Serie de Trabajos Varios 80
El vaso campaniforme en el País Valenciano
Joan Bernabeu Aubán
1984
, ISBN 84-505-0833-9
978-84-505-0833-8 , 140 p.
[page-n-1]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREIDSTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. SO
EL VASO CAMPANIFORME
EN EL PAIS VALENCIANO
P or
JOAN BERNABEU
VALENCIA
1984
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL
PAIS VALENCIANO
JOAN BERNABEU
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A Chelo
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O. L: V. 2131·1984
I.S.B.N.: 84·505·0833·9
Imprima: Federico Oomenech. S. A. - Gremis, 12. 46014-Valencia
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2010 — ISSN 1989-0540
[page-n-6]
l.
En marzo de 1982 iniciamos la confección de un trabajo que, patrocinado por la Exma. Diputación provincial de Valencia y dirigido por D. Fletcher, tenía como
principal objetivo la delimitación del alcance real que el
fenómeno del vaso campaniforme tiene en el ámbito del
País Valenciano.
Conscientes de las limitaciones que dicho estudio imponía por el mero hecho de circunscribirse a un área
geográfica cuyo papel en la formación y desarrollo de
este complejo fenómeno cultural no era determinante,
nos propusimos desde el principio mismo de nuestra investigación enmarcar los problemas relativos a la cerámica campaniforme dentro de la problemática más general de la secuencia cultural valenciana entre el final del
Neolítico y los inicios de la Edad del Bronce.
Desafortunadamente, son muy pocos los poblados
excavados sistemáticamente, así como los análisis faunisticos, palinológicos y edafológicos. En realidad, tan sólo
en el poblado de la Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia) se han iniciado estudios de este tipo, pero dado que
el yacimiento se encuentra en curso de publicación, y el
peligro de generalizar en exceso a partir de tan escasos
datos, hemos preferido no incluirlos aquí.
Una parte fundamental de nuestro trabajo ha sido la
obtención de un catálogo completo de los yacimientos
campaniformes valencianos, cuya simple visión bastará
para desaconsejar la tradicional concepción del País Valenciano como un área parca en hallazgos de este tipo.
Su confección ha supuesto una de nuestras tareas más
arduas, por cuanto que ha necesitado, además de una revisión bibliográfica, del desplazamiento a los distintos
museos locales y provinciales con el fin de realizar una
documentación gráfica adecuada y completa.
Para la clasificación de los distintos materiales se han
seguido diversos criterios métricos y tipológicos que en
cada cas;o se especifican.
Habida cuenta de que la secuencia cultural establecida con anterioridad a nuestro trabajo ha sido plenamente confJ.Itnada, éste ha pretendido más un acercamiento
a los distintos aspectos culturales sobre los que poseía-
INTRODUCCION
mos suficiente información (cultura material, tipo de hábitat y necrópolis), que una discusión cronológica pormenorizada, aunque ésta tampoco se ha eludido en los
casos en que se ha considerado necesario. Ello, junto
con las comparaciones establecidas con las fases anterior
(Eneolítico Inicial y Pleno) y posterior (Bronce Valenciano), nos ha permitido realizar una doble lectura del registro arqueológico tratado:
1) Una lectura diacrónica, averiguando qué elementos procedían, más o menos evolucionados, de las fases
anteriores; y cuáles perduraban en las posteriores.
2) Y otra sincrónica, en la que, tras describir el
complejo cultural campaniforme, se trataba de averiguar
la incidencia que en él tuvieron las posibles influencias
externas, por un lado, y la propia dinámica cultural interna, por otro.
Ello nos ha permitido valorar adecuadamente tanto
la intensidad de los influjos externos, como la persistencia de tradiciones y corrientes evolutivas locales.
Lógicamente, no hemos podido responder a todas las
cuestiones que han ido surgiendo a lo largo de nuestro
estudio. Generalmente nos hemos limitado a ofrecer hipótesis de trabajo, ya que los datos de que disponíamos
no permitían ir mucho más allá de un planteamiento
adecuado de los términos del problema.
Si algo ha podido quedar mínimamente establecido a
lo largo de nuestra investigación es, sin duda, la constatación de que el Eneolítico valenciano, tomado en su
conjunto, debe interpretarse como una etapa en la que
debido tanto a estímulos culturales externos, como a su
propia dinámica interna, los grupos humanos presentes
aquí desde el fmal del Neolítico irán transformando gradualmente su cultura material y sus tradiciones hasta desembocar en lo que conocemos como cultura del Bronce
Valenciano; con ella desaparecerá finalmente el viejo
fondo cultural neolítico que, en mayor o menor medida,
venía perdurando.
La lectura diacrónica del proceso descrito nos ha
permitido proponer, como hipótesis de trabajo, una interpretación distinta del Eneolítico valenciano, según la
5
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
cual éste debería entenderse tan sólo como un horizonte
cronológico y no como una cultura homogénea y diferenciada. Las dos etapas en que tradicionalmente se ha
venido subdividiendo el periodo responderían a algo más
que simples fases cronológicas dentro del desarrollo de
una cultura, pasando a interpretarse como etapas culturalmente distintas. La primera, el Eneolítico Inicial y
Pleno, más relacionada con el Neolítico Final, con el
que mantiene más puntos de contacto que con el Horizonte Campaniforme, debería considerarse tal vez como
un epígono de éste; mientras que el Horizonte Campaniforme de Transición, prefigurando en parte caracteres
que serán propios del Bronce Valenciano, y arrastrando
también algunas tradiciones anteriores, muestra un notable grado de originalidad y cohesión que permitiría su
caracterización como cultura diferenciada, convirtiéndose así en el auténtico Eneolítico cultural.
Esta originalidad a la que antes aludíamos ha sido
posible documentarla a través del análisis sincrónico.
Sus principales características han sido ya descritas. Nos
6
interesa destacar, sin embargo, el extraordinario desarrollo alcanzado ahora por las especies campaniformes incisas y pseudoexcisas, que en ocasiones presentan desarrollos decorativos originales. Sus relaciones apunta n al
conjunto de las culturas peninsulares del campaniforme
avanzado y, muy especialmente, con el área de Granada
de cuyos poblados proceden la mayoría de los paralelos
para nuestros materiales. Sus límites geográficos son todavía imprecisos, y los propuestos por nosotros están en
función de la escasez de datos referentes a las comarcas
situadas al sur del río Segura y al norte del Xúquer.
Por último, no nos resta más que agradecer a las d iversas instituciones y museos, en la persona de sus directores, que nos han permitido el acceso directo a los materiales, imprescindible en un trabajo como el nuestro.
Especialmente queremos reconocer la deuda contraída
con D. Fletcher quien nos propuso la realización del
presente trabajo, poniendo a nuestra disposición la importante documentación gráfica y bibliográfica recogida
por él mismo durante años.
[page-n-8]
2.
ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION
EN TORNO AL VASO CAMPANIFORME
EN EL PAIS VALENCIANO
Antes de pasar al estudio y valoración del conjunto
de los materiales catalogados en el capítulo IIl del presente trabajo, conviene realizar un previo análisis bibliográfico por cuanto que del mismo han de resultar necesariamente los objetivos y problemas que éste deberá
plantearse.
Los primeros yacimientos con materiales campaniformes dados a conocer en el País Valenciano fueron los de
la Vil· la Filomena (Vila-real) 1 y los de los alrededores
de Belgida (!'Atareó, Benipri, I'Alfogas), cuya primera
noticia diera Bailester 2 , para ser posteriormente publicados por su descubridor 3 • El primero de éstos (Filomena), junto con los escasos fragmentos procedentes del
yacimiento argárico de San Antón (Orihuela), y las problemáticas cerámicas de la Cova del BoJumini (Alfafara)
-cuya publicación realizara posteriormente Pascual 4 fueron los únicos yacimientos valencianos utilizados por
Castillo en su importante síntesis en la que, tras poner
de relieve la escasez de hallazgos campaniformes en
nuestras tierras, éstas quedaban incluidas como una extensión del grupo del SE., y como paso obligado para la
difusión de las especies campaniformes hacia Catalunya
y el S. de Francia 5 •
Desde esta perspectiva no puede sorprendernos el
que la investigación posterior sobre el campaniforme en
esta zona, habida cuenta de que no se producirán nue-
vos hallazgos hasta la década de los 50, sea más bien escasa, limitándose a breves referencias marginales aparecidas en algunos de los trabajos de síntesis publicados
hasta 1950, e incluso en fechas posteriores, en los que
suele aparecer, junto a Andalucía, como posible región
originaria de la cerámica campaniforme en razón de su
riqueza en yacimientos neolíticos. La investigación posterior se encargaría de deslindar convenientemente la cerámica decorada del Neolítico Antiguo y Medio de La cerámica campaniforme.
Esta situación no sufrirá modificaciones importantes
pese a la aparición de nuevos yacimientos, como los del
Barranc del Castellet (Carrícola) 6 , que ya fuera citado
con anterioridad por Ballester 7 , o los de la comarca de
Gandía 8 ; la investigación valenciana 9 considerará al
campaniforme como un fenómeno esencialmente ajeno a
nuestro Eneolítico, explicable bien por las peculiares características culturales de esta zona 10 , o bien como consecuencia de la ausencia de las nuevas ideas religiosas de
la época, manifestadas con el megaJitismo, también
ausente de nuestra geografia 11 •
A este estado de opinión contribuyó de forma muy
notable el hecho de que el importante poblado de la Ereta del Pedregal (Navarrés), cuya secuencia cubría todo el
Eneolítico, no ofreciera entre sus materiales un solo
fragmento de cerámica campaniforme 12 • Así las cosas,
1
SOS y BAYNAT V.: Una estación prehistórica en Villareal. Boletín
de la Sociedad Caste((onense de Cultura, Ul, núm. XXXI, págs. 394 y ss;
IV, núms. X:XXIll/XXXV, págs. 99 y ss; y V, núm. l. págs. 49 y ss. Castellón, 1922, 1923 y 1924.
1
BALLESTER 1.: Unas cerámica.s interesantes del valle de Albaida.
Anafes del Cemro de Cultura Valenciana. fase. 111(1V. Valencia, 192&.
J
JORNET M.: Prehistoria de Bélgida l . Hallazgos Eneolíticos. Archivo de Prehistoria Levantina, l , págs. 91 y ss. Valencia. 1929.
• PASCUAL V.: Nuevo ídolo aculado procedente de la cueva del
Bolumini (Alfafara, Alicante). Archivo de Prehistoria Levamina, VI , págs.
7 y ss. Valencia, 1957.
' CASTILLO A. del: La cultu.r a del vaso campaniforme. Su origen y
extensión por Europa. Barcelona, 1928.
6
PLÁ E.: la coveta del Barranc del Castellet (Carricola, Valencia).
Archivo de Prehistoria Levantina. V, págs. 35 y ss. Valencia, 1954.
7
BALLESTER 1.: la covacha sepulcral del Cami Real, Albaida. Archivo de Prehistoria Levamina. 1, págs. 31 y ss. Valencia, 1929.
• GURREA V., PENALBA J.: Exploraciones en la comarca de Gandía. Archivo de Preshistoria Levantina. 111. págs. 41 y ss. Valencia, 1952.
GURREA V.: Vaso campaniforme en la región de Gandia. Cesaraugusta, 5, págs. 31 y ss. Zaragoza, 1954.
• PLA, op. cit. nota 7.
FLETCHER 0 .: La covacha sepulcral de la ladera del Castillo de Chiva. Archivo de Prehistoria Levn111i11a, VI. págs. 13 y ss. Valencia, 1957.
JORDA F.: Enterramientos en la cueva de la Torre del Mal Paso. Archivo de Prehistoria Levanti11a. VIl, págs. 55 y ss. Valencia, 195&.
TARRADELL M.: El Pais Valenciano del Neolílico a la iberización.
Valencia, 1962.
lLOBREGAT E.: Las cuevas de enterramiento eneolíticas en el Reino
de Valencia.
Tesina de Lice11ciatura. Valencia, 1963.
10
JORDÁ, op. cit. nota 9.
11
FLETCHER. op. cit. nota 9.
12
FLETCH ER 0 .: la Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia). Archivo de Prehistoria Levamina, IX , págs. 79 y ss. Valencia , 1961.
FLETCHER 0., PLÁ E. y lLOBREGAT E.: la Ereta del Pedre~l
(Navarrés, Valencia). E.Ycavaciones Arqueof6gicas en España. 42. Madnd,
1964.
7
[page-n-9]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
este tipo de cerámica sólo podía esperar que se le incluyera como un elemento más - y no precisamente de los
más significativos- dentro de la cultura material propia
del Eneolítico descrita en esas fechas por Plá en base, sobre todo, a los ajuares de las cuevas de enterramiento 13 .
En este sentido, si bien se admitía que no podían retenerse todos los conjuntos como sincrónicos, se reconocía
la imposibilidad de establecer a9ecuadamente su evolución cronológica, resultando por tanto la dificultad de
proponer para el País Valenciano una evolución en dos
fases similar a la documentada para la Cultura de los
Millares a partir de los estudios de los Leisner 14, y para
el Calcolítico portugués a partir de las observaciones estratigráficas realizadas en Vila Nova de Sao Pedro
(VNSP) 1s.
La década comprendida entre 1965 y 1975 señala el
fmal de esta etapa que podríamos denominar de formación en la investigación valenciana respecto del fenómeno campaniforme. Durante ésta se realizará la ya clásica
estructuración del Eneolítico Valenciano en dos fases, la
última de las cuales estaría dominada por la cerámica
campaniforme. El punto de inflexión entre estas dos etapas viene marcado por la comunicación presentada por
Fletcher al IX Congreso Nacional de Arqueología en la
que, a propósito del hallazgo de la Cova de les Aranyes
(Alzira), presenta un catálogo de 15 yacimientos con hallazgos campaniformes, lo que le permite poner en duda
la afirmación de su ausencia en el País Valenciano 16. A
partir de este momento los materiales campaniformes, en
continuo crecimiento, ofrecen un conjunto lo suficientemente amplio como para permitir una primera aproximación a su estudio en relación a la problemática más
general del Eneolítico Valenciano, tarea esta en la que
destacan los trabajos de Llobregat 17 • Este autor, tomando como punto de partida las conclusiones de los Leisner respecto del megalitismo occidental 1 8 , y las nuevas
teorías que para el conjunto del fenómeno campaniforme fueron propuestas por Sangrneister 19 como respuesta
al desfase en que se encontraba la llamada «teoría clási(::1» 20 , realizaría una estructuración de nuestro Eneolítico que, en cierta medida, sigue considerándose válida. A
saber:
Aunque sin poner en duda la validez general de este
esquema, Fletcher 23 matizaría la cronología de la fase
campaniforme, situándola entre el 2000 y el 1600 a.C.,
con lo que penetraría ya dentro de la primera parte de la
Edad del Bronce.
La existencia de una fase de transición entre el Eneolítico y la Edad del Bronce, propuesta también desde los
estudios del Bronce Valenciano 2 4, y caracterizada por la
presencia de los elementos típicos del llamado «ajuar
campaniforme», tal y como fueron definidos por Sangmeister en su «Horizonte del Reflujo» 25 , pronto fue
aceptada por la mayoría de los investigadores valencianos. Sin embargo, subsisten dentro de este esquema algunos problemas sobre los que La investigación posterior
ha volcado sus esfuerzos.
El primero de ellos hace referencia a la relación cronológica existente entre los tipos puntillado e inciso,
cuya cronología relativa no aparece clara en los trabajos
antes citados. En este punto son fundamentales los trabajos realizados por Harrison sobre el campaniforme del
Levante español 26 . Según este autor la distribución del
campaniforme levantino (18 yacimientos citados en su
interesante obra sobre el campaniforme ibérico) refleja
una serie de estilos-horizonte con una firme pero pequeña entrada de campaniformes en una región donde nun-
u PLÁ E.: La covacha de Ribera (Cullera, Valencia). Archivo de
Prehistoria Levantina, VIl, págs. 23 y ss. Valencia, 1958.
•• LEISNER G. y V.: Die Megalitgraber der l berischen Halbinsel.
Der Suden. Berlín, 1943.
u
PAc;O A. DO y ARTHUR N.: Castro Vila Nova de Sao Pedro, 15.
Campanba, 1951. Bróteria, XIV, fase. 3. Lisboa, 1952.
16
FLETCHER D.: Nuevos vasos campaniformes e ·, provincia de
Valencia. IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid, 1965). págs.
106 y ss. Zaragoza, 1966.
11 LLOBREGAT E.: Estudio de los megalitos portu¡¡ueses por los
Leisner, y las cuevas de enterramiento múltiple en el PaiS Valenciano.
Archivo de Prehistoria Levantina, XI, págs. 81 y ss. Valencia, 1966.
LLOBREGAT E.: Del fin del Neolítico de cerámicas impresas al comienzo de la Edad del Bronce en la Región Valenciana. Papeles del Lab.
de Arqueolog"a de Valencia, 9. págs. 3 y ss. Valencia, 1973.
í
LLOBREGAT E.: Nuevos enfoques para el estudio del Neolítico al
Hierro en la Región Valenciana. Papeles del Lab. de Arqueología de Valencia, 11, págs. 119 y ss. Valencia, 1975.
10
LEISNER G . y V.: Die Megalitgraber der lberischen Halbinsel.
Der Westem. Madrider Farschungen. Band 1/ 2. Berlín, 1959.
LEISNER V.: Die Megalitgraber der lberischen Halbinsel. Der Westem. Madrider Forschungen. Band 1/ 3. Berlín, 1965.
19 SANGMEISTER E.: La civilísation du vas campaniforme. Exposé
sur la cívilísatíon du vas campaniforme. En Les Civilisations Arlantiques
du Néolirltique au I'Age du Fer. Acres du premier colloque Atlamique,
págs. 25 y ss. Rennes, 1963.
SANGM EJSTER E.: Los vasos campaniformes portugueses en el marco de las culturas del campaniforme europeo. Asociación Arqueólogos
Portugueses. Conmemoración del 2. 0 centenario. vol. 1, págs. 203 y ss. Lisboa, 1966.
1
CASTILLO, op. cit. nota 5.
11
ALMAGRO GORBEA M .: C-14, 1972. Nuevas fechas para la prehistoria y arqueología peninsular. Trabajos de Prehistoria, XXIX, págs.
228 y SS. Madrid, 1972.
12
SOLER J. M. y FERNÁNDEZ MOSCOSO E.: Terlínques, poblado
de la Edad del Bronce en Víllena. Papeles del Lab. Arqueología de Valencia, 10, págs. 27 y ss. Valencia, 1970.
1
'
F LETCHER D.: Campaniforme. Gran Enciclopedia de la Región
Valenciana. Tomo JI, págs. 306-7. Valencia, 1974.
14
APARICIO J.: Estudio económico y social de la Edad del Bronce
Valenciano. Publicaciones del Archivo Municipal. Serie 3. Estudios monográficos 8. Valencia, 1976.
H
SANGMEISTER, 1963 op. cit. nota 19.
16
HARRISON R . J.: El vaso campaniforme como horizonte delimitador en el Levante español. Cuadernos de Prehistoria y Arqueología Castellonense, 1, págs. 63 y ss. Castellón, 1974.
HARRISON R. J .: The Bell Beaker Cultures of Spain and Portugal.
American School of Prehisroric Research. Bull. 35. Cambridge (Mass.)
1977.
8
Tras un Neolítico li de cerámicas lisas cuyo final
rondaría los comienzos del m milenio a.C., se situarían:
l.
El Calcolítico Pleno, entre el 3000 y el 2000 a.C.,,
y
2.
°
La Transición al Bronce Valenciano, caracterizada por la cerámica campaniforme, los botones en
«V», los brazaletes de arquero y los puñales de
lengüeta, cuya cronología situaba entre el 2000 y
el siglo XIX a.C., admitiendo como válidas las fechas C-14 logradas en los poblados del Bronce
de la Serra Grossa (AJacant) (1865 a.C.)2 1 , y
Terlinques (Villena) (1850 a.C.)2 2 •
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
ca llegaron a establecerse del todo 21 . Esta relativamente
escasa cantidad de yacimientos valencianos con material
campaniforme (recordemos aquí que Fletcher, en su catálogo de 1974, da noticia de 25 yacimientos), aunque
contemplada con cierta extrañeza, obligaría a este autor
a afirmar la inexistencia de un grupo levantino de campaniforme, en el sentido que se le da al complejo de Salamó o Ciempozuelos, o a una concentración genuina
como la de los alrededores de la desembocadura del
Tajo.
De acuerdo con sus teorías respecto del origen y cronología del vaso campaniforme, Harrison propondría el
siguiente esquema evolutivo para el Pais Valenciano:
l . Un Horizonte Antiguo, que denomina «Complejo Marítimo», en el que se incluirían los vasos
campaniformes cordados - tradicionalmente
considerados más recientes 28 - , y los internacionales. Esta fase se situaría en torno al 2200-2000
a.C.
2. Una Fase Reciente, caracterizada por los campaniformes incisos y pseudoexcisos, de tradición
Ciempozuelos, fechables entre el 1700 y el 1400
a.C., pudiendo ser algunos de ellos aún más tardíos. De atú su opinión de que este estilo no puede utilizarse como horizonte cronológico delimitador.
Ciertamente, La tardía datación de los campaniformes
incisos implicaba necesariamente la consideración de su
coexistencia con la cultura del Bronce Valenciano, cuya
cronología inicial se situaba en tomo al 1800 a.C. Ello,
si bien venía a coincidir con la opinión de Fletcher 29
respecto de la perduración del campaniforme durante los
inicios del Bronce Valenciano, planteaba una contradicción dificil de resolver, ya que en ninguno de los poblados de esta cultura había aparecido cerámica campaniforme. Así pues, mantener este esquema suponía el considerar la existencia de dos culturas distintas durante la
amplia banda cronológica situada entre el 1700/ 1600 y el
1400 a.C.: de una parte la cultura del Bronce Valenciano; de otra, el Horizonte Campaniforme. Con lo que el
concepto mismo de transición, implícito en los primeros
estudios, se ponía, parcialmente al menos, en entredicho.
Una solución a este problema fue intentada por Marti, quien admitiría que el vaso campaniforme y sus elementos asociados (botones en «V», brazaletes de arquero, etc.) marcarían el inicio de la transición a la Edad
11
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pág. 82.
CASTILLO A. DEL.: El vaso campaniforme cordado en la Península Ibérica. IV Congreso de lo Unión de Ciencias Pre y Protohistóricos
(Madrid, 1954), págs. 445 y ss. Zaragoza. 1956.
ESTEVE F.: Cerámica de cuerdas en la Plana de Castelló n. IV Congreso de lo Unión de Citmcas Pre y Protohistóricos (Madrid, 1954). págs.
543 y ss. Zaragoza, 1956.
zo FLETCHER. op. cit. nota 23.
28
>o MAR TI B. y GIL SANCHO J.: Perlas de aletas y glóbulos del Cau
Rabosser (Carcaixent. Valencia). Archivo de Prehistoria Levantino, XV.
págs. 47 y ss. Valencia, 1978.
' ' BERNA BEU J.: Los elementos de adorno en el Eneolítico Valenciano. Saguntum, Papeles del Lob. Arqueo. de Volencio, 14, págs. 109 y
ss. Valencia, 1979.
del Bronce, aunque era necesario considerar su amplitud
cronológica más allá del mero concepto de transición, y
así «... si bien en el caso de los tipos marítimos, por
ejemplo, podemos considerar razonable que estemos en
tal transición, en otros casos nos encontraríamos ante
enterramientos y asentamientos propios del Bronce Valenciano...» 30 .
Esta posibilidad, sin embargo, fue desechada por nosotros al considerar que la ausencia de cerámicas campaniformes en los poblados del Bronce excavados hacía
imposible el establecimiento de cualquier relación entre
el campaniforme y la Edad del Bronce en el País Valenciano 31 • Ello no implica, sin embargo, que no existan
durante esta última fase decoraciones cerámicas derivadas de la tradición campaniforme, como han puesto de
relieve los recientes hallazgos de la Muntanya Assolada
(Aizira) 3 2 y el Promontori 33 • En base a ello propusimos
una seriación del material campaniforme en dos fases:
l.
Una primera que vería la aparición de los campaniformes de estilo marítimo y cordado en un
momento avanzado del Pleno Eneolitico, etapa
esta paralelizable con las de Millares 1 y II, y
VNSP 1 y IT en el SE. y Portugal. Cronológicamente se situaría entre el 2500 y el 2000 a.C.
2. Una segunda, dominada por el campaniforme inciso de estilo Ciempozuelos en la que, junto a la
aparición de sus típicos materiales asociados (botones en «V», etc.), ocurriría una proliferación del
instrumental metálico 34. Esta fase, denominada
por nosotros Horizonte Campaniforme de Transición (H.C.T.), se situaría entre el 2000 y el 1800
a.C.
Esta hipótesis fue aceptada en líneas generales por
Martí en dos trabajos posteriores, si bien modificando la
cronología propuesta para el H.C.T., que se prolongaría
hasta aproximadamente el 1700 a.C., fecha que marcaría
los inicios del Bronce Valenciano; ello, por otra parte,
obligaba a considerar elevadas las fechas antes citadas
de Serra Grossa y Terlinques, que venían siendo aceptadas como válidas 35 •
Con todo, el problema residía, como muy bien se encargó de explicitar el propio Martí, en la necesidad de
referir este Horizonte de Transición a los poblados entre
los que se bacía notar la ausencia de una secuencia estratigráfica clara a la que referir y sobre La que poder consJz
MARTI B.: El poblado de la Edad del Bronce de la Muntanya
Assolada (Aizira, Valencia). Comunicación presentada al XVI Congreso
Nocional de Arqueología (Murcia-Cartagena, 1982), págs. 259 y ss. Zaragoza, 1983.
JJ
RAMOS R.: El promontorio del Aigua Dol~ y Salá de Elche.
Avance de su estudio. Archivo de Prehistoria Levantino, XVI, págs. 197
y ss. Valencia, 1981.
RAMOS R.: Actividad arqueológica de Jos museos de Elche. 1980·81.
Revisto d 'Eiig, 1982.
34
LERMA J. V.: Los orígenes de la metalurgia en el País Valenciano. Archivo de Prehistoria Levantino, XVI, págs. 129 y ss. Valencia, 1981.
"
MARTI B.: El Eneolitico. en Nuestro Historio. Vol. l. págs. 125
y ss. Valencia, 1981.
MARTI B.: La Cova Santa (Vallada, Valencia). Archivo de Prehistoria
Levantino, XVI , págs. 159 y ss. Valencia , 1981.
9
[page-n-11]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
tatar los resultados obtenidos en el estudio de las necrópolis.
Es en este punto donde incidirán decisivamente los
más recientes resultados obtenidos en dos importantes
_
yacimientos valencianos: uno conocido desde antiguo, la
Ereta del Pedregal; y otro de reciente descubrimiento,
pero cuya publicación planteaba ya la necesidad de cambiar la tradicional valoración del fenómeno campaniforme en el País Valenciano: El Promontori de l'Aigua
Dol~ y Salada (Elx).
La reanudación, a partir de 1976, de las excavaciones
en la Ereta del Pedregal bajo la dirección de Enrique
Plá, y con la colaboración de un amplio equipo interdisciplinar en el que participamos, dio como resultado el
establecimiento de cuatro fases de habitación en el poblado que cubren el lapso de tiempo comprendido entre
el Neolítico Final de cerámicas lisas y los inicios de la
Edad del Bronce (2800/2700 - 1700/ 1600 a.C.)3 6 • De
ellas nos interesan ahora los niveles Ill y IV.
La importancia del nivel III proviene del hallazgo en
él de varios fragmentos campaniformes incisos, un botón
piramidal de perforación en «v», y una hoja metálica
fragmentada perteneciente a una punta o pequeño puñal, todo lo cual permite atribuir este nivel al H.C.T. delimitado en las necrópolis.
A este nivel se superpone el superficial que incorpora
ya algunos materiales que hasta ahora venían considerándose típicos del Bronce Valenciano: los dientes de
hoz; y para Jos que, sin embargo (vide punto IV.4), habría que aceptar la posibilidad de su aparición en contextos anteriores.
Así pues, nos encontraríamos ahora por primera vez
ante un nivel, el III, cuyos materiales lo relacionan con
el H .C.T., estratigráficamente aislado entre un Bronce
Valenciano inicial, representado por el nivel IV, y el
Eneolítico Pleno del nivel ll.
Al parecer, una secuencia estratigráfica similar a la
descrita para la Ereta ha sido obtenida en el interesante
poblado de El Promontori, de donde, además, procede
el más importante lote de materiales campaniformes de
estilo inciso encontrado en el País Valenciano. Según su
excavador 37 , el yacimiento presenta tres niveles diferenciados:
- el superior, Estrato A, caracterizado por la presencia de cerámicas lisas de factura más tosca que
las de los estratos inferiores, entre las cuales algunas presentan una decoración incisa claramente
derivada de la temática campaniforme anterior.
Culturalmente se incluiría dentro ya del Bronce
Valenciano. Esta atribución, sin embargo, sería
rectificada posteriormente 38 , considerando este
estrato como de transición a la Edad del Bronce.
En nuestra opinión, y dejando aparte el problema de
la excesiva antigüedad de las fechas propuestas, el verdadero horizonte de transición a la Edad del Bronce seria
el representado por el Estrato B, claramente relacionable
con nuestro H.C.T. El Estrato A podría considerarse,
con la limitación que supone la ausencia de otros restos
además de los cerámicos en el poblado, como un Bronce
valenciano en el que todavía algunas cerámicas presentan una decoración heredada de la técnica y temática
campaniformes; mientras que el Estrato C se correspondería con lo que se ha venido denominando Pleno Eneolítico. Por otra parte, la presencia de cerámicas decoradas mediante la técnica de la incisión ha sido también
constatada en los hallazgos de la Muntanya Assolada,
poblado del Bronce Valenciano 39 • Todo ello confirmaría
nuestra suposición de que la cerámica campaniforme no
penetra dentro del mundo cultural del Bronce Valenciano 40 , y que la aparición dentro de esta cultura de determinados elementos que, como las cerámicas decoradas
arriba citadas, o algunos tipos de brazaletes de arquero
- considerados en un principio representativos del
Bronce Valenciano 41 y botones de perforación en
«v», típicos del H .C.T., más que su coexistencia, indicarían las raíces culturales del Bronce Valenciano dentro
del Horizonte Campaniforme.
Intencionadamente, hemos dejado para el final las interpretaciones que sobre el campaniforme en particular,
y el Eneolítico en general, han sido recientemente formuladas por algunos investigadores valencianos. De acuerdo con ellos 42 , el Eneolítico Valenciano se iniciaría en
torno al 3000 a.C.; entre esta fecha y el 1600 a.C., momento en que comenzaría el Bronce Valenciano, se desarrollarían las siguientes etapas:
- el inferior, Estrato C, caracterizado por la presencia exclusiva de cerámicas lisas, correspondería a
su Eneolítico I, fechable entre el 3000 y el 2500
a.C.
- el medio, Estrato B, caracterizado por la extraordinaria abundancia de cerámicas campaniformes
incisas, correspondería al Eneolítico 11, fechable
entre el 2500 y el 2000 a.C.
Eneolítico 1 (3000-2500 a.C.), en el que se inician
las instalaciones al aire Libre y comienzan a utilizarse Jos primeros instrumentos metálicos.
2. Eneolítico li (2500-2000 a.C.). Entre el final del
Eneolítico 1 y los comienzos del Il adquiriría un
notable incremento la cerámica campaniforme,
gestada a caballo del Sistema Ibérico, con técnica
y temática decorativas heredadas del viejo fondo
de la «Cultura de las Cuevas», y en un sentido
Jo
PLÁ E., MARTI B. y BERNABEU J.: La Ercta del Pedregal (Navarrés, Valencia) y los inicios de la Edad del Bronce. Com11nicación pre·
sentada el XVI Congreso Nacional de Arq11eología (Murcia·Cartagena,
1982), págs 239 y ss. Zaragoza, 1983.
Jl
RAMOS, 1981~ op. cit. nota 33.
JI
RAMOS, 1982, op. cit. nota 33.
J9
MARTI, op. cit. nota 32.
•o BERNABEU, op. cit. nota 31.
~ 1 PLÁ E.: Los llamados brazaletes de arquero y el Eneolitico Vale!lc¡ano. XIII Congreso Nacional de Arqueología (Sevilla-Málaga, 1963),
pags. 216 y ss. Zaragoza, 1964.
42 _
APARICIO J.: Sima de la Pedrera (Benicull, Poliñá del Júcar)
(Valencia). Archivo de Prehistoria Levantina, XV págs. 69 y ss. Valencia
1978.
•
•
APARICIO J ., MARTÍNEZ PERONA J. V., VIVES E. y CAMPILLO 0 .:
Las raíces de Bañeres. Dto. H." Antigua. Univ. de Valencia. Serie Arqueológica, 8. Valencia, 1981.
l.
10
[page-n-12]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
más amplio en toda la vertiente mediterránea peninsular. El primer tipo en aparecer sería, lógicamente, el inciso.
3. Eneolitico I1I (2000-J 700 a.C.), caracterizado por
la perduración de la cerámica campaniforme y la
instalación de los hábitats en lugares altos amurallados.
4. Periodo de transición del Eneolítico a la Edad
del Bronce, entre el 1700 y el 1600 a.C.; caracterizado por la presencia de ciertos útiles asociados
a los vasos campaniformes: botones en «V», brazaletes de arquero, puñales de lengüeta, etc.
Por lo que se refiere al problema del origen y cronología del vaso campaniforme, las investigaciones recientes sobre el Neolítico mediterráneo peninsular 43 han
puesto de relieve dos hechos fundamentales que impiden
establecer cualquier relación genética entre el campaniforme y la «Cultura de las Cuevas» al estilo de la apuntada por estos investigadores:
- Que la «Cultura de las Cuevas», tal como la entendiera Bosch, no posee una entidad cultural definida, sino que en su interior subyacen varias fases claramente diferenciadas: 1) el Neolítico Antiguo Cardial y 2) el Neolítico Medio de cerámicas
incisas, acanaladas e impresas no cardiales.
- Que la cronología de estas dos etapas no rebasa el
3500 a.C., quedando, por tanto, suficientemente
alejadas de las fechas iniciales propuestas para el
vaso campaniforme. El espacio cronológico existente entre ambos momentos, estaría ocupado por
otras tres fases culturales: 1) El Neolítico Superior
con cerámicas esgrafiadas, paralelizable con el
Chasense en el S. de Francia; 2) el Neolítico Final
de cerámicas lisas; y 3) el Eneolítico.
nuestro entender, conflrma la mayor antigüedad del tipo
marítimo.
Por lo que se refiere al esquema propuesto para la
evolución del Eneolítico valenciano, habrá que esperar a
que se publiquen los yacimientos, estratigrafías y materiales que lo conflrmen, dado que los datos de que actualmente disponemos no permiten mantener dicha hipótesis.
En suma, a través de lo expuesto en las páginas anteriores, hemos podido observar cómo la investigación ha
establecido para el País Valenciano una periodización en
dos fases entre el final del Neolítico y los comienzos de
la Edad del Bronce:
l . Una primera, denominada Pleno Eneolítico y paralela a las fases Millares 1 y ll, y VNSP I y II
en el SE. y PortugaL Esta fase estaría representada por el nivel II de la Ereta y el Estrato C de El
Promontori en los poblados, así como por gran
parte de las cuevas de enterramiento múltiple.
Cronológicamente se situaría entre el 2500/2400
y el 2000 a.C. Hacia el final de este período aparecería la cerámica campaniforme de estilo marítimo. De acuerdo con la información actualmente disponible, no resultaría factible el dividir el
Pleno Eneolítico en dos fases, la más reciente de
las cuaJes vería la aparición del primer campaniforme.
2. El Horizonte Campaniforme de 1,'ransición a la
Edad del Bronce, paralelo a las culturas campaniformes de SaJamó y Ciempozuelos. Esta fase,
representada por el nivel 111 de la Ereta y el estrato B de El Promontori, así como por Jos enterramientos de la Sima de la Pedrera y la Cova
deis Gats, entre otros, vería el extraordinario desarrollo del campaniforme inciso, en asociación
con los brazaletes de arquero, los botones de perforación en «v», Jos puñales de lengüeta y las
puntas de Palmela, algunos de los cuales perdurarán en mayor o menor medida durante el
Bronce Valenciano. Cronológicamente se situaría
entre el 2000 y el 1700/ 1600 a. C.
A la luz de estos datos, Harrison 44 criticó acertadamente las antiguas concepciones sobre la relación existente entre el campaniforme y la «Cultura de las Cuevas», situando los orígenes de éste en los alrededores del
estuario del Tajo, en fechas cercanas al 2200 a.C., proposición aceptable en el estado actual de la investigación.
En lo que respecta a la cronología relativa de los tipos puntillado e inciso, el esquema parece ignorar tanto
las aportaciones realizadas por Harrison, como el hecho
de que la prioridad del tipo marítimo o internacional ha
sido documentada en las estratigrafías del Castro de Rotura 45 y de los Castillejos de Montefrío 46 , lo que, a
Sin embargo, existen algunas cuestiones sobre las que
la investigación, preocupada por el establecimiento de la
secuencia cronológica, no ha podido volcar su atención.
Nos referimos al pretendido carácter intrusivo de las cerámicas campaniformes en nuestras tierras y, sobre todo,
43
Nos referimos aquí solamente a las obras más recientes donde
podrá encontrarse una amplia bibliografía sobre el tema.
G UJLAINE J.: La chronologie du Néolithique lbérique. Tra••au.Y de
1'111stilllt ti'Art Préhistorique, XXII, págs. 231 y ss. 1981.
MARTl B.: El Neolítico de la Península Ibérica. Estado actual de los
problemas relativos al proceso de neolitización y evolución de las cultu·
ras neolíticas. Saguntum. Papeles del Lab. Arqueo. de Valencia, 13. págs.
59 y ss. Valencia. 1977.
NAVARRETE, M. S.: La Cultura de las cuevas con cerámica decora·
da en Andalucía Oriental. U11iversitlad de Gra11ada. 1976.
M UI'IOZ A. M.: El Neolítico Continental Andaluz. Comunicación al
VIl Symposium de Prelristoria Pe11i11sular. Córdoba, 1976.
BERNABEU J.: La evolución del Neolítico en el País Valenciano.
Aportaciones al conocimiento de las cu lturas neolíticas en el extremo oc·
cidental del Mediterráneo. Re1>ista del Instituto de Estudios Alicaminos.
37. págs. 85 y ss. Alicante, 1982.
•• HARRtSON R. J.: Origins of the Bell Beaker Cultures. Amiquity,
XLVIII, págs. 99 y ss. Newburry, 1974.
HARRISON R. J.: Beaker Cultures of Iberia, France and the West
Mediterranean lslands, 2200· 1500 BC. en Beakers in Britain and Euro pe:
four studies. BAR Suplememary Series, 26, págs. 5 y ss. Oxford, 1977.
HARRISON. 1977, op. cit. nota 26.
41
DOS SANTOS GON<;ALVES V.: 0 Castro de Rotura e o Vast>
Campaniforme. Juma dístrital de Sétubal, 1971.
•• ARRIBAS A. y MOLINA F.: Nuevas aponaciones al inicio de la
metalurgia en la Península Ibérica. El poblado de los Castillejos de Mon·
tefrío (Granada). en The origins of metallurgy in Atlantic Europe. Pro·
cedings of thefifth Arlamic Col/oquium, págs. 7 y ss. Dublín, 1978.
11
[page-n-13]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
al problema de la definición cultural, cronológica y espacial del fenómeno campaniforme, respondiendo a la pregunta de si es posible hablar de un «grupo o cultura»
campaniforme, al estilo de Salamó o Ciempozuelos, o si,
por el contrario, éste no supone más que UD leve barniz
sobrepuesto a las tradiciones culturales propias del País
Valenciano.
12
Para ello, resulta necesario analizar el. conjunto de la
cultura material (metalurgia, cerámica, sílex, etc.) de lo
que hasta ahora hemos venido denominando Horizonte
Campaniforme de Transición, y que en el discurrir de las
páginas subsiguientes, se nos revelará como UD auténtico
grupo cultural campaniforme ligado a la parte más meridional del País Valenciano, entre las márgenes de los
ríos Xúquer y Segura.
[page-n-14]
3.
3.1.
CATALOGO DE MATERIALES
INTRODUCCION
En el presente catálogo se incluyen todos aquellos
yacimientos que, total o parcialmente, se relacionan con
el fenómeno campaniforme. Alguno de ellos, como es el
caso del Puntal de los Carniceros, se ha incluido debido
a que siempre se le ha supuesto una cronología campaniforme, aunque en nuestro estudio parece demostrarse su
pertenencia a etapas culturales más avanzadas.
Para su confección hemos seguido una serie de normas cuya explicitación resulta conveniente para un mejor manejo y comprensión del mismo:
1. Todos Jos yacimientos se encuentran numerados
de Norte a Sur en orden creciente. Dicho número, situado en el encabezamiento, identificará al
yacimiento en el mapa de distribución confeccionado.
2. La presentación de cada yacimiento se realiza
siempre de acuerdo con el siguiente esquema:
Número-Nombre-y Población a la que pertenece el yacimiento. En los casos en los que el
nombre del mismo coincida con el de la población, se suprimirá este último epígrafe.
l.
Il.
III.
Descripción y características del yacimiento.
Localización de los materiales (museos, colecciones, etc.).
Inventario de los materiales.
Los criterios seguidos a la hora de inventariar los materiales no han sido siempre los mismos, variando según las caracteristicas propias del yacimiento. Así, en los
yacimientos que podían considerarse como
conjuntos cerrados (Gats, Ereta 111, etc.),
se han catalogado todos sus materiales;
mientras que en aquellos otros de amplia
duración cronológica, se ha optado por in-
IV.
cluir sólo aquellos de clara filiación campaniforme, salvo en los casos en que, por
encontrarse inédito, hemos estimado oportuno publicar todo el conjunto.
La presentación de documentación gráfica depende en ambos casos de la existencia o no de publicaciones previas modernas y accesibles, de que se hallen o no
en curso de publicación, etc. En cualquier
caso se ha procurado por nuestra parte
ofrecer una amplia documentación gráfica
de los distintos aspectos de la cultura material.
Todos los materiales llevan, asimismo,
un número de inventario por el que podrán fácilmente identificarse en las distintas láminas y figuras.
Bibliografía referida al yacimiento, que en
ningún caso pretende ser exhaustiva, sino
facilitar el acceso a la documentación original del mismo.
3) Como excepción, La bibliografía de este capítulo
se presentará al final del mismo.
3.2.
3.2. 1.
l.
CATALOGO DE YACIMIENTOS Y MATERIALES
VILAFAMES
Hallazgo casual carente de contexto arqueológico
realizado en la ladera del cerro del castillo. Tradicionalmente se les ha considerado propios de la
cultura campaniforme, si bien dentro de un momento muy avanzado de la misma. Sin embargo,
la temática decorativa de estos cuencos se aleja de
la común dentro del H.C.T., por lo que resulta di13
[page-n-15]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
II.
III.
IV.
3.2.2.
l.
U.
111.
ficil , dada la ausencia de otros materiales, su inclusión dentro de esta fase.
Museo local de Vilafames.
l. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
2. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
3. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
Gusi, 1972; Mesado, 1974; Harrison, 1977.
VIL·LA FILOMENA (VILA-REAL)
Poblado y necrópolis de llanura con silos. Descubierto en los años 20, constituye el punto más meridional en que se documenta el campaniforme
cordado. De acuerdo con lo publicado, en él se localizaron unos 35 silos con abundantes materiales
arqueológicos y algunos restos humanos que incluyen seis cráneos.
Colección de Esteve Gálvez. Castelló.
Todos los materiales reseñados a continuación,
tanto los vasos impresos y cordados, como los escaslsimos fragmentos incisos, constituyen un único
conjunto, por cuanto que la excavación no permitió aislar los materiales pertenecientes a los distintos silos. La afirmación de que los fragmentos
incisos proceden del poblado, mientras que los impresos y cordados corresponden a la necrópolis
(Harrison, 1977: 203), carece de fundamento. En
su conjunto, puede considerarse un yacimiento correspondiente a la primera fase campaniforme,
siendo los ya citados fragmentos incisos indicativos de su posible perduración en momentos posteriores. Los materiales han sido recientemente publicados en su totalidad por Harrison (1977), por
ello, aun cuando aparezcan aquí totalmente inventariados, tan sólo presentaremos la documentación
gráfica de los más significativos, indicando en caso
contrario la referencia bibliográfica donde aparecen dibujados.
l.
2.
3.
4.
5.
14
Vaso campaniforme de estilo marítimo
(lám. 1).
Tres fragmentos del galbo de un mismo
vaso campaniforme de estilo marítimo.
(Harrison, 1977, fig. 86, 1947).
Un fragmento de la base de un vaso campaniforme con decoración puntillada. (Harrison, 1977, fig. 86, 1748).
Tres fragmentos de borde con decoración
puntillada. (Harrison, 1977, 1749); y
(lám. 2).
Varios fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme con decoración cordada al
IV.
exterior y al interior (7 lineas paralelas
bajo el borde) (lám. 2).
6. Dos fragmentos pertenecientes, probablemente, a la base del vaso n.o 5. (Harrison,
1977, fig. 87, 1751).
7. Un fragmento de borde con decoración
cordada. (Harrison, 1977, fig. 87, 1752).
8. Quince fragmentos de galbo con decoración mixta. (Harrison, 1977, fig. 87, 1753 a
59 y 1764); y (lám. 2).
9. Nueve fragmentos de borde con decoración mixta (cordada y puntillada). (Harrison, 1977, fig. 87, 1760 a 63); y (lám. 2).
10. Un fragmento de base con decoración
mixta. (Harrison, 1977, fig. 87, 1765).
11. Cuatro fragmentos de galbo con decoración campaniforme incisa. (Harrison,
1977, fig. 87, 1768).
Sos y Baynat, 1922, 23 y 24; Esteve Gálvez, 1954;
Harrison, 1977.
3.2.3. PARTIDA DEL SOU (VJLAVELLA)
I.
ll.
111.
IV.
3.2.4.
l.
11.
III.
IV.
Posible yacimiento de superficie del que se han recuperado algunos materiales de adscripción eneolítica junto con el fragmento campaniforme que inventariamos.
Museo local de Borriana.
l . Fragmento de galbo con decoración incisa
y pseudoexcisa (lám. 6).
Vicent y Barceló, 1977, lám. 2.
PUNTAL SOBRE LA RAMBLA CASTELLARDA (LLJRIA)
Poblado situado sobre un pequeño cerro. Al parecer, conserva los restos de una posible muralla.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
El yacimiento se encuentra en estudio por sus excavadores, por lo que inventariamos aquí el material campaniforme dado a conocer en las noticias
publicadas. En lo que respecta al material lítico
destaca la gran abundancia de puntas de flecha y
la ausencia, entre lo publicado, de dientes de hoz.
l. Seis fragmentos de galbo con decoración
campaniforme incisa (lám. 6).
Aparicio, Martinez y San Valero, 1977.
3.2.5. COV A DE ROCAFORT
I.
Cueva natural de enterramiento múltiple vaciada
al construir unas edificaciones en el casco urbano
de Rocafort. De ella sabemos que contuvo un número mínimo de 4 inhumados.
[page-n-16]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
U.
lll.
Fragmento de botón de hueso con perforación en «V». (Aparicio e H is Catalá, 1977,
fig. 31).
3. Cuatro fragmentos de punzón de hueso.
(Aparicio e H is Catalá, 1977, pág. 75.)
4. 244 cuentas discoidales en hueso y lignito.
1 cuenta en tonelete.
3 cuentas de vértebra de pescado.
5 pectúnculos con el natis perforado.
8 cuentas de dentalium.
30 conus y cipraeas perforadas.
(A paricio e H is Catalá, 1977, pág. 75.)
2.
M u seo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien no existe cerámica campaniforme procedente de este yacimiento, la presencia en él de
otros materiales de clara cronología campaniforme
obliga a incluirlo en el inventario.
IV.
l. Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
2. Tres puntas de flecha de aletas y pedúnculo.
3. Concha perforada de Púrpura H emastoma.
4. T res mil cuentas discoidales de concha y
caliza.
5. Trescientas noventa y cuatro cuentas discoidales de pizarra.
6. Diez cuentas discoidales de piedra roj iza.
7. Una cuenta tubular en piedra blanda rosada-clara (nummaquela).
8. Puñal de lengüeta de cobre (?) muy deteriorado (fig. 8).
Ba llester, 1944.
5.
IV.
3.2.8.
l.
3.2.6.
l.
ll.
lll.
IV.
3.2.7.
l.
Il.
ITI.
ASILO DEL BOU (CULLERA)
Grieta subterránea descubierta y vaciada durante
la guerra civil. Las circunsta ncias del hallazgo impidieron la realización de las oportunas excavaciones y la recuperación del conjunto del ajuar.
M useo local de Cullera.
A juzgar por su tipología, existen aquí materiales
de épocas diversas (hojitas de dorso, puñal de lengüeta), lo que obliga, dada la ausencia de otra información, a inventariar exclusivam ente aquéllos
más directamente relacionados con el fenómeno
campaniforme.
l. Brazalete de arquero ahusado con dos perforaciones. Arenisca (fig. 10).
2. Puñal de lengüeta dentada en cobre (?) con
hoja de sección trapezoidal (fig. 10).
Aparicio e H is Catalá, 1977, pág. 75 y ss.
COVA DE GINER (CULLERA)
Estrecha grieta aprovechada como depósito funerario. Las excavaciones se han reducido al cribado
de algunas tierras. Se desconoce el número de
inhumados.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
La presencia de dos botones en <
fechable en el H .C.T., por lo que inventariamos
todos sus materiales.
l. Botón piramidal de hueso con perforación
en «V». (Aparicio e His Catalá, 1977).
ll.
Ill.
3 fragmentos cerámicos probablemente
pertenecientes a un cuenco globular liso.
(Aparicio e H is Ca talá, 1977, fig. 3 1).
Aparicio e His Catalá, 197":', pág. 73-75.
SIMA DE LA PEDRERA (POLINY A DE
LA RIBERA)
Pequeña sima de enterramiento. Los inhumados,
entre 7 y 12, fueron vertidos por la chimenea de
acceso a la sima, encontrándose dispersos sin orden alguno. Se trata, pues, de un segundo enterramiento semejante a los propios del Pleno Eneolítico.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
La Sima de la Pedrera constituye uno de los pocos
conjuntos cerrados dentro de nuestro H .C.T., por
lo que pasamos a catalogar todos sus materiales.
l. Vaso campaniforme de suave perfil en S y
base plana. Decoración incisa (lám. 7).
2. Vaso campaniforme de marcado perfil en
S y base en ónfalo. Decoración incisa
(lám. 7).
3. Cuenco hemiesférico de base en ónfalo.
Decoración puntillada (fig. 11 ).
4. Cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 11).
5. Fragmento de galbo con decoración incisa campaniforme (Aparicio, 1978, fig. 9).
6. Cuenco hemiesférico liso (fig. 12).
7. Cuenco hemiesférico de base en ónfalo.
Liso (fig. 12).
8. Cuenco hemiesférico plano. Liso (fig. 12).
9. D os cuencos globulares lisos (fig. 12).
lO. Puñal de ancha lengüeta dentada en cobre (?) (lám. 7).
11 . Punta de Palmela de cobre (?) (lám. 7).
12. Punzón corto de cobre (?) de sección cuadrada (fig. 11).
13. Dos botones de hueso, cónicos con perforación en «Y» (fig. 11 ).
15
[page-n-17]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Fragmento de espátula de hueso de sección plana (fig. 11).
15. Una cuenta de collar cilíndrica en piedra
rojiza ¿rodonita? (fig. 11 ).
16. Ciento treinta y nueve cuentas discoidales
en materias diversas (Aparicio, 1978, lám.
VI).
17. Una punta de flecha de aletas y pedúnculo. Sílex.
18. Dos Conus y una Cypraea perforados
(Aparicio, 1978, lám. VI).
Aparicio, 1978.
14.
IV.
Il.
m.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia y colección particular de D . Antonio
Martínez (Aizira).
Dado el interés del yacimiento, así como el hecho
de que la mayoría de estos materiales permanezcan esencialmente inéditos, inventariamos todos
ellos.
l.
2.
3.
3.2.9.
l.
U.
111.
IV.
COVA DE LES ARANYES (ALZIRA)
Posible cueva de enterramiento de la que sólo se
han recuperado las tres piezas campaniformes abajo inventariadas. No se han encontrado restos humanos.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Los tres vasos campaniformes encontrados pertenecen claramente al estilo marítimo, con excepción
del n.• 2, más cercano al llamado estilo compuesto. De ahi que incluyamos el yacimiento dentro de
la primera etapa campaniforme.
l. Vaso campaniforme de base en ónfalo. Decoración puntillada (fig. 1; lám. 3).
2. Vaso campaniforme fragmentado con decoración puntiJiada (fig. 1; lám. 3).
3. Fragmento de galbo perteneciente a un
vaso campaniforme con decoración puntiUada (fig. 1)
Harrison, 1977; Fletcher, 1966.
4.
5.
6.
7.
·8.
9.
1O.
!l.
12.
13.
14.
15.
3.2. 10. COVA DELS GATS (ALZIRA)
16.
l.
17.
18.
Cueva de enterramiento con materiales pertenecientes al H.C.T. y, probablemente, a la Edad del
Bronce. El grueso de los materiales procede de donaciones y colecciones particulares consecuencia
de las rebuscas clandestinas efectuadas en el yacimiento; tan sólo un pequeño lote de materiales
procede de la prospección y cribado de tierras
efectuado en el yacimiento por Asunción Perepérez, Agustín Ferrer, Francisco Arbona, Rafael
Matoses, M.• Jesús de Pedro y M .• Dolores Llavador, colaboradores del Servicio de Investigación
Prehistórica. Debido a todas estas circunstancias
desconocemos los datos referentes al número de
inhumados, forma de deposición de éstos y su relación con Jos ajuares. Con todo, y a excepción
hecha de algunas piezas claramente relacionables
con la Edad del Bronce, el ajuar funerario de la
Cova deis Gats es tipológicamente uniforme y
puede encuadrarse perfectamente dentro del
H. C.T.
16
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Once fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme con decoración puntillada
e íncisa (fig. 13).
Vaso campaniforme con decoración incisa
(fig. 13; lám. 8).
Vaso campaniforme con decoración incisa
(desaparecido) (lám. 9).
Vaso campaniforme inciso y pseudoexciso
(fig. 13).
Un fragmento del borde de un vaso campaniforme inciso (fig. 13).
Cuenco de perfil en S campaniforme con
decoración íncisa (fig. 14; lám. 10).
Cuenco con hombro y decoración incisa
campaniforme. Base en ónfalo (fig. 15;
lám. 11).
Cuenco globular con decoración campaniforme incisa (desaparecido) (lám. 9).
Cuenco globular con base aplanada. Decoración incisa (fig. 14).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 16).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 17).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 17).
Cuenco de tendencia hemiesférica. Liso
(fig. 16).
Cuenco globula.r liso (fig. 17).
Cubilete troncocónico de base poco convexa (fig. 16).
Olla globular con cuello corto exvasado.
Lisa (fig. 17).
Cubilete de carena alta. Liso (fig. 16).
Fragmento de vaso carenado con pequeña asita vertical anular, sobre la carena.
Liso (fig. 16).
Gran vaso globular de base convexa. Liso
(fig. 16).
Fragmento de base en ónfalo. Liso.
Fragmento de base de copa tipo frutero.
Liso (fig. 16).
Varios fragmentos de cerámica lisa.
Puñal triangular de cobre (?) con tres remaches para el enmangue (fig. 18).
Punta de Palmela de cobre (?), de forma
degenerada, muy cercana al tipo Pragan~
(fig. 18).
Punzón con engrosamiento central. Cobre
(?) (fig. 18).
[page-n-18]
EL VASO CAMPANIFORME EN .EL PAIS VALENCIANO
26.
27.
IV.
Arete de cobre (?) (fig, 18).
Largo punzón biapuntado de cobre (?) de
sección cuadrada (fig. 18).
28. Brazalete de arquero ahusado. Arenisca
(fig. 18; lám. 8).
29. Fragmento de botón triangular con perforación en «V». Hueso.
30. Espátula plana de hueso (fig. 18).
31. Dos fragmentos de punzón sobre tibia de
conejo.
32. Fragmento de punta de aguja de hueso de
sección circular.
33. Dos azuelas de piedra pulida grisácea
(fig. 18).
34. Raspador de sílex sobre hoja retocada
(fig. 18).
35. Dieciséis puntas de flecha en sílex con re-·
toque plano bifacial (fig. 18):
- una bipunta foliácea.
- siete puntas losángicas.
- una punta cruciforme.
- dos puntas pedunculadas.
- cuatro puntas de aletas y pedúnculo.
-una punta irregular.
36. Seiscientas sesenta y cuatro cuentas discoidales en caliza y pizarra.
Una cuenta discoidal en hueso.
Tres cuentas discoidales en piedra verde
(calaíta).
37. Una Cypraea perforada.
Inédito. Existen noticias en Fletcher, 1966; Harrison, 1977.
111.
IV.
3.2.12. COVA DE XARTA (CARCAIXENT)
l.
H.
111.
3.2.1 1. COV A D'ALFONS (ALZIRA)
I.
ll.
Cueva de habitación y enterramiento con materiales diversos. La prospección realizada en el yacimiento evidenció la existencia de cuatro niveles superpuestos:
- el superficial, de O á 33 cm., con materiales revueltos. Nivel l.
- un nivel de la Edad del Bronce, entre 33 y
155 cm., en el que no se encontraron restos humanos. Nivel II.
- un nivel posiblemente de enterramiento con varios huesos y dientes humanos, relacionables
con nuestro H.C.T., entre 155 y 227 cm. Nivel
Ill.
- por debajo de este nivel último se excavó todavía hasta los 250 cm., pero la escasez de materiales (una punta de flecha , una hoja retocada),
impide su adscripción precisa. Nivel IV.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Dado el interés que presenta la estratigrafia, inventariamos aquí los materiales pertenecientes a
los niveles del Bronce y del H.C.T.
A) Nivel Campaniforme
l. Cuenco globular con decoración incisa
y pseudoexcisa (fig. 19).
2. Fragmento borde de vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 19).
3. Cubilete troncocónico liso (fig. 19).
4. Cuenco hemiesférico plano. Liso
(fig. 19).
B) Nivel de la Edad del Bronce
5. Fragmento borde decorado con impresiones de punzón e incisiones
(fig. 19).
6. Fragmento borde con pequeño resalte
decorado con ungulaciones (fig. 19).
7. Vaso de perfil en S (fig. 19).
8. Escudilla (fig. 19).
Martínez, 1981.
IV.
Pequeña cavidad de enterramiento. Sólo se han
efectuado prospecciones superficiales, por lo que
se desconoce tanto el número de inhumados como
las características del enterramiento.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien no existen excavaciones sistemáticas, la tipología de sus materiales hace pensar en un pequeño enterramiento del H.C.T.
l . Puñal de cobre (?) de ancha lengüeta dentada (fig. 10).
2. Punzón corto de cobre (?) de sección cuadrada (fig. 10).
3. Anillo de cobre (?) de sección cuadrangular
(fig. 10).
4. Punta de flecha de aletas y pedúnculo. Sílex (Martí, 1978, fig. 5).
5. Dos Cardium con el riatis perforado (Martí, 1978, fig. 5).
Martí y Gil Sancho, 1978.
3.2.13.
l.
Il.
COVA DEL BARRANC DE LES MERA VELLES (ESTUBENY)
Cueva de enterramiento. Los materiales encontrados, procedentes de meras prospecciones superficiales, son escasos, destacando la presencia de los
fragmentos campaniformes.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
17
[page-n-19]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
lll.
IV.
Fragmento de recipiente con labio engrosado y paredes rectas exvasadas. Decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 1; lám. 6).
2. Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 1; lám. 6).
Fletcher, 1970, pág. 73; Harrisoo, 1977, pág. 20 l.
l.
3.2.14.
l.
II.
IU.
18
LA ERETA DEL PEDREGAL (NAVARRES)
Poblado de llanura con construcciones de piedra
de planta rectangular o irregular. Conserva restos
de una posible muralla, construida durante la fase
ID del poblado. Conocido como yacimiento arqueológico desde el siglo pasado, su excavación se
inicia en 1942, por parte del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia, publicándose una
pa rte de los trabajos allí realizados.
La reanudación de las excavaciones en 1976 ha
permitido aislar cuatro fases de habitación en el
poblado:
- Ereta I, la más antigua, se correspondería
con el Neolítico Final de cerámicas lisas. Cronología 2800-2500 a.C. aproximadamente.
- Ereta 11, correspondería a la llegada de las primeras influencias millarenses (ídolos oculados,
platos de borde vuelto, etc.) que, sin embargo, no
comportan la llegada del metal. Eneolítico Inicial
2500-2200/ 100 a.C.
- Ereta ill, corresponde al H.C.T., a juzgar por
la cronología de algunos de sus materiales (campaniforme inciso, botón en «V», puntas y punzones
metálicos). Las construcciones son rectangulares
en piedra (a este momento corresponde la edificació n de la muralla). Conviene destacar el notable
incremento del instrumental metálico que junto a
la aparición de escorias de fundición, confieren un
importante interés a este nivel.
- Ereta IV, superficial, con escasos materiales de
la Edad del Bronce (dientes de hoz).
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien los materiales están en curso de publicación, el interés de la fase Ereta lll en relación a
los problemas planteados en nuestro estudio obliga a que inventariemos aquí todos sus materiales,
aunque la documentación gráfica habrá de ser forzosamente selectiva. Cuando no aparezca la referencia de la figura al final de cada número de inventario, se entenderá que las piezas agrupadas en
éste no se documentarán en nuestro trabajo, remitiéndonos a la próxima publicación del poblado
para su correcta visión.
l. Fragmento borde cuenco hemiesférico
con decoración incisa campaniforme
(fig. 20).
2. Fragmento galbo con decoración incisa
campaniforme.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
Dos platos de borde reentrante. Lisos
(fig. 21).
Plato de borde saliente. Liso (fig. 21).
Fuente de perfil sencillo. Liso (fig. 21).
Fuente con hombro. Lisa (fig. 21).
Escudilla lisa (fig. 21).
Diez cuencos hemiesféricos lisos (fig. 21).
Cinco cuencos globulares lisos (fig. 21 ).
Cuenco de perfil en S, liso (fig. 2 1).
Tres cazuelas: dos en forma de gran cuenco hemiesférico (uno de ellos presentando
una teoría de mamelones bajo el borde), y
la tercera de paredes rectas exvasadas y
base plana (fig. 21 ).
Cuatro ollas: una con borde ligeramente
exvasada y otra con cuello cerrado
(fig. 21).
Vaso profundo de paredes reentrantes,
rectas. ¿Olla bitroncocónica? (fig. 21 ).
Dos cucharones: uno de ellos con el mango perforado (fig. 21).
Cuatro raspadores de sílex: uno sobre
hoja/hojita y tres sobre hoja/hojita retocada (fig. 20).
Una lasca de sílex con muesca.
Dos hojas de sílex con truncadura.
Doce hojas/hojitas retocadas de sílex
(fig. 20).
Tres puntas simples sobre hoja. Sílex.
Gran hoja apuntada de sílex (fig. 20).
Cuarenta y seis puntas de flecha de sílex
repartidas entre los siguientes tipos
(fig. 20):
- tres puntas foliáceas.
- dos bipuntas foliáceas.
- diez puntas losángicas.
- una punta cruciforme.
- quince puntas pedunculadas.
- cuatro puntas de aletas y pedúnculo.
-dos puntas asimétricas.
- dos puntas irregulares.
- siete fragmentos.
22. Posible puñal de sílex tabular.
23. Tres fragmentos de punzón fabricados sobre tibia de conejo.
24. Fragmento de punzón de hueso de sección circular.
25. Punzón sobre metatarso de ovicáprido.
26. Dos espátulas sobre asta de cérvido.
27. Dos pequeñas azuelas de piedra pulida.
28. Fragmento de punta o puñal de cobre (?).
[page-n-20]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENClANO
29.
IV.
Fragmento de botón con perforación en
«V» (fig. 20).
30. Cuenta discoidal de calaíta (fig. 20).
31. Esferoide de barro cocido.
32. Cuenta cilíndrica de caliza (fig. 20).
33. Colgante rectangular de caliza. (fig. 20).
34. Cuenta en tonelete de hueso.
35. ldolo oculado compuesto. Decoración
grabada sobre asta de cérvido (fig. 20).
36. D os punzones cortos de sección cuadrada
en cobre (?).
Fletcher, 1961; Fletcher, Plá y Llobregat, 1964;
Plá, Martí y Bemabeu, 1983.
3.2.15.
l.
II.
III.
IV.
3.2.16.
l.
11.
lll.
COVA DE LA RECAMBRA (GANDIA)
Cueva de habitación y, probablemente, enterramiento. Conocida desde la década de los cincuenta, las recientes excavaciones efectuadas por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad
de Valencia han puesto de relieve la existencia de
materiales neolíticos y eneoliticos, aunque al parecer sin aislarse sus correspondientes niveles estratigráficos.
Museo de Gandía y Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia (no visto, en estudio por sus excavadores).
Los materiales revisados por nosotros, que son los
depositados en el Museo de Gandía, corresponden
a las prospecciones antiguas efectuadas en el yacimiento por Gurrea Crespo y Sancho Santamaría,
carentes de contexto estratigráfico. El material de
las modernas excavaciones se halla en estudio por
sus excavadores. En el conjunto estudiado, aparecen materiales relacionables tanto con el complejo
marítimo como con el H.C.T., así éomo una representación de industria lítica y ósea que no inventariamos debido a la carencia de contexto estratigráfico. Para evitar repeticiones innecesarias,
inventariamos ahora todo el material campaniforme del yacimiento, dando por supuesto que parte
de él corresponde al H .C.T.
l . Fragmento de borde probablemente perteneciente a un vaso campaniforme con decoración puntillada (fig. 4).
2. Fragmento galbo con decoración puntillada. Posiblemente del mismo vaso anterior
(fig. 4; lám. 5).
3. Varios fragmentos de un cuenco carenado
con decoración incisa campaniforme
(fig. 4; lám. 5).
4. Botón de hueso, piramidal con perforación
en «V». No visto en el Museo, pero citado
en Gurrea, 1954, (fig. 3).
5. Botón de hueso triangular con perforación
en «V». Citado en San Valero, Sancho y
Aparicio, 1976, fig. 2 (fig. 4).
Gurrea, 1954; San Valero, Sancho y Aparicio,
1976; Aparicio y San Valero, 1977; Harrison,
1977.
IV.
COVA BOLTA (GANDIA)
Cueva de enterramiento con materiales eneolíticos,
campaniformes y modernos.
Museo de Gandía.
Si bien la colección estudiada por nosotros carece
de contexto estratigráfico, inventariamos aquí el
conjunto de sus materiales prehistóricos al permanecer, éstos, inéditos.
l. Cuenco globular con decoración incisa
campaniforme (fig. 23; lám. 12).
2. Cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 23).
3. Elemento de hoz simple. Sílex (fig. 24).
4. Punta de flecha losángica. Sílex (fig. 24).
5. Fragmento punzón de hueso realizado sobre metacarpio de ovicáprido (fig. 24).
6. Espátula de hueso, apuntada (fíg. 24).
7. Espátula de hueso, fragmento (fig. 24).
8. Cabeza acanalada de aguja en hueso
(fig. 24).
9. Seis colgantes acanalados de hueso
(fig. 24).
10. Fragmento de aguja de hueso con cabeza
perforada. Sección circular (fig. 24).
11. Colgante de hueso de forma circular y
sección plana (fig. 24).
12. Cuatro botones piramidales de hueso con
perforación en «V» (lám. 5).
Inédita.
3.2.17 COV A BERNARDA (GANDIA)
l.
U.
III.
Cueva de habitación y enterramiento en la que las
recientes excavaciones efectuadas por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de
Valencia han puesto de manifiesto la existencia de
niveles y materiales del Neolítico, Eneolítico y
H.C.T.
Museo de Gandia y Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
En el presente trabajo sólo hemos estudiado la colección de materiales depositados en el Museo de
Gandía, carente de estratigrafia. Los materiales
modernos se encuentran en estudio por sus excavadores. Debido a la prolongada ocupación del
yacimiento tan sólo inventariamos aquellas piezas
de tipología claramente campaniforme.
l. Fragmento de posible cazuela con decoración incisa campaniforme (fig. 22).
19
[page-n-21]
EL VASO CAMPANlFORME EN EL PAIS VALENCIANO
IV.
Dos punzones cortos (uno de ellos es un
fragmento) de sección cuadrada en cobre
(?). Si bien la tipología de estas piezas puede ser anterior, se trata, sin embargo, de
un tipo muy común durante el H.C.T.
(fig. 22).
Permanece fundamentalmente inédita. Existe una
breve noticia en Aparicio y San Valero, 1977.
21}, característico de la ceranuca común
decorada de la Cultura de Sailimó (fig. 28).
2.
IV.
3.2.21. COVA DE LES MERA VELLES (GANDIA)
l.
3.2.18. COVA DEL RETORET (GANDIA)
l.
11.
111.
IV.
Cueva de enterramiento con materiales asimilables
aJ H.C.T.
Museo de Gandía.
l. Vaso campaniforme con base plana y decoración incisa (fig. 22; lám. 13).
2. Gran olla globular con lengüetas bajas y
base aplanada. Lisa (fig. 25).
3. Cuenco hemiesférico liso (fig. 27).
4. Cuenco globular liso (fig. 26).
5. Olla con labio diferenciado, ligeramente
exvasado. Lisa (fig. 26).
6. Punzón de hueso (fig. 27).
7. Hoja de silex con retoques marginales
(fig. 27).
8. Punta de sílex pedunculada (fig. 27).
9. Dos puntas losángicas de sílex (fig. 27).
Inédita.
Il.
lll.
IV.
3.2.19. COVA NEGRA DE MARXUQUERA
ALTA (GANDIA)
11.
m.
IV.
Posible cueva de enterramiento. No se han efectuado excavaciones y los materiales proceden de
prospecciones diversas.
Museo Arqueológico local de Gandía.
l. Fragmento de borde con decoración incisa
y pseudoexcisa (fig. 22; lám. 5).
2. Fragmento de galbo con decoración incisa.
Posiblemente pertenece a un vaso campaniforme (fig. 22).
Gurrea y Penalba, 1952; Gurrea, 1954; Harrison,
1977.
3.2.20.
l.
ll.
III.
20
COVA DEL BLANQUISAL (GANDIA)
Cueva de enterramiento. Los materiales proceden
de una prospección en la que también se halló un
cráneo.
Museo Arqueológico local de Gandía.
l . Ocho fragmentos pertenecientes a un gran
vaso globular con cuello (Orza), tipo
bomb-shaped pot de Harrison (1977, pág.
Cueva de hábitat paleolítico con niveles superficiales atribuibles al Neolítico, Eneolítico y Campaniforme.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia y colección particular.
Relacionables con el Eneolítico y el Horizonte
Campaniforme inventariamos los siguientes materiales inéditos:
l . Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa y pseudoexcisa (colección
particular) (fig. 8).
2. Fragmento de galbo con decoración incisa
campaniforme (Museo del S.I.P.) (fig. 8).
3. Idolo plano de hueso (colección particular)
(fig. 8).
Inédita. Puede verse Plá, 1945; Fortea, 1973, págs.
199 y SS.
3.2.22. COY A DE LES RATES PENADES
(ROTOVA)
l.
l.
Inédita.
Il.
III.
IV.
Cueva de hábitat paleolítico con materiales Neolíticos y Campaniformes procedentes de la capa 2,
entre 0,20 y 1,40 m., en donde se encuentran mezclados con materiales paleolíticos.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
En relación con el campaniforme tan sólo hemos
podido documentar un pequeño fragmento cerámico con decoración, indicativo, en todo caso, de
la presencia de este tipo cerámico en el yacimiento.
. . l. Fragmento galbo con decoración incisa
campaniforme (lám. 6).
Gurrea y Penalba, 1952; Fletcher, 1956; Fortea,
1973, págs. 123 y SS .
3.2.23.
l.
11.
m.
IV.
COYA DEL RACO T ANCA T (TERRATEIG)
Cueva de t;nterramiento. Los materia.les proceden
de prospecciones superficiales.
Museo Arqueológico municipal de Gandía.
Fragmento de gran recipiente similar al de El
Blanquisal. Tipo Orza. Decoración incisa (fig. 4).
Inédita.
[page-n-22]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
9.
3.2.24. CASA FOSCA (POTRIES)
l.
U.
Ill.
IV.
Yacimiento de superficie calificado de necrópolis
por su descubridor. En él se encontraron varías sepulturas al efectuar trabajos agrícolas.
Desconocido.
De acuerdo con las ilustraciones de Peiró pueden
distinguirse tres fragmentos de cerámica oscura
con decoración incisa campaniforme (Peiró, 1951,
lám. XIX).
Peiró, 1951.
IV.
3.2.27 . BENIPRl (BELGIDA)
l.
Il.
3.2.25.
l.
ll.
lll.
rv.
Yacimiento situado en llano. En él se excavó una
bolsada de tierra negra, especie de hoyo circular
de 0,75 por 0,75 m., claramente incrustado en la
compacta arcilla roja del terreno.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
De entre los materiales encontrados, actualmente
en estudio por su excavador, se citan varios fragmentos de tipo campaniforme.
Aparicio, Martinez y San Valero, 1977, pág. 55.
3.2.26.
l.
II .
Ill.
CAMP DE SANT ANTONJ (OLIVA)
lll.
IV.
Hallazgo superficial procedente de la partida del
mismo nombre. La prospección efectuada en éste
por Jornet no proporcionó vestigios de estructura
alguna.
Museo del Servicio de lnvestigación Prehistórica
de Valencia.
l. Vaso polípodo fragmentado con d.ecoración incisa campaniforme rellena de pasta
blanca (fig. 29; lám. 4).
Jornet, 1928, págs. 96-97.
3.2.28.
l.
CAMI DE L'ALFOGAS (BELGIDA)
Yacimiento de llanura en el que se localizaron seis
«fondos de cabaña», o más propiamente silos,
conteniendo tierras negruzcas mezcladas con carbones y materiales arqueológicos en su interior.
No se citan hallazgos de restos humanos procedentes de este yacimiento.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Cazuela carenada con decoración puntillada rellena de pasta blanca (fig. 2; lám. 4).
2. Fragmento de galbo de un vaso campaniforme con decoración puntiiJada (fig. 3).
3. Fragmento de borde de gran recipiente de
paredes rectas con cordón horizontal. Decoración incisa a base de motivos escaleriformes verticales. Superficie interior peinada (fig. 3).
4. Fragmento de galbo con decoración de impresiones triangulares (fig. 3).
5. Fragmento de galbo con decoración acanalada (fig. 3).
6. Fragmento de galbo con la superficie exterior peinada (fig. 3).
7. Punta de flecha de aletas y pedúnculo,
fragmentada. Sílex (fig. 3).
8. Fragmento de hoja de sílex con señales de
uso.
Fragmento de brazalete de piedra, circular.
Liso (fig. 3).
Jornet, 1928, págs. 95-96; Harrison, 1977, pág.
197.
ll.
Ill.
L' ATARCO (BELGIDA)
Poblado de llanura con silos y material campaniforme. Su descubridor, Jornet, pudo descubrir en
la pequeña loma o meseta sobre la que se asienta
el yacimiento doce de estos silos cuyas medidas se
situaban alrededor de un metro de diámetro por
0,60 m. de profundidad. Uno de ellos, denominado D, era de mayores proporciones (1,25 m. de
ancho máximo en la base por 1, 15 m. de profundidad, y contenía los restos de un cráneo humano
rodeado por dos hileras de piedras en forma de semicírculo.
Museo del Servicio de lnvestigación Prehistórica
de Valencia.
l . Fragmento de galbo correspondiente a un
vaso campaniforme decorado con incisiones rellenas de pasta blanca (desaparecido) (lám. 14}.
2. Fragmento de base con decoración incisa
campaniforme rellena de pasta blanca
(fig. 30; lám. 14).
Probablemente los fragmentos 1 y 2 pertenecen al mismo vaso.
3. Dos fragmentos de vaso campaniforme de
base en ónfalo. Sin decoración (fig. 30).
4. Cuenco hemiesférico plano. Liso (fig. 30}.
5. Ocho cuencos globulares fragmentados.
Lisos (figs. 30, 31, 32 y 33).
6. Dos fragmentos recipientes de paredes
rectas. Lisos (figs. 31 y 32}.
7. Olla globular con labio recto y mamelón.
Lisa (fig. 33).
8. Olla globular con cuello corto ligeramente
exvasado. Liso (fig. 33).
9. Fragmento de borde de orza. Liso
(fig. 32).
21
[page-n-23]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
IV.
10. Cazuela hemiesférica {tipo Palmela) con
labio plano y reborde interior. Superficies
interior y exterior peinadas {fig. 34).
11 . Fragmento de galbo con cordón digitado
y superficies peinadas (fig. 30).
Jornet, 1928, págs. 91-94.
6. Punta de aletas y pedúnculo de sílex
(Mar tí, 1981 , fig. 6. 5).
7. Hacha pulida de piedra color gris oscuro
(fig. 36).
8. Siete cuentas de collar sobre Dentalium.
9. Colgante sobre concha de púrpura, Thais
Hemastoma (Martí, 1981, pág. 171).
10. Quince colgantes de formas diversas realizados sobre Acanthocardia Tuberculada
y Glycimeris Gaditanus (fig. 36).
11. Dos colgantes de hueso rectangulares
(fig. 36).
12. Gran colgante sobre colmillo de Sus
Scropha, con perforación en un extremo
y una muesca en el opuesto (fig. 36).
13. Colgante sobre incisivo (fig. 36).
14. Botón piramidal con perforación en «V».
Hueso (fig. 36).
15. Probable botón piramidal de perforación
en «V» muy desgastado por sucesivas reutilizaciones. Hueso (fig. 36).
SECTOR B
3.2.29. COVA DEL BARRANC DEL CASTELLET (CARRICOLA)
l.
Il.
m.
IV.
Pequeña cueva de enterramiento con materiales
propios del Neolítico, Eneolítico, Campaniforme y
Bronce. Debido a las circunstancias del hallazgo
no fue posible aislar adecuadamente sus materiales, por lo que es imposible atribuir cada uno, sa.lvo en los casos tipológicamente evidentes, a los
distintos períodos señalados.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Por las razones antes expuestas inventariamos
aquí solamente aquellos materiales de tipología
claramente campaniforme.
l. Vaso campaniforme de base plana con decoración incisa. Tiene el borde fragmentado {fig. 35).
2. Vaso campaniforme reconstruido. Decoración incisa (fig. 35).
3. Tres punzones cortos de sección cuadrada
(fig. 35). ¿Cobre?
Plá, 1954.
3.2.30.
l.
II.
m.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
COVA SANTA (V AL LADA)
Cueva de enterramiento correspondiente al H.C.T.
Las excavaciones en el yacimiento pusieron de relieve la existencia de una serie de inhumaciones,
nueve en total, cuya disposición pudo determinarse en algunos casos. Asimismo, todos ellos se localizaban en un único estrato, si bien en algunos casos aparecían revueltos en su parte superior a consecuencia de las visitas efectuadas al yacimiento.
Museo de Vallada.
Pese a que el yacimiento ha sido recientemente publicado, el interés del mismo aconseja el que presentemos ahora todos sus materiales.
24.
25.
26.
SECTOR C
SEctOR A
l . Cuenco hemiesférico liso {fig. 9).
2. Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
3. Ollita globular con cuello corto y exvasado (fig. 9).
4. Dos fragmentos de hojitas de sílex sin retocar (Martí, 1981 , fig. 6, 4).
5. Cuatro puntas pedunculadas de sílex
(Martí, 1981, fig. 6, 1 a 3 y 6).
22
Cuenco globular con asa anular vertical
(fig. 9).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
Cubilete de carena alta. Lisos (fig. 9).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
Dos fragmentos de hojas retocadas (Martí, 1981, fig. 6, 10 y 11).
Dos bipuntas foliáceas y un fragmento de
punta foliácea. Sílex (Martí, 1981, fig . 6,
7 a 9).
Taladro (Martí, 1981, fig. 6, 12).
Hacha de piedra pulida color gris verdoso
{fig. 36).
Seis cuentas sobre Dentalium (Martí,
1981, pág. 176).
Espátula plana fabricada sobre metapodio de ovicáprido (fig. 36).
Punta de Palmela de largo pedúnculo
(fig. 36).
IV.
27. Cuenco hemiesférico con decoración campaniforme incisa y pseudoexcisa (fig. 37).
28. Placa apuntada de sílex tabular (fig. 36).
29. Varios fragmentos de cerámica a torno
ibérica y moderna (Martí, 1981 , fig. 12).
Martí, 1981.
3.2.31.
l.
COVA SANTA (LA FONT DE LA FIGUERA)
Gran cueva de habitación y, probablemente, de
enterramiento con materiales que abarcan del
[page-n-24]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
11.
lll.
IV.
Neolítico a la Edad del Bronce. De ella, y consecuencia de las prospecciones superficiales realizadas por Agustí Ribera colaborador del Servicio de
Investigación Prehistórica de Valencia, procede
una colección de materiales en la que destacan varios fragmentos campaniformes. Las recientes excavaciones efectuadas en el yacimiento por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad
de Valencia, cuyo material se encuentra aún en estudio, han proporcionado abundante cerámica
campaniforme de estilo inciso.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Fragmento borde probablemente perteneciente a un vaso campaniforme con decoración puntillada (lám. 6).
2. Fragmento borde con decoración incisa y
estampada (lám. 6).
3. Fragmento galbo con decoración incisa y
pseudoexcisa (lám. 6).
4. Fragmento galbo con decoración incisa
(lám. 6).
Todos los materiales citados son inéditos. Existe
una breve noticia del yacimiento en Aparicio y
San Valero, 1977.
3.2.32.
l.
ll.
Lll .
IV.
IV.
3.2.34.
l.
COVA DEL PARTIDOR (BANYERES)
Cueva de enterramiento de reducidas dimensiones
con materiales dispersos. La cueva fue vaciada en
su totalidad. Extraña la presencia en ella de elementos tipológicos dispares, como el botón piramidal en «V» junto al vaso de fondo cónico de tipología neolitica. Incluimos el yacimiento en nuestro catálogo por la presencia significativa del botón en «V», con el que quizás habría que relacionar alguno de los instrumentos metálicos (dos
punzones y un fragmento de arete), sin que ello
signifique, lógicamente, la valoración cronológica
del resto del ajuar.
Museo Local de Banyeres.
l. Botón piramidal de hueso con perforación
en «V». (Aparicio et alii, 1981 , fig. 38).
Aparicio et alii, 1981 , pág. 79 y ss.
3.2.33.
l.
ll .
III.
EL PUNTAL DE LOS CARNICEROS
(VI LLENA)
Poblado de altura situado sobre una meseta de
unos 300 por 20 m., rodeado por escarpes y que
conserva los restos de una muralla de unos 100 m.
de longitud. Practicada una cata junto a ésta proporcionó el conjunto de cerámicas decoradas que
Soler clasifica como campaniformes. Se trata de
un cuenco y varios fragmentos de otros vasos decorados mediante una técnica que combina la impresión e incisión corta realizadas mediante un
instrumento punzante, lo que les da una apariencia similar al boquique. Es por ello que no podemos admitir la clasificación de «campaniforme impreso» dada por su excavador a estas cerámicas.
Museo Arqueológico Local de Villena.
l. Cuatro fragmentos pertenecientes a un
cuenco globular decorado mediante una
técnica similar al boquique (lám. 15).
2. Un fragmento de borde y otro de galbo
decorados mediante una técnica similar a
la del boquique (lám. 16).
3. Dos fragmentos de borde y tres de galbo
con decoración incisa y estampada (lám.
16).
Soler, 1981.
11.
111.
EL PEÑON DE LA ZORRA
(VI LLENA)
Poblado de altura con restos de amurallamiento,
del que proceden algunos fragmentos cerámicos
relacionados con el horizonte campaniforme. La
escasez de estos fragmentos dificulta, sin embargo,
su atribución al mundo cultural campaniforme,
máxime si tenemos en cuenta la ausencia de datos
estratigráficos y la presencia de elementos relacionables con la Edad del Bronce: Orzas carenadas y
dientes de hoz. En nuestra opinión sólo existen
dos posibles interpretaciones con los datos de que
actualmente disponemos: o bien los fragmentos
decorados representan un inicio de la vida en el
poblado anterior a la Edad del Bronce; o bien deben interpretarse como una perduración de técnicas campaniformes - atestiguadas también en
otros yacimientos (El Promontori y la Muntanya
Assolada)- en un poblado perteneciente a los inicios del Bronce Valenciano. En favor de esta última hipótesis militaría una de las cuevas de enterramiento del poblado: la Cueva Oriental del Peñón de la Zorra, en la que, junto a elementos claramente situables dentro del horizonte campaniforme (puñal de lengüeta y puntas de Palmeta), se
encontrarían otros (arete de plata) cuya cronología no parece que pueda remontarse más allá de la
transición entre el Argar A y B, es decir, alrededor
del 1700-1600 a.C., fecha que, como veremos en el
capítulo final, puede aceptarse para los inicios del
Bronce Valenciano.
Museo Arqueológico Local de Villena.
l. Fragmento de borde con decoración incisa
(lám. 15).
2. Cuatro fragmentos de galbo con decoración incisa (lám. 15).
3. Pequeña orza carenada de cerámica lisd
(Soler, 1981, fig. 54).
4. Taza o cuenco globular con asa anular
vertical. Liso (Soler, 1981 , fig. 55).
23
[page-n-25]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
5.
6.
7.
8.
IV.
Soler,
Olla con borde ligeramente exvasado y
mamelón. Lisa (Soler, 1981, fig. 55).
Cuenco hemiesférico liso (Soler, 1981,
fig. 54).
Fragmento de posible brazalete de arquero
con una perforación en el extremo conservado (Soler, 1981, fig. 52).
Nueve dientes de hoz de sílex (Soler, 1981,
fig. 51).
1981.
11.
III.
IV.
Museo de Villena.
Inventariamos a continuación los materiales propios del H.C.T., incluyendo un típico vasito carenado propio de la Edad del Bronce.
l. Puñal de lengüeta de cobre (?) (fig. 39).
2. Fragmento de posible puñal de lengüeta o
punta de cobre (?) (fig. 39).
3. Vaso carenado liso (fig. 39).
Soler, 1961 ; Fortea, 1973, pág. 383 y ss.
3.2.37. COVA DEL BOLUMINI (ALFAFARA)
3.2.35.
l.
ll.
m.
IV.
La incluimos dentro del H .C.T. por la clara tipología campaniforme de sus piezas metálicas, dentro de los cuales destaca el arete de plata, metal
cuya introducción en el País Valenciano parece relacionada con la Edad del Bronce.
Museo de Villena.
l. Fragmento de borde de cuenco hemiesférico, liso (Soler, 1981, fig. 66, 1).
2. Cuenco hemiesférico con mamelón (Soler,
1981 ' fig. 66, 2).
3. Cuenco hemiesférico liso (Soler, 1981 ,
fig. 66, 3).
4. Fragmento del borde de un pequeño vaso
liso (Soler, 1981 , fig. 66, 4).
5. Trece fragmentos lisos de formas indeterminadas.
6. Tres lascas de sílex, una retocada (Soler,
1981 ' fig. 65).
7. Catorce cuentas de collar en vértebra de
pescado (Soler, 1981 , fig. 65, 1 a 14).
8. Gran puñal de lengüeta de cobre (?)
(fig. 38).
9. Punta de flecha de cobre(?), de forma foliácea y largo pedúnculo algo curvado.
Tipo Palmeta (fig. 38).
10. Punta de flecha de cobre (?) similar a la
anterior, pero con el pedúnculo más corto
(fig. 38).
11 . Arete de plata (fig. 38}.
Soler, 1981.
3.2.36.
l.
24
CUEVA ORIENTAL DEL PEÑON DE
LA ZORRA (VILLENA)
CASA DE LARA (VILLENA)
Poblado situado en el llano cuyos restos materiales abarcan desde el Epipaleolitico Geométrico a
la Edad del Bronce. Aunque no se conoce su secuencia estratigráfica, existe una serie de materiales tipológicamente significativos de la vida en el
poblado durante el H.C.T. e incluso los inicios de
la Edad del Bronce.
l.
11.
III.
Se trata de una cueva de enterramiento afectada
por las rebuscas clandestinas y en la que el único
ajuar procedente de una excavación se refiere a un
ídolo oculado, un punzón y una espátula, ambos
en hueso, asociados a un cráneo encontrados por
Pascual en 1954. El resto del material, entre el que
se encuentran dos ídolos oculados más, no posee
referencias estratigráficas. El conjunto de sus materiales parece reflejar un enterramiento utilizado
durante el Eneolítico y el H.C.T.
Museo de Alcoi.
Dado que la mayor parte de los materiales permanece aún inédita, inventariamos a continuación
todo el conjunto de este yacimiento depositado en
el Museo de Alcoi.
l. Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 1O; lám. 17).
2. Plato de borde reentrante con decoración
,
incisa rellena con pasta blanca (fig. 1O
lám. 17). Tanto el vaso n.o 1 como el n.o
2 constituyen dos casos problemáticos a
la hora de su inclusión dentro del mundo
campaniforme. Sin embargo, la existencia
de paralelos formales para ambos dentro
del mundo campaniforme peninsular
(Ciempozuelos, el Acebuchal) nos hace
incluirlos dentro de este apartado.
3. Fragmento de borde con decoración puntiJiada (fig. 40; lám. 17).
4. Fragmento de borde con decoración incisa (fig. 40).
5. Fragmento de borde con decoración incisa. Como en el caso n.o 1 la decoración
de este fragmento parece ser extraña al
mundo campaniforme (fig. 40).
6. Seis fragmentos pertenecientes al cuerpo
de un mismo vaso con decoración incisa y
pseudoexcisa de estilo campaniforme
(lám. 18).
7. Cinco fragmentos galbo con decoración
incisa (lám. 17).
8. Plato de borde saliente. Liso (fig. 10).
9. Vaso de perfil en S. liso (fig. 41).
10. Vaso de perfil ovoide. Liso (fig. 41).
[page-n-26]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
11.
12.
13.
Cuenco globular liso (fig. 41 ).
Cuenco hemiesférico con mamelón
(fig. 41 ).
ldolo oculado del tipo lA (fig. 24; lám.
19).
14. !dolo oculado del tipo lA (fig. 24; lám.
19).
15. Idolo oculado del tipo lB (fig. 24; lám.
19).
16. Colgante acanalado de hueso (fig. 24).
17.
IV.
Dos colgantes triangulares cortos de hueso (fig. 24).
18. Un botón piramidal de hueso con perforación en «V» (fig. 24).
19. Una hojita retocada y un elemento de
hoz. Sílex (fig. 40).
20. Dos azuelas de piedra pulida verdosa
(fig. 40).
21. Punzón sobre tibia de conejo (fig. 40).
22. Espátula o punzón de sección plana
(fig. 40).
Parcialmente, el yacimiento fue dado a conocer
por Pascual en 1957. El resto del material permanece inédito.
3.2.38.
l.
11.
III.
IV.
Il.
lll.
IV.
l.
U.
Ill.
IV.
COVA AMPLA DEL MONTGO
(XABIA)
Cueva de habitación y enterramiento con materiales que abarcan desde el Neolítico Cardial a la
Edad del Bronce. Procedente de antiguas excavaciones efectuadas en el yacimiento se encuentra en
el Museo Arqueológico Provincial de Alicante un
lote de materiales carentes de contexto estratigráfico que ha sido estudiado por nosotros. Las recientes excavaciones efectuadas por el Departamento
de Historia Antigua de la Universidad de Valencia
en este yacimiento han sacado a luz nuevos datos
confirmando la presencia de materiales campaniformes.
Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
Todos los materiales analizados por nosotros proceden de las antiguas excavaciones realizadas en el
yacimiento por el P. J. Belda. Los materiales exhumados en las recientes campañas realizadas por
J. Aparicio se encuentran en estudio por su excavador.
l . Fragmento de un borde de cuenco globular con decoración incisa y estampada
(fig. 39).
2. Cuenco herniesférico con decoración incisa
de estilo campaniforme (fig. 39).
El material permanece fundamentalmente inédito.
Algunas noticias parciales del mismo pueden verse
en Salva, 1966; Bernabeu, 1982.
3.2.41.
l.
EL RAFOL D' ALMUNJA
HaJlazgo casual al desfondar un terreno para labores agrícolas.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Puñal de lengüeta de cobre (?) de larga
hoja (fig. 38; lám. 20).
2. Puñal de lengüeta corto de cobre (?)
(fig. 38; lám. 20).
Fletcher, 1973, págs. 83-84.
3.2.40.
COVA DEL CONILL
(COCENTAINA)
Cueva de enterramiento.
Colección del Centre d'Estudis Contestans.
Los materiales a continuación reseñados proceden
todos ellos de prospecciones superficiales, sin que
hasta el momento se haya llevado a cabo una excavación sistemática del yacimiento.
l. Nueve fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme de estilo marítimo (fig. 51).
2. Fragmento de galbo con decoración puntillada (fig. 51).
3. Tres fragmentos de gaJbo pertenecientes a
un vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 51).
4. Fragmento de gaJbo con decoración incisa
campaniforme (fig. 51).
5. Punzón metálico corto (¿cobre?) de sección
cuadrada (fig. 51).
6. Punzón de hueso realizado sobre metapodio de conejo (fig. 51).
7. Trapecio de silex (fig. 51).
8. Hoja retocada de silex (fig. 51).
9. Cuatro puntas de flecha de retoque bifacial
(fig. 51):
- dos pedunculadas.
Inédita.
3.2.39.
l.
una de aletas y pedúnculo.
una losángica.
COVA DE LES CENDRES
(TEULADA)
Cueva de habitación y enterramiento con materiales preneolíticos y neoliticos que abarcan desde la
cerámica cardial a la campaniforme e incluso la
Edad del Bronce. En el yacimiento, aparte de un
25
[page-n-27]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
U.
111.
lote de materiales sin referencia estratigráfica, se
han realizado tres sondeos en 1974, 1975 y 1981.
De ellos se cuentran estudiados los dos primeros,
y sobre todo el de 1974, a partir del cual ha podido establecerse una primera aproximación a la secuencia estratigráfica del yacimiento. La cerámica
campaniforme ocupa un nivel, el ruvel I , superpuesto a otro con escasas cerámicas lisas, en el
que se encuentran algunos restos humanos. Toda
la cerámica campaniforme es incisa.
Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
El inventario de los materiales campaniformes se
presenta por sondeos y niveles.
l.
2.
3.
4.
5.
6.
SONDEO 1974. NIVEL l.
Cuenco globular con decoración incisa
campaniforme (fig. 35).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa
de estilo campaniforme (fig. 35).
Cinco fragmentos de galbo con decoración
incisa camparuforme.
Fragmento de galbo con decoración incisa
y pseudoexcisa.
Cuenco globular liso.
Cuenco hemiesférico liso.
SONDEO DE 1975. CAPA 12.
Cuenco globular con decoración incisa y
pseudoexcisa (fig. 35).
El material permanece fundamentalmente inédito.
El único avance publicado del yacimiento se refiere al sondeo realizado en 1974: Llobregat, Martí,
Bernabeu et alii, 1981.
7.
IV.
3.2.42. TABAIA (ASPE)
l.
Il.
111.
IV.
Poblado con ocupación superpuesta no continuada desde el Bronce Pleno a la época árabe. De la
ladera del cerro proceden un cuenco y un fragmento de cerámica campaniforme incisa y pseudoexcisa.
Museo de Novelda.
l. Cuenco globular con decoración camparuforme incisa y pseudoexcisa (fig. 37; lám.
20).
2. Fragmento galbo con decoración incisa y
pseudoexcisa (fig. 5).
Hernández, 1982, pág. 15; Navarro Mederos,
1982, pág. 57
II.
III.
IV.
aunque sin indicación estratigráfica, pueden verse
algunos materiales eneoliticos y campaniformes
que son los que nos interesan.
Museo Monográfico de L'Alcúdia.
Los materiales inventariados no deben suponerse
necesariamente ligados al mismo horizonte cultural.
l. Cuenco globular con decoración incisa
camparuforme (fig. 35).
2. Colgante acanalado de hueso (fig. 35).
Material inédito. Los estudios y trabajos sobre las
fases ibérica y romana del poblado son, sin embargo, numerosos.
3.2.44.
l.
Il.
Ul.
EL PROMONTORI DE
DOL<;A I SALADA (ELX)
L' AIGUA
Poblado campaniforme situado junto al curso del
Vinalopó a su paso por Elx. No ha sido posible
identificar estructuras, a excepción de un posible
fondo de cabaña de su ruvel inferior (estrato C),
en el que según Ramos (1981) no aparece cerámica camparuforme.
Museo de Elx.
Los materiales estudiados por nosotros corresponden a las campañas de 1979, 1980 y 1981. Su agrupación se realizará siguiendo la estratigrafía individualizada en el yacirruento, con lo que sólo aparecerán aquí los materiales correspondientes a los estratos A y B, ya que el estrato C no poseía cerámica camparuforme alguna. La totalidad de los
materiales ha sido ya publicada o se encuentra en
curso de publicación por su excavador, por lo que
nos referiremos aqui solamente a los más significativos de entre ellos. Para facilitar su identificación
añadiremos al final la referencia de la publicación
para aquellos materiales ya publicados.
El inventario de las cerámicas lisas se realizará
al final tras la catalogación de todas las cerárrucas
camparuformes, y, como éstas, también siguiendo
los estratos. No obstante, y como en el caso de la
Ereta del Pedregal, la catalogación se hará atendiendo únicamente a las formas, sin tener en cuenta su cuantificación.
Aparte los materiales cerámicos, el yacimiento
ha sido parco en los hallazgos de otro tipo. Así,
sólo podemos contabilizar un punzón de cobre (?)
procedente del estrato A, algunas escasas hojas y
hojitas de sílex procedentes de los estratos A y B,
y un elemento de hoz sobre hoja retocada de silex
del estrato B.
o
3.2.43.
I.
26
L'ALCUDIA (ELX)
Póblado con ocupación superpuesta continuada
desde el Eneolítico a época tardorromana. Procedentes de los sondeos estratigráficos, y depositados en el Museo Monográfico de L'Alcúdia,
ESTRATO A. CERAMICA DECORADA DE
TRADICION CAMPANIFORME
l . Cuenco globular con decoración incisa
(Ramos, 1981; fig. 12) (fig. 42).
2. Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 42).
3. Fragmento borde de cuenco globular con
decoración incisa (fig. 43).
[page-n-28]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
26.
ESTRATO B. CERAMICA CAMPANIFORME
4.
5.
6.
7.
8.
9.
1O.
JI.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Cuenco hemiesférico con decoración incisa y estampada (Ramos, 1981 , fig. 14, 3)
(fig. 6).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (Ramos,
1981,
lig. 16)
(fig. 44).
Vaso globular con cuello alto ligeramente
exvasado (botella) y decoración incisa y
pseudoexcisa (Ramos, 1981 , fig. 17)
(fig. 45).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (Ramos,
1981,
fig. 18)
(fig. 46).
Cuenco globular con decoración incisa
(Ramos, 1981, fig. 19) (fig. 44).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 47).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 48).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 48).
Fragmento de borde de cuenco globular
con decoración incisa y estampada
(fig. 49).
Fragmento de borde de cuenco globular
con decoración incisa (fig. 49).
Vaso campaniforme con decoración incisa
y estampada (fig. 48).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 43).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa.
El borde presenta una suave incisión en
zigzag (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 49).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa y estampada
(fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa (fig. 43).
27.
28.
29.
30.
31.
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco hemiesférico con decoración incisa.
Fragmento de borde de posible vaso con
cuello con decoración incisa (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 49).
Cuenco globular con decoración incisa y
pseudoexcísa (fig. 49).
Fragmento de borde muy exvasado con
decoración incisa (fig. 43).
ESTRATO A. CERAMICA LISA
32. Cuencos hemiesféricos. Uno de ellos presenta dos lengüetas enfrentadas (fig. 50).
33. Cuencos globulares (fig. 50).
34. Cuenco de perfil en S (fig. 50).
35. Olla globular con cuello exvasado
(fig. 50).
ESTRATO B. CERAMICA LISA
IV.
36. Cuencos hemiesféricos (fig. 50).
37. Recipiente profundo con paredes de tendencia cilíndrica con teoría de mamelones
bajo el borde (fig. 50).
38. Olla globular con cuello corto exvasado
(fig. 50).
39. Olla de tendencia bitroncocónica con cuatro mamelones bajo el borde (fig. 50).
40. Recipiente profundo de cuerpo globular y
fondo ligeramente cónico presentando
dos series de mamelones superpuestos
bajo el borde (fig. 50).
41. Plato con borde saliente (fig. 50).
Ramos, 1981.
3.2.45.
l.
II.
LII.
LES MORERES (CREVILLENT)
Poblado situado sobre un cerro, excavado por Alfredo González Prats, con un nivel calcolitico precampaniforme posiblemente amurallado. No obstante la ausencia, entre los materiales 'vi5tos por
nosotros, de cerámica campaniforme, la presencia
entre éstos de un plato de borde vuelto - forma
que alcanza su máximo desarrollo durante el Cobre Tardío y Final en Montefrio- y otro de borde engrosado, aconsejan incluirlo en el presente
catálogo.
Material revisado con ocasión de la 1 Exposición
Arqueológica Comarcal de Crevillent.
l. Fragmento de borde de un plato de borde
vuelto. Liso (fig. 5).
2. Fragmento del borde de plato de labio engrosado. Liso (fig. 5).
27
[page-n-29]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAlS VALENCIANO
IV.
7.
Fragmento de punzón metálico (Ros,
fig. 8, 59).
8. Entre el sílex destacan, aparte de hojas y
lascas retocadas:
- dos puntas simples sobre hoja (Ros,
fig. 8, 50) y lasca (Ros, fig . 50, 9).
-seis dientes de hoz (Ros, fig. 9, 64 a 67,
3. Dos placas de sílex tabular con retoque
plano bifacial (fig. 5).
4. Una punta de flecha de aletas y pedúnculo
con retoque plano bifacial (fig. 5).
5. Una truncadura oblicua de sílex (fig. 5).
El material permanece inédito. La noticia sobre el
poblado ha sido extraída del catálogo de la exposición (Román, 1982).
76 y 77).
9.
3.2.46.
1.
Il.
III.
28
BANCALICO DE LOS MOROS - EL
RINCON (REDOV AN)
Poblado situado en un elevado cerro de fácil defensa sobre el límite meridional de la sierra de Callosa del Segura. No se han advertido restos constructivos en superficie, a excepción de algunos
fragmentos de barro cocido. La distinta denominación del yacimiento obedece a que éste se encuentra dividido en dos sectores. Los materiales
encontrados en cada uno de ellos son uniformes y,
por tanto, no creemos que se trate de yacimientos
distintos. La aparición de dientes de hoz junto con
cerámicas campaniformes plantea de nuevo el problema de la cronología relativa de ambos tipos de
materiales, y que estudiaremos con detalle en el
apartado correspondiente. De momento, basta decir que su aparición en contextos campaniformes
es admisible, al menos para la comarca en que se
encuentra enclavado el poblado. Extraña, por otra
parte, la ausencia entre sus materiales de los platos
de borde vuelto, presentes en todos los yacimientos campaniformes de esta zona.
Desconocida.
No vistos. Los inventariamos de acuerdo con la
descripción y dibujos de la publicación.
l. Cuenco globular con decoración campaniforme de estilo inciso. (Ros, fig. 3, 15).
2. Dos fragmentos con decoración incisa
(Ros, fig. 2, 1; fig. 3, 17). Uno de ellos con
incrustaciones de pasta blanca.
3. Fragmento de base en ónfalo con decoración incisa y pseudoexcisa (Ros, fig. 2, 14).
4. Catorce fragmentos de galbo con decoración incisa y pseudoexcisa (Ros, fig. 2).
5. Entre los diferentes fragmentos de cerámica lisa se describen:
- dos fragmentos de base plana (Ros,
figs. 4, 25 y 26).
- varios cuencos globulares y hemiesféricos (Ros, figs. 5 y 6).
- una posible carena (Ros, fig. 5, 23).
- diversos fragmentos pertenecientes a vasos con cuello diferenciado (Ros, figs. 5,
6 y 7).
6. Botón piramidal con perforación en «V»
realizado sobre cuarcita blanca (Ros,
fig. 8, 63).
IV.
Framento de brazalete de arenisca de sección trapezoidal (Ros, fig. 9, 78).
Ros Dueñas, 1980.
3.2.47.
l.
11.
Ill.
IV.
Poblado situado en una pequeña Joma, muy próximo a San Antón. Si bien nunca se han realizado
excavaciones y no existen estructuras visibles en la
superficie del poblado, Jos materiales recogidos indican una prolongada habitación del yacimiento
entre, al menos, el cobre inicial y la época argárica. Por lo que se refiere a los materiales arqueológicos campaniformes, puede observarse la presencia de los tres estilos definidos: marítimo, geométrico e inciso. De ahí su inclusión en este apartado, dando por supuesto que algunos de sus materiales deberán referirse necesariamente a una etapa
posterior.
Museo Arqueológico Municipal de Orihuela.
l. Dos fragmentos de galbo pertenecientes a
sendos vasos campaniformes de estilo marítimo (fig. 5).
2. Fragmento de borde de cuenco con decoración puntillada geométrica (fig. 5).
3. Fragmento de plato con borde vuelto decorado con incisiones e impresiones. Plato
campaniforme (fig. 6).
4. Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 5).
5. Plato de borde vuelto, liso (fig. 6).
6. Fuente carenada de paredes rectas (fig. 6).
El yacimiento permanece fundamentalmente inédito, a excepción de una breve nota facilitada por su
descubridor Emilio Diz, con ocasión de la 1 Exposición Arqueológica de la Vega Baja (1982).
3.2.48.
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11.
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IV.
LAS PEÑETAS (ORIHUELA)
SAN ANTON (ORIHUELA)
Poblado y necrópoli~ de la Edad del Bronce.
Dispersos. En parte depositados en el Museo Arqueológico Municipal de Orihuela, en parte propiedad de los Padres Jesuitas de Alicante.
l. Dos fragmentos campaniformes con decoración incisa y pseudoexcisa. Desaparecidos (Castillo, 1928).
Yacimiento fundamentalmente inédito. Los campaniformes aparecen en Castillo, 1928.
[page-n-30]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
3.3.
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[page-n-32]
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Figura 13. - Coua deis Gats
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAlS VALENCIANO
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Figura 14.-Coua deis Gats
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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[page-n-77]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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Figura 44.-El Promontori de l'Aigua Dolc;a i Salada
[page-n-78]
EL VASO CAM PANIFORME EN EL PAIS VALENC IANO
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EL VASO CAMPANlFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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Figura 46.-El Promontori de l'Aigua Dolr;a i Salada
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EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAlS VALENCIANO
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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EL VASO CA MPANIFORM E EN EL PAI S VALENCIANO
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Figura 49. - El Promontori de l'Aigua Dolca i Salada
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PA IS VALENCIANO
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[page-n-85]
[page-n-86]
4.
4.1.
LA CULTURA MATERIAL. POBLADOS
Y NECROPOLIS
CONSIDERACIONES PREVIAS
hará referencia a ellos en la medida en que permitan poner de relieve las diferencias o concomitancias entre el
Eneolítico Inicial y Pleno en su conjunto y el Horizonte
Campaniforme de Transición (en adelante HCT).
Las tipologías cerámica y lítica seguidas en este trabajo se han elaborado a partir de los estudios previos
realizados sobre los materiales de La Ereta del Pedregal47. Tomando como punto de partida dichos estudios,
así como la tipología cerámica del nivel precampaniforroe del poblado del Promontori, y nuestras propias observaciones en lo que se refiere al HCT, hemos confeccionado el cuadro tipológico que se presenta al fmal de
este trabajo.
Con el fm de evitar repeticiones inútiles, agilizar las
descripciones y facilitar el acceso a Jos materiales del catálogo, presentamos un cuadro-inventario en el que aparecen todos los materiales tipológicamente reco nocibles.
Si bien como ya se ha puesto de relieve en el análisis
bibliográfico, la cerámica campaniforme no responde a
un fenómeno unitario, sino que debe agruparse en dos
fases cronológica y culturalmente sucesivas, el estudio de
la cultura material, así como el de sus hábitats y necrópolis, se realizará conjuntamente para ambas. A lo largo
de nuestra exposición iremos destacando las peculiares
características de cada una de ellas.
La aparición de los campaniformes marítimo, cordado y mixto no supone una división en dos fases del
Eneolítico valenciano. No es posible, por tanto, distinguir aquí entre una fase precampaniforme - paralelizable con. Millares I y VNSP 1- , y otra, dominada por
las primeras especies campaniformes, paralelizable con
Millares 11 y YNSP fl. Ninguno de los yacimientos donde los campaniformes marítimos o cordados son dominantes, y no existen intrusiones significativas de otros estilos, ha ofrecido restos de cultura material suficientes
-aparte las propias cerárnitas campaniformes- como
para esbozar las posibles características diferenciales entre éstos y aquellos otros yacimientos entre los que no
aparece ningún elemento campaniforme. Por tanto, los
primeros campaniformes deben entenderse como una
parte de la cultura material propia de lo que hemos venido denominando el Pleno Eneolítico, y que a partir de
ahora denominaremos Eneolítico Inicial y Pleno, d'ando
a entender con ello que dicha etapa abarcaría en realidad dos fases claramente aisladas en otros contextos peninsulares, pero indiferenciables, con los datos actualmente disponibles, dentro del País Valenciano.
Lógicamente, queda fuera de los límites cronológicos
del presente trabajo estudiar la cultura material del
Eneoütico precampaniforme. Cabe suponer que algunos
de sus elementos perdurarían durante la época del «horizonte marítimo». En el presente capítulo tan sólo se
Si bien resulta evidente que durante el HCT la mayoría de las decoraciones cerámicas responden a la técnica
y temáticas propias del mundo campaniforme, no es menos cierto que antes de su introducción, y quizás también con posterioridad, existieron otras decoraciones cerámicas distintas, aunque siempre en proporciones mucho más escasas.
Dentro de este grupo, la cerámica peinada merece
una atención especial. La técnica del peinado parece más
el resultado de un tratamiento de las superficies que de
una verdadera intención decorativa. Estas cerámicas están presentes, en mayor o menor medida, a lo largo de
todo el Neolítico, perdurando durante el Eneolítico Ini-
"
PLÁ E., MARTÍ B., BERNABEU J., Pi!:REZ M., ACUI'lA J . D.,
ROBLES F., F UMANAL P., OLIVIER M ., GALLARD M . D., LERMA J.
V. y TORRES E.: «La Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia).» Trabajos
Varios del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia. en prensa.
4.2. LA CERAMICA: LAS DECORACIONES
85
[page-n-87]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
cial en la Ereta, el Camí de l'Alfogas y la Cova del Garrofer48. Ya dentro del HCT , estarían representadas por
el hallazgo de una cazuela tipo Palmela en el poblado de
!'Atareó.
Centrándonos en las cerámicas campaniformes, es
preciso distinguir entre las decoraciones propias del llamado «horizonte marítimo», realizadas mediante las técnicas cordada, puntillada y mixta, y los del HCT, con
predominio de las técnicas incisa y pseudoexcisa y perduraciones de algunos tipos puntillados.
4.2.1.
A)
Las Decoraciones del H orizonte Marítimo
La Decoración de Cuerdas
En el País Valenciano se encuentra representada únicamente por el hallazgo de la Vil·la Filomena. Se trata
de un vaso campaniforme fragmentado con decoración
de lineas circulares horizontales por el interior - siete líneas bajo el borde- y exterior del recipiente.
B)
La Decoración Mixta
Se encuentra representada, astiD!Smo, por los fragmentos encontrados en Filomena, en los que las típicas
bandas alternas puntilladas se delimitan mediante líneas
cordadas. En ocasiones se intercala una nueva linea cordada en el espacio reservado entre franjas.
C)
El Estilo Marítimo
De acuerdo con el estudio de Leitao y otros sobre los
campaniformes portugueses 49 , incluimos aquí a todos
aquellos vasos decorados con bandas simples, rayadas o
reticuladas, alternando con otras reservadas a lo largo
de toda la superficie exterior del recipiente. La técnica
utilizada es siempre el puntillado. Su superficie exterior
es de tonalidades claras (rojo-anaranjado o marrón-rojizo) y suele presentar un fino acabado. Sólo existen dos
vasos campaniformes completos de este estilo en el País
Valenciano: uno asimilable a la variedad Agualva (FiJomena 1); y otro a la variedad Herringbone de base en
ónfalo (Aranyes 1), característica esta más común entre
los vasos de este tipo del E. y NE. peninsular 50 . Por
otra parte, el fragmento Peñetas 1, constituye el único
•• BERNABEU J.: «La Cova del Garrofer, Ontinyent (Valencia).»
Archivo de Prehistoria Levamina. XVI , pp.59 y ss. lig. 14, 1981.
•• LEITAO M .• NORTH C . T .. NORTON J .• YEIGA FERREIRA 0 . y
ZBYSZEWSKI G .: «La céramique de la culture du vas campaniforme du
Ponugal. Essai de sistematisation.>> Comunica~oes dos Servir;os Geológicos de Ponugal , LXJJI, pp.449 y ss. 1978.
so HARRlSON , 1977, op. cit. nota 26, p.l4.
" TREINEN F.: «Les poteries campaniformes en France.» GaUia
Préhistoire, XJII, p.57 y ss. 1970.
86
ejemplo de la variedad de franjas reticuladas; y el fragmento Conill 2, podría asimilarse a la variedad linear.
D)
El Estilo Compuesto
Definido siguiendo las observaciones de Treinen para
Francia st, y Delibes y Municio para la Meseta 52 • Incluimos aquí a todas aquellas decoraciones de bandas
simples alternas que presentan, además, otros motivos
decorativos en las franjas reservadas. Dentro de este estilo situamos el vaso Aranyes 2; con una cronología más
avanzada, el ejemplar Gats 1 responde también a la tipología propia de este estilo, si bien con la utilización
conjunta de la técnica incisa, con la que se realizó la línea circular en zig-zag que remata la decoración.
E)
El Estilo de Transición
Dentro de este estilo englobamos tanto las decoraciones del más puro estilo geométrico, con sus típicos motivos en losanges y triángulos, como las del tipo «Palmelaimpreso», formados por la combinación de lineas rectas
y quebradas 53 . El único ejemplar con decoración puntillada geométrica (Las Peñetas 2) es un fragmento técnicamente relacionable con los del estilo marítimo. Por el
contrario, los hallazgos con decoraciones tipo <
presentan ya las superficies oscuras (1' Alfo gas 1 y Aranyes 3) características de las fases más avanzadas.
El estilo cordado se considera llegado a la península
desde el Rhin y Centroeuropa, donde parece ser más
antiguo que el marítimo, vía el corredor del Ródano y
Catalunya; mientras que los tipos mixtos serían el resultado de los contactos entre los marítimos puros y los
cordados. La distribución peninsular de ambos tipos,
centrada sobre todo en el NE., avala sin duda la hipótesis de un origen externo 54 • Su cronología, sin embargo,
debe considerarse paralela a la del tipo marítimo en lo
que atañe a la Península.
El tipo marítimo, cuyo origen portugués se propone
en los estudios de Harrison 55 , muestra una distribución
distinta a la del cordado, concentrándose en las comarcas más meridionales del País Valenciano. Su introducción aquí, dada la especial relación de esta zona con el
SE., debió realizarse a través de la Cultura de los Millares. El tipo marítimo, junto con el cordado y el mixto,
formarían el llamado <
nuestro estilo de transición.
" DELIBES G . y M UN ICIO L.: «Apuntes para el estudio de la secuencia campaniforme en el oriente de la Meseta Norte.» Numantia.
1981, pp.65 y SS.
u SOARES J. y TAVARES C.: «0 grupo de Palmela no cuadro da
cerámica campaniforme en Portugal.» O Arqueólogo Portugues, Serie 11,
vols. VII a XI. pp. IOI y ss. 1974-77.
54
HARRISON. 1977, op. ci t. nota 26. pp.82·83. Una relación de los
yacimientos peninsulares que han proporcionado campaniformes cordados o mixtos puede verse en el catálogo de esta misma obra.
" HARRISON . 1977, Op. cit. nota 26.
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EL VASO CAMPAN IFORM E EN EL PAlS VALENCIANO
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Figura 56.-Campaniforme inciso. Estilo clá.sico tardío (1 a 5). Estilo inciso (6 a 12)
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Figura 57.-Campani(orme de estilo inciso ( 13 y 14). Estilo pseudo-exciso (15 a 18). Estilo geométrico (19 a 21)
[page-n-92]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
El estilo puntillado-geométrico, que junto al Palmela
forman nuestro estilo de transición, ha sido considerado
en el S. de Francia 56 y la Meseta 51 como un estilo a
medio camino entre el marítimo y el inciso, al que anunciaría tanto en algunas de sus formas (cazuelas), como
de las decoraciones. En favor de esta tesis, Delibes y
Municio aducen la posición estratigráfica de estas cerámicas en la secuencia estratigráfica de los Castillejos de
Montefrío (Granada). Dentro de la fase IV de este poblado - paralela a Millares U- , aparecen los primeros
campaniformes de estilo marítimo o compuesto en el estrato inferior (Vla), mientras que en el superior (VIb),
hace su aparición el puntillado geométrico 58 . Siguiendo
a estos autores, este estilo, documentado en las cuevas
de la Tarascona y Villar del Campo en la Meseta, mantendría claras relaciones con otros grupos peninsulares
- Carmona y Palmela fundamentalmente- y extrapeninsulares 59 •
Por lo que se refiere al País Valenciano, aunque los
hallazgos son escasos, éstos parecen alejarse, tanto en la
decoración, como en sus características técnicas - el
gusto por las superficies oscuras y la utilización de la
pasta blanca rellenando los motivos decorativos- de
los comunes dentro del horizonte marítimo.
EUo no obstante, debemos considerar que los indicios son todavía escasos, al menos en lo tocante al País
Valenciano, donde carecemos de las necesarias secuencias estratigráficas y corpus de materiales que permitan
pronunciarse en uno u otro sentido.
Problema aparte lo constituye la perduración de la
técnica del puntiUado dentro ya del HCT.
4.2.2. El Campaniforme Reciente: Formas y Decoraciones
Durante la fase que denominamos HCT la decoración de la cerámica campaniforme se reaUza mediante
cuatro técnicas distintas: 1) el puntillado; 2) la incisión;
3) el estampado; y 4) la pseudoexcisión.
La perduración del puntillado durante esta fase puede considerarse residual, y se documenta a través de dos
hallazgos bien fechados por sus respectivos ajuares:
a) El cuenco hemiesférico (Pedrera 3) con decoración de bandas verticales que convergen radialmente hacia la base dejando el ónfalo Ubre. El enterramiento múltiple de donde procede el hallazgo contenía, además, dos
vasos campaniformes y un cuenco incisos; un puñal de
lengüeta y una punta de Palmela, elementos suficientes
para datar el conjunto dentro del HCT.
b) El vaso campaniforme de estilo compuesto al
que se le ha añadido una línea incisa circular en zig-zag
rodeando a la base (Gats 1). Como en el caso precedente, el conjunto de los hallazgos del enterramiento (ver
catálogo) son suficientemente significativos de la cronología del mismo.
•• GUILAINE J.:
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Pyrennées· Fran.,
o~ises.» Carcassonnc, 1967
11
DELIRES y M UN ICIO, op. cit. nota 52.
'8
ARR IBAS y MOLINA , op. cit. nota 46, figs. 8 y 10.
La incisión aparece ahora por primera vez y constituye la técnica más utilizada en la decoración de las especies campaniformes. Las incisiones pueden ser de punta
fina o roma, y no es frecuente encontrar sus decoraciones incrustadas de pasta blanca, que sólo aparece en el
plato de la Cova del Bolumini (in ven. n.o 2), el cuenco
polípodo de Beniprí, y en algunos fragmentos del Rincón de Redován.
El estampado no es más que una impresión realizada
con un instrumento distinto de la ruedecilla o espátula
dentada empleada en el puntillado. En el País Valenciano la variedad de motivos logrados con esta técnica es
notable, como puede observarse en la figura 55.
La pseudoexcisión es una suerte de combinación de
motivos estampados - generalmente los números 46 y
47 de la figura 55- dispuestos de tal modo que producen la sensación de una decoración en relieve similar a la
de la cerámica excisa. Es una técnica frecuentemente utiUzada en el grupo valenciano, como ponen de manifiesto
los hallazgos de El Promontori.
En contraste con lo que ocurría en las cerámicas del
conjunto marítimo, las superficies de la mayoría de estas
cerámicas campaniformes son oscuras y bruñidas o espatuladas.
La variedad de los motivos decorativos presentes en
el campaniforme valenciano encuentra fácil acomodo entre los presentes en otras culturas campaniformes contemporáneas. Es, sin embargo, en la riqueza y variedad
de los motivos estampados, así como en la repetición de
algunos esquemas decorativos singulares, donde se constata la mayor originalidad del grupo; originaUdad que,
por otra parte, puede extenderse a las formas cerámicas
decoradas.
A)
Los Vasos Campaniformes
Se trata siempre de recipientes profundos, cuya altura generalmente iguala o sobrepasa el diámetro de la
boca. Todos los ejemplares enconrrados excepto cinco,
encuentran buenos paralelos en el ámbito de Ciempozuelos.
El ejemplar de la Cova del Retoret posee una forma
poco frecuente, para la que sólo hemos podido constatar
un buen paralelo en la Cueva de Santibáñez (Segovia) 60 .
Mayores singularidades presentan los cuatro restantes,
que agrupamos en dos tipos:
a) Tipo Pedrera. Representado por los vasos Pedrera 1, Castellet 1 y Conill 3. Es un vaso de suave perfil
en S, con boca escasamente exvasada y sin panza destacada. En los casos en que se conserva, su base es plana.
Es un tipo más próximo a la variedad Herríngbone del
complejo marítimo que a los tipos propios del campaniforme avanzado. Curiosamente, la decoración empleada
es siempre a base de bandas alternas reticuladas que se
•• Nos referimos a la fase JI ~stablecida por Guilaine. op. cit. nota
56 para los Pirineos franceses.
6o
HARRISON, 1977. op. cit. nota 26. fig. 72.
91
[page-n-93]
El VASO CAMPANIFORME EN El PAIS VALENCIANO
distribuyen uniformemente por la superficie exterior del
recipiente, claramente basada en la de las especies maritimas. También su técnica recuerda a estas variedades,
ya que sus superficies son de tonalidades claras.
Los mejores paralelos para este tipo, tanto en su forma como en su decoración, provienen de los Blanquizares de Lebor (Murcia), donde encontramos un vaso réplica exacta de los nuestros, de los que sólo se diferencia
por la franja final de pequeños triángulos 61 . De la Cova
de les Aigües Vives (Lleida) 62 , procede un vaso formalmente próximo, pero con una decoración puntillada-geométrica típica. Tanto estos paralelos, como sus características técnicas y formales, parecen indicar una mayor
proximidad a los tipos propiamente marítimos, lo que
podría interpretarse en el sentido de cierta prioridad cronológica sobre el resto de· los tipos incisos. Sin embargo,
este extremo no está debidamente documentado, y deberemos esperar a que futuros hallazgos permitan conservar o rechazar lo que todavía no pasa de ser una suposición.
b) Tipo Promontori. Está representado por un
único vaso globular con cuello corto y recto (Promontori 14), al que sólo por extensión cabría dar el nombre de
campaniforme, dada la lejanía formal respecto de los
ejemplares característicos de esta especie.
Si formalmente podemos constatar una buena relación de nuestros tipos con los propios de Ciempozuelos
no ocurre lo mismo al nivel de las decoraciones. Contrariamente a lo observado en aquella cultura, ni los vasos
campaniformes, ni las cazuelas llevan la típica decoración interna. En realidad, el único ejemplar con decoración interna en el borde es el cuenco polípodo de Beníprí, forma completamente extraña al mundo de Ciempozuelos.
Otra diferencia tanto con respecto a Ciempozuelos,
como al resto de las culturas peninsulares del campaniforme avanzado, consiste en la organización de la decoración externa. Así, mientras en estas culturas la contracción de la decoración en tres, e incluso dos bandas es
la característica predominante, en el grupo valenciano
predomina la decoración en un número de bandas no inferior a 4, repitiendo todas ellas el mismo motivo. Incluso cuando ésta se reduce a tres bandas (Retoret 1; Castellet 2 y Pedrera 2), la temática repetitiva de éstas, o la
característica franja final de triángulos con el vértice hacia abajo, les diferencia de aquéllos. Todo ello nos ha
permitido aislar un estilo campaniforme peculiar, basado
en la utilización de las bandas simples alternas y que
como única novedad, añade la franja de triángulos con
el vértice hacia abajo al final de la decoración. Este estilo, al que por sus similitudes con el marítimo denominaremos Clásico Tardío, se encuentra muy bien representado entre los vasos campaniformes (Pedrera 1; Gats 2 y
5; Retoret 1; 1 Atareó 1 y 2; Alfons 2; Conill 3, y tal vez
'
el fragmento Promontori 28), y, en menor medida, entre
los cuencos, como indican los hallazgos de Pedrera 4;
01
6l
63
HARRJSON, 1977, op. cit. nota 26, fig. 82.
H ARRISON, 1977, op. cit. nota 26, fig. 109.
DELIBES G .: «El vaso campaniforme en la Meseta Norte españo·
la.» Studia Archaeológica, 46. 1976.
92
Cendres 1; l'AJcudia I; y el Promontori 11 , 13 y 20, este
último con el borde decorado. Sus paralelos peninsulares
son muy escasos, por lo que puede considerarse un estilo
reg10nal propio del País Valenciano.
B) Las Cazuelas
Son muy escasas en el País Valenciano, donde tan
sólo hemos podido identificar cuatro pie.zas con seguridad, dos de ellas fragmentadas.
Tipológicamente, los ejemplares valencianos se alejan
bastante del grupo Ciempozuelos. Dicha diferenciación
se extiende incluso a su consideración como cazuelas.
Así, mientras todos los ejemplares publicados por Delibes 63 poseen un índice de profundidad encuadrable dentro del limite de las cazuelas (entre 31 y 50), los valencianos, con un índice de profundidad situado por encima
de 60, se alejan considerablemente de ellas.
El más cercano tipológicamente a las cazuelas es el
cuenco con hombro o carenado de la Cova deis Gats
(inven. o.• 7), si bien con la diferencia de que el cuello,
en lugar de ser corto y exvasado, es largo y recto. El
cuenco carenado de paredes cóncavas (Recambra 2), y el
cuenco de perfil en S (Gats 6), tipo al que podría asimilarse el fragmento Bernarda 1, son formas extrañas al
complejo Ciempozuelos, y para las que sólo podemos citar algún paralelo más o menos próximo en el área catalana y en los pirineos franceses 6 4 .
Por lo que se refiere a su decoración, el fragmento de
la Cova Bernarda recuerda bastante a los motivos lineares presentes en l'Aifogas y Aranyes con técnica puntillada, pudiendo considerarse una derivación de éstos. Los
dos cuencos de la Cova deis Gats presentan una decoración más similar a la de las cazuelas Ciempozuelos, con
una evidente complicación decorativa en la que predominan los motivos lineares con la típica franja final de
triángulos con el vértice hacia abajo.
Estos motivos lineares, junto con el resto de los propiamente incisos formarían el denominado por nosotros
Estilo Inciso (fig. 56).
C)
Los Cuencos
Se trata del grupo más numeroso dentro del conjunto
de cerámicas con decoración campaniforme, ocupando el
60 por 100 del total de las formas reconocidas. Este fenómeno de la proliferación de cuencos se constata exactamente igual - e incluso en mayores proporcionesdentro del conjunto de las culturas peninsulares del campaniforme avanzado 65 •
Dentro del grupo existen dos tipos diferenciados: los
cuencos hemíesféricos y los globulares. Dentro del País
Valenciano el tipo de cuenco predominante es el globu••
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26 y figs. 98 y 106.
6S
GUILAINE. op. cit. nota 56, pl.4.
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.60·6l.
[page-n-94]
EL VASO CAMPAN IFORME EN EL PAIS VALENC IANO
lar que alcanza el 40,6 por 100 del total de las formas recuperadas, y el 66,6 por 100 de los cuencos. Este elevado
porcentaje de cuencos globulares contrasta con lo observado en el área de ·Ciempozuelos donde, al parecer, predominan los cuencos hemiesféricos 66 .
La decoración de los cuencos se organiza, salvo en
los del estilo clásico tardío, en una o dos bandas, siendo
frecuentes , como en el resto de las formas, las franjas finales de triángulos. Todos los estHos decorativos están
presentes en los cuencos; sin embargo, existe uno cuya
presencia fuera de este apartado tipológico sólo se constata en el vaso campaniforme Gats 4 y en la olla Promontori 6. Nos referimos al Estilo Pseudoexciso y Estampado , caracterizado por el papel predominante que
adquieren estos motivos decorativos.
Finalmente, existen algunos cuencos - singularmente
el cuenco globular Promontori 10- en los que los motivos estampados predominan ampliamente sobre cualquier otro en la decoración. En esta línea, los cuencos de
Vilafamés, con su decoración predominantemente estampada, podrían considerarse como el desarrollo último de
esta técnica.
Sin duda, una de las asociaciones cerámicas más características del campaniforme peninsular es la que se da
entre el vaso campaniforme, el cuenco y la cazuela dentro del mundo Ciempozuelos. Esta asociación, documentada en los enterramientos individuales de esta cultura,
no puede extrapolarse a ninguna otra área peninsular.
En el País Valenciano, donde Jos enterramientos individuales sólo se documentan al frnal de este período, esta
asociación sólo podría establecerse, y ello parcialmente,
en el enterramiento colectivo de la Cova dels Gats, donde para cinco vasos campaniformes encontrados sólo
aparecen dos cazuelas y dos cuencos.
D) Ollas y Orzas
Las ollas y orzas con decoración campaniforme se
caracterizan por poseer un cuello más o menos marcado,
pero siempre cóncavo y exvasado. Tan sólo hemos podido documentar tres ejemplares; de ellos el representado
por Promontori 6 se clasificaría como olla, mientras que
los fragmentos de El Blanquisal 1, y Racó Tancat 1 se
acercarían más, por sus dimensiones, a las orzas. Todos
ellos poseen la peculiar franja de triángulos con el vértice hacia abajo al final de la decoración, agrupada en
una o dos franjas. Excepción hecha de la olla de El Promontori, todo ellos poseen la clásica decoración en
DELIBES. op. cit. nota 63, p.89.
Los paralelos de estas formas pueden verse en: Catalunya: HA·
RRISON, 1977, op. cit. nota 26, figs. 90, 93 y 97.
La Meseta: CAJAL N.: «Materiales de la Cueva de la Mora Somaén
(Soria) en el Museo Arqueológico Nacional.» Trabajos de Pr~historia.
38, fig. 8. 198 J.
Andalucía: HARRtSON R . J.. BUBNER T. y HIBBS V. A. : «Tbe beaker pouery from El Acechubal, Carmona (prov. Sevilla).» Madrider Mitteilungen, 17, pp.79 y ss .• figs. 22 y 23. 1976.
Portugal: HARR ISON, 1977, o p. cit. nota 26. fig. 44 y 48.
68
P ETIT M . A. y ROV IRA J.: <
(Sitges, Barcelona) y los polipodos con decoración de estilo campaniforme en la fachada mediterránea de la Peolnsula Ibérica.>> en «Estudios dedicados a Ca rlos Callejo Serrano», p.l y ss. 1979.
66
61
«dientes de lobo» como motivo central. Es el llamado
Estilo Geométrico, en el que la doble franja de triángulos
enfrentados puede sustituirse por otras variantes decorativas para lograr el mismo efecto (fig. 57).
Estas grandes vasijas, consideradas representativas de
la Cultura de Salamó se encuentran esparcidas por toda
la Península, y en todos los casos presentan unas decoraciones sensiblemente uniformes, rematadas por la típica
franja de triángulos con el vértice hacia abajo 67 •
E)
Platos
Incluimos aquí dos recipientes, uno de labio vuelto y
otro reentrante, formas ambas con claros paralelos en el
área andaluza. Su decoración, debida a la forma especial
de estos vasos, es dificilmente asimilable a cualquiera de
los estilos antes comentados.
F) Vaso o Cuenco Polípodo
Se trata de un único ejemplar procedente de Beniprí
al que en su reconstrucción hemos supuesto tetrápodo
(fig. 29), interpretación en la que coincidimos con otros
investigadores 68 . Su decoración corresponde al más clásico estilo geométrico definido por nosotros, y presenta
dos peculiaridades: la decoración interna del borde (evidente rasgo Ciempozuelos); y la incrustación de pasta
blanca para resaltar los motivos decorativos.
Según Harrison 69 , esta forma no puede relacionarse
con los vasos polípodos sardos, puesto que el de Beniprí
es inciso y con evidentes rasgos meseteños -la decoración interna bajo el borde- ; por otra parte, el vacío
francés impide asimismo su comparación con las formas
similares de Centroeuropa.
Los únicos paralelos peninsulares conocidos proceden de la Cultura de Salamó 70 , y es con ésta con la que
sin duda debe relacionarse nuestro cuenco.
4.3.
LA CERAMICA: LAS FORMAS
La elaboración de la tipología cerámica se ha realizado partiendo de dos clases distintas de datos:
a) los datos métricos, derivados de las distintas proporciones del recipiente. Este tipo de datos ha sido ampliamente utilizado en la confección de distintas tipologías cerámicas más o menos cercanas a la nuestra 71 • Dichos datos son:
••
70
11
8. 1975.
HARRI SON, 1977. op. cit. nota 26, p.87.
PETIT y ROVIRA. op. cit. nota 68.
VAQU ER J.: <
GUERRESCHI G .: <
ramicbe preistoricbe.» Sibrium, 11, pp.2 15 y ss. 197 1-72.
TAVARES C. y SOARES J.: <
povodaos calcoliticos do Baixo Alemtejo e Algarve.» Setubal Arqueológica, 11. pp. 179 y ss. 1976-77.
ARRIBAS A. y MOLINA F.: «El poblado de "Los Castillejos" en las
Peñas de los Gitanos (Montefrio, Granada).» Cuadernos de Prehistoria
de la Universidad de Granada. Serie monográfica, 3. 1979.
93
[page-n-95]
El VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALEN CIANO
- El diámetro de la boca (Db).
- La altura del recipiente (H).
- El índice de profundidad (IP), número que resulta
de dividir la H por el Db, y multiplicar por 100 el
resultado.
b ) Los datos tipológicos, derivados del perfil y particularidades formales del recipiente.
l.
LOS PLATOS Y LAS FUENTES
Consideramos como platos y fuentes a todos aquellos recipientes planos en los que el borde o, en ocasiones, sólo el labio se distingue claramente de la pared del
cuerpo. Estos pueden diferenciarse por un engrosamiento, por ser reentrantes, por su exvasamiento, etc., siendo
ésta la característica principal que les separa de las escudillas.
Siguiendo el módulo tomado por Arribas y Molína 72 , hablaremos de platos cuando el Db sea inferior o
igual a 28 cm., y de fuentes en caso contrario.
1.1.
Platos de Borde Reentrante (tipos 26 y 27)
Se incluyen aquí una serie de platos, alguno de ellos
decorado (Bolumini 2), caracterizados por poseer un
fondo en calota que da paso a un borde lo suficientemente reentrante como para formar una ruptura de perfil en forma de suave carena. Este tipo ofrece algunos
paralelos entre los platos de perfil sencillo de la Fase lll
de Montefrío 73 y en El Acechubal 74 • Eo el País Valenciano aparece mayoritariamente relacionado con contextos del campaniforme avanzado.
1.2.
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. p.90.
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. p. 87. Tipo 43.
, . H.ARRISON et Alii. op. cit. nota 67. figs. 33 y 46.
.,, VAQUER, op. cit. nota 71. lig. 1 L
' 0
SCH ULE W. y PELLICER M.: «El Cerro de la Virgen. Orce (Granada)., Excavaciones Arqueológicas en España. 46. fig. l. 1966.
" ARRIBAS y MOLI NA. op. Cit. nota 46. fig. 10.
" Con esta cronología se identifican los ejemplares presentes en:
- la fase V de Montefrio: ARRIBAS y MOliNA . op. cit. nota 46.
fig. 12.
94
1.3.
Platos de Borde Engrosado (tipo 22)
Se incluye aquí un único ejemplar, procedente del
poblado de les Moreres, cuya forma semeja la de una escudilla, pero con el borde engrosado interior y exteriormente. Tipológicamente no resulta emparentable con las
fuentes de labio engrosado típicas del CaJcolítico en el
SE. sl.
La amable comunicación verbal de su excavador, A.
González Prats, quien nos confirmó la ausencia de materiales campaniformes entre los que se llevan recuperados
hasta el momento en dicho poblado, obliga a considerar,
provisionalmente, una cronología para estas formas centrada en torno al Eneolítico Inicial y Pleno.
Platos de Borde Salieme (tipos 1, 23, 24 y 25)
Se clasifican como tales todos aquellos platos en los
que el borde exvasado forma un plano claramente diferenciado del de la pared del cuerpo. Su lP suele situarse
siempre por encima de 20, y el borde oo llega a formar
ouoca una auténtica ala plana, al estilo de los más clásicos platos chasenses 15 . Sus paralelos remiten siempre al
área cultural de los Millares.
Estas formas, si bien pueden aparecer esporádicamente con anterioridad - Estrato 1 del Cerro de la Virgen de Orce 76 ; fase 111 de Montefrío 77 - , resultan cau
u
racterísticas del Cobre Tardío y Final, nomenclatura utilizada por Arribas y Molina para designar a las etapas
más recientes del Eneolítico en las que el predominio del
campaniforme inciso es ya total, del SE. peninsular 78 •
Asimismo, su perduración durante los primeros momentos de la Cultura del Argar se demuestra por su aparición en los estratos argáricos de Orce y de El Cerro de
la Encina de Monachil 79 •
En el País Valenciano, excepción hecha de un ejemplar procedente de la fase Ereta Il, datable en el Eneolítico Inicial y Pleno, todos los platos de borde saliente recuperados remiten al HCT., sin que hayamos podido
constatar su presencia durante la cultura del Bronce Valenciano.
Es de destacar el plato con decoración campaniforme
en el borde procedente del poblado de Las Peñetas, con
claros paralelos en el SE.: Estrato IIB de Orce 80 , y en
las sepulturas del Llano de la Atalaya 3 y 6 81 •
1.4.
Fuentes de Perfil Sencillo (tipo 28)
Se trata de un único ejemplar procedente del E. ll1
de la Ereta del Pedregal y caracterizado por la posesión
de un fondo plano, paredes gruesas y un borde recto
adelgazado. Esto último la diferencia de otras formas
más frecuentes en los contextos calcolíticos peninsulares,
donde predominan las fuentes de borde engrosado. Su
posición estratigráfica en la Ereta permite asegurar su
cronología campaniforme.
- el Estrato 11 de Om:: SCHULE y PELLICER. op. cit. nota 76.
'" SCHULE y PELLICE R. op. cit. nota 76.
ARRIBAS A .. PAR EJA E.• MOLINA F.. ARTEAGA 0 . y MOLINA F.:
«Excavaciones en el poblado de la Edad del Bronce "Cerro de la Encina". Monachil (Granada)., Excavaciones Arqueológicas en España. 81,
lig. 31. 1974.
to SCHULE y PELLICER. op. cit. nota 76. fig. 31.
" LEISNER y LEISNER. op. ci t. nota 14. taf. 7.
" ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. pp. 90-91.
[page-n-96]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PALS VALENCIANO
1.5.
Fuentes con Hombro (tipos 29 y 30)
Se caracterizan porque su borde, alargado, recto y
saliente, se separa del .cuerpo o base de la vasija por medio de un hombro bien marcado en la superficie exterior,
mientras que resulta imperceptible en la interior. A ello
se debe el muy distinto grosor de la base y el borde de
estas fuentes.
De los dos ejemplares aparecidos en el País Valenciano, uno de ellos procede de la Fase lll de la Ereta, Jo
que permite relacionarlo con nuestro HCT. Idéntica cronología puede suponerse para el ejemplar de Las Peñetas, poblado donde aparecen mezclados fragmentos de
campaniforme marítimo e inciso.
El paralelo más exacto para estas fuentes proviene
del T holos Von Barro (Portugal) 83 . No obstante puede
observarse cierto paralelismo entre su perfil y el de algunos de los cuencos con hombro propios del campaniforme marítimo y el Palmela impreso en Portugal, presentes
también en El Acechubal 84 . Asimismo, algunos fragmentos de cerámica lisa de Jos estratos campaniformes
de Orce podrían relacionarse con este tipo 8 s.
En su conjunto, los platos y las fuentes constituyen
un tipo poco valorado y conocido en el País Valenciano.
Sin embargo, la publicación de la Ereta del Pedregal y la
revisión de materiales campaniformes realizada por nosotros en este trabajo, ha revelado su presencia en porcentajes significativos dentro del conjunto cultural del
Eneolítico en el País Valenciano. De ellos cabe destacar
el tipo 1.2., con claros paralelos ~n el SE., donde su cronología coincide con la observada en el País Valenciano:
el campaniforme reciente (Cobre tardío y final de Arribas y Molina), perdurando durante el Bronce Antiguo
(Argar A) en aquella zona. Este perduración no se constata en el País Valenciano, donde el tipo está totalmente
ausente en Jos poblados del Bronce Valenciano.
Ill . LAS CAZUELAS (Tipos 4, 5, 32, 33 y 34)
Consideramos como cazuelas a todos aquellos recipientes poco profundos - con un IP comprendido entre
31 y 45-, de perfil abierto y con un Db superior a los
28 cm.
Aparte las cazuelas campaniformes - tipo Ul.l:
Camí de l'Alfogás- cuyo estudio se ha realizado en el
apartado correspondiente, encontramos representados
los siguientes tipos:
111.2. Cazuelas Hemiesféricas. Son en realidad grandes cuencos hemíesféricos con la base más o menos aplanada y con un Db superior a 28 cm. En ocasiones presentan una teoría de mamelones bajo el borde (Ereta lli)
(tipo 34).
III.3. Cazuelas Troncocónicas. Representadas por
un único ejemplar procedente de la fase Ereta III. Se caracteriza por poseer unas paredes troncocónicas exvasadas y una base plana (tipo 33).
UI.4. Cazuelas de Labio Plano, ligeramente engrosado al interior, y forma general hemiesférica. Incluimos
en este tipo la cazuela Atareó 10, cuyos mejores paralelos se encuentran entre las llamadas «tazas» de tipo Palmela, muy frecuentes en esta cultura portuguesa (tipo 32).
Las cazuelas de perfil en S. presentes durante el
Eneolítico l nicial y Pleno en la Ereta del Pedregal (tipo
4) no se constatan con posterioridad.
La cazuela es un tipo característico del País Valenciano que alcanza su mayor desarrollo durante el HCT,
perdurando después significativamente en los poblados
del Bronce Valenciano, como puede observarse, por
ejemplo, en los poblados del Puntal de Cambra (Villar
del Arzobispo) 88 y la Serra Grossa (Alicante) 89 •
11. LAS ESCUDILLAS (Tipos 3 y 31)
IV. LOS CUENCOS DE PERFIL EN S (Tipos
6, 35, 36 y 37)
Las escudillas se definen como recipientes de perfil
sencillo y abierto, sin borde destacado. Su forma se
aproxima al cuarto de esfera , sin llegar nunca al tercio
de la misma. Se trata siempre de recipientes planos, con
un IP inferior a 30.
Estas formas, con claros antecedentes neolíticos están
prácticamente ausentes del HCT, fase a la que pertenece
un solo ejemplar procedente de Ereta III. De acuerdo
con la estratigrafía de este pobl!ido, las escudillas son
esencialmente características del Neolítico Final (Fase
),
Ereta 1 perdurando en proporciones mucho más escasas durante las fases Il y lii del poblado 86 .
En Montefrío, por el contrario, éstas se consideran
típicas de la cultura de los Millares, estando ausentes durante el Cobre Tardío y Final 8 ' .
Clasificamos como tales a un tipo especial de cuencos cuyo borde, marcado por un ligero exvasamiento,
origina un perfil en S poco pronunciado. Asimismo, incluimos en este apartado a aquellos otros cuencos con
un perfil más pronunciado diferenciando la panza, del
cuello y borde. De acuerdo con lo anterior, los hemos
agrupado en dos tipos:
IV.I. En el que se incluirían los cuencos cuyo perfll
en S viene marcado por un ligero exvasarniento del borde (tipos 6 y 35).
IV.2. Cuencos con un perfil en S más pronunciado
(tipos 36 y 37).
La variedad IV. I está presente a lo largo de todo el
Eneolítico y puede emparentarse con los vasos de perfil
en S de Montefrío 90 •
8l
LEISNER V.: 1965, op. cit. nota 18. Taf. 2, núm. 56.
••
HARRISON el Alii, op. cit. nota 67. ligs. 11 y 12.
SCH ULE y PELLICER, op. cit. nota 76, lig. 16, núm . 14.
PLÁ et Alii. op. cit. nota 47.
ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 71, p.78.
8'
86
81
• • ALCACER J.: «El Puntal de Cambra (Villar del Arzobispo, Valencia).» Arcb.ivo de Prehistoria Levantina, V, pp.65 y ss. 1954.
89
LLOBR EGAT E.: «El pOblado de la Cultura del Bronce Valenciano de la Serra Grossa, Alicante.» Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, 6, pp.31 y ss. lig. 13. 1969.
90
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71 , p.82.
95
[page-n-97]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
V.
CUENCOS DE FORMA ESFERICA SIN
BORDE O LABIO DIFERENCIADO
Son recipientes de profundidad y dimensiones medias. Su IP oscila entre 31 y 80, con variaciones según se
trate de cuencos planos, hemiesféricos o globulares. Se
trata de formas que, por su sencillez y funcionalidad , se
encuentran enormemente extendidas en el espacio y en el
tiempo, remontándose en sus orígenes a las primeras culturas neolíticas, y perdurando durante la Edad del
Bronce.
Y.l.
Cuencos Planos (tipos 40 y 41)
Son cuencos de tendencia hemiesférica y base plana o
aplanada. Su IP es siempre inferior a 45, y su Db supera
los 12 cm. Desde este punto de vista podrían considerarse como «platos hondos». Sus paralelos más próximos se
encuentran entre los platos de perfil sencillo del Cobre
Final en Montefrío 91 • Esta misma cronología avanzada
se comprueba en los ejemplares valencianos, procedentes
de niveles o enterramientos propios del campaniforme
avanzado: Pedrera 8; Alfons 4; y 1' Atareó 4.
Y.2.
Cuencos Herniesfé ricos (tipos 7, 10, 42, 43 y 46)
Estos cuencos se caracterizan por no sobrepasar nunca la hemiesfera, lo que les confiere un perfil más o menos abierto. A él pertenecen el 39,5 por 100 de todos Jos
cuencos encontrados. Dentro de este grupo son más numerosos los cuencos poco profundos - con un IP entre
31 y 50- , mientras que Jos profundos sólo suponen un
20 por 100 del total. Su Db oscila entre los 7 y los
24,5 cm., siendo predominantes aquellos con un Db inferior a 15 cm.
V.3.
Cuencos Globulares (tipos 8, 9, 11 , 44 y 45)
Se agrupan aq uí todos aquellos cuencos cuya forma
sobrepasa la hemiesfera y, en todo caso, poseen un perftl
reentrante. Son los más numerosos, representando el
59,6 por 100 del total de los cuencos. En contraste con
lo que sucede entre los hemiesféricos, el grupo dominante corresponde a los cuencos hondos. Su tamaño es normalmente mayor que en aquéllos, predominando los de
Db superior a 15 cm.
VI.
CUENCOS CON HOMBRO Y CARENADOS (tipos 38 y 51)
Se incluyen aquí los ejemplares campaniformes de la
Cova deis Gats (inv. n.• 7) y de la Recambra (inv. n.• 3),
ya estudiados en el apartado correspondiente. Tan sólo
01
96
ARRIBAS y MOLINA , op. cit. nota 7 1, Tipo 78.
cabe añadir que así como el cuenco de la Cova deis Gats
es una forma típicamente campaniforme, el cuenco carenado de la Cova de la Recambra anuncia ya Jos tipos
propios del Bronce Valenciano.
VII.
RECIPIENTES DE CUERPO CILINDRICO O TRONCOCONICO SIN LABIO O
BORDE DIFERENCIADO (tipos 12, 13,
14 y 50)
Se incluyen aquí todos aquellos recipientes de profundidad y dimensiones medias con las características
formales arriba citadas. A juzgar por los hallazgos valencianos, éstos parecen ser más abundantes durante el
Eneolítico Inicial y Pleno.
VIII.
VASOS CAMPANIFORMES (tipos 15,
16, 52, 53, 54 y 55)
Son recipientes profundos, con un IP superior a 80,
y de tamaño medio: tanto su Db, como su H se sitúan
por debajo de los 15 cm. El perfll de estos vasos es variado, yendo desde los de iuave perfil en S, hasta Jos de
forma acampanada más o menos aquillada. A este respecto, conviene señalar que existen entre las producciones cerámicas del Eneolítico una serie de vasos, denominados de perfil en S, que de encontrarse decorados se
calsificarían como vasos campaniformes; es por ello que
los incluimos también dentro de este mismo apartado tipológico, aun cuando su presencia en el HCT es más
bien escasa.
IX. CUBILETES
Clasificamos en este apartado todos aquellos recipientes profundos de pequeñas dimensiones: su Db y su
H no superan nunca los 10 cm., situándose generalmente
muy por debajo de estas dimensiones (en tomo a los
8 cm.). Formalmente pueden agruparse en tres tipos:
IX.I. Troncocónicos o Cilíndricos. Poseen generalmente la base aplanada o poco convexa (tipo 59).
IX.2. De Carena Alta (tipo 58).
IX.3. Subcilíndricos de Base Plana (tipo 60).
Si bien la aparición de los tipos IX. l . y IX.2. en la
Cova deis Gats podría hacernos dudar en su atribución
cronológica - en este yacimiento debió existir un enterramiento de la Edad del Bronce- , los hallazgos de la
Cova Santa y del nivel lll de la Cova d'Alfons indican
claramente su relación con el HCT; cronología que puede perfectamente aceptarse para el tipo IX.3., hallado en
la Cova del Bolumini.
Por otro lado, resulta del máximo interés destacar
aquí que todas estas formas encuentran claros paralelós
[page-n-98]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCJANO
en la cultura argárica 92 , lo que resultará un dato· significativo a la hora de valorar el paralelismo cronológico
existente entre el Argar antiguo y el final de HCT.
X.
VASOS GLOBULARES CON CUELLO O
BORDE DIFERENCIADO: OLLITAS (tipo
57)
Se trata en realidad de recipientes formalmente muy
próximos a las ollas, pero que por sus reducidas dimensiones (altura inferior a 15 cm.), no pueden clasificarse
entre aquéllas.
El único ejemplar catalogado procede de la Cova
Santa de Vallada y, por tanto, puede situarse con bastante fiabilidad en el HCT, sin que hayamos podido documentar su existencia con anterioridad.
XI.
COPAS TIPO FRUTERO (tipo 61)
Nos referimos ahora al fragmento de copa encontrado en la Cova deis Gats (inv. n.o 21). Se trata de una
copa lisa cuya forma se aleja de las•típicas copas argáricas. Sus mejores paralelos se encuentran, por el contrario, entre las copas con decoración campaniforme de
PortugaJP 3 . Este mismo tipo de copas aparece también
en cerámica lisa, como demuestra el hallazgo de Porto
Covo (Lisboa) donde una copa muy similar a la nuestra
aparece asociada a una punta de Palmela y un vaso
campaniforme también liso 9 4 ,
Xll. OLLAS
Consideramos Ollas a aquellos recipientes profundos
(con un IP superior a 80) cuya altura no sobrepasa nunca los 25 cm., situándose siempre por encima de los
15 cm. Su Db es inferior a los 28 cm.
Formalmente son muy variados, pudiendo agruparse
en cuatro grandes tipos:
Xll. l .
Xll.2.
Ollas con Labio o Borde Diferenciado (Tipo 69)
Incluimos aquí aquellas ollas de cuerpo globular en
las que el borde se diferencia claramente del cuerpo por
ser recto o ligeramente exvasado. Las piezas que incluimos en este apartado (1 Atareó 7; y Ereta 12), están in'
completas, por lo que su inclusión entre las ollas debe
considerarse con reservas.
Xll.3.
Ollas con Cuello (tipo 17, 18, 62, 63 y 64)
La característica principal de estas ollas es la posesión de un c;uello claramente marcado, más o menos largo, pero claramente exvasado.
Xll.4.
Ollas Bitroncocónicas (tipo 68)
En este tipo sólo podemos incluir con seguridad un
ejemplar (Promontori 39), si bien por su forma podría
caber aquí el fragmento Ereta 13.
En su conjunto, las ollas son formas cerámicas con
precedentes claros en las culturas neolíticas locales 95 • Su
tipología y evolución a lo largo de las culturas neolíticas
son, sin embargo, mal conocidas. De ahi que nos Limitemos a señalar la existencia de precedentes tipológicos
durante estas etapas.
Dentro de la secuencia eneolitica, cabe destacar su
escasez durante el Eneolitico Inicial y Pleno donde, además, los tipos suelen presentar un cuello recto (tipo 19)
o «gollete», más cercano tipológicamente a las formas
neolíticas. En contraposición, se observa un mayor desarrollo de las ollas durante el HCT, con un claro predominio de las ollas con cuello curvo netamente exvasado.
También las formas con labio diferenciado son típicas de
la fase final del Eneolitico, tal y como sucede con sus
paralelos en Montefrío 96.
De todas ellas son las ollas con cuello curvo exvasado las que, junto a las más sencillas globulares, perdurarán durante el Bronce Valenciano, como puede observarse en los poblados de la Serra Grossa 91 , el Vedat de Torrent 98 o el Altico de la Hoya de Navarrés 99 •
Ollas Globulares (tipos 65, 66, 67)
XIII . ORZAS
No serían más que cuencos globulares de perfil más
o menos cerrado cuyas medidas coinciden con las señaladas para las ollas. Su base puede ser convexa o aplanada y, generalmente, van provistos de mamelones situados bajo el borde como elementos de prehensión. El
ejemplar Retoret 2 posee dos lengüetas bajas sustituyendo a los mamelones.
92 CUADRADO E.: «Utiles y armas del Argar. Ensayo de Tipología.,. 1 Congreso Nacional de Arqueología. pp. l03 y ss. 1950.
u
LEISNER. op. cit. nota 83, Taf. 91 y 92.
9'
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26. fig. 41.
•• Paralelos neolíticos de estas roanas pueden verse en: MARTÍ B.:
«Cova de I'Or (Beniarres, Alicante) Vol. 1.» Trabajos Varios del Servicio
de Investigación Prehistórica, SI. 1977.
Consideramos como Orzas o grandes recipientes de
almacenaje a todas aquellas vasijas muy profundas
- generalmente con un IP superior a 100- , con un Db
superior a 28 cm. y una H no inferior a 25 cm.
Los ejemplares encontrados pueden agruparse en dos
tipos esenciales:
••
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71, p. 110. Tipo 81.
lLOBREGAT, op. cit. nota 89.
91 FLETCHER O. y PLÁ E.: «El poblado de la Edad del Bronce de
la Montanyeta de Cabrera (Vedat de Torrente. Valencia).» Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia, 18. 1956.
• • ALCACER J.: «El Altico de la Hoya (Navarrés, Valencia).l> Archivo de Prehistoria Levantina. IX, pp.IOI y ss. 1951.
91
97
[page-n-99]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
XIIL I.
Orzas de Paredes Rectas (tipos 19, 20 y 70)
Se trata de grandes recipientes sin cuello diferenciado. Aunque escasas, son las únicas constatadas durante
el Eneolitico Inicial y Pleno, perdurando durante la fase
campaniforme posterior.
Xl1I.2.
Las Orzas con Cuello (tipos 71 y 72)
Son recipientes formalmente similares a los del tipo
Xl.3, pero con las medidas propias de las Orzas. A juzgar por sus paralelos andaluces 100 éstas podrían ser carenadas, aunque en los ejemplares valencianos no puede
comprobarse este extremo. Como en Montefrío, estas
Orzas son características del campaniforme avanzado
(nuestro HCT), perdurando con notable éxito durante
las culturas del Argar y del Bronce Valenciano. Algunas
de entre éstas (El Blanquisal 1) llevan decoración campaniforme.
XIV.
CUCHARONES (tipos 21 y 73)
Contrariamente a lo que sucede en Montefrío, los cucharones perduran a lo largo de toda la secuencia Eneolítica en el País Valenciano. Formalmente, Jos ejemplares
valencianos, todos ellos procedentes de la Ereta del Pedregal, están más próximos al tipo 1 de Montefrío 101 .
que, frente a la variedad tipológica del Eneolitico Inicial
y Pleno, sucede ahora (Gats, Pedrera, Retoret, etc.) una
casi exclusiva presencia de las puntas de flecha.
D esde esta perspectiva, la evolución de la industria
l.ítica observada en la Ereta y corroborada en los yacimientos campaniformes estudiados, debe ponerse en relación con la progresiva aceptación del instrumental metálico que, finalmen te, terminará desplazando a la piedra
tallada durante el Bronce Valenciano.
Un problema aparte dentro de este apartado lo constituye la aparición de dientes de hoz y cerámica campaniforme en el poblado de Redován. Tradicionalmente se
ha venido considerando que estas piezas de sílex eran típicas y exclusivas del Bronce Valenciano y, desde esta
perspectiva, la aparición en un mismo poblado junto a
cerámicas campaniformes debería explicarse por la perduración de éstas hasta la Edad del Bronce. Sin embargo, los poblados granadinos han puesto de relieve la
existencia de típicos dientes de hoz en todos los estratos
con campaniforme de Orce 103 y, al menos, desde la fase
V de Montefrío 104 . Asimismo, los dientes de hoz aparecen en casi todos los yacimientos al aire libre relacionados con la cultura de Ciempozuelos, si bien Delibes los
considera como «elementos no claramente campaniformes» 105 • Todo ello nos IJeva a considerar que la aparición de este tipo pudo tener lugar con anterioridad al
Bronce Valenciano, de modo similar a como ocurre en el
SE en fechas similares a las propuestas para el HCT en
el País Valenciano.
4.5.
4.4.
Para el estudio del sílex seguimos aquí los criterios tipológicos ya expuestos por nosotros al elaborar la listatipo provisional del Eneolítico 102 . A ella nos remitimos
para todas aquellas cuestiones relativas a la definición de
los tipos.
También expusimos allí, a propósito del estudio de
las series de la Ereta, cuáles eran las lineas evolutivas seguidas por la industria lítica a lo largo del Neolítico Final y Eneolítico. Así, pudimos comprobar cómo la industria de las fases Ereta 11 (Eneolítico Inicial) y III
(HCT), no era más que el resultado de una tendencia
presente ya en la fase 1 del poblado, y que podría resumirse en el aumento del desequilibrio industrial en favor
de las puntas de flecha, con la progresiva disminución
porcentual del resto de los grupos tipológicos. Esta tendencia se agudizará durante La fase lll, tal vez como
consecuencia del mayor impacto del instrumental metálico, cuya presencia es ya notable en este período.
Estas conclusiones no sólo no se modifican, sino que
se confirman con los hallazgos de las necrópolis en las
too
10 1
ARRIBAS y MOLI NA, op. cit. nota 71. pp.lll - 113.
A partir de los mejores ejemplares aparecidos en este poblado,
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71 , pp.69-73., realizaron un compleJo
estudio de la dispersión, paralelos y cronología de estos tipos a partir del
Neolítico. lo que hace innecesario el que tengamos que repetirlo en nuestro trabajo.
98
OBJETOS DE PIEDRA, HUESO
Y CONCHA
LA INDUSTRIA LITICA: EL SILEX
4.5.1. HACHAS Y AZUE LAS DE PIEDRA
PULIDA
Las hachas y azuelas de piedra pulida son, casi siempre, de pequeño tamaño y su aparición en las necrópolis
puede considerarse esporádica. Sin duda, su frecuencia
de aparición y variedad tipológica es menor que durante
el Eneolítico Inicial y Pleno. Se trata, sin embargo, de
objetos de amplia cronología sobre los que no es posible
establecer evoluciones tipológicas mínimamente precisas.
4.5.2.
BRAZALETES CIRCULARES
Incluimos aquí los fragmentos de brazaletes lisos de
los poblados de l'Aifogás y Redován, fabricados ambos
en calcita. Son también un tipo de amplia cronología
cuya presencia se detecta ya en el Estrato XIV de la Ca10
PLÁ el Alii. op. cit. nota 47. en prensa.
SCHULE y PE!.LICER, op. cit. nota 76, lig. 9, núm. 6; lig. 32,
núms. 7 y 8: lig. 40, núms. 6 y 7.
10 •
ARRIBAS y MOLINA , op. cit. nota 46, lig. 13,d.
105
D ELIRES. op. cit. nota 63, p.l31.
'
1 03
[page-n-100]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
rigüela (Piñar, Granada) 106 , y su perduración durante la
Edad del Bronce se comprueba tanto en la c ultura argárica, como en el Bronce Valenciano 1 01 .
4.5.3.
BRAZALETES DE ARQUERO
Los dos únicos ejemplares catalogados (Gats 28 y
Asilo del Bou 1) se corresponden con el tipo 2 de Sangmeister: Brazaletes ahusados con dos perforaciones 108.
Según él, estos brazaletes serían los más antiguos, opinión no aceptada por Delibes para quien los brazaletes
rectos con dos perforaciones (tipo 1 de Sangmeister)
aparecen también en diversos enterramientos Ciempozuelos 109 •
Por lo que se refiere al País Valenciano debemos señalar que los brazaletes del tipo 1 se relacionan mayoritariamente con los poblados del Bronce Valenciano,
como indican los hallazgos del Castillarejo de los Moros,
Andilla (Valencia) 11 0 , Terlinques 111 y las Peñicas, ambos en Vi llena 112 , sin que ello pretenda ser una valoración general sobre la cronología relativa de estos tipos.
4. 5.4.
Faltan totalmente durante esta fase los ídolos planos
de hueso - tipo 11 de Almagro 111 - , tan frecuentes en
las necrópolis del Eneolitico Inicial y Pleno, como demuestran los hallazgos de la Cova de la Pastora (AJcoi),
la Cova d 'en Pardo (Planes) o la Cova de la Barcella
(Torre de les Massanes) (lám. 21 ).
!DOLOS OCULADOS
La presencia de este tipo durante el HCT se comprueba tan sólo en el ejemplar precedente del niveiiii de
la Ereta. Los ídolos de la Cova de Bolumini, deben suponerse anteriores ya que la cueva fue utilizada como
enterramiento desde el primer Eneolitico, y el único
ejemplar encontrado en el curso de la excavación (inv.
n.• 15) no estaba asociado con cerámica campaniforme 113 • Además, formalmente - como ya establecimos
con anterioridad 114- los ejemplares de Bolumini pertenecen a los tipos más antiguos, mientras que el de la
Ereta, con su rica decoración sólo comparable a la de
los ídolos de AJmizaraque (Aimería), correspondería a
un tipo más evolucionado 11 5 • No obstante, su posición
estratigráfica dudosa y la ausencia de estos ídolos en todos los enterramientos campaniformes conocidos, impidió el verificar su cronología avanzada con anterioridad
al reciente establecimiento de las tres fases culturales de
la Ereta y la innegable relación de la última de ellas con
el HCT 116 .
1 06
NAVARRETE M. S.: «La Cul1ura de las Cuevas con cerámica
decorada en Andalucia Oriemal.» Vol . 11. fig. CLVIII. 14. Univ. Granada. 1976.
1 1
0
SIRET E. y L.: «Las primeras edades del me1al en el SE. de España.» Barcelona. 1890, lám. 24.
lnédilo. Hallazgo realizado en el poblado de la Mumanya Assolada.
No1icia facilitada por su excavador B. Marti.
101 SANGMEISTER
E.: «Die Schmalen "Armschuztplatten"».
Studicn aus Ahereuropa , pp.73 y ss. 1964.
100
DELIBES. o p. cit. nota 63. p.l21.
11
0
FLETCHER D. y ALCACER J.: ~
(Andilla. Valencia).» Archivo de Prehistoria Levantina. VIl . lárn. Ul, 7,
1958.
111
SOLER J . M. y F ER ÁNOEZ MOSCOSO E.: «Terlinques, poblado de la Edad del Bronce en Villena.» Papeles del Laboratorio de Ar·
queologia de Valencia. 10. pp.27 y ss. fig. 23. 1970.
11 1
Material depositado en el M. A. de Villena.
4.5.5.
COLGANTES ACANALADOS
Nos encontramos ahora ante un tipo de adorno en
hueso de gran aceptación en el área valenciana y cuyos
paralelos exteriores, aparte de las cuevas murcianas, son,
la mayoría de las veces, poco convincentes 11 8. En realidad, sus paralelos tipológicos más cercanos se reducen a
los aportados por el nivel 1 de la Gruta das Salemas,
Portugal 11 9 y, con una mayor diferencia formal , algunos
colgantes del SE francés 120 •
En el País Valenciano suman cerca de medio centenar el total de estos colgantes encontrados. Su mayor
proporción coincide con el Eneolitico Inicial y Pleno,
formando parte indefectiblemente de las grandes cuevas
de enterramiento colectivo de este periodo (fig. 58).
La posibilidad de su perduración durante el HCT resulta dudosa. En realidad, el dato más seguro de su presencia en esta etapa proviene de la Cova Bolla, donde se
encontraron seis ejemplares junto con cerámica campaniforme y botones piramidales de perforación en V. Desconocemos, sin embargo, las circunstancias del hallazgo
y las características del yacimiento, en el que se bao realizado excavaciones recientes sin que se hayan aportado
nuevos datos sobre el mismo. En consecuencia, basándonos exclusivamente en la tipología de sus materiales y en
los paralelos aportados por Guilaine 121 para el campaniforme de los Pirineos franceses, aceptamos la posibilidad de su perduración.
4.5.6.
COLGANTES VAR IOS
En total son tres los colgantes de hueso a parecidos
en conjuntos de cronología campaniforme avanzada: dos
rectangulares de la Cova Santa de Vallada, y uno esferoidal de la Cova Bolta. Si a ellos añadimos el colgante
realizado sobre colmillo de «Sus scrofa» de la Cova Santa. y el incisivo perforado de este mismo yacimiento. ob11
l
PASCUAL V.: «Nuevo ídolo oculado procedente de la Cueva
Bolumini (Alfafara, Alicante).» Archivo de Prehistoria Levantina. VIl ,
p.9. 1958.
11 •
BERNA8EU, op. cit. nota 48.
' " ALMAGRO M. J .: «Los ídolos del Bronce 1 Hispánico.» Bibliotecu Prehistórica Hispánica, XII . p.l69. 1973.
1 16
BERNABEU. op.
cit. nota 48.
BERNA8EU. o p. cit. nota 3 J.
1
ALMAGRO. op. cit. nota 11 S.
"
111
NIETO G.: «Col~antes y cabezas de alfiler con decoración acanalada.» Archivo de Prehistoria Levantina. VIII . pp.l29 y ss. 1959.
110
VEIGA F ERREIRA, 0 . OA.: «Os pendcntcs do osso "canclados"
do nivel 1 da Gruta das Salemas (Ponte de Lo usal).» Revista de Guimaracs. Vol. LXXV. pp.73 y ss .. fig. l. núms. S. 11 y 16. 1965.
11o
GUILAINE. op. cit. nota 56. pi. 25.
111
G UILAINE. op. cit. nota 56, pp.90-91.
99
[page-n-101]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
•
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Figura 58. -Colgantes y agujas de la Coua de La Pastora
•
[page-n-102]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAI.S VALENCIA NO
tendremos el conjunto de los colgantes presentes durante
esta etapa. La comparación con la riqueza y variedad de
estos objetos durante el primer Eneolítico resulta forzosa, evidenciándose de nuevo el fuerte contraste que separa ambos momentos.
Poseemos, por el contrario, un interesante conjunto
de dieciséis colgantes (Cova Santa de Vallada 9 y lO)
realizados sobre conchas de Púrpura, Acanthocardia Tuberculata y Glycimeris Gaditanus; lo que indica la utilización continuada de la concha como materia prima durante el período campaniforme.
4.5.7.
AGUJAS
Como en el caso de los colgantes acanalados, el único dato con que contamos para proponer la presencia de
Las agujas durante el HCT proviene de La Cova Bolta.
Para las agujas con cabeza acanalada -cuya utilización con anterioridad se encuentra ampliamente documentada (lám. 21)- existen paralelos que documentan
su presencia durante el campaniforme inciso en PortugallZZ, lo que permite una mayor seguridad en su atribución al HCT.
4.5.8. PUNZONES Y ESPATULAS
Se trata en ambos casos de objetos con prolongada
cronología y, por tanto, no ofrece dificultad alguna su
aparición en contextos campaniformes.
Perduran durante el HCT los punzones realizados
sobre metapodio de conejo y, más raramente, de. ovicáprido. Son, sin embargo, objetos más característicos de
esta etapa las espátulas planas y estrechas realizadas asimismo sobre metapodio de ovicáprido.
4.5.9.
BOTONES DE PERFORACION EN V
Los botones de perforación en V son, junto a los
brazaletes de arquero y los puñales de lengüeta, uno de
los elementos típicos del «Horizonte del Reflujo» definido por los estudios de Sangmeister y Blance 123 y, por
tanto, con un origen europeo y una cronología avanzada
dentro del fenómeno campaniforme. Sin embargo, lejos
de constituir un conjunto unitario, su cronología varía
significativamente de unos tipos a otros.
Así, por ejemplo, el tipo de botón denominado «en
caparazón de tortuga», tan abundante en el Languedoc
y el estuario del Tajo, acompaña ya al campaniforme
122
VEIGA FERREIRA 0 ., ZBYSZEWSKY G. , LEITAO M., NORTH
C. T . y REYNOLDS M.: «The megalitic tomb of Pedra Branca, Portu·
gal.>> Papers Prehistoric Societies, XLI , pp. l67 y ss. 1975.
Ul
SANGM EISTER, op. cit . nota 19.
BLANCE B.: «Die anfange der metallurgie auf der lberischen Halbin·
se! .>> Studien zu der anfángen der metallurgie, Band 4. 1972.
124
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.48-50.
1
"
GUILAINE, op. cit. nota 56., p. 116.
l a GUILAINE, op. cit. nota 56, p.ll6, lo sitúa en esta fase sin criterios estratigráficos.
puntillado y, al parecer, debe datarse en lo que Harrison
denomina Palmela temprano 12 \ que se correspondería
con la fase 11 de Guilaine 1 2 5.
El botón en V cónico posee una cronología amplia,
apareciendo en el Horizonte Marítimo 1 26 y perdurando
en las fases posteriores, como demuestran los hallazgos
de Pago de la Peña 12 7 en la Meseta, y la Sima de la Pedrera en el País Valenciano. Incluso pueden encontrarse
dentro de la Edad del Bronce, como demuestra el hallazgo de la tumba 407 de El Argar 128 •
Para los botones piramidales difícilmente puede proponerse una cronología anterior al campaniforme avanzado. En opinión de Harrison 129 la mayoría de este tipo
de botones se encuentra en contextos no campaniformes
y deberían datarse en el 1500-1400 a.C. Su distribución
regional en Cataluña y el País Valenciano resultaría indicativa de la extensión de la cultura provincial catalanolanguedociana durante el Bronce Antiguo.
Esta posición, sin embargo, no puede mantenerse al
menos en lo que respecta al País Valenciano, donde la
mayoría de estos botones se encuentran en contextos
campaniformes. Así, el ejemplar del nivel III de la Ereta;
los cuatro botones de concha de la Cova Bolta; el procedente de la Cova de Bolumini y los de la Cova de la Recambra y la Cova Santa de Vallada, aparecen asociados
con cerámicas campaniformes incisas y otros elementos
típicos de este período. Los botones de la Cova de Giner
y del Partidor, si bien no poseen ningún elemento campaniforme en sus ajuares, tampoco pueden relacionarse
claramente con el Bronce Valenciano.
Esta misma posición cronológica se comprueba en
los Castillejos de Montefrío, donde aparecen en la fase
V, asociados con un brazalete de arquero y campaniforme de estilo inciso 130 •
Por el contrario, su perduración durante el Bronce
Valenciano sólo puede comprobarse a través de su aparición en el poblado de las Peñicas antes citado, así como
en el botón decorado con circulos incisos del sepulcro 11
de la l oquera (Castelló) 131 •
Una distribución mayoritariamente relacionada con
el Bronce Valenciano se comprueba en el caso de los botones triangulares. En efecto, sólo dos ejemplares (Recambra 4 y Gats 29) podrían relacionarse con el campaniforme en el País Valenciano. De ellos, el procedente de
la Cova deis Gats, h.abida cuenta de la existencia en ella
de un enterramiento del Bronce, no puede utilizarse
como argumento seguro. El resto de los botones de este
tipo encontrados, tanto los cortos - con dos perforaciones- , como los alargados con cuatro perforaciones, se
relacionan mayoritariamente con los poblados y necrópolis del Bronce Valenciano.
En Montefrio aparecen en el eSLrato campa niforme más a ntiguo
(Vla). ARRIBAS y MOLINA , op. cit. no ta 4 7, fig. 9.
u? MA LUQUER J.: «Nuevos hallazgos de la cultura del vaso campanifo rme en la Meseta.> Zephyrus. Xl , pp.l1 9 y ss. 1960.
>
1>8 • SIRET, op. cit. no ta 107, lá m. 48.
11 9
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.87-90.
ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 46, fig. 13.
1 1
ESTEVE F.: «Los sepulcros de " La Joquera" . cerca de Casl
965.
telló n.> Pyrenae. 1, pp.43 y ss. 1
>
130
101
[page-n-103]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
4.5. 10.
CUENTAS D E COLLAR
Si bien en cantidades apreciablemente más escasas
que durante el primer Eneolitico, la presencia de las
cuentas de collar se documenta en todos los yacimientos
campaniformes estudiados.
Existen, asimismo, conchas perforadas de Conus,
Cypraea, Pectunculus y Cardium.
4.6. LA METALURGIA Y SUS TIPOS
Las pruebas de la existencia de actividades metalúrgicas en el País Valenciano se documentan por primera
vez durante el HCT 132.
Los tipos presentes durante este último período son:
4.6.1.
PUÑALES D E LENGÜETA
Los puñales de lengüeta constituyen otro de los elementos de probable origen centroeuropeo cuya introducción en la Península relacionaron Sangmeister y Blance
con el «Horizonte de Reflujo». Por ello se les ha venido
considerando como un elemento típico de las culturas
del campaniforme avanzado, en especial de la Ciempozuelos donde son más abundantes 133 .
Recientemente, sin embargo, Delibes y Municio han
propuesto una aparición anterior para el tipo, relacionándolo con el campaniforme «geométrico», situado por
ellos a medio camino entre el marítimo y el inciso. Sus
hallazgos en el Arenero de Miguel Ruíz (Madrid), y en
el estrato VI b de Montefrío apoyarían esta posición
cronológica 134.
Unos años antes, Harrison 135 , mantenía que los puñales de lengüeta aparecían tanto en contextos marítimos como Ciempozuelos, afirmando a continuación que
este tipo no tenía un buen precedente en la Península y,
por Jo tanto, no podía relacionarse más que con el
Ciempozuelos y con textos culturales contemporáneos.
Sin ánimo de polemizar sobre esta cuestión, parece
claro que los ejemplos aducidos por Delibes y Municio
obligan a retrotraer la cronología aceptada para estos
puñales, desligándola del contexto propio del «Horizonte
del Reflujo». En este mismo sentido, hemos de señalar
que el pequeño puñaJ procedente del sepulcro 1 del Calvari d'Amposta, asociado con dos vasos campaniformes
del más puro estíJo marítimo 136, podía resultar no un
' J1
La presencia de escorias de fundición en el nivel 111 de la E reta
es. a este respecto. conc.luyente. PLÁ et Alii, op. cit. nota 48.
•••
D ELIBES. op. cit. nota 63.
DELIBES G. y FERNÁNDEZ MIRANDA M.: «La tumba de Celada del Roblecedo (Palencia) y los inicios del Bronce Antiguo en el valle
medio y alto del Pisuerga.» Trabajos de Prehistoria , 38. 1981.
•••
DEU BES y M UNICIO, op. cit. nota 52.
135
HARRISON, \977. op. cit. nota 26. p.84.
1•6
EsTEVE F.: «La cueva sepulcral del Calvari d'Amposta.» Pyrenae. 2. pp.35 y ss. 1966.
U '
HARRISON. 1977. op. clt. nota 26. p.84.
u a PASCUA L V.: «U n nuevo enterramiento del Bronce Valenciano
102
antecedente válido de los más clásicos puñales de lengüeta, sino uno mismo de ellos. Para Harrison 131 , su ancha
empuñadura con muescas a ambos lados lo diferenciaría
de todos los puñales campaniformes; sin embargo, esta
misma lengüeta ancha y dentada (en realidad más que
una lengüeta propiamente dicha se trata de un:; base
triangular corta) se encuentra presente en el ejemplar de
la Sima de la Pedrera, asociado con campaniforme inciso, punta de Palmeta y botones en V. Todo ello invita a
reconsiderar la tradicional cronología avanzada de los
puñaJes de lengüeta o, al menos, de algunos de sus tipos.
Hasta el momento son nueve (diez si consideramos el
fragmento de Ereta lll), los puñales de lengüeta catalogados por nosotros. De ellos, tan sólo el ejemplar de la
Sima de la Pedrera aparece asociado con cerámica campaniforme. Para el resto, excepción hecha del encontrado en el enterramiento del Peñón de la Zorra, cuya especial problemática comentaremos en el apartado de las
puntas Palrnela, puede suponerse una cronología centrada en torno al HCT. No se ha podido comprobar su
presencia en los poblados del Bronce Valenciano, lo que
resulta indicativo de su cronología final. No obstante,
cabe señalar que el puñal encontrado en la partida del
Rebolcat, Alcoi (fig. 59) podría plantear su perduración
durante el Bronce Valenciano 138 •
4.6.2.
PUNTAS DE PALMELA
Otro tipo metálico claramente relacionado con las fases avanzadas del campaniforme es la Punta de Palmela.
Su distribución marcadamente peninsular -sólo unos
pocos ejemplares han sido encontrados en el S. de Francia y el Maghreb 139 - ha hecho que se le considere un
tipo genuinamente ibérico.
Las puntas Palmela son escasas en el País Valenciano, donde sólo hemos podido catalogar cinco ejemplares. Al contrario de lo que sucede con los puñales de lengüeta, su perduración durante el Bronce VaJenciano se
comprueba claramente con su hallazgo en el Cabe¡;o de
Navarro (fig. 59), poblado típico de esta cultura 140 •
El hallazgo más interesante lo constituyen las dos
puntas Palmela, asociadas con un puñaJ de lengüeta y
un arete de plata, procedentes del enterramiento del Peñón de la Zorra. A través de sus paralelos argáricos, sabemos que el arete de plata debe situarse entre fines del
Argar A y comienzos del B 141 • Ello, de acuerdo con las
bases cronológicas establecidas por Arribas para esta
cultura - con un desarrollo entre el 1900/ J800 y el 1650
en el Mas Fclip de lbi.» Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, 6, pp.73-74. 1969.
139
HARRISON R . J. y GILMAN A.: «Trade in the second and third
millenia BC betwen the Maghreb and Iberia.» Ancient Europe and the
Mcditerranean. Studies presented in honeur of Hugh D. Henken. pp.90
y SS. 1978.
••o ENGU IX R.: «Cabe~;o del Navarro o Cabe<;<> deis Alforins de
Ontenicnte. Poblado de la cultura del Bronce Valenciano.» Papeles del
Laboratorio de Arqueología de Valencia. 10. pp.63 y ss. 1970.
••• SCHUBART H .: «Cronología relativa de la cenimica sepulcral de
la Cultura del Argar.>> Trabajos de Prehistoria, 32, pp.77 y ss. 1975.
RUIZ GÁLVEZ M.: «Nueva aportación al conocimiento de la
Cultura del Argar.» Trabajos de Prehistoria, 34, 1977.
BLANCE. op. cit. nota 123.
[page-n-104]
EL PAIS VALENCIANO
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Figura 59.-Puntas de Palmela de la Coua de La Pastora(/) y del
. puñal de lengüeta del Rebolcat (2)
3
Cabe~ó
de Na varro (3);
103
[page-n-105]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
a.C. para el Argar A 142 - daría una fecha aproximada
para el enterramiento entre el 1700 y el 1600 a.C. Dicha
fecha, por lo demás, no desdice con la lograda para numerosos ejemplares peninsulares, tanto mediante el método radiactivo como mediante el estudio de los materiales con que aparece asociada 143 .
El ejemplar de la Cova deis Gats presenta una silueta
«degenerada», más relacionada con el denominado tipo
«Bragan9a» que con la Palmela clásica, y podría suponérsele una cronología tardía, incluso dentro del Bronce
Valenciano 144•
El resto de Jos ejemplares catalogados aparecen asociados con cerámicas campaniformes incisas y botones
en V, por lo que su situación en el HCT no ofrece problemas.
Fuera del catálogo, presentamos una punta Palmela
clásica de la Cova de la Pastora (fig. 59), enterramiento
cuyos materiales se encuadran bien dentro del Eneolítico
inicial y pleno.
4.6.3.
PUNZONES
Los punzones cortos de sección cuadrada y, generalmente, biapuntados aparecen con bastante frecuencia en
asociación con ajuares campaniformes en el País Valenciano, de modo similar a como ocurre en el ámbito de la
cultura Ciempozuelos 14 5 .
Comentario aparte merece el punzón de la Cova deis
Gats que presenta un engrosamiento central, y para el
que sólo hemos podido encontrar paralelos en la Cultura
Argárica 146 . Se trata, probablemente, del mismo tipo de
punzones con sección romboidal y ensanchamiento central que Blance 14 7 atribuye al «Horizonte del Reflujo».
4.6.4.
ADORNOS METALICOS
Aparte del arete de plata cuya cronología argárica ya
hemos comentado, tan sólo el anillo de cobre con los extremos fundidos procedente de la Cova de Xarta puede
relacionarse con el campaniforme.
4.7.
LOS POBLADOS
De todos los yacimientos catalogados doce corresponden, con seguridad, a poblados cuya vida se inicia o
continúa durante el HCT: el Rincón, les Moreres; el
Promontori; la Casa de Lara; el Peñón de la Zorra; el
Camp de Sant Antoni; Beniprí; I'Alfogas; !'Atareó; el
Puntal sobre la Rambla Castellarda y la Vil·la Filomena.
142
ARRIBAS A.: <
y la Edad del Bronce en el Sudeste de la Península Ibérica.» Cuadernos
de Prehistoria de la Universidad de Granada l; págs. 139 y ss. 1976.
143
Véase a este respecto el interesante trabajo de Delibes y Fernández Miranda, op. cit. nota 133.
144
DELIBES y FERNÁNDEZ MIRANDA, op. cit. nota 133, p.l58.
I• J
DELIBES, op. cit. nota 63, pp.lll-112.
104
Sobre el poblado villenense del Peñón de la Zorra ya
hemos expuesto nuestras dudas respecto de su filiación
cultural exacta. Los restos encontrados en )'Alcudia
d'Elx ofrecen asimismo serias dificultades en su adscripción como lugares de hábitat, aunque probablemente deban relacionarse con el tipo de poblados de llanura que
luego describiremos.
Lejos de ser uniformes, los poblados de este período
difieren bastante unos de otros. En general, podemos hablar de tres tipos distintos de asentamientos:
A) Los poblados de altura, situados en cerros más
o menos elevados. Pertenecen a este grupo los poblados
de las Peñetas, el Rincón, les Moreres y el Puntal sobre
la Rambla Castellarda.
Los poblados de las Peñetas y del Rincón se encuentran prácticamente arrasados, por lo que no nos es posible describir sus estructuras. Tan sólo podemos constatar que ambos se encontraban habitados durante el
HCT.
Por lo que se refiere al Puntal sobre la Rambla Castellarda, también situable dentro del HCT, conocemos la
existencia de construcciones en piedra y de una posible
muralla, aunque carecemos de mayores detalles sobre su
planta y técnicas constructivas. Ello no obstante, permite
suponer que nos encontramos ante un tipo de hábitat
cercano al que será característico durante la Cultura del
Bronce Valenciano. Así, si bien parece que puede rastrearse la existencia de pequeños poblados situados en
lugares elevados - como, por ejemplo, el Puntal del
Olmo Seco (Ayora), recientemente descubierto 148 - no
parece que éstos se encuentren amurallados y, además,
sus construcciones se realizan con una técnica peculiar.
Volveremos sobre ello más adelante al tratar de la posible filiación cultural de ambos tipos de hábitat.
B) Mayor información poseemos sobre los poblados situados en las tierras bajas. La mayoría de ellos
está formado por una agrupación más o menos numerosa de «fondos de cabaña» o «Silos» que, ocasionalmente,
se han utilizado como sepulturas (Filomena y !'Atareó).
Ninguno de ellos se ha excavado en extensión. Tan sólo
poseemos breves noticias sobre las prospecciones o excavaciones antiguas efectuadas en los dos poblados citados
y, más recientemente de la excavación de uno de estos
«silos» en los poblados del Camp de Sant Antoni y la
Font de Mahiques (Quatretonda) 149 . De este último poblado, aún inédito, se han recogido muestras de material
constructivo consistentes en fragmentos de barro cocido.
Ello, unido a la ausencia sistemática de construcciones
en piedra visibles, nos hace suponer que éstas se realizarían con materiales endebles.
La tradición de los poblados de llanura con «silos»
es anterior a la aparición de la cerámica campaniforme
en el País Valenciano. En efecto, así lo demuestran los
J•ó
SJRET, op. cit. nota 107, lám. 26, núms. 54 y SS.
14 7
BLANCE, op. cit. nota 123.
••• Inédito. El yacimiento fue descubierto por el grupo arqueológico local de Ayora y visitado por nosotros en noviembre de 1982.
149
Inédito. Prospección efectuada por nosotros en colaboración
con B. Martí.
[page-n-106]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
hallazgos de les Jovades, Cocentalna 150 , donde se han
localizado ya más de un centenar de estos <
la Font de Mahlques antes citado. La ausencia de excavaciones sistemáticas impide por el momento precisar la
etapa cultural en que debió iniciarse la vida en estos poblados, pero a juzgar por el abandono de las cuevas
como lugares de hábitat éstos debieron estar ya en funcionamiento al menos desde el Neolítico Final. Así parecen indicarlo, además, sus paralelos del Bajo Guadalqui. vir, concretamente en Campo Real (Carmona), donde
Bonsor 151 excavó una serie de «silos» algunos de los
cuales fueron utilizados como sepulturas. Este yacimiento ha sido atribuido recientemente por Arribas y Molina
al Neolítico Final, en estrecha paralelismo con la fase II
de Montefrio 1 52 •
Su perduración a través de las distintas fases campaniformes viene apoyada, además de por los yacimientos
valencianos, por los del Acechubal (Carmona) y los hábitats de la cultura Ciempozuelos tipo el Ventorro, con
cerca de doscientos de estos «silos» descubiertos 1 53 •
C) También situados en las tierras bajas, pero con
una ubicación geográfica y unas características distintas,
se encuentran dos interesantes poblados ocupados con
anterioridad al Eneolítico: la Casa de Lara y la Ereta del
Pedregal, ambos situados en las inmediaciones de antiguas tierras pantanosas.
En la Casa de Lara no se han efectuado excavaciones
que permitan aislar las fases de ocupación del poblado y
las características constructivas del mismo. De él sólo
podemos afirmar que ya estuvo habitado durante el Epipaleolítico Geométrico, y que su ocupación se mantuvo
ininterrumpida hasta la Edad del Bronce.
De la Ereta del Pedregal, por el contrario, nuestra información es considerablemente mayor. La continuidad
de las excavaciones emprendidas por el Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia en el mismo, han
permitido conocer una valoración global de la evolución
del poblado, tanto a nivel de la cultural material como
de las estructuras de habitación. La inminente publicación del mismo nos exime de tener que realizar aquí un
análisis detallado de los diferentes aspectos del poblado,
centrándonos en el punto que ahora nos interesa: la evolución de las técnicas constructivas.
El nivel inferior, denominado Ereta 1, corresponde
culturalmente al Neolítico Final de cerámicas lisas y,
aunque con evidentes peculiaridades, puede relacionarse
con la CUltura de Almería en el SE. En él se han encontrado densos conjuntos de piedras de mediano y gran tamaño que, sin embargo, no permiten adivinar el aspecto
de las estructuras que representan. El hallazgo entre ellas
de fragmentos de barro cocido con improntas de cañas o
ramajes, permite suponer que gran parte de estas estructuras estarían construidas con este material, siendo el zócalo de las mismas de piedra.
oso Inédito. Materiales depositados en el Centre d'Estudis Contestans.
'" BONSOR G .: «Les colonies agricoles pré-romaines de la valée du
Bétis.» Revue Archéologique, XXXV. 1899.
"' ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 46, pp.l4-18.
1H HARRISON R. J., Q UERO CASTRO J. y PREIGO M. C.: «New
El siguiente nivel, Ereta II, correspondient.e al Eneolítico precampaniforme, comprende sucesivos suelos de
habitación o pavimentos de piedras, limitados por fragmentos de muros cuya técnica constructiva consiste en la
delimitación de sus caras mediante lajas verticales, con
un relleno irregular de tierra y piedras. Esta técnica aparece también en el yacimiento del Puntal del Olmo Seco
anteriormente citado. En este yacimiento, además, ha
sido posible observar en superficie la planta de algunas
construcciones. Se trata siempre de plantas de tipo circular (de unos dos o tres metros de diámetro) u ovaladas,
con un diámetro máximo cercano a los seis metros. En
ningún caso hemos podido constatar la presencia de murallas. Hemos de señalar que esta peculiar técnica constructiva no se corresponde con la observada en el poblado de los Millares, donde las caras interior y exterior de
los muros se delimitan por medio de varias alineaciones
de piedra en seco y dispuestas en hiladas regulares, rellenándose el espacio entre ambas de tierra y piedras 154 .
Curiosamente, la fase Ill del poblado, correspondiente ya al HCT ve la construcción de un grueso muro,
identificable como la muralla del poblado, construido
con la técnica descrita para los Millares, y que será la
empleada también en la muralla del poblado del Bronce
Valenciano de la Muntanya Assolada.
En resumen, podemos afirmar que la tradición más
antigua de los poblados valencianos remite a los poblados situados en las tierras bajas. Más dificil parece rastrear la existencia de poblados situados sobre cerros elevados, ya que ninguno de los casos conocidos puede remontarse más allá del Eneolítico. En cualquier caso, resulta evidente que los poblados valencianos del Neolítico
y primer Eneolítico no están amurallados.
Un caso aparte lo constituye el poblado de les Moreres en el que se habla de un nivel precampaniforme, posiblemente amurallado y con habitáculos de planta más
o menos circular u ovalada. De confirmarse estos hallazgos nos encontraríamos con el poblado amurallado más
antiguo dentro del ámbito del País Valenciano. Sin
duda, su situación geográfica, mucho más cerca de los
influjos llegados desde el área almeriense, explicaría la
aparición de un poblado que, como el que nos ocupa,
parece reproducir a escala más pequeña la estructura
propia de los Millares, alejándose de los típicos poblados
valencianos del período.
4.8.
LAS NECROPOLIS
Una de las características más sobresalientes del
eneolítico valenciano es la ausencia entre sus necrópolis
de las construcciones megalíticas. Estos típicos monumentos funerarios, presentes en la mayor parte de la Peevidencc for Bell Beaker metallurgy in Spain.» Antiquity, XLIX. pp.273
Y SS. 1975.
114
ARRIBAS A., MOLINA F., SÁEZ L., DE LA TORRE F., AGUAYO P. y NAJ ERA T.: «Excavaciones en los Millares (Santa Fe. Almena).» Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada, IV. 1978.
>H MARTI, op. cit. nota 32.
105
[page-n-107]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
nínsula, son sustituidos aquí por las cuevas naturales,
menos espectaculares, pero cuya función y significado es
plenamente equiparable al de los sepulcros colectivos
(tholos, sepulcros de corredor, etc.) del megalitismo peninsular .
La tradición del enterramiento en cuevas naturales se
remonta a los orígenes mismos del Neolítico en el País
Valenciano, como se documenta en la Cova de la Sarsa,
Bocairent 156 , si bien cabe pensar que no Jo fueron como
enterramientos colectivos, ni siquiera como necrópolis
exclusivamente, sino que su uso pudo ser como hábitat
y necrópolis simultáneamente. Por lo tanto es posible
plantear la utmzación prolongada de las cuevas como
necrópolis, si bien el problema reside en responder en
qué momento su utilización fue exclusivamente funeraria
y cuándo pudo aparecer la idea del sepulcro colectivo.
Generalmente se atribuye al Eneolítico la aparición
en nuestras tierras del enterramiento colectivo. Sin embargo, el hecho de que desconozcamos con seguridad el
tipo de enterramiento utilizado durante los momentos finales del Neolítico, matiza el valor cronológico de la anterior afirmación. Ciertos datos sugieren la utilización,
durante este último período, de las cuevas, si bien estos
son muy fragmentarios. Por otra parte, no debemos desechar la posibilidad de los enterramientos simples efectuados en los «Silos)) de los poblados situados en las tierras bajas, de un modo semejante a como vimos sucedía
en Campo Real.
Desde esta perspectiva, quizás habría que considerar
a las inhumaciones campaniformes realizadas en los «silos)) de estos poblados como una continuación de tradiciones más antiguas, del mismo modo que los enterramientos de El Acechubal continuarían la tradición de los
hallados en Campo Real. No obstante, faltan las necesarias excavaciones que permitan confirmar lo que no pretende ser más que una hipótesis de trabajo.
Por otra parte, y junto con los anteriores, subsiste la
tradición del enterramiento en cuevas, simas o grietas
naturales, algunas de las cuales - como es el caso de la
Sima de la Pedrera- perpetúan el rito del enterramiento colectivo, cuyos mejores ejemplos se documentan en
uo
MARTI. op. cit. nota 43. p.91.
CASANOVA V.: «El enterramiento doble de la Cova de la Sarsa
(Bocairente, Valencia).» Archivo de Prehistoria Levantina, XV, pp.27 y
1978.
SS.
tH
106
VICEDO R.: «Historia de Alcoy y su región.» Alcoy, 1922.
las cuevas del primer Eneolítico. En todas ellas los enterramientos suelen ser secundarios.
La Cova Santa de Vallada documenta una variación
a este respecto, ya que si bien se trata de un enterramiento múltiple, las inhumaciones son aquí primarias.
Sin embargo, hemos de ser cautos en la valoración de
los enterramientos múltiples y primarios en cuevas como
propios de la etapa campaniforme, por cuanto que existen algunas noticias que hacen referencia a su aparición
en yacimientos atribuidos al Eneolítico precampaniforme. Tal es el caso, por ejemplo, de la Cova de les Llometes (Alcoi), donde Vilaplana menciona el hallazgo de
seis esqueletos en posición decúbito supino y reposando
sus cráneos junto a vasos cerámicos 157 ; asimismo, en la
necrópolis de la Algorfa (Orihuela) el P. Furgús exhumó
doce individuos en posición encogida 158 •
Mayor novedad supone el haJlazgo de un enterramiento simple en cueva en el Peñón de la Zorra. Este
tipo de enterramiento resulta enteramente novedoso en
el marco de la secuencia eneolítica dentro del País Valenciano acercándose, por el contrario, a una de las formas características del Bronce Valenciano. Sin embargo,
de nuevo nos vemos obligados a limitar o, al menos,
condicionar el alcance real de nuestra afirmación por
cuanto, como vimos en el estudio de su ajuar, este sepulcro y el poblado al que pertenece deben situarse ya en
los momentos finales del HCT, si no en los inicios del
Bronce Valenciano. Con todo, hemos de constatar que,
aunque sin confirmar, debido a que los enterramientos
fueron destruidos antes de su estudio, tal vez pudieran
pertenecer a este tipo Jos enterramientos del Barranc de
Xarta y el Rafol d'Almunia, lo que ampliaría su extensión geográfica y, probablemente, su cronología.
Tanto la utilización de las cuevas de enterramiento
como, en menor medida, los sepulcros colectivos, perdurarán durante el Bronce Valenciano. Sin embargo, hemos de señalar la mayor frecuencia de los enterramientos simples o dobles en pequeñas cuevas o grietas, tendencia ya anunciada por las inhumaciones campaniformes antes citadas. Junto a éstos, los enterramientos en
cistas, fosas, o en el interior de poblados, constituirán la
novedad más notable del período 159 •
osa F URGUS J.:
oso Para una visión de los tipos de enterramiento más frecuentes
durante el Bronce Valenciano nos remitimos al estudio de conjunto realizado por Aparicio, op. cit. nola 24.
[page-n-108]
5.
Desde el principio este trabajo ha partido de la base
de que la secuencia cuJtural establecida por la investigación entre el final del Neolítico y los comienzos del
Bronce Valenciano era fundamentalmente válida. Ningún indicio posterior puede considerarse suficientemente
significativo como para modificar esta opinión. Sin embargo, a través del estudio de los materiales se nos han
planteado algunos interrogantes que afectan, en líneas
generales, a diversas cuestiones fundamentales, que trataremos a continuación.
5.1.
LA INTRODUCCION D EL ENEOLITICO.
IN NOV ACION Y CONTINUISMO
Si bien es cierto - como resulta evidente a través de
los paralelismos encontrados para los materiales, tipos
de hábitat y necrópolis- que el Eneolítico en el País
Valenciano encuentra su explicación última en la influencia ejercida por la cultura de los Millares sobre las
poblaciones del Neolítico Final, cabe preguntarse en qué
medida dichas influencias las afectaron, cómo se produjeron y si resultaron igualmente afectadas todas las comarcas estudiadas.
Para contestar con cierta seguridad a cada una de estas preguntas debiéramos de contar con un cuadro general de las características propias del Neolítico Final en el
País-Valenciano, lo que evidentemente no poseemos. No
obstante, algo se ha avanzado en los últimos tiempos.
Así, el descubrimiento de un nivel correspondiente a esta
fase en el poblado de la Ereta del Pedregal (Ereta 1), y
la constatación de la presencia, cada vez más numerosa,
de los poblados con «silos», algunos de los cuales podrían retrotraerse al Neolítico, permiten bosquejar, a nivel de hipótesis de trabajo, algunas de las características
culturales y materiales de este período.
En primer lugar puede suponerse, junto a la perduración de algunas cuevas, un hábitat más generalizado en
poblados; normalmente situados en el llano, algunos de
CONCLUSIONES
ellos, como la Ereta, utilizarían la piedra para levantar
sus construcciones, si bien no parece ser éste el caso más
común.
Su cultura material deriva en gran parte del Neolítico
y, por lo que se refiere a la industria lítica, es de destacar
la presencia numéricamente significativa de las puntas de
flecha con retoque plano bifacial (cerca del 40 por 100
en Ereta 1).
Desconocemos todo lo referente a sus necrópolis; sin
embargo, podemos suponer que o bien enterraban a sus
muertos en sepulturas simples o dobles dentro de los silos del poblado - como, por ejemplo, ocurre en Campo
Real, en un horizonte cronológico similar- o bien siguieron utilizándose las cuevas, cuya tradición ya vimos
remontaba al Neolítico Cardial. Ello sin descartar la posibilidad de que ambos tipos se utilizaran conjuntamente.
Con la llegada de las nuevas influencias millarenses
se produce un hecho significativo: la generalización del
enterramiento colectivo en cuevas naturales, tipo que
perdurará durante el HCT y, en menor medida, durante
el Bronce Valenciano. Estos enterramientos son, en todos los casos en que ha podido comprobarse, secundarios; sin embargo, no podemos desechar totalmente la
posible existencia de enterramientos primarios, como al
parecer indican las necrópolis de la Cova de Les Llometes y de la Algorfa.
Los enterramientos efectuados en los «silos» de Jos
poblados podrían considerarse, de aceptar la hipótesis
anteriormente expuesta, como una perduración de tradiciones neolíticas, documentadas en la Vil·la Filomena
durante el primer campaniforme.
Tampoco en la ubicación de los poblados y las técnicas coqstructivas utilizadas en los mismos puede observarse un notable cambio, antes al contrario, parece que
L
ambién en este punto predominan las antiguas tradiciones.
En efecto, el predominio de los poblados situados en
el llano es, en este punto, significativa, contrastando absolutamente con lo observado en el área cultural de Los
107
[page-n-109]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENOANO
MilJares. Junto a la abrumadora mayoría de poblados
con los típicos «silos», encontramos dos excepciones notables que utilizan una técnica constructiva en piedra similar: la fase 11 de la Ereta, y el Puntal del Olmo Seco,
situado éste en un cerro elevado. Ninguno de ambos posee constru(ieiones defensivas, y la piedra se utiliza para
delimitar los zócalos de unas cabañas que, a juzgar por
los datos del Puntal del Olmo Seco - en la Ereta no ha
sido posible reconstruir su planta- , debieron tener una
planta circular u ovalada que puede alcanzar un diámetro máximo de seis metros. La construcción de estos zócalos se realiza delimitando sus caras mediante lajas hincadas verticalmente, con un relleno irregular de piedras
y tierra en su interior.
Hemos de señalar que esta técnica constructiva no se
corresponde con la observada en el poblado de Los Millares, donde las caras interior y exterior de los muros se
delimitan por medio de una o varias alineaciones de piedras dispuestas horizontalmente en hiladas regulares, rellenándose el espacio entre ambas de tierra y piedras, en
lo que parece ser una evolución técnica que permite ya
la construcción de gruesos y elevados muros. No puede,
por tanto, extrañarnos que la construcción del grueso
muro (muralJa) correspondiente a la fase lll de la Ereta,
ya dentro del HCf, se realice con esta técnica, que será
también la empleada en algunos de los poblados del
Bronce Valenciano, como se observa en el caso de la
Muntanya Assolada y la Mola Alta de Serelles (Alcoi) 160.
Otra de las características de esta fase, indicativa de
la escasa incidencia de las nuevas influencias millarenses
en el País Valenciano, es la ausencia de documentación
referente a las actividades metalúrgicas. En la Ereta del
Pedregal, por ejemplo, no se ha documentado ni siquiera
la presencia del instrumental metálico durante esta fase.
En este contexto, las escasas piezas metálicas (punzones)
procedentes de las necrópolis relacionadas con esta
fase 161 , deben interpretarse como importaciones. Quizás
la aparición de las primeras cerámicas campaniformes en
un momento avanzado de este periodo suponga algún
cambio a este respecto. Sin embargo, ni en Filomena, ni
en el Camí de 1'Alfogas, únicos poblados donde el campaniforme maútimo y cordado aparece sin intrusiones
posteriores, se han documentado pruebas de una práctica metalúrgica. Habrá que esperar al HCf para ver aparecer los primeros indicios de una metalurgia local.
Sin duda existen una serie de elementos de cultura
material enteramente nuevos cuya aparición debe relacionarse con la cultura de Los Millares. A parte de los
propios instrumentos metálicos éstos son: un plato de
borde vuelto procedente de Ereta Il, en lo que se refiere
a la cerámica común; la cerámica campaniforme de estilo marítimo, cordado o mixto, como vajilla de lujo, al
final del período; los típicos ídolos oculados sobre huesos largos, que deben interpretarse como la versión local
de las representaciones oculadas sobre cerámica y cilindros de piedra en el SE; los ídolos planos de hueso de
••o BOTELLA E.: «Excavaciones en la Mola Alta de SereUcs (Al·
coy)». Memorias de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades,
núms. 79 y 94. 1924-45 y 1927.
108
tipo almeriense; algunas materias primas exóticas, como
el ámbar; las agujas de cabeza acanalada y, en general,
buena parte de los materiales presentes en las necrópolis
del período.
Junto a estas influencias llegadas del SE. cabe situar
la presencia, en proporciones mucho menores, de algunos elementos cuya introducción debió efectuarse desde
el norte: el campaniforme cordado y las llamadas cuentas de glóbulos encontradas en el Cau Rabosser 161 .
En resumen, parece que las innovaciones introducidas durante este período no afectan sustancialmente a la
estructura cultural sobre la que actúan, limitándose a difundir una serie de artefactos, casi todos ellos cultuales o
suntuarios, mientras que el grueso de la cultura material
atiende todavía a tradiciones neolíticas. Lo mismo cabe
decir de los poblados, entre los que no se aprecian instalaciones nuevas y sí, por el contrario, un uso continuado sin apenas modificaciones de las estructuras vigentes
durante el período anterior.
La valoración de los cambios producidos en las costumbres funerarias viene limitada por el hecho de que
desconocemos en gran medida los enterramientos presentes durante el final del Neolítico. No obstante parece
claro que, aparte de los objetos arriba mencionados, es
aquí donde se observa el cambio más notable, si bien
este viene mediatizado por la ausencia en nuestra zona
de los monumentos megalíticos, ausencia que encontraría su explicación en la escasa penetración de los nuevos
influjos culturales.
Una diferencia aún dificil de medir parece apreciarse
en las comarcas más meridionales del País Valenciano,
donde el poblado de les Moreres parece responder a un
mayor grado de «aculturación» en esta zona. De confirmarse las noticias que hacen referencia a un nivel precampaniforme amuralJado, nos encontraríamos aquí con
un poblado de características nuevas dentro del País Valenciano.
5.2.
EL HORIZONTE CAMPANIFORME DE
TRANSICION Y LA TRANSFORMACION
CULTURAL DEL PAlS VALENCIANO
Todos los resultados aportados por el estudio realizado en el capítulo IV, coinciden en señalar que es durante esta fase cuando la influencia exterior afectará de
un modo más profundo a la cultura material y, consecuentemente, a toda la estructura cultural escasamente
afectada durante la etapa anterior. Allí pueden encontrarse los paralelos y la problemática específica para
cada tipo. De ella puede extraerse la conclusión de que
el País Valenciano no constituye un área geográfica de
extensión de las culturas de Salamó, Ciempozuelos, o de
ambas a la vez. Ciertamente, no pueden negarse algunas
influencias, especialmente de la primera (botones en V
101
BERNABEU, op. cit. nota 31. LERMA J. V.: t
metalurgia en el País Valenciano.» Archivo de Prehistoria Levantina,
XVI, pp. l29 y ss. 1981.
•n MARTI y GIL SANCHO, op. cit. nota 30.
[page-n-110]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
piramidales y vaso polipodo de Beniprí) pero el grueso
de las innovaciones de este período cabe atribuirlas a la
continuidad de los contactos establecidos desde la época
anterior con el SE. y, en cierta medida a la originalidad
propia de esta zona.
Desde esta perspectiva, el País Valenciano participa
ahora de una corriente cultural que afecta en mayor o
menor medida a toda la Península, y que se manifiesta a
través de la cerámica campaniforme y sus elementos asociados: puñales de lengüeta, puntas Palmela, botones en
V y brazaletes de arquero. Su origen, desde los estudios
de Sangmeister y Blance se ha buscado en Centroeuropa;
y su introducción en la Península se situó con posterioridad al desarrollo del campaniforme marítimo.
Hoy, sin embargo, sabemos que algunos de estos elementos (botones cónicos en V y puñales de lengüeta) son
más antiguos en la Península, pudiendo remontarse en
algunos casos al horizonte cronológico definido por el
campaniforme marítimo.
Dentro de esta corriente general existen variaciones
regionales respecto de las formas y decoraciones de las
cerámicas campaniformes, y de la aparición o no de determinados elementos de ese ajuar teórico arriba aludido. En base a ello se han distinguido las culturas peninsulares de Palmela en Portugal, Ciempozuelos en la Meseta, Carmona en el Bajo Guadalquivir, y Salamó en
Catalunya. El SE. y el País Valenciano, debido a la escasa originalidad y cantidad de sus cerámicas campaniformes hasta ahora conocidas, se han considerado como extensiones del complejo Ciempozuelos, intrusivas dentro
de la secuencia cultural de cada una de estas zonas 163 •
En la actualidad, sin embargo, sabemos que en el
País Valenciano la cerámica con decoración incisa campaniforme no puede considerarse intrusiva, y mucho menos si tal intrusión procede del ámbito Ciempozuelos.
Ciertamente, las decoraciones presentes en el campaniforme valenciano, mantienen puntos de contacto con
Ciempozuelos pero también con el SE., Salamó y Palmela. Existe además en esta zona un peculiar estilo decorativo cuyos paralelos son escasos fuera de la misma: el estilo clásico tardío. Por el contrario, faltan en el País Valenciano las decoraciones internas típicas de Ciempozuelos; las más clásicas formas de esta cultura, las cazuelas
están prácticamente ausentes; los botones piramidales en
V, frecuentes en el País Valenciano, se desconocen en
Ciempozuelos; mientras que los enterramientos individuales en fosa o cista no aparecen.
Los datos de que actualmente disponemos inducen a
pensar que, independientemente de los problemas en torno a su origen, cuya exposición desborda los limites del
presente trabajo, la presencia de la cerámica campaniforme en el País Valenciano no se explica ni por la llegada
de nuevas gentes ni por la vía de intercambios comerciales o de otro tipo, sino por la aceptación, difusión y desarrollo de un especial gusto por la cerámica decorada
surgido a partir de la imitación de los primeros campaniformes marítimos. Ello no implica el negar las relaciones
yf o influencias ejercidas desde otras áreas culturales, in16 3
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26.
fluencias que permiten correlacionar al País Valenciano
con las secuencias culturales de otras áreas geográficas.
En consecuencia, podemos hablar de un «grupo campaniforme» propio de esta zona que se manifiesta en
ciertas formas originales de la decoración cerámica. La
falta de datos referentes a las tierras situadas al sur del
río Segura, dificultan el extender las comparaciones hacia aquella zona. Sin embargo, hemos de hacer constar
la existencia de dos paralelos significativos, a nuestro entender, de cierta <
Nos referimos al fragmento de plato con decoración incisa-campaniforme en el interior del borde procedente de
las Peñetas, cuyos únicos paralelos conocidos apuntan al
área granadina (Orce); y al vaso campaniforme encontrado en los Blanquizares de Lebor, réplica exacta de
nuestros vasos campaniformes de estilo clásico tardío.
Estos paralelos, junto con los encontrados para otros
apartados de la cultura material (cf. Platos y Fuentes)
podrían indicar una relación entre estas zonas mayor de
la que puede suponerse con los datos actualmente disponibles.
Una vez aislada esta fase cultural, nos resta ahora
llenarla de contenido más allá de sus «fósiles directores»
(la cerámica campaniforme y sus elementos asociados).
Para ello debemos delimitarla en sus tres aspectos esenciales: geográfico, cultural y cronológico.
Por lo que se refiere a su delimitación geográfica
cabe decir, en primer lugar, que la fijación del limite
norte en el río Xuquer responde más a una carencia de
datos -reducidos a los yacimientos de Rocafort, Rambla Castellarda y el muy problemático de Vilafamésque a una evidencia real de separación cultural.
Más problemática resulta la diferenciación de la
frontera sur que a título de hipótesis situamos en el río
Segura. Sin embargo, ya hemos comentado más arriba
que, pese a la escasez de datos, ciertos materiales dejan
suponer una más estrecha relación con las tierras situadas al sur y, por tanto, una mayor extensión de esta
frontera.
Sea como fuere, lo cierto es que dentro de los límites
propuestos se observan una serie de características que
personalizan fuertemente esta etapa.
En primer lugar, y por lo que se refiere al tipo de hábitat, se constata la aparición y desarrollo de nuevos patrones que tienden a sustituir paulatinamente a los anteriores. Nos referimos a la elección de los cerros de fácil
defensa como emplazamiento de los poblados (las Peñetas, el Rincón, les Moreres, el Peñón de la Zorra y el
Puntal de la Rambla Castellarda) y a la aparición de las
murallas que parecen afectar tanto a los poblados de altura (les Moreres, Peñón de la Zorra), como a los situados en el llano, caso de la Ereta del Pedregal, cuya fase
campaniforme asiste a la construcción de una gruesa
muralla. Ciertamente, es posible, como ya indicamos en
su momento, que, de confirmarse los resultados ofrecidos por les Moreres, el poblado amurallado situado en
lugares de fácil defensa apareciese durante el Eneolítico
Inicial y Pleno en las comarcas más meridionales del
País Valenciano. En cualquier caso, lo que ahora nos in-
109
[page-n-111]
EL VASO CAMPANI.FORME EN EL PAlS VALENCIANO
teresa es destacar que esta tendencia se extiende a las comarcas centrales, indicando con ello una mayor homogeneidad dentro de los límites anteriormente señalados;
homogeneidad que, como veremos, también se comprueba en la cultura material.
En las necrópolis, por el contrario, parece observarse
una cierta continuidad respecto del período anterior.
Tan sólo la utilización de pequeños covachos para enterramientos simples o dobles, documentada con seguridad
en el Peñón de la Zorra 164 para las fases finales del
HCT, y probablemente también con anterioridad en los
enterramientos del Barranc de Xarta y de el Rafol d' Almunia, parece salirse de la tónica general.
En la cultura material los cambios con respeto a la
fase anterior son más notables y afectan por igual al
conjunto del área estudiada.
Asistimos ahora a un cierto desarrollo de la metalurgia, cuya actividad se documenta ahora por primera vez
en el nivel Ill de la Ereta del Pedregal. Los tipos metálicos son los presentes en el resto de la península durante
este período: punzones de sección cuadrada, puñales de
lengüeta y puntas de Palmela; y aunque su origen tipológico deba buscarse fuera de esta zona cabe pensar que
fueron fabricados aquí.
En relación con lo anterior está el problema del
abastecimiento de metal. Es de sobras conocida la escasez de mineral de cobre aprovechable en nuestras tierras,
excepción hecha del yacimiento de Santomera, en la sierra de Orihuela. Con todo, no puede desecharse la posibilidad de la explotación de algún pequeño fJlón a lo largo de nuestra geografía. En este sentido es importante la
cita de Serra Rafols, quien señala que en una galería
abandonada de las minas de Sotarranya (VaU d'AJbaida)
se encontró un esqueleto que sostenía un martillo de piedra en una mano 165 •
El sílex muestra con claridad el impacto sufrido por
esta metalurgia incipiente, observándose una notable reducción en sus tipos y cantidades respecto de la fase precedente. Así, las puntas de flecha pasan a ocupar porcentajes cercanos al 70 por 100, mientras que otros tipos, como los taladros, que en buena medida debieron
ser sustituidos por los punzones, se reducen hasta prácticamente desaparecer.
También la cerámica Usa común participa de los
cambios operados ahora, en claro paralelismo con lo observado en el área granadina: el desarrollo de los platos
y fuentes, de las ollas con borde o cuello diferenciado,
de las cazuelas y la presencia, ahora por primera vez, de
Las grandes orzas con cuello, y las tazas (cuencos globulares con asa, y los cuencos carenados) formas estas últimas que perdurarán durante el Bronce Valenciano son
claro ejemplo de ello.
También la drástica reducción de la industria lítica,
la fortificación de los poblados y la tendencia a situarlos
••• SOLER J. M.: <
Univ. de Valencia, 1981.
165 SERRA RAFOLS J .: «Eis comen~os de la minería
la metaHurgia del coure a la Península Iberica.» Bulleti de I'Assoctació catalana
d'Antropologia, Etnologia y Prehistoria, Vol. 11, p.181. 1924.
••• TARRADELL M.: «El País Valenciano del Neol.itico a la lberiza·
ción.» Universidad de Valencia, 1962.
r
110
en lugares elevados de fácil defensa, son características
del Bronce Valenciano que aparecen ya durante el HCT.
Todo ello nos lleva a plantearnos La especial problemática de la relación entre estas dos fases culturales o, lo que
es lo mismo, el cuestionar los orígenes mismos del Bronce Valenciano.
5.3.
LOS ORIGENES DEL BRONCE
VALENCIANO
Sin duda, los mayores esfuerzos a la hora de sintetizar y abordar la problemática general de la Edad del
Bronce en el País Valenciano se deben a la pluma de Tarradell. Fueron sus trabajos, pubHcados en la década de
los sesenta, los que demostraron las diferencias del País
Valenciano en este período, diferencias que él sintetizó y
reunió bajo el nombre de Cultura del Bronce Valenciano.
En su obra, sin embargo, el problema de los orígenes
no fue tratado, tal vez por la escasez de información disponible, con la suficiente profundidad. Así, si bien en un
principio considera que su aparición no puede expHcarse
como una derivación del foco argárico 166 , en un segundo momento 167 no cree que éste se formase por evolución interna, sino por influjos exteriores y la llegada de
nuevas gentes. Sin duda, la presencia de yacimientos de
indudable raigambre argárica en las comarcas de Orihuela (San Antón) y Villena (Cabezo Redondo), reconocidos por él mismo, debió influir en esta nueva consideración.
Sin embargo, faltaban entonces los necesarios estudios sobre la fase precedente, cuya enorme diferencia
con la Edad del Bronce era la principal argumentación
de Tarradell para considerar que ésta no puede evolucionar de aquélla 168 .
Ya hemos visto anteriormente como buena parte de
las características culturales y materiales del Bronce Valenciano aparecen durante la etapa campaniforme precedente. Es por ello que consideramos al HCT como la
etapa en la cual se transformarán enteramente las tradiciones neolíticas precedentes dando lugar a formas cercanas a la Edad del Bronce.
La inexistencia de una ruptura cultural clara, confirmada en la continuidad de algunos poblados (Peñón de
la Zorra; el Promontori de I'Aigua Dolca y Salada) y necrópolis (Cova deis Gats, Coveta del Barranc del Castellet, Cova de les Llometes y Cova de la Barcella) 16 9 ,
abundaría "en la consideración de la evolución local
como parte fundamental en la formación del Bronce Valenciano.
161
TARRADELL M.: «la Cultura del Bronce Valenciano. Nuevo
ensayo de aproximación .» Papeles del Laboratorio de Arqueologia de
Valencia, 6, pp.7 y ss. 1969.
168
Bien entendido que por <
\fase precedente» se entendía el conjunto del Eneolítico, sin que en aquel momento pudiera considerarse la etapa campaniforme con unas características culturales diferenciadas.
[page-n-112]
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Figura 60. - Cubiletes argáricos de San Antón, según Soriano (4 a 6), y de diuersos yacimientos campaniformes
valencianos (1 a 3)
6
[page-n-113]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Por otro lado, la presencia en esta cultura de elementos de clara filiación argárica (sobre todo en la tipología
metálica y en algunas de las formas cerámicas), plantea
el problema del papel desempeñado por las innegables
influencias argáricas dentro de este proceso.
En general, pueden considerarse dos hipótesis distintas:
El Bronce Valenciano se formó a partir de una
evolución local paralelamente a la cultura argárica. Desde este punto de vista, las influencias observadas habrían incidido sobre una cultura ya
plenamente formada.
2. Que las influencias argáricas, por el contrario,
comienzan a actuar en un momento en que todavía está presente el HCT, contribuyendo, junto a
las tendencias evolutivas locales, a la formación
del Bronce Valenciano.
l.
Lógicamente, la consideración de una total dependencia respecto de lo argárico deberá desecharse a tenor
de los resultados obtenidos en nuestro trabajo.
Por el contrario, en favor de la segunda hipótesis
existen una serie de indicios que, si bien son aún escasos
y necesitan de ulteriores confirmaciones, permiten plantear la existencia de los primeros estímulos argáricos durante el HCT; lo que implicaría un solapamiento cronológico entre las últimas fases de este horizonte y las primeras de El Argar, representado aquí por el núcleo de
Orihuela.
De ser ello cierto, deberíamos encontramos con un
período cronológico previo a la formación del Bronce
Valenciano en el que los préstamos culturales entre el
núcleo argárico y la cultura campaniforme en el País Valenciano debieron ser frecuentes. Dichos préstamos podrían rastrearse a través de los siguientes elementos:
- La presencia de algunos fragmentos campaniformes en el poblado de San Antón.
- La existencia de formas cerámicas en algunos enterramientos campaniformes valencianos con claros paralelos entre los materiales argáricos recientemente revisados de San Antón 170 • Nos referimos a los cubiletes cilíndricos y de carena alta hallados en la Cova deis Gats, la Cova d'Alfons y la
Cova Santa de Vallada. De ellos, quizás los cubiletes de la Cova deis Gats pudieran atribuirse al
enterramiento del Bronce documentado en el yacimiento, pero su presencia en la etapa campaniforme se comprueba en los restantes hallazgos. Su
ascendencia argárica, así como la del vaso subcilíndrico de base plana a cuyo tipo atribuimos el
ejemplar de la Cova del Bolumini, parece innegable, y vendría atestiguada por su tipificación en la
169
Para la bibliografía de la Cova deis Gats y del Barranc del Castellet, ver catálogo. Las referencias a los enterramientos del Bronce de
Les Llometes pueden verse en VICEDO, o p. cit. nota !57. Para la BuseUa: BELDA J.: <
1
•o SORIANO R.: «La Edad del Bronce en el Bajo Segura.» Sagun-
112
tabla de Cuadrado y su aparición en el yacimiento
de San Antón (fig. 60).
- Y, finalmente , la asociación, document~da en el
enterramiento del Peñón de la Zorra, de elementos típicamente campaniformes (puñal de lengüeta
y puntas de Palmela), con otros, como los adornos de plata, claramente argáricos y sin precedentes en la etapa campaniforme.
Con ello, este enterramiento, paralelizable con Jos del
llamado «Grupo Montelavar» 1 7 1 , viene a señalar el final
en la evolución del mundo campaniforme y los comienzos del Bronce Valenciano en una fecha que, a juzgar
por la cronología de la plata dentro de El Argar, debería
corresponder a una fase plena de esta cultura. Es desde
esta perspectiva que consideramos al enterramiento del
Peñón de la Zorra como una especie de «terminus post
quem» para el desarrollo del Bronce Valenciano.
En resumen, creemos que, con las matizaciones debidas a lo fragmentario de los datos disponibles, puede
aceptarse como hipótesis de trabajo la expuesta en las
páginas anteriores, a saber:
- Que los yacimientos argáricos del sur del País Valenciano aparecen en un momento en que todavía
está vigente la cultura campaniforme en el resto
del mismo.
- Que existe una etapa cronológica en la que dicha
cultura campaniforme se verá afectada por una
serie de influencias procedentes del foco argárico
del Sur; influencias que, en mayor o menor medida, colaborarán a su transformación.
- Consecuentemente con ello, que el Bronce Valenciano es posterior en sus orígenes a la Cultura Argárica.
Con las anteriores consideraciones no se pretende explicar de modo absoluto esa compleja realidad cultural
que denominamos Bronce Valenciano, sino tao sólo intentar una explicación más adecuada de su relación erono-espacial con la gran cultura del Bronce Pleno peninsular: El Argar. En la explicación causal de sus orígenes,
de las transformaciones que supuso, necesariamente habría que considerar otros parámetros. En este sentido es
interesante subrayar la reciente aportación realizada por
Martí 172 , para quien la explicación más plausible del
cambio operado durante el Bronce Valenciano estaría relacionado con dos variables complementarias:
- En primer lugar, el progresivo aumento de la pre-sión demográfica, constatable a través del Neolítico y, sobre todo, del Eneolítico.
-Y, en segundo lugar, con la incapacidad de innovación en la tecnología agrícola, que durante todo
tum, Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia , 18. pp.I03 y
SS. 1984.
' " HARRISON R. J.: «A closed fínd from Cañada Rosal near Eci·
ja (prov. Sevilla).» Madrider Miueilungen, 15, pp.77 y ss. 1974.
1
MARTI B.: <
no.» Universidad de Valencia, 1983.
[page-n-114]
EL VASO CAM PANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
el período de tiempo considerado, seguirá basándose en la ignicultura. Como consecuencia, la única salida viable para el excedente demográfico, rebasados ciertos límites, sería la puesta en explotación de nuevas tierras, lo cual se llevará a cabo
mediante la dispersión del poblamiento; dispersión que, por otra parte, no parece conllevar una
estructuración jerárquica del territorio.
Es interesante señalar que esta ausencia de estructuración jerárquica del territorio - y la falta de control
polltico centralizado que ello lleva implícito- suponen
un cierto contraste con las más recientes interpretaciones
del fenómeno campaniforme.
De acuerdo con éstas 113 , la cerámica campaniforme
debería considerarse como un objeto cuya presencia va
ligada a cuestiones de estatus y rango social de los individuos dentro de los grupos sociales. De esta forma, durante la Edad del Cobre se asistiría a un movimiento
más o menos generalizado de concentración del poder en
torno a una serie de individuos y sus familias, en forma
de jefaturas u otras organizaciones similares; y, en relación con ello, los materiales más típicamente campaniformes, representarían en realidad símbolos del estatus
social adquirido por estos individuos.
Si ello es así, resulta lógico concluir que dicho proceso no fraguó en el caso concreto del Bronce Valenciano,
donde la ausencia de enterramientos socialmente diferenciados corre pareja con esa distribución territorial de pequeñas unidades de poblamiento igualmente indiferenciadas.
5.4.
CRONOLOGIA ABSOLUTA
Para abordar la problemática cronológica del Eneolltico y la transición al Bronce Valenciano debemos recurrir necesariamente a las fechas C-14 logradas en otros
contextos peninsulares paralelizables con el nuestro, ya
que no disponemos de fechaciones absolutas para estos
períodos en el País Valenciano.
Por lo que se refiere al Eoeolítico Inicial y Pleno, resulta factible considerar sus inicios en torno al 2500-2400
a.C. Como ya ha quedado establecido, este período
abarcaría las fases Millares 1 y 11 en el SE., por lo que
en un momento avanzado del mismo, aproximadamente
hacia el 2200-2100 a.C., si seguimos la cronología de
Harrison, aparecería el campaniforme de estilo marítimo
primero, y puntillado-geométrico o de transición después. Su fi nal vendría marcado por la aparición del campaniforme inciso, fechado en Orce entre el 1970 y el
1850 a.C.; y en 1865 a.C. en la fase V de Montefrío 174 •
11l
HARRISON R. J.: <
1980: pp.I4-IS.
114
Todas las referencias respec1o a las fechas C-1 4 logradas en los
poblados granadinos. exceplo Mo01efrío. han sido lomadas de ARRI·
BAS. op. cit. nota 143. La asociación de la fecha de Momefrío con la
fase V del poblado puede verse en ARRIBAS y MOLINA. op. CÍI. nota 46.
1, .
Se han localizado alabardas argáricas en los síguíc01es poblados
del Bronce Valenciano:
- La Atalayuela. Losa del Obispo (Valencia). Aparicio. op. cil. nota
24. !ig. 20.
Es decir, que una fecha situada entre el 2000 y el 1900
a.C. podría considerarse válida para los inicios de la fase
siguiente, el Horizonte Campaniforme de Transición.
Aparte de sus comarcas más meridionales, que verían
la aparición dé! foco argárico, la cultura del Bronce Valenciano marcará el final del desarrollo campaniforme en
el conjunto del País Valenciano; lo que obliga a plantearnos la cronología inicial de esta cultura.
De acuerdo con lo postulado anteriormente, parece
claro que los inicios del Bronce Valenciano deben situarse en un momento más o menos avanzado de El Argar.
Ya vimos al estudiar el enterramiento del Peñón de
la Zorra cómo este sepulcro campaniforme, por la presencia del arete de plata, debería fecha rse en la transición Argar A-Argar B, o dentro ya de esta última fase,
de acuerdo con las teorías de Blance y Schubart. Ello señalaba a cualquiera de estas dos etapas como posible
cronología inicial para el Bronce Valenciano, dado que
por sus peculiares características, el enterramiento debería situarse hacia el fmal de la secuencia campaniforme.
La duda podría resolverse en favor de la etapa de transición si consideramos significativa la presencia de alabardas argáricas en algunos poblados del Bronce Valenciano 115 , elemento este sustituido por las hachas durante el
Argar B.
Ahora bien, terminado ya el presente trabajo ha aparecido el estudio de V. Lull sobre la cultura de El Argar,
en el que se critica la validez de su periodización tradicional. Según este autor, habría que hablar de un Argar
Inicial, una fase intermedia, y otra de apogeo o Argar
Pleno, con características culturales y materiales distintas
a las propuestas por Blancé y Schubart. Dentro de este
esquema, las aJabardas aparecerían en las dos primeras
fases, mientras que los pendientes, aretes y anillos de
plata serían característicos de las dos últimas, con lo que
la cronología relativa propuesta por nosotros más arriba
no variaría en absoluto 176 •
Además, la fase intermedia de Lull viene a coincidir,
en cronología absoluta ( 1750-1650 a.C.), con las propuestas cronológicas de Arribas, para quien el Argar B
se iniciaría en torno al 1650 a.C.; diferenciándose ambas
de la propuesta por Schubart a partir de los paralelos
mediterráneos de algunos materiales argáricos 177 • Según
este autor, los inicios del Argar B habría que situarlos
entre el 1500 y el 1400 a.C., lo que supondría fechar la
fase intermedia entre el 1600 y el 1500 a.C., aproximadamente.
Cualquiera que sea la hipótesis cronológica aceptada,
parece claro que las fechas C-14 obtenidas en los poblados del Bronce Valenciano de Serra Grossa, Alicante
( 1865 a.C.) y Terlinques, Villena (Alica nte) ( 1850 a.C.)
deben considerarse elevadas 17 8.
El Serca1. Gaianes (Aiícanle). LERMA J . V.: <
metalurgia en el País Valenciano.» Tesina de licenciaiUra. Univ. de
Valencia. 1981.
''" LLULL V.: «La "Cuhura" del Argar». Ed. Abl Universitaria.
Se.rie Arqueológica. 1983. ver especialmen1c pp.2SS-268.
"' SCHUBART H.: «Los paralelos medílerráneos de la Cultura del
Argar.» Zcphyrus. XXVI-XXVn , pp.331 y ss. 1976.
1
"
El conjunto de las fechas C-14 pertenecientes al Bronce Valen·
ciano ha sido lomado de Maní y Gil Sancho. op. cit. nota 30. p.61.
11 3
[page-n-115]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Por el contrario, existen tres fechas C-14 que sitúan
al Bronce Valenciano alrededor del 1600 a.C.: 1600 a.C.
en Cabeza Redondo, Villena (Alicante); 1522 a.C. en
Catí Foradá, Petrel (Alicante); y en 158 1 en el Pie deis
Corbs, Sagunt (Valencia). A ellas cabria añadir la de
1520 a.C. obtenida en el Castillo de Frías, Albarracín
(Teruel), poblado atribuido al Bronce Valenciano.
Todas estas fechas se situarían dentro de la fase de
transición entre el Argar y B en la hipótesis cronológica
de Schubart; o dentro de El Argar B-Argar Pleno, en las
cronologías de Arribas y Lull.
Sin ningún deseo de adentrarnos en la compleja pro-
114
blemática cultural y cronológica de esta cultura hemos
de señalar, sin embargo, que en ninguna de las hipótesis
citadas las alabardas alcanzan la fase más reciente de
esta. cultura (Argar B o Pleno); por tanto, su presencia
en algunos poblados del Bronce Valenciano indicaría
que éste debió iniciarse con anterioridad a la desaparición de este tipo metálico en El Argar. De acuerdo con
ello, las fechas C-14 antes citadas sólo pueden considerarse válidas dentro de la hipótesis de Schubart; si, por
el contrario, aceptásemos la cronología de Arribas-LuU,
necesariamente deberíamos revisarlas al alza, situando
los inicios del Bronce Valenciano en torno el 1700 a.C.
[page-n-116]
5.
INDICE
Págs.
l.
2.
3.
introducción
Estado actual de la investiación en tomo al vaso campaniforme en el País Valenciano . . . . . . . . . . . .
Catálogo de materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Catálogo de yacimientos y materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.1.
Vilafamés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.2.
Vil· la Filomena (Vila-real) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.3.
Partida del Sou (Vilavella) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.4.
Puntal Rambla Castellarda (Llíria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.5. Cova de Rocafort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.6. Asilo del Bou (Cullera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.7. Cova de Giner (Cullera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.8. Sima de la Pedrera (Polinya del Xuquer) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.9. Cova de les Arenyes (Aizira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.10. Cova deis Gats (Alzira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.1 1. Cova d'Alfons (Alzira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.12. Cova de Xarta (Carcaisent) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.13. Cova del Barranc de les Meravelles (Estubeny) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.14. La Ereta del Pedregal (Navarrés) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 15. Cova de la Recambra (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 16. Cova Bolta (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.17. Cova Bernarda (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 18. Cova del Retoret (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.19. Cova Negra de Marxuquera Alta (Gandia) .... . .............. ......... . ....... '
3.2.20. Cova del Blanquisal (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.21. Cova de les Meravelles (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.22. Cova de les Rates Penades (Rotova) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.23. Cova del Racó Tancat (Terrateigm) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.24. Casa Fosca (Potríes) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.25. Camp de Sant Antoni (Oliva) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.26. Camí de l'Alfogas (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.27. Beniprí (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.28. L' Atareó (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.29. Cova del Barranc del Castellet (Carrícola) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.30. Cova Santa (Vallada) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.31. Cova Santa (Font la Figuera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.32. Cova del Partidor (Banyeres) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.33. El Puntal de los Carniceros (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.34. El Peñón de la Zorra (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5
7
13
13
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21
21
21
21
22
22
22
23
23
23
[page-n-117]
Págs.
3.2.35. Cueva oriental del Peñón de la Zorra (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.36. Casa de Lara (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.37. Cova del Bolumini (Alfafara) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.38. Cova del Conill (Cocentaina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.39. El Rafol d'Almunia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.40. Cova Ampla del Montgó (Xabia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.4!. Cova de les Cendres (Teulada) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.42. Tabaia (Aspe) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.43. L'Alcudia (Eix) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.44. El Promontori de I'Aigua Dol~a y Salada (Eix) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.45. Les Moreres (Crevillent) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.46. El Rincón (Redován) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.47. Las peñetas (Oribuela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.48. San Antón (Orihuela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.3. Bibliografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. La Cultura material. Poblados y necrópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.1 . Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. La cerámica: las decoraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.!. Decoraciones del horizonte marítimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.2. Campaniforme reciente: formas y decoraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3. La cerámica: las formas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Platos y Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Il. Escudillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lll. Cazuelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV. Cuencos de perfil en S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
V. Cuencos esféricos sin borde o labio diferenciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI. Cuencos con hombro y carenados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI I. Recipientes de cuerpo cilíndrico o troncocónico sin labio o borde diferenciado
VIII. Vasos campaniformes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IX. Cubiletes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
X. Vasos globulares con cuello o borde diferenciado: ollitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •
24
24
24
25
25
25
25
26
26
26
27
28
28
28
29
85
85
85
86
91
93
94
95
95
95
96
96
96
96 ·
96
97
[page-n-118]
5.
6.
XJ. Copas tipo frutero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XII. Ollas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XJ ll. Orzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XI V. Cucharones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.4. La industria lítica: el sílex . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. Objetos de piedra, hueso y concha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Hachas y azuelas de piedra pulida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. 1.
Brazaletes circulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.2.
4.5.3.
Brazaletes de arquero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ldolos oculados . .. . .. . .... . .. . ...... . ....... .... . . ..•. ............ , . . . . . . . .
4.5.4.
4.5.5.
Colgantes acanalados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.6.
Colgantes varios ...... ... . ................... .. ... . .. ..... , . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.7. Agujas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.8. Punzones y espátulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.9.
Botones de perforación en «V» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. 1O Cuentas de collar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
4.6. La metalurgia y sus tipos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.1.
Puñales de lengüeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.2.
Puntas de Palmeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.3.
Punzones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.4. Adornos metálicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.7. Los poblados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.8. Las necrópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. La introducción del Eneolítico: innovación y continuismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. El Horizonte Campaniforme de Transición y la transformación cultural del País Valenciano . .
5.3. Los orígenes del Bronce Valenciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.4. Cronología absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
97
97
97
98
98
98
98
98
99
99
99
99
101
101
101
102
102
102
102
104
104
104
105
107
107
108
110
113
115
[page-n-119]
FE DE ERRATAS
Página 26:
En el TABAIA
- Núrri. 2, donde dice (fig. 5), debe eliminarse, rasgue este fragmento, no está dibujado . •
Página 28:
En LAS PEÑETAS
- Núm. 1, donde djce fig. 5; debe decir fig. 6.
- Núm. 2, donde dice fig. 5; debe decir fig. 6.
- Núm. 4, donde dice fig. 5; debe decir fig. 6.
[page-n-120]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
o
5CM
Lámina 1.- Vil· la Filomena
119
[page-n-121]
EL VASO CAMPANIFORME E
EL PAIS VALENCIANO
4
8
120
Lámina 2.- Vil· la Filomena
[page-n-122]
EL VASO CAMPAN IFORME EN EL PAIS VALENCIANO
O
2CM
~
2
Lámina 3.-Coua de les Aranyes
12 1
[page-n-123]
EL VASO CA M PAN I FORM E EN EL PA IS VALENCIA NO
o
122
10CM
L ámina 4. - Camf de l'Al{ogas (A); Beniprf (8)
[page-n-124]
EL VASO CA MPAN IFORM E EN EL PA IS VALENCIANO
812
812
812
812
R2
Lámina 5.-Coua de fa Recambra (R); Coua Bofta (B); Coua Negra (CN)
CN.f
123
[page-n-125]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VA L ENCIANO
BM 2
S1
es2
es
es 1
3
seM
o
Re1
Re1
Lámina 6. - Partida de El Sou (S); Coua del Barranc de les Merauelles (BM); Puntal sobre la Rambla Castellarda (RC); Coua
de les Rates Penades (RP); Coua Santa de Font la Figuera (CS)
[page-n-126]
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[page-n-127]
EL VASO CAMPANIFO RM E EN EL PAIS VAL ENCIAN O
28
126
Lámina 8.-Coua deis Gats
[page-n-128]
Lámina 9.-Coua deis Gats
l27
[page-n-129]
128
[page-n-130]
129
[page-n-131]
EL VASO CAMPANIFO RM E EN EL PAIS VALENCIANO
O
SCM
~-.J
130
Lámina 12. - Coua Bolta
[page-n-132]
EL VASO CA MPANJFORME EN EL PAIS VALENCIANO
CM
Lámina 13. - Coua del Retoret
131
[page-n-133]
EL VASO CA MPANI FORME EN EL PAIS VALENCIANO
o
132
Lámina 14. - L :4tarc6
5CM
[page-n-134]
EL VASO CAMPAN IFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
PZ2
PZ 1
Lámina 15. -Cuenco con decoración de boquique del Puntal de los Carniceros (ligeramente aumentado); fragmentos
cerámicos con decoración incisa del Pelión de la Zorra. (T.N.)
[page-n-135]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENClANO
134
Lámina 16. -Fragmentos cerámicos decorados del Puntal de los Carniceros (al doble de su tamaño)
[page-n-136]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
1
7
7
3
5CM
Lámina 17. -Cova del Bolumini
135
[page-n-137]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAI S VALeNCIANO
86
86
86
8C2
8C1
5CM
136
1
Lámina 18.-Coua del Bolumini y Coua del Barranc del Castellet
[page-n-138]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
Lámina 19.-Idolos aculados de la Cova del Bolumini
137
[page-n-139]
EL VASO CAMPANLFORME EN EL PAIS VALENCIANO
138
Lámina 20.-Puiiales de lengüeta de El Ra{ol, y cuenco campaniforme de El Tabia
[page-n-140]
139
[page-n-141]
140
[page-n-142]
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[page-n-143]
[page-n-144]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREIDSTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. SO
EL VASO CAMPANIFORME
EN EL PAIS VALENCIANO
P or
JOAN BERNABEU
VALENCIA
1984
[page-n-2]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL
PAIS VALENCIANO
JOAN BERNABEU
[page-n-3]
[page-n-4]
A Chelo
[page-n-5]
O. L: V. 2131·1984
I.S.B.N.: 84·505·0833·9
Imprima: Federico Oomenech. S. A. - Gremis, 12. 46014-Valencia
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2010 — ISSN 1989-0540
[page-n-6]
l.
En marzo de 1982 iniciamos la confección de un trabajo que, patrocinado por la Exma. Diputación provincial de Valencia y dirigido por D. Fletcher, tenía como
principal objetivo la delimitación del alcance real que el
fenómeno del vaso campaniforme tiene en el ámbito del
País Valenciano.
Conscientes de las limitaciones que dicho estudio imponía por el mero hecho de circunscribirse a un área
geográfica cuyo papel en la formación y desarrollo de
este complejo fenómeno cultural no era determinante,
nos propusimos desde el principio mismo de nuestra investigación enmarcar los problemas relativos a la cerámica campaniforme dentro de la problemática más general de la secuencia cultural valenciana entre el final del
Neolítico y los inicios de la Edad del Bronce.
Desafortunadamente, son muy pocos los poblados
excavados sistemáticamente, así como los análisis faunisticos, palinológicos y edafológicos. En realidad, tan sólo
en el poblado de la Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia) se han iniciado estudios de este tipo, pero dado que
el yacimiento se encuentra en curso de publicación, y el
peligro de generalizar en exceso a partir de tan escasos
datos, hemos preferido no incluirlos aquí.
Una parte fundamental de nuestro trabajo ha sido la
obtención de un catálogo completo de los yacimientos
campaniformes valencianos, cuya simple visión bastará
para desaconsejar la tradicional concepción del País Valenciano como un área parca en hallazgos de este tipo.
Su confección ha supuesto una de nuestras tareas más
arduas, por cuanto que ha necesitado, además de una revisión bibliográfica, del desplazamiento a los distintos
museos locales y provinciales con el fin de realizar una
documentación gráfica adecuada y completa.
Para la clasificación de los distintos materiales se han
seguido diversos criterios métricos y tipológicos que en
cada cas;o se especifican.
Habida cuenta de que la secuencia cultural establecida con anterioridad a nuestro trabajo ha sido plenamente confJ.Itnada, éste ha pretendido más un acercamiento
a los distintos aspectos culturales sobre los que poseía-
INTRODUCCION
mos suficiente información (cultura material, tipo de hábitat y necrópolis), que una discusión cronológica pormenorizada, aunque ésta tampoco se ha eludido en los
casos en que se ha considerado necesario. Ello, junto
con las comparaciones establecidas con las fases anterior
(Eneolítico Inicial y Pleno) y posterior (Bronce Valenciano), nos ha permitido realizar una doble lectura del registro arqueológico tratado:
1) Una lectura diacrónica, averiguando qué elementos procedían, más o menos evolucionados, de las fases
anteriores; y cuáles perduraban en las posteriores.
2) Y otra sincrónica, en la que, tras describir el
complejo cultural campaniforme, se trataba de averiguar
la incidencia que en él tuvieron las posibles influencias
externas, por un lado, y la propia dinámica cultural interna, por otro.
Ello nos ha permitido valorar adecuadamente tanto
la intensidad de los influjos externos, como la persistencia de tradiciones y corrientes evolutivas locales.
Lógicamente, no hemos podido responder a todas las
cuestiones que han ido surgiendo a lo largo de nuestro
estudio. Generalmente nos hemos limitado a ofrecer hipótesis de trabajo, ya que los datos de que disponíamos
no permitían ir mucho más allá de un planteamiento
adecuado de los términos del problema.
Si algo ha podido quedar mínimamente establecido a
lo largo de nuestra investigación es, sin duda, la constatación de que el Eneolítico valenciano, tomado en su
conjunto, debe interpretarse como una etapa en la que
debido tanto a estímulos culturales externos, como a su
propia dinámica interna, los grupos humanos presentes
aquí desde el fmal del Neolítico irán transformando gradualmente su cultura material y sus tradiciones hasta desembocar en lo que conocemos como cultura del Bronce
Valenciano; con ella desaparecerá finalmente el viejo
fondo cultural neolítico que, en mayor o menor medida,
venía perdurando.
La lectura diacrónica del proceso descrito nos ha
permitido proponer, como hipótesis de trabajo, una interpretación distinta del Eneolítico valenciano, según la
5
[page-n-7]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
cual éste debería entenderse tan sólo como un horizonte
cronológico y no como una cultura homogénea y diferenciada. Las dos etapas en que tradicionalmente se ha
venido subdividiendo el periodo responderían a algo más
que simples fases cronológicas dentro del desarrollo de
una cultura, pasando a interpretarse como etapas culturalmente distintas. La primera, el Eneolítico Inicial y
Pleno, más relacionada con el Neolítico Final, con el
que mantiene más puntos de contacto que con el Horizonte Campaniforme, debería considerarse tal vez como
un epígono de éste; mientras que el Horizonte Campaniforme de Transición, prefigurando en parte caracteres
que serán propios del Bronce Valenciano, y arrastrando
también algunas tradiciones anteriores, muestra un notable grado de originalidad y cohesión que permitiría su
caracterización como cultura diferenciada, convirtiéndose así en el auténtico Eneolítico cultural.
Esta originalidad a la que antes aludíamos ha sido
posible documentarla a través del análisis sincrónico.
Sus principales características han sido ya descritas. Nos
6
interesa destacar, sin embargo, el extraordinario desarrollo alcanzado ahora por las especies campaniformes incisas y pseudoexcisas, que en ocasiones presentan desarrollos decorativos originales. Sus relaciones apunta n al
conjunto de las culturas peninsulares del campaniforme
avanzado y, muy especialmente, con el área de Granada
de cuyos poblados proceden la mayoría de los paralelos
para nuestros materiales. Sus límites geográficos son todavía imprecisos, y los propuestos por nosotros están en
función de la escasez de datos referentes a las comarcas
situadas al sur del río Segura y al norte del Xúquer.
Por último, no nos resta más que agradecer a las d iversas instituciones y museos, en la persona de sus directores, que nos han permitido el acceso directo a los materiales, imprescindible en un trabajo como el nuestro.
Especialmente queremos reconocer la deuda contraída
con D. Fletcher quien nos propuso la realización del
presente trabajo, poniendo a nuestra disposición la importante documentación gráfica y bibliográfica recogida
por él mismo durante años.
[page-n-8]
2.
ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION
EN TORNO AL VASO CAMPANIFORME
EN EL PAIS VALENCIANO
Antes de pasar al estudio y valoración del conjunto
de los materiales catalogados en el capítulo IIl del presente trabajo, conviene realizar un previo análisis bibliográfico por cuanto que del mismo han de resultar necesariamente los objetivos y problemas que éste deberá
plantearse.
Los primeros yacimientos con materiales campaniformes dados a conocer en el País Valenciano fueron los de
la Vil· la Filomena (Vila-real) 1 y los de los alrededores
de Belgida (!'Atareó, Benipri, I'Alfogas), cuya primera
noticia diera Bailester 2 , para ser posteriormente publicados por su descubridor 3 • El primero de éstos (Filomena), junto con los escasos fragmentos procedentes del
yacimiento argárico de San Antón (Orihuela), y las problemáticas cerámicas de la Cova del BoJumini (Alfafara)
-cuya publicación realizara posteriormente Pascual 4 fueron los únicos yacimientos valencianos utilizados por
Castillo en su importante síntesis en la que, tras poner
de relieve la escasez de hallazgos campaniformes en
nuestras tierras, éstas quedaban incluidas como una extensión del grupo del SE., y como paso obligado para la
difusión de las especies campaniformes hacia Catalunya
y el S. de Francia 5 •
Desde esta perspectiva no puede sorprendernos el
que la investigación posterior sobre el campaniforme en
esta zona, habida cuenta de que no se producirán nue-
vos hallazgos hasta la década de los 50, sea más bien escasa, limitándose a breves referencias marginales aparecidas en algunos de los trabajos de síntesis publicados
hasta 1950, e incluso en fechas posteriores, en los que
suele aparecer, junto a Andalucía, como posible región
originaria de la cerámica campaniforme en razón de su
riqueza en yacimientos neolíticos. La investigación posterior se encargaría de deslindar convenientemente la cerámica decorada del Neolítico Antiguo y Medio de La cerámica campaniforme.
Esta situación no sufrirá modificaciones importantes
pese a la aparición de nuevos yacimientos, como los del
Barranc del Castellet (Carrícola) 6 , que ya fuera citado
con anterioridad por Ballester 7 , o los de la comarca de
Gandía 8 ; la investigación valenciana 9 considerará al
campaniforme como un fenómeno esencialmente ajeno a
nuestro Eneolítico, explicable bien por las peculiares características culturales de esta zona 10 , o bien como consecuencia de la ausencia de las nuevas ideas religiosas de
la época, manifestadas con el megaJitismo, también
ausente de nuestra geografia 11 •
A este estado de opinión contribuyó de forma muy
notable el hecho de que el importante poblado de la Ereta del Pedregal (Navarrés), cuya secuencia cubría todo el
Eneolítico, no ofreciera entre sus materiales un solo
fragmento de cerámica campaniforme 12 • Así las cosas,
1
SOS y BAYNAT V.: Una estación prehistórica en Villareal. Boletín
de la Sociedad Caste((onense de Cultura, Ul, núm. XXXI, págs. 394 y ss;
IV, núms. X:XXIll/XXXV, págs. 99 y ss; y V, núm. l. págs. 49 y ss. Castellón, 1922, 1923 y 1924.
1
BALLESTER 1.: Unas cerámica.s interesantes del valle de Albaida.
Anafes del Cemro de Cultura Valenciana. fase. 111(1V. Valencia, 192&.
J
JORNET M.: Prehistoria de Bélgida l . Hallazgos Eneolíticos. Archivo de Prehistoria Levantina, l , págs. 91 y ss. Valencia. 1929.
• PASCUAL V.: Nuevo ídolo aculado procedente de la cueva del
Bolumini (Alfafara, Alicante). Archivo de Prehistoria Levamina, VI , págs.
7 y ss. Valencia, 1957.
' CASTILLO A. del: La cultu.r a del vaso campaniforme. Su origen y
extensión por Europa. Barcelona, 1928.
6
PLÁ E.: la coveta del Barranc del Castellet (Carricola, Valencia).
Archivo de Prehistoria Levantina. V, págs. 35 y ss. Valencia, 1954.
7
BALLESTER 1.: la covacha sepulcral del Cami Real, Albaida. Archivo de Prehistoria Levamina. 1, págs. 31 y ss. Valencia, 1929.
• GURREA V., PENALBA J.: Exploraciones en la comarca de Gandía. Archivo de Preshistoria Levantina. 111. págs. 41 y ss. Valencia, 1952.
GURREA V.: Vaso campaniforme en la región de Gandia. Cesaraugusta, 5, págs. 31 y ss. Zaragoza, 1954.
• PLA, op. cit. nota 7.
FLETCHER 0 .: La covacha sepulcral de la ladera del Castillo de Chiva. Archivo de Prehistoria Levn111i11a, VI. págs. 13 y ss. Valencia, 1957.
JORDA F.: Enterramientos en la cueva de la Torre del Mal Paso. Archivo de Prehistoria Levanti11a. VIl, págs. 55 y ss. Valencia, 195&.
TARRADELL M.: El Pais Valenciano del Neolílico a la iberización.
Valencia, 1962.
lLOBREGAT E.: Las cuevas de enterramiento eneolíticas en el Reino
de Valencia.
Tesina de Lice11ciatura. Valencia, 1963.
10
JORDÁ, op. cit. nota 9.
11
FLETCHER. op. cit. nota 9.
12
FLETCH ER 0 .: la Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia). Archivo de Prehistoria Levamina, IX , págs. 79 y ss. Valencia , 1961.
FLETCHER 0., PLÁ E. y lLOBREGAT E.: la Ereta del Pedre~l
(Navarrés, Valencia). E.Ycavaciones Arqueof6gicas en España. 42. Madnd,
1964.
7
[page-n-9]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
este tipo de cerámica sólo podía esperar que se le incluyera como un elemento más - y no precisamente de los
más significativos- dentro de la cultura material propia
del Eneolítico descrita en esas fechas por Plá en base, sobre todo, a los ajuares de las cuevas de enterramiento 13 .
En este sentido, si bien se admitía que no podían retenerse todos los conjuntos como sincrónicos, se reconocía
la imposibilidad de establecer a9ecuadamente su evolución cronológica, resultando por tanto la dificultad de
proponer para el País Valenciano una evolución en dos
fases similar a la documentada para la Cultura de los
Millares a partir de los estudios de los Leisner 14, y para
el Calcolítico portugués a partir de las observaciones estratigráficas realizadas en Vila Nova de Sao Pedro
(VNSP) 1s.
La década comprendida entre 1965 y 1975 señala el
fmal de esta etapa que podríamos denominar de formación en la investigación valenciana respecto del fenómeno campaniforme. Durante ésta se realizará la ya clásica
estructuración del Eneolítico Valenciano en dos fases, la
última de las cuales estaría dominada por la cerámica
campaniforme. El punto de inflexión entre estas dos etapas viene marcado por la comunicación presentada por
Fletcher al IX Congreso Nacional de Arqueología en la
que, a propósito del hallazgo de la Cova de les Aranyes
(Alzira), presenta un catálogo de 15 yacimientos con hallazgos campaniformes, lo que le permite poner en duda
la afirmación de su ausencia en el País Valenciano 16. A
partir de este momento los materiales campaniformes, en
continuo crecimiento, ofrecen un conjunto lo suficientemente amplio como para permitir una primera aproximación a su estudio en relación a la problemática más
general del Eneolítico Valenciano, tarea esta en la que
destacan los trabajos de Llobregat 17 • Este autor, tomando como punto de partida las conclusiones de los Leisner respecto del megalitismo occidental 1 8 , y las nuevas
teorías que para el conjunto del fenómeno campaniforme fueron propuestas por Sangrneister 19 como respuesta
al desfase en que se encontraba la llamada «teoría clási(::1» 20 , realizaría una estructuración de nuestro Eneolítico que, en cierta medida, sigue considerándose válida. A
saber:
Aunque sin poner en duda la validez general de este
esquema, Fletcher 23 matizaría la cronología de la fase
campaniforme, situándola entre el 2000 y el 1600 a.C.,
con lo que penetraría ya dentro de la primera parte de la
Edad del Bronce.
La existencia de una fase de transición entre el Eneolítico y la Edad del Bronce, propuesta también desde los
estudios del Bronce Valenciano 2 4, y caracterizada por la
presencia de los elementos típicos del llamado «ajuar
campaniforme», tal y como fueron definidos por Sangmeister en su «Horizonte del Reflujo» 25 , pronto fue
aceptada por la mayoría de los investigadores valencianos. Sin embargo, subsisten dentro de este esquema algunos problemas sobre los que La investigación posterior
ha volcado sus esfuerzos.
El primero de ellos hace referencia a la relación cronológica existente entre los tipos puntillado e inciso,
cuya cronología relativa no aparece clara en los trabajos
antes citados. En este punto son fundamentales los trabajos realizados por Harrison sobre el campaniforme del
Levante español 26 . Según este autor la distribución del
campaniforme levantino (18 yacimientos citados en su
interesante obra sobre el campaniforme ibérico) refleja
una serie de estilos-horizonte con una firme pero pequeña entrada de campaniformes en una región donde nun-
u PLÁ E.: La covacha de Ribera (Cullera, Valencia). Archivo de
Prehistoria Levantina, VIl, págs. 23 y ss. Valencia, 1958.
•• LEISNER G. y V.: Die Megalitgraber der l berischen Halbinsel.
Der Suden. Berlín, 1943.
u
PAc;O A. DO y ARTHUR N.: Castro Vila Nova de Sao Pedro, 15.
Campanba, 1951. Bróteria, XIV, fase. 3. Lisboa, 1952.
16
FLETCHER D.: Nuevos vasos campaniformes e ·, provincia de
Valencia. IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid, 1965). págs.
106 y ss. Zaragoza, 1966.
11 LLOBREGAT E.: Estudio de los megalitos portu¡¡ueses por los
Leisner, y las cuevas de enterramiento múltiple en el PaiS Valenciano.
Archivo de Prehistoria Levantina, XI, págs. 81 y ss. Valencia, 1966.
LLOBREGAT E.: Del fin del Neolítico de cerámicas impresas al comienzo de la Edad del Bronce en la Región Valenciana. Papeles del Lab.
de Arqueolog"a de Valencia, 9. págs. 3 y ss. Valencia, 1973.
í
LLOBREGAT E.: Nuevos enfoques para el estudio del Neolítico al
Hierro en la Región Valenciana. Papeles del Lab. de Arqueología de Valencia, 11, págs. 119 y ss. Valencia, 1975.
10
LEISNER G . y V.: Die Megalitgraber der lberischen Halbinsel.
Der Westem. Madrider Farschungen. Band 1/ 2. Berlín, 1959.
LEISNER V.: Die Megalitgraber der lberischen Halbinsel. Der Westem. Madrider Forschungen. Band 1/ 3. Berlín, 1965.
19 SANGMEISTER E.: La civilísation du vas campaniforme. Exposé
sur la cívilísatíon du vas campaniforme. En Les Civilisations Arlantiques
du Néolirltique au I'Age du Fer. Acres du premier colloque Atlamique,
págs. 25 y ss. Rennes, 1963.
SANGM EJSTER E.: Los vasos campaniformes portugueses en el marco de las culturas del campaniforme europeo. Asociación Arqueólogos
Portugueses. Conmemoración del 2. 0 centenario. vol. 1, págs. 203 y ss. Lisboa, 1966.
1
CASTILLO, op. cit. nota 5.
11
ALMAGRO GORBEA M .: C-14, 1972. Nuevas fechas para la prehistoria y arqueología peninsular. Trabajos de Prehistoria, XXIX, págs.
228 y SS. Madrid, 1972.
12
SOLER J. M. y FERNÁNDEZ MOSCOSO E.: Terlínques, poblado
de la Edad del Bronce en Víllena. Papeles del Lab. Arqueología de Valencia, 10, págs. 27 y ss. Valencia, 1970.
1
'
F LETCHER D.: Campaniforme. Gran Enciclopedia de la Región
Valenciana. Tomo JI, págs. 306-7. Valencia, 1974.
14
APARICIO J.: Estudio económico y social de la Edad del Bronce
Valenciano. Publicaciones del Archivo Municipal. Serie 3. Estudios monográficos 8. Valencia, 1976.
H
SANGMEISTER, 1963 op. cit. nota 19.
16
HARRISON R . J.: El vaso campaniforme como horizonte delimitador en el Levante español. Cuadernos de Prehistoria y Arqueología Castellonense, 1, págs. 63 y ss. Castellón, 1974.
HARRISON R. J .: The Bell Beaker Cultures of Spain and Portugal.
American School of Prehisroric Research. Bull. 35. Cambridge (Mass.)
1977.
8
Tras un Neolítico li de cerámicas lisas cuyo final
rondaría los comienzos del m milenio a.C., se situarían:
l.
El Calcolítico Pleno, entre el 3000 y el 2000 a.C.,,
y
2.
°
La Transición al Bronce Valenciano, caracterizada por la cerámica campaniforme, los botones en
«V», los brazaletes de arquero y los puñales de
lengüeta, cuya cronología situaba entre el 2000 y
el siglo XIX a.C., admitiendo como válidas las fechas C-14 logradas en los poblados del Bronce
de la Serra Grossa (AJacant) (1865 a.C.)2 1 , y
Terlinques (Villena) (1850 a.C.)2 2 •
[page-n-10]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
ca llegaron a establecerse del todo 21 . Esta relativamente
escasa cantidad de yacimientos valencianos con material
campaniforme (recordemos aquí que Fletcher, en su catálogo de 1974, da noticia de 25 yacimientos), aunque
contemplada con cierta extrañeza, obligaría a este autor
a afirmar la inexistencia de un grupo levantino de campaniforme, en el sentido que se le da al complejo de Salamó o Ciempozuelos, o a una concentración genuina
como la de los alrededores de la desembocadura del
Tajo.
De acuerdo con sus teorías respecto del origen y cronología del vaso campaniforme, Harrison propondría el
siguiente esquema evolutivo para el Pais Valenciano:
l . Un Horizonte Antiguo, que denomina «Complejo Marítimo», en el que se incluirían los vasos
campaniformes cordados - tradicionalmente
considerados más recientes 28 - , y los internacionales. Esta fase se situaría en torno al 2200-2000
a.C.
2. Una Fase Reciente, caracterizada por los campaniformes incisos y pseudoexcisos, de tradición
Ciempozuelos, fechables entre el 1700 y el 1400
a.C., pudiendo ser algunos de ellos aún más tardíos. De atú su opinión de que este estilo no puede utilizarse como horizonte cronológico delimitador.
Ciertamente, La tardía datación de los campaniformes
incisos implicaba necesariamente la consideración de su
coexistencia con la cultura del Bronce Valenciano, cuya
cronología inicial se situaba en tomo al 1800 a.C. Ello,
si bien venía a coincidir con la opinión de Fletcher 29
respecto de la perduración del campaniforme durante los
inicios del Bronce Valenciano, planteaba una contradicción dificil de resolver, ya que en ninguno de los poblados de esta cultura había aparecido cerámica campaniforme. Así pues, mantener este esquema suponía el considerar la existencia de dos culturas distintas durante la
amplia banda cronológica situada entre el 1700/ 1600 y el
1400 a.C.: de una parte la cultura del Bronce Valenciano; de otra, el Horizonte Campaniforme. Con lo que el
concepto mismo de transición, implícito en los primeros
estudios, se ponía, parcialmente al menos, en entredicho.
Una solución a este problema fue intentada por Marti, quien admitiría que el vaso campaniforme y sus elementos asociados (botones en «V», brazaletes de arquero, etc.) marcarían el inicio de la transición a la Edad
11
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pág. 82.
CASTILLO A. DEL.: El vaso campaniforme cordado en la Península Ibérica. IV Congreso de lo Unión de Ciencias Pre y Protohistóricos
(Madrid, 1954), págs. 445 y ss. Zaragoza. 1956.
ESTEVE F.: Cerámica de cuerdas en la Plana de Castelló n. IV Congreso de lo Unión de Citmcas Pre y Protohistóricos (Madrid, 1954). págs.
543 y ss. Zaragoza, 1956.
zo FLETCHER. op. cit. nota 23.
28
>o MAR TI B. y GIL SANCHO J.: Perlas de aletas y glóbulos del Cau
Rabosser (Carcaixent. Valencia). Archivo de Prehistoria Levantino, XV.
págs. 47 y ss. Valencia, 1978.
' ' BERNA BEU J.: Los elementos de adorno en el Eneolítico Valenciano. Saguntum, Papeles del Lob. Arqueo. de Volencio, 14, págs. 109 y
ss. Valencia, 1979.
del Bronce, aunque era necesario considerar su amplitud
cronológica más allá del mero concepto de transición, y
así «... si bien en el caso de los tipos marítimos, por
ejemplo, podemos considerar razonable que estemos en
tal transición, en otros casos nos encontraríamos ante
enterramientos y asentamientos propios del Bronce Valenciano...» 30 .
Esta posibilidad, sin embargo, fue desechada por nosotros al considerar que la ausencia de cerámicas campaniformes en los poblados del Bronce excavados hacía
imposible el establecimiento de cualquier relación entre
el campaniforme y la Edad del Bronce en el País Valenciano 31 • Ello no implica, sin embargo, que no existan
durante esta última fase decoraciones cerámicas derivadas de la tradición campaniforme, como han puesto de
relieve los recientes hallazgos de la Muntanya Assolada
(Aizira) 3 2 y el Promontori 33 • En base a ello propusimos
una seriación del material campaniforme en dos fases:
l.
Una primera que vería la aparición de los campaniformes de estilo marítimo y cordado en un
momento avanzado del Pleno Eneolitico, etapa
esta paralelizable con las de Millares 1 y II, y
VNSP 1 y IT en el SE. y Portugal. Cronológicamente se situaría entre el 2500 y el 2000 a.C.
2. Una segunda, dominada por el campaniforme inciso de estilo Ciempozuelos en la que, junto a la
aparición de sus típicos materiales asociados (botones en «V», etc.), ocurriría una proliferación del
instrumental metálico 34. Esta fase, denominada
por nosotros Horizonte Campaniforme de Transición (H.C.T.), se situaría entre el 2000 y el 1800
a.C.
Esta hipótesis fue aceptada en líneas generales por
Martí en dos trabajos posteriores, si bien modificando la
cronología propuesta para el H.C.T., que se prolongaría
hasta aproximadamente el 1700 a.C., fecha que marcaría
los inicios del Bronce Valenciano; ello, por otra parte,
obligaba a considerar elevadas las fechas antes citadas
de Serra Grossa y Terlinques, que venían siendo aceptadas como válidas 35 •
Con todo, el problema residía, como muy bien se encargó de explicitar el propio Martí, en la necesidad de
referir este Horizonte de Transición a los poblados entre
los que se bacía notar la ausencia de una secuencia estratigráfica clara a la que referir y sobre La que poder consJz
MARTI B.: El poblado de la Edad del Bronce de la Muntanya
Assolada (Aizira, Valencia). Comunicación presentada al XVI Congreso
Nocional de Arqueología (Murcia-Cartagena, 1982), págs. 259 y ss. Zaragoza, 1983.
JJ
RAMOS R.: El promontorio del Aigua Dol~ y Salá de Elche.
Avance de su estudio. Archivo de Prehistoria Levantino, XVI, págs. 197
y ss. Valencia, 1981.
RAMOS R.: Actividad arqueológica de Jos museos de Elche. 1980·81.
Revisto d 'Eiig, 1982.
34
LERMA J. V.: Los orígenes de la metalurgia en el País Valenciano. Archivo de Prehistoria Levantino, XVI, págs. 129 y ss. Valencia, 1981.
"
MARTI B.: El Eneolitico. en Nuestro Historio. Vol. l. págs. 125
y ss. Valencia, 1981.
MARTI B.: La Cova Santa (Vallada, Valencia). Archivo de Prehistoria
Levantino, XVI , págs. 159 y ss. Valencia , 1981.
9
[page-n-11]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
tatar los resultados obtenidos en el estudio de las necrópolis.
Es en este punto donde incidirán decisivamente los
más recientes resultados obtenidos en dos importantes
_
yacimientos valencianos: uno conocido desde antiguo, la
Ereta del Pedregal; y otro de reciente descubrimiento,
pero cuya publicación planteaba ya la necesidad de cambiar la tradicional valoración del fenómeno campaniforme en el País Valenciano: El Promontori de l'Aigua
Dol~ y Salada (Elx).
La reanudación, a partir de 1976, de las excavaciones
en la Ereta del Pedregal bajo la dirección de Enrique
Plá, y con la colaboración de un amplio equipo interdisciplinar en el que participamos, dio como resultado el
establecimiento de cuatro fases de habitación en el poblado que cubren el lapso de tiempo comprendido entre
el Neolítico Final de cerámicas lisas y los inicios de la
Edad del Bronce (2800/2700 - 1700/ 1600 a.C.)3 6 • De
ellas nos interesan ahora los niveles Ill y IV.
La importancia del nivel III proviene del hallazgo en
él de varios fragmentos campaniformes incisos, un botón
piramidal de perforación en «v», y una hoja metálica
fragmentada perteneciente a una punta o pequeño puñal, todo lo cual permite atribuir este nivel al H.C.T. delimitado en las necrópolis.
A este nivel se superpone el superficial que incorpora
ya algunos materiales que hasta ahora venían considerándose típicos del Bronce Valenciano: los dientes de
hoz; y para Jos que, sin embargo (vide punto IV.4), habría que aceptar la posibilidad de su aparición en contextos anteriores.
Así pues, nos encontraríamos ahora por primera vez
ante un nivel, el III, cuyos materiales lo relacionan con
el H .C.T., estratigráficamente aislado entre un Bronce
Valenciano inicial, representado por el nivel IV, y el
Eneolítico Pleno del nivel ll.
Al parecer, una secuencia estratigráfica similar a la
descrita para la Ereta ha sido obtenida en el interesante
poblado de El Promontori, de donde, además, procede
el más importante lote de materiales campaniformes de
estilo inciso encontrado en el País Valenciano. Según su
excavador 37 , el yacimiento presenta tres niveles diferenciados:
- el superior, Estrato A, caracterizado por la presencia de cerámicas lisas de factura más tosca que
las de los estratos inferiores, entre las cuales algunas presentan una decoración incisa claramente
derivada de la temática campaniforme anterior.
Culturalmente se incluiría dentro ya del Bronce
Valenciano. Esta atribución, sin embargo, sería
rectificada posteriormente 38 , considerando este
estrato como de transición a la Edad del Bronce.
En nuestra opinión, y dejando aparte el problema de
la excesiva antigüedad de las fechas propuestas, el verdadero horizonte de transición a la Edad del Bronce seria
el representado por el Estrato B, claramente relacionable
con nuestro H.C.T. El Estrato A podría considerarse,
con la limitación que supone la ausencia de otros restos
además de los cerámicos en el poblado, como un Bronce
valenciano en el que todavía algunas cerámicas presentan una decoración heredada de la técnica y temática
campaniformes; mientras que el Estrato C se correspondería con lo que se ha venido denominando Pleno Eneolítico. Por otra parte, la presencia de cerámicas decoradas mediante la técnica de la incisión ha sido también
constatada en los hallazgos de la Muntanya Assolada,
poblado del Bronce Valenciano 39 • Todo ello confirmaría
nuestra suposición de que la cerámica campaniforme no
penetra dentro del mundo cultural del Bronce Valenciano 40 , y que la aparición dentro de esta cultura de determinados elementos que, como las cerámicas decoradas
arriba citadas, o algunos tipos de brazaletes de arquero
- considerados en un principio representativos del
Bronce Valenciano 41 y botones de perforación en
«v», típicos del H .C.T., más que su coexistencia, indicarían las raíces culturales del Bronce Valenciano dentro
del Horizonte Campaniforme.
Intencionadamente, hemos dejado para el final las interpretaciones que sobre el campaniforme en particular,
y el Eneolítico en general, han sido recientemente formuladas por algunos investigadores valencianos. De acuerdo con ellos 42 , el Eneolítico Valenciano se iniciaría en
torno al 3000 a.C.; entre esta fecha y el 1600 a.C., momento en que comenzaría el Bronce Valenciano, se desarrollarían las siguientes etapas:
- el inferior, Estrato C, caracterizado por la presencia exclusiva de cerámicas lisas, correspondería a
su Eneolítico I, fechable entre el 3000 y el 2500
a.C.
- el medio, Estrato B, caracterizado por la extraordinaria abundancia de cerámicas campaniformes
incisas, correspondería al Eneolítico 11, fechable
entre el 2500 y el 2000 a.C.
Eneolítico 1 (3000-2500 a.C.), en el que se inician
las instalaciones al aire Libre y comienzan a utilizarse Jos primeros instrumentos metálicos.
2. Eneolítico li (2500-2000 a.C.). Entre el final del
Eneolítico 1 y los comienzos del Il adquiriría un
notable incremento la cerámica campaniforme,
gestada a caballo del Sistema Ibérico, con técnica
y temática decorativas heredadas del viejo fondo
de la «Cultura de las Cuevas», y en un sentido
Jo
PLÁ E., MARTI B. y BERNABEU J.: La Ercta del Pedregal (Navarrés, Valencia) y los inicios de la Edad del Bronce. Com11nicación pre·
sentada el XVI Congreso Nacional de Arq11eología (Murcia·Cartagena,
1982), págs 239 y ss. Zaragoza, 1983.
Jl
RAMOS, 1981~ op. cit. nota 33.
JI
RAMOS, 1982, op. cit. nota 33.
J9
MARTI, op. cit. nota 32.
•o BERNABEU, op. cit. nota 31.
~ 1 PLÁ E.: Los llamados brazaletes de arquero y el Eneolitico Vale!lc¡ano. XIII Congreso Nacional de Arqueología (Sevilla-Málaga, 1963),
pags. 216 y ss. Zaragoza, 1964.
42 _
APARICIO J.: Sima de la Pedrera (Benicull, Poliñá del Júcar)
(Valencia). Archivo de Prehistoria Levantina, XV págs. 69 y ss. Valencia
1978.
•
•
APARICIO J ., MARTÍNEZ PERONA J. V., VIVES E. y CAMPILLO 0 .:
Las raíces de Bañeres. Dto. H." Antigua. Univ. de Valencia. Serie Arqueológica, 8. Valencia, 1981.
l.
10
[page-n-12]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
más amplio en toda la vertiente mediterránea peninsular. El primer tipo en aparecer sería, lógicamente, el inciso.
3. Eneolitico I1I (2000-J 700 a.C.), caracterizado por
la perduración de la cerámica campaniforme y la
instalación de los hábitats en lugares altos amurallados.
4. Periodo de transición del Eneolítico a la Edad
del Bronce, entre el 1700 y el 1600 a.C.; caracterizado por la presencia de ciertos útiles asociados
a los vasos campaniformes: botones en «V», brazaletes de arquero, puñales de lengüeta, etc.
Por lo que se refiere al problema del origen y cronología del vaso campaniforme, las investigaciones recientes sobre el Neolítico mediterráneo peninsular 43 han
puesto de relieve dos hechos fundamentales que impiden
establecer cualquier relación genética entre el campaniforme y la «Cultura de las Cuevas» al estilo de la apuntada por estos investigadores:
- Que la «Cultura de las Cuevas», tal como la entendiera Bosch, no posee una entidad cultural definida, sino que en su interior subyacen varias fases claramente diferenciadas: 1) el Neolítico Antiguo Cardial y 2) el Neolítico Medio de cerámicas
incisas, acanaladas e impresas no cardiales.
- Que la cronología de estas dos etapas no rebasa el
3500 a.C., quedando, por tanto, suficientemente
alejadas de las fechas iniciales propuestas para el
vaso campaniforme. El espacio cronológico existente entre ambos momentos, estaría ocupado por
otras tres fases culturales: 1) El Neolítico Superior
con cerámicas esgrafiadas, paralelizable con el
Chasense en el S. de Francia; 2) el Neolítico Final
de cerámicas lisas; y 3) el Eneolítico.
nuestro entender, conflrma la mayor antigüedad del tipo
marítimo.
Por lo que se refiere al esquema propuesto para la
evolución del Eneolítico valenciano, habrá que esperar a
que se publiquen los yacimientos, estratigrafías y materiales que lo conflrmen, dado que los datos de que actualmente disponemos no permiten mantener dicha hipótesis.
En suma, a través de lo expuesto en las páginas anteriores, hemos podido observar cómo la investigación ha
establecido para el País Valenciano una periodización en
dos fases entre el final del Neolítico y los comienzos de
la Edad del Bronce:
l . Una primera, denominada Pleno Eneolítico y paralela a las fases Millares 1 y ll, y VNSP I y II
en el SE. y PortugaL Esta fase estaría representada por el nivel II de la Ereta y el Estrato C de El
Promontori en los poblados, así como por gran
parte de las cuevas de enterramiento múltiple.
Cronológicamente se situaría entre el 2500/2400
y el 2000 a.C. Hacia el final de este período aparecería la cerámica campaniforme de estilo marítimo. De acuerdo con la información actualmente disponible, no resultaría factible el dividir el
Pleno Eneolítico en dos fases, la más reciente de
las cuaJes vería la aparición del primer campaniforme.
2. El Horizonte Campaniforme de 1,'ransición a la
Edad del Bronce, paralelo a las culturas campaniformes de SaJamó y Ciempozuelos. Esta fase,
representada por el nivel 111 de la Ereta y el estrato B de El Promontori, así como por Jos enterramientos de la Sima de la Pedrera y la Cova
deis Gats, entre otros, vería el extraordinario desarrollo del campaniforme inciso, en asociación
con los brazaletes de arquero, los botones de perforación en «v», Jos puñales de lengüeta y las
puntas de Palmela, algunos de los cuales perdurarán en mayor o menor medida durante el
Bronce Valenciano. Cronológicamente se situaría
entre el 2000 y el 1700/ 1600 a. C.
A la luz de estos datos, Harrison 44 criticó acertadamente las antiguas concepciones sobre la relación existente entre el campaniforme y la «Cultura de las Cuevas», situando los orígenes de éste en los alrededores del
estuario del Tajo, en fechas cercanas al 2200 a.C., proposición aceptable en el estado actual de la investigación.
En lo que respecta a la cronología relativa de los tipos puntillado e inciso, el esquema parece ignorar tanto
las aportaciones realizadas por Harrison, como el hecho
de que la prioridad del tipo marítimo o internacional ha
sido documentada en las estratigrafías del Castro de Rotura 45 y de los Castillejos de Montefrío 46 , lo que, a
Sin embargo, existen algunas cuestiones sobre las que
la investigación, preocupada por el establecimiento de la
secuencia cronológica, no ha podido volcar su atención.
Nos referimos al pretendido carácter intrusivo de las cerámicas campaniformes en nuestras tierras y, sobre todo,
43
Nos referimos aquí solamente a las obras más recientes donde
podrá encontrarse una amplia bibliografía sobre el tema.
G UJLAINE J.: La chronologie du Néolithique lbérique. Tra••au.Y de
1'111stilllt ti'Art Préhistorique, XXII, págs. 231 y ss. 1981.
MARTl B.: El Neolítico de la Península Ibérica. Estado actual de los
problemas relativos al proceso de neolitización y evolución de las cultu·
ras neolíticas. Saguntum. Papeles del Lab. Arqueo. de Valencia, 13. págs.
59 y ss. Valencia. 1977.
NAVARRETE, M. S.: La Cultura de las cuevas con cerámica decora·
da en Andalucía Oriental. U11iversitlad de Gra11ada. 1976.
M UI'IOZ A. M.: El Neolítico Continental Andaluz. Comunicación al
VIl Symposium de Prelristoria Pe11i11sular. Córdoba, 1976.
BERNABEU J.: La evolución del Neolítico en el País Valenciano.
Aportaciones al conocimiento de las cu lturas neolíticas en el extremo oc·
cidental del Mediterráneo. Re1>ista del Instituto de Estudios Alicaminos.
37. págs. 85 y ss. Alicante, 1982.
•• HARRtSON R. J.: Origins of the Bell Beaker Cultures. Amiquity,
XLVIII, págs. 99 y ss. Newburry, 1974.
HARRISON R. J.: Beaker Cultures of Iberia, France and the West
Mediterranean lslands, 2200· 1500 BC. en Beakers in Britain and Euro pe:
four studies. BAR Suplememary Series, 26, págs. 5 y ss. Oxford, 1977.
HARRISON. 1977, op. cit. nota 26.
41
DOS SANTOS GON<;ALVES V.: 0 Castro de Rotura e o Vast>
Campaniforme. Juma dístrital de Sétubal, 1971.
•• ARRIBAS A. y MOLINA F.: Nuevas aponaciones al inicio de la
metalurgia en la Península Ibérica. El poblado de los Castillejos de Mon·
tefrío (Granada). en The origins of metallurgy in Atlantic Europe. Pro·
cedings of thefifth Arlamic Col/oquium, págs. 7 y ss. Dublín, 1978.
11
[page-n-13]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
al problema de la definición cultural, cronológica y espacial del fenómeno campaniforme, respondiendo a la pregunta de si es posible hablar de un «grupo o cultura»
campaniforme, al estilo de Salamó o Ciempozuelos, o si,
por el contrario, éste no supone más que UD leve barniz
sobrepuesto a las tradiciones culturales propias del País
Valenciano.
12
Para ello, resulta necesario analizar el. conjunto de la
cultura material (metalurgia, cerámica, sílex, etc.) de lo
que hasta ahora hemos venido denominando Horizonte
Campaniforme de Transición, y que en el discurrir de las
páginas subsiguientes, se nos revelará como UD auténtico
grupo cultural campaniforme ligado a la parte más meridional del País Valenciano, entre las márgenes de los
ríos Xúquer y Segura.
[page-n-14]
3.
3.1.
CATALOGO DE MATERIALES
INTRODUCCION
En el presente catálogo se incluyen todos aquellos
yacimientos que, total o parcialmente, se relacionan con
el fenómeno campaniforme. Alguno de ellos, como es el
caso del Puntal de los Carniceros, se ha incluido debido
a que siempre se le ha supuesto una cronología campaniforme, aunque en nuestro estudio parece demostrarse su
pertenencia a etapas culturales más avanzadas.
Para su confección hemos seguido una serie de normas cuya explicitación resulta conveniente para un mejor manejo y comprensión del mismo:
1. Todos Jos yacimientos se encuentran numerados
de Norte a Sur en orden creciente. Dicho número, situado en el encabezamiento, identificará al
yacimiento en el mapa de distribución confeccionado.
2. La presentación de cada yacimiento se realiza
siempre de acuerdo con el siguiente esquema:
Número-Nombre-y Población a la que pertenece el yacimiento. En los casos en los que el
nombre del mismo coincida con el de la población, se suprimirá este último epígrafe.
l.
Il.
III.
Descripción y características del yacimiento.
Localización de los materiales (museos, colecciones, etc.).
Inventario de los materiales.
Los criterios seguidos a la hora de inventariar los materiales no han sido siempre los mismos, variando según las caracteristicas propias del yacimiento. Así, en los
yacimientos que podían considerarse como
conjuntos cerrados (Gats, Ereta 111, etc.),
se han catalogado todos sus materiales;
mientras que en aquellos otros de amplia
duración cronológica, se ha optado por in-
IV.
cluir sólo aquellos de clara filiación campaniforme, salvo en los casos en que, por
encontrarse inédito, hemos estimado oportuno publicar todo el conjunto.
La presentación de documentación gráfica depende en ambos casos de la existencia o no de publicaciones previas modernas y accesibles, de que se hallen o no
en curso de publicación, etc. En cualquier
caso se ha procurado por nuestra parte
ofrecer una amplia documentación gráfica
de los distintos aspectos de la cultura material.
Todos los materiales llevan, asimismo,
un número de inventario por el que podrán fácilmente identificarse en las distintas láminas y figuras.
Bibliografía referida al yacimiento, que en
ningún caso pretende ser exhaustiva, sino
facilitar el acceso a la documentación original del mismo.
3) Como excepción, La bibliografía de este capítulo
se presentará al final del mismo.
3.2.
3.2. 1.
l.
CATALOGO DE YACIMIENTOS Y MATERIALES
VILAFAMES
Hallazgo casual carente de contexto arqueológico
realizado en la ladera del cerro del castillo. Tradicionalmente se les ha considerado propios de la
cultura campaniforme, si bien dentro de un momento muy avanzado de la misma. Sin embargo,
la temática decorativa de estos cuencos se aleja de
la común dentro del H.C.T., por lo que resulta di13
[page-n-15]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
II.
III.
IV.
3.2.2.
l.
U.
111.
ficil , dada la ausencia de otros materiales, su inclusión dentro de esta fase.
Museo local de Vilafames.
l. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
2. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
3. Cuenco hemiesférico con decoración incisa
y estampada en el interior y exterior
(fig. 7).
Gusi, 1972; Mesado, 1974; Harrison, 1977.
VIL·LA FILOMENA (VILA-REAL)
Poblado y necrópolis de llanura con silos. Descubierto en los años 20, constituye el punto más meridional en que se documenta el campaniforme
cordado. De acuerdo con lo publicado, en él se localizaron unos 35 silos con abundantes materiales
arqueológicos y algunos restos humanos que incluyen seis cráneos.
Colección de Esteve Gálvez. Castelló.
Todos los materiales reseñados a continuación,
tanto los vasos impresos y cordados, como los escaslsimos fragmentos incisos, constituyen un único
conjunto, por cuanto que la excavación no permitió aislar los materiales pertenecientes a los distintos silos. La afirmación de que los fragmentos
incisos proceden del poblado, mientras que los impresos y cordados corresponden a la necrópolis
(Harrison, 1977: 203), carece de fundamento. En
su conjunto, puede considerarse un yacimiento correspondiente a la primera fase campaniforme,
siendo los ya citados fragmentos incisos indicativos de su posible perduración en momentos posteriores. Los materiales han sido recientemente publicados en su totalidad por Harrison (1977), por
ello, aun cuando aparezcan aquí totalmente inventariados, tan sólo presentaremos la documentación
gráfica de los más significativos, indicando en caso
contrario la referencia bibliográfica donde aparecen dibujados.
l.
2.
3.
4.
5.
14
Vaso campaniforme de estilo marítimo
(lám. 1).
Tres fragmentos del galbo de un mismo
vaso campaniforme de estilo marítimo.
(Harrison, 1977, fig. 86, 1947).
Un fragmento de la base de un vaso campaniforme con decoración puntillada. (Harrison, 1977, fig. 86, 1748).
Tres fragmentos de borde con decoración
puntillada. (Harrison, 1977, 1749); y
(lám. 2).
Varios fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme con decoración cordada al
IV.
exterior y al interior (7 lineas paralelas
bajo el borde) (lám. 2).
6. Dos fragmentos pertenecientes, probablemente, a la base del vaso n.o 5. (Harrison,
1977, fig. 87, 1751).
7. Un fragmento de borde con decoración
cordada. (Harrison, 1977, fig. 87, 1752).
8. Quince fragmentos de galbo con decoración mixta. (Harrison, 1977, fig. 87, 1753 a
59 y 1764); y (lám. 2).
9. Nueve fragmentos de borde con decoración mixta (cordada y puntillada). (Harrison, 1977, fig. 87, 1760 a 63); y (lám. 2).
10. Un fragmento de base con decoración
mixta. (Harrison, 1977, fig. 87, 1765).
11. Cuatro fragmentos de galbo con decoración campaniforme incisa. (Harrison,
1977, fig. 87, 1768).
Sos y Baynat, 1922, 23 y 24; Esteve Gálvez, 1954;
Harrison, 1977.
3.2.3. PARTIDA DEL SOU (VJLAVELLA)
I.
ll.
111.
IV.
3.2.4.
l.
11.
III.
IV.
Posible yacimiento de superficie del que se han recuperado algunos materiales de adscripción eneolítica junto con el fragmento campaniforme que inventariamos.
Museo local de Borriana.
l . Fragmento de galbo con decoración incisa
y pseudoexcisa (lám. 6).
Vicent y Barceló, 1977, lám. 2.
PUNTAL SOBRE LA RAMBLA CASTELLARDA (LLJRIA)
Poblado situado sobre un pequeño cerro. Al parecer, conserva los restos de una posible muralla.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
El yacimiento se encuentra en estudio por sus excavadores, por lo que inventariamos aquí el material campaniforme dado a conocer en las noticias
publicadas. En lo que respecta al material lítico
destaca la gran abundancia de puntas de flecha y
la ausencia, entre lo publicado, de dientes de hoz.
l. Seis fragmentos de galbo con decoración
campaniforme incisa (lám. 6).
Aparicio, Martinez y San Valero, 1977.
3.2.5. COV A DE ROCAFORT
I.
Cueva natural de enterramiento múltiple vaciada
al construir unas edificaciones en el casco urbano
de Rocafort. De ella sabemos que contuvo un número mínimo de 4 inhumados.
[page-n-16]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
U.
lll.
Fragmento de botón de hueso con perforación en «V». (Aparicio e H is Catalá, 1977,
fig. 31).
3. Cuatro fragmentos de punzón de hueso.
(Aparicio e H is Catalá, 1977, pág. 75.)
4. 244 cuentas discoidales en hueso y lignito.
1 cuenta en tonelete.
3 cuentas de vértebra de pescado.
5 pectúnculos con el natis perforado.
8 cuentas de dentalium.
30 conus y cipraeas perforadas.
(A paricio e H is Catalá, 1977, pág. 75.)
2.
M u seo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien no existe cerámica campaniforme procedente de este yacimiento, la presencia en él de
otros materiales de clara cronología campaniforme
obliga a incluirlo en el inventario.
IV.
l. Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
2. Tres puntas de flecha de aletas y pedúnculo.
3. Concha perforada de Púrpura H emastoma.
4. T res mil cuentas discoidales de concha y
caliza.
5. Trescientas noventa y cuatro cuentas discoidales de pizarra.
6. Diez cuentas discoidales de piedra roj iza.
7. Una cuenta tubular en piedra blanda rosada-clara (nummaquela).
8. Puñal de lengüeta de cobre (?) muy deteriorado (fig. 8).
Ba llester, 1944.
5.
IV.
3.2.8.
l.
3.2.6.
l.
ll.
lll.
IV.
3.2.7.
l.
Il.
ITI.
ASILO DEL BOU (CULLERA)
Grieta subterránea descubierta y vaciada durante
la guerra civil. Las circunsta ncias del hallazgo impidieron la realización de las oportunas excavaciones y la recuperación del conjunto del ajuar.
M useo local de Cullera.
A juzgar por su tipología, existen aquí materiales
de épocas diversas (hojitas de dorso, puñal de lengüeta), lo que obliga, dada la ausencia de otra información, a inventariar exclusivam ente aquéllos
más directamente relacionados con el fenómeno
campaniforme.
l. Brazalete de arquero ahusado con dos perforaciones. Arenisca (fig. 10).
2. Puñal de lengüeta dentada en cobre (?) con
hoja de sección trapezoidal (fig. 10).
Aparicio e H is Catalá, 1977, pág. 75 y ss.
COVA DE GINER (CULLERA)
Estrecha grieta aprovechada como depósito funerario. Las excavaciones se han reducido al cribado
de algunas tierras. Se desconoce el número de
inhumados.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
La presencia de dos botones en <
todos sus materiales.
l. Botón piramidal de hueso con perforación
en «V». (Aparicio e His Catalá, 1977).
ll.
Ill.
3 fragmentos cerámicos probablemente
pertenecientes a un cuenco globular liso.
(Aparicio e H is Ca talá, 1977, fig. 3 1).
Aparicio e His Catalá, 197":', pág. 73-75.
SIMA DE LA PEDRERA (POLINY A DE
LA RIBERA)
Pequeña sima de enterramiento. Los inhumados,
entre 7 y 12, fueron vertidos por la chimenea de
acceso a la sima, encontrándose dispersos sin orden alguno. Se trata, pues, de un segundo enterramiento semejante a los propios del Pleno Eneolítico.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
La Sima de la Pedrera constituye uno de los pocos
conjuntos cerrados dentro de nuestro H .C.T., por
lo que pasamos a catalogar todos sus materiales.
l. Vaso campaniforme de suave perfil en S y
base plana. Decoración incisa (lám. 7).
2. Vaso campaniforme de marcado perfil en
S y base en ónfalo. Decoración incisa
(lám. 7).
3. Cuenco hemiesférico de base en ónfalo.
Decoración puntillada (fig. 11 ).
4. Cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 11).
5. Fragmento de galbo con decoración incisa campaniforme (Aparicio, 1978, fig. 9).
6. Cuenco hemiesférico liso (fig. 12).
7. Cuenco hemiesférico de base en ónfalo.
Liso (fig. 12).
8. Cuenco hemiesférico plano. Liso (fig. 12).
9. D os cuencos globulares lisos (fig. 12).
lO. Puñal de ancha lengüeta dentada en cobre (?) (lám. 7).
11 . Punta de Palmela de cobre (?) (lám. 7).
12. Punzón corto de cobre (?) de sección cuadrada (fig. 11).
13. Dos botones de hueso, cónicos con perforación en «Y» (fig. 11 ).
15
[page-n-17]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Fragmento de espátula de hueso de sección plana (fig. 11).
15. Una cuenta de collar cilíndrica en piedra
rojiza ¿rodonita? (fig. 11 ).
16. Ciento treinta y nueve cuentas discoidales
en materias diversas (Aparicio, 1978, lám.
VI).
17. Una punta de flecha de aletas y pedúnculo. Sílex.
18. Dos Conus y una Cypraea perforados
(Aparicio, 1978, lám. VI).
Aparicio, 1978.
14.
IV.
Il.
m.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia y colección particular de D . Antonio
Martínez (Aizira).
Dado el interés del yacimiento, así como el hecho
de que la mayoría de estos materiales permanezcan esencialmente inéditos, inventariamos todos
ellos.
l.
2.
3.
3.2.9.
l.
U.
111.
IV.
COVA DE LES ARANYES (ALZIRA)
Posible cueva de enterramiento de la que sólo se
han recuperado las tres piezas campaniformes abajo inventariadas. No se han encontrado restos humanos.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Los tres vasos campaniformes encontrados pertenecen claramente al estilo marítimo, con excepción
del n.• 2, más cercano al llamado estilo compuesto. De ahi que incluyamos el yacimiento dentro de
la primera etapa campaniforme.
l. Vaso campaniforme de base en ónfalo. Decoración puntillada (fig. 1; lám. 3).
2. Vaso campaniforme fragmentado con decoración puntiJiada (fig. 1; lám. 3).
3. Fragmento de galbo perteneciente a un
vaso campaniforme con decoración puntiUada (fig. 1)
Harrison, 1977; Fletcher, 1966.
4.
5.
6.
7.
·8.
9.
1O.
!l.
12.
13.
14.
15.
3.2. 10. COVA DELS GATS (ALZIRA)
16.
l.
17.
18.
Cueva de enterramiento con materiales pertenecientes al H.C.T. y, probablemente, a la Edad del
Bronce. El grueso de los materiales procede de donaciones y colecciones particulares consecuencia
de las rebuscas clandestinas efectuadas en el yacimiento; tan sólo un pequeño lote de materiales
procede de la prospección y cribado de tierras
efectuado en el yacimiento por Asunción Perepérez, Agustín Ferrer, Francisco Arbona, Rafael
Matoses, M.• Jesús de Pedro y M .• Dolores Llavador, colaboradores del Servicio de Investigación
Prehistórica. Debido a todas estas circunstancias
desconocemos los datos referentes al número de
inhumados, forma de deposición de éstos y su relación con Jos ajuares. Con todo, y a excepción
hecha de algunas piezas claramente relacionables
con la Edad del Bronce, el ajuar funerario de la
Cova deis Gats es tipológicamente uniforme y
puede encuadrarse perfectamente dentro del
H. C.T.
16
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Once fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme con decoración puntillada
e íncisa (fig. 13).
Vaso campaniforme con decoración incisa
(fig. 13; lám. 8).
Vaso campaniforme con decoración incisa
(desaparecido) (lám. 9).
Vaso campaniforme inciso y pseudoexciso
(fig. 13).
Un fragmento del borde de un vaso campaniforme inciso (fig. 13).
Cuenco de perfil en S campaniforme con
decoración íncisa (fig. 14; lám. 10).
Cuenco con hombro y decoración incisa
campaniforme. Base en ónfalo (fig. 15;
lám. 11).
Cuenco globular con decoración campaniforme incisa (desaparecido) (lám. 9).
Cuenco globular con base aplanada. Decoración incisa (fig. 14).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 16).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 17).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 17).
Cuenco de tendencia hemiesférica. Liso
(fig. 16).
Cuenco globula.r liso (fig. 17).
Cubilete troncocónico de base poco convexa (fig. 16).
Olla globular con cuello corto exvasado.
Lisa (fig. 17).
Cubilete de carena alta. Liso (fig. 16).
Fragmento de vaso carenado con pequeña asita vertical anular, sobre la carena.
Liso (fig. 16).
Gran vaso globular de base convexa. Liso
(fig. 16).
Fragmento de base en ónfalo. Liso.
Fragmento de base de copa tipo frutero.
Liso (fig. 16).
Varios fragmentos de cerámica lisa.
Puñal triangular de cobre (?) con tres remaches para el enmangue (fig. 18).
Punta de Palmela de cobre (?), de forma
degenerada, muy cercana al tipo Pragan~
(fig. 18).
Punzón con engrosamiento central. Cobre
(?) (fig. 18).
[page-n-18]
EL VASO CAMPANIFORME EN .EL PAIS VALENCIANO
26.
27.
IV.
Arete de cobre (?) (fig, 18).
Largo punzón biapuntado de cobre (?) de
sección cuadrada (fig. 18).
28. Brazalete de arquero ahusado. Arenisca
(fig. 18; lám. 8).
29. Fragmento de botón triangular con perforación en «V». Hueso.
30. Espátula plana de hueso (fig. 18).
31. Dos fragmentos de punzón sobre tibia de
conejo.
32. Fragmento de punta de aguja de hueso de
sección circular.
33. Dos azuelas de piedra pulida grisácea
(fig. 18).
34. Raspador de sílex sobre hoja retocada
(fig. 18).
35. Dieciséis puntas de flecha en sílex con re-·
toque plano bifacial (fig. 18):
- una bipunta foliácea.
- siete puntas losángicas.
- una punta cruciforme.
- dos puntas pedunculadas.
- cuatro puntas de aletas y pedúnculo.
-una punta irregular.
36. Seiscientas sesenta y cuatro cuentas discoidales en caliza y pizarra.
Una cuenta discoidal en hueso.
Tres cuentas discoidales en piedra verde
(calaíta).
37. Una Cypraea perforada.
Inédito. Existen noticias en Fletcher, 1966; Harrison, 1977.
111.
IV.
3.2.12. COVA DE XARTA (CARCAIXENT)
l.
H.
111.
3.2.1 1. COV A D'ALFONS (ALZIRA)
I.
ll.
Cueva de habitación y enterramiento con materiales diversos. La prospección realizada en el yacimiento evidenció la existencia de cuatro niveles superpuestos:
- el superficial, de O á 33 cm., con materiales revueltos. Nivel l.
- un nivel de la Edad del Bronce, entre 33 y
155 cm., en el que no se encontraron restos humanos. Nivel II.
- un nivel posiblemente de enterramiento con varios huesos y dientes humanos, relacionables
con nuestro H.C.T., entre 155 y 227 cm. Nivel
Ill.
- por debajo de este nivel último se excavó todavía hasta los 250 cm., pero la escasez de materiales (una punta de flecha , una hoja retocada),
impide su adscripción precisa. Nivel IV.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Dado el interés que presenta la estratigrafia, inventariamos aquí los materiales pertenecientes a
los niveles del Bronce y del H.C.T.
A) Nivel Campaniforme
l. Cuenco globular con decoración incisa
y pseudoexcisa (fig. 19).
2. Fragmento borde de vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 19).
3. Cubilete troncocónico liso (fig. 19).
4. Cuenco hemiesférico plano. Liso
(fig. 19).
B) Nivel de la Edad del Bronce
5. Fragmento borde decorado con impresiones de punzón e incisiones
(fig. 19).
6. Fragmento borde con pequeño resalte
decorado con ungulaciones (fig. 19).
7. Vaso de perfil en S (fig. 19).
8. Escudilla (fig. 19).
Martínez, 1981.
IV.
Pequeña cavidad de enterramiento. Sólo se han
efectuado prospecciones superficiales, por lo que
se desconoce tanto el número de inhumados como
las características del enterramiento.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien no existen excavaciones sistemáticas, la tipología de sus materiales hace pensar en un pequeño enterramiento del H.C.T.
l . Puñal de cobre (?) de ancha lengüeta dentada (fig. 10).
2. Punzón corto de cobre (?) de sección cuadrada (fig. 10).
3. Anillo de cobre (?) de sección cuadrangular
(fig. 10).
4. Punta de flecha de aletas y pedúnculo. Sílex (Martí, 1978, fig. 5).
5. Dos Cardium con el riatis perforado (Martí, 1978, fig. 5).
Martí y Gil Sancho, 1978.
3.2.13.
l.
Il.
COVA DEL BARRANC DE LES MERA VELLES (ESTUBENY)
Cueva de enterramiento. Los materiales encontrados, procedentes de meras prospecciones superficiales, son escasos, destacando la presencia de los
fragmentos campaniformes.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
17
[page-n-19]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
lll.
IV.
Fragmento de recipiente con labio engrosado y paredes rectas exvasadas. Decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 1; lám. 6).
2. Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 1; lám. 6).
Fletcher, 1970, pág. 73; Harrisoo, 1977, pág. 20 l.
l.
3.2.14.
l.
II.
IU.
18
LA ERETA DEL PEDREGAL (NAVARRES)
Poblado de llanura con construcciones de piedra
de planta rectangular o irregular. Conserva restos
de una posible muralla, construida durante la fase
ID del poblado. Conocido como yacimiento arqueológico desde el siglo pasado, su excavación se
inicia en 1942, por parte del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia, publicándose una
pa rte de los trabajos allí realizados.
La reanudación de las excavaciones en 1976 ha
permitido aislar cuatro fases de habitación en el
poblado:
- Ereta I, la más antigua, se correspondería
con el Neolítico Final de cerámicas lisas. Cronología 2800-2500 a.C. aproximadamente.
- Ereta 11, correspondería a la llegada de las primeras influencias millarenses (ídolos oculados,
platos de borde vuelto, etc.) que, sin embargo, no
comportan la llegada del metal. Eneolítico Inicial
2500-2200/ 100 a.C.
- Ereta ill, corresponde al H.C.T., a juzgar por
la cronología de algunos de sus materiales (campaniforme inciso, botón en «V», puntas y punzones
metálicos). Las construcciones son rectangulares
en piedra (a este momento corresponde la edificació n de la muralla). Conviene destacar el notable
incremento del instrumental metálico que junto a
la aparición de escorias de fundición, confieren un
importante interés a este nivel.
- Ereta IV, superficial, con escasos materiales de
la Edad del Bronce (dientes de hoz).
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Si bien los materiales están en curso de publicación, el interés de la fase Ereta lll en relación a
los problemas planteados en nuestro estudio obliga a que inventariemos aquí todos sus materiales,
aunque la documentación gráfica habrá de ser forzosamente selectiva. Cuando no aparezca la referencia de la figura al final de cada número de inventario, se entenderá que las piezas agrupadas en
éste no se documentarán en nuestro trabajo, remitiéndonos a la próxima publicación del poblado
para su correcta visión.
l. Fragmento borde cuenco hemiesférico
con decoración incisa campaniforme
(fig. 20).
2. Fragmento galbo con decoración incisa
campaniforme.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
Dos platos de borde reentrante. Lisos
(fig. 21).
Plato de borde saliente. Liso (fig. 21).
Fuente de perfil sencillo. Liso (fig. 21).
Fuente con hombro. Lisa (fig. 21).
Escudilla lisa (fig. 21).
Diez cuencos hemiesféricos lisos (fig. 21).
Cinco cuencos globulares lisos (fig. 21 ).
Cuenco de perfil en S, liso (fig. 2 1).
Tres cazuelas: dos en forma de gran cuenco hemiesférico (uno de ellos presentando
una teoría de mamelones bajo el borde), y
la tercera de paredes rectas exvasadas y
base plana (fig. 21 ).
Cuatro ollas: una con borde ligeramente
exvasada y otra con cuello cerrado
(fig. 21).
Vaso profundo de paredes reentrantes,
rectas. ¿Olla bitroncocónica? (fig. 21 ).
Dos cucharones: uno de ellos con el mango perforado (fig. 21).
Cuatro raspadores de sílex: uno sobre
hoja/hojita y tres sobre hoja/hojita retocada (fig. 20).
Una lasca de sílex con muesca.
Dos hojas de sílex con truncadura.
Doce hojas/hojitas retocadas de sílex
(fig. 20).
Tres puntas simples sobre hoja. Sílex.
Gran hoja apuntada de sílex (fig. 20).
Cuarenta y seis puntas de flecha de sílex
repartidas entre los siguientes tipos
(fig. 20):
- tres puntas foliáceas.
- dos bipuntas foliáceas.
- diez puntas losángicas.
- una punta cruciforme.
- quince puntas pedunculadas.
- cuatro puntas de aletas y pedúnculo.
-dos puntas asimétricas.
- dos puntas irregulares.
- siete fragmentos.
22. Posible puñal de sílex tabular.
23. Tres fragmentos de punzón fabricados sobre tibia de conejo.
24. Fragmento de punzón de hueso de sección circular.
25. Punzón sobre metatarso de ovicáprido.
26. Dos espátulas sobre asta de cérvido.
27. Dos pequeñas azuelas de piedra pulida.
28. Fragmento de punta o puñal de cobre (?).
[page-n-20]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENClANO
29.
IV.
Fragmento de botón con perforación en
«V» (fig. 20).
30. Cuenta discoidal de calaíta (fig. 20).
31. Esferoide de barro cocido.
32. Cuenta cilíndrica de caliza (fig. 20).
33. Colgante rectangular de caliza. (fig. 20).
34. Cuenta en tonelete de hueso.
35. ldolo oculado compuesto. Decoración
grabada sobre asta de cérvido (fig. 20).
36. D os punzones cortos de sección cuadrada
en cobre (?).
Fletcher, 1961; Fletcher, Plá y Llobregat, 1964;
Plá, Martí y Bemabeu, 1983.
3.2.15.
l.
II.
III.
IV.
3.2.16.
l.
11.
lll.
COVA DE LA RECAMBRA (GANDIA)
Cueva de habitación y, probablemente, enterramiento. Conocida desde la década de los cincuenta, las recientes excavaciones efectuadas por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad
de Valencia han puesto de relieve la existencia de
materiales neolíticos y eneoliticos, aunque al parecer sin aislarse sus correspondientes niveles estratigráficos.
Museo de Gandía y Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia (no visto, en estudio por sus excavadores).
Los materiales revisados por nosotros, que son los
depositados en el Museo de Gandía, corresponden
a las prospecciones antiguas efectuadas en el yacimiento por Gurrea Crespo y Sancho Santamaría,
carentes de contexto estratigráfico. El material de
las modernas excavaciones se halla en estudio por
sus excavadores. En el conjunto estudiado, aparecen materiales relacionables tanto con el complejo
marítimo como con el H.C.T., así éomo una representación de industria lítica y ósea que no inventariamos debido a la carencia de contexto estratigráfico. Para evitar repeticiones innecesarias,
inventariamos ahora todo el material campaniforme del yacimiento, dando por supuesto que parte
de él corresponde al H .C.T.
l . Fragmento de borde probablemente perteneciente a un vaso campaniforme con decoración puntillada (fig. 4).
2. Fragmento galbo con decoración puntillada. Posiblemente del mismo vaso anterior
(fig. 4; lám. 5).
3. Varios fragmentos de un cuenco carenado
con decoración incisa campaniforme
(fig. 4; lám. 5).
4. Botón de hueso, piramidal con perforación
en «V». No visto en el Museo, pero citado
en Gurrea, 1954, (fig. 3).
5. Botón de hueso triangular con perforación
en «V». Citado en San Valero, Sancho y
Aparicio, 1976, fig. 2 (fig. 4).
Gurrea, 1954; San Valero, Sancho y Aparicio,
1976; Aparicio y San Valero, 1977; Harrison,
1977.
IV.
COVA BOLTA (GANDIA)
Cueva de enterramiento con materiales eneolíticos,
campaniformes y modernos.
Museo de Gandía.
Si bien la colección estudiada por nosotros carece
de contexto estratigráfico, inventariamos aquí el
conjunto de sus materiales prehistóricos al permanecer, éstos, inéditos.
l. Cuenco globular con decoración incisa
campaniforme (fig. 23; lám. 12).
2. Cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 23).
3. Elemento de hoz simple. Sílex (fig. 24).
4. Punta de flecha losángica. Sílex (fig. 24).
5. Fragmento punzón de hueso realizado sobre metacarpio de ovicáprido (fig. 24).
6. Espátula de hueso, apuntada (fíg. 24).
7. Espátula de hueso, fragmento (fig. 24).
8. Cabeza acanalada de aguja en hueso
(fig. 24).
9. Seis colgantes acanalados de hueso
(fig. 24).
10. Fragmento de aguja de hueso con cabeza
perforada. Sección circular (fig. 24).
11. Colgante de hueso de forma circular y
sección plana (fig. 24).
12. Cuatro botones piramidales de hueso con
perforación en «V» (lám. 5).
Inédita.
3.2.17 COV A BERNARDA (GANDIA)
l.
U.
III.
Cueva de habitación y enterramiento en la que las
recientes excavaciones efectuadas por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de
Valencia han puesto de manifiesto la existencia de
niveles y materiales del Neolítico, Eneolítico y
H.C.T.
Museo de Gandia y Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
En el presente trabajo sólo hemos estudiado la colección de materiales depositados en el Museo de
Gandía, carente de estratigrafia. Los materiales
modernos se encuentran en estudio por sus excavadores. Debido a la prolongada ocupación del
yacimiento tan sólo inventariamos aquellas piezas
de tipología claramente campaniforme.
l. Fragmento de posible cazuela con decoración incisa campaniforme (fig. 22).
19
[page-n-21]
EL VASO CAMPANlFORME EN EL PAIS VALENCIANO
IV.
Dos punzones cortos (uno de ellos es un
fragmento) de sección cuadrada en cobre
(?). Si bien la tipología de estas piezas puede ser anterior, se trata, sin embargo, de
un tipo muy común durante el H.C.T.
(fig. 22).
Permanece fundamentalmente inédita. Existe una
breve noticia en Aparicio y San Valero, 1977.
21}, característico de la ceranuca común
decorada de la Cultura de Sailimó (fig. 28).
2.
IV.
3.2.21. COVA DE LES MERA VELLES (GANDIA)
l.
3.2.18. COVA DEL RETORET (GANDIA)
l.
11.
111.
IV.
Cueva de enterramiento con materiales asimilables
aJ H.C.T.
Museo de Gandía.
l. Vaso campaniforme con base plana y decoración incisa (fig. 22; lám. 13).
2. Gran olla globular con lengüetas bajas y
base aplanada. Lisa (fig. 25).
3. Cuenco hemiesférico liso (fig. 27).
4. Cuenco globular liso (fig. 26).
5. Olla con labio diferenciado, ligeramente
exvasado. Lisa (fig. 26).
6. Punzón de hueso (fig. 27).
7. Hoja de silex con retoques marginales
(fig. 27).
8. Punta de sílex pedunculada (fig. 27).
9. Dos puntas losángicas de sílex (fig. 27).
Inédita.
Il.
lll.
IV.
3.2.19. COVA NEGRA DE MARXUQUERA
ALTA (GANDIA)
11.
m.
IV.
Posible cueva de enterramiento. No se han efectuado excavaciones y los materiales proceden de
prospecciones diversas.
Museo Arqueológico local de Gandía.
l. Fragmento de borde con decoración incisa
y pseudoexcisa (fig. 22; lám. 5).
2. Fragmento de galbo con decoración incisa.
Posiblemente pertenece a un vaso campaniforme (fig. 22).
Gurrea y Penalba, 1952; Gurrea, 1954; Harrison,
1977.
3.2.20.
l.
ll.
III.
20
COVA DEL BLANQUISAL (GANDIA)
Cueva de enterramiento. Los materiales proceden
de una prospección en la que también se halló un
cráneo.
Museo Arqueológico local de Gandía.
l . Ocho fragmentos pertenecientes a un gran
vaso globular con cuello (Orza), tipo
bomb-shaped pot de Harrison (1977, pág.
Cueva de hábitat paleolítico con niveles superficiales atribuibles al Neolítico, Eneolítico y Campaniforme.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia y colección particular.
Relacionables con el Eneolítico y el Horizonte
Campaniforme inventariamos los siguientes materiales inéditos:
l . Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa y pseudoexcisa (colección
particular) (fig. 8).
2. Fragmento de galbo con decoración incisa
campaniforme (Museo del S.I.P.) (fig. 8).
3. Idolo plano de hueso (colección particular)
(fig. 8).
Inédita. Puede verse Plá, 1945; Fortea, 1973, págs.
199 y SS.
3.2.22. COY A DE LES RATES PENADES
(ROTOVA)
l.
l.
Inédita.
Il.
III.
IV.
Cueva de hábitat paleolítico con materiales Neolíticos y Campaniformes procedentes de la capa 2,
entre 0,20 y 1,40 m., en donde se encuentran mezclados con materiales paleolíticos.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
En relación con el campaniforme tan sólo hemos
podido documentar un pequeño fragmento cerámico con decoración, indicativo, en todo caso, de
la presencia de este tipo cerámico en el yacimiento.
. . l. Fragmento galbo con decoración incisa
campaniforme (lám. 6).
Gurrea y Penalba, 1952; Fletcher, 1956; Fortea,
1973, págs. 123 y SS .
3.2.23.
l.
11.
m.
IV.
COYA DEL RACO T ANCA T (TERRATEIG)
Cueva de t;nterramiento. Los materia.les proceden
de prospecciones superficiales.
Museo Arqueológico municipal de Gandía.
Fragmento de gran recipiente similar al de El
Blanquisal. Tipo Orza. Decoración incisa (fig. 4).
Inédita.
[page-n-22]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
9.
3.2.24. CASA FOSCA (POTRIES)
l.
U.
Ill.
IV.
Yacimiento de superficie calificado de necrópolis
por su descubridor. En él se encontraron varías sepulturas al efectuar trabajos agrícolas.
Desconocido.
De acuerdo con las ilustraciones de Peiró pueden
distinguirse tres fragmentos de cerámica oscura
con decoración incisa campaniforme (Peiró, 1951,
lám. XIX).
Peiró, 1951.
IV.
3.2.27 . BENIPRl (BELGIDA)
l.
Il.
3.2.25.
l.
ll.
lll.
rv.
Yacimiento situado en llano. En él se excavó una
bolsada de tierra negra, especie de hoyo circular
de 0,75 por 0,75 m., claramente incrustado en la
compacta arcilla roja del terreno.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
De entre los materiales encontrados, actualmente
en estudio por su excavador, se citan varios fragmentos de tipo campaniforme.
Aparicio, Martinez y San Valero, 1977, pág. 55.
3.2.26.
l.
II .
Ill.
CAMP DE SANT ANTONJ (OLIVA)
lll.
IV.
Hallazgo superficial procedente de la partida del
mismo nombre. La prospección efectuada en éste
por Jornet no proporcionó vestigios de estructura
alguna.
Museo del Servicio de lnvestigación Prehistórica
de Valencia.
l. Vaso polípodo fragmentado con d.ecoración incisa campaniforme rellena de pasta
blanca (fig. 29; lám. 4).
Jornet, 1928, págs. 96-97.
3.2.28.
l.
CAMI DE L'ALFOGAS (BELGIDA)
Yacimiento de llanura en el que se localizaron seis
«fondos de cabaña», o más propiamente silos,
conteniendo tierras negruzcas mezcladas con carbones y materiales arqueológicos en su interior.
No se citan hallazgos de restos humanos procedentes de este yacimiento.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Cazuela carenada con decoración puntillada rellena de pasta blanca (fig. 2; lám. 4).
2. Fragmento de galbo de un vaso campaniforme con decoración puntiiJada (fig. 3).
3. Fragmento de borde de gran recipiente de
paredes rectas con cordón horizontal. Decoración incisa a base de motivos escaleriformes verticales. Superficie interior peinada (fig. 3).
4. Fragmento de galbo con decoración de impresiones triangulares (fig. 3).
5. Fragmento de galbo con decoración acanalada (fig. 3).
6. Fragmento de galbo con la superficie exterior peinada (fig. 3).
7. Punta de flecha de aletas y pedúnculo,
fragmentada. Sílex (fig. 3).
8. Fragmento de hoja de sílex con señales de
uso.
Fragmento de brazalete de piedra, circular.
Liso (fig. 3).
Jornet, 1928, págs. 95-96; Harrison, 1977, pág.
197.
ll.
Ill.
L' ATARCO (BELGIDA)
Poblado de llanura con silos y material campaniforme. Su descubridor, Jornet, pudo descubrir en
la pequeña loma o meseta sobre la que se asienta
el yacimiento doce de estos silos cuyas medidas se
situaban alrededor de un metro de diámetro por
0,60 m. de profundidad. Uno de ellos, denominado D, era de mayores proporciones (1,25 m. de
ancho máximo en la base por 1, 15 m. de profundidad, y contenía los restos de un cráneo humano
rodeado por dos hileras de piedras en forma de semicírculo.
Museo del Servicio de lnvestigación Prehistórica
de Valencia.
l . Fragmento de galbo correspondiente a un
vaso campaniforme decorado con incisiones rellenas de pasta blanca (desaparecido) (lám. 14}.
2. Fragmento de base con decoración incisa
campaniforme rellena de pasta blanca
(fig. 30; lám. 14).
Probablemente los fragmentos 1 y 2 pertenecen al mismo vaso.
3. Dos fragmentos de vaso campaniforme de
base en ónfalo. Sin decoración (fig. 30).
4. Cuenco hemiesférico plano. Liso (fig. 30}.
5. Ocho cuencos globulares fragmentados.
Lisos (figs. 30, 31, 32 y 33).
6. Dos fragmentos recipientes de paredes
rectas. Lisos (figs. 31 y 32}.
7. Olla globular con labio recto y mamelón.
Lisa (fig. 33).
8. Olla globular con cuello corto ligeramente
exvasado. Liso (fig. 33).
9. Fragmento de borde de orza. Liso
(fig. 32).
21
[page-n-23]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
IV.
10. Cazuela hemiesférica {tipo Palmela) con
labio plano y reborde interior. Superficies
interior y exterior peinadas {fig. 34).
11 . Fragmento de galbo con cordón digitado
y superficies peinadas (fig. 30).
Jornet, 1928, págs. 91-94.
6. Punta de aletas y pedúnculo de sílex
(Mar tí, 1981 , fig. 6. 5).
7. Hacha pulida de piedra color gris oscuro
(fig. 36).
8. Siete cuentas de collar sobre Dentalium.
9. Colgante sobre concha de púrpura, Thais
Hemastoma (Martí, 1981, pág. 171).
10. Quince colgantes de formas diversas realizados sobre Acanthocardia Tuberculada
y Glycimeris Gaditanus (fig. 36).
11. Dos colgantes de hueso rectangulares
(fig. 36).
12. Gran colgante sobre colmillo de Sus
Scropha, con perforación en un extremo
y una muesca en el opuesto (fig. 36).
13. Colgante sobre incisivo (fig. 36).
14. Botón piramidal con perforación en «V».
Hueso (fig. 36).
15. Probable botón piramidal de perforación
en «V» muy desgastado por sucesivas reutilizaciones. Hueso (fig. 36).
SECTOR B
3.2.29. COVA DEL BARRANC DEL CASTELLET (CARRICOLA)
l.
Il.
m.
IV.
Pequeña cueva de enterramiento con materiales
propios del Neolítico, Eneolítico, Campaniforme y
Bronce. Debido a las circunstancias del hallazgo
no fue posible aislar adecuadamente sus materiales, por lo que es imposible atribuir cada uno, sa.lvo en los casos tipológicamente evidentes, a los
distintos períodos señalados.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
Por las razones antes expuestas inventariamos
aquí solamente aquellos materiales de tipología
claramente campaniforme.
l. Vaso campaniforme de base plana con decoración incisa. Tiene el borde fragmentado {fig. 35).
2. Vaso campaniforme reconstruido. Decoración incisa (fig. 35).
3. Tres punzones cortos de sección cuadrada
(fig. 35). ¿Cobre?
Plá, 1954.
3.2.30.
l.
II.
m.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
COVA SANTA (V AL LADA)
Cueva de enterramiento correspondiente al H.C.T.
Las excavaciones en el yacimiento pusieron de relieve la existencia de una serie de inhumaciones,
nueve en total, cuya disposición pudo determinarse en algunos casos. Asimismo, todos ellos se localizaban en un único estrato, si bien en algunos casos aparecían revueltos en su parte superior a consecuencia de las visitas efectuadas al yacimiento.
Museo de Vallada.
Pese a que el yacimiento ha sido recientemente publicado, el interés del mismo aconseja el que presentemos ahora todos sus materiales.
24.
25.
26.
SECTOR C
SEctOR A
l . Cuenco hemiesférico liso {fig. 9).
2. Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
3. Ollita globular con cuello corto y exvasado (fig. 9).
4. Dos fragmentos de hojitas de sílex sin retocar (Martí, 1981 , fig. 6, 4).
5. Cuatro puntas pedunculadas de sílex
(Martí, 1981, fig. 6, 1 a 3 y 6).
22
Cuenco globular con asa anular vertical
(fig. 9).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
Cubilete de carena alta. Lisos (fig. 9).
Cuenco hemiesférico liso (fig. 9).
Dos fragmentos de hojas retocadas (Martí, 1981, fig. 6, 10 y 11).
Dos bipuntas foliáceas y un fragmento de
punta foliácea. Sílex (Martí, 1981, fig . 6,
7 a 9).
Taladro (Martí, 1981, fig. 6, 12).
Hacha de piedra pulida color gris verdoso
{fig. 36).
Seis cuentas sobre Dentalium (Martí,
1981, pág. 176).
Espátula plana fabricada sobre metapodio de ovicáprido (fig. 36).
Punta de Palmela de largo pedúnculo
(fig. 36).
IV.
27. Cuenco hemiesférico con decoración campaniforme incisa y pseudoexcisa (fig. 37).
28. Placa apuntada de sílex tabular (fig. 36).
29. Varios fragmentos de cerámica a torno
ibérica y moderna (Martí, 1981 , fig. 12).
Martí, 1981.
3.2.31.
l.
COVA SANTA (LA FONT DE LA FIGUERA)
Gran cueva de habitación y, probablemente, de
enterramiento con materiales que abarcan del
[page-n-24]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
11.
lll.
IV.
Neolítico a la Edad del Bronce. De ella, y consecuencia de las prospecciones superficiales realizadas por Agustí Ribera colaborador del Servicio de
Investigación Prehistórica de Valencia, procede
una colección de materiales en la que destacan varios fragmentos campaniformes. Las recientes excavaciones efectuadas en el yacimiento por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad
de Valencia, cuyo material se encuentra aún en estudio, han proporcionado abundante cerámica
campaniforme de estilo inciso.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Fragmento borde probablemente perteneciente a un vaso campaniforme con decoración puntillada (lám. 6).
2. Fragmento borde con decoración incisa y
estampada (lám. 6).
3. Fragmento galbo con decoración incisa y
pseudoexcisa (lám. 6).
4. Fragmento galbo con decoración incisa
(lám. 6).
Todos los materiales citados son inéditos. Existe
una breve noticia del yacimiento en Aparicio y
San Valero, 1977.
3.2.32.
l.
ll.
Lll .
IV.
IV.
3.2.34.
l.
COVA DEL PARTIDOR (BANYERES)
Cueva de enterramiento de reducidas dimensiones
con materiales dispersos. La cueva fue vaciada en
su totalidad. Extraña la presencia en ella de elementos tipológicos dispares, como el botón piramidal en «V» junto al vaso de fondo cónico de tipología neolitica. Incluimos el yacimiento en nuestro catálogo por la presencia significativa del botón en «V», con el que quizás habría que relacionar alguno de los instrumentos metálicos (dos
punzones y un fragmento de arete), sin que ello
signifique, lógicamente, la valoración cronológica
del resto del ajuar.
Museo Local de Banyeres.
l. Botón piramidal de hueso con perforación
en «V». (Aparicio et alii, 1981 , fig. 38).
Aparicio et alii, 1981 , pág. 79 y ss.
3.2.33.
l.
ll .
III.
EL PUNTAL DE LOS CARNICEROS
(VI LLENA)
Poblado de altura situado sobre una meseta de
unos 300 por 20 m., rodeado por escarpes y que
conserva los restos de una muralla de unos 100 m.
de longitud. Practicada una cata junto a ésta proporcionó el conjunto de cerámicas decoradas que
Soler clasifica como campaniformes. Se trata de
un cuenco y varios fragmentos de otros vasos decorados mediante una técnica que combina la impresión e incisión corta realizadas mediante un
instrumento punzante, lo que les da una apariencia similar al boquique. Es por ello que no podemos admitir la clasificación de «campaniforme impreso» dada por su excavador a estas cerámicas.
Museo Arqueológico Local de Villena.
l. Cuatro fragmentos pertenecientes a un
cuenco globular decorado mediante una
técnica similar al boquique (lám. 15).
2. Un fragmento de borde y otro de galbo
decorados mediante una técnica similar a
la del boquique (lám. 16).
3. Dos fragmentos de borde y tres de galbo
con decoración incisa y estampada (lám.
16).
Soler, 1981.
11.
111.
EL PEÑON DE LA ZORRA
(VI LLENA)
Poblado de altura con restos de amurallamiento,
del que proceden algunos fragmentos cerámicos
relacionados con el horizonte campaniforme. La
escasez de estos fragmentos dificulta, sin embargo,
su atribución al mundo cultural campaniforme,
máxime si tenemos en cuenta la ausencia de datos
estratigráficos y la presencia de elementos relacionables con la Edad del Bronce: Orzas carenadas y
dientes de hoz. En nuestra opinión sólo existen
dos posibles interpretaciones con los datos de que
actualmente disponemos: o bien los fragmentos
decorados representan un inicio de la vida en el
poblado anterior a la Edad del Bronce; o bien deben interpretarse como una perduración de técnicas campaniformes - atestiguadas también en
otros yacimientos (El Promontori y la Muntanya
Assolada)- en un poblado perteneciente a los inicios del Bronce Valenciano. En favor de esta última hipótesis militaría una de las cuevas de enterramiento del poblado: la Cueva Oriental del Peñón de la Zorra, en la que, junto a elementos claramente situables dentro del horizonte campaniforme (puñal de lengüeta y puntas de Palmeta), se
encontrarían otros (arete de plata) cuya cronología no parece que pueda remontarse más allá de la
transición entre el Argar A y B, es decir, alrededor
del 1700-1600 a.C., fecha que, como veremos en el
capítulo final, puede aceptarse para los inicios del
Bronce Valenciano.
Museo Arqueológico Local de Villena.
l. Fragmento de borde con decoración incisa
(lám. 15).
2. Cuatro fragmentos de galbo con decoración incisa (lám. 15).
3. Pequeña orza carenada de cerámica lisd
(Soler, 1981, fig. 54).
4. Taza o cuenco globular con asa anular
vertical. Liso (Soler, 1981 , fig. 55).
23
[page-n-25]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
5.
6.
7.
8.
IV.
Soler,
Olla con borde ligeramente exvasado y
mamelón. Lisa (Soler, 1981, fig. 55).
Cuenco hemiesférico liso (Soler, 1981,
fig. 54).
Fragmento de posible brazalete de arquero
con una perforación en el extremo conservado (Soler, 1981, fig. 52).
Nueve dientes de hoz de sílex (Soler, 1981,
fig. 51).
1981.
11.
III.
IV.
Museo de Villena.
Inventariamos a continuación los materiales propios del H.C.T., incluyendo un típico vasito carenado propio de la Edad del Bronce.
l. Puñal de lengüeta de cobre (?) (fig. 39).
2. Fragmento de posible puñal de lengüeta o
punta de cobre (?) (fig. 39).
3. Vaso carenado liso (fig. 39).
Soler, 1961 ; Fortea, 1973, pág. 383 y ss.
3.2.37. COVA DEL BOLUMINI (ALFAFARA)
3.2.35.
l.
ll.
m.
IV.
La incluimos dentro del H .C.T. por la clara tipología campaniforme de sus piezas metálicas, dentro de los cuales destaca el arete de plata, metal
cuya introducción en el País Valenciano parece relacionada con la Edad del Bronce.
Museo de Villena.
l. Fragmento de borde de cuenco hemiesférico, liso (Soler, 1981, fig. 66, 1).
2. Cuenco hemiesférico con mamelón (Soler,
1981 ' fig. 66, 2).
3. Cuenco hemiesférico liso (Soler, 1981 ,
fig. 66, 3).
4. Fragmento del borde de un pequeño vaso
liso (Soler, 1981 , fig. 66, 4).
5. Trece fragmentos lisos de formas indeterminadas.
6. Tres lascas de sílex, una retocada (Soler,
1981 ' fig. 65).
7. Catorce cuentas de collar en vértebra de
pescado (Soler, 1981 , fig. 65, 1 a 14).
8. Gran puñal de lengüeta de cobre (?)
(fig. 38).
9. Punta de flecha de cobre(?), de forma foliácea y largo pedúnculo algo curvado.
Tipo Palmeta (fig. 38).
10. Punta de flecha de cobre (?) similar a la
anterior, pero con el pedúnculo más corto
(fig. 38).
11 . Arete de plata (fig. 38}.
Soler, 1981.
3.2.36.
l.
24
CUEVA ORIENTAL DEL PEÑON DE
LA ZORRA (VILLENA)
CASA DE LARA (VILLENA)
Poblado situado en el llano cuyos restos materiales abarcan desde el Epipaleolitico Geométrico a
la Edad del Bronce. Aunque no se conoce su secuencia estratigráfica, existe una serie de materiales tipológicamente significativos de la vida en el
poblado durante el H.C.T. e incluso los inicios de
la Edad del Bronce.
l.
11.
III.
Se trata de una cueva de enterramiento afectada
por las rebuscas clandestinas y en la que el único
ajuar procedente de una excavación se refiere a un
ídolo oculado, un punzón y una espátula, ambos
en hueso, asociados a un cráneo encontrados por
Pascual en 1954. El resto del material, entre el que
se encuentran dos ídolos oculados más, no posee
referencias estratigráficas. El conjunto de sus materiales parece reflejar un enterramiento utilizado
durante el Eneolítico y el H.C.T.
Museo de Alcoi.
Dado que la mayor parte de los materiales permanece aún inédita, inventariamos a continuación
todo el conjunto de este yacimiento depositado en
el Museo de Alcoi.
l. Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 1O; lám. 17).
2. Plato de borde reentrante con decoración
,
incisa rellena con pasta blanca (fig. 1O
lám. 17). Tanto el vaso n.o 1 como el n.o
2 constituyen dos casos problemáticos a
la hora de su inclusión dentro del mundo
campaniforme. Sin embargo, la existencia
de paralelos formales para ambos dentro
del mundo campaniforme peninsular
(Ciempozuelos, el Acebuchal) nos hace
incluirlos dentro de este apartado.
3. Fragmento de borde con decoración puntiJiada (fig. 40; lám. 17).
4. Fragmento de borde con decoración incisa (fig. 40).
5. Fragmento de borde con decoración incisa. Como en el caso n.o 1 la decoración
de este fragmento parece ser extraña al
mundo campaniforme (fig. 40).
6. Seis fragmentos pertenecientes al cuerpo
de un mismo vaso con decoración incisa y
pseudoexcisa de estilo campaniforme
(lám. 18).
7. Cinco fragmentos galbo con decoración
incisa (lám. 17).
8. Plato de borde saliente. Liso (fig. 10).
9. Vaso de perfil en S. liso (fig. 41).
10. Vaso de perfil ovoide. Liso (fig. 41).
[page-n-26]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
11.
12.
13.
Cuenco globular liso (fig. 41 ).
Cuenco hemiesférico con mamelón
(fig. 41 ).
ldolo oculado del tipo lA (fig. 24; lám.
19).
14. !dolo oculado del tipo lA (fig. 24; lám.
19).
15. Idolo oculado del tipo lB (fig. 24; lám.
19).
16. Colgante acanalado de hueso (fig. 24).
17.
IV.
Dos colgantes triangulares cortos de hueso (fig. 24).
18. Un botón piramidal de hueso con perforación en «V» (fig. 24).
19. Una hojita retocada y un elemento de
hoz. Sílex (fig. 40).
20. Dos azuelas de piedra pulida verdosa
(fig. 40).
21. Punzón sobre tibia de conejo (fig. 40).
22. Espátula o punzón de sección plana
(fig. 40).
Parcialmente, el yacimiento fue dado a conocer
por Pascual en 1957. El resto del material permanece inédito.
3.2.38.
l.
11.
III.
IV.
Il.
lll.
IV.
l.
U.
Ill.
IV.
COVA AMPLA DEL MONTGO
(XABIA)
Cueva de habitación y enterramiento con materiales que abarcan desde el Neolítico Cardial a la
Edad del Bronce. Procedente de antiguas excavaciones efectuadas en el yacimiento se encuentra en
el Museo Arqueológico Provincial de Alicante un
lote de materiales carentes de contexto estratigráfico que ha sido estudiado por nosotros. Las recientes excavaciones efectuadas por el Departamento
de Historia Antigua de la Universidad de Valencia
en este yacimiento han sacado a luz nuevos datos
confirmando la presencia de materiales campaniformes.
Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
Todos los materiales analizados por nosotros proceden de las antiguas excavaciones realizadas en el
yacimiento por el P. J. Belda. Los materiales exhumados en las recientes campañas realizadas por
J. Aparicio se encuentran en estudio por su excavador.
l . Fragmento de un borde de cuenco globular con decoración incisa y estampada
(fig. 39).
2. Cuenco herniesférico con decoración incisa
de estilo campaniforme (fig. 39).
El material permanece fundamentalmente inédito.
Algunas noticias parciales del mismo pueden verse
en Salva, 1966; Bernabeu, 1982.
3.2.41.
l.
EL RAFOL D' ALMUNJA
HaJlazgo casual al desfondar un terreno para labores agrícolas.
Museo del Servicio de Investigación Prehistórica
de Valencia.
l . Puñal de lengüeta de cobre (?) de larga
hoja (fig. 38; lám. 20).
2. Puñal de lengüeta corto de cobre (?)
(fig. 38; lám. 20).
Fletcher, 1973, págs. 83-84.
3.2.40.
COVA DEL CONILL
(COCENTAINA)
Cueva de enterramiento.
Colección del Centre d'Estudis Contestans.
Los materiales a continuación reseñados proceden
todos ellos de prospecciones superficiales, sin que
hasta el momento se haya llevado a cabo una excavación sistemática del yacimiento.
l. Nueve fragmentos pertenecientes a un vaso
campaniforme de estilo marítimo (fig. 51).
2. Fragmento de galbo con decoración puntillada (fig. 51).
3. Tres fragmentos de gaJbo pertenecientes a
un vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 51).
4. Fragmento de gaJbo con decoración incisa
campaniforme (fig. 51).
5. Punzón metálico corto (¿cobre?) de sección
cuadrada (fig. 51).
6. Punzón de hueso realizado sobre metapodio de conejo (fig. 51).
7. Trapecio de silex (fig. 51).
8. Hoja retocada de silex (fig. 51).
9. Cuatro puntas de flecha de retoque bifacial
(fig. 51):
- dos pedunculadas.
Inédita.
3.2.39.
l.
una de aletas y pedúnculo.
una losángica.
COVA DE LES CENDRES
(TEULADA)
Cueva de habitación y enterramiento con materiales preneolíticos y neoliticos que abarcan desde la
cerámica cardial a la campaniforme e incluso la
Edad del Bronce. En el yacimiento, aparte de un
25
[page-n-27]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
U.
111.
lote de materiales sin referencia estratigráfica, se
han realizado tres sondeos en 1974, 1975 y 1981.
De ellos se cuentran estudiados los dos primeros,
y sobre todo el de 1974, a partir del cual ha podido establecerse una primera aproximación a la secuencia estratigráfica del yacimiento. La cerámica
campaniforme ocupa un nivel, el ruvel I , superpuesto a otro con escasas cerámicas lisas, en el
que se encuentran algunos restos humanos. Toda
la cerámica campaniforme es incisa.
Museo Arqueológico Provincial de Alicante.
El inventario de los materiales campaniformes se
presenta por sondeos y niveles.
l.
2.
3.
4.
5.
6.
SONDEO 1974. NIVEL l.
Cuenco globular con decoración incisa
campaniforme (fig. 35).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa
de estilo campaniforme (fig. 35).
Cinco fragmentos de galbo con decoración
incisa camparuforme.
Fragmento de galbo con decoración incisa
y pseudoexcisa.
Cuenco globular liso.
Cuenco hemiesférico liso.
SONDEO DE 1975. CAPA 12.
Cuenco globular con decoración incisa y
pseudoexcisa (fig. 35).
El material permanece fundamentalmente inédito.
El único avance publicado del yacimiento se refiere al sondeo realizado en 1974: Llobregat, Martí,
Bernabeu et alii, 1981.
7.
IV.
3.2.42. TABAIA (ASPE)
l.
Il.
111.
IV.
Poblado con ocupación superpuesta no continuada desde el Bronce Pleno a la época árabe. De la
ladera del cerro proceden un cuenco y un fragmento de cerámica campaniforme incisa y pseudoexcisa.
Museo de Novelda.
l. Cuenco globular con decoración camparuforme incisa y pseudoexcisa (fig. 37; lám.
20).
2. Fragmento galbo con decoración incisa y
pseudoexcisa (fig. 5).
Hernández, 1982, pág. 15; Navarro Mederos,
1982, pág. 57
II.
III.
IV.
aunque sin indicación estratigráfica, pueden verse
algunos materiales eneoliticos y campaniformes
que son los que nos interesan.
Museo Monográfico de L'Alcúdia.
Los materiales inventariados no deben suponerse
necesariamente ligados al mismo horizonte cultural.
l. Cuenco globular con decoración incisa
camparuforme (fig. 35).
2. Colgante acanalado de hueso (fig. 35).
Material inédito. Los estudios y trabajos sobre las
fases ibérica y romana del poblado son, sin embargo, numerosos.
3.2.44.
l.
Il.
Ul.
EL PROMONTORI DE
DOL<;A I SALADA (ELX)
L' AIGUA
Poblado campaniforme situado junto al curso del
Vinalopó a su paso por Elx. No ha sido posible
identificar estructuras, a excepción de un posible
fondo de cabaña de su ruvel inferior (estrato C),
en el que según Ramos (1981) no aparece cerámica camparuforme.
Museo de Elx.
Los materiales estudiados por nosotros corresponden a las campañas de 1979, 1980 y 1981. Su agrupación se realizará siguiendo la estratigrafía individualizada en el yacirruento, con lo que sólo aparecerán aquí los materiales correspondientes a los estratos A y B, ya que el estrato C no poseía cerámica camparuforme alguna. La totalidad de los
materiales ha sido ya publicada o se encuentra en
curso de publicación por su excavador, por lo que
nos referiremos aqui solamente a los más significativos de entre ellos. Para facilitar su identificación
añadiremos al final la referencia de la publicación
para aquellos materiales ya publicados.
El inventario de las cerámicas lisas se realizará
al final tras la catalogación de todas las cerárrucas
camparuformes, y, como éstas, también siguiendo
los estratos. No obstante, y como en el caso de la
Ereta del Pedregal, la catalogación se hará atendiendo únicamente a las formas, sin tener en cuenta su cuantificación.
Aparte los materiales cerámicos, el yacimiento
ha sido parco en los hallazgos de otro tipo. Así,
sólo podemos contabilizar un punzón de cobre (?)
procedente del estrato A, algunas escasas hojas y
hojitas de sílex procedentes de los estratos A y B,
y un elemento de hoz sobre hoja retocada de silex
del estrato B.
o
3.2.43.
I.
26
L'ALCUDIA (ELX)
Póblado con ocupación superpuesta continuada
desde el Eneolítico a época tardorromana. Procedentes de los sondeos estratigráficos, y depositados en el Museo Monográfico de L'Alcúdia,
ESTRATO A. CERAMICA DECORADA DE
TRADICION CAMPANIFORME
l . Cuenco globular con decoración incisa
(Ramos, 1981; fig. 12) (fig. 42).
2. Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 42).
3. Fragmento borde de cuenco globular con
decoración incisa (fig. 43).
[page-n-28]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
26.
ESTRATO B. CERAMICA CAMPANIFORME
4.
5.
6.
7.
8.
9.
1O.
JI.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Cuenco hemiesférico con decoración incisa y estampada (Ramos, 1981 , fig. 14, 3)
(fig. 6).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (Ramos,
1981,
lig. 16)
(fig. 44).
Vaso globular con cuello alto ligeramente
exvasado (botella) y decoración incisa y
pseudoexcisa (Ramos, 1981 , fig. 17)
(fig. 45).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (Ramos,
1981,
fig. 18)
(fig. 46).
Cuenco globular con decoración incisa
(Ramos, 1981, fig. 19) (fig. 44).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 47).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 48).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 48).
Fragmento de borde de cuenco globular
con decoración incisa y estampada
(fig. 49).
Fragmento de borde de cuenco globular
con decoración incisa (fig. 49).
Vaso campaniforme con decoración incisa
y estampada (fig. 48).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 43).
Fragmento de borde de posible vaso campaniforme con decoración incisa y pseudoexcisa (fig. 43).
Cuenco hemiesférico con decoración incisa (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa.
El borde presenta una suave incisión en
zigzag (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa
(fig. 49).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa y estampada
(fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa (fig. 43).
27.
28.
29.
30.
31.
Fragmento de borde de un cuenco globular con decoración incisa (fig. 43).
Fragmento de borde de un cuenco hemiesférico con decoración incisa.
Fragmento de borde de posible vaso con
cuello con decoración incisa (fig. 43).
Cuenco globular con decoración incisa y
estampada (fig. 49).
Cuenco globular con decoración incisa y
pseudoexcísa (fig. 49).
Fragmento de borde muy exvasado con
decoración incisa (fig. 43).
ESTRATO A. CERAMICA LISA
32. Cuencos hemiesféricos. Uno de ellos presenta dos lengüetas enfrentadas (fig. 50).
33. Cuencos globulares (fig. 50).
34. Cuenco de perfil en S (fig. 50).
35. Olla globular con cuello exvasado
(fig. 50).
ESTRATO B. CERAMICA LISA
IV.
36. Cuencos hemiesféricos (fig. 50).
37. Recipiente profundo con paredes de tendencia cilíndrica con teoría de mamelones
bajo el borde (fig. 50).
38. Olla globular con cuello corto exvasado
(fig. 50).
39. Olla de tendencia bitroncocónica con cuatro mamelones bajo el borde (fig. 50).
40. Recipiente profundo de cuerpo globular y
fondo ligeramente cónico presentando
dos series de mamelones superpuestos
bajo el borde (fig. 50).
41. Plato con borde saliente (fig. 50).
Ramos, 1981.
3.2.45.
l.
II.
LII.
LES MORERES (CREVILLENT)
Poblado situado sobre un cerro, excavado por Alfredo González Prats, con un nivel calcolitico precampaniforme posiblemente amurallado. No obstante la ausencia, entre los materiales 'vi5tos por
nosotros, de cerámica campaniforme, la presencia
entre éstos de un plato de borde vuelto - forma
que alcanza su máximo desarrollo durante el Cobre Tardío y Final en Montefrio- y otro de borde engrosado, aconsejan incluirlo en el presente
catálogo.
Material revisado con ocasión de la 1 Exposición
Arqueológica Comarcal de Crevillent.
l. Fragmento de borde de un plato de borde
vuelto. Liso (fig. 5).
2. Fragmento del borde de plato de labio engrosado. Liso (fig. 5).
27
[page-n-29]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAlS VALENCIANO
IV.
7.
Fragmento de punzón metálico (Ros,
fig. 8, 59).
8. Entre el sílex destacan, aparte de hojas y
lascas retocadas:
- dos puntas simples sobre hoja (Ros,
fig. 8, 50) y lasca (Ros, fig . 50, 9).
-seis dientes de hoz (Ros, fig. 9, 64 a 67,
3. Dos placas de sílex tabular con retoque
plano bifacial (fig. 5).
4. Una punta de flecha de aletas y pedúnculo
con retoque plano bifacial (fig. 5).
5. Una truncadura oblicua de sílex (fig. 5).
El material permanece inédito. La noticia sobre el
poblado ha sido extraída del catálogo de la exposición (Román, 1982).
76 y 77).
9.
3.2.46.
1.
Il.
III.
28
BANCALICO DE LOS MOROS - EL
RINCON (REDOV AN)
Poblado situado en un elevado cerro de fácil defensa sobre el límite meridional de la sierra de Callosa del Segura. No se han advertido restos constructivos en superficie, a excepción de algunos
fragmentos de barro cocido. La distinta denominación del yacimiento obedece a que éste se encuentra dividido en dos sectores. Los materiales
encontrados en cada uno de ellos son uniformes y,
por tanto, no creemos que se trate de yacimientos
distintos. La aparición de dientes de hoz junto con
cerámicas campaniformes plantea de nuevo el problema de la cronología relativa de ambos tipos de
materiales, y que estudiaremos con detalle en el
apartado correspondiente. De momento, basta decir que su aparición en contextos campaniformes
es admisible, al menos para la comarca en que se
encuentra enclavado el poblado. Extraña, por otra
parte, la ausencia entre sus materiales de los platos
de borde vuelto, presentes en todos los yacimientos campaniformes de esta zona.
Desconocida.
No vistos. Los inventariamos de acuerdo con la
descripción y dibujos de la publicación.
l. Cuenco globular con decoración campaniforme de estilo inciso. (Ros, fig. 3, 15).
2. Dos fragmentos con decoración incisa
(Ros, fig. 2, 1; fig. 3, 17). Uno de ellos con
incrustaciones de pasta blanca.
3. Fragmento de base en ónfalo con decoración incisa y pseudoexcisa (Ros, fig. 2, 14).
4. Catorce fragmentos de galbo con decoración incisa y pseudoexcisa (Ros, fig. 2).
5. Entre los diferentes fragmentos de cerámica lisa se describen:
- dos fragmentos de base plana (Ros,
figs. 4, 25 y 26).
- varios cuencos globulares y hemiesféricos (Ros, figs. 5 y 6).
- una posible carena (Ros, fig. 5, 23).
- diversos fragmentos pertenecientes a vasos con cuello diferenciado (Ros, figs. 5,
6 y 7).
6. Botón piramidal con perforación en «V»
realizado sobre cuarcita blanca (Ros,
fig. 8, 63).
IV.
Framento de brazalete de arenisca de sección trapezoidal (Ros, fig. 9, 78).
Ros Dueñas, 1980.
3.2.47.
l.
11.
Ill.
IV.
Poblado situado en una pequeña Joma, muy próximo a San Antón. Si bien nunca se han realizado
excavaciones y no existen estructuras visibles en la
superficie del poblado, Jos materiales recogidos indican una prolongada habitación del yacimiento
entre, al menos, el cobre inicial y la época argárica. Por lo que se refiere a los materiales arqueológicos campaniformes, puede observarse la presencia de los tres estilos definidos: marítimo, geométrico e inciso. De ahí su inclusión en este apartado, dando por supuesto que algunos de sus materiales deberán referirse necesariamente a una etapa
posterior.
Museo Arqueológico Municipal de Orihuela.
l. Dos fragmentos de galbo pertenecientes a
sendos vasos campaniformes de estilo marítimo (fig. 5).
2. Fragmento de borde de cuenco con decoración puntillada geométrica (fig. 5).
3. Fragmento de plato con borde vuelto decorado con incisiones e impresiones. Plato
campaniforme (fig. 6).
4. Fragmento de cuenco hemiesférico con decoración incisa campaniforme (fig. 5).
5. Plato de borde vuelto, liso (fig. 6).
6. Fuente carenada de paredes rectas (fig. 6).
El yacimiento permanece fundamentalmente inédito, a excepción de una breve nota facilitada por su
descubridor Emilio Diz, con ocasión de la 1 Exposición Arqueológica de la Vega Baja (1982).
3.2.48.
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11.
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IV.
LAS PEÑETAS (ORIHUELA)
SAN ANTON (ORIHUELA)
Poblado y necrópoli~ de la Edad del Bronce.
Dispersos. En parte depositados en el Museo Arqueológico Municipal de Orihuela, en parte propiedad de los Padres Jesuitas de Alicante.
l. Dos fragmentos campaniformes con decoración incisa y pseudoexcisa. Desaparecidos (Castillo, 1928).
Yacimiento fundamentalmente inédito. Los campaniformes aparecen en Castillo, 1928.
[page-n-30]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
3.3.
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[page-n-32]
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Figura 13. - Coua deis Gats
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAlS VALENCIANO
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Figura 14.-Coua deis Gats
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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[page-n-77]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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Figura 44.-El Promontori de l'Aigua Dolc;a i Salada
[page-n-78]
EL VASO CAM PANIFORME EN EL PAIS VALENC IANO
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EL VASO CAMPANlFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAlS VALENCIANO
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
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EL VASO CA MPANIFORM E EN EL PAI S VALENCIANO
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Figura 49. - El Promontori de l'Aigua Dolca i Salada
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EL VASO CAMPANIFORME EN EL PA IS VALENCIANO
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[page-n-85]
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4.
4.1.
LA CULTURA MATERIAL. POBLADOS
Y NECROPOLIS
CONSIDERACIONES PREVIAS
hará referencia a ellos en la medida en que permitan poner de relieve las diferencias o concomitancias entre el
Eneolítico Inicial y Pleno en su conjunto y el Horizonte
Campaniforme de Transición (en adelante HCT).
Las tipologías cerámica y lítica seguidas en este trabajo se han elaborado a partir de los estudios previos
realizados sobre los materiales de La Ereta del Pedregal47. Tomando como punto de partida dichos estudios,
así como la tipología cerámica del nivel precampaniforroe del poblado del Promontori, y nuestras propias observaciones en lo que se refiere al HCT, hemos confeccionado el cuadro tipológico que se presenta al fmal de
este trabajo.
Con el fm de evitar repeticiones inútiles, agilizar las
descripciones y facilitar el acceso a Jos materiales del catálogo, presentamos un cuadro-inventario en el que aparecen todos los materiales tipológicamente reco nocibles.
Si bien como ya se ha puesto de relieve en el análisis
bibliográfico, la cerámica campaniforme no responde a
un fenómeno unitario, sino que debe agruparse en dos
fases cronológica y culturalmente sucesivas, el estudio de
la cultura material, así como el de sus hábitats y necrópolis, se realizará conjuntamente para ambas. A lo largo
de nuestra exposición iremos destacando las peculiares
características de cada una de ellas.
La aparición de los campaniformes marítimo, cordado y mixto no supone una división en dos fases del
Eneolítico valenciano. No es posible, por tanto, distinguir aquí entre una fase precampaniforme - paralelizable con. Millares I y VNSP 1- , y otra, dominada por
las primeras especies campaniformes, paralelizable con
Millares 11 y YNSP fl. Ninguno de los yacimientos donde los campaniformes marítimos o cordados son dominantes, y no existen intrusiones significativas de otros estilos, ha ofrecido restos de cultura material suficientes
-aparte las propias cerárnitas campaniformes- como
para esbozar las posibles características diferenciales entre éstos y aquellos otros yacimientos entre los que no
aparece ningún elemento campaniforme. Por tanto, los
primeros campaniformes deben entenderse como una
parte de la cultura material propia de lo que hemos venido denominando el Pleno Eneolítico, y que a partir de
ahora denominaremos Eneolítico Inicial y Pleno, d'ando
a entender con ello que dicha etapa abarcaría en realidad dos fases claramente aisladas en otros contextos peninsulares, pero indiferenciables, con los datos actualmente disponibles, dentro del País Valenciano.
Lógicamente, queda fuera de los límites cronológicos
del presente trabajo estudiar la cultura material del
Eneoütico precampaniforme. Cabe suponer que algunos
de sus elementos perdurarían durante la época del «horizonte marítimo». En el presente capítulo tan sólo se
Si bien resulta evidente que durante el HCT la mayoría de las decoraciones cerámicas responden a la técnica
y temáticas propias del mundo campaniforme, no es menos cierto que antes de su introducción, y quizás también con posterioridad, existieron otras decoraciones cerámicas distintas, aunque siempre en proporciones mucho más escasas.
Dentro de este grupo, la cerámica peinada merece
una atención especial. La técnica del peinado parece más
el resultado de un tratamiento de las superficies que de
una verdadera intención decorativa. Estas cerámicas están presentes, en mayor o menor medida, a lo largo de
todo el Neolítico, perdurando durante el Eneolítico Ini-
"
PLÁ E., MARTÍ B., BERNABEU J., Pi!:REZ M., ACUI'lA J . D.,
ROBLES F., F UMANAL P., OLIVIER M ., GALLARD M . D., LERMA J.
V. y TORRES E.: «La Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia).» Trabajos
Varios del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia. en prensa.
4.2. LA CERAMICA: LAS DECORACIONES
85
[page-n-87]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
cial en la Ereta, el Camí de l'Alfogas y la Cova del Garrofer48. Ya dentro del HCT , estarían representadas por
el hallazgo de una cazuela tipo Palmela en el poblado de
!'Atareó.
Centrándonos en las cerámicas campaniformes, es
preciso distinguir entre las decoraciones propias del llamado «horizonte marítimo», realizadas mediante las técnicas cordada, puntillada y mixta, y los del HCT, con
predominio de las técnicas incisa y pseudoexcisa y perduraciones de algunos tipos puntillados.
4.2.1.
A)
Las Decoraciones del H orizonte Marítimo
La Decoración de Cuerdas
En el País Valenciano se encuentra representada únicamente por el hallazgo de la Vil·la Filomena. Se trata
de un vaso campaniforme fragmentado con decoración
de lineas circulares horizontales por el interior - siete líneas bajo el borde- y exterior del recipiente.
B)
La Decoración Mixta
Se encuentra representada, astiD!Smo, por los fragmentos encontrados en Filomena, en los que las típicas
bandas alternas puntilladas se delimitan mediante líneas
cordadas. En ocasiones se intercala una nueva linea cordada en el espacio reservado entre franjas.
C)
El Estilo Marítimo
De acuerdo con el estudio de Leitao y otros sobre los
campaniformes portugueses 49 , incluimos aquí a todos
aquellos vasos decorados con bandas simples, rayadas o
reticuladas, alternando con otras reservadas a lo largo
de toda la superficie exterior del recipiente. La técnica
utilizada es siempre el puntillado. Su superficie exterior
es de tonalidades claras (rojo-anaranjado o marrón-rojizo) y suele presentar un fino acabado. Sólo existen dos
vasos campaniformes completos de este estilo en el País
Valenciano: uno asimilable a la variedad Agualva (FiJomena 1); y otro a la variedad Herringbone de base en
ónfalo (Aranyes 1), característica esta más común entre
los vasos de este tipo del E. y NE. peninsular 50 . Por
otra parte, el fragmento Peñetas 1, constituye el único
•• BERNABEU J.: «La Cova del Garrofer, Ontinyent (Valencia).»
Archivo de Prehistoria Levamina. XVI , pp.59 y ss. lig. 14, 1981.
•• LEITAO M .• NORTH C . T .. NORTON J .• YEIGA FERREIRA 0 . y
ZBYSZEWSKI G .: «La céramique de la culture du vas campaniforme du
Ponugal. Essai de sistematisation.>> Comunica~oes dos Servir;os Geológicos de Ponugal , LXJJI, pp.449 y ss. 1978.
so HARRlSON , 1977, op. cit. nota 26, p.l4.
" TREINEN F.: «Les poteries campaniformes en France.» GaUia
Préhistoire, XJII, p.57 y ss. 1970.
86
ejemplo de la variedad de franjas reticuladas; y el fragmento Conill 2, podría asimilarse a la variedad linear.
D)
El Estilo Compuesto
Definido siguiendo las observaciones de Treinen para
Francia st, y Delibes y Municio para la Meseta 52 • Incluimos aquí a todas aquellas decoraciones de bandas
simples alternas que presentan, además, otros motivos
decorativos en las franjas reservadas. Dentro de este estilo situamos el vaso Aranyes 2; con una cronología más
avanzada, el ejemplar Gats 1 responde también a la tipología propia de este estilo, si bien con la utilización
conjunta de la técnica incisa, con la que se realizó la línea circular en zig-zag que remata la decoración.
E)
El Estilo de Transición
Dentro de este estilo englobamos tanto las decoraciones del más puro estilo geométrico, con sus típicos motivos en losanges y triángulos, como las del tipo «Palmelaimpreso», formados por la combinación de lineas rectas
y quebradas 53 . El único ejemplar con decoración puntillada geométrica (Las Peñetas 2) es un fragmento técnicamente relacionable con los del estilo marítimo. Por el
contrario, los hallazgos con decoraciones tipo <
El estilo cordado se considera llegado a la península
desde el Rhin y Centroeuropa, donde parece ser más
antiguo que el marítimo, vía el corredor del Ródano y
Catalunya; mientras que los tipos mixtos serían el resultado de los contactos entre los marítimos puros y los
cordados. La distribución peninsular de ambos tipos,
centrada sobre todo en el NE., avala sin duda la hipótesis de un origen externo 54 • Su cronología, sin embargo,
debe considerarse paralela a la del tipo marítimo en lo
que atañe a la Península.
El tipo marítimo, cuyo origen portugués se propone
en los estudios de Harrison 55 , muestra una distribución
distinta a la del cordado, concentrándose en las comarcas más meridionales del País Valenciano. Su introducción aquí, dada la especial relación de esta zona con el
SE., debió realizarse a través de la Cultura de los Millares. El tipo marítimo, junto con el cordado y el mixto,
formarían el llamado <
" DELIBES G . y M UN ICIO L.: «Apuntes para el estudio de la secuencia campaniforme en el oriente de la Meseta Norte.» Numantia.
1981, pp.65 y SS.
u SOARES J. y TAVARES C.: «0 grupo de Palmela no cuadro da
cerámica campaniforme en Portugal.» O Arqueólogo Portugues, Serie 11,
vols. VII a XI. pp. IOI y ss. 1974-77.
54
HARRISON. 1977, op. ci t. nota 26. pp.82·83. Una relación de los
yacimientos peninsulares que han proporcionado campaniformes cordados o mixtos puede verse en el catálogo de esta misma obra.
" HARRISON . 1977, Op. cit. nota 26.
[page-n-88]
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Figura 56.-Campaniforme inciso. Estilo clá.sico tardío (1 a 5). Estilo inciso (6 a 12)
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Figura 57.-Campani(orme de estilo inciso ( 13 y 14). Estilo pseudo-exciso (15 a 18). Estilo geométrico (19 a 21)
[page-n-92]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
El estilo puntillado-geométrico, que junto al Palmela
forman nuestro estilo de transición, ha sido considerado
en el S. de Francia 56 y la Meseta 51 como un estilo a
medio camino entre el marítimo y el inciso, al que anunciaría tanto en algunas de sus formas (cazuelas), como
de las decoraciones. En favor de esta tesis, Delibes y
Municio aducen la posición estratigráfica de estas cerámicas en la secuencia estratigráfica de los Castillejos de
Montefrío (Granada). Dentro de la fase IV de este poblado - paralela a Millares U- , aparecen los primeros
campaniformes de estilo marítimo o compuesto en el estrato inferior (Vla), mientras que en el superior (VIb),
hace su aparición el puntillado geométrico 58 . Siguiendo
a estos autores, este estilo, documentado en las cuevas
de la Tarascona y Villar del Campo en la Meseta, mantendría claras relaciones con otros grupos peninsulares
- Carmona y Palmela fundamentalmente- y extrapeninsulares 59 •
Por lo que se refiere al País Valenciano, aunque los
hallazgos son escasos, éstos parecen alejarse, tanto en la
decoración, como en sus características técnicas - el
gusto por las superficies oscuras y la utilización de la
pasta blanca rellenando los motivos decorativos- de
los comunes dentro del horizonte marítimo.
EUo no obstante, debemos considerar que los indicios son todavía escasos, al menos en lo tocante al País
Valenciano, donde carecemos de las necesarias secuencias estratigráficas y corpus de materiales que permitan
pronunciarse en uno u otro sentido.
Problema aparte lo constituye la perduración de la
técnica del puntiUado dentro ya del HCT.
4.2.2. El Campaniforme Reciente: Formas y Decoraciones
Durante la fase que denominamos HCT la decoración de la cerámica campaniforme se reaUza mediante
cuatro técnicas distintas: 1) el puntillado; 2) la incisión;
3) el estampado; y 4) la pseudoexcisión.
La perduración del puntillado durante esta fase puede considerarse residual, y se documenta a través de dos
hallazgos bien fechados por sus respectivos ajuares:
a) El cuenco hemiesférico (Pedrera 3) con decoración de bandas verticales que convergen radialmente hacia la base dejando el ónfalo Ubre. El enterramiento múltiple de donde procede el hallazgo contenía, además, dos
vasos campaniformes y un cuenco incisos; un puñal de
lengüeta y una punta de Palmela, elementos suficientes
para datar el conjunto dentro del HCT.
b) El vaso campaniforme de estilo compuesto al
que se le ha añadido una línea incisa circular en zig-zag
rodeando a la base (Gats 1). Como en el caso precedente, el conjunto de los hallazgos del enterramiento (ver
catálogo) son suficientemente significativos de la cronología del mismo.
•• GUILAINE J.:
Pyrennées· Fran.,
o~ises.» Carcassonnc, 1967
11
DELIRES y M UN ICIO, op. cit. nota 52.
'8
ARR IBAS y MOLINA , op. cit. nota 46, figs. 8 y 10.
La incisión aparece ahora por primera vez y constituye la técnica más utilizada en la decoración de las especies campaniformes. Las incisiones pueden ser de punta
fina o roma, y no es frecuente encontrar sus decoraciones incrustadas de pasta blanca, que sólo aparece en el
plato de la Cova del Bolumini (in ven. n.o 2), el cuenco
polípodo de Beniprí, y en algunos fragmentos del Rincón de Redován.
El estampado no es más que una impresión realizada
con un instrumento distinto de la ruedecilla o espátula
dentada empleada en el puntillado. En el País Valenciano la variedad de motivos logrados con esta técnica es
notable, como puede observarse en la figura 55.
La pseudoexcisión es una suerte de combinación de
motivos estampados - generalmente los números 46 y
47 de la figura 55- dispuestos de tal modo que producen la sensación de una decoración en relieve similar a la
de la cerámica excisa. Es una técnica frecuentemente utiUzada en el grupo valenciano, como ponen de manifiesto
los hallazgos de El Promontori.
En contraste con lo que ocurría en las cerámicas del
conjunto marítimo, las superficies de la mayoría de estas
cerámicas campaniformes son oscuras y bruñidas o espatuladas.
La variedad de los motivos decorativos presentes en
el campaniforme valenciano encuentra fácil acomodo entre los presentes en otras culturas campaniformes contemporáneas. Es, sin embargo, en la riqueza y variedad
de los motivos estampados, así como en la repetición de
algunos esquemas decorativos singulares, donde se constata la mayor originalidad del grupo; originaUdad que,
por otra parte, puede extenderse a las formas cerámicas
decoradas.
A)
Los Vasos Campaniformes
Se trata siempre de recipientes profundos, cuya altura generalmente iguala o sobrepasa el diámetro de la
boca. Todos los ejemplares enconrrados excepto cinco,
encuentran buenos paralelos en el ámbito de Ciempozuelos.
El ejemplar de la Cova del Retoret posee una forma
poco frecuente, para la que sólo hemos podido constatar
un buen paralelo en la Cueva de Santibáñez (Segovia) 60 .
Mayores singularidades presentan los cuatro restantes,
que agrupamos en dos tipos:
a) Tipo Pedrera. Representado por los vasos Pedrera 1, Castellet 1 y Conill 3. Es un vaso de suave perfil
en S, con boca escasamente exvasada y sin panza destacada. En los casos en que se conserva, su base es plana.
Es un tipo más próximo a la variedad Herríngbone del
complejo marítimo que a los tipos propios del campaniforme avanzado. Curiosamente, la decoración empleada
es siempre a base de bandas alternas reticuladas que se
•• Nos referimos a la fase JI ~stablecida por Guilaine. op. cit. nota
56 para los Pirineos franceses.
6o
HARRISON, 1977. op. cit. nota 26. fig. 72.
91
[page-n-93]
El VASO CAMPANIFORME EN El PAIS VALENCIANO
distribuyen uniformemente por la superficie exterior del
recipiente, claramente basada en la de las especies maritimas. También su técnica recuerda a estas variedades,
ya que sus superficies son de tonalidades claras.
Los mejores paralelos para este tipo, tanto en su forma como en su decoración, provienen de los Blanquizares de Lebor (Murcia), donde encontramos un vaso réplica exacta de los nuestros, de los que sólo se diferencia
por la franja final de pequeños triángulos 61 . De la Cova
de les Aigües Vives (Lleida) 62 , procede un vaso formalmente próximo, pero con una decoración puntillada-geométrica típica. Tanto estos paralelos, como sus características técnicas y formales, parecen indicar una mayor
proximidad a los tipos propiamente marítimos, lo que
podría interpretarse en el sentido de cierta prioridad cronológica sobre el resto de· los tipos incisos. Sin embargo,
este extremo no está debidamente documentado, y deberemos esperar a que futuros hallazgos permitan conservar o rechazar lo que todavía no pasa de ser una suposición.
b) Tipo Promontori. Está representado por un
único vaso globular con cuello corto y recto (Promontori 14), al que sólo por extensión cabría dar el nombre de
campaniforme, dada la lejanía formal respecto de los
ejemplares característicos de esta especie.
Si formalmente podemos constatar una buena relación de nuestros tipos con los propios de Ciempozuelos
no ocurre lo mismo al nivel de las decoraciones. Contrariamente a lo observado en aquella cultura, ni los vasos
campaniformes, ni las cazuelas llevan la típica decoración interna. En realidad, el único ejemplar con decoración interna en el borde es el cuenco polípodo de Beníprí, forma completamente extraña al mundo de Ciempozuelos.
Otra diferencia tanto con respecto a Ciempozuelos,
como al resto de las culturas peninsulares del campaniforme avanzado, consiste en la organización de la decoración externa. Así, mientras en estas culturas la contracción de la decoración en tres, e incluso dos bandas es
la característica predominante, en el grupo valenciano
predomina la decoración en un número de bandas no inferior a 4, repitiendo todas ellas el mismo motivo. Incluso cuando ésta se reduce a tres bandas (Retoret 1; Castellet 2 y Pedrera 2), la temática repetitiva de éstas, o la
característica franja final de triángulos con el vértice hacia abajo, les diferencia de aquéllos. Todo ello nos ha
permitido aislar un estilo campaniforme peculiar, basado
en la utilización de las bandas simples alternas y que
como única novedad, añade la franja de triángulos con
el vértice hacia abajo al final de la decoración. Este estilo, al que por sus similitudes con el marítimo denominaremos Clásico Tardío, se encuentra muy bien representado entre los vasos campaniformes (Pedrera 1; Gats 2 y
5; Retoret 1; 1 Atareó 1 y 2; Alfons 2; Conill 3, y tal vez
'
el fragmento Promontori 28), y, en menor medida, entre
los cuencos, como indican los hallazgos de Pedrera 4;
01
6l
63
HARRJSON, 1977, op. cit. nota 26, fig. 82.
H ARRISON, 1977, op. cit. nota 26, fig. 109.
DELIBES G .: «El vaso campaniforme en la Meseta Norte españo·
la.» Studia Archaeológica, 46. 1976.
92
Cendres 1; l'AJcudia I; y el Promontori 11 , 13 y 20, este
último con el borde decorado. Sus paralelos peninsulares
son muy escasos, por lo que puede considerarse un estilo
reg10nal propio del País Valenciano.
B) Las Cazuelas
Son muy escasas en el País Valenciano, donde tan
sólo hemos podido identificar cuatro pie.zas con seguridad, dos de ellas fragmentadas.
Tipológicamente, los ejemplares valencianos se alejan
bastante del grupo Ciempozuelos. Dicha diferenciación
se extiende incluso a su consideración como cazuelas.
Así, mientras todos los ejemplares publicados por Delibes 63 poseen un índice de profundidad encuadrable dentro del limite de las cazuelas (entre 31 y 50), los valencianos, con un índice de profundidad situado por encima
de 60, se alejan considerablemente de ellas.
El más cercano tipológicamente a las cazuelas es el
cuenco con hombro o carenado de la Cova deis Gats
(inven. o.• 7), si bien con la diferencia de que el cuello,
en lugar de ser corto y exvasado, es largo y recto. El
cuenco carenado de paredes cóncavas (Recambra 2), y el
cuenco de perfil en S (Gats 6), tipo al que podría asimilarse el fragmento Bernarda 1, son formas extrañas al
complejo Ciempozuelos, y para las que sólo podemos citar algún paralelo más o menos próximo en el área catalana y en los pirineos franceses 6 4 .
Por lo que se refiere a su decoración, el fragmento de
la Cova Bernarda recuerda bastante a los motivos lineares presentes en l'Aifogas y Aranyes con técnica puntillada, pudiendo considerarse una derivación de éstos. Los
dos cuencos de la Cova deis Gats presentan una decoración más similar a la de las cazuelas Ciempozuelos, con
una evidente complicación decorativa en la que predominan los motivos lineares con la típica franja final de
triángulos con el vértice hacia abajo.
Estos motivos lineares, junto con el resto de los propiamente incisos formarían el denominado por nosotros
Estilo Inciso (fig. 56).
C)
Los Cuencos
Se trata del grupo más numeroso dentro del conjunto
de cerámicas con decoración campaniforme, ocupando el
60 por 100 del total de las formas reconocidas. Este fenómeno de la proliferación de cuencos se constata exactamente igual - e incluso en mayores proporcionesdentro del conjunto de las culturas peninsulares del campaniforme avanzado 65 •
Dentro del grupo existen dos tipos diferenciados: los
cuencos hemíesféricos y los globulares. Dentro del País
Valenciano el tipo de cuenco predominante es el globu••
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26 y figs. 98 y 106.
6S
GUILAINE. op. cit. nota 56, pl.4.
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.60·6l.
[page-n-94]
EL VASO CAMPAN IFORME EN EL PAIS VALENC IANO
lar que alcanza el 40,6 por 100 del total de las formas recuperadas, y el 66,6 por 100 de los cuencos. Este elevado
porcentaje de cuencos globulares contrasta con lo observado en el área de ·Ciempozuelos donde, al parecer, predominan los cuencos hemiesféricos 66 .
La decoración de los cuencos se organiza, salvo en
los del estilo clásico tardío, en una o dos bandas, siendo
frecuentes , como en el resto de las formas, las franjas finales de triángulos. Todos los estHos decorativos están
presentes en los cuencos; sin embargo, existe uno cuya
presencia fuera de este apartado tipológico sólo se constata en el vaso campaniforme Gats 4 y en la olla Promontori 6. Nos referimos al Estilo Pseudoexciso y Estampado , caracterizado por el papel predominante que
adquieren estos motivos decorativos.
Finalmente, existen algunos cuencos - singularmente
el cuenco globular Promontori 10- en los que los motivos estampados predominan ampliamente sobre cualquier otro en la decoración. En esta línea, los cuencos de
Vilafamés, con su decoración predominantemente estampada, podrían considerarse como el desarrollo último de
esta técnica.
Sin duda, una de las asociaciones cerámicas más características del campaniforme peninsular es la que se da
entre el vaso campaniforme, el cuenco y la cazuela dentro del mundo Ciempozuelos. Esta asociación, documentada en los enterramientos individuales de esta cultura,
no puede extrapolarse a ninguna otra área peninsular.
En el País Valenciano, donde Jos enterramientos individuales sólo se documentan al frnal de este período, esta
asociación sólo podría establecerse, y ello parcialmente,
en el enterramiento colectivo de la Cova dels Gats, donde para cinco vasos campaniformes encontrados sólo
aparecen dos cazuelas y dos cuencos.
D) Ollas y Orzas
Las ollas y orzas con decoración campaniforme se
caracterizan por poseer un cuello más o menos marcado,
pero siempre cóncavo y exvasado. Tan sólo hemos podido documentar tres ejemplares; de ellos el representado
por Promontori 6 se clasificaría como olla, mientras que
los fragmentos de El Blanquisal 1, y Racó Tancat 1 se
acercarían más, por sus dimensiones, a las orzas. Todos
ellos poseen la peculiar franja de triángulos con el vértice hacia abajo al final de la decoración, agrupada en
una o dos franjas. Excepción hecha de la olla de El Promontori, todo ellos poseen la clásica decoración en
DELIBES. op. cit. nota 63, p.89.
Los paralelos de estas formas pueden verse en: Catalunya: HA·
RRISON, 1977, op. cit. nota 26, figs. 90, 93 y 97.
La Meseta: CAJAL N.: «Materiales de la Cueva de la Mora Somaén
(Soria) en el Museo Arqueológico Nacional.» Trabajos de Pr~historia.
38, fig. 8. 198 J.
Andalucía: HARRtSON R . J.. BUBNER T. y HIBBS V. A. : «Tbe beaker pouery from El Acechubal, Carmona (prov. Sevilla).» Madrider Mitteilungen, 17, pp.79 y ss .• figs. 22 y 23. 1976.
Portugal: HARR ISON, 1977, o p. cit. nota 26. fig. 44 y 48.
68
P ETIT M . A. y ROV IRA J.: <
66
61
«dientes de lobo» como motivo central. Es el llamado
Estilo Geométrico, en el que la doble franja de triángulos
enfrentados puede sustituirse por otras variantes decorativas para lograr el mismo efecto (fig. 57).
Estas grandes vasijas, consideradas representativas de
la Cultura de Salamó se encuentran esparcidas por toda
la Península, y en todos los casos presentan unas decoraciones sensiblemente uniformes, rematadas por la típica
franja de triángulos con el vértice hacia abajo 67 •
E)
Platos
Incluimos aquí dos recipientes, uno de labio vuelto y
otro reentrante, formas ambas con claros paralelos en el
área andaluza. Su decoración, debida a la forma especial
de estos vasos, es dificilmente asimilable a cualquiera de
los estilos antes comentados.
F) Vaso o Cuenco Polípodo
Se trata de un único ejemplar procedente de Beniprí
al que en su reconstrucción hemos supuesto tetrápodo
(fig. 29), interpretación en la que coincidimos con otros
investigadores 68 . Su decoración corresponde al más clásico estilo geométrico definido por nosotros, y presenta
dos peculiaridades: la decoración interna del borde (evidente rasgo Ciempozuelos); y la incrustación de pasta
blanca para resaltar los motivos decorativos.
Según Harrison 69 , esta forma no puede relacionarse
con los vasos polípodos sardos, puesto que el de Beniprí
es inciso y con evidentes rasgos meseteños -la decoración interna bajo el borde- ; por otra parte, el vacío
francés impide asimismo su comparación con las formas
similares de Centroeuropa.
Los únicos paralelos peninsulares conocidos proceden de la Cultura de Salamó 70 , y es con ésta con la que
sin duda debe relacionarse nuestro cuenco.
4.3.
LA CERAMICA: LAS FORMAS
La elaboración de la tipología cerámica se ha realizado partiendo de dos clases distintas de datos:
a) los datos métricos, derivados de las distintas proporciones del recipiente. Este tipo de datos ha sido ampliamente utilizado en la confección de distintas tipologías cerámicas más o menos cercanas a la nuestra 71 • Dichos datos son:
••
70
11
8. 1975.
HARRI SON, 1977. op. cit. nota 26, p.87.
PETIT y ROVIRA. op. cit. nota 68.
VAQU ER J.: <
GUERRESCHI G .: <
TAVARES C. y SOARES J.: <
ARRIBAS A. y MOLINA F.: «El poblado de "Los Castillejos" en las
Peñas de los Gitanos (Montefrio, Granada).» Cuadernos de Prehistoria
de la Universidad de Granada. Serie monográfica, 3. 1979.
93
[page-n-95]
El VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALEN CIANO
- El diámetro de la boca (Db).
- La altura del recipiente (H).
- El índice de profundidad (IP), número que resulta
de dividir la H por el Db, y multiplicar por 100 el
resultado.
b ) Los datos tipológicos, derivados del perfil y particularidades formales del recipiente.
l.
LOS PLATOS Y LAS FUENTES
Consideramos como platos y fuentes a todos aquellos recipientes planos en los que el borde o, en ocasiones, sólo el labio se distingue claramente de la pared del
cuerpo. Estos pueden diferenciarse por un engrosamiento, por ser reentrantes, por su exvasamiento, etc., siendo
ésta la característica principal que les separa de las escudillas.
Siguiendo el módulo tomado por Arribas y Molína 72 , hablaremos de platos cuando el Db sea inferior o
igual a 28 cm., y de fuentes en caso contrario.
1.1.
Platos de Borde Reentrante (tipos 26 y 27)
Se incluyen aquí una serie de platos, alguno de ellos
decorado (Bolumini 2), caracterizados por poseer un
fondo en calota que da paso a un borde lo suficientemente reentrante como para formar una ruptura de perfil en forma de suave carena. Este tipo ofrece algunos
paralelos entre los platos de perfil sencillo de la Fase lll
de Montefrío 73 y en El Acechubal 74 • Eo el País Valenciano aparece mayoritariamente relacionado con contextos del campaniforme avanzado.
1.2.
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. p.90.
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. p. 87. Tipo 43.
, . H.ARRISON et Alii. op. cit. nota 67. figs. 33 y 46.
.,, VAQUER, op. cit. nota 71. lig. 1 L
' 0
SCH ULE W. y PELLICER M.: «El Cerro de la Virgen. Orce (Granada)., Excavaciones Arqueológicas en España. 46. fig. l. 1966.
" ARRIBAS y MOLI NA. op. Cit. nota 46. fig. 10.
" Con esta cronología se identifican los ejemplares presentes en:
- la fase V de Montefrio: ARRIBAS y MOliNA . op. cit. nota 46.
fig. 12.
94
1.3.
Platos de Borde Engrosado (tipo 22)
Se incluye aquí un único ejemplar, procedente del
poblado de les Moreres, cuya forma semeja la de una escudilla, pero con el borde engrosado interior y exteriormente. Tipológicamente no resulta emparentable con las
fuentes de labio engrosado típicas del CaJcolítico en el
SE. sl.
La amable comunicación verbal de su excavador, A.
González Prats, quien nos confirmó la ausencia de materiales campaniformes entre los que se llevan recuperados
hasta el momento en dicho poblado, obliga a considerar,
provisionalmente, una cronología para estas formas centrada en torno al Eneolítico Inicial y Pleno.
Platos de Borde Salieme (tipos 1, 23, 24 y 25)
Se clasifican como tales todos aquellos platos en los
que el borde exvasado forma un plano claramente diferenciado del de la pared del cuerpo. Su lP suele situarse
siempre por encima de 20, y el borde oo llega a formar
ouoca una auténtica ala plana, al estilo de los más clásicos platos chasenses 15 . Sus paralelos remiten siempre al
área cultural de los Millares.
Estas formas, si bien pueden aparecer esporádicamente con anterioridad - Estrato 1 del Cerro de la Virgen de Orce 76 ; fase 111 de Montefrío 77 - , resultan cau
u
racterísticas del Cobre Tardío y Final, nomenclatura utilizada por Arribas y Molina para designar a las etapas
más recientes del Eneolítico en las que el predominio del
campaniforme inciso es ya total, del SE. peninsular 78 •
Asimismo, su perduración durante los primeros momentos de la Cultura del Argar se demuestra por su aparición en los estratos argáricos de Orce y de El Cerro de
la Encina de Monachil 79 •
En el País Valenciano, excepción hecha de un ejemplar procedente de la fase Ereta Il, datable en el Eneolítico Inicial y Pleno, todos los platos de borde saliente recuperados remiten al HCT., sin que hayamos podido
constatar su presencia durante la cultura del Bronce Valenciano.
Es de destacar el plato con decoración campaniforme
en el borde procedente del poblado de Las Peñetas, con
claros paralelos en el SE.: Estrato IIB de Orce 80 , y en
las sepulturas del Llano de la Atalaya 3 y 6 81 •
1.4.
Fuentes de Perfil Sencillo (tipo 28)
Se trata de un único ejemplar procedente del E. ll1
de la Ereta del Pedregal y caracterizado por la posesión
de un fondo plano, paredes gruesas y un borde recto
adelgazado. Esto último la diferencia de otras formas
más frecuentes en los contextos calcolíticos peninsulares,
donde predominan las fuentes de borde engrosado. Su
posición estratigráfica en la Ereta permite asegurar su
cronología campaniforme.
- el Estrato 11 de Om:: SCHULE y PELLICER. op. cit. nota 76.
'" SCHULE y PELLICE R. op. cit. nota 76.
ARRIBAS A .. PAR EJA E.• MOLINA F.. ARTEAGA 0 . y MOLINA F.:
«Excavaciones en el poblado de la Edad del Bronce "Cerro de la Encina". Monachil (Granada)., Excavaciones Arqueológicas en España. 81,
lig. 31. 1974.
to SCHULE y PELLICER. op. cit. nota 76. fig. 31.
" LEISNER y LEISNER. op. ci t. nota 14. taf. 7.
" ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71. pp. 90-91.
[page-n-96]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PALS VALENCIANO
1.5.
Fuentes con Hombro (tipos 29 y 30)
Se caracterizan porque su borde, alargado, recto y
saliente, se separa del .cuerpo o base de la vasija por medio de un hombro bien marcado en la superficie exterior,
mientras que resulta imperceptible en la interior. A ello
se debe el muy distinto grosor de la base y el borde de
estas fuentes.
De los dos ejemplares aparecidos en el País Valenciano, uno de ellos procede de la Fase lll de la Ereta, Jo
que permite relacionarlo con nuestro HCT. Idéntica cronología puede suponerse para el ejemplar de Las Peñetas, poblado donde aparecen mezclados fragmentos de
campaniforme marítimo e inciso.
El paralelo más exacto para estas fuentes proviene
del T holos Von Barro (Portugal) 83 . No obstante puede
observarse cierto paralelismo entre su perfil y el de algunos de los cuencos con hombro propios del campaniforme marítimo y el Palmela impreso en Portugal, presentes
también en El Acechubal 84 . Asimismo, algunos fragmentos de cerámica lisa de Jos estratos campaniformes
de Orce podrían relacionarse con este tipo 8 s.
En su conjunto, los platos y las fuentes constituyen
un tipo poco valorado y conocido en el País Valenciano.
Sin embargo, la publicación de la Ereta del Pedregal y la
revisión de materiales campaniformes realizada por nosotros en este trabajo, ha revelado su presencia en porcentajes significativos dentro del conjunto cultural del
Eneolítico en el País Valenciano. De ellos cabe destacar
el tipo 1.2., con claros paralelos ~n el SE., donde su cronología coincide con la observada en el País Valenciano:
el campaniforme reciente (Cobre tardío y final de Arribas y Molina), perdurando durante el Bronce Antiguo
(Argar A) en aquella zona. Este perduración no se constata en el País Valenciano, donde el tipo está totalmente
ausente en Jos poblados del Bronce Valenciano.
Ill . LAS CAZUELAS (Tipos 4, 5, 32, 33 y 34)
Consideramos como cazuelas a todos aquellos recipientes poco profundos - con un IP comprendido entre
31 y 45-, de perfil abierto y con un Db superior a los
28 cm.
Aparte las cazuelas campaniformes - tipo Ul.l:
Camí de l'Alfogás- cuyo estudio se ha realizado en el
apartado correspondiente, encontramos representados
los siguientes tipos:
111.2. Cazuelas Hemiesféricas. Son en realidad grandes cuencos hemíesféricos con la base más o menos aplanada y con un Db superior a 28 cm. En ocasiones presentan una teoría de mamelones bajo el borde (Ereta lli)
(tipo 34).
III.3. Cazuelas Troncocónicas. Representadas por
un único ejemplar procedente de la fase Ereta III. Se caracteriza por poseer unas paredes troncocónicas exvasadas y una base plana (tipo 33).
UI.4. Cazuelas de Labio Plano, ligeramente engrosado al interior, y forma general hemiesférica. Incluimos
en este tipo la cazuela Atareó 10, cuyos mejores paralelos se encuentran entre las llamadas «tazas» de tipo Palmela, muy frecuentes en esta cultura portuguesa (tipo 32).
Las cazuelas de perfil en S. presentes durante el
Eneolítico l nicial y Pleno en la Ereta del Pedregal (tipo
4) no se constatan con posterioridad.
La cazuela es un tipo característico del País Valenciano que alcanza su mayor desarrollo durante el HCT,
perdurando después significativamente en los poblados
del Bronce Valenciano, como puede observarse, por
ejemplo, en los poblados del Puntal de Cambra (Villar
del Arzobispo) 88 y la Serra Grossa (Alicante) 89 •
11. LAS ESCUDILLAS (Tipos 3 y 31)
IV. LOS CUENCOS DE PERFIL EN S (Tipos
6, 35, 36 y 37)
Las escudillas se definen como recipientes de perfil
sencillo y abierto, sin borde destacado. Su forma se
aproxima al cuarto de esfera , sin llegar nunca al tercio
de la misma. Se trata siempre de recipientes planos, con
un IP inferior a 30.
Estas formas, con claros antecedentes neolíticos están
prácticamente ausentes del HCT, fase a la que pertenece
un solo ejemplar procedente de Ereta III. De acuerdo
con la estratigrafía de este pobl!ido, las escudillas son
esencialmente características del Neolítico Final (Fase
),
Ereta 1 perdurando en proporciones mucho más escasas durante las fases Il y lii del poblado 86 .
En Montefrío, por el contrario, éstas se consideran
típicas de la cultura de los Millares, estando ausentes durante el Cobre Tardío y Final 8 ' .
Clasificamos como tales a un tipo especial de cuencos cuyo borde, marcado por un ligero exvasamiento,
origina un perfil en S poco pronunciado. Asimismo, incluimos en este apartado a aquellos otros cuencos con
un perfil más pronunciado diferenciando la panza, del
cuello y borde. De acuerdo con lo anterior, los hemos
agrupado en dos tipos:
IV.I. En el que se incluirían los cuencos cuyo perfll
en S viene marcado por un ligero exvasarniento del borde (tipos 6 y 35).
IV.2. Cuencos con un perfil en S más pronunciado
(tipos 36 y 37).
La variedad IV. I está presente a lo largo de todo el
Eneolítico y puede emparentarse con los vasos de perfil
en S de Montefrío 90 •
8l
LEISNER V.: 1965, op. cit. nota 18. Taf. 2, núm. 56.
••
HARRISON el Alii, op. cit. nota 67. ligs. 11 y 12.
SCH ULE y PELLICER, op. cit. nota 76, lig. 16, núm . 14.
PLÁ et Alii. op. cit. nota 47.
ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 71, p.78.
8'
86
81
• • ALCACER J.: «El Puntal de Cambra (Villar del Arzobispo, Valencia).» Arcb.ivo de Prehistoria Levantina, V, pp.65 y ss. 1954.
89
LLOBR EGAT E.: «El pOblado de la Cultura del Bronce Valenciano de la Serra Grossa, Alicante.» Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, 6, pp.31 y ss. lig. 13. 1969.
90
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71 , p.82.
95
[page-n-97]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
V.
CUENCOS DE FORMA ESFERICA SIN
BORDE O LABIO DIFERENCIADO
Son recipientes de profundidad y dimensiones medias. Su IP oscila entre 31 y 80, con variaciones según se
trate de cuencos planos, hemiesféricos o globulares. Se
trata de formas que, por su sencillez y funcionalidad , se
encuentran enormemente extendidas en el espacio y en el
tiempo, remontándose en sus orígenes a las primeras culturas neolíticas, y perdurando durante la Edad del
Bronce.
Y.l.
Cuencos Planos (tipos 40 y 41)
Son cuencos de tendencia hemiesférica y base plana o
aplanada. Su IP es siempre inferior a 45, y su Db supera
los 12 cm. Desde este punto de vista podrían considerarse como «platos hondos». Sus paralelos más próximos se
encuentran entre los platos de perfil sencillo del Cobre
Final en Montefrío 91 • Esta misma cronología avanzada
se comprueba en los ejemplares valencianos, procedentes
de niveles o enterramientos propios del campaniforme
avanzado: Pedrera 8; Alfons 4; y 1' Atareó 4.
Y.2.
Cuencos Herniesfé ricos (tipos 7, 10, 42, 43 y 46)
Estos cuencos se caracterizan por no sobrepasar nunca la hemiesfera, lo que les confiere un perfil más o menos abierto. A él pertenecen el 39,5 por 100 de todos Jos
cuencos encontrados. Dentro de este grupo son más numerosos los cuencos poco profundos - con un IP entre
31 y 50- , mientras que Jos profundos sólo suponen un
20 por 100 del total. Su Db oscila entre los 7 y los
24,5 cm., siendo predominantes aquellos con un Db inferior a 15 cm.
V.3.
Cuencos Globulares (tipos 8, 9, 11 , 44 y 45)
Se agrupan aq uí todos aquellos cuencos cuya forma
sobrepasa la hemiesfera y, en todo caso, poseen un perftl
reentrante. Son los más numerosos, representando el
59,6 por 100 del total de los cuencos. En contraste con
lo que sucede entre los hemiesféricos, el grupo dominante corresponde a los cuencos hondos. Su tamaño es normalmente mayor que en aquéllos, predominando los de
Db superior a 15 cm.
VI.
CUENCOS CON HOMBRO Y CARENADOS (tipos 38 y 51)
Se incluyen aquí los ejemplares campaniformes de la
Cova deis Gats (inv. n.• 7) y de la Recambra (inv. n.• 3),
ya estudiados en el apartado correspondiente. Tan sólo
01
96
ARRIBAS y MOLINA , op. cit. nota 7 1, Tipo 78.
cabe añadir que así como el cuenco de la Cova deis Gats
es una forma típicamente campaniforme, el cuenco carenado de la Cova de la Recambra anuncia ya Jos tipos
propios del Bronce Valenciano.
VII.
RECIPIENTES DE CUERPO CILINDRICO O TRONCOCONICO SIN LABIO O
BORDE DIFERENCIADO (tipos 12, 13,
14 y 50)
Se incluyen aquí todos aquellos recipientes de profundidad y dimensiones medias con las características
formales arriba citadas. A juzgar por los hallazgos valencianos, éstos parecen ser más abundantes durante el
Eneolítico Inicial y Pleno.
VIII.
VASOS CAMPANIFORMES (tipos 15,
16, 52, 53, 54 y 55)
Son recipientes profundos, con un IP superior a 80,
y de tamaño medio: tanto su Db, como su H se sitúan
por debajo de los 15 cm. El perfll de estos vasos es variado, yendo desde los de iuave perfil en S, hasta Jos de
forma acampanada más o menos aquillada. A este respecto, conviene señalar que existen entre las producciones cerámicas del Eneolítico una serie de vasos, denominados de perfil en S, que de encontrarse decorados se
calsificarían como vasos campaniformes; es por ello que
los incluimos también dentro de este mismo apartado tipológico, aun cuando su presencia en el HCT es más
bien escasa.
IX. CUBILETES
Clasificamos en este apartado todos aquellos recipientes profundos de pequeñas dimensiones: su Db y su
H no superan nunca los 10 cm., situándose generalmente
muy por debajo de estas dimensiones (en tomo a los
8 cm.). Formalmente pueden agruparse en tres tipos:
IX.I. Troncocónicos o Cilíndricos. Poseen generalmente la base aplanada o poco convexa (tipo 59).
IX.2. De Carena Alta (tipo 58).
IX.3. Subcilíndricos de Base Plana (tipo 60).
Si bien la aparición de los tipos IX. l . y IX.2. en la
Cova deis Gats podría hacernos dudar en su atribución
cronológica - en este yacimiento debió existir un enterramiento de la Edad del Bronce- , los hallazgos de la
Cova Santa y del nivel lll de la Cova d'Alfons indican
claramente su relación con el HCT; cronología que puede perfectamente aceptarse para el tipo IX.3., hallado en
la Cova del Bolumini.
Por otro lado, resulta del máximo interés destacar
aquí que todas estas formas encuentran claros paralelós
[page-n-98]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCJANO
en la cultura argárica 92 , lo que resultará un dato· significativo a la hora de valorar el paralelismo cronológico
existente entre el Argar antiguo y el final de HCT.
X.
VASOS GLOBULARES CON CUELLO O
BORDE DIFERENCIADO: OLLITAS (tipo
57)
Se trata en realidad de recipientes formalmente muy
próximos a las ollas, pero que por sus reducidas dimensiones (altura inferior a 15 cm.), no pueden clasificarse
entre aquéllas.
El único ejemplar catalogado procede de la Cova
Santa de Vallada y, por tanto, puede situarse con bastante fiabilidad en el HCT, sin que hayamos podido documentar su existencia con anterioridad.
XI.
COPAS TIPO FRUTERO (tipo 61)
Nos referimos ahora al fragmento de copa encontrado en la Cova deis Gats (inv. n.o 21). Se trata de una
copa lisa cuya forma se aleja de las•típicas copas argáricas. Sus mejores paralelos se encuentran, por el contrario, entre las copas con decoración campaniforme de
PortugaJP 3 . Este mismo tipo de copas aparece también
en cerámica lisa, como demuestra el hallazgo de Porto
Covo (Lisboa) donde una copa muy similar a la nuestra
aparece asociada a una punta de Palmela y un vaso
campaniforme también liso 9 4 ,
Xll. OLLAS
Consideramos Ollas a aquellos recipientes profundos
(con un IP superior a 80) cuya altura no sobrepasa nunca los 25 cm., situándose siempre por encima de los
15 cm. Su Db es inferior a los 28 cm.
Formalmente son muy variados, pudiendo agruparse
en cuatro grandes tipos:
Xll. l .
Xll.2.
Ollas con Labio o Borde Diferenciado (Tipo 69)
Incluimos aquí aquellas ollas de cuerpo globular en
las que el borde se diferencia claramente del cuerpo por
ser recto o ligeramente exvasado. Las piezas que incluimos en este apartado (1 Atareó 7; y Ereta 12), están in'
completas, por lo que su inclusión entre las ollas debe
considerarse con reservas.
Xll.3.
Ollas con Cuello (tipo 17, 18, 62, 63 y 64)
La característica principal de estas ollas es la posesión de un c;uello claramente marcado, más o menos largo, pero claramente exvasado.
Xll.4.
Ollas Bitroncocónicas (tipo 68)
En este tipo sólo podemos incluir con seguridad un
ejemplar (Promontori 39), si bien por su forma podría
caber aquí el fragmento Ereta 13.
En su conjunto, las ollas son formas cerámicas con
precedentes claros en las culturas neolíticas locales 95 • Su
tipología y evolución a lo largo de las culturas neolíticas
son, sin embargo, mal conocidas. De ahi que nos Limitemos a señalar la existencia de precedentes tipológicos
durante estas etapas.
Dentro de la secuencia eneolitica, cabe destacar su
escasez durante el Eneolitico Inicial y Pleno donde, además, los tipos suelen presentar un cuello recto (tipo 19)
o «gollete», más cercano tipológicamente a las formas
neolíticas. En contraposición, se observa un mayor desarrollo de las ollas durante el HCT, con un claro predominio de las ollas con cuello curvo netamente exvasado.
También las formas con labio diferenciado son típicas de
la fase final del Eneolitico, tal y como sucede con sus
paralelos en Montefrío 96.
De todas ellas son las ollas con cuello curvo exvasado las que, junto a las más sencillas globulares, perdurarán durante el Bronce Valenciano, como puede observarse en los poblados de la Serra Grossa 91 , el Vedat de Torrent 98 o el Altico de la Hoya de Navarrés 99 •
Ollas Globulares (tipos 65, 66, 67)
XIII . ORZAS
No serían más que cuencos globulares de perfil más
o menos cerrado cuyas medidas coinciden con las señaladas para las ollas. Su base puede ser convexa o aplanada y, generalmente, van provistos de mamelones situados bajo el borde como elementos de prehensión. El
ejemplar Retoret 2 posee dos lengüetas bajas sustituyendo a los mamelones.
92 CUADRADO E.: «Utiles y armas del Argar. Ensayo de Tipología.,. 1 Congreso Nacional de Arqueología. pp. l03 y ss. 1950.
u
LEISNER. op. cit. nota 83, Taf. 91 y 92.
9'
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26. fig. 41.
•• Paralelos neolíticos de estas roanas pueden verse en: MARTÍ B.:
«Cova de I'Or (Beniarres, Alicante) Vol. 1.» Trabajos Varios del Servicio
de Investigación Prehistórica, SI. 1977.
Consideramos como Orzas o grandes recipientes de
almacenaje a todas aquellas vasijas muy profundas
- generalmente con un IP superior a 100- , con un Db
superior a 28 cm. y una H no inferior a 25 cm.
Los ejemplares encontrados pueden agruparse en dos
tipos esenciales:
••
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71, p. 110. Tipo 81.
lLOBREGAT, op. cit. nota 89.
91 FLETCHER O. y PLÁ E.: «El poblado de la Edad del Bronce de
la Montanyeta de Cabrera (Vedat de Torrente. Valencia).» Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia, 18. 1956.
• • ALCACER J.: «El Altico de la Hoya (Navarrés, Valencia).l> Archivo de Prehistoria Levantina. IX, pp.IOI y ss. 1951.
91
97
[page-n-99]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
XIIL I.
Orzas de Paredes Rectas (tipos 19, 20 y 70)
Se trata de grandes recipientes sin cuello diferenciado. Aunque escasas, son las únicas constatadas durante
el Eneolitico Inicial y Pleno, perdurando durante la fase
campaniforme posterior.
Xl1I.2.
Las Orzas con Cuello (tipos 71 y 72)
Son recipientes formalmente similares a los del tipo
Xl.3, pero con las medidas propias de las Orzas. A juzgar por sus paralelos andaluces 100 éstas podrían ser carenadas, aunque en los ejemplares valencianos no puede
comprobarse este extremo. Como en Montefrío, estas
Orzas son características del campaniforme avanzado
(nuestro HCT), perdurando con notable éxito durante
las culturas del Argar y del Bronce Valenciano. Algunas
de entre éstas (El Blanquisal 1) llevan decoración campaniforme.
XIV.
CUCHARONES (tipos 21 y 73)
Contrariamente a lo que sucede en Montefrío, los cucharones perduran a lo largo de toda la secuencia Eneolítica en el País Valenciano. Formalmente, Jos ejemplares
valencianos, todos ellos procedentes de la Ereta del Pedregal, están más próximos al tipo 1 de Montefrío 101 .
que, frente a la variedad tipológica del Eneolitico Inicial
y Pleno, sucede ahora (Gats, Pedrera, Retoret, etc.) una
casi exclusiva presencia de las puntas de flecha.
D esde esta perspectiva, la evolución de la industria
l.ítica observada en la Ereta y corroborada en los yacimientos campaniformes estudiados, debe ponerse en relación con la progresiva aceptación del instrumental metálico que, finalmen te, terminará desplazando a la piedra
tallada durante el Bronce Valenciano.
Un problema aparte dentro de este apartado lo constituye la aparición de dientes de hoz y cerámica campaniforme en el poblado de Redován. Tradicionalmente se
ha venido considerando que estas piezas de sílex eran típicas y exclusivas del Bronce Valenciano y, desde esta
perspectiva, la aparición en un mismo poblado junto a
cerámicas campaniformes debería explicarse por la perduración de éstas hasta la Edad del Bronce. Sin embargo, los poblados granadinos han puesto de relieve la
existencia de típicos dientes de hoz en todos los estratos
con campaniforme de Orce 103 y, al menos, desde la fase
V de Montefrío 104 . Asimismo, los dientes de hoz aparecen en casi todos los yacimientos al aire libre relacionados con la cultura de Ciempozuelos, si bien Delibes los
considera como «elementos no claramente campaniformes» 105 • Todo ello nos IJeva a considerar que la aparición de este tipo pudo tener lugar con anterioridad al
Bronce Valenciano, de modo similar a como ocurre en el
SE en fechas similares a las propuestas para el HCT en
el País Valenciano.
4.5.
4.4.
Para el estudio del sílex seguimos aquí los criterios tipológicos ya expuestos por nosotros al elaborar la listatipo provisional del Eneolítico 102 . A ella nos remitimos
para todas aquellas cuestiones relativas a la definición de
los tipos.
También expusimos allí, a propósito del estudio de
las series de la Ereta, cuáles eran las lineas evolutivas seguidas por la industria lítica a lo largo del Neolítico Final y Eneolítico. Así, pudimos comprobar cómo la industria de las fases Ereta 11 (Eneolítico Inicial) y III
(HCT), no era más que el resultado de una tendencia
presente ya en la fase 1 del poblado, y que podría resumirse en el aumento del desequilibrio industrial en favor
de las puntas de flecha, con la progresiva disminución
porcentual del resto de los grupos tipológicos. Esta tendencia se agudizará durante La fase lll, tal vez como
consecuencia del mayor impacto del instrumental metálico, cuya presencia es ya notable en este período.
Estas conclusiones no sólo no se modifican, sino que
se confirman con los hallazgos de las necrópolis en las
too
10 1
ARRIBAS y MOLI NA, op. cit. nota 71. pp.lll - 113.
A partir de los mejores ejemplares aparecidos en este poblado,
ARRIBAS y MOLINA. op. cit. nota 71 , pp.69-73., realizaron un compleJo
estudio de la dispersión, paralelos y cronología de estos tipos a partir del
Neolítico. lo que hace innecesario el que tengamos que repetirlo en nuestro trabajo.
98
OBJETOS DE PIEDRA, HUESO
Y CONCHA
LA INDUSTRIA LITICA: EL SILEX
4.5.1. HACHAS Y AZUE LAS DE PIEDRA
PULIDA
Las hachas y azuelas de piedra pulida son, casi siempre, de pequeño tamaño y su aparición en las necrópolis
puede considerarse esporádica. Sin duda, su frecuencia
de aparición y variedad tipológica es menor que durante
el Eneolítico Inicial y Pleno. Se trata, sin embargo, de
objetos de amplia cronología sobre los que no es posible
establecer evoluciones tipológicas mínimamente precisas.
4.5.2.
BRAZALETES CIRCULARES
Incluimos aquí los fragmentos de brazaletes lisos de
los poblados de l'Aifogás y Redován, fabricados ambos
en calcita. Son también un tipo de amplia cronología
cuya presencia se detecta ya en el Estrato XIV de la Ca10
PLÁ el Alii. op. cit. nota 47. en prensa.
SCHULE y PE!.LICER, op. cit. nota 76, lig. 9, núm. 6; lig. 32,
núms. 7 y 8: lig. 40, núms. 6 y 7.
10 •
ARRIBAS y MOLINA , op. cit. nota 46, lig. 13,d.
105
D ELIRES. op. cit. nota 63, p.l31.
'
1 03
[page-n-100]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
rigüela (Piñar, Granada) 106 , y su perduración durante la
Edad del Bronce se comprueba tanto en la c ultura argárica, como en el Bronce Valenciano 1 01 .
4.5.3.
BRAZALETES DE ARQUERO
Los dos únicos ejemplares catalogados (Gats 28 y
Asilo del Bou 1) se corresponden con el tipo 2 de Sangmeister: Brazaletes ahusados con dos perforaciones 108.
Según él, estos brazaletes serían los más antiguos, opinión no aceptada por Delibes para quien los brazaletes
rectos con dos perforaciones (tipo 1 de Sangmeister)
aparecen también en diversos enterramientos Ciempozuelos 109 •
Por lo que se refiere al País Valenciano debemos señalar que los brazaletes del tipo 1 se relacionan mayoritariamente con los poblados del Bronce Valenciano,
como indican los hallazgos del Castillarejo de los Moros,
Andilla (Valencia) 11 0 , Terlinques 111 y las Peñicas, ambos en Vi llena 112 , sin que ello pretenda ser una valoración general sobre la cronología relativa de estos tipos.
4. 5.4.
Faltan totalmente durante esta fase los ídolos planos
de hueso - tipo 11 de Almagro 111 - , tan frecuentes en
las necrópolis del Eneolitico Inicial y Pleno, como demuestran los hallazgos de la Cova de la Pastora (AJcoi),
la Cova d 'en Pardo (Planes) o la Cova de la Barcella
(Torre de les Massanes) (lám. 21 ).
!DOLOS OCULADOS
La presencia de este tipo durante el HCT se comprueba tan sólo en el ejemplar precedente del niveiiii de
la Ereta. Los ídolos de la Cova de Bolumini, deben suponerse anteriores ya que la cueva fue utilizada como
enterramiento desde el primer Eneolitico, y el único
ejemplar encontrado en el curso de la excavación (inv.
n.• 15) no estaba asociado con cerámica campaniforme 113 • Además, formalmente - como ya establecimos
con anterioridad 114- los ejemplares de Bolumini pertenecen a los tipos más antiguos, mientras que el de la
Ereta, con su rica decoración sólo comparable a la de
los ídolos de AJmizaraque (Aimería), correspondería a
un tipo más evolucionado 11 5 • No obstante, su posición
estratigráfica dudosa y la ausencia de estos ídolos en todos los enterramientos campaniformes conocidos, impidió el verificar su cronología avanzada con anterioridad
al reciente establecimiento de las tres fases culturales de
la Ereta y la innegable relación de la última de ellas con
el HCT 116 .
1 06
NAVARRETE M. S.: «La Cul1ura de las Cuevas con cerámica
decorada en Andalucia Oriemal.» Vol . 11. fig. CLVIII. 14. Univ. Granada. 1976.
1 1
0
SIRET E. y L.: «Las primeras edades del me1al en el SE. de España.» Barcelona. 1890, lám. 24.
lnédilo. Hallazgo realizado en el poblado de la Mumanya Assolada.
No1icia facilitada por su excavador B. Marti.
101 SANGMEISTER
E.: «Die Schmalen "Armschuztplatten"».
Studicn aus Ahereuropa , pp.73 y ss. 1964.
100
DELIBES. o p. cit. nota 63. p.l21.
11
0
FLETCHER D. y ALCACER J.: ~
1958.
111
SOLER J . M. y F ER ÁNOEZ MOSCOSO E.: «Terlinques, poblado de la Edad del Bronce en Villena.» Papeles del Laboratorio de Ar·
queologia de Valencia. 10. pp.27 y ss. fig. 23. 1970.
11 1
Material depositado en el M. A. de Villena.
4.5.5.
COLGANTES ACANALADOS
Nos encontramos ahora ante un tipo de adorno en
hueso de gran aceptación en el área valenciana y cuyos
paralelos exteriores, aparte de las cuevas murcianas, son,
la mayoría de las veces, poco convincentes 11 8. En realidad, sus paralelos tipológicos más cercanos se reducen a
los aportados por el nivel 1 de la Gruta das Salemas,
Portugal 11 9 y, con una mayor diferencia formal , algunos
colgantes del SE francés 120 •
En el País Valenciano suman cerca de medio centenar el total de estos colgantes encontrados. Su mayor
proporción coincide con el Eneolitico Inicial y Pleno,
formando parte indefectiblemente de las grandes cuevas
de enterramiento colectivo de este periodo (fig. 58).
La posibilidad de su perduración durante el HCT resulta dudosa. En realidad, el dato más seguro de su presencia en esta etapa proviene de la Cova Bolla, donde se
encontraron seis ejemplares junto con cerámica campaniforme y botones piramidales de perforación en V. Desconocemos, sin embargo, las circunstancias del hallazgo
y las características del yacimiento, en el que se bao realizado excavaciones recientes sin que se hayan aportado
nuevos datos sobre el mismo. En consecuencia, basándonos exclusivamente en la tipología de sus materiales y en
los paralelos aportados por Guilaine 121 para el campaniforme de los Pirineos franceses, aceptamos la posibilidad de su perduración.
4.5.6.
COLGANTES VAR IOS
En total son tres los colgantes de hueso a parecidos
en conjuntos de cronología campaniforme avanzada: dos
rectangulares de la Cova Santa de Vallada, y uno esferoidal de la Cova Bolta. Si a ellos añadimos el colgante
realizado sobre colmillo de «Sus scrofa» de la Cova Santa. y el incisivo perforado de este mismo yacimiento. ob11
l
PASCUAL V.: «Nuevo ídolo oculado procedente de la Cueva
Bolumini (Alfafara, Alicante).» Archivo de Prehistoria Levantina. VIl ,
p.9. 1958.
11 •
BERNA8EU, op. cit. nota 48.
' " ALMAGRO M. J .: «Los ídolos del Bronce 1 Hispánico.» Bibliotecu Prehistórica Hispánica, XII . p.l69. 1973.
1 16
BERNABEU. op.
cit. nota 48.
BERNA8EU. o p. cit. nota 3 J.
1
ALMAGRO. op. cit. nota 11 S.
"
111
NIETO G.: «Col~antes y cabezas de alfiler con decoración acanalada.» Archivo de Prehistoria Levantina. VIII . pp.l29 y ss. 1959.
110
VEIGA F ERREIRA, 0 . OA.: «Os pendcntcs do osso "canclados"
do nivel 1 da Gruta das Salemas (Ponte de Lo usal).» Revista de Guimaracs. Vol. LXXV. pp.73 y ss .. fig. l. núms. S. 11 y 16. 1965.
11o
GUILAINE. op. cit. nota 56. pi. 25.
111
G UILAINE. op. cit. nota 56, pp.90-91.
99
[page-n-101]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
•
•
•
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Figura 58. -Colgantes y agujas de la Coua de La Pastora
•
[page-n-102]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAI.S VALENCIA NO
tendremos el conjunto de los colgantes presentes durante
esta etapa. La comparación con la riqueza y variedad de
estos objetos durante el primer Eneolítico resulta forzosa, evidenciándose de nuevo el fuerte contraste que separa ambos momentos.
Poseemos, por el contrario, un interesante conjunto
de dieciséis colgantes (Cova Santa de Vallada 9 y lO)
realizados sobre conchas de Púrpura, Acanthocardia Tuberculata y Glycimeris Gaditanus; lo que indica la utilización continuada de la concha como materia prima durante el período campaniforme.
4.5.7.
AGUJAS
Como en el caso de los colgantes acanalados, el único dato con que contamos para proponer la presencia de
Las agujas durante el HCT proviene de La Cova Bolta.
Para las agujas con cabeza acanalada -cuya utilización con anterioridad se encuentra ampliamente documentada (lám. 21)- existen paralelos que documentan
su presencia durante el campaniforme inciso en PortugallZZ, lo que permite una mayor seguridad en su atribución al HCT.
4.5.8. PUNZONES Y ESPATULAS
Se trata en ambos casos de objetos con prolongada
cronología y, por tanto, no ofrece dificultad alguna su
aparición en contextos campaniformes.
Perduran durante el HCT los punzones realizados
sobre metapodio de conejo y, más raramente, de. ovicáprido. Son, sin embargo, objetos más característicos de
esta etapa las espátulas planas y estrechas realizadas asimismo sobre metapodio de ovicáprido.
4.5.9.
BOTONES DE PERFORACION EN V
Los botones de perforación en V son, junto a los
brazaletes de arquero y los puñales de lengüeta, uno de
los elementos típicos del «Horizonte del Reflujo» definido por los estudios de Sangmeister y Blance 123 y, por
tanto, con un origen europeo y una cronología avanzada
dentro del fenómeno campaniforme. Sin embargo, lejos
de constituir un conjunto unitario, su cronología varía
significativamente de unos tipos a otros.
Así, por ejemplo, el tipo de botón denominado «en
caparazón de tortuga», tan abundante en el Languedoc
y el estuario del Tajo, acompaña ya al campaniforme
122
VEIGA FERREIRA 0 ., ZBYSZEWSKY G. , LEITAO M., NORTH
C. T . y REYNOLDS M.: «The megalitic tomb of Pedra Branca, Portu·
gal.>> Papers Prehistoric Societies, XLI , pp. l67 y ss. 1975.
Ul
SANGM EISTER, op. cit . nota 19.
BLANCE B.: «Die anfange der metallurgie auf der lberischen Halbin·
se! .>> Studien zu der anfángen der metallurgie, Band 4. 1972.
124
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.48-50.
1
"
GUILAINE, op. cit. nota 56., p. 116.
l a GUILAINE, op. cit. nota 56, p.ll6, lo sitúa en esta fase sin criterios estratigráficos.
puntillado y, al parecer, debe datarse en lo que Harrison
denomina Palmela temprano 12 \ que se correspondería
con la fase 11 de Guilaine 1 2 5.
El botón en V cónico posee una cronología amplia,
apareciendo en el Horizonte Marítimo 1 26 y perdurando
en las fases posteriores, como demuestran los hallazgos
de Pago de la Peña 12 7 en la Meseta, y la Sima de la Pedrera en el País Valenciano. Incluso pueden encontrarse
dentro de la Edad del Bronce, como demuestra el hallazgo de la tumba 407 de El Argar 128 •
Para los botones piramidales difícilmente puede proponerse una cronología anterior al campaniforme avanzado. En opinión de Harrison 129 la mayoría de este tipo
de botones se encuentra en contextos no campaniformes
y deberían datarse en el 1500-1400 a.C. Su distribución
regional en Cataluña y el País Valenciano resultaría indicativa de la extensión de la cultura provincial catalanolanguedociana durante el Bronce Antiguo.
Esta posición, sin embargo, no puede mantenerse al
menos en lo que respecta al País Valenciano, donde la
mayoría de estos botones se encuentran en contextos
campaniformes. Así, el ejemplar del nivel III de la Ereta;
los cuatro botones de concha de la Cova Bolta; el procedente de la Cova de Bolumini y los de la Cova de la Recambra y la Cova Santa de Vallada, aparecen asociados
con cerámicas campaniformes incisas y otros elementos
típicos de este período. Los botones de la Cova de Giner
y del Partidor, si bien no poseen ningún elemento campaniforme en sus ajuares, tampoco pueden relacionarse
claramente con el Bronce Valenciano.
Esta misma posición cronológica se comprueba en
los Castillejos de Montefrío, donde aparecen en la fase
V, asociados con un brazalete de arquero y campaniforme de estilo inciso 130 •
Por el contrario, su perduración durante el Bronce
Valenciano sólo puede comprobarse a través de su aparición en el poblado de las Peñicas antes citado, así como
en el botón decorado con circulos incisos del sepulcro 11
de la l oquera (Castelló) 131 •
Una distribución mayoritariamente relacionada con
el Bronce Valenciano se comprueba en el caso de los botones triangulares. En efecto, sólo dos ejemplares (Recambra 4 y Gats 29) podrían relacionarse con el campaniforme en el País Valenciano. De ellos, el procedente de
la Cova deis Gats, h.abida cuenta de la existencia en ella
de un enterramiento del Bronce, no puede utilizarse
como argumento seguro. El resto de los botones de este
tipo encontrados, tanto los cortos - con dos perforaciones- , como los alargados con cuatro perforaciones, se
relacionan mayoritariamente con los poblados y necrópolis del Bronce Valenciano.
En Montefrio aparecen en el eSLrato campa niforme más a ntiguo
(Vla). ARRIBAS y MOLINA , op. cit. no ta 4 7, fig. 9.
u? MA LUQUER J.: «Nuevos hallazgos de la cultura del vaso campanifo rme en la Meseta.> Zephyrus. Xl , pp.l1 9 y ss. 1960.
>
1>8 • SIRET, op. cit. no ta 107, lá m. 48.
11 9
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26, pp.87-90.
ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 46, fig. 13.
1 1
ESTEVE F.: «Los sepulcros de " La Joquera" . cerca de Casl
965.
telló n.> Pyrenae. 1, pp.43 y ss. 1
>
130
101
[page-n-103]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
4.5. 10.
CUENTAS D E COLLAR
Si bien en cantidades apreciablemente más escasas
que durante el primer Eneolitico, la presencia de las
cuentas de collar se documenta en todos los yacimientos
campaniformes estudiados.
Existen, asimismo, conchas perforadas de Conus,
Cypraea, Pectunculus y Cardium.
4.6. LA METALURGIA Y SUS TIPOS
Las pruebas de la existencia de actividades metalúrgicas en el País Valenciano se documentan por primera
vez durante el HCT 132.
Los tipos presentes durante este último período son:
4.6.1.
PUÑALES D E LENGÜETA
Los puñales de lengüeta constituyen otro de los elementos de probable origen centroeuropeo cuya introducción en la Península relacionaron Sangmeister y Blance
con el «Horizonte de Reflujo». Por ello se les ha venido
considerando como un elemento típico de las culturas
del campaniforme avanzado, en especial de la Ciempozuelos donde son más abundantes 133 .
Recientemente, sin embargo, Delibes y Municio han
propuesto una aparición anterior para el tipo, relacionándolo con el campaniforme «geométrico», situado por
ellos a medio camino entre el marítimo y el inciso. Sus
hallazgos en el Arenero de Miguel Ruíz (Madrid), y en
el estrato VI b de Montefrío apoyarían esta posición
cronológica 134.
Unos años antes, Harrison 135 , mantenía que los puñales de lengüeta aparecían tanto en contextos marítimos como Ciempozuelos, afirmando a continuación que
este tipo no tenía un buen precedente en la Península y,
por Jo tanto, no podía relacionarse más que con el
Ciempozuelos y con textos culturales contemporáneos.
Sin ánimo de polemizar sobre esta cuestión, parece
claro que los ejemplos aducidos por Delibes y Municio
obligan a retrotraer la cronología aceptada para estos
puñales, desligándola del contexto propio del «Horizonte
del Reflujo». En este mismo sentido, hemos de señalar
que el pequeño puñaJ procedente del sepulcro 1 del Calvari d'Amposta, asociado con dos vasos campaniformes
del más puro estíJo marítimo 136, podía resultar no un
' J1
La presencia de escorias de fundición en el nivel 111 de la E reta
es. a este respecto. conc.luyente. PLÁ et Alii, op. cit. nota 48.
•••
D ELIBES. op. cit. nota 63.
DELIBES G. y FERNÁNDEZ MIRANDA M.: «La tumba de Celada del Roblecedo (Palencia) y los inicios del Bronce Antiguo en el valle
medio y alto del Pisuerga.» Trabajos de Prehistoria , 38. 1981.
•••
DEU BES y M UNICIO, op. cit. nota 52.
135
HARRISON, \977. op. cit. nota 26. p.84.
1•6
EsTEVE F.: «La cueva sepulcral del Calvari d'Amposta.» Pyrenae. 2. pp.35 y ss. 1966.
U '
HARRISON. 1977. op. clt. nota 26. p.84.
u a PASCUA L V.: «U n nuevo enterramiento del Bronce Valenciano
102
antecedente válido de los más clásicos puñales de lengüeta, sino uno mismo de ellos. Para Harrison 131 , su ancha
empuñadura con muescas a ambos lados lo diferenciaría
de todos los puñales campaniformes; sin embargo, esta
misma lengüeta ancha y dentada (en realidad más que
una lengüeta propiamente dicha se trata de un:; base
triangular corta) se encuentra presente en el ejemplar de
la Sima de la Pedrera, asociado con campaniforme inciso, punta de Palmeta y botones en V. Todo ello invita a
reconsiderar la tradicional cronología avanzada de los
puñaJes de lengüeta o, al menos, de algunos de sus tipos.
Hasta el momento son nueve (diez si consideramos el
fragmento de Ereta lll), los puñales de lengüeta catalogados por nosotros. De ellos, tan sólo el ejemplar de la
Sima de la Pedrera aparece asociado con cerámica campaniforme. Para el resto, excepción hecha del encontrado en el enterramiento del Peñón de la Zorra, cuya especial problemática comentaremos en el apartado de las
puntas Palrnela, puede suponerse una cronología centrada en torno al HCT. No se ha podido comprobar su
presencia en los poblados del Bronce Valenciano, lo que
resulta indicativo de su cronología final. No obstante,
cabe señalar que el puñal encontrado en la partida del
Rebolcat, Alcoi (fig. 59) podría plantear su perduración
durante el Bronce Valenciano 138 •
4.6.2.
PUNTAS DE PALMELA
Otro tipo metálico claramente relacionado con las fases avanzadas del campaniforme es la Punta de Palmela.
Su distribución marcadamente peninsular -sólo unos
pocos ejemplares han sido encontrados en el S. de Francia y el Maghreb 139 - ha hecho que se le considere un
tipo genuinamente ibérico.
Las puntas Palmela son escasas en el País Valenciano, donde sólo hemos podido catalogar cinco ejemplares. Al contrario de lo que sucede con los puñales de lengüeta, su perduración durante el Bronce VaJenciano se
comprueba claramente con su hallazgo en el Cabe¡;o de
Navarro (fig. 59), poblado típico de esta cultura 140 •
El hallazgo más interesante lo constituyen las dos
puntas Palmela, asociadas con un puñaJ de lengüeta y
un arete de plata, procedentes del enterramiento del Peñón de la Zorra. A través de sus paralelos argáricos, sabemos que el arete de plata debe situarse entre fines del
Argar A y comienzos del B 141 • Ello, de acuerdo con las
bases cronológicas establecidas por Arribas para esta
cultura - con un desarrollo entre el 1900/ J800 y el 1650
en el Mas Fclip de lbi.» Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, 6, pp.73-74. 1969.
139
HARRISON R . J. y GILMAN A.: «Trade in the second and third
millenia BC betwen the Maghreb and Iberia.» Ancient Europe and the
Mcditerranean. Studies presented in honeur of Hugh D. Henken. pp.90
y SS. 1978.
••o ENGU IX R.: «Cabe~;o del Navarro o Cabe<;<> deis Alforins de
Ontenicnte. Poblado de la cultura del Bronce Valenciano.» Papeles del
Laboratorio de Arqueología de Valencia. 10. pp.63 y ss. 1970.
••• SCHUBART H .: «Cronología relativa de la cenimica sepulcral de
la Cultura del Argar.>> Trabajos de Prehistoria, 32, pp.77 y ss. 1975.
RUIZ GÁLVEZ M.: «Nueva aportación al conocimiento de la
Cultura del Argar.» Trabajos de Prehistoria, 34, 1977.
BLANCE. op. cit. nota 123.
[page-n-104]
EL PAIS VALENCIANO
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2
Figura 59.-Puntas de Palmela de la Coua de La Pastora(/) y del
. puñal de lengüeta del Rebolcat (2)
3
Cabe~ó
de Na varro (3);
103
[page-n-105]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
a.C. para el Argar A 142 - daría una fecha aproximada
para el enterramiento entre el 1700 y el 1600 a.C. Dicha
fecha, por lo demás, no desdice con la lograda para numerosos ejemplares peninsulares, tanto mediante el método radiactivo como mediante el estudio de los materiales con que aparece asociada 143 .
El ejemplar de la Cova deis Gats presenta una silueta
«degenerada», más relacionada con el denominado tipo
«Bragan9a» que con la Palmela clásica, y podría suponérsele una cronología tardía, incluso dentro del Bronce
Valenciano 144•
El resto de Jos ejemplares catalogados aparecen asociados con cerámicas campaniformes incisas y botones
en V, por lo que su situación en el HCT no ofrece problemas.
Fuera del catálogo, presentamos una punta Palmela
clásica de la Cova de la Pastora (fig. 59), enterramiento
cuyos materiales se encuadran bien dentro del Eneolítico
inicial y pleno.
4.6.3.
PUNZONES
Los punzones cortos de sección cuadrada y, generalmente, biapuntados aparecen con bastante frecuencia en
asociación con ajuares campaniformes en el País Valenciano, de modo similar a como ocurre en el ámbito de la
cultura Ciempozuelos 14 5 .
Comentario aparte merece el punzón de la Cova deis
Gats que presenta un engrosamiento central, y para el
que sólo hemos podido encontrar paralelos en la Cultura
Argárica 146 . Se trata, probablemente, del mismo tipo de
punzones con sección romboidal y ensanchamiento central que Blance 14 7 atribuye al «Horizonte del Reflujo».
4.6.4.
ADORNOS METALICOS
Aparte del arete de plata cuya cronología argárica ya
hemos comentado, tan sólo el anillo de cobre con los extremos fundidos procedente de la Cova de Xarta puede
relacionarse con el campaniforme.
4.7.
LOS POBLADOS
De todos los yacimientos catalogados doce corresponden, con seguridad, a poblados cuya vida se inicia o
continúa durante el HCT: el Rincón, les Moreres; el
Promontori; la Casa de Lara; el Peñón de la Zorra; el
Camp de Sant Antoni; Beniprí; I'Alfogas; !'Atareó; el
Puntal sobre la Rambla Castellarda y la Vil·la Filomena.
142
ARRIBAS A.: <
y la Edad del Bronce en el Sudeste de la Península Ibérica.» Cuadernos
de Prehistoria de la Universidad de Granada l; págs. 139 y ss. 1976.
143
Véase a este respecto el interesante trabajo de Delibes y Fernández Miranda, op. cit. nota 133.
144
DELIBES y FERNÁNDEZ MIRANDA, op. cit. nota 133, p.l58.
I• J
DELIBES, op. cit. nota 63, pp.lll-112.
104
Sobre el poblado villenense del Peñón de la Zorra ya
hemos expuesto nuestras dudas respecto de su filiación
cultural exacta. Los restos encontrados en )'Alcudia
d'Elx ofrecen asimismo serias dificultades en su adscripción como lugares de hábitat, aunque probablemente deban relacionarse con el tipo de poblados de llanura que
luego describiremos.
Lejos de ser uniformes, los poblados de este período
difieren bastante unos de otros. En general, podemos hablar de tres tipos distintos de asentamientos:
A) Los poblados de altura, situados en cerros más
o menos elevados. Pertenecen a este grupo los poblados
de las Peñetas, el Rincón, les Moreres y el Puntal sobre
la Rambla Castellarda.
Los poblados de las Peñetas y del Rincón se encuentran prácticamente arrasados, por lo que no nos es posible describir sus estructuras. Tan sólo podemos constatar que ambos se encontraban habitados durante el
HCT.
Por lo que se refiere al Puntal sobre la Rambla Castellarda, también situable dentro del HCT, conocemos la
existencia de construcciones en piedra y de una posible
muralla, aunque carecemos de mayores detalles sobre su
planta y técnicas constructivas. Ello no obstante, permite
suponer que nos encontramos ante un tipo de hábitat
cercano al que será característico durante la Cultura del
Bronce Valenciano. Así, si bien parece que puede rastrearse la existencia de pequeños poblados situados en
lugares elevados - como, por ejemplo, el Puntal del
Olmo Seco (Ayora), recientemente descubierto 148 - no
parece que éstos se encuentren amurallados y, además,
sus construcciones se realizan con una técnica peculiar.
Volveremos sobre ello más adelante al tratar de la posible filiación cultural de ambos tipos de hábitat.
B) Mayor información poseemos sobre los poblados situados en las tierras bajas. La mayoría de ellos
está formado por una agrupación más o menos numerosa de «fondos de cabaña» o «Silos» que, ocasionalmente,
se han utilizado como sepulturas (Filomena y !'Atareó).
Ninguno de ellos se ha excavado en extensión. Tan sólo
poseemos breves noticias sobre las prospecciones o excavaciones antiguas efectuadas en los dos poblados citados
y, más recientemente de la excavación de uno de estos
«silos» en los poblados del Camp de Sant Antoni y la
Font de Mahiques (Quatretonda) 149 . De este último poblado, aún inédito, se han recogido muestras de material
constructivo consistentes en fragmentos de barro cocido.
Ello, unido a la ausencia sistemática de construcciones
en piedra visibles, nos hace suponer que éstas se realizarían con materiales endebles.
La tradición de los poblados de llanura con «silos»
es anterior a la aparición de la cerámica campaniforme
en el País Valenciano. En efecto, así lo demuestran los
J•ó
SJRET, op. cit. nota 107, lám. 26, núms. 54 y SS.
14 7
BLANCE, op. cit. nota 123.
••• Inédito. El yacimiento fue descubierto por el grupo arqueológico local de Ayora y visitado por nosotros en noviembre de 1982.
149
Inédito. Prospección efectuada por nosotros en colaboración
con B. Martí.
[page-n-106]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAJS VALENCIANO
hallazgos de les Jovades, Cocentalna 150 , donde se han
localizado ya más de un centenar de estos <
etapa cultural en que debió iniciarse la vida en estos poblados, pero a juzgar por el abandono de las cuevas
como lugares de hábitat éstos debieron estar ya en funcionamiento al menos desde el Neolítico Final. Así parecen indicarlo, además, sus paralelos del Bajo Guadalqui. vir, concretamente en Campo Real (Carmona), donde
Bonsor 151 excavó una serie de «silos» algunos de los
cuales fueron utilizados como sepulturas. Este yacimiento ha sido atribuido recientemente por Arribas y Molina
al Neolítico Final, en estrecha paralelismo con la fase II
de Montefrio 1 52 •
Su perduración a través de las distintas fases campaniformes viene apoyada, además de por los yacimientos
valencianos, por los del Acechubal (Carmona) y los hábitats de la cultura Ciempozuelos tipo el Ventorro, con
cerca de doscientos de estos «silos» descubiertos 1 53 •
C) También situados en las tierras bajas, pero con
una ubicación geográfica y unas características distintas,
se encuentran dos interesantes poblados ocupados con
anterioridad al Eneolítico: la Casa de Lara y la Ereta del
Pedregal, ambos situados en las inmediaciones de antiguas tierras pantanosas.
En la Casa de Lara no se han efectuado excavaciones
que permitan aislar las fases de ocupación del poblado y
las características constructivas del mismo. De él sólo
podemos afirmar que ya estuvo habitado durante el Epipaleolítico Geométrico, y que su ocupación se mantuvo
ininterrumpida hasta la Edad del Bronce.
De la Ereta del Pedregal, por el contrario, nuestra información es considerablemente mayor. La continuidad
de las excavaciones emprendidas por el Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia en el mismo, han
permitido conocer una valoración global de la evolución
del poblado, tanto a nivel de la cultural material como
de las estructuras de habitación. La inminente publicación del mismo nos exime de tener que realizar aquí un
análisis detallado de los diferentes aspectos del poblado,
centrándonos en el punto que ahora nos interesa: la evolución de las técnicas constructivas.
El nivel inferior, denominado Ereta 1, corresponde
culturalmente al Neolítico Final de cerámicas lisas y,
aunque con evidentes peculiaridades, puede relacionarse
con la CUltura de Almería en el SE. En él se han encontrado densos conjuntos de piedras de mediano y gran tamaño que, sin embargo, no permiten adivinar el aspecto
de las estructuras que representan. El hallazgo entre ellas
de fragmentos de barro cocido con improntas de cañas o
ramajes, permite suponer que gran parte de estas estructuras estarían construidas con este material, siendo el zócalo de las mismas de piedra.
oso Inédito. Materiales depositados en el Centre d'Estudis Contestans.
'" BONSOR G .: «Les colonies agricoles pré-romaines de la valée du
Bétis.» Revue Archéologique, XXXV. 1899.
"' ARRIBAS y MOLINA, op. cit. nota 46, pp.l4-18.
1H HARRISON R. J., Q UERO CASTRO J. y PREIGO M. C.: «New
El siguiente nivel, Ereta II, correspondient.e al Eneolítico precampaniforme, comprende sucesivos suelos de
habitación o pavimentos de piedras, limitados por fragmentos de muros cuya técnica constructiva consiste en la
delimitación de sus caras mediante lajas verticales, con
un relleno irregular de tierra y piedras. Esta técnica aparece también en el yacimiento del Puntal del Olmo Seco
anteriormente citado. En este yacimiento, además, ha
sido posible observar en superficie la planta de algunas
construcciones. Se trata siempre de plantas de tipo circular (de unos dos o tres metros de diámetro) u ovaladas,
con un diámetro máximo cercano a los seis metros. En
ningún caso hemos podido constatar la presencia de murallas. Hemos de señalar que esta peculiar técnica constructiva no se corresponde con la observada en el poblado de los Millares, donde las caras interior y exterior de
los muros se delimitan por medio de varias alineaciones
de piedra en seco y dispuestas en hiladas regulares, rellenándose el espacio entre ambas de tierra y piedras 154 .
Curiosamente, la fase Ill del poblado, correspondiente ya al HCT ve la construcción de un grueso muro,
identificable como la muralla del poblado, construido
con la técnica descrita para los Millares, y que será la
empleada también en la muralla del poblado del Bronce
Valenciano de la Muntanya Assolada.
En resumen, podemos afirmar que la tradición más
antigua de los poblados valencianos remite a los poblados situados en las tierras bajas. Más dificil parece rastrear la existencia de poblados situados sobre cerros elevados, ya que ninguno de los casos conocidos puede remontarse más allá del Eneolítico. En cualquier caso, resulta evidente que los poblados valencianos del Neolítico
y primer Eneolítico no están amurallados.
Un caso aparte lo constituye el poblado de les Moreres en el que se habla de un nivel precampaniforme, posiblemente amurallado y con habitáculos de planta más
o menos circular u ovalada. De confirmarse estos hallazgos nos encontraríamos con el poblado amurallado más
antiguo dentro del ámbito del País Valenciano. Sin
duda, su situación geográfica, mucho más cerca de los
influjos llegados desde el área almeriense, explicaría la
aparición de un poblado que, como el que nos ocupa,
parece reproducir a escala más pequeña la estructura
propia de los Millares, alejándose de los típicos poblados
valencianos del período.
4.8.
LAS NECROPOLIS
Una de las características más sobresalientes del
eneolítico valenciano es la ausencia entre sus necrópolis
de las construcciones megalíticas. Estos típicos monumentos funerarios, presentes en la mayor parte de la Peevidencc for Bell Beaker metallurgy in Spain.» Antiquity, XLIX. pp.273
Y SS. 1975.
114
ARRIBAS A., MOLINA F., SÁEZ L., DE LA TORRE F., AGUAYO P. y NAJ ERA T.: «Excavaciones en los Millares (Santa Fe. Almena).» Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada, IV. 1978.
>H MARTI, op. cit. nota 32.
105
[page-n-107]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
nínsula, son sustituidos aquí por las cuevas naturales,
menos espectaculares, pero cuya función y significado es
plenamente equiparable al de los sepulcros colectivos
(tholos, sepulcros de corredor, etc.) del megalitismo peninsular .
La tradición del enterramiento en cuevas naturales se
remonta a los orígenes mismos del Neolítico en el País
Valenciano, como se documenta en la Cova de la Sarsa,
Bocairent 156 , si bien cabe pensar que no Jo fueron como
enterramientos colectivos, ni siquiera como necrópolis
exclusivamente, sino que su uso pudo ser como hábitat
y necrópolis simultáneamente. Por lo tanto es posible
plantear la utmzación prolongada de las cuevas como
necrópolis, si bien el problema reside en responder en
qué momento su utilización fue exclusivamente funeraria
y cuándo pudo aparecer la idea del sepulcro colectivo.
Generalmente se atribuye al Eneolítico la aparición
en nuestras tierras del enterramiento colectivo. Sin embargo, el hecho de que desconozcamos con seguridad el
tipo de enterramiento utilizado durante los momentos finales del Neolítico, matiza el valor cronológico de la anterior afirmación. Ciertos datos sugieren la utilización,
durante este último período, de las cuevas, si bien estos
son muy fragmentarios. Por otra parte, no debemos desechar la posibilidad de los enterramientos simples efectuados en los «Silos)) de los poblados situados en las tierras bajas, de un modo semejante a como vimos sucedía
en Campo Real.
Desde esta perspectiva, quizás habría que considerar
a las inhumaciones campaniformes realizadas en los «silos)) de estos poblados como una continuación de tradiciones más antiguas, del mismo modo que los enterramientos de El Acechubal continuarían la tradición de los
hallados en Campo Real. No obstante, faltan las necesarias excavaciones que permitan confirmar lo que no pretende ser más que una hipótesis de trabajo.
Por otra parte, y junto con los anteriores, subsiste la
tradición del enterramiento en cuevas, simas o grietas
naturales, algunas de las cuales - como es el caso de la
Sima de la Pedrera- perpetúan el rito del enterramiento colectivo, cuyos mejores ejemplos se documentan en
uo
MARTI. op. cit. nota 43. p.91.
CASANOVA V.: «El enterramiento doble de la Cova de la Sarsa
(Bocairente, Valencia).» Archivo de Prehistoria Levantina, XV, pp.27 y
1978.
SS.
tH
106
VICEDO R.: «Historia de Alcoy y su región.» Alcoy, 1922.
las cuevas del primer Eneolítico. En todas ellas los enterramientos suelen ser secundarios.
La Cova Santa de Vallada documenta una variación
a este respecto, ya que si bien se trata de un enterramiento múltiple, las inhumaciones son aquí primarias.
Sin embargo, hemos de ser cautos en la valoración de
los enterramientos múltiples y primarios en cuevas como
propios de la etapa campaniforme, por cuanto que existen algunas noticias que hacen referencia a su aparición
en yacimientos atribuidos al Eneolítico precampaniforme. Tal es el caso, por ejemplo, de la Cova de les Llometes (Alcoi), donde Vilaplana menciona el hallazgo de
seis esqueletos en posición decúbito supino y reposando
sus cráneos junto a vasos cerámicos 157 ; asimismo, en la
necrópolis de la Algorfa (Orihuela) el P. Furgús exhumó
doce individuos en posición encogida 158 •
Mayor novedad supone el haJlazgo de un enterramiento simple en cueva en el Peñón de la Zorra. Este
tipo de enterramiento resulta enteramente novedoso en
el marco de la secuencia eneolítica dentro del País Valenciano acercándose, por el contrario, a una de las formas características del Bronce Valenciano. Sin embargo,
de nuevo nos vemos obligados a limitar o, al menos,
condicionar el alcance real de nuestra afirmación por
cuanto, como vimos en el estudio de su ajuar, este sepulcro y el poblado al que pertenece deben situarse ya en
los momentos finales del HCT, si no en los inicios del
Bronce Valenciano. Con todo, hemos de constatar que,
aunque sin confirmar, debido a que los enterramientos
fueron destruidos antes de su estudio, tal vez pudieran
pertenecer a este tipo Jos enterramientos del Barranc de
Xarta y el Rafol d'Almunia, lo que ampliaría su extensión geográfica y, probablemente, su cronología.
Tanto la utilización de las cuevas de enterramiento
como, en menor medida, los sepulcros colectivos, perdurarán durante el Bronce Valenciano. Sin embargo, hemos de señalar la mayor frecuencia de los enterramientos simples o dobles en pequeñas cuevas o grietas, tendencia ya anunciada por las inhumaciones campaniformes antes citadas. Junto a éstos, los enterramientos en
cistas, fosas, o en el interior de poblados, constituirán la
novedad más notable del período 159 •
osa F URGUS J.:
durante el Bronce Valenciano nos remitimos al estudio de conjunto realizado por Aparicio, op. cit. nola 24.
[page-n-108]
5.
Desde el principio este trabajo ha partido de la base
de que la secuencia cuJtural establecida por la investigación entre el final del Neolítico y los comienzos del
Bronce Valenciano era fundamentalmente válida. Ningún indicio posterior puede considerarse suficientemente
significativo como para modificar esta opinión. Sin embargo, a través del estudio de los materiales se nos han
planteado algunos interrogantes que afectan, en líneas
generales, a diversas cuestiones fundamentales, que trataremos a continuación.
5.1.
LA INTRODUCCION D EL ENEOLITICO.
IN NOV ACION Y CONTINUISMO
Si bien es cierto - como resulta evidente a través de
los paralelismos encontrados para los materiales, tipos
de hábitat y necrópolis- que el Eneolítico en el País
Valenciano encuentra su explicación última en la influencia ejercida por la cultura de los Millares sobre las
poblaciones del Neolítico Final, cabe preguntarse en qué
medida dichas influencias las afectaron, cómo se produjeron y si resultaron igualmente afectadas todas las comarcas estudiadas.
Para contestar con cierta seguridad a cada una de estas preguntas debiéramos de contar con un cuadro general de las características propias del Neolítico Final en el
País-Valenciano, lo que evidentemente no poseemos. No
obstante, algo se ha avanzado en los últimos tiempos.
Así, el descubrimiento de un nivel correspondiente a esta
fase en el poblado de la Ereta del Pedregal (Ereta 1), y
la constatación de la presencia, cada vez más numerosa,
de los poblados con «silos», algunos de los cuales podrían retrotraerse al Neolítico, permiten bosquejar, a nivel de hipótesis de trabajo, algunas de las características
culturales y materiales de este período.
En primer lugar puede suponerse, junto a la perduración de algunas cuevas, un hábitat más generalizado en
poblados; normalmente situados en el llano, algunos de
CONCLUSIONES
ellos, como la Ereta, utilizarían la piedra para levantar
sus construcciones, si bien no parece ser éste el caso más
común.
Su cultura material deriva en gran parte del Neolítico
y, por lo que se refiere a la industria lítica, es de destacar
la presencia numéricamente significativa de las puntas de
flecha con retoque plano bifacial (cerca del 40 por 100
en Ereta 1).
Desconocemos todo lo referente a sus necrópolis; sin
embargo, podemos suponer que o bien enterraban a sus
muertos en sepulturas simples o dobles dentro de los silos del poblado - como, por ejemplo, ocurre en Campo
Real, en un horizonte cronológico similar- o bien siguieron utilizándose las cuevas, cuya tradición ya vimos
remontaba al Neolítico Cardial. Ello sin descartar la posibilidad de que ambos tipos se utilizaran conjuntamente.
Con la llegada de las nuevas influencias millarenses
se produce un hecho significativo: la generalización del
enterramiento colectivo en cuevas naturales, tipo que
perdurará durante el HCT y, en menor medida, durante
el Bronce Valenciano. Estos enterramientos son, en todos los casos en que ha podido comprobarse, secundarios; sin embargo, no podemos desechar totalmente la
posible existencia de enterramientos primarios, como al
parecer indican las necrópolis de la Cova de Les Llometes y de la Algorfa.
Los enterramientos efectuados en los «silos» de Jos
poblados podrían considerarse, de aceptar la hipótesis
anteriormente expuesta, como una perduración de tradiciones neolíticas, documentadas en la Vil·la Filomena
durante el primer campaniforme.
Tampoco en la ubicación de los poblados y las técnicas coqstructivas utilizadas en los mismos puede observarse un notable cambio, antes al contrario, parece que
L
ambién en este punto predominan las antiguas tradiciones.
En efecto, el predominio de los poblados situados en
el llano es, en este punto, significativa, contrastando absolutamente con lo observado en el área cultural de Los
107
[page-n-109]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENOANO
MilJares. Junto a la abrumadora mayoría de poblados
con los típicos «silos», encontramos dos excepciones notables que utilizan una técnica constructiva en piedra similar: la fase 11 de la Ereta, y el Puntal del Olmo Seco,
situado éste en un cerro elevado. Ninguno de ambos posee constru(ieiones defensivas, y la piedra se utiliza para
delimitar los zócalos de unas cabañas que, a juzgar por
los datos del Puntal del Olmo Seco - en la Ereta no ha
sido posible reconstruir su planta- , debieron tener una
planta circular u ovalada que puede alcanzar un diámetro máximo de seis metros. La construcción de estos zócalos se realiza delimitando sus caras mediante lajas hincadas verticalmente, con un relleno irregular de piedras
y tierra en su interior.
Hemos de señalar que esta técnica constructiva no se
corresponde con la observada en el poblado de Los Millares, donde las caras interior y exterior de los muros se
delimitan por medio de una o varias alineaciones de piedras dispuestas horizontalmente en hiladas regulares, rellenándose el espacio entre ambas de tierra y piedras, en
lo que parece ser una evolución técnica que permite ya
la construcción de gruesos y elevados muros. No puede,
por tanto, extrañarnos que la construcción del grueso
muro (muralJa) correspondiente a la fase lll de la Ereta,
ya dentro del HCf, se realice con esta técnica, que será
también la empleada en algunos de los poblados del
Bronce Valenciano, como se observa en el caso de la
Muntanya Assolada y la Mola Alta de Serelles (Alcoi) 160.
Otra de las características de esta fase, indicativa de
la escasa incidencia de las nuevas influencias millarenses
en el País Valenciano, es la ausencia de documentación
referente a las actividades metalúrgicas. En la Ereta del
Pedregal, por ejemplo, no se ha documentado ni siquiera
la presencia del instrumental metálico durante esta fase.
En este contexto, las escasas piezas metálicas (punzones)
procedentes de las necrópolis relacionadas con esta
fase 161 , deben interpretarse como importaciones. Quizás
la aparición de las primeras cerámicas campaniformes en
un momento avanzado de este periodo suponga algún
cambio a este respecto. Sin embargo, ni en Filomena, ni
en el Camí de 1'Alfogas, únicos poblados donde el campaniforme maútimo y cordado aparece sin intrusiones
posteriores, se han documentado pruebas de una práctica metalúrgica. Habrá que esperar al HCf para ver aparecer los primeros indicios de una metalurgia local.
Sin duda existen una serie de elementos de cultura
material enteramente nuevos cuya aparición debe relacionarse con la cultura de Los Millares. A parte de los
propios instrumentos metálicos éstos son: un plato de
borde vuelto procedente de Ereta Il, en lo que se refiere
a la cerámica común; la cerámica campaniforme de estilo marítimo, cordado o mixto, como vajilla de lujo, al
final del período; los típicos ídolos oculados sobre huesos largos, que deben interpretarse como la versión local
de las representaciones oculadas sobre cerámica y cilindros de piedra en el SE; los ídolos planos de hueso de
••o BOTELLA E.: «Excavaciones en la Mola Alta de SereUcs (Al·
coy)». Memorias de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades,
núms. 79 y 94. 1924-45 y 1927.
108
tipo almeriense; algunas materias primas exóticas, como
el ámbar; las agujas de cabeza acanalada y, en general,
buena parte de los materiales presentes en las necrópolis
del período.
Junto a estas influencias llegadas del SE. cabe situar
la presencia, en proporciones mucho menores, de algunos elementos cuya introducción debió efectuarse desde
el norte: el campaniforme cordado y las llamadas cuentas de glóbulos encontradas en el Cau Rabosser 161 .
En resumen, parece que las innovaciones introducidas durante este período no afectan sustancialmente a la
estructura cultural sobre la que actúan, limitándose a difundir una serie de artefactos, casi todos ellos cultuales o
suntuarios, mientras que el grueso de la cultura material
atiende todavía a tradiciones neolíticas. Lo mismo cabe
decir de los poblados, entre los que no se aprecian instalaciones nuevas y sí, por el contrario, un uso continuado sin apenas modificaciones de las estructuras vigentes
durante el período anterior.
La valoración de los cambios producidos en las costumbres funerarias viene limitada por el hecho de que
desconocemos en gran medida los enterramientos presentes durante el final del Neolítico. No obstante parece
claro que, aparte de los objetos arriba mencionados, es
aquí donde se observa el cambio más notable, si bien
este viene mediatizado por la ausencia en nuestra zona
de los monumentos megalíticos, ausencia que encontraría su explicación en la escasa penetración de los nuevos
influjos culturales.
Una diferencia aún dificil de medir parece apreciarse
en las comarcas más meridionales del País Valenciano,
donde el poblado de les Moreres parece responder a un
mayor grado de «aculturación» en esta zona. De confirmarse las noticias que hacen referencia a un nivel precampaniforme amuralJado, nos encontraríamos aquí con
un poblado de características nuevas dentro del País Valenciano.
5.2.
EL HORIZONTE CAMPANIFORME DE
TRANSICION Y LA TRANSFORMACION
CULTURAL DEL PAlS VALENCIANO
Todos los resultados aportados por el estudio realizado en el capítulo IV, coinciden en señalar que es durante esta fase cuando la influencia exterior afectará de
un modo más profundo a la cultura material y, consecuentemente, a toda la estructura cultural escasamente
afectada durante la etapa anterior. Allí pueden encontrarse los paralelos y la problemática específica para
cada tipo. De ella puede extraerse la conclusión de que
el País Valenciano no constituye un área geográfica de
extensión de las culturas de Salamó, Ciempozuelos, o de
ambas a la vez. Ciertamente, no pueden negarse algunas
influencias, especialmente de la primera (botones en V
101
BERNABEU, op. cit. nota 31. LERMA J. V.: t
XVI, pp. l29 y ss. 1981.
•n MARTI y GIL SANCHO, op. cit. nota 30.
[page-n-110]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
piramidales y vaso polipodo de Beniprí) pero el grueso
de las innovaciones de este período cabe atribuirlas a la
continuidad de los contactos establecidos desde la época
anterior con el SE. y, en cierta medida a la originalidad
propia de esta zona.
Desde esta perspectiva, el País Valenciano participa
ahora de una corriente cultural que afecta en mayor o
menor medida a toda la Península, y que se manifiesta a
través de la cerámica campaniforme y sus elementos asociados: puñales de lengüeta, puntas Palmela, botones en
V y brazaletes de arquero. Su origen, desde los estudios
de Sangmeister y Blance se ha buscado en Centroeuropa;
y su introducción en la Península se situó con posterioridad al desarrollo del campaniforme marítimo.
Hoy, sin embargo, sabemos que algunos de estos elementos (botones cónicos en V y puñales de lengüeta) son
más antiguos en la Península, pudiendo remontarse en
algunos casos al horizonte cronológico definido por el
campaniforme marítimo.
Dentro de esta corriente general existen variaciones
regionales respecto de las formas y decoraciones de las
cerámicas campaniformes, y de la aparición o no de determinados elementos de ese ajuar teórico arriba aludido. En base a ello se han distinguido las culturas peninsulares de Palmela en Portugal, Ciempozuelos en la Meseta, Carmona en el Bajo Guadalquivir, y Salamó en
Catalunya. El SE. y el País Valenciano, debido a la escasa originalidad y cantidad de sus cerámicas campaniformes hasta ahora conocidas, se han considerado como extensiones del complejo Ciempozuelos, intrusivas dentro
de la secuencia cultural de cada una de estas zonas 163 •
En la actualidad, sin embargo, sabemos que en el
País Valenciano la cerámica con decoración incisa campaniforme no puede considerarse intrusiva, y mucho menos si tal intrusión procede del ámbito Ciempozuelos.
Ciertamente, las decoraciones presentes en el campaniforme valenciano, mantienen puntos de contacto con
Ciempozuelos pero también con el SE., Salamó y Palmela. Existe además en esta zona un peculiar estilo decorativo cuyos paralelos son escasos fuera de la misma: el estilo clásico tardío. Por el contrario, faltan en el País Valenciano las decoraciones internas típicas de Ciempozuelos; las más clásicas formas de esta cultura, las cazuelas
están prácticamente ausentes; los botones piramidales en
V, frecuentes en el País Valenciano, se desconocen en
Ciempozuelos; mientras que los enterramientos individuales en fosa o cista no aparecen.
Los datos de que actualmente disponemos inducen a
pensar que, independientemente de los problemas en torno a su origen, cuya exposición desborda los limites del
presente trabajo, la presencia de la cerámica campaniforme en el País Valenciano no se explica ni por la llegada
de nuevas gentes ni por la vía de intercambios comerciales o de otro tipo, sino por la aceptación, difusión y desarrollo de un especial gusto por la cerámica decorada
surgido a partir de la imitación de los primeros campaniformes marítimos. Ello no implica el negar las relaciones
yf o influencias ejercidas desde otras áreas culturales, in16 3
HARRISON, 1977, op. cit. nota 26.
fluencias que permiten correlacionar al País Valenciano
con las secuencias culturales de otras áreas geográficas.
En consecuencia, podemos hablar de un «grupo campaniforme» propio de esta zona que se manifiesta en
ciertas formas originales de la decoración cerámica. La
falta de datos referentes a las tierras situadas al sur del
río Segura, dificultan el extender las comparaciones hacia aquella zona. Sin embargo, hemos de hacer constar
la existencia de dos paralelos significativos, a nuestro entender, de cierta <
las Peñetas, cuyos únicos paralelos conocidos apuntan al
área granadina (Orce); y al vaso campaniforme encontrado en los Blanquizares de Lebor, réplica exacta de
nuestros vasos campaniformes de estilo clásico tardío.
Estos paralelos, junto con los encontrados para otros
apartados de la cultura material (cf. Platos y Fuentes)
podrían indicar una relación entre estas zonas mayor de
la que puede suponerse con los datos actualmente disponibles.
Una vez aislada esta fase cultural, nos resta ahora
llenarla de contenido más allá de sus «fósiles directores»
(la cerámica campaniforme y sus elementos asociados).
Para ello debemos delimitarla en sus tres aspectos esenciales: geográfico, cultural y cronológico.
Por lo que se refiere a su delimitación geográfica
cabe decir, en primer lugar, que la fijación del limite
norte en el río Xuquer responde más a una carencia de
datos -reducidos a los yacimientos de Rocafort, Rambla Castellarda y el muy problemático de Vilafamésque a una evidencia real de separación cultural.
Más problemática resulta la diferenciación de la
frontera sur que a título de hipótesis situamos en el río
Segura. Sin embargo, ya hemos comentado más arriba
que, pese a la escasez de datos, ciertos materiales dejan
suponer una más estrecha relación con las tierras situadas al sur y, por tanto, una mayor extensión de esta
frontera.
Sea como fuere, lo cierto es que dentro de los límites
propuestos se observan una serie de características que
personalizan fuertemente esta etapa.
En primer lugar, y por lo que se refiere al tipo de hábitat, se constata la aparición y desarrollo de nuevos patrones que tienden a sustituir paulatinamente a los anteriores. Nos referimos a la elección de los cerros de fácil
defensa como emplazamiento de los poblados (las Peñetas, el Rincón, les Moreres, el Peñón de la Zorra y el
Puntal de la Rambla Castellarda) y a la aparición de las
murallas que parecen afectar tanto a los poblados de altura (les Moreres, Peñón de la Zorra), como a los situados en el llano, caso de la Ereta del Pedregal, cuya fase
campaniforme asiste a la construcción de una gruesa
muralla. Ciertamente, es posible, como ya indicamos en
su momento, que, de confirmarse los resultados ofrecidos por les Moreres, el poblado amurallado situado en
lugares de fácil defensa apareciese durante el Eneolítico
Inicial y Pleno en las comarcas más meridionales del
País Valenciano. En cualquier caso, lo que ahora nos in-
109
[page-n-111]
EL VASO CAMPANI.FORME EN EL PAlS VALENCIANO
teresa es destacar que esta tendencia se extiende a las comarcas centrales, indicando con ello una mayor homogeneidad dentro de los límites anteriormente señalados;
homogeneidad que, como veremos, también se comprueba en la cultura material.
En las necrópolis, por el contrario, parece observarse
una cierta continuidad respecto del período anterior.
Tan sólo la utilización de pequeños covachos para enterramientos simples o dobles, documentada con seguridad
en el Peñón de la Zorra 164 para las fases finales del
HCT, y probablemente también con anterioridad en los
enterramientos del Barranc de Xarta y de el Rafol d' Almunia, parece salirse de la tónica general.
En la cultura material los cambios con respeto a la
fase anterior son más notables y afectan por igual al
conjunto del área estudiada.
Asistimos ahora a un cierto desarrollo de la metalurgia, cuya actividad se documenta ahora por primera vez
en el nivel Ill de la Ereta del Pedregal. Los tipos metálicos son los presentes en el resto de la península durante
este período: punzones de sección cuadrada, puñales de
lengüeta y puntas de Palmela; y aunque su origen tipológico deba buscarse fuera de esta zona cabe pensar que
fueron fabricados aquí.
En relación con lo anterior está el problema del
abastecimiento de metal. Es de sobras conocida la escasez de mineral de cobre aprovechable en nuestras tierras,
excepción hecha del yacimiento de Santomera, en la sierra de Orihuela. Con todo, no puede desecharse la posibilidad de la explotación de algún pequeño fJlón a lo largo de nuestra geografía. En este sentido es importante la
cita de Serra Rafols, quien señala que en una galería
abandonada de las minas de Sotarranya (VaU d'AJbaida)
se encontró un esqueleto que sostenía un martillo de piedra en una mano 165 •
El sílex muestra con claridad el impacto sufrido por
esta metalurgia incipiente, observándose una notable reducción en sus tipos y cantidades respecto de la fase precedente. Así, las puntas de flecha pasan a ocupar porcentajes cercanos al 70 por 100, mientras que otros tipos, como los taladros, que en buena medida debieron
ser sustituidos por los punzones, se reducen hasta prácticamente desaparecer.
También la cerámica Usa común participa de los
cambios operados ahora, en claro paralelismo con lo observado en el área granadina: el desarrollo de los platos
y fuentes, de las ollas con borde o cuello diferenciado,
de las cazuelas y la presencia, ahora por primera vez, de
Las grandes orzas con cuello, y las tazas (cuencos globulares con asa, y los cuencos carenados) formas estas últimas que perdurarán durante el Bronce Valenciano son
claro ejemplo de ello.
También la drástica reducción de la industria lítica,
la fortificación de los poblados y la tendencia a situarlos
••• SOLER J. M.: <
165 SERRA RAFOLS J .: «Eis comen~os de la minería
la metaHurgia del coure a la Península Iberica.» Bulleti de I'Assoctació catalana
d'Antropologia, Etnologia y Prehistoria, Vol. 11, p.181. 1924.
••• TARRADELL M.: «El País Valenciano del Neol.itico a la lberiza·
ción.» Universidad de Valencia, 1962.
r
110
en lugares elevados de fácil defensa, son características
del Bronce Valenciano que aparecen ya durante el HCT.
Todo ello nos lleva a plantearnos La especial problemática de la relación entre estas dos fases culturales o, lo que
es lo mismo, el cuestionar los orígenes mismos del Bronce Valenciano.
5.3.
LOS ORIGENES DEL BRONCE
VALENCIANO
Sin duda, los mayores esfuerzos a la hora de sintetizar y abordar la problemática general de la Edad del
Bronce en el País Valenciano se deben a la pluma de Tarradell. Fueron sus trabajos, pubHcados en la década de
los sesenta, los que demostraron las diferencias del País
Valenciano en este período, diferencias que él sintetizó y
reunió bajo el nombre de Cultura del Bronce Valenciano.
En su obra, sin embargo, el problema de los orígenes
no fue tratado, tal vez por la escasez de información disponible, con la suficiente profundidad. Así, si bien en un
principio considera que su aparición no puede expHcarse
como una derivación del foco argárico 166 , en un segundo momento 167 no cree que éste se formase por evolución interna, sino por influjos exteriores y la llegada de
nuevas gentes. Sin duda, la presencia de yacimientos de
indudable raigambre argárica en las comarcas de Orihuela (San Antón) y Villena (Cabezo Redondo), reconocidos por él mismo, debió influir en esta nueva consideración.
Sin embargo, faltaban entonces los necesarios estudios sobre la fase precedente, cuya enorme diferencia
con la Edad del Bronce era la principal argumentación
de Tarradell para considerar que ésta no puede evolucionar de aquélla 168 .
Ya hemos visto anteriormente como buena parte de
las características culturales y materiales del Bronce Valenciano aparecen durante la etapa campaniforme precedente. Es por ello que consideramos al HCT como la
etapa en la cual se transformarán enteramente las tradiciones neolíticas precedentes dando lugar a formas cercanas a la Edad del Bronce.
La inexistencia de una ruptura cultural clara, confirmada en la continuidad de algunos poblados (Peñón de
la Zorra; el Promontori de I'Aigua Dolca y Salada) y necrópolis (Cova deis Gats, Coveta del Barranc del Castellet, Cova de les Llometes y Cova de la Barcella) 16 9 ,
abundaría "en la consideración de la evolución local
como parte fundamental en la formación del Bronce Valenciano.
161
TARRADELL M.: «la Cultura del Bronce Valenciano. Nuevo
ensayo de aproximación .» Papeles del Laboratorio de Arqueologia de
Valencia, 6, pp.7 y ss. 1969.
168
Bien entendido que por <
\fase precedente» se entendía el conjunto del Eneolítico, sin que en aquel momento pudiera considerarse la etapa campaniforme con unas características culturales diferenciadas.
[page-n-112]
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Figura 60. - Cubiletes argáricos de San Antón, según Soriano (4 a 6), y de diuersos yacimientos campaniformes
valencianos (1 a 3)
6
[page-n-113]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Por otro lado, la presencia en esta cultura de elementos de clara filiación argárica (sobre todo en la tipología
metálica y en algunas de las formas cerámicas), plantea
el problema del papel desempeñado por las innegables
influencias argáricas dentro de este proceso.
En general, pueden considerarse dos hipótesis distintas:
El Bronce Valenciano se formó a partir de una
evolución local paralelamente a la cultura argárica. Desde este punto de vista, las influencias observadas habrían incidido sobre una cultura ya
plenamente formada.
2. Que las influencias argáricas, por el contrario,
comienzan a actuar en un momento en que todavía está presente el HCT, contribuyendo, junto a
las tendencias evolutivas locales, a la formación
del Bronce Valenciano.
l.
Lógicamente, la consideración de una total dependencia respecto de lo argárico deberá desecharse a tenor
de los resultados obtenidos en nuestro trabajo.
Por el contrario, en favor de la segunda hipótesis
existen una serie de indicios que, si bien son aún escasos
y necesitan de ulteriores confirmaciones, permiten plantear la existencia de los primeros estímulos argáricos durante el HCT; lo que implicaría un solapamiento cronológico entre las últimas fases de este horizonte y las primeras de El Argar, representado aquí por el núcleo de
Orihuela.
De ser ello cierto, deberíamos encontramos con un
período cronológico previo a la formación del Bronce
Valenciano en el que los préstamos culturales entre el
núcleo argárico y la cultura campaniforme en el País Valenciano debieron ser frecuentes. Dichos préstamos podrían rastrearse a través de los siguientes elementos:
- La presencia de algunos fragmentos campaniformes en el poblado de San Antón.
- La existencia de formas cerámicas en algunos enterramientos campaniformes valencianos con claros paralelos entre los materiales argáricos recientemente revisados de San Antón 170 • Nos referimos a los cubiletes cilíndricos y de carena alta hallados en la Cova deis Gats, la Cova d'Alfons y la
Cova Santa de Vallada. De ellos, quizás los cubiletes de la Cova deis Gats pudieran atribuirse al
enterramiento del Bronce documentado en el yacimiento, pero su presencia en la etapa campaniforme se comprueba en los restantes hallazgos. Su
ascendencia argárica, así como la del vaso subcilíndrico de base plana a cuyo tipo atribuimos el
ejemplar de la Cova del Bolumini, parece innegable, y vendría atestiguada por su tipificación en la
169
Para la bibliografía de la Cova deis Gats y del Barranc del Castellet, ver catálogo. Las referencias a los enterramientos del Bronce de
Les Llometes pueden verse en VICEDO, o p. cit. nota !57. Para la BuseUa: BELDA J.: <
•o SORIANO R.: «La Edad del Bronce en el Bajo Segura.» Sagun-
112
tabla de Cuadrado y su aparición en el yacimiento
de San Antón (fig. 60).
- Y, finalmente , la asociación, document~da en el
enterramiento del Peñón de la Zorra, de elementos típicamente campaniformes (puñal de lengüeta
y puntas de Palmela), con otros, como los adornos de plata, claramente argáricos y sin precedentes en la etapa campaniforme.
Con ello, este enterramiento, paralelizable con Jos del
llamado «Grupo Montelavar» 1 7 1 , viene a señalar el final
en la evolución del mundo campaniforme y los comienzos del Bronce Valenciano en una fecha que, a juzgar
por la cronología de la plata dentro de El Argar, debería
corresponder a una fase plena de esta cultura. Es desde
esta perspectiva que consideramos al enterramiento del
Peñón de la Zorra como una especie de «terminus post
quem» para el desarrollo del Bronce Valenciano.
En resumen, creemos que, con las matizaciones debidas a lo fragmentario de los datos disponibles, puede
aceptarse como hipótesis de trabajo la expuesta en las
páginas anteriores, a saber:
- Que los yacimientos argáricos del sur del País Valenciano aparecen en un momento en que todavía
está vigente la cultura campaniforme en el resto
del mismo.
- Que existe una etapa cronológica en la que dicha
cultura campaniforme se verá afectada por una
serie de influencias procedentes del foco argárico
del Sur; influencias que, en mayor o menor medida, colaborarán a su transformación.
- Consecuentemente con ello, que el Bronce Valenciano es posterior en sus orígenes a la Cultura Argárica.
Con las anteriores consideraciones no se pretende explicar de modo absoluto esa compleja realidad cultural
que denominamos Bronce Valenciano, sino tao sólo intentar una explicación más adecuada de su relación erono-espacial con la gran cultura del Bronce Pleno peninsular: El Argar. En la explicación causal de sus orígenes,
de las transformaciones que supuso, necesariamente habría que considerar otros parámetros. En este sentido es
interesante subrayar la reciente aportación realizada por
Martí 172 , para quien la explicación más plausible del
cambio operado durante el Bronce Valenciano estaría relacionado con dos variables complementarias:
- En primer lugar, el progresivo aumento de la pre-sión demográfica, constatable a través del Neolítico y, sobre todo, del Eneolítico.
-Y, en segundo lugar, con la incapacidad de innovación en la tecnología agrícola, que durante todo
tum, Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia , 18. pp.I03 y
SS. 1984.
' " HARRISON R. J.: «A closed fínd from Cañada Rosal near Eci·
ja (prov. Sevilla).» Madrider Miueilungen, 15, pp.77 y ss. 1974.
1
MARTI B.: <
[page-n-114]
EL VASO CAM PANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
el período de tiempo considerado, seguirá basándose en la ignicultura. Como consecuencia, la única salida viable para el excedente demográfico, rebasados ciertos límites, sería la puesta en explotación de nuevas tierras, lo cual se llevará a cabo
mediante la dispersión del poblamiento; dispersión que, por otra parte, no parece conllevar una
estructuración jerárquica del territorio.
Es interesante señalar que esta ausencia de estructuración jerárquica del territorio - y la falta de control
polltico centralizado que ello lleva implícito- suponen
un cierto contraste con las más recientes interpretaciones
del fenómeno campaniforme.
De acuerdo con éstas 113 , la cerámica campaniforme
debería considerarse como un objeto cuya presencia va
ligada a cuestiones de estatus y rango social de los individuos dentro de los grupos sociales. De esta forma, durante la Edad del Cobre se asistiría a un movimiento
más o menos generalizado de concentración del poder en
torno a una serie de individuos y sus familias, en forma
de jefaturas u otras organizaciones similares; y, en relación con ello, los materiales más típicamente campaniformes, representarían en realidad símbolos del estatus
social adquirido por estos individuos.
Si ello es así, resulta lógico concluir que dicho proceso no fraguó en el caso concreto del Bronce Valenciano,
donde la ausencia de enterramientos socialmente diferenciados corre pareja con esa distribución territorial de pequeñas unidades de poblamiento igualmente indiferenciadas.
5.4.
CRONOLOGIA ABSOLUTA
Para abordar la problemática cronológica del Eneolltico y la transición al Bronce Valenciano debemos recurrir necesariamente a las fechas C-14 logradas en otros
contextos peninsulares paralelizables con el nuestro, ya
que no disponemos de fechaciones absolutas para estos
períodos en el País Valenciano.
Por lo que se refiere al Eoeolítico Inicial y Pleno, resulta factible considerar sus inicios en torno al 2500-2400
a.C. Como ya ha quedado establecido, este período
abarcaría las fases Millares 1 y 11 en el SE., por lo que
en un momento avanzado del mismo, aproximadamente
hacia el 2200-2100 a.C., si seguimos la cronología de
Harrison, aparecería el campaniforme de estilo marítimo
primero, y puntillado-geométrico o de transición después. Su fi nal vendría marcado por la aparición del campaniforme inciso, fechado en Orce entre el 1970 y el
1850 a.C.; y en 1865 a.C. en la fase V de Montefrío 174 •
11l
HARRISON R. J.: <
114
Todas las referencias respec1o a las fechas C-1 4 logradas en los
poblados granadinos. exceplo Mo01efrío. han sido lomadas de ARRI·
BAS. op. cit. nota 143. La asociación de la fecha de Momefrío con la
fase V del poblado puede verse en ARRIBAS y MOLINA. op. CÍI. nota 46.
1, .
Se han localizado alabardas argáricas en los síguíc01es poblados
del Bronce Valenciano:
- La Atalayuela. Losa del Obispo (Valencia). Aparicio. op. cil. nota
24. !ig. 20.
Es decir, que una fecha situada entre el 2000 y el 1900
a.C. podría considerarse válida para los inicios de la fase
siguiente, el Horizonte Campaniforme de Transición.
Aparte de sus comarcas más meridionales, que verían
la aparición dé! foco argárico, la cultura del Bronce Valenciano marcará el final del desarrollo campaniforme en
el conjunto del País Valenciano; lo que obliga a plantearnos la cronología inicial de esta cultura.
De acuerdo con lo postulado anteriormente, parece
claro que los inicios del Bronce Valenciano deben situarse en un momento más o menos avanzado de El Argar.
Ya vimos al estudiar el enterramiento del Peñón de
la Zorra cómo este sepulcro campaniforme, por la presencia del arete de plata, debería fecha rse en la transición Argar A-Argar B, o dentro ya de esta última fase,
de acuerdo con las teorías de Blance y Schubart. Ello señalaba a cualquiera de estas dos etapas como posible
cronología inicial para el Bronce Valenciano, dado que
por sus peculiares características, el enterramiento debería situarse hacia el fmal de la secuencia campaniforme.
La duda podría resolverse en favor de la etapa de transición si consideramos significativa la presencia de alabardas argáricas en algunos poblados del Bronce Valenciano 115 , elemento este sustituido por las hachas durante el
Argar B.
Ahora bien, terminado ya el presente trabajo ha aparecido el estudio de V. Lull sobre la cultura de El Argar,
en el que se critica la validez de su periodización tradicional. Según este autor, habría que hablar de un Argar
Inicial, una fase intermedia, y otra de apogeo o Argar
Pleno, con características culturales y materiales distintas
a las propuestas por Blancé y Schubart. Dentro de este
esquema, las aJabardas aparecerían en las dos primeras
fases, mientras que los pendientes, aretes y anillos de
plata serían característicos de las dos últimas, con lo que
la cronología relativa propuesta por nosotros más arriba
no variaría en absoluto 176 •
Además, la fase intermedia de Lull viene a coincidir,
en cronología absoluta ( 1750-1650 a.C.), con las propuestas cronológicas de Arribas, para quien el Argar B
se iniciaría en torno al 1650 a.C.; diferenciándose ambas
de la propuesta por Schubart a partir de los paralelos
mediterráneos de algunos materiales argáricos 177 • Según
este autor, los inicios del Argar B habría que situarlos
entre el 1500 y el 1400 a.C., lo que supondría fechar la
fase intermedia entre el 1600 y el 1500 a.C., aproximadamente.
Cualquiera que sea la hipótesis cronológica aceptada,
parece claro que las fechas C-14 obtenidas en los poblados del Bronce Valenciano de Serra Grossa, Alicante
( 1865 a.C.) y Terlinques, Villena (Alica nte) ( 1850 a.C.)
deben considerarse elevadas 17 8.
El Serca1. Gaianes (Aiícanle). LERMA J . V.: <
Valencia. 1981.
''" LLULL V.: «La "Cuhura" del Argar». Ed. Abl Universitaria.
Se.rie Arqueológica. 1983. ver especialmen1c pp.2SS-268.
"' SCHUBART H.: «Los paralelos medílerráneos de la Cultura del
Argar.» Zcphyrus. XXVI-XXVn , pp.331 y ss. 1976.
1
"
El conjunto de las fechas C-14 pertenecientes al Bronce Valen·
ciano ha sido lomado de Maní y Gil Sancho. op. cit. nota 30. p.61.
11 3
[page-n-115]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
Por el contrario, existen tres fechas C-14 que sitúan
al Bronce Valenciano alrededor del 1600 a.C.: 1600 a.C.
en Cabeza Redondo, Villena (Alicante); 1522 a.C. en
Catí Foradá, Petrel (Alicante); y en 158 1 en el Pie deis
Corbs, Sagunt (Valencia). A ellas cabria añadir la de
1520 a.C. obtenida en el Castillo de Frías, Albarracín
(Teruel), poblado atribuido al Bronce Valenciano.
Todas estas fechas se situarían dentro de la fase de
transición entre el Argar y B en la hipótesis cronológica
de Schubart; o dentro de El Argar B-Argar Pleno, en las
cronologías de Arribas y Lull.
Sin ningún deseo de adentrarnos en la compleja pro-
114
blemática cultural y cronológica de esta cultura hemos
de señalar, sin embargo, que en ninguna de las hipótesis
citadas las alabardas alcanzan la fase más reciente de
esta. cultura (Argar B o Pleno); por tanto, su presencia
en algunos poblados del Bronce Valenciano indicaría
que éste debió iniciarse con anterioridad a la desaparición de este tipo metálico en El Argar. De acuerdo con
ello, las fechas C-14 antes citadas sólo pueden considerarse válidas dentro de la hipótesis de Schubart; si, por
el contrario, aceptásemos la cronología de Arribas-LuU,
necesariamente deberíamos revisarlas al alza, situando
los inicios del Bronce Valenciano en torno el 1700 a.C.
[page-n-116]
5.
INDICE
Págs.
l.
2.
3.
introducción
Estado actual de la investiación en tomo al vaso campaniforme en el País Valenciano . . . . . . . . . . . .
Catálogo de materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Catálogo de yacimientos y materiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.1.
Vilafamés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.2.
Vil· la Filomena (Vila-real) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.3.
Partida del Sou (Vilavella) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.4.
Puntal Rambla Castellarda (Llíria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.5. Cova de Rocafort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.6. Asilo del Bou (Cullera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.7. Cova de Giner (Cullera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.8. Sima de la Pedrera (Polinya del Xuquer) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.9. Cova de les Arenyes (Aizira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.10. Cova deis Gats (Alzira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.1 1. Cova d'Alfons (Alzira) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.12. Cova de Xarta (Carcaisent) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.13. Cova del Barranc de les Meravelles (Estubeny) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.14. La Ereta del Pedregal (Navarrés) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 15. Cova de la Recambra (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 16. Cova Bolta (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.17. Cova Bernarda (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. 18. Cova del Retoret (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.19. Cova Negra de Marxuquera Alta (Gandia) .... . .............. ......... . ....... '
3.2.20. Cova del Blanquisal (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.21. Cova de les Meravelles (Gandía) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.22. Cova de les Rates Penades (Rotova) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.23. Cova del Racó Tancat (Terrateigm) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.24. Casa Fosca (Potríes) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.25. Camp de Sant Antoni (Oliva) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.26. Camí de l'Alfogas (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.27. Beniprí (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.28. L' Atareó (Bélgida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.29. Cova del Barranc del Castellet (Carrícola) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.30. Cova Santa (Vallada) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.31. Cova Santa (Font la Figuera) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.32. Cova del Partidor (Banyeres) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.33. El Puntal de los Carniceros (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.34. El Peñón de la Zorra (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5
7
13
13
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21
21
21
21
22
22
22
23
23
23
[page-n-117]
Págs.
3.2.35. Cueva oriental del Peñón de la Zorra (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.36. Casa de Lara (Villena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.37. Cova del Bolumini (Alfafara) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.38. Cova del Conill (Cocentaina) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.39. El Rafol d'Almunia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.40. Cova Ampla del Montgó (Xabia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.4!. Cova de les Cendres (Teulada) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.42. Tabaia (Aspe) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.43. L'Alcudia (Eix) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.44. El Promontori de I'Aigua Dol~a y Salada (Eix) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.45. Les Moreres (Crevillent) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.46. El Rincón (Redován) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.47. Las peñetas (Oribuela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2.48. San Antón (Orihuela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.3. Bibliografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. La Cultura material. Poblados y necrópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.1 . Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. La cerámica: las decoraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.!. Decoraciones del horizonte marítimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.2. Campaniforme reciente: formas y decoraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3. La cerámica: las formas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
l. Platos y Fuentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Il. Escudillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lll. Cazuelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV. Cuencos de perfil en S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
V. Cuencos esféricos sin borde o labio diferenciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI. Cuencos con hombro y carenados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI I. Recipientes de cuerpo cilíndrico o troncocónico sin labio o borde diferenciado
VIII. Vasos campaniformes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IX. Cubiletes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
X. Vasos globulares con cuello o borde diferenciado: ollitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •
24
24
24
25
25
25
25
26
26
26
27
28
28
28
29
85
85
85
86
91
93
94
95
95
95
96
96
96
96 ·
96
97
[page-n-118]
5.
6.
XJ. Copas tipo frutero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XII. Ollas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XJ ll. Orzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
XI V. Cucharones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.4. La industria lítica: el sílex . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. Objetos de piedra, hueso y concha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Hachas y azuelas de piedra pulida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. 1.
Brazaletes circulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.2.
4.5.3.
Brazaletes de arquero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ldolos oculados . .. . .. . .... . .. . ...... . ....... .... . . ..•. ............ , . . . . . . . .
4.5.4.
4.5.5.
Colgantes acanalados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.6.
Colgantes varios ...... ... . ................... .. ... . .. ..... , . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.7. Agujas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.8. Punzones y espátulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5.9.
Botones de perforación en «V» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.5. 1O Cuentas de collar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
4.6. La metalurgia y sus tipos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.1.
Puñales de lengüeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.2.
Puntas de Palmeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.3.
Punzones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.6.4. Adornos metálicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.7. Los poblados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.8. Las necrópolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. La introducción del Eneolítico: innovación y continuismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. El Horizonte Campaniforme de Transición y la transformación cultural del País Valenciano . .
5.3. Los orígenes del Bronce Valenciano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.4. Cronología absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
97
97
97
98
98
98
98
98
99
99
99
99
101
101
101
102
102
102
102
104
104
104
105
107
107
108
110
113
115
[page-n-119]
FE DE ERRATAS
Página 26:
En el TABAIA
- Núrri. 2, donde dice (fig. 5), debe eliminarse, rasgue este fragmento, no está dibujado . •
Página 28:
En LAS PEÑETAS
- Núm. 1, donde djce fig. 5; debe decir fig. 6.
- Núm. 2, donde dice fig. 5; debe decir fig. 6.
- Núm. 4, donde dice fig. 5; debe decir fig. 6.
[page-n-120]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
o
5CM
Lámina 1.- Vil· la Filomena
119
[page-n-121]
EL VASO CAMPANIFORME E
EL PAIS VALENCIANO
4
8
120
Lámina 2.- Vil· la Filomena
[page-n-122]
EL VASO CAMPAN IFORME EN EL PAIS VALENCIANO
O
2CM
~
2
Lámina 3.-Coua de les Aranyes
12 1
[page-n-123]
EL VASO CA M PAN I FORM E EN EL PA IS VALENCIA NO
o
122
10CM
L ámina 4. - Camf de l'Al{ogas (A); Beniprf (8)
[page-n-124]
EL VASO CA MPAN IFORM E EN EL PA IS VALENCIANO
812
812
812
812
R2
Lámina 5.-Coua de fa Recambra (R); Coua Bofta (B); Coua Negra (CN)
CN.f
123
[page-n-125]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VA L ENCIANO
BM 2
S1
es2
es
es 1
3
seM
o
Re1
Re1
Lámina 6. - Partida de El Sou (S); Coua del Barranc de les Merauelles (BM); Puntal sobre la Rambla Castellarda (RC); Coua
de les Rates Penades (RP); Coua Santa de Font la Figuera (CS)
[page-n-126]
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[page-n-127]
EL VASO CAMPANIFO RM E EN EL PAIS VAL ENCIAN O
28
126
Lámina 8.-Coua deis Gats
[page-n-128]
Lámina 9.-Coua deis Gats
l27
[page-n-129]
128
[page-n-130]
129
[page-n-131]
EL VASO CAMPANIFO RM E EN EL PAIS VALENCIANO
O
SCM
~-.J
130
Lámina 12. - Coua Bolta
[page-n-132]
EL VASO CA MPANJFORME EN EL PAIS VALENCIANO
CM
Lámina 13. - Coua del Retoret
131
[page-n-133]
EL VASO CA MPANI FORME EN EL PAIS VALENCIANO
o
132
Lámina 14. - L :4tarc6
5CM
[page-n-134]
EL VASO CAMPAN IFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
PZ2
PZ 1
Lámina 15. -Cuenco con decoración de boquique del Puntal de los Carniceros (ligeramente aumentado); fragmentos
cerámicos con decoración incisa del Pelión de la Zorra. (T.N.)
[page-n-135]
EL VASO CA MPANIFORME EN EL PAIS VALENClANO
134
Lámina 16. -Fragmentos cerámicos decorados del Puntal de los Carniceros (al doble de su tamaño)
[page-n-136]
EL VASO CAMPANIFORME EN EL PAIS VALENCIANO
1
7
7
3
5CM
Lámina 17. -Cova del Bolumini
135
[page-n-137]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAI S VALeNCIANO
86
86
86
8C2
8C1
5CM
136
1
Lámina 18.-Coua del Bolumini y Coua del Barranc del Castellet
[page-n-138]
EL VASO CAMPANIFORM E EN EL PAIS VALENCIANO
Lámina 19.-Idolos aculados de la Cova del Bolumini
137
[page-n-139]
EL VASO CAMPANLFORME EN EL PAIS VALENCIANO
138
Lámina 20.-Puiiales de lengüeta de El Ra{ol, y cuenco campaniforme de El Tabia
[page-n-140]
139
[page-n-141]
140
[page-n-142]
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[page-n-144]