Prehistoria de Bélgida. II. Hallazgos ibéricos e ibero-romanos
Mariano Jornet Perales
[page-n-257]
ISSN 1989-508
1
MARIANO JORN ET
Prehi!>toria de Btlgida
(11
II
HALLAZGOS "IBtRICOS E IBERO~ROMANOS
Nos hOcmos ocupado antes de a hora de los hallazgos pertenecien.
tes al cneolítico. y ahora, siguien do un oIden rigurosamente eronológico, debiéramos tratar solamente de [os ibéricos; pero la circunstanci a de que [os labradores. removie ndo l::t capa arqueológica pa ra
sus fines , hayan borrado la t raza de las antiguas co nst rucciones y he·
cho qu e los objetos de diferentes culturas se encuent ren hoy rev ue ltos en los yacimientos. nos obliga a inclu ir en esta segunda parte de
nues tro trabajo los hall azgos correspo ndi entes a la s etapas ibéri ca e
ibe ro· romana , presci ndiend o de la morisca -que por cierto es la
más d en en hall azgos en Bélgida-, por apartarse ya demas iado d el
c:1 r:l cter pre histórico de la especializaci ó n del An ua ri o.
Se ntado és to, com enza remo s la reseña por el yacimi en to ibéri co
e ibero-ro m:1n o d e
BENIPRl
Ven ía ll amando n uest ra atención el creci do número de fragmen tos de barro (·ocido . compuestos de parte plana y gr uesos bordes,
que en muchas partidas del térmi no estorban la labr:l nza~ cuando e l
hall :1zgo de un ejem pl ar co mp le to en el año 1915 sirvió no sólo pa ra
formar caba l idea de aquellas piezas, sino también para anotar nuevos desc ub ri mien tos.
Se trata _ una piez:1 plana de fo rma rec t:m gu la r, que mide 0.53
de
por 0,40 me t ros, con los bordes latera les re¡dzados e in terru mpi dos
(1 ) La primera. parte de este trabajo publicóse en «Archivo ele PrehLstorIa Le·
van tlnU, vol. l . pág. 91. Valencia 1929.
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"'AR~ANO JO~NET
0,08 metros en un extremo (figura JO y lám. IV, A); su peso es de
l J,750 kilogramos. Presenta en la cara superio r unas huellas ser·
pentiformes que el alfarero trazó con los dedos. Es bien conocida
con el nombre de «tegula».
Estaba el ejemplar Que nos ocul?
del término de Bélgida.
Sabedores del descubrimiento, reconocimos la finca, que ocupa
1:1 parte occidental de la meset:1 de una 10m:1 que el linde con atas
divide de N . a S. P recisamente la piedra-mojón que sirve de hita
entre los dos térm inos se halla en el centro del yacimien to . Es' una
posición excelente po r l~ situación y vishl; sin ser de gran altura,
domina perfectamente los alrededores en un:1 gran extensión . A ella
nos encaminamos confiados en dar con los muchos fr:lgmentos que
de aquellas grandes tejas se ven en otr:ls p:lrtidas, y cuál no sería
nuestra sorpresa al ver las tierras de la meseta sembr:ld:ls Je restos
. antiguos. Las parcelas que los contienen en mayor cantidad caen tU
término de Otos y son propiedad de D.- Lina Quilis, colindante del
Sr. Micó por el Este .
Figur. 10. Perltl de un. !'¡gula de
Be n;pI'~
Con la alegría que es de suponer (l), comenzamos a recoger pedacitos de barro saguntino, gr:lbados unos; en relieve los dibujos,
olros; lisos los más; tampoco despreciumos trozo~ de vasijas diferentes, muy desmenuzados, pero en cantidad considerable, que después el Sr. Ballester refirió uno~ a los íberos, otros a los romanos,
los menos a los árabes. Motivo de ,¡legre exclamación fué el dar con
un fusayolo y en seguida, con un mohoso disco que al limpiarlo resultó se¡; una mo neda román:l del Emperador Commodo, cuya clasificación y descripción debemos al Sr. Martínez Aloy. Y nos reti ramos esperando Que nuevas labores pusier:ln :11 descubierto más
objetos, ya qüe nuestras ' ocup'aciones y recursos no nos permitían
llevar a cabo una explo ración completa por la importa ncia del depósito que en algunos sitios alc:lI1zaba dos metros de espesor, como
se puede ver en los caries del terreno que e l labrador se ha vis to
precisado a hacer para el aplanamiento y fo!"mación de las pa rcelas.
(1) COmpartió las primicias del descubrimiento nuestro amigo y Licenciado
en Derecho D. Vicente Tarnzona.
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?REHISTORIA DE BBLGIDA
De todos modos aceptamos y agradecemos al Sr. Micó y a D.a Lina
QuiJis la espontánea autorizac ión que nos dieran.
Ouenta la dueña de las tierras que al roturarlas, hace ya bastantes años, aparecieron vasijas enteras de barro, que por las se ñas debí.m ser ánforas. Se despreciaron y perdieron. T ambién el vecino de
Bélgida, D. José R. T omás, colindan te del Sr. Micó por el N .• nos
enseñó el sitio donde hace unos vei nte años descubrió tres o cuatro
sepultur'ls, e n una de las cuales halló una pequeña vasija de barro
que se perdió por desconocer el interés que podía tener.
Es do notar en esta estación, que las parcelas de levante, pobladas hoy de ' oli vos y a lgarrohos , sólo contiene n cerámica ibérica,
mientras que en 1:ls dem:ís aparece la ibérica mezclada con lomana
y morisca. Ello demuestra la impoltancia del pobl:ldo ibérk:o sobre
el ibero-romano y el morisco.
Tenemos dos discos (lám. IV, e, abajo) de los seis que tiempo
atrás ap:lrecie ron en una parcela inmedinta a la meseta, propiednd
de D. Ba.u tista Torm o Todolí, de Bélgidu; son de barro co¡;ido hechos JI molde. de 0,21 y 0,215 metros de diámetro. 0,06 de ¡!rueso y
pesn el primero cuatro kilogramos y cua tro y cuarto el segundó .
T
gnoramos las condiciones en que fueron hallados. así como los materiales a que iban asociados. La casualid:J.d de haber encontrado
más t;¡rde una vasija enterrada en la partida Rendaguaña, que descansab:l sqbre el disco de Hta p)) (marg:1 bla nca) Que representa ' la
l:ímina IV, e, arriba, nos hace pens:lr si aquellos discos 3ervirían
para asentnr estas piezas.
Reconocim ien tos posteriores nos han proporcio nado. además del
mnteria l eneolítico que de esta partida hem os citado anteriormente,
tres pcctúnculos, otr:!' moneda romana y \lila regular cantidad de
fragmentos de c.erfimica ibérica y saguntina.
fQrJ
~
~
CMru
Figura [[.
M~re.
de alfuero
Figura 12.
ll,U.r~
de alfarero
De la ibérica no tenemos ninguna pieza completa de Beniprí, ni
aún reconstruíble. tan desmenuzada está; pero los trozos de plato.
vaso y :ínfora de fondo en punta que poseemos, acusa n lllld variedad de formas y tamaños bastante considerable. T odos estiín hechos
a torno, en barro gris o roio-amarillento bien amasado y cocido, presentando f100 aspecto y decorados muchos de los últimos con si m-
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MARIANO jORNET
pIes rayas rojas dispuestas en sentido horizontal como las huellas
del torno, algunas veces en cuadrícula y otras agrupadas pariIielamente en fajas cortas, anchas y onduladas pintadas de cualquier
modo en el vientre de los vasos; también hallamos, aplicados con
profusión. segmen tos de círculos concéntricos y no pocas estilizaciones de vegetales, que no otra cosa asemejan los pequeños trazos
normales a una raya o línC3 central, que tanto abundan .como motivo de decoración.
En cua nto a la cerámica saguntina, mejor, «sigil-lat;¡», la tencmos
roja y de dos clases: de perfil sencillo, sin pulimento ni adorno de
ningún género, una; y otra, de tierra más fina, perfil complicado y
bello, perfectamente barnizada y decorada mucha de ella con buenos
relieves del más depurado gusto romano, como puede verse en la
lumina VI, A y B.
Resumen de los objetos hallados en Beniprí :
Fragmento de vasija basto, co n marca dI'! alfarero de forma rec-tangular e incompleta. Tiene dos renglones: en el primero se ven
algunas siglas desgastadas y en el segundo parece se lee FVSCJ (figura 11).
Trozos de plato, vaso, etc., de barro.
Dos trozos de candileja de bHrro; uno de ellos con adorno en
la parte inferior, que recuerda la .. arrugas de un 0:pecten».
Fondos de ánforH.
Un derramador de vasija.
Trozos de piedra afiladora.
Un fusayolo en barro corriente, gris:íceo y bitronco-cónico de
bases desigualC5 .
. Una moneda romana de Commodo y olra de Adriano.
Fragmentos de cerámica ibérica con dibujos (I:ím. VII, r. y D).
FrHgmentos de (derrH sigil-lala») pertenecientes a vasos con adornos en relieve en forma de palm etas, franjas y coronas concéntricas.
Uno de [os fragmentos lleva en relieve la parte trase ra de t.n perro
(Iám. VI, A, abajo derecha).
Asas de barro, planas, redondas, retorcidas y también de doble y
triple nervadura. Véanse Hlgunas en la lámina V, A.
Una tégula completa.
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PREHISTORIA -DE BELGtDA
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TOSALET
M:ís importancia que el poblado de Beniprí debió tener, ti. nuestro parecer, el de Tosnlct, situado en un altozano de menor COl;!
que aquél y a 600 metros 111 N. de la villa de Bélgida, con un :írca de
dispersión de Jos objetos arqueológicos que no bajará de 70 por 500
metros.
Por lo que sabemos ha destruído el hombre en el pasad,) siglo,
deducimos la importa ncia de los núcleos de población allí establecidos; el vecino D. José R. Micó Moscardó, dueño de una de las parcelas, recuerda la desaparición, al roturar el campo, de línc:ls de
argamasa dispuestas en cuadros como si determ inasen viviendas; y
dl
46 metros del vértice, fué explorado por nosotros en 1916 y en él
hallamos pedazos sueltos de :ugamasOl, un alisador de piedra, tiestos
de barro saguntino con relieves, cascos de vasijas, fragmentos de
llimbrcXD, tegulas, baldosas y ladrillos incomple tos, ca ntos rodados. ele.
I~n el margen de poniente de la parcela de la mese ta, asoma una
especie de pilón circular de hormigón y 1,80 metros de dUmetro,
1"001:1110 :1 nuestro p:lrecer; yen el m:ugen S., bordeando el lado izquierdo del camino viejo a Benig,ínim, se ven tamhién cimientos
del mismo material, que en breve desaparecerán totalmente.
Bélgida, por su proximidad al Tosalet, ha contribuído a la desaparición de todo resto arqueológico al servirse de ell06 para las
cons1rucciones; sin embargo, años atr:ís aún Quedaba piedra bastante par:! levantar unos m.decones de argamasa en aquellas inmediaciones; por cierto que el albañil recordaba haber utilizado algunas piedras labradas, dc I:Is quc sólo hallamos la parte inferior, o
¡jasa, de una colurno:! toscana (hím. IV. B) de piedra calizo-arenisca
l'il:ura 1-3. Perflles de 1. cet'mic. de "T'usalet
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MARrANO jMNET
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(l), no pudiendo dar con el capitel (que nos asegura está allí) po r no
presentar indicio :llguno en e l paramento de In abr:l .
En 1915 lIev:íronsc del r osa ler, como casquijo para las obras, varios montones de fragmentos de las repetidas grandes regulas, Que
los labradores van arrojando, conforme aparecen, al borde del camino.
H ay que
sacaron de aquellas ¡icrr,IS y que aún algunos de ellos festonean ef
camino que pasa por medio de la partida, fuerOI1 transportados allí
por el hombre.
Figur. 14.
P~r~1 d~
un
"u o
de Tosa lel
El tiesto romano de la figura 12, los diez de la I:ímina V I, e, más
otro de 1:1 O (abajo centro), como :lsimismo los ibéricos de 1,1 lámina IX, A, pertenecen :11 Tosalet. Los demás restos Que poseemos de
este sitio son análogos :l lo~ h:llbdos en Beniprí.
El año 1928 fué señalado por la aparición de nuevos restos, lodos
ibéricos, en la parcelll que la señora ,'iuda de Faus posee en la vertie nte E. de la loma Tosalet, frente al antiguo corral de Aracil, lado
derecho del camino a F,lsicampo y punto medio .de la estación
:lrqueológic~1 que conocemos con cl repetido nombre de Tosalet.
Fuimos avisados después de efectuada una labor profund:l, :lsí es
Que sólo pudimos certificar la recogida de dos O tres espucrtas de
fragmentos cerámicos rojo-amarillentos en un espacio circular de
unos ocho metros de diámetro por 0,75 de profundidad; más abajo,
en el subsuelo, no quedaba nada.
(1)
Diámetro del fuste: 0'29 metroo.
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\
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PREHISTORIA DE B6LGIDA
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Hemos intentado ];¡ reconstrucción de [a s v,lsijas a que perle ne·
cc n los tiestos, logr:índolo solamente en p:nte, ya que ninguna .se
halla completa.
La mayor parle del hallazgo se reduj o 3 medianos vasos de tipo
se mejante al lebrillo actual (lám. VIl , A y 13). excep to el prim ero de
la derecha de [:1 lámina V, D, que lleva asas forma das por un cordón de sección circul ar so ldado por los ext remos a l borde de la va
sija del cual se separa apenas un centímetro. Tenemos fra gmentos de
doce ejemplares de estos leb rillos, casi tod os reconstruíbles. T am.
bién los hay de vasos grandes ovoides y uno muy inte res~nte que ha
permitido la reconstrucción (lám. V, C).
Todos estos objetos están hechos a torno, en barro rojo-amari·
Ile nto, fino, resistente y con dibujos, a excepción del último . La decoración de los lebrillos consiste en algunos tra zos rojos transversa·
les al borde y una profusión de rayas horizontales del mismo co lo r
po r el interior y exterior, siendo espira l la tínea que decora por fuc·
ra e l fo ndo del vaso que aparece a [a derecha en la lámina vn, B.
Este mismo vaso tiene en el borde dos finos agujeros, distantes entre
sí 16 milímetros, para el hilo que permite colgarlo en lo alto. Los
pcr fi les de cinco lebrillos los hallamos en la fi g ura 13.
En la decoración de los vasos ovoid es se ha emp leado sin prodi.
ga rse mucho, :ldcm:ís de ]:¡s simples raya~ rojas horizontales y pMa·
lelas, los segmentos de círculos co ncéntri cos.
P;guu 16. Marca de alfarero
Figura 15. Muc. de I lfarero
La vasija a que se refiere la figura de la lámina V, e, se halln sin
decorar y afecta la forma de un cil~ndro horizontal cerrado por dos
casquetes esféricos de poco más di:ímetro que el cilindro; xoldad:1S
a los extremos de la genera triz del cilindro hay dos asas redondas y
entre éstas se hall a b boca que es pequ eña y de tuello de embud o.
Las huellas del torno son bastante pronunciadas en la parte cilíndrica, así co mo completamente lisos los casquetes esféricos, ¡:alvo el
pequeño resalte que por r:lzón de estética ha llamos en cada uno de
ellos. La capacidad de es ta vasija es de 16 litros. Su perfil lo da la
figura 14.
CRONOLOOIA
De estas estacio nes pocos son los restos encontrados para determinar con exactitud la fecha de la ocupació n de las lomas Beniprí y
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MARIANO JORNET
Tosalet por el hombre pre-romano. Desde luego hay motivos para
fechar como del siglo III antes de J. C. los objetos más antiguos que
tenemos de estas estaciones por la presencia de pequeños fragmentos de cerámica de barniz negro brillante y la coexistencia r1e cerá·
mica indígena gris y rojiza con perfiles tan característicos como el
de [a figura 14, que encuentra su equivalente en las excavaciones de
la Bastida (Mogente); ya mayor abundamiento, el no haber en una
gran parte del área total de los yacimientos m~ís restos que Jos de la
cu ltura ibérica y serlo, además:, de una pobreza decorativa muy
grande. Se advierte, asimismo, que los indígenas no desalojaron di.
chos lugares él la !legada de los romanos; , que éstos ocuparon sin
lucha las posiciones y establecieron su vivienda en [a p
hay ahora en la vertiente S, En Tosalet form:íronse dos núcleos de
población romana: uno en la meseta y otro en el llano, más hacia
levante hasta llegar l la mitad del extenso campo de los herederos
de D, Santiago Araci[, en la inmediata partida de Sales, Probable. mente sería castro y no poblado 10 del a[lOzano. No hemos hallado
hasta e[ presente vestigio alguno de armas que revele el l'arácter
belicoso de aquellas gentes; íberos y romOlnos debieron fraternizar
pronto asimilándose unos la cultura de [os otros, y así las hallamos
juntas en la parte de poblado ocupado por ambos.
Segú n cálc ulo aproximado el pueblo indígena de Tosalet OCUp
por los romanos. El poblado ibérico de Bcniprí no debió tener más
allá de 18.{)(x) metros cuad rad os (200 por 90) de extensión.
CAMINO DE LA. PEDRERA.
LtI ten dencia de los pueblos :lntiguos ;1 ocupar las altunls, nos
hizo reconocer [a que al E de Bélgida se levanta en tre los cHminos
que van a las partidas Alfogás y Pedre ra, y si bien en la meseta propiamente dichH no hallamos indicio lilguno de p'Jblación, cicn mctras más al N., siguie ndo la divisoria de aguas, vimos connrmad
Reconocimientos posteriores nos han permitido determi nar,
aproximadamente, el área de la es tación, que no ba ja de tinos 4.000
metros cuadrados (50 por 80), y reunir en materia de cerámica una
variada colección de dibujos roj os característicos del arte ibérico y
romano, como asimismo un tiesto con rayado " parentemente cae·
dial por el exterior del vaso Oám. VIII, O, abajo izquierda). que
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PtREHISTORIA DE BELGIDA
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recuerda la francesa del S. dicha (di la raclettell y eUyo tipo pre-romano se halla tamb ién dentro de la región, en La Bastida (Mogente)
y en Cova lta (Albaida) (1). También recogimos una piedra calizoarenisca, pulida, de forma lenticular y peso 420 gramos y dos fra gmentos de hachas pequeñas de ofita, pu limentadas.
El núcleo principal del poblado tuvo asiento en la parcela de
olivos de D.- Narcisa Gadea Soler, situada a la izquierda del camino
que conduce a la partida Pedrera; es el único campo que :lhora remueve el arado y por eso los objetos van saliendo a la soperficie;
pero creemos que si se roturase el erial contiguo y se labrasen las
parcelas que le rodean por el N. y E. :lcrecería la importancia de los
hallazgos.
L:ls ligur:ls de la lámina VIII corresponden a tiestos ihéricos, y
las 15 y 16, algo ampliadas, a marcas o sellos en trozos de harro saguntino.
EROLA
Alrededor de la caseta de Gisbert, de reciente constr ucción, hay
indicios de haber sido habitada esta par! ida en la époc:l romana; se
recogen a la superficie pequeños fragmentos de «Ierra sigi l.lata», tegulas, cte.
El carpintero Vicente Tomás Tormo asegura que vió, :·0 años
atrás, extraer de unas sepulturas v:lrias vasijas de las que só lo queda
memoria.
TEULAR
Comp rende esta pequeña partida solamente ci graderío de parcelas situadas junto a la fuente de Grapat. Hemos recogido en una
oe estas p:lrcclas cerámica «sigil-lata» y un objeto de cobre ¡: modo
de hoja de cuchillo. Por su proximidad a la villa, acaso sean de esta
procedencia, pues sabido es la frecuencia co n Que aparecen en los
escombros y cimentaciones restos antiguos de todas biS épocas,
incluso de [a prehistórica. El año 1927, sin ir más lejos, se encontró
Ver l. Ballester: cUnas cerámicas interesantes en el Valle de Albaidall;
Valenciana», fas. m y IV de 1928, tiro ap. pág. 23, lig. 16; donde, tras
e&!udiar 106 hallazgos nuestros en Bélgida. e inventariar los de cerámlea. cardial
conocidos, sostiene la. perduración del rayadO cardial por aJ.isarnlento. como la.
nuestra de BéJgida, Ro través de lo ha.lli;táttico, llegando a. la. 20· Edad -:!el Hierro
La. tradición de esa. técnica, como se ve en la. DO ca.rdiaJ aludida, de época. ibérica,
yen la. francesa. mentada..
(1)
«CUl~ura
-
26;)-
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MARIANO JOR"NET
10
arrinconado en el desv:ín de la casa número 9 de la calle de Fue ra,
, [a piedra o elemento :iCti"o de un molin o ibérico en perfecto estado
de conservación (I ám. V, B) .
MUNTIS
En la partida de Muntis, 500 metros a poniente del corral de este
nombre, se recoge en [a tierra 13bor:lb[e cerámica romana y pos lerior (l .ím . VI, O, arrib:l y derecha).
SALES
1,:1 estación ibero-romana de Tosalc t llega, en dirección al E ..
hasta las pr imeras pOlrcelas de esta partida. El fragmen to de «terra
sigi [-Iata» de [a lámina VI, D (abajo izq ui erda), corresponde a Sales.
RESTOS EPIGRÁFICO ¡
En octubre de 1914 el peón ca min ero del primer trayecto de la
Carretera de Albaida a G:mdía, D. Francisco Navarro Espí , r:os presentó un fragmento de lápida (lám. IV, D), Que acahaba de descubrir a pocos pasos de aquella vía y a [a ¡¡ltma del hectómetro 3 del
kilómetro 7. El lugar del descubrimiento se halla en término de
Otos, partida Cuestió o Cristió, v muy cerca del li nde con el oe Bélgida; dicha partida es común a tos dos términ os . No debe and:H
tejos la necrópolis de que procede.
•
La lápida, que es una lámina de mármol buixcarró de 22 centímetros de atto por 27,5 de ancho 'f 3,5 de grueso en la pa rte superi or
y 2 en ta inferior, estaba a palmo y medio de profundidad de una
gran zanja abierta por [as aguas de lluvia procedentes de ~a cuneta
de la carretera. A la excavación para cimentar un muro de piedra en
seco, que evite es te arra stre de tierras, se debe el hallazgo. Todo el
terreno es de transporte compuesto de marga y de algunas hiladas de
grava menuda.
Enviado un calco al entonces cronista de la provincia, Sr. Martínez Aloy, en el diario Las Provillcias del 29 del mismo mes y año,
sección «Notas arqueo lógicas», nos dió a conocer este pequeño monumento en el que sólo subsisten las sigu ientes siglas:
D.M.
VRSA
A.N. XVIlIl
H .S.E. AERAs
Ail..
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PREHISTORIA OE SELGIOA
11
Esto es: Oiis Manibus. Ursa annorum XVIIII hic sila esl aera rio
suo ... ».
Es, pucs, una lápida romana perteneciente al sepulcro de una
joven de diec inueve :rños, denominada Ursa, con cuyo er:rrio se co ns·
truyó la fúnebre memoria.
Añade el men tado cronista , que este hallazgo tiene importancia
por ser la primera inscripción romana que aparece en e l citado tér·
mino. Sus caracteres cI:ísicos y el empleo de las hojas dc yedra para
puntc:lr. acusan el siglo JI o 111 de J. C. El nombre femenino Ursa
es frecuen te en la epigrafía de aquella época.
MONEDAS ROMANAS
Las monedas más antiguas que sabemos han aparecido, en tierras de Bélgida, corresponden a la época romana en sus dos perío.
dos de la República e Imperio (1 ), y son :
Un de nario de plata de Cayo Vibio Pansa del año 43 a. de J. C.,
de la partida Mandola (lám. IX, 1).
Un mediano bronce de Claudia I (años 4]·54 de J. C.), de los
escombros del palacio del marqués de Bélgida (Iám. IX, 2)
Otro de Ti to Flavio Vcspasiano (72·81), de los alrededorC's de la
ermita ue San Antonio Abad Oám. IX, 3),
Otro de Domiciano (92·94), de la partida Moteta (Iám. IX, 4).
Otro de Adriano, de la partida Beniprí (Iám. IX , 5).
Un gran bronce o sextercio de Commodo 061-192), de Beniprí
Otro de Filipo El Arabe (año 245), de los esC'ombros de la villa.
Un pequeño cobre o bronce de Constantino 1 (306-337), de la
partida Corral de la Negra.
Otro de Constantino JI (323-361). de los escombros de la villa.
».
y aquí termina la breve reseña de [as exploraciones arqueológicas de épocas más antiguas, efectuadas por nosotros en el término
de Bélgidll, con [a cooper:lCión elic~lz de los buenos bclgidenses.
(1)
Todas han sido halladas en lo que va de .sIglo.
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LÁMINA IV.
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MARIANO JORN ET
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HALLAZGOS "IBtRICOS E IBERO~ROMANOS
Nos hOcmos ocupado antes de a hora de los hallazgos pertenecien.
tes al cneolítico. y ahora, siguien do un oIden rigurosamente eronológico, debiéramos tratar solamente de [os ibéricos; pero la circunstanci a de que [os labradores. removie ndo l::t capa arqueológica pa ra
sus fines , hayan borrado la t raza de las antiguas co nst rucciones y he·
cho qu e los objetos de diferentes culturas se encuent ren hoy rev ue ltos en los yacimientos. nos obliga a inclu ir en esta segunda parte de
nues tro trabajo los hall azgos correspo ndi entes a la s etapas ibéri ca e
ibe ro· romana , presci ndiend o de la morisca -que por cierto es la
más d en en hall azgos en Bélgida-, por apartarse ya demas iado d el
c:1 r:l cter pre histórico de la especializaci ó n del An ua ri o.
Se ntado és to, com enza remo s la reseña por el yacimi en to ibéri co
e ibero-ro m:1n o d e
BENIPRl
Ven ía ll amando n uest ra atención el creci do número de fragmen tos de barro (·ocido . compuestos de parte plana y gr uesos bordes,
que en muchas partidas del térmi no estorban la labr:l nza~ cuando e l
hall :1zgo de un ejem pl ar co mp le to en el año 1915 sirvió no sólo pa ra
formar caba l idea de aquellas piezas, sino también para anotar nuevos desc ub ri mien tos.
Se trata _ una piez:1 plana de fo rma rec t:m gu la r, que mide 0.53
de
por 0,40 me t ros, con los bordes latera les re¡dzados e in terru mpi dos
(1 ) La primera. parte de este trabajo publicóse en «Archivo ele PrehLstorIa Le·
van tlnU, vol. l . pág. 91. Valencia 1929.
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"'AR~ANO JO~NET
0,08 metros en un extremo (figura JO y lám. IV, A); su peso es de
l J,750 kilogramos. Presenta en la cara superio r unas huellas ser·
pentiformes que el alfarero trazó con los dedos. Es bien conocida
con el nombre de «tegula».
Estaba el ejemplar Que nos ocul?
del término de Bélgida.
Sabedores del descubrimiento, reconocimos la finca, que ocupa
1:1 parte occidental de la meset:1 de una 10m:1 que el linde con atas
divide de N . a S. P recisamente la piedra-mojón que sirve de hita
entre los dos térm inos se halla en el centro del yacimien to . Es' una
posición excelente po r l~ situación y vishl; sin ser de gran altura,
domina perfectamente los alrededores en un:1 gran extensión . A ella
nos encaminamos confiados en dar con los muchos fr:lgmentos que
de aquellas grandes tejas se ven en otr:ls p:lrtidas, y cuál no sería
nuestra sorpresa al ver las tierras de la meseta sembr:ld:ls Je restos
. antiguos. Las parcelas que los contienen en mayor cantidad caen tU
término de Otos y son propiedad de D.- Lina Quilis, colindante del
Sr. Micó por el Este .
Figur. 10. Perltl de un. !'¡gula de
Be n;pI'~
Con la alegría que es de suponer (l), comenzamos a recoger pedacitos de barro saguntino, gr:lbados unos; en relieve los dibujos,
olros; lisos los más; tampoco despreciumos trozo~ de vasijas diferentes, muy desmenuzados, pero en cantidad considerable, que después el Sr. Ballester refirió uno~ a los íberos, otros a los romanos,
los menos a los árabes. Motivo de ,¡legre exclamación fué el dar con
un fusayolo y en seguida, con un mohoso disco que al limpiarlo resultó se¡; una mo neda román:l del Emperador Commodo, cuya clasificación y descripción debemos al Sr. Martínez Aloy. Y nos reti ramos esperando Que nuevas labores pusier:ln :11 descubierto más
objetos, ya qüe nuestras ' ocup'aciones y recursos no nos permitían
llevar a cabo una explo ración completa por la importa ncia del depósito que en algunos sitios alc:lI1zaba dos metros de espesor, como
se puede ver en los caries del terreno que e l labrador se ha vis to
precisado a hacer para el aplanamiento y fo!"mación de las pa rcelas.
(1) COmpartió las primicias del descubrimiento nuestro amigo y Licenciado
en Derecho D. Vicente Tarnzona.
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3
?REHISTORIA DE BBLGIDA
De todos modos aceptamos y agradecemos al Sr. Micó y a D.a Lina
QuiJis la espontánea autorizac ión que nos dieran.
Ouenta la dueña de las tierras que al roturarlas, hace ya bastantes años, aparecieron vasijas enteras de barro, que por las se ñas debí.m ser ánforas. Se despreciaron y perdieron. T ambién el vecino de
Bélgida, D. José R. T omás, colindan te del Sr. Micó por el N .• nos
enseñó el sitio donde hace unos vei nte años descubrió tres o cuatro
sepultur'ls, e n una de las cuales halló una pequeña vasija de barro
que se perdió por desconocer el interés que podía tener.
Es do notar en esta estación, que las parcelas de levante, pobladas hoy de ' oli vos y a lgarrohos , sólo contiene n cerámica ibérica,
mientras que en 1:ls dem:ís aparece la ibérica mezclada con lomana
y morisca. Ello demuestra la impoltancia del pobl:ldo ibérk:o sobre
el ibero-romano y el morisco.
Tenemos dos discos (lám. IV, e, abajo) de los seis que tiempo
atrás ap:lrecie ron en una parcela inmedinta a la meseta, propiednd
de D. Ba.u tista Torm o Todolí, de Bélgidu; son de barro co¡;ido hechos JI molde. de 0,21 y 0,215 metros de diámetro. 0,06 de ¡!rueso y
pesn el primero cuatro kilogramos y cua tro y cuarto el segundó .
T
gnoramos las condiciones en que fueron hallados. así como los materiales a que iban asociados. La casualid:J.d de haber encontrado
más t;¡rde una vasija enterrada en la partida Rendaguaña, que descansab:l sqbre el disco de Hta p)) (marg:1 bla nca) Que representa ' la
l:ímina IV, e, arriba, nos hace pens:lr si aquellos discos 3ervirían
para asentnr estas piezas.
Reconocim ien tos posteriores nos han proporcio nado. además del
mnteria l eneolítico que de esta partida hem os citado anteriormente,
tres pcctúnculos, otr:!' moneda romana y \lila regular cantidad de
fragmentos de c.erfimica ibérica y saguntina.
fQrJ
~
~
CMru
Figura [[.
M~re.
de alfuero
Figura 12.
ll,U.r~
de alfarero
De la ibérica no tenemos ninguna pieza completa de Beniprí, ni
aún reconstruíble. tan desmenuzada está; pero los trozos de plato.
vaso y :ínfora de fondo en punta que poseemos, acusa n lllld variedad de formas y tamaños bastante considerable. T odos estiín hechos
a torno, en barro gris o roio-amarillento bien amasado y cocido, presentando f100 aspecto y decorados muchos de los últimos con si m-
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MARIANO jORNET
pIes rayas rojas dispuestas en sentido horizontal como las huellas
del torno, algunas veces en cuadrícula y otras agrupadas pariIielamente en fajas cortas, anchas y onduladas pintadas de cualquier
modo en el vientre de los vasos; también hallamos, aplicados con
profusión. segmen tos de círculos concéntricos y no pocas estilizaciones de vegetales, que no otra cosa asemejan los pequeños trazos
normales a una raya o línC3 central, que tanto abundan .como motivo de decoración.
En cua nto a la cerámica saguntina, mejor, «sigil-lat;¡», la tencmos
roja y de dos clases: de perfil sencillo, sin pulimento ni adorno de
ningún género, una; y otra, de tierra más fina, perfil complicado y
bello, perfectamente barnizada y decorada mucha de ella con buenos
relieves del más depurado gusto romano, como puede verse en la
lumina VI, A y B.
Resumen de los objetos hallados en Beniprí :
Fragmento de vasija basto, co n marca dI'! alfarero de forma rec-tangular e incompleta. Tiene dos renglones: en el primero se ven
algunas siglas desgastadas y en el segundo parece se lee FVSCJ (figura 11).
Trozos de plato, vaso, etc., de barro.
Dos trozos de candileja de bHrro; uno de ellos con adorno en
la parte inferior, que recuerda la .. arrugas de un 0:pecten».
Fondos de ánforH.
Un derramador de vasija.
Trozos de piedra afiladora.
Un fusayolo en barro corriente, gris:íceo y bitronco-cónico de
bases desigualC5 .
. Una moneda romana de Commodo y olra de Adriano.
Fragmentos de cerámica ibérica con dibujos (I:ím. VII, r. y D).
FrHgmentos de (derrH sigil-lala») pertenecientes a vasos con adornos en relieve en forma de palm etas, franjas y coronas concéntricas.
Uno de [os fragmentos lleva en relieve la parte trase ra de t.n perro
(Iám. VI, A, abajo derecha).
Asas de barro, planas, redondas, retorcidas y también de doble y
triple nervadura. Véanse Hlgunas en la lámina V, A.
Una tégula completa.
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PREHISTORIA -DE BELGtDA
5
TOSALET
M:ís importancia que el poblado de Beniprí debió tener, ti. nuestro parecer, el de Tosnlct, situado en un altozano de menor COl;!
que aquél y a 600 metros 111 N. de la villa de Bélgida, con un :írca de
dispersión de Jos objetos arqueológicos que no bajará de 70 por 500
metros.
Por lo que sabemos ha destruído el hombre en el pasad,) siglo,
deducimos la importa ncia de los núcleos de población allí establecidos; el vecino D. José R. Micó Moscardó, dueño de una de las parcelas, recuerda la desaparición, al roturar el campo, de línc:ls de
argamasa dispuestas en cuadros como si determ inasen viviendas; y
dl
46 metros del vértice, fué explorado por nosotros en 1916 y en él
hallamos pedazos sueltos de :ugamasOl, un alisador de piedra, tiestos
de barro saguntino con relieves, cascos de vasijas, fragmentos de
llimbrcXD, tegulas, baldosas y ladrillos incomple tos, ca ntos rodados. ele.
I~n el margen de poniente de la parcela de la mese ta, asoma una
especie de pilón circular de hormigón y 1,80 metros de dUmetro,
1"001:1110 :1 nuestro p:lrecer; yen el m:ugen S., bordeando el lado izquierdo del camino viejo a Benig,ínim, se ven tamhién cimientos
del mismo material, que en breve desaparecerán totalmente.
Bélgida, por su proximidad al Tosalet, ha contribuído a la desaparición de todo resto arqueológico al servirse de ell06 para las
cons1rucciones; sin embargo, años atr:ís aún Quedaba piedra bastante par:! levantar unos m.decones de argamasa en aquellas inmediaciones; por cierto que el albañil recordaba haber utilizado algunas piedras labradas, dc I:Is quc sólo hallamos la parte inferior, o
¡jasa, de una colurno:! toscana (hím. IV. B) de piedra calizo-arenisca
l'il:ura 1-3. Perflles de 1. cet'mic. de "T'usalet
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MARrANO jMNET
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(l), no pudiendo dar con el capitel (que nos asegura está allí) po r no
presentar indicio :llguno en e l paramento de In abr:l .
En 1915 lIev:íronsc del r osa ler, como casquijo para las obras, varios montones de fragmentos de las repetidas grandes regulas, Que
los labradores van arrojando, conforme aparecen, al borde del camino.
H ay que
sacaron de aquellas ¡icrr,IS y que aún algunos de ellos festonean ef
camino que pasa por medio de la partida, fuerOI1 transportados allí
por el hombre.
Figur. 14.
P~r~1 d~
un
"u o
de Tosa lel
El tiesto romano de la figura 12, los diez de la I:ímina V I, e, más
otro de 1:1 O (abajo centro), como :lsimismo los ibéricos de 1,1 lámina IX, A, pertenecen :11 Tosalet. Los demás restos Que poseemos de
este sitio son análogos :l lo~ h:llbdos en Beniprí.
El año 1928 fué señalado por la aparición de nuevos restos, lodos
ibéricos, en la parcelll que la señora ,'iuda de Faus posee en la vertie nte E. de la loma Tosalet, frente al antiguo corral de Aracil, lado
derecho del camino a F,lsicampo y punto medio .de la estación
:lrqueológic~1 que conocemos con cl repetido nombre de Tosalet.
Fuimos avisados después de efectuada una labor profund:l, :lsí es
Que sólo pudimos certificar la recogida de dos O tres espucrtas de
fragmentos cerámicos rojo-amarillentos en un espacio circular de
unos ocho metros de diámetro por 0,75 de profundidad; más abajo,
en el subsuelo, no quedaba nada.
(1)
Diámetro del fuste: 0'29 metroo.
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\
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PREHISTORIA DE B6LGIDA
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Hemos intentado ];¡ reconstrucción de [a s v,lsijas a que perle ne·
cc n los tiestos, logr:índolo solamente en p:nte, ya que ninguna .se
halla completa.
La mayor parle del hallazgo se reduj o 3 medianos vasos de tipo
se mejante al lebrillo actual (lám. VIl , A y 13). excep to el prim ero de
la derecha de [:1 lámina V, D, que lleva asas forma das por un cordón de sección circul ar so ldado por los ext remos a l borde de la va
sija del cual se separa apenas un centímetro. Tenemos fra gmentos de
doce ejemplares de estos leb rillos, casi tod os reconstruíbles. T am.
bién los hay de vasos grandes ovoides y uno muy inte res~nte que ha
permitido la reconstrucción (lám. V, C).
Todos estos objetos están hechos a torno, en barro rojo-amari·
Ile nto, fino, resistente y con dibujos, a excepción del último . La decoración de los lebrillos consiste en algunos tra zos rojos transversa·
les al borde y una profusión de rayas horizontales del mismo co lo r
po r el interior y exterior, siendo espira l la tínea que decora por fuc·
ra e l fo ndo del vaso que aparece a [a derecha en la lámina vn, B.
Este mismo vaso tiene en el borde dos finos agujeros, distantes entre
sí 16 milímetros, para el hilo que permite colgarlo en lo alto. Los
pcr fi les de cinco lebrillos los hallamos en la fi g ura 13.
En la decoración de los vasos ovoid es se ha emp leado sin prodi.
ga rse mucho, :ldcm:ís de ]:¡s simples raya~ rojas horizontales y pMa·
lelas, los segmentos de círculos co ncéntri cos.
P;guu 16. Marca de alfarero
Figura 15. Muc. de I lfarero
La vasija a que se refiere la figura de la lámina V, e, se halln sin
decorar y afecta la forma de un cil~ndro horizontal cerrado por dos
casquetes esféricos de poco más di:ímetro que el cilindro; xoldad:1S
a los extremos de la genera triz del cilindro hay dos asas redondas y
entre éstas se hall a b boca que es pequ eña y de tuello de embud o.
Las huellas del torno son bastante pronunciadas en la parte cilíndrica, así co mo completamente lisos los casquetes esféricos, ¡:alvo el
pequeño resalte que por r:lzón de estética ha llamos en cada uno de
ellos. La capacidad de es ta vasija es de 16 litros. Su perfil lo da la
figura 14.
CRONOLOOIA
De estas estacio nes pocos son los restos encontrados para determinar con exactitud la fecha de la ocupació n de las lomas Beniprí y
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MARIANO JORNET
Tosalet por el hombre pre-romano. Desde luego hay motivos para
fechar como del siglo III antes de J. C. los objetos más antiguos que
tenemos de estas estaciones por la presencia de pequeños fragmentos de cerámica de barniz negro brillante y la coexistencia r1e cerá·
mica indígena gris y rojiza con perfiles tan característicos como el
de [a figura 14, que encuentra su equivalente en las excavaciones de
la Bastida (Mogente); ya mayor abundamiento, el no haber en una
gran parte del área total de los yacimientos m~ís restos que Jos de la
cu ltura ibérica y serlo, además:, de una pobreza decorativa muy
grande. Se advierte, asimismo, que los indígenas no desalojaron di.
chos lugares él la !legada de los romanos; , que éstos ocuparon sin
lucha las posiciones y establecieron su vivienda en [a p
hay ahora en la vertiente S, En Tosalet form:íronse dos núcleos de
población romana: uno en la meseta y otro en el llano, más hacia
levante hasta llegar l la mitad del extenso campo de los herederos
de D, Santiago Araci[, en la inmediata partida de Sales, Probable. mente sería castro y no poblado 10 del a[lOzano. No hemos hallado
hasta e[ presente vestigio alguno de armas que revele el l'arácter
belicoso de aquellas gentes; íberos y romOlnos debieron fraternizar
pronto asimilándose unos la cultura de [os otros, y así las hallamos
juntas en la parte de poblado ocupado por ambos.
Segú n cálc ulo aproximado el pueblo indígena de Tosalet OCUp
por los romanos. El poblado ibérico de Bcniprí no debió tener más
allá de 18.{)(x) metros cuad rad os (200 por 90) de extensión.
CAMINO DE LA. PEDRERA.
LtI ten dencia de los pueblos :lntiguos ;1 ocupar las altunls, nos
hizo reconocer [a que al E de Bélgida se levanta en tre los cHminos
que van a las partidas Alfogás y Pedre ra, y si bien en la meseta propiamente dichH no hallamos indicio lilguno de p'Jblación, cicn mctras más al N., siguie ndo la divisoria de aguas, vimos connrmad
Reconocimientos posteriores nos han permitido determi nar,
aproximadamente, el área de la es tación, que no ba ja de tinos 4.000
metros cuadrados (50 por 80), y reunir en materia de cerámica una
variada colección de dibujos roj os característicos del arte ibérico y
romano, como asimismo un tiesto con rayado " parentemente cae·
dial por el exterior del vaso Oám. VIII, O, abajo izquierda). que
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PtREHISTORIA DE BELGIDA
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recuerda la francesa del S. dicha (di la raclettell y eUyo tipo pre-romano se halla tamb ién dentro de la región, en La Bastida (Mogente)
y en Cova lta (Albaida) (1). También recogimos una piedra calizoarenisca, pulida, de forma lenticular y peso 420 gramos y dos fra gmentos de hachas pequeñas de ofita, pu limentadas.
El núcleo principal del poblado tuvo asiento en la parcela de
olivos de D.- Narcisa Gadea Soler, situada a la izquierda del camino
que conduce a la partida Pedrera; es el único campo que :lhora remueve el arado y por eso los objetos van saliendo a la soperficie;
pero creemos que si se roturase el erial contiguo y se labrasen las
parcelas que le rodean por el N. y E. :lcrecería la importancia de los
hallazgos.
L:ls ligur:ls de la lámina VIII corresponden a tiestos ihéricos, y
las 15 y 16, algo ampliadas, a marcas o sellos en trozos de harro saguntino.
EROLA
Alrededor de la caseta de Gisbert, de reciente constr ucción, hay
indicios de haber sido habitada esta par! ida en la époc:l romana; se
recogen a la superficie pequeños fragmentos de «Ierra sigi l.lata», tegulas, cte.
El carpintero Vicente Tomás Tormo asegura que vió, :·0 años
atrás, extraer de unas sepulturas v:lrias vasijas de las que só lo queda
memoria.
TEULAR
Comp rende esta pequeña partida solamente ci graderío de parcelas situadas junto a la fuente de Grapat. Hemos recogido en una
oe estas p:lrcclas cerámica «sigil-lata» y un objeto de cobre ¡: modo
de hoja de cuchillo. Por su proximidad a la villa, acaso sean de esta
procedencia, pues sabido es la frecuencia co n Que aparecen en los
escombros y cimentaciones restos antiguos de todas biS épocas,
incluso de [a prehistórica. El año 1927, sin ir más lejos, se encontró
Ver l. Ballester: cUnas cerámicas interesantes en el Valle de Albaidall;
Valenciana», fas. m y IV de 1928, tiro ap. pág. 23, lig. 16; donde, tras
e&!udiar 106 hallazgos nuestros en Bélgida. e inventariar los de cerámlea. cardial
conocidos, sostiene la. perduración del rayadO cardial por aJ.isarnlento. como la.
nuestra de BéJgida, Ro través de lo ha.lli;táttico, llegando a. la. 20· Edad -:!el Hierro
La. tradición de esa. técnica, como se ve en la. DO ca.rdiaJ aludida, de época. ibérica,
yen la. francesa. mentada..
(1)
«CUl~ura
-
26;)-
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MARIANO JOR"NET
10
arrinconado en el desv:ín de la casa número 9 de la calle de Fue ra,
, [a piedra o elemento :iCti"o de un molin o ibérico en perfecto estado
de conservación (I ám. V, B) .
MUNTIS
En la partida de Muntis, 500 metros a poniente del corral de este
nombre, se recoge en [a tierra 13bor:lb[e cerámica romana y pos lerior (l .ím . VI, O, arrib:l y derecha).
SALES
1,:1 estación ibero-romana de Tosalc t llega, en dirección al E ..
hasta las pr imeras pOlrcelas de esta partida. El fragmen to de «terra
sigi [-Iata» de [a lámina VI, D (abajo izq ui erda), corresponde a Sales.
RESTOS EPIGRÁFICO ¡
En octubre de 1914 el peón ca min ero del primer trayecto de la
Carretera de Albaida a G:mdía, D. Francisco Navarro Espí , r:os presentó un fragmento de lápida (lám. IV, D), Que acahaba de descubrir a pocos pasos de aquella vía y a [a ¡¡ltma del hectómetro 3 del
kilómetro 7. El lugar del descubrimiento se halla en término de
Otos, partida Cuestió o Cristió, v muy cerca del li nde con el oe Bélgida; dicha partida es común a tos dos términ os . No debe and:H
tejos la necrópolis de que procede.
•
La lápida, que es una lámina de mármol buixcarró de 22 centímetros de atto por 27,5 de ancho 'f 3,5 de grueso en la pa rte superi or
y 2 en ta inferior, estaba a palmo y medio de profundidad de una
gran zanja abierta por [as aguas de lluvia procedentes de ~a cuneta
de la carretera. A la excavación para cimentar un muro de piedra en
seco, que evite es te arra stre de tierras, se debe el hallazgo. Todo el
terreno es de transporte compuesto de marga y de algunas hiladas de
grava menuda.
Enviado un calco al entonces cronista de la provincia, Sr. Martínez Aloy, en el diario Las Provillcias del 29 del mismo mes y año,
sección «Notas arqueo lógicas», nos dió a conocer este pequeño monumento en el que sólo subsisten las sigu ientes siglas:
D.M.
VRSA
A.N. XVIlIl
H .S.E. AERAs
Ail..
•
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PREHISTORIA OE SELGIOA
11
Esto es: Oiis Manibus. Ursa annorum XVIIII hic sila esl aera rio
suo ... ».
Es, pucs, una lápida romana perteneciente al sepulcro de una
joven de diec inueve :rños, denominada Ursa, con cuyo er:rrio se co ns·
truyó la fúnebre memoria.
Añade el men tado cronista , que este hallazgo tiene importancia
por ser la primera inscripción romana que aparece en e l citado tér·
mino. Sus caracteres cI:ísicos y el empleo de las hojas dc yedra para
puntc:lr. acusan el siglo JI o 111 de J. C. El nombre femenino Ursa
es frecuen te en la epigrafía de aquella época.
MONEDAS ROMANAS
Las monedas más antiguas que sabemos han aparecido, en tierras de Bélgida, corresponden a la época romana en sus dos perío.
dos de la República e Imperio (1 ), y son :
Un de nario de plata de Cayo Vibio Pansa del año 43 a. de J. C.,
de la partida Mandola (lám. IX, 1).
Un mediano bronce de Claudia I (años 4]·54 de J. C.), de los
escombros del palacio del marqués de Bélgida (Iám. IX, 2)
Otro de Ti to Flavio Vcspasiano (72·81), de los alrededorC's de la
ermita ue San Antonio Abad Oám. IX, 3),
Otro de Domiciano (92·94), de la partida Moteta (Iám. IX, 4).
Otro de Adriano, de la partida Beniprí (Iám. IX , 5).
Un gran bronce o sextercio de Commodo 061-192), de Beniprí
Otro de Filipo El Arabe (año 245), de los esC'ombros de la villa.
Un pequeño cobre o bronce de Constantino 1 (306-337), de la
partida Corral de la Negra.
Otro de Constantino JI (323-361). de los escombros de la villa.
».
y aquí termina la breve reseña de [as exploraciones arqueológicas de épocas más antiguas, efectuadas por nosotros en el término
de Bélgidll, con [a cooper:lCión elic~lz de los buenos bclgidenses.
(1)
Todas han sido halladas en lo que va de .sIglo.
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i
LÁMINA IV.
JORNET - IIBélgid8&
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[page-n-270]
JORNET - oBelgidat
LÁMINA V.
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jORNET - ~Bél g ida».
LÁMINA VI.
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[page-n-273]
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LÁMINA VIII.
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A, B, O y D. Cuamic. ib<'ricI
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[page-n-274]
JORNET -
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LÁMINA IX.
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