (fr,g,7.").
N
ril
I
Figura
7.a-
,Atalayuela)
(rlosa de,l Obúspo).rQ's,quris
d,el yacimiento
y coirte dlel terreno
(Di'bujos Alcácer)
Unos hoyos y montones de tierrraremovida denunciabanla aclos
tividad de unos rebuscadores, cualesguiadosp,or algunasp,iedras
que sobresalían,una de las cuales, que estuvo colocada verticalmente a modo de estela,vimo'sarrancada,practicaronhoyos en los
distintos sitios que les pareceríanmás adecuadospara sus a,fanes.
La simple inspeccióndió motivo para recoger diversos objetos:
cerámica,sílex, percutores,etc., mateiial que dejaron abandonado
por no conocersu interés.I-os muchos fragmentosde huesosy restos de carbón mezcladosen aquellastierras removidas,parecíanin-160-
[page-n-178]
D,OS ESTr{CtlONiES
A,RG;ArRIC]AS rLA RTEG,ION
E,N
LEVANTTNA
11
dicar que se habían desiroaado ,unas sepulturas. Realizada una
pequeña cata, que alcanzí la profundidad de 50 cms., bajo de los
Iugares ya cavados,dió por resultado hallar una alabarda que luego se detalla. Con anterioridad a nuestra exploración, encontró
D. Vicente L,latas, en el mismo sitio, un fragmento de mandíbula
humana y parte de una pieza cerámica semtrrada de pequcños agujeros, que p,arece resto de una supuesta escurridera de queso tan
abundante en ,esteperíodo como, por ejemp,lo, en la
de Cabrera> del Vedat de Torrente.
HALLAZCOS
. a) Huesos.-Pequeños fragmentos m,ezclados con carbones y
cenizas, negros y endurecido,s por la acción del fuego. Un fragmento de astade ciervo.
b) Vegetales.-Trozos de carbón y sem,illasde bellota carbonizadas al igual que en otros yacim,ientos, la región, como en
de
cle Menento (Alcoy) (1) y en la < (Torrente) (2).
c) Piedra.-Pequeñas iascas de sílex sin retoques ; una molex
dora ovalada de 1.5 11 cms. de rodeno; tres p,ercutores martillos
o
c o n b a s e s p l a n a s y a b u n d a ' t c s s e ñ a l e sd e u s o , u n o d e e l l o s c a s i c i líndrico abombado, otro prismático cuadrangular m'y desgastado
y el otro más pequeño, p,aralelepípedo, utilizado para goipear por
una de sus caras mayores.
d) Ceránlica.-Varios Iragn,entos de piezas de gran tam,año,
lisas, de paredes gruesas, hechas a mano. Otros de vasijas median a s , e s p a t u l a d a s ,c o l o r n e g r u z c o ( f i g . 8 . " ) . E l p e r f i l n ú m . l c o r r e s ponde a un cuenco grancie con asas, cuyo borde termina miuy delgado; el núm. 2, a un p,uchero con los bordes con profundas inci,
siones algo oblicuas hechas con una arista aguda. otros fragmentos
corresponden a pequeños vasitos delgados de color rojizo claro;
e l n ú m . 3 e s c l eu n p u c h e r i t o ; l o s n ú m s . 4 , 5 , 6 y 7 , s o n d e c u e n c o s ,
,
p,resentandoel núm. 6, junto al b,orde, unos pequeños botoncitos o
mamelones. La composición de la cerámica es .la corriente, con
abundancia de mica y su elaboración revela cierta p,erfección.
e) Metal.-Una
magnífica alabarda tipo Argar, a la que le falta
parte de una aleta, seccionando la rotura uno de los dos agujeros
(1)
(Memoria de la Junta Superior de Excavacioneu, núm. ?g.
(2) (La labor del servicio de rnvestigación prehistórica y su Museo qurante
el pasado año 1931>: Valencia, 1932.
-16l-
[page-n-179]
G'RArtj
JoSr llc'a'clnR
t2
por donde estuvoclavadaal astil (frg.9.' y lán.I, D). Aunque bastante deterioradapor la oxidación que ha form'adoen su superñcie
:
deja notar bien suscaracterísticases una pieza
muchasrugosidades,
. . .
rr
b¡a¡
16
f
t]
l
t\
I
L
t i '
Figuru
8.a._
(iLosa clel Obispo).
Ta'bla de fo¡mas
cerámtcas
(Dibulo Alcáeer)
que mide 18,5cms. de longitud por un
arqueada,
fuerte, ligerarnente
por efecse
1 cm. de grosor,con un ncrvio centralque apenas nc¡ta
clata, ptoteSaliri en una tierra ap'elmazada,
to de las oxidaciones.
ñ
Figpra g.a--<,La rAtalayue,la> (rl-osa deú O ispo).-Alabarda,
corte y perfil
(Dibu,io Alcácer)
*
1 6 2- -
[page-n-180]
DÓS {ES]NACIO¡IES .ARG.AIRICAS,BN rLA ftBG,I,ON LEV"{NTINA
13
gida por una capa dura de barro am,asado
con paja desmenuzada,
encima de la cual se hallaban las tierras rem,ovidaspor las rebuscas
efectúadas.Piezas semejantespoderhos citar entre otras las encontradas en (sepulturas 449y 244),si bien éstastienen las
aletas m€nos desarrolladasy más redondeadas (1).
La observación detenitla hace sospecharla existencia de sepulturas que ocuparían parte de la cúspide, las cuales fueron destrozadas, llevándose el material que considerarían más interesante. Es
posible que en la misma replaza o en sus contigüedailes se hallen
otras intactas.
La posición típica de la estación, la cerámicay la alabardaindican que se trata de una estación argáricade posible riqueza, problema que hab,ráde resolversecuando el S. I. P. de Valencia disponga la excavación del yácimiento.
El hallazgo de un tipo argárico tan manifiesto y de excepcional
imp'ortanciaen zona puramente valenciana,donde hasta ahora no
se conocía,y su gran interés ampliando su área de extensión,nos
fuerzan a la publicación de la presente nota, que sólo tiene el carácter de un avancede los trabajos a realizar.
(1) E. y L. siret: (r,a¡s primeras edádes
de los metales eúr.el sudeste de E$
paña>. Album de láminas, núms. 32 y AB.
163-
[page-n-181]
[page-n-182]
r-AutNa
r.
ALCACER (Dos estaciones
D
<'PEÑrADIE LA DU'EñA> (T'lBRErSiA)
A, vista de la vertiente SE. ; B, r¡ista de la excavación,oon el ryasonúm. 1; lC, rvason,úm.
(LA A T A L A I ' U E L ' A D L O S A D E L O r B ' I S P O )
(
D, Afabarda
{Fotos Alcác€r y Adell)
[page-n-183]
I
I
I
I
I
I
I
D. FLETCHERVALLS
prehistórlc¡
Trabajos Servlclode Investigaclón
del
L a C o n s t r u c c i ó nf t e g a l f t i c a
be l"lonfortc del Cid
Resulf¿do de la prlmera campaña de excavaciones
I
ANTECEDENTES
En el año de 1935,D. Eulogio Esplá, estudiante de Filosofía y
Letras de la Universidad de Valencia comunicaba al Servicio de
Investigación
Prehistóricala existencia una construcciónde marde
cado carácter prehistórico, segúu podía apreciarse
por las iotograque del hallazgoexhibió.
fías
Ante el posible gran interés de este descubrimiento,el Servicio
procedió a efectuarel debido reconocimiento, levantamiento de
y
planos,designando
para ello al que suscribey a D. FranciscoJordá
Cerdá, a quien dehemoslos p'rimerosplanos que en esta noticia se
insertan.
Hecho el estudio de lo que podía verse,a simple vista, de la
construccióny aunque la Dirección del Servicio lo juzgó de gran
interés,por estar en rnarchaotras excavaciones,
no hubo posibilique se iniciadad de acometerentonceslos trabajosde excavación,
que no fué suficienron en 1941,realizándoseuna primera campañ,a
te para dejar al descubierto
totalmiente constnrcción,lo que espela
yacimiento.
ramos se logre en una nueva visita al
Sin embargo, creemosconvenientedar noticia de los resultados
c'btenido's nuestraexcavación 1941,
en
de
acompaiiándola los plade
nos y fotografíasmás adecuados nuestradescripción. (1).
a
(1) Notici¿ de los prirngrog txa,bajos ya la dió surnaria,r¡enü,e el Director del
Servicio, D. Isidro Ballesüer, en el üario
-165-
[page-n-184]
D. FLETC',FIERVAL,LS
2
Desde estaspáginasqueremosdestacarIa cordial acogiday iacilidadesque se nos dispensaronen Monforte del Cid, y la valiosa
ayuda encontradaen su Alcalcle,D. PascualBelda M;iranibell. (1).
ErlP(AZ^ür8Nro
OC lA
r\e )e\ Cli
Figura
1.--utlonf orte del Cid.--Croqrris
del emplazamiento
de la consrucción
(1) En nuestros trabalos.de excavación tuvimos la eflcaz cola,boración del
c,apataa.reconsüructor del S. L P., D. SaJ,vador Espf,
-166-
[page-n-185]
LA TCIONST,RUC'CiION
MEGAiLITICA
II
EMPLAZAMIENTO LA CONSTRUCCION
DE
Se encuentra la margenizquierdadel río,Vinalopó (fig. 1..),
en
en la partida denominada,
término del Molino de Blasco, siendo su dueño D. José SalasCarrasco(quien tuvo la gentileza
de autorizar Ios trabajos de excavaciónque llevamos a cabo), distando unos 300 metros de la carreterade Aspe a Monforte del Cid,
separándola este último unos 1.500metros.
de
La distanciaal actual cauceclel Vinalopó, hov seco,es de unos
ocho y medio metros, llegándose río por una pequeñapendiente
al
que alcanzam'etroy medio de desnivel.
Las tierras de aluvión, que en la actualidad forman la margen
pudiendo
izquierdadel río, cubrían completamentela co,nstrucción,
hacerseel descubrimientograciasa un corrimiento de tierras que
originó un pequeño túnel y profunda grieta,a través de los cuales
(frgs.
y
veíanse
unos sustentáculosarquitrabes
2,3, 4 y lám.I,I y 2).
Al visitar nuevamenteel yacimiento en el verano de 19'{l, para
procedera su excavación,
estabacambiadala fisonomíadel lugar,
pues había desaparecido túnel y existía :unazanla de exploración
ei
en
hecha,por mano desconocida, la parte alta del yacimiento, aunque la construcciónno había sufrido en su estructura(fig. .5,H; lám i n aI I , 1 v 2 y l á m .I I I , 1 ) .
Nuevos agrietamientos habían producido en el extensobanco
se
a
de tierras de acarreo, afectando los dcspren
el
izquierda exterior del edificio, dando la sensación, gran número
ciegrandesbloques caídos,que, a continuación de este edículo, havemos muy difílo
bía otras construcciones, que desgraciadamente
pueda comprobarsedados los destrozosque los cuarteamientos
cil
han producido.
Tanto en la parte alta de la margen clel río, como en la baja,
de
unos atisbos de alineamientos piedras hincadas,
comprobamos
gran extensión los mismospor los
pero no puede rastrearse
una
de
(frg. 5, b-c y e-g y lám. VII, 3), lo
hundimientosy resquebrajaduras
que impide datarlascon probabilidadesde certeza.
*167-
[page-n-186]
D. FLETOHER VALLS
I
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I
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rorte Por ¡(1
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Fig.
2.-,lltonfo¡te
deil Cid.-Asp,ecto
'
del m.onumento en 1935
(Croquis
-
168..-
Jordá)
[page-n-187]
I
LA,C ONSIiR,UCCTION
MEG,AiLITICA
III
LA CONSTRUCCION
La actual parte frontera está formada por dos grandesarquitrabes : el de Ia derechade 1,81metros de longitud, 0,30 de altura y
y
0,45de espesor, el de la izquierda1,40x S,JQ 0,45,efecttrándose
x
la
por tres apoyos, que se resuelvecada uno de ellos de
sustentación
manera distinta. El de la derechaes una gran losa de 0,95de altura,
0,60 de anchüray 0,20 de espesor,llevando en su cara recayenteal
interior de la construcción,un fuerte $rabado; esta losa realiza el
doble papel de sustentáculo de muro extericr del edificio, por lo
y
m,enos lo que conocemos el momento'presente.
en
en
Como su altura no era lo suficiente p,ara alcanzar ias medidas presupuestadas
al
iniciarse la construcción,se ganó altura apoyándolasobre una pequeña cimentaciónde pie
nación de la losa a causade los acarreos presión de la ingentemasa
y
de piedra y tierra que tiene que sustentar(figs. 3 B; 4 y 10 v lámina IV, 1).
El apoyo central de la fachadaestáconcebidoen plan de verdadera columna, formada por un fuste de 0,90 de altura, 0,34 de espe.
sor y 0,30 de anchura en la basey 0,6.5 la parte alta (figs. 3, A;
en
4 ; 8 , A ; 1 0 ; I á m .I , 2 ; l á m , . I I , 2 ; l á m . I V , 1 ) .A q u í I a f a k a d e a l tura se resuelvecon un verdaderocapitel, trabajadoexprofeso,annque rudimentariamente,
para cumplir su cometido. Sus medidas
son : 0,20de altura, 0,30 de anchuray 0,45 de profundidad. Los dos
ángulos fronteros del capitel están redondeados(figs. 3; 4; 8, T;
l á m . . I ,2 ; l á m . I I , 2 ; l á m . l l l , 2 , y l á m . I V , 1 ) .
Estos dos apoyos eran visibles antes de iniciarse las excavacioque sólo quedó al descubiertodesnes; no así el tercer sustentáculo
pués de varios días de p'enosa
excavación, causade la extraordinaa
ria durezay espesorde la tierra que lo ocultaba.La solución dada a
esta pilastra es completamentedistinta a las dos anteriores,pues la
columna se forma por grandesbloques, hasta alcanzarla altura deseada.La medida de los distintos tambores es la siguiente (véase
figuras 7; I0; lám.lll,2, y lám. IV, 1) :
6;
2...
w.
LL
ñ..
K..
Longitud,
0,53; altura,0,11
>>
0,37; >
0,15
>
0,50; )
0,34
>
0,50; >
0,23
>
0,37; >
0,20
-169-
[page-n-188]
D. F,LETTOFIERVAIJIS
11
N
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o
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D
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6;
-u0-
O
E
[page-n-189]
MIEGAILITICA
LA ,CONSTRUCICION
7
dando la sum,ade las diferentésalturas un total de 1,03 metros, sin
diferenciaaprecihblecon la columna central (0,90altura fuste, más
0,20 altura capitel; total, 1,10 metros), estando,,
sin embargo, más
alto el arquitrabe por la parte izquierda que por la central a causa
de que la columna mediera estámás hincada en el suelo quc las laterales.
Estando simplementesuperpuestoslos bloques de la columna
r'z
..$
(oL"nna
Fig. 4.-Monforte
del Cid,-Planta
de la construcción
antes de las excavaciones y detslle
de los sustentáculos A y 'B
(Flano Jo¡dá)
izquierda, sin otra trabazín que su propio peso, han perdido la alicosaque ya
neacióny actualmenteforman un falso escalonamiento,
se preveyó al construirla,pues por la parte interna se le' puso un
desfuerte refuerzo,consistente
€rrrüná gran piedra, groseram,ente
(fig. 7, R).
bastada
Todavía más hacia la iz(uierda de esta última columna, siguen
y
los b,loques cantos rodados,como si existieraun fnuro,'quecontinuara la fachadadescubierta;pero, como hemos indicado más arridel
ba, las piofundas desgarraduras terreno harán sumamentedifícil
particular.
dictaminar con cer'tezasobre el
-171-
[page-n-190]
D. F,LETICHER VAL'I-S
'
,//,
/'/'/
!/-o2
7/ //
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i _-i -r
C?uiq A
Rio
:
S.-Monlorte
Lt¿¡¡*lrilt ü
del ,Cid.-Perfil y planta d€ la.co¡strucción en 1941, al iniciarse las
excavaciones
(C¡oq,uie Fletcher)
[page-n-191]
iiCA
L,\ ,CONSTRU,CTCION
mErG'A)Llf
I
Sobre los dos arquitrabestodavíapueden versecantos rodados y
(
bloques, lgunosde grantam'añofrgs.3; 6; 10; lám. IV,2), (así
a
el designado
la letra Y mide 0,68de longitud, 0,28de altura y el
con
de
últino resto de la fachada,
designado
con la letra X, 0;44x0,23),
la que se conserva, contar el arquitrabe,más de un metro de alsin
tura en algunospuntos.
En el interior del edificio se encuentrantambién en abundancia
bloques y cantosrodados de gran tamaño, sin duda alguna correspondientesa la hundida cubierta.
cuadrada,esI"a p,lantade las construcciónes aproximadamente
a
tando dividida en dos cámaraspor un muro central perp'endicular
(figs.9 ; 72,lám. Yl,2 y 3). Este muro divisor está consla fachada
tituído por la columna central A, y en línea recta con ella tres grandes losasy un gran bloque de forma redondeada(frgs.8, 9).
Las losasrniden :
A'
A"
A"'
0,30
Alt., 1,00; anch.,0,60; espesor,
0,32
0,60; t>
> 1,00; >
0,35
0,75; )
, 1,00; u
De'estastres losas,dos llevan insculturas,A" por una parte y
que es precisamente
hacia el in'
A"' por ambas,debiendo señalarse
grabados de lasl losas B,
terior de [a cámara 1.' donde miran los
A" y A"'.
de
Sobre la pared divisoria descansan través otros grandesblotluesque seríanel inicio de un muro, que tal vez llegarahastala techumbre de la construcción, dividiéndola en dos departatn,entos
(ñgs.8; 9; 12; y lám. VI, 3).
aislados
ssrnpletamente
El muro lateral de la derechaseproyecta (por lo rnenosen lo que
en
de
conocemos estaprimera campañade excavaciones) línea tecla
losa B, mientras que el rnuro lateral izquierdo arrancaun
desdela
así
poco más afuera de la pilastra de su parte, resolviéndose la asique se hubiera producido al hacerlo nacera continuacióndel
m,etría
ya
sustentáculo, que el arquitrabeE es más corto que el S. Con ello
dar idéntica área a ambascámaras(frg'9),lascuales
se ha conseguido
por un muro paralelo a la fachada,teniendo una
cierran al fondo
a
repisao banco la parte correspondiente la cámaru2Í y tn nicho o
ventanael muro de la cámaral.",tan a ras del actualsueloque seha
perdido el arquitrabe.La altura a que está esta abertura referida al
del
piso de la construcciónes la de 0,85metros, estandodistanciada
metr¡rs(figs.9; 17:' 12; lám. IV, 1, y lámuro divisorio unos 0,25
minaVII, 3).
-173-
[page-n-192]
10
D. FLÉTOHÉRVAI,LS
E + tt"a
Fig.
6.lMonforte
del
Cid.-Parte
izquierda de l¡ construcción durante las excavaciones,
1, .Alzado, 2, Planta
(Pl.ano Fletcü¡er)
-174-
[page-n-193]
a-- E
.¡4EGA]LITICA
LA C]ÓNSTRU,ÓICIÓIN
11
Tanto estemuro del fondo cómo los lateralestienen idéntica técnica constructivaque lo que se conserva
sobreel arquitrabado,alternando grandeslosascon enormescantos rodadosy a vecesbloques
de gran tamaño, como el colocadodebajo del nicho o ventanade la
cám'ara1.".
Seguidamente
damos algunasde las medidas más irnportantes
del edículo, habiendodado con anterioridad otras correspondientes
a partes de la construcción
:
l.o
2o
3.'
4."
5.o
6."
7."
8.o
9.o
10."
11."
12.'
I-ongitud de la fachada
puestaal descubieito. 4,00 mts.
Altura de la fachada
hastael arquitrabe..
... 1,10 ))
Altura total, actual.... ...
2,00 ) aprox.
Amplitud de Ia entrada ala cámaial." 1,27 parte alta y
1,10 parte baja
Amplitud de la entrad a la cámara
a
2.' 1,16 parte al!,av
1,25 partebaia
Anchura de la cámara (1).... ... ... 1'.55 su p,rimer
23
en
tercio
7,70en la parte media y
1,50 al fondo
Profundidad de la cámara2.' (desde la entradaa
pared frontera)...
2,65 m,ts.
Altura de los muros laterales su estadoactual. ... 1,25 ))
en
Altura del m,urocentral en su estadoactual....... ... 1,25 ))
Muro divisorio: largo,2,55sin contar columnaA;
incluyéndolason 3'20 m'ts.; esp'esor,
0,37.
Altura del nicho en su estadoactual...
0,70mts.
Anchura del nicho..
0,45 )
'
r
y
LAS TRES LOSAS
CRABADAS
Ya hemos indicado con anterioridad sus medidas,su enrplazamiento y la función que realizanarquitectónicamente.
Ahora hacemos una breve descripciónde los motivos grabados.
LOSA B.-En la cararecayenteala cámara1.", lleva insculpida
una figura elipsoidaldividida en dos zonaspor una línea vertical que
arrancandode la parte baja de la elipse llega hastael mismo bolde
superior de la losa; en la parte media de esteeje y aproximadamen(1) Las medidas de Ia cáma.ra l.e no se inse¡tan por estar en cutrso de excavación. Su distancia de la puerta al mr¡ro fronüero es igua,l a ta de la, eáÁúnv,23
-776-
[page-n-194]
r ;
D. FLE',nOHER
VATTLS
12
te en el centro de la losa, hay una pequeña, concavidad de la que
arranca una línea que forma ángulo con la vertical llegando muy desvaíd,aa la línea circundante, la cual en su parte inferior está nuevamente dividida por una línea horizontal que toca la elipse por dos
puntos, quedarrdo con ello dicha elipse formando cuatro cuarteles,
dos grandes y dos pequeños. El grabado es profundo y sólo se hace
someio en el brazo lateral que subdivide uno de los cuarteles gran-
desen dos partes(fre.13v lám. V).
2
Fig.7.-Monforte
nes.-
de,l Cid,+Purre
1. Vista de frente,
izquierda
cle la construcción
con la colu'mna iz'quierda
durante
completamente
al
las
ercavacio-
descubierto.--
2. Detalle de la técnica constructiva de dichs columna
(Croq,uis Fletoher)
-
176-
[page-n-195]
LA ¡CONSI]RU¡C,CIION
MEiGA]LITILCA
13
LOSA A".-El grabaclo
también tiene forma elíptica, con el eje
vertical que, arrancando la periferia del óvalo, llega al borde infede
rior de la losa. En la parte m'ediade la línea central se originan dos
surcos,simétricos,que por ambos lados llegan a la línea exterior, y
un tercer surco, muy tenue (tanto que la fotografíano Io acusa,
aunque en el dibujo se ha exagerado
para testimoniar su existencia),
ü t . l . J t { 0 i 0 6 0 } o l 0
Fig.
8.--úlonforte
del
Cid.-Detalle
cám,ara I
del muro
medianero
por la .parte recayente
a la
(dufante la excavación)
(Plano Fletohe¡)
que, partiendo igualm,ente la zonacentral, llega a la elipse; sim,éde
trico. a este surco hay otro, fuertemente inciso que desde la línea
circundantese dirige a la zona de dispersió a la que no llega por
n,
terminar en un ensanchamiento
irregular. Hemos de hacernotar que
el punto'centralo punto de irradiación de líneas es la parte más
cóncavade la losa,lo que descarta posibilidadde que su eje verti,
la
cal, que llega en ancha acanaladura
hastael borde.,fuera un desagüe
(figs.8; 13,y lám. VI, 2 v 3).
LosA A"'.-Por la partecorrespondiente ra cámarar.', presena
-t77-
[page-n-196]
VALLS
D. FLET'CIF{1E)R
74,
/2ru
v,
'//
Ir\/,
T?."
/ /,//
/2
,/,
/ ///
,/;,
,
f,i,
Fig. 9.
I
Pl.ña
Monforte
del Cid.-Plant¿
de la construccíón
al
ffnalizar üa primera
campaña de excavaciones
(Plano Fletche¡)
-
17.9-
[page-n-197]
.LA ,CONSTR,UCCIION
A,I|EIG,A]L,ITI,CA
15
ta un grabadoen forma de D invertida, y por la parte recayente Ia
a
cámara2." una profundaconcavidadque no llega a atravesar losa;
la
éstatiene do'smuescas,
una en el borde superior pasándolode parte
y
a p'arte, otra en el borde inferior que no transciende la otra cara.
a
La hendidura superior estaba taponada por una piedra encajada
(figs.8; 13; lán¡. YI,2 y 3).
V
HALLAZGOS
Ninguno de los escasísimos m,isérrimos
y
hallazgostienen valor
para am,bientar edículo, puesto que no se han efectuado
suficiente
el
en estrato arqueológico,sino a diversasalturas ef¡ la espesamolla
de tierra que cub,ríala construcciónen el interior y exterior de la
misma.
Todos los camposcercanos,
más altos, abundan'encerámic ibéa
rica fragm,entadísima,
mezclada otros restoscerámicoscampaniena
sesy,
encontrándose la misma espesá
en
capade tierra de
aluvión que cubría la parte izquierda de la fachada,fragmentosde
cerámicaibérica a distintas alturas, clara muestra de que han sido
por las avenidas.Algunos fragmentosllegan casi hasta
acarreados
el nivel del suelo primitiv, de la construcción.Dentro de ésta, a Ia
profundidad de 1,85metros a contar de la superñcieactual, apareció
un pequeñosilex (fig. 15,3). En la cám,ara2.^,
haciasu parte media
y cercadel muro divisorio, a un metro de protundidad, se encontró
parte de un recipiente,en piedra, cuya concavidades rectangulary
exteriormente sus ángulos son romo.s (fr1. 15,2).En la misma cárnara2.", y en el nivel correspondiente piso de ella, en un p,equeal
ño entrante formado por las losasA" y A"', salió u^a contera de
ánfora romana (fig. l4), siendo de la rnisma cámaraun bloque de
piedra en form,a de cono truncado, cóncavo en su parte centra semejando un quicio (altura, 0,17; diámetro máximo, 0,30; diámetro
de la concavidad,0,05,y profundidad de la misma, 0,09) (fig. 15,1).
y
f en las dos cámaras a distinta altura, como ya hemos señalado,
al
igual que fuera de ellas, fragmentos de cerárnicasibérica, campanierise,,
y
entremezclada probando que se debena acarreos
posterioresa la construcción.
Todo ello es bien poco para p,oderlo,relacionar
directamente
con
la edificación.
-179-
[page-n-198]
16
b. FL,ETC'H,ErR
VALLS
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-180-
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[page-n-199]
MIEGA,LITICA
LA,CONSTRU'C|CION
17
VI
FINALES
CONSTDERACIONES
Aunque lo reseñadocorrespondesolamentea una primera campor
que no ha permitido cono,cer construcción
paña de excavación
la
partesexternaslateralesy posterior, ni las inmediaciones,
impisus
diendo con ello decir la última palabrasobre este hallazgo,sin emdirectasdurante los trabaios,así como
observaciones
bargo nuestras
preel estudio del monumento y su cotejo con otras construcciones
puntos de vista que transcriunos cuanto,s
históricas,nos sugieren
bimos seguidamente:
1) Antigüedad de la construtción.-El actual cauce del río se
halla a rnásde 6 metros de !a fachadadel edículo y a más de 1,50por
debajo del piso de éste; es un cauceancho, seco,p'uesmuy esporálleva agua y sus avenidasse producen con intervalos de
dicamente.
entre los camefectuada
m,uchísimos
años y nunca, segúnla encuesta
pesinosde los alrededores, conoce que haya llegado el nivel del
se
agua ni siquierá a los pies de la zona del megalito. La construcción
estabatotalmente cubierta por un banco de tierras, o sea que estaba
de
metida en una capade más de 2,50m,etros altura por más de 7,00
metros desdeel muro trasero hastala margenactual del río (lámina
todavíadicho bancotanto en longitud como en laVII,1), siguiendo
metros más. Hace algunosaños la medida que hemos
titud mucho,s
del
indicado de 7,00 era rnucho mayor, pues segúnlos conocedores
lentamente,habiendo sido
terreno, Ias tierras van desmoronándose
en uno de estosderrumbamientoscuando se puso de manifiestola
por es'
existenciadel megalito, que hastaentoncesera desconocido
tar completamentecubierto por las tierras, cuya ingente masase ha
como lo compruebanlos
ido posandosobre el edificio por arrastres,
cerámicoshalladosa diversasalturas, tanto dentro como
fragrnentos
fuera de la edifrcación.Por tanto, teniendo en cuenta la mo'lla que
de
la cubría y la escasez aguaen el río Vinalopó, hay que considerar
que la edificaciónse elevó en época en que por dicho río discurría
o
un enorme caudal de agua,suficientepara producir esosacarreos,
en
que la capade tierras se ha formado a causade las avenidas, cuyo
casohabría que considerarun gran lapso de tiempo capazde formar
la bancada.
en
excavada la mole de arci'
en
Podría pensarse una construcciórr
pero esta posibilidad queda completamenteexcluídaporque las
lla,
del
tierras sacadas interior de las dos cámarasson idénticasen com-181-
[page-n-200]
D. FLETOH,DR VALLS
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-182-
[page-n-201]
MIETGA'LITICA
LA,CONSTRU'CTCiION
19
posicién y d,ureza las que circundan la construcción,y tanto en el
a
inte¡ior como en el exterior del ediñcio, como hemos señaladoana
ap,arecen diversas alturas. Si la
tes, los fragmentosde cerám,ica
preibérica,no sabríamos
cóm'o explicarnosla
construcciónno fuera
y
ibéricos romanosen la posición
de
campanienses,
existencia restos
ya
que señalamo,s, que en la cime4tación,y por ciebaiodel piso del
ni
edículo no aparece un solo fragrnentode estascerámicas.
llevada a cabo nadie tenía idea de la
Ia encuesta
Finalmente, en
existenciade esa construcciónhastaque por un corrimiento de tierras quedó visible una pequeñaporción de la misma y nadie conoce
cosa que traa
nada semejante la nuestra en todos los alrededores,
en
comprobar efectuandoprospecciones las márgenesdel
tamos de
río, no habiendo \ocalizadoindicio alguno de edificaciónparecida
a la que estudiamos.Sólo en este banco de tierras es donde parece
de
hubo un grupo de construcciones las que casicon toda seguriCad
se ha salvadoésta solamente,pues los derrumbamientosy cuarteadel terreno han debido causarmuchos destroaos.
m'ientos
creelnosclue la eonstruccióndebe conPor todo lo m,anifestado
como cosapreibérica,en principio, y sólo al terminar los
siderarse
para su completo estudio podrán reunirse todos
trabajosnecesarios
para la determinación duda alguna.
necesarios
sin
los elementos
hemos reseñadolas medidas
2) Los ErabaCos.-Oportunamente
de las losasy descrito sus grabados,señaiandoaquí algunos paralecon
no
aunque olvidamossu seme]anza
lismoscon otrasinsculpturas,
las
con las alicantinas
escurrideras.
Guardan un cierto parentesco
(Tarragona),
grabadasdel dolmen del>
figuras
las representaciones la, las de
de
y
I-etras>> Cachaode Rapa (1); las de> <
grabados
baleáricos, los de S'Hoasí
ñadade la Solana>(2); algunos
monet (3), y otras estilizacionesandaluzasque recuerdan las del
que aparecensomonumento alicantino. También algunasmuescas
bró losasde los dolmenesde Morbihan, tal vez habria que relacioen
señaladas la losa A"'de nuestro monunarlascon las muescas
(4) (fig. 13,3).
mento
(1) BREUIL.-(Peintures
squematiques...>,vol. TV, 42, 43, 45 y 57.
necrópolis üartesiia de A,ntequera,>, Soc. Esp,. de AnQ) Mffi,GELINA.-((La
trop., Etn. y Preh., a I, t.o I, pág. 37, flgs. 17 y 19.
(3) AJ.COVER,.-(EI ltrombre Prirnritivo en Mallorca>, láms. W y VI.
(4) SAINT-JUST PEQUAIi,T Y Z. LE R,OUZIC.--<(Corpus de signes g¡avés
des nronurnents megalithiques du MorbihanD.-París 1927, láms. 30, 45 y 88.I-a,s rluescasi que se ven en las Iámñ. 88, 99, 101, 102 y 103, corresponden a un
re[oque fotográflco y no a Ia rea¡.idad.
-rB3-
[page-n-202]
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[page-n-203]
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LA,CONSTRUIOCIONMEGALITICA
2l
y
3) Técnica constntctitsa paralelismos.-En nuestra primera visita recogimos la irnpresiónde que se trataba de una construcción
megalíticade tipo baleárico,expresándoloasí en cierta ocasión (1)
Ahora, terminadala primera campaña de excavaciones, planta
su
l
2
@
Fig.
13.-,Monforte
del
Cid.-"Las
losas grabadas.-I.
Losa B-2.
Losa A"-3.
Losa
(Según Jordá y Fletcher)
(1) FLEf,CHER, recensión de Bertheto,t, en ATT"ANTIS, XVI, páe. 216.
-185-
:
¡
[page-n-204]
l-*
D, FLETOHERVALLS
22
podría recordarnos de algunosenterramientos
la
ibéricos,como por
(Salsadella),
ejemrplo de
también en la co,marca
el
levantina (fig. 16,1) (1); sin embargo, su técnica constructiva aleia
nuestro monumento del castellonense,
mientras m,uestra
algunassebaleáricas.
mejanzasextraordinarias
con las construcciones
rs'u
\.'¡c\r
\
0 \l
\\,
6^
"C/ )
>i\\
óc:N)
Fig.
l4.-Jllonlorte
del Cid.-Plant¡
N
de ls construcción en el curso de l¿ ,primera campaña
de excayaciones
(Croquis
Fletoher)
Así, el nicho o ventana de Ia cámaral.'es semejanteal de Beni,
maymut lAlayo,r) (2); columnas con rudim,entariocapitel se encuentran en la cueva primera artificial tdels Antigors> (Salines
Santanyi)(fre. 16,2) (3) (haciendoeste cotejo sólo por la técnicade
(1) COLOM.INAS ROCA.-,(EIS enterra¡nenüs ibérics dels Espleters (Sa,lsadella,)>, en Anuari nrsüiüuü Esttrdis Cataláns Vf, pág. 616.
(D J. MARTINEZ SAMA OlAl"LA.-(@lemrentospara un estudioderlasultura de los talayots en Menorca>, en Soc. Esp. de Antrop., Eün. y Preh. Xrv, páS. 5.
(3) COI"OMÍNAS Fl,OCA.-(L'Edat
del Brornze en luaillorca. Les investigacións
de l'Instiüut (1916-2¿)), en Anuairi Ili$iüut Estudis Cataláns VIr pá9. 155.
-186-
[page-n-205]
LA CONSTRUCCION MTEGATLITICA
23
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B.
-r87-
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[page-n-206]
24
D. FLETOFI]ER VAI,LS
lo
las colurnnas,puesya hemos expuestonuestrocriterio de qr-re alino es una cueva artificial). Columnas con capitelesy gran
cantino
cuyos
en
señalarlas Son SauraNou (Ciudadela),
arquitrabepodem,os
llamando la atención la
capitelestienen los ángulos redondeados,
que
extraordinariasem,ejanza guardael conjunto con la construcción
alicantina (lám. VIII, 1), siendo todavía más singular la estrecha
afinidad con una parte de , (Alayoi), cuyo
aspectogenerales idéntico al de Monforte del cid, no sólo porque
sea
uno de los substentáculos una gran losa, sino también porque
una columna hecha de tambores rudimentariamente desbastados,
lleva un refiterzoigual a la columna izquierdaclenuestro monument o ( l á m .V I I I , 2 ) .
baleá'
La identidad en la técnicaconstructivade las edificaciones
ricasy alicantinases tal, que incita a postularlesun mismo origen.
iEs ello posible?Hemos dicho que el monumentoalicantino'se
encuentraen la margen izquierda del río Vinalopó. En las noticias
que los autoresclásicosnos dan de la costa levantina, se no6 dice
se
que entre elTheodr¡rusy el Sicanus encuentranlos GYMNETES,
que tendrían su centro en la cuenca del río ALEBUS, identificado
se
con el IINAL,QPO (1), y frente a estos gymnetespeninsulares
otro núcleo de po$lación con el m,ismo
encuentraen las Baleares
nornbre. Esta continuidad de población debe remontarsezr época
muy primitiva, segúnBerthelot (2), y aunqueel nornbre de los penla
no
insularesy baleáricos fuera precisam,ente palabragriega con la
mencionan,no hay duda qtle ambos grupos lleva'
que los textos los
rían un nombre común, semeiante,tal vez, al que los griegos les
aplicaronpor, similitud; eir último extremo, si se les destgnó con
determinada,es porque los
una palabragriegapor una característica
lo
demáspueblos costeroslimítrofes no tendrían esta característica,
una diferenciaciónde los gymnetesconcual indicaría, igualmente,
tinentalese insularescon respectoa los demáspueblosy una identi'
étniccrdebe, pues, admitirse como hace
dad entre sí. El parentesco
Martín Alm,agro (3), para quien la cultura de trl'A,lg"t se extiende
por el Mediterráneo,y a gentesde esta cultura se debe el estableci-
(1) GoMEz sER'rl'ANo, N'-(Arse'sagunüu'n>' en sa"itabi 12'' pág' 119' idenfiflca, eI Alebus con el Giro'na o Alvercher que baja d;el valle del Ebo, en las cercanÍas de Denia' Ebr¡s seria la ralz de Ebusus qg€ en el periplo se llarna' Gymnesia'
como la zor¡4, perrinsular cmtera, donde está el Ebo'
e) BEIiTHELOI'.--
(3) ALMAGRO, 1Vl.-. Baroelona' 1941' página 361 y ss.
-188-
[page-n-207]
LA CONSTRU,óCIOIN
M,ECALITICA
26
miento de la primera colonizaciónde las Baleares,que parece no
tuvieron población humana en épocaanterior. También había señalado anteriorm€nte Martínez Santa Olall a para el comienzo,de las
influenciasde Ia costa peninsular sobre las Baleares,la épo,,aargá-
il
A
I
=,ü
i ' 1 l1| r r r r r i r il l i l l l i l l
l
.
2|f!lr
2
Fig.
16.---1. Plants y
2. Perspectiva
alzado del se,pulcro dels Espleters (Salsadella). (según colomina).
de la primera
cueva dels Anrigore
(Les Salines). (Seg¡ún Colominas)
rica (1), coincidiendoambosartores en que dicha influenciano sólo
se ejercesobrenuestrasislas,sino también so,tlre
Cerdeña,de donde
pasaríandespuéstécnicasconstrtictivas la Baleares,originándose
a
entonceslos talayots,navetasy taules, según Martínez santa olalla
a partir de 1.200a. J. C., y según Almagro un poco después del
año 1.000,haciendoperdurar estacultura uno y otro autor hastafechasmuy recientes.
(1)
MARTINEZ
SANTA OLAI¡[,A.-Loc.
*189-
ciü.
[page-n-208]
26
D. FLETC|T{Efi
VAL,LS
Ante estasrelacionesentre la Penínsulay las llaleares,mantenidas aun dentro de la cultura de los talayots,como haceobservarAlmagro para los utensilios y arlllas de bronce, cabe preguntarnossi
la cultura megalíticabaleáricafué influída por la sarda y los nuraghes y talayots provienen de iocos culturales mediterráneos,según
lo admitido tradicionalmente,y por tanto nuestrb monumento de
Monforte del Cid es una proyección de la cultura de los talayots a
la costapeninsular,avalándolola identidad de nombresétnicos,o si
por el contrario, del'¡emos
tener presentenuestramagníficatradición
y S. E. (la región tartessica los autores
rnegalíticade Andalucía
de
clásicos), como igualmentela tradición literaria que nos relata la
así
colonizaciín de Cerdeña por gentes tartessicas,hecho que, coinciya
diendo con las op'iniones expuestas, sitúa en el segundomilese
nio a. J. C., por GarcíaBellido (1), autor que insinúala posibilidad
de una expansión,desdela Penínsulaa las islas,tle las grandesconstruccionesmegalíticas,
cuando nos dice: <<...todo conjrrrapara
se
dar posibilidad a una deducciónlógica dentro del estado actual de
nuestrosconocimientos...y es que la cultura nurághicaque florece
sin antecedentes estadosembrionariosen Cerdeñaen la Edad del
ni
por aquella invasión de gentes ibe¡as
Bronce, pudo ser im,portada
que procedentes Andalucía (región de Tartessos) mandadapor
y
de
un <¡
llamado Norax, arribaron a Cerdeñaen una fechade cierto
metida tamb'iénen la Edad del Bronce>¡.
Afirmará el hallazgode Monforte del Cid estadeducciónde García y Bellido o solamentehabrernosde ver en la construcciónalicantina el reflejo de un fenóm.eno
cultural propio de la cui.rnca
del
Mediterráneo, que tiene sus manifestaciones
conocidasen el N. de
Africa, Malta, Cerdeña,Baleares,etc., y ahora en la propia Penín?
sula Ibérica
De momento, y aunqueno consideramosimposible la primera
para desechar
hipótesis,creemosque se carecede datos suñcientes
por lo que sólo
la segunda probatrilidad aceptadageneralmente,
esperamos fin de las excavaciones Monforte del Cid y el estuel
en
dio de nuevos hallazgosde esta índole en la Península,para poder
llegar a una conclusióndefinitiva.
(1) GAII,CIA Y BEL¡LIDO, A.--{d-o6 iberos en Cerdeña según los textos clásicos y la arqueología>, en Bnerita rII, 2.o, 1935, pág. 225.
-!90s
[page-n-209]
FLETCHER (Construcción
Megalitica,r
LAMINA I
l.-,ftlonf orte del Cid.-Túnel
en la capa de tierra que cubría ra
construcción. Al fondo la columna central. Año 1935
(Foto Esplá)
Z.-Monfo¡te
del rCid. -
rDetalle de la columna central, con su
c a p i t e l y arquitrabes. Año 1935
trofo ¡,spla,
[page-n-210]
FLETCHER (Construcción
Megaliticau
I .* Monf o¡te del Cid'. Vista desde el cauce
del Vinalopó.-El
túnel ha desaparecido por
hundir¡iento. Año 19,41
(Foto Fletcher)
;
2.-Monfo¡te del Cid.-Det¿lle de la column8 .centr8l, capitel y arquitrabes. Año l94l
(Foto .Fletcher)
LÁMINA iI.
[page-n-211]
FTETCHER-
Megalítical
l,-Monforte
L A M I N AI I I .
del ,Cid.+P'e¡spectiva de la puerta de la cámara l.
a! iniciarse las excavacíones de I94l
(Foto Fletcher)
2.-Monfo¡te
del Cid.-Perspectiva
de la p.ue¡ta de k cámara 2,
en los primeros días de las excavsciones de 1941
(Foro Fletcher)
[page-n-212]
FTETCHER (Construcción
Megalitica,r
1.*-Monforte
LÁMINA IV.
del ,Cid.-Detalle
de las pilastras y anquitrabes. al
t€rminar la campaña 'de 1941
(Foto Fletcher)
2.-Monlorte
del Cid.-Defalle
de la parte alta, al terminar las
excaveciones de lg4l
{Foto Fletcher}
[page-n-213]
FLETCHER r Construcción
Megalitica,r
l.-Monfo¡te
iniciarse
del 'Cid.-La
LAMINA V.
losa B, al
las excavaciones
(Foto Esplá)
Z.-Monforte del Cid,.-La los¿ B, al
termlnar las excavaciones l94l
en
(Foto Fletche¡)
[page-n-214]
FTETCHER- (C0nstrucción
Megaliticar
LÁMI].IA VI.
1.--,41onforte del Cid. -
Visra
interior del arquitrabe y muro
(Foto Fletcher)
2. -,Monforte
in,ferior
del Cid. -
C,el muro
Parte
mediero
y
locas grabadas. Cara correspondiente a la cámara I
(Foto Fletcher)
3 -
Monforte del Cid. -
superíor
C€l
muro
Parte
mediero
y
losas grabadas, cara corfespondiente a la cámara I
(Foto Fletcher)
[page-n-215]
FLETCHER- (C0nstrucclón
Megalitica,r
L Á M I N AV I I .
l.-lllonforte
del Cid. -
Detalle
de la cápa de tierra que cubría
la construcción antes de la c8mpaña de excavaciones de
2.-Monforte
19"11
d e l C i C ' .- D e t a l l e
del alineamiento de pieilras en
la parre cercana al cauce. (Verse
fis.
.5, B.C)
3.-Monlorte
o
venlana
del Cid.--Nicho
de
la
cámara
(V, fig. 12)
1.
[page-n-216]
s:J¿:---',,i
FLETCHER
Mega!ítica,r
F
L A M I N AV I I I .
'
l; ' ,
lPila€tras con capitel en Son Saura Nou (Ciudadela, rMenorca)
(Foto,Monio)
monoiíticas y drj tambores de
r::..::l:l::llt:lt*_,,r_..
To¡¡e d'En Gaumes (Alavor, Menorca)
(Foto Martínez Santa-Olalla)
.-
._ _--:*,*::-^__,
-_-,,
-
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_,
_y
[page-n-217]
i,
E. PLA BALLESTER
(Gandla)
En la colección arqueológica,tan interesantecomo poco conocida, de mi deudo D. Isidro BallesterTormo, figuran no pocos daque, si son insuficientos de estaciones cuevaso.en despoblados
en
para un estudio comipletode los yacimientosa que se refiete base
ren, tienen, sin embargo, interés no pequeño para la fijación de
enterram,ientos de núcleos poblacionesprimitivasen lascomaro
de
y
cas valencianas alb,aceteñas
orientales. De alguna de ellas cabría
que sus datos y materialesfueran completadospor trabajos
esperar
posterioresdel Sr. Ballester; aunque desde7927en que se fundara
el Servicio de Investigación Prehistórica de la Exma. Diputación Provincial de Valencia y se le encargarade su dirección,
le haya sido difícil atender a sus propios descubrimientos,
absorbipor las exploraciones excavaciones mencioy
das susactividades
del
nado Centro.
De una de tales estaciones, cueva de> tola
, ya
talmente expoliada y parte de cuyo material figura en la colección
dicha, vamos aquí a ocuparnos,con la única finalidad de dar a conocer lo que hoy resta de aquél y de lo que, habiendodesaparecido,
queda.
m'emoria suficientepara ser recordado.
L,aábresefrente a la llanada de Marchuquera, en el sitio conocido por Marchuquera Alta, m,irando a
Rótova y al estrechollamado, por donde se comunica el valle del Albaida y la huerta de Gandía, a sobre kilómetro
y medio de la
y
Segúnel comrpetentísimo hoy casi olvidado geólogo P. Leandro Calvo, de las Escuelas Pías (1), trátase de una m,uy grande
(1) La mayor parte de las notas arqueológicas que el p. Calvo recogiera en
sus libretas, fueron üom¿d"as,y son guaxdadas aún, por eI Sr. Ballester.
-tgl-
[page-n-218]
2
8,. PLA B'ALLESTER
cueva abierta en terreno cretáceoy reducida en su anchura por el
estilicidio que aprisionabaen la parte baja huesos'deépoca cuaternaria. La parte superior del piso hallábaseconstituída por ancho
de
estrato de terreno suelto, compuestode sirle y resto's todas épocas,El P. Calvo halló en esteyacimiento una lámina de marfil plana
y de perfil ovoide algo irregular, con algunasrayas o signosque le
hicieron pensar en un amuleto'; varias agujasde hueso de sobre 8
centírnetrosde longitud y de I a 2 tmm. de grueso, con el coso taen
ladrado por yuxtaposiciónde dos p'erforaciones sentido op'uesto,
no siemp,recoincidentescon exactitud; fragmentos de cerámica
hecha a mano, lisos ttnos y otros con decoración incisa y cardial,
de los que existíanmuestrasen el Colegio de los PP. Escolapiosde
Gandía; otros fragmentosde época p'osteriory abundantesrestos
romanasde fecha muy avanzada.
de lucernasy moneclas
sido ya visitada rnuchos años antes por el naEsta cueva hab,ía
turalista valencianoD. Juan Vilanova y Piera, que la describeasí:
de
proporciones en el interior y en cuyo fondo encontré -dice-, en
bastantecerámicaromana, junto con reslos horizontes sup'eriores
y
entos de mamíferosdom'ésticos, en otros depósitossubyacentes,
tre o,trascosas,una pequeña flecha de pedernal de una perfección
que regalé
notable, la cual figura en el cartón de objetos españoles
en 1868al Museo Arqueológico, junto con otras de procedenciaextranjera>(l).
Poco nos decíala descripciónque el Sr. Vilanova hiciera de la
punta de flecha, p,ues ni su calificación de <
flecha tle
que
p,edernal una perfecciónnotable>> usara unas veces,ni la de
de
que srnpleara para describirla en su
r
nos daban idea de cómo pudiera
ser. No obstante el Sr. Ballester supuso que era una pieza Neo-
I
(1),
pág. 364. Madrid, 1872.
Ver también del mismo: (Memoria geognóstico-agrícola y protohistórica de VaIdem y Rada y Delgado:
lencia>, pág. 483.Madrid, 1893.
Ibéricas>, t. I de la, de Cánovas, pág. 452. Esua cueva fué
dada a conocer en el Congreso Internacional de Prehistoria que se celebró en
Copenhague en 1869, siendo por tanto una de las primeras estaoiones cuya
importancia trascendiera de nuestras fronteras. Ver Vilanova y Tubino:
científico a Dinamarca y Suecia con motivo del Congreso Internaclonal...D, página 59. Madrid, 18?1.
En el Museo Antropológico Na.ciona,l,entre eI materia¡ que rega,lara, D. Juan
Vilanova y Piera, se encuentran vários objetos inventariados con el núm,. 455,
bajo la denominación de <{rtiles toscos>. Debemos esta nota a nuestro compañero del S. L P., D'. Domingo Fletcher Valls. por la que le quedamos obligados.
-192-
[page-n-219]
(crO,VA IDE IrES IJI,!]AIRAIVDLLES>
(G,ANTDIA)
3
eneolítica(1), quizá con aletasy pedúnculo.Interesánd'noscomp'letar con este detalle el m.aterialprovinente de la cueva que
estudiamos,hemos gestionadoy obtenido el perfil de la pieza tle
referencia,que p,ublicamosen la fig. 1, núm. 11. Trátase de una
pequeña punta de flecha de sírex de tono craro y perfil
triangurar
aproximadamenteequilátero, en cuya base, mediante dos muescas
pronunciadas, destacael pedúnculo y las aletasredondcadas(2).
se
Años después, Agosto de 1867,hizo un reconocimientoen Ia
en
cueva' el sabio naturalista, también valenciano D. Eduardo Boscá
y Casanoves,
quien halló en ella los huesos cuaternarios que
a
se refería el P. calvo, y varios sílex que parecen co'firmar Ia
existencia de un nivel p,aleolítico.Refiriéndose años desp,ués
el
sr. Boscá a esta cueva decía:
realizadaspor
el sr' Espinós,farmacéuticode Gandía, por 1871a 1g7g,resultaron
armas talladasde sílex de simetría y bellezanada com,ún...pudiéndose estudiaren dicha cuevaIa superposición cerámica,o-rr,,
de
sobre los fragmentos de barro cocido a la hoguera y
paleolíticas>
(3). I-a coleccióndel sr. Boscáha sido conservada
por
su hijo D. Antimo, cated.rático
jubilado, que amablementela ha
puesto a nuestra disp'osición,
aunque por desgracia
sólo conservara
en ella tres piezas de sílex melado de la cueva que estamosestudiando. Estas son: una gran hoja apuntada,con buenos retoques
en ambos bordes, base deprimida, y que posiblementefué usada
como cuchillo; una raedera sobre lasca alargada, bortle curvo
de
intensamenteretocado; y una lasca-raspador form¡ irregular,
de
con ligerosretoquesen su filo. (Véase
fig. 1, núms. 7,2 y 3.) (4).
En Ia primaveradelgl3fuévisitadalacueva que tratamospor
de
el Abate Breuil, encontrándose
con que er estrato había desaparecido en gran parte para su explotación com,o abono, aunque aun
pudo observar que el Neolítico estaba ampliamente representado
en ella, y que a la izquierda, en un rincón, bajo una faia neolítica
intacta, habían hogaressin cerárr¡ica con sílex de aspectopaleolíy
(1) r. Ballester Tormo:_.
en el valle de Arbal_
da>. Tirada aparte de, fasc. III y IV de fSZC,pag.
fZ.
(2) La pieza de referencia figura en er Museo
Arqueorógico Nacionar en el
cuadro núm. 3, donación de D. Juan vilanova, +os roD. n*e¡e-os
v-ásradecemos a la amabilidad der sr. Fernández de Avilés el envío áui
olü:n qr" prrblicamos.
(3) (Notas histórico-naturares a propósito
de ra rocalidad y provincia
valeniia>, discurso de apertura crel año académico o" is0iod, -o¿"g."2e. crr
,"r.
también der mismo:
de
oliva iiarencia)),
en BoletÍn de la soc. Esp. de Hist. Natural, t. xvr, pág.81. Nráá"ia,-islo.
(4) Vaya aquí nuestro agradecimiento a D. Antimo
Boscá y seytre, a quien
tantos favores debe nuestro servicio y ra cultura valencianá
áü;;i.
""
-193_
[page-n-220]
t. oJo ,MLLESTER
'trffi
I-EÉ
W
W
)
W
[page-n-221]
(GATNDLA)
6
tico superior, con huesosde ciervo, cabra montés y, sobre todo'
conejo, que considerópaleolíticos (1)
visitáronla de nuevo el P. Leandro calvo y
Y un año después,
de
el Sr. Ballester, acom,pañados D .Iosé Lluch, en una exploración de todas las cuevassituadasen la comarca de Marchuquera,
quienes se enteraron de que incitada la codicia de los dueños de
p,or
la de> la profunda capade estiércol,huesosy otros
restos adecuadosp'ara su utilizac\6n como abono, acababande vac\arla, habiendo transportadosu contenido al térrnino de Almoi'
nes, donde vivía su entoncespropietario D. Francisco García, para
abonar unos huertos de naranjos; a cuyo poder llegó, por tan científtco procedimiento, una buena porción de material arqueológico,
en
no digam,os qué condiciones'Aun pudieron los visitantes,a pede ello, recoger a la entradade Ia cgeva un b,uenfragmento cle
sar
cerámica cardial. Días después hacían una visita al sr García,
del material llegado
quien les puso de manifiestolo que conservaba
a sus manos, del que tomó nota el Sr. Ballester,y que es el que
luego describiremos,existente hoy en su colección, más algunos
de
,:bjetosdesaparecidos, los que también se hablará (2).
Poco despuéscaían todos los materialesen manos de chamarileros, de las que p¡rlo librarlos el Sr. Ballestere ingresarlosen su
los
como hernosdicho, pero habiendodesaparec.do alucolección,
luego. Los perteriedidos objetos de interés que especificaremos
cientesa la dicha colección son los que siguen:
De sílex: [Jn pequeño raspadorde color gris, plano, sobre hoja
(ñg. 1, núm. 6); un a modo de raspadorde ñlo cóncavo,sobre lasca
de sílex roiizo (ñg. 1, núm. 5), y una basta lámina de pedernal me'
lado, especiede tosco cuchillo sin retoques (fig. 1, númi' 4)'
de
De concha: Dos fragmentos pectúnculo, uno con el natis
por frotación y el otro ennegrecidopor haber sido afecagujereado
tado por el fuego.
De hueso: Diversosdientesde córvidosy cápridos.Y fragmento
de algo como diente de jabalí o trozo de brazalete.
uno de grano más grueso
añladores,
De piedra: Dos pequeños
y
producida por desgaste, otro
y concavidadpor un lado, tal vez
más pequeño y de grano frno; los dos alargadosy de forma apro'
elipsoidal (lám. III, ñg. 3).
ximadamente
en
Breuil:
12
Q) I. Bailester Tormo:
y en (La covacha sePulcral de Camí Real (Albaida)), en (Arch' de Pre
historia Levantina, I, 1928>,pág. 51.
(1)
-19é-
[page-n-222]
6
E. pLA rÉALLEST'ÉR
De cerómica primitiva: Un rninúsculo cuenco' de cerámica
hechaa mano, oscuray con restosde pulido (lám. I, fig. 3, izquierda) ; un fragm,ento cerámicacardial,también oscuray bien p'ulid:r,
de
cuya decoraciónconsisteen vna zona resaltadade sobre un centí,
y
metro de ancho y orna
impresionesobiicuasconseguidas
con el borde de una conchade cardium, sobre cuyr
cinta se desarrollaríauna ornamentación estaclase,
de
indeterminable por la rotura, pero de la que hay restos,y en la parte inferior
lleva adosadas
una serie de liuellas producidascon el natis
misma concha,y paralelamente aquélla otra serie de impresiones
a
más pequeñas conseguidasde igual modo (lám. I, fig. 1, arriba) (1); otro fragmentotambiéncardial y de barro oscuro pulido,
que lleva como decoraciónuna zona de imp'resiones
carifialeshorizontales,de las que penden a modo de apretadoscolgantesotras
seriesde impresiones
oblicuasterminadas
con las de menudo natis
de esta clasede concha (lámina citada, fig. 1, debajo); y algún otro
fr:ágrnento cerámicaa mano, que no acusan forma ni decora
de
ciírn.
De cerdmicahechaa torno: Buena cantidadde fragmentos;un
ejemp'larde vaso caliciforme de pequeño tamaño, barro rojo y
y
sobre 4 centím,etros medio de altura (lám. I, frg. 4, centro); ra
mitad inferior de otro del m,ismotipo, de cerámicacenicienta (lámina dicha, ñg. 3, centro); tres menudas cazoletas forma semede
jante a algún ejemplar covaltino, que vienen a tener urt p,ar de
centím,etros altura y sobre cuatro y medio a cinco y medio de
de
diámetro (lámina citada, fig. 3, derecha,y fr+. 4, izqtierda y derecha); y parte de borde de una pequeñaanforita.
De cerámica, también, son dos menudas tabletas, aproximadamente rectangulareqde las que una tiene el extremo dentadoy lleva
incisa una decoración espina; y ambasrematanpor el extremo
en
opuesto' sentido ligeramentecóncavo, lo que hace pensar si fueén
ron asideroso mangos de un útil, de perfil curvo, en su mayor
parte desaparecido
(lám. II, frg. 5). Dos toscasrepresentaciones
de
piernas humanas,una que alcanzadel pie a la rodilla y otra más
corta, posibles restos de figuras que desempeñ.arían
una función
que se hallan entre el mafuneraria, como c/trosrestos semejantes
terial de la necrópolis de la Casadel Monte en la colecciónBallester(lám" II, ñg.2). Buena parte de una figura humana sin cabeza,
o
del torso de una estatuílla,al pabrazos ni p,iernas, sea algo mrás
recer de var6n, y de cuyo buen modelado quedan manifiestosres'
(1)
f. Ballester Tormo:
-196-
[page-n-223]
(COVA rDE LIES M),{RAVEüLES) (GANDIA)
papel semejante de las figuras
tos, que pudo haber desempeñado
al
a que pertenecieronlos restosantecitados(lánl. II, flg. 3). M,erecen
especialmención los dos siguicntesobjetos: cn el extremo superior de dos como cilindros de cerámica, uno casi macizo y otro
ampliamente hueco, y sobre ligeros cxtrangulamientos, figuran
una con la bcca conshumanas,
toscamente
modeladas
dos cabezas
tituída por una ligera hendidura y los ojos por un par de depresioncs, y la otra con la nariz producida como por débil pellizco
que ocasionaunas poco profundas depresioneslateralescon puntos por ojos y boca sumaria sobre mentón iniciado y las orejas repor clos crestecitas
presentadas
elementales(lám. II, fig. 1).
De cerámice,
ronlana: Varias lucernas,una lim,itadaal recipiente, sin tapa, que iracepensar,por su tosquedad,en una desgraciada
imitaciónindígena(lám. III, frg.2, núm.5), y cinco ejemplares
bastante completos: una de cerámicaroja, co'n el recipiente circular,
asa en forma de anillo y mechero corto, plano, redondeadoy con
línea en su arranque,llevando en el disco ¡nen relieve dos hojas de
al parecer acanto,de las cualesuna es incompleta por rotura, y el
disco, con un solo agujero central,¡
está cireunscrito por una zona
de ovas (lárn.dicha, fr$.2,,n(tm.2 y fig. 1, n:úm.2); otro ejemp,lar
de barro amarillento, de igual forma que la anterior, sin decoración
alguna, que tiene un pequeño oriftcio cerca del mechero, que probablem,ente
serviríapara estirarla mecha (lám. III, frg 2, nitm. 4);
otra-lucerna, tam,biéncle barro amarillento y del mismo tipo que
que posiblementetendría dos agujerosen el disco,
las precedentes,
que parece así inclicarlo, el cual está circunscrito por un cordón
fig. 2, núrn. 6) ; otra, muy pequeña.de
rra sigillata>,de igual forma que las anteriores,sin decoraci6n,a
la que taltaba el asa que ha sido reconstruída, y que lleva en la
baseuna marcade alfarero (lám. dicha, fig.2, núm. 1); y otra,lu'
ceina, de cerámicaarnarilla,con la tapa del recipiente convexaqrte
deia reducido el t'entro del disco a una especiede embudo terminacloen un agujero, su mechero es corto y redondo, faltándole el
asa que ha sido reconstruída,y lleva como decoraciónunos radios
en el disco, circunscritosp,or amplia zona de pequeños gránulos
lucernas
(lám. III, fig. 1, núm. 1 y fre.2, núm 3). Ademásde estas
completas,se conservala p'aftesuperior de otra, de barro rojo, y
al p'arecer
del mismo tipo que las anteriores,que lleva en el disco,
como ornato, la parte superior de una figura femenina con la cabeza radiada. posible representaciónde la diosa Minerva, y rodeando el conjunto, una zona rayada; tiene dos agujerosy se encuentra en mal estadode conservación.
-197 -
[page-n-224]
r
I
E. |PLA ,BALLESTER
Monedas: Entre el material llegado a la colecciónBalleste' hay
también una buena serie de monedasromanas m'uy mal conser23,
vadas.Son 34, de las que sólo han podido ser clasificadas que
bustos
se agrupan del siguientemodo : una de Cartagena,con l.,os
de Tiberio y Calígula en cada una de sus caras; cuatro de
tres de Domiciano que no
Claudio I; una deVespasianoconVesta;
pueden leer; una posiblem'ente Trajano; tres de Adriano, una
de
se
con la Esperanzaen el reverso, la otra con Palas lanzando el rayo
y la tercerailegible; otra, también posiblementede Adriano; una
de Marco Aurelio segura)z otra dudosa; tres de Septimio Severo
con Ia Victoria andando, y otra del mrismocon Marte; una de
Claudio el Gótico con la Fe militar; otra de Aureliano con la Concordia mrilitar en el reverso, y una de Maximiliario Hércules (1).
El material visto por el P. Leandro Calvo,y D. Isidro Ballester
en la visita que hicieran al du,eñode la cueva y que posteriormente
m:aterialque inventariara y croquizara el Sr. Baha desaparecido,
llester en sus notas, es el que sigue: Un bello vasito de barro oscuro y pulido, en forma de tonelete, con la boca aproximadamente
cilíndrica, en la parte alta, y cuatro mehudasasas,pareadasa cada
lado de aquélla, pieza que medía sobrq unos 72 cm. de diámetro
máximo y que estabadecoradacon líneaspunteadas,sin que pudieluego si eran o no de origen cardial; un cuchillo de
ra precisarse
pgdernal de buena labra y de sobre 15 crn. de largo, y varias lucernas romanas, entre ellas una decorada con dos figuras en escena
lúbrica.
En el verano de 1932,algunos elementos del S. I. P. realizaron
de
una visita a varias cie las cuevasde la co,m'arca Gandía, entre ellas
a la que nos referinos, en la que encontraronen algunosmontones
de tierra.que había en la parte exterior de la entrada, y en un rinobcón de su interior, en el que aún quedabaestrato, los siguientes
jetos que se guardan en el Museo de Prehistoria del Servicio:
De síl,ex: Un magnífico raspador p'lano, de pedernal melado,
sobre hoja y con buenosretoquesen los bordes laterales(fig. 1, núnr,ero 7); una hoja, con escasosretoques en la base (fig. citada,
núm,.8).; un fragmento de cuchillo de pedernal grueso y de magnífrca labra, retocado en ambos filos (fig. dicha, núm. 10); una
sierrecilla,prob'ableelem'entode hoz, con el borde trabajado ligeramente (frg. 1, núm. 9), y algunasotras lascassin labrar.
(1) Debemos esta clasif,cación a D. Pío Beltrán Villagrasa, a quien en estas
líneas lé enviamos nuestro agfadecimiento.
-198-
[page-n-225]
(COVA IDE LES IIIAIRA]VBLILIES¡(GANDIA)
9
R¿i¿osde animqles: Huesos de cápridos y cérvidos; una mandíbula de conejo ¡z algunasconchasde pecten y de cardium.
De cerámica: Algunos fragmentosde cerámicaoscura, hecha a
mano y sin decorar,entre los que cs digno de mencionarse b,orde
un
de cuenco de mediano tamaño con asa horizontal sobre aquéI, parecida a algunasde Ia Cóv,qde la Sarsa; un fragmrento, cerámica
de
rojiza cardial, a mano, y con decoraciónformada por dos seriescle
impresionesen forma de espinaconseguidas
con el borde de uri cardium y otra zona inferior con seriesde huellasverticaleslograda,s
de igual forma (i,ám. I, fr1. 2, arriba); otro fragmento cardial rfe
cerámicagrisáceo-amarillenta
decoradacon amplia faja compuesra
y ligeramenteonduladas,producidas
de impresiones
horizontales
al parecer mediante el arrastredel borde de la concha y delimitada
tanto en la parte superior como en la inferior por otras impresiones trazadasperpendicularmentea la zona dicha (lánr. I, fig" 2,
inferior); otro pequeño fragmento, de igual tipo que los dos antcriores..condecoraciónde líneasincisasparalelas muy juntas;
y
y un fragmento inmediato al arranque de una asa, con restos de
ornam,entaciónile cordones, con impresiones aproximadamente
circulares(lám. II, fie. 4).
También de cerámica hecha a torno hay un buen núm,erocle
fragmentos,
entre los que citaremosuno de borde, al parecerde
una pequeñacop:l dc pie bajo, con,franjas horizontalescolor siena
oscuro como decoración.Además, extraordinarionúmero de diminutos fragm,entos lucernasromanas,asasespecialmente
de
(1).
*
g
*
Expuesto ya el material que se conservade esta cueva, y dada
noticia del que habiendo desaparecido recuerda,vamos a intense
tar su clasificación,tarea no fácil debido a que se desconocen
ias
y
circunstancias cletallesen que aparecieronlos diversos objetos.
Tanto del material que p,oseemos
como de las diversasnoticias
que los visitantesde la cueva nos han dejado, podemos considerar,
que son tres los niveles principales: uno
con toda clasede reservas,
y
Paleolítico sup'erior,
otro Neo-eneolítico un tercero Ibero-romano.
para afi.rmarla existenciadel nivel Paleolítico,
Nos apoyam,os,
(1) ((La labor del S. I. P. y su Museo...D,1932,páe. 2.-L. Pericot¡
deL Parpalló (Gandía")), pá9. 276. Mádrid, 1942.-J. San-Valero:
el estudio de la cerámica cardial de la cueva de la Sarsa (Valencia)>, en (Actas
y Memorias de la Soc. Esp. de Antr., Eünog. y Prehisü.>, úorno XVII, 1-4. página
102. nfiadrid. 1942.
-199-
[page-n-226]
E. IPLA B.ALLESTER
en el testimonio ya citado de Breuil (I), que dice observar<
una
faja neolítica intacta, hogaressin cerám,ica con sílex de aspecto
y
paleolítico superior>; como también parece ratifrcartales afirrnaciones la existenciade huesos de conejo, que considera característicos de ,estaépoca. con anterioridad a Breuil ya el p. calvo
había observadocómo el estilicidi había aprisionado en la parre
o
baja huesos de época cuaternaria. Resp,ectoal material, aunque
no poseemos ninguna pieza que por sí nos indique una cultura
propia del Paleclítico superior, parecen sugerirlo algunos útiIes, si no p'or su tipo, sí por su técnica.D,e esta forma, las tres,piezas que pertenecierona la colecciónBoscá (fig. 1, núrr¡s.1 al 3), el
p'equeñoraspador de sílex rolizo y de técnica capsienseperteneciente al sr. Ballester(fig. 1, núm.5), y dl raspadorplano sobre hoja
de sílex melado, con bellos retoques,que se conservaen el Museo
del S. I. P. (fig. 1, núm 7), parecen
m,ásbien p,iezas
paleolíticasque
de otro período más noderno. A estos objetos podrí"mos añadir
quizá los <útiles toscosr> p,edernal,que bajo el núm,ero
de
455 se
conservanen el Museo Antropológico Nacional, p,ertenecientes
a
una serie que regalara el Sr. Vilanova y piera, aunque por no
haberlos visto, nada podamos afirmar en concreto.
La cultura Neo-eneolíticaestá mejor r,epresentada
que la anterior, y a-lgunas las piezasque se conservanson bien,característide
cas. Así tenem,os, primer lug4r, ros fragmentosde cerámicacaren
dial con rica decoración(lám. I, figs. I y 2), sernejantes los bien
a
conocidosde la sarsa; el pequeñocuencode cerámicaoscurahecha
a mano (1ám.I, fig. .3,núm. 1); el fragmentode cerámica,también
hecha a mano, con decoraciónen cordón (lám. II, frg 4), y algurra
de las piezasde sílex, como el pequeño raspador de pedernal gris
de la colección Ballester (fig. 1, núm,. 6), el fragmento de cuchillo
de sílex (fig. 1, núm. 10), y la sierrecitaparte de una hoz (fig. l,
núm. 9). Tam,biénde esta cultura es la p,untade flecha (fig. 1, número 11) con aletasy pedúnculo, que se conservaen el Museo Arqueológico, y que regalaraD. Juan Vilanova y piera en 1g6g.podemos incluir como de este período, con todas las reservas,los siguientes objetos desaparecidos la lámina de marfil que viera el
:
P. Calvo, que la suponemosneolítica y no p,osterior,por ser, según descripciónde aquél, pieza toscae irregular; y tambiér, po_
siblemente,Ias varias agujas de hueso.
Lo que sí se puede asegurarcomo p.erteneciente este período
a
es el pequeño tonelete de cerámicahecho a mano, con cuatro asas
(1)
Breuil: (Ibidll.
-200-
[page-n-227]
(COVA DL LES MARAVEITLES) (GANDIA)
11
y decoraciónincisa o cardiál (no se conservaeste dato), que viera
el Sr. Ballesterentre los objetos recién extraídosde la cueva cuando fué totalmente vaciada en 1914, que se hallaba en poder del
dueño de la misma, y hoy desgraciadamenüe
desaparecido. trata,
Se
como hemos dicho, de un pequeñovaso de barro oscuro pulido,
en forma de tonelete,con cuatro menudasasaspareadas los lados
a
de la boca cilíndricasituadaen la parte alta.'En las notas tomadas
constaque tenía unos 12 centímetros diámetro máximo, y que
de
estaba decorado con líneas punteadas, sin poderse especifrcar
si
éstaseran o no de tipo cardial.También, y siguiendolas notas a
que nos hemos referido, pertenecea este mismo período el igu¿lmente perdido cuchillo de pedernalde buena labra y de sobre unos
1.5
cm. de longitrrd.
Y por último, del nivel superior de la cueva, 9u€ suponemos
Ibero-romano muy avanzado,
tenem,os
también una buena serie de
objetos,algunosde ellos de mucho interés.De este nivel son los
vasitos caliciformes y las pequeñascazoletasde la colección Ba'
y
llester (lám. I, trgs.3 y 4, núms. 2-6), los restosde estatuíllas los
de
dos ídoios cerámicos la misma (lánl II, figs. 1 a 3). las lucernas
y las monedas romanas.
:
Poco debemosdecir de los vasitos caliciforrnes se encuentran
en todos los despobladosibéricos desde épocas retrasadashasta
bien entrada ya nuestra Era. Algo parecido ocurre con las cazoen
letas: las hemosvisto muy semejantes Covaltay en La Bastida.
(1áde
casi rectangulares, cerámrica
las dos tabletas
Sin'embargo,
que dijimos hacían pensaren asideroso mangos
rnina II, fig. 5).,-v
no
de útiles desaparecidos, los conocemosen ninguna otra estade
ción. También son propios de muchasestaciones este período
(entre ellas Casa del Monte), Ios fragm,entos miembros humade
en
nos, como los de piernas,aparecidos esta cueva. Mucho más
interesantees el torso, de varón al parecer,bien modelado y que
no parece obra indígena; más imperfecto que el que tratamos'
pero relacionados
am'bos, duda, es el tronco de ídolo femenino
sin
de barro rojo aparecidoen Torres-Torres (1) Plantean un problerna interesantelos dos a m,odo de idolillos de cerámica, hechos a
humanasde técnicamuy rucabezas
torno, terminadospor toscas
que recuerdanlas conocidasfiguras ibicitanas, de sudimentaria,
puesta procedenciaoriental, de las que se separanéstaspor su aspecto cilíndrico irente al más o menos acampanadode aquéllas.
(1)
Almarche:
(La antigua civilización ibérica en el Reino de Valenciau
pág. 130.
-201-
[page-n-228]
12
1,
tj!
*
IPLA BALLESTER
Se encuentra a primera vista cierta semeianza entre estasfiguras y
en
algunascle las ap,arecidas el Egeo durante el Neolítico (1). Las
lucernas, excepto la tosca, que hemos dicho debe ser una mala
pertenecenal
imitación indígena de las bellas,piezas imrportadas,
segundotipo de evolución de aquéllasen Roma, que han sido situadasen la última mitad del siglo II de C. y principios del siglo III
Y a los tres primeros siglosde nuestraEra pertenecenen su mayor
en
parte las mionedas
conocidasque fueron encontradas esta cueva.
Junto con estos objetos, más o menos fácilrnenteclasificables,
con otros, de clasiñcacióndifícil : así tenemos
nos encontrztrlros
una serie de lascasy lárninasde sílex, sin retoques,de época incierta, y los dos afrladores(lám. III, ñg. 3), que tanto pueden ser
del Neclítico como de un nivel ibérico avanzado
. * x *
La <.Cóvade les Maravelles>debió ser, como se desprendede
ló expuestohastr aquí, ocupadaen casi todas las épocas,desdeel
Paleolíticosuperiorhastabien entradayalaFla Cristiana.Fué residenciadel hombre paleolítico y del neolítico y debió ser enterramiento del ibero rom,ano.De este último casi con certeza,pues si
no fuera así mal se explicaríala existenciade exvotos (torso, pierde
nas, etc.) y la exttaordinaria abundancia monedasy lircernas.
para la Prehistoriavalenciana,
verdaderadesgracia,
Ha sido una
de
el que la codicia de los p,ropi,etarios estacueva les indujera a vaciar su estrato, privándonos del estudio sistemáticode una cle las
del l-evante español.
más interesantes
estaciottes
(1) L. Franz:
pác. 39, Iám. 10, fic. 4,
Steinzeitidole> en I
-202-
P. E K.. 1932-1933
[page-n-229]
E. PLA BATLESTER-rCdva les Maravellesr"
de
LAMINAI.
[page-n-230]
BALLESTER-
de
LAMINA II.
(Fotos Adetl.)
[page-n-231]
de
E. PLA BALLESTER<,Cdva les Maravellesr.
IAIVUNP^
t¡t.
(FotosAdell.)
[page-n-232]
I. BALLESTERTORMO
Tr¡bajosrlel S€.vlclodc hvt.llgtclón Pr.hlstótlc¡
Notas sobre las ccrámicas
d c 5 a n A i g u e ld e L i r i a
I
celtlbérlca
lérreas la caballería
de
Las estacas
de
Hemos ¡r dicho, en otros sitiu:, cámo las decoraciones los
estasnotas),al
vasosde San Miguel de Liria (a ellos se concretan
del
reproduci¡ de modo ¡ealistaya escenas vivir cotidianoo tememo¡adoras de hechos hazañosos,dcjan ver al detalle particularidaveces
des quc nos seríaimposibleconoce¡de otro modo, y algunas
la confirmación de las fuentes escritas. Así, hemos visro
fac;litar
ratificado por los hallazgos cerámicos iirianos, cómo vive aún en
Ius últimos tiernpos de la ciudad aquella danza bisexual de que,
nos habla Estrabón, en la que
como propia de los iberos Bastet:rnos
l¡¡ilaban los varonesy las nuje¡cs cogidosde las manos; como se
confirmó la rancia alusión de Cratino al ibero de ba¡bas de macho
cabrío y aun la afrción a las grandes peiambres que Marcial menDe otra comprcbación de iexto, por Ia ce¡ámica pintada con esuamosa ocuparn." ahorá.
cenashumanas,
De la importanciaque en Ia Españaantiguáiuvo el caballo,d€
su viveza, su rapidez, sus extraordinarias condiciones para la guerra de nontaña y de la importancia dada a la caballería indígena,
nos hablan diversos textos sobre la materia, agrupado6y subrayados
por el Dr. Schulten (1). I-as ornamentacionesde Sao Miguel acusan
(1) ver A, Schr¡lto a (Hispa¡ia)|, y ú v&io6 lasales de (Fdrtes ¡tispa¡¡¡€
- ?,oz
-
[page-n-233]
2
I. BA]LLESÍER
TORMO
también esa marcada preocupación por el caballo, pu€s so¡ escasas
Ias composiciones que no aparece;y a este respectopodríamos
en
ampliar la refc¡€ncia otros yacimientoslcva¡tinos con cerámica
a
rica. Lo que no se vc en ellos,y cn San Miguel aparece
una sotavcz.
es la párticula¡idad, dctalleen los árreos,que nnotivaestanota;
el
y no cabc Ccsconocer
crár realistas minuciosos
y
fueron los decoradoresdc los vasosIi¡ianosen acusarparticularidades las guarde
nicionesdc los caballos,frecuentemcnte.
Recuérdese
cuántasvcces se len rcpro
lás r;endas,los ronzales las silJas;pcro 40 las estacas que vay
de
mos a ocuparnos,
Rcficre Polibio, af habl¿rdc las guerasJc Numancia {fr¡s. q5),
y parece hacerló de ?iyr, quc cn cuanto la caballería ceitibérica
dábasecuenta de que sus inlaDtescedísn terreno en el combáte, descabalgaban jinetespara ayudarles,
los
dejando Ios caballos
dispues,
tos en formación, sujctos por las riendas a u¡ros clavos de hie¡ro
hincadosen el suelo; y ásí permanecían bestias,sin moverse,
las
hasta que volvían sus jinetes (1). Tal rele¡enciafué comprobada
por Ia excavaciólr de Ios campamcntos romanos de alrededor de
Numancia, dondc fueron halladoslos útiles aludidos (2). que se
cree tomaron los ¡omanos de los indígenas.
Los mentados
instrume¡tos
son, como puedeverseen Ias iiguras
l.^ y 2.', unasestacas hierro, con vástago sección
de
de
rectangular
o
circular, largo que oscila entre 25 y 40 ccntímetros generalmenie, y
gruesosuficiente
para darlcsla re.i,¡cnci¡ neccaric. q:e unrs vlcrs
cn la parte alta y otrasen un €nsanchamiento
Iateral,llevan un taladro del que pendc o pendió grucsaanilla a Ia que se solía ari;cular
uná cadená,de h que quedanrestosen algún ejemplar,r: bien se
ata¡íanlas iendas directanreftte ¿quélla; pues la finalidaddel útil,
a
en apuradosúomc¡tos bélicos,exigiendorapidezcxiremadaen su
y
colocác;ón ¡€cuperación,
impondrían las operaciones
más sencillas y fáciles.
I'll mentado texto re6ér€sc, como acaba de verse, a los celtíbe.
¡os; pero, ¿:fuésóio po¡ éstosempleadr la estaca
fér¡€a o la us¿ron tarubiénlos jrnetesibéricos?Del hecho de que Polibio co¡ocedor dc todo el Levantede lberiá, lo at¡ibuya concretamente
a
parecededucirse
que no lo vió entre los iberosl m¿s
los celtiberos,
€s lo cierto que de un vaso de San Miguel de Liria resultaser también esa clase de estacacosa ibérica.
(¡) Ve¡ (F@les,.,r, t, ¡v, pás. 5,
(2) A. schul¿en:(Nu&antiar, i, ür, pÁ9,t54, lÁ¡¡. 39! númems 3. { y 5i y
i. Iv, pá9,210,táñ,22, ¡úmerG 13 a 19,v 1á¡¡. 28,nfimerG 1 y 2.
-20+-
[page-n-234]
NÓTAS SÓINE t,AS CENA¡Í,IC.AA SAN TIIGIJET
¡E
3
iuna gran tinajadescubierta talésexcava¿iones, 6l (ompartien
en
pieza omada con profusadecoración
vegetaly
miento úúmero 41,
geomét¡ica muy cuidada,desarrollada dos zonassuperpuesno
en
de
tcs, lleva en cadauna de ellas,como tema principal, escenás
Figúa l,¡
Esr¡crs lélss
de Nrm¡flir
(lugf
cil.do)
a
crza del ciervo a cáballo; en Ia superior,un solo jineti persigue.
la res herida, y ec ia de abajo un par de cazadoresacorrslan, desde sitios opuestos, a una cierva doblemente herida. Prescindierrdo,
po¡ no interesar aquí ahora, de consideracionesrelativao a los res,
tantes,motivos or¡amertaleG, nos básta subrayar el detalle de que
losdos caballo¡ de la e¡cena inferior llevan colga¡do del cuello, ¡ln
que haya indicio gráfico del modo de ¡ujeción, s€ndos úllles con¡istenresen algo como una pequeñabarrarecra,.pendiente la anilla
de
puesta en lo alto. En la ñgura 3.' puede verse la escenede referenen
ciá y bien deotacados ella los útiles de que tmtamos.
-406-
J
[page-n-235]
1
L AALLES?IERTOR-IiO
La impresión causada al advertir esta particuleridad decoretiía
fué la del i¡rmediato recuerdo del texto de Polibio: lo que pendía
del cuello de los caballos, vástago rccto de dimensiones nedianas
colgante de una anilla, i¡vitaba a la identifrcación con la estacade
hierro de uso at¡ibuído por aquél a Ia caballería celtibérica El re-
&hca€ léreÉ6 do Núo¡ncis (luss. cii¡do)
presentarlo pendiendo del cuello, 6obre el pecho del caballo, colgando de una cadena (algún ejemplar numantino lleva aún, como
hemos visto, parte de ella) o de una cuerda atada y pasada luego
a modo de collar por la cabezáde aquéI, e¡ un detalle bien realista;
pues expresael modo m¡s simple v práctico de tenerlo a mano sin
molestias, y de d¿scolgarley colgerle del cuello de la caball€ríe con
la p¡ontitud y ¡apidez que las citcunstancia¡ expuestaspor Polibio
u otfeB semejantesimponíaD.
-2m-
[page-n-236]
NoTAS SOBRTE
r-¡.s cEiRAllllcdd DE SAN .tllcLrEl
5
El vaso liriano, si confirma él uso en la Ponínsula ibérica de e¡e
práctico nodo de sujetar las caballeríasen el campo, parece rectificar a Polibio en la afi¡mación de que ello fuese p¡áctica exclusiva,
mente celtibérica; siendo por demás extraño, como se insinúa
antes, que si exisiió no 1o viese ent¡e Ios iberos más o menos lige,
ramente romaniz¿dosJcon quienes debió convivir. Ello, y el no
-:'-i
L
de vaso {k S¡n Misul
encontrarlo reproducido en ningún orro vaso de S¿n Miguel, donde tanto se dan las representaciones caballos,en escenas comde
de
bates y de caza, ni verlo en composicionessemel'antes las ¡icas
en
cerámicas de A¡chena, Elche, Alcoy, Oliva y Tarragona, nos induc€ a creer si en realidad no fué tal útil de general empleo en tierras própiamente ibéricas, a algunas de cuyas comarcaspudo llegar
por relaciones co¡ Ia cercana celtiberia. influe¡cias tan acusadas
en otios aspectospor la arqueologíaj y que el útil de referencia se¡ía más que aquí preciso en los grandespáramos de las mesetascastellanas.
Aunque ia fo¡ma del vaso que lleva la escena de referencia es
la d€ tinaja, corri€nte en San Miguel, su deco¡ación, segúndeian ver
alguros motivos no frecuentesen las cerámicasibéricas valencianas.
-W7 -
[page-n-237]
lOR/'{O
¡. rB"{I-.I-EST!rR
loquenos
parecesepárarse
entale,sruinas;
álgo de Ia predominante
pensar si pudiera proceder estevaso de algún alfar más cercano
hace
aún a los llmites con la celtiberia,ya bien próxima a Ia comarca
Liria-Sagunto, y náturalmente más afectada del influio de aquélla.
obienidospor
Lo indudablees que ertre los ¡bundanteshie1106
nosotros en nuestras excavaciones en el despoblado de Coválta
(.A.lbaida) en la necrópolis de (Albacete). y
y
por el S. L P. en,(en San Miguel de
Liria apenas quedanhier¡os),no se ha realizadoun solo hallazsi
go de semejantesobjetos. Se descul¡ren, sí, en uno v otro despoblado valenciano, varillas férreas, de largos semeiantes, aguzadrs
por un ext¡emo y con anilla articulada en el otro, pe¡o su delgad€z
y debilidad, con la falta de robusta cabezadonde percutir para cla'
, varlas, las hace inadecuadaspAra lo que lás fuertes estacasde ripo
celtibérico de que tratamos. Ignorámos,rnaturalmente, Io que Ias
excavacionesde los ¡icos despoblados ibér;cos, apenas iniciádas,
pqedan proporcionaren lo futuro; pero el hecho de que lo hastr
ahora explorado no nos haya dado ejemplar alguno de estos útiles,
y más aún el que Polibio lo aprecie como cosa nueva, y por lo tanto, repetimos, no vista en tierras propiamente ibéricas, nos decide
a considerarla exfrafia a éstas
II
solar
Un vasocor decoración
de
En ta campañadc excavaciones San Misuel, corrcspondiente
núm.2la mayor pa¡te dc un
descubrióse el departamento
en
a 1930,
vaso de buen tam¿ño (246 mm- de altu¡a por 320 de boc¿) del tan
frecuente tipo que vqnimos denominando copa de pie 5aio. Reconstruída la piez¡ hasta donde fué posible y terminados el calco v
desarrollo de su or¡amentación pintáda €n el acostumbrudo tono
rojizo, dímonos cuenta de que estábamosante un vaso de excepcional inte¡és por su decoración con símbolos solares. A dár detrllada cuelta de :se ejemplar, ornado de modo tan extraordinario,
tiende está nota. Véanscvaso v desarrollode su decoraciónen Ia
lámina l, 6g. A y ñe. 4."
La decoración, pintada, va en un amplio friso que ocupa el tercio superior de la ruperficie del vrso v está l;mitada por un ñlcte
en lo alto y er grupo coDstituído por una an¡plia cinta entre file'
tes más abajo, sobre la que sc apoya, corno remate, una !€¡i€ de
_20E_
[page-n-238]
NOTAS SOBIiE LAS CEII,{!\1]ICAS
DE SAN MICIIT]L
7
doblcs semicírculospunteados. lln e1 amplio campo del friso,
un:rslíneasdc postas,a dos caras,dcsarroll:indose zig,zags lo
en
a
ancho de aqué1,
divídenlocn espacios
triangulares,
aigunavez com,
pletadospo¡ otras lí|eas de simplcspostes más Irecucntemente
y
de
seriesopücstás rnenudos
de
segmcntos círculo. En el centro de
de
csosespacios
triangul¡res
apirrecen diversos
los
moiivos decorativos
de signilicación
solar a que hemosaiudido y que da¡ al vaso,como
va dicho, un interés singul¿r- De izquierda x derechr, tomando
como pu¡rto dc rcfercnci.r desarrolloque publicamos la ligu,
el
cn
ra 4.', los tres espacios
primeros llevan cn el centro oiros tantos
triskeles postrs; va cn el inmediato un pcqLrcño
de
circulo, ligerajncompleto,con dos diámetrosperpcndiculares puntcedos
mcnte
y
los cuadrantes
resultantes;tras un amplio €spacio pcroido por
roturáj que pudo contenertres de los comp¡rtimientosdichos,que
probabiemente
llevaríansendossignosde igual signiñcación, ve
se
grafía bien especíñcamente
otru
solar, aunque lige¡¡m€nie incompleta, qqe consil¿ en un círculo punteado r fadiado; tres rle ra
q r e , i q u e n e n s u s r c , p e . r i L o e s p a c i ur,r e ss i d n o "e n ( r u r g r ' e g ¡y
r
otros tanios con lriskelesde hojas de hiedra,caso único qr-re
conoDe la signiñcación
solar dc los enume¡ados
signos,cuyos tipos
se reproducen la fig.3.', no crecmos
en
que puedadudarse.
Salvo ia
sineularidad
clel empleo de Ias hojas de hiedr¡ en los triskeles,
Ias
demás¡ep¡esentaciones bien conocidas
son
como símbolossola¡es.
y han sido razolradas
suficientemente deriv¡ciones la imagen
sus
de
dcl sol en movimiento (1); s;endosabidoque en culturasmuy remotas se hállan ya talessignosempleados
con una significación
sagrada, que perdicron luego, reduciéndosea un valor simbólico y en
último té¡nrino a un sirnple motivo decorativo; volviendo r recobrar su sentidooriginarioen la cultura griega mediier¡ánce
rntigu¡.
penínsuladebieronllega¡ tales signospor esa vía de
A nueÉtra
influencia,
más que por otra europea.
AIgunr vez suelenencont¡arse
p i - r - r a . r ¡ * u l ¡ r c s i b é r i c ¡ s e ¡ n ¡ .d , t l i - c i ó n ) o l " r . g e n c r a ' r
en h,
mente en la más conocidaforma de svástica, otfa vez con acodry
miento bíñdo, como en la colecciónMartí-Garcerán
del S. L P.;
p¿ro pocos se ven l istcmíticamen agrupados
para darle intenciote
nalmente al vaso una clara signilicacirjn
sagrada.Ap¡¡te I¡ pieza
de quc tratamos,
sólo conocernos fregmentoprovinie¡te de Amacl
rejo, que ¡eproducitrosen l¡ lám. I, D, conteniendo
pa.re dc un
(r) ver, por ej€Fplo, como mís cono¡idos, los trabajos dc Dechelere: (Le cufte
du Soleil aux.Lempes pt.hisloriques, R,. A. 1909t y (M¡¡uet..., JI, Age du Bron2' D, f¡g l?9 eslPc¡alDenl¡
-2n9-
[page-n-239]
roRl{o
i. B"{],LESÍDR
{
a\
T
+
&
.#
[page-n-240]
NOTAS SOBAE LAS OERA]\4I{AAS SAN I{¡CIJEL
DE
9
friso ornado con soles, svásticásy una or;ginal represe¡t¡ción serp€teant€, con cabezaen espiral y cr€stásinclinadas atrás que denotan cla¡amente Iá id€a de movimiento caracteizante a los símbolos solares(1).
Pretender que en tal caso, como en el de San Miguel de Liria de
que tratamos, signos
los
variosagrupados
tenganuna mera 6nrlidad
decorativa,
seríaabsurdo; pues pudo quedar mejor servido tál obj€iivo repitiendo uno o varios de dichos temas o alternándolos rítmicament€ con otros, que aporta¡les del modo caprichoso, aparentemente deso¡denadoy nada agradablea la vista, que vemos en las
composiciones ornamentaies a que hacemos referencia; y ello de_
mue3traque lo que se persiguió, agrupándolos, no fué precisamente
componer un friso agradable, sino atender a Ias exigenciasde una
preocup¿ció¡ muy disiinta, p¡obablemente de orden religioso; obsesión aún persistcnte en los últimos tiempos de la cr¡ltura ibéricr.
tal vez por supe¡vivencia espiriiual de épocasmás remotas.
En iier¡¡s dei antiguo Reino de Valenciano abundanentr€ los
motivos decorativosibéricos,rorri(rntes,los de derivaciónsoiar;
pero no debe negarsequ€ aquí y al1á surgen temas a que pudie¡a
atribuirsetal origen; y .run en algunosdcspoblados
por
cxcavados
nosotros,como el de CovaltalAlbaida), dc nuestr¡ cuenta,y el de
hallazgo de unas piezas de bronce en forrna de gran botón cuadrado, con asa por un lado para su sujeción y por el otro la svástica
en Iuerte relieve, cuyo objeto dedicaríasea sello pa¡a oroducir la
i m p r e s i ó n: n e a d c l ¡ e c u . , d r o , o n¿ c r u z g r * n a r , o t i . n r o t , . c r n r l
l
ter;a plásticaun negativocon iodo elio en hueco; siendo oor dem á s c u r i o s oq u e < L a B ; s r i d : " d i c i a s i n i s m ou n o d e e s i o sú l r i m o s
€n cerámicacocha,también con asapor ei lado opuesto,que bien
pudo servir para emplearla en rcproducir svásticásen sentido inverbo al dicho, sobre materiNsdúctiles. Véanse rep¡esenráciones
del materialde referencia la láminaI,6gs. B y C_Todo ello deia
en
lámbiénenrrcvercumo subsi.ri. o cu:rndumenobperdurrha el recue¡do del.sentjdodivino de estos signos solares,en ticmpos de
ambos poblados, que tienen ñjada cronologíade los siglos IV y
III a. de Cristo.
Adquieren mayor Iuerz¿ l¿s deduccio¡es pr€cedentessi t¡aemos
a la memo¡ia que, si algo rcsulta n€dianámente claro del estu_
dio de Ias ideasrel;giosas
peninsLrlares ticmpos ibóricos,es que,
en
(I) P. Pa¡is: (Essai su¡ l,ar¿ et l,j¡dutrie
póg. 54, ii, rr.
-ztI_
de I'Espag¡e pljmitiver, ns. 50.
[page-n-241]
, BALLESTEIRTORMd
10
como en la inlanci:r de todo pueblo suele suceder, se ocupáse el
olimpo con divinidades representativas de fenómenos naturales
entonces incompre¡sibles o inexplicables, y lógicamert€ con el sol
v la luna ent¡é los primeros; v así sucedió en lo ibérico, regún es
de u". eo t"" tan ¡enofllbrádas citas aducidaslpo¡ Schuiten sobre la
materia (i); debiendo s¡¡brayaren cuanto al sol, que eo el cabo de
Roca (Lüsitania) se daba culto a aqué1, que el dios solar Neto se
conocía en Andalucía y que imágenes del mismo eran f¡ecuentes
en monedas de la España meridional, en Málag¿ por eiemplo; v
pudieran citarse también, entre otros meteriales de iÍte¡és pa¡a el
procedentes
casoJlas estelassolares.eútre ellas las que 3e creyeron
'Góngo¡a' publicadas por
de iástulo y pertere;ieron a la colección
P. Paris (2).
Todo esto da mavo¡ c¡edibilidad a la suposición de que Ias comde
posiciones¿lecorativas los vasosdichos, del Levante ibérico; erat
expresión de un culto solar aún perduránte en él'
(1)
cEispe¡ia).
Páa. 93
-212-
[page-n-242]
BALLESTER
LAMINA l.
D
V¡so de Sai l¡js{ér..-B) r C) SLásri¿a bronc I, v!¡üdo e¡ .e¡ínica ie L¡ B¡srid,..
€n
D) ¡¡,.n..ro. oe
(¡otos Adell.)
[page-n-243]
AB. HENRI BREUIL ET RAYMONDLANTIER (+)
Villages préromains
de la Féninsulelbérique(i)
(nlb.cete)
ll. Le Totmo,A inateda
I.
{2)
GENERALE
I. TOP0GRAPHIE
Les voies de communic¡tion qui permettent de gagner le littorál
méditerranéen en quittani les plaines de la Manchc et en se glis6ant
entre les montagnes crétacées,¡urassiquesou triasiques qui Ia rebordent á I'Est et au Sud-Est, ¡e sont ias nombreuse¡. L'une d'elles
s'étend de C hinchilla par \ ecla, vcrs Alicante et Elche. l'e iong de
cette voie naturelle sont éch€lonnés riivers oppida ibériques' dont
le plus ;mpo¡tant est, sans doute, Meca, enlJe Alperá et Avorá' et
et
les célébres cerros de los S¿¿¿os óe la Consolaeiótt On peu! en¡
core citer de curieux établiss¿ments Ei '{rrareio, Á Bonete a }t EI
Ar¿üi, p¡és de Yecla.
Une autre voie, également jalonnée de places Iortes ibériques,
descendvers Murcie, par Hellin et Cieza, en suivant i peu p¡é¡ la
trace de l'ancien détroii mioc¿ne et Ie réseauorographique inférieúr
du Rio Mundo ct de son affluent, la Rarnbla del Mo¡o ou Rio de
Tobarra. Le long de cette voic, ou dans son voisinage, se trouvent
des localités qui ont donné d;mportant€s trouvailles ibériques'
corrme Jumilla, Moratalla €t Calasparra.
Entre Hellin ei Agramon, ¡ Minateda, vers Ie poi¡t oü la voie
ferrée de Chinchilla i Mu¡cie décrit une forte courbe et se diriee
(*) El Dr€se¡te tEbajd estri @mpuesüodeele 1936,cr¡ando * p¡€pá¡¿¡¿ la
o¿r seeuao volu¡o del A¡wio que sa;reabo¡¿ a la ¡u púbüc¿'
""üúecio|i
Voú: R. Lútie! eü ¡L BreúiL (Vi1lag6 prÉ(n@ir¡s de la lé¡rinsre ibé
{1)
que. I, I¿ viuar, in dRetue ¿I¿h@locüuo $m, 1' p 209-210(2) R¿1sé5 eü photosaphies exécutA ¿u úojs d'octobe 1916lo¡s de noir€
sejorú á Mi¡eteil&.
- 213 -
[page-n-244]
RAY]{OND LANT¡ER ET I-iENRI T]REUIL
ve.s le Sud, apr¿savoir été vers I'Est, lcs dépótsmiocénes,
découpés pár l'érosion,forment une série de ¿e¡rosi conioürs escarpés,
passant,
de grésplus ou nroinsmolasiqL¡cs
suivant les points, i des
niveaux de conglomérats galetsde quarizite ou de calcxiredur,
de
ou i desbancsde gr¿sassez
compacts lits dc petitsc¡rillouxfcrrui
galetsdc roche durc sc t¡ouvent
lcs
sineux. Góné¡alcmenl bancsdc
) la basedes ¿¿l,'os prcsquci nivcau dc Ia plaine.
ct
vers lc Nord du cóté de Hellin,
Cclle ci, qui va en s'élargissant
vers le Sud, ertrc desmontagnes plus en plts élevées.
se resserre
de
ll y avait li, d¿s les iemps les plus anc;ens,
une sorte de déñlé qui
commandail l'accésdes plaines de ceite partie de la Manche. A
1'llst, la sierra de C.rbez: I-lana lim;te I'horizon; i sespieds se
,trouvent d'importantcssirtions moustéricnnes dans lcs ¡avins
et,
qui découpent le rebord orient¡r1, crcus€nidc nombreuxabris
se
présententd';ntéressanies
peinlurcs
sous roche don¡ quelques-uns
paléolithiques néolithiques,
prr Monsieur
ct
découvertes étudiées
et
l'Abbé Breu;1.
- Vers l'Est, la plaine est limitée par la sierra del Cuchillo et les
ccl/os oü se creuse la grande cueva Morena. Ces hauteun s'étendent dans la directionde la haüte chaine de lá sie¡ra de las Cabras.
De ce cóté égaleñent de la plaine, les vestigesdes deux áges de la
pierrc nc sont pas rares.
Iin aval,vers Agramon,la plainc, d'abo¡d marécagcuse, biencst
i6t réduiteau tahveg la riviére.Au centrede l'¡mphiihéátreforde
que nousvenonsd'indiquer,mais plus rappromé par lesmontagncs
ché de la sierra de Cabcza I-lana, se drcssc I€ Tolmo, haL:tem?setd
comm:ndant la plaine de ious cótés.Sa forrnc est allongée, ses
et
partoui inacce¡sibles. partie supé¡ieure
vcrsantsp¡esque
La
est enpar unc villc ibériqueet rom¡ine.
t;¿remenioccupée
A l'Est, dc I'autrc róió dc la riv;ére, actuellementcanalisée,
et
potable,maiscxccilente
pou¡ I'irrigation,sort de terdont l'eau non
rc par des ótangsau Nord, un pcu en arriére du lo}¿o, il exkte
deux autrc petiis ú¿l7'os
satcllitcs,
également
couvettsde ruines ct
de vest;ges.
A la pointe méridionaledu lolr¡o, en bordure de la plaine curtiv¿e,se trouvent dc notablesrestesd'habitats romains, colonnes,
de
I-ln peu plus ¡ l'Est, entre /¿
sarcopháges narbre, inscriptions.
Ioü¿o et Ic viüasc dc Minatcda, le long de la. route de Hellin :1
Agramon, se rcnconirentde nombrcux silos antiqueset une nécro
polc ibérique,en prrtie boulcvcrsóc
par des inhumationsde ba6sc
époque¡omaine.Leur découvertc due aux travaux de condtruccst
tion de ia ¡oute en 1914-1915.
-214-
[page-n-245]
V¡LLACES PRERO,]Í,AINSDE LA PENINSULE IBERIQUE
Depuis le sommet dt Tol¡no, la vue s'étend, au midi, sur une
piaine d'abord fertile et irriguée, puis couverte de végétations marécaeeuses.
U¡ peu au del! du village de Mineteda, s'apetgoivent
les quelques nraisonsde la Horca, avoisinant d€s oliv€ttes qüi vont
jusqu'i la voie ferrée; i droite et ¡ gauche de celle-ci, 6ur des éminencesá peine sensib,les, ya d'impo¡tants vestigesde sfations ibéil
Les paysansnous ont af6rmé qu'on y avait découvert des figurines d'animaux en bronze, et la cé¡amique peinte ibérique, si abondante déji su¡ le ve$ant oriental dLt Tolmo et ^ la nécropole, y a
été recueillie en quantité. On voit méme des terres noires qui en
contiennent dans la coupe de ce¡tains canaux d'irrigation. U¡ peu
plus au Sud encore, au pied des montag¡es limitant la vallée vers
f'Est, des champs appeléaZama contiennent des.milliers de tuiles
romaines, analogues ! celles que l'on voit autour des maisone ruinées et des sépultures taillées dans le roc de I'u¡ des petits ¿¿rros
avoisinant le Tol¿r.o.
DU
DESCRIPTION TOLMO
Le Tolzo, nous I'avons déji vu, est une f¿I¿t¿ étroite et allongée, i€rminée en promontoire aigu dirigé vers le Sud, s'arrondissant
i l'autre extrémité en un lobe i contours, également inaccessibles.
(Pl I, fie. 1).
Nous avons tenté d'e! lever un plan topographique avec l€6 moyens ¡udin-¡entai¡es
dont nous disposions, c'est-á-di¡e la boussole et
pas. II va, sans dire, dans c€s conditions, que les détails de notre
le
plan ne sont qu'approximatifs. Néanmois, son exactitude est suffisante pour permettre d'en apprécier d'une fagon approchée les dimensions réelles et pour que l'on puisse se reconnaitre, sans atr.utre
diffrculté,dans nolre graphiqueel retrouver,gráceá lui, Ies vesLiges que nous avons pu y repérer.'
La dimension de la meseta, d'une exirémité ) l'autre, est d'environ 500 métres. Mais la longueur réelle est supérier¡re, la forme
générále étant incurvée assezlortenient, avez concaviié ¡ l'Ouest.
LES ACCES.-De ce c6té, il n'y a que deux acc¿spossibles:
l'un, au Nord-Est, esi un escalier, assezrapide, mais relativement
facile, entaillé entre deux masses rocheuses (IV) (1) Un autre,
(1) I-es chiffies ¡omajns renvoleDt au secfiom con€spondant¿s du plan
-215-
[page-n-246]
RAY]IIOND LANIIEfi
Ef }ÍENRI BRETIIL
beaucoup plus difficile, se trouve á environ 120 m¿tres de l'épe¡on
méridional, le long du bord oriental (VII). Li, de nombreux blocs,
détachésde Ia bordu¡e de Ia fálaise, oni reten[ les terres et perrnettent de gagner graduelleneüt, par une série d'écbelons natu¡els
et en utilisant quqlques corniches, presque ¡e niveau de la.t eseta.
Quelques entailles veriicales dans le rocber et deux ou trois marche. creuiéespermettaieni, quoique diffrcilem€nt, de gagner la ville
po
.
N i l ' u n e n i I a u r r e d e c c s v o i e s n é t a i e n tp r a c t ¡ c á b l e s u r u n
personneset, encore moins, pour des chars
no¡nbre considérable de
(Pl. I, ñg. 2).
ou de la caválerie.
Une autre entrée (Pl. I, fig, 3), la principaie de l'oqlridun' assnrément,óLair
d'une pénétraiionbeaucoupplus ai!ée et d'une p€n¡e
pour perrireitre aux voitures et aux cavali€rs d'atteindre
assezdouce
la surface plane oü était construite la cité.
C'est un ¡avin orienté de l'Est ¡ l'Ouest ¡tui entaille p¡ofondément le rebord oacidental dt Tolmo aux deux tiers de sa longueur
vers le No¡d (XIl). De ie cóté, la rivi¿re était une p¡én¡idre défense
'
natu¡elle ¡ peu de mét¡es en avant de I'ouverture du vallon. Celui-ci
fait une bréche de 30 métres de large environ dans l¿ falaise inaccessible) d¡oite et ¡ gauche, et d'une exirémiié ¡ l'autre de ce veren
sant. A une dizaine de mr¿tres retrait de I'angle rocheux que forgauche du ravin en descendant,r¡ne puissante rnume la falaise, á
raille, di¡igée Nord-Sud, barrait celuici. Elle était épaiss€d'envi¡on 5 métres et haute d'environ autant, ainsi que I'on peüt en juger
par I'attache qui en subsistosu¡ la paroi v€rticale limitant le vallon
vers le No¡d. (Pl. I, fre. 4). L'attache méridionale, moins bien conservée,est cependentencore visible. Dans sa partie central€, elle est
extrérnement ¡uinée et se confond en partie avec les terres du val'
lon. Son appareii est irrégulier: elle était constituée par un ngyau
central de pierrailles de petit calibre, er$pátées dens un flragma
d'argile durcie. Les revétementsinte¡neo et externes étaient fáits de
gros blocs gon équa¡ris. On ne di6tingue pas l'ancienne enfrée )
causede l'état de ruine de Ia construction.
Peu en arriére de cette murailld de défense, 8'en trouve une 3e_
conde noins forie et moins bien conservée. Elle est presque entiérement éboulée.
eniourent ce point faible de
De nombreusesdéfensesaccessoires
I'obpid.um, C'est d'abord, llanquant la muraille eu Sud, üne 6orte
de bastion naturel de forr¡e arrondie, dominant d'une dizai¡e de
métres le pied de la rnuraille en avant de laquelle il se proietait. Sa
partie supérieure lorme une sorte de champignon artondi de cinq
métres de large, dont 1e rebord ¡ été ápled sur tout le pourtour sur
-
t
zltt -
[page-n-247]
VILLAGES PRIJIiOMA¡NS DIE LA PENJNSULE IB€TIAUE
ó
une largeur de 50 centirnétres.Cetle slrface parait avoir servi de
baseá une mur¡ille en picrrcs sdches, grandes
de
dimensions,
dont
aucunbloc ne sul¡siste phce, mris rlui est probablement
cn
l'origine
pie¡res plus ou ,moins faqonnées
de plusier-rrs
que I'on retrouve
pied dc la falaisc(XII du plan).
éboulées
au
Plusieu¡s
cscaliers,
séparés uns des autrespar des gradinsnales
turels, Fcrmcttcfltde descendre bastioncn a¡riére de la muraildri
le(xlr).
Au dessus premier,tailléc dansl€ roc, se trouve ure corn;che
du
par une paroi verticalcoü sc rcmarqueune ent¡ille prodominée
fonde en forme de croix, d'envi¡on 90 centinrétres hauieur, sur
de
une Iargeu¡ approximativede 0 m., 30. L'entaille horizontaie se
crcus€ arc de cercle,comme si une piécede bois mobile avait dü
en
tourncr dans cette rainure autour d'un axe ñxé dansl'encochever,
ticale.II est possibleque ce soicnt Ii ics vestigesd'une porte ou
d'une fermeture(XII).
A cnvi¡on 60 métres en arriére de Ia ¡nuraille, sur la platelorme
dominant le vallon au Sud, trés prés du fond, se dresseun grorpe
puissantd'édi6ccs,
composós plusieurs corps de bátiments,re,
dc
p¡r les cntaillcsdc poutresqu'ils ont laissócs arr;¿re
ln rquablcs
en
picrresde taille
su¡ la paroi rocbcuse par un mur de t¡¿s grosscs
et
transvcrsal vallon. Il s'agit probablcmcnt1i encore d'une consau
t.uction défensive
iVIII, IX, X).
lln facc de l'escnlicrct dc l'incision cruciformc,i une certrine
hauteursur lc llanc rocheux,cinq profondcscncochcs
étrieni desti,
néesá loger I'extrémitédc m:driers disposés sé¡ieshorizontales.
cn
(Jn édilice en boi¡, disparu, existait ccrtáinemcnt ) cet endroit
(XIII).
La falaise(Pl. II, 6g. 1), qui bordc l'oppidum au Nord-Flst,domire dc 15 i 20 métrcs,suivantles end¡oits,une pcnie asscz
douce.
lllle est cteusée nombreuxab¡is,aujourd'hui comblésd€ terres,
de
ou utilisési nouveaupour ¿dosser
des maisooncttes.
Sur l'cmpiacementde la principaled'entre elles,on a !écouvert ¡n épaisremplissage
archéologique
contenantune immensequantité de débris
céramiques divers áges.II r avait aussides restesde sépultures
de
visigothiques,
avec dalles sculptéesd'une croix grecquc. Toút á
cdté, se trouvait I'emplaceñent,aujourd'hui masqué,d'un moulin
primitif avec canauxcreusés
dans Ie roc pour i¿ire glisserle g¡ain
jusqu'auxmeuies,dont Iesdébriss'apercoivent
enlre Ies pierresdu
mur co¡struit ¡ur son cmplacemcnt.
Pjus i droite, le creusement
récentd'un ¡éservoira sectionné talus de remblais archéologiun
ques oü plusieurscouchcssont visibles.Ce ¡éservoirest destinéá
-
21',t-
[page-n-248]
6
]T\Y¡IONDL¡.XT¡ER ET H'ENRIBFEUIL
recüeillir ¡'eau dévala¡t des rochersa!oisin¿ntset spéc;alcment
de
la hrécheouvertedans la falaisepar l'élargissement, aux agents
di
rtmosphér;ques,
d'unc icnie de la masse
rocheuse.
Cette br¿cbep€rmett¿itd'accéder
sanstrop de peine.i la ,¡ese
fa; mais lcs Ibéresont anélioré lc passagc y ra;llantdesmarchcs.
en
groupent en t¡ois cscalicrs
Cellesii se
disiincts: I'un vers le bas
¡ronte de gauchci dfoite, pe¡pendic lairementi l'axe de Ia brdche.
Sa partic infórieurc,récemmcntdócouvcrte,
n'€st pás encoredéga,
gée des terres(VI du plan).
Au somftet de cc prcmier esc¡lier, un autre se dirige vers la
d¡oite et parvient i une petite plateformed'oü l'on accéde
péniblement au millicu de la bréche.Sur le gauchc, emprunt¡nt le trajct
m6r¡e de la 6ssu¡e
rochcuse,
danslaquelleil s'e¡caisse se rétrécit,
et
e6t un long et étroit escalier,
coudévers son milieu, er aüx ma¡ches
fort irréguliéres.
Nous avons déji décrit précédemment lc difñcilc accésqui per,
met d'escalader rocher ve¡s sa pointe rnéridionale, environ 120
le
i
'm¿tres sur le ¡anc
pente de ce c6té est hérissée,de
Est. Toute la
blocs effondrés ou d'sssiscsrocheLrses
saillantes permetrant d'atteingrottes ou abris s'y creudre le point culminent. De nombreuses
saientet s'y creusentencorcaujourd'hui. Celles qui son habitécs
par des troglodytescontemporain¡ont éié naturellcment
vidées.
Elles étaicnt,comme ie soni encoreceilesqu; n'ont p:rssubi cete
opération,tittóralcnent bourrécs de tessonsibériques. Toute la
pe¡te de ce c6tó jusqu au niveau dc la plaine en est jonchéc.On y
recueilleaussipassáblement céramiqucsamie¡ne.Il sembleque
de
les habitants la rn¿s¿ia
de
aient déversé ce cóté leursgadoues.
de
En
cffct, su¡ les autresrersantsjon Ia ¡encontreen bien moind¡e impo¡tance.Néanmoins,il s'en trouvc aussidu cóté occidentalpréplus altéré. Lcs tessons poursuisentantun caract¿re
boaucoLrp
se
vent jusquedanslc lit d€ Ia r;v;¿requi Ics a charriós.
DESCRÍPTION DE LA MESETA. La ,ñ¿s,¿¿
rnesure,nous
l'avons dit, 500 métresde long environ, d'une extrémitéi l'autre.
illle est divisécen deux partiesinégales
par le vallon d'rcc¿set le
couloir qui le couinue. La partie septentrionale 250 mdtres de
a
longueursur unc largeu¡nuxima de 90 métres,et sc contpose
d'une
étroiteplateforme
d'environ20 i 30 rnétres Iarse,bordant le cóté
de
jusqu'aux i-pics
Nord-Est, et d'une pcnte assez
rapidc descendant
jusqu'auxe¡trémiiésde celui-ci.
limitant le vallon ou
Tout le yersantdont nous venonsdc parler (XIII), est encombré
de ruines de maisons dc vestigesde murailles dans un tel état
et
-2r8-
[page-n-249]
V } L L A C E S P R E R O$ I N S D I E L A P E N I N S U L E I B E R I Q U E
7
qu'il cst vraiment dilñcile, sansy pratiquer de fouild'enhssement
les, d'en ¡cleve¡ uo g¡:phique ct d'en tenter une description.Cepcnd:¡nt,un morument, d'¡ssezgrandes dimensionset de forme
reclangulairc, visible au point culnrinant de I'extrémité Notd
est
(XV). Ces mur¿illes,
épaisses
d'au moins un mdtre, étaientformées
intérieur
d'u¡ do¡ble revéicrrlcnt grandshlocs,avet remplissagc
de
de blocailles.Une seulepartic de son cnceintedemeurc debout:
pierc'esi un cót¿ do I'anglescpt€ntrional
composéde sept grandes
res dressécs deux lilcs parallólcsen
I-eur enscmble¡ I'aspectfoftuit d'une petite galeriedolménique.Il senble certainque cet éd;lice se composaitde plusieurssalles.lln plcin Sud, i 30 m¿tres )
peu pr¿s.toui i fait sur lc rebord de I'anslcdc la falaise
qui prolonge lc cóté Nord du valion, sc rcncontrentd'importantsvest;g€s
de
murailles cimcntécsd'ópoque vraisemblablement
¡omaine.
Srosses
Au Nord, i cnviron 35 i 40 métres,se creuse
dans Ia falaise,
une
c¡vitó cn forme dc grotte ólevéc. La. dalle sr.rpérieure la nreseta
de
cn constituele toit, qui cst perforé d'un trou, leqüel constituaitün
dangc¡r;our ics habit:rn¡s.
Aussi ces derniers I'ont-ils obstrué par
grossi¿reme¡t
trois grandsblocs allongés,
équarris,le fermant pres(III).
que conrplétement
llntre l'escalier
Nord-llsi ct cctte 6ssure, r a unc distance
il
d'environ 155 mét¡es.Toutc cctie bo¡durc rocheuseest entaillée de
p¡inciplrlemcntdes etclrstreñentsde maisons
nombreux vestigcs,
dont notrc croquisdonne sommairement forme et I empl?ceñent
ia
rI l . I l l . l V , .
pctitescupuics,
PIus intéressants
sont unc presse, nombrcuses
de
une auec dansun s¡os bloc cubiqueéquarriet tenart au sol, dessortcs de canalisations
creusées
faisantcommun;querdesespéccs rédc
pcrn1ettant passcrsanspeine d'un gradin
s€rvoirsct un escalier
de
naturel¡ un autre Tout ¡ cóté, sur un bloc, se trouve une encoche
creusée arc de c€rcle, inscr;vantdeux protubé¡ances
cn
circulaires
jux¡aposées:cela paraii étrc un dispositifde moulin comparable
i
petits ¿¿rros
celui conservé
sur un des
satéllites.
De l'autre cóté d€ l'escalier(entre IV et V du plan) la bordurc
rocheus€
continue.On y note, xutre les enteillesde maisonshabirrangeoires
tuelles,de nomhreuses
cupuliformes, une cntailllr en
poutre qui paraissent
avoir été le
erc de cerclcavec deux trous de
point d'appui d'un prcssoircn l,ois, et l'ouve¡ture allongéed'une
p¡ésentent
des vestiges
citerne profonde ou dij;á¿,dont les rebords
et la;ssent
voir les cntaillesqui loeeaientles
de fermeiure en bois
En ce point, on se
de
extrémités
des lraverscs bois découvertes.
¿u
trouve ) Ia partie supér'eurcdc la pente du vallon descendant
-219-
[page-n-250]
8
RAY¡\IOND LANTIER Ef HENFI AREU]L
ravin d'accés.Celle-ci attcignant le rebord oriental y lorme unc enAu
dansle proÉl de la falaise. dcli se développe
selluretr¡s sens;blc
qui
la seconde
moitió de la m¿s¿t¿, mcsurede ce point ¡ l'extrémité 300 m¿tresenviron. Du m6me endroit ¡u bástion dófcnd¿ntaü
il
Súd I'enlréedu vallon d'accés, y a environ 70 m¿tres, et de cc
de¡nier i la pointe exi¡émc, du promontoire, envi¡on 330 métres.
promais forme une grosse
Le bo¡d oriental n'est plus rectiligne,
Le bord occ;deotal,
Nord-Est.
tubórance 160métresde I'escalicr
!
au contraire,dessine
une courbe rcntranteaY€cforte concavitésvdésignée.
métrique ¡ l¿ proiubérance
I-e plan inscrit par ccs contours est la région la ph¡s plane de
I'obbi¿Lnr. Mais, ¡ I'occident, le plateaLrlomblr cn gradins assezraDu
pidesjusquesur le bord de la Ialaise. cdté opposé,la ncseta demeure horizontalcjusqu':ux i.pics. Dan¡ le scnsdc Iá longueu¡,le
vaste triangie, r.lnpeu défo¡mé, que dessinecettc secondemoitié de
peut se diviser 'rn trois partics :
l'o¡tülÍn,
La premiére,et la plus vaste,est limitéc au Nord p¿r les pcntes
ei les gradinsdu vallon; ¡u Sud, par une Iigne rcn¡rquable de sté'
(VII et XIV), p¡ovenantou d'anglcsde ¡¡ailes dcs plus réguliércs
ou
de
Sud-Ouest, de cbambranles porsensiblcmcnt,
sonsoricntées
t c s .( P L l l , l i s . 3 ) .
La seconde
sectionva clc l¡ Iignc que noui vcnonsde ment;oner
llst'C)üest,
á une forte mur¿ille clc méme oricntation transversale
qui barre complótcment 1'extrémitédu promontoire néridion:rl
en
(VIII). (Pl. II, ñe.2). Les ruincs de mai¡r¡ns
sont accu¡nulées un
indiscriptibletuuillis dans ces dcux premicrs sesments De tous
des blocs épars,on entre"
rótós, au milieu dc la jonchéeinrmcnse
i
voit des i¡onsonsde nruraillcs flcur de terre et I'on voit se dressei
En plusieurspoints, soit par l¿ dispositionde ces lignes
Ies stéles.
régulicr de déconb¡esau voiside stéles,
so;t par l'amoncellernent
naec imméd;atde la muraille bar'fáni l'épcron, on pcut constater
quc tout au moins, plusieursfrlcs dc maisons étaicnt orientéesdc
I'Iist ¿iI'Ouest.
des stélcs,
occidental
Au centrede ia ttrris¿¿¿ ) l'¡boutissemcnt
et
d'un ódi6ceplacéen nn point culminrnt Des
se lrourent les restes
i
fouilles, pratiqüées dilersesépoqucs,cn oni déblayéune partie.
que
On peut vo;r, grácei ccs excavations, I'eppareilen est relrtiveá
ct
ment régr-rlier lait de pierresposóes plat, réun;eset c;mentées
(XIV)
unc épaisseur 50 centim¿tres
de
entre ellessur
i peu de distance IXIV)
Au Nord dc ce monument et
les ¡uines d'un autre de méme nature, ou d'une partic de cclui-ci
c
d o n ' o n n c p e u t s a i " i ra c l u ( l l ( n r ( n r ' á o n n e x i o r .
-220-
[page-n-251]
\ ) I L L . \ C E S P I I E R O I \ 1 A I ND E L ¡ P ¿ N I N S I J L E I E E R I Q I J E
S
9
La muraille cjéfensive
barrant 1'éperon paralléle¡ Ia Iigne de
est
st¿leset d;stanted'environ I00 n¿tres. Des fouilles anciennesen
ont déblayéune ceriainclongucu¡,ce qui permet d'en voir la base,
volumincux, disp
faite dc blocs asscz
les
les autresverticalen-¡ent, aucun ciment pour unir les éléments
sa!rs
ibériquesde
entre eux. Comme dans ia p[¡part des constructions
cette localitéet d'autresque nous avons pu étrdier, il existe un
double revétement grosblocsaveccomblementintérieurde pierde
railles.,{ en juge¡ par l'amoncellement
considétable matérieux
de
qui oni été rcnués par les anciens
fouilleurs,la hauteur devait en
grande.F)llenc dépasse actuellement
pas
étre asscz
celle d'Lrnhompour une épaisseur 3 nr. 50 et s'incurvelégérement
vers le
rne,
de
Nord de son extrénité orientale.
Rcvenonsmaintenani¡ ir téte du vallon, au point oü la pente
atteint la bordure E¡t. En cet e¡droit, il existeles rest€sd'un assez
grand monument rect¡ngul:rire
construit €n pierres s¿ches.Entre
cclui-ci et le bombementde la f¡laise (VI), on remarqueun grand
nornb¡ed'entaiu€spraiiquées
dans Ia bordure rocheuse qui s€ret
vaient de basevraisemblablement des édiñcesconstruitsen bois.
i
parfoisg¡ouElles sont associées de nomb¡eux trous ci¡culaircs,
i
pés et creusés¡ mame le roc, qui paraissentavoir été des mangeoires. La présenceconstatée, en certains cas, d'anneaux perforés dans
pou¡ attach€run animal, ne laisse
la bordure rocheuse
aucun doute
su¡ leur signiñcation.
dominant le
Au voisinagc inmédiat de l'édi6ce rectangulaire
A
du
haut du vallon est creuséeune sépultirre. peu de distance
point VT et prés desmaisons
entailléc.,on remarqueune pres"ecir
i
assez
compiiquées,
abouiissant un
cuiaire i rainr¡res
d'ócoulcment
petit bassinreciangula;re;non loin de li, une augecirculairede
trés grandesdimensio¡sct une carriéred'extractiondc pierresde
qui exisientsur les petih ¿elrossatellites,
i
raille,semblable celles,
cornme en divers points de M¿¿a et att Monte Arabi.
Aprés avoir passé muraille en se dirigea¡t vers la pointe mérila
dionale, et tout contre l'extrémité orientale, s'ouvrent deux belles
citernes,voisines I'une de I'autre, avec entailles pour I'encastr€ment
d'un corrvercle bois IVIII).
de
Un peu plus au Sud, est situé un group€ de cinq petits bassins
sur la plateformequ'ils dominent, est üne
circulaires;au dessous,
sépulture entaillée tout pr¿s de deüx auges,I'une presque carrée et
lc
I'autre ronde. Une autre sépultureest creusée long du bord Est
petite plateformeallongéequi te¡nrine le promontoire.Tout
de la
i l'ext¡émité de celie-ci, est pr¿tiquée une auge rectangulaire. En
- 221 -
[page-n-252]
IO
A A Y ¡ ! Ó N D A N Í I E RE T H E Ñ N IB R É U I I
L
reiour, sur la bordürc de la banqu€itesupé¡icure,on peut noter
deux encoches maisons.
Lir, Lrnescalier,
ent¡illé dans le roc, fade
cilite Ia descente la banquetteinférieureoü sc trouvent une sésur
pulture et une auge circulaire(X-XI).
Dans le prolongement du bo¡d de la plateforme supérieure,
jusqu') une distanced'environ 11)0
métresde la pointc, cxisientdc
quelquevunes plup¡ofondes
de
i
nombreuses
et
entailles maisons,
partidispositions
singuliéres,
sieurspiéceset p¡¿sentrntcertaines
qu; pára;sscntavoir été des
des entaillesposiérieures
culi¿re¡üent
targcsdcscendcntsur unc ótro;te
chcminées.
Dcux esc¿liers
assez
long du bord, vcrs la pointc en rctour contr€
cornicherevenantle
la falaise.
C'est de son extrénité quc l'on pcut étuilicr convenabled'un bloc détaché
dont nous donnerons1¡
ment la partie supé¡ieure
plus Ioin. Vcrs l'cxtrémitéde cettecorriche deux sépuldescription
tu¡es sont faqonnées
dansdcs blocs détachés.
Au-del) des escaliers, se dirige¡nt le long du rebord occidcn
e¡
ta.lde ia falaise,on ¡encontrc de nouvcllcs encochesde maisons,
justaposóes, autre circulairedans r¡n angle
unc
deux augescarrées
de ¡oche¡ faqonné.
Aprés une cinquantainetlc métres sans rien de particulier i
vastecntaille de maison :i plusieurs chambres
signaler,une assez
dont le sol n'csi pas i ia méme hauteur, sc trouve placée prés du
point XI. EIle est suivie dc toute une lisne d'entailles
analoeues,
accomp¿gnóe nombreuxvestigcs muraillesassez
dc
dc
bien conser
vées.
En a¡¡iérc des maisons, existeplusicurscupulcs,dont unc sur
il
un bloc carréet un a/jibe,orie¡té pa¡allélement
aux maisonsavec
pou¡ le couvercle.
encastrement
creusé
lln sc rapprochantde plus cn plus dLrbastion, apr¿s un intervalle cl'unc d;zainede métres,Ics encoches m¡isons dcvicnne¡t
dc
qui
tr¿s nombreuses
ainsi quc les accessoircs Ies accompagnent
fréq u e m m e n tL . u r
.
c , r s o u ' . n , i n l u ¡ i ,u r . é r r ¡ e , . O n . e m a r q u e
"ol
principalement i I extrémiténéridionale de cetteséri€de maisons,
:
une belle pressc
circulaireli rainurespalmées,
avec canalde déverun
sement,puis juste áu-dessous profond ¿lJi¡¿ et de nom reux
bassins
ronds ou ováles,parlois avcc demi'cupuleslatérales.Certainsde cesbassins
avec un bo¡d rocheux
sont en communication
par ufie encoche ou un pctit cánal.
A I'angle saillant formé par une avance rocheuse,entre deux encochesde maisons coniigüei l'un des cesbassins déve¡soir,
i
et
se
profondes, une
trol¡ve sculptée en relief et entou¡ée de rainures
-222-
[page-n-253]
VJI-LACES
PREROMAINS LA PENINSUIJE
DE
IBF.RIQIJE
11
sorte de tete circulaire,avect¡ou central,qui pa¡ait avoif fait partie
de I'agencement
d'un rnoulin. (Pl. VII).
Un peu au-deli sur 1a plateforme,en arriérc de trois encoches
de maisonssépa¡ées
l'une de l'autre par des banquetiesde ¡ochcs
place, cxisteune cuve allongée€n forme de sépulture,
Iaissécs
en
mais moins profonde, avec, dans I'axe du fond de la cavité, une
rainure d'écoul€Inest
aboutissant un petit bássin
i
circulai¡e.
L'extrémité du platcau ttui porte ces derniers vesiiges forme un
gr¿din relat;vement
é1evé
au-dessüs promontoire s'étendant
du
v€rs
le bastion.Toute l: région compriseentre le ravin d'accés la fa,
et
laiseexté¡ieure
forme un cap assez
étroit dont I'anglea;gu eat occupé par le basiion.La peate tombe vcrs celui,ci en quatre gradins
successifs,
autant de plateformes
séparant
étroitesqui courrent plus
pa¡allélc¡neni bord méridionaldu ¡avin. Des escaliers
ou moins
au
entailléspermetteni de descendre
facilementdu plus élevé á celui
qui est inmédiatement
au-dcssous de celui-ci i un troisi¿me.A
et
Ia pointe de ce dernier exisienttrois bassins
circulai¡es Ie rcbord
et
dc la roche avoisinante
est entaillé cn arc de cercle et en rectanele (XII).
Parmi les ¡oches isolées de la massegénérale, irois doivent étre
particuliérement
signalées
i
L'une est situéei la pointe Sud et constitue une plateforne )
bords découpés
Iarged'une vingta;nede métresenviron i rni-hauteur entre le pied dc Ia pente et le point culm;lrant du promonioire. Son acc¿s
doit se faire d'en has et est extrémem€ntrisqué
aujourd'hui. Sur I: plateformede ce bloc que I'on peui examine¡
d'€n-hautpresqueperpendiculai¡€ment, ape¡qoitles entaillesde
on
plusieursmaisons un certainnombr€ de trous de poutr€sdevánt
et
supporter des édifices plus léeers. (PL IV, lie. 5).
I-esdeux autresblocssépar¿s trouvent i l'Est de la pointe mése
ridionale : le premier ¡ environ soixante m¿tres de celle"ci parait
s'étre dótachépostélieu¡ement bord de la falaise.Deux sépultüdu
¡es y sont cr€usées(VIII). La seconderoche, située tout juste cont¡e I'escaladediffrcil€ que nous ávons signalée,p¡ésente i sa partie
supérieure
une entaillerectangulaire maison,sansdoute destinée
de
garder et surveiller cet acc¿s.
¡
_223-
[page-n-254]
12
LANTIERET HENRJBftEIJIL
RAYMONO
II]
ET
DESCRIPTION
DES CERROS
SATELLITES DE LA PLAINE
ENVIRONNANTE
A envi¡on 300 métres ii I'Ouest du Tobno et en face dc chacune
de cesextrémités, I'aut¡e cóté du talwcgde la rivi¿re,sc trouvent
dc
plusieurspetitesémine¡ccsprósentant
d€s trflcesd'occu'
également
placée¡
po¡t, non loin de la maisoneite
pation antique.En face le
la rencontrede la rouie vcrant de Hellin avec celle qui passele
pont, s'avance
1'cxtrémité,
arrondieet en pente douce,d'un plateau
peu élevé. Vers le sommet de cetio pente, sc trolrve isolóment, enbicn
dc
touréede tessons poterieantique,une maisonibériqueassez
on
dont malheu¡euscment étrit en train d'enlever les
conscrvóe,
pierrespou¡ des c¡nstruct;ons
modernes.
.
Un peu plus en aval, Iongécpa¡ le route qui se dirige vers Miuatedas'étendune petite colline, en lo¡mc de barque ¡envetsée,
plus aigüc ve¡s le Nord oü elle tombc en gr¿dinsi nombreuxéchclons n¡turels, plus adoucievers le Sud oü elle s'él¡rgit sensibled'appellationp¡oment. Celle-cin'ayant pas i notrc connaissance
pre, nous.ladésignerons
sousle nom de O¿ri¡lo1¡ro (Pl III, ñg l).
Vers sa pointe Nord, on rencontre ün fem¿rquablemoulin ¡
sur le bord
double éminence, perforée au c€ntre. Un peu au-dessus,
une presset¡¿s simple qui domine
a
d'une banquette, été creusée
elle'méme une belle sépulture en ¿uge.
plane, esi occupée par de
du
La partie supérieure cerro, assez
na;sons. Sur le bord Est et vers le ccntre,existeune
nomb¡euses
plus considérables,
doni un des angles
constructionde dimensions
en place (P1.III, frg. 2).
demeure
I-a bordu¡e orientale dt rcrro bie¡ qu'assez i pic est peu éle"
d'extrrction de
vée. De ce cóté, on re.na¡quebeaucoupde vestiges
¡
pierresde iaille; ;l y en r également I extrémiiérrlé¡idionale
plus adouci; depuis la ¡oute
est
Le vcrsantoccidental beeucoup
jusqu'assez
prés du sommet,il csi méme te¡reux.Trois gradinsresl\
tent seulement gravir pour atteindre le sommet de l'éminence.
qui
Chacund'eux est entailléd'escaliers ne sont pas placésen face
les uns des autres.A cóié de celui du milieu, existeune cuve' disi
posée¡ I'¿bouti.scmcnt
d'une séric de rigolesdestinées recueillir
pluie iombant sur la plateformesupérieure.
les eaux de
posséde
trois marches,l¡ plus b¡¡sse
Chaque élément d'escalier
(Pl. III, lig 3).
a 0 m. 50 de large.
-224-
[page-n-255]
V I L ' - , { C E SP R E R O N L X S O E I , . \ P E \ I N S L L L I E I R I Q I ] E
I
13
Vefs l'ext.émité Sud, se trouve unc cLryette
large de 0 m. 75, i
I'iniérieu¡ de laquelleune plus petite est disposée.
Dcs sépuirures
cxistentau Sud des hab;tations
(P]. III, fre. 4-9).
Entre ce monticule ei l'autre plus ólevé,connu sous le nom de
La I'orrcdta (Pl. IV, lig.. 1), regardantIa pointe Sud dt Tolmo,
s'étendune plaine légérement
vallonnée,dont le8 terres soni rercnues par plusieursmuraillcsantiquesasscz
bicn conservées diviet
sant la pente tr¿sdoucequi dévalevers l€ tals'egcn quatrebanque!
tes s;nleuscs(Pl. IV, ñg.2).
Entre Ia ¡oute et la plus élevóc de ces b¿nqucttes.
s'étend un
terre-p1ein la culture découv¡efróquemn€nt des cav;tés
oü
souteryastes,
raincs¿ssez
dans lesquelles
parfoi: lcs animaux
s'enfonccnt
attelés la charrue.On nous en a montró plusieurs long du ¡alus
i
lc
qui la borde laisse
de la route: le canivcau
voir une sé¡iedc cesexcavations,
espacées
réguliércment cinq en cinq n¿tres. Tout Ie
de
jonché dc tcssons dc ¡riles ro¡¡aines.
ter¡e,p1cin littéraicment
est
et
Le ¿¿¡¡o mér'dional qui termine ceite plarcformeet se rrouve ir
l'aboutissement
des murailles quj y scrpentent,cst d'assezpetites
dimensions.
D'accés
facileau Nord oü il forme :i pcine quelques
il tombe bruriuc¡rent cn pciites f¡laiscs vers 1'Ijst er le
Éradins,
Sud. PIusieL¡rs
maisonncttes prys.rnsse sont agglomérées
de
dans
pr;ncipalcment cóté mér;dional.
sesanl¡actuositées,
du
A la pointc Nord se trouve ulc aLrgc
carrée; ¿)huit n¿trei sur
la gauche au-dcssus, un gros bloc dorninantla plainc, se creuet
sur
(Pl. V, lig. 3). En continuantlc long
s€ un groupede cinq sépultcres
de la bordu¡e llst, o¡ femarqueun grand nombre d'extractions
intércssant
toute une banqueite-Unc csplanade,
scmblablef, la premiére rochc i sépultures, monire un nouveau groupe plus imcn
portant (Pl. V, 6g. 4). De longuesrainures canalisa¡ion. assode
sont
ciéesi cet ensemble.
Au milieL¡de ces augcs funéraires,quclques
unes paraissent
avoir un caractéred'uiilisation domcstique, p€ut,
étr€ postérieur.
A cinquantemétresplus loin, sur une roche dominant i peine
les terres cultivées,cinq autres sépultures
sont entaillées.
En face
du sommei, trois autressont encore ¡ noter et six autres,en deux
g r o r r p e s . o : s i n e n u n e b o r d u r có b o u l ó e .
rv
t
Sur le versantOuesi, on voit unc cntaillede ma;sondont lx porte s'ouvrei I'Est; á la pointe Sud, unc pressc
c;rculaireet, clansIe
voisinage,
une sépulturcd'cnf¡rnt; i quelquc distance, bassinde
un
forme ronde aveccanauxdc dégagement les restes
et
d'une carriére
Au point culminantdu cerro, une masse
résistante dresse,
sc
for_ 225 _
[page-n-256]
14
Ii\T¡1OXD LA\IJE
E'r IIENiI BRÉUIL
caractér;stiquc
d'argile et de cailloux iássés,
móe d'un conglomérat
dcs
I'un de nous a vu, en 1915,
dcs monumentsarabcs.D'ailleurs
en reliefct
{ragments vascsrr:rbcsi décc¡ration i inscription
de
En rejoignrnt Ia routc ) p^rI¡ de I a Tarrccil¿et en srivant dans
la dircction de Minetcda, on arrive bieniót au point oü un seniier
la rejoint i eauche,vcnant de la direction de le pointe méridionalc
pa¡ uoc maison isoléequi sert actüellement
dt Tolmo, en passant
dc bureau de tabác. On peut con¡l¡ter un léger bombenent des
l'Est et au Sud de la ¡enprincipalcment
scnsible;'r
tcrreslabourées,
evcc la route Dans les caniveaux¡ droite et )
contre dc ce sentier
dc
on
gauche la route, tout au-r¿lcntou¡s, peut apercevorr nom"
dc
souventlocalisées
dc
breux débris de potcrie et des masses cendres
de
cn poches.C'est l'cmplacement la nécropoleibérique et romaine de basscépoque,en partic déiruitc par les travaux dc nivelle
pa¡
{oui11ée doq Federicode Mo'
mcnt de la route ct partiellcment
ont été aussiconstatós'
Des silosv
tos et i'¿bbéBreuil en 1915.
de
deváni le ja¡din, clos de g¡illes,de la Jjn¿¡¡
. Aprés avoir passé
gauche et 'l
don TcsifonteGallego,¡ la haulcur de la chapelle,¡
peu de distance 1aroute, se trouvc, ir¿svisible,{ormant unc sa'lde
de
au'dexus rlu sol, un bátimentrcctangulaire !i nriiie appréciable
épaisses
sont faitesdc
tres de long sur4 de la¡gc l-cs muraillesfort
'fout
dans les terautour on reL¿ve,
cailloux noyésdans lc ciment
r e . , u n g r J n dn o r n h. C e r ¡ i l e ' r o ¡ r r n e '
De ce cóté, en partrnt de la route, la plainc forme un rutre grtdesterresrichescn iessons
din soutenupar un mur rniique, li1nitant
kilomisauf i plusieurs
cessent'
c¡core, lcs Yestises
Plus au SL¡d
t¡es,au voisinagcde la voie fcr¡ée et i 11 hauteur dc La Horca'
Toutefois,sur la rollte d'Agremon' :'r une assezgrande disiancc
^pr¿s¿voir contoufnóles rochesqui la borde¡t au-deli de La Horca, on ¡emarquedans le talus do¡ninantI'Est, de grandsamoncelleet
ments¿leterresnoires,richcscn débrisoreaniqües toutespétries
grossiersi faci¿sromain et de tuiles La másseconstituée
de tessons
et
par cesdébris est extrémemcniconsidérable peut étre l'indicc
d'une tuilerie d'époqueromaine.
A Minateda méme, en sc dirigeantvers la ravin qui contourne
en s'y enfonqant le ceno de Cabeza I'lana, il lan¡ noter quelqucs
vest;gcs.Juste en face du célébre abri pcint, actuellement désig!é
sous le nom de I'as Piñtrt s (l), l'abbé Breuil et don Iredericode
(1) l¡enú BREUÍ-, (Les Dejntuc rupesües d.la Péninsule ibé¡ique. XI l-es
péintes de Minateda (AlbaceLe)r, ddrs
R€h*
p. l-5o.
-226-
[page-n-257]
VI LACES PRERO]\III\S
IIE LA PENJNSLILI] JRERIQLE
15
Motos ont t¡ouvé i fleur de sol, :u milieu d'une flaquede terre noi,
re condensó€, fond encoreintáct d'une urne ibérique, dont la
le
part:e supérie{reavaii été arasé€.
Le ravin méme qui suit porte un non1 caractér;stique,
celui de
La Mortaja, c'esi-á-dire cercucil.Cette appcllationd'ailleursirn
du
propre prov;ent de I'existance,
dans s¡ partic Ia plus élevée,d'une
j a t i r é r e c l á n g u l á i r e J l u g u c r J x. é p u l r u r eq u , n o L ¡ a v o n ss i r o u
s
n
.
ó
vent mentionnées.
Mais la lagon asscz
gross;¿re
don! cette cuve est
creusée scsproport;oqs,rcla¡ivement
ct
plus largcset plus courtes
que cellcsdcs auiressépultures,
paraissent
indiquer qu'il taLrt voir
y
ptutót un róservoirantique dest;nói rccueillir l'eau filtr:rnrd'une
petite sou¡cecontieüe.
En escaladantle ve¡sant de ce barrancc;c.tpposé ceno de Caau
bezaLluna on accédei un plrteau tr¿s étcndu qui va au No'd
jusqu aux ..r7os:ri-oisinant déprcssion
la
orrvertei I'Est Ce la Rr¿conada tlel Canalizct ol .R¿Jc-Toute cette ?¡¿s¿l¿ est traverséeDar
des cheminsant;quessc mélant parfois aux routcs de chars moins
qui eÍrpruntent souventle nrémetrajet. Ces vo;es a¡riallcienncs
ques sc reconn¡issent
facilcmcnt aüx prolondcs rainu¡es tracées
danslc sol rocheuxpar le passagc roLres.
dcs
lllles sont entiérement
comparabl(\rux iraces analogucs,d'ágc ;¡contestablemenr
ibérique, de I'opptl¡rn de Mecr.
Sur le flancNord dcs hauteursrochcuscs
limitaDrau Sud la Rt"Land¿adeji c;tée,on pcut voir d'énormesresres carri¿res,
de
dont
il cst difficilede 6xcr l'áec. Il est probable qu'üne partic d'entre
ellcs soiont relaiivementréccntcs que c'esi dc li qu'on a tiré la
et
pierre dc tailledestinée l'edilication
i
desmonumcnh et des mrisons
de la ville moyenágcusc Hcllin. Mais, nous serions disposés
de
)
croire qu une pariie au moins dc cescarri¿r€s
pourrait renonter ¿
utle date plus éloignée.
IV
LA BOURGADE
IEERIQUE
I-a rapide description que noüs venons de donner des ruines ibériques du folrrro appelie certainesrema¡quessur Ia naiure et la disposition intérieu¡ede cesétablisséments.
Sansatieindrei I'ampleur
des grandes cités coniempora;nes de Maca ott de Nunance, notre
bourgadeapparait d¿s maintenx¡t comme l'une des plus curieuser
jusqu'i ce jour.
qui
et des plus caractéristiques aient été explorées
que se développela connaissance la topographiedes
A mesure
de
[page-n-258]
16
R . \ r ¡ l o \ D L A x l i E F E l H F , N { |A R r r t : r i
stations pré'romaines de l'liispagne, on est amené i distinguer diffé
rentsgroupesrégionaux
assez
différents uns des autreset co¡res,
les
pondant e Ia fois aux ma¡é¡iaux
fournis par la nature du sol et aur
pastorales agricoles, occl¡pantshabitudes,
ou
des
Dans les pays de granit de l'Ouest de Ia Péninsule,aux vallées
d¡ Due¡o et da Minho, en Estré¡tadrre ct dans Ia province d' .4r,ila les grandes
citéssont rares.Le type dom;nantest celui de la ¿it'¿nid,
immenseespace ter¡3in clos par une muraillc naturclleou
de
ai tificielle,sittrée
sur un épcronrochcux au cohfluentdc deux cours
d'eau, d'oü l'on domine le c¡oiscmenrdes valléesct dóbouchédes
pistes.Il ne semblepas que l'occup:ttionde ce genre d'¿iablissernentsait étó pe¡mancnte.I-cs ruines dc maisónsy sont peu nonbreuses,
disséminées petits groupesaupr¿sdes points d'eau ou
en
dans la partie la plus facilc i délcndre A l¿ I/il1a (1), prés de So(Avila), c'est ) peine s; elless'étendent
1osa}l¿Áor
sur un cinquiémc
de Ia superficie
totalc qui est de 38 hectares
environ. Ces iastesencei¡tes appara;ssent
bicn plus comme de vastes
campsde refuge en
casd'incursionde l'enncmi, ou mieux comme des sortesde haltes
échelonnées les chemins dc transhumánce.
sur
On remarque en
effet quc presquetou! cesétablisscments
sont situéssur les grandes
p;stessuiviesde toute ant;quitépar lcs pasteurs leurs t¡oupeaux.
et
Les vastes
cspaccs
couvertsdc piturages,sansaucunetrace de constructions,qui s'étendent
derriérelcs murailles,étaienrcertainement
pacage
destinés
au
desanimaux.Il n'est pasjusqu'auplan des misé.ablescases,
dont les piéces
s'ouvrentsur une cour intérieüreplutót
que sur une grandesa]le,qui ne rrppellc le caract¿¡e
pasiorálde ces
préscnte¡certainesanastations.Elles ne sont pas également
sans
logiesaveclcs renfasconte'nporaines
éparp;llócs
dansles régionsde
transhumancc.
Campsde relugeet gciralerias,
telle nous parait étre
la destination d'un trés grand nomb¡e de ¿i¿¿ri¿rs.
Totalement différentes
sont les bourgades
fo¡tifiéesde l'Est er
du Sud,Estde Ia Pé¡insule.Gráce aux loLrillcsexécutées
dans les
ruines des villagespré-romains
situésaux frontiéres des anciennes
provinces de Catalogne et d'Arágon larrondissemcnts de Cas€¡És,
Calaccit et Maealiol (2), aux cxplorátions des stations de Me¿a (3)
(1) R. LANTTER et IL BIdEtrrL, (Vilt¿ges p¡éúháins
de tá péhinsure ibertque. I,Iq VillaD, da¡s (Rerue üchéolosiqueD, 1930,1, p. 209-216.
(2) P. Boscll Gimpüa, (cepanya
a¡queotosica de l,I¡stituf
d,Esrr¡dis Catá.
ra¡s ál ljnit d¿ c¿ta.rúya i Arasór. das (A¡uaii de r,InstiLut drEsiudis catá.
p,
rú6D, 1913-1914, 319-436; (Les es¡vacions en el Baix Aragór. dús ibid.,
191t1920, Vol VI, p¿¡t II, !ág, 642.6?1i(La cu.tture ib€rica det Balo A¡aeónD,
E
(3) J. z@zo y Pa,laci6, (MNar, 1 vór, jh Lo. Madrjd, 1916.
228 -
[page-n-259]
VTLLAGLS PIII]RO¡I\INS
DE LA PENI}TSUIi] IEF-RJfIIJE
17
ct du lolmo, il estfacilede se rcndre compte de l'importanceet de
la situationde cesvilles prilritives (1).
Posées sur uq éperon rocheu¡ (?l{eca),perchéessur un ¿¿l/o
isolé dans l¿ plaine (Le'|'olnto),
colline (los Cos¿illo/¿t, elles occupentgénéralement
une pos;iion stratégiqu€impori
tante. Le sommetde la '?r€s¿fd d'assiettc la ville ou i la boursert
gade.Les ruines témoignenttoutes d'une occupaiion permanente.
Vóritables citadelles,
échelonnées long des principalesvoies de
le
communication,
ellesont pour missionde surveiller le passage
et
protéger I€s établisseinentsagricoles épats dans la plainc. Le
dc
Tolmo est an des exernples plus iniéressants ccs siations.
de
les
A Nlnance, on dócouvritd€s étables,
situéesau pied du ce¡ro
de Ca¡r'¡y. Au 7'oLro, dansla plaine de Minateda,en facedes maisonsde La Horca, suf de pei;tes émincnccsdominant les ancfens
marécages! voit €Dcorc,i lleur de sol. les ruires de petits haon
par une populaiion qui dcmand¡it sa subsistance
meaux occupés
aux ressources
náturclies i la cultu¡e dcs terresgrasses la plaiel
dc
Dans Ieschaóps qui s'éte¡dcrt cntre lcs deux petits Tolmas, de
nellnñn sur le
i
irombreuxsilos sont destinós ¡ccueillir les céréreales.
Tolmo et le betit Tobno, i la pér\phérie on voit de noobreux moulins et des presses huile ou l vin La bourgadeque nous étudions
ir
paráit .l¿slors comme un oppi¿¿¿rr population llxe faisnntpartie
i
rgricolcs dont il assure L protecd'un ensemble
d'étáblissements
tion.
voisinsforment un ensemble
Le Tolmo e¡ les deux petiis ¿¿r¡os
qui ne diflére des grandcs cités de Nu¡n.anc¿ de Mcca qLte
ct
défensif
plus restre;ntes.
par les dimensions
Isolé i l'une des
scnsiblement
qui s'étendi scspieds,c'est un observa'
dc
extrémités l¿ campagnc
toire admirabled'oü il est facile de surveillertort Ie pays environnant. La populaiion qui occupaitcettc importanteposit;on sttatégique tenait fortement I'unc des deux routes qui Dettent en communication les plaines de la Manchc avec les rivages de la MéditeL'isolementde cc bloc ¡ochcux,l'escarpement v€rsants
des
d¡espic au'dessus Ia vallée,en font une position facile i défende
sésá
dre Les tracesde foriidcationque nous avons pu ¡clever ne sont
pas nombreüses,máis présentent de g¡andes analogiesavcc les procédésemployes ordinairement par les Ibéres. De méme sr'Á trIeca,
partout oü I'escarpement
des p€ntes est suffrsantpour cmpécher
(1)
P. W¿rtz, (Tfóis villes primitifes ¡ouvellemm¿
vue des Éfudes A¡cie¡n€sr, I]a, 1900, pag. 346 ei suiv.
-229*
exploré€s), da¡s lr (Re
[page-n-260]
18
R A Y ¡ Í O N OL T N T ' ¿ R E l ' H E N J I I B R E U I L
de
ioute surp¡;se, n'eit rccoursá aucun moyen acccssoire délen
on
qui expliquequ'on ait retrouvéaL¡cune
tracede muraille
se C'estce
d'cnceinic.Seul lc ravin rl'¡ccés barré par un doublc mur (Pl. V,
est
fig. 1), coram:ndólui mémc par üne sorte de bastion naturel dont
lr pártic supóricure été aplaniepour servir de basc á une toL¡r
a
aujourd'hui disparuo(Pl. V, lig. 3 4). I¡ais¡nt s¡ns doute paftie du
un
¡némccnsemhledéfensif, fortin, en par¡ie construitcn bois, for'
:nait une sortc dc réduit á soixanteñ¿tres environ en ¡rri¿re de lx
Á
tour. De scmblablcs
dispotilsont óté rencontrés Meca: la ÉorÉ,e
.4ttlm est fcrméepar une double murai'
situéeen facedu Llano de
lle ct un fortin défendla b¡écheartiÁcielle,
sépa¡antle plateáuotl
voisine.
s'élévela ville, de 1amontagne
An Toüno et at Dctit Tol'?¡o,on retrouvele dispositifd'escaliers
dc
naturelsou prat;qués main d'l¡omrne(Pl. V, fig.5) qui dans les
pcrmet de gagnerla partie supérieu
de
ibériques Clatalognc
stations
tr¿s rapideñet tré¡i étroits, pouvaient
rc du plátcáu.f.jcsescaliers
par des quartiersde ro'
étre obstrüés
Iacilement, crs de surprise,
en
plateformes
Ils sont enco¡euiiliséspour monter aux différcntes
chc.
qu'on
F,n résuméle sysGmedc défense
i I'intérieurde I'ol:¡idmr.
reposc uniquemcnt sur I'utilisacntrevoit dans ccs ótablissements
tion judic;euse moyensnaturels et la construction n'iniervient
de
qrrcpour les rcnforcerou y suppléer.
proprementdits ne soni pas nombreux Ilepuis
Les monuñrents
de
longicmps,lcs ru;neseyantse¡vi dc carriércsaux habitánts vill:rgesvoisins,la plupa¡t des édifices
ont cl;sparu sont dans un tel
or
qu'il est presque toujous impossiblc d'en reétat de délabremcnt
lc plan et encorcmoins h dcstination.
connaitre
Aü t)¿lit Talmo, sur Ie rebord ori€ntal et vers le centre nous
considéavonsdécclél'cxistence
d'une constructionde dimensions
r¿blesdoni l'un des angles est demeuré en place. Ce dernier e6i
constituépár un pan de roche vcrticaledressé,
lormant Ia paroi du
Sud et laconnésur placc (Pl. III, fie. 2). Plusieurstrésgrandsblocs,
ve¡s le midi, y ont été ajoutés¡ anglcdroit. L'ensemblc¡ un:spect
mégalithique.
l¡anchement
salles,
dont la párNt'I olmo, un édifrccpré-romain) plusieurs
muraiseulerestéedebout,voisineavecd'épaisses
t;e septentrion:rle
l l c sd c c o n s t r L ( t i u n ' r a l s c m h l am le n t r o m a i n e s .
b .
L'état dans lequel o rencontreles ¡uines de maisonsn est malpas
Des murs s'élevanti peine de
heureusement plus satisfaisa¡t.
quelques
au'dessus niveaudu sol, des lignesde blocs
dc
centimétres
dressésqui furcnt les chambranles des portes ou les ¡ngles des mu¡ailles,voili tout ce qui resieaujourd'hui de la bourgadeibérique.
_230_
[page-n-261]
DE
vrl-LACEs PREROTTaINS LA PEN]NSLLElBF,nrluE
l9
au
sont groupóes Iol¡ro, dans la pattie
Les ruines d'habitations
N.,fd-Est, au cent¡c cie la m.s¿ta et ) l'extfémité méridionale.Au
bctit Totno, on les rencontresu¡ les différentesbanqueitcsei au
le
¿¿¡rode la Tolreuta ¿ar,s voisinag¿d€s habitationsnrodernes
nulle part, il n cst faciledc retrolrvcrlc plan de l'ággloméraN4¿is
il
iion primitive. Cependant, semblcque, dans la partie orientale
3it
des
du lol¡ro, I'ensernblc conslruct;ons forñé dcs ru€s parallé'
RsrOucst. C"estce quc l'on peut conclu¡ede la direclcs orieniées
t;on des lignesde st¿l€s.loninons venonsdc pxrler.
peut se classer deux groupesd'aprés
en
l,'enscmblede ccs cases
ont
uction. Les plus nornbreuses un plan recianle mc,dede const,
pi¿ces.
Un exenrcleplus;eurs
gulaircet se comaosent
sénéralcmcni
du pctit Tolno mesuredouzc métrcsde
plaire assez
bien conscrvé
longLLcur quatre de largeurc1 comp¡enddcux piécesf inégales
sur
Sur l'un dcs petits c6tés s'ouv¡c une logettc d'un m¿dimensions.
tre cinquanie.Les muraillessont faiiesd'une doublc paroi en pierrempli par un blocagede terrc et de
dont l'intervallel3st
res séches
place en place,de largesdellesplates,de la larl)etitscailloux. De
la
geur de la double muraille, assurent cohésiondes matériaux ll
que 1a maioriié des maisons situóesen dehors de la bansemble
au
du
{tuciterocheuse g¡and lo,¡ro appartienncni mame tvpe, qui
décougr¡ndesanalogies
avec les cases
n'csi pas srns préscnterde
!crics dans ies fouillesde Numance
par dcsmaisons,
entidrcment
gtoupement constjtué
est
Lc second
dans la bordure rocheusede la ¡r¿s¿t¿ Le
partie entaillées
ou en
plan est loin d'étre aussirégulier quc dans lcs édilicc¡ précédcnts
Souventon ne distinguequ'une seulepiéce, deux toui au plus séparées
I'une de I'autrc par un petji mur en pierresséchesUne maicurieux i été exploréepa¡ nous au ¿etro de La
.on de plan assez
dans la ¡oche i une profondeurd'enviELleesi entaillée
?'or7¿rt¿a.
ion solxante centimétreset se compose ¿ledeux corps de bátiments'
e
r
l . u - d . u r e s rp r e s o J ee . r ¿ n glrs i r ee r c o r n m - n ; q u r v e c u n e p i ¿ c e
semblable
d'une sal1e
sur lc c6téjCelle-ciest précédée
c¡rrée située
environ. Un rnu¡ de pierrailles aujourd'
de deui métres de Iargeur
hui disparu,fermait le cóié exté¡ieurde la grandepi¿ce tectangulaire pa¡ laquellc il sembleque l'on devait pénét¡erdans l'habitade
sur l'empiacement la constion. Des ma;sonsmodc¡nesédi6ées
releve¡le plan exact
truction nous ont empéchéd'cn
cn
¡
Il faut rattacher cet ensenbleun certainnombre de bátisses
que les
d'autrést¡aces
et
disparues qui n'ont laissé
bois totalement
cresésdans le sol pou¡ recevoir les madriers.
troüs
un
A la téts du ravin d'accés, peu en arriére de l'édificepré-¡q'
[page-n-262]
20
R\'i]IlONfT LANTII]R f,T HENhi BRELJIL
pror¡ain dc formc triangulai¡c,un sr¡nd nonrhred'entaillcsassez
i
fondcssont cncorc visiblañ
d¡ns lc rocl¡er-Illlcs sont associées de
(s l . V I I , f i s . 5 , 7 , 9 , 1 2 , 1 3 y 1 1 ) ,p a r i o i s
P
r c , r n b r c u txr o u sc i r c u l a i ¡ c
groupéset creusés mérrre roc, rtui paraissent
i
le
avoir été des Inangcoires.La présence,
const¡tée€n ccrt:rins
cas d'anneauxperforés
drns Ia bordure rocleuie pour rtt¡cher un animal, ne laisseaucun
doute sur la destination ccs bitiments. On se trouve en présence
dc
en
de consiructions bo;s qui ont scrvi d'écu¡iesou d'ét¡tbles.
De ir¿s nonrilrcuxlcstigcs de mangeoires de bassins
ou
destinés
i abreuvc¡le bótxil ont été ret¡ouvés
sut la bordure exté¡ieuredes
á
¿¿l/os-Góróralemcntccs exca'a¡ions
sont creusécs mémc le ¡ocpas rare de rencontrerdes tracesd'anncauxd'atiachesemIl n'est
dc
ou
blablesi ceux du ravin. La profondcLrr ccs manseoires abreupeuvoirs yarie entre v;ngt €t t.enie ccntim¿ircs leurs dimensions
ci
!ent parfois¿ttéindreIm,50 sur Im,10.
ll est i remarquc¡quc ccs mangeoires mémc que les citernes,
de
que
dó:ouv€rts,sont toujours simoulins ou pressoirs
tiréssur le rebord des cc¡:os Il y ¡vait l¡ dans l'anliquiié une suite
de bátimcnts d'cxploitation as¡icole, étables, pressoirs,moulins
aujourd'hui dispa¡us,
tr¿s ncttementséparés l'espace
de
occupépar
les habitations I.r bourgadc.
de
parmi les ruines dcs maisons, on
Sur 1a banquetterocheL¡se,
¡pe¡coit de placecn placc dc profondes
e¡cav3tions
sur Ia sign;6cátion desquelles n'est pas encorefixé. C'est I'une des ca¡actéiistion
ques de ces établ;ssements
p¡é-romains.Elles ont pu indifféramles
rncnt servir de citefnesou de silospour conse¡vcr grains.Celles
du ? ol?ro ne diliéreni pas dc ccllcs rencontréesá ll{¡ca. Ce sont dc
profondcscavitésá é¡roiie ouverture qui vont en s'élargissant
d¿s
qu'oDa atteint 1:,croúte argileusequi lormc la masseinterne du
Nous n'avons
.rrro. Ce sont de vé¡itableschamb¡essouterráines.
pu malheureusement,
explofautc dc tempset de moyensmatériels,
rer I'u¡r de cessilos,¡ujourd'hui entiérement
comblés.Dans un ccrtair nombre de cas, lc rcbord extérieurde'cescavitését¡ii cntáillé
sur une vingiainDde centim¿tres largeur de facon i former une
de
vc¡¡it s'emboiterun couverclede hois- l,'unc
:ai¡ure dans Iaquelle
d'elle, situéedans la p¡rtie Nord-llst du lolzo, montre dcux pctiie! cncochcs chaquccóté du rebord entailiépour I'encastremcnt
dc
despoutrellcsdu couve¡cle.
précise d€ ces excavations, n'en
il
Quelque soit Ia destination
pas moins qu'on observei l¿ surface
des .¿//os les tracesde
reste
qui
de
canslisations témoignentdu souci qu'avaicntles h¿bitants la
les
bourgadcde recueillir,av€c tout le soin possible, eeux de ruis-232-
[page-n-263]
VNLLACFS NERO]\{A'NS 'E LA PENINSi]IE IBERIQ!E
P
D
21
. e l l e m e n tL e c ¿ i n e s t p , j d o u r e u xp o u r d c u x l a r q e sr i q o l e sq u i
.
viennent se déverserd¡ns un bassinrectangulaire un métr¿ sur
de
quaranteccntim¿tres, c¿¡¡o de It Tor¡ccita. Toütefois, il f¿ur
au
agir avccbeaucoup prude¡ce drns l'ioterprótationde cescanalide
sations, grafld nomb.e se trouvant dans le voisinage pressoirs
un
de
ont pu servir uniquementi recueillir les Iiquides obtenus par ces
rPPareils.
(Pl. VI, 6g. I, et VlI, 69. I-4) rencontrésen plu"
Ces pressoirs
sieu¡spoints de la périphériedu pet;t 7'o/¿1oet (lu I'olflo sont
rs6uréñentla trouvaillc l¡ plus ir,téressantc
qLr'ilnous i étc donnéc
( e r é l a b l i s c r n c n . . e , s p é c i m e nq u e n o L ¡ \ . , \ o n r c n .
dr f:i,c d¡n.
L
.
s
contrés rappelle¡t les modéles découvertsdans la région méditerraA rnémeIe roc, on préparcL¡ne
plane qui sert de table au
surface
pressoir.
En son milieu se crcuseune rigolc circulaire,i l intérieur
de laquclles'¡nscrivent petiteN
s;x
.igoles disposées étoiles,toucn
tcs aboutissánt un bec comnun d'écoulement. bassinque I'on
ri
l,e
trouve génóralement
dans ces sorics d'appareils manque ici. I-e
prenrier écrasementdes olives une fois obtenu, les résidus étaient
cnfermés
dans des couf6nsou des sacsde toile et soumis) l':rction
de la presse. prcssoirque nous décrivonsótait actionnéau moI-c
ye¡ de deur leviersprenant leur point d'appui dans le¡ deur encochcs pratiquées :irriérc dc Ia prcssc. I-: pression étrit obteuue
en
par desblocs de picrrc dont on chargcait leviersdc bois.
les
La 6gure 3 de la plancheVII monire une présse
semblable.
La
t¿blc du pressoirest entailléede rigolesdisposées palmettes;nser
crites dans une conduitc circulaire,toutes aboutissanti un bec
commun de déversement. ligure 4 présente
i,a
une tabie de p¡essoir
d'un modéleplus simplilié: dans une sorte de cuvc rcctangulaire
trois rieolessont disposées éve¡tail et viennentse déverser
€n
dans
un petit canald'¿coulement.
Da¡s Ia méme catégorie, faut placer
il
une sortc d€ ¡reulc dormante,pareille) c€lle sign¿lée El Ga¡cel,
\
par M. Siret (1): dans une carité hémisphérique deux métrcsde
de
longueur est creusée
une g¡ossecupule, prolongéepar une rigole,
mais sansabouiisseÍ¡ent bord, qui sembledestinée recueillirlc
au
i
liquide obtenu par le pressage fruits dans la cúpule.
Ces
Enfin dans ce¡tainscas, la ta¡rledu pressoirn'est ent¿illécque
d'unc sim.ple
rigole en lorme de coeur. lJn certainnomtrredc groupes de petites cupules, entourées de canalisationscreuséesi m€me
(r) L. Si¡et, ¿ Esp&gne
préhistoriqueD,
dans (Rév. d6 quetiñs slienrin,
quesr,p. 5¡3, f,s. 125.(Tirage a pert).
-233-
[page-n-264]
22
RA'MOI¡D LANT]ERET HENRI RREIJIL
primitives l-es olialoir servi de presses
le roc, peuvcntégalement
:j
dans dcs couffinsétaicnt alors soumiscs la prcssion
ves disposées
Nous ¡vons vu lors
pic¡ressans¿ucun¡roven mócaniqLrc.
cleerosses
de notre erploration des ruines,un prcssoi¡i vin ¡roderne dans ie"
sur
qucl les raisins,eni:rssés une Iargedallc a rehords,óraicntsinlpar une planchesupportanides quartiersdc roche
plcmcnt prcssés
Les quatre rnoulins,do¡i lei ruinesse voient au b¿tit'l aLno ct
dans la boursadeprircipale, sonl du mémc tvpe qre te traP¿hlnt
romain, rnaisplus simplilió.T"iliós i rnémcle roc, ils se composcnt
se
circulaireau milieu de laqrrcllc dresse
d'unc rruge
esseniiellemc¡t
petite colonncde¡tinée¡ supporierIa meule' C'esi lc tvpe clasunc
siquedu moulin ¡ broyer les olives (Pl VII, 1ig 5,8 v 9)
voisinsa lourni de nomSi I'explorntiondu T olno ct des c¿¡¡os
et
dc
breux vcstiges construciions d'appareilsde toute nature, il
prs
malheurcusemcni cle mémc por¡r le mobilier rrchéoton'en est
gique. Celui'ci cst tr¿s pauvrc C'est ,i peinc si I'on peut mentiontrop frustespour pouvoir étre démonnaiesibériques
ner quelques
ierminées; unc petitc pincc et une oreillc votive de brorze- Sur
de
I'emplacem€nt la nécropoleibérique nous avons rec¡reilliu¡e
petite téte de ch¿vrcen onvx brisée
Par contre les lragmcntsdc céramiqueibériquc pcinlc sont ex
nonnr¡eux.On lcs rcncontfei\ profusion dans le cimeccssivcmcnt
au
dans les silosdisposés milieu des tombcset
ti¿rc, principalernent
pcntcsorientalcsdu 7ol:r¡o. Les lormes sont ir¿s rariées:
sur les
vascsi largc p¡nse; cruches:i visagc; coupcs i
grandset mo-vens
sont parfoismélés) dcs débrisdc céraCes tessons
;ied; assicttcs.
noir ci i dcs restcs dc poterie rom¡ine de
nriquegrecquei f¡¡nc1
toule ¡ature. Presque tous ces \,asesont été recueillls en mordécorationdc ligncs droitesparalliles'
La plüpart mo¡irent Lrne
de
dc
ou
clc ccrclesconccntriqu€s de secteurs cerclesdisposés cerqui rappelleniIa
taincsf:qons,se recoupaniou formant des dcssins
bipenne (iig. 2.',12,15,16). Des lignesondéessc mélansent't des
remplisde poncturtions
et
brisées de cerclcs
dc
combinaisons Iignes
(ÉC. 2.", 13). Le déco¡ fforal ei véeétal cst lrrscment représentc
srr
(ñg. 2.',6,7,8, a, 10, 11, t4). Lcs:nimaLrxápparaiscnt phrsieurs
analode
qui présentent grandes
sousla lorme d'oiseaux
frágmenls
(lie 2', 3, 4' 's) La
gic; avet ceux reproduitssur les rasesd'Elche
lieu¡e humaine est rare, un torse est pcut-étrefrgurédans le fragm c n t n . " 1 d e 1 a6 9 2 ' .
'l'oLrte
qui, par la richeusse la variétédu décor
et
cetle cérxmique
(provinccs d'Alicante,
I'i¡lspagne
appartientau groupe du Sud de
,2U-
[page-n-265]
VJLLACES I''iEROTj,AJNS DÉ LA PEO]JNSLIú IBERIQT]IJ
23
Murcic, Albacete)(l) est parfoisrcv6tue d'un cnduit rouse partie¡
peint sur le noi¡ de la páte. Le plus soulent cllc cst couverted'une
teinte cré¡re. l,es tra;ts ('t peirtures s'y sr¡pcrposent
alors en rouge
oni óté rccuits,1aterre devientgf;s(J
ou brun rougc. Quand lcs vases
ot 1apeinturc Doiráire.
Dcux tcsso¡rs
app¡rt;ennenti un groupe différcnt, qui rappellc
celui dc N¿nrar¿¿.Le premier n\ontre unc téte d'animal fantast;que, dragon ou lion, au cou percé de R¿chcs
attaquép¡¡ un cavadu
licr. Lcs pattcs antérieures ch€v¡l soni seulesvisibles dans le
coin opposé (ñ!.2.',17) le dcuxiémcfragmentporte üne jambe de
caval;cr(6g. 2.', 2).
pcints, on a recueilli d'innomb¡ables
En plus de ces frag¡ncnts
de
de
tessons potcric grossiérc couleur grisc,d¿nslaquellesont móde
langés petitñgrai!1s quartz et de calcaire.
de
pcinte cst achrellement seul indice chronolociIe
l,a cérarniquc
que qu'on possédc
pour ñxer les dai€ñ extrémes ¡a station préde
quc ccs vascsót¡;cnt en us¡ge
rlu Tohto. O¡ s¡it cn effet
rooraine
danscesrégionsdepuisles dcrniéresannéesdu V ¿& si¿clealant
de
J. C. La prósence fragnents dc style numantin permet dc {a;re
ccs datesjusquc vc¡s lc dcrnier quart du secondsiécle,
descendrc
jl¡Nqu'i la conquéterona;ne. A cctte ¿poquc l¿ ?'olt o
s'est-i-dire
voisins, mais
a certxincmcntsuivi les dcstinócsdes établissements
ccpcndantpas avec l'arrivéc dcs Rona;ns
son occupat;onne c€sse
en
dc
On en a pour preuvesla présencc murs cimentésrencontrés
poi¡ts del'.bpid 1n et les déhrisde tuilcs et de briques rodivcrs
maincs,qui couvrcnt Ie sol des p€tits loln¡os et des lom¿s répan
dues dans la plainc. Ils senbleni cependantqlre les ¿¿¡¡)s hrrent
¡bandonnés partic ct les hlhitants contrni¡ts de s'établi¡dans la
en
plainc de Minatcda Le Tolmo, á dater de cc jour, sembleréduit )
dc
stratégique gardien du pas¡agcet de survei"
un róle pLrremcnt
llancedes populationsindig¿nes.
dans lc rocher des pet;ts ?olcreusées
Le pillage des sépultures
nc permetpss de leu. attribucr Dnc date précise ll est ho¡s de
,los
que ces inhumationsappartienneni I'époquero
i
doute cependant
(1) E. VARIELA r¡ElRvr¡s, (ce¡ámica ibé¡ica de El Tolmo de Minál.da),
1918,!, 332'391
dens
te¡d á prouler l¡
Lá pre*nce ds deux t$o¡s i! décor de iype nmstin,
lialson enl¡e le Rrou!6 orie¡tal de la c¿r¿mique ibérique et le foyer numántin.
est d autanl plus intére¡ssnüe qle M. P. Bosh Gjmpera
cette co¡statátjon
(d¡uari
de I'Instiiuf d Dsiudis Cátará8t, 1915.1s20, 663, ñg. 514) ¿va.it !s
!.
d6 potie¡s d'¡
connu lactior exercee p¿r 16 eieüe¡s cettibÉres sur r!¡dsf¡ie
_235_
[page-n-266]
24
RA}AIONDLANTII]RE'T HÉNR] EREUIL
ma;nc ct témoignentde I'abandon: cette ópoquc des petits ¿¿lros
dont Ia Iarr€ctangul2irei
Cc
en tant qu'habitations. sont des losses
g e u r v a e n r J i m i n u a n t ' u n c e x h é m i r é i l ' a u t r e( P l V I , ñ g . 7 , 1 0 )
d
cette particulatitéde porter i la hautett¡
Quelquesunesprésentent
dcsiinée r€ceroir le vase
á
de la tétc une pctite c¿vitérectangulaire
parfois isolées,sont
i offrandes(Pl. lII. rie. 4, 5). Lcs sépultures
par groupes trois, quatre ou cinq (PI IV'
de
lc plus souvent¡éunies
Iis.3,4).
Un débl¡icmcntméthodiquedcs ruinesporrrraitseul donncr des
rom¡ines
précisions
sur I'importanceet la nature des constructions
des c€¡¡os.Toutefois,on n'y rct¡ouve aucun de cesrménagcments
de caráct¿re
romain qu'on rencontrei chaque pas sur I'enplaceñeú d.eNumaflce.
aux débrisibéDans la plaine les ruincs romaincsse sup€rposent
par une couchede ce¡dres.
riqües,dont elles sont parfois sóparées
détruitspar un incen.omainsft¡ren¡eux-mé¡res
Les établissements
pied mémc du lolmo, dansle iardin de la propriétéde don
die. Au
'José
Ser¡a,on a trouvé une insc.ipt;onfunéraireiatine et les fr¡gdéco¡éde strigileset de petits personn¡ges
ments d'un sarcophage
déco¡ées
de
Des stilés funéraires
dont les pieds ¡culs sont v;s;bles.
sur Ie
avec rosacecentralesur les c6tés ont été ¡ecucillies
rouelles
méme emplacement.
il
Aucuo indicecertainnc pcrmet de connaitrela daftr¡ laqLLelle
faut placc¡ la ruine déinitivc dc la bourgade.Situéesur I'une des
grándesroutcs qui mettcnt en conrnlunication
I'intérieur du pal's
qui déelle étrit sur le chcmin des invasions
avcc la Méditerranée,
¿'. si¿cleaprés.I. C Flllefut
solércnt la Péninsuleá partir du IV
ct
ocupéepa¡ des groupesw;sigothiqües arabesqüi ont laissé des
au
de leu¡ passage Tolno. Parrni les ruines, on ¿ recueiili
tracei
(Pl. VI, lie. 5) ct les
plusieu¡s
dallcsornécsde la croix wisigothique
restes
d'un grand vasearabedécoréde motifs en relief.
aussibien que par la disposition
Par sa situationtopograph;quc
générale I'aménagenrent
l'ensemble
dcs éta;ntéricurdes édifices,
ct
plaine présente plus grandes
les
anades
blissements r¿¡i¡s ct dc la
prologies avec lcs nombreux villages et bourgades ibériques dc la
!ince d'AIbacete.C'était l'habitat dc populaiionsqui tiraient des
L'oppidun tlu Toltno
d'existence.
ressources sol leurs mo,vens
du
payset le refugeoü venaicnt
du
était i la Iois le centreéconomiquc
par I'es'
de
chcrcherprotectionles hab;tants la région.Li, protégés
c¿rpernentdes pentes, s'abritaient les greniers ) céréaleset I€s pressoirsá olives.
qüi demandent
une
et
de
Cette disposition mrgasins d'industries
-
236
[page-n-267]
VILL¡GES PNERO¡IIAI\S DIE LA PF]NII¡]SUI]EIB¿IIIQLILE
25
aux hasardsdes
installaiion6xe et ne se soucientpas de s'exposer
á
on
brigand¡ges de la guere n'est paspa¡ticüliére la Péninsule,
ou
autrespoints du bassinde la Médíte¡¡arée.
la retrouveen plüsieurs
A. Embario (Caiymnie),MM. Paton Myres (l) ont exploré les rui"
rres d'une forteresse heilénique, contemporaine de I'ob¡'idun óü
Toü¡o. Dans le principal enclos,on découvritune presseá huile
;rnalogoi cellesque nous veoonsde déc¡ire.Le fortin, vu I'exigilité
de sesdimensions
avait ¡ pcine pu servir d'habitatio¡rct xvait eu
pour but principal la p¡otectiond€ I'hu;lerie.
évidemment
i
Contre le rcmpart d'üne enccintetout-i-fait ánalogue, M¿rfl(2). Ces t¡ouvailthé (Cariei, une huilerie antiquea été découverte
constructions
de
lcs donnent égalementI'explicationde certaines
A GueLt'Z¿rcl, au sommet d'une éminence, un
la région dc Sétif.
miJorteresse,miensemblede betimentsde forme. rectangulaire,
'bátiserurale, abrite dcs pr€sses huile. A Kherbet-e¡r'ibha
¡
u¡¡e rú'
identique"lJ)
llc ¡mport]nl( monrre dr:"dispo"itions
(4)
d'ótablissenents
semblables est d'un
La présence Espagne
en
srand interét pour I'histoirc de la civilisationde La Téne dans le
C'est un exemplede plus en faveurde la
bassi¡de la Méditcrranée.
i
d€
théoriede l'unité de coutumes cette époque,d€s rivages l'Asie'
Mineure au détroit de Gib¡alta¡.
(1)
(Ann. Brit. S.h. Ath.r, Xvú,
1393,jr. 2¡3, ñs. 5.
S. clashier. A. Guebha¡d, F. Goby, (P¡es¡
ef Eouli¡s ¿ hüle plihilüe,
Extreit du (Bulletin de l¿ s&iété P¡éhisfoíque de FÉnceD, Janvier 1910, p. 6r
F. Bénoit, (Les plessoi¡ á levier et @ntrcpoida en Provúce et e¡ Afriqtrer, deN
(Memol¡es de lfnstiiun hjÁto que dé Prordcer,
1936. p. 106, et sulv.
(3) (Recue de Ia S@ié é arch@logiqu de constanlino, 1900 ét 1910({) D€s p¡s6
¿ huite seDb¡abls oci été t¡ouvées ée¿le{¡ent d! la pé¡iphérté,
d&G le village tbé¡ique de (Los Ca6ftu¿n$ (Crei$), en B¿eA¡aspn. P. Bo{¿h
I,
Gimpe¡a, (A¡uari de l'rDstifut dEstudis c&ialans,, 1921'1926, p 79 et ns 145.
(2)
[page-n-268]
26
:
-238-
[page-n-269]
IBERIQUE
I/ILLACES PRIRO¡I]ÁINS
DÉ LA F'ÉNINSULE
27
[page-n-270]
[page-n-271]
LANTIER-BREUIL-(LeTolmo'.
l
4
degr¿' me.rnl rtr
I
i
t..
I
I
t.
l':.-
tr¡.
i&
(Airrs.órc) I, vúe sé.¡¡¡le du Toh¡o ¡r des .e¡,os sreuires.
¡¡iDcipaje p{ tr yallo,. _1jLL
LAMINA ¡.
[page-n-272]
LANTIERBREUIL- ¿e Tolfnor.
LAMINA II.
3
L¿ Tolño, i ¡¡in¡reds (Albacero. 1, L. fahise ¡! Nord.Esr. 2, L.s sr¿ks indiqurnr I'ein¡ilacem€n¡
d€s ñ¡isons
-J, Ld ñu¡¡ille tancle¡s¡le, oretrt¿e Esr On€s¡, sur le plareau
[page-n-273]
(Le Tolmor,
LANTIER BREUIL-
lj l-e (rern lolDo) , ! u ¿ g é . é . r l e . 2 , A ^ s l ¿ d ¿ m i 6 d i .
m¡r!hes. 4 r, séprlru¡cs cñ,irL¿es drns k ¡oc. Io¡ V!€ des s¡¿h6 de m¿
Tolmo, i &nDrcdr (Alhm¿r).
L A M I N AI I ¡ .
3 j E s c a t i ed e r o i s
r
[page-n-274]
LANTIERBREUIL (Le Toh¡or.
LAMI¡IAIV.
,'1
5
Le Tormo, ¡ iÍioíed!
cirr.
(\ibacerer. I, cefo de
3 r. sé.trrrur.s e.rlill¿es
5, L¡ ¡óinre néridionxt. d( rolmo, av.c e¡rxi es de r¡isons er
úe poublges
[page-n-275]
LANTIERBREUIL (Le TolmoD,
5
Le TolDo, i ,x
ied¡ l^lbrcde).
r, ¡lff
dc dék.se
[page-n-276]
LAMINA VI.
BREUIL-"LeTolmo,.
LANTIER-
l. PÉsso;.
Le Torno. i ¡{jnr¡ed' (llbrcer.)
¡ huile. .1, Enüille de nsisor. ¡. Fr¡sú¿nr de sr¡l¿
¡mssc
den fieut.-7-i0, Toobes deusées dans lc roc rtr peú Tolnro.
Tolno
l3, n,isons
11, SG-rs d.
[page-n-277]
LANTIERBREUIL (Le Tolmot.
i
:
I
I
I
I
,l
I
I .
{1
Le To1ño! i Mi¡Ícd¡
(alb(úe),-
14, 3lrj Fressoirs ¡ huiG.
LAMINA VII.
6¡ ü.urin..-?i
12, 13, 1.1,anses.
1{-1.r. Enrai.
[page-n-278]
I. BALLESTER
TORMO
Las pequeñas
manosde mortcro
ibéricas valencianas
He aquí un mezquinoaunqueinieresante
tema casi inédito, qrre
s€pamos,pa¡a cuyo examen han proporc;onado mate¡iales sulicien_
tes las excavaciones
practic¿das
principalmente
por e¡ S. I. p_ y algunos hallazgos
casuales.
Mate¡i¿ de estudio es ésta quc no tendn
ciertamente brillantezde aquellas
la
otras cuestiones
arqueológica¡
enlazadas,
por ejemplo, con 1a vida espiritual(arte, ritos, cosrum"
b¡et de nuestros antepasados
p¡otohistóricos o con el prestigio d¡
su épica (temasde iucha, de armas,arnés,etc.), pero que indudablementeha de atraernos,
como todo cuanto atañeal mejor conoc;_
miento de los pequeños
detalles r€moto íntimo vivir colidianode
del
nuestros
ascend;entes
iejanos,
siqu:era trate de cosas
se
como lasque
motivan estasnotas intrascendentes. su insignilicancia se debe, seA
gu¡ament€, el que rara vez se aiuda a las moletas cerámicas que
de
vamos a habla¡. Creyendo que su conocimiento ha de ser uno de los
elementos que faciliten el estudio de co¡relación entre diversa¡ zonas arqueológicasibéricas, hcmos redactado estasnotas r¿ferentesa
la8 piezas de tal clase que conocemos en tie¡ras del antieuo Reino
de Valencia.
No nos vamos á ocupar, pucs, de los grances morteros y cle sus
toscosútiles complementarios,
empleadosen todos ios t;emDos.
má. ¡ntes del invenro de tu" molinooa mano. pará cl mrjJdo o rri_
tu¡ación de ci€rtos productos,g¡anos especialment€;
sino. como
decimos, de las pequeñasmanos de mortero que nos su€len DroDor"
cionrr los despoblados
ibéricosvalencianos, qu",
y
*rnou,
"or.o
ver, tuvie¡on destino menos ¡udo que Ios antes aludidos.
_24t_
[page-n-279]
I. BTLLESTEII ÍOR¡IO
COVALTA
cuenta l,t cxcavade
Ha¡á sob¡etreintaañosrcalizamos, nuest¡a
ibérico dc Cov¡rlta(Albaid¿),al que,
despoblado
ción dcl en¡iscado
publicado,r'¿ nos vimos cn el caso
por no haber sido debidamcnte
provisional(1), de la que iniercsa
pcqueñarefcrcncia
dc h¡ccr una
recordaraho¡a que nos dió, entre oüos meteriales:cerámicaibérica con decoración piirtrda geomótrica más o menos purá salvo un
realistas cámpocon circulitospunen
s;luetados
fragmcntocon peces
y
rojassu'
tiesioscampanienses de los de frguras
abund¿nies
teados;
y de La Téne I v ll ; fragmcntode
ibéricas
ditálicos; libulasanulares
arranqucde asade sítuletarentinadel Suii de Italia, que llcva una
palmetade bronce; pequeñot¡ozo de diademade oro con decor¡_
y
laminide
en
ción por reserva campog¡anulado alveolos pcqueñas
para engasi¡¡piedrasde colo¡, e hilos en mecha; fr¿gllas sold¿das
monto de placr dc bronce con nielado de plata; parte de placa de
p l o m o e " c r i t "c n ¡ l f r b r r u m " n e ¡ l : r " ' ¡ n d o ' " t j " e l ' o n j u n l u u n , ,
romano lin tal ampúnicay nadamenilicstamcnte
fuerte influencia
de
apa¡ecióL¡nfragmentode pieza trococónica
biente arqueológico
un poco por cncimade la basc,que terminabaensancerámica,
rota
tigerrmenteconl¡exá;clrvafragmentac;ón
v
chándose supe¡Ácie
en
sobresu totrl lorma v destino,que
estadono pe¡mitía deduccio¡es
de
por
señejantes,
han qucdadoacl:rradas los h¡llazgosposterio¡es
que hacemos
mención.
IA BASTIDA
cl
desde1928 1931, despoa
Apenascreado:l S. L P., se evcavó,
(Moeente),bajo ruesibó¡itc de (La Bastidr rle le¡ Alcuses>
blado
cooper:r'
tra direccióny con la valiosa y más o menos persistente
Emilio Góción de Mariano Jornet, GonzaloViñes, Luis Pericotv
mez Nadal; los extraordintrios¡esultado|obtenidosen Ios pri1¡epo¡ Pcricot y por mí, sólo en cuanto
ros t;cmposIueron rccogidos
en un trabajo inserlo en el primer tomo dc
afectaba ]a ce¡ámica,
a
Levani;na.-Anuario del S. I. P. 1928r(2),
nos haya sido posible termina¡ hastl
divcrsas,
sin que, por cansas
(cohuDicacion6 at rv congreso hte¡¡{io¡&l
(1) ve! L Ball6ta:
de AF
T. ¿. de (CultuD Va.
queólogia.-L
Los londerales ib€ricos dc I'i!o covaltino.
rénci&naD, 2, 1930,
P.
(Archivo
12) r. Ball€ster v L. Pericoi,: 1il,a Bas¿id¿ de les Alcuss (Mósdte)r,
d. P¡ehisto¡i¿ Levantl¡o. Anu¡rio del s. L P. I.' t928t, Valencia, 1sr9, pá'
gj¡ás I?9 y siguiehtes.
2+2-
[page-n-280]
LAS PIEQU ÑAS ¡fA¡¡OS DE JIiORIIERO IBÉRICAS VALENOIINAS
3
macuvorestánte
relativaá tan ¡ico despoblado,
ahorala publicación
quedaasícn granparteinódito,lo que nos fuerzahov a dar una
terial
aquí,
adelsüta¡
de
ligera referencia
comprensiva todoél; importando
ccparalelodel de Covalta: las nlismas
que viene a ser un manifrcsto
geométricas,
aquísinnadade la con
rámicasibéricas
con decoraciones
y
campaniana no tanto de la italiota con figuras
figuras; abundantc
propios tipos dc fíbulas; piczade btoncc de cinturón con
rojas; los
nieladode plata; lámina de plomo escritaen alfabetotartésico;Dotándose también fuerte influencia púnica y nada de romána. En este
divcrsaspiezas que ¡ccuerdan el
medio arqucológicoaparccieron
fragmento cerámico dc Covalta, trancocónicocon base
aludido
y
el
abombada, aclararon dcstinode todascllas,que no es otro qüe
manosdc mortero. No son muchaslas de
el de moletrs o pequeñ¿s
tipos:
l-e Bestida,pero permiten aprcciar1ossiguicntcs
1.' Podemostomar como prototipo del lrás nurnerosogrupo
de rnoletas cjcmplarque damosen la lám. I, fig. 1.'Es de cerátttiel
tacilíndrico tendentea ironcocónico,
ca rojiza, cuerpo ligcramcntc
y baseun poco convexa; del extremo supsrior
ladro en Ia partc alta
dos apéndices
laterales maner¿de b¡aa
nacenen sentidos
opuestos
zos roios. Mide 57 milímetros de altura. Dc otros dos ejemplaquc se áccrcaa campanifortroncocónicotan acusado
iruncadosapenas
iniciados,baseabombada,
me, con los apéndices
y el oito, con apéndices
rocolor rojo, y altura dc 55 milímetros;
en
dq
tos en su origcn, tiene Ia particularidad adelgazrrse su parte
y
cent¡al,sep¡rándose perlil de 1osantcrio¡es. midiendo68 milídel
por
masay alturx, no dcbic¡on
metros.Estos ejc¡rpJa¡cs, su escasa
que exigie¡anené¡eicos
con eñcaciaen operaciones
ser empleados
por'un solo ejemplaren forma
2.' Otro tipo csii reprcscntado
y
¡ectangl¡lar cucrpo tronco-pirade menuda ara votiva, dc sección
con bo¡de noldu¡ado,
¡emetadocn unr talrh sobresaliente,
midel
sobre la que sc percibenlos menudosarranquescuadradosde un
perdido e indetcrminable.
Muestra en.ada
rematecomplemcnta¡io
elipsoidales
superpucst¿s.
una de las ca¡asdos bor¡osrsirnpresiones
La manifiesta
lormr de mc¡udo altar vot;vo, comotos púnicosfr¡nerarios,nos hubiera inducido a tenerlepor tal, si lá inestabilidad
producidapor la báseabombada nos lo impidicra; loqucLrnido
no
en
a ser el primer objcto de estr claseaparecido el despobl¡do,hizo
que lo calificáramos, el citado trabajo,de objeio inconroletode
en
igoorada(1). No dcja de se¡ curiosoque sa le diesci este
aplicación
(1) L Bollester y L. Pericot: dbjdr, pá9, 11 (194) y lám. x. fis. c.
243 -
[page-n-281]
4
I. BALLESTER
¡OR¡IO
pequeñoútil, de ian pobre cmpleo, la lormá dc ara votivsj Io que
hacesuponersu uso funerarioen Lcvante,del quc sólo conocíamos
una pieza de forma muy scmejante
halladapo¡ Siret en Lrnasepul
(1), apartedc ot¡ásparecidas las ruinasde la netu¡a almeriense
en
Nfide la de¡crita56 mm. de altura y la reproducrópolis ibicitanas.
cimosen la fig. 3 de la lám. I.
3.' También es ejemplarí¡nico,de otro tipo, el qüe insertamos
en Ia lig. 2 de la misma lámina. Sobre delgadabase elipsoidal de
barro cl¿ro, ljgeramente
convexapor deb¿jo, se alza un vástego
que al acodarse
troncocónico
aplanado,
rectangularmente la peren
te supc¡ior, se est¡cchay redondea en su tercio final, cerca del cuál
lleva un taladro transversalque viene a hacer de ojo de aleo que se.
ncja cabezade animal, a cuyá representación
debió contribuir la
pintada,de i:r que quedantrazos.oios, especialmenornamentac;ón
ie en la part¡ acodada.Por bajo dei acodamiento se vc toda la supergrabados tierno, muy especialliciecubicrtade pequeños
hoyuelos
en
nrente densosen la abombadabasc, dcdicadaa supe¡1icie fricde
de
ción, cuya efrcacia iotentó aumenta¡de tal modo. I-a endeblez
se
esia gráciosapieza, la hacc poco a propósito pa¡a fuertes presiones;
lo que nos inducc a crec¡ qr¡ese cnplearía,como ia anterior,en la
cosmética ¡ctividades
o
semejantes.
Las caractcrísiicas las manos dc mort€¡o.de La Bastidason,
de
volu¡neny una rclativavariedadde tipos.
escaso
DE
SANMICUEL LIRIA
de
Otrr excavación S. L P.. la del despoblado San Mieuel de
dcl
Lr
l,iria, ha sido muy fecundaen estaclasede descub¡;mientos. dehechaen nuestras
Memoriasrnuales
tallada
relaciónde talestrabajos
clevadás l¡ Dipuiación,muy especialmente la más reciente{2),
en
a
nos excusa de entra¡ en pormenores qL¡eno sean precisos para frjar
el conjunto a¡queológico en que se encueniran esta clase de piezas.
Da San Miguel dc Li¡ia : abundantesvasoscerámjcosde dccor;ción
pintada geoméñica, algunos de floral y el bien conoc;do numeroso
grupo de Ios ornados con composicioneszoomorlas y antropomory
ihs de extraordinario
interésarqueológico etnológico,algunasvepintadoso grabados alfabeio ibérico monetal;
ces con letreros
en
(1) L. SireLi (vitla¡icos 1 lleu-"¡asr, !áC. 463 y ]ám. XX, ñg. 3
(?) L Bdresler Tomo: (La labor del S, 1. P, y su MNo en lc eños 1935
1942.
a 193$.va,lencia,
2+4
[page-n-282]
LAS FEQUEÑAS ¡I.ANOS DE MORI]ERO IBERI{]AS VALENCIANAS
tiestoscampanianoñ buenaépoca,mas otros que pareccnde imide
tacióny un solo fragmento(fondo de plaro) suditálicode figurasro,
jas; un vaso de tipo troncocón;co
medianoy barro gris, de los cor¡ientesen la llamadacultura il¡éricadc la costa catalana, gran
y
parte de un ánfora de las de boca plana que se dan en la propia
culiu¡aj dos brochesde c;nturón,uno de placadc bronce rectangular con ¡mplio gaÍcho en zig-zag,niclada de plata, y otro de,dos
ganchos escotaduras
y
laierales
abiertas;y una lámina de plomo es,
cr;ta en alfabeto monetal, con ot¡a que le servía de cnvoltura y que
contienetambién algunossignos; pudiéndose
señalar
como ballazgos exccpcionalesy no reiterados, a pesar de 1a gran extensión ya
y
excavada,unos escasos supcrficialcsI¡agmenios de sieillata, tlcerna de tipo g¡iegoprobablemente s;glo II (ejemplarúnico), y un
de1
aisladocuello incompletode ánforaromanade baja época,todo ello
con aspecto rodado l nada en estratointacto.En estemcdio han
de
ido descubriéndose,
unas vecessobre tierrasremovidasde antiguo,
otras cn eltrato firme, buen número de manos de mo¡te¡o de he,
chu¡estan larjas, que nos obliga a agruparlas tipos y aún pudiecn
ran dividirse en subgrupossi no pareciesepret¿nciosoen cosa dc tan
1.' Se ag¡upanaquí tod:rslas pi€zásqüe a susca¡aci€rísticas
sey
ne¡aics(baseabombada cucrpo troncocónico
con tcndenciaa cilíndrico) agrégase llevar en I¡ parte supe¡ior unas prolongacioel
ncs cn s€¡tidos opuestospará dar a la mano mayor supcrficie
de presión que facilite el trabajo. Lrs var;antesaparecidas
son las
siguientes:
a) Una pieza quc nos parecela más elemental,
basta,dc bar¡o
grisáceo,caracterizada
po¡ llevar en la parte superior y en sen,
tidos opuestosunos apéndices modo de cuernosligcramenteina
clinadoshacia ¡bajo. Tiene un taladro en lo alto y en Ia basc huellas cvidentes su uso. Mide 58 mm. de altura. Véasereproducida
de
en la lám. II, frg. l.
b) Otro eiemplaren todo scmcjante precedente,
al
salvoen que
los :péndicesastiformes prolongan hacia abajo hasia arrollarse
se
en espi¡al.Tienc de altura sobre.56
mrn. y puedeverseen la lám. II,
6e.3.
c) Otra picz:rde mayor tamaño,también de barro gris pero de
mejor técnica, coir dos gruesoscucrnos nacidos del ccniro de I! irártc supcrior, quc se curvan marcadamcntcp¡imero hacia arriba
para inclinarsey rematarse
luego en sentido opuesto. E¡ cl ángulo de arranque las astas
de
aparecen ¡elieveunos abr¡ltamientos
en
paresde bora ma¡¡era labiosy en cadauno de los ladossendos
de
-
215 -
[page-n-283]
TOF O
I. BA]I]LES¡ER
en
donescruzados X. I{a sido reconst¡uída paric. Mide 73 mm
en
por 124de ancho.Lám. II, ]ig. 2
de altu¡a
horizon'
d) Al mismo tip,r puedc atribuirse,por sq travesaño
tal, otra dc estaspiezas,de barro rojizo bicn cocido, con taladro
para el f¡n
de
c€ntralen lo alto, base con incrustación piedrecilles
lleva tosy que en Ios ('xtremos de los apé¡,dicestransversales
dicho
que más semejan animales
de
pequeñrscabezas,
caqente esculpidas
cn
que humanas.
l'ueden verseestosdetalles la lig. '{ de la lám II
Mide 90 mm. de ¿ltura y 115de ancho.
c) Y otro ejemplar, bien semejanteal que acabamosde describasecon incrusbir, tambiénde barro rojizo, cuerpo ¡roncocónlco,
dile¡enciándoseen que
tacionesy cn 10 alto apéndicestransversales,
¡quí son más cortos, fo¡man en el centro ligera concavidail y se aco_
sin
dan hacia abajo en iorma prismáticacuadrangular, que Ias roperrDiian deducir cómo remataron. Llev.
iuras, a lar misma alturá,
tres taladros, uno en cl c€ntro de la parte alta v los dos restantcs
. cn los acodamientos, y tiene 88 m'm. de altura por 70 de ancho
en
máximo; y se reproduce la fig. 1 de la lán lII.
2." Otro tipo de moleta, frecuente en Liria, es el de forma de pedel que parecen derivarse Ios ejemqueña asta de base ensanchada,
que ve¡emos.Enume¡amossus vaplares más o menos acodados
hasiaahora en San Mieucl:
riantesconocidas
a) Damosen la 1ig.2 dc Ia lámina III, un ejemplarque podríamos cstimarbásicodel tipo, y es en forma de astacon baseamplia'
Es de barro rojo, lleva un ¡aladroen cl terc;o superiory carecede
en
incrustaciones ia basc.Mide de altu¡a sobre120r¡,m
-Esta variante (v. lám. lII, fig. 3) en forma de asta poco deü
b)
arrollada y ligeramenic curl'ada, remata en algo como cabezade ave
de
de gruesopico, indicadr por fuertc línea incisala separación sus
para
cl
y
dos partes, aprovechándose, rcpreseniar ojo, el taladrocoxprovech:rodo los trazos
Iocado en ¡u teroio superior. Reconstruí<1o
de la aludida incisión.Mide 107mm. de alto.
c) Otra pieza semejantc es de ver en l¿ ñg 5 de la misma lámina. Aquí la curvatura dcl cuerpo, m:ís pronunciada,remar¡ en
modeladamediantefuerte
:tlgo como iesta de animal inclasiñcable,
perlor, que produjo un resalte a modo
pellizco,en el cxtrcmo s
de erucsopico, junto al taladro cercanoque hacc también de ojo.
en
Ilstá ligerxmcntereconstruída su base.Tiene'sobre 96 ¡rm de
alturá.
d) Otra varia¡tc es ia que se ve cn la figura 6 de la láminc III.
Como la antes dcscrita, el cuerpo de 1a pieza se curva flrertemen:
te y remata támbión cn una cabezamodeladaa pellizcos unos
-
24() -
[page-n-284]
LAS FEQUERAS MANOS DE ]V,OR]]EROIBERiCAS VALDNOI.{IIAS
1
producer en Io alto dos crestecitas que parecen orejasj otro, la
nariz y a la vez unas depresiones laterales que semejan las cuencasdc los ojos,y dc modo parecido se rep¡oducenlos labios. El
conjunto cabría estimarlo como una toscá representación de rostro
humano si la alta colocación de las orejas no pareciera acusar m.ís
de
la reproducción una cabeza anirnal.Tiene 90 mm. de altura.
de
por último, otra va¡iantces la de la 6g. 4 dc ]a p¡opi¿ láe) Y
mina, que no lleva la luerte curvaiüra vista en los ejemplares ¡nteRemata su exiremo suriores; añtesbien tiende:r Ia verticalidad.
perior en un ácodañicnto en ángulo recto, en cuyo frn¡l se quila
de
entreabiertas,
so r€p¡esentar cabeza un animal con mandíbulas
y dos depresiones lo alto que parecenindica¡ las orcjas,sin que
en
el talad¡o que lleva en el último tercio pueda dar en este caso la im'
presión de los ojos poi qlredár fuera de lugar. El trabajo de €sta
m r , l e t a n l a m i " m a ' n c l i _ r c i ó n o n s r r n l co c ¡ \ ' o n óu n p r o r u - c i ; e
c
,
pieza ha sido lige¡amentcredo achafán¡mi€ntoen la base.Esta
construída. Mide sobre 107 nrn. de alto.
3."'Forma tipo aparte el ejemplar único de pequcña mcno
de morte¡o troncopiramidai
cuadrangular, b¡r¡o rojo bien coci
dc
do, cuyo ¡emat€supe¡iorfalta, sin indicio dc córno pudo ser. Lleva
el
esta pieza,cn dos de las carasopuestas, signo ibérico en forma
algucsqucmática flecha,equ;valente t¿.Sc le h¡n reconsttuído
dc
a
nos de los ángulosrotos, como puede verseen Ia lie. 1 de Ia lámina IV. Ticnc cl fragme¡to unos 48 mm. de altura.
4." Tanbién puede co¡stituir otro tipo incomplcto una piez¡
en
cilíndricade cerámica,
feconstruída partc, quc en l¿ b¡se muestr¿ profundas impresioncs circulares iguales producid¡s, como
para aumentarla eficacia la lricción; fragmento
de
€n otros cásos,
que rcproducimosmás adelante,
procedente
clel Puig
semeíante
al
de Alcoy.
CASTII,LO SAGUNIO
DE
Se han reemprendido é1,por la Comjs¿ríaGeneral de Exca'
en
que hace años in;ciara D- Manuel
vaciones,
trabajosexploraior;os
Gt¡nzález S;mancas.La labor de excar':¡ción,entre ruinas de todcs
Ios tiernpos, era de esperar lógicamcnte fuese costosa y difícil.
Al frente de cstos trabajos figura como Comisario D. Pío Beli¡án
\¡illagrasa,
auxiliado po¡ D. Manuel Vidal y López, Agrcgadodel
S. L P., y Salvador Espí, capataz d¡,I mismo. ^ los efectos que
aquí interesan,hemos de hace¡ consiar que clan las exr:avaciones,
entre alguras cosasromanas (menudos fragmentos de rigillTt,t inclu-
- 241-
[page-n-285]
8
I. B¡LLPSTER TOFI1O
sive) y otras probablenente púnicas, alguna muest¡a dc cerámica
campaniense,bastante ibérica geométrica y algunos tiestos d€ dccoración floral y dc la con ñguras,y con ello manos dc mortcro d€
piedra,de-tamaños
y
medianos,
cilíndricas una de ellasinicialmcnte
acodada,
recordandulig€ramente del tipo de dedo replegado,
y
Ias
ninguna dc las de cerámica quc aquí tratamos,y que presupode
para Ias p€sanían los restosde morteros cerámicos,
inadecuados
das moietasántedichas;no obstantelo cual, se ha descubierto
el
interesantetipo de tnortero cerámico que reproducimos err Ia fig. 3
de Ia lámina IV.
DE
ELITRASOSEROTIORREf-IORRES
Este despoblado, poco co¡ocido, apenas explorado superficiá1,
menie, sito a unos 4 kms- de Torres-Torres
{Vale¡cia),se extiende
pequerias
sobrc dos
eminenciaslindantes con el Palancia,casi a
pico; llegandoaún al colladoque las separrun antiguo camino vcpor el á¡eadc las ruinasuna caudalosa
cinal y cruzando
acequia.
Obpiedrastrabajadas,
sérvanse aquéllas
en
cimientosde paredes,
ccrá,
geométricaoente
(urnas,sombreros ropa,
mica ibéricadecorada
de
piatot t lusayolos pesas telar, el tronco de una figuy
oil¡o.l¡o¿s,
de
ra como ídolo fencnino, l¡ representación una c¡ra humanx en
de
ligura plana y buenap:rte del tronco y pat¡s de otra lieurá de toro
o esfinge barro; también se cncuentra¡lgo de cerámica
en
campanianaynada de romanamánificsta.
porel
Una exploración
super6cial
personal
del S. L P. {los camposen cultivo que ocupanel terrenono
pc¡mitían otra cosa)dió pondus y abundantes
fragmentos borde
de
de ánlora de boca totalmenie plana y otros con uü ligero rcborde en
ella, y una de estasmoletáscerámicas que nos ocupamos(véase
de
(1).Es de barro ¡oiizo.cue¡potroncocónico muesy
láminaIV, 6g. 2)
tra en la p¡¡t€ superior central resto del bordón transvcrsalqueco¡ona las variedades y ¿ del t;po 1." de San Miguel, sin que, por llert
var ámputadoslos cxtrcmos,podamossabcr si reÍ¡aiabaigual que
de
aquéllao que ésta.Ticnc Ia pa¡ticularidad llevar en uno y ot¡o
lado del mentado resto ccntral de bordón, unañ á modo de estrellas de ocho puntas conseguidas
mcdiante la impresión de cüatro
diámci¡os que se interseccionannormalmente de dos en dos. Mide
de alto sob¡e 75 mil'metros.
(1) Par¿ Dás detÁJles dé este dspoblatlo, 1, F, Al¡eche:
iberi@ en d neino de Va;IenciD, págs. 144 v 149,
-244-
(l,a civ[tación
[page-n-286]
LAS FEQUEñAS
fiANOS DE ¡iOR'¡EROtBgRtc'ASVALENCTANAS
.IoS-pELAIt
Dl co¡ocido invest;gador regnícola D. Nicolás Prirnitivo Gómez
Serrano, halló en el despobladode (Tos-Pelatr, sjtuado entre Moncada y Bétera, üna moleta de cerámica, de la variedad conocida por
Liria. T¡átase de una de Ias corricntes ¡uínas ibéricas, con cerámica
geométrica, ningún material maniÉestamente
de deco¡ación
sin
románo. Agradeceño$ al Sr. Gómez-Serrano el dato proporcionado.
LA TORRE
También a la gentileza dcl Sr. Gómez Ser¡ano debemos el conocimiento de un original tipo de mano de mo¡te¡o, que damos eo
la fig. 1. Procede del despoblado ibc¡o-romanizado conocido por
rlr,l.
La Torre, del término de Villar del Arzobispo.donde lo hallarael
indicadoinvestigador.
Esta si¡gu¡ar pieza tienc tres brazos, rcmatados por sendoscasquetescsféricos
(algunodesfreurado hucllasde uso o por el ¡opor
dar de los siglo$ como las bases las demásmoleiás; los brazos
de
hállanse el mismo plano y parten del centro común en forma
en
aproxim¿damente
radial y equidistánte.
Mide cada uno de los brazos, del centro al cxt¡emoJunos 25 milímetros.Reproducimos
esta
pieza en la figu¡a dicha.
La forma excepcionalde estc objeto y el encontrarle precisamen,
te en despoblado románizado, hace pensar 6i se trata ¿E una modalidad ro¡nana.
*
249 -
[page-n-287]
l0
¡. B,II¿ESTER TOR¡IIO
.TOSSAL DE L ASSUTI
Don Juan Porcar, tan distinguido pintor como arqueólogo casy
tc¡loncnsc, quien se debe Ia más fiel reproduccióD más acertada
a
i¡tcrprctación de las pinturas rupestres de las sierras de Castellón
de la Plana, nos ha dado a conocer(1) el despobladoibérico de
largasparedesparalelasa !a verticnte, plantas rectangularesde habi¡ac;ones,abundánt€ cerámica ibérica y algo de campaniense;yentre
otros hallazgos inte¡csantesdió una pieza de cerámica, ligeramentc
curvada y de sección aproximadamente circula¡, base abombad: y
extremo superior rematado en cabezá de animal con ojos, boca y
y
nariz bien friados determinados;objeto qu€ su descubridorestimó asa esculturada (véase6e. 2). A nosotros, quc ia cotocimos a
fl1 2'
nos pareció que pudierañer una vat¡avésde la citadapublicación,
que reseñamos,
más scmejantes las ¿. ¡l ,v ¿
a
riedad dc tas piezas
del tipo 2." de San Miquel de l,iria. Lá posteriorconsultaál Sr. Po¡car nos corifirmó en tal suposición. Le quedamos obligados por los
datos grá6cosy referenciasproporcionadas-
¡MOñTJUlcHt
También debemosa la amabilidaddel Sr. Porcar la indicación
de que en el poblado ibérico situadoen el (Montjuich, de Alcora
(Castellón), se halló el f¡agm€tto, inmediato a la base, de une mam
de mortero del tipo de asta. El espacio convexo de la base, desti(1) J. Porca¡: ats sultuE i!é¡io a Boiotr, en (Botet'rr de rá s@iedad
C'ásteUondsede Culiumr, plía. 4e0,t. ÍV, VI. 1933.
-260-
[page-n-288]
.r.
-,
rr¡S fiBQUEt{AS ¡lAN06 DE MORTDRO IBBR¡C!|S VALENCIANAS
ll
nado a fricción, muestra huellas dejadaspor las inc¡u¡taciones
que llevarapara la mayor efrcacia su función.El fÉgmentoxfecta
de
forrna troncocónicaligeramentecurvada, sin que pueda sospecharsesi te¡m,inóen forma de cuerno o si se truncó tara rematar
l
';
1
como algún ejemplardc San Miguel de Lr
acodad¿
o'escultrtrada
ria. Mide el fragmento mm. de altura, y se reproduce en la ñg. 3.
50
.EL PUIGrDE ALCOY
,
Es éste un poblado ibérico, poco conocido, cuyas ruinas acusan
un importante ¡úcleo urbano fuertemente fort!ficado, del que quedan gruesos muros de buena labra y restos de Ia celzada de acceso.
He sido en gran parte dest¡uído de antiguo por los cultivos, incluso
su necrópolis. Abunda superficialmente Ia cerámica ibérica con de-
I
Ptú¡ ,t.¡
y
coración geométrica, iunto con tiestos campanienses alguno itafiota.
f!¡ una visita ¡ealizada a este deepobladopor lo¡ Agregados del
S. l. P., S¡es. Visedo y Parcual, encontraron la ñsno de mortero
fraghentada que reproducimos en la frg. 4, y que se semeja a Iá
= 261-
[page-n-289]
l2
I- E,QLLETER TGRMO
del tipo 4.'de San Miguel de Liria, en la base aguie¡eada; diferenciándose de ella en su fo¡ma troncocónica, sin que pueda s¡berse el
modo cómo rematará en su extremo ¡uperior. Mide el fragmento
30 milímetros de altura.
Queda ieseñadocuanto nos es conocido, actualmente, d€ esta cla'
se de nrsterial en el Reino de Valencia. Deben existir rnuchos
ejemplares rná¡ ¿n col€ccionesparticu¡ares,no dados a conocer por
estimarlas piezas d€ escasaimportancia. f)e las colindancias ¿¡agonesasconocemos bien un inte¡esante lote de pequeñas moletas
que por su procedenciacercana a tie¡ras veleicianas deber tener
aquí cabida. Nos relerimos a las que posee D. Francisco Martínez.
IIARTINEZ
COLECCION D. FRANCISCO
DE
Proceden estaspiezas, cuyo estudio y reproducción no6 ha sido
fácil por la amabilidad d€ su propietario, de la vertiente arágonesa
e-nsus coliÍdarcias con Valencia ; si¡ que puedarprecisarsefnrís tocante a la naturaleza. denominación y situaciói de Ia estacióü o estaciones de que proc€den; si bienel hecho de que liegasena tal
colección al mismo tiempo, constituyendo lote, hace pensar si son
de una sola procedencia.
Se pueden agrupar en Ios tipos siguientes,con sus variantes i
1." El primero Io constituyen piezas de la conocida forma de
de Uria, con las siguientesvariaciones en Ia manera de dejar labrada ia convexidad de las bas€s,al efecto ta[tás vecesdicho i
a) Este ejemplar, que lleva un taladro en el acodamiento (véasc lám. V, 6e. 1), tjene la- base sembrada de agujerillos, aunque
poco prolundos, como el del Puig de Alcoy y el tipo 4." de San
Miguel.
b) Ot¡o, también con taladro en €l ácodamiento, doblado casi
en ángulo r€cto, lleva la ba¡e ráyada en cr¡adriculado i¡ciso.
2.' Un segundo tipo, semejante al anterior, lo constituye el
ejemplar único, cuyo cuerpo acodado y taladrado e6tá constituído
por una rabla ceránrica
rectangular
álargáda,terri'inadaen forma
de V por un extremo y que por el otro ioma desdesu último tercio
tend€ncia a troncocónico, te¡minando en forma de casqueteesférico
con una serie de diám€tros fue¡temente incisos que se cruzan formando a modo de estrella. Vista de perfil la pieza, se parece e las
del tipo p¡ecedente, separándosebastante en Io demás. Es detalle
que Iá táblet¡ de cerámicamuestreen Ia car¿ externadet
cLrrioso
primer rramo del ácodámiento, en trazosincisosun poco suma)
-262-
[page-n-290]
LAS gÉ'QUBÑAS ¡íANO6 üÉ MdRfÉRO IBFRIÓAS V'{LEÑCIANAS
13
rios, pero claros, la representaciónde una vulva. (Véanseen la Égu'
ra 3 de la lám. V tres diversosaspectosde este ejemplar).
Eatas pequeñasmoletas cerámicasdebieron emplearse en morte'
ros adecuados,a la manera de hoy; y alguna vez, cuando el mortero
lüera de cierto tamaño y apoyado debidamente, es posibie se t.abá'
jara a dos manos,con sendas
moletas,como se ve en una pinlura
fúnebre etrusca (1).
Los pequefiosmo¡teros en uso serían por lo general d€ cerámica,
Los
begún dejan ver los reb¡oshalladosen alguna' excavaciones.
Miguel de Liria, son en forma
descubiertos, especialmenteen San
de pl¡to más o menos p¡oiundo, aunque de base resist€nte,en cuvos
londos llevan frecuentementeincrustacionesde piedrecillas duras o
resaltesprodücidos mediante el torno, para dar mayor eñcacia a la
trituración, de modo igual a lo observadoen las molet¿s. Véanse sus
per6leJ en la frg. 4 de Ia lám. IV. Au¡que la falta de excavaciones.
en la mayor pari€ de los despoblados ibé¡icos conocidos, pued¿
justifrcar la escasezde haliazgos semejantes,es lo cierto que otro
tanto sucede en los de Covalta y La Bastida, €xcavadosen gran
part€; y es la verdad que tampoco en ellos hallafios restos de
mortcros a pesar de dar moletas. No obstante conoc€mos un despoblado de grandes paralelos cerámicos con los dos mentados,
el Castillico de los Baños de Fortuna, donde se ha hallado parte
de un plaio-mortero de borde muy exvasado (2). Fragmento. de
otro plato-mortero se han encontrado en una ligera excavación
realizadd dprovechando los trab¿jos de cimentación de las obras
de ampliación del Palacio de la Generalidadde Valencia,cn un
prolundo est¡ato con tiestos ibéricos, distinto del qüe dió sieillata.
Pero la má¡ comrpleta e i¡teresante pieza de esta clase €s lá endel Castillo de Sagunto
contrada eo las antes aludidas excavaciones
(fre. 3 de la lárn. IV), que, como 3e ve, se s€para de los tipos de
antes citados, pues es a modo
platos-morteros o morteros-cázüelas
planos y horizontales, que junto á
de un plato corriente de bordes
la depresión central, semb¡áda de incrustaciones, lleva circundárr
dola un alto reborde perpendicular y un ancho pico detramador'
Fragmento de una piezá semeianté,en cerámica gris, ha sido des(1) A¡alIé Beu¿tiuet: dMortá¡iuD, & (Dio!.t Da¡o¡cbe! é¿saelto, 6& 5151
i¡) DebeÉos la noticia e M¡, Albert Deb@ü' que Io h!,l]¡Ia ¡e{nentemste
€n ü¡ ¡e@@ir¡iienio de dicho poblado.
-'63-
[page-n-291]
14
I. EA]LI]E¡jTERTÓJTúÓ
cubierio cn las ruinas de1despoblado ibero-romano de Las Cañrrdas
(Villar del Arzobispo),segúnnos inlorma D NicolásP¡imitivo Gó'
mez Serrano.Otro ejemplar pa¡ccido, támbién con dcr¡amador,
apareció en un nivel probable¡rente ibé¡ico, de Elche (1). Tipos
en
más scnciltos, el rebordecentral,son conocidos las ruínas¡osin
Tar¡agona y Numancia, e igual acootemano-indígenasde Azaila,
cerá probablemente en otras ciudades antiguas con restos de baja
época.
Todas las rnoletasdescritasproceden, como hemos visto, de estaprerromanas,
salvo la dc La Torre (Villar del Arzocionesibóricas
poblado ya romanizado, las de piedra
v
bispo), que se halló cn un
que hacenpenruinaséstas
bicn complejas
del Castillod€ Saeunto,
al
semejanie de aquél; v obsérvese
arqucológico
sar en Lrnambiente
que las dos últimas,una por su tipo excepcional Ia otra por Ir mav
del resto de las
que sc labró, parccenligeramcntcalejadas
ter;a €n
deocritas.
La característicade estc coniünto de rnoletas es la de una acusados
como predominantes tipos: uno,
di variedad; pero destacando
a manera de máceta, con aditamentos
cl de cuerpo ironcocórlico,
a
en
adosados lo a1to,más o menos semejantes un pa¡ de astas; y
otro, el que parece tener como prototipo €! vástago de base ligeramente ersanchada, curvado y rematado a modo de cuerno, que se'
n¡eja haber producido, por encorvamiento más o menos p¡onunciado, la ya aludida variante llamada
hacer constarsc encuentraen Italia (¿Etru¡ia?), aunque con plegamiento más exagerado (2). Esta úliima modalidad, con acodamientos más suaves,da tugar en San Miguel de Liria a las curiosas
variantes con rernáteg i¡genuamente esculturados. Lo que en otr',¡
pieza de Ia colección Mariínez parece un rasgo de humor del ceramista, es que la ornase con ura expresiva representaciónincisa de!
órgano propio del sexo que había de maneja¡ babitualmente el útil
y
de
Así como algunosde los ejem,plares moletas,menudos Iinos,
y 3 de La Bastida, dan la impresión d€ úti"
como los tipos 2
delicados, como los propios
les frágiles, adecuadospara merieste¡es
de la cosméiica o de activ;dádesmedicinales, la mayo¡ pafte de las
debuen ixmaño v resistencia,
de San Miguel de l-iria, de bañtantc
dedicadas laborcsculinarias.Para trabaiosmás rudos
a
bieron ser
(1) V. Ra,mo€ Folqus:
en ra Actdia de liLchér, en
<(Nevas ex@veiür6
(c@n!
de Esiudios...), de t¡ s@. Esp. de A¡t. Et. y P:ehist,, pág 2s0, lá4j3,
¡¿ xxXII,
(Ilrtdr.
(2) A¡dré B¿u¿¡rtll€t: (Mo¡ta¡juru;
251 -
[page-n-292]
]!iANOSDE MÓR¡IiRO 'BÉRIC"{SVÁLENCIAÑAS
LAS FEQUIEÑAS
16
se prescindiría de ias moleias cerámicasy se usarían de piedra, parecidasa las saguntinas quc hemos habladoantes; y no ha)'que
de
decir que para Ia molturación qucd¿rían los tan conocidos molinos
a brazo ibé¡icos.
Si al.p¡esent€ trabajo siguiesenotros estudia¡do estos útiles en
diversas comarcas ibéricas, facilitándose así su enlace y comparación, daríamos por lograda la principal finalidad propuesta ccn su
publicación.
[page-n-293]
[page-n-294]
2
I
BALLESTER- (Manosde Morteror.
I
!
,
I
f;
ü
it
I
H
3
Molshs de L! Brblida d¿
LAMINAI.
[page-n-295]
BALLESTER (MaÍos de Morteror.
4
Mol.ús d. S,n ¡1igúcr dc Li¡h
LAMINA II.
[page-n-296]
BALLESTER (Marosde Morteror,
l&Le$ de $¡ ¡lguel d. {:lri.
LAMINA III,
[page-n-297]
BALLESTER (Manosde Morteror.
LAMINA IV.
I y 2. r4ol¿tN dc Sr¡ l'1i!r.1 de l.irjr. :r. ¡1,oí¿ro dc!
4. ¡lodflos ¡le S¡n ¡{iaúel
(Foros Adell)
[page-n-298]
BALLESTER (Mafos de Mortero).
t
Ilanc de mor,re¡o la cole de
LAMiNA V
[page-n-299]
j
MARIANO JORNET
Frehisloria de B¿lgida(t)
I¡
HALLAZOOS
IBÉRTCOS IBERO-ROIf,ANOS
E
Nos hirnos ocupado antes de ahorá de Ios hallazgospertenecientes al eneolítico, y ahora, siguiendo un orden rigurosamente c¡oirológico, deb;éramostrata¡ solamenie de los ibéricos; pero la circuns.
tancia de que los iabradores, removiendo la capa arqueológica para.
sus ñnes, hayan borrado l¿ traza de las aniiguas construccjonesy he.
cho que los objetos de diferentes cultu¡ás se encuentren hoy revueltos en los yacimientos, nos obliga a incluir en ésta segundaparte de
nuestro trabajo los hallazgos correspondient€sa las etapas ibérica c
que por ci€rto es lit
ibe¡o-¡omana, prescindiendo de Ia moiisca
por eparfa$e ya demasiado del
más ¡ica en hallazgos en Bélgida ,
caráctff prehistórico de ia especializacióndel Aniario.
Sentado ésto, comenzaremosla reseñapor el yacimiento ibérico
e ibero-romano de
.
BENIPRÍ
Venía Ilamandonreslra alenciónel creci.lonúmero de lragmentos de ba¡ro cocido. compuestos de pade plana y gruesos bordes,
que en muchas pariidas del térnrino estorbaa Ia labranza. cuando el
hallazgo de un eiemplar completo en el año 1915sirvió no sólo para
formar cabal idea de aquellas piezas, sino también para anotar nu€vos descubrimientos.
Se trata.de una pieza plana de forma rectangular, que mide 0,53
po. 0,40 metros, con los bordes laterales re¿lzadose inte¡rumpidos
(1) Ie pri¡Ea pñie de este irabolo publicósé en drchivo de P¡ehÉtori¡ Le'
Yetiür, voL I, póg. 91. Va¡enci¿ 1929.
-w7-
[page-n-300]
2
j!1:LFIÁNOJORNEI
(fieura y lám IV, A); su pesoes dc
t0
en
0,08
metros un extremo
Presenia la cam super;orunas huelhs ser'
en
kilogramos.
11,750
que
pentiformcs el rlfrrero trazó con los Jedos Es bien conocida
.on e '"nl re dt . -É,,1¡".
Ilstebacl ejcmplar que nos ocuPr ¡ 0,50metros de profLrndid¡d
en un campoque D. Vic€nteR- Micó poseeen la partidade lleniprí'
del término dc Bélgida.
reconocimos linca, que ocupn
Ia
del dcscubrim;ento,
Sabcdores
de
la paftc occidental la mesct¿de una lonra que cl linde con Otos
la
divide de N. a S. Precisamente picd¡a-mojón que sirve de hita
los dos términosse halla en el ccntro del vacimiento Es una
entre
y
por la situación vista; sin ser de gran altura,
posicióncxcelenie
en
1os
do¡tina perfect¿nenie al¡edcdo¡es un! gran extensió¡ A clla
en
conllados da¡ co¡ los muchoslrlgmentos que
nos encaminamos
v
de equcllas
Crandesteiassc lcn en otras p:,rtid3s, cuál no sefía
al ver las tierras de Ia r¡eseiascmbr¡d¡s'1c rcstos
nuestrasofpresa
que los contiencnen mavor cantid¡d cacn en
. ¡ntiguos.I-as parcclas
clc
término de Otos y son propied;rd D " Lina Quilis, colindantcdel
Sr. Mic(i por el Este.
Figutu 1o. P¿.ff1 de M'
régtrlr de Benipri.
a
Con lr a]cgriaquc cs de suponer (1), comenzamos recogcrpe'
unos; en rclieve los dibujos,
d:rcitosdc barro saguntino.
srahxdos
trozos dc vasiiasdile'
otros; lisos los más; tampoco despreciamos
que despcro
rcntes,muy dcsmcnLrznoos, en cuLidrd considcrable,
pués el Sr. Ballesterrefirió u¡os:r los íberos,otros a los romenos,
Motivo.l. ¡legre e¡cl¡maciónlué el der con
los menosa los árabes.
y en seguida,
con un mohoso discoque aJ limpiarlo re'
un fusayolo
sultó sequna monedaronana del Emperador Commodo, cuva cla'
y
al
debemos Sr. Martínez Alov. Y nos relislficación descripción
que nue\¡aslabores pusieran al descubie¡tomás
ramosesperando
y
objetos,ya que nuestrasocupaciones recursosno nos permrtran
del d€pócompletapor lx importancia
llevar a cabo una exploración
de cspeso¡,
como
dos metros
sito que en algunossitios alcanzaba
se püedevcr en lo! cortesdel terrcno que el labrador se ha visto
precisado hacerpara el aplanamienio fo¡nación de las parcelas.
a
v
(1) Coúpüt!ó
lás primiciás df,-l des¿u¡rimiento
én De¡echo D. vicenie Tdazona.
-258-
nuestro ahiso
v Liccncia.lo
[page-n-301]
PNEHISTOR]A EELó.IbA
DE
3
Dc todos modos aceptamos agradecemos Sr. Micó y a D." Lina
al
!
que rrosdieran.
autorización
Quilis la cspontánea
Cuentá la dueña de las tierrasque al rorurarlas,haceya basiarrtes años,aparecicron
vasijas
cnierasde barro, que por las señas
de,
bían ser ánioras.Sc dcspreciaron perdiero¡. También el vecino de
y
Bélg;da,D. JoséR. Tomás, colindantedel Sr. Micó por et N., nos
c¡señó cl sitio donde hace unos ve;nteaños descubrió
ifes o cuat¡o
scpuituras, una de las cual€s halló una pequeñavasija,lc barro
cn
que se perdió por rlesconocer interésquc podíe ten€¡.
cl
lis de nota¡ en esia estación,
que las parcclas levante,pobl¡de
das hoy dc olivos y alsarrobos,sólo conticnen ce¡ámica jbérica,
nticni¡ásquc cn las de¡n;js
aparece ibérica mczcladacon ¡omana
la
y norisca. Fillo demuestra importanciadcl pobl:rdoibériro sobre
la
cl ;bero-¡om¡noI cl morisco.
Te¡enos dc,sdiscos(lám. IV, C, abajo)de tos seisque tiempo
atrás apere(jeroncn una parcclainmediataa la meseta,propiedad
de D. Ba.utista
Tormo Todolí, de jléjsida; son de barro cocido hcchos r moldc, de 0,21y 0,215nrctfosdc diámerro,0,06de gruesoy
pesacl primero cuatro kilogranros cuatro y cuarto el segundo.
y
Ignoramoslascondiciorlcs quc fueron hallados, como los macn
asi
tcrialcsa que iban asc¡ciados. casual;ded habcr cncont¡edo
La
dc
más tardc una lasija enLerrada la p¡rtida Rendasurña,
cn
que descansaba
sob¡c el d;sco dc (tap, (marsa bl¡nca) que reprcsenta
la
limina IV, C, a¡riba, nos h:rcc pensar si aquellosdiscos ¡ervirían
para asentar
esiáspiezasReconocimientos
poste¡iores han proporcionado,
nos
adr:mísciel
materialcncolít;coquc dc estapartida hemoscitddo ant€riormcnte,
tres pectúnculos,
otrd lnoncde ¡omana y rna rceular cantidaddc
fragmentos ce¡ámica
de
ibérical.sagunrina.
Figúr
rr. l¡,rc!
dé alJdero
¡lEütu 12. M!¡o
d€ arfare¡o
De la ibéricano tenemosningunapieza completade Beniprí, ni
aún reconst¡uíble, dcsñrenuzrda
tan
cstá; pero los rrozosd¿ pláto,
vaso y ánfora de londo en punta que poseenrosJ
dad dc fornas y tamáños
bastanic
considerable.
Todos estánhechos
a io¡no, en bárro gris (, rojo-am:lrillen¡o
y
bien amasado cocido,present:rndo
llno aspectoy decorados
muchosdc los últimos con siÍr-259-
[page-n-302]
T
4
MAR¡L{NO
JO&r.rET
ples rayas rojas di0puestas€n s€ntido horizontel como las huellas
del iorno, algunas veces en cuad¡ícula y otras agrupadespárálelament€ en fajas co¡tas, anchas y onduladas pintadas de cualquier
modo en el vieDt¡e de los vasos; tambiéa hallamos, aplicádos con
profusión, segmentos de cí¡culos concéntricos y no pocas estilizacionesde vegetsfes,
que no oira cosaasemejan pequeños
fos
trázos
normales a una raya o línea central, que tanto abundan.como motivo de decoración.
En cuanto a la cerámicasagu¡tiná, mejor, (sigil-1eta), Ia tenemos
y
ro1'a de dos clases: de per6l sencillo, sin pulimento ni adorno de
ningún género, una; y otrá, de tierra más fina, perfil complicado y
bello, perf€ctamentebarnizadey decoradamucha de ella con buenos
relieves del más depurado gueto romeno, como puede verse en la
lunr,iuaVI,AyB.
Resumen de los objetos hallados en Beniprí :
F¡agmento dé vasija basto, con m4rca de alfare¡o de forma rec,
-tangular e itrcompleta. Tiene dos renglones: en el primero se v€n
y
algunassiglasdesgastadas en el segundopa¡ece se lee FVSCI (figura I I).
Trozos de plato, vaso,etc., de bárro.
Dos t¡ozos de candileja de barro; uno de ellos con ado¡no en
la parte inferior, que recuerda arrugas un ipectenr.
las
de
Fondos de ánfo¡a.
Un derramado¡ de vasiia.
Trozos de piedra añladora.
Un fusayolo en barro corriente, grisáceo y bitronco-cónico de
basesdesiguales.
, Una moneda romana de Commodo y otra de Adriano.
Fragm€ntos de ce¡ámica ibérice con dibujos (lám. VII, C y D).
Fragm€ntoé de der¡a sigil-lata) pertenecientesá vasos cor adorIlos en relieve en fo¡ma de palm€tas, franjas y co¡onas concéntricas,
Unio de los fragmentos lleva en relieve Ia parte trasera de un perro
(lán. VI, A, abajo dérecha).
Asae de barro, planas, redondas,Étorcidás y también de cioble y
triple nervadura. Véanse algunas en Ia lámina V, A".
Una tégula completa.
-260-
[page-n-303]
FIiEHISTORIA
DE BELGILDA
TOSALET
Más impori¿ncia que el poblado de Beniprí debió tene¡, a nues'
tro parecer, de Tosalci, situadoen un altozano dc menor cota
el
que aquél y á 600 mctros al N. de la villa de llélgid¿, con un árca de
que no baiarádc 70 por 500
dispersión ios objetosarqueológicos
de
mclros,
Por lo que sabemosha destrüído el hombre en el pasad,r siglo,
la
deducimos impo¡tánciade Ios núcleosde poblaciónallí establecidos; el vccino D. JoséR. Micó Moscardó,dueño de una de las paral
celas,recuerdala dcsaparición, roturar el campo, de líneasde
viviendas; v
como si determinase¡
dispuest¡s cuadros
en
a¡gamasa
grandesque pareciandescita, también,
tinados por Ios antiguos a contener cascotes,cenizasv objefos inser"
-bi¡ectriz
c{cl ángulo quc
vibles.Uno de cstoshoyos,sltuadoen la
v
forma la vcrcda al azr¡ddel Not:rio con el camino a Fasica¡rpo a
vériic€, fué explorado po¡ nosotrosen 1916v en él
46 metros del
un
de
hallamos
iedazossuelto$ argamasr, alisadorde piedra, tiestos
dc barro oaguniinocon relieves,cascosde vasijai, fragmentosde
nimbrex), iegulas, baldosas y ladrillos incompletos, cantos rodaIin el margende ponieniedc la parcel¿de la neseta, asomauna
de
.espccic pilón circularde hormigón y 1,80 metros de diimetro,
romano a nuest¡opareccr; y en el margcnS, bordeandoel iado iz
quierdo dcl canino viejo a Benigánim,se ven t¿mbién cimi¿ntos
totalmente
del mismo material,que en breve desnparecerán
Bélsida,por su proximidad rl Tosalet, ha contribuídoa la dev
de
aparjcióndc todo resto arqueológicoal servirse ellos para las
sin
constlucciones; crnbargo,años atrás ¿ún quedaba piedra basen
t3nte para Icvanlarunos naleconesdc argamasa aquellasinme'
por ciefto quc ,:i albañil recordaba
haber utilizadoalgudiaciones;
dc
nas piedr:rslabrad¿s, las quc sólo h¿llamosla parte inferior, o
toscana(lám. IV, B) de picdra calizo-a¡enisca
6asa, una colLLmna
de
Pig!¡d 13. Pe¡ffles d¿ le ce¡ámic&de 1¡$lcr
-261-
[page-n-304]
(l), no pudiendo dar con el capit€l lque nos aseguraestá allí) por no
presentar indicio alguno en el pa(amento de la obraEn 1915lleváro¡se del losalet, como casquijo para las obras' v'rrios montones dc fragmentos de las ¡epetidas grandes tegulas, que
los labradores van arrojando, conforme ap{rrecen,al borde del ca'
Hay que ádve¡ti¡ que en la composición de las capassuperiores
de la loma Tosalet sólo entra Ia marga, y lc's grandes cantos que se
sacaron de aquellas tierras y que aún algunos de ellos festonean el
camino que pasa por medio de la partida, fueron transpo¡tados allí
por el hombre.
Bisú¿ l'{ P.rñl de ú¡ vaso dÉ'Tos']et
VI, C' más
romano Ia ñgura12,Iosdiezde la lámina
de
EI tiesto
de
los
comoasimismo ibéricos lr lámic€ntro),
otro de la D (abajo
de
al
IX, A, pertenecen Tosalet.Los deinásrestosque poseemos
na
en
los hallados Beniprí.
a
e6tesitio son análogos
El año 1928fué señaladopo¡ la apa¡ición de nuevos restos, todo6
ibéricos, en la parcela que la seño¡a viuda de Faos posee en la vertiente E. de la loma Tosalet, frenie al antiguo corral de Aracil, Iado
derecho del camino a Fasicampo y punto medio de la esiáción
arqueológica que conocemos co¡ el repetido nombre de'losalet.
Fuimos avisados después de efectua¿laúna labor profund.r, así es
que sólo pudimos ce¡tilicar la r€cogida de dos o tr€s espue¡t¿s de
fr¿gmentos ce¡ámicos rojo-arnarillentos en un espacio circular de
unos ocho metros de dián¡et¡o por 0,75 de p¡ofundidad; más abajo,
en el subslelo, no quedaba nada.
(1) DtáEétro del Jusie: 0'29 Detro6.
-262-
[page-n-305]
r
PREHISTOR¡A DiE BELGIDA
de
H€mos intentadoIa ieconstrucción Ias vasijasa que pertenecen los tiestos,Iográndolosolamenteen párfe, ya que nlnguna ,s€
halla completa.
La mayor partc del hallaz,gose ¡edujo a medianos vasos de tipo
semejanteal leb¡illo actual (lám, VII, A y B), exc€pto el primero de
la derechade la lámina V, D, que lleva asasformadaspor un corsección
circularsoldadopor los extremosal borde de la va
dón c1e
siia del cual se separa¿penasLtnceniímetro. Tenemos fragmentos de
doce ejempla¡es de estos lebriilos, casi todos reconstruíbles. También los hay de vasoegrandesovoides y uno muy inte¡esanie que ha
(iám. V, C).
permitido la reconstrucción
.Todos estos obietos están hechos a torno, en barro rojo-amarillento, fino, resistentey con dibüiosJ a excepción del último. La decoración de los lebrillos consisteen algunos trazos rojos transve¡sadel misno color
les al borde y una profusiónde Iayashorizontales
que deco.a por fucpor elinterior y exlerior, siendo espiral Ia lí¡ea
ra el londo del vaso que aparece a la derecha eir la lámina VII, B.
Este misrio vaso tiene en el borde dos 6nos aguieros, distantesenire
pára el hilo que permite colgarloen lo alto. Los
si 16 milírnetros,
perñles de cinco lebrillos los hallamos en la figura 13.
de
En la tlecoración 1osvasosovoidesse ha empleadosin p¡odi
garsemucho, adenás de las simplesravasrojas horizontales parav
dc
los segmentos círculosconcéntricos
Ielas,
--TO
FiE!N 15, ¡,tar.a de ,lrüero
Figú¡a 16. lü¡'c, de allüero
La vasijaa que se refierela figur¿de la lárninaV, C, se halla sin
decora¡ y afecta Ia formá de un cili¡dro horizontal cerrado por dos
de
esféricos poco más diámeiro que el cilindro; soldadas
casquetes
la generatriz del cilindro hay dos asasredondas v
a los extremos de
entre éstasse halla la boca que es pequeña r de cuello de embudo.
pronunciadas la parte cilíndri€n
l,as huellasdel torno son bastante
ca, así como completarne¡te lisos los casquetes esféricos,salvo el
pequeño resalie que po¡ razón de estética hallámos en cada uno de
ellos. La capacidad de esta vasija es de 16 litros. Su perfrl lo da la
frgr¡ra
14.
CRONOI,OOIA
De estasestacionespocos soÍ log restos encontrados para deter"
Í¡inar con exactitud la fecha de la ocupación de las lomas Beniprí v
-263-
[page-n-306]
I
rúffira¡\'o JoRIdEf
Tosalet por el homb,repre-romano. Desde luego hay motivós para
lechar como del siglo III ántes de J. C. Ios obietos más antiguos que
tenemos de estasestacionespo¡ la presencia de pequeños fragmen'
tos de cerámica de barniz neg¡o brillante y Ia coexistenciede ce¡á.
rnica indigena gris y rojiza con perfiles taÍ carecterísticoscomo el
de
de la figüra 14, que ericuentra su equivalente en las excáv4cione6
(Mogente); y a mayor abundamie[to, el Ío háber én una
la Bástida
gran párte del ár€a iotal de los yacimientos más restos que los de la
cultura ibérica y se¡lo, adernás, de una pobreza decorativa muy
gránde. Se advierte, asimismo, que los indígenasno desaloiaron dichos lugares a la llegada de los romanos;' que éstos ocuparon sin
lucha las posicionesy establecieronsu vivienda en la parte de mayor
¡elieve de la loma Beniprí y también en el grade¡ío de parcelasque
hay aho¡a en la vertiente Si En Tosalet formárorrse dos núcleos de
población romana: uÍo en la mesetay otro en el llano, más hacia
levante hásta llegar a la miiád del extenso campo de los herede;os
de D. Santiago Aracil, en la inmediata partida de Sales. Probablemeúte sería castro y no poblado lo del altozano. No hemos hallado
hasta el pr€sente vestigio alguno de armas que revele el carácter
belicoso de aquellas gentes; íberos y rornanos debieron fráternizar
pronto asimilándoseunos la cultura de los otros, y así las hallamos
juntas en lá parte de poblado ocupado por aribo6.
Según cálculo aproximado el pueblo indígena de Tosalet ocupa¡ía a la llegada de los romános una exterrsión superficial de 35.000
inetros cuadrados, de los que una mitad serían ocupados después
por los romanos. El poblado ibérico de Beniprí no debió tener más
met¡os cuad¡adoa(200por 90) de extensión.
allá de 18.000
CAMINO LA PEDRERA
DE
La tendencia de los pueblos ant¡guos a ocupar las alturas, nos
hizo reconocer Ia que al E. de Bélgida se levanta entre los caminos
que van a las partidas Alfogás y Ped¡era, y si bien en la mesetapropiamente dicha no hall¿mos indicio alguno de población, cien metros más al N., siguiendo Ia divisoriá de aguas,vimos confirmadas
po¡ cuanto ¡ecogimos €n la primera visita abunnuestrussospecbas
pedacitos de baro saguntino e ibé¡ico.
dantes
Reconocimientos posteriores nos han permiiido determinar,
aproximademento, 9l área de Ia estación, que no baia de unos 4.000
rnetros cuad¡ados (50 por 80), y reunir en materia de cerámica una
va¡iada colección de dibujos ¡ojos característicosdel árte ibérico y
romano, corno esimismo un tiesto con ¡ayado rparentem€Bte car'
dial por el exterior del vaso (lám. VIII, D, abajo izquierd¿), que
-2&-
[page-n-307]
FREHISÍORIA
DE BEITGIDA
I
recuerda la francesadel S. dicha rnano se halla también dentro de la región, en La Bastida (Mogente)
y cn Cov¿lta (Albaida) (1). También recogi¡ros una piedra calizopulida, de forma lenticulary peso 420 gramosy dos frag"
arenisca,
pequeñas oñta, pulim€ntadas
de
m€ntosde hachas
Ill núcleo p¡incipal det poblado iuvo asienio en Ia parcela de
olivos de D.'Narcis¿ GadeaSoler,situadaa 1¡ jzquierdadcl camino
que conducea la partida l'edrera; es el único ca¡rpo que ahora re'
mueve el arado y por eso los ol¡jetosvan saliendoa Ia superlicie;
pero creemos que si se roturase ei erial contiguo y se labrasen las
que le rodeanpor el N. y E. acrecería importancin los
la
de
parcelas
hallazgos.
Las ñguras de la lámin¿ VIII correspondcn a tiestos ibéricos, v
en
las 15 y 16, algo ampliadas, m¿rcas sellos trozos de hrrro saa
o
guntúo.
.
EROLA
hay
Alrededo¡ de la cas€ia Gisbert, de recienteconstrucción,
d€
partida en Ia épocaromdra; s€
indiciosde habcr sido h:rbitada
esta
recogen a la superlicie pequeños fragmentos de derÍr sigil-latar, tegulas,etc.
que vió, i0 años
EI carpintcro Vicentc Tomás'l'ormo asegura
variasvasijas Ias que sólo queda
de
atrás,exfracrde unassepulturas
memoria.
TEULAR
Comp¡ende esta pequeña partida solamente ei graderío de parjunto a la fuente de Grapat. Hemos recogido€r una
celassituadas
parcelascerárnicay un objeto de cobre a modo
de estás
de hoja de cuchillo. Por su proximidada Iá villa, acasoseande esta
procedencia, pues sabido es la {recuencia con que aparecen en los
escombros y cimentaciones r€stos antiguos de tod¡s las épocas,
incluso de la prehistór|ca. El aio 1927,sin ir más lejos, se encont¡ó
(1) ve¡ L B¡,tlestd: (unas @¡áni6
inlde6ahl€s d el va¡le de.a.¡baid!t;
(cuttM
fas. uI y w de 1928, tir. ¿p, pág. 23, ñ9. 16; donde, trs
va,le¡ciá¡d,
cedia¡
los de l*á¡íc¿
eslxd¡a¡ 106 ha,tlÁ¿gos nueshos m Béleida e inr@tdia¡
corno la
del Eya.do ca¡di¿r pd a¡¡abi@to.
¡a Fedúeión
@n@idos stie¡e
nuesba de BéIsrt¡¡, a t¡áv6 de lo h¿¡lslittico, l¡eg€¡rdo a 1a 2.¡ Ed¿d alet IIie¡m
la t¡adición de e iécnic5.. com s ae en lá¡ Do @ldial a,ludida, de épea lbdica,
v d 1& ftárcesa ú@tada.
-26i-
[page-n-308]
10
arrinconadoen el desvándc Ia casanúmero 9 de la calle de l'uera,
l¡ piedra o elementoactivo de Llnmolino ibórico en perlectoe$tado
de conse¡vación
flám V, B)
MUNTIS
Iln la partid¡rdc Muntis, 500oetros a ponientedcl corral de este
romana v posic'
¡ombrc, se rccoseen la tlerra leborablccer:imica
(lám. VI, D, rrriba y derccha)
rior
SALES
T., .siación ibero-romanade Tosalct llcga, en di¡ecciónal E.,
de
hastalas primerasparcelas estapartida lll fragncnto de (tcrra
a
co¡responde Sales.
dc
sigil-latar la lámina VI, D (abajoizquierda),
]
EPICR.ÁFICO
RESTOS
En octubre de 1914e1 peón caminero del Drlmer travecio de la
Navarro Espí, ¡os p¡e¡arretcrade Albaida a Gandía,D. Francisco
l:ipida (lám IV, D), quc acababade dcscu'
sentó un fragrnento de
l¡ri¡ a pocos pasosde aquclla vía v a la altura del bectón-etro 3 del
kilómetro 7. El lugar dcl descubrimic[to se haila en térm;no de
Otos, partidaCüestióo Cfistló, \'muv cercadel Iinde con el de Bélgida; dicha prrtida es comLi¡ a los dos términos No.debe andar
lcjos la necrópolisdc que p¡ocede.
La lápida,que es una lámi¡a de mármol buixcarróde 22 centín'et¡os de alto po¡ 27,5de ancho y 3,5 de gruesoen la parte süperior
a
y 2 en la inferior, estaba palmo v mcdio de prolundidad de una
gran zanja abierta por las aguas dc lluvla procedentesde la cuneta
dc la carretera. A Ia e¡cavación para cimentár un müro de piedra en
'I'odo
el
seco, que eviie este arrastre de tierras, sc debe el hallazgo
de
terreno es de transporte compuesto de marga v dc algunashiladas
gravamenuda.
cronisiade la provincia, Sr' MarEnviado un calco al entonces
del
Pror.i¿ci¿s 29 del misrnomes v año'
tínez Aloy, en e1diario l¿s
(Notas arqueológicas¡, rlió a conocerestepequeñomonos
sección
siglas:
las
numentoen el q!e sólo subsisien siguicntes
D.M.
VRSA
.
A.N,XVIIII
H.S.E. AERAS
A i l . .. .
-266-
[page-n-309]
I
f¡REHiSf ORIA DE BELGIDA
11
Esto e¡ : Diis Manibus. Ursa annorum XVIIII hic ¡ita est aerario
suo...r.
Es, pues, una lápida romana perten€ciente al sepulc¡o de ur¡a
joven de diecinueve
años,denomin¿da
Ursa,coo cuyo erario se cons,
truyó le fútrebre memoria.
Añade el mentado cronista, que este hallazgo tiene importanai¿
por ser la primera inscripción romana que aparecc en el citado té¡mino. Sus ca¡acteresclásicosy el empleo de las hojas de yedra para
puntear, acusanel 6iglo II o III de J. C. El nomb¡e femenino Ursa
es frecuetrtde¡ la epigrafía de aquella época.
¡
ITOIIEDAS ROüA¡TAS
Las monedas má$ antigr¡as que sabemos han aoarecidor tieen
rras de Bélgida,corresponden la época romana en sus dos períoa
dos de la Repúblicae lmperio (l), y son:
Un denario de plata de Cayo Vibio Pansa del año 43 a. de J. C.,
de la partida Mandofa (lárn. lX, l).
Un mediano bronee de Claudio I (años 41-54 de J. C,), de Ios
escombrosdel palacio del marqués de Bélgidá (lám. IX, 2)
Otro de Tito Flavio Vespasiano (72-81),de Ios al¡ededo¡es de Ia
ermita de San Antonio Abad (lárn, IX, 3).
Ot¡o de Domiciano (92-941, la partida Moteta (1áñ. lX, 4).
de
Otro d€ Adria¡o, de Ia partida Beniprí (lánu IX, 5).
Un gran bronce o sextercio de Cornmodo (161,19), de Benip¡í
Otro de Filipo El Arabe (año 245), de los escombrosde ta vilta.
Un pequeño cobre o bronce de Constantino I (306,337),
de la
pattida Corral de Ia Negra.
Otro de Constantino lI (323,361),de los escombros de la villa.
t
.)
t
I
{
t
Y aquí termina la b¡eve reseña de las exploraciones arqueológi"
cas de épocas más atrtiguás,efectuadaspor nosot¡os en el término
de Bélgida, con la cooperación eicaz de tos buenos belgidenses_
(1)
Todaa t¡d
sido haüadas ú Io qE ye de siglo.
(l
-
I
267 -
i
[page-n-310]
[page-n-311]
JoRNET (Bélgida,
"
LAMINA IV.
A. 'reguk.-B, E:sr de ¡oLunir. C. Dhlos de
[page-n-312]
I
JoRNET {Aélgld¡,,
A. As¡s ¡le v$os ibéricos.-B, Pie,a nóvil & ui molino ibérico. C ) D C6árnic¡ ibÉ¡ica de To63k1
LAMINA V,
[page-n-313]
JORNET (Bélgida.
LAMINA VI,
n
EK w
[page-n-314]
LÁMINA VII.
"
JoRNET (Bélg¡dar.
¡ t B, Vasos ibéricos de Tos¡:e'
C r D. Cerr¡rics iba'i.3 d. Benirri
[page-n-315]
LAMINAVIII.
JORNET rBelgida{.
A, ,8, C y D. Cé¡Ánic¡ i6¿tie d€l Csmi¡o de h PeCreia
[page-n-316]
JoRNET- lBúlsida".
LAMINA IX.
o,o
@@
c0 w@
@w@s
A. Ce¡Ámia¡ ihélis de¡ losdlél. I ai 6: ñlo¡ed¿¡ ¡ósr¡¡g
[page-n-317]
N I C C L A SP R I M I T I V O G O M E Z
para la amPliación
Excavaciones
del antiguo palaciode la Generalidad
I
ANTECEDENTES
en
Las excavaciones el recinto de una antigua ciuclad,cualquiera
que sea su motivo, especialmente
cuando son profundas, atraen
y,
los investigadores, mucho m'ás,cuando esta
siemprela atenciónde
primitivos como Valencia, la Mayor,
ciudad es de alicercestan
en
cual dice el Poema del Cicl l1); ciudad ya m,encionada otro poema, la Ora M arítima, de Avieno (2), baio el nombre de Tyrin; nomde
bre y ciudad antecesores los actuales,citados éstos por primera
por Tito Livio (3), cita que se.refierea esta Valencia prccisavez
segúnla opinión generalentre los historiadores (4).
rrr,€rrt€,
(1)
Poema.del Cid:
(...Merqed vosi sea-e fazed,rrosesüe perdon:
hiremos en podex de mio Qid---ra Valengia, la rmayor. .))
Qt (Avienus. Ora maritima.):
481: (Neque longe ab huius flunn¡inis divoiirio
.
p{aestringit amnis Tyrius oppidum Tyrin."l
un esturlio compl_etode la < co,n l.as rnás reclentes invesüigaciones se
puede ver en las o,bras siguientes:
Schulüen (A.):' Fascículo f. Barcelon^.1922.
Blázquez y Delgado Aguilera (A.):
Berthelo,t (A.): (Festl¡s Avienus. Ora, maritima">. ParÍs' 1934.
(3) Titus Livius, LV:
mrilitaverunt, agÍos opidurnque dedi:ü, quod Valentia voca,üumrest.)
(D PereiÍa (8.) e Rodrigues (G.): (Pottugal). Lislboa, 1915.Tomo VII' pá'
gina 258.
Al hablar de Valenqa do Minho prueban cómo esta Valencia prrtuguesa no
pudo ser La,citada por Tito Livio', como op narl algunos autores, espe€ia¡-rnente
porrtugueses.
-269-
[page-n-318]
2
:Nr'CóLASpRrLtltrTrvó GOMEZ
Tanto TJ,rin como Yalbntiia,hoy Valencia, han de coincidir en
esterecinto, ya que, aquélla,segúnpareceindicar el praestringit de
la ()ra..., como ésta,segúnconfirmanlas distintasexcavaciones
de
la ciudad,estaban
situadas una isla del Tyrius, hoy Turia (1).
en
La Ora lVIarítima,segúnlos modernosestudios,está fundada en
periplosdel siglo VI, a. C. (2\, por lo que sitúa a Tyrin en lo re.
moto dc. la cultura ibérica, hacia el ñnal del primer período de la
Edad del Hierro, y de aquí, m,ás
todavía,el interésque se muestra
por toda excavacióir
profr,rnda,
esperando
Ilegar,alnivel tyriano o
tyritano, ya que, de tan arcaicos
estratos existenapenas
no
excavacionesen ciudades
con nombrescitadospor los clásicos,
casi todas
ellas de situacióntodavía ignota o discutida Herna, Ilerda, He:
rneroscof'tium,
Sitana ct Sicana,Hylactes, Hystra, Sarna, Tyrichae,
Lebedontia... limitándonos a nuestrascostas,solamente, las
:
en
cuales Tyrin y Cherronesr.¡s las únicas de solar conocido.
son
Parecelógico que la ciudad antigua hubiese de estar hacia la
, parte m'áselevadade aquella isla, que, hace bastantes
siglos debió
dejar de serlo, sin duda más allá de su Reconquistapor Jaime I, ya
que, en su Crónica, no se refiere en ningún caso,al obstáculo euie
pudiera haberleopuesto e1brazo del río que rod,eaba ciudacipor
la
la calle Baja,la lJoatella (abtualplaza del Mercado), las Barcasy la
(hoy p,laza Tetuán), poco más o meRambla de los Predicadores
de
nos. Sin embargo, se refiere al foso, vaIL, que rodeaba las muralla6
(3). La necesidad la construcciónde tal foso demuessarracenas
de
por sí que ya el brazo del río, citado, no era im,pedimento
tra de
que sirviese defensa Ia ciudad,lo que confirmaen cierta mad,e
de
nera el silenciode la citadaCrónica,comiohemosdicho.
Bastanteantes de la construcción de este foso debía ser ya un
cauce seco, en parte rambla (de los Predicadores), parüe,prado
en
de pastos,como pareceindicar el nombre de Boatella, pues Plinio,
el Mayor (sigloI, d. C.), pareceignorarlo (4), porque sólo nombr;i
el Turia despuésde Valencia, vini,endodel sur, aunque esto no es
prueba sino negativa,pues el cauceizquierdo o actual, tal vez fuese
ya, en aqu'ellaépoca,el único irnp,ortante digno de mención.
y
(1)
(D
Nicolau Primitiu: (D'ArqueologÍa. Excavacións de Vaiencia> 1932,passim,
Schulten: (Avieno), pág. 46.
(3)
(Aureurn opus. Conquesta de.Valencia>>:<<...e
gitarem fusta e sermenLs
en- 1o vall, qui era, ple daygua e puys passaren lcs horrlens atma,ts atra ba,r.bacana...))
(4) (Plinius. Lib. III, cap. 3: (...Valentia Coionia III MiI. pas, a mari rem<¡ta: Flurnen Turium...>
-270-
[page-n-319]
E X C A V , { C I Ó N E SE N E L P . A L . A C I O E L A G E N E R A L I I ] A D
D
3
El recinto ibérico de la ciudad debió ser pequeño Tyrin, estaría
.
probablementesituada alrededor del altozano, que recuerda, en
cierto modo, el nombre de la calle llamada Subida del Toledano,
donde .esde suponer que estuviesela Acrópolis. I-a pequeñez de
por
esterecinto parece
demostrarla citade Salustio, la que seviene
la
en conocimiento que la batalla, en que Pompeyo derrotó a Qayo
Herenio, se dió entre los muros deVslentia y el río Turia (1).
El canónigoCortés tuvo idea de la estr,echez la primitiva ciud,e
dad y en su estudio sobre la Valentia romhna dedujo el siguiente
ámbito (2) : Cailesde los Bañosdel Almirante, Barón de Petrés,
p,laza S. Esteban,calle del Alm,udín,hasta la CasaConsistorial
de
junto al Palaciode la Generalidad),
(hoy desaparecida.
E,staba
calle del Reloj Viejo, Portal del Toledano (también desaparecido),
y
callesde Zaragoza,
los
Cabillers Milagro y nuevamente Bañosdel
Almirante.
posteriores,
que se ocupan de este cirLos escritores
regnícolas
cuito, genqralm,ente
copian a Cortés sin nombrarlo; pero éste dio
personal.
el citado recinto sin m;ás
fundamentoque su apreciación
Nosotros,sin muchasmás pruebasque Cortés,creemosque la muralla ibérica,por 1o menos hastaSalustio,debió formar, aproximadamente,el ámbito que sigue: Callesde Ia Correjeria,Cabillers,
plaza de SanLuis Beltrán,callesdel Conde
Avellanas,
San Esteban,
de Olocau, torciendo hacia la del Salvador para buscar la de Cruilles y Micer Tarazonay seguir a la de Samaniego,
torciendo en
y
buscade la de las Cocinas Bany dels Pavesos la de la Correjería,
a
que nosotrosindicamos coin'
cerrandola muralla.El perím,etro
no
cide exactamente
con el de Cortés; pero nos fundamentamos lo
en
poco que queda dc la topografía antiguay en escasos dudososday
que no hemosencontrado
tos de las excavaciones,
confesando
hasta
ahora ni un solo dato que, firme e incontrovertiblemente,pueda
apoyar nuestro supuesto.Cortés dejaba la Generalidadfuera de su
que nos ocupan incluyen
imaginario recinto; pero las excavaciones
estosterrenos en la Valencia ibérica, tal vez la misma Tyrin úe la
Ora...
Hasta ahora poco se había hallado que p,udiese
atribuirse a la
(1) Mayáns (G.): En. 1895.Tomo I,
páC. 3, y el rnisrnro,
, t. I, pág. 34.
N. P.: (Excavacións...>, pág. 103 y siguientes.
SchulLen (A.):
dexterum
flurnen Turiarn,, quod Valentiam parvo intervallo praeterfluit>.
(2) Cortés y López (M.):
tigua...>. Madrid, 1836.TormoIII, pág. 468.
-271-
[page-n-320]
N'I'COLAS PRIIMITIVO 'GOiMTEZ
4
publicó una lápida, que se halla en el Museo
época ibérica. HLübner
Arqugológico de Madrid, como procedentede Valencia,lápida ibérica que copian Almarche (1) y Sanchis Sivera (2), pidiendo co'
de
legirseque no hay datos que prueben que p,rocede la propia ciues decir, Valencia.
dad tyritana,
para el moderno alcantarillado de ésta,
Durante las excavaciones
encontramosalgunosfragmentosde cerámicadel tipo helenísticoy
pintada con zonas,del ibérico (3) v también parece ser que el doctor P,ericot,por las mismas circunstancias,encontró algún otro
fragmento cerámico semejante; también fueron hallados en dicha
ocasión algunos muros esporádicosque nos hiciéron sospechar...,
y eso es todo, hastaeste momientoexcavatorio.
il
DE
CRONTCA LAS EXCAVACIONES
Ia
Por todo lo dicho anteriormentepuede comp'renderse curiopara la ampliación del Palaque despertaronlas ,excavaciones
sidad
cio de la antigua Generalidad del Reino de Valencia, ya que se
esperabaqu,efuesen profundas, tanto para las'fundaciones de paredes y postes como para los sótanos,que se suponía se habían de
quedado defraudados.
hacer; cosaesta última en la que hemros
Situadaslas excavaciones
iunto al Museo de Prehistoria y su
Servicio de Investigación(S. I. P.), no habían d,e pasar desap'ercibiclaspara su director, D. Isidro Ballester Tormo, quien encargó
del
al jefe de reconstrucciones S,ervicio,D. Salvador Espí, la con'
tinua vigilancia de las obras e intervención de los hallazgos,y a
nosotrosel estudio y publicación de los mismos.
de
Como ,en casi todas las excavaciones la ciudad, despuésdel
y
desescornbro p,rofundizar algo m,ásde un metro, empezarona apaa
recer restos medievalesrevueltos, muros ant,eriores los ediñcios
y barros ibero-romanos,y a los 2,50 mieahora denibados, sigillata
en
tros por debajo del piso actual de la call,e,aproximadamente, la
Almarche Yá,zquez (F.):
Valerncia). 19f8, pág. 4?.
Q) Sanchis Sivera (J.):. Valencia, 1920. Tomo I'
lámina IIf.
(3) N. P.: (Excavacións...>, págs. 50, 95 y 123'
(1)
-272-
[page-n-321]
EXCAVA]CIONIESlEN .E]L F,{LACIO D.E LA GEN:BRALIDAb
6
zania e, en el punto S (fig. 1.o),apar'eció, fragmentos,uno de los
en
llamadosr hálathos (1) con pinturas geoméde
o
por Espí, con su
tricas, rep,res,entado las figurasy recompuestos
en
maestríacaracterística.
!
t
t
5d@
.lwíónwiliál
rpr l,r,a.v
Figura l.&+Pfanta
d€ lds excavacion€o:
A, Generalidadr vieja;
rB, Prlaz,sdlel iPoeta Liern i
C, Plaza de San Bartolomé ; D, 'Calle de los ,Cialballeros ]E. Central
;
de la Cblafacción
(f) Creemos que, posiblemente, se trata de bacines, ya que tienen la forüiÍl
y proporciones que se han conservaclo hasta nuestros días. No obstante, para
admiüir plenamente esto, tenemos Ia dificultad de no haber halladc sr.iiales de
imllregnación de materias fecales, hasta ahora, en.ninguno; pero tarnnoco esto
pa"sa de ser una, prueba negaüiva y el. nor enconürar tales ¡astros más bien tra de
ser debido a la consüante ievigación en r¡n zubsu,elo hilnedo ocrno éstL', durante
tantos siglos,
-279-
[page-n-322]
cdMEZ
ñróómS ÉnunrrrVo
Apareció despuésun holmísbos, quicio (fig. 2.') de piedra caliza, fuera de su sitio, comtotodos los demásobjetos,si exceptuamos,
que delos
naturalm,ente, muros. Por sus proporcionesnos p,areció
bía haber pertenecido a una puerta de fortaleza, tal vez m'uralla.
que
Por el emp,otramientoque presenta,en la superficie labrada,"
puerta -todas las demás caras
sería la en contacto con la supuesta
que
están en bruto- y p,or la irregularidad d,elagujero, sup,usim'os
debió tener un buje, de hierro o de bronce, y que fué seguramente
Figura 2.a-
'quicio ,de p'uertr
el quicio de la parte inferior, pues en la sup,eriorno tendría estabi'
lidad suficiente; a esta parte de arriba, el agujero de quicio estaría
practicado en el dint.el-probablemente de piedra-, manera que
aunque el dintel suele ser
vemos usadatodavía en muchos p,ueblos,
p,róxim'o,desbastadocon azuela.
un tronco de madera clel bosque
'tod<.¡s
estos restos y especialmentelos de ceráLa apariciín de
rnica ibérica pintada, ttna muela solera d,el tipo ibérico (fig. 3.i),
encontradaen la zangaotv (fr1. 1.'), á unos tres metros de profundidad, y algunosmiuros,b, h, b', b", b"', bIV,i, J' (fig. 1.') dieron
medida de la importanciaque pudiera tener la,extensiónde las exca.
vacionesa un área superior de la que, por lo visto, se proponían,
e insistimosen ,ello acercadel director del S. I. P. v del Colegio de
por la intervención del Sr. Ballester
Arquitectos, consiguiéndose,
-274-
[page-n-323]
iEN ÉL PALACIO DE LA GÉNBRALIDAI)
E)ICAVIAC,I,OTNES
J(ftl
f
I
I
I
I
4..1)N
lJ",i',@)l'ill
-\it.."\i
?i:!ln
\\Sr"í/l
Figura
3.-a--+Muela solera
de un molirno ibérico
Tormo, la* del arquitecto provinóial, Sr. Albert, y, sobre todo, Ia
buena voluntad e inteligente comprensión del presidentede la Diputación Provincial, sr. Rincón de Arellano, que se excavaselo
necesarioen el p,unto E de la figura 1.', destinadoa'central de la
ealefaccióndel edificio.
.
Poco era en realidad par¿ un estudio arqueológico eficiente;
pero la oposición con que el interés excavatorio del investigador
del subsuelo,esp,ecialmente una ciudad, suele.
en
encontraisesiempre con otros.intereses muy diferente índole, no dan para más ni
de
3un,para tallto, casi nunca; así que procedimos a sacár el lnejor
:partido posible de Ia concesión,ayudado por la incansable
vigirande Espí, al que se debe casi todo el éxito obtenido.
,"itla
'zanja,a
En,la
apareci,eron muros b v h (frg.1.") y unos 45
los
"
el pozo oval, j, de 1,30 metros de diámetro rnnyoo,'d"
imetros
I forma que otro aparecidoen las excavaciones
para el refugio
.
.
|
.
,
r
v
¡
1
4
1
¡
-276-
¡
!
4
¡
¡
[page-n-324]
(
INICÓLA,S PRI'¡4IITIVO GO\A4EZ
del ex jardinillo del lado derechode la Generalidad(1), refugio en
de
Estos pozos son seguramrent'e ñnes de
destrucción,actualtnente.
la Edad Media.
en
Los muros b y h, aparecidos la p'artec' de la zania a, no se
continuabanpor la parte c, hacia la plaza del Poeta Liern, y el encargadode las obras, D. José Ríos, a quien hemos de agradecersu
colaboración,nos dijo que, al retocar la zania para dejarla a la melo
desaparecieron, que no pudimos compr,rbar.
dida convenient-e,
Estos supuestosm¡urosestaban compuestos por cantos informes,
con arcicomo argamasados
especiede op'usincertum, y aparecían
d,elsubsuelo.En el supuestomuro l¡ se
lla, la misma seguramente
algún sillareiode 49x32x30
a
veía,contribuyendo su composición,
por
por una de las caras49 x 30 y desbastado
centímetros,trabajados
las otras, lo que daba idea, más bien, de un'amontonamientoextraEl
ño. Tenía 1'73 metros de esp,esor. m,uro b tenía un metro de anera la mism'a,pero sin sillarejos.
chura y su comp,osición
el
Enlazanja a'pudimos obs.ervar muro l¡'de la parte d que se
pero no Io vim,oscontinuado en las
continuabaen b" , a la parte d' ,
zanjas ni a"'. Estos muros, de la misma técnicaque el b, tenían
&"
aproximadamente1'50.metros de espesor,igual que otros b"', $tv
También apareció
de la zanjaalv, de la misma técnicaconstructiva.r
o
en esta zania lltima el háIatho.s
arriba, y la muela de la figura 3.".
de
En la zanjaa" aparecií el hc¡Imíshos la frgura2." y en 7aa"'
el m,uro Í, J' (frg. 1.", p,lantay sección).Bsls rn,uroconstabade dos
a
p,artes. superior, de ladrillo, p,ertenecía una de las modernas
La
pero la inferior, de argamasade cal y canto" fortíconstrucciones,
sima y de 1,90metros de espesor,demostraba haber pertenecido,
qtizá, a una fortaleza y nada de extraño tend'ría que fuese uno de
de
los recintosromanos, pues bajabaa m,ás 4,50metros.
pozo redondo de 66 centímeTambién en esta zania aparecióun
tros de tliámetro y formadclpor cantosrodados en seco,pareciendo
de
más bien un p,ozociego para desagüe una casamedieval. Según
a
D. José Ríos, fué descubierto un metro de profundidad de la excavación, tapado con una losa y vacío.
. De los demásrestoshallados,difícilmente se p'uedenprecisarlas
de
circunstancias lugar y profundidad donde fueron encontradosy
estamossegurosde que, una buena parte, fueron perdidos con los
escombrosllevadosa lugaresque no se pudieron averiguar.
(1) Primigenius:. Almanaque de
(Las Provincia$ palra, 1941, pá9. tt8? y siguientes.
-276-
[page-n-325]
rEN
EXCAÍúACIOTNIES ErL {PA,LACIODrE LA GENERALIDAD
III
E X C A V A C I O N E SE N E L L U G A R D E L A C A L E F A C C ¡ O N
Com,o un inciso clebemos
decir para que quede constancia,que,
que podemosllamar vieja, y las casas
enire la Generalidad,
que seguían hacia la plaza de San Bartolomé -hoy derribadasy de cuyo
ocupándonos-, existía un callejón, miáso menos de
solar estam,os
1,70 metros de ancho, que ahora desap,arece
aquí, enteram,ente,
como ya en tiemp'ospasadosfué perdiéndose,tal vez incluído en
otros 'edificios.Así parece demostrarlo el antiguo palacio de los
Boils, antiguosseñoresde Manises,hoy orupado, en parte, p'or <
pues consta dicho edificio de dos cuerp,os diferente
Rat-Penat>,
de
época,
como se ve claramente,
siendo probable qu,e,al ser ambosde
un m,ismodueño, hicieron desaparecer callejón,, que los granya
el
des patiosde lucesde los palacios la época,lo harían menosnede
cesario;el cual callejónsaldríaa la calle de Samaniego,
continuado
por otro, tapiado hoy, que desdeesta calle venía a salir por el patio
número uno d'ela p'122^ Cisneros,y de aquí se continuaría, prode
por la calle de Náquera, a salir a Ia Puerta de los Seb,ablemente,
rranos.
Por la parte de la calle de los Caballeros, continuabapor el
se
callejón tapiado entre el magnífico palacio, núm,ero nueve de la
calle,y la som,brerería Abril, torciendohaciaponientey saliendo
de
a la calle de los Juristas,¿ quién sabesi en buscadel Bany dels Pa(1).
vesos?
Continuando con nuestrasexcavaciones,
diremos que, al apare(fig. 1.') pensamos
que bien pudiera ser continuación,
cer el muro o
(1) De esto queda alguna constancia en el plano de Valencia, del P. Tosca
pero exisüen en el intecrior de ma,nzanas de casas, tapiadas a, la, parüer de la calle
y distinguibles o que no son sospechadas desde eI exterior, rnn¡ctros ca,llejones y
callizos, que fueron a,ntig:ua,s
calles y (azucacs) (callejones sin salida), que, por
el hecho de que, en la época del P. Tosca, ya hablan desaparecido comc vÍas pública,s no figuram en su pla,no.
Bajo el aspecto arqueológico-histórico sería verdaderamente interesante hacer r¡n esüud.iode estos rqstos de Ia Va"lencia. antigua, ya que, segurarnrente, coniparándoios con las muchas notas urbanas del
de l¡a,Valengia m,aitlomretana y aun de la anlerior.
Esto se hace todavÍa más necesario y urgente ya que Valencia hac.- tiempo
que, conflada, y alegre, destru,S/e su pasado urbano de una rnanera' exlraustiva'
que asornbra a los pocos ama,rrtes de las glorias pasadas qr¡e vamos quedando.
-277 -
[page-n-326]
NICOLAS PRI:MITtVOGOMEZ
en cierto modo, del b', b",1o que no pudimos comprobarpor estar
la zanjaa' rellenaya por la nueva fundación, Y, Por el mismo motiel
alguna al' ap'arecer
vo, no pudo tampoco hacersecom'probación
con el b"',61v.
relacionado
mrurobt', para ver si estaba
IJn repasode nuestrasnotas nos llevó al convencimientode que
Ios muros b' , b" , b"' , 6Iv.y el bv, estabanen relación, püesrque üer
nían composición igual e igual espesorde m,etro y medio, ap'roxiy
a
madam,ente, se asentaban parecida profundidad. No contamos
el b de ia zanjaa, poÍ ser de un mretrosolamente de grueso y ade
rnáspor la indicaciónde D. José Ríos.
Al aparecer restantes
los
muros 'm, m', m", 'r'n"',y fr, fl', fr", fl"',
y
p,
de la excavación del sitio de la calefacción, el bv, que daba la
impresión de estar interrumpido o cortado, y no aparecerfrancamente señalesdel b', b", a pesarde su proximidad, pensamosque
y
n..., nr^...,
seríanp,osteriores que p'arasu consestosmuros citados,
los
trucción hubieronde ser derribados b', b", b"', btv, bv. El b"',
hastattna altura de 1,87mletrosde su base,mienbrl se conservaba
'tras que
el bv sólo llegaba ala altura de los rn", m"'.
rn..., porEl muro o parecía primera vista posteriora los t1....,
a
que su paramento estab,a
muy bien cuidado y chocabacon lo basto
de los demás; pero un atento examen ,comparativonos dem,ostró
que el o era una pared sobre sus éimientos o' , o" , rnientrasque lc¡s
otros eran sólo cimientosen los que, probablemente,habría desaparecido toda pared. I'a o estaba rota hacia \a parte de la zanja a' 5'
porque de lo conel restode ella se habíasalvadomilagrosamente,
tomado por paredeslos cimientos.Estos, como
trario hubiésemos
ée ve en las fotografías(véasela lámina) y dibujos (fig. 1.') solían
ser más anchos que las paredes-obsérvese en o, o', o"- lo que
contrasta con las murallas mahornetanasde Valencia, en lo ¡lue
hasta ahora hemos podido ver (1), que no tenían fündacionespropiamente,a pesarde ser posterioresen varios siglos.
o',
.
Como la sección del m,uro o nos da los cim,ientos o", completos desdesu basey el arranquede la pared con parte'de ésta,y
el tal arranquees de suponer que estaríapoco más o menos al nivel
podemossenter,
del piso de'la calle, al tiempo de su construcción,
que dicha calle se encontraría
mientrasotros datos no lo rectifiquen,
a
aproximadamente unos 3,15metros por debajodel piso actual de
la calle de los Caballeros.
pág. 82, fig. 16.
(1) N. P.: (Excavacións...>,
Prirnigeniuisr: <
ria¡io. Va1enoia,,1945.
-278-
[page-n-327]
EXCATr')ACIO,N,ES EL P,AITACIODE LA GENERALIDAD
rEN
1l
El muro (cimientos)zi,' se asentaba
sobre una capa de gravasde
y
unos diez centímetros espesor estab,a unos 45 centímetrosmás
de
a
abajo del arranquede la pared o, entre éstay su cimiento o', p'or lo
que la graveravenía a estara unos 3,60metros de profunclidad.A la
derechadel m,uro o pared o, continuabanlas gravashacia la, G¡:neralidad vieja ; pero no, en absoluto hacia la calle de los Caballeros.
,
Estas gravasestabansobre la arena arcillosarojo-amarillenta.
tan
característica Turia, y demostrabanser la terraza más elevada
del
del río a su llegadaa Valencia.Encima de estasgravasse continuaba
un p,6gelaarena ya muerta de aguastranquilas,casi arcilla, no sienpor la remoción, desdeantido fácil tarea determinarsu espesor,
guo, del subsuelo, que estaremociónllegabahastaestosmismos
ya
muros.
Esta terraza o playa fluvial se observaen todas las excavaciones
de la parte baja de la ciudad, cercanas río actualy su antiguo braal
Aquí se ve que llegó hasta este punto y no más
zo desaparecido.
hacia el altozano, situado entre las calles de los Juristas y del lvliguelete.'No tenemos ningún indicio sobre la estratigrafía
del subsuelo de estealtozano, que hemos supuestoanteriormentesede de
la Acrópolis de Ia antigua Tyrin. El cauce actualdel Turia suponemos que está entre cuatro y cinco metros por debajo de estasgravas, é Cuándo cortó el río estaterrazay profundizó su cauce?No
pruebaspara contestar; pero daremosalgunas
tenemosbastantes
para los investigadores nuestrasantigüedades
notas interesantes
de
subterráneas.
Algunas vecesnos hemos ocupadoen artículosy conferencias,
de
que existen en ruinas a la izquierda del río
una red de acueductos
para usosdoniésticos riego, hasta
y
Turia y que suministrabanag:ua
Ios últimos tiempos de la Valencia rornana,en el hinterland Valen" tia-,9agu.nt1,rm, estudio, el de los tales'acueductos,
procuramos
cLryo
terminar para su publicación.
pasaban nivel algunos barrancos,
como se'
Estos acueductos
a
puede comprobar p,or los restos de cauceque quedan hacia las oripues actualmente talesacueductos
llas de los m,ismos,
estánrotos
los
por las avenidas ahondados cauces los barrancos.
y
los
de
Se observa que las gravasdel lecho antiguo están más elevadas
que las paredesque forman el caucedel acueducto,lo que demuestra, o que éste fué excavadoen la graveÍa,por debajo del nivel de
las barandasdel cauce--con lo cual habría el peligro de continua
invasión de las gravasen el canal- o que éste resistió algunasavenidas, por lo que aquellasgravas,que, como decimos, suben más
arr\bade las paredesclelacueducto,habrían de ser de épocaromana
-279 -
[page-n-328]
12
NI'COLA,S PRIilWITTVO
GOMEZ
o algo posteriores.Avenidas que juzgamos subsiguientes aban'
al
donc;de los acueductos,
rompieron éstos,que, al quedar sin reparación, permritieronel ahondamientodel caucede los barrancos,
como hemos dicho.
Este fenómenose puede'observaral paso de varios barrancos;
pero donde mejor, es en el llamaclo<
Cano>, en término de Pamalas)(1), en lir
terna,el cual nacehacia Les C'oves
males (Cuevas
Caiada de Peña, que da nombre a la estaciónde La Cañada,de la
línea de eléctricosa Liria. En este barranco (2), hacia su desembocadura,un poco más abajo del azud de la acequiade Cuarte, es
:
donde se puede estudiar bien el fenóm,eno la graueracortada en
un largo trecho por el acueducto y el paso de éste, roto por el
barr¿nco.
L,a graveraes una terrazadel río y es de suponer que el régimen
torrencial que afectó a los barrancos,influyesetambién en el Turia,
en la m,isma época, aunque, con toda seguridad, la diferencia de
unos 13 metros de desnivel,que existe hoy, entre los caucesdel río
y del acueducto,no fué cortada toda p,osteriormente la época roa
mana, ya qlre el canal,al llegar a este punto, habría ganadoun nivel
diferencialapreciable; por lo tanto hay que suponer con fundamento que su caucefué ca'vadoen la gravera, quedando ésta por
encima de las paredesque forman la canal.For los mismos motivos
hernosde suponer que la graverade la excavación que nos ocupa
E
(fig. l.'), esiaríaya cortadapor el río a la construciónde estos mual
ros, p,ues es de creer que estasedificaciones
no
fuesenpracticadas
nive! de las aguas.
La construcciónde los azudesy puentesimrpidió, sin duda, que
el f'uria continuaseahondandosu cauce,que a estashoras sería seguramentebastantemás profundo.
Para aclararmejor lo dicho más arriba sobre la cortadura de la
graverapor el río, hemos de manifestarque, en las excavaciones
de
la necrópolis
aparecida un solar,esquina las callesde la Muela,
en
a
en trance de desaparecer,y de las Calabazas, ap,areci6,dentro ya
de las gravas,que no nos parecieronrernovidaspor construcciones
posteriores,y a unos 4,80 metros de profundidad del piso de la ca(1) Es curioso el caso de estas cuevas, que son artificiales y Droducidas por
ensanot¡:amiento de 106 pozos de r.espiración y car¡ce del cua,rüo, a¿ueducto en
ruinas, ascendiendo desde el río. La tradición dice que fueron m.idriguera de
m,alheohores y a esto deben sq ndnlbre, segurramerrüe. Esüárr ra cosa de un kilómretro de Ia estación.de l€. Ca,ñada, en d.irección a, Liiria.
(2) Se llama (del Cano)) porque pasa por encÍma del de la acequia de Moncada.
-280-
[page-n-329]
\
DIE LA GENBRAI,IDAD
EN E'L .PA,ITACIO
EXCAVACI'OINES
13
lle. un, fragmento de lápida romana con cuatro letras mutiladas de
las que sólo se adivinanuna I y una A. La situaciónde estanecróp,olisera la de la orilla derechadel brazo derecho del río -ya desque nos ocupan están a
aparecido-, mientras que las excavaciones
la orilla derechadel brazo izquierdoo actual.A pesarde lo dicho,
el hallazgode la tal lápida dentro de la gravera lo, tenemospor no
probatorio,ya que, en la misma necrópolisy a la misma profundidad de cxcavacióny t. pocos ln,etros de distancia hacia el Oeste,
de
varios fragmentosde una especie cantarito o anforita
aparecieron
verde-marque gritaba, con toda raz6n, por
de un hermosovidriado
lo sarraceno y también parecía no haber habido remoción pos;
terior.
tl
Por lo tanto, la existenciade objetos, arqueológicos no, denpor
no
tro de las graveras, indican"contem'p,oraneidad este solo heespecialcho, y hay que tener gran precauciónen las excavacione's
por las primey
mente de ciudad y su estratigrafía no dejarsellevar
ras impre-siones.
diremos que apareci,i un
Siguiendo con nuestrasexcavaciones,
p,
con tres puertas,al parecer, p', p" ' L;a
m,
casebre m', m", nr,"',
que terminaba en una curva
p" d,abaaccesoa otro departam,ento
la',
un poco extrañacon otro p,aso siendo h un p'ozoredondo perteneciente,como r', al mismo edificio medieval que éste, quizá, ante'
y
l,
rior a los últimamentederribados, a alguno de éstosperteneció
pozo, pero mucho más moderno.
tamrbién
A la parte de la Generalidadvieja, a la derechadel muro o, ap'a'
igual a la anterior
!I',
reció otra casucha n', n", n"', de construcción
y con sólo un paso,más que puerta,n'. Entre estecasilicioy el h,
h',había una rotura del muro o que bajabahastaquitar casitoda la
fundación, pero nada probaba que fuese practicadapara comunicar
aunque nos 1o pareció y así Io creemos.
ambos casebres,
En este casoprobaría que el mturo o era anterior a los casilicios,
o"' al muro o, el cual
como también pareceprobarlo el aditam,iento
pared de 22 centímetros
tenía el aspectode ser'el arranque de una
de gruesa,Ia cual no coincidí¿con el cimiento n", es decir, que no
era Ia pared que le tenía por fundación. Por estasrazonessuponemos encontrarnosaquí ante tres épocas: 1.': L'a de los murosb', b", b"'rblv, bv;2.": La delmuro o, o', {)", o"', Y 3.': La
s
d e l o s c a s i l i c i om . . . y n . . .
Todos estosmuros volvieron a ser inhumadosde nuevo -no decimos que piadosamente- para que reanudasensu interrumpido
sueño secularjunto con los otros que no lograron ver la luz del sol
no
en nuestrosdíasy no pudieron contarnoslo que sus compañeros,
-281-
[page-n-330]
T
14
Nr.coLA,s
PRrMrTrvo
coMEz
sabemos decir que más afortunados, supieron acabarnos
si
no
de
referir.
IV
LOSOBJETOS
HALLADOS
Plnone.-Encontramosel holmisboso quicio de la fi,gura2.",
que por su tamaño parecía decir que pertenecíaa, una gran puerta
de palacioo muralla.No estaba situ y no podemosdeterminarsu
in
época,ya que el tipc ha llegadohastanuestros
días en algunospuepudiera ser romano o tal vez ibérico. Ballester
blos. No obstante,
Tormo nos dice que no los encontró en las,excavaciones pobladel
dc¡ibérico de la Bastidade les Alcuces (Mogente).
La rnuela de la figura 3.' es soleray está rmejor acabada
que de
ordinarro,las hallamos en las estaciones altura. Posiblemente
de
iría empotrada una plataformade madera,como posteriormente
en
vemos todavíaen los molinos harinerosde piedras,y la muela misma forrnabala grapaldina,que sostenía eje que conducíala muela
el
superior, el cual iría, por la parte de arriba, contenido en un, cojinete o dos. Este eje seríamovido por una palanca perpendicular
al mismo.
por la figura 4", parece
[Jn codo de piedra caliza representado
haberservidode enrpalme dos tuberías ángulo; y un bolaño o
a
en
bala de piedra,de 16 centímetros diámetro.Es de calizaarenisca
c1e
y bastante
regular.Dc éstos,
fueron encontrados gran número en
en
para el alcantarillado la calle del Poeta Quintade
las excavaciones
na, y quizá sobrantes sitio puestoa Valenciapor Jaime I y sus
del
(
h u e s t e sl ) .
Mnral.-Tres fragmentos de clavos de hierro, uno de la parte
y
de la cabeza los otros dos, puntas,tan oxidados que apenasse
puedenadivinar las formas por sus fracturas,
que son recientes,
lo
querdemuestra,como en muchos otros objetos, que el resto se fué
con los escombros.O'tros tres fragmentosde hierro, tan oxidados
como los anteriores inclasificables; de ellossemejauna gruesa
e
uno
caheza clavo. IJno entero, de bronce, largo total 67 milímetros,
de
15
diámetrode la cabeza y cuatrode lado. Es cuadrado.
Tres fragmentosde una p'iezaincompleta, al parecer de bronce
y
informes,de plomo.
e iniderltificable; dos fragnrentos
CuBnNo.-Al parecer,uno de becerro y otro de cérvido.
HuBso.-Un fragmento de mandíbula de cabray otro de una
inclasificables, parecer.
al
de un cánido.Otros fragmentos
(1) Nicolau Primitiu:
(Las Provincia$. Va,lencia, 192f. 20 de Octubre.
-282-
[page-n-331]
EXCA1¡IACIONES IEN ,BL PALACIO DE LA GENBRALID.dD
15
Una aluja con cabeza,
rota por el agujero de enhebrar, larga
hasta la rotura, 63 milímetros; diámetro rnáximo,6; a la parte del
agujero, 2, y el diámetro de éste, medio milímetro (?).
p'ectu,nculuszsiolascens
Moluscos'-Un
sin perforar; un frag-
20o
l.
l
'lO5
J
l
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I
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f ¡
't
Figura 4.a
'Codo de piedra parl
empalme
d'e tu,benra para oonduc<íón de iíquidos
Goldf, quo
mento perforado por el ápice, y una ostre&Jlabellata,
puede haber servido de escudilla
Vtonlo.-Varios fragmentosinclasificables
con exfoliación muy
avanzada; entre ellos la base de 97 milím,etrosde diámetro, de un
vaso,
CnnÁulct.-Es, como en la casi totalidad de las excavaciones. a partir de su aparición, la más superabundanteen restos,y
hemos de advertir que los cuerpos de revolución rnás antiguos que
-283-
[page-n-332]
16
NrcoLAS
PRIdT4JITIVO
GOM,EZ
.
Ios
se han halladoaquí estántodos hechosa torno, si exceptuamos
forrnadoscou molde, como la sigillata o barro saguntino y para
i
encontrarlos hechosa mano, aunque a primera vista parezcanhechos a forno, hemos de descender los fabricadosen la Edad Mea
dia, que se han encontraclo esta excavación,algunos de los cuaen
y
inequívocas curiosasde m,anufactura,
les presentan'señales
como
vcremos.
PINTADA.-Lasfiguras 5." a 77." representan
CnnÁtuca IBÉRICA
Figura S.a-Kdl¿flros
o sombrero de
Figan G.a-Kálatft¿s o e,ombrero de copa
_284_
[page-n-333]
,DE
EXC^AVACTONES ,EL ,P.dLACrÓ LA GE|NÉRALIDAb
EN
11
esta clase de cerámica,adornada con pinturas geométricasdiversas, si exceptuamosla figura 8.", que, desgraciadamente, se
no
pudo completar, a pesar de la vigilancia, agudezay habilidad de
Figura 7.a
Kdlathos o somürero de copa
Figura 8.a -Base
de ká[athos
i'
Figura 9.a-rParietal
':'-"::::::t"--
dnledo
con rarran'que de rsa
Espí; no pudiendo reconstruirsemás que la base,y parece representar un a4im,al fabuloso, tal vez, sin que podamos determinar
cuál pueda ser éste; y quizá la figura 9.'. Todas las otras r:omposi_285_
[page-n-334]
18
G0 /trEz
ÑlC.oLAs FRI,MITIVÓ
ciones son hechasa base de círculos concéntricos(hemicírculosy
y
cuadrantes) zonas,con algunosotros elementos.
en
La figurá 10.' tiene adem'ás su b,ordeun dentado que semej:i
Figura 10.4--\Fragmento de kdlkth'os o s,omibrero de copa
."
p á j a r o s e s t i l i z a d o se n un último término, como las figuras71; y 12",
especie aviforme que también apareceen el
Figura ltl.a+Borde
Figura l2,a-Brs'e
de kál¿tllos o sombrero de copa
de krílatlros o som.btero 'de copa
bacín o bálathos, de la 5.", debajo de los hemicirconcéntricos, en
un entrepaño formado por zonas horizontales y verticales; y en el
borde del mismo aparece igualmente esta especiede comas avifor-aunque
mes. Estas las hallamos, además,en los bordes de las 6.0
son ya, más bien, dientes de escualo- y 7.'.
Espirales aparecenen la 5.u,en el interior de los hern,icircon'
céntricos, y en la 6.', debajo de otros mismos' Tres series de siete
-286-
[page-n-335]
I
-
EXCA\¡ACIÓNE.S'E,N iEIL P,AL,qCIÓ D,É LA GENERALIbAD
T9
puntos, mediadospor otro grueso, aparecenen la figura 7.' en el
entrepañoy debajotambiénde un hemicirconcéntrico.
I-as figuras13.",14.', 15.",16."y 17.' presentan
como bam,balinas
sübtendiclaszonas.Las 13.', 15.",16."y 17.'representan
a
cuadrantes
t
,t
Figura l3.uFragmento
Figura l4,a-rPbirietal
de kálathos o sombrero de co¡r
pinrado
Figura 15.a-Palrietall pintado
Figura 10,4 lParietál p,intado
Eigura 17.LPa¡i€tal
-y
pintsdo
menos que cuadrantes--- circoncéntricos, formando una especie
de endentado. La bambalina de la figura 14.'está formada p,or hemic i r c o n c é n t r i c o ss e c a n t e s . o b r e e 1 b o r d e d e l a 1 1 . ua p a r e c e u n e n t r e S
l a z a d o c a t e n i f o r m e ; e n l a 1 3 . ' , d e b a j o d e z o n a s , s u b t e n d i d t - , ss i g n o s
,
v e r t i c a l e sc o r t i n i f o r m e s y l a f i g u r a 9 . ' p a r c c e r e p r e s e n t a r u n a e s p e cie de ara.ña,pulpo o estrella.
L o S e l e m e n t o s d e l a s c o m p o s i c i o n e sn o s s o n c o n o c i d o s , p e r o n o
pasa lo mismo con todas las combinaciones de la ornamentación"
q u e p o c l e m o se x a n r i n a r c o m p l e t a m e n t e , c ó m o l a s d e l a s f i g u r a s 5 . " ,
-287
-
[page-n-336]
20
ÑICOLAS PRIfVÍITIVO'GOMEZ
6." y 7.", siendo de lamentar el que no haya'podido ss¡' ssrn'pletada
alguna sorpresa'
la 8.', pues tal vez nos hubieserevelaclo
ha
sIN
CnnÁuIcnIBÉRIcA PINTAR.-Se podido reconstruir un ká'
de
de
lathos o <de 18 centírnetros diámetro de boca
y 17 de alto. Además, muchos fragmentosirreconstruiblesde vasos
bastosy sin importancia, no disdelicadosy, más abundantemente,
cernibles entre lo ib,érico,lo rom,anoni aun lo medieval, muchos
de ellos.
Esta cerámica,como la anterior, pintada, es de textura roja que
a vecesllega al rosa casi blanco, de cocción elevadaque da un soni'
la
do argentino, al repique. Es, como decimros, m'ásabundante-Teibénemos aquí un fragmento gris casi negio, incontestablemente
rico por su borde hipoide (1); coloración producida por habersr-'
cocido en'una atmósferahumosa excesivamentereductora. Creemos que, al contrario de otros vasosde textura gris uniforme' que
de
un
representan tipo intencionado,este gris, que ap'arece vez en
cuando en los vasosibéricos,es debido m'ásbien a un descuidoque
no a un subtipo propuesto.
también buen núm,erode asas,que podemos atriHa aparecido
y que perduran en lo romano' mono y bifilares,
buir a lo ib,érico
algucaracterísticos,
cordiformesy de otros tip'osvariadosy m,enos
en
nos de ellos persistentes nuestrosdías.
Debemos manifestarque creemos que la cerárnica ibérica del
a
tipo de pinturas, se cocíageneralm,ente una más elevadatempera'
la
que la romana' especialmente
tura y en atmósferamás oxidante
llamada oPusdoliare.
CenÁuIce DEL TrPo HELENísrIcQ.-Tan abundante como la .sigil/afa. Ningunapieza ha podido ser reconstruída. Textura roja que
llega casi al blanco. Grano m'uy fino. La hay, en su mayoría, del
bello harniz negro'de irreprochablepulirnento, del mejor estilo;
pero también negro mate, de la misrnatextura, y negro mate de un
bello gris ceniza.
después
En un fragmento de base, al exterior, se ven grabadas,
que tal vez pertenecieran una estrella.
a
de la cocción, tres puntas
Su barniz es mate y,su textura gris. En otro fragmento de base,de
un finísimo pulimento negro b,rillante, y también al exterior, se
pueden observar tres signos grabadoscon cstilete finam,ente,des-
(1) Llamamos así al borde del vaso cuya sección recuerda más o menos la
cahua, d,e r¡n cra,ballo.
págs. 8?, flg. XXVII núms. Il 81 A y R, 81 8.
Gómez Serrano: (El Mosaico...D,
-288-
[page-n-337]
*
Éñ
EXCÁMACr,óñES )ÉL PALACTó DE LA CÉNÉRALIbAD
2l
pués de la cochura (figs. 16." y 19.', A), que son posiblJmenteibéricos.
Figura l8.a-Frsgmento
de b¿se de u,n vaso d€l ,iipo heler¡íÉt¡co, con inscripción
i.bérica
HQ/V
OF G A T \
N
Figura l9.a--lne.cripciones;
'
l:
Inscrip,ción de la figura 18.q
londro interior
B y C:
Seltos.de alfarero en el
de vasos d,e sígil/¿f¿
NinEn cuanto a los adornos antes de la cocción son escasos.
guna palmeta'.Una baseen cuyo interior hay cuatro círculosde pequeñasvírgulas y al centro una espiral que parece círculo, porque
estávista por el eje. Otra basetiene por el interior, barnizado, una
y
acanalada, por el exterior, sin bárniz, otra
espiral
frliforme; y otra baseque, por el exterior, presentaunos sibnosiri,
completosilegibles,p,or estar fragmentadaior ellos.
SIGILLATA.-Textura grano fino y coloCnn,fu,llCl
SAGUNTINA
O
de
ración que va desdeel rojo intenso' al rosa casi blanco. Barniz:
,4) Rojo brillante de buen estilo, por am,bas
superficies; B) Rojo
meno'sbrillante sólo por la cara exterior; C) Textura roja constante, sin barniz.
[page-n-338]
22
N,lcoLA,s PRlr^llrlvo GÓLM,EZ
El tipo -.4)es siempre moldeado, casi siempre sin relieves--hablamos de estasexcavaciones- o con una franja de palos verticaloipresentanseriesde
des, cercade la boca. Dos fragmentosp'arietales
de igual dirección, muy
puntos verticalesseparandocuatro ovoides
alargadosy formados por cordones,y presentan irisacionesplum"
érica, al parecer,presenta
Otro fragmento de basehemisf
baginosas.
de dicha base,al exterior, cinco círculos de vírgulas
en el arranque
'fres pequeños
fragmentospresentanrelie€n un fondo sombreado.
en
ves floralesy otros tres pertenecena una comip,osición relieve
que resulta muy incomp'leta; p'ero se deja adivinar que representaría un camello montado por un guerrero. Aunque estos trozos se
nos presentanmate" es probable que sea por haber perdido su pulimento, en el medio en que Yacían.
Lo más notable hallado de este tipo lo forman dos basesde vasos conrsellosde alfarero por su interior (figura 19, B, C). En la /J
(
h e m o sl e í d ot r e sl e t r a si b é r i c a s ? ) y e n l a C l e í m o sO P ' G A M A . E l
y naturalistaSr. Vidal L6p'ez creyó leer OFCANTI,Io
. arqueólogo
que la P podría leerseF -'pero
que es posible. Nosotros exponemos
viendo una P-, la G puede leerse C y'la final, más
continuamos
que 1, entendemosque puede leerseA o R.
Del tipo B) sólo tenemosuna basecon pulimento mate, sin el
y
brillo de los anteriores un rojo del pulimento más claro y sólo por
el exterior. La verdaderabasela constituyentres p'ies,formadospor
eliminación de trozos del aro que formaba la base primitiva, antes
de la cocción.Por junto de los muñones, que quedaron para pies,
unos señalesque aparentabangrietas producidas por el
aparecían
que las tales
fuego; se ve, no obstante,examinandodetenidamente
grietasson cortes de la cuchilla al hacer la eliminación, como hizo
observarel joven arqueólogodon Vicente Pascual.
que podemos llamar, proviEl tipo C) presentavarios aspectos
sionalmente,subtipos.1.eCerámicade textura roia con grano fino,
pulim,entada
brillante, plumbaginosa,con adornos florales en fonnatural. Varios fragmentosde diferentesvasos,irrecomponibles.
do
2.'.Cerámicade textura roja con grano fino pulimentada mate, Froal
trablemente natural. Un fragmento presentaal interior incisiones
flameadasen seriescontinuas de cuatro lenguasfiliformes, escalodistinto, con bastonespor el exnadas,y otro fragmento, de r.as.o
y que ab,ollanun poco por el inteterior, hechosen la masatierna
rior. 3." Cerámicacle textura roja con grano fino, sin pulim'ento y
sin adornos.Varios fragmentos y 4.' Cerámicade textura roja y
;
grano menos fino aunque uniforme, que presentala particularidad
el
de tener ennegrecidoexprofesamente borde y a vecesparte del
-290-
[page-n-339]
EXCAIVTATC'ION'ES EL TPAL.ACIOD,E LA. GBNTETRALID.\D
EN
exterior. Es muy corriente y no suele faltar nunca en las estaciones
ibero-romanas.Una de süs variedades,
muy abundante,casi siempre, que se distingue porque la seccióndel borde semejaun dedo
con su uña, por lo que la denom,inamos
onixoide (1), está repre.
sentadaaquí por varios fragmentos.Toman la form,a de cazuelas,
ordinariamente, en la basesuelenllevar círculosincisoshechosa
y
torno antesde su cocción
CnnÁluce TExruRA
DE
GRIS.-Texturay exterior grises,grano fino
y pulimento natural por el exterior y sin él por el interior. Te,
nemos varios fragmentosde un gris más o menos claro hasta casi
azuladocomo el pequeño chou.s jarrito de la figura 20.', único que
o
aparecií casieniero.
Figrra 20.a-Perqueño
choas
CnnÁutca DE TExruRANEGRA.-Sep,resentan
dos tipos diferen'fextura
tes : 1."
hna y pulimento mate, rep,resentada varios
por
fragmentos, parecerde un mismo vaso. Recuerda el bucchero
al
nero etrusco, aunque dudamrosque lo sea. Este tipo no es hallado frecuentemente.2." Cerámica de textura negra algo basta,
sin ningún pulimento, utilizada, al parecer,para cocinar. Bastantes
fragmentos.Es muy frecuente.
(1) Gómez Serrano (N. P.):
(Pouaig), de Moncada,, en eil Museo pro'r'incial d.e valemcia¡r. Archivo de Arte
Valenciano. Valencia, 1923,pág. 8?, f,g. XXVII, núms. Rg2 y RB3 y pág. gB.
-29r-
[page-n-340]
9+
ñtc,óLA,S pRl,lvilrlvo cÓ¡tl'sÍ.
i
fragmentos de cerámica vulgar p,erteáltuorlRtcns.-Cuatro
que, p'or la parte interior, tienecientesa cuatro vasos-distintos
piedrecitasy que se sup'one servirían para moler
nen incrustadas
colores, salsas,
alioli, etc. BailesterTormo tiene en publicación un
posible sobre estaclasede objetos.
estudio todo Io com,pleto
CnnÁuIia A MANo.-Aparte de la típicamente medieval, que
hemos apuntado antes, han aparecido unos fragmentos -indatables, de momento, por nosotros- de una esp,ecie cazuela tle
de
que no creernos.pueda anterior
boca oval, cocida a buen fuego,
ser
a lo ibérico, y cuya orilla, un poco inclinada al exterior, es de nueve centímetros,y ademásun fragmento de disco con un asa rota,
posiblementetapadera.
LucnRNes.-Han aparecido fragmentos pertenecientesa ocho
o diez lucernasde tierra cocida sin barnizar y otra, casi comp'leta,
del tipo delfiniforme, rota el asay el extremo del pico, que tiene el
cuerpo redondo, barnizadorojo de buen estilo, lleno de círculos de
Buntos, en relieve, teniendo en la baseuna R rodeada de cuatro
hoyitos. Al lado derecho tiene un p'equeñomiamelón,para apoyar
la yem,adel dedo gordo de la m,ano izquierda. Tipo suditálico (l¡,
al parecer.
PoNnus.--Han aparecidodos fragrnentos,uno de ellos, por su
ibérico;, el otro, por los rnismos m,otivos,
forma y cocción, p,arece
pareceromano; aunqueestadistinción no puede ser absolutay menos tratándosede {ragmentos.
Opus DoIIARE.-Un fragrnento de orilla de un gran doliu,nt,.
No menos de 28 puntas de basede ánforasfusiformesy gran cantiparietalesen fragmentos.De
dad de asas,bordes, y, especialmente,
una ha podido reconstruirsela mritadinferior. Parece tratarse del
amphora vi.naria corriente.
Un fragmento de tegula y varios de imbrex y una a modo de
imitación de trompa de elefante,de color rosa muy claro, de sección
cuadrática,redondeadapor la parte inferior y menos por la superior, por donde tiene un pequeño canalillo con sección de cuña,
abierto desp,ués Ia cocción, como así dos rayas incisasparaleloide
que las divide. Longitud, 62 milímetros. Suponemos
des a la canal,
que pueda tratarse del rostrum de una p,equeña
fuente.
Un fragmento de ladrillo de sección115x 75 milímetros, que suponemos tendría unos 220 de largo, más o rnenos.
TB¡os.-Han sido encontradosdos, uno bastanteirregular, de
(1) Daremberg (Ch.) et Saglio (E.): (Dietionnaire
e" ronlaines). Paris, 1918. Tomo fII, pág. L.323.
-292-
des antiquités grecques
j
l
[page-n-341]
EXCAIVACI'OTNES
EN EL 'PAITACIO ,DE LA GENERALIDAD
25
en
diámetros 50 a 60 milímetros, p'racticado un fragmento cerámico
posiblemente
44
ibérico, y otro, más regular, de diám,etros a 48, gris
probablementepor el uso,
el exterior ennegrecido,
de textura, con
ya que se trata, sin duda, de un fragmento de perol medieval,como
aquí. Ambos son disotros que se han encontrado reconstrqibles,
a
cos logrados retocando tiestos cualesquiera, fuerza de pequeños
golpes, para redondearlos,dejándolosen bruto y sin fregar.
especialm,ente las alturas,en que no se
en
Rara es la excavación,
(1)
encuentrenen abundancia,a vecesa centenares v de todas épocas Serra y Vilaró (2) dice haberlos encontrado de cerámica a
mano con impresionesdigitales, además de ibérica con pinturas;
Ibarra Folgado (3) representaalgunavariedad de ibéricos pintados
y diversos; Taracena (4) encontró enlzana; (Soria) 233 fichaso tejos de éstosen los que habian grabadossignosalfabetiformes,,
escazoomorfos y otros; Siret los encontr6 de cerámicasigileriform,es,
llata (5) y Gonz'álezSimancas, Sagunto,barniza,losde verde (6).
en
Se encuentran con agujeirocentral y sin é1.Taracena dice que estaban perforados aproximadamente la mitad -álgunos de ellos
presentan dos agujeros y otros están excéntricos (7)- y Serra y
Vilaró (8), entre sus 782, sólo halló uno agujereadoy varios, cuyo
a
uúmero no.determina, comenzados perforar.
También los hay de piedra. Los hermanosSiret los hallaron de
pizarra agujereados los suponíanpesaspara redes (9). A los cey
Serra y Vilaró (J.):
pág' 33'
Superior de Excavaciornes y Anüigüedades. Memoria 44. Ma'drid, 1922,,
que encontré'i8'2.
Dice
Taracena (Blas):. Madrid' 1923,págs' zO y 33'
Dice que se llevaban recogidas más de mil, en Numancia.
(1)
(2) Loc. cit.
(3) Ibarra Folgado (P.): <
Materiales para su historia>. cuenca. 192t1
págs. 80 y 81.
(4) Taracena Aguirre (8.):
groñon. Junta Superior... xllemoria 86. Madrid, 1927,págs' 12' 13 y 14'
(5) Sir€t (8. y L.): (Las primeras Edades del Metal en el st de España"
Barcelona, 1890,pág'. 154.
(6) González Simancas (N4.): (Excavaciones de Sagrtnto>. Junta Superior'
Memoria. 48. Ma'drid, 1923, págs' 32 y 52.
(?)
Taracena: (Excavaciones. Loc. crú
(8) Loc. cit.
(9) Loc. cit., Pá9. 150.
-293-
[page-n-342]
26
INTICOLA,S
PRr,lltTr'VO GOIVI'EZ
rámicosse les ha atribuído el papel de pesos,monedas,tapaderas
y aun otros.
Hay también discoso tejos que estánfabricadosexprofesamente,
y
teniendo impresos a molde (1) bustos de personajes figuras animales.De estosúltimos presentóuno, de 73 milímetros de diámetro y 13 de espesor,a la sesióndel 13 de Ilnero de 1936de la Sección de Antropología y Prehistoria del Centro de Cultura Valenciana, don Francisco Martínez y Mart.ínez,quien lo guarda en su
en
colección (2).El tal disco o ficha representaba relieve, por una
de sus caras,un toro con las patas dobladasen actitud de descanso
y rodeado de piñas, y por la otra, también en relieve, una cabra en
posición semejantey rodeada de hojas y frutos. Fué hallado en la
finca denominadade CasaDoñana, de Caudetede las Fuentes,propiedad de dicho erudito señor. Pero lo notable, p,or 1o casual,es
que, pocos días después,el 29 del m'ismo mes y año, apareció un
artículo de González Simancas,excavadordel castillo de Sagunto,
publicando un disco, al parecer
Provincias>>,
en el diario local
igual, hallado en dicho castillo.
Despuésde lo que antececle,
sólo nos resta exponer unos hechos.
En nuestra infancia-hace más de medio siglo- hemos jugado con
tejos cerámicosredondeados
cuidadosamente
con una piedra. Los
juegos eran> otros (3,¡,
y
y recordamoscómo, cuando conseguíamos
una arandela de metal,
mirábamos por su agujero el objetivo, a donde queríamos pegar,
en
creídosque'así acertaríamos el blanco.
parte por lo menos de estos tejos, tendrían este
Y si no todos,
uso.
Ornls cERÁMICAs.-No
ha aparecido nada que podamos atribuir al período visigótico. Al mahometanopertenecenvarios fragmentos de una especiede anforita con fondo perforado de colador, adornado exteriormente por figuras geométricasa la cuerda
seca,con barnizadosverdesde puntos y líneas,contenidospor otras
Abuhdan los fragmentosde cacharrosde este mismo
al manganeso.
período con adornos de figuras negras,también geométricas, a
pincel.
(1) Serra y Vilaró: Loc.' cit. Lámina XVI.
((Comisión Ejecutiva. Excavaciones de Numa,ncia>. Maddd. MCMXII, pág.36.
(.2)
1942,págs. 32 y 33.
(3) No es de este lugar la descripció.r de estos iuegos, que todavÍa se usan,
aunque los tejos vemos que han sido swtituÍdoer por rnionedas, arandelas, y otros
hierros rcdondos o cuadxados. No sabernos si en lors puerblos se usarán aún
belles) (tejos).
-294-
[page-n-343]
EXC'AMACIOINES
EN EL .FAI]ACIO DIE LA GE,II.IERALIDAD
27
Han aparecidovarios peroles curiosos, porque a primera vista
parecenhechosa torno ; pero examinandocl interior se ve todavía
y
la desigualdad la señal de los dedos en p,osición
vertical,uno y
otro dato probando que no fueron hechosa torno. Examinando el
exterior, se observaque han usado una especiede cuchillo o listón
para alisarlo, estandolleno de líneas incisas en todas direcciones.
No obstanteello, observandoalgunaslíneasincisasque parecenhechas a torno, especialmente la parte del cuello, puede suponerse
a
que haya habido ejecución
mixta : a torno y a mano; pero son, indudablemente,manufactos.
MoNsnRs.-Sólo ha aparecido un pequeño bronce que, clasificado por el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa, resultó con la siguiente lectura : <. Cabeza
con corona de laurel, a la derecha. Senatus Consultus entre el 98
v 117.
.
'
V
CONCLUSIONES
y
Poco más puede decirsede las excavaciones de sus resultados,
que no sea puramentesubjetivo.Los objetos hallados,salvo unos
pocos, indicadosya, na pudieron determ,inarse lugar ni profunen
didad. Su clasiñcación exclusivamente
es
tipológicay, estratigráfipuede decirseque a la derechadel muro no fueron hacamentesólo
llados tiestos del tipo helenísticode buen estilo y que la sigillata
desapareció
algo antesde llegar al fondo de la excavación.
Esto no ob,stante, es absoluto ni por lo tanto probatorio, por
no
parcialidad la excavación por lo pococientífica
y
que pndo ser;
de
la
sin embargo,por lo que se deducede lo que"rigurosamente hafué
llado in situ., que son los muros, pareceque nos encontremosante
por el
tres momentosde la vida de la ciudad: El representado
n i u r o ó ' , b " r b " ' , f i v , S v ; e l c l e lo , o ' o " , ( ) " ' , y : l o s , c a s i l i c i o s . . . ,
rn
ru...Estas tres manifestaciones
muralessólo pudimos verlasreunidas, y por 1o tanto comprobadas, la excavaciínE, comprrendida
en
a',
entre las zanjas a", alv, y ia Generalidad
vieja; los puntos b, b',
b",b"', bIV.ni i,l', na pudieronser comparados
con los de la clicha
por estarya las zanjasrellenaspor los nuevoscimienexcavación
E,
tos, como anteriormente
dijimos; hubimosde compararcon las notas tomadas,que creemosbastanteexactas.
Si dejamos correr un poco la fantasíay comrparamos
con la arqueologíay los hechoshistóricosvalencianos,
podemossuponer que
el muro b', b"..., erala murailade la ciudad en ép,oca
ibérica.Este
-295-
[page-n-344]
28
NICOLAS PrRIMüTM
GOTM,EZ
es
muro, de airededorde 1,50m\etros, bien poco muro para lo que
ibéricasde altura, si
ver en las estaciones
a
estamosacostumbrarlos
que,los conocidos de las mtu'
bien no es de mucho menos espesor
y
rallasmahometanas de la que llegó al sigloXIX; si bien éstoseran
de cal y canto; pero tambiénde tapial, como se puede comprobar,
todavía,junto a las torres de Cuarte.
con lo
Esta debilidaddel muro b', b"..., está en consonancia
poco guerreraque debió ser Tyrin, ya.que ningún historiadorde la
ni
contiendapúnico-romana romana la cita en actos heroicosa lo
ya
saguntinoni aun de menor cuantia,y sólo aparece como Valentia,
que contempla neutral, o poco mecomo una ciudad exhuberante,
de
entre romanos; especie Jauja,como fué
nos, las luchasintestinas
siemprepor el interior montaraz y misehastahace poco, acechatla
rable, mereció una cornucopia como escudo, signo de abundancia
y ausenciade belicosidady sobra de mansuetud.
Este muro, pues. entendemosque fué algo así como un quitade
miedos, una defensacivil para resguardarse sorpresasy bandidaje, ya que su verdaderaacrópolis debía ser Saguntum.
E l m u r o o , o ' , . . , s e r í ai n t e r i o ra l b ' , b " . , . , y m á s b i e n p o s t e r i o r
a é1,y formaría tal vez la cercade un barrio de extranjeros,tal como
en la Edad Media ocurrió con la Judería y la Morería. A la conquistade la ciudadpor los romanoso más bien a su entregaa ellos,
acabadas luchasen nuestraregióny considerándose
sus
inútiles,fueque quisieron
ron derribados
dichosmuros y dadosa los indígenas
establecerse los suburbios, los cualesconstruyeron sus casebres
en
por dentro y por fuera del recinto, tal como, a la construcciónde Ia
muralla del siglo XIV, hicieron con la mahometanalos Jurados de
la Valencia de entonces; m,urallaque todavía vemos sirviendo de
p'aredmediera,metida en las manzanas casas
de
desdela calle de los
Roteros hastala de los Caballeros,por lo menos, y que tanta mañ,a
con la complicidad de
se dan los propietariosen hacer desaparecer,
y la incliferencia la vindicta pública, que ve demode
sus arquitectos
ler impunemente la arqueologiade su cultura, base de su razón de
persistir.
aproveMientras los indígenas
tyri.taniconstruiríanslls caseb,res,
y de susmateriales, cfu¿s
los
romqni, desprechándose los mrlros
de
ViIIqe rusticae,algunasde
ciando la ciudad, construiríanmagníficas
cuyas ruinas podemos contemplar aquí y allá por nuestrashuertas
y secanos La Vallesade Mandor, La Masía de YéIez, Bananquet
:
(Paterna),EI Pottacho,y El Bordellet (Moncada); LaMarde Sau
ta y Maquivas (Museros) El Camp del Tresor, El P'alauy El Villa;
y
ret (F.l Puig) ; El hIarqtt,eret El Trull dels Moros (PuZol); El Pi*296-
[page-n-345]
I
'
- E)ICA,\'AOIOINES IEN rEL FALACIO DE LA CENIERALTDAD
29
noso y El Corral dels Churro.s (Sagunto); p'or no citar más que las
a
más conocidasy cercanas la ciudad.
Y esto es cuanto, de rnomento, nos atrevemosa decir, meditancomo en
do sobre las ruinas de la casi fabulosa Tyrin, aparecidas,
para la prolongación del
un sueño, en las excavaciones-efectuadas
antiguo Palacio de la Generalidad, del ya, poco menos que legendario, Reino de Valencia (1).
t
{
t
j
1
,
;
I
11¡ Los dibujqs de las flgwas L'a,2'e, g.", fg.'; 19.4 y 20'¿, son d'e Crarlos
Ga,rga,llo; diseños y fotografías del auibor;, Ios dÍbujos de I¿s nggfa,s 5.4 a 17.4
de José Alcácer,.y los grabados y fotograbados de viláseca. A todos.agredecemos
su colaboración y asimismo al contraüista de las obras, sr. Porba, qúe nos fa:
cilitó la misión.
-297 -
[page-n-346]
[page-n-347]
t-An¿tNa
L
de la
PRIMITIVO
GOMEZ-r,Palacio Generalidad,,.
NICOLAS
Vistas varias de lae excavaciones
(Fotos N
P'. Cómez.)
[page-n-348]
i
I
¡
ANTONIO BELTRAN
Dtnecton
prl
Musso
¡r
Clntloe¡¡¡
flcerca de los nombres de Cartagena
en la edad antigua
La ciudad que hoy lleva el nombre de Cartagen lo h'am'udado
a,
numerosasveces, porque siendo plaza de importancia estratégica,
militar y económicamente,
Bor su puerto y por sus minas, ha sido
codiciada por los nurxerosospueblos que han intervenido en la
Historia antigua de España.Y así la vemos sucesivamente,
avanzada del imrp'erio
Tartessio,capital del imperio púnico del SE. y de
una de las zonasromanasde la Citerior y aun, más tarde, capital de
los Imperiales en sus vanos propósitos de reconstruccióndel Imperio mediterráneoromano.
MASTIA
Correspondeeste uombre a la ciudad anterromanasituada,ver<-rsínrilmente,en la cum,bredel actual cerro de la Concepción,según
la conocidadescripcióndel Periplo de Avieno en los versos449 y ss.
que corresponden la parte más antigua de la redacción,que se rea
monta -según Schulten- al año 530.
El preciosotexto dice :.
la ciudad de los Massienos
desdealta mlar,y en lo profundo del golfo surgecon susaltasmurallasla ciudad Massiena...u
(1).
En los autores clásicos encontramos una pequeñá divergencia
gráfrcadel nombre de la ciudad. Se reconoce,en efecto, el nombre
Massi.a la Ora Marítima y en Teopompo (Filípica, Esteban de
en
Bizancio), rnientrasque Polibio (3,24, 1) y Herodoro de Heraclea
se inclinan por Ma,stia,que prevaleció.
Coinciden los autores en admitir que Mastia o Massia, es nombre antiguo e indígena,seguramente
tartessio,ya que independientemente de que la tribu que le dió su nombre fueseuna extensión
(1) FHA. I, págs. 71 y 116.(Namnatius inde portus oppidum prope/ se Massieuum cuxvat al.to ab aequore/ sinuque in imo surgit altis moenibus/ urbs Massiena...)
_299-
[page-n-349]
2
{NTTONIO B,ELT'RAN
para dominar e los almerienses, final del Bronce
de los tartessios
al
(RoschGimpera),es io cierto que la ciudady su tribu estuvoincluída en la parte Sur del limes tartesiorttnt,esto es, Herna, en la desenibocaduradel Vinalopó para unos, seguramenteentre Herna e
Ilerda al Norte del río Guadalest.
solaQue Mastia no estuvieraen el solar actual de Cartagena,
mente es afirmado, que sepamos,por dos autores cuyas opiniones
entran más en lo pintorescoque en lo científico,en el estado actual
h
N=----F4
:*
-: --->-
p'=-&
= : - - - : = Z
deuocíon de ht fndiuiduos de lqs Reales Qalerat de Espana
de la cienciahistórica.
Son el eminentepolígrafoJoaquínCosta (1),
que daba la bahía de Cartagenay el islote de Escombrerascomo
y
y
sedede Tartessos, D.. trulogio Saavedra Pérezde Meca, que deque Mastia era Mazarrín
fendía,fundado en razonesde hom,ofonía,
(2).
y que Cartagena la antiguaTartessos
era
entre los siEl nombre y la ciudad de Mastia se desenvolvieron
guientestérminos cronológicosconocidos:
Hacia 530,citadopor el periplo de Avieno.
El año 348,citada por Polibio (3, 24, 1) en el segundotratado
form,andoparte ya del reino cartaginés,pero
rolllano'cartaginés,
Tartessos (Mastia en
nombrada como parte integrantedel
T arsi,sl.
Finalm,ente
tenemospor cierta la fecha de 230 en que fué fundad a l a c i u d a dp ú n i c a .
diversas
acercade la suertede Mastia bajo los
flxisten hipótesis
para la fundaciónde la nuevaciudad (Schuipúnicos; fué destruírJa
por ella (García y Bellido). Como
teri) o simplementeabsorb,ida
quiera que fuese,el nombre se perdió y no solamente la capital,
en
grupos de Bastetanos,
Deitanosy
en
sino en la tribu, diversificada
Contestanos.
(1) (Estudios ibéricos>,pág. 14.
(2) (Nlastia y 'Iartesor. Murcia, 1929.
_300_
[page-n-350]
ACTBRC,A Los No^fBRErDE,C,ARTAG,ENA LA EDAD ANTr,cuA
úE
Eñ
CART-HADASAT
Asdrúbal fundó en el año 230 laciudad que había de ser capital
del Imperio cartaginés SE., sustituyendoa Akra-L,eukecon vendel
taja. La fundación fué recogidapor Polibio (2, 13, 1), Zonaras (8,
19), y la nueva población recibió el nombre d.eciwdq(xNueva, siendo este apelativo por Polibio (Kapxrpova),
que la llama otras veces
Nézv Kzpz4o'ova
El nombre, pues, original, de Cartagena
fué Ciudad Nueva y así
se advierteen las monedaslatinasmás antiguas,
como veremosseguidamente.solamentelos romanos,en tiempos avanzados,
utilizaron la redundancia carthago lüoua, que enconrramostambién
escrita.
El nombre púnico Io llevó la ciudad durante muy poco tiemp
y no se encuentraen ninguna referenciadirecta. Establecido,según
quedadicho, en el año 230,perduró hasta el2A9,en que publio Es_
cipión, en una campaña
sin precedentes la Histo,ria,se apoderó
en
de la ciudad más fuerte de Hispania,tras un solo día de asedio.
CARTHAGO.NOVA
Los"romanosaplicaron este nombre, romanizando su modo el
a
púnico, y añadiéndole
otros títulos que conocemos.
Según testimonio de Veleio Paterculo (l), Cartagena
fué la colonia más antigua fundada por los romanos fuera de rtalia. Los autore¡ han supuesto,con cierta ligereza, que fué fundada por césar,
de quien recibió el nombre, después haber derrotado a los irijos
de
de Pompeyo; pero lo cierto es que Cartagena
acuñabamoneda lo,
cal antesderesafecha. Y'si nos atenemosa lo,snumerosostestimonios que aportanlas acuñaciones Lépida, Illici y carthago Nova,
de
habremosde concluir que la fundaciónde la colonia cartaginense
será lo antigua que se quiera, pero que el nombre de Iulia que
o'stentó recibió después
lo
del año 45, fechade la bataila de Munda,
de ios miembrosdel segundo triunvirato, como ras dos ciudades
antescitadas.
Antes de entrar en Ia solución del problema del nombre romano
de-cartagena en las monedas,es preciso hacer una pequeñadisgre,
sión acercadel nombre de oinusa, que con muchasdutlas ha sido
(I)
Delgado. Nuevo Método. ffl.
Ca¡thago Nova.
-30r-
[page-n-351]
4
ANTÓNIO B.ELTRAN
aplicado a un punto de la bahía de Cartagena
por el Prof. García y
Bellido (1).
Dice el repetido tratadistaque, aunqus con muchas dudas, sería
posib,le
que Ia discutidaOinussacoincidiese
con Cartagena, cuyo
en
caso podría ser una factoríade los alrededoiesy
es que hubieseestado a la entrada de la magníficabahía de Cartagena,frente a la Isla de Escombrera)).
posible esta ubicación,sólo apoyadaen un texto
No estimamros
de Poliaeno (VIII, 16, 6), que dice textualmente
pión tornadopor asaltola ciudad de Oinussaen España.Ios soldados que la saquearonle presentaron una joven de extraordinaria
belleza,etc.>Se refrere,por tanto, al conocido episodio dela continencia de Escipión narrado por Polibio (10, 19, 3), l,ivio (26, 50),
Dion Cassio(57 42),Frontino (2, 71, .5),Floro (1, 22, 38), Cornelio
,
Nepote (De vir, il. 49), Vaierio Máximo (4, 3, 1) y Aulo Gelio (7,
8, 3), que unánimem.ente
afirman que la doncella estaba entre los
prisioneros que le fueron entregados
despuésde la toma de Cartagena; debe tratarse,pues, de un error de Poliaeno, ya que no cabe
suponer que hecha prisionera en Cartagena,fuera llevada a presencia de Escipión en Oinussa.Schultenhace notar que Oinussa,en
lugar de Cartagena, da solamenteaquí y la identifrcacon Peñísse
cola.
Pero ademáshay textos de Tito Livio que aclarantotalmente ia
cuestión y que hacen imposible que Oinussa pueda ser Cartagena,
Son ellos :
Partiendo de
aquí, pasandopor delante de Onusa, llegó, siguiendo la costa al
Ebro> (XXI, 22,5).
tomraronla ciudad y despuésde saquearlapusieron rumbo a Car(XXII, 20, 3).
tagena>r
que en el códice de Tito Livio aparece el
Si a esto añadimros
nombre de Omissamy que la correcciónen Onusa no estátotalmenprudentesson las dudas del sabio
te justificada,
advertiremos.cuán
catedráticode la Universidad de Madrid, y por nuestra parte creemos que correspondea una ciudad cerca del Ebro, al Sur del río,
que tam,pocodebe ser confundida con la interpretada
sobre la basede los textos de Ptolomeo (II, 6, 22), ni ser puestaen
relación con la ciudad que acuñó monedas con el rótulo ibérico
O-to-be-s'ken(Tibisa, mejor que Oropesa).
(1) (La colonÍza,ción Phókaia en España, desde 106 orígenes hasüa la, ba,üalla
de Alalíer. (Siglo VU-535) en Arrpu-rias If, pág. 73.
-.3n/2-
[page-n-352]
A C E R C , Ab , E L O S N O M : B R E, D E C Á R T A G . E N A N L A E D A D A N T I G U A
.
E
EL NOMBRE CARTACENA LOSEPICRAFES
DE
EN
MONETALES
En las monedasde Cartagenaemitidas por los romanos, aparecen, a veces, sigias V. I. N. o C. V. I. N. K. o parte de ellas.
Ias
C.
Vam,osa dar una interpretaciónque se hace ahora por primera vez,
y expondremos
luego las bases
numismáticas que la fundamos.
en
1
C
2
V
3
I
4
N
5
K
1. No planteaningunadihcultady ha sido interpretada
unáni_
mementeC(olonia). Sobre ella hemos dicho lo pertinente.
2' Interpretadacomunmentey hasta la fecha v lictrix) como en
otras cecasespañolas,
debe ser leída VRBS. La lectura victrix se
advierteen las,monedas osca vrbs victrix, l,epida (colonia vicde
trix Iulia Lepida), luego celsa y análogamente reía coronia vicse
trix TriunphalisTarraco,que tambiéndebe ser rectificada.
3. Se explicacomo Iulia. Ya hemosdicho que siguiendoei pa_
recer de Fl6rez, se la supuso fundada por César, pero que en rea_
lidad el nombre le fué dado por los triunviros cuando a Erche y a
L'epida,en el año 45 6 tal vez en el43.
4-5' El nombre Nova Karthago es la ratinizaciónder púnico, repitiendo que la sigla 5 le fué añadida m,ás¡nodernamente.
I)e esfaforma queda el nombre de cartagena,antigua carthagi,
ne, COLONIA URBS IULIA NOVA. Veamos ahora las pruebas
(1).
de estaaserción
En la Serie de monedaslatinas de Cartagena,que hemos ordenado cronológicamente la 1 a la 44,ocupa el núm. 5, siendo por
de
lo tanto de las más antiguas,una mo'eda de bronce, como las demás, que tiene la siguientedescripción
:
A) Busto a derechade Palas, con pelo flotante, cascoadornado con crinesy égida en el pecho.
(f ) Estos argumentos y m,uy exiensas consideraciones sobne
los rnjismos los
exponelnos en nuestra obra inédiüa, (Arqueo ogía de Cartagena) (T. I, Arqueo_
logÍa, plano arqueológico y topografía; T. II, Numisr¡ática y Epigraffa).
-303-
[page-n-353]
.B,ELT,RAN
ANTÓ.NIÓ
R) Venus en pie, sobre cipo, con la mano extendiday en ella
A
una palom,a. los lados CV-IN
mal estudiadacomo todas las latinas de Cartagemroneda,
Esta
na, fu6 atribuída hasta Flórez a Norba,, y por este autor a Cartage'
su
na, comprobándose atribución por Delgado. La discusiónentre
los partidarios de la tesis antigua (Pellerin, Combe, Sestini, Mionnet, Catálogo García de la Torre y Heiss) y los de la nueva, moti'
v6 la apariciónde algunaspiezas que tenían ademásde |as cuatro
a
letras citadar, ,rtta K grab,ada buril, que se encuentra en varios
p.
ejemplares, e. algunos de Ia Colección Lorichs. Los que atribuían la p'iezaa Norba, se fundaban en la falta, precisarnente,de
la K(arthago), contra lo que argumentó Flírez que pudiera no haber babido en el cospel. Delgado, observandoque los ejemplares
aparecenen la costaoriental y repitiendo el argumento de que Carthago significaciudad n'uex&'yr los romanos, al darle nombre a esta
colonia, no hicieron más que traducirlo, aunque después,perdido
.el conocimiento del lenguaje cartaginés, le añadiesen el Nova.
Como dice bien l)elgado, la misma redundanciaempleamoshoy al
decir el Puentede Alcántara.
y
pompeyanas debe ser
Esta moneda enlazacon las acuñaciones
inmediata a la colonización,ya que tc'davía no lleva nornbres de
q uinquenales.
La lectura de las siglas no queda probada con esta moneda, en
la cual hemos visto nosotros por prim,eravez la paloma que lleva
la figura del rev. que identificamoscon Venus.
los
Las monedasa las que dam,os núms. 32 a 36 tienen en el anverso,un templo tetrastilo, con el nombre de AVGVSTVS en el
arquitrabe,y en el reversouna cuadrigadirigiéndosehacia un vexillo; además frguran los nombres de M.POgJ[¡n;ius ALBINVS
quinquennalpor segunda
vez v P.TVRVLLIO quinquennaly las si'
forrnas:
glas de la ciudad en las siguientes
VR. I. N. K. : Urbs Iulia Nova Karthago
V. I. N. K. : Urbs Iulia Nova Karthago
: Urbs Nova Karthago
V. N. K.
L,as dos últimas no tienen tanta im,portanciacomo la primera,
-304-
[page-n-354]
.
ACERCADE LÓS NÓMüREDE C.ARTA]G,ENA LA E.DADANTIGUA,
EN
7
,
que es un argumento,
decisivoen favor de nuestratesis.Ap'arecedicha pieza publicada en las obras de Heiss (XXXVI, 22) y Catálogo
vidal-Quadras Ramón núm. 689. No obstante,Heiss siguió reyendo victrix y lo mismo los dem,ás
autoresque han estudiadola obra
de Heiss; así en la pág..
272 diceel aludido Alois Heiss que ra rectura es Victrix.
Para los que pudieran juzgar vR una incorrecciónde las monedas, cosa equivocacla,
existe, a mayor abundamiento,otro testimonio.
Hemos dicho antes que también debía rectificarse lectura cora
lonia victrix Triunphalis 'rarraco, fundándonosen una inscripción
aparecidaen Tarragona, declicada rJaracalla,
a
cortada por el final
de las lineas, que salió en la Necrópolis rornano-cristiana
como
tapa de un sepulcro,midiendo 22sx2a cms. y correspondiente
al
año 217 (1).
(aurelio
lmp. caes.m.
(io felici
Antonino.o
(maxim.aug.
invicto, et
(britann.max.
part.ii.max
germ.max.po
(ntif.max.
trib.pot.xx.imp
(III.cos.iv
procos patri
(patriae
C O T , . I V L . V R B S . T R(iunphalis
TARR.devotissima (num.eius
Esta lectura es, pues, la correcta,tanto para Tarraco como para
Carthago, cuyasmonedascon Tiberio como emperador y Calígula
como quinquenal,llevan aún las mismassiglas,modificándose
a
vecesla K en KAR.
(1) Fué publicada y restituída por pío Bettrán a los pocos días cie aparecer
en el (Dia¡io de Tarragcna), y por Serra Vilaró en las Memorias de la Junüa
Superior de Exc.lvaciones de 191?,sepulcro g2, páS. 49.
-305-
[page-n-355]
ANTÓNIOE,ELTRAN
BAJOLOS
ROMANOS
DE
oTROS
NOMBRES CARTAOENA
Recibió Cartagenael sobrenombre de Spartaria a consecuencia
de la gran cantidad de atocha o esp'artoque en sus alrededoresse
cultivaba, habiendo sido introclucido por los fenicios y aprovechaa
do en gran escalapor los cartagineses, iuzgar por las cantidades
al
enormesque había en los almacenes tomar Escipión la p'laza.
'(Iber.
Lnap;a^¡ev\igualmente se
10) habla de f(upxr,ió,a
Apiat'o
;
(XXII, 20, 3) y Estrabón (160).Así se delimireliere r ello Livio
taba el llamado Cumpu'sspartarius que rodeaba a Qattagenay tenía
150kms. de largo por 45 de ancho; se exportaba; ¿tlparecer,a tó'
,das las partesdel mundo. Más noticiassobre el origen e importantenemosen Plinio XIX,30;
cia del espartoespañol(de Cartagena)
y hasta en' el edictb de p'reciosde DioclePomponio Mela II, 86,
ciano.
. Bajo lds romanos de Oriente, durante el medio siglo aproximare'cibióel nombre de Jusiina (1).
do que dominaron en Cartagena,
y
p'revaleció en lo sucesivocohservóel nombre
Este nombre no
producidaspor el
modificaciones
Carthago'Nova con las necesarias
tiempo hasta la actual corrupción Cartagena.
(1') Frocopio. His. ]otz: p. 2. If De Aedjfcíis lib. VI cap. V
Justina...)
-
306 :-
.
l
I
I
l
[page-n-356]
NOTAS PREHISTORICAS
VARIAS
.-
Lasexcavaciones SanMigueldeLiria desde
1940 1943
en
a
t'i
,
:
En nuestraMemoria relativa a las actividades
del S, I. P: en los
años 1935a 7939,hicimos referenciaa lás excavaciones
efectuadas
en San Miguel de Liria en 1936.últimasque se practicaran, qüe
sin
por causasbien conocidas s'e pudieran reginpiender hastt 1940 y
continu¿do luego en tres campañassucesivas:,hasta
1943 inclüsive
.
No ha habido oportunidadde publicar la Memorja en qúe se recogierala labor del S. I. P. en los cuatro años dichg,s, es posible.in..
ni
sertarla en este tomo de ARCHIVO con "la.,extensión
debida; y
como sería inexcusáble ocuparnosde esto..en damos,a contino
él;
nuación un extracto del resultado'detales-carnpañas, fuero4 en
qüe
generalbastantemenos afortunadas
que:las,que precedicran.
les
AñO 1940
_',,
Se efectuároir las excavaciones
a'párüir de los $liÍneros días de
Septiembre,bdjo la direccibn de'la del S. I:',P.'i con intervención
unos días del Sr. Pericot y ayridadel Agregado E. Pla; quedando
desescombradós depariamentcis'
los
núms.-47a 58.
El materiál hallado fué'ol hab*itual
en.está¡ruinas : .abundantes
vasos pequeñoscaliciformesibéricos; tiestos de igual clase pinta,
dos, generalmente
y
cbn decoiacióhgéorirétricá algunos.conornato
zoomorfo y antropomorfo, y unaspequeñas
muestrasde cam:paniense, así como ,variob letieros pintar,los; pesas de telar, manos de
rnorteio, muélas de molino ibético u,brazo; construccionescon
paredes de base de piedragi r,ematadaicon adobes,en departamentos remetidos (incrustadoq,
seria,:.rnás
exacto) enrla vertiente de ia
307 -
[page-n-357]
Ñ Ó T A S P R E . H I S T Ó R I C AV A R I A S
S
p'or
salvados
desniveles
la
de
loma; reiterándose existencia grandes
De
escaleras. bronce hallóse algún fragmento de fíbula, así como
útiles de hierro en pésimo estadode conservación.
importantesrealizados.en
verdaderamente
Los descubrimientos
fueron los que pasamosa reseñar.
esta carnpaña
en
En la tarde del 4 de Septiembre,aproximadamente el centro
y
del departamentonúm. 48 (habitaciónde las m,ássaqueadas desprofundidad, en la capa inferior
truídas), a sobre 40 centímetrosde
en
del estrato de tierra gris comp'uesto buena parte de arrastres,a
por el capatazEspí, salió
un golpe de zapapicodado precisamente
de
a luz wa p'lanchuela plomo doblada, que retenía envuelta otra
nrás pequeña y larga arrollada en espiral. La lámina que hacía de
estucheo envoltura estabaligeramente rota en los bordes, aguje'
readaen el centro y mostrabaen una y otra cara largos trazos incisos sin aparenteconexión. Sobre uno y otro lado del borde menos
colocado hacia arriba, partiendo de la m,ismaorilla y
roto, siemp,re
'de izquierda a derecha,se ob,servan restossiguientes escritur.t
de
los
ibérica monetal : en un lado, tras varios signos indeterminables,
de
una s y wa a (alfabetoGómez Moreno), seguidos líneasde pun'
y luego una serie de líneas verticalesparalelas en número no
tos
precisable; y en el lado op'uesto,en igual disposicióny sobre una
línea horizontal de las que suelen servir de p'auta en los plomos,
percíbese,sobre la misma orilla izquierda, un trazo semicircular,
parte de un signo Eu, y un poco a la derechaun m de tipo circular
atravesado por vástago vertical prolongado, al que sigue tam,
bién una línea de puntos y asimismo otra serie de 2A rayasverticaque sugieren,como hemos
les a continuaciónde una frase acabada,
Tam,biénen el borcieopuesdicho otrasveces,la idea de numerales.
to, sobre algunos trazos incompletos por rotura, se percibe un a
Todo ello nos hacever
modo de signo e de tres trazostransversales.
que la lámina estucheno fué sino un trozo recortado de otro gruestr
plomo escrito,de cuyo texto quedaronlas referidasfrasestruncadas
A esta lámina la cubría tal concreción,que ni aun limpia de la capa
los
térreapercibíanse signos,y sólo cuando se la libró en buena parte del carbonato de plomo, surgieron los mencionados restos de
escritura.
Y vamos a describir la lámina interior. Es ésta, como la de
midiendo 3.5mm. de
rectangular alargada,
Bastidade les Alcuses>,
pequeñoorificio circular en un(r
ancho por 104de largo, llevando un
en
de los ángulos,precisamente el extrqmo que quedabavisible en
del
la últinla esp'ira arrollamiento; los dos lados mayoresdel rectán"
y
gulo se incurvan ligera y paralelam'ente, es Ia lámina de tan extre'
-308-
[page-n-358]
VARI.AS
NOTAS PREHISTORI,CAS
que casilllega al medio milímetro, Io que debió ser
mada clelgadez
y
enérgica dlara,como la de.
a
obstáculo una escritura
los
Su sutileza, acrecentando efectosde las líneas de rotura iniciadas p'or los trazos de algunossignos,lo maltratadodel borde superior y la fuerte concrecióntérrea que le envolvía y le daba grarr ri"
que no pudo obtenersesin
gidez, tlifrcultaronsu desenrollamiento,
caras, ha'
se
roturas.Los textosque contieneesteplomo, en am,tras
llan escritos
también en alfabetomonetal, de izquierdaa derecha,
al
se inician y se extienden comienzoy a 1o largo de los,bordesso'
bre una línea de puntos más o menos clara, paralela a aquéllos,
en
sucesivos cuanto es necesario.
continuandoen renglones
A)
De susdos textos,el que denom.inamos estáformado por cuatro renglonesde escrituraperceptibleen casi la totalidad ilp su extensión, en signosde buen tamaño, pero de trazos tan superficiales
que suelen ser de difíci1lectura y en algún trozo totalmenteperdidos al parecer.Y el del lado opuesto, B), es de descripciónmás
compleja.En el borde convexode este lado, paralelo al mismo y
sobre una línea de partta, corre un renglón de escrituragrabadaen
su mayor parte sobre un texto anterior mal borrado, apareciendo
y
de
signos puntuaciones tal modo, que unasvecesdisuperpuestos
imposibilitnnla lectura; continuandoel mism,l
ficultany otras c'asi
texto en medio renglón más de lecturafácil. En el lado opuestode
la misma cara, es decir, sobreel borde cóncavoy por tanto escrito
en sentidocontrario,se inicia otro texto que se va perdiendopoco
a poco. También algo por debajodel orificio antesindicado,percílos
b'ense signosEu, o, constituyendoal parecerpalabra o parte de
libre, quedadoentre los
ella, pero escritade través; y cn el espacio
textos indicados,vense aquí y allá algunos otros signos más o meanteriores.
restosde escrituras
nos legibles,
r';l
La transcripcióndc tales textos la intentamosseparadamente
filológico-ibérica;
y yo, ajenosambosa la especialidad
Sr. Alcácer
y de la confrontaciónde los resultadosnació un trasladohecho con
Luego, D. Manuel G6mez Moreno.
objetividad tal vez exagerada.
a
los antecedentes la vista y el estudiodirectodei plomo.
con todos
textos,que no damosá conoccr
hizo un admirablecalco de am,bos
junto con uri trabajo del eminentemaesen esperade poderlo hacer
tro sobrelos m,ismos.
El otro hallazgo realizadoes el de una pequeña figurilla de dama
Se
ibérica en cerámica. descubrióel 5 de Septiembreen el fondo dqi
con el que el día anterior diera los plo"
49
departamento (colinclante
de
mos), en el estrato roiizo producto de descomposición enlucidos
pequeños
vasoscaliciformes
y atobones;donde se hallarantam,bién
-309-
[page-n-359]
4
NOTAS PREHISTORI,CASVARIAS
de tipo ibéricos y algunosfragmentosde cerámicaricamente decorada; nadain si.tu.
Trátasede una pequeñafigurilla, en barro cocido,
una dama ibérica en pie, que
cnl. de altura,representando
de sobre8
muestra los brazos rotos de antiguo desde el arranque. Se intentó
modelar la caracon algo, de aire tan primitivo, como la presión,le
los dedos índice y pulgar, que dejando en medio una crestaa modo
a
de nariz produjo dos depresiones los lados indicadorasd-elas mejillas, con sendoshoyuelos en el centro a manera de ojos, y, en su,;
bordes superior y lateral externo, seriesde pequeñasincisionespaamplias cejas.No hay ningún acusede pelcl,
ralelas representando
de orejas,ni apenasde boca. La cabezase prolonga hacia atrás cubierta con un a modo de gorro cilíndrico terminado en dep,resión
y
circular, sin que entre la cabeza la cobertura aparezcalínea alguy
El
na de separación. cuerpo,aplanado sin modeladoalguno, que
debió estar pintado de rojo, va cubierto de una vestidura talar que
llega desdeIa parte alta del cuello, donde se ve una línea de incisionesque tal vez quiera representarun collar o gargantilla, hasta
- los pies, que apenassi asornan
por el borde inferior. Del mrismocola
lor rojizo se p'ri¡¡1$ boca y el fondo del bonetillo. Un taladro vetpor el lado del bonete, indica que ia
tical que atraviesala cab,eza
que muestra en
frgura se destinó a estar colgada.El descascarillado
parte central del frente, dejando ver una superficielisa y uniforla
si
me, hace sospechar se fabricó la pieza en dos tiempob, cubriénahora. Como se ve, trádola al final con la capaque se desprende
- tase de un exvoto en cerámica,de ejecución poco cuidada, pero
interesantepor su originalidad entre las demás figuras sem,ejantes
pocos paralelosen las
El
valencianas. tocado, al que encontramos
valencianos,
nos recuerdaalgunasparefigurillasde los santuarios
y
con
cidas de otros lejanos,pero con faldasacamp'anadas cubiertas'
gorros cilíndricos,así como otras de Tbiza con ligerasvariantes.
Las clospiezasdescritas
dieron, como se ve, un marcado interés
de
de
a la campafra excavaciones dicho año.
AÑO
Se excavóeste año en el área que restabaentre lo explorado en
que fué objeto de las prirnerasexcavaciola campañaantcrior ,v*-la
fondo al parecery
nes; lugar de laderamuy pendiente,de escaso
piedra rodada, que ofrepíapocas esperanzas fecundide
de mucha
dlad; pero' como'no era admisible dejar aquel enclaveen un extre
mo del terrerto,sin explorar, se procedií a la excavación.
los
Sres.Alcácer y Pla,
Nos ayudaronen esta campaña Agregados,
-310-
[page-n-360]
NOTAS FRBHISTORI'OASVARIAS
5
y Chocomelien los últimos días,y se descubrieron vaciaron los
y
departamentosnúms. 59 al 69; que fu,eron,como se esperatra,
pobres en material, pues se repitieron los hallazgoscorrientes (fusayolos, pesos,platos,vasitos caliciformes,oinochoes,algunos tiesto;
pintados ricamentey escritos,etc.), que no reseñamospor creerlo
innecesario ser tan generalmente
al
conocidos; mereciendoespecial
mención una p'iezaactiva de c'ierrede cinturón, de tipo excepcionai
en estasruinas, por ser de las de bronce de doble'ganchoy escotaduras laterales abiertas.Y también consideramos interés el dar
de
aquí a conocer Ia estratihcación un departamrento
de
excavadocon
que puede proporcionar.
fortuna, el número 59, por las enseñanzas
Se trata de una habitación aproximadamente
cuadrangular,algunas
de cuyasparedesestribaban
sobre rocasde la vertiente pronunciada,
en la que, como es frecuente,estabaremetida \a parte del fondo
Esta se fortaleció mediante una pared de piedra en seco, que llevaba al pie, a modo de estribo,un poyo o banco de lo mismo. Todo
el espacio lo que fué habitación halló relleno hasta igualarle
de
se
con la línea de la vertiente.La excavación
acusóla siguienteestrati.
frcación: una capa superficial
con vegetaciónpobre y escasohumus; otra amplia zona de arrastres tierra gris, piedrasy tiestos
de
gradualmentede dentro a fuera; estre.
rodados, que se adelgazaba
piedrasy algunostiestos,con !l
cho estratorojizo claro, sin apenas
particularidad que se interponíaentre Ia parte trasera la capr
de
de
y la pared del fondo en casi toda la altura de ésta, que era
anterior
y
m,etros, llegaba anchuraaproximadamente
en
hau.
cleunos cuantos
ta el borde del bancodicho; capahumosa,negruzcLt,
ancha,de l5:r
20 centímetros y debajo,estrato,rellenandola planta, de tierra roja
;
piedra, ademásde pequeños
tiestosesporádi.
uniforme, sin apenas
a
cos, pues no pertenecían piezasmás o menos íntegras,cubriéndo.
en
se así el material que permanecía su lugar, unos vasoschafados
y otras varios en pie. I-os estratos
tenían una marcadainclinación
paralelaa Ia de la superfrcie la loma, menol'
de
aproximadamente
acusada los de abajo. El materialencontradoen el fondo fué :
en
cuatro vasitos del conocido tipo caliciforme y otro de iuerpo esfe.
y
geo"
roidal; dos oinochoesde cuerpo bitroncocónico decoración
otro vaso de cuerpo parecido y cuello alto, ancho,sirr
métrica;
boca, ornado con una greca entre cintas en el cuello, y otra fina
rellenosde motivos varios, en el vientre; un sosde semicírculos
bajos; nlano de mortero rematadaen cabez¿
tén de ios cerám,icos
semilunares
de baal parecerde animal; fusayolos dos sostenes
;
rro; una pequeñapieza caliza rectangular taladradaen el centro;
un afilador, un par de conchascorrientesen estos poblados y unÍ
-311-
[page-n-361]
6
NOTAS.PREHTSTORI,CAS
VARIAS
oxidada cuchilla de hierro, hallada sobre el banco; así como una
varilla, un clavo y dos trozos inform,es láminas de lo mismo.
de
En las excavaciones año anterior faltó explorar p.or comp,letcr
del
los departamentos
núms. 55 y 56, de especialinterés éste por parecer compuestode dos partes, una a a nivel bajo y otra, b, a unos
150 cm. por encima de aquél; haciéndonos
pensarlo así la clase de
(casquijoy apenastiestosrodados) que comp,onianel b.
m,ateriales
La labor emprendida este año nos afirmó en tal parecer al descu.
brirse la pared transversalde sostén del macizadodel departamento
alto. Una zanja proÍunda en la parte a, acus6 un fondo uumplejo,
que hizo pensar en una reconstrucciín realizadaen tal departamento..cuyos detallesdaríana esta referenciauna extensióninadecuada.
AñO t942
Si p,ocofecunda fué la Lona excavacla 1941,más desagradable
en
erala qrre restabaexplorar para1942: espaciocom,prendido SE.
al
tle los departamentos a 51 ambos inclusive,más abajo de'la tabl:i
48
de algarrobosque sirvió de paso para la sacade tierras en los años
precedentes,
desde donde Ia ladera aumentabasu pendiente hast¡
hacer poco menos que im,practicables trabajos,salvo en el extre.
los
mo S., donde en dirección al cementeriode Liria nacía.yse extendía un espolónque le daba un poco de amplitud al terreno. En ese
y
ligero ensanchamiento desde tna línea a lo largo de la tabla dicha
hasta un cam,pitocon una pequeña cantera, sito unos 20 metros
más abajo, se realizó la excavación
tomando como base inrcial un:.i
hilada de piedras que afloraba en el yermo; excavaciónque había
ya
de enlazarsecon las habitaciones descubiertas años anterioen
res en lugar un poco más alto. Se descubrieronlos departpmentos
70 a 85, Ia mayor parte'incompletosy sobre un suelo rocoso en extremo accidentado.
Nos ayudaron en la excavaciónlos Agregados Srs. Alcácer .v..
PIa, y los trabajosfueron en extrerno infructuosos,dando las acostumbradas piezasde escaso
interés y los fragmentoscerámicosco"
rrieútes, salvo un ánforade cuerpo cónico, parte superior :rplanada
sin reborde en la boca y pequeñasasasverticales,que recuerda las
de la cultura ibérica de la costa catalana; pieza aparecidachafada,
en una oquedad que en el ángulo Noroeste del departamenlo77
formaba el banco de roca que constituía el cimiento de lr m,ayor
parte de la pared Oeste.
El departamento78, de nivel más elevado que los que le rodeaban, presentabaun suelo de argamasa
muy endureciday lisa, con
-312-
[page-n-362]
VATRIAS
NOTAS PREHISTORICIAS
7
manifiestashuellas de habersemantenido un fuego muy pertinaz
si
como
sobreél; lo que hizo pensar se utilizó estecompartimiento
horno.
Lo que en realidad tuvo más interés en esta campañafué la inrealizadap,aradar con la necrótentona, creíamosque afortunad,a,
polis de la población destruída.Desdeque se excavaen Liria veníala
nos preocup'ando localización de la necrópolis de la población
así
remota; habiendorecorrido no pocasvecessus inmediaciones,
corno examinadoreiteradamenteun altozano que se destacaen la
vertiente L. del cerro, clenominadoel>, comprendicasi
que debió ser zona urbana; especiede esp'olóno contrado en lo
fuerte Quearrancade Ia vertiente en su tercio inferior, por bajo de
la inflexión que forma la crestadel cerro a la entrad.a
antesdel castillo, hoy del ermitorio. Por el collado de arranque del contrafuer
te, cruzan ahora las sendasy'probablementeantes los caminos más
importantes de este lado del cerro, y se levanta suavementeel terreno a partir de aquél hasta constituir un altozano regular, de
ciha llana, cuyas faldas, casi en su totalidad ocupadaspor
escasa
pequeños campos de algarrobos, especialmente N., llegan por
la
I-evante hasta la llanura. Recénocimientosanterioressuperficiales,
nos hicieron ver el escaso
fondo del terreno montuoso que aún co'
rre desdeel collaclohastala cima y parte de la vertiente 5., tal vez
por haberseaprovechacio tierra superficialpara construir los
la
campos inmediatos, levantando con gran artifrcio paredes de soscon tierra luego; pero lo aisladodel
tén y rellenandolos espacios
cerrito, que lógicamentequedabafuera de la vertiente de fácileses.
nos aconsejaban
hrcer unl
tribos para la construcciónde defensas,
Y así lo dispusimoscuando ya esta campaña
exploración decidida.
de excavaciónestabapara terrninarse; y el Agregado E. Pla con
s,€
Espí y uno de los peonesmás inteligente,s, €rlczrgzronde tal labor, que fué tan afortunadaque, al intentar una segundacatadieron
que ya había sido rota
con una urna colocadatan superñcialmente
por el cuello. Estabasentada
impropia del
sobretierra amarillenta,
verticalmente,de una serie de telugar y rodeada, para sostenerla
rrones de la tierra dura que en el país llaman tapi. La urna estaba
llena de tierras de arrastre,con tiestosdel vaso y otros más finos, y
restosóseoscalcinados, que quedara,
sin
hacia el fondo abundantes
ofrenda al rnuerto. El vaso-urna,resi lo hubo, nada que significara
construídoen lo posible, tiene la forma de tinajilla, con cuello corto
y borde' ligeramenteexvasado,sobre el que estribaranunas pequeñas asasde doble nervatura.Es de color amarillento y no lleva dede
coracióu alguna. Y así, con la satisfacción haber dado por fin
-313-
[page-n-363]
8
NOTAS PR,EHISTORICAS
V^ARIAS
con la necrópolisdeseada,
aunque el poco fondo del terreno no
permitieramuchasilusiones, dieron por terminados
los trabajos
se
para reem,prenderlos la siguientecampaña.
en
AñO 1943
La campañade 1943,como se deducede lo que queda expuesto,
el
se dedicó principalmentea excavarla necrípolis descubierta año
rle
extra,
antes; aunquesin esperanza que fuera de una fecundidaC
por la nafuraleza
terreno enla zona a explorar; y aírn
del
ordinaria
erramos en el prop'ósitopor demasiadooptimista.
de
con la colab,oración los Agregados
Se ernpezóla exp,loración,
Alcácer y Pla, mediante unas zanjas alrededor del punto donde se
en
hallara Ia urna descubierta, un suelo en el que las rocas afloran
y el fondo suele ser de poco más de 20 centímetros.
con frecuencia
A sobre unos 15 metros al SE. del lu,garque ocup'arala urna l.'y
un gran vaso de aspectobien
también
'arcaico casi superficial,se descubrió
(negro, hecho a Ítano y con tres cordonesparaleloscon im
presiones
digitalescircundandoel vientre) al que le faltaba el tercio
superior. Estaba lleno de tierra arrastrada,no se hallaron huesosy
se encontraron en el fondo dos como pequeñaspulseraso tal vez
y
una conch,.l
de
arracadas cobre, delgadas de secciónplanoconvexa,
de cipreay junto a ella, pero fuera, una menuda pieza de piedra
con dos taladros,ttno cuando menosartificial,que semejaresto de
fósil. Se hallabael vaso sentadosobre una losa natural, rodeadade
tierra con algunas piedras que par,ecíanestibarla, y junto a un
hoyo, que debió servir hace algún tiempo para fijar un poste,
debiendo ser entoncescuando la urna se rompiera, y tal vez se rebuscaraen ella; y al levantarlade su sitio nos dinos cuenta rle que
y
estaba
casi desfondada por ello se deiaríasentadasobre la losa,con
de
lo que contenía.Es curioso el errr,*pleo esta urna dercaráctertan
arcaico,sentadacle igual modo que otra de tipo más moderno, que
vamosa describir.
A sobre 12 metros a L. de Ia sepulturaprimera, se descubrióotra
pieza cerámica
en
consistente un plato mediano, del tipo hondo, no
muy frecuente en lo ibérico liriano, de barro tosco y botde recto
con dos agujerillosen éi para colgarle. Estaba en el sitio boca abajo sobre una losa y fragmentado,y cubría algunos huesos incine'
raclos.El conjunto estuvo rodeado de piedras (losetasgeneralmenformando menudapared en dos de los lados.Borde
te), ordenadas
de plato parecido se halló en Ia vertiente NE. No se encontró
ofrenda alguna.
-3r4-
[page-n-364]
NOTAS,PREHISTORI.CAS VARIAS
9
No sabemossi vale.tener como restos de sepultura otros fragm,entos
cerámiccs,al parecerde urna, halladoscercade la anterior.
La escasez ellós,y Ia falta de ningún otro resto lo hace d¡rrlosb.
de
Continüaba explorándoseel terreno inútilrnente, cuando'en la
veitienterN. d" la cima del cerrillo, sotrre el borde de un campito
por una roca, se descubrieron
de algarrobosy eft lugar resguardado
una.porción de restos humanos, que al comienzo tuvim<¡spor se'
pultura de inhumación perteñecienteS tiempos más remotos de
a
'dió un
'la vida en San Miguel, y qlre, explorada cuidádosamente,
esqueletoen posición de cúbito supino y otro incompleto D-ebie'
de
ron"perténecera afgunoscombatientes tiempos cercanos,muer'
tos allí.en la ladera y enterradosen el sitio.
'Y
con la inútil exploraciónde lo que parecíanrestosde paredes
y ahiladasde piedrasgrllesas
se
existentes el
en
term,inata, con tan escasoéxito, la excavación de la supuesta ne'rnás.
bastante
crópolis, dé que esperábarnos
Se dirigieron entonces los trabaios a algunas pequeñas zonas,
'un
so-o-re -a,mala
ap,rovecha'bles,'de laderá frbntera alr,
que baia desdela cima hastael collado; y algunos
nera de caballón
por
grupos de éxcavadores esp'arcieróno puntos diversos, corno
se
vam,osa ver.
Uno de ellos fué en la cima de un puntal,frontero a la puerta de
castillo y cclnvento,sitio donde se había erigido una crvz
acceso,al
que dornina la parte alta del caseríode Liria; y para cimentar aquélla se hubo de remover el poco estrato que'restabade una estaci{n
rernota,y decidinrosestudiqrio.El examensuperficialno dió m,atérial ninguno de interés; y la cata abierta,junto a una alineaciónde
piédras como dé pared, dió tierra cenicientáy tiestos de cerámica
basta, hecha a mano, de barro negro, con puntos de m'ica,un fragmento de borde liso con mamelón cercanoja la orilla, otro tiesto
a
con borde dentado perteneciente un cuello bastante alto y con
tendencia a exvasarseal final, varios fragrrlentos de sílex y un pectúnculo agujereado.El basamentorecién hecho a la cruz, no p€rmitía una exploración más completa.
f'ambién para estudiar ciertos lugares de lo exbavado en. años
anteriores,se efectuaronalgunospequeñostrabajosen los departamentos contiguosa los núms. 70 v 71, que dieron lugar al descubri93,
miento del departamen'to en el que se hallaron restoscerámicos
(vasitos caliciforrnes,platos, etc.), un ponderal de plocorrieñtes
mo y una lámina como fama de pinzas. Igualrnente'serealizaron
36
en
trahajoscomplementarios los departamentbs v 37'
en
Las nuevas excavaciones, lá ladeft L' del castillo, se llevaron
-
.:.31r
[page-n-365]
l0
NOTAS IPREHISTORIC,AS
VARIAS
al caballón antedicho.Allí, en la parte de la vertiente más cercana
al arranquedel puntal, se excavaronlos escasos
restos de c¿sitas
situadaspor encima de la sendaque transversalmente
cruza la parte
baja de la ladera, zona muy rocosa; cuyas labores se fueron extendiendo por la pequeñapendiente que daba al olival de la rinque se nuconada del lado S., descubriéndose departamrentos
los
meraron 86 a 101.
Para que se tenga idea del terreno y de su excavación,extracta,
mos los detallesde un corte del departamento95, que dió la estra-n
tificación siguiente,ap,arte la capa superficialde humus, apenas
de
perceptible: tierra rojiza clara con piedras,tiestosrodados y demás arrastres;una capa,que no alcanza todo lo ancho de la su,
a
perficie, que parece como de argamasá tierra roja muy apretada,
;
junto a la pared; sobre el banco existenteen el ángulo de la del
foncloy a lo largo de todo el suelo,cenizay algunosvasos,pnrte de
ellos in situ.
E.qinteresanteel clescubrimiento otra habitación con un miode
llno, en su lugar (departamentonúni. 1001: dió prim,ero un gran
estrato de relleno con restos de atobones,otros que pudieron ser
de la techumbrey escasa
cerfmica; el infe,rior,comrpuesto cenide
za y gran cantidadde cerámica,que llenaba la parte baja del declive
iniciado desdela pared m,ás
alta; y en el centro del área, emrergiendo de la segundacapa,la pieza m6vil de un m,olino quedado completo en su sitio, ) sentadosobre una porción del suelo a manerc
de plataforma, elevada'sobreel resto del departamento.
Dió esta campaña,adernásdel acostumbradomaterial, que por
lo conocido estimamosinírtil reseñar: entre la cerámica, buena
parte de Llnvaso pintado con parejasde jinete y peón combatiendo,
y porciones de otro de barro amarillento ornado con interesante
decoraciónvegetal cle amplios y bellos desarrollos; de metal, una
rota campanillaen form,ade casquete
esféricoy un alfiler grande de
línea incisaen espiral,y una gruesacuenta
cabezadecorada
con una
de vidrio de las ornadasa gajos; y el tronco de una figura de barro,
toro o caballo probablemente,de sobre unos 10 centímetros de
largo.
A partir de 1943no se han proseguido las excavaciones San
en
Miguel. De un lado importantes yacimientosnuevos descubiertos
han requerido la atención preferentedel Servicio, para no detener
_316_
[page-n-366]
VARIAS
PREHISTÓ'RIC.A,S
NÓTAS
11
la labor reriovadoraque el Museo exige. Pero, ello aparte,se ha de
tener en cuenta que las dificultadesp'ara excavar en San Mriguel'
sesiempre grandes,han ido aumentandoa medida que nos hem,os
se exploró los primeros años, y que se ha
parado d.ela zonadonde
ido agotando el terreno libre disponible y más adecuado.Al presente la excavaciónha de llevarsea zonas cultivadas,siempre con
de
los inconvenientes la incertidumbre del vaior del estrato que
tablas
destrucciónde escalonadas
los camposy la necesaria
cubren,
que los sustentan terreno de tanto
en
y de las márgenes
en cultivo
desnivelcomo los de estasruinas; y para ello precisala realizsc\$n
a
de
con los propietariosy celebración acuerdos que
de gestiones
hastaahora no se ha podido llegar.
I. BALLESTER
de
prehistóricos
del
L os descubrimientos
Coronar
lPenáguila;
grande,que
de
Es este un descubrimiento interésarqueológico
acaecidas
incidencias
lo ha adquiridomayor con motivo de algunas
y
al conocerse al ponerseen tela de juicio la legitimidadde gran
parte de los materialeshallados. Creemos convenientela publicación de este avance a la exp'osicióndel descubrimiento,porque,
aparte de dar a los estudiososuna impresión general del mateque concurrieron en el hallazgo,hay
rial y de las circunstancias
que hacer referencia a una porción de aquél de legitimiclad fundada. A ello opinamos que ciebiópreceder un informe técniccrso'
(análisisde los plobre ciertos puntos propiós de especialidades
em'
mos y de las tierras en que aparecieron,estudio de los hr-iesos
en
pleados, etc.) y principalmente una campaña de excavaciones
lugar del descubrimiento; la que teníamos dispuesta,poco desel
pués de éste, cuando encontramosgran oposición para realizarla,
por un lado en el dueño del terreno retirándonos la autorización
que habíanos
concedido,y de otro en el Sr. Gobernador de Alicante prohibiéndonos que las realizáranx¡s, no obstante la autorización obtenida de la Comisaría General, por creer' a pesar de esto,
que debía llevarlas a efecto persona de aquella provincia e ingresarselos hallazgosen el Museo de la misma. Y en esperade po'
cuando el Consejo Superjor de Invesclerlasemprender estábamos
p,or la importancia del descuCientíficas,segurantente
tigaciones
más que esperar' designar una cobrimiento estimó conveniente,
-317-
[page-n-367]
12
N O T A S P R E H I S T O R I ' C , AV . \ R I A S
S
prontamenteen el estudiode 1o descubiermisión que interviniese
to; y a ella, constituíday personadaen Valencia, hemos expnesto
y
lo que obraba en nuestro poder y los antecedentes juicios que teníamos formados sobre el caso. Pero mientras se formula el informe de la Comisión, consideramosconveniente, como va dicho,
hacer en ARCHIVO una somera referenciade los hallazgosy de
en
las circunstancias que se dieran.
El 25 de.Junio de 1944nos comunicabael Agregado del S. I. P.
en Alcoy, Sr. Visedo, el descubriniiento,por acaso,de un extraordinario depósito de material arqueológicoen el <
ronaD, sito en el Mas de Is, pertenecienteal término de Penáguipara que con urgenciafuéramosa conocerlo. Con
la; y requeríanos
los datos proporcionados,soiicitamos, sin pérdida de tiempo, autorizaciín de la Comisaría para excar;arlo,la que nos fué concedida con toda diligencia; y el 29 del mismo mes visitábamosla
por los elementosalcoyanosdel S. I. P. y
>
acompañados
Sr
. por ef capataz Espí.
Es el Mas de Is una modestacasade labor situadaen el término
que
de Penáguila,partida>, se extiende también a los
y de Alcoy, y es bien conocida de los rrtérminos de Benifallim
queólogosalcoyanospor algunos hallazgosrealizados ella. Una
en
gran llanada,con ligera inclinaciónal S., remata en estrecha
zona
apuntada,formada por la cor-rfluencia dos barrancosprofundos,
de
al cerrarse en ángulo agudo, en cuyo mism'ovértice y en un altozano, estáel, así llamado p,orqueconstituye
una pequeña planicie la meseta clel cerrillo, con raudas vertientes
pgr Norte, Sur y Levante, y e! obstáculode una acusada
depresión
por Poniente, que debió hacer de foso de defensa.La proyección
vertical y el perfrl longitudinal son, esencialmente,
los que suelen
ofrecer todss las estaciones
serranas
del Eneolítico al Argar, jnenos
perceptib,le
aquí al estar emplazadaen la parte más baja cle la lla.
ha
nada; lo qrle tal'vezt m'otivado no habersido por nadie exploel
rada hastaahora, no obstanteser conocidade'muchosprehistoriadores la partida por la ab,undaircia sílex eeporáde
dicos, y que entre el edificio del Mas y el altozano de que hablaprehistórica,
moS,suelehallarse
cerámica
inclusocnrdial.
superñcial
Al visitar nosotros la¡,
todo el terreno, desde el collado
donde se acabanlas viñas, hasta el fondo de las vertientes, comprendiendo la mesetay unas tablas, m,ásque cámpos, que la rodeaban, terreno constituído por tierras pobres albarizas, estaba
propia de un yermo de muinculto, con la vegetaciónespontánea
probablementea partir de los en que la' filoxera arrasó
chos años;
-318-
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.
ñoTAs PRBHTSTORTC,AS
vARrA,S
13
en la comarca los viñedos hace más de medio siglo, que no se re,
pusieron por serlo antieconómiicoen suelos míseros como er d,¿
que hablamos.sólo se notaba la tierra removida en cierto sitio de
la tablita que horcÍea la cima po.el Norte, donde aparecía una
hoyada como de silo revestido de piedras, de forma ovoide hacia
el fondo y la nritad alta semicilíndrica, incrustada en lo más elevado de la meseta.Medía el silo sobre 4,40 m,etrosen su tliáinetro
superior, por 4 de altura, y terminaba en lo más hondo en una losa
de sobre 40 centímetros; y seis de las piedras más salient'es
lleva.
ban grabadasborrosas figuras de cuadrúpedos,al parecer. El silo
había sido ya vaciado a nuestrallegada; buena cantidadde tierra
sacaday echada atrás al explorarle, se extendía en forma de larga
cola blancadesdelo alto de la tabla al barrancoinmediato y alt
rededor de Ia b'ocadel silo abundaban,entre el blanquizar de ros
residuos de tierras, candiles de asta de ciervo y fragmentosvarios
de ellas destrozadas.
una cosa podía afirmarsetras de nuestro pri.
mer reconqcimiento: que en muchos años no se había practicado
hoyo alguno en lapara extraerlos l0 metros cúbicosdc
tierras aproximadarnentenecesariod
p'ara rellenar la p,orción que
quedabadel silo; ni siquiera.,pudo
extraerse el collado próxi.
en
mo, de la viña ya criad.aplantada al cuadro, que no consentín tal
hoyada; y sabarlay transporta,rla rnás lejos era absurdo pen-,
de
sarlo. Luego, cuando los duéñ
del terieno creleron'conveniente
valorizar a nuestrosojos su fincá, apresuráronse
alabrarla de prise
y corriendo
Según los detalles que sernos dieron sob,reel lugar, Miguelito
Barrachina, un hijo del dueño del campo, estudiantede Bachiller
en el Instituto de Alcoy, qüe alternabalos estudioscon er raboreo
de la finca, al ver surgir entre las piedras de los bordes del silo unas
astasde ciervo, tiró de ellas, escarbóalgo y auinentó su curiosidad
con el hállazgode otros r,estos;los llevó a Visedo, y éstele hizo ver
el interésde lo descuhierto,dándole algunasinsfrucciones intervie
niendo luego personalmente las rebuscas; así se reunió el may
en
terial que en buena'parte obraba en poder de aquéI, y el resto en
casade los propietarios de la finca. Despuésde nuestravisita dispusimos que el Agregado Sr. Pascual prepararael cribado de toda Ia
tierra extraída, como lohizo, mientras organizábam,os excavación.
la
Luego, alguien despertóla ambición del propietario del campo y en
contra nuestra el ánimo de la Autoridad Provincial Gubernativa,
como se ha expuesto. Y ya nada se pudo hacer pata aclarar los no
escasos leves problemas que el hallazgo p'lanteaba.Interesándoni
nos hacer ahora constar que, contra lo que se ha pretendido soste,
-319-
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1,4
VARIAS
ñóilS FR'EHrSro,Rrc,As
ner luego, antes de la intervención del S. I. P. nadie, en rbsoluto,
tenía noticia de este despoblado,ni rnenos del depósito exisr"ente
en ei silo, y ni siquiera se había explorado superficialmente
aquél,
por las personas
aludidas.
si no ,es realizado
lo
En el domicilio del Sr. Visedo nos hicimos cargo de los objetos
allí obr¿ntes.La impresión del nutrido conjunto de olrjetos extraordinarios, ¡' sobre todo de las dos láminas de plomo que habían
sido limpiadas a fondo, según decían,-conagua fuerternenteacidrrlada, era tal, que alguien que nos acomp'añaba, saber dominar
sin
su impresión, habló de falsedad.
que
Los plomos eran tres; sospechábase de galena argentífera
:
uno bastamentelaminado a golp,es,
rédtangularalargado(183 milímetros de largo p,or80 de ancho y 3 de grueso),profusamenteescrito en alfabeto jónico (691 signos), encontradosegún nos dijeron
pero mejor
a sobre 2,50m,etros profundidad; otra lámina gru€sá;
de
conseguida,
también rectangular,asimismo escritap'or ambos lados
en el mismo'alfabeto,rep,roduciendo texto del anverso de! de la
el
Serreta,a 3,20metros; y a 75 centímetrosse habíadado el de forma
discoidal y 15 centímetrosde diárnetro, con signos no tan legibles,
en ambas caras; tipo de_lám,inaésta, que ¡ecuerda las conocidas
con lmprecaclones,
tan"abundantesen el Museo de Atenas; pero
que en Espaha aigunas semejantess.e han tenido por roÍlanas
(véanselas halladaspor Rornero de Torres en Córdoba), sin que
haya base para contradecir la posibilidad de una herencia grieg:r.
De todos los plomos se sacaroncalcosy se mandaron copias a los
especialistas
españoles en filología antigua. Poco después, don
Manuel G6mez Moreno nos comunicabasu sospecha que tales
de
plomos fueran falsosy la conveniencia practicar análisisde ellos.
de
Pesandomucho en nuestro ánimo parecertan docto y estimable,
a'todo
tuvimos desdeel principio dudas de que la falsedadafectara
que nos inducía, antes de aceptarlo, al
el conjunto de objetos; lo
retenidospor el dueño, y a una
estudio y análisisde los restantes,
excavación previa aclaratoria.
No podemos detenernosahora en la descripcióny examen de
todo el material descubierto,el obrante en nuestro poder y el en
otras manos, conocido sólo por dibujos y fotos, en una nota como
la presentededicadasólo a dar una impresión de conjunto, en espera de más elementosde juicio y de mejor oportunidad de estudio.
Y a ello vamos.
Es de r'ecordar,en prirner térm,ino, el extraordinario número
de inscripciones
incisasen tabletasde marga del país, fácil al grabado, en losetas de arenisca y de caliza, en alguna asta de cáp,rido,
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NOTAS.PR'EHISTORICIA,S
VA,RIAS
16
y en unos huesos.Estas inscripciones,trazadascon n1áso meno
habilidad y corrección caligráfr.ca,lo
eitán también generalmente
en
alfabeto jónico, y algunasotras en el ibérico rnonetal; sin que se
halle ninguna en el tartésico,no obstantEhaber aparecidono mn¡,
lejos de allí el p,lomo der,
escrito en
este último.
se debe recogerla particularidadde que en dos de tales inscripciones se lee la frase gudua deitzdea,que en el vaso del conrbate
entre barcasde san Miguel de Liria parece querer explicar la escena inmediata; sipndo extraño su reiterado empleo aquí, en ocasion'esdistintas.También es digno de notarseque en otras incripclones
se recogíantoponímicos comarcales,
tales como Alberri y serreta,
con m'odificaciones
insignificantes,
nombres conocidosde sierrasin.
mediatasal lugar del hallazgo; fenómeno que, aunque chocanre,no
es como se sabe único; cabiendorecordar el interesante
caso de
Masía de ia Roca, en la plana de Vich, donde se halló aquella estela escrita que publicara el P. Naval y reprodujo recientemente
Beltrán (v. <
estelaescrita>y >,
resp,ectivamente),
cuyo texto habla de un habitante o de alguien
procedentede Dsorrits, junto a un río aún llamado Sorreits.
Entre las aludidas losetas(no hay que decir que aproyechadas
algunasvecesen forma regularizad,a otras, las más, en su aspecto
y
natural) las hay no sólo escritas,
sino tam,biénornadascon figuras,
pero casi siempre componiendo escenasde caza mayor, generalmente de ciervos y .cazadores
con arcos; siendo de tener m,uy en
consideración hechoextrañode que ni una sola vez se vea Ia jael
balina o lanza,armasúriicasen las comp,osiciones
similarespintadas
en los vasosibéricos. En todas ellas las rep,resentaciones
antropomorfas y zoomorÍasno pueden tenerseciertamentepor modelo de
acertada
interpretación.I-as figurashumanasson sumarias,y las rle
animales.tan inciertaseu:esuelen distinguirsesólo por alguna nota
muy típica, como por ejemplo los ,ramosos
cuernosde los ciervo¡.
Recordaremos
algunasde tales escenas un cazador,
:
desdeuna barca se prepara a dispararel arco sobre una cierva echada,tras la que
se ve el macho; a o|ro ciervo en pie le rodeanunasmenudas
figuras
de cazad,ores arcos; un pequeñocanto aplanado, perñl romcon
de
boidal, lleva en un lado un cuadrúpedode orejas cortas y rabo enroscado, de clasificación
difícil, mientras en el op,uestoaparecela
figura excepcionalmente
certerade un ciervo paciendo (lo rnejor de
lo grabadoen la),
cuya actitud trae a la memoria, sin que
queramosigualarlesen arte, el reno p'astando Thai.genlSuiza);
de
y en otras dos losetasse representan busto de mujer con manto,
un
-321-
[page-n-371]
tG
VARI,AS
ñórAS PREr{lSrÓiRI,c,AS
puestade frente, que aunque recu,erde
alguna figura de la Sereta lo
mismo podría traer a la memoria figuras de otros santuarios,y el
perfil de una cabezade damá, ornada de diadema, rrluY sfmejanie
a la de la Serreta reproducida por Visedo (v. lámina III, Memosiendo rnuy de observarel
ria 45, Junta Superior de Excavaciones),
detalle de que el paralelo llegue hasta la reproducción del m'ismo
trazo del petfil iiracabado.Y no podernos dejar de describir el
ornato excepcionalcle otras dos extraordinariaslosetas: una figura
humana en pie, con cabezade ciervo y el cuerp'ovestido de jubón
por dond'e surgen los brazos, aparece tañendo
con sisasacusadas
sumariamente como acostumbrauna flauta doble rep'resentada
de
ban a hacerlo los cerarnistas San Miguql de l-liria, figura en teposo, a la que se le ha querido buscarparalelo,a nuestro juicio con
de
exageración,en la figura de danzanteenrnascarado Trois-Fréres,
que semejacubrirse con una piel y astasde ciervo : y la otra loseta
lleva la peregrina composición de un cierüo que cubre a la hem.
bra, mientras le apalea un hombre. Estas dos piezas se hallaron
fuera del silo; la primera por el joven estudianteya nombmdo,
i
en una cata hecha cerca de aquél, sobre la meseta y la segunda,
fragmentada,en la era del Mas de Is, p,6¡ Vicente Pascual,donde
por la naturalezade la composición que la ornaba debió intencionadarnenteromp'ersey echarse.
Algunas de las losetasil'evan una fuerte concreción; no apare'
ciendo del todo claro si en ciertos cásoses anterior o posterior a
las incisionesque las decoran,aunque más parecelo primeroTambién aparecenornadasvarias astasde cápridosy algún huegeneralmentede caza. Las figuras de aniso, los menos, con escenas
son igualmente inciertas y som'eras'como inm'alesy de cazadores
dicamos al hablar de las losetas; y las composiciones'en general,
se
a
semejantes las ya descrifas, graban en el espaciocentral, ligetase
cuyosbordesy bases hallan ornadoscon
mente plano, de las astas,
p'aralelos, el cuerpo de aquéllas
en
en
entalladuras forma de anillos
y aspas cortes; siendouna particularidaddigna de anotarseel que
de
suelan llevar en el borde del extremo ancho una p'orción saliente,
con un taladro, de donde colgarles; mereciendohacerver la coinciaunqueen'el extremo opuesdsncia de que un dispositivosemeiante,
to, lleve el íriolo oculaclo,en asta de ciervo de labor extraordinadel Pedregal> de Navarrés
riamente rica, descubierto en la <
de
las excavaciorles 1944,como puede verse en la lámina V de
en
nuestro trabajo sobre los ídolos oculadoslevantinosinserto en este
tomo de ARCHIVOT; como debemos recordar tam'b,iénque p'ieaunque sin decozas semejantesa las de referencia de la <,
-322-
[page-n-372]
\.'ARIAS
NOTAS PREHISTOiRI'CAS
17
rar, se suelenver colgando del cuello de los asnos de horneros y
arrieros, en comarcasvalencianas,donde se les atrib,uyenciertas
virtudes profilácticas. di.qnode observarse
Es
que en la mayoría de
las astasy candilescolganteshallados en la,aprécianse
más o fiir€nos
manifiestanenterestos de haber sido pulidos.
Entre los objetos óseosprocedentesde este yacimiento figuran
dos fragmentosde huesosanchos, que semejan haber sufrido un
fuerte procesode desintegración,
por
esp,ecialmente la parte c6ncava, pero por la otra se percibeun rayadoparalelo,como de instrumento clentadocon que se les rasp,ó.
En uno se ve, vagamente,
bajo
bcrrrosa
inscripción, una barca con cuatro ocup,anres,
muy sumariamete indicados,frente a otra figura en p,ie con arco tenso, que se
prepara a disparar sobre ellos; y en el otro, cinco figuras borrosísimassemejandanzar, cogiclas las mianos,ante otra gran figude
ra incompleta. Las dos escenas
acusan,en lo fundamental, cierto
paralelismocon otras conocidascomp,osiciones
que ornan vasos de
San Miguel de Liria.
Merece trato distinto, en su totalidad o en parte (este es otro
extremo que debió aclararla proyectaday fracasada
excavación),
un
Iote de material que parece ir bien con el carácter de la estación
eneolítico-argárica, donde se realizaran los extraordinarios hallazgos de que venimos ocupándonos. vaya de pasadala afirm,ación
Y
de legitimidad del silo, bien semejanteal eneolítico <
Bancalets> (Marchuquera), de que habla en esta publicación Vidal y
L6pez.
Debemos rniencionar primer término un grupo de cuatro haen
chas neolíticas, todas incompletas: una de diabasa,seccióncircular y sobre8 centímetros altura; otra de diorita, secciónigual,
de
con ligera tendenciaa elipsoidal,que debió tener sobre 10 centímetros de larga; y dos m'áspequ-eñas,
una de sección¡
elipsoidal alargada, y otra, azuela, que debió medir 7 centímetrosde largo
Objetos de adorno : una pequeñacuenta de piedra, plana, elipsoidal y con taladro en el centro; seis <
p,osibles
restos
collar; un <>
de
agujereado,una (púrp,ura hematomar¡
y otra concha de <
p'espelicani>
(clasificación Vidal y
de
L,6pez),y dos pectúncalos.
De sílex, un lote de pequeñassierrecitasde las supuestas
com.
ponentesde hoz; algunaspequeñasláminas, con escasos
retoques,
posibles cuchillos cortos; y una punta de flecha, foliácea, biconvexa, de labor no muy fina.
De cerámica,entre tiestosde prehistóricalisos, algunosotros de
cardial decoradoscon impresiones
del borde y uno con los del cr¡s-323-
[page-n-373]
18
N Ó T A S ' P R E } i I S T Ó R I C , AV A R I , A S
iS
tillaje del cardium y cordón con gruesasimpresiones,dactilaresposiblemente; otro con una cinta delimitada por huellas {el borde y rellena de serie de apretadasimpresionesparalelasen sentido
oblicuo; otros ornados con profundas incisiones en ser;e, y un
fragrnentocon cordón ligeramenteresaltadoornado con cortes. Y
viene a ser el dc un pequeño cono de barro
un hallazgoesp,ecial
Yarias'
cocido de las a que se han declosignificaciones
'
De asta. miuchosrestosde ias de ciervo; una grande, completa,
de
de lo mismo, y otra al p'arecer corzo.
sin
f)e cobre hallóse,superficialmente poder precisardónde, tttia
preroya avanzada.
prrnta de flechade perfil foliáceo,
Dentro de este lote de m,aterialmerecen mención especial unas
piezas <|e hueso, como ídolos, recortadosde modo que recuerdan
la
más o menosap,roximadamente frgurahumana; uno de los ejem'
y ccjas incisasy de nariz y ojos punp'larescon indicación de boca
de
teados y algunos otros ejemplares,todos s.ep,arándose los hasta
conocidoscomo del eneolíticoi y punzonesde hueso, alguno
ahora
'sin
p,araempuñárlos; buen número
la articulaciónacostum,brada
de falangeslargasy cortas, en su mayor parte taladradasy ornadas
y
con cortes transversales; resto de un asta de ciervo, reducidaa s¡
vástalo central, decoradacon series de entalladurasparalelas cirpieza que lleva en lrr
cundantes,y entre ellas cortes entrecruzados,
23 centímetrosde largo
alto el taladro para su suspensión; mide
de
y reiuerda ciertosbastones mando.
También en este lote de piezas,más acorde con el carácterdel
poblado, hay, como se ve, algunasque merecendudas, que sólo la
puede resolver.
excavación
La supuestafalsedaddel material principal del
del eminente ep'igrafis'
nació, como va dicho, del p'arecer
Corona>r,
en
por
desconocidas ahora las razones
ya mencionado;siéndonos
ta
de
sospecha la falsedad cle estosr
que lo fundara. Para nosotros |a
plom,osnacía sólo de su aspectoexterno, de su falta de capa de carfalta que
bonato de plomo que suele envolver los descubiertos,
por
pudiera explicarseen la <
que los envolvían. El análisis de éstas no hemos podido lograrle
hastaahora; pero existe'lapresunciónde que difícilmente pudo
darse tal caso. Lo que sí hemos lograclo obtener del catedrático
de Química D. Francisco Bosch, es un informre en el sentido de
de
que el análisisespectroscópico uno de los plomos acusabaapey obsérveseque Ia desplatación hasta
nas indicios árgentíferos;
ese extremo es operación relativamerite moderna, Un p'osterior
a
hallazgode plomos en la m,eseta, poca distanciadel silo y a so'
-324-
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NOTAS PREH ISTOTRIC:AS
V¡.RI.AS
bre unos 40 centímetros de profundidad, en una cata realizada por
el estudiante Barrachina, parece contradecir tales conclusiones;
pues uno de los nuevos plomos, llegados a nuestras m6nos, con,
siste en un trozo de lámina perfectamente p'lana, bien reg.rlar, escrita por una de las caras con grandes signos jónicos, en que se dan
todas las ap'arienciasde legitimiclad, incluso la película envolvente
que ordinariamente se ve en los plomos conocidos, si bien no es
éstc de las más densas; y, ante el contraste entre éste y los ante.
riores plomos descubiertos en la <>,
surge la duda de la procedencia real del nuevo documento arqueológico. Y también este
hallazgo, como otros realizados por Barrachina en la,
p u e s d e s d e q u e s e n o s p r o h i b i ó e l a c c e s oa l c a m p o s i g u e h u s m , e a n d o
en é1, y al p,arecer descubriendono sólo plomos, sino losetas y,
según se nos dice, cerámica ibérica pintada, aconsejanuna pronta
excavación para evitarlo.
N o h e m o s d e h a b l a r , p o r i n n e c e s a r i o ,d e u n v a s o m o d e r n o h a llado en l.ugar bastante elevado del silo, y que al quedar éste cortado por el trazado cle la tabla y al descubierto en parte, clebió ser
allí arroja'do; un pequeño fragmento del cual obtúvose al comienzo
de la exploración y casi todo el resto mrástarde.
Al describir ligeramente el material hem,os ido subrayando aquellas particularidades dignas de tenerse en consideraci6n paru formar
c o n c e p t o d e l m i s m o . Y h a b r á d e c o n v e r t i r s eq u e , s i c a d a u n a d c
c l t r a s ,a p r e c i a d a a i s l a d a m e n t e , n o e s s u f i c i e n t e p a r a f u n d a m e n t a r
ciudas sobre la legitimidad, la impresión que en conjunto causan
convendremos que tamrpoco le es favorable: Y siguen quedando
fuera de nuestra apreciación las antes aludidas razones de orden
frlológico.
A l a s u p o s i c i ó n d e f a l s e d a d d e l o s h a l l a z g o sd e l s i l o p o d r í a n h a cerse algunos reparos.
Parece en'realidad absurdo que se em,prendiera labor tan prolija,
qu:e requería un estudio previo no ligero, el trabajo de proyectar
piezas tan numerosas y varias, y el más detenido de realizarl:s, en
suma una extraordinaria preocupación y pérdida de tiempo que
sólo p'uede apreciar quien haya examinado el volumen de objetos
s o b r e q u e r e c a e s o s p e c h a ,y q u e e l l o s e h i c i e r a n o p a r a i u c r a r s c
sino para cogerle en bloque, llevarlo a un despoblado prehistóricc.,
dar con un silo eneolítico, vaciarle en todo o en parte, entretenerse
en grabar (mal grabar) figuras en unas p,iedras de su revestimiento
cercanas al fondo, cubriéndolo todo luego y dejándolo allí, a la
b u e n a d e D i o s y e n e s p e r a á d e q u é ? ; é d e c h a s q u e a ra l d e s c o n o c i d o
-32ó-
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20
NOTAS PREHISTORICAS VARIAS
que lo hallare? Lo único conseguible así era haber perdido el
tiémpo en un gran esfuerzoinútil. Que la falsificación,
no
supuesra,
tuvo la finalidadde lucro es evidente.éCuál fué, en sü caso? Esta
es la duda, si aquéllase admite,y no nos es dado hoy adivinartales
propósitos.
La observaciónde aparentes
influenciasde vasosde San Miguel
(por ejemplo la r,epeticióndel letrero gudua deitzdea')
hace pensar
que la {alsiñcaciónhipotética debía ser necesariamente
posterior a
1935en que repartimos nuestra Memoria relativa a 7934,r.londese
paralelos
daban a conocer los vasoscon que p,uedenestablecerse
más o fiiienospróximos, como el del com,bateentre b,arc,rs, de
el
pesca,
lucha y caza,y el de la danzabisexual; y a ello pareceopo.
nerseel que todo el suelo del
mostrasela uniformidad de yermo intacto de que hemos hecho
m,ención,salvo en eli silo vaciado; y cuéntese
también que se neceaños desdeel conocimientode tal publicaciónhasta plasitarían
near el trabajo y realizarlo, lo que obligaría a suponer la falsificaque deiión bien posterior a 1935,con lo que parece evidenciarse
huellasclarasdel trasiegode
bieron perdurar hastanuestrostiemrpos
tierras.
que el < en el fondo de
También debe considerarse
está
por todos ladosp'or tierrasde labor y masías,
la llanada,dominado
a cuyos cultivadoresy habitadoresdifícilmente hubiera pasadodespara enterrar lo falsificado,
apercibido un trabajo de días, necesario
en una labor extraña e incomprensiblepara los labradoresque la
observaran; y hemos de decir, que, hasta ahora, no sabemosde
nadie que la recuerde.
Hemos expuesto, aunque ligeramente, cuanto creemos necedel
sario sea conocido de los discutidosdescubrimientos
que nos atrevamosa tomar abiertam,ente
partido,
de la Corona>,sin
thora, sobre su legitirnidado ilegitimidad; lo que sería prematuro
antes de conocer todos los materiales,la totalidad de los argumentos aducidos para suponerlo, así como el resultado de los análisis
en curso; y sin que, cuando menos para saber efl su caso el alcancedc la falsificaciónen cuanto afecte al material de carácte¡
eneolítico y argárico del despoblado,se realicen en él las excavaciones que venirnos estimandoprecisas.
I. BAI-I.ESTER
-326-
[page-n-376]
VARTAS
NOTAS PREHISTORI,OAS
2l
albaidense
Sobreprehistoria
prehistóricas la comarca
Tocante a nuestrasinvestigaciones
en
del antiguo Marquesadode Albaida, de unas, com,ode la Covacha
de Cam.í-Re'al,
tratamosya en el tomo I.' de ARCHIVO, de otras,
como de la Cór¡a del Rarranc del Cq.stellet (Carrícola), tenemos
hace tiempo preparadoel estudio para su publicacióny hernos hecho referencias
varias a esta estación; y otro tanto sucedecon las
excavaciones
del despobladoibérico albaidensede Cou¿lta; pero
hemos ido recogiendo,en años, una serie de otrcs datos
adem'ás
que, aunque de escasa
monta cada uno de ellos, sería larnentab'lie
que en conjunto se olvidaseno desapareciesen; como ya va
y
siendo inútil nuestra Iarga espera de que haya ocasión Ce insertarlos aprovechandouna publicación de documentosrelativo.sa la
historia de Albaida, según se pensó hace años, pergeñamos estas
pequeñasnotas para evitarlo y a fin de que algú,ndíapuedan servir de ba.sea gentg' estudiosa para una investigaciónmás detenida y arnplia. Casi todos estos datos fueron ya citados en ur¡
pequeño trabajo sobre <
remota de m'uchas vías ac'
Vam,osa exponer algunos de ellos, ahora con más detalle
tuales>>.
y no cronológicarn,ente, siguiendouna ruta que los enlace.
sino
Si entramos en el término de Albaida por la carreterade Játiva
a Alicante, coincidentecuasi siemp'recon el viejo cam,inoreal enun
tre ambaspoblaciones, poco antesde coronar desdePalomar la
derechauna rinconacuestadel Siló de les h-anecades, ve a mLano
se
da de huertas,sobre el centro de la cual halláronse,allá por 1920,
por don
a
unos fondos de cabañade tipo semejante los descubiertos
Mariano Jornet en Bélgida y que describiera un trabajo también
en
publicado en el anterior tom'o de ARCHIVO, o sea circulares,
de sobre un metro de diámétro y unos 70 centímetrosde profundidad. Nos enteram,os ello al mostrarnos el vecino de Palomar,
de
Sr, Orts, tlos hachas, al p'arecer de diorita, una de buen tamrarecogermás datos que los
ño y otra m,ediana;
sin que pudiéramos
expuestos,y que los hoyos estaban cortados en la marga blanca
típica de la. comarcay rellenos de tierras, cenizasy carbones,con
piedrasrodadas.
algunas
Si siguiendo dicha vieja vía entramos en Albaida por el aún
portal de Aljorf, o seapor la calle de Abajo, y subimos
existente
esta vía en cuesta, cuanclolleguemosfrente a la casa núm. 8 por
en
el lado izquierdo y las 1 y 3 por el derecho, estaremos el sitio donde, en pleno arroyo, se .clió otro hallazgo arqueológico de
que vamos a hablar. El año 1934,Bautista Bernabeu, al frente de
-327 -
[page-n-377]
T
f
22
NOTAS PRE}I ISTORI,CIAS.
V.\RI,AS
una brigada de albañilesmunicipales,realizabaciertas obras de alcantarillado,cuando al llegar frente a la casanúm. 8 se enconfraron
con una zanja antiguaque, a sobre 1,70mietrosde profundidad atravesabael arroyo transversalÍrente,
entrando en é1 por detrajo del
hueco de una reja eristenteen el más bajo nivel de la fachadacletal
y
hastace,rca 1a acerade enfren{e; y en su
de
construcción alcanzab,a
final aparecíaacvrrucadoun esqueleto mujer, y junto a é1,conro
de
tapiándole,una losa en pie,,de la marga endurecidaque en el país se
llama ta¡. En la tierra que ¿s6rn'p,añabalos restosse hallaron vaa
lisos, herios tiestos,irreconstruíbles, unos vasosprehistóricos,
de
y pulidos, pertenecientes piezasdiversas,una de las
a
chos a m,ano
cualesdebió ser del tipo esferoidalde cuello alargado; y junto con
todo ello una pip,ade cuerpo oval y barro amarillo, con trazos de
pintura obscura,manifiestamente
morisca. EI comp,lejode este enterramiento daba lugar a confusiones.El cadáveren cuclillas y los
prehistóricos,hablabande una sepultura cie
tiestos indudablemente
estaclase; p'ero la buena conservación los huesos,relativam,ente
de
y
modernos, ia pipa morisca,inducíana lo contrario.A nuestrojuicio, al llevarseel cadáver zanja adelante hasta depositarle en su
los
extrem,oaleja
primitivo, que luego ocupó
tozano, adecuadopara Lrndesp,oblado
un castilloy más tarde la ViIa; y con la tierra y'tiestos llevósela¡
pipa posiblementecontém,poránea enterramientoo cercenaa su
del
tiempo.
Ya fuera d,ela ciudad, tras alcanzarel mentado camino viejo la
mesetadel barrio de SanAntón, cruza la carreteray se enfila por el
altozanodel Corral del Bol1o,que deja dividido en dos porciones
hundiéndoseen el suelo, m,ásalta la del lado N. En
aI atravercdrle
lo alto de estaparte, constituídapor un campo llano de casi ningún
fondo, hemos encontradoalgunos restos antiguos, entre ellos unos
fragmentosde la pieza activade un molino ibérico a brazo. Y en el
extremo S. de dicho camp,o,precisamentedonde acaba dando el
rihazo sobre el camino.en form,ade cortadura rasa de tierra blanca
que se explotabacomo mina en el pueblo, hallamros 1918varios
en
p,rehistóricos,
e hincaclosen la
completamenteaprisionados
tiestos
tierra albariza, sin huella alguna de otra materia que pudiera haen
berles acomp'añado su enterramiento; probablementela gente
que aprovechaba
aquellastierras, al cavar en'el talud debió cortarlos y llevarse1o desprendido,antes clenuestro paso. No hemos podido encontrar alli ningún otro resto de esta clase.
y
Desdedicho sitio se ve a L., al otro lado de la carretera por
-328-
[page-n-378]
r
¡
V{RIAS
NOTAS PREHISTORICA,S
23
encima de la hondonada, una gran llanada limitada por escarpes
de tobas, que ocupa la masíadenominada.En
los escarpes N. de la casa,sobre el barranco del Aibaida, exisdel
por estalactitas,
que durante
una profunda caverna,emibellecida
te
mucho tiempo, tal vez siglos, ha sido motivo de visitas y no
hay que decir de daños y depredaciones.
Alrededor de su entrada
encontramos detritus de talla de sílex y un fragmento que parecía
o"
il;:l,ir" {JinÍ"r"o,"hositio, ta carretera,
coincidente er
con
viejo, dirígesehacia la sierra en línea recta unos po:os heccam,in'o
tómetros, hasta que frente a la rambla del Aibaida surge de nuevo
y
el cam'inoviejo y oblicúa a levante para attavesarla unirse al otro
que en Palomrarse bifurcara de aquél para atajar
lado con el ramal
por Adzaneta. Un poco antes de atravesarel barranco, al mismo
lado izquierdo de Io que fué camino real, se descubrióy excavamos
en 1928el osario eneolítico de Ia denominada Cova,chade Camí
ReaI, de quernos ocupamros el trabajo inserto en el antedicho
en
tomo I.o de ARCHIVO, página31. En una covacha,dividida en dos
generalmrente
cámaras,se hallaron restos de 19 esqueletos,
aislados
en paquetesde huesosindividualescon su cráneo,defendidoséstos
piedras; 1l hachas'
neolíticas,19 cuchillos y fragm,entos
con gruesas
puntas de flecha de lo mismo, de tip'os rnuy varjados,
de sílex, 15
(uno rectangulary otro discoidal),un alfiler de hue,
dos raspadores
y
so de cabezaacanalada restosde otros planos, cuenta de
y algún otro material menos característico.
Esta cueva funeraria se encuentra,p'ues,casi en el fondo de la
vertiente E. del cerro dicho Castellvellpor los restos que lo coronan. Ocupa éste el centro de la entrada,como de emibudo,en que
por Albaida se inicia la cañ,ada puerto de su nombre, en uno dc
del
cuyoslados,el del S., el despoblado Cot;a,lta,
de
aseguró,con Castellvell, el dominio del único paso natural fácilmentepracticablcclesde
norlos vallesaltos del S. de la p'rovinciade Valencia a las com'arcas
tealicantinas y su importancia estratégica
debió ser por ello siem,pre
;
grande. La forma aproximadamente
troncocónicadel Castellvellre-.
lim'itada por raudas pendientes,que
mata en meseta redondeada,
bormide de largo sobre 150metros por 50 de diámetro transversal,
durísim'ay, al S. otra
deaflaal lado NO. por dos cubosde argamasa
m'ásfloja, rnedievalen su mayor p'arte; prolongándose corona hala
y
cia el SO. medianteotra porción más estrecha a nivel un poco más
pinas al NO.,
al
bajo, limitada p'or cortos escarpes S. y vertientes
el
espacioque debió desemp'eñar papel de albacary en el que aún se
la
nota, en el borde opuestoa los escarpes, cimentaciónde una mu-329-
[page-n-379]
,
I
NOTAS,PREI{ISTORI,C'.4S
VA'RIAS
ralla en tramada recta, construída con grandes piedras puestasde
canto y relleno de otras pequeñas, sea de la misma técnica que
o
y
asomaen algin sitio de Cotsalta que recuerdala de los despoblados albaceteños las Grajas,tan conocido,y el que descubrimos
de
en
el Corral de la Viuda; cuya defensasemeja curvarse al llegar al.
extremo SE., tendiendo a cerrar el área alcanzando
hastalos escarpesdel S. Cercade tal extremoparecenapreciarse
algo como cercados
y
o fondos de cabañarectangulares, en lo más inmediato a la punta NO. dos piedrasde gruesotamaño, desusadoallí, paralelas
entre
sí, hacen pensar en la posibilidad de una cámarafuneraria de consque nos parecen
trucción mucho más remota que los restos descritos,
ibéricos.Aunque no suelenabundar los restoscerámicosprehistóricos, sino generalmentelos medievales,los hay ibéricos, alguno de
los cuales,pintado geom,étricamente, hemos hallado en Ia obra
lo
medieval. Este hoy llamado Cqstellvell,cuya mesetaprincipal aplanaron los PP. Dominicos del próximo convento de Santana,destruyendo lo que en su centro quedab4de viejas construcciones para
ponerla en cultivo según Cavanilles,en el siglo XIII se tenía por
Castellnou,segúnuna anotacióndel Llibre tlel Repartinxent Játide
va, donde consta la donación a cierto personajedei cuatro molinos
en Albaida, tres de ellos ante el castrumnov.um in via de Co,zoltai.
na; de lo que se deduceque los restosde defensa
ibéricosy romanos, de que quedan m,uestras,
estabanya tan arruinados,que antes
de dicho siglo para dominar el paso se habíanreconstruído nuede
vo hasta merecer tal denominación en contraposición al r:ell que
debía ser entoncesel del altozanode la Vilq, en cuya vertiente L.
hernos registradoel hallazgo del esqueleto,con tiestos prehistóricos y la pipa m,orisca.
Desde la cima del Castellv¿llse domina toda la um,bríade Covalta, en cuya p,artecentral, sobre la ingente ceja de escarpesen
que se abre la cuevaque le da nombre, otros no tan altos. constituyen las murallas cimerasnaturalesque limitan el esp,acio desdel
poblado ibérico por nosotrosexcavado
hace m.uchos
años; al que,
publicado, hemos tenido que hacer alusión en
insuficientemente
diversostrabajos; lo que no nos excusade hacer aquí, de nuevo,
una referencia
Es
escueta. ésteun despoblado
ibérico que debió vivir
IV alfr,nal III o a principiosdel II a. de J. C.,cuya
descle siglo
el
del
permitió reconstruir,por prim,eravez, la cultura ibérica
excavación
Estaba comrpletada defensa
en poblados de tierras valencianas.
su
natural de escarpescon una gruesa muralla; se muestran dos
puertas,al NE. y al SO.; las casas componende pequeñosdese
y
partamentosrectangulares su solar había sido cultivado formando
-330-
[page-n-380]
r"'ARtAS
NOTAS PREHISTORI,CAS
26
pequeñastablas, destruyéndose
así extremadamente
sus restos de
construccióny fragmentándose
los cerámicos.
extraordinariamente
pintadas
las
ibéricas,
Son las más abundantes cerámicas
con decorageométrica,pero con marcad,a
tendenciaa sepación generalmente
rarse del geometrismo,siendo excepcionalun fragm,entode plato
y de
con pecessiluetados se hallan tiestoscamrp,anienses la greco;
figuras rojas, y nada claramenteromaño; de hierro dió
1tálicacon
una falcata, lanzas y jabalinas, asideros de 'escudo, acicate,compás,
leznas, taladros, herraduras, frenos y útiles
cuchillos afalcatados,
forcorrientes; de qro un pendienteconstituído por dos elem'entos
y fragmento de diadema; de plata y bronce sortijas,
mando mecha
pendientes,
fíbulas anulares
aros, ponderales,botonescon svásticas,
y de la Tene I y II, arranque en palmreta asa de sítula, fragmende
to de planchanieladade plata; de hueso,punzonesmás o menos
largos d.e cabeza torneada o con decoración incisa y esculturada,
y agujas; de vidrio, abundantes
cuentasde collar esferoidales,
lisas
con incrustaciones pasde
o a gajos; y otras, alguna antrop,omorfa,
de
ta de coloies; piezasvítreas de chatonescon entallesy camafeos
temas varios. Es éste, pues, un poblado ibérico de los del tipo,frecon fuerte influende
cuente en las cercanías las costasvalencianas,
posición lateral de
cia púnica, y nada,querecuerde la romana. La
y
la fuerte Cozsslta la del Castellvell a la entradade la cañadadel
puerto, significaban
tanto, según va dicho, como el dominio del
importantepaso en tiempos ibéricos.
Aparte del despoblado mentado, existen en el cortinón de la
LJmbría otros que vivieron al parecer del eneolítico al Argar. Las
que
de
ondulaciones la gran laderadan lugai a algunoscontrafuertes
mese alzanligeramenteen forma de espolones tres especialmente
;
el
recen mencionarse, Pu,ntalde Ia Rabos¿,el del Cantalar (los dos
en término de Albaida), y el de la fuIitjallunqo Troneta,'ya en el de
de
Benisoda.En todos ellos unos pequeñosespacios terreno encerraahondando
do entre laparte alta del espolón, hecho más inaccesible
y las pendientesraudas, diñcultado adeartiñcialmenteel collado,
más su acceso por una o varias paredes de piedra, en seco de
en
las que sólo quedan los arranques forma de márgenes,constituEn
yen los recintosde los pequeñoscaseríos,
más que despoblados.
tiestos hechos a mano, lisos,
encu€ntran superficialmente
estos se
con bordes sencillosy gruesosmamelones,que acusanformlasde
y
casquetes de ollas al parecer; molederasactiva y pasiva de las de
tipo en zveco, percutores,alguna concha p'erforaday poco más.
Ninguno ha sido excavado,por falta de tiempo; y casi todos tienen cercaalgún manantial, más o menos rico, que en tienrpos más
-331-
[page-n-381]
26
V\RIAS
*oro" **rn,sTo,Rr,cAs
aguas;
lluviosos que los actuales,pudo proporcionarlessuficientes
Pache es bascerca de uno de ellos, el de la Troneta, la fvemtedel
tante abundosaaún.
Si desdeel pie dgl Castellvell se sigue, en sentido inverso, al
antedichocamino real que sube por Adzaneta,a partir de la fuerise
te term,al denom,inadatr^onl,-Beneita, inicia una rampa en la
hoy carreteravecinal coincidentecon aquéI, que antes terminaba al
atravesarse conducción de la acequiadel Puerto mediante tosco
la
puente llamado Pont-trencat, hoy sustituído por un sifón que reduce mruchoel desnível; y a niano izqtierda desdeél hasta un az'¿'
gador inmediato, límite de términos entre Adzanetay Albaida, se
extiende un altozanillo que perteneció a Vicente Semlpere,sitio a
propósito para establecerunas eras. Por 1918 el p'ropietario, con
el
motivo de cavar profundarntente altozano, descubrió unoó silos,
y de algo más de un metro de altos,
de
esferoidales basesaplanadas
de los que pude estudiardos abiertosen un terreno de losetas; uno
de ellos tenía el fondo achaflanadoirregular y los dos estabanre'
de
il"no, de detritus diversos, especiairnente tiestos ibéricos decay sin decorar, de formas comunes corfientes en tal cultura,
dentes
y parte d,eun esqueleto p'erro.Junto a ellos se halló un pequeño
de
bronce de Nerón, que guardó el Sr. Semp'ere.
A poco más de un hectómetro, camino vecinal adelante del .Alt
del Pont-trencat,como se llamó siempr€,hállase AdzanetacieAlbaiarqueológicos;
da, término hasta ahora escasoen descubrimientos
por los obreros de la repo'
pues salvo una hacha eneolíticahallada
blación forestalfrente al pueblo, en el Racó cle Ia Nevera, no cono'
que las del Altet dtdlCamí de BélSicemosmás ruinas prehistóricas
quevamos a reseñar.IJn el p'rimer tercio del amplio camino que
d,a,
une Adzaneta con el inmediatopueblo de Bélgida,vía cuyaamp'litud
aún denota la importancia que debió tener en tiemp'osremotos, se
inicia, a mano derechabajando, un p'equeñoaltozano denominado
Altet del Catní de Bélgida,que paralelo al camino va descendiendo
hastaque a unos 700 metros lo corta la sendaseparatoriadel término dicho y el de Carcícola; todos los camposde cuya zóna m'uestran tiestos de cerámicaibérica con decoraciónpintada geom,étric;r
(cintas,seriesde semicírculos segmentos círculos concéritricos
de
o
grup'osde líneasp'aralelas
onduladas),algunos de campanieny de
se de buena clasey unos pocos de sigillata lisa o simplernenteor'
nada,y fragmentosde ánfbrasde las corrientesen lo ibérico-púnico
y de las vinarias frecuentes lo ibero-romanobajo, pondus y pieen
de molinos a brazo. Del amp,lio asientodel
dras molederasactivas
hacia el cam'ipoblado, al seccionarse camposmuy escalonados
en
-332-
[page-n-382]
NOTAS PRblr{ISTóRI,CAS VARI,AS
27
no (P.) o hacia la c\tada senda divisoria de térrninos (NE.), se revolvió al terreno de tal forma que creó nivelesnuevoscasi estériles
y hundió los que debiteron fecundos. Una excavación a fondo
ser
A
sería hoy poco p,ráctica. sobre un hectómetroen dirección al puey
blo, partiendodel despoblado, mano derecha a escasa
a
altura so.
que fueron por Bautista
bre el camino, hemos conocido unas eras
,en
Durá rebajadas nivel para convertirlas huerta; descuhriénde
dose en ellas unos silos, al parecerantiguos,y en cuyo tcrreno removido hallamosluego unos pocos tiestosibéricoscon decoración
pintadade cintasy dientes lobo. Es difícil no asociar crasdeslas
de
al
con las necesidades éstc.
de
truídas,tan inmediatas despoblado,
Hasta el mismo debieron llegar las aguas de la vieja acequiadel
pueblo, de la que aún se rieganalgunas
tierrasal NO. del área que
o c u p óa q u é 1 .
De Adzaneta al inmediato pueblo de Carrícola, que también
pertenecióal antiguo señorío de los Milá de .4ragó, una carreterita
vecinalcoincidecon el antigu-r eamino que corría sobr,ela base
de la vertibnte de la sierra de Benicadell; y encimra
del pueblo, al
profundabarranquera, alza uno de los castilado derechode la
se
llejos que lateralmenteencuadranal dc Carbonera,
cuyo co.rjuntode
pequeñasfortalezasconstituiría probablemente la Penqcatiela alel
Cicl. En la ladera fronteriza al castillejo se abre la Cóva del Barranc d.elCastellet,de la que pudimos excavarla p,arteque quedó
intacta al vaciarlapara construir un camino forestal; resultandoser
una cu,evaenterramiento que pudo llegar a ese período hoy tan
imprecisodel Eneolítico al Argar, probablemente;yacinrientoal
que hemos aludido varias veces, en especial 'en La Covachq de
Camí Real, y cuya rnonografía propia está para publicarse. Di esta pequeña cueva en forma de concha irregular y de sobre cin.
co metros de fondo por otros tantos de ancho : en la parte sup'erior un individual enterramiento de inhumación, con un vasi'
to liso, a mano, con fu,erte escora que recuerda los del Argar;
y debajo cle ello un estrato de tierra blanca endurecida,en que s€
hallaron restoshumanos,puntas de flecha de sílex de lahor varia
y tipos diversos; sílex trapezoidales;cuchillos de varios tamaños y de labra más o nrenosp,erfecta;conchasde ciprea, pectúnculo, pecten y cardium; cuentasde collar consistentes columbelas
en
y pequeñascipreasagujereadas, bastantesdentaliums, me.nudos
y
y
discosde materiasblancas(calizay conchas) grisesen menor cantidad, así como de piedra verdosa; otras cilíndricas materia tal
de
peso; barriletesde piedra r¡erdosay otras
vez orgánicade escaso
restos de azabache;colganteselipsoidales materiasdiversascon
de
-333-
[page-n-383]
28
NOTAS PREHISTÓ.RICASV.{RI.AS
taladro a un extremo; restosóseoscomo de alfileresplanos del tipo
de Camí Real, y pequeño colgante de lo m;ismocon taladro a un
extremo y decoración acanalada espiral; dq cobre o bronce peen
queños punzonesde secciónromboidal, ! mrenudalaminilla fragmrentode algo como colgante; y de cerámica, aparfe del vaso antedicho, tiestos con decoraciónen bordón y lisos, otros con ornato
formado por zonas punteadaso con rayado horizontal y.vertical,
El
uno con ornato cardial y varios del estilo campaniforrne. cuadro
de hallazgos,comorse ve, es el propio de las cuevaseneolíticasvalencianas.
* t < t <
Ifemos tenido que exponer ligeramente y sin el complemento
de información gráficatan necesarioen estasmaterias,con los descubrimientosya conocidos,toda una serie de pequeñoshallazgosy
observaciones
arq,ueológicas, junto o individualmenteaprovechaen
bles para el estudio de la prehistoria de la comtarcadel antiguo
Marquesadode Albaida. Si ello pudiera servir de estím,ulo para
y
proseguirlasalguien con amor a estasinvestigaciones ademásal
país, $eríaun motivo de satisfacción
para el autor de estasnotas.
I. BALLESTER
prehistérico el subsuelo Museo
en
del
Un yacimiento
de Prehistoria
En suscom,ienzos, Museo de Prehistoriadel S. I. P. instalóse
el
en unas dep,endencias local de la Diputación Provinciat; trasladel
dándosepoco despuésa los bajos y entresuelosdel Palacio de la
antigiraGeneralidaddel Reino, donde continúa.
Allá por el año 1929,poco despuésde establecerse él,y paru
en
atender a uno de los serviciosdel edificio, tuvo que abrirse un pequeño pozo, d,esobre cuatro'metros de profundidad, en la parte interior del portón que da a la plaza del Poeta L,iern; y entre las ruijunto con restos de culturas bien
nas extraídaspudieron recogerse,
que semej
abatrozo de punzón, y dos
distintas,un huesofragmentado
menudogtiestecitos,uno de cerámicacampanianalisa y briJlantey
de
otro ibérico con pequeñasm'uestras pintura en color siena. L,a
el
suerte de que no pasaradesapercibido casi imperceptible descubrimiento y lo sorprendente del hallazgo en el m'ismo subsuelo de
un edifrciodestinadoa Museo de Prehistoria,hizo que los minúscu-334-
[page-n-384]
T--
NOTAS
PRNHISTÓRI,CAS
VARI,AS
29
los materiales fueran observadosdetenidamiente,
llegándosea la
conclusiónde su legitimidadarqueológica,Elhallazgo restosno
de
sólo romanos,sino ibéricos, el subsuelo Valencia,no era cos¿
en
de
nueva. Recuérdense m,ateriales
los
descubiertos el solar de lo que
en
y los hallazgosrealizahabía de ser Mercado Central de la ciudad
dos con motivo de varias obras, especialmente del alcantarillalas
qLle
do; descub'rimiientos no han podido ser bien conocidos y estudiados porque en su recogidano guió siempre un elemental espíritu ci,entífico.
Así, pues, lo chocantedel casoque ahora recorda"
m,osera, repetimos, que se diera el yacimiento en el suei', mismo
del Museo.
Pasaron los años, y en tiempos de la República hubieron de
obras en el basamentode la torre del Palacio, que impuefectuarse
'el
área que
sieron i:, necesidadde ahondar hasta los cimientos en
ocupa; y a sobre 4 6 3 y m,ediometros de profundidadsurgieron
varias p,aredes piedra en seco,como encuadrandodep,artamentos
de
pequeños,que recordaban técnicade los pobladosibéricos.De
la
que los envolvían nada podem'os
decir, porque no se
los materiales
ya llegadoal fondo.
nos dió cuentasino cuandose había
Recientemente,al emprender la labor de extracción de tierras
del solar dedicado a ampliación del Palacio de la Generalidad,
ya alerta por los antecedentesreferidos, encargado el Sr. Espí
y
de controlar los trab,ajos advertidoslos obreros, cuando apenasse
de
llegó a la profundidad de algo m,ás tres metros em,pezaroncomo
se ésperaba, surgir restos ibéricos; lo que puesto en conocimiena
de
to del Presidente la Diputación,Sr. Rincón, en quien tanto interés despiertanestos estudios,dispuso se detuvieran los trabajos
cuidadosaexcavación
sobre cuaen curso y se dedicaron e una mrás
Y
tro mil pesetas. se sucedieronentonceslos descubrimientosde
restosde paredesde piedra en seco,de vasoscerámicosibéricoscon
fragmentosde cerádecoraciónpintada, generalmentegeom'étrica,
y sigillata, y de algún objeto más (todo generalmica campaniense
no
mrenterevu,elto),en cuya enumreración nos hemrosde detener,
porque trata de ello un trat'ajo de D. Nicolás Frimitivo G6mez,
inserto en ARCHIVO, al que por venir desde hace años dedicánprehistóricosy protohistódose al estudio de los descubrimientos
de
ricos realizadosal r€mov€rseel suelo de Valencia, encargamos
grande que hubiera
tal labor. No hay que decir que la complicación
por tiempo imprevisible, de las ohras ya
produc\do la paralización,
de
ha
en ejecución, impedido un estudiomás com,pleto las ruinas'
T.B. T.
-
335-
[page-n-385]
-l
I
S
N Ó T A S P R O H I S T O R I C A ,V A R I A S
de
hallazgos arpones tipo inicial
de
Nuevos
Cada vez aparecemás clara la extensión que alcanzaron los dilos
verSostipos que caracterizan períodos del Magdaleniense.La
de
aparición de tales tipos no se contradice,en los nuevos hallazgos,
lo que H. Breuil afirmara hace años. Por otra parte, si cada uno de
'representa
la expansiónde un grupo determinado
los seis períodos
y supone, por tanto, un ámbito lirnitado, hoy sabemosque estos
grupos alcanzaron
territorios mayoresde lo que en un principio se
pensó.
Cierto es que en la zona cantábricaespañolase inicia el MagdaBreuil, aunque no excluíleniensecon el período III del sistem,a.de
mos la posibilidad de que nuevos hallazgoso nuevos estudios del
material conocido, realizadoscon esta preocupación,logren desculrir clementos tipológicamenteanteriores.Pero, en carnbio, en la
V
zona oricntal, el Magdaleniense y VI que se conocía hace quince
airos únicamente,en un rincón de Cataluña, se ha visto ampliado
hacia
mucho más extensas
los
hastaab,arcar seisperíodosy comarcas
el Sur.
en
Uno de ios elementosmáe característicos el utillaje magdaleniense es el arpón, y dentro de su tipologia, la fase más interesante
acasoes la cie su iniciaciórt,cuando se v'e luchar al artífrcep¿leolítico con una idea nacientey las dificultadesde su realización,cuanque no se nos .alcanza
punzonescon protuberancias
do srrrgerieSoS
como estamosa pensar en la
qué utilidad tendrían, acostumbrados
utilización Cel arpón por sus dientesbien marcados.
Puesbieir, este tipo (lue no era conocido en Españaantes cleque
del Parpalló y que incluso
en
lo descubriéramos las capassuperiores
no era frecuente en Francia, en comarcasricas en Magdalehiense,
se ha multiplicado en estosdos últimos años y hoy podemos anunciar que pos€emosseis nuevos ejemplaresprocedentesde las exca'
re{erenciaen otro lugar de estaspáginas,
vaciones,a que hacem'os
que realizamosen la cueva Bora Gran d'en Carreras, de Seriñá, en
la provinciade Gerona.
de
En dicha cueva,los rrabajos los Sres.Alsius, Boroms y Corominas habían sacadoa la luz preciosaspiezasde hueso y entre ellas
perte'
arpones de una o dos hileras de dientes bi,endesarrollados',
Nuestros
períodosdel Magdaleniense.
a
necientes los dos últimos
,trabajosse han realizadoen las tierras ya removidasy examinadas.
A pesar de ello, un cribado cuidadosoha permitido encontrar miles
-336-
[page-n-386]
NOTAS PREHISTORI.CA.S
V¡RI,AS
31
de sílex y numerosas
piezasde hueso, pequeñaso rotas, como preciosasagujasde coser.Tan sólo en algún rincón ha podido hallarse
una zana intacta, con niveles inferioresa los que aquellosprimeros
investigadoresexploraron.
Ya en la primera campaña aparecií el extremo de un pequeño
arpón de tipo inicial. Lo hemos publicado en una corta memoria
sobre Seriñá, aparecida el númrero1 de la revista Pirineos,6rgaen
no de la Estaciónde Estudios Pirenaicos,filial del ConsejoSuperior
de Investigaciones,
que sufragadichas excavaciones. trata de un
Se
ejemplar claro, fino y de secciónredondeada,con los dientes definidos, pero que apenasse apartan del cuerpo de la pieza. Esta nos
di6ya la seguridadde que la cueva había comenzado, ser ocupada
a
con intensidad,en el Magdaleniensel lo que no hubiera podido
IV,
decidirscni por los hallazgos sílex ni por los de las restantes
de
piezasóseas.
Pero en la última campafra,en el otoño de 1945,otros cinco haIlazgos,realizadosen un rincón que no tocaron seguramente anlos
teriores exploradores,nos da idea de la importancia que tuvo, esta
etapa en la ocupación de la cueva. Los cinco ejenrrplares m,uy
son
incompletos,limitándosea la parte de la punta por lo general,y son
de sección aplanada.Los dientes están m,ásmarcadosen unos ejemplares que en otros. Es evidente Ia torpeza con que están resueltos.
Especialmenteuno de los ejemplares en que después del último
diente, la punta se estrechaconsiderablemente.
Con todo ello, el Magdaleniense ha adquirido para el Este de
IV
España una importancia mucho mayor de la supuesta,
d'ándonos
un
dato de extraordinario interés para el estudio de las fasesy emigraciones del Magdaleniense
europeo. Al rnismo tiempo obtenemosel
enlace entre el Parpalló y la zona pirenaica oriental que debía comunicar con los centros franceses curioso foco gandiense.
el
L. PERICOT
Nuevosdescubrimientos
Paleolíticos Cataluña
en
!
i
EI conocimiento del Paleolítico Superior en las comarcasorientales de España va progresandolentamente,mucho más lentamente de lo que sería de desear,debido a las múltiples fallas que ia organización r:lelos estudios prehistóricos adolece en nuestro país.
Despuésdel salto que represent6la excavación Parpalló, nada se
del
ha hecho para continuar las exploracionesde Siret en cuevas de
-337 -
[page-n-387]
82
V,¿.RIAS
NOTAS PR EHISTOIRI.CAS
Almería y lVlurcia, siguen sin visitarse las conocidasen la provincia de Alicante y nada hemos visto publicado de los materalesdescubiertospor el entusiasmode F. Esteve, en la provincia de Castellón. En el capítulo de ganancias
hay que colocar los nuevos e interesantes
materialesque SalvadorVilasecaha obtenido en la provincia de Tarragona y los resultados de la excuvaciín de la cueva de la
Cocina, en la.de Valencia. M'ás al Norte, nada nuevo en la de Bar.
celona, donde siguen esperandolos yacimientos de la comarca de
Capellades.
En cambio, en la provincia de Gerona se ha despertado,desde
háce unos años, r.rna
intensa actividad. Esta se inició por varios afi'cionados de Bañolas,que quisieronproseguirlos trabajosde hace'
muchosaños de los Sres.Alsius y Boroms en las cuevasde Seriñá.
Entre ellos destaca médico de dicha localidad,D. José María Coel
rominas, que desdehace años, cribando la tierra dejada en la Bora
Gran d'en Carreras,formó una magníficacolecciónde sílex, en es'
pbcial microlitos en series muy completas, con alguna pieza de
hueso.
En 1943el Sr. Corominasse puso en relacióncon Ia Comisaría
de Excavaciones Gerona y se inició una colaboraciónque ha rede
sultado rnuy fecunda.Por una parte, el Sr. Corominascon el Museo
de Bañolas, en el que se han venido inaugurando las instalacio'nes
de Prehistoria en estosúltimos años (en Octubre de 1943),han descubierto y excavadoun nuevo yacimiento, la cueva del Reclou Viver, en Seriñá.Por otra parte, la Estaciónde Estudios Pirenaicos
encargóal que suscribela exploración deñnitiva de la Bora Gran
d'en Carrerasy Cova dels Encantafs.Esta tarea se ha realizadocasi
por completc al escribirestanota, tras cuatro campañas.
:
Los resultados
han sido los siguientes
esta cueva
Cot:a del Reclau Viver.-Está en curso de excavación
por el Museo Comarcal de Bañolas. Su interés es extraordinario,
pues aparte de hallazgos tanto interéscomo el de un depósito de
de
y
y divisoresempo,ritanos el de cerámicahallstáttica,condracmas
y
y
Los
tiene niveleseneolíticos otros epipaleolíticos paleolíticos.
niveles inferiores correspondenal Solutrense, Proto-solutrensey
Auriñaciense.El Solutrenseofrece puntos de contacto con el de la
Julián de Ramis), con las
vecina cueva del Cau de les Goges (S.an
puntas pedunculadas otras en cristal de roca de precioso trabajo.
y
puede decirseque se ha encontradouna
En cuanlo al Auriñaciense,
industria nlreva en estascornarcas; las puntas de La Gravette van
de
acompañadas puntas de Chatelperron,y todo hace suponer que
yacimiento, una vez estudiadodel todo, nos revelarála presencia
el
-338-
[page-n-388]
NOTAS PREHISTORICAS VARIAS
33
de Auriñaciense (perigordiense gravettiense) varias etapasen
o
en
esta comarce, lugar obligado de paso entre el Sudestefrancésy el
Levante español.
Cozsadeis Encantats.-Se trata de una cueva sepulcral en un
acantiladosobre el río Ser, vecina a una serie de abrigossepulcrales
eneolíticosque indican la existenciaen este lugar de una vasta necrópolis; muy revuelta por las rebuscasanteriores,sin embargo,
proporcionó abundantecerámicay un vaso casi completo con decoraciín excisay asa con apéndice,tipo enteramentenuevo en nuestra Prehistoria. En cuanto al paleolítico, dió ya en la prim,eracampaña dos puntas que dimos como Solutrensey Proto-solutrense,
teniendo en Ia última de las tres realizadas estacueva,el plaier de
en
descubrir una punta foliforme solutrense, magnífr.ca.
Bora Gran d'en Carreras.-La cantidad de sílex encontradaen
estacuevaes mruycrecida,abundandolos microlitos, hojitas de dorso rebajado,escaleriformes,
y
buriles muy perfectos no tanto ios raspadores cepillos.I)e hueso,trozos de punz6n, varillassemicilíny
dricas, agujasfinísimasy arpones: seis de tipo inicial, a cuyo problenra nos referimos en otra nota. Se han lavado centenares plade
quitas y sólo en una se han hallado líneasgrabadas
que parecenformar parte de un animal.
Consecuencias todos estoshallazgos
de
son las siguientes se ha
:
comprobadoIa existencia
del Auriñaciensesuperior y probablemente tendremosque admitir un Auriñaciense
más antiguo.Este es un
hecho nuevo en Cataluña.Está demostrada existencia un Solula
de
trensetípico, con varias{ases, recordando,como es naturhl, al cery
cano Cau,de les Goges,de San Julián de Ramis. Por último, un
Magdaleniensemás antiguo de lo que se creyó, el Magdaleniense IV, Ademástenemos
para suponerque los descubrimienrazones
tos paleolíticoéen las comarcas
gerundenses
proseguirán.
L. PERICOT
Los santuarios
célticos Mediodía Ia Galia
del
de
El día 15 de Diciembre del año en curso, el Profesor R. Lantier, conservadordel Museo de Saint Germ,ainde París, pr-onunció
en el Colegio I'-rancés Valencia, la conferenciaque lleva por tíde
tulo el encabezamiento estaslíneas.E,l señor Lantier ha tenido
de
gue agradecemos
la gentileza,
vivamente,de rernitirnos un resumen
de su brillante disertación,cuyo texto transcribimosseguiclamente
:
-339-
[page-n-389]
34
VA'RIAS
NOTAS PREHISTO'RI,CAS
i
El delta del Ródano es una de esasregionesprivilegiadasque
un
en toda época han sido llamadasa desernpeñar papel p'reponde'
Historia de Francia. Ampliamente abierto sobre el miunrante en la
do mediterráneoy atravesadopor la gran corriente de circulación
prehistóricaque es laYía Heraclea,es un país de tránsito, un puente tendido entre las penínsulasitálica e ibérica, al cual el Ródano
aseguraigualmentc una relación fácil con las provincias meridio'
nales galas.
del río y ruta terrestreda origen a una zona de
La er,crucijada
de
confluenciasmediterráneas carácterparticular y en Ia segunda
Edad del Hierro' aparecenen este territorio los prim'erosbosquejos
de la esculturaen piedra. Se reconoceaquí ya uno; de los aspectos
del
del dualismo constante q1¡e se manifiesta entre las com;arcas
que encontrarásu más
Norte y Mediodía de la Galia, manifestación
expresión en la Edad Media, con la diferenciaciónde las
acabad,a
de
hablas, usos.y costumbres,así como en la rnranera edificar, ca'
de
racterísticas los paísesde <>.
de
Es precisamenteen estos territorios, a lo largo de la vía herallevadasa cabo
arqueológicas,
clea, en los que las investigaciones
de años en el baio valle del Ródano, han pro'
durante una decena
y
porcionado el des'cubrimiento> lugaresde culto, que
de
han renovado lo que se creía saberde la historia, religión y arte'de
galos ribereños del Mediterráneo' Estos hallazgoshan
los pueb,los
permitido precisar, además,lo que los textos de los autores anti'
en
guos dejaban entrever del importante p'apel desempeñado, esta
tal caso, ha'
época,por el delta del Rócjano.Parecemuy difícil, en
:
blar de una colonización marsellesa el im'perio de Marsella se
ejercíasobre el mar y lto en tierra. La acciónlde los foceosen Provenza se reduce a la ocupación de puntos de ap'oyo',destina¡losa
asegurarla protección de sus factoríasen un país que en su mayor
extranjera.ljn
parte perm anecía, suma, hostil a la p'enetración
en
cinturón de fortificaciones indígenas a unos 7 kms' del antiguo
puerto de Lacydon testimonia eI caráctet precario de la ocupación
focense,lo que nos recuerda la naturalezade los establecimientos
europeosen la costa occidentalde Africa en el siglo XVII.
Después ie Marsella, |a.principal factotía de' los griegos está en
se
St. Blaise, donde los mercaderes instalarondesdelos siglosVI:V
en Ampurias, p'arecedistinta de la agloen una factoria eu€, colrlro
mereción indígena.
p'ues'
Un nuevo testinroniode la cohesiónde las tribus galas'está
to de manifiestopor el descubrimiento de santuarios tribales en
,en Roquepertusey en Antrcmont.
de
-340-
[page-n-390]
.r rf_
NOTAS PREIIISTOR¡CA,S VATRIAS
35
Desde el período hallstáttico,se eleva en las alturas de Caisses
un
santuario del que algunos de sus elementosarquitectónicos,
pertenecientesa un pórtico, decoradocon grabadosde caballosy jinetes,
fueron reutilizados en la construcción de una m,uralla levantada
posteriormentea la entrada de los celtasen el valle del Ródano en
el siglo V a. J. C
Relacionadoco'n ios descubrimientos
hechos el siglo pasadoen
y
Roquep,ertuse en Antremont, el descubrimientode Mouriés permite reconstruir la disposiciónde estoslugares'deculto, instalados
en las alturasy comrprendiendo
una capilla precedidade un pórtico
decorado,congrabadoso esculturas.En el interior se levantan las
estatuas culto, de las que un conjunto del más grande interés se
de
ha descubierto en Antremont : guerreros sentados,con las piernas
replegadas
bajo el cuerpo, en la llamada actitud bidica, busto rígido estrechamente
ceñido p,or un jubón de piel, ilevando sobre el
pecho un pectoral con figuras profrlácticas,disco o cabezacortada,
o bien protegido por armadura con espaldar. cabezadescubierta,
La
peinados'los cabelloshacia atrás y sostenidospor una cinta, o ci..rbierta por cascode cuero con carrillerasy guarda-nuca.
Del arma,
mento no subsistenm,ásque los fragmentosde grandesespadas
de
La Tene II, enfundadas sus vainas pegadasa la cad,era
en
derecha.
Entre estasestatuasaparecendos figuras femeninas,una adornada
con diadema en forma de crecienteinvertido y otra cubierta con
velo que cae hacia atrás y los Iados.
En estos monumentos ya no aparecenada del choque entre lo
y
real'y lo ideal con que los artistaspergaménicos romanos reprepor la lucha, derrochansentarona los celtas; la cabelleraerizada
do vida y acción y guardandohastaen ia muerte una actitud teñida
La
de patética grandeza. rara cualidad de las estatuasde Antremont refleja de manera rr¡anifiestala concepción que los imagipero
nerosgalos teníande la forma viviente. En este arte sosegado,
brutal, el detalle estácasi siempre descuidado; sólo cuentala masa.
un
Se establece constantecontrasteentre la estrechez
del talle y la
anchura de los homb.ros; el torso se yergue en una actitud hierátiy
las
ca, desdeel z6calo que representan piernasreplegadas vueltas
hacia adelante.El mismo ritmo se rnranifiesta la composición de
en
los rostros, coni ancha frente ¡' largo mentón. Este carácterde uniformidad no correspondesolamentea un canon estético,sino que
responde todavía a las preocupaciones carácterreligioso y sode
cial, y, la falta de atributos sobre los monumentosdescubiertos,
no
permite reconocerla naturalezade los personajes
que se esconden
tras estasfiguras enigmáticas.
-341-
[page-n-391]
36
NOTAS PREHISTOR¡CAS VAR]AS
De todos modos, el carácter sagradode estasrepresentaciones,
en otro tiempo cubiertas de color rojo reservado a la divinidad,
está fuera de toda discusión. En un bajo relieve de Antrem'ont
figuran dos mujeres en bLlsto; una tiene una pequeñaliebre y puede
de aportar algunaluz, si se relacionacon las estatuas Euffigneix
y de Touget, que también tienen un jabalí y una liebre.
no
Pero la presenciade estosanirnales indica que se trate de un
célticas
animal totem, llegado a dios o asociadoa é1.Las sociedades
han pasadopor estadiosde una evolución diferente que las conduce
a la concepción del héroe civilizador o fundador de grupo social,
de los cualesunos pueden haber sido antiguostotems y otros solamente estar provistos de emblemastotémicos. Y así, en lugar del
totem apareceel héroe del clan, de la tribu, de Ia nación. Más bien
que divinidades,estasestatuas,según nuestro criterio, representan
las imágenesde los héroes alrededor de los cuales se reunirírn en
ciertas fiestaslos grupos sociales.
Así, pues, todo habla de la muerte en los lugaresde culto provenzales.Los caballosy los jinetes de Mouriés, el pájaro fantástico
y las cabezascortadas rle Roquepertuse y Antrem,ont tienen un valor simbólico en relación con una religión de la muerte. Todo esta
imagineríafuneraria se relacionacon el tema del viaje del alma haLo
cia otro mundo, llevadapor el caballo,animal psicopompo. misy las placasdecoratimo los monstruos andrófagosde la Provenza
llevan su caza simbólica
vas de Orgon en las cualeslos'cazadores
de la liebre bajo la mirada de la divinidad, eternizando un rito sesobre los frisos tasios.No
nrejanteal que desarrollanlas iabalgatas
héroes, personajessobrehurnanos
son, en absoluto, dioses, sino
pero no sobrenaturales.
Alrededor de su tumba representadaen
Roquepertuse por dos fosas excavadasen el interior mismo del
las
santuario, se celebrarían. fiestaso el culto de los antepasados,
y tamibiénexpiación de la muerte de los héroes.
conmemoración
Los santuariosprovenzalesson igualmente cementerios.
Con su amrplioestudio de la p'lásticagala y el ambiente funerario que de la misma se desprende, el profesor Lantier hace,unas
deduccionesy aportacionesal conocimiento matetranscendentes
rial y espiritual de los habitantesde la Provenza poco antes d,ela
Era Cristiana. Es de notar el fuerte contrastecon las manifestacioy
nes artísticas anímicasatribuíbles a las gentesiberas, a pesar del
influjo que ejercieron éstas,cultural y materialmente,en el Su¡ de
la Galia. Este contraste entre galos e iberos coetáneosgeocronológicamenteen la Provenza, hace más interesantela exposiciónde
de
Lantier y más acuciantela necesidad estudiar a fondo, con todo
-342-
[page-n-392]
NOTAS PREiITSTORT'CASVARIAS
37
detalle, la cuestiónde la presencia no del pueblo ibero cn el Sur
o
de Francia, cuálesson sus lírnites en el tiempo y en el esprcio, qué
influjo cultural ejercenen estaszonasy, finalmente,como ya apuntamos en otra ocasión,si debemosconsiderarsituada en el SE. de
Galia y NE. de España, la cuna de la llarnadacerámicaibérica.
Como creemios tema de sumo interés para dilucidar el aboel
lengo de la cultura ibérica y el contenido étnico de este vocablo,
volveremos ,en breve sobre la cuestión, tratándola con toda la amplitud que el, tema requiere y. es dado a nuestrasposibilidades.
en
líneas, unir nuestra felicitación y sinRéstanos, las presentes
cero aplausoa los rnuchosrecibidos por el profesor Lantier al terminar su magníficaconferencia.
D. trLETCHERVALI,S
valencianos la colección
de
afqueológicos
Restos
d e D . J u a n V i l a n o v ay P i e r a , e n e l l l { u s e o
Antropo!ógico
Nacional
.
En 1940tuvimos ocasiónde tomar nota de, Ios varios objetos
arqueológicosdonados al Museo Antropológico Nacional por el
ilustre valenciano Vilanova y Piera. 'De todos ellos entresacamos
a
aquí los pertenecientes nuestra regi6n, según Ia descripción que
hizo el p,ropio donante.
dando
Reseñam,os
los objetos agrupándolospor procedencias,
,un número a cadalugar de origen, haciendoconstar también el número que tiene"cadapieza en la colección. Finalmente mencionade
mos las páginasde las publicaciones Vilanotta y Piera: <
y antigi¡edad del Hombre>> (Madrid, 18721y <
naturaleza
(Madrid, 1893),
y
geognóstico-agrícola brotohistórica de V alencia>>
en las cualesse hace alguna referenciaa los objetosque a contintración enum'eramos:
NUI\IEBO
l._ADOR.
Brecha huesosa, procedente de (número del objeto 469).
-343-
[page-n-393]
7,
ri!
lI
V.\RIAS
NOTASPREHISTORI¡CAS
38
z._ALOALA
NUMM,O
DE CIIIVEBT.
Collar de rodajas de pectúnculosy carclium, hallado al pie del Castillo (núm.207) (es el núm. 339
de la caja 16).
iJe
Huesos procedentes de la <¡
(nútn.4L2).
'
NT]MER,O 3.-AJ,COY.
Un hacha pulimeniada (núm. 10).
Dos hachaspulimentadas,anfibólica, feldespática,
algo p'izarreña,con dos núcleos (núm. 403).
Dos pedazosde cráneo humano (núm. 411).
4.-ALFAR,P.
NUMERO
Cerámica y huesos del túmulo de ,rLa Falaguera>
(núm. 458).
NUMM,O
5._ASPE.
Un hachapulimentada(núm,6).
Una flechade hierro (núm. 358).
6._AYELO
NUMERO
DE MALFEN,IT.
Hallazgos del>
toscos (núm. 191).
Federnales
Fragmentosde cerámicatosca (núm.L92).
Cerámicatosca (iúm. 459).
Dos cuchillos pequeñosde pedernal y fragmentos
de hueso clecráneo humano (núm. 193).
Este yacimiento se menciona en la página 485 de'
y en
dé
su < la pág.41-1 su <.
NUMEII,O
?.-ELCHE.
Curiosísimay por todo extremo interesantehacha
de cob,re, regaladapor e! Sr. Ibarra (núm,'442).
8.-ENGUEBA.
NI'MERO
I
-
Amuleto (núm.359).
Placa con dos agujeros, apoyo de flecha (denominación que Vilanova aplica a las plaquitas guardabrazo) (núm. 338).
-314-
I
I
[page-n-394]
. l
.,
iFlj
I
i
NOTAS PREHISTORIOAiS V{RIAS
39
Hallazgos de ,>
de
.
NUMERO
Cacharroa mano (núm. 84).
Cacharro a rnano (núm. 87).
Tres cráneosbraquicéfalos extraordinario desde
(núm. 86).
arrollo el arco superciliar
g.-GANDIA.
Fragmentos de huesos' humanos, mandíbulas y
dientes sueltos de jabalí, ciervo, etc., procedentes
del Mondúber (nim. 423).
Hallazgos de Ia <.
Fragmentosde pecten (núm. 199).
Dientes de ciervo (núm. 200).
Huesos de conejo (núm. 201).
Asta y huesos labrados (n:ún. 202).
Cuatro pedernales(núm. 203).
(núm.204).
Dos dienteshumanosy dospectúnculos
(núm. 243).
Pedernalestosco,s
Huesos humanos y animales,astasnaturalesy labradas(núm. 244\.,
Cuatro pentúnculos(núm. 245):
Tres dientbs de carnicero (núm. 246).
Dos helix (nítm.247\.
Utiles toscos (núm. 456).
Mandíbula humana (núm. 391).
Astas de ciervo aserradas(núm. 248) (es su figura
núm. 24 de la lámina I de sus dos publicaciones
mencionadas).
Cráneo de perro (núm. 256).
del
Se merrciona la < y los hallazgos en ella realizadospor Vilanoxa, en las páginas
y
349,362de su> en la página481 de su
,así como en la lámina I de ambas
publicaciones,en la cual las figuras lI y 18 a 24
son de materialesde dicha cueva.
ile
Hallazgos de la <>
Uiiles toscos (núm. 455).
'Se menciona en la página 349 v 364 de <>
y página483 de <.
-34ó-
{
[page-n-395]
NOTAS PREHISTORI'CAS V.tTRIAS
{0
Io.-GENOVES.
NurvxE¡r,o.
Un hacha (núm. 187).
NUIVIERO II.-JATIVA.
Negra>(núm. 457).
Útiles toscosde <
Se menciona en la página 349 v 363 de <
y
y página 48trde <
publicaciones, fi'guta 12.
ambas
NUMERO
12.-LLOMB.dY
'
,
Aaellanera>, en el Ma'
Cerámica tosca de <()r4'eaa
tamdn (núm.466)'
En la p'ágina482de se localiza en
término de Catadatt, en'la falda N. d,elIl'Iatamón.
se
En la lámina I de ambaspublicaciones atribuye
mientras que en Ia
R.oca:t>,
la figura 16 a <
conío de
NUI\@R,o I3.-MONOVAB
Dos pequeñoscinceles(núm' 33).
Varias hachas(núm. 326).
NI'AÍER,O 14..--MONELTII
Hueso grande de Iguanodonte (núm. 407).
humana y hueso de metatarso(núm. 408).
.Falange
ÑIlMffi,O
15.--OLI/EBIA.
Un hacha pulirnentada(núm. 17).
.
6¡nicatosca /¡úm. 252)
C,er
del
Hallazgos de < (Il
de
Dos hachas rl.ediorita del <>
(núm.71).
Se mencibnan estashachasy el yacimiento en las
páginas 483, 484 y 485 der y en las
páginas y
páginas 349,403 y 110 de <r,
(1) sobre la clasificación deflnitiva del (castelleü de1 Poryuet>' v' Ballester
Tormo, I, (EI Ch^süetletdel Porqueb, núm. 1 de los trabajos sueltos del S. L P.
aúo 1937.
-346-
?
[page-n-396]
:
NOTASPREHISToRICAS
VARIA,S
4l
obras en las que se hace, igualmente, referencia a
los objetos que siguen.
'
Molares'de cicrvo (núm. 426).
Huesos hum,anosdel <
(núm. 463).
q.uet>>
Hallazgos de>
de
Pedernales,
huesosy conchas(núm, 401).
Menciónaseen la página 482 de <¡
V
páginas
349 v 363de..
NUMERO
16._OBIHTTELA.
Fragmento de diorita- en forma de hacha chelense
(núm. 117).
Hal,lazgos <
de
Roca>
quémados (núm.74)
Huesos humano,s
'
Huesos humanos (nrím. 73).
Huesos humanos quemados(núm. 333).
Huesos huhanos quemados (núm. 394).
Huesos humanos sin quemar (núm. 39.5).
Cerámicatosca neolítica (núm. 75).
Dos pectúnculoscon natex perforado (núm. 76).
Discó pulirnentado, de piedra rnúm. V7).
Canino de carnicero (núm. 78).
Cuchillo de pedernal (núm. 79).
Pedazode cristal de roca, preparado (nírm. 80).
Vilanozta repioduce algunos objetos d,e <
Roca>> su lánnina I de ambos libros, debiendo
en
que la figura 16 de dicha lámina, en su
señalarse
<:
atribuye un
, mientras qu'e en la págita 363 dd la misma obra se atribuye a r.
También se hace referencia a <
Roca> en la
página 389 de su <.
Hallazgos de la ladera de San Antón
I
:
Canto rodado, percu.tor,cle cuarcita (núnl. 120).
Barros toscos(núm. 121).
;947 -
{
[page-n-397]
NOTAS PREHISTORICAS VA'RIAS
42
Fragmento de roca volcánica, prepara,la para
muela (núm.7221.
Dos pequeñoscantosrodados,labrados(núm. 123).
Pedazode pectúnculo (núm. 124).
Huesos y dientes de jabalí y ciervo (núm. 125).
Mandíbula humana y dos falangesde mano (número 12ó).
NUMER,O 17.-- PENAGUIII\,
Un hachapulimentada(n(tm.12).
NTIMERO I8._SEGOBBE.
Apoyo de flecha, de iade, con dos aguieros (nú'
mero 347).
NUMER,O Ig-TABEBNES
.
DE VAI,LDIGNA.
Utiles toscosde silex, brecha huesosa(núm. 454).
NI'I\[ER,O 20._ TEUfuTDA.
algunoshuesoshumanos,
Pedernales
arqueolíticos,
otros de m,amífero,hélices y otras conchas mari(núm.727).
nas, procedentes <>
de
del
NUMERO 21,-VILLAJOYOSA.
Un hachapulimentada(núm. 7).
NUI\{E'R O 22.-VILLENA.
Un hachapulimentada (núm.22).
CañaUn hacha pulimentada, procedente de <
da> (núm.21).
son los únicos de proceLos materialesanteriormentereseñados
dencia valencianaque hemos podido encontrar entre los muchos
objetos donados por Vilanova y Piera al Museo Antropológico Nacional, a pesarde que en sus obrasse habla de otros varios hallazgos
en tierras valencianas.
D. FLETCHER VAI,LS
-348-
[page-n-398]
48
V
NOTASPREHISTO¡RIOASIRIAS
del
excavaciones S. I. P.
Las recientes
Prehistóricas Varias>
Es de esperar que en las presentes<
trate lígicamente cl lector de encontrar detalles sobre las diversas
y
excavaciones exp,loracionesralizadas por el Servicio en los últimos tiempos; pero como buen número de los trabaios insertos en
este tomo de ARCHIVO se ocup,an principalmente de tales investigacioneso de materias a ellas tan ligadas que necesariamente
las han de dar a conocer en'detalle, sería una redundanciainaceptable al tratar iuego de las mismas separadamente; y eso €s lo que
hemos querido evitar.
Así, en nuestro trabaio relativo a los ídolos. oculados valencianos, con obj'eto de dar a conocer los nuevos hallazgos realizados
por el Sérvicio en Cótsa tJela Pastora de Alcoy y e4 la Ereta del
de
Fedregal de Navarrés,'se ha tenido necesidad describir los medios arqueológicosen que se verificaron tales descubrimientos,
hacer una escuetahistoria de los trabaios y dar un avancedel material obtenido. Cosa semeianteha acontecido a L. Pericot con los
de
extraordinarios descubrim,ientos la Cueva de la Cocina de Dos
por Alcácer
realizadas
Aguas.E igual sucedecon las investigaciones
en Peña de la Dueña de Teresa y en la Atalayuela de Losa del Obispo, de que se ocup,aaquél en un trab,ajop'reinserto.
Quien buscareaquí notas concretasque le permitan formar idea
las
sobre nuevos descubrimientos, hallará en los trabaios¿ludidos,
aunque no tan ampliadas como en los trabajos monográficos
a publicar a su tiempo.
llevadaqa cabo años atrás,
e
De las excavaciones investigaciones
a
referenciaen nuestrasMemorias elevadas lá Diputación
se hallará
hasta el añ,o1939.
De las excavacionesúltimamente efectuadasen el cerro de San
Migulel de Liria, damos cuenta en una extensa nota relativa a los
trabaios llevados a cabo en los años 1940 a 1943, inserta en esta
misma sección de ARCHIVO. A ellas remitimos al lector.
I. B. T.
-349-
[page-n-399]
44
NOTAS PREHISTOIRICIAS
VARIAS
nElsBancalets,r
Entre las numerosas interesantes
e
notas que reúne el archivo particuiar del Director del S. I. P., hemos hallado una, que con su venia, merece citarse, aun cuando sea sólo para dejat en las páginas
de este ARCHIVO antecedentes yacimiento en cuestión. pues
del
lo único publicado (1) lo fué en revista ya agotaday dificilísima de
encontrar.
Eran los tiempos en que el Padre Furgús, S. J., estudiabalos yacimientos de Orihuela y otros lugares,y el erudito escolapioPadre
Leandro Calvo explorabacuevas,simasy vericuetosde la región en
geológicos arqueológicos,
y
buscade dato.s
cuando llegandoa su notici¡l la cxistenciade materialescerámicosa unos tres kilómetros de
marcha, en la car,reteraque parte del Real de Gandía y muy cerca
de ella, inició, junto con su alumno favorito, el actual Director del
S i. P., una exploraciónque no dió resultado,pero poco después,
el P. Juan, S. J.,' form,andoparte de un grupo excursionista,
acaso
por llegar cuando las labores de cultivo habían revelado materiaies
enterrados,pudo efectuar una exploraciónmás a fondo.
Se halla Ia estaciónen una estribaciónde las montañasde Marchuqrrera,
llamada Cerro dels Bancal¿fs.
Entre los rnaterialeshallados figuran en superficie abundante cerámica,<
que
más arcaica>>,
podemos determinar, con huesosy <
granitíferas>. un
no
A
metro de profundidad'se halló un molino de form,a elíptica (de
35 x 19'x6 cms) y piedra arenisca
con algunasconchas
forado>> y trozos de ánfora, tosca, sin barnizar.
ll! hallazgoprincipal fué el de un silo -que su excavadorllama
crom,lech- análogoal hallado recienternente el Bancal de la Coen
ron, (Alicante), aunque difieren por estar el últim,o forrnado con
paredesde piedrasredondeadas, el que motiva esta nota, con piey
que se estrechan
dras planas,siempre sin argamasa,
desdesu borde
x 3,05 (3) al inferior de
superior elipsoidal de dimensiones 3,40
7,60xI,20, situado a 2,60 metros de profundidad.
(1) Maria,no Juan, S. J.: (Exploraciones arqueológfcas en el cerro dels Bancalets y en la Cova Negra), págs. 105-115,5 flgs., Bol. Soc. Arag. Cicrlcias Nat.,
t. vr, 1907.
. , vol. V, 1943), que la aparición de
perfora,ciones no siempre es obra de industria humana.
(3) Su explorador dice: <
-350-
[page-n-400]
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I
ñórAs PREHTSTORTC'AS
vA,RrA,S
45
Hasta los <'tos
metros se hallaba tierra negra mezcladacon ceniza, rJebajo la cual aparecian60 cms. de tierra fina, de color parde
dusco y debajo de todo una capa muy compacta de tierra arcillosa
(fie. 1).
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i'].1\
--.l-
Figura l.a
Entre otros materialesse hallaron en el silo : varias mandíbulas
y colmillós de jabalí, corzo, caballo y 'otros mamíferos. Aparecen
huecoslabradosy pulirnentadosen los punzonesy agujas.Se halló
un iragmento de colmillo muy grande.Se encuentrael cuarzo trabajado. El sílex (sílicedice el texto) es raro, segúnafirma su descubridor, pero el estudio de los grabadosque acompañanal trabajo, aun
siendo inuy deficientes,
permiten adivinar varias hojas de sección
triangular y trapezoidal, raspadores,raspador en hoja, sierras y alguna raedera en capas con Cardittm, P ectúnculus,Murex, C assis,
etc.
Los in'ateriales
y
más abundantes con rnejoresejemplaresson los
de piedra pulimentada, entre ellos una hacha de diorita 6E /g x 45
milírnetros, ademásde alisadores,
percutores,piedras de afilar, erc.
De los datos que'poseem,os,
pareceque se trata d,euna estación
eneolítica.Lacita que se da al hablar de la cerámicade superficie:
<
notable variedad en los pezones)),
nos hace presumir que fuese argárica.
M. VIDAL Y LOPEZ
Aportaciones la protohistoria
a
valeneiana
Los hermanosH. Sagaseta
Jarrín y José lVluñoz Jarrín, de Casinos, muy dados a las investigacionesarqueológicas,fueron requeridos por nosotros para que practicaran un detenido reconocim,iento del térmrino municipal de dicho pueblo, del que ya nos
-351-
[page-n-401]
46
VARI.AS
NOTAS PREHISTORI,C,AS
un
ruinas, y nos confeccionaran croquis
eran conocidasinteresantes
La labor realizadahasta ahora
con la localizaciln de sus estaciones.
y presentada S. I. P., se concreta a los restos ibéricos e iberoal
romanos. Sin tiempo para dar en este tom'o de ARCHIVO una
referenciadetenida, nos limitamos a la enumeraciónde las estacio'
:
nes a que alude el trabajo cle aquellos señores despobladoinnlepartida de los Collados; el de Torrediato al Corral de Pomar,
de
Seca; Castillicode Bernabé; despoblado la partida de Diago;
y
cercanas al oeste de la misma;
cerro de la Monravana; ruin¿'s
cerro de Cova-Foradá y Cabezo del Castellar.
nos eran ya conocidasy han sido ex'
A,lgunas tales estaciones
de
ploradas ligeramentepor el S. I. P., como consta en el trabajo de
realizadas pclr aquéI,
E. Pla sobre exploracionesy excavaciones
inserto en estapublicación.
del
y
La labor de los Sres.Sagaseta Muñoz, como prospectores
el conocimiento arquelógicodel térm,ino
Servicio, va com,pletando
de casinos; .y hemos de hacer constaraquí lo obligado que el servicio les queda p'or su eficaz labot
I . B .T .
al
Un donativointeresante Museode Prehistoria
D. Ramón Martí Garcerán, culto valenciano residenteen Segorbe, entusiasta los estudiosde arqueologíaantigua,ha ido rede
uniendo, a lo largo de años de exploracionesen la comarca segorbina y en otras inmediatas, una interesantecolección arqueo'
principalmente,entre otros materialesde épocas
lógica com,puesta,
posteriores,de gran número de fragmentoscerámicosibéricosy ro'
como mroriscos.
manos, y de algunosvasosque pueden clasificarse
sólo en lo que importa a nuestro Museo de Prehis'
Deteniéndonos
grandesties'
toria, podemos enumerar, entre lo ibérico interesante,
tos pintados, predominantementecon ornarnentación geométrica,
pero bastantesde ellos llevan decoraciónque puede calificarsede
de
rica (postas,hojas estilizadas hiedra, svásticasde acodamiento
y otros más secundarios);y entre lo romano, aparte
bífido, aves
alguna moneda de bronce y tiestos dudosos, fragrnentosde sigillata
.
bien ornada La mayor p'artedel material procede de exploraciones
p,racticadas una cueva cercanaa los lindes con Castelnovo' que
en
estrato fecundo que debe excavarseen cuanto lo p'ermitan
,.,rr" ,¡
otras inaplazableslabores del S. L P. El Sr. MArtí, persona de buen
:352-
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VA,RIAS
NOTAS PREHISTORI,CiAS
47
sentido, comprend¡endo que la exploración de yacimientos de esta
clase no puede ser obra de un esfuerzo aislado, individual, sino de
un Centro dedicado a tales actividades, suspendió sus rcbuscas y
al
donó la colección formac''la Museo de Prehistoria; caso excepcional entre los aficionados de esta clase, que tienden, con'tra terminantes prescripciones legales, a retener ocultas sus colecciones hurtándolas al estudio de los tlem'ás,con manifiesto daño para la investigación general, ello además del causado con la formación de las
colecciones por procedimientos anticientíficos ; casos tnerecedores
de que se procediesecon rigor a la incautación de los materiales,
que como sanción a tal proceder impone la vigente legislación de
e x c l v a c i on e s .
La colección Martí Garcerán, reconstruída ya en 1o posible en
el Laboratorio del S. I. P., será cornpletada con el producto de.
unas nuevas excavaciones, que es de esperar den elemcntos suficientes para rehacer muchos vasos incomipletos, y luego expuesta cie
modo adecuado en el Museo.
La Diputación acordó oportunamente aceptar el donativo y comunicar al Sr. Martí Garcerán su agrarJecimiento.
I. B. T.
actualpor los molinosa mano
Et interés
va
Sucesivamente atenciónde ios arqueólogos fijándoseen ele'
la
mentos de cultura material que habían sido poco mefios que olviAhora parece haberlesllegado el turno
dados por sus precursores.
los
han lesultactro
Espccialmente
reveladores
a los molinr¡sde nr-ano.
trabajos del inglés Curwen. En el molino de rotaciólt tendrtamos
uno de los m,ásnotablesprogresosde la técnicay un nuevo instrumento para friar la cronología. Se conoce un tipo céltico frenté a
otro helenístico,ambos derivados cl.elMeditercáneooriental, pero
el tipo conocido en elrBajo,Aragón parecetener otrr¡ carácter.Esleperamos quc este tema despertaráel interés de los arqueótrogos
vantinos y se inventariará el abundante material, poco conocido,
que las excavaciones estosúltimos años han producido (véaseel
de
on
trabajo de V. Gordon Chilcle,lTotary Qu,erns the Continent and
in the Mediteranean
Basin, en Antiquity, vol. XVII, Marzo, 1943,
página19).
L. P.
_353_
[page-n-403]
48
NOTAS PRE.HISTORI,C.AS
V.ARI,AS
El profesor
GordonChildey la cuevadel Parpalló
l , a s < : i r c u n s t a n c i ap o r l a s q u e h a a t r a v e s a d oE u r o p a h a n d i f i c u l s
e l l i b r e i n t e r c a m b i o d e i d e a s c i e n t í ñ c a s .E l l o e x tado enormJmente
p l i c a q . , r en u e s t r a p u b l i c a c i ó n d e l o s h a l l a z g o s d e l a c u e v a d e i P a r p a l l ó , e r r 1 9 4 2 , h a y a t e n i d o e s c a s oe c o . A p e n a s h e m o s p o d i d o d i { u n dir la obra por ei extranjero, pues varios ejemplaresque intentamos
e n v i a r e ,l o s a r q u e ó l o g o s f r a n c e s e ss e h a n p e r d i d o .
L a ú l i c a r e a c c i ó n q u e h a p r o d u c i d o , q u e s e p a m o s ,e s u n a r t i c u l o d e V . G o r d o t r C h i l d e e n A n t i q u , i t y ( M a r z o d e 1 9 4 4 ) .N o s i n l e r e s a
aquí recoger algunas de las sugestionesdel ilustre prehistoriador
inglés, cuya a.rtolidad hoy es máxima en nuestra ciencia, por 1o que
tienen de conñrnración de hipótesis que por nuestra parte sólo tímid a m e n t e h a b r í a r n o ss u g e r i d o .
. G. Chil
de llecha de tipo avanzado en el Solutrense.
la primera evider,cia indiscutib'ledel uso del arco en Europa, un
invento que mulhos habían pensado que, por lo menos en Occidente, había sido introducido en los tiempos mesolíticos.Convier:e insistir en que el ambiente en que aquél se usó en España y, por consiguiente, los animales perseguidospor los arqueros, era esencialmente los mismos que exigieron su empleo en los tiempos postglaciales, cuando las grandes manadas de herbívoros habían sido
expulsaclasCe la liuropa atlántica, también por el avance del bosque.
Casi tan pelturbrdora para las ideas corrientes es la aparición en el
mismo horizonte de microburiles, admitidos hasta ahora en Euro'
p a c o m o i n d i c a d , . , r e s e l a c u l t u r a t a r d e n o i s e n s e ,m e s o l í t i c a > . M á s
d
¿ d e l a n t e a f i ¡ m a : < M u c h a s b e l l a s h i p ó t e s i s h a n s i d o r e f u t a d a sp o r l a
prueba expr.:rimental de las excavaciones de la cucva del Parpalló.
Antiguos problemas planteados de nuevo se han añadido a las nuev a s c u e s t i o n e sp r o v o c a d a s p o r e l m a t e r i a l a h o r a d e s c u b i e r t o > .C a l i fica de sorprendcnte la semejanza enlre un motivo geométrico del
Parpalló y un ¿rabatlo clel Capsiense típico de El Mekta. Reconoce
q u e c u a n d o l a p u b , l i c a c i é nd e l a s e x c a v a c i o n e ss o v i é t i c a sh a m o s t r a do que no había Solutrenbe al Este del Dniéster, Hungría resulta
una cuna excéntrica pars tal cultura y que aún lo parece más ahora
.además,
ahora
c o n l a e x t r : n s i ó nc o m p r o b a d a a l S u d e s t e d e E s p a ñ a ;
la provincia solutrense ira sido unida a Ia gran zona airicana de puntas esbaikiensesv de Stiil Bay, que también tienen forrna de hoja
,
y están trabajadas por arnbas caras, cuando no con la verdadera téc-
-354-
[page-n-404]
NOTAS PREHISTOTRI,CAS
VA,RIAS
49
nica solutrense.La hipótesis que hacíam,os e la identidad entre las
d
c u l t u r a s a t e r i e n s e sy e s b a i k i e n s e sl a e n c u e n t r a c h i l d e c o m p r o b a d a
por la expedición Je El Kharga.
De los datos que el arte proporciona, deduce el profesor Childe
t a n r b i é n q u e l a s e s c e i l a sd e d a n z a , l u c h a , d . e c a z a y d o m é s t i c a s d e l
arte levantino, oifícilrnente pueden ser anteriores, en el mejor de
l o s c a s o s ,a l M a g d a l e r : i e n sú l t i m o .
C r e e m o s . q u el o d i c h o b a s t a p a r a q u e p , l " d " s u m a r s ee s t ev o t o d e
calid;rd a la hipótesis de la probabilidad del africanismo de nuestro
solut¡ense y de la cronología epipaleolítica del arte levantino. No
dudamos que ahore, al reanudarse el intercambio científico, estos
problemas seránde nuevo discutidos.Procuraremos tener al corrien,
te a los lectores tle esta publicación, de la marcha de la polémica.
I-. PERICOT
El Paleolítico
Alcovano
Desde haee tiernpo era conocido el yacimiento prehistóric,ode
L o s l ) ' b o t s . H o y , d e s p u é sd e l a s r e p e t i d a s p r o s p e c c i o n e sr e a l i z a d a s
e n d i r : h ap a r t i d a p o r v a r i o s a r q u e ó l o g o s a l c o y a n o sy , s o b r e t o d o , p o r
D . J o s é B e l d a , p o d e m o s h a b l a r y a c o n s e g u r i d a d d e l a p r e s e n c i ae n
la comarca Je Alcoy dc Paleolítico inferior y supericr. I-a nrayor
p a r t e d e I o i . m a t e r i a l e sh a n s i d o l l e v a d o s a l M u s e o F r o v i n c i a l d c A l i c a n t e p o r D . J o s é B e l d a , y a l l í h e m ' o sp o d i c l o e x a m i n a r l o s y c . l a s i f i c a r u n a p a r t e , a g r a d e c i e n d oa l s r . B e l d a s u a m a b i l i d a d y d e s i n t e r é s
a l m o s t r a r , o s e l m a t e r i a l . P a r t e d e é s t e h a s i d o c l a s i f i c a d op o r d o n
salvador vilaseca, y en nuestravisita nos acompañó D. Juan cabré.
Algunas de las piezas presentan pátina muy antigua, evirlente_
m e n t e c h e l e c - a c h e l e n s e ; n o f a l t a n l a s l a s c a sd e t i p o c l a c t o n i e n s e .
Muy ab*nda*te cs el Mustcriense, con piezas, puntas y rae
m u y t í p i c a s . Y n o f a l t a n l o s b u r i l e s , c e p i l l o s , r a s p a d o r e sp l a n o s o e n
pata de cabra, hojas, hojitas dc dorso rebajado y otros elemcntos,
q u e i n d i c a n e l A u r i ñ a c i e n s e , a p r e c i á n d o s cl a f a s e d e l A b r i A u d i d e
transición al misrno.
S e :t r a t a , p u e s , d e u n v a s t o y a c i m i e n t o a l a i r e l i b r e , d e e n o r m e
duración. que en r,nuchas onas, debido al cultivo, aparecerevuelto
z
c o n c e r á m i c : re n c o l í t i c a , v a r g á r i c a d c l o s t i e m p o s p o s t e r i o r e s c l e o c u pación. Ocupa r,na extensa meseta erosionada por profundas ba_
r r a n c a d a s ,e n l a s l a d e r a s N E . d e l a f a m o s a S e r r e t a .
- J D D -
:
I
[page-n-405]
NOTAS PR SHISTORI'CAS VARI,AS
50
interés el estudio más preciso de estos
Creemos de excepcional.
que inician un nuevo capítulo en el conocimiento de la
hallazgos,
Prehistorialevantina'
L. 'ERIC'T
Adolto Schultencumple75 años
No queremosque pasela ocasiónde rememorarlos 75 años del
han
gran hispanistaalemán Dr. Adolfo Schulten. [,as circunstancias
hecho que curnpliera esa edad cerca de nosotros, calentado por el
sol de España, al que tanto amó siempre; aunque pasando por el
dolor de estar alejado de los suyos.
para el trabajo. Todavía hoy, en
Son 75 años bien aprovechados
'Iarragona,
de
apenadopor lós sufrim'ienios
su retiro de la imperial
gu país, sigue incansable labor de hispanista.Recientementchan
su
edición de 'rTarvisto la luz suy la segunda
Ha
tessos>>. ultimado la edición de Estrabón y la segundaedición
Hispaniae Antiquae. Y prepara la trade Avieno, para las tr-ontes
que
en españolde su obra>, resu'
ducción
de la Península'Ejemde
mirá cuanto sabemos la Geografíaantigua
plo vivo para nuestrosjóvenes, el de ese entusiasmoincansableal
que no abatenlos años ni las desdichas.
El profesor Schulten ha tenido siernprepara Valencia y concretamente para nuestro-servicio, los mayores elogios'y deferencias.
al
Hoy nos honramossumándonos homenajeque sus 75 años mere'muchos más, al servicio de nuestra ciencia y en
ren y le deseamos
la mejo,rpaz de espíritu posible.
'
a
El homenaje D. RoqueChabás
el
Con motivo de cumplirse en 12 de Enero de 1944 centenario
D. Roque Cha'
prim,ero del.nacimiento del historiador valenciano
bás Lloréns, el Cgntro de Cultura Valenciana inició y la Iracultad
de Filosofía y Letras propulsó,,la celebraciónde un hornenaje a
aquél, que se celebró en el propio año y consistió, además de' las
funciones religiosaspropias clel caso, en un ciclo de conferencias
estudiando los diversos aspectosde la personalidad del rememoraa
do; cuyas disertaciones.estuvieron cargo de D. Salvador Carreres Zacarés,D. Teodoro Llorente Falcó, D. Felipe- Mateu y Llo-356-
[page-n-406]
NOTAS PREH ISTOIRI'CÁSV.A.,RIAS
51
pis, D. Godoiredo Ros Fillol y del catedráticode nuestra Univerque fué el presidentede la comisión
sidad f). Manuel Ballesteros,
organizad,ora.
l,os trabajospersonales diríamosque más propios del hombre
y
bueno y sabio,sin más a
que
innecesarias, se llamó en
vida D. Roqu'eChabás,no cayeronen el área de las actividades
específic¿* S. I. P., aunquele aproximaÍay aun le hicieraasomardel
se a silas su espíritu inquisitivo, su afán interrogadorde hombre
de estudio; como por ejemplo en el examende las Tortificaciones
rernotasde las crestasy estritraciones Montgó de Denia, a que
del
nos referimos en una de las notas bibliográficasen;este libro inserpara merecerel homenajede los eletas; pero ello aparte,irastaría
mentoeque integran este Centro de investigación, gran labor cola
Iectorade datosy elementos estudiode interéspara los prehisde
trrri¿rdores
valencianos, hecha én las páginasde su. Y
yá ruanclofundamosesta su homónima publicación,a ticmp,oque
se la vestíacon cubierta
iorjadacon tipos tomadosdelen memoriade los impresores
valencianos siglo XV, se
del
l,ebautizaba
tgmbién (ARCHIVO> en honor de D. Roque Chabás
y del que él creara como eficaz obra cle estudio, segúnya expusinros entonces. Casi no haría falta, pues, decir aquí, si no fuera
porque se tiene e¡rello gran complacencia,
hastaqué punto los prehistoriadores S. I. P. se adhirieronde corazín a fal homenaie.
del
I. B. T.
El movimiento
cultural prehistórico
valenciano
CENTII,OS DE ESTUDIO
Despuésde la Liberación han ido volviendo a sus cauceslas
añejasectividades
arqueológicas algunosgrupos de estudiosos
de
vafencianos.
Así, el Laboratorio de Ar:queología nuestraUniversidad, del
de
que'{ormaron parte figurasde tanta valía como el Excmo. Sr. Marquésde Lozoya, D. Luis Pericot y algún otro, ha vuelto a rehacerse
junto a un elemento joven, tan estudioso y dinámico como el
catedráticode Historia Antigua D. Manuel Ballesteros.al que
rodea gran parte de las personasque en Valencia cultivan los esy
tudios arqueológicos algunoselementosjóvenesya prepara
-
aRtT
¿ua
-
[page-n-407]
r
L
-
a
a
.
52
VARI,.{S
NOTAS PREHISTOIRI,CAS
En reuniones sernanales se cambian impresiones sobre temas arq u e o l ó g i c o s , v a l e n c i a n o se s p e c i a l m e n t e ; s e c o m e n t a n p u b l i c a c i o n e s
cr.randono descubrimientos, y se viene' a realizar, en suma, uúa eftcaz labor de ambientación arc¡ueológica.
También la sección de Prehistoria del Centro cle Cultura Valenciana, de la que durante tantos años vino siendo el alma D. Nicoiás
Primitivo G6mez Serrano, comienza a reorganizarse de nuevo,
apenas vueltos a la normalidad. Sus actividades son semejantesa
las del Laboratorio de Arqueología de la Universidad, aunque c¡,e
más reclucido radio cle acción, ya que no trata ds fl¡'ltreología en
general, sino que alc¿tnzansus actividades sólo a lo ctnográñco y
p r : e h i s t ó r i c o .S u c a m p o d e a c t i v i d a d e ss e e x t i e n d e a b u e n n r i m e r o d e
pueblos del antiguo Reino de Valencia, por m,edio de corresponsae
e
lías establecidas n muchos de ellos y por delegaciones n manos de
personas dadas a estos estudios.
de
Castellonense Culturh, repuestade ! o s
También la Sociedad
y
quebrantos
sufridosen época roja, ha logrado reorganizarse orque tan alto la colc¡earon.
investigación
denar sus trabajosd.e
R,EVISTAS
y
dc
Castellonense
El Centro de Cultura Valenciana la Sociedad
pro'
pronto poner.en marchalas ya viejasrevistas
Cultura lograron
y
pias, que fueron expresiónde su pensam'iento vehículo adecuado
del
para dar a conocer su labor científica.En <
completar su detallado
hallará, quien clesee
Cultura Valencianat>
prehistóricos
valendescubrimientos
conocimientode los recientes
los publicadoscon regula'
cianos,entre otros trabajosespecíficos
de
a
tocantes las sesiones
ridad por D. Nicolás P. G6mez, traslados
la Secciónde Prehistoria; y el que pretendaestar al corriente de
en
tales actividades la provincia hermana de Castellón,habrá de
de
Castcllonense Cultura.r,al que
acudir al
tanto prestigiovienendando,en los írltimosaños.entre otros trabajos de interésprehistórico, admirables
de
estudios D. Juan Porlos
car sobreel arte rupestrelevantino.
vaTambién el Laboratorio de Arqueologíade la IJniqersidad
propia la revistade Historia.y Arlencianase ha creado,hacienclo
que fundaranuestroAgregadoSr. Chocomeli,
queología
,
el medio de divulgaciónde los trabajos de los elementosque lo
animan; y aunquesu área de labor es anrplia hastacomprenderla
investigaciónhistórica y arqueológica,no podrá tenersepor agota-358-
[page-n-408]
NOTAS PREHISTOiRIICIAiS
VA.RIAS
53
d o e l e s p e c í f i c oc a m p o d e I a p r e h i s t o r i a v a l e n c i a n a s i n h a b e r a c u dido antes a las páginasde.
Recientemente se inauguró en Cartagena un Museo municipal,
creado y dirigido por D. Antonio Beltrán, valenciano, si no de nacimiento, sí de formación y de coraz6n; ceniro ?penas nacido ya
destacado. Aunque algo alejado de nuestras orgaqi.zacionesde estudio, también creemos del caso hacer de él refcrencia, ya que en
realidad a(tn cabía estimarle en ciertos aspec[os muy relacionado
con el Reino de valencia. Publica este centr¡ una ievista
Arqueológico dei Sud-Este>que es portavoz de los Museos de Albacete, Alicante, Murcia, Almería y del Municipat de eartagena.
CO N F E R E N C I A S
P o r l a s r a z o n e s v a r i a s v e c e s a p u n t a d a s ,n o n o s e s p o s i b l e r e c o g e r
en este ljbro todas las conferencias pronunciadas a 7o largo de los
años a que en general se refiere, sino a las, más recientes y aun no
haciendo detallada referencia a su contenido, al modo como Io
r e a l i z a r o n o p o r t u n a m e n t e I a s r e v i s t a s d e l a e s p e c i a l i d a d ,s i n o l i m i tándonos a una enumeraclón somera.
E n 1 9 4 1 ,y c o n m o t i v o d e l i n g r e s o d e D , . J u a n J o s é S e n e n t l b á ñez, bien conocido entre los prehistoriadores valencianos, en el
Centro de Cultura Valenciana, leyó una documeqtada conferencia
s o b r e < P e r s o n a l i d a dd e l A r t e R u p e s t r e d e l L , e v a n t e E s p a ñ o l > , m a n t e n i e n d o p u n t o s d e v i s t a m u y p e r s o n a l e s ,q u e , p r , r l a m u l t i p l i c i d a d
y " a m p l i t u d d e t e m a s , n o n o s e s d a b l e e x t r a c t a r e f i c a z n r e n t ea q u í ,
como Io haremos cuando tal trabajo sea publicado y quede más
precisada la materia para su examen.
El Dr. García Bellido, Catedrático de la Universidad Central,
a quien tanto debe la Arqueología española, muy especialmente
en lo qlre atañe al estr-rdiode las viejas colonizlciones, pronunció
en la {Jniversidacl de Valencia dos conferencias sobre temas
bien importantes de prehistoria ibérica. Versó una s.rbre
Dama de Éllche y las piezas que le acompañaron en su repatriac i ó n > , d u - l a q u e I o m á s i n t e r e s a n t ee s l e t e s i s , e n p u g n a c o n l o q u e
hasta ahora ha sicloopinión general, de que la belia figura debc loc a l i s , a r s e l e n t r o d e l p e r í o d o r o m a n o , c o n c a r a c t e r e sp s e u d o a r c a i c o s ,
c
y e n c o n s e c u e n c i af u e r a d e l s i g l o V a . d e J . C . , a q u e t a n t o s m a e s tros la atribuyeran. Y trató en la segunda disertacrón del teme
; en la que tamb i é n r e c t i f i e a e l c r i t e r i o d e e m i n e n t e c p , r e h i s t o r i a d o l e sy l a q u e f u é
-359-
[page-n-409]
-4
t
54
NOTAS FREHISTORICAS V.{RIAS
opinión suya propia hasta hace poco, sobre la cronología del arte
rcchazandolas tan admitiib,érico,que rebaja extraordinariamente,
griegasen lo ibérico, inclinándosem,ása reconocer
das irtfluencias
(.excavancomo dice con agudeza,
lá romana; tesisatrevida,basada,
más que en los campos, puesto que realizarlo en
do en los libros>>
ya
los sitios que cita carecía de'eficacia opinión que algunoscree;
p'r€cisamente
lo excavado en ,los terrenos, tal vez un tanto
rrlos,
Flr
extremada.
y
Bl2 de Diciembre de1944, con miotivode su ingresoen el Centro de Cultura Valenciana,leyó D. Isidro Ballesterun trabajo tituIado
rámicasde San Miguel y la tendencia arcaizante éstas>;corrienpublicista regnícola don
do el discurs()de cbntestacióna cargo del
Nicolás Primitivo Gómez Serrano. Publicadosya a;nbos trabajos,
no interesa extractarlosaquí, pues significaríarepetición de lo expuesto en otro lugar de esta publicación.
para
.' Erl el último verano y aprovechandosu venida a Valencia
ptactica desde
que
ponerseal f¡ente de las excavaciones' el S. I. P.
hace añqs en la Cueva de la Cocina de Dos-Aguas,tarnbién D. Luis
Pericot dió en nuestraUniversidad una interesanteconferenciasobre materia prehistórica.Difícil es hacer.un extracto de su contenido. Trató en primer lugar de dar una imipresióngeneral de los repor el S. I. P' haceaños,en
que
sultadosde las excavaciones realizara
del Parpalló>,trabajosa cuyo frente estuvo, ayudadop'or los
sres. viñes y Jornet. Habló de sus niveles, estudié sus características y valoriz6 la influencia de sus resultadosen la Prehistoria española, teniendo para ello que exponer las diversasteorías que pri'
vaban antes de la excavaciín, así como las p'osterioresa que dieran
y
lugar sus enseñanzas, ratificó su opinión sobre el origen africano
que de cuenta
Tarnbién se refirió a las excavaciones
del Solutrense.
provincia de Gerona';
de la ComisaríaGeneral ha practicadoen la
y expuso sus ideassoÉreel estudio de los arpones,en lo que no inpor hablarsede ello-en otro lugar de ARCHIVO.
sistim,os
pronunciadaen Valencia por Raymond
Tocante a la conferencia
celtasdel'MeLantier el 5 de Diciembreúltimo, sobre <
que dé el.latrata en esta
diodía de Francia>,véaseuna extensanota
sección.
I. B. T.
-360-
[page-n-410]
ñctividades
del 5. l. F.
y
Excavacionesexploraciones
practicadas
desde
el año 1929a 1945
Aunque sr-¡n
conocidoslos resultados las actividades exde
de
ploración y excavación del S'erviciodurante los años 7929a t945
por haherse
publicado
lor Memorias'queanualmenteha eleva,
"n
do su Dir.eccióna la Excma. Diputación Provincial y por diversas
notas dadasen la prensavalencianay en revistasnacionales
dedicadas a la especialidacl,
redactamos,ei siguienteextracto de tales tra,
bajos, ya que por lo dispersode los datos, la. dificultad de acudir a
y
ellos en cualquier momrento- el estar algunasde las publicaciones
nor
agotadas, es tarea fácil a'quienesse dedican a estasmaterias,el
tener a mano la exposiciónde conjunto de las labores realizadas.
Vamos, pues,a dar nna ligera idea de ellasen estemodo de resumen
practide los resultadosobtenidosen cada una de las excavaciones
cadas; cuyas referencias
serán nl.áso menos extensas,
según la bibliografíaseamenoso más detenida
Puede tenerse por bibliografía general del cohjunto de
BIBLIOGRAFIA:
excavaciones realizadas, las siguientes publicaciones del Director del Servicio:,años 1929,1930,
1931,1932,
1933,
tas sobre las excavaciones de San Miguel de Liria (1940)) en Arch. Esp. Arq.
nrimero 43, y en (Las Provincias> de 28-XII-1941.-I. B.: (Lá can-tpaña de excavaciones del S.' I. P. de la Excma. Diputación Provincial, en eI presente
año (1941)) én (Las Provincias) de 14-XII-1941.-I. B. T.: (La reciente campaña det S. I. P. en La Marjal de Navarrés (1944)), en (Las Provincias> de
l7-IX-19+4 y en
"COVA NEGRA" (Játiva)
Se continuaron los trabajos excavatoriosen esta cueva durante
loe veranos de 7929, 1931 v 1933; excavándosela galería que se
altría en el contratuerte qu,e lirnitaba la ram'pa de acceso.Se pro-361-
[page-n-411]
2
BNRIQUE PLA BALL.ESTER
funrJizí hasta llegar a un estrato formado por margas triásicas,
habiendo desaparecidolos niveles sup,eriores,bien por erosión
o por excavaciónsin fines científicos.El estrato"ioi,mado de lirno
rojo con grandesestalagtitas algo removido en su párte superior,
y
descansaba
sobre un lecho de tierras negras.
El m,aterialque dió, de sílex principalmente,
permite clasificarla como Musteriense,
aunque quizá llegó a las prime¡as edades del Paleolíticosuperior.
También la fauna encontradaes muy importante: huesosde
equidos,cérvidosy cápridos, y algunos molares de
Merkii Kaup> y de .
La Dirección del Serviciopuso aD. GonzaloJ. Viñes al frente
de los trabajos,que ya iniciara,quien conservaba su casade Jáen
tiva parte del nlaterialguardadopara suiestudio,así como los diarios de excavaciones;
perb al ser asesinadoeil 19365. asaltadala
perdieron éstos,pudiéndosesólo salvar la ntayoríadel macasa'sei
terial y aun ésteen un lamentable
estadode dosorden.
BIBLIOGRAFIA: Dirección del S.:
Iciem, 1931, pá9.4.-Idem, 1933, pág.?.-Gonzalo J. Viñes: (Lr! Cóva Negra
(,Iátiva)rr en Arch. de Preh. Levantina, I.-1928, págs. .t1 y siguientes.-Gonzalo J. Viñes: (Notas de las excavaciones practicadas> en (Estudios sobre
las cuevas paleolÍticas valencianas: Cdva Negra de Bellirs>, núm ti de la serie
de Trabajos Varios del S. I. P.-J. Royo Gómez: en ídem.--ver también el lrabajo de Francisco Jordá sobre tal
cueva en esta publicación.
.*
"COVA DE LA pECfIfNA"
(Belr,ús)
En 1931 y por D. Gonzalo J. Viñes también, se excayó parte r-lel
pequeño depósito que restaba en este abrigo, en forma de concha,
que se halla en el paso' conocido por, por
donde el río Albaida sale del valle de su nombre a la huerta dc
Játiva, y como a un kilómetro aguas arriba rle rCüva Negra>, sobre
u n o s e s c a r p e sc e r c a n o s a l m a r g e n i z q u i e r d o d c l r í o .
El yacimiento cubría el espacig existente entre el pie de los
e s c a r p e sy u n o s c a m p o s c e r c a n o s , d e d i c a d o s a l c u l t i v o d e l o l i v o .
q u e s e . f o r m a r í a n s e g u r a m e n t e a e x p e n s a sd e a q u é l .
El material obtenido pertenece al Mrrsteliense, con características semejantes al de. La fauna se reCujrt a huesos de
équidos y cérvidos.
BIBLIOGRAFIA:Dirección S.: (La labordel S.I.p....> 1981,
del
págs B y 11.
-362-
[page-n-412]
¡
ACTIVI.D,IDES EL S. I. P.
D
(Gandía)
"COVA DET,PARPAI_¡LO',
Esta famosa cueva se excavó por el S. I. P. dtlrante.los años
1929,7930y 1931.Por haher sido extensamlente
prrblicadoslos resultados su excavación,
de
sólo daremosaquí'una ligera referencia.
Trátase de una cueva de medianas dimensiones,enclavadaen
la laderameridional de Mondúber, en término municipar de Bárig.
su estrato fértil tenía nueve metros de espesor y .tió gran cantidad de material tanto lítico como óseo, de técnica magnífica,
propio del Paleolítico superior en todas sus culturas. Tam,bién er
'en
arte mobiliar estuvo extraordinariamenterepresentedo plaquetas de caliza grabadas pintadas,figurando animales.Dirigió ros
y
trabajosel subdirectordel s. I. P., sr. Pericot, auriliado por los
ColaboradoresSres.Viñes y Jornet.BIBI.IOGRAFfA: Dirección clel S.: uf,a nnor del S. f. p,...), 1929, pág. b.
I
ira, I-1928)), pá9. 2fi.-Pericot:
(Las ¡.runtas solutrenses rtel üipo tevantino
españoln y.
en (Proceedings> del.Primer Congreso Internacional de Ciencias prel:iistóricas
y ProtohÍstóricas, Londres, 1934, págs. Tg y 8O.-pericot:
la cueva del Parpalló>, en (fnvestigación y progresoD, Madrid, 1938,pág. l._pericot: (Les plaquettes de pierre peintes de la grotte du parpatló>, err (Melan.
ges de Prehistoire et d'Anthropologie offerts... au professeur H. BegouenD, I,
Tóulouse, 1939, pág. 307.-Pericot:
Provincial de Valencia>, Instituto Diego de yelázquez, Madrid, 1942.-L Baliester: , en
núlmero 3, pág. 82.-Sos Bainat:
de su fauna>, en (Estudios sobre las cuevas paleolÍticas valencianasr, núm. 6
de la serie de Trabajos Varios del S. I. p., Valencia, 1942,pág. 19,
I
I
CUEVADE LA COCINA (Dos Aguas)
También bajo la dirección de D. Luis Ppricot excavóel S. I. P.
durante los veranosde 1941,7942,1943 7945, cueva de
la
cina>, oquedad de grandes dimensionessituada en la partida llamada de laen el término municipal de Dos Aguas.
Bajo del sirle, que se extendíaen gruesacap,a
por toda la superficie de la cueva, se hallaron en un p,rirner estrato, algo .revuelto, '
fragmentosde cerám,ica
tosca, algunos con iecc¡ración incisa. En
capasmás profundas, hasta 1,80 metros en algunos puntcs, aparecieron gran cantidad de puntas de flecha geométricasde pedernal,
de tipo microlítico, raspadores,
buriles y microburiles en gran can-363-
I
[page-n-413]
I
4
SNRIQUE PLA IBALLESTER
tidad; hojas con muescaslateralesy algunas otras con el dorsc¡
rebajado que recuerdan técnica del Paleolítico superior. También
se halló cerámica en las p,rimerascapas del estrato intacto. Es
digna de notarsela evolución que sufren las pequeñaspuntas de
flecha del tipo dicho desde las capassup,eriores
hasta las más profundas. Hallazgosde gran interés son las losetascon decoraciones
geométricaslineales incisas,en sus caras, y la utilizaciín de piedras calizaspara la construcciónde útiles de grandes dimensiones,
como por ejemplo martillos, percutores,etc.
De importantísima podemos calificar esta cueva, p,uesquizá nos
dé un gratJointermedio de evolución de la cultura humana desd,e
Ios últim<.¡s
tiempos del Paleolítico superior a los primeros del
Neolíticd.
BIBLIOGRAFIA:
L B.: (La campaña de excavaciones del S. I. p. de la
Excma. D.iputación Provincial, en el presente año (1941)), en <>de 14 Diciembre de 1941. L. P. :
del S. I. F. de la Excma. 'Diputación Provincial de Valencia -^n 1942 y 1943>,
en, pág. 277.'Verramiriéu
el trabajo de D. Luis Pericot sobre Ia Cocina, en el presente
libro.
'COVA DE LA SARSA" (Bocairente)
Intcrrumpidasdesde1928 las excavaciones esta interesante
de
cueva,con restoscle cerámicacardial, se realizaron por el Sr. Ponsell a nombre del S. I. P. unas cortascam,pañas los veranosde
en
1931,1932,193.5 tr939,que dieron resultadossemejantes los de
a
v
l a sa n t e r i o r e s .
E,n estos años los objetos recogidosy dignos de mención, son
los siguientes punzones de hueso, del tipo conocido corriente,
:
en los que la apófisissirve de mango; otros, de igual matreria,
aplanados y muy aguzados,
con los extrenos cercanosa la base denta
también de hueso,falanges cápridos,y un hueso
de
plano, ornado con decoraciónincisageométrica; collaresde columbelas, alguno con una ciprea de buen tam,añoque debía servir
de colgantecentral; conchasde caracol,de cardium y de .pectúncu,
lo; varios candilesde ciervo y algunos colmillos de jabalí; percutores Je basalto; una pieza de piedra silíceagris, cilíndrica y ligeramenle aplanada,
aguzadapor un extremo y recortadapor el otro,
y numerososvasos, generalmentede p,equeñotamaño, bellamente
ornadoscon motivos incisosy cardialesde la más var\a y rica decoraci6n, así como gran cantidad de fragmentosde las m,ismas
especiescerámicas.
-364-
[page-n-414]
ACTIVIDADES DEL S.. I. P.
5
Fué esta cueva descub,ierta
y'excavadaaños antes de cuenta ciei
S. L P..por su Colaboraclor Francisco
D.
Ponsell.
Pertenecea una fase inicial del Eneolítico, o sea a la que hoy
juzga Maúínez santa-olalla Neolítico reciente de la cultura
his,
pano-mauritana.
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:, 1981,pág. 16.
Idem, L934,pá9. l3.-Idem, 1935 a 1939, pág.84.-Ballester: <únas óeián:icas
interesantes en el valle de Albaida>, T. a. de, en
la cerámica cardial de la cueva de la sarsa), en Actas y Memorias de la
^sog.Esp. de Anúr., Etnog. y prehisú., tomo XVII, Madrid, L542, pág,. g?._San
valero:;bublicaciones del Museo de cartagena, r, 194b.-san valero:
(Füevista de Acción Española)>, núm. 44-4b, 194b, pág. 39.
.
ENTER,RAMIENTO CUEVADE R,IOCAFOR,T
EN
Por casualidad
fué descubierta cueva en una calle de estalocatal
lidad, en Julio de 1935,y fué requerido el Servicio para su excavación. Se realizaron los trabajos bajo la dirección del Sr. Ballester.
Se trataba de una oquedad natural, utilizada para enterramiento, qire dió el siguientematerial : un puñal de cobre, de lengüeta,
pon el perfil lateral algo reentrantey la p'unta rom,a; cinco p,untas
cle flechade sílex, con pedúnculo y aletasm,uy uniformres de buey
na técnica; rasp'adortain,biéncle p,edernal; fragm,entode iámina de
l o m i s m o , s i n r e t o q u e s ;u n c u e n c o d e c e r á m i c ao s c u r a ,h e c h o a
.
mano y liso; unas2.500cuentasdiscoidales
blancasde collar, de piey de concha; unas 400 rnás de materia gris y negtuzcai
dra caliza
unas pocasde materia roja y una cilíndrica con taladro longitudinat,
de piedra bland,arosada; un colgante de concha de púrpura; rest<¡sde una lámina, de hueso ai parecer,estrecha larga; rm colmiy
Ilo de jabalí que pudo servir de colgante; y restoshurnanospertenecientesa cuatro enterrados.
Puecle clasificarseeste enterramientocom,o Bronce inicial, de
Boch, que corresponde BronceI,
al
.de Santa-Olalla.
BIBLIOGRAFIA: I. Baliester:, 19Bb ¿ 1939, página 37.-L Ballester Tormo: (El enterramiento en cueva de Flocafort>, nú_
mero 9 de la serie de Trabajos Varios del S. L p., con un apéndice sobre <
de una bóveda craneana de tal yacimiento>, por el Dr. Alcobé. Valeircia, 1944.
-.365 -
[page-n-415]
ENRIQUE PLA BALL'ESTER
"COVA DE IrA PASTORA" (Alcoy¡
Descubierta esta cueva en finca propia, por el Agregado D. Vicente Pascual, realizó al comienzo unas catas que dieron excelente
resultado; por lo que el S. I. P. decidió efectuar su excavación. Ob'
tenidb el correspondiente perm,iso de la Comisaría General, empezáronse los rrabajos en el verano de 1944, que hubieron de suspenderse por orden del Gobernador Civil de Alicante. Las excavaciones fueron muy fecunclas; descubriéndose gran número de puntas de flecha de sílex de tipos varios, abundando las foliáceasy las
con aletas y petlúnculo; grandes cuchillos de pedernal y algunas
h a c h a s p u l i m e n t a t l s s ; e x t r a o r d i n a r i o s l o t e s d e - c u e n t a sd e c o l l a r d e
t o d o s l o s t i p o s c o r r i e n t e s ( d i s c o i d a l e s ,e n o l i v a y e s f é r i c a s ,y e n m á terias varias como ámbar, azab,ache-rocas distintas, vértebras de
pescado, menudas conchas, etc.) ; colgantes de concha v hueso,
algunos con decoración en espiral; alfileres óseos de cabeza lisa y
acanalad,a; huescrs-ídolosgrabados con ornam,entación oculada, semejantes a los ya conocidos de Almizaraque, p\ezas que tienen aquí
un interés extradrdinario; laminillas de hueso, posibles representaciones humanas; la parte inferior de una al parecer figura de mu'
jer, esculpida en colgante de piedra ; y gran número de cráneos humanos, algunos trepanados.
libro eI trabajo del Sr. Ballestersobre
BIBLIOGRAFI¡.: Ver en el presente
los idolos oculad¡s valencianos.
.,ERETA DEI, FEDREGAÍ.'' (Navarrés)
Fijado el yacimiento por el Agregado del S. I. P., Sr. Chocomeli, éste y et capataz
año 1942, que bajo la dirección del Sr. Chocomeli se efectuaron unas
amplias exploraciones preparatorias. Han sido formal\zadas ya las
excavaciones en lcs años 1944 y 1945, bajo la dirección del Sr. Ballester, ayudado de los Agregados del S. I. P., Sres. Alcácer y Pla.
Los trabajos se practican en la llamada,
campo situado en una ligera elevación del terreno, entre huertas,
existente en una dc las orillas de Ia hoyada que constituye en parte
la partida conocida por la de Navarrés, consistente en gran
-366-
[page-n-416]
A'CTIVID,\DES .D'EL S. I P
D
I
parte en el vaso rle un laso; lo que hace pensar
en ,unapoblación
lacustre o palustre.
El material, propio del Eneolítico final o Bronce inicial,
es rico
y variado: abrrndantes
puntas de flechade pedernal,algunascon
pedúnculo y aletas,buena parte de eilas de gran
tamañoy cari todas de técnica poco i'ábir; cuchillos, tamlién de pedernar,
de
medianas dim*nsiones; hachas de piedra pulida, de tamaño
corriente, y algunasrnuy pequeñas,que hacen pensar en su
carácter
votivo; raspadores,
láliúnasde sílex con más o menosretoques,y
algunos percutores; punzones de asta o hueso, espátulasy algún
arpón tosco; una ha'cha
trlana y una azuera,
am,bas cobre probade
blemente; algún punzón de lo misrno, así como restosde laminillas.
Hallazgos de gran interés son dos ídoros ocurados uno en
:
hueso
cgn decoracióninci:a, y el otro en asta, co' or'á'entación
en relieve conseguicapor labor excisa; las dos recordandopiezas
com,o
las ya conocidasde Almizaraque y las antescitadas de <
pastora>>.
BTBLToGRAFTA: r. Banester: (La labor del s. r. p. ...>, 1935
a 1989,pá.
gina 31.-I. B. T.: (!a reciente campaña del S. I. p.,
en la nfá".iriá"-Nru#.¿^ó,
(Las Provinciasr¡ de valencia, dét tz oiciembre
en
de 1944 y é"-,,Já"rüou, our
18
-del -mismo.-ver, además, en el presente libro et trabajo aui sr.- chocomeli sobre anteceder.tes de esta estación, y el del sr. Ballester
sobre los Ídolcs
oculados.
"MUNTANYEIIA DE CABTRERA,,
(Torrente)
Accidentalmentese hizo su descubrimiento,que dió lugar a una
excavación,efectuadacón gran premura, de este pequeño despoblado sito en el exrremo O. del>,de
Torrente.
Al preparar el terreno para edifrcar un chalet encontráronse
algunosfragm,entas
cerámicos; y el propietario, Sr. boler Burgos,
aplazí unos días la continuación de las obras para que el S. I. p.
pudiera excav¿rlos restosdel despoblado. terreno estaba
EI
revuelto y desfigurado
por el cultivo. se procedió a su excavación,
quedando al frente de ios trabajosel Director del Servicio y el colaborador Sr. Jornct.
Tenía el despobladolas características los argáricosde Levande
te : un foso y ula fuerte muralla la defendíapor el collado inmediato, único lugar p'or donde era accesible;en dicho sitio la m*ralla
contenía en su macizado un pequeño departamento que quizá iuera
alojamiento de la guardia. se notaron algunos hoyos con cerrirasy
huellas de estacas
quemadas,por Io que se supone que fué eJ des-367-
[page-n-417]
ENRIQUE PLA BALLESTE'P
8
Nada se pudo saberde cómo eran
poblado incendiado destruirle.
al
por k-¡revueltodel terreno.
las edifcaciones,
:
Entre el material encontrado es digno de destacarse De cerá
mica : Gran núrnero de tiestosde la hecha a mano, sin decoración,
vasos: las fcrmas
que han permitido la reconstrucción bastantes
de
p,ropiasde la cultura argárica en Levante, o sean,
de éstos son las
vasosde perfil en escora o reentrante, otros ovoideos y alq.rnos
cuencos.Uno de los de perfil reentrante tiene en su mritad superior una zona decoradacon varias franjas de grupos de líneas de
puntos incisos,a las que se unen seriesde semicírculosponcéntricos. De piedra: lJna azuela de fibrolita, sierras de sílex, lascas,
piedras de molino activas y pasivas,un alisador y una pieza de
pizarra, rectangularalargada,
rota por un extrem'o y llevando un
en el otro. De metal : Cuatro puntas de flecha, de cobre,
taladro
y una de jabalina, todzlsde perfil foliáceo con la espiga m'uy acu'
sada,salvo una en la que se desarrollanlas aletas; una po'siblecuphilla de cobre o bronce, y algunos fragmentos de punzones dei
mismo m,etal.De madera: Restos de uno o varios útiles de dura
madera, en piézasde forma prismáticatriangular y de caraspelfecse
Frutos : Muy carbonizados encontraronalgunos
tamentealisadas.
Tantgranosde trigo y buen númer,t de bellotas.Fibras trenzada.s:
bién carbonizadoshalláronseunos restos de hacesde fibras ttenzadas. dentro de un vaso. De hueso: Un punzón de caña de hueso
aguzado; otro hueso, rectangular aplanado, que parece cuchillo.
y
Conchas: Buen número de prss¿únguio algunasde ciprea.
En un abr'igoinmediato al despoblado,se encontraron ullos pohumanoscon un cráneocompletoy un colganteelipsoicos huesos
muy revuelto,no permitía hacer
dal de concha.'Elsuelo,que estaba
inás que se trataba de una sepultura r:xpoliada
deducción alguna,
BIBLIOGRAFIA:
nas 18 a 22.
Director del S.: (La labor del S. I. P. .'.>, 1931, pági'
pEñA DE I"A DUEñA
,(BeeÍs-Casteltón)
Cercano al caserío <>,del término mruniclpal de Begís, se encuentra este despoblado argilrico descubierto y
excavado por el Agregado del Servicio Sr. Alcácer Grau. La¿ cottas
campañas excavatorias realizaclas muestran los restos de algunas
edificaciones del poblado; y,entre el material hallado, escáso y bastante pobre, son dignos de tenerse en cuenta los restos de cerámica
gris oscura, hecha a mÉno y decorada con cordones de tipos varios.
-368*
[page-n-418]
ACTIVIDADES
DEL S. I. P.
9
Mención especialm'erece vaso de mediano tamaño, con ra partiun
cularidad de tener por asiderosen un lado una asa y en el opuestc
un pequeño mango cilíndrico. Parece pertenecereste despoblado
al Argar levantino.
BTBLToGR'aFrA:
la estación referida.
ver en este mismo tomo eI trabajo del sr. Alcácer sobre
MoNFoRTE DEL cID (Alicante)
Descubiertosunos restos arqueológicosen el término de Monforte del cid (Alicante), situadosen la rnargen izq.ierda de la ram,
bla del vinalopó, fueron visitados por una comisión del servicio,
en el verano de 1935.
Trátasede una construcción
formada por grandes losascobijas apoyadas postesverticales.Tuvo que ap,lazarse
en
el estudio a consecuencia la revolución roja, no p:udiendoreemde
prendersehasta el verano de 19,41, el que otra comisión dirigida
en
por el Sr. fletcher conrenzósu excavación,que no t-ra
podido ser
terminada, aunque falte poco para ello. No se trata, como al comienzo se creyó, de una construcciónmegalítica,sino de algo de
tiempo mucho más bajo al parecer.
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester:
r. B.: (La campaña de excavaciones del s. r. p. de la Excma. Diputación provincial en el presente año>; en (Las provincias> de 14 de Diciem¡ré ae tg¿r,
ve-r, además, el trabajo del sr. Fletcher en el presente libro, sobre Monforte
del Cid.
,'LA BASTIDA DE LES ALCUSES,'(Mógente)
Em'pezadaslas excavaciones este despoblado ibérico en r92g,
de
se p,rosiguieron en los años 1929, lg3} y 1931; sacándos a luz
e
los departamentos
números 59 a 97 en r929,los 98 a 149 en el siguiente y los 150 a245 en el último.
Las construcciones
siguieron con las mismas características
que
las anteriormenteexcavadas reseñadas el tomo L" de ARCHIy
en
vo, aunque algún departam€nto presente los muros con piedras
careadasque dan una imp'resión de algo mejor en Ia edific aci6n.
Siguió dando material sem,ejante dela carnp,aña 192g,entre
al
de
el que m,encionarem,os siguiente con el necesariodetalle p,arasuel
plir la falta de publicación de gran parte de é1. D,e hierro : Hojas
de lanza y de jabalina; hachas,cuchillos curvos y acodados acicai
-369-
[page-n-419]
10
ENRIQU,E
PLA,BALLESTER
tes, rastrillos de iabranza,piezasde freno de camascurvas,escarpes
(uno con mango tubular), varios regatones,
tijeras forcepscomo las
aparecidasen Covalta; unx interesantefalcata; punzones, remsches,clavos,anillas,hoces,zap,apicos,
agujas,
sierras,
etc. I)e bronv
ce y cobre : Fibulas anularesy de la Téne I y II; pinzasg¡abadas
ponderales tipo covaltino campanillas
(alcaladas susramas;
en
de
;
guna de ellascon .badajo) sortijas,
aretes,
arandelas;grandes
boto;
nes,varios de ellos con la svástica resalte,
en
otrostresdeformacuadrada con una figura humana recortada el centro, apoyandosus
en
extremidades los ángulosinterioresdel recuadro; variosboiones
en
con decoraciónfloral en resalte otros semiesféricos;un posible
;
platillo de balanza; dos manos derechas
y
estilizadas, dos figuritas
de,bronce,una de ellas, de notable perfección,representando
un
guerrero montado a caballo, i' la otra un torito que debió formar
parte de una representación yunta. Dreplom,o: Vasos como los
de
ya aparecidos la camp'afia 1928; discostaladrados; ponderales
en
de
de variasforrn'as,
con aniilita en su parte'sup€rior, varios discoi.
.uno
dalesy algunos iguale,s los de bronce de tipo covaltino; un cora
dón formado por dos n¡allas retorcidasen m,echa; y una cazuela.
De vidrio : Cuentas de collar de vidrio, azules,esféricas, gajos
a
de
o lisas; un pequeñovaso fragmrentado pastavítrea; un objeto
discoidalde lo mismo; una cabecita bifronte, azul, con largos
y
bucles, que recuerda figuras egip'cias, un p'equeñoamuleto de
pasta silíc,ea
que ha perdido ei vidriado, al que p,or faltarle la cabeza no se puede sabersi representaa Horus o Anubis. De hueso:
Bellos punzonesy agujas; alñlerescon labor incisay decoraciones
geométricay zoomorfa,y algunosfragmentosde alfrleteros.
De pla.
ta : Una sortija con chatón, y cinco pellas o lingotes redondos y
ovales,que ap,arecieron
dentro de un vasito bitroncocónicoque debió usarsecomo hucha. De oro : Bellísima cadenade fino trenzadtt
de hilo de oro, que debió servir para recogerel cabello,y dos p,ares
de pendientesde m'uy buena Íactura. De cerámica: Sigue siendcr
extraordinario el número de fragmentosde cerámicaibérica que da
este despoblado, la rnayor parte de ellos reconstruíbles,siendo
grande el número de tipos de vasos hallados. Pero la riqueza de
por la pobreza de decoración,ya que son
formas viene contrapesada
pocos los vasos que la lleve y es pobre, reducida generalmente
a motivos geométricos.Además de la cerámicaindígenase han havasos de campaniana y varios tiestos
llaclo también algu-nos
griega de figurasrojas. También de cerámicase descubrióuna pierna de figurita humana vestida hasta la rodilla, con am,plio calzón
de forma troncocónicay desnudade pantorrilla al pie.
-370-
[page-n-420]
ACTIVIDADES D1EL S. I. P,
11
Al frente de las excavaciones
estuvo el Director del S. I P.,
auxiliado más o menos asicruamente
por los colaboradores
señores
Jornet, Viñes y G6mez Nadal y algunass€rnznás
por el Subdirector Sr. Pericot.
BIBLIOGRAFIA: L Ballester y L. pericot: nl,a Bastida de les Alcuses (Mogente)), en Arch. de Prehist. Lev., I-1928, pá9. 179, Valencia, 1929.-(La segunda campaña de excavaciones del Servicio>, noticia en Anuario citado, página 217.- Ifirector del S.:
página 4.-Idem 1931,pág. 2.
CERRo DE SAN MIGU.EI. (Liria,)
que habíandado algunoshallazPor reconocimientos
realizados,
gos superfici¿les, conocía este despobladosito en la ladera NE.
se
del cerro cercanoa l.iria, donde se alza el Monasteriode San Miguel. Bajo la direcciónde D. Luis Pericot se inició en 1933su €x.
ploración, que fué seguidade amplias excavaciones 1934,1935v
en
1936por el Director clel Servicio; interrum,pidas
durante la revolución roja, y proseguidas
durante los años 7940a 1943,en que se tuque suspenderlos trabajos,entre otras causaspor haberse
,vieron
agotadoel terreno en el que tenía el S. I. P. permisopara excavar.
Magníficos
han sido los resultados estasexcavaciones,
de
sobre
todo en Io que resp,ecta rnaterial vasculardecorado,que ha sid
al
tanto y tan importante arqueológica,etnográficay frlológicamente,
que cabe considerar
esta estacióncomo !a más interesante,Je la
cultura ibérica en lo que respecta cerámicas.
a
Por el contrario, los
y
restosde metaleshan sido escasos en tal estadode oxidación, que
poco provecho puede sacarse ellos para el estudio. Vamos a dar
de
una ligera noticia de lo encontrado últimram,ente,
teniendo por repetido lo ya publicado:
De hierro : Hojas de lanza y de jabalina, algunasanillas y cla.
vos. todo en pésimascondicionesde conservación. br<¡nce lJn
De
:
broche de cinturón nielado de plata, en buen estado; otro de lo
mismo con escotaduras
laterales
abiertas algunosponderales
de
¡
y
tipo covaltino; fibulasde las llamadas
hispánicas otras de cola rey
vertida; anillites.pendientes arracadas;una aguja de 8 cm. de
que lleva un adorno incilargo, muy delgada.con cabezagrue:sa
so en espiral; media pinza, y una camp'anitasin badajo y con el
asa rota. De p,lomo: Algunas pellas sin form'a determinada; un
ponderalde tipo covaltino; y una extraordinaria
lámina, casi elipsoidaly con bordesdesgastados,
dobladasobresí misma por el centro taladrado, y que aprisionabaotra delgada laminilla de plomo
-37r-
[page-n-421]
72
ENRIQUE
PLA BALLESTBR
también, rectangular alargaday arrollada en espiral aplanado; en
la parte exterior de la lámina estuchehay algunossignosibéricos.y
la interior (que mide 35 mm. de ancho por 104 de largo) está es'
crito, en ambascaras,de izquierda a derecha, en alfabeto ibérico.
De piedra : Muchas rnolederas,
fa.nto activascomo p'asivas,
algunas
de ellas i.n situ; losas con un hoyo en el centro, com,o dispuestas
para servir de goznes,y abundantesafiladoras.
De hueso: Punzón
fino que micle10 cm. de longitud; una agujade unos 12 cm..de
muy
largo con gruesa cabeza esférica achatada,y otro punzín de tarnaño también extraorilinario. De vidrio : Algunas cu,entas vidrio,
de
De cerám\ca: Gran cantided de fuen mal estadode conservación.
sayolas,la mayor parte troncocónicasrematadasen pequeña esfera; manos de mortero; una pata al parecerperteneciente esa
tatuilla de caballo, una cabecitade toro, y una bella est¿tuílla de
m,ujer,de 8 cm. de altura, a la que faltan los brazos; pesasde telar
en abundanciay muchísimostiestos de cerámica indígena, de los
que se han podido reconstruirgran cantidadde vasos.Estos, que
ya son sobradamente
conocidos,tienen muy poca variedad de forricos de decoración,tanto georn'ás,r
F€ro son extraordinariamente
interesantes
escemétrica como vegetal o zoomorfa, representando
nas desarrolladas ampliosfrisos,soliendollevar letreros.
en
Digno de notarse en este despobladoes la edificaciónde las casas; p,uesla ladera del cerro, en pendiente muy acusada,
obligó a
remetidas en el terreno, y escalonadas espealzar ediflcaciones
en
cies de terrazashorizontales,y ? trazar las calles en sentido transque
versala la pendiente.
Así, se han descubierto
varias escaleras,
deberían poner en eomunicación unas calles con otras. También
cuando pueda darse por terminada esta
será digno de estudiarse,
excavación,los artifrciosde que se valieron sus habitantespara canalizar el agua de la lluvia, clemodo tal que no formara torrenteras
a consecuencia la inclinación de la ladera, con las consecuentes
de
destrucciones los edificios.
en
Como consecuencia la rebusca la necrópolisdel poblado,
de
de
en el verano de 1943se excavó el,contrafuerte que se
extiendeal NE. del Óerro de San Miguel, en el que el año anterior
se había efectuado una cata afortunada descubriéndose la primea
ra intentona una urna cineraria,a la que le faltabala parte superior,
y conteníahuesoscalcinados.
Ello hizo pensarque se había descubierto la necrópolis de la ciudad ibérica, e impulsó a la DiLos resultados ésta no
rección del Servicio a su excavación.
de
respondierona lo que se esperaba.Sólo se encontraron los restos
de otra urna con decoración de cordones, muy fragmentada,que
-372-
[page-n-422]
ACTIVI,DADES S. I. P
DEL
13
contenía dos aros de bronce, al parecer de arracadas, canto roun
dado irregular con dos taladros y un colganie de ciprea; un plato
puesto boca abajo, que se hallaba dentro de un espacioencuadrado por losasencaradas alineadas,
y
debaio del cual habíanalgunos
huesos calcinados, descansando
todo sobre una losa más gran"
de; y los restosde otra urna, muy esparcidos,
por existir un algarrobo sobrc ella y habrer
separado raíceslos diversosfragmentos.
sus
En resumen, Io .descubiertono fué desgraciadamente
sino los
restos de una necrópolis,
destruídaal sacarla tierra superficialpara
formar los camposinmediatos,
contribuyendo ello la superñcialia
dad de los enterramientos; habiendodesaparecido
po,r ello, p,robablemente, la necrópolisde una ciudaditan imrp'ortante
como lo fué
la que se está excavando el Cerro de San Miguel.
en
Más al N. del Cerro, en Io alto del mism,oy frente a la entrad,a
del ermitorio, en el sitic¡llamado, sob,re que s,oha
el
levantadola Cruz clelos Caídos,se veía una alineación piedras,
de
que indujo a que se practicaranunas catas.No dieron resultadodigno de'mención, pues en zania que se abrió transversalm
ente a la
alineación,salieron cenizasy cerámicaprehistóricagris muy fraghecha a mano burdamente,una concha perforaday algum,entada,
nos sílexatípicos.
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester: (La labor del S. I. p. ...), 1933,
pág. b.-Idem
1934,pág. 15.-Idem 1935a 1939,pág. 54.-E. Fletcher: (Breus notes sobre eI poblat ibéric de St. Miquel de Lliria>, núm. 2 de la serie de Trabaios Varios del S.
L P., Valencia, 1937.-Pío Beltrán: (Sobre un interesante va_so
esciito de San Miguel de Liria>, núm. I de dichos Trabajos Varios.-L Ballester: (Ensayo sobre las
influencias de 1os estilos griegos en las cerámicas de San Miguel y la tendencia
arcaízante de éstas>. Discurso en el Centro de Cultura Valencian¿, Valencia
1945.-f. B.:
Provincial en el presente año>, en.<
Provincias) de 1"4Diciembre de 1941.I. Ballester: (El amentum en los vasos de San Miguel ue Liriaj;), en Arch. Esp.
de Arq. núm. 4S,y en de 25 de Octubre de 1942.- I. IJallester:
(Notas sobre las excavaciones de San Miguel de Liria (1940)), en Arctr. Esp. de
Arq. núm. 43, y en (Las Provincias> de 28 de Diciembre de 1941.-I. Rallester:
humanasr>,en Arch. Esp. de Arq. núrm. 50.-I. Ballester:
1943.--L. Pericot: (Una representacló de danza ibérican, en lievisra Musical
Catalana, 1936.-L. Pericot:,
en la
página 172. Y véase en este tomo, I. Ballester, notas sobre las cerámicas de
San Miguel.
Acabamos de dar unas breves referencias de las importarites excav a c i o n e sp r a c t i c a d a sp o r e l S . I . P . e n e l p e r í o d o a n t e d i c h t ¡ . V a m o s
[page-n-423]
14
ENRIQUE PLA ,BALIJESTER
pero también
ahora a dar cuentade otras laboresmenos destacadas,
:
de interés para los cstudios prehistóricosvalencianos nos referiy a sus resultados.
mos a lbs trabaiosde mera exploraciónrealizado's
Numerosashan sido las estaciones
exp,loradas que en todas ellas
sin
detenido, ya que rnientrasen unos casos
el examenfuera igualm,ente
se limitó a un reconocimientosuperficial,toma de datos y croquizaciín del yacimiento, en otros (la mayor parte), por el contrario,
se practicaron verdaderascatas de amplitud variable según las cirIo
cunstancias aconsejaban.
iovrence
DE Büñor,
Por el Agregado del Servicio, Sr. Jiménez Navarro, acompañado del Sr. Pericot y de otros elementosde aquéI, fueron visitados
y
Ambas estaen 7932los atrrigosdelr de las >.
p,arecen
contener un nivel propio del Paleolítico superior
-ciones
ievantino. Repetida la exploración al año siguiente,fué reconocida
en
ademásla estaciónde>, Venta Mina, desgraciadam,ente
pero en donde aun pud<-i
ya por los campesinos,
recoger
explorada
el Sr. Jiménez una punta de muescadel tipo del Solutrensefinal
del Parpalló
BIBLIOGR,AFIA: DiTCctOTdel S.:
Idem 1933,pág. 9.-L. Pericot: (La cueva del Parpalló>, pág. 277.-E Jiménez:
nirmero 23. Valencia. 1935.
COMARCADE DOS AGÜAS
Por conducto de unas profesorasde Instrucción prima ia llegó
a conocirniento de D. José Senent, Inspector de Primera Ensede
ñanza, la existencia dos abrigoscon pinturas rupestresen la partida conocidapor,en el térmrinode Dos Aguas. Fueron
visitadasen el verano de 1940por dicho señor, y en vista de su importancia puso el hallazgo en lcomunicación
del Servicio, acordanpara que fueran exDirección de éste mandar una comrisión
do la
ploradas, al frente de la cual figuró el Sr. Chocomeli, que era
por
acomrpañado el -Sr.Senenty el prospectordel Servicio Sr. Espí.
Se hallan las pinturas en dos abrigos conocidos por el
y
de las Letras¡> el,distantesentre sí ,unos
valle alto cerradopor las
4 kms., en la Canalde Dos Aguas,extenso
i
[page-n-424]
I
I
r
I
'DEL
ACTTVTDADES S. r. P.
I5
cumbres de la Coberteray el Ficayo por el S. y por las de la Rábita y el Caballón por el N. En el centro del valle y erl el llamado
halla el cinto del mismo nombre; miende
se
tras que el de>
está, más al S., en una de las crestas
que form,anlas estribaciones la Canal al desaguaren el cauce
de
del Júcar, cercadel punto donde confluye ef río Falón. Se trata de
dos abrigoscon pinturas, naturalistaslas del,
y esquemáticas del de <
las
Ventana>.
En estavisita fué descubierta,
medianteuna exploraciónde Espí,
la fecundidadde la <, cercanaal
de
ya
Ventana>,y de cuya excavación hernosdado noticia.
En el año siguiente mandó el Servicio una comisión integrada
por D. Juan Cabré, el Sr. Senenty el Sr: Alcácer, para que procediera al estudio y calco de tan importantespinturas.
BIBLIOGRAFIA:
Senent lbáñez: (Pinturas rupestres en Dos Aguas: Primeras impresionesn, en
campaña de excavaciones del S. I. P. de 1a Excma. Diputación Provincial, en
el presenfe año>, en (Las Provincias> de 14 de Diciembre de 19,41.--L.Pericot:
(La cueva del Parpalió>, pág. 277.-tuimigenius:
<
en
Prehistoria.-Cursos de 1940-41 y 194L-42>>, (Anales del Centro de Culüura
ValencÍana>, VI, núm. 5, L943, pág. 32.
"f,,ESCARASETES"(Navarrés)
En la confluenciadel con el río Escalona, a
en
unos tres kms. al N. de Navarrés, un peñón verticalque mira al
por el Agregado de
fueron descubiertas
,
D. José Chocomeli,una serie de diez figurasesqueeste Servicio,
máticas,pintadasen blanco unas y en blanco y rojo violáceo las
medias de 60 a 70 cms. Son de difícil
otras, de unas dim,ensiones
de
interpretación, aunque parecen representaresquemias hombres
en cuclillas
BIBLIOGI?,AFIA: I. Ballester:
COMARCA DE GANDTA
E n e l a ñ o 1 9 3 1 ,y p o r l a c o m i s i ó n d e l S . I . P . e n c a r g a d ad e e x c a var en la cueva del, fueron reconocidas otras varias ccrcanasa aquélla; unas en la ladera del Monduber y otras en la que
mira al llano de M'archuuera. Fueron las denominadas
- ¿ t D -
[page-n-425]
16
BNRIQU'E PLA 'BALI.IESTER
I'Aigua>, de,del . Al
año siguiente,por otra com'isiónforrnadapara explorar esta comarca, se rep,itióla visit¿ a varias de ellas y se hicieron catas.Damos
una corta noticia de cada una de las cuevasvisitadas:
<>.-Sita en Mondub'er mirando al llano de
de
Marchuquera. La cata en ella realizada dió el siguiente material:
De piedra : Abundantes fragmentos de sílex, algunos r:,¡n retoques; buen número de cuentasde collar cilíndricas o discoidales,
de piedra blanquecinaen su mayoría, aunque también las había en
por ei
piedra gris. De concha: Varias de pectúnculo, horadadas,
ápice. De cerámica: Buen número de fragmrentosde la hecha a
mano, de barro gris y que acusan{ormas ovales y de perfil quebrado. De metal : Dos cuentasde collar, de sobre medio centímede
tro de diámetro y de seccióncircular, probablernente cobre.
<.-En un cerro sobre Bárig, mirando
de
hacia la costa, se halla esta cueva de ancha cámara con vestíbulo
exterior. Se realizaron varias catas,con el siguienteresult¿do: De
piedra : Una azuela de fibrolita de secciónsem,ilunar; algunasláminas de sílex melado con retoues, otras de aSpectopaleolítico
(hojas de dorso rebajado), y .unos pocós raspadores. De concha : Un pecten y una de caracol m'arino. Restos de fauna : Dientes de cabra y de perro, üno de éstos horadado que deb,ióservir' de
colgante; huesosde cabra, ciervo y conejo. De cerárnica: Sup,erfi.
cialmente se dieron fragmentosde ibérica, decoradacon franjas color siena, entre ellos un borde de forma acampanaday una boca
trilobulada de oinochoe. Bn capasmás profundas, cerámicagris, a
mano, que irarecede fines del Eneolítico.
las
<>.---.En estribaciones orientales de
Sierra Aldaya, cerrando el llano de La Droba frente al Monduber
y mirando a Marchuquera, se halla est¿pequeña cueva, de difícil
acceso,
con pntrada baja, y constituídap,or una sola cámara. Su espor p'edrizaly.tierra gris con manchasbiancasy
trato, com,puesto
y
de
duras, dió varias lascas sílex neolíticasy raspadores otras hojas
pectúnculoy de
conchasde cardium, de
de aspectom,agdaleniense;
caracoles; y muchos fragmentosde cerámicagris, hecha a mano,
entre los que se ven Lrnborde de vaso de perfil reentrantey varios
i
de casquete
esférico.
<'¡.-Cercana la de Parpalló y de difícil acceso,
de
a
y
clim,ensiones, que en la p,arte
se encuentra esta cueva de m,edianas
Sur del suelo miostrabamanchasde tierra negruzca.La cata en ella
realizadadió pedernalesde aspectopaleolítico; siendo notable una
-376-
[page-n-426]
-
ACTMDADES DEL iS. r. P
l7
punta de flecha con los borclesretocados; muchos fragmentos de
cerámicagris, a mano, y un hueso aguzadoen forma de punzón.
>.-Bajoel peñón que m,ira a Marchuquera, en ei
macizo montañoso de, que está situado entre este
valle y la huerta de Gandía, se encuentrala cueva de que tratamos.
Sus,dimensiones
son exJraordinarias.I¡a cata que se rcalizara di6
algunos fragrnentosde cerámicade aspectoneolítico y sílex atíp,igss.
>.-Cercana la anterior, se halla esta
a
cueva de rnedianasdimensionesy que no contenía ya estraro por
haber sido extraído muchos años antes para su utilización como
abono. A pesar de ello, en un rincón en el que la tierra no había
sido sacada,y €tr los rnontones que de ésta había en su exterior, se
encontraron algunos fragmentos de cerámica cardial, unos restos
y
de lucernasrom'anas algunossílex, entre los que hab,ía
varios con
aspectopaleolítico
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:; 1981,págs. 11,
12 y 14.--Idem 1932, pág. z.-L. pericot: (La cueva del pan¡alió>, páds zZo v
176.-Vei, además, nuestro arüiculo sodre la cueva de des Maravéileu en el
¡lresenüe libro.
CERRO,rDEn
SERRIII.GI" (Mo€iente)
Existen en el cerro,situado entre Mogente y <
Alcuses>>, cuevasque fueron liger4m,enteexp,loradas
dos
por e! Servicio : una de ellas, en lo alto del cerro e inm,ediata un despoblaa
do eneolítico-argárico
situado en la vertiente S., fué reconocidapor
la comisión encargadade excavar en <,
con el siguienteresultado: Algunas lascasde sílex sin retoques,
aunque una de ellasparecehaber sido usadapor uno desus bordes;
buen número de huesoshumanos, entre los qué hay fragmentosde
'de
dos .cráneos,uno perteneciente a persona
edad avanzaday el
otro, del que adernás encontró la rr¡andíbula, una personajose
de
ven; y algunosfragmentosde cerámicalisa, hechaa mano : La otra
cueva, llamada, está situada en la vertiente NE. de la
cresta,también con un despoblado
inmediato coetáneodel anterior,
y que explorada por una comisión del S. I. P. dirigida por el
Sr. Chocomeli, ert el.verano de 1934,dió el siguientematerial : dos
punzonesde hueso cornpletosy fragmento de otro¡ un colmilio de
iabalí trabajado, un grueso y tosco raspador de pedernal y otras lascas sin retoques,varias conchasde pectúnculo, y abundantesfragmentos de cerámica hecha a miano, algunos de ellos con rica ornamentaciónen cordones.
BIBLIOGRAFIA:
Director del S.:
-377 -
[page-n-427]
I8
ENRIQUE PLA,BALLIESIIER
(Mogente)
PENYA FOFI,ADA,'
En el borde de la llanada de <
Alcuses>,casi ver.tiendosobre
la hondonada
del cáñoles,iunto al, descubrió
se
y exploró, durante las excavaciones por la comiy
de
sión encargada éstas,un altozanillo llamado,
de
con restos de un despobladoque debió existir hasta el Argar; del
cual se obtuvieron fragmentos de cerámica, molederas barquiformes y otros restoshoy exibtentes el Museo del S. I. P. ; frustránen
dose la excavacióndbl poblado, como de ctros cercanos,así como
de varias cuevasde la comarca,por la suspensión las excavaciode
nes de,después la campañade 1931.
de
('COVETA
DEL OR,' (Beniarrés)
'
Se halla estacueva, formada por una oquedad de planta oval de
büenasdimensiones, E. del pueblo de Salem, en la sierra de Be.
al
nicadell y término de Beniarrés.
Descubiertapor el profesor de Instrucción primaria Sr. Pardo,
éste con D. Luis Pericot y el capatazdel S. I. P. Sr. Esp,í,efectuaron dos catasexploratoriasque dieron mraterial
típico de las cuevas
eneolíticas
valencianas lascas sílex con retoques,microlitos tra:
de
pezoidalesy semilunares,
fragmentosde brazaletesde pizarra, trozos de punzonesde hueso, un cardium recortado y p,ulido, y iestos
cerámicosdecoradoscon cordones,bordes picados,motivos de rayado más o menos profundo, cortas impresionesde punzón de secy
ción cuadrada huellascardiales.
BIBLIOGII,AFIA: L Ballesüer:
Pericot: (La cueva del Parpalló>, pág. 276.-Primigenius: (Secció d'AntropologÍa i Prehistdria.-Cursos de 1932 i de 1933-34>, Anales de Cultura Valenciaen
na, VIII, núm. 24. págs. l8b y 186.
(Castellón)
ARES DEf, IWAESTRE
Al visitar el colaboradordel S. I. P. Sr. Chocomeli las pinturas de los abrigos de ir,
encontró al pie mismo del
cinto de escarpesque las contiene, y' algo a la izquierda de las
mismas, un enterramientoya profanado. Pudo aun recoger un cuchillo de sílex con lomo de tres chaflanes
regularesy tres puntas de
_378_
[page-n-428]
ACTTVIDADES
DEL S. r. F.
lg
flecha también de.pedernal, de perfil ligeramrente
romboidal estirado. El Sr. Chocomeli vió en p,sds¡del masoverode otras puntas de flechade sílex con aletas. petúnculo, p,rocey
denies de este enterramiento,perteneciente la cultura Eneolítica
a
valenciana.
Frente al enterramiento,cerca del mismo, y ya bajo la vertiente, existen restos de un despobladode la misma época,del.querei
masoverodicho ionservaba una menuda p,iezaesferoidalde cobie
que parecíacuentade collar. No fué explorado por el S. I. P.
En la cima del llamrado
<,en el propio térmide
no de Ares,.existeun despobladoibérico, que fué tarnbiénvisitadcr
por el Sr. Chocomeli; encontrando,en un margen de piedras saca.
das de los cam,pos
cercanos,una estela ibérica de piedra, troncoJ
piram'idal, que lleva esculpi{a en una de las.caras
mayoresIa incompleta figura de una dam,a.Lar exp,loracióndel terreno dió unos pocos huesos,al parecerhurnanos,y dos piedrascirculares,demolino
ibérico. El poblado es de baja época, p'ueslos huesosencontrados
parecenacreditar tiempos en que Ia inhurnación habíaya substituí.
'do a la incineración.
BIBLIOGRAFIA:.
ginas 36 y 129.
I
Ballester: (La tabor del S. I. I]. ...), 19Bb a 1939,pá-
1BANCALDE LA COTOIIA" (Penáguila-Alicante)
Cercano al <r,sito en la partida
de
parte de los términos de Alcoy, Benifallim y Penáguila,y
alcanza
en un altozano yermo existente en el extrem,c más alejado de la
partida y en la confluenciade dos barrancos,sitio llamado <
de la Corona)),se encontraron,por acaso'diversosobjetos arqueológicos,que vistos por el Agregado del S. I. P. en Alcoy, Sr. Visedo, comunicó el hallazgo a la Dirección del Servicio. Fué visitad,r
la estaciónpor el Sr. Ballester. Se había vaciado el rellenb de un
silo, al parecereneolítico,y el Sr.'Ballesterordenó el cribado de la
tierra; y el hijo del dueño ha hechovariascatas.Se han ericontrado
divérsos objetos protohistóricos de dudosa legitimidad, y algunos
prehistóricoslegítimos. Interrumpidas las excavaciones
tora>rpor orden del Sr. Gobernador de Alicante, extendió éste su
prohibición a las restantes
goncesiones el S.I:P. tenía en dicha
que
p,rovincia, por 1o que no ha podido realizarse la camp,aña excade
vacionesqüe se tenía preparaday que tan necesaria
era para resol-379-
[page-n-429]
20
ENRIQUE PLA BALINSTEh
ver muchas de las dudas que actualmente se tienén aceÍca de la Ie
gitimidad de buena parte del material encontrado.
V. en Notas Prehistóricas Varias, una de I. Ballester
BIBLIOGRAFIA:
sobre este descubrimiento y otra nota de éste inserta en este libro.
LA ATAL"{YUELA (Losa del Obispo)
Por noticias llegadas al Servicio se conocía la existencia de
restos arqueológicosen este pueblo del N. de nuestra provincia.
Una comisión formada por el Agregado del S. I. P., Sr. Alcácer,
y por el capat.az Espí, realizí una visita a un despobladoargá
Sr.
rico de tal denominación,descubriendoen unas catas hechas,una
de
magnífica alabardade bronce, algunos restos de cerám,ica cordohallado una mandíbula hunes, y huesoshumanos. Antes habíanse
mana y restosde una escurrideracerámicade queso'
Ver en este mismo libro el trabajo del Sr. Alcácer sobre
BIBLIOGIiAFIA:
la, estación de referencia.
PREHISTORICOEN CULr,ERA
ENTERRAMIENTO
Al construirseen la ciudad un refugio antiaéreo,en Noviembre
restos arqueológicosque, reconocidos
de 1938,fueron descubiertos
por el Director del Servicio, resultaronser los de un enterramiento
en el que se encontrópor acasoun puñal de bronce de hoja alargada, bordes rebtos y p'unta bien aguzada,lengüeta destacadamedianlateralespracticadas la p,orcióntriangular
en
te amplias escotaduras
a
truncada destina/da enmañgaduray hoja de tres nesas en amibas
caras,con el chafláncentral en ángulo estrechoy muy agudo, cuyas
hacia la punta; y una piedra de afilíneas van desapareciendo
perligeramentecóncavo-convexa,
lar, de areniscay de suprerfrcie
y
fil casi rectangularcon ángulos redondeados que lleva señdos'taladros en los extrernos.A pesarde no hab,erobtenido más material
puede
y de casi desconocerse circunstancias que aÍrareciera,
en
las
'considerarse
propio de la cultura argárica.
este enterram,ientocom,o
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester: (La labor del S. I. P. ...>t,1935a 1939,pág. 50.
I. Ballester: Un enterramiento en cueva de Rocafort), núm. 9 de la serie'de trabajos varios del S. I. P., páC. 16, nota 2. Valencia 1944.
-380-
[page-n-430]
ACTIVIbADES DEL S. I. P,
27
COMARCA DE CASINOS
En el año 1932
fueron exploradospor el S. L P., en el término de
Casinos,los despoblados
ibéricos de <
h4onravana>>,
<
y. En el primero de ellos, situado en un pequeño
montículo, se observaron dos recintos arnurallados,de los que se
conservaen bu,enestadola parte N. del exterior, p,or donde la muralla tiene aún más de 2 m. de altura en algunos puntos, con un
espesorde casi un metro. Por la parte S. muestra la m,urallaen su
parte central una esp,ecie torreón o atalaya.Las construcciones
de
del poblado se ven casi a flor de tierrq. Abunda la cerámica,predominando la decoradacon motivos geométricossencillos,aunque.
no falta la con motivos vegetales.
Dos urnas cinerariasde cerámica
fina, con huesoscalcinados su interior, fueron halladasen las dis,
en
tintas ocasiones
que se ha visitado este desp,oblado
por el S. I. p.
Ademássb hallan también pesas telar y fusayolas.
de
Ya cerca del pueblo se encuentrael despobrado
de
sobre un montículo cultivado que tiene una ermita en la cumbre:
la muralla del poblado se distinguepoco por habersedestruído utilizando las piedras que la formaban para hacer ribazos y muros de
sosténde los campos; los pocos restos que quedan dejan ver una
miuralla de gran espeso\ (más de un metro), formada con grandes
p,iedras. unos 35 m. de la muralla, en dirección S,, hay ,estos
A
de
un torreón o atalayade 6 m. cuadrados base.En uno de los fon.
de
dos de viviendas,en el que se realizí una cata, se observaroníestos
de enlucido en los muros y piso de hormigón. La catadió m,uypoc,,
material y de escasa
im'portancia.
otro de los despoblados
visitadosha sido er de>
o
>,
también en térm,inode casinos, cercanoa la
carreterade Liria. Las mrurallas
casi no se notan, y p,ocopuede decirse de ellas.se encontró mucha cerámica
ibérica pintada entre ella
un fragmentocon figura que lleva una espadaal parecerde anrenas.
También fué visitado el, en el que nada de notable se observó.
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:,
1932, pAC.2 y
3.-rdem 1933,pág. 8.-primigenuis:,año VIII, nu.m. 24, pae. leg."qos
-381_
[page-n-431]
i--
22
ENRIQUE PLA BALI,,ESTBR
COMAR,CA D,E BE:¡ÍASAL
Tarnbién por el Sr. Chocomeli se realizaron de cuenta del
S. L P., varias expdora:iones esta cornarca,llevando al cabo el
en
grupos de pinturas rupestres esquemádescuhrimientode valiosos
ticas en Abrigo del Ros,>,
<
nallo> y abrigos de ,
de
del Molinell>, Bobalar y <
Félin. Todes fueron estudiadas,
estandoen manos de su descubridor y de D. Juan Cabréla publicación las mismas.
de
Importantes, sobre todas, fueron las pinturas naturalistasdescubiertas en (els Covarjos> (Benasal),serie de abrigos rocosos que
aparecen lo largo de un cinto de escarp'es la vertiente montuoa
en
sa que cierra p,orel N. el.Trátase de una escena
de caza,en la que los cazadores
disp,aran arcos sobre unas ''eses
sus
acorraladas.
En el mismo término de Benasaly en una zona comprendida
y
.de
llanl,adas
entre las casas carnrpo
Carbó de Dalt>, existe en la cumbre de un cerrillo un despoblado
ibérico también visitado por el Sr. Chocomeli. En uno ele los
campos que se extiende desde dicho despobladoal, fué encontradauna estelade piedra arenisca, prismática'rectangular, incompleta en su parte sup,erior,que lleva en una de sus
carasuna inscripción ibérica de la que se conservan9 signos.
BIBLIOGRAFIA:
ginas 30, 33 y 132.
L Ballester;
OTRA,SEXPLOR"{CIONES
Durante la revolución roja, al no caber realizarse
excavaciones,
se limitó la actividad del S. I. P. a efectuaralgunasexploraciones,
especialmente
durante los años 1937v 1938.
El Director del Servicio, acompaiado del Agregado Sr. Cho'
com,eliy del capatazSr. Esp,í,reconoció la solana de la Sierra de
Bernisay Peña de San Diego, recogiendoalgún material de interés
de las diversascuevas que fueron visitadas (Covacha de Garrin,
y otras).
por el Director del Servicio,
En la Primaverade 1938y tam,bién
realizó una exploraci6n aI, de Ollería,
se
al efecto de comprobar ciertos datos necesariospara desvirtuar la
-382-
[page-n-432]
.
ACTIVIDAD,ES
DrELS. I., P.
23
antigua especie la existenciade un dolmen en dicho lugar: que
de
no es,másque un despobladodel Eneolítico final, eue quizá p,erdu.
rara hastabien entradael Bronce.
Y también se visitó por ,el l)irector, acompañadodel colaborador Sr. Jornet, la población de Villamarchante, pues se había comunicádo al Servicio la aparición de unos silos, al construir un refugio. Pudb comprobars,e
que se trataba de una construcción no
prehistórica
. BIBLIOGR,AFTA:T. Ballester: (La labor del S. f. P. ...D, 193b a 1989, p{,ginas 31 y 31.-I. Ballester:
TrabaJos Varios del S. I. P.
***.
Tal ha sido la actividad explorativadel Servicio de Investigación
Prehistórica,desdela aparición del primer volumen de Ancuryo
DE PREHJSTORIA
LEvANTINA
hasta el momento actual, expuestasomera pero. suficientemente,
más en las esta.
4unque deteniéndonos
ciones de escasa
bibliografía, ya que nuestra intención no ha sido
otra que la de dar una impresión de conjunto de las excavaciones
y
exploraciones por aquél realizadas; labor así más fácilmente valuable y bien digna de consideración
teniendoen cuentalas condiciones
económicasen que se ha desenvuelfoel Servicio en esostienipos,
segúnpuede verse en las palabrasque prologan esta publicación.
E¡TR"IQTIEPLA EA[,[,ESTER
-383-
d
[page-n-433]
[page-n-434]
BIBLIOGRAFIA
i
i
En esta sección,dado el amplio período de tiempo que separa
este tomo cle Ancslvo del anterior, no hay posibilidad de incluir
una detenida referenciabibliográficade las publicacionestodas relativas a Prehistoria aparecidas tantos años, ni siquiera contraen
yéndonosa las principales, no había de quedardesequilibrada
si
la
natural proporción entre las distintas secciones la publicaciót.
de
Así, hem,ostenido que limitarnos a estabfecer orden de prioriun
dad entre aquéllas; y lólico será que se dispongadando p,referenque se refieran concretamencia, primeramente a las publicaciones
te a Prehistoria o Etnografía valenciana,entendiéndose
por tal la
relativa al antiguo Reino de Valencia; luego, a aquellasotras c<¡n
ello muy relacionadas;y, en último lugar, a los trabajos de m,anifiesto interésgeneral.Las referencias publicaciones los señores
a
de
componentesdel S. I. P., que por razones fácilmente comprensibleshabíande limitarsea su mera enunciación,
quedancomprendidas en las notas bibliográficasrecogidaspor E. Pla en su trabajo
Lamentamosmuy de verasque por las razonesantedichas
hayan
quedadogeneralmente
fuera de esta sección de bibliografía buen
núrnero de trabajos estimables
sobre temasde ninguna o de escasa
relacióncon la prehistoriavalenciana;y es p,ordemássensible
haber tenido que prescindir de estudioscríticos de importantesoltras
de interésgeneral.De muy pocasde éstashémospodido dar, com,o
ia
se verá seguidamente, exposicióndetenidaque su interés exigía.
_385_
[page-n-435]
BIBLIOGRA,FIA
(Oswaro¡.*"Weltgeschichte eler Steinzeit". Wien, 1931.
MENGHTN
En Prehistoria, como en toda ciencia, no pueden quedar como definitivos los conocimientos adquiridos, las clasiflcaciones establecidas, ni
las nomenclaturas aplicadas, pues las constantes aportaciones r,nodiflcan puntos de vista y rebasan encasillados, obligando a forzadas clasificaciones, o lo que es peor, dando origen a nuevas nomenclaturas para
aquellos materiales que presentan alguna variante de la industria tipo,
multiplicándose asÍ los nombres hasta el inf.nito y eon ellos la diflcultad
de comprensión de un cuadro general de la Prehistoria.
En este afán de divisiones y subdivisiones, clasiflcaciones y denominaciones localistas, se ha llegado a un confusionismo'tal, que forzosamente se impone una terminología y simpliflcación, que eviten en lo posible este estado de cosas.
Entre los intentos para conseguir ésto, tenemos el de Oswald
Menghin, del cual hablamos someramente a, continuación, pues eI hacer un estudio detenido de este libro, daria una extensión desproporcionada a esta nota; por ello daremps sucinta noticia, añadiendo algunos
cuadros sinópticos y mapas para mayor claridad en la exposiciÓn que
seguidamente hacemos.
'
El Pateolftico, en la nueva visión de Menghin, queda dtvidido en:
1.o Protolítico, y
2." Miolítico,
comprendiendo el primero todas aquellas manifestaciones humanas anteriores a Würm, y el segundo las posteriores a esta glaciación.
Ambos grupos quedan subdivididos a su vez en tres grandes círculos
de cultura, subdivisión que juzgamos como uno de los mayores aciertos
de la obra y una de las más grandes conquistas de la Prehistoria.
Oswald Menghin engloba las industrias atendiendo a sus caracterfsticas fundamentales, sin rdejar de lado las, tradicionales denominaciones geográflcas, las cuales entendemos deben mantenerse, sin exageraciones ni chauvinistnos, como punto de referéncia y comparación de
materiales, por lo que considerarnos debieran mencionarse con el apelativo "dipo" ("tipo" auriñaciense, "tipo" grimaldiense, etc.), que nos
ayudara a Señalar las Semejanzasde nuevos materiales con las cosas ya
conocldas.,sin preiuzgar ni lugar de origen ni procedencia de técnicas
y formas.
La atudida subdivisión de Menghin comprende:
1.o Cultura de las hoias' (Kli'ngenkultur).
2.o Cultura de las hachas (Faustkeilkultur).
3.o Cultura del hueso (Knoctuenkultur),
Resumlmos, por nuestra cuenta, en el siguiente gráfico la relaciórl
entre las denominaciones tradtcionales y estas tres formas culturales del
Pr otolttico y Miolttico.
-386-
[page-n-436]
BIIsLIO,GRAF[A
Prechelense.
Crometiense.
Levalloisiense.
Musteriense.
Ateriense;
etc.
o
*""o'
i
C)
H
F{
É
o
E
F{
Chaloissiense.
Chelense.
Acheulense.
Micoquiense;
etc.
"...1
"n* I
\
H'o".....Wildkirchli';
I etc.
o
o
H
Er
H
''I
o
14
Fl
A
Abri-Audi.
Aurlñaciense.
Solutrense.
Magdaleniense.
Swideriense.
Ho¡¿s..... Zonkoweriano.
Aziliense.
Grima.ldiense.
Capsiense.
Kostlenski;
etc.
i
Predmostiense.
Nezynien$e.
Tumbiense.
Campiñense.Asturiense;
( etc.
*^*^r..
I
Schigir.
Maglemos.
Kunda.
Hr¡sso..... Havel.
Primitiva cultura ártica.
Cerámica peine Norte EuIopa.
Cultura g,ngara.
;387-
[page-n-437]
BIBLIO,GRAFI,A
4
El Neolitico se estudia bajo la denominación de
1.: Protoneolitico.
!
2..o Mimoneoliti,co.
El primero, orientado con respecto a la domesticaciÓn,comprende:
a) Clreulo de domesticación del cerdo y hacha cilÍndrica (área Mediterránea, Africa e India).
b) Clrculo domesticación rumiantes cornúpetos y cerámica con impresiones (Asia Central, al N. de fndia, Anau I).
c) CÍrculo domesti'eación
équidos (Asia Central y Gobi).
Al propio tiempo que se estudian estos circulos y su difusión, se señalan las áreas de las culturas de lroias, huesos y hachas, en el denominado Epimblítico de Menghin, o sea la pervivencia clel MiolÍtico.
La segunda parte del Neolftico, o sea el Mironeolítico, abatcai
a) Culturas rurales (Dorfkultur).
b) Culturas urbanas $tqdtlcultlrr), y
c) Culturas de las estepas (Steppenlaultur).
Como resumen de esa parte de su obra, damos un cuadro, basándonos en los agrupamientos hechos por Menghin:
o f
H
I
Domesticación cerdo y hacha cilÍndrica (Mediterráñeo, Afrlca,
fndia).
Domesticación rumiantes cornúpetos y cerámica incisa (Asia,
al Norte de Ia India) (Anau I).
Domesticación de équidos (Asia Central, Gobi).
EI
al
o l
H
I
o
C)
H
F
H
CüLTUR.as
NI¡RALES
Ft
o
trl
7,
o
F1
o
H
2
o
X
H
CuLruRAs
I,RBANAS.
CULTURAS
ESTEPAS.
Sesclo.
Dimini.
Knossos.
Amrah.
Beni-Sa1ame.
Almizaraque.
Millares.
Cultura megalítica del Norte de Europa.
Cultura de las cuevas;
etc.
Anau II-IrI.
Susa.
Ur.
Troya.
Cicladas.
Pre y Dinastias iniciales egipcias;
etc.
Mar Negro.
Mar Aral.
Arabia.
Siria.
Africa oriental.
-388-
[page-n-438]
BIBLIOCRAFI,A
D
Seguidamente reproducimos el total de los mapas que inserta Menghin en su obra, para dar, supliendo explicaeiones, una idea gráflca y
general de los puntos de vista del autor, con respecto al emplazamiento
de los cÍrculos culturales, áreas de dispersión, sincronismos, etc.
:
Mapat.-
Difusión de l¿s culturas en el FRO'IOLITI,CO.
V:tii
liltrri!i
Expansió'n €egura y ,p,osible de la c,ultura del HUESO.
Expansiór
:=-:
I, II, fil
segura y posible de la cuitura de las HOJ.AS.
Bxpansiól
sergur'a y p,osi,ble de la cultuira de las H,AC.I{AS.
P¡oba,bles zonas de origen de las tre€ ct¡ltu¡as p¡o:olilicas,
-389-
[page-n-439]
BIBLIO,GRAFI.A
'{
.
-.!'-..!;i
fl*l'l-;
Z,
Y-1!?
Expnnsió'nposible de la cuhuna del HTUESO.
l;Ví;
l l t l ¡ . 1 ¡
lllliiil
:==:
:::::
I, ü,
i,nioial y med,io.
e,n
D.i,fusión de las cu'ltLu¡as dl utÍIO'LllTILC,o
m
y
e
d
E x , p a n s ic e s u r a p o s i b l d e l a c u l t u r a e l a sH O J A S .
ón
segúra y posible d,e la cultura de las H,ACHAS.
Exp,ansión
denota,n diifu,sión la oleadaSolutrense.)
la
de
(En Europa Central y Occidpntallos trazos d,tscontinuos
'Pro'babtres
zonas'de onigen de lao t¡€s c't¡ltüras miolíticas'
1 -'Expansión del G¡imaldiense.
úrnidial medio.
y
ddl capsiernse
!.-,Expans,ión,
J.-Exp'ansión de l¿ cultu¡a de tas HOJA,Sen Europa.orientale[¡ el MilOLlTl,CO inicial y medio.
de
{,- Región de origen d,ela cultur.a nórdica de rlas HOJAS a ffrnesr M'IOLITICO medio,
-390-
[page-n-440]
r
f
I
I
I
!
\
BIBLIO'GRAFÍA
Mapa
3.-
/././r21
//Zi'i
Expansiór segura y probablede la cultura del HUIESO,
I t t ¡ ! t t l
lllllll!
===:
L
D i f u s i ó n d e l a s c u l t u r a se n e l M l o L I T l C o t a r d í o .
d
e
y
se
E x p a n s i ó n s u r a p r o b a b ld e l a c u l t u ¡ a e l a s H O J A S .
Expansión segura y pro'bable de la cultura de las HA'CHAS'
Erpansió,n de la cultu¡a nórdica de las HOJAS.
2.
Expansúói del Aziliense.
3,
E:vpansión insidetrtsl de la cultura Shaba¡ak.
Expansión y ramificación aproximadas del Capsiense tardío
-391-
[page-n-441]
BIBI,IO,GRAFIA
Mapa
4.-
(6.0Ei
,Difusiórn las cuJtu¡as el PR,OTOTNTEO'L,ITICO 5.o nr,ilenio J. C.)
a.
de
en
Exp,ansúón
seguray probable na cuJ,tuna
de
epirniolíhlca HUESO.
del
Viit
de
seguray probable la q.rltur¿epimiolíri,ca lns HoiA,S.
de
Erp,ansión
UtUj
-:=;
+
O
y,prro,baible la oultu¡aeprimiolítica las HACIFtrAS.
Expansión
sergura
de
dre
Probable expansión de la cultura domeslicsdorade équidos.
.Probable expansiórnde la cultura domesticadora de ¡um,i.antes.
N..\
¡) ¡I) III
,Expa,nsión
€,egur¿y probable de la cultu¡a dom,esticadoq,a serdo.
del
P¡obaóles zonas de origen de las tr€s'culturas p¡otoneolÍticas.
*392-
[page-n-442]
a
BIBLIOGRAFIA
Mapa
f.-
'4r:r,
Ia
segura y probablec1e cultu¡a del HUESo', ¡'¡cümriolítica.
Expansiórn
t t t t l l r t l
lllllllii
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+
O
Stll\
a
D i r f u s i ó n e i a s c u l ¡ u r a se n e l M I X O N E o L l T I O o i n i , c i a l( 4 . om l i l e n i o . : J . C . )
d
Expansi,)l sesura y probablede la cultura de las HOJAS, opsimiolítica.
Erpansión se,gura y'pno,bable de la cultura de las I{ACHAS,
opsimrio'1ít'ica'
Plobable ex'pansión de la cultura domesticadora de équidos, epiprotcneolÍtica'
Pfobable expansión de la cultu¡a clomesticadora de rumiantes, €piprotone,olitica.
Erpansión segura y probablc de la cultura do¡nesticado¡a del cerdo, epiproto'neolítica.
X
Plimaria cuJtura de ,las estepas.
O
Primaria cultura de las c,iudades.
V
-&"
Cultura Iíu¡ica de las ald'eas.
Cultura niió.tica de las aldeas.
O
q
CuÍtura siria de las aldeas.
El
,Cu'ltura mediter¡áneo-oniental de las aldeas.
Cultura norte-africana de las aldeas.
Círculo
I . - Z o n r a d e l a s c u l t u ¡ a s c a m p ' e s i n a sp r i m a r i a s d e l 4 . o m i l e n i o ' y d e l a s c u l t u ¡ a s s e c u n d a r i a s
ciudadanas del .3.o mtilenio.
Círctlo
ll.-Zona
de las cultu¡as secunda¡ias campesinas del 3.o milenio.
[page-n-443]
-tr
t0
Mapa
t/la2l/l
llfllliil
BIBLIOGRAFIA
Dilusión
6.-
de las cultu¡as
en el ,'MIXONEOrLITI'CrO ,final (3er. milenio
E.rprarnsiór segilr¿ y probaóle 'de !a cultura del HUBSO,
opsinio,lírica.
Expansrió,nsesura y probable de l¿ cultu¡a de tas H,oJAS, opsiniqlítica.
.3:::
Expansión sogu¡a v probable de la cultu¡a de las HACHAS,
----
Expransión €€gura y prorba,trlede la cultu¡a domeslicadora d,e équidos,
O
Ntt-.*Ñ
X
O
V
a
+
.L
Expamión
Cr,Jhura
Cuxtura
LuJtura
Cultura
d( las estepas.
cenro-asiática de las ciudades.
rau.ca oe las ciluqaqes.
nresoporámicade las ciudades.
Cultu¡a n,ilótica ,Ce las ciudades.
Cultura íhdiica de las ciudades-
t
V
Ouitu¡a
C,ultura
Cultma
,Oultura
lÍ
ep,iprotoneolítica.
Expansión segura y proba;ble de la oultura domcrticadora del cerdo, ep'iprctoneolítica.
Cultura siria de las oiudades.
Aw
o'ps,imio'lítica.
segura y probable de la cultu¡a d:omes,ticndora de tumiantes, epúprotoneolítica.
a
,
é
a. J. C.)
medtiterráneo-oriental de las ciudades.
táurica de las aldeas.
n,orte-africana de las aldeas.
europea ,occiden,tsl de las aldeas.
Cultura danub'iana de las aldeas.
Cu,l¡ura nórdica de las aldeas, '
Pcisrióle cultura índ;ica de las ¡ldeas.
0
Cí¡oulo
Cí¡oulo
I.-Zona
II.-Zona
de la cul,tura secundaria de las ciudades.
cie la cul.tu¡a secund¡aria de las ald,eas.
[page-n-444]
BIBLIOGRATFI,A
(-,n 1
't
t)
ll
c)
")
")
Mapa
7¿
)(
2
Y
O
t
+
?.
Dti'fusión de las cult,u¡as del MIXONEOTLITICO
Cultura del HUESO,
final en Europa y próximo Orie,nte (hacia 2.0,00 a. J. C i
opsin:iiolí,tica (cultura de la oerám,ica de peine).
Cultura asirio-árabe de laa estefias.
Cultu¡a pró,ntico-s,eptentrionalde las estepas.
Clultura táruri.cade las ciudades.
. rClulfura mes.oprotámücra las ciudades.
de
Oultu¡'a siria de las ciudad,es.
'Cultura nilótioa de tras ciudades.
t
C,ultu¡a ¡ne'dúte¡ráneo-oriental de las ciuctrades,
9
Cultura tá,urica de las aldeas.
A
Z
Crultu¡a erur,op,ea
occidental cle las alderas.
+r
Cultu¡a danuibrianade las aldeas.
Tr
Cultu¡a norte-afticana de las aldeas.
rOu,ltura ¡órdlica de las aldeas.
-395-
[page-n-445]
BIBLIOGRAFIA
12
En el capitulo VII relaciona Menghin los resultados de las investigaciones etnográflco-lingüÍsticas con la PaleoarqueologÍa,señalando las
culturas pigmoidea, tasmaniana, australoide y esquimal en el grupo de
los elementales, que se corresponden con sa Protolitico, indtcando los
paralelismos con las culturas del hueso, hojas y hachas. En el grupo de
las culturas derivadas, distingue:
ü Antlgua (cultura totemista, antigua cultura agrfcola, cultura
domesticadora de ganado), equivalente a su Mioliti,co.
cultura de
b) Media (moderna cultura agrfcola, cultura de pastore-s,
jinetes), igual a su Protoneolitico, y
c) Final (cultura campesina o rural, cultura urbana o de los señores, cultura de pastores guerreros o de la estepa), comparada con su
Miuoneolltico.
Estas clasiflcaciones quedan resümidas en el siguiente cuadro:
F A S E :N IC IA L I
I
I
I
I
I
OULTURA
PIGMOIDEA
(cultuna de la madera)
CULTUÍR'A
BASE
FASB MBDIA
.
ESQU¡M'AL
CIULTUÍRA
(cultura del hueso)
BASE
FASE RECIENTE
I
I
I
AINTIGIU,AOULTURA
CULTURA
DoMEsrrcADoRA
GANADo
RAIZ
(cultura del hueso)
FASE INIctAL
FRoroLír¡co
11ASMANIOS .
(cultura do hojas)
AUSTRALO'LDTES
(cultu¡a de hachas)
T'O'T.EI]VIIISMO
(cultura de hojas)
ANTIG,UA CUILTURA
A,G,RIC.OLA
(iultura de hachas)
I
.n,*,,,""
f
CiULTURA
.RAIZ
FASEMEDIA
I
CULTU,RA 'TO,RES, |DE PAS. .CULTUR,A UIR,BANA
C|UILTU.RIA
RAIZ
GUERREROS
o
FASE FI,NAL
o .OLIILTURAESTEPA
DE LOS SEÑO,RES
I
¡
I
Cultun¡
I
CiULTUIRA RURAJL )
o
. M¡xoNeoLiTlco
DE ,LA AIJb,EA
I
l
/
oB¡, HTUIESO CuLruRA or H,OTJAS CULTURA HAC|HAS
¡s
o
o
o
SERIEESQUIM1AL
SERIET,A,SüUIANIA SERIEAUSTIRTATLOIDE
Do¡lrstrcroonl
GAN¡,Do
TorEMrsrA
AcRÍcoLA
[page-n-446]
BIBLIOGRAFI"A
13
. También dedtca Éu estudlo, en parte; a los problemas sobre las razas humanas, resumlendo sus teorfas en un guadro sinóptieo, .que re:
produclmos:
,PRIMER
HOIVIIB.RIE
BOM,OR|FO
(Grimaldi, iBosquim. etc,)
FIBO,TOM,OIRFO
('F.Ieildtel.'Neand.
etc.)
.AJRCTOIDE
.A,RQUIMO'RFO
(Clhancel.
Cromag. etc.)
SI:EEROIDE
YAIWA¡NOIDiE
YUINOI,DE
EUTROPOIDE
MELANOIDE
I
MET'AMORTFO
MIXOIIVIORF'O
l
ALTOIDE
INDOIDE
I
I
I
I
TURANO,IDIE
N,ORDOIDIE
,PALA/UNGOID'E
I
I
I
TIA,UROT¡DE
\---;-v
S¡nr¡ A¡¿rn¡clxl
SERTE EURoPEA
Snnrn Tnop¡c¡L
Naturalmente, en una obra revisionista de todas las,cuestiones de la
Prehistoria, se.aborda la cuestión cronológica, acordándola con los estudios de las glaciaciones, considerando Menghin que el deshielo s€ pro:
duclrfa en el Sur de Suecia hacia el 9.000ó 10.000a, J. C., debiendo fecharse et fln del perÍodo glaciar de 4.000a 5.000a. J. O. H Protoneatitico
se fecharfa entre 6.000*5.000; Miuoneolltico se iniciaria en el 4.000 y
el
termlnarfa en el 2.000,comenzando la Edad del Bronce hacia el 1.900
a, J. q.
Reproducimos un cuadro sinóptico de Menghin, en el que se hace
el estudio comparativo de varias sincronizaciones entre periodos glaciares y las industrias paleolfticas, ampliando nosotros que el sistema
de Wiegers, que Ménghin incluye en su ,tabla, puede verse más conlpleto y con datos al dfa, aun desde el punto .de vista de las recientes
conclusiones cronológicas, en el vol. I, p. 10? de la Hisl,oria de Goetz.
-397-
[page-n-447]
BIBLIOGRAFIA
SISTEM¡
DE CUATRO
OIEE,RM.AJER
BTRIEUIlL
\íI'EG,E,RS
Ü!IOLITIC,O
MIoLITICO
I
nr rnes
GLAcrAcroNEs
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C.RoMERTENSE
398
PTREiGIL,ACIATR
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TETRCIARI,O
[page-n-448]
BIBLIOGRAFIA
15
E*
qrop-ósito de resumir lo fqndamental de la cjbra y puesto
-::".üro
que entrar en detalles nos llevaria a extbnsiones desrqedidas,
renuncla_.
,mos al análisis de bd mriltiples cuestiones
sue ft;ta M;;;;ü;il;
aqueÍas que directamente afáctan ¿
prehistoria, v il; tñit;:
mos a dar'un cuadro, compendio de "o"rtr" del autor, relativo a las
varios
culturas paleolíticas :de nuestra penÍnsulq,, y .una sÍntesis de su. gran
'cuadro sobre el neolftico, del que entresacamos,igualmente,
sólo lo referente a la PenÍniula Ibérica.
PERfODOS
OEOLÓGICOS N O R T E D E E S P A Ñ A
ALPTNOS
ASTIUIRIENSE
GEOLO,GITA
TAIRDENOISIENSE IFIN,AL
ACTUAL
AZILIIENSE
ESTADIO
TRANSICION DiEL
IEEROM.AU,RITANO
TA,RDENOISIENSElNlC,IArL
AZIITIENSE
DE DAIUN
ESTADIO'
DE GSICIHNITZ
CENTROY sUR
DE ESPAÑA
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AZI,LIIENISEINICIAL
TRANSLQION DEL iVIACDALENIBNSIE
CAPSIENSIE FINAL
( : Isnno^.r¡unlrlno Frr.¡¡¡.)
J}IAIGDA-LENIENSE5 y 6
ESTADI¡O
D.B BIUHL
MAGDALTEN,IENSE4 (PrRrNEos)
MAIGD,A,I]ENIENSF, (Creumnnrr).
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SO,LUTRENSE .2 \ 3
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C,.{PSI.ENS)E
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(2:cHATELPERRoN)
IFR,OTOCi.A,PSIEfNSE
MUSTERIFNSE TARTDIO
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CON INFIJU,E,N,C]A
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(MusrERrENsEIBERoMAURTTANo)
I,NTERGI.ACI,4R
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MUSTERI.ENSE IIIEDIO
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MUSTBRIENSE INICIAL
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PRECIAIPSIEN$E
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[page-n-449]
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B[BLIOGRAFIA
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PORTUGAL
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ORIEÍ{IAL
ESPAÑA
INFLUEINCIA
I,NFLUENCI.A
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1900
IVIODERNA
O. DE CATALUñÁ.
CULTURA
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CI]ILTURA MEGA,LITICA VAS.C O.
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iIfODIERNA CU'LTUrRA MIBGAILITIC A PO,RTUGUE.
SA:
MODTERNA
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CATALAINA:
Sepulcrosde corredor y cú,pula.
C,UL-
TURA CENTRAL:
Sepulcros de corre-
Sepulcro
T1URA DE
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dor y cúpula.
Vaso camp.aniforme Vaso campanifornie
(Los Millares).
(Palmella).
dor y cúpúla.
Vaso campaniforme
de co'rre-
dor y cista de
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Vaso
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(Ciempozuelos).
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CULTURA C E NT,RArl.:
(,F¡se Mr¡r¡)
CULIWODE,RNA,
TURA.DE LA]S
CUEVAS.
M,EGACIU,LT,URA
LITI'C.A 'PO'RT U.
CIULTURA ,ALM'ERI¡A:
GUESIA.
(FASE
MEDII)
(FASE MEDIA)
Sepulcros
Sepulcrosde co¡redon.
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y
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CUEVAS.
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300,0
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A SI U R I E N S E
ANTIG,IJO
Algunas de las tesis aceptadas y desarrolladas por el autor, han sido
rebasadas con mucho, asi, concretándonos a nuestra Prehistoria, la
cuestión del capsiense, por el fundamental trabajo de Pericot, sobre
el parpalló, las conclusiones sobte eI cual el propio Menghin ha llegadoaponerenduda,yparalasculturasneolÍticaselcompletoestudio
que hace MartÍnez santa-olalla en su "Esquema..."; esto sin referirn'os a
y
múltiples cuestiones y conclusionesde Índole general tratadas estable
cldasporotrosarqueóIogosyetnógrafosextranjeros,enellapsodetiempotranscurridoentrelasdosedicionesdelaobradeMenghin,quienno
Ias ha tenido en cuenta al redactar la segunda edición'
A pesar de ello, en nada queda disminuido el extraordinario mérito
-400-
[page-n-450]
BIBLIOGRAFIA
tl
de MENGHIN y el innegable valor de su obra, pues con un ingente acopio de datos, bien manejados y seleccionados, escrito un libro básico
ha
para el estudio de la Prehistoria Universal, con originales puntos de vista, algunos de ellos afortunadÍsimos.
La parte gyáfi.ca,
cuidadosamente preparada y abundante, es el complemento magnífico de esta magnÍflca obra, que ya puede considerarse
como clásica en estos estudios.
D. FLETCHER,
Hnup (W. J.)-"Three hill forts in eastern Spain" (,,Antiquity,'
vol. III, n.o 10, pág; 1BB,
1929).
Muchos son los años transcurridos desde que "Antiquity" insertara
en sus páginas este trabajo de Hemp; pero no ha perdido aún ningún
interés para una publicación periódica dedicada concreta y especialmente a prehistoria valenciana, en la que tanto cuent,"l lo que ataie a
las colonizaciones mediterráneas y singularmente Io que se reflere a la
historia remota de Hemeroscopeion. En uno de sus viajes a España,
Hemp, atraido por los interrogantes que sobre la antigua colonia griega
perduran, visitó Denia y su campo y examinó las ruinas de las fortiflcaciones aún existentes en Montgó y sus estribaciones; y en el trabajo
citado nos cuenta principaimente sus impresiones exploratori'as, pareciendo dejar entender que. jvzgaba sus hallazgos de primera mano, ya
que no citaba el trabajo de D. Roqüe Chabás en "El Archivo,' (IV, 1890),
sobre un supuesio "Campamento romano en Montgó", donde describÍa
una construcóión defensiva, de aspecto remoto, pero ya de manifi.esta
perfección, sit'-rada colindando por Poniente con las estribaciones de
aquél, en el que ya insinuaba el conocimiento de otras fortiñcaciones
sitas en lo alto de las crestas, para dominar los accesos al mismo. El
S. I. P. tiene explorada hace tiempo esa cima tan interesante.
Comienza Hemp por describir los restos de fortiflcaciones que viera
en lo alto de la montaña. De Poniente a Levante descubre primero, en
su extremo occidental, un espacio cerrado por murallas y limitado en la
mayor parte de sus lados por inaccesibles escarpes.EJ.muro, de piedra
en seco, se va plegando a las particularidades del terreno, sin ninguna
tramada recta. Esta fortiflcación, a la que llama ciudadela, es de aspeeto
arcaico y parece destrufda deliberadamente. Sigue examinando luego
otras foftificaciones sucesivas en dirección a Levante. consistentes en
murallas transversales que llegan generalmente a los bordes de los precipicios que por Norte y Sur limitan la cima. Estas murallas ya muestran sus tramadas rectas, con anchos de dos y medio a tres metros, y
puertas de formas varias en cada muralla; asÍ la hay sencilla y frontal
pero ce subida pina y con escalones, de cuello de frasco, de muros en
casi superposición paralela, y alguna abierta tras una esquina en ángulo
recto reforzado el extremo del muro y dispuesta sobre unos escarpesque
imposibilitaban el ataque frontal; de la mayorÍa de cuyos tipos conocemos otros en el antiguo Reino de Valencia, siendo de lamentar que no se
haga un estudio, a manera de catálogo de puertas de poblados ibéricos,
-401-
[page-n-451]
18
BIBLIO,GRAFIA
que quedÓ por iniciarse con las tres de "La Bastida de les Alcuses",
cuando tuvimos que interrumpir sus excavaciones para emprender las
tan importantes y atractivas de Liria. Es detalle por tlemás interesante
el de que todos los muros muestran grandes tramadas destruÍdas sistemática e intencionadamente, como por enemigo vencedor, tendiendo a
difi.cultar posibles reacciones.
En los espacios intramuros creyó ver Hemp plantas de habitaciones
rectangulares, abundante cerámica que estimó ibérica y restos de otra
que creyó prehistórica; y conviene anotar el detalle de haberse visto restos de ánforas, no preclsa si romanas.
Inmediato at Montgó, por su extremo Poniente, pero ya a nivel casl
de la llanada, visitó también Hemp las fortificaciones que el señor Chabás descubriera tantos años antes en la corona de un altozano llamado,
punta de BenimaquÍa. A lo largo de su meseta, rodeacla de escarpespor
Sur, principalmente, corre paratrelo a ellos, y a unos 25 metros de los
mismos, un muro de piedra en seco, de sobre unos cien metros de largo,
que al fi.nal se acoda hacia el Sur como pretendiendo cerrar eI área hasta
aquéIlos, sin que el cultivo de los campos 1o permite hoy aclarar. El muro,
caso extraordinario, se halla reforzado por cinco bastiones cuadrados
colocados a lo largo de su llnea principal, incluyendo eI esquinero y uno
en el lado oecidental. Los bastiones, como el muro, están construfdos sin
argarnasa, con las piedras mayores que podfan obtenerse en la colina, entre las que las hay de muy g,ran tamaño; asentándoselos bastiones también sobre platafoxmas rectangulares. En el área de la fortaleza se encuentra la misma cerámica que en la cima del MontgÓ, per'o sin fragmentos de ánforas. Todo ello da idea de cosa ya bastante perfecta, lo que
hizo opinar a Hemp que era construcciÓn, más que griega, indígena influenciada por ella. De las restantes fortiflcaciones estima ser la ciudadela la más argaica; luego 1as restantes de la cima construidas a tlamos
rectos, y bastante p¡¡sterior la de los bastiones. Tal vez Fea asi, pero los
abundantes restqs de ánforas romanas (?) encontradas al abrigo de una
de las construcgiones cimeras, pudiera hacer sospechar que entre ellas
Lal yez hubo alguna posterior a la de BenimaquÍa. Todo ello es asunto
que exige un reconQcimiento más completo y un estudio detenido, que
impondrá la necesidad de algunas excavaciones cuidadosas.
D, Il,oque Chabás registrÓ el detalle de que muy inmediato a la meseta de Benimaqufa estaba "coll de Pous", donde existían varlos pozos
rlcos en agua, y que en la prolongación de Ia fortaleza y en la misma
punta, de Benimaqufa subsistian aún entonces (1890) restos de torres
avanzadas; y pudo comprobar la existencia de otras' en el collado que
,'Frare" y de la "Rabosa". que dominaban los
está entre los barrancos del
desflladeroS del Norte, siendo imposible por ello acercarse a,la, fotlaleza'
sin ser visto..
Incidentaimente se hut¡o de plantear la cuestiÓn de si parte de la cerámica hallada por Hemp en las crestas del MontgÓ, con pasta de puntos de mica, era neolÍtica, como pretendfa el publicista xegnfcola D. Francisco Martlnez y Martf:rez, o de época del bronce como opinaba Hemp'
que la habfa visto semeiante en los talayÓts mallorquines' No es de
transcendencia el tema, pues bien podria ser de una u otra cultura;
pero también pudiera suceder que'fuese fundada la duda de que perte-
-402-
[page-n-452]
BIBLIOGRAFI.A
19
neciera a aquéIlas, pues es frecuente encontrar en despobladosibéricos
valencianos, tjestos de estos tipos, alguna vez hechos a torno y otras no'
pero pertenecientes a baia época, que inducen a error, en algún tiempo
dicha, avisadamente, por su aspecto, cerámica de "facies aÍcaica".
Mr. Hemp, que no es persona de las que les gusta le cuenten las cosas, tuvo bastante tiempo para trasladarse de Denia a Alcoy, de allÍ al
cerro de Covalta, y de éste a visitar nuestra colección. Esto, hecho necesariamente de prisa, dió lugar a1 explicable error de que, confundiendo
con el de Covalta algún material de Ia Casa del Monte, estimara como
halladas en dicho despoblado espadas de antenas y de frontón procedentes de 1a necrópolis albaceteña por nosotros excavada; cuando la
realidad es que en Covalta sólo se encontró la falcata.
El trabajo de Hemp, bien objetivo, iba muy eflcazmente ilustrado.
I. BALLESTER
Cgrrrv (Lr¡,v).-"Notes on Iberian Affinities fountl in County
Galway (Reprint From Journal of the Galway Archreological and Historical Society).-Vol. xvr', núms' 3 v 4' 1935'
.
Las aflnidades con lberia, a que el trabajo se reflere, son las que dlmanan de una pieza de hueso, trozo de alfller de los de cabeza acanalada, hallada en una sepultura de losas que contenÍa lestos de un incinerado en ,Corrandrum, 'Cummer, cerca de Tuam (Irlanda).
Estos objetos característicos de las primitlvas culturas mediterráneas,
y tan frecuentes entre el material tÍpico de las cuevas eneolÍticas valencianas, llega a lrlanda tal vez desde Portugal. El tipo de cabeza ornada
del alfller de ,corrandrum parece separarse algo de los de Iberia por su
tosquedad, que. más que expresiva de acanalados, parece compuesto por
serie de grúesos granos ligeramente aplanados y superpuestos.
'
La auiora hace Observar que el rito del enterramiento es en el S. la
inhumación frecuentemente colectiva, y en el sepulcro irlandés en cista
es Ia cremación; y que de todos los objetos similares británicos sólo el
de Devon parece tener semejanzas, aunque el carácter lmpreciso del
'corrandrum
descubrimiento lo haga poco útil; apareciendo asÍ el de
como aislado en las costas de lrlanda.
La autora establece dudas sobre si el hallazgo ha de interpretarse
como una antigua herencia transmitida hasta fecha muy posterior a su
importación, si es simplemente un obieto debido a la invención local
espontánea o es supervivencia de una antigua técnica'
Lily chitty establece como es natural paralelismos de la pieza irlandesa con las encontradas en Portugal, y no menciona toda la numetosa
serie que se extiende por el, levante español ("cami Real de Alacant", la
Pastora de Alcoy, Torremanzanas) y hacia AlmerÍa (Los Blanquizares de
Lebor. con los enterramientos de Tabernas núm. 9, de Fonelas núms. 12
y 13 y Llano de la^Teja 1 y 19, excavados, por Cuadrado aquél, y por
Siret, las restantes).
I. BALLE'STER,
-403-
[page-n-453]
BIBLIOGRAFI.A
20
SENENT
IsÁñrz (J. J.).-"El arte rupestre de Dos-Aguas". Nota
' de la Sección de AntropologÍa y Prehistoria del
Centro de
Cultura Valericiana, cuaderno 5, 2.a época, páe. 32, Valencia 1943.
En el año 1940,las Srtas. MarÍa y Rosario Gimeno, Maestras Nacionales, comunicaban a D. José Senent la existencia de pinturas rupestres
en unas cuer/as del término de Dos-Aguas, el cual dió conocimiento de
este descubrimiento al Comisario Provincial de Excavaciones y Director
del S. I. P. de Valencia, D. Isidro Ballester. Con tal motivo organizósei
una exploración comprobatoria el 22 de Septiembre del mismo año, y
más tarde, el 18 de Octubre, una comisión del S. f. P., integrada por los
Sres. Senent, Chocomeli, Espí y Alcácer, hizo una visita de prospección
preparatoria de la que deberia realizarse para el ealco y estudio de 1as
pinturas, d.e cuyo trabajo fué encargado D. Juan Cabré. Como resultaclo
de esta visita, el autor expone, en el trabajo mencionado, las primerns
impresiones sobre las pinturas sitas en los lugares denominados "Cinto
de la Ventana" y "Cinto de 1as Letras", dando mayor desarrcllo a su
nota publicada en "Las Provincias" el 17 de Noviembre de 1940.Las figuras del "Clnto de la Ventana", escasasy deterioradas, entre las que so. bresalen dos cabras monteses y otras más imprecisas, las considera el
Sr. Senent paleolÍticas, salvo algún trazo estilizado que pudiera.ser posterior. En las de1 "Cinto. de las Letras", conjunto más numeroso e irnportante, hay composiciones que representan escenas muy interesant,es
de caza, de vida doméstica y social, apareciendo figuras adorrradas, al
parecer, con distintivos de mando que hacen suponer una jerer(lujzación social o .relig:osa.Merece mayor atención un extraordinario busto
de mujer , a la que Ie falta la parte inferior, que pudo desgastarse por
Ia erosión; por su belleza y pureza de lineas ha sido califlcada de "Venus"
del arte mural. De1 paralelo que establece entre estos conjuntog pictóricos con otros del mi¡mo tipo correspondientes al arte rupeStre levantino, saca conclusiones sobre clima, género de vida, crganización social,
asÍ como del nivel cultural y artístico, revelado por la destreza de la
técnica empleada. Este interesantisimo trabajo del cult,o investigador
Sr. Senent, descubridor de las pinturas rupestres de Morella la Vella,
sólo es un pequeño resumen del brillante y documentado discurso de
ingreso en eI Centro de 'Cultura Valenciana, en 1941.Ilustran el trabajo
dibujos de las principales escenas,que justiflcan la importancia extraordinaria de.esas pinturas.que tanta expectación despertaron.
J. ALCACER
.
TenecrrvAAcurRRE(B) v Fh,nrvÁrv¡ez
Avr¡,És (A).-"Memoria sobre las excavaciones en el Castro de Navárniz (i{izcaya)".
Edición de la Junta de Cultura de Ia Excma. Diputación de
Yizcaya. Madrid t945.24 x L7 cms., 45 págs.'IV láms.'y 1 plano,3 trgs.
Se recogen en este folleto las investigaciones realizadas para llegar a
la identiflcación de una estación de la Edad del Hierro en el territorio
-40+-
[page-n-454]
.
BIBLIOGR'AFIA
Zl
tte Vizcaya, easi totalmente en blanco en este perÍodo tan rlco'en yacimientos en el resto de España.
Si se tienen en cuenta las difi.cultades que plantea ai excevador la
especial naturaleza d.el terreno y climatologÍa de las Vasóongadas,..,pafs
de montes y prados' eternamente verdes, que bajo ta llUvla constante
crfa vegetacTóncapaz de. borrar la confusa huella superflcial de las pobres aldeas protohistóricas", aumentadas por la falta de precedentes y
aun de noticias de los naturales; y se añade due, en cste caso, los trabajos han durado solamente nueve dfas, invirtiendo unos cien jornales,
el resultado no deja. de ser halagador.
l
El lugar escogido para los trabajos está situado en la zona maritima
ar9 kilómetros de Guernica, y los restos antiguos son conocidos desde
antiguo con los nombres de Arrola y ,Gastiburu; además de noticias de
amoJonamiento que alcanzan al siglo XIV, en varias ocasiones se han
realizado hallazgos casuales (una estatuita femenina, piedras con inscripciones y molinos de mano), lo que motivó unas exploraciones en el
siglo XIX, én las que se llegó a Lrazdr un excelente croquis, marcando
tres rgcintos de murallas, una torre y un lienzo exterior.
,Las excavaciones actuales se realizaron en lo alto del espolón de
Arrola, de más 'de 600 metros de largo, no éncontrándose resto ninguno
'de habitacfón en las'calicatas hechas dentro del recinto. Etr
cambio,
pudo hallarse uná parte de las fortiflcaciones, en la periferia, !'siguiéndola descubrir todo eI ar-nurallamiento;salvo los espaciosderrumbados o
destrufdos.
La muralla es de 3'05 metros de espe5or en la parte más estrectra y
hasta de 9'40 metros en la más gruesa, y está formada por un tosco ce:
mento de piedras y tierra revestido por pared en ambas caras. La altura
máxima es de 5 metros y en conjunto presenta una obra poco fuerte,
cuya rlnica defensa.exterior se cifraba en pobres muros .paralelos de
mamposterÍa.
No se halló ningún olojeto,salvo dos pequeños fragmentos, al parecei
de "terra sigillata". Los demás objetos son los reseñados en obras antiguas, a los que se alude más arriba.
Aunque'la parte mobiliar es claramente romana, y de época imperial,
las murallas,,que ya en 1846D. F. de Hormaeche juzgaba cántabras, son
de disposición y materiales semejantes a las de los poblados de Ocenilla
(celtibero), Las Cogotas (céltico) y al del castro de Santa Marina (Soria), tanto en el despiezode los muros como en la disposición de la puerta. que parece obedecer al sistema de propugnaculum.
El no haber hallado una sola vivienda y el no caber tampoeo que siendo de madera se hayan destruÍdo, pues hubieran conservado los ajuares,
diflbulta la'cuestión de cronologfa que lós aa. centran entre los siglos IV
o frl a. de J. C., siendo, por lo tanto, un caStro céltico, reocupado probablemente en la época imperial.
A la descripción de las excavaciones,precede una larga Introducción
(páginas 1-31), dir¡idida en dos partes; en una se analízl el cúmulo de
teorÍas emitfdas por prehistoriadores, etnólogos y fllólogos sobre los vascos, aludiendo incidentalmente al problema del vasco-iberismo -tan
discutido ahora- y deteniéndose en las teorÍas de Fouché, la tesis ligur'
de Schulten y Ia de los ambrones de Menéndez Pidal. Eln la segunda
405 -
[page-n-455]
,
22
BTBLTOGRAFT¿
parte se recogen las noticias arqueológicas dispersas relacionadas con
la Edad del Hierro en Vizcaya, sÍntesiq intéresantÍsima sobre esta materia tan poco cónocida.
En. resumen: si bien los hallazgos de Navárniz no son, considerados
absolutamente, de interés excepcional, la investigación y las excavaciones de los señores Taracena y F. Avilés, tienen un gran valor porque
sientan bases firmes sobre un terreno y una época histórica que hasta
ahora nb habÍan sido seriamente estudiados.
ANTONIO BH,TRAN
G¡ngÍe y Bu,r,r¡o (A).-*L,a navegación ibética efl la anüigüedad, scgún los text¿s cl:isioos y la aryueclogÍa". Tirada
,aparte de La Eeuista de Estudios Geogrd.ficos,año V, número 16, págs. 511 a 560.Agosto 1944.29 mapa"s y flguras.,
Los problemas de arqueología marinera están, cntre nosotros, nIaI estudiados. Los restos que se han conservado no perrhiten, Éor otra parte,
una generalización de las cuestiones, por muy interesantes que algunos
puedan ser. El más sugestivo es el abrigado puerto de "La Albufereta"
de Aticante, y de considerable interés los hallazgos de cepos -y no
uñas- de anclas de plomo en Cabo de Palos y los de otros restos de embarcaclones, mal identificadas, levantados por la draga en la bocana de
la ensenada del Arsenal, en Cartagena.
Por esta tazón, es tanto más apreciable la actual ntonograffa del Profesoi'Garcfa Bellido, glaborada fundamentalmente sobre los textos clásicos que haceu referencia a la Hispania prerromana, y sobre algunos de
los vasos pintados de las recientes excavaciones de Liria, llegando a conclusiones más firmes y modernos que Blázquez en su trabaio publicado
en el BAH, "Las costas de España en Ia época romana" (t. XXM.
Divid.e el a. su trabajo en cuatro partes: a) Navegación fluvial; b) Navegación litoral; c) Navegación de altura; d) Las navegaciones tartessias.
En el capitulo.dedicado a la Navegación fluvial, recoge los textos de
Plinio, Estrabón, Apiano y Posidonio, tras unas consitieraciones sobre la
navegabilidad y el carácter torrencial del curso de los rÍos españoles. Eh
sÍntesis, coinciden los antiguos autores en los siguientes.datos'
Ehro (Iberus./: Navegable lrasta Vareia (Varea cerca de Logroño)
(Plinio).
Guadiana (Anail: Desembocadura doble, excelente para la navega:
ción y noticias confusas acetca del punto más alto navegable, que para
época romana era Emerita (Estrabón).
Tajo (Tagusl: Excelente estuario y puede ser rernontado más de 100
kilómetros, hasta cerca de Abrantes (Estrabón).
Dueio (Duriu.s): Navegable en una extensión alrroximada de 150 kilómetros (Estrabón), y en pequeños esquifes aun iunto a Numancia, en
su curso alto (Apiano).
-406-
[page-n-456]
BIBLIOGRAFIA
23
:
Sado (Ca.Uipz¿s)Navegable hasta Salacia, a 40 kilómetros de su boca
(Alcácer do Sal) (Estrabón).
Los ríos Mondego (Mundas) y Vouga (Vacuq), podÍan ser remontados por embarcaciones pequeñas durante muy poco trecho (Estrabón).
Asimismo era navegable eI Limia (Lethes).
l0i'fiilo(Minio): Apto para la navegación en más de 800 estadios, o
sea, aproximadamente hasta su confluencia con el Sil (Estrabón).
Guadalquivir (Ba.etis): Navegable hasta algo más arriba de Córdoba,
dejando de serlo despuésde pasar Cástulo (Estrabón). íSobreeste río hay
muchos antecedentes,y Posidonio estudió la subida de las inareas hasta
füpa (Alcalá del Río).
b) Navegación litoral.-Más interés tiene esta modalidad, por presentar algunas peculiaridade5 de nuestro paÍs. Se centra en los esüuarios
de los grandes rÍos y en las marismas y albuferas repartidos por Ia mayor parte del litoral Atlántico y Mediterráneo. Se trata de una navegación que no llega a ser de cabotaje, pero que transciende de la simple
fluvial. Sus actividades fueron más intensas en la zona extendida desde
Cádiz al Cabo de San Vicente, y en los esturias y escotaduras portugueses y gallegos. En Levante las albuferas de Cartagena, el Mar Menor,
las de Elche, Alicante y Valencia, además de las marismas de Torrevieia,
la Meta y el delta del Ebro, y los "marjales" levantinos (que no menciona el Profesor GarcÍa y Bellido).
Se extiende el a. en el análisis de estos dos modos de navegar, más
apto el atlántico para el comercio, y el mediterráneo para Ia pesca y
caza de animales lacustres. Para nosotros tiene especial interés la navegación en las albuferas y el litoral levantino. Contra la interpretación
extensiva de un texto de Plinio, que aflrmaba que los fndiketes no eran
gentes de mar, aplicado abusivamente a todos los hispanoü cabe replicar el episodio de la conquista de Cartagena, en que Fscipión fué informado por unos pescadores (de Tarragona para Livio) de los vados y caractet'ísticas del Almarjal de Cartagena, lo cual supone un conocimiento
detenido de toda la costa oriental, y, por lo tanto, una frecuente actividad marinera.
Documentos arqueológicos prueban la existencia de una navegaciÓn
lacustre; se refiere el a. a las pinturas de los vasos de Liria, en donde
apareceh escenas marÍtimas. Es uno el vaso con la escena de lucha de
dos barcas, con espolones dotados de cabezas de animales, dctadas de
velas f,jas (y pcldemospor nuestra parte advertir que son muy semeiantes a las usad.asaun en la Albufera valenciana, proa afllada, popa roma
y fondo plano). (Ese vaso es el que tiene la famosa leyenda gudua deitzdea, que traducida por eI vasco actual da "llailada de guerra"). El. otro
dibujo aludido por el a., es una curiosa representación incompleta de varios remeros empuñando los remos.
c) Navegación de altura.-De gran interés resulta esta parte del
trabajo para eI estudio del importante papel que ei SO. hispánico desempeñó en la ruta del estaño y en las relaciones con el NO. de Europa y con
el Mediterráneo oriental, tema sugestivo, si Ios hay, en Ia protohistoria
española. En relación con este tema, desenvuelveG. B. 1a cuestiÓn de la
fundación de Cádiz y las expedicionesfenicias y cartaginesas, la obscura
-407-
[page-n-457]
--l
24
BIBLIOGRAFIA
cuestión del periplo de llimilkon y las expediciones romanas a las Casiterides.
Flnalmente en la última parte, que hemos denominado d) Las navegaciones tartesias, el a. estudia los viajes de este cuitÍsimo pueblo a las
costas africanas, siendo, en deflnitiva, los que enseñaron las rutas habituales a los púnicos; los textos hablan repetidamente de estos hábiles
pescadores,que realizaban en las costas africanas gtandes redadas de
atunes y que visitaron toda la parte del océano comprendido entre las
fslas Canarias y las Madera, Según puede interpretarse de un texto de
Diodoro. Desde luego, los pescadores gaditanos se hieieron famosos en
todo el mundo, sus hazañas se ponderaban en AlejandrÍa y se les llegó a
atribuir eI viaje de circunnavegación de Africa.
Este trabajo, repetimos, debe su gran valor al hecho de reunir los
textos más importantes referentes a la vida marinera de ;a España
prerromana, y, desde un punto de vista general, es un excelente apoyo
para cualquiera que haya de trabajar en los descuidados problemas de
arqueologÍa marinera, siendo de desear que sigan esta clase de estudios,
añadiendo los escasosdatos arqueológicos que los objetos desperdigados
proBorcionan y que precisamente por ello son de extraordinario valor.
ANTONIO BEI,'IRAN
CASTRoGursAsoLA(Fr,oRnr.rrrwo).-tEl enigma del vascuence
^nte las lenguas indoeuropeas". Revista de fi.lologÍa española, anejo XXX, Madrid, L944, 289 págs..
Comienza el trabajo por una relación bibliográfica y en la introducción expone su tesis: "El éuscaro -sin ser indoeuropeo- €s ün idioma
del mismo grupo lingüístico que las lenguas indoeuropeas. Una lengua
hermana del indoeuropeo, con palabras idénticas, pero con formas en
parte comunes y en parte distintas, como derivada de la misma lengua
anterior de que él ha saiido". Agrega que las semejanzas se han explicado hasta ahora po,r préFtamos posteriores a la romanización, pero el
autor se mantiene en su opinión porque no logia explicarse "por sólo el
latín ni por sólo el celta, la identidad de temas con desitrencias distintas, la igualdad de terminaciones con radicales diversos, y aun el diferente aspecto con radicales y sufljos al parecer idénticos".
Para rastrear la evolución de1 vasco, recuire a los préstamos y dice
que "un origen común del indoeuropeo y de1 éuscaro explicarÍa las analogías entre amloos,cuya mera exposición (no su justiflcación) es el verdadero y único objeto de la Memoria".
Comienza a estudiar los numerales vascos y va encontrando semejanzas con alguna forma equivalente indoeuropea. Para explicar las ciiferencias fonéticas, va estableciendo leyes fonéticas del vasco con ejemplos en que se da la misma evolución en préstamos del latÍn, del español o del francés. Concluye que los numerales vascos coinciden con Ios
indoeuropeos, unos claramente, otros menos, pero pudiendo explicar las
diferencias por leyes fonéticas existentes en el vasco. A continuación
estuclia los pronombres personales y el yevbo "iza!", ser, y dice que si
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[page-n-458]
BIBLIOGRAFIA
25
bien la conjugación vasca diflere extraordinariamente de la indoeuropea,
no es imposible señalar bastantes concordancias. clarO que esas concordancias las va señalando unas vecescon idiomas bálticos, otras con asiáticos, etc., corno hizo con los numerales y el pronombre, cuando pare_
cería natural que las concordancias fuesen más abundante con un grupo
determinado.
Cree que el origen de los sufijos está en la evolución siguiente: posposición de la palabra determinante, posñjación y desgastedel elemento
sufljado hasta el olvido de su signiflcación propia. D,istingue estas etapas en el vasco y se pregunta "si tienen relación palpable con el sistema
flexional o suñjal indoeuropeo".Pregunta que, tras un estudio dela flexión
vasca, contesta aflrmativamente y deduce,por tanto, que el va5co.no es
una lengua aglutinante.
Hace despuésun estudio deta,lladode la evolución cte los scnidos vascos estableciendo una fonética histórica minuciosa. A continuación, estudia algunos radicales vascos y su parentesco lingüístico internacional.
Como conclusión, llega a 1o que se habÍa propuesto en su introduc_
ción, Al margen de las lenguas indoeuropeas sólo encuentra alguna semejanza con los oscuros idiomas caucásicosy, como dignas de consideración, Ias que tiene con el georgiano. Las analogÍas con las lenguas camito-semÍticás, las considera casuales o debidas a un más profundo substracto preindoeuropeo.
F. BRAVO
I\(srvÉwpez
Prper, (R.).-,,Sobre el subsúraúomediterráneo occi_
dental", Antpurias, II, 1940. Memoria presentada al Con_
greso de Toponimia de parÍs de 1g3g,con notas sugeridas
por estudios publicados porteriormente.
Empicza diciendo que cada vez se afr.anza
más la irlea de la unidad
de Ia lengüa por la unidad d.e la raza en toda la cuenca del lVlediterráneo, pero que se impone buscar las diferencias debidas a peripecias históricas. Que interesa señalar áreas léxicas, morfológicas y fonéticas para
mostrar la articulación histórica y relacionarlo con los textos y la etnografÍa, aunque ofrece grandes difi.cultades.
Eh nuestra PenÍnsula estudia los grupos étnicos y la cuesbión que se
plantea entre la etnografÍa y la lingüística. cree que los vascos son uno
de los muchos puelllos que han dejado su idioma por otro de superior
cultura, "en este caso el de los iberos". Habla del estudio de Bertoldi
acerca de la voz preindeuropea "ganda,, en la zona alpino-pirenaica y
no acepta la dflrmación de que no se encuentre en el Sur de Eispaña,
puesto que la ve en número suflciente para considerarla,alpino-ibérica.
Como esta abundancia de topónimos alpino-ibéricos, no se explica por ur¡
común origen mediterránea, puesto que falta en la poco conocida zona
africana, cree que debemos admitir la expansión del pueblo ligur por el
Oeste de Europa, de acuerdo con eI testimonio de los autores griegos.
Agrega que, si los griegos no nos hubieran dado los ligures, habrÍa que
inventarlos, es decir: suponer unos pueblos que del centro de Europa
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[page-n-459]
BTBLTOGR'A,F!"4
26
traen a Iberia los topónimos que no parecen ibéricos ni celtas o convenir con Philippon que los iberos llegaron a España por Europa.
Opina que el nombte de ligures entorpece, porque se piensa en los de
Italia y Francia, pero que pudieron ser otros que penetraron por el centr'o del istmo y llevasen un nombre sinónimo.
La palabra ambrones, que está muy extendida por el Occidente de
Europa y que se encuentra en los textos, le parece e1 nombre antiguo
popular equivalente al literario de ligures. Los ligures tenÍan una lengua
mediterránea indoeuropeizada por los ambrones, según Krestchnrer; por
una rama de ilirios, según Wolff ; por parientes de los ilirios, según
N. Jolk; cualquiera de estas opiniones 1e explica la toponimia.
Hace a continuación un estudio muy detallado de ciertas analogias,
que le llevan a pensar que los liguros o ambrones llegan a Iberia con ilirios o que los ligures de los textos griegos, ambrones dc Ia toponinia, eran
ilirios indoeuropeizados mezclados a un fuerte substrato mediterráneo.
Cree que el grupo étnico franco-cantábrico o pifenaico no explica la
toponimia de España común con la del centro de Europa. Hay que admitir la emigración de un pueblo centroeuropeo en parte indoeuropeizado,
puesto que la toponimia nos lleva a dar crédito a los textos griegos que
dan ligures en España. No dan unidad racial nl cultural aI Occidente
'europeo
ni forman un gian imperio. Llegan sólo al Noroeste de ltalia,
costa Sur de Galia, valle del Ródano, Norofste de España y algunos puntos aI Sur, en territorio turdetano. No son los ligures en Sentido estricto,
establecidos en Liguria y tierras.vecinas. Algunos de los clementos que
traen no se encuentran en esa Ligu,ria histórica y sí en territorio ilÍrico,
sea como propio de los ilirios, sea como pertenecientes al substrato medlterráneo que precedió a los ilirios. En fln, este pueblo emigrante no era
conocido con el nomlore de ligures, sino con eI equivalente de ambrones.
F. BR,AVO
PRniuGENrus.-"Molvedre" . Almana que iLe " L u s P r ouirrcias", página 333.Valencia, 1942.
.
Per¡ (CARLos).-"Sobre eI origen de algunas voces geográficast'
Boletí.n de la Sociedad Castellonense de Cultura, tomo XV,
1934,c.o III, pág. 167,y tomo XVI, 1935,c." V, pág. 358.
El trabajo de Primigenius comienza por varias citas de documentos
en que aparecen variantes del nombre de Molvedre, que se da en valenciano a la ciudad de Sagunto. Couesponde al castellano Murviedro,
citado en el "Poema del Cid" y nombre oflcial de la ciudad ha,sta el siglo
pasado.
Recoge las interpretaciones dadas a este nombre, para unos "muró
viejo", para otros "muro verde" y aún "monte verde". Opina Primigenius
que el nombre está formado por los elementos "mol vedre", y el segundo
1o relaciona con topónimos de Galicia y el Mediterráneo. ,Cree que pudo
ser traÍdo por los gallegos que vinieron con Bruto, y 1o identifica con la
Brontobria citada por Esteban de Bizancio. Concluye que el nombre es
-410-
[page-n-460]
BIBLIo'GRAFIA
27
prerromano y que su forma debió ser Molt-vell, en valenciano "muy
viejo".
Primigenius hubiera podido explÍcarlo más fácilmente sin recurrir a
los gallegos.La'evolución vetere-vedre es la normal en romances peninsulares. La forma Bedra, que dice Premigenius haber oido como variante
popular del nombre Bétera en este pueblo, es una prueba de ello. Eh el
'Béziers,
vemos un Murviel, en el cual se han
Sur de Francia, cerca de
encontrado monedas ibéricas- Este Murviel parece correspondersc exactamente con nuestro Molvedre o Murviedro.
Carlos Pau estudia algunas voces geográñcas oponiéndose al origen
dado por el diccionario de la Academia. "Gudar" cree que deriva del
vasco, guerrero y 1o mismo dice de la palabra "guerra". Considera que no
deriva del germánico "werra", sino de la voz vasca. Bétera la relaciona
con Beturia y Extremadura.
Seguramente no ha tenido en cuenta el nombre prerromano de la
ciudad de Béziers ("Baeterra", "Beterrae", "Biterre" o "Bitelris", que en
todas esas formas aparece), ciudad vecina de Murviel, como Bétera de
Murviedro, y tal véz relacionada con los béteres citados por Estrabón.
Como complemento de arnbos trabaios, por nuestra parte hemos de
señalar el Ínteresante paralelismo que puede indicarse entre nuestros
Molvedre y gétera con los franceses Murviel y Beterra, creyendo no se
trata de simples coincidencias estas réplicas toponÍmicas en territorios
ocupados por los iberos antes de la conquista romana.
F. BRAVO
Ar,Essro(G.).-ttLa base preindoeuropea", Stud,i etruschd,vol. IX,
1935,pág. 133.
I
i'
I
Un trabajo muy interesante pero del que, desgraciadamente,ñÓlo nos
ha llegado la primera parde.
.En ésta estudia la base *KAR(R).{/GAR(R,)A. Dice Alessio que la semejanza de signiflcado de palabras de una lengua ciertamente indoeutópea, como el celta, y el etrusco, salvo que se trate de mera homofonÍa,
sólo tiene dos explicaciones.O la base celta fué tomaoa del subsürato
mediterráneo, al cual pertenece el etrusco, o declarando que una base
indoeuropea tuvo por casualidad forma y signiflcado iguales a los que
tléne la base preindoeuropea documentada en etrusco. No puede suponer
que sea un préstamo y se inclina a asignar las dos vDcesa la base preindoeuropea *KAIi,(R)A. Estudia la terminologÍa geomórfica y floral de
la cuenca del Mediterráneo, rica en restos léxicos preindoeuropeos, que
van desde lberia a los Alpes e irradian al Asia Menor.
Da a continuación las particularidades fonéticas del substrato. Eln
cuanto a las vocales: 1.o Repetición de A en las dos sÍlabas' 2.o Alternancia A/'E. En cuanto a las consonantes: 1.oAlternancia de la sorda y
la sonora. 2.oAlternancia de la simple y la doble. 3.oPermutación de las
lÍquidas L/rR. 4.' El paso a aspirada.
Al comparar la base *KAR(R)A con el vasco."harri", piedra, da por
desccntado que el vasco es "un precioso resto de la lengua mediterránea
-4ll-
[page-n-461]
28
BrBLrocRA,Fr,A
y de la misma base preindoeuropea que el ligur, de la que los celtas,tomaron mucho". Estudia la,s diferentes variaciones de la base con abun_
dantes ejemplos, pero no cita algunas formas que se enc¡tentran en
nuestra Peninsula y que corresponde sin cluda a la misma serie.
F. BRAVO
,
Sc¡rwrE¡¡ (ADor,Fo).-"Hisúoria de Numanci¿1,',.
288 págs., ib
figs., XII láms., III mapas y IV planos. Colección histórica
"Laye". Editorial Barna. Barcelona, 1945.
La la.bor investigadora del erudito hispanista, puede dividirse en dos
importante ciclos. El primero, de tipo africano, interesanúe época de estudios romanistas en el Africa Menor, que le fué recompensada con la
Gran Cruz de la Orden Argelina de Nisham Iftihar. El segundo, es el de
sUs múltiples estudios hispanistas, a la cabeza de los cuales fi.gura su
ingente labor de excavar parte de Numancia y sus ca.'rnpamentos,
d.urante ocho campañas, labor cristalizada en la monumental publicación
- "Numantia", en 4 volúmenes, tan perfectamente ilustrados como editados.
Pero esta laudable obra técnica, publicada en lengua poco divulgada,
no podÍa llegar a1 alma del pueblo español, ávido de prlrebas arqueológicas que aviven los esmaltes de sus cuarteles gloriosos, no siempre fáciles de aportar.
El episodio numantino traducido por la magistral pluma. del Dr. Pericot, adquiere en esta obra caracteres de vitalidad que producirán su
pronta asimilación en la cultura popular.
El profesor Schulten, tan admirador de la hidalguÍa de nuestro pue'más
blo, hidalgamente le ofrece el joyel de una de sus
relevantes glopor el que nos complace hacer mención d.e este
rias históricas, motivo
resumen en las presentes páginas.
M. VIDAL Y LOPEZ
(Jwro).-"Esquerra paletnolóeico de la
M¿ntÍr.¡sz Sawr¿ Or.¿¡.r,a
Península Hispánica". Corona de estudios que la Sociedad
Española de AntropologÍa, EtnografÍa y Prehistoria dedica
a sus mártires, t.o r, pág. 141.Madrid, 1941.
Desde hace más de diez años viene realizando el Profesor Martínez.
Santa Olalla la ingente labor de revisar nuestra arqueologia prehistórica,
apuntando ya en algunas de sus publicaciones anteriores ¿ 1936 nuevas
soluciones y .encuadramientos culturales y cronológicos, dáridonos una
primera visión de conjunto en Ia conferencia pronunciada el 14 de Febrero de 1940 en la Sociedad Española de Antropología, EtnografÍa y
Prehistoria, de Madrid, en la que revisó todos los problemas fundamentales de nuestra prehistoria, los cuales amplÍa y concreia en el presente
trabajo, escrito con anterioridad a su citada conferencia, pero que por
diversas causas ha visto Ia luz pública en 1941.
-412-
[page-n-462]
BI:,LIO,GR.A,FI,A
29
Cuatro son los motivos, según el autor, por los que debe efectuarse
una revisión: 1.") Lo insosteniblede las viejas cronologÍas; 2.") Hundimiento del mito africairo; 3.") Carácter prefi.gurador de Europa en la
avanzada Edad del Bronce, y 4.") Necesidad de una autopsia de la Edad
del Hierro Hispánica, con una revalorización de lo céltico, y de lo púnico
como revalofización de Io helenizarrte,
En las nomenclaturas propugna por simplifi.car denominaciones y clay
siflcaciones, así reduce los períodosa:
ArqueolÍtico o paleol-;ticoinferior.
PaleolÍtico o paleolÍtico superior.
NeolÍtico Antiguo o rMesolÍtico.
Neolítico Recicnte.
Edad del Bronce, con dos ciclos, Mediterráneo y el Atlántico, y
Edad del Hierro, céltica e ibérica.
En el Arqueolítico señala ei a. las técnicas de lascas y bifaees, apareciendo en el Manzan¿res los restos más antiguos, pero es diflcilÍsimo su
estudio por no aparecer "in situ", debiendo clasiflcarse en gran parte a
base de talla y pártina, elementos poco sólidos,frecuentemente, para sentar conclusiones,¿omo lo demuestran las constantes reclasiflcaciones de
los hallazgos madrileños. MartÍnez Santa Olalla simplifl.ca la cuestión
haciendó convivir lascas y bifaces que evolucionan a través de todo eI
'ArqueolÍtico,
el cual finalizarÍa con la llamada cultura "Matritense", conjunto musteriforme al que se unen elementos arqueolÍticos de toCa clase.
No dudamos que muchos de los problemas que plantean los ma.teriales
del Manzanares, sin estratigrafÍa cierta, serán resueltos por las excavaciones de nuestra COVA NEGRA, en vÍa de estudio actualmente y de
cuyo resultado se da un avance en otro lugar del presente Anuario.
El PaleolÍtico Superior o simplemente PaleolÍtico (cronológicamente
del 30.000 8.000a. J. C.), comprende las tres clásicas culturas, a las
al
cuales se les postula origen europeo, aunque referente al origen del Solutrense ya señaló el a. la existencia de dicha técnica en eI IrI. de Africa,
en su precipitada conferencia y en otras dadas en el extranjero.
Encuadrados en eI "NeolÍtico Antiguo" (8.000al 3.500),aparecen el
que sucedeinmediatamente al magdaleniense,
Aziliense (8.000/6.800)
el
Tardenoisiense (6.800/5.000)
con su más característica representación
que
en Mugem, el Asturiense (5.000,/3.500) hay que considerar como técnica de hachas y que convive con el tardenoisiense final que perdurará
hasta el Bronce. En este NeolÍtico antiguo, y como debido a una cultura
microlítica de facies tardenoisienses,es donde hay que situar el arte
impresionÍsta levantino, que llega a la Edad del Bronce, sincronizándose
en parte con ei Neolitico Reciente. Con la creación del NeolÍtico Antiguo
desapareceel vacÍo que antes se llenaba en nuestra Prehistoria. con un
arte esquemático. Según el a., este arte letantino refl.eja un estado social de cazadores a quienes el pastoreo y ganadería no eran desconocidos y que por su iriferioridad social se ven arrinconados a las zonas
montañosas en eI NeolÍtico Reciente, en eI que se introducen la agricul.tura y los metales.
hay influencia progresiva del
En el "Neolitico lleciente" (3.500/2.000)
oriente mediterráneo y de Egipto a través de Africa del N. Hacia el 3.000,
una cultura con cerámica decorada con estampillados de conchas, ocupa
-+L3-
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30
BIBLIOGRAFIA
toda la penÍnsula y tiene componentes marcadamente africanos que
forman una base pastoral que no excluye cierta rudimentaria agricultura; esta cultura es denominada por el a. "Hispano-Mauiitana". Aproximadamente hacia el 2.500aparece otro conjunto cultural con organización matriarcal y agricuitura; conoce el metal y es autor de las construcciones megalÍticas; ofrece paralelismos con el neolÍtico sahariano y
ocupa al fln del NeqlÍtico Reciente, toda la penÍnsula; es la cultura denominada "Ibero-Sahariana", por MartÍnez Santa O alla. Con estos dos
conjuntos, el hispano-mauritano (pastoral y ganadero) y el ibero-sahariano (agricultor), reconstruye el a. nuestro neolitico, sustituyendo las
cuatro tradicionales culturas, la de las cuevas por la hispano-mauritana;
la de AlmerÍa por la ibero-sahariana, y en cuanto a la portuguesa y pirenaica son consid.eradasco'mo meras flcciones. AsÍ se hacen innecesarios los constantes trasiegos culturales y étnicos que para este momento
se consignaban.
Con la identifi.cación de estas dos culturas. hacia el 2.000.comienza
el Bronce español, momento en que se lleva por toda Europa el vaso
campaniforme que es síntesis dp ambas. Hacia 1.700 aparece como caracterÍstico el sepulero de cúpula y galerÍa cubierta, vaso campaniforme
. y un conjunto cultural, todo con carac.teres mediterráneos orientales,
denominándolo el a. "Bronce I Mediterráneo", el cual, al desaparecer el
elemento hispano-mauritano, producirá, del 1.500 aI 1.200,un segundo
momento equivalente a la llamada cultura argárica, extendiéndose por
toda la penÍnsula y no produciendo más que tipos que ya tenfamos en
el heolÍtico reciente y comienzos del Bronce. Los megalitoS quedan reducidos a cistas y se beneflcian intensamente ios yacimientos argentÍferos. .
Como explieación a los elementos del Bronce europeo, conocidos en
mayor escala en las zonas N.W. y Centro. Martinez Santa Olalla sitúa a
partir del !..200un "Bronce Atlántico I" relacionado con el mundo germánico, Ilegando las influencias por vÍa terrestre y marÍtima; hay hachas de talón, con la tÍpica creación española, la "palstave" con asas.
El desequilibrio del Bronce ilirio se traduce en una invasión que entra
por los Pirineos, primera invasión. indoeuropea que se fecharía hacia el
1.000y que se renueva hacia el 850. El "Bronce AUánticc II" se extiende
hacia eI 850 la máxima oleada indoeuropea
del 900 al 650,produciéndose
con los túmulos mezclados con elementos de las urnas, que entra por el
occidente y centro de los Pirineos. Tras la oleada de los túmulos viéne
la de las urnas que penetra por los pasos orientales del Pirineo, admitiendo el a. que con estas invasiones es posible llegaran elementos ligures, revalorizando asÍ antiguas opiniones. Grupos de los túmulos se
asienlan en Castilla y Aragón y grupos de las urnas en Cataluña. Los
primeros tienen tipos cerámicos que recuerdan los lusacianos y los segundos tienen su correlación con las urnas suizas del Hallstatt B, luego
las españolas han de ser coetáneas y posteriores. E'I grupo catalán es,
tal vez, más reeiente que el occidental.
Ilacia el 650 comienza nuestra Edad del Hierro, comprendiendo dos
momentos, eI I del 650 al 350, y el II del 350 al Nacimiento de Cristt¡,
subdividiéndosea su vez en dos ramas: la céltica y la ibérica. El "Hierro
Céltico I" desarróllase en La Meseta y puede considerarse como su ca-
-4L+-
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I
I
I
BIBLIOGRAFI"4
3t
racteristica el puñal de antenas; tiene cerámica decorada en relieve
(elemento éste casi permanente desde la cultura hispano-mauritana)'
decora sus hierros con nielados y tiene riquisima orfebrerÍa. El "Hier:o
I iberizante" se ca,racteriza porque en un ambiente fundamentalmente
céltico recibe elementos mediterráneos. No puede hablarse de cultura
ibérica en la Edad del Hierro I, dice Martínez Santa Olalla y sí sÓloiOerizante o sea clasicizante del Hierro céltico. En el "Hierro II ibérico"
compréndense subperíodos,el primero (desde el 350 a la conquista romana) con cerámica pintada geométrica a la manera púnica, iniciándose hacia flnes del perÍodo la escultura en piedra; en el segundo (de la
conquista romana a Augusto) se da el momento de apogeo de la cultura
ibérica, la mayor pafte de la escultura, vasos bellamente decorados con
flguras humanas y zoomorfas, separándose con ello de las clasificaciones tradicionales para la cultura ibérica. EL "Hierro céltico II" se desarrolla a base de pervivencias de la cultura Hallstáttica retardada y con
la llegada de los britones, hacia el 250, entran nuevos elementos correspondientes a La Tene B. Este "Hierro céltico II" puede sulodividirse en
varios períodosa su vez: del 350 al 250',del 250 al 133; del 133 al Nacimiento de Cristo y del Nacimiento de Cristo a los Flayios.
El trabajo que hemos reseñalo, como indica el autor, es un Esquema
y pur tanto en él no se profundiza en los problemas expuestos' Es sólo
un armazón. sobte el que construir, con nuevas concepciones,el ediflcio
de nuestra prehistoria. Algunos puntos nos hubiera gustado ver más
ampliamente tratados, así las cuestiones de los niveles del Parpalló, tan
fundamentales para nuestro paleolÍti.co. Sin embargo, creemos que en
algunas cuestiones se ha logrado un verdadera y fundamental avance;
por ejemplo, en la visión del neolÍtico, aunque en otras, corno Ia cuestión ibérica, nos parece que todavÍa faltan elementos para poder negar
una cultura y etnia mediterráneas frente a los otros grupos europeoides
colindantes. En las cronologÍas celebramos ver como el autol Se aparta
de las tradicionales fechas altas, tanto para el NeolÍtico y Bronce como
para el Hierro, en el que sitúa, en momento avanzado,la floración cultural ibérica, reforzando la tesis de fechas bajas para la cerámica ibérica'
Hoy por hoy, e1 Esquema Paletnológico del Profesor Martinez Santa
olalla es fundamenal e indispensable y ha de servir de pauta, forzosamene, aun con las naturales discrepancias, según criterios, para obtener una visión de conjunto de nuestra arqueologfa prehistÓrica.
D, FLETCHER
(A.).-"La Darna de Elche y el conjunto tle
GARc͡,y BEr,LrDo
piezas arqueológicas reingresadas en España en 19411".
Ma:
drid, 1943.
Una completa lnonografÍa sobre las valiosas piezas vueltas a nuestra
Patria, analizadas una a una, en sÍ y en sus relaciones con otros materiales de nuestra arqueologÍa, ha llevado a cabc eI eminente Profesor de
la Universidad de Madrid, Dr. Garcia y BeUido'
Del total de los 3? objetos reintegrados en España, siete son de tierras valencianas, lo que acrecienta para nosotros eL interés del libro'
-415-
[page-n-465]
32
BIBLiOGRAFIA
Después de un breve preámloulo, en el que relata sucintamente el
proceso seguido hasta la consecución del intercambio entre el Museo del
Lóuvre y nuestro Arqueológico Nacional, comienza su estudio por ia más
preciada joya de nuestro arte antiguo, La Dama de Elche, dando un
relato minucioso sobre las circunstancias de su hallazgo y expatriación
y las posteriores €xcavacionesque se han realizado en \a zona de 'su
invención; descrito el busto en todos sus detalles, hace eI estudio
del rostro, tocado, collares, fi.bula, estableciendo paralelismos extra e
intrapeninsulares y busca la colaboración de los textos clásicos, que tan
bien conoce, para iritentar datar Ia Dama, la que.considerándola digna
por su arte de ser del s. V, no cree, sin emloargo,que se aleje mucho del
nuevamente, como ya 1o hizo en otra ocasión aI
s. III a. C., oponiénclose
hablar del Esculapio de Ampurias, a la opinión de Carpenter. Un resumen de su estirdio sobre la Dama de Elche, ha publicado GarcÍa y
BeIIido en la Revista de la Universidad de Madrid, III, .pág. 91, año
1943,y sobre este tema dió una conferencia en la Universidad de Valencia (v. Saitabi 11, pág. 64, año 1944).
Los otros objetos de Elche aquÍ estudiados son, un fragmento de estatua representando un guerrero con falcata, que no puede ser anterior
a fines del s. V, siendo quizá ya del IV o III a. J.,C.; un capitel de piI'astra (?) cuya fecha no pasa del s. IV, siendo probablemente más reciente, y flnalmente un fragmento con volutas que no debe ascender más
allá del s. IV a. J. C.
De Osuna estudia 15 piezas, además de la mención sucinta de algunas
de igual procedencia que todavÍa están en el Louvre. Destacan entre
ias esculturas .reintegradas, la "auletris", las damas con capa. los guerreros a pie y a c¿ballo, las escenascircenses,etc., todo un coniuntc que
el a. anaLiza pieza por pieza, concluyendo que todos estos restos pertenecieron a un ediflcio conmemorativo levantado por César, quien tomó
Osuna tras la batalla rle Munda; por tanto, su fecha serÍa el afro 45
a. J. C.
De Redován estudia una cabeza trumana ya mencionada por el autor
en otra publicación, en la que asignaba la data de hacia el 500 a. J.'C.,
aunque ahora el propio a. cree que pudiera ser más reciente. También
es de Redován una cabeza de grifo o quimera que por sus caracterÍsticas puede obedecer a corrientes artÍsticas grecoorientales de pleno s. VI,
pero la flgura puede ser algo más reciente.
También de tierras valencianas, de Agost, estudia una esflnge, compañera de la cual es otra que quedó en el Louvre. Siguen modelos griegos del s. \If, aunque la fecha en España debe suponerse algo más re=
ciente. Como el grifo de Redován, es "uno de lo$ "incunables" de la escültura ibérica", según frase del autor.
De la provincia de Albacete, de Etr Salobral, son un fragmento de
relieve con e$finge, quizá de época romana republicana, y un sillar con
inscripción ibé':ica. Igualmente de la misma proviúcia, del Llano de
Nuestra Señora de la ConsolaciÓn,es 1a Dama Sedente, semejante a la
lograda por Nieto en Verdolay. Es la misma actitud y eI mismo sillÓn de
un sinfín de flguras griegas, concretamente samio-milesias de hacia
flnes del s. Vf, poco más o menos. La fecha real es primera mitad del
s. V o algo más tarde. Es una de las piezas más importantes de nuestra
-416-
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BIBLIOGR.AFIA
33
plástica antigua. Del mismo yacimiento es un trozo arquitectónico con
ornamentación de tipo jonio, que sigue prototipos de mediados del S. VI.
Puede ser unc de los testimonios más antiguos entre los hallados hasta
ahora en España. Finalmente, del misrno Llano procede el sátiro ithyphálico, del que tan detallado estudio hizo ya en sus "Hallazgos griegos
de España", repitiendo ahora lo5 conceptos entonces vertidos, ya que
aquel estudio puede considerarse como deflnitivo. Es obra que no está
iejos de los últimos decenios del s. VI, siendo probablemente importada.
Del celebér'rimo Cerro de los Santos es una cabeza femenina, única
representación de este yacimiento que ha ingresado en nüestro Museo
Arqueológico, procedente del intercambio con el Louvre.
Las estelas de Tajo Montero (provincia de Sevilla) deben datarse en
el s. II a. J. C.
Del thymiaterión de Calaceite hace una breve descripción basada en
el estudio qud de esta pieza ha hecho el ,Sr. Cabré, aceptando la fecha
de éste, o sea la primera mitad del s. V. a. J. C.
Finaliza el volumen con eI estudio de la diadema de Rivadeo, que
considera como joya de un régulo de un pueblo atlántico peninsular de
los que hacían el comercio con las Islas Británicas durante el Bronce {
fl.nal y durante la Edad del Hierro, pero el a. advierte que el atribuirlo
al Bronbe no obliga a asignarle fecha remota, pues no hay duda que la
cultura del N. O. usó formas y tipos del Bronce hasta épocas muy recientes, incluso hasta los comienzas de la romanización de estas comarcas, debiendo prolongarse, por tanto, para esta zona y para las fslas
Británicas, el último perÍodo del Bronce hasta el 500/440a. J. C., coineidiendo con lo postulado por los arqueóIogos ingleses respecto a su patria; por nuestra parte creemos que esta perduración puede hacerse
extensiva a otras áreas de nuestra Península, donde en el elemento
autóctono perviven las manifestaciones del Bronce, modiñcadas por las
aportaciones europeas y mediterráneas que muy tarde logran hacer'
cambiar las condiciones de vida y cultura indÍgenas, enraizadas en el
Bronce. La diadema es datada por el a. hacia el IVITII y aun quizá bastante después,es decir, más cerca aún del comienzo de nuestra Era. SerÍa
creación de los "alloiones" mencionados por Plinio en la comarca de Rivadeo, y teniendo en cuenta que en el S. de Inglaterra hubo también
otros "albiones", se refuerza el parentesco entre los productos británicos
y la diadema, como ha señalado el a. a través de este apartado.
La obra de GarcÍa y Bellido es interesante en grado sumo, por el
examen monográflco de las piezas, debiendo destacar los acabados estudios sobre la Dama de Elche, los relÍeves de Osuna y la diadema de
Rivadeo, en los cuales sigue una sólida y clara trayectoria de deducciones basadas tanto en los textos como en la arqueologla, para llegar a
conclusiones'de Índole deflnitiva.
Desde el punto de vista de la arqueologÍa valenciana, hemos de agradecerle su transcendental aportación sobre nuestra incomparable Dama
de Elche y el estudio de las otras piezas levantinas mencionadas en estc
libro.
La parte gráflca, tan cuidada como en todas las publicaciones del
Profesor GarcÍa Bellido'
D. FLET.HER,
-
A'try
Í l t
-
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34
BIELIOGR'AFIA
HEI.ENa(PIfiLTPPE).-"Les origines de Narbolns". -ToulouseParÍs, 1937.491 Págs. Y 292 figs.
' La estrecha relación que los hallazÉos de la comarca de Narbona
guardan con Cataluña y Valencia, lrace que la obra de HELET'IA sea lo
suflcientemente interesante para que demos noticia . de la misma, haciéndolo brevemente, destacando algunos puntos de más interés.
H capítulo I, titulado "Los tiempos anteriores a los más antiguos testirnonios escritos", comprbnde una visión general de culturas, tazas,
flora y fauna prehistóricos en su relación con.los perÍodos geológicos'
dando noticias de las cávernas de Bize, de la Crouzade y de Fouzan, de
las que algunos materiales los ha conseguido el a. en excavaciones personales.
En el capitulo lt, estudia eI fln de la Edad de la Piedra y la iniciación
del Bronce, señalando que en lOs enterramientos eneolÍticos, las cuevas
napbonenseseiercen el papel de osarios, en los que deposÍtanselos huesos después de haber perdido el cadáver; en otro lugar, sus partes carnosas, por 10 que frecuentemente el esqueleto no está completo. Sugiere
. Helena la posibilidad de que la azuela de piedra pulimentada podúa
6er representación de la Tierra-Madre, por su forma de sexo femenino,
y a este respecto podemos recordar nosotros el importante trallazgo efectuado por Giménez Reyna en "La Pileta" (v. Atlantis XVf), que reforzatia la hipótesis de Helena, el cual, a base de sus excavaciones y observaciones, clasiflca el eneolitico en cinco perÍodos. Esta clasificaciÓn
es de suma importancia, por los muchos años que lleva excavando y
estudiando materiales de su comarca, pero en |a nomenclatura utilizada
nos parece poco acertado englobar baio el titulo genérico de Ereolítico
todas las tipologias desde el neolítico a los inicios del Hallstatt, pués
induce a creer, effóneamente, que no hubo elementos del Bronce, cuando
comprobamos que a partir de su EneolÍtico III señala dos.trayectorias'
la tradicional y otra con industria tÍpica del Bronce.
Er el capítulo III se abordá 1a cuestiÓn dg i'La primera migraciÓn
céltica y la. metalurgia del hierro", subdividiendo, Helena, la primera
Edad del Hierro en tres períodos: el primero, hasta fines del s. VIII' con
tipos cerámicos gemejantes a los catalanes de Ca'n Missert y otros, para
. los que Oolominas y Bosch, ya en 1920, ñiaron su apogeo en el ?00 y el
fin en el 650 a. J. C. En el segundo grupo, escasea la ornamentación, correspondiendo a flnes del VfI y mediados del VI' y en el tercer grupo se
enCUadran las grandes Urnas y copas tronCocónicas Sin ornamentación,
pa-ralelas a Gibrella y Anglés, y fechándolo en segunda mitad del s; vL
EI hierro no llegaría a la Narbonense antes de fines del VIII, pero
"
con su aparición no desaparece la metalurgia del bronce, que slgue utiIizándose largo tiempo'
A1 hablar de los habitantes de esta región, los más antiguos textos señalan la presencia de ligures. Hecateo, a flnes det vI, califlca a Narbona como mercado y ciudad céltica, aunque reconociendo que sus habitantes, los Elysiques, son ligures. La ciudad madre de Narbona sería
EicÍa y estarÍa asentada en Montlaurés. Estuvo en relaciÓn e'strecha
con un emporio situado entre ella y el mar, emporio'denominado Naro
o Narbon. viviendo el uno pará y por el otro.
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BIBLIO'GRAFIA
Jil
"Las grandes invasiones. Los iberos, ios celtas", es el tema del capÍtulo IV. Comienza con una apreciación sobre el origen legendario de
Narbona, peio pasa después a la Historia, señalando un nuevo movimiento céItico que tendrÍa lugar hacia el 530, siendo el desplazamiento
de una nación entera, atravesando BéIgica, adueñándose del Centro de
Francia y teniendo bajo una constante amer:aza a los Elysiques. Otro
movimiento hay de Sur a Norte desde los albores del s. V, en el que las
primeras oleadas de iberos entran en la Narbonense. Los ligures se retirarÍan a las altas mesetas del interior, quedando ias feraces llanuras
en poder de los iberos. El verso 586 de Avieno (el bBB de la edición
Schulten) 1o rectiflca Helena en: "erat "feracis" [no "ferocis',] maximum regni caprrt''. Menos de un siglo despuésde la llegada de los iberos al Aude, hacia el 400,los celtas se lanzan a su vez a las llanuras del
bajo Languedoc, quedando Narbona en poder de los galos. Con el paso
de AnÍbal, en 218, comienza una nueva etapa, iniciándose la Historia
clásica del MediodÍa de Francia, cayendo bajo la férula romana, una vez
derrotados los cartagineses.
E1 capítulo V lleva por tÍtulo "Narbona ibérica y gala". Elycia se
mantendría independiente durante mucho tiempo. La acrópolis está
constituÍda en terrazas escaionadasy los fond.osde las habitaciónes están excavados en la roca. El poblado de La Cayla tiene cerámicas áticas
del V y IV en eI nivel superior, y fragmentos de hallstattiense en el
inferior. El de Enserune, emplazamiento de la antigua Inselodunum,
del que además de Ia acrópolis conocemos la necrópolis, la cual pued.e
divldirSe en dos zonas: al Norte, las sepulturas más antiguas (s. V-IV),
con cerámicas de nguras rojas áticas o greco-italiotas y va5os pintados
geométricos ibéricos o celtizantes, protegidos por voluminosos fragmentos de dolium o ánfora; al Sur. la zona más reciente (s. III-II), con tipos cerámicos de 1a costa catalana, buenas páteras helenÍsticas.
Bajo el título "La civilización indígena en los últimos si.glosde Índependencia", englóbanse los capÍtulos VI y VII, dedican
aspecto espiritual y el segundo al material. Para informarnos de las costumbres, carácet, etc., del pueblo Narbonense, se vale de Ios autores cláslcos que hablan, en general, de los pueblos galos, aplicando estas noticias a los habitantes del SE. de Francia, pues poco se diferencian, en cl
concepto de Helena, de los demás habitantes de Francia.
En las monedas, sigue la clasiflcación de Hill, aportando una nueva
hipótesis al problema de los "Longostaletes", nombre que no cree se reflere a ningún pueblo, interpretándolo como "contables públicos" o representantes de los mercaderes,
Una cuestión de interés en la arqueología prehistórica y que Helena
la da como resuelta, es la del arco, aceptando que fué conocido en Ia
Narbona de los primeros siglos a. J. C., aduciendo, aciemás de los testimonios arqueológlcos,las citas de César y Estrabón. Esta cuestión tan
interesante para nuestra'arqueología, sentimos no se haya tratado más
ampliamente, pues estamos en desacuerdo con su aflrmación, puesto
que los arcos no se señalan en ningún yacimiento ibérico ni del SE. de
Francia ni de España, ni materialmente ni en la innumerable serie de
vasijas pintadas ibéricas. Así, pues, hemos de considerar que en los primeros siglos a. J. C., eI arco no era arma ütilizada por los pueblos ibé-419-
i
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36
.
BIBLIO,GRAFIA
¿
ricos, y si las citas de ,Césary Estrabón pueden aplicarse a pueblos de
estirpe celta, igualmente hemos de reconocer que su empleo debiÓ ser
muy secundario, pues son escasÍsimoslos restos de supuestas puntas
de fi.echa en paises no ibéricos. Queda, pues, en pie Ia incógnita de
cuándo se perdió la tradición del manejo del arco y por qué no se
readoptó tomándolo de otros pueblos que 1o utilizaron y mantuvieron
conta,cto con los iberos.
Como elemento de cronologÍa, señala las muelas rotativas que debieron adoptarse en el s. IIf, estando primero el "catilus", provisto de
apéndices y después de muescas. Anteriores a las muelas rotativas son
las de vaivén, planas, tipo primitivo, que encuadra hasta el s. IV; en el
III son planos, con los bordeF levantados, siendo a flnes del III cuando
aparecen los circulares, que llegan hasta eI fI con apéndice$ y desde
fi.nes del II y el I sin apéndices, no excluyéndose,sin embargo, la utilización de las de vaivén. Otro intento de clasiflcación se hace con los
fusaiolas. Hasta fi.nes del IV son de perfll discoideo, cilindrico b carenado; en eI III y II son más altas, bitroncocÓnicas, desapareciendo el
cono inferior con la invasión romana, quedando simplemente en forma
cónica.
.
De todo este capltulo VII que ahora estamos reseñando, lo que destaca por su interés es la cerámica. Desde el siglo IV se introducen "dolia", que no aparecen ni en España ni en el resto de Francia; algunos
llevan inscripciones ibéricas, poco legibles. Abunda la cerámica grosera,
a mano, y junto a ella la de pasta depurada, a torno. IIay otra eerámica
pintada'con temas geométricos o florales. En los comienzos del siglo II
hay una cerámica con temas geométricos que presenta, según el a., un
parentesco innegable con la cerámica del SE. de España, principalmente Arctrena. A partir del siglo III aparecen en Ia Narbonense cerámicas
idénticas en pasta y forma a las de las estaciones iberizadas, pero no
específlcamenteibéricas, de Ampurias y Costa Brava, lo que hace suponer a Helena que desde el Ehro a1 Herault reina un fondo de civilización que ninguna influencia exterior ha podido aniquilar.
De estas influencias externas, trata en el capitulo vIfI. Acepta Ia
presencia de colonos caltagineses en las costas del SuIeSte francés, coincidiendo con la opinión de los arqueólogosque consideran Marsella fundada sobre una primitiva colonia cartaginesa. Las primeras manifestaciones del llamado arte ibérico, apaTecen en Contacio con cerámica
ática'de figuras negras de bello estilo y jónicas con largas ondulaciones
vinosas o incisas. Si estas cerámicas son realmente ibéricas y si realmente también'corresponden a esta fecha, en manifleste, oposición con
todos 1oShallazgos peninsulares de Levante y SE. de España, tendriamos, por fuerza, que aceptar eI camino de N. a S., en lugar del que hasta
ahora se ha aceptado de S. a N. para Ia cerámica ibérica. Sin embargo,
adelantamos que ni las excavaciones de los "oppida" franceses ni las
clasiflcaciones de sus cerámicas, se han hecho con todo el rigor que
fuera necesario para poder decir la última palabra a loase de los mis=
mos. Basándose erl esta fecha tan alta, Helena hace referencia a ParÍs
y Boch Gimpera (nosotros añadimos el trabajo de f. Ballester, publicado recientemente por el Centro de Cultura Valenciana), quienes no dudan que debe buscarse eI origen del estilo crnamental de los vasos ibéri-
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BTBLTO'GRAFTA
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cos,en la cerámica de Asia Menor y Grecia Arcaica, aunque algunos temas pueden ser autóctonos. Helena clasifi.ca los escasÍsimos fragmentos
con decoración floral como del siglo III, pero los vasos pintados, en forma
cada vez más degenerada, perduran hasta 1os primeros tiempos de la
conquista romana.:
Con el capÍtulo IX, dedicado a La conquista romana y entrada de
Narbona en la HÍ.storia, termina este importante trabajo, del que no
hemos hecho más que reseñar, a grandes trazos, sus más destacados
pwrtos.
Hemos de reconocer el indiscutible mérito del trabajo de trIelena, a
quien debemos agradecer la presentación estructurada de. todos los materiales, pre y protohistóricos de la Narbonense, junto a los cuales las
citas clásicas hacen revivir los tiempos pre-romanos de esta comarca,
dando amenidad e interés a la narración.
D. FT.ETICHER,
FTcUERAS
PacHEco (F.).-"Acra
Alicante, 1932.
Leuca Ia ciutla¡l de AmíIcar,'.
.LArusNm \frDAL (J.).-"Alicante
1932.
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gina 131.Valen'cia, 1944.
Aunque por algunos eruditos españoles,entre ellos nuestro Chabás,
ya se habían situado Acra Leuca y Lucentum en Alicante, sin e¡nbargo
esta identiflcación no habfa merecido aceptación unánime, y asf, la aportación de F. P. al tema, poniéndolo al dfa, presentada al IV C. I. A. celebrado en Barcelona, mereció una réplica de Pferre Paris, quien, sin negar
la posibilidad de Acra Leuca:Alicante, la dejaba en cuarentena, alegando la falta de datos arqueológicosque dilucidaran la cuestión, a pesar de
que de antiguo era conocida una lápida, eri la que se hace referencia aI
nruniciplo lucentino, hallada en Alicante. Como conSecuenciade la comunieación presentada y de la negativa, la ciudad alicantina tuvo el bello
gesto de emprender los trábajos necesarios para dejar resuel¡a la cuestión, réalizando una campaña de excavaciones de resultados altamente
ha,lagüeños.
En su "Acra Leuca", reproduce F. P. los puntos de vista que expuso
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38
BIBLIO'GRÁFI"A
en Barcelona, añadiendo sucintamente los resultados arqueolóCicosde
la primera campaña de excavaciones,que reaflrman sus opiniones.
Hace un estudio de las fuentes (Diodoro, Frontino, Livio, Silio Itálico,
Nepote), exponiendo las conclusionesque de las mismas decluce.Acra
Leuca'es nombre que no lo dieron los cartaginéses,sino que, siendo griego, ha de ser forzosamente anterior a aquéIlos,por tanto la región estaba
helenizada cuando las huestes púnicas liegaton a esta comarca. Ligada
Íntimamente con la situación de Acra Leuca está la de Helice, cuyo emplazamiento estudia también F. P., situándola, como tradicionalmenre se
ha hecho, en Elche. Debemos aquÍ como inciso, indicar nuestra discrepancia con la localización Helice-Elche de la Sierra, que hace GarcÍa
y Bellido en su "Fenicios y Cartagineses", pues la razón principal que
aduce, o sea que Helice debÍa estar en sitio frÍo, puesto que parte del
ejército que la asediaba se retiró a invernar a Acra Leuca, no nos parece
suficienternente decisiva, pues aun estando Helice en región de clima
idéntico al de Acra Leuca, es natural que las tropas que Amílcar consideraba sobrantes en el asedio, se retiraran a los cuartelcs que ya tenÍan
establecidosy acondicionadosde antiguo y no que prepararan unos nuevos, junto a la ciudad cercada, máxime cuando el mismo hecho de retitar tropas comprueba que el general cartaginés consideraba como inminente la caida de la plaza sitiada.
Continuando con la reseña del trabajo de F. p., su tercera parte es la
relación sucinta rle los hallazgos logrados en las excavaciones de la Comisión Provinciai, o sea el tema que más ampliamente trata L. V. en su
"Alicante en la Antigüedad", al que seguidamente nos referimos.
AsÍ como F. P. se limita a situar Acra Leuca en Alicante, sin determinar más, L. V. concreta Ia cuestión y señala la existencia de dos ciudades, una Acra Leuca en el Benacantil, lugar que por su elevación y caracterÍsticas naturales es más lógico que recibiera el nombre en cuestión,
y otra, en el actual "Tossal de Manises", que se llamarÍa Leukon, la Leukon Teijos, que pasó a ser la Longuntica romana, que no tiene nada que
ver con Guardamar, donde por algunos ha querido ser emplazada, Acra
Leuca desaparecería 195 a. J. C. con Catón, pero no asÍ la ciudad del
en
"Tossal", donde encontrarÍan refugio los haloitantes de la destruida AcraLeuca.
Después de estas apreciaciones de índo1e geográfi.co-histórico,habla
de los resultados obtenidos en las excavaciones de la necrópolis de "La
Albufereta" y en la ciudad del "Tossal".
En la primera las sepulturas aparecen sin regla ni orden, amontonándose unas sobre otras, pudiendo fecharse todas entre segunda.mitad del
s. III y primera del II a. J. C. Aunque aquÍ no distingue L. V. estratigrafÍa alguna, en otro publicación, de la que después hablaremos, ya rectÍflca lo del amontonamiento y señala dos niveles, cosa que con anterioridad hizo F. P. en otro de sus trabajos, que también veremos a continuación.
Entre los hallazgos, hay enterramientos con los ajuares usuales, pero
con total ausencia de huesos, cosa que ya observó Ballester Tormo
en su "Avance al estudio de la necrópolis ibérica de Ia Casa del Monte",
quien opina que se trata de ceremonias simbólicas en honor de algún
familiar failecido lejos de su tierra, pero a quien se le rinden las mismas
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BIBLIO'GRAFI,A
'honras
39
fúnebres que si hubiera muerto entre los suyos. Esta observación
y deducción parece tenerla en cuenta el propio L. V., quien indica también esta posibilidad, aunque en su Memoria de Excavaciones no vuelve
a hacer, inexpiicablemente,
mención a esta cnestión.
Al hablar de las excavacionesen eI "Tossal de lVlanises",dice que los
vasosibéricos con ornamentación de fl.ora,fauna y hombres, llegarÍan a
Lucentum en el s. I a. J. C., tal. vez en época de Sertorio, no debiendo
durar mucho tiempo porque se les superpone sin solución de continuidad
"la cerámica de barro rojo brillante con relievesl'.Sobre esta interesante
cuestión volveremos oportunamente.
Sigue el folleto de L. V. mencionando diversos haliazgos conocidos de
antiguo, romanos y posteriores,opinando que la destrucción de le ciuclad
del "Tossal de Manises", o sea Lucentum, acaeció en el 40g, lo rrrás prolrable.
tr,asilustracionesde este opúsculo,son vcrdaderaincntefatalcs e inutilizables. Lástima que siendo las primeras noticias gráflcas qlre se nos
daban de los hallazgos alicantinos, no se hayan hecho las reprocluccirrnes más utilizables.
Como complemento de su "Acra Leuca", tr'. P. dió una nota en 1933,en
la que hace referencia a la primera campaña de excavaciones,euyos resnltadoBya eran conocidospor el folleto de L. V.; pero F. P. distingue
dos niveles en la necrópolis, el inferior del s. IIf a. J. C. y el superior del
s. II a. J. C., y tal véz dentro del primero pudiera, todavía, señalarse una
subdivisión. Aparte de esta novedad, la nota tiene el carácter de simple
información, habiéndola citado aquÍ porque en realidad forma como un
todo con la publicación suya y la de L. V., que hemos mencionado anteriormente.
El mismo catáctet completivo, pues se repiten todos los extrei"4ostratados en los trabajos precedentes, tiene la más amplia exposición que
hace L. V. en la Memoria de Excavaciones,publicada en 1934,en la que
hace historia de la campaña efectuada a expensasde Ia ciudad de Alicante, se mencionan las fuentes literarias ya aportadas en los anteriores
folletos, y seguidamente se habla de la segunda campaña de excavaciones, gracias a la cual se ha hecho acopio de nuevos datos y observaciones, entre las cuales nos admira la tan suspicaz de identiflcar una sepuLtura de hornbre con la de un gran jefe que pereció cuando eI asalto de
C. Escipión, deducción basada en el simple hecho de que el general romano saqueó las reservas de espartó de ios cartagineses, y en la sepultura en cuestión aparecieron restos de cuerda de idéntica mate¡:ial. ReaImentc es mucha suspicacia.
En Ia ciudad, debido aI gran número de niúeles superpuestos,se hace
di.fÍcil Ia excavación, debiendo sacriflcarse construcciones más recientes
para poder profundizar en los estratos inferiores. En ia monografía en
cuestión se exponen los diversos niveles, asÍ como la sucesión de cerámicas. Primero, prehistórica, negra o rojiza, siguiendo la negra ahumada,
la roja o amarilla ordinaria y la gricga de época clásica, todo rlisperso y
sin forrnar estrato; suceden los fragmentos cartagineses y contemporáneos con los de barni.z negro brillante y flguras rojas. La época hispánica, tanto antes de la destrucción por Catón como la de la reconstrucción
poco antes de la de Sertorio, se indica por los vasos pintados, algunos
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40
BIBLIO,GRA,FIA
fragmentos con conejos y lechuzas, siendo de la primera campaña otros
fragmentos con hombres, caballos, etc.; fueron hallados en estratos que
el autor considera del s. I a. J. Q., y sobre esta cerámica, sin solución de
continuidad, cerámica de Acco y flnalmente la sigillata. A pesar de esta
relación que hace L. V. (y que más detalladamente nos hace F. p. en un
trabajo que analizamos en otra parte), no se apeicibe de la transcen*
dencia de sus conclusionesy explica esta cerámica con flguras zoomorfas y humanas, en niveles del s. f. a. J. C., suponiendo que,,ante la invasión cartaginesa algunos de los artistas helenlzados que pintaron vasos tan notables como los de Elche y Archena, huyeron hacia eI interior,
desenvolviendo su arte por el Bajo Aragón y regiones próximas a Valencia, hasta llegar a las brillantes manifestaciones de Azaila y Calaceite, o por el contrario, fueron atraídos aI Africa por los dominadores", y
al terminar "la dominación cartaginesa hubo una inmigración ibérica
[¿cuándo terminaremos con la manÍa de las inmigraciones e invasiones,
para explicárnoslo todo?l que trajo para la cerámica formas casi olvidadas y adornos más artÍsticos: "queda a comprobar si la ciudad fué reediñcada hacia 138-136a. J. C., y... si con los nuevos pobladores vinieron los
artistas que pintaron en las vasijas fi.guras humanas, 'conejos, perros,
cabras, flores, con nuevo estilo que subsistió hasta ser reemplazado por
los vasos romanos de barro rojo brillante y el tÍpico relieve saguntino".
"Esta serÍa, sin duda, la explicación de que el más lorillante arte ibérico,
que tuvo.su origen en esta región y en AndalucÍa, no lo hayamos encontrado nosotros hasta el s. fI a. J. C. en Leucon, con los vasos romanos
inmediatamente encima, sin solución de continuidad',. ,Comose ve, L, V.
retuerce las cosaspara amoldarlas a la clasiflcación rle Bosch. Hoy, después de la clasiflcación cronológica que planteamos en 1g40 (y que según
parece por otros traloajos de L. V., este autor desconoce) y de los resultados obtenidos en nuestras excavacionesde Archena, donde la cerámica
tipica de este yacimiento aparece con romana de época ayanzada, es mueho más fácil explicarnos la existencia de esta cerámica ibérica, bellanrente decorada, en perÍodo romano.
Principalmente, por la comprobación de que la cerámica ibérica con
decoración fi.oral y zoomorfa, aparece en niveles romanos, es interesante
esta monografÍa, que, como eI folleto de1 mismo autor, peca de unas reproducciones, Ia mayoria de ellas inservibles.
Nuevamente, tratando sobre la necrópolis, es una nota de F. P. en
"Saitabi", en donde se repiten 1ascohclusionesconocidas y hace hincapié
a que "hallazgo cierto de restos imputables a la dominación romana no
se registró en ninguna de las 170 piras que exploramos".
Siguiendo paso a paso a L. V., Gonzalo Vidal, también en "Saitabi",
nos da una pequeña nota sobre Lucentum, repitiendo punto por punto lo
que el primero ya escribió sobre el particular. Sin embargo, hacemos
mención de este trabajo para completar la serie de publicacioneF de tipo
general sobre Acra Leuca y Lucentum y los resultados de las excavaciones en "La Albufereta'r y "Tossal de Manises". En otro lugar hacemos
referencia de los trabajos sobre determinados aspectosy conclusiones a
que han llegado los excavadoresde estos yacimientos.
D. FLETCHER VALT"S
-424-
[page-n-474]
BIBLIOGRAFLA
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'presentar todos
Reunimos los anteriores trabaios eh una nota por
la cronologÍa atribuible
ellos un elemento común, el abordar el tema de
a la cerámica ibérica, y en los seis se aportan.datos y conclusiones que
rompen con la tradicional teorfa de fechas altas. Seguidamente, correspondiendo a nuestro propósito de dar rápida noticia de los trabaios que
recensionamos, exponemos los puntos más destacados de cada uno de
ellos.
En el primero, F. P. nos habla de la estratigraffa del célebre "Tossal
d.e Manises", para él la ciudad de Acra Leuca, frente a la hipótesis de
Lafuente Vidal (sobre las excavaciones alicantinas, véase en otro lugar
una amplia referencia),
Estabtece el a. ? niveles; en el quinto, perteneciente a los últimos
tiempos republicanos y primeros del'Imperio, con terminaciÓn probable
hacia el 180 después de J. C. y momento de esplendor hacia Augusto'
hay cerámica ibérica con flgulas de hombres y animales. Y termina con
las siguientes conclusiones:
l.a En los estratos más antiguos NO se da nunca cerámiea ibérica
con decoración de flora y fauna. La decoraciÓn geométrica aparece con
la cerámica púnica y campaniense, y
2." La desoración de flguras humanas y animales aparece solamente
en las tierras someras y a veces en unión de.la "terra sigillata".
Asf, pues, F".P. sólo nos da a conocer los estratos de la ciudad alicantina, dejando establecer consecuenciasde Índole cronológica a aquellos
que aborden este problema. Pero hemos de reconocer 1o valiosa de esta
aportación por los datos que encierra.
Olro trabajo, en el que la parte fundamental es la exposición de nive-
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BIBLIOGRA,FIA
les, es e1 de R. F. En una de sus excavaciones en "La Alcudia", a una
profundidad media de 0'90, encontró piso ñrme, sobre el que surgió una
capa, de 2 a 6 centimetros de espesor, de una sustancia blanquecina;
sobre ella una zona de carbones y cenizas que alcanza a veces 50 centímetros y que es donde se han hallado casi todos los obietos que menr:iona en su trabajo, entre los cuaies hay cerámica ibérica con temas
geoméricos,volutas, hojas, flores, frutos, aves con alas extendidas, cabeza de caballo, mariposas; también hay cerámica campaniense, lucernas rbmanas y siete monedas romanas. Basándose en ellas y en la abunde'cerámica griega (un solo
dancia de cerámica campaniensey escasez
fragmento), lanza la hipótesis, R. F", de que las construcciones excavadas por él en este campaña, se utilizaron entre los s. III a I a. J. C., ya
que la existencia de monedas imperiales y "terra sigillata" la considera
como fortuita, por alteración de niveles, 1o que por nuestra parte no
creemos sea necesario para que puedan darse juntos estos elementos con
Ia cerámica ibérica.
Tamloién, pues, el trabaio de fi. F., da cronología baia, apoyando
nuestra tesis, que tiene un refuerzo extraordinario con la opinión emitida por la prestigiosa nrma de Q. y B. en el trabajo que a continuación
mencionamos.
.
Comienza el a. con eI planteamiento de una etapa de escultura ibérica en madera, o etapa "xoánica", como él mismo la denomina, según se
desprende da la técnica de algunas esculturas en piedra, poi lo que los
seudoarcaismosse explicarÍan por ser supervivencia estereotipada de
una técnica leñosa, que quizá coetáneamente,seguia en uso al lado de la
labra en piedra. La "Dama de Elche" no debe ser superior al IV,/IIf, aunque sus plegados, que no-están en relación con la perfección del rostro,
puedan dar sensación de mayor vetustez, ya que recordarían cosas de
. dos siglos antes. Finalizado el estudio de la etapa "xoánica", aborda el
a. otra cuestión de gran i'nterés como es la del arcaÍsmo y seudcarcaismo
en la plástica ibérica, tratándolo con la maestrla de quien domina plenamente el tema. En contra de lo que muchos autores han opinado, sustenta la conclusión de que los ojos amigdaloides, cabellos rÍgidos o geométricos, pliegues angulosos,etc., no tienen nada que ver con el arcaÍsmo en la estatuaria ibérica, sino que corresponden a un seudoarcaÍsmo,
sugiriendo la probabilidad de que parte de las concomitancias señaladas por los arqueólogosentre los bronces.etruscos y los ibéricos, no proceden de época remoüa, sino del establecimiento en España de colonos
italiotas venidos con los ejércitos romanos.
Pasando de la estatuaria a la cerámica, trata la cuestión cronológica
con toda amplitud, rechazando la tesis de Bosch, quien elaboró "un
cuadro que hoy es a todas luces inadmisible". A su vez presenta una escala cronológica de fechas algo más baias de las que dió el propio G. y
B. en otros dos trabajos suyos ("Ausgrabungenin Spanien", Berlin 1941,
y "EL Hombre prehistórico y los orlgenes de la Humanidad", Madrid
1941).
Oomo corroboración de sus asertos, estudia ampliamente el "Vaso de
los guerreros" de Liria, en el que las armas y ropajes son romanos, a
excepción de la falcata; el escudo oblongo se parece más aI del guerrero
de Mondragón (Vaucluse) de época de Augusto, que a los del relieye Ahe-
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BIBLIO'GRAFIA
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nobarbus, de tiempo de César, en cuyo relieve podrÍa verse eI paralelo
con los cascosde cimera del vaso liriano. Indumentaria y armas son de
la segunda mitad del siglo I a. J. O. Fn cuanto a la parte narrativa, cree
que el vaso relata un episodio de una guerra civil, la cual sitúa entre
bien entrado el siglo f. a. J. C. y Augusto, época en la que quedó foda la
peninsula apaciguada. Por tanto, eI acontecimiento narrado puede ser de
tiempos de Augusto o tal vez de Sertorio. Las observacionesde G. y B.
para fechar este vaso están muy bien llevadas, aun cuando lo narrado
tal vez pudiera ser representación de una escena guerrera sin correspondencia real con ningún hecho de armas concreto.
El "amentum", representado en otros vasos de Liria, fué introducido
en Levante por los romanos, opinión contraria a la de Ballester Tormo,
expuesta en su trabajo exclusivamente dedicado a esta cuestión, primero
que en nuestra bibliografÍa arqueológica trata este tema.
Finalmente, junto a estas apreciaciones, señala aquellos datos, entre
los cuales están la ausencia de "terra sigillata" y monedas imperiales,
que hablan en favor de que Liria dejó de existir hacia los tiempos de
,{ugusto o algo después,es decir hacia el cambio de Era, aproximadarnente.
Después de la cerámica de Liria, habe el estud.io de la de Elche,
reproduciendo en parte las manifestaciones hechas por Albertini en
sus "Fouilles...", que demuestran lo infundado de atribuir fechas altas a
las decoracionescerámlcas de Elche. G. y B. da fln a su trabajo con una
sinopsis cronológica del arte ibérico, que encuadra en tres perÍodos:
1.o Mitad VI a último tercio III. Se abre la colonización focense y
cierra con los turbulentos años de la conquista cartagÍnesa.
2." Fines III y primer decenio de Ia Era. Se abre con Ia llegada romana y cierra con la pacificación.
3.o Mitad s. I despuésde J. C. y ñn Imperio, hacia el 400.
En escultura, del primer grupo son el grifo de Redován, esflnges de
Agost, quizá la "Dama Sedente" de Verdolay. La "Dama de Etche" que
debe fecharse más hacia el s. III que hacia el V. Las obras de este primer grupo deben corisiderarse como de un arte "griego provincial,', más
que un arte ibérico influído por el griego. Del segundo grupo son las flguras del Cerro de los Santos, bronces de Despeñaperros,
leones de Rojales
(a los cuales ya Fernández Avilés les atribuyó esta data),la ,,Dama oferente" que sería del fi.n de este período, según indica eI broche en forma
de T. Del tercer grupo, todo arte provincial romano;las flguras de barro
de La Serreta, pudieran ser en gran parte de este periodo.
En cerámica, del primer momento son las importaciones, del segundo
los vasos Archena, Oliva, Azaila, etc. (1o que coincide con nuestro encuadramiento de estas cerámicas), puntualizando G. y B. que los vasos con
llores, pájaros, escenasnarrativas, etc., de Liria, Oliva, Azaila, Archena,
Elche, etc., lal vez tengan su data más precisa en la segunCa mitad del
s. I a. J. C. y primeros lustros del siguiente, por tanto cabalgando cronológicamente sobre el cambio de Era. Del tercer grupo, \a ,,terra sigillata,',
desapareciendo la ibérica y apareciendo la ácroma corriente.
Supone el autor que el motivo del esplendor de Ia cerámica ibérica
se debe a la desaparición de las importaciones, siendo entonces cuando
se hacen aquÍ los vasos bellamente decorados,justiflcando igualmente el
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44
BIBI-IO,GRAFIA
por qué no se produjo en Andalucia la cerámica flora1 ni animal y humana, encontrando el motivo en la intensa romanización, que explica
haya geométrica y falte la del tipo Archena, Elche, etc. No hubo tiempo
ni ocasión para que la primera diese lugar a la segunda. En el transcurso
del s. I a. J. C., la civilización romana habÍa penetraCo ya en la Bética
con suflciente intensidad para matar toclo brote tardÍo de provincialismo
indígena.
H. trabajo de G. y B. es de tal densidad de contenido, que hace imposible en una breve reseña como la pres€nte el estudiarlo con la atención
y detenimiento que requiere, ante todo por las aportaciones al conoclmiento de la cultura ibérica, pero creemos que caben objeciones y rectifi.caciones,algunas de las cuales las ha hecho el propio autor, como por
ejemplo la fecha atribuible a "La Dama de Elche", que en trabaios posteriores sitúa en perÍodo más reciente. Pero a pesar de las posibles objeciones y rectiflcaciones que puedan hacerse. y en todo libro hay posibilidad de hacerlas, no puede negarse que esta publicación de G. y B. es
un fundamental refuerzo para la opiniÓn de las cronologÍas baias en la
cultura ibérica.
Siguiendo con 1a reseña de trabaios dedicados a la cuestión cronológica, menciónaremos otra comunicación de R,.F., valiosísima por las novedades que aporta. Comienza su nota con un rapidÍsimo bosquejo de las
opiniones vertidas sobre eI tema, debiendo nosotros rectiflcar algunas
apreciaciones; en primer término, ni Lafuente Vidal ni Figueras Pacheco, hasta el momento de la publicación de la nota de R. F., han.aflrmado
que la cerámica ibérica sea de los s. III y II, sino solamente que aparece
en los niveles fechables en estos siglos, creyendo el primero que tiene su
origen mucho antes, y no prejuzgando el segundo nada sobre esta cuestión. Por otra parte, dice R. F.: "Recientemente Fletcher "sospecha"
para la cerámica con flguras una data coincidente con la conquista romana de Levante". Fletcher, cuando dió a conocer su opinión "recientetnente" (un "recientemente" de tres años antes que la publicación de
R,. F.), no "sospechaba" nada, sino que decia concretamente: "Creemos"
que los niveles ibéricos del oriente peninsular pueden comprenderse en
dos etapas cronológicas:
1." Ultimos momentos del s. IV a. J. C. a flnes III a. J. C. para aquellos niveles en que surgiera sola y exclusivamente cerámica con decoración geométrica.
2.a Fines del s. III a. J. C. a flnes s. I a. J. C. o principios del s. f después de J. C. para aquellos niveles en que, perdurando los temas geométricos, aparecen los motivos "florales y zoomorfos" (véase "Atlantis'],
t." XV, pág. 140, Madrid 1940). Queda, pues, con ello, bien concreto que
sino aflrmamos.
nosotros no sospechamos,
El fln del introito de R. F. es una alusión a las conclusionesde G. y I!.,
que hemos reseñado anteriormente, dedicando después el resto del trabajo con su habitual seguridad, prueba de lo metódico y cuidado de las
excavaciones,a la exposición de los nuevos descubrimientos en las célebres tierras ilicitanas.
Los hallazgos ibéricos se efectuaron con monedas acuñadas en Cartagena y varios útiles de época romana, un as fechable enlre L72/I5L,
otro de hacia comienzos del s. I, otro del 90 a. J. C., una moneda de
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BIBLIOGRA,FIA,
+5
Juba If Q5 a. J. C. a 23 d. J. C.), oscilando por tanto los estratos enrre
172 a. J. C. y 23 d. J. C. Unos fragmentos de ,,terya sigillata" salieron con
la cerámica ibérica; así, pues, puede ésta situarse, según R. F., entre los
s. If a. J. C. y I d. J. C., para los hallazgos que reseña en esta publicación, la descripción de los cuales no la mencionamos puesto que nuestro
interés, como ya hemos dicho, se circunscribe a estudiarlos desde eI punto de vista cronológico, por 10 que continuamos nuestra reseña siguiendo
el orden de publicación, citando et trabajo del benemérito investigador
D. Juan Cabré, quien tantas muestras de su certera visión de los problemas arqueológicosnos tiene dadas. En la presente monografÍa estudia un tesorillo hallado en la provincia de Jaén, en el cual los elementos
agrupados tienen diversas estirpes, unos posthausttáticos y otros claramente mediterráneos, pero coincidentes todos, aproximadamente, en
lo tardÍo de la fecha a atribuirles. En la descripción de estos materiales entra, necesariamente, en la cuestión de la cronologÍa, admitiendo
que la cerámica del tipo Elche-Archena pertenece a la segunda mitad
del s. III o primera del II a. J. C., manifestando su discrepancia con Ia
tesis de G. y B. y R. tr'., antes vistas, apoyándose en los hallazgos de
Archena y en que la cerámica ibérica del Bajo Aragón se desarrolla a
base de elementos decorativos que proceden del grupo E-lche-Archena
En este grupo dichos motivos se encuentran en muy pequeño tamaño,
con una misión de segundo orden, pero al llegar a Azaila, se representan en un grado muy evolucionado, como elemento primario. Si la cer'ámica ibérica rnás antigua de Azaila con dichos temas ornamentales
pertenecen a nnes del S. III o primeros del II a. J. C., no es lógico, se
pregunta C., que la de Elche con los referidos prototipos debe datárse
por lo menos de la segunda mitad del III a. J. ,C.?A pesar de que la tocalización cronológica de Caloré coincide con la nuestra, cosa que celebramos inflnito, puesto que asÍ se revaloriza nuestro punto de vista, queremos hacer algunas objeciones a lo expuesto por eI autor.
En primer término, basarse en los saqueosde Archena no nos parece
que pueda conducir más que a error. Sobre 1o que proporciona Archena,
la acrópolis, excavada ya en dos eampañas por San Valero y Fletcher,
podemos adelantar de momento que la cerámica "típica de Archena,, salió en estrato normal con ánforas romanas, y en Archena, necrópolis, en
la zona que llevamos excavada, no logramos más que urnas de media¡ras dimensiones SIN motivos ornamentales típicos, acompañadas de cerámica campaniense con palmetas y otras vasijas que difÍcilmente pueden remontarse al IV a. J. C.
En segundo término; especular a base de ternas ornamentales nos parece tan peligroso como buscar relaciones culturales e invasiorres a base
de toponÍmicos semejantes; además, no vemos la razón por la que forzosamente la cerámica i.loérica
haya tenido que ir de Elche-Archena hacia
el Norte. Si en ELche,.{rchena, Albufereta, etc., comproloamosplenamente que las cerámicas tÍpicas están en contacto con la romanización y en
otros puntos más al Norte pudiera comprobarse fehacientemente, alguna
vez, que es anterior a la romanización, forzosamente tendrÍamos que variarle los rumbos que caprichosamente se han atribuÍdo a la expansión
de Ia cerámica ibérica. Y con ello no queremos prejuzgar que Azaila sea
más antigua que el grupo del S. E., sino dejar en cuarentena lo de las
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46
BIiJLIOGRA,FIA
zonas de irradiación, puesto que la cuestión de la mayor antigüed.ad de
unos yacimientos sobre otros la trataremos oportunamente, en lugar
apropiado.
Finalmente, reseñamos el trabajo de L. V. La primera parte de este
trabajo, nos habla ¡de los resultados de las excavaeionesen el Molar
(Guardamar), necrópolis que nja como abandonada a raíz del tratado
romano-cartaginés hacia el 348 a. J. C. (de ahÍ la inexistencia de cerámica tipo Elche-Archena).
El resto del trabajo se circunscribe a los haílazgos de1 "Tossal de Manises" y "La Albufereta", repitiendo los conceptos vertidos en otras publicaciones del autor. Considera la necrópolis alicantina como la de una
eiudad, mientras que la de "El. Molar" es, en su concepto, la de nn campamento, por abundar aqui las armas y alli los ajuares de tipo doméstico. En "La Albufereta" señala dos niveles, en eI más adelantado de los
cuales se encuentran dos monedas romanas y no hay tampoco vasijas
pintadas con hombres ni animales.
En el "Tossal", del fondo del estrato de los últimos tiempos de la Repúlolica y primeros del Imperio (según se desprende de las monedas), son
tiestos ibéricos del tipo Elche-Archena; pinturas de homlores y animales.
$e tuvo que atravesar otra capa de escombros de más de medio metro
para llegar a la cerámica de temas geométricos, o sea coi4cide plenamente con lo que hemos visto que dijo F. P.
Vuelve L. V. a reaflrmarse, frente a la opinión de F. P., que el "Tossal" no es Acra-Leuca, sino que correspondería a Leukon Teijos la Longuntiea de los romanos; esta Leukon Teiios serÍa la tercera aldehuela
que fundaron los mass'aliotascuando reediflcaron Hemeroskopeion'y fundaron Alonai. Correspondan los restos a la ciudad que sea, Io cierto es
que la necrópolis y la ciudad cartaginesa no pueden ser más allá del
230-23La. J. C., y el fln del primer perÍodo de la necrópolis está cuando
Ia ciudad fué ocupada en 209 por los romanos; al reorganizarse la vida
viene el segundo nivel de 1a necrópolis; se utilizó por gentes que debieron venir con los'romanos, pero que habÍan convivido con los cartagineses. En 216 se pasaron a los romanos muchas tropas cartaginesas, no
dudando que los pobladores de Leukon Teijos fueron aquellos soldados'
EI fin de la necrópolis entre flnes III o primeros II a. J. C., con Catón;
se reediflcarÍa la ciudad con las guerras de Viriato (150-140) y tal vez
sean estas tierras de las dadas a sus tropas. No utilizaron la necrópolis
por desconocerla.Tenían un gran adelanto en Ia cerámica pintada, sabiendo pintar hombres y animales y grupos.
Hemos reseñado seis trabajos y los seis presentan la misma constante, rebajar la cronología atribuÍda a la cerámica ibérica; unos. por los
resultados obtenidos en tas excavaciones; otros, por el estudio de los materÍales en sÍ, y aun Ia teorla menos modernizadora, la de Cabré. se sale
igualmente de las fechas tradicionales, señalando todos unas datas que
quedan encuadradas en las que nosotros aportamos por prime\a vez,
frente a lá tesis admitida hasta entonces.
Como flnal de toda.esta extensa nota bibliográflca, resumimos segaidamente las fechas señaladas para la cerámica ibérica floral y zoomorfa,
cotejándolas con las nuestras y exponiéndolas según fecha de publicación:
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BIRLIOGRAFIA
try
1 '
FLETOHER vAl.r*s (año 1940): Fines s. rrr a. J. c. a primeros del siglo I d. J. C.
FTGUERAS PAcHEco (año 1940) (en el mismo vol. que el anterior):
Ultimos tiempos republicanos y primeros del fmperio.
RAMOS FOLQUES (año 1941): Sislo II at I a. J. C.
GARCIA Y BELLIDO (1941y 1948):Segunda mitad s. I a. J. C. a prinreros lustros siglo I d. J. C.
CABRE AGurLo (año 1943): segunda mitad rrr a. J. c. o prrmeros der
siglo II a. J.'C.
LAFUENTE VIDAL (año 1944): Mediados siglo II a. J. C.
a irpoca
Inrperial.
D. FLETCHER VALL-S
-
LmsN¡R (Gponc y VERA).-rrftie Wlegaliúhgraeber
der Iberischen
Harbinsel.Erster Te': Der süden", 2. vors.,uno de texto y
otro de rárninas.Tomo 1? de ras publicaciones d.e ra Roemis ch - Gern¿q,nisch, om,¡nis
K
sion d,er D eutscrten Archaeologischen Instituts eu Frs.nkÍurú. Berlín, W. de
Gruyter, 1943.
Estamos frente a una obra formidable en la que por fin venios pu_
blicados parte de los riquísimos materiales de Siret y sistematizada una
buena parte de nuestra cultura megalítica. pero además una publicación
perfecta, cuidada, un Verdaderomodelo, en una palabra.
Y no podemos evitar, a ra par que feri.citamosa lbs autores y res agradecemos su gran esfuerzo, gratitud que ha de extenderse a los editores,
que expresemosla pena que nos produce el que una obra como
esta y
un trabajo de conjunto que tanto interesaba a la ciencia española, no
haya podido salir de nuestros centros de estudio. No quisiéramos aparecer "chauvinistas" con esta reflexión, sino únicamente incitar a los
colegas españoles a un punto de meditación sobre lo que nos falta todavía alcanzar en cuanto a organización de los estudios prehistóricos y
moverlos a que unidos nos esforcemos para que no tengamos que pasar de nuevo por el trance de que deban venir de fuera a estudiar los
materiales que nosotros tenemos a mano años y años, descuidados u
olvidados.
Del vasto conjunto de datos que Leisner recoge en su magna obra,
destacaremos algunos puntos que nos parecen de mayor interés.
Los varios tipos de tumbas son sincrónicos, pero se distinguen perfectamente las construcciones circulares y de cúpula de las de planta con
t'razado recto y sepulcros de corredor. De estas últimas se puede Ltazat
una serie evolutiva: tumbas de planta recta o cámata trapezoidal y galerÍa; tumbas megalÍticas de grandes piedras; tumbas de planta en es_
quina. Las de planta circular tienen las fases: tumbas con cámara re_
donda; tumbas de cámara de muros construÍdos con manrposterÍa;
tumbas de falsa cúpula. El primer tipo es más usado en el Occidente de
la Península, mientras el circular se da de preferencia en el Sudeste.Los
sepulcros de corredor, de preferencia occidentales, son de cámara cuadrada, trapezoidal, poligonal o tienen larga galerÍa.
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48
BIBLIo,cRAFIA
En cuanto'a los periodosde la cultura ahneriense,
Leisner acepta,,con
algunas modiflcaciones, el Sistema de Siret. Sepulturas individuales y
colectivas son sincrónicas, aunque presentan diferencias como eI hallarse
los Ídolos planos en las últimas. Los silos de Carmona excavados por
Bonsor serían correspondientes a las tumbas de cúpula de Almizaraque
y otros. El vaso campaniforme no tendrÍa que ver nada con los grandes
monumentos megalÍticos y serÍa una pieza de gentes que tendrÍan su
propio rito de inhumación.
Leisner acepta plenamente la hipótesis de las relaciones d.e cultura
almeriense con eI mundo egeo y el Egipto, a la vez que desde aquÍ se
extienden por Europa otros tipos como la puerta piedra agujereada.
Para la cronologÍa absoluta, Leisner encuentra apoyo en los paralelos
cicládico-egipcios.En este punto nos ofrece nuevos datos que han de ser
bien acogidos por cuantos nos interesamos por el problema de las relaciones entre España y el Egipto a partir del Neolítico. AsÍ, encontramos
en sepulcros de Los Millares reproducciones votivas en marfi.l de hachas
de forma egipcia; el vaso estrecho con agujeros y atado con cuerda en
forma de cruz, se sitúa entre los Imperios antiguo y medio. Las hachas
de combate de tipo egipcio son de interés extraordinario, ya que pueden
fecharse entre 2150 y 2080.Los idc¡los planos se relacionan con los de
tradición neolítica en eI Egeo; los vasos pintados, con el final del Minoico
Prirnitivo IIL Otros elementos recuerdan el Badariense (vaso doble cónico, peines de marfll, sandalias, etc.). En otros lugares hemos insistido
en paralelos semejantes y para el Badariense y aun para el Tasiense,
ofrece el Levante español claros motivos de relación. El hacha larga y
estrecha de cobre de Los Millares tiene sus paralelos en la II ciudad de
Troya; un cuchillo de cobre, los tiene en la dinastía XII. Los paralelos
con Sicilia y Cerdeña (Anghelu Ruju) indican fechas ligeramente posteriores. Un paralelo del sepulcro 24 de Los Millares con Egipto, nop lleva
al año 1800.Así se obtiene una cronología moderada que nos parece muy
aceptable, con comienzo de Los Millares antes del 2000,por lo menos eI
2200. Cuando Leisner publique sus conclusiones respecto de los dólmenes portugueses,cuya publicación está ahora preparando y que esperamos con afán, seguramente resultarán más claras sus conclusiones cronológicas, sobre todo el conjunto de la cultura meridional y occidental
de la Peninsula en el EneolÍtico.
Un reparo hemos de hacer a la recopilación de Leisner. TodavÍa incluye como sepulcros de cúpula los citados por Vilanova y Piera (del que
se recogen también los datos de sepulcros megalÍticos en la provincia
de Teruel y de Bicorp) en Ollería ("Castellet del. Porquet") y Ayelo de
Malfcrit. Claro es que debido a las circunstancias no lra llegado a manos de Leisner el estudio de Isidro Ballester ("El ,Castellet del Porquet",
n.o 1 de los trabajos sueltos del Servicio de fnvestigación Prehiptórica,
Valencia, 193?), en el que creemos queda deflnitivamente descartarla la
aflrmación de Vilanova y Piera. La cultura megalÍtica sigue excluida del
Levante, desde la provincia de Murcia hasta el Llobregat, y no parece
que esta aflrmación pueda ser fácilmente rectiflcada.
Terminemos expresando nuestra admiración por el esfuerzo que la
magna obra que comentamos representa.
L. PERI,COT
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BrBr_ro,cRAFrA
49
(H.)-"Les peintures ruBesúresschem¿tiques tle la PéninBRE'rrrL
sule lbériq-.re".4 tomos en fol. publicados por. la F'unclación
Singer-Polignac, ParÍs. f. Al Norte del Tajo, 1933.-II. Cuenca del Guadiana, 19'33.-I[, Sierra Morena, 1935.-IV. Sudesie y Este de España, 1935.
Se trata de una obra magnÍflca en que ,ro ,u fr* escatimado detatte
para que la presentación fuera suntuosa y contuviera todas las reproducciones directas, en negro c.en color, necesarias.Forma un corpus colosal
realizado con la maestrÍa a que nos tiene acostumbrados H. Breuil y que
nos hace desear algo parecido para el arte naturalista levantino. Lástima grande que su autof no haya"tenido ocasión de incluir en la presente obra un capÍtulo extenso sobre la clasiflcación, cronologÍa y par'alelos de este arte esquemáticotan lleno de enigmas. El capÍtulo final, que
dediüa a estos problemas, resulta hoy excesivamente corto y, creemos,
sujeto a revisión en 1o que atañe a las relaciones con el arte levantino y
el aziliense. Los hallazgos del Parpalló son utilizados para confirmar que
en Levante se pintaba ya en eI Paleolitico, y asÍ se tiende a hacer muy
antiguo el arte esquemático también, en 10 que la ciencia española disiente. Se admite por último para las fases más avanzadas de e5quematismo, una influencia del otro extremo del Mediterráneo, de Egipto y del
Asia Menor, esta última ejercida a través de Africa o por mar.
A nuestras comarcas interesa especialmentela descripción de las pinturas de la "Peña escrita" de Tárbena (Alicante), reproduciendo un
calco de J. J. Senent, algunas flguras esquemáticas de la Cueva de la
Araña de Bicorp, las de Villar del Humo (Cuenca), otras del barranco
de Valltorta (Castellón) y sobre todo de las de Beniatjar, en la provincia
de Valencia. Estas fueron d.escubiertaspor e1 entusiasta Rafael Pardo,
a 2 kilómetros al SO. de dicha población del valle de Albaida. Se encuentran en dos abrigos; uno de ellos contuvo más de 50 ñguras y el otro
más de 20. Breuil reproduce.también los calcos de J. J. Senent. Varias
figuras humanas sugiere que pudieran pertenecer al arte levantino. Existen signos pectiniformes y abundan los en herradura. Sin duda existen
otros ejemplares por descubrir todavÍa en nuestras sierras.
L. P.
(H.)-"Nouvelles études sur I'Art rupestre.du Levant
OBERMATEB
págs. 477-498.
espagnol",L'Antltopologte,t. 47,1937,
En este artículo, el profesor Obermaier, reitera sus puntos de vista
sobre la edad cuaternaria de las pinturas rupestres levantinas. Traza
una lista de especies animales representados en ellas; destaquemos
como establecido flrmemente, según é1,la presencia del alce en la cueva
Remigia y del "Bos primigenius". El estudio del Parpalló le lleva a la
conclusión de la analogÍa técnica de las obras de arte de la cueva de
Gandía con las rupestres levantinas, con lo que éstas serÍan en gran
parte del Solutrense, pero remontando al Auriñaciense' Siendo el arte
-433-
[page-n-483]
50
BIBI-Io,GRA,FIA
'Tupestre norteafricano postericir al Paleolftico, nuestro arte procede de
Francia. Durante el Auriñaciense, el clima favorable tenÍa abierto el camino al Sur de la Península, que Casares y Pileta jalonan con sus figuras de estilo cantábrico. En cambio, con el recrudecimiento de frio del
Solutrense queda sólo abierta 1a via de la costa y por ella llega¡fan de
Francia los solutrenses del Parpalló, los de AlmerÍa y los magdalenienses de aquella cueva- E¡rtre el arte de Levante y el Cantábrico hay grandes diferencias de origen psicológico.Pero también hay paralelos, algunos de ellos nuevos, como las flguras antropomorfas con máscáras animales del Barranco de Gasulla, parecidas a los antropomorfos de Aquitania, o al revés, infiltraciones en Francia de la manera de ciertas figuras levantinas,
Otros argumentos son reiteración de los empleados con anterioridad:
ambiente paleolÍtico, anterioridad a las estilizaciones azilienses, deducciones de la superposición de flguras, etc. El arte levantino serfa un arte
del "hinterland" montañoso, que sólo recibe débiles influencias del Solutrense y del Magdaleniense, y que en vez de terminar abruptamente
como el franco-cantábrico, persiste degenerado. La magia serÍa también la razón de este arte, aunque sus obras contengan la imagen del
. mundo de estos artistas e incluso tal vez una página de su historia.
En otros lugares tremos presentado nuestras reservas a esta visiÓn,
especialmente en el aspecto cronológico. IIoy dia, cuando la reaeciÓn
antipaleolftica se ha extendido tanto, nuestra propia visión del problema, a pesar de diferir de la del Dr. Obermaier, tiene todavÍa algún punto
de contacto con ella.
L. p.
BLANo (4. C.)-"Nuove manifestazioni di arte paleolitioa superiore nella Grotta Romanelli in terra d'Otranto". Tir. ap' de
Rend,irconti,(Ie.lla cla'sse di Scienze fisi"che, Mutematirlle e
Na.turali de la Reale Accademia d'Italia, fasc. 8, serie VII,
vol. I, Roma, 1940.
Este trabajo es de excepcional interés para nosotros, pues da a conocer varlas plaquitas de piedra grabadas de la famosa cueva de Romanelli, varias de ellas con motivos geométricos que permiten compararlas con
nuestros hallazgos del Parpalló. El autor los relaciona también con "los
grafltos ornamentales geométricos de la Europa oriental. Señala también
la presencia de microburiles eomo prueba de Ia precocidad de la evolución cultural del PaleolÍtieo flnal en eI Sur de ltalia en relación con otras
comarcas europeas.
Por nuestra parte, como hemos dicho en otro lugar, no aceptamos esta
precocidad. Arte geométrico y microburiles aparecen ya en el Solutrense
del Farpalló. Su presencia en Romanelli creemos que prueloa que ambos
centros derivan de un foco común, que nosotros, por ahora, buscamos en
Africa, en el Capsiense,que no serÍa, por lo tanto, tan moderno como se
ha querido suponer en los últimos tiempos. Esperamos nuevos hallazgos
de este tipo en Italia.
.
L.P.
-434-
[page-n-484]
t.
I
BTBLIO,GR.AFT,A
5l
BREUtt(ABBÉ
H.)-'rQuaranúe ans de Préhistoire". Discurso prepronunciado el 28 de Enero d.e 193? en la Sociesidencial
dad Prehistórica francesa, Bull. de la Soc. Preh. Franeaise,
Le Mans, 1937,tir. ap., 17 págs.
Pocos sabios han jugado en el último'medio siglo tanta influencla en
su ciencia como el abate Breuil en la Prehistoria europea. por ello, una
especiede autobiografÍa como la que comentamos viene a ser al mismo
tiempo un Índice de todos los progresos, tan sorprendentes muchos de
ellos, realizados durante 40 años en el dominio del Paleolítico occidental.
Breuil nos habla de sus primeros pasos en la Dordoña, cuando en 1900
empezó a copiar las flguras de La Mouthe, de su primer viaje a España
con 'Cartailhac, en 1902,para visitar Altamira, "con 900 francos en el bolsillo", y de los enormes horizontes que se abrieron entonces. 700 días repartidos en 73 cuevas (32 de ellas en España), confi.esaBreuil haber pasado en eI interior de las cavernas, a la luz de su lámpara, copiando nguras. Un estudio paralelo de las obras del arte mobiliar le ha proporcionado una cantidad enorme de documentos que sólo err parte ha publicado
de manera sisiemática.
Otrb gran ca,mpode su actividad ha sido la estratigrafÍa del Paleolftico superior, en el que, tras no pocas polémicas, logró imponer su criterio sobre el Auriñaciense y la división del Magdaleniense. Respecto de
éste, reconoce que sus perÍodos son puntos de referencia y que el Magdaleniense IU de Cantabria y el IV de los Pirineos son probablemente conüemporáneosdel I-II de la Charente y aun de yacimientos solutrenses
prolongados.
Sendos apartados dedica a exponer su actividad en el estudio del arte
rupestre de la España oriental desde el hallazgo, en 1908,del Calapatá
por Cabré, y en el del arte neo-eneolÍtico en rocas y megalitos. De éste
señala la existencia de 267 rocas pintadas en España. En cuanto al arte
naturalista levantino, dice literalmente: "EI estilo varÍa según la edad,
que está fljada por el orden de superposición: partiendo de flguras muy
pequeñas, titubeando entre el esquematismo y el realismo, se eleva.muy
alto en este último, cayendo luego en una corrección banal,.que se modiflca gradualmente hacia un esquematismoprogresivo, y por último completo, última capa pictórica en todos los lugares. En algunos abrigos en
que éste domina, yacimientos tardenoisienses muestran que eJ flnal de
leste
arte se ha prolongado hasta el MesolÍtico, al cual algunos autores
españoles han querido atribuirlo por completo. Pero hemos sostenido
siempre que todo este arte, exceptuando su flnal, se desarrolló paralelamente a nuestro Paleolítico superior, por lo menos a partir de1 Auriñaciense superior; en efecto, las cornamentas de los ciervos están reproducidas con la misma perspectiva retorcida y algunas siluetas de ciervos de
Minateda parecen calcados de los de La Pasiega.Por otra parte, un ciervo auriñaciense superior de Sergeac (Labatut) se les asemeia igualmente. La excavación del Parpalló (Valencia) h,a venido a darnos la
razón con'el descubrimiento de animales pintados y grabados en plaquetas, de estilo semejante, que van del Auriñaciense superior al Magdaleniense IV".
-435-
[page-n-485]
52
BIBLIOGRAFIA
Otro capÍtulo está dedicado al PateolÍtico antiguo del Norte de Francia y de Inglaterra. De manera muy viva, Breuil nos cuenta su colaboración de muchos años con Commont, y cómo siguió sus estudios en el
Somme y en el Sur de Inglaterua, que le llevaron a subir el Abbevilliense
(ex-Chelense mal bautizado) aI primer perÍodo interglaciar, a distribuir
alternativamente las industrias de bifaces y las industrias de lascas que
preceden y siguen a. \a 2.u y 3.u glaciación y son contemporáneas de
la 4.u con mezcla achelense,y a explicar. por la soli.fluxión fenómenos
antes inexplicados.
Las terrazas del Garona y el Paleolitico del Sur de la Francia, siguió
como tema de trabajos a 1o anterior. El Languedociense, el Tayaciense
(etapa que prepara, paralelamente al Achelense, el Musteriense), apaTecen para hacer compañia aI ,Clactoniense. Por último, hace referencia a sus viajes al Africa oriental y meridional y a sus dos viaies a China para estudiar el sensacional yacimiento de Chu-Ku-Tien, donde descubrió la industria en cuarzo y asta de ciervo del Sinantropo.
En un párrafo final, Breuil, dedica un recuetdo a sus maestros, colaboradores, amigos y discÍpulos, en frases llenas de perspicacia y emoción. Recuerda a Gabriel de Mortillet, cuyas hipótesis tanto combatiÓ y
le-llarna glorioso antecesor de todos nosotros, y sigue: "sin duda se equivocó, como nos ocurre a todos, pero ha creado y sólo el que no actúa no
crea y está al abrigo del error". Y más adelante dice: "ser a Ia vez audaz
y prudente, saber atreverse, pesar y perseverar, es lo que conduce a la
parcela de verdad que está en nuestra mano conquistar. Unir a un amor
intenso de la verdad una conciencia humilde, dócil a la enseñanza de
los hechos, aplicada ,resueltamente a su análisis, reflexiva en su contemplación y meditación, resuelta en su defensa, pero acogedora de
toda sugestión sincera, desinteresada de cualquier otra perspectiva que
no sea Ia verdad y los medios de alcanzarla. Y con todo ello, 1o inf,nitamente pequeño de su obra aparece al que piensa, pero el realizarla f,rmemente da ese inefable gozo de aportar nuestro grano de arena a la
obra humana y divina que, misteriosamente, se prosigue a través de
las generaciones".
Palabras sabias y luminosas que deseariamos grabar en el ánimo de
los que comienzan el arduo camino de la eiencia arqueológica.
Por otra parte, podríamos añadir aún otros capítuIos a este relato
de Ia actividad del profesor Breuil, redactado en 1937,y que prueban el
catácler incansable de este investigador. Las circunstancias de la guerra Ie llevaron a Portugal, y su estancia alli ha produc,idouna verdadera'
ha
revolución en el conocimiento del Paleolítico portugués' D'espués, residido varios años en el Sur de Africa, donde creemos Se encuentra todavia, y esperamos con afán conocer los frutos de su actividad en una
tierra. tan llena de problemas inte.resantes.
No alargaremos esta ya larga recensión. Nos limitaremos a desear
que la Providencia conceda aún largos años de vida activa al maestro
de todos, seguros de que nuevas síntesis y sensacionalesrevelaciones no
dejarán de acompañarlos.
L. PERICOT
[page-n-486]
BTBLTOGRA,FIA
53
Orsnuerun (H.)-"Probleme der Palaeolithisehen Malerei Ostspaniens". Tir ap. de Qunrtaer, f, Berlín, 1g38.
Se reflere'el autor a las pinturas de La Gasulla. R,eproduce resultado
eI
de los análisis de fragmentos de pinturas de la Valltorta y de cantos del
Mas dAzfl. En las primeras no Se ha podido encontrar huella dbl disolvente orgánico del color.que, sin duda, se ernplearÍa; en los últimos, se
'comprueba
la utilización de la sangre. La conservaciónd.epinturas al aire
libre, en condiciones tan desfavorables,se explica únicamente por Su fo'silización.
Ex.'estudiode la conservación de los colores en las pinturas levantinas y cantábriias ha sido acompañado de análisÍs de petrólogos.
Termina el autor estud.iando las c,ondiciones de conservación de los frescos de Altamira y señalando el grado de temperatura y humedad más
conveniente para los mismos.
L. p.
(H.)
OBERMATER - "AltsteinzeiUiche Justiz¡lflege,t. Tir, ap. de
Paid,ewnq,, I, 5, Leipzig, Noviembre 1939.
t.
Basándose sobre todo en las pinturas de la Cova Remigia, presenta
el.autor Ia interpretación de escenasde lucha entre guerrefos en el arte
levantino y concretamente dos posibles eseenasde ejecución a flechazos.
Se trata, por tanto, de una de las representacionesmás curiosas de este
arte. con un carácter historicista tan marcado, que parece superar al má_
gico que siempre se ha visto en aquéllas,
L. P.
. A,r¿vrAcRo'
(M.)_-"Excavaciones de Ampurias: últimos haltazgos
y resultados". Arcltiao Epqañot d,e erqueólogla, l. Xyll]',
n.o 58, 1945,págs. 59-?5,16 flgs. y láms.
La importancia excepclonal que las excavaciones reallzadas en la
vieja colonia griega, poseen para toda la ArqueologÍa española, explica
el afán con que todos seguimos.los sucesivosreÉultados que allf se obtienen. Todos hemos de felicitarnós ta'mbién de que, gracias al tesón
y aetividad de MartÍn Almagro, tales excavaciones no sólo no hayan sufrido interrupción, sino que se han intensifi.aado.
No interesa ahora aquÍ hacer resaltar los nuevos hállazgos: palestra,
anflteatÍo, puerta de la muralla, restos del muro ibérico de Indica. ew.
En cambio, deseamoshacer resaltar, por el valor que tiene para la cro'et
nologfa de toda la cerámica ibérica,
resultado de algunos cortes muy
claros que M. Almagro ha podido estudiar con d.etalle. ElSde especihl
interés el de Ia torre vigÍa del SO. de la Neápoli$. Bx resumen. nos da la
siguiente sucesión de cerámicas:
El estrato lnferior ofreee una cronologia segura gracias.a los fragmentos de cerámica griega de fi.guras negfas, los de cerámica fonia y
los de vasos gri$es con bandas de lÍneas espirales ttar.ala con peine, ti-
--437 *
[page-n-487]
BIBLIOGRAFI.A
5+
pos todos ellos conocidos en Provenza. A su lado se presenta la cerámiga
nna a torno, de color rojizo o claro, sin decoraciÓno con faias rojas horizontales y lÍneas rojas entrecruzadas. Estos úItimos son calincados de
ibéricos por el autor. Además, se hallan conjuntamente los restos de la
cerámica indÍgena, a mano, sin decorar o con cordones o rayado pectiniforme y que debe pertener aI coniunto de cerámico hallstáttica de la
región.
Otro estrato superior, puede ser de alrededor del año 500 a. J. C., con
vasitoF de fi.gurasnegras y de f,guras rojas, abundancia de cerámica llamada jonia, que Almagro supone ampuritana; lucernas arcaicas, fragmentos con fajas de color blanco. La cerámica a mano es mucho meque antes.
'nos abundante
Encima se extiende un.estrato más revuelto, del siglo III, con cerámica campaniana y cerámica ibérica con los motivos geométricos corrientes.
De todo ello deduce M. Almagro que lo que se llamaba cerámica
pintada jonia ha de considerarse de fabricación ampuritana y ser el
prototipo la llamada cerámica ibérica, que asi nacerÍa en Ampurias,
empezando con los más sencillos motivos. La cerámica ibérica arrancarÍa asÍ del siglo Vf, mientras los tipos Elche, Archena, Azaila y LiriaOliva serían, según el autor, de flnes de la conquista romana, aunque
luego aflrma no ser prudente modernizar demas;iadoaquel estilo cerámico, visto que nunca aparece iunto con la cerámica "sigillata".
En la aparición de la cerámica a mano de tradiciÓn hallstáttica en
Ampurias y en otros poblados como el de "La Creueta", encuentra el
autor apoyo a su conocida tesis sobre el caráctet céltico de la población
catalana de entonces y al error de interpretar las citas que nos hablan
de lberos incluso en el Sur de Francia, como prueba de un movimiento
étnico de Sur a Norte.
Por nuestra, parte diremos que ni nos convencen las hipótesis Ce
modernización excesiva del fenÓmeno iloérico, ni menos nos parece prudente suponer que eI nombre de iberos designa precisamente a 1os celtas. Pero aqul no nos hemos propuesto sino divulgar los interesantes
resultados de Almagro en Ampurias, esperando de su reconocida activi
cuestiones tan debatidas.
L. PERICOT
'
Bnrurr. (IlENRr).-'¡Una Nueva Altamira francesa. La Caverna de
Lascaux en Montignac (Dortloña)". Actas y memorias de
ta Soci,edddEspdñota, d.e Antropol'agi'e, Et'tLoEra.Íxa PreU
ltistorda. T. XVI, cuads. III y IV. 1941.Madrid. Págs. 349355 y láms. de XXVI a XXXIX.
,'La, c$eva de Lascaux". Arcifuido Español de
Madrid. Págs. 361-386y
ArEueologla,n.o 44, t. XIV, 1940-41.
xxlV t¿ms.
-438-
[page-n-488]
BIBI-IOGRAFIA
55
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Montignac (Dorcloña)". Ampurias, t. If. Barcelona, 1940,
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tsue Arc,l¿éologique, XVII. 1941.parÍs. pá9. ?B y II lám.
t.
j
*",u" a. r::;:,T1"
a"f,o';:"
*:T:1r ril3Hl;:
":
Marzo 1943,páe. 76.
Las pinturas rupestres de Lascaux "testimonian un punto culminante
de la úlima expansión de la primera fase del arte del paleolitico superior". Para demostrar esta aflrmación, eI autor se apoya en la fauna representada y en la comparación estitÍstica. La fauna está integrada por
caballos, bóvidos, ciervos y un rinoceronte lanudo, faltando el reno y el
mamut. La .ausencia de este último es fácilmente explicable por ser un
animal esporádico dentro de la fauna postglaciar del mediodÍa francés.
En cuanto al reno, cree eI autor que era animal considerado eemo ,,caza
de paso", es decir, que se podía cazar a centenares durante las emigraciones a las regiones de la Aquitania donde invernaba, por lo que sobraba toda magia para su captura. La falta de reno, pues, no es argulmento para rebajar la edad de las pinturas de Lascaux. La fauna se corresponde con la de la estación de Pair-non-Pair (Gironde), bajo depósitos perigordienses.
En eI estilo, domina la perspectiva torcida en la cuerna de los bóvidos
y en las astas de ciervo, cosa desconocida por el arte parietal magdaleniense, y aun del*solutrensesuperior. También se representan de manera
torcida las pezuñas que aparecen siempre de forma ovalada y hendidura
central.
Estas-últimas caracteristicas de estilo concuerdan con otras del arte
levantino español, pudiéndose decir, por tanto, que éste ,,no deriva del
arte solútreo-magdaleniense, sino del arüe perigordiense-aquitano-cantábrico".
Los caminos de penetración hacia Levante podrfan establecerse a
través de'Castilla (Cueva de los Oasares) o de Portbou. La zona levantina española quedó aislada durante el solutrense por efecto de las condiciones glaciales, que al acentuarse hicieron diffcil el paso entre las dos
regiones, por las montañas o por las altas mesetas.Consecuenciade este
aislamiento fué la evolución por caminos propios del arte levantino español durante el solutrense y el magdaleniense.
Aunque el argumento es débil, podemos admitir como probable la
opinión de Breuil sobre la temprana edad de las pinturas de Lascaux.Más
dificil es sostener el aislamiento del Levante español durante parte de
la postglaciación y considerar al arte oriental de la peninsula como una
evolución del arte perigordiense-aquitano-cantábrico dentro del marco
del paleolÍtico Superior. La cueva de los,Casares puede entrar en relación con la cueva del Parpalló, respecto a calidades artlsticas, pero tratar de establecer nexos a base de consideracionesestilÍsticas entre aqué-
-439-
[page-n-489]
BTBLIO,GRAFTA
56
lla y eI arte levantino, nos parece demasiado arbitrario. Las cuernas en
perspectiva torcida y las pezuñas ovales, son caracterÍsticas de artes primitivos y podemos encontrarlás aún en nuestros dÍas en los dibujos de
nuestros niños. Lo esencial en todo arte no es el estilo y la técnica, aunque no negamos su importancia, sino la concepción, y ésta nos prueba
que los artistas del Levante español poseÍan un mundo ideológico distinto del de los artistas francocantábricos y, por lo tanto, una época diferente y no paleolltica precisamente'
F. J.R.DA cgRDA
CABRÉ
Acurló
(Jueu).--"La
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1934,. páCS. y II láms.
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_,, "o ";:T:: Tñ' HJL::,'#:::il
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págs. ?97-?99.
Frankfurt A. M.
En la discusión acerca de la cronología del arte parietal levantino,
la Cueva de los Casares es un importante argumento que tiende a robustecer la opinión de los que creen que dicho arte no es paralelo con
el francocantábrico y sÍ mucho más reciente.
Por su técnica, los animales representados en los Casares pertenecen
a etapas presolutrensesy solutrenses,sin que haya posibilidad de encontrar relaciones con las etapas artisticas del magdaleniense. La posibilidad de establecer paralelismos con los grabados protosolutrenses de la
cueva del Parpalló, induce a creer, como hace el autor, que tales creaciones artÍsticas fueron producto de un mismo.pueblo que hasta los comienzos del Magdaleniense desarrolló una misma cultura. Para Cabré, el arte
Levantino se debe a "otro pueblo, quizá venido de Africa, de vida e ideologfa totalmente distinta, amante del dinamismo en las flguras y de las
verdaderas composiciones,en las que interviene muy a menudo el hombre", todo Io cual nos habla de otro tiempo y de otro clima.
Por nuestra pafie, creemos con el autor que una contemporaneidad
-440*
[page-n-490]
BIBLTOGRAF¡,A,
67
entre el arte francocantábrico de las cuevas y el levantino de.Ios abrigos
al aire libre es completamente fnsosteniblé en la actualidad. Diversos
prehistoriadores, creyéndolo asÍ, han modernizado la cronologÍa del arte
. levantino, haciéndOlo aparecer durante el MesolfticO. Réstanos señalar
que la opinión de la escuela española (como'recuerda en un reciente
articulo mi excelente compañero Jultán San Valero) se habia siempre
" inclinado por la mayox modernidad de las pinturas rupestres levantinas.
F. JORDA.CERDA
pintura rupestre de la Joquera".
PoRcAR(Jue¡r B¿uusrt),-"La
Boletln de ta Soci.ed,ad,
Castellotlense d,eCultura, t. XIII, página 228.CaStellón, 1932.
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d'Ares"; en lbid., t. XVI, cuad. f, pág. 30, y cuad. Uf, página t44. Castellón, 1935.
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Maestre", en Atlantis, t. XV, pág. 163.Madrid, 1940.
'
"Sobre las pinturas rupestres ile Ares
rfel Maestre", en Boletin d,e la Socied,ad,
Castell,onens'e il,e
Cuttura, t, XVIfI, cuad. I; pág. 15. Castellón, 1943.
,,EJ/.,
trazo por imBresión ilirecta y el
trazo caligráfico en el Arte rupestre de Ares del Maesire",
2,62.
Castellón, 1948.
e4 lbld., t. XV[I, cuad. IIt, pá,g,.
---
.
'
"Pinturas rupesúres arr,anoadas ile
Cueva Remigia", en lbid., t. XIX, cuad. I, pág. 35. Caste11ón.
1945.
el arte rupestre rlel Maestrazgot', e¿tIbü., t. XX, cuad. f,
páC. ?. Castellón, 1944.
Valltorta",
1945.
"Iconografla rupestre cle la Gasulla y
en lbid.., t XXI, cuad. III, pág. L45, Castellón,
La labor del pintor J. B. Pofcar dentro del campo d.elos estudios prehistóricos eS ya lo suflcientemente amplia para permitlrnos poder en-
-441*
[page-n-491]
58
BIBi-IOGRA,FI"A
tresacar de sus trabajos los referentes a estudios sobre las pinturas rupestres de Castellón. En todos ellos el autor se comporta como verdadero
artista profesional y pretende desentrañar los aspectos técnicos y estéticos principalmente, sin desdeñar los puramente etnográflcos. El entusiasmo y la aflción del señor Porcar hacia el a.rte de sus prehistóricos
colegas, se ha traducido en un nuevo método de copia e interpretación
de los frescos de log abrigos levantinos, método que esperamossea puesto
en práetica por todos aquellos prehistoriadores que se interesen por los
problemas del arte rupestre.
En las pinturas rupestres está clara, para el autor, la existencia de
dos tipos pictóricos. Uno de técnica preciosista, estátil, realista, "arte
imitativo animalista" en el que "cada fi.gura ha sido concebida dentro
de un contorno o perfll de trazo fino", a veces se emplea la policromÍa, modelando la flgura por medio del difuminado de claroscuro. El otro
tipo que tiende'a la miniatura y en el que predomina la flgura humana
sobre la fauna, es de carácter descriptivo e impresionista, p.resentando
dos aspectos técnicos: el ltazo por impresión directa y el caligráflco. Eh
éste se acusa la limpieza del trazo, el impulso mecánico y la tendencia
a la estilización, rasgos esencialesde la caligrafía. Las flguras de trazo
por impresión directa fuerorf pintadas con ttazos sueltos de pincel, de
modo directo, sin preparar con anterioridad la silueta o contorno que
limita la cosa representeda.
Junto a estos problemas técnicos se plantean otros de orden estético
y que rozan problemas de perspectiva. Considera el autor que en muchas pinturas rupestres pudo originarse la oblicuidad de sus f,guras
debido a efectos técnicos o quizá a Ia posición incómoda del artista respecto al lienzo de la pared. Pero una visión más profunda de este arte
revela el uso deliberado y constante de formas (eje descriptivo) y fugas
de posición oblicua t'para expresar en su arte una mayor vida", movimiento y dinamicidad. La oblicuidad es, pues, una conquista estética y
según buze a la izquierda o a la derecha deducirÍamos la existencia de
pintores zurdos. Aserto este en eI que no creemos por considerarlo demasiado problemático.
De gran valor etnográfico son las iconografias de arte rupestre que
el autor ha empezado a publicar, ya que constituyen un importante repertorio o temario de escenasde arte parietal.
Terminamos esta nota uniendo nuestra voz a 7a de Porcar en su
enérgica protesta por las pinturas rupestres arrancadas de La CoVa
Remigia, crimen artÍstico todavÍa impune, debido a Ia falta de un control efectivo sobre toda clase de chamarileros, anticuarios y coleccionistas. Creemos de todo punto necesarias y urgentes medidas para evitar
la desaparición de nuestro valioso arte prehistórico.
F. JORDA CERDA
*442-
[page-n-492]
BIBLIOGRAFIA
59
" BEcouEN(Lp Co¡'rtn).-"De la mentalité spiriúualisúe des premiers hommes". Acedrcmied,esJeur, Flor'aur,.Toulouse. 1943.
32 págs.
El trabajo que comentamos constituye un excelente resumen d.e las
opiniones del autor respecto al carácter utilitario de las acrividades espirituales dei hombre prehistórico. La tesis es vieja y el acierto del Conde
Begouen ha consistido en resumir en unas cuantas páginas una serie de
hechos y observacionescon los que le ha sido posible construir unos argumentos que hacen muy sóIida su posición.
La Prehistoria no puede ser un simple inventario de instrumentos.
huesos y otros restos, que hay que encuadrar cuidadosamente dentro de
etapas más o menos exactas. El hecho esencial que separa a la Prehistoria de las demás ciencias, es la intervención de la voluntad humana
en la elaboración de los hechos, que son la base de su estudio; de ahÍ
la necesidad de dar a nuestra ciencia un contenido "histórico", y mejor
dirÍamos humano, del cual carece en la actualidad. Ochenta años de
Prehistoria debeh permitirnos lrazat una perspectiva de la vida humana
en sus comienzos y profundizar en el mundo espiritual de los primeros
hombres. El culto a los muertos, las creencias mágicas, las ideas de justicia y organización social, las creaeiones artísticas, son todos aspectos
espirituales que nos permiten adentrarnos en la mentalidad de la hu manidad primitiva. Lo interesante del trabajo de Begouen es el reconocimiento de la existencia de un mundo mágico, y aunque es verdad que
1o hace de un modo implÍcito, no llega a deducir, como era natural esperar, la existencia de un pensamiento mágico en el hombre, distinto del
pensamiento Iógico. Pa.ra nosotros, la existencia de prácticas mágicas,
ideas mágicas, de un mundo mágiéo, en fln, lleva necesariamente unida
la existencia de un pensamiento mágico, opinión sostenida por H. Kühn.
fnteresante es la apreciación del autor respecto a la cronologfa clel
arte levantino español. Según é1, éste deloe ser encuadrado dentro del
mesolÍtico y a Io más dentro del aziliense,ya que es consecuenciade una
nueva actitud ante la vida como resultado de la revolución operada en
el mundo mesolítico, motivada por el advenimiento de ganaderos y agricultores. E[ arte francocantábrico paleolÍtico, de un carácter marcadamente mágico, debe ser considerado como consecuencia necesaria del
trombre cazador. El arte levantino español, producto de gentes para las
piercle sus
que la caza tiene un lugar secundario entre sus activiela
aspectos mágicos y se convierte en un "arte memorialista".
EI intento del céleloreprehistoriador francés de perfilar la ment¡rlidad del hombre prehistórico, lo creemos altamente meritorio y digno de
ser tomado en consideración y continuado. Sólo asi la Prehistoria dejará
de ser un simple arsenal de útiles y datos, propios para excitar la pasión
del especialista o del coleccionista, y pasará a ocupar el lugar que le
corresponde dentro del campo de las Ciencias Históricas.
F. JORDA CERDA
.- 443 -
[page-n-493]
60
BIbLIO'GRAFIA
Gó¡¡nz MoRENo (Mn¡vup¡,).-"Las
lenguas. hispánicas',. Discurso
de ingreso en la Real Academia Española el 28 Junio de
1942, y, ampliado, en Boletín de la Uniuersidad, de Vallado-
¿¿d, xxvlÍ-xxx,
t.
t94L-42.
"La escritura" ibérica,", Boletín
R. Aca,demiq, de la Hístoria. Madrid. 1943.
de lq,
.,Disgresiionesibéricas: escriúura,
-j
ilengua". Boletin de Iu R. Academla d,e la Eístorig. Madrid.
L945.
A la soloria presentación y parquedad de extensión, opone Gómez
Moreno, en estos trabajos, una exposición tan castiza y ajustada y un
contenido tan compacto y sólido, que hace menos que imposible, en unas
simples lineas, dar cuenta de las importantes conclusiones que en los
mismos vierte. Aun reconociendo de antemano esta diflcultad, nos creemos obligados a dar noticia de estas publicaciones, ya que aúnan a su
interés general, el especial de la constante mención y estudio de materiales valencianos, de Alcoy, ,Castellón,Mogente y, principalmente, LÍria,
en la que las excavacionesefectuadas por el S. I. P., que también realizó las de Mogente, han proporcionado tan rico caudal de inscripcioncs
ibéricas.
De los trabajos que encabezan estas líneas, entresacamos sólo algunos puntos, no precisamente los más fundamentales. en fuerza de la brevedad que ha de presidir estas notas.
El plomo de Alcoy está escrito en alfaloeto jónico, opinión mantenida
por G. M. desde siempre, frente a los que 1o juzgaban escrito en caracteres ibéricos. En sus dos primeras monografias se indica el siglo V a. C.
como fecha dé este plomo, aunque en la última se señala eI s. Vf, por lo
que nos preguntamos si es un error tipográfi.co o un camlrio de criterio,
pues el a. no hace indicación alguna a este respecro.
Divide la escritura en dos grupos: 1.oEl tartésico, que debe tener su
entronque con lo cretense, siendo anterior al alfabeto f.nicio y, desde
luego, a.todos los europeos;cuándo y por quién se trajo es un enigma,
aunque podrÍa pensarse en fuertes relaciones comerciales o colonizaciones tal vez en la E. del Cobre o algo posteriores. Et otro grupo lo conHtituye la escritura ibérica del N. E. de la Península, originada a su vez
de la tartesia, que comenzarÍa hacia el s. III con las monedas de Arse
(*9agúnto) y terminarÍa hacia los priméros tiempos del fmperib. En el
grupo tartesio hay que incluir los plomos de Mogente y Albaida. La diferencia en la eseritura también puede señalarse entre los nombres propios y geográflcos tartesios e ibéricos, aúnque un ,,Sacal iscer,' aparezca
en Cástulo, Alcoy, Mogente y Tarragona.
Busca el sentido de algunas palabras, agrupándolas según sus radicales. "Egiar" es frecuente en los vasos de Liria con temas de jinetes y
luchas, por lo que habrÍa que referirlo a la acción que representan las
pinturas. "Ban, eban, ebanen", abunda, igualmente, haciendo pensar en
un "ben'|, con lo que se pondría en contacto el ibérico con eI semÍtico y
-444-
[page-n-494]
BIBLTOGRAFT-A
61
se pr¿gunta G. M. "¿Será camino para resolver eI problema?,,. De una
ingeniosa observación, deduce que el término indÍgena para d.enominar
al lobo, sería "ltÍr".
En cuanto al valor.de los signos lo expuso enlg22 y lo amplió en 192b,
pdro es ahora cuando detalladamente justiflca el por qué de
cada atri_
bución, siendo una de sus grandes conquistas lo que el propio G. M. denomina "semisilabismo sistemático" (que en la Meseta no se sigue por
cesvirtua se eI valor de los signos, desdoblándosela vocal propia). En su
últirna monografia rectifi.ca sus anteriores puntos de vista con respecto
a V que transcribe por m; y para "tu', al que ahora Ie da el valor de.,te',
(frente a la antigua opinión, hoy abandonada, de D. pío Beltrán). Admitiéndose, con G. I\{., el valor fricativo de la M, tendríamos la transcripción Xaitabi, que coincide con la grafía y pronunciación valenciana de
Xátiba.
Discrepamos en la lectura de algunos letreros de [,iria"
El contenido de estos tres opúsculos,cantera inagotable de sugerencias y aciertos definitivos y fundamentales, asegura el éxito cientÍfico y
el interés con que serán leÍdos por todos los que a estas actividades dediquen sus preferencias.
D. FLETCHER, VALLS
poRcÁ,R B.), onanrrerrn (H.) y BREiurL
(J.
(8.)._,rExcavaciones
en Ia Cueva Remigia (Casúellón),,.Junta Sup,erior d,et Te'
soro Artistico. Sección d,e ErcatMciones. Mem. ti6t, núm. 4
de L934-35.
Madrid, 1935.9? págs., 1b f,ss. y LXXII 1áms.
Los autores han hecho con el magnífi.co materiar pictográfi.co de la
cueva Remigia un estudio sencillo y profundo, tratando al mismo tiempo
de perfllar el arnbiente prehistórico en que aquél fué producido.
El Sr. Porcar, de cuya demás obra nos ocupamos en otro lugar, ha
resuelto, a nuestro entender, importantes aspectos técnico-estéticos que
eI arte rupestre ofrecÍa a los investigadores.para é1,Ia falta de perspecriva en las representaciones pictóricas queda compensada por las lÍneas
oblicuas de fuga, cuya dirección determina el sentido de la composición,
ias flguras se disponen de acuerdo con ellas y ',la inclinación de los con*
juntos aparentemente da término de profundidad como en nuestro
sistema de representación pictórica a la manera escenográflca,,,
Los accidentes y rugosidades de la roca son aprovechados,excluyéndose,deeste
rnodo la necesidad de un fondo pintado o paisaje sobre el c¡uedestacasen
ias flguras. Hay siempre en este arte un sentido de lo superior y ate Io
inferior con relación a la flgura central, revelándose este sentido en
el
modo de componer: en ras escenas
movidas,ras flgurasse cisponenparaIelas al eje de fuga; en las estátiles,las cabezas las plantas de las mis_
o
mas se concentran con arregl0 a una lÍnea poligonal que señala Ia ali_
neación y la equidistancia.
El Prof. Obermaier estudia la edad de las pinturas y su significa_
ción. Las considera proptas del paleolÍtÍco superior. La debilidad d.e su
argumento es notoria, ya que la existencia . de antroporrrorfos en las
representacionesde la cueva Remigia, que según él demostrarÍa el ca_
- 1 t l D -
[page-n-495]
62
BIBLIO,GRA,FIA
rácter unitario de todo eI arte rupestre español, no puede implicar correspondeniia cionológica con otras estaciones,tratándose de un fenómeno de semejanza, pero no de identidad. El carácter mágico del aúe de
Cueva Remigia no es discutible, ya que en 7a taTz de todo arte se encuentran facetas mágicas.
El Abate Breuil se circunscribe a exponer su vieia tesis de que el arte
levantino egpañOl enlazA "exclusivamenter¡ con el arte franCocantábricO
premagdaleniensey sobre todo con el auriñaciense. De ello nos ocupamos
en otro lugar. En cuanto a las analogias entre el arte africano de Libia
y del sahara con el levantino son acentuadÍsimas y el problema estriba
en cómo interpretar la dirección de las influencias. Para él hay un. hecho diferencial y cierto: que las pinturas lÍbicas.y saharianas proceden
en gran parte de poblaciones de pastores, cosa que no ocurre en España.
serÍa posible, según el autor, una primera influencia africana sobre la
Península anterior a la civilizaciÓn pastoral sahariana, seguida de una
vuelta hacia eI Africa antes de la misma invasión pastoral, deduciéndose con eIIo una prioridad del arte levantino con respecto al africano,
opinión seguida por la mayoria de los prehistoriadores'
F. JOR,DA OER,DA
en
insedos ARCHIVO se
en
veitidas tos trabaios
Las opiniones
de
habránrle estimarcomo¡uic¡ospefsonales lgs que lgs suscfibcn.
-446-
[page-n-496]
IN MEMORIAM
Nacido en Játiva etr 1883, fué ásesirado
el 1,0 de Dic,iembre de 1936.
Sacerdote inteligente y estudioso, desempeñÓ
por los rojos
er
la Colegiata setabense las activi'Ciades de
.A¡chivero y Canónigo ; tuvo una
Coadjutor,
a c e n t [ a d a a c t u a c i ó ne n e l c a m . p o s o c i a l - o b r e r o ,
fundando periódicos v centtos. Pero las actividadLes que aquí nos i'nteresan son sólo las
r e l a t i v a s a s u s i n v e s t ' i g a c i o n e sa r q u e o l ó g i c a s ,
que huibimos de ¡ener ,en cuenta al proponerle
para Colaborador del S. I. iP., v encargarle
de v
l,uego de las excarvaciornes
(rcdva de la Peohina> de Bellúrs, así como de
a,y
udhrnos en las de- Sobre sus descu'
brimientos en publicó una notaávance en el tomo I.o de ARC'HIVO, y las
que preparaba para un trabajo más amplio
fLre¡on en gran parte aproveclhadas para la
p u b l i c a c r i ó nd e l n ú m . , 6 d e l a s e ¡ i e d e T r a b a i o s
Vario,s, cEstudios de las cuevas paleolíticas
Cóva iNegra de Bellús¡. Era
hombre culto v bueno, al que sus pteocupaciones y labores en 1o social no ¡fueron ciertametrte tagradeciidas 'por tros beneficiados, ie inme-
-l- D. Gonzailo J. Viñes Masip
valencianas: l.
iorable compáñero en las actividades de este C€ntro. rDios le lenga en Gloria.
Tamtrién natural ds Játiva, s,e rasladó joven a Barcelona, enconttando co'locación en
el llamado Palacio Real, transformadó en,,V1useo de Arte 'v Arqueología; y fué entonces
cuando la tendencia e,n él innata encontró adecu-ado ambiente
p¡ara sLl desenvolrr'imiento;
creándose por su laboriosidad e inteligencia
una destacada personalidad en el campo de
las,excavaciones arqueológicas. Dec,ir Gandía
e s t r a e r a l a m e m o r i a ) a s e r c a v a c i o n e se i e m plares, por lo serias y cuidadosas, de Ampurias ; pues al frente de talN trabajos estuvo
desde casi su iniciación en 1908. En los diarios de excavaciones,poco b¡illantes si acaso,
prro bien eficaces.¡uso todo su empeño en
que fueran meticuloso ¡s,fle'jo de lo oitrservado, v por ello son dle una rotunda eficiencis.
Su labor sería absurdo enjuiciarla como la de
una personalidad foriada en las aulas y ,en los
libros, cuando fué principalmente un áutodidacto, digno de todo encomio. El homenaje
J- D. Emilio
Gandía
Ortega
quc se le dedicó en 1929 por lm arqueólogos
reunidos en Ampurias con motivo de1 IV Con-
greso Internacional de Arqueo ogía, fué b,ien me¡ecido. Valenciano entusiasta de su tierra,
hallamos en rél consejo y ayuda decidida cuando creamos rel S. I. P. I-.n Diputación,Pfo'vincial
cie Valencia le nombró, a nuestra instancia, Conservador Honora¡io'de su Museo de tPrehistop¡ofundamente
hastá ,su *r".t.,
,.uéria ; y é1, homb¡e modestor y bondadoso, lo agrad,eciró
c i d a e n 1 3 d e D i c i e m b r e d e 1 9 3 9 ^ D e s c a n s e1 e n p a z d l b u e n a m i g o d e l t S . l . t P ,
[page-n-497]
i-
Licenciado en Derecho y Secretario de 1a
Diputaoión Provincial ; nació en Valencia en
I EL65 y falleció en la misma en I 3 de Febre¡o de 1,935. No interesa recoger aquí las
tiiferentes
actividades
extraoficiales
que
en
se distinguió, ni el desenvolvimiento de su
carrera
administrativa ;
honrar
aho¡a
ccmo,nosotros
sll
su
sino
memoria,
que debemos
'porque nadie
sabe cuánta fué su ayuda y
entusiasmo para que la
Valencia creara estc Centro
Diputac'ón de
de estudio, po-
niéndose con ello a la altu¡a de otras Corporaciones públicas que venían manteniendo
suvos desde 'hacía años. D. Francisco
los
Monleón fué un fiel ma¡tenedor, y transmisor eficaz, de aquel añejo sentir de nuestra
Diputación de que no le debía bastar, para
sus fines, el atendsr al cuidado de su personalidad administrativa,,nl,preocuparse de
dilersos aspectos de un vivir práctico al ras
der suglo, s,ino también de lo atañente a la
t D Francisco Monleón y Torres
fundarce, de Alfonso XIII,
mando
el
vida
espiritual
v Pintura
en
('¡jejas pensiones de Música
,Roma, rpensionesllamadas.ql
para el estudio de mete¡ias propias d'e nuestr&s Faoultades), for-
amigo muerto' escuela en lal c:ientación y
dejando afortunadamente
discípulos
seguidores. En memo¡ia de tal actuación, vaya aquí nuestro ca¡iñoso ¡ecuerdo a D.
cisco r,<onleón.que en paz tlescanse.
F¡an-
t. B. T.
[page-n-498]
NUESTROAGRADECIMIENTO
No pued,ecercar estelibro el Sertsicio InttestigqciónPrehistóde:
prim'eramiente'
rica, sin hacer constar en él su agrqdeci,miento,
ol
CientíÍicaspor haber crsado
ConsejoSuperior de Investi.gacion.es
en él su.Sección d,e Prehistoria depentliente del Instituto, <
V eld.zquez>>,
aytttland,o económicamente ilesen.tsolvimñento
así
a'l
de
susacti'uidades
xarias; y en segundo término a la Elxcmta.Di,puta"
qu.i ha dad.oreci,entementaun nuer)o impulso a la
ción tsaleneiana
s'ubz:ida,Ceeste Servi.cioque tanto ki¡honra, incluso ac,ordando
su
pa:ra
tsenciones
especiatles Ia edición de'e'sta
Publicación (l).
(1) Al editarse el lf.o tomo de "ARCHIVO". la Comisión provincial
está integrada p,61 l,os siguientes señores: Excmo. Sr. Di- Adolfo R;incón.
de Arellano y GarcÍa, Presidente; D. Vicente MarÍ Hernández, Vicepresidente; D. Roberto Alarcó Romani, D. Francisco Alca.yde Vilar, D. Ilrancisco Cerdá F,eig, D. Federico Co'rbÍ Oort, D. Carlos Fbrnández de Córdoba
y f"amo de Espinosa, D. Eduardo G'enovés,
Amorós, D. Antonio Grau Penadés, D. Rafael Laborde-Bois Sánchez; D. Carlos'Llinares Ariño; don
Joaqufn O,lcina Carch,ano,D. Miguel Pare'des,'GarcÍa, Salvador Tornás
Dr.
Agulles, D. M'anuel Vilar Sancho, y el llmo. Sr. Dr. Rafael Gil Quinzá,
Secretario.
-447-
[page-n-499]
[page-n-500]
ALFABÉnco
ir.¡orce
los
Los nombres de los autores van" en vERsAr,rrAs: de. materias.
en negritas, y los geográflcos, en cursiao'.
.
.
'
(N.). 138.
ABERG
Abrevaderos, 232.
Abri-Audi (FrancLü, 201, 355.
Abrigos ba,io roca, 214.
Acueductos, 207 y ss.
Achelense, 12, 1?.
Apev¿r2,140.
Ador,343.
ADRraNo,198, 260, 267.
A(Izaneta d.e Albaida, 329, 333.
Afilaalores, 100,,195,260.
Afri,ca del Norte, 23, 29'
Agost, 4l'6.
Agram6n, 2L3,2L4.
acanalada¡ 403.
Agujas: de coser,64; ile hueso, 192,282; alfiler de cabeza,
AkraTLeuka,301,421 Y ss.
380.
Alabarda, 76,77, 161,163,
Albaid,a (Ciud.ad,,Marqluesado y r¡alle de)' 12' 191, 327 y ss'
Alba,lda (río de), 362.
Albercher (río). 188.
Alberri (monte), 321.
Ar,aERr,U75.
AtbuÍereta' (Alicant,ej, 406, 421 y ss.
Ar.o{csn Gneu (J.), ,9, 43, 44, 15L,29'1,309,36d, 368, 369, 375, 380' 404.
Alcatd, d.e ChLuert, 344.
Arcsvrn, 183.
AlcüU, 143, 145, t44, W4, 207, 318, 344, 355,379, 4(ts.
Atdaua (sierra de), 3f6.
atebus (rfo), lEg.
Ar,Essro (4.), 411.
Alfarp, 344.
Atfggds @artida de), 264.
(marqués de), 295.
ALGoRFA
Alicante (Provincia de), 12, 338.
_44s_
[page-n-501]
Alisadores en piedra, 261, 361.
Aljibe, 219, 221, 222, 227, 232.
Aliorf,321.
(M.), 63, 64,\6i5,6,9, 189,190, 43?.
Ar¡,rAGRo
188,
(F.), 201, 248, 272.
ALMARcTIE
Almería,338.
AlmerÍa (cultura de),85, L24,L56.
Alrnazarq,que.
116,)19, LZ}, t2L, L24, t26, L27, t}o, 132, 135, 136, 13?, 139,
3616.
367.
Al¡noÍarices, 292.
Almoi,nes (prov. Valencia), 195.
Alp'ere (prov. de Albacete), 35, 2L3.
A¡,srüs, 336, 338.
Altet del Pant Trencat,332.
Altet de (v. Cami de Bétgida), 332.
Amq,reio (prov. de Albacete), 209, 21ts.
Arnbrones, 409.
Amvurias, 340, 437.
Anas Gic),40'6.
Anatolla, 139.
Anforras romanas, 119,259,260,292,402.
Anna (prav. de Valencia), 96, 10E
Antela (Portugal), 95.
Anti,gors (cueva dels..., Salines de SantanyD186.
Antremont, 344,341, 342, 343.
APrANo,306, 4016.
Arebó (monte),2L2,zAL
Arctcil (coffal de), 262.
(T.), 67.
ARANZADT
Araña (cueva de la), 32,49.
Archena. 207.
.Arca senilis L., 91.
'(prov.
Ares d,el Maestre
de Castellón), 31, 3?8.3?9.
(El), 146¡ t1B, 163, 188, 318, 328, 3'31,333, 369.
Argar
Argáiico (desl¡oblado), 378, 380.
Argentera (sierra de la), 81.
(V.), 159.
ARrzr/ENDr
Armas ibéricas. 371.
Arpones, 63, 134,336 y ss., 339.
ArqueologÍa provenzal, 418 y ss.
Arquiúrabe, 169,171, 173,175, 188.
Arcola (Espolón de), 405.
y
Arúe rupestre, 31, 68, 69, 355,359,3?5,382,404,433,437,438 ss., 440,441
y ss., 445.
301.
ASDRÚBAL.
Asia Menor, 138.
áspe (prov. de Alicante), 167, 344.
Asta ile ciervo, 282; #abad& 58, 61, 161.
Asturiense, 89.
(La..., f"osa del Obispd, 159,349, 380.
Atata,Aueta
Ateriense, 23,355.
Aücusrus, 3(M.
-
qD,) -
[page-n-502]
Art¿oGs,ro, 3ü2.
AURE,IANo,198.
Auriñaciense, 23, 29, 54, 338,339,355.
Auriñaoo-solutcense, 70.
Aueltanera (cueva de la), 43,346.
Aae (sierra del), 39.
Avry¡ro, 2.@, 27A, 299, 300.
,
AUeIo de Malferit (prov. Valencia\, 344.
(prov. Valencia), 213.
Avora
Azagaya biselaila, 63.
Azaila (prov. TerueD, 2M.
Aziliense,61,64,70.
Aziliotartlenoisiense, 61, 67.
Azuelas. 103: de cobre. 134.
Badaioz, l18, 121.
Baetis (rÍo), 40?.
Baio Arag6n, 156.353.
(islas), 188, 189, 1910"
Bo.lea,res
BALLESTER
Tonuo (I.), 9, ?9. 115, 165, 191, 192, 193, 195, 196, 198, 200, 203'
%Lt, 2.55,258, 265, 272,m4, 2A2,292, 346, 352, 353, 356, 357, 360, 361,
363, 3ffi, 365, 366, 36?, 369, 371, 373, 315, 378,3?9, 380, 382, 383, 403,
40.
BALLESTm,os
GArBRors(M-) 357.
Bancal de la Coron¿ (P'enáguila),308, 321.
Ba,ncalets (Eis), 223, 350.
Bañolas (prov. Gerona), 65, 338.
Ern¡¡rpr¡nÁr (J. M.), 67.
Bq,rcelona (prov.), 338.
Barig,363, 3?6.
(M.). 319, 325.
BeRnecrswR
Barranc d' E spoltí, 183.
Barranpfu d,e Insa, 375.
Barraneh del Eort,382.
Barranc.h dels Charcos, 375.
Barranco del Cano,28O.
Barranco del. Flare, ffi\.
Borranco de les Fouetes,146.
Bsrro,nco de Gambalia, t'l.
Baranco de Gasulla,32, g5.
Barranco de la Ventana, 40.
Barratrco d,e la Valttorta, 32, 36, 69.
Barranquet de Sau,296.
Barros sraguntinos, 258, 259,260, 261.
Barsella (monte), L43, 144.
B¿sd ile columna toscana, 261.
Bastida de les Alcuses (La), 20o, 2ll, 242, M3, 263, 254, 2ti4, 265,282,
30& 321,869, 377,378,4O2.
Bastitanos, 203, 300.
Begís G¡rov; Castellón), 151, 368.
BEcouEN@oñde),443.
Bm,DADoMÍNquEz (J.), 143, 144, 355.
BE"DAMrnaNvm¿ (P.), 166
-45r-
'
[page-n-503]
-T
l
1
I
h¡étsid.a (prov. üalencia), 257, 259, 261, 2'64, 265, 266, 2ff1.
E,sttRÁN Vrr,¡.ecnese (P.), 198, .247, 30'5, 3Zl' 37R.
408.
Be¿rnÁN M¡nrÍNsz (A.), 209, 359, 4016,
Bellotas (semillas de), 161.
B etrl.tirs
i(Játi'va), 11.
Benasal,38L.
Benifalli"m, 379.
Beni.gúnim (prov. Valencia), 261.
Beni,maquia, Ñ).
Benimaamut, 186.
B enl,prí.l(F¡élgida), 257, 258, 2'59,260, 26L, 2;68,26¡4'261'
BENoxr (F.). 273.
Bernis& (sierra de), 382.
Berro (bartanco'del), 151..
BrenfuIpr,or(H), 188, 269.
Elunror,or,409..
Beterrd,, 4ll.
Beeiers,4lL.
Bi,cúp (muela de), 39, 43, 96.
Bigues (Barcelona), E6.
B,r,aNc(A. C.), 434.
Btaf,Eui;eares de Lébor (Los), 403.
4108.
AcüfLErRA(A.), 2619,
F;nilzww Y f,)br,cADo
(Valencia), 270.
B oatell.a
Bobalar,3E2.
I¡oglrcgR (C. R.), 91.
Botbaite (prov. Valencia), 9'6, 101, 133.
Bonete (pro¡v. Albaoete), 213.
Bora gra,n d,'en Cq.rrer'¿s(Gerona), 65, 336, 338, 339'
Bordellet (Moncadil, 296.
336, 338.
BoRoIvts,
EoscÁ Cesewovus (8.), 193, 200.
BoscÁ Snrrnu (A.), L44, l9B.
,Eoseg(F.), 324.
(P.), 85, L56, 228, 237, 30'0,365.
Eoscu C}IMPERA
Bos Sp., 14,22.
Botón de Almizaraque, 139; perforado en V' 134.
Ennvo (F.), 409, 410, 411, 412.
Brazaletes tle Pizarra, 378.
I
;
ffif
Hi:ü'3
zzo,
6q, 1eB, 21d, zzd,
: ,r, 68, 1BB, 20o, 2r4, z2a,2ub,
4f,3, 43:' Y ss., 438 Y ss.' 445.
B:rüdniaas (islas), 138.
Broches, 3?1.
Bronce (edad del), 147, 159' 190.:
Brugent (conca del), 183.
Éuftot $rov. Valencia), 43,314'
363'
16,
Buritres, 18,22,25,29,50,56,58, 61, 64, 339'3515,
Burgweuas (Marsá), 64.
Oaballerla celtibérica' 203'
Caballon (sierra del), 39, 40,375'
Cabego d'e l,a Creu (Casino$, 381'
-, 452 -
h
[page-n-504]
"
'
Cabeza de cabra, en onix, 234.
2L4, 226,227.
Cabeaa Lluna Glerra de.'),
Cabeeo ale Amoreirq (Fortugal), 63, 67.
Cd,be¿o Arruda (Portugal), 67.
da
Cabe¿o de Cq.steltar (Casinos), 352.
Cabeeo d.osMorros (Portugal), 63.
Cahra,63; montés, 195.
Cabras (sierra de lq,s), 214.
425,
C¿snÉAGIIILó (J.), 43, 355, 375,38:2,"404,. +31, 440 v ss.
OesnÉHonnnnos(M. E.), 440.
Cadenas ile oro, 370.
cai.ssesde St- Jean (Mouries), 340.
Calaceite (prov. TerueD, 228.
Cer,Ícw,e, 198, 305.
Calli,pus (rÍo), 407.
350.
l9l, Lgz, 193, 195, 198, 2,0t0,
Cnr,vo (P. I¡EANDRo),
C¿ímatas subterráneas, 232.
Camí de Bélsida (Altet del) 332.
Caminos ile trashumiancia,.228.
329,333,403.
Carnírreal'(covacha sep'ulcral de), 79, LA6,327,
Csmp d,el Tresor (El P'uig), 296.
Camtr¡anita, 371.
Campus spartari'us, 3ü8.
Canal (La...; Dos Aguas), 39, 363. 3?4.
Ca.neldzodel RaUo (rinconada del.., Albacete), 222.
Cánidos, 22,376.
Canis sB.,24.
Cantalar (Albaida), 331.
Cantos azilienses,53; rotlados, 261.
Caítuda de la Solanq, L83.
Cqñada (I¡a..., Villar del Arzobispo), 258.
Cañada d'e Peña (La...), 280.
CaPeIl"a (tra'.., Tarragona), 81.
Capellares (comarca dd, 331.
Capitel, 169,186.
Capra s¡1.,14, 15,22; prisca, 140.
Oáprido, 52,362,376.
Chpsiense,62, 65, 66, 6?, 69, 70, 87, 89, 354.
CAP.ACAIúA, 305.
.
Caracoleros, 88.
Cq,rasetes(Ires..., Navarrés), 375.
Carchatodon, 88.
Carelium etlule, L., 71, 351, 374,378,
Cqrrche $ico de), 39.
Caffegadoiro, 95.
Carregal, 95.,
ZAcARÉs(S.), 356.
CARRERES
Ca.rr¿cola(Valencia), 332, 333.
Carriladas, t59,227.
Cartagena, 198, 299, 406.
3Vó.
Cq,rtTuq.Eine,
haqo,.304, 3'05,
'-1b3*
'
\
[page-n-505]
Cartlt'agonoua, 301, 306.
Casa del Monte (Albacete), 196, 201, 2108,
403.
easa del VaUe (Dos Aguas), 40, 44.
Casq,Doñan¿ (Cuenca), 294.
Caseres (I¡os), 228.
Casinos (Valencia), 159, 351, 352, 381.
Cassis,351.
Castelkins (Els), 23?.
Castellet (El), 340.
CastelXet del Porquet., 383.
Castelb'ell (Taragona), 82.
(Albaida), 329, 332.
Casteúta,ell
Castelnotso(Segorbe), 354.
CastüIares (f,os), 229.
Castillico d.e Bernabé, Bb2.
Cesrno Gry¡saso¡,e(F.), 408.
Catad.au (Valencia), 39, 43, 34,6.
Cau.d,eles Góqes,338,339.
Gave 1(L.),259.
(A. J.), 96, 100.
Ceverv¡¡,r.gs
C¿yo Hsne¡no,211.
Cnyo Vrvro PA¡rsA,267.
(D.), 8?.
CAzrrRRo
Celsa, 3A3.
Celúlberos,204.
CIENTRo
CUTTIfRA
Ver.rNcrena, 356; 357.
Cepillos, 49, 50, 54,55, 58, 339, 35b.
Cerámica antigua, 224,234,81b,B2g,BZ4,B2g,gZ9,BB1,3BB;-a mano, 292
y ss.,368,376,377,380; -argárica, 1b3,1b4,1b6,lbg, 161,Bb1,35b,369,
-cardial, 192,19b,196,
378; -campaniense, 86, 179,264,272,288,295t
199,200, 264, 265,364,377,3?8;-eneolitica, 82,84, 46, 102, 104, 104,
106, 125, 1.34,
355, 376, 3?8; -srisr 291; -hallstitttiea, iJ3B;-ibéric¿,
159,1?9,196,199,201, 2L5,234,258, 259,260,262, 263, 264, 272,274, 284
y ss., 330,331, 332, 334, 335, 352, 370, 376,382, 402t -nerya, 291 y ss.;
-neolítica, 46, 47,58, 61, 62, 196, 198, 199, 364,377; -romana., 19?g
'
.193,197,199,234,258,264,266,352;
-samia, 218.
C e r d e ñ a , 1 8 8 ,1 9 0 .
Oérviilos, 25,63,100, 195,199,362.
Cervns elaphus, L., 14, 15,22.
CÉsen,
301,303.
Ciempo¿uelos, 146.
Cifre (casa de... Dos Aguas), 40, 44.
Cinto d,e las Letras (Dos Aguas), 4A, 43, 374. 404.
Ci,nto de la Ventana (Dos Aguas), 43, 4&, 374, 4A4.
Ciprea, 364, 368.
Clrculo cruzado y punteado, 209; -raitiailo, 209.
Ci,ül l(elJeYadel), 32, 36.
üactbniense, t2, 16, 18, 355.
Clacton-om-Sea (fnglaterra), 22.
(J.lrG.),65.
,Cr,encx
CrASnm (J.), 237.
198,
CF.AUDr0, 267.
_454_
[page-n-506]
Er,
Cr"A,r,Dro GóTrco, 198.
Clavos ile hierro, 282.
Cobertera (Pico de)' 375.
Cbbre (concrecionesde)' 154CoEotas (Las), 405.
Colg¿ntes, 48,125 -de hueso, 126,365, 366' 368'
Co¡:o¡mlvls (J.), 180,
Coloni.a Urbs Julia iVouo, 308' 304'
Cottad,o(8I..., Begis), 131.
Cotl"ad'os(Partida de los), 352'
CaLI d,eLlautÓ, L9l.
Coll de Pous,4A2.
Columbella, 7L, 354.
Columna, 169,1?1,173,186,188'
ConceqciÓn (cerro de 1a)' 299'
Conchas de moluscos, 195Ooncheiros, 63' 89.
Conquero (Huelva), 118, 120'
Coneio,63,195' 199.
C¡uIwÍrrcas' 8' 317' 337' 447
os
CoNss¡o SrtrPERroR INl¡ESTrcncroNEs
la), 213'
ConsotaciPn (I"Iano de
Consrenrr¡¡o, 2fl.
go7,329, 330;'-megalfticas, 165' 185'
construcciones ibéricas, 221,
Contestanos, 300.
Continencia EsciBión, 302'
Córdoba, t46.
NEPots, 302.
ConNsx,fo
(J.
CoRoMrNAs M.), 63, 336, 338'
(Bancal de la), 308 y ss', 350' 379'
óorono
. Corral de Mosén,}9l'
Corral d'e la Negra (partida det)' 267'
Corrat d'et Botlo (Albaida)' 328'
Corral d'etsClvunos (Sagunto)' 297'
Corrat de Pomar (Casinos), 352'
Corram(l,rum (Irlanda), 403'
ConnsrA (V.), 11S,138, 139'
Cosre (J.), 300.
ConrÉs v Lorsz (M.)' 271'
Oowowcps (L.), 67,'68.
Coua de l'Aigur,375.
Coua (lets Antirors, L86.
(Carríco1¿¡,327, 331.
Coaa d,etBarrq.nc d'el Castellet
Coua d'ets Dos-U'IIs, 2€,2'
Coua d'e l'tdra,376.
Cooa d,etsEncantats,338, 339.
Coo¡aForadd" 352,381.
Coua Fosca de Mauri'cio,38t'
Coua de tes ]|tlallaetes, 376.
Coua de les Mqrauelles, 191, 345,377'
Negra (JátiYa), lL, L2, 13, 14, 23, 29,346, 361, 362'
Cou,a
Coua Negra (GandÍa), 191' 350, 377'
34o' 366' 379
coua d,e lq. Pastora.,íze, tzs, 132, 135, 13'6,13?, 139' 140'
*4ó5-
[page-n-507]
Coua de ld, Peclllna, ts62.
Coaa de la Pedrera,328.
Coua del Racó-Tanca,t, 316t
Caua del Eeclau-Viuer (estratigrafÍa), 3E8.
Coua de la Sarsa, 143,145, 157, 199, 2;00,364.
Coua del Seffualt', Lú7.
Couacha de F,élir, 382.
Couacha de Garri,n, 3E2.
Con¡qlta (Albaida), 2011,2108,
zLL, 242, 243,1bts,260,827,829 y ss., 408.
Coaaltq, (Ventamina), 374.
Couarios (Els), 382.
Coaes Mqles, 280.
Coueta de l'Or,378.
Cráneos humanos, 63, 176; -eneolÍúicos (descripción, estudio y clasiflcación), 147y ss.,377; -trepanados, 176,366; -tle niño (argárico), 1b3.
Cneurvo, 201.
Creta, 132..
Creuets (EIs..., TarrAgona), 81.
Cristió (Otos). 260.
Cromagnon, 146.
Cronol'ogíade Ia cerámica ibérica, 425 y ss.
Chuz griega, 209.
CUADRáDo
U.), 78, 408.
Cuarte (acequia de), 78.
Cucharas de hueso, 364.
Ouchillos, 20, 23, 28, 75, 86, 89, 100,107,L34,L35,153,866,367,868, 369.
:
CuahtlXo (sierra ,del).,214.
Cuénco (de cerámica), 365.
Cuentas de collar, 48, 63, ?8, 83, 86, 125,153,365,366,370,372,3\6,279.
Cuerno, 102,103,105.
Ctreva funeraria, 73.
Cueua de Ia Arañq,32,4ts.
Cueua de la Auellanera, 43, 3'46.
Cueuu de los Caseres, 440.
Cueua de la Cocinq.,39, 45, 6L, 62, 64,65, 66, 6?, 68, 69, ?0, 71, 8?, BB8,
349,360,363,375.
Cueua de Doña Clo,tild.e, 69.
Cueua Fonda., t56.
Cueuq, de las Maratsillas. 344.
Cueua Morena,2L4.
Cueaw d,el Moro, 348.
Cueaa del Parpettó (v. Parpalló)
Cueaq,Renli,gia.,
34,37, 44ñ.
C u e u aR o c a , 3 4 6 , 3 4 7 .
Cueua de Rocafort,366.
Cueaa de la Saltadorq, 3'6.
Cueua de Va.ldancer, 344.
Cuea'ad,e Valle, 61.
Culto solar, 212.
Cultura atgátiica, 190; -de las cuevas¡'156;-ibérica cle la cosúacataiana,3l2; -megalítica, 431 y ss.
üúnÁs L¡onÉrs (R,), 356, 357,40t,402.
_ 4ó6-
[page-n-508]
Chatelperron, 20, 23, 338.
355.
Cheleo-achelense,
Cthella (,Valencia), 96, 100.
Ahinchilla (Albacete), 213.
CHrrrY (t"), 403.
134, 135, 358, 366, 374, 375, 377,378, 379, 381, 404'
CrtocoMrLr(J.), 43, 9r3',
C h o u s , 9 6 ,1 0 0 .
Detualq, (Villa Cisneros), 87, 91.
Dama de Elche, 416 y ss..
Dánubi.o (rfo), 14t.
ET
DARE¡VrBEBGSAGLro,292.
(A.), 253.
DEBEAUX
(JJ,
DTEcHELETTE 13Bb139, 209.
Decoración en Ia gerámica neolítica,47,6L; -én la cerámica ibérica' 234
. 235,260,263,273,284y Ss.,352.
Decoración solar, 208, 209,2L2.
Deitanos, 300.
(TÉ.), 111.
Dlsr,AcrlAüx
Denia,188, 401,403.
Dentalio, 5?, 63.
88.
DEsFoNfarNEs,
1,09.
DlEsoR,
330
Despobladlos, y ss.
Diego (p,arlicla 'de), 352.
Drocr,ncrelro, 306.
Dro¡q Cess¡o, 3(8.
Diorita, 105.
Dioritina, 1"05.
Dios solar,212.
8,
DupurecróN PrRovrNcrar,, 334, 33'5, 447'
Disco ele barro, 259.
Dogues (ües), 32, 36.
Dolium, 292.
Lg&,26Í.
DoilfrcrANo,
Do PAgo,(4.), 63.
Dordoña, 65.
Dos Aguas (Valencia), 39, 40, 44,404.
Droba (La), 37d.
Dubots (partida dels), 318, '355,3?9.
36.
DURÁNv Serv¡Bsnn,
Durius (rÍo), 406.
Ebo (valle de), 188.
Ebro Gio'),302.
Ebusus,188.
Egea,2M,.
EcurBEN(8.), 67.
Elatue,2A7,234, 254, 803,344
Elephas atlanticus, 18; -¡o1"tt.ts Pom., L4, L8,362.
Empori.o (Calyrnnie), 237.
Eneolítica (cultura), 73, 85, 157, 259,315, 318, 323, 324, 326, 327, 328, 329,
331,332,333,334,377,379.
Enguera (Valencia), 344.
457 -
[page-n-509]
.f
Enterramientos eneolÍticos en fosa, 81, gB, gb; -argáricos de iirhumación,
153,'161,163,380; -excavados en roca, 215; -ibéricos, 186: -romanos,214,235,265.
Epiauriñaciense, 67.
Epipaleolitic,o,60, 61, 63,r63,69, 355.
Equidos, 25, 63, 100,351,362.
Equüs caballus, L., L3, 15,22.
Eremina Duroi Hiit, 91.
Ereta del Pedregat (Navarrés), 99, 101, t0?, 108, 109, 112, 1BB,184, 1BB,
L39, 322,349, 36q.
Enor¿, 265.
Esoálenos ile silex, 65,
Escdlona (río), 98, 3?b.
Esceró¡1, 302, 306.
Escornbrera (isla), 3,00,
BOE.
Escoplos, 20.
Escuálidos, 88.
Escualos (dientes'de), 87.
Escurridera, 380.
Esparüo espdñol, 806.
Espátula, 102, L04: -de hueso, lr?5, lg4.
EsM i(s.), 43, 44,159, 166, 247, 272, 273, 275,285, 313. 318! 335, 36b.3?4,
375,'378,380, ggl, 494.
EsPINós; 193.
Esrr,a (E.), 165.
Espleterc (EIs..., Salsadella), 186.
ESPRESATT (G. G.), 31.
Esqueleúos,75,
153.
Estacas férreas, 204.
Esrecrów ou EsruDros P:nsxÁrcos. B3?" 338.
Dstacionesibéricas, 215; --paleolíticas, 106,l0g, 111.
Esrms¿Nor Brze¡rcro, 299
Estel,eseneolÍticas, 82,83, 84,85, 160; -ibéricas, B?9; -neotfúieas, 62; romanas, 220, 221, 231, 236:,-solares, 212.
EsrEvE (F.), 338.
Esrn¡u¿ (J. A.), 94.
Ebtraúificacionesde San Miguel de Liria, 311,312,816.
Estrella (sierra), 94.
Etoaissam, 30'A.
Euffigneir,342.
F¿snn (J.), 111.
Falanges decoradas, 120; -sin decorar, 135.
Falqguero, (La), 344.
Falconerq, (montes de ld, 877.
Falon (río), 4A, 7L, 375.
Fasicamp:o (camino de), 261, 262.
Félix Partlus L., 14, 16.
FbnwÁ¡¡prz Avr¡,És (A.), 73, l9B, 4A4, 4A6.
Ferrassie (kü,23,29.
Fibula,370, 371.
Figuras humanas de cerámica, 196,20L,309"316; -humenas esquemáúi'
caS,3?5; -femenina en piedrra,366, 405; -animales en .bronce, 215.
-458-
.I
f
¡
I
t
t
f
[page-n-510]
431.
FrcusnAs Pacruco (F.), 421, 4215,
267.
FtIJPo Er, ARABE,
Filología vasca, 408; -ibérica, 444 y ss.
Flechas, 76; -de sílex (neoliticas), 192,193,200.
FtETcrxER(D,), 9, 28, t'65, 185, L92, 343',348, 369, 40,1,4L5, 4L6, 421, 42\
43L, ++5.
trtonrs, 3Of.
Fr,ono, 302.
Foceos,340.
F o n e l a s , 1 3 64 0 3 .
,
Font B:eneite, 332.
i
?ant det RarteL 81.
Forvr y SueuÍ (N.), 87.
Flonrr, 109.
Fortaleza helénica de Emporio, 237.
, Foucun,405.
Fnervxowsxt, 95, 138.
Fh¿wz (L.), 202.
Friso Solar, 209.
Fnoxrnvo, 201.
Fuente del Pescado,97.
Fuehte d,e'los Pqstores, 97.
Fuente Negra,98.
Fuente Loca,98.
E\rncus (F.), 350.
Fusaiolas, 258,260,3?2,381.
Gatia, 138, 339, 340.
(P.).
CIÁNDARA 9'5.
G a n d í a , 1 9 1 ,3 4 5 ,3 ? 5 .
'Garcel (El),
233.
GonsÍA BEr"LrDo(A.), 190, 300, 302, 359, 4,00,'4L5,425, 431.
G¡ncÍa DE LA ToRRE,3,04.
GARGAT,Lo
rc.), 297.
Gerona, 388.
' Garrag (cerro de),, 229.
(D.
GARRoD A.), 68.
Genoués,346.
GINERMARÍ (J.), 89.
Girona (rÍo), 188.
, @mnesia, 188.
Ciionsnr, 66.
Gosv (P.), 23?.
Gó¡vrszlVlon¡ivo ([\4.), 3108,3gg, 32,0, 444.
Gówz N¿pe¡, (E.), 242,37L.
(N.
Górvmz
SERRAN0 P.), L88,249, 254,269, 27O,
W6, XIL, 2gZ,291, 335, 358,
975, 3?8, 381, 410.
36,0,
GoñzA¡,EzStMANcAsWI), 293,294.
Gor, LlB.
Goraie, Ll9.
(V.), 138, 353, 3,54,355.
Clonpox CHTLDE
Gounv (G), 109.
Gro,pat (fuente det), 265.
_459_
i
'i
,';
. t
I
i
[page-n-511]
Gravette (cultura de La), 56, 61, 64, 65, BB8,BB9.
Grecia arcaica, 138.
Grimraltliense, 68.
Gusd,a,lest(rÍo,). 300.
CIIIIEBITARD(4.),
'
.'
237.
Guelt-Zerga. 237.
Ilachas de cobre, 101, 104, 106, 134, 867; -cuatcita, 48; -diorita, r.3b1;
-fibrolita, 47,64,82,86,153,368,386; -hierro, 869; -neotÍticas, 189;
-ofita,265; -pulimentadas,75, 100,103,104,184,366,867;
-sÍlex, 16,
54,56.
ftrallstáttica (cultura), 265.
Hffiss (A.), 30'4,3105.
Hu,ENA (P$.), 418.
llelis, 71.
Hellin (Albacete), ZL}, 2L4, 224.
H emeroscopeion, 2V0, 401.
HprwB(W. J.), 401, 402, 403.
Hendidores, 54, 56, 64."
Herna, 270, 300.
EfERoDofo HERAcr,EA,.
DE
299.
llemamientas ibéricas, 369 y ss.
Ifierro (Edad del), 340.
Hrurr.cor.¡, 408.
trlipoide,288.
Ilispano-marlriúana (cultura), L56,4L4.
Hissarlick, L3B.
tl,ojas, de cuchillo,4g; -cuchillo de cobre, 265; -rlorso rebajado, 64,8?i7,
3 5 5 , 3 6 4 , 3 ? 6-;e s c o t a d u r a , 5 0 , 5 4 , 6 3 , 6 4 ; - m u e s c a , 4 5 , E L , S B , B 6 4 i
-sección úrapezoidal y triangular, 351; -silex, 22, 28, L79,198,lgb,
198,355.
Holmiskos, 274,276, 282.
HorLonet (S'), 1E3.
Horca (casa de lü, 2L5.
(F.
HoRiv¡¿sc¡tp D.), 405.
Hornblenda, 105.
Hoaa de Conwin, tL'6.
HoAa de los Castellones,119, 139.
HoUo de La.Mlna (caverna de), 6?.
Huesos humanos, eneolíticos, 82,83,377; -decoración ineisa, 364..
HunNun,2?2.
IIung'ri;a, 354.
Ily¡.ecrns, 2?0.
Hastio, 270.
IBARRA
Fo¡.ceoo.,
293.
Ibérico, 46, 47, 257; -despoblado, 379.
Ibero-romano, 201, 257,259,264,266.
Ibero-sal¡,ariano (cultura), 156,414.
Iberus alonensis Ferrusac. 71.
Iberus (rio), 406.
Ibiza (cráneos eneolÍticos), 144,310.
IBoRRA
IzeurERDo
Q), 44.
ItleologÍa tlel mundlo Brimitivo, 443 y ss.
-460-
[page-n-512]
ialolos, 48; -cérámicos, 19?,201; -oculatlos, 115, 126,t27,135. 140, 366,
367; -planos, 126.
Ilerd,d'270, 300.
Illici, }'At.
Imbrex. 261.
Inscripción ibérica, en plomó, 3?0, 371; -en cerámica' 288; -romanas,
.
2 r 4 . 2 3 6 ,2 6 6 ,3 0 5 .
DE GnocnerÍe v EstRoÍsucn, 88.
lNsmrutro BRASrr,rTRo
INsrrruro VurÁzQupz,8..
106,111.
IscHEB,
Iunxini (Sahara esp,añol),91.
I¿ana (Soria),293.
Jabalí, 63; -colmillos, 101,351,3?0, 377
.labalina, 76,77, 368.
Jd.tiaa. 345. 362.
(8.), 28, 44, 374.
NavARRo
Jr¡¿ÉNpz
Joan d,'Os (Tartareu), 1'56.
Jorr{ {N.), 410.
448, 446.
r
JonpÁ oen¡Á (F.), 9, lt, 44, 165,362, 440, 44L' 442^,
Pgn¿¡,es ND, 242, 257,360, 363, 3'67'371, 3E3.
JoRNErr
JuaN (Padre..., S. J.), 350.
Júcar ftio),3g, 40, 43.
Jumilla, 21L3.
Junca.l" 95.
Justina (Cartagena), 30t6.
Kalathos, 273,216,286,288.
Kqrkedona (Cartagena), 301.
K ark:edona Spartagene, 3'06.
.
Kh erbet _em,ibh a,, 287
Kiokkenmoeddingos, B?; 88.
Kraa ,(ED,9t.
410.
Knesfbcqryrsn,
Kurdisfdn, 65, 68.
I¡EEONEIORIO DE ARQUEOLOCÍR OO L¿ U¡qIVNNSIDAD DE VALENCIA' 357.
Lecudon, 340.
Ladrillos, 26I,292.
IrAF'r,tENrE
Vroer. (J.), 421, 425, 43L.
Lagunu de Nauarrés,97.
Láminas de hueso,125,366;-matfil, 192; silex, 103,106,365,367
(R.), 213, 228,339,343, 360. 439.
LANTTER
La,ttza, '17,369.
Lapa (le Buga,llleira (P'ortugal), 111, 120, 139.
Lápirla ibérica, 212i -tontana, 262,28I.
Lascas de silex, 153,161.
La.scaur (caverna de), 438.
Lautgerie-Haute, 65.
mnK:',#1,*,
LnrsNsn (G. y V.\ 4'31.
Léptd,a,301, 308.
Lepus, 14.
Levallois (hojas),12.
-46T-
[page-n-513]
'
l,evalloisiense, 12.
Leaante espwño|.,244,.
Linia (Portugal), 95.
"Limnaea, 71.
Limo arcilloso, 13, 15.
Lingüística paleomediterránea, 407, 4L0, 4L4.
Liria (Yalencia), 2018,
280, 330 y s,s.,381, 408, 406.
Llano de la Teja,4W.
!r,Ara,s (V.), 161.
Llonxbq.U(Valencia), 39, 346.
Lnoprs (N.), 55..
Lr,onuNrt FAtoó (T.), 356.
Loma de los Peregrinos (Alguazas), 73, 74.
IToRICLES'
3104.
Losq, del Obi.spo (Valencia), 159, 349.
Losas, 104.
l,osetasgrabadas,169,1?3,L75,L77,183,
364; -escritas, 320 y ss.
LozovR (Exuo. Sn. Menflnis o¡), 8.
Lucerna roma,rra,
t92,197,198,199,292,377.
L u c e n t u m , 4 2 1y s s .
Macrolitos de caliza, 54, 58, 64.
Magdaleniense,48, 61, 62, 63, 64,65, 68, 69, ?0, 336 y ss., 355.
MaruorxeR(J.), 69.
Mantllbula de cánido, 282; -cálBrido,282; -humana, 161.
Mandola (Basti'da de), 267.
Manos de mottero, 241 y ss.
Manza,nares, (valle del), 13, 16, 29.
Ma,Euiuo,r (Valencia), 296.
Marcas de alfarero, 260,265,290.
Marchuquero (,Gandla), 19'1, 195, 350, 375, 37q, 377.
iM¿ncr¡r,,208.
MaRco AuREr"lo,198.
304.
M. Posru¡rus ALBrNUrs,
Margas triásicas, 13, 362.
Marjal de Nquarrés, 96, 99, 361, 365.
Marqueret (8I..., P'uzol),296,
Marquesado de Albaida, 32,'1.
M,arsella, 340.
Ma.rta (La..., Museros), 296.
Martés (Sierra..., Valencia), 39.
(R.), 209. 352, 353.
Menrf 'GencunÁw
MenrÍrvez Ar,ov (J.). 258, 26'6.
(F), 252, 254, 294, 442.
Menr͡vsz y MART͡vErz
(J.), 13, 16, 186, 189, 3d5, +I2, 415.
M¿nrÍrvsz SANraor^ALLA
Mas d,el Carbó de DaIt 382.
Mas d.e Centetles, 382.
Mas de /s (Alcoy), 318, 3132,
379.
161.
Mas de Menente (AlcoY(),
Mas del Sardo (Tarcagona), 81.
Mas ile Sucl¿eta,378.
Mas6a d,e los ftrea (EegÍs), 368.
Ma,s6ade lq. Roca (Vich), 321.
-
L'62 -
[page-n-514]
trI,asl,ade lléLee, 296.
I
M¿spowr y ANcLASEr,r.
86.
Massi,a, 29,9.
Massienos,299.
Mastia. 299. 800.
Matamón,346.
Materiales prehistóricos, B4By ss.
1VIATEUI¡I¡oPIs (F.), 356.
Y
MAxrM[,rANo HÉRcltEs, 1gB.
MA"yÁNS,
271.
Meca (Í.a..., Albacete), 2tt3.,221.,227, 228, 232
Jlteilias lun¿s de silex, 48, bg, 64, 876.
Megalito, 181,369.
Mekta (E1...,Africa); 354.
Melanopsis Dufourei. Fer., ?1.
MENcr(E(8.), 63, 65, ,6?.
MENDES
Connse (4. A ), 63, 67.
'(R.).
I\ftrvÉ¡ro¡z Pr¡er,
405. 409.
Mentech,é (Caria), 37.
MENcmN (O.), 3,85y ss.
(C.
MERcELTNA de), ?7. 183.
MesolÍtico, 62, 63, 65, Bd4.
Mlnxra (P.), 94.
Microburiles,46,48,b0, b4, b8, 68, 68, 69, 368.
Microlitos, 22, 46, 50,56, b7, 6b,6?, 69, gg8,BB9,
3?8.
Millares (Los..., AlmerÍa), 89, 11b, Lt6, IL7,119, 120, Lif,, ]24, 182, 184,
139.
Minatedq (Albacete), 2L3. 2IS. ZBb.
. Minio (rÍo), 43?.
Minoico primitivo, 139"
Mioceno, 88.
MtoNwnr, 3011.
Mitjauuna (Arbaida), 381.
, Mogente, 377.
Mola (Abrigo de 1a), 35.
MoIa Remigi¿ (Castelló,n),B?8.
Mo¡¡¡r¿ n4 lVlÁr,eca(Ld.9, 9b.
Moli.no d,e Blasco (Monforte del Cid), 16?.
Molino a mano, 84, t02, 158,161,3?B;-ile piedra, 222,22g,282,268,274,
2 7 6 , 2 8 2 , 3 5 33 ? 9 .
,
Moluscos agujereados, 57, 69.
Maluedre (Valencia), 410.
Monastiriense, 18.
(Algarve); 118, 121.
MoncarapacZ¿o
Monduber (Valencia), 34,5,86,3,B?b, 8?6.
Monedas rle Chrtagena, 308 y ss.; -emporitanas, B3g; -ibéricas, 284;
romanas, L92, 198,258,2Bg,267, 295,BS2.
Monforte del Cid (Alicante), 1615,
166, 16.?,
1BB,190, 369.
MonMó (Denia), 3'57, 40L, 40P,.
Monñ,uar, 3A8,.
Monraa¡ana (cerro de la). 3b3. 881.
MontanUeta de Cubrera (Torrente), 161, B6f.
_463_
[page-n-515]
Mo¡m¡*rus, 94.
250'
castellón)'
fr""7:ffi:,{Arcora'
Morbíl¿un, 183.
Moretta, 346.
Moro (Rambla del), 213.
I Mortdja (La), 227.
Moteta, (pa¡tida de la), 26?:
Mo'ros (F. de), 220.
Mouries,342.
MuEe (Portugal), 68, 617,
146.
Munda, 30t.,
Mund.a (rfo),116.
Mundo (rÍo), 213.
Muntis (partida de), 220.
Mwntó de les Ment¿res, 844.
lVluñozJennrrv (tS.),351, 352.
Murallas de piedra en seco, 151.
M\rrcia,':338.
Murex, ?1, 91.
Mut-uiet. 4Ll.
Musr-"o A¡vrnoipor"óc¡cb,19q, 343.
359.
MÚsEo DE A],B.ACTTE,
Necrorar,, 192, 193, 200.
Musgo AnQu3or,ócrco
359Ivlusso MuNrcrpal, DE CaRTAGENA,
Musuo DE MüRcrA. 359.
Mussa.ra,(sierra de la..., Tarragona), 81.
Musteriense, 12, 15, L6, L8, 22, 23, 29, L14,355,362.
Musterifonme, 29, 56, 61, 64.
Mutelas (Serra das..., Pbrtugal). 138.
Myúilus, 91.
Narbonne (Francid. 418.
Nassa reticulata, L, 71.
'.Nnv*r,
(P.) 321.
Nq'uq'rniz (vizcaya), 40t4,40'6'
Nauarrés (Valencia), 96, 105, L3l9,322' 349, 375
Naveta, 189.,
Nauilarga, t46.
Nean Karkedona, gW.
Necrópolis, 158,313,314, 339; -ibérica, 214,215; -romana'
-romanrocristiana de Tarragona, 305.
Neo-eneolltico, 200, 201.
Neolítico,46; 50,61, 62,64,6'1
,68, 69, 193; -inicial' 58.
Nicho, 173,175,186.
Nomnatio (puerto), 299.
Norba,304.
Norax, t9'0,
Noua Kartago, SW^
Núcleos de sílex, 50, 55.
Numdncia, 2A4, 228, 229, 231, 235, 286, 254,4LZ.
Nuraghes,190.'
*To*
(II.), 67, * .rr/r*l7
31, 439,
,
226,234,280i
[page-n-516]
i
Ocenilla (poblado de), 405.
(H.), 07.
OcrÍoBoN
Olnussa,301, 3012.
Oinochoe, 3?6.
Olioa (lalencia), 193, 20[.
Otlerza (Valencia). 346,,3&2.
Omissam,3V2.
Onexoicle (Perflt cerámlco), 291.
235, 237, 340.
Oppiita ibérica, 213, 215, 220, 229, 2-30,
Opus doüare,228,292.
O¡rus incertum,276..
Ora MarÍtima (v. Avieno),
Oreja votiva ile bronce' 274.
6¡gón,342.
I
i
o|ihueld.,34?, 350.
oroPesa, (Castellón), 302.
Osca Urbs Vi,ctri.r, 3.8.
Ostnea flabellata, Goltlf, 283.
Otobesken, 342".
Oúos,258, 26$.
Ovis aries, !4, t1i -vignei, 140.
DEL
PALAcro DE LA GENERALTDAD Rg¡No or VAr,ENcrA,384.
Palafito, 93.
(rio), 151.
Po.lq.ncia,
Palau (8L..., EL Puig), 29'6.
Pala¿uelos, L46,
Paleolltico inferior, 13; -meilio, 12; -superior, 22, 24,29,54, 58, 61,62,
63. 64, 66, 6?, 68, 69, 70, ?1, \2, t99,200, 337 y ss., 355 y ss.' 362' 363.'
paletnOlogfd hisl¡ánica (divlsiones, nomenclatura y cronologfa), 412 y ss.
(v. Martfnez Santa Olalla).
Paletnología general (divi$iones, nomenclatura y cronologÍa)' 380 y ss.
(v. Menghin).
Palomar (Valencia), 327.
Palonas (Abrigo de las), 374.
Palap (baxtanco de), 179.
Palop (caeva de... Mogente), 377.
P¡¡,os (F.), 100, 101.
I'aradores, 88.
P¿npo i(R.), 8¿, 318.
Penrs (P.), 2Ll¡,212"
P,a.rpaltó (Cueva 'del... Gandfa), 45, 58, 50 61, 92, 65, '69, 70, 88; 336;
337, 33?, 345,354,360,363, 375; 379' 43$,434.
PEREZ(V.), 9, 125, lz7, 251,290, 36'0.
PAscrtAr"
ParoN Mvnss (Ivfl\d.), 237.
P[u (C),410.
Pecten, 376.
Pectunculus, 71; -violascens, 238.
Pedrera (carnlno de la), zffi,265.
Pnr,r,nnrw, 30t1.
Pemdguila (Allcante), 348, 379.
I'endientes tle cobre, 126.
Peñ,a d.e to, Du,eña (Teresa), 161, 159' 349' 368.
*
-46ó-
[page-n-517]
'
Peña For.ad.rÍ(Mogente), 3?8.
Peñ,a del Palmor*n, t83.
Peña Raia,343.
Peña de San Diego,882,
Peñíscola (Castellón), 302.
Percutores,100,161,351,364,36?.
Punsrne, 26'9.
(J.), 13.
PÉn¡z ou EaRRADAS
Perforatlores, 16, 18, 22.
PFRrcor(L.), 9, 12, 28,35, 82,68, 69, 71, 78,82, EB,Lzl,143,199,242,212',
307,33?,339,349,353,355,356,35?,8'd0,364,3?1,3?3,374,375'377'
378, 432, 43'3,434, 436, 437, +38' 439.
Perigorcliense, 375.
Pesas de telar, 381.
(D.), 23, 62', 6,5,67.
PtsYnoNY
Pilaao (Dos Aguas), 375.
Pinoso (81..., EI Puig), 297.
Pinturas esquemátieas,3?5,382,433; -neollticas, 214; -paleolÍticas,2l4;
-rupesttes, 62, 67, 433,44L, 445'
Pinzas, 324,37L.
PrrrAR! (E.), 109.
(8.), 9, 44, ]^9l, 307' 352' 366, 3E3' 385.
Pt"A B,ALr,EsrER
gtabadas, 46, 52, 53, 54, 57, 62,339; -neolÍticas, 62; -pintadas' 52'
Placas
58. 62.
Playa fluvial' 2?9.
Pr,rNro, 270, 306, 406.
Plomos escritos, 308, 310, 312,313, 314' 320,324.
opr, CrP, 269.
Porry¡R
Por,res¡ro,307.
Por.rsto, 204, 206, 2A8, Zg9, 301, 302.
271. 301.
PoMPEYo,
PoMPoNroMrr-e, 306.
Pouacho (Moncada), 296.
Pondus, 292.
(F.),-143,
364, 365.
PoNsFr.r,
Pont Trencat,332.
Fonc¿n R,rpo¡,r.És(J.), 31, 250' 358' 441' 44t
Posmo¡r¡o, 406.
Preasturiense, 56.
Predicad'ores (Rambla de los), 2?0.
Frensas, 22t; 222, 232, 234; -de madera, 219, 229.
Presolutrense, 29.
Priorato, 64.
Protosolutrense, 338, 339.
I'seudoasturiense,64.
PTororvrso,301.
PuBLroScrrrÓN,301.
P. Tunuur,ro,30'4.
PuÁE (81..., Alcoyj), 251.
Puliilor, 84.
Puntal de |a Raboso, 331.
Puntatet (rliria), 313' 315' 372.
- '+oo -
[page-n-518]
P u n t a s ,t 6 , 1 8 , 2 2 , 2 3 , 2 5 , 2 9 ,4 6 ,4 8 ,4 9 , 5 0 , 5 2 , 5 45 6 ,5 8 , 6 3 , 6 4 , ? 5 , 8 7 ; 8 8 ,
,
89. 100,102,103,104,105,106,125,136,335,338,363,366,367,368, 377,
3?8.379; -de base cúrrcava,L26; -de cobre, 126.
Punzones de oabezaa,canralaila,
126; -tle cobre, 77, 724,125,126,134,368;
-de hueso, 48,52, 57,58,71, 82, 100,102,103,104,105,364,368, 3??, 378.
Puñal, 75,76,77; -de hueso, 121; -ite cobre, 365; -de bronce, 380"
Q u e s a , 9 6 ,1 0 5 .
Qurnoce,87.
Qart-Hadasq,t,301.
"u
*ZZYJ X'
lii;;;" .**illi';#l'
Eqbosero (E1..., Torres-To,rres), 248.
Racó de la Neuer.a (Adzaneta de Albaida), 281.
RADA Y DEI.GADo, 182.
R a e d e r a s 1 6 ,1 8 ,2 0 , 2 3 , 2 7 , 5 0 , 5 4 , 5 6 , 5 5 , 8 91 0 2 ,1 9 3 ,3 5 1 ,3 5 5 .
,
,
R,aedera-perforador,28. .
RAMos Fo¡,Ou4s(A.), 425, 431.
Raspadores, L6, L8, 22, 23, 24, 28, 50, 55, 58, 61, 64, 75, 89. 193, 195, 198,
2 0 0 ,3 3 9 ,3 5 1 ,3 5 5 ,3 6 3 ,3 6 5 ,3 6 7 , 3 7 6 , 3 7 7 .
Rebolcat (81..., Alcoy), 145.
Recipientes de pietlra, 179.
Redoad.n(Alicante), 416.
RETNERTfl (H.),
110.
Retilai (Angelia), 66.
Rendaguana (partida de), 259.
Reus, 81.
Rhinocheros merckii, Kaup., 13, 14, 18, 22, 362.
(A.), 275, 3E5.
Rr¡vcórv ARELLANo
DE
Rio de Oro (Sahara español), 87.
RÍts (J.), 276, 218.
Riud"acol.s(Tarragona), 81, 82.
Robenlt'ausen, 94.
Roca del M'olinell,3g2.
noca. del Serrallo, 3E2.
Rocafort (Valencia), 365.
Rtód.ano(rÍo), 340, 341.
RoonÍcr¡rz (G.), 269.
Romanelli (gnita de),62, 434.
Roqueperluse, 340, 341, 342.
8os (abrigo de), 382.
Rostrum, 292.
Ró't@a (Valencia), 191.
Rouzgrc (2. de). 183.
RrovoGóuuz (J.), 13, 362.
Rvrz (W.), 112.
SAGASETA
JARRIN (H.), 851, 352.
Sagunto, 2A8,247, 253, 254, 29'3,294.
Saint Blalse (Francia), 340.
183.
SAINT-JUSIPEOUARÍ,
Sa¿es(pa¡tida de), ?164,266.
(K), !46, L47.
SALT,ER
Salou (Tartagona), 81.
-467-
i
!
i
,
[page-n-519]
'
Ser,¡¡srlo,2?1.
so,mbaEui\88.
San Antoitio (ladera de), 347.
San Antonio Abad Grmita de), 26?.
SANcüs Srvnne 6),2fi2.
San Gents de Vilasar, 85.
Sq.n Gregort de Falset, 66.
San Julid,n de Ramis,3B9.
3?1,
San Miguel (cerro de..., [,iria), 158,203, 244,253,2t54,'349,3i60, 3?2'
373.
AFARISI (J.), 89, 3'65,
SAN VAI,ERo
S,anta Cri,sttna, 95.
Santa Mari.nd (Soria), 405.
Santimumlñ,e (cueva de), 67.
Sant Llor'éns de SítEes, L56.
Santos (cerro de los), 213.
Sarcófagos ile mármol, 214,226.
Scmv¡rur(IL), 77.
(A.)" 2103,
30¿,855, 485,4L2.
294, ZLz, 269,270, 271, 299,30'0,
ScHúr,ÍEN
ScH,wANTEsi
616.
Secano (E1..., Mor¡forte del Cid), 167
Segorbe, 347,354.
'SEMTNARTo HrsfoRrA Pnn¡rrrvA pnr, trIoMsns (Mhonrp), 89.
DE
Inn{ñsz(J. J.), 43, 359, 374, 3?5, 408,
SjENENT
198.
SE\rER.o,
SEPTU\4io
Seriñd,,61, 337,338.
65,
Ssnm C¿na¿sco(J.), ,167.
S,snn¡ RlÁror.s (J. C.), 157.
SERn¡ Vu,aRó (J.), ?8, 199, 293, 294, 305.
Serreta (1,a...,Alcoy), 143,332, 355.
l
Serruch (cerro del..., Mogente), 3?7.
Sissr¡Nr, 304[
Setif (regtón de), 237.
Sicana,210.
Sicanus (rio), 188.
Sierras de sílex, ?5, ?6, 351.
Sifó de les Fanecades,437.
Silos, 214,229,232,234,319,332,333,350,351.
Slmbolos solares, 209, 2Ll.
SrnEr (L.), 66, 77;78, ,115,118, 121, 123, L24, L29, L32, 135, 136,139, 1613,
233,293,387,408.
Sitand,, 27,9.
¡n
SocEDADCAsrE!,úoNENsp Crr,rtnn, 31, 358.
Sombrero de copa, 273,286,288.
(F.). 81, 82, 83, 84.
SoI,¿w¡u,r,Es
l
SoriÁ SaNcr¡o,22'&
8,6¡1.
Sor.ER
BuRcos,
Solsona, t46.
Solutreñse, 28, 57, 88, 338, 339, 354,355, 360.
Solutreo-auriñaciense levantino final' 65.
Solutroitle, 61, 64.
Son Saua IVou (Meno,rca),188.
i
_468_
[page-n-520]
.
Somel,ts,321.
:
Sos B*vNrr, 363.
Spartaria,348,
stlu-8eu,354.
SusH (M.), 67.
Susrorrro, 95.
:
Saso, 139,
Sus scrofa, 13,22.
Swástic'a,zLl,352.
Tq,bernas,403.
-Tl,bernes de VaUd'iS'n¿(Valencia), 348
Tqsus elo),446.
raia,ri (barranco de..., Teresa), 151.
Taladros, 16,22.
l'alayot, 189, 190.
,
r
Ten¡csw¿ (8.), 293, 4M, 406.
Ilartlenoisiense, 63, 64, 65, 354.
3
Tarcaco,303, 05.
ZA7,254,308, 305, gB8.
Tarcq.gond,,
,
?arsis, 30,0.
Tarüésico,190.
Tartessos,299, 3,010.
Taula, 189.
Tayaciense, 12, 16, 29.'
Tegwlar (Partida de), 205, 266.
Tejas rromanas, 215, 226,257, 258, 260, 261, 262, 292.
Tejos ibóricos, 292 y ss.
Tene (La..., cultura de), 237.
Tnopol¡so, 299.
Teresa (Castellón),151.
TsnRÁuszRo¡nÍcunz (R.)., 141.
Tena-sigilLata, 119,183,258, 259,260,265,266,272,284' 289 y sS.,352' 405.
Teulada,311.8.
Thaigen,3¡21.
Ieodoxus fluviatilis, L., 71.
Theodorw (rÍo), 188.
r:BERlO, 19B, 301.
Tierras arcilloso-caliza, L3, 15, 16; -areniscas, 13.
26ry.
Trro Ft¿v¡o vEsPA,srANio,
Trro [.rwo, 269, 802, 8'06.
Tituissa,308,,
Tobas, 13,22.
Tolmo (El), 213 y ss., 2,24y ss. 23,0v ss.
Tonel ibérico, 236.
ToDónimos valencianos, 4lQ, 4lL.
Torre (Iua..., Villar del Arzobispd, 249, 254.
Torrecíta (cerro de lü, 225, 226,,23L' 233.
Torre d'en Gawnes, t88'
(Alicante), 146, L47, 403.
Torrenl,a,naan¿s
Torreseoa 1g¿slnos),354 381.
Torres-Tqrres, ZAL.
Torreta (1"a...,Llria), 873.
_469_
[page-n-521]
Tosca (P.), 277.
Tossalet (Bélgida), 261, 262, 264.
Tossal de la Serrd, (Ares del Maestre), 3?9.
To'ssaldel Asud (Eorriol). 250.
Tos Pelat, tu119.
?oru (Valencia), 39.
ToucEr, 342.
TRAJAño,198.
Tranchet, 20.
Trapecios de sllex, 63, 64, 6b.
'Iriángulos de sÍlex,
48, 64.
Trisqueles,209.
Trois-Freres, 322.
Troneta (Albaida), 331.
Troue, l3g.
Trull dels Moros (E1...,Puzql). 296.
Tscmurñ (O.), 111.
TuBrNo, 198.
Turba, 103,104.
Turifl (tío), 159, 270, Z1t,27g, zB0.
Turritella, 91.
Turun (abrigo del), 374.
Turichae, 2110.
Tvrin,269, ng, 27L, 279, 296, Zg'7.
Tyrios, 270.
Um Anaia (Sahara español), 89.
Um et Slcda ($ahara español), Bg.
Ilrna ibérica,227.3L3,314,
315,372,BBl.
Ursa, 267.
Vqcua (rÍo), 40?.
Vq,Iencia,
l2A,2169,
27A,27I,272, 338.
Valenga, d,o Minho, 269.
Vnr,nn¡oMÁxruo, 3'02.
Valldlg,na (Valencia), 146.
Vs,llesa d,e Mo,ndor, 296.
VaIIs (81s..., Tarragona), 81, 84, 85.
V¿nue HEavrAs (8.), 23,5.
Vaso campaniforme, 147.
Vaso decoración solar, 208.
VAUFRET,
66,
Vedat (Tanente), 3,67.
Vpr,pro PArERcu{,o.
3'01.
Ventamina (Buñol). 374.
Vnsresrervo, 191.
\lÍa trlnn¿cr,ne,340.
VrDAr (q.), 421,
Vroer, Queon¿s(R.), 305.
V¡oer y Lópsz (NI.), 9, 87, Bgi ,gg,Lt2,247, 290, BZB,BbL, 4L2.
Vila (I:a..., Albaida), '330.
y
Vrr,¿¡rov¿ .PIERA(J.), 95, 100, 101, L04, 192,200, Z4B,B4g.
V¡r,¿ssce(S.), 64, M,77,78, 81, 82, 838, 365.
VI&LAA¡/[[ y Casrno (J.) 95.
-474-
[page-n-522]
.
Villajovosa (Alicante), 348.
Vill,anarclt ante (Yalencia), 383.
Villar del Arzobispo (Valencia), 1,b9.
Villaret (E1...,El Puig), 296.
I/illas rústicas, 296.
Villena, 348.
vtnalopó (rÍo), 167, 181, 188, 300, 369.
Vrñns M¡srp (G.), 11, t3, L4,242,960,862, 868, 36?.
VrspDo (C.r, t45,251, 318 y ss., 322, B?9.
Votlc¿ (P.), 10'q,10?, 1,08,110.
W'ar.rz (P), 225.
Wor,r¡, 460.
lVürm, 18.
Yeclq,'(Albacete),
213.
Zama (campos de), 215.
Zatzi (cueva de), 68.
Zownnes,301.
ZtJLzo Pe:,ecros6),228.
I
*47t*
[page-n-523]
[page-n-524]
INbICE GENERñL
Páge.
Bnr.r.ssrpnToRMo (I.).-Unas pelabrds d,e wótago..
d,e Be,llús u sus i.ndustrlus lí,JonoÁ CnnoÁ tEJ.-La*Coue-Negra"
ticas..."
Ponc¿nRrpol¡,És $).-Interpretaciot¿es sobre el arte rupestre. ...
PERroorGnncin (L).-La cueuti d.e"La Cocino"' (DrosAgua$.... .'.
Ftsn¡vÁN¡nz AvrlÉs (A).-La cueua funer(rri,a, eneolítira, de la
us
"Lom& de los Peregrinas",,en Alguaaz,s(Murciü.
Vrr¿sqc¡ (S.).-Vesúigios de un poblldo g necr'ópoli.sprehistórlcos
(Tanagonü... ...
en Ri.ud,ecols
\l¡onr, y Lóvnz Qtll.)-Materi0.les saharianos emValencia.
CHocoilruü G).-La primera erploraciñ?u pq,lafitica en España. ...
ToRMo G).*Idolos oculados aalencianos.
BALT,ESÍIER
(Y).-Sobre algunos crdneos eneolíticos d,el Este d,e
LEBZELTuR
Espq,ñ,a..
AncÁsER
Gnru (J.1.-Dos estaciones q,rgdrlcasde la región leaq,ntina... ...
Ver.¡.s (D.).-.La construcción megalítica de Monforte del
FbETcHER
cid.... ...
(E.).-"Couq. de les Mar&aelles" (Ga.ndía).
Pr.¿Ber"r,ssrnn
BALLEsTER
Tonrvro(f.).-/Voú¿s sobre las cerd"micas de San Mi,guel
de Liria: Estq.ca.s
térreq.s.-Vaso solar..
Bnpu¡r, (II.) v I¿wtrrn (R.).-Vill0,ges préromai.ns de la Peninsule
Iberique.
Tonuo (I.).-tras lns.nos de mortero ibérlcas...
BAT¡LESTER
(M).-Prehistoriq, d,e Bél,Stñe...
Jonrvnr PERALES
(N
SnRnewo P.).-Esc¿uaciones para Ia ampliaciñn del a'ntiGó¡wsz
guo Pelo,cio d,e la Generatid,ud,.
Bm,tnÁw (A).-Acerca de los nombres de Carta.gend en la Edad,
AntúTua,...
7
11
31
39
'13
81
87
93
115
UA
151
191
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213
24,L
257
2gS
299
NOTAS PRAIIISTORICAS VAR,I.TS
[.ias je¡rcavaciones de San Mlguel de f,iria desde 1940 a 1943.--.Ballester (I)... ...
Los descubrimientos prehistóricos 'del "Bancal de la Corona"
(I.)... ... .. ...
lP'enánguila).---{Elallester
prehistoria.albaidense.-Ballester (I.).
Sobre
Un yacimiento prehistórico en eI subsuelo del Museo de Pfehistoria.-Eallester (L).
-473-
307
317
32tl
384
[page-n-525]
I
,
I
I
I
,
t
Págs.
Nuevos hallazgos de arpones de tipo inicial.-Pericot (1,.)... ... ...
Nuevos descubrimientos p'aleolÍticos en Crataluña.-Pericot (L.)...
Los santuarios célticos del MediodÍa de la GaJia.*Fletcher (D.)...
Restos arqueológicos valencianos de la colecció,n de Vilanova y
Pi'era en el M. Antropológigq Nacional.*Fletcher (D.)... ... ...
Las recientes excavacionesdel S. I. P.-Ba.llester (f.).
"Els Bancalets".-Vidal y'f=apez (M.). ...
Aportaciones a la p,rehistoria valenciana.-Eallester (L).
Un donativo interesante al Museo d,eilrehistoria.-Ballester (f.)...
El interés actual por los molinos a mano.-Pericot (L.)...
El Profesor Gordon Childe y la cueva del Parpalló.-Pericot (L.)...
El paleolÍtico alcoyano.-Pericot (L.).
Adolfo Schulten cuml¡'le ?5 años.-Jericot ([..).
EltromenajeaD.R,oqueChabás.-Ballester(I.).'.
El momento cultural prehistóricc valenciano.-Ballester (I.)... ...
.
336
33?
339
343
349
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353
354
355
356
357
ACTIVIDADES Dü¿ S. I. P.
Excavaóionesy exlr'loraciones
1929a 1945.-Pla tBaltrester(E.)... ... 361
BIEITIOGRAF-IA
Nota...
l(snghin (O.)-"Weltgeschichte der Steinzeit" (Fletsher, D.)... ...
Hemp (W. J.).-"Three hill forts in eastern Sp'ain" (Ball,ester,I)...
Ch.ltty (L.).-"Notes on Iberian Affinities found in County GaIway" (Bellester,I)...
Senent lbd.ñez (J. J.)-"El arte rup'estrede'D,os
Aguas" (Alcácer, J.)
Tarqcena (B ) y Fernandez Atsilés (4.).-"Mernoria sobre Ias excavaciones en el castro de Navárnizr (Vizcaya). (tseltrán, A.)...
Garcia y Beltid.o G).-"!"a navegación ibérica en Ia antigüedad,
según los'tercos clásicos y la a¡queología" (Beltrán, A.). ... ...
Castro Guisasola (F.)*"El enigma del vascuence ante las lenguas
indoeuropeas"(B'ravo,F.).... ...
Menénded Pid.a] (R.j.*"Sobre el substrato mediterráneo occidental" (Bravo, F.)... ...
Primigenius.-"Molvedre" (Bravq F.). ...
Pau (C.).-,,Sobre el origen de algunas voces geográflcas" (flravo,F.)...
Alessio (G.):-¡,[.a base preindoeuropea" (Bravo, F.)... ...
Schulten (á.).*"Historia de Numancia" (Vidal, M.)...
Martínea Sa.nta Cla;Ua (J.).--"Esquema P'aletno,ló,gico la Penfnde
sula Hispánica" (Fletcher, D.)...
Garcíq A Beuido (A).-"Ír'a Darna de Elche y el conjunto de piezas
reingresadas en España en 1941" (Fletcher, D.)... ...
Helena (4\¿.).-"iles origines de Narborrne" (Fletcher, D.) ... ... .*
Figueras Pqcheco (f.).-"Acra Leuca la ciudad. de AmÍlcar" (tr"letcher, D.)...
D.)...
Lafuente Vidal Q).-"Alicante en la antigüedad" (FXetcher,
necrópolis ibero-p;únic& de Alicante"
Figuerus Pach.eco (f.).-"La
(trlelcher, D.)...
- + t * -
385
386
401
408
404
404
406
408
409
4L0
410
4LL
4L2
!12
4L5
4L8
42L
42L
42r
[page-n-526]
Págs.
Lafuente Vid'ql (J).-"Excavaclones en La Alb'ufereta de Alicante
(antigua Lucentum)" (F1etc,her,
... ..r ... ... 42I
D.)... ...
(F.).-"L,as piras funerales de L,a Albufereta de
Figueras PqcTLeco
Alircante'l (tr'letcher,D.)... ...
42I
42L
Vid,qt (G).-"Lucentum de Alicante" (Fletcher, D.).... ...
Figueras Puclteco (f'.).*"Datos p,afa,Ia cronologÍa de la cerámica
ibérica" (Fletcher, D.)... ...
Rarnos Folqwés (,4.)-"Nuevas excavac,iones L,a Alcudia de Elen
D
che" (Fletcher, .)...
.........
425
'Garcia
Bellido (4.)-"Atrgunos p,roiblemaS a,rtey cronologÍa ibéde
ricos" (Fletcher. D.).
&25
Ramos Folqués (.4.)-"Hallazgos cerá;micos de Elche y algunas
consideraciones solore el origen de ciertos temas" (Flet425
cher, D.). ...
Cqbr'é Q)-"EI tesoro de orfebrerÍa de Santiago de la Espada
(Jaén)" (!"letcher, D.)... ...
425
Lafuente Vid,al (r.)*"Alguno's datos concretos de Ia provincia de
Alicante sobre el l¡roblema cronológico de Ia cerárnica ibérica" (Fletciher, D.). ...
425
Lei,sner (G. u V.)-"Die Megalithgraeber der lberischen llalbinsel.
Erster Teil: Der Süden" (Pericot, Ir.)... ...
43L
Breuil (ff.)-'t¡es peintures rupestres schematiques de la Feninsule Ibérique" (Pericot, L.) ... ...
433
Obermaier (if.)-"Nouvelles études sur I'Art rupestre du l"evant
esp,agnol"(Pericot, L.)... ...
433
Bla.nc (A. C.)-"Nuove manifestazioni di arte paleolitica superiore nella Grotta Romanelli in terra d,'Otranto¡' (Pericot, L.)... 4ts4
Breuil (d.)-"Quarante ans de Prehistoire" (Pericot,'t.)... ... ... 435
Obermaier (ff.)*"FroblemQ der PalaeolithÍschen Malerei Ost(
t
s p a n i e n s " P ' e r i c oL ,. ) . . . . . , . : . . . , . . .
437
Obermqier (f/.)-"Altsteinzeitliche Justizpflege" (Pericot, L.)... ... 437
Ahrlq,Ero (M)+"Excayaciones de Aml:urias: últimos hallazgos y
fesultados" (Pericot, L.). ...
437
Breull (f/.)-"Una nueva Altamira francesa. La caverna de [,ascaux en Montignac (Dordoña)" (Jordá, F.). ...
438
438
Breuil (H)*";I'a cueva de Lascaux" (Jordá, Fr... ...
Pericot (¿.)-"Las nuevas pinturas rup,estresde Lascaux en Mon-tignac (Dordoñ,a)" (Jordá, F.). ...
439
Lqntier (R.)-"I"a grotte de Lascaux a Montignac" (Jo,rdá,F'.). ... 439
Lantier (.R.)-"La caverne de [,ascaux a Montignac" (üordá, F.)... 439
cueva de los Casaf,es" (Jordá, F.) ... ...
44A
Cabré Q)-"f,a
los
Cabré Q.)*"Las cuevas.de Casaresy de laH¡z" (Jordá, F.)... 44A
Cabré U)*"Cave Art of some 30.000years ago: a wonderful dis440,
corveryin Spain" (Jordá, Ft.)......
Cabré Q.,! IlI. E.)*"La cueva de los Casares, Riba de Slaelices,
440
Guadalajara" (Jordá, F'.)... ...
Cubré QW.E.)-"Neu entdeckte Felsmalerein aus der alten Stein*
zeit lVlittelspaniens"(Jordá, F.)... ...
440
Porcar (J. B.)-"La pintua rupestre de la Joquera" (Jordá,'F.).
44L
-475-
[page-n-527]
I
Pags.
,.i
l
Porcur (J. B.).-"Fj.ntures rupestres al Earranc de la IGrasuü,a"
(Jordá, F.)... ...
44L
Porcar (J. B.)*"Noves pintures rwrestres al termie d'Afes" (Jor,dá, F.).
441
Porcar (J. B.)----"[,as damas mesolfticas d,eAres; del Maestfe¡' (Jor,dá, F.).
44L
Porcar (J. B.)-"Sobre las pi¡turas rupestres de Ares deL Maestre" (Jordá, F.). ...
441
Porcar (./. B.)-"El trazo p,or impresión direota y el trmo eali'gráflco en e[ Arte ruX]estre de Ares drelMaestre" (Jordá, F.)... ... 441
Porcar (.J. B.)*"Pinturas rupestres ar.rancadas de Cueva Rem,igia" (Jor'dá, F.)...
... ... 441
Porcar (.1. B'.).-"El valor ,exlrresivo de ¡as oblicuas en el arte rupestre de! Maestrazgo" (Jo¡dá, F.)...
441
Porcar (.I. B.)-"IconografÍa
rupestre de la Gasulla y Valltorta"
(Jofdá, F.)... ...
441
Begouen (Com,te).-"ge la rnentalité spiritualisüe des pretniexs
honlmes" (Jordá, F,). ...
443
Gírnea Moreno (M.)-"TJas lenguas hiü)ánicas" (Fletcher, D.). ... 444
Moreno (M.)*'T-a" escritura ibérica" .(Flqtol¡er, D.)... ... ... 444
Gónxe¿
Gónea llloreno (Jl,l.)*"Disgresiones ibóricas: escritura, lengua"
(Fletcher, D.)... ...
444
Porcat Q. B), Obermaier (H) U Breuil (.8f.)*"Excavasiorires errla
Cueva Remigia (Castellón)" (Jordá, F.). ...
445
448
fn Memoriam. ... ...
447
Nuestro agradecimiento... ...
449
fndice alfabético...
¡
' )
l
l
l
l
l
-476-
I
ll
I
I
l
l
I
I
I
I
I
I
I
I
I
[page-n-528]
Hallándose en formación la Biblioteca general de
la Diputación provincial, y dada la necesidad de
ir comf¡letando la especializada de Prehistoria'
permÍtese el S. I. P. rogar a quienes reciban sus
publicaciones, las consideren a cambio de las
swas propias, que se servirán mandar a una u
otra de aquéllas, se$ln su carácter; suspend,iéndose los envfos del Servicio caso contrario
[page-n-529]
PREHISTORICA
DE TNVESTIGAEION
SERVICIO
D
Y M U S R OP R O V I N C I A L E P R E H I S T O R T A
Director
I. Ballester Tormo
Subdirecúor
[,. Pericot G,arcÍa
Colaboradores
M. Jornet P'erales
G. Viñes Masip (t)
tr".Fonsell Cortés
F. Porcar Lopez
Agregados
D. Fletcher Valls
F. Jiménez Na'r'arro
J. S.-Valero Aparisi
M. Vidal f-¡oPez
J. Chocorneli Galán
J. Alcácer Grau
E. Pla Baü.lester
C, Visedo Moltó
V. P'ascual Pérez
[page-n-530]
PUBLICACIONESDEL S. T. P.
SEBIE DE ANUARIOS
ArchivodePrehistoriaLevantina.-AnuariodelS.I.P.,I,1928.-val€8cia,1928.
ArchivodePrehistoriaLevantina.-AnuariodelS.I.P.,II,1929-1945.-valencia, 1946.
SERIE DE MEMOBIAS
ANÜALES DE LA DIRECCION
El S. I. P. y su Museo de Prehistoria en 1928'-Valencia' 1929'
LalabordelS.I.P.ystrMuseo€nelpasadoaño1929.-Valencia,1930.
iu lu¡o" dell S. I. P. y su Museo en el pasado año 1930'-Valencia' 1931' (Con
1932.
La labor del s. I. p. y su Museo en el basado año 1931.-Valencia,
6 láminas.)
Lalabordels.I.P.ySu]Vluseoenelpasadoaño1932._Va1encia,1933.
ü"i é. l. P. ; ;; i,rüi"n utt el basado año 1e33'-valencia' 1e34'(Con
L; ñ;;
L¿ labor del'S. I. P. y su Museo en el pasado año 1934.-Valencia, 1935.
9 láminas.)
(Con
La labo del s. L P. y su Museo en los años 1935a 1939.-Valencia, 1942.
12 láminas.)
La labor .tel S. I. P. y Su Museo en los años 1940 a 1945, (En preparación.)
SERIE DE TBABAJOS VABIOS
1.-(El Castellet del Porquet), p€r f. Ballester Tormo'
notes sobre el-poblal iberic de St. Miquel de Lliria), per D. Fletxer
Z-oet""s
Valls.
3.-.-
i López.
per C' Visedo
4.-(Un enterrament prehistoric al Barranc del Cinc (Alcoi)>,
Moltó.
5.-, del P. J. Furgús sobre prehistoria valenciana.
6-Estudios sobre las cuevas paleolíticas valencianas: (cova-Negra de'Bellús>,
.perC.ViñesyJ.F¿oyoGómez;yt,porV'SosBainnat'
por
T.-hpuntes sobré las estaciones prehistóricas de la Sierra de Orihuela'
Con notas de N. P. Gómez Serrano'
Santiago Moreno.
B.-Sobre un interesante vaso escrito de san N[iguel de Liria, por Pío Beltrán
Villagrasa.
g -Et enterramiento en cueva de ll,ocafort, por L Ballester Tormo; con el
estudio de un cráneo por el Dr. Santiago Alcobé.
PUBLICADoPoRELcoNsEJoSÜPEBIoBDEINVESTIGAOIoNES
CIENTIFICAS
INSTITUTO
DIEGO VELAZQUEZ
(La cueva del Parpalló (Gandía)>.-Excavaciones del s. I. P. de Ia Excma. Di1942.putación Provincial de valencia.-Por Luis Pericot García.-Madrid,
bbra que obtuvo eI (Premio Martorell)). (Con 351 páginas, 650 f,guras y
xxxlI
láminas.)
[page-n-531]
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%*1N
[page-n-532]
EDITORTAL F. DOIIENEC?|, S. A,'VALEd
[page-n-533]
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[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
LEVANTINA
PREHISTORIA
DE
ARCHIVO
Ir - 4.945
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[page-n-5]
[page-n-6]
NRCHIVO
DE
P n E H I s r o t R IL r v n N r t N R
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clENTfrlcns
INVESTIcncIoNES
supElRtotR
coNSEJo
DEL
nNUnRIo sEftucto DElNvEsrtcnclÓ¡t
ptREHISTóntcn Ln EXCELEnTÍ
st¡nn
DE
Dlpurnclón pnovtNclnLDE vnLENCIn
VOL. II
t945
VNLENCINMCMXLVI
[page-n-7]
ISSN 1989-508
Ep¡ron¡e¡, F, l)ou¡xzcx, S. A,-V¡lr¡¡c¡l
[page-n-8]
DE
UNAS
PALABRAS PRÓLOGO
Van para dieciséis
años que vió la luz el tom'o I." de ARCHIVO
DEiL S. I. P.,
DE PREHISTORIA LEVANTINA-ANUARIO
sin que, contradiciendosu propuesto carácterde publicaciín ánua,
.haya habido medio de continuarlaen tan largo plazo. La raz6n quedó expuestaen nuestraMemoria elevadaa la Diputación, tocante a
las actividades
del Servicio en el período 1935a 7939(1). Aumentado de año en año el coste de publicacionesde este tip'o, de suyo
nuestrasituación al reducirseen los p'rimecaras,vino a agravarse
provincial de 1933,
ros tiemp,os la República, para el presupuesto
de
pesetaslas treinta m'il que se nos venían asignandoen
a cinco mil
así
de
épocade la Dictadura; guedando sin posibilidad term,inación
el tom,o II." de ARCHIVO, ya empezadoa imprimirse ¡' que ala
canzaba los años 7929v 1930.Ello nos obligó a sup'lirlos Anuarios
ampliación de las notas que anualmentehabíamosde dar
m'ediante
Diputación sobre las actividadesdel S. I. P',
de
' a la Secretaría la
para incluirlas más o menos íntegramente su Memoria oficial, de
en
se
cuyaspublicaciones obteníany repartíantiradas aparte.primero,
publicacioy se irnprirnían luego Memorias prop'iasmás com'p'letas,
que en junto integran la serie, un tanto desigualpor sü distinnes
ta extensión,en que se ha ido reflejandola vida del S. I. P. desde
el año 1928al 1939,bajo el título de
en
para dar a conocerlos trabajosmonográficos que se teadecuadas
que crear la serie de
del
cogíanlas investigaciones Servicio,tuvimos
de
folletos titulada <'frabajosvariosr>, la que los primeros salieron
en valencianopor ser estala lenguaoficial del Instituto de Estudios
(1) I. Balle.ster Tormo:
página 14.
- 7 -
[page-n-9]
creado entoncespor la Diputación y al que fué incor'
Valericianos,
porado el Servicio.
para el S. I. P., sin
Con la Liberaciónllegaronmejorestiemrpos
a los de la Dictadura; pues se ha venido manteniendouna
alcanzar
pesetas,incluyéndoseen p'lantilla al Direcconsignaciónde 2.5.000
p'ara los presupuestos 1942,quiede
tor y al capataz-reconstructor
y
funcionesnada
nombramientos ejerciendo
nes venían ostentando
menos que desde los años 1927v 1929respectivamete;y aunque la
Corp,oración dábase cuenta de la insuficiente ayuda prestada al
Servicio,su buenavoluntad no pudo enmendarlohastapoco antes
de flnalizar el pasadoaño, en que acordó elevar para el de 1946,
pesetas consignación incluso fij6 otr:, impore
la
a
de 25.000 40.000
y
creó la
para publicaciones, en cuanto a p'ersonal
tante subvención
p'lazade ayudantereconstructory fiió sueldosmrásdecorosos Ce;
preocupa'
una excep'cional
mostrando la Diputación con todo ello
ción por esteCentro
Científicas.
Por su parte el Consejo Superior de Investigaciones
conocedorde la labor realizadapor el Servicio no obstantelas precarias condicionesen que se desenvolviólargo tiempo, y atento a
sus fines de propulsar la alta cultura nacional, acordó a princip'io
valenciana Prede
del año anterior crear,en el S. I. P., su Sección
p'esetas,
igual a Ia
la
historia,asignándole cantidadglobal de 25.000
fijada; y así
que la Diputación le tenía por entonces
consignación
con el Consejo,a travésdel
ha venido a quedar el Servicio enlazado
de
Instituto Yelázquez,cuya marcha úge un tan valenciano cora'
zón como el Excmo. Sr. Marqués de Lozoya.
Graciasa todo ello ha podido lograr estaDirección,por primera
efrretribuído, pero técnicamente
vez, que personal tnedianamente
y
generales muy especialm,ente los
en
caz,le auxiliaraen los trabajos
de preparacióndel presentevolumen; al que se ha dado ,enverdad
una extensiónextraordinariaimpuestapor el gran número de años
que en su consecuencia
coma que ha de referirse, Ias actividades
prende y la excepcionalimp'ortanciade los descubrimientosreali'
zados a lo largo de tan amplio período; pero que siendo P'ublicaposibilidades,en lo suceción demasiadoambiciosa,para nuestras,
a
ajustadarnente los medios de que
sivo habremosde atenerla más
disponemos.
Por razón del gran número de trabajos originalesque han teniy
do que incluirs'e los años a que había de alcanzarla labor, la secpues
ción de bibliografíano puede ser lo completa que quisiéramos,
producido una m,anifiesta
desp'roporción
entre las dihubiera ello
versassecciones ARCHIVO; :' así hemos atendido en ella, en
de
- 8 -
[page-n-10]
\Y
'primer
lugar a las publicaciones carácter
valencianoy luego a las
de
primordial; y aún han tenido que quedar
de importancia científica
fuera de ella muchasotras r,ecensiones trabajosestim,ables.
de
En la preparación estapublicación,
que
de
apartecolaboraciones
(alguna tan estim,ada
agradecem,os
como la de nuestro Subdirector
Sr. Pericot), nos han prestado,de modo inmediato, decidida ayuda
los elementosdel Servicio m,ás
convivienteshoy con nosotros,señores Fletcher, Vidal, Jordá, Alcácer, Pla y Pascual; rnuy especialmen'te los tres prim,eros,que con esta I)irección integran la Sección
V elázquez>>, Valencia:
en
I. BALLESTER
Director
- 9 -
t'
d,el S. I. P.
rtt
F
[page-n-11]
[page-n-12]
FRANCTSCO
JORDA CERDA
Trabaior del Sorvlclo lnvestigación
de
Prehlstórlca
La Cóva-N
egra de Bellús (Játiva)
y sus industrias
llticas
¡
i
I
r
I
¡
Con .el presentetrabajo intentamoscontinuar la obra empezada
por el inteligentecolaboradordel S. I. P. e infatigableinvestigador
setatrense, D. Gonzalo Viñes Masip, cuya alevosamuerte todos
R.
deploramos (1), dando a conocer los importantesmaterialesque en
sucesivas
cam,p,añas excavaciones
de
{ueron puestos al descubrerto
bajo la comp,etente
dirección de aquél en la Cóva-Negrade Bellús
(Játiva) (2).
La Dirección del S. I. P., al confiarnos
para su ordenaciónlos
materiales,notas e inventarios cariñosamenterecopilados y estudiados por el Sr. Viñes, nos advirtió de lo encijosode la tarea y de
las nruchasdificultades con que tropezaríam,os
para llevar adelante
el estudio de la estación,el cual hoy ofrecemossin pretensiónalguna de que sea considerado com'o definitivo. Para llevar al mejor
término posible la labor encomendada,
hemos procurado compro(1) Véase la nota biográñca que enca,bezael trabajo: Gonzalo Viñes Masi,p,
TrabaJos Varios. S. L P., núm. 6, Valencia, 1942.
(2) Además del trabaJo,de la noüa a^nterior, Viñes presento una coimunicación al IV Congreso Internacional de Arqueología celebrado en Septiembre de
1929 en Baroe,lona. Y G. Viñes,
-11 -
[page-n-13]
2
FRA,NCISCO JORDA OERTDA
bar y contrastar,siempreque nos ha sido posible, piezasy referencias, ordenandometódicamente múltip'lesy diversasnotas de su
las
excavador.A pesar de nuestrosesfuerzos,queda, sin embargo, e'l
lleno de vacilacioneso se
temor de que nuestro trabajo aparezca
cosasque hay que
resientapor excesode rigidez o esquem,atismo,
peratribuir principalmente a la carencia.dedatos 'e im,presiones
sonales,que sólo se adquieren sobre el terreno, excavandodirectamente, I' que actuandodespuésa través del trabajo lo viviñcan.
y
Esperamosque todos estos inconvenientes la pro'r'isionalidad
despuésde una última
de nuestro estudio puedan ser subsanados
en
campañade'excavaciones el yacimiento que nos ocupa, de cuyos
la
resultadosesperamos confirmación de nuestrosmodestosprrntos
de vista.
I
Y
SU
EL YACIITTIENTO,ESTRATIORAFTAFAUNA
geográficos geológicosde la Cóva-Negrason dey
L,os aspectos
m'asiado
conocidos para que nos ocupemos nuevamentede ellos.
Nuestro yacimiento se encuentrasituado dentro de un área poco
por lo que al Paleolíticomedio se
exploraday menos estudiada,
que se citan dentro de la región
refiere.Ninguna de las estaciones
tan
oriental de la Península ha sido estudiadasistemáticamente;
o
sólo se poseen,acercade ellas, simp{esnotas de p'rospección de
ligeras catas,siendo, por tanto, de todo p'unto imposible un estudio detenido y eficientedel Paleolítico miedio levantino y del problem,ade sus relaciones.
La circunstanciade encontrarseCóva-Negraen el paso que da
acceso, través del valle de Albaida, a las montañas de la zona
a
norte de la provincia de Alicante, desdelos llanos y zonasbajasvalencianas,influyó de un modo positivo en el carácter tipológico
de sus materialesy en el empleo de técnicasvariadas.En conjunto, todo el instrumental lítico podemos considerarlocomprendido
construídos con técnica clactodentro de los tipos musterienses,
--planos de percusión amplios y no prep'arados,
ángulos de
niense
y achelenses.
levalloisienses
rotura obtusos- con débilesinfluencias
[-a presenciade lascaslevallois, aunque en cantidadesinsignificanpor
tes, justificaríap,aranuestra estación,el haber sido clasificada
de
Breuil corno
(1) Luis Pericot García:
Barcelona, 1942.
-12-
[page-n-14]
rDE
LA CóVA-NEGRA EELLUS
3
los instrumentosde Cóva'lrTegra
están construídossobre lascasmás
pequeñasque las utilizadas p'ara la fabricación en yacim,ientos
de
características
análogas.
Dentro cle la Península cabría relacionar Cóva-Negra con al'
gunas estaciones Valle del Manzanares (l) y la consideramos
del
estrecharnente
ligada a las estaciones
nordafricanas.
La estratigraÍía Cóva-Negra ya ha sido expuestaen otro lude
gar (2) y con ligerasvariantes,y de abajo arriba es como sigue:
1.' Suelo de la cueva formado por rxargastriásicas.
y
2." -fierras arcilloso-calizas.
Fauna escasa de difícil identificación.Industria pobre en instrumentos
tipos. Nivel D', de Viñes,
denominadopor nosotrosE.
.
3." Capa de tobas. Estéril.
4.o Tierras arcillosas
rosadas.
Industria con influencias
bifaciales, fauna semejanteal anterior. Nivel D.
5.o Tierras areniscas
rojizas con ab,undante
material lítico bien
y restosde fauna importantes clasificables.
y
deñnido
Nivel C.
6.o Tobas de color oscuro en descom,posición.
Estéril.
7.o Limo compuestop,or arcillasrojizas con abundantes
restos
de fauna. Nivel B.
8.' Fuera de la cueva y un poco más alto que la superficiede
la misma, se encuentra un estrato de composición análoga al B
-limo arcilloso rojizo-- del cual parece ser una continurrción
por la fauna. Nivel .4.
tanto por la industria cornro
Además de éstos se encuentran los niveles pertenecientes la,
a
llamada p,or Viñ,es,galeríadel ángulo sudeste,cuyos estratosparegeológicas,
cen coincidir con los B, C y I), ya por sus características
ya por la conform,idad
tipológica del material (fig. 1).
En cuanto a la fauna de la estación,
nos atenemos la cuidaa
dosaclasihcación Royo Gómez (3). Segúnéste,es patentela prede
sencia del Equus cal¡allus
L., Rhino,ceros
merckii Kaup., Sus scro(1) Julio Martínez Santa€lalla:
Jnteresantes a pesar de sus vacilaciones y constanües rectificaciones son los trabajosr de Pérez de Barradas, cuya, bibliografía hasüa el 1936 puede encorntra¡se
en José Pérez de Barracia.s,
)(XXfX
Ém. Madrid, 1936. Sin entra.r en discus,ión, snbre las a,prreciaciones del
auúor a¿elca deli Paleolítico inferior madri,leño, creemos que la introduceiór¡ de
una nueva terminologÍa, rnás que aclarar problernas, los complica exoesiva¡nente,
Q> G. Viñes, op. cit. en la primera nota.
(3) José Royo Gómez: (Cóva-Negra de Bellús. LI. Relación detallada del material fósil). Serie de trabajos varios, núm. 6, págs. 14-f8. S. L P. Valencia
7942.
-13-
[page-n-15]
FRA]NCTSCO
JOR'DA,OER'DA
Ío L., Cervtts elaphusL., Elephas iolensis Pom., I'elir pardus L.
Y además
indeterminadas Capra,Bos, Ouis aries,Lepus,
de
especies
y Elephas. La p,resencia
Canis, Rhinoceros
del Elephas iolensis,
Rhinoceros merckii y Feliv pardus aseguran un clima cálido de
6u,Nnglu
-
Biit¿r
-
Pl¿.la
e-)
A-r
\
Figura l.u,P[,ant¡
de 18 cuevú
tipo húmedo paÍa la región en que se encuentraenclavadala Cóva'Negra.
Poco interés reviste el hallazgo de un fragmento de bóveda craneana p,erteneciente un ser humano. Sus reducidas'dimensiones
a
y el mal estadode conservación
impiden formrularla menor observación antropológica.El hallazgo,segúnlas notas de Viñes, parece
ser esporádicoy sin relación posible con los materialesde la estación.
En las presentesnotas sólo vamos a tratar de la indusiria lítica
- 1 4 -
[page-n-16]
rD,E
LA COrVA-NEGTRA EEL'LUS
del yacimiento, dejando para otra ocasiónel estudio de los materiales óseos, de los que poseemosuna excelentecolección, esp,ecialmente de huesos aguzados forma de punzón.
en
II
Y
LOSNIVELES SUSINDUSTRIAS
NML
E.-Fué denominado por su excavador con la notación D'; nosotros,para mayor comodidad y en evitación de confusiones,hemos preferido señalarlo com,o E. Está formado p,or
tierras arcilloso-calizas color negruzco, poco compactas. Los
de
restos de fauna, excesivamentefragm,entados,
son imposible de
clasificarcon exactitud en la mayoría de los casosy pertenecena
Equus, Cervu,s,Ovis, Capra, etc., sin que se puedan precisar especies.
;
La industria lítica, pobre en formas típicas del musteriense,
ofrece una gran cantidad de lascasirregulares,de tamaño pequeño,
muchasde ellascon el plano de percusiónintacto y ángulo de fracpreparado
las
tura obtuso, escasean lascascon plano de p,ercusión
(5 por 100 del material del estrato); en cuanto a tip'os y formas
puedenencuadrarse siguiente
dei
,modo (fig. 2):
Figura 2.uN'ivel
_-15_
E
(T¡m. n¿t,)
[page-n-17]
6
SRAINLCISCO
JoRDA 'CTERjDA
Puntas: Aparecen dos variantes' unas de tipo pequeño, form'a
con p'érdidadel plano de percusión
triangular y base adelgazada,
la mayoría de las veces sólo presentan retoques en uno de los
;
sobnegrandeslascasde contorno
(núm. 1); otras,.labradas
bordes
y
plano y bulbo de percusión' adelgazados
triangular asimétrico,
en los dos'
retoques en uno de los bordes, raram'enie
Raederas: Son abundanteslas talladas sobre lascasgruesasde
pequeño ltamaño, con borde de línea irregular debido a lo rluro
del retoque (núm. 2), casi todas ellas presentanla p,artebasal ¿delgazada.O'tro tipo, más escaso,lo forman raederas sobre lascas
de línea irreguárrrrd", de seccióntriangular, con borde convexo
por lo general está lilar e intenso retoque, uno de sus extremos
geramenteapuntado, los p,lanosde percusión tienden a desaparede
cer bajo el intenso retoquer rebajado (núm,' 3)'
Bien se construyenen extrem'ode lascao se aproRaspad'ores:
vechan lascasde desbastamiento(núm. 4\, tendiendo a adoptar
formas redondeadas.
(núBuriles: Son poco típicos y escasos;el que rep'roducim'os
mero 5) pudo haber sido utilizado como rasp'ador'
Entre las piezas consideradascomo taladros o perforadores,
por
y
abundan las talladassobre pequeñaslascas caracterizadas una
fnúm. 6).
punta poliédrica que se aguzaen uno de sus extrem,os
NIVEL D.-Descansando sobre una ligera capa de tobas estériles se encuentra un estreto formado por tierras p'redom'inantemente arcillosasde color rosado. Los restos de fauna encontrados
en él difieren en poco cle los del nivel anterior, aunque el clima
puede ser mejor definido graciasa la presenciadel Felit parfutsL.,
que indica una temperatura de tendencia cálida'
La industria, aunque pudiera derivarse sin grandesdificultades
técnicasy tipológicas,
de la del estrato E, dadassus características
p,resenta
formas nuevas,que hacen pensar en la aparición de nuevas influencias.L,a rnayor parte del mraterialestá tallado dentro de
sobre pequeñaslascas,presentandoun déla técnicaclactoniense,
bil punto de contacto con la industria bifacial. E,l conjunto del esde
trato podría ser considerado como un m'usteriense tendencia
con el Tay
tayaciense podríamos encontrarle ciertas semejanzas
y"cienr" II o superior del valle del Manzanares (1). El m,aterial
tipos :
(ñg. 3) podemosagruparloen los siguientes
(nrim. 1), tallado toscanrente
Hachas: Existe un solo ejemrplar
por ambascaras,con amplios planos negativosde lascado; la base
Siri" ruuoMartinez
Santa-Olalla:
oP. cit'
.16-
[page-n-18]
LA COV,A-NEGR'A
D,E EELI"US
,ofNffi
W ;-'r^
Figura 3,a---.lNivel D
(Tam.4/5)
apar\ece deprimida y en el ápice, en vez de punta, aparece una
arista transversal al plano de simetría de la p'ieza. No creemos que
d e r i v e d i r e c t a m e n t e d e l a i n d u s t r i a a c h e l e n s ey s o l a m e n t e l o c o n s i deram,oscomo un recuerdo muy alejado de ella.
-17 -
[page-n-19]
FRA"NcISCOJO,RD,A
CERDA
Puntas: Por regla general son de pequeño tamaño (núm.2),
siendo excepción Ias grandes (núm. 3). Todas ellas son de forma
triangular asimétrica y presentan la base ad,elgazada.
En gran nú,
mero de ellas observamos una modalidad técnica, que se,repite
con frecuencia en las industrias de los estratos superiores de la
c u e v a ; t a l e s l a a s i m e t r í a d e l a p u n t a a c o n s e c u e n c i ad e l a i n c l i nación del plano basal, formándose así una prorninencia angular,
las m,ásde las veces con una ligera depresión o fnuesca en la parte
inferior del borde exterior. Todo ello creemos que respondía a
facilitar el enmangamiento de la pieza. Por nu,estraparte, pensamos
q u e t a l m o d a l i d a d t é c n i c ac s u n o d e l o s t a n t e o s p r e v i o s a l a c o n s trucción de Ia punta pedunculada.
R a e d e r s s : P r e s e n t ad o s t i p o s : l a s p e q u e ñ a s ,c o n r e t o q u c f i n o
y b a s e d e p r i m i d a , y o t r a s , f a b r i c a d a s s o b r e l a s c a sg r a n d e s c o n b o r de irregular y convexo (fig. 3" núms. 4 y 5).
R a s p a d o r e s : S o n e s c a s a sl a s p i e z a s q u e p , o d r í a m o s c o n s i c l e r a r
como tales dentro de este nivel, siendo los más corrientes los tallados en extremo de lasca (núm. 6) y algunos tienden a adoptar ia
form,a discoidal (núm. 7).
Junto a buriles poco defrnidos y perJorqdores poco típicos, apar e c e u n a g r a n c a n t i d a d d e l a s c a s g r a n d e s , m , u c h a sd e e l l a s c o n . r e _
toques, pero de uso poco definido ; su única cosa común psrece
s e r l a e s t r e c h a ' d e p e n d c n c i ac o n l a t a l l a c l a c t o n i e n s e
NML
C.-Formado por arenas rojas con algunas graves, es
de más interés arqueológico que los anteriores. Su fauna se comp o n e p r i n c i p a l m e n t e d e é q u i c l o s ,c é r v i d o s y b ó v i d o s , r e v i s t i e n d o
especial interés distintos restos de Rhin,oceros merchii. Kaup. y
E l e p h a s i o l e n s i sP o m . ; d e e s t e ú l t i m o p o s e e m , o s n m o l a r e n p e r u
f e c t o e s t a d o d e c o n s e r v a c i ó n .E l c l i m a e n r a z ó n d e l a f a u n a d e b i ó
ser temperado y bastante hrímedo.
Para 1a cronoiogía de nuestro yacimiento y especialmentc del
estrato que nos ocupa, la existenciadel E. iolensistiene grarr:imr
portancia. Este, definido como una especie de elefante enano,,es
c o n s i d e r a d o c o m o e l s u c e s o rd e l E . a t l a n t i c u s e n A f r i c a d e l N o r t e ,
donde se ha señalado hasta ahora su área de expansión, lcrey'éndose que proviene de Sicilia. El E. iolensis parece ser que vivió
d u r a n t e l a ú l t i m a p a r t e d e i M o n a s t i r i e n s e ( t e r r a z a sy p l a y a s d e 1 5 'Würm,
20 m.) o a últimos de la glaciación de
según la cronología
alpino-glaciar. Con ello, nuestro nivel C sería contemporáneo del
final del musteriense típico europeo, con el cual tipológicamente
parece corresponderse.
Intlustria iítica.--Puntas (ñg. 4) : Son muy raras Ia de forma
-18_
[page-n-20]
'LA CO,VA.NEGR,A
¡DE EELiLUS
9
romboidal (núm. 1) y m,ás
frecuentes triangulares,
las
entre Ias que
distinguimosvarios tipos : puntas p,equeñas
con el plano basal
oblicuo al eje de simetría(núm. 2); con baseligeramente
deprimida (núm. 3) o redondeada(núm. 4) ; puntas alargadas,isoscélicas,
con baserectay deprimida (núms. 5, 6 y 7) o redondeada,
dejando
i$\
lill
w
N
\
\
\
\
t l
il
Figura 4.a-{.{ivel
-1 9 -
C
(Tam. nat.)
[page-n-21]
1O
ñRrAiNlorsc'ó CER'DA
JóRóA
a salvo el plano y bulbo de percusión (núm. 8). La núm'ero9 rep'roduce una punta gruesacon plano basal oblicuo, su bulbo ha sido
rebajadoy su plano de percusión retocado con posterioridad (número 9).
Raederas: Es el tipo de instrumento más abundantey variado.
Entre las construídassobre lascagrande se encuentranunas con el
borde recto o ligeram,ente
cóncavo; la parte basal ha sido deprimida; éstas,más que raederas, se asemejana grandes cuchillos, y
(fig. 5, núm. 1) ; otras ofrecen el
como a tal podemos considerarlas
Fizura S.'_,Nive,l ,C
.,am. zl..\
borde convexo(núm. 2\ y en algunas apuntauno de los extrcmos
se
(núm. 3). Respecto las de tamañop'equeño formasson tán vaa
sus
siendo los tipos más
riadasque se resisten uná sistematización,
a
frecuenteslos construídossobre lascagruesa,con el borde recto y
la parte basal deprimida.
Cuchillos: Dentro de estarúbrica incluímosuna seriede piezas
construídas,casi exclusivam,ente,
sobre hojas delgadas,todas ellas
retocadocon tendenciaa curvar ia
con un borde intensay ñnamiente
parte de borde correspondiente un extremo, form'ando un ápice
a
(fr9. 6, núms. 7, 2,3 y 4). En este tipo podríamosencontrarel antecedentede Abri-Audi y Chatelperron.
Escoplos : Denominam'osasí a unas p'iezasde forma trapezoidal
con retoquesen los lados no'paralelos; la base menor aparecedisy
retoques la mayor biselada.
minuída por intensos
En la terminología francesase denomina corrientemente a este instrumento tranchet, término que creemoshaber traducido de un modo apropiado,
-20-
[page-n-22]
I
1l
tDE BIELLUS
LA CO]VA.NEGR,A
&
F3
U
l\
l
\
iV)
ffi
llr
,@
W
ffi
Figura 6.a-Nivel
-2t *
C
ffi
,W
(Tam. nat.)
[page-n-23]
12
FRANCISCO IORDA OE,llDA
ya que el instrumento,por su forma, se acercamucho a los escoplos
(fig. 6, núms. 6 v 7).
actuales
Buriies: So poco variadosy, por lo general,reproducensiempre el típico buril lateral (fig. 6, núm. 8). El número 9 reproduce
un buril semilunar.
por lo general, extremode lasca,
en
Raspadores:Se construyen,
son de tamaño pecon formas v tipos variados,y corrientemente
clueño(frg.6, núm. 10).
Taladros: Algún interés ofrecenlos taladroso perforadorescon
en
salientepoliédrico,como los reproducidos la figura 6, números
13 y 14, que repiten un tipo frecuenteen el yacimiento y que posi'
como buriles.
blementefueron utilizaclos
Perloradores: Reproducenun tipo corriente (figura 6, números 11 y 12).
Hoius: De gran interéses la hoja reproducida(fig.6, núm. 15)
sobre lasca alargada,que conservael bulbo y plano de p'ercusión,
que presentael borde derecho intensamente
retocado; parece rota
dentro
en su parte superior. Su encuadramiento
intencionadamente
pequeñoscuchillos parecepoco preciso.
de
Puy¡tasd)etiFo miuolítico: Hemos dejado para lo últirno la
de
descripción dos puntitas, verdaderosmicrolitos, una de ellas
(fig 6, núm. 17) es una punta triangular alargadasin retoques y
cs
con el ápice roto; su sección triangular:'la otra (núm. 16) es de
retoquesde rebajado.
en
forma cval y presenta la basenumerosos
NML
B.-Separado del anterior por una capa de tobas en
descomposiciónse halla un estrato formado exclusivamentepor
limo rojo, en cuya superficiese encuentranalgunasbolsastobáceas.
Su fauna se compone de Equ,uscaballusL., que aproximadamente
constituyela mitad de los restosanimales,siguiéndoleen intporOvis, Bos, Sus, algunosrestosde Rhinoceros
tanciaCervus, Cap,ra,
mercbii Kaup. v otros atribuídos a 0ánidos. La industria lítica de
típico muy evolucionado.Son
estenivel pertenecea un musteriense
y
a
notablesen él la'apariciónde tipos semejantes los africanos la
del Paleoapariciónde ciertos tipos que p,reludianpiezasy técnicas
lítico superior. El material puede ser distribuído del siguiente
modo:
Puntas: Los instrumentosde forma triangular abundan en este
nivel con gran variedad de tipos. En casi todos ellos las baseshan
Continúan apareciendolas puntas de base horisido adelgazadas.
en su
zontal (fi1. 7, núm. l), si bien es verdad que m'ás rob,ustas
(núy
parte media, y los tipos de baseredondeada forma isoscélica
y
2,3y 3 a). Debella facturason las puntasgrandes robustas,
merós
-22-
[page-n-24]
IDE EELLUS
LA COVA-NBGR,A
13
inclinado con re*pectoal eie
de bordes curvos y plano de p'ercusión
de simetría (núm. 4). El ejemplar que reproducimospuede compararse con el publicado por Breuil e.n la Serie 3 de Clacton-onestá.plenacon tipos africanosaterienses
Sea (1). Las semejanzas
pedunculadas; sin
m'ente demostradacon la aparición de puntas
embargo, los.tipos de Cóva-Negra no son tan típicos y logrados
un
como los de Africa del Norte. Reproducimos ejemplar (núm. 5),
que es clara la iniciación del pedúnculo, y otro (núm,.6) más
en el
logrado, aunque de técnica más pobre. Más importancia revisten a
nuestro entender d,ospuntas pequeñasy alargadascon pedúnculo
(núms. 7 v 8) por su parentesco
de
con otros ejem'plares la estación
La Ferrasie (2).
de
francesa
Puntas de lanza: Bajo esta denominación comprendemosinpuntas de mano, p,uescreemosque tales instrucluso las llam,adas
La
mentos debieron ser utilizados enmangados. creenciade que los
con la
líticos se utilizabancogiéndolosdirectamente
instrumentos
pues salvo raras excepciones m,ango
el
mano, debe ser desterrada,
con el instrum'ento. La figura 7, número 10, rees consubstancial
produce un bello ejemplar de punta de mano musteriense,cuya
conservandoel bulbo de
base ha sido pacientementeadelgazada,
percusióny restosdel plano, el retoque es intenso y fino en am,brls
bordes. D'e gran rudeza y con apenasretoque es la reproducida en
y
el número 11. Otro tipo, elegante fino (nírm. 12), se construye
sobre lasca alargada,con intenso retoque y base adelgazada.
de
Rqeders.s,;.' siempreel instrumentoque m,ás.variedad forEs
p'resenta el más num'eroso.
y
los
mas
Son característicos bordes cury
vos y convexos
con retoquem,enudo cuidado; en cuantoa los,tipos continúan oscilandoentre los construídos
recias,
sobre lascas
que se asemejana grandescuchillos (fig. 8) y los tallados sobre [asy
cas p,equeñas gnresascon borde retocado de línea variable.
Cuchi,Ilos: Se construyen sobre hoja alargaday robusta, llevando sólo reto,queen uno de sus bordes. Los que reproducimos
( f i g . 9 , n ú m s .2 , 3 , 4 , 5 , 6 y 7 ) d e r i v a d o s e t i p o s i d é n t i c o s e l n i v e l
d
d
podrían ser tenidos en cuenta p'arala evolución tipológica
antcrior,
hacia las form,asiniciales del auriñaciense(Chatelperron).
los
Raspadores: Son frecuentes construídosen extremo de lasca
(1) Breuil, Henri:
toniem). Préhistoire,
núm. 58.
(2) Peyrony, D.:
París, 1934, 92 págs.
t. I, fasc. II. Paris, 1932,págs. 125-190.
(La Ferrasie>. Extr. de Préhistoire, t. III,
Vid. pág. 72, fre. 9, núrns. L J¡ 2.
-23-
fasc. uniqu-^.
[page-n-25]
FRANIoISC,OJoRDA OERDA
ffi(w
ffi
Figura 7.a__{.{ivelB
(Tam. 4/s)
lf.9. 7), alguno de ellos tallado delicadamente
(fig. 9, núm,s.8, 9 y
l0). Son tipos extraordinarios
dentro de este nivel los raspadores
de
tipo cónico (núms. 7l y I2), de los cualeshay varios ejemp,lares,
y
los de forma aquillada (núm. 13). Ello üiene a confirmar que nos
ericontramosen un nivel de transiciónal paleolítico superior.
-24-
[page-n-26]
,LA COVA-NEGRA.,DEBELLUS
l5
Bwiles: Son los más corrientesy abundantes
los buriles laten-
"'f:;:"::^;)!l;":
p,resenta lascagrande
cierro inrerés
una
(frg. 9, núm,. 1), que presenta dos b,ordesop'uestosretocados, uno
convexo y el otro cóncavo. La m'uesca producida por el retoque
'Figura8.'
Nivel tB
'(Tem.zl3)
.
t
cóncavono tiene una utilización bien deñnida; es posible que haya
servido como alisadorde palos para enmangarpuntas de lanza o de
flecha.
NIVEL,4.-Es
un, estrato anómalo y confuso.Geológic¿rnente
está en relación estrechacon el nivel anterior, ya que está formado
por los mismos lirnos arcillosos de carácterfluvial y de color roiizo
que hemos visto que integran el nivel B. Su fauna se com'pone de
équidos y p'equeñoscérvidos, casi exclusii'amente. La única diferencia notable estriba en la mayor altura alcanzadapor el actual
nivel sobre el B, encorrtrándose
situado al exterior de la cueva en
la rarnpa de acceso.Los materiales líticos,son derivados de la etapa
anterior.
Puntas: D,entro de la de form'a triangular asimétricay de las
_25_
[page-n-27]
16
F R A N , C I S ' CJ O R D A C B R D A
O
ffi@ffi
ffiffiw
Figura 9.a-Nivel
B
lTam. -1¡5)
*26-
[page-n-28]
'DE BELLUS
LA COVA.NEGR,A
l7
pedunculadas(fig. 10, núms. 1, 2 y 3) apareceotro tipo que deno-
ffi
ffi
w@
@w
rFigura l0.a-Nivel
( T a m .4 / s )
por
minamosde pedúnculolateral (núms.4, 5, 6 y 7) caracterizacias
un ensancharniento uno de los ángulos basales.Las números 8
de
y 9 pueden ser consideradas
como puntas sobre hoja alargada.
. Raederas: Constituyen aproximadamentela tercera parte del
materialdel estrato,siendo todasellas de tamaño reducido.Fabricadassobre lascas,su retoque es fino y predominando los bordes
']'odas
rectosy convexos.
ellas presentanla basedeprimida y un ex-27 -
[page-n-29]
FRANCISCO JORDA C;ERDA
18
tremo apuntado (fig. 10, núm. 10). Un tipo interesantees el reproducido en el número 11, pieza mixta, raed,era-p,erforador,
conseguida haciendosaltar una lascalateral en uno dg los extremos.
Cuchillos: Son fácilmentedistinguiblesde las raederas
por estár
presentansiempre un b,ordeintensatallados sobre lascasdelgadas,
m'enteretocado.Reproducimostres tipos (fig. 11, númrs.
7,2 y 3).
\.-\-'-:--'-
W
+
'ftgura ll.a-N,ivel
,A
(Tam. 4-15\
Hoias: Clasificamos a una serié de piezasconstruídassobre
así
lascaalargada,
con retoque cuidadoso,que en algunosóasosnos recuerda la técnicaesbaikiense,
como ocurre con Ia pieza número 5
(fig 11), que podría ser tenida en cuenta como pr'ecedente la inde
dustria solutrense.Con ello se fortalecería la tendencia actual de
p'arael solutrenseun origen africano (1).
s'eñalar
Raspadores: Aparecen definidos claram,ente
cuatro tipos : en
extremo de la-sca,
discoidales,
cónicosy piramiCales(fig. 10, números 12, 13, 14 y 15).
(1) Luis Pericot:
nes CientÍficas. I¡rsiituto Diego de Yeláz,qttez. Madrid", 1942. Ernesto Ji¡nénez
Navarro: (Nueva Esta¿ión Pa,rpallen-sro. Ana.les del Cenüro de Cu,ltura Val.enciana, VIIf, nurn. 23, pqig. 144. Valemcia, 1935. D. fletcher VatrLs: ¡
-28-
[page-n-30]
CÓVA-NÉ,GRA,D'E
.BELLUS
l9
Buriles: Aparte de los lateraleshay otros tipos de pequeño tamsño (ñg. 10, núms. 16 y 17) que pudieran también ser considerapuntas pedunculadas.
Otro tipo se acercamás
dos como p'equeñas
a la form,acorriente de los perforadores(ñg. 10, núm. 18)
III
CONCLUSIONES
A grandes rasgos hemos presentado los principales aspectos
técnicosde la industrialít\ca de la Cóva-Negra.Com'o hem'osdicho
al principio, todo este panorama tiene un carácterprovisional; por
que podamos establecer
han de encontrarse
tanto, las conclusiones
sornetidasa revisión tan pronto. como una nueva excavacióndel
yacim,ientonos facilite mejores elementos de juicio y se llegue a
superar la actual estratigrafía.
Tal como conocemoslos materialesy estudiadosdel m'odo ya
expuesto,podemos decir :
1.o Que los dos niveles inferiores provienen con toda seguridad
con la dcl Tadel Tayaciensey su posición puede corresponderse
yaciense del valle del M,anzanares.
II
2.o Que el nivel C representaun musteriensetípico, que cro'
nológicamentees un poco más tardío que el'europeo.
típico evolucioun
3.o Que el nivel B representa. m,usteriense
le acercanpor una parte a Europa (senado, cuyos tipos nuevos
al
mejanzascon La Ferrasie) y por otra lo ligan estrechamente
Africa del Norte (puntas de pedúnculo).
la
4.o Que en este r'rismo nivel observamos aparición de nuevas
y
(rasp,adores hojas) que lo enlazancon los primeros tiem"
formas
pos del Paleolítico superior.
5.o Que lo que hemos denominado nivel A podría constituir,
se
dentro del área levantina, una etap'aque cronológicamente coinferior, fase ésta que no ha sido
rresponderíacon el auriñaciense
con claridad en I-evanteni en el área sur de la Península,y
señalada
una cultura rnusteriformecon
6.o Que este conjunto representa
en
influenciasauriñacienses la que probablementese dibuian atis'
bos presolutrenses.
-29-
[page-n-31]
[page-n-32]
,
JUAN PORCARRIPOLLES
lnteipretacio sobre el arte rupestre
nes
. Más que a mi entusiasrlo por la arqueología Í,té debidol a mi
profesión.como pintor, el que la sociedad.castellonense
de cultu. ra me invitaseen 1934a colaborarcon los profesores
Breuil y obermaier para'laobtención de los calcoscopiasde las pinturas rupestres
descubiertasporD.GonzaloG.EspresatienAresdelM.aestre:
' La realizaciín de las
copias de estos conjuntos me fué conñada
oficialmente,bajo la dirección científica'del Dr. D. Hugo
oberrnáier, el cual consideió de gran interés que, junto
l,ó, carcós
"oo
copias,figuraseen dicha Mernoria uri capíturo de mis impresiones
sobre dicho arte, siendo esta ía primera vez que un profesional
de
la pintura toma parte en emrpresas estecariz.
de
Es opinión de algunosarqueórogos
que el artista,o dibujante de-.
signado itarala realizaciín de estascopias, es conveniente sea indi-.
ferente a,estosestudios;y mucho mejon si tal indiviiuo desconoce
las especies
zoológicasque habitaron estosperíodos, con el fin de
Que dé una m.ayorexactitud del objeto existente.En cambio, otros
opinan lo contrario; es decir, que el copista no soramen conozca
te
dicha fiauna,sino que tenga un interés vivo por estos estudios.
'
La clase de trabajó que se les exige a los que en tal plan actúan,
es solamenteel limitarse a''copia, *n l, *á*i*,
estas
pinturas en'el mismo sitio donde se encuentran,.sin
"""Jir¿
subjetivismosde ningún género.Ahora bien, esto que parecetan sencilll, nos
depara delicacios
problemasen la realidad:
;
1.o Porque el desdoblamiento un calco,,
de
sácadode.una süper'ñcie
áccidentada
produce desvirtuamiento de formas si se ¡s[2r6
sobreel plano'regulardel papel; y
_31 *
I
[page-n-33]
2
.RIPOLITES
tUAñ PO,ftCA,R
2.o Porque parte de estaspinturas han llegado a nuestra época
más fuerde
en percepciónrnuy difícil, teniendo necesidad acusarlas
clarasen la edición.
temente con el fin de hacerlas
Particularidades
estasa resolveren el sentido de que, en mi opiirión, no pueden confiarsea un simple aficionadoal dibujo.
TECNICAS
Las escuelas
a
composicionistas, quien deben su paternidad las
escenas
bélicasy cinegéticas Morella la Vella; Araña, Valltorta,
de
Dogues y Gasulla, acusan una tendencia miniaturista acentuada;
paraleloscon otras
particularidadestaque hace puedan establecerse
artes similares, que aunque pertenezcana épocas distintas, presentan análogos sistemastécnicos de realización. Así, pintar de manetratando de representarlas formas con una
ra directa v espontánea
por medio de trazos sueltosde pincel, tal como se percibe
sola tinta
en todas las artes de tipo caligráñco valga, por ejemplo, la aplica;
ción decorativa en la cerámica, las aguastintasindochinas sobre sederías,etc., etc.
Si intentamos analizar comparativamentelas clases de técnica
que presentanlas artes de pintura de este tipo, observaremosque no
habiendo entre ellas contaminación o influencia alguna, ofrecen todas en común un sistematismo
análogo debido a leyes de mecánica
e intuición en el oficio, esto es, un habilidosojuego de trazos hecho
con gran maña por la práctica alcanzadaen tal ejercicio.
La danza de arqueros del Civil y Ia escenabélica de Morella,
por la claridad conceptualen la descripción,así como por la seguridad y eleganciade su trazado, pertenecena escuelasde depurado
estilo, creadas el curso evolutivo de largos períodos. En estas
en
épocasel estudio de sus técnicasy trazadosdebe formar parte principal en la investigación científica de este arte :
l.o Porque en la realización de las calcos copias se cuidará de
dar similitud de factura en el trazado.
de
2.o Porque tratándosede un arte con características tipo impresionista,el análisismorfológico de los trazosconduce a sopesar
la capacidadtécnicay conceptualdel pintor, sirviendo esto de base
para definir lo substancial la interpretación.
en
y
3." Porque con la estructuralidad contextura de los trazos, se
sirve el profesionalpara acusarla calidad de las cosaspintadas; y
que presentaneste
4." Porque muchasde las formas estilizadas
tipo de artes,deben su origen al sistematismo
formulado en las técnicasen sus comienzos.
-12-
[page-n-34]
IiNTETR,PRIETACTIO)NIES
SOERTEEL ARTIE RtJ,pES'tRE
La pintura que reproducimos en la frg. l, representa unhaz cuya
trayectoria curvada acusa en ambos extremos cinco fugas de trazos,
quedando vinculado por su factura el desliz de cada uno de
estos
trazos,
Técnicamente, el pintor, para realizar en esta pintura cada uno
de los cinco palos curvados, ha tenido necesidad de humedecer tres
o cuatro veces el pincel para trazar cada palo, a consecuellcia de la
absorción de color en la pared rocosa. Y conceptualmentese sirvió
del sistema oblicuo de rep'esentación de este arte, para acusar al
haz una posición horizontal, descansando el dorso del mismo sobre
el propio suelo cartográfrco. De esta manera, apoyando la tesis sobre las característicastécnicas del trazado, lógicamente podemos interpretar esta pintura como representación de un
Representa Ia pintura de la fig. 2, un par de arqueros que amistosamente cam,inan hacia un lugar determ'inado de su paisaje. El
auto'r, por medio de unos ñnísimos trazos, acusa en su tocado apéndices de formas varias que cmanan o se clavan en senticlo perpend i c u l a r , e n t r e u n a e s c o t a d u r aq u c d i v i d e e n d o s p r o t u b e r a n c i a sb u l bosasla parte alta de la cabeza. En su parte anterior, en región submentoniana, aparece una silueta dentellada con tiazos a manera de
-33-
[page-n-35]
rRnpOIrt_]ES
rpORClAtR
J,UAIN
4
que ora recuerdanmechonesde pelos, ora resaltancon
apéndices,
vigor rasgosfaciales.El resto de las dos figuras está descrito con
hábil juego de trazos de extraordinariavibración dinámica, en url
Frigurs 2.4
@J
rj1t::ff:
Resulta, pues, temerario, por
arabescode conjunto im'presionista.
su técnica,conceder'valor esencialantropológico a esta airosa pareja de arqueros.
\¿t
Figura 3,a
*
en
Ot.o ejemplar de arquero, con fisonomía facial,se representa
la pintura de la fig. 3,.fisonomíaclebidaa combinaciónrecíprocade
trazos. Así, el investigadorque cónozcaeI tipo de esta clase de ar-
-8+-
[page-n-36]
INTERFRETA¡OIONES
SOBRE EL ARm RUPESTRTE
6
i.;'F,*t*s ¡z,susparticularidades técnicas, no tratará de analizar el áni gulo facial que presenta su bóveda craneana.
.rit,.La,ointura dada en la fig.4, pertenecea uno de los tipos de es-
\
Figtua 4.¡
cuela impresionista, mtry-expresiv-os,
pero de técnica algo rud:i. Los
trazos del manojo de flechas que lleva en su mano izquierda, acusan formas lanceoladas marcadafactura profesional,por lo que
de
debemossuponer que, a pesar del acentuado deterioro ie erosión
estalagmítica, existen en toda la figura fragmentacionesque deben
su forma al trazo prinlitivo, de cuanto se pintó.
Este arquero'. negre manganeso,forma 'el centro de una alineación en Ia retaguardia de la escenabélica existente en-el abrigo novéno de Ia Mola, en Qasulla. Lo hemos forzado a salir de su formación para este análisis, ya que u¡ acción rituál de llevar las ermas a
lb Alpera, así como el emplazamiento que ocupa con respecto a
-s5-
[page-n-37]
6
JUAN PÓRCARRIIIFÓLL,dS
Civil y Dogues,nos revela su preeminencia,nos descubre ser un
que actúaalto personajey muy principal en el escenario
de cortejo, que ftguran en el original,
De los cinco compañeros
este arquero, como antes dijimos, figura en el centro de la compoirónicos,siendosólo estepertodos con rasgos
sición, apareciendo
Señalemos
mejor definidos.
relativamente
sonajeel que los presenta
la particularidadde que su cara tiene un notable parecido con el
de
de
viejo sentado la barba,segúnlos calcosde Durán y Sampere,
de la Valltorta.
del
la cuevade la Saltadora barranco
Figura 5:a
j H a n s i d o , a c a s o , e s t o s r a s g o s f a c i a l e sp l a s m a d o s e n e l s e n t i d o
solemne del retrato? En mi concepto creo responden por su técnic a i m p r e s i o n i s t a , a u n a a p a r i e n c i a c o n v e n c i o n a l a c u s a d ap o r e l p i n '
tor rupestre en su deseo de representarlo por medio de trazos arbitrarios, pero afines en forma. Es decir, un paralelo con el l¡¡'presionismo modernista de nuestro tiemÉo, el cual se sirve de trazos complementarios de color para representar la luz en apariencia sobre
los objetos, mientras los pintores del paleolítico lo confiaban c las
f o r m a s d e e s t o s m , i s m o st r a z o s p o r e s q u e m a .
En las pinturas reproducidas en las figs. 5 y 6, vemos respectiva-
Figura 6.a
y
la
mente acusada calidadmaterialde los objetos; así, la cestita el
que Ia estructura del trazado describela contextura
carcajindican
del tejido. Asimismo podemos apreciaren las miniaturasde jabalíes
en
existentes Cueva Remrigia,trazos en sus respectivoslom'os mediante los cualesel pintor trata de expresarlas hirsutas cerdasdel
animal.
en
Sobre este mismo particular señalemos el gt'an catrerista de
-36-
[page-n-38]
INTBRIFRE.IAiCIIoNIES
SoIERE EL AIRT1E
RUF.ESTIRE
7
la ñg 7, de Cueva Remigia, cómo no puede considerarse
casuística
la simetría de fallos y trazosque presentael tal !ndividuo en la región postero-rotuliana ambas rodiilas, sino al juego de trazos
de
propuesto deliberadamente
por el artista para acusarlela clase de
indumentos estaparte, segúncostumbre
de
inveterada.
Hcmos escogidola pintura de la fig. 8, como el prototipo de
arquero de trazado caligráñco.Lo esencialpara este artista cazadr¡r
Fi$lra
8'a
no ha sido la bellezaplástica,sino el representar acción de un
la
blanco seguroen el objetivo deseadoy esta acción realista ha sido
estilizada
con tal simplicidad trazos,que un revestimiento
de
muscular Ie convertiría en decadente.
-
a4
dt
-
[page-n-39]
[page-n-40]
LUIS PERICOT
Trabalos del Serviclo de InvestlgaclónPrehlstó¡lca
La cueva de la Cocina(bos ñguas)
NOTA PRETIMINAR
I
DrscnlpctÓt¡cENERAL
En la cueva de la Cocina hemos realizadohastael presentemoA
de
mento, cuatro carnpañas excavación. pesarde ello, y por dipodido term,inarsu estudio. El
no
versascircunstancias, hemos
los
gran interés que p,,resentan hallazgos,nos mueve a dar hoy una
de
de
reseñap,rovisional los mismos. La comp'lejidad los p'roblemas'
que plantea,exigeuna áiscusión
más amplia y al mismo tiempo las
dimensionesde la cueva permitirán ulterio'res comprobacionesde
hasta ahora'
los resultadosconseguidos
de
Situación.-l,as últimas estribaciones la Sierra Martés hacia
acompañanal Júcar, que se ha ab,iertop'aso
llanos valencianos,
los
por ellas entre gargantas impresionantsgrandqza.Forman aquéde
llas el último escalónde la meseta,.muyp'róximo ya a la llanurra.
Mientras a la derechadel Júcar se halla el pico de Carochey muea
la de Bicorp, con sus estribacignes, la izquie'rdaestán las sierras
y Caballón, que van desdeDos Aguas hastaTous, Llombay
del Ave
un
y Catadau.En su vertiente m,eridionalse fo,rm'a valle alto (entre
400v 500 metros de altitud), denominadoLa Canal, Y For el que se
desdeDos Aguas
p,uede
transitar hastaTous. A la Canal se asciende
horá de m.alcarnino de herradura, subiendo hasta530 meen una
tros, teniendo a los p'ieslos barrancosque van a parar al Júcar, cerca de la Central Hidroeléctricade Millares. En La Canal se encuen-
-39-
[page-n-41]
2
LUüS FERICOT
tran corrales y casasde habitación temporal, olivares, algarrobos,
viñedos y algunoscampos de trigo. Su parte más próxima a Dos
de
Aguas, clonde existen las estaciones que nos ocupamos,está limitada por el lado Norte por las alturas de La Rábida y el Cabaque van a sumrarse Falón, toal
llón, y p,orel Sur por los barrancos
y que de,s,gmboca el Júcar, o direcen
rrente nacido en Dos Aguas
tamente al mism,orío.
Estos barrancos forman naturalrnenteuna compli'cadared de
con numerosos abrigos. E'n uno de
hondonadasy despeñaderos
que nace frente la Casa de Cifre, se encuentrael
estos barrancos,
C.into de las Letras, abrigo que contiene curiosaspinturas naturalistas de estilo levantino. La Casade Cifre se halla ef el centro de
La Canal y a unas dos horas y media de cam'inodesde Dos Aguas'
estála Casade Valle (a 415
de
Dos kilómetros al Sudeste dicha,casa
junto a un pino centenario que ha servido de
metros de altura),
cobijo al carnpamento de los excavadores.Allí mismo ernpieza la
barrancadaconocida con el nombre de Barranco de la Ventana, que
termina en un precipicio sobre el Falón. En su zona frnal, en la p'ahoradada por la rentama de que recired derecha la peñ'aap'arece
,
be nom,breel barranco, Y etr un abrigo junto a ella, aparecenpinturas en parto de estilo levantino naturalistay en parte esquemático.
En estebarranco,y en un recodo del mismo, a una distanciade
unos 250 metros de la ventana,y a 15 minutos de camino de la Casa
de Valle, se abre la cueva de la Cocina. Su altitud es de unos 350
metros sobre el nivel del mar.
,
Aspectode lq cueva (frg. 1 y lám..I-A).-La cueva se abre al nivel actual del barranco, frente a :opudos algarrobos y matas de
una amplia abertura,de 12 metros de longiturl,
adelfa,presentando
p,erode altura muy baja (unos 3 metros), disminuída hoy por Ia pared toscaconstruídapara encerrarel ganado.Su interior mide aproximadamente20 por 15 metros y ofreceun doble desnivelcon lomo
hacia la entraday hacia el fondo.
en la parte central y clescendiendo
por el estiércol o sirle, resultado de
El suelo aparecerecubierto
encerrar los ganadosde cabras, constituyendo éste uno de los
más molestos obstáculosde la excavación.Abundantes losas caí'
das del techo y de las paredeslateralesafloran en la superficiey,,
com,o la excavacióndemostró, ocupan buena parte del yacimienhincada como un menhir cerca de la en'
to. Una piedra apa'rece
tradai otra presentauh grabadocruciforme.
En la parte del fondo y junto a la pared Norte, se abren galerías de difícil accesoy que muestiran señales de haber sido utili'zadas como refugio en tiempos mrodernos.Una losa colocada a
_40_
I
I
[page-n-42]
LA CUEM
rDrELA COC,INA (DOS AGU'AS)
D
Figura
l uPllant8
y secciones de l¡ rCíueva der la Cocina
-41 -
[page-n-43]
'ITUIS FERICTOT
m,anera de mesa, en el fondo, sobre la que dicen se halló un recrpiente cerámico, justiñca el nomibre que la cueva recibe. Algunos fragmentos de cerám,ica medieval y moderna se ,recogieron
en la capa superficial.
Abierta ell un m.acizo cretácico, la cueva, que muestra al ser
excavada p'otentes capas arcillosas, ha debido ser en tiempos cuaternarios lugar de desagüe de intensas corrientes de agua que ali'
m,entaríar1el barranco.
Durante los trabajos recogimos curiosas leyendas pop'ulares
relacionadas con la cucva, las cuales nos indican que nos hallam,os en comarcas etnográfrcamente distintas de la zona costera,
donde tales leyendas faltan. En cambio nos recuerdan las que
oímos durante nuestras excavaciones en los castros gallegos, lo
que probaría el fondo común (céltico) en comrarcas tan ap'artadas, cosa por otra parte que los textos a.ntiguos al situarnos aquí
a la tribu de los beribraces, nos dieron ya a conocer (1).
Descubrimiento y exca:rLación.-Como hemos dicho, la. cueva
fué utilizada en tiempos no muy lejanos, como lugar de refugio,
(1) Varios de los relaüos refleren que por las noctresrse aparece en la cueva
rma rnujer que reza. EI relato m,ás cwioso es eI de 1á d,ama.del" peine. Llamaban
asÍ a, una miujer joven y guapa que se aparecÍa con u,n peine de oro en la mano.
S,e cuenta todavÍ4, en el puebüo de alguien que murió deL susto al verla y no
hace muphog ,años un pastor salió huyendo al ver en Ia boca de la cueva, a
una muchacha que éil tornó por ]a vieia o darna del peine,
En otra versión son 'd.os las damas que se aparecen peinando. Un pastor
las vió y le preguxtaxon qué pre eria, el peine¡o ellas; el a,varieioso prañ'tor respondió que prefería el peine y entonces aquéllas le cont'esüaron que siempre
sería rln miserabtre y que si Las hubiera preferido a ellas, se hubieran convextido en dos rnontones de oro.
Un muchacho cle 15 a,ños, pastor, Iiamado Vicente fbáñez, nos relató que
al hablar de la cueva cOn motivo de nueskos trabajos, una mujer detr pue'blo
contó 1o que su abuela Ie habÍa referido en otro tiempo como ocurrido a ella
misma,: (LIegó tur hombre joven encantado adonde ella se enconíra,ba y le pIe-pollo,s
a'
que había allí eran su57o$, lo que 1epuso que sí. Ehto¡ces
guntó si los
le ordenó qué le maüa,ra uno y lo asara bien asado y 1o llevara a, una piedr'a
bajo la cua¿ encontrar'Ía r¡na merendela (flambrera,) b¡:illanbe como eI oro y
*éti"ru el po[o dentro. Lo hizo así y al ponerlo dentlo oyó urna voz que decia:
(Lo has hecho tal corno, Io he mandado yo, y atrrola tras de irr a tras doce de
y
la nochet a la cueva y su,b,irása lo alto d.e una piedra redonda que, ha,y allÍ
y luego
saldrá una serpiente pegando soplidos, y no has de üenerle miedo'
satdrá un toro peg;ando berxidcs y dará si,ete vuef.bas,y luego de d,a1 las sie;üe
vuelüas, tÓcalo y se volverá de oro y yo quedaré desencantado') La abuela
y le
tuvo miedo y nó quiso, hacerlo y pxdgunto si podÍa ir sr¡ marido con ella
dijeron que no, que debÍa ir sola,.
También es Co¡:rienüe el relato de que los moros errtrarOn en el barranco
(pinturas rupestrels)
diez caxga,sde oro y las oculüa,ron po'r medio de las llQtras
que hay aba'jo en el barranco.
-42-
[page-n-44]
L,A CTUPVArDE LA 'CIOoINA (DOS ,AC'UrA"S)
5
y seguramente
por moriscos rebeldes,como lo prueba e\ hallazgo
en ella de un Co'rán, realizadoa comienzos del pasado siglo (2).
Todavía ha sido ocupada.conigual fin durante la última gue,rra
civil española.
Perteneciendoa la familia del Valle, ha sido vtilizada durante rnlucho tiem,po para encerrar el ganado. Pero seguía ignorada
por completo en la bibliografía arqueológica,lo que se explica
por lo apartadodel lugar. Hn realidad todo el rmacizom;ontañoso
en que se encuentra era desconocido para los arqueólogos. Las
prehistóricasmás cercanas
que se conocían,e,ranlas de
estaciones
Buñol y la cuevade la Avellanera,en Catadau,¿V, otro lado del
al
J(tcar, la cueva de la Araña, en Bicorp,.
En 1939 6 7940, dos maestrasque veraneabanen Dos Aguas
tuvieron no,ticiade la existerlciade letras en alguno de los barrancos de la Canal. Se hicieron acom'pañar los lugares,que rea
sultaron ser abrigos con pinturas rupestres. D,ieron noticia del
hallazgo al Insp'ector del Magisterio, D. J. J. Senent Ibáñc2,, a
quien tantos descubrim,ientos
prehistóricos se deben en las tres
p'rovinciasvalencianas, éste comrunicóel hallazgo al Servicio de
y
InvestigaciónPrehistóricade la Diputación de Valencia.
En el otoño de 1940se organizó una expedición en la que, tomaron parte, ademásdel Sr. Senent, los Sres. Chocomeli, Alcácer
y el prospectordel indicado Servicio, SalvadorEspí. Fueron visitados ios dos abrigos con p'inturas,el Cinto de las letras. el
y
Cinto de la ventana,al mismo tiempo que SalvadorEspí recorría
buen número de cuevasde los alrededores tarea que repitió pos,
teriormente.La cueva de la Cocina fué lugar de p'asoobligado al
visitar el Cinto de la ventana.SalvadorEspí realiz6, con la diligencia que le es p,eculiar ufia caI-aen la p,artede entrada de la
,
cueva. En ella encontró indicios elocuentesde la importanc'iaque
tuvo su ocupación prehistórica: cerám,icato,sca,num€rosos ü,icrolitos, entre ellos algunaspuntas, microburiles,hojitas, una de
ellas de doble escotaduray un hueso que p,arecía
aguzado.
En vista de ello, en Julio de 1941realizamo,s primera cam,la
paña de excavación.
En parte de la mrisma
nos acompañaron
los
Sres. Juan Cabré, J. J. Senent y J. Alcácer, que dedicaron varios
días a la copia de las p,inturasde amrbos
Cinto's,vis'itaronla 'cueva
(2) El inforrnre sobre el hallaago de un Corán en Ia cüeva de la Cocina se
encuentra en eI tomo VI de las (Memoria{s de la, Rreal Academ,ia dd, la' Historia>, pá9. IJXXXI. Debemos este dato a nuestro discípulo D. Ernesto Jiménez
Navaxro.
-43-
[page-n-45]
6
üurls inERtoor
y el último' nos ayudó en la excavación.
Esta duró del 24 de Julio
al 4 de Agosto, y residimos en la Casa de Cifre, pue,staamabJe'mente a nuestra disposición
[-a segunda campaña duró del 23 de Julio al 9 de Agosto de
7942. Fue'ron m,is excelentescolaboradores D. José Alcácer Grau
y D. Enrique Pla Ballester. Residirnos,al igual que en los años
junto a la era de Casa
siguientes, tiendasde cam.paña
en
instaladas
de Valle.
La tercera campañafué la de 1943,del 24 de Julio al 13 de Agos,
to, con los mismos colaboradores.
La cuarta camp,aña p,udo realizarse hasta 1945, del 28 de Juno
lio al 13 de Agosto. Nos acom,pafií en ella, quedando al frente de
la mism'adu'rantelos días que nos ausentam.os, FranciscoJordá,
D.
a quien, al igual que a los anteriorescolaboradores,
jóvenes, eny
tusiastas,expresamosnuestra gratitud.
Han sido, pues, cortas carnpañaslas que hemos realizado, debido a las dificultades de alojamiento y mianutenbión entre otras.
Contarr¡os con un núm,ero de obreros que ha variado de seis a
nueve, y con Ia constantey valiosa ayuda de Salvador Espí, cuyos
méritos excepcionaleshemos dado a conocer en anteriores ocastones.
Los i¡breros, todos de Dos Aguas, re,sultaronunos entusiastas
e incansables
colaboradores.
Gracias a ellos,la labor realizadaha
sido muf intensa.También debemosgratitud a las autoridadesde
Dos Aguas (l) y m,uy especialmente que durante varios años ha
al
sido maestrode la localidad, D. José Iborra Izquierdo. Con su
y
entusiasmo desinterés
digno de todo elogio,,nos allanó toda clase
de dificultades,rios alojó en su,casay fué siempre el colaborado,r
que nos bacía falta en la localidad.
Sólo una parte m,ínimadel yacimiento ha sido excavadaestos
años. En 1941elegimospara una cata que nos orientaseuna pequeña superficiecerca de la entrada, en Ia parte meridional, una vez
nos liberamos de los molestos insectos que infestabanla cueva;
aquella superficie fué amp,liada después ha,staformar un rectángulo de 3 por 3,50 metros, cuyas partes anterior y posterior resultaron pronto recortadas p,or fiuÍr€rosás losas desp,rendidasdel
techo. En 1942excavamosla zona situada entre la cata ide l94I v
la pared Sur (2,5 por 4 metros). En 1943elegimos una zona muy
limpia de piedras, al Norte de la cata de 7941; era una zona rec(1) A los alcaldes y secretarios del Municipio, a D. Vicente Cifre y al médico de ia loca,lidad, especialmente
_44_
[page-n-46]
(DOS AGUTAS)
DE
LA OUts'OA LA rCrO,CilNA
aclarar el
métros. En 1945nos p'ropusirnos
tangirlarde .3 por 6,2.5
problema de la extensión del yacim'ientohacia la parte de la entraday precisar el nivel neolítico que habíamosobservadoparecía
en
intensificarse la parte cercanaa la boca de la cueva. Para ello
excavamosvna zona situada en e'l extremo Sur de la entrada, que
medía sólo 2 p,or4 metros. Llegamos en esta zona a la profundidad
de 4,70 metros, pero el gran núm,erode losascaídasen la parte que
da al barranco dificultó el trabajo y nos obligó a recortar la zona
fijada, ampliándoseluego esta faja seis metros hacia el Norte.
I I
Y
ESTRATIGRAFIA MATERIAL
i
I
I
I
I
I
t
I
1,
I
I
de
EstratigraÍí¿.-No dudamos que las dimensiones la Cueva
de la Cocina nos permitirán realizar catasen diversoslugaresy en
varios sentidosy ('on ello obtener una estratigrafíaclara del yacique se extienda
no
miento. Este, por su m,agnitucl, puede pensarse
a
con uniformidad y sin desniveles lo largo de toda la cueva,como
una parte
ocurría en el Parpalló. Pero p,or ahora tenemosexcavada
En primer lugar resaltala abundanciade granen excesoreducida.
de
des losascaídas(lám. I-B) que dificulta la interp'retación los nivesu
les y ha alterado,sin cluda,en múltiples ocasiones disposición.
es
de
Otra característica la zona excavada, la inclinación de los estratos hacia la entraday la pronta aparición del nivel de la arcilla
(1), mientras en la, parte
estéril en la parte del interior de la cu,eva
de la entradael nivel estéril no se alcanzahastalos 4,50 metros (láasí
depósito a manerade fondo
mina I-C), produciéndose un espeso
si
de sacoen la parte de la entiarla que no sabernos se extenderácon
carácter
semejanteen el resto de la cueva. Ello da idea de que las
gentesque habitaron la cueva parece que preñrieron la zona de la.
de
entradaa la interior, consecuencia la bondad del clima. Y aun
en
diríamos, si p,ensamos la relativamentepoco abundantepresen'
con lo que
resto de comida, en com.paración
cia de huesosanim'ales,
ocurría en el Parpalló, que hacían buena parte de la vida al exterior. Cierto que la parte salientede la visera de roca que cubría la
entrada se ha desplomadoen gran p,arte.
se
sin interrupEn muchos lugaresde la parte excavada suceden
(1) En el ángulo NO. de La cata de 1943, la arcilla estéril se alcanza a los
30 centímetros de la superfcie. Una vez llegados al fondo de la ca'üa, a dos
metrcls, abrimos r¡rn pozo que alcanzó 1,85 metroar de profundidad, sin que se
altera.ss el carác,ter del depósito arcilloño y a,bsoluüamente esté¡il'
_+5_
[page-n-47]
q
8
ILÜIS,PERI,OOT
ción los niveles (1án. r-D). Esto y la presencia un elementoconsde
tante dentro de sus variedades,
los microlitos de síléx geom,étricos,
limitan cronológicamente dan unidad cultural al yacimiento. Este
y
representa,
pues, unos rnilenios de habitaciónde la cueva por unas
mismas gentes,que evolucionan o reciben influenciasdel exterior
sin abandonardel todo su industria y su mane,ra vivir tradiciode
nales.
Donde hemos podido realizar un corte más claro es en el rin,
cón SE., enlacata de 1945. Aquí alcanzaremo,s
hasta unos 4,50 metros de profundidad des.de superñcie,y aquí es donde la capa
la
con cerámica alcanza mayor espesor,p,uesen buena parte de la
cueva aquélla es sólo superficial,aunque es piosibleqüe en otras
z.onasinexploradas,sobre todo en el fondo de la cueva, vuelva la
capa con cerámicaa adquirir importancia.
En dicha cata del rincón sE. el nivel con elem,entos
neolíticos
alcanzahasta7'70metros; le llamaremosen nuestro trabajo, nivel I.
El nivel II sigue inmediatamenteal anterior. Carece de cerámica, mientras posee placas grabadasy vestigios de pintura y un
material pétreo y óseo característico.suele presentarsesin separación, pero en el rincón sE. ofrece dos capasbastantebien separadas p'or losascaídas; mientras Ia capa superior (A) nos dió p,laquitas grabadas,la inferior (Il) carecede ellas. La primera 'a de
U0 a 2 metros y la segundade 2,30 a 2,70 metros.
El nivel III suele ser el más denso, pues llega hasta el fondo
arcilloso o rocoso de la cueva, lo. que le da profundidad variable,
segúnlos lugares.Aunque por su extensión es naturar que oftezca
variaciones, preferimos presentarla con una relativa unidad. En
la cata del rincón SE., una capa fértil se da entre los 3 y 3,50 metros de profundidad (A). otras capasinferiores (B), con escasos
microlitos, alcanzanhasta 4,50 metros.
En total van contadas7.920puntas m,icrolíticas 620 microbuy
riles.
Nivel /.-El primer nivel es el que podemos calificar de Neolítico antiguo. Está perfectamentedefinido, aparte otros elementos, por la aparición en él de cerámica. su distribución en, las zo,
nas excavadases muy variab'le. Es puramente superficial en la
m'ayorparte de lo exca'ado y sólo'se hace más extensosu nivel en
la parte de Ia entrada.En Ia cata de 794s,fuera del muro de cerca
primitivo, alcanzabahasta 1,70 rnetrros profundidad la tierra con
de
fragmrentos
cerámicos,y en la ampüiaciónde dicha cata, bajo un
enterramiento rnoderno, algún fragmento aparecií a 2,s0 metros,
evidenteproducto de remoción moderna al efectuarse
aouél.
-46-
[page-n-48]
LA,CIU)E\¡A LA CO.CiINA
IDE
(DÓS ¡,CUrN,S)
.9
Aparte unos fragmentos campanianosy uno ibérico pintado,
toda la r:erámicaencontradaen este nivel es a mano y por lo ge_
neral muy tosca, de pasta mal preparaday de cocción defectuosa,
aunque algunaspiezas presentenla superficiealgo pulida. La decoración más frecuentees la d'el rayado irregular de Ia superficie;
este rayado se hace más ancho y profundo y produce un acanalado
irregular; hay, además, incisionesen los borde,so bordes dentellados, seriesde puntos a am'hoslados de un cordón, y una serie
de trazos en espina de p'ez; también cordonescon impresionesde
varios tipos. Algunas asasy pezonescompletan las formas, en general de cuenco u olla, por lo que cabe deducir de los fragmentos
$e. 2: v lám. II).
I
Figura Z.a-rFragmentosde cerámicadel N,ivel I (cata entrada S.) (capas,2 y 4)
(Tam, 4/S)
[Jn par de hachitasfinas de fibrolita (fis. 3.,) u otra piedra y un
l,l'l\n
N.iüu
il,llll;l',lrriiir[i
Figtura 3.a-Hacha
,prulimentada, cepitllo, núcleo y lrasp,ador oval,
dell Nivel tI (cata d.e enfeda
(cspas 1 a 5)
(Tam. 4/5)
-.47
-
S.)
[page-n-49]
-
10
----T-------'r?--'
LUIS IFER¡OOT
De
hacha de fortuna, de cuarcita,se encuentranen el mismo nivel'
p-o-r extremo suPeel
piedra es asimism,ouna pieza triangular,-rot?
colgante o parte de un ídolo ; nide 62 por 56 milímetros
.ior,
""r*o
y 13 de grueso, terminando en bisel' De hueso es una lámina ova'
piedra
i"d, y de superñcie curvada, de finalidad desconocida' De
de collar (fig' 13'')'
blanca un pequeño colgante o cuenta
Los punzones de hueso son'relativamente abundantesen este
nivel. Excep,to un caso en que vem,os un ejemp,lar fragm,entado,
tan bien elaborado como los óagdalenienses, se trata de hue'sós
aguzados.Hay una media docenade eiemplaresde interés; el meentero, mide 12,3centímetrosde
ior de ellos, que se ha conservado
l'ongitud (fig. 4.").
aguzado del Ni'vel I (cata eot¡¡da S') (copas 2 y 5)
Figura 4.4--.lPunzon€sd€. úr,ueso
(T¡m. 2/3)
aspecto
E,l sílex es lo más abundante. Su coníunto presenta un
p,ero con caiacterísticasproanálogo al de los niveles inferiores,
las rniediaslunas; hay
bi"r. b.t las p'trntasmicrolíticas'dorn'inan
que caracterizaránlos
iambién algunos triángulos y laltán los tipos
son es'
niveles inferiores.Los microburilesy las hoias con muescas
_48_
[page-n-50]
(DOS,AGUAS)
LA OUIEVA
tDE LA rCrOótNA
lf
casos(fig. 5."). Las hojas son mayoresque en el restó del yacimien-
l
nft
b
EF€ 6 € G
F
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#GM @G
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É
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A$ €\
Figure S.uFumtss
micuo'litiias v micrc,b,u¡'iles del Nivel I (cata ren,trada S.) (cap,as I a 5)
(Tam. nat.)
to y hay verdaderas
hojas-cuchillos,veces
a
con los bordesretocados
(fig. 6.'). No faltan tam,biénalgunaspiezas mayores: toscos cepillos, lascas,
puntas de fortuna, etc. (fig. $."),.Una sola punta de aspecto neolítico hemos desbubierto 50 centímetrosde profundidad;
a
por tanto bastantesuperficialen esa zona dela catade 1945.Es una
p,untade labra tosca con pedúnculo y aletas incipientes,casi rom-49-
[page-n-51]
LUIS 'PERI,iÓf
12
boidal, bastantegruesa.Respondea otra idea y nada tiene que ver
con las puntas de tradición microlítica del Neolítico del lugar.
11.-El segundo nivel es mucho mrásipteresanteque el
Ni"oeL
anterior por contener todas las placas grabadasy algunas de las
el
en
qug muestran pintura, y por desarrollarse él p'lenamente mihablaremos después.
crolitismo. De aquéllas
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Figura e.a-Hoias,
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O EA
S')
def
Íetoques o escotaci\lrlars, rN[vei 'I (cata entra'rl¿r
sl,gunas con {,uLertes
( c a p a sI a 5 )
(Tam. 4/s)
En cuanto a las puntas hay una cierta va'riedadde tip'os' pero
o p'eL
el distintivo de este nivel es el triangula,rcon un ap'éndice
a
dúnculo muy acusado veces,en el dorso' No faltan los trianguy
lares, los ffapezoidales los triangularesalargadoso con muesca
son los
No menos abundantes
basal, propios de"nivelesinferio,res.
pero generalmicroburiles, en algún caso sobre hojitas regulares,
e
m,entesobre esquirlas,muchas veces rr¡inúsculas insignificantes.
Las me'
son tamb,iénmuy abundantes¡'
[_ashojas con escotadLlffas
en
una, dos y hasta tre,sescotadufas
jores sorr hojas robgstascon
hoja o lasca, algunos
sobre
ambos lados. Hay también raspadores
hojas con o sin retoques,núcleosy toscoscepillos,
laterales,
buriles
-50-
i
I
i
[page-n-52]
t . - - "
I
LA 'OUIEVADIE LA CtO,CllNA(DOS rdG,UrAS)
13
alguna raederay puntas de fortuna. Pero en conjunto el miaterial
es de uha gran monotonía con la repetición constante de puntas
(figs.7.' y 8.").
triangulares,
microburilesy,hojas con mues-cas
@r
ffifi 4 € F
IHU
G6
G0
@ 4 FF
4
é.é,
@9G0"é'$
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FcHG.g
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Figus 7.a-Hoiss,,púntas y múcroburiles
del ,Nivel II (cata en'rradaS.)
g
( 1 , c a p a 8 : 2 . c a r p a ; 3 , c s , p a[.0 )
(Tam. nat.)
-51 -
[page-n-53]
LU,IS,PEIRI,CóT
IL
De hueso podemos señalar tan sólo unos p'ocos punzones fragmentadbs. Pero hay ba¡tantes clrernos de ciervo utilizados, y uno
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Fitgur¿ 8.¿!Hqia6
con escotaduras,
prunts,s mjcco,lírticas y rnicroburiles,
(c¡ts entrada S,) (1, ca'pa 6;
del lNivel
II
2, rcapa 7\
(Tam' nat') '
de ellos con un grabadoen que creemos ver el dib,ujo de un cáprido iñcompleto.
pnesenta,
, Observemosaquí, que,ias puntas triangulares suelen
en el tercio de su filo una pequeña muescaque debe indicar un
puntó de ñjación que hizo saltar uria,minúsculaesquirlita.
y
Las placasgrabadas pintadas (1ám.III).-Sin duda el elemento
-62-
[page-n-54]
LA TCUFVA DE LA OOCINA (D,OS,AIGrU,A,S)
lb
más interesante
del nivel II lo constituyenlas placasde piedra grabadas.Aleccionadospor nuestra exp,eriencia la cueva del Parde
palló, lavamos desde un principio todas las p,iedrasque parecían
idoneas para ser grabadas.FIay que reconocer que Ia co,secha
ha
sido escasay que el esfuerzo realizado no parece compensadoa
p,rimera vista por los resultados obtenidos. Pero, en realid¿d, el
descub,rimiento un tipo de grabado en pied,ranuevo e'n la Prede
historia española, nos recompensasobradamente.
Carecela cuevay sus alrededores un yacimiento como el del
de
Parpalló, donde sus habitantesencontrasena mano las losetaslisasy terltadorasal grabado. Aquí tuvieron que utilizar piedras que
en genernl se grababanmal. Por lo común las piezas grabadasson
losetas'
algo rodadas, de silueta ovalada o trap,ezoid,al
alargaday
con frecuenciamuy irregulares.
EI número de las descuhiertas de 35, pero como alguna está
es
grabadapor las dos caras,el número total de ejemplareses de 38.
Todas ellas tienen únicam,ente
combinacionesgeo,m'étricas, geen
neral seriesparalelasde rayas en zonas que alterrnan dirección.
su
Sólo en algún caso el rayado se sustituye p'or series de traci.fos a
maneia de punteado. Fln algunos casos hay verdaderasfajas con
rayado interior. Aunque las líneas s,uelenser rectas, hay algunas
que el trazo seairiegular o temblón. La incicurvas,y es frecuente
sión es a vecesmuy tenue y otras fuerte, p'erono llega a obtener un
surco pronunciado. [Iay un ejemplar en que acasopodría verse en
la conlusiónde líneasun contorno animal parcial.A vecesparece
como si salierande un centro seriesde haces radiales de líneas.
Otras, no parecenformar motivo alguno.
La zona de hallazgo,según los lugares,varía de los 20 a los 90
centímetlos; en el rincón SE., la faia fértil con tales plaquitas va
de 1,70 a 2 metros, señalandoclaramenteel nivel I A.
Menos definidasson las muestrasde p'i¡1urr. No p,asan una
de
docena las piedras en las que nos atreveríamosa asegurarque
existen manchasde color, rojo siemplre,en un caso tirando a ocre
amarillento. Fln muchos otros casos la piedra m,ismatiene tonalidades rojizas que pueden engañarfácilmente. Se trata en !a mayoría de casosde manchasde color informes.En cuatro"casos
parece que pudo existi'r un motivo o una figura animal, miuy dudoprofundas,
a
alrededor
sa; todos ellos corresponden capasbastante
de los dos metros. Otra piedra con pintura roja y que prresenta
una forma indeflnible, pertenecea las primeras capas (nivel I A),
al igual que loó dos o tres cantoscon puntos rojos que tanto hacen
pensaren los cantosazilienses.
-53-
[page-n-55]
16
LUíIS FERICOT
Por último, en relacióncon las pinturas, hemos de referirnc,s
a los vestigiosde figuras,al parecerde animal una de ellas,en rojo,
p,intadas la pared Sur de la cueva.Lapátina y el humo que han
en
recub,iertoestos muros laterales irnp,idsr su exacta apreciaóión. La
altura a que ssencuentranlas colocaal nivel delbrazo de un sup,uesto artista, cuando el suelo de la cueva se encorltrabaen.la segunda
etapa de las tres que hemos señaladoen el yacimiento. Extremo
es éste que al igual que ocurre con el resto de las p,inturas,esperamos sea revisadopor un especialista
Con frecuencia se han hallado a diferentes niveles trozos de
color, rojo o tirando a violáceo.
ya
Nixel III .-El tercer nivel. p,resenta rasgos de un mayor arcaísmo, aunque siguen en él los tiposrde puntas mricrolíticasgomo
elemento dominante. Pero éstastienen una tendenciadistinta, comó
pero sí las pintadas
verem)os. se dan ahora las placasgrabadas,
No
e incluso parece que han de colocarse aquí la mayoría de las que
probablemente tuvieron üna figura.
En Ias p'untasmicrolíticas han desaparecidolas triangulares con
pedúnculo lateral acentuado del nivel superior. Ahory dominan
ias triangulares: escalenos
alargadoso' bajos, cón basl sasi horizontal o escotada (variante esta última que recuerda, como si
fuera derivación cle ellas, a las pun,tasde muescade tradición auriñaciense del Paleolítico superior), llegando a veces a la forma
rectagular; y más aún las trapezoidales, no sólo los trapecios
alargados con algo de pedúnculo, sino los trapecios regulares, de
bordes rectos o ligeramente curvados, en lespecialp,or la muesca
de la base.
y,
En cuanto a los microburiles se hacen escasos terminan pronto. A los tres m,etros, la cata SE'., la más comp,leta,
en
como hemos
repetido, han ternlinado. Las hojas con escotaduras
siguen. aunque cadavez más.raras,
hastalos cuatro metros, o seaprácticam,ente
hasta los niveles más antiguos, acompañándoles,pero también
(figs. 9.", 10.",11."y
las
cadavez más escasas, puntas trapezoidales
1 3 ." ).
Pero lo más característico este nivel III es la gran proporde
ción de piezas de mayor tamaño,, en sílex y en cuarcita y calnha,
estas últimas verdaderos macrolitos (figs. 17.", 723 y 13."). Estos
suelen consistir en grandes discos raspadores,raederas, hachitashendidoresy sobre todo en cepillosy su trabajo no deja lugar a dua
das, a pesarde que nos costó acostumbrarnos la idea de que se hubiera utilizado una piedra más blanda que la cuarcita,una caliza rnuy
compacta,de tono amarillento,con la que se ob,tuvieroninstrumen-64-
[page-n-56]
lDE LA C,O'GrNA (DOS AiGUAJS)
LA |CUÍEV,A
17
tos de gran talla (1). Sus dimensiones alcanzana vecesa 15 centímetros. De cuarcita son algunaspiezassemejantes,
más pequeñas.De
y otros altos sobre
sobre hoja
sílex, numerososcepillos, raspadores
núcleo; disquitos raspadores,pequeños núcleos, pequeños raspadores cónicoso piramidales de excelentetrabajo, otros en trom-
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Fi,gura g.a-Hoias,
rn{icrolíticas d,el lNirel III
varias con escortadu¡as, !',Fxr¡n¡a,s
(cata entrad¿ S'
(1, capa ll ; 2, ,capa 1,2)
(Tam. 4/s)
(1) Dos rnuestras de las calizas uüilizadas pa¡a estas piezas de gran tamaño
han sid.o olasifi.,cadas por el profesor de la tr'a.cuJ,radde Clencias de Barcelona,
D. Noei Llopl,s. La más frecuento y caraoterfstica, de color a¡narillento claro, e
una caliza, surbliüogrffica d.e gtano mnry fino y conüext'ura flnamente cristaüna
con fractüra concoide muy cla,ra; procede de niveles jwasicos. otra variedad,
raras vec€ñ usada,, de color gris, se define tarn,b,ién como caliza sublitográflca de
grano más tosco, fractura coricoide, y dureza de 3;5 a 3,?'
-55-
[page-n-57]
18
LUIS PER.ICOT
pa, raederas discoidales, hachitas, hendidores, alguno de ellos discoidal, recordando los preasturiensesdel Parpalló, y buriles. Estos
últimos suelen ser laterales, a veces con repetidos ayivam,ientos,
Figu¡r l0.LHoiae,
vlrias con escotaduras, y guri0as microlíticas del Nivel III (cata ontradl S,)
(1, capa 13; 2, oarps14; 3, capa l!)
.
(Tam. 4/s)
pero hay algún buril central. Hay también hojas con retoques o
sin ellos, alguna microlítica dentada. Interesantes son las p,untas
de fortuna o de tradición arcaica, m,usteroides algún caso, pero
en
con frecuencia del tipo de La Gravette: Estas últimas son de fias
capas más p'rofundas. Por último, algunas hojas o p,untas rotas
luu-
j
[page-n-58]
L,A,C,IJIEIVIA LA C|OC'INA (,DOSAGttAS)
DIE
lg
tienen un cierto retoque superficial que recuerda la técnica so,lutrense.
La industria del hueso es escasa se reducen los hallazlos a
y
unos cuentos-fr¿gmientosde punzones o huesos aguzadosy puntas
dé asta d"eciervo utilizadas. co,rno er cap'asanteriores, se dan los
moluscos agujereadosy algún dentalio.
FF
&
H
Figuera ll.a--rFtroiitas de donso re,b.ajado,
raspradloc'es
rpeq,ueños
s,obre tro1a, hnia con fuertes
escotadu,fasy rpüntas midrollticas,, del Nivel III (cata entrada C.)
(Tam. nat.)
Ya hemos indicado la presenciaen este nivel de placaso cantos
con señales pintura y la posibilidad de que éstoscontenganvesde
tigios de alguna figura.
Mientras la fase A, de este nivel contiene núc,leosde los e,lementos que persistiránen los niveles superiores,'lafaseB es escasa
en microlitos y abunda en instrumental grande y de aspecto arcaico.
' l
[page-n-59]
20
I
I
LUIS IFERICOT
I ]I
COMPARACIONES
Y CONCLUSIONES
Evolución y cronología.-iQué ded,u¡cimos
del esquema exp'uesto?En primer lugar rehagamosla evo,lucióndel yacintiento
en su proceso normal, de abajo arriba.
Al ser habitada Ia cueva, que había recibido espesos
depósitos
arcillosos. indicadores de potentes corrientes de agua, lo fué por
gentes (lue poseían un instrumental claramente de tradición paleolítica : cepillos y raspadores nucleiformes, raspadores sobre
hoja, buriles faterales,raederas, pequeños raspadoresdiscoidales,
rnacrolitos de caliza (especialmente
lrandes cepillos), hojas y csquirlas, con o sin retoques¡ ¡' plunZonesde hueso. Sobre esta industria curiosa se presentanpronto las puntas triangulares con
m,uesca
basal y dorso y rnuesca rebajados, a los que acompañan
trapeciosy hojas de muesca.Más tarde hacen su aparición los m,icroburiles y las puntas tienden a la forma triangular con vértice
acusado,mientras el utillaje dé gran tam,añova desapareciendo.
Al mismo tiem,po, las placaspintadas indican que aquellasgentes
prabticabanel arte pictórico, pero no p,arecefueran muy aficionadas al grabado. Toda esta etapa debió ser de larga duración,
hasta que la evolución en el utillaje del sílex condujo a la formación de las p'untastriangularesde apéndicelateral que iban acompañadasde gran profusión de mieroburiles y hojas con muescas.
Al final de esta etapa se producen los grabadósgeométricossobre
p,equeñas
losetas; seguíapintándose, y manchas de p,intura aparecen en cantos rodados. Las astas de cérvido son utilizadas con
frecuencia y en alguna ocasión se grava en ellas una formra animal.
Rápidamente estasactividadesartísticasdesaparecen, la p,ar que
a
las puntas han evolucionado o se han transformado, po'r la desaparición del apéndice lateral,llegándoseal tipo semilunar. Pero
ya entonces interviene un nuevo elemento, signo de un gran cambio cultural y étnico, la cerámica, decorada con' incisiones simples y relieves. Esta última etapa ha dejado restos de algún es,pesor sólo en Ia parte m,ásexterna de la cueva y señalael final de la
ocupación intensa rle la misma
.
El primer problema con el que hemos de enfrentarnoses el de
la cronología. Tenemos un momento final seguro para la ocupación de la cueva, el Neolítico inicial, p,eroel resto del yacimiento
-58-
[page-n-60]
I
\
\',
l
I
LA 'CUEVA ,DE LA ,COOIN,A(D,OSAGUAS) ,
2I
queda como colgando, sin un asidero preciso'e indudable al sistema general de la Prehistoria. caben dos posiciones,la de adopu
tar una cronología corta o una cronol ogía larga. En el primer
W
A
(
F i g u r a 1z.a-..-Ra€d,e¡a,priezas nucleif ormes, raspador s,obre hqja v ,raopador diacoidal (cata
entrada S.) (capa 12 a l6) y
( T a m .A 4 1 5 ' B l , t 2 )
-59-
[page-n-61]
LUIS'PERIC'OT
22
casortodos los nivelesde la cueva entrarianen el Epipaleolítico y
podríamos establecerdentro de él dos o' tres períodos antes de
A
)a4 , É Á f f i G
€
ts
Á
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3ffiñH:
Figuna 1*3.a+Cuentss de collar de rpiednay piezas C,esílex de, variors rüve1esremovidos
(o¿taen'trada
C.)
(Tam. nat,)
-60-
[page-n-62]
T--
{
(DóS .dcUAS)
LA óU,EVAD,E LA CIO'CINA
23
Ilegar al comienzo.
del Neolítico. Tendríamos así una posible equivalenciaa los períodos azilio-tardenoisienses
establecidos Franen
cia. En el segundo caso, valorando los elementos arcaicos de
las cap,as
inferiores, supondríamosque el nivel antiguo es del Pa.
leolítico final, p'aralelode! Magdaleniensede, otros lugares de ia
Península,y el nivel medio, del Epipaleolítico, paralelo del Aziliense.
I)igamos de una vez que nos inclinamospor la segundasoluque no teneÍxos un sólo objeto, aparte
ción, aunque recortocemos
que podamos afrlmar con seguridad su pertenencia
la cerámica,del
a una de las culturas bien caracterizadas Paleolítilcofinal y del
del
Ep,ipaleolítico.
El conjunto de elementos arcaizantes
del nivel inferior nos reirnpresionante.
puntas del tipo de La Giavette; las mussulta
Las
teroides y solutroides,la abundanciade buriles, los rasp'adores
cónicos y en trompa, si no decisivos,pues ya sabemos
cuán engañosa
es la perduraciín Ce elementosarcaicosen poblacionesque siguen
viviendo su cultura, nos inclinan a suponer que en algún momento
por gende la etapa nragdaleniense cueva ernpezí a ser hab,itada
la
tes que nada tenían que ver con las que por errtonces encontraban
se
en el Parpalló o en Seriñá. Porque nada hemos encontrado que
con seguridaddeba afiliarse a la cultura magdaleniense.
Esta etapa paleolítica ñnal debió ser de larga duración y fué lentan.,ente
evolucionando hasta alcanzar una etap,ap,araleladel Aziliense, si
es que hemos de'relacionarcon esta cultura el nivel medio. A esto
úlitimo nos inclinarían la presenciade los cantos con huellas cle
pintura, el cue,rnode ciervo con silueta animial grabaday los dis,
quitos raspadores.
La corta etapa con las curiosasplacas grabadas
representaría momento final del Epipaleolítico, al que se superel
pondrían los nuevos elementos culturales y acaso étnicos, repre'
sentadospor la ceránticay el pulimento de la piedra.
que provisionalmente
y
Tal es el esquema
aceptamos que conduce a deducciones gran interéspara un período tan mal conode
cido corno es el Epipaleoiítico peninsular.
Tratemos ahora de situar el conjunto del yacimiento y cada uno
de sus elem,entos
dentro de este últim'o,,estudiandoal mismo tiempo lo que la Cocina puede decirnos sobre el origen y difusión de
cada uno de aqué1los
Relac'i.ones.-En.cuanto la cerámica,
a
creemosque nos de con
peninsulares, forlos tipos de las prirneras cerámicas
seguridad
de
mas sencillasy decoraci6n rayada,con tipos de surco diversos,y
que en otras comrarde relievesincisos.Claro que no es im,p'osible
-6t-
[page-n-63]
24
LUTS,FBRTCOT
cas, m,áscercanas los focos africanosde donde todos los arqueóa
que llegó el Neolítico a la Península, existan cerámilogos creen
cas mrásprimitivas. Pero nos inclinam,os suponer que los cjema
plares de sup,erfrcie
rayada representanla fase más antigua de la
cerámicapeninsular.
grabadasrep,resentan
I-as p,lacas
una novedad en la Prehistoria
españoia y nos convencen vna yez m'ásde la magnitud de ltl que
ignoramos. No es verosímil que no ap'arezcan otras estaciones
en
y a este respectorecordaremos
que el no ser esperadas
puede haber
p,rovocadoel descuido de lavarlas en alguna excavación,perdiéndose así el precioso dato. Este peligro es miásexplicabletratándose
de placascomo las que nos ocupan, sencillaspiedras de pobre av
pecto, muchasvecesirregulares, las que no se espera.encontrar
en
vestigiosde labor humana. Claro que en otros yacimientospuede
habersedispuestode losetasmejores.
Vagamentenuestrasplaquitas, en especialalgunas (véaselámina III) parece que quieren darnos una extrema esquematizrciín
de la figura humana, recordándonosotras estelasy placas neolíticas. Pero por otra parte su decoraciónse alía muy bien con todo
que van desde el Magdalenienel caudal de grabadosgeom,étricos
se europeo al Capsiense
africano,sin olvidar Romanelli. En el Parpalló encontramosparalelospara muchos de los m,otivos zonas
i
rayadas,seriesde tracitos, y io mismo ocurre en la decoraciónde
(1).
los huevosde avestruz
africanos
Haríamos, pues, de éste un elemento capsiense,
pero del que
ya existía tradición en el Magdaleniense
levantino. Queda por explicar cómo llega a la Cocina en un momento tan avanzadopara
durar relativamente
tan poco tiempo.
placaspinta.das,
En cunto a las
nada tienen de extraño, dada la
cercaníade pinturas rupestresy la tradición del Paleolítico levany
tino. Pero son demasiadoescasos borrosos los elementosde que
disporiemospara poder dilucidar si fueron los del primer nivel o
los tlel segundolos que pintaron plaquitas con figuras; cuándo se
desarrolló más este arte y qué motivos se p'intarían.Y es lástima
que en esta cuestión tan trascendental
seamostan pobres.
(1) Véase L. PERICOI.'.
obra puede enc.onürarse la bibliografía para el arüe geornétrico duropeo y africano. V. tamb,ién D. PEYRONY, (A propo¡s d€ quelqures gra,vures du Paleolittrique suqrérieur et du Mésolithique>, en Bull. de la Soc,. Pletristorique llra,ngaiise,
7942, pilg. 214, así como nuesttros comentarios en (Ampurias), vol V, 1943, pagina 295.
-62-
[page-n-64]
LA ,OUTBVA
D,E LA ,COCINA (DOISAG,UAS).
25
Del trabajo del hueso y asta poco podemos decir. Hace escasa
aparición en la cueva y siempre en piezas de crono,rogía
insegura.
Ni un arpón, ni una aguja de coser, ni una azagaya
biselada. El
predominio de los huesos aguzad.os
confirmia una vez más la separación radical de este yacimiento respecto del Magdaleniense
crásico.
Las piezasde adorno son contadase igualmenteimprecisas.
un
par de cuentasde collar y algunos dentalios, amÉn
de numierosos
moluscos.
Estos, lo m,ismoque la fauna, que no es ni muy rica ni
abundante,no han sido clasificados
todavía.
En la fauna se aprecian, sin embargo, el ciervo, el caballo,
cabra,labali y conejo. Los fragm,entos eráneohurnano
de
hailados
en 1943bajo una losa son absolutamenteinaf,rovechables.
El aspectomás interesantees el referentea las puntas
m,icrolíticas, con su acompañamientocasi constantede hojas fuertes
con
escotaduras microburiles. su evolución es curiosa y en nuestra
,"-.
opinión fija ya p'arael Epipaleolítico levantino español
una cro_
nología que ha de ser de gran utilidad en el futuro p,untas
:
trian_
gularesde tradición paleolíticay trapecios,puntas
triangularescon
ap'éndicelateral, medias lunas. Tal evolución no l"
"orr"oc.-o, ".,
otras comarcas, por el contrario, Ios trapeciosse dan
y,
en momen_
tos m,ás avanzados; en cambio, sí que se habían ya
supussf6 las
medias lunas óomo propias de una fase avanza¿u
it). L"* ounrm
con pedúnculo lateral las enco,ntramos otros rugares,por
en
ejemplo en el Cabezode Amoreira, en Muge (2), pero
nrrn", lus he-os
visto publi'cadas
con la constanciay la exageración el tipo de ras
en
nuestras.
Problema curioso es el de ra reraciin entre p,untasgeom,étiicas,
microburiles y hojas con escotad
ura. La relación
si aceptamos la hipótesisde que estasúltimas constituyen Ia"1"."
", prim,era
fase
(1) Son consideradas por Breuil
como típrcas del Tardenoisiense. Véas.l
If. BR,EUIL, (Les subdiivi,sions du paJéolithioue
superieur et lzur signiflcationn, 2.u ed,., parís, l9B?, pág. 69 y siguientes.
' Las medias runas avanzadas, en M. ALMAGRO,
ü. vr, Ba,rcelona, rg44, pág,.1.
Q) A. A. MENDES CORI?,EA, (Novos elementos pr.a a cronologia
do.
conche'iros de Muige>, en (Anais da, Facultade de
ciencias do l,orto), tomo
xvrrl
Porto, 1934.
iE. MENCKE, (zur cypologie der silexgeráete
Z,
Berlín, Marzo 1g3b; trad. en
pág. 1b?. piezas se1986_40,
mejantes en eI (Cabego dos Morros) (A, DO pAeO,
d,o Tejo), <
XXVrI, Lisboa, 193g, f,g: 2l .
-
63-
[page-n-65]
26
LUIS FERI.EOÍ
para la fabricaciónde las puntas y los microburiles el desechode
la misma. Sin que podamos pronunciarnosde manera term'inante,
queremos presentar varias objecionesa la anterior hipótesis Los
microburiles no acompañansiernprea los otros dos tipos; incluso
en
hay una etapa.inicial que faltan p,or completo.Ademásson con
y
pequeños, en esquirlas insignificantes no corresp'onfrecuencia
piezas que suelen ser las hojas con
den, por tanto, a las robustas
En
escotadura. cuanto a éstas,por su frecuenterobustezno p'odían
microburidar origen a las delgadaspuntas ni a los insignjficantes
en
de
lbs. Y, por añadidura,la disposición las escotaduras am,bos
no
y a vecesen crecido"número yuxtap,uestas' corresponden
lados
al cuadro teórico que sobre la fabricaciónde triángulos y trapecios
se ha solido presentar.
y
Si para los microburileS su finalidadno nos ¡trevemos a expresar opinión, para las hojas con escotaduracreemos lo más vel
utilizables para labrar y alisar
rosímil que se trate de raspadores
los mangos'demaderade las flechas.
En cuanto al restante instrumental en sílex, es el que cabe esperar en un yacimiento paleolítico ñnal, en que se dan perduracioLas puntas de recuerdo musnes y recuerdosde técnicaspasadas.
tam'bién,las creemos sirnescasas
teroide y las piezas solutroide's,
Las
ple arcaísmode gentesque han desconocido Magdaleniense.
el
puntas del tipo de La Giavette y hojitas de dorso rebaiado, es
bien sabido que reaparecen en el Magdaleniense avanzado del
Occidenteeuropeo a la par del microlitismo. Por todo ello no cree'
mos que tales piezas deban hacernosretroceder el comienzt¡ del
y
yacimiento a fechasmás antiguas.Raspadores buriles pertenecen
al caudal paleolíticosuperior que perdura; lo's disquitosraspadocónicos nos ligan una vez más los niveles de la
res y raspadores
ñnal y el Aziliense sepCueva de la Cocina con el Magdaleniense
tentrionales.
:
Piezasm'ayores frandes discos,hendidores,hachitasy los que
llarnamosmacrolitosde caliza, también entran en el conjunto arcaizanteque puede mantenersehasta el Neolítico, útiles de fortuna o frutos de la necesidadlocal, como es la utilizaciín de esascaIizas p'or falta de material miejor de buen tamaño 01por otra raz6n
Fácil paralelo tienen algunaspiede preferenciaque se nos escapa.
(1).
pseudoasturienses
zas
(1) Véase ALMAGRO, (ob. cit.> Un ejemplar del nivel III de Ia cueva de
ta Cooina es nr,uy semejante al d.e
flgura 112.
- 6 4 -
[page-n-66]
,
LA ,OU(BVADE LA rCOCtN.{ (DOTS,AGTUAS)
2I
Problema de interés'es de la reraciónde los microlitos de la
el
cueva de la cocína con los que ap,arecen dos momentos de la
en
larga evolución señaladapor la cueva del parpalló, especialmente
con los del.Magdaleniense
medio. En esta última fase deli parpalló
hacen su aparición esporádica las. p,u¡12s triangulares, pero en
cambio abundan mucho las llamadas escalenos,
que también ^p^recen con la m,ismaasociaciónen las cuevasde seriñá (1) y
se señalaroncon dicho nom,bre
por peyrony, enra Dordoña (2).
cabe que de tales microlitos rnagdalenienses,
escalenos,derivasen nuestros trapecios, triángulos, etc. Esto relegaría tales p,iezas a1 Magdaleniense
final y sería un apoyo a la hipótesis de que
en deñnitiva los microlitos tienen su origen en el paleolítico superior s¡¡spso (3). A nuestro modo de ver no existe una derivación
de nuestras p'untas respecto de los escalenosdel Magdaleniense
medio hispano-francés,
que se encuentran en sitios bien alejados,
como el Kurdistán. Para nosotros,las puntas geométricas
prim,itivas de la cueva de la cocina pueden derivar de las p,untastrian,
gularesalargadas
con escotadura
basal de sus niveles inferiores, Ias
cuales a su vez pueden ser producto de las p,untasde dorso rebajado o de La Gravette y de sus acompañantes puntas
las
de m.uesca del sohitreo-auriñaciense
levantinofinal (4). En este caso,espor un lado y traleciosjunto con otras formastriangulares,
calenos
por otro, seríanramasdistintase independientes
salidasde un tronco común y podríln, por tanto, darse contemporáneam,ente dis_
en
tintascomarcas.
Po'sición resr>ectodel capsi.ense.-Lilegamosar término
de
nuestro trabajo, y tras haber anarizadoros distintos erementosque
la.excavaciónde la cueva de la cocina nos ha proporcionado,
nos
(1) L. PERrcor,
ob. cit. Lós microlitos de seriñá se hallan en la colec.ción corominasr de Eañolas, y entre los resultados de nuestras propias
excavaciones en la. (Bora gran d'en carrerasD. Algunos han sido pubtricados,por
M. ALMAGI¿O, ob. cib., flg. 33, aunque los atribuye a, una fase postpaleolÍtica:
cregrnos que son únicam.ente magdalenienseg.
Q) D. y E. PEYRONY,
Hum.>, m,em. 19¡ parís, 1989.
(3) rripótesis de schwantes y T. Mencke que M. ALMAGRO (ob.
oÍ;.) se incliua a aceptar. v. E. MENOKE, <über die einseitig retuschierten Mikroliühen des'Iardenoisien undj ihre Beziehungen zu den dreieckigen
Forrnenl, en
(Mannus), t. XXVI, 1984. En cam,bio CÍ,AR[< ((The
mesoliühic seüilern€nt of
Northern Europe), cambridge, 1936) acepta la [egada del microritismo
a¡
Norte de Euiopa, desde Africa y pasando porr España.
(4) L. PERICOT, ob. cit.
-65-
[page-n-67]
t2'8
LUüSPüR'ICOT
toca ahora intentar situarla dentro del cuádro aceptado para esta
época. Para ello basta que nos p,lanteemos
dos problemas: relación de la Cueva de la Cocina con el Capsiensey aportación al
problema de la cronología del arte rupestre levantino.
El primero es un p,roblemamuy comLplejo
que no podemos inp,antearloen toda su amrp,lritud los ámbitos de
tentar siquiera
en
una nota como la presente.Es conocida nüestra actitud p,rovisio,
nal sobre el mism,o (l). Seguimoscreyendo que nuestro microlitismo está relacionado con el norteafricano y que el Capsiense
lanz6 ya-antesde terminar el Paleolítico alguna oleada a la Península. En nuestro.casopodríamos establecer paralelo entre el
un
Cap,siense
superior, tal como lo da a conober Vaufrey de la estación argelina del Relilai (2), con nuestro primer nivel de la Cocina, que atribuímos al Paleolítico final. El paralelo con los yacipero sus materialesson
mientos almerienses
sería oe gran interés.,
y
todavía inasequibles lo poco publicado sob,re
los mismos no permite formarse una idea clara (3).
Una estaciónbien excavadaen la zona catalanaes la de San
Gregorio en Falset. En ella aparecentan sólo m,edias
lunas v disquitos raspadorescomo elementosa cofitparar con los microlitos
de la cueva de la Cocina. Y sin embargo ambas estaciones
han de
pues am,bas
cubrir épocassemejantes,
terminan con la aparición de
la cerámica.También ha de poder establecerse
relacionescon las
series geométricasde las múltiples estacionestalleres estudiadas
por S. Vilasecaen la provincia de Tarragona (4). Nótese, sin enrbargo, aquí, la ausencia microburiles.
de
(l) L. PERICOT, ob. cit.; del mismo,
<2) I?,. VAUFREY,
193d" figg. 8 y 9. Otros m,ateriales a, comparar con los de la C'ocina, en GO(Deux gisenr,entB extremes dTberomal¡,risienD en (L'AnBERT-VAUFREY,
thropolog:io, XI,II, 19q2, pág..449.-VAIIFREY,
<
rupestre nord-africain>,
(3) L. SIRET,
Bruse¡,as, 1893, fi.gp. 4L a 87.
@) S. VILASECA,
Reus, '1930.
- 6 6 -
[page-n-68]
LA,OU,EVA D,E LA,COCINA (D,O,S
AGUAS)
29
En cuanto a los conjuntos microlíticos de otras zonas levantinas
en relación con las pinturas rupestres,los citarem,os
después.
El paralelo con Muge es tentador. Pero la cronología dr: sus
concheros es difícil. En este momento direm'os sólo que caso de
rceptarseei paralelo,el Cabezode Amoreira (l) sería el equiva'
lente de nuestrosniveles medio y sup,erior.El Cabezo de Arruda
se relacionaríacon la fasemoderna del nivel inferior. Hay allí muchos menoselementos tradición paleolíticaque en la Cocina.
de
En cuanto a la caverna
es evidenteque ha de cubrir una época semejante la nuestra,
a
yeñdo desde un Ep'iauriñaciense Neolítico. P'ero son allí raras
al.
las puntas geométricas,mostrando una vez más cuán varia y desigual fué la evoluciírn
con que terminó el Paleolítico(2).
l,os microlitos de las cuevas de Valle y Santirnamiñe, la
en
por Obermaier, del Capsiense
zona cantábrica,
considerados
supeparangonarse
rior (3), pueden tamrbién
con nuestroshallazgos,
sin
que podam,osprecisar la fase concreta de relación. En conjunto
pueden correspondera nuestrafase media, azilioide.
en
Si salimosde la Penínsulanos encontramos Francia con un
ya
microlitismo que se reconoce en el Paleolíticosuperior y que
hemos puesto en relacióncon el del Parpalló y con el gran desacon tanto emrrollo del mismo en las fasesazilio-tardenoisiense
peño estudiadaspor nuestros colegasde allende el Pirineo (4).
(5)
La estratigrafíade Sanveterre-la-I-emance tiene gran interés
(1) Véanse especialmente las obrs. cits. de A. A. MENDES COIiREA y
E. \iIENCKE.
Q) MIGUEL SUOH, (Avance al estudio de Ia caverna
en Málaga>. (Bol. de la Soc. malagueña de Ciencias>, Málaga, 1920.
(3) tI. OBEIiMAIER', (EI hombre fósil>, Madrid, 1925.-Del mismo, (Das
Capsien-problem in westlichen Mittelm€ergebiet), (Gelms,nia), 1934' pág. 165'
T. DE ARá,N ADI, J. M. DE BARANDIAII,AN y E. EGUREN' (Exlol"or¡a'ciones
en Ia caverna de Santimamiñe>, memorias 2 v 3, Bilbao, 1931 y 1935.
(4) V. por ejemplo OCTOI3ON,
Paleolítico superiorr francés y todos los problenus que plantlea, y a los que solo
h¿cemos ligera referencia, es eI artÍculo de D. y E. PEYRONY,
(5) . L. COULONGES,
-67-
[page-n-69]
30
PERICoT
L,urls
para noso,tros,
pues también abarca desde el Paleolítico final al
aunque con escalenos,
Neolítico inicial. Su etapa sauveterriense,
puede equivaler a nuestro nivel medio; p'ero luego la evolución
del yacimiento francés es distinta y conduce a un tardenoisiense
que no es p¿r¿lsls de la fase final de la Cocina (1). En conjunto
estas etapas avanzadasdel m'icrolitismo francés m,üestranun gran
predominio del trapecio, al igual que en el Neolítico primitivo del
p'aralelismoen
SE. español, lo que hemos visto tenía sólo escaso'
la Cocina.
Seguir el microlitisrno p'or Europa central y el Báltico y por el
Grimaldiense hasta ir a parar al Kurdistán, está lejos de nrrestro
p'ropósito ahora. Sin embargo, observáiemosque el nivel B de la
euevade Zarzi es consideradocomo Paleolítico final por Miss Gaque le ligan con las fasesmirrod y contiene numerososelemientos
y
crolíticas del Magdaleniense Epipaeolítico levantino (2)
L,a abundanciade microburilesen nuestracueva es un dato más
que la une con el Capsiense
norteafricanoy la sitúa como fase de
paso al tardenoisiensefrancés, donde se dan también con tanta
que el microburil puede ser muy
abundancia.Fero hoy sabentos
antiguo (3).
EI broblema del arte rupestre.-Hemos elegido lo más candente para el final. Sin pretender tam'poco aqui agotar el tem,a,expon'
dremos nuestra opinión escuetamente.
E,n primer lugar sentemosla afirm,aciónde que es imposible
desligar las pinturas del abrigo llamado Cinto de la Verttana, de
pinlas gentesque habitarou la cueva.Aquel cinto, cbn sus escasas
y esquemático, encuentra en
se
turas de los dos tipos, naturalista
el extremo sin salida, por terminar en p'recipicio,del barranco en
que a unos dos o trescientos
metros se'abre la cueva de la Cocina.
habitaron la cueva.
pintaron aquellas.figuras
Quienes
é Pero a cuál de las fasesindustrialesde la cueva corresp'onden
que no nos es dado relas pinturas del cinto? Acuciante enigmra
(placascon vestigios
solver todavía-Por los indicios que fi'oseemos
pintura) diríam,osque las pinturas naturalistasvan desde nues'
de
podrían atribuirse al
tro nivel inferior al medio, y las esquemáticas
(1) No podemos relacionar los triángulos con apéndice lateral en la base
del Ta,rdenoisiense II de Le Martinerb con nuestros t¡iángf¡los con apéndice laüeral (v- L. COULONGES, ob. cit., fig. 14)'
Q)D.A.E.GARROD,(ThePaleolíthicofSouthernKurdistar':Excar'¿rüionstn the caves of Zarzi and Hazar MerdD.
(3) L. PERICOT, obs. cits.
-68-
[page-n-70]
IJA,CUEVA DE L,A COCLNA (D,OS AGUAS)
Bl
superior. Esto hallaría conñrmación decisiva si se logra interpretar los vestigiosde figurasrojas en ia pared rneridional de la cueva,
que por su altura debieron p.intarse
cuando el suelo de la caverna
se hallaba a 1,50,1,80
metros del nivel rnoderno, o sea en el nivel
tI inicial o III final.
Esta interpretación,de ser cierta, ratifrcaría que en otros lulo
gares hemos exp,uesto
(1). El arte rupestre levantino, hijo del hispano-francés, se habría independizad,o durante el Magdaleniense,
en las zonasmontañosasdel Levante, como obra de indígenasque
recogieronIas tfadicionesartísticasque gentescomo las auriñacienses y solutrensesdel Parpall6 habían divulgado. Desarrollado durante el momento final del Paleolítico y el Epipaleolítico, va a morir con la aurora de los nuevos tiempos neolíticos,cuando se esquematiza en la forma conocida.
No creemosque contra esta hipótesis vaya el m,aterialcuidadosamlente
reunido por M. Almagro (2), procedente d,e otros abrigos
con pinturas de la misma zona. Hay en él muchas reminis,cencias
arcaicas,miicroburilesy microlitos, que no andan lejos de los de
las fasescentralesde la Cocina. En un abrigo con p,inturasesquemáticas,el de Doña Clotilde, las medias lunas de tipo avanzadose
co'rresponden
muy bien con la edad moderna que en nuestra cueva
hay que asignara las mediaslunas, ocurriendo lo propio en el Priorato (3). En los abrigos de la Valltorta se han señaladomicroburiles (4).
A los cazadores tradición paleolítica, independientes
de
aunque
contemporáneos
del Magdaleniense,
cultura que en l,evante hay
que aceptaf sólo corno una intrusión hasta el Parpalló, sin gron influencia en las comrarcas
vecinas,atribuímos el desarrollo de ese
arte maravilloso.
En cuanto a las plaquitas con decoracióngeométrica,constitu,
yen un fenómertoespecial,aislado, sin relación con el arte parietal,
p'ero respondiendoa una tradición paleolítica m,ás potente en el
Capsiense
africano que en parte alguna.
Conclusi,ones.-Estamosen los comienzos de una excavaoión
que puede darnosaún muchassorpresas.
Nuestrasconclusiones
provisionaleslas resumiríam,os
como sique
(1)
Q)
(3)
L. PERICOT, (La Cueva del Parpalló>, frág. 343 y siguientes.
M. ALMAGRO, ob. cit. flgs. 10-24.
M. ALMAGRO, ob. cit., fig. 22.-S. VILASECA, obs. cits
(4) S. MALUQUER, (Las industrias con mrcroburiles de La Valltorta>
(Am,puljias)), Barcelona, 1939, PáB; 109.
_69-
[page-n-71]
LUIIS FEIRI'COT
La cueva de la Cocina fué habitada desde el Paleolítico final,
que
probablementeen tiem,pos
del
contem,poráneos Magdaleniensc
por gentesque conservaban téclas
aba en el Parpalló,
se desarroll
pero
nicasauriñaco'solutrenses, que no parecenprocederinmediatamente de los huídos de la cueva gandienseal llegar la primera
oleadade magdalenienses.
que será
Pronto se hace sentir ett ella el peso del mLicrolitismo,
la nota constantede su industria. Esta experimentaüna clara evoPero hasta ahora dilución tipológica y tiene una raíz capsiense.
en
cha evolución no puede parangonarse detalle con la del microliello el efectismo en el resto de la Penínsulay de Europ'a; p,roduce
vivieran muy independientemento como si los grupos de entonces
te y no se intercomunicarandemasiado sus productos y sus técnicas.
y
capsiense de raíz africana,se
En estemedio fundam,entalmente
ya francamentedel momento final del Paleolítico
apreciauna fase
y otra francamenteepipaleolítica con alguna vaga influencia del
.4ziliense,que entonces'vivíamás al Norte. lJn curioso episodio
.artísticoprecede inm,ediatam,ente llegada de la influencia neolíla
tica.
Por último, las gentesque habitaron la cueva pintaron las ñguy
Con ello se nos ofrece un datc mrás muy
ras de abrigos cercanos.
importante contra la contemporaneidaddel arte rupestre nórdico
y el levantino.
Y no terminaremos
sin confiar que las próximas campañasde
en
excavaciónnos proporcionen datos más convincentes favor de
al
cuanto hipotéticamentehemlospresenta.do lector.
APENDI
CE
NOTAMALACOLOOICA
lJna vez más mi sabio'maestro de Prehistoria, Dr. D. Luis Pe'
ricot, me da el honroso encargode clasifrcarlos moluscoshallados
confrándomelos materialesde la cueva de la
en las excavaciones,
dando una nota provisional de los ejemCocina, a que corresp'ondo
ya
plares registrados, que una parte del inmenso'material extraído
se halla en estudio.Cuan{o sólo se da el nombre genéric6sin llegar
entiéndaseque el estado del ejemplar impide mayor
al específico,
precisión.
-70-
[page-n-72]
iI
-
n,¡
LA .c,uEVA ll ,coc,lÑA (Dos TAGUAS)
33
En superfrcie ap,arecier<.¡n Columbella y vn'Marex. La capa
dos
y una valva de L'ardium edule L,la 3." un
1." da cinco Columbella
y
Pectunculu.s la 5." una lü¿ssareticulata L. Aparte de esta' tepófrecuenteménteorifimarinas en ejemp,lares
sentación de especies
una mayor
cados,indicando su uso como objetos de adorno, existet
fluviátilesy palúdicascon siete Melanopde
representación formas
sisDutourei.Fer. en la 1." capa,o'tro en la2.', un Theod,oxtts
fluvia'
tilis L. en la 3.ny un Limnaea en la 5.". Entre los moluscostcrrestres hay un Helix indeterminadoen la capa1.'y un buen ejemp'lar
de Iberus alonensis Ferussacen la 3.". La frecuencia de moluscos
por la proximidad del llamado
MANUEIJ VIDAL Y LOPEZ
-7r-
i
[page-n-73]
[page-n-74]
PERIC0T (Cueva la Cocina,r.
de
LAMINA I.
A Vista de la,entrada de la cuera desde el otro ladlo del {¡a¡ranco. -B. La excavaciórn,iunto
a la,pared S., en 1942. Al fondo e1 ,nivel origjnal de la ouer¡a.-,C. ila excavación de i$43
desde ei interior cle la cueva.---rD. La excavaci,ón de'1943 en une zona de estratiffcación normal,
srn rp[eoras
(Fotos rL. Pericot.)
[page-n-75]
PERTCOT(Cueva la Cocinar.
de
LAMINA ¡I.
Fragmentosde cerámicadel Nivel I
{Fotos Adell.)
[page-n-76]
de
PERIC0T (Cueva la Cocina'r.
lÁrr¿lNe llt.
Losetas gratadas Oet'Ñivel ll
(FotosAdell.)
[page-n-77]
I
FERNANDEZDE AVILES
AUGUSTO
La cuevafuneraria,
eneolltic4de
fa <,Loma los Peregrinos>,
de
en
ñlguazas(l"lurcia)
,Í
j
#
NOTICTA HALLAZCO
DEL
La prensa local de Murcia dió cuenta, el 20 de Enero de 1933,
del hallazgocasualde este yacimiento.Como en tantasocasiones,
fué la reja del árado la que actuó de imprevisto instrumento arqueológico, hundiéndose en el terreno o encontrando resistenciaque
motivó una intervención de! labrador para salvarel obstáculo.Quitada con el azadónla tierra, resultó ser una losa que cubría Ia entrada, de medio metro' aproximadamentede anchura, de una concavidaden cuyo interior había restoshumanos e industriales.
Imaginando, sin duda, los consabidos tesoros, el clescubridor
prosiguió dentro sus excavaciones
con las naturales consecuencias
paru la integridad de los esqueletos ajuar, que aún sufrieron más
y
por las visitas de numerososcuriososdel pueblo en días sucesivos
y a horasen que no podía ejercersela vigilancia dispuestapor el
Alcalde d,e Alguazas,quien, mientras reso'lvíael Gobernador Civil,
había dispuesto .fuése tapada la entrada de la cueva con piedras y
restituídotodo a la forma en que apareció.
Cuando acudimosal lugar, en la tarde del mismo día de publicada la noticia, pero transcurridosya nueve desde que acaecióel
halld,zgct, daño estaba hecho y sólo cupo inspeccionar la cueva,
el
:73 -
l
[page-n-78]
r
2
LUGUSTO,FERNANDIEZ DE AiVITITES
recoger informacionesy trasladar al Museo Provincial los objetos
por algunosparticulares(l).
conservados
El propósito de repetir la visita para documentargráñcamente
la
cueva, examinar con detenimiento la tierra revuelta y observar los
alrededores, pudimos llevarlo a cabo; limitándonos, también,
no
Museo, a catalogary lotograñarsom,eramente piezasingreen el
las
sadas.Quedaron, pues, sin trazaÍ los dibujos y sin anotar las características material, pátina, etc., en esperade.momento opordel
tuno, que no llegó.
LA CUEVA
I
l
l
La
par de kilómetros al Noroeste de Alguado en una finca distanteun
zas y prop,iedaddel citado Sr. Alarcón; la cueva está situada en la
falda de la loma, en terreno duro calizo, güe, aunque poco accidentado, deja suponer la existenciade otras concavidades
semejantes.
Sobre la disposiciónde la entrada no tenemosmás datos que el
de su angosturay su cierre por una o más piedras, totalmientedesplazadas ocasiónde nuestravisita. En todo caso, se trata de uha
en
cueva natural, de planta ligeramenteovalada de unos 5 metros de
Iongitud en su eje mayo,ry 1'50 metros de altura máxima, decreciente hacia los bordes, Io que produce una techumbre irregular a manera de bóveda, mientras oue el piso, horizontal, está cubierto por
una capa de tierra, probablemente bastanteespesor.
de
Nada encontramos nuestrarápida investigación,
en
tanto a causa
del despojo añtesreferido como de la falta de medios adecuados;
pero es de suponer que numero'sos
objetos menudos habrán pasado
inadvertidosa los rebuscadores,
como se desp,rende
del conjunto
industrial exhumado, en el que se echan de menos elemento's
integrantesde otros yacimientoscoetáneos.
Lo que es indudablees que la cuevatenía el carácter enterrade
m,ientocolectivo,si bien hay distintasversionesen cüanto al númey
ro y disposiciónde los esqueletos ajuar. Según las primeras noti(1) De la inspección realizada en unlón del Secretario de la Comisión de Me
numre,ntos,D. Andrés SobeJano, publico un reportaje LA VERDAD del 21 de
Enero, ha¿iéndose además una reseña descriptiva a petición de la Associaüed
Press. Conste nuestro reconoclmlento a. las autoridades de Alguaaas por su eflcaa cclaboración, asÍ como al Sr. Cüra, D. Jesus GarcÍa, al Dr. Ayala y a don
Flancisco Alarcón, dueño del teneno. que ariablemente cedie¡on al Museo los
objetos a que más adelante nos rcferimos.
-74-
[page-n-79]
rDE rLA
vistos po-r el autor del hacias de prensa,los individuos sepultados
llaz,go
eran cuatro, sin precisarsu colocación; o bien, se indica que
estabanhacinadosen un rincón, casi intactos, pero sin expresarsu
númeto (1).
Por lo que nos dijeron en el lugar, versión que recogeel reporlaje arriba aludido (2), el descubridor encontró en el interior (url
---él suponíaque se elevabana diecisiete
buen número de esqueletos
unos sobre otros, en el centro de la cueo dieciocho-, colocados
va y en posición de medio lado, con las piernasy brazosencogidos).
dicho, cl médico del pueDestruídoscompletamente,como hem.os
blo conservóalgunosrestosóseos,tales como dientes,trozos de parietal, fémures, etc. ; pero todo tan fragmentado,que no le permitió deducir ninguna conclusión.
EL AJUAR
la
Tampoco determinanlas primeras comunicaciones situación
halladcsen relacióncon los cadáveres;
sólo
<1e utensidios
Verdad> del día 21 dicc que (una porción de objetos de piedra y
también la
de
barro>restaban<
vasijas.
de
destrucción mruchas
Los restos del ajuar, según queda dicho, hubimos de buscarlos
en el pueblo mismo, donde continuaronalgunos en poder de las
personasque con tanta amabilidad nos atendieron (3); pero la 'nayoría ingresaronen el Museo de Murcia, y a ellos se contrae nuestro estudio.
L-Material lítico.
Compónesede dos grupos de objetos: Hachasde piedra y diverde
de
sierra, p,untas
sosútiles de sílex : ho,jas cuchillosy raspadores,
flechay hola de puñal.
Las hachas(lám. I) donadasal Museo por los Sres.García, Ayala y Alarcón, son diez, en su mayoría de ofita, de moderado tamaño, preclominandolos tipos alargadosde seccióncircular, si bien
(1) LA VERDAD y EL LIBERAI, respectivarnrente (20 Enero).
(.2) (El descubrimriento arqueológico de Alguazas>. LA VEII,DAD, 21 Enero.'
(3) Dado el üienpo transcurrido, no recorda,rqos particula,ridades de tales
objetos, pudiendo suponerse, por eJemplo, qu,e entre las flecha,s acaso exisüirían
tipos distintos'a los ingresados en e:l Museo de Murcia, y que no faltarían tarnpoco los ordinarios objetos de ádomo, como brazaletes, collares de disttnta
especie, etc., de los que, en efepto, se han recog:ido algur¡as. cuentas.
- J O -
[page-n-80]
{
AUG,USTO FIERNIANDEZ DE AVILES
hay alguno achatado; otro ejemplar trapecial, incom,pleto,de bordes rectos,debió ser enmangadocomo azuela.Casi todas las piezas
presentangrandesseñales uso y de sucesivos
de
reaguzamientos
del
filo, ostentandoalgunaintenso pulimento.
Las hojas de sílex (lám. II), más o m€nos comp'letas,que han
sido entregadaspor los Sres. Alarcón y Ayala, alcanzanel número
de diecisíete,
ademásde tres pequeñosfragmentos.El material, generalmente patinado, varía desde el color blancuzco al obscuro,
existiendojunto a ejernplares notable finura de ejecución,.con
de
su
que incluso conservan
inflexión típica, otros torpemente esbozados
restosde la corteza; la mism,adiversidad hay en el tamaño, que
llega, en la pieza mayor, hasta 158 milímetros.
Es corta la serie e incompleta la tipología de las flechas(lárnin¿ III, 1-5) cedidaspor los dos citados señores.Redúcesea cinco
ejemplareslabradosen gengralcon exquisitafinura, correspondieny
como normales las
tes a tipos rom'boidales foliformes. Señalemos
dos características
hojas de sauce(núms. 2 y 4) y la romboidai de
ángulos aguzados(núm. 1), acasola de m,ásdelicado retoque; en
cuantq a las dos restantes,
son de advertir las incipientesaletasde
punta núrn. 3 y el estrangulamiento' la romboidal
la minúscula
de
de ángulosromos núm. 5.
Cierran dignam,ente conjunto lítico de estacuevados piezasde
el
por
respectivamente, el Sr. Cura de
sílex muy notables,entregadas,
y
Alguazas por el propietariodel ter¡eno.La primera (lám. III, 9)
es una sierra tallada en Lrna sólida lámina rectangularde sección
ligeramentebiconvexay de gran regularidad,en lo que puede ¡uzgarsedel fragmento conservado,
comprensivosin duda de la mayor
parte de la pieza; fuertes retoquesocupan toda su extensión por
anrbascaras,salvandoen r'.nade,ellas cierta porción de la corteza.
La otra pieza es una preciosahoja de utensilio apuntado (lámiComo
na III, 6),labradaen sílexbrillantecon la mayor perfección.
-sin espina lonlas flechasy el serrucho descritos,sus sup'erfrcies
gitudinal- se hallan totalmente retocados,logrando así un agLrzamiientode filo y punta que la hace apta como arma inciso'punzancerca de Ia base redondisp,uestas
simétricamente
te. Dos muescas
deada,indican el p'rocedimiento de enmangue, mientras que la
anchurade aquélla,,muchomenor que la del cuerpo de la hoia, descartala idea de una alabarda,por su solidez y tamaño, en fin, nos
inclinamos a considerarlamás bien como hoja de puñal que de jabalina.
Este instrumento, el más importante de todo el ajuar de Alguay
zas, pertenecea ese género de objetos de sílex antecesores mode-76-
[page-n-81]
CUEVA FUNEIR,ARIA
DE ILA (LOM,A .DE LoS ,FEREG,RIIN
ISI
5
los de sus equivalentes
m,etálicos,
com,o la magnífica hoja de puñal, lanza o jabalina del
Arqueológico Nacional (3), entre otros ejernp,lares
portuguesesy
que podrían citarse.
franceses
II.-Utensilios de hueso y metal.
Au¡que sólo existen sendaspiezas de cada materia, tienen un
valor representativo el cuadro de hallazgos,
en
siendo la segundade
ellas, además,decisivapara la ñjación cronológicadel mismo.
Anrbas son punzones: el de hueso (lám. III, 7), acaso rude
miante, partido por la n¡itad y de dim,ensiones
modestas,no tiene
ninguna característica
especial,apareciendoiguales, como se sabe,
en épocasvariadasy por sup'uesto todo este ciclo neoeneolítico.
en
El de cobre (lám. III, 8) es una excelentepieza perÍectamente
conservada,de seccióncuadrangulary anchura crecientehacia la b¿se,
apuntadalo mismo que el otro extremio(4).Es idéntico al que,
procedente de Ciempozuelos,se conserva en Ia Academia de Ia
Historia, y a los de estaciones
almerienses., la de Campos,en
cual
la colecciónSiret (5).
III.-Ceriímica.
unicam'entehan podido salvarse
dos vasosde distinto tipo y algúnos fragmentossueltos cle barro, entre las <
aparecieron unas catorce,segúnconcretaronnuestrosinformantes.
:
La vasija pequeña--8 cm. de altura por 9 de diámetro-.- adopta
la típica forma de casqueteprofundo con los bordes prorongados
casi verticalmentey con un botón en su tercio inferior para facilitar
su mranejo(lám. IV, 1). trstá toscamente
modelada a mano, observándose las huellas digitalesen la m,al cocida p,asta.
salvo un des(1) s. vilaseca:
G940), lám. v. flg. 1.
sólo una de las caras aparece retocada, estando, adem,ás,tallada adosverüientes.
Q) c. de Mergelina: (La estació¡n arqueotrógiea de Montefrío (Gra,nada,).
f. Los dóUnenes)).BOL. S. A. ARe. VALLADOLID, Vm 0942), fig. 4, nún: 6.
(3) H. scr¡¡nidt: (Esüudios acerca de los principios de
Ia Edad cte los Metales
en Espa,ña). COM. I. P. PREI{., I (191b).
(4) El p'unzón de hueso fué cedido por el sr. Ala,roón; el
de metal -no menclona.do en ninguna reseña periodística, a diferencia de aquél- lo ignora,rnos, y.
hasta creemos resordar que nos lo entregaron corno cosa moderna, por sq buena
conservación; pero su antigüedad es indudab,le y lo incluímos aquÍ só[o con esa
tenue reserva de procedencia.
(5) H. y L. Sireü: <
Anvers, 1887, lám. If.
[page-n-82]
f
6
AUGUSTO,FIERNAN,DEZ DE AVTLES
conchado al lado opuesto al pez6n, se conserva en buen estado,
habiendo sido donadapor D. JesúsGarcía.
El otro recipiente (lám. IV, 2), entregado por D. lrranciscc¡
Alarcón, es un cuenco semiesférico,
también a mano, de. 11 por
20,5cms., en barro cocido ordinario con m,anchas
negrasdel fuego;
está incom,pleto,
por fractura reciente.
Por último, de los dieciséisfragmentossueltoscedidos por los
fres señoresnombrados,se puede apreciar,en los más grandes,que
perienecierona casquetes forma, dimensiones,barro y técnica
de
igualesal descrito en primer lugar; todos elros enteram,ente
lisos,
excepto un trozo que muestra. junto al borde, una frarija decorativa punteada de orificios circulares
gulares (lám. III, 12). Formas, éstas,de casqueteesféricoy ovoideas, frecuentísimas
durante una larga época (r); v sistema decorativo tan elemental que podrían alegarse
multitud de casos,cual
el fragmento del poblado de La Gerundia (2), er de ra cueva de !a
Moreva, los de la galeríacubierta de Puig Roig (3), etc.
IV.-Obietos de adonto.
L,apresunciónde la existencia objetos de estaesp,ecie com,de
se
prueba por el hallazgo (4) de un <
de
el Dr. Ayala, sobre cuya naturalezano podemos dar más detalles.
CRONOTOGTA
Pese a las limitaciones ya exp,licadas, conjunto del material
er
descrito y el que en buena lógica puede suponersele completara,
así como las condicionesen que apareció,permiten situar culturalmente nuestracueva y establecer
paralelos, innecesarios
por conocidos, en la región levantinay suroriental (5).
sin las anomalíasde otros yacimientosal estilo de la cueva de
(1) J. sena vila,ró: <
craLs eneolÍtiqueo. Solsona, 198. ñg. 26.
Q)
(3)
r. Les coves sepur-
Siret, ob. cit., lárn. f, 12?.
s. vila,seca,: (La indus¿ria der sÍlex a cata"lunya...). F¿eus,198s, ñg. r02.
($ L. Pericot: (Exiororaciones dounénicas ea eI
ampurdán). AMPURTAS v
(1943),fig. 7.
(5) Por lo que se reflere a estaciones del comienzo de ra
Ecra¿ de los Meia_
les' en la provincia, de Murcia, pued.en verse ad.emás de las publicadas en la, obra
ciüada cte s.iret, las señaladas por J. cua.drado:
-78-
[page-n-83]
*
ryJ¡
OUIEIVA'FUÑEIRAR¡ADE ,LA dLO]\fiA.DE ,LOS ,FEREGRINO,SI
7
Albaida (1) ---cuyo probab,le carácter de osario, justifica aquéllas-, la perfección técnica que acusan principalmente
las puntas de flecha,la sierra y la hoja de puñat, y la presencia
misrna de ésta y del herinoso punzón de cobre, nos dan un índice cronológico bastante avanzado,ya en pleno Eneolítico, al que no se
oBone ni la tosquedad ciertashojas, ni la simplicidadde la ceráde
mica, ni la pqsiblementefalsa ausenciade tipos más evolucionados
en la tipología de las flechas.
Tal vez un reconocimiento del terr'eno p,roduciría, aparte de
nuevos elementosde juicio en el interior de la cueva, el ciescubrimiento de enterramientosanálogos,dando base para buscar en sus
prr¡ximidades poblado correspondientea esta supuestanecrópoel
lis eneolíticade la <
-*-----;(1) L Ballester:
-79-
r
f
[page-n-84]
[page-n-85]
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[page-n-86]
F. de Avilés-
Hojas de silex
¡-A+uNell.
[page-n-87]
F. de Avilés -
LANIINAIII
11,
|
1O
frm,
I
l/ó, Puntas de flecha, 6, hoja, y g, sierra, de si,lex; 7 ; rpu.nzón hueso; 8; punzón
de
de cobrei l0l12, fr¡gmentos cerámücos
[page-n-88]
F. de Avilés-
LAMINA IV.
c),,
I<
-
7U |
t n
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----r-_--]
R€cipiente6 cerámicos
l
crn,
[page-n-89]
SALVADOR VILASECA
Vestigiosde un poblado y necrópolis
prehistóricos lRiudecols,
en
(Tarragona)
Le partida de
de
al No. de Riudecols,pueblo situadoa' quince kirómetrosat o. rre
Reus, y está formado por u' conjunto de cerros constituídos por
pizarraspaleozoicas granito, que se elevan a la derecha
y
de la riera
del pueblo.
sólo el norr¡brede vestigiosrnÉrecen restoshastaahora
los
conocidos del poblado y necrópolisprehistóricos descubiertos
en
hallazgosfortuitos surninistrenmás datos sobre los mismos, que
o
ilegue ocasión de ampliar las exploraciones iniciadas.
ya
Poblado y necrópolis,radican en la farda orientar
del primer
nVall>>, unos 550 m. s. m.; el primero,
a
iunto a la cumbre. Desde
allí se domina buena parte crelcam,po de Tarragona,desde
las prayas de Salou a las sierrasde
y <
El
mino de
en
Err Julio de1942,D. Fermín soraneiles, Riudecors,uno
de
de ros
propietarios de
los primeros hallazgos de sepulcros.Fueron dos enterramientos
en fosa, cuya situación
venía indicrda por sendas
pieciras
hincadas modo de estelas,
a
sobresaliendounos 15 cms. del suelo.Er primero estaba
situadoa 5 mefros al No. de la casitade rabor de ra finca, y el segundoa unos
25'
metros de aquéI, en el mismrr rumbo. Hasta principios de 1943
no
tuvimos noticia del hallazgo.El Sr. solaneilesnos cedió generosamente los pocos objetos que había recogido y nos facilitó ia
expro-81 -
[page-n-90]
'vlLAsBc.A
SA,LVAD0R
2
ración del terreno cle su propiedad, en la qup nos ayudó,,tomandc¡
tambiénparte activaen la misma, nuestrd amigo D. José Casals,
y
dueño de los ladrillares de Clastellvell Riudecols, en los que tan
prehistóricos
lleva hechos(1).
notables
descubrimientos
por el Sr. SoNUM. 1.--Fué vaciadoestesepulcro
SEPULCRO
una hachita de fibrolita y tres
es
lanelf en 1942,recogiendo en él
cuentasde collar de calaís L.a estelafué utilizada por el propietario
)i"-
;=
X
Figura Lutssterlas de las sepurlturssrl.,y I'l
c o m o m a t e r i a l d e c o n s t r u c c i r ) n ,c o l o c á n d o l a a m o d o d e p i e d r a a n g u l a r e n e l c o r r a l . 1 el a f i n c a , e n c u y a f o r m a l a v i m o s ( ñ g . 1 ) . L o s
(1) Salvador Vilaseca:
Salvador Vilaseca: (IIn enterrament prehistÓric a Riudec¡ls (Camp de Tarragona)). Butll. del Centro Excursionista de Catalunya'. Núm. 474. Barcelona,
1934.
Luis Pericot,:
de ellos nos fueron desinteresadarnrentecomunicados y c€didorspor nuestro buen
arnigo el inrestigador valenciano D Rafaet Pardo, Maest,Io Nacional que fué de
Les Voltes, agregado de Riudecol,s'
-82-
[page-n-91]
POIELADO Y INIE,CTROTPOiLIS TRIUD,ts,CO)LS
EIN
3
huesoshumanos salieronmuv triturados y fueron esparcidos peen
queños fragmentos,que apenaspudimos utilizar más tarde.
El 2 de Mayo de 1943tuvimros
ocasiónde examinarel lugar donde estaba errtplazadoeste enterramiento. [Jna nueva excavaciónnos
pe¡mitió todavíaestudiaralgunasde sus características
(lám. I, figura 1). Era un sepuicro en forma de fosa oval, sin revestirniento,de
algo más de 1 m. Ce profundidady de 1'30m.. de diámetro N.-S. v
0'75 de diárnetroE.-O. Aún hallamosin situ e intactoslos huesos
de las extremidades
inferiores, fuertemente apretadosen forma de
paquete,segúnse observaen nueStrafotografía(lám. I, frg. 1), .lando a comprenderque el cadáverfué colocadoen posición acurrucaday de lado, con la cabeza N., mirando al E., y con las extreal
midades violentamente flexionadas.A nivel y delante de la pelvis
existían restosde una vasija ovoide con dos asas,cuya altura sería
de unos 30 cms., completam'ente
lisa, de barro rojizo, bastantefino
y rico en fundente. Un somero cribado de parte de las tierras extrardas clió l4 cuentas
más, idénticas las ya recogidas.
a
junto a la caradel esqueI-a hachita de frbrolita había aparecido
leto. E,l ejemplar mide 55 x 49 x 10 mm. (lám. I, frg. 21.
Las 17 cuentasde collar son perfectam.ente
cilíndricasy miden
las niayores10 mm. de diámetro y 5 de altura, y las más diminutas,
5 y 2. respectivamente.
Como ocurre en estaclasede granosde collar, todos ellos presentanperforacióncilíndrica (lám. I, ftg.2).
SEPULCRO NUM. Z.-\iué destruído por un jornalero del señor Solanelles, quedandodel mrismomás que la estela,una pieno
dra de cubiertay pequeñosfragmentosóseos, no utilizables.Sin
embargo, fué posible observarmejor la disposicióndel sepulcro en
su conjunto, lo cual nos ilus¡ra satisfactoriamente
respecto al rito
empleadoen el enterramiento.
La sepulturaconsistíatambién en una hoya o fosa oval sin revestir, orientada como la precedente.Junto a la cabezadel cadáver
habí¡¡sido colocadala estela I encima de aquél cierta cantidad de
piedras.una losa de granito de 70 x 49 x lQ cms. cubría el esqueleto
y la capade piedrasa nivel de la cabezay t6rax del mismo.
L,a estelafuneraria era tle pizarra, de forma aproximadamente
cónica y de 60 crnts. altura y 25 de anchura (fre. 1).
de
Por exigencias
cel cultivo no ha sido aún posibrepracticar una
excavaciónmetódica de Ia fosa, lo que quizá perm,itiría descubrir
elenr,entos ajuar inadvertidospor los que lo violaron en 1942.
del
RESTOS OSEOS HUIVIANOS.-Disponemos únicamente Ce
fragmentosd'ela cabezaóseay de otros, procedentes primer seder
pulcro, los últimos carentesde epífisisy abiertos longitudinalmeri-83-
[page-n-92]
VILASEC,A
SALVAJDO1R
nos
Unavez reconstruídos, han dado las medite fo¡mandoastillas.
y los índicesque siguen:
das
Altura sinñsia de un fragmento de mandíbula: 32 mm.
D'iámetrospilastéricosde un fragmento de fémur : transversal,
Indice, 92'5.
27
25 mm.; antero-posterior, m'm,.
un fragmientr: tibia a nivel del aguieronutricio :
de
Diámetrosde
35
23
transversal, mm.; antero-posterior, mm. Indice cnémico,65'7.
RESTOS DE CONSTRUCCIONES DEL POBLADO.-AvIde
sadospor el Sr. Solrrnelles haber descubiertoél mismo una pier:n
dra que sabresalía forma de estela,permitiendo suponer la existencia de un tercer sepulcro,el día 18 de Junio de 1944acudimosde
nuevo a
con algunos fragmentos
esperado,pero el irallar tierr¿ sobrepuesta
a mano, nos hizo insistir y ahondar las catas
de cerámicafabricada
hastaalgo más de un metro de profundidad. Al fondo de las mismas
la
se descubrió una hilacla de piedras rudas, indudablernente base
de un muro que limitaría por el SE., o seapor la parte más baja,el
poblado prehistórico que exrstiría en la cumbre del Vall y al que
quizá éstedeberíacl nombre con que es conocido.
(lám. II), no sin sactiLa porción de muro puestaal descubierto
árboles,mide unos 4 metros de longitud y está arum'
ficar algr.rnos
Su
todavíapor ambosextremos. anbada de N. a S., corrtinuánd<.,se
y las piedrasson en su mayoríaplanas,de
chura mide unos 50 cms.
pizarra o granito, alcanzandolas de mayores dimensioneshasta
60 cms. de longitud por 35 dc anchura.
que tendría el poner.al desEs evidente el interés arr¡ueológico
queda de esta ruina prehistóricay de los rescubierto todo, cuahto
encierraen su interior.
tos de hogaresque posiblemente
OTROS FTALI,AZGOS --En la vertiente NE. del Vall y a unos
profundidad, una
a
20 m. del sepulcro núm. 2, aparecieron, escasa
de granito de contorno ovoide, de 90 cm,s.de longitud, 60 de
laja
anchura y 12 de espesor.Sus carasson paralelas,siendo la superior
lisa. Se trata, sin duda, de la pieza inferior o dur'
co,mpletamente
rniente de un gran molino dt' mano, y sus inventoresla rompieron
en siete pedazos, que pudimos reunir para reconstituir su fornta
$'e.2).
Cerca del sepulcro2 recogimosun canto rodado de caliza, que
sirvió de pulidor, con una ,;arilla plana y alisadapor el roce continuado, y otra piedra de moiitro, del tipo más corriente, o searecortada en forrr¡aelíptica y con la cara superior lisa y cíncava en sentido antero-posterior; también es de granito y mide 28 x 15x 5 cms.
CONCLUSIONES.-Los hallazgoshechoshasta ahora en
[page-n-93]
,EN
POTBLADO Y NIEOROTPO1LIS ,RI,UDTECOTLS
5
Valls>, nos permitcn inducir que en dicho lugar y durante el E,neolítico inicial existió un peqrreñopoblado o grupo de viviendas, situado en Ia cumbre del cerro, cuyasconstrucciones
propias nos son
pero del que se tendría interesantes
desconocidas,
restos del muro
que lo circundabao defendía,y del que se han hallado hastael presente, extramuros,clossepulcrosen fosa, que quizá formaron parte
de una necrópolisreiativainentenum,erosa, tipo y ajuar propios
del
de Ia antescitada época.
Foblado y sepulr:ros
correspondena la llamada por P. Bosch
Figura 2.a-M,olinos
de .mano de ig,ranito '' alised,or dte caliza, de
Gim,pera,
En la zona
luña no conocemos
pobladoscomparables los levantinos,
por lo
a
que sería de gran interés arqueológicoel completar la excavación
del descubierto los Valls. De los sepulcrostenemos,en cambic,
en
paralelosbien conocidos,siendo los más exactoslos de Ia necrópc,lis de St. Genís de Vilassar (provincia de Barcelona)(1), en la cual
se hallaronvarios'enterramientos
dispuestos líneasparalelas a
y
en
distancias 5 a 6 m. Sólo t¡:esde ellos pudieron ser e"c"uadosmede
tódicamente, y se ceracterizaban
por tener una o dos losas hincadas
hasta un nivel algo superior al del cadáver,en forma de estelasin(1) P. Bosch Gimpera: (Necrópolis de St. (ienís de Vilassar>. Anuari df,
I'fnst. d'Esü, Cat., 1913-14,págs. 811 y sig.
-85-
[page-n-94]
[T,:
6
VILASEC,A
SA,LVAID.0R
en
dicadorasdel sitio cleemplazamientodel sepulcro.Este consistía
acuriucado. El ajuar más
una fosa, en la que el esqueietoaparecía
completo estabaintegradopor una hachitade fibrolita, que salió iundel nluerto, numerososgranos de collar de calaíscito ala cabeza
Iíndricosde 1 cm. com,otérmino medio de diámetro, un cuchillo de
sílex y un vaso ovoiciecon dt s asas,cercade la cintura del esquele'
to. Otro fenónrenoparecido es el de Bigues, también en la provin(1).
cia de Barcelona
(1) Nlaspons y Anglasell: (Las ioyas paleolÍticas de Bigas (Barcelona)>. Repács. 190 y sig. Ebtos ha".
vi,sta de la As. Arü.-Arq. Ba,¡oelonesa, vo[. 190r?-1905s
llazgos pertenecen, según se ha dicho, al DreolÍüico inicial.
-86-
'
[page-n-95]
VILASECA <,Riudecolu.
Figura l.a-Se,pulc¡o
Figura 2.a--Haefia
LAMINA I.
I de cEls Valls>, de RiuCecols
de fióro,lita y ,cuentas de collar cilíndricas de calaís,
del sep,uls¡s I de cEls Vallsr
(Fotos S. Vil.ascca.)
[page-n-96]
-¡
{
V ILASECA-
i rr$
*5i
il."
r T
LAMINA II.
,_.'-:l
......i
;,.¿l*
Muro del pobiado de
{Fotos S. Vilsseca')
[page-n-97]
MANUELVIDAL Y LOPEZ
flaterialesSaharianos Valencia
en
Esta pequeñaaportación de materialesnos permitirá evocar en
estosmomentos de floración africanífrla la venerable figura de Mosén Norberto Font y Sagué,Pbro., gran geólogo, gran explorador
y
de la espeleología
catalana cuyos materialesprehistóricosrecogidos en 1902(l) en una rápida excursión a Río de Oro, entregó, en
partc, al Dr. Qazurro, adquiriéndolosmás tarde el S: I. P. de Valenciaen cuyo Museo figuran (frS. 1.').
El lote estácompuéstode los siguientes
números: C. 88 : 16 hojas ¡' puntas de sílex con retoqueslaterales.C. 89 : 7 puntas de flecha con aletasy pedúnculo.C. 91: 5 puntasde flechalanceoladas,
iríecon retoquesmarginales. 94 : 2 puntasde flechatriangulares,
C.
gulares. 95 : Punta de flechalanceolada
Punta
irregular.Q. 96:
C.
de sílex.C.97 : Hoja de sílex irregular.C. 98 : 10 puntascon retoques C. 99 : 3 dientésde pez (escualos)
fósiles,uno de ellos muy
desgastado.
IJn conjunto 5.5piezas,que en unión de otras, aportadaspor el
Dr. Font, y en vista del gran número de conchassuperficiales
halladas, le permitiero señalarla existenciadel kiokkenm'oddingoo parador de Río de Oro, contra la opinión de Quiroga, que creía dicho
concheroresultado de una inmersión de la penínsulade Dahala.
El eximio geólogo cataláncometió un error, muy disculpableal
no especialista,
considerandolos ejemplaresde punta gruesa o de
dotsctrebajado, cormo(una especiede punzones muy largos y del'
gadosr>.
Dichas puntas, de tradición capsiense,
repetidasen mi colección
y que aparecenen la <
S. l. P., se presentantransformadas el núm. C. 89 en una intereen
G) F."t y Sagué (Norberto):
con lám. Madrid, 1902.
-87-
[page-n-98]
V¡DAL Y LOPEZ
¡ÁANTUIEL
2
sante punta con aletas (que presenta pequeñas diferencias de retoque,. igual a la hallada en la
Prof. Pericot a la cultura del solutrensesuperior (1).
Los dientes del lote C. 99 son de los referidos por el geólogo ca-
c .r c
c.6q
F i g u r al . a ( l / 1 )
le
del Mioceno, los cuales servifósiles
como
punta de lanza o flecha>,de los que recomo
rían indud¿blemente
cogió más de .50ejemplaresen los acantiladosde la costa, la mayoal
ría pertenecientes género Carcharodon(2).
El número de kiokkenm'oddingos,caracoleros,sambaquis(3)'
paracloreS,
etc., que de tantasformas se denominan estosconcheros
o
segúnsu enlplazamiento composición,es cada día mayor en todas
las regionesdel mundo y su importancia se relacionacon su núme'
pa"
pág. 9, lám. III, flg' 2' Valencia'
sado año 1931>,
(1)
(2)VidalyLópez(Manuel):(Notasdearteoriginario.Il.Losfósilesenel
T' XXTI' págiadereza prehistorico>. Act. Mem. Soc. Esp' Ant', Etn' y Preh'
nas 194-196.
(3)SobrelossambaquisdelBrasil,herecibidodellnstitutoBrasilei¡od:
de más de
Geogmfía y Estadística de RÍo Janetuo, una valiosa lista bibliográf,ca
del Bmsil en Madrid
130 núm,eros, gracias ala,frneza del Excmo' Sr' S¡r'bajador
v a las indicaciones de mi sa.bio amigo eI Prof' Mr' Deffontaines'
-88-
[page-n-99]
.¡/IATERIAI]ES
S.A,HIAIRIAINOS IEN VALENICILA
3
ro, ya que de su estudiohan nacidodiversas
culturas,como el asturiensey el capsiense, no citar m,ás
p'or
que las inmediatas nosotros.
a
su bibliografía es inm,ensa sería de gran interés efectuar un catáy
logo universalde concheros.
No nos creenloscon medios para eilo, pero reunimos, desdehace
algunosaños, elementospara publicar unos
que sirvan
de primera piedra de aquel proyecto. Agradeceríam,os ros geógraa
fos'y prehistoriadores mundo su aportaciónde datos materiadel
les o literarios.
{ 3 { 3 *
sab,edor consociode Ia Real sociedad Española de Historia
mi
Natural, D. José Giner Marí, de mi interéspo,
estudios,apro"rto,
veclró su recienteviaje de seismesespor el Marruecosy sahara
españ.les para recogermeun interesantelote de piezasprehistóricas
de los concherosdel desierto (fr1.23).
consta el lote de 68 piezas,cuya determinación(revisada
por mi
inteligente
condiscípuloD. Jurián san valero, conocedor de los
ricos materialessaharianosque atesora el seminario de Historia
Primitiva del }Iombre, de nuestra uni'ersidad central),
es Ia siguicute: 1 : Punta. 2 : cuchillo. 3-s : puntas de
dorso reba¡ado.
6: lloja fuerte.7: P.unta flechaen construcción. Hoja (aca,
g:
de
s o r t i l i z a d ac o m o p u n t a ) . 9 - 2 9 :H o j a s . 3 0 : R a e d e r a . 3 l : p u n t a
doble, posible anz,uelo.
32 Hoja fuerte con firo. 33 : Lascade desbastamiento.34: Punta fuerte. 35 : punta. 36: Hoja fuerte, 32: Rae_
dere. 38 : Punta con mucho retoque.39 : punta fuerte. 40: Lasca
con f,los. 41 : Punta de lanza. 42-44: H,ojas. 4s-46: puntas con pedúrculo. 47 : Fragmentode cuchillo.48; cuchiflo fuerte.49: Bu,
ril en hoja. 50: Doble punta. 51 : punta sbaikiense.
s2-s3:Raedera.
54 : Raspador. 55 : Buril raedera. s6: Hoja fuerte con retoque.
57 : Hoja con buril. 58 : Hoja ftrerte. 59 : Lasca raedera. 60-6r:
H o j a . 6 2 : H o j a d e h o z . 6 3 : P u n t aa t e r i e n s e ? .4 : F u n t a .6 5 : L a s 6
ca con filo. 66-68 Lascas.
:
El sr. Giner (1) halló en los puestos um,Anaia, um et sfaia
de
(1) Giner MarÍ (José):
sahara español y zona oriental del Marruecos españoln. Eos. T. xx, págs. g5r385. 19,14.
vida,l y López (Manuel): (una e4pedición cientÍflca al sahara
Comptes rendus. l.ére Reunion C. I. A. O., Dakar, 194b.
- 8 9 -
espa"ñob.
[page-n-100]
M.ANUI,L VID.{L Y LOPEZ
Ge
F i g u r a2 . a ( 1 / l )
_90-
[page-n-101]
¡ÁATERIALES SAI{ÁIRIA¡NOS EN VALENCIIA
5
e Inimi, gran cantidád de Eremina I)uroi Hid (l), típica especiede
grandes
caracoldel desierto;.formando
En
caracoleros. el Kraa halló
am'Dntonamientos Mytilus y en Dahala (Villa Cisneros)un conde
chero de tres kilómetros, compueqto principaknente de Murex,
Arc.asenilis L y Tumitella.
;
(1) Boettger (César I?,.): (Ivlateriaux pour servir a l'étude de I'Eremina.Du.
roi Hid,> BoI. Real Soc.E$p. H.¿ Nat. T. )
-91 -
rf
[page-n-102]
[page-n-103]
I O S E C H O C O M E L II A I
palafrtica
Laprimzr"#tJilH:^
I
El estudiodel Neolítico no dispone,de ordinario, como el del
Paleolítico, de esa preciosa documentación que consta en la estratigrafía de las cavernas. I-,a dispersión y destrucción de los vestigios de
l a é p o c a d e l a p i e d r a p u l i m , e n t a d a , s o b r e l a s u p e r f r c i ed e l a s t i e r r a s
l a b o r a b l e s ,e s t a n i n m e n s a , a c a u s a d e s u m i s m a s i t u a c i ó n a f l o r d e
s u e l o , q u e l o s h a l l a z g o ss e p u l c r a l e s ,d o t a d o s r i t u a l m e n t e ; l o s p r i m e ros pasosde la arquitectura dolménica; la hipotética cronología d'e
i a s p i n t u r a s e s q u e m á t i c a sa t r i b u í d a s .a l a r t e n e o l í t i c o , y l a i n c i e r t a
s u c e s i ó nd e p o s i b l e s o c u p a c i o n e se n l o s c a b e z o sf o r t i f i c a d o s y e n l a s
c u e v a s f u n e r a r i a s o h a b i t a d a s ,a p e n a sp u e d e n s e r b a s e d e u n a v i s i ó n
parciai generalizada de la actividad ascendente de aquella humanidad que llegó a alcanzar un fundamental grado de evolución bajo el
i n f l u j o y l a s p e n e t r a c i o n e sd e n o b i e n d e ñ n i d a s c o r r i e n t e s c u l t u r a l e s .
l.os matices de su fiterza transformadora, no siempre sim'ultáneamente operante sobre los núcleos supervivientes de los períodos
p o s t p a l e o l í t i c o s ,q u e a c a b a r o n p o r e x t i n g u i r s e o a d q u i r i e r o n u n a r e '
,
zagada adaptaciín a las nuevas influencias, han dado ocasión,de señalar agrupamientos o círculos geográficos que introduc€o Inátores
c o m p l i c a c i o n e se n e l p a n o r a m a a r q u e o l ó g i c o d e l o s t i e m p o s e n q u e
s e i n i c i a l a a g r i c u l i u r a , \ a g a n a ó e r í ay e l u s o d e l a c e r á m i c a .
A n t e ! a c o m p l e j i d a d d e l a s i n d u s t r i a s n e o l í t i c a sy l a i n s u f i c i e n c i a
de testim,onios estratigráficos, se comprende que todos los ensayos
teóricos generales que han pretendido determinar las fases de aque(a) Próxima a salir de la imprenta esta publicación, nos sofprende la no'
ticia del failecimiento de D. José Chbcomeli. Sin tiempo para má!, la Dirección del S. L P. quiere rendirle aqüí, en su propio"trabaio, que no viera publicado, Ia expresión fervorosa del dolor de cuantos integran el Servicio, por
Ia pérdida de compañero tan inteligente, entusiasta y bueno. Descanse en pa¿.
-93-
[page-n-104]
2
cHocoMiELr
JosE
Ila época (1), no merezcan prestigio y la divulgación suficiente
el
para ser adoptados.
Algunos inten'toscon caracteres denominacioy
nes locales,otros como los de la Escuelaalemanafijando la cronología por una exagerada
correlaciónentre las evolucionescerámicas
y las hipo'téticas
migracionesde los pueblos, o bien como los de
ciertos sectores la ciencia francesafundándoseen las modalidade
des tipológicas con frecuencia sujetas a circunstanciasvariables,
prueban que hastaahoia los resultadosconseguidos han logrado
no
presentar una solución satisfactoria juicio d'e la opinién general
a
de los prehistoriadores. se exceptúala .interpretación
si
del Neolítico nórdico debida a Montclius, la inexistencia
actual de una clasificaciónacordepara las restantes
zonasde Europa, iustifica todaviala
prudente reservade Dechelette,motivada en Ia inconsistencia las
de
alternativas
puestas moda.
conclusiones
de
Sin embargo, gracias al leliz descubrimientoy exploración de
los palaiitos neolíticos suizos, a partir de 1853,y al estudio de las
estaciones
análogasen diversos países,pero especialmente un
en
área circum'alpina, resultaniJo
va
posible, tras una meticulosarevisión, muy avanzadaya antes de la guerra m,undial,estableceruna
apreciaciónordenadabasándose la certeza las capasarqueolóen
de
gicasintactas en determinadosyacimientos lacustres,que pueden
ofrecer un cuadro bastantecompleto del desarrollo neorítico, por
más que haya de suponerseque los pobladoresde los lagos habían
ya superadouna faseanterior en la que acrisolaronlos rasgosgenui.nos de su cultur,acaracterística.
con estosántecedentes,
innecesario
pareceseñalarla excepcional
inrportancia que, para el conocimientopleno del Neolítico pehinsular y el de las relacioneseuropeasde la época, ofrecía el posible
hallazgode estaciones
palafíticas territorio español.
en
Alguna referenciao indicio de su existenciaen nuestro país he
logrado encontraren la vieja literatura castellana, sin detenerme
y
en los curiosos ecos de extraños hallazgosya registradosen el siglo XVI por el iriquieto Pedro de Merxia, en su sy/rra tle varia letión, que son seguramente primer atisbo de los descubrimientos
el
palafíticos,recordaréla aparición de antiguosrestosde navíosen la
lagunade la sierra de Estrella, cercanaa la villa de seya, que atestigua Estrada, hacia mediadosdel siglo xvIII, en su pobración general de España (2).
(1) Sabido es que ésta torno nonrbre, durant€ mucho tiempo, d.el patafito
de
Q) Juan Antonio de Es.trada, (op. cit.), m., 1?4g,t. m, pág. 410.
_94*
[page-n-105]
LA IRRlI]\l
EIRA EÑP)LOR.4ICIIO,N
PALAFITICIA EN E,SPAÑ.A
La investigación
arqueológica pasadomuy por alto esteobjeha
tivo y salvo algunasimaginarias
localizaciones palafitos,disperde
sas en publicaciones
sueltas, ha sido abordadadirectamrente
no
la
prosp,ección
sobre el terreno, aunque sí en un ensayoliterario, que
toma el tema p'or rótulo, debido al erudito poJacoE. Frankowski,
y en el cual, después emplear centenares páginasen divagaciode
de
nesetnológicas folklóricas, llegaa la desconsoladora
y
se
conclusión
de la ausencia palafitosen España (1).
de
Señala
esteautor algunas
representaciones
gráficas parafitos,
de
a
mi juicio muy dudosas, el arte rupestreespañol.
en
Más positivaparece la nota conterlidaen una ob,rade suetonio (2), acercade las
hachasde piedra extraídasdel fondo de uno de los lagos cantábricos que, segúnIa creencia
popular, han sido consideradas,
desdelos
tiempos históricos, como producto del rayo, atribuyéndolespoderes mágicoso divinos.
En esta noticia clásicase ha basado,probablemente, hipótela
sis expuesta
por eminentes
prehistoriadores
modernos,que supone
han existido palafitosen las rías cantábricas,
aunque hastael presen,
te ningunaexploración
positivaha venido a dem,ostrarlo.
otros dan
como seguroque los hubo en la parte de Bilbao próxima al Arenal.
villaamil (3), en su famosamemoria sobre las antigüedades
gallegas,
cita curiosas
noticiassobre una antiigua
poblaciónlacustre la laen
guna de santa;cristina, de la cual añrma no haber visto ni el más
insignificante
vestigio,si bien aduceel testimoniodel Ldo. Molina
de Málaga, quien en su Descripción del Reino de Galicia, impresa
en Mondoñedo en 1550,asegura
que en épocasde sequía,al retirarse las aguasde aquel lago, <
se hallan cosasde hierro lab,radas piedras cortadas,y ladrillos, y
y
olavosy ollas, y otras cosas estacalidad,que dem,uestran
de
claro haber habido allí edificios población>.
y
un sigrodespués, p: Gánel
dara y luego Bohan co.nfirman, vista, esoshallazgos,
de
entre los que
abundan las tejas ¡' los hierros, que indudablemente
indican edificaciones pertenecientes tiempos evidenteÍI€flt€ históricos. Hallaza
gos de análogo carácter
fueron señalados
por vilanov a en la laguha
de Carregal,en Antela o [,imia, y cerca de Betanzosen los parajes
IlamadosCorregadoyroy Juncal.
Estaba lejos de mi ánimo la búsquedadeliberadade estaciones
(1) E. Fr:¡nkowski,
(.D (Durodecim Caesares>. Galba, I.
VII o. VIII.
(3) José Villaamil y Castro, (Antigüedades prehistóricas y
celtíberas de Gálicia>, cap. III.
_95_
[page-n-106]
4
CHOCOME,LI
TOSE
lacustres,
cuando en el otoño de 1933,despuésde recorrer sistemáde
ticamente las cercanías Anna y Chella localizandotoda clasede
yacimientosarqueológicosque era posible encontrar, inicié la exen
ploración del término de Navarrés,a continuaciónde aquéllas, la
Canal del mismo nombre (1), ñjando la atención,al propio tiempo,
del regadíocuyo caudal venía a nutrir eventualen los manantiales
mente las aguasque dotan una heredadfamiliar situada en la hoya
occidental del Montót, sierra que separala Canal de la cuencadel
Júcar. Mis primeras excursionesdespuésde visitar la partida de
árabe de la Alcudiola, contiguo al pueblo,
Gorga y el despoblado
por Cavanilles,se dirigieron a la Marial de Navarrés, de
ya citado
y
gran fama en aquellacontornada de la que tambiénse ocupaaquel
vegetales carácde
erudito naturalistaseñalandoen ella las especies
ter lacustre,que designacon los nomb'resde
quera)),
militar, conopsea de hojasanchás>r, junlas
(saperoy articulador>, ranúnculos
cos
y
gramasy llantenes,
eneas carrizos.
muchostréboles,
Según consta por la descripcióny datos expuestospor Cavanilles (2), la laboriosidad aquellosvecinoshabía logrado,por ende
tonces.a fines del siglo XVIII, reducir en gran proporción el terrelas
en
no pantanoso,
encauzando fuentesque abocaban é1,transpory Llano, a través de
tando el agua de éstasa las partidas de Gorga
una recientemina de 2.600 palmos de longitud, que perfora una
montaña terrera, y todavía se utiliza para su objeto, y robando, en
fin, a la marjal, predios incultos para dedicarlosa productivasplantaciones.
Sin embargo,esteprimer pasoinicial de roturación no fué por
entonces, muchosañosdespués,
ni
más allá de los bordes de la lagr:na, que en realidadhabíasido la marjal en cuestión.Las desviacirrque afluíana aquel recipiente, habían henes de los manantiales
se
por medio de acequiasde tierra, fácilmente perrneables,
cuyas
cho
filtraciones,
unidasal encharcamiento
acumuladoen aquellaconca(1) La Canal de Navarrés es un amplio y fértil valle, situado al NE. del térmjno de Enguera,, que se extiende de N. a S. hasta enlazar con la llanura de
Játiva a través de la estrecha, hoya de la Caneta. En el orden rnencionado se
éncuentran en ella las pobüaciones de Nava,rrés, Bolbaite, Chella y Anna. Una
carretera provincial, clue empalma con la de Val.encia a Almansa, une estos pueblos y se p'rolonga hasta Quesa y Bicorp, mrls arriba de Navarás. Esüe se halla
situado a 250 m. de altitud sobre el nivel del m,ar. Por las vertientes orientales
de Ia Canal discurren los ríos Escalona y Sellent, que atraviesan la barrera orográflca que por ese lado limita y separa esta prolongada hoyq de la cuenca del
Júcar, presentand.o como núcleos principales lo's rnontes de Tous y Sumacárcel.
(2) Antonio Josef Cavanilles,
-96-
[page-n-107]
LA ,PRü¡4E]RA
EXP)LÓ,RACIOIN
PAILAIFITICIA
EN ESIPIANA
vidad por las lluvias invernales,manteníanel estadocenagosopermancnteque le c,aracterizí
hastalos primeros años de la Revolución
roja, durarite la cual, por graciososrecursos,fueron transformadas
aquellas rezumantesconducciones impermeablescanalesde ..een
m,ento.¡\ntes de esto, únicamente años de sequíase llegabaa una
en
desecacióu
apreciabledel fondo de la marjal, segúnse desprendeele
una cart,rfechadaen Abril de 1828,
que tengo a la vista, refiriendo la
dificultai de encontrarsanguijuelas
allí, á pesarde'
saivo en tiemrpos de sequía(1).
La esiructuray. la coloración misma del terreno muestran la extensión que alcanzí estaantigua laguna (2), cuyacuencase abre paque conducea Navarrés, en la parte meralelarnente Ia-carretera
a
ridional de sus inm,ediaciones, no m,ásde dos kilómetros de ia
a
población,desdefrente al Hm. 5 del Km. 10 hasta el l-Im. 8 del
Km. 11, por frente a los Partidores, que son las exclusas
clondese
reparteel agua de las acequias que luego se alude. Así, pues, el
a
diánretrumayor de la superficielacustreviene a tener unos 1.300m.,
y el menor, de E. a O., unos 700 m. Sus playas alcanzatían S. el
al
olivar de Cotó; al N. llegarían nivel de los Partidores las lómas
al
;
del Pedregalal O., y el declive que corta la carretera
por el E. marcariar,. lím,itescomplementarios,aparteuna manga en forma de
sus
embudo que penetrahaciaO., poniéndolaen comunicación
con los
nacimientosde agua que allí muy cercaradican y eue, com,oya expuse,dejaron de alimentar, hacetiempo, el lago, discurriendoahora
por sus orillas firmemente encauzados sólidasacequias manr.
en
de
postería.
De éstas,Ia tle la fuente del Pescado,una de las m,ás
caudalosas
que descendían
que mueren en la cuencaiasiguiendoles vaguadas
custreprocedentes O., pasahoy a escasos
del
metros del trorde sepjunto con las que recibede
tentrionaldel palafrtoy vierte susaguas,
las escurriduras la aceguia
de
del Común, en la mina o paso subterráneo artificialantesmencionado,
q'e las traslada las partidasde
a
Hoya, Gorga, Llano, Erigalet y Cueva Cacha.La acequiadel Común conduce reunida el agua de las fuentes de los Pastores,de ia
(1) Carta de D. Josef Sanz, de Anna, a D. Pedro Gómez polop, Apoderado
general del conde de cervellóh en valencia,. Las sanguijuelas estabanr des,tinadas a, n¡ontrar un, sÍn duda, curioso dispositivo
(.2) Respeoto a esta laguna de Nava¡rés, se instruyó expediente de insalubridad en 1913,lo cual atestigua su esüado.
-97
-
[page-n-108]
d
cHÓcÓ¡tst-i
JóSP
fuente Negra y de l,afuente Loca, por un nivel rnásalto que el de ta
anterior,y circundap,orel N. el perímetro del extinguidolago,al cual
bajasque
viniendo a Íegar,su brazo principal, lastierras.más
acudían,
el m'arjai,desdejunto al pueblo hasta el río Escalonamismo, sub'
El
dividiéndoseen dos brazales. llamado acequiaMadre suminisrra
-el riego hacia el camino de Bolbaite, a las partidas de Refación, la
Pedrera,el Rincón, el Canto Blanco, Alto Redondo, del Barcal y
Arocas.Por el otro, llamadodel Lugar, se sirvenlas partidas
Casica
del Palanquet, I{uerta de la lglesia, Huerta España, Alcudiola,
Huerta del Molino, del Azud, Los Ríos y [,a Insa. F]n resumen,el
caudal de las cuatro fuentes que en tiempo remoto alimentaron la
lagurraque hoy conocemoscon el nom'brede
el
era tan importante, que en la actualidadabastece riego de más de
por cálculo aproximado, a unas 400
4.500 hanegadas
equivalentes,
hectáreas.
Se deducede todo esto, que la laguna debía tener en tiempos
poco variables,
si
prehistóricos
una extensióny una permanencia
profundidad no debi{ ser nunca m'uy grande' I-a pescano
bien su
dada la calidadde
es dudoso que haya sido allí siempreabundante
que observó Cavanilles
las aguasy segúnse colige cie las especies
sobre todo el barbo y otra
que se crian en los propios manantiales,
del país,
ya
variedadconocida en el siglo XVIII, entre los naturales
con el nombre de madrilla.
vine a localizar una
En mi primera visita a aquellosalrededores,
estaciónromana y otra ibérica contigua, ésta co,n excepcionalcerámica, en la loma que da límite O. al pantanoy a la manga de las
a
fuentes,lugar conocido por El Pedregal.Allí supe que ap'enas 50
elevaciónque no superabaen
una pequeña,
rrretrosrlc distancia,en
rnásde i,n metro el fondo iacustre,formando una especiede islote
de
de terreno cultivado,cuya separación la ribera más próxima, la
del lago, debió ser de unos 15 a20 m', aunqueal preseptentrional
sente ere menor, se hallaban con frecuenciaabundantesosarnentas
y p,iedras rayo (lám. I, A). (1)
de
fué para mí la contprobaciónde
En verdad, grata e inesperada
estosvestigios,que p'ude recogeren gran número entre las removi(1) La acequia, que ürae el agua de Ia fuente del Pescao' va' pegada a' las
huertas levantadas, por aportaciones artif,ciales, en la costa Norte de la marpantaJa,l. Consüruída con materiales irnperrnea.bles, ha, suprimido el carácter
noso de las tierras mas baja.s, concreta,mente de Ia iopa de Ia, laguna, antigua.
obsénese la co,rta d.ista,nciaque media entre esta orilla, a,unque modinoa.da,' y
la (Ereta)) o palaflto, cuyo borde se ve a la izquierda. (Aparece el comienzo de
al
la trinctrrera a,bierüa, iniciar las qrcavaciones en 1942)'
_98-
[page-n-109]
,l,A ,PRrl]llERAEXPrLórRrdCrlór\
,trArLAtFtTrCA,EN
ESPAñA
I
cÍas
tierras de aquel lugar, al cual se había dado el expresivonombre
de <
sugeridosin duda por su config.uración.
Aum,entémis prim,eras
observacione$
con las noticias que fuí recogiendo de cada uno de los propietarios de las distintasparcelasque
formabal el conjunto, de los cualesrecibí toda clasede faciiiclades
y aun interesantes
donativos de piezasque habían llamado su atenci6n al lirborearel terreno, con todo lo cual tuve a mi disposición
un lote
Mi im,presióninicial de creerme en presencia
de una estación palafítica fué reforzándosetodavía más en sucesivas
exploraciones.
El isir.¡te cuestión hubo de tener una forma ligeramentecónien
gran rellano en su centro y suaves brevesdeclivesperica con.u.n
y
féricos.Se extendía
con su dimensiónmayor de N. a S., lo cual parece lógico que respondiese evitar el mayor borde asequibleena
frente de la costa por el lado más cercano al poblado lacustre.La
extensiónque cubrió éste debió ser al menos de una hectiírea,cuya
proyecciónsobre el fondo, o sea el área fértll en vestigios,el Vertedercrarclueológico
donde pudo formarse el Jumier lacustre,parece
tener una forma ovalada,constituyendoel amontonamientoque me
hizo suponer había dado lugar a la {ormación de La Ereta (lámina I, B). (1)
Supepor los propietariosm,ás
viejos de aquellas
tierras,que, años
atrás,habíanestadoplantadasde viña, cuando pertenecían un solo
a
dueño, apareciendo
ahora parcelada fincaentre cuatro labradores,
la
a los que habían llegado a pertenecerporcionesde diferentestam,años en virtud de diversas
transmisiones
hereditarias. parte mrás
La
intacta de la Ereta, era aítn la ocupadapor una' plantación de chop'osen lo que pudiéramos llamar cumbre y planicie de la pequeña
eminencia.Venía a medir una sextaparte de ésta.Por su lacloE. limitaba con otra parcelacuyastierras habían sido rebajadas exteny
didas hacia el lado oriental para aumentar la superficiedel cam,po
y colocarie un nivel de posibleirrigaciónque se proyectaba
a
tomar
de la acequia
del Pescao.
Por el lado O. de la chopadase iniciaron,
por aquel entonces,
trabajosque perseguían fin análogo.La otra
un
mitad de la Ereta que lindabacon los citadosbancales
por su lado
(1) A pesar de los azaxb,esque recogían las filtraciones del aguazal en las
proximidades de los terrenos ro,turados, Ia marjal de Nava,rrés era., antes dg
1936, un extenso humedal do,¡rdecrecían espesas y altas püantas lacustres. Hoy
la más completa desecacióny el pastoreo la han convertido en un aseqdible prado como puede verse en la figura in'dicada..
_e9_
[page-n-110]
,cHo,co¡viELi
JÓSE,
meridional pertenecíaa un solo p,ropietario, que ya había rcalizado
un extensomovim,ientode tierras transportandoen todas direcciones, hacie los bordes de la frnca,las de la parte más alta y central,
produciendocon ello una reiteradamezcolanzacon la traílla al proceder al ¿llanamientoque le permitíalya entoncesefectuarel riego
junto a una barraca'
instalada
valiéndose una noria de canjilones,
de
piedras que surgían en aquellos
de madcrosy paia. Las numerosas
que aprisionabanrestos
trabajosy gran núrnero de conglom.erados
óseos,fragmentosde cerámicae instrumentoslíticos, sirvieron para
y
que contienen la tierra desplazada ribetean la
montar las calzadas
finca.
y
ya
de
Expuestas las circunstancias estedescubrimiento sus porprocede ahora que entremosen el detalle de
menorestopográficos,
percib'idos
y
los hallazgossuperfrciales de los cortes estratigráficos
por mí en 1934.Pero antes quiprimeras calicatas
efectuadas
en las
literario que a mi juicio, y a
siera insertar un curioso antecedente
pesardel trueque de nornbre, se refiere, casi seguramente'á esta
y
misma estaciónitrqueológica, que por ello arroia alguna luz sobre
Buscandoencontrar alguna alusión a estosves'
su estad6 anterior.
tigios, hube de hojear, a raíz de mi prospección,las obras de carácter regional que se ocupan de la geologíay topografía histórica del
noticias que trae Cavapaís valenciano.Ya he registradolas escasas
nitt"s En cambio, Vilanova anota en su Geología y Protohistotia
con D. Juan de la Rada y Delpublicadaen colaboración
ibéricas,
que transcribo para mejor conoci'
gado, una singular inforrnación
miento'lel lector.
la
sa; siendointeresante estación
y en condicionesesBolbaite mismo, a no larga distanciade la villa
de
pecialesque irnporti conocer.Ocupa aquellaesp'ecie <
fanegade tierra, en un lugar pantanosoy de tur$era, ha.rr,..
"o*o
llándoseta estacióna 1'50 m. sobre el nivel del suelo y formada de
que contrasta
con el color oscurode la turba.
tierra bl¿ncaarcillosa
y
de
Allí recogióel Sr. Polop seishachas diorita medianas una made
yor; dos fragmentos martillo de ídem; dos percutoreq;una pie'
para el puuna ranura en el centro, preparada
dra amoiadoracon
y fragmentos pedernal
de
;
limento de las hachas varios cuchillos
;
de
cle
flechas ídem; cascos sílexde tamañoy coloresvarios;
algunas
'algunas
Dufouri; punzones
conchasmarinasy muchosm'elanopsis
de
mandíbulas ciervo y caballo,muchoshuesosde made huesos;
-100-
[page-n-111]
iPAILAIFITICIA
LA PRIMERA'EXiPjLOI?A,CIO!'¡
EN ESPANA
rníferos; astasde ciervo, colmillos de jabalí; cantos rodados y cerámica tosca> (1).'
lll Sr. Polop era un rico hacendado agricultor culto, que había
y
fijado su residenciacerca de sus fincas en Bolbaite, en los últimos
lustrosde su vida. Allí poseíauna marjal o prado que era el más
extremo coto de arrozal de la provincia. A pesar de que tengo noticia de que existenrestos ,rrqueológicos el Prado en cuestión,y
en
que Vilanova sitúa la estación
palustreen Bolbaite,me inclino a
de
creer que se trata en realidad de la ya citada de la Ereta del Pedregal en los marjalesde Navarrés,tampoco demasiadolejanosde Bolbaite
páginns, rePero no sólo se ocupaVilanovay Piera,en estas
del
ferido yacimiento, sino que, en otro de sus libros o artículos (2)
cuya nota he extraviado'conlas peripeciasde nuestraguerra, vuelve
con motivo cle una visita
sobre el tema reiatandosus observaciones
que hizo a aquel lugar guiado por el Sr. Polop. Si no me engaia la
mem,oria,sitúa asimismoaquel paraje en la marjal de Bolbaite, lo
cual sigo creyendo querespondía a una'preferencialocalista de su
Lam,entono poder reproducir aquí datos de inviejo acompañante.
terés geológico,que sin duda daba a conocer el ilustre prehistoriador en aquella publicación,pero sí recuerdo que su relato dice que
al llegar al montículo se encontreroncon el dueño de Ia tierra, que
y
alií roturándola, tan enojosorecibimientoles hizo, que no
cstaba
con
les permitió poner los pies en ella, habiendo de conform,arse
campo, cómo salían,al cavar, iurtum,erables
ver, desd.:el botde del
hachade cobre o brontestimoniosprehistóricos,entre ellosalgu.na
que el sabio investigador
dedicaa
ce. Inútil añadir los comentarios
tan rústicoproceder.
{.**
en
de
Como consecuencia mis prospecciones Navarrés,procedí a
denunciade la Ereta del Pedregal,a betramitar la correspondiente
neficio rlel Servicio de InvestigaciónPrehistóricade la Rxcma. Di.
putaciónProvincial de Valencia. Concedidaaquélla por la Junta
el
Superior cle Excavaciones, Servicio me encomendóla realizaciín
que permitiesen
del
calicatas
completarlas características
de algunas
yacimiento,y que se llgvaron ¿refectoen24 de Octubre de 1934.
(1)
Op. cÍt. páS. 493.
Q) Frobable¡nente en algur¡o publicado por el BoleüÍn de la Sociedad Geo'
$áfrca o en los Anales de la, Sociedad Espa;ñ.olade Historla Natural, cuyas colecciones no me es fácil revisar al¡ora.
-lOt-
[page-n-112]
I
jOSE rOHOCOlVtrELl
10
número 1, de forina rectangulaÍ, cuya localizacién
La c'aiicata
artarece el gráfico adjunto (frg. 1.') con indicación de las dimenen
H q¡rl¡
dr
rFigura 1.f
siones,," otrió en la parcelade SalvadorRey. He aquí el desarrollo
de la misma, tal co,mose registró entoncesa la vista cle los trabajos
de excavación:
Hasta 0,35 m. de profundidad, espesacapa superficial de tierra
laborable mly revueltay mezclada,cuyos fósiles habían sido recogirebuscas.
dos por el dueño del terreno y en m'isprecedentes
punta de flecha'lanceloada;
0,50m,, punzón de
A 0,35 rr.¡ ün2
hueso y otro mád recio de punta aguzada.
A 1m., un molino,oval de mano y otro circular; capacenizosa
cuchillo gruesodesílex. En todos estoscortes, frag'
con carbr>nés;
mentos de cerámicasin decorar y de hueso.
A 1,10m., punzón delgadode hueso (ya no hay ceniza); uii raedor de pedernal; un punzón ancho de hueso; espátulaperforadaen
un extrenro.
-102-
[page-n-113]
,LA FRr¡tErRA'EXPLOTRACION
pAtLAjFITtOA
.ESFAñA
rE.N
ll
A 1,1.5
m., capa de tierra blancuzca-amariilenta fragmentos
con
de carbón disperso,huesosy pedernales
atípicos (lám. II) (il.
A 1,50m. cesala tierra amarillay aparece estratoturboso
un
en
el que se encuentranmuchos grandesfragm,entos cerámic
de
a típicamenteneolítica,algún hueso.yuna curiosa capa de jacintos
de
composte.ia,
fituy pequeños,como sem,brados la superficie de
en
contacto de los dos estratos.A partir de esta profundidad hay una
compactamasade turba, bajo de la cual surge el agua.
Es de observarque al m,enos
hasta un metro de profundirlad la
tierra ha sido superpuesta no ciertam,ente un nivel unif'rme,
y
en
habiendode sup'onerse
también que la superfrcie
que sirvió de base
a las aportaciones
aludidas había sufrido antes Ias consiguientes
repor el cultivo agrícolapropio de secano. singular
mociones
El
de,
talle de la apariciónde los jacintos,que tanto abundanen los cercanos terrenosde yeso trrásicode Ann4 y chella, no deja de tener
interéspara los geólogos,],a que durante mucho tiempo no han encontrado éstosfácil explicaciónante las cristalizaciones
del cuaÍzo
en sem,eJ¿nte
caso y en otros análogos,de no admitir que son producto de acciones
quírnicas
por vía húmeda, más bien que resultado
de una alta temperaturacomo en princip'io se creyó exagerandola
teoríaplutónica.
IVIás
firmes son las observaciones
estratigráficas
recogidasen Ia
calicatarrúmero2, abiertaen forma circular en el campo, aún entonces plantado de chopos, propiedad de Vicente Tarancón, en le que
se trató de buscarel punto más céntrico posible de la estaci
6n, aunque para ello los cálculos careciande elementosexactos.su
diámetro fué de 2,30m.
(1)
Explicación de la lárn.. ff:
A. 1. varias azueras de tipo repetido en diversos pedodos; ra hachita
del
extremo derecho es asim,ila,bleal Neoüüico,anfiguo; las flec,has de aletas
iniciales, a uno y otro ladoi de la centra¡, son de la fase med,ia; la dol centro,
del NeoIí1ico reciente.
2. Esüañ puntas de flecha son de la fase eneolítica, sal.vo Ia pieza esbo,zada
de la derrecha.
3. La lámina de sílex a la derecha pertenece probablerrnente al Neolftico
antiguo;. la de Ia, izquierda (hoz?) parece del Neo,Iítico reciente.
B.
Piezas varia"s en piedras no'bles (cuarcd.tas,principarmente, y
sflex).
c. Diversos p{rnzones, founones y otras piezas,en hueso, c,orraspo,nd.ienles
a
diversos períodors,
neol.íticos. Eh (1), el qu€ apa,rece en e[ cent¡:o, fu,é hecho qu,i_
z¿i,s una navaJa o colmillo de jabali, J pertenece atr Neolitico anüiguo. Eyr (2),
de
ta,rnbién en el centro, se reproduce ur¡a ateügada,Iáinina de maderra de cuerno.
perfectamente trabajada y adelgazada, con oriflcio lateral: ha debido ser
Iabradg en tiernpos eneolílicos.
-103-
[page-n-114]
12
JOSII 'CIHO'CO¡IELI
I.a capade tierra amarillenta,de unos 0,20 m. de espesor,aparece a partir de los 0,35m. clel nivel superficial.
A los 0,40 m,. se advierte un conglomeradohermético de tierra
amarillá, huesos, utensilios líticos, pedazos.de cerámica, cantos
que se señalanpor manchasnegruzrodadosv quizá restosvegetales
esta toba acentúasu constituc\6ncaliztt, en'
cas.Al salir al exterior,
Algunas grandespiedras sueltas
extraorclinariamente.
dureciéndose
encima.
se encuehtran
A los C,60m. se halla irna hachitaoblongajaspeada.
de
A los 1,10m. otra también de forma ensanchada, diorita, y
una cán'¿la astade ciervo.
de
A los 1,20,un trozo de m'olino de m,ano.
en
A 1,35,otra tandade piedrasgrandes, forma de losas.
m. de profundidacl.Los fragmentosde ceEl agua asorla a 1,45
más bastos
rámicaque se extraen en esta'calicatason geueralm'ente
profundidad aparey algunosvan unidos a trozos de carbón. A esta
estéril,de unos 4 crns.de espesor'
ce otra delgadacapa tobácea,
Entre los 1,45y 1,55m. se ha encontradouna flechade aletasiniejemplar; un punzón corto y una esmagníüco
cialeshorizontales,
pátula de lengüeta,ambosen maderade astade ciervo. Bajo del agua
de
fragmentos huesoy de cerámica.
se
tamb,ién señalan
turba.
A 0,19m. por bajo de esenivel del aguase presenta'la
he
Otras observaciones de añ,adirfundadasen la apreciacióndiEn los diversoscortes dei terreno,
ñdetlignas.
recfa o en referencias
y su estructura,en algunospuntos,
un
éstepresentaba color obscuro
cl aspectopastosoy fino del cieno o limo. Notábanseen la masa de
fierra los arrastresde grandesavenidaso inundaciones,de la; que
ejemplo la cap'aamarillenta que he descrito,en
es el rnásdestacado
que en otras zonas, se advertíanvetas o penetraciola que, al igual
de
nes arenosas distinta coloración.
Si la vida de este despoblado lacustre alcanzí los tiempos del
de
aparte otros antecedentes, ciertas formetal, colno se desprende,
rabrado, no aparecieronen mis calicatas
del sílex
mas ene,rlíticas
indicios directos,si bien el testimonio de Vilanova, que más arriba
he transcrito,fué confirmado por el propietario de la mayor parcela
de la Ereta, SalvadorR"y y por sus familiares,que tuvieron la amavisitasa Navarrés,dos
bilidad de regalarme,en una de mis p,rimeras
de
hachaspJanas cobre de tipo primitivo cuyo corte comienzaya a
Una de ellas, que se rep'roduceaquí (1ám. I, C), fué
ensancharse.
-104-
[page-n-115]
(LA ,RRllullERA
rpA(LAtFtTrtClA ESrpAi\A
EXPILOR|A,OION
EN
13
donada p'or mí al Museo de Prehistoriadel servicio y la otra se expondrá, en su día, en las vitrinas del Museo Arqueológico de Játiva, hoy en formación. Com'o puede deducirse,estos hallazgossup'erficiales algunos otros que no ha sido posible recuperar rnary
,
can.el punto final de la cronología d.elyacimiento, que apenasdebió alcanzarlas primeras fasesdel bronce, si acasollegó a ellas
[-os hallazgossuperficiales puntas de flechasde avanzados
de
tipos eneoiíticos,fueron muy frecuentesen mis repetidas visitas a
aquellos iugares,especialmente las zonas en que el terreno haen
bía sido rebajado o transportado.Las hachas,generalmentede tamaños m,ry medianosy pequeños,no dejaron de recogerse buen
en
número, a-bundando
entre ellas las de diorita, dioritina u hornblenda, procedentes la cerc¿nacanteraque existe entre euesa I Nade
varrés, iunto al río Escaloira,que hoy se conoce con el nombre de
cerro Negro y se explota para el adoquinadode carreteras
suministrando un material de primera calidad.
No encontré en mis rebuscas
otros tip'osde cerámicaque los corrientes neolítico-eneolíticos pasta ordinaria gruesa y grisáceode
rojiza y algún fragnentos de negra superficielustrosay paredesdelgadas; ninguno con decoración,y muchos con m'amelones
laterares
o en los bordes del cuello. L' abundanciade la brecha huesosase
mostrabaen algunossectores
más que en otros, sin duda por haber
sido sacacla la superficieen virtud de la plantación o dei descuaje
a
de algún árbol o bien del traillado del suelo. I-a identificacióny estudio de e^se
material 6seo no ha podido incluirseen estetrabajo.
La roturación y el m,ovimientode tierra superficialpara allanary
formar los nuevosbancales huerta, dan muy dudosas
de
posibilidades a la obseryaciónarqueológicade las capasde cultivo, aun tratrándose la calicata
de
hechaen el ángulomerirlionalde la chopada,
en cuya parcela qrizás las alteraciones habíanreducido al hoyado
se
para aquc.lla
plantación y posiblementepara otra anterior de viña.
Pero a partir del formidable cementotobáceodescrito,de 2Q-25
cms.
de espest que garantiza la estratificación
r,
intacta a profundidades
por debajo de é1,la investigaciónarqueológicadispone de los más
preciadosrequisitosy seguridades
para la deduccióncientífica.
Sin embargo,en la presenteocasiónno puede éstair más allá de
los atisbosinicialese incornpletosque la modestaexploración objeto de estaslíneaspermite, los cuales,po,r otra parte, más que ofre'cer conclusiones,
pretendenponer de rnanifiesto dar a conocer las
y
y
circunstancias primeros materialesallegadosen este desconocido
horizonte de la prehistori.respañola.
El acervo de instrumentosy objetos recogidosen las citadasca-10ó-
[page-n-116]
JoSErcrH{)ooM'ELI
14
licatasy asimismolos que procedende los hallazgosfortuitos en la
permiten, por ¡-Lr
variedad y número, intentar un cotejo
superfrcie.
palafíticossuizos,que por su caráctertípico y por hacon los iósiles
ber sido mejor estudiados"pueden arrojar mayor luz en.nuestro
caso(1).
por el iuirefrendadas
En resumen de las propias apreciaciones
y malogradoprehistoriadorPaúl Vouga, a quien se
cio del sabio
debe la moderna revisión tle los yacimientoshelvéticos,puedo afir'
tíirica del neolítico lacustre,se ha visto una
mar que la universalidad
en
vez másconfirmadaen los materialesap'arecidos la primera estación palafíticaexploradacn España.
l,a sistematizaciíndel Neolítico de los palafitosdebe su princide
pal fundamento a las laboriosasinvestigaciones los competentes
prehistoriadores
suizos,graciasa los cualesha sido posible abordar
y
El
racionales científicas. Dr. Ischer dió
estedifícil intento con bases
en I9I9, una cronologia tipolígica de conjunto dividida
a conocer,
en cinco períodos (2), que supone un considerableavanceen la
cuestión,y que en cierto nlodo ha sido confirmadapor la perspicaz
una ordenaciónmás
y metódica revisión de Vouga, quien establece
de
documentaday precisadeducida de la estratigrafía las capasary
queológicas,
sus observaciones cotejos p'rincipalmente,
fundando
lacustresincompletas,en las de
apartede otras muchas estaciones
En e1 Museo Paleontológico de Valencia se c,ornservan,como donativo de
D.a Joaquiria Alpañés, vda. de1 Dr. Ba,rberá, y procedentes de la (Estación palustre de Bolbaite): 5 cuohillos de sílex, 7 conchas de moluscos, 9 lasCas de sílex,
2 pequeños trozos de cuchillo de pedernal, t hacha grande de ofita y 5 pequeñas
de la misn¡a roca, 3 piedlas esféIicas, 1 lasca de cuarcitb., Varios objetos de cobre'
plomo. y huesos de varios anim&Ies.
(1)
(D Th. Isclrer:
lriangulares. Cerárnica de forma arcaica,.
II. Tipo de Egoitzwil. Flechas de ped.únculo. Hachas-marfillos tfiangulales.
Cerámica rnás ornada.
ü1. Tipo de Gerofngen. Puntas de flecha con pedúnculo y aletas. Puñal de
sílex de retoques finos. Hachas-martillo alargadas. ApaJición de las pexlas en
cobre.
w. Tipo de Fenil. Puntas d.e flecha de aletas rectangulares. Numerosas haohas.mantillo. Lá'múnas con abundantes y nr¡os retoques. Perla's y utensilios diversos en cobre.
v. Tipo de Roseaux. Decadencia de los instrumentos en piedla y desarrollo
de la indwtria
del bronce.
-106-
[page-n-117]
,LA,RRilit{ERAEXíFLORACION,FATLAIFITI,OAE,N,ES,PAñA
lb
Auvernier, Treytel y Saint Aubin (Port-Conty), de las cualesl:r pri.
mera presenta|a totalidad de las fasesque integran la clasificación,
del m,ismomodo que, por rara fortuna, ocurre en el mobiliario, de
la Ereta ciel Pedregalde Navarrés.
Para Vouga, los objetos com,unes todos los períodos que no
a
puedenservircomo fósilesdirectos típicos,son esencialmente
o
muchos de los obtenidosde huesoo cuerno (pünzones,
puñalés,alisa,
dores, las hachas-martillo cuerno, los peinesde cardador,etc.)
de
Tampoco las hachas piedra presentan, su juicio, características
de
a
diferenciales cada fase, pues sus tipos coexistena lo largo de tode
dos los períodosneolíticos,
dependiendo
muchasveces estructura
su
d,eltrozo o bloque utilizaio para formarlaso del procedimiento empleado para producirlas.
Sin negarque la evolucióndel hachapuligeográficas,
mentada alcanza,en alguna de sus característics
modapropias del Eneolitico, entiendo que lo lento y lo poco gelidades
neraliza,Jo esostipos no autoriza a tom,arlos
de
como elem,entos
de
juicio, según,con indudableacierto,haceVouga en su clasificación.
Toma éste,como segur¿guía para trazarla,aquellosobjetos que
pueden dividirse en dos categorías E,n una figuran los elementos
:
y
comparaiivos controlables todos los yacimientos
en
explorados;
otra conrprende
aquellosque son propios sólo de una cultura o de
una fasey tienen, naturalrnente, valor relativo, en tanto nrrevos
un
descubrirnientos vengan a desm,entir particularidad.
no,
su
Los ,:lementoscornparativoshan sido suministradospor los engastes enmangamientos hacha: por Ia pasta,la forma y la deo
de
y,
coración de la cerámica; la naturaleza eventualmente, talla de
la
los instrumentos sílex.
de
'
Como elementospropics deben considerarse
algunos adornos y
objetosexclusivos ciertosniveles,que puedentener, además,
de
un
real valor etnográfico
Por este camino llega Youga a frjar distintamentecuatro divisiones estraiigráfrcas, saber: Neolítico antiguo, neolítico medio, neoa
y eneolítico.Sin emrbargo,
para esteinvestigador
lítico reciente
debe
considerarse
sutrdividido el neolítico lacustresuizo en dos grandes
períodos corresp,ondientes dos culturas netamentediferenciadas,
a
no obstairteque un sinnúinero de objetos y conocimientosles sean
enteramLnte
comuneS.
El período arcai'coestá represetado los yacimientossistemáen
ticamente explorados,que lo alcanzan,por un solo nivel : el del
neolítico antiguo. El período que pudiéramos llamar avanzado,
abarca tres fases .la del neolítico medio, la del reciente y la del
:
eneolítico.El autor se inclina a creer en la posibilidad de que estas
-r07-
[page-n-118]
16
cHocoMELI
JosE
puedan llegar a fundirse en una sola, reiresentativade
dos riltim,as
así
la edad del cobre, si ulteriores investigaciones lo autorizan (1)'
detallar un poco el estado actual de la
He creído co'nveniente
cronología arqueológicatie los palafitos, no sólo para facilirar la
en
contenidas estetrabajoy en otros
comprensiónde las apreciaciones
que habrán de salir a luz com,oconsecuencia las m,etóde
sucgsivos
del
dicasexcavaciones Sen'icio en la Ereta de Navarrés,sino porque
entre'las
de
la confrrinación la identidadde las culturasindustriales
y
tiene una importancia
terrestres
lacustres las estaciones
estaciones
todas las partes.
del
deñnitivaparala clasificación neolítico.en
puedeYa ivzgarse la importancia de las
de
Con talesantecedentes
confirmaciones problentas que plantea-esta primera exploración
,v
del palafito de Navarrés.
Mejor que la rnásdetalladadescripciónliteraria podrán dar idea
estación,en sus diversasoctrpaciones,
del mobiliario típico,de eista
los cuales se compietan
los grabadosfotográficosclue acomrpañan,
con las op,ortunasindicaciones.Sería una tarea impropia de estas
notas iniciales p,resentarun inventario g6¡¡'p'leto,que necesariamente resultaría de sobra extenso y que parece adecuadoreservar paÍa la síntesisdefiniliva de estos trabajos,gue han adquirido
gran amplitud sobre el te::;enoa partir de1942.
(Jna incógnitaque surgió desdelos primcros momentosde I¿lex'
ploraciónde la Ereta, ha sido cuanto se refierea la modalidadque
preliistórica.
Sabidoes que a partir de las intuvo estaconstrucción
Dr. Keller, que fué quien primero dió a conocerla
del
formaciones
existenciade los palafitos,éstoshan sido definidosbajo dos formas
de edific¿ción,que se distinguencon los nombres de"
(construcciónde
(construcciónsobre pilotes) y
piedra amontonada).Los palafrtosdel primer tipo tenían sus platay
por
exclusivam,ente estacas, se levantabanen los
formas sostenidas
reforzabansus pilotes con
lagosde gran profundidad; los segundos
compactosde lodo y piedras trabadasa vecescon
amontonamientos
tongadasde palos o cabríos horizontales y otras perpencliculares,
el
conscuando no con maderosquc consolidaban pie de las estacas,
y
de campeado, se encuentranmás particulartituyendo una especie
y
Este último tipo
lagos,marismas budiales.
menteen los pequeños
por esos amontonamientosde piedras
se caracterizaprecisam,ente
que han pasadoa la terminología arqueológicacon Ia designación
(1) Las principales publioaciones de P. Vouga que tratar¡ esüe tema,, son:
(Classiflcation du Neolithique lacusüre suisse) (1929); Idem,
-108-
[page-n-119]
..':-+_:1+_-__é__:_
.EXIPiLÓRIAICIO,N
LA \FRIMBR.A
IÉN
P,AI,A]FITIICA ESFAÑ.A
I7
de
Para algunos autores como I)esor, estos amontonamientos respondían al propósito de riar frrmeza a los pilotes cuando el fondo
r o c o s o d e l l a g o i m p e d í a s u a t a s c a m r i e n t o ;a s í e s t a c i m e n t a c i ó n d e
piedras alrededor de los troncos de madera, verticalm,ente sosterridos, bastaban paÍa mantener el armaz6n, llegando, a veces, semejantes pedregales, a tener el esp,esorde uno o d,os metros para ser
eficaces. G. Goury, por el colttrario, no encuentra comprobación
suficiente a estas suposiciones, creyendo que tales apoyos de piedra
n o s o n , e n r e a l i d a d , s i n o s u p e r f i c i a l e se i n s u f i c i e n t e s .S e g ú n F . A .
Forel, y también según E. Pittard, los
viento, empedrado de los pisos, etc., todos ellos acumulados en el
fondo del agua y no desplazados por las crecidas ni por las olas una
v e z d e s t r u í d a sl a s v i v i e n d a s p o r e l i n c e n d i o , p o r h u n d i m i e n t o o p o r
abandono.
No puede negarse, sin embargo, que existieran a modo de cliques
d e p i e d r a d e s t i n a d o sa p r o t e g e r e l a s e n t a m i e n t od e l p a l a f i t o c o n t r a
l o s o l e a j c s y l a s a v e n i d a s ,y a v e c e se s o s d i s p o s i t i v o s q u i z á n o c o n s i s tían en otra cosa que en ulr tosco empedrado de pedazos de roca o
d e g r u e s a sl o s a s s o b r e l a t u p e r f i c i e d e l i s l o t e f o r m a d o p o r e l d e p ó sito de cieno y detritus, que entram,ándosecon las ramas, estacas y
piedras, r'endría a ser una marañ'a retentora de nuevas tierras arrast r a d a s p o r l a s i n u n d a c i o n e s y c o r r i e n t e s d e l a l a g u n a , .q u e c o n t r i b r - r í a na s í , c o n s u s a p o r t a c r o n e sy s e d i m e n t o s , a l a p a u l a t i n a e l e v a c i ó n d e l m o n t í c u l o , c u y a e m e r g e n c i ar e s u l t a b a , d e e s e m o d o , e f e c t o
d e u n p r o c e s o c o n s e c u e n t ey n a t u r a l . A s í p u d o o c u r r i r , p r o b a b l e ,
mente, en el caso de la Ereta del Pedregal, respecto a cuyo altozano
me han asegurado repetidas veces y de un modo unánime todos los
(1) Se conoceR otras foq:nlas inüermedias de estaciones lacustres, tales corno
(stokaded island) de frlanda y Escocia, especie de islotes artifilos
de palos espesoso empedrado, que si bien son de origen neolítico, han subsistido,
err muchos casos, como pequeñas fortalezas hasta durante Ia Edad Media. AIgunas esüacionesde turberas no aparecen construídas so,brepilotes, d.escansandor
sopor: un conjunto cerrado de maderos; en
bre el suelo su plata.forma, compuresta,
carnbio, las
amplio foso inwrdado: su cronologÍa se inicia ya en Ia pura Edad del Bro,nse y
alcanza con frecuencia la del llierro.
-109-
=El_
[page-n-120]
18
JóSÉ CTHOCiO,M'E,LI'
p,ropietal'ios
viejos y jóvenesde aquellastierras,que un amplio chapado de no pequeñas
piedrascubría vna zona circular del mismo y
que ellos personalmente habíanido arrancandod9 su lugar a melas
(en algunaspartes por fajas alternas),
dida que roturaban el car.npo
u
de lo cual dan testimonieiias calzadas hormas que contienen los
márgenes aquellasfincas.
de
Relac¡onada
con esta cuestión, se produjo una interesantepoléque no ha dado, por cierto, conclusiones
definitivas.Prim,ero
mica
Reinerth (1) y luego Vouga (2) planteanla interpretación de las
capasde fimo lacustre (3), verdaderosestratosarqueológicosseparados por capase interfercncias
estérilesde aretrascoloreadasy de
de
limo que aparecen los e'mtplazamientos los palafitosneolíticos.
en
que las capasdel frmo iacustreno han podido aÍlonVouga errtiende
tonarseen tal form,asi ho se hubiesendepositadosobre terreno }a
hastacierto punto, pues, en casocontrario, el movimiento
desecado
que conshubiesearrastradolejos los detritus vegetales
de las agrras
quedando sólo los restc¡s
por 100 de los clespojos,
de
tituyen ei 90
que se compruebaeir las escerámicay del tallado del sílex, hecho
en
tacionesdel bronce, establecidas pleno lago; a más, las capasdel
limo no han podido fornrarsesi no por el arrastre de las agr.las,
a
raíz de una inundación o crecida.De ahí deduceVouga que los lacustreshan plantado sus p.ilotés,no en el agua mismo, sino en el
blando para asegurarla defensa
terreno pantanososuñcientemente
por el atascam,iento
posible de los enemigosatacantes cuando ocu;
rrían grandescrecidas,los neolíticos abando,n
arían la vivienda en
para volver a
algunos poblados que presentanesascircunstancias,
vez retiradas las aguas.Así se ex'plicaríael
instalaiseen ellos una
depósitode la capaarqueoiógica.cuando suelo estabatan sélo fanel
goso,y !a superposición limo indicaríala avenidaconsiguiente.
del
(1)
Ilans R,einerüh, (Jungere Süeinzeit), pé$.72.
Q) Paul Vouga, (3) La denominación del (fumier lacushe) tiene difícil equiva¡ensia castellana si se atiende a la com¡rosición rrxa erial que designa, como verá el lecto¡ por
las repetidas deñniciones que incidentaLnente se hacen en el texto. La voz (estiércob responde a idea de excremenüos an¡males,
de zuciedad, (escoriaD suena a desBerdicio meüaLúrgico,
aquel significado. Por eso, en ta¡rto se encuentra oüra solución mejor, me he
p'ermitido adopüar el tér¡nino
por ser voz ca"si en d.esuso, sólo conserva un vago signific.ado original, lo cual
facilita, i'nnovar sin violencia su acepción afÍn dár¡dole un conLenido¡ moderno y
preciso', (:omo requiere el caso.
-1r0-
[page-n-121]
,PALAFITI,OAIEN ES'PAÑA
LA ¡'RÍMÉRA EXFLÓRIA¡CIIOI{
19
Los contradictores estahipótesisaseguran
que tales estaciones
de
no han podido ser levantadas
sino dentro del agua y a una cierta
distanciade la orilla, funCándose que las estacas
en
aparecensiernpre hincadasen aquel foncl¡-¡ lodo que es propio del lago, y que
del
el estrat¡tarqueológicoreposadirectam,ente
sobre é1.
En srr monografíaStationsl.acustres bourgatles
(Geou
terrestre.s
néve, 1929), Vouga ha resumido con gran ecuanimidadel debate
P.
señaland<¡
indistintamentelos puntos flojos de su propia argumenta,
y los de la opuesta.
ción
por el botánico W. Rytz, por los zoólogos
Las razonesaducidas
J. Favre y Th. Delachauxy por los prehistoriadores
Th. Ischer y
O. TschLlmi,
apartede las ya expuestas, fundan en que el fimo lase
custre,compuestopor una mezclade leñas, carb6n,desperdicios
de
cocina o de forrajes, de provisionesgeneralmente
carbonizadas,
de
despojosno carbonizados plantaso de animales,como petitas,
de
huesosde fruta, fragmentosóseos,etc., no podían haberse
conservado sino bajo una capa de agua constanteque ha evitado su descom.
posición Tam'bién, que la fauna es exclusivamentelacustre y no
ofrece nirrgunaespecieterrestre, singularmente ninguna hormiga.
Asimismo,se arguyeque el entramadode los pilotes suponela necesidad asegurar resistencia los embates agua,y otro tande
su
a
del
to puede deducirse la existencia los hormazosy chapados
de
de
ro,mpeolas.
Vouga, sin dejar de re::onocerel valor científico de estos argumentos,rndicala particularidad que sólo en estaciones
de
neolíticas
exista la capaarqueológica
del fimo lacustre,cesaque no ocurre en
las estaciones Bronce; el que aquél aparezca
del
estriadopor vetas
de arena de espesorvariado, y sobre todo, que los niveles resulten
formadospor estratos
alternosde arenay de fimo, bastantd
regular
en el nivel superior, pero de una incoherenciainextricableen el qivel inferior.
iSe
concibeuna tempestad temporal que acarÍee
o
una capa de arenade
diez centímetros
sobreresiduos despojos
o
flotantes?...
áQué decir
de ésto?... Sino que la ocupaciónera alternativamente
lacustrey
terrestre, siguiendo las fluctuacionesdel lago>, dice Vouga. Y en
cuanto al fijado de los pil<,tes,
hace observarque los que corresponpoblado eneolíticocielAuvernier estabanhincadosen el fimo
dían al
lacustre suspredecesores
de
y
inmediatos no en el fondo natural del
lago. Citando el casode la estación Concise,edificada
de
sobre un
islotesujetoa inmersiones
y
temporales, suponiendo
que allí se depositabael ñmo lacustre
como en las estaciones
anteriores metal
al
durante los períodosde crnergencia,
deducela posibilideddt. q,¡e
-lll-
[page-n-122]
20
AHÓAÓMELI
JOSE
sobre iclotes
establecidas
estasúltimas ha'yansido sistemáticamente
para quedar aislados de tierra firme aun con
lo bastanteelevados
a
aguas
bajas,lo cual ha hecho imposible el acceso ellos de la peque/
ña fauna, singularmentedc las horm,igas'
Vouga se preguntafinaltnente: de
alternativas arenay de limo, y sobre todo, cómo esosdos elemenla
tos no se funden allí nunca, depositándose arena no sobre los reso,
tos flotantes,sino sobre un suelo relativamenteaplom,ado ntejor,
por qué los es'
por la humedael?
aglutinado
¿Se explicaigualmente
tablecimientosde la Edad del Cobre que sucedieronsin hiatus a
los del neolítico reciente,reposen en su mayoría sobre el fimo tie
cuandoesenuevo períodocoincidecon los comiellsus,antecesores,
los
zos de la sequíaque caractcriza tiempos clela Edad del Bronce?
del
Se expiica,en fin, por qué las estaciones Bronce no han dejado
i
(exceptocuando se levantaban
sobre islotes),siendo así que csfimo
en
taban edificadas plenas bahías,natural o artificialmenteprotegi'
dascontrr el oleaje?>
de
El mero enunciadode estosdudososaspectos la arqueología
su estrechoparalelismocon los que presenta
lacustre suiza,sugiere
que siguese intenel similar yacimientode l¿ Ereta. En el resumlen
propio de estepalañlo esel
ta compendiar cuadroclecaracterísticas
expuestos rtara
pañol y sus rasgoscomparables
con los antecedentes
,
lo cual se añadendatosomitidos hastaaquí en evitaciónde,repeticionesinútiles.
se
l.n El yacimientode ia Ereta del Pedregal halla situadodentro del antiguo lago que fué la Marjal de Navarrés,segúndemtlestra
la observ¿cióndirecta.de la localidad y el carácterparticularmente
Melanopsistricarinatay Neritina Theodoxus
lacustrede las especies
en
tluviutili;, encont/adas las referidascalicatas,cuya identifica"ción
Sr.
naturalista Vidal y L6pez. Su separación
se debe al competente
neolíticassuizasy se
de la orilla concuerdacon la de las estaciones
centenaapartade la de las típicas del Bronce, siempre adentradas
esa
los lagos.Incluso podría señalarse analogíapor
res de metros en
la deptesióno foso apreciableentre la estacióny la tierra firme, depresión normalrnentesumergida,en tanto la estaciónemergecompletamente,segúnindica Vouga que puede observarse uno de los
en
neolítico.
lados de todo emplazamiento
la
2.o Como en éstos,en la Ereta también parece reconoce,'se
y se encuentrabien patenteel tan dehatido
de
existencia steinbergers
de
amontonamientode tierras y detritus en capasmezcladas fimo y
A
arenososos. mi modestojuicio, la explicaciónde estos
arrastres
segúnya he expuesto,po$ un proceso
altozanospodría encontrarse,
-tLz-
[page-n-123]
LA FRI¡1ERA EXPILÓ,RIACIIÓN
PAILAFITIOA ÉN ESFAÑA
2I
en parte artificial, en parte natural. Ello justificaría la ausenciade
posteso pilotes que no han aparecidoaquí, ni er¡el examenexterno
ni en las calicatas(aunque esto no excluye posterioreshallazgos),
pues quizá se emplearon sólo en las más primitivas instalaciones,
y
posteriorrnentedejaron de usarsedada la posibilidad de utilizar la
cumbre emergente
del montículo,formadopor las materiasarrojadas
al agua'¡ el sedimentode las avenidas,cubriendo aquélla dp piedra
al estilo cie los (crannoges)irlancleses formando un piso de trono
cos unidos por travesaños,
como aparecií en el palafrtodescuhierto
sobre las turberas del antiguo lago suizo de Wauwil. l,a obieción
de que sólo permaneciendcprotegidos bajo el agua es posible que
se conseivenlos.objetos de los vertederospalafíticos,está desmentida por el caso de las terram,aras
italianas,en las que tambiérr, no
más que las tierras húmecias,
han conservadoperfectamentefodos
los pequeñosobjetos y restosencerrados ellas
en
3.o Si bien sería aventurad,o
trazar 1a estratigrafía
del yacimiento por las sencillascalicatas
aquí descritas, obstanteque en ellas
no
se advierienlas indiscutibles
capas
del'fimo lacustre distintas
de
ocupaciones,puede asegurarse
que la Ereta presentala sucesiónde las
fases la cultura neolítica
de
antigua,media,reciente eneolítica.
y
con
la mism¿ tipología que en los palafrtossuizos, según se comprueba
por la identificación los materiales
de
recogidos.
-ll3-
[page-n-124]
[page-n-125]
I
r
CHOCOMELI
Av B;
LAMINA I.
[page-n-126]
palafiticar.
CH0COMELIrExploración
Material
diverso de las primeras
LAMINA II.
exploraciones en la Marjal cl.e.Navarrés
[page-n-127]
I. BALLESTER TORMO
Trabajos del Servicio de Investigaciónprehlstórica
ldolos oculados
valencianos
sabido es, e inte,resa
recordarlo ahora, que en ras excavaciones
practicadas
añqs ha en los Millares por D. Luis Siret, descubrióse,
entre otros materialesdel máximo interésarqüeológico,que desgraciadament'e puede' exponerseaún debidamentepu." ,u estudio
no
directo, un lote de vasoscon decoraciónincisa, a que necesitamos
aquí hacer referencia.uno de ellos mostraba en relieve un par
de senos, encuadradosentre otros tantos grupob de paralelas en
zig-zag, que, contorneándolospor debajo y lateralmente, extendíanse a modo de alas abiertas en sentidos.,
opuestos, constituyendo aquel símbolo del dios fecundado,r
supuestopor siret. véase tal vaso en la fig. 1." (1).En otros, unos p,ares ojos formados
de
p'or círculos concéntricos,radiados y punteados, aparecen
alguna
v'ez entre las alas dichas y otras sin ellas; pero en estos últimos
casosllevan a uno y otro lado series de líneas paralelas, curva_
das en dobles inflexiones aproximadamente semicirculares,con
las concavidades
hacia arriba, que recuerdanlos extremoscentrados
de las mentadas
alas; dehriendo
hacerse observación que los
la
de
vasoscon estamodalidad decorativatienen siempretan pronunciada
curvaturahacia sus bases,
que hubiesehecho invisibley en conse.
cuenciainútil, toda decoraciónde alas desarrollada su mitad inen
ferior. Reproducimosestostipos de vasosen las figuras3 y 4, con
Ios desarrollosde sus ornamentos(2).El propio terna de decoráción
(1) sireü:
flg. 96; y (IJ'Espagne prehistoriqueD, fig. 228.
Q) Siret: (L'Espagne prehistgrique, figs. 22I y 222; y (Orientaux et Occidentauri en Espagne aux temps préhisüoriques>, lám. rV, núms. 12 y 18.
-lr5-
[page-n-128]
2
rÓRftÓ
l. ÉA,LLESTÉñ
vascular apareció en fragmentos hallados en un sepulcro megalítico
de la Hoya de conquin y en buena parte del vaso de un sepulcro
decoradoen su parte alta con el par de
de cúpula de Almrizaraque,
Figura 1
l!li,llares
ojos circulares,entre dos series, no de iín"r* paralelascon doble
pafa arriha;
de'concavidades
inflexión,sino con una sola de éstas,
en la 6gura núme'
insertamos
pieza que reconstruída gráficarnente
ro 2, y en la que, por la raz6n antedicha,se rehuyó también el
.o
r#
8ott¡
Figura 2
Almizaraque
n
llevar la decoració a la parte baia (1). El carácferfunerario de los
vasos de que acabamosde ocuparnos es m'anifiesto.
con estas piezas vasculares están
Estrecham,enteemp,arentados
los conocidoscilindros en piedra, del so. de la Península,asimismo
oculadas,procedentestambién de sepulturas,de
con decoraciones
(1) Colección siret, y en
-116-
[page-n-129]
lbolos
vArIrENcIANos
o,ourI,ArEos
É
€;t
sVt
g
Figura 3
cf-'Espagnq Prehi64oriq'e, i ;' a,Orientaux et Occidentaux¡)
Figurs 4
(De Si¡ct ; al'Espagne rPrehirstori'quer y corientaux et Occid€ntaux))
;
-
ll,7 -
[page-n-130]
t
¡. BALLESTBR TorRMo
4
los que reproducimosalgunosen la figura 5.' Los paresde ojos len-
@D
U
Figura
'
(DeSiret:
< R e l i g i o n s . . . l ,a y
bly
5
d , e C o ¡ r e i a : < N e , o l í t i c o d e p , a v í a > ,c v d ;
a y á, Museo de tMiadrid ; c, Monctarapasho)
Conócese otro ,parecido al d b,
Conquero Huelva)
:de
ticulares no difi,erende los de los vasos; pero aquí suelen ir casi
siempre acompañados
de'los conocidosgrupos de líneasen zig-zag
como alas abiertas,cuyo total desarrollo permitía.la superficiela,
teral del cilindr,o,como algunav,ezhemos visto también en los vasos. Cuando la pieza ornada no es cilíndrica, sino ¡ilana,como la ¿
de la figura dicha (placasegúnSiret, aunque Correia Ia coloca entre
Figura 6
.Éadajoz
(De Siret : cReligions...l)
IlrB _
[page-n-131]
rDolos
ocrrJ{LAD,oS
VAIITENTC,IANOS
5
los cilindros), y en el hacha aplanada la 6.", entoncesse modifica
de
la decoraciónoculada m'edianteun grup,ode líneas con las mismas
inllexionescentralesque dan los aludidos cilindros vistos de fr,ente,
qtre semejanel pautado en pentagrama, que, por lo visto en ídolos
y
remotos mediterráneos,se han supuestotatuajes.Y si recordam,os
qu'een la mayor parte de los vasosoculados,antesdescritos,el tema
capitalsueleir acompañado,
cuando no cabenlas arascom,pletas,
de
las mentadasseriesde porcionescentralesde ellas, con la doble inflexión (figuras3 v 4) o con una sola comroen los cilindros (fig. 2),
siempre coincidiendocon la indicada imposibilidadde dar a las
alas desarrollo total, teniéndolas no por tatuajes sino, con siret,
por símbolo de significaciónreligiosa, podría llegarsea la suposición de que a la composicióncompletade las alas o sólo a las partes
de ellasreproducidas,
dábaseles valor simbólico que se consideratal
ba im'prescindible ostentarala pieza funeraria en una u otra forlas
ma. Y si, por el contrario, al pautado dicho se le tiene en virtud de
muy fundadasrazones(1) por reproducciónde tatuajesfaciales,quedará por explicar cómo pudieron tener los tatuajesaquel am,plio y
exagerado
desarrolloen alas, y cómo, al reducirsea la potción inicial de éstasen vasosy cilindros, se las presentacon la doble inflexión semicirculary no con los trazos paralelos rectos con que se
miuestra tatuado desdelos antecitados
el
ídolos remotos del Mediterráneo oriental hasta los franceses Marne y del Aveiron, pero
del
que no se conoceasí entre las seriesde ídolos peninsulares que
de
nos estamos
ocupando.
D,e otras bien conocidas series de m,aterial oculado, ahora en
hueso,.nos toca hablar. Nos referimros
concretamente las falanges
a
y los huesoslargos de animales, p'intadosy grabadoscon decoración ocular, con exclusióntotal de los que no la ostenten.
Las falangesde animales,tan frecuentesen las sepulturasde Ia
cultura a que p'ertenece
todo el material de que tratamos, raramente se hallan decoradas
con pinturas o grabados, aun menos las que
y
lo son antropom,órficam'ente. conocemoshoy más ejemplares
No
que los individualmente
encontrados los Millaresy Alm,izaraque
en
(Almería), Hoya de los Castellones(Gorafe-Granada)y m,ásre_
cientementeen
todas rep,roducidas
correlativamente'enlos núms. I al 4 de la figura7 (2), De ellas la riltima y las de Almizaraquey Gorafe, con pe(1)
Décheleüte: (Manuel dr,Archéologie...D, t. I, pág. 596.
(2) Stuet: (Reugions Néoüthiques de I'Iberie>, tám. rv, núms. 1 aJ B; y Do
Pa.go, Vaultier y Zbyszewski: (Notas sóbre a lapa da Bugalheira> en (Actas do
I Congresso Naoio,naJ. Ciencias Na,üurais>, páS. 11, flg. 2, Lisboa, 1941.
de
-119-
[page-n-132]
t. B,.{LLESTETR
T0RM,O
6
queñosojos Jenticulares debajo de ellos seriesde líneasparalelas
y
(de cuatro y de tres elementos),
con las concavidades
para arriba y
la particularidadde que sus extremosinternos se curvan brusca¡'en,
te hacia abajo; siendo digna de observarse semejanza
la
casi total
de la decoraciónde estaspiezas de procedencias
tan tlistantes.La
.MWI
ff{@
N-\(fuus'
o
1
,
|
|
.
5i
1
.
.
.
l o1 e n t
c
Figura 7
l,
illi,llares.+2,
Almizaraque.-.3,
Hova
de ilos ,Casteltones.-
4, Bugalheira (Almonda-Portugal)
(De Sriret:
y de Do Pago, Vaultier ry Zbyszewski,: (Nota 6ób¡e t
Lapa dra Bugalfieira>, 4)
de los Millares m,uestra cambio una deco,ración
en
que ocupa casi
totalmente la superficiefrontal, y consisteen ojos redondo,s,
p,unteados,inscritosen sendosespaciostrapezoidales,
con cejasirsutas,
que se repetirán en los ídolos en huesoslargos,y un par de dobles
trazos paralelosincurvadoshacia abajo.
I-as tres antecitadas
falangesllevan decoracionesonduladas en
la parte posterior, que les hace parecer emparentadas,
por los supuestos cabellosestilizados,con algunos de los cilindros citados,
como el del Museo de Madrid (fig. 5, e y b) y el de Conquero
(Huelva).
-120-
[page-n-133]
IDOLOS OOUTLATDOS
VAILENC,IANOS
7
Réstanoshablar de los otros huesosoculados.Trátase de unos
huesos de tamaño mrediano, generalmente de extremidades de
ovejas y cabras (v. Apéndice a este trabajo), que llevan pintadas
y grabadas las ornarnentaciones
características las series de
de
materiales a que acabamosde referirnos. El único lote de estos
objetos, desde hace años conocido, fué descubiertopor Siret en
el fondo de una casa incendiadadel despobladode Almizaraque,
en la que debió existir un taller cle ellos. Tales huesos, cuyc
extremo superior fué igualado p,or alisamiento, así como la parte posterior de la caña del hueso, ligeramente c6ncava,conservan casi intacto el extremo opuesto, del que el ensanchamriento
de
la articulación se aprovechópara base.Véase la cop,iosa rica coy
lección de Almizaraque en las figs. 8 y 9, donde insertamoslos
dibujos de Siret (1); y la reproducción fotográfrcade algunos de
ellos en la pág. 146,tomo I, de la
A partir del extremo superior de cada hueso se desarroll la ornaa
mentación fundamental, temática deb,iéramos
decir, vista en todas
las seriesa que nos vam,osrefiriendo, que se inicia con una o varias 'cejasestilizadas
representadas
por trazosen dobles arcossemricircularcs, por debajo de los cuales aparecen los conocidos ojos
lenticulares,sencillos o radiados, centrados en espacioslibres de
generalmente
ornamentación
circularescuando no elipsoidales
o
trapezoidales;espacios su vez limitados en su parte inferior mea
diante otra serie de líneasparalelas,
con doble inflexiónsemicircular com,ola reproducciónesquem,ática'de cejas y que aquí no
las
es sino la representación la porción central de Ias seriesde Iíneas
de
en forma de alasdispares que hemoshabladoantesy que ap,arecen
de
substituídasasí cuando aquéllas no pueden lograr su desarrollo
total por falta d,eespacio,como hem,os
visto en las seriesvasculares y cilíndricas;procesoque se ve claro, como se ha dicho, comparando los dibujos de perfil y frontalesde los cilindros (fig. 5) con la
piedra plana oculada de Moncarapacho(Algarbe) (frg. 5, c), la supuestahachaprocedentede Badajoz (frg. 6) y los huesosde que hablanros. De la co,mposición
capital para abajo, ya los motivos ornamentales,que pueden tenersepor comip'lementarios, en exson
trem,ovariadosen los ejemplares
ricos : serieshorizontalesde triángulos, pares de estostangentes
por lo,svértices,camllos de rombos
pintados o esculpidósen resaltey en vacío alternativamente,ajedrezados,líneas en zig-zagm'áso menos abiertas,alguna vez formando campostupidos, y otros m,otivos
poco frecuentes.
Todo ello
(1)
Siret;
-l2t-
[page-n-134]
8
l. BATLLESTBR T0RMO
nos parece dernasiadovario y complejo para adm,itir, con Siret,
que estabainspirado por la decoraciónvascularantes citada. Algunas piezasllevan repetido el primordial tema de los pares de ojos.
referidas,dan más
De la variedad y riqueza de las ornamentaciones
exactaidea las figs. 8 y 9.
Figura 8
(De Siret : oRolirgions...r)
de
De cómo se lograron las decoraciones estoshuesosy de las fade lo expuestopor Siret; segúnel que,
langeshemos de deducirlo
-t22-
[page-n-135]
ÍDOLOS OCIUILADOSVALENC,IANOS
9
fa falangede los Millares (fie.7, núm. l) está ornadacon grabados
en hueco y m,otivospintados indicadospor una coloración morena,
pareciendolo hueco corrosión ocasionada
por los trazos pintados,;
reiteradasluego al ocuparsede los llamados huesos
observaciones
largos. También dedujo del examen de éstos, que algunos habían
o
5
8cent.
Figurs I
( D e S i r e t: r ' R e l i g i r o n s . . . r )
sido grabadospor un p'rocedimiento
semejanteal aguafuerte(baño
pieza en rina mezcla de resina y r,eÍa, dibujo sobre esta capa
de la
e inmersión en un líquido corrosivo); y algunasvecesapreció es,
trías superficiales,
com,osi se hubieserascadomás que pintado (1).
(1)
Siret:
-123-
[page-n-136]
l0
I. BALLESIER
TOlRIvlo
El carácterde todos estos tipos de iconos (incluso de las plaquetas con ornamentosincisos,de que rehuim'ostratar por aleiatse un poco de aquéllos),ha intentado explicarsemás o menos inge.
niosamente; pero lo único cierto hasta ahora es su indudable ca'
rácter religioso funerario. Más adelante hablaremosde su origen.
por el área de lo que se ha venido teTodos ellos extiéndense
niendo por círculo de la cultura portuguesadel pleno eneolltico y
de
de la nuestradel SE. a que dió nombre la estación los Millares;
que eran de apreciar m,utuas
influenciassegún un criterio
zonasen
que hoy talvez fuera rectificableen el sentido de admitir una culttten
específicas 1o oriental y en lo occira única con p,articttlaridades
dental. En todo el campo dicho, que va desdelas costaslevantinas
a las atlánticasdel SO. portugués, se r€p'¿¡¿"ttestos ídolos con las
de
modalidades predominaren Alm'ería los vasosy los huesoslargos
éstosahora en Valencia),en el SO. los ídolos ci'
oculados(tamb,ién
líndricos, y las falangesparece que se esparcende uno a otro extremo de la zona,con la uniformidad decorativaantesapuntada.
En la referenciaque antecedehemos procurado recoger, en lo
necesario,
cuanto era conocido' respectoa los iconos de que tratamos, desde muchos años ha; casi podría afirmarse que desde los
que realizaraen Almizaraque D. Luis'Siya viejos descubrimientos
llevadosa efecto recienret. Otros extraordinariosdescubrimientos
nos obliga a dat a
temente por el S. I. P., en tierras valencianas,
conocerprontamentelos nuevos materiales,sin esperara que queque los han dado a luz; y al efecto
las
den acabadas excavaciones
que su exposicióny las relacionesa establecernos fueran mrás
de
expuestos.
fáciles, hem'osreproducido los antecedentes
Creemostambién del caso fijar, de modo suficiente,el ambiente
arqueológicoen que apareceel nuevo mraterial.
-124-
[page-n-137]
VAILEN,CIANÓS
IDOLOS OIÓT],LA.DÓS
11
(ALCOY)
DE
eCOVA LA PASTORAT
en
Se halla la
de
tenecientea D. Vicente Pascualy Pérez, Agregado del Servicio de
Investigación
Prehistóricade Valencia.El Sr. Pascualinició unas
catasen la cueva,hallando,entre material eneolíticoavanzado,unos
a
huesosgrabadoscon huellascom,ode corrosiones,suficientes dar'
nos idea de la naturaleza del descubrimiento; lo que indujo al S.
I. P. a solicitar prontamenteel permiso para excavar; y, concedido
en
por la Comisaría General, se emprendieron las excavaciones el
para terminarsecuando se
verano de 7944; cuyos trabajos estaban
dió el extraordinario caso de que el Sr. Gob,ernadorde Alicante
fundándose,según comunic:lci6n a la
nos ordenara la sttspensión,
en que a su juicio y no obstantela autorizaciín
ComisaríaGeneral,
determinada
oficial concedida,debía practicar dichas exploraciones
personade aquella provincia e ingresarel material en el Museo de
la misma. No es ahora el momrentoadecuadopara detalla" los tray
bajos efectuados los resultadosobtenidos; pero siendo totalmeninteresareseñar ampliamente los materialesobtenidos
te inéditos,
para, como se ha dicho, dar irnpresiónsuficientedel medio arqueoaludidos. Ha dado
lógico en que se realizaron los descubrirnientos
La Pastora,aparte de algunosobjetos relativamentem'odernos,frecuentesen las cuevasya abiertas (véasela entrada de esta cueva cn
á
lalám. IV,n):
escasos
tiestosde cerámica rnátlo¡sin decoración,
con algún mamelón o asa; cuentasde collar en buen núm,ero,entre
blancasde caliza y concha, v las griellas las pequeñasdiscoidales
sessemejantes las en oliva de roca verdosa; otras de piedra obs;
cura, pulida, algunasde buen tamañoy un par de éstasgem'inadas;
parecende azabache,
dos de ámbar y alguotras, bitroncocónicas.
puntas de flenas de mrateriadeleznableinclasificable; abundantes
de
foliáceo y base
cha de sílex, generamente tamaño grande,cuerp,o
las
triangular que sobresale,alguna v'ez, en pequeños n-luñones,
y un
romboidalescon muñones laterales,las de aletasdesarrollaclas
ejemplar excepcionalde que habaremos; buen número de cuchillos de pedernal, algunosde largo no frecuente; un pesadocolganque afecta
te, de la misrna roca qu,elas indicadasperlas geminadas,
de medio cuerpo humano (de la cintura para
la forma esquemática
abajo) probablementefem,enino; de hueso, un largo puñal, pun.
zones de los corrientesen esta cultura y otros más cuidados,espátulas y láminas que por su tamaño, forma y ligerezaparecenhaber
-t26-
[page-n-138]
I
I
12
rO'RM,O
I. ,BALLESnER
pertenecidoa lo que al hablar de otra cueva enterramiento (Camí
vástagosplanos de alfileres para el
Real, Albaida) (1), estim,amos
pelo; restosde otros ds cabeza
cilíndrica con decoraciónacanalada
y esféricalisa; colgantescurvos o rectos,con las propias ornamentacionescirculareso en espiral, que calificamosen el trabaio citadt¡
forma
de posiblescolgantesfálicos; e ídoos planos de esquemática
ídolos oculados en huesos largos, empa'
humana y los num,erosos
rentados con el material antes reseñado.Interesa subrayar, entre
todo ello, no sólo el hallazgode estosúltimos, sino, además,el de
o
los alñledes de cabezaacanaada esferoidal, y el de una punta de
con'la base bien henclida, pero
flecha de sílex, ancha, acorazonada,
Entre Ios descubrimien'
sin gran desarrollode las aletasr'esultntes.
hay que citar: una flecha foliácea de espiga pronuntos restantes
ciaday un a rnodo de pendiente; aquélla'en un estrato profundo y
éstaen el cribado de tierras, todo ál parecerde cobre. Qs¡n,plemen'
unos cuarenta cráneos bastante
tan el cuadro de tlescubrimientos
completos, algunos éon trepanaciónen vida.
No se hallaron restos humanos articulados,sino paquetesde
huesosr-on uno o varios cráneosen cada paquete,y frecuentemente un ídolo en é1,de.los a que se refiere estetrabajo; detalle de interés sobre el que habrernosde volver. A contar por los frontales
hallados,debió contenerla cueva restosde unos setentaindividuos.
l,os huesosdecorados
son, al parecer,de igual claqeque los empleados para el propio fin en Almizaraque (cuya clasificaciónno
aquí también aplanándoloso cortándose intentó) y se les prreparó
próximo a la arIes.la parte superior y deiarrdoel ensanchamiento
del otro extremo en toda su amplitud p'araservir de base
ticulación
de sustentación.Como aquéllos (2), los de La Pastora muestran
fuertes corrosionesy apenasalgún resto de la pintura con que se
trazara el ornato, que no se interpretó en ellos rnediante líneas,
sino generalmentep,or medio de cintas amrplias; y lo que fqeror¡
trazos de la decoración,se manifiestanen huellas claramenteperceptiblesen hueco, producido p,or el efecto corrosivo de la pintura.
Difíeilmente hubiera podido realizarsela reproducción del de'
corado, mediante dibujo y menos fotográficamente, no haber
de
al
acudido, tras tanteosineficaces, procedimiento de mojar los huesos; lo que en las partes corroídas,que absorbieronel color, pro(1) I. Ballester Tormo: (La covacha sepulcral de CamÍ Real (Albaida)n en
Espa,ña),t. I, pág. 146.
-
126 --
I
I
I
I
1
l
[page-n-139]
IDÓLOS O,EUILAD.OS
V,ArLEÑC,IANÓS
13
dujo el admirable efecto de hacerle revivir, destacándose
claramen"
te en muchosde los ídolos,Ias composiciones
pintadasque llevaron
Así se han logrado las reproduccionesfotográficas,en su mayoría
bastanteaceptables,
como se verá por las que insertamos,y se han
podido obtener, con más o m,enoseficacia, las adnrirables copias
logradaspor vicente Pascual,que a sus dotes de dib,ujante
exp.erto
ha unido la probidad necesariaen quien rep,roduce
material cier¡
tífico; habiendo logrado llevar al papel los fieles dibujos que publicamosen las láms. I a IV, en los que quedanvaloradas
cuidadosamente las intensidades
varias con que se manifiestaslos trazos
pictóricos. La rep'roducciónde étos, a pluma, no hubiera podido
jamás ser tan exacta.
En las láminascitadasse publican los dibujos de los ídolos vis,
tos de frente, y alg,na vez acompañados la fotografía respectiva
de
paru facilitar la comparaciónde ambasreproducciones,
y en algún
caso (láin,.III, nírm. 19), para que pueda ap,reciarse
también el estado de corrosión del ejemplar',la inexistencia
casi de restosde pintura y la impresión obtenida con sólo el exam,en
cuidadosode las
huellas grabadas.De algunos de los ejemplaresse p,ubicatambiérr
el perfil, al efecto de clar idea de cómo qued aba cortad.a decora.
la
ción en los bordes del charlán o alisamientoposterior de la pieza,
que, como va dicho, fué completado artificialmente.
como se apreciará, con sólo detenerseante las reproducciones
aludidas, la decoraciónprincipal de estos iconos es la que cal',ficamos de tónica en fodaslas seriesde que nos hemosocupadoal comienzo de este trabajo: los trazos de las cel'as, par de ojos rael
diales enmarcadosentre aquéllasy los grupos de líneas paralelas
con la doble inflexión semicircular;pero aquí ni las cejasni los
grupos dichos de líneasestánrepresentados,
como se vlrá, p,o¡ ¡¡s_
zos finos, sino por anc.has
cintas con las respectivas
inflexiones.y
no hay que decir que el máximo paralelo con las-aludidasseries
ha de hallarse,naturalm,ente, los ídolos de Almizaraque; seme_
en
janza impuesta principalmentepor la identidad de
la clasede hueso, o sea del elemento portador de la ornamentación.
Los grabadosque demos de estos ídoros llevan una numeración
correlativa, ordenada,en Io posible. según la menor o m.ayorconr,
plejidad de su ornato,.partiendo del más elemental.y por
el pro_
pio orden p'asaÍrosa relacionarlosdetalladamente,prefiriendo
la
pesadezde la inventariacióna la vaguedadcon que fueron
hechas,
en casossemejantes, descripciones material similar. DebienIas
de
do. hacer constar, para evitar repeticiones,que los dibui.os se reproducen a escalade dos tercios de los originales,y que las referencia¡
-t27 -
[page-n-140]
14
I. EALLESTÉRTÓRildÓ
de
núm,eros las cuatro prim'erasláse hacena los corresp,on
eiemplar núm. 1 lleva como recortado o alisado
Núm. l.-El
del hueso. Está ornado con los elementosque
el extremo suprerior
:
hemos calificadode esenciales una cinta con la doble inflexión hados borrososcírculoscon bordes den
las
cia abdjo representa cejas;
tados y punteadosen el centro, constituyen los ojos; y otras dos
con
cintas p,aralelas, ia doble inflexión hacia arriba, cierran la composición.
a
Núnr. 2.-Pieza sern'ejante la anterior, sin más diferencia en
el ornato que llevar las cejasdobles.
Núm 3.-Otro ejentplar con la misma decoracióntemática;
pero, al parecer, sin cejas,y los ojos (círculos con gruesospuntos
por p,up'ilas)
inscritos en un espaciopintado, casi rectangular,de'
limitado por zonas de pequeñaslíneas verticales,flexionadaslige'
ciliares; y siramente en el centlo, que parecenreprresentaciones
gue también el par de fajas con la doble inflexión. Se reproduce
este ejemplar de frente y de Perfil.
Núm. 4.-Este hueso-ídolo,roto por ambos extremos, muestra
la decoraciónincompleta, limitada hoy a restos de Ia composiciórr
ocular y a las dos zonassemilunares.
Núm 5.-El ejemp'larde este número está también ligeramente
incompleto en su extremo superior y falto de parte de la base; lle'
la
vando de la decc¡raciórt cinta que hace de cejasy el par de ojos
de perfil trapezoidal, con la particularidad de representarsedemamediante grupos de finas |íneas
las
siado exageradamente pestañas,
en los lugaresadecuados; siguen las dos obli'
un tanto alargadas,
gadaszonas curvadasy más abajo el aditamento de una faia horizontal indeterminablepor rotura.
Núm. 6.-Este ídolo, casi completo, debió llevar cejas dobles,
de una de las cualesqueda sólo parte, y la otra se indicó p'or dos
manchas semilunares; los ojos son discoidales dentados, con la
particularidad excepcionalde que las pupila'sse indican mediante
puntos blancos obtenidos por reserva van a continuación las dos
t
zonas semilunares y lleva como final una línea horizontal en
zig-zag.
Núm. 7.-Este ejemiplarmuestra incompleta la faia de las ceias,
los ojos insertosen Lln cuadrado de bordes denticulados, las dos
zonas curvadascorrientes y como final una estrechafaja de cuyo
centro cuelga algo com,opequeño triángulo. Lleva esta p'ieza uni
de
ftla de puntos grabadosque nace en la línea separatoria las ceja¡
que van los ojos.
y divide en dos p,artes recuadro en
el
_ r28_
[page-n-141]
IDO,LOS OCIU;L.ADOSVAILENC,IANOS
16
Núm. 8.-Una rotura en lo alto deja ver p,equeña
parte de !a
zona repÍesentativade las cejas. Los ojos circulares, también dentados, baj'o los que van las dos fajas semilunares; y pone fin a
Ia ornamentación otra cinta'horizo,ntal com,puestade dos series de
triángulos con los vértices apuntados en sentidos opuestos.,Tam.
bién este hueso lleva, en su tercio inferior y lado derecho, huellar¡
de como pequeñascortadurasparalelasque no debieron tener relaciín con la decoración.
Núm. 9.--Dam,osde este ejemplar las reproducciones frente
de
y de perfrl. Su composición decorativa,que es Ia fundamental ya
tantas vecesdescrita,es completadapor un grupo de cuatro líneas
en zig-zag.
Núm" 10.-El ídolo que va bajo este número, por su tanraño
bastantem,ayorque los demás,su perfectaconservación el modo
y
admirable com. respondieronlas coriosiones al ser mojadas, reviviendo la decoraciónpintada, es uno de los ejernplares
más inte.
resantesde la serie. La ornamentaciónse compone, como Ia fot,grafía y dibujo dejan ver, de dobles cejas, lap segundasperfiladas
por arriba y por el centro, así como los bordes de los cuadrado;
en que van los ojos, por seriesde menudasparalelas; bajo de ello,
las acost,um,bradas
zonas incurvadas; y como remate un triángul.o
con el vértice hacia arriba. una línea por rese(va sep,ara arriba
de
a abajo,en dos rnitades,la ornamentaci6n; y también es de observar cómo los perfiles de las segundas
cejas y los de'los cuadrados
oculares rnuetran Lrien claramente líneas de puntos grabados. El
aludido triángulo cornple;m,entario
hace pensar si pudo tener en
estos ídolos la significaciónsexual que le atribuyera Siret (1). Lo
hace gospechar
aquí la reiteración con que, en los ejem,plares
sucesivos, figura el triángulo en posicionesdiversas,también vistas en
Ahnizaraque.
Núm. ll.-Este
ejemp,lar, al rcontrario que el p,recéde4te,no
obstante haber sido sometido al mismo procedimiento, las fuertes
corrosionesapenassi han acusadorestosde pintura, hastaeü p.unto
no pudieron ser recogidas
por la Íotografíani por el dibujo;
!e oue
limitándose éste a reprodlcir lo que las cerrosionesacusanborrosamente, que son las cejas,el par de ojos, las zonascurvadasy, comrJ
tér'm,ino, su p,arteinferior, un triángulo apuntado hacia abajo.
en
Núm. 12.-Está ligeramcnte incompleto en su extremo superior; se aprecianla zr¡na de las cejas,el p'ar de ojos discoidalesde
(1)
Sireü:
-729-
[page-n-142]
16
i. ,BnlleSrEn
r0RMó
y
bordes dentados,las dos fajas acostum,bradas un itriángulo, asimisrno ;rpuntadohacia abajo.
Núm. 13.-El ejemplar de este núm'ero, también ligeramente
roto por arriba, lleva la misma decoracióndescritaen el anterior,
con la diferenciasola de que los ojo,sse inscriben en una zona rectangular pintada.
Núm. 14.-También el ejemplar de estenúmero lleva ornamentaciín parecida al que le precede,bn cuanto a los temas,borrientes; pero completada
aquí con una faja'horizontal,al pareceruniforme, bajo la cual se ve un triángulo con el ápice hacia arriba.
Núm l5.-Este ejem,plar,
uno de los más interesantes la sede
rie, ha pc.,didoser fotografiaclo,con efrcac\ay dibujado fácilmente,
que insertamos. LIna p'equeña
como se ve en las rep,roducciones
rotura, en la p,artealta, apenassi afectaa la ornamentación,que se
inicia de amiba a abajo con dos cejas semilunaresdentadasen sus
bordes internos; sigue el par de ojos lenticulares,tam'biéndentados; van a continuación closcorrientes
las
fajassemilunares;pero
debajo de tal comiposición
temática completa, como se ve, figuran
par
otras celasseguidas un segund
tadasfajas semriluhares; como complemento de todo ello, aparece otro triángulo dentado con el vértice hacia abajo. Es el único
ejemplar conocido en que se repite la comp,egisiíncapital, ya que
algunos otros de Almizaraque (fig. 8), aunque duplican y aun triplican los par'es ojos, no repiten el conjunto de la composicióu.
de
También en este ejem,plarse dan los ya citados puntos grabados
entre el primer par de cejasy en los bordes circularesdel próxinr,r
par de ojos: Y es de interés hacer constar que, junto a restos de
pintura roja, lleva algunos otros de negra.
Núm. 16.-En este hueso.ídolo,
aunque ligeramenteincomple.
to en su extremo superior y algo más en la base,la mayor parte de
la acostumbrada
decoraciónsa sido reproducida.Las cejas.,
dobles,
no se representanaquí por líneas arqueadas,sino por dos cintas
rectasdobladasen ángulo agudo; los ojos, lenticularesy de bordes
dentadosen la forma ya vista, y también el par de fajas curvadas
corrientes; pero debajo de ello lleva otra zonahorizontal al pare.
cer constituída de triángulos, y a uno y otro lado de ésta, en los
libres, dos pares de estrellitasde factura simple, formadas
espacios
líneas.
medianteel cruce'de pequeñas
Núm. l7.-Figura en este número un hueso-ídolode buen tadel lote; ha sido roto por su
maño, comparadocon los restantes
inferior, lleva fuertes corrosionesindicadorasde lo que fué
tercio
su ornarrentación, que ha,quedado algo precisadaal revivirse los
-130-
[page-n-143]
IIDOLOSOCUILA,DOS
VALENCIA,NOS
i
II
restos de pintura. Aparecen borrosas las cejas y los ojos, bastante
determinadas franjascurvadas,"mas
las
que la sigue
otra transversal
y que la rotura no permite apreciar debidamente.
Núrn 18.-El ornato de este ídolo es bastanterico : la cinra representativade las cejasse dobla en el centro form,ando ángulo agudo; en un recuadropi.ntado,festoneado los bordes con seriesde
en
líneas pequeñasp,aralelas
indicadorasde pestañasestilizadas,van
inscritos los ojos; a continuación, las corrientes cintas curvadas
;
y'se complementaesta decoracióncon dos zonas de triángulós en
sentidos opuestos,entre las que corre algo com,o un par de triángulos estirados, tangentespor los ápices. Tarnbién este ejemplar
muestra pequeñashuellas grabadasen lós bordes del rectángulo
ocular.
Núm. 19.-Es este el ejemplar m,ásricamente decorado de La
Pasfora,
habiéndosereproducido cuidadosamente decoración
por
su
las huellas que han quedado en el hueso. La com,paraciónde
las dos reproducciones
insertasbajo este número, et dibujo y la fotografía, da idea de Ia delicada labor realizada por el sr. pascual.
Las ceja'sestán substituídas aquí pór una arnplia y uniform,e zona
pintada que se inicia en el extremo superior de la pieza; apuntándose en el centro del borde inferior de aquélla lo necesrri par,o.
producir dos ligeras curvaturas sustitutivasde las cejas; ros ojo,r
van encuadradosen una composición rectangular con representaciones ciliares en sus bordes superior e inferior; siguen debajo'las
repetidasdobles fajas semlunares.; en último lugar figura ün amy
plio espacio, Iim,itado por dos filetes transversales,
que aparece
relleno de arriba a abajo por las ondulaciones de un grupo de siete
líneas paralelas.También aquí, iunto a las representaciones
ciliares, se ven los puntos grabados tantas veces citados.
Núm. 20.-Fragm,ento central de un hueso, en el que se percibe
de su ornato parte de las cejas,el par de ojos circularespunteados
y las dos franjas acotumbradas.
L,leva este hueso unas ligerísimas
porciones de pintura negra.
Núm 21.-Este otro fragmento contiene sólo parte de un par
de ojos dentados y una franja y parte de otra de las curvadas, tantas veces citadas.
Núm. 22.-Fn este un gran fragmento de ídolo al que falta la
p,arte aita de la o'rnamientación; res,tandosólo los p,aresde zonas
curvadasy el remate consistente un grupo de tres líneas onduen
ladas que se extiende horizontalmente,y tras de ellas un triángulo
apuntado hacia abaio.
Núm. 23.-Este fragmento miuestra la porción final de otro
._131-
[page-n-144]
18
TÓ'RMO
i. ÉAILLEST1ÉR
hueso-ídolo,pudiéndosever una de las zonas curvadas,p'arte de
otra y una línea horizontalondulada.
Núm 24.-Bajo este número figura la parte central de una comel
posición oculada de la que puede apreciarse par de oios inserto
en un rectángulopintado y ligerasporcionesde las cejasy de la primcra de las zonascurvadas.
Núm. 25.-Y dam'ospor último un pequeño fragmento que llezonas y un m,otivo constituído por tres líva dos ,le las repeticlas
aproximadamente.
de
neasconcurrentes izquierrlaa"derecha
da
La enojosa,rcuantonecesariarelación que p,recede, idea de
La Pastora.El común
las.características material oculado de
del
es
aire de familia que le une a su paralelode Alm,izaraque tan manifresto, que nos ahorra razoiarlo, p,uessi no llega a la igualdad,
Las deco,raciones los ídolos
de
alcanza una estrecha senr,ejanza.
y finas.En las que acabamos desde
del SE. son más varias,ricas
y aquíse
es
cribir escasea trazo lineal que en aquéllas 1o corriente
el
le sustituyeen general,como va expuesta,por cintas más o menos
linealesbuscaanchas cuyosbordesse reproducenlos paralelos
en
antropoides,realistasen
representaciones
dos. I-as cejasde estas
los vasosde los Millares y de Almizaraquey en algunoscilindros
de piedra (ñes.2, 3 y 5 a y d), y que se multiplicany se hacenfilicitado, se expre.
formes en los huesoslargos del último despoblado
san en I-a Pastora mediante las mentadascintas con inflextonesseparalelasa los discosoculares,ya vistas en algún ídom,icirculares,
semi
lo de piedra (ñg. 6), o bien en el par cle pequeñossegmentos
Otro tanto sucede
circulares a que hemos aludido al de-scribirlos.
con los grup,osde paralelas,también con la doble inflexión citada.
antes su'
que aparecen
bajo los ojos, cuyo origen se ha especificado
y que suelen reproducirselinealmente,menos en La
ñcientemente
Pastora donde se las substituyedel modo indicado.
la
En lo que suele manifestarse mayo'r riqrteza ornamental de
huesosde Almizaraque, es en lo que hemos estimado motivos
los
más sobrios en los valencianos,que Siret creyó
comp'lementarios,
erróneamentellegabana tal ornamentacióntomándolos de los temas que decorabanlos vasosoculados,donde no los logramos encontrar.
El cuidadosoexamen del material óseo de La Pastora no da
el
base para explica'rse grabadode los huesosmás que de una sola
por Siret para los de
manera es decir sin las distincionesap'untadas
Almizaraque. No se apreciaindicio alguno de labor croquizadora
preparatoriadel pintado cle los huesos.En éstoslos temas p,intados
parece se llevaron directarnente hueso a decorar y la acción co
al
-132-
[page-n-145]
IDOLOS OCU]LA,DOSVAILENICI.ANOS
19
rrosiva de la pintura empleadacav6 en acusadohueco el espacio
que ocupaba,
dejandounos bordesimprecisos, que se haya posin
dido apreciar huella alguna de decoración incisa; obserr'ándose.
en cambio, pequeñoscortesproducidos al alisar o igualar las superficies de los huesos.Lo único que se percibe bien claramenteen argunos ejemplaresson seriesde puntos o de cortas líneas grabadas,
no incisas, sitiosdonde, como en las cejaso en los bordesde los
en
discos oculares,se quisieron representarpelos o pestañas; produciéndosepor corrosión esasrnenudashuellas, hoy bien visibles, en
especiaien los casosen que se p,intaronseriesde p,aralelas
cortas.
pero fuertes,bordeando los recuadrosen que se insertan los pares
de ojos; lo que demuestrala fuerua mordente de la pintura empleada. Esta, revivadapor el procedimientoantedicho,ha solido
dejar huella roja; pero en otros ejemp,lares notan córn,opeque.
se
ños restosde pintura negra, brillante por cierto, que hacen sospechar si se empJearon dos colores.
los
que queda fuera de la serie oculada descrita,muestrg
fJn hueso,
(lám. IV, 26) unas clarashuellasde grabadoen form,ade finas líneas
perpendiculares eje mayor, que dan la sensación estar produal
de
cidas como por dobles hebras que se arrollaron repetida y ap,retadamente.
El modo como suelendescubrirse huesosoculados,
los
con profundás huellas generalmentedesfiguradas borrosaspor los m,ate,
o
riales térreos adheridos, hacen recom,endable,
con una excavación
cuidadosa,el lavado ¡' detenido examen de todo el material óseo
de este tipo o del de las co,nocidas
falanges.
(LA ERETA DEL PEDREGALI(NAVARRÉS)
I
En la amplia hoyada, lecho de una laguna que existieraen el término de Navarrés, cerca de su límite con Bolbaite, y que ha sido
d e s e c a d ad e r i v a n c l o p a r a e l r i e g o l a s f u e n t e s q u e l a a l i m e n t a r a n ,
existió una zona de nivel sufrciente sobre el fondo del lago, par:r
s a l v a r s u s a g u a s h a b i t u a l e s ; y e n e s p e c i a lr e s a l t a b a e n e l l a u n a p e queña extensión de sobre dos hanegadas (unas 16 áreas con 62 cent i á r e a s ) ,r o d e a d a d e l r e s t o d e l a z o n a p o r t o d o s a i r e s m c n o s p o r e l
Norte, que da hoy a un como barranc<-¡
desaguador, antes laguna.
[,a extensión de tal zona se ha ido acrecentando artificialmente por
formación de campos a expensasde lo que fué vaso del lago y siempre dándoles la altura suficiente para hacer posible su riego. Con
lo cual se ha venido a formar una pequeña extensión de huertas
-133-
[page-n-146]
20
I. BALLESTIER TOiRMO
del secanoantedicho,limitada por todos lados por lo
alredeclor
que fué fondo lacustre,hoy denominado
Norte, donde, como dicho queda, corre actualmente desaguaclor. Esta zona de huertasnuevasy lo que fueron terrenosviejcs
En
anejos, es lo que se llama
por más alto, es donde realiza el S. I. P',
de
tr<¡zo tierra, secana
bajo nuestra dirección, las excavacionesa que vamos a referirconocido hace muchos años,
nos. Es un yacimientoarqueológico
habitualmentela hoyada, que ha
cuando aún se encharcaba
incluso
sido de nuevo identificadopor el Agregado del Servicio Sr. Chocom,eli, mediante cnidadoso reconocimiento del terreno y algunas
supara mejor afirmar su juicio. Las exploraciones
cataspracticadas
y
p,revias, campañapreparatorria las dos de excavacioperfrciales
la
Se
m'aterial. ha llegadoen ios
han dado abundante
nes realizadas,
sondeos,hechosa fondo, hastala turba del lecho del lago, entre la
y
que aún hoy discurreel agua; y aunque la excavación los sondeos
aludidos acusanestratosfecundos en contacto con la turba, en la
que se rp,recianalgunosrestoscomo de materiasleñosas,es lo ciervisto hastaahora restosevidentesde pilotes, bases
to que no,hem,os
p,alafíticas, en los cortes de las tierras se apreni
de habitaciones
que no es
ap'reciable,
huellas de cabañas.Una estratifrcación
cian
revuelta, a un3
precisar,va desdela zona sup,erior,
este el iugar tle
y
cle tierra apelmazada, tras ésta siguen otras cuyas tierras se obs'
curecen gradualmentehasta llegar a un estrato fangoso inmediato
a \a turba. Del material descubierto,hasta ahota, podemos dar los
en
detalles: superficialmente, la tierra de secanoy en las
siguientes
inmediatos,que debieron origiporciorresrle los camposde huerta
dos
encoritrándose
nariamenteformar parte de la llamada <
hachas,de las que conocemosunil de tipo argárico,plana, de boca
ya curvada,y una azuelade buen tamaño, todo de cobre, y en las
halláronsepunzonesde seccióncuadradao redonda y
excavaciones
alguna iaminita informe de lo mismo; gran número de puntas de
y
p,equeñas de tipos derivadosdel romflechaen sílex,generalmente
y técnicapoco cuidada,y entre ellas algunasde mejor labra,
boiclal
en
las
de pedúnculoy aletascotn,o conocidas los Millares, otras granláminasy cuchillos en sílex,
y
des lanceoladas de labor imperfecta;
algunos de buen tamaño; hachasmás o menos grandesy algunas
salvo las labradasen piedra gris
muy pequeñasde rocas escogidas,
un
descompuestas;
comafcal,frecuentemente
cle
vercloSa una cantera
piramidal cuadrangulary de perforabello botón de pied,rablanca,
en
ción en V; gran número de espátulas hueso y asta de ciervo, un
punzones de los con artiarpón de lo mismo y abundantes
fuerte
*134-
[page-n-147]
rDolos ocLrl-dDos ,vALENctANoS
2l
culación para emp'uñadura; algunos restos cerámicos,que llegan,
junto con otros de los mentadosm,ateriales,
hasta la turb.a,lisos, a
mano y alguna yez con mamelones otras con pico derramador;
y
restosde animalesdomésticos;algunasfalanges decoracióny los
sin
dos ídolos oculadosqlle vamos a dar a conocer. De restoshumanos
se ha encontrado un solo cráneo, al que no acomp,añaba
ningún
otro resto esquelético.Merece anotarsela .inexistencia alfileres
de
de cabeza acanalada,ni de colgantes ornados con incisiones circu.
lares o en espiral. De los antecedentes estas ruinas, se ocupa
de
p,ufolis¿s¡6r.
Chocomeli en otro lugar de esta
Pasamosa ocuparnosde los ídolos descubiertos la <
en
:
1.o E'l 25 de Agosto de 1944se descub,-rió la capa 4." de uno
en
de los sectores la excavación(el B), a algo más de un rnetro de
de
profundidad,'o sea un p,ocopor debajo del estrato de tierra apelmazada,el bello ídolo oculado que rep,roducimos
con el núm. 1, a
y b, en la lámina V; ejem'plar tan rico que no tiene semBjanteen la
arqueologíap,eninsular.
Las adherencias tierra retenidaspor las
de
incisionesde la ornamentación,
im,pidió que nos diéramoscuentade
su interés hastael lavado de Ia pieza.Sobre la media caña,obtenida
partiendo a lo largo un gran candil de asta de ciervo, al parecer
por la p,artealta, y rota por la base,va extendidala riedespuntada
coración, compuesta de la composición fundamental vista en los
ídolos en huesoslargos, a la que acompaia el rico ornato compleA
mentario que indicaremos. partir del extremo delgado,ligerameny donde se observaun pequeñoresaltetaladradoa modo de
te roto,
en
del
asapara la suspensión ídolo, la decoración,destacada relieve
sobre la superficierebajadadel asta, se desarrolla en e.l siguiente
orden : cuatro bordones lineales,paralelos,con la doble inflexión
semicircular,pero ya no en form,ade ampliascintas, a modo de los
a
ejemplaresde La Pastora,sino semejantes los linealmenterepresentadosde Almizaraque, hacen el papel de grupo de cejas,extenpor círculos
didas sobre un par de ojos lenticularesrepresentados
de bordones con otros espaciosconcéntricosligeramente resaltados y radiados, y, en el centro, pequeños círculos punteados en
hueco, representanlas pupilas; y algo mrásabajo otro par de ojos
iguales,p,erode tamaño ligeramentemayor, por bajo del cual limita el espacioun grupo de tres bordones resaltadosde igual modo
que las cejas,las cualesdesemp,eñan
aquí el papel de los grupos de
paralelaso de zonasvistas antes de ahora en los ídolos a que hici '
mos referencia.Todo el espacioextendido entre los pares de ojos
descritos,está esculpido en series de rom,bos,en relieve. al nivel
de la superficieoriginaria de la pieza y limitados por otros esp,a:- 135 -
[page-n-148]
I. BALLES]iE'R TOTRIYIO
22
rebajados;labor vista ya en Almizaraque
cios igualesalternantes,
(ñg. 8, núms. 3,4,7 y 8), donde Siret creyóque los intervalosen re'
procedíande espacios
corroídos
saltey los en nivel bajo, alternados,
laprecedentes esta especial
de
o no por la pintura, y que supusiera
de alabatro proviniente de Fonel'asy el cilindro
bor el recip,iente
en hueso de Gor (1). Y el resto del asta,separadodel espacioantedicho por un bordón, lo cubren 18 zo'nashorizontales de triángulos con los vértices para abajo; pareciendo,por el pequeño espacio
sobranteen el extremo inferio,rroto del asta,que la ornamentación
no debió pasar de 1a zona mencionada.En las dos reproducciones,
una generaly otra de detalle, que de este ejemplar damos en la lámina V,'se observarála extraordinariaúqueza de su ornato' Toda
pulida, de !o que res
la superñciedecoradaestuvo cuidadosamente
los espaciosplanos resaltadosy en los bortan claras huellas en
alisados,de la media caña.
des posteriores,perfectamente
portugue
cuán generales en las plaquetasgrabadas
Recuérdese
sas la decoraciónen triángulos que ocupa la mayot parte de la srr
perficie de este ídolo; pero casi siempre se da en aquellas piezas
vecespara
hacia arriba y muy escasas
con los triángulos apurt,tados
queda dicho material pétreo en
cuán confrnaclo
abajo; y obsérvese
el so'
ilHi:"l-osto
se
aáo
del presente de 1945, ha descubierto
otro ídolo oculado en el propio despoblado; éste ya a sobre 1,35
metros de la superficie,o sca, sobre el comienzo del estrato de tierra oscura rnuy húmeda, antecedente a la fangosa que precede hoy
a la mezclada con turba, de la que la separan actualmente unos
50 cms. ; zona, la del hallazgo, que incluso en tiempos modernos,
antes de hacerse las recientes derivaciones de las aguas para el riego, con la consiguiente desecación del fondo del lago, debió estar .
sumergida. El tono castaño oscuro de este ejem,plar, que, lo conserva, como la mayor parte de los huesos provinientes de l4 zona
húmeda o de las aguas de esta estación, más manifiesto cuanto
más profundos se hallan, es una confirm'ación de la deducción cstratigráftca. No muestra este nuevo ídolo la riqueza ornamental
que el antes descubierto, pero tiene también, en nuestro caso, uli
extraordinario interés arqueológico. El hueso aprovechado es de
igual ciase que los de La Pastora y Almizaraque, y lleva también
la parte superior. aplanada o alisada, faltándole algo de la base'
como puede verse en el núm. 2 de la lámina V¡ Su ornato, gtabado, no pintado a nuestro parecer, viene a ser el corriente en los
huesos largos ocupados de que hemos ido ocuDándonos, como va(1)
Siret: (L¡'Espagrre kehirstorique),
fig$ 227 y 234
-136-
[page-n-149]
rDol-os ocul-A,Dos vA,LENctANos
23
mos a ver : se inicia la decración,incisa, sin indicación alguna de
ce cejas,por el par de ojos lenticulares,con menudascircunferen,
cias por pupilas, inscritos en sendos recuadros tangentes por los
lados internos; a cuya com,posiciónsiguen las dos conocidas anchas cintas paralelas
con la doble inflexión sem,icircular
mirando
hacia arriba, que completanel tema principal en los ídolos de La
Pastora,y de cuya procedencia
hemos habladoreiteradamente que
y
en el ejemplar antes descrito quedan representadas,
conlo en Almizaraque,en form,a de bordones; terminando la segrlndade las
cintas, por su p,arteinferior, en fila de triángulos apuntados para
abajo. La técnicade grabado de este ejernplar,cuyos trazos incisos
son en su mayór parte limpios y precisos,penetrando lo suñciente
en el hueso,pareceIa de un grabadodirectamentetiazado,más que
conseguidopor el procedimiento del aguafuerte que sospechara
Siret, aunque no podem,os afrrmarlo resueltamente.
El grabadrtr
traz6 con firmeza las líneascurvas y las rectas; pero los bordes de
Ios rectángulos oculares se delinearon con fuertes ondulaciones
y
apretadas, la división central en pequeñostrazos en forma V invertida, pretendiendo'dar así la impresión de las ya observadas
representaciones
ciliares.
Este interesante
ejemplar, tan separadode su comp,añero yade
cimiento, como empárentadocon los de La Pastora,pareceindicar
fa coetaneidad,
cuando nlenos aproximada,de las dos técnicas
tan
que representan,la del pintado y la del grabado en los
distintas
ídolos.
Al redactarcste trabajo no nos hemos propuesto otra finalidad
que Ia bien modesta de dar a conocer estos importantes descubrimientosarqueológicos
valencianos situar los nuevosmateriales
y
en
el amplio marco que com'p.renden diversasseriesde ídolos <¡culas
lados al principio relacionadas.
No obstante,hemos de detenern.s
en algunasobservaciones
con ellos enlazadas.
Interesa hacer ver cóm,o los descubrim,ientos l,a pastora
de
conlirman el carácterde divinidad funeraria, p,rotectorade sepulturas, concrlrrenteen los iconos en huesoslargos,lo que ya parecía
deducir¡edel hallazgode Ios vasos,los cilindrosy las falanges
oculadas en enterramientos
bien comprobados;pero en lo tocanrea
Ios huesosde que nos ocupamosnada había quedado probado hasfa el descubrimientode los de La Pastora,p,ues
sus similaresde AImizaraquedescubriéronse ei fondo de una cabaña.
en
En La Pasto.
ra, como se ha visto, cada paquetede restoshurnanosconteníauno
-r37-
[page-n-150]
24
l. BALLEST/BR TORMO
o varios ídolos, lo que no pudo apreciarse
claramente todos los
en
casosa causadel desordenpr.--,ducido la exhum,ación traslado
y
con
de restoshumanosa segundo
enterramiento;pero lo hacesuponer
así el recuerdode las excavaciones
practicadas la <
telas> (Torres-Vedras,
Portugal), donde, en las sepulturasexploradas, cada montoncito de huesosera anunciadopor la p,resencia
de
un ídolo-cilindro,de los lisos o apenascon decoraciónelemental
.
de paresde líneaso de puntos,que eran los que allí se daban(1); e
igual debió acontecer,
creemos,en la cueva alcoyana.Los ejempla.
res de la <
del
sitio del hallazgo,sino que procederíanseguramente las destruíde
das habitaciones
del poblado.
La cuestiónrelativa al origen de este tipo de ídolos ha producido interesantebibliografia, con conclusiones
generralmente
tendentes a creerlesde procedencia
oriental mediterránea.
Ya Dechelette (2) los relacionó con la diosa fem,enina
guardiirn
de sepulturas,c:onocida la G'reciaremota, con una faciescaracen
terística lo premicénico(vasosde la segunda
en
ciudad de Hisar,
lik y placasamorgianas mármol). Tipos con ellas emparentados
de
se ven, decía, desde las costasdel A,sia Menor y del Archipiélago,
a las IslesBritánicas, lo largo de las costas la PenínulaIbérica
a
de
y por las Galias,siguiendouna remota vía comercial,que estimó
jalonada de hallazgossemejantes;y así, como consecuencia tal
de
justificación ciertos paralelosde material; hacamino, veía la
de
biendo hecho la obsqrvación que el ídolo egeo era mrás
de
esporá(3)
I.'rankowski rechadico cuantornásse alejabadel Mediterráneo.
z6 esasupuesta
amplia irradiacióndel ídolo femeninoprotector de
que estimócreación
sepulturas,
eruditaque vino a apropiarse,
decía,
todaslas representaciones
antropomorfas
restosde los ritos funerarios prehistóricos; negó el carácterde diosas dado por I)echelette
que
y
figuraclas invocaba, estimómás que
a muchasrepresentaciones
p'arangón;
la
sospechosa feminidadde otrascon las quc estableciera
(4); todo lo
que parecióacompañarle
Virgilio Correia
opinión en
a
de
la
cual no fué obstáculo que persistiera creencia que los ídolos
ibéricos procedieran de influencias mediterráneasorientales, que
hoy por otros autambiénadmitieraAberg (5); opinión sustentada
por Gordon Childe (6), quien,
tores modernos,muy especialmente
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
V. Co(reia:
-138-
[page-n-151]
IDOLOS OC'ULADOS VA,LENC'IANQS
,i
de
si no a la diosa p,rotectora sepulturasvista por Dechelette,hace
de
referencias
múltiples a las representaciones divinidadesfemeninas
del
de ojos de lechuza,corno las esquemáticas Egeo, las pintarlasen
'Iroya;
y
señalanfalangesdel SE, hisp,:rno la tallada en p,iedrade
que
do como paralelosde los Millares con el Oriente m,editerráne'o,
impulso a tal cultura, entre otros, las formas de los
supone dió
vasosvistos en el Minóico Primitivo de Creta, las figuritas de piey
las
a
dra semejantes las cicládicas anatólicas, mediaslunas de barro como en Anatolia, el botón de Almizaraque también como el de
como en el Minóico citado, y las alu'
ésta,las cuentassegmentadas
a
asimism,o la prcdidas figuras de cara de lechuza pertenecientes
jarras funepia diosa que los sumeriospintaban en las asasde las
a
orientalesllegadas nuesrarias. Que entre las múltiples influencias
las
tras costas,vinieran tamb,ién de estostipos de ídolos con ojos de
.lechuza,no parececiertamenteinfundado.
Ya Siret había hecho constar (1) las analogíasexistentesentre
los motivos decorativosde los ídolos grabadosy pintados y los de
los vasos pintados chip'riotasdel II." período cerám,ico,con Creta y con algunosvasosde Susa.
ocuPa,rece
conftrmar estoscriterios el hecho de que los iconos,
y en falanges,
todos menos una de éstas(La
Iadosén huesoslargos
Pastora,
y
en
son descubiertas tierras
ios Castellones
C
la ornamentaciónde tal tipo de ídolos, rica en Esp'aña,fuera dis'
minyendo en ornato a medida que se apartabade dicho mar; .le
modo tal, que en los ejemplaresde cilindros extremeñosse reclu-
"' ;i' ;":"H;'-'#'ii J;lJi.'"T,:' í.rIosocra "n L, p,,.
ie o u dos
del Pedregal>, sea en el Reino de Valencia,
o
tora y en la <
que signifiquen
y
valencianas esperarnuevos hallazgos
semejantes,
aportacionesal estudio de estos materiales.
aún más eñcaces
(1)
(2)
(Questions de chronologie iberiqtres>, pá9,. 37, lám. V.
(Ibid.), pá9. 87.
-139-
[page-n-152]
26
I. BA,LLES'IIER TORMO
A P E N IC E
D
I N F O R M E S O B R E L O S H U E S O SP I N T A D O S O C U L A D O S
D E L A ( C O V A D E L A P A S T O R A TD E A L C O Y
pintadosprocedentes la cuede
los
Examinados restosde huesos
va de
de
paso a exponerlo en
confiárseme,
sificaciónse tuvo la deferertcia'de
Ia siguienteforma :
1.o Entraña para el que suscribegran diñcultad una determinapor el estadode mutilaciónde los mis'
ción exactade taleshuesos,
por completo en ocasio'
mos, a los que faltan las partes extrem,as
defory en las que subsisten hallan las apófisisy cavidades
se
nes,
por la acción del tiempo.
o
madas,bien intencionadamente
de
a
2.o Son huesoslargos.pertenecientes las extrem'idades anióvidos y cápridos;sin que
del
malesdomésticos tipo de los actuales
la talta de detalles nos permita una diferenciacifn clara de la especie.
de
3.' Pueden por tanto ser huesosprocedentes formas domésde
relació¡ con las ancestrales nuestros
en
ticaso salvaies, estrecha
y cápridos,que según Adarrretzson el or:isvignei y la caf>ra
ór'idos
prisca.
en
4.o Intentando aproximarnos una posible definición de la
que predominanlas
de
clasede huesos que se trata,creemos
(números 10, 18, 19,2L refiriéndonosa las láminas del trabajo del
señor Ballester),ya que se aprecia el cóndilo externo abultado,
e
tal. y como correspond a \a fusión de la cabezadel peroné en
en
estasespecies, las que el cuerpo de este hueso y su extremidad
y
distal permaneceseparada formrael maleolo externo (hueso mao
que fué desprendidointencionadamente por la acci$n del
leolar)
con el número 9 (v. las
el señalado
restantes,
tiempo. De los huesos
láminas),pareceun
quizás por
el
observacomo si hubiera sido desprendido
la tendenciamaniftestade unilormar los huesoscon un fin deterpromiminado, por lo que fácilrnentefué desprendidala exagerada
(olécranon)), que siendo un animal joven
lo
nencia formada por su
(así lo parece por el tamaño) provocó el desprendimientodel cúbito en la parte de su cuerpo,de lo cual quedanhuellasen la cara
. correspondiente
del
pueden ser
Los restanteshuesos,más troceadosy desfigurados,
-140-
[page-n-153]
vi
'l
IboLóS óe'u,l*nós VA,LEN,ó,IANOS,
21
de
como <
y
con
restos, ya que desgraciadamente apareceniñguno."on *t extreno
midad proximal o distal completa, que nos permitiría afr.anzar
el
dictamen.
Es cuanto puede inform.arse,
con las reservas
antedichas.
"{
1
. {
'* ,
JUAN TERRADEZ RODRIGUEZ
De la fnspección Veterinaria Nacional.
-t4l
$',
-
{
{
[page-n-154]
[page-n-155]
BALLESTERrldolosoculados
valenclanosr.
Idsloo rie ls
LAMINA I.
'la lPasto¡a¡
(Dibujos de V, Pascual)
[page-n-156]
iT\
.
BALLESTER-
ldolos
de la rCdva
LAM¡NA II.
de ila pa,stora¡
{Di,bu,joa de V. pascual
y toto Adell)
[page-n-157]
BALLESTER- ¡Idolosoculadosvalencianos,r.
LAMINA III.
Idolos de la c,Cdva de la Pasto¡al
¡Dibujos de V. P¡scual y fotos Adell)
[page-n-158]
BALLESTER <,Idolos
oculados
vatencianos¡r.
LAMINA IV.
W21
W
27
I d o l o s J e l ¿ < C d v a d e . l a p a s r r o r a > (N
a 25J ,y fiueso grabado de la m:sma r?6)
Entrada a la cueva
(?7)
(Dibuios de V. Fascual y fotos Aclell)
[page-n-159]
BALLESTER
valenclanosr.
LAMINA V.
ldolo, en asta esculpida y otro en hueso gtabado (1 y Z)
(Navarrés)
(Fotos Adell)
[page-n-160]
DR. VICTOR LEBZELTER
Drnecron gue ruÉ op l¡. srcc¡ó¡l .cwrnopo¡-ócrcr
onL Musro NAcToNALe H¡s¡onr¡ Nrrun¡l
o
oe V¡e¡¡¡
Sobre algunoscráneoseneollticos
del este de España (a)
del
- Graciasa la amablerecomendación Profesor Dr. Pericot García pude estudiar el año 1931,en Alcoy, algunoscráneoseneolíticos
que se hallanen colecciones
particulares.
La com,arca
montañosa alrededor cie Alcoy estab,a
dens¿rmente
pobladaen las épocasprehistóricas.
Mientras poseemos
numerosas
(la más famosaes la de la
estaciones altura de la época ibérica
de
Serreta),para las épocas anteriores,tenemos entre otros los yacimientos en cuevascomo la Cóaa de la .Sarsa, Bocairente,y la del
en
Monte de lq Barsellu,enTarremanzanas.
Entre los hallazgosde las
estaciones
aludidas figuran los diversoscráneoscuyo estudio pasamos a hacer. (1).
(a) Cuando hace años preparáhamos la publicación del presente Anuafio,
nos envió el Dr Lebzelüer esüe trabaJs para su inserción. Et ilusüre antropótrogo,
Director que fué de ld cofrespondiente Sección del Museo Nacional de Hi;storia
Natural de Viena, ha fallecido antes de que pudiera aquél publicarse. La Dirección del S. f. P., aJ.hacerlo ahora, quiere darle el aráctey de hornrenaJe a la memoria del sabio rnuerto.
(1) F. PONSELL. (La Cova de Ia Sa¡sa, (Bocairente)), Arch. de plehirstoda
r,evantina, fi 1928.-J. BELDA DOMINGUEZ. (Excañaciones en el Monte de la
Barsella, terrnrino do Torremanzanas). Memorias de la Junüa Superior de Exca.
vaciones y Antigüedades. N.o 2 de 1928, n-o 1 de 1930,
-143-
[page-n-161]
I
DR. VIrClóR ITEBZBLTER
A) cRANEosENEoLlTIcos DEL r.MoNTEDE LA BARSELLA,(
El permisopara investigarestos restos lo debo al Sr. Párroco
'forremanzanas.
Belda Domínguez, de
En su primera Menroria,
y
Belda dió algunasdescripciones medidas de los cráneoshallados
hasta entoncesdebidasal Dr. Fernando Boscáy buenasfotografías
de cuatro de los cráneos. aquí la clescripción los mismos.
He
de
N." 1. Pesadocráneomasculino adulto, de contorno elíptico
corto, visto posteriormentetiene forma de casa. Las apófisis mastoideasson pequeñas, cráneodescansa
el
sobre los cóndilos, la frente bastantehuida muestra arcos superciliares
bajos, del tipo 2. I-a
Fossa coronoidea es baja, la ¡atna de la mandíbula inferior muy
ancha.
Mesocranio, hipsicrariio, acrocranio, megasemo,mesoprosopo,
meseno,
hipsiconco,
mesorrino,braquiuránico,
leptostafrlino.
N." 2. Bóveda craneana
femenina,deteriorada,de paredesmuy
delgadas, gran capacidad.
Mesocranio.
de
N." 3. Bóvedacraneana
m,asculina contorno elíptico, de gran
de
capacidad,
frentebaja y huída. Mesocranio.
N." 4. Cráneo probablementefemenino con batrocefaliamoderada, contorno elíptico, la raíz y la crestade la nariz son muy altas,
las órbitas son muy pequeñasy redondas,las apófisismastoideas
son bajas,los dientespequeños.
Braquicranio, ortocranio, tapeinocranio,microsemo,lepteno,
hipbiconco,leptorrino, meSuranlco,
leptostafilino.
pesado,grande, de un hombre de unos 50 años
N.' 5. Cráneo
con fuertes apófisismastoideas órbitas bajas y salientes.Bastante
v
prognatismo.
Dolicocranio, oriocranio, acrocranio,megasemo,
lepteno, mesoconco, leptorrino, dolicouránico,leptostafrlino.
N.' 6. Pequeño cráneo femenino de contorno oval, de forma
abombadavisto por detrás. Apóñsis mastoideas
muy pequeñas,región glabelarabultadaligeramente,
Mesocranio,
menariz estrecha.
sosemo.
N.' 7. Cráneo masculinogrande, del mismo tipo que el nú,mero 5. Orbitas más rectangulares. cráneoes ligeramente
El
asimétritapeinocranio,
co. Mesocranio,
camecranio,
mesosem'o,
eurieno,calino.
meconco,camerrino, braquiuránico,leptostafi
probablemente
N." 8. Bóveda craneana,
femenina, elíptica corpor detrás,apéndicenasal del hueso de la
ta, de forma abom,bada
-144-
[page-n-162]
,CR;ANEÓS,EN\EoLITI.cos ESTEDE ESPAÑA
SOBRE
ALGUNOS
DEL
a
frente muy ancho, circunferencia 530 rii,m., índice lb'ngitud,anchu-:
ra 73,20(194-I4i2).
N.o 9, Cráneo femenino peQueñocon pequeñasórbitas redondas, ligera fosa prenasal, braquicranio (82,94, LT}-L4L), mesoseino
(68'(D).Este cráneo perteneceá otro tipo.que los cráneosanteriorm,entedescritos.Se parece m,uchoa dos iránéos de'Ib'iza, que se hallan en nuestro Museo. Estos óráneos
son de iraredés
delgádas,
lisos,
-asícom,obajos en la estructurade cráneoy cara.La
frente forma un
ángulo ba-stante
agudo con la curva superior del cráneo. Parece que
se trata en estecasotle un antiguo tipo de la población españerla.
En
estapieza desgraciadamente
sólo se pudieron tomar pocasrnedidas.
N." 10. Gran bóveda craneanamásculinade tipo ibero-mediterráneo. Huesos del bregma, frente bastantehuída.
Mesocranio,ortocranio, m.etrio,cranio,
mesosemo.
B. CRANEO
ENEOLITICO REBOLCAT.
DEt
El Rebolcat está a unos dos kilómetros de Alcoy. Agrad,ezco
a
D. Camilo Visedo, tle Alcoy, la oportunidad de describir la pieza
siguiente.
Pequeña bóveda craneana femenina, de tipo mediterráñeo,las
apófisismastoideas
son pequeñas.
Lorrgitud máxima...... ... 180
Cuerda parietal. ... ... ...
Ancho m,áximo..
136
Arco parietal ... ... ... ...
Ancho biauricular.
109
Cuerda occipital superior.
Ancho asterial...
106
Arco occipital superior...
Indice long-anch
/5,50
114
128
68
Vl
Indice de la curvatura del parietal
89,06
Indice de la curvatura occipital superior... gS,7T
c.. BÓVEDACRANEANADE ..LA COVADE LA SARSA..(BoCAIRENTE)
La piezadescrita encuentraen'el Museo de prehistoria de vase
lencia.Bóvedacraneana un hombre viejo, dé contorno o'al alarde
gado. Arcos superciliares
del tipo II con profunda fosa supraglabelar. En la mandíbula superior faltan todos los dientes, los alveolos
están reabsorbidos.'[,as
órbitas son rectangulares,
talti la fosa cani,
na. Se pudieron tomar lry siguientes
medidas:
-l4io*
[page-n-163]
LÉBZELTÉ1K
DR. VICTOTR
Longitud máxima.. ... ... 178
Anchura m'ínima de la
95
frente.. .
115
Cuerda frontal..
A r c o f r o n t a l . .. . . . . . . . . . . . 130
Anchura biorbital exterior 107
Anchura biorbital interior. 96
A n c h u r ai n t e r o r b i t a l . . . ' . '
Altura orbital...
Anchura orbital.
Altura nasal..
Indice de concavidaddel
frontal...
Indice orbital
23
31
40
52
88,46
77,5,0
E,l cráneopertenecea un tipo dolicoide con cara baia, órbitas bajas y nariz ancha.
CONCLUSIONES
de
de
descritos, Ia comarcamontañosa Alcoy, perLos cráneos
distintostipos. Naturalmentepredominan las conocidas
tenecen
a
y
al
formas mediterráneas semejantes Cromagnon. Especial interés
En 1926,K'
sin
mrerecen, embargo, los dos cráneosbraquicráneos.
Saller (1) ha reunido los ejemplaresbraquicéfalosconocidos hasta
entoncesdel eneolítico de la Penínsulaibérica. En las publicacioque describenlos hallazgosen Paladesdeentonces,
nes aparecidas
zuelos,Valldigna, Barrancode les Foyetes,Córdoba y Navilazatza,
ninguna descripciónde cráneosbraquicráneos.
no co,ntienen
Reproduzcoalgunasde las medidasmás importantes de los crásegúnK. Saller :
neos braquicráneos,
Ind. L. Anch.
Mugem I... ... ...
El Argar 13 ... ...
EI Argar 38 ... ...
El Argar 44 ... ...
6
Solsona ... ... ...
1...
Ciempozuelos
El Argar 67 ... ...
82,6
82,6
81,8
81,8
83,8
83,3
81,6
4.
Torrernanzanas
82,46
Ind. L. Alt.
lno. u. u.
89,2
93,1
75,0
80,8
73,3
,,:
Ind. Nas.
47,8
48,9
48,0
86,9
73,0
77,7
70,76
Ind. Orb.
55,26
47,9
9r,67
44,0
(1) K, SAIITER. (Die Rassen der jüngeren süeinzeit in Mittelmeerlándern>'
Buülleti de l'Associa,ció Catalana d'Antropología, Etnología" i PrehistÓria, volumen IV, Barcelona 1926
-146-
[page-n-164]
SOBRE ALGUNOS ,CR,AñEOS,ENEOLITI,COS
b,EL ESTE DE ESPAñA
Saller,l. c., pág.29,quiso relacionarlos b¡aquicéfalos la Pen-r
de
ínsula Ibérica con los braquicéfaios ancha caray ancha nariz del
de
neolítico del Danubio. ciertamente deja el problema sin resolver y
de las cifras que de él hemos reproducido no se desprende
realmente nada en favor de que la raza braquicéfaladel eneolítico ibérico
f,uese cara baja y nariz ancha. El cráneo de cara alargadade Tode
podría. conraz6n ser calificado de dinárico. Elementos
rremanzanas,
racialesemparentados
con los dinarios han llevado en todo caso,
la
cultura del vaso campaniformehacia la Europa central y occidental. Se relacionanbien, por su parte, con formas dináricas del Asia
Menor y norteafricanas.Así se podría incluir a los braquicéfalos
eneolíticosde Iberia, por lo menos en parte, en el círculo dinárico.
Su participación en la población de la Penínsulapirenaica fué sin
duda mucho mayor, cuando la gente del vaso campaniformeocupaba todavíala Meseta.La emigiación de los dinarios'd"l u"ro,
"r-paniforme, de España,fué motivada según mri opinión, por la sequía que se inició con el comienzo de la Edad del Bronce, que creó
condicionesdesérticas la mesetaespañola,m,ientras emigran,
en
los
tes del vaso campaniformepudieron establecerse la región pünen
tanosade la Europa central, antes casi inhabitable,como en la comarcadel March o del Oder.
-
147^-
[page-n-165]
bR. VIE'IÓR I]EBZELTEI.
Lorgituil
márimo
márimo
A¡oho
A¡oho
frento . f¡ente
mí¡imo mó¡imo
134
125
A¡oho
177
182
'
Nasion
Ancho I Naeion
¡stsrial
I laobda
ba¡ion
IUU
l+4
r4l
110
106 | 174
tn
94
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139
93
110
14+
94
119
,n
90
1
160
Cueril¡
Aroo
f¡ontaI
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Cuord¡
170
Aroo
pariotal pariotal
Cuerda
A¡oo
I co""a"Aroo
rompo- tsD,po.
I
ipital occipital I
rar.
I suDe¡lor
121
I
117
107
128
4
94
ltt
130
-..-._
124
118
104
r29
91
1 1 1 124
127
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I Altura
|
l r 2 0 l 1 0 6 l6 2 | e a
114?l -
1 3 3 1- l
| 63 | 36
6414r
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| -
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J332
nchur&l LonS'
rigo- lmaril
100 | 52
901 50
[page-n-166]
SOBRB,ALGUNOS .C,RANEOS,ENEOLITICOS
DEL ES?E DE ESPAÑA
Naeion
lndioe
troncvgr¡ol
fronto-
Inrlioo
long itud
altu¡a
*
)(
t00
¡niÍire
73,1
124
ench m&l . ,.
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I lnoroe
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x 100
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Blrim¡
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93,zgi77,61
,w
t37
79,82
82,46 77,05
76,23
79,l+l 87,77
77,69 tt^tt
76,92 78,95
48, 8e,84
ll
JO
38
90
e8,2rl
89,521
86,58
8+,261
93,58i 35
8 9 , 5 2 ;9 0 , 7 1
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.,
I ln6¡oo
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voolar I Palad'
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7
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x100lxr00
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¡ño I
"niEñ"
[page-n-167]
[page-n-168]
JOSE ALCACERGRAU
Trabajosdel Servlciodc Investlgaclón
Prehlstórica
de
argár¡cas la lRegión
bos estaciones
Levantina
I
(TERESA)
.PEÑA DE LA NUNÑR'>
pEscRIpcIó.r¡
En el pasado verano de 1945 iniciamos la excavaciín de un pequeño poblado situado en el térm'ino de Teresa, en sus límites con
el de Begís,en las proxinridadesde
El yacimiento se encuentraen Io alto de un cerro con la típice
y
de
característica una vertiente escarpada la otra más suave. Con'
fluyen a los p,iesde este cerro los barranco,sde la Gambalía y Taján, que al unirse dan origen al barrancodel Berro, que desemboca
en el Palanciacercade Teresa.
La estación form,a :una replaza alargada de 40 m. de longitud
por unos 15 m. de anchura (fig. 1.").La vertiente escarpada
r:eca'
(lám. 1.' A), y la veryente al SE. es un tajo de altura considerable
fácil, estádefendidap,or unas murallas de pietiente NO. de acceso
dra en seco, muy destruídas,resto de las cualesson la gran cantique se ven por toda la ladera.
dad de piedrascaídas
Atraviesan la replaza crnco hileras de piedras que apenasaflorari. Durante la excavaciónhemos o.OtO" cornprobar que el luelo
[page-n-169]
tt
l
g
JosE ALoAC]ERGRAU
natural, inclinado hacia el NO. fué limitado p,or url muro de contención, nivelándose la superficie con piedras de pequeño tamraño,
encima de los cuales se puso la tierra que form'ó el suelo habitabre.
Hasta el presentese ha excavado'laextensióncomprendidaentre la primera )¡ tercera alineación.Hay descubigrtas
dos paredes
:
Ia que limita los dep'artantcntos y 2.o,que está formadapor granl.o
T.s<¡,.tt...'
ii v¡¡o¡
¡]r
Figuna l L(Peña
.
x¡¿h¡-
de la 'D,ueñ¡r
.(Tereea).--.C¡sqq¡sde l¿ meset¿ y corte por A-B .
des piedras alargadas,
que miden alrededor de 0,S0m. de largo por
puestasuna a continuaciónde otra; y la que.se.
0,30 m. de ancho,,
para los departamentos1." y 3." que mide rnás dé un m,etro de espesor, presentando
cara por las dos'partes.
-t62-
il
t
j
[page-n-170]
rEN L,A REGI,O.N LEVAINTINA
D'OS ESTA,CIONES .ARG,,ARICAS
HALLAZGOS
a) Sepulturas.-Se han hallado tres sepulturasde inhumación
en el dep'artamento
1.". Una de ellas de niño, en la que sólo quedaba el cráneo y un pequeño fragmento de hueso largo. Los otros
dos esqueletos
estabanencogidos,descans.ando
sobre el suelo arcilloso. Una uniformecapade piedrasde regulartamañoparecía
proteger uno de los enterramientos.En las proximidades del cráneo
de ambos esqueletos
había restosde vasijasp,equeñas, pasta nede
grazca; al pie de uno de ellos ap,arecióun molino de mano. En
distintos lugare,s la excavación
de
salieron re,stos vasijascon made
sas de cenizay algún pequeño fragmento de hueso, sin poder precisar si se trataba de urnas.
b) Objeto de adorno.-Tres'cuentasde collar discoidales,de
color blanco, en el departamento1."
c) Objetos de piedra._Un hacha de fibrolita, rota por la pa,r(fr1.2."). Am'basse encontrate superior, y.una lascacon r.etoques
ron en el centro de una pared que separalos departam,entos y
1."
3.", junto con restoscerámicos.Un cuchillito (fig. 2.") y tres Iascas
juntas en el deparsin retoque en el departamento1.oy cinco lascas
tamento 3.". Cinco molinos de mano, naviform'es,
cuyas medidas
oscilanalrededorde 30x15 cms. Dos molederasovaladasprofunpor la acción del fuego, que m,iden 18x 12 y
damente agrietadas
x l0 cms.
13
rFig'u¡a 2.4-(Peña
de la Dueña> (Teresa).-Lasca
,v cu,chillito, de sílex,
y fragtnentos
de hacúra, de fibro,lita
(Dib,ujosJordá)
-153-
[page-n-171]
"--
4
GRA,U
JOSEALCÍACER
a
d) Cerámica.-Dos crisoles,piezas semejantes las conocidas
de
(ñg.3.').Ambos, de p,aredes
estánrotos por la parte
muy gruesas,
borde adornado con incisionesy a media altura
central. Tienen el
presentanuna hendidura estrechay profunda en la que se insertaría un m'angopara poder accionar el crisol, facilitando su utilizaalgunasconcre'
ción. Su capacidades muy pequeña,conservándose
recipientes.Salieron en los
de cobre en el interior de am,bos
ciones
1.o
departamentos y 2.o
{Figura 3.a*epeña de !¡ Dueñ¡r (Tcreeu).*Fhagmento de un crisol
{Dübrrio Jordá)
Entre los restos de vasijaspodemos señalardos tipos : cerámica con cordonesy cerámlcalisa. La primera correspondea piezas
de gran tamaíro, de gruesasparedes,hechasa máno, de material
p'oco escogido, con la caracteristicamica. 'Su colo'ración es negra
coc'
por el interior y rojiza o terrosapor el exterior. La imp,erfecta
y
ción hace que tenga poca consistencia se desmenuceapenastocarla, por esfa raz6n muchos fragm,entosno p'ueden unirse. Los
cordonesson cintas de :rnchuravariable, presentandounas incisiones hechascon instrumerrtocortante, con punzín y huellas digitales, form,andodistintos ondulados.
Pertenecea este tipo un gran vaso cuyo diámetro de boca m,ide
0,40 m' y altura indeterminadapo,r faltarle toda la base. El borde
presentaun ondulado corl huellas digitales. Un cordón que rodea
la vasija a 9 cms. de la boca, presentaunas pequeñasconcavidades
que parecenhechasa presión con un p,unz6nde boca ancha (figura 4.", A). De este cordón nacen tres mamelones.Este vaso se encontró en el departamento3.'; estababoca abajo, Ileno de cenizas,
de
entre las que se halló un pequeño fragnr,ento hueso (lám. I' B).
de
Hay muchos fragm'entos un gran vaso, que no se p'uedere'
construir, cuyos cordonestienen incisionesp'oco profundas hechas
con instrumento cortante. Sobre un cordón horizontal se apoyan
-154-
F-
[page-n-172]
D,OS ESTAICIION'ESA,RGARICAS BN I-A ]RIEGIOINLEVANTINA
Figura 4,a-(Peña
de la Dueña>
(Tere,sa).-Fragmentos
B, .del vaso núm. 2
-r55-
cerámicos.-A,
de,l vaso ,núm. I ;
(Dribujosjordá)
[page-n-173]
6
JOSE ALCiAOER G'R'ArU
otros varios formando semicírculos
concéntricos(ñg. 5."). Se halló
en el departamento1.o,cerca de los enterramientos.
En otro gran vaso los corciones
son m1ás
estrechcsy las incisionesmás toscas
hechas
con una arista.Los cordones,
formandoarco,
parte superiorde las asas,de cuales
p,enden
unen la
las
tresrpequc
que se imitó el cosido de los
ños cordones,dando la sensación
odres (fig. 4.', B).
Además, hay otros fragmentoscuyos cordones presentanalgu(incisiones
nas diferencias esenciales
no
oblicuaso más abiertas).
Entre la cerámicalisa, cuya tabla de form,asse incluye (fig. 6."),
hemos de destacaruna vasija de pasta negra, con superficie esp,atulada, que mide 20 cms. de altura por 17 de diámetro de,boca, la
cual presentala particularidadde tener un asapequeñay en la p,arte opuestaun mango de 1,8 cms. de longitud con la extrernidadterminada por un aplastamiento naayordiámetro (lám. I, C). Ilsta
de
particularidad no la hemos encontrado repetida en ninguno de los
vasos que conocemosde otros yacimlientosy hace p,ensarsi este
mango tendría por objeto facilitar el paso de un ojal de la cirerda,
cuyo extremo iría atado al asa. Del resto de cerámicapodemos separticularidades L,os perfiles1 al 7 son de pieñalar las siguientes
:
zas muy espatuladas, bordes lisos y finos de color negruzcoi el
de
poco profundas,he8 y 9 son rojizos,con los b,ordes
con incisiones
punzín de punta roma; el 10 es de un pechassin cuidadocon un
queño vasito también rojizo; p,resenta incisionesdel borde muy
las
oblicuasy profÍrndashacia la parte exterior, formando un dentado;
a
el 11 tiene un pequeñomango semejante la vasijacitada al prina
cipio, lo que hacepensarsi correspondería otro vaso del mismo
pequeñovasito de perñl típicatipo del de la figura:' el 12 es de un
mente argárico; el 13 tiene un pequeñomamelón cilíndrico, y el
14 debe ser de un p,uchero
CONCLUSIóN
La mezcla de la cerámica de cordones con la espatulada es una
prueba de la convivencia de las culturas de las cuevas y de Almería o
c o m o a c t u a l m e n t e s e d e n o m i n a n h i s p a n o - m a u r i t a n ae i b e r o - s a h a r i a na, conlo ya se había comprobado en otros yacim'ientos cercanos
del Bajo Aragón, en esteciones catalanas como
d
Salamó, <
l'Institut d'Estudis Cata!áns, 1915-20,p¿Lg.477.
156-
[page-n-174]
bOS EST.A,CIÓNES
ARC,AjRICAS
ErÑ L,A RECI.ON LEV,Á,}iTI¡]Á
-f--
1
Sitges (2) y en valencianas com,o la del
Palop (Mogente) (3).
Tanto una lcom,o otra cerámica no pueden limitarse a un momento determinado, F,u€s perduran desde el eneolítico (
l_
f
ts
!
F
I
¡
L
i-
f-
Figura S.a-
oerámico del vaso n.úm. 3
(D,ibujo Jordá)
L
(2) Serra Ráfols: (La cova de Sant Lloréng). Anuari de I'Institul
Cataláns, l92L-26, pág. 51.
(3) Maüerial inédiio en el Mrxeo de prehistorla de Va,lencta.
- l o / -
o'Estudis
[page-n-175]
GR'du
JosE ALclArcBR
8
hastael ibérico. Así en San Miguel de Liria encontramos
la Sarsa>)
del
en una de las estribaciones cerro, restosde una necrópolisen la
que se halló una urna con cordonesen relieve e impresionesdigi-
\
\
;w f.
\
\
.::EBgí
(
(
.¡sÉ4.
1
Fi,sur¿ 6.a-qpsña
de ila Dueña> (Teresa)--Tabfa
de fotmas oenámicas
iDibuio AlcÁcer)
tales, que podría ser una perduración en época ibérica de una cultura anterior.
A pesar de que la cerámica no creemos nos pueda datar la estación y aunque hasta el momento no hayan salido obietos de m'etal,
la presencia de los crisoles nos señalan un período de los metales
que puede ser de rrlotrr€oto avanzado por su semejanza con lo's cri'
soles de
-168-
[page-n-176]
.D,ÓS.EST\A.CIIÓN]ES
,{RÓARICLASEN ILA R)EC,IÓN LEIVA,NTINA
9
Mientras nuevos hallazgosno nos p'roporcionenm,ásdetalles o
piezas características, cro,nología
la
del yacim,ientode
y,
no
nuestro concep,to,
consideramosIa estación como pertenecientea
un Bronce avanzado.
II
Habiendo llegadoa conocim,iento la Dirección del S. I. P. de
de
Valencia la noticia de algunos hallazgosprehistóricos hechos por
afrcionados los alrededores Villar del Arzobispo, y deseando
en
de
para tomrarmedidasde protener conocirnientode su im,portancia
tección, si tales des'cubrinrientos
tuvieran interés, dispuso que se
por aquellos lugares.
hiciera una visita de p'rospección
Acompañados por el capataz'reconstructor Museo de Predel
hsitoria de Valencia, Sr. Iispí, fuirnos al pueblo de Losa del Obispó, pertenecienteal distrito del Villar (1). La información popular nos indicó varios lugares donde ap'arecieron
restos prehistóricos, que a su tiempo serán exploradosdebidamente,entre los cuales se consideró como más interesantela estaciónque encabezala
p,resente
nota, cuya visita se dispuso.
La Atalayuela, nombre miuy ap,ropiado, un elevado pico que
es
desde el pueblo se destacasobre el horizonte dominando las alturas cercanas,
separado'deuna de ellas por un estrechocollado que
sirve para dar paso a un camino que une las dos vertientes y que
debió ser una vía antigua que comrunicaría Villar con los pueblos
el
de la ribera del Turia. En el trozo comp,rendidoentre la aétual carretera de Casinos a Losa y La ,Artalayuela,
atraviesa este camino
un lugar donde aparececerámicaibérica. En las inmediaciones
del
collado hay imp'resas las rocas profundas huellas de carrileras,
en
notándoseque, mientras unas siguen la dirección dominante, otras
se desvíanhacia La Atalayuela, desapareciendo
toda huella en las
inrnediaciones los camposcultivados.
de
La posición estratégicadel yacimiento es la ca'racterística en
:
Ia cúspide una pequeña replaza redondeadabastanteinclinada ha(1) Homos de tra¿rer constarr la buona acogida dispensada por las auüoridapo,r los Sres. Alcald.e D. Luis Cava y Secreta,rio don
des del pueblq especiialJn.enüe
Vicenüe Arizntendi, que se excedieron en atenciones, faciliüándonos en gran
manera la labor encomendada
-159-
[page-n-177]
r:-
10
,
JOSEALOACERG,RAÜ
de
cia el NO., limitada por un escarpado poca altura, pero lo'sup,or la parte opuestahaficiente para su fácil defensa,descendiendo
cia el collado por una pendientem,uypronunciada (fr,g,7.").
N
ril
I
Figura
7.a-
,Atalayuela)
(rlosa de,l Obúspo).rQ's,quris
d,el yacimiento
y coirte dlel terreno
(Di'bujos Alcácer)
Unos hoyos y montones de tierrraremovida denunciabanla aclos
tividad de unos rebuscadores, cualesguiadosp,or algunasp,iedras
que sobresalían,una de las cuales, que estuvo colocada verticalmente a modo de estela,vimo'sarrancada,practicaronhoyos en los
distintos sitios que les pareceríanmás adecuadospara sus a,fanes.
La simple inspeccióndió motivo para recoger diversos objetos:
cerámica,sílex, percutores,etc., mateiial que dejaron abandonado
por no conocersu interés.I-os muchos fragmentosde huesosy restos de carbón mezcladosen aquellastierras removidas,parecíanin-160-
[page-n-178]
D,OS ESTr{CtlONiES
A,RG;ArRIC]AS rLA RTEG,ION
E,N
LEVANTTNA
11
dicar que se habían desiroaado ,unas sepulturas. Realizada una
pequeña cata, que alcanzí la profundidad de 50 cms., bajo de los
Iugares ya cavados,dió por resultado hallar una alabarda que luego se detalla. Con anterioridad a nuestra exploración, encontró
D. Vicente L,latas, en el mismo sitio, un fragmento de mandíbula
humana y parte de una pieza cerámica semtrrada de pequcños agujeros, que p,arece resto de una supuesta escurridera de queso tan
abundante en ,esteperíodo como, por ejemp,lo, en la
HALLAZCOS
. a) Huesos.-Pequeños fragmentos m,ezclados con carbones y
cenizas, negros y endurecido,s por la acción del fuego. Un fragmento de astade ciervo.
b) Vegetales.-Trozos de carbón y sem,illasde bellota carbonizadas al igual que en otros yacim,ientos, la región, como en
cle Menento (Alcoy) (1) y en la <
c) Piedra.-Pequeñas iascas de sílex sin retoques ; una molex
dora ovalada de 1.5 11 cms. de rodeno; tres p,ercutores martillos
o
c o n b a s e s p l a n a s y a b u n d a ' t c s s e ñ a l e sd e u s o , u n o d e e l l o s c a s i c i líndrico abombado, otro prismático cuadrangular m'y desgastado
y el otro más pequeño, p,aralelepípedo, utilizado para goipear por
una de sus caras mayores.
d) Ceránlica.-Varios Iragn,entos de piezas de gran tam,año,
lisas, de paredes gruesas, hechas a mano. Otros de vasijas median a s , e s p a t u l a d a s ,c o l o r n e g r u z c o ( f i g . 8 . " ) . E l p e r f i l n ú m . l c o r r e s ponde a un cuenco grancie con asas, cuyo borde termina miuy delgado; el núm. 2, a un p,uchero con los bordes con profundas inci,
siones algo oblicuas hechas con una arista aguda. otros fragmentos
corresponden a pequeños vasitos delgados de color rojizo claro;
e l n ú m . 3 e s c l eu n p u c h e r i t o ; l o s n ú m s . 4 , 5 , 6 y 7 , s o n d e c u e n c o s ,
,
p,resentandoel núm. 6, junto al b,orde, unos pequeños botoncitos o
mamelones. La composición de la cerámica es .la corriente, con
abundancia de mica y su elaboración revela cierta p,erfección.
e) Metal.-Una
magnífica alabarda tipo Argar, a la que le falta
parte de una aleta, seccionando la rotura uno de los dos agujeros
(1)
(Memoria de la Junta Superior de Excavacioneu, núm. ?g.
(2) (La labor del servicio de rnvestigación prehistórica y su Museo qurante
el pasado año 1931>: Valencia, 1932.
-16l-
[page-n-179]
G'RArtj
JoSr llc'a'clnR
t2
por donde estuvoclavadaal astil (frg.9.' y lán.I, D). Aunque bastante deterioradapor la oxidación que ha form'adoen su superñcie
:
deja notar bien suscaracterísticases una pieza
muchasrugosidades,
. . .
rr
b¡a¡
16
f
t]
l
t\
I
L
t i '
Figuru
8.a._
(iLosa clel Obispo).
Ta'bla de fo¡mas
cerámtcas
(Dibulo Alcáeer)
que mide 18,5cms. de longitud por un
arqueada,
fuerte, ligerarnente
por efecse
1 cm. de grosor,con un ncrvio centralque apenas nc¡ta
clata, ptoteSaliri en una tierra ap'elmazada,
to de las oxidaciones.
ñ
Figpra g.a--<,La rAtalayue,la> (rl-osa deú O ispo).-Alabarda,
corte y perfil
(Dibu,io Alcácer)
*
1 6 2- -
[page-n-180]
DÓS {ES]NACIO¡IES .ARG.AIRICAS,BN rLA ftBG,I,ON LEV"{NTINA
13
gida por una capa dura de barro am,asado
con paja desmenuzada,
encima de la cual se hallaban las tierras rem,ovidaspor las rebuscas
efectúadas.Piezas semejantespoderhos citar entre otras las encontradas en
aletas m€nos desarrolladasy más redondeadas (1).
La observación detenitla hace sospecharla existencia de sepulturas que ocuparían parte de la cúspide, las cuales fueron destrozadas, llevándose el material que considerarían más interesante. Es
posible que en la misma replaza o en sus contigüedailes se hallen
otras intactas.
La posición típica de la estación, la cerámicay la alabardaindican que se trata de una estación argáricade posible riqueza, problema que hab,ráde resolversecuando el S. I. P. de Valencia disponga la excavación del yácimiento.
El hallazgo de un tipo argárico tan manifiesto y de excepcional
imp'ortanciaen zona puramente valenciana,donde hasta ahora no
se conocía,y su gran interés ampliando su área de extensión,nos
fuerzan a la publicación de la presente nota, que sólo tiene el carácter de un avancede los trabajos a realizar.
(1) E. y L. siret: (r,a¡s primeras edádes
de los metales eúr.el sudeste de E$
paña>. Album de láminas, núms. 32 y AB.
163-
[page-n-181]
[page-n-182]
r-AutNa
r.
ALCACER (Dos estaciones
D
<'PEÑrADIE LA DU'EñA> (T'lBRErSiA)
A, vista de la vertiente SE. ; B, r¡ista de la excavación,oon el ryasonúm. 1; lC, rvason,úm.
(LA A T A L A I ' U E L ' A D L O S A D E L O r B ' I S P O )
(
D, Afabarda
{Fotos Alcác€r y Adell)
[page-n-183]
I
I
I
I
I
I
I
D. FLETCHERVALLS
prehistórlc¡
Trabajos Servlclode Investigaclón
del
L a C o n s t r u c c i ó nf t e g a l f t i c a
be l"lonfortc del Cid
Resulf¿do de la prlmera campaña de excavaciones
I
ANTECEDENTES
En el año de 1935,D. Eulogio Esplá, estudiante de Filosofía y
Letras de la Universidad de Valencia comunicaba al Servicio de
Investigación
Prehistóricala existencia una construcciónde marde
cado carácter prehistórico, segúu podía apreciarse
por las iotograque del hallazgoexhibió.
fías
Ante el posible gran interés de este descubrimiento,el Servicio
procedió a efectuarel debido reconocimiento, levantamiento de
y
planos,designando
para ello al que suscribey a D. FranciscoJordá
Cerdá, a quien dehemoslos p'rimerosplanos que en esta noticia se
insertan.
Hecho el estudio de lo que podía verse,a simple vista, de la
construccióny aunque la Dirección del Servicio lo juzgó de gran
interés,por estar en rnarchaotras excavaciones,
no hubo posibilique se iniciadad de acometerentonceslos trabajosde excavación,
que no fué suficienron en 1941,realizándoseuna primera campañ,a
te para dejar al descubierto
totalmiente constnrcción,lo que espela
yacimiento.
ramos se logre en una nueva visita al
Sin embargo, creemosconvenientedar noticia de los resultados
c'btenido's nuestraexcavación 1941,
en
de
acompaiiándola los plade
nos y fotografíasmás adecuados nuestradescripción. (1).
a
(1) Notici¿ de los prirngrog txa,bajos ya la dió surnaria,r¡enü,e el Director del
Servicio, D. Isidro Ballesüer, en el üario
-165-
[page-n-184]
D. FLETC',FIERVAL,LS
2
Desde estaspáginasqueremosdestacarIa cordial acogiday iacilidadesque se nos dispensaronen Monforte del Cid, y la valiosa
ayuda encontradaen su Alcalcle,D. PascualBelda M;iranibell. (1).
ErlP(AZ^ür8Nro
OC lA
r\e )e\ Cli
Figura
1.--utlonf orte del Cid.--Croqrris
del emplazamiento
de la consrucción
(1) En nuestros trabalos.de excavación tuvimos la eflcaz cola,boración del
c,apataa.reconsüructor del S. L P., D. SaJ,vador Espf,
-166-
[page-n-185]
LA TCIONST,RUC'CiION
MEGAiLITICA
II
EMPLAZAMIENTO LA CONSTRUCCION
DE
Se encuentra la margenizquierdadel río,Vinalopó (fig. 1..),
en
en la partida denominada
término del Molino de Blasco, siendo su dueño D. José SalasCarrasco(quien tuvo la gentileza
de autorizar Ios trabajos de excavaciónque llevamos a cabo), distando unos 300 metros de la carreterade Aspe a Monforte del Cid,
separándola este último unos 1.500metros.
de
La distanciaal actual cauceclel Vinalopó, hov seco,es de unos
ocho y medio metros, llegándose río por una pequeñapendiente
al
que alcanzam'etroy medio de desnivel.
Las tierras de aluvión, que en la actualidad forman la margen
pudiendo
izquierdadel río, cubrían completamentela co,nstrucción,
hacerseel descubrimientograciasa un corrimiento de tierras que
originó un pequeño túnel y profunda grieta,a través de los cuales
(frgs.
y
veíanse
unos sustentáculosarquitrabes
2,3, 4 y lám.I,I y 2).
Al visitar nuevamenteel yacimiento en el verano de 19'{l, para
procedera su excavación,
estabacambiadala fisonomíadel lugar,
pues había desaparecido túnel y existía :unazanla de exploración
ei
en
hecha,por mano desconocida, la parte alta del yacimiento, aunque la construcciónno había sufrido en su estructura(fig. .5,H; lám i n aI I , 1 v 2 y l á m .I I I , 1 ) .
Nuevos agrietamientos habían producido en el extensobanco
se
a
de tierras de acarreo, afectando los dcspren
izquierda exterior del edificio, dando la sensación, gran número
ciegrandesbloques caídos,que, a continuación de este edículo, havemos muy difílo
bía otras construcciones, que desgraciadamente
pueda comprobarsedados los destrozosque los cuarteamientos
cil
han producido.
Tanto en la parte alta de la margen clel río, como en la baja,
de
unos atisbos de alineamientos piedras hincadas,
comprobamos
gran extensión los mismospor los
pero no puede rastrearse
una
de
(frg. 5, b-c y e-g y lám. VII, 3), lo
hundimientosy resquebrajaduras
que impide datarlascon probabilidadesde certeza.
*167-
[page-n-186]
D. FLETOHER VALLS
I
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I
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rorte Por ¡(1
7
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Fig.
2.-,lltonfo¡te
deil Cid.-Asp,ecto
'
del m.onumento en 1935
(Croquis
-
168..-
Jordá)
[page-n-187]
I
LA,C ONSIiR,UCCTION
MEG,AiLITICA
III
LA CONSTRUCCION
La actual parte frontera está formada por dos grandesarquitrabes : el de Ia derechade 1,81metros de longitud, 0,30 de altura y
y
0,45de espesor, el de la izquierda1,40x S,JQ 0,45,efecttrándose
x
la
por tres apoyos, que se resuelvecada uno de ellos de
sustentación
manera distinta. El de la derechaes una gran losa de 0,95de altura,
0,60 de anchüray 0,20 de espesor,llevando en su cara recayenteal
interior de la construcción,un fuerte $rabado; esta losa realiza el
doble papel de sustentáculo de muro extericr del edificio, por lo
y
m,enos lo que conocemos el momento'presente.
en
en
Como su altura no era lo suficiente p,ara alcanzar ias medidas presupuestadas
al
iniciarse la construcción,se ganó altura apoyándolasobre una pequeña cimentaciónde pie
y
de piedra y tierra que tiene que sustentar(figs. 3 B; 4 y 10 v lámina IV, 1).
El apoyo central de la fachadaestáconcebidoen plan de verdadera columna, formada por un fuste de 0,90 de altura, 0,34 de espe.
sor y 0,30 de anchura en la basey 0,6.5 la parte alta (figs. 3, A;
en
4 ; 8 , A ; 1 0 ; I á m .I , 2 ; l á m , . I I , 2 ; l á m . I V , 1 ) .A q u í I a f a k a d e a l tura se resuelvecon un verdaderocapitel, trabajadoexprofeso,annque rudimentariamente,
para cumplir su cometido. Sus medidas
son : 0,20de altura, 0,30 de anchuray 0,45 de profundidad. Los dos
ángulos fronteros del capitel están redondeados(figs. 3; 4; 8, T;
l á m . . I ,2 ; l á m . I I , 2 ; l á m . l l l , 2 , y l á m . I V , 1 ) .
Estos dos apoyos eran visibles antes de iniciarse las excavacioque sólo quedó al descubiertodesnes; no así el tercer sustentáculo
pués de varios días de p'enosa
excavación, causade la extraordinaa
ria durezay espesorde la tierra que lo ocultaba.La solución dada a
esta pilastra es completamentedistinta a las dos anteriores,pues la
columna se forma por grandesbloques, hasta alcanzarla altura deseada.La medida de los distintos tambores es la siguiente (véase
figuras 7; I0; lám.lll,2, y lám. IV, 1) :
6;
2...
w.
LL
ñ..
K..
Longitud,
0,53; altura,0,11
>>
0,37; >
0,15
>
0,50; )
0,34
>
0,50; >
0,23
>
0,37; >
0,20
-169-
[page-n-188]
D. F,LETTOFIERVAIJIS
11
N
*
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stü
Pu
3
D
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I
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6;
-u0-
O
E
[page-n-189]
MIEGAILITICA
LA ,CONSTRUCICION
7
dando la sum,ade las diferentésalturas un total de 1,03 metros, sin
diferenciaaprecihblecon la columna central (0,90altura fuste, más
0,20 altura capitel; total, 1,10 metros), estando,,
sin embargo, más
alto el arquitrabe por la parte izquierda que por la central a causa
de que la columna mediera estámás hincada en el suelo quc las laterales.
Estando simplementesuperpuestoslos bloques de la columna
r'z
..$
(oL"nna
Fig. 4.-Monforte
del Cid,-Planta
de la construcción
antes de las excavaciones y detslle
de los sustentáculos A y 'B
(Flano Jo¡dá)
izquierda, sin otra trabazín que su propio peso, han perdido la alicosaque ya
neacióny actualmenteforman un falso escalonamiento,
se preveyó al construirla,pues por la parte interna se le' puso un
desfuerte refuerzo,consistente
€rrrüná gran piedra, groseram,ente
(fig. 7, R).
bastada
Todavía más hacia la iz(uierda de esta última columna, siguen
y
los b,loques cantos rodados,como si existieraun fnuro,'quecontinuara la fachadadescubierta;pero, como hemos indicado más arridel
ba, las piofundas desgarraduras terreno harán sumamentedifícil
particular.
dictaminar con cer'tezasobre el
-171-
[page-n-190]
D. F,LETICHER VAL'I-S
'
,//,
/'/'/
!/-o2
7/ //
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C?uiq A
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S.-Monlorte
Lt¿¡¡*lrilt ü
del ,Cid.-Perfil y planta d€ la.co¡strucción en 1941, al iniciarse las
excavaciones
(C¡oq,uie Fletcher)
[page-n-191]
iiCA
L,\ ,CONSTRU,CTCION
mErG'A)Llf
I
Sobre los dos arquitrabestodavíapueden versecantos rodados y
(
bloques, lgunosde grantam'añofrgs.3; 6; 10; lám. IV,2), (así
a
el designado
la letra Y mide 0,68de longitud, 0,28de altura y el
con
de
últino resto de la fachada,
designado
con la letra X, 0;44x0,23),
la que se conserva, contar el arquitrabe,más de un metro de alsin
tura en algunospuntos.
En el interior del edificio se encuentrantambién en abundancia
bloques y cantosrodados de gran tamaño, sin duda alguna correspondientesa la hundida cubierta.
cuadrada,esI"a p,lantade las construcciónes aproximadamente
a
tando dividida en dos cámaraspor un muro central perp'endicular
(figs.9 ; 72,lám. Yl,2 y 3). Este muro divisor está consla fachada
tituído por la columna central A, y en línea recta con ella tres grandes losasy un gran bloque de forma redondeada(frgs.8, 9).
Las losasrniden :
A'
A"
A"'
0,30
Alt., 1,00; anch.,0,60; espesor,
0,32
0,60; t>
> 1,00; >
0,35
0,75; )
, 1,00; u
De'estastres losas,dos llevan insculturas,A" por una parte y
que es precisamente
hacia el in'
A"' por ambas,debiendo señalarse
grabados de lasl losas B,
terior de [a cámara 1.' donde miran los
A" y A"'.
de
Sobre la pared divisoria descansan través otros grandesblotluesque seríanel inicio de un muro, que tal vez llegarahastala techumbre de la construcción, dividiéndola en dos departatn,entos
(ñgs.8; 9; 12; y lám. VI, 3).
aislados
ssrnpletamente
El muro lateral de la derechaseproyecta (por lo rnenosen lo que
en
de
conocemos estaprimera campañade excavaciones) línea tecla
losa B, mientras que el rnuro lateral izquierdo arrancaun
desdela
así
poco más afuera de la pilastra de su parte, resolviéndose la asique se hubiera producido al hacerlo nacera continuacióndel
m,etría
ya
sustentáculo, que el arquitrabeE es más corto que el S. Con ello
dar idéntica área a ambascámaras(frg'9),lascuales
se ha conseguido
por un muro paralelo a la fachada,teniendo una
cierran al fondo
a
repisao banco la parte correspondiente la cámaru2Í y tn nicho o
ventanael muro de la cámaral.",tan a ras del actualsueloque seha
perdido el arquitrabe.La altura a que está esta abertura referida al
del
piso de la construcciónes la de 0,85metros, estandodistanciada
metr¡rs(figs.9; 17:' 12; lám. IV, 1, y lámuro divisorio unos 0,25
minaVII, 3).
-173-
[page-n-192]
10
D. FLÉTOHÉRVAI,LS
E + tt"a
Fig.
6.lMonforte
del
Cid.-Parte
izquierda de l¡ construcción durante las excavaciones,
1, .Alzado, 2, Planta
(Pl.ano Fletcü¡er)
-174-
[page-n-193]
a-- E
.¡4EGA]LITICA
LA C]ÓNSTRU,ÓICIÓIN
11
Tanto estemuro del fondo cómo los lateralestienen idéntica técnica constructivaque lo que se conserva
sobreel arquitrabado,alternando grandeslosascon enormescantos rodadosy a vecesbloques
de gran tamaño, como el colocadodebajo del nicho o ventanade la
cám'ara1.".
Seguidamente
damos algunasde las medidas más irnportantes
del edículo, habiendodado con anterioridad otras correspondientes
a partes de la construcción
:
l.o
2o
3.'
4."
5.o
6."
7."
8.o
9.o
10."
11."
12.'
I-ongitud de la fachada
puestaal descubieito. 4,00 mts.
Altura de la fachada
hastael arquitrabe..
... 1,10 ))
Altura total, actual.... ...
2,00 ) aprox.
Amplitud de Ia entrada ala cámaial." 1,27 parte alta y
1,10 parte baja
Amplitud de la entrad a la cámara
a
2.' 1,16 parte al!,av
1,25 partebaia
Anchura de la cámara (1).... ... ... 1'.55 su p,rimer
23
en
tercio
7,70en la parte media y
1,50 al fondo
Profundidad de la cámara2.' (desde la entradaa
pared frontera)...
2,65 m,ts.
Altura de los muros laterales su estadoactual. ... 1,25 ))
en
Altura del m,urocentral en su estadoactual....... ... 1,25 ))
Muro divisorio: largo,2,55sin contar columnaA;
incluyéndolason 3'20 m'ts.; esp'esor,
0,37.
Altura del nicho en su estadoactual...
0,70mts.
Anchura del nicho..
0,45 )
'
r
y
LAS TRES LOSAS
CRABADAS
Ya hemos indicado con anterioridad sus medidas,su enrplazamiento y la función que realizanarquitectónicamente.
Ahora hacemos una breve descripciónde los motivos grabados.
LOSA B.-En la cararecayenteala cámara1.", lleva insculpida
una figura elipsoidaldividida en dos zonaspor una línea vertical que
arrancandode la parte baja de la elipse llega hastael mismo bolde
superior de la losa; en la parte media de esteeje y aproximadamen(1) Las medidas de Ia cáma.ra l.e no se inse¡tan por estar en cutrso de excavación. Su distancia de la puerta al mr¡ro fronüero es igua,l a ta de la, eáÁúnv,23
-776-
[page-n-194]
r ;
D. FLE',nOHER
VATTLS
12
te en el centro de la losa, hay una pequeña, concavidad de la que
arranca una línea que forma ángulo con la vertical llegando muy desvaíd,aa la línea circundante, la cual en su parte inferior está nuevamente dividida por una línea horizontal que toca la elipse por dos
puntos, quedarrdo con ello dicha elipse formando cuatro cuarteles,
dos grandes y dos pequeños. El grabado es profundo y sólo se hace
someio en el brazo lateral que subdivide uno de los cuarteles gran-
desen dos partes(fre.13v lám. V).
2
Fig.7.-Monforte
nes.-
de,l Cid,+Purre
1. Vista de frente,
izquierda
cle la construcción
con la colu'mna iz'quierda
durante
completamente
al
las
ercavacio-
descubierto.--
2. Detalle de la técnica constructiva de dichs columna
(Croq,uis Fletoher)
-
176-
[page-n-195]
LA ¡CONSI]RU¡C,CIION
MEiGA]LITILCA
13
LOSA A".-El grabaclo
también tiene forma elíptica, con el eje
vertical que, arrancando la periferia del óvalo, llega al borde infede
rior de la losa. En la parte m'ediade la línea central se originan dos
surcos,simétricos,que por ambos lados llegan a la línea exterior, y
un tercer surco, muy tenue (tanto que la fotografíano Io acusa,
aunque en el dibujo se ha exagerado
para testimoniar su existencia),
ü t . l . J t { 0 i 0 6 0 } o l 0
Fig.
8.--úlonforte
del
Cid.-Detalle
cám,ara I
del muro
medianero
por la .parte recayente
a la
(dufante la excavación)
(Plano Fletohe¡)
que, partiendo igualm,ente la zonacentral, llega a la elipse; sim,éde
trico. a este surco hay otro, fuertemente inciso que desde la línea
circundantese dirige a la zona de dispersió a la que no llega por
n,
terminar en un ensanchamiento
irregular. Hemos de hacernotar que
el punto'centralo punto de irradiación de líneas es la parte más
cóncavade la losa,lo que descarta posibilidadde que su eje verti,
la
cal, que llega en ancha acanaladura
hastael borde.,fuera un desagüe
(figs.8; 13,y lám. VI, 2 v 3).
LosA A"'.-Por la partecorrespondiente ra cámarar.', presena
-t77-
[page-n-196]
VALLS
D. FLET'CIF{1E)R
74,
/2ru
v,
'//
Ir\/,
T?."
/ /,//
/2
,/,
/ ///
,/;,
,
f,i,
Fig. 9.
I
Pl.ña
Monforte
del Cid.-Plant¿
de la construccíón
al
ffnalizar üa primera
campaña de excavaciones
(Plano Fletche¡)
-
17.9-
[page-n-197]
.LA ,CONSTR,UCCIION
A,I|EIG,A]L,ITI,CA
15
ta un grabadoen forma de D invertida, y por la parte recayente Ia
a
cámara2." una profundaconcavidadque no llega a atravesar losa;
la
éstatiene do'smuescas,
una en el borde superior pasándolode parte
y
a p'arte, otra en el borde inferior que no transciende la otra cara.
a
La hendidura superior estaba taponada por una piedra encajada
(figs.8; 13; lán¡. YI,2 y 3).
V
HALLAZGOS
Ninguno de los escasísimos m,isérrimos
y
hallazgostienen valor
para am,bientar edículo, puesto que no se han efectuado
suficiente
el
en estrato arqueológico,sino a diversasalturas ef¡ la espesamolla
de tierra que cub,ríala construcciónen el interior y exterior de la
misma.
Todos los camposcercanos,
más altos, abundan'encerámic ibéa
rica fragm,entadísima,
mezclada otros restoscerámicoscampaniena
sesy
encontrándose la misma espesá
en
capade tierra de
aluvión que cubría la parte izquierda de la fachada,fragmentosde
cerámicaibérica a distintas alturas, clara muestra de que han sido
por las avenidas.Algunos fragmentosllegan casi hasta
acarreados
el nivel del suelo primitiv, de la construcción.Dentro de ésta, a Ia
profundidad de 1,85metros a contar de la superñcieactual, apareció
un pequeñosilex (fig. 15,3). En la cám,ara2.^,
haciasu parte media
y cercadel muro divisorio, a un metro de protundidad, se encontró
parte de un recipiente,en piedra, cuya concavidades rectangulary
exteriormente sus ángulos son romo.s (fr1. 15,2).En la misma cárnara2.", y en el nivel correspondiente piso de ella, en un p,equeal
ño entrante formado por las losasA" y A"', salió u^a contera de
ánfora romana (fig. l4), siendo de la rnisma cámaraun bloque de
piedra en form,a de cono truncado, cóncavo en su parte centra semejando un quicio (altura, 0,17; diámetro máximo, 0,30; diámetro
de la concavidad,0,05,y profundidad de la misma, 0,09) (fig. 15,1).
y
f en las dos cámaras a distinta altura, como ya hemos señalado,
al
igual que fuera de ellas, fragmentos de cerárnicasibérica, campanierise,
y
entremezclada probando que se debena acarreos
posterioresa la construcción.
Todo ello es bien poco para p,oderlo,relacionar
directamente
con
la edificación.
-179-
[page-n-198]
16
b. FL,ETC'H,ErR
VALLS
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-180-
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[page-n-199]
MIEGA,LITICA
LA,CONSTRU'C|CION
17
VI
FINALES
CONSTDERACIONES
Aunque lo reseñadocorrespondesolamentea una primera campor
que no ha permitido cono,cer construcción
paña de excavación
la
partesexternaslateralesy posterior, ni las inmediaciones,
impisus
diendo con ello decir la última palabrasobre este hallazgo,sin emdirectasdurante los trabaios,así como
observaciones
bargo nuestras
preel estudio del monumento y su cotejo con otras construcciones
puntos de vista que transcriunos cuanto,s
históricas,nos sugieren
bimos seguidamente:
1) Antigüedad de la construtción.-El actual cauce del río se
halla a rnásde 6 metros de !a fachadadel edículo y a más de 1,50por
debajo del piso de éste; es un cauceancho, seco,p'uesmuy esporálleva agua y sus avenidasse producen con intervalos de
dicamente.
entre los camefectuada
m,uchísimos
años y nunca, segúnla encuesta
pesinosde los alrededores, conoce que haya llegado el nivel del
se
agua ni siquierá a los pies de la zona del megalito. La construcción
estabatotalmente cubierta por un banco de tierras, o sea que estaba
de
metida en una capade más de 2,50m,etros altura por más de 7,00
metros desdeel muro trasero hastala margenactual del río (lámina
todavíadicho bancotanto en longitud como en laVII,1), siguiendo
metros más. Hace algunosaños la medida que hemos
titud mucho,s
del
indicado de 7,00 era rnucho mayor, pues segúnlos conocedores
lentamente,habiendo sido
terreno, Ias tierras van desmoronándose
en uno de estosderrumbamientoscuando se puso de manifiestola
por es'
existenciadel megalito, que hastaentoncesera desconocido
tar completamentecubierto por las tierras, cuya ingente masase ha
como lo compruebanlos
ido posandosobre el edificio por arrastres,
cerámicoshalladosa diversasalturas, tanto dentro como
fragrnentos
fuera de la edifrcación.Por tanto, teniendo en cuenta la mo'lla que
de
la cubría y la escasez aguaen el río Vinalopó, hay que considerar
que la edificaciónse elevó en época en que por dicho río discurría
o
un enorme caudal de agua,suficientepara producir esosacarreos,
en
que la capade tierras se ha formado a causade las avenidas, cuyo
casohabría que considerarun gran lapso de tiempo capazde formar
la bancada.
en
excavada la mole de arci'
en
Podría pensarse una construcciórr
pero esta posibilidad queda completamenteexcluídaporque las
lla,
del
tierras sacadas interior de las dos cámarasson idénticasen com-181-
[page-n-200]
D. FLETOH,DR VALLS
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-182-
[page-n-201]
MIETGA'LITICA
LA,CONSTRU'CTCiION
19
posicién y d,ureza las que circundan la construcción,y tanto en el
a
inte¡ior como en el exterior del ediñcio, como hemos señaladoana
ap,arecen diversas alturas. Si la
tes, los fragmentosde cerám,ica
preibérica,no sabríamos
cóm'o explicarnosla
construcciónno fuera
y
ibéricos romanosen la posición
de
campanienses,
existencia restos
ya
que señalamo,s, que en la cime4tación,y por ciebaiodel piso del
ni
edículo no aparece un solo fragrnentode estascerámicas.
llevada a cabo nadie tenía idea de la
Ia encuesta
Finalmente, en
existenciade esa construcciónhastaque por un corrimiento de tierras quedó visible una pequeñaporción de la misma y nadie conoce
cosa que traa
nada semejante la nuestra en todos los alrededores,
en
comprobar efectuandoprospecciones las márgenesdel
tamos de
río, no habiendo \ocalizadoindicio alguno de edificaciónparecida
a la que estudiamos.Sólo en este banco de tierras es donde parece
de
hubo un grupo de construcciones las que casicon toda seguriCad
se ha salvadoésta solamente,pues los derrumbamientosy cuarteadel terreno han debido causarmuchos destroaos.
m'ientos
creelnosclue la eonstruccióndebe conPor todo lo m,anifestado
como cosapreibérica,en principio, y sólo al terminar los
siderarse
para su completo estudio podrán reunirse todos
trabajosnecesarios
para la determinación duda alguna.
necesarios
sin
los elementos
hemos reseñadolas medidas
2) Los ErabaCos.-Oportunamente
de las losasy descrito sus grabados,señaiandoaquí algunos paralecon
no
aunque olvidamossu seme]anza
lismoscon otrasinsculpturas,
las
con las alicantinas
escurrideras.
Guardan un cierto parentesco
(Tarragona),
grabadasdel dolmen del
figuras
las representaciones la
y
I-etras>> Cachaode Rapa (1); las de
baleáricos, los de S'Hoasí
ñadade la Solana>(2); algunos
monet (3), y otras estilizacionesandaluzasque recuerdan las del
que aparecensomonumento alicantino. También algunasmuescas
bró losasde los dolmenesde Morbihan, tal vez habria que relacioen
señaladas la losa A"'de nuestro monunarlascon las muescas
(4) (fig. 13,3).
mento
(1) BREUIL.-(Peintures
squematiques...>,vol. TV, 42, 43, 45 y 57.
necrópolis üartesiia de A,ntequera,>, Soc. Esp,. de AnQ) Mffi,GELINA.-((La
trop., Etn. y Preh., a I, t.o I, pág. 37, flgs. 17 y 19.
(3) AJ.COVER,.-(EI ltrombre Prirnritivo en Mallorca>, láms. W y VI.
(4) SAINT-JUST PEQUAIi,T Y Z. LE R,OUZIC.--<(Corpus de signes g¡avés
des nronurnents megalithiques du MorbihanD.-París 1927, láms. 30, 45 y 88.I-a,s rluescasi que se ven en las Iámñ. 88, 99, 101, 102 y 103, corresponden a un
re[oque fotográflco y no a Ia rea¡.idad.
-rB3-
[page-n-202]
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[page-n-203]
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LA,CONSTRUIOCIONMEGALITICA
2l
y
3) Técnica constntctitsa paralelismos.-En nuestra primera visita recogimos la irnpresiónde que se trataba de una construcción
megalíticade tipo baleárico,expresándoloasí en cierta ocasión (1)
Ahora, terminadala primera campaña de excavaciones, planta
su
l
2
@
Fig.
13.-,Monforte
del
Cid.-"Las
losas grabadas.-I.
Losa B-2.
Losa A"-3.
Losa
(Según Jordá y Fletcher)
(1) FLEf,CHER, recensión de Bertheto,t, en ATT"ANTIS, XVI, páe. 216.
-185-
:
¡
[page-n-204]
l-*
D, FLETOHERVALLS
22
podría recordarnos de algunosenterramientos
la
ibéricos,como por
(Salsadella),
ejemrplo de
también en la co,marca
el
levantina (fig. 16,1) (1); sin embargo, su técnica constructiva aleia
nuestro monumento del castellonense,
mientras m,uestra
algunassebaleáricas.
mejanzasextraordinarias
con las construcciones
rs'u
\.'¡c\r
\
0 \l
\\,
6^
"C/ )
>i\\
óc:N)
Fig.
l4.-Jllonlorte
del Cid.-Plant¡
N
de ls construcción en el curso de l¿ ,primera campaña
de excayaciones
(Croquis
Fletoher)
Así, el nicho o ventana de Ia cámaral.'es semejanteal de Beni,
maymut lAlayo,r) (2); columnas con rudim,entariocapitel se encuentran en la cueva primera artificial tdels Antigors> (Salines
(1) COLOM.INAS ROCA.-,(EIS enterra¡nenüs ibérics dels Espleters (Sa,lsadella,)>, en Anuari nrsüiüuü Esttrdis Cataláns Vf, pág. 616.
(D J. MARTINEZ SAMA OlAl"LA.-(@lemrentospara un estudioderlasultura de los talayots en Menorca>, en Soc. Esp. de Antrop., Eün. y Preh. Xrv, páS. 5.
(3) COI"OMÍNAS Fl,OCA.-(L'Edat
del Brornze en luaillorca. Les investigacións
de l'Instiüut (1916-2¿)), en Anuairi Ili$iüut Estudis Cataláns VIr pá9. 155.
-186-
[page-n-205]
LA CONSTRUCCION MTEGATLITICA
23
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B.
-r87-
- -s
[page-n-206]
24
D. FLETOFI]ER VAI,LS
lo
las colurnnas,puesya hemos expuestonuestrocriterio de qr-re alino es una cueva artificial). Columnas con capitelesy gran
cantino
cuyos
en
señalarlas Son SauraNou (Ciudadela),
arquitrabepodem,os
llamando la atención la
capitelestienen los ángulos redondeados,
que
extraordinariasem,ejanza guardael conjunto con la construcción
alicantina (lám. VIII, 1), siendo todavía más singular la estrecha
afinidad con una parte de ,
aspectogenerales idéntico al de Monforte del cid, no sólo porque
sea
uno de los substentáculos una gran losa, sino también porque
una columna hecha de tambores rudimentariamente desbastados,
lleva un refiterzoigual a la columna izquierdaclenuestro monument o ( l á m .V I I I , 2 ) .
baleá'
La identidad en la técnicaconstructivade las edificaciones
ricasy alicantinases tal, que incita a postularlesun mismo origen.
iEs ello posible?Hemos dicho que el monumentoalicantino'se
encuentraen la margen izquierda del río Vinalopó. En las noticias
que los autoresclásicosnos dan de la costa levantina, se no6 dice
se
que entre elTheodr¡rusy el Sicanus encuentranlos GYMNETES,
que tendrían su centro en la cuenca del río ALEBUS, identificado
se
con el IINAL,QPO (1), y frente a estos gymnetespeninsulares
otro núcleo de po$lación con el m,ismo
encuentraen las Baleares
nornbre. Esta continuidad de población debe remontarsezr época
muy primitiva, segúnBerthelot (2), y aunqueel nornbre de los penla
no
insularesy baleáricos fuera precisam,ente palabragriega con la
mencionan,no hay duda qtle ambos grupos lleva'
que los textos los
rían un nombre común, semeiante,tal vez, al que los griegos les
aplicaronpor, similitud; eir último extremo, si se les destgnó con
determinada,es porque los
una palabragriegapor una característica
lo
demáspueblos costeroslimítrofes no tendrían esta característica,
una diferenciaciónde los gymnetesconcual indicaría, igualmente,
tinentalese insularescon respectoa los demáspueblosy una identi'
étniccrdebe, pues, admitirse como hace
dad entre sí. El parentesco
Martín Alm,agro (3), para quien la cultura de trl'A,lg"t se extiende
por el Mediterráneo,y a gentesde esta cultura se debe el estableci-
(1) GoMEz sER'rl'ANo, N'-(Arse'sagunüu'n>' en sa"itabi 12'' pág' 119' idenfiflca, eI Alebus con el Giro'na o Alvercher que baja d;el valle del Ebo, en las cercanÍas de Denia' Ebr¡s seria la ralz de Ebusus qg€ en el periplo se llarna' Gymnesia'
como la zor¡4, perrinsular cmtera, donde está el Ebo'
e) BEIiTHELOI'.--
-188-
[page-n-207]
LA CONSTRU,óCIOIN
M,ECALITICA
26
miento de la primera colonizaciónde las Baleares,que parece no
tuvieron población humana en épocaanterior. También había señalado anteriorm€nte Martínez Santa Olall a para el comienzo,de las
influenciasde Ia costa peninsular sobre las Baleares,la épo,,aargá-
il
A
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=,ü
i ' 1 l1| r r r r r i r il l i l l l i l l
l
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2|f!lr
2
Fig.
16.---1. Plants y
2. Perspectiva
alzado del se,pulcro dels Espleters (Salsadella). (según colomina).
de la primera
cueva dels Anrigore
(Les Salines). (Seg¡ún Colominas)
rica (1), coincidiendoambosartores en que dicha influenciano sólo
se ejercesobrenuestrasislas,sino también so,tlre
Cerdeña,de donde
pasaríandespuéstécnicasconstrtictivas la Baleares,originándose
a
entonceslos talayots,navetasy taules, según Martínez santa olalla
a partir de 1.200a. J. C., y según Almagro un poco después del
año 1.000,haciendoperdurar estacultura uno y otro autor hastafechasmuy recientes.
(1)
MARTINEZ
SANTA OLAI¡[,A.-Loc.
*189-
ciü.
[page-n-208]
26
D. FLETC|T{Efi
VAL,LS
Ante estasrelacionesentre la Penínsulay las llaleares,mantenidas aun dentro de la cultura de los talayots,como haceobservarAlmagro para los utensilios y arlllas de bronce, cabe preguntarnossi
la cultura megalíticabaleáricafué influída por la sarda y los nuraghes y talayots provienen de iocos culturales mediterráneos,según
lo admitido tradicionalmente,y por tanto nuestrb monumento de
Monforte del Cid es una proyección de la cultura de los talayots a
la costapeninsular,avalándolola identidad de nombresétnicos,o si
por el contrario, del'¡emos
tener presentenuestramagníficatradición
y S. E. (la región tartessica los autores
rnegalíticade Andalucía
de
clásicos), como igualmentela tradición literaria que nos relata la
así
colonizaciín de Cerdeña por gentes tartessicas,hecho que, coinciya
diendo con las op'iniones expuestas, sitúa en el segundomilese
nio a. J. C., por GarcíaBellido (1), autor que insinúala posibilidad
de una expansión,desdela Penínsulaa las islas,tle las grandesconstruccionesmegalíticas,
cuando nos dice: <<...todo conjrrrapara
se
dar posibilidad a una deducciónlógica dentro del estado actual de
nuestrosconocimientos...y es que la cultura nurághicaque florece
sin antecedentes estadosembrionariosen Cerdeñaen la Edad del
ni
por aquella invasión de gentes ibe¡as
Bronce, pudo ser im,portada
que procedentes Andalucía (región de Tartessos) mandadapor
y
de
un <
llamado Norax, arribaron a Cerdeñaen una fechade cierto
metida tamb'iénen la Edad del Bronce>¡.
Afirmará el hallazgode Monforte del Cid estadeducciónde García y Bellido o solamentehabrernosde ver en la construcciónalicantina el reflejo de un fenóm.eno
cultural propio de la cui.rnca
del
Mediterráneo, que tiene sus manifestaciones
conocidasen el N. de
Africa, Malta, Cerdeña,Baleares,etc., y ahora en la propia Penín?
sula Ibérica
De momento, y aunqueno consideramosimposible la primera
para desechar
hipótesis,creemosque se carecede datos suñcientes
por lo que sólo
la segunda probatrilidad aceptadageneralmente,
esperamos fin de las excavaciones Monforte del Cid y el estuel
en
dio de nuevos hallazgosde esta índole en la Península,para poder
llegar a una conclusióndefinitiva.
(1) GAII,CIA Y BEL¡LIDO, A.--{d-o6 iberos en Cerdeña según los textos clásicos y la arqueología>, en Bnerita rII, 2.o, 1935, pág. 225.
-!90s
[page-n-209]
FLETCHER (Construcción
Megalitica,r
LAMINA I
l.-,ftlonf orte del Cid.-Túnel
en la capa de tierra que cubría ra
construcción. Al fondo la columna central. Año 1935
(Foto Esplá)
Z.-Monfo¡te
del rCid. -
rDetalle de la columna central, con su
c a p i t e l y arquitrabes. Año 1935
trofo ¡,spla,
[page-n-210]
FLETCHER (Construcción
Megaliticau
I .* Monf o¡te del Cid'. Vista desde el cauce
del Vinalopó.-El
túnel ha desaparecido por
hundir¡iento. Año 19,41
(Foto Fletcher)
;
2.-Monfo¡te del Cid.-Det¿lle de la column8 .centr8l, capitel y arquitrabes. Año l94l
(Foto .Fletcher)
LÁMINA iI.
[page-n-211]
FTETCHER-
l,-Monforte
L A M I N AI I I .
del ,Cid.+P'e¡spectiva de la puerta de la cámara l.
a! iniciarse las excavacíones de I94l
(Foto Fletcher)
2.-Monfo¡te
del Cid.-Perspectiva
de la p.ue¡ta de k cámara 2,
en los primeros días de las excavsciones de 1941
(Foro Fletcher)
[page-n-212]
FTETCHER (Construcción
Megalitica,r
1.*-Monforte
LÁMINA IV.
del ,Cid.-Detalle
de las pilastras y anquitrabes. al
t€rminar la campaña 'de 1941
(Foto Fletcher)
2.-Monlorte
del Cid.-Defalle
de la parte alta, al terminar las
excaveciones de lg4l
{Foto Fletcher}
[page-n-213]
FLETCHER r Construcción
Megalitica,r
l.-Monfo¡te
iniciarse
del 'Cid.-La
LAMINA V.
losa B, al
las excavaciones
(Foto Esplá)
Z.-Monforte del Cid,.-La los¿ B, al
termlnar las excavaciones l94l
en
(Foto Fletche¡)
[page-n-214]
FTETCHER- (C0nstrucción
Megaliticar
LÁMI].IA VI.
1.--,41onforte del Cid. -
Visra
interior del arquitrabe y muro
(Foto Fletcher)
2. -,Monforte
in,ferior
del Cid. -
C,el muro
Parte
mediero
y
locas grabadas. Cara correspondiente a la cámara I
(Foto Fletcher)
3 -
Monforte del Cid. -
superíor
C€l
muro
Parte
mediero
y
losas grabadas, cara corfespondiente a la cámara I
(Foto Fletcher)
[page-n-215]
FLETCHER- (C0nstrucclón
Megalitica,r
L Á M I N AV I I .
l.-lllonforte
del Cid. -
Detalle
de la cápa de tierra que cubría
la construcción antes de la c8mpaña de excavaciones de
2.-Monforte
19"11
d e l C i C ' .- D e t a l l e
del alineamiento de pieilras en
la parre cercana al cauce. (Verse
fis.
.5, B.C)
3.-Monlorte
o
venlana
del Cid.--Nicho
de
la
cámara
(V, fig. 12)
1.
[page-n-216]
s:J¿:---',,i
FLETCHER
F
L A M I N AV I I I .
'
l; ' ,
lPila€tras con capitel en Son Saura Nou (Ciudadela, rMenorca)
(Foto,Monio)
monoiíticas y drj tambores de
r::..::l:l::llt:lt*_,,r_..
To¡¡e d'En Gaumes (Alavor, Menorca)
(Foto Martínez Santa-Olalla)
.-
._ _--:*,*::-^__,
-_-,,
-
_
_,
_y
[page-n-217]
i,
E. PLA BALLESTER
(Gandla)
En la colección arqueológica,tan interesantecomo poco conocida, de mi deudo D. Isidro BallesterTormo, figuran no pocos daque, si son insuficientos de estaciones cuevaso.en despoblados
en
para un estudio comipletode los yacimientosa que se refiete base
ren, tienen, sin embargo, interés no pequeño para la fijación de
enterram,ientos de núcleos poblacionesprimitivasen lascomaro
de
y
cas valencianas alb,aceteñas
orientales. De alguna de ellas cabría
que sus datos y materialesfueran completadospor trabajos
esperar
posterioresdel Sr. Ballester; aunque desde7927en que se fundara
el Servicio de Investigación Prehistórica de la Exma. Diputación Provincial de Valencia y se le encargarade su dirección,
le haya sido difícil atender a sus propios descubrimientos,
absorbipor las exploraciones excavaciones mencioy
das susactividades
del
nado Centro.
De una de tales estaciones, cueva de
, ya
talmente expoliada y parte de cuyo material figura en la colección
dicha, vamos aquí a ocuparnos,con la única finalidad de dar a conocer lo que hoy resta de aquél y de lo que, habiendodesaparecido,
queda.
m'emoria suficientepara ser recordado.
L,a
Rótova y al estrechollamado
y medio de la
Segúnel comrpetentísimo hoy casi olvidado geólogo P. Leandro Calvo, de las Escuelas Pías (1), trátase de una m,uy grande
(1) La mayor parte de las notas arqueológicas que el p. Calvo recogiera en
sus libretas, fueron üom¿d"as,y son guaxdadas aún, por eI Sr. Ballester.
-tgl-
[page-n-218]
2
8,. PLA B'ALLESTER
cueva abierta en terreno cretáceoy reducida en su anchura por el
estilicidio que aprisionabaen la parte baja huesos'deépoca cuaternaria. La parte superior del piso hallábaseconstituída por ancho
de
estrato de terreno suelto, compuestode sirle y resto's todas épocas,El P. Calvo halló en esteyacimiento una lámina de marfil plana
y de perfil ovoide algo irregular, con algunasrayas o signosque le
hicieron pensar en un amuleto'; varias agujasde hueso de sobre 8
centírnetrosde longitud y de I a 2 tmm. de grueso, con el coso taen
ladrado por yuxtaposiciónde dos p'erforaciones sentido op'uesto,
no siemp,recoincidentescon exactitud; fragmentos de cerámica
hecha a mano, lisos ttnos y otros con decoración incisa y cardial,
de los que existíanmuestrasen el Colegio de los PP. Escolapiosde
Gandía; otros fragmentosde época p'osteriory abundantesrestos
romanasde fecha muy avanzada.
de lucernasy moneclas
sido ya visitada rnuchos años antes por el naEsta cueva hab,ía
turalista valencianoD. Juan Vilanova y Piera, que la describeasí:
proporciones en el interior y en cuyo fondo encontré -dice-, en
bastantecerámicaromana, junto con reslos horizontes sup'eriores
y
entos de mamíferosdom'ésticos, en otros depósitossubyacentes,
tre o,trascosas,una pequeña flecha de pedernal de una perfección
que regalé
notable, la cual figura en el cartón de objetos españoles
en 1868al Museo Arqueológico, junto con otras de procedenciaextranjera>(l).
Poco nos decíala descripciónque el Sr. Vilanova hiciera de la
punta de flecha, p,ues ni su calificación de <
que
p,edernal una perfecciónnotable>> usara unas veces,ni la de
de
nos daban idea de cómo pudiera
ser. No obstante el Sr. Ballester supuso que era una pieza Neo-
I
(1)
pág. 364. Madrid, 1872.
Ver también del mismo: (Memoria geognóstico-agrícola y protohistórica de VaIdem y Rada y Delgado:
Ibéricas>, t. I de la
dada a conocer en el Congreso Internacional de Prehistoria que se celebró en
Copenhague en 1869, siendo por tanto una de las primeras estaoiones cuya
importancia trascendiera de nuestras fronteras. Ver Vilanova y Tubino:
En el Museo Antropológico Na.ciona,l,entre eI materia¡ que rega,lara, D. Juan
Vilanova y Piera, se encuentran vários objetos inventariados con el núm,. 455,
bajo la denominación de <{rtiles toscos>. Debemos esta nota a nuestro compañero del S. L P., D'. Domingo Fletcher Valls. por la que le quedamos obligados.
-192-
[page-n-219]
(crO,VA IDE IrES IJI,!]AIRAIVDLLES>
(G,ANTDIA)
3
eneolítica(1), quizá con aletasy pedúnculo.Interesánd'noscomp'letar con este detalle el m.aterialprovinente de la cueva que
estudiamos,hemos gestionadoy obtenido el perfil de la pieza tle
referencia,que p,ublicamosen la fig. 1, núm. 11. Trátase de una
pequeña punta de flecha de sírex de tono craro y perfil
triangurar
aproximadamenteequilátero, en cuya base, mediante dos muescas
pronunciadas, destacael pedúnculo y las aletasredondcadas(2).
se
Años después, Agosto de 1867,hizo un reconocimientoen Ia
en
cueva' el sabio naturalista, también valenciano D. Eduardo Boscá
y Casanoves,
quien halló en ella los huesos cuaternarios que
a
se refería el P. calvo, y varios sílex que parecen co'firmar Ia
existencia de un nivel p,aleolítico.Refiriéndose años desp,ués
el
sr. Boscá a esta cueva decía:
el sr' Espinós,farmacéuticode Gandía, por 1871a 1g7g,resultaron
armas talladasde sílex de simetría y bellezanada com,ún...pudiéndose estudiaren dicha cuevaIa superposición cerámica,o-rr,,
de
sobre los fragmentos de barro cocido a la hoguera y
(3). I-a coleccióndel sr. Boscáha sido conservada
por
su hijo D. Antimo, cated.rático
jubilado, que amablementela ha
puesto a nuestra disp'osición,
aunque por desgracia
sólo conservara
en ella tres piezas de sílex melado de la cueva que estamosestudiando. Estas son: una gran hoja apuntada,con buenos retoques
en ambos bordes, base deprimida, y que posiblementefué usada
como cuchillo; una raedera sobre lasca alargada, bortle curvo
de
intensamenteretocado; y una lasca-raspador form¡ irregular,
de
con ligerosretoquesen su filo. (Véase
fig. 1, núms. 7,2 y 3.) (4).
En Ia primaveradelgl3fuévisitadalacueva que tratamospor
de
el Abate Breuil, encontrándose
con que er estrato había desaparecido en gran parte para su explotación com,o abono, aunque aun
pudo observar que el Neolítico estaba ampliamente representado
en ella, y que a la izquierda, en un rincón, bajo una faia neolítica
intacta, habían hogaressin cerárr¡ica con sílex de aspectopaleolíy
(1) r. Ballester Tormo:_.
da>. Tirada aparte de
fZ.
(2) La pieza de referencia figura en er Museo
Arqueorógico Nacionar en el
cuadro núm. 3, donación de D. Juan vilanova, +os roD. n*e¡e-os
v-ásradecemos a la amabilidad der sr. Fernández de Avilés el envío áui
olü:n qr" prrblicamos.
(3) (Notas histórico-naturares a propósito
de ra rocalidad y provincia
valeniia>, discurso de apertura crel año académico o" is0iod, -o¿"g."2e. crr
,"r.
también der mismo:
oliva iiarencia)),
en BoletÍn de la soc. Esp. de Hist. Natural, t. xvr, pág.81. Nráá"ia,-islo.
(4) Vaya aquí nuestro agradecimiento a D. Antimo
Boscá y seytre, a quien
tantos favores debe nuestro servicio y ra cultura valencianá
áü;;i.
""
-193_
[page-n-220]
t. oJo ,MLLESTER
'trffi
I-EÉ
W
W
)
W
[page-n-221]
(GATNDLA)
6
tico superior, con huesosde ciervo, cabra montés y, sobre todo'
conejo, que considerópaleolíticos (1)
visitáronla de nuevo el P. Leandro calvo y
Y un año después,
de
el Sr. Ballester, acom,pañados D .Iosé Lluch, en una exploración de todas las cuevassituadasen la comarca de Marchuquera,
quienes se enteraron de que incitada la codicia de los dueños de
p,or
la de
restos adecuadosp'ara su utilizac\6n como abono, acababande vac\arla, habiendo transportadosu contenido al térrnino de Almoi'
nes, donde vivía su entoncespropietario D. Francisco García, para
abonar unos huertos de naranjos; a cuyo poder llegó, por tan científtco procedimiento, una buena porción de material arqueológico,
en
no digam,os qué condiciones'Aun pudieron los visitantes,a pede ello, recoger a la entradade Ia cgeva un b,uenfragmento cle
sar
cerámica cardial. Días después hacían una visita al sr García,
del material llegado
quien les puso de manifiestolo que conservaba
a sus manos, del que tomó nota el Sr. Ballester,y que es el que
luego describiremos,existente hoy en su colección, más algunos
de
,:bjetosdesaparecidos, los que también se hablará (2).
Poco despuéscaían todos los materialesen manos de chamarileros, de las que p¡rlo librarlos el Sr. Ballestere ingresarlosen su
los
como hernosdicho, pero habiendodesaparec.do alucolección,
luego. Los perteriedidos objetos de interés que especificaremos
cientesa la dicha colección son los que siguen:
De sílex: [Jn pequeño raspadorde color gris, plano, sobre hoja
(ñg. 1, núm. 6); un a modo de raspadorde ñlo cóncavo,sobre lasca
de sílex roiizo (ñg. 1, núm. 5), y una basta lámina de pedernal me'
lado, especiede tosco cuchillo sin retoques (fig. 1, númi' 4)'
de
De concha: Dos fragmentos pectúnculo, uno con el natis
por frotación y el otro ennegrecidopor haber sido afecagujereado
tado por el fuego.
De hueso: Diversosdientesde córvidosy cápridos.Y fragmento
de algo como diente de jabalí o trozo de brazalete.
uno de grano más grueso
añladores,
De piedra: Dos pequeños
y
producida por desgaste, otro
y concavidadpor un lado, tal vez
más pequeño y de grano frno; los dos alargadosy de forma apro'
elipsoidal (lám. III, ñg. 3).
ximadamente
en
Breuil:
Q) I. Bailester Tormo:
historia Levantina, I, 1928>,pág. 51.
(1)
-19é-
[page-n-222]
6
E. pLA rÉALLEST'ÉR
De cerómica primitiva: Un rninúsculo cuenco' de cerámica
hechaa mano, oscuray con restosde pulido (lám. I, fig. 3, izquierda) ; un fragm,ento cerámicacardial,también oscuray bien p'ulid:r,
de
cuya decoraciónconsisteen vna zona resaltadade sobre un centí,
y
metro de ancho y orna
con el borde de una conchade cardium, sobre cuyr
cinta se desarrollaríauna ornamentación estaclase,
de
indeterminable por la rotura, pero de la que hay restos,y en la parte inferior
lleva adosadas
una serie de liuellas producidascon el natis
a
más pequeñas conseguidasde igual modo (lám. I, fig. 1, arriba) (1); otro fragmentotambiéncardial y de barro oscuro pulido,
que lleva como decoraciónuna zona de imp'resiones
carifialeshorizontales,de las que penden a modo de apretadoscolgantesotras
seriesde impresiones
oblicuasterminadas
con las de menudo natis
de esta clasede concha (lámina citada, fig. 1, debajo); y algún otro
fr:ágrnento cerámicaa mano, que no acusan forma ni decora
de
ciírn.
De cerdmicahechaa torno: Buena cantidadde fragmentos;un
ejemp'larde vaso caliciforme de pequeño tamaño, barro rojo y
y
sobre 4 centím,etros medio de altura (lám. I, frg. 4, centro); ra
mitad inferior de otro del m,ismotipo, de cerámicacenicienta (lámina dicha, ñg. 3, centro); tres menudas cazoletas forma semede
jante a algún ejemplar covaltino, que vienen a tener urt p,ar de
centím,etros altura y sobre cuatro y medio a cinco y medio de
de
diámetro (lámina citada, fig. 3, derecha,y fr+. 4, izqtierda y derecha); y parte de borde de una pequeñaanforita.
De cerámica, también, son dos menudas tabletas, aproximadamente rectangulareqde las que una tiene el extremo dentadoy lleva
incisa una decoración espina; y ambasrematanpor el extremo
en
opuesto' sentido ligeramentecóncavo, lo que hace pensar si fueén
ron asideroso mangos de un útil, de perfil curvo, en su mayor
parte desaparecido
(lám. II, frg. 5). Dos toscasrepresentaciones
de
piernas humanas,una que alcanzadel pie a la rodilla y otra más
corta, posibles restos de figuras que desempeñ.arían
una función
que se hallan entre el mafuneraria, como c/trosrestos semejantes
terial de la necrópolis de la Casadel Monte en la colecciónBallester(lám" II, ñg.2). Buena parte de una figura humana sin cabeza,
o
del torso de una estatuílla,al pabrazos ni p,iernas, sea algo mrás
recer de var6n, y de cuyo buen modelado quedan manifiestosres'
(1)
f. Ballester Tormo:
[page-n-223]
(COVA rDE LIES M),{RAVEüLES) (GANDIA)
papel semejante de las figuras
tos, que pudo haber desempeñado
al
a que pertenecieronlos restosantecitados(lánl. II, flg. 3). M,erecen
especialmención los dos siguicntesobjetos: cn el extremo superior de dos como cilindros de cerámica, uno casi macizo y otro
ampliamente hueco, y sobre ligeros cxtrangulamientos, figuran
una con la bcca conshumanas,
toscamente
modeladas
dos cabezas
tituída por una ligera hendidura y los ojos por un par de depresioncs, y la otra con la nariz producida como por débil pellizco
que ocasionaunas poco profundas depresioneslateralescon puntos por ojos y boca sumaria sobre mentón iniciado y las orejas repor clos crestecitas
presentadas
elementales(lám. II, fig. 1).
De cerámice,
ronlana: Varias lucernas,una lim,itadaal recipiente, sin tapa, que iracepensar,por su tosquedad,en una desgraciada
imitaciónindígena(lám. III, frg.2, núm.5), y cinco ejemplares
bastante completos: una de cerámicaroja, co'n el recipiente circular,
asa en forma de anillo y mechero corto, plano, redondeadoy con
línea en su arranque,llevando en el disco ¡nen relieve dos hojas de
al parecer acanto,de las cualesuna es incompleta por rotura, y el
disco, con un solo agujero central,¡
está cireunscrito por una zona
de ovas (lárn.dicha, fr$.2,,n(tm.2 y fig. 1, n:úm.2); otro ejemp,lar
de barro amarillento, de igual forma que la anterior, sin decoración
alguna, que tiene un pequeño oriftcio cerca del mechero, que probablem,ente
serviríapara estirarla mecha (lám. III, frg 2, nitm. 4);
otra-lucerna, tam,biéncle barro amarillento y del mismo tipo que
que posiblementetendría dos agujerosen el disco,
las precedentes,
que parece así inclicarlo, el cual está circunscrito por un cordón
fig. 2, núrn. 6) ; otra, muy pequeña.de
la que taltaba el asa que ha sido reconstruída, y que lleva en la
baseuna marcade alfarero (lám. dicha, fig.2, núm. 1); y otra,lu'
ceina, de cerámicaarnarilla,con la tapa del recipiente convexaqrte
deia reducido el t'entro del disco a una especiede embudo terminacloen un agujero, su mechero es corto y redondo, faltándole el
asa que ha sido reconstruída,y lleva como decoraciónunos radios
en el disco, circunscritosp,or amplia zona de pequeños gránulos
lucernas
(lám. III, fig. 1, núm. 1 y fre.2, núm 3). Ademásde estas
completas,se conservala p'aftesuperior de otra, de barro rojo, y
al p'arecer
del mismo tipo que las anteriores,que lleva en el disco,
como ornato, la parte superior de una figura femenina con la cabeza radiada. posible representaciónde la diosa Minerva, y rodeando el conjunto, una zona rayada; tiene dos agujerosy se encuentra en mal estadode conservación.
-197 -
[page-n-224]
r
I
E. |PLA ,BALLESTER
Monedas: Entre el material llegado a la colecciónBalleste' hay
también una buena serie de monedasromanas m'uy mal conser23,
vadas.Son 34, de las que sólo han podido ser clasificadas que
bustos
se agrupan del siguientemodo : una de Cartagena,con l.,os
de Tiberio y Calígula en cada una de sus caras; cuatro de
tres de Domiciano que no
Claudio I; una deVespasianoconVesta;
pueden leer; una posiblem'ente Trajano; tres de Adriano, una
de
se
con la Esperanzaen el reverso, la otra con Palas lanzando el rayo
y la tercerailegible; otra, también posiblementede Adriano; una
de Marco Aurelio segura)z otra dudosa; tres de Septimio Severo
con Ia Victoria andando, y otra del mrismocon Marte; una de
Claudio el Gótico con la Fe militar; otra de Aureliano con la Concordia mrilitar en el reverso, y una de Maximiliario Hércules (1).
El material visto por el P. Leandro Calvo,y D. Isidro Ballester
en la visita que hicieran al du,eñode la cueva y que posteriormente
m:aterialque inventariara y croquizara el Sr. Baha desaparecido,
llester en sus notas, es el que sigue: Un bello vasito de barro oscuro y pulido, en forma de tonelete, con la boca aproximadamente
cilíndrica, en la parte alta, y cuatro mehudasasas,pareadasa cada
lado de aquélla, pieza que medía sobrq unos 72 cm. de diámetro
máximo y que estabadecoradacon líneaspunteadas,sin que pudieluego si eran o no de origen cardial; un cuchillo de
ra precisarse
pgdernal de buena labra y de sobre 15 crn. de largo, y varias lucernas romanas, entre ellas una decorada con dos figuras en escena
lúbrica.
En el verano de 1932,algunos elementos del S. I. P. realizaron
de
una visita a varias cie las cuevasde la co,m'arca Gandía, entre ellas
a la que nos referinos, en la que encontraronen algunosmontones
de tierra.que había en la parte exterior de la entrada, y en un rinobcón de su interior, en el que aún quedabaestrato, los siguientes
jetos que se guardan en el Museo de Prehistoria del Servicio:
De síl,ex: Un magnífico raspador p'lano, de pedernal melado,
sobre hoja y con buenosretoquesen los bordes laterales(fig. 1, núnr,ero 7); una hoja, con escasosretoques en la base (fig. citada,
núm,.8).; un fragmento de cuchillo de pedernal grueso y de magnífrca labra, retocado en ambos filos (fig. dicha, núm. 10); una
sierrecilla,prob'ableelem'entode hoz, con el borde trabajado ligeramente (frg. 1, núm. 9), y algunasotras lascassin labrar.
(1) Debemos esta clasif,cación a D. Pío Beltrán Villagrasa, a quien en estas
líneas lé enviamos nuestro agfadecimiento.
-198-
[page-n-225]
(COVA IDE LES IIIAIRA]VBLILIES¡(GANDIA)
9
R¿i¿osde animqles: Huesos de cápridos y cérvidos; una mandíbula de conejo ¡z algunasconchasde pecten y de cardium.
De cerámica: Algunos fragmentosde cerámicaoscura, hecha a
mano y sin decorar,entre los que cs digno de mencionarse b,orde
un
de cuenco de mediano tamaño con asa horizontal sobre aquéI, parecida a algunasde Ia Cóv,qde la Sarsa; un fragmrento, cerámica
de
rojiza cardial, a mano, y con decoraciónformada por dos seriescle
impresionesen forma de espinaconseguidas
con el borde de uri cardium y otra zona inferior con seriesde huellasverticaleslograda,s
de igual forma (i,ám. I, fr1. 2, arriba); otro fragmento cardial rfe
cerámicagrisáceo-amarillenta
decoradacon amplia faja compuesra
y ligeramenteonduladas,producidas
de impresiones
horizontales
al parecer mediante el arrastredel borde de la concha y delimitada
tanto en la parte superior como en la inferior por otras impresiones trazadasperpendicularmentea la zona dicha (lánr. I, fig" 2,
inferior); otro pequeño fragmento, de igual tipo que los dos antcriores..condecoraciónde líneasincisasparalelas muy juntas;
y
y un fragmento inmediato al arranque de una asa, con restos de
ornam,entaciónile cordones, con impresiones aproximadamente
circulares(lám. II, fie. 4).
También de cerámica hecha a torno hay un buen núm,erocle
fragmentos,
entre los que citaremosuno de borde, al parecerde
una pequeñacop:l dc pie bajo, con,franjas horizontalescolor siena
oscuro como decoración.Además, extraordinarionúmero de diminutos fragm,entos lucernasromanas,asasespecialmente
de
(1).
*
g
*
Expuesto ya el material que se conservade esta cueva, y dada
noticia del que habiendo desaparecido recuerda,vamos a intense
tar su clasificación,tarea no fácil debido a que se desconocen
ias
y
circunstancias cletallesen que aparecieronlos diversos objetos.
Tanto del material que p,oseemos
como de las diversasnoticias
que los visitantesde la cueva nos han dejado, podemos considerar,
que son tres los niveles principales: uno
con toda clasede reservas,
y
Paleolítico sup'erior,
otro Neo-eneolítico un tercero Ibero-romano.
para afi.rmarla existenciadel nivel Paleolítico,
Nos apoyam,os,
(1) ((La labor del S. I. P. y su Museo...D,1932,páe. 2.-L. Pericot¡
y Memorias de la Soc. Esp. de Antr., Eünog. y Prehisü.>, úorno XVII, 1-4. página
102. nfiadrid. 1942.
-199-
[page-n-226]
E. IPLA B.ALLESTER
en el testimonio ya citado de Breuil (I), que dice observar<
faja neolítica intacta, hogaressin cerám,ica con sílex de aspecto
y
paleolítico superior>; como también parece ratifrcartales afirrnaciones la existenciade huesos de conejo, que considera característicos de ,estaépoca. con anterioridad a Breuil ya el p. calvo
había observadocómo el estilicidi había aprisionado en la parre
o
baja huesos de época cuaternaria. Resp,ectoal material, aunque
no poseemos ninguna pieza que por sí nos indique una cultura
propia del Paleclítico superior, parecen sugerirlo algunos útiIes, si no p'or su tipo, sí por su técnica.D,e esta forma, las tres,piezas que pertenecierona la colecciónBoscá (fig. 1, núrr¡s.1 al 3), el
p'equeñoraspador de sílex rolizo y de técnica capsienseperteneciente al sr. Ballester(fig. 1, núm.5), y dl raspadorplano sobre hoja
de sílex melado, con bellos retoques,que se conservaen el Museo
del S. I. P. (fig. 1, núm 7), parecen
m,ásbien p,iezas
paleolíticasque
de otro período más noderno. A estos objetos podrí"mos añadir
quizá los <útiles toscosr> p,edernal,que bajo el núm,ero
de
455 se
conservanen el Museo Antropológico Nacional, p,ertenecientes
a
una serie que regalara el Sr. Vilanova y piera, aunque por no
haberlos visto, nada podamos afirmar en concreto.
La cultura Neo-eneolíticaestá mejor r,epresentada
que la anterior, y a-lgunas las piezasque se conservanson bien,característide
cas. Así tenem,os, primer lug4r, ros fragmentosde cerámicacaren
dial con rica decoración(lám. I, figs. I y 2), sernejantes los bien
a
conocidosde la sarsa; el pequeñocuencode cerámicaoscurahecha
a mano (1ám.I, fig. .3,núm. 1); el fragmentode cerámica,también
hecha a mano, con decoraciónen cordón (lám. II, frg 4), y algurra
de las piezasde sílex, como el pequeño raspador de pedernal gris
de la colección Ballester (fig. 1, núm,. 6), el fragmento de cuchillo
de sílex (fig. 1, núm. 10), y la sierrecitaparte de una hoz (fig. l,
núm. 9). Tam,biénde esta cultura es la p,untade flecha (fig. 1, número 11) con aletasy pedúnculo, que se conservaen el Museo Arqueológico, y que regalaraD. Juan Vilanova y piera en 1g6g.podemos incluir como de este período, con todas las reservas,los siguientes objetos desaparecidos la lámina de marfil que viera el
:
P. Calvo, que la suponemosneolítica y no p,osterior,por ser, según descripciónde aquél, pieza toscae irregular; y tambiér, po_
siblemente,Ias varias agujas de hueso.
Lo que sí se puede asegurarcomo p.erteneciente este período
a
es el pequeño tonelete de cerámicahecho a mano, con cuatro asas
(1)
Breuil: (Ibidll.
-200-
[page-n-227]
(COVA DL LES MARAVEITLES) (GANDIA)
11
y decoraciónincisa o cardiál (no se conservaeste dato), que viera
el Sr. Ballesterentre los objetos recién extraídosde la cueva cuando fué totalmente vaciada en 1914, que se hallaba en poder del
dueño de la misma, y hoy desgraciadamenüe
desaparecido. trata,
Se
como hemos dicho, de un pequeñovaso de barro oscuro pulido,
en forma de tonelete,con cuatro menudasasaspareadas los lados
a
de la boca cilíndricasituadaen la parte alta.'En las notas tomadas
constaque tenía unos 12 centímetros diámetro máximo, y que
de
estaba decorado con líneas punteadas, sin poderse especifrcar
si
éstaseran o no de tipo cardial.También, y siguiendolas notas a
que nos hemos referido, pertenecea este mismo período el igu¿lmente perdido cuchillo de pedernalde buena labra y de sobre unos
1.5
cm. de longitrrd.
Y por último, del nivel superior de la cueva, 9u€ suponemos
Ibero-romano muy avanzado,
tenem,os
también una buena serie de
objetos,algunosde ellos de mucho interés.De este nivel son los
vasitos caliciformes y las pequeñascazoletasde la colección Ba'
y
llester (lám. I, trgs.3 y 4, núms. 2-6), los restosde estatuíllas los
de
dos ídoios cerámicos la misma (lánl II, figs. 1 a 3). las lucernas
y las monedas romanas.
:
Poco debemosdecir de los vasitos caliciforrnes se encuentran
en todos los despobladosibéricos desde épocas retrasadashasta
bien entrada ya nuestra Era. Algo parecido ocurre con las cazoen
letas: las hemosvisto muy semejantes Covaltay en La Bastida.
(1áde
casi rectangulares, cerámrica
las dos tabletas
Sin'embargo,
que dijimos hacían pensaren asideroso mangos
rnina II, fig. 5).,-v
no
de útiles desaparecidos, los conocemosen ninguna otra estade
ción. También son propios de muchasestaciones este período
(entre ellas Casa del Monte), Ios fragm,entos miembros humade
en
nos, como los de piernas,aparecidos esta cueva. Mucho más
interesantees el torso, de varón al parecer,bien modelado y que
no parece obra indígena; más imperfecto que el que tratamos'
pero relacionados
am'bos, duda, es el tronco de ídolo femenino
sin
de barro rojo aparecidoen Torres-Torres (1) Plantean un problerna interesantelos dos a m,odo de idolillos de cerámica, hechos a
humanasde técnicamuy rucabezas
torno, terminadospor toscas
que recuerdanlas conocidasfiguras ibicitanas, de sudimentaria,
puesta procedenciaoriental, de las que se separanéstaspor su aspecto cilíndrico irente al más o menos acampanadode aquéllas.
(1)
Almarche:
(La antigua civilización ibérica en el Reino de Valenciau
pág. 130.
-201-
[page-n-228]
12
1,
tj!
*
IPLA BALLESTER
Se encuentra a primera vista cierta semeianza entre estasfiguras y
en
algunascle las ap,arecidas el Egeo durante el Neolítico (1). Las
lucernas, excepto la tosca, que hemos dicho debe ser una mala
pertenecenal
imitación indígena de las bellas,piezas imrportadas,
segundotipo de evolución de aquéllasen Roma, que han sido situadasen la última mitad del siglo II de C. y principios del siglo III
Y a los tres primeros siglosde nuestraEra pertenecenen su mayor
en
parte las mionedas
conocidasque fueron encontradas esta cueva.
Junto con estos objetos, más o menos fácilrnenteclasificables,
con otros, de clasiñcacióndifícil : así tenemos
nos encontrztrlros
una serie de lascasy lárninasde sílex, sin retoques,de época incierta, y los dos afrladores(lám. III, ñg. 3), que tanto pueden ser
del Neclítico como de un nivel ibérico avanzado
. * x *
La <.Cóvade les Maravelles>debió ser, como se desprendede
ló expuestohastr aquí, ocupadaen casi todas las épocas,desdeel
Paleolíticosuperiorhastabien entradayalaFla Cristiana.Fué residenciadel hombre paleolítico y del neolítico y debió ser enterramiento del ibero rom,ano.De este último casi con certeza,pues si
no fuera así mal se explicaríala existenciade exvotos (torso, pierde
nas, etc.) y la exttaordinaria abundancia monedasy lircernas.
para la Prehistoriavalenciana,
verdaderadesgracia,
Ha sido una
de
el que la codicia de los p,ropi,etarios estacueva les indujera a vaciar su estrato, privándonos del estudio sistemáticode una cle las
del l-evante español.
más interesantes
estaciottes
(1) L. Franz:
Steinzeitidole> en I
-202-
P. E K.. 1932-1933
[page-n-229]
E. PLA BATLESTER-rCdva les Maravellesr"
de
LAMINAI.
[page-n-230]
BALLESTER-
LAMINA II.
(Fotos Adetl.)
[page-n-231]
de
E. PLA BALLESTER<,Cdva les Maravellesr.
IAIVUNP^
t¡t.
(FotosAdell.)
[page-n-232]
I. BALLESTERTORMO
Tr¡bajosrlel S€.vlclodc hvt.llgtclón Pr.hlstótlc¡
Notas sobre las ccrámicas
d c 5 a n A i g u e ld e L i r i a
I
celtlbérlca
lérreas la caballería
de
Las estacas
de
Hemos ¡r dicho, en otros sitiu:, cámo las decoraciones los
estasnotas),al
vasosde San Miguel de Liria (a ellos se concretan
del
reproduci¡ de modo ¡ealistaya escenas vivir cotidianoo tememo¡adoras de hechos hazañosos,dcjan ver al detalle particularidaveces
des quc nos seríaimposibleconoce¡de otro modo, y algunas
la confirmación de las fuentes escritas. Así, hemos visro
fac;litar
ratificado por los hallazgos cerámicos iirianos, cómo vive aún en
Ius últimos tiernpos de la ciudad aquella danza bisexual de que,
nos habla Estrabón, en la que
como propia de los iberos Bastet:rnos
l¡¡ilaban los varonesy las nuje¡cs cogidosde las manos; como se
confirmó la rancia alusión de Cratino al ibero de ba¡bas de macho
cabrío y aun la afrción a las grandes peiambres que Marcial menDe otra comprcbación de iexto, por Ia ce¡ámica pintada con esuamosa ocuparn." ahorá.
cenashumanas,
De la importanciaque en Ia Españaantiguáiuvo el caballo,d€
su viveza, su rapidez, sus extraordinarias condiciones para la guerra de nontaña y de la importancia dada a la caballería indígena,
nos hablan diversos textos sobre la materia, agrupado6y subrayados
por el Dr. Schulten (1). I-as ornamentacionesde Sao Miguel acusan
(1) ver A, Schr¡lto a (Hispa¡ia)|, y ú v&io6 lasales de (Fdrtes ¡tispa¡¡¡€
- ?,oz
-
[page-n-233]
2
I. BA]LLESÍER
TORMO
también esa marcada preocupación por el caballo, pu€s so¡ escasas
Ias composiciones que no aparece;y a este respectopodríamos
en
ampliar la refc¡€ncia otros yacimientoslcva¡tinos con cerámica
a
rica. Lo que no se vc en ellos,y cn San Miguel aparece
una sotavcz.
es la párticula¡idad, dctalleen los árreos,que nnotivaestanota;
el
y no cabc Ccsconocer
crár realistas minuciosos
y
fueron los decoradoresdc los vasosIi¡ianosen acusarparticularidades las guarde
nicionesdc los caballos,frecuentemcnte.
Recuérdese
cuántasvcces se len rcpro
de
mos a ocuparnos,
Rcficre Polibio, af habl¿rdc las guerasJc Numancia {fr¡s. q5),
y parece hacerló de ?iyr, quc cn cuanto la caballería ceitibérica
dábasecuenta de que sus inlaDtescedísn terreno en el combáte, descabalgaban jinetespara ayudarles,
los
dejando Ios caballos
dispues,
tos en formación, sujctos por las riendas a u¡ros clavos de hie¡ro
hincadosen el suelo; y ásí permanecían bestias,sin moverse,
las
hasta que volvían sus jinetes (1). Tal rele¡enciafué comprobada
por Ia excavaciólr de Ios campamcntos romanos de alrededor de
Numancia, dondc fueron halladoslos útiles aludidos (2). que se
cree tomaron los ¡omanos de los indígenas.
Los mentados
instrume¡tos
son, como puedeverseen Ias iiguras
l.^ y 2.', unasestacas hierro, con vástago sección
de
de
rectangular
o
circular, largo que oscila entre 25 y 40 ccntímetros generalmenie, y
gruesosuficiente
para darlcsla re.i,¡cnci¡ neccaric. q:e unrs vlcrs
cn la parte alta y otrasen un €nsanchamiento
Iateral,llevan un taladro del que pendc o pendió grucsaanilla a Ia que se solía ari;cular
uná cadená,de h que quedanrestosen algún ejemplar,r: bien se
ata¡íanlas iendas directanreftte ¿quélla; pues la finalidaddel útil,
a
en apuradosúomc¡tos bélicos,exigiendorapidezcxiremadaen su
y
colocác;ón ¡€cuperación,
impondrían las operaciones
más sencillas y fáciles.
I'll mentado texto re6ér€sc, como acaba de verse, a los celtíbe.
¡os; pero, ¿:fuésóio po¡ éstosempleadr la estaca
fér¡€a o la us¿ron tarubiénlos jrnetesibéricos?Del hecho de que Polibio co¡ocedor dc todo el Levantede lberiá, lo at¡ibuya concretamente
a
parecededucirse
que no lo vió entre los iberosl m¿s
los celtiberos,
€s lo cierto que de un vaso de San Miguel de Liria resultaser también esa clase de estacacosa ibérica.
(¡) Ve¡ (F@les,.,r, t, ¡v, pás. 5,
(2) A. schul¿en:(Nu&antiar, i, ür, pÁ9,t54, lÁ¡¡. 39! númems 3. { y 5i y
i. Iv, pá9,210,táñ,22, ¡úmerG 13 a 19,v 1á¡¡. 28,nfimerG 1 y 2.
-20+-
[page-n-234]
NÓTAS SÓINE t,AS CENA¡Í,IC.AA SAN TIIGIJET
¡E
3
iuna gran tinajadescubierta talésexcava¿iones, 6l (ompartien
en
pieza omada con profusadecoración
vegetaly
miento úúmero 41,
geomét¡ica muy cuidada,desarrollada dos zonassuperpuesno
en
de
tcs, lleva en cadauna de ellas,como tema principal, escenás
Figúa l,¡
Esr¡crs lélss
de Nrm¡flir
(lugf
cil.do)
a
crza del ciervo a cáballo; en Ia superior,un solo jineti persigue.
la res herida, y ec ia de abajo un par de cazadoresacorrslan, desde sitios opuestos, a una cierva doblemente herida. Prescindierrdo,
po¡ no interesar aquí ahora, de consideracionesrelativao a los res,
tantes,motivos or¡amertaleG, nos básta subrayar el detalle de que
losdos caballo¡ de la e¡cena inferior llevan colga¡do del cuello, ¡ln
que haya indicio gráfico del modo de ¡ujeción, s€ndos úllles con¡istenresen algo como una pequeñabarrarecra,.pendiente la anilla
de
puesta en lo alto. En la ñgura 3.' puede verse la escenede referenen
ciá y bien deotacados ella los útiles de que tmtamos.
-406-
J
[page-n-235]
1
L AALLES?IERTOR-IiO
La impresión causada al advertir esta particuleridad decoretiía
fué la del i¡rmediato recuerdo del texto de Polibio: lo que pendía
del cuello de los caballos, vástago rccto de dimensiones nedianas
colgante de una anilla, i¡vitaba a la identifrcación con la estacade
hierro de uso at¡ibuído por aquél a Ia caballería celtibérica El re-
&hca€ léreÉ6 do Núo¡ncis (luss. cii¡do)
presentarlo pendiendo del cuello, 6obre el pecho del caballo, colgando de una cadena (algún ejemplar numantino lleva aún, como
hemos visto, parte de ella) o de una cuerda atada y pasada luego
a modo de collar por la cabezáde aquéI, e¡ un detalle bien realista;
pues expresael modo m¡s simple v práctico de tenerlo a mano sin
molestias, y de d¿scolgarley colgerle del cuello de la caball€ríe con
la p¡ontitud y ¡apidez que las citcunstancia¡ expuestaspor Polibio
u otfeB semejantesimponíaD.
-2m-
[page-n-236]
NoTAS SOBRTE
r-¡.s cEiRAllllcdd DE SAN .tllcLrEl
5
El vaso liriano, si confirma él uso en la Ponínsula ibérica de e¡e
práctico nodo de sujetar las caballeríasen el campo, parece rectificar a Polibio en la afi¡mación de que ello fuese p¡áctica exclusiva,
mente celtibérica; siendo por demás extraño, como se insinúa
antes, que si exisiió no 1o viese ent¡e Ios iberos más o menos lige,
ramente romaniz¿dosJcon quienes debió convivir. Ello, y el no
-:'-i
L
de vaso {k S¡n Misul
encontrarlo reproducido en ningún orro vaso de S¿n Miguel, donde tanto se dan las representaciones caballos,en escenas comde
de
bates y de caza, ni verlo en composicionessemel'antes las ¡icas
en
cerámicas de A¡chena, Elche, Alcoy, Oliva y Tarragona, nos induc€ a creer si en realidad no fué tal útil de general empleo en tierras própiamente ibéricas, a algunas de cuyas comarcaspudo llegar
por relaciones co¡ Ia cercana celtiberia. influe¡cias tan acusadas
en otios aspectospor la arqueologíaj y que el útil de referencia se¡ía más que aquí preciso en los grandespáramos de las mesetascastellanas.
Aunque ia fo¡ma del vaso que lleva la escena de referencia es
la d€ tinaja, corri€nte en San Miguel, su deco¡ación, segúndeian ver
alguros motivos no frecuentesen las cerámicasibéricas valencianas.
-W7 -
[page-n-237]
lOR/'{O
¡. rB"{I-.I-EST!rR
loquenos
parecesepárarse
entale,sruinas;
álgo de Ia predominante
pensar si pudiera proceder estevaso de algún alfar más cercano
hace
aún a los llmites con la celtiberia,ya bien próxima a Ia comarca
Liria-Sagunto, y náturalmente más afectada del influio de aquélla.
obienidospor
Lo indudablees que ertre los ¡bundanteshie1106
nosotros en nuestras excavaciones en el despoblado de Coválta
(.A.lbaida) en la necrópolis de
y
por el S. L P. en
Liria apenas quedanhier¡os),no se ha realizadoun solo hallazsi
go de semejantesobjetos. Se descul¡ren, sí, en uno v otro despoblado valenciano, varillas férreas, de largos semeiantes, aguzadrs
por un ext¡emo y con anilla articulada en el otro, pe¡o su delgad€z
y debilidad, con la falta de robusta cabezadonde percutir para cla'
, varlas, las hace inadecuadaspAra lo que lás fuertes estacasde ripo
celtibérico de que tratamos. Ignorámos,rnaturalmente, Io que Ias
excavacionesde los ¡icos despoblados ibér;cos, apenas iniciádas,
pqedan proporcionaren lo futuro; pero el hecho de que lo hastr
ahora explorado no nos haya dado ejemplar alguno de estos útiles,
y más aún el que Polibio lo aprecie como cosa nueva, y por lo tanto, repetimos, no vista en tierras propiamente ibéricas, nos decide
a considerarla exfrafia a éstas
II
solar
Un vasocor decoración
de
En ta campañadc excavaciones San Misuel, corrcspondiente
núm.2la mayor pa¡te dc un
descubrióse el departamento
en
a 1930,
vaso de buen tam¿ño (246 mm- de altu¡a por 320 de boc¿) del tan
frecuente tipo que vqnimos denominando copa de pie 5aio. Reconstruída la piez¡ hasta donde fué posible y terminados el calco v
desarrollo de su or¡amentación pintáda €n el acostumbrudo tono
rojizo, dímonos cuenta de que estábamosante un vaso de excepcional inte¡és por su decoración con símbolos solares. A dár detrllada cuelta de :se ejemplar, ornado de modo tan extraordinario,
tiende está nota. Véanscvaso v desarrollode su decoraciónen Ia
lámina l, 6g. A y ñe. 4."
La decoración, pintada, va en un amplio friso que ocupa el tercio superior de la ruperficie del vrso v está l;mitada por un ñlcte
en lo alto y er grupo coDstituído por una an¡plia cinta entre file'
tes más abajo, sobre la que sc apoya, corno remate, una !€¡i€ de
_20E_
[page-n-238]
NOTAS SOBIiE LAS CEII,{!\1]ICAS
DE SAN MICIIT]L
7
doblcs semicírculospunteados. lln e1 amplio campo del friso,
un:rslíneasdc postas,a dos caras,dcsarroll:indose zig,zags lo
en
a
ancho de aqué1,
divídenlocn espacios
triangulares,
aigunavez com,
pletadospo¡ otras lí|eas de simplcspostes más Irecucntemente
y
de
seriesopücstás rnenudos
de
segmcntos círculo. En el centro de
de
csosespacios
triangul¡res
apirrecen diversos
los
moiivos decorativos
de signilicación
solar a que hemosaiudido y que da¡ al vaso,como
va dicho, un interés singul¿r- De izquierda x derechr, tomando
como pu¡rto dc rcfercnci.r desarrolloque publicamos la ligu,
el
cn
ra 4.', los tres espacios
primeros llevan cn el centro oiros tantos
triskeles postrs; va cn el inmediato un pcqLrcño
de
circulo, ligerajncompleto,con dos diámetrosperpcndiculares puntcedos
mcnte
y
los cuadrantes
resultantes;tras un amplio €spacio pcroido por
roturáj que pudo contenertres de los comp¡rtimientosdichos,que
probabiemente
llevaríansendossignosde igual signiñcación, ve
se
grafía bien especíñcamente
otru
solar, aunque lige¡¡m€nie incompleta, qqe consil¿ en un círculo punteado r fadiado; tres rle ra
q r e , i q u e n e n s u s r c , p e . r i L o e s p a c i ur,r e ss i d n o "e n ( r u r g r ' e g ¡y
r
otros tanios con lriskelesde hojas de hiedra,caso único qr-re
conoDe la signiñcación
solar dc los enume¡ados
signos,cuyos tipos
se reproducen la fig.3.', no crecmos
en
que puedadudarse.
Salvo ia
sineularidad
clel empleo de Ias hojas de hiedr¡ en los triskeles,
Ias
demás¡ep¡esentaciones bien conocidas
son
como símbolossola¡es.
y han sido razolradas
suficientemente deriv¡ciones la imagen
sus
de
dcl sol en movimiento (1); s;endosabidoque en culturasmuy remotas se hállan ya talessignosempleados
con una significación
sagrada, que perdicron luego, reduciéndosea un valor simbólico y en
último té¡nrino a un sirnple motivo decorativo; volviendo r recobrar su sentidooriginarioen la cultura griega mediier¡ánce
rntigu¡.
penínsuladebieronllega¡ tales signospor esa vía de
A nueÉtra
influencia,
más que por otra europea.
AIgunr vez suelenencont¡arse
p i - r - r a . r ¡ * u l ¡ r c s i b é r i c ¡ s e ¡ n ¡ .d , t l i - c i ó n ) o l " r . g e n c r a ' r
en h,
mente en la más conocidaforma de svástica, otfa vez con acodry
miento bíñdo, como en la colecciónMartí-Garcerán
del S. L P.;
p¿ro pocos se ven l istcmíticamen agrupados
para darle intenciote
nalmente al vaso una clara signilicacirjn
sagrada.Ap¡¡te I¡ pieza
de quc tratamos,
sólo conocernos fregmentoprovinie¡te de Amacl
rejo, que ¡eproducitrosen l¡ lám. I, D, conteniendo
pa.re dc un
(r) ver, por ej€Fplo, como mís cono¡idos, los trabajos dc Dechelere: (Le cufte
du Soleil aux.Lempes pt.hisloriques, R,. A. 1909t y (M¡¡uet..., JI, Age du Bron2' D, f¡g l?9 eslPc¡alDenl¡
-2n9-
[page-n-239]
roRl{o
i. B"{],LESÍDR
{
a\
T
+
&
.#
[page-n-240]
NOTAS SOBAE LAS OERA]\4I{AAS SAN I{¡CIJEL
DE
9
friso ornado con soles, svásticásy una or;ginal represe¡t¡ción serp€teant€, con cabezaen espiral y cr€stásinclinadas atrás que denotan cla¡amente Iá id€a de movimiento caracteizante a los símbolos solares(1).
Pretender que en tal caso, como en el de San Miguel de Liria de
que tratamos, signos
los
variosagrupados
tenganuna mera 6nrlidad
decorativa,
seríaabsurdo; pues pudo quedar mejor servido tál obj€iivo repitiendo uno o varios de dichos temas o alternándolos rítmicament€ con otros, que aporta¡les del modo caprichoso, aparentemente deso¡denadoy nada agradablea la vista, que vemos en las
composiciones ornamentaies a que hacemos referencia; y ello de_
mue3traque lo que se persiguió, agrupándolos, no fué precisamente
componer un friso agradable, sino atender a Ias exigenciasde una
preocup¿ció¡ muy disiinta, p¡obablemente de orden religioso; obsesión aún persistcnte en los últimos tiempos de la cr¡ltura ibéricr.
tal vez por supe¡vivencia espiriiual de épocasmás remotas.
En iier¡¡s dei antiguo Reino de Valenciano abundanentr€ los
motivos decorativosibéricos,rorri(rntes,los de derivaciónsoiar;
pero no debe negarsequ€ aquí y al1á surgen temas a que pudie¡a
atribuirsetal origen; y .run en algunosdcspoblados
por
cxcavados
nosotros,como el de CovaltalAlbaida), dc nuestr¡ cuenta,y el de
en Iuerte relieve, cuyo objeto dedicaríasea sello pa¡a oroducir la
i m p r e s i ó n: n e a d c l ¡ e c u . , d r o , o n¿ c r u z g r * n a r , o t i . n r o t , . c r n r l
l
ter;a plásticaun negativocon iodo elio en hueco; siendo oor dem á s c u r i o s oq u e < L a B ; s r i d : " d i c i a s i n i s m ou n o d e e s i o sú l r i m o s
€n cerámicacocha,también con asapor ei lado opuesto,que bien
pudo servir para emplearla en rcproducir svásticásen sentido inverbo al dicho, sobre materiNsdúctiles. Véanse rep¡esenráciones
del materialde referencia la láminaI,6gs. B y C_Todo ello deia
en
lámbiénenrrcvercumo subsi.ri. o cu:rndumenobperdurrha el recue¡do del.sentjdodivino de estos signos solares,en ticmpos de
ambos poblados, que tienen ñjada cronologíade los siglos IV y
III a. de Cristo.
Adquieren mayor Iuerz¿ l¿s deduccio¡es pr€cedentessi t¡aemos
a la memo¡ia que, si algo rcsulta n€dianámente claro del estu_
dio de Ias ideasrel;giosas
peninsLrlares ticmpos ibóricos,es que,
en
(I) P. Pa¡is: (Essai su¡ l,ar¿ et l,j¡dutrie
póg. 54, ii, rr.
-ztI_
de I'Espag¡e pljmitiver, ns. 50.
[page-n-241]
, BALLESTEIRTORMd
10
como en la inlanci:r de todo pueblo suele suceder, se ocupáse el
olimpo con divinidades representativas de fenómenos naturales
entonces incompre¡sibles o inexplicables, y lógicamert€ con el sol
v la luna ent¡é los primeros; v así sucedió en lo ibérico, regún es
de u". eo t"" tan ¡enofllbrádas citas aducidaslpo¡ Schuiten sobre la
materia (i); debiendo s¡¡brayaren cuanto al sol, que eo el cabo de
Roca (Lüsitania) se daba culto a aqué1, que el dios solar Neto se
conocía en Andalucía y que imágenes del mismo eran f¡ecuentes
en monedas de la España meridional, en Málag¿ por eiemplo; v
pudieran citarse también, entre otros meteriales de iÍte¡és pa¡a el
procedentes
casoJlas estelassolares.eútre ellas las que 3e creyeron
'Góngo¡a' publicadas por
de iástulo y pertere;ieron a la colección
P. Paris (2).
Todo esto da mavo¡ c¡edibilidad a la suposición de que Ias comde
posiciones¿lecorativas los vasosdichos, del Levante ibérico; erat
expresión de un culto solar aún perduránte en él'
(1)
cEispe¡ia).
Páa. 93
-212-
[page-n-242]
BALLESTER
LAMINA l.
D
V¡so de Sai l¡js{ér..-B) r C) SLásri¿a bronc I, v!¡üdo e¡ .e¡ínica ie L¡ B¡srid,..
€n
D) ¡¡,.n..ro. oe
(¡otos Adell.)
[page-n-243]
AB. HENRI BREUIL ET RAYMONDLANTIER (+)
Villages préromains
de la Féninsulelbérique(i)
(nlb.cete)
ll. Le Totmo,A inateda
I.
{2)
GENERALE
I. TOP0GRAPHIE
Les voies de communic¡tion qui permettent de gagner le littorál
méditerranéen en quittani les plaines de la Manchc et en se glis6ant
entre les montagnes crétacées,¡urassiquesou triasiques qui Ia rebordent á I'Est et au Sud-Est, ¡e sont ias nombreuse¡. L'une d'elles
s'étend de C hinchilla par \ ecla, vcrs Alicante et Elche. l'e iong de
cette voie naturelle sont éch€lonnés riivers oppida ibériques' dont
le plus ;mpo¡tant est, sans doute, Meca, enlJe Alperá et Avorá' et
et
les célébres cerros de los S¿¿¿os óe la Consolaeiótt On peu! en¡
core citer de curieux établiss¿ments Ei '{rrareio, Á Bonete a }t EI
Ar¿üi, p¡és de Yecla.
Une autre voie, également jalonnée de places Iortes ibériques,
descendvers Murcie, par Hellin et Cieza, en suivant i peu p¡é¡ la
trace de l'ancien détroii mioc¿ne et Ie réseauorographique inférieúr
du Rio Mundo ct de son affluent, la Rarnbla del Mo¡o ou Rio de
Tobarra. Le long de cette voic, ou dans son voisinage, se trouvent
des localités qui ont donné d;mportant€s trouvailles ibériques'
corrme Jumilla, Moratalla €t Calasparra.
Entre Hellin ei Agramon, ¡ Minateda, vers Ie poi¡t oü la voie
ferrée de Chinchilla i Mu¡cie décrit une forte courbe et se diriee
(*) El Dr€se¡te tEbajd estri @mpuesüodeele 1936,cr¡ando * p¡€pá¡¿¡¿ la
o¿r seeuao volu¡o del A¡wio que sa;reabo¡¿ a la ¡u púbüc¿'
""üúecio|i
Voú: R. Lútie! eü ¡L BreúiL (Vi1lag6 prÉ(n@ir¡s de la lé¡rinsre ibé
{1)
que. I, I¿ viuar, in dRetue ¿I¿h@locüuo $m, 1' p 209-210(2) R¿1sé5 eü photosaphies exécutA ¿u úojs d'octobe 1916lo¡s de noir€
sejorú á Mi¡eteil&.
- 213 -
[page-n-244]
RAY]{OND LANT¡ER ET I-iENRI T]REUIL
ve.s le Sud, apr¿savoir été vers I'Est, lcs dépótsmiocénes,
découpés pár l'érosion,forment une série de ¿e¡rosi conioürs escarpés,
passant,
de grésplus ou nroinsmolasiqL¡cs
suivant les points, i des
niveaux de conglomérats galetsde quarizite ou de calcxiredur,
de
ou i desbancsde gr¿sassez
compacts lits dc petitsc¡rillouxfcrrui
galetsdc roche durc sc t¡ouvent
lcs
sineux. Góné¡alcmenl bancsdc
) la basedes ¿¿l,'os prcsquci nivcau dc Ia plaine.
ct
vers lc Nord du cóté de Hellin,
Cclle ci, qui va en s'élargissant
vers le Sud, ertrc desmontagnes plus en plts élevées.
se resserre
de
ll y avait li, d¿s les iemps les plus anc;ens,
une sorte de déñlé qui
commandail l'accésdes plaines de ceite partie de la Manche. A
1'llst, la sierra de C.rbez: I-lana lim;te I'horizon; i sespieds se
,trouvent d'importantcssirtions moustéricnnes dans lcs ¡avins
et,
qui découpent le rebord orient¡r1, crcus€nidc nombreuxabris
se
présententd';ntéressanies
peinlurcs
sous roche don¡ quelques-uns
paléolithiques néolithiques,
prr Monsieur
ct
découvertes étudiées
et
l'Abbé Breu;1.
- Vers l'Est, la plaine est limitée par la sierra del Cuchillo et les
ccl/os oü se creuse la grande cueva Morena. Ces hauteun s'étendent dans la directionde la haüte chaine de lá sie¡ra de las Cabras.
De ce cóté égaleñent de la plaine, les vestigesdes deux áges de la
pierrc nc sont pas rares.
Iin aval,vers Agramon,la plainc, d'abo¡d marécagcuse, biencst
i6t réduiteau tahveg la riviére.Au centrede l'¡mphiihéátreforde
que nousvenonsd'indiquer,mais plus rappromé par lesmontagncs
ché de la sierra de Cabcza I-lana, se drcssc I€ Tolmo, haL:tem?setd
comm:ndant la plaine de ious cótés.Sa forrnc est allongée, ses
et
partoui inacce¡sibles. partie supé¡ieure
vcrsantsp¡esque
La
est enpar unc villc ibériqueet rom¡ine.
t;¿remenioccupée
A l'Est, dc I'autrc róió dc la riv;ére, actuellementcanalisée,
et
potable,maiscxccilente
pou¡ I'irrigation,sort de terdont l'eau non
rc par des ótangsau Nord, un pcu en arriére du lo}¿o, il exkte
deux autrc petiis ú¿l7'os
satcllitcs,
également
couvettsde ruines ct
de vest;ges.
A la pointe méridionaledu lolr¡o, en bordure de la plaine curtiv¿e,se trouvent dc notablesrestesd'habitats romains, colonnes,
de
I-ln peu plus ¡ l'Est, entre /¿
sarcopháges narbre, inscriptions.
Ioü¿o et Ic viüasc dc Minatcda, le long de la. route de Hellin :1
Agramon, se rcnconirentde nombrcux silos antiqueset une nécro
polc ibérique,en prrtie boulcvcrsóc
par des inhumationsde ba6sc
époque¡omaine.Leur découvertc due aux travaux de condtruccst
tion de ia ¡oute en 1914-1915.
-214-
[page-n-245]
V¡LLACES PRERO,]Í,AINSDE LA PENINSULE IBERIQUE
Depuis le sommet dt Tol¡no, la vue s'étend, au midi, sur une
piaine d'abord fertile et irriguée, puis couverte de végétations marécaeeuses.
U¡ peu au del! du village de Mineteda, s'apetgoivent
les quelques nraisonsde la Horca, avoisinant d€s oliv€ttes qüi vont
jusqu'i la voie ferrée; i droite et ¡ gauche de celle-ci, 6ur des éminencesá peine sensib,les, ya d'impo¡tants vestigesde sfations ibéil
Les paysansnous ont af6rmé qu'on y avait découvert des figurines d'animaux en bronze, et la cé¡amique peinte ibérique, si abondante déji su¡ le ve$ant oriental dLt Tolmo et ^ la nécropole, y a
été recueillie en quantité. On voit méme des terres noires qui en
contiennent dans la coupe de ce¡tains canaux d'irrigation. U¡ peu
plus au Sud encore, au pied des montag¡es limitant la vallée vers
f'Est, des champs appeléaZama contiennent des.milliers de tuiles
romaines, analogues ! celles que l'on voit autour des maisone ruinées et des sépultures taillées dans le roc de I'u¡ des petits ¿¿rros
avoisinant le Tol¿r.o.
DU
DESCRIPTION TOLMO
Le Tolzo, nous I'avons déji vu, est une f¿I¿t¿ étroite et allongée, i€rminée en promontoire aigu dirigé vers le Sud, s'arrondissant
i l'autre extrémité en un lobe i contours, également inaccessibles.
(Pl I, fie. 1).
Nous avons tenté d'e! lever un plan topographique avec l€6 moyens ¡udin-¡entai¡es
dont nous disposions, c'est-á-di¡e la boussole et
pas. II va, sans dire, dans c€s conditions, que les détails de notre
le
plan ne sont qu'approximatifs. Néanmois, son exactitude est suffisante pour permettre d'en apprécier d'une fagon approchée les dimensions réelles et pour que l'on puisse se reconnaitre, sans atr.utre
diffrculté,dans nolre graphiqueel retrouver,gráceá lui, Ies vesLiges que nous avons pu y repérer.'
La dimension de la meseta, d'une exirémité ) l'autre, est d'environ 500 métres. Mais la longueur réelle est supérier¡re, la forme
générále étant incurvée assezlortenient, avez concaviié ¡ l'Ouest.
LES ACCES.-De ce c6té, il n'y a que deux acc¿spossibles:
l'un, au Nord-Est, esi un escalier, assezrapide, mais relativement
facile, entaillé entre deux masses rocheuses (IV) (1) Un autre,
(1) I-es chiffies ¡omajns renvoleDt au secfiom con€spondant¿s du plan
-215-
[page-n-246]
RAY]IIOND LANIIEfi
Ef }ÍENRI BRETIIL
beaucoup plus difficile, se trouve á environ 120 m¿tres de l'épe¡on
méridional, le long du bord oriental (VII). Li, de nombreux blocs,
détachésde Ia bordu¡e de Ia fálaise, oni reten[ les terres et perrnettent de gagner graduelleneüt, par une série d'écbelons natu¡els
et en utilisant quqlques corniches, presque ¡e niveau de la.t eseta.
Quelques entailles veriicales dans le rocber et deux ou trois marche. creuiéespermettaieni, quoique diffrcilem€nt, de gagner la ville
po
.
N i l ' u n e n i I a u r r e d e c c s v o i e s n é t a i e n tp r a c t ¡ c á b l e s u r u n
personneset, encore moins, pour des chars
no¡nbre considérable de
(Pl. I, ñg. 2).
ou de la caválerie.
Une autre entrée (Pl. I, fig, 3), la principaie de l'oqlridun' assnrément,óLair
d'une pénétraiionbeaucoupplus ai!ée et d'une p€n¡e
pour perrireitre aux voitures et aux cavali€rs d'atteindre
assezdouce
la surface plane oü était construite la cité.
C'est un ¡avin orienté de l'Est ¡ l'Ouest ¡tui entaille p¡ofondément le rebord oacidental dt Tolmo aux deux tiers de sa longueur
vers le No¡d (XIl). De ie cóté, la rivi¿re était une p¡én¡idre défense
'
natu¡elle ¡ peu de mét¡es en avant de I'ouverture du vallon. Celui-ci
fait une bréche de 30 métres de large environ dans l¿ falaise inaccessible) d¡oite et ¡ gauche, et d'une exirémiié ¡ l'autre de ce veren
sant. A une dizaine de mr¿tres retrait de I'angle rocheux que forgauche du ravin en descendant,r¡ne puissante rnume la falaise, á
raille, di¡igée Nord-Sud, barrait celuici. Elle était épaiss€d'envi¡on 5 métres et haute d'environ autant, ainsi que I'on peüt en juger
par I'attache qui en subsistosu¡ la paroi v€rticale limitant le vallon
vers le No¡d. (Pl. I, fre. 4). L'attache méridionale, moins bien conservée,est cependentencore visible. Dans sa partie central€, elle est
extrérnement ¡uinée et se confond en partie avec les terres du val'
lon. Son appareii est irrégulier: elle était constituée par un ngyau
central de pierrailles de petit calibre, er$pátées dens un flragma
d'argile durcie. Les revétementsinte¡neo et externes étaient fáits de
gros blocs gon équa¡ris. On ne di6tingue pas l'ancienne enfrée )
causede l'état de ruine de Ia construction.
Peu en arriére de cette murailld de défense, 8'en trouve une 3e_
conde noins forie et moins bien conservée. Elle est presque entiérement éboulée.
eniourent ce point faible de
De nombreusesdéfensesaccessoires
I'obpid.um, C'est d'abord, llanquant la muraille eu Sud, üne 6orte
de bastion naturel de forr¡e arrondie, dominant d'une dizai¡e de
métres le pied de la rnuraille en avant de laquelle il se proietait. Sa
partie supérieure lorme une sorte de champignon artondi de cinq
métres de large, dont 1e rebord ¡ été ápled sur tout le pourtour sur
-
t
zltt -
[page-n-247]
VILLAGES PRIJIiOMA¡NS DIE LA PENJNSULE IB€TIAUE
ó
une largeur de 50 centirnétres.Cetle slrface parait avoir servi de
baseá une mur¡ille en picrrcs sdches, grandes
de
dimensions,
dont
aucunbloc ne sul¡siste phce, mris rlui est probablement
cn
l'origine
pie¡res plus ou ,moins faqonnées
de plusier-rrs
que I'on retrouve
pied dc la falaisc(XII du plan).
éboulées
au
Plusieu¡s
cscaliers,
séparés uns des autrespar des gradinsnales
turels, Fcrmcttcfltde descendre bastioncn a¡riére de la muraildri
le(xlr).
Au dessus premier,tailléc dansl€ roc, se trouve ure corn;che
du
par une paroi verticalcoü sc rcmarqueune ent¡ille prodominée
fonde en forme de croix, d'envi¡on 90 centinrétres hauieur, sur
de
une Iargeu¡ approximativede 0 m., 30. L'entaille horizontaie se
crcus€ arc de cercle,comme si une piécede bois mobile avait dü
en
tourncr dans cette rainure autour d'un axe ñxé dansl'encochever,
ticale.II est possibleque ce soicnt Ii ics vestigesd'une porte ou
d'une fermeture(XII).
A cnvi¡on 60 métres en arriére de Ia ¡nuraille, sur la platelorme
dominant le vallon au Sud, trés prés du fond, se dresseun grorpe
puissantd'édi6ccs,
composós plusieurs corps de bátiments,re,
dc
p¡r les cntaillcsdc poutresqu'ils ont laissócs arr;¿re
ln rquablcs
en
picrresde taille
su¡ la paroi rocbcuse par un mur de t¡¿s grosscs
et
transvcrsal vallon. Il s'agit probablcmcnt1i encore d'une consau
t.uction défensive
iVIII, IX, X).
lln facc de l'escnlicrct dc l'incision cruciformc,i une certrine
hauteursur lc llanc rocheux,cinq profondcscncochcs
étrieni desti,
néesá loger I'extrémitédc m:driers disposés sé¡ieshorizontales.
cn
(Jn édilice en boi¡, disparu, existait ccrtáinemcnt ) cet endroit
(XIII).
La falaise(Pl. II, 6g. 1), qui bordc l'oppidum au Nord-Flst,domire dc 15 i 20 métrcs,suivantles end¡oits,une pcnie asscz
douce.
lllle est cteusée nombreuxab¡is,aujourd'hui comblésd€ terres,
de
ou utilisési nouveaupour ¿dosser
des maisooncttes.
Sur l'cmpiacementde la principaled'entre elles,on a !écouvert ¡n épaisremplissage
archéologique
contenantune immensequantité de débris
céramiques divers áges.II r avait aussides restesde sépultures
de
visigothiques,
avec dalles sculptéesd'une croix grecquc. Toút á
cdté, se trouvait I'emplaceñent,aujourd'hui masqué,d'un moulin
primitif avec canauxcreusés
dans Ie roc pour i¿ire glisserle g¡ain
jusqu'auxmeuies,dont Iesdébriss'apercoivent
enlre Ies pierresdu
mur co¡struit ¡ur son cmplacemcnt.
Pjus i droite, le creusement
récentd'un ¡éservoira sectionné talus de remblais archéologiun
ques oü plusieurscouchcssont visibles.Ce ¡éservoirest destinéá
-
21',t-
[page-n-248]
6
]T\Y¡IONDL¡.XT¡ER ET H'ENRIBFEUIL
recüeillir ¡'eau dévala¡t des rochersa!oisin¿ntset spéc;alcment
de
la hrécheouvertedans la falaisepar l'élargissement, aux agents
di
rtmosphér;ques,
d'unc icnie de la masse
rocheuse.
Cette br¿cbep€rmett¿itd'accéder
sanstrop de peine.i la ,¡ese
fa; mais lcs Ibéresont anélioré lc passagc y ra;llantdesmarchcs.
en
groupent en t¡ois cscalicrs
Cellesii se
disiincts: I'un vers le bas
¡ronte de gauchci dfoite, pe¡pendic lairementi l'axe de Ia brdche.
Sa partic infórieurc,récemmcntdócouvcrte,
n'€st pás encoredéga,
gée des terres(VI du plan).
Au somftet de cc prcmier esc¡lier, un autre se dirige vers la
d¡oite et parvient i une petite plateformed'oü l'on accéde
péniblement au millicu de la bréche.Sur le gauchc, emprunt¡nt le trajct
m6r¡e de la 6ssu¡e
rochcuse,
danslaquelleil s'e¡caisse se rétrécit,
et
e6t un long et étroit escalier,
coudévers son milieu, er aüx ma¡ches
fort irréguliéres.
Nous avons déji décrit précédemment lc difñcilc accésqui per,
met d'escalader rocher ve¡s sa pointe rnéridionale, environ 120
le
i
'm¿tres sur le ¡anc
pente de ce c6té est hérissée,de
Est. Toute la
blocs effondrés ou d'sssiscsrocheLrses
saillantes permetrant d'atteingrottes ou abris s'y creudre le point culminent. De nombreuses
saientet s'y creusentencorcaujourd'hui. Celles qui son habitécs
par des troglodytescontemporain¡ont éié naturellcment
vidées.
Elles étaicnt,comme ie soni encoreceilesqu; n'ont p:rssubi cete
opération,tittóralcnent bourrécs de tessonsibériques. Toute la
pe¡te de ce c6tó jusqu au niveau dc la plaine en est jonchéc.On y
recueilleaussipassáblement céramiqucsamie¡ne.Il sembleque
de
les habitants la rn¿s¿ia
de
aient déversé ce cóté leursgadoues.
de
En
cffct, su¡ les autresrersantsjon Ia ¡encontreen bien moind¡e impo¡tance.Néanmoins,il s'en trouvc aussidu cóté occidentalpréplus altéré. Lcs tessons poursuisentantun caract¿re
boaucoLrp
se
vent jusquedanslc lit d€ Ia r;v;¿requi Ics a charriós.
DESCRÍPTION DE LA MESETA. La ,ñ¿s,¿¿
rnesure,nous
l'avons dit, 500 métresde long environ, d'une extrémitéi l'autre.
illle est divisécen deux partiesinégales
par le vallon d'rcc¿set le
couloir qui le couinue. La partie septentrionale 250 mdtres de
a
longueursur unc largeu¡nuxima de 90 métres,et sc contpose
d'une
étroiteplateforme
d'environ20 i 30 rnétres Iarse,bordant le cóté
de
jusqu'aux i-pics
Nord-Est, et d'une pcnte assez
rapidc descendant
jusqu'auxe¡trémiiésde celui-ci.
limitant le vallon ou
Tout le yersantdont nous venonsdc parler (XIII), est encombré
de ruines de maisons dc vestigesde murailles dans un tel état
et
-2r8-
[page-n-249]
V } L L A C E S P R E R O$ I N S D I E L A P E N I N S U L E I B E R I Q U E
7
qu'il cst vraiment dilñcile, sansy pratiquer de fouild'enhssement
les, d'en ¡cleve¡ uo g¡:phique ct d'en tenter une description.Cepcnd:¡nt,un morument, d'¡ssezgrandes dimensionset de forme
reclangulairc, visible au point culnrinant de I'extrémité Notd
est
(XV). Ces mur¿illes,
épaisses
d'au moins un mdtre, étaientformées
intérieur
d'u¡ do¡ble revéicrrlcnt grandshlocs,avet remplissagc
de
de blocailles.Une seulepartic de son cnceintedemeurc debout:
pierc'esi un cót¿ do I'anglescpt€ntrional
composéde sept grandes
res dressécs deux lilcs parallólcsen
I-eur enscmble¡ I'aspectfoftuit d'une petite galeriedolménique.Il senble certainque cet éd;lice se composaitde plusieurssalles.lln plcin Sud, i 30 m¿tres )
peu pr¿s.toui i fait sur lc rebord de I'anslcdc la falaise
qui prolonge lc cóté Nord du valion, sc rcncontrentd'importantsvest;g€s
de
murailles cimcntécsd'ópoque vraisemblablement
¡omaine.
Srosses
Au Nord, i cnviron 35 i 40 métres,se creuse
dans Ia falaise,
une
c¡vitó cn forme dc grotte ólevéc. La. dalle sr.rpérieure la nreseta
de
cn constituele toit, qui cst perforé d'un trou, leqüel constituaitün
dangc¡r;our ics habit:rn¡s.
Aussi ces derniers I'ont-ils obstrué par
grossi¿reme¡t
trois grandsblocs allongés,
équarris,le fermant pres(III).
que conrplétement
llntre l'escalier
Nord-llsi ct cctte 6ssure, r a unc distance
il
d'environ 155 mét¡es.Toutc cctie bo¡durc rocheuseest entaillée de
p¡inciplrlemcntdes etclrstreñentsde maisons
nombreux vestigcs,
dont notrc croquisdonne sommairement forme et I empl?ceñent
ia
rI l . I l l . l V , .
pctitescupuics,
PIus intéressants
sont unc presse, nombrcuses
de
une auec dansun s¡os bloc cubiqueéquarriet tenart au sol, dessortcs de canalisations
creusées
faisantcommun;querdesespéccs rédc
pcrn1ettant passcrsanspeine d'un gradin
s€rvoirsct un escalier
de
naturel¡ un autre Tout ¡ cóté, sur un bloc, se trouve une encoche
creusée arc de c€rcle, inscr;vantdeux protubé¡ances
cn
circulaires
jux¡aposées:cela paraii étrc un dispositifde moulin comparable
i
petits ¿¿rros
celui conservé
sur un des
satéllites.
De l'autre cóté d€ l'escalier(entre IV et V du plan) la bordurc
rocheus€
continue.On y note, xutre les enteillesde maisonshabirrangeoires
tuelles,de nomhreuses
cupuliformes, une cntailllr en
poutre qui paraissent
avoir été le
erc de cerclcavec deux trous de
point d'appui d'un prcssoircn l,ois, et l'ouve¡ture allongéed'une
p¡ésentent
des vestiges
citerne profonde ou dij;á¿,dont les rebords
et la;ssent
voir les cntaillesqui loeeaientles
de fermeiure en bois
En ce point, on se
de
extrémités
des lraverscs bois découvertes.
¿u
trouve ) Ia partie supér'eurcdc la pente du vallon descendant
-219-
[page-n-250]
8
RAY¡\IOND LANTIER Ef HENFI AREU]L
ravin d'accés.Celle-ci attcignant le rebord oriental y lorme unc enAu
dansle proÉl de la falaise. dcli se développe
selluretr¡s sens;blc
qui
la seconde
moitió de la m¿s¿t¿, mcsurede ce point ¡ l'extrémité 300 m¿tresenviron. Du m6me endroit ¡u bástion dófcnd¿ntaü
il
Súd I'enlréedu vallon d'accés, y a environ 70 m¿tres, et de cc
de¡nier i la pointe exi¡émc, du promontoire, envi¡on 330 métres.
promais forme une grosse
Le bo¡d oriental n'est plus rectiligne,
Le bord occ;deotal,
Nord-Est.
tubórance 160métresde I'escalicr
!
au contraire,dessine
une courbe rcntranteaY€cforte concavitésvdésignée.
métrique ¡ l¿ proiubérance
I-e plan inscrit par ccs contours est la région la ph¡s plane de
I'obbi¿Lnr. Mais, ¡ I'occident, le plateaLrlomblr cn gradins assezraDu
pidesjusquesur le bord de la Ialaise. cdté opposé,la ncseta demeure horizontalcjusqu':ux i.pics. Dan¡ le scnsdc Iá longueu¡,le
vaste triangie, r.lnpeu défo¡mé, que dessinecettc secondemoitié de
peut se diviser 'rn trois partics :
l'o¡tülÍn,
La premiére,et la plus vaste,est limitéc au Nord p¿r les pcntes
ei les gradinsdu vallon; ¡u Sud, par une Iigne rcn¡rquable de sté'
(VII et XIV), p¡ovenantou d'anglcsde ¡¡ailes dcs plus réguliércs
ou
de
Sud-Ouest, de cbambranles porsensiblcmcnt,
sonsoricntées
t c s .( P L l l , l i s . 3 ) .
La seconde
sectionva clc l¡ Iignc que noui vcnonsde ment;oner
llst'C)üest,
á une forte mur¿ille clc méme oricntation transversale
qui barre complótcment 1'extrémitédu promontoire néridion:rl
en
(VIII). (Pl. II, ñe.2). Les ruincs de mai¡r¡ns
sont accu¡nulées un
indiscriptibletuuillis dans ces dcux premicrs sesments De tous
des blocs épars,on entre"
rótós, au milieu dc la jonchéeinrmcnse
i
voit des i¡onsonsde nruraillcs flcur de terre et I'on voit se dressei
En plusieurspoints, soit par l¿ dispositionde ces lignes
Ies stéles.
régulicr de déconb¡esau voiside stéles,
so;t par l'amoncellernent
naec imméd;atde la muraille bar'fáni l'épcron, on pcut constater
quc tout au moins, plusieursfrlcs dc maisons étaicnt orientéesdc
I'Iist ¿iI'Ouest.
des stélcs,
occidental
Au centrede ia ttrris¿¿¿ ) l'¡boutissemcnt
et
d'un ódi6ceplacéen nn point culminrnt Des
se lrourent les restes
i
fouilles, pratiqüées dilersesépoqucs,cn oni déblayéune partie.
que
On peut vo;r, grácei ccs excavations, I'eppareilen est relrtiveá
ct
ment régr-rlier lait de pierresposóes plat, réun;eset c;mentées
(XIV)
unc épaisseur 50 centim¿tres
de
entre ellessur
i peu de distance IXIV)
Au Nord dc ce monument et
les ¡uines d'un autre de méme nature, ou d'une partic de cclui-ci
c
d o n ' o n n c p e u t s a i " i ra c l u ( l l ( n r ( n r ' á o n n e x i o r .
-220-
[page-n-251]
\ ) I L L . \ C E S P I I E R O I \ 1 A I ND E L ¡ P ¿ N I N S I J L E I E E R I Q I J E
S
9
La muraille cjéfensive
barrant 1'éperon paralléle¡ Ia Iigne de
est
st¿leset d;stanted'environ I00 n¿tres. Des fouilles anciennesen
ont déblayéune ceriainclongucu¡,ce qui permet d'en voir la base,
volumincux, disp
les
les autresverticalen-¡ent, aucun ciment pour unir les éléments
sa!rs
ibériquesde
entre eux. Comme dans ia p[¡part des constructions
cette localitéet d'autresque nous avons pu étrdier, il existe un
double revétement grosblocsaveccomblementintérieurde pierde
railles.,{ en juge¡ par l'amoncellement
considétable matérieux
de
qui oni été rcnués par les anciens
fouilleurs,la hauteur devait en
grande.F)llenc dépasse actuellement
pas
étre asscz
celle d'Lrnhompour une épaisseur 3 nr. 50 et s'incurvelégérement
vers le
rne,
de
Nord de son extrénité orientale.
Rcvenonsmaintenani¡ ir téte du vallon, au point oü la pente
atteint la bordure E¡t. En cet e¡droit, il existeles rest€sd'un assez
grand monument rect¡ngul:rire
construit €n pierres s¿ches.Entre
cclui-ci et le bombementde la f¡laise (VI), on remarqueun grand
nornb¡ed'entaiu€spraiiquées
dans Ia bordure rocheuse qui s€ret
vaient de basevraisemblablement des édiñcesconstruitsen bois.
i
parfoisg¡ouElles sont associées de nomb¡eux trous ci¡culaircs,
i
pés et creusés¡ mame le roc, qui paraissentavoir été des mangeoires. La présenceconstatée, en certains cas, d'anneaux perforés dans
pou¡ attach€run animal, ne laisse
la bordure rocheuse
aucun doute
su¡ leur signiñcation.
dominant le
Au voisinagc inmédiat de l'édi6ce rectangulaire
A
du
haut du vallon est creuséeune sépultirre. peu de distance
point VT et prés desmaisons
entailléc.,on remarqueune pres"ecir
i
assez
compiiquées,
abouiissant un
cuiaire i rainr¡res
d'ócoulcment
petit bassinreciangula;re;non loin de li, une augecirculairede
trés grandesdimensio¡sct une carriéred'extractiondc pierresde
qui exisientsur les petih ¿elrossatellites,
i
raille,semblable celles,
cornme en divers points de M¿¿a et att Monte Arabi.
Aprés avoir passé muraille en se dirigea¡t vers la pointe mérila
dionale, et tout contre l'extrémité orientale, s'ouvrent deux belles
citernes,voisines I'une de I'autre, avec entailles pour I'encastr€ment
d'un corrvercle bois IVIII).
de
Un peu plus au Sud, est situé un group€ de cinq petits bassins
sur la plateformequ'ils dominent, est üne
circulaires;au dessous,
sépulture entaillée tout pr¿s de deüx auges,I'une presque carrée et
lc
I'autre ronde. Une autre sépultureest creusée long du bord Est
petite plateformeallongéequi te¡nrine le promontoire.Tout
de la
i l'ext¡émité de celie-ci, est pr¿tiquée une auge rectangulaire. En
- 221 -
[page-n-252]
IO
A A Y ¡ ! Ó N D A N Í I E RE T H E Ñ N IB R É U I I
L
reiour, sur la bordürc de la banqu€itesupé¡icure,on peut noter
deux encoches maisons.
Lir, Lrnescalier,
ent¡illé dans le roc, fade
cilite Ia descente la banquetteinférieureoü sc trouvent une sésur
pulture et une auge circulaire(X-XI).
Dans le prolongement du bo¡d de la plateforme supérieure,
jusqu') une distanced'environ 11)0
métresde la pointc, cxisientdc
quelquevunes plup¡ofondes
de
i
nombreuses
et
entailles maisons,
partidispositions
singuliéres,
sieurspiéceset p¡¿sentrntcertaines
qu; pára;sscntavoir été des
des entaillesposiérieures
culi¿re¡üent
targcsdcscendcntsur unc ótro;te
chcminées.
Dcux esc¿liers
assez
long du bord, vcrs la pointc en rctour contr€
cornicherevenantle
la falaise.
C'est de son extrénité quc l'on pcut étuilicr convenabled'un bloc détaché
dont nous donnerons1¡
ment la partie supé¡ieure
plus Ioin. Vcrs l'cxtrémitéde cettecorriche deux sépuldescription
tu¡es sont faqonnées
dansdcs blocs détachés.
Au-del) des escaliers, se dirige¡nt le long du rebord occidcn
e¡
ta.lde ia falaise,on ¡encontrc de nouvcllcs encochesde maisons,
justaposóes, autre circulairedans r¡n angle
unc
deux augescarrées
de ¡oche¡ faqonné.
Aprés une cinquantainetlc métres sans rien de particulier i
vastecntaille de maison :i plusieurs chambres
signaler,une assez
dont le sol n'csi pas i ia méme hauteur, sc trouve placée prés du
point XI. EIle est suivie dc toute une lisne d'entailles
analoeues,
accomp¿gnóe nombreuxvestigcs muraillesassez
dc
dc
bien conser
vées.
En a¡¡iérc des maisons, existeplusicurscupulcs,dont unc sur
il
un bloc carréet un a/jibe,orie¡té pa¡allélement
aux maisonsavec
pou¡ le couvercle.
encastrement
creusé
lln sc rapprochantde plus cn plus dLrbastion, apr¿s un intervalle cl'unc d;zainede métres,Ics encoches m¡isons dcvicnne¡t
dc
qui
tr¿s nombreuses
ainsi quc les accessoircs Ies accompagnent
fréq u e m m e n tL . u r
.
c , r s o u ' . n , i n l u ¡ i ,u r . é r r ¡ e , . O n . e m a r q u e
"ol
principalement i I extrémiténéridionale de cetteséri€de maisons,
:
une belle pressc
circulaireli rainurespalmées,
avec canalde déverun
sement,puis juste áu-dessous profond ¿lJi¡¿ et de nom reux
bassins
ronds ou ováles,parlois avcc demi'cupuleslatérales.Certainsde cesbassins
avec un bo¡d rocheux
sont en communication
par ufie encoche ou un pctit cánal.
A I'angle saillant formé par une avance rocheuse,entre deux encochesde maisons coniigüei l'un des cesbassins déve¡soir,
i
et
se
profondes, une
trol¡ve sculptée en relief et entou¡ée de rainures
-222-
[page-n-253]
VJI-LACES
PREROMAINS LA PENINSUIJE
DE
IBF.RIQIJE
11
sorte de tete circulaire,avect¡ou central,qui pa¡ait avoif fait partie
de I'agencement
d'un rnoulin. (Pl. VII).
Un peu au-deli sur 1a plateforme,en arriérc de trois encoches
de maisonssépa¡ées
l'une de l'autre par des banquetiesde ¡ochcs
place, cxisteune cuve allongée€n forme de sépulture,
Iaissécs
en
mais moins profonde, avec, dans I'axe du fond de la cavité, une
rainure d'écoul€Inest
aboutissant un petit bássin
i
circulai¡e.
L'extrémité du platcau ttui porte ces derniers vesiiges forme un
gr¿din relat;vement
é1evé
au-dessüs promontoire s'étendant
du
v€rs
le bastion.Toute l: région compriseentre le ravin d'accés la fa,
et
laiseexté¡ieure
forme un cap assez
étroit dont I'anglea;gu eat occupé par le basiion.La peate tombe vcrs celui,ci en quatre gradins
successifs,
autant de plateformes
séparant
étroitesqui courrent plus
pa¡allélc¡neni bord méridionaldu ¡avin. Des escaliers
ou moins
au
entailléspermetteni de descendre
facilementdu plus élevé á celui
qui est inmédiatement
au-dcssous de celui-ci i un troisi¿me.A
et
Ia pointe de ce dernier exisienttrois bassins
circulai¡es Ie rcbord
et
dc la roche avoisinante
est entaillé cn arc de cercle et en rectanele (XII).
Parmi les ¡oches isolées de la massegénérale, irois doivent étre
particuliérement
signalées
i
L'une est situéei la pointe Sud et constitue une plateforne )
bords découpés
Iarged'une vingta;nede métresenviron i rni-hauteur entre le pied dc Ia pente et le point culm;lrant du promonioire. Son acc¿s
doit se faire d'en has et est extrémem€ntrisqué
aujourd'hui. Sur I: plateformede ce bloc que I'on peui examine¡
d'€n-hautpresqueperpendiculai¡€ment, ape¡qoitles entaillesde
on
plusieursmaisons un certainnombr€ de trous de poutr€sdevánt
et
supporter des édifices plus léeers. (PL IV, lie. 5).
I-esdeux autresblocssépar¿s trouvent i l'Est de la pointe mése
ridionale : le premier ¡ environ soixante m¿tres de celle"ci parait
s'étre dótachépostélieu¡ement bord de la falaise.Deux sépultüdu
¡es y sont cr€usées(VIII). La seconderoche, située tout juste cont¡e I'escaladediffrcil€ que nous ávons signalée,p¡ésente i sa partie
supérieure
une entaillerectangulaire maison,sansdoute destinée
de
garder et surveiller cet acc¿s.
¡
_223-
[page-n-254]
12
LANTIERET HENRJBftEIJIL
RAYMONO
II]
ET
DESCRIPTION
DES CERROS
SATELLITES DE LA PLAINE
ENVIRONNANTE
A envi¡on 300 métres ii I'Ouest du Tobno et en face dc chacune
de cesextrémités, I'aut¡e cóté du talwcgde la rivi¿re,sc trouvent
dc
plusieurspetitesémine¡ccsprósentant
d€s trflcesd'occu'
également
placée¡
po¡t, non loin de la maisoneite
pation antique.En face le
la rencontrede la rouie vcrant de Hellin avec celle qui passele
pont, s'avance
1'cxtrémité,
arrondieet en pente douce,d'un plateau
peu élevé. Vers le sommet de cetio pente, sc trolrve isolóment, enbicn
dc
touréede tessons poterieantique,une maisonibériqueassez
on
dont malheu¡euscment étrit en train d'enlever les
conscrvóe,
pierrespou¡ des c¡nstruct;ons
modernes.
.
Un peu plus en aval, Iongécpa¡ le route qui se dirige vers Miuatedas'étendune petite colline, en lo¡mc de barque ¡envetsée,
plus aigüc ve¡s le Nord oü elle tombc en gr¿dinsi nombreuxéchclons n¡turels, plus adoucievers le Sud oü elle s'él¡rgit sensibled'appellationp¡oment. Celle-cin'ayant pas i notrc connaissance
pre, nous.ladésignerons
sousle nom de O¿ri¡lo1¡ro (Pl III, ñg l).
Vers sa pointe Nord, on rencontre ün fem¿rquablemoulin ¡
sur le bord
double éminence, perforée au c€ntre. Un peu au-dessus,
une presset¡¿s simple qui domine
a
d'une banquette, été creusée
elle'méme une belle sépulture en ¿uge.
plane, esi occupée par de
du
La partie supérieure cerro, assez
na;sons. Sur le bord Est et vers le ccntre,existeune
nomb¡euses
plus considérables,
doni un des angles
constructionde dimensions
en place (P1.III, frg. 2).
demeure
I-a bordu¡e orientale dt rcrro bie¡ qu'assez i pic est peu éle"
d'extrrction de
vée. De ce cóté, on re.na¡quebeaucoupde vestiges
¡
pierresde iaille; ;l y en r également I extrémiiérrlé¡idionale
plus adouci; depuis la ¡oute
est
Le vcrsantoccidental beeucoup
jusqu'assez
prés du sommet,il csi méme te¡reux.Trois gradinsresl\
tent seulement gravir pour atteindre le sommet de l'éminence.
qui
Chacund'eux est entailléd'escaliers ne sont pas placésen face
les uns des autres.A cóié de celui du milieu, existeune cuve' disi
posée¡ I'¿bouti.scmcnt
d'une séric de rigolesdestinées recueillir
pluie iombant sur la plateformesupérieure.
les eaux de
posséde
trois marches,l¡ plus b¡¡sse
Chaque élément d'escalier
(Pl. III, lig 3).
a 0 m. 50 de large.
-224-
[page-n-255]
V I L ' - , { C E SP R E R O N L X S O E I , . \ P E \ I N S L L L I E I R I Q I ] E
I
13
Vefs l'ext.émité Sud, se trouve unc cLryette
large de 0 m. 75, i
I'iniérieu¡ de laquelleune plus petite est disposée.
Dcs sépuirures
cxistentau Sud des hab;tations
(P]. III, fre. 4-9).
Entre ce monticule ei l'autre plus ólevé,connu sous le nom de
La I'orrcdta (Pl. IV, lig.. 1), regardantIa pointe Sud dt Tolmo,
s'étendune plaine légérement
vallonnée,dont le8 terres soni rercnues par plusieursmuraillcsantiquesasscz
bicn conservées diviet
sant la pente tr¿sdoucequi dévalevers l€ tals'egcn quatrebanque!
tes s;nleuscs(Pl. IV, ñg.2).
Entre Ia ¡oute et la plus élevóc de ces b¿nqucttes.
s'étend un
terre-p1ein la culture découv¡efróquemn€nt des cav;tés
oü
souteryastes,
raincs¿ssez
dans lesquelles
parfoi: lcs animaux
s'enfonccnt
attelés la charrue.On nous en a montró plusieurs long du ¡alus
i
lc
qui la borde laisse
de la route: le canivcau
voir une sé¡iedc cesexcavations,
espacées
réguliércment cinq en cinq n¿tres. Tout Ie
de
jonché dc tcssons dc ¡riles ro¡¡aines.
ter¡e,p1cin littéraicment
est
et
Le ¿¿¡¡o mér'dional qui termine ceite plarcformeet se rrouve ir
l'aboutissement
des murailles quj y scrpentent,cst d'assezpetites
dimensions.
D'accés
facileau Nord oü il forme :i pcine quelques
il tombe bruriuc¡rent cn pciites f¡laiscs vers 1'Ijst er le
Éradins,
Sud. PIusieL¡rs
maisonncttes prys.rnsse sont agglomérées
de
dans
pr;ncipalcment cóté mér;dional.
sesanl¡actuositées,
du
A la pointc Nord se trouve ulc aLrgc
carrée; ¿)huit n¿trei sur
la gauche au-dcssus, un gros bloc dorninantla plainc, se creuet
sur
(Pl. V, lig. 3). En continuantlc long
s€ un groupede cinq sépultcres
de la bordu¡e llst, o¡ femarqueun grand nombre d'extractions
intércssant
toute une banqueite-Unc csplanade,
scmblablef, la premiére rochc i sépultures, monire un nouveau groupe plus imcn
portant (Pl. V, 6g. 4). De longuesrainures canalisa¡ion. assode
sont
ciéesi cet ensemble.
Au milieL¡de ces augcs funéraires,quclques
unes paraissent
avoir un caractéred'uiilisation domcstique, p€ut,
étr€ postérieur.
A cinquantemétresplus loin, sur une roche dominant i peine
les terres cultivées,cinq autres sépultures
sont entaillées.
En face
du sommei, trois autressont encore ¡ noter et six autres,en deux
g r o r r p e s . o : s i n e n u n e b o r d u r có b o u l ó e .
rv
t
Sur le versantOuesi, on voit unc cntaillede ma;sondont lx porte s'ouvrei I'Est; á la pointe Sud, unc pressc
c;rculaireet, clansIe
voisinage,
une sépulturcd'cnf¡rnt; i quelquc distance, bassinde
un
forme ronde aveccanauxdc dégagement les restes
et
d'une carriére
Au point culminantdu cerro, une masse
résistante dresse,
sc
for_ 225 _
[page-n-256]
14
Ii\T¡1OXD LA\IJE
E'r IIENiI BRÉUIL
caractér;stiquc
d'argile et de cailloux iássés,
móe d'un conglomérat
dcs
I'un de nous a vu, en 1915,
dcs monumentsarabcs.D'ailleurs
en reliefct
{ragments vascsrr:rbcsi décc¡ration i inscription
de
En rejoignrnt Ia routc ) p^rI¡ de I a Tarrccil¿et en srivant dans
la dircction de Minetcda, on arrive bieniót au point oü un seniier
la rejoint i eauche,vcnant de la direction de le pointe méridionalc
pa¡ uoc maison isoléequi sert actüellement
dt Tolmo, en passant
dc bureau de tabác. On peut con¡l¡ter un léger bombenent des
l'Est et au Sud de la ¡enprincipalcment
scnsible;'r
tcrreslabourées,
evcc la route Dans les caniveaux¡ droite et )
contre dc ce sentier
dc
on
gauche la route, tout au-r¿lcntou¡s, peut apercevorr nom"
dc
souventlocalisées
dc
breux débris de potcrie et des masses cendres
de
cn poches.C'est l'cmplacement la nécropoleibérique et romaine de basscépoque,en partic déiruitc par les travaux dc nivelle
pa¡
{oui11ée doq Federicode Mo'
mcnt de la route ct partiellcment
ont été aussiconstatós'
Des silosv
tos et i'¿bbéBreuil en 1915.
de
deváni le ja¡din, clos de g¡illes,de la Jjn¿¡¡
. Aprés avoir passé
gauche et 'l
don TcsifonteGallego,¡ la haulcur de la chapelle,¡
peu de distance 1aroute, se trouvc, ir¿svisible,{ormant unc sa'lde
de
au'dexus rlu sol, un bátimentrcctangulaire !i nriiie appréciable
épaisses
sont faitesdc
tres de long sur4 de la¡gc l-cs muraillesfort
'fout
dans les terautour on reL¿ve,
cailloux noyésdans lc ciment
r e . , u n g r J n dn o r n h. C e r ¡ i l e ' r o ¡ r r n e '
De ce cóté, en partrnt de la route, la plainc forme un rutre grtdesterresrichescn iessons
din soutenupar un mur rniique, li1nitant
kilomisauf i plusieurs
cessent'
c¡core, lcs Yestises
Plus au SL¡d
t¡es,au voisinagcde la voie fcr¡ée et i 11 hauteur dc La Horca'
Toutefois,sur la rollte d'Agremon' :'r une assezgrande disiancc
^pr¿s¿voir contoufnóles rochesqui la borde¡t au-deli de La Horca, on ¡emarquedans le talus do¡ninantI'Est, de grandsamoncelleet
ments¿leterresnoires,richcscn débrisoreaniqües toutespétries
grossiersi faci¿sromain et de tuiles La másseconstituée
de tessons
et
par cesdébris est extrémemcniconsidérable peut étre l'indicc
d'une tuilerie d'époqueromaine.
A Minateda méme, en sc dirigeantvers la ravin qui contourne
en s'y enfonqant le ceno de Cabeza I'lana, il lan¡ noter quelqucs
vest;gcs.Juste en face du célébre abri pcint, actuellement désig!é
sous le nom de I'as Piñtrt s (l), l'abbé Breuil et don Iredericode
(1) l¡enú BREUÍ-, (Les Dejntuc rupesües d.la Péninsule ibé¡ique. XI l-es
péintes de Minateda (AlbaceLe)r, ddrs
p. l-5o.
-226-
[page-n-257]
VI LACES PRERO]\III\S
IIE LA PENJNSLILI] JRERIQLE
15
Motos ont t¡ouvé i fleur de sol, :u milieu d'une flaquede terre noi,
re condensó€, fond encoreintáct d'une urne ibérique, dont la
le
part:e supérie{reavaii été arasé€.
Le ravin méme qui suit porte un non1 caractér;stique,
celui de
La Mortaja, c'esi-á-dire cercucil.Cette appcllationd'ailleursirn
du
propre prov;ent de I'existance,
dans s¡ partic Ia plus élevée,d'une
j a t i r é r e c l á n g u l á i r e J l u g u c r J x. é p u l r u r eq u , n o L ¡ a v o n ss i r o u
s
n
.
ó
vent mentionnées.
Mais la lagon asscz
gross;¿re
don! cette cuve est
creusée scsproport;oqs,rcla¡ivement
ct
plus largcset plus courtes
que cellcsdcs auiressépultures,
paraissent
indiquer qu'il taLrt voir
y
ptutót un róservoirantique dest;nói rccueillir l'eau filtr:rnrd'une
petite sou¡cecontieüe.
En escaladantle ve¡sant de ce barrancc;c.tpposé ceno de Caau
bezaLluna on accédei un plrteau tr¿s étcndu qui va au No'd
jusqu aux ..r7os:ri-oisinant déprcssion
la
orrvertei I'Est Ce la Rr¿conada tlel Canalizct ol .R¿Jc-Toute cette ?¡¿s¿l¿ est traverséeDar
des cheminsant;quessc mélant parfois aux routcs de chars moins
qui eÍrpruntent souventle nrémetrajet. Ces vo;es a¡riallcienncs
ques sc reconn¡issent
facilcmcnt aüx prolondcs rainu¡es tracées
danslc sol rocheuxpar le passagc roLres.
dcs
lllles sont entiérement
comparabl(\rux iraces analogucs,d'ágc ;¡contestablemenr
ibérique, de I'opptl¡rn de Mecr.
Sur le flancNord dcs hauteursrochcuscs
limitaDrau Sud la Rt"Land¿adeji c;tée,on pcut voir d'énormesresres carri¿res,
de
dont
il cst difficilede 6xcr l'áec. Il est probable qu'üne partic d'entre
ellcs soiont relaiivementréccntcs que c'esi dc li qu'on a tiré la
et
pierre dc tailledestinée l'edilication
i
desmonumcnh et des mrisons
de la ville moyenágcusc Hcllin. Mais, nous serions disposés
de
)
croire qu une pariie au moins dc cescarri¿r€s
pourrait renonter ¿
utle date plus éloignée.
IV
LA BOURGADE
IEERIQUE
I-a rapide description que noüs venons de donner des ruines ibériques du folrrro appelie certainesrema¡quessur Ia naiure et la disposition intérieu¡ede cesétablisséments.
Sansatieindrei I'ampleur
des grandes cités coniempora;nes de Maca ott de Nunance, notre
bourgadeapparait d¿s maintenx¡t comme l'une des plus curieuser
jusqu'i ce jour.
qui
et des plus caractéristiques aient été explorées
que se développela connaissance la topographiedes
A mesure
de
[page-n-258]
16
R . \ r ¡ l o \ D L A x l i E F E l H F , N { |A R r r t : r i
stations pré'romaines de l'liispagne, on est amené i distinguer diffé
rentsgroupesrégionaux
assez
différents uns des autreset co¡res,
les
pondant e Ia fois aux ma¡é¡iaux
fournis par la nature du sol et aur
pastorales agricoles, occl¡pantshabitudes,
ou
des
Dans les pays de granit de l'Ouest de Ia Péninsule,aux vallées
d¡ Due¡o et da Minho, en Estré¡tadrre ct dans Ia province d' .4r,ila les grandes
citéssont rares.Le type dom;nantest celui de la ¿it'¿nid,
immenseespace ter¡3in clos par une muraillc naturclleou
de
ai tificielle,sittrée
sur un épcronrochcux au cohfluentdc deux cours
d'eau, d'oü l'on domine le c¡oiscmenrdes valléesct dóbouchédes
pistes.Il ne semblepas que l'occup:ttionde ce genre d'¿iablissernentsait étó pe¡mancnte.I-cs ruines dc maisónsy sont peu nonbreuses,
disséminées petits groupesaupr¿sdes points d'eau ou
en
dans la partie la plus facilc i délcndre A l¿ I/il1a (1), prés de So(Avila), c'est ) peine s; elless'étendent
1osa}l¿Áor
sur un cinquiémc
de Ia superficie
totalc qui est de 38 hectares
environ. Ces iastesencei¡tes appara;ssent
bicn plus comme de vastes
campsde refuge en
casd'incursionde l'enncmi, ou mieux comme des sortesde haltes
échelonnées les chemins dc transhumánce.
sur
On remarque en
effet quc presquetou! cesétablisscments
sont situéssur les grandes
p;stessuiviesde toute ant;quitépar lcs pasteurs leurs t¡oupeaux.
et
Les vastes
cspaccs
couvertsdc piturages,sansaucunetrace de constructions,qui s'étendent
derriérelcs murailles,étaienrcertainement
pacage
destinés
au
desanimaux.Il n'est pasjusqu'auplan des misé.ablescases,
dont les piéces
s'ouvrentsur une cour intérieüreplutót
que sur une grandesa]le,qui ne rrppellc le caract¿¡e
pasiorálde ces
préscnte¡certainesanastations.Elles ne sont pas également
sans
logiesaveclcs renfasconte'nporaines
éparp;llócs
dansles régionsde
transhumancc.
Campsde relugeet gciralerias,
telle nous parait étre
la destination d'un trés grand nomb¡e de ¿i¿¿ri¿rs.
Totalement différentes
sont les bourgades
fo¡tifiéesde l'Est er
du Sud,Estde Ia Pé¡insule.Gráce aux loLrillcsexécutées
dans les
ruines des villagespré-romains
situésaux frontiéres des anciennes
provinces de Catalogne et d'Arágon larrondissemcnts de Cas€¡És,
Calaccit et Maealiol (2), aux cxplorátions des stations de Me¿a (3)
(1) R. LANTTER et IL BIdEtrrL, (Vilt¿ges p¡éúháins
de tá péhinsure ibertque. I,Iq VillaD, da¡s (Rerue üchéolosiqueD, 1930,1, p. 209-216.
(2) P. Boscll Gimpüa, (cepanya
a¡queotosica de l,I¡stituf
d,Esrr¡dis Catá.
ra¡s ál ljnit d¿ c¿ta.rúya i Arasór. das (A¡uaii de r,InstiLut drEsiudis catá.
p,
rú6D, 1913-1914, 319-436; (Les es¡vacions en el Baix Aragór. dús ibid.,
191t1920, Vol VI, p¿¡t II, !ág, 642.6?1i(La cu.tture ib€rica det Balo A¡aeónD,
E
228 -
[page-n-259]
VTLLAGLS PIII]RO¡I\INS
DE LA PENI}TSUIi] IEF-RJfIIJE
17
ct du lolmo, il estfacilede se rcndre compte de l'importanceet de
la situationde cesvilles prilritives (1).
Posées sur uq éperon rocheu¡ (?l{eca),perchéessur un ¿¿l/o
isolé dans l¿ plaine (Le'|'olnto),
colline (los Cos¿illo/¿t, elles occupentgénéralement
une pos;iion stratégiqu€impori
tante. Le sommetde la '?r€s¿fd d'assiettc la ville ou i la boursert
gade.Les ruines témoignenttoutes d'une occupaiion permanente.
Vóritables citadelles,
échelonnées long des principalesvoies de
le
communication,
ellesont pour missionde surveiller le passage
et
protéger I€s établisseinentsagricoles épats dans la plainc. Le
dc
Tolmo est an des exernples plus iniéressants ccs siations.
de
les
A Nlnance, on dócouvritd€s étables,
situéesau pied du ce¡ro
de Ca¡r'¡y. Au 7'oLro, dansla plaine de Minateda,en facedes maisonsde La Horca, suf de pei;tes émincnccsdominant les ancfens
marécages! voit €Dcorc,i lleur de sol. les ruires de petits haon
par une populaiion qui dcmand¡it sa subsistance
meaux occupés
aux ressources
náturclies i la cultu¡e dcs terresgrasses la plaiel
dc
Dans Ieschaóps qui s'éte¡dcrt cntre lcs deux petits Tolmas, de
nellnñn sur le
i
irombreuxsilos sont destinós ¡ccueillir les céréreales.
Tolmo et le betit Tobno, i la pér\phérie on voit de noobreux moulins et des presses huile ou l vin La bourgadeque nous étudions
ir
paráit .l¿slors comme un oppi¿¿¿rr population llxe faisnntpartie
i
rgricolcs dont il assure L protecd'un ensemble
d'étáblissements
tion.
voisinsforment un ensemble
Le Tolmo e¡ les deux petiis ¿¿r¡os
qui ne diflére des grandcs cités de Nu¡n.anc¿ de Mcca qLte
ct
défensif
plus restre;ntes.
par les dimensions
Isolé i l'une des
scnsiblement
qui s'étendi scspieds,c'est un observa'
dc
extrémités l¿ campagnc
toire admirabled'oü il est facile de surveillertort Ie pays environnant. La populaiion qui occupaitcettc importanteposit;on sttatégique tenait fortement I'unc des deux routes qui Dettent en communication les plaines de la Manchc avec les rivages de la MéditeL'isolementde cc bloc ¡ochcux,l'escarpement v€rsants
des
d¡espic au'dessus Ia vallée,en font une position facile i défende
sésá
dre Les tracesde foriidcationque nous avons pu ¡clever ne sont
pas nombreüses,máis présentent de g¡andes analogiesavcc les procédésemployes ordinairement par les Ibéres. De méme sr'Á trIeca,
partout oü I'escarpement
des p€ntes est suffrsantpour cmpécher
(1)
P. W¿rtz, (Tfóis villes primitifes ¡ouvellemm¿
vue des Éfudes A¡cie¡n€sr, I]a, 1900, pag. 346 ei suiv.
-229*
exploré€s), da¡s lr (Re
[page-n-260]
18
R A Y ¡ Í O N OL T N T ' ¿ R E l ' H E N J I I B R E U I L
de
ioute surp¡;se, n'eit rccoursá aucun moyen acccssoire délen
on
qui expliquequ'on ait retrouvéaL¡cune
tracede muraille
se C'estce
d'cnceinic.Seul lc ravin rl'¡ccés barré par un doublc mur (Pl. V,
est
fig. 1), coram:ndólui mémc par üne sorte de bastion naturel dont
lr pártic supóricure été aplaniepour servir de basc á une toL¡r
a
aujourd'hui disparuo(Pl. V, lig. 3 4). I¡ais¡nt s¡ns doute paftie du
un
¡némccnsemhledéfensif, fortin, en par¡ie construitcn bois, for'
:nait une sortc dc réduit á soixanteñ¿tres environ en ¡rri¿re de lx
Á
tour. De scmblablcs
dispotilsont óté rencontrés Meca: la ÉorÉ,e
.4ttlm est fcrméepar une double murai'
situéeen facedu Llano de
lle ct un fortin défendla b¡écheartiÁcielle,
sépa¡antle plateáuotl
voisine.
s'élévela ville, de 1amontagne
An Toüno et at Dctit Tol'?¡o,on retrouvele dispositifd'escaliers
dc
naturelsou prat;qués main d'l¡omrne(Pl. V, fig.5) qui dans les
pcrmet de gagnerla partie supérieu
de
ibériques Clatalognc
stations
tr¿s rapideñet tré¡i étroits, pouvaient
rc du plátcáu.f.jcsescaliers
par des quartiersde ro'
étre obstrüés
Iacilement, crs de surprise,
en
plateformes
Ils sont enco¡euiiliséspour monter aux différcntes
chc.
qu'on
F,n résuméle sysGmedc défense
i I'intérieurde I'ol:¡idmr.
reposc uniquemcnt sur I'utilisacntrevoit dans ccs ótablissements
tion judic;euse moyensnaturels et la construction n'iniervient
de
qrrcpour les rcnforcerou y suppléer.
proprementdits ne soni pas nombreux Ilepuis
Les monuñrents
de
longicmps,lcs ru;neseyantse¡vi dc carriércsaux habitánts vill:rgesvoisins,la plupa¡t des édifices
ont cl;sparu sont dans un tel
or
qu'il est presque toujous impossiblc d'en reétat de délabremcnt
lc plan et encorcmoins h dcstination.
connaitre
Aü t)¿lit Talmo, sur Ie rebord ori€ntal et vers le centre nous
considéavonsdécclél'cxistence
d'une constructionde dimensions
r¿blesdoni l'un des angles est demeuré en place. Ce dernier e6i
constituépár un pan de roche vcrticaledressé,
lormant Ia paroi du
Sud et laconnésur placc (Pl. III, fie. 2). Plusieurstrésgrandsblocs,
ve¡s le midi, y ont été ajoutés¡ anglcdroit. L'ensemblc¡ un:spect
mégalithique.
l¡anchement
salles,
dont la párNt'I olmo, un édifrccpré-romain) plusieurs
muraiseulerestéedebout,voisineavecd'épaisses
t;e septentrion:rle
l l c sd c c o n s t r L ( t i u n ' r a l s c m h l am le n t r o m a i n e s .
b .
L'état dans lequel o rencontreles ¡uines de maisonsn est malpas
Des murs s'élevanti peine de
heureusement plus satisfaisa¡t.
quelques
au'dessus niveaudu sol, des lignesde blocs
dc
centimétres
dressésqui furcnt les chambranles des portes ou les ¡ngles des mu¡ailles,voili tout ce qui resieaujourd'hui de la bourgadeibérique.
_230_
[page-n-261]
DE
vrl-LACEs PREROTTaINS LA PEN]NSLLElBF,nrluE
l9
au
sont groupóes Iol¡ro, dans la pattie
Les ruines d'habitations
N.,fd-Est, au cent¡c cie la m.s¿ta et ) l'extfémité méridionale.Au
bctit Totno, on les rencontresu¡ les différentesbanqueitcsei au
le
¿¿¡rode la Tolreuta ¿ar,s voisinag¿d€s habitationsnrodernes
nulle part, il n cst faciledc retrolrvcrlc plan de l'ággloméraN4¿is
il
iion primitive. Cependant, semblcque, dans la partie orientale
3it
des
du lol¡ro, I'ensernblc conslruct;ons forñé dcs ru€s parallé'
RsrOucst. C"estce quc l'on peut conclu¡ede la direclcs orieniées
t;on des lignesde st¿l€s.loninons venonsdc pxrler.
peut se classer deux groupesd'aprés
en
l,'enscmblede ccs cases
ont
uction. Les plus nornbreuses un plan recianle mc,dede const,
pi¿ces.
Un exenrcleplus;eurs
gulaircet se comaosent
sénéralcmcni
du pctit Tolno mesuredouzc métrcsde
plaire assez
bien conscrvé
longLLcur quatre de largeurc1 comp¡enddcux piécesf inégales
sur
Sur l'un dcs petits c6tés s'ouv¡c une logettc d'un m¿dimensions.
tre cinquanie.Les muraillessont faiiesd'une doublc paroi en pierrempli par un blocagede terrc et de
dont l'intervallel3st
res séches
place en place,de largesdellesplates,de la larl)etitscailloux. De
la
geur de la double muraille, assurent cohésiondes matériaux ll
que 1a maioriié des maisons situóesen dehors de la bansemble
au
du
{tuciterocheuse g¡and lo,¡ro appartienncni mame tvpe, qui
décougr¡ndesanalogies
avec les cases
n'csi pas srns préscnterde
!crics dans ies fouillesde Numance
par dcsmaisons,
entidrcment
gtoupement constjtué
est
Lc second
dans la bordure rocheusede la ¡r¿s¿t¿ Le
partie entaillées
ou en
plan est loin d'étre aussirégulier quc dans lcs édilicc¡ précédcnts
Souventon ne distinguequ'une seulepiéce, deux toui au plus séparées
I'une de I'autrc par un petji mur en pierresséchesUne maicurieux i été exploréepa¡ nous au ¿etro de La
.on de plan assez
dans la ¡oche i une profondeurd'enviELleesi entaillée
?'or7¿rt¿a.
ion solxante centimétreset se compose ¿ledeux corps de bátiments'
e
r
l . u - d . u r e s rp r e s o J ee . r ¿ n glrs i r ee r c o r n m - n ; q u r v e c u n e p i ¿ c e
semblable
d'une sal1e
sur lc c6téjCelle-ciest précédée
c¡rrée située
environ. Un rnu¡ de pierrailles aujourd'
de deui métres de Iargeur
hui disparu,fermait le cóié exté¡ieurde la grandepi¿ce tectangulaire pa¡ laquellc il sembleque l'on devait pénét¡erdans l'habitade
sur l'empiacement la constion. Des ma;sonsmodc¡nesédi6ées
releve¡le plan exact
truction nous ont empéchéd'cn
cn
¡
Il faut rattacher cet ensenbleun certainnombre de bátisses
que les
d'autrést¡aces
et
disparues qui n'ont laissé
bois totalement
cresésdans le sol pou¡ recevoir les madriers.
troüs
un
A la téts du ravin d'accés, peu en arriére de l'édificepré-¡q'
[page-n-262]
20
R\'i]IlONfT LANTII]R f,T HENhi BRELJIL
pror¡ain dc formc triangulai¡c,un sr¡nd nonrhred'entaillcsassez
i
fondcssont cncorc visiblañ
d¡ns lc rocl¡er-Illlcs sont associées de
(s l . V I I , f i s . 5 , 7 , 9 , 1 2 , 1 3 y 1 1 ) ,p a r i o i s
P
r c , r n b r c u txr o u sc i r c u l a i ¡ c
groupéset creusés mérrre roc, rtui paraissent
i
le
avoir été des Inangcoires.La présence,
const¡tée€n ccrt:rins
cas d'anneauxperforés
drns Ia bordure rocleuie pour rtt¡cher un animal, ne laisseaucun
doute sur la destination ccs bitiments. On se trouve en présence
dc
en
de consiructions bo;s qui ont scrvi d'écu¡iesou d'ét¡tbles.
De ir¿s nonrilrcuxlcstigcs de mangeoires de bassins
ou
destinés
i abreuvc¡le bótxil ont été ret¡ouvés
sut la bordure exté¡ieuredes
á
¿¿l/os-Góróralemcntccs exca'a¡ions
sont creusécs mémc le ¡ocpas rare de rencontrerdes tracesd'anncauxd'atiachesemIl n'est
dc
ou
blablesi ceux du ravin. La profondcLrr ccs manseoires abreupeuvoirs yarie entre v;ngt €t t.enie ccntim¿ircs leurs dimensions
ci
!ent parfois¿ttéindreIm,50 sur Im,10.
ll est i remarquc¡quc ccs mangeoires mémc que les citernes,
de
que
dó:ouv€rts,sont toujours simoulins ou pressoirs
tiréssur le rebord des cc¡:os Il y ¡vait l¡ dans l'anliquiié une suite
de bátimcnts d'cxploitation as¡icole, étables, pressoirs,moulins
aujourd'hui dispa¡us,
tr¿s ncttementséparés l'espace
de
occupépar
les habitations I.r bourgadc.
de
parmi les ruines dcs maisons, on
Sur 1a banquetterocheL¡se,
¡pe¡coit de placecn placc dc profondes
e¡cav3tions
sur Ia sign;6cátion desquelles n'est pas encorefixé. C'est I'une des ca¡actéiistion
ques de ces établ;ssements
p¡é-romains.Elles ont pu indifféramles
rncnt servir de citefnesou de silospour conse¡vcr grains.Celles
du ? ol?ro ne diliéreni pas dc ccllcs rencontréesá ll{¡ca. Ce sont dc
profondcscavitésá é¡roiie ouverture qui vont en s'élargissant
d¿s
qu'oDa atteint 1:,croúte argileusequi lormc la masseinterne du
Nous n'avons
.rrro. Ce sont de vé¡itableschamb¡essouterráines.
pu malheureusement,
explofautc dc tempset de moyensmatériels,
rer I'u¡r de cessilos,¡ujourd'hui entiérement
comblés.Dans un ccrtair nombre de cas, lc rcbord extérieurde'cescavitését¡ii cntáillé
sur une vingiainDde centim¿tres largeur de facon i former une
de
vc¡¡it s'emboiterun couverclede hois- l,'unc
:ai¡ure dans Iaquelle
d'elle, situéedans la p¡rtie Nord-llst du lolzo, montre dcux pctiie! cncochcs chaquccóté du rebord entailiépour I'encastremcnt
dc
despoutrellcsdu couve¡cle.
précise d€ ces excavations, n'en
il
Quelque soit Ia destination
pas moins qu'on observei l¿ surface
des .¿//os les tracesde
reste
qui
de
canslisations témoignentdu souci qu'avaicntles h¿bitants la
les
bourgadcde recueillir,av€c tout le soin possible, eeux de ruis-232-
[page-n-263]
VNLLACFS NERO]\{A'NS 'E LA PENINSi]IE IBERIQ!E
P
D
21
. e l l e m e n tL e c ¿ i n e s t p , j d o u r e u xp o u r d c u x l a r q e sr i q o l e sq u i
.
viennent se déverserd¡ns un bassinrectangulaire un métr¿ sur
de
quaranteccntim¿tres, c¿¡¡o de It Tor¡ccita. Toütefois, il f¿ur
au
agir avccbeaucoup prude¡ce drns l'ioterprótationde cescanalide
sations, grafld nomb.e se trouvant dans le voisinage pressoirs
un
de
ont pu servir uniquementi recueillir les Iiquides obtenus par ces
rPPareils.
(Pl. VI, 6g. I, et VlI, 69. I-4) rencontrésen plu"
Ces pressoirs
sieu¡spoints de la périphériedu pet;t 7'o/¿1oet (lu I'olflo sont
rs6uréñentla trouvaillc l¡ plus ir,téressantc
qLr'ilnous i étc donnéc
( e r é l a b l i s c r n c n . . e , s p é c i m e nq u e n o L ¡ \ . , \ o n r c n .
dr f:i,c d¡n.
L
.
s
contrés rappelle¡t les modéles découvertsdans la région méditerraA rnémeIe roc, on préparcL¡ne
plane qui sert de table au
surface
pressoir.
En son milieu se crcuseune rigolc circulaire,i l intérieur
de laquclles'¡nscrivent petiteN
s;x
.igoles disposées étoiles,toucn
tcs aboutissánt un bec comnun d'écoulement. bassinque I'on
ri
l,e
trouve génóralement
dans ces sorics d'appareils manque ici. I-e
prenrier écrasementdes olives une fois obtenu, les résidus étaient
cnfermés
dans des couf6nsou des sacsde toile et soumis) l':rction
de la presse. prcssoirque nous décrivonsótait actionnéau moI-c
ye¡ de deur leviersprenant leur point d'appui dans le¡ deur encochcs pratiquées :irriérc dc Ia prcssc. I-: pression étrit obteuue
en
par desblocs de picrrc dont on chargcait leviersdc bois.
les
La 6gure 3 de la plancheVII monire une présse
semblable.
La
t¿blc du pressoirest entailléede rigolesdisposées palmettes;nser
crites dans une conduitc circulaire,toutes aboutissanti un bec
commun de déversement. ligure 4 présente
i,a
une tabie de p¡essoir
d'un modéleplus simplilié: dans une sorte de cuvc rcctangulaire
trois rieolessont disposées éve¡tail et viennentse déverser
€n
dans
un petit canald'¿coulement.
Da¡s Ia méme catégorie, faut placer
il
une sortc d€ ¡reulc dormante,pareille) c€lle sign¿lée El Ga¡cel,
\
par M. Siret (1): dans une carité hémisphérique deux métrcsde
de
longueur est creusée
une g¡ossecupule, prolongéepar une rigole,
mais sansabouiisseÍ¡ent bord, qui sembledestinée recueillirlc
au
i
liquide obtenu par le pressage fruits dans la cúpule.
Ces
Enfin dans ce¡tainscas, la ta¡rledu pressoirn'est ent¿illécque
d'unc sim.ple
rigole en lorme de coeur. lJn certainnomtrredc groupes de petites cupules, entourées de canalisationscreuséesi m€me
(r) L. Si¡et, ¿ Esp&gne
préhistoriqueD,
dans (Rév. d6 quetiñs slienrin,
quesr,p. 5¡3, f,s. 125.(Tirage a pert).
-233-
[page-n-264]
22
RA'MOI¡D LANT]ERET HENRI RREIJIL
primitives l-es olialoir servi de presses
le roc, peuvcntégalement
:j
dans dcs couffinsétaicnt alors soumiscs la prcssion
ves disposées
Nous ¡vons vu lors
pic¡ressans¿ucun¡roven mócaniqLrc.
cleerosses
de notre erploration des ruines,un prcssoi¡i vin ¡roderne dans ie"
sur
qucl les raisins,eni:rssés une Iargedallc a rehords,óraicntsinlpar une planchesupportanides quartiersdc roche
plcmcnt prcssés
Les quatre rnoulins,do¡i lei ruinesse voient au b¿tit'l aLno ct
dans la boursadeprircipale, sonl du mémc tvpe qre te traP¿hlnt
romain, rnaisplus simplilió.T"iliós i rnémcle roc, ils se composcnt
se
circulaireau milieu de laqrrcllc dresse
d'unc rruge
esseniiellemc¡t
petite colonncde¡tinée¡ supporierIa meule' C'esi lc tvpe clasunc
siquedu moulin ¡ broyer les olives (Pl VII, 1ig 5,8 v 9)
voisinsa lourni de nomSi I'explorntiondu T olno ct des c¿¡¡os
et
dc
breux vcstiges construciions d'appareilsde toute nature, il
prs
malheurcusemcni cle mémc por¡r le mobilier rrchéoton'en est
gique. Celui'ci cst tr¿s pauvrc C'est ,i peinc si I'on peut mentiontrop frustespour pouvoir étre démonnaiesibériques
ner quelques
ierminées; unc petitc pincc et une oreillc votive de brorze- Sur
de
I'emplacem€nt la nécropoleibérique nous avons rec¡reilliu¡e
petite téte de ch¿vrcen onvx brisée
Par contre les lragmcntsdc céramiqueibériquc pcinlc sont ex
nonnr¡eux.On lcs rcncontfei\ profusion dans le cimeccssivcmcnt
au
dans les silosdisposés milieu des tombcset
ti¿rc, principalernent
pcntcsorientalcsdu 7ol:r¡o. Les lormes sont ir¿s rariées:
sur les
vascsi largc p¡nse; cruches:i visagc; coupcs i
grandset mo-vens
sont parfoismélés) dcs débrisdc céraCes tessons
;ied; assicttcs.
noir ci i dcs restcs dc poterie rom¡ine de
nriquegrecquei f¡¡nc1
toule ¡ature. Presque tous ces \,asesont été recueillls en mordécorationdc ligncs droitesparalliles'
La plüpart mo¡irent Lrne
de
dc
ou
clc ccrclesconccntriqu€s de secteurs cerclesdisposés cerqui rappelleniIa
taincsf:qons,se recoupaniou formant des dcssins
bipenne (iig. 2.',12,15,16). Des lignesondéessc mélansent't des
remplisde poncturtions
et
brisées de cerclcs
dc
combinaisons Iignes
(ÉC. 2.", 13). Le déco¡ fforal ei véeétal cst lrrscment représentc
srr
(ñg. 2.',6,7,8, a, 10, 11, t4). Lcs:nimaLrxápparaiscnt phrsieurs
analode
qui présentent grandes
sousla lorme d'oiseaux
frágmenls
(lie 2', 3, 4' 's) La
gic; avet ceux reproduitssur les rasesd'Elche
lieu¡e humaine est rare, un torse est pcut-étrefrgurédans le fragm c n t n . " 1 d e 1 a6 9 2 ' .
'l'oLrte
qui, par la richeusse la variétédu décor
et
cetle cérxmique
(provinccs d'Alicante,
I'i¡lspagne
appartientau groupe du Sud de
,2U-
[page-n-265]
VJLLACES I''iEROTj,AJNS DÉ LA PEO]JNSLIú IBERIQT]IJ
23
Murcic, Albacete)(l) est parfoisrcv6tue d'un cnduit rouse partie¡
peint sur le noi¡ de la páte. Le plus soulent cllc cst couverted'une
teinte cré¡re. l,es tra;ts ('t peirtures s'y sr¡pcrposent
alors en rouge
oni óté rccuits,1aterre devientgf;s(J
ou brun rougc. Quand lcs vases
ot 1apeinturc Doiráire.
Dcux tcsso¡rs
app¡rt;ennenti un groupe différcnt, qui rappellc
celui dc N¿nrar¿¿.Le premier n\ontre unc téte d'animal fantast;que, dragon ou lion, au cou percé de R¿chcs
attaquép¡¡ un cavadu
licr. Lcs pattcs antérieures ch€v¡l soni seulesvisibles dans le
coin opposé (ñ!.2.',17) le dcuxiémcfragmentporte üne jambe de
caval;cr(6g. 2.', 2).
pcints, on a recueilli d'innomb¡ables
En plus de ces frag¡ncnts
de
de
tessons potcric grossiérc couleur grisc,d¿nslaquellesont móde
langés petitñgrai!1s quartz et de calcaire.
de
pcinte cst achrellement seul indice chronolociIe
l,a cérarniquc
que qu'on possédc
pour ñxer les dai€ñ extrémes ¡a station préde
quc ccs vascsót¡;cnt en us¡ge
rlu Tohto. O¡ s¡it cn effet
rooraine
danscesrégionsdepuisles dcrniéresannéesdu V ¿& si¿clealant
de
J. C. La prósence fragnents dc style numantin permet dc {a;re
ccs datesjusquc vc¡s lc dcrnier quart du secondsiécle,
descendrc
jl¡Nqu'i la conquéterona;ne. A cctte ¿poquc l¿ ?'olt o
s'est-i-dire
voisins, mais
a certxincmcntsuivi les dcstinócsdes établissements
ccpcndantpas avec l'arrivéc dcs Rona;ns
son occupat;onne c€sse
en
dc
On en a pour preuvesla présencc murs cimentésrencontrés
poi¡ts del'.bpid 1n et les déhrisde tuilcs et de briques rodivcrs
maincs,qui couvrcnt Ie sol des p€tits loln¡os et des lom¿s répan
dues dans la plainc. Ils senbleni cependantqlre les ¿¿¡¡)s hrrent
¡bandonnés partic ct les hlhitants contrni¡ts de s'établi¡dans la
en
plainc de Minatcda Le Tolmo, á dater de cc jour, sembleréduit )
dc
stratégique gardien du pas¡agcet de survei"
un róle pLrremcnt
llancedes populationsindig¿nes.
dans lc rocher des pet;ts ?olcreusées
Le pillage des sépultures
nc permetpss de leu. attribucr Dnc date précise ll est ho¡s de
,los
que ces inhumationsappartienneni I'époquero
i
doute cependant
(1) E. VARIELA r¡ElRvr¡s, (ce¡ámica ibé¡ica de El Tolmo de Minál.da),
1918,!, 332'391
dens
Lá pre*nce ds deux t$o¡s i! décor de iype nmstin,
lialson enl¡e le Rrou!6 orie¡tal de la c¿r¿mique ibérique et le foyer numántin.
est d autanl plus intére¡ssnüe qle M. P. Bosh Gjmpera
cette co¡statátjon
(d¡uari
de I'Instiiuf d Dsiudis Cátará8t, 1915.1s20, 663, ñg. 514) ¿va.it !s
!.
d6 potie¡s d'¡
connu lactior exercee p¿r 16 eieüe¡s cettibÉres sur r!¡dsf¡ie
_235_
[page-n-266]
24
RA}AIONDLANTII]RE'T HÉNR] EREUIL
ma;nc ct témoignentde I'abandon: cette ópoquc des petits ¿¿lros
dont Ia Iarr€ctangul2irei
Cc
en tant qu'habitations. sont des losses
g e u r v a e n r J i m i n u a n t ' u n c e x h é m i r é i l ' a u t r e( P l V I , ñ g . 7 , 1 0 )
d
cette particulatitéde porter i la hautett¡
Quelquesunesprésentent
dcsiinée r€ceroir le vase
á
de la tétc une pctite c¿vitérectangulaire
parfois isolées,sont
i offrandes(Pl. lII. rie. 4, 5). Lcs sépultures
par groupes trois, quatre ou cinq (PI IV'
de
lc plus souvent¡éunies
Iis.3,4).
Un débl¡icmcntméthodiquedcs ruinesporrrraitseul donncr des
rom¡ines
précisions
sur I'importanceet la nature des constructions
des c€¡¡os.Toutefois,on n'y rct¡ouve aucun de cesrménagcments
de caráct¿re
romain qu'on rencontrei chaque pas sur I'enplaceñeú d.eNumaflce.
aux débrisibéDans la plaine les ruincs romaincsse sup€rposent
par une couchede ce¡dres.
riqües,dont elles sont parfois sóparées
détruitspar un incen.omainsft¡ren¡eux-mé¡res
Les établissements
pied mémc du lolmo, dansle iardin de la propriétéde don
die. Au
'José
Ser¡a,on a trouvé une insc.ipt;onfunéraireiatine et les fr¡gdéco¡éde strigileset de petits personn¡ges
ments d'un sarcophage
déco¡ées
de
Des stilés funéraires
dont les pieds ¡culs sont v;s;bles.
sur Ie
avec rosacecentralesur les c6tés ont été ¡ecucillies
rouelles
méme emplacement.
il
Aucuo indicecertainnc pcrmet de connaitrela daftr¡ laqLLelle
faut placc¡ la ruine déinitivc dc la bourgade.Situéesur I'une des
grándesroutcs qui mettcnt en conrnlunication
I'intérieur du pal's
qui déelle étrit sur le chcmin des invasions
avcc la Méditerranée,
¿'. si¿cleaprés.I. C Flllefut
solércnt la Péninsuleá partir du IV
ct
ocupéepa¡ des groupesw;sigothiqües arabesqüi ont laissé des
au
de leu¡ passage Tolno. Parrni les ruines, on ¿ recueiili
tracei
(Pl. VI, lie. 5) ct les
plusieu¡s
dallcsornécsde la croix wisigothique
restes
d'un grand vasearabedécoréde motifs en relief.
aussibien que par la disposition
Par sa situationtopograph;quc
générale I'aménagenrent
l'ensemble
dcs éta;ntéricurdes édifices,
ct
plaine présente plus grandes
les
anades
blissements r¿¡i¡s ct dc la
prologies avec lcs nombreux villages et bourgades ibériques dc la
!ince d'AIbacete.C'était l'habitat dc populaiionsqui tiraient des
L'oppidun tlu Toltno
d'existence.
ressources sol leurs mo,vens
du
payset le refugeoü venaicnt
du
était i la Iois le centreéconomiquc
par I'es'
de
chcrcherprotectionles hab;tants la région.Li, protégés
c¿rpernentdes pentes, s'abritaient les greniers ) céréaleset I€s pressoirsá olives.
qüi demandent
une
et
de
Cette disposition mrgasins d'industries
-
236
[page-n-267]
VILL¡GES PNERO¡IIAI\S DIE LA PF]NII¡]SUI]EIB¿IIIQLILE
25
aux hasardsdes
installaiion6xe et ne se soucientpas de s'exposer
á
on
brigand¡ges de la guere n'est paspa¡ticüliére la Péninsule,
ou
autrespoints du bassinde la Médíte¡¡arée.
la retrouveen plüsieurs
A. Embario (Caiymnie),MM. Paton Myres (l) ont exploré les rui"
rres d'une forteresse heilénique, contemporaine de I'ob¡'idun óü
Toü¡o. Dans le principal enclos,on découvritune presseá huile
;rnalogoi cellesque nous veoonsde déc¡ire.Le fortin, vu I'exigilité
de sesdimensions
avait ¡ pcine pu servir d'habitatio¡rct xvait eu
pour but principal la p¡otectiond€ I'hu;lerie.
évidemment
i
Contre le rcmpart d'üne enccintetout-i-fait ánalogue, M¿rfl(2). Ces t¡ouvailthé (Cariei, une huilerie antiquea été découverte
constructions
de
lcs donnent égalementI'explicationde certaines
A GueLt'Z¿rcl, au sommet d'une éminence, un
la région dc Sétif.
miJorteresse,miensemblede betimentsde forme. rectangulaire,
'bátiserurale, abrite dcs pr€sses huile. A Kherbet-e¡r'ibha
¡
u¡¡e rú'
identique"lJ)
llc ¡mport]nl( monrre dr:"dispo"itions
(4)
d'ótablissenents
semblables est d'un
La présence Espagne
en
srand interét pour I'histoirc de la civilisationde La Téne dans le
C'est un exemplede plus en faveurde la
bassi¡de la Méditcrranée.
i
d€
théoriede l'unité de coutumes cette époque,d€s rivages l'Asie'
Mineure au détroit de Gib¡alta¡.
(1)
(Ann. Brit. S.h. Ath.r, Xvú,
1393,jr. 2¡3, ñs. 5.
S. clashier. A. Guebha¡d, F. Goby, (P¡es¡
ef Eouli¡s ¿ hüle plihilüe,
Extreit du (Bulletin de l¿ s&iété P¡éhisfoíque de FÉnceD, Janvier 1910, p. 6r
F. Bénoit, (Les plessoi¡ á levier et @ntrcpoida en Provúce et e¡ Afriqtrer, deN
(Memol¡es de lfnstiiun hjÁto que dé Prordcer,
1936. p. 106, et sulv.
(3) (Recue de Ia S@ié é arch@logiqu de constanlino, 1900 ét 1910({) D€s p¡s6
¿ huite seDb¡abls oci été t¡ouvées ée¿le{¡ent d! la pé¡iphérté,
d&G le village tbé¡ique de (Los Ca6ftu¿n$ (Crei$), en B¿eA¡aspn. P. Bo{¿h
I,
Gimpe¡a, (A¡uari de l'rDstifut dEstudis c&ialans,, 1921'1926, p 79 et ns 145.
(2)
[page-n-268]
26
:
-238-
[page-n-269]
IBERIQUE
I/ILLACES PRIRO¡I]ÁINS
DÉ LA F'ÉNINSULE
27
[page-n-270]
[page-n-271]
LANTIER-BREUIL-(LeTolmo'.
l
4
degr¿' me.rnl rtr
I
i
t..
I
I
t.
l':.-
tr¡.
i&
(Airrs.órc) I, vúe sé.¡¡¡le du Toh¡o ¡r des .e¡,os sreuires.
¡¡iDcipaje p{ tr yallo,. _1jLL
LAMINA ¡.
[page-n-272]
LANTIERBREUIL- ¿e Tolfnor.
LAMINA II.
3
L¿ Tolño, i ¡¡in¡reds (Albacero. 1, L. fahise ¡! Nord.Esr. 2, L.s sr¿ks indiqurnr I'ein¡ilacem€n¡
d€s ñ¡isons
-J, Ld ñu¡¡ille tancle¡s¡le, oretrt¿e Esr On€s¡, sur le plareau
[page-n-273]
(Le Tolmor,
LANTIER BREUIL-
lj l-e (rern lolDo) , ! u ¿ g é . é . r l e . 2 , A ^ s l ¿ d ¿ m i 6 d i .
m¡r!hes. 4 r, séprlru¡cs cñ,irL¿es drns k ¡oc. Io¡ V!€ des s¡¿h6 de m¿
Tolmo, i &nDrcdr (Alhm¿r).
L A M I N AI I ¡ .
3 j E s c a t i ed e r o i s
r
[page-n-274]
LANTIERBREUIL (Le Toh¡or.
LAMI¡IAIV.
,'1
5
Le Tormo, ¡ iÍioíed!
cirr.
(\ibacerer. I, cefo de
3 r. sé.trrrur.s e.rlill¿es
5, L¡ ¡óinre néridionxt. d( rolmo, av.c e¡rxi es de r¡isons er
úe poublges
[page-n-275]
LANTIERBREUIL (Le TolmoD,
5
Le TolDo, i ,x
ied¡ l^lbrcde).
r, ¡lff
dc dék.se
[page-n-276]
LAMINA VI.
BREUIL-"LeTolmo,.
LANTIER-
l. PÉsso;.
Le Torno. i ¡{jnr¡ed' (llbrcer.)
¡ huile. .1, Enüille de nsisor. ¡. Fr¡sú¿nr de sr¡l¿
¡mssc
den fieut.-7-i0, Toobes deusées dans lc roc rtr peú Tolnro.
Tolno
l3, n,isons
11, SG-rs d.
[page-n-277]
LANTIERBREUIL (Le Tolmot.
i
:
I
I
I
I
,l
I
I .
{1
Le To1ño! i Mi¡Ícd¡
(alb(úe),-
14, 3lrj Fressoirs ¡ huiG.
LAMINA VII.
6¡ ü.urin..-?i
12, 13, 1.1,anses.
1{-1.r. Enrai.
[page-n-278]
I. BALLESTER
TORMO
Las pequeñas
manosde mortcro
ibéricas valencianas
He aquí un mezquinoaunqueinieresante
tema casi inédito, qrre
s€pamos,pa¡a cuyo examen han proporc;onado mate¡iales sulicien_
tes las excavaciones
practic¿das
principalmente
por e¡ S. I. p_ y algunos hallazgos
casuales.
Mate¡i¿ de estudio es ésta quc no tendn
ciertamente brillantezde aquellas
la
otras cuestiones
arqueológica¡
enlazadas,
por ejemplo, con 1a vida espiritual(arte, ritos, cosrum"
b¡et de nuestros antepasados
p¡otohistóricos o con el prestigio d¡
su épica (temasde iucha, de armas,arnés,etc.), pero que indudablementeha de atraernos,
como todo cuanto atañeal mejor conoc;_
miento de los pequeños
detalles r€moto íntimo vivir colidianode
del
nuestros
ascend;entes
iejanos,
siqu:era trate de cosas
se
como lasque
motivan estasnotas intrascendentes. su insignilicancia se debe, seA
gu¡ament€, el que rara vez se aiuda a las moletas cerámicas que
de
vamos a habla¡. Creyendo que su conocimiento ha de ser uno de los
elementos que faciliten el estudio de co¡relación entre diversa¡ zonas arqueológicasibéricas, hcmos redactado estasnotas r¿ferentesa
la8 piezas de tal clase que conocemos en tie¡ras del antieuo Reino
de Valencia.
No nos vamos á ocupar, pucs, de los grances morteros y cle sus
toscosútiles complementarios,
empleadosen todos ios t;emDos.
má. ¡ntes del invenro de tu" molinooa mano. pará cl mrjJdo o rri_
tu¡ación de ci€rtos productos,g¡anos especialment€;
sino. como
decimos, de las pequeñasmanos de mortero que nos su€len DroDor"
cionrr los despoblados
ibéricosvalencianos, qu",
y
*rnou,
"or.o
ver, tuvie¡on destino menos ¡udo que Ios antes aludidos.
_24t_
[page-n-279]
I. BTLLESTEII ÍOR¡IO
COVALTA
cuenta l,t cxcavade
Ha¡á sob¡etreintaañosrcalizamos, nuest¡a
ibérico dc Cov¡rlta(Albaid¿),al que,
despoblado
ción dcl en¡iscado
publicado,r'¿ nos vimos cn el caso
por no haber sido debidamcnte
provisional(1), de la que iniercsa
pcqueñarefcrcncia
dc h¡ccr una
recordaraho¡a que nos dió, entre oüos meteriales:cerámicaibérica con decoración piirtrda geomótrica más o menos purá salvo un
realistas cámpocon circulitospunen
s;luetados
fragmcntocon peces
y
rojassu'
tiesioscampanienses de los de frguras
abund¿nies
teados;
y de La Téne I v ll ; fragmcntode
ibéricas
ditálicos; libulasanulares
arranqucde asade sítuletarentinadel Suii de Italia, que llcva una
palmetade bronce; pequeñot¡ozo de diademade oro con decor¡_
y
laminide
en
ción por reserva campog¡anulado alveolos pcqueñas
para engasi¡¡piedrasde colo¡, e hilos en mecha; fr¿gllas sold¿das
monto de placr dc bronce con nielado de plata; parte de placa de
p l o m o e " c r i t "c n ¡ l f r b r r u m " n e ¡ l : r " ' ¡ n d o ' " t j " e l ' o n j u n l u u n , ,
romano lin tal ampúnicay nadamenilicstamcnte
fuerte influencia
de
apa¡ecióL¡nfragmentode pieza trococónica
biente arqueológico
un poco por cncimade la basc,que terminabaensancerámica,
rota
tigerrmenteconl¡exá;clrvafragmentac;ón
v
chándose supe¡Ácie
en
sobresu totrl lorma v destino,que
estadono pe¡mitía deduccio¡es
de
por
señejantes,
han qucdadoacl:rradas los h¡llazgosposterio¡es
que hacemos
mención.
IA BASTIDA
cl
desde1928 1931, despoa
Apenascreado:l S. L P., se evcavó,
(Moeente),bajo ruesibó¡itc de (La Bastidr rle le¡ Alcuses>
blado
cooper:r'
tra direccióny con la valiosa y más o menos persistente
Emilio Góción de Mariano Jornet, GonzaloViñes, Luis Pericotv
mez Nadal; los extraordintrios¡esultado|obtenidosen Ios pri1¡epo¡ Pcricot y por mí, sólo en cuanto
ros t;cmposIueron rccogidos
en un trabajo inserlo en el primer tomo dc
afectaba ]a ce¡ámica,
a
Levani;na.-Anuario del S. I. P. 1928r(2),
divcrsas,
sin que, por cansas
(cohuDicacion6 at rv congreso hte¡¡{io¡&l
(1) ve! L Ball6ta:
de AF
T. ¿. de (CultuD Va.
queólogia.-L
Los londerales ib€ricos dc I'i!o covaltino.
rénci&naD, 2, 1930,
P.
(Archivo
12) r. Ball€ster v L. Pericoi,: 1il,a Bas¿id¿ de les Alcuss (Mósdte)r,
d. P¡ehisto¡i¿ Levantl¡o. Anu¡rio del s. L P. I.' t928t, Valencia, 1sr9, pá'
gj¡ás I?9 y siguiehtes.
2+2-
[page-n-280]
LAS PIEQU ÑAS ¡fA¡¡OS DE JIiORIIERO IBÉRICAS VALENOIINAS
3
macuvorestánte
relativaá tan ¡ico despoblado,
ahorala publicación
quedaasícn granparteinódito,lo que nos fuerzahov a dar una
terial
aquí,
adelsüta¡
de
ligera referencia
comprensiva todoél; importando
ccparalelodel de Covalta: las nlismas
que viene a ser un manifrcsto
geométricas,
aquísinnadade la con
rámicasibéricas
con decoraciones
y
campaniana no tanto de la italiota con figuras
figuras; abundantc
propios tipos dc fíbulas; piczade btoncc de cinturón con
rojas; los
nieladode plata; lámina de plomo escritaen alfabetotartésico;Dotándose también fuerte influencia púnica y nada de romána. En este
divcrsaspiezas que ¡ccuerdan el
medio arqucológicoaparccieron
fragmento cerámico dc Covalta, trancocónicocon base
aludido
y
el
abombada, aclararon dcstinode todascllas,que no es otro qüe
manosdc mortero. No son muchaslas de
el de moletrs o pequeñ¿s
tipos:
l-e Bestida,pero permiten aprcciar1ossiguicntcs
1.' Podemostomar como prototipo del lrás nurnerosogrupo
de rnoletas cjcmplarque damosen la lám. I, fig. 1.'Es de cerátttiel
tacilíndrico tendentea ironcocónico,
ca rojiza, cuerpo ligcramcntc
y baseun poco convexa; del extremo supsrior
ladro en Ia partc alta
dos apéndices
laterales maner¿de b¡aa
nacenen sentidos
opuestos
zos roios. Mide 57 milímetros de altura. Dc otros dos ejemplaquc se áccrcaa campanifortroncocónicotan acusado
iruncadosapenas
iniciados,baseabombada,
me, con los apéndices
y el oito, con apéndices
rocolor rojo, y altura dc 55 milímetros;
en
dq
tos en su origcn, tiene Ia particularidad adelgazrrse su parte
y
cent¡al,sep¡rándose perlil de 1osantcrio¡es. midiendo68 milídel
por
masay alturx, no dcbic¡on
metros.Estos ejc¡rpJa¡cs, su escasa
que exigie¡anené¡eicos
con eñcaciaen operaciones
ser empleados
por'un solo ejemplaren forma
2.' Otro tipo csii reprcscntado
y
¡ectangl¡lar cucrpo tronco-pirade menuda ara votiva, dc sección
con bo¡de noldu¡ado,
¡emetadocn unr talrh sobresaliente,
midel
sobre la que sc percibenlos menudosarranquescuadradosde un
perdido e indetcrminable.
Muestra en.ada
rematecomplemcnta¡io
elipsoidales
superpucst¿s.
una de las ca¡asdos bor¡osrsirnpresiones
La manifiesta
lormr de mc¡udo altar vot;vo, comotos púnicosfr¡nerarios,nos hubiera inducido a tenerlepor tal, si lá inestabilidad
producidapor la báseabombada nos lo impidicra; loqucLrnido
no
en
a ser el primer objcto de estr claseaparecido el despobl¡do,hizo
que lo calificáramos, el citado trabajo,de objeio inconroletode
en
igoorada(1). No dcja de se¡ curiosoque sa le diesci este
aplicación
(1) L Bollester y L. Pericot: dbjdr, pá9, 11 (194) y lám. x. fis. c.
243 -
[page-n-281]
4
I. BALLESTER
¡OR¡IO
pequeñoútil, de ian pobre cmpleo, la lormá dc ara votivsj Io que
hacesuponersu uso funerarioen Lcvante,del quc sólo conocíamos
una pieza de forma muy scmejante
halladapo¡ Siret en Lrnasepul
(1), apartedc ot¡ásparecidas las ruinasde la netu¡a almeriense
en
Nfide la de¡crita56 mm. de altura y la reproducrópolis ibicitanas.
cimosen la fig. 3 de la lám. I.
3.' También es ejemplarí¡nico,de otro tipo, el qüe insertamos
en Ia lig. 2 de la misma lámina. Sobre delgadabase elipsoidal de
barro cl¿ro, ljgeramente
convexapor deb¿jo, se alza un vástego
que al acodarse
troncocónico
aplanado,
rectangularmente la peren
te supc¡ior, se est¡cchay redondea en su tercio final, cerca del cuál
lleva un taladro transversalque viene a hacer de ojo de aleo que se.
ncja cabezade animal, a cuyá representación
debió contribuir la
pintada,de i:r que quedantrazos.oios, especialmenornamentac;ón
ie en la part¡ acodada.Por bajo dei acodamiento se vc toda la supergrabados tierno, muy especialliciecubicrtade pequeños
hoyuelos
en
nrente densosen la abombadabasc, dcdicadaa supe¡1icie fricde
de
ción, cuya efrcacia iotentó aumenta¡de tal modo. I-a endeblez
se
esia gráciosapieza, la hacc poco a propósito pa¡a fuertes presiones;
lo que nos inducc a crec¡ qr¡ese cnplearía,como ia anterior,en la
cosmética ¡ctividades
o
semejantes.
Las caractcrísiicas las manos dc mort€¡o.de La Bastidason,
de
volu¡neny una rclativavariedadde tipos.
escaso
DE
SANMICUEL LIRIA
de
Otrr excavación S. L P.. la del despoblado San Mieuel de
dcl
Lr
l,iria, ha sido muy fecundaen estaclasede descub¡;mientos. dehechaen nuestras
Memoriasrnuales
tallada
relaciónde talestrabajos
clevadás l¡ Dipuiación,muy especialmente la más reciente{2),
en
a
nos excusa de entra¡ en pormenores qL¡eno sean precisos para frjar
el conjunto a¡queológico en que se encueniran esta clase de piezas.
Da San Miguel dc Li¡ia : abundantesvasoscerámjcosde dccor;ción
pintada geoméñica, algunos de floral y el bien conoc;do numeroso
grupo de Ios ornados con composicioneszoomorlas y antropomory
ihs de extraordinario
interésarqueológico etnológico,algunasvepintadoso grabados alfabeio ibérico monetal;
ces con letreros
en
(1) L. SireLi (vitla¡icos 1 lleu-"¡asr, !áC. 463 y ]ám. XX, ñg. 3
(?) L Bdresler Tomo: (La labor del S, 1. P, y su MNo en lc eños 1935
1942.
a 193$.va,lencia,
2+4
[page-n-282]
LAS FEQUEÑAS ¡I.ANOS DE MORI]ERO IBERI{]AS VALENCIANAS
tiestoscampanianoñ buenaépoca,mas otros que pareccnde imide
tacióny un solo fragmento(fondo de plaro) suditálicode figurasro,
jas; un vaso de tipo troncocón;co
medianoy barro gris, de los cor¡ientesen la llamadacultura il¡éricadc la costa catalana, gran
y
parte de un ánfora de las de boca plana que se dan en la propia
culiu¡aj dos brochesde c;nturón,uno de placadc bronce rectangular con ¡mplio gaÍcho en zig-zag,niclada de plata, y otro de,dos
ganchos escotaduras
y
laierales
abiertas;y una lámina de plomo es,
cr;ta en alfabeto monetal, con ot¡a que le servía de cnvoltura y que
contienetambién algunossignos; pudiéndose
señalar
como ballazgos exccpcionalesy no reiterados, a pesar de 1a gran extensión ya
y
excavada,unos escasos supcrficialcsI¡agmenios de sieillata, tlcerna de tipo g¡iegoprobablemente s;glo II (ejemplarúnico), y un
de1
aisladocuello incompletode ánforaromanade baja época,todo ello
con aspecto rodado l nada en estratointacto.En estemcdio han
de
ido descubriéndose,
unas vecessobre tierrasremovidasde antiguo,
otras cn eltrato firme, buen número de manos de mo¡te¡o de he,
chu¡estan larjas, que nos obliga a agruparlas tipos y aún pudiecn
ran dividirse en subgrupossi no pareciesepret¿nciosoen cosa dc tan
1.' Se ag¡upanaquí tod:rslas pi€zásqüe a susca¡aci€rísticas
sey
ne¡aics(baseabombada cucrpo troncocónico
con tcndenciaa cilíndrico) agrégase llevar en I¡ parte supe¡ior unas prolongacioel
ncs cn s€¡tidos opuestospará dar a la mano mayor supcrficie
de presión que facilite el trabajo. Lrs var;antesaparecidas
son las
siguientes:
a) Una pieza quc nos parecela más elemental,
basta,dc bar¡o
grisáceo,caracterizada
po¡ llevar en la parte superior y en sen,
tidos opuestosunos apéndices modo de cuernosligcramenteina
clinadoshacia ¡bajo. Tiene un taladro en lo alto y en Ia basc huellas cvidentes su uso. Mide 58 mm. de altura. Véasereproducida
de
en la lám. II, frg. l.
b) Otro eiemplaren todo scmcjante precedente,
al
salvoen que
los :péndicesastiformes prolongan hacia abajo hasia arrollarse
se
en espi¡al.Tienc de altura sobre.56
mrn. y puedeverseen la lám. II,
6e.3.
c) Otra picz:rde mayor tamaño,también de barro gris pero de
mejor técnica, coir dos gruesoscucrnos nacidos del ccniro de I! irártc supcrior, quc se curvan marcadamcntcp¡imero hacia arriba
para inclinarsey rematarse
luego en sentido opuesto. E¡ cl ángulo de arranque las astas
de
aparecen ¡elieveunos abr¡ltamientos
en
paresde bora ma¡¡era labiosy en cadauno de los ladossendos
de
-
215 -
[page-n-283]
TOF O
I. BA]I]LES¡ER
en
donescruzados X. I{a sido reconst¡uída paric. Mide 73 mm
en
por 124de ancho.Lám. II, ]ig. 2
de altu¡a
horizon'
d) Al mismo tip,r puedc atribuirse,por sq travesaño
tal, otra dc estaspiezas,de barro rojizo bicn cocido, con taladro
para el f¡n
de
c€ntralen lo alto, base con incrustación piedrecilles
lleva tosy que en Ios ('xtremos de los apé¡,dicestransversales
dicho
que más semejan animales
de
pequeñrscabezas,
caqente esculpidas
cn
que humanas.
l'ueden verseestosdetalles la lig. '{ de la lám II
Mide 90 mm. de ¿ltura y 115de ancho.
c) Y otro ejemplar, bien semejanteal que acabamosde describasecon incrusbir, tambiénde barro rojizo, cuerpo ¡roncocónlco,
dile¡enciándoseen que
tacionesy cn 10 alto apéndicestransversales,
¡quí son más cortos, fo¡man en el centro ligera concavidail y se aco_
sin
dan hacia abajo en iorma prismáticacuadrangular, que Ias roperrDiian deducir cómo remataron. Llev.
iuras, a lar misma alturá,
tres taladros, uno en cl c€ntro de la parte alta v los dos restantcs
. cn los acodamientos, y tiene 88 m'm. de altura por 70 de ancho
en
máximo; y se reproduce la fig. 1 de la lán lII.
2." Otro tipo de moleta, frecuente en Liria, es el de forma de pedel que parecen derivarse Ios ejemqueña asta de base ensanchada,
que ve¡emos.Enume¡amossus vaplares más o menos acodados
hasiaahora en San Mieucl:
riantesconocidas
a) Damosen la 1ig.2 dc Ia lámina III, un ejemplarque podríamos cstimarbásicodel tipo, y es en forma de astacon baseamplia'
Es de barro rojo, lleva un ¡aladroen cl terc;o superiory carecede
en
incrustaciones ia basc.Mide de altu¡a sobre120r¡,m
-Esta variante (v. lám. lII, fig. 3) en forma de asta poco deü
b)
arrollada y ligeramenic curl'ada, remata en algo como cabezade ave
de
de gruesopico, indicadr por fuertc línea incisala separación sus
para
cl
y
dos partes, aprovechándose, rcpreseniar ojo, el taladrocoxprovech:rodo los trazos
Iocado en ¡u teroio superior. Reconstruí<1o
de la aludida incisión.Mide 107mm. de alto.
c) Otra pieza semejantc es de ver en l¿ ñg 5 de la misma lámina. Aquí la curvatura dcl cuerpo, m:ís pronunciada,remar¡ en
modeladamediantefuerte
:tlgo como iesta de animal inclasiñcable,
perlor, que produjo un resalte a modo
pellizco,en el cxtrcmo s
de erucsopico, junto al taladro cercanoque hacc también de ojo.
en
Ilstá ligerxmcntereconstruída su base.Tiene'sobre 96 ¡rm de
alturá.
d) Otra varia¡tc es ia que se ve cn la figura 6 de la láminc III.
Como la antes dcscrita, el cuerpo de 1a pieza se curva flrertemen:
te y remata támbión cn una cabezamodeladaa pellizcos unos
-
24() -
[page-n-284]
LAS FEQUERAS MANOS DE ]V,OR]]EROIBERiCAS VALDNOI.{IIAS
1
producer en Io alto dos crestecitas que parecen orejasj otro, la
nariz y a la vez unas depresiones laterales que semejan las cuencasdc los ojos,y dc modo parecido se rep¡oducenlos labios. El
conjunto cabría estimarlo como una toscá representación de rostro
humano si la alta colocación de las orejas no pareciera acusar m.ís
de
la reproducción una cabeza anirnal.Tiene 90 mm. de altura.
de
por último, otra va¡iantces la de la 6g. 4 dc ]a p¡opi¿ láe) Y
mina, que no lleva la luerte curvaiüra vista en los ejemplares ¡nteRemata su exiremo suriores; añtesbien tiende:r Ia verticalidad.
perior en un ácodañicnto en ángulo recto, en cuyo frn¡l se quila
de
entreabiertas,
so r€p¡esentar cabeza un animal con mandíbulas
y dos depresiones lo alto que parecenindica¡ las orcjas,sin que
en
el talad¡o que lleva en el último tercio pueda dar en este caso la im'
presión de los ojos poi qlredár fuera de lugar. El trabajo de €sta
m r , l e t a n l a m i " m a ' n c l i _ r c i ó n o n s r r n l co c ¡ \ ' o n óu n p r o r u - c i ; e
c
,
pieza ha sido lige¡amentcredo achafán¡mi€ntoen la base.Esta
construída. Mide sobre 107 nrn. de alto.
3."'Forma tipo aparte el ejemplar único de pequcña mcno
de morte¡o troncopiramidai
cuadrangular, b¡r¡o rojo bien coci
dc
do, cuyo ¡emat€supe¡iorfalta, sin indicio dc córno pudo ser. Lleva
el
esta pieza,cn dos de las carasopuestas, signo ibérico en forma
algucsqucmática flecha,equ;valente t¿.Sc le h¡n reconsttuído
dc
a
nos de los ángulosrotos, como puede verseen Ia lie. 1 de Ia lámina IV. Ticnc cl fragme¡to unos 48 mm. de altura.
4." Tanbién puede co¡stituir otro tipo incomplcto una piez¡
en
cilíndricade cerámica,
feconstruída partc, quc en l¿ b¡se muestr¿ profundas impresioncs circulares iguales producid¡s, como
para aumentarla eficacia la lricción; fragmento
de
€n otros cásos,
que rcproducimosmás adelante,
procedente
clel Puig
semeíante
al
de Alcoy.
CASTII,LO SAGUNIO
DE
Se han reemprendido é1,por la Comjs¿ríaGeneral de Exca'
en
que hace años in;ciara D- Manuel
vaciones,
trabajosexploraior;os
Gt¡nzález S;mancas.La labor de excar':¡ción,entre ruinas de todcs
Ios tiernpos, era de esperar lógicamcnte fuese costosa y difícil.
Al frente de cstos trabajos figura como Comisario D. Pío Beli¡án
\¡illagrasa,
auxiliado po¡ D. Manuel Vidal y López, Agrcgadodel
S. L P., y Salvador Espí, capataz d¡,I mismo. ^ los efectos que
aquí interesan,hemos de hace¡ consiar que clan las exr:avaciones,
entre alguras cosasromanas (menudos fragmentos de rigillTt,t inclu-
- 241-
[page-n-285]
8
I. B¡LLPSTER TOFI1O
sive) y otras probablenente púnicas, alguna muest¡a dc cerámica
campaniense,bastante ibérica geométrica y algunos tiestos d€ dccoración floral y dc la con ñguras,y con ello manos dc mortcro d€
piedra,de-tamaños
y
medianos,
cilíndricas una de ellasinicialmcnte
acodada,
recordandulig€ramente del tipo de dedo replegado,
y
Ias
ninguna dc las de cerámica quc aquí tratamos,y que presupode
para Ias p€sanían los restosde morteros cerámicos,
inadecuados
das moietasántedichas;no obstantelo cual, se ha descubierto
el
interesantetipo de tnortero cerámico que reproducimos err Ia fig. 3
de Ia lámina IV.
DE
ELITRASOSEROTIORREf-IORRES
Este despoblado, poco co¡ocido, apenas explorado superficiá1,
menie, sito a unos 4 kms- de Torres-Torres
{Vale¡cia),se extiende
pequerias
sobrc dos
eminenciaslindantes con el Palancia,casi a
pico; llegandoaún al colladoque las separrun antiguo camino vcpor el á¡eadc las ruinasuna caudalosa
cinal y cruzando
acequia.
Obpiedrastrabajadas,
sérvanse aquéllas
en
cimientosde paredes,
ccrá,
geométricaoente
(urnas,sombreros ropa,
mica ibéricadecorada
de
piatot t lusayolos pesas telar, el tronco de una figuy
oil¡o.l¡o¿s,
de
ra como ídolo fencnino, l¡ representación una c¡ra humanx en
de
ligura plana y buenap:rte del tronco y pat¡s de otra lieurá de toro
o esfinge barro; también se cncuentra¡lgo de cerámica
en
campanianaynada de romanamánificsta.
porel
Una exploración
super6cial
personal
del S. L P. {los camposen cultivo que ocupanel terrenono
pc¡mitían otra cosa)dió pondus y abundantes
fragmentos borde
de
de ánlora de boca totalmenie plana y otros con uü ligero rcborde en
ella, y una de estasmoletáscerámicas que nos ocupamos(véase
de
(1).Es de barro ¡oiizo.cue¡potroncocónico muesy
láminaIV, 6g. 2)
tra en la p¡¡t€ superior central resto del bordón transvcrsalqueco¡ona las variedades y ¿ del t;po 1." de San Miguel, sin que, por llert
var ámputadoslos cxtrcmos,podamossabcr si reÍ¡aiabaigual que
de
aquéllao que ésta.Ticnc Ia pa¡ticularidad llevar en uno y ot¡o
lado del mentado resto ccntral de bordón, unañ á modo de estrellas de ocho puntas conseguidas
mcdiante la impresión de cüatro
diámci¡os que se interseccionannormalmente de dos en dos. Mide
de alto sob¡e 75 mil'metros.
(1) Par¿ Dás detÁJles dé este dspoblatlo, 1, F, Al¡eche:
iberi@ en d neino de Va;IenciD, págs. 144 v 149,
-244-
(l,a civ[tación
[page-n-286]
LAS FEQUEñAS
fiANOS DE ¡iOR'¡EROtBgRtc'ASVALENCTANAS
.IoS-pELAIt
Dl co¡ocido invest;gador regnícola D. Nicolás Prirnitivo Gómez
Serrano, halló en el despobladode (Tos-Pelatr, sjtuado entre Moncada y Bétera, üna moleta de cerámica, de la variedad conocida por
geométrica, ningún material maniÉestamente
de deco¡ación
sin
románo. Agradeceño$ al Sr. Gómez-Serrano el dato proporcionado.
LA TORRE
También a la gentileza dcl Sr. Gómez Ser¡ano debemos el conocimiento de un original tipo de mano de mo¡te¡o, que damos eo
la fig. 1. Procede del despoblado ibc¡o-romanizado conocido por
rlr,l.
La Torre, del término de Villar del Arzobispo.donde lo hallarael
indicadoinvestigador.
Esta si¡gu¡ar pieza tienc tres brazos, rcmatados por sendoscasquetescsféricos
(algunodesfreurado hucllasde uso o por el ¡opor
dar de los siglo$ como las bases las demásmoleiás; los brazos
de
hállanse el mismo plano y parten del centro común en forma
en
aproxim¿damente
radial y equidistánte.
Mide cada uno de los brazos, del centro al cxt¡emoJunos 25 milímetros.Reproducimos
esta
pieza en la figu¡a dicha.
La forma excepcionalde estc objeto y el encontrarle precisamen,
te en despoblado románizado, hace pensar 6i se trata ¿E una modalidad ro¡nana.
*
249 -
[page-n-287]
l0
¡. B,II¿ESTER TOR¡IIO
.TOSSAL DE L ASSUTI
Don Juan Porcar, tan distinguido pintor como arqueólogo casy
tc¡loncnsc, quien se debe Ia más fiel reproduccióD más acertada
a
i¡tcrprctación de las pinturas rupestres de las sierras de Castellón
de la Plana, nos ha dado a conocer(1) el despobladoibérico de
otros hallazgos inte¡csantesdió una pieza de cerámica, ligeramentc
curvada y de sección aproximadamente circula¡, base abombad: y
extremo superior rematado en cabezá de animal con ojos, boca y
y
nariz bien friados determinados;objeto qu€ su descubridorestimó asa esculturada (véase6e. 2). A nosotros, quc ia cotocimos a
fl1 2'
nos pareció que pudierañer una vat¡avésde la citadapublicación,
que reseñamos,
más scmejantes las ¿. ¡l ,v ¿
a
riedad dc tas piezas
del tipo 2." de San Miquel de l,iria. Lá posteriorconsultaál Sr. Po¡car nos corifirmó en tal suposición. Le quedamos obligados por los
datos grá6cosy referenciasproporcionadas-
¡MOñTJUlcHt
También debemosa la amabilidaddel Sr. Porcar la indicación
de que en el poblado ibérico situadoen el (Montjuich, de Alcora
(Castellón), se halló el f¡agm€tto, inmediato a la base, de une mam
de mortero del tipo de asta. El espacio convexo de la base, desti(1) J. Porca¡: ats sultuE i!é¡io a Boiotr, en (Botet'rr de rá s@iedad
C'ásteUondsede Culiumr, plía. 4e0,t. ÍV, VI. 1933.
-260-
[page-n-288]
.r.
-,
rr¡S fiBQUEt{AS ¡lAN06 DE MORTDRO IBBR¡C!|S VALENCIANAS
ll
nado a fricción, muestra huellas dejadaspor las inc¡u¡taciones
que llevarapara la mayor efrcacia su función.El fÉgmentoxfecta
de
forrna troncocónicaligeramentecurvada, sin que pueda sospecharsesi te¡m,inóen forma de cuerno o si se truncó tara rematar
l
';
1
como algún ejemplardc San Miguel de Lr
acodad¿
o'escultrtrada
ria. Mide el fragmento mm. de altura, y se reproduce en la ñg. 3.
50
.EL PUIGrDE ALCOY
,
Es éste un poblado ibérico, poco conocido, cuyas ruinas acusan
un importante ¡úcleo urbano fuertemente fort!ficado, del que quedan gruesos muros de buena labra y restos de Ia celzada de acceso.
He sido en gran parte dest¡uído de antiguo por los cultivos, incluso
su necrópolis. Abunda superficialmente Ia cerámica ibérica con de-
I
Ptú¡ ,t.¡
y
coración geométrica, iunto con tiestos campanienses alguno itafiota.
f!¡ una visita ¡ealizada a este deepobladopor lo¡ Agregados del
S. l. P., S¡es. Visedo y Parcual, encontraron la ñsno de mortero
fraghentada que reproducimos en la frg. 4, y que se semeja a Iá
= 261-
[page-n-289]
l2
I- E,QLLETER TGRMO
del tipo 4.'de San Miguel de Liria, en la base aguie¡eada; diferenciándose de ella en su fo¡ma troncocónica, sin que pueda s¡berse el
modo cómo rematará en su extremo ¡uperior. Mide el fragmento
30 milímetros de altura.
Queda ieseñadocuanto nos es conocido, actualmente, d€ esta cla'
se de nrsterial en el Reino de Valencia. Deben existir rnuchos
ejemplares rná¡ ¿n col€ccionesparticu¡ares,no dados a conocer por
estimarlas piezas d€ escasaimportancia. f)e las colindancias ¿¡agonesasconocemos bien un inte¡esante lote de pequeñas moletas
que por su procedenciacercana a tie¡ras veleicianas deber tener
aquí cabida. Nos relerimos a las que posee D. Francisco Martínez.
IIARTINEZ
COLECCION D. FRANCISCO
DE
Proceden estaspiezas, cuyo estudio y reproducción no6 ha sido
fácil por la amabilidad d€ su propietario, de la vertiente arágonesa
e-nsus coliÍdarcias con Valencia ; si¡ que puedarprecisarsefnrís tocante a la naturaleza. denominación y situaciói de Ia estacióü o estaciones de que proc€den; si bienel hecho de que liegasena tal
colección al mismo tiempo, constituyendo lote, hace pensar si son
de una sola procedencia.
Se pueden agrupar en Ios tipos siguientes,con sus variantes i
1." El primero Io constituyen piezas de la conocida forma de
a) Este ejemplar, que lleva un taladro en el acodamiento (véasc lám. V, 6e. 1), tjene la- base sembrada de agujerillos, aunque
poco prolundos, como el del Puig de Alcoy y el tipo 4." de San
Miguel.
b) Ot¡o, también con taladro en €l ácodamiento, doblado casi
en ángulo r€cto, lleva la ba¡e ráyada en cr¡adriculado i¡ciso.
2.' Un segundo tipo, semejante al anterior, lo constituye el
ejemplar único, cuyo cuerpo acodado y taladrado e6tá constituído
por una rabla ceránrica
rectangular
álargáda,terri'inadaen forma
de V por un extremo y que por el otro ioma desdesu último tercio
tend€ncia a troncocónico, te¡minando en forma de casqueteesférico
con una serie de diám€tros fue¡temente incisos que se cruzan formando a modo de estrella. Vista de perfil la pieza, se parece e las
del tipo p¡ecedente, separándosebastante en Io demás. Es detalle
que Iá táblet¡ de cerámicamuestreen Ia car¿ externadet
cLrrioso
primer rramo del ácodámiento, en trazosincisosun poco suma)
-262-
[page-n-290]
LAS gÉ'QUBÑAS ¡íANO6 üÉ MdRfÉRO IBFRIÓAS V'{LEÑCIANAS
13
rios, pero claros, la representaciónde una vulva. (Véanseen la Égu'
ra 3 de la lám. V tres diversosaspectosde este ejemplar).
Eatas pequeñasmoletas cerámicasdebieron emplearse en morte'
ros adecuados,a la manera de hoy; y alguna vez, cuando el mortero
lüera de cierto tamaño y apoyado debidamente, es posibie se t.abá'
jara a dos manos,con sendas
moletas,como se ve en una pinlura
fúnebre etrusca (1).
Los pequefiosmo¡teros en uso serían por lo general d€ cerámica,
Los
begún dejan ver los reb¡oshalladosen alguna' excavaciones.
Miguel de Liria, son en forma
descubiertos, especialmenteen San
de pl¡to más o menos p¡oiundo, aunque de base resist€nte,en cuvos
londos llevan frecuentementeincrustacionesde piedrecillas duras o
resaltesprodücidos mediante el torno, para dar mayor eñcacia a la
trituración, de modo igual a lo observadoen las molet¿s. Véanse sus
per6leJ en la frg. 4 de Ia lám. IV. Au¡que la falta de excavaciones.
en la mayor pari€ de los despoblados ibé¡icos conocidos, pued¿
justifrcar la escasezde haliazgos semejantes,es lo cierto que otro
tanto sucede en los de Covalta y La Bastida, €xcavadosen gran
part€; y es la verdad que tampoco en ellos hallafios restos de
mortcros a pesar de dar moletas. No obstante conoc€mos un despoblado de grandes paralelos cerámicos con los dos mentados,
el Castillico de los Baños de Fortuna, donde se ha hallado parte
de un plaio-mortero de borde muy exvasado (2). Fragmento. de
otro plato-mortero se han encontrado en una ligera excavación
realizadd dprovechando los trab¿jos de cimentación de las obras
de ampliación del Palacio de la Generalidadde Valencia,cn un
prolundo est¡ato con tiestos ibéricos, distinto del qüe dió sieillata.
Pero la má¡ comrpleta e i¡teresante pieza de esta clase €s lá endel Castillo de Sagunto
contrada eo las antes aludidas excavaciones
(fre. 3 de la lárn. IV), que, como 3e ve, se s€para de los tipos de
antes citados, pues es a modo
platos-morteros o morteros-cázüelas
planos y horizontales, que junto á
de un plato corriente de bordes
la depresión central, semb¡áda de incrustaciones, lleva circundárr
dola un alto reborde perpendicular y un ancho pico detramador'
Fragmento de una piezá semeianté,en cerámica gris, ha sido des(1) A¡alIé Beu¿tiuet: dMortá¡iuD, & (Dio!.t Da¡o¡cbe! é¿saelto, 6& 5151
i¡) DebeÉos la noticia e M¡, Albert Deb@ü' que Io h!,l]¡Ia ¡e{nentemste
€n ü¡ ¡e@@ir¡iienio de dicho poblado.
-'63-
[page-n-291]
14
I. EA]LI]E¡jTERTÓJTúÓ
cubierio cn las ruinas de1despoblado ibero-romano de Las Cañrrdas
(Villar del Arzobispo),segúnnos inlorma D NicolásP¡imitivo Gó'
mez Serrano.Otro ejemplar pa¡ccido, támbién con dcr¡amador,
apareció en un nivel probable¡rente ibé¡ico, de Elche (1). Tipos
en
más scnciltos, el rebordecentral,son conocidos las ruínas¡osin
Tar¡agona y Numancia, e igual acootemano-indígenasde Azaila,
cerá probablemente en otras ciudades antiguas con restos de baja
época.
Todas las rnoletasdescritasproceden, como hemos visto, de estaprerromanas,
salvo la dc La Torre (Villar del Arzocionesibóricas
poblado ya romanizado, las de piedra
v
bispo), que se halló cn un
que hacenpenruinaséstas
bicn complejas
del Castillod€ Saeunto,
al
semejanie de aquél; v obsérvese
arqucológico
sar en Lrnambiente
que las dos últimas,una por su tipo excepcional Ia otra por Ir mav
del resto de las
que sc labró, parccenligeramcntcalejadas
ter;a €n
deocritas.
La característicade estc coniünto de rnoletas es la de una acusados
como predominantes tipos: uno,
di variedad; pero destacando
a manera de máceta, con aditamentos
cl de cuerpo ironcocórlico,
a
en
adosados lo a1to,más o menos semejantes un pa¡ de astas; y
otro, el que parece tener como prototipo €! vástago de base ligeramente ersanchada, curvado y rematado a modo de cuerno, que se'
n¡eja haber producido, por encorvamiento más o menos p¡onunciado, la ya aludida variante llamada
variantes con rernáteg i¡genuamente esculturados. Lo que en otr',¡
pieza de Ia colección Mariínez parece un rasgo de humor del ceramista, es que la ornase con ura expresiva representaciónincisa de!
órgano propio del sexo que había de maneja¡ babitualmente el útil
y
de
Así como algunosde los ejem,plares moletas,menudos Iinos,
y 3 de La Bastida, dan la impresión d€ úti"
como los tipos 2
delicados, como los propios
les frágiles, adecuadospara merieste¡es
de la cosméiica o de activ;dádesmedicinales, la mayo¡ pafte de las
debuen ixmaño v resistencia,
de San Miguel de l-iria, de bañtantc
dedicadas laborcsculinarias.Para trabaiosmás rudos
a
bieron ser
(1) V. Ra,mo€ Folqus:
en ra Actdia de liLchér, en
<(Nevas ex@veiür6
(c@n!
de Esiudios...), de t¡ s@. Esp. de A¡t. Et. y P:ehist,, pág 2s0, lá4j3,
¡¿ xxXII,
(Ilrtdr.
(2) A¡dré B¿u¿¡rtll€t: (Mo¡ta¡juru;
251 -
[page-n-292]
]!iANOSDE MÓR¡IiRO 'BÉRIC"{SVÁLENCIAÑAS
LAS FEQUIEÑAS
16
se prescindiría de ias moleias cerámicasy se usarían de piedra, parecidasa las saguntinas quc hemos habladoantes; y no ha)'que
de
decir que para Ia molturación qucd¿rían los tan conocidos molinos
a brazo ibé¡icos.
Si al.p¡esent€ trabajo siguiesenotros estudia¡do estos útiles en
diversas comarcas ibéricas, facilitándose así su enlace y comparación, daríamos por lograda la principal finalidad propuesta ccn su
publicación.
[page-n-293]
[page-n-294]
2
I
BALLESTER- (Manosde Morteror.
I
!
,
I
f;
ü
it
I
H
3
Molshs de L! Brblida d¿
LAMINAI.
[page-n-295]
BALLESTER (MaÍos de Morteror.
4
Mol.ús d. S,n ¡1igúcr dc Li¡h
LAMINA II.
[page-n-296]
BALLESTER (Marosde Morteror,
l&Le$ de $¡ ¡lguel d. {:lri.
LAMINA III,
[page-n-297]
BALLESTER (Manosde Morteror.
LAMINA IV.
I y 2. r4ol¿tN dc Sr¡ l'1i!r.1 de l.irjr. :r. ¡1,oí¿ro dc!
4. ¡lodflos ¡le S¡n ¡{iaúel
(Foros Adell)
[page-n-298]
BALLESTER (Mafos de Mortero).
t
Ilanc de mor,re¡o la cole de
LAMiNA V
[page-n-299]
j
MARIANO JORNET
Frehisloria de B¿lgida(t)
I¡
HALLAZOOS
IBÉRTCOS IBERO-ROIf,ANOS
E
Nos hirnos ocupado antes de ahorá de Ios hallazgospertenecientes al eneolítico, y ahora, siguiendo un orden rigurosamente c¡oirológico, deb;éramostrata¡ solamenie de los ibéricos; pero la circuns.
tancia de que los iabradores, removiendo la capa arqueológica para.
sus ñnes, hayan borrado l¿ traza de las aniiguas construccjonesy he.
cho que los objetos de diferentes cultu¡ás se encuentren hoy revueltos en los yacimientos, nos obliga a incluir en ésta segundaparte de
nuestro trabajo los hallazgos correspondient€sa las etapas ibérica c
que por ci€rto es lit
ibe¡o-¡omana, prescindiendo de Ia moiisca
por eparfa$e ya demasiado del
más ¡ica en hallazgos en Bélgida ,
caráctff prehistórico de ia especializacióndel Aniario.
Sentado ésto, comenzaremosla reseñapor el yacimiento ibérico
e ibero-romano de
.
BENIPRÍ
Venía Ilamandonreslra alenciónel creci.lonúmero de lragmentos de ba¡ro cocido. compuestos de pade plana y gruesos bordes,
que en muchas pariidas del térnrino estorbaa Ia labranza. cuando el
hallazgo de un eiemplar completo en el año 1915sirvió no sólo para
formar cabal idea de aquellas piezas, sino también para anotar nu€vos descubrimientos.
Se trata.de una pieza plana de forma rectangular, que mide 0,53
po. 0,40 metros, con los bordes laterales re¿lzadose inte¡rumpidos
(1) Ie pri¡Ea pñie de este irabolo publicósé en drchivo de P¡ehÉtori¡ Le'
Yetiür, voL I, póg. 91. Va¡enci¿ 1929.
-w7-
[page-n-300]
2
j!1:LFIÁNOJORNEI
(fieura y lám IV, A); su pesoes dc
t0
en
0,08
metros un extremo
Presenia la cam super;orunas huelhs ser'
en
kilogramos.
11,750
que
pentiformcs el rlfrrero trazó con los Jedos Es bien conocida
.on e '"nl re dt . -É,,1¡".
Ilstebacl ejcmplar que nos ocuPr ¡ 0,50metros de profLrndid¡d
en un campoque D. Vic€nteR- Micó poseeen la partidade lleniprí'
del término dc Bélgida.
reconocimos linca, que ocupn
Ia
del dcscubrim;ento,
Sabcdores
de
la paftc occidental la mesct¿de una lonra que cl linde con Otos
la
divide de N. a S. Precisamente picd¡a-mojón que sirve de hita
los dos términosse halla en el ccntro del vacimiento Es una
entre
y
por la situación vista; sin ser de gran altura,
posicióncxcelenie
en
1os
do¡tina perfect¿nenie al¡edcdo¡es un! gran extensió¡ A clla
en
conllados da¡ co¡ los muchoslrlgmentos que
nos encaminamos
v
de equcllas
Crandesteiassc lcn en otras p:,rtid3s, cuál no sefía
al ver las tierras de Ia r¡eseiascmbr¡d¡s'1c rcstos
nuestrasofpresa
que los contiencnen mavor cantid¡d cacn en
. ¡ntiguos.I-as parcclas
clc
término de Otos y son propied;rd D " Lina Quilis, colindantcdel
Sr. Mic(i por el Este.
Figutu 1o. P¿.ff1 de M'
régtrlr de Benipri.
a
Con lr a]cgriaquc cs de suponer (1), comenzamos recogcrpe'
unos; en rclieve los dibujos,
d:rcitosdc barro saguntino.
srahxdos
trozos dc vasiiasdile'
otros; lisos los más; tampoco despreciamos
que despcro
rcntes,muy dcsmcnLrznoos, en cuLidrd considcrable,
pués el Sr. Ballesterrefirió u¡os:r los íberos,otros a los romenos,
Motivo.l. ¡legre e¡cl¡maciónlué el der con
los menosa los árabes.
y en seguida,
con un mohoso discoque aJ limpiarlo re'
un fusayolo
sultó sequna monedaronana del Emperador Commodo, cuva cla'
y
al
debemos Sr. Martínez Alov. Y nos relislficación descripción
que nue\¡aslabores pusieran al descubie¡tomás
ramosesperando
y
objetos,ya que nuestrasocupaciones recursosno nos permrtran
del d€pócompletapor lx importancia
llevar a cabo una exploración
de cspeso¡,
como
dos metros
sito que en algunossitios alcanzaba
se püedevcr en lo! cortesdel terrcno que el labrador se ha visto
precisado hacerpara el aplanamienio fo¡nación de las parcelas.
a
v
(1) Coúpüt!ó
lás primiciás df,-l des¿u¡rimiento
én De¡echo D. vicenie Tdazona.
-258-
nuestro ahiso
v Liccncia.lo
[page-n-301]
PNEHISTOR]A EELó.IbA
DE
3
Dc todos modos aceptamos agradecemos Sr. Micó y a D." Lina
al
!
que rrosdieran.
autorización
Quilis la cspontánea
Cuentá la dueña de las tierrasque al rorurarlas,haceya basiarrtes años,aparecicron
vasijas
cnierasde barro, que por las señas
de,
bían ser ánioras.Sc dcspreciaron perdiero¡. También el vecino de
y
Bélg;da,D. JoséR. Tomás, colindantedel Sr. Micó por et N., nos
c¡señó cl sitio donde hace unos ve;nteaños descubrió
ifes o cuat¡o
scpuituras, una de las cual€s halló una pequeñavasija,lc barro
cn
que se perdió por rlesconocer interésquc podíe ten€¡.
cl
lis de nota¡ en esia estación,
que las parcclas levante,pobl¡de
das hoy dc olivos y alsarrobos,sólo conticnen ce¡ámica jbérica,
nticni¡ásquc cn las de¡n;js
aparece ibérica mczcladacon ¡omana
la
y norisca. Fillo demuestra importanciadcl pobl:rdoibériro sobre
la
cl ;bero-¡om¡noI cl morisco.
Te¡enos dc,sdiscos(lám. IV, C, abajo)de tos seisque tiempo
atrás apere(jeroncn una parcclainmediataa la meseta,propiedad
de D. Ba.utista
Tormo Todolí, de jléjsida; son de barro cocido hcchos r moldc, de 0,21y 0,215nrctfosdc diámerro,0,06de gruesoy
pesacl primero cuatro kilogranros cuatro y cuarto el segundo.
y
Ignoramoslascondiciorlcs quc fueron hallados, como los macn
asi
tcrialcsa que iban asc¡ciados. casual;ded habcr cncont¡edo
La
dc
más tardc una lasija enLerrada la p¡rtida Rendasurña,
cn
que descansaba
sob¡c el d;sco dc (tap, (marsa bl¡nca) que reprcsenta
la
limina IV, C, a¡riba, nos h:rcc pensar si aquellosdiscos ¡ervirían
para asentar
esiáspiezasReconocimientos
poste¡iores han proporcionado,
nos
adr:mísciel
materialcncolít;coquc dc estapartida hemoscitddo ant€riormcnte,
tres pectúnculos,
otrd lnoncde ¡omana y rna rceular cantidaddc
fragmentos ce¡ámica
de
ibérical.sagunrina.
Figúr
rr. l¡,rc!
dé alJdero
¡lEütu 12. M!¡o
d€ arfare¡o
De la ibéricano tenemosningunapieza completade Beniprí, ni
aún reconst¡uíble, dcsñrenuzrda
tan
cstá; pero los rrozosd¿ pláto,
vaso y ánfora de londo en punta que poseenrosJ
dad dc fornas y tamáños
bastanic
considerable.
Todos estánhechos
a io¡no, en bárro gris (, rojo-am:lrillen¡o
y
bien amasado cocido,present:rndo
llno aspectoy decorados
muchosdc los últimos con siÍr-259-
[page-n-302]
T
4
MAR¡L{NO
JO&r.rET
ples rayas rojas di0puestas€n s€ntido horizontel como las huellas
del iorno, algunas veces en cuad¡ícula y otras agrupadespárálelament€ en fajas co¡tas, anchas y onduladas pintadas de cualquier
modo en el vieDt¡e de los vasos; tambiéa hallamos, aplicádos con
profusión, segmentos de cí¡culos concéntricos y no pocas estilizacionesde vegetsfes,
que no oira cosaasemejan pequeños
fos
trázos
normales a una raya o línea central, que tanto abundan.como motivo de decoración.
En cuanto a la cerámicasagu¡tiná, mejor, (sigil-1eta), Ia tenemos
y
ro1'a de dos clases: de per6l sencillo, sin pulimento ni adorno de
ningún género, una; y otrá, de tierra más fina, perfil complicado y
bello, perf€ctamentebarnizadey decoradamucha de ella con buenos
relieves del más depurado gueto romeno, como puede verse en la
lunr,iuaVI,AyB.
Resumen de los objetos hallados en Beniprí :
F¡agmento dé vasija basto, con m4rca de alfare¡o de forma rec,
-tangular e itrcompleta. Tiene dos renglones: en el primero se v€n
y
algunassiglasdesgastadas en el segundopa¡ece se lee FVSCI (figura I I).
Trozos de plato, vaso,etc., de bárro.
Dos t¡ozos de candileja de barro; uno de ellos con ado¡no en
la parte inferior, que recuerda arrugas un ipectenr.
las
de
Fondos de ánfo¡a.
Un derramado¡ de vasiia.
Trozos de piedra añladora.
Un fusayolo en barro corriente, grisáceo y bitronco-cónico de
basesdesiguales.
, Una moneda romana de Commodo y otra de Adriano.
Fragm€ntos de ce¡ámica ibérice con dibujos (lám. VII, C y D).
Fragm€ntoé de der¡a sigil-lata) pertenecientesá vasos cor adorIlos en relieve en fo¡ma de palm€tas, franjas y co¡onas concéntricas,
Unio de los fragmentos lleva en relieve Ia parte trasera de un perro
(lán. VI, A, abajo dérecha).
Asae de barro, planas, redondas,Étorcidás y también de cioble y
triple nervadura. Véanse algunas en Ia lámina V, A".
Una tégula completa.
-260-
[page-n-303]
FIiEHISTORIA
DE BELGILDA
TOSALET
Más impori¿ncia que el poblado de Beniprí debió tene¡, a nues'
tro parecer, de Tosalci, situadoen un altozano dc menor cota
el
que aquél y á 600 mctros al N. de la villa de llélgid¿, con un árca de
que no baiarádc 70 por 500
dispersión ios objetosarqueológicos
de
mclros,
Por lo que sabemosha destrüído el hombre en el pasad,r siglo,
la
deducimos impo¡tánciade Ios núcleosde poblaciónallí establecidos; el vccino D. JoséR. Micó Moscardó,dueño de una de las paral
celas,recuerdala dcsaparición, roturar el campo, de líneasde
viviendas; v
como si determinase¡
dispuest¡s cuadros
en
a¡gamasa
grandesque pareciandescita, también,
-bi¡ectriz
c{cl ángulo quc
vibles.Uno de cstoshoyos,sltuadoen la
v
forma la vcrcda al azr¡ddel Not:rio con el camino a Fasica¡rpo a
vériic€, fué explorado po¡ nosotrosen 1916v en él
46 metros del
un
de
hallamos
iedazossuelto$ argamasr, alisadorde piedra, tiestos
dc barro oaguniinocon relieves,cascosde vasijai, fragmentosde
nimbrex), iegulas, baldosas y ladrillos incompletos, cantos rodaIin el margende ponieniedc la parcel¿de la neseta, asomauna
de
.espccic pilón circularde hormigón y 1,80 metros de diimetro,
romano a nuest¡opareccr; y en el margcnS, bordeandoel iado iz
quierdo dcl canino viejo a Benigánim,se ven t¿mbién cimi¿ntos
totalmente
del mismo material,que en breve desnparecerán
Bélsida,por su proximidad rl Tosalet, ha contribuídoa la dev
de
aparjcióndc todo resto arqueológicoal servirse ellos para las
sin
constlucciones; crnbargo,años atrás ¿ún quedaba piedra basen
t3nte para Icvanlarunos naleconesdc argamasa aquellasinme'
por ciefto quc ,:i albañil recordaba
haber utilizadoalgudiaciones;
dc
nas piedr:rslabrad¿s, las quc sólo h¿llamosla parte inferior, o
toscana(lám. IV, B) de picdra calizo-a¡enisca
6asa, una colLLmna
de
Pig!¡d 13. Pe¡ffles d¿ le ce¡ámic&de 1¡$lcr
-261-
[page-n-304]
(l), no pudiendo dar con el capit€l lque nos aseguraestá allí) por no
presentar indicio alguno en el pa(amento de la obraEn 1915lleváro¡se del losalet, como casquijo para las obras' v'rrios montones dc fragmentos de las ¡epetidas grandes tegulas, que
los labradores van arrojando, conforme ap{rrecen,al borde del ca'
Hay que ádve¡ti¡ que en la composición de las capassuperiores
de la loma Tosalet sólo entra Ia marga, y lc's grandes cantos que se
sacaron de aquellas tierras y que aún algunos de ellos festonean el
camino que pasa por medio de la partida, fueron transpo¡tados allí
por el hombre.
Bisú¿ l'{ P.rñl de ú¡ vaso dÉ'Tos']et
VI, C' más
romano Ia ñgura12,Iosdiezde la lámina
de
EI tiesto
de
los
comoasimismo ibéricos lr lámic€ntro),
otro de la D (abajo
de
al
IX, A, pertenecen Tosalet.Los deinásrestosque poseemos
na
en
los hallados Beniprí.
a
e6tesitio son análogos
El año 1928fué señaladopo¡ la apa¡ición de nuevos restos, todo6
ibéricos, en la parcela que la seño¡a viuda de Faos posee en la vertiente E. de la loma Tosalet, frenie al antiguo corral de Aracil, Iado
derecho del camino a Fasicampo y punto medio de la esiáción
arqueológica que conocemos co¡ el repetido nombre de'losalet.
Fuimos avisados después de efectua¿laúna labor profund.r, así es
que sólo pudimos ce¡tilicar la r€cogida de dos o tr€s espue¡t¿s de
fr¿gmentos ce¡ámicos rojo-arnarillentos en un espacio circular de
unos ocho metros de dián¡et¡o por 0,75 de p¡ofundidad; más abajo,
en el subslelo, no quedaba nada.
(1) DtáEétro del Jusie: 0'29 Detro6.
-262-
[page-n-305]
r
PREHISTOR¡A DiE BELGIDA
de
H€mos intentadoIa ieconstrucción Ias vasijasa que pertenecen los tiestos,Iográndolosolamenteen párfe, ya que nlnguna ,s€
halla completa.
La mayor partc del hallaz,gose ¡edujo a medianos vasos de tipo
semejanteal leb¡illo actual (lám, VII, A y B), exc€pto el primero de
la derechade la lámina V, D, que lleva asasformadaspor un corsección
circularsoldadopor los extremosal borde de la va
dón c1e
siia del cual se separa¿penasLtnceniímetro. Tenemos fragmentos de
doce ejempla¡es de estos lebriilos, casi todos reconstruíbles. También los hay de vasoegrandesovoides y uno muy inte¡esanie que ha
(iám. V, C).
permitido la reconstrucción
.Todos estos obietos están hechos a torno, en barro rojo-amarillento, fino, resistentey con dibüiosJ a excepción del último. La decoración de los lebrillos consisteen algunos trazos rojos transve¡sadel misno color
les al borde y una profusiónde Iayashorizontales
que deco.a por fucpor elinterior y exlerior, siendo espiral Ia lí¡ea
ra el londo del vaso que aparece a la derecha eir la lámina VII, B.
Este misrio vaso tiene en el borde dos 6nos aguieros, distantesenire
pára el hilo que permite colgarloen lo alto. Los
si 16 milírnetros,
perñles de cinco lebrillos los hallamos en la figura 13.
de
En la tlecoración 1osvasosovoidesse ha empleadosin p¡odi
garsemucho, adenás de las simplesravasrojas horizontales parav
dc
los segmentos círculosconcéntricos
Ielas,
--TO
FiE!N 15, ¡,tar.a de ,lrüero
Figú¡a 16. lü¡'c, de allüero
La vasijaa que se refierela figur¿de la lárninaV, C, se halla sin
decora¡ y afecta Ia formá de un cili¡dro horizontal cerrado por dos
de
esféricos poco más diámeiro que el cilindro; soldadas
casquetes
la generatriz del cilindro hay dos asasredondas v
a los extremos de
entre éstasse halla la boca que es pequeña r de cuello de embudo.
pronunciadas la parte cilíndri€n
l,as huellasdel torno son bastante
ca, así como completarne¡te lisos los casquetes esféricos,salvo el
pequeño resalie que po¡ razón de estética hallámos en cada uno de
ellos. La capacidad de esta vasija es de 16 litros. Su perfrl lo da la
frgr¡ra
14.
CRONOI,OOIA
De estasestacionespocos soÍ log restos encontrados para deter"
Í¡inar con exactitud la fecha de la ocupación de las lomas Beniprí v
-263-
[page-n-306]
I
rúffira¡\'o JoRIdEf
Tosalet por el homb,repre-romano. Desde luego hay motivós para
lechar como del siglo III ántes de J. C. Ios obietos más antiguos que
tenemos de estasestacionespo¡ la presencia de pequeños fragmen'
tos de cerámica de barniz neg¡o brillante y Ia coexistenciede ce¡á.
rnica indigena gris y rojiza con perfiles taÍ carecterísticoscomo el
de
de la figüra 14, que ericuentra su equivalente en las excáv4cione6
(Mogente); y a mayor abundamie[to, el Ío háber én una
la Bástida
gran párte del ár€a iotal de los yacimientos más restos que los de la
cultura ibérica y se¡lo, adernás, de una pobreza decorativa muy
gránde. Se advierte, asimismo, que los indígenasno desaloiaron dichos lugares a la llegada de los romanos;' que éstos ocuparon sin
lucha las posicionesy establecieronsu vivienda en la parte de mayor
¡elieve de la loma Beniprí y también en el grade¡ío de parcelasque
hay aho¡a en la vertiente Si En Tosalet formárorrse dos núcleos de
población romana: uÍo en la mesetay otro en el llano, más hacia
levante hásta llegar a la miiád del extenso campo de los herede;os
de D. Santiago Aracil, en la inmediata partida de Sales. Probablemeúte sería castro y no poblado lo del altozano. No hemos hallado
hasta el pr€sente vestigio alguno de armas que revele el carácter
belicoso de aquellas gentes; íberos y rornanos debieron fráternizar
pronto asimilándoseunos la cultura de los otros, y así las hallamos
juntas en lá parte de poblado ocupado por aribo6.
Según cálculo aproximado el pueblo indígena de Tosalet ocupa¡ía a la llegada de los romános una exterrsión superficial de 35.000
inetros cuadrados, de los que una mitad serían ocupados después
por los romanos. El poblado ibérico de Beniprí no debió tener más
met¡os cuad¡adoa(200por 90) de extensión.
allá de 18.000
CAMINO LA PEDRERA
DE
La tendencia de los pueblos ant¡guos a ocupar las alturas, nos
hizo reconocer Ia que al E. de Bélgida se levanta entre los caminos
que van a las partidas Alfogás y Ped¡era, y si bien en la mesetapropiamente dicha no hall¿mos indicio alguno de población, cien metros más al N., siguiendo Ia divisoriá de aguas,vimos confirmadas
po¡ cuanto ¡ecogimos €n la primera visita abunnuestrussospecbas
pedacitos de baro saguntino e ibé¡ico.
dantes
Reconocimientos posteriores nos han permiiido determinar,
aproximademento, 9l área de Ia estación, que no baia de unos 4.000
rnetros cuad¡ados (50 por 80), y reunir en materia de cerámica una
va¡iada colección de dibujos ¡ojos característicosdel árte ibérico y
romano, corno esimismo un tiesto con ¡ayado rparentem€Bte car'
dial por el exterior del vaso (lám. VIII, D, abajo izquierd¿), que
-2&-
[page-n-307]
FREHISÍORIA
DE BEITGIDA
I
recuerda la francesadel S. dicha rnano se halla también dentro de la región, en La Bastida (Mogente)
y cn Cov¿lta (Albaida) (1). También recogi¡ros una piedra calizopulida, de forma lenticulary peso 420 gramosy dos frag"
arenisca,
pequeñas oñta, pulim€ntadas
de
m€ntosde hachas
Ill núcleo p¡incipal det poblado iuvo asienio en Ia parcela de
olivos de D.'Narcis¿ GadeaSoler,situadaa 1¡ jzquierdadcl camino
que conducea la partida l'edrera; es el único ca¡rpo que ahora re'
mueve el arado y por eso los ol¡jetosvan saliendoa Ia superlicie;
pero creemos que si se roturase ei erial contiguo y se labrasen las
que le rodeanpor el N. y E. acrecería importancin los
la
de
parcelas
hallazgos.
Las ñguras de la lámin¿ VIII correspondcn a tiestos ibéricos, v
en
las 15 y 16, algo ampliadas, m¿rcas sellos trozos de hrrro saa
o
guntúo.
.
EROLA
hay
Alrededo¡ de la cas€ia Gisbert, de recienteconstrucción,
d€
partida en Ia épocaromdra; s€
indiciosde habcr sido h:rbitada
esta
recogen a la superlicie pequeños fragmentos de derÍr sigil-latar, tegulas,etc.
que vió, i0 años
EI carpintcro Vicentc Tomás'l'ormo asegura
variasvasijas Ias que sólo queda
de
atrás,exfracrde unassepulturas
memoria.
TEULAR
Comp¡ende esta pequeña partida solamente ei graderío de parjunto a la fuente de Grapat. Hemos recogido€r una
celassituadas
parcelascerárnica
de estás
de hoja de cuchillo. Por su proximidada Iá villa, acasoseande esta
procedencia, pues sabido es la {recuencia con que aparecen en los
escombros y cimentaciones r€stos antiguos de tod¡s las épocas,
incluso de la prehistór|ca. El aio 1927,sin ir más lejos, se encont¡ó
(1) ve¡ L B¡,tlestd: (unas @¡áni6
inlde6ahl€s d el va¡le de.a.¡baid!t;
(cuttM
fas. uI y w de 1928, tir. ¿p, pág. 23, ñ9. 16; donde, trs
va,le¡ciá¡d,
cedia¡
los de l*á¡íc¿
eslxd¡a¡ 106 ha,tlÁ¿gos nueshos m Béleida e inr@tdia¡
corno la
del Eya.do ca¡di¿r pd a¡¡abi@to.
¡a Fedúeión
@n@idos stie¡e
nuesba de BéIsrt¡¡, a t¡áv6 de lo h¿¡lslittico, l¡eg€¡rdo a 1a 2.¡ Ed¿d alet IIie¡m
la t¡adición de e iécnic5.. com s ae en lá¡ Do @ldial a,ludida, de épea lbdica,
v d 1& ftárcesa ú@tada.
-26i-
[page-n-308]
10
arrinconadoen el desvándc Ia casanúmero 9 de la calle de l'uera,
l¡ piedra o elementoactivo de Llnmolino ibórico en perlectoe$tado
de conse¡vación
flám V, B)
MUNTIS
Iln la partid¡rdc Muntis, 500oetros a ponientedcl corral de este
romana v posic'
¡ombrc, se rccoseen la tlerra leborablccer:imica
(lám. VI, D, rrriba y derccha)
rior
SALES
T., .siación ibero-romanade Tosalct llcga, en di¡ecciónal E.,
de
hastalas primerasparcelas estapartida lll fragncnto de (tcrra
a
co¡responde Sales.
dc
sigil-latar la lámina VI, D (abajoizquierda),
]
EPICR.ÁFICO
RESTOS
En octubre de 1914e1 peón caminero del Drlmer travecio de la
Navarro Espí, ¡os p¡e¡arretcrade Albaida a Gandía,D. Francisco
l:ipida (lám IV, D), quc acababade dcscu'
sentó un fragrnento de
l¡ri¡ a pocos pasosde aquclla vía v a la altura del bectón-etro 3 del
kilómetro 7. El lugar dcl descubrimic[to se haila en térm;no de
Otos, partidaCüestióo Cfistló, \'muv cercadel Iinde con el de Bélgida; dicha prrtida es comLi¡ a los dos términos No.debe andar
lcjos la necrópolisdc que p¡ocede.
La lápida,que es una lámi¡a de mármol buixcarróde 22 centín'et¡os de alto po¡ 27,5de ancho y 3,5 de gruesoen la parte süperior
a
y 2 en la inferior, estaba palmo v mcdio de prolundidad de una
gran zanja abierta por las aguas dc lluvla procedentesde la cuneta
dc la carretera. A Ia e¡cavación para cimentár un müro de piedra en
'I'odo
el
seco, que eviie este arrastre de tierras, sc debe el hallazgo
de
terreno es de transporte compuesto de marga v dc algunashiladas
gravamenuda.
cronisiade la provincia, Sr' MarEnviado un calco al entonces
del
Pror.i¿ci¿s 29 del misrnomes v año'
tínez Aloy, en e1diario l¿s
(Notas arqueológicas¡, rlió a conocerestepequeñomonos
sección
siglas:
las
numentoen el q!e sólo subsisien siguicntes
D.M.
VRSA
.
A.N,XVIIII
H.S.E. AERAS
A i l . .. .
-266-
[page-n-309]
I
f¡REHiSf ORIA DE BELGIDA
11
Esto e¡ : Diis Manibus. Ursa annorum XVIIII hic ¡ita est aerario
suo...r.
Es, pues, una lápida romana perten€ciente al sepulc¡o de ur¡a
joven de diecinueve
años,denomin¿da
Ursa,coo cuyo erario se cons,
truyó le fútrebre memoria.
Añade el mentado cronista, que este hallazgo tiene importanai¿
por ser la primera inscripción romana que aparecc en el citado té¡mino. Sus ca¡acteresclásicosy el empleo de las hojas de yedra para
puntear, acusanel 6iglo II o III de J. C. El nomb¡e femenino Ursa
es frecuetrtde¡ la epigrafía de aquella época.
¡
ITOIIEDAS ROüA¡TAS
Las monedas má$ antigr¡as que sabemos han aoarecidor tieen
rras de Bélgida,corresponden la época romana en sus dos períoa
dos de la Repúblicae lmperio (l), y son:
Un denario de plata de Cayo Vibio Pansa del año 43 a. de J. C.,
de la partida Mandofa (lárn. lX, l).
Un mediano bronee de Claudio I (años 41-54 de J. C,), de Ios
escombrosdel palacio del marqués de Bélgidá (lám. IX, 2)
Otro de Tito Flavio Vespasiano (72-81),de Ios al¡ededo¡es de Ia
ermita de San Antonio Abad (lárn, IX, 3).
Ot¡o de Domiciano (92-941, la partida Moteta (1áñ. lX, 4).
de
Otro d€ Adria¡o, de Ia partida Beniprí (lánu IX, 5).
Un gran bronce o sextercio de Cornmodo (161,19), de Benip¡í
Otro de Filipo El Arabe (año 245), de los escombrosde ta vilta.
Un pequeño cobre o bronce de Constantino I (306,337),
de la
pattida Corral de Ia Negra.
Otro de Constantino lI (323,361),de los escombros de la villa.
t
.)
t
I
{
t
Y aquí termina la b¡eve reseña de las exploraciones arqueológi"
cas de épocas más atrtiguás,efectuadaspor nosot¡os en el término
de Bélgida, con la cooperación eicaz de tos buenos belgidenses_
(1)
Todaa t¡d
sido haüadas ú Io qE ye de siglo.
(l
-
I
267 -
i
[page-n-310]
[page-n-311]
JoRNET (Bélgida,
"
LAMINA IV.
A. 'reguk.-B, E:sr de ¡oLunir. C. Dhlos de
[page-n-312]
I
JoRNET {Aélgld¡,,
A. As¡s ¡le v$os ibéricos.-B, Pie,a nóvil & ui molino ibérico. C ) D C6árnic¡ ibÉ¡ica de To63k1
LAMINA V,
[page-n-313]
JORNET (Bélgida.
LAMINA VI,
n
EK w
[page-n-314]
LÁMINA VII.
"
JoRNET (Bélg¡dar.
¡ t B, Vasos ibéricos de Tos¡:e'
C r D. Cerr¡rics iba'i.3 d. Benirri
[page-n-315]
LAMINAVIII.
JORNET rBelgida{.
A, ,8, C y D. Cé¡Ánic¡ i6¿tie d€l Csmi¡o de h PeCreia
[page-n-316]
JoRNET- lBúlsida".
LAMINA IX.
o,o
@@
c0 w@
@w@s
A. Ce¡Ámia¡ ihélis de¡ losdlél. I ai 6: ñlo¡ed¿¡ ¡ósr¡¡g
[page-n-317]
N I C C L A SP R I M I T I V O G O M E Z
para la amPliación
Excavaciones
del antiguo palaciode la Generalidad
I
ANTECEDENTES
en
Las excavaciones el recinto de una antigua ciuclad,cualquiera
que sea su motivo, especialmente
cuando son profundas, atraen
y,
los investigadores, mucho m'ás,cuando esta
siemprela atenciónde
primitivos como Valencia, la Mayor,
ciudad es de alicercestan
en
cual dice el Poema del Cicl l1); ciudad ya m,encionada otro poema, la Ora M arítima, de Avieno (2), baio el nombre de Tyrin; nomde
bre y ciudad antecesores los actuales,citados éstos por primera
por Tito Livio (3), cita que se.refierea esta Valencia prccisavez
segúnla opinión generalentre los historiadores (4).
rrr,€rrt€,
(1)
Poema.del Cid:
(...Merqed vosi sea-e fazed,rrosesüe perdon:
hiremos en podex de mio Qid---ra Valengia, la rmayor. .))
Qt (Avienus. Ora maritima.):
481: (Neque longe ab huius flunn¡inis divoiirio
.
p{aestringit amnis Tyrius oppidum Tyrin."l
un esturlio compl_etode la <
puede ver en las o,bras siguientes:
Schulüen (A.):
Blázquez y Delgado Aguilera (A.):
(3) Titus Livius, LV:
(D PereiÍa (8.) e Rodrigues (G.): (Pottugal). Lislboa, 1915.Tomo VII' pá'
gina 258.
Al hablar de Valenqa do Minho prueban cómo esta Valencia prrtuguesa no
pudo ser La,citada por Tito Livio', como op narl algunos autores, espe€ia¡-rnente
porrtugueses.
-269-
[page-n-318]
2
:Nr'CóLASpRrLtltrTrvó GOMEZ
Tanto TJ,rin como Yalbntiia,hoy Valencia, han de coincidir en
esterecinto, ya que, aquélla,segúnpareceindicar el praestringit de
la ()ra..., como ésta,segúnconfirmanlas distintasexcavaciones
de
la ciudad,estaban
situadas una isla del Tyrius, hoy Turia (1).
en
La Ora lVIarítima,segúnlos modernosestudios,está fundada en
periplosdel siglo VI, a. C. (2\, por lo que sitúa a Tyrin en lo re.
moto dc. la cultura ibérica, hacia el ñnal del primer período de la
Edad del Hierro, y de aquí, m,ás
todavía,el interésque se muestra
por toda excavacióir
profr,rnda,
esperando
Ilegar,alnivel tyriano o
tyritano, ya que, de tan arcaicos
estratos existenapenas
no
excavacionesen ciudades
con nombrescitadospor los clásicos,
casi todas
ellas de situacióntodavía ignota o discutida Herna, Ilerda, He:
rneroscof'tium,
Sitana ct Sicana,Hylactes, Hystra, Sarna, Tyrichae,
Lebedontia... limitándonos a nuestrascostas,solamente, las
:
en
cuales Tyrin y Cherronesr.¡s las únicas de solar conocido.
son
Parecelógico que la ciudad antigua hubiese de estar hacia la
, parte m'áselevadade aquella isla, que, hace bastantes
siglos debió
dejar de serlo, sin duda más allá de su Reconquistapor Jaime I, ya
que, en su Crónica, no se refiere en ningún caso,al obstáculo euie
pudiera haberleopuesto e1brazo del río que rod,eaba ciudacipor
la
la calle Baja,la lJoatella (abtualplaza del Mercado), las Barcasy la
(hoy p,laza Tetuán), poco más o meRambla de los Predicadores
de
nos. Sin embargo, se refiere al foso, vaIL, que rodeaba las muralla6
(3). La necesidad la construcciónde tal foso demuessarracenas
de
por sí que ya el brazo del río, citado, no era im,pedimento
tra de
que sirviese defensa Ia ciudad,lo que confirmaen cierta mad,e
de
nera el silenciode la citadaCrónica,comiohemosdicho.
Bastanteantes de la construcción de este foso debía ser ya un
cauce seco, en parte rambla (de los Predicadores), parüe,prado
en
de pastos,como pareceindicar el nombre de Boatella, pues Plinio,
el Mayor (sigloI, d. C.), pareceignorarlo (4), porque sólo nombr;i
el Turia despuésde Valencia, vini,endodel sur, aunque esto no es
prueba sino negativa,pues el cauceizquierdo o actual, tal vez fuese
ya, en aqu'ellaépoca,el único irnp,ortante digno de mención.
y
(1)
(D
Nicolau Primitiu: (D'ArqueologÍa. Excavacións de Vaiencia> 1932,passim,
Schulten: (Avieno), pág. 46.
(3)
(Aureurn opus. Conquesta de.Valencia>>:<<...e
gitarem fusta e sermenLs
en- 1o vall, qui era, ple daygua e puys passaren lcs horrlens atma,ts atra ba,r.bacana...))
(4) (Plinius. Lib. III, cap. 3: (...Valentia Coionia III MiI. pas, a mari rem<¡ta: Flurnen Turium...>
-270-
[page-n-319]
E X C A V , { C I Ó N E SE N E L P . A L . A C I O E L A G E N E R A L I I ] A D
D
3
El recinto ibérico de la ciudad debió ser pequeño Tyrin, estaría
.
probablementesituada alrededor del altozano, que recuerda, en
cierto modo, el nombre de la calle llamada Subida del Toledano,
donde .esde suponer que estuviesela Acrópolis. I-a pequeñez de
por
esterecinto parece
demostrarla citade Salustio, la que seviene
la
en conocimiento que la batalla, en que Pompeyo derrotó a Qayo
Herenio, se dió entre los muros deVslentia y el río Turia (1).
El canónigoCortés tuvo idea de la estr,echez la primitiva ciud,e
dad y en su estudio sobre la Valentia romhna dedujo el siguiente
ámbito (2) : Cailesde los Bañosdel Almirante, Barón de Petrés,
p,laza S. Esteban,calle del Alm,udín,hasta la CasaConsistorial
de
junto al Palaciode la Generalidad),
(hoy desaparecida.
E,staba
calle del Reloj Viejo, Portal del Toledano (también desaparecido),
y
callesde Zaragoza,
los
Cabillers Milagro y nuevamente Bañosdel
Almirante.
posteriores,
que se ocupan de este cirLos escritores
regnícolas
cuito, genqralm,ente
copian a Cortés sin nombrarlo; pero éste dio
personal.
el citado recinto sin m;ás
fundamentoque su apreciación
Nosotros,sin muchasmás pruebasque Cortés,creemosque la muralla ibérica,por 1o menos hastaSalustio,debió formar, aproximadamente,el ámbito que sigue: Callesde Ia Correjeria,Cabillers,
plaza de SanLuis Beltrán,callesdel Conde
Avellanas,
San Esteban,
de Olocau, torciendo hacia la del Salvador para buscar la de Cruilles y Micer Tarazonay seguir a la de Samaniego,
torciendo en
y
buscade la de las Cocinas Bany dels Pavesos la de la Correjería,
a
que nosotrosindicamos coin'
cerrandola muralla.El perím,etro
no
cide exactamente
con el de Cortés; pero nos fundamentamos lo
en
poco que queda dc la topografía antiguay en escasos dudososday
que no hemosencontrado
tos de las excavaciones,
confesando
hasta
ahora ni un solo dato que, firme e incontrovertiblemente,pueda
apoyar nuestro supuesto.Cortés dejaba la Generalidadfuera de su
que nos ocupan incluyen
imaginario recinto; pero las excavaciones
estosterrenos en la Valencia ibérica, tal vez la misma Tyrin úe la
Ora...
Hasta ahora poco se había hallado que p,udiese
atribuirse a la
(1) Mayáns (G.): En
páC. 3, y el rnisrnro,
N. P.: (Excavacións...>, pág. 103 y siguientes.
SchulLen (A.):
flurnen Turiarn,, quod Valentiam parvo intervallo praeterfluit>.
(2) Cortés y López (M.):
-271-
[page-n-320]
N'I'COLAS PRIIMITIVO 'GOiMTEZ
4
publicó una lápida, que se halla en el Museo
época ibérica. HLübner
Arqugológico de Madrid, como procedentede Valencia,lápida ibérica que copian Almarche (1) y Sanchis Sivera (2), pidiendo co'
de
legirseque no hay datos que prueben que p,rocede la propia ciues decir, Valencia.
dad tyritana,
para el moderno alcantarillado de ésta,
Durante las excavaciones
encontramosalgunosfragmentosde cerámicadel tipo helenísticoy
pintada con zonas,del ibérico (3) v también parece ser que el doctor P,ericot,por las mismas circunstancias,encontró algún otro
fragmento cerámico semejante; también fueron hallados en dicha
ocasión algunos muros esporádicosque nos hiciéron sospechar...,
y eso es todo, hastaeste momientoexcavatorio.
il
DE
CRONTCA LAS EXCAVACIONES
Ia
Por todo lo dicho anteriormentepuede comp'renderse curiopara la ampliación del Palaque despertaronlas ,excavaciones
sidad
cio de la antigua Generalidad del Reino de Valencia, ya que se
esperabaqu,efuesen profundas, tanto para las'fundaciones de paredes y postes como para los sótanos,que se suponía se habían de
quedado defraudados.
hacer; cosaesta última en la que hemros
Situadaslas excavaciones
iunto al Museo de Prehistoria y su
Servicio de Investigación(S. I. P.), no habían d,e pasar desap'ercibiclaspara su director, D. Isidro Ballester Tormo, quien encargó
del
al jefe de reconstrucciones S,ervicio,D. Salvador Espí, la con'
tinua vigilancia de las obras e intervención de los hallazgos,y a
nosotrosel estudio y publicación de los mismos.
de
Como ,en casi todas las excavaciones la ciudad, despuésdel
y
desescornbro p,rofundizar algo m,ásde un metro, empezarona apaa
recer restos medievalesrevueltos, muros ant,eriores los ediñcios
y barros ibero-romanos,y a los 2,50 mieahora denibados, sigillata
en
tros por debajo del piso actual de la call,e,aproximadamente, la
Almarche Yá,zquez (F.):
Q) Sanchis Sivera (J.):
lámina IIf.
(3) N. P.: (Excavacións...>, págs. 50, 95 y 123'
(1)
-272-
[page-n-321]
EXCAVA]CIONIESlEN .E]L F,{LACIO D.E LA GEN:BRALIDAb
6
zania e, en el punto S (fig. 1.o),apar'eció, fragmentos,uno de los
en
llamados
o
por Espí, con su
tricas, rep,res,entado las figurasy recompuestos
en
maestríacaracterística.
!
t
t
5d@
.lwíónwiliál
rpr l,r,a.v
Figura l.&+Pfanta
d€ lds excavacion€o:
A, Generalidadr vieja;
rB, Prlaz,sdlel iPoeta Liern i
C, Plaza de San Bartolomé ; D, 'Calle de los ,Cialballeros ]E. Central
;
de la Cblafacción
(f) Creemos que, posiblemente, se trata de bacines, ya que tienen la forüiÍl
y proporciones que se han conservaclo hasta nuestros días. No obstante, para
admiüir plenamente esto, tenemos Ia dificultad de no haber halladc sr.iiales de
imllregnación de materias fecales, hasta ahora, en.ninguno; pero tarnnoco esto
pa"sa de ser una, prueba negaüiva y el. nor enconürar tales ¡astros más bien tra de
ser debido a la consüante ievigación en r¡n zubsu,elo hilnedo ocrno éstL', durante
tantos siglos,
-279-
[page-n-322]
cdMEZ
ñróómS ÉnunrrrVo
Apareció despuésun holmísbos, quicio (fig. 2.') de piedra caliza, fuera de su sitio, comtotodos los demásobjetos,si exceptuamos,
que delos
naturalm,ente, muros. Por sus proporcionesnos p,areció
bía haber pertenecido a una puerta de fortaleza, tal vez m'uralla.
que
Por el emp,otramientoque presenta,en la superficie labrada,"
puerta -todas las demás caras
sería la en contacto con la supuesta
que
están en bruto- y p,or la irregularidad d,elagujero, sup,usim'os
debió tener un buje, de hierro o de bronce, y que fué seguramente
Figura 2.a-
'quicio ,de p'uertr
el quicio de la parte inferior, pues en la sup,eriorno tendría estabi'
lidad suficiente; a esta parte de arriba, el agujero de quicio estaría
practicado en el dint.el-probablemente de piedra-, manera que
aunque el dintel suele ser
vemos usadatodavía en muchos p,ueblos,
p,róxim'o,desbastadocon azuela.
un tronco de madera clel bosque
'tod<.¡s
estos restos y especialmentelos de ceráLa apariciín de
rnica ibérica pintada, ttna muela solera d,el tipo ibérico (fig. 3.i),
encontradaen la zangaotv (fr1. 1.'), á unos tres metros de profundidad, y algunosmiuros,b, h, b', b", b"', bIV,i, J' (fig. 1.') dieron
medida de la importanciaque pudiera tener la,extensiónde las exca.
vacionesa un área superior de la que, por lo visto, se proponían,
e insistimosen ,ello acercadel director del S. I. P. v del Colegio de
por la intervención del Sr. Ballester
Arquitectos, consiguiéndose,
-274-
[page-n-323]
iEN ÉL PALACIO DE LA GÉNBRALIDAI)
E)ICAVIAC,I,OTNES
J(ftl
f
I
I
I
I
4..1)N
lJ",i',@)l'ill
-\it.."\i
?i:!ln
\\Sr"í/l
Figura
3.-a--+Muela solera
de un molirno ibérico
Tormo, la* del arquitecto provinóial, Sr. Albert, y, sobre todo, Ia
buena voluntad e inteligente comprensión del presidentede la Diputación Provincial, sr. Rincón de Arellano, que se excavaselo
necesarioen el p,unto E de la figura 1.', destinadoa'central de la
ealefaccióndel edificio.
.
Poco era en realidad par¿ un estudio arqueológico eficiente;
pero la oposición con que el interés excavatorio del investigador
del subsuelo,esp,ecialmente una ciudad, suele.
en
encontraisesiempre con otros.intereses muy diferente índole, no dan para más ni
de
3un,para tallto, casi nunca; así que procedimos a sacár el lnejor
:partido posible de Ia concesión,ayudado por la incansable
vigirande Espí, al que se debe casi todo el éxito obtenido.
,"itla
'zanja,a
En,la
apareci,eron muros b v h (frg.1.") y unos 45
los
"
el pozo oval, j, de 1,30 metros de diámetro rnnyoo,'d"
imetros
I forma que otro aparecidoen las excavaciones
para el refugio
.
.
|
.
,
r
v
¡
1
4
1
¡
-276-
¡
!
4
¡
¡
[page-n-324]
(
INICÓLA,S PRI'¡4IITIVO GO\A4EZ
del ex jardinillo del lado derechode la Generalidad(1), refugio en
de
Estos pozos son seguramrent'e ñnes de
destrucción,actualtnente.
la Edad Media.
en
Los muros b y h, aparecidos la p'artec' de la zania a, no se
continuabanpor la parte c, hacia la plaza del Poeta Liern, y el encargadode las obras, D. José Ríos, a quien hemos de agradecersu
colaboración,nos dijo que, al retocar la zania para dejarla a la melo
desaparecieron, que no pudimos compr,rbar.
dida convenient-e,
Estos supuestosm¡urosestaban compuestos por cantos informes,
con arcicomo argamasados
especiede op'usincertum, y aparecían
d,elsubsuelo.En el supuestomuro l¡ se
lla, la misma seguramente
algún sillareiode 49x32x30
a
veía,contribuyendo su composición,
por
por una de las caras49 x 30 y desbastado
centímetros,trabajados
las otras, lo que daba idea, más bien, de un'amontonamientoextraEl
ño. Tenía 1'73 metros de esp,esor. m,uro b tenía un metro de anera la mism'a,pero sin sillarejos.
chura y su comp,osición
el
Enlazanja a'pudimos obs.ervar muro l¡'de la parte d que se
pero no Io vim,oscontinuado en las
continuabaen b" , a la parte d' ,
zanjas ni a"'. Estos muros, de la misma técnicaque el b, tenían
&"
aproximadamente1'50.metros de espesor,igual que otros b"', $tv
También apareció
de la zanjaalv, de la misma técnicaconstructiva.r
en esta zania lltima el háIatho.s
arriba, y la muela de la figura 3.".
de
En la zanjaa" aparecií el hc¡Imíshos la frgura2." y en 7aa"'
el m,uro Í, J' (frg. 1.", p,lantay sección).Bsls rn,uroconstabade dos
a
p,artes. superior, de ladrillo, p,ertenecía una de las modernas
La
pero la inferior, de argamasade cal y canto" fortíconstrucciones,
sima y de 1,90metros de espesor,demostraba haber pertenecido,
qtizá, a una fortaleza y nada de extraño tend'ría que fuese uno de
de
los recintosromanos, pues bajabaa m,ás 4,50metros.
pozo redondo de 66 centímeTambién en esta zania aparecióun
tros de tliámetro y formadclpor cantosrodados en seco,pareciendo
de
más bien un p,ozociego para desagüe una casamedieval. Según
a
D. José Ríos, fué descubierto un metro de profundidad de la excavación, tapado con una losa y vacío.
. De los demásrestoshallados,difícilmente se p'uedenprecisarlas
de
circunstancias lugar y profundidad donde fueron encontradosy
estamossegurosde que, una buena parte, fueron perdidos con los
escombrosllevadosa lugaresque no se pudieron averiguar.
(1) Primigenius:
(Las Provincia$ palra, 1941, pá9. tt8? y siguientes.
-276-
[page-n-325]
rEN
EXCAÍúACIOTNIES ErL {PA,LACIODrE LA GENERALIDAD
III
E X C A V A C I O N E SE N E L L U G A R D E L A C A L E F A C C ¡ O N
Com,o un inciso clebemos
decir para que quede constancia,que,
que podemosllamar vieja, y las casas
enire la Generalidad,
que seguían hacia la plaza de San Bartolomé -hoy derribadasy de cuyo
ocupándonos-, existía un callejón, miáso menos de
solar estam,os
1,70 metros de ancho, que ahora desap,arece
aquí, enteram,ente,
como ya en tiemp'ospasadosfué perdiéndose,tal vez incluído en
otros 'edificios.Así parece demostrarlo el antiguo palacio de los
Boils, antiguosseñoresde Manises,hoy orupado, en parte, p'or <
Rat-Penat>,
de
época,
como se ve claramente,
siendo probable qu,e,al ser ambosde
un m,ismodueño, hicieron desaparecer callejón,, que los granya
el
des patiosde lucesde los palacios la época,lo harían menosnede
cesario;el cual callejónsaldríaa la calle de Samaniego,
continuado
por otro, tapiado hoy, que desdeesta calle venía a salir por el patio
número uno d'ela p'122^ Cisneros,y de aquí se continuaría, prode
por la calle de Náquera, a salir a Ia Puerta de los Seb,ablemente,
rranos.
Por la parte de la calle de los Caballeros, continuabapor el
se
callejón tapiado entre el magnífico palacio, núm,ero nueve de la
calle,y la som,brerería Abril, torciendohaciaponientey saliendo
de
a la calle de los Juristas,¿ quién sabesi en buscadel Bany dels Pa(1).
vesos?
Continuando con nuestrasexcavaciones,
diremos que, al apare(fig. 1.') pensamos
que bien pudiera ser continuación,
cer el muro o
(1) De esto queda alguna constancia en el plano de Valencia, del P. Tosca
pero exisüen en el intecrior de ma,nzanas de casas, tapiadas a, la, parüer de la calle
y distinguibles o que no son sospechadas desde eI exterior, rnn¡ctros ca,llejones y
callizos, que fueron a,ntig:ua,s
calles y (azucacs) (callejones sin salida), que, por
el hecho de que, en la época del P. Tosca, ya hablan desaparecido comc vÍas pública,s no figuram en su pla,no.
Bajo el aspecto arqueológico-histórico sería verdaderamente interesante hacer r¡n esüud.iode estos rqstos de Ia Va"lencia. antigua, ya que, segurarnrente, coniparándoios con las muchas notas urbanas del
Esto se hace todavÍa más necesario y urgente ya que Valencia hac.- tiempo
que, conflada, y alegre, destru,S/e su pasado urbano de una rnanera' exlraustiva'
que asornbra a los pocos ama,rrtes de las glorias pasadas qr¡e vamos quedando.
-277 -
[page-n-326]
NICOLAS PRI:MITtVOGOMEZ
en cierto modo, del b', b",1o que no pudimos comprobarpor estar
la zanjaa' rellenaya por la nueva fundación, Y, Por el mismo motiel
alguna al' ap'arecer
vo, no pudo tampoco hacersecom'probación
con el b"',61v.
relacionado
mrurobt', para ver si estaba
IJn repasode nuestrasnotas nos llevó al convencimientode que
Ios muros b' , b" , b"' , 6Iv.y el bv, estabanen relación, püesrque üer
nían composición igual e igual espesorde m,etro y medio, ap'roxiy
a
madam,ente, se asentaban parecida profundidad. No contamos
el b de ia zanjaa, poÍ ser de un mretrosolamente de grueso y ade
rnáspor la indicaciónde D. José Ríos.
Al aparecer restantes
los
muros 'm, m', m", 'r'n"',y fr, fl', fr", fl"',
y
p,
de la excavación del sitio de la calefacción, el bv, que daba la
impresión de estar interrumpido o cortado, y no aparecerfrancamente señalesdel b', b", a pesarde su proximidad, pensamosque
y
n..., nr^...,
seríanp,osteriores que p'arasu consestosmuros citados,
los
trucción hubieronde ser derribados b', b", b"', btv, bv. El b"',
hastattna altura de 1,87mletrosde su base,mienbrl se conservaba
'tras que
el bv sólo llegaba ala altura de los rn", m"'.
rn..., porEl muro o parecía primera vista posteriora los t1....,
a
que su paramento estab,a
muy bien cuidado y chocabacon lo basto
de los demás; pero un atento examen ,comparativonos dem,ostró
que el o era una pared sobre sus éimientos o' , o" , rnientrasque lc¡s
otros eran sólo cimientosen los que, probablemente,habría desaparecido toda pared. I'a o estaba rota hacia \a parte de la zanja a' 5'
porque de lo conel restode ella se habíasalvadomilagrosamente,
tomado por paredeslos cimientos.Estos, como
trario hubiésemos
ée ve en las fotografías(véasela lámina) y dibujos (fig. 1.') solían
ser más anchos que las paredes-obsérvese en o, o', o"- lo que
contrasta con las murallas mahornetanasde Valencia, en lo ¡lue
hasta ahora hemos podido ver (1), que no tenían fündacionespropiamente,a pesarde ser posterioresen varios siglos.
o',
.
Como la sección del m,uro o nos da los cim,ientos o", completos desdesu basey el arranquede la pared con parte'de ésta,y
el tal arranquees de suponer que estaríapoco más o menos al nivel
podemossenter,
del piso de'la calle, al tiempo de su construcción,
que dicha calle se encontraría
mientrasotros datos no lo rectifiquen,
a
aproximadamente unos 3,15metros por debajodel piso actual de
la calle de los Caballeros.
pág. 82, fig. 16.
(1) N. P.: (Excavacións...>,
Prirnigeniuisr: <
-278-
[page-n-327]
EXCATr')ACIO,N,ES EL P,AITACIODE LA GENERALIDAD
rEN
1l
El muro (cimientos)zi,' se asentaba
sobre una capa de gravasde
y
unos diez centímetros espesor estab,a unos 45 centímetrosmás
de
a
abajo del arranquede la pared o, entre éstay su cimiento o', p'or lo
que la graveravenía a estara unos 3,60metros de profunclidad.A la
derechadel m,uro o pared o, continuabanlas gravashacia la, G¡:neralidad vieja ; pero no, en absoluto hacia la calle de los Caballeros.
,
Estas gravasestabansobre la arena arcillosarojo-amarillenta.
tan
característica Turia, y demostrabanser la terraza más elevada
del
del río a su llegadaa Valencia.Encima de estasgravasse continuaba
un p,6gelaarena ya muerta de aguastranquilas,casi arcilla, no sienpor la remoción, desdeantido fácil tarea determinarsu espesor,
guo, del subsuelo, que estaremociónllegabahastaestosmismos
ya
muros.
Esta terraza o playa fluvial se observaen todas las excavaciones
de la parte baja de la ciudad, cercanas río actualy su antiguo braal
Aquí se ve que llegó hasta este punto y no más
zo desaparecido.
hacia el altozano, situado entre las calles de los Juristas y del lvliguelete.'No tenemos ningún indicio sobre la estratigrafía
del subsuelo de estealtozano, que hemos supuestoanteriormentesede de
la Acrópolis de Ia antigua Tyrin. El cauce actualdel Turia suponemos que está entre cuatro y cinco metros por debajo de estasgravas, é Cuándo cortó el río estaterrazay profundizó su cauce?No
pruebaspara contestar; pero daremosalgunas
tenemosbastantes
para los investigadores nuestrasantigüedades
notas interesantes
de
subterráneas.
Algunas vecesnos hemos ocupadoen artículosy conferencias,
de
que existen en ruinas a la izquierda del río
una red de acueductos
para usosdoniésticos riego, hasta
y
Turia y que suministrabanag:ua
Ios últimos tiempos de la Valencia rornana,en el hinterland Valen" tia-,9agu.nt1,rm, estudio, el de los tales'acueductos,
procuramos
cLryo
terminar para su publicación.
pasaban nivel algunos barrancos,
como se'
Estos acueductos
a
puede comprobar p,or los restos de cauceque quedan hacia las oripues actualmente talesacueductos
llas de los m,ismos,
estánrotos
los
por las avenidas ahondados cauces los barrancos.
y
los
de
Se observa que las gravasdel lecho antiguo están más elevadas
que las paredesque forman el caucedel acueducto,lo que demuestra, o que éste fué excavadoen la graveÍa,por debajo del nivel de
las barandasdel cauce--con lo cual habría el peligro de continua
invasión de las gravasen el canal- o que éste resistió algunasavenidas, por lo que aquellasgravas,que, como decimos, suben más
arr\bade las paredesclelacueducto,habrían de ser de épocaromana
-279 -
[page-n-328]
12
NI'COLA,S PRIilWITTVO
GOMEZ
o algo posteriores.Avenidas que juzgamos subsiguientes aban'
al
donc;de los acueductos,
rompieron éstos,que, al quedar sin reparación, permritieronel ahondamientodel caucede los barrancos,
como hemos dicho.
Este fenómenose puede'observaral paso de varios barrancos;
pero donde mejor, es en el llamaclo<
terna,el cual nacehacia Les C'oves
males (Cuevas
Caiada de Peña, que da nombre a la estaciónde La Cañada,de la
línea de eléctricosa Liria. En este barranco (2), hacia su desembocadura,un poco más abajo del azud de la acequiade Cuarte, es
:
donde se puede estudiar bien el fenóm,eno la graueracortada en
un largo trecho por el acueducto y el paso de éste, roto por el
barr¿nco.
L,a graveraes una terrazadel río y es de suponer que el régimen
torrencial que afectó a los barrancos,influyesetambién en el Turia,
en la m,isma época, aunque, con toda seguridad, la diferencia de
unos 13 metros de desnivel,que existe hoy, entre los caucesdel río
y del acueducto,no fué cortada toda p,osteriormente la época roa
mana, ya qlre el canal,al llegar a este punto, habría ganadoun nivel
diferencialapreciable; por lo tanto hay que suponer con fundamento que su caucefué ca'vadoen la gravera, quedando ésta por
encima de las paredesque forman la canal.For los mismos motivos
hernosde suponer que la graverade la excavación que nos ocupa
E
(fig. l.'), esiaríaya cortadapor el río a la construciónde estos mual
ros, p,ues es de creer que estasedificaciones
no
fuesenpracticadas
nive! de las aguas.
La construcciónde los azudesy puentesimrpidió, sin duda, que
el f'uria continuaseahondandosu cauce,que a estashoras sería seguramentebastantemás profundo.
Para aclararmejor lo dicho más arriba sobre la cortadura de la
graverapor el río, hemos de manifestarque, en las excavaciones
de
la necrópolis
aparecida un solar,esquina las callesde la Muela,
en
a
en trance de desaparecer,y de las Calabazas, ap,areci6,dentro ya
de las gravas,que no nos parecieronrernovidaspor construcciones
posteriores,y a unos 4,80 metros de profundidad del piso de la ca(1) Es curioso el caso de estas cuevas, que son artificiales y Droducidas por
ensanot¡:amiento de 106 pozos de r.espiración y car¡ce del cua,rüo, a¿ueducto en
ruinas, ascendiendo desde el río. La tradición dice que fueron m.idriguera de
m,alheohores y a esto deben sq ndnlbre, segurramerrüe. Esüárr ra cosa de un kilómretro de Ia estación.de l€. Ca,ñada, en d.irección a, Liiria.
(2) Se llama (del Cano)) porque pasa por encÍma del de la acequia de Moncada.
-280-
[page-n-329]
\
DIE LA GENBRAI,IDAD
EN E'L .PA,ITACIO
EXCAVACI'OINES
13
lle. un, fragmento de lápida romana con cuatro letras mutiladas de
las que sólo se adivinanuna I y una A. La situaciónde estanecróp,olisera la de la orilla derechadel brazo derecho del río -ya desque nos ocupan están a
aparecido-, mientras que las excavaciones
la orilla derechadel brazo izquierdoo actual.A pesarde lo dicho,
el hallazgode la tal lápida dentro de la gravera lo, tenemospor no
probatorio,ya que, en la misma necrópolisy a la misma profundidad de cxcavacióny t. pocos ln,etros de distancia hacia el Oeste,
de
varios fragmentosde una especie cantarito o anforita
aparecieron
verde-marque gritaba, con toda raz6n, por
de un hermosovidriado
lo sarraceno y también parecía no haber habido remoción pos;
terior.
tl
Por lo tanto, la existenciade objetos, arqueológicos no, denpor
no
tro de las graveras, indican"contem'p,oraneidad este solo heespecialcho, y hay que tener gran precauciónen las excavacione's
por las primey
mente de ciudad y su estratigrafía no dejarsellevar
ras impre-siones.
diremos que apareci,i un
Siguiendo con nuestrasexcavaciones,
p,
con tres puertas,al parecer, p', p" ' L;a
m,
casebre m', m", nr,"',
que terminaba en una curva
p" d,abaaccesoa otro departam,ento
la',
un poco extrañacon otro p,aso siendo h un p'ozoredondo perteneciente,como r', al mismo edificio medieval que éste, quizá, ante'
y
l,
rior a los últimamentederribados, a alguno de éstosperteneció
pozo, pero mucho más moderno.
tamrbién
A la parte de la Generalidadvieja, a la derechadel muro o, ap'a'
igual a la anterior
!I',
reció otra casucha n', n", n"', de construcción
y con sólo un paso,más que puerta,n'. Entre estecasilicioy el h,
h',había una rotura del muro o que bajabahastaquitar casitoda la
fundación, pero nada probaba que fuese practicadapara comunicar
aunque nos 1o pareció y así Io creemos.
ambos casebres,
En este casoprobaría que el mturo o era anterior a los casilicios,
o"' al muro o, el cual
como también pareceprobarlo el aditam,iento
pared de 22 centímetros
tenía el aspectode ser'el arranque de una
de gruesa,Ia cual no coincidí¿con el cimiento n", es decir, que no
era Ia pared que le tenía por fundación. Por estasrazonessuponemos encontrarnosaquí ante tres épocas: 1.': L'a de los murosb', b", b"'rblv, bv;2.": La delmuro o, o', {)", o"', Y 3.': La
s
d e l o s c a s i l i c i om . . . y n . . .
Todos estosmuros volvieron a ser inhumadosde nuevo -no decimos que piadosamente- para que reanudasensu interrumpido
sueño secularjunto con los otros que no lograron ver la luz del sol
no
en nuestrosdíasy no pudieron contarnoslo que sus compañeros,
-281-
[page-n-330]
T
14
Nr.coLA,s
PRrMrTrvo
coMEz
sabemos decir que más afortunados, supieron acabarnos
si
no
de
referir.
IV
LOSOBJETOS
HALLADOS
Plnone.-Encontramosel holmisboso quicio de la fi,gura2.",
que por su tamaño parecía decir que pertenecíaa, una gran puerta
de palacioo muralla.No estaba situ y no podemosdeterminarsu
in
época,ya que el tipc ha llegadohastanuestros
días en algunospuepudiera ser romano o tal vez ibérico. Ballester
blos. No obstante,
Tormo nos dice que no los encontró en las,excavaciones pobladel
dc¡ibérico de la Bastidade les Alcuces (Mogente).
La rnuela de la figura 3.' es soleray está rmejor acabada
que de
ordinarro,las hallamos en las estaciones altura. Posiblemente
de
iría empotrada una plataformade madera,como posteriormente
en
vemos todavíaen los molinos harinerosde piedras,y la muela misma forrnabala grapaldina,que sostenía eje que conducíala muela
el
superior, el cual iría, por la parte de arriba, contenido en un, cojinete o dos. Este eje seríamovido por una palanca perpendicular
al mismo.
por la figura 4", parece
[Jn codo de piedra caliza representado
haberservidode enrpalme dos tuberías ángulo; y un bolaño o
a
en
bala de piedra,de 16 centímetros diámetro.Es de calizaarenisca
c1e
y bastante
regular.Dc éstos,
fueron encontrados gran número en
en
para el alcantarillado la calle del Poeta Quintade
las excavaciones
na, y quizá sobrantes sitio puestoa Valenciapor Jaime I y sus
del
(
h u e s t e sl ) .
Mnral.-Tres fragmentos de clavos de hierro, uno de la parte
y
de la cabeza los otros dos, puntas,tan oxidados que apenasse
puedenadivinar las formas por sus fracturas,
que son recientes,
lo
querdemuestra,como en muchos otros objetos, que el resto se fué
con los escombros.O'tros tres fragmentosde hierro, tan oxidados
como los anteriores inclasificables; de ellossemejauna gruesa
e
uno
caheza clavo. IJno entero, de bronce, largo total 67 milímetros,
de
15
diámetrode la cabeza y cuatrode lado. Es cuadrado.
Tres fragmentosde una p'iezaincompleta, al parecer de bronce
y
informes,de plomo.
e iniderltificable; dos fragnrentos
CuBnNo.-Al parecer,uno de becerro y otro de cérvido.
HuBso.-Un fragmento de mandíbula de cabray otro de una
inclasificables, parecer.
al
de un cánido.Otros fragmentos
(1) Nicolau Primitiu:
-282-
[page-n-331]
EXCA1¡IACIONES IEN ,BL PALACIO DE LA GENBRALID.dD
15
Una aluja con cabeza,
rota por el agujero de enhebrar, larga
hasta la rotura, 63 milímetros; diámetro rnáximo,6; a la parte del
agujero, 2, y el diámetro de éste, medio milímetro (?).
p'ectu,nculuszsiolascens
Moluscos'-Un
sin perforar; un frag-
20o
l.
l
'lO5
J
l
-t-
I
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^ r
I '
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I(
sl
I
_l_
f ¡
't
Figura 4.a
'Codo de piedra parl
empalme
d'e tu,benra para oonduc<íón de iíquidos
Goldf, quo
mento perforado por el ápice, y una ostre&Jlabellata,
puede haber servido de escudilla
Vtonlo.-Varios fragmentosinclasificables
con exfoliación muy
avanzada; entre ellos la base de 97 milím,etrosde diámetro, de un
vaso,
CnnÁulct.-Es, como en la casi totalidad de las excavaciones. a partir de su aparición, la más superabundanteen restos,y
hemos de advertir que los cuerpos de revolución rnás antiguos que
-283-
[page-n-332]
16
NrcoLAS
PRIdT4JITIVO
GOM,EZ
.
Ios
se han halladoaquí estántodos hechosa torno, si exceptuamos
forrnadoscou molde, como la sigillata o barro saguntino y para
i
encontrarlos hechosa mano, aunque a primera vista parezcanhechos a forno, hemos de descender los fabricadosen la Edad Mea
dia, que se han encontraclo esta excavación,algunos de los cuaen
y
inequívocas curiosasde m,anufactura,
les presentan'señales
como
vcremos.
PINTADA.-Lasfiguras 5." a 77." representan
CnnÁtuca IBÉRICA
Figura S.a-Kdl¿flros
o sombrero de
Figan G.a-Kálatft¿s o e,ombrero de copa
_284_
[page-n-333]
,DE
EXC^AVACTONES ,EL ,P.dLACrÓ LA GE|NÉRALIDAb
EN
11
esta clase de cerámica,adornada con pinturas geométricasdiversas, si exceptuamosla figura 8.", que, desgraciadamente, se
no
pudo completar, a pesar de la vigilancia, agudezay habilidad de
Figura 7.a
Kdlathos o somürero de copa
Figura 8.a -Base
de ká[athos
i'
Figura 9.a-rParietal
':'-"::::::t"--
dnledo
con rarran'que de rsa
Espí; no pudiendo reconstruirsemás que la base,y parece representar un a4im,al fabuloso, tal vez, sin que podamos determinar
cuál pueda ser éste; y quizá la figura 9.'. Todas las otras r:omposi_285_
[page-n-334]
18
G0 /trEz
ÑlC.oLAs FRI,MITIVÓ
ciones son hechasa base de círculos concéntricos(hemicírculosy
y
cuadrantes) zonas,con algunosotros elementos.
en
La figurá 10.' tiene adem'ás su b,ordeun dentado que semej:i
Figura 10.4--\Fragmento de kdlkth'os o s,omibrero de copa
."
p á j a r o s e s t i l i z a d o se n un último término, como las figuras71; y 12",
especie aviforme que también apareceen el
Figura ltl.a+Borde
Figura l2,a-Brs'e
de kál¿tllos o sombrero de copa
de krílatlros o som.btero 'de copa
bacín o bálathos, de la 5.", debajo de los hemicirconcéntricos, en
un entrepaño formado por zonas horizontales y verticales; y en el
borde del mismo aparece igualmente esta especiede comas avifor-aunque
mes. Estas las hallamos, además,en los bordes de las 6.0
son ya, más bien, dientes de escualo- y 7.'.
Espirales aparecenen la 5.u,en el interior de los hern,icircon'
céntricos, y en la 6.', debajo de otros mismos' Tres series de siete
-286-
[page-n-335]
I
-
EXCA\¡ACIÓNE.S'E,N iEIL P,AL,qCIÓ D,É LA GENERALIbAD
T9
puntos, mediadospor otro grueso, aparecenen la figura 7.' en el
entrepañoy debajotambiénde un hemicirconcéntrico.
I-as figuras13.",14.', 15.",16."y 17.' presentan
como bam,balinas
sübtendiclaszonas.Las 13.', 15.",16."y 17.'representan
a
cuadrantes
t
,t
Figura l3.uFragmento
Figura l4,a-rPbirietal
de kálathos o sombrero de co¡r
pinrado
Figura 15.a-Palrietall pintado
Figura 10,4 lParietál p,intado
Eigura 17.LPa¡i€tal
-y
pintsdo
menos que cuadrantes--- circoncéntricos, formando una especie
de endentado. La bambalina de la figura 14.'está formada p,or hemic i r c o n c é n t r i c o ss e c a n t e s . o b r e e 1 b o r d e d e l a 1 1 . ua p a r e c e u n e n t r e S
l a z a d o c a t e n i f o r m e ; e n l a 1 3 . ' , d e b a j o d e z o n a s , s u b t e n d i d t - , ss i g n o s
,
v e r t i c a l e sc o r t i n i f o r m e s y l a f i g u r a 9 . ' p a r c c e r e p r e s e n t a r u n a e s p e cie de ara.ña,pulpo o estrella.
L o S e l e m e n t o s d e l a s c o m p o s i c i o n e sn o s s o n c o n o c i d o s , p e r o n o
pasa lo mismo con todas las combinaciones de la ornamentación"
q u e p o c l e m o se x a n r i n a r c o m p l e t a m e n t e , c ó m o l a s d e l a s f i g u r a s 5 . " ,
-287
-
[page-n-336]
20
ÑICOLAS PRIfVÍITIVO'GOMEZ
6." y 7.", siendo de lamentar el que no haya'podido ss¡' ssrn'pletada
alguna sorpresa'
la 8.', pues tal vez nos hubieserevelaclo
ha
sIN
CnnÁuIcnIBÉRIcA PINTAR.-Se podido reconstruir un ká'
de
de
lathos o <
y 17 de alto. Además, muchos fragmentosirreconstruiblesde vasos
bastosy sin importancia, no disdelicadosy, más abundantemente,
cernibles entre lo ib,érico,lo rom,anoni aun lo medieval, muchos
de ellos.
Esta cerámica,como la anterior, pintada, es de textura roja que
a vecesllega al rosa casi blanco, de cocción elevadaque da un soni'
la
do argentino, al repique. Es, como decimros, m'ásabundante-Teibénemos aquí un fragmento gris casi negio, incontestablemente
rico por su borde hipoide (1); coloración producida por habersr-'
cocido en'una atmósferahumosa excesivamentereductora. Creemos que, al contrario de otros vasosde textura gris uniforme' que
de
un
representan tipo intencionado,este gris, que ap'arece vez en
cuando en los vasosibéricos,es debido m'ásbien a un descuidoque
no a un subtipo propuesto.
también buen núm,erode asas,que podemos atriHa aparecido
y que perduran en lo romano' mono y bifilares,
buir a lo ib,érico
algucaracterísticos,
cordiformesy de otros tip'osvariadosy m,enos
en
nos de ellos persistentes nuestrosdías.
Debemos manifestarque creemos que la cerárnica ibérica del
a
tipo de pinturas, se cocíageneralm,ente una más elevadatempera'
la
que la romana' especialmente
tura y en atmósferamás oxidante
llamada oPusdoliare.
CenÁuIce DEL TrPo HELENísrIcQ.-Tan abundante como la .sigil/afa. Ningunapieza ha podido ser reconstruída. Textura roja que
llega casi al blanco. Grano m'uy fino. La hay, en su mayoría, del
bello harniz negro'de irreprochablepulirnento, del mejor estilo;
pero también negro mate, de la misrnatextura, y negro mate de un
bello gris ceniza.
después
En un fragmento de base, al exterior, se ven grabadas,
que tal vez pertenecieran una estrella.
a
de la cocción, tres puntas
Su barniz es mate y,su textura gris. En otro fragmento de base,de
un finísimo pulimento negro b,rillante, y también al exterior, se
pueden observar tres signos grabadoscon cstilete finam,ente,des-
(1) Llamamos así al borde del vaso cuya sección recuerda más o menos la
cahua, d,e r¡n cra,ballo.
págs. 8?, flg. XXVII núms. Il 81 A y R, 81 8.
Gómez Serrano: (El Mosaico...D,
-288-
[page-n-337]
*
Éñ
EXCÁMACr,óñES )ÉL PALACTó DE LA CÉNÉRALIbAD
2l
pués de la cochura (figs. 16." y 19.', A), que son posiblJmenteibéricos.
Figura l8.a-Frsgmento
de b¿se de u,n vaso d€l ,iipo heler¡íÉt¡co, con inscripción
i.bérica
HQ/V
OF G A T \
N
Figura l9.a--lne.cripciones;
'
l:
Inscrip,ción de la figura 18.q
londro interior
B y C:
Seltos.de alfarero en el
de vasos d,e sígil/¿f¿
NinEn cuanto a los adornos antes de la cocción son escasos.
guna palmeta'.Una baseen cuyo interior hay cuatro círculosde pequeñasvírgulas y al centro una espiral que parece círculo, porque
estávista por el eje. Otra basetiene por el interior, barnizado, una
y
acanalada, por el exterior, sin bárniz, otra
espiral
completosilegibles,p,or estar fragmentadaior ellos.
SIGILLATA.-Textura grano fino y coloCnn,fu,llCl
SAGUNTINA
O
de
ración que va desdeel rojo intenso' al rosa casi blanco. Barniz:
,4) Rojo brillante de buen estilo, por am,bas
superficies; B) Rojo
meno'sbrillante sólo por la cara exterior; C) Textura roja constante, sin barniz.
[page-n-338]
22
N,lcoLA,s PRlr^llrlvo GÓLM,EZ
El tipo -.4)es siempre moldeado, casi siempre sin relieves--hablamos de estasexcavaciones- o con una franja de palos verticaloipresentanseriesde
des, cercade la boca. Dos fragmentosp'arietales
de igual dirección, muy
puntos verticalesseparandocuatro ovoides
alargadosy formados por cordones,y presentan irisacionesplum"
érica, al parecer,presenta
Otro fragmento de basehemisf
baginosas.
de dicha base,al exterior, cinco círculos de vírgulas
en el arranque
'fres pequeños
fragmentospresentanrelie€n un fondo sombreado.
en
ves floralesy otros tres pertenecena una comip,osición relieve
que resulta muy incomp'leta; p'ero se deja adivinar que representaría un camello montado por un guerrero. Aunque estos trozos se
nos presentanmate" es probable que sea por haber perdido su pulimento, en el medio en que Yacían.
Lo más notable hallado de este tipo lo forman dos basesde vasos conrsellosde alfarero por su interior (figura 19, B, C). En la /J
(
h e m o sl e í d ot r e sl e t r a si b é r i c a s ? ) y e n l a C l e í m o sO P ' G A M A . E l
y naturalistaSr. Vidal L6p'ez creyó leer OFCANTI,Io
. arqueólogo
que la P podría leerseF -'pero
que es posible. Nosotros exponemos
viendo una P-, la G puede leerse C y'la final, más
continuamos
que 1, entendemosque puede leerseA o R.
Del tipo B) sólo tenemosuna basecon pulimento mate, sin el
y
brillo de los anteriores un rojo del pulimento más claro y sólo por
el exterior. La verdaderabasela constituyentres p'ies,formadospor
eliminación de trozos del aro que formaba la base primitiva, antes
de la cocción.Por junto de los muñones, que quedaron para pies,
unos señalesque aparentabangrietas producidas por el
aparecían
que las tales
fuego; se ve, no obstante,examinandodetenidamente
grietasson cortes de la cuchilla al hacer la eliminación, como hizo
observarel joven arqueólogodon Vicente Pascual.
que podemos llamar, proviEl tipo C) presentavarios aspectos
sionalmente,subtipos.1.eCerámicade textura roia con grano fino,
pulim,entada
brillante, plumbaginosa,con adornos florales en fonnatural. Varios fragmentosde diferentesvasos,irrecomponibles.
do
2.'.Cerámicade textura roja con grano fino pulimentada mate, Froal
trablemente natural. Un fragmento presentaal interior incisiones
flameadasen seriescontinuas de cuatro lenguasfiliformes, escalodistinto, con bastonespor el exnadas,y otro fragmento, de r.as.o
y que ab,ollanun poco por el inteterior, hechosen la masatierna
rior. 3." Cerámicacle textura roja con grano fino, sin pulim'ento y
sin adornos.Varios fragmentos y 4.' Cerámicade textura roja y
;
grano menos fino aunque uniforme, que presentala particularidad
el
de tener ennegrecidoexprofesamente borde y a vecesparte del
-290-
[page-n-339]
EXCAIVTATC'ION'ES EL TPAL.ACIOD,E LA. GBNTETRALID.\D
EN
exterior. Es muy corriente y no suele faltar nunca en las estaciones
ibero-romanas.Una de süs variedades,
muy abundante,casi siempre, que se distingue porque la seccióndel borde semejaun dedo
con su uña, por lo que la denom,inamos
onixoide (1), está repre.
sentadaaquí por varios fragmentos.Toman la form,a de cazuelas,
ordinariamente, en la basesuelenllevar círculosincisoshechosa
y
torno antesde su cocción
CnnÁluce TExruRA
DE
GRIS.-Texturay exterior grises,grano fino
y pulimento natural por el exterior y sin él por el interior. Te,
nemos varios fragmentosde un gris más o menos claro hasta casi
azuladocomo el pequeño chou.s jarrito de la figura 20.', único que
o
aparecií casieniero.
Figrra 20.a-Perqueño
choas
CnnÁutca DE TExruRANEGRA.-Sep,resentan
dos tipos diferen'fextura
tes : 1."
hna y pulimento mate, rep,resentada varios
por
fragmentos, parecerde un mismo vaso. Recuerda el bucchero
al
nero etrusco, aunque dudamrosque lo sea. Este tipo no es hallado frecuentemente.2." Cerámica de textura negra algo basta,
sin ningún pulimento, utilizada, al parecer,para cocinar. Bastantes
fragmentos.Es muy frecuente.
(1) Gómez Serrano (N. P.):
Valenciano. Valencia, 1923,pág. 8?, f,g. XXVII, núms. Rg2 y RB3 y pág. gB.
-29r-
[page-n-340]
9+
ñtc,óLA,S pRl,lvilrlvo cÓ¡tl'sÍ.
i
fragmentos de cerámica vulgar p,erteáltuorlRtcns.-Cuatro
que, p'or la parte interior, tienecientesa cuatro vasos-distintos
piedrecitasy que se sup'one servirían para moler
nen incrustadas
colores, salsas,
alioli, etc. BailesterTormo tiene en publicación un
posible sobre estaclasede objetos.
estudio todo Io com,pleto
CnnÁuIia A MANo.-Aparte de la típicamente medieval, que
hemos apuntado antes, han aparecido unos fragmentos -indatables, de momento, por nosotros- de una esp,ecie cazuela tle
de
que no creernos.pueda anterior
boca oval, cocida a buen fuego,
ser
a lo ibérico, y cuya orilla, un poco inclinada al exterior, es de nueve centímetros,y ademásun fragmento de disco con un asa rota,
posiblementetapadera.
LucnRNes.-Han aparecido fragmentos pertenecientesa ocho
o diez lucernasde tierra cocida sin barnizar y otra, casi comp'leta,
del tipo delfiniforme, rota el asay el extremo del pico, que tiene el
cuerpo redondo, barnizadorojo de buen estilo, lleno de círculos de
Buntos, en relieve, teniendo en la baseuna R rodeada de cuatro
hoyitos. Al lado derecho tiene un p'equeñomiamelón,para apoyar
la yem,adel dedo gordo de la m,ano izquierda. Tipo suditálico (l¡,
al parecer.
PoNnus.--Han aparecidodos fragrnentos,uno de ellos, por su
ibérico;, el otro, por los rnismos m,otivos,
forma y cocción, p,arece
pareceromano; aunqueestadistinción no puede ser absolutay menos tratándosede {ragmentos.
Opus DoIIARE.-Un fragrnento de orilla de un gran doliu,nt,.
No menos de 28 puntas de basede ánforasfusiformesy gran cantiparietalesen fragmentos.De
dad de asas,bordes, y, especialmente,
una ha podido reconstruirsela mritadinferior. Parece tratarse del
amphora vi.naria corriente.
Un fragmento de tegula y varios de imbrex y una a modo de
imitación de trompa de elefante,de color rosa muy claro, de sección
cuadrática,redondeadapor la parte inferior y menos por la superior, por donde tiene un pequeño canalillo con sección de cuña,
abierto desp,ués Ia cocción, como así dos rayas incisasparaleloide
que las divide. Longitud, 62 milímetros. Suponemos
des a la canal,
que pueda tratarse del rostrum de una p,equeña
fuente.
Un fragmento de ladrillo de sección115x 75 milímetros, que suponemos tendría unos 220 de largo, más o rnenos.
TB¡os.-Han sido encontradosdos, uno bastanteirregular, de
(1) Daremberg (Ch.) et Saglio (E.): (Dietionnaire
e" ronlaines). Paris, 1918. Tomo fII, pág. L.323.
-292-
des antiquités grecques
j
l
[page-n-341]
EXCAIVACI'OTNES
EN EL 'PAITACIO ,DE LA GENERALIDAD
25
en
diámetros 50 a 60 milímetros, p'racticado un fragmento cerámico
posiblemente
44
ibérico, y otro, más regular, de diám,etros a 48, gris
probablementepor el uso,
el exterior ennegrecido,
de textura, con
ya que se trata, sin duda, de un fragmento de perol medieval,como
aquí. Ambos son disotros que se han encontrado reconstrqibles,
a
cos logrados retocando tiestos cualesquiera, fuerza de pequeños
golpes, para redondearlos,dejándolosen bruto y sin fregar.
especialm,ente las alturas,en que no se
en
Rara es la excavación,
(1)
encuentrenen abundancia,a vecesa centenares v de todas épocas Serra y Vilaró (2) dice haberlos encontrado de cerámica a
mano con impresionesdigitales, además de ibérica con pinturas;
Ibarra Folgado (3) representaalgunavariedad de ibéricos pintados
y diversos; Taracena (4) encontró enlzana; (Soria) 233 fichaso tejos de éstosen los que habian grabadossignosalfabetiformes,,
escazoomorfos y otros; Siret los encontr6 de cerámicasigileriform,es,
llata (5) y Gonz'álezSimancas, Sagunto,barniza,losde verde (6).
en
Se encuentran con agujeirocentral y sin é1.Taracena dice que estaban perforados aproximadamente la mitad -álgunos de ellos
presentan dos agujeros y otros están excéntricos (7)- y Serra y
Vilaró (8), entre sus 782, sólo halló uno agujereadoy varios, cuyo
a
uúmero no.determina, comenzados perforar.
También los hay de piedra. Los hermanosSiret los hallaron de
pizarra agujereados los suponíanpesaspara redes (9). A los cey
Serra y Vilaró (J.):
Superior de Excavaciornes y Anüigüedades. Memoria 44. Ma'drid, 1922,,
que encontré'i8'2.
Dice
Taracena (Blas):
Dice que se llevaban recogidas más de mil, en Numancia.
(1)
(2) Loc. cit.
(3) Ibarra Folgado (P.): <
págs. 80 y 81.
(4) Taracena Aguirre (8.):
(5) Sir€t (8. y L.): (Las primeras Edades del Metal en el st de España"
Barcelona, 1890,pág'. 154.
(6) González Simancas (N4.): (Excavaciones de Sagrtnto>. Junta Superior'
Memoria. 48. Ma'drid, 1923, págs' 32 y 52.
(?)
Taracena: (Excavaciones. Loc. crú
(8) Loc. cit.
(9) Loc. cit., Pá9. 150.
-293-
[page-n-342]
26
INTICOLA,S
PRr,lltTr'VO GOIVI'EZ
rámicosse les ha atribuído el papel de pesos,monedas,tapaderas
y aun otros.
Hay también discoso tejos que estánfabricadosexprofesamente,
y
teniendo impresos a molde (1) bustos de personajes figuras animales.De estosúltimos presentóuno, de 73 milímetros de diámetro y 13 de espesor,a la sesióndel 13 de Ilnero de 1936de la Sección de Antropología y Prehistoria del Centro de Cultura Valenciana, don Francisco Martínez y Mart.ínez,quien lo guarda en su
en
colección (2).El tal disco o ficha representaba relieve, por una
de sus caras,un toro con las patas dobladasen actitud de descanso
y rodeado de piñas, y por la otra, también en relieve, una cabra en
posición semejantey rodeada de hojas y frutos. Fué hallado en la
finca denominadade CasaDoñana, de Caudetede las Fuentes,propiedad de dicho erudito señor. Pero lo notable, p,or 1o casual,es
que, pocos días después,el 29 del m'ismo mes y año, apareció un
artículo de González Simancas,excavadordel castillo de Sagunto,
publicando un disco, al parecer
Provincias>>,
en el diario local
Despuésde lo que antececle,
sólo nos resta exponer unos hechos.
En nuestra infancia-hace más de medio siglo- hemos jugado con
tejos cerámicosredondeados
cuidadosamente
con una piedra. Los
juegos eran
y
y recordamoscómo, cuando conseguíamos
una arandela de metal,
mirábamos por su agujero el objetivo, a donde queríamos pegar,
en
creídosque'así acertaríamos el blanco.
parte por lo menos de estos tejos, tendrían este
Y si no todos,
uso.
Ornls cERÁMICAs.-No
ha aparecido nada que podamos atribuir al período visigótico. Al mahometanopertenecenvarios fragmentos de una especiede anforita con fondo perforado de colador, adornado exteriormente por figuras geométricasa la cuerda
seca,con barnizadosverdesde puntos y líneas,contenidospor otras
Abuhdan los fragmentosde cacharrosde este mismo
al manganeso.
período con adornos de figuras negras,también geométricas, a
pincel.
(1) Serra y Vilaró: Loc.' cit. Lámina XVI.
((Comisión Ejecutiva. Excavaciones de Numa,ncia>. Maddd. MCMXII, pág.36.
(.2)
(3) No es de este lugar la descripció.r de estos iuegos, que todavÍa se usan,
aunque los tejos vemos que han sido swtituÍdoer por rnionedas, arandelas, y otros
hierros rcdondos o cuadxados. No sabernos si en lors puerblos se usarán aún
-294-
[page-n-343]
EXC'AMACIOINES
EN EL .FAI]ACIO DIE LA GE,II.IERALIDAD
27
Han aparecidovarios peroles curiosos, porque a primera vista
parecenhechosa torno ; pero examinandocl interior se ve todavía
y
la desigualdad la señal de los dedos en p,osición
vertical,uno y
otro dato probando que no fueron hechosa torno. Examinando el
exterior, se observaque han usado una especiede cuchillo o listón
para alisarlo, estandolleno de líneas incisas en todas direcciones.
No obstanteello, observandoalgunaslíneasincisasque parecenhechas a torno, especialmente la parte del cuello, puede suponerse
a
que haya habido ejecución
mixta : a torno y a mano; pero son, indudablemente,manufactos.
MoNsnRs.-Sólo ha aparecido un pequeño bronce que, clasificado por el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa, resultó con la siguiente lectura : <
con corona de laurel, a la derecha. Senatus Consultus entre el 98
v 117.
.
'
V
CONCLUSIONES
y
Poco más puede decirsede las excavaciones de sus resultados,
que no sea puramentesubjetivo.Los objetos hallados,salvo unos
pocos, indicadosya, na pudieron determ,inarse lugar ni profunen
didad. Su clasiñcación exclusivamente
es
tipológicay, estratigráfipuede decirseque a la derechadel muro no fueron hacamentesólo
llados tiestos del tipo helenísticode buen estilo y que la sigillata
desapareció
algo antesde llegar al fondo de la excavación.
Esto no ob,stante, es absoluto ni por lo tanto probatorio, por
no
parcialidad la excavación por lo pococientífica
y
que pndo ser;
de
la
sin embargo,por lo que se deducede lo que"rigurosamente hafué
llado in situ., que son los muros, pareceque nos encontremosante
por el
tres momentosde la vida de la ciudad: El representado
n i u r o ó ' , b " r b " ' , f i v , S v ; e l c l e lo , o ' o " , ( ) " ' , y : l o s , c a s i l i c i o s . . . ,
rn
ru...Estas tres manifestaciones
muralessólo pudimos verlasreunidas, y por 1o tanto comprobadas, la excavaciínE, comprrendida
en
a',
entre las zanjas a", alv, y ia Generalidad
vieja; los puntos b, b',
b",b"', bIV.ni i,l', na pudieronser comparados
con los de la clicha
por estarya las zanjasrellenaspor los nuevoscimienexcavación
E,
tos, como anteriormente
dijimos; hubimosde compararcon las notas tomadas,que creemosbastanteexactas.
Si dejamos correr un poco la fantasíay comrparamos
con la arqueologíay los hechoshistóricosvalencianos,
podemossuponer que
el muro b', b"..., erala murailade la ciudad en ép,oca
ibérica.Este
-295-
[page-n-344]
28
NICOLAS PrRIMüTM
GOTM,EZ
es
muro, de airededorde 1,50m\etros, bien poco muro para lo que
ibéricasde altura, si
ver en las estaciones
a
estamosacostumbrarlos
que,los conocidos de las mtu'
bien no es de mucho menos espesor
y
rallasmahometanas de la que llegó al sigloXIX; si bien éstoseran
de cal y canto; pero tambiénde tapial, como se puede comprobar,
todavía,junto a las torres de Cuarte.
con lo
Esta debilidaddel muro b', b"..., está en consonancia
poco guerreraque debió ser Tyrin, ya.que ningún historiadorde la
ni
contiendapúnico-romana romana la cita en actos heroicosa lo
ya
saguntinoni aun de menor cuantia,y sólo aparece como Valentia,
que contempla neutral, o poco mecomo una ciudad exhuberante,
de
entre romanos; especie Jauja,como fué
nos, las luchasintestinas
siemprepor el interior montaraz y misehastahace poco, acechatla
rable, mereció una cornucopia como escudo, signo de abundancia
y ausenciade belicosidady sobra de mansuetud.
Este muro, pues. entendemosque fué algo así como un quitade
miedos, una defensacivil para resguardarse sorpresasy bandidaje, ya que su verdaderaacrópolis debía ser Saguntum.
E l m u r o o , o ' , . . , s e r í ai n t e r i o ra l b ' , b " . , . , y m á s b i e n p o s t e r i o r
a é1,y formaría tal vez la cercade un barrio de extranjeros,tal como
en la Edad Media ocurrió con la Judería y la Morería. A la conquistade la ciudadpor los romanoso más bien a su entregaa ellos,
acabadas luchasen nuestraregióny considerándose
sus
inútiles,fueque quisieron
ron derribados
dichosmuros y dadosa los indígenas
establecerse los suburbios, los cualesconstruyeron sus casebres
en
por dentro y por fuera del recinto, tal como, a la construcciónde Ia
muralla del siglo XIV, hicieron con la mahometanalos Jurados de
la Valencia de entonces; m,urallaque todavía vemos sirviendo de
p'aredmediera,metida en las manzanas casas
de
desdela calle de los
Roteros hastala de los Caballeros,por lo menos, y que tanta mañ,a
con la complicidad de
se dan los propietariosen hacer desaparecer,
y la incliferencia la vindicta pública, que ve demode
sus arquitectos
ler impunemente la arqueologiade su cultura, base de su razón de
persistir.
aproveMientras los indígenas
tyri.taniconstruiríanslls caseb,res,
y de susmateriales, cfu¿s
los
romqni, desprechándose los mrlros
de
ViIIqe rusticae,algunasde
ciando la ciudad, construiríanmagníficas
cuyas ruinas podemos contemplar aquí y allá por nuestrashuertas
y secanos La Vallesade Mandor, La Masía de YéIez, Bananquet
:
(Paterna),EI Pottacho,y El Bordellet (Moncada); LaMarde Sau
ta y Maquivas (Museros) El Camp del Tresor, El P'alauy El Villa;
y
ret (F.l Puig) ; El hIarqtt,eret El Trull dels Moros (PuZol); El Pi*296-
[page-n-345]
I
'
- E)ICA,\'AOIOINES IEN rEL FALACIO DE LA CENIERALTDAD
29
noso y El Corral dels Churro.s (Sagunto); p'or no citar más que las
a
más conocidasy cercanas la ciudad.
Y esto es cuanto, de rnomento, nos atrevemosa decir, meditancomo en
do sobre las ruinas de la casi fabulosa Tyrin, aparecidas,
para la prolongación del
un sueño, en las excavaciones-efectuadas
antiguo Palacio de la Generalidad, del ya, poco menos que legendario, Reino de Valencia (1).
t
{
t
j
1
,
;
I
11¡ Los dibujqs de las flgwas L'a,2'e, g.", fg.'; 19.4 y 20'¿, son d'e Crarlos
Ga,rga,llo; diseños y fotografías del auibor;, Ios dÍbujos de I¿s nggfa,s 5.4 a 17.4
de José Alcácer,.y los grabados y fotograbados de viláseca. A todos.agredecemos
su colaboración y asimismo al contraüista de las obras, sr. Porba, qúe nos fa:
cilitó la misión.
-297 -
[page-n-346]
[page-n-347]
t-An¿tNa
L
de la
PRIMITIVO
GOMEZ-r,Palacio Generalidad,,.
NICOLAS
Vistas varias de lae excavaciones
(Fotos N
P'. Cómez.)
[page-n-348]
i
I
¡
ANTONIO BELTRAN
Dtnecton
prl
Musso
¡r
Clntloe¡¡¡
flcerca de los nombres de Cartagena
en la edad antigua
La ciudad que hoy lleva el nombre de Cartagen lo h'am'udado
a,
numerosasveces, porque siendo plaza de importancia estratégica,
militar y económicamente,
Bor su puerto y por sus minas, ha sido
codiciada por los nurxerosospueblos que han intervenido en la
Historia antigua de España.Y así la vemos sucesivamente,
avanzada del imrp'erio
Tartessio,capital del imperio púnico del SE. y de
una de las zonasromanasde la Citerior y aun, más tarde, capital de
los Imperiales en sus vanos propósitos de reconstruccióndel Imperio mediterráneoromano.
MASTIA
Correspondeeste uombre a la ciudad anterromanasituada,ver<-rsínrilmente,en la cum,bredel actual cerro de la Concepción,según
la conocidadescripcióndel Periplo de Avieno en los versos449 y ss.
que corresponden la parte más antigua de la redacción,que se rea
monta -según Schulten- al año 530.
El preciosotexto dice :.
desdealta mlar,y en lo profundo del golfo surgecon susaltasmurallasla ciudad Massiena...u
(1).
En los autores clásicos encontramos una pequeñá divergencia
gráfrcadel nombre de la ciudad. Se reconoce,en efecto, el nombre
Massi.a la Ora Marítima y en Teopompo (Filípica, Esteban de
en
Bizancio), rnientrasque Polibio (3,24, 1) y Herodoro de Heraclea
se inclinan por Ma,stia,que prevaleció.
Coinciden los autores en admitir que Mastia o Massia, es nombre antiguo e indígena,seguramente
tartessio,ya que independientemente de que la tribu que le dió su nombre fueseuna extensión
(1) FHA. I, págs. 71 y 116.(Namnatius inde portus oppidum prope/ se Massieuum cuxvat al.to ab aequore/ sinuque in imo surgit altis moenibus/ urbs Massiena...)
_299-
[page-n-349]
2
{NTTONIO B,ELT'RAN
para dominar e los almerienses, final del Bronce
de los tartessios
al
(RoschGimpera),es io cierto que la ciudady su tribu estuvoincluída en la parte Sur del limes tartesiorttnt,esto es, Herna, en la desenibocaduradel Vinalopó para unos, seguramenteentre Herna e
Ilerda al Norte del río Guadalest.
solaQue Mastia no estuvieraen el solar actual de Cartagena,
mente es afirmado, que sepamos,por dos autores cuyas opiniones
entran más en lo pintorescoque en lo científico,en el estado actual
h
N=----F4
:*
-: --->-
p'=-&
= : - - - : = Z
deuocíon de ht fndiuiduos de lqs Reales Qalerat de Espana
de la cienciahistórica.
Son el eminentepolígrafoJoaquínCosta (1),
que daba la bahía de Cartagenay el islote de Escombrerascomo
y
y
sedede Tartessos, D.. trulogio Saavedra Pérezde Meca, que deque Mastia era Mazarrín
fendía,fundado en razonesde hom,ofonía,
(2).
y que Cartagena la antiguaTartessos
era
entre los siEl nombre y la ciudad de Mastia se desenvolvieron
guientestérminos cronológicosconocidos:
Hacia 530,citadopor el periplo de Avieno.
El año 348,citada por Polibio (3, 24, 1) en el segundotratado
form,andoparte ya del reino cartaginés,pero
rolllano'cartaginés,
Tartessos (Mastia en
nombrada como parte integrantedel
Finalm,ente
tenemospor cierta la fecha de 230 en que fué fundad a l a c i u d a dp ú n i c a .
diversas
acercade la suertede Mastia bajo los
flxisten hipótesis
para la fundaciónde la nuevaciudad (Schuipúnicos; fué destruírJa
por ella (García y Bellido). Como
teri) o simplementeabsorb,ida
quiera que fuese,el nombre se perdió y no solamente la capital,
en
grupos de Bastetanos,
Deitanosy
en
sino en la tribu, diversificada
Contestanos.
(1) (Estudios ibéricos>,pág. 14.
(2) (Nlastia y 'Iartesor. Murcia, 1929.
_300_
[page-n-350]
ACTBRC,A Los No^fBRErDE,C,ARTAG,ENA LA EDAD ANTr,cuA
úE
Eñ
CART-HADASAT
Asdrúbal fundó en el año 230 laciudad que había de ser capital
del Imperio cartaginés SE., sustituyendoa Akra-L,eukecon vendel
taja. La fundación fué recogidapor Polibio (2, 13, 1), Zonaras (8,
19), y la nueva población recibió el nombre d.eciwdq(xNueva, siendo este apelativo por Polibio (Kapxrpova),
que la llama otras veces
Nézv Kzpz4o'ova
El nombre, pues, original, de Cartagena
fué Ciudad Nueva y así
se advierteen las monedaslatinasmás antiguas,
como veremosseguidamente.solamentelos romanos,en tiempos avanzados,
utilizaron la redundancia carthago lüoua, que enconrramostambién
escrita.
El nombre púnico Io llevó la ciudad durante muy poco tiemp
quedadicho, en el año 230,perduró hasta el2A9,en que publio Es_
cipión, en una campaña
sin precedentes la Histo,ria,se apoderó
en
de la ciudad más fuerte de Hispania,tras un solo día de asedio.
CARTHAGO.NOVA
Los"romanosaplicaron este nombre, romanizando su modo el
a
púnico, y añadiéndole
otros títulos que conocemos.
Según testimonio de Veleio Paterculo (l), Cartagena
fué la colonia más antigua fundada por los romanos fuera de rtalia. Los autore¡ han supuesto,con cierta ligereza, que fué fundada por césar,
de quien recibió el nombre, después haber derrotado a los irijos
de
de Pompeyo; pero lo cierto es que Cartagena
acuñabamoneda lo,
cal antesderesafecha. Y'si nos atenemosa lo,snumerosostestimonios que aportanlas acuñaciones Lépida, Illici y carthago Nova,
de
habremosde concluir que la fundaciónde la colonia cartaginense
será lo antigua que se quiera, pero que el nombre de Iulia que
o'stentó recibió después
lo
del año 45, fechade la bataila de Munda,
de ios miembrosdel segundo triunvirato, como ras dos ciudades
antescitadas.
Antes de entrar en Ia solución del problema del nombre romano
de-cartagena en las monedas,es preciso hacer una pequeñadisgre,
sión acercadel nombre de oinusa, que con muchasdutlas ha sido
(I)
Delgado. Nuevo Método. ffl.
Ca¡thago Nova.
-30r-
[page-n-351]
4
ANTÓNIO B.ELTRAN
aplicado a un punto de la bahía de Cartagena
por el Prof. García y
Bellido (1).
Dice el repetido tratadistaque, aunqus con muchas dudas, sería
posib,le
que Ia discutidaOinussacoincidiese
con Cartagena, cuyo
en
caso podría ser una factoríade los alrededoiesy
posible esta ubicación,sólo apoyadaen un texto
No estimamros
de Poliaeno (VIII, 16, 6), que dice textualmente
belleza,etc.>Se refrere,por tanto, al conocido episodio dela continencia de Escipión narrado por Polibio (10, 19, 3), l,ivio (26, 50),
Dion Cassio(57 42),Frontino (2, 71, .5),Floro (1, 22, 38), Cornelio
,
Nepote (De vir, il. 49), Vaierio Máximo (4, 3, 1) y Aulo Gelio (7,
8, 3), que unánimem.ente
afirman que la doncella estaba entre los
prisioneros que le fueron entregados
despuésde la toma de Cartagena; debe tratarse,pues, de un error de Poliaeno, ya que no cabe
suponer que hecha prisionera en Cartagena,fuera llevada a presencia de Escipión en Oinussa.Schultenhace notar que Oinussa,en
lugar de Cartagena, da solamenteaquí y la identifrcacon Peñísse
cola.
Pero ademáshay textos de Tito Livio que aclarantotalmente ia
cuestión y que hacen imposible que Oinussa pueda ser Cartagena,
Son ellos :
aquí, pasandopor delante de Onusa, llegó, siguiendo la costa al
Ebro> (XXI, 22,5).
tagena>r
que en el códice de Tito Livio aparece el
Si a esto añadimros
nombre de Omissamy que la correcciónen Onusa no estátotalmenprudentesson las dudas del sabio
te justificada,
advertiremos.cuán
catedráticode la Universidad de Madrid, y por nuestra parte creemos que correspondea una ciudad cerca del Ebro, al Sur del río,
que tam,pocodebe ser confundida con la interpretada
relación con la ciudad que acuñó monedas con el rótulo ibérico
O-to-be-s'ken(Tibisa, mejor que Oropesa).
(1) (La colonÍza,ción Phókaia en España, desde 106 orígenes hasüa la, ba,üalla
de Alalíer. (Siglo VU-535) en Arrpu-rias If, pág. 73.
-.3n/2-
[page-n-352]
A C E R C , Ab , E L O S N O M : B R E, D E C Á R T A G . E N A N L A E D A D A N T I G U A
.
E
EL NOMBRE CARTACENA LOSEPICRAFES
DE
EN
MONETALES
En las monedasde Cartagenaemitidas por los romanos, aparecen, a veces, sigias V. I. N. o C. V. I. N. K. o parte de ellas.
Ias
C.
Vam,osa dar una interpretaciónque se hace ahora por primera vez,
y expondremos
luego las bases
numismáticas que la fundamos.
en
1
C
2
V
3
I
4
N
5
K
1. No planteaningunadihcultady ha sido interpretada
unáni_
mementeC(olonia). Sobre ella hemos dicho lo pertinente.
2' Interpretadacomunmentey hasta la fecha v lictrix) como en
otras cecasespañolas,
debe ser leída VRBS. La lectura victrix se
advierteen las,monedas osca vrbs victrix, l,epida (colonia vicde
trix Iulia Lepida), luego celsa y análogamente reía coronia vicse
trix TriunphalisTarraco,que tambiéndebe ser rectificada.
3. Se explicacomo Iulia. Ya hemosdicho que siguiendoei pa_
recer de Fl6rez, se la supuso fundada por César, pero que en rea_
lidad el nombre le fué dado por los triunviros cuando a Erche y a
L'epida,en el año 45 6 tal vez en el43.
4-5' El nombre Nova Karthago es la ratinizaciónder púnico, repitiendo que la sigla 5 le fué añadida m,ás¡nodernamente.
I)e esfaforma queda el nombre de cartagena,antigua carthagi,
ne, COLONIA URBS IULIA NOVA. Veamos ahora las pruebas
(1).
de estaaserción
En la Serie de monedaslatinas de Cartagena,que hemos ordenado cronológicamente la 1 a la 44,ocupa el núm. 5, siendo por
de
lo tanto de las más antiguas,una mo'eda de bronce, como las demás, que tiene la siguientedescripción
:
A) Busto a derechade Palas, con pelo flotante, cascoadornado con crinesy égida en el pecho.
(f ) Estos argumentos y m,uy exiensas consideraciones sobne
los rnjismos los
exponelnos en nuestra obra inédiüa, (Arqueo ogía de Cartagena) (T. I, Arqueo_
logÍa, plano arqueológico y topografía; T. II, Numisr¡ática y Epigraffa).
-303-
[page-n-353]
.B,ELT,RAN
ANTÓ.NIÓ
R) Venus en pie, sobre cipo, con la mano extendiday en ella
A
una palom,a. los lados CV-IN
mal estudiadacomo todas las latinas de Cartagemroneda,
Esta
na, fu6 atribuída hasta Flórez a Norba,, y por este autor a Cartage'
su
na, comprobándose atribución por Delgado. La discusiónentre
los partidarios de la tesis antigua (Pellerin, Combe, Sestini, Mionnet, Catálogo García de la Torre y Heiss) y los de la nueva, moti'
v6 la apariciónde algunaspiezas que tenían ademásde |as cuatro
a
letras citadar, ,rtta K grab,ada buril, que se encuentra en varios
p.
ejemplares, e. algunos de Ia Colección Lorichs. Los que atribuían la p'iezaa Norba, se fundaban en la falta, precisarnente,de
la K(arthago), contra lo que argumentó Flírez que pudiera no haber babido en el cospel. Delgado, observandoque los ejemplares
aparecenen la costaoriental y repitiendo el argumento de que Carthago significaciudad n'uex&'yr los romanos, al darle nombre a esta
colonia, no hicieron más que traducirlo, aunque después,perdido
.el conocimiento del lenguaje cartaginés, le añadiesen el Nova.
Como dice bien l)elgado, la misma redundanciaempleamoshoy al
decir el Puentede Alcántara.
y
pompeyanas debe ser
Esta moneda enlazacon las acuñaciones
inmediata a la colonización,ya que tc'davía no lleva nornbres de
q uinquenales.
La lectura de las siglas no queda probada con esta moneda, en
la cual hemos visto nosotros por prim,eravez la paloma que lleva
la figura del rev. que identificamoscon Venus.
los
Las monedasa las que dam,os núms. 32 a 36 tienen en el anverso,un templo tetrastilo, con el nombre de AVGVSTVS en el
arquitrabe,y en el reversouna cuadrigadirigiéndosehacia un vexillo; además frguran los nombres de M.POgJ[¡n;ius ALBINVS
quinquennalpor segunda
vez v P.TVRVLLIO quinquennaly las si'
forrnas:
glas de la ciudad en las siguientes
VR. I. N. K. : Urbs Iulia Nova Karthago
V. I. N. K. : Urbs Iulia Nova Karthago
: Urbs Nova Karthago
V. N. K.
L,as dos últimas no tienen tanta im,portanciacomo la primera,
-304-
[page-n-354]
.
ACERCADE LÓS NÓMüREDE C.ARTA]G,ENA LA E.DADANTIGUA,
EN
7
,
que es un argumento,
decisivoen favor de nuestratesis.Ap'arecedicha pieza publicada en las obras de Heiss (XXXVI, 22) y Catálogo
vidal-Quadras Ramón núm. 689. No obstante,Heiss siguió reyendo victrix y lo mismo los dem,ás
autoresque han estudiadola obra
de Heiss; así en la pág..
272 diceel aludido Alois Heiss que ra rectura es Victrix.
Para los que pudieran juzgar vR una incorrecciónde las monedas, cosa equivocacla,
existe, a mayor abundamiento,otro testimonio.
Hemos dicho antes que también debía rectificarse lectura cora
lonia victrix Triunphalis 'rarraco, fundándonosen una inscripción
aparecidaen Tarragona, declicada rJaracalla,
a
cortada por el final
de las lineas, que salió en la Necrópolis rornano-cristiana
como
tapa de un sepulcro,midiendo 22sx2a cms. y correspondiente
al
año 217 (1).
(aurelio
lmp. caes.m.
(io felici
Antonino.o
(maxim.aug.
invicto, et
(britann.max.
part.ii.max
germ.max.po
(ntif.max.
trib.pot.xx.imp
(III.cos.iv
procos patri
(patriae
C O T , . I V L . V R B S . T R(iunphalis
TARR.devotissima (num.eius
Esta lectura es, pues, la correcta,tanto para Tarraco como para
Carthago, cuyasmonedascon Tiberio como emperador y Calígula
como quinquenal,llevan aún las mismassiglas,modificándose
a
vecesla K en KAR.
(1) Fué publicada y restituída por pío Bettrán a los pocos días cie aparecer
en el (Dia¡io de Tarragcna), y por Serra Vilaró en las Memorias de la Junüa
Superior de Exc.lvaciones de 191?,sepulcro g2, páS. 49.
-305-
[page-n-355]
ANTÓNIOE,ELTRAN
BAJOLOS
ROMANOS
DE
oTROS
NOMBRES CARTAOENA
Recibió Cartagenael sobrenombre de Spartaria a consecuencia
de la gran cantidad de atocha o esp'artoque en sus alrededoresse
cultivaba, habiendo sido introclucido por los fenicios y aprovechaa
do en gran escalapor los cartagineses, iuzgar por las cantidades
al
enormesque había en los almacenes tomar Escipión la p'laza.
'(Iber.
Lnap;a^¡ev\igualmente se
10) habla de f(upxr,ió,a
Apiat'o
;
(XXII, 20, 3) y Estrabón (160).Así se delimireliere r ello Livio
taba el llamado Cumpu'sspartarius que rodeaba a Qattagenay tenía
150kms. de largo por 45 de ancho; se exportaba; ¿tlparecer,a tó'
,das las partesdel mundo. Más noticiassobre el origen e importantenemosen Plinio XIX,30;
cia del espartoespañol(de Cartagena)
y hasta en' el edictb de p'reciosde DioclePomponio Mela II, 86,
ciano.
. Bajo lds romanos de Oriente, durante el medio siglo aproximare'cibióel nombre de Jusiina (1).
do que dominaron en Cartagena,
y
p'revaleció en lo sucesivocohservóel nombre
Este nombre no
producidaspor el
modificaciones
Carthago'Nova con las necesarias
tiempo hasta la actual corrupción Cartagena.
(1') Frocopio. His. ]otz: p. 2. If De Aedjfcíis lib. VI cap. V
-
306 :-
.
l
I
I
l
[page-n-356]
NOTAS PREHISTORICAS
VARIAS
.-
Lasexcavaciones SanMigueldeLiria desde
1940 1943
en
a
t'i
,
:
En nuestraMemoria relativa a las actividades
del S, I. P: en los
años 1935a 7939,hicimos referenciaa lás excavaciones
efectuadas
en San Miguel de Liria en 1936.últimasque se practicaran, qüe
sin
por causasbien conocidas s'e pudieran reginpiender hastt 1940 y
continu¿do luego en tres campañassucesivas:,hasta
1943 inclüsive
.
No ha habido oportunidadde publicar la Memorja en qúe se recogierala labor del S. I. P. en los cuatro años dichg,s, es posible.in..
ni
sertarla en este tomo de ARCHIVO con "la.,extensión
debida; y
como sería inexcusáble ocuparnosde esto..en damos,a contino
él;
nuación un extracto del resultado'detales-carnpañas, fuero4 en
qüe
generalbastantemenos afortunadas
que:las,que precedicran.
les
AñO 1940
_',,
Se efectuároir las excavaciones
a'párüir de los $liÍneros días de
Septiembre,bdjo la direccibn de'la del S. I:',P.'i con intervención
unos días del Sr. Pericot y ayridadel Agregado E. Pla; quedando
desescombradós depariamentcis'
los
núms.-47a 58.
El materiál hallado fué'ol hab*itual
en.está¡ruinas : .abundantes
vasos pequeñoscaliciformesibéricos; tiestos de igual clase pinta,
dos, generalmente
y
cbn decoiacióhgéorirétricá algunos.conornato
zoomorfo y antropomorfo, y unaspequeñas
muestrasde cam:paniense, así como ,variob letieros pintar,los; pesas de telar, manos de
rnorteio, muélas de molino ibético u,brazo; construccionescon
paredes de base de piedragi r,ematadaicon adobes,en departamentos remetidos (incrustadoq,
seria,:.rnás
exacto) enrla vertiente de ia
307 -
[page-n-357]
Ñ Ó T A S P R E . H I S T Ó R I C AV A R I A S
S
p'or
salvados
desniveles
la
de
loma; reiterándose existencia grandes
De
escaleras. bronce hallóse algún fragmento de fíbula, así como
útiles de hierro en pésimo estadode conservación.
importantesrealizados.en
verdaderamente
Los descubrimientos
fueron los que pasamosa reseñar.
esta carnpaña
en
En la tarde del 4 de Septiembre,aproximadamente el centro
y
del departamentonúm. 48 (habitaciónde las m,ássaqueadas desprofundidad, en la capa inferior
truídas), a sobre 40 centímetrosde
en
del estrato de tierra gris comp'uesto buena parte de arrastres,a
por el capatazEspí, salió
un golpe de zapapicodado precisamente
de
a luz wa p'lanchuela plomo doblada, que retenía envuelta otra
nrás pequeña y larga arrollada en espiral. La lámina que hacía de
estucheo envoltura estabaligeramente rota en los bordes, aguje'
readaen el centro y mostrabaen una y otra cara largos trazos incisos sin aparenteconexión. Sobre uno y otro lado del borde menos
colocado hacia arriba, partiendo de la m,ismaorilla y
roto, siemp,re
'de izquierda a derecha,se ob,servan restossiguientes escritur.t
de
los
ibérica monetal : en un lado, tras varios signos indeterminables,
de
una s y wa a (alfabetoGómez Moreno), seguidos líneasde pun'
y luego una serie de líneas verticalesparalelas en número no
tos
precisable; y en el lado op'uesto,en igual disposicióny sobre una
línea horizontal de las que suelen servir de p'auta en los plomos,
percíbese,sobre la misma orilla izquierda, un trazo semicircular,
parte de un signo Eu, y un poco a la derechaun m de tipo circular
atravesado por vástago vertical prolongado, al que sigue tam,
bién una línea de puntos y asimismo otra serie de 2A rayasverticaque sugieren,como hemos
les a continuaciónde una frase acabada,
Tam,biénen el borcieopuesdicho otrasveces,la idea de numerales.
to, sobre algunos trazos incompletos por rotura, se percibe un a
Todo ello nos hacever
modo de signo e de tres trazostransversales.
que la lámina estucheno fué sino un trozo recortado de otro gruestr
plomo escrito,de cuyo texto quedaronlas referidasfrasestruncadas
A esta lámina la cubría tal concreción,que ni aun limpia de la capa
los
térreapercibíanse signos,y sólo cuando se la libró en buena parte del carbonato de plomo, surgieron los mencionados restos de
escritura.
Y vamos a describir la lámina interior. Es ésta, como la de
rectangular alargada,
Bastidade les Alcuses>,
pequeñoorificio circular en un(r
ancho por 104de largo, llevando un
en
de los ángulos,precisamente el extrqmo que quedabavisible en
del
la últinla esp'ira arrollamiento; los dos lados mayoresdel rectán"
y
gulo se incurvan ligera y paralelam'ente, es Ia lámina de tan extre'
-308-
[page-n-358]
VARI.AS
NOTAS PREHISTORI,CAS
que casilllega al medio milímetro, Io que debió ser
mada clelgadez
y
enérgica dlara,como la de
a
obstáculo una escritura
los
Su sutileza, acrecentando efectosde las líneas de rotura iniciadas p'or los trazos de algunossignos,lo maltratadodel borde superior y la fuerte concrecióntérrea que le envolvía y le daba grarr ri"
que no pudo obtenersesin
gidez, tlifrcultaronsu desenrollamiento,
caras, ha'
se
roturas.Los textosque contieneesteplomo, en am,tras
llan escritos
también en alfabetomonetal, de izquierdaa derecha,
al
se inician y se extienden comienzoy a 1o largo de los,bordesso'
bre una línea de puntos más o menos clara, paralela a aquéllos,
en
sucesivos cuanto es necesario.
continuandoen renglones
A)
De susdos textos,el que denom.inamos estáformado por cuatro renglonesde escrituraperceptibleen casi la totalidad ilp su extensión, en signosde buen tamaño, pero de trazos tan superficiales
que suelen ser de difíci1lectura y en algún trozo totalmenteperdidos al parecer.Y el del lado opuesto, B), es de descripciónmás
compleja.En el borde convexode este lado, paralelo al mismo y
sobre una línea de partta, corre un renglón de escrituragrabadaen
su mayor parte sobre un texto anterior mal borrado, apareciendo
y
de
signos puntuaciones tal modo, que unasvecesdisuperpuestos
imposibilitnnla lectura; continuandoel mism,l
ficultany otras c'asi
texto en medio renglón más de lecturafácil. En el lado opuestode
la misma cara, es decir, sobreel borde cóncavoy por tanto escrito
en sentidocontrario,se inicia otro texto que se va perdiendopoco
a poco. También algo por debajodel orificio antesindicado,percílos
b'ense signosEu, o, constituyendoal parecerpalabra o parte de
libre, quedadoentre los
ella, pero escritade través; y cn el espacio
textos indicados,vense aquí y allá algunos otros signos más o meanteriores.
restosde escrituras
nos legibles,
r';l
La transcripcióndc tales textos la intentamosseparadamente
filológico-ibérica;
y yo, ajenosambosa la especialidad
Sr. Alcácer
y de la confrontaciónde los resultadosnació un trasladohecho con
Luego, D. Manuel G6mez Moreno.
objetividad tal vez exagerada.
a
los antecedentes la vista y el estudiodirectodei plomo.
con todos
textos,que no damosá conoccr
hizo un admirablecalco de am,bos
junto con uri trabajo del eminentemaesen esperade poderlo hacer
tro sobrelos m,ismos.
El otro hallazgo realizadoes el de una pequeña figurilla de dama
Se
ibérica en cerámica. descubrióel 5 de Septiembreen el fondo dqi
con el que el día anterior diera los plo"
49
departamento (colinclante
de
mos), en el estrato roiizo producto de descomposición enlucidos
pequeños
vasoscaliciformes
y atobones;donde se hallarantam,bién
-309-
[page-n-359]
4
NOTAS PREHISTORI,CASVARIAS
de tipo ibéricos y algunosfragmentosde cerámicaricamente decorada; nadain si.tu.
Trátasede una pequeñafigurilla, en barro cocido,
una dama ibérica en pie, que
cnl. de altura,representando
de sobre8
muestra los brazos rotos de antiguo desde el arranque. Se intentó
modelar la caracon algo, de aire tan primitivo, como la presión,le
los dedos índice y pulgar, que dejando en medio una crestaa modo
a
de nariz produjo dos depresiones los lados indicadorasd-elas mejillas, con sendoshoyuelos en el centro a manera de ojos, y, en su,;
bordes superior y lateral externo, seriesde pequeñasincisionespaamplias cejas.No hay ningún acusede pelcl,
ralelas representando
de orejas,ni apenasde boca. La cabezase prolonga hacia atrás cubierta con un a modo de gorro cilíndrico terminado en dep,resión
y
circular, sin que entre la cabeza la cobertura aparezcalínea alguy
El
na de separación. cuerpo,aplanado sin modeladoalguno, que
debió estar pintado de rojo, va cubierto de una vestidura talar que
llega desdeIa parte alta del cuello, donde se ve una línea de incisionesque tal vez quiera representarun collar o gargantilla, hasta
- los pies, que apenassi asornan
por el borde inferior. Del mrismocola
lor rojizo se p'ri¡¡1$ boca y el fondo del bonetillo. Un taladro vetpor el lado del bonete, indica que ia
tical que atraviesala cab,eza
que muestra en
frgura se destinó a estar colgada.El descascarillado
parte central del frente, dejando ver una superficielisa y uniforla
si
me, hace sospechar se fabricó la pieza en dos tiempob, cubriénahora. Como se ve, trádola al final con la capaque se desprende
- tase de un exvoto en cerámica,de ejecución poco cuidada, pero
interesantepor su originalidad entre las demás figuras sem,ejantes
pocos paralelosen las
El
valencianas. tocado, al que encontramos
valencianos,
nos recuerdaalgunasparefigurillasde los santuarios
y
con
cidas de otros lejanos,pero con faldasacamp'anadas cubiertas'
gorros cilíndricos,así como otras de Tbiza con ligerasvariantes.
Las clospiezasdescritas
dieron, como se ve, un marcado interés
de
de
a la campafra excavaciones dicho año.
AÑO
Se excavóeste año en el área que restabaentre lo explorado en
que fué objeto de las prirnerasexcavaciola campañaantcrior ,v*-la
fondo al parecery
nes; lugar de laderamuy pendiente,de escaso
piedra rodada, que ofrepíapocas esperanzas fecundide
de mucha
dlad; pero' como'no era admisible dejar aquel enclaveen un extre
mo del terrerto,sin explorar, se procedií a la excavación.
los
Sres.Alcácer y Pla,
Nos ayudaronen esta campaña Agregados,
-310-
[page-n-360]
NOTAS FRBHISTORI'OASVARIAS
5
y Chocomelien los últimos días,y se descubrieron vaciaron los
y
departamentosnúms. 59 al 69; que fu,eron,como se esperatra,
pobres en material, pues se repitieron los hallazgoscorrientes (fusayolos, pesos,platos,vasitos caliciformes,oinochoes,algunos tiesto;
pintados ricamentey escritos,etc.), que no reseñamospor creerlo
innecesario ser tan generalmente
al
conocidos; mereciendoespecial
mención una p'iezaactiva de c'ierrede cinturón, de tipo excepcionai
en estasruinas, por ser de las de bronce de doble'ganchoy escotaduras laterales abiertas.Y también consideramos interés el dar
de
aquí a conocer Ia estratihcación un departamrento
de
excavadocon
que puede proporcionar.
fortuna, el número 59, por las enseñanzas
Se trata de una habitación aproximadamente
cuadrangular,algunas
de cuyasparedesestribaban
sobre rocasde la vertiente pronunciada,
en la que, como es frecuente,estabaremetida \a parte del fondo
Esta se fortaleció mediante una pared de piedra en seco, que llevaba al pie, a modo de estribo,un poyo o banco de lo mismo. Todo
el espacio lo que fué habitación halló relleno hasta igualarle
de
se
con la línea de la vertiente.La excavación
acusóla siguienteestrati.
frcación: una capa superficial
con vegetaciónpobre y escasohumus; otra amplia zona de arrastres tierra gris, piedrasy tiestos
de
gradualmentede dentro a fuera; estre.
rodados, que se adelgazaba
piedrasy algunostiestos,con !l
cho estratorojizo claro, sin apenas
particularidad que se interponíaentre Ia parte trasera la capr
de
de
y la pared del fondo en casi toda la altura de ésta, que era
anterior
y
m,etros, llegaba anchuraaproximadamente
en
hau.
cleunos cuantos
ta el borde del bancodicho; capahumosa,negruzcLt,
ancha,de l5:r
20 centímetros y debajo,estrato,rellenandola planta, de tierra roja
;
piedra, ademásde pequeños
tiestosesporádi.
uniforme, sin apenas
a
cos, pues no pertenecían piezasmás o menos íntegras,cubriéndo.
en
se así el material que permanecía su lugar, unos vasoschafados
y otras varios en pie. I-os estratos
tenían una marcadainclinación
paralelaa Ia de la superfrcie la loma, menol'
de
aproximadamente
acusada los de abajo. El materialencontradoen el fondo fué :
en
cuatro vasitos del conocido tipo caliciforme y otro de iuerpo esfe.
y
geo"
roidal; dos oinochoesde cuerpo bitroncocónico decoración
otro vaso de cuerpo parecido y cuello alto, ancho,sirr
métrica;
boca, ornado con una greca entre cintas en el cuello, y otra fina
rellenosde motivos varios, en el vientre; un sosde semicírculos
bajos; nlano de mortero rematadaen cabez¿
tén de ios cerám,icos
semilunares
de baal parecerde animal; fusayolos dos sostenes
;
rro; una pequeñapieza caliza rectangular taladradaen el centro;
un afilador, un par de conchascorrientesen estos poblados y unÍ
-311-
[page-n-361]
6
NOTAS.PREHTSTORI,CAS
VARIAS
oxidada cuchilla de hierro, hallada sobre el banco; así como una
varilla, un clavo y dos trozos inform,es láminas de lo mismo.
de
En las excavaciones año anterior faltó explorar p.or comp,letcr
del
los departamentos
núms. 55 y 56, de especialinterés éste por parecer compuestode dos partes, una a a nivel bajo y otra, b, a unos
150 cm. por encima de aquél; haciéndonos
pensarlo así la clase de
(casquijoy apenastiestosrodados) que comp,onianel b.
m,ateriales
La labor emprendida este año nos afirmó en tal parecer al descu.
brirse la pared transversalde sostén del macizadodel departamento
alto. Una zanja proÍunda en la parte a, acus6 un fondo uumplejo,
que hizo pensar en una reconstrucciín realizadaen tal departamento..cuyos detallesdaríana esta referenciauna extensióninadecuada.
AñO t942
Si p,ocofecunda fué la Lona excavacla 1941,más desagradable
en
erala qrre restabaexplorar para1942: espaciocom,prendido SE.
al
tle los departamentos a 51 ambos inclusive,más abajo de'la tabl:i
48
de algarrobosque sirvió de paso para la sacade tierras en los años
precedentes,
desde donde Ia ladera aumentabasu pendiente hast¡
hacer poco menos que im,practicables trabajos,salvo en el extre.
los
mo S., donde en dirección al cementeriode Liria nacía.yse extendía un espolónque le daba un poco de amplitud al terreno. En ese
y
ligero ensanchamiento desde tna línea a lo largo de la tabla dicha
hasta un cam,pitocon una pequeña cantera, sito unos 20 metros
más abajo, se realizó la excavación
tomando como base inrcial un:.i
hilada de piedras que afloraba en el yermo; excavaciónque había
ya
de enlazarsecon las habitaciones descubiertas años anterioen
res en lugar un poco más alto. Se descubrieronlos departpmentos
70 a 85, Ia mayor parte'incompletosy sobre un suelo rocoso en extremo accidentado.
Nos ayudaron en la excavaciónlos Agregados Srs. Alcácer .v..
PIa, y los trabajosfueron en extrerno infructuosos,dando las acostumbradas piezasde escaso
interés y los fragmentoscerámicosco"
rrieútes, salvo un ánforade cuerpo cónico, parte superior :rplanada
sin reborde en la boca y pequeñasasasverticales,que recuerda las
de la cultura ibérica de la costa catalana; pieza aparecidachafada,
en una oquedad que en el ángulo Noroeste del departamenlo77
formaba el banco de roca que constituía el cimiento de lr m,ayor
parte de la pared Oeste.
El departamento78, de nivel más elevado que los que le rodeaban, presentabaun suelo de argamasa
muy endureciday lisa, con
-312-
[page-n-362]
VATRIAS
NOTAS PREHISTORICIAS
7
manifiestashuellas de habersemantenido un fuego muy pertinaz
si
como
sobreél; lo que hizo pensar se utilizó estecompartimiento
horno.
Lo que en realidad tuvo más interés en esta campañafué la inrealizadap,aradar con la necrótentona, creíamosque afortunad,a,
polis de la población destruída.Desdeque se excavaen Liria veníala
nos preocup'ando localización de la necrópolis de la población
así
remota; habiendorecorrido no pocasvecessus inmediaciones,
corno examinadoreiteradamenteun altozano que se destacaen la
vertiente L. del cerro, clenominadoel
que debió ser zona urbana; especiede esp'olóno contrado en lo
fuerte Quearrancade Ia vertiente en su tercio inferior, por bajo de
la inflexión que forma la crestadel cerro a la entrad.a
antesdel castillo, hoy del ermitorio. Por el collado de arranque del contrafuer
te, cruzan ahora las sendasy'probablementeantes los caminos más
importantes de este lado del cerro, y se levanta suavementeel terreno a partir de aquél hasta constituir un altozano regular, de
ciha llana, cuyas faldas, casi en su totalidad ocupadaspor
escasa
pequeños campos de algarrobos, especialmente N., llegan por
la
I-evante hasta la llanura. Recénocimientosanterioressuperficiales,
nos hicieron ver el escaso
fondo del terreno montuoso que aún co'
rre desdeel collaclohastala cima y parte de la vertiente 5., tal vez
por haberseaprovechacio tierra superficialpara construir los
la
campos inmediatos, levantando con gran artifrcio paredes de soscon tierra luego; pero lo aisladodel
tén y rellenandolos espacios
cerrito, que lógicamentequedabafuera de la vertiente de fácileses.
nos aconsejaban
hrcer unl
tribos para la construcciónde defensas,
Y así lo dispusimoscuando ya esta campaña
exploración decidida.
de excavaciónestabapara terrninarse; y el Agregado E. Pla con
s,€
Espí y uno de los peonesmás inteligente,s, €rlczrgzronde tal labor, que fué tan afortunadaque, al intentar una segundacatadieron
que ya había sido rota
con una urna colocadatan superñcialmente
por el cuello. Estabasentada
impropia del
sobretierra amarillenta,
verticalmente,de una serie de telugar y rodeada, para sostenerla
rrones de la tierra dura que en el país llaman tapi. La urna estaba
llena de tierras de arrastre,con tiestosdel vaso y otros más finos, y
restosóseoscalcinados, que quedara,
sin
hacia el fondo abundantes
ofrenda al rnuerto. El vaso-urna,resi lo hubo, nada que significara
construídoen lo posible, tiene la forma de tinajilla, con cuello corto
y borde' ligeramenteexvasado,sobre el que estribaranunas pequeñas asasde doble nervatura.Es de color amarillento y no lleva dede
coracióu alguna. Y así, con la satisfacción haber dado por fin
-313-
[page-n-363]
8
NOTAS PR,EHISTORICAS
V^ARIAS
con la necrópolisdeseada,
aunque el poco fondo del terreno no
permitieramuchasilusiones, dieron por terminados
los trabajos
se
para reem,prenderlos la siguientecampaña.
en
AñO 1943
La campañade 1943,como se deducede lo que queda expuesto,
el
se dedicó principalmentea excavarla necrípolis descubierta año
rle
extra,
antes; aunquesin esperanza que fuera de una fecundidaC
por la nafuraleza
terreno enla zona a explorar; y aírn
del
ordinaria
erramos en el prop'ósitopor demasiadooptimista.
de
con la colab,oración los Agregados
Se ernpezóla exp,loración,
Alcácer y Pla, mediante unas zanjas alrededor del punto donde se
en
hallara Ia urna descubierta, un suelo en el que las rocas afloran
y el fondo suele ser de poco más de 20 centímetros.
con frecuencia
A sobre unos 15 metros al SE. del lu,garque ocup'arala urna l.'y
un gran vaso de aspectobien
también
'arcaico casi superficial,se descubrió
(negro, hecho a Ítano y con tres cordonesparaleloscon im
presiones
digitalescircundandoel vientre) al que le faltaba el tercio
superior. Estaba lleno de tierra arrastrada,no se hallaron huesosy
se encontraron en el fondo dos como pequeñaspulseraso tal vez
y
una conch,.l
de
arracadas cobre, delgadas de secciónplanoconvexa,
de cipreay junto a ella, pero fuera, una menuda pieza de piedra
con dos taladros,ttno cuando menosartificial,que semejaresto de
fósil. Se hallabael vaso sentadosobre una losa natural, rodeadade
tierra con algunas piedras que par,ecíanestibarla, y junto a un
hoyo, que debió servir hace algún tiempo para fijar un poste,
debiendo ser entoncescuando la urna se rompiera, y tal vez se rebuscaraen ella; y al levantarlade su sitio nos dinos cuenta rle que
y
estaba
casi desfondada por ello se deiaríasentadasobre la losa,con
de
lo que contenía.Es curioso el errr,*pleo esta urna dercaráctertan
arcaico,sentadacle igual modo que otra de tipo más moderno, que
vamosa describir.
A sobre 12 metros a L. de Ia sepulturaprimera, se descubrióotra
pieza cerámica
en
consistente un plato mediano, del tipo hondo, no
muy frecuente en lo ibérico liriano, de barro tosco y botde recto
con dos agujerillosen éi para colgarle. Estaba en el sitio boca abajo sobre una losa y fragmentado,y cubría algunos huesos incine'
raclos.El conjunto estuvo rodeado de piedras (losetasgeneralmenformando menudapared en dos de los lados.Borde
te), ordenadas
de plato parecido se halló en Ia vertiente NE. No se encontró
ofrenda alguna.
-3r4-
[page-n-364]
NOTAS,PREHISTORI.CAS VARIAS
9
No sabemossi vale.tener como restos de sepultura otros fragm,entos
cerámiccs,al parecerde urna, halladoscercade la anterior.
La escasez ellós,y Ia falta de ningún otro resto lo hace d¡rrlosb.
de
Continüaba explorándoseel terreno inútilrnente, cuando'en la
veitienterN. d" la cima del cerrillo, sotrre el borde de un campito
por una roca, se descubrieron
de algarrobosy eft lugar resguardado
una.porción de restos humanos, que al comienzo tuvim<¡spor se'
pultura de inhumación perteñecienteS tiempos más remotos de
a
'dió un
'la vida en San Miguel, y qlre, explorada cuidádosamente,
esqueletoen posición de cúbito supino y otro incompleto D-ebie'
de
ron"perténecera afgunoscombatientes tiempos cercanos,muer'
tos allí.en la ladera y enterradosen el sitio.
'Y
con la inútil exploraciónde lo que parecíanrestosde paredes
y ahiladasde piedrasgrllesas
se
existentes el
term,inata, con tan escasoéxito, la excavación de la supuesta ne'rnás.
bastante
crópolis, dé que esperábarnos
Se dirigieron entonces los trabaios a algunas pequeñas zonas,
'un
so-o-re -a,mala
ap,rovecha'bles,'de laderá frbntera al
que baia desdela cima hastael collado; y algunos
nera de caballón
por
grupos de éxcavadores esp'arcieróno puntos diversos, corno
se
vam,osa ver.
Uno de ellos fué en la cima de un puntal,frontero a la puerta de
castillo y cclnvento,sitio donde se había erigido una crvz
acceso,al
que dornina la parte alta del caseríode Liria; y para cimentar aquélla se hubo de remover el poco estrato que'restabade una estaci{n
rernota,y decidinrosestudiqrio.El examensuperficialno dió m,atérial ninguno de interés; y la cata abierta,junto a una alineaciónde
piédras como dé pared, dió tierra cenicientáy tiestos de cerámica
basta, hecha a mano, de barro negro, con puntos de m'ica,un fragmento de borde liso con mamelón cercanoja la orilla, otro tiesto
a
con borde dentado perteneciente un cuello bastante alto y con
tendencia a exvasarseal final, varios fragrrlentos de sílex y un pectúnculo agujereado.El basamentorecién hecho a la cruz, no p€rmitía una exploración más completa.
f'ambién para estudiar ciertos lugares de lo exbavado en. años
anteriores,se efectuaronalgunospequeñostrabajosen los departamentos contiguosa los núms. 70 v 71, que dieron lugar al descubri93,
miento del departamen'to en el que se hallaron restoscerámicos
(vasitos caliciforrnes,platos, etc.), un ponderal de plocorrieñtes
mo y una lámina como fama de pinzas. Igualrnente'serealizaron
36
en
trahajoscomplementarios los departamentbs v 37'
en
Las nuevas excavaciones, lá ladeft L' del castillo, se llevaron
-
.:.31r
[page-n-365]
l0
NOTAS IPREHISTORIC,AS
VARIAS
al caballón antedicho.Allí, en la parte de la vertiente más cercana
al arranquedel puntal, se excavaronlos escasos
restos de c¿sitas
situadaspor encima de la sendaque transversalmente
cruza la parte
baja de la ladera, zona muy rocosa; cuyas labores se fueron extendiendo por la pequeñapendiente que daba al olival de la rinque se nuconada del lado S., descubriéndose departamrentos
los
meraron 86 a 101.
Para que se tenga idea del terreno y de su excavación,extracta,
mos los detallesde un corte del departamento95, que dió la estra-n
tificación siguiente,ap,arte la capa superficialde humus, apenas
de
perceptible: tierra rojiza clara con piedras,tiestosrodados y demás arrastres;una capa,que no alcanza todo lo ancho de la su,
a
perficie, que parece como de argamasá tierra roja muy apretada,
;
junto a la pared; sobre el banco existenteen el ángulo de la del
foncloy a lo largo de todo el suelo,cenizay algunosvasos,pnrte de
ellos in situ.
E.qinteresanteel clescubrimiento otra habitación con un miode
llno, en su lugar (departamentonúni. 1001: dió prim,ero un gran
estrato de relleno con restos de atobones,otros que pudieron ser
de la techumbrey escasa
cerfmica; el infe,rior,comrpuesto cenide
za y gran cantidadde cerámica,que llenaba la parte baja del declive
iniciado desdela pared m,ás
alta; y en el centro del área, emrergiendo de la segundacapa,la pieza m6vil de un m,olino quedado completo en su sitio, ) sentadosobre una porción del suelo a manerc
de plataforma, elevada'sobreel resto del departamento.
Dió esta campaña,adernásdel acostumbradomaterial, que por
lo conocido estimamosinírtil reseñar: entre la cerámica, buena
parte de Llnvaso pintado con parejasde jinete y peón combatiendo,
y porciones de otro de barro amarillento ornado con interesante
decoraciónvegetal cle amplios y bellos desarrollos; de metal, una
rota campanillaen form,ade casquete
esféricoy un alfiler grande de
línea incisaen espiral,y una gruesacuenta
cabezadecorada
con una
de vidrio de las ornadasa gajos; y el tronco de una figura de barro,
toro o caballo probablemente,de sobre unos 10 centímetros de
largo.
A partir de 1943no se han proseguido las excavaciones San
en
Miguel. De un lado importantes yacimientosnuevos descubiertos
han requerido la atención preferentedel Servicio, para no detener
_316_
[page-n-366]
VARIAS
PREHISTÓ'RIC.A,S
NÓTAS
11
la labor reriovadoraque el Museo exige. Pero, ello aparte,se ha de
tener en cuenta que las dificultadesp'ara excavar en San Mriguel'
sesiempre grandes,han ido aumentandoa medida que nos hem,os
se exploró los primeros años, y que se ha
parado d.ela zonadonde
ido agotando el terreno libre disponible y más adecuado.Al presente la excavaciónha de llevarsea zonas cultivadas,siempre con
de
los inconvenientes la incertidumbre del vaior del estrato que
tablas
destrucciónde escalonadas
los camposy la necesaria
cubren,
que los sustentan terreno de tanto
en
y de las márgenes
en cultivo
desnivelcomo los de estasruinas; y para ello precisala realizsc\$n
a
de
con los propietariosy celebración acuerdos que
de gestiones
hastaahora no se ha podido llegar.
I. BALLESTER
de
prehistóricos
L os descubrimientos
Coronar
lPenáguila;
grande,que
de
Es este un descubrimiento interésarqueológico
acaecidas
incidencias
lo ha adquiridomayor con motivo de algunas
y
al conocerse al ponerseen tela de juicio la legitimidadde gran
parte de los materialeshallados. Creemos convenientela publicación de este avance a la exp'osicióndel descubrimiento,porque,
aparte de dar a los estudiososuna impresión general del mateque concurrieron en el hallazgo,hay
rial y de las circunstancias
que hacer referencia a una porción de aquél de legitimiclad fundada. A ello opinamos que ciebiópreceder un informe técniccrso'
(análisisde los plobre ciertos puntos propiós de especialidades
em'
mos y de las tierras en que aparecieron,estudio de los hr-iesos
en
pleados, etc.) y principalmente una campaña de excavaciones
lugar del descubrimiento; la que teníamos dispuesta,poco desel
pués de éste, cuando encontramosgran oposición para realizarla,
por un lado en el dueño del terreno retirándonos la autorización
que habíanos
concedido,y de otro en el Sr. Gobernador de Alicante prohibiéndonos que las realizáranx¡s, no obstante la autorización obtenida de la Comisaría General, por creer' a pesar de esto,
que debía llevarlas a efecto persona de aquella provincia e ingresarselos hallazgosen el Museo de la misma. Y en esperade po'
cuando el Consejo Superjor de Invesclerlasemprender estábamos
p,or la importancia del descuCientíficas,segurantente
tigaciones
más que esperar' designar una cobrimiento estimó conveniente,
-317-
[page-n-367]
12
N O T A S P R E H I S T O R I ' C , AV . \ R I A S
S
prontamenteen el estudiode 1o descubiermisión que interviniese
to; y a ella, constituíday personadaen Valencia, hemos expnesto
y
lo que obraba en nuestro poder y los antecedentes juicios que teníamos formados sobre el caso. Pero mientras se formula el informe de la Comisión, consideramosconveniente, como va dicho,
hacer en ARCHIVO una somera referenciade los hallazgosy de
en
las circunstancias que se dieran.
El 25 de.Junio de 1944nos comunicabael Agregado del S. I. P.
en Alcoy, Sr. Visedo, el descubriniiento,por acaso,de un extraordinario depósito de material arqueológicoen el <
la; y requeríanos
los datos proporcionados,soiicitamos, sin pérdida de tiempo, autorizaciín de la Comisaría para excar;arlo,la que nos fué concedida con toda diligencia; y el 29 del mismo mes visitábamosla
por los elementosalcoyanosdel S. I. P. y
acompañados
Sr
. por ef capataz Espí.
Es el Mas de Is una modestacasade labor situadaen el término
que
de Penáguila,partida
y de Alcoy, y es bien conocida de los rrtérminos de Benifallim
queólogosalcoyanospor algunos hallazgosrealizados ella. Una
en
gran llanada,con ligera inclinaciónal S., remata en estrecha
zona
apuntada,formada por la cor-rfluencia dos barrancosprofundos,
de
al cerrarse en ángulo agudo, en cuyo mism'ovértice y en un altozano, estáel
una pequeña planicie la meseta clel cerrillo, con raudas vertientes
pgr Norte, Sur y Levante, y e! obstáculode una acusada
depresión
por Poniente, que debió hacer de foso de defensa.La proyección
vertical y el perfrl longitudinal son, esencialmente,
los que suelen
ofrecer todss las estaciones
serranas
del Eneolítico al Argar, jnenos
perceptib,le
aquí al estar emplazadaen la parte más baja cle la lla.
ha
nada; lo qrle tal'vezt m'otivado no habersido por nadie exploel
rada hastaahora, no obstanteser conocidade'muchosprehistoriadores la partida
dicos, y que entre el edificio del Mas y el altozano de que hablaprehistórica,
moS,suelehallarse
cerámica
inclusocnrdial.
superñcial
Al visitar nosotros la
todo el terreno, desde el collado
donde se acabanlas viñas, hasta el fondo de las vertientes, comprendiendo la mesetay unas tablas, m,ásque cámpos, que la rodeaban, terreno constituído por tierras pobres albarizas, estaba
propia de un yermo de muinculto, con la vegetaciónespontánea
probablementea partir de los en que la' filoxera arrasó
chos años;
-318-
[page-n-368]
.
ñoTAs PRBHTSTORTC,AS
vARrA,S
13
en la comarca los viñedos hace más de medio siglo, que no se re,
pusieron por serlo antieconómiicoen suelos míseros como er d,¿
que hablamos.sólo se notaba la tierra removida en cierto sitio de
la tablita que horcÍea la cima po.el Norte, donde aparecía una
hoyada como de silo revestido de piedras, de forma ovoide hacia
el fondo y la nritad alta semicilíndrica, incrustada en lo más elevado de la meseta.Medía el silo sobre 4,40 m,etrosen su tliáinetro
superior, por 4 de altura, y terminaba en lo más hondo en una losa
de sobre 40 centímetros; y seis de las piedras más salient'es
lleva.
ban grabadasborrosas figuras de cuadrúpedos,al parecer. El silo
había sido ya vaciado a nuestrallegada; buena cantidadde tierra
sacaday echada atrás al explorarle, se extendía en forma de larga
cola blancadesdelo alto de la tabla al barrancoinmediato y alt
rededor de Ia b'ocadel silo abundaban,entre el blanquizar de ros
residuos de tierras, candiles de asta de ciervo y fragmentosvarios
de ellas destrozadas.
una cosa podía afirmarsetras de nuestro pri.
mer reconqcimiento: que en muchos años no se había practicado
hoyo alguno en la
tierras aproximadarnentenecesariod
p'ara rellenar la p,orción que
quedabadel silo; ni siquiera.,pudo
extraerse el collado próxi.
en
mo, de la viña ya criad.aplantada al cuadro, que no consentín tal
hoyada; y sabarlay transporta,rla rnás lejos era absurdo pen-,
de
sarlo. Luego, cuando los duéñ
valorizar a nuestrosojos su fincá, apresuráronse
alabrarla de prise
y corriendo
Según los detalles que sernos dieron sob,reel lugar, Miguelito
Barrachina, un hijo del dueño del campo, estudiantede Bachiller
en el Instituto de Alcoy, qüe alternabalos estudioscon er raboreo
de la finca, al ver surgir entre las piedras de los bordes del silo unas
astasde ciervo, tiró de ellas, escarbóalgo y auinentó su curiosidad
con el hállazgode otros r,estos;los llevó a Visedo, y éstele hizo ver
el interésde lo descuhierto,dándole algunasinsfrucciones intervie
niendo luego personalmente las rebuscas; así se reunió el may
en
terial que en buena'parte obraba en poder de aquéI, y el resto en
casade los propietarios de la finca. Despuésde nuestravisita dispusimos que el Agregado Sr. Pascual prepararael cribado de toda Ia
tierra extraída, como lohizo, mientras organizábam,os excavación.
la
Luego, alguien despertóla ambición del propietario del campo y en
contra nuestra el ánimo de la Autoridad Provincial Gubernativa,
como se ha expuesto. Y ya nada se pudo hacer pata aclarar los no
escasos leves problemas que el hallazgo p'lanteaba.Interesándoni
nos hacer ahora constar que, contra lo que se ha pretendido soste,
-319-
[page-n-369]
1,4
VARIAS
ñóilS FR'EHrSro,Rrc,As
ner luego, antes de la intervención del S. I. P. nadie, en rbsoluto,
tenía noticia de este despoblado,ni rnenos del depósito exisr"ente
en ei silo, y ni siquiera se había explorado superficialmente
aquél,
por las personas
aludidas.
si no ,es realizado
lo
En el domicilio del Sr. Visedo nos hicimos cargo de los objetos
allí obr¿ntes.La impresión del nutrido conjunto de olrjetos extraordinarios, ¡' sobre todo de las dos láminas de plomo que habían
sido limpiadas a fondo, según decían,-conagua fuerternenteacidrrlada, era tal, que alguien que nos acomp'añaba, saber dominar
sin
su impresión, habló de falsedad.
que
Los plomos eran tres; sospechábase de galena argentífera
:
uno bastamentelaminado a golp,es,
rédtangularalargado(183 milímetros de largo p,or80 de ancho y 3 de grueso),profusamenteescrito en alfabeto jónico (691 signos), encontradosegún nos dijeron
pero mejor
a sobre 2,50m,etros profundidad; otra lámina gru€sá;
de
conseguida,
también rectangular,asimismo escritap'or ambos lados
en el mismo'alfabeto,rep,roduciendo texto del anverso de! de la
el
Serreta,a 3,20metros; y a 75 centímetrosse habíadado el de forma
discoidal y 15 centímetrosde diárnetro, con signos no tan legibles,
en ambas caras; tipo de_lám,inaésta, que ¡ecuerda las conocidas
con lmprecaclones,
tan"abundantesen el Museo de Atenas; pero
que en Espaha aigunas semejantess.e han tenido por roÍlanas
(véanselas halladaspor Rornero de Torres en Córdoba), sin que
haya base para contradecir la posibilidad de una herencia grieg:r.
De todos los plomos se sacaroncalcosy se mandaron copias a los
especialistas
españoles en filología antigua. Poco después, don
Manuel G6mez Moreno nos comunicabasu sospecha que tales
de
plomos fueran falsosy la conveniencia practicar análisisde ellos.
de
Pesandomucho en nuestro ánimo parecertan docto y estimable,
a'todo
tuvimos desdeel principio dudas de que la falsedadafectara
que nos inducía, antes de aceptarlo, al
el conjunto de objetos; lo
retenidospor el dueño, y a una
estudio y análisisde los restantes,
excavación previa aclaratoria.
No podemos detenernosahora en la descripcióny examen de
todo el material descubierto,el obrante en nuestro poder y el en
otras manos, conocido sólo por dibujos y fotos, en una nota como
la presentededicadasólo a dar una impresión de conjunto, en espera de más elementosde juicio y de mejor oportunidad de estudio.
Y a ello vamos.
Es de r'ecordar,en prirner térm,ino, el extraordinario número
de inscripciones
incisasen tabletasde marga del país, fácil al grabado, en losetas de arenisca y de caliza, en alguna asta de cáp,rido,
-320-
[page-n-370]
NOTAS.PR'EHISTORICIA,S
VA,RIAS
16
y en unos huesos.Estas inscripciones,trazadascon n1áso meno
habilidad y corrección caligráfr.ca,lo
eitán también generalmente
en
alfabeto jónico, y algunasotras en el ibérico rnonetal; sin que se
halle ninguna en el tartésico,no obstantEhaber aparecidono mn¡,
lejos de allí el p,lomo de
escrito en
este último.
se debe recogerla particularidadde que en dos de tales inscripciones se lee la frase gudua deitzdea,que en el vaso del conrbate
entre barcasde san Miguel de Liria parece querer explicar la escena inmediata; sipndo extraño su reiterado empleo aquí, en ocasion'esdistintas.También es digno de notarseque en otras incripclones
se recogíantoponímicos comarcales,
tales como Alberri y serreta,
con m'odificaciones
insignificantes,
nombres conocidosde sierrasin.
mediatasal lugar del hallazgo; fenómeno que, aunque chocanre,no
es como se sabe único; cabiendorecordar el interesante
caso de
Masía de ia Roca, en la plana de Vich, donde se halló aquella estela escrita que publicara el P. Naval y reprodujo recientemente
Beltrán (v. <
resp,ectivamente),
cuyo texto habla de un habitante o de alguien
procedentede Dsorrits, junto a un río aún llamado Sorreits.
Entre las aludidas losetas(no hay que decir que aproyechadas
algunasvecesen forma regularizad,a otras, las más, en su aspecto
y
natural) las hay no sólo escritas,
sino tam,biénornadascon figuras,
pero casi siempre componiendo escenasde caza mayor, generalmente de ciervos y .cazadores
con arcos; siendo de tener m,uy en
consideración hechoextrañode que ni una sola vez se vea Ia jael
balina o lanza,armasúriicasen las comp,osiciones
similarespintadas
en los vasosibéricos. En todas ellas las rep,resentaciones
antropomorfas y zoomorÍasno pueden tenerseciertamentepor modelo de
acertada
interpretación.I-as figurashumanasson sumarias,y las rle
animales.tan inciertaseu:esuelen distinguirsesólo por alguna nota
muy típica, como por ejemplo los ,ramosos
cuernosde los ciervo¡.
Recordaremos
algunasde tales escenas un cazador,
:
desdeuna barca se prepara a dispararel arco sobre una cierva echada,tras la que
se ve el macho; a o|ro ciervo en pie le rodeanunasmenudas
figuras
de cazad,ores arcos; un pequeñocanto aplanado, perñl romcon
de
boidal, lleva en un lado un cuadrúpedode orejas cortas y rabo enroscado, de clasificación
difícil, mientras en el op,uestoaparecela
figura excepcionalmente
certerade un ciervo paciendo (lo rnejor de
lo grabadoen la
cuya actitud trae a la memoria, sin que
queramosigualarlesen arte, el reno p'astando Thai.genlSuiza);
de
y en otras dos losetasse representan busto de mujer con manto,
un
-321-
[page-n-371]
tG
VARI,AS
ñórAS PREr{lSrÓiRI,c,AS
puestade frente, que aunque recu,erde
alguna figura de la Sereta lo
mismo podría traer a la memoria figuras de otros santuarios,y el
perfil de una cabezade damá, ornada de diadema, rrluY sfmejanie
a la de la Serreta reproducida por Visedo (v. lámina III, Memosiendo rnuy de observarel
ria 45, Junta Superior de Excavaciones),
detalle de que el paralelo llegue hasta la reproducción del m'ismo
trazo del petfil iiracabado.Y no podernos dejar de describir el
ornato excepcionalcle otras dos extraordinariaslosetas: una figura
humana en pie, con cabezade ciervo y el cuerp'ovestido de jubón
por dond'e surgen los brazos, aparece tañendo
con sisasacusadas
sumariamente como acostumbrauna flauta doble rep'resentada
de
ban a hacerlo los cerarnistas San Miguql de l-liria, figura en teposo, a la que se le ha querido buscarparalelo,a nuestro juicio con
de
exageración,en la figura de danzanteenrnascarado Trois-Fréres,
que semejacubrirse con una piel y astasde ciervo : y la otra loseta
lleva la peregrina composición de un cierüo que cubre a la hem.
bra, mientras le apalea un hombre. Estas dos piezas se hallaron
fuera del silo; la primera por el joven estudianteya nombmdo,
i
en una cata hecha cerca de aquél, sobre la meseta y la segunda,
fragmentada,en la era del Mas de Is, p,6¡ Vicente Pascual,donde
por la naturalezade la composición que la ornaba debió intencionadarnenteromp'ersey echarse.
Algunas de las losetasil'evan una fuerte concreción; no apare'
ciendo del todo claro si en ciertos cásoses anterior o posterior a
las incisionesque las decoran,aunque más parecelo primeroTambién aparecenornadasvarias astasde cápridosy algún huegeneralmentede caza. Las figuras de aniso, los menos, con escenas
son igualmente inciertas y som'eras'como inm'alesy de cazadores
dicamos al hablar de las losetas; y las composiciones'en general,
se
a
semejantes las ya descrifas, graban en el espaciocentral, ligetase
cuyosbordesy bases hallan ornadoscon
mente plano, de las astas,
p'aralelos, el cuerpo de aquéllas
en
en
entalladuras forma de anillos
y aspas cortes; siendouna particularidaddigna de anotarseel que
de
suelan llevar en el borde del extremo ancho una p'orción saliente,
con un taladro, de donde colgarles; mereciendohacerver la coinciaunqueen'el extremo opuesdsncia de que un dispositivosemeiante,
to, lleve el íriolo oculaclo,en asta de ciervo de labor extraordinadel Pedregal> de Navarrés
riamente rica, descubierto en la <
las excavaciorles 1944,como puede verse en la lámina V de
en
nuestro trabajo sobre los ídolos oculadoslevantinosinserto en este
tomo de ARCHIVOT; como debemos recordar tam'b,iénque p'ieaunque sin decozas semejantesa las de referencia de la <
-322-
[page-n-372]
\.'ARIAS
NOTAS PREHISTOiRI'CAS
17
rar, se suelenver colgando del cuello de los asnos de horneros y
arrieros, en comarcasvalencianas,donde se les atrib,uyenciertas
virtudes profilácticas. di.qnode observarse
Es
que en la mayoría de
las astasy candilescolganteshallados en la
más o fiir€nos
manifiestanenterestos de haber sido pulidos.
Entre los objetos óseosprocedentesde este yacimiento figuran
dos fragmentosde huesosanchos, que semejan haber sufrido un
fuerte procesode desintegración,
por
esp,ecialmente la parte c6ncava, pero por la otra se percibeun rayadoparalelo,como de instrumento clentadocon que se les rasp,ó.
En uno se ve, vagamente,
bajo
bcrrrosa
inscripción, una barca con cuatro ocup,anres,
muy sumariamete indicados,frente a otra figura en p,ie con arco tenso, que se
prepara a disparar sobre ellos; y en el otro, cinco figuras borrosísimassemejandanzar, cogiclas las mianos,ante otra gran figude
ra incompleta. Las dos escenas
acusan,en lo fundamental, cierto
paralelismocon otras conocidascomp,osiciones
que ornan vasos de
San Miguel de Liria.
Merece trato distinto, en su totalidad o en parte (este es otro
extremo que debió aclararla proyectaday fracasada
excavación),
un
Iote de material que parece ir bien con el carácter de la estación
eneolítico-argárica, donde se realizaran los extraordinarios hallazgos de que venimos ocupándonos. vaya de pasadala afirm,ación
Y
de legitimidad del silo, bien semejanteal eneolítico <
L6pez.
Debemos rniencionar primer término un grupo de cuatro haen
chas neolíticas, todas incompletas: una de diabasa,seccióncircular y sobre8 centímetros altura; otra de diorita, secciónigual,
de
con ligera tendenciaa elipsoidal,que debió tener sobre 10 centímetros de larga; y dos m'áspequ-eñas,
una de sección¡
elipsoidal alargada, y otra, azuela, que debió medir 7 centímetrosde largo
Objetos de adorno : una pequeñacuenta de piedra, plana, elipsoidal y con taladro en el centro; seis <
p,osibles
restos
collar; un <
de
agujereado,una (púrp,ura hematomar¡
y otra concha de <
(clasificación Vidal y
de
L,6pez),y dos pectúncalos.
De sílex, un lote de pequeñassierrecitasde las supuestas
com.
ponentesde hoz; algunaspequeñasláminas, con escasos
retoques,
posibles cuchillos cortos; y una punta de flecha, foliácea, biconvexa, de labor no muy fina.
De cerámica,entre tiestosde prehistóricalisos, algunosotros de
cardial decoradoscon impresiones
del borde y uno con los del cr¡s-323-
[page-n-373]
18
N Ó T A S ' P R E } i I S T Ó R I C , AV A R I , A S
iS
tillaje del cardium y cordón con gruesasimpresiones,dactilaresposiblemente; otro con una cinta delimitada por huellas {el borde y rellena de serie de apretadasimpresionesparalelasen sentido
oblicuo; otros ornados con profundas incisiones en ser;e, y un
fragrnentocon cordón ligeramenteresaltadoornado con cortes. Y
viene a ser el dc un pequeño cono de barro
un hallazgoesp,ecial
Yarias'
cocido de las a que se han declosignificaciones
'
De asta. miuchosrestosde ias de ciervo; una grande, completa,
de
de lo mismo, y otra al p'arecer corzo.
sin
f)e cobre hallóse,superficialmente poder precisardónde, tttia
preroya avanzada.
prrnta de flechade perfil foliáceo,
Dentro de este lote de m,aterialmerecen mención especial unas
piezas <|e hueso, como ídolos, recortadosde modo que recuerdan
la
más o menosap,roximadamente frgurahumana; uno de los ejem'
y ccjas incisasy de nariz y ojos punp'larescon indicación de boca
de
teados y algunos otros ejemplares,todos s.ep,arándose los hasta
conocidoscomo del eneolíticoi y punzonesde hueso, alguno
ahora
'sin
p,araempuñárlos; buen número
la articulaciónacostum,brada
de falangeslargasy cortas, en su mayor parte taladradasy ornadas
y
con cortes transversales; resto de un asta de ciervo, reducidaa s¡
vástalo central, decoradacon series de entalladurasparalelas cirpieza que lleva en lrr
cundantes,y entre ellas cortes entrecruzados,
23 centímetrosde largo
alto el taladro para su suspensión; mide
de
y reiuerda ciertosbastones mando.
También en este lote de piezas,más acorde con el carácterdel
poblado, hay, como se ve, algunasque merecendudas, que sólo la
puede resolver.
excavación
La supuestafalsedaddel material principal del
nació, como va dicho, del p'arecer
Corona>r,
en
por
desconocidas ahora las razones
ya mencionado;siéndonos
ta
de
sospecha la falsedad cle estosr
que lo fundara. Para nosotros |a
plom,osnacía sólo de su aspectoexterno, de su falta de capa de carfalta que
bonato de plomo que suele envolver los descubiertos,
por
pudiera explicarseen la <
hastaahora; pero existe'lapresunciónde que difícilmente pudo
darse tal caso. Lo que sí hemos lograclo obtener del catedrático
de Química D. Francisco Bosch, es un informre en el sentido de
de
que el análisisespectroscópico uno de los plomos acusabaapey obsérveseque Ia desplatación hasta
nas indicios árgentíferos;
ese extremo es operación relativamerite moderna, Un p'osterior
a
hallazgode plomos en la m,eseta, poca distanciadel silo y a so'
-324-
[page-n-374]
NOTAS PREH ISTOTRIC:AS
V¡.RI.AS
bre unos 40 centímetros de profundidad, en una cata realizada por
el estudiante Barrachina, parece contradecir tales conclusiones;
pues uno de los nuevos plomos, llegados a nuestras m6nos, con,
siste en un trozo de lámina perfectamente p'lana, bien reg.rlar, escrita por una de las caras con grandes signos jónicos, en que se dan
todas las ap'arienciasde legitimiclad, incluso la película envolvente
que ordinariamente se ve en los plomos conocidos, si bien no es
éstc de las más densas; y, ante el contraste entre éste y los ante.
riores plomos descubiertos en la <
surge la duda de la procedencia real del nuevo documento arqueológico. Y también este
hallazgo, como otros realizados por Barrachina en la
p u e s d e s d e q u e s e n o s p r o h i b i ó e l a c c e s oa l c a m p o s i g u e h u s m , e a n d o
en é1, y al p,arecer descubriendono sólo plomos, sino losetas y,
según se nos dice, cerámica ibérica pintada, aconsejanuna pronta
excavación para evitarlo.
N o h e m o s d e h a b l a r , p o r i n n e c e s a r i o ,d e u n v a s o m o d e r n o h a llado en l.ugar bastante elevado del silo, y que al quedar éste cortado por el trazado cle la tabla y al descubierto en parte, clebió ser
allí arroja'do; un pequeño fragmento del cual obtúvose al comienzo
de la exploración y casi todo el resto mrástarde.
Al describir ligeramente el material hem,os ido subrayando aquellas particularidades dignas de tenerse en consideraci6n paru formar
c o n c e p t o d e l m i s m o . Y h a b r á d e c o n v e r t i r s eq u e , s i c a d a u n a d c
c l t r a s ,a p r e c i a d a a i s l a d a m e n t e , n o e s s u f i c i e n t e p a r a f u n d a m e n t a r
ciudas sobre la legitimidad, la impresión que en conjunto causan
convendremos que tamrpoco le es favorable: Y siguen quedando
fuera de nuestra apreciación las antes aludidas razones de orden
frlológico.
A l a s u p o s i c i ó n d e f a l s e d a d d e l o s h a l l a z g o sd e l s i l o p o d r í a n h a cerse algunos reparos.
Parece en'realidad absurdo que se em,prendiera labor tan prolija,
qu:e requería un estudio previo no ligero, el trabajo de proyectar
piezas tan numerosas y varias, y el más detenido de realizarl:s, en
suma una extraordinaria preocupación y pérdida de tiempo que
sólo p'uede apreciar quien haya examinado el volumen de objetos
s o b r e q u e r e c a e s o s p e c h a ,y q u e e l l o s e h i c i e r a n o p a r a i u c r a r s c
dar con un silo eneolítico, vaciarle en todo o en parte, entretenerse
en grabar (mal grabar) figuras en unas p,iedras de su revestimiento
cercanas al fondo, cubriéndolo todo luego y dejándolo allí, a la
b u e n a d e D i o s y e n e s p e r a á d e q u é ? ; é d e c h a s q u e a ra l d e s c o n o c i d o
-32ó-
[page-n-375]
20
NOTAS PREHISTORICAS VARIAS
que lo hallare? Lo único conseguible así era haber perdido el
tiémpo en un gran esfuerzoinútil. Que la falsificación,
no
supuesra,
tuvo la finalidadde lucro es evidente.éCuál fué, en sü caso? Esta
es la duda, si aquéllase admite,y no nos es dado hoy adivinartales
propósitos.
La observaciónde aparentes
influenciasde vasosde San Miguel
(por ejemplo la r,epeticióndel letrero gudua deitzdea')
hace pensar
que la {alsiñcaciónhipotética debía ser necesariamente
posterior a
1935en que repartimos nuestra Memoria relativa a 7934,r.londese
paralelos
daban a conocer los vasoscon que p,uedenestablecerse
más o fiiienospróximos, como el del com,bateentre b,arc,rs, de
el
pesca,
lucha y caza,y el de la danzabisexual; y a ello pareceopo.
nerseel que todo el suelo del
m,ención,salvo en eli silo vaciado; y cuéntese
también que se neceaños desdeel conocimientode tal publicaciónhasta plasitarían
near el trabajo y realizarlo, lo que obligaría a suponer la falsificaque deiión bien posterior a 1935,con lo que parece evidenciarse
huellasclarasdel trasiegode
bieron perdurar hastanuestrostiemrpos
tierras.
que el <
También debe considerarse
está
por todos ladosp'or tierrasde labor y masías,
la llanada,dominado
a cuyos cultivadoresy habitadoresdifícilmente hubiera pasadodespara enterrar lo falsificado,
apercibido un trabajo de días, necesario
en una labor extraña e incomprensiblepara los labradoresque la
observaran; y hemos de decir, que, hasta ahora, no sabemosde
nadie que la recuerde.
Hemos expuesto, aunque ligeramente, cuanto creemos necedel
que nos atrevamosa tomar abiertam,ente
partido,
de la Corona>,sin
thora, sobre su legitirnidado ilegitimidad; lo que sería prematuro
antes de conocer todos los materiales,la totalidad de los argumentos aducidos para suponerlo, así como el resultado de los análisis
en curso; y sin que, cuando menos para saber efl su caso el alcancedc la falsificaciónen cuanto afecte al material de carácte¡
eneolítico y argárico del despoblado,se realicen en él las excavaciones que venirnos estimandoprecisas.
I. BAI-I.ESTER
-326-
[page-n-376]
VARTAS
NOTAS PREHISTORI,OAS
2l
albaidense
Sobreprehistoria
prehistóricas la comarca
Tocante a nuestrasinvestigaciones
en
del antiguo Marquesadode Albaida, de unas, com,ode la Covacha
de Cam.í-Re'al,
tratamosya en el tomo I.' de ARCHIVO, de otras,
como de la Cór¡a del Rarranc del Cq.stellet (Carrícola), tenemos
hace tiempo preparadoel estudio para su publicacióny hernos hecho referencias
varias a esta estación; y otro tanto sucedecon las
excavaciones
del despobladoibérico albaidensede Cou¿lta; pero
hemos ido recogiendo,en años, una serie de otrcs datos
adem'ás
que, aunque de escasa
monta cada uno de ellos, sería larnentab'lie
que en conjunto se olvidaseno desapareciesen; como ya va
y
siendo inútil nuestra Iarga espera de que haya ocasión Ce insertarlos aprovechandouna publicación de documentosrelativo.sa la
historia de Albaida, según se pensó hace años, pergeñamos estas
pequeñasnotas para evitarlo y a fin de que algú,ndíapuedan servir de ba.sea gentg' estudiosa para una investigaciónmás detenida y arnplia. Casi todos estos datos fueron ya citados en ur¡
pequeño trabajo sobre <
Vam,osa exponer algunos de ellos, ahora con más detalle
tuales>>.
y no cronológicarn,ente, siguiendouna ruta que los enlace.
sino
Si entramos en el término de Albaida por la carreterade Játiva
a Alicante, coincidentecuasi siemp'recon el viejo cam,inoreal enun
tre ambaspoblaciones, poco antesde coronar desdePalomar la
derechauna rinconacuestadel Siló de les h-anecades, ve a mLano
se
da de huertas,sobre el centro de la cual halláronse,allá por 1920,
por don
a
unos fondos de cabañade tipo semejante los descubiertos
Mariano Jornet en Bélgida y que describiera un trabajo también
en
publicado en el anterior tom'o de ARCHIVO, o sea circulares,
de sobre un metro de diámétro y unos 70 centímetrosde profundidad. Nos enteram,os ello al mostrarnos el vecino de Palomar,
de
Sr, Orts, tlos hachas, al p'arecer de diorita, una de buen tamrarecogermás datos que los
ño y otra m,ediana;
sin que pudiéramos
expuestos,y que los hoyos estaban cortados en la marga blanca
típica de la. comarcay rellenos de tierras, cenizasy carbones,con
piedrasrodadas.
algunas
Si siguiendo dicha vieja vía entramos en Albaida por el aún
portal de Aljorf, o seapor la calle de Abajo, y subimos
existente
esta vía en cuesta, cuanclolleguemosfrente a la casa núm. 8 por
en
el lado izquierdo y las 1 y 3 por el derecho, estaremos el sitio donde, en pleno arroyo, se .clió otro hallazgo arqueológico de
que vamos a hablar. El año 1934,Bautista Bernabeu, al frente de
-327 -
[page-n-377]
T
f
22
NOTAS PRE}I ISTORI,CIAS.
V.\RI,AS
una brigada de albañilesmunicipales,realizabaciertas obras de alcantarillado,cuando al llegar frente a la casanúm. 8 se enconfraron
con una zanja antiguaque, a sobre 1,70mietrosde profundidad atravesabael arroyo transversalÍrente,
entrando en é1 por detrajo del
hueco de una reja eristenteen el más bajo nivel de la fachadacletal
y
hastace,rca 1a acerade enfren{e; y en su
de
construcción alcanzab,a
final aparecíaacvrrucadoun esqueleto mujer, y junto a é1,conro
de
tapiándole,una losa en pie,,de la marga endurecidaque en el país se
llama ta¡. En la tierra que ¿s6rn'p,añabalos restosse hallaron vaa
lisos, herios tiestos,irreconstruíbles, unos vasosprehistóricos,
de
y pulidos, pertenecientes piezasdiversas,una de las
a
chos a m,ano
cualesdebió ser del tipo esferoidalde cuello alargado; y junto con
todo ello una pip,ade cuerpo oval y barro amarillo, con trazos de
pintura obscura,manifiestamente
morisca. EI comp,lejode este enterramiento daba lugar a confusiones.El cadáveren cuclillas y los
prehistóricos,hablabande una sepultura cie
tiestos indudablemente
estaclase; p'ero la buena conservación los huesos,relativam,ente
de
y
modernos, ia pipa morisca,inducíana lo contrario.A nuestrojuicio, al llevarseel cadáver zanja adelante hasta depositarle en su
los
extrem,oaleja
tozano, adecuadopara Lrndesp,oblado
un castilloy más tarde la ViIa; y con la tierra y'tiestos llevósela¡
pipa posiblementecontém,poránea enterramientoo cercenaa su
del
tiempo.
Ya fuera d,ela ciudad, tras alcanzarel mentado camino viejo la
mesetadel barrio de SanAntón, cruza la carreteray se enfila por el
altozanodel Corral del Bol1o,que deja dividido en dos porciones
hundiéndoseen el suelo, m,ásalta la del lado N. En
aI atravercdrle
lo alto de estaparte, constituídapor un campo llano de casi ningún
fondo, hemos encontradoalgunos restos antiguos, entre ellos unos
fragmentosde la pieza activade un molino ibérico a brazo. Y en el
extremo S. de dicho camp,o,precisamentedonde acaba dando el
rihazo sobre el camino.en form,ade cortadura rasa de tierra blanca
que se explotabacomo mina en el pueblo, hallamros 1918varios
en
p,rehistóricos,
e hincaclosen la
completamenteaprisionados
tiestos
tierra albariza, sin huella alguna de otra materia que pudiera haen
berles acomp'añado su enterramiento; probablementela gente
que aprovechaba
aquellastierras, al cavar en'el talud debió cortarlos y llevarse1o desprendido,antes clenuestro paso. No hemos podido encontrar alli ningún otro resto de esta clase.
y
Desdedicho sitio se ve a L., al otro lado de la carretera por
-328-
[page-n-378]
r
¡
V{RIAS
NOTAS PREHISTORICA,S
23
encima de la hondonada, una gran llanada limitada por escarpes
de tobas, que ocupa la masíadenominada
los escarpes N. de la casa,sobre el barranco del Aibaida, exisdel
por estalactitas,
que durante
una profunda caverna,emibellecida
te
mucho tiempo, tal vez siglos, ha sido motivo de visitas y no
hay que decir de daños y depredaciones.
Alrededor de su entrada
encontramos detritus de talla de sílex y un fragmento que parecía
o"
il;:l,ir" {JinÍ"r"o,"hositio, ta carretera,
coincidente er
con
viejo, dirígesehacia la sierra en línea recta unos po:os heccam,in'o
tómetros, hasta que frente a la rambla del Aibaida surge de nuevo
y
el cam'inoviejo y oblicúa a levante para attavesarla unirse al otro
que en Palomrarse bifurcara de aquél para atajar
lado con el ramal
por Adzaneta. Un poco antes de atravesarel barranco, al mismo
lado izquierdo de Io que fué camino real, se descubrióy excavamos
en 1928el osario eneolítico de Ia denominada Cova,chade Camí
ReaI, de quernos ocupamros el trabajo inserto en el antedicho
en
tomo I.o de ARCHIVO, página31. En una covacha,dividida en dos
generalmrente
cámaras,se hallaron restos de 19 esqueletos,
aislados
en paquetesde huesosindividualescon su cráneo,defendidoséstos
piedras; 1l hachas'
neolíticas,19 cuchillos y fragm,entos
con gruesas
puntas de flecha de lo mismo, de tip'os rnuy varjados,
de sílex, 15
(uno rectangulary otro discoidal),un alfiler de hue,
dos raspadores
y
so de cabezaacanalada restosde otros planos, cuenta de
y algún otro material menos característico.
Esta cueva funeraria se encuentra,p'ues,casi en el fondo de la
vertiente E. del cerro dicho Castellvellpor los restos que lo coronan. Ocupa éste el centro de la entrada,como de emibudo,en que
por Albaida se inicia la cañ,ada puerto de su nombre, en uno dc
del
cuyoslados,el del S., el despoblado Cot;a,lta,
de
aseguró,con Castellvell, el dominio del único paso natural fácilmentepracticablcclesde
norlos vallesaltos del S. de la p'rovinciade Valencia a las com'arcas
tealicantinas y su importancia estratégica
debió ser por ello siem,pre
;
grande. La forma aproximadamente
troncocónicadel Castellvellre-.
lim'itada por raudas pendientes,que
mata en meseta redondeada,
bormide de largo sobre 150metros por 50 de diámetro transversal,
durísim'ay, al S. otra
deaflaal lado NO. por dos cubosde argamasa
m'ásfloja, rnedievalen su mayor p'arte; prolongándose corona hala
y
cia el SO. medianteotra porción más estrecha a nivel un poco más
pinas al NO.,
al
bajo, limitada p'or cortos escarpes S. y vertientes
el
espacioque debió desemp'eñar papel de albacary en el que aún se
la
nota, en el borde opuestoa los escarpes, cimentaciónde una mu-329-
[page-n-379]
,
I
NOTAS,PREI{ISTORI,C'.4S
VA'RIAS
ralla en tramada recta, construída con grandes piedras puestasde
canto y relleno de otras pequeñas, sea de la misma técnica que
o
y
asomaen algin sitio de Cotsalta que recuerdala de los despoblados albaceteños las Grajas,tan conocido,y el que descubrimos
de
en
el Corral de la Viuda; cuya defensasemeja curvarse al llegar al.
extremo SE., tendiendo a cerrar el área alcanzando
hastalos escarpesdel S. Cercade tal extremoparecenapreciarse
algo como cercados
y
o fondos de cabañarectangulares, en lo más inmediato a la punta NO. dos piedrasde gruesotamaño, desusadoallí, paralelas
entre
sí, hacen pensar en la posibilidad de una cámarafuneraria de consque nos parecen
trucción mucho más remota que los restos descritos,
ibéricos.Aunque no suelenabundar los restoscerámicosprehistóricos, sino generalmentelos medievales,los hay ibéricos, alguno de
los cuales,pintado geom,étricamente, hemos hallado en Ia obra
lo
medieval. Este hoy llamado Cqstellvell,cuya mesetaprincipal aplanaron los PP. Dominicos del próximo convento de Santana,destruyendo lo que en su centro quedab4de viejas construcciones para
ponerla en cultivo según Cavanilles,en el siglo XIII se tenía por
Castellnou,segúnuna anotacióndel Llibre tlel Repartinxent Játide
va, donde consta la donación a cierto personajedei cuatro molinos
en Albaida, tres de ellos ante el castrumnov.um in via de Co,zoltai.
na; de lo que se deduceque los restosde defensa
ibéricosy romanos, de que quedan m,uestras,
estabanya tan arruinados,que antes
de dicho siglo para dominar el paso se habíanreconstruído nuede
vo hasta merecer tal denominación en contraposición al r:ell que
debía ser entoncesel del altozanode la Vilq, en cuya vertiente L.
hernos registradoel hallazgo del esqueleto,con tiestos prehistóricos y la pipa m,orisca.
Desde la cima del Castellv¿llse domina toda la um,bríade Covalta, en cuya p,artecentral, sobre la ingente ceja de escarpesen
que se abre la cuevaque le da nombre, otros no tan altos. constituyen las murallas cimerasnaturalesque limitan el esp,acio desdel
poblado ibérico por nosotrosexcavado
hace m.uchos
años; al que,
publicado, hemos tenido que hacer alusión en
insuficientemente
diversostrabajos; lo que no nos excusade hacer aquí, de nuevo,
una referencia
Es
escueta. ésteun despoblado
ibérico que debió vivir
IV alfr,nal III o a principiosdel II a. de J. C.,cuya
descle siglo
el
del
permitió reconstruir,por prim,eravez, la cultura ibérica
excavación
Estaba comrpletada defensa
en poblados de tierras valencianas.
su
natural de escarpescon una gruesa muralla; se muestran dos
puertas,al NE. y al SO.; las casas componende pequeñosdese
y
partamentosrectangulares su solar había sido cultivado formando
-330-
[page-n-380]
r"'ARtAS
NOTAS PREHISTORI,CAS
26
pequeñastablas, destruyéndose
así extremadamente
sus restos de
construccióny fragmentándose
los cerámicos.
extraordinariamente
pintadas
las
ibéricas,
Son las más abundantes cerámicas
con decorageométrica,pero con marcad,a
tendenciaa sepación generalmente
rarse del geometrismo,siendo excepcionalun fragm,entode plato
y de
con pecessiluetados se hallan tiestoscamrp,anienses la greco;
figuras rojas, y nada claramenteromaño; de hierro dió
1tálicacon
una falcata, lanzas y jabalinas, asideros de 'escudo, acicate,compás,
leznas, taladros, herraduras, frenos y útiles
cuchillos afalcatados,
forcorrientes; de qro un pendienteconstituído por dos elem'entos
y fragmento de diadema; de plata y bronce sortijas,
mando mecha
pendientes,
fíbulas anulares
aros, ponderales,botonescon svásticas,
y de la Tene I y II, arranque en palmreta asa de sítula, fragmende
to de planchanieladade plata; de hueso,punzonesmás o menos
largos d.e cabeza torneada o con decoración incisa y esculturada,
y agujas; de vidrio, abundantes
cuentasde collar esferoidales,
lisas
con incrustaciones pasde
o a gajos; y otras, alguna antrop,omorfa,
de
ta de coloies; piezasvítreas de chatonescon entallesy camafeos
temas varios. Es éste, pues, un poblado ibérico de los del tipo,frecon fuerte influende
cuente en las cercanías las costasvalencianas,
posición lateral de
cia púnica, y nada,querecuerde la romana. La
y
la fuerte Cozsslta la del Castellvell a la entradade la cañadadel
puerto, significaban
tanto, según va dicho, como el dominio del
importantepaso en tiempos ibéricos.
Aparte del despoblado mentado, existen en el cortinón de la
LJmbría otros que vivieron al parecer del eneolítico al Argar. Las
que
de
ondulaciones la gran laderadan lugai a algunoscontrafuertes
mese alzanligeramenteen forma de espolones tres especialmente
;
el
recen mencionarse, Pu,ntalde Ia Rabos¿,el del Cantalar (los dos
en término de Albaida), y el de la fuIitjallunqo Troneta,'ya en el de
de
Benisoda.En todos ellos unos pequeñosespacios terreno encerraahondando
do entre laparte alta del espolón, hecho más inaccesible
y las pendientesraudas, diñcultado adeartiñcialmenteel collado,
más su acceso por una o varias paredes de piedra, en seco de
en
las que sólo quedan los arranques forma de márgenes,constituEn
yen los recintosde los pequeñoscaseríos,
más que despoblados.
tiestos hechos a mano, lisos,
encu€ntran superficialmente
estos se
con bordes sencillosy gruesosmamelones,que acusanformlasde
y
casquetes de ollas al parecer; molederasactiva y pasiva de las de
tipo en zveco, percutores,alguna concha p'erforaday poco más.
Ninguno ha sido excavado,por falta de tiempo; y casi todos tienen cercaalgún manantial, más o menos rico, que en tienrpos más
-331-
[page-n-381]
26
V\RIAS
*oro" **rn,sTo,Rr,cAs
aguas;
lluviosos que los actuales,pudo proporcionarlessuficientes
Pache es bascerca de uno de ellos, el de la Troneta, la fvemtedel
tante abundosaaún.
Si desdeel pie dgl Castellvell se sigue, en sentido inverso, al
antedichocamino real que sube por Adzaneta,a partir de la fuerise
te term,al denom,inadatr^onl,-Beneita, inicia una rampa en la
hoy carreteravecinal coincidentecon aquéI, que antes terminaba al
atravesarse conducción de la acequiadel Puerto mediante tosco
la
puente llamado Pont-trencat, hoy sustituído por un sifón que reduce mruchoel desnível; y a niano izqtierda desdeél hasta un az'¿'
gador inmediato, límite de términos entre Adzanetay Albaida, se
extiende un altozanillo que perteneció a Vicente Semlpere,sitio a
propósito para establecerunas eras. Por 1918 el p'ropietario, con
el
motivo de cavar profundarntente altozano, descubrió unoó silos,
y de algo más de un metro de altos,
de
esferoidales basesaplanadas
de los que pude estudiardos abiertosen un terreno de losetas; uno
de ellos tenía el fondo achaflanadoirregular y los dos estabanre'
de
il"no, de detritus diversos, especiairnente tiestos ibéricos decay sin decorar, de formas comunes corfientes en tal cultura,
dentes
y parte d,eun esqueleto p'erro.Junto a ellos se halló un pequeño
de
bronce de Nerón, que guardó el Sr. Semp'ere.
A poco más de un hectómetro, camino vecinal adelante del .Alt
del Pont-trencat,como se llamó siempr€,hállase AdzanetacieAlbaiarqueológicos;
da, término hasta ahora escasoen descubrimientos
por los obreros de la repo'
pues salvo una hacha eneolíticahallada
blación forestalfrente al pueblo, en el Racó cle Ia Nevera, no cono'
que las del Altet dtdlCamí de BélSicemosmás ruinas prehistóricas
quevamos a reseñar.IJn el p'rimer tercio del amplio camino que
d,a,
une Adzaneta con el inmediatopueblo de Bélgida,vía cuyaamp'litud
aún denota la importancia que debió tener en tiemp'osremotos, se
inicia, a mano derechabajando, un p'equeñoaltozano denominado
Altet del Catní de Bélgida,que paralelo al camino va descendiendo
hastaque a unos 700 metros lo corta la sendaseparatoriadel término dicho y el de Carcícola; todos los camposde cuya zóna m'uestran tiestos de cerámicaibérica con decoraciónpintada geom,étric;r
(cintas,seriesde semicírculos segmentos círculos concéritricos
de
o
grup'osde líneasp'aralelas
onduladas),algunos de campanieny de
se de buena clasey unos pocos de sigillata lisa o simplernenteor'
nada,y fragmentosde ánfbrasde las corrientesen lo ibérico-púnico
y de las vinarias frecuentes lo ibero-romanobajo, pondus y pieen
de molinos a brazo. Del amp,lio asientodel
dras molederasactivas
hacia el cam'ipoblado, al seccionarse camposmuy escalonados
en
-332-
[page-n-382]
NOTAS PRblr{ISTóRI,CAS VARI,AS
27
no (P.) o hacia la c\tada senda divisoria de térrninos (NE.), se revolvió al terreno de tal forma que creó nivelesnuevoscasi estériles
y hundió los que debiteron fecundos. Una excavación a fondo
ser
A
sería hoy poco p,ráctica. sobre un hectómetroen dirección al puey
blo, partiendodel despoblado, mano derecha a escasa
a
altura so.
que fueron por Bautista
bre el camino, hemos conocido unas eras
,en
Durá rebajadas nivel para convertirlas huerta; descuhriénde
dose en ellas unos silos, al parecerantiguos,y en cuyo tcrreno removido hallamosluego unos pocos tiestosibéricoscon decoración
pintadade cintasy dientes lobo. Es difícil no asociar crasdeslas
de
al
con las necesidades éstc.
de
truídas,tan inmediatas despoblado,
Hasta el mismo debieron llegar las aguas de la vieja acequiadel
pueblo, de la que aún se rieganalgunas
tierrasal NO. del área que
o c u p óa q u é 1 .
De Adzaneta al inmediato pueblo de Carrícola, que también
pertenecióal antiguo señorío de los Milá de .4ragó, una carreterita
vecinalcoincidecon el antigu-r eamino que corría sobr,ela base
de la vertibnte de la sierra de Benicadell; y encimra
del pueblo, al
profundabarranquera, alza uno de los castilado derechode la
se
llejos que lateralmenteencuadranal dc Carbonera,
cuyo co.rjuntode
pequeñasfortalezasconstituiría probablemente la Penqcatiela alel
Cicl. En la ladera fronteriza al castillejo se abre la Cóva del Barranc d.elCastellet,de la que pudimos excavarla p,arteque quedó
intacta al vaciarlapara construir un camino forestal; resultandoser
una cu,evaenterramiento que pudo llegar a ese período hoy tan
imprecisodel Eneolítico al Argar, probablemente;yacinrientoal
que hemos aludido varias veces, en especial 'en La Covachq de
Camí Real, y cuya rnonografía propia está para publicarse. Di esta pequeña cueva en forma de concha irregular y de sobre cin.
co metros de fondo por otros tantos de ancho : en la parte sup'erior un individual enterramiento de inhumación, con un vasi'
to liso, a mano, con fu,erte escora que recuerda los del Argar;
y debajo cle ello un estrato de tierra blanca endurecida,en que s€
hallaron restoshumanos,puntas de flecha de sílex de lahor varia
y tipos diversos; sílex trapezoidales;cuchillos de varios tamaños y de labra más o nrenosp,erfecta;conchasde ciprea, pectúnculo, pecten y cardium; cuentasde collar consistentes columbelas
en
y pequeñascipreasagujereadas, bastantesdentaliums, me.nudos
y
y
discosde materiasblancas(calizay conchas) grisesen menor cantidad, así como de piedra verdosa; otras cilíndricas materia tal
de
peso; barriletesde piedra r¡erdosay otras
vez orgánicade escaso
restos de azabache;colganteselipsoidales materiasdiversascon
de
-333-
[page-n-383]
28
NOTAS PREHISTÓ.RICASV.{RI.AS
taladro a un extremo; restosóseoscomo de alfileresplanos del tipo
de Camí Real, y pequeño colgante de lo m;ismocon taladro a un
extremo y decoración acanalada espiral; dq cobre o bronce peen
queños punzonesde secciónromboidal, ! mrenudalaminilla fragmrentode algo como colgante; y de cerámica, aparfe del vaso antedicho, tiestos con decoraciónen bordón y lisos, otros con ornato
formado por zonas punteadaso con rayado horizontal y.vertical,
El
uno con ornato cardial y varios del estilo campaniforrne. cuadro
de hallazgos,comorse ve, es el propio de las cuevaseneolíticasvalencianas.
* t < t <
Ifemos tenido que exponer ligeramente y sin el complemento
de información gráficatan necesarioen estasmaterias,con los descubrimientosya conocidos,toda una serie de pequeñoshallazgosy
observaciones
arq,ueológicas, junto o individualmenteaprovechaen
bles para el estudio de la prehistoria de la comtarcadel antiguo
Marquesadode Albaida. Si ello pudiera servir de estím,ulo para
y
proseguirlasalguien con amor a estasinvestigaciones ademásal
país, $eríaun motivo de satisfacción
para el autor de estasnotas.
I. BALLESTER
prehistérico el subsuelo Museo
en
del
Un yacimiento
de Prehistoria
En suscom,ienzos, Museo de Prehistoriadel S. I. P. instalóse
el
en unas dep,endencias local de la Diputación Provinciat; trasladel
dándosepoco despuésa los bajos y entresuelosdel Palacio de la
antigiraGeneralidaddel Reino, donde continúa.
Allá por el año 1929,poco despuésde establecerse él,y paru
en
atender a uno de los serviciosdel edificio, tuvo que abrirse un pequeño pozo, d,esobre cuatro'metros de profundidad, en la parte interior del portón que da a la plaza del Poeta L,iern; y entre las ruijunto con restos de culturas bien
nas extraídaspudieron recogerse,
que semej
abatrozo de punzón, y dos
distintas,un huesofragmentado
menudogtiestecitos,uno de cerámicacampanianalisa y briJlantey
de
otro ibérico con pequeñasm'uestras pintura en color siena. L,a
el
suerte de que no pasaradesapercibido casi imperceptible descubrimiento y lo sorprendente del hallazgo en el m'ismo subsuelo de
un edifrciodestinadoa Museo de Prehistoria,hizo que los minúscu-334-
[page-n-384]
T--
NOTAS
PRNHISTÓRI,CAS
VARI,AS
29
los materiales fueran observadosdetenidamiente,
llegándosea la
conclusiónde su legitimidadarqueológica,Elhallazgo restosno
de
sólo romanos,sino ibéricos, el subsuelo Valencia,no era cos¿
en
de
nueva. Recuérdense m,ateriales
los
descubiertos el solar de lo que
en
y los hallazgosrealizahabía de ser Mercado Central de la ciudad
dos con motivo de varias obras, especialmente del alcantarillalas
qLle
do; descub'rimiientos no han podido ser bien conocidos y estudiados porque en su recogidano guió siempre un elemental espíritu ci,entífico.
Así, pues, lo chocantedel casoque ahora recorda"
m,osera, repetimos, que se diera el yacimiento en el suei', mismo
del Museo.
Pasaron los años, y en tiempos de la República hubieron de
obras en el basamentode la torre del Palacio, que impuefectuarse
'el
área que
sieron i:, necesidadde ahondar hasta los cimientos en
ocupa; y a sobre 4 6 3 y m,ediometros de profundidadsurgieron
varias p,aredes piedra en seco,como encuadrandodep,artamentos
de
pequeños,que recordaban técnicade los pobladosibéricos.De
la
que los envolvían nada podem'os
decir, porque no se
los materiales
ya llegadoal fondo.
nos dió cuentasino cuandose había
Recientemente,al emprender la labor de extracción de tierras
del solar dedicado a ampliación del Palacio de la Generalidad,
ya alerta por los antecedentesreferidos, encargado el Sr. Espí
y
de controlar los trab,ajos advertidoslos obreros, cuando apenasse
de
llegó a la profundidad de algo m,ás tres metros em,pezaroncomo
se ésperaba, surgir restos ibéricos; lo que puesto en conocimiena
de
to del Presidente la Diputación,Sr. Rincón, en quien tanto interés despiertanestos estudios,dispuso se detuvieran los trabajos
cuidadosaexcavación
sobre cuaen curso y se dedicaron e una mrás
Y
tro mil pesetas. se sucedieronentonceslos descubrimientosde
restosde paredesde piedra en seco,de vasoscerámicosibéricoscon
fragmentosde cerádecoraciónpintada, generalmentegeom'étrica,
y sigillata, y de algún objeto más (todo generalmica campaniense
no
mrenterevu,elto),en cuya enumreración nos hemrosde detener,
porque trata de ello un trat'ajo de D. Nicolás Frimitivo G6mez,
inserto en ARCHIVO, al que por venir desde hace años dedicánprehistóricosy protohistódose al estudio de los descubrimientos
de
ricos realizadosal r€mov€rseel suelo de Valencia, encargamos
grande que hubiera
tal labor. No hay que decir que la complicación
por tiempo imprevisible, de las ohras ya
produc\do la paralización,
de
ha
en ejecución, impedido un estudiomás com,pleto las ruinas'
T.B. T.
-
335-
[page-n-385]
-l
I
S
N Ó T A S P R O H I S T O R I C A ,V A R I A S
de
hallazgos arpones tipo inicial
de
Nuevos
Cada vez aparecemás clara la extensión que alcanzaron los dilos
verSostipos que caracterizan períodos del Magdaleniense.La
de
aparición de tales tipos no se contradice,en los nuevos hallazgos,
lo que H. Breuil afirmara hace años. Por otra parte, si cada uno de
'representa
la expansiónde un grupo determinado
los seis períodos
y supone, por tanto, un ámbito lirnitado, hoy sabemosque estos
grupos alcanzaron
territorios mayoresde lo que en un principio se
pensó.
Cierto es que en la zona cantábricaespañolase inicia el MagdaBreuil, aunque no excluíleniensecon el período III del sistem,a.de
mos la posibilidad de que nuevos hallazgoso nuevos estudios del
material conocido, realizadoscon esta preocupación,logren desculrir clementos tipológicamenteanteriores.Pero, en carnbio, en la
V
zona oricntal, el Magdaleniense y VI que se conocía hace quince
airos únicamente,en un rincón de Cataluña, se ha visto ampliado
hacia
mucho más extensas
los
hastaab,arcar seisperíodosy comarcas
el Sur.
en
Uno de ios elementosmáe característicos el utillaje magdaleniense es el arpón, y dentro de su tipologia, la fase más interesante
acasoes la cie su iniciaciórt,cuando se v'e luchar al artífrcep¿leolítico con una idea nacientey las dificultadesde su realización,cuanque no se nos .alcanza
punzonescon protuberancias
do srrrgerieSoS
como estamosa pensar en la
qué utilidad tendrían, acostumbrados
utilización Cel arpón por sus dientesbien marcados.
Puesbieir, este tipo (lue no era conocido en Españaantes cleque
del Parpalló y que incluso
en
lo descubriéramos las capassuperiores
no era frecuente en Francia, en comarcasricas en Magdalehiense,
se ha multiplicado en estosdos últimos años y hoy podemos anunciar que pos€emosseis nuevos ejemplaresprocedentesde las exca'
re{erenciaen otro lugar de estaspáginas,
vaciones,a que hacem'os
que realizamosen la cueva Bora Gran d'en Carreras, de Seriñá, en
la provinciade Gerona.
de
En dicha cueva,los rrabajos los Sres.Alsius, Boroms y Corominas habían sacadoa la luz preciosaspiezasde hueso y entre ellas
perte'
arpones de una o dos hileras de dientes bi,endesarrollados',
Nuestros
períodosdel Magdaleniense.
a
necientes los dos últimos
,trabajosse han realizadoen las tierras ya removidasy examinadas.
A pesar de ello, un cribado cuidadosoha permitido encontrar miles
-336-
[page-n-386]
NOTAS PREHISTORI.CA.S
V¡RI,AS
31
de sílex y numerosas
piezasde hueso, pequeñaso rotas, como preciosasagujasde coser.Tan sólo en algún rincón ha podido hallarse
una zana intacta, con niveles inferioresa los que aquellosprimeros
investigadoresexploraron.
Ya en la primera campaña aparecií el extremo de un pequeño
arpón de tipo inicial. Lo hemos publicado en una corta memoria
sobre Seriñá, aparecida el númrero1 de la revista Pirineos,6rgaen
no de la Estaciónde Estudios Pirenaicos,filial del ConsejoSuperior
de Investigaciones,
que sufragadichas excavaciones. trata de un
Se
ejemplar claro, fino y de secciónredondeada,con los dientes definidos, pero que apenasse apartan del cuerpo de la pieza. Esta nos
di6ya la seguridadde que la cueva había comenzado, ser ocupada
a
con intensidad,en el Magdaleniensel lo que no hubiera podido
IV,
decidirscni por los hallazgos sílex ni por los de las restantes
de
piezasóseas.
Pero en la última campafra,en el otoño de 1945,otros cinco haIlazgos,realizadosen un rincón que no tocaron seguramente anlos
teriores exploradores,nos da idea de la importancia que tuvo, esta
etapa en la ocupación de la cueva. Los cinco ejenrrplares m,uy
son
incompletos,limitándosea la parte de la punta por lo general,y son
de sección aplanada.Los dientes están m,ásmarcadosen unos ejemplares que en otros. Es evidente Ia torpeza con que están resueltos.
Especialmenteuno de los ejemplares en que después del último
diente, la punta se estrechaconsiderablemente.
Con todo ello, el Magdaleniense ha adquirido para el Este de
IV
España una importancia mucho mayor de la supuesta,
d'ándonos
un
dato de extraordinario interés para el estudio de las fasesy emigraciones del Magdaleniense
europeo. Al rnismo tiempo obtenemosel
enlace entre el Parpalló y la zona pirenaica oriental que debía comunicar con los centros franceses curioso foco gandiense.
el
L. PERICOT
Nuevosdescubrimientos
Paleolíticos Cataluña
en
!
i
EI conocimiento del Paleolítico Superior en las comarcasorientales de España va progresandolentamente,mucho más lentamente de lo que sería de desear,debido a las múltiples fallas que ia organización r:lelos estudios prehistóricos adolece en nuestro país.
Despuésdel salto que represent6la excavación Parpalló, nada se
del
ha hecho para continuar las exploracionesde Siret en cuevas de
-337 -
[page-n-387]
82
V,¿.RIAS
NOTAS PR EHISTOIRI.CAS
Almería y lVlurcia, siguen sin visitarse las conocidasen la provincia de Alicante y nada hemos visto publicado de los materalesdescubiertospor el entusiasmode F. Esteve, en la provincia de Castellón. En el capítulo de ganancias
hay que colocar los nuevos e interesantes
materialesque SalvadorVilasecaha obtenido en la provincia de Tarragona y los resultados de la excuvaciín de la cueva de la
Cocina, en la.de Valencia. M'ás al Norte, nada nuevo en la de Bar.
celona, donde siguen esperandolos yacimientos de la comarca de
Capellades.
En cambio, en la provincia de Gerona se ha despertado,desde
háce unos años, r.rna
intensa actividad. Esta se inició por varios afi'cionados de Bañolas,que quisieronproseguirlos trabajosde hace'
muchosaños de los Sres.Alsius y Boroms en las cuevasde Seriñá.
Entre ellos destaca médico de dicha localidad,D. José María Coel
rominas, que desdehace años, cribando la tierra dejada en la Bora
Gran d'en Carreras,formó una magníficacolecciónde sílex, en es'
pbcial microlitos en series muy completas, con alguna pieza de
hueso.
En 1943el Sr. Corominasse puso en relacióncon Ia Comisaría
de Excavaciones Gerona y se inició una colaboraciónque ha rede
sultado rnuy fecunda.Por una parte, el Sr. Corominascon el Museo
de Bañolas, en el que se han venido inaugurando las instalacio'nes
de Prehistoria en estosúltimos años (en Octubre de 1943),han descubierto y excavadoun nuevo yacimiento, la cueva del Reclou Viver, en Seriñá.Por otra parte, la Estaciónde Estudios Pirenaicos
encargóal que suscribela exploración deñnitiva de la Bora Gran
d'en Carrerasy Cova dels Encantafs.Esta tarea se ha realizadocasi
por completc al escribirestanota, tras cuatro campañas.
:
Los resultados
han sido los siguientes
esta cueva
Cot:a del Reclau Viver.-Está en curso de excavación
por el Museo Comarcal de Bañolas. Su interés es extraordinario,
pues aparte de hallazgos tanto interéscomo el de un depósito de
de
y
y divisoresempo,ritanos el de cerámicahallstáttica,condracmas
y
y
Los
tiene niveleseneolíticos otros epipaleolíticos paleolíticos.
niveles inferiores correspondenal Solutrense, Proto-solutrensey
Auriñaciense.El Solutrenseofrece puntos de contacto con el de la
Julián de Ramis), con las
vecina cueva del Cau de les Goges (S.an
puntas pedunculadas otras en cristal de roca de precioso trabajo.
y
puede decirseque se ha encontradouna
En cuanlo al Auriñaciense,
industria nlreva en estascornarcas; las puntas de La Gravette van
de
acompañadas puntas de Chatelperron,y todo hace suponer que
yacimiento, una vez estudiadodel todo, nos revelarála presencia
el
-338-
[page-n-388]
NOTAS PREHISTORICAS VARIAS
33
de Auriñaciense (perigordiense gravettiense) varias etapasen
o
en
esta comarce, lugar obligado de paso entre el Sudestefrancésy el
Levante español.
Cozsadeis Encantats.-Se trata de una cueva sepulcral en un
acantiladosobre el río Ser, vecina a una serie de abrigossepulcrales
eneolíticosque indican la existenciaen este lugar de una vasta necrópolis; muy revuelta por las rebuscasanteriores,sin embargo,
proporcionó abundantecerámicay un vaso casi completo con decoraciín excisay asa con apéndice,tipo enteramentenuevo en nuestra Prehistoria. En cuanto al paleolítico, dió ya en la prim,eracampaña dos puntas que dimos como Solutrensey Proto-solutrense,
teniendo en Ia última de las tres realizadas estacueva,el plaier de
en
descubrir una punta foliforme solutrense, magnífr.ca.
Bora Gran d'en Carreras.-La cantidad de sílex encontradaen
estacuevaes mruycrecida,abundandolos microlitos, hojitas de dorso rebajado,escaleriformes,
y
buriles muy perfectos no tanto ios raspadores cepillos.I)e hueso,trozos de punz6n, varillassemicilíny
dricas, agujasfinísimasy arpones: seis de tipo inicial, a cuyo problenra nos referimos en otra nota. Se han lavado centenares plade
quitas y sólo en una se han hallado líneasgrabadas
que parecenformar parte de un animal.
Consecuencias todos estoshallazgos
de
son las siguientes se ha
:
comprobadoIa existencia
del Auriñaciensesuperior y probablemente tendremosque admitir un Auriñaciense
más antiguo.Este es un
hecho nuevo en Cataluña.Está demostrada existencia un Solula
de
trensetípico, con varias{ases, recordando,como es naturhl, al cery
cano Cau,de les Goges,de San Julián de Ramis. Por último, un
Magdaleniensemás antiguo de lo que se creyó, el Magdaleniense IV, Ademástenemos
para suponerque los descubrimienrazones
tos paleolíticoéen las comarcas
gerundenses
proseguirán.
L. PERICOT
Los santuarios
célticos Mediodía Ia Galia
del
de
El día 15 de Diciembre del año en curso, el Profesor R. Lantier, conservadordel Museo de Saint Germ,ainde París, pr-onunció
en el Colegio I'-rancés Valencia, la conferenciaque lleva por tíde
tulo el encabezamiento estaslíneas.E,l señor Lantier ha tenido
de
gue agradecemos
la gentileza,
vivamente,de rernitirnos un resumen
de su brillante disertación,cuyo texto transcribimosseguiclamente
:
-339-
[page-n-389]
34
VA'RIAS
NOTAS PREHISTO'RI,CAS
i
El delta del Ródano es una de esasregionesprivilegiadasque
un
en toda época han sido llamadasa desernpeñar papel p'reponde'
Historia de Francia. Ampliamente abierto sobre el miunrante en la
do mediterráneoy atravesadopor la gran corriente de circulación
prehistóricaque es laYía Heraclea,es un país de tránsito, un puente tendido entre las penínsulasitálica e ibérica, al cual el Ródano
aseguraigualmentc una relación fácil con las provincias meridio'
nales galas.
del río y ruta terrestreda origen a una zona de
La er,crucijada
de
confluenciasmediterráneas carácterparticular y en Ia segunda
Edad del Hierro' aparecenen este territorio los prim'erosbosquejos
de la esculturaen piedra. Se reconoceaquí ya uno; de los aspectos
del
del dualismo constante q1¡e se manifiesta entre las com;arcas
que encontrarásu más
Norte y Mediodía de la Galia, manifestación
expresión en la Edad Media, con la diferenciaciónde las
acabad,a
de
hablas, usos.y costumbres,así como en la rnranera edificar, ca'
de
racterísticas los paísesde <
de
Es precisamenteen estos territorios, a lo largo de la vía herallevadasa cabo
arqueológicas,
clea, en los que las investigaciones
de años en el baio valle del Ródano, han pro'
durante una decena
y
porcionado el des'cubrimiento
de
han renovado lo que se creía saberde la historia, religión y arte'de
galos ribereños del Mediterráneo' Estos hallazgoshan
los pueb,los
permitido precisar, además,lo que los textos de los autores anti'
en
guos dejaban entrever del importante p'apel desempeñado, esta
tal caso, ha'
época,por el delta del Rócjano.Parecemuy difícil, en
:
blar de una colonización marsellesa el im'perio de Marsella se
ejercíasobre el mar y lto en tierra. La acciónlde los foceosen Provenza se reduce a la ocupación de puntos de ap'oyo',destina¡losa
asegurarla protección de sus factoríasen un país que en su mayor
extranjera.ljn
parte perm anecía, suma, hostil a la p'enetración
en
cinturón de fortificaciones indígenas a unos 7 kms' del antiguo
puerto de Lacydon testimonia eI caráctet precario de la ocupación
focense,lo que nos recuerda la naturalezade los establecimientos
europeosen la costa occidentalde Africa en el siglo XVII.
Después ie Marsella, |a.principal factotía de' los griegos está en
se
St. Blaise, donde los mercaderes instalarondesdelos siglosVI:V
en Ampurias, p'arecedistinta de la agloen una factoria eu€, colrlro
mereción indígena.
p'ues'
Un nuevo testinroniode la cohesiónde las tribus galas'está
to de manifiestopor el descubrimiento de santuarios tribales en
de
-340-
[page-n-390]
.r rf_
NOTAS PREIIISTOR¡CA,S VATRIAS
35
Desde el período hallstáttico,se eleva en las alturas de Caisses
un
santuario del que algunos de sus elementosarquitectónicos,
pertenecientesa un pórtico, decoradocon grabadosde caballosy jinetes,
fueron reutilizados en la construcción de una m,uralla levantada
posteriormentea la entrada de los celtasen el valle del Ródano en
el siglo V a. J. C
Relacionadoco'n ios descubrimientos
hechos el siglo pasadoen
y
Roquep,ertuse en Antremont, el descubrimientode Mouriés permite reconstruir la disposiciónde estoslugares'deculto, instalados
en las alturasy comrprendiendo
una capilla precedidade un pórtico
decorado,congrabadoso esculturas.En el interior se levantan las
estatuas culto, de las que un conjunto del más grande interés se
de
ha descubierto en Antremont : guerreros sentados,con las piernas
replegadas
bajo el cuerpo, en la llamada actitud bidica, busto rígido estrechamente
ceñido p,or un jubón de piel, ilevando sobre el
pecho un pectoral con figuras profrlácticas,disco o cabezacortada,
o bien protegido por armadura con espaldar. cabezadescubierta,
La
peinados'los cabelloshacia atrás y sostenidospor una cinta, o ci..rbierta por cascode cuero con carrillerasy guarda-nuca.
Del arma,
mento no subsistenm,ásque los fragmentosde grandesespadas
de
La Tene II, enfundadas sus vainas pegadasa la cad,era
en
derecha.
Entre estasestatuasaparecendos figuras femeninas,una adornada
con diadema en forma de crecienteinvertido y otra cubierta con
velo que cae hacia atrás y los Iados.
En estos monumentos ya no aparecenada del choque entre lo
y
real'y lo ideal con que los artistaspergaménicos romanos reprepor la lucha, derrochansentarona los celtas; la cabelleraerizada
do vida y acción y guardandohastaen ia muerte una actitud teñida
La
de patética grandeza. rara cualidad de las estatuasde Antremont refleja de manera rr¡anifiestala concepción que los imagipero
nerosgalos teníande la forma viviente. En este arte sosegado,
brutal, el detalle estácasi siempre descuidado; sólo cuentala masa.
un
Se establece constantecontrasteentre la estrechez
del talle y la
anchura de los homb.ros; el torso se yergue en una actitud hierátiy
las
ca, desdeel z6calo que representan piernasreplegadas vueltas
hacia adelante.El mismo ritmo se rnranifiesta la composición de
en
los rostros, coni ancha frente ¡' largo mentón. Este carácterde uniformidad no correspondesolamentea un canon estético,sino que
responde todavía a las preocupaciones carácterreligioso y sode
cial, y, la falta de atributos sobre los monumentosdescubiertos,
no
permite reconocerla naturalezade los personajes
que se esconden
tras estasfiguras enigmáticas.
-341-
[page-n-391]
36
NOTAS PREHISTOR¡CAS VAR]AS
De todos modos, el carácter sagradode estasrepresentaciones,
en otro tiempo cubiertas de color rojo reservado a la divinidad,
está fuera de toda discusión. En un bajo relieve de Antrem'ont
figuran dos mujeres en bLlsto; una tiene una pequeñaliebre y puede
de aportar algunaluz, si se relacionacon las estatuas Euffigneix
y de Touget, que también tienen un jabalí y una liebre.
no
Pero la presenciade estosanirnales indica que se trate de un
célticas
animal totem, llegado a dios o asociadoa é1.Las sociedades
han pasadopor estadiosde una evolución diferente que las conduce
a la concepción del héroe civilizador o fundador de grupo social,
de los cualesunos pueden haber sido antiguostotems y otros solamente estar provistos de emblemastotémicos. Y así, en lugar del
totem apareceel héroe del clan, de la tribu, de Ia nación. Más bien
que divinidades,estasestatuas,según nuestro criterio, representan
las imágenesde los héroes alrededor de los cuales se reunirírn en
ciertas fiestaslos grupos sociales.
Así, pues, todo habla de la muerte en los lugaresde culto provenzales.Los caballosy los jinetes de Mouriés, el pájaro fantástico
y las cabezascortadas rle Roquepertuse y Antrem,ont tienen un valor simbólico en relación con una religión de la muerte. Todo esta
imagineríafuneraria se relacionacon el tema del viaje del alma haLo
cia otro mundo, llevadapor el caballo,animal psicopompo. misy las placasdecoratimo los monstruos andrófagosde la Provenza
llevan su caza simbólica
vas de Orgon en las cualeslos'cazadores
de la liebre bajo la mirada de la divinidad, eternizando un rito sesobre los frisos tasios.No
nrejanteal que desarrollanlas iabalgatas
héroes, personajessobrehurnanos
son, en absoluto, dioses, sino
pero no sobrenaturales.
Alrededor de su tumba representadaen
Roquepertuse por dos fosas excavadasen el interior mismo del
las
santuario, se celebrarían. fiestaso el culto de los antepasados,
y tamibiénexpiación de la muerte de los héroes.
conmemoración
Los santuariosprovenzalesson igualmente cementerios.
Con su amrplioestudio de la p'lásticagala y el ambiente funerario que de la misma se desprende, el profesor Lantier hace,unas
deduccionesy aportacionesal conocimiento matetranscendentes
rial y espiritual de los habitantesde la Provenza poco antes d,ela
Era Cristiana. Es de notar el fuerte contrastecon las manifestacioy
nes artísticas anímicasatribuíbles a las gentesiberas, a pesar del
influjo que ejercieron éstas,cultural y materialmente,en el Su¡ de
la Galia. Este contraste entre galos e iberos coetáneosgeocronológicamenteen la Provenza, hace más interesantela exposiciónde
de
Lantier y más acuciantela necesidad estudiar a fondo, con todo
-342-
[page-n-392]
NOTAS PREiITSTORT'CASVARIAS
37
detalle, la cuestiónde la presencia no del pueblo ibero cn el Sur
o
de Francia, cuálesson sus lírnites en el tiempo y en el esprcio, qué
influjo cultural ejercenen estaszonasy, finalmente,como ya apuntamos en otra ocasión,si debemosconsiderarsituada en el SE. de
Galia y NE. de España, la cuna de la llarnadacerámicaibérica.
Como creemios tema de sumo interés para dilucidar el aboel
lengo de la cultura ibérica y el contenido étnico de este vocablo,
volveremos ,en breve sobre la cuestión, tratándola con toda la amplitud que el, tema requiere y. es dado a nuestrasposibilidades.
en
líneas, unir nuestra felicitación y sinRéstanos, las presentes
cero aplausoa los rnuchosrecibidos por el profesor Lantier al terminar su magníficaconferencia.
D. trLETCHERVALI,S
valencianos la colección
de
afqueológicos
Restos
d e D . J u a n V i l a n o v ay P i e r a , e n e l l l { u s e o
Antropo!ógico
Nacional
.
En 1940tuvimos ocasiónde tomar nota de, Ios varios objetos
arqueológicosdonados al Museo Antropológico Nacional por el
ilustre valenciano Vilanova y Piera. 'De todos ellos entresacamos
a
aquí los pertenecientes nuestra regi6n, según Ia descripción que
hizo el p,ropio donante.
dando
Reseñam,os
los objetos agrupándolospor procedencias,
,un número a cadalugar de origen, haciendoconstar también el número que tiene"cadapieza en la colección. Finalmente mencionade
mos las páginasde las publicaciones Vilanotta y Piera: <
(Madrid, 1893),
y
geognóstico-agrícola brotohistórica de V alencia>>
en las cualesse hace alguna referenciaa los objetosque a contintración enum'eramos:
NUI\IEBO
l._ADOR.
Brecha huesosa, procedente de
-343-
[page-n-393]
7,
ri!
lI
V.\RIAS
NOTASPREHISTORI¡CAS
38
z._ALOALA
NUMM,O
DE CIIIVEBT.
Collar de rodajas de pectúnculosy carclium, hallado al pie del Castillo (núm.207) (es el núm. 339
de la caja 16).
iJe
Huesos procedentes de la <
(nútn.4L2).
'
NT]MER,O 3.-AJ,COY.
Un hacha pulimeniada (núm. 10).
Dos hachaspulimentadas,anfibólica, feldespática,
algo p'izarreña,con dos núcleos (núm. 403).
Dos pedazosde cráneo humano (núm. 411).
4.-ALFAR,P.
NUMERO
Cerámica y huesos del túmulo de ,rLa Falaguera>
(núm. 458).
NUMM,O
5._ASPE.
Un hachapulimentada(núm,6).
Una flechade hierro (núm. 358).
6._AYELO
NUMERO
DE MALFEN,IT.
Hallazgos del
toscos (núm. 191).
Federnales
Fragmentosde cerámicatosca (núm.L92).
Cerámicatosca (iúm. 459).
Dos cuchillos pequeñosde pedernal y fragmentos
de hueso clecráneo humano (núm. 193).
Este yacimiento se menciona en la página 485 de'
y en
dé
su <
NUMEII,O
?.-ELCHE.
Curiosísimay por todo extremo interesantehacha
de cob,re, regaladapor e! Sr. Ibarra (núm,'442).
8.-ENGUEBA.
NI'MERO
I
-
Amuleto (núm.359).
Placa con dos agujeros, apoyo de flecha (denominación que Vilanova aplica a las plaquitas guardabrazo) (núm. 338).
-314-
I
I
[page-n-394]
. l
.,
iFlj
I
i
NOTAS PREHISTORIOAiS V{RIAS
39
Hallazgos de ,
de
.
NUMERO
Cacharroa mano (núm. 84).
Cacharro a rnano (núm. 87).
Tres cráneosbraquicéfalos extraordinario desde
(núm. 86).
arrollo el arco superciliar
g.-GANDIA.
Fragmentos de huesos' humanos, mandíbulas y
dientes sueltos de jabalí, ciervo, etc., procedentes
del Mondúber (nim. 423).
Hallazgos de Ia <
Fragmentosde pecten (núm. 199).
Dientes de ciervo (núm. 200).
Huesos de conejo (núm. 201).
Asta y huesos labrados (n:ún. 202).
Cuatro pedernales(núm. 203).
(núm.204).
Dos dienteshumanosy dospectúnculos
(núm. 243).
Pedernalestosco,s
Huesos humanos y animales,astasnaturalesy labradas(núm. 244\.,
Cuatro pentúnculos(núm. 245):
Tres dientbs de carnicero (núm. 246).
Dos helix (nítm.247\.
Utiles toscos (núm. 456).
Mandíbula humana (núm. 391).
Astas de ciervo aserradas(núm. 248) (es su figura
núm. 24 de la lámina I de sus dos publicaciones
mencionadas).
Cráneo de perro (núm. 256).
del
Se merrciona la <
y
349,362de su
publicaciones,en la cual las figuras lI y 18 a 24
son de materialesde dicha cueva.
ile
Hallazgos de la <
Uiiles toscos (núm. 455).
'Se menciona en la página 349 v 364 de <
y página483 de <
-34ó-
{
[page-n-395]
NOTAS PREHISTORI'CAS V.tTRIAS
{0
Io.-GENOVES.
NurvxE¡r,o.
Un hacha (núm. 187).
NUIVIERO II.-JATIVA.
Negra>(núm. 457).
Útiles toscosde <
y
y página 48trde <
ambas
NUMERO
12.-LLOMB.dY
'
,
Aaellanera>, en el Ma'
Cerámica tosca de <()r4'eaa
tamdn (núm.466)'
En la p'ágina482de
término de Catadatt, en'la falda N. d,elIl'Iatamón.
se
En la lámina I de ambaspublicaciones atribuye
mientras que en Ia
R.oca:t>,
la figura 16 a <
NUI\@R,o I3.-MONOVAB
Dos pequeñoscinceles(núm' 33).
Varias hachas(núm. 326).
NI'AÍER,O 14..--MONELTII
Hueso grande de Iguanodonte (núm. 407).
humana y hueso de metatarso(núm. 408).
.Falange
ÑIlMffi,O
15.--OLI/EBIA.
Un hacha pulirnentada(núm. 17).
.
6¡nicatosca /¡úm. 252)
C,er
del
Hallazgos de <
de
Dos hachas rl.ediorita del <
(núm.71).
Se mencibnan estashachasy el yacimiento en las
páginas 483, 484 y 485 de
páginas y
páginas 349,403 y 110 de <
(1) sobre la clasificación deflnitiva del (castelleü de1 Poryuet>' v' Ballester
Tormo, I, (EI Ch^süetletdel Porqueb, núm. 1 de los trabajos sueltos del S. L P.
aúo 1937.
-346-
?
[page-n-396]
:
NOTASPREHISToRICAS
VARIA,S
4l
obras en las que se hace, igualmente, referencia a
los objetos que siguen.
'
Molares'de cicrvo (núm. 426).
Huesos hum,anosdel <
q.uet>>
Hallazgos de
de
Pedernales,
huesosy conchas(núm, 401).
Menciónaseen la página 482 de <
V
páginas
349 v 363de
NUMERO
16._OBIHTTELA.
Fragmento de diorita- en forma de hacha chelense
(núm. 117).
Hal,lazgos <
Roca>
quémados (núm.74)
Huesos humano,s
'
Huesos humanos (nrím. 73).
Huesos humanos quemados(núm. 333).
Huesos huhanos quemados (núm. 394).
Huesos humanos sin quemar (núm. 39.5).
Cerámicatosca neolítica (núm. 75).
Dos pectúnculoscon natex perforado (núm. 76).
Discó pulirnentado, de piedra rnúm. V7).
Canino de carnicero (núm. 78).
Cuchillo de pedernal (núm. 79).
Pedazode cristal de roca, preparado (nírm. 80).
Vilanozta repioduce algunos objetos d,e <
en
que la figura 16 de dicha lámina, en su
señalarse
<
atribuye un
También se hace referencia a <
página 389 de su <
Hallazgos de la ladera de San Antón
I
:
Canto rodado, percu.tor,cle cuarcita (núnl. 120).
Barros toscos(núm. 121).
;947 -
{
[page-n-397]
NOTAS PREHISTORICAS VA'RIAS
42
Fragmento de roca volcánica, prepara,la para
muela (núm.7221.
Dos pequeñoscantosrodados,labrados(núm. 123).
Pedazode pectúnculo (núm. 124).
Huesos y dientes de jabalí y ciervo (núm. 125).
Mandíbula humana y dos falangesde mano (número 12ó).
NUMER,O 17.-- PENAGUIII\,
Un hachapulimentada(n(tm.12).
NTIMERO I8._SEGOBBE.
Apoyo de flecha, de iade, con dos aguieros (nú'
mero 347).
NUMER,O Ig-TABEBNES
.
DE VAI,LDIGNA.
Utiles toscosde silex, brecha huesosa(núm. 454).
NI'I\[ER,O 20._ TEUfuTDA.
algunoshuesoshumanos,
Pedernales
arqueolíticos,
otros de m,amífero,hélices y otras conchas mari(núm.727).
nas, procedentes <
de
del
NUMERO 21,-VILLAJOYOSA.
Un hachapulimentada(núm. 7).
NUI\{E'R O 22.-VILLENA.
Un hachapulimentada (núm.22).
CañaUn hacha pulimentada, procedente de <
son los únicos de proceLos materialesanteriormentereseñados
dencia valencianaque hemos podido encontrar entre los muchos
objetos donados por Vilanova y Piera al Museo Antropológico Nacional, a pesarde que en sus obrasse habla de otros varios hallazgos
en tierras valencianas.
D. FLETCHER VAI,LS
-348-
[page-n-398]
48
V
NOTASPREHISTO¡RIOASIRIAS
del
excavaciones S. I. P.
Las recientes
Prehistóricas Varias>
Es de esperar que en las presentes<
y
excavaciones exp,loracionesralizadas por el Servicio en los últimos tiempos; pero como buen número de los trabaios insertos en
este tomo de ARCHIVO se ocup,an principalmente de tales investigacioneso de materias a ellas tan ligadas que necesariamente
las han de dar a conocer en'detalle, sería una redundanciainaceptable al tratar iuego de las mismas separadamente; y eso €s lo que
hemos querido evitar.
Así, en nuestro trabaio relativo a los ídolos. oculados valencianos, con obj'eto de dar a conocer los nuevos hallazgos realizados
por el Sérvicio en Cótsa tJela Pastora de Alcoy y e4 la Ereta del
de
Fedregal de Navarrés,'se ha tenido necesidad describir los medios arqueológicosen que se verificaron tales descubrimientos,
hacer una escuetahistoria de los trabaios y dar un avancedel material obtenido. Cosa semeianteha acontecido a L. Pericot con los
de
extraordinarios descubrim,ientos la Cueva de la Cocina de Dos
por Alcácer
realizadas
Aguas.E igual sucedecon las investigaciones
en Peña de la Dueña de Teresa y en la Atalayuela de Losa del Obispo, de que se ocup,aaquél en un trab,ajop'reinserto.
Quien buscareaquí notas concretasque le permitan formar idea
las
sobre nuevos descubrimientos, hallará en los trabaios¿ludidos,
aunque no tan ampliadas como en los trabajos monográficos
a publicar a su tiempo.
llevadaqa cabo años atrás,
e
De las excavaciones investigaciones
a
referenciaen nuestrasMemorias elevadas lá Diputación
se hallará
hasta el añ,o1939.
De las excavacionesúltimamente efectuadasen el cerro de San
Migulel de Liria, damos cuenta en una extensa nota relativa a los
trabaios llevados a cabo en los años 1940 a 1943, inserta en esta
misma sección de ARCHIVO. A ellas remitimos al lector.
I. B. T.
-349-
[page-n-399]
44
NOTAS PREHISTOIRICIAS
VARIAS
nElsBancalets,r
Entre las numerosas interesantes
e
notas que reúne el archivo particuiar del Director del S. I. P., hemos hallado una, que con su venia, merece citarse, aun cuando sea sólo para dejat en las páginas
de este ARCHIVO antecedentes yacimiento en cuestión. pues
del
lo único publicado (1) lo fué en revista ya agotaday dificilísima de
encontrar.
Eran los tiempos en que el Padre Furgús, S. J., estudiabalos yacimientos de Orihuela y otros lugares,y el erudito escolapioPadre
Leandro Calvo explorabacuevas,simasy vericuetosde la región en
geológicos arqueológicos,
y
buscade dato.s
cuando llegandoa su notici¡l la cxistenciade materialescerámicosa unos tres kilómetros de
marcha, en la car,reteraque parte del Real de Gandía y muy cerca
de ella, inició, junto con su alumno favorito, el actual Director del
S i. P., una exploraciónque no dió resultado,pero poco después,
el P. Juan, S. J.,' form,andoparte de un grupo excursionista,
acaso
por llegar cuando las labores de cultivo habían revelado materiaies
enterrados,pudo efectuar una exploraciónmás a fondo.
Se halla Ia estaciónen una estribaciónde las montañasde Marchuqrrera,
llamada Cerro dels Bancal¿fs.
Entre los rnaterialeshallados figuran en superficie abundante cerámica,<
más arcaica>>,
podemos determinar, con huesosy <
no
A
metro de profundidad'se halló un molino de form,a elíptica (de
35 x 19'x6 cms) y piedra arenisca
con algunasconchas
ll! hallazgoprincipal fué el de un silo -que su excavadorllama
crom,lech- análogoal hallado recienternente el Bancal de la Coen
ron, (Alicante), aunque difieren por estar el últim,o forrnado con
paredesde piedrasredondeadas, el que motiva esta nota, con piey
que se estrechan
dras planas,siempre sin argamasa,
desdesu borde
x 3,05 (3) al inferior de
superior elipsoidal de dimensiones 3,40
7,60xI,20, situado a 2,60 metros de profundidad.
(1) Maria,no Juan, S. J.: (Exploraciones arqueológfcas en el cerro dels Bancalets y en la Cova Negra), págs. 105-115,5 flgs., Bol. Soc. Arag. Cicrlcias Nat.,
t. vr, 1907.
perfora,ciones no siempre es obra de industria humana.
(3) Su explorador dice: <
-350-
[page-n-400]
i
i
I
I
t
I
t
I
ñórAs PREHTSTORTC'AS
vA,RrA,S
45
Hasta los <'tos
metros se hallaba tierra negra mezcladacon ceniza, rJebajo la cual aparecian60 cms. de tierra fina, de color parde
dusco y debajo de todo una capa muy compacta de tierra arcillosa
(fie. 1).
$
I
alt
¿
(¿)
t1l
| 1'\{t 1
i:('F
i'].1\
--.l-
Figura l.a
Entre otros materialesse hallaron en el silo : varias mandíbulas
y colmillós de jabalí, corzo, caballo y 'otros mamíferos. Aparecen
huecoslabradosy pulirnentadosen los punzonesy agujas.Se halló
un iragmento de colmillo muy grande.Se encuentrael cuarzo trabajado. El sílex (sílicedice el texto) es raro, segúnafirma su descubridor, pero el estudio de los grabadosque acompañanal trabajo, aun
siendo inuy deficientes,
permiten adivinar varias hojas de sección
triangular y trapezoidal, raspadores,raspador en hoja, sierras y alguna raedera en capas con Cardittm, P ectúnculus,Murex, C assis,
etc.
Los in'ateriales
y
más abundantes con rnejoresejemplaresson los
de piedra pulimentada, entre ellos una hacha de diorita 6E /g x 45
milírnetros, ademásde alisadores,
percutores,piedras de afilar, erc.
De los datos que'poseem,os,
pareceque se trata d,euna estación
eneolítica.Lacita que se da al hablar de la cerámicade superficie:
<
nos hace presumir que fuese argárica.
M. VIDAL Y LOPEZ
Aportaciones la protohistoria
a
valeneiana
Los hermanosH. Sagaseta
Jarrín y José lVluñoz Jarrín, de Casinos, muy dados a las investigacionesarqueológicas,fueron requeridos por nosotros para que practicaran un detenido reconocim,iento del térmrino municipal de dicho pueblo, del que ya nos
-351-
[page-n-401]
46
VARI.AS
NOTAS PREHISTORI,C,AS
un
ruinas, y nos confeccionaran croquis
eran conocidasinteresantes
La labor realizadahasta ahora
con la localizaciln de sus estaciones.
y presentada S. I. P., se concreta a los restos ibéricos e iberoal
romanos. Sin tiempo para dar en este tom'o de ARCHIVO una
referenciadetenida, nos limitamos a la enumeraciónde las estacio'
:
nes a que alude el trabajo cle aquellos señores despobladoinnlepartida de los Collados; el de Torrediato al Corral de Pomar,
de
Seca; Castillicode Bernabé; despoblado la partida de Diago;
y
cercanas al oeste de la misma;
cerro de la Monravana; ruin¿'s
cerro de Cova-Foradá y Cabezo del Castellar.
nos eran ya conocidasy han sido ex'
A,lgunas tales estaciones
de
ploradas ligeramentepor el S. I. P., como consta en el trabajo de
realizadas pclr aquéI,
E. Pla sobre exploracionesy excavaciones
inserto en estapublicación.
del
y
La labor de los Sres.Sagaseta Muñoz, como prospectores
el conocimiento arquelógicodel térm,ino
Servicio, va com,pletando
de casinos; .y hemos de hacer constaraquí lo obligado que el servicio les queda p'or su eficaz labot
I . B .T .
al
Un donativointeresante Museode Prehistoria
D. Ramón Martí Garcerán, culto valenciano residenteen Segorbe, entusiasta los estudiosde arqueologíaantigua,ha ido rede
uniendo, a lo largo de años de exploracionesen la comarca segorbina y en otras inmediatas, una interesantecolección arqueo'
principalmente,entre otros materialesde épocas
lógica com,puesta,
posteriores,de gran número de fragmentoscerámicosibéricosy ro'
como mroriscos.
manos, y de algunosvasosque pueden clasificarse
sólo en lo que importa a nuestro Museo de Prehis'
Deteniéndonos
grandesties'
toria, podemos enumerar, entre lo ibérico interesante,
tos pintados, predominantementecon ornarnentación geométrica,
pero bastantesde ellos llevan decoraciónque puede calificarsede
de
rica (postas,hojas estilizadas hiedra, svásticasde acodamiento
y otros más secundarios);y entre lo romano, aparte
bífido, aves
alguna moneda de bronce y tiestos dudosos, fragrnentosde sigillata
.
bien ornada La mayor p'artedel material procede de exploraciones
p,racticadas una cueva cercanaa los lindes con Castelnovo' que
en
estrato fecundo que debe excavarseen cuanto lo p'ermitan
,.,rr" ,¡
otras inaplazableslabores del S. L P. El Sr. MArtí, persona de buen
:352-
[page-n-402]
VA,RIAS
NOTAS PREHISTORI,CiAS
47
sentido, comprend¡endo que la exploración de yacimientos de esta
clase no puede ser obra de un esfuerzo aislado, individual, sino de
un Centro dedicado a tales actividades, suspendió sus rcbuscas y
al
donó la colección formac''la Museo de Prehistoria; caso excepcional entre los aficionados de esta clase, que tienden, con'tra terminantes prescripciones legales, a retener ocultas sus colecciones hurtándolas al estudio de los tlem'ás,con manifiesto daño para la investigación general, ello además del causado con la formación de las
colecciones por procedimientos anticientíficos ; casos tnerecedores
de que se procediesecon rigor a la incautación de los materiales,
que como sanción a tal proceder impone la vigente legislación de
e x c l v a c i on e s .
La colección Martí Garcerán, reconstruída ya en 1o posible en
el Laboratorio del S. I. P., será cornpletada con el producto de.
unas nuevas excavaciones, que es de esperar den elemcntos suficientes para rehacer muchos vasos incomipletos, y luego expuesta cie
modo adecuado en el Museo.
La Diputación acordó oportunamente aceptar el donativo y comunicar al Sr. Martí Garcerán su agrarJecimiento.
I. B. T.
actualpor los molinosa mano
Et interés
va
Sucesivamente atenciónde ios arqueólogos fijándoseen ele'
la
mentos de cultura material que habían sido poco mefios que olviAhora parece haberlesllegado el turno
dados por sus precursores.
los
han lesultactro
Espccialmente
reveladores
a los molinr¡sde nr-ano.
trabajos del inglés Curwen. En el molino de rotaciólt tendrtamos
uno de los m,ásnotablesprogresosde la técnicay un nuevo instrumento para friar la cronología. Se conoce un tipo céltico frenté a
otro helenístico,ambos derivados cl.elMeditercáneooriental, pero
el tipo conocido en elrBajo,Aragón parecetener otrr¡ carácter.Esleperamos quc este tema despertaráel interés de los arqueótrogos
vantinos y se inventariará el abundante material, poco conocido,
que las excavaciones estosúltimos años han producido (véaseel
de
on
trabajo de V. Gordon Chilcle,lTotary Qu,erns the Continent and
in the Mediteranean
Basin, en Antiquity, vol. XVII, Marzo, 1943,
página19).
L. P.
_353_
[page-n-403]
48
NOTAS PRE.HISTORI,C.AS
V.ARI,AS
El profesor
GordonChildey la cuevadel Parpalló
l , a s < : i r c u n s t a n c i ap o r l a s q u e h a a t r a v e s a d oE u r o p a h a n d i f i c u l s
e l l i b r e i n t e r c a m b i o d e i d e a s c i e n t í ñ c a s .E l l o e x tado enormJmente
p l i c a q . , r en u e s t r a p u b l i c a c i ó n d e l o s h a l l a z g o s d e l a c u e v a d e i P a r p a l l ó , e r r 1 9 4 2 , h a y a t e n i d o e s c a s oe c o . A p e n a s h e m o s p o d i d o d i { u n dir la obra por ei extranjero, pues varios ejemplaresque intentamos
e n v i a r e ,l o s a r q u e ó l o g o s f r a n c e s e ss e h a n p e r d i d o .
L a ú l i c a r e a c c i ó n q u e h a p r o d u c i d o , q u e s e p a m o s ,e s u n a r t i c u l o d e V . G o r d o t r C h i l d e e n A n t i q u , i t y ( M a r z o d e 1 9 4 4 ) .N o s i n l e r e s a
aquí recoger algunas de las sugestionesdel ilustre prehistoriador
inglés, cuya a.rtolidad hoy es máxima en nuestra ciencia, por 1o que
tienen de conñrnración de hipótesis que por nuestra parte sólo tímid a m e n t e h a b r í a r n o ss u g e r i d o .
. G. Chil
invento que mulhos habían pensado que, por lo menos en Occidente, había sido introducido en los tiempos mesolíticos.Convier:e insistir en que el ambiente en que aquél se usó en España y, por consiguiente, los animales perseguidospor los arqueros, era esencialmente los mismos que exigieron su empleo en los tiempos postglaciales, cuando las grandes manadas de herbívoros habían sido
expulsaclasCe la liuropa atlántica, también por el avance del bosque.
Casi tan pelturbrdora para las ideas corrientes es la aparición en el
mismo horizonte de microburiles, admitidos hasta ahora en Euro'
p a c o m o i n d i c a d , . , r e s e l a c u l t u r a t a r d e n o i s e n s e ,m e s o l í t i c a > . M á s
d
¿ d e l a n t e a f i ¡ m a : < M u c h a s b e l l a s h i p ó t e s i s h a n s i d o r e f u t a d a sp o r l a
prueba expr.:rimental de las excavaciones de la cucva del Parpalló.
Antiguos problemas planteados de nuevo se han añadido a las nuev a s c u e s t i o n e sp r o v o c a d a s p o r e l m a t e r i a l a h o r a d e s c u b i e r t o > .C a l i fica de sorprendcnte la semejanza enlre un motivo geométrico del
Parpalló y un ¿rabatlo clel Capsiense típico de El Mekta. Reconoce
q u e c u a n d o l a p u b , l i c a c i é nd e l a s e x c a v a c i o n e ss o v i é t i c a sh a m o s t r a do que no había Solutrenbe al Este del Dniéster, Hungría resulta
una cuna excéntrica pars tal cultura y que aún lo parece más ahora
.además,
ahora
c o n l a e x t r : n s i ó nc o m p r o b a d a a l S u d e s t e d e E s p a ñ a ;
la provincia solutrense ira sido unida a Ia gran zona airicana de puntas esbaikiensesv de Stiil Bay, que también tienen forrna de hoja
,
y están trabajadas por arnbas caras, cuando no con la verdadera téc-
-354-
[page-n-404]
NOTAS PREHISTOTRI,CAS
VA,RIAS
49
nica solutrense.La hipótesis que hacíam,os e la identidad entre las
d
c u l t u r a s a t e r i e n s e sy e s b a i k i e n s e sl a e n c u e n t r a c h i l d e c o m p r o b a d a
por la expedición Je El Kharga.
De los datos que el arte proporciona, deduce el profesor Childe
t a n r b i é n q u e l a s e s c e i l a sd e d a n z a , l u c h a , d . e c a z a y d o m é s t i c a s d e l
arte levantino, oifícilrnente pueden ser anteriores, en el mejor de
l o s c a s o s ,a l M a g d a l e r : i e n sú l t i m o .
C r e e m o s . q u el o d i c h o b a s t a p a r a q u e p , l " d " s u m a r s ee s t ev o t o d e
calid;rd a la hipótesis de la probabilidad del africanismo de nuestro
solut¡ense y de la cronología epipaleolítica del arte levantino. No
dudamos que ahore, al reanudarse el intercambio científico, estos
problemas seránde nuevo discutidos.Procuraremos tener al corrien,
te a los lectores tle esta publicación, de la marcha de la polémica.
I-. PERICOT
El Paleolítico
Alcovano
Desde haee tiernpo era conocido el yacimiento prehistóric,ode
L o s l ) ' b o t s . H o y , d e s p u é sd e l a s r e p e t i d a s p r o s p e c c i o n e sr e a l i z a d a s
e n d i r : h ap a r t i d a p o r v a r i o s a r q u e ó l o g o s a l c o y a n o sy , s o b r e t o d o , p o r
D . J o s é B e l d a , p o d e m o s h a b l a r y a c o n s e g u r i d a d d e l a p r e s e n c i ae n
la comarca Je Alcoy dc Paleolítico inferior y supericr. I-a nrayor
p a r t e d e I o i . m a t e r i a l e sh a n s i d o l l e v a d o s a l M u s e o F r o v i n c i a l d c A l i c a n t e p o r D . J o s é B e l d a , y a l l í h e m ' o sp o d i c l o e x a m i n a r l o s y c . l a s i f i c a r u n a p a r t e , a g r a d e c i e n d oa l s r . B e l d a s u a m a b i l i d a d y d e s i n t e r é s
a l m o s t r a r , o s e l m a t e r i a l . P a r t e d e é s t e h a s i d o c l a s i f i c a d op o r d o n
salvador vilaseca, y en nuestravisita nos acompañó D. Juan cabré.
Algunas de las piezas presentan pátina muy antigua, evirlente_
m e n t e c h e l e c - a c h e l e n s e ; n o f a l t a n l a s l a s c a sd e t i p o c l a c t o n i e n s e .
Muy ab*nda*te cs el Mustcriense, con piezas, puntas y rae
pata de cabra, hojas, hojitas dc dorso rebajado y otros elemcntos,
q u e i n d i c a n e l A u r i ñ a c i e n s e , a p r e c i á n d o s cl a f a s e d e l A b r i A u d i d e
transición al misrno.
S e :t r a t a , p u e s , d e u n v a s t o y a c i m i e n t o a l a i r e l i b r e , d e e n o r m e
duración. que en r,nuchas onas, debido al cultivo, aparecerevuelto
z
c o n c e r á m i c : re n c o l í t i c a , v a r g á r i c a d c l o s t i e m p o s p o s t e r i o r e s c l e o c u pación. Ocupa r,na extensa meseta erosionada por profundas ba_
r r a n c a d a s ,e n l a s l a d e r a s N E . d e l a f a m o s a S e r r e t a .
- J D D -
:
I
[page-n-405]
NOTAS PR SHISTORI'CAS VARI,AS
50
interés el estudio más preciso de estos
Creemos de excepcional.
que inician un nuevo capítulo en el conocimiento de la
hallazgos,
Prehistorialevantina'
L. 'ERIC'T
Adolto Schultencumple75 años
No queremosque pasela ocasiónde rememorarlos 75 años del
han
gran hispanistaalemán Dr. Adolfo Schulten. [,as circunstancias
hecho que curnpliera esa edad cerca de nosotros, calentado por el
sol de España, al que tanto amó siempre; aunque pasando por el
dolor de estar alejado de los suyos.
para el trabajo. Todavía hoy, en
Son 75 años bien aprovechados
'Iarragona,
de
apenadopor lós sufrim'ienios
su retiro de la imperial
gu país, sigue incansable labor de hispanista.Recientementchan
su
edición de 'rTarvisto la luz su
Ha
tessos>>. ultimado la edición de Estrabón y la segundaedición
Hispaniae Antiquae. Y prepara la trade Avieno, para las tr-ontes
que
en españolde su obra
ducción
de la Península'Ejemde
mirá cuanto sabemos la Geografíaantigua
plo vivo para nuestrosjóvenes, el de ese entusiasmoincansableal
que no abatenlos años ni las desdichas.
El profesor Schulten ha tenido siernprepara Valencia y concretamente para nuestro-servicio, los mayores elogios'y deferencias.
al
Hoy nos honramossumándonos homenajeque sus 75 años mere'muchos más, al servicio de nuestra ciencia y en
ren y le deseamos
la mejo,rpaz de espíritu posible.
'
a
El homenaje D. RoqueChabás
el
Con motivo de cumplirse en 12 de Enero de 1944 centenario
D. Roque Cha'
prim,ero del.nacimiento del historiador valenciano
bás Lloréns, el Cgntro de Cultura Valenciana inició y la Iracultad
de Filosofía y Letras propulsó,,la celebraciónde un hornenaje a
aquél, que se celebró en el propio año y consistió, además de' las
funciones religiosaspropias clel caso, en un ciclo de conferencias
estudiando los diversos aspectosde la personalidad del rememoraa
do; cuyas disertaciones.estuvieron cargo de D. Salvador Carreres Zacarés,D. Teodoro Llorente Falcó, D. Felipe- Mateu y Llo-356-
[page-n-406]
NOTAS PREH ISTOIRI'CÁSV.A.,RIAS
51
pis, D. Godoiredo Ros Fillol y del catedráticode nuestra Univerque fué el presidentede la comisión
sidad f). Manuel Ballesteros,
organizad,ora.
l,os trabajospersonales diríamosque más propios del hombre
y
bueno y sabio,sin más a
innecesarias, se llamó en
vida D. Roqu'eChabás,no cayeronen el área de las actividades
específic¿* S. I. P., aunquele aproximaÍay aun le hicieraasomardel
se a silas su espíritu inquisitivo, su afán interrogadorde hombre
de estudio; como por ejemplo en el examende las Tortificaciones
rernotasde las crestasy estritraciones Montgó de Denia, a que
del
nos referimos en una de las notas bibliográficasen;este libro inserpara merecerel homenajede los eletas; pero ello aparte,irastaría
mentoeque integran este Centro de investigación, gran labor cola
Iectorade datosy elementos estudiode interéspara los prehisde
trrri¿rdores
valencianos, hecha én las páginasde su
yá ruanclofundamosesta su homónima publicación,a ticmp,oque
se la vestíacon cubierta
iorjadacon tipos tomadosdel
valencianos siglo XV, se
del
l,ebautizaba
tgmbién (ARCHIVO> en honor de D. Roque Chabás
y del que él creara como eficaz obra cle estudio, segúnya expusinros entonces. Casi no haría falta, pues, decir aquí, si no fuera
porque se tiene e¡rello gran complacencia,
hastaqué punto los prehistoriadores S. I. P. se adhirieronde corazín a fal homenaie.
del
I. B. T.
El movimiento
cultural prehistórico
valenciano
CENTII,OS DE ESTUDIO
Despuésde la Liberación han ido volviendo a sus cauceslas
añejasectividades
arqueológicas algunosgrupos de estudiosos
de
vafencianos.
Así, el Laboratorio de Ar:queología nuestraUniversidad, del
de
que'{ormaron parte figurasde tanta valía como el Excmo. Sr. Marquésde Lozoya, D. Luis Pericot y algún otro, ha vuelto a rehacerse
junto a un elemento joven, tan estudioso y dinámico como el
catedráticode Historia Antigua D. Manuel Ballesteros.al que
rodea gran parte de las personasque en Valencia cultivan los esy
tudios arqueológicos algunoselementosjóvenesya prepara
aRtT
¿ua
-
[page-n-407]
r
L
-
a
a
.
52
VARI,.{S
NOTAS PREHISTOIRI,CAS
En reuniones sernanales se cambian impresiones sobre temas arq u e o l ó g i c o s , v a l e n c i a n o se s p e c i a l m e n t e ; s e c o m e n t a n p u b l i c a c i o n e s
cr.randono descubrimientos, y se viene' a realizar, en suma, uúa eftcaz labor de ambientación arc¡ueológica.
También la sección de Prehistoria del Centro cle Cultura Valenciana, de la que durante tantos años vino siendo el alma D. Nicoiás
Primitivo G6mez Serrano, comienza a reorganizarse de nuevo,
apenas vueltos a la normalidad. Sus actividades son semejantesa
las del Laboratorio de Arqueología de la Universidad, aunque c¡,e
más reclucido radio cle acción, ya que no trata ds fl¡'ltreología en
general, sino que alc¿tnzansus actividades sólo a lo ctnográñco y
p r : e h i s t ó r i c o .S u c a m p o d e a c t i v i d a d e ss e e x t i e n d e a b u e n n r i m e r o d e
pueblos del antiguo Reino de Valencia, por m,edio de corresponsae
e
lías establecidas n muchos de ellos y por delegaciones n manos de
personas dadas a estos estudios.
de
Castellonense Culturh, repuestade ! o s
También la Sociedad
y
quebrantos
sufridosen época roja, ha logrado reorganizarse orque tan alto la colc¡earon.
investigación
denar sus trabajosd.e
R,EVISTAS
y
dc
Castellonense
El Centro de Cultura Valenciana la Sociedad
pro'
pronto poner.en marchalas ya viejasrevistas
Cultura lograron
y
pias, que fueron expresiónde su pensam'iento vehículo adecuado
del
para dar a conocer su labor científica.En <
hallará, quien clesee
Cultura Valencianat>
prehistóricos
valendescubrimientos
conocimientode los recientes
los publicadoscon regula'
cianos,entre otros trabajosespecíficos
de
a
tocantes las sesiones
ridad por D. Nicolás P. G6mez, traslados
la Secciónde Prehistoria; y el que pretendaestar al corriente de
en
tales actividades la provincia hermana de Castellón,habrá de
de
Castcllonense Cultura.r,al que
acudir al
de
estudios D. Juan Porlos
car sobreel arte rupestrelevantino.
vaTambién el Laboratorio de Arqueologíade la IJniqersidad
propia la revistade Historia.y Arlencianase ha creado,hacienclo
que fundaranuestroAgregadoSr. Chocomeli,
queología
el medio de divulgaciónde los trabajos de los elementosque lo
animan; y aunquesu área de labor es anrplia hastacomprenderla
investigaciónhistórica y arqueológica,no podrá tenersepor agota-358-
[page-n-408]
NOTAS PREHISTOiRIICIAiS
VA.RIAS
53
d o e l e s p e c í f i c oc a m p o d e I a p r e h i s t o r i a v a l e n c i a n a s i n h a b e r a c u dido antes a las páginasde
Recientemente se inauguró en Cartagena un Museo municipal,
creado y dirigido por D. Antonio Beltrán, valenciano, si no de nacimiento, sí de formación y de coraz6n; ceniro ?penas nacido ya
destacado. Aunque algo alejado de nuestras orgaqi.zacionesde estudio, también creemos del caso hacer de él refcrencia, ya que en
realidad a(tn cabía estimarle en ciertos aspec[os muy relacionado
con el Reino de valencia. Publica este centr¡ una ievista
CO N F E R E N C I A S
P o r l a s r a z o n e s v a r i a s v e c e s a p u n t a d a s ,n o n o s e s p o s i b l e r e c o g e r
en este ljbro todas las conferencias pronunciadas a 7o largo de los
años a que en general se refiere, sino a las, más recientes y aun no
haciendo detallada referencia a su contenido, al modo como Io
r e a l i z a r o n o p o r t u n a m e n t e I a s r e v i s t a s d e l a e s p e c i a l i d a d ,s i n o l i m i tándonos a una enumeraclón somera.
E n 1 9 4 1 ,y c o n m o t i v o d e l i n g r e s o d e D , . J u a n J o s é S e n e n t l b á ñez, bien conocido entre los prehistoriadores valencianos, en el
Centro de Cultura Valenciana, leyó una documeqtada conferencia
s o b r e < P e r s o n a l i d a dd e l A r t e R u p e s t r e d e l L , e v a n t e E s p a ñ o l > , m a n t e n i e n d o p u n t o s d e v i s t a m u y p e r s o n a l e s ,q u e , p r , r l a m u l t i p l i c i d a d
y " a m p l i t u d d e t e m a s , n o n o s e s d a b l e e x t r a c t a r e f i c a z n r e n t ea q u í ,
como Io haremos cuando tal trabajo sea publicado y quede más
precisada la materia para su examen.
El Dr. García Bellido, Catedrático de la Universidad Central,
a quien tanto debe la Arqueología española, muy especialmente
en lo qlre atañe al estr-rdiode las viejas colonizlciones, pronunció
en la {Jniversidacl de Valencia dos conferencias sobre temas
bien importantes de prehistoria ibérica. Versó una s.rbre
hasta ahora ha sicloopinión general, de que la belia figura debc loc a l i s , a r s e l e n t r o d e l p e r í o d o r o m a n o , c o n c a r a c t e r e sp s e u d o a r c a i c o s ,
c
y e n c o n s e c u e n c i af u e r a d e l s i g l o V a . d e J . C . , a q u e t a n t o s m a e s tros la atribuyeran. Y trató en la segunda disertacrón del teme
-359-
[page-n-409]
-4
t
54
NOTAS FREHISTORICAS V.{RIAS
opinión suya propia hasta hace poco, sobre la cronología del arte
rcchazandolas tan admitiib,érico,que rebaja extraordinariamente,
griegasen lo ibérico, inclinándosem,ása reconocer
das irtfluencias
(.excavancomo dice con agudeza,
lá romana; tesisatrevida,basada,
más que en los campos, puesto que realizarlo en
do en los libros>>
ya
los sitios que cita carecía de'eficacia opinión que algunoscree;
p'r€cisamente
lo excavado en ,los terrenos, tal vez un tanto
rrlos,
Flr
extremada.
y
Bl2 de Diciembre de1944, con miotivode su ingresoen el Centro de Cultura Valenciana,leyó D. Isidro Ballesterun trabajo tituIado
do el discurs()de cbntestacióna cargo del
Nicolás Primitivo Gómez Serrano. Publicadosya a;nbos trabajos,
no interesa extractarlosaquí, pues significaríarepetición de lo expuesto en otro lugar de esta publicación.
para
.' Erl el último verano y aprovechandosu venida a Valencia
ptactica desde
que
ponerseal f¡ente de las excavaciones' el S. I. P.
hace añqs en la Cueva de la Cocina de Dos-Aguas,tarnbién D. Luis
Pericot dió en nuestraUniversidad una interesanteconferenciasobre materia prehistórica.Difícil es hacer.un extracto de su contenido. Trató en primer lugar de dar una imipresióngeneral de los repor el S. I. P' haceaños,en
que
sultadosde las excavaciones realizara
del Parpalló>,trabajosa cuyo frente estuvo, ayudadop'or los
vaban antes de la excavaciín, así como las p'osterioresa que dieran
y
lugar sus enseñanzas, ratificó su opinión sobre el origen africano
que de cuenta
Tarnbién se refirió a las excavaciones
del Solutrense.
provincia de Gerona';
de la ComisaríaGeneral ha practicadoen la
y expuso sus ideassoÉreel estudio de los arpones,en lo que no inpor hablarsede ello-en otro lugar de ARCHIVO.
sistim,os
pronunciadaen Valencia por Raymond
Tocante a la conferencia
celtasdel'MeLantier el 5 de Diciembreúltimo, sobre <
diodía de Francia>,véaseuna extensanota
sección.
I. B. T.
-360-
[page-n-410]
ñctividades
del 5. l. F.
y
Excavacionesexploraciones
practicadas
desde
el año 1929a 1945
Aunque sr-¡n
conocidoslos resultados las actividades exde
de
ploración y excavación del S'erviciodurante los años 7929a t945
por haherse
publicado
lor Memorias'queanualmenteha eleva,
"n
do su Dir.eccióna la Excma. Diputación Provincial y por diversas
notas dadasen la prensavalencianay en revistasnacionales
dedicadas a la especialidacl,
redactamos,ei siguienteextracto de tales tra,
bajos, ya que por lo dispersode los datos, la. dificultad de acudir a
y
ellos en cualquier momrento- el estar algunasde las publicaciones
nor
agotadas, es tarea fácil a'quienesse dedican a estasmaterias,el
tener a mano la exposiciónde conjunto de las labores realizadas.
Vamos, pues,a dar nna ligera idea de ellasen estemodo de resumen
practide los resultadosobtenidosen cada una de las excavaciones
cadas; cuyas referencias
serán nl.áso menos extensas,
según la bibliografíaseamenoso más detenida
Puede tenerse por bibliografía general del cohjunto de
BIBLIOGRAFIA:
excavaciones realizadas, las siguientes publicaciones del Director del Servicio:
1931,1932,
1933,
tas sobre las excavaciones de San Miguel de Liria (1940)) en Arch. Esp. Arq.
nrimero 43, y en (Las Provincias> de 28-XII-1941.-I. B.: (Lá can-tpaña de excavaciones del S.' I. P. de la Excma. Diputación Provincial, en eI presente
año (1941)) én (Las Provincias) de 14-XII-1941.-I. B. T.: (La reciente campaña det S. I. P. en La Marjal de Navarrés (1944)), en (Las Provincias> de
l7-IX-19+4 y en
"COVA NEGRA" (Játiva)
Se continuaron los trabajos excavatoriosen esta cueva durante
loe veranos de 7929, 1931 v 1933; excavándosela galería que se
altría en el contratuerte qu,e lirnitaba la ram'pa de acceso.Se pro-361-
[page-n-411]
2
BNRIQUE PLA BALL.ESTER
funrJizí hasta llegar a un estrato formado por margas triásicas,
habiendo desaparecidolos niveles sup,eriores,bien por erosión
o por excavaciónsin fines científicos.El estrato"ioi,mado de lirno
rojo con grandesestalagtitas algo removido en su párte superior,
y
descansaba
sobre un lecho de tierras negras.
El m,aterialque dió, de sílex principalmente,
permite clasificarla como Musteriense,
aunque quizá llegó a las prime¡as edades del Paleolíticosuperior.
También la fauna encontradaes muy importante: huesosde
equidos,cérvidosy cápridos, y algunos molares de
La Dirección del Serviciopuso aD. GonzaloJ. Viñes al frente
de los trabajos,que ya iniciara,quien conservaba su casade Jáen
tiva parte del nlaterialguardadopara suiestudio,así como los diarios de excavaciones;
perb al ser asesinadoeil 19365. asaltadala
perdieron éstos,pudiéndosesólo salvar la ntayoríadel macasa'sei
terial y aun ésteen un lamentable
estadode dosorden.
BIBLIOGRAFIA: Dirección del S.:
(,Iátiva)rr en Arch. de Preh. Levantina, I.-1928, págs. .t1 y siguientes.-Gonzalo J. Viñes: (Notas de las excavaciones practicadas> en (Estudios sobre
las cuevas paleolÍticas valencianas: Cdva Negra de Bellirs>, núm ti de la serie
de Trabajos Varios del S. I. P.-J. Royo Gómez:
cueva en esta publicación.
.*
"COVA DE LA pECfIfNA"
(Belr,ús)
En 1931 y por D. Gonzalo J. Viñes también, se excayó parte r-lel
pequeño depósito que restaba en este abrigo, en forma de concha,
que se halla en el paso' conocido por
donde el río Albaida sale del valle de su nombre a la huerta dc
Játiva, y como a un kilómetro aguas arriba rle rCüva Negra>, sobre
u n o s e s c a r p e sc e r c a n o s a l m a r g e n i z q u i e r d o d c l r í o .
El yacimiento cubría el espacig existente entre el pie de los
e s c a r p e sy u n o s c a m p o s c e r c a n o s , d e d i c a d o s a l c u l t i v o d e l o l i v o .
q u e s e . f o r m a r í a n s e g u r a m e n t e a e x p e n s a sd e a q u é l .
El material obtenido pertenece al Mrrsteliense, con características semejantes al de
équidos y cérvidos.
BIBLIOGRAFIA:Dirección S.: (La labordel S.I.p....> 1981,
del
págs B y 11.
-362-
[page-n-412]
¡
ACTIVI.D,IDES EL S. I. P.
D
(Gandía)
"COVA DET,PARPAI_¡LO',
Esta famosa cueva se excavó por el S. I. P. dtlrante.los años
1929,7930y 1931.Por haher sido extensamlente
prrblicadoslos resultados su excavación,
de
sólo daremosaquí'una ligera referencia.
Trátase de una cueva de medianas dimensiones,enclavadaen
la laderameridional de Mondúber, en término municipar de Bárig.
su estrato fértil tenía nueve metros de espesor y .tió gran cantidad de material tanto lítico como óseo, de técnica magnífica,
propio del Paleolítico superior en todas sus culturas. Tam,bién er
'en
arte mobiliar estuvo extraordinariamenterepresentedo plaquetas de caliza grabadas pintadas,figurando animales.Dirigió ros
y
trabajosel subdirectordel s. I. P., sr. Pericot, auriliado por los
ColaboradoresSres.Viñes y Jornet.BIBI.IOGRAFfA: Dirección clel S.: uf,a nnor del S. f. p,...), 1929, pág. b.
I
(Las ¡.runtas solutrenses rtel üipo tevantino
españoln y
en (Proceedings> del.Primer Congreso Internacional de Ciencias prel:iistóricas
y ProtohÍstóricas, Londres, 1934, págs. Tg y 8O.-pericot:
ges de Prehistoire et d'Anthropologie offerts... au professeur H. BegouenD, I,
Tóulouse, 1939, pág. 307.-Pericot:
de la serie de Trabajos Varios del S. I. p., Valencia, 1942,pág. 19,
I
I
CUEVADE LA COCINA (Dos Aguas)
También bajo la dirección de D. Luis Ppricot excavóel S. I. P.
durante los veranosde 1941,7942,1943 7945, cueva de
cina>, oquedad de grandes dimensionessituada en la partida llamada de la
Bajo del sirle, que se extendíaen gruesacap,a
por toda la superficie de la cueva, se hallaron en un p,rirner estrato, algo .revuelto, '
fragmentosde cerám,ica
tosca, algunos con iecc¡ración incisa. En
capasmás profundas, hasta 1,80 metros en algunos puntcs, aparecieron gran cantidad de puntas de flecha geométricasde pedernal,
de tipo microlítico, raspadores,
buriles y microburiles en gran can-363-
I
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I
4
SNRIQUE PLA IBALLESTER
tidad; hojas con muescaslateralesy algunas otras con el dorsc¡
rebajado que recuerdan técnica del Paleolítico superior. También
se halló cerámica en las p,rimerascapas del estrato intacto. Es
digna de notarsela evolución que sufren las pequeñaspuntas de
flecha del tipo dicho desde las capassup,eriores
hasta las más profundas. Hallazgosde gran interés son las losetascon decoraciones
geométricaslineales incisas,en sus caras, y la utilizaciín de piedras calizaspara la construcciónde útiles de grandes dimensiones,
como por ejemplo martillos, percutores,etc.
De importantísima podemos calificar esta cueva, p,uesquizá nos
dé un gratJointermedio de evolución de la cultura humana desd,e
Ios últim<.¡s
tiempos del Paleolítico superior a los primeros del
Neolíticd.
BIBLIOGRAFIA:
L B.: (La campaña de excavaciones del S. I. p. de la
Excma. D.iputación Provincial, en el presente año (1941)), en <
en
el trabajo de D. Luis Pericot sobre Ia Cocina, en el presente
libro.
'COVA DE LA SARSA" (Bocairente)
Intcrrumpidasdesde1928 las excavaciones esta interesante
de
cueva,con restoscle cerámicacardial, se realizaron por el Sr. Ponsell a nombre del S. I. P. unas cortascam,pañas los veranosde
en
1931,1932,193.5 tr939,que dieron resultadossemejantes los de
a
v
l a sa n t e r i o r e s .
E,n estos años los objetos recogidosy dignos de mención, son
los siguientes punzones de hueso, del tipo conocido corriente,
:
en los que la apófisissirve de mango; otros, de igual matreria,
aplanados y muy aguzados,
con los extrenos cercanosa la base denta
de
plano, ornado con decoraciónincisageométrica; collaresde columbelas, alguno con una ciprea de buen tam,añoque debía servir
de colgantecentral; conchasde caracol,de cardium y de .pectúncu,
lo; varios candilesde ciervo y algunos colmillos de jabalí; percutores Je basalto; una pieza de piedra silíceagris, cilíndrica y ligeramenle aplanada,
aguzadapor un extremo y recortadapor el otro,
y numerososvasos, generalmentede p,equeñotamaño, bellamente
ornadoscon motivos incisosy cardialesde la más var\a y rica decoraci6n, así como gran cantidad de fragmentosde las m,ismas
especiescerámicas.
-364-
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ACTIVIDADES DEL S.. I. P.
5
Fué esta cueva descub,ierta
y'excavadaaños antes de cuenta ciei
S. L P..por su Colaboraclor Francisco
D.
Ponsell.
Pertenecea una fase inicial del Eneolítico, o sea a la que hoy
juzga Maúínez santa-olalla Neolítico reciente de la cultura
his,
pano-mauritana.
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:
Idem, L934,pá9. l3.-Idem, 1935 a 1939, pág.84.-Ballester: <únas óeián:icas
interesantes en el valle de Albaida>, T. a. de
^sog.Esp. de Anúr., Etnog. y prehisú., tomo XVII, Madrid, L542, pág,. g?._San
valero:
.
ENTER,RAMIENTO CUEVADE R,IOCAFOR,T
EN
Por casualidad
fué descubierta cueva en una calle de estalocatal
lidad, en Julio de 1935,y fué requerido el Servicio para su excavación. Se realizaron los trabajos bajo la dirección del Sr. Ballester.
Se trataba de una oquedad natural, utilizada para enterramiento, qire dió el siguientematerial : un puñal de cobre, de lengüeta,
pon el perfil lateral algo reentrantey la p'unta rom,a; cinco p,untas
cle flechade sílex, con pedúnculo y aletasm,uy uniformres de buey
na técnica; rasp'adortain,biéncle p,edernal; fragm,entode iámina de
l o m i s m o , s i n r e t o q u e s ;u n c u e n c o d e c e r á m i c ao s c u r a ,h e c h o a
.
mano y liso; unas2.500cuentasdiscoidales
blancasde collar, de piey de concha; unas 400 rnás de materia gris y negtuzcai
dra caliza
unas pocasde materia roja y una cilíndrica con taladro longitudinat,
de piedra bland,arosada; un colgante de concha de púrpura; rest<¡sde una lámina, de hueso ai parecer,estrecha larga; rm colmiy
Ilo de jabalí que pudo servir de colgante; y restoshurnanospertenecientesa cuatro enterrados.
Puecle clasificarseeste enterramientocom,o Bronce inicial, de
Boch, que corresponde BronceI,
al
.de Santa-Olalla.
BIBLIOGRAFIA: I. Baliester:
mero 9 de la serie de Trabajos Varios del S. L p., con un apéndice sobre <
-.365 -
[page-n-415]
ENRIQUE PLA BALL'ESTER
"COVA DE IrA PASTORA" (Alcoy¡
Descubierta esta cueva en finca propia, por el Agregado D. Vicente Pascual, realizó al comienzo unas catas que dieron excelente
resultado; por lo que el S. I. P. decidió efectuar su excavación. Ob'
tenidb el correspondiente perm,iso de la Comisaría General, empezáronse los rrabajos en el verano de 1944, que hubieron de suspenderse por orden del Gobernador Civil de Alicante. Las excavaciones fueron muy fecunclas; descubriéndose gran número de puntas de flecha de sílex de tipos varios, abundando las foliáceasy las
con aletas y petlúnculo; grandes cuchillos de pedernal y algunas
h a c h a s p u l i m e n t a t l s s ; e x t r a o r d i n a r i o s l o t e s d e - c u e n t a sd e c o l l a r d e
t o d o s l o s t i p o s c o r r i e n t e s ( d i s c o i d a l e s ,e n o l i v a y e s f é r i c a s ,y e n m á terias varias como ámbar, azab,ache-rocas distintas, vértebras de
pescado, menudas conchas, etc.) ; colgantes de concha v hueso,
algunos con decoración en espiral; alfileres óseos de cabeza lisa y
acanalad,a; huescrs-ídolosgrabados con ornam,entación oculada, semejantes a los ya conocidos de Almizaraque, p\ezas que tienen aquí
un interés extradrdinario; laminillas de hueso, posibles representaciones humanas; la parte inferior de una al parecer figura de mu'
jer, esculpida en colgante de piedra ; y gran número de cráneos humanos, algunos trepanados.
libro eI trabajo del Sr. Ballestersobre
BIBLIOGRAFI¡.: Ver en el presente
los idolos oculad¡s valencianos.
.,ERETA DEI, FEDREGAÍ.'' (Navarrés)
Fijado el yacimiento por el Agregado del S. I. P., Sr. Chocomeli, éste y et capataz
amplias exploraciones preparatorias. Han sido formal\zadas ya las
excavaciones en lcs años 1944 y 1945, bajo la dirección del Sr. Ballester, ayudado de los Agregados del S. I. P., Sres. Alcácer y Pla.
Los trabajos se practican en la llamada
campo situado en una ligera elevación del terreno, entre huertas,
existente en una dc las orillas de Ia hoyada que constituye en parte
la partida conocida por la
-366-
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A'CTIVID,\DES .D'EL S. I P
D
I
parte en el vaso rle un laso; lo que hace pensar
en ,unapoblación
lacustre o palustre.
El material, propio del Eneolítico final o Bronce inicial,
es rico
y variado: abrrndantes
puntas de flechade pedernal,algunascon
pedúnculo y aletas,buena parte de eilas de gran
tamañoy cari todas de técnica poco i'ábir; cuchillos, tamlién de pedernar,
de
medianas dim*nsiones; hachas de piedra pulida, de tamaño
corriente, y algunasrnuy pequeñas,que hacen pensar en su
carácter
votivo; raspadores,
láliúnasde sílex con más o menosretoques,y
algunos percutores; punzones de asta o hueso, espátulasy algún
arpón tosco; una ha'cha
trlana y una azuera,
am,bas cobre probade
blemente; algún punzón de lo misrno, así como restosde laminillas.
Hallazgos de gran interés son dos ídoros ocurados uno en
:
hueso
cgn decoracióninci:a, y el otro en asta, co' or'á'entación
en relieve conseguicapor labor excisa; las dos recordandopiezas
com,o
las ya conocidasde Almizaraque y las antescitadas de <
BTBLToGRAFTA: r. Banester: (La labor del s. r. p. ...>, 1935
a 1989,pá.
gina 31.-I. B. T.: (!a reciente campaña del S. I. p.,
en la nfá".iriá"-Nru#.¿^ó,
(Las Provinciasr¡ de valencia, dét tz oiciembre
en
de 1944 y é"-,,Já"rüou, our
18
-del -mismo.-ver, además, en el presente libro et trabajo aui sr.- chocomeli sobre anteceder.tes de esta estación, y el del sr. Ballester
sobre los Ídolcs
oculados.
"MUNTANYEIIA DE CABTRERA,,
(Torrente)
Accidentalmentese hizo su descubrimiento,que dió lugar a una
excavación,efectuadacón gran premura, de este pequeño despoblado sito en el exrremo O. del
Torrente.
Al preparar el terreno para edifrcar un chalet encontráronse
algunosfragm,entas
cerámicos; y el propietario, Sr. boler Burgos,
aplazí unos días la continuación de las obras para que el S. I. p.
pudiera excav¿rlos restosdel despoblado. terreno estaba
EI
revuelto y desfigurado
por el cultivo. se procedió a su excavación,
quedando al frente de ios trabajosel Director del Servicio y el colaborador Sr. Jornct.
Tenía el despobladolas características los argáricosde Levande
te : un foso y ula fuerte muralla la defendíapor el collado inmediato, único lugar p'or donde era accesible;en dicho sitio la m*ralla
contenía en su macizado un pequeño departamento que quizá iuera
alojamiento de la guardia. se notaron algunos hoyos con cerrirasy
huellas de estacas
quemadas,por Io que se supone que fué eJ des-367-
[page-n-417]
ENRIQUE PLA BALLESTE'P
8
Nada se pudo saberde cómo eran
poblado incendiado destruirle.
al
por k-¡revueltodel terreno.
las edifcaciones,
:
Entre el material encontrado es digno de destacarse De cerá
mica : Gran núrnero de tiestosde la hecha a mano, sin decoración,
vasos: las fcrmas
que han permitido la reconstrucción bastantes
de
p,ropiasde la cultura argárica en Levante, o sean,
de éstos son las
vasosde perfil en escora o reentrante, otros ovoideos y alq.rnos
cuencos.Uno de los de perfil reentrante tiene en su mritad superior una zona decoradacon varias franjas de grupos de líneas de
puntos incisos,a las que se unen seriesde semicírculosponcéntricos. De piedra: lJna azuela de fibrolita, sierras de sílex, lascas,
piedras de molino activas y pasivas,un alisador y una pieza de
pizarra, rectangularalargada,
rota por un extrem'o y llevando un
en el otro. De metal : Cuatro puntas de flecha, de cobre,
taladro
y una de jabalina, todzlsde perfil foliáceo con la espiga m'uy acu'
sada,salvo una en la que se desarrollanlas aletas; una po'siblecuphilla de cobre o bronce, y algunos fragmentos de punzones dei
mismo m,etal.De madera: Restos de uno o varios útiles de dura
madera, en piézasde forma prismáticatriangular y de caraspelfecse
Frutos : Muy carbonizados encontraronalgunos
tamentealisadas.
Tantgranosde trigo y buen númer,t de bellotas.Fibras trenzada.s:
bién carbonizadoshalláronseunos restos de hacesde fibras ttenzadas. dentro de un vaso. De hueso: Un punzón de caña de hueso
aguzado; otro hueso, rectangular aplanado, que parece cuchillo.
y
Conchas: Buen número de prss¿únguio algunasde ciprea.
En un abr'igoinmediato al despoblado,se encontraron ullos pohumanoscon un cráneocompletoy un colganteelipsoicos huesos
muy revuelto,no permitía hacer
dal de concha.'Elsuelo,que estaba
inás que se trataba de una sepultura r:xpoliada
deducción alguna,
BIBLIOGRAFIA:
nas 18 a 22.
Director del S.: (La labor del S. I. P. .'.>, 1931, pági'
pEñA DE I"A DUEñA
,(BeeÍs-Casteltón)
Cercano al caserío <
excavado por el Agregado del Servicio Sr. Alcácer Grau. La¿ cottas
campañas excavatorias realizaclas muestran los restos de algunas
edificaciones del poblado; y,entre el material hallado, escáso y bastante pobre, son dignos de tenerse en cuenta los restos de cerámica
gris oscura, hecha a mÉno y decorada con cordones de tipos varios.
-368*
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ACTIVIDADES
DEL S. I. P.
9
Mención especialm'erece vaso de mediano tamaño, con ra partiun
cularidad de tener por asiderosen un lado una asa y en el opuestc
un pequeño mango cilíndrico. Parece pertenecereste despoblado
al Argar levantino.
BTBLToGR'aFrA:
la estación referida.
ver en este mismo tomo eI trabajo del sr. Alcácer sobre
MoNFoRTE DEL cID (Alicante)
Descubiertosunos restos arqueológicosen el término de Monforte del cid (Alicante), situadosen la rnargen izq.ierda de la ram,
bla del vinalopó, fueron visitados por una comisión del servicio,
en el verano de 1935.
Trátasede una construcción
formada por grandes losascobijas apoyadas postesverticales.Tuvo que ap,lazarse
en
el estudio a consecuencia la revolución roja, no p:udiendoreemde
prendersehasta el verano de 19,41, el que otra comisión dirigida
en
por el Sr. fletcher conrenzósu excavación,que no t-ra
podido ser
terminada, aunque falte poco para ello. No se trata, como al comienzo se creyó, de una construcciónmegalítica,sino de algo de
tiempo mucho más bajo al parecer.
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester:
ve-r, además, el trabajo del sr. Fletcher en el presente libro, sobre Monforte
del Cid.
,'LA BASTIDA DE LES ALCUSES,'(Mógente)
Em'pezadaslas excavaciones este despoblado ibérico en r92g,
de
se p,rosiguieron en los años 1929, lg3} y 1931; sacándos a luz
e
los departamentos
números 59 a 97 en r929,los 98 a 149 en el siguiente y los 150 a245 en el último.
Las construcciones
siguieron con las mismas características
que
las anteriormenteexcavadas reseñadas el tomo L" de ARCHIy
en
vo, aunque algún departam€nto presente los muros con piedras
careadasque dan una imp'resión de algo mejor en Ia edific aci6n.
Siguió dando material sem,ejante dela carnp,aña 192g,entre
al
de
el que m,encionarem,os siguiente con el necesariodetalle p,arasuel
plir la falta de publicación de gran parte de é1. D,e hierro : Hojas
de lanza y de jabalina; hachas,cuchillos curvos y acodados acicai
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10
ENRIQU,E
PLA,BALLESTER
tes, rastrillos de iabranza,piezasde freno de camascurvas,escarpes
(uno con mango tubular), varios regatones,
tijeras forcepscomo las
aparecidasen Covalta; unx interesantefalcata; punzones, remsches,clavos,anillas,hoces,zap,apicos,
agujas,
sierras,
etc. I)e bronv
ce y cobre : Fibulas anularesy de la Téne I y II; pinzasg¡abadas
ponderales tipo covaltino campanillas
(alcaladas susramas;
en
de
;
guna de ellascon .badajo) sortijas,
aretes,
arandelas;grandes
boto;
nes,varios de ellos con la svástica resalte,
en
otrostresdeformacuadrada con una figura humana recortada el centro, apoyandosus
en
extremidades los ángulosinterioresdel recuadro; variosboiones
en
con decoraciónfloral en resalte otros semiesféricos;un posible
;
platillo de balanza; dos manos derechas
y
estilizadas, dos figuritas
de,bronce,una de ellas, de notable perfección,representando
un
guerrero montado a caballo, i' la otra un torito que debió formar
parte de una representación yunta. Dreplom,o: Vasos como los
de
ya aparecidos la camp'afia 1928; discostaladrados; ponderales
en
de
de variasforrn'as,
con aniilita en su parte'sup€rior, varios discoi.
.uno
dalesy algunos iguale,s los de bronce de tipo covaltino; un cora
dón formado por dos n¡allas retorcidasen m,echa; y una cazuela.
De vidrio : Cuentas de collar de vidrio, azules,esféricas, gajos
a
de
o lisas; un pequeñovaso fragmrentado pastavítrea; un objeto
discoidalde lo mismo; una cabecita bifronte, azul, con largos
y
bucles, que recuerda figuras egip'cias, un p'equeñoamuleto de
pasta silíc,ea
que ha perdido ei vidriado, al que p,or faltarle la cabeza no se puede sabersi representaa Horus o Anubis. De hueso:
Bellos punzonesy agujas; alñlerescon labor incisay decoraciones
geométricay zoomorfa,y algunosfragmentosde alfrleteros.
De pla.
ta : Una sortija con chatón, y cinco pellas o lingotes redondos y
ovales,que ap,arecieron
dentro de un vasito bitroncocónicoque debió usarsecomo hucha. De oro : Bellísima cadenade fino trenzadtt
de hilo de oro, que debió servir para recogerel cabello,y dos p,ares
de pendientesde m'uy buena Íactura. De cerámica: Sigue siendcr
extraordinario el número de fragmentosde cerámicaibérica que da
este despoblado, la rnayor parte de ellos reconstruíbles,siendo
grande el número de tipos de vasos hallados. Pero la riqueza de
por la pobreza de decoración,ya que son
formas viene contrapesada
pocos los vasos que la lleve y es pobre, reducida generalmente
a motivos geométricos.Además de la cerámicaindígenase han havasos de campaniana y varios tiestos
griega de figurasrojas. También de cerámicase descubrióuna pierna de figurita humana vestida hasta la rodilla, con am,plio calzón
de forma troncocónicay desnudade pantorrilla al pie.
-370-
[page-n-420]
ACTIVIDADES D1EL S. I. P,
11
Al frente de las excavaciones
estuvo el Director del S. I P.,
auxiliado más o menos asicruamente
por los colaboradores
señores
Jornet, Viñes y G6mez Nadal y algunass€rnznás
por el Subdirector Sr. Pericot.
BIBLIOGRAFIA: L Ballester y L. pericot: nl,a Bastida de les Alcuses (Mogente)), en Arch. de Prehist. Lev., I-1928, pá9. 179, Valencia, 1929.-(La segunda campaña de excavaciones del Servicio>, noticia en Anuario citado, página 217.- Ifirector del S.:
CERRo DE SAN MIGU.EI. (Liria,)
que habíandado algunoshallazPor reconocimientos
realizados,
gos superfici¿les, conocía este despobladosito en la ladera NE.
se
del cerro cercanoa l.iria, donde se alza el Monasteriode San Miguel. Bajo la direcciónde D. Luis Pericot se inició en 1933su €x.
ploración, que fué seguidade amplias excavaciones 1934,1935v
en
1936por el Director clel Servicio; interrum,pidas
durante la revolución roja, y proseguidas
durante los años 7940a 1943,en que se tuque suspenderlos trabajos,entre otras causaspor haberse
,vieron
agotadoel terreno en el que tenía el S. I. P. permisopara excavar.
Magníficos
han sido los resultados estasexcavaciones,
de
sobre
todo en Io que resp,ecta rnaterial vasculardecorado,que ha sid
tanto y tan importante arqueológica,etnográficay frlológicamente,
que cabe considerar
esta estacióncomo !a más interesante,Je la
cultura ibérica en lo que respecta cerámicas.
a
Por el contrario, los
y
restosde metaleshan sido escasos en tal estadode oxidación, que
poco provecho puede sacarse ellos para el estudio. Vamos a dar
de
una ligera noticia de lo encontrado últimram,ente,
teniendo por repetido lo ya publicado:
De hierro : Hojas de lanza y de jabalina, algunasanillas y cla.
vos. todo en pésimascondicionesde conservación. br<¡nce lJn
De
:
broche de cinturón nielado de plata, en buen estado; otro de lo
mismo con escotaduras
laterales
abiertas algunosponderales
de
¡
y
tipo covaltino; fibulasde las llamadas
hispánicas otras de cola rey
vertida; anillites.pendientes arracadas;una aguja de 8 cm. de
que lleva un adorno incilargo, muy delgada.con cabezagrue:sa
so en espiral; media pinza, y una camp'anitasin badajo y con el
asa rota. De p,lomo: Algunas pellas sin form'a determinada; un
ponderalde tipo covaltino; y una extraordinaria
lámina, casi elipsoidaly con bordesdesgastados,
dobladasobresí misma por el centro taladrado, y que aprisionabaotra delgada laminilla de plomo
-37r-
[page-n-421]
72
ENRIQUE
PLA BALLESTBR
también, rectangular alargaday arrollada en espiral aplanado; en
la parte exterior de la lámina estuchehay algunossignosibéricos.y
la interior (que mide 35 mm. de ancho por 104 de largo) está es'
crito, en ambascaras,de izquierda a derecha, en alfabeto ibérico.
De piedra : Muchas rnolederas,
fa.nto activascomo p'asivas,
algunas
de ellas i.n situ; losas con un hoyo en el centro, com,o dispuestas
para servir de goznes,y abundantesafiladoras.
De hueso: Punzón
fino que micle10 cm. de longitud; una agujade unos 12 cm..de
muy
largo con gruesa cabeza esférica achatada,y otro punzín de tarnaño también extraorilinario. De vidrio : Algunas cu,entas vidrio,
de
De cerám\ca: Gran cantided de fuen mal estadode conservación.
sayolas,la mayor parte troncocónicasrematadasen pequeña esfera; manos de mortero; una pata al parecerperteneciente esa
tatuilla de caballo, una cabecitade toro, y una bella est¿tuílla de
m,ujer,de 8 cm. de altura, a la que faltan los brazos; pesasde telar
en abundanciay muchísimostiestos de cerámica indígena, de los
que se han podido reconstruirgran cantidadde vasos.Estos, que
ya son sobradamente
conocidos,tienen muy poca variedad de forricos de decoración,tanto georn'ás,r
F€ro son extraordinariamente
interesantes
escemétrica como vegetal o zoomorfa, representando
nas desarrolladas ampliosfrisos,soliendollevar letreros.
en
Digno de notarse en este despobladoes la edificaciónde las casas; p,uesla ladera del cerro, en pendiente muy acusada,
obligó a
remetidas en el terreno, y escalonadas espealzar ediflcaciones
en
cies de terrazashorizontales,y ? trazar las calles en sentido transque
versala la pendiente.
Así, se han descubierto
varias escaleras,
deberían poner en eomunicación unas calles con otras. También
cuando pueda darse por terminada esta
será digno de estudiarse,
excavación,los artifrciosde que se valieron sus habitantespara canalizar el agua de la lluvia, clemodo tal que no formara torrenteras
a consecuencia la inclinación de la ladera, con las consecuentes
de
destrucciones los edificios.
en
Como consecuencia la rebusca la necrópolisdel poblado,
de
de
en el verano de 1943se excavó el
extiendeal NE. del Óerro de San Miguel, en el que el año anterior
se había efectuado una cata afortunada descubriéndose la primea
ra intentona una urna cineraria,a la que le faltabala parte superior,
y conteníahuesoscalcinados.
Ello hizo pensarque se había descubierto la necrópolis de la ciudad ibérica, e impulsó a la DiLos resultados ésta no
rección del Servicio a su excavación.
de
respondierona lo que se esperaba.Sólo se encontraron los restos
de otra urna con decoración de cordones, muy fragmentada,que
-372-
[page-n-422]
ACTIVI,DADES S. I. P
DEL
13
contenía dos aros de bronce, al parecer de arracadas, canto roun
dado irregular con dos taladros y un colganie de ciprea; un plato
puesto boca abajo, que se hallaba dentro de un espacioencuadrado por losasencaradas alineadas,
y
debaio del cual habíanalgunos
huesos calcinados, descansando
todo sobre una losa más gran"
de; y los restosde otra urna, muy esparcidos,
por existir un algarrobo sobrc ella y habrer
separado raíceslos diversosfragmentos.
sus
En resumen, Io .descubiertono fué desgraciadamente
sino los
restos de una necrópolis,
destruídaal sacarla tierra superficialpara
formar los camposinmediatos,
contribuyendo ello la superñcialia
dad de los enterramientos; habiendodesaparecido
po,r ello, p,robablemente, la necrópolisde una ciudaditan imrp'ortante
como lo fué
la que se está excavando el Cerro de San Miguel.
en
Más al N. del Cerro, en Io alto del mism,oy frente a la entrad,a
del ermitorio, en el sitic¡llamado
el
levantadola Cruz clelos Caídos,se veía una alineación piedras,
de
que indujo a que se practicaranunas catas.No dieron resultadodigno de'mención, pues en zania que se abrió transversalm
ente a la
alineación,salieron cenizasy cerámicaprehistóricagris muy fraghecha a mano burdamente,una concha perforaday algum,entada,
nos sílexatípicos.
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester: (La labor del S. I. p. ...), 1933,
pág. b.-Idem
1934,pág. 15.-Idem 1935a 1939,pág. 54.-E. Fletcher: (Breus notes sobre eI poblat ibéric de St. Miquel de Lliria>, núm. 2 de la serie de Trabaios Varios del S.
L P., Valencia, 1937.-Pío Beltrán: (Sobre un interesante va_so
esciito de San Miguel de Liria>, núm. I de dichos Trabajos Varios.-L Ballester: (Ensayo sobre las
influencias de 1os estilos griegos en las cerámicas de San Miguel y la tendencia
arcaízante de éstas>. Discurso en el Centro de Cultura Valencian¿, Valencia
1945.-f. B.:
de Arq. núm. 4S,y en
(Notas sobre las excavaciones de San Miguel de Liria (1940)), en Arctr. Esp. de
Arq. núm. 43, y en (Las Provincias> de 28 de Diciembre de 1941.-I. Rallester:
Catalana, 1936.-L. Pericot:
en la
San Miguel.
Acabamos de dar unas breves referencias de las importarites excav a c i o n e sp r a c t i c a d a sp o r e l S . I . P . e n e l p e r í o d o a n t e d i c h t ¡ . V a m o s
[page-n-423]
14
ENRIQUE PLA ,BALIJESTER
pero también
ahora a dar cuentade otras laboresmenos destacadas,
:
de interés para los cstudios prehistóricosvalencianos nos referiy a sus resultados.
mos a lbs trabaiosde mera exploraciónrealizado's
Numerosashan sido las estaciones
exp,loradas que en todas ellas
sin
detenido, ya que rnientrasen unos casos
el examenfuera igualm,ente
se limitó a un reconocimientosuperficial,toma de datos y croquizaciín del yacimiento, en otros (la mayor parte), por el contrario,
se practicaron verdaderascatas de amplitud variable según las cirIo
cunstancias aconsejaban.
iovrence
DE Büñor,
Por el Agregado del Servicio, Sr. Jiménez Navarro, acompañado del Sr. Pericot y de otros elementosde aquéI, fueron visitados
y
Ambas estaen 7932los atrrigosdel
p,arecen
contener un nivel propio del Paleolítico superior
-ciones
ievantino. Repetida la exploración al año siguiente,fué reconocida
en
ademásla estaciónde
pero en donde aun pud<-i
ya por los campesinos,
recoger
explorada
el Sr. Jiménez una punta de muescadel tipo del Solutrensefinal
del Parpalló
BIBLIOGR,AFIA: DiTCctOTdel S.:
COMARCADE DOS AGÜAS
Por conducto de unas profesorasde Instrucción prima ia llegó
a conocirniento de D. José Senent, Inspector de Primera Ensede
ñanza, la existencia dos abrigoscon pinturas rupestresen la partida conocidapor
visitadasen el verano de 1940por dicho señor, y en vista de su importancia puso el hallazgo en lcomunicación
del Servicio, acordanpara que fueran exDirección de éste mandar una comrisión
do la
ploradas, al frente de la cual figuró el Sr. Chocomeli, que era
por
acomrpañado el -Sr.Senenty el prospectordel Servicio Sr. Espí.
Se hallan las pinturas en dos abrigos conocidos por el
de las Letras¡> el
valle alto cerradopor las
4 kms., en la Canalde Dos Aguas,extenso
i
[page-n-424]
I
I
r
I
'DEL
ACTTVTDADES S. r. P.
I5
cumbres de la Coberteray el Ficayo por el S. y por las de la Rábita y el Caballón por el N. En el centro del valle y erl el llamado
se
tras que el de
está, más al S., en una de las crestas
que form,anlas estribaciones la Canal al desaguaren el cauce
de
del Júcar, cercadel punto donde confluye ef río Falón. Se trata de
dos abrigoscon pinturas, naturalistaslas del
y esquemáticas del de <
Ventana>.
En estavisita fué descubierta,
medianteuna exploraciónde Espí,
la fecundidadde la <
ya
Ventana>,y de cuya excavación hernosdado noticia.
En el año siguiente mandó el Servicio una comisión integrada
por D. Juan Cabré, el Sr. Senenty el Sr: Alcácer, para que procediera al estudio y calco de tan importantespinturas.
BIBLIOGRAFIA:
Senent lbáñez: (Pinturas rupestres en Dos Aguas: Primeras impresionesn, en
el presenfe año>, en (Las Provincias> de 14 de Diciembre de 19,41.--L.Pericot:
(La cueva del Parpalió>, pág. 277.-tuimigenius:
<
Prehistoria.-Cursos de 1940-41 y 194L-42>>, (Anales del Centro de Culüura
ValencÍana>, VI, núm. 5, L943, pág. 32.
"f,,ESCARASETES"(Navarrés)
En la confluenciadel
en
unos tres kms. al N. de Navarrés, un peñón verticalque mira al
por el Agregado de
fueron descubiertas
D. José Chocomeli,una serie de diez figurasesqueeste Servicio,
máticas,pintadasen blanco unas y en blanco y rojo violáceo las
medias de 60 a 70 cms. Son de difícil
otras, de unas dim,ensiones
de
interpretación, aunque parecen representaresquemias hombres
en cuclillas
BIBLIOGI?,AFIA: I. Ballester:
COMARCA DE GANDTA
E n e l a ñ o 1 9 3 1 ,y p o r l a c o m i s i ó n d e l S . I . P . e n c a r g a d ad e e x c a var en la cueva del
mira al llano de M'archuuera. Fueron las denominadas
[page-n-425]
16
BNRIQU'E PLA 'BALI.IESTER
I'Aigua>, de
año siguiente,por otra com'isiónforrnadapara explorar esta comarca, se rep,itióla visit¿ a varias de ellas y se hicieron catas.Damos
una corta noticia de cada una de las cuevasvisitadas:
<
de
Marchuquera. La cata en ella realizada dió el siguiente material:
De piedra : Abundantes fragmentos de sílex, algunos r:,¡n retoques; buen número de cuentasde collar cilíndricas o discoidales,
de piedra blanquecinaen su mayoría, aunque también las había en
por ei
piedra gris. De concha: Varias de pectúnculo, horadadas,
ápice. De cerámica: Buen número de fragmrentosde la hecha a
mano, de barro gris y que acusan{ormas ovales y de perfil quebrado. De metal : Dos cuentasde collar, de sobre medio centímede
tro de diámetro y de seccióncircular, probablernente cobre.
<
de
hacia la costa, se halla esta cueva de ancha cámara con vestíbulo
exterior. Se realizaron varias catas,con el siguienteresult¿do: De
piedra : Una azuela de fibrolita de secciónsem,ilunar; algunasláminas de sílex melado con retoues, otras de aSpectopaleolítico
(hojas de dorso rebajado), y .unos pocós raspadores. De concha : Un pecten y una de caracol m'arino. Restos de fauna : Dientes de cabra y de perro, üno de éstos horadado que deb,ióservir' de
colgante; huesosde cabra, ciervo y conejo. De cerárnica: Sup,erfi.
cialmente se dieron fragmentosde ibérica, decoradacon franjas color siena, entre ellos un borde de forma acampanaday una boca
trilobulada de oinochoe. Bn capasmás profundas, cerámicagris, a
mano, que irarecede fines del Eneolítico.
las
<
Sierra Aldaya, cerrando el llano de La Droba frente al Monduber
y mirando a Marchuquera, se halla est¿pequeña cueva, de difícil
acceso,
con pntrada baja, y constituídap,or una sola cámara. Su espor p'edrizaly.tierra gris con manchasbiancasy
trato, com,puesto
y
de
duras, dió varias lascas sílex neolíticasy raspadores otras hojas
pectúnculoy de
conchasde cardium, de
de aspectom,agdaleniense;
caracoles; y muchos fragmentosde cerámicagris, hecha a mano,
entre los que se ven Lrnborde de vaso de perfil reentrantey varios
i
de casquete
esférico.
<
de
a
y
clim,ensiones, que en la p,arte
se encuentra esta cueva de m,edianas
Sur del suelo miostrabamanchasde tierra negruzca.La cata en ella
realizadadió pedernalesde aspectopaleolítico; siendo notable una
-376-
[page-n-426]
-
ACTMDADES DEL iS. r. P
l7
punta de flecha con los borclesretocados; muchos fragmentos de
cerámicagris, a mano, y un hueso aguzadoen forma de punzón.
macizo montañoso de
valle y la huerta de Gandía, se encuentrala cueva de que tratamos.
Sus,dimensiones
son exJraordinarias.I¡a cata que se rcalizara di6
algunos fragrnentosde cerámicade aspectoneolítico y sílex atíp,igss.
a
cueva de rnedianasdimensionesy que no contenía ya estraro por
haber sido extraído muchos años antes para su utilización como
abono. A pesar de ello, en un rincón en el que la tierra no había
sido sacada,y €tr los rnontones que de ésta había en su exterior, se
encontraron algunos fragmentos de cerámica cardial, unos restos
y
de lucernasrom'anas algunossílex, entre los que hab,ía
varios con
aspectopaleolítico
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:
12 y 14.--Idem 1932, pág. z.-L. pericot: (La cueva del pan¡alió>, páds zZo v
176.-Vei, además, nuestro arüiculo sodre la cueva de des Maravéileu en el
¡lresenüe libro.
CERRO,rDEn
SERRIII.GI" (Mo€iente)
Existen en el cerro
dos
por e! Servicio : una de ellas, en lo alto del cerro e inm,ediata un despoblaa
do eneolítico-argárico
situado en la vertiente S., fué reconocidapor
la comisión encargadade excavar en <
con el siguienteresultado: Algunas lascasde sílex sin retoques,
aunque una de ellasparecehaber sido usadapor uno desus bordes;
buen número de huesoshumanos, entre los qué hay fragmentosde
'de
dos .cráneos,uno perteneciente a persona
edad avanzaday el
otro, del que adernás encontró la rr¡andíbula, una personajose
de
ven; y algunosfragmentosde cerámicalisa, hechaa mano : La otra
cueva, llamada
cresta,también con un despoblado
inmediato coetáneodel anterior,
y que explorada por una comisión del S. I. P. dirigida por el
Sr. Chocomeli, ert el.verano de 1934,dió el siguientematerial : dos
punzonesde hueso cornpletosy fragmento de otro¡ un colmilio de
iabalí trabajado, un grueso y tosco raspador de pedernal y otras lascas sin retoques,varias conchasde pectúnculo, y abundantesfragmentos de cerámica hecha a miano, algunos de ellos con rica ornamentaciónen cordones.
BIBLIOGRAFIA:
Director del S.:
-377 -
[page-n-427]
I8
ENRIQUE PLA,BALLIESIIER
(Mogente)
PENYA FOFI,ADA,'
En el borde de la llanada de <
la hondonada
del cáñoles,iunto al
se
y exploró, durante las excavaciones
de
sión encargada éstas,un altozanillo llamado
de
con restos de un despobladoque debió existir hasta el Argar; del
cual se obtuvieron fragmentos de cerámica, molederas barquiformes y otros restoshoy exibtentes el Museo del S. I. P. ; frustránen
dose la excavacióndbl poblado, como de ctros cercanos,así como
de varias cuevasde la comarca,por la suspensión las excavaciode
nes de
de
('COVETA
DEL OR,' (Beniarrés)
'
Se halla estacueva, formada por una oquedad de planta oval de
büenasdimensiones, E. del pueblo de Salem, en la sierra de Be.
al
nicadell y término de Beniarrés.
Descubiertapor el profesor de Instrucción primaria Sr. Pardo,
éste con D. Luis Pericot y el capatazdel S. I. P. Sr. Esp,í,efectuaron dos catasexploratoriasque dieron mraterial
típico de las cuevas
eneolíticas
valencianas lascas sílex con retoques,microlitos tra:
de
pezoidalesy semilunares,
fragmentosde brazaletesde pizarra, trozos de punzonesde hueso, un cardium recortado y p,ulido, y iestos
cerámicosdecoradoscon cordones,bordes picados,motivos de rayado más o menos profundo, cortas impresionesde punzón de secy
ción cuadrada huellascardiales.
BIBLIOGII,AFIA: L Ballesüer:
na, VIII, núm. 24. págs. l8b y 186.
(Castellón)
ARES DEf, IWAESTRE
Al visitar el colaboradordel S. I. P. Sr. Chocomeli las pinturas de los abrigos de i
encontró al pie mismo del
cinto de escarpesque las contiene, y' algo a la izquierda de las
mismas, un enterramientoya profanado. Pudo aun recoger un cuchillo de sílex con lomo de tres chaflanes
regularesy tres puntas de
_378_
[page-n-428]
ACTTVIDADES
DEL S. r. F.
lg
flecha también de.pedernal, de perfil ligeramrente
romboidal estirado. El Sr. Chocomeli vió en p,sds¡del masoverode
denies de este enterramiento,perteneciente la cultura Eneolítica
a
valenciana.
Frente al enterramiento,cerca del mismo, y ya bajo la vertiente, existen restos de un despobladode la misma época,del.querei
masoverodicho ionservaba una menuda p,iezaesferoidalde cobie
que parecíacuentade collar. No fué explorado por el S. I. P.
En la cima del llamrado
<
no de Ares,.existeun despobladoibérico, que fué tarnbiénvisitadcr
por el Sr. Chocomeli; encontrando,en un margen de piedras saca.
das de los cam,pos
cercanos,una estela ibérica de piedra, troncoJ
piram'idal, que lleva esculpi{a en una de las.caras
mayoresIa incompleta figura de una dam,a.Lar exp,loracióndel terreno dió unos pocos huesos,al parecerhurnanos,y dos piedrascirculares,demolino
ibérico. El poblado es de baja época, p'ueslos huesosencontrados
parecenacreditar tiempos en que Ia inhurnación habíaya substituí.
'do a la incineración.
BIBLIOGRAFIA:.
ginas 36 y 129.
I
Ballester: (La tabor del S. I. I]. ...), 19Bb a 1939,pá-
1BANCALDE LA COTOIIA" (Penáguila-Alicante)
Cercano al <
parte de los términos de Alcoy, Benifallim y Penáguila,y
alcanza
en un altozano yermo existente en el extrem,c más alejado de la
partida y en la confluenciade dos barrancos,sitio llamado <
la estaciónpor el Sr. Ballester. Se había vaciado el rellenb de un
silo, al parecereneolítico,y el Sr.'Ballesterordenó el cribado de la
tierra; y el hijo del dueño ha hechovariascatas.Se han ericontrado
divérsos objetos protohistóricos de dudosa legitimidad, y algunos
prehistóricoslegítimos. Interrumpidas las excavaciones
prohibición a las restantes
goncesiones el S.I:P. tenía en dicha
que
p,rovincia, por 1o que no ha podido realizarse la camp,aña excade
vacionesqüe se tenía preparaday que tan necesaria
era para resol-379-
[page-n-429]
20
ENRIQUE PLA BALINSTEh
ver muchas de las dudas que actualmente se tienén aceÍca de la Ie
gitimidad de buena parte del material encontrado.
V. en Notas Prehistóricas Varias, una de I. Ballester
BIBLIOGRAFIA:
sobre este descubrimiento y otra nota de éste inserta en este libro.
LA ATAL"{YUELA (Losa del Obispo)
Por noticias llegadas al Servicio se conocía la existencia de
restos arqueológicosen este pueblo del N. de nuestra provincia.
Una comisión formada por el Agregado del S. I. P., Sr. Alcácer,
y por el capat.az Espí, realizí una visita a un despobladoargá
Sr.
rico de tal denominación,descubriendoen unas catas hechas,una
de
magnífica alabardade bronce, algunos restos de cerám,ica cordohallado una mandíbula hunes, y huesoshumanos. Antes habíanse
mana y restosde una escurrideracerámicade queso'
Ver en este mismo libro el trabajo del Sr. Alcácer sobre
BIBLIOGIiAFIA:
la, estación de referencia.
PREHISTORICOEN CULr,ERA
ENTERRAMIENTO
Al construirseen la ciudad un refugio antiaéreo,en Noviembre
restos arqueológicosque, reconocidos
de 1938,fueron descubiertos
por el Director del Servicio, resultaronser los de un enterramiento
en el que se encontrópor acasoun puñal de bronce de hoja alargada, bordes rebtos y p'unta bien aguzada,lengüeta destacadamedianlateralespracticadas la p,orcióntriangular
en
te amplias escotaduras
a
truncada destina/da enmañgaduray hoja de tres nesas en amibas
caras,con el chafláncentral en ángulo estrechoy muy agudo, cuyas
hacia la punta; y una piedra de afilíneas van desapareciendo
perligeramentecóncavo-convexa,
lar, de areniscay de suprerfrcie
y
fil casi rectangularcon ángulos redondeados que lleva señdos'taladros en los extrernos.A pesarde no hab,erobtenido más material
puede
y de casi desconocerse circunstancias que aÍrareciera,
en
las
'considerarse
propio de la cultura argárica.
este enterram,ientocom,o
BIBLIOGRAFIA: I. Ballester: (La labor del S. I. P. ...>t,1935a 1939,pág. 50.
I. Ballester: Un enterramiento en cueva de Rocafort), núm. 9 de la serie'de trabajos varios del S. I. P., páC. 16, nota 2. Valencia 1944.
-380-
[page-n-430]
ACTIVIbADES DEL S. I. P,
27
COMARCA DE CASINOS
En el año 1932
fueron exploradospor el S. L P., en el término de
Casinos,los despoblados
ibéricos de <
<
y
montículo, se observaron dos recintos arnurallados,de los que se
conservaen bu,enestadola parte N. del exterior, p,or donde la muralla tiene aún más de 2 m. de altura en algunos puntos, con un
espesorde casi un metro. Por la parte S. muestra la m,urallaen su
parte central una esp,ecie torreón o atalaya.Las construcciones
de
del poblado se ven casi a flor de tierrq. Abunda la cerámica,predominando la decoradacon motivos geométricossencillos,aunque.
no falta la con motivos vegetales.
Dos urnas cinerariasde cerámica
fina, con huesoscalcinados su interior, fueron halladasen las dis,
en
tintas ocasiones
que se ha visitado este desp,oblado
por el S. I. p.
Ademássb hallan también pesas telar y fusayolas.
de
Ya cerca del pueblo se encuentrael despobrado
sobre un montículo cultivado que tiene una ermita en la cumbre:
la muralla del poblado se distinguepoco por habersedestruído utilizando las piedras que la formaban para hacer ribazos y muros de
sosténde los campos; los pocos restos que quedan dejan ver una
miuralla de gran espeso\ (más de un metro), formada con grandes
p,iedras. unos 35 m. de la muralla, en dirección S,, hay ,estos
A
de
un torreón o atalayade 6 m. cuadrados base.En uno de los fon.
de
dos de viviendas,en el que se realizí una cata, se observaroníestos
de enlucido en los muros y piso de hormigón. La catadió m,uypoc,,
material y de escasa
im'portancia.
otro de los despoblados
visitadosha sido er de
o
también en térm,inode casinos, cercanoa la
carreterade Liria. Las mrurallas
casi no se notan, y p,ocopuede decirse de ellas.se encontró mucha cerámica
ibérica pintada entre ella
un fragmentocon figura que lleva una espadaal parecerde anrenas.
También fué visitado el
BIBLIOGRAFIA: Director del S.:
1932, pAC.2 y
3.-rdem 1933,pág. 8.-primigenuis:
-381_
[page-n-431]
i--
22
ENRIQUE PLA BALI,,ESTBR
COMAR,CA D,E BE:¡ÍASAL
Tarnbién por el Sr. Chocomeli se realizaron de cuenta del
S. L P., varias expdora:iones esta cornarca,llevando al cabo el
en
grupos de pinturas rupestres esquemádescuhrimientode valiosos
ticas en Abrigo del Ros,
<
del Molinell>, Bobalar y <
estandoen manos de su descubridor y de D. Juan Cabréla publicación las mismas.
de
Importantes, sobre todas, fueron las pinturas naturalistasdescubiertas en (els Covarjos> (Benasal),serie de abrigos rocosos que
aparecen lo largo de un cinto de escarp'es la vertiente montuoa
en
sa que cierra p,orel N. el
de caza,en la que los cazadores
disp,aran arcos sobre unas ''eses
sus
acorraladas.
En el mismo término de Benasaly en una zona comprendida
y
.de
llanl,adas
Carbó de Dalt>, existe en la cumbre de un cerrillo un despoblado
ibérico también visitado por el Sr. Chocomeli. En uno ele los
campos que se extiende desde dicho despobladoal
carasuna inscripción ibérica de la que se conservan9 signos.
BIBLIOGRAFIA:
ginas 30, 33 y 132.
L Ballester;
OTRA,SEXPLOR"{CIONES
Durante la revolución roja, al no caber realizarse
excavaciones,
se limitó la actividad del S. I. P. a efectuaralgunasexploraciones,
especialmente
durante los años 1937v 1938.
El Director del Servicio, acompaiado del Agregado Sr. Cho'
com,eliy del capatazSr. Esp,í,reconoció la solana de la Sierra de
Bernisay Peña de San Diego, recogiendoalgún material de interés
de las diversascuevas que fueron visitadas (Covacha de Garrin,
por el Director del Servicio,
En la Primaverade 1938y tam,bién
realizó una exploraci6n aI
se
al efecto de comprobar ciertos datos necesariospara desvirtuar la
-382-
[page-n-432]
.
ACTIVIDAD,ES
DrELS. I., P.
23
antigua especie la existenciade un dolmen en dicho lugar: que
de
no es,másque un despobladodel Eneolítico final, eue quizá p,erdu.
rara hastabien entradael Bronce.
Y también se visitó por ,el l)irector, acompañadodel colaborador Sr. Jornet, la población de Villamarchante, pues se había comunicádo al Servicio la aparición de unos silos, al construir un refugio. Pudb comprobars,e
que se trataba de una construcción no
prehistórica
. BIBLIOGR,AFTA:T. Ballester: (La labor del S. f. P. ...D, 193b a 1989, p{,ginas 31 y 31.-I. Ballester:
***.
Tal ha sido la actividad explorativadel Servicio de Investigación
Prehistórica,desdela aparición del primer volumen de Ancuryo
DE PREHJSTORIA
LEvANTINA
hasta el momento actual, expuestasomera pero. suficientemente,
más en las esta.
4unque deteniéndonos
ciones de escasa
bibliografía, ya que nuestra intención no ha sido
otra que la de dar una impresión de conjunto de las excavaciones
y
exploraciones por aquél realizadas; labor así más fácilmente valuable y bien digna de consideración
teniendoen cuentalas condiciones
económicasen que se ha desenvuelfoel Servicio en esostienipos,
segúnpuede verse en las palabrasque prologan esta publicación.
E¡TR"IQTIEPLA EA[,[,ESTER
-383-
d
[page-n-433]
[page-n-434]
BIBLIOGRAFIA
i
i
En esta sección,dado el amplio período de tiempo que separa
este tomo cle Ancslvo del anterior, no hay posibilidad de incluir
una detenida referenciabibliográficade las publicacionestodas relativas a Prehistoria aparecidas tantos años, ni siquiera contraen
yéndonosa las principales, no había de quedardesequilibrada
si
la
natural proporción entre las distintas secciones la publicaciót.
de
Así, hem,ostenido que limitarnos a estabfecer orden de prioriun
dad entre aquéllas; y lólico será que se dispongadando p,referenque se refieran concretamencia, primeramente a las publicaciones
te a Prehistoria o Etnografía valenciana,entendiéndose
por tal la
relativa al antiguo Reino de Valencia; luego, a aquellasotras c<¡n
ello muy relacionadas;y, en último lugar, a los trabajos de m,anifiesto interésgeneral.Las referencias publicaciones los señores
a
de
componentesdel S. I. P., que por razones fácilmente comprensibleshabíande limitarsea su mera enunciación,
quedancomprendidas en las notas bibliográficasrecogidaspor E. Pla en su trabajo
hayan
quedadogeneralmente
fuera de esta sección de bibliografía buen
núrnero de trabajos estimables
sobre temasde ninguna o de escasa
relacióncon la prehistoriavalenciana;y es p,ordemássensible
haber tenido que prescindir de estudioscríticos de importantesoltras
de interésgeneral.De muy pocasde éstashémospodido dar, com,o
ia
se verá seguidamente, exposicióndetenidaque su interés exigía.
_385_
[page-n-435]
BIBLIOGRA,FIA
(Oswaro¡.*"Weltgeschichte eler Steinzeit". Wien, 1931.
MENGHTN
En Prehistoria, como en toda ciencia, no pueden quedar como definitivos los conocimientos adquiridos, las clasiflcaciones establecidas, ni
las nomenclaturas aplicadas, pues las constantes aportaciones r,nodiflcan puntos de vista y rebasan encasillados, obligando a forzadas clasificaciones, o lo que es peor, dando origen a nuevas nomenclaturas para
aquellos materiales que presentan alguna variante de la industria tipo,
multiplicándose asÍ los nombres hasta el inf.nito y eon ellos la diflcultad
de comprensión de un cuadro general de la Prehistoria.
En este afán de divisiones y subdivisiones, clasiflcaciones y denominaciones localistas, se ha llegado a un confusionismo'tal, que forzosamente se impone una terminología y simpliflcación, que eviten en lo posible este estado de cosas.
Entre los intentos para conseguir ésto, tenemos el de Oswald
Menghin, del cual hablamos someramente a, continuación, pues eI hacer un estudio detenido de este libro, daria una extensión desproporcionada a esta nota; por ello daremps sucinta noticia, añadiendo algunos
cuadros sinópticos y mapas para mayor claridad en la exposiciÓn que
seguidamente hacemos.
'
El Pateolftico, en la nueva visión de Menghin, queda dtvidido en:
1.o Protolítico, y
2." Miolítico,
comprendiendo el primero todas aquellas manifestaciones humanas anteriores a Würm, y el segundo las posteriores a esta glaciación.
Ambos grupos quedan subdivididos a su vez en tres grandes círculos
de cultura, subdivisión que juzgamos como uno de los mayores aciertos
de la obra y una de las más grandes conquistas de la Prehistoria.
Oswald Menghin engloba las industrias atendiendo a sus caracterfsticas fundamentales, sin rdejar de lado las, tradicionales denominaciones geográflcas, las cuales entendemos deben mantenerse, sin exageraciones ni chauvinistnos, como punto de referéncia y comparación de
materiales, por lo que considerarnos debieran mencionarse con el apelativo "dipo" ("tipo" auriñaciense, "tipo" grimaldiense, etc.), que nos
ayudara a Señalar las Semejanzasde nuevos materiales con las cosas ya
conocldas.,sin preiuzgar ni lugar de origen ni procedencia de técnicas
y formas.
La atudida subdivisión de Menghin comprende:
1.o Cultura de las hoias' (Kli'ngenkultur).
2.o Cultura de las hachas (Faustkeilkultur).
3.o Cultura del hueso (Knoctuenkultur),
Resumlmos, por nuestra cuenta, en el siguiente gráfico la relaciórl
entre las denominaciones tradtcionales y estas tres formas culturales del
Pr otolttico y Miolttico.
-386-
[page-n-436]
BIIsLIO,GRAF[A
Prechelense.
Crometiense.
Levalloisiense.
Musteriense.
Ateriense;
etc.
o
*""o'
i
C)
H
F{
É
o
E
F{
Chaloissiense.
Chelense.
Acheulense.
Micoquiense;
etc.
"...1
"n* I
\
H'o".....Wildkirchli';
I etc.
o
o
H
Er
H
''I
o
14
Fl
A
Abri-Audi.
Aurlñaciense.
Solutrense.
Magdaleniense.
Swideriense.
Ho¡¿s..... Zonkoweriano.
Aziliense.
Grima.ldiense.
Capsiense.
Kostlenski;
etc.
i
Predmostiense.
Nezynien$e.
Tumbiense.
Campiñense.Asturiense;
( etc.
*^*^r..
I
Schigir.
Maglemos.
Kunda.
Hr¡sso..... Havel.
Primitiva cultura ártica.
Cerámica peine Norte EuIopa.
Cultura g,ngara.
;387-
[page-n-437]
BIBLIO,GRAFI,A
4
El Neolitico se estudia bajo la denominación de
1.: Protoneolitico.
!
2..o Mimoneoliti,co.
El primero, orientado con respecto a la domesticaciÓn,comprende:
a) Clreulo de domesticación del cerdo y hacha cilÍndrica (área Mediterránea, Africa e India).
b) Clrculo domesticación rumiantes cornúpetos y cerámica con impresiones (Asia Central, al N. de fndia, Anau I).
c) CÍrculo domesti'eación
équidos (Asia Central y Gobi).
Al propio tiempo que se estudian estos circulos y su difusión, se señalan las áreas de las culturas de lroias, huesos y hachas, en el denominado Epimblítico de Menghin, o sea la pervivencia clel MiolÍtico.
La segunda parte del Neolftico, o sea el Mironeolítico, abatcai
a) Culturas rurales (Dorfkultur).
b) Culturas urbanas $tqdtlcultlrr), y
c) Culturas de las estepas (Steppenlaultur).
Como resumen de esa parte de su obra, damos un cuadro, basándonos en los agrupamientos hechos por Menghin:
o f
H
I
Domesticación cerdo y hacha cilÍndrica (Mediterráñeo, Afrlca,
fndia).
Domesticación rumiantes cornúpetos y cerámica incisa (Asia,
al Norte de Ia India) (Anau I).
Domesticación de équidos (Asia Central, Gobi).
EI
al
o l
H
I
o
C)
H
F
H
CüLTUR.as
NI¡RALES
Ft
o
trl
7,
o
F1
o
H
2
o
X
H
CuLruRAs
I,RBANAS.
CULTURAS
ESTEPAS.
Sesclo.
Dimini.
Knossos.
Amrah.
Beni-Sa1ame.
Almizaraque.
Millares.
Cultura megalítica del Norte de Europa.
Cultura de las cuevas;
etc.
Anau II-IrI.
Susa.
Ur.
Troya.
Cicladas.
Pre y Dinastias iniciales egipcias;
etc.
Mar Negro.
Mar Aral.
Arabia.
Siria.
Africa oriental.
-388-
[page-n-438]
BIBLIOCRAFI,A
D
Seguidamente reproducimos el total de los mapas que inserta Menghin en su obra, para dar, supliendo explicaeiones, una idea gráflca y
general de los puntos de vista del autor, con respecto al emplazamiento
de los cÍrculos culturales, áreas de dispersión, sincronismos, etc.
:
Mapat.-
Difusión de l¿s culturas en el FRO'IOLITI,CO.
V:tii
liltrri!i
Expansió'n €egura y ,p,osible de la c,ultura del HUESO.
Expansiór
:=-:
I, II, fil
segura y posible de la cuitura de las HOJ.AS.
Bxpansiól
sergur'a y p,osi,ble de la cultuira de las H,AC.I{AS.
P¡oba,bles zonas de origen de las tre€ ct¡ltu¡as p¡o:olilicas,
-389-
[page-n-439]
BIBLIO,GRAFI.A
'{
.
-.!'-..!;i
fl*l'l-;
Z,
Y-1!?
Expnnsió'nposible de la cuhuna del HTUESO.
l;Ví;
l l t l ¡ . 1 ¡
lllliiil
:==:
:::::
I, ü,
i,nioial y med,io.
e,n
D.i,fusión de las cu'ltLu¡as dl utÍIO'LllTILC,o
m
y
e
d
E x , p a n s ic e s u r a p o s i b l d e l a c u l t u r a e l a sH O J A S .
ón
segúra y posible d,e la cultura de las H,ACHAS.
Exp,ansión
denota,n diifu,sión la oleadaSolutrense.)
la
de
(En Europa Central y Occidpntallos trazos d,tscontinuos
'Pro'babtres
zonas'de onigen de lao t¡€s c't¡ltüras miolíticas'
1 -'Expansión del G¡imaldiense.
úrnidial medio.
y
ddl capsiernse
!.-,Expans,ión,
J.-Exp'ansión de l¿ cultu¡a de tas HOJA,Sen Europa.orientale[¡ el MilOLlTl,CO inicial y medio.
de
{,- Región de origen d,ela cultur.a nórdica de rlas HOJAS a ffrnesr M'IOLITICO medio,
-390-
[page-n-440]
r
f
I
I
I
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\
BIBLIO'GRAFÍA
Mapa
3.-
/././r21
//Zi'i
Expansiór segura y probablede la cultura del HUIESO,
I t t ¡ ! t t l
lllllll!
===:
L
D i f u s i ó n d e l a s c u l t u r a se n e l M l o L I T l C o t a r d í o .
d
e
y
se
E x p a n s i ó n s u r a p r o b a b ld e l a c u l t u ¡ a e l a s H O J A S .
Expansión segura y pro'bable de la cultura de las HA'CHAS'
Erpansió,n de la cultu¡a nórdica de las HOJAS.
2.
Expansúói del Aziliense.
3,
E:vpansión insidetrtsl de la cultura Shaba¡ak.
Expansión y ramificación aproximadas del Capsiense tardío
-391-
[page-n-441]
BIBI,IO,GRAFIA
Mapa
4.-
(6.0Ei
,Difusiórn las cuJtu¡as el PR,OTOTNTEO'L,ITICO 5.o nr,ilenio J. C.)
a.
de
en
Exp,ansúón
seguray probable na cuJ,tuna
de
epirniolíhlca HUESO.
del
Viit
de
seguray probable la q.rltur¿epimiolíri,ca lns HoiA,S.
de
Erp,ansión
UtUj
-:=;
+
O
y,prro,baible la oultu¡aeprimiolítica las HACIFtrAS.
Expansión
sergura
de
dre
Probable expansión de la cultura domeslicsdorade équidos.
.Probable expansiórnde la cultura domesticadora de ¡um,i.antes.
N..\
¡) ¡I) III
,Expa,nsión
€,egur¿y probable de la cultu¡a dom,esticadoq,a serdo.
del
P¡obaóles zonas de origen de las tr€s'culturas p¡otoneolÍticas.
*392-
[page-n-442]
a
BIBLIOGRAFIA
Mapa
f.-
'4r:r,
Ia
segura y probablec1e cultu¡a del HUESo', ¡'¡cümriolítica.
Expansiórn
t t t t l l r t l
lllllllii
==:
+
O
Stll\
a
D i r f u s i ó n e i a s c u l ¡ u r a se n e l M I X O N E o L l T I O o i n i , c i a l( 4 . om l i l e n i o . : J . C . )
d
Expansi,)l sesura y probablede la cultura de las HOJAS, opsimiolítica.
Erpansión se,gura y'pno,bable de la cultura de las I{ACHAS,
opsimrio'1ít'ica'
Plobable ex'pansión de la cultura domesticadora de équidos, epiprotcneolÍtica'
Pfobable expansión de la cultu¡a clomesticadora de rumiantes, €piprotone,olitica.
Erpansión segura y probablc de la cultura do¡nesticado¡a del cerdo, epiproto'neolítica.
X
Plimaria cuJtura de ,las estepas.
O
Primaria cultura de las c,iudades.
V
-&"
Cultura Iíu¡ica de las ald'eas.
Cultura niió.tica de las aldeas.
O
q
CuÍtura siria de las aldeas.
El
,Cu'ltura mediter¡áneo-oniental de las aldeas.
Cultura norte-africana de las aldeas.
Círculo
I . - Z o n r a d e l a s c u l t u ¡ a s c a m p ' e s i n a sp r i m a r i a s d e l 4 . o m i l e n i o ' y d e l a s c u l t u ¡ a s s e c u n d a r i a s
ciudadanas del .3.o mtilenio.
Círctlo
ll.-Zona
de las cultu¡as secunda¡ias campesinas del 3.o milenio.
[page-n-443]
-tr
t0
Mapa
t/la2l/l
llfllliil
BIBLIOGRAFIA
Dilusión
6.-
de las cultu¡as
en el ,'MIXONEOrLITI'CrO ,final (3er. milenio
E.rprarnsiór segilr¿ y probaóle 'de !a cultura del HUBSO,
opsinio,lírica.
Expansrió,nsesura y probable de l¿ cultu¡a de tas H,oJAS, opsiniqlítica.
.3:::
Expansión sogu¡a v probable de la cultu¡a de las HACHAS,
----
Expransión €€gura y prorba,trlede la cultu¡a domeslicadora d,e équidos,
O
Ntt-.*Ñ
X
O
V
a
+
.L
Expamión
Cr,Jhura
Cuxtura
LuJtura
Cultura
d( las estepas.
cenro-asiática de las ciudades.
rau.ca oe las ciluqaqes.
nresoporámicade las ciudades.
Cultu¡a n,ilótica ,Ce las ciudades.
Cultura íhdiica de las ciudades-
t
V
Ouitu¡a
C,ultura
Cultma
,Oultura
lÍ
ep,iprotoneolítica.
Expansión segura y proba;ble de la oultura domcrticadora del cerdo, ep'iprctoneolítica.
Cultura siria de las oiudades.
Aw
o'ps,imio'lítica.
segura y probable de la cultu¡a d:omes,ticndora de tumiantes, epúprotoneolítica.
a
,
é
a. J. C.)
medtiterráneo-oriental de las ciudades.
táurica de las aldeas.
n,orte-africana de las aldeas.
europea ,occiden,tsl de las aldeas.
Cultura danub'iana de las aldeas.
Cu,l¡ura nórdica de las aldeas, '
Pcisrióle cultura índ;ica de las ¡ldeas.
0
Cí¡oulo
Cí¡oulo
I.-Zona
II.-Zona
de la cul,tura secundaria de las ciudades.
cie la cul.tu¡a secund¡aria de las ald,eas.
[page-n-444]
BIBLIOGRATFI,A
(-,n 1
't
t)
ll
c)
")
")
Mapa
7¿
)(
2
Y
O
t
+
?.
Dti'fusión de las cult,u¡as del MIXONEOTLITICO
Cultura del HUESO,
final en Europa y próximo Orie,nte (hacia 2.0,00 a. J. C i
opsin:iiolí,tica (cultura de la oerám,ica de peine).
Cultura asirio-árabe de laa estefias.
Cultu¡a pró,ntico-s,eptentrionalde las estepas.
Clultura táruri.cade las ciudades.
. rClulfura mes.oprotámücra las ciudades.
de
Oultu¡'a siria de las ciudad,es.
'Cultura nilótioa de tras ciudades.
t
C,ultu¡a ¡ne'dúte¡ráneo-oriental de las ciuctrades,
9
Cultura tá,urica de las aldeas.
A
Z
Crultu¡a erur,op,ea
occidental cle las alderas.
+r
Cultu¡a danuibrianade las aldeas.
Tr
Cultu¡a norte-afticana de las aldeas.
rOu,ltura ¡órdlica de las aldeas.
-395-
[page-n-445]
BIBLIOGRAFIA
12
En el capitulo VII relaciona Menghin los resultados de las investigaciones etnográflco-lingüÍsticas con la PaleoarqueologÍa,señalando las
culturas pigmoidea, tasmaniana, australoide y esquimal en el grupo de
los elementales, que se corresponden con sa Protolitico, indtcando los
paralelismos con las culturas del hueso, hojas y hachas. En el grupo de
las culturas derivadas, distingue:
ü Antlgua (cultura totemista, antigua cultura agrfcola, cultura
domesticadora de ganado), equivalente a su Mioliti,co.
cultura de
b) Media (moderna cultura agrfcola, cultura de pastore-s,
jinetes), igual a su Protoneolitico, y
c) Final (cultura campesina o rural, cultura urbana o de los señores, cultura de pastores guerreros o de la estepa), comparada con su
Miuoneolltico.
Estas clasiflcaciones quedan resümidas en el siguiente cuadro:
F A S E :N IC IA L I
I
I
I
I
I
OULTURA
PIGMOIDEA
(cultuna de la madera)
CULTUÍR'A
BASE
FASB MBDIA
.
ESQU¡M'AL
CIULTUÍRA
(cultura del hueso)
BASE
FASE RECIENTE
I
I
I
AINTIGIU,AOULTURA
CULTURA
DoMEsrrcADoRA
GANADo
RAIZ
(cultura del hueso)
FASE INIctAL
FRoroLír¡co
11ASMANIOS .
(cultura do hojas)
AUSTRALO'LDTES
(cultu¡a de hachas)
T'O'T.EI]VIIISMO
(cultura de hojas)
ANTIG,UA CUILTURA
A,G,RIC.OLA
(iultura de hachas)
I
.n,*,,,""
f
CiULTURA
.RAIZ
FASEMEDIA
I
CULTU,RA 'TO,RES, |DE PAS. .CULTUR,A UIR,BANA
C|UILTU.RIA
RAIZ
GUERREROS
o
FASE FI,NAL
o .OLIILTURAESTEPA
DE LOS SEÑO,RES
I
¡
I
Cultun¡
I
CiULTUIRA RURAJL )
o
. M¡xoNeoLiTlco
DE ,LA AIJb,EA
I
l
/
oB¡, HTUIESO CuLruRA or H,OTJAS CULTURA HAC|HAS
¡s
o
o
o
SERIEESQUIM1AL
SERIET,A,SüUIANIA SERIEAUSTIRTATLOIDE
Do¡lrstrcroonl
GAN¡,Do
TorEMrsrA
AcRÍcoLA
[page-n-446]
BIBLIOGRAFI"A
13
. También dedtca Éu estudlo, en parte; a los problemas sobre las razas humanas, resumlendo sus teorfas en un guadro sinóptieo, .que re:
produclmos:
,PRIMER
HOIVIIB.RIE
BOM,OR|FO
(Grimaldi, iBosquim. etc,)
FIBO,TOM,OIRFO
('F.Ieildtel.'Neand.
etc.)
.AJRCTOIDE
.A,RQUIMO'RFO
(Clhancel.
Cromag. etc.)
SI:EEROIDE
YAIWA¡NOIDiE
YUINOI,DE
EUTROPOIDE
MELANOIDE
I
MET'AMORTFO
MIXOIIVIORF'O
l
ALTOIDE
INDOIDE
I
I
I
I
TURANO,IDIE
N,ORDOIDIE
,PALA/UNGOID'E
I
I
I
TIA,UROT¡DE
\---;-v
S¡nr¡ A¡¿rn¡clxl
SERTE EURoPEA
Snnrn Tnop¡c¡L
Naturalmente, en una obra revisionista de todas las,cuestiones de la
Prehistoria, se.aborda la cuestión cronológica, acordándola con los estudios de las glaciaciones, considerando Menghin que el deshielo s€ pro:
duclrfa en el Sur de Suecia hacia el 9.000ó 10.000a, J. C., debiendo fecharse et fln del perÍodo glaciar de 4.000a 5.000a. J. O. H Protoneatitico
se fecharfa entre 6.000*5.000; Miuoneolltico se iniciaria en el 4.000 y
el
termlnarfa en el 2.000,comenzando la Edad del Bronce hacia el 1.900
a, J. q.
Reproducimos un cuadro sinóptico de Menghin, en el que se hace
el estudio comparativo de varias sincronizaciones entre periodos glaciares y las industrias paleolfticas, ampliando nosotros que el sistema
de Wiegers, que Ménghin incluye en su ,tabla, puede verse más conlpleto y con datos al dfa, aun desde el punto .de vista de las recientes
conclusiones cronológicas, en el vol. I, p. 10? de la Hisl,oria de Goetz.
-397-
[page-n-447]
BIBLIOGRAFIA
SISTEM¡
DE CUATRO
OIEE,RM.AJER
BTRIEUIlL
\íI'EG,E,RS
Ü!IOLITIC,O
MIoLITICO
I
nr rnes
GLAcrAcroNEs
M.IOLITICO
PosrcLAcIAR
; 9 <
ó' : F z
E
MlUSTERIENSE
MUSTTEIRIENSE
üiIEDIO Y FIN]AL
i!
Eunop¡ \ü
EunonecEr'rrnnr
/
I porüri",o"u.
, ESTAD.IO
SIRTGTENSTEIIN
(:ilVlusrnnreNss FrN¡r)
III.A EP'O'CA
GLACIAR
MusrenrsNss
INIcIAL
Acuu-BNs¡ Frn¡t
(Combe,Capelle I,
Va¡ren
MrcoQUELEvALLors
RüSS-\{/ÜRM
INTERGLAcIAR
9 =
PREMUSTERTENSE
I
hill)
Lsv¡Lrors lV
(Montieres)
(K¡¿pina-Vild- t--
AcHELENSE
INIcIAL
LEVALLoTS
CnBtB¡¡sn
ESTA]DIO
DE \I.EIIMA|R
Mtcoo. III
(trdusrnnrewsnInlcrar,)
(S. Achcl)
Lrvrr.lors Ill
I
(zMuchembled
zu
\
imontieres)
/
TWEIMAF
| C u L r u R AD E
l
-
/
kirchli-\teimar) I
'
|
|
t
t
\
MrcoQ.
II
(Muchembled zu
ñ z:
l
ESTAD'IO
,ftlontieres)
CHELENSE
INTBR.
,GLACIAIR
DIE MAJRKKLEE
LEVALLOIS II
BER)GE,R
(Crayford, Northfleet, Montieres)
MrcoQ. I
FREcHELENSE
(Homo
Heilderberg)
LEvALLors i
( : Mesvinie'nse)
ACHELENSEi Y lI
(Sturry)
(AoHELENSE
FINAL)
ESTAD,IO
I{UN.DIS]EU.RG
(:AcHer-eNss I¡'ucr¡L)
1. e r
INTER.
GLA]CIAR
Cl¡ctoN¡E¡lsg
I.A EPocA GLACI
GUNZ.
AoHELENSE I
MlNtD,ElL
C,HELENSÉ
INTERGLAcIAR
C.RoMERTENSE
398
PTREiGIL,ACIATR
Y
TETRCIARI,O
[page-n-448]
BIBLIOGRAFIA
15
E*
qrop-ósito de resumir lo fqndamental de la cjbra y puesto
-::".üro
que entrar en detalles nos llevaria a extbnsiones desrqedidas,
renuncla_.
,mos al análisis de bd mriltiples cuestiones
sue ft;ta M;;;;ü;il;
aqueÍas que directamente afáctan ¿
prehistoria, v il; tñit;:
mos a dar'un cuadro, compendio de "o"rtr" del autor, relativo a las
varios
culturas paleolíticas :de nuestra penÍnsulq,, y .una sÍntesis de su. gran
'cuadro sobre el neolftico, del que entresacamos,igualmente,
sólo lo referente a la PenÍniula Ibérica.
PERfODOS
OEOLÓGICOS N O R T E D E E S P A Ñ A
ALPTNOS
ASTIUIRIENSE
GEOLO,GITA
TAIRDENOISIENSE IFIN,AL
ACTUAL
AZILIIENSE
ESTADIO
TRANSICION DiEL
IEEROM.AU,RITANO
TA,RDENOISIENSElNlC,IArL
AZIITIENSE
DE DAIUN
ESTADIO'
DE GSICIHNITZ
CENTROY sUR
DE ESPAÑA
.
AZI,LIIENISEINICIAL
TRANSLQION DEL iVIACDALENIBNSIE
CAPSIENSIE FINAL
( : Isnno^.r¡unlrlno Frr.¡¡¡.)
J}IAIGDA-LENIENSE5 y 6
ESTADI¡O
D.B BIUHL
MAGDALTEN,IENSE4 (PrRrNEos)
MAIGD,A,I]ENIENSF, (Creumnnrr).
3
SO,LUTRENSE .2 \ 3
1
lülÜRrlI
C'A,FSIENSE,.MEDIO
(:Issno¡d¡un¡tANo MEDro)
AURIÑACIIiENSE
(6=FoNr TROBERT)
C,.{PSI.ENS)E
INICXA,L
(:InBnou¡unrrANo iNrc¡AL)
(2:cHATELPERRoN)
IFR,OTOCi.A,PSIEfNSE
MUSTERIFNSE TARTDIO
'JVÍÜSTERI,EINSE
CON INFIJU,E,N,C]A
ATERIENSE
(MusrERrENsEIBERoMAURTTANo)
I,NTERGI.ACI,4R
RrISS-Iü7URil/t
MUSTERI.ENSE IIIEDIO
IU,USTERI'ENSEC.ON INFIIU E:I\¡C,IASIBA,IKI.ENSE
MUSTBRIENSE INICIAL
AOHETJIIJBNSE .FINAL
RISS
PRECIAIPSIEN$E
ACJHEI..IIJEN$E
ÍNIC,I¡I
INTBRGLACITAjR
MIND.EJhRISS
CIHELE1NISE
[page-n-449]
i
B[BLIOGRAFIA
l6
Fcch¡
PORTUGAL
CENfRAL
ESPAilA
ORIEÍ{IAL
ESPAÑA
INFLUEINCIA
I,NFLUENCI.A
ARGAR
EsPAñA IRENAtcA
P
ARGAR
DIE EIL A.RGAR
DE EL ,ARGAR
1900
IVIODERNA
O. DE CATALUñÁ.
CULTURA
CUL-
CI]ILTURA MEGA,LITICA VAS.C O.
D,E
IrA,S CTUEVAS.
,Sepulcrs d,e colre-
iIfODIERNA CU'LTUrRA MIBGAILITIC A PO,RTUGUE.
SA:
MODTERNA
RIA:
CATALAINA:
Sepulcrosde corredor y cú,pula.
C,UL-
TURA CENTRAL:
Sepulcros de corre-
Sepulcro
T1URA DE
ALME"
dor y cúpula.
Vaso camp.aniforme Vaso campanifornie
(Los Millares).
(Palmella).
dor y cúpúla.
Vaso campaniforme
de co'rre-
dor y cista de
'P'iedra.
Vaso
campaniior'
(Ciempozuelos).
2300
CULTURA C E NT,RArl.:
(,F¡se Mr¡r¡)
CULIWODE,RNA,
TURA.DE LA]S
CUEVAS.
M,EGACIU,LT,URA
LITI'C.A 'PO'RT U.
CIULTURA ,ALM'ERI¡A:
GUESIA.
(FASE
MEDII)
(FASE MEDIA)
Sepulcros
Sepulcrosde co¡redon.
rra
y
en
cistas
MOIDBRNOASTUC
R I T E N S E ,O N C E RAú\flC4.
tiede
piedrr.
270Q
C
A N T T G U AC U L - | A N T I G U . A U L TURA CENTRAL. I TURA MEG'ALITI-
I c n P'ontu'cue-
ANTI,GUA C U L.
T,tl,RA DE ALMIERI/{.
ASTUIRIENSE"
(F¿sn M¡¡rr)
A T N T I G UC U L - l S A .
A
T U R A D , E L A Si
Do)merr'
CUEVAS.
I
300,0
FI
T A , R D , E N O S I E i N S EN A L
A SI U R I E N S E
ANTIG,IJO
Algunas de las tesis aceptadas y desarrolladas por el autor, han sido
rebasadas con mucho, asi, concretándonos a nuestra Prehistoria, la
cuestión del capsiense, por el fundamental trabajo de Pericot, sobre
el parpalló, las conclusiones sobte eI cual el propio Menghin ha llegadoaponerenduda,yparalasculturasneolÍticaselcompletoestudio
que hace MartÍnez santa-olalla en su "Esquema..."; esto sin referirn'os a
y
múltiples cuestiones y conclusionesde Índole general tratadas estable
cldasporotrosarqueóIogosyetnógrafosextranjeros,enellapsodetiempotranscurridoentrelasdosedicionesdelaobradeMenghin,quienno
Ias ha tenido en cuenta al redactar la segunda edición'
A pesar de ello, en nada queda disminuido el extraordinario mérito
-400-
[page-n-450]
BIBLIOGRAFIA
tl
de MENGHIN y el innegable valor de su obra, pues con un ingente acopio de datos, bien manejados y seleccionados, escrito un libro básico
ha
para el estudio de la Prehistoria Universal, con originales puntos de vista, algunos de ellos afortunadÍsimos.
La parte gyáfi.ca,
cuidadosamente preparada y abundante, es el complemento magnífico de esta magnÍflca obra, que ya puede considerarse
como clásica en estos estudios.
D. FLETCHER,
Hnup (W. J.)-"Three hill forts in eastern Spain" (,,Antiquity,'
vol. III, n.o 10, pág; 1BB,
1929).
Muchos son los años transcurridos desde que "Antiquity" insertara
en sus páginas este trabajo de Hemp; pero no ha perdido aún ningún
interés para una publicación periódica dedicada concreta y especialmente a prehistoria valenciana, en la que tanto cuent,"l lo que ataie a
las colonizaciones mediterráneas y singularmente Io que se reflere a la
historia remota de Hemeroscopeion. En uno de sus viajes a España,
Hemp, atraido por los interrogantes que sobre la antigua colonia griega
perduran, visitó Denia y su campo y examinó las ruinas de las fortiflcaciones aún existentes en Montgó y sus estribaciones; y en el trabajo
citado nos cuenta principaimente sus impresiones exploratori'as, pareciendo dejar entender que. jvzgaba sus hallazgos de primera mano, ya
que no citaba el trabajo de D. Roqüe Chabás en "El Archivo,' (IV, 1890),
sobre un supuesio "Campamento romano en Montgó", donde describÍa
una construcóión defensiva, de aspecto remoto, pero ya de manifi.esta
perfección, sit'-rada colindando por Poniente con las estribaciones de
aquél, en el que ya insinuaba el conocimiento de otras fortiñcaciones
sitas en lo alto de las crestas, para dominar los accesos al mismo. El
S. I. P. tiene explorada hace tiempo esa cima tan interesante.
Comienza Hemp por describir los restos de fortiflcaciones que viera
en lo alto de la montaña. De Poniente a Levante descubre primero, en
su extremo occidental, un espacio cerrado por murallas y limitado en la
mayor parte de sus lados por inaccesibles escarpes.EJ.muro, de piedra
en seco, se va plegando a las particularidades del terreno, sin ninguna
tramada recta. Esta fortiflcación, a la que llama ciudadela, es de aspeeto
arcaico y parece destrufda deliberadamente. Sigue examinando luego
otras foftificaciones sucesivas en dirección a Levante. consistentes en
murallas transversales que llegan generalmente a los bordes de los precipicios que por Norte y Sur limitan la cima. Estas murallas ya muestran sus tramadas rectas, con anchos de dos y medio a tres metros, y
puertas de formas varias en cada muralla; asÍ la hay sencilla y frontal
pero ce subida pina y con escalones, de cuello de frasco, de muros en
casi superposición paralela, y alguna abierta tras una esquina en ángulo
recto reforzado el extremo del muro y dispuesta sobre unos escarpesque
imposibilitaban el ataque frontal; de la mayorÍa de cuyos tipos conocemos otros en el antiguo Reino de Valencia, siendo de lamentar que no se
haga un estudio, a manera de catálogo de puertas de poblados ibéricos,
-401-
[page-n-451]
18
BIBLIO,GRAFIA
que quedÓ por iniciarse con las tres de "La Bastida de les Alcuses",
cuando tuvimos que interrumpir sus excavaciones para emprender las
tan importantes y atractivas de Liria. Es detalle por tlemás interesante
el de que todos los muros muestran grandes tramadas destruÍdas sistemática e intencionadamente, como por enemigo vencedor, tendiendo a
difi.cultar posibles reacciones.
En los espacios intramuros creyó ver Hemp plantas de habitaciones
rectangulares, abundante cerámica que estimó ibérica y restos de otra
que creyó prehistórica; y conviene anotar el detalle de haberse visto restos de ánforas, no preclsa si romanas.
Inmediato at Montgó, por su extremo Poniente, pero ya a nivel casl
de la llanada, visitó también Hemp las fortificaciones que el señor Chabás descubriera tantos años antes en la corona de un altozano llamado,
punta de BenimaquÍa. A lo largo de su meseta, rodeacla de escarpespor
Sur, principalmente, corre paratrelo a ellos, y a unos 25 metros de los
mismos, un muro de piedra en seco, de sobre unos cien metros de largo,
que al fi.nal se acoda hacia el Sur como pretendiendo cerrar eI área hasta
aquéIlos, sin que el cultivo de los campos 1o permite hoy aclarar. El muro,
caso extraordinario, se halla reforzado por cinco bastiones cuadrados
colocados a lo largo de su llnea principal, incluyendo eI esquinero y uno
en el lado oecidental. Los bastiones, como el muro, están construfdos sin
argarnasa, con las piedras mayores que podfan obtenerse en la colina, entre las que las hay de muy g,ran tamaño; asentándoselos bastiones también sobre platafoxmas rectangulares. En el área de la fortaleza se encuentra la misma cerámica que en la cima del MontgÓ, per'o sin fragmentos de ánforas. Todo ello da idea de cosa ya bastante perfecta, lo que
hizo opinar a Hemp que era construcciÓn, más que griega, indígena influenciada por ella. De las restantes fortiflcaciones estima ser la ciudadela la más argaica; luego 1as restantes de la cima construidas a tlamos
rectos, y bastante p¡¡sterior la de los bastiones. Tal vez Fea asi, pero los
abundantes restqs de ánforas romanas (?) encontradas al abrigo de una
de las construcgiones cimeras, pudiera hacer sospechar que entre ellas
Lal yez hubo alguna posterior a la de BenimaquÍa. Todo ello es asunto
que exige un reconQcimiento más completo y un estudio detenido, que
impondrá la necesidad de algunas excavaciones cuidadosas.
D, Il,oque Chabás registrÓ el detalle de que muy inmediato a la meseta de Benimaqufa estaba "coll de Pous", donde existían varlos pozos
rlcos en agua, y que en la prolongación de Ia fortaleza y en la misma
punta, de Benimaqufa subsistian aún entonces (1890) restos de torres
avanzadas; y pudo comprobar la existencia de otras' en el collado que
,'Frare" y de la "Rabosa". que dominaban los
está entre los barrancos del
desflladeroS del Norte, siendo imposible por ello acercarse a,la, fotlaleza'
sin ser visto..
Incidentaimente se hut¡o de plantear la cuestiÓn de si parte de la cerámica hallada por Hemp en las crestas del MontgÓ, con pasta de puntos de mica, era neolÍtica, como pretendfa el publicista xegnfcola D. Francisco Martlnez y Martf:rez, o de época del bronce como opinaba Hemp'
que la habfa visto semeiante en los talayÓts mallorquines' No es de
transcendencia el tema, pues bien podria ser de una u otra cultura;
pero también pudiera suceder que'fuese fundada la duda de que perte-
-402-
[page-n-452]
BIBLIOGRAFI.A
19
neciera a aquéIlas, pues es frecuente encontrar en despobladosibéricos
valencianos, tjestos de estos tipos, alguna vez hechos a torno y otras no'
pero pertenecientes a baia época, que inducen a error, en algún tiempo
dicha, avisadamente, por su aspecto, cerámica de "facies aÍcaica".
Mr. Hemp, que no es persona de las que les gusta le cuenten las cosas, tuvo bastante tiempo para trasladarse de Denia a Alcoy, de allÍ al
cerro de Covalta, y de éste a visitar nuestra colección. Esto, hecho necesariamente de prisa, dió lugar a1 explicable error de que, confundiendo
con el de Covalta algún material de Ia Casa del Monte, estimara como
halladas en dicho despoblado espadas de antenas y de frontón procedentes de 1a necrópolis albaceteña por nosotros excavada; cuando la
realidad es que en Covalta sólo se encontró la falcata.
El trabajo de Hemp, bien objetivo, iba muy eflcazmente ilustrado.
I. BALLESTER
Cgrrrv (Lr¡,v).-"Notes on Iberian Affinities fountl in County
Galway (Reprint From Journal of the Galway Archreological and Historical Society).-Vol. xvr', núms' 3 v 4' 1935'
.
Las aflnidades con lberia, a que el trabajo se reflere, son las que dlmanan de una pieza de hueso, trozo de alfller de los de cabeza acanalada, hallada en una sepultura de losas que contenÍa lestos de un incinerado en ,Corrandrum, 'Cummer, cerca de Tuam (Irlanda).
Estos objetos característicos de las primitlvas culturas mediterráneas,
y tan frecuentes entre el material tÍpico de las cuevas eneolÍticas valencianas, llega a lrlanda tal vez desde Portugal. El tipo de cabeza ornada
del alfller de ,corrandrum parece separarse algo de los de Iberia por su
tosquedad, que. más que expresiva de acanalados, parece compuesto por
serie de grúesos granos ligeramente aplanados y superpuestos.
'
La auiora hace Observar que el rito del enterramiento es en el S. la
inhumación frecuentemente colectiva, y en el sepulcro irlandés en cista
es Ia cremación; y que de todos los objetos similares británicos sólo el
de Devon parece tener semejanzas, aunque el carácter lmpreciso del
'corrandrum
descubrimiento lo haga poco útil; apareciendo asÍ el de
como aislado en las costas de lrlanda.
La autora establece dudas sobre si el hallazgo ha de interpretarse
como una antigua herencia transmitida hasta fecha muy posterior a su
importación, si es simplemente un obieto debido a la invención local
espontánea o es supervivencia de una antigua técnica'
Lily chitty establece como es natural paralelismos de la pieza irlandesa con las encontradas en Portugal, y no menciona toda la numetosa
serie que se extiende por el, levante español ("cami Real de Alacant", la
Pastora de Alcoy, Torremanzanas) y hacia AlmerÍa (Los Blanquizares de
Lebor. con los enterramientos de Tabernas núm. 9, de Fonelas núms. 12
y 13 y Llano de la^Teja 1 y 19, excavados, por Cuadrado aquél, y por
Siret, las restantes).
I. BALLE'STER,
-403-
[page-n-453]
BIBLIOGRAFI.A
20
SENENT
IsÁñrz (J. J.).-"El arte rupestre de Dos-Aguas". Nota
' de la Sección de AntropologÍa y Prehistoria del
Centro de
Cultura Valericiana, cuaderno 5, 2.a época, páe. 32, Valencia 1943.
En el año 1940,las Srtas. MarÍa y Rosario Gimeno, Maestras Nacionales, comunicaban a D. José Senent la existencia de pinturas rupestres
en unas cuer/as del término de Dos-Aguas, el cual dió conocimiento de
este descubrimiento al Comisario Provincial de Excavaciones y Director
del S. I. P. de Valencia, D. Isidro Ballester. Con tal motivo organizósei
una exploración comprobatoria el 22 de Septiembre del mismo año, y
más tarde, el 18 de Octubre, una comisión del S. f. P., integrada por los
Sres. Senent, Chocomeli, Espí y Alcácer, hizo una visita de prospección
preparatoria de la que deberia realizarse para el ealco y estudio de 1as
pinturas, d.e cuyo trabajo fué encargado D. Juan Cabré. Como resultaclo
de esta visita, el autor expone, en el trabajo mencionado, las primerns
impresiones sobre las pinturas sitas en los lugares denominados "Cinto
de la Ventana" y "Cinto de 1as Letras", dando mayor desarrcllo a su
nota publicada en "Las Provincias" el 17 de Noviembre de 1940.Las figuras del "Clnto de la Ventana", escasasy deterioradas, entre las que so. bresalen dos cabras monteses y otras más imprecisas, las considera el
Sr. Senent paleolÍticas, salvo algún trazo estilizado que pudiera.ser posterior. En las de1 "Cinto. de las Letras", conjunto más numeroso e irnportante, hay composiciones que representan escenas muy interesant,es
de caza, de vida doméstica y social, apareciendo figuras adorrradas, al
parecer, con distintivos de mando que hacen suponer una jerer(lujzación social o .relig:osa.Merece mayor atención un extraordinario busto
de mujer , a la que Ie falta la parte inferior, que pudo desgastarse por
Ia erosión; por su belleza y pureza de lineas ha sido califlcada de "Venus"
del arte mural. De1 paralelo que establece entre estos conjuntog pictóricos con otros del mi¡mo tipo correspondientes al arte rupeStre levantino, saca conclusiones sobre clima, género de vida, crganización social,
asÍ como del nivel cultural y artístico, revelado por la destreza de la
técnica empleada. Este interesantisimo trabajo del cult,o investigador
Sr. Senent, descubridor de las pinturas rupestres de Morella la Vella,
sólo es un pequeño resumen del brillante y documentado discurso de
ingreso en eI Centro de 'Cultura Valenciana, en 1941.Ilustran el trabajo
dibujos de las principales escenas,que justiflcan la importancia extraordinaria de.esas pinturas.que tanta expectación despertaron.
J. ALCACER
.
TenecrrvAAcurRRE(B) v Fh,nrvÁrv¡ez
Avr¡,És (A).-"Memoria sobre las excavaciones en el Castro de Navárniz (i{izcaya)".
Edición de la Junta de Cultura de Ia Excma. Diputación de
Yizcaya. Madrid t945.24 x L7 cms., 45 págs.'IV láms.'y 1 plano,3 trgs.
Se recogen en este folleto las investigaciones realizadas para llegar a
la identiflcación de una estación de la Edad del Hierro en el territorio
-40+-
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.
BIBLIOGR'AFIA
Zl
tte Vizcaya, easi totalmente en blanco en este perÍodo tan rlco'en yacimientos en el resto de España.
Si se tienen en cuenta las difi.cultades que plantea ai excevador la
especial naturaleza d.el terreno y climatologÍa de las Vasóongadas,..,pafs
de montes y prados' eternamente verdes, que bajo ta llUvla constante
crfa vegetacTóncapaz de. borrar la confusa huella superflcial de las pobres aldeas protohistóricas", aumentadas por la falta de precedentes y
aun de noticias de los naturales; y se añade due, en cste caso, los trabajos han durado solamente nueve dfas, invirtiendo unos cien jornales,
el resultado no deja. de ser halagador.
l
El lugar escogido para los trabajos está situado en la zona maritima
ar9 kilómetros de Guernica, y los restos antiguos son conocidos desde
antiguo con los nombres de Arrola y ,Gastiburu; además de noticias de
amoJonamiento que alcanzan al siglo XIV, en varias ocasiones se han
realizado hallazgos casuales (una estatuita femenina, piedras con inscripciones y molinos de mano), lo que motivó unas exploraciones en el
siglo XIX, én las que se llegó a Lrazdr un excelente croquis, marcando
tres rgcintos de murallas, una torre y un lienzo exterior.
,Las excavaciones actuales se realizaron en lo alto del espolón de
Arrola, de más 'de 600 metros de largo, no éncontrándose resto ninguno
'de habitacfón en las'calicatas hechas dentro del recinto. Etr
cambio,
pudo hallarse uná parte de las fortiflcaciones, en la periferia, !'siguiéndola descubrir todo eI ar-nurallamiento;salvo los espaciosderrumbados o
destrufdos.
La muralla es de 3'05 metros de espe5or en la parte más estrectra y
hasta de 9'40 metros en la más gruesa, y está formada por un tosco ce:
mento de piedras y tierra revestido por pared en ambas caras. La altura
máxima es de 5 metros y en conjunto presenta una obra poco fuerte,
cuya rlnica defensa.exterior se cifraba en pobres muros .paralelos de
mamposterÍa.
No se halló ningún olojeto,salvo dos pequeños fragmentos, al parecei
de "terra sigillata". Los demás objetos son los reseñados en obras antiguas, a los que se alude más arriba.
Aunque'la parte mobiliar es claramente romana, y de época imperial,
las murallas,,que ya en 1846D. F. de Hormaeche juzgaba cántabras, son
de disposición y materiales semejantes a las de los poblados de Ocenilla
(celtibero), Las Cogotas (céltico) y al del castro de Santa Marina (Soria), tanto en el despiezode los muros como en la disposición de la puerta. que parece obedecer al sistema de propugnaculum.
El no haber hallado una sola vivienda y el no caber tampoeo que siendo de madera se hayan destruÍdo, pues hubieran conservado los ajuares,
diflbulta la'cuestión de cronologfa que lós aa. centran entre los siglos IV
o frl a. de J. C., siendo, por lo tanto, un caStro céltico, reocupado probablemente en la época imperial.
A la descripción de las excavaciones,precede una larga Introducción
(páginas 1-31), dir¡idida en dos partes; en una se analízl el cúmulo de
teorÍas emitfdas por prehistoriadores, etnólogos y fllólogos sobre los vascos, aludiendo incidentalmente al problema del vasco-iberismo -tan
discutido ahora- y deteniéndose en las teorÍas de Fouché, la tesis ligur'
de Schulten y Ia de los ambrones de Menéndez Pidal. Eln la segunda
405 -
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,
22
BTBLTOGRAFT¿
parte se recogen las noticias arqueológicas dispersas relacionadas con
la Edad del Hierro en Vizcaya, sÍntesiq intéresantÍsima sobre esta materia tan poco cónocida.
En. resumen: si bien los hallazgos de Navárniz no son, considerados
absolutamente, de interés excepcional, la investigación y las excavaciones de los señores Taracena y F. Avilés, tienen un gran valor porque
sientan bases firmes sobre un terreno y una época histórica que hasta
ahora nb habÍan sido seriamente estudiados.
ANTONIO BH,TRAN
G¡ngÍe y Bu,r,r¡o (A).-*L,a navegación ibética efl la anüigüedad, scgún los text¿s cl:isioos y la aryueclogÍa". Tirada
,aparte de La Eeuista de Estudios Geogrd.ficos,año V, número 16, págs. 511 a 560.Agosto 1944.29 mapa"s y flguras.,
Los problemas de arqueología marinera están, cntre nosotros, nIaI estudiados. Los restos que se han conservado no perrhiten, Éor otra parte,
una generalización de las cuestiones, por muy interesantes que algunos
puedan ser. El más sugestivo es el abrigado puerto de "La Albufereta"
de Aticante, y de considerable interés los hallazgos de cepos -y no
uñas- de anclas de plomo en Cabo de Palos y los de otros restos de embarcaclones, mal identificadas, levantados por la draga en la bocana de
la ensenada del Arsenal, en Cartagena.
Por esta tazón, es tanto más apreciable la actual ntonograffa del Profesoi'Garcfa Bellido, glaborada fundamentalmente sobre los textos clásicos que haceu referencia a la Hispania prerromana, y sobre algunos de
los vasos pintados de las recientes excavaciones de Liria, llegando a conclusiones más firmes y modernos que Blázquez en su trabaio publicado
en el BAH, "Las costas de España en Ia época romana" (t. XXM.
Divid.e el a. su trabajo en cuatro partes: a) Navegación fluvial; b) Navegación litoral; c) Navegación de altura; d) Las navegaciones tartessias.
En el capitulo.dedicado a la Navegación fluvial, recoge los textos de
Plinio, Estrabón, Apiano y Posidonio, tras unas consitieraciones sobre la
navegabilidad y el carácter torrencial del curso de los rÍos españoles. Eh
sÍntesis, coinciden los antiguos autores en los siguientes.datos'
Ehro (Iberus./: Navegable lrasta Vareia (Varea cerca de Logroño)
(Plinio).
Guadiana (Anail: Desembocadura doble, excelente para la navega:
ción y noticias confusas acetca del punto más alto navegable, que para
época romana era Emerita (Estrabón).
Tajo (Tagusl: Excelente estuario y puede ser rernontado más de 100
kilómetros, hasta cerca de Abrantes (Estrabón).
Dueio (Duriu.s): Navegable en una extensión alrroximada de 150 kilómetros (Estrabón), y en pequeños esquifes aun iunto a Numancia, en
su curso alto (Apiano).
-406-
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BIBLIOGRAFIA
23
:
Sado (Ca.Uipz¿s)Navegable hasta Salacia, a 40 kilómetros de su boca
(Alcácer do Sal) (Estrabón).
Los ríos Mondego (Mundas) y Vouga (Vacuq), podÍan ser remontados por embarcaciones pequeñas durante muy poco trecho (Estrabón).
Asimismo era navegable eI Limia (Lethes).
l0i'fiilo(Minio): Apto para la navegación en más de 800 estadios, o
sea, aproximadamente hasta su confluencia con el Sil (Estrabón).
Guadalquivir (Ba.etis): Navegable hasta algo más arriba de Córdoba,
dejando de serlo despuésde pasar Cástulo (Estrabón). íSobreeste río hay
muchos antecedentes,y Posidonio estudió la subida de las inareas hasta
füpa (Alcalá del Río).
b) Navegación litoral.-Más interés tiene esta modalidad, por presentar algunas peculiaridade5 de nuestro paÍs. Se centra en los esüuarios
de los grandes rÍos y en las marismas y albuferas repartidos por Ia mayor parte del litoral Atlántico y Mediterráneo. Se trata de una navegación que no llega a ser de cabotaje, pero que transciende de la simple
fluvial. Sus actividades fueron más intensas en la zona extendida desde
Cádiz al Cabo de San Vicente, y en los esturias y escotaduras portugueses y gallegos. En Levante las albuferas de Cartagena, el Mar Menor,
las de Elche, Alicante y Valencia, además de las marismas de Torrevieia,
la Meta y el delta del Ebro, y los "marjales" levantinos (que no menciona el Profesor GarcÍa y Bellido).
Se extiende el a. en el análisis de estos dos modos de navegar, más
apto el atlántico para el comercio, y el mediterráneo para Ia pesca y
caza de animales lacustres. Para nosotros tiene especial interés la navegación en las albuferas y el litoral levantino. Contra la interpretación
extensiva de un texto de Plinio, que aflrmaba que los fndiketes no eran
gentes de mar, aplicado abusivamente a todos los hispanoü cabe replicar el episodio de la conquista de Cartagena, en que Fscipión fué informado por unos pescadores (de Tarragona para Livio) de los vados y caractet'ísticas del Almarjal de Cartagena, lo cual supone un conocimiento
detenido de toda la costa oriental, y, por lo tanto, una frecuente actividad marinera.
Documentos arqueológicos prueban la existencia de una navegaciÓn
lacustre; se refiere el a. a las pinturas de los vasos de Liria, en donde
apareceh escenas marÍtimas. Es uno el vaso con la escena de lucha de
dos barcas, con espolones dotados de cabezas de animales, dctadas de
velas f,jas (y pcldemospor nuestra parte advertir que son muy semeiantes a las usad.asaun en la Albufera valenciana, proa afllada, popa roma
y fondo plano). (Ese vaso es el que tiene la famosa leyenda gudua deitzdea, que traducida por eI vasco actual da "llailada de guerra"). El. otro
dibujo aludido por el a., es una curiosa representación incompleta de varios remeros empuñando los remos.
c) Navegación de altura.-De gran interés resulta esta parte del
trabajo para eI estudio del importante papel que ei SO. hispánico desempeñó en la ruta del estaño y en las relaciones con el NO. de Europa y con
el Mediterráneo oriental, tema sugestivo, si Ios hay, en Ia protohistoria
española. En relación con este tema, desenvuelveG. B. 1a cuestiÓn de la
fundación de Cádiz y las expedicionesfenicias y cartaginesas, la obscura
-407-
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--l
24
BIBLIOGRAFIA
cuestión del periplo de llimilkon y las expediciones romanas a las Casiterides.
Flnalmente en la última parte, que hemos denominado d) Las navegaciones tartesias, el a. estudia los viajes de este cuitÍsimo pueblo a las
costas africanas, siendo, en deflnitiva, los que enseñaron las rutas habituales a los púnicos; los textos hablan repetidamente de estos hábiles
pescadores,que realizaban en las costas africanas gtandes redadas de
atunes y que visitaron toda la parte del océano comprendido entre las
fslas Canarias y las Madera, Según puede interpretarse de un texto de
Diodoro. Desde luego, los pescadores gaditanos se hieieron famosos en
todo el mundo, sus hazañas se ponderaban en AlejandrÍa y se les llegó a
atribuir eI viaje de circunnavegación de Africa.
Este trabajo, repetimos, debe su gran valor al hecho de reunir los
textos más importantes referentes a la vida marinera de ;a España
prerromana, y, desde un punto de vista general, es un excelente apoyo
para cualquiera que haya de trabajar en los descuidados problemas de
arqueologÍa marinera, siendo de desear que sigan esta clase de estudios,
añadiendo los escasosdatos arqueológicos que los objetos desperdigados
proBorcionan y que precisamente por ello son de extraordinario valor.
ANTONIO BEI,'IRAN
CASTRoGursAsoLA(Fr,oRnr.rrrwo).-tEl enigma del vascuence
^nte las lenguas indoeuropeas". Revista de fi.lologÍa española, anejo XXX, Madrid, L944, 289 págs..
Comienza el trabajo por una relación bibliográfica y en la introducción expone su tesis: "El éuscaro -sin ser indoeuropeo- €s ün idioma
del mismo grupo lingüístico que las lenguas indoeuropeas. Una lengua
hermana del indoeuropeo, con palabras idénticas, pero con formas en
parte comunes y en parte distintas, como derivada de la misma lengua
anterior de que él ha saiido". Agrega que las semejanzas se han explicado hasta ahora po,r préFtamos posteriores a la romanización, pero el
autor se mantiene en su opinión porque no logia explicarse "por sólo el
latín ni por sólo el celta, la identidad de temas con desitrencias distintas, la igualdad de terminaciones con radicales diversos, y aun el diferente aspecto con radicales y sufljos al parecer idénticos".
Para rastrear la evolución de1 vasco, recuire a los préstamos y dice
que "un origen común del indoeuropeo y de1 éuscaro explicarÍa las analogías entre amloos,cuya mera exposición (no su justiflcación) es el verdadero y único objeto de la Memoria".
Comienza a estudiar los numerales vascos y va encontrando semejanzas con alguna forma equivalente indoeuropea. Para explicar las ciiferencias fonéticas, va estableciendo leyes fonéticas del vasco con ejemplos en que se da la misma evolución en préstamos del latÍn, del español o del francés. Concluye que los numerales vascos coinciden con Ios
indoeuropeos, unos claramente, otros menos, pero pudiendo explicar las
diferencias por leyes fonéticas existentes en el vasco. A continuación
estuclia los pronombres personales y el yevbo "iza!", ser, y dice que si
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BIBLIOGRAFIA
25
bien la conjugación vasca diflere extraordinariamente de la indoeuropea,
no es imposible señalar bastantes concordancias. clarO que esas concordancias las va señalando unas vecescon idiomas bálticos, otras con asiáticos, etc., corno hizo con los numerales y el pronombre, cuando pare_
cería natural que las concordancias fuesen más abundante con un grupo
determinado.
Cree que el origen de los sufijos está en la evolución siguiente: posposición de la palabra determinante, posñjación y desgastedel elemento
sufljado hasta el olvido de su signiflcación propia. D,istingue estas etapas en el vasco y se pregunta "si tienen relación palpable con el sistema
flexional o suñjal indoeuropeo".Pregunta que, tras un estudio dela flexión
vasca, contesta aflrmativamente y deduce,por tanto, que el va5co.no es
una lengua aglutinante.
Hace despuésun estudio deta,lladode la evolución cte los scnidos vascos estableciendo una fonética histórica minuciosa. A continuación, estudia algunos radicales vascos y su parentesco lingüístico internacional.
Como conclusión, llega a 1o que se habÍa propuesto en su introduc_
ción, Al margen de las lenguas indoeuropeas sólo encuentra alguna semejanza con los oscuros idiomas caucásicosy, como dignas de consideración, Ias que tiene con el georgiano. Las analogÍas con las lenguas camito-semÍticás, las considera casuales o debidas a un más profundo substracto preindoeuropeo.
F. BRAVO
I\(srvÉwpez
Prper, (R.).-,,Sobre el subsúraúomediterráneo occi_
dental", Antpurias, II, 1940. Memoria presentada al Con_
greso de Toponimia de parÍs de 1g3g,con notas sugeridas
por estudios publicados porteriormente.
Empicza diciendo que cada vez se afr.anza
más la irlea de la unidad
de Ia lengüa por la unidad d.e la raza en toda la cuenca del lVlediterráneo, pero que se impone buscar las diferencias debidas a peripecias históricas. Que interesa señalar áreas léxicas, morfológicas y fonéticas para
mostrar la articulación histórica y relacionarlo con los textos y la etnografÍa, aunque ofrece grandes difi.cultades.
Eh nuestra PenÍnsula estudia los grupos étnicos y la cuesbión que se
plantea entre la etnografÍa y la lingüística. cree que los vascos son uno
de los muchos puelllos que han dejado su idioma por otro de superior
cultura, "en este caso el de los iberos". Habla del estudio de Bertoldi
acerca de la voz preindeuropea "ganda,, en la zona alpino-pirenaica y
no acepta la dflrmación de que no se encuentre en el Sur de Eispaña,
puesto que la ve en número suflciente para considerarla,alpino-ibérica.
Como esta abundancia de topónimos alpino-ibéricos, no se explica por ur¡
común origen mediterránea, puesto que falta en la poco conocida zona
africana, cree que debemos admitir la expansión del pueblo ligur por el
Oeste de Europa, de acuerdo con eI testimonio de los autores griegos.
Agrega que, si los griegos no nos hubieran dado los ligures, habrÍa que
inventarlos, es decir: suponer unos pueblos que del centro de Europa
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BTBLTOGR'A,F!"4
26
traen a Iberia los topónimos que no parecen ibéricos ni celtas o convenir con Philippon que los iberos llegaron a España por Europa.
Opina que el nombte de ligures entorpece, porque se piensa en los de
Italia y Francia, pero que pudieron ser otros que penetraron por el centr'o del istmo y llevasen un nombre sinónimo.
La palabra ambrones, que está muy extendida por el Occidente de
Europa y que se encuentra en los textos, le parece e1 nombre antiguo
popular equivalente al literario de ligures. Los ligures tenÍan una lengua
mediterránea indoeuropeizada por los ambrones, según Krestchnrer; por
una rama de ilirios, según Wolff ; por parientes de los ilirios, según
N. Jolk; cualquiera de estas opiniones 1e explica la toponimia.
Hace a continuación un estudio muy detallado de ciertas analogias,
que le llevan a pensar que los liguros o ambrones llegan a Iberia con ilirios o que los ligures de los textos griegos, ambrones dc Ia toponinia, eran
ilirios indoeuropeizados mezclados a un fuerte substrato mediterráneo.
Cree que el grupo étnico franco-cantábrico o pifenaico no explica la
toponimia de España común con la del centro de Europa. Hay que admitir la emigración de un pueblo centroeuropeo en parte indoeuropeizado,
puesto que la toponimia nos lleva a dar crédito a los textos griegos que
dan ligures en España. No dan unidad racial nl cultural aI Occidente
'europeo
ni forman un gian imperio. Llegan sólo al Noroeste de ltalia,
costa Sur de Galia, valle del Ródano, Norofste de España y algunos puntos aI Sur, en territorio turdetano. No son los ligures en Sentido estricto,
establecidos en Liguria y tierras.vecinas. Algunos de los clementos que
traen no se encuentran en esa Ligu,ria histórica y sí en territorio ilÍrico,
sea como propio de los ilirios, sea como pertenecientes al substrato medlterráneo que precedió a los ilirios. En fln, este pueblo emigrante no era
conocido con el nomlore de ligures, sino con eI equivalente de ambrones.
F. BR,AVO
PRniuGENrus.-"Molvedre" . Almana que iLe " L u s P r ouirrcias", página 333.Valencia, 1942.
.
Per¡ (CARLos).-"Sobre eI origen de algunas voces geográficast'
Boletí.n de la Sociedad Castellonense de Cultura, tomo XV,
1934,c.o III, pág. 167,y tomo XVI, 1935,c." V, pág. 358.
El trabajo de Primigenius comienza por varias citas de documentos
en que aparecen variantes del nombre de Molvedre, que se da en valenciano a la ciudad de Sagunto. Couesponde al castellano Murviedro,
citado en el "Poema del Cid" y nombre oflcial de la ciudad ha,sta el siglo
pasado.
Recoge las interpretaciones dadas a este nombre, para unos "muró
viejo", para otros "muro verde" y aún "monte verde". Opina Primigenius
que el nombre está formado por los elementos "mol vedre", y el segundo
1o relaciona con topónimos de Galicia y el Mediterráneo. ,Cree que pudo
ser traÍdo por los gallegos que vinieron con Bruto, y 1o identifica con la
Brontobria citada por Esteban de Bizancio. Concluye que el nombre es
-410-
[page-n-460]
BIBLIo'GRAFIA
27
prerromano y que su forma debió ser Molt-vell, en valenciano "muy
viejo".
Primigenius hubiera podido explÍcarlo más fácilmente sin recurrir a
los gallegos.La'evolución vetere-vedre es la normal en romances peninsulares. La forma Bedra, que dice Premigenius haber oido como variante
popular del nombre Bétera en este pueblo, es una prueba de ello. Eh el
'Béziers,
vemos un Murviel, en el cual se han
Sur de Francia, cerca de
encontrado monedas ibéricas- Este Murviel parece correspondersc exactamente con nuestro Molvedre o Murviedro.
Carlos Pau estudia algunas voces geográñcas oponiéndose al origen
dado por el diccionario de la Academia. "Gudar" cree que deriva del
vasco, guerrero y 1o mismo dice de la palabra "guerra". Considera que no
deriva del germánico "werra", sino de la voz vasca. Bétera la relaciona
con Beturia y Extremadura.
Seguramente no ha tenido en cuenta el nombre prerromano de la
ciudad de Béziers ("Baeterra", "Beterrae", "Biterre" o "Bitelris", que en
todas esas formas aparece), ciudad vecina de Murviel, como Bétera de
Murviedro, y tal véz relacionada con los béteres citados por Estrabón.
Como complemento de arnbos trabaios, por nuestra parte hemos de
señalar el Ínteresante paralelismo que puede indicarse entre nuestros
Molvedre y gétera con los franceses Murviel y Beterra, creyendo no se
trata de simples coincidencias estas réplicas toponÍmicas en territorios
ocupados por los iberos antes de la conquista romana.
F. BRAVO
Ar,Essro(G.).-ttLa base preindoeuropea", Stud,i etruschd,vol. IX,
1935,pág. 133.
I
i'
I
Un trabajo muy interesante pero del que, desgraciadamente,ñÓlo nos
ha llegado la primera parde.
.En ésta estudia la base *KAR(R).{/GAR(R,)A. Dice Alessio que la semejanza de signiflcado de palabras de una lengua ciertamente indoeutópea, como el celta, y el etrusco, salvo que se trate de mera homofonÍa,
sólo tiene dos explicaciones.O la base celta fué tomaoa del subsürato
mediterráneo, al cual pertenece el etrusco, o declarando que una base
indoeuropea tuvo por casualidad forma y signiflcado iguales a los que
tléne la base preindoeuropea documentada en etrusco. No puede suponer
que sea un préstamo y se inclina a asignar las dos vDcesa la base preindoeuropea *KAIi,(R)A. Estudia la terminologÍa geomórfica y floral de
la cuenca del Mediterráneo, rica en restos léxicos preindoeuropeos, que
van desde lberia a los Alpes e irradian al Asia Menor.
Da a continuación las particularidades fonéticas del substrato. Eln
cuanto a las vocales: 1.o Repetición de A en las dos sÍlabas' 2.o Alternancia A/'E. En cuanto a las consonantes: 1.oAlternancia de la sorda y
la sonora. 2.oAlternancia de la simple y la doble. 3.oPermutación de las
lÍquidas L/rR. 4.' El paso a aspirada.
Al comparar la base *KAR(R)A con el vasco."harri", piedra, da por
desccntado que el vasco es "un precioso resto de la lengua mediterránea
-4ll-
[page-n-461]
28
BrBLrocRA,Fr,A
y de la misma base preindoeuropea que el ligur, de la que los celtas,tomaron mucho". Estudia la,s diferentes variaciones de la base con abun_
dantes ejemplos, pero no cita algunas formas que se enc¡tentran en
nuestra Peninsula y que corresponde sin cluda a la misma serie.
F. BRAVO
,
Sc¡rwrE¡¡ (ADor,Fo).-"Hisúoria de Numanci¿1,',.
288 págs., ib
figs., XII láms., III mapas y IV planos. Colección histórica
"Laye". Editorial Barna. Barcelona, 1945.
La la.bor investigadora del erudito hispanista, puede dividirse en dos
importante ciclos. El primero, de tipo africano, interesanúe época de estudios romanistas en el Africa Menor, que le fué recompensada con la
Gran Cruz de la Orden Argelina de Nisham Iftihar. El segundo, es el de
sUs múltiples estudios hispanistas, a la cabeza de los cuales fi.gura su
ingente labor de excavar parte de Numancia y sus ca.'rnpamentos,
d.urante ocho campañas, labor cristalizada en la monumental publicación
- "Numantia", en 4 volúmenes, tan perfectamente ilustrados como editados.
Pero esta laudable obra técnica, publicada en lengua poco divulgada,
no podÍa llegar a1 alma del pueblo español, ávido de prlrebas arqueológicas que aviven los esmaltes de sus cuarteles gloriosos, no siempre fáciles de aportar.
El episodio numantino traducido por la magistral pluma. del Dr. Pericot, adquiere en esta obra caracteres de vitalidad que producirán su
pronta asimilación en la cultura popular.
El profesor Schulten, tan admirador de la hidalguÍa de nuestro pue'más
blo, hidalgamente le ofrece el joyel de una de sus
relevantes glopor el que nos complace hacer mención d.e este
rias históricas, motivo
resumen en las presentes páginas.
M. VIDAL Y LOPEZ
(Jwro).-"Esquerra paletnolóeico de la
M¿ntÍr.¡sz Sawr¿ Or.¿¡.r,a
Península Hispánica". Corona de estudios que la Sociedad
Española de AntropologÍa, EtnografÍa y Prehistoria dedica
a sus mártires, t.o r, pág. 141.Madrid, 1941.
Desde hace más de diez años viene realizando el Profesor Martínez.
Santa Olalla la ingente labor de revisar nuestra arqueologia prehistórica,
apuntando ya en algunas de sus publicaciones anteriores ¿ 1936 nuevas
soluciones y .encuadramientos culturales y cronológicos, dáridonos una
primera visión de conjunto en Ia conferencia pronunciada el 14 de Febrero de 1940 en la Sociedad Española de Antropología, EtnografÍa y
Prehistoria, de Madrid, en la que revisó todos los problemas fundamentales de nuestra prehistoria, los cuales amplÍa y concreia en el presente
trabajo, escrito con anterioridad a su citada conferencia, pero que por
diversas causas ha visto Ia luz pública en 1941.
-412-
[page-n-462]
BI:,LIO,GR.A,FI,A
29
Cuatro son los motivos, según el autor, por los que debe efectuarse
una revisión: 1.") Lo insosteniblede las viejas cronologÍas; 2.") Hundimiento del mito africairo; 3.") Carácter prefi.gurador de Europa en la
avanzada Edad del Bronce, y 4.") Necesidad de una autopsia de la Edad
del Hierro Hispánica, con una revalorización de lo céltico, y de lo púnico
como revalofización de Io helenizarrte,
En las nomenclaturas propugna por simplifi.car denominaciones y clay
siflcaciones, así reduce los períodosa:
ArqueolÍtico o paleol-;ticoinferior.
PaleolÍtico o paleolÍtico superior.
NeolÍtico Antiguo o rMesolÍtico.
Neolítico Recicnte.
Edad del Bronce, con dos ciclos, Mediterráneo y el Atlántico, y
Edad del Hierro, céltica e ibérica.
En el Arqueolítico señala ei a. las técnicas de lascas y bifaees, apareciendo en el Manzan¿res los restos más antiguos, pero es diflcilÍsimo su
estudio por no aparecer "in situ", debiendo clasiflcarse en gran parte a
base de talla y pártina, elementos poco sólidos,frecuentemente, para sentar conclusiones,¿omo lo demuestran las constantes reclasiflcaciones de
los hallazgos madrileños. MartÍnez Santa Olalla simplifl.ca la cuestión
haciendó convivir lascas y bifaces que evolucionan a través de todo eI
'ArqueolÍtico,
el cual finalizarÍa con la llamada cultura "Matritense", conjunto musteriforme al que se unen elementos arqueolÍticos de toCa clase.
No dudamos que muchos de los problemas que plantean los ma.teriales
del Manzanares, sin estratigrafÍa cierta, serán resueltos por las excavaciones de nuestra COVA NEGRA, en vÍa de estudio actualmente y de
cuyo resultado se da un avance en otro lugar del presente Anuario.
El PaleolÍtico Superior o simplemente PaleolÍtico (cronológicamente
del 30.000 8.000a. J. C.), comprende las tres clásicas culturas, a las
al
cuales se les postula origen europeo, aunque referente al origen del Solutrense ya señaló el a. la existencia de dicha técnica en eI IrI. de Africa,
en su precipitada conferencia y en otras dadas en el extranjero.
Encuadrados en eI "NeolÍtico Antiguo" (8.000al 3.500),aparecen el
que sucedeinmediatamente al magdaleniense,
Aziliense (8.000/6.800)
el
Tardenoisiense (6.800/5.000)
con su más característica representación
que
en Mugem, el Asturiense (5.000,/3.500) hay que considerar como técnica de hachas y que convive con el tardenoisiense final que perdurará
hasta el Bronce. En este NeolÍtico antiguo, y como debido a una cultura
microlítica de facies tardenoisienses,es donde hay que situar el arte
impresionÍsta levantino, que llega a la Edad del Bronce, sincronizándose
en parte con ei Neolitico Reciente. Con la creación del NeolÍtico Antiguo
desapareceel vacÍo que antes se llenaba en nuestra Prehistoria. con un
arte esquemático. Según el a., este arte letantino refl.eja un estado social de cazadores a quienes el pastoreo y ganadería no eran desconocidos y que por su iriferioridad social se ven arrinconados a las zonas
montañosas en eI NeolÍtico Reciente, en eI que se introducen la agricul.tura y los metales.
hay influencia progresiva del
En el "Neolitico lleciente" (3.500/2.000)
oriente mediterráneo y de Egipto a través de Africa del N. Hacia el 3.000,
una cultura con cerámica decorada con estampillados de conchas, ocupa
-+L3-
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30
BIBLIOGRAFIA
toda la penÍnsula y tiene componentes marcadamente africanos que
forman una base pastoral que no excluye cierta rudimentaria agricultura; esta cultura es denominada por el a. "Hispano-Mauiitana". Aproximadamente hacia el 2.500aparece otro conjunto cultural con organización matriarcal y agricuitura; conoce el metal y es autor de las construcciones megalÍticas; ofrece paralelismos con el neolÍtico sahariano y
ocupa al fln del NeqlÍtico Reciente, toda la penÍnsula; es la cultura denominada "Ibero-Sahariana", por MartÍnez Santa O alla. Con estos dos
conjuntos, el hispano-mauritano (pastoral y ganadero) y el ibero-sahariano (agricultor), reconstruye el a. nuestro neolitico, sustituyendo las
cuatro tradicionales culturas, la de las cuevas por la hispano-mauritana;
la de AlmerÍa por la ibero-sahariana, y en cuanto a la portuguesa y pirenaica son consid.eradasco'mo meras flcciones. AsÍ se hacen innecesarios los constantes trasiegos culturales y étnicos que para este momento
se consignaban.
Con la identifi.cación de estas dos culturas. hacia el 2.000.comienza
el Bronce español, momento en que se lleva por toda Europa el vaso
campaniforme que es síntesis dp ambas. Hacia 1.700 aparece como caracterÍstico el sepulero de cúpula y galerÍa cubierta, vaso campaniforme
. y un conjunto cultural, todo con carac.teres mediterráneos orientales,
denominándolo el a. "Bronce I Mediterráneo", el cual, al desaparecer el
elemento hispano-mauritano, producirá, del 1.500 aI 1.200,un segundo
momento equivalente a la llamada cultura argárica, extendiéndose por
toda la penÍnsula y no produciendo más que tipos que ya tenfamos en
el heolÍtico reciente y comienzos del Bronce. Los megalitoS quedan reducidos a cistas y se beneflcian intensamente ios yacimientos argentÍferos. .
Como explieación a los elementos del Bronce europeo, conocidos en
mayor escala en las zonas N.W. y Centro. Martinez Santa Olalla sitúa a
partir del !..200un "Bronce Atlántico I" relacionado con el mundo germánico, Ilegando las influencias por vÍa terrestre y marÍtima; hay hachas de talón, con la tÍpica creación española, la "palstave" con asas.
El desequilibrio del Bronce ilirio se traduce en una invasión que entra
por los Pirineos, primera invasión. indoeuropea que se fecharía hacia el
1.000y que se renueva hacia el 850. El "Bronce AUánticc II" se extiende
hacia eI 850 la máxima oleada indoeuropea
del 900 al 650,produciéndose
con los túmulos mezclados con elementos de las urnas, que entra por el
occidente y centro de los Pirineos. Tras la oleada de los túmulos viéne
la de las urnas que penetra por los pasos orientales del Pirineo, admitiendo el a. que con estas invasiones es posible llegaran elementos ligures, revalorizando asÍ antiguas opiniones. Grupos de los túmulos se
asienlan en Castilla y Aragón y grupos de las urnas en Cataluña. Los
primeros tienen tipos cerámicos que recuerdan los lusacianos y los segundos tienen su correlación con las urnas suizas del Hallstatt B, luego
las españolas han de ser coetáneas y posteriores. E'I grupo catalán es,
tal vez, más reeiente que el occidental.
Ilacia el 650 comienza nuestra Edad del Hierro, comprendiendo dos
momentos, eI I del 650 al 350, y el II del 350 al Nacimiento de Cristt¡,
subdividiéndosea su vez en dos ramas: la céltica y la ibérica. El "Hierro
Céltico I" desarróllase en La Meseta y puede considerarse como su ca-
-4L+-
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I
I
I
BIBLIOGRAFI"4
3t
racteristica el puñal de antenas; tiene cerámica decorada en relieve
(elemento éste casi permanente desde la cultura hispano-mauritana)'
decora sus hierros con nielados y tiene riquisima orfebrerÍa. El "Hier:o
I iberizante" se ca,racteriza porque en un ambiente fundamentalmente
céltico recibe elementos mediterráneos. No puede hablarse de cultura
ibérica en la Edad del Hierro I, dice Martínez Santa Olalla y sí sÓloiOerizante o sea clasicizante del Hierro céltico. En el "Hierro II ibérico"
compréndense subperíodos,el primero (desde el 350 a la conquista romana) con cerámica pintada geométrica a la manera púnica, iniciándose hacia flnes del perÍodo la escultura en piedra; en el segundo (de la
conquista romana a Augusto) se da el momento de apogeo de la cultura
ibérica, la mayor pafte de la escultura, vasos bellamente decorados con
flguras humanas y zoomorfas, separándose con ello de las clasificaciones tradicionales para la cultura ibérica. EL "Hierro céltico II" se desarrolla a base de pervivencias de la cultura Hallstáttica retardada y con
la llegada de los britones, hacia el 250, entran nuevos elementos correspondientes a La Tene B. Este "Hierro céltico II" puede sulodividirse en
varios períodosa su vez: del 350 al 250',del 250 al 133; del 133 al Nacimiento de Cristo y del Nacimiento de Cristo a los Flayios.
El trabajo que hemos reseñalo, como indica el autor, es un Esquema
y pur tanto en él no se profundiza en los problemas expuestos' Es sólo
un armazón. sobte el que construir, con nuevas concepciones,el ediflcio
de nuestra prehistoria. Algunos puntos nos hubiera gustado ver más
ampliamente tratados, así las cuestiones de los niveles del Parpalló, tan
fundamentales para nuestro paleolÍti.co. Sin embargo, creemos que en
algunas cuestiones se ha logrado un verdadera y fundamental avance;
por ejemplo, en la visión del neolÍtico, aunque en otras, corno Ia cuestión ibérica, nos parece que todavÍa faltan elementos para poder negar
una cultura y etnia mediterráneas frente a los otros grupos europeoides
colindantes. En las cronologÍas celebramos ver como el autol Se aparta
de las tradicionales fechas altas, tanto para el NeolÍtico y Bronce como
para el Hierro, en el que sitúa, en momento avanzado,la floración cultural ibérica, reforzando la tesis de fechas bajas para la cerámica ibérica'
Hoy por hoy, e1 Esquema Paletnológico del Profesor Martinez Santa
olalla es fundamenal e indispensable y ha de servir de pauta, forzosamene, aun con las naturales discrepancias, según criterios, para obtener una visión de conjunto de nuestra arqueologfa prehistÓrica.
D, FLETCHER
(A.).-"La Darna de Elche y el conjunto tle
GARc͡,y BEr,LrDo
piezas arqueológicas reingresadas en España en 19411".
Ma:
drid, 1943.
Una completa lnonografÍa sobre las valiosas piezas vueltas a nuestra
Patria, analizadas una a una, en sÍ y en sus relaciones con otros materiales de nuestra arqueologÍa, ha llevado a cabc eI eminente Profesor de
la Universidad de Madrid, Dr. Garcia y BeUido'
Del total de los 3? objetos reintegrados en España, siete son de tierras valencianas, lo que acrecienta para nosotros eL interés del libro'
-415-
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32
BIBLiOGRAFIA
Después de un breve preámloulo, en el que relata sucintamente el
proceso seguido hasta la consecución del intercambio entre el Museo del
Lóuvre y nuestro Arqueológico Nacional, comienza su estudio por ia más
preciada joya de nuestro arte antiguo, La Dama de Elche, dando un
relato minucioso sobre las circunstancias de su hallazgo y expatriación
y las posteriores €xcavacionesque se han realizado en \a zona de 'su
invención; descrito el busto en todos sus detalles, hace eI estudio
del rostro, tocado, collares, fi.bula, estableciendo paralelismos extra e
intrapeninsulares y busca la colaboración de los textos clásicos, que tan
bien conoce, para iritentar datar Ia Dama, la que.considerándola digna
por su arte de ser del s. V, no cree, sin emloargo,que se aleje mucho del
nuevamente, como ya 1o hizo en otra ocasión aI
s. III a. C., oponiénclose
hablar del Esculapio de Ampurias, a la opinión de Carpenter. Un resumen de su estirdio sobre la Dama de Elche, ha publicado GarcÍa y
BeIIido en la Revista de la Universidad de Madrid, III, .pág. 91, año
1943,y sobre este tema dió una conferencia en la Universidad de Valencia (v. Saitabi 11, pág. 64, año 1944).
Los otros objetos de Elche aquÍ estudiados son, un fragmento de estatua representando un guerrero con falcata, que no puede ser anterior
a fines del s. V, siendo quizá ya del IV o III a. J.,C.; un capitel de piI'astra (?) cuya fecha no pasa del s. IV, siendo probablemente más reciente, y flnalmente un fragmento con volutas que no debe ascender más
allá del s. IV a. J. C.
De Osuna estudia 15 piezas, además de la mención sucinta de algunas
de igual procedencia que todavÍa están en el Louvre. Destacan entre
ias esculturas .reintegradas, la "auletris", las damas con capa. los guerreros a pie y a c¿ballo, las escenascircenses,etc., todo un coniuntc que
el a. anaLiza pieza por pieza, concluyendo que todos estos restos pertenecieron a un ediflcio conmemorativo levantado por César, quien tomó
Osuna tras la batalla rle Munda; por tanto, su fecha serÍa el afro 45
a. J. C.
De Redován estudia una cabeza trumana ya mencionada por el autor
en otra publicación, en la que asignaba la data de hacia el 500 a. J.'C.,
aunque ahora el propio a. cree que pudiera ser más reciente. También
es de Redován una cabeza de grifo o quimera que por sus caracterÍsticas puede obedecer a corrientes artÍsticas grecoorientales de pleno s. VI,
pero la flgura puede ser algo más reciente.
También de tierras valencianas, de Agost, estudia una esflnge, compañera de la cual es otra que quedó en el Louvre. Siguen modelos griegos del s. \If, aunque la fecha en España debe suponerse algo más re=
ciente. Como el grifo de Redován, es "uno de lo$ "incunables" de la escültura ibérica", según frase del autor.
De la provincia de Albacete, de Etr Salobral, son un fragmento de
relieve con e$finge, quizá de época romana republicana, y un sillar con
inscripción ibé':ica. Igualmente de la misma proviúcia, del Llano de
Nuestra Señora de la ConsolaciÓn,es 1a Dama Sedente, semejante a la
lograda por Nieto en Verdolay. Es la misma actitud y eI mismo sillÓn de
un sinfín de flguras griegas, concretamente samio-milesias de hacia
flnes del s. Vf, poco más o menos. La fecha real es primera mitad del
s. V o algo más tarde. Es una de las piezas más importantes de nuestra
-416-
[page-n-466]
BIBLIOGR.AFIA
33
plástica antigua. Del mismo yacimiento es un trozo arquitectónico con
ornamentación de tipo jonio, que sigue prototipos de mediados del S. VI.
Puede ser unc de los testimonios más antiguos entre los hallados hasta
ahora en España. Finalmente, del misrno Llano procede el sátiro ithyphálico, del que tan detallado estudio hizo ya en sus "Hallazgos griegos
de España", repitiendo ahora lo5 conceptos entonces vertidos, ya que
aquel estudio puede considerarse como deflnitivo. Es obra que no está
iejos de los últimos decenios del s. VI, siendo probablemente importada.
Del celebér'rimo Cerro de los Santos es una cabeza femenina, única
representación de este yacimiento que ha ingresado en nüestro Museo
Arqueológico, procedente del intercambio con el Louvre.
Las estelas de Tajo Montero (provincia de Sevilla) deben datarse en
el s. II a. J. C.
Del thymiaterión de Calaceite hace una breve descripción basada en
el estudio qud de esta pieza ha hecho el ,Sr. Cabré, aceptando la fecha
de éste, o sea la primera mitad del s. V. a. J. C.
Finaliza el volumen con eI estudio de la diadema de Rivadeo, que
considera como joya de un régulo de un pueblo atlántico peninsular de
los que hacían el comercio con las Islas Británicas durante el Bronce {
fl.nal y durante la Edad del Hierro, pero el a. advierte que el atribuirlo
al Bronbe no obliga a asignarle fecha remota, pues no hay duda que la
cultura del N. O. usó formas y tipos del Bronce hasta épocas muy recientes, incluso hasta los comienzas de la romanización de estas comarcas, debiendo prolongarse, por tanto, para esta zona y para las fslas
Británicas, el último perÍodo del Bronce hasta el 500/440a. J. C., coineidiendo con lo postulado por los arqueóIogos ingleses respecto a su patria; por nuestra parte creemos que esta perduración puede hacerse
extensiva a otras áreas de nuestra Península, donde en el elemento
autóctono perviven las manifestaciones del Bronce, modiñcadas por las
aportaciones europeas y mediterráneas que muy tarde logran hacer'
cambiar las condiciones de vida y cultura indÍgenas, enraizadas en el
Bronce. La diadema es datada por el a. hacia el IVITII y aun quizá bastante después,es decir, más cerca aún del comienzo de nuestra Era. SerÍa
creación de los "alloiones" mencionados por Plinio en la comarca de Rivadeo, y teniendo en cuenta que en el S. de Inglaterra hubo también
otros "albiones", se refuerza el parentesco entre los productos británicos
y la diadema, como ha señalado el a. a través de este apartado.
La obra de GarcÍa y Bellido es interesante en grado sumo, por el
examen monográflco de las piezas, debiendo destacar los acabados estudios sobre la Dama de Elche, los relÍeves de Osuna y la diadema de
Rivadeo, en los cuales sigue una sólida y clara trayectoria de deducciones basadas tanto en los textos como en la arqueologla, para llegar a
conclusiones'de Índole deflnitiva.
Desde el punto de vista de la arqueologÍa valenciana, hemos de agradecerle su transcendental aportación sobre nuestra incomparable Dama
de Elche y el estudio de las otras piezas levantinas mencionadas en estc
libro.
La parte gráflca, tan cuidada como en todas las publicaciones del
Profesor GarcÍa Bellido'
D. FLET.HER,
-
A'try
Í l t
-
[page-n-467]
34
BIELIOGR'AFIA
HEI.ENa(PIfiLTPPE).-"Les origines de Narbolns". -ToulouseParÍs, 1937.491 Págs. Y 292 figs.
' La estrecha relación que los hallazÉos de la comarca de Narbona
guardan con Cataluña y Valencia, lrace que la obra de HELET'IA sea lo
suflcientemente interesante para que demos noticia . de la misma, haciéndolo brevemente, destacando algunos puntos de más interés.
H capítulo I, titulado "Los tiempos anteriores a los más antiguos testirnonios escritos", comprbnde una visión general de culturas, tazas,
flora y fauna prehistóricos en su relación con.los perÍodos geológicos'
dando noticias de las cávernas de Bize, de la Crouzade y de Fouzan, de
las que algunos materiales los ha conseguido el a. en excavaciones personales.
En el capitulo lt, estudia eI fln de la Edad de la Piedra y la iniciación
del Bronce, señalando que en lOs enterramientos eneolÍticos, las cuevas
napbonenseseiercen el papel de osarios, en los que deposÍtanselos huesos después de haber perdido el cadáver; en otro lugar, sus partes carnosas, por 10 que frecuentemente el esqueleto no está completo. Sugiere
. Helena la posibilidad de que la azuela de piedra pulimentada podúa
6er representación de la Tierra-Madre, por su forma de sexo femenino,
y a este respecto podemos recordar nosotros el importante trallazgo efectuado por Giménez Reyna en "La Pileta" (v. Atlantis XVf), que reforzatia la hipótesis de Helena, el cual, a base de sus excavaciones y observaciones, clasiflca el eneolitico en cinco perÍodos. Esta clasificaciÓn
es de suma importancia, por los muchos años que lleva excavando y
estudiando materiales de su comarca, pero en |a nomenclatura utilizada
nos parece poco acertado englobar baio el titulo genérico de Ereolítico
todas las tipologias desde el neolítico a los inicios del Hallstatt, pués
induce a creer, effóneamente, que no hubo elementos del Bronce, cuando
comprobamos que a partir de su EneolÍtico III señala dos.trayectorias'
la tradicional y otra con industria tÍpica del Bronce.
Er el capítulo III se abordá 1a cuestiÓn dg i'La primera migraciÓn
céltica y la. metalurgia del hierro", subdividiendo, Helena, la primera
Edad del Hierro en tres períodos: el primero, hasta fines del s. VIII' con
tipos cerámicos gemejantes a los catalanes de Ca'n Missert y otros, para
. los que Oolominas y Bosch, ya en 1920, ñiaron su apogeo en el ?00 y el
fin en el 650 a. J. C. En el segundo grupo, escasea la ornamentación, correspondiendo a flnes del VfI y mediados del VI' y en el tercer grupo se
enCUadran las grandes Urnas y copas tronCocónicas Sin ornamentación,
pa-ralelas a Gibrella y Anglés, y fechándolo en segunda mitad del s; vL
EI hierro no llegaría a la Narbonense antes de fines del VIII, pero
"
con su aparición no desaparece la metalurgia del bronce, que slgue utiIizándose largo tiempo'
A1 hablar de los habitantes de esta región, los más antiguos textos señalan la presencia de ligures. Hecateo, a flnes det vI, califlca a Narbona como mercado y ciudad céltica, aunque reconociendo que sus habitantes, los Elysiques, son ligures. La ciudad madre de Narbona sería
EicÍa y estarÍa asentada en Montlaurés. Estuvo en relaciÓn e'strecha
con un emporio situado entre ella y el mar, emporio'denominado Naro
o Narbon. viviendo el uno pará y por el otro.
-418-
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BIBLIO'GRAFIA
Jil
"Las grandes invasiones. Los iberos, ios celtas", es el tema del capÍtulo IV. Comienza con una apreciación sobre el origen legendario de
Narbona, peio pasa después a la Historia, señalando un nuevo movimiento céItico que tendrÍa lugar hacia el 530, siendo el desplazamiento
de una nación entera, atravesando BéIgica, adueñándose del Centro de
Francia y teniendo bajo una constante amer:aza a los Elysiques. Otro
movimiento hay de Sur a Norte desde los albores del s. V, en el que las
primeras oleadas de iberos entran en la Narbonense. Los ligures se retirarÍan a las altas mesetas del interior, quedando ias feraces llanuras
en poder de los iberos. El verso 586 de Avieno (el bBB de la edición
Schulten) 1o rectiflca Helena en: "erat "feracis" [no "ferocis',] maximum regni caprrt''. Menos de un siglo despuésde la llegada de los iberos al Aude, hacia el 400,los celtas se lanzan a su vez a las llanuras del
bajo Languedoc, quedando Narbona en poder de los galos. Con el paso
de AnÍbal, en 218, comienza una nueva etapa, iniciándose la Historia
clásica del MediodÍa de Francia, cayendo bajo la férula romana, una vez
derrotados los cartagineses.
E1 capítulo V lleva por tÍtulo "Narbona ibérica y gala". Elycia se
mantendría independiente durante mucho tiempo. La acrópolis está
constituÍda en terrazas escaionadasy los fond.osde las habitaciónes están excavados en la roca. El poblado de La Cayla tiene cerámicas áticas
del V y IV en eI nivel superior, y fragmentos de hallstattiense en el
inferior. El de Enserune, emplazamiento de la antigua Inselodunum,
del que además de Ia acrópolis conocemos la necrópolis, la cual pued.e
divldirSe en dos zonas: al Norte, las sepulturas más antiguas (s. V-IV),
con cerámicas de nguras rojas áticas o greco-italiotas y va5os pintados
geométricos ibéricos o celtizantes, protegidos por voluminosos fragmentos de dolium o ánfora; al Sur. la zona más reciente (s. III-II), con tipos cerámicos de 1a costa catalana, buenas páteras helenÍsticas.
Bajo el título "La civilización indígena en los últimos si.glosde Índependencia", englóbanse los capÍtulos VI y VII, dedican
concepto de Helena, de los demás habitantes de Francia.
En las monedas, sigue la clasiflcación de Hill, aportando una nueva
hipótesis al problema de los "Longostaletes", nombre que no cree se reflere a ningún pueblo, interpretándolo como "contables públicos" o representantes de los mercaderes,
Una cuestión de interés en la arqueología prehistórica y que Helena
la da como resuelta, es la del arco, aceptando que fué conocido en Ia
Narbona de los primeros siglos a. J. C., aduciendo, aciemás de los testimonios arqueológlcos,las citas de César y Estrabón. Esta cuestión tan
interesante para nuestra'arqueología, sentimos no se haya tratado más
ampliamente, pues estamos en desacuerdo con su aflrmación, puesto
que los arcos no se señalan en ningún yacimiento ibérico ni del SE. de
Francia ni de España, ni materialmente ni en la innumerable serie de
vasijas pintadas ibéricas. Así, pues, hemos de considerar que en los primeros siglos a. J. C., eI arco no era arma ütilizada por los pueblos ibé-419-
i
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36
.
BIBLIO,GRAFIA
¿
ricos, y si las citas de ,Césary Estrabón pueden aplicarse a pueblos de
estirpe celta, igualmente hemos de reconocer que su empleo debiÓ ser
muy secundario, pues son escasÍsimoslos restos de supuestas puntas
de fi.echa en paises no ibéricos. Queda, pues, en pie Ia incógnita de
cuándo se perdió la tradición del manejo del arco y por qué no se
readoptó tomándolo de otros pueblos que 1o utilizaron y mantuvieron
conta,cto con los iberos.
Como elemento de cronologÍa, señala las muelas rotativas que debieron adoptarse en el s. IIf, estando primero el "catilus", provisto de
apéndices y después de muescas. Anteriores a las muelas rotativas son
las de vaivén, planas, tipo primitivo, que encuadra hasta el s. IV; en el
III son planos, con los bordeF levantados, siendo a flnes del III cuando
aparecen los circulares, que llegan hasta eI fI con apéndice$ y desde
fi.nes del II y el I sin apéndices, no excluyéndose,sin embargo, la utilización de las de vaivén. Otro intento de clasiflcación se hace con los
fusaiolas. Hasta fi.nes del IV son de perfll discoideo, cilindrico b carenado; en eI III y II son más altas, bitroncocÓnicas, desapareciendo el
cono inferior con la invasión romana, quedando simplemente en forma
cónica.
.
De todo este capltulo VII que ahora estamos reseñando, lo que destaca por su interés es la cerámica. Desde el siglo IV se introducen "dolia", que no aparecen ni en España ni en el resto de Francia; algunos
llevan inscripciones ibéricas, poco legibles. Abunda la cerámica grosera,
a mano, y junto a ella la de pasta depurada, a torno. IIay otra eerámica
pintada'con temas geométricos o florales. En los comienzos del siglo II
hay una cerámica con temas geométricos que presenta, según el a., un
parentesco innegable con la cerámica del SE. de España, principalmente Arctrena. A partir del siglo III aparecen en Ia Narbonense cerámicas
idénticas en pasta y forma a las de las estaciones iberizadas, pero no
específlcamenteibéricas, de Ampurias y Costa Brava, lo que hace suponer a Helena que desde el Ehro a1 Herault reina un fondo de civilización que ninguna influencia exterior ha podido aniquilar.
De estas influencias externas, trata en el capitulo vIfI. Acepta Ia
presencia de colonos caltagineses en las costas del SuIeSte francés, coincidiendo con la opinión de los arqueólogosque consideran Marsella fundada sobre una primitiva colonia cartaginesa. Las primeras manifestaciones del llamado arte ibérico, apaTecen en Contacio con cerámica
ática'de figuras negras de bello estilo y jónicas con largas ondulaciones
vinosas o incisas. Si estas cerámicas son realmente ibéricas y si realmente también'corresponden a esta fecha, en manifleste, oposición con
todos 1oShallazgos peninsulares de Levante y SE. de España, tendriamos, por fuerza, que aceptar eI camino de N. a S., en lugar del que hasta
ahora se ha aceptado de S. a N. para Ia cerámica ibérica. Sin embargo,
adelantamos que ni las excavaciones de los "oppida" franceses ni las
clasiflcaciones de sus cerámicas, se han hecho con todo el rigor que
fuera necesario para poder decir la última palabra a loase de los mis=
mos. Basándose erl esta fecha tan alta, Helena hace referencia a ParÍs
y Boch Gimpera (nosotros añadimos el trabajo de f. Ballester, publicado recientemente por el Centro de Cultura Valenciana), quienes no dudan que debe buscarse eI origen del estilo crnamental de los vasos ibéri-
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BTBLTO'GRAFTA
37
cos,en la cerámica de Asia Menor y Grecia Arcaica, aunque algunos temas pueden ser autóctonos. Helena clasifi.ca los escasÍsimos fragmentos
con decoración floral como del siglo III, pero los vasos pintados, en forma
cada vez más degenerada, perduran hasta 1os primeros tiempos de la
conquista romana.:
Con el capÍtulo IX, dedicado a La conquista romana y entrada de
Narbona en la HÍ.storia, termina este importante trabajo, del que no
hemos hecho más que reseñar, a grandes trazos, sus más destacados
pwrtos.
Hemos de reconocer el indiscutible mérito del trabajo de trIelena, a
quien debemos agradecer la presentación estructurada de. todos los materiales, pre y protohistóricos de la Narbonense, junto a los cuales las
citas clásicas hacen revivir los tiempos pre-romanos de esta comarca,
dando amenidad e interés a la narración.
D. FT.ETICHER,
FTcUERAS
PacHEco (F.).-"Acra
Alicante, 1932.
Leuca Ia ciutla¡l de AmíIcar,'.
.LArusNm \frDAL (J.).-"Alicante
1932.
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de Alicante". "S&it&bi", núm. ?-8, pág. 13. Valencia, 1943.
núm. 12, páVro¿r, (G.).-'rlucentum de Alicante". "Scti,to.bi",
gina 131.Valen'cia, 1944.
Aunque por algunos eruditos españoles,entre ellos nuestro Chabás,
ya se habían situado Acra Leuca y Lucentum en Alicante, sin e¡nbargo
esta identiflcación no habfa merecido aceptación unánime, y asf, la aportación de F. P. al tema, poniéndolo al dfa, presentada al IV C. I. A. celebrado en Barcelona, mereció una réplica de Pferre Paris, quien, sin negar
la posibilidad de Acra Leuca:Alicante, la dejaba en cuarentena, alegando la falta de datos arqueológicosque dilucidaran la cuestión, a pesar de
que de antiguo era conocida una lápida, eri la que se hace referencia aI
nruniciplo lucentino, hallada en Alicante. Como conSecuenciade la comunieación presentada y de la negativa, la ciudad alicantina tuvo el bello
gesto de emprender los trábajos necesarios para dejar resuel¡a la cuestión, réalizando una campaña de excavaciones de resultados altamente
ha,lagüeños.
En su "Acra Leuca", reproduce F. P. los puntos de vista que expuso
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38
BIBLIO'GRÁFI"A
en Barcelona, añadiendo sucintamente los resultados arqueolóCicosde
la primera campaña de excavaciones,que reaflrman sus opiniones.
Hace un estudio de las fuentes (Diodoro, Frontino, Livio, Silio Itálico,
Nepote), exponiendo las conclusionesque de las mismas decluce.Acra
Leuca'es nombre que no lo dieron los cartaginéses,sino que, siendo griego, ha de ser forzosamente anterior a aquéIlos,por tanto la región estaba
helenizada cuando las huestes púnicas liegaton a esta comarca. Ligada
Íntimamente con la situación de Acra Leuca está la de Helice, cuyo emplazamiento estudia también F. P., situándola, como tradicionalmenre se
ha hecho, en Elche. Debemos aquÍ como inciso, indicar nuestra discrepancia con la localización Helice-Elche de la Sierra, que hace GarcÍa
y Bellido en su "Fenicios y Cartagineses", pues la razón principal que
aduce, o sea que Helice debÍa estar en sitio frÍo, puesto que parte del
ejército que la asediaba se retiró a invernar a Acra Leuca, no nos parece
suficienternente decisiva, pues aun estando Helice en región de clima
idéntico al de Acra Leuca, es natural que las tropas que Amílcar consideraba sobrantes en el asedio, se retiraran a los cuartelcs que ya tenÍan
establecidosy acondicionadosde antiguo y no que prepararan unos nuevos, junto a la ciudad cercada, máxime cuando el mismo hecho de retitar tropas comprueba que el general cartaginés consideraba como inminente la caida de la plaza sitiada.
Continuando con la reseña del trabajo de F. p., su tercera parte es la
relación sucinta rle los hallazgos logrados en las excavaciones de la Comisión Provinciai, o sea el tema que más ampliamente trata L. V. en su
"Alicante en la Antigüedad", al que seguidamente nos referimos.
AsÍ como F. P. se limita a situar Acra Leuca en Alicante, sin determinar más, L. V. concreta Ia cuestión y señala la existencia de dos ciudades, una Acra Leuca en el Benacantil, lugar que por su elevación y caracterÍsticas naturales es más lógico que recibiera el nombre en cuestión,
y otra, en el actual "Tossal de Manises", que se llamarÍa Leukon, la Leukon Teijos, que pasó a ser la Longuntica romana, que no tiene nada que
ver con Guardamar, donde por algunos ha querido ser emplazada, Acra
Leuca desaparecería 195 a. J. C. con Catón, pero no asÍ la ciudad del
en
"Tossal", donde encontrarÍan refugio los haloitantes de la destruida AcraLeuca.
Después de estas apreciaciones de índo1e geográfi.co-histórico,habla
de los resultados obtenidos en las excavaciones de la necrópolis de "La
Albufereta" y en la ciudad del "Tossal".
En la primera las sepulturas aparecen sin regla ni orden, amontonándose unas sobre otras, pudiendo fecharse todas entre segunda.mitad del
s. III y primera del II a. J. C. Aunque aquÍ no distingue L. V. estratigrafÍa alguna, en otro publicación, de la que después hablaremos, ya rectÍflca lo del amontonamiento y señala dos niveles, cosa que con anterioridad hizo F. P. en otro de sus trabajos, que también veremos a continuación.
Entre los hallazgos, hay enterramientos con los ajuares usuales, pero
con total ausencia de huesos, cosa que ya observó Ballester Tormo
en su "Avance al estudio de la necrópolis ibérica de Ia Casa del Monte",
quien opina que se trata de ceremonias simbólicas en honor de algún
familiar failecido lejos de su tierra, pero a quien se le rinden las mismas
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BIBLIO'GRAFI,A
'honras
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fúnebres que si hubiera muerto entre los suyos. Esta observación
y deducción parece tenerla en cuenta el propio L. V., quien indica también esta posibilidad, aunque en su Memoria de Excavaciones no vuelve
a hacer, inexpiicablemente,
mención a esta cnestión.
Al hablar de las excavacionesen eI "Tossal de lVlanises",dice que los
vasosibéricos con ornamentación de fl.ora,fauna y hombres, llegarÍan a
Lucentum en el s. I a. J. C., tal. vez en época de Sertorio, no debiendo
durar mucho tiempo porque se les superpone sin solución de continuidad
"la cerámica de barro rojo brillante con relievesl'.Sobre esta interesante
cuestión volveremos oportunamente.
Sigue el folleto de L. V. mencionando diversos haliazgos conocidos de
antiguo, romanos y posteriores,opinando que la destrucción de le ciuclad
del "Tossal de Manises", o sea Lucentum, acaeció en el 40g, lo rrrás prolrable.
tr,asilustracionesde este opúsculo,son vcrdaderaincntefatalcs e inutilizables. Lástima que siendo las primeras noticias gráflcas qlre se nos
daban de los hallazgos alicantinos, no se hayan hecho las reprocluccirrnes más utilizables.
Como complemento de su "Acra Leuca", tr'. P. dió una nota en 1933,en
la que hace referencia a la primera campaña de excavaciones,euyos resnltadoBya eran conocidospor el folleto de L. V.; pero F. P. distingue
dos niveles en la necrópolis, el inferior del s. IIf a. J. C. y el superior del
s. II a. J. C., y tal véz dentro del primero pudiera, todavía, señalarse una
subdivisión. Aparte de esta novedad, la nota tiene el carácter de simple
información, habiéndola citado aquÍ porque en realidad forma como un
todo con la publicación suya y la de L. V., que hemos mencionado anteriormente.
El mismo catáctet completivo, pues se repiten todos los extrei"4ostratados en los trabajos precedentes, tiene la más amplia exposición que
hace L. V. en la Memoria de Excavaciones,publicada en 1934,en la que
hace historia de la campaña efectuada a expensasde Ia ciudad de Alicante, se mencionan las fuentes literarias ya aportadas en los anteriores
folletos, y seguidamente se habla de la segunda campaña de excavaciones, gracias a la cual se ha hecho acopio de nuevos datos y observaciones, entre las cuales nos admira la tan suspicaz de identiflcar una sepuLtura de hornbre con la de un gran jefe que pereció cuando eI asalto de
C. Escipión, deducción basada en el simple hecho de que el general romano saqueó las reservas de espartó de ios cartagineses, y en la sepultura en cuestión aparecieron restos de cuerda de idéntica mate¡:ial. ReaImentc es mucha suspicacia.
En Ia ciudad, debido aI gran número de niúeles superpuestos,se hace
di.fÍcil Ia excavación, debiendo sacriflcarse construcciones más recientes
para poder profundizar en los estratos inferiores. En ia monografía en
cuestión se exponen los diversos niveles, asÍ como la sucesión de cerámicas. Primero, prehistórica, negra o rojiza, siguiendo la negra ahumada,
la roja o amarilla ordinaria y la gricga de época clásica, todo rlisperso y
sin forrnar estrato; suceden los fragmentos cartagineses y contemporáneos con los de barni.z negro brillante y flguras rojas. La época hispánica, tanto antes de la destrucción por Catón como la de la reconstrucción
poco antes de la de Sertorio, se indica por los vasos pintados, algunos
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40
BIBLIO,GRA,FIA
fragmentos con conejos y lechuzas, siendo de la primera campaña otros
fragmentos con hombres, caballos, etc.; fueron hallados en estratos que
el autor considera del s. I a. J. Q., y sobre esta cerámica, sin solución de
continuidad, cerámica de Acco y flnalmente la sigillata. A pesar de esta
relación que hace L. V. (y que más detalladamente nos hace F. p. en un
trabajo que analizamos en otra parte), no se apeicibe de la transcen*
dencia de sus conclusionesy explica esta cerámica con flguras zoomorfas y humanas, en niveles del s. f. a. J. C., suponiendo que,,ante la invasión cartaginesa algunos de los artistas helenlzados que pintaron vasos tan notables como los de Elche y Archena, huyeron hacia eI interior,
desenvolviendo su arte por el Bajo Aragón y regiones próximas a Valencia, hasta llegar a las brillantes manifestaciones de Azaila y Calaceite, o por el contrario, fueron atraídos aI Africa por los dominadores", y
al terminar "la dominación cartaginesa hubo una inmigración ibérica
[¿cuándo terminaremos con la manÍa de las inmigraciones e invasiones,
para explicárnoslo todo?l que trajo para la cerámica formas casi olvidadas y adornos más artÍsticos: "queda a comprobar si la ciudad fué reediñcada hacia 138-136a. J. C., y... si con los nuevos pobladores vinieron los
artistas que pintaron en las vasijas fi.guras humanas, 'conejos, perros,
cabras, flores, con nuevo estilo que subsistió hasta ser reemplazado por
los vasos romanos de barro rojo brillante y el tÍpico relieve saguntino".
"Esta serÍa, sin duda, la explicación de que el más lorillante arte ibérico,
que tuvo.su origen en esta región y en AndalucÍa, no lo hayamos encontrado nosotros hasta el s. fI a. J. C. en Leucon, con los vasos romanos
inmediatamente encima, sin solución de continuidad',. ,Comose ve, L, V.
retuerce las cosaspara amoldarlas a la clasiflcación rle Bosch. Hoy, después de la clasiflcación cronológica que planteamos en 1g40 (y que según
parece por otros traloajos de L. V., este autor desconoce) y de los resultados obtenidos en nuestras excavacionesde Archena, donde la cerámica
tipica de este yacimiento aparece con romana de época ayanzada, es mueho más fácil explicarnos la existencia de esta cerámica ibérica, bellanrente decorada, en perÍodo romano.
Principalmente, por la comprobación de que la cerámica ibérica con
decoración fi.oral y zoomorfa, aparece en niveles romanos, es interesante
esta monografÍa, que, como eI folleto de1 mismo autor, peca de unas reproducciones, Ia mayoria de ellas inservibles.
Nuevamente, tratando sobre la necrópolis, es una nota de F. P. en
"Saitabi", en donde se repiten 1ascohclusionesconocidas y hace hincapié
a que "hallazgo cierto de restos imputables a la dominación romana no
se registró en ninguna de las 170 piras que exploramos".
Siguiendo paso a paso a L. V., Gonzalo Vidal, también en "Saitabi",
nos da una pequeña nota sobre Lucentum, repitiendo punto por punto lo
que el primero ya escribió sobre el particular. Sin embargo, hacemos
mención de este trabajo para completar la serie de publicacioneF de tipo
general sobre Acra Leuca y Lucentum y los resultados de las excavaciones en "La Albufereta'r y "Tossal de Manises". En otro lugar hacemos
referencia de los trabajos sobre determinados aspectosy conclusiones a
que han llegado los excavadoresde estos yacimientos.
D. FLETCHER VALT"S
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BIBLIOGRAFLA
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'presentar todos
Reunimos los anteriores trabaios eh una nota por
la cronologÍa atribuible
ellos un elemento común, el abordar el tema de
a la cerámica ibérica, y en los seis se aportan.datos y conclusiones que
rompen con la tradicional teorfa de fechas altas. Seguidamente, correspondiendo a nuestro propósito de dar rápida noticia de los trabaios que
recensionamos, exponemos los puntos más destacados de cada uno de
ellos.
En el primero, F. P. nos habla de la estratigraffa del célebre "Tossal
d.e Manises", para él la ciudad de Acra Leuca, frente a la hipótesis de
Lafuente Vidal (sobre las excavaciones alicantinas, véase en otro lugar
una amplia referencia),
Estabtece el a. ? niveles; en el quinto, perteneciente a los últimos
tiempos republicanos y primeros del'Imperio, con terminaciÓn probable
hacia el 180 después de J. C. y momento de esplendor hacia Augusto'
hay cerámica ibérica con flgulas de hombres y animales. Y termina con
las siguientes conclusiones:
l.a En los estratos más antiguos NO se da nunca cerámiea ibérica
con decoración de flora y fauna. La decoraciÓn geométrica aparece con
la cerámica púnica y campaniense, y
2." La desoración de flguras humanas y animales aparece solamente
en las tierras someras y a veces en unión de.la "terra sigillata".
Asf, pues, F".P. sólo nos da a conocer los estratos de la ciudad alicantina, dejando establecer consecuenciasde Índole cronológica a aquellos
que aborden este problema. Pero hemos de reconocer 1o valiosa de esta
aportación por los datos que encierra.
Olro trabajo, en el que la parte fundamental es la exposición de nive-
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BIBLIOGRA,FIA
les, es e1 de R. F. En una de sus excavaciones en "La Alcudia", a una
profundidad media de 0'90, encontró piso ñrme, sobre el que surgió una
capa, de 2 a 6 centimetros de espesor, de una sustancia blanquecina;
sobre ella una zona de carbones y cenizas que alcanza a veces 50 centímetros y que es donde se han hallado casi todos los obietos que menr:iona en su trabajo, entre los cuaies hay cerámica ibérica con temas
geoméricos,volutas, hojas, flores, frutos, aves con alas extendidas, cabeza de caballo, mariposas; también hay cerámica campaniense, lucernas rbmanas y siete monedas romanas. Basándose en ellas y en la abunde'cerámica griega (un solo
dancia de cerámica campaniensey escasez
fragmento), lanza la hipótesis, R. F", de que las construcciones excavadas por él en este campaña, se utilizaron entre los s. III a I a. J. C., ya
que la existencia de monedas imperiales y "terra sigillata" la considera
como fortuita, por alteración de niveles, 1o que por nuestra parte no
creemos sea necesario para que puedan darse juntos estos elementos con
Ia cerámica ibérica.
Tamloién, pues, el trabaio de fi. F., da cronología baia, apoyando
nuestra tesis, que tiene un refuerzo extraordinario con la opinión emitida por la prestigiosa nrma de Q. y B. en el trabajo que a continuación
mencionamos.
.
Comienza el a. con eI planteamiento de una etapa de escultura ibérica en madera, o etapa "xoánica", como él mismo la denomina, según se
desprende da la técnica de algunas esculturas en piedra, poi lo que los
seudoarcaismosse explicarÍan por ser supervivencia estereotipada de
una técnica leñosa, que quizá coetáneamente,seguia en uso al lado de la
labra en piedra. La "Dama de Elche" no debe ser superior al IV,/IIf, aunque sus plegados, que no-están en relación con la perfección del rostro,
puedan dar sensación de mayor vetustez, ya que recordarían cosas de
. dos siglos antes. Finalizado el estudio de la etapa "xoánica", aborda el
a. otra cuestión de gran i'nterés como es la del arcaÍsmo y seudcarcaismo
en la plástica ibérica, tratándolo con la maestrla de quien domina plenamente el tema. En contra de lo que muchos autores han opinado, sustenta la conclusión de que los ojos amigdaloides, cabellos rÍgidos o geométricos, pliegues angulosos,etc., no tienen nada que ver con el arcaÍsmo en la estatuaria ibérica, sino que corresponden a un seudoarcaÍsmo,
sugiriendo la probabilidad de que parte de las concomitancias señaladas por los arqueólogosentre los bronces.etruscos y los ibéricos, no proceden de época remoüa, sino del establecimiento en España de colonos
italiotas venidos con los ejércitos romanos.
Pasando de la estatuaria a la cerámica, trata la cuestión cronológica
con toda amplitud, rechazando la tesis de Bosch, quien elaboró "un
cuadro que hoy es a todas luces inadmisible". A su vez presenta una escala cronológica de fechas algo más baias de las que dió el propio G. y
B. en otros dos trabajos suyos ("Ausgrabungenin Spanien", Berlin 1941,
y "EL Hombre prehistórico y los orlgenes de la Humanidad", Madrid
1941).
Oomo corroboración de sus asertos, estudia ampliamente el "Vaso de
los guerreros" de Liria, en el que las armas y ropajes son romanos, a
excepción de la falcata; el escudo oblongo se parece más aI del guerrero
de Mondragón (Vaucluse) de época de Augusto, que a los del relieye Ahe-
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BIBLIO'GRAFIA
43
nobarbus, de tiempo de César, en cuyo relieve podrÍa verse eI paralelo
con los cascosde cimera del vaso liriano. Indumentaria y armas son de
la segunda mitad del siglo I a. J. O. Fn cuanto a la parte narrativa, cree
que el vaso relata un episodio de una guerra civil, la cual sitúa entre
bien entrado el siglo f. a. J. C. y Augusto, época en la que quedó foda la
peninsula apaciguada. Por tanto, eI acontecimiento narrado puede ser de
tiempos de Augusto o tal vez de Sertorio. Las observacionesde G. y B.
para fechar este vaso están muy bien llevadas, aun cuando lo narrado
tal vez pudiera ser representación de una escena guerrera sin correspondencia real con ningún hecho de armas concreto.
El "amentum", representado en otros vasos de Liria, fué introducido
en Levante por los romanos, opinión contraria a la de Ballester Tormo,
expuesta en su trabajo exclusivamente dedicado a esta cuestión, primero
que en nuestra bibliografÍa arqueológica trata este tema.
Finalmente, junto a estas apreciaciones, señala aquellos datos, entre
los cuales están la ausencia de "terra sigillata" y monedas imperiales,
que hablan en favor de que Liria dejó de existir hacia los tiempos de
,{ugusto o algo después,es decir hacia el cambio de Era, aproximadarnente.
Después de la cerámica de Liria, habe el estud.io de la de Elche,
reproduciendo en parte las manifestaciones hechas por Albertini en
sus "Fouilles...", que demuestran lo infundado de atribuir fechas altas a
las decoracionescerámlcas de Elche. G. y B. da fln a su trabajo con una
sinopsis cronológica del arte ibérico, que encuadra en tres perÍodos:
1.o Mitad VI a último tercio III. Se abre la colonización focense y
cierra con los turbulentos años de la conquista cartagÍnesa.
2." Fines III y primer decenio de Ia Era. Se abre con Ia llegada romana y cierra con la pacificación.
3.o Mitad s. I despuésde J. C. y ñn Imperio, hacia el 400.
En escultura, del primer grupo son el grifo de Redován, esflnges de
Agost, quizá la "Dama Sedente" de Verdolay. La "Dama de Etche" que
debe fecharse más hacia el s. III que hacia el V. Las obras de este primer grupo deben corisiderarse como de un arte "griego provincial,', más
que un arte ibérico influído por el griego. Del segundo grupo son las flguras del Cerro de los Santos, bronces de Despeñaperros,
leones de Rojales
(a los cuales ya Fernández Avilés les atribuyó esta data),la ,,Dama oferente" que sería del fi.n de este período, según indica eI broche en forma
de T. Del tercer grupo, todo arte provincial romano;las flguras de barro
de La Serreta, pudieran ser en gran parte de este periodo.
En cerámica, del primer momento son las importaciones, del segundo
los vasos Archena, Oliva, Azaila, etc. (1o que coincide con nuestro encuadramiento de estas cerámicas), puntualizando G. y B. que los vasos con
llores, pájaros, escenasnarrativas, etc., de Liria, Oliva, Azaila, Archena,
Elche, etc., lal vez tengan su data más precisa en la segunCa mitad del
s. I a. J. C. y primeros lustros del siguiente, por tanto cabalgando cronológicamente sobre el cambio de Era. Del tercer grupo, \a ,,terra sigillata,',
desapareciendo la ibérica y apareciendo la ácroma corriente.
Supone el autor que el motivo del esplendor de Ia cerámica ibérica
se debe a la desaparición de las importaciones, siendo entonces cuando
se hacen aquÍ los vasos bellamente decorados,justiflcando igualmente el
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BIBI-IO,GRAFIA
por qué no se produjo en Andalucia la cerámica flora1 ni animal y humana, encontrando el motivo en la intensa romanización, que explica
haya geométrica y falte la del tipo Archena, Elche, etc. No hubo tiempo
ni ocasión para que la primera diese lugar a la segunda. En el transcurso
del s. I a. J. C., la civilización romana habÍa penetraCo ya en la Bética
con suflciente intensidad para matar toclo brote tardÍo de provincialismo
indígena.
H. trabajo de G. y B. es de tal densidad de contenido, que hace imposible en una breve reseña como la pres€nte el estudiarlo con la atención
y detenimiento que requiere, ante todo por las aportaciones al conoclmiento de la cultura ibérica, pero creemos que caben objeciones y rectifi.caciones,algunas de las cuales las ha hecho el propio autor, como por
ejemplo la fecha atribuible a "La Dama de Elche", que en trabaios posteriores sitúa en perÍodo más reciente. Pero a pesar de las posibles objeciones y rectiflcaciones que puedan hacerse. y en todo libro hay posibilidad de hacerlas, no puede negarse que esta publicación de G. y B. es
un fundamental refuerzo para la opiniÓn de las cronologÍas baias en la
cultura ibérica.
Siguiendo con 1a reseña de trabaios dedicados a la cuestión cronológica, menciónaremos otra comunicación de R,.F., valiosísima por las novedades que aporta. Comienza su nota con un rapidÍsimo bosquejo de las
opiniones vertidas sobre eI tema, debiendo nosotros rectiflcar algunas
apreciaciones; en primer término, ni Lafuente Vidal ni Figueras Pacheco, hasta el momento de la publicación de la nota de R. F., han.aflrmado
que la cerámica ibérica sea de los s. III y II, sino solamente que aparece
en los niveles fechables en estos siglos, creyendo el primero que tiene su
origen mucho antes, y no prejuzgando el segundo nada sobre esta cuestión. Por otra parte, dice R. F.: "Recientemente Fletcher "sospecha"
para la cerámica con flguras una data coincidente con la conquista romana de Levante". Fletcher, cuando dió a conocer su opinión "recientetnente" (un "recientemente" de tres años antes que la publicación de
R,. F.), no "sospechaba" nada, sino que decia concretamente: "Creemos"
que los niveles ibéricos del oriente peninsular pueden comprenderse en
dos etapas cronológicas:
1." Ultimos momentos del s. IV a. J. C. a flnes III a. J. C. para aquellos niveles en que surgiera sola y exclusivamente cerámica con decoración geométrica.
2.a Fines del s. III a. J. C. a flnes s. I a. J. C. o principios del s. f después de J. C. para aquellos niveles en que, perdurando los temas geométricos, aparecen los motivos "florales y zoomorfos" (véase "Atlantis'],
t." XV, pág. 140, Madrid 1940). Queda, pues, con ello, bien concreto que
sino aflrmamos.
nosotros no sospechamos,
El fln del introito de R. F. es una alusión a las conclusionesde G. y I!.,
que hemos reseñado anteriormente, dedicando después el resto del trabajo con su habitual seguridad, prueba de lo metódico y cuidado de las
excavaciones,a la exposición de los nuevos descubrimientos en las célebres tierras ilicitanas.
Los hallazgos ibéricos se efectuaron con monedas acuñadas en Cartagena y varios útiles de época romana, un as fechable enlre L72/I5L,
otro de hacia comienzos del s. I, otro del 90 a. J. C., una moneda de
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BIBLIOGRA,FIA,
+5
Juba If Q5 a. J. C. a 23 d. J. C.), oscilando por tanto los estratos enrre
172 a. J. C. y 23 d. J. C. Unos fragmentos de ,,terya sigillata" salieron con
la cerámica ibérica; así, pues, puede ésta situarse, según R. F., entre los
s. If a. J. C. y I d. J. C., para los hallazgos que reseña en esta publicación, la descripción de los cuales no la mencionamos puesto que nuestro
interés, como ya hemos dicho, se circunscribe a estudiarlos desde eI punto de vista cronológico, por 10 que continuamos nuestra reseña siguiendo
el orden de publicación, citando et trabajo del benemérito investigador
D. Juan Cabré, quien tantas muestras de su certera visión de los problemas arqueológicosnos tiene dadas. En la presente monografÍa estudia un tesorillo hallado en la provincia de Jaén, en el cual los elementos
agrupados tienen diversas estirpes, unos posthausttáticos y otros claramente mediterráneos, pero coincidentes todos, aproximadamente, en
lo tardÍo de la fecha a atribuirles. En la descripción de estos materiales entra, necesariamente, en la cuestión de la cronologÍa, admitiendo
que la cerámica del tipo Elche-Archena pertenece a la segunda mitad
del s. III o primera del II a. J. C., manifestando su discrepancia con Ia
tesis de G. y B. y R. tr'., antes vistas, apoyándose en los hallazgos de
Archena y en que la cerámica ibérica del Bajo Aragón se desarrolla a
base de elementos decorativos que proceden del grupo E-lche-Archena
En este grupo dichos motivos se encuentran en muy pequeño tamaño,
con una misión de segundo orden, pero al llegar a Azaila, se representan en un grado muy evolucionado, como elemento primario. Si la cer'ámica ibérica rnás antigua de Azaila con dichos temas ornamentales
pertenecen a nnes del S. III o primeros del II a. J. C., no es lógico, se
pregunta C., que la de Elche con los referidos prototipos debe datárse
por lo menos de la segunda mitad del III a. J. ,C.?A pesar de que la tocalización cronológica de Caloré coincide con la nuestra, cosa que celebramos inflnito, puesto que asÍ se revaloriza nuestro punto de vista, queremos hacer algunas objeciones a lo expuesto por eI autor.
En primer término, basarse en los saqueosde Archena no nos parece
que pueda conducir más que a error. Sobre 1o que proporciona Archena,
la acrópolis, excavada ya en dos eampañas por San Valero y Fletcher,
podemos adelantar de momento que la cerámica "típica de Archena,, salió en estrato normal con ánforas romanas, y en Archena, necrópolis, en
la zona que llevamos excavada, no logramos más que urnas de media¡ras dimensiones SIN motivos ornamentales típicos, acompañadas de cerámica campaniense con palmetas y otras vasijas que difÍcilmente pueden remontarse al IV a. J. C.
En segundo término; especular a base de ternas ornamentales nos parece tan peligroso como buscar relaciones culturales e invasiorres a base
de toponÍmicos semejantes; además, no vemos la razón por la que forzosamente la cerámica i.loérica
haya tenido que ir de Elche-Archena hacia
el Norte. Si en ELche,.{rchena, Albufereta, etc., comproloamosplenamente que las cerámicas tÍpicas están en contacto con la romanización y en
otros puntos más al Norte pudiera comprobarse fehacientemente, alguna
vez, que es anterior a la romanización, forzosamente tendrÍamos que variarle los rumbos que caprichosamente se han atribuÍdo a la expansión
de Ia cerámica ibérica. Y con ello no queremos prejuzgar que Azaila sea
más antigua que el grupo del S. E., sino dejar en cuarentena lo de las
-429-
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46
BIiJLIOGRA,FIA
zonas de irradiación, puesto que la cuestión de la mayor antigüed.ad de
unos yacimientos sobre otros la trataremos oportunamente, en lugar
apropiado.
Finalmente, reseñamos el trabajo de L. V. La primera parte de este
trabajo, nos habla ¡de los resultados de las excavaeionesen el Molar
(Guardamar), necrópolis que nja como abandonada a raíz del tratado
romano-cartaginés hacia el 348 a. J. C. (de ahÍ la inexistencia de cerámica tipo Elche-Archena).
El resto del trabajo se circunscribe a los haílazgos de1 "Tossal de Manises" y "La Albufereta", repitiendo los conceptos vertidos en otras publicaciones del autor. Considera la necrópolis alicantina como la de una
eiudad, mientras que la de "El. Molar" es, en su concepto, la de nn campamento, por abundar aqui las armas y alli los ajuares de tipo doméstico. En "La Albufereta" señala dos niveles, en eI más adelantado de los
cuales se encuentran dos monedas romanas y no hay tampoco vasijas
pintadas con hombres ni animales.
En el "Tossal", del fondo del estrato de los últimos tiempos de la Repúlolica y primeros del Imperio (según se desprende de las monedas), son
tiestos ibéricos del tipo Elche-Archena; pinturas de homlores y animales.
$e tuvo que atravesar otra capa de escombros de más de medio metro
para llegar a la cerámica de temas geométricos, o sea coi4cide plenamente con lo que hemos visto que dijo F. P.
Vuelve L. V. a reaflrmarse, frente a la opinión de F. P., que el "Tossal" no es Acra-Leuca, sino que correspondería a Leukon Teijos la Longuntiea de los romanos; esta Leukon Teiios serÍa la tercera aldehuela
que fundaron los mass'aliotascuando reediflcaron Hemeroskopeion'y fundaron Alonai. Correspondan los restos a la ciudad que sea, Io cierto es
que la necrópolis y la ciudad cartaginesa no pueden ser más allá del
230-23La. J. C., y el fln del primer perÍodo de la necrópolis está cuando
Ia ciudad fué ocupada en 209 por los romanos; al reorganizarse la vida
viene el segundo nivel de 1a necrópolis; se utilizó por gentes que debieron venir con los'romanos, pero que habÍan convivido con los cartagineses. En 216 se pasaron a los romanos muchas tropas cartaginesas, no
dudando que los pobladores de Leukon Teijos fueron aquellos soldados'
EI fin de la necrópolis entre flnes III o primeros II a. J. C., con Catón;
se reediflcarÍa la ciudad con las guerras de Viriato (150-140) y tal vez
sean estas tierras de las dadas a sus tropas. No utilizaron la necrópolis
por desconocerla.Tenían un gran adelanto en Ia cerámica pintada, sabiendo pintar hombres y animales y grupos.
Hemos reseñado seis trabajos y los seis presentan la misma constante, rebajar la cronología atribuÍda a la cerámica ibérica; unos. por los
resultados obtenidos en tas excavaciones; otros, por el estudio de los materÍales en sÍ, y aun Ia teorla menos modernizadora, la de Cabré. se sale
igualmente de las fechas tradicionales, señalando todos unas datas que
quedan encuadradas en las que nosotros aportamos por prime\a vez,
frente a lá tesis admitida hasta entonces.
Como flnal de toda.esta extensa nota bibliográflca, resumimos segaidamente las fechas señaladas para la cerámica ibérica floral y zoomorfa,
cotejándolas con las nuestras y exponiéndolas según fecha de publicación:
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[page-n-480]
BIRLIOGRAFIA
try
1 '
FLETOHER vAl.r*s (año 1940): Fines s. rrr a. J. c. a primeros del siglo I d. J. C.
FTGUERAS PAcHEco (año 1940) (en el mismo vol. que el anterior):
Ultimos tiempos republicanos y primeros del fmperio.
RAMOS FOLQUES (año 1941): Sislo II at I a. J. C.
GARCIA Y BELLIDO (1941y 1948):Segunda mitad s. I a. J. C. a prinreros lustros siglo I d. J. C.
CABRE AGurLo (año 1943): segunda mitad rrr a. J. c. o prrmeros der
siglo II a. J.'C.
LAFUENTE VIDAL (año 1944): Mediados siglo II a. J. C.
a irpoca
Inrperial.
D. FLETCHER VALL-S
-
LmsN¡R (Gponc y VERA).-rrftie Wlegaliúhgraeber
der Iberischen
Harbinsel.Erster Te': Der süden", 2. vors.,uno de texto y
otro de rárninas.Tomo 1? de ras publicaciones d.e ra Roemis ch - Gern¿q,nisch, om,¡nis
K
sion d,er D eutscrten Archaeologischen Instituts eu Frs.nkÍurú. Berlín, W. de
Gruyter, 1943.
Estamos frente a una obra formidable en la que por fin venios pu_
blicados parte de los riquísimos materiales de Siret y sistematizada una
buena parte de nuestra cultura megalítica. pero además una publicación
perfecta, cuidada, un Verdaderomodelo, en una palabra.
Y no podemos evitar, a ra par que feri.citamosa lbs autores y res agradecemos su gran esfuerzo, gratitud que ha de extenderse a los editores,
que expresemosla pena que nos produce el que una obra como
esta y
un trabajo de conjunto que tanto interesaba a la ciencia española, no
haya podido salir de nuestros centros de estudio. No quisiéramos aparecer "chauvinistas" con esta reflexión, sino únicamente incitar a los
colegas españoles a un punto de meditación sobre lo que nos falta todavía alcanzar en cuanto a organización de los estudios prehistóricos y
moverlos a que unidos nos esforcemos para que no tengamos que pasar de nuevo por el trance de que deban venir de fuera a estudiar los
materiales que nosotros tenemos a mano años y años, descuidados u
olvidados.
Del vasto conjunto de datos que Leisner recoge en su magna obra,
destacaremos algunos puntos que nos parecen de mayor interés.
Los varios tipos de tumbas son sincrónicos, pero se distinguen perfectamente las construcciones circulares y de cúpula de las de planta con
t'razado recto y sepulcros de corredor. De estas últimas se puede Ltazat
una serie evolutiva: tumbas de planta recta o cámata trapezoidal y galerÍa; tumbas megalÍticas de grandes piedras; tumbas de planta en es_
quina. Las de planta circular tienen las fases: tumbas con cámara re_
donda; tumbas de cámara de muros construÍdos con manrposterÍa;
tumbas de falsa cúpula. El primer tipo es más usado en el Occidente de
la Península, mientras el circular se da de preferencia en el Sudeste.Los
sepulcros de corredor, de preferencia occidentales, son de cámara cuadrada, trapezoidal, poligonal o tienen larga galerÍa.
-431-
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48
BIBLIo,cRAFIA
En cuanto'a los periodosde la cultura ahneriense,
Leisner acepta,,con
algunas modiflcaciones, el Sistema de Siret. Sepulturas individuales y
colectivas son sincrónicas, aunque presentan diferencias como eI hallarse
los Ídolos planos en las últimas. Los silos de Carmona excavados por
Bonsor serían correspondientes a las tumbas de cúpula de Almizaraque
y otros. El vaso campaniforme no tendrÍa que ver nada con los grandes
monumentos megalÍticos y serÍa una pieza de gentes que tendrÍan su
propio rito de inhumación.
Leisner acepta plenamente la hipótesis de las relaciones d.e cultura
almeriense con eI mundo egeo y el Egipto, a la vez que desde aquÍ se
extienden por Europa otros tipos como la puerta piedra agujereada.
Para la cronologÍa absoluta, Leisner encuentra apoyo en los paralelos
cicládico-egipcios.En este punto nos ofrece nuevos datos que han de ser
bien acogidos por cuantos nos interesamos por el problema de las relaciones entre España y el Egipto a partir del Neolítico. AsÍ, encontramos
en sepulcros de Los Millares reproducciones votivas en marfi.l de hachas
de forma egipcia; el vaso estrecho con agujeros y atado con cuerda en
forma de cruz, se sitúa entre los Imperios antiguo y medio. Las hachas
de combate de tipo egipcio son de interés extraordinario, ya que pueden
fecharse entre 2150 y 2080.Los idc¡los planos se relacionan con los de
tradición neolítica en eI Egeo; los vasos pintados, con el final del Minoico
Prirnitivo IIL Otros elementos recuerdan el Badariense (vaso doble cónico, peines de marfll, sandalias, etc.). En otros lugares hemos insistido
en paralelos semejantes y para el Badariense y aun para el Tasiense,
ofrece el Levante español claros motivos de relación. El hacha larga y
estrecha de cobre de Los Millares tiene sus paralelos en la II ciudad de
Troya; un cuchillo de cobre, los tiene en la dinastía XII. Los paralelos
con Sicilia y Cerdeña (Anghelu Ruju) indican fechas ligeramente posteriores. Un paralelo del sepulcro 24 de Los Millares con Egipto, nop lleva
al año 1800.Así se obtiene una cronología moderada que nos parece muy
aceptable, con comienzo de Los Millares antes del 2000,por lo menos eI
2200. Cuando Leisner publique sus conclusiones respecto de los dólmenes portugueses,cuya publicación está ahora preparando y que esperamos con afán, seguramente resultarán más claras sus conclusiones cronológicas, sobre todo el conjunto de la cultura meridional y occidental
de la Peninsula en el EneolÍtico.
Un reparo hemos de hacer a la recopilación de Leisner. TodavÍa incluye como sepulcros de cúpula los citados por Vilanova y Piera (del que
se recogen también los datos de sepulcros megalÍticos en la provincia
de Teruel y de Bicorp) en Ollería ("Castellet del. Porquet") y Ayelo de
Malfcrit. Claro es que debido a las circunstancias no lra llegado a manos de Leisner el estudio de Isidro Ballester ("El ,Castellet del Porquet",
n.o 1 de los trabajos sueltos del Servicio de fnvestigación Prehiptórica,
Valencia, 193?), en el que creemos queda deflnitivamente descartarla la
aflrmación de Vilanova y Piera. La cultura megalÍtica sigue excluida del
Levante, desde la provincia de Murcia hasta el Llobregat, y no parece
que esta aflrmación pueda ser fácilmente rectiflcada.
Terminemos expresando nuestra admiración por el esfuerzo que la
magna obra que comentamos representa.
L. PERI,COT
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BrBr_ro,cRAFrA
49
(H.)-"Les peintures ruBesúresschem¿tiques tle la PéninBRE'rrrL
sule lbériq-.re".4 tomos en fol. publicados por. la F'unclación
Singer-Polignac, ParÍs. f. Al Norte del Tajo, 1933.-II. Cuenca del Guadiana, 19'33.-I[, Sierra Morena, 1935.-IV. Sudesie y Este de España, 1935.
Se trata de una obra magnÍflca en que ,ro ,u fr* escatimado detatte
para que la presentación fuera suntuosa y contuviera todas las reproducciones directas, en negro c.en color, necesarias.Forma un corpus colosal
realizado con la maestrÍa a que nos tiene acostumbrados H. Breuil y que
nos hace desear algo parecido para el arte naturalista levantino. Lástima grande que su autof no haya"tenido ocasión de incluir en la presente obra un capÍtulo extenso sobre la clasiflcación, cronologÍa y par'alelos de este arte esquemáticotan lleno de enigmas. El capÍtulo final, que
dediüa a estos problemas, resulta hoy excesivamente corto y, creemos,
sujeto a revisión en 1o que atañe a las relaciones con el arte levantino y
el aziliense. Los hallazgos del Parpalló son utilizados para confirmar que
en Levante se pintaba ya en eI Paleolitico, y asÍ se tiende a hacer muy
antiguo el arte esquemático también, en 10 que la ciencia española disiente. Se admite por último para las fases más avanzadas de e5quematismo, una influencia del otro extremo del Mediterráneo, de Egipto y del
Asia Menor, esta última ejercida a través de Africa o por mar.
A nuestras comarcas interesa especialmentela descripción de las pinturas de la "Peña escrita" de Tárbena (Alicante), reproduciendo un
calco de J. J. Senent, algunas flguras esquemáticas de la Cueva de la
Araña de Bicorp, las de Villar del Humo (Cuenca), otras del barranco
de Valltorta (Castellón) y sobre todo de las de Beniatjar, en la provincia
de Valencia. Estas fueron d.escubiertaspor e1 entusiasta Rafael Pardo,
a 2 kilómetros al SO. de dicha población del valle de Albaida. Se encuentran en dos abrigos; uno de ellos contuvo más de 50 ñguras y el otro
más de 20. Breuil reproduce.también los calcos de J. J. Senent. Varias
figuras humanas sugiere que pudieran pertenecer al arte levantino. Existen signos pectiniformes y abundan los en herradura. Sin duda existen
otros ejemplares por descubrir todavÍa en nuestras sierras.
L. P.
(H.)-"Nouvelles études sur I'Art rupestre.du Levant
OBERMATEB
págs. 477-498.
espagnol",L'Antltopologte,t. 47,1937,
En este artículo, el profesor Obermaier, reitera sus puntos de vista
sobre la edad cuaternaria de las pinturas rupestres levantinas. Traza
una lista de especies animales representados en ellas; destaquemos
como establecido flrmemente, según é1,la presencia del alce en la cueva
Remigia y del "Bos primigenius". El estudio del Parpalló le lleva a la
conclusión de la analogÍa técnica de las obras de arte de la cueva de
Gandía con las rupestres levantinas, con lo que éstas serÍan en gran
parte del Solutrense, pero remontando al Auriñaciense' Siendo el arte
-433-
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50
BIBI-Io,GRA,FIA
'Tupestre norteafricano postericir al Paleolftico, nuestro arte procede de
Francia. Durante el Auriñaciense, el clima favorable tenÍa abierto el camino al Sur de la Península, que Casares y Pileta jalonan con sus figuras de estilo cantábrico. En cambio, con el recrudecimiento de frio del
Solutrense queda sólo abierta 1a via de la costa y por ella llega¡fan de
Francia los solutrenses del Parpalló, los de AlmerÍa y los magdalenienses de aquella cueva- E¡rtre el arte de Levante y el Cantábrico hay grandes diferencias de origen psicológico.Pero también hay paralelos, algunos de ellos nuevos, como las flguras antropomorfas con máscáras animales del Barranco de Gasulla, parecidas a los antropomorfos de Aquitania, o al revés, infiltraciones en Francia de la manera de ciertas figuras levantinas,
Otros argumentos son reiteración de los empleados con anterioridad:
ambiente paleolÍtico, anterioridad a las estilizaciones azilienses, deducciones de la superposición de flguras, etc. El arte levantino serfa un arte
del "hinterland" montañoso, que sólo recibe débiles influencias del Solutrense y del Magdaleniense, y que en vez de terminar abruptamente
como el franco-cantábrico, persiste degenerado. La magia serÍa también la razón de este arte, aunque sus obras contengan la imagen del
. mundo de estos artistas e incluso tal vez una página de su historia.
En otros lugares tremos presentado nuestras reservas a esta visiÓn,
especialmente en el aspecto cronológico. IIoy dia, cuando la reaeciÓn
antipaleolftica se ha extendido tanto, nuestra propia visión del problema, a pesar de diferir de la del Dr. Obermaier, tiene todavÍa algún punto
de contacto con ella.
L. p.
BLANo (4. C.)-"Nuove manifestazioni di arte paleolitioa superiore nella Grotta Romanelli in terra d'Otranto". Tir. ap' de
Rend,irconti,(Ie.lla cla'sse di Scienze fisi"che, Mutematirlle e
Na.turali de la Reale Accademia d'Italia, fasc. 8, serie VII,
vol. I, Roma, 1940.
Este trabajo es de excepcional interés para nosotros, pues da a conocer varlas plaquitas de piedra grabadas de la famosa cueva de Romanelli, varias de ellas con motivos geométricos que permiten compararlas con
nuestros hallazgos del Parpalló. El autor los relaciona también con "los
grafltos ornamentales geométricos de la Europa oriental. Señala también
la presencia de microburiles eomo prueba de Ia precocidad de la evolución cultural del PaleolÍtieo flnal en eI Sur de ltalia en relación con otras
comarcas europeas.
Por nuestra parte, como hemos dicho en otro lugar, no aceptamos esta
precocidad. Arte geométrico y microburiles aparecen ya en el Solutrense
del Farpalló. Su presencia en Romanelli creemos que prueloa que ambos
centros derivan de un foco común, que nosotros, por ahora, buscamos en
Africa, en el Capsiense,que no serÍa, por lo tanto, tan moderno como se
ha querido suponer en los últimos tiempos. Esperamos nuevos hallazgos
de este tipo en Italia.
.
L.P.
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t.
I
BTBLIO,GR.AFT,A
5l
BREUtt(ABBÉ
H.)-'rQuaranúe ans de Préhistoire". Discurso prepronunciado el 28 de Enero d.e 193? en la Sociesidencial
dad Prehistórica francesa, Bull. de la Soc. Preh. Franeaise,
Le Mans, 1937,tir. ap., 17 págs.
Pocos sabios han jugado en el último'medio siglo tanta influencla en
su ciencia como el abate Breuil en la Prehistoria europea. por ello, una
especiede autobiografÍa como la que comentamos viene a ser al mismo
tiempo un Índice de todos los progresos, tan sorprendentes muchos de
ellos, realizados durante 40 años en el dominio del Paleolítico occidental.
Breuil nos habla de sus primeros pasos en la Dordoña, cuando en 1900
empezó a copiar las flguras de La Mouthe, de su primer viaje a España
con 'Cartailhac, en 1902,para visitar Altamira, "con 900 francos en el bolsillo", y de los enormes horizontes que se abrieron entonces. 700 días repartidos en 73 cuevas (32 de ellas en España), confi.esaBreuil haber pasado en eI interior de las cavernas, a la luz de su lámpara, copiando nguras. Un estudio paralelo de las obras del arte mobiliar le ha proporcionado una cantidad enorme de documentos que sólo err parte ha publicado
de manera sisiemática.
Otrb gran ca,mpode su actividad ha sido la estratigrafÍa del Paleolftico superior, en el que, tras no pocas polémicas, logró imponer su criterio sobre el Auriñaciense y la división del Magdaleniense. Respecto de
éste, reconoce que sus perÍodos son puntos de referencia y que el Magdaleniense IU de Cantabria y el IV de los Pirineos son probablemente conüemporáneosdel I-II de la Charente y aun de yacimientos solutrenses
prolongados.
Sendos apartados dedica a exponer su actividad en el estudio del arte
rupestre de la España oriental desde el hallazgo, en 1908,del Calapatá
por Cabré, y en el del arte neo-eneolÍtico en rocas y megalitos. De éste
señala la existencia de 267 rocas pintadas en España. En cuanto al arte
naturalista levantino, dice literalmente: "EI estilo varÍa según la edad,
que está fljada por el orden de superposición: partiendo de flguras muy
pequeñas, titubeando entre el esquematismo y el realismo, se eleva.muy
alto en este último, cayendo luego en una corrección banal,.que se modiflca gradualmente hacia un esquematismoprogresivo, y por último completo, última capa pictórica en todos los lugares. En algunos abrigos en
que éste domina, yacimientos tardenoisienses muestran que eJ flnal de
leste
arte se ha prolongado hasta el MesolÍtico, al cual algunos autores
españoles han querido atribuirlo por completo. Pero hemos sostenido
siempre que todo este arte, exceptuando su flnal, se desarrolló paralelamente a nuestro Paleolítico superior, por lo menos a partir de1 Auriñaciense superior; en efecto, las cornamentas de los ciervos están reproducidas con la misma perspectiva retorcida y algunas siluetas de ciervos de
Minateda parecen calcados de los de La Pasiega.Por otra parte, un ciervo auriñaciense superior de Sergeac (Labatut) se les asemeia igualmente. La excavación del Parpalló (Valencia) h,a venido a darnos la
razón con'el descubrimiento de animales pintados y grabados en plaquetas, de estilo semejante, que van del Auriñaciense superior al Magdaleniense IV".
-435-
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52
BIBLIOGRAFIA
Otro capÍtulo está dedicado al PateolÍtico antiguo del Norte de Francia y de Inglaterra. De manera muy viva, Breuil nos cuenta su colaboración de muchos años con Commont, y cómo siguió sus estudios en el
Somme y en el Sur de Inglaterua, que le llevaron a subir el Abbevilliense
(ex-Chelense mal bautizado) aI primer perÍodo interglaciar, a distribuir
alternativamente las industrias de bifaces y las industrias de lascas que
preceden y siguen a. \a 2.u y 3.u glaciación y son contemporáneas de
la 4.u con mezcla achelense,y a explicar. por la soli.fluxión fenómenos
antes inexplicados.
Las terrazas del Garona y el Paleolitico del Sur de la Francia, siguió
como tema de trabajos a 1o anterior. El Languedociense, el Tayaciense
(etapa que prepara, paralelamente al Achelense, el Musteriense), apaTecen para hacer compañia aI ,Clactoniense. Por último, hace referencia a sus viajes al Africa oriental y meridional y a sus dos viaies a China para estudiar el sensacional yacimiento de Chu-Ku-Tien, donde descubrió la industria en cuarzo y asta de ciervo del Sinantropo.
En un párrafo final, Breuil, dedica un recuetdo a sus maestros, colaboradores, amigos y discÍpulos, en frases llenas de perspicacia y emoción. Recuerda a Gabriel de Mortillet, cuyas hipótesis tanto combatiÓ y
le-llarna glorioso antecesor de todos nosotros, y sigue: "sin duda se equivocó, como nos ocurre a todos, pero ha creado y sólo el que no actúa no
crea y está al abrigo del error". Y más adelante dice: "ser a Ia vez audaz
y prudente, saber atreverse, pesar y perseverar, es lo que conduce a la
parcela de verdad que está en nuestra mano conquistar. Unir a un amor
intenso de la verdad una conciencia humilde, dócil a la enseñanza de
los hechos, aplicada ,resueltamente a su análisis, reflexiva en su contemplación y meditación, resuelta en su defensa, pero acogedora de
toda sugestión sincera, desinteresada de cualquier otra perspectiva que
no sea Ia verdad y los medios de alcanzarla. Y con todo ello, 1o inf,nitamente pequeño de su obra aparece al que piensa, pero el realizarla f,rmemente da ese inefable gozo de aportar nuestro grano de arena a la
obra humana y divina que, misteriosamente, se prosigue a través de
las generaciones".
Palabras sabias y luminosas que deseariamos grabar en el ánimo de
los que comienzan el arduo camino de la eiencia arqueológica.
Por otra parte, podríamos añadir aún otros capítuIos a este relato
de Ia actividad del profesor Breuil, redactado en 1937,y que prueban el
catácler incansable de este investigador. Las circunstancias de la guerra Ie llevaron a Portugal, y su estancia alli ha produc,idouna verdadera'
ha
revolución en el conocimiento del Paleolítico portugués' D'espués, residido varios años en el Sur de Africa, donde creemos Se encuentra todavia, y esperamos con afán conocer los frutos de su actividad en una
tierra. tan llena de problemas inte.resantes.
No alargaremos esta ya larga recensión. Nos limitaremos a desear
que la Providencia conceda aún largos años de vida activa al maestro
de todos, seguros de que nuevas síntesis y sensacionalesrevelaciones no
dejarán de acompañarlos.
L. PERICOT
[page-n-486]
BTBLTOGRA,FIA
53
Orsnuerun (H.)-"Probleme der Palaeolithisehen Malerei Ostspaniens". Tir ap. de Qunrtaer, f, Berlín, 1g38.
Se reflere'el autor a las pinturas de La Gasulla. R,eproduce resultado
eI
de los análisis de fragmentos de pinturas de la Valltorta y de cantos del
Mas dAzfl. En las primeras no Se ha podido encontrar huella dbl disolvente orgánico del color.que, sin duda, se ernplearÍa; en los últimos, se
'comprueba
la utilización de la sangre. La conservaciónd.epinturas al aire
libre, en condiciones tan desfavorables,se explica únicamente por Su fo'silización.
Ex.'estudiode la conservación de los colores en las pinturas levantinas y cantábriias ha sido acompañado de análisÍs de petrólogos.
Termina el autor estud.iando las c,ondiciones de conservación de los frescos de Altamira y señalando el grado de temperatura y humedad más
conveniente para los mismos.
L. p.
(H.)
OBERMATER - "AltsteinzeiUiche Justiz¡lflege,t. Tir, ap. de
Paid,ewnq,, I, 5, Leipzig, Noviembre 1939.
t.
Basándose sobre todo en las pinturas de la Cova Remigia, presenta
el.autor Ia interpretación de escenasde lucha entre guerrefos en el arte
levantino y concretamente dos posibles eseenasde ejecución a flechazos.
Se trata, por tanto, de una de las representacionesmás curiosas de este
arte. con un carácter historicista tan marcado, que parece superar al má_
gico que siempre se ha visto en aquéllas,
L. P.
. A,r¿vrAcRo'
(M.)_-"Excavaciones de Ampurias: últimos haltazgos
y resultados". Arcltiao Epqañot d,e erqueólogla, l. Xyll]',
n.o 58, 1945,págs. 59-?5,16 flgs. y láms.
La importancia excepclonal que las excavaciones reallzadas en la
vieja colonia griega, poseen para toda la ArqueologÍa española, explica
el afán con que todos seguimos.los sucesivosreÉultados que allf se obtienen. Todos hemos de felicitarnós ta'mbién de que, gracias al tesón
y aetividad de MartÍn Almagro, tales excavaciones no sólo no hayan sufrido interrupción, sino que se han intensifi.aado.
No interesa ahora aquÍ hacer resaltar los nuevos hállazgos: palestra,
anflteatÍo, puerta de la muralla, restos del muro ibérico de Indica. ew.
En cambio, deseamoshacer resaltar, por el valor que tiene para la cro'et
nologfa de toda la cerámica ibérica,
resultado de algunos cortes muy
claros que M. Almagro ha podido estudiar con d.etalle. ElSde especihl
interés el de Ia torre vigÍa del SO. de la Neápoli$. Bx resumen. nos da la
siguiente sucesión de cerámicas:
El estrato lnferior ofreee una cronologia segura gracias.a los fragmentos de cerámica griega de fi.guras negfas, los de cerámica fonia y
los de vasos gri$es con bandas de lÍneas espirales ttar.ala con peine, ti-
--437 *
[page-n-487]
BIBLIOGRAFI.A
5+
pos todos ellos conocidos en Provenza. A su lado se presenta la cerámiga
nna a torno, de color rojizo o claro, sin decoraciÓno con faias rojas horizontales y lÍneas rojas entrecruzadas. Estos úItimos son calincados de
ibéricos por el autor. Además, se hallan conjuntamente los restos de la
cerámica indÍgena, a mano, sin decorar o con cordones o rayado pectiniforme y que debe pertener aI coniunto de cerámico hallstáttica de la
región.
Otro estrato superior, puede ser de alrededor del año 500 a. J. C., con
vasitoF de fi.gurasnegras y de f,guras rojas, abundancia de cerámica llamada jonia, que Almagro supone ampuritana; lucernas arcaicas, fragmentos con fajas de color blanco. La cerámica a mano es mucho meque antes.
'nos abundante
Encima se extiende un.estrato más revuelto, del siglo III, con cerámica campaniana y cerámica ibérica con los motivos geométricos corrientes.
De todo ello deduce M. Almagro que lo que se llamaba cerámica
pintada jonia ha de considerarse de fabricación ampuritana y ser el
prototipo la llamada cerámica ibérica, que asi nacerÍa en Ampurias,
empezando con los más sencillos motivos. La cerámica ibérica arrancarÍa asÍ del siglo Vf, mientras los tipos Elche, Archena, Azaila y LiriaOliva serían, según el autor, de flnes de la conquista romana, aunque
luego aflrma no ser prudente modernizar demas;iadoaquel estilo cerámico, visto que nunca aparece iunto con la cerámica "sigillata".
En la aparición de la cerámica a mano de tradiciÓn hallstáttica en
Ampurias y en otros poblados como el de "La Creueta", encuentra el
autor apoyo a su conocida tesis sobre el caráctet céltico de la población
catalana de entonces y al error de interpretar las citas que nos hablan
de lberos incluso en el Sur de Francia, como prueba de un movimiento
étnico de Sur a Norte.
Por nuestra, parte diremos que ni nos convencen las hipótesis Ce
modernización excesiva del fenÓmeno iloérico, ni menos nos parece prudente suponer que eI nombre de iberos designa precisamente a 1os celtas. Pero aqul no nos hemos propuesto sino divulgar los interesantes
resultados de Almagro en Ampurias, esperando de su reconocida activi
L. PERICOT
'
Bnrurr. (IlENRr).-'¡Una Nueva Altamira francesa. La Caverna de
Lascaux en Montignac (Dortloña)". Actas y memorias de
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Madrid. Págs. 361-386y
ArEueologla,n.o 44, t. XIV, 1940-41.
xxlV t¿ms.
-438-
[page-n-488]
BIBI-IOGRAFIA
55
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tsue Arc,l¿éologique, XVII. 1941.parÍs. pá9. ?B y II lám.
t.
j
*",u" a. r::;:,T1"
a"f,o';:"
*:T:1r ril3Hl;:
":
Marzo 1943,páe. 76.
Las pinturas rupestres de Lascaux "testimonian un punto culminante
de la úlima expansión de la primera fase del arte del paleolitico superior". Para demostrar esta aflrmación, eI autor se apoya en la fauna representada y en la comparación estitÍstica. La fauna está integrada por
caballos, bóvidos, ciervos y un rinoceronte lanudo, faltando el reno y el
mamut. La .ausencia de este último es fácilmente explicable por ser un
animal esporádico dentro de la fauna postglaciar del mediodÍa francés.
En cuanto al reno, cree eI autor que era animal considerado eemo ,,caza
de paso", es decir, que se podía cazar a centenares durante las emigraciones a las regiones de la Aquitania donde invernaba, por lo que sobraba toda magia para su captura. La falta de reno, pues, no es argulmento para rebajar la edad de las pinturas de Lascaux. La fauna se corresponde con la de la estación de Pair-non-Pair (Gironde), bajo depósitos perigordienses.
En eI estilo, domina la perspectiva torcida en la cuerna de los bóvidos
y en las astas de ciervo, cosa desconocida por el arte parietal magdaleniense, y aun del*solutrensesuperior. También se representan de manera
torcida las pezuñas que aparecen siempre de forma ovalada y hendidura
central.
Estas-últimas caracteristicas de estilo concuerdan con otras del arte
levantino español, pudiéndose decir, por tanto, que éste ,,no deriva del
arte solútreo-magdaleniense, sino del arüe perigordiense-aquitano-cantábrico".
Los caminos de penetración hacia Levante podrfan establecerse a
través de'Castilla (Cueva de los Oasares) o de Portbou. La zona levantina española quedó aislada durante el solutrense por efecto de las condiciones glaciales, que al acentuarse hicieron diffcil el paso entre las dos
regiones, por las montañas o por las altas mesetas.Consecuenciade este
aislamiento fué la evolución por caminos propios del arte levantino español durante el solutrense y el magdaleniense.
Aunque el argumento es débil, podemos admitir como probable la
opinión de Breuil sobre la temprana edad de las pinturas de Lascaux.Más
dificil es sostener el aislamiento del Levante español durante parte de
la postglaciación y considerar al arte oriental de la peninsula como una
evolución del arte perigordiense-aquitano-cantábrico dentro del marco
del paleolÍtico Superior. La cueva de los,Casares puede entrar en relación con la cueva del Parpalló, respecto a calidades artlsticas, pero tratar de establecer nexos a base de consideracionesestilÍsticas entre aqué-
-439-
[page-n-489]
BTBLIO,GRAFTA
56
lla y eI arte levantino, nos parece demasiado arbitrario. Las cuernas en
perspectiva torcida y las pezuñas ovales, son caracterÍsticas de artes primitivos y podemos encontrarlás aún en nuestros dÍas en los dibujos de
nuestros niños. Lo esencial en todo arte no es el estilo y la técnica, aunque no negamos su importancia, sino la concepción, y ésta nos prueba
que los artistas del Levante español poseÍan un mundo ideológico distinto del de los artistas francocantábricos y, por lo tanto, una época diferente y no paleolltica precisamente'
F. J.R.DA cgRDA
CABRÉ
Acurló
(Jueu).--"La
año f, n.o 4, Madrid,
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1934,. páCS. y II láms.
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págs. ?97-?99.
Frankfurt A. M.
En la discusión acerca de la cronología del arte parietal levantino,
la Cueva de los Casares es un importante argumento que tiende a robustecer la opinión de los que creen que dicho arte no es paralelo con
el francocantábrico y sÍ mucho más reciente.
Por su técnica, los animales representados en los Casares pertenecen
a etapas presolutrensesy solutrenses,sin que haya posibilidad de encontrar relaciones con las etapas artisticas del magdaleniense. La posibilidad de establecer paralelismos con los grabados protosolutrenses de la
cueva del Parpalló, induce a creer, como hace el autor, que tales creaciones artÍsticas fueron producto de un mismo.pueblo que hasta los comienzos del Magdaleniense desarrolló una misma cultura. Para Cabré, el arte
Levantino se debe a "otro pueblo, quizá venido de Africa, de vida e ideologfa totalmente distinta, amante del dinamismo en las flguras y de las
verdaderas composiciones,en las que interviene muy a menudo el hombre", todo Io cual nos habla de otro tiempo y de otro clima.
Por nuestra pafie, creemos con el autor que una contemporaneidad
-440*
[page-n-490]
BIBLTOGRAF¡,A,
67
entre el arte francocantábrico de las cuevas y el levantino de.Ios abrigos
al aire libre es completamente fnsosteniblé en la actualidad. Diversos
prehistoriadores, creyéndolo asÍ, han modernizado la cronologÍa del arte
. levantino, haciéndOlo aparecer durante el MesolfticO. Réstanos señalar
que la opinión de la escuela española (como'recuerda en un reciente
articulo mi excelente compañero Jultán San Valero) se habia siempre
" inclinado por la mayox modernidad de las pinturas rupestres levantinas.
F. JORDA.CERDA
pintura rupestre de la Joquera".
PoRcAR(Jue¡r B¿uusrt),-"La
Boletln de ta Soci.ed,ad,
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"Las damas mesolÍticas de Ares ilel
Maestre", en Atlantis, t. XV, pág. 163.Madrid, 1940.
'
"Sobre las pinturas rupestres ile Ares
rfel Maestre", en Boletin d,e la Socied,ad,
Castell,onens'e il,e
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,,EJ/.,
trazo por imBresión ilirecta y el
trazo caligráfico en el Arte rupestre de Ares del Maesire",
2,62.
Castellón, 1948.
e4 lbld., t. XV[I, cuad. IIt, pá,g,.
---
.
'
"Pinturas rupesúres arr,anoadas ile
Cueva Remigia", en lbid., t. XIX, cuad. I, pág. 35. Caste11ón.
1945.
el arte rupestre rlel Maestrazgot', e¿tIbü., t. XX, cuad. f,
páC. ?. Castellón, 1944.
Valltorta",
1945.
"Iconografla rupestre cle la Gasulla y
en lbid.., t XXI, cuad. III, pág. L45, Castellón,
La labor del pintor J. B. Pofcar dentro del campo d.elos estudios prehistóricos eS ya lo suflcientemente amplia para permitlrnos poder en-
-441*
[page-n-491]
58
BIBi-IOGRA,FI"A
tresacar de sus trabajos los referentes a estudios sobre las pinturas rupestres de Castellón. En todos ellos el autor se comporta como verdadero
artista profesional y pretende desentrañar los aspectos técnicos y estéticos principalmente, sin desdeñar los puramente etnográflcos. El entusiasmo y la aflción del señor Porcar hacia el a.rte de sus prehistóricos
colegas, se ha traducido en un nuevo método de copia e interpretación
de los frescos de log abrigos levantinos, método que esperamossea puesto
en práetica por todos aquellos prehistoriadores que se interesen por los
problemas del arte rupestre.
En las pinturas rupestres está clara, para el autor, la existencia de
dos tipos pictóricos. Uno de técnica preciosista, estátil, realista, "arte
imitativo animalista" en el que "cada fi.gura ha sido concebida dentro
de un contorno o perfll de trazo fino", a veces se emplea la policromÍa, modelando la flgura por medio del difuminado de claroscuro. El otro
tipo que tiende'a la miniatura y en el que predomina la flgura humana
sobre la fauna, es de carácter descriptivo e impresionista, p.resentando
dos aspectos técnicos: el ltazo por impresión directa y el caligráflco. Eh
éste se acusa la limpieza del trazo, el impulso mecánico y la tendencia
a la estilización, rasgos esencialesde la caligrafía. Las flguras de trazo
por impresión directa fuerorf pintadas con ttazos sueltos de pincel, de
modo directo, sin preparar con anterioridad la silueta o contorno que
limita la cosa representeda.
Junto a estos problemas técnicos se plantean otros de orden estético
y que rozan problemas de perspectiva. Considera el autor que en muchas pinturas rupestres pudo originarse la oblicuidad de sus f,guras
debido a efectos técnicos o quizá a Ia posición incómoda del artista respecto al lienzo de la pared. Pero una visión más profunda de este arte
revela el uso deliberado y constante de formas (eje descriptivo) y fugas
de posición oblicua t'para expresar en su arte una mayor vida", movimiento y dinamicidad. La oblicuidad es, pues, una conquista estética y
según buze a la izquierda o a la derecha deducirÍamos la existencia de
pintores zurdos. Aserto este en eI que no creemos por considerarlo demasiado problemático.
De gran valor etnográfico son las iconografias de arte rupestre que
el autor ha empezado a publicar, ya que constituyen un importante repertorio o temario de escenasde arte parietal.
Terminamos esta nota uniendo nuestra voz a 7a de Porcar en su
enérgica protesta por las pinturas rupestres arrancadas de La CoVa
Remigia, crimen artÍstico todavÍa impune, debido a Ia falta de un control efectivo sobre toda clase de chamarileros, anticuarios y coleccionistas. Creemos de todo punto necesarias y urgentes medidas para evitar
la desaparición de nuestro valioso arte prehistórico.
F. JORDA CERDA
*442-
[page-n-492]
BIBLIOGRAFIA
59
" BEcouEN(Lp Co¡'rtn).-"De la mentalité spiriúualisúe des premiers hommes". Acedrcmied,esJeur, Flor'aur,.Toulouse. 1943.
32 págs.
El trabajo que comentamos constituye un excelente resumen d.e las
opiniones del autor respecto al carácter utilitario de las acrividades espirituales dei hombre prehistórico. La tesis es vieja y el acierto del Conde
Begouen ha consistido en resumir en unas cuantas páginas una serie de
hechos y observacionescon los que le ha sido posible construir unos argumentos que hacen muy sóIida su posición.
La Prehistoria no puede ser un simple inventario de instrumentos.
huesos y otros restos, que hay que encuadrar cuidadosamente dentro de
etapas más o menos exactas. El hecho esencial que separa a la Prehistoria de las demás ciencias, es la intervención de la voluntad humana
en la elaboración de los hechos, que son la base de su estudio; de ahÍ
la necesidad de dar a nuestra ciencia un contenido "histórico", y mejor
dirÍamos humano, del cual carece en la actualidad. Ochenta años de
Prehistoria debeh permitirnos lrazat una perspectiva de la vida humana
en sus comienzos y profundizar en el mundo espiritual de los primeros
hombres. El culto a los muertos, las creencias mágicas, las ideas de justicia y organización social, las creaeiones artísticas, son todos aspectos
espirituales que nos permiten adentrarnos en la mentalidad de la hu manidad primitiva. Lo interesante del trabajo de Begouen es el reconocimiento de la existencia de un mundo mágico, y aunque es verdad que
1o hace de un modo implÍcito, no llega a deducir, como era natural esperar, la existencia de un pensamiento mágico en el hombre, distinto del
pensamiento Iógico. Pa.ra nosotros, la existencia de prácticas mágicas,
ideas mágicas, de un mundo mágiéo, en fln, lleva necesariamente unida
la existencia de un pensamiento mágico, opinión sostenida por H. Kühn.
fnteresante es la apreciación del autor respecto a la cronologfa clel
arte levantino español. Según é1, éste deloe ser encuadrado dentro del
mesolÍtico y a Io más dentro del aziliense,ya que es consecuenciade una
nueva actitud ante la vida como resultado de la revolución operada en
el mundo mesolítico, motivada por el advenimiento de ganaderos y agricultores. E[ arte francocantábrico paleolÍtico, de un carácter marcadamente mágico, debe ser considerado como consecuencia necesaria del
trombre cazador. El arte levantino español, producto de gentes para las
piercle sus
que la caza tiene un lugar secundario entre sus activiela
EI intento del céleloreprehistoriador francés de perfilar la ment¡rlidad del hombre prehistórico, lo creemos altamente meritorio y digno de
ser tomado en consideración y continuado. Sólo asi la Prehistoria dejará
de ser un simple arsenal de útiles y datos, propios para excitar la pasión
del especialista o del coleccionista, y pasará a ocupar el lugar que le
corresponde dentro del campo de las Ciencias Históricas.
F. JORDA CERDA
.- 443 -
[page-n-493]
60
BIbLIO'GRAFIA
Gó¡¡nz MoRENo (Mn¡vup¡,).-"Las
lenguas. hispánicas',. Discurso
de ingreso en la Real Academia Española el 28 Junio de
1942, y, ampliado, en Boletín de la Uniuersidad, de Vallado-
¿¿d, xxvlÍ-xxx,
t.
t94L-42.
"La escritura" ibérica,", Boletín
R. Aca,demiq, de la Hístoria. Madrid. 1943.
de lq,
.,Disgresiionesibéricas: escriúura,
-j
ilengua". Boletin de Iu R. Academla d,e la Eístorig. Madrid.
L945.
A la soloria presentación y parquedad de extensión, opone Gómez
Moreno, en estos trabajos, una exposición tan castiza y ajustada y un
contenido tan compacto y sólido, que hace menos que imposible, en unas
simples lineas, dar cuenta de las importantes conclusiones que en los
mismos vierte. Aun reconociendo de antemano esta diflcultad, nos creemos obligados a dar noticia de estas publicaciones, ya que aúnan a su
interés general, el especial de la constante mención y estudio de materiales valencianos, de Alcoy, ,Castellón,Mogente y, principalmente, LÍria,
en la que las excavacionesefectuadas por el S. I. P., que también realizó las de Mogente, han proporcionado tan rico caudal de inscripcioncs
ibéricas.
De los trabajos que encabezan estas líneas, entresacamos sólo algunos puntos, no precisamente los más fundamentales. en fuerza de la brevedad que ha de presidir estas notas.
El plomo de Alcoy está escrito en alfaloeto jónico, opinión mantenida
por G. M. desde siempre, frente a los que 1o juzgaban escrito en caracteres ibéricos. En sus dos primeras monografias se indica el siglo V a. C.
como fecha dé este plomo, aunque en la última se señala eI s. Vf, por lo
que nos preguntamos si es un error tipográfi.co o un camlrio de criterio,
pues el a. no hace indicación alguna a este respecro.
Divide la escritura en dos grupos: 1.oEl tartésico, que debe tener su
entronque con lo cretense, siendo anterior al alfabeto f.nicio y, desde
luego, a.todos los europeos;cuándo y por quién se trajo es un enigma,
aunque podrÍa pensarse en fuertes relaciones comerciales o colonizaciones tal vez en la E. del Cobre o algo posteriores. Et otro grupo lo conHtituye la escritura ibérica del N. E. de la Península, originada a su vez
de la tartesia, que comenzarÍa hacia el s. III con las monedas de Arse
(*9agúnto) y terminarÍa hacia los priméros tiempos del fmperib. En el
grupo tartesio hay que incluir los plomos de Mogente y Albaida. La diferencia en la eseritura también puede señalarse entre los nombres propios y geográflcos tartesios e ibéricos, aúnque un ,,Sacal iscer,' aparezca
en Cástulo, Alcoy, Mogente y Tarragona.
Busca el sentido de algunas palabras, agrupándolas según sus radicales. "Egiar" es frecuente en los vasos de Liria con temas de jinetes y
luchas, por lo que habrÍa que referirlo a la acción que representan las
pinturas. "Ban, eban, ebanen", abunda, igualmente, haciendo pensar en
un "ben'|, con lo que se pondría en contacto el ibérico con eI semÍtico y
-444-
[page-n-494]
BIBLTOGRAFT-A
61
se pr¿gunta G. M. "¿Será camino para resolver eI problema?,,. De una
ingeniosa observación, deduce que el término indÍgena para d.enominar
al lobo, sería "ltÍr".
En cuanto al valor.de los signos lo expuso enlg22 y lo amplió en 192b,
pdro es ahora cuando detalladamente justiflca el por qué de
cada atri_
bución, siendo una de sus grandes conquistas lo que el propio G. M. denomina "semisilabismo sistemático" (que en la Meseta no se sigue por
cesvirtua se eI valor de los signos, desdoblándosela vocal propia). En su
últirna monografia rectifi.ca sus anteriores puntos de vista con respecto
a V que transcribe por m; y para "tu', al que ahora Ie da el valor de.,te',
(frente a la antigua opinión, hoy abandonada, de D. pío Beltrán). Admitiéndose, con G. I\{., el valor fricativo de la M, tendríamos la transcripción Xaitabi, que coincide con la grafía y pronunciación valenciana de
Xátiba.
Discrepamos en la lectura de algunos letreros de [,iria"
El contenido de estos tres opúsculos,cantera inagotable de sugerencias y aciertos definitivos y fundamentales, asegura el éxito cientÍfico y
el interés con que serán leÍdos por todos los que a estas actividades dediquen sus preferencias.
D. FLETCHER, VALLS
poRcÁ,R B.), onanrrerrn (H.) y BREiurL
(J.
(8.)._,rExcavaciones
en Ia Cueva Remigia (Casúellón),,.Junta Sup,erior d,et Te'
soro Artistico. Sección d,e ErcatMciones. Mem. ti6t, núm. 4
de L934-35.
Madrid, 1935.9? págs., 1b f,ss. y LXXII 1áms.
Los autores han hecho con el magnífi.co materiar pictográfi.co de la
cueva Remigia un estudio sencillo y profundo, tratando al mismo tiempo
de perfllar el arnbiente prehistórico en que aquél fué producido.
El Sr. Porcar, de cuya demás obra nos ocupamos en otro lugar, ha
resuelto, a nuestro entender, importantes aspectos técnico-estéticos que
eI arte rupestre ofrecÍa a los investigadores.para é1,Ia falta de perspecriva en las representaciones pictóricas queda compensada por las lÍneas
oblicuas de fuga, cuya dirección determina el sentido de la composición,
ias flguras se disponen de acuerdo con ellas y ',la inclinación de los con*
juntos aparentemente da término de profundidad como en nuestro
sistema de representación pictórica a la manera escenográflca,,,
Los accidentes y rugosidades de la roca son aprovechados,excluyéndose,deeste
rnodo la necesidad de un fondo pintado o paisaje sobre el c¡uedestacasen
ias flguras. Hay siempre en este arte un sentido de lo superior y ate Io
inferior con relación a la flgura central, revelándose este sentido en
el
modo de componer: en ras escenas
movidas,ras flgurasse cisponenparaIelas al eje de fuga; en las estátiles,las cabezas las plantas de las mis_
o
mas se concentran con arregl0 a una lÍnea poligonal que señala Ia ali_
neación y la equidistancia.
El Prof. Obermaier estudia la edad de las pinturas y su significa_
ción. Las considera proptas del paleolÍtÍco superior. La debilidad d.e su
argumento es notoria, ya que la existencia . de antroporrrorfos en las
representacionesde la cueva Remigia, que según él demostrarÍa el ca_
- 1 t l D -
[page-n-495]
62
BIBLIO,GRA,FIA
rácter unitario de todo eI arte rupestre español, no puede implicar correspondeniia cionológica con otras estaciones,tratándose de un fenómeno de semejanza, pero no de identidad. El carácter mágico del aúe de
Cueva Remigia no es discutible, ya que en 7a taTz de todo arte se encuentran facetas mágicas.
El Abate Breuil se circunscribe a exponer su vieia tesis de que el arte
levantino egpañOl enlazA "exclusivamenter¡ con el arte franCocantábricO
premagdaleniensey sobre todo con el auriñaciense. De ello nos ocupamos
en otro lugar. En cuanto a las analogias entre el arte africano de Libia
y del sahara con el levantino son acentuadÍsimas y el problema estriba
en cómo interpretar la dirección de las influencias. Para él hay un. hecho diferencial y cierto: que las pinturas lÍbicas.y saharianas proceden
en gran parte de poblaciones de pastores, cosa que no ocurre en España.
serÍa posible, según el autor, una primera influencia africana sobre la
Península anterior a la civilizaciÓn pastoral sahariana, seguida de una
vuelta hacia eI Africa antes de la misma invasión pastoral, deduciéndose con eIIo una prioridad del arte levantino con respecto al africano,
opinión seguida por la mayoria de los prehistoriadores'
F. JOR,DA OER,DA
en
insedos ARCHIVO se
en
veitidas tos trabaios
Las opiniones
de
habránrle estimarcomo¡uic¡ospefsonales lgs que lgs suscfibcn.
-446-
[page-n-496]
IN MEMORIAM
Nacido en Játiva etr 1883, fué ásesirado
el 1,0 de Dic,iembre de 1936.
Sacerdote inteligente y estudioso, desempeñÓ
por los rojos
er
la Colegiata setabense las activi'Ciades de
.A¡chivero y Canónigo ; tuvo una
Coadjutor,
a c e n t [ a d a a c t u a c i ó ne n e l c a m . p o s o c i a l - o b r e r o ,
fundando periódicos v centtos. Pero las actividadLes que aquí nos i'nteresan son sólo las
r e l a t i v a s a s u s i n v e s t ' i g a c i o n e sa r q u e o l ó g i c a s ,
que huibimos de ¡ener ,en cuenta al proponerle
para Colaborador del S. I. iP., v encargarle
de
l,uego de las excarvaciornes
(rcdva de la Peohina> de Bellúrs, así como de
a,y
udhrnos en las de
brimientos en
que preparaba para un trabajo más amplio
fLre¡on en gran parte aproveclhadas para la
p u b l i c a c r i ó nd e l n ú m . , 6 d e l a s e ¡ i e d e T r a b a i o s
Vario,s, cEstudios de las cuevas paleolíticas
Cóva iNegra de Bellús¡. Era
hombre culto v bueno, al que sus pteocupaciones y labores en 1o social no ¡fueron ciertametrte tagradeciidas 'por tros beneficiados, ie inme-
-l- D. Gonzailo J. Viñes Masip
valencianas: l.
iorable compáñero en las actividades de este C€ntro. rDios le lenga en Gloria.
Tamtrién natural ds Játiva, s,e rasladó joven a Barcelona, enconttando co'locación en
el llamado Palacio Real, transformadó en,,V1useo de Arte 'v Arqueología; y fué entonces
cuando la tendencia e,n él innata encontró adecu-ado ambiente
p¡ara sLl desenvolrr'imiento;
creándose por su laboriosidad e inteligencia
una destacada personalidad en el campo de
las,excavaciones arqueológicas. Dec,ir Gandía
e s t r a e r a l a m e m o r i a ) a s e r c a v a c i o n e se i e m plares, por lo serias y cuidadosas, de Ampurias ; pues al frente de talN trabajos estuvo
desde casi su iniciación en 1908. En los diarios de excavaciones,poco b¡illantes si acaso,
prro bien eficaces.¡uso todo su empeño en
que fueran meticuloso ¡s,fle'jo de lo oitrservado, v por ello son dle una rotunda eficiencis.
Su labor sería absurdo enjuiciarla como la de
una personalidad foriada en las aulas y ,en los
libros, cuando fué principalmente un áutodidacto, digno de todo encomio. El homenaje
J- D. Emilio
Gandía
Ortega
quc se le dedicó en 1929 por lm arqueólogos
reunidos en Ampurias con motivo de1 IV Con-
greso Internacional de Arqueo ogía, fué b,ien me¡ecido. Valenciano entusiasta de su tierra,
hallamos en rél consejo y ayuda decidida cuando creamos rel S. I. P. I-.n Diputación,Pfo'vincial
cie Valencia le nombró, a nuestra instancia, Conservador Honora¡io'de su Museo de tPrehistop¡ofundamente
hastá ,su *r".t.,
,.uéria ; y é1, homb¡e modestor y bondadoso, lo agrad,eciró
c i d a e n 1 3 d e D i c i e m b r e d e 1 9 3 9 ^ D e s c a n s e1 e n p a z d l b u e n a m i g o d e l t S . l . t P ,
[page-n-497]
i-
Licenciado en Derecho y Secretario de 1a
Diputaoión Provincial ; nació en Valencia en
I EL65 y falleció en la misma en I 3 de Febre¡o de 1,935. No interesa recoger aquí las
tiiferentes
actividades
extraoficiales
que
en
se distinguió, ni el desenvolvimiento de su
carrera
administrativa ;
honrar
aho¡a
ccmo,nosotros
sll
su
sino
memoria,
que debemos
'porque nadie
sabe cuánta fué su ayuda y
entusiasmo para que la
Valencia creara estc Centro
Diputac'ón de
de estudio, po-
niéndose con ello a la altu¡a de otras Corporaciones públicas que venían manteniendo
suvos desde 'hacía años. D. Francisco
los
Monleón fué un fiel ma¡tenedor, y transmisor eficaz, de aquel añejo sentir de nuestra
Diputación de que no le debía bastar, para
sus fines, el atendsr al cuidado de su personalidad administrativa,,nl,preocuparse de
dilersos aspectos de un vivir práctico al ras
der suglo, s,ino también de lo atañente a la
t D Francisco Monleón y Torres
fundarce, de Alfonso XIII,
mando
el
vida
espiritual
v Pintura
en
('¡jejas pensiones de Música
,Roma, rpensionesllamadas.ql
para el estudio de mete¡ias propias d'e nuestr&s Faoultades), for-
amigo muerto' escuela en lal c:ientación y
dejando afortunadamente
discípulos
seguidores. En memo¡ia de tal actuación, vaya aquí nuestro ca¡iñoso ¡ecuerdo a D.
cisco r,<onleón.que en paz tlescanse.
F¡an-
t. B. T.
[page-n-498]
NUESTROAGRADECIMIENTO
No pued,ecercar estelibro el Sertsicio InttestigqciónPrehistóde:
prim'eramiente'
rica, sin hacer constar en él su agrqdeci,miento,
ol
CientíÍicaspor haber crsado
ConsejoSuperior de Investi.gacion.es
en él su.Sección d,e Prehistoria depentliente del Instituto, <
aytttland,o económicamente ilesen.tsolvimñento
así
a'l
de
susacti'uidades
xarias; y en segundo término a la Elxcmta.Di,puta"
qu.i ha dad.oreci,entementaun nuer)o impulso a la
ción tsaleneiana
s'ubz:ida,Ceeste Servi.cioque tanto ki¡honra, incluso ac,ordando
su
pa:ra
tsenciones
especiatles Ia edición de'e'sta
Publicación (l).
(1) Al editarse el lf.o tomo de "ARCHIVO". la Comisión provincial
está integrada p,61 l,os siguientes señores: Excmo. Sr. Di- Adolfo R;incón.
de Arellano y GarcÍa, Presidente; D. Vicente MarÍ Hernández, Vicepresidente; D. Roberto Alarcó Romani, D. Francisco Alca.yde Vilar, D. Ilrancisco Cerdá F,eig, D. Federico Co'rbÍ Oort, D. Carlos Fbrnández de Córdoba
y f"amo de Espinosa, D. Eduardo G'enovés,
Amorós, D. Antonio Grau Penadés, D. Rafael Laborde-Bois Sánchez; D. Carlos'Llinares Ariño; don
Joaqufn O,lcina Carch,ano,D. Miguel Pare'des,'GarcÍa, Salvador Tornás
Dr.
Agulles, D. M'anuel Vilar Sancho, y el llmo. Sr. Dr. Rafael Gil Quinzá,
Secretario.
-447-
[page-n-499]
[page-n-500]
ALFABÉnco
ir.¡orce
los
Los nombres de los autores van" en vERsAr,rrAs: de. materias.
en negritas, y los geográflcos, en cursiao'.
.
.
'
(N.). 138.
ABERG
Abrevaderos, 232.
Abri-Audi (FrancLü, 201, 355.
Abrigos ba,io roca, 214.
Acueductos, 207 y ss.
Achelense, 12, 1?.
Apev¿r2,140.
Ador,343.
ADRraNo,198, 260, 267.
A(Izaneta d.e Albaida, 329, 333.
Afilaalores, 100,,195,260.
Afri,ca del Norte, 23, 29'
Agost, 4l'6.
Agram6n, 2L3,2L4.
acanalada¡ 403.
Agujas: de coser,64; ile hueso, 192,282; alfiler de cabeza,
AkraTLeuka,301,421 Y ss.
380.
Alabarda, 76,77, 161,163,
Albaid,a (Ciud.ad,,Marqluesado y r¡alle de)' 12' 191, 327 y ss'
Alba,lda (río de), 362.
Albercher (río). 188.
Alberri (monte), 321.
Ar,aERr,U75.
AtbuÍereta' (Alicant,ej, 406, 421 y ss.
Ar.o{csn Gneu (J.), ,9, 43, 44, 15L,29'1,309,36d, 368, 369, 375, 380' 404.
Alcatd, d.e ChLuert, 344.
Arcsvrn, 183.
AlcüU, 143, 145, t44, W4, 207, 318, 344, 355,379, 4(ts.
Atdaua (sierra de), 3f6.
atebus (rfo), lEg.
Ar,Essro (4.), 411.
Alfarp, 344.
Atfggds @artida de), 264.
(marqués de), 295.
ALGoRFA
Alicante (Provincia de), 12, 338.
_44s_
[page-n-501]
Alisadores en piedra, 261, 361.
Aljibe, 219, 221, 222, 227, 232.
Aliorf,321.
(M.), 63, 64,\6i5,6,9, 189,190, 43?.
Ar¡,rAGRo
188,
(F.), 201, 248, 272.
ALMARcTIE
Almería,338.
AlmerÍa (cultura de),85, L24,L56.
Alrnazarq,que.
116,)19, LZ}, t2L, L24, t26, L27, t}o, 132, 135, 136, 13?, 139,
3616.
367.
Al¡noÍarices, 292.
Almoi,nes (prov. Valencia), 195.
Alp'ere (prov. de Albacete), 35, 2L3.
A¡,srüs, 336, 338.
Altet del Pant Trencat,332.
Altet de (v. Cami de Bétgida), 332.
Amq,reio (prov. de Albacete), 209, 21ts.
Arnbrones, 409.
Amvurias, 340, 437.
Anas Gic),40'6.
Anatolla, 139.
Anforras romanas, 119,259,260,292,402.
Anna (prav. de Valencia), 96, 10E
Antela (Portugal), 95.
Anti,gors (cueva dels..., Salines de SantanyD186.
Antremont, 344,341, 342, 343.
APrANo,306, 4016.
Arebó (monte),2L2,zAL
Arctcil (coffal de), 262.
(T.), 67.
ARANZADT
Araña (cueva de la), 32,49.
Archena. 207.
.Arca senilis L., 91.
'(prov.
Ares d,el Maestre
de Castellón), 31, 3?8.3?9.
(El), 146¡ t1B, 163, 188, 318, 328, 3'31,333, 369.
Argar
Argáiico (desl¡oblado), 378, 380.
Argentera (sierra de la), 81.
(V.), 159.
ARrzr/ENDr
Armas ibéricas. 371.
Arpones, 63, 134,336 y ss., 339.
ArqueologÍa provenzal, 418 y ss.
Arquiúrabe, 169,171, 173,175, 188.
Arcola (Espolón de), 405.
y
Arúe rupestre, 31, 68, 69, 355,359,3?5,382,404,433,437,438 ss., 440,441
y ss., 445.
301.
ASDRÚBAL.
Asia Menor, 138.
áspe (prov. de Alicante), 167, 344.
Asta ile ciervo, 282; #abad& 58, 61, 161.
Asturiense, 89.
(La..., f"osa del Obispd, 159,349, 380.
Atata,Aueta
Ateriense, 23,355.
Aücusrus, 3(M.
-
qD,) -
[page-n-502]
Art¿oGs,ro, 3ü2.
AURE,IANo,198.
Auriñaciense, 23, 29, 54, 338,339,355.
Auriñaoo-solutcense, 70.
Aueltanera (cueva de la), 43,346.
Aae (sierra del), 39.
Avry¡ro, 2.@, 27A, 299, 300.
,
AUeIo de Malferit (prov. Valencia\, 344.
(prov. Valencia), 213.
Avora
Azagaya biselaila, 63.
Azaila (prov. TerueD, 2M.
Aziliense,61,64,70.
Aziliotartlenoisiense, 61, 67.
Azuelas. 103: de cobre. 134.
Badaioz, l18, 121.
Baetis (rÍo), 40?.
Baio Arag6n, 156.353.
(islas), 188, 189, 1910"
Bo.lea,res
BALLESTER
Tonuo (I.), 9, ?9. 115, 165, 191, 192, 193, 195, 196, 198, 200, 203'
%Lt, 2.55,258, 265, 272,m4, 2A2,292, 346, 352, 353, 356, 357, 360, 361,
363, 3ffi, 365, 366, 36?, 369, 371, 373, 315, 378,3?9, 380, 382, 383, 403,
40.
BALLESTm,os
GArBRors(M-) 357.
Bancal de la Coron¿ (P'enáguila),308, 321.
Ba,ncalets (Eis), 223, 350.
Bañolas (prov. Gerona), 65, 338.
Ern¡¡rpr¡nÁr (J. M.), 67.
Bq,rcelona (prov.), 338.
Barig,363, 3?6.
(M.). 319, 325.
BeRnecrswR
Barranc d' E spoltí, 183.
Barranpfu d,e Insa, 375.
Barraneh del Eort,382.
Barranc.h dels Charcos, 375.
Barranco del Cano,28O.
Barranco del. Flare, ffi\.
Borranco de les Fouetes,146.
Bsrro,nco de Gambalia, t'l.
Baranco de Gasulla,32, g5.
Barranco de la Ventana, 40.
Barratrco d,e la Valttorta, 32, 36, 69.
Barranquet de Sau,296.
Barros sraguntinos, 258, 259,260, 261.
Barsella (monte), L43, 144.
B¿sd ile columna toscana, 261.
Bastida de les Alcuses (La), 20o, 2ll, 242, M3, 263, 254, 2ti4, 265,282,
30& 321,869, 377,378,4O2.
Bastitanos, 203, 300.
Begís G¡rov; Castellón), 151, 368.
BEcouEN@oñde),443.
Bm,DADoMÍNquEz (J.), 143, 144, 355.
BE"DAMrnaNvm¿ (P.), 166
-45r-
'
[page-n-503]
-T
l
1
I
h¡étsid.a (prov. üalencia), 257, 259, 261, 2'64, 265, 266, 2ff1.
E,sttRÁN Vrr,¡.ecnese (P.), 198, .247, 30'5, 3Zl' 37R.
408.
Be¿rnÁN M¡nrÍNsz (A.), 209, 359, 4016,
Bellotas (semillas de), 161.
B etrl.tirs
i(Játi'va), 11.
Benasal,38L.
Benifalli"m, 379.
Beni.gúnim (prov. Valencia), 261.
Beni,maquia, Ñ).
Benimaamut, 186.
B enl,prí.l(F¡élgida), 257, 258, 2'59,260, 26L, 2;68,26¡4'261'
BENoxr (F.). 273.
Bernis& (sierra de), 382.
Berro (bartanco'del), 151..
BrenfuIpr,or(H), 188, 269.
Elunror,or,409..
Beterrd,, 4ll.
Beeiers,4lL.
Bi,cúp (muela de), 39, 43, 96.
Bigues (Barcelona), E6.
B,r,aNc(A. C.), 434.
Btaf,Eui;eares de Lébor (Los), 403.
4108.
AcüfLErRA(A.), 2619,
F;nilzww Y f,)br,cADo
(Valencia), 270.
B oatell.a
Bobalar,3E2.
I¡oglrcgR (C. R.), 91.
Botbaite (prov. Valencia), 9'6, 101, 133.
Bonete (pro¡v. Albaoete), 213.
Bora gra,n d,'en Cq.rrer'¿s(Gerona), 65, 336, 338, 339'
Bordellet (Moncadil, 296.
336, 338.
BoRoIvts,
EoscÁ Cesewovus (8.), 193, 200.
BoscÁ Snrrnu (A.), L44, l9B.
,Eoseg(F.), 324.
(P.), 85, L56, 228, 237, 30'0,365.
Eoscu C}IMPERA
Bos Sp., 14,22.
Botón de Almizaraque, 139; perforado en V' 134.
Ennvo (F.), 409, 410, 411, 412.
Brazaletes tle Pizarra, 378.
I
;
ffif
Hi:ü'3
zzo,
6q, 1eB, 21d, zzd,
: ,r, 68, 1BB, 20o, 2r4, z2a,2ub,
4f,3, 43:' Y ss., 438 Y ss.' 445.
B:rüdniaas (islas), 138.
Broches, 3?1.
Bronce (edad del), 147, 159' 190.:
Brugent (conca del), 183.
Éuftot $rov. Valencia), 43,314'
363'
16,
Buritres, 18,22,25,29,50,56,58, 61, 64, 339'3515,
Burgweuas (Marsá), 64.
Oaballerla celtibérica' 203'
Caballon (sierra del), 39, 40,375'
Cabego d'e l,a Creu (Casino$, 381'
-, 452 -
h
[page-n-504]
"
'
Cabeza de cabra, en onix, 234.
2L4, 226,227.
Cabeaa Lluna Glerra de.'),
Cabeeo ale Amoreirq (Fortugal), 63, 67.
Cd,be¿o Arruda (Portugal), 67.
da
Cabe¿o de Cq.steltar (Casinos), 352.
Cabeeo d.osMorros (Portugal), 63.
Cahra,63; montés, 195.
Cabras (sierra de lq,s), 214.
425,
C¿snÉAGIIILó (J.), 43, 355, 375,38:2,"404,. +31, 440 v ss.
OesnÉHonnnnos(M. E.), 440.
Cadenas ile oro, 370.
cai.ssesde St- Jean (Mouries), 340.
Calaceite (prov. TerueD, 228.
Cer,Ícw,e, 198, 305.
Calli,pus (rÍo), 407.
350.
l9l, Lgz, 193, 195, 198, 2,0t0,
Cnr,vo (P. I¡EANDRo),
C¿ímatas subterráneas, 232.
Camí de Bélsida (Altet del) 332.
Caminos ile trashumiancia,.228.
329,333,403.
Carnírreal'(covacha sep'ulcral de), 79, LA6,327,
Csmp d,el Tresor (El P'uig), 296.
Camtr¡anita, 371.
Campus spartari'us, 3ü8.
Canal (La...; Dos Aguas), 39, 363. 3?4.
Ca.neldzodel RaUo (rinconada del.., Albacete), 222.
Cánidos, 22,376.
Canis sB.,24.
Cantalar (Albaida), 331.
Cantos azilienses,53; rotlados, 261.
Caítuda de la Solanq, L83.
Cqñada (I¡a..., Villar del Arzobispo), 258.
Cañada d'e Peña (La...), 280.
CaPeIl"a (tra'.., Tarragona), 81.
Capellares (comarca dd, 331.
Capitel, 169,186.
Capra s¡1.,14, 15,22; prisca, 140.
Oáprido, 52,362,376.
Chpsiense,62, 65, 66, 6?, 69, 70, 87, 89, 354.
CAP.ACAIúA, 305.
.
Caracoleros, 88.
Cq,rasetes(Ires..., Navarrés), 375.
Carchatodon, 88.
Carelium etlule, L., 71, 351, 374,378,
Cqrrche $ico de), 39.
Caffegadoiro, 95.
Carregal, 95.,
ZAcARÉs(S.), 356.
CARRERES
Ca.rr¿cola(Valencia), 332, 333.
Carriladas, t59,227.
Cartagena, 198, 299, 406.
3Vó.
Cq,rtTuq.Eine,
haqo,.304, 3'05,
'-1b3*
'
\
[page-n-505]
Cartlt'agonoua, 301, 306.
Casa del Monte (Albacete), 196, 201, 2108,
403.
easa del VaUe (Dos Aguas), 40, 44.
Casq,Doñan¿ (Cuenca), 294.
Caseres (I¡os), 228.
Casinos (Valencia), 159, 351, 352, 381.
Cassis,351.
Castelkins (Els), 23?.
Castellet (El), 340.
CastelXet del Porquet., 383.
Castelb'ell (Taragona), 82.
(Albaida), 329, 332.
Casteúta,ell
Castelnotso(Segorbe), 354.
CastüIares (f,os), 229.
Castillico d.e Bernabé, Bb2.
Cesrno Gry¡saso¡,e(F.), 408.
Catad.au (Valencia), 39, 43, 34,6.
Cau.d,eles Góqes,338,339.
Gave 1(L.),259.
(A. J.), 96, 100.
Ceverv¡¡,r.gs
C¿yo Hsne¡no,211.
Cnyo Vrvro PA¡rsA,267.
(D.), 8?.
CAzrrRRo
Celsa, 3A3.
Celúlberos,204.
CIENTRo
CUTTIfRA
Ver.rNcrena, 356; 357.
Cepillos, 49, 50, 54,55, 58, 339, 35b.
Cerámica antigua, 224,234,81b,B2g,BZ4,B2g,gZ9,BB1,3BB;-a mano, 292
y ss.,368,376,377,380; -argárica, 1b3,1b4,1b6,lbg, 161,Bb1,35b,369,
-cardial, 192,19b,196,
378; -campaniense, 86, 179,264,272,288,295t
199,200, 264, 265,364,377,3?8;-eneolitica, 82,84, 46, 102, 104, 104,
106, 125, 1.34,
355, 376, 3?8; -srisr 291; -hallstitttiea, iJ3B;-ibéric¿,
159,1?9,196,199,201, 2L5,234,258, 259,260,262, 263, 264, 272,274, 284
y ss., 330,331, 332, 334, 335, 352, 370, 376,382, 402t -nerya, 291 y ss.;
-neolítica, 46, 47,58, 61, 62, 196, 198, 199, 364,377; -romana., 19?g
'
.193,197,199,234,258,264,266,352;
-samia, 218.
C e r d e ñ a , 1 8 8 ,1 9 0 .
Oérviilos, 25,63,100, 195,199,362.
Cervns elaphus, L., 14, 15,22.
CÉsen,
301,303.
Ciempo¿uelos, 146.
Cifre (casa de... Dos Aguas), 40, 44.
Cinto d,e las Letras (Dos Aguas), 4A, 43, 374. 404.
Ci,nto de la Ventana (Dos Aguas), 43, 4&, 374, 4A4.
Ciprea, 364, 368.
Clrculo cruzado y punteado, 209; -raitiailo, 209.
Ci,ül l(elJeYadel), 32, 36.
üactbniense, t2, 16, 18, 355.
Clacton-om-Sea (fnglaterra), 22.
(J.lrG.),65.
,Cr,encx
CrASnm (J.), 237.
198,
CF.AUDr0, 267.
_454_
[page-n-506]
Er,
Cr"A,r,Dro GóTrco, 198.
Clavos ile hierro, 282.
Cobertera (Pico de)' 375.
Cbbre (concrecionesde)' 154CoEotas (Las), 405.
Colg¿ntes, 48,125 -de hueso, 126,365, 366' 368'
Co¡:o¡mlvls (J.), 180,
Coloni.a Urbs Julia iVouo, 308' 304'
Cottad,o(8I..., Begis), 131.
Cotl"ad'os(Partida de los), 352'
CaLI d,eLlautÓ, L9l.
Coll de Pous,4A2.
Columbella, 7L, 354.
Columna, 169,1?1,173,186,188'
ConceqciÓn (cerro de 1a)' 299'
Conchas de moluscos, 195Ooncheiros, 63' 89.
Conquero (Huelva), 118, 120'
Coneio,63,195' 199.
C¡uIwÍrrcas' 8' 317' 337' 447
os
CoNss¡o SrtrPERroR INl¡ESTrcncroNEs
la), 213'
ConsotaciPn (I"Iano de
Consrenrr¡¡o, 2fl.
go7,329, 330;'-megalfticas, 165' 185'
construcciones ibéricas, 221,
Contestanos, 300.
Continencia EsciBión, 302'
Córdoba, t46.
NEPots, 302.
ConNsx,fo
(J.
CoRoMrNAs M.), 63, 336, 338'
(Bancal de la), 308 y ss', 350' 379'
óorono
. Corral de Mosén,}9l'
Corral d'e la Negra (partida det)' 267'
Corrat d'et Botlo (Albaida)' 328'
Corral d'etsClvunos (Sagunto)' 297'
Corrat de Pomar (Casinos), 352'
Corram(l,rum (Irlanda), 403'
ConnsrA (V.), 11S,138, 139'
Cosre (J.), 300.
ConrÉs v Lorsz (M.)' 271'
Oowowcps (L.), 67,'68.
Coua de l'Aigur,375.
Coua (lets Antirors, L86.
(Carríco1¿¡,327, 331.
Coaa d,etBarrq.nc d'el Castellet
Coua d'ets Dos-U'IIs, 2€,2'
Coua d'e l'tdra,376.
Cooa d,etsEncantats,338, 339.
Coo¡aForadd" 352,381.
Coua Fosca de Mauri'cio,38t'
Coua de tes ]|tlallaetes, 376.
Coua de les Mqrauelles, 191, 345,377'
Negra (JátiYa), lL, L2, 13, 14, 23, 29,346, 361, 362'
Cou,a
Coua Negra (GandÍa), 191' 350, 377'
34o' 366' 379
coua d,e lq. Pastora.,íze, tzs, 132, 135, 13'6,13?, 139' 140'
*4ó5-
[page-n-507]
Coua de ld, Peclllna, ts62.
Coaa de la Pedrera,328.
Coua del Racó-Tanca,t, 316t
Caua del Eeclau-Viuer (estratigrafÍa), 3E8.
Coua de la Sarsa, 143,145, 157, 199, 2;00,364.
Coua del Seffualt', Lú7.
Couacha de F,élir, 382.
Couacha de Garri,n, 3E2.
Con¡qlta (Albaida), 2011,2108,
zLL, 242, 243,1bts,260,827,829 y ss., 408.
Coaaltq, (Ventamina), 374.
Couarios (Els), 382.
Coaes Mqles, 280.
Coueta de l'Or,378.
Cráneos humanos, 63, 176; -eneolÍúicos (descripción, estudio y clasiflcación), 147y ss.,377; -trepanados, 176,366; -tle niño (argárico), 1b3.
Cneurvo, 201.
Creta, 132..
Creuets (EIs..., TarrAgona), 81.
Cristió (Otos). 260.
Cromagnon, 146.
Cronol'ogíade Ia cerámica ibérica, 425 y ss.
Chuz griega, 209.
CUADRáDo
U.), 78, 408.
Cuarte (acequia de), 78.
Cucharas de hueso, 364.
Ouchillos, 20, 23, 28, 75, 86, 89, 100,107,L34,L35,153,866,367,868, 369.
:
CuahtlXo (sierra ,del).,214.
Cuénco (de cerámica), 365.
Cuentas de collar, 48, 63, ?8, 83, 86, 125,153,365,366,370,372,3\6,279.
Cuerno, 102,103,105.
Ctreva funeraria, 73.
Cueua de Ia Arañq,32,4ts.
Cueua de la Auellanera, 43, 3'46.
Cueuu de los Caseres, 440.
Cueua de la Cocinq.,39, 45, 6L, 62, 64,65, 66, 6?, 68, 69, ?0, 71, 8?, BB8,
349,360,363,375.
Cueua de Doña Clo,tild.e, 69.
Cueua Fonda., t56.
Cueuq, de las Maratsillas. 344.
Cueua Morena,2L4.
Cueaw d,el Moro, 348.
Cueaa del Parpettó (v. Parpalló)
Cueaq,Renli,gia.,
34,37, 44ñ.
C u e u aR o c a , 3 4 6 , 3 4 7 .
Cueua de Rocafort,366.
Cueaa de la Saltadorq, 3'6.
Cueua de Va.ldancer, 344.
Cuea'ad,e Valle, 61.
Culto solar, 212.
Cultura atgátiica, 190; -de las cuevas¡'156;-ibérica cle la cosúacataiana,3l2; -megalítica, 431 y ss.
üúnÁs L¡onÉrs (R,), 356, 357,40t,402.
_ 4ó6-
[page-n-508]
Chatelperron, 20, 23, 338.
355.
Cheleo-achelense,
Cthella (,Valencia), 96, 100.
Ahinchilla (Albacete), 213.
CHrrrY (t"), 403.
134, 135, 358, 366, 374, 375, 377,378, 379, 381, 404'
CrtocoMrLr(J.), 43, 9r3',
C h o u s , 9 6 ,1 0 0 .
Detualq, (Villa Cisneros), 87, 91.
Dama de Elche, 416 y ss..
Dánubi.o (rfo), 14t.
ET
DARE¡VrBEBGSAGLro,292.
(A.), 253.
DEBEAUX
(JJ,
DTEcHELETTE 13Bb139, 209.
Decoración en Ia gerámica neolítica,47,6L; -én la cerámica ibérica' 234
. 235,260,263,273,284y Ss.,352.
Decoración solar, 208, 209,2L2.
Deitanos, 300.
(TÉ.), 111.
Dlsr,AcrlAüx
Denia,188, 401,403.
Dentalio, 5?, 63.
88.
DEsFoNfarNEs,
1,09.
DlEsoR,
330
Despobladlos, y ss.
Diego (p,arlicla 'de), 352.
Drocr,ncrelro, 306.
Dro¡q Cess¡o, 3(8.
Diorita, 105.
Dioritina, 1"05.
Dios solar,212.
8,
DupurecróN PrRovrNcrar,, 334, 33'5, 447'
Disco ele barro, 259.
Dogues (ües), 32, 36.
Dolium, 292.
Lg&,26Í.
DoilfrcrANo,
Do PAgo,(4.), 63.
Dordoña, 65.
Dos Aguas (Valencia), 39, 40, 44,404.
Droba (La), 37d.
Dubots (partida dels), 318, '355,3?9.
36.
DURÁNv Serv¡Bsnn,
Durius (rÍo), 406.
Ebo (valle de), 188.
Ebro Gio'),302.
Ebusus,188.
Egea,2M,.
EcurBEN(8.), 67.
Elatue,2A7,234, 254, 803,344
Elephas atlanticus, 18; -¡o1"tt.ts Pom., L4, L8,362.
Empori.o (Calyrnnie), 237.
Eneolítica (cultura), 73, 85, 157, 259,315, 318, 323, 324, 326, 327, 328, 329,
331,332,333,334,377,379.
Enguera (Valencia), 344.
457 -
[page-n-509]
.f
Enterramientos eneolÍticos en fosa, 81, gB, gb; -argáricos de iirhumación,
153,'161,163,380; -excavados en roca, 215; -ibéricos, 186: -romanos,214,235,265.
Epiauriñaciense, 67.
Epipaleolitic,o,60, 61, 63,r63,69, 355.
Equidos, 25, 63, 100,351,362.
Equüs caballus, L., L3, 15,22.
Eremina Duroi Hiit, 91.
Ereta del Pedregat (Navarrés), 99, 101, t0?, 108, 109, 112, 1BB,184, 1BB,
L39, 322,349, 36q.
Enor¿, 265.
Esoálenos ile silex, 65,
Escdlona (río), 98, 3?b.
Esceró¡1, 302, 306.
Escornbrera (isla), 3,00,
BOE.
Escoplos, 20.
Escuálidos, 88.
Escualos (dientes'de), 87.
Escurridera, 380.
Esparüo espdñol, 806.
Espátula, 102, L04: -de hueso, lr?5, lg4.
EsM i(s.), 43, 44,159, 166, 247, 272, 273, 275,285, 313. 318! 335, 36b.3?4,
375,'378,380, ggl, 494.
EsPINós; 193.
Esrr,a (E.), 165.
Espleterc (EIs..., Salsadella), 186.
ESPRESATT (G. G.), 31.
Esqueleúos,75,
153.
Estacas férreas, 204.
Esrecrów ou EsruDros P:nsxÁrcos. B3?" 338.
Dstacionesibéricas, 215; --paleolíticas, 106,l0g, 111.
Esrms¿Nor Brze¡rcro, 299
Estel,eseneolÍticas, 82,83, 84,85, 160; -ibéricas, B?9; -neotfúieas, 62; romanas, 220, 221, 231, 236:,-solares, 212.
EsrEvE (F.), 338.
Esrn¡u¿ (J. A.), 94.
Ebtraúificacionesde San Miguel de Liria, 311,312,816.
Estrella (sierra), 94.
Etoaissam, 30'A.
Euffigneir,342.
F¿snn (J.), 111.
Falanges decoradas, 120; -sin decorar, 135.
Falqguero, (La), 344.
Falconerq, (montes de ld, 877.
Falon (río), 4A, 7L, 375.
Fasicamp:o (camino de), 261, 262.
Félix Partlus L., 14, 16.
FbnwÁ¡¡prz Avr¡,És (A.), 73, l9B, 4A4, 4A6.
Ferrassie (kü,23,29.
Fibula,370, 371.
Figuras humanas de cerámica, 196,20L,309"316; -humenas esquemáúi'
caS,3?5; -femenina en piedrra,366, 405; -animales en .bronce, 215.
-458-
.I
f
¡
I
t
t
f
[page-n-510]
431.
FrcusnAs Pacruco (F.), 421, 4215,
267.
FtIJPo Er, ARABE,
Filología vasca, 408; -ibérica, 444 y ss.
Flechas, 76; -de sílex (neoliticas), 192,193,200.
FtETcrxER(D,), 9, 28, t'65, 185, L92, 343',348, 369, 40,1,4L5, 4L6, 421, 42\
43L, ++5.
trtonrs, 3Of.
Fr,ono, 302.
Foceos,340.
F o n e l a s , 1 3 64 0 3 .
,
Font B:eneite, 332.
i
?ant det RarteL 81.
Forvr y SueuÍ (N.), 87.
Flonrr, 109.
Fortaleza helénica de Emporio, 237.
, Foucun,405.
Fnervxowsxt, 95, 138.
Fh¿wz (L.), 202.
Friso Solar, 209.
Fnoxrnvo, 201.
Fuente del Pescado,97.
Fuehte d,e'los Pqstores, 97.
Fuente Negra,98.
Fuente Loca,98.
E\rncus (F.), 350.
Fusaiolas, 258,260,3?2,381.
Gatia, 138, 339, 340.
(P.).
CIÁNDARA 9'5.
G a n d í a , 1 9 1 ,3 4 5 ,3 ? 5 .
'Garcel (El),
233.
GonsÍA BEr"LrDo(A.), 190, 300, 302, 359, 4,00,'4L5,425, 431.
G¡ncÍa DE LA ToRRE,3,04.
GARGAT,Lo
rc.), 297.
Gerona, 388.
' Garrag (cerro de),, 229.
(D.
GARRoD A.), 68.
Genoués,346.
GINERMARÍ (J.), 89.
Girona (rÍo), 188.
, @mnesia, 188.
Ciionsnr, 66.
Gosv (P.), 23?.
Gó¡vrszlVlon¡ivo ([\4.), 3108,3gg, 32,0, 444.
Gówz N¿pe¡, (E.), 242,37L.
(N.
Górvmz
SERRAN0 P.), L88,249, 254,269, 27O,
W6, XIL, 2gZ,291, 335, 358,
975, 3?8, 381, 410.
36,0,
GoñzA¡,EzStMANcAsWI), 293,294.
Gor, LlB.
Goraie, Ll9.
(V.), 138, 353, 3,54,355.
Clonpox CHTLDE
Gounv (G), 109.
Gro,pat (fuente det), 265.
_459_
i
'i
,';
. t
I
i
[page-n-511]
Gravette (cultura de La), 56, 61, 64, 65, BB8,BB9.
Grecia arcaica, 138.
Grimraltliense, 68.
Gusd,a,lest(rÍo,). 300.
CIIIIEBITARD(4.),
'
.'
237.
Guelt-Zerga. 237.
Ilachas de cobre, 101, 104, 106, 134, 867; -cuatcita, 48; -diorita, r.3b1;
-fibrolita, 47,64,82,86,153,368,386; -hierro, 869; -neotÍticas, 189;
-ofita,265; -pulimentadas,75, 100,103,104,184,366,867;
-sÍlex, 16,
54,56.
ftrallstáttica (cultura), 265.
Hffiss (A.), 30'4,3105.
Hu,ENA (P$.), 418.
llelis, 71.
Hellin (Albacete), ZL}, 2L4, 224.
H emeroscopeion, 2V0, 401.
HprwB(W. J.), 401, 402, 403.
Hendidores, 54, 56, 64."
Herna, 270, 300.
EfERoDofo HERAcr,EA,.
DE
299.
llemamientas ibéricas, 369 y ss.
Ifierro (Edad del), 340.
Hrurr.cor.¡, 408.
trlipoide,288.
Ilispano-marlriúana (cultura), L56,4L4.
Hissarlick, L3B.
tl,ojas, de cuchillo,4g; -cuchillo de cobre, 265; -rlorso rebajado, 64,8?i7,
3 5 5 , 3 6 4 , 3 ? 6-;e s c o t a d u r a , 5 0 , 5 4 , 6 3 , 6 4 ; - m u e s c a , 4 5 , E L , S B , B 6 4 i
-sección úrapezoidal y triangular, 351; -silex, 22, 28, L79,198,lgb,
198,355.
Holmiskos, 274,276, 282.
HorLonet (S'), 1E3.
Horca (casa de lü, 2L5.
(F.
HoRiv¡¿sc¡tp D.), 405.
Hornblenda, 105.
Hoaa de Conwin, tL'6.
HoAa de los Castellones,119, 139.
HoUo de La.Mlna (caverna de), 6?.
Huesos humanos, eneolíticos, 82,83,377; -decoración ineisa, 364..
HunNun,2?2.
IIung'ri;a, 354.
Ily¡.ecrns, 2?0.
Hastio, 270.
IBARRA
Fo¡.ceoo.,
293.
Ibérico, 46, 47, 257; -despoblado, 379.
Ibero-romano, 201, 257,259,264,266.
Ibero-sal¡,ariano (cultura), 156,414.
Iberus alonensis Ferrusac. 71.
Iberus (rio), 406.
Ibiza (cráneos eneolÍticos), 144,310.
IBoRRA
IzeurERDo
Q), 44.
ItleologÍa tlel mundlo Brimitivo, 443 y ss.
-460-
[page-n-512]
ialolos, 48; -cérámicos, 19?,201; -oculatlos, 115, 126,t27,135. 140, 366,
367; -planos, 126.
Ilerd,d'270, 300.
Illici, }'At.
Imbrex. 261.
Inscripción ibérica, en plomó, 3?0, 371; -en cerámica' 288; -romanas,
.
2 r 4 . 2 3 6 ,2 6 6 ,3 0 5 .
DE GnocnerÍe v EstRoÍsucn, 88.
lNsmrutro BRASrr,rTRo
INsrrruro VurÁzQupz,8..
106,111.
IscHEB,
Iunxini (Sahara esp,añol),91.
I¿ana (Soria),293.
Jabalí, 63; -colmillos, 101,351,3?0, 377
.labalina, 76,77, 368.
Jd.tiaa. 345. 362.
(8.), 28, 44, 374.
NavARRo
Jr¡¿ÉNpz
Joan d,'Os (Tartareu), 1'56.
Jorr{ {N.), 410.
448, 446.
r
JonpÁ oen¡Á (F.), 9, lt, 44, 165,362, 440, 44L' 442^,
Pgn¿¡,es ND, 242, 257,360, 363, 3'67'371, 3E3.
JoRNErr
JuaN (Padre..., S. J.), 350.
Júcar ftio),3g, 40, 43.
Jumilla, 21L3.
Junca.l" 95.
Justina (Cartagena), 30t6.
Kalathos, 273,216,286,288.
Kqrkedona (Cartagena), 301.
K ark:edona Spartagene, 3'06.
.
Kh erbet _em,ibh a,, 287
Kiokkenmoeddingos, B?; 88.
Kraa ,(ED,9t.
410.
Knesfbcqryrsn,
Kurdisfdn, 65, 68.
I¡EEONEIORIO DE ARQUEOLOCÍR OO L¿ U¡qIVNNSIDAD DE VALENCIA' 357.
Lecudon, 340.
Ladrillos, 26I,292.
IrAF'r,tENrE
Vroer. (J.), 421, 425, 43L.
Lagunu de Nauarrés,97.
Láminas de hueso,125,366;-matfil, 192; silex, 103,106,365,367
(R.), 213, 228,339,343, 360. 439.
LANTTER
La,ttza, '17,369.
Lapa (le Buga,llleira (P'ortugal), 111, 120, 139.
Lápirla ibérica, 212i -tontana, 262,28I.
Lascas de silex, 153,161.
La.scaur (caverna de), 438.
Lautgerie-Haute, 65.
mnK:',#1,*,
LnrsNsn (G. y V.\ 4'31.
Léptd,a,301, 308.
Lepus, 14.
Levallois (hojas),12.
-46T-
[page-n-513]
'
l,evalloisiense, 12.
Leaante espwño|.,244,.
Linia (Portugal), 95.
"Limnaea, 71.
Limo arcilloso, 13, 15.
Lingüística paleomediterránea, 407, 4L0, 4L4.
Liria (Yalencia), 2018,
280, 330 y s,s.,381, 408, 406.
Llano de la Teja,4W.
!r,Ara,s (V.), 161.
Llonxbq.U(Valencia), 39, 346.
Lnoprs (N.), 55..
Lr,onuNrt FAtoó (T.), 356.
Loma de los Peregrinos (Alguazas), 73, 74.
IToRICLES'
3104.
Losq, del Obi.spo (Valencia), 159, 349.
Losas, 104.
l,osetasgrabadas,169,1?3,L75,L77,183,
364; -escritas, 320 y ss.
LozovR (Exuo. Sn. Menflnis o¡), 8.
Lucerna roma,rra,
t92,197,198,199,292,377.
L u c e n t u m , 4 2 1y s s .
Macrolitos de caliza, 54, 58, 64.
Magdaleniense,48, 61, 62, 63, 64,65, 68, 69, ?0, 336 y ss., 355.
MaruorxeR(J.), 69.
Mantllbula de cánido, 282; -cálBrido,282; -humana, 161.
Mandola (Basti'da de), 267.
Manos de mottero, 241 y ss.
Manza,nares, (valle del), 13, 16, 29.
Ma,Euiuo,r (Valencia), 296.
Marcas de alfarero, 260,265,290.
Marchuquero (,Gandla), 19'1, 195, 350, 375, 37q, 377.
iM¿ncr¡r,,208.
MaRco AuREr"lo,198.
304.
M. Posru¡rus ALBrNUrs,
Margas triásicas, 13, 362.
Marjal de Nquarrés, 96, 99, 361, 365.
Marqueret (8I..., P'uzol),296,
Marquesado de Albaida, 32,'1.
M,arsella, 340.
Ma.rta (La..., Museros), 296.
Martés (Sierra..., Valencia), 39.
(R.), 209. 352, 353.
Menrf 'GencunÁw
MenrÍrvez Ar,ov (J.). 258, 26'6.
(F), 252, 254, 294, 442.
Menr͡vsz y MART͡vErz
(J.), 13, 16, 186, 189, 3d5, +I2, 415.
M¿nrÍrvsz SANraor^ALLA
Mas d,el Carbó de DaIt 382.
Mas d.e Centetles, 382.
Mas de /s (Alcoy), 318, 3132,
379.
161.
Mas de Menente (AlcoY(),
Mas del Sardo (Tarcagona), 81.
Mas ile Sucl¿eta,378.
Mas6a d,e los ftrea (EegÍs), 368.
Ma,s6ade lq. Roca (Vich), 321.
-
L'62 -
[page-n-514]
trI,asl,ade lléLee, 296.
I
M¿spowr y ANcLASEr,r.
86.
Massi,a, 29,9.
Massienos,299.
Mastia. 299. 800.
Matamón,346.
Materiales prehistóricos, B4By ss.
1VIATEUI¡I¡oPIs (F.), 356.
Y
MAxrM[,rANo HÉRcltEs, 1gB.
MA"yÁNS,
271.
Meca (Í.a..., Albacete), 2tt3.,221.,227, 228, 232
Jlteilias lun¿s de silex, 48, bg, 64, 876.
Megalito, 181,369.
Mekta (E1...,Africa); 354.
Melanopsis Dufourei. Fer., ?1.
MENcr(E(8.), 63, 65, ,6?.
MENDES
Connse (4. A ), 63, 67.
'(R.).
I\ftrvÉ¡ro¡z Pr¡er,
405. 409.
Mentech,é (Caria), 37.
MENcmN (O.), 3,85y ss.
(C.
MERcELTNA de), ?7. 183.
MesolÍtico, 62, 63, 65, Bd4.
Mlnxra (P.), 94.
Microburiles,46,48,b0, b4, b8, 68, 68, 69, 368.
Microlitos, 22, 46, 50,56, b7, 6b,6?, 69, gg8,BB9,
3?8.
Millares (Los..., AlmerÍa), 89, 11b, Lt6, IL7,119, 120, Lif,, ]24, 182, 184,
139.
Minatedq (Albacete), 2L3. 2IS. ZBb.
. Minio (rÍo), 43?.
Minoico primitivo, 139"
Mioceno, 88.
MtoNwnr, 3011.
Mitjauuna (Arbaida), 381.
, Mogente, 377.
Mola (Abrigo de 1a), 35.
MoIa Remigi¿ (Castelló,n),B?8.
Mo¡¡¡r¿ n4 lVlÁr,eca(Ld.9, 9b.
Moli.no d,e Blasco (Monforte del Cid), 16?.
Molino a mano, 84, t02, 158,161,3?B;-ile piedra, 222,22g,282,268,274,
2 7 6 , 2 8 2 , 3 5 33 ? 9 .
,
Moluscos agujereados, 57, 69.
Maluedre (Valencia), 410.
Monastiriense, 18.
(Algarve); 118, 121.
MoncarapacZ¿o
Monduber (Valencia), 34,5,86,3,B?b, 8?6.
Monedas rle Chrtagena, 308 y ss.; -emporitanas, B3g; -ibéricas, 284;
romanas, L92, 198,258,2Bg,267, 295,BS2.
Monforte del Cid (Alicante), 1615,
166, 16.?,
1BB,190, 369.
MonMó (Denia), 3'57, 40L, 40P,.
Monñ,uar, 3A8,.
Monraa¡ana (cerro de la). 3b3. 881.
MontanUeta de Cubrera (Torrente), 161, B6f.
_463_
[page-n-515]
Mo¡m¡*rus, 94.
250'
castellón)'
fr""7:ffi:,{Arcora'
Morbíl¿un, 183.
Moretta, 346.
Moro (Rambla del), 213.
I Mortdja (La), 227.
Moteta, (pa¡tida de la), 26?:
Mo'ros (F. de), 220.
Mouries,342.
MuEe (Portugal), 68, 617,
146.
Munda, 30t.,
Mund.a (rfo),116.
Mundo (rÍo), 213.
Muntis (partida de), 220.
Mwntó de les Ment¿res, 844.
lVluñozJennrrv (tS.),351, 352.
Murallas de piedra en seco, 151.
M\rrcia,':338.
Murex, ?1, 91.
Mut-uiet. 4Ll.
Musr-"o A¡vrnoipor"óc¡cb,19q, 343.
359.
MÚsEo DE A],B.ACTTE,
Necrorar,, 192, 193, 200.
Musgo AnQu3or,ócrco
359Ivlusso MuNrcrpal, DE CaRTAGENA,
Musuo DE MüRcrA. 359.
Mussa.ra,(sierra de la..., Tarragona), 81.
Musteriense, 12, 15, L6, L8, 22, 23, 29, L14,355,362.
Musterifonme, 29, 56, 61, 64.
Mutelas (Serra das..., Pbrtugal). 138.
Myúilus, 91.
Narbonne (Francid. 418.
Nassa reticulata, L, 71.
'.Nnv*r,
(P.) 321.
Nq'uq'rniz (vizcaya), 40t4,40'6'
Nauarrés (Valencia), 96, 105, L3l9,322' 349, 375
Naveta, 189.,
Nauilarga, t46.
Nean Karkedona, gW.
Necrópolis, 158,313,314, 339; -ibérica, 214,215; -romana'
-romanrocristiana de Tarragona, 305.
Neo-eneolltico, 200, 201.
Neolítico,46; 50,61, 62,64,6'1
,68, 69, 193; -inicial' 58.
Nicho, 173,175,186.
Nomnatio (puerto), 299.
Norba,304.
Norax, t9'0,
Noua Kartago, SW^
Núcleos de sílex, 50, 55.
Numdncia, 2A4, 228, 229, 231, 235, 286, 254,4LZ.
Nuraghes,190.'
*To*
(II.), 67, * .rr/r*l7
31, 439,
,
226,234,280i
[page-n-516]
i
Ocenilla (poblado de), 405.
(H.), 07.
OcrÍoBoN
Olnussa,301, 3012.
Oinochoe, 3?6.
Olioa (lalencia), 193, 20[.
Otlerza (Valencia). 346,,3&2.
Omissam,3V2.
Onexoicle (Perflt cerámlco), 291.
235, 237, 340.
Oppiita ibérica, 213, 215, 220, 229, 2-30,
Opus doüare,228,292.
O¡rus incertum,276..
Ora MarÍtima (v. Avieno),
Oreja votiva ile bronce' 274.
6¡gón,342.
I
i
o|ihueld.,34?, 350.
oroPesa, (Castellón), 302.
Osca Urbs Vi,ctri.r, 3.8.
Ostnea flabellata, Goltlf, 283.
Otobesken, 342".
Oúos,258, 26$.
Ovis aries, !4, t1i -vignei, 140.
DEL
PALAcro DE LA GENERALTDAD Rg¡No or VAr,ENcrA,384.
Palafito, 93.
(rio), 151.
Po.lq.ncia,
Palau (8L..., EL Puig), 29'6.
Pala¿uelos, L46,
Paleolltico inferior, 13; -meilio, 12; -superior, 22, 24,29,54, 58, 61,62,
63. 64, 66, 6?, 68, 69, 70, ?1, \2, t99,200, 337 y ss., 355 y ss.' 362' 363.'
paletnOlogfd hisl¡ánica (divlsiones, nomenclatura y cronologfa), 412 y ss.
(v. Martfnez Santa Olalla).
Paletnología general (divi$iones, nomenclatura y cronologÍa)' 380 y ss.
(v. Menghin).
Palomar (Valencia), 327.
Palonas (Abrigo de las), 374.
Palap (baxtanco de), 179.
Palop (caeva de... Mogente), 377.
P¡¡,os (F.), 100, 101.
I'aradores, 88.
P¿npo i(R.), 8¿, 318.
Penrs (P.), 2Ll¡,212"
P,a.rpaltó (Cueva 'del... Gandfa), 45, 58, 50 61, 92, 65, '69, 70, 88; 336;
337, 33?, 345,354,360,363, 375; 379' 43$,434.
PEREZ(V.), 9, 125, lz7, 251,290, 36'0.
PAscrtAr"
ParoN Mvnss (Ivfl\d.), 237.
P[u (C),410.
Pecten, 376.
Pectunculus, 71; -violascens, 238.
Pedrera (carnlno de la), zffi,265.
Pnr,r,nnrw, 30t1.
Pemdguila (Allcante), 348, 379.
I'endientes tle cobre, 126.
Peñ,a d.e to, Du,eña (Teresa), 161, 159' 349' 368.
*
-46ó-
[page-n-517]
'
Peña For.ad.rÍ(Mogente), 3?8.
Peñ,a del Palmor*n, t83.
Peña Raia,343.
Peña de San Diego,882,
Peñíscola (Castellón), 302.
Percutores,100,161,351,364,36?.
Punsrne, 26'9.
(J.), 13.
PÉn¡z ou EaRRADAS
Perforatlores, 16, 18, 22.
PFRrcor(L.), 9, 12, 28,35, 82,68, 69, 71, 78,82, EB,Lzl,143,199,242,212',
307,33?,339,349,353,355,356,35?,8'd0,364,3?1,3?3,374,375'377'
378, 432, 43'3,434, 436, 437, +38' 439.
Perigorcliense, 375.
Pesas de telar, 381.
(D.), 23, 62', 6,5,67.
PtsYnoNY
Pilaao (Dos Aguas), 375.
Pinoso (81..., EI Puig), 297.
Pinturas esquemátieas,3?5,382,433; -neollticas, 214; -paleolÍticas,2l4;
-rupesttes, 62, 67, 433,44L, 445'
Pinzas, 324,37L.
PrrrAR! (E.), 109.
(8.), 9, 44, ]^9l, 307' 352' 366, 3E3' 385.
Pt"A B,ALr,EsrER
gtabadas, 46, 52, 53, 54, 57, 62,339; -neolÍticas, 62; -pintadas' 52'
Placas
58. 62.
Playa fluvial' 2?9.
Pr,rNro, 270, 306, 406.
Plomos escritos, 308, 310, 312,313, 314' 320,324.
opr, CrP, 269.
Porry¡R
Por,res¡ro,307.
Por.rsto, 204, 206, 2A8, Zg9, 301, 302.
271. 301.
PoMPEYo,
PoMPoNroMrr-e, 306.
Pouacho (Moncada), 296.
Pondus, 292.
(F.),-143,
364, 365.
PoNsFr.r,
Pont Trencat,332.
Fonc¿n R,rpo¡,r.És(J.), 31, 250' 358' 441' 44t
Posmo¡r¡o, 406.
Preasturiense, 56.
Predicad'ores (Rambla de los), 2?0.
Frensas, 22t; 222, 232, 234; -de madera, 219, 229.
Presolutrense, 29.
Priorato, 64.
Protosolutrense, 338, 339.
I'seudoasturiense,64.
PTororvrso,301.
PuBLroScrrrÓN,301.
P. Tunuur,ro,30'4.
PuÁE (81..., Alcoyj), 251.
Puliilor, 84.
Puntal de |a Raboso, 331.
Puntatet (rliria), 313' 315' 372.
- '+oo -
[page-n-518]
P u n t a s ,t 6 , 1 8 , 2 2 , 2 3 , 2 5 , 2 9 ,4 6 ,4 8 ,4 9 , 5 0 , 5 2 , 5 45 6 ,5 8 , 6 3 , 6 4 , ? 5 , 8 7 ; 8 8 ,
,
89. 100,102,103,104,105,106,125,136,335,338,363,366,367,368, 377,
3?8.379; -de base cúrrcava,L26; -de cobre, 126.
Punzones de oabezaa,canralaila,
126; -tle cobre, 77, 724,125,126,134,368;
-de hueso, 48,52, 57,58,71, 82, 100,102,103,104,105,364,368, 3??, 378.
Puñal, 75,76,77; -de hueso, 121; -ite cobre, 365; -de bronce, 380"
Q u e s a , 9 6 ,1 0 5 .
Qurnoce,87.
Qart-Hadasq,t,301.
"u
*ZZYJ X'
lii;;;" .**illi';#l'
Eqbosero (E1..., Torres-To,rres), 248.
Racó de la Neuer.a (Adzaneta de Albaida), 281.
RADA Y DEI.GADo, 182.
R a e d e r a s 1 6 ,1 8 ,2 0 , 2 3 , 2 7 , 5 0 , 5 4 , 5 6 , 5 5 , 8 91 0 2 ,1 9 3 ,3 5 1 ,3 5 5 .
,
,
R,aedera-perforador,28. .
RAMos Fo¡,Ou4s(A.), 425, 431.
Raspadores, L6, L8, 22, 23, 24, 28, 50, 55, 58, 61, 64, 75, 89. 193, 195, 198,
2 0 0 ,3 3 9 ,3 5 1 ,3 5 5 ,3 6 3 ,3 6 5 ,3 6 7 , 3 7 6 , 3 7 7 .
Rebolcat (81..., Alcoy), 145.
Recipientes de pietlra, 179.
Redoad.n(Alicante), 416.
RETNERTfl (H.),
110.
Retilai (Angelia), 66.
Rendaguana (partida de), 259.
Reus, 81.
Rhinocheros merckii, Kaup., 13, 14, 18, 22, 362.
(A.), 275, 3E5.
Rr¡vcórv ARELLANo
DE
Rio de Oro (Sahara español), 87.
RÍts (J.), 276, 218.
Riud"acol.s(Tarragona), 81, 82.
Robenlt'ausen, 94.
Roca del M'olinell,3g2.
noca. del Serrallo, 3E2.
Rocafort (Valencia), 365.
Rtód.ano(rÍo), 340, 341.
RoonÍcr¡rz (G.), 269.
Romanelli (gnita de),62, 434.
Roqueperluse, 340, 341, 342.
8os (abrigo de), 382.
Rostrum, 292.
Ró't@a (Valencia), 191.
Rouzgrc (2. de). 183.
RrovoGóuuz (J.), 13, 362.
Rvrz (W.), 112.
SAGASETA
JARRIN (H.), 851, 352.
Sagunto, 2A8,247, 253, 254, 29'3,294.
Saint Blalse (Francia), 340.
183.
SAINT-JUSIPEOUARÍ,
Sa¿es(pa¡tida de), ?164,266.
(K), !46, L47.
SALT,ER
Salou (Tartagona), 81.
-467-
i
!
i
,
[page-n-519]
'
Ser,¡¡srlo,2?1.
so,mbaEui\88.
San Antoitio (ladera de), 347.
San Antonio Abad Grmita de), 26?.
SANcüs Srvnne 6),2fi2.
San Gents de Vilasar, 85.
Sq.n Gregort de Falset, 66.
San Julid,n de Ramis,3B9.
3?1,
San Miguel (cerro de..., [,iria), 158,203, 244,253,2t54,'349,3i60, 3?2'
373.
AFARISI (J.), 89, 3'65,
SAN VAI,ERo
S,anta Cri,sttna, 95.
Santa Mari.nd (Soria), 405.
Santimumlñ,e (cueva de), 67.
Sant Llor'éns de SítEes, L56.
Santos (cerro de los), 213.
Sarcófagos ile mármol, 214,226.
Scmv¡rur(IL), 77.
(A.)" 2103,
30¿,855, 485,4L2.
294, ZLz, 269,270, 271, 299,30'0,
ScHúr,ÍEN
ScH,wANTEsi
616.
Secano (E1..., Mor¡forte del Cid), 167
Segorbe, 347,354.
'SEMTNARTo HrsfoRrA Pnn¡rrrvA pnr, trIoMsns (Mhonrp), 89.
DE
Inn{ñsz(J. J.), 43, 359, 374, 3?5, 408,
SjENENT
198.
SE\rER.o,
SEPTU\4io
Seriñd,,61, 337,338.
65,
Ssnm C¿na¿sco(J.), ,167.
S,snn¡ RlÁror.s (J. C.), 157.
SERn¡ Vu,aRó (J.), ?8, 199, 293, 294, 305.
Serreta (1,a...,Alcoy), 143,332, 355.
l
Serruch (cerro del..., Mogente), 3?7.
Sissr¡Nr, 304[
Setif (regtón de), 237.
Sicana,210.
Sicanus (rio), 188.
Sierras de sílex, ?5, ?6, 351.
Sifó de les Fanecades,437.
Silos, 214,229,232,234,319,332,333,350,351.
Slmbolos solares, 209, 2Ll.
SrnEr (L.), 66, 77;78, ,115,118, 121, 123, L24, L29, L32, 135, 136,139, 1613,
233,293,387,408.
Sitand,, 27,9.
¡n
SocEDADCAsrE!,úoNENsp Crr,rtnn, 31, 358.
Sombrero de copa, 273,286,288.
(F.). 81, 82, 83, 84.
SoI,¿w¡u,r,Es
l
SoriÁ SaNcr¡o,22'&
8,6¡1.
Sor.ER
BuRcos,
Solsona, t46.
Solutreñse, 28, 57, 88, 338, 339, 354,355, 360.
Solutreo-auriñaciense levantino final' 65.
Solutroitle, 61, 64.
Son Saua IVou (Meno,rca),188.
i
_468_
[page-n-520]
.
Somel,ts,321.
:
Sos B*vNrr, 363.
Spartaria,348,
stlu-8eu,354.
SusH (M.), 67.
Susrorrro, 95.
:
Saso, 139,
Sus scrofa, 13,22.
Swástic'a,zLl,352.
Tq,bernas,403.
-Tl,bernes de VaUd'iS'n¿(Valencia), 348
Tqsus elo),446.
raia,ri (barranco de..., Teresa), 151.
Taladros, 16,22.
l'alayot, 189, 190.
,
r
Ten¡csw¿ (8.), 293, 4M, 406.
Ilartlenoisiense, 63, 64, 65, 354.
3
Tarcaco,303, 05.
ZA7,254,308, 305, gB8.
Tarcq.gond,,
,
?arsis, 30,0.
Tarüésico,190.
Tartessos,299, 3,010.
Taula, 189.
Tayaciense, 12, 16, 29.'
Tegwlar (Partida de), 205, 266.
Tejas rromanas, 215, 226,257, 258, 260, 261, 262, 292.
Tejos ibóricos, 292 y ss.
Tene (La..., cultura de), 237.
Tnopol¡so, 299.
Teresa (Castellón),151.
TsnRÁuszRo¡nÍcunz (R.)., 141.
Tena-sigilLata, 119,183,258, 259,260,265,266,272,284' 289 y sS.,352' 405.
Teulada,311.8.
Thaigen,3¡21.
Ieodoxus fluviatilis, L., 71.
Theodorw (rÍo), 188.
r:BERlO, 19B, 301.
Tierras arcilloso-caliza, L3, 15, 16; -areniscas, 13.
26ry.
Trro Ft¿v¡o vEsPA,srANio,
Trro [.rwo, 269, 802, 8'06.
Tituissa,308,,
Tobas, 13,22.
Tolmo (El), 213 y ss., 2,24y ss. 23,0v ss.
Tonel ibérico, 236.
ToDónimos valencianos, 4lQ, 4lL.
Torre (Iua..., Villar del Arzobispd, 249, 254.
Torrecíta (cerro de lü, 225, 226,,23L' 233.
Torre d'en Gawnes, t88'
(Alicante), 146, L47, 403.
Torrenl,a,naan¿s
Torreseoa 1g¿slnos),354 381.
Torres-Tqrres, ZAL.
Torreta (1"a...,Llria), 873.
_469_
[page-n-521]
Tosca (P.), 277.
Tossalet (Bélgida), 261, 262, 264.
Tossal de la Serrd, (Ares del Maestre), 3?9.
To'ssaldel Asud (Eorriol). 250.
Tos Pelat, tu119.
?oru (Valencia), 39.
ToucEr, 342.
TRAJAño,198.
Tranchet, 20.
Trapecios de sllex, 63, 64, 6b.
'Iriángulos de sÍlex,
48, 64.
Trisqueles,209.
Trois-Freres, 322.
Troneta (Albaida), 331.
Troue, l3g.
Trull dels Moros (E1...,Puzql). 296.
Tscmurñ (O.), 111.
TuBrNo, 198.
Turba, 103,104.
Turifl (tío), 159, 270, Z1t,27g, zB0.
Turritella, 91.
Turun (abrigo del), 374.
Turichae, 2110.
Tvrin,269, ng, 27L, 279, 296, Zg'7.
Tyrios, 270.
Um Anaia (Sahara español), 89.
Um et Slcda ($ahara español), Bg.
Ilrna ibérica,227.3L3,314,
315,372,BBl.
Ursa, 267.
Vqcua (rÍo), 40?.
Vq,Iencia,
l2A,2169,
27A,27I,272, 338.
Valenga, d,o Minho, 269.
Vnr,nn¡oMÁxruo, 3'02.
Valldlg,na (Valencia), 146.
Vs,llesa d,e Mo,ndor, 296.
VaIIs (81s..., Tarragona), 81, 84, 85.
V¿nue HEavrAs (8.), 23,5.
Vaso campaniforme, 147.
Vaso decoración solar, 208.
VAUFRET,
66,
Vedat (Tanente), 3,67.
Vpr,pro PArERcu{,o.
3'01.
Ventamina (Buñol). 374.
Vnsresrervo, 191.
\lÍa trlnn¿cr,ne,340.
VrDAr (q.), 421,
Vroer, Queon¿s(R.), 305.
V¡oer y Lópsz (NI.), 9, 87, Bgi ,gg,Lt2,247, 290, BZB,BbL, 4L2.
Vila (I:a..., Albaida), '330.
y
Vrr,¿¡rov¿ .PIERA(J.), 95, 100, 101, L04, 192,200, Z4B,B4g.
V¡r,¿ssce(S.), 64, M,77,78, 81, 82, 838, 365.
VI&LAA¡/[[ y Casrno (J.) 95.
-474-
[page-n-522]
.
Villajovosa (Alicante), 348.
Vill,anarclt ante (Yalencia), 383.
Villar del Arzobispo (Valencia), 1,b9.
Villaret (E1...,El Puig), 296.
I/illas rústicas, 296.
Villena, 348.
vtnalopó (rÍo), 167, 181, 188, 300, 369.
Vrñns M¡srp (G.), 11, t3, L4,242,960,862, 868, 36?.
VrspDo (C.r, t45,251, 318 y ss., 322, B?9.
Votlc¿ (P.), 10'q,10?, 1,08,110.
W'ar.rz (P), 225.
Wor,r¡, 460.
lVürm, 18.
Yeclq,'(Albacete),
213.
Zama (campos de), 215.
Zatzi (cueva de), 68.
Zownnes,301.
ZtJLzo Pe:,ecros6),228.
I
*47t*
[page-n-523]
[page-n-524]
INbICE GENERñL
Páge.
Bnr.r.ssrpnToRMo (I.).-Unas pelabrds d,e wótago..
d,e Be,llús u sus i.ndustrlus lí,JonoÁ CnnoÁ tEJ.-La*Coue-Negra"
ticas..."
Ponc¿nRrpol¡,És $).-Interpretaciot¿es sobre el arte rupestre. ...
PERroorGnncin (L).-La cueuti d.e"La Cocino"' (DrosAgua$.... .'.
Ftsn¡vÁN¡nz AvrlÉs (A).-La cueua funer(rri,a, eneolítira, de la
us
"Lom& de los Peregrinas",,en Alguaaz,s(Murciü.
Vrr¿sqc¡ (S.).-Vesúigios de un poblldo g necr'ópoli.sprehistórlcos
(Tanagonü... ...
en Ri.ud,ecols
\l¡onr, y Lóvnz Qtll.)-Materi0.les saharianos emValencia.
CHocoilruü G).-La primera erploraciñ?u pq,lafitica en España. ...
ToRMo G).*Idolos oculados aalencianos.
BALT,ESÍIER
(Y).-Sobre algunos crdneos eneolíticos d,el Este d,e
LEBZELTuR
Espq,ñ,a..
AncÁsER
Gnru (J.1.-Dos estaciones q,rgdrlcasde la región leaq,ntina... ...
Ver.¡.s (D.).-.La construcción megalítica de Monforte del
FbETcHER
cid.... ...
(E.).-"Couq. de les Mar&aelles" (Ga.ndía).
Pr.¿Ber"r,ssrnn
BALLEsTER
Tonrvro(f.).-/Voú¿s sobre las cerd"micas de San Mi,guel
de Liria: Estq.ca.s
térreq.s.-Vaso solar..
Bnpu¡r, (II.) v I¿wtrrn (R.).-Vill0,ges préromai.ns de la Peninsule
Iberique.
Tonuo (I.).-tras lns.nos de mortero ibérlcas...
BAT¡LESTER
(M).-Prehistoriq, d,e Bél,Stñe...
Jonrvnr PERALES
(N
SnRnewo P.).-Esc¿uaciones para Ia ampliaciñn del a'ntiGó¡wsz
guo Pelo,cio d,e la Generatid,ud,.
Bm,tnÁw (A).-Acerca de los nombres de Carta.gend en la Edad,
AntúTua,...
7
11
31
39
'13
81
87
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UA
151
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2gS
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NOTAS PRAIIISTORICAS VAR,I.TS
[.ias je¡rcavaciones de San Mlguel de f,iria desde 1940 a 1943.--.Ballester (I)... ...
Los descubrimientos prehistóricos 'del "Bancal de la Corona"
(I.)... ... .. ...
lP'enánguila).---{Elallester
prehistoria.albaidense.-Ballester (I.).
Sobre
Un yacimiento prehistórico en eI subsuelo del Museo de Pfehistoria.-Eallester (L).
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317
32tl
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[page-n-525]
I
,
I
I
I
,
t
Págs.
Nuevos hallazgos de arpones de tipo inicial.-Pericot (1,.)... ... ...
Nuevos descubrimientos p'aleolÍticos en Crataluña.-Pericot (L.)...
Los santuarios célticos del MediodÍa de la GaJia.*Fletcher (D.)...
Restos arqueológicos valencianos de la colecció,n de Vilanova y
Pi'era en el M. Antropológigq Nacional.*Fletcher (D.)... ... ...
Las recientes excavacionesdel S. I. P.-Ba.llester (f.).
"Els Bancalets".-Vidal y'f=apez (M.). ...
Aportaciones a la p,rehistoria valenciana.-Eallester (L).
Un donativo interesante al Museo d,eilrehistoria.-Ballester (f.)...
El interés actual por los molinos a mano.-Pericot (L.)...
El Profesor Gordon Childe y la cueva del Parpalló.-Pericot (L.)...
El paleolÍtico alcoyano.-Pericot (L.).
Adolfo Schulten cuml¡'le ?5 años.-Jericot ([..).
EltromenajeaD.R,oqueChabás.-Ballester(I.).'.
El momento cultural prehistóricc valenciano.-Ballester (I.)... ...
.
336
33?
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ACTIVIDADES Dü¿ S. I. P.
Excavaóionesy exlr'loraciones
1929a 1945.-Pla tBaltrester(E.)... ... 361
BIEITIOGRAF-IA
Nota...
l(snghin (O.)-"Weltgeschichte der Steinzeit" (Fletsher, D.)... ...
Hemp (W. J.).-"Three hill forts in eastern Sp'ain" (Ball,ester,I)...
Ch.ltty (L.).-"Notes on Iberian Affinities found in County GaIway" (Bellester,I)...
Senent lbd.ñez (J. J.)-"El arte rup'estrede'D,os
Aguas" (Alcácer, J.)
Tarqcena (B ) y Fernandez Atsilés (4.).-"Mernoria sobre Ias excavaciones en el castro de Navárnizr (Vizcaya). (tseltrán, A.)...
Garcia y Beltid.o G).-"!"a navegación ibérica en Ia antigüedad,
según los'tercos clásicos y la a¡queología" (Beltrán, A.). ... ...
Castro Guisasola (F.)*"El enigma del vascuence ante las lenguas
indoeuropeas"(B'ravo,F.).... ...
Menénded Pid.a] (R.j.*"Sobre el substrato mediterráneo occidental" (Bravo, F.)... ...
Primigenius.-"Molvedre" (Bravq F.). ...
Pau (C.).-,,Sobre el origen de algunas voces geográflcas" (flravo,F.)...
Alessio (G.):-¡,[.a base preindoeuropea" (Bravo, F.)... ...
Schulten (á.).*"Historia de Numancia" (Vidal, M.)...
Martínea Sa.nta Cla;Ua (J.).--"Esquema P'aletno,ló,gico la Penfnde
sula Hispánica" (Fletcher, D.)...
Garcíq A Beuido (A).-"Ír'a Darna de Elche y el conjunto de piezas
reingresadas en España en 1941" (Fletcher, D.)... ...
Helena (4\¿.).-"iles origines de Narborrne" (Fletcher, D.) ... ... .*
Figueras Pqcheco (f.).-"Acra Leuca la ciudad. de AmÍlcar" (tr"letcher, D.)...
D.)...
Lafuente Vidal Q).-"Alicante en la antigüedad" (FXetcher,
necrópolis ibero-p;únic& de Alicante"
Figuerus Pach.eco (f.).-"La
(trlelcher, D.)...
- + t * -
385
386
401
408
404
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4LL
4L2
!12
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4L8
42L
42L
42r
[page-n-526]
Págs.
Lafuente Vid'ql (J).-"Excavaclones en La Alb'ufereta de Alicante
(antigua Lucentum)" (F1etc,her,
... ..r ... ... 42I
D.)... ...
(F.).-"L,as piras funerales de L,a Albufereta de
Figueras PqcTLeco
Alircante'l (tr'letcher,D.)... ...
42I
42L
Vid,qt (G).-"Lucentum de Alicante" (Fletcher, D.).... ...
Figueras Puclteco (f'.).*"Datos p,afa,Ia cronologÍa de la cerámica
ibérica" (Fletcher, D.)... ...
Rarnos Folqwés (,4.)-"Nuevas excavac,iones L,a Alcudia de Elen
D
che" (Fletcher, .)...
.........
425
'Garcia
Bellido (4.)-"Atrgunos p,roiblemaS a,rtey cronologÍa ibéde
ricos" (Fletcher. D.).
&25
Ramos Folqués (.4.)-"Hallazgos cerá;micos de Elche y algunas
consideraciones solore el origen de ciertos temas" (Flet425
cher, D.). ...
Cqbr'é Q)-"EI tesoro de orfebrerÍa de Santiago de la Espada
(Jaén)" (!"letcher, D.)... ...
425
Lafuente Vid,al (r.)*"Alguno's datos concretos de Ia provincia de
Alicante sobre el l¡roblema cronológico de Ia cerárnica ibérica" (Fletciher, D.). ...
425
Lei,sner (G. u V.)-"Die Megalithgraeber der lberischen llalbinsel.
Erster Teil: Der Süden" (Pericot, Ir.)... ...
43L
Breuil (ff.)-'t¡es peintures rupestres schematiques de la Feninsule Ibérique" (Pericot, L.) ... ...
433
Obermaier (if.)-"Nouvelles études sur I'Art rupestre du l"evant
esp,agnol"(Pericot, L.)... ...
433
Bla.nc (A. C.)-"Nuove manifestazioni di arte paleolitica superiore nella Grotta Romanelli in terra d,'Otranto¡' (Pericot, L.)... 4ts4
Breuil (d.)-"Quarante ans de Prehistoire" (Pericot,'t.)... ... ... 435
Obermaier (ff.)*"FroblemQ der PalaeolithÍschen Malerei Ost(
t
s p a n i e n s " P ' e r i c oL ,. ) . . . . . , . : . . . , . . .
437
Obermqier (f/.)-"Altsteinzeitliche Justizpflege" (Pericot, L.)... ... 437
Ahrlq,Ero (M)+"Excayaciones de Aml:urias: últimos hallazgos y
fesultados" (Pericot, L.). ...
437
Breull (f/.)-"Una nueva Altamira francesa. La caverna de [,ascaux en Montignac (Dordoña)" (Jordá, F.). ...
438
438
Breuil (H)*";I'a cueva de Lascaux" (Jordá, Fr... ...
Pericot (¿.)-"Las nuevas pinturas rup,estresde Lascaux en Mon-tignac (Dordoñ,a)" (Jordá, F.). ...
439
Lqntier (R.)-"I"a grotte de Lascaux a Montignac" (Jo,rdá,F'.). ... 439
Lantier (.R.)-"La caverne de [,ascaux a Montignac" (üordá, F.)... 439
cueva de los Casaf,es" (Jordá, F.) ... ...
44A
Cabré Q)-"f,a
los
Cabré Q.)*"Las cuevas.de Casaresy de laH¡z" (Jordá, F.)... 44A
Cabré U)*"Cave Art of some 30.000years ago: a wonderful dis440,
corveryin Spain" (Jordá, Ft.)......
Cabré Q.,! IlI. E.)*"La cueva de los Casares, Riba de Slaelices,
440
Guadalajara" (Jordá, F'.)... ...
Cubré QW.E.)-"Neu entdeckte Felsmalerein aus der alten Stein*
zeit lVlittelspaniens"(Jordá, F.)... ...
440
Porcar (J. B.)-"La pintua rupestre de la Joquera" (Jordá,'F.).
44L
-475-
[page-n-527]
I
Pags.
,.i
l
Porcur (J. B.).-"Fj.ntures rupestres al Earranc de la IGrasuü,a"
(Jordá, F.)... ...
44L
Porcar (J. B.)*"Noves pintures rwrestres al termie d'Afes" (Jor,dá, F.).
441
Porcar (J. B.)----"[,as damas mesolfticas d,eAres; del Maestfe¡' (Jor,dá, F.).
44L
Porcar (J. B.)-"Sobre las pi¡turas rupestres de Ares deL Maestre" (Jordá, F.). ...
441
Porcar (./. B.)-"El trazo p,or impresión direota y el trmo eali'gráflco en e[ Arte ruX]estre de Ares drelMaestre" (Jordá, F.)... ... 441
Porcar (.J. B.)*"Pinturas rupestres ar.rancadas de Cueva Rem,igia" (Jor'dá, F.)...
... ... 441
Porcar (.1. B'.).-"El valor ,exlrresivo de ¡as oblicuas en el arte rupestre de! Maestrazgo" (Jo¡dá, F.)...
441
Porcar (.I. B.)-"IconografÍa
rupestre de la Gasulla y Valltorta"
(Jofdá, F.)... ...
441
Begouen (Com,te).-"ge la rnentalité spiritualisüe des pretniexs
honlmes" (Jordá, F,). ...
443
Gírnea Moreno (M.)-"TJas lenguas hiü)ánicas" (Fletcher, D.). ... 444
Moreno (M.)*'T-a" escritura ibérica" .(Flqtol¡er, D.)... ... ... 444
Gónxe¿
Gónea llloreno (Jl,l.)*"Disgresiones ibóricas: escritura, lengua"
(Fletcher, D.)... ...
444
Porcat Q. B), Obermaier (H) U Breuil (.8f.)*"Excavasiorires errla
Cueva Remigia (Castellón)" (Jordá, F.). ...
445
448
fn Memoriam. ... ...
447
Nuestro agradecimiento... ...
449
fndice alfabético...
¡
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l
l
l
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-476-
I
ll
I
I
l
l
I
I
I
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I
I
I
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Hallándose en formación la Biblioteca general de
la Diputación provincial, y dada la necesidad de
ir comf¡letando la especializada de Prehistoria'
permÍtese el S. I. P. rogar a quienes reciban sus
publicaciones, las consideren a cambio de las
swas propias, que se servirán mandar a una u
otra de aquéllas, se$ln su carácter; suspend,iéndose los envfos del Servicio caso contrario
[page-n-529]
PREHISTORICA
DE TNVESTIGAEION
SERVICIO
D
Y M U S R OP R O V I N C I A L E P R E H I S T O R T A
Director
I. Ballester Tormo
Subdirecúor
[,. Pericot G,arcÍa
Colaboradores
M. Jornet P'erales
G. Viñes Masip (t)
tr".Fonsell Cortés
F. Porcar Lopez
Agregados
D. Fletcher Valls
F. Jiménez Na'r'arro
J. S.-Valero Aparisi
M. Vidal f-¡oPez
J. Chocorneli Galán
J. Alcácer Grau
E. Pla Baü.lester
C, Visedo Moltó
V. P'ascual Pérez
[page-n-530]
PUBLICACIONESDEL S. T. P.
SEBIE DE ANUARIOS
ArchivodePrehistoriaLevantina.-AnuariodelS.I.P.,I,1928.-val€8cia,1928.
ArchivodePrehistoriaLevantina.-AnuariodelS.I.P.,II,1929-1945.-valencia, 1946.
SERIE DE MEMOBIAS
ANÜALES DE LA DIRECCION
El S. I. P. y su Museo de Prehistoria en 1928'-Valencia' 1929'
LalabordelS.I.P.ystrMuseo€nelpasadoaño1929.-Valencia,1930.
iu lu¡o" dell S. I. P. y su Museo en el pasado año 1930'-Valencia' 1931' (Con
1932.
La labor del s. I. p. y su Museo en el basado año 1931.-Valencia,
6 láminas.)
Lalabordels.I.P.ySu]Vluseoenelpasadoaño1932._Va1encia,1933.
ü"i é. l. P. ; ;; i,rüi"n utt el basado año 1e33'-valencia' 1e34'(Con
L; ñ;;
L¿ labor del'S. I. P. y su Museo en el pasado año 1934.-Valencia, 1935.
9 láminas.)
(Con
La labo del s. L P. y su Museo en los años 1935a 1939.-Valencia, 1942.
12 láminas.)
La labor .tel S. I. P. y Su Museo en los años 1940 a 1945, (En preparación.)
SERIE DE TBABAJOS VABIOS
1.-(El Castellet del Porquet), p€r f. Ballester Tormo'
notes sobre el-poblal iberic de St. Miquel de Lliria), per D. Fletxer
Z-oet""s
Valls.
3.-
per C' Visedo
4.-(Un enterrament prehistoric al Barranc del Cinc (Alcoi)>,
Moltó.
5.-
6-Estudios sobre las cuevas paleolíticas valencianas: (cova-Negra de'Bellús>,
.perC.ViñesyJ.F¿oyoGómez;yt
por
T.-hpuntes sobré las estaciones prehistóricas de la Sierra de Orihuela'
Con notas de N. P. Gómez Serrano'
Santiago Moreno.
B.-Sobre un interesante vaso escrito de san N[iguel de Liria, por Pío Beltrán
Villagrasa.
g -Et enterramiento en cueva de ll,ocafort, por L Ballester Tormo; con el
estudio de un cráneo por el Dr. Santiago Alcobé.
PUBLICADoPoRELcoNsEJoSÜPEBIoBDEINVESTIGAOIoNES
CIENTIFICAS
INSTITUTO
DIEGO VELAZQUEZ
(La cueva del Parpalló (Gandía)>.-Excavaciones del s. I. P. de Ia Excma. Di1942.putación Provincial de valencia.-Por Luis Pericot García.-Madrid,
bbra que obtuvo eI (Premio Martorell)). (Con 351 páginas, 650 f,guras y
xxxlI
láminas.)
[page-n-531]
ffi
%*1N
[page-n-532]
EDITORTAL F. DOIIENEC?|, S. A,'VALEd
[page-n-533]
La cueva funeraria, eneolítica, de la "Loma de los Peregrinos", en Alguazas (Murcia)
Asunción Fernandez de AvilésPag. 73-80descargarVestigios de un poblado y necrópolis prehistóricos en Riudecols (Tarragona)
Salvador VilasecaPag. 81-86descargarNotas sobre las cerámicas de San Miguel de Líria: estacas férreas-vaso solar
Isidro Ballester TormoPag. 203-212descargarPrehistoria de Bélgida. II. Hallazgos ibéricos e ibero-romanos
Mariano Jornet PeralesPag. 257-268descargarExcavaciones para la ampliación del antiguo Palacio de la Generalidad
Nicolau Primitiu Gómez SerranoPag. 269-298descargarExcavaciones y exploraciones practicadas desde el año 1929 a 1945, por E. Pla Ballester
Enrique Pla BallesterPag. 361-384descargar