Serie de Trabajos Varios 55
Res Publica Leserensis (Forcall, Castellón)
Géza Alföldy
1977
, ISBN 84-500-2122-7
978-84-500-2122-6 , 50 p.
[page-n-1]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE D E T R A B A J O S V A R 1 0 S
Núm. 55
RES PUBLICA LESERENSIS
(Forcall, Castellón)
Por
GEZA ALFOLDY
50 ANIVERSARIO
DE L A FUNDACION DEL SERVICIO
DE INVESTIGACION PREHISTORICA
VALENCIA
1977
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SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE T R A B A J O S V A R I O S
Nóm. 55
RES PUBLICA LESERENSIS
(Forcall, Castellón)
Po=
GEZA ALFOLDY
50 ANIVERSARIO
DE LA FUNDACION DEL SERVICIO
DE INVESTIGACION PREHISTORICA
VALENCIA
1977
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DlPUTAClON PROVINCIAL DE VALENCIA
-
INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO.
S E R V I C I O DE I N V E S T I G A C I O N P R E H I S T O R I C A
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL. CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES
ClENTlFlCAS
.
SERIE D E T R A B A J O S V A R I O S
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2012 -- ISSN 1989-0540
ü4--2122-7.
- Depbrlto Legal V. 2210-1977
- Editorial F. Domenech. A. - Mar, 31 -Valencia
1. S. B. N.
25777.
S.
[page-n-5]
En la costa oriental de España entre Saguntum (Sagunto) y Dertosa
(Tortosa) así como en su hinterland, es decir, a grosso modo en la actual
provincia de Castellón de la Plana, entre las de Valencia y Tarragona,
no es conocida ninguna ciudad romana, según la investigación de las
fuentes literarias, epigráficas y arqueológicas. Las inscripciones y los
asentamientos conocidos en esta región, recogidos de modo agradable por
D. Fletcher y J. Alcácer en una útil monografía (l), no ha permitido
conocer, hasta ahora, más que pequeños asentamientos, durante la época
romana, y la Única ciudad moderna grande en esta región, Castellón
de la Plana, es una fundación de la época de la Reconquista, al contrario
que muchas otras ciudades en España, que son fundaciones antiguas.
A juzgar por la extensión de esta región -la provincia de Castellón
tiene una longitud de unos 120 Km. a vuelo de pajar0 en dirección suroeste-nordeste, y una anchura de unos 60 Km. de este a oeste- la ausencia
de un centro urbano en época antigua es ciertamente sorprendente, teniendo en cuenta además que las condiciones geográficas para la existencia de centros económicos y administrativos de carácter urbano no
son aquí peores que en otras regiones montañosas de España, donde
conocemos ciudades romanas. Se podría suponer, en realidad, que durante
la época imperial romana toda esta región estuvo repartida entre los
territorios urbanos de Saguntum y Dertosa. La parte sur de la actual
provincia de Castellón pertenecía de hecho, con la mayor probabilidad,
a1 territorium de Saguntum (2). Sobre la parte norte de la provincia
de Castellón, por lo menos, y ante todo para la región montañosa del
[page-n-6]
histórico Maestrazgo, al otro lado de la cadena montafiosa litoral, se
podría decir todavía lo que hace más de un siglo dijo E. Hübner en una
nota sobre las inscripciones procedentes de los modernos aoppida inter
Saguntum et Dertosam sita varia*: aTamen longius patet regio haec
aniversa, quam ut agri Saguntini vicos fuisse commode statuas locos
omnes, in quibus tituli e x t a n t ~
(3).
Una de las escasas inscripciones latinas procedentes de la parte norte
de la provincia de Castellón arroja más luz, sobre la topografía histórica
de esta región, de lo que hasta ahora se suponía (4). Este documento
epigráfico es en primer lugar, por otra parte, una fuente de confusión.
Se trata de una inscripción incompleta, cuyo texto y cuyo lugar de
Iiallazgo presentan una serie de problemas. Las indicaciones sobre sil
lugar de hallazgo son contradictorias. Según St. V. Pighi, autor del
siglo XVI, la inscripción procede de Valencia, pero se trata sin duda
de un error o de una mala trascripción (Valencia en vez de reyno de Valencia) : todos los demás autores hablan de una inscripción procedente
del Maestrazgo. Pero, sin embargo, la inscripción es mencionada, en los
diferentes autores, como procedente de diferentes localidades. 1. Strada,
el activo copista procedente de Mantua, que estuvo en España en el
siglo XVI, y su coetáneo y un poco más joven V. Justiniano en su manuscrito
de Valencia,, daban la ciudad de Morella como lugar de hallazgo de la
inscripción. En Morella, sin embargo, no se conoce ningún asentamiento
antiguo (5). Según el famoso humanista de Tarragona, también en el
siglo XVI, el arzobispo Antonius Augustinus, la inscripción no se encontraba de hecho en Morella, sino aen un lugar llamado Ares cerca de
Morella,, queriendo decir la actual población de Ares del Maestre, 18 kilómetros al sur de Morella a vuelo de pAjaro; los mismos datos sobre
su hallazgo encontramos en la crónica publicada en Valencia en 1538,
de P. A. Beuter, quien dice haber copiado la inscripción aen un lugar
dicho Ares, cabo la Villa de Morella, en una masada,. G. Escolano, en
su *Historia de la insigne y coronada ciudad y reyno de Valencia, en 1611,
añade aún otra variante sobre el origen de la inscripción: Escolano
conocía la inscripción como procedente de la región de Morella, de una
pequeña localidad de nombre Vespa (6), localidad que es claramente
la misma que la actual Vespa (o 19Avespa),dentro del término de Morella.
irnos 8 kilómetros al oeste/suroeste de la ciudad (véase figura 1).
En el Corpus Inscriptionum Latinarum se cita todavia más bibliografia antigua sobre esta inscripción, pero se trata de obras posteriores
basadas en los datos de los primeros autores, ya citados. Estos autores
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RES PüBLICA W R E N S I S
7
leyeron la inscripción del mismo modo en lo fundamental (influyéndose
unos a otros), pero presentan diferencias en cuanto a . la separación
de las líneas. E. Hübner presenta el texto, en el Corpus, a partir de estas
primeras lecturas; para la separación de las líneas se basa en la versión
ae Pighi, que parecía ser la mejor, porque cada línea empezaba con una
1
nueva palabra. El texto del Corpus es como sigue (CIL 1 4052) :
IOVI *CONSERVATORI
OB .INCOLVMITATEM
M.AV////////////
. . . . . . . . . e . .
HANC -ARAM.POSVIT
ET0D.D
Algunas pequeñas diferencias entre los varios copistas parecian no
poner en duda la validez de esta presentación del texto (7). Sin embargo,
hay una diferencia importante entre la lectura de Pighi y las otras lecturas, diferencia ya señalada por Hübner: entre la Iínea 3 y 4 del texto,
en la forma aquí reproducida, había según Pighi una laguna de una línea,
a lo sumo; y según los otros autores, el hueco era mayor, cabiendo varias
líneas (que no podían leer, o bien por estar muy dañadas o posiblemente
ocultadas a causa de una reutilización de la piedra). A la vista de la
unanimidad de los otros copistas en este aspecto, la lectura de Pighi era
con toda probabilidad falsa. Hübner debería ser más cauto tomando la
división de las líneas justamente según la versión de Pighi.
Poco más se podía decii; en el Corpus, sobre esta inscripción. Como
experimentado epigrafista que era, Hübner señala también que la fórmula
hanc aram posuit et d(ono) d(edit) no es normal. Hübner hace referencia,
todavia, a una suposición de Beuter sobre el contenido de la línea 3: tNoli
cogitare cum Beutero de nomine imperatoris alicuius (Probi fortasse)
consulto eraso antiquitus; imperatorem enim aliquem ipsum hanc aram
posuisse et dono dedisse in loco Hispaniae obscuro quis credet? Privati
alicuius nomen potuit deleri tempore recentiore,.
En algunas publicaciones epigráficas más recientes, la inscripción
aparece aproximadamente con el mismo texto que en el CIL, incluyendo
el amplio trabajo de D. Fletcher y J. Alcácer sobre la arqueología romana de la provincia de Castellón (8). E n este trabajo, sin embargo, se
publica otro texto, cuya similitud con el del CIL es, a juicio de ambos
autores, evidente. D. Fletcher y J. Alcácer citan este segundo texto segúii
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C. Sarthou Carreres, que lo había copiado en Moidia, a principios de
este siglo; según éste autor, esta inscripción se encontraba y se podía
leer en una piedra en una casa de la Plaza de Colón, sin duda en la Casa
Piquer (9). La lectura ofrecida es como sigue :
IOVI CONSERVATORI
OB INCOLVMITATEM
M.AV RE ANTONINI
AV...ERE B...LISE
SI...C ARAM POSVIT
ET DEDICAVIT
...
5
Esta inscripción se conserva todavía, hoy. E s un ara de caliza gris,
muy dañada por arriba, abajo y en el lado derecho, y está en la Plaza
de Colón, en la pared sur de la casa bajomedieval llamada Casa Piquer,
que mira a la citada plaza, empotrada a unos 3'5 metros de altura (10).
Aunque el texto está parcialmente muy desdibujado, y en el borde derecho faltan algunas letras, la lectura de las letras conservadas no tiene
dificultad alguna, y es posible, también, completar las partes del texto
que han desaparecido (véase figura 2 con la copia de la inscripción, Y
también la foto en Ltimina 1):
Iovi conservcic
tori ob incolumitatem M(arci) A [u]
rel(ii) Antonin [i]
Aug(usti) P(Z$ F(elEcis), res [pullilica Leser [en]sis aram
posuit et dedicavit.
-
5
Pero antes de explicar el texto y de fundamentar la lectura de las
líneas 5-7, es necesario dejar clara la historia del hallazgo de esta inscripción. C. Sarthou no dice nada, desgraciadamente, sobre la procedencia
de esta piedra. Sin embargo, los habitantes de la Casa Piquer saben, desde tiempo atrás, que la inscripción fue traida de la masía de Sant Antoni
;'Avespa, es decir, de una vieja masía de la localidad de Vespa, unos 8 kiiómetros al oeste/suroeste de Morella, dentro de su término. El texto
y la procedencia de la inscripción permiten difícilmente dudar de que
estamos ante la misma inscripción que fue publicada varias veces desde
el siglo XVI, y que se daba por perdida.
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RES PUBLICA LESERENSIS
9
En cuanto hace al texto, las primeras lineas concuerdan, tal como hoy
se leen, con las lecturas antiguas. La concordancia se da también, por lo
menos, en las palabras aram posuit, mientras que el espacio que en las
copias antiguas aparece en blanco, antes de las fórmulas finales, corresponde claramente a la parte del texto donde aparecen el nombre del
emperador y del dedicante. El hecho de que la división de las líneas
en la versión del Corpus y en la lectura que aquí presentamos, la primera
completa y correcta, sea diferente, no quiere decir nada, porque Ir\. división de las líneas en la versión del Corpus se basa en la de Pighi, que
como ya se ha dicho difiere de las demás versiones antiguas; la copia
de Pighi, que se equivoca en la longitud total del texto y en el lugar
de hallazgo, es en realidad poco fiable. Es bien conocido el hecho de que
en las viejas publicaciones de inscripciones, la separación de las líneas
presenta fallos, frecuentemente; también sucede lo mismo en publicaciones más recientes, como es el caso en la de Sarthou, quien se esforzó,
visiblemente, por empezar cada línea con una nueva palabra, consiguiendo por lo demás una lectura casi exacta de las letras conservadas.
En contra de la identificación de la inscripción actualmente conservada en Morella con el texto repetidamente copiado y publicado desde
el siglo XVI se podría aducir solamente la diferencia en la lectura de
la parte final : la lectura ltanc aram posuit et d(ono) d(edit) por un parte,
y aram posuit et cledicavit por otra, son realmente muy distintas, y la
primera de ellas aparece, de hecho, en varios copistas. Sin embargo, esta
primera lectura es, desde el primer momento, sospechosa. Una fórmula
final hanc aram posuit et d(ono) d(edit) sería no solamente extraña, como
ya opinaba Hübner, sino también incorrecta, porque en el lenguaje usado
en las inscripciones votivas, posuit y dono dedit son prácticamente sinónimos (11).Por el contrario, la fórmula posuit et dedicavit es completamente normal, y está consecuentemente bien documentada; los dos predicados se refieren a dos hechos diferentes, a la donación por una parte
a la consagración del ara, por otra (12). Por estas razones es de suponer,
que la lectura procedente del siglo XVI, en la fórmula final, es incorrecta.
De este modo, es bien posible que las lecturas antiguas correspondan,
aunque con errores, al texto de la inscripción que hoy se conserva en
Morella. Estos errores pueden incluso ser explicados, en cierto modo.
En la inscripción de Morella, antes de la palabra aram, está el grupo
de letras SIS, que no son fáciles de reconocer, sobre todo en el caso de la
segunda S, que debido a la mala conservación de la piedra parece ser,
de primera impresión, una C (así fue leída por C. Sarthou). Los copistas
humanistas, que no entendieron el sentido del texto anterior a aram
pueden haber completado, sin preguntarse más, ltanc. La lectura et d. d.,
[page-n-10]
zti 'final de la línea, en vez de et dedicavit, puede haber tenido un origen
similar. La E detrás de la primera D apenas puede verse; la segunda D
es de nuevo claramente yisible. Por ello, es completamente comprensible
que los autores de la época de los humanistas hayan leído, simplemenk,
e l d. d., sin haber observado que detrás de esto seguían todavía más letras
(de las que solamente C y A son fácilmente reconocibles) (13). La repetición de los mismos errores en diferentes copias se explica también
por el hecho de que los primeros copistas pueden haberse influido entre
sí. Es digno de notar, en este sentido, cómo dos de los antiguos copistas
afirman, lo que es totalmente falso, que el material pétreo sobre el que
estaba grabada la inscripción era jaspe.
La historia del hallazgo de la inscripción habla también en favor
de la identificación de la que hoy se conserva en Casa Piquer con la
descubierta en el siglo XVI. Después de Escolano, quien pudo ,haber visto
la inscripción hacia 1600, no hay ningún otro autor que la haya visto
personalmente, antes de reproducir el texto en la forma transmitida
hasta nosotros. Más tarde entra en escena la inscripción hoy conservada
en Casa Piquer. Fue llevada allí sin duda en .el siglo XIX o lo más tarde
hacia 1900: el extraordinario epigrafista español Lumiares, quien al
final'-del siglo XVIII copió todas las inscripciones latinas accesibles en
el norte de la provincia de Castellón (en Forcall, por ejemplo, cerca
de Morella), no tuvo conocimiento de la inscripción de Casa Piquer (14),
mientras para C. Sarthou, al principio del siglo XX, ya era conocida.
Las noticias sobre .el lugar de hallazgo de la inscripción se refieren- a una
y la misma piedra. El hecho de que los datos antiguos sobre el origen
de la inscripción varias veces copiada en el siglo XVI se contradigan
entre sí, difícilmente puede ser explicado suponiendo que en el espacio
de un siglo, aproximadamente, la inscripción fue transportada varias
veces de un sitio a otro, siendo citada la inscripción como procedente
d e Morella, de Ares del Maestre o de la localidad de Vespa, en el térmiiio
de 'Morella.
Hay toda\ria otra solución más sencilla, que es traer las diferentes
indicaciones a un denominador común, asumiendo ya que la inscripción
procede de Vespa. Como Vespa es una localidad del término de Morella,
no es falso tampoco afiirnar que la inscripción se encontraba en Morella.
Como Vespa esid situada en el camino de Morella a Ares del Maestre,
de la que dista solamente 15 kilómetros, tampoco sería completamente
falsa-la afirmación de que la inscripción procedía de la.última localidad
mencionada; un viajero que llegase a Vespa procedente de Ares del Maestre, y que desconociese los limites exactos de los términos municipales,
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11
RES PUBLICA LESERENSI8
podría creer fácilmente que las pocas casas de Vespa pertenecían al término de Ares del Maestre. La inscripción conservada en Morella, en Casa
Piquer, debe haber sido igualmente encontrada en Vespa. Se trata visiblemente de una y la misma inscripción, que desde el siglo XVI hasta
e¡ XIX, lo más tarde, se encontraba en Vespa, presumiblemente sin salir
de la vieja masía Sant Antoni, y que luego fue llevada a Morella.
La inscripción está dedicada a Juppiter Conservator, ob incolumitatcm M(arci) A [u]rel(ii) Antonin [i] Aug(usti) Pii F(eli&) El nombre
del emperador, al contrario de 10 que se afirma en las lecturas antiguas,
no fue borrado; los pequeños huecos en el texto son solamente consecuencia de la mala conservación de la piedra. El emperador mencionado
no es otro que Caracalla: el nombre Marcus Aurelius Antoninus, con
10s calificativos de Pius y Félix lo llevai*on Caracalla y Elagábalo, pero
el nombre del último emperador citado fue borrado en muy numerosas
inscripciones, después de su caída, lo que no es aquí el caso (16)t El
motivo de la dedicación y con ello su fecha exacta son fácilmente reconocible~. inscripción fue hecha siendo Caracalla único emperador, entre
La
el asesinato de su hermano Geta en los últimos días del año 211 y su
violenta muerte el 8 de abril del año 217 (16). La fóimula dedicatoria
02> incolumitatem quiere decir que la inscripción fue dedicada a consecuencia de que el emperador saliera indemne de una situación peligrosa, lo que
resulta mfis claro aún por el hecho de que se invoque en agradecimiento
no simplemente a Juppiter, como máxima deidad, sino expresamente a
Juppiter Conservator en tanto conservador de la incolumitns del emperador. Semejante dedicación durante el reinado de Caracalla encuentra la
mejor explicación en los hechos que siguen a la caída del corregente
Geta: como es sabido, Caracalla presentó el asesinato de su hermano
como si, hubiese intentado Geta asesinarlo, se hubiese defendido y se
hubiese salvado en el último momento (17).
.
La propaganda oficial de Caracalla puso un especial empeño en la
difusión de semejante versión de los hechos. La mención expresa de la
salus y de la securitas del emperador en las acuñaciones del año 212, y la
leyenda Zovi Conservatori en otsa acuñación un poco posterior están en
conexión inmediata con ello (18). Sin duda hubo en todo el Imperio
sacrificios de acción de gracias por la supuesta salvación del emperador.
1
En Roma, por ejemplo, fueron organizados juegos el día 1 de abril
cle 212 - e s t e día era también el cumpleaños de Septimio Severo- pl-O
salute et incolumit [a] te de Caracalla y de su madre (19). También en las
provincias se encuentran dedicaciones con motivo de la in.columitas del
Emperador y otras manifestaciones de lealtad, las cuales también han
[page-n-12]
de ser entendidas en función de la situación política que siguió a la caída
de Geta. Los comerciantes de Aquae Mattiacorum en Germania' Superior
pusieron en el año 212 una dedicación pro perpetua incolumitate imp(erato1ULS) (CIL XIII 7587). De Britannin conocemos una placa votiva con
la dedicatoria Deo Invicto, Soli soc(20) sacrum pro salute et incolumitate
irnp(erato&) Caes(aris) M(arci) Aureli Antonini P.2 Felic(is) Aug(usti),
que pertenece al mismo contexto (20). Un flamen de la ciudad norteafricana de Verecunda, en 212, y sin duda como acción de gracias por la
supuesta salvación de Caracalla, dedicó una inscripción cuyo texto comienza así: I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Conservatori imp(eratoris) Caes(a~ i s M(arci] Aureli Severi Antonini Pii Felicis Aug(usti) (21).
)
Estos paralelos indican con total seguridad que la inscripción de que
aqui se trata, puesta a Juppiter Conservator oú incolumitatem de Caracalla, obedece a los mismos motivos, habiendo sido dedicada probablemente
ya en los primeros meses del año 212. Las palabras que Caracalla dirigió
al Senado después de la caída de Geta, según se lee en la novela histórica
de Herodiano, muestran bien claramente hasta qué punto se exigió de los
súbditos del Imperio una declaración de lealtad, en forma cultual; según
Herodiano (4, 5, 7) Caracalla se dirigió al Senado con estas palabras:
*Lo que debéis hacer es, en primer lugar, dar gracias a los dioses por
haber salvado a uno de los dos emperadores; después debéis dejar de
lado los propósitos y las opiniones sectarias, y poniendo vuestra mirada
en un Único señor, vivir sin preocupaciones. Pues Juppiter, que reina
él solo sobre todos los dioses, ha dado también el dominio de los hombres
a una sola persona,. Estas palabras no fueron, sin duda, las auténticas
palabras de Caracalla (22), pero expresan muy claramente cómo permaneci6, en la memoria de la población del Imperio, aquella versión oficial
sobre la muerte de Geta, y con ello las declaraciones de lealtad que fueron
prescritas. La inscripción de Morella habla el mismo idioma que Herodiano: el emperador, el único señor, ha salido indemne gracias a la protección divina, y por ello sus súbditos dan gracias a Juppiter, que ha
protegido al emperador.
El ara de Morella, con motivo de la salvación del Emperador, fue
dedicada por una comunidad urbana. E n las líneas 5-6 de la inscripción,
después del nombre del empei-ador en genitivo, dice claramente res [pulblica. En el siglo 111, el término res publica era, como es sabido, una
expresión muy extendida para significar una comunidad organizada en
forma de ciudad: ya Tertulliano, en su escrito De anima - e n torno
al 212- había hecho notar la fuerte urbanización del Imperio con las
palabras ubique res publica; el uso del término es un uso extendido,
[page-n-13]
RE^ PUBLICA LEBERENSIS
13
ante todo, precisamente en las inscripciones honorarias dedicadas por
las ciudades a los emperadores (23). Según todas las apariencias, todas las
comunidades que se autodenominan res publica eran, por lo menos en la
Península Ibérica, colonias y municipios, es decir, comunidades organizadas según el modelo más extendido en la parte occidental del Imperio,
y, en cualquier caso, no hay nada que pueda ser aducido contra ello (24).
De ello se deduce que la comunidad que aparece mencionada en la inscripción de Morella era, antes que otra cosa, o bien un municipio o bien
una colonia. Tal ciudad debería ser buscada en la región de Morella.
Es prácticamente imposible pensar que hubiera de tratarse de una colonia hasta ahora desconocida, porque además de que las colonias de España
son ya bastante bien conocidas, difícilmente se podría contar con la
existencia de una colonia -por lo menos de una colonia fundada por medio
de una deductio- en la zona montañosa de la actual provincia de Castellón.
Sin embargo, la existencia de un municipio hasta ahora desconocido, en
esta región, puede ser presupuesta sin dificultad.
Cuando una comunidad se autodenomina res publica, aparece entonces en las inscripciones el verdadero nombre de la comunidad, detrás
del mencionado término, ya sea en genitívo de plural del correspondiente
~djetivo,
por ejemplo res publica Tuccitanorum o como un adjetivo referido a Tes publica, por ejemplo res publica Callensis (25). En nuestra
inscripción, entre el término ves publica y la fórmula final.aran1 posuit
et dedicavit, se leen las letras LESEI seguidas d e un espacio ilegible en
el que caben dos letras ; después, al comienzo de la línea siguiente, se leen
las letras SIS. En estas condiciones, la única interpretación posible es
que nos encontramos ante un adjetivo referido a res publica y poi* tanta
con el nombre propio de la comunidad urbana en cuestión, perteneciendo
la terminación s i s necesariamente, según las leyes del latín, a un adjetivo terminado en +mis, como por ejemplo Tarmconensis (ver más
ejemplos más abajo). Teniendo en cuenta la longitud del espacio ilegible
al final de la línea 6 de nuestra inscripción, el adjetivo debe ser completado en Lesei[en]/sis. Lo que permanece inseguro es la muy dañada letra
que sigue LE LE SE, la que podría ser una F, H, 1, N, P, R o una T. La
cuestión que se nos plantea es entonces si conocemos algún nombre de una
localidad antigua, cuya foimación adjetiva pueda corresponder al nombre
que en la inscripción de Morella acompaña al término res publica.
Solamente Ptolomeo ofrece abundantes nombres de localidades antiguas en esta región montafiosa, que se extiende desde cerca de Saguntum, en dirección al valle del Ebro, a mitad de camino hacia Caesaraugusta (Zaragoza), es decir, la antigua regio EdetanZa (26). Su lista de
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las localidades de los Edetani, de norte a sur, contiene los nombres de
Caesaraugusta, Bernaba, Ebora, Belia, Arsi, Damania, Leonica, Osicerda,
Etobesa, Lassira, Edeta (también llamada Liria) y Saguntum (27). La
similitud entre el topónimo Lassira y el adjetivo Lesei[en]sis quizá no
xesulte muy clara a primera vista, pero se hace evideite si se tiene en
cuenta que en el manuscrito de Ptolomeo, la escritura del topónimo oscila
entre Lassira y Lessira (Aáoocpa.- AÉaotpa) (28). El adjetivo derivado
de este topónimo, si tomamos la segunda variante citada, debería ser
Lessirensis, según, por ejemplo, las.siguientes analogías: Capera - Caperensis, Consabura - Consaburensis, Ebora - Eborensis, Epora Eporensis, Olaura - Olaurensis, Sabora - Saborensis, Sigarra
Sigawensis (29). El adjetivo derivado del nombre de la ciudad se puede entonces restituir en la forma Leser[en]sis, si buscamos la similitud con
Lessirensis, completando así la
ilegible al final de la línea 6 de la
inscripción, de manera que no supone el menor problema. El .nombre
de la ciudad, deberá, pues, ser Lesera.
-
No hay ninguna razón de peso que permita dudar sobre la identificación de este topónimo con el nombre citado por Ptolomeo: la Lassira
o Lessira de Ptolomeo, transmitido de forma incorrecta, según todas las
npariencias, debe ser en realidad Leseya, y en nuestra inscripción se habla
de una res [pu]blica Lese~[en]sis. Todavía debe ser resaltado que el
hecho de que la comunidad sea citada por Ptolomeo se corresponde bien
con su carácter de comunidad urbana, de ciudad. Sin embargo, del hecho
de que Ptolomeo utilice el término n6Á&t<
para referirse a las localidades
3)
de los Edetani que va a enumerar ( 0 , no se sigue necesariamente que
hayan sido colonias o municipios; para el geógrafo, significaba nóhey
solamente localidades de tamaño relativamente grande. Pero justamente
tales localidades de relativa importancia eran las que tenían las mayores
posibilidades de ser ciudades autónomas, no dependientes de otras, y entre
las 12 nóhoy citadas por Ptolomeo entre los Edetanos, Caesaraugusta
era una colonia, Osicerda y Saguntum municipios, Damania, Leonia Y
Edeta también, con toda probabilidad, municipios (31).
La identificación de la res publica que nuestra inscripción documenta,
con la localidad citada por Ptolomeo, se confirma también por la localización geográfica que él mismo nos ofrece. El mapa de la región de
Edetania y zonas adyacentes, que podemos reconstruir fhcilmente a partir
de las coordinadas dadas por Ptolomeo, es naturalmente inexacto (véase
figura 3) (32). Pero la Lessira o Lassz'ra de Ptolomeo aparece, en ese
mapa, justamente allí donde debería estar, si esta localidad estaba en la
parte norte de la actual provincia de Castellón: entre Saguntum y Der-
[page-n-15]
RES PUBLICA LESERENSIS
15
tosa, siendo la ciudad más importante al norte de Saguntum y Edeta
(Liria), y al sur de las otr8aslocalidades de los Edetanos citadas. Entre
estas otras localidades citadas, no obstante, la única claramente identificada es Caesaraugusta (Zaragoza). Pero sabemos por lo menos que
Damania, Leonica y Osicerda se encontraban en el Conventus Caesaraugustanus, y que por lo tanto debían estar, según toda apariencia, más al
norte que la mitad norte de la actual provincia de Castellón (33). Entre
las otras localidades de los Edetanos citadas por Ptolomeo, estaba Etobesa, si acaso, no tan al norte como las recién mencionadas (34), pero
justamente esta localidad de Etobesa es situada por .Ptolomeo no muy
31 norte de Lassira o Lessira. A tenor de los datos ofrecidos por Ptolomeo,
la zona de Morella seria entonces.perfectamente adecuada para la localización de Lcssira o Lassira. En cualquier caso, nada permite fundamentar
la conocida suposición, según la cual esta localidad deberia situarse en
!as ceivanías de Castellón de la Plana, en el río Mijares, que sería entonces el mismo río que Hecateo menciona en'el Este de Espafia, denoy
minado AEoupog .zozapó~, junto al cual deberia estar Lessira o Lassira,
debido a la similitud del nombre (35). El nombre del río demuestra solamente la existencia de nombres geográficos con la raíz Les-, en la parte
oriental de España, lo que añade todavía un refuerzo a nuestra reconstrucción del nombre de la localidad en la forma Lesera; peso, en cualquier caso, todo ello no indica nada, necesariamente, sobre la situación
de la localidad, tanto menos cuanto que la identificación del río es completamente problemática. Tanto el topónimo como el no,mbre del río
podi*ían ser, por otra parte, de origen ibérico, como seguramente lo es
el nombre personal Lesso en Saguntum y Lesuridantaris (genitivo) en el
Norte de España, ambos con la misma raíz (36).
De este modo, se puede afirmar que en la región de Morella hubo un
mentamiento romano de nombre Lesera, con carácter urbano, y con toda
probabilidad organizado en forma de municipio, que se autodenomina
res publica Leserensis, en la inscripción que el año 212 fue dedicada por
la incoluwtitas del emperador Caracalla. La cuestión que ahora se plantea
es dónde ha de ser buscado tal asentamiento. El lugar de hallazgo de
nuestra inscripción, la localidad de Vespa, al suroeste de Morella, dificilmente puede ser el lugar donde originalmente fue dedicada este ara:
tales inscripciones, pasticularmente manifestaciones de adhesión de una
comunidad entera, eran colocadas en plazas públicas o en los edificios
públicos de las ciudades. Pero en Vespa no se conoce ningún asentamiento romano, y tampoco es de suponer que hubiera allí un asentamiento, y menos de tipo grande; Vespa está situada en un valle, mientras
que los asentarnientos grandes se sitúan con preferencia, en el interior
.
[page-n-16]
de España, en lugares elevados. Nuestra inscripción, en consecuencia, fue
llevada a Vespa sin duda como material de construcción para una
masía, procedente de otro lugar, lo más tarde al principio del siglo XVI.
El lugar de procedencia se puede suponer casi sin ninguna duda: a 6 lrilómetros solamente, al norte del lugar donde se encontró la inscripción, en
la localidad de Forcall, en el cerro aLa moleta de Liborio~(también
llamado aLa moleta del mas dels flaress), hay un importante asentamiento ibero-romano, rodeado de una muralla, con edificios de piedra,
y de donde se conocen abundantes hallazgos menores (37). Este asentamiento, que es el mayor que existe en una amplia zona alrededor, y
además con una infraestructura de carácter urbano, debe ser considerado
como la ciudad de Lesera, con lo que resulta llenado el hueco que hasta
ahora existia en el mapa de las ciudades romanas entre Saguntum y Dertosa.
Una vez ha podido demostrarse la existencia de una comunidad urbana de los Leserenses, hay que preguntarse si es posible, a partir de las
inscripciones latinas de la región de Morella, encontrar nuevos datos sobre
la historia de esta ciudad, que sin duda debió tener un amplio territorio,
situada como estaba en una zona montañosa poco poblada. En primer
lugar, conviene tener en cuenta las cuatro inscripciones procedentes de
Ir. región de Morella, en las que aparecen ciudadanos romanos pertenecientes a la Galeriu tribus:
1 Lápida en forma de postamento, seguramente un ara funeraria
.
cuya parte superior ha sido destruida, procede de Forcall, y conocida
desde el siglo XVI : Cn(aeo) Baebio / Cn(aei) f(i1io) Gal(eria tribu) / Gemino / et Papivhe /S C(ai) f(i2iae) Festae / Cn(aeus) Baebius / [Tlaglws
palrentibus / optimis. Las fórmulas del texto, la paleografía y seguramente también la forma del monumento permiten una datación en el
siglo 11 (38).
2. Parte superior de una 'lápida funeraria redondeada por arriba,
encontrada en Forcall (en aLa moleta de Liborio,) en momento desconocido : C(aio) [Zlulio Gal(eria tribu) / [Flrontoni an(nomm) XXZX /
CL
.
Inscripci&es similares, en la región de Edeta y Saguntum,
pertenecen en su mayoría al siglo 1; a juzgar por la estructura del texto
y por la paleografía, tal datación sería también válida para esta inscripción (39).
3. Placa utilizada ,como lápida funeraria, encontrada en 1921 en
Albocácer (en el aMas de Boixs) : C(aio) Aemilio C(ai) f(2lio) / Gal(el.ia
[page-n-17]
RES PUBLICA LESERENSW
17
tribu) Restituto / ann(orum) XX, / Caecil(ia) C(ai) f(i2ia) Procula filio
piissimo / se viva fecit, / lt(oc) m(onumentum) h(eredem) n(on) s(equetur). La estructura del texto y la paleografía permiten una datación en
el Último tercio del siglo 1 o al principio del 11 (40).
4. Placa utilizada como ltipida funeraria, encontrada en momento
desconocido en La Iglesuela del Cid (en el poblado romano junto a la
ermita de Nuestra Señora del Cid) : G(aius) Domitius G(ai) f(i1ius) / GaI(eria tribu) Proculus an(norum) XX / lt(ic) s(itus) est. / G(aius) Domitius Gal(e& tpibu) Proculus, /=Aelia L(ucQ f(i1ia) Supesta, /
J,(ucius) Ae1iu.s Asiaticus /, Vale* Nysa / v(iv4) f(ece?rcnt). La estmcctura del texto y la paleografia permiten una datación en el último tercio
del siglo 1 o en la primera mitad del 11; los Aelii mencionados en el
texto no recibieron el derecho de ciudadanía, necesariamente, en época
de Adriano (41).
Las indicaciones de la Gderia tribus en estas inscripciones identifican
a las personas en cuestión como ciudadanos romanos, que estaban inscritos en la tpibus de una ciudad, o de varias ciudades. Dado que difícilmente se trata de personas procedentes de otras partes del Imperio,
ni de regiones alejadas de la Península Ibérica, hay que pensar en una
ciudad (o en varias ciudades) que debe encontrarse en la región donde
las inscripciones han sido encontradas. Pero todas las ciudades de esta
amplia región -Tarraco, Dertosa, Saguntum, Edeta, Valentia- pertenecen en verdad a la tribu GaZe?+a, aunque cada una de ellas pueda haber
conseguido la autonomía como ciudad en momentos diferentes (42). Sin
embargo, las indicaciones de la tribus, en estas inscripciones, difícilmente
han de ser atribuidas a una o a varias de estas ciudades, sino justamente
s Lesem (43). Las dos inscripciones de Forcall con la indicación de la
tribus corresponden ya con la mayor probabilidad a individuos que eran
ciudadanos de la localidad que ha de ser situada en Forcall. Albocácer
está al sureste de Forcall, solamente a unos 40 kilómetros; la Iglesuela
del Cid (ya en la actual provincia de Teruel,. muy cerca de1 limite con
Ix de Castellón) estti al suroeste de ForcJ1, a solamente unos 20 kilómetros del centro urbano de los Leserenses. Por estas razones se puede
afirmar que los ciudadanos de esta ciudad - c o m o los de muchas otras
en la Península Ibérica- estaban inscritos en la GaZevia tribus. La
datación de las inscripciones con las indicaciones de la tribus permite
también deducir que la ciudad de los Leserenses lo más tarde en el paso
del siglo 1 al 1 estaba ya constituida como ciudad. Es muy probable,
1
también, que ya al principio de la época imperial gozase de autonomía
en tanto ciudad, como muchas otras ciudades inscritas en la Gderia
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tribm, pero ello no puede ser demostrado. Es, siii embargo, muy probable
que fuese así, si tenemos en cuenta que entre las localidades de los
Zdetani, no solamente la colonia de Caesaraugusta, sino también Saguntum y Edeta, además de Osicerda, que debe ser buscada en algún lugar
cie la zona montañosa al sur de Caesaraugusta, tenían ya al principio
del Imperio el estatuto de ciudad (44). En cualquier caso, podemos suponer que Lesera obtendría el estatuto de ciudad, lo más tarde, en época
flavia, en el marco de la casi completa urbanización de las provincias
hispánicas que entonces tuvo lugar (45).
Deberíamos preguntarnos todavía si no es posible tambien llegar a
conocer magistrados de la ciudad de Lesera. Desgraciadamente, el material epigráfico es extraordinariamente pobre, en la región de Morella
y Forcall, hasta la Iglesuela del Cid por el suroeste y hasta Albocácer
!-~or sureste. Aparte de las cuatro inscripciones de las que hcmos tratado
el
más arriba, aparecen en esta región solamente algunas otras en la Iglesuela del Cid, un fragmento de inscripción en Forcall y algunos hallazgos
cpigráficos de carácter menor (insti8umentum domesticum), que no ofrecen ningún interés para la historia de la Administración (46). Sin embargo, es al menos posible que un duovir de nuestra ciudad sea el que
sparece en una inscripción encontrada a buena distancia de Morella y
Forcall. Se trata de una inscripción sepulcral de Rubielos de Mora, en
la región sureste de la actual provincia de Teruel, con el texto C(aio)
Mario C(ai) f(i1io) Gal(eria tribu) / Markno aedil(i) , / fJam(ini), IIvir(o),
/ Valeria C(ai) f(i1i.u) /6 Severa mater / filio piissi/rn[-,
que
ha de ser datada aproximadamente al final del siglo I o ya en el
1
siglo 1 (47). Según H. Galsterer, nos encontramos ante un magistrado
que ejerció su función en una ciudad hasta ahora desconocida en la zona
de Albarracín (provincia de Teruel) (48). Esta opinión, según toda apariencia, se basa solamente en el hecho de que en Corpus Inscriptionum
Latinarum esta inscripción aparece publicada junto a las de la región
de Albarracín y también en el hecho de que en Calomarde, junto a Albarracfn, conocemos otra Valeria Severa, que es identificada, en el Corpus,
con la mujer del mismo nombre de la inscripción de Rubielos de Mora y
entre cuyos parientes aparece también una Maria Ammia (49). Sin embargo, no es seguro que se trate de la misma mujer, debido por una parte
a la gran frecuencia de los nombres Valerius/Valeria y Severus/Severa,
y, por otra, debido a que la mujer de Rubielos de Mora estaba casada con
un C. Marius Marianus, y la de Calomarde con un L. Terentius Crescens, y es realmente poco probable que se trate de la misma mujer, que
se hubiese casado por segunda vez (50). En cualquier caso, en Albarracín
o en sus alrededores no se conoce ningún asentamiento romano de ca-
[page-n-19]
RES PUBLICA LESERENSIS
19
rácter mayor, y, además, la inscripción donde aparece el magistrado de
una ciudad, llamado C. Marius Marianus, ha sido encontrada en Rubielos
de Mora, que está a unos 70 kilómetros en línea recta de Albarracín.
Por ello, esta inscripción no constituye ninguna prueba de que haya exis?ido una ciudad en o cerca de Albarracín. C. Marius Marianus puede
haber sido magistrado, es verdad, en una ciudad desconocida, cerca
de Rubielos de Mora. Pero también es posible que haya sido magistrado
en Lesera, que está a unos 60 kilómetros de Rubielos de Mora; en tal
caso, tendríamos también documentado un magistrado de la ciudad de
Leseya, que después de la edilidad y de una magistratura sacerdotal
de rango local habría llegado a la más alta magistratura dentro de la
ciudad, es decir, siguiendo una carrera municipal completamente normal.
Finalmente, debemos prestar atención todavía a otra inscripción,
donde posiblemente se menciona el nombre de la ciudad de que nos ocupamos aquí. Su texto está sin embargo tan destrozado, que no es posible
alcanzar una reconstrucción completa. Se trata de una inscripción fune1
raria, hoy desaparecida, datable aproximadamente en el siglo 1 d. C.,
y encontrada en Alcalá de Chivert, en la parte noreste de la p i d n c i a
de Castellón, a unos 18 kilómetros solamente al este de Albocácer, de
donde procede una de las inscripciones que mencionan la Galeria tm'bw,
y que seguramente testimonian varios ciudadanos de Lesera; esta región
- d e donde conocemos algunas inscripciones de Alcalá de Chivert y de
Cabanes- puede muy bien haber sido el territorio perteneciente a Leseya (51). A final del siglo XVIII, F. Seguer dio una copia del texto, en
la medida en que era legible, al epigrafista Lumiares; más tarde, Lumiares pudo ver ya solamente la mitad inferior de la lápida (52). El texto,
tal como también fue publicado en el Corpus Inscriptionum Latinarum,
es como sigue :
M .SVLPICIO -CAMER
///ANO A / / / / / / /
/////////.///////
////////////////
5
10
/////SCRIS////
/////E N///////
CALPVRNIA 'LVPER .
CILLA *FILIO-DVLCISSI
MO 'ET SIBI
SE VIVI FECERVNT
[page-n-20]
En las dos primeras líneas estaba el nombre del difunto (53) y seguramente la indicación de su edad. A partir de ahí, el texto está completo
solamente desde la línea 7. De las últimas líneas se deduce, sin embargo,
que antes del nombre de Calpurnia Lupercilla tiene que haber estado
e: nombre del padre del difunto. Este, como su hijo, tenía evidentemente
dl gentilicio Sulpicius. El gentilicio del padre no debe haber estado en la
parte desaparecida al final de la Iínea 5, ni tampoco en la Iínea 6, dado
que después del gentilicio en cuestibn tiene que haber venido todavía
un cognomen; detrás de SCRIS no parece que haya sitio para un gentilicio y un cognomen. Por otra parte, las letras conservadas en Iínea 5,
CRIS, dificilmente pueden leerse de otro modo que no sea formando un
cognomen, como Cruis[pus] o Cris[pinus] (en el grabado de Lumiares,
después de CRIS queda espacio para solamente unas tres letras). Según
toda apariencia, este cognomen no sería otro que el cognomen del padre.
Así, en las línea siguiente, donde se conservan las letras EN, antes del
nombre de la madre del difunto, difícilmente podía haber otra cosa que
no fuese una indicación del origen o del rango del padre. Esta línea podría
completarse, según ello, en la forma [Leser] en [sis et] (según el grabado
de Lumiares, antes de EN hay espacio para unas cinco letras, y después,
para unas cinco o seis letras). Con ello tendríamos la siguiente restitución
de la inscripción :
M(avco) Sulpicio Camer [i]ano a [n(novum) ..]
1
[-
5
10
- -1
- - S&]-
[piciuls Cris [pus]
[Leser] en [sis et]
Calpurnia Luperci2Ja filio dulcissimo et sibi
se vivi fecerunt.
Resumiendo, podemos decir que en la región entre Saguntum y Dertosa tenemos que contar a partir de ahora con una población que tenia
el carácter de ciudad y se llamaba Lesera, que era un municipio fundado
lo más tarde por los emperadores flavios, y cuyos ciudadanos estaban
inscritos en la tribu Galeria; el centro urbano de esta población puede
ser identificado con el asentamiento de tipo urbano que hay en Forcall,
[page-n-21]
RES PUBLICA LESERENSIS
21
ai oeste de Morella. Por lo menos la región montañosa que lo rodea, en
la parte noroeste de la provincia de Castellón y en el extremo oriental
de la provincia de Teruel, pertenecían al territorio de esta ciudad. Pero
su territorio puede haber sido aún mayor: no solamente puede haber
llegado hasta Rubielos de Mora, en el suroeste de la provincia de Teruel, sino incluso, posiblemente, hasta Alcalti de Chivert, por el este, y
con ello hasta el mar Mediterráneo, separando así completamente los
territorios de Saguntum y Dertosa. En cualquier caso, el conocimiento
de la existencia de la res publica Leserensis es algo que hay que añadir
a la topografía histórica de la parte oriental de España.
[page-n-22]
[page-n-23]
An der Ostküste Spaniens zwischen Saguntum (Sagunto) un Dertosa (Tortosa) sowie im anschliependen Bergland, d.h. im gropen und
ganzen in der heutigen spanischen Provinz Castellón zwischen den Provinzen Valencia und Tarragona, wird in der althistorischen, epigraphischen und archaologischen Fachliteratur keine romische Stadt angeführt.
Die inschriftlichen Quellen und die antiken Siedlungsfunde dieser Gegend, in einer nützlichen Monogi-aphie von D. Fletches und J. Alcbcer
auf eine erfreuliche Art und Weise erfapt (1) zeugen bei ihrer bisherigen
Betrachtung nur von kleineren Siedlungen wahrend der Romerzeit, und
die einzige gi'opere moderne Stadt in diesem Raum, Castellón de la Plana,
ist im Gegensatz zu vielen anderen Stadten Spaniens keine antike Gründung, sondern eine Gründung aus der Epoche der Reconquista. 'Ang&
sichts des Ausdehnung dieses Raumes - d i e Provinz Castellón hat in der
Luftlinie eine Lange von etwa 120 km. vom Südwesten nach dem Nordosten und eine Breite von ungefahr 60 km. vom Westen nach dem Ostenist das Fehlen eines antiken stadtischen Zentrums etwas überraschend,
zumal die geographischen Voraussetzungen für die Entstehung wirtschaftlicher und verwaltungstechnischer Zentren urbaner Natur hier nicht
ungünstiger sind als in vielen anderen bergigen Landschaften Spaniens,
aus denen uns romische Stadte bekannt sind. Es konnte freilich 'angenornrnen werden, daa wahrend der romischen Kaiserzeit dieses gesamte
Gebiet unter den stadtischen Territorien von Saguntum und Dertosa
aufgeteilt war. Der südliclie Teil del* heutigen, Provinz Castellón etwa
[page-n-24]
t~is Hohe der Stadt Castellón de la PIana gehorte in der Tat mit grozur
Ber Wahrscheinlichkeit zum Territorium von Saguntum (2). Zumindest
für den nordlichen Teil der Provinz Castellón, vor allem für das Bergland
in der historischen Landschaft des Maestrazgo jenseits der Bergketten
der Küstenzone, liePe sich jedoch das gleiche sagen, was E. Hübner vor
iiiehr als einem Jahrhundert in einer Vorbemerkung zu den Inschriften
aus den neuzeitlichen 'oppida inter Saguntum et Dertosam sita varia'
geschrieben hat : 'Tamen longius patet regio haec universa, quam ut agri
Saguntini vicos fuisse commode statuas locos ommes, in quibus tituli
extant' (3).
Eine der wenigen romischen Inschriften, die im Norden der Provinz
Castellón ans Tagelicht kamen, bringt in die historische Topographie
dieser Gegend mehr Licht als bisher veilnutet (4). Zunachst scheint dieses
epigraphische Denkrnal allerdings eher Verwirrung zu stiften. Es handelt sich um eine unvollstandige Inschrift, deren Fundort und Text Prohleme bereiten. Die Hinweise auf den Fundort sind widersprüchlich. Die
Angabe bei St. V. Pighi aus dem 16. Jahrhundert, nach dem die Inschrift
aus Valencia stamrnt, beruht zwar offensichtlich auf einem Irrtum oder
auf einer Verschreibung (Valencia statt reyno de Valencia) : Alle anderen
ilutoren sprechen von einer Inschrift aus dem Maestrazgo. Doch erwahnen sie die Inschrift dort aus verschiedenen Ortschaften. 1 Strada, der
.
aus Mantua stammende eifrige Kopist romischer Inschriften in Spanien
im 16. Jahrhundert, und sein etwas jüngerer Zeitgenosse V. Justiniano
in seiner Handschrift 'Estos quadernos de las piedras que se hallan
en el reyno de Valencia' gaben die Stadt Morella als Fundort der Inschrift an. In Morella ist aber keine antike Siedlung bekannt (5). Nach
dern berühmten Humanisten aus Tarragona ebenfalls im 16. Jahrhundert, dem Erzbischof Antonius Augustinus, befand sich das Denkmal
in der Tat nicht in Morella, sondern 'en un lugar llamado Ares cerca
Morella', womit der heutige Ort Ares del Maestre, in der Luftlinie 18 km.
siidlich von Morella, gemeint ist; die gleiche Fundortsangabe findet
sich auch in der im Jahre 1638 veroffentlichten Valencianer Chronik
von P. A. Beuter, der die Inschrift 'en un lugar dicho Ares, cabo la villa
de Morella, en una masada' abgeschi-ieben hat. G. Escolano hat dann in
seiner 'Historia de la insigne y coronada ciudad y reyno de Valencia'
im Jahre 1611 die tiberlieferung über die Herkunft der Inschrift um
cine weitere Variante bereichert: E r kannte die Inschrift aus der Gegend Morellas aus einer kleinen Ortschaft namens Vespa (6) ;diese Ortschaft ist offensichtlich keine andere als der heutige Ortsteil Vespa (oder
1'Avespa) innerhalb des Stadtbezirkes von Morella, etwa 8 km. westlich/
südwestlich der Stadt (vgl. Abb. 1).
[page-n-25]
RES PUBLICA LESERENSiS
25
Im Corpus Inscriptionum Latinarum wird zur Inschrift auch weitere
Eltere Literatur zitiert, doch beruht diese nur auf den Angaben bei den
erwahnten frühesten Autoren. Den Text del*Inschrift haben diese Autoren im grofien und ganzen auf die gleiche Art und Weise gelesen (wobei
sie sich teilweise auch gegenseitig beeinflussen konnten), nur die Zeilentrennung haben sie unterschiedlich angegeben. E. Hübner führte den
Text im Corpus aufgrund dieser alten Lesungen an; für die Zeilentrennung legte er die Version bei Pighi zugrunde, die deshalb die beste zu
sein schien, weil nach dieser Lesung jede Zeile mit einem neuen Wort
1
begann. Der Text im Corpus lautet wie folgt (CIL 1 4052) :
JOVI .CONSERVATORI
OB -1NCOLVMITATEM
M.AV////////'////
............
Einige kleine Abweichungen zwischen den einzelnen Kopisten schienen die Berechtigung dieser Textausgabe nicht in Frage zu stellen (7).
Wichtig ist jedoch ein Unterschied zwischen der Lesung nach Pighi eineraeits und allen weiteren Lesungen andererseits, schon von Hübner hervorgehoben: Zwischen der 3. und del 4. Zeile in der vorliegenden Form
gab es nach Pighi hochstens eine Lakune mit einer fehlenden Zeile, nach
den übrigen Autoren jedoch eine langere Lücke mit mehreren fehlenden
Zeilen (die sie nicht lesen konnten, da diese Zeilen entweder stark beschadigt oder moglicherweise durch eine ungünstige Zweitverwendung
des Steines abgedeckt waren). Angesichts der übereinstimmung der
weiteren Kopisten in dieser Hinsicht war allem Anschein nach die
Variante Pighis falsch; dies hatte Hübner warnen sollen, für die Zeilentrennung ausgerechnet Pighis Version zu übernehmen. Sonst konnte
im Corpus zu der Inschrift nicht mehr viel gesagt werden. Als erfahrener
Epigraphiker bemerkte Hübner zu Recht, da$ die Forme1 hanc aram posuit
et d(ono) d(edit) ungewohnlich sei. Ferner wies er eine Annahrne von
3euter zum Inhalt der 3. Zeile zurück: 'Noli cogitare cum Beutero de .
nomine imperatoris alicuius (Probi fortasse) consulto eraso antiquitus;
imperatorem enim aliquem ipsum hanc aram posuisse et dono dedisse
in loco Hispanise obscuro quis credet? Privati alicuius nomen potuit
deleri tempore recentiore'.
In einige neuere epigraphische Publikationen ist die Inschrift ungefghr mit dem gleichen Text eingegangen wie in das Corpus, auch in die
[page-n-26]
zusammenfassende Arbeit von D. Fletcher and J. Alcácer über die
romerzeitliche Archaologie der spanischen Provinz Castellón (8). In dieser Arbeit wird jedoch auch ein weiterer Text angeführt, der nach den
beiden Verfassern auffallende Ahnlichkeit mit der im Corpus veroffentiichten Inschrift aufweist. Diesen Text zitieren D. Fletcher und J. Alcácer nach C. Sarthou Carreres, der ihn zu Beginn unseres Jahrhunderts
in Morella abgeschrieben hat; nach diesem Autor war der Text dort
auf einem Stein in einem Hause auf der Plaza de Colón, unzweifelhaft
in der Casa Piquer, zu lesen (9). Die Lesung wird folgendermapen angegeben :
IOVI CONSERVATORI
OB INCOLVMITATEM
M.AV RE ANTONINI
AV ERE B...LISE
SI...C ARAM POSVIT
E T DEDICAVIT
...
5
...
Dieses Steindenkmal ist auch lieute vorhanden. Es ist ein, oben,
unten. und auf der rechten Seite stark beschadigter Altar aus grauem
Xalkstein, in Morella auf der Plaza de Colón in der spatmittelalterlichen
Casa Piquer -auf der Südseite der Hauses, die auf den erwahnten
Platz blickt- in etwa 3'5 m Hohe vermauert (10). Obwohl del* Text
zum Teil stark veiwischt ist und am rechten Rand einige Buchstaben
fehlen,.- bereitet die Lesung der erhaltenen Buchstaben keine Schwierigkeit, und auch die fehlenden Textteile lassen sich erganzen (siehe auch
Abb. 2 mit der Zeichnung der Inschrift, ferner das Foto auf Taf. 1) :
6
Zovi conserv*
tori ob inG0l.umitatem M(arci) A [u] ret(ii) Antonin [i]
Aug(usti) P(.iZ) F(elicis), res [ ]
*blica Les. [en] sis aram
posuit et dedicavit
Bevor der Text erklart und die Lesung in den Zeilen 6-7 ausführlich
begründet werden, ist zunschst die Fundgeschichte dieser Inschrift klarzustellen. C. Sarthou 'hat über die Herkunft des Steines leider nichts
[page-n-27]
RES PUBLICA LFSERENSIS
27
aufgezeichnet. Den Einwohnern der Casa Piquer ist jedoch bis heute
bekannt, dafl das Steindenkmal -vor Iangerer Zeit- aus der Masia San
Antoni 1'Avespa dorthin gebracht wurde, also aus einer alten Masia aus
ciem Ortsteil Vespa rund 8 km. westlich/südwestlich von Morella innerhalb des Stadtgebietes. Text und Provenienz der Inschrift ermoglichen
lcaum Zweifel daran, dafl wir es mit der gleichen Inschrift zu tun haben,
die im 16. Jahrhundert ofter abgeschrieben wurde und seither als verschollen galt.
Was den Text betrifft, stirnrnt die Lesung fiir den Anfang der Inschrift, wie diese heute zu sehen ist, mit den alten Lesungen überein.
Das gilt weiterhin zumindest noch für die Worte aram posuit, wahrend
die in der alteren Literatur angegebene Liicke vor dem Schlufiformular
offensichtlich jenem Textteil entspricht, in dem der Name des Kaisers
iind der Name des Dedikanten gelesen werden konnen. Dafl die Zeilentrennung nach der Version der Inschrift im Corpus und in der hier
crstmals vollstandigen und richtigen Lesung verschieden ist, braucht
nicht zu storen, da die Trennung der Zeilen im Corpus nur auf der
Lesung durch Pighi beruhte, der, wie erwahnt, die weiteren alten Kopien
widersprechen; überhaupt war Pighi, der auch die Gesamtlange des
Textes und darüber hinaus auch noch den Fundort der Inschrift falsch
angegeben hat, ein wenig zuverlapiger Herausgeber dieser Inschrift.
Da@ die Zeilentrennung von Inschriften insbesondere in der altesten
Literatur haufig ungenau ist, 1aPt sich sehr haufig beobachten; dafi
der gleiche Fehler auch in der jüngeren Literatur durchaus vorkommen
kann, zeigt etwa die angeführte Lesung der in Morella aufbewahrten
3nschrift durch C. Sarthou, der offensichtlich bemüht war, jede Zeile
mit einem neuen Wort beginnen zu lassen -0bwoh1 er sonst eine fast
exakte Lesung der erhaltenen Buchstaben vorlegte.
Gegen die Identifizierung der heute in Morella vorhandenen Inschrift mit dem im 16. Jahrhundert abgeschriebenen Text konnte vom
[nhalt her hochstens die unterschiedliche Lesung des Schlufiteiles sprechen: Die Lesungen lmnc amm posuit et d(ono) d(edit) einerseib und
nram posuit et dedicavit andererseits sind zugegebenerweise stark verschieden, und dabei ist die erste Version von mehreren Kopisten überliefert. Doch erweckt die alte Lesung von vornherein 'Verdacht. Eine
Schlu@formelhanc aram posuit e t d(ono) d(edit) ware nicht nur unüblich, wie schon Hübner meinte, sondern würde auch von mangelndem Sprachgefühl zeugen, da posuit und dono dedit im Sprachgebrauch
romischer Weiheinschriften praktisch synonyme Begriffe sind (11). Die
Foimel posuit et dedicavit ist dagegen vollig regelmaflig und dement-
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sprechend auch gut bezeugt; die beiden Pradikate weisen auf zwei verschiedene Handlungen hin, namlich auf die Stiftung und auf die darauf
folgende Einweihung des Altars (12). So ist anzunehmen, da@die aus
dem 16. Jahrhundert stammende Lesung der SchluPformel inkorrekt ist.
Dann ist es aber auch ohne weiteres moglich, da@wir es bei der alten
Lesung mit dem mipverstandenen Text der in Morella aufbewahrten
Tnschrift zu tun haben. Das Mipverstandnis 1aPt sich auch einigermapen
erklaren. Auf dem Stein in Morella steht vor dem Worte aram die
Buchstabengruppe SIS, die nicht ganz einfach zu erkennen ist, zumal
das zweite S durch eine Beschadigung des Steines beim ersten Anblick
wie ein C aussieht (auch von C. Sarthou so mipverstanden). Humanisten,
die den Sinn des Textes vor aram überhaupt nicht verstanden, konnen
Iiier leicht stillschweigend l m c erganzt haben. Ganz am Schlufi kann
die Lesung et. d. d. statt .et dedicavit auf eine ahnliche Art und Weise
entstanden sein. Das E hinter dem ersten D ist kaum zu sehen; das
zweite D ist dann wieder deutlich. Autoren aus der Humanistenzeit
ist es durchaus zuzutrauen, dap sie dann einfach et. d . d. gelesen haben,
ohne Rücksicht darauf, dap hinterher noch einige weitere Buchstaben
folgen (von denen aber nur C und A ganz leicht zu erkennen sind) (13).
Da sich die frühen Kopisten auch gegenseitig beeinflussen konnten,
Iaflt sich auch das Vorkommen ein und desselben Fehlers in mehreren
Abschriften erklaren. Bezeichnenderweise findet sich auch die ganz irreführende Behauptung bei mindestens zwei alten Kopisten, dap das Material des Inschriftsteines Jaspis sei.
Für die Identitat der im 16. Jahrhundert entdeckten Inschrift mit
derjenigen in der Casa Piquer in Morella spricht auch die Fundgeschichte.
Kach Escolano, der das Steindenkmal-um 1600 gesehen haben dürfte,
gab es keinen weiteren Autor mehr, del* sich bei des Widergabe des
Textes in der überlieferten Form auf Autopsie beieufen konnte. Dafüi*
tauchte spater die auch heute vorhandene Inschrift in der Casa Piquer
iii Morella auf. Sie kam dorthin offenbar im 19. Jahrhundert oder spiir
testens um 1900: Der hervorragende spanische Epigraphiker Lumiares,
der am Ende des 18. Jahrhunderts die ihm zuganglichen romischen Inschriften auch im nordlichen Teil der Provinz Castellón (z.B. auch in
Forcall in der Nahe Morellas) abgeschrieben hat, kannte die Inschrift
aus der Casa Piquer noch nicht (14), wiihrend sie C. Sarthou zu Beginn
des 20. Jahrhunderts bereits bekannt war. Die Nachrichten über den
Fundort weisen auf ein und denselben Stein hin. Die einander widersprechenden alten Angaben über die Herkunft der im 1 . Jahrhundert
6
niehrfach abgeschriebenen Inschrift enheder aus Morella oder aus Ares
[page-n-29]
RE8 PUBLICA LESERENWS
29
del Maestre oder aus dern Ortsteil Vespa im Stadtbezirk Morellas lassen
sich kaum so erklaren, dap das Steindenkmal innerhalb eines ungefahr
Iiundertjahrigen Zeitraumes mehrfach Iiin- und hertransportiert wurde.
Es gibt eine einfachei-e Moglichkeit, die Fundberichte auf einen gemeinsamen Nenner zu bringen, durch .die Annahme namlich, da@ die
Inschrift aus Vespa stammt. Da es sich bei Vespa nur um einen Ortsteil
im Bezirk Morellas handelte, konnte man auch sagen, da@die Inschrift
sich in Morella befand. Und da Vespa am Wege von Morella nach Ares
del Maestre liegt, war zugleich auch die Behauptung nicht ganz abwegig,
da$ die Inschrift aus dern zuletzt erwahnten Ort starnrne, von dern Vespa
auch nicht weiter als etwa 16 km. entfernt liegt;. ein Reisender etwa,
der Vespa aus Ares del Maestre kommend erreichte und die Gemeindegrenzen nicht kannte, kann leicht geglaubt haben, da@die ~e~einzelten
Hauser von Vespa zu Ares del Maestre gehorten. Die in Morella in des
Casa Piquer aufbewahrte Iqschrift sol1 ebenfalls in Vespa gefunden
vrorden sein. E s handelt sich offenbar um ein und dasselbe Steindenkmal,
das sich also spatestens seit dern 16. bis zum 1 . Jahrhundeist in Vespa,
9
vermutlicli stets in der alten Masia Sant Antoni, befand und spater nach
15orella gebracht wurde.
Die Inschrift wurde dern Juppiter Conservator ob incolumitatem
M(arcQ A [u]rel(ii) Antonin [iJ Aug(ust0 Pii F(e1icis) gewidmet. Der
Name des Herrschers wurde, im Gegensatz zu 'der Behauptung in der
alten überlieferung, nicht eradiert; die kleinen Lücken im Text sind nur
Folgen del* Beschadigung des Steines. Der genannte Hemscher ist kein
anderer als Caracalla: Den Namen Marcus Aurelius Antoninus mit den
beinamen Pius und auch Felix führten Caracalla und Elagabal, doch
viurde der 'Name des an zweiter Stelle erwahnten Kaisers nachzseinem
Sturz in sehr vielen Inschriften eradiert, was ja hier nicht der Fall
w a r (15).
Der Anla$ zur Widmung und damit ihr genaueres Datum lassen sich
unschwer ermitteln. Die Inschi* stammt aus der Alleinherrschaft Ca:uacallas zwischen der Ermordung seines Bruders Geta in den letzten
Tagen des Jahres 211 und seinem gewaltsamen Tod am 8. April 217 (16).
Die Widmungsformel ob incolumitatem spricht dafür, dap die Weihung
nach der Rettung des Kaisers in einer Gefahr vollzogen wurde; da$ der
1)ank dafür nicht einfach dern Juppiter als dern obersten Staatsgott,
sondern ausdrücklich dern Juppiter Conservator als Bewahrer der incol ~ ~ m i t a s Hemschers galt, macht dies noch deutlicher. Wahrend der
des
Alleinherrschaft Caracallas lie@esich eine derartige Widmung weitaus
am besten durch die Folgen des Sturzes des Mitregenten Geta erklaren:
[page-n-30]
Bekanntlich stellte Caracalla den Brudermord sodar, als ob er sich vor
einem todlichen Anschlag Getas im letzten Augenblick gerettet habe (17).
Die offizielle Propaganda Caracallas legte auf die Verbreitung dieser
Version gropen Wert. Der .Hinweis auf die salw, und auf die securitccs
des Kaisers in der Münzpragung des Jahres 212 und die Umschrift Iovi
Conservatori auf etwas spater gepragten Münzen nahmen darauf Bezug (18). Für die angebliche Rettung des Herrschers wurde zweifellos
im ganzen Reich geopfert. In Rom etwa wurden am 11. April 212 - d i e ser Tag war zugleich der Geburtstag des Septimius Severus- pro salute
et incolumit [a]te Caracallas und seiner Mutter Spiele veranstaltet (19).
Weihungen für die incolumitas des Kaisers und weitere Loyalitatsbekundungen, die ebenfalls durch die politische Lage nach Getas Sturz
zu verstehen sind, liegen auch in den Provinzen vor. Die Kaufleute im
obergermanischen Aquae Mattiacorum setzten im Jahre 212 pro perpetua incolumitate imp(eratoris) eine Weihinschrift (CIL XIII 7587).
Aus Britannien kennen wir eine Votivtafel, die mit der Widmung Deo
Invicto; Soli soc(io) sacrum pro salute et incolumitate irnp(erato?.is)
Caes(a&) M(arci) Aureli Antonini Pii Felic(is) Atlg(usti) im gleichen
Zusarnmenhang einzuordnen ist (20). In der nordafrikanischen Stadt Verecunda hat ein flamen im Jahre 212, unzweifelhaft als Dank für die
nngebliche Rettung Caracallas, eine Inschrift mit dem einleitenden Text
I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Conseruatori imp(erato~s)
Caes(aris) M(arcz')
Aureli Severi Antonini Pii Felicis Aug(usti) gewidmet (21).
Diese Parallelen lassen keinen Zweifel daran, dap auch die hier
hehandelte Inschrift, dem Juppiter Conservator ob incolumitatem Caracallas gesetzt, aus dem gleichen Anlaj3, wohl in den ersten Monaten des
Jahres 212, errichtet wurde. Wie damals die Loyalitatsbekundung der
Untertanen in kultischer Form verlangt wurde, wird auch aus den Worten recht deutlich, die Caracalla im Geschichtsroman Herodians nach
cier Errnordung Getas zum Senat gerichtet haben soll: 'Eure Aufgabe
ist zuerst, den Gottern dafür zu danken, da@sie den einen der beiden
Herrscher gerettet haben; dann sollt ihr aufhoren, geteilte Absichten
und Gedanken zu verfolgen, und ihr sollt, auf einen einzigen Herrscher
blickend, frei von Sorgen leben. Denn Juppiter hat die Herrschaft, wie
er sie auch über die Gotter allein ausübt, auch über die Menschen nur
einen Einzigen gegeben' (4,5,7,).Diese Worte waren zwar sicherlich nicht
die authentischen Worte Caracallas (22), doch bringen sie sehr deutlich
zum Ausdruck, wie die offizielle Version über den Sturz Getas und die
daraufhin vorgeschriebenen Loyalitatsbekundungen im Gedachtnis der
Beichsbevolkerung haften blieben. Die Inschrift aus Morella spricht eine
[page-n-31]
RES PUBLiCA LESERENSIS
'
31
iihnliche Sprache wie Herodian: Der Kaiser, ein Alleinherrscher, ist rnit
gottlicher Hilfe unversehrt, wofür die Untertanen dem Juppiter - d e r
den Herrscher beschützte- danken.
Der Altar wurde dem Juppiter Conservator für die Rettung des
Kaisers von einer Stadtgemeinde geweiht. In den Zeilen 5-6 der Insclirift, nach dem Namen des Kaisers im Genitiv, steht eindeutig res
[pul blka. Der Terminus res publica war im 3. Jahrhundert bekanntlich
ein sehr stark verbreiteter Ausdruck zur Bezeichnung stadtisch organisierter Gemeinden: Schon Tertullianus hat in seiner Schrift De anima
-um 212 geschrieben- die starke Urbanisation des Reiches mit den
Woi-ten ubique res publica unterstrichen, und vol* allem gerade in den
Huldigungsinschriften der Stadtgemeinden für die Kaiser war der Gebrauch dieses Terminus allgemein üblich (23). Wie es scheint, waren
~umindestauf der Iberischen Halbinsel alle Gemeinden, welche sich als
?.es publica bezeichneten, Kolonien und Municipien, d.h. stadtisch organisierte Gemeinden nach den im romischen Westen am ehesten üblichen
Formen der stadtischen Verfassung; jedenfalls lassen sich keine Indiñien gegen diese Ansicht erbringen (24). Daraus folgt, da$ wir auch
in jener Gemeinde am ehesten eine Kolonie oder ein Municipium erblicken dürfen, welche die in Morella aufbewahrte Inschrift errichten liep.
Diese Stadt mü$te in der Gegend Morellas gesucht werden. In diesem
Fall wiire freilich kaum moglich, an eine bisher unbekannte Kolonie zu
denken: Ganz abgesehen davon, da$ uns die Kolonien Spaniens hinreichend bekannt sind, würde man zumindest mit einer durch Deduktion
gegründeten Kolonie im Bergland der heutigen spanischen Provinz Castellón kaum rechnen dürfen. Die Existenz eines bisher unbekannten
Municipiums in diesem Raum konnte jedoch ohne Schwierigkeit vorausgesetzt werden.,
Wenn eine Gemeinde sich als res publica bezeichnet, dann steht in den
lnschriften der eigentliche Name der Gemeinde hinter diesem Terminus,
und zwar entweder als Genitivus Pluralis des entsprechenden Adjektivs
wie 2.B. res publica Tuccitanorum oder als ein auf res publica bezogenes
Adjektiv wie 2.B. res publica Callerzsis (25). In unserer Inschrift stehen
zwischen dem Terminus res publica und der Schlu$formel aram posuit
et dedicavit die Buchstaben LESEI mit einer anschliependen Lücke von
zwei Buchstaben, ferner zu ~ e ~ i der nachsten Zeile die Buchstaben
nn
SIS. ,Für diesen Textrest gibt es keine andere Interpretationsm6glichkeit
als die, da$ wir es hier mit einem Adjektiv zu res publica und dementsprechend mit dem eigentlichen Narnen dieser Stadtgemeinde zu tun
liaben, wobei die Endung -sis nach den Gesetzen der lateinischer Spra-
[page-n-32]
che nur zu der adjektivischen Bildung auf -en&
wie z.B. Tavraconerh
sis gehoren kann (weitere Beispiele siehe unten). Im. Hinblick auf die
Lange der Lücke am Ende der 6. Zeile unserer Inschrift mup also das
Adjektiv auf Lesei [en]/sis erganzt werden. Unsicher bleibt einstweilen
nur noch der stark beschadigte Buchstabe hinter LESE, der grundsatzlich ein F, H, 1, N, P, R oder T gewesen sein konnte. Es fragt sich, ob
wir einen antiken Ortsnamen kennen, dessen adjektivische Bildung dem
Heinamen in der Inschrift in Moi8ellaentsprechen würde.
Antike Ortsnamen aus jenem ostspanischen Bergland, das von der
Gegend um Saguntum in die Richtung des Ebrobeckens mit Caesaraugusta (Zaragoza) in seinem Mittelpunkt reicht, also aus der antiken
qnegioEdetania (26), sind allein bei Ptolemaios in groperer Zahl aufgezahlt. Diese Liste der Siedlungen der Edetani, in einer Nord-Süd-Reihenfolge, enthalt die Namen Caesaraugusta, Bernaba, Ebora, Belia, Arsi,
Damania, Leonica, Osicerda, Etobesa, Lassira, Edeta (auch Liria genannt)
und Saguntum (27). Die Ahnlichkeit zwischen dem Ortsnamen Lassira
und dem Adjektiv Lesei[en]sis ist im ersten Augenblick vielleicht noch
nicht sonderlich auffailend, sie wird, jedoch recht pragnant, wenn
darauf hingewiesen wird, dap in den Ptolemaios-Hands~h~iftendie
Schreibweise des Ortsnamens zwischen Lassira und Lessil*n (Aáuocpa
bzw. AÉuu~pa)schwankt (28). Die adjektivische Bildung aus diesem Ortsnamen, legt man die zweite S~hreibva~iante
zugrunde, müpte Lessirensi9
sein, etwa nach folgenden Analogien : Capera
Caperensis, Consabura
Consaburensis, Ebora - Ebovensis, Epora - Eporensis, Olaura Olaurensis, Sabora - Saborensis, Sigarra
Sigarrensis (29). Der Beiname.deie fraglichen Stadt in der hier behandelten Inschrift 1a$t sich,
menn wir die sprachliche Ahnlichkeit mit Lessirensis suchen, auf
I,wer[en]& erganzen -wobei die Lücke am Ende der 6. Zeile der
inschrift einwandfrei ausgefüllt ist. Der Ortsname mup dann Lesera sein.
-
-
-
E s gibt keinen einleuchtenden Grund, der an der Identitat zwischen
diesem Ortsnamen und dem bei Ptolemaios verzeichneten Namen zweifeln liepe: Das ptolemaische Lassira oder Lessira, anscheinend in verderbter Form überliefert, mup richtig Lesera heipen, und in unserer Inschrift
ist von einer res [pu]blica Leser[en]sis die Rede. Dabei ist zu bemerken,
dap die Erwahnung der ~ e m e h d e Ptolemaios gut zu ihrer Bedeubei
tung als Stadtgemeinde papt. Aus dem von Ptolemaios gebrauchten
Terminus ~ ~ A E L S die aufgezahlten Orte der Edetani (30) folgt zwar
für
iiicht, da$ diese ausnahmlos Kolonien und Municipierr gewesen sein müssen: Mit n6h~cgmeinte der Geograph nur gropere Siedlungen. Aber ge-
[page-n-33]
RE8 PUBLICA LESERENSIS
33
~ade
derartige bedeutende Siedlungen besaPen gute Chance, stadtische
Autonomie zu erhalten, und unter den 12 bei Ptolemaios erwahnten
z 6 A ~ yder Edetani waren Caesaraugusta eine Kolonie, Osicerda, und
Saguntum Municipien, Damania, Leonica und Edeta allem Anschein nach
ebenfalls Municipien (31).
.
Da@ die Gleichsetzung der epigraphisch bezeugten res publica rnit
dem bei Ptolemaios erwahnten Ort richtig ist, geht auch aus der Lokalisierung dieses Ortes nach dem antiken Geographen hervor. Die Karte
Edetaniens und der angrenzenden Gebiete nach den Vorstelungen des
Ptolemaios, aufgrund der von ihm verzeichneten Koordinatenangaben
leicht zu rekonstruieren (32) ,ist zwar naturgemlp ungenau (siehe Abb. 3).
Aber das ptolemaische Lessira oder Lassira erscheint auf dieser Kaiote
genau dort, wo es eingezeichnet sein mübte, wenn der Ort im nordliclien Teil der heutigen Provinz Castellón lag: zwischen Saguntum und
Dertosa, als der erste bedeutende Ort nordlich Saguntum und Edeta
(Liria), südlich von den weiteren aufgezahlten Siedlungen der Edetani.
Unter diesen weinteren Siedlungen ist zwar nur Caesaraugusta (Zaragoza)
einwandfrei identifiziert. Aber zumindest von Damania, Leonica und
Osicerda wissen wir, dap sie sich im Conventus Caesaraugustanus, also
anscheinend weiter nordlich als in der nordlichen Halfte der Provinz
Castellón, befanden (33). Unter den weiteren bei Ptolemaios erwahnten
Orten der Edetani lag hochstens Etobesa nicht so weit im Norden wie
die zuletzt erwahnten Siedlungen (34), aber gerade dieser Ort wird auch
bei Ptolemaios nicht viel weiter nordlich als Lessira oder Lassira lokalisiert. Die Umgebung von Morella kame also ausgehend von den Angaben bei Ptolemaios für die tatsachliche Lokalisierung von Lessira oder
k s s i r a sehr gut in Betracht. Nichts spricht jedenfalls für die herkommliche Annahme, diesen Ort in der Nahe von Castellón de la Plana, am
E'lupe Mijares, zu suchen, da dieser FluP angeblich mit dem von Hekataios in Ostpanien erwahnten ALaupos nozay6s identisch sei, und da Lessira
oder Lassira wegen der Wuilichkeit des Namens an diesem FluP gelegen
habe (35). Der FluPname bestatigt nur die Existenz geographischer
Namen mit der Wurzel Les- in Ostspanien, was für die Rekonstruktion
unseres Ortsnamens in der Form Lesera noch eine weitere Stütze bringen dürfte, doch folgt daraus nichts Zwingendes für die Lokalisierung
des Ortes, um so weniger, als die Gleichsetzung des Flusses durchaus
fraglich ist. Sowohl der Ortsname als auch der FluPname dürften übrigens iberischer Herkunft sein wie vermutlich auch die Personennamen
Lesso in Saguntum und Lesurülantaris (Gen.) in Nordspanien mit der
gleichen Wurzel (36).
[page-n-34]
So IaPt sich behaupten, da@es in der Gegend von Morella eine r&
mische Siedlung namens Lesera gab, die als stadtische Gemeinde, aller
Wahrscheinlichkeit nach als ein Municipium, organisiert war und in der
inschrift, welche im Jahre 212 für die incolumitas des Kaisers Caracalla
gssetzt wurde, sich als res publica Lesel*ensis bezeichnete. Es fragt sich
sun, wo diese Siedlung zu suchen ist. Die Fundstelle unserer Inschrift,
der Ortsteil Vespa südwestlich von Morella, ist kaum der ursprüngliche
Aufstellungsort dieses Altars: Derartige Inschriften, namlich Huldigungsbekundungen ganzer Gemeinden, standen auf den offentlichen Platzen oder in den offentiichen Bauten der Stadte; aus Vespa ist jedoch
keine romische Siedlung bekannt, und zumindest eine gropere stadtische Siedlung ist doi*t -in einem Tal, wahrend die groperen Siedlungen des spanischen Binnenlandes mit Vorliebe auf Anhohen angelegt
wurden- auch nicht anzunehrnen. Das Steindenkmal wurde also nach
Vespa, offensichtiich als Baumaterial für eine Masia spatestens zu Beginn des 16. Jahrhunderts, anderswoher verschleppt. Woher es wirklich
annehmen : Nui*etwa 6 km nordlicli
stammt, 1aPt sich beinahe ~weifelsf~ei
der Fundstelle, in des Ortschaft Forcall, ist auf der Anhohe 'La Moleta
l e Liborio' (genannt auch 'La Moleta del Mas dels Frares') eine bedeutende iberisch-romische Siedlung mit Umfassungsmauer, Steinbauten und
zahlreichen Kleinfunden bekannt (37). Diese groate bekannte antike
Siedlung in der breiteren Umgebung, noch dazu mit urbanen Anlagen,
ist als die Stadt namens Lesera anzusehen, und dadurch füllt sich die
Lücke, die die Karte der romischen Stadte Spaniens zwischen Saguntum
und Dertosa aufweist.
Nachdem die Existenz einer Stadtgemeinde der Leserenses ermittelt
werden konnte, stellt sich die Frage, ob sich für die Geschichte dieser
Gemeinde - d i e im wenig besiedelten Bergland zweifellos über ein ausgedehntes Territorium verfügt*
durch die romischen Inschriften aus
der weiteren Umgebung Morellas nicht auch noch weitere Daten gewinnen lassen. Zunachst sei auf jene vier Inschriften aus der Gegend Morellas hingewiesen werden, die romische Bürger mit der Ga1el.i~t&us
bezeugen :
1 Postamentformiges Steindenkmal, anscheinend ein Grabaltar mit
.
abgeschlagenem Oberteil, aus Forcall seit dem 16. Jahrhundert bekannt:
Cn(aeo) Baebio / Cn(aei) f(ilio) Gal(eriu tribu) / Gemino / et Papiriae 1
'
C(ai) f(2Ziae) Festae / Cn(aeu8) Baebius / [Tlaurus palrentibus / optimis. Das Textformular, die Palaographie und wohl auch die Denkmalforrn lassen eine Datierung in das 2. Jahrhundert zu (38).
[page-n-35]
36
RE8 PUBLICA LESERENSIS
2. Oberteil eines oben abgerundeten Grabsteines, gefunden in Forcal1 (im Oi.tstei1 'La Moleta de Liborio') vor unbekannter Zeit: C(aio)
[Z] uüo Gal(e,.ia tribu) /-[Flrontoni an(nomcm) XXZX / C[- -- Ahnliche' ~ r a b s t e i n e Gebiet der-~detani,
im
haufig im ~ a u von Edeta und
i
.
Saguntum, stamrnen zumeist sus dem 1 Jahrhundert; angesichts des
Textaufbaus und der Palaographie dürfte diese Datierung auch für die
vorliegende Inschrift gelten (39)
.
3. Als Grabstein verwendete Tafel, gefunden im Jahre 1921 in Albocácer (im 'Mas de Boix') : C(aio) Aemilio C(a0 f(ilio) / Gal(eria tribu)
Restituto / ann(orum) XX, / Caecil(ia) C(ai) f(il2a) Procula /5 filio pihstmo / se viva fecit, / h(oc) m(onumentum) h(eredem) n(on) ~(equetur).
Der Textaufbau und die Palaographie lassen eine Datierung in das letzte
Drittel des 1 Jahrhunderts oder in das frühe 2. Jahrhundert zu (40).
.
4. Als Grabstein verwendete Tafel, gefunden vor unbekannter Zeit
in La Iglesuela del Cid (in der romischen Siedlung bei der Ermita de
Nuestra Señora del Cid) : G(aius) Domitius G(ai) f(ilius) / GaZ(eria tribu)
Proculus an(norum) XX / It(ic) ~(itus)est. / G(aius) Domitius Gal(eria
tribu) P~oculus,/=
Aelia L(uci) f(iliu) Supesta, / L(ucius) Aelius
Asiaticus /, Valeria Ngsa / ~ ( i v i )f(ecerunt). Der Textaufbau und die
.
Palaographie lassen eine Datierung in das letzte Drittel des 1 oder in
aie erste Halfte des 2. Jahrhunderts zu; die in der Inschrift genannten
Aelii erhielten ihren Namen nicht unbedingt durch Bürgerrechtsverleiliung unter Hadrian (41). .
Die Angabe der Galeriu tribu in diesen Inschriften zeugt von romischen Biirgern, die in die tribus einer Stadt - o d e r verschiedener Stadtecmgeschrieben waren. Da es sich kaum um Zuwanderer aus anderen
Reichsteilen oder aus weit entfernt liegenden Gebieten Spaniens handelt,
ist an eine Stadtgemeinde (oder an verschiedene Stadtgemeinden) in der
Gegend der Inschriftenfundorte zu denken. Freilich gehorten alle uns
bekannten Stadte der Umgebung --Tarraco, Dertosa, Saguntum, Edeta,
Valentia- in die Galeria tribus, obwohl sie ihre stadtische Autonomie in
verschiedenen Epochen erhielten (42). Dennoch sind die Tribusangaben
iii den angeführten Inschriften kaum auf eine oder auf mehrere dieser
Stadte, sondern offensichtlich auf Lesera zu beziehen (43). Die beiden
Inschriften mit dem Beleg für die tribus aus Forcall sprechen von vornlierein mit grofier Wahrscheinlichkeit für Bürger der in Forcall zu lokalisierenden antiken Stadt. Albocácer liegt südostlich von Forcall nur
etwa 40 km, La Iglesuela del Cid (bereits in deis modernen Provinz Teruel,
dicht an der Grenze zur Provinz Castellón) südwestlich von Forcall nur
[page-n-36]
ungefahr 20 km. weit vom stadtischen Zentrum der Gemeinde der
Leserenses entfernt. So Ia$t sic11 behaupten, da$ die Bürger dieser Gemeinde -ahnlich den Bürgern zahlreicher Stadte im antiken Spanienin die Galeria tribus eingeschrieben wurden. Ferner dürfte aus der Datierung der Inschriften mit der Tribusangabe hervorgehen, da$ die Gemeinde der Leserenses spatestens an der Wende vom l. zum 2. Jahrhundert bereits als stadtische Gemeinde organisiert war. Ob sie ihre
stadtische Autonomie bereits zu Beginn der Kaiserzeit erhalten hatte
wie viele Stadte mit der Galeria tribus, Ia$t sich nicht nachweisen, doch
ist das nicht ganz unwahrscheinlich, da unter den Siedlungen der Edetani
nicht nur die Kolonie Caesai*augusta,sondern auch Saguntum und Edeta,
ferner auch das irgendwo. im Bergland südlich Caesaiaugusta zu suchende Osicerda schon in der frühesten Kaiserzeit Stadtrecht erhielten (44);
Jedenfalls scheint Lesera die stadtische Verfassung.spatestens unter den
flavischen Kaisern, im Zuge der damals praktisch vollendeten Urbanisation der spanischen Provinzen, erhalten zu haben (45). .
Weiterhin ware zu fragen, ob sich nicht auch Magistrate del* Stadt
Lesera ermitteln -1assen. Leider ist das inschi*iftliche Material in jenern
Umkreis von Morella und Forcall, der im Südwesten bis La Iglesuela
del Cid und im Südosten bis Albocácer reicht, auperordentlich arm.;
aufier den oben behandelten epigraphischen Texten stammen in dieser
Gegend nur noch einige weitere Inschriften aus La Iglesuela del Cid,
ein Inschriftfragment aus Forcall und au@erdem noch einige epigraphische Kleinfunde aus der Kategorie des instrumentum domesticum,
die füi* die Verwaltungsgeschichte nichts hergeben (46). Es ist aber
zumindest moglich, da$ eine in groperer Entfernung von Morella und
Forcall gefundene Inschrift einen Bürgermeister unserer Stadt bezeugt.
Es handelt sich um eine Grabinschrift aus Rubielos de Mora im Südosten
der líeutigen Provinz Teruel mit dem Text C(aio) Mario C(ai) f(i2io).
CaZ(e& tribu) / Mariano aedil(i), / flam(ini), IIvir(o), / Valeria C(ai)
f(i1ia) Severa matm / filio pi.issi/m[o - - - etwa vom Ende des 1
,
.
Jahrhunderts oder aus dem 2. Jahrhundert (47). Nach H. Galsterer haben
wir es mit einem Magistraten zu tun, der seine Amter in einer bisher
unbekannten Stadt in Albarracín (Provinz Teruel) innehatte (48). Diese
Ansicht beruht jedoch anscheinend nur darauf, da$ die Inschrift aus
Rubielos de Mora im Corpus lnscriptionum Latinarum anschliepend an
die Inschriften aus der Gegend von Albarracin behandelt wird, und da@
wir aus Calomarde bei Albarracin ebenfalls eine Valeria Severa kennen,
unter deren Angehorigen auch eine Maria Ammia erscheint und die im
Corpus mit der gleichnamigen Frau in Rubielos de Mora gleichgesetzt
wird (49). Ob es sich um ein und dieselbe Frau handelt, ist jedoch nicht
[page-n-37]
RES PUBLICA LESERENSI8
37
nur im Hinblick auf die sehr starke Verbreitung der Namen Valerius/
Valeria und Severus/Severa fraglich, sondein auch deshalb, weil die in
Xubielos de Mora bezeugte Frau rnit einem C. Marius Marianus, die in
Calomarde erwahnte Frau mit einem L. Terentius Crescens verheiratet
war; die Wahrscheinlichkeit dafür ist doch ziemlich gering, dap wir
es mit ein und derselben Frau zu tun haben, die hintereinander zweimal
heiratete (50). Wie dem auch sei, in oder bei Albarracin ist keine gr&
bere romische Siedlung bekannt, und die. Inschrift mit dem Zeugnis für
den stadtischen Magistraten C. Marius ,Marianus stammt aus Rubielos
de Mora, in der Luftlinie 70 km. von Albarracín entfernt. So bringt diese
Iiischrift überhaupt keinen Beweis füi*die Existenz einer Stadtgemeinde
in oder bei Albarracín. C. Marius Marianus kann als Magistrat freilich
in einer uns unbekannten Stadt in der Gegend von Rubielos de Mora
tatig gewesen sein. Aber es ist ebensogut moglich, da@er ein Magistrat
von Lesera war, das von Rubielos de Mora etwa 60 km. weit entfernt
7u lokalisieren ist; in diesem Fall ware für Lesera auch ein Magistrat
hezeugt, der nach der Adilitat und nach einem stadtischen Priesteramt,
also nach einer ganz normalen municipalen Karriere, zum Bürgeimeister
aufstieg.
SchliePlich sol1 noch auf eine weitere Inschrift hingewiesen werden,
in des mogIicheiweise der Name der hier behandelten Stadt erwahnt
m r d e -wobei aber der Text allzusehr verstümmelt ist, als dap er
eine genaue Rekonstruktion ermoglichen .konnte. Es handelt sich um
einen heute verscholleneii Grabstein etwa aus dern 2. Jahrhundert aus
Alcalá de Chive1.t im nordostlichen Teil der Provinz Castellón, nur etwa
18 km. ostlich von Albocácer, wo einer jener Inschriften mit der Angabe
del* Galerna tfibus gefunden wurde, welche wohl Bürger von Lesera
hezeugen; diese Gegend -mit einigen Inschriften aus Alcalá de Chivert
und aus Cabanes (51)- kann noch durchaus zum Territorium von
Leseya gehort haben. Eine Kopie der Inschrift auf dem enviihnten Grabstein, insofern der Text noch lesbar war, hat am Ende des 18. Jahrhunderts F. Seguer dem Epigraphiker Lumiares gegeben; Lumiares selbst
konnte spater nur die untere Halfte des Steindenkmals sehen (52). Der
Text, wie er auch im Corpus Inscriptionum Latinarum aufgenommen
wurde, lautet :
[page-n-38]
M .SVLPICIO -CAMER
///ANO A / / / / / / /
////////////////
////////////////
5
10
/////SCRIS////
f////EN///////
CALPVRNIA -LVPER
CILLA *FILIO.DVLCISSI
MO ET SIBI
SE VIVI FECERVNT
In den ersten beiden Zeilen stand der Name des Verstorbenen (53)
und wohl die Angabe seines Lebensalters. Dann ist der Text erst von
der 7. Zeile an intakt. Aus den letzten Zeilen geht aber hervor, da6
vor dem Namen der Calpurnia Lupercilla der Name des Vaters des Verstorbenen gestanden haben mup. Diesei* trug offensichtlich ebenso wie
sein Sohn den Gentilnamen Sulpicius. In die Lücken in der zweiten Halfte
aer 5. Schriftzeile oder in der 6. Zeile kann dieser Gentilname kaum
hinnvoll eingefügt werden, da danach auch noch ein Cognomen gestanden
haben mu$; hinter SCRIS scheint ftir den Gentilnamen Sulpicius und
noch fiir ein Cognomen kein hinreichender Platz mehr vorhanden zu sein.
Andererseits liePe sich in Z. 5 der Rest CRIS kaum anders als auf ein
Cognomen wie Clis [pus] oder vielleicht Cris[pinus] erganzen (nach der
Zeichnung bei Lumiares fehlen nach CRIS nur etwa drei Buchstaben).
Allem Anschein nach haben wir es hier mit dem Cognomen des Vaters
zu tun. Dann kann aber in der niichsten Zeile mit dem Textrest EN,
vor dem Namen der Mutter des Verstorbenen, kaum etwas anderes als
cine Herkunfts- oder Rangbezeichnung des Vaters gestanden haben.
ñlit [Leser]en[sis et] konnte die Zeile entsprechend ausgefüllt werden
(vor EN fehlen nach del* Zeichnung bei Lumiares etwa fünf, nachher
etwa ftinf oder sechs Buchstaben). Daraus ergabe sich folgende Ergan.mng der Inschrift :
[page-n-39]
RE8 PUBLICA LEBERENSIS
M(arco) Sulpicio Camer [ i ]ano a[n(norum) ..]
[[-
6
10
- -1
- - Sull-
[piciuls CrZs [pus]
[Leser]en [sis et]
Catpu1vnia LuperciUa filio dulcissimo et sibi
se vivi fecerunt.
Zusammenfassend 1aSt sich sagen, da/3 wir im Raum zwischen Saguntum und Dertosa mit einer stadtisch organisierh Gemeinde namens
Lesera zu rechnen haben, die ein spatestens von den fiavischen Kaisern
gegründetes Municipium gewesen sein dürfte und deren Bürger in die
Galeria t.i.ibus eingeschrieben waren ; das urbane Zentrum der Gemeinde
kann mit der stadtischen Siedlung in Forcall westlich Morella gleich gesetzt werden. Zumindest das umliegende Bergland im nordwestlichen
Teil der spanischen Provinz Castellón und im ostlichen Randgebiet der
Yrovinz Teruel gehorte zum Territorium dieser Stadtgemeinde. Doch
kann ihr Territorium auch umfangreicher gewesen aein: Es kann nicht
nur auch die Gegend von Rubielos de Mora im südostlichen Teil der Provinz Teruel umfapt haben, sondern erstreckte sich moglicherweise im
Osten über Alcalá de Chivert bis zum Mittelmeer, um die Territorien
von Saguntum und Dertosa ganzlich voneinander zu trennen. Jedenfalls
tragt die Kunde von der Existenz der res publica Leserensis zu unseren
Kenntnissen über die historische Topographie im ostlichen Teil Spaniens
bei.
[page-n-40]
[page-n-41]
NOTAS
(1) D. Fletcher Valls-J. Alcácer Grau,
de la provincia de Castellón)) (Castellón de la Plana, 1956).
Agradezco muy cordialmente al Director del Servicio de Investigación Prehistórica, la publicación de
este trabajo en la serie
ayuda. Mi agradecimiento también al doctor don Gerardo Pereira por la traducción
castellana.
1
(2) Conocemos un s a l h t [ m m)ag(htsr) en Almenara, CIL 1 6055; 8e trata
de un sacerdote de Saguntum, donde habla aatii, cfr. H. Galsterer, auntersuchungen
zum romischen Stadtewesen auf der Iberischen Halbinsel)) (Berlín, 1971) 28 y s. Un
magistrado municipal, conocido por una inscripción de Almenara, debe haber sido
1
también un magistrado saguntino, CIL 1 6056. En Mascarell se encuentra un
aed(i1is) IZvir fiante~tAug(usti) quaestor, inscrito en la Gal(eria) tribus, CIL 1
1
4028; la indicación de la cuestura como magistratura m4xima del cursus honoruni
municipal significa que se trata de iin magistrado saguntino, H. Galsterer O.C. 28
y 56. En una inscripción de Onda aparece también probablemente citado un
ex-magistrado de Saguntum, v. D. Fietcher-J. AlcBcer, O.C. 40 nr. LXXXV; la lectura
correcta (tras haber visto personalmente la inscripción) es [ontlnibtts / [honoriáus
i~ r(e) p(ttb1ica) slzca ft~nct(o)etc. Un md(ilis) que aparece en Alcora puede tam1
bién ser considerado como un magistrado niunicipal de Saguntum, CIL 1 4041.
(3) E. Hübner, CIL 1 p. 527.
1
(4) CIL 1 4052, donde se encuentran también las indicaciones sobre la biblio1
grafía más antigua.
(6) . L a historia de l a ciudad está ampliamente expuesta por F. Ortí Miralles,
aSíntesis de la historia de Morella)) (Cucnca-Benimodo-Valencia, 1971).
(6) No está citado en CIL; v. por el contrario J. A. Ceán Bemúdez, aSumario
de las antigüedades romanas que hay en España)) (Madrid, 1832) 95 y D. FletcherJ. Alcácer O.C. 37.
(7) Strada, Justiniano, Augustinus y Beuter leyeron las letras en línea S en la
forma M-A-A, al contrario que Pighi, quien ley6 M.AV. Según Strada, la Cltima
línea decía E-D-D; según Augustinus, EXaD.D.
(8) D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 37 nr. LXXV. Véase también ILER 96, con el
texto Iovi Conservtctori / ob incoluntitatem / M. Aure... / hanc w a m poeuit / et
d. d.
(9) C: Sarthou Carreres, en: aProvincia de Castell6n, Geografía general del Reino
de Valencia)) (Barcelona s.s.) 657, que indica que se conserva en una casa de la plaza
de Colón. Ibid. 666 habla Sarthou de una piedra romana en el a4ngulo de la casa
Piquer (plaza del Estudio))). Debe tratarse de la misma piedra.
-
[page-n-42]
(10) Altura, 54 cm., anchuras 40 cm., altura de las letras, 5 cm. Hdi visto la
piedra el día 30 de agosto de 1975, junto con el doctor G. Pereira Menaut (Valencia/
Heidelberg), y comprobado la lectura de nuevo el día 29 de julio de 1976. La inscripción está también brevemente descrita por F. Ortí, O.C. 12 y 14, quien indica solamente el lugar de conservación, pero no dice nada sobre el origen de la inscripción.
Orti toma la lectura de Sarthoii, pero d a correctamente la separación de las líneas.
(11) En la colección de inscripciones votivas en H. Dessau, ILS 1 1 entre
1 ,
unos 2.000 textos, hay a lo sumo una sola inscripción donde aparecen ambos predicados, caso de que la restitución del primero de ellos aea correcta: sua [pecrcnia posziilt do~~zcmqrce
dedit ilt teni.plo samti Silva9ti salzctaris (CIL VI 543 = ILS 3544).
Pero en este texto el uso de los dos predicados es completamente lógico: el primero
se refiere al hecho de que el dedicante ha hecho su donación votiva -una estatua
de plata- con su propio dinero; el segundo se refiere al hecho de haber colocado
su donación, la estatuta, en un templo de Silvano.
(12) Véase por ejemplo ILS 2996 con posuit dedicavitque, ILS 3199 con domcni
posuit et dedicavit, ILS 3532 con de rnco posuit itent cleclicavit, ILS 4225 con s(ua)
p(ecu?tia) p(osuit) et dedic(nvit), ILS 4727 con posuit nc dedicavit.
(13) Como ejemplo de las arbitrarias lecturas por parte de los humanistas se
puede citar una inscripción de Tarraco, cuya parte más importante fue leida por
Povillon, en el siglo XVI, del siguiente modo: ob legatiottem sensualent gratzcitani
srcnzmopere gesta?,&sub .iwtperatore, v. CIL 1 4208 = ILS 6928. El texto, cuya lec1
tura no presenta ninguna dificultad digna de señalar, ha de leerse en realidad:
oh legatb?zenz ce~tsualentgratuitnnt Sirnti po[s]pere gerrtant [alput in~perator(em);
.
..
v. G. Alfoldy, Arch. Esp. Arq. 43, 1970, 169 y SS. y aDie romiscgen Inschriften von
Tarraco)) (Berlin, 1976) nr. 332
(14) .No aparece en la colección de A. Valcárcel Pío de Saboya (= Ludares),
uInsci.ipciones y antigüedades del Reino de Valencia)) (Madrid, 1852, editado por
A. Delgado), al contrario de CIL 1 4053 (Lumiares nr. 67) de Forcall (sobre esta
1
inscripción v. más abajo y nota 38). Sin duda, la inscripción no fue empotrada en
la Casa Piquer en el momento de construir el edificio, como se puede ver también
en la foto de Lámina 1, sino añadida posteriormente.
(15) Sobre la destrucción del nombre de Elagábalo en las inscripciones v. pof
ejemplo ILS 1 1 1 pág. 293; en España, G. Alfildy, aDie romischen...)) nr. 84.
1 ,
(16) Sobre la fecha del' asesinato de Geta -se creía hasta hace poco que era
febrero del año 212- v. T.D. Barnes, Journ. of Theology 19, 1968, 521 y SS.; cfr.
también W. Seston, en Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1964/65 (Bonn 1966) 212.
El día de la muerte de Caracalla nos lo transmite Dion Casio 78,6,4; v. sobre ello
W. Reusch, aDer historische Wert der Caracallavita)) in den Scriptores Historie Augusta~
(reimp. Aalen 1963) 50 y s.
(17) Ver más extensamente G. Alfoldy, aDer Sturz des Kaisers Geta» y la historiografía antigua, en: Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1970 ($onn, 1972) 19 Y SS.
Sobre los diferentes apeligros)) a que estuvo expuesto Caracalla durante su gobierno
v. H. Wolff, ~ D i e
Constitutio Antoniniana und Papyrus Gissensis 40 ID,
vol. 1 (Koln,
1976) 20 y SS.
(18) Salus y secupitas: H. Mattingly-E. A. Sydenham, RIC IV 1 (Londres, 1936)
86;' H. Mattingly, BMC V (Londres, 1950) pág. CXCIX. La moneda con la leyenda
Iovi Conservatori es RIC IV 1, 258 nr. 301 = BMC V 447. Esta moneda fue acuñada entre el 213 y el 217.
(19) CIL VI 1063 = ILS 2178. Cfr. P. Herz, auntersuchungen zum Festkalender
der romischen Kaiserzeit nach datierten Weih- und Ehreninschriftenn (Mainz; 1975)
180.
(20) CIL VI1 1039 = ILS 567 =RIB 1272. E l dedicante, un 'tribuno de l a
cohorte 1 Vardnllorum aparece también mencionado en una inscripción del gobernador de Britania C. Iulius Marcus, conocido como legado de la provincia Britannia
hferior en el año 213, CIL VI1 995 = ILS 4727 = RIB 1265; sobre la fecha en que
fue gobernador v. A. R. Birley,Epigr. Studien 4, 1967, 87 con los testimonios;
Durante el ejercicio de este senador como gobernador de Britannia, las tropas pro
[page-n-43]
RES PUBLICA LESERENSIS
pietats ac devotione con~m?i?ti, A. R. Birley O.C. con los testimonios y la evidente
v.
explicación de estas dedicaciones como uan attempt by the British army to assert its
loyalty after the murder of Geta)).
(21) CIL VI11 4196; Jupiter Consei.vator aparece también en esta inscripción
como protectoi* de la emperatriz Iulia Domna. El mismo dedicante puso, al mismo
tiempo una inscripción con la dedicatoria Zziitoni Concordia! Aitg(ustar) por la salzcs
(le Caracalla y de su madre, CIL VI11 4197. La inscripción de Lambssis CIL VI11 2619
~ s t á relación también, presumiblemente, con la supuesta salvación de Caracalla
en
a finales del año 211; su texto es Zovi Optimo dl[axi?~soconssrvatori] M(mi)Azlreli
Severi Antoitiil[i Pii Felicis Azlg(ztsti) et] Zzili~?Azcgustie etc. y fue dedicada por el gobernador de Numidia M. Valerius Senecio. No existe una datación
más exacta para el gobierno de este senador, dentro de la época de Caracalla,
v. B. E. Thomasson, aDie Statthalter der romischen Provinzen Nordafrikas von Augustus bis Diocletianus 11)) (Lund 1960) 208 y del mismo autor, RE Suppl. XIII
(1973) 320; pero es muy bien posible que su magistratura haya tenido lugar en los
primeros años después de la caída de Geta.
. (22) Véase en extenso G Alfoldy, Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1970,
.
43 y SS.
(23) A. Mócsy,
con la referencia a Tertulliano, De anima 30.
--
(24) Los escasos ejemplos del uso del término res pziblica para núcleoa urbanos
que no son ni colonias ni municipios están reunidos por A. Mócsy O.C. 382; estos
c jemplos proceden sobre todo de Africa. Una lista de las localidades hispánicas
que son designadas como res lntblicn en las inscripciones se encuentra en CIL 1
1
o4g. 1161; cfr. también A. Mócsy O.C. 371. La mayoria de tales localidades eran
de hecho, como se puede demostrar, colonias y municipios; en algunos casos, el
estatuto legal no está indicado. La única excepción parece ser Curiga en la Bética:
1
está mencionada como res ptiblica en el año 196 (CIL 1 1040), pero antes está
asimilada a la ciudad de Ugultunia, Plinio, N. h. 3,14; v. sobre ello H. Galsterer o.cb
21 y nota 40. En realidad es posible, sin más, que Curiga haya obtenido más tarde
el estatuto de municipio, porque esta comunidad tenia, en 196, una asamblea de
riecuriones. Cfr. H. Galsteiser O.C.
según el cual Curiga, ya antes del 196, había llegado
a ser dtautónoma)).
1
(26) CIL 1 1668-1673, respectivamente, CIL 11 1372.
(26) Plinio, N. h. 3,20.
(27) Ptolomeo, Geogr. 2,6,62, E l geógrafo inclilía también e i Edetania, equim- '
cadamente, Dianium (Denia), que IocaIizaba falsamente entre Saguntum y Dertosa;
por el contrario, situaba Valentia, según Plinio (N. h. 3,20) una ciudad de Edetania,
en la región de los Contestanos, Geogr. 2,6,61.
(28) V. C. Müller, ,aClaudii Ptolomaai Geographia)) 1 1 (París, 1883) 184.
1
(29) Los testimonios están en CIL 1 pág. 1141 y SS. La Ebora que aparece
citada aquí, para la cual está documentado el adjetivo Eborensfs (testimonios en CIL
11 pág. 1144) no es la iocalidad que cita Ptolomeo entre las de Edetania, sino la
homónima de Lusitania.
(30) Ptolomeo, Geog~.2,6,62.
(31) Sobre las tres localidades citadas en primer lugar v. H. Galsterer OC. 70
y s. Leonica y Edeta eran igualmente comunidades con estatuto de ciudad, v. ibid, 71;
pocas dudas puede haber de que se.trataba de municipios. También Damania puede
haber sido un municipio, después de haber sido, en un primer momento, una civitas
stipendiavia (Plinio, N. h. 3,24): un flamen de la Hispania citerior, ejerció en esta
1
ciudad - e n una ves pzcblica- magistraturas regulares, v. CIL 1 4249 = ILS 6933 =
cDie romischen Inschriften von Tarracon nr. 309. Por lo demás, los flamines de rango
~rovincial procedían, prácticamente sin excepción, de comunidades que tenían el
estatuto de ciudad, v. G. Alfoldy, aFlamines provincia Hispanite citerioris)) (Madrid, 1973) 22.
(32) Cfr. sobre ello en general E. Polaschek, RE Suppl. X (1966) 680 y !.
s
Una reconstrucción completa del mapa ptolemaico de la Peninsula Ibérica -segun
[page-n-44]
A. Tovar- se encuentra en J. María Blázquez, aCiclos y temas de la historia
de España: la romanización. 1 . La sociedad y la econoniía en la Hispania Romana))
1
(Madrid, 1976); ahora tambikn en A. Tovar, aIberische Landeskunde)), 2. Teil, Bd. 2.
1.usitanien (Baden-Baden, 1976), mapa nr. 1.
(33) Plinio, N. h. 3,24. E n cuanto al recorrido aproximado del límite entre los
1
ronvestus en el este de España, sigo la opinión de E. Hübner (CIL 1 pág. 600),
~ e g ú nquien las regiones de Valentia, Edeta y Saguntum pertenecen a l Conventus
Tarraconensis; v. especialmente Plinio, N. h. 3,23 sobre la pertenencia de la ciudad
1
de los Edetanos, es decir, Edeta (Liria), a este Conventus, y también CIL 1 3840,
de Saguntum, con la mención del mismo. Cfr. también E. Albertini,
administratives de 1'Espagne romaine)) (París, 1923) 97. Para la región de Morella,
entre la región recién mencionada y la de Dertosa, hay que suponer seguramente
la pertenencia al mismo Conventus. E l Conventus Cesaraugustanus se extendía al
norte y al noroeste de la región de Morella.
(34) 'Esta suposición descansa sin embargo, solamente, en la presunción generalmente compartida de que Etobesa se llamaba realmente Otobesa y también en la
hipótesis de que esta localidad ha de ser buscada no lejos de Edeta. Tales conjeturas,
y tal localización se derivan del hecho de que en Edeta aparece un individuo COI?
r?l indicador de origen Otobesa7ta[s], CIL 1 3794.
1
El nombre del río es mencionado. por Hecateo, Frg. 16. Sobre esta opinión
(36)
t. especialmente C. Müller O.C.
.
186; también, semejante, en- A. Schulten, RE XII
(1926) 6138, y cfr. todavía del mismo, ibid. 889. Más tarde'.Schulten buscó el rfo
m49 al' norte, entre Peñíscola y la desembocadura del Ebro, y consideró, igual que
antes, que era posible que L e s h a -inclinándose por esta lectura- hubiese estado
localizada junto a este ?lo, v.
Ibérica» 1 (Madrid, 1963) 35 y S;
1
1
1
Albertos Firmat, ,
(36) CIL 1 3862 y CIL 1 2900, y sobre ello María'~ourdes
onomástica personal primitiva de Hispania Tanaconenae y Bética)) (Salamanca, 1966)
130.
1
(87) D. F1eteher-J. Alcácer O.C. 60 y 73 (cfr. también CIL 1 6246,7). Loa
resultados de la excavación llevada a cabo por E. Plá han sido publicados sólo en
un pequeño informe en:
1
(38) CIL 1 4053 = D. FletcherJ. Alcácer O.C. 32 nr. XLVIII = ILER 4066
y 6219 (en todos ellos con lecturas incompletas, que pueden ser corregidas por medio
de una lectura directa de l a inscripción). Sobre los criterios de datación en términos
.
generales v. G Alfoldy, aDie romischen Inschriften )>, pág. 470 y SS. La mayoría
de los criterios de datación que allí aparecen son también válidos para la parte sur
del Conventus Tarraconensis; las aras funerarias, por ejemplo, son en esta región,
como en Tarraco, exclusivamente del siglo 1 y de la primera mitad del 1 1
1
1.
...
(89) La lápida es inédita; una breve mención se encuentra en: aFiestas de Forcall
1966)) (Forcall, 1966). Se conserva, igual que CIL 1 4063 en Forcall, Palacio Antiguo.
1
(40) Ann. hst. Est. Catalans 7, 1921/26, 287 = D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 21 nr.
1 = HAE 946 (se conserva en el Mas d'Albert, junto a Cuevas de Vinromá).
(41) La lápida es inédita (se conserva en La Iglesuela del Cid, E m t de
ria
Nuestra Señora del Cid). Hubo Aelii en Dertosa, por ejemplo, ya en el siglo 1, E E I X
p4g. 142 y s. nr. 385.
(42) Cfr. W. Kubitschek, aImperium Romanum tributim discriptum» (PragaViena-Leipzig, 1889) 193 y s., 198 y SS. Desde entonces la documentación ha aumentado realmente mucho, en parte; por ejemplo para Ia tvibwr de Valentia v. tambibn,
aparte del CIL 11 3729, E E IX pág. 137 y s. nr. 363, y AE 1933, 6-6 y AE 1988, 22-23.
(43) A lo sumo en el caso de Cn. Barbius Cn. f . Gal. Gem2nus, en Forcall, se
podria suponer que procedía de Saguntum: conocemos allf un rico ciudadano del
miamo nombre del principio de la época imperial, v. CIL 1 3854 y 3856, l HAE 1667
1
(incompleta), y en extenso G. Alfildy,
Incluso en el caso de que el Baebius Gerninus de Forcall fuese un descendiente de la
[page-n-45]
RES PUBLICA LESERENSIS
45
faniilia saguntina (lo que es probable), seria plenamente posible que ya sus antepasados se hubiesen trasladado de Saguntum a Lesera, y que este Baebius Geminus
hubiese sido inscrito en la tribus de Lesera.
(44) Cesaraugusta era una colonia de Augusto, v. H. Galsterer O.C. 27 y 70.
S a y n t u m recibió el rango de municipio todo lo más tarde poco antes del cambio
de era, cfr. del mismo autor O.C. 28 y s. y 71. E l primer testimonio de la autonomía
1
dc esta ciudad es la inscripción CIL 1 3827. A juzgar por las cifras de la titulatura
dl? Augusto, que son contradictorias, la inscripción pertenece o bien a l año 8 a. C.
o 4/3 a. C. Pero es prácticamente seguro que l a cifra correcta es l a que aparece
en segunda posición, pues la inscripción podría haber sido puesta al mismo tiempo
1
que otra, dedicada a Caius Cesar (CIL 1 3828) entre los años 6 y 1 a. C.: la forma,
las medidas y la paleografía de estas dos inscripciones, dos pedestales de estatua,
Fon tan similares como podrían ser. En consecuencia, la fecha exacta de l a inscripción de Caius Cesar entre 5 y 1 a. C. ha de ser también 4/3 a. C. En lo que
iespecta a Edeta, sabemos que IIf. Cmzelitis Nigrinus Curiatius Maternus, natural
de alli e inscrito en la tribtcs de la ciudad, tuvo una brillante carrera en época de
.
los flavios, v. G. Alfoldy-H. Halfmann, en Trabajos Varios del S. 1 P. n." 44 (Valencia. 1973) y Chiron 3, 1973, 331 y SS.; un hombre de semejante posición social -incluso
gi él, como ha de creerse, empezó su carreya en el orden ecuestrepodría haber yertenecido aproximadamente a la tercera generación de una familia municipal, no antes.
Osicerda fue municipio lo mas tarde bajo Tiberio, v. H. Galsterer O.C. 71.
(45) Cfri ibid. 37 y ss.
(46) La Iglesuela del Cid: CIL 1 3175, 3176, 3177-3178 (una misma inscrip1
ci6n) y G068. Forcall: Mél. de l%cole Fr. de Rome 37, 1918/19, 327 y s. Instrumentum
domesticum: CIL 11 6246,7 (Forcall, cfr. m4s arriba nota 37), CIL 1 6256,46 (lugar
1
(le hallazgo desconocido, en el Maestrazgo); hay todavía una placa de hueso con
la inscripción Faventini (procedente de La Iglesuela del Cid, inédita).
1
(47) CIL 1 3174 (cf. pág. 710) = ILER 6532.
(48) H. Galsterer O.C. 69.
1
(49) CIL 1 3172.
(50) Según Hübner y Mommsen (CIL 11 pág. 427).
(51) Además de las inscripciones aquí citadas, proceden de Alcal4 de Chivert
las inscripciones CIL 1 4049 y 4051; de Cabanes, CIL 1 4048 y 4661 y D. Fletcher1
1
J. Alcácer O.C. 31 nr, XLV, y también CIL 11 4960 (un miliario). El monumento
romano más famoso, en esta región, es el Arco de Cabanes, que seguramente
ístaba junto a una rica villa; cfr. D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 71.
1
(52) CIL 1 4050 = D. FletcherJ. Alcacer 22 nr. 111; Lumiares nr. 7 y 8.
(53) A pesar de l a similitud de los nombres, no h a ninguna relaci6n seguramente entre la familia de Alcal4 de Chivert y la vieja familia patricia de los Sulpicii Camerini, de la m4s alta nobleza romana. E l último Sulpicius Camerinus de
tsta familia que nos es conocido fue cónsul en el año 46 d. C., cfr. A. Degrassi,
r l Fasti consolari dell'Imperio Romano» (Roma, 1952) 13.
[page-n-46]
[page-n-47]
[page-n-48]
Fig. 2.
- Inscripción procedente de Morella/Vespa.
[page-n-49]
409
4
Tenebrfum pramonf oliumi
CONT E $ T A NI
Turfe f k u r i i ost$a
cronie fluirii.
Fig. 3.
- Edetania y las regiones colindantes, según Ptolomeo.
.
[page-n-50]
ALFULDY.
- Res Publica Leserensi8
LAM. 1
[page-n-51]
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[page-n-53]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE D E T R A B A J O S V A R 1 0 S
Núm. 55
RES PUBLICA LESERENSIS
(Forcall, Castellón)
Por
GEZA ALFOLDY
50 ANIVERSARIO
DE L A FUNDACION DEL SERVICIO
DE INVESTIGACION PREHISTORICA
VALENCIA
1977
[page-n-2]
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SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE T R A B A J O S V A R I O S
Nóm. 55
RES PUBLICA LESERENSIS
(Forcall, Castellón)
Po=
GEZA ALFOLDY
50 ANIVERSARIO
DE LA FUNDACION DEL SERVICIO
DE INVESTIGACION PREHISTORICA
VALENCIA
1977
[page-n-4]
DlPUTAClON PROVINCIAL DE VALENCIA
-
INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO.
S E R V I C I O DE I N V E S T I G A C I O N P R E H I S T O R I C A
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL. CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES
ClENTlFlCAS
.
SERIE D E T R A B A J O S V A R I O S
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2012 -- ISSN 1989-0540
ü4--2122-7.
- Depbrlto Legal V. 2210-1977
- Editorial F. Domenech. A. - Mar, 31 -Valencia
1. S. B. N.
25777.
S.
[page-n-5]
En la costa oriental de España entre Saguntum (Sagunto) y Dertosa
(Tortosa) así como en su hinterland, es decir, a grosso modo en la actual
provincia de Castellón de la Plana, entre las de Valencia y Tarragona,
no es conocida ninguna ciudad romana, según la investigación de las
fuentes literarias, epigráficas y arqueológicas. Las inscripciones y los
asentamientos conocidos en esta región, recogidos de modo agradable por
D. Fletcher y J. Alcácer en una útil monografía (l), no ha permitido
conocer, hasta ahora, más que pequeños asentamientos, durante la época
romana, y la Única ciudad moderna grande en esta región, Castellón
de la Plana, es una fundación de la época de la Reconquista, al contrario
que muchas otras ciudades en España, que son fundaciones antiguas.
A juzgar por la extensión de esta región -la provincia de Castellón
tiene una longitud de unos 120 Km. a vuelo de pajar0 en dirección suroeste-nordeste, y una anchura de unos 60 Km. de este a oeste- la ausencia
de un centro urbano en época antigua es ciertamente sorprendente, teniendo en cuenta además que las condiciones geográficas para la existencia de centros económicos y administrativos de carácter urbano no
son aquí peores que en otras regiones montañosas de España, donde
conocemos ciudades romanas. Se podría suponer, en realidad, que durante
la época imperial romana toda esta región estuvo repartida entre los
territorios urbanos de Saguntum y Dertosa. La parte sur de la actual
provincia de Castellón pertenecía de hecho, con la mayor probabilidad,
a1 territorium de Saguntum (2). Sobre la parte norte de la provincia
de Castellón, por lo menos, y ante todo para la región montañosa del
[page-n-6]
histórico Maestrazgo, al otro lado de la cadena montafiosa litoral, se
podría decir todavía lo que hace más de un siglo dijo E. Hübner en una
nota sobre las inscripciones procedentes de los modernos aoppida inter
Saguntum et Dertosam sita varia*: aTamen longius patet regio haec
aniversa, quam ut agri Saguntini vicos fuisse commode statuas locos
omnes, in quibus tituli e x t a n t ~
(3).
Una de las escasas inscripciones latinas procedentes de la parte norte
de la provincia de Castellón arroja más luz, sobre la topografía histórica
de esta región, de lo que hasta ahora se suponía (4). Este documento
epigráfico es en primer lugar, por otra parte, una fuente de confusión.
Se trata de una inscripción incompleta, cuyo texto y cuyo lugar de
Iiallazgo presentan una serie de problemas. Las indicaciones sobre sil
lugar de hallazgo son contradictorias. Según St. V. Pighi, autor del
siglo XVI, la inscripción procede de Valencia, pero se trata sin duda
de un error o de una mala trascripción (Valencia en vez de reyno de Valencia) : todos los demás autores hablan de una inscripción procedente
del Maestrazgo. Pero, sin embargo, la inscripción es mencionada, en los
diferentes autores, como procedente de diferentes localidades. 1. Strada,
el activo copista procedente de Mantua, que estuvo en España en el
siglo XVI, y su coetáneo y un poco más joven V. Justiniano en su manuscrito
inscripción. En Morella, sin embargo, no se conoce ningún asentamiento
antiguo (5). Según el famoso humanista de Tarragona, también en el
siglo XVI, el arzobispo Antonius Augustinus, la inscripción no se encontraba de hecho en Morella, sino aen un lugar llamado Ares cerca de
Morella,, queriendo decir la actual población de Ares del Maestre, 18 kilómetros al sur de Morella a vuelo de pAjaro; los mismos datos sobre
su hallazgo encontramos en la crónica publicada en Valencia en 1538,
de P. A. Beuter, quien dice haber copiado la inscripción aen un lugar
dicho Ares, cabo la Villa de Morella, en una masada,. G. Escolano, en
su *Historia de la insigne y coronada ciudad y reyno de Valencia, en 1611,
añade aún otra variante sobre el origen de la inscripción: Escolano
conocía la inscripción como procedente de la región de Morella, de una
pequeña localidad de nombre Vespa (6), localidad que es claramente
la misma que la actual Vespa (o 19Avespa),dentro del término de Morella.
irnos 8 kilómetros al oeste/suroeste de la ciudad (véase figura 1).
En el Corpus Inscriptionum Latinarum se cita todavia más bibliografia antigua sobre esta inscripción, pero se trata de obras posteriores
basadas en los datos de los primeros autores, ya citados. Estos autores
[page-n-7]
RES PüBLICA W R E N S I S
7
leyeron la inscripción del mismo modo en lo fundamental (influyéndose
unos a otros), pero presentan diferencias en cuanto a . la separación
de las líneas. E. Hübner presenta el texto, en el Corpus, a partir de estas
primeras lecturas; para la separación de las líneas se basa en la versión
ae Pighi, que parecía ser la mejor, porque cada línea empezaba con una
1
nueva palabra. El texto del Corpus es como sigue (CIL 1 4052) :
IOVI *CONSERVATORI
OB .INCOLVMITATEM
M.AV////////////
. . . . . . . . . e . .
HANC -ARAM.POSVIT
ET0D.D
Algunas pequeñas diferencias entre los varios copistas parecian no
poner en duda la validez de esta presentación del texto (7). Sin embargo,
hay una diferencia importante entre la lectura de Pighi y las otras lecturas, diferencia ya señalada por Hübner: entre la Iínea 3 y 4 del texto,
en la forma aquí reproducida, había según Pighi una laguna de una línea,
a lo sumo; y según los otros autores, el hueco era mayor, cabiendo varias
líneas (que no podían leer, o bien por estar muy dañadas o posiblemente
ocultadas a causa de una reutilización de la piedra). A la vista de la
unanimidad de los otros copistas en este aspecto, la lectura de Pighi era
con toda probabilidad falsa. Hübner debería ser más cauto tomando la
división de las líneas justamente según la versión de Pighi.
Poco más se podía decii; en el Corpus, sobre esta inscripción. Como
experimentado epigrafista que era, Hübner señala también que la fórmula
hanc aram posuit et d(ono) d(edit) no es normal. Hübner hace referencia,
todavia, a una suposición de Beuter sobre el contenido de la línea 3: tNoli
cogitare cum Beutero de nomine imperatoris alicuius (Probi fortasse)
consulto eraso antiquitus; imperatorem enim aliquem ipsum hanc aram
posuisse et dono dedisse in loco Hispaniae obscuro quis credet? Privati
alicuius nomen potuit deleri tempore recentiore,.
En algunas publicaciones epigráficas más recientes, la inscripción
aparece aproximadamente con el mismo texto que en el CIL, incluyendo
el amplio trabajo de D. Fletcher y J. Alcácer sobre la arqueología romana de la provincia de Castellón (8). E n este trabajo, sin embargo, se
publica otro texto, cuya similitud con el del CIL es, a juicio de ambos
autores, evidente. D. Fletcher y J. Alcácer citan este segundo texto segúii
[page-n-8]
C. Sarthou Carreres, que lo había copiado en Moidia, a principios de
este siglo; según éste autor, esta inscripción se encontraba y se podía
leer en una piedra en una casa de la Plaza de Colón, sin duda en la Casa
Piquer (9). La lectura ofrecida es como sigue :
IOVI CONSERVATORI
OB INCOLVMITATEM
M.AV RE ANTONINI
AV...ERE B...LISE
SI...C ARAM POSVIT
ET DEDICAVIT
...
5
Esta inscripción se conserva todavía, hoy. E s un ara de caliza gris,
muy dañada por arriba, abajo y en el lado derecho, y está en la Plaza
de Colón, en la pared sur de la casa bajomedieval llamada Casa Piquer,
que mira a la citada plaza, empotrada a unos 3'5 metros de altura (10).
Aunque el texto está parcialmente muy desdibujado, y en el borde derecho faltan algunas letras, la lectura de las letras conservadas no tiene
dificultad alguna, y es posible, también, completar las partes del texto
que han desaparecido (véase figura 2 con la copia de la inscripción, Y
también la foto en Ltimina 1):
Iovi conservcic
tori ob incolumitatem M(arci) A [u]
rel(ii) Antonin [i]
Aug(usti) P(Z$ F(elEcis), res [pullilica Leser [en]sis aram
posuit et dedicavit.
-
5
Pero antes de explicar el texto y de fundamentar la lectura de las
líneas 5-7, es necesario dejar clara la historia del hallazgo de esta inscripción. C. Sarthou no dice nada, desgraciadamente, sobre la procedencia
de esta piedra. Sin embargo, los habitantes de la Casa Piquer saben, desde tiempo atrás, que la inscripción fue traida de la masía de Sant Antoni
;'Avespa, es decir, de una vieja masía de la localidad de Vespa, unos 8 kiiómetros al oeste/suroeste de Morella, dentro de su término. El texto
y la procedencia de la inscripción permiten difícilmente dudar de que
estamos ante la misma inscripción que fue publicada varias veces desde
el siglo XVI, y que se daba por perdida.
[page-n-9]
RES PUBLICA LESERENSIS
9
En cuanto hace al texto, las primeras lineas concuerdan, tal como hoy
se leen, con las lecturas antiguas. La concordancia se da también, por lo
menos, en las palabras aram posuit, mientras que el espacio que en las
copias antiguas aparece en blanco, antes de las fórmulas finales, corresponde claramente a la parte del texto donde aparecen el nombre del
emperador y del dedicante. El hecho de que la división de las líneas
en la versión del Corpus y en la lectura que aquí presentamos, la primera
completa y correcta, sea diferente, no quiere decir nada, porque Ir\. división de las líneas en la versión del Corpus se basa en la de Pighi, que
como ya se ha dicho difiere de las demás versiones antiguas; la copia
de Pighi, que se equivoca en la longitud total del texto y en el lugar
de hallazgo, es en realidad poco fiable. Es bien conocido el hecho de que
en las viejas publicaciones de inscripciones, la separación de las líneas
presenta fallos, frecuentemente; también sucede lo mismo en publicaciones más recientes, como es el caso en la de Sarthou, quien se esforzó,
visiblemente, por empezar cada línea con una nueva palabra, consiguiendo por lo demás una lectura casi exacta de las letras conservadas.
En contra de la identificación de la inscripción actualmente conservada en Morella con el texto repetidamente copiado y publicado desde
el siglo XVI se podría aducir solamente la diferencia en la lectura de
la parte final : la lectura ltanc aram posuit et d(ono) d(edit) por un parte,
y aram posuit et cledicavit por otra, son realmente muy distintas, y la
primera de ellas aparece, de hecho, en varios copistas. Sin embargo, esta
primera lectura es, desde el primer momento, sospechosa. Una fórmula
final hanc aram posuit et d(ono) d(edit) sería no solamente extraña, como
ya opinaba Hübner, sino también incorrecta, porque en el lenguaje usado
en las inscripciones votivas, posuit y dono dedit son prácticamente sinónimos (11).Por el contrario, la fórmula posuit et dedicavit es completamente normal, y está consecuentemente bien documentada; los dos predicados se refieren a dos hechos diferentes, a la donación por una parte
a la consagración del ara, por otra (12). Por estas razones es de suponer,
que la lectura procedente del siglo XVI, en la fórmula final, es incorrecta.
De este modo, es bien posible que las lecturas antiguas correspondan,
aunque con errores, al texto de la inscripción que hoy se conserva en
Morella. Estos errores pueden incluso ser explicados, en cierto modo.
En la inscripción de Morella, antes de la palabra aram, está el grupo
de letras SIS, que no son fáciles de reconocer, sobre todo en el caso de la
segunda S, que debido a la mala conservación de la piedra parece ser,
de primera impresión, una C (así fue leída por C. Sarthou). Los copistas
humanistas, que no entendieron el sentido del texto anterior a aram
pueden haber completado, sin preguntarse más, ltanc. La lectura et d. d.,
[page-n-10]
zti 'final de la línea, en vez de et dedicavit, puede haber tenido un origen
similar. La E detrás de la primera D apenas puede verse; la segunda D
es de nuevo claramente yisible. Por ello, es completamente comprensible
que los autores de la época de los humanistas hayan leído, simplemenk,
e l d. d., sin haber observado que detrás de esto seguían todavía más letras
(de las que solamente C y A son fácilmente reconocibles) (13). La repetición de los mismos errores en diferentes copias se explica también
por el hecho de que los primeros copistas pueden haberse influido entre
sí. Es digno de notar, en este sentido, cómo dos de los antiguos copistas
afirman, lo que es totalmente falso, que el material pétreo sobre el que
estaba grabada la inscripción era jaspe.
La historia del hallazgo de la inscripción habla también en favor
de la identificación de la que hoy se conserva en Casa Piquer con la
descubierta en el siglo XVI. Después de Escolano, quien pudo ,haber visto
la inscripción hacia 1600, no hay ningún otro autor que la haya visto
personalmente, antes de reproducir el texto en la forma transmitida
hasta nosotros. Más tarde entra en escena la inscripción hoy conservada
en Casa Piquer. Fue llevada allí sin duda en .el siglo XIX o lo más tarde
hacia 1900: el extraordinario epigrafista español Lumiares, quien al
final'-del siglo XVIII copió todas las inscripciones latinas accesibles en
el norte de la provincia de Castellón (en Forcall, por ejemplo, cerca
de Morella), no tuvo conocimiento de la inscripción de Casa Piquer (14),
mientras para C. Sarthou, al principio del siglo XX, ya era conocida.
Las noticias sobre .el lugar de hallazgo de la inscripción se refieren- a una
y la misma piedra. El hecho de que los datos antiguos sobre el origen
de la inscripción varias veces copiada en el siglo XVI se contradigan
entre sí, difícilmente puede ser explicado suponiendo que en el espacio
de un siglo, aproximadamente, la inscripción fue transportada varias
veces de un sitio a otro, siendo citada la inscripción como procedente
d e Morella, de Ares del Maestre o de la localidad de Vespa, en el térmiiio
de 'Morella.
Hay toda\ria otra solución más sencilla, que es traer las diferentes
indicaciones a un denominador común, asumiendo ya que la inscripción
procede de Vespa. Como Vespa es una localidad del término de Morella,
no es falso tampoco afiirnar que la inscripción se encontraba en Morella.
Como Vespa esid situada en el camino de Morella a Ares del Maestre,
de la que dista solamente 15 kilómetros, tampoco sería completamente
falsa-la afirmación de que la inscripción procedía de la.última localidad
mencionada; un viajero que llegase a Vespa procedente de Ares del Maestre, y que desconociese los limites exactos de los términos municipales,
[page-n-11]
11
RES PUBLICA LESERENSI8
podría creer fácilmente que las pocas casas de Vespa pertenecían al término de Ares del Maestre. La inscripción conservada en Morella, en Casa
Piquer, debe haber sido igualmente encontrada en Vespa. Se trata visiblemente de una y la misma inscripción, que desde el siglo XVI hasta
e¡ XIX, lo más tarde, se encontraba en Vespa, presumiblemente sin salir
de la vieja masía Sant Antoni, y que luego fue llevada a Morella.
La inscripción está dedicada a Juppiter Conservator, ob incolumitatcm M(arci) A [u]rel(ii) Antonin [i] Aug(usti) Pii F(eli&) El nombre
del emperador, al contrario de 10 que se afirma en las lecturas antiguas,
no fue borrado; los pequeños huecos en el texto son solamente consecuencia de la mala conservación de la piedra. El emperador mencionado
no es otro que Caracalla: el nombre Marcus Aurelius Antoninus, con
10s calificativos de Pius y Félix lo llevai*on Caracalla y Elagábalo, pero
el nombre del último emperador citado fue borrado en muy numerosas
inscripciones, después de su caída, lo que no es aquí el caso (16)t El
motivo de la dedicación y con ello su fecha exacta son fácilmente reconocible~. inscripción fue hecha siendo Caracalla único emperador, entre
La
el asesinato de su hermano Geta en los últimos días del año 211 y su
violenta muerte el 8 de abril del año 217 (16). La fóimula dedicatoria
02> incolumitatem quiere decir que la inscripción fue dedicada a consecuencia de que el emperador saliera indemne de una situación peligrosa, lo que
resulta mfis claro aún por el hecho de que se invoque en agradecimiento
no simplemente a Juppiter, como máxima deidad, sino expresamente a
Juppiter Conservator en tanto conservador de la incolumitns del emperador. Semejante dedicación durante el reinado de Caracalla encuentra la
mejor explicación en los hechos que siguen a la caída del corregente
Geta: como es sabido, Caracalla presentó el asesinato de su hermano
como si, hubiese intentado Geta asesinarlo, se hubiese defendido y se
hubiese salvado en el último momento (17).
.
La propaganda oficial de Caracalla puso un especial empeño en la
difusión de semejante versión de los hechos. La mención expresa de la
salus y de la securitas del emperador en las acuñaciones del año 212, y la
leyenda Zovi Conservatori en otsa acuñación un poco posterior están en
conexión inmediata con ello (18). Sin duda hubo en todo el Imperio
sacrificios de acción de gracias por la supuesta salvación del emperador.
1
En Roma, por ejemplo, fueron organizados juegos el día 1 de abril
cle 212 - e s t e día era también el cumpleaños de Septimio Severo- pl-O
salute et incolumit [a] te de Caracalla y de su madre (19). También en las
provincias se encuentran dedicaciones con motivo de la in.columitas del
Emperador y otras manifestaciones de lealtad, las cuales también han
[page-n-12]
de ser entendidas en función de la situación política que siguió a la caída
de Geta. Los comerciantes de Aquae Mattiacorum en Germania' Superior
pusieron en el año 212 una dedicación pro perpetua incolumitate imp(erato1ULS) (CIL XIII 7587). De Britannin conocemos una placa votiva con
la dedicatoria Deo Invicto, Soli soc(20) sacrum pro salute et incolumitate
irnp(erato&) Caes(aris) M(arci) Aureli Antonini P.2 Felic(is) Aug(usti),
que pertenece al mismo contexto (20). Un flamen de la ciudad norteafricana de Verecunda, en 212, y sin duda como acción de gracias por la
supuesta salvación de Caracalla, dedicó una inscripción cuyo texto comienza así: I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Conservatori imp(eratoris) Caes(a~ i s M(arci] Aureli Severi Antonini Pii Felicis Aug(usti) (21).
)
Estos paralelos indican con total seguridad que la inscripción de que
aqui se trata, puesta a Juppiter Conservator oú incolumitatem de Caracalla, obedece a los mismos motivos, habiendo sido dedicada probablemente
ya en los primeros meses del año 212. Las palabras que Caracalla dirigió
al Senado después de la caída de Geta, según se lee en la novela histórica
de Herodiano, muestran bien claramente hasta qué punto se exigió de los
súbditos del Imperio una declaración de lealtad, en forma cultual; según
Herodiano (4, 5, 7) Caracalla se dirigió al Senado con estas palabras:
*Lo que debéis hacer es, en primer lugar, dar gracias a los dioses por
haber salvado a uno de los dos emperadores; después debéis dejar de
lado los propósitos y las opiniones sectarias, y poniendo vuestra mirada
en un Único señor, vivir sin preocupaciones. Pues Juppiter, que reina
él solo sobre todos los dioses, ha dado también el dominio de los hombres
a una sola persona,. Estas palabras no fueron, sin duda, las auténticas
palabras de Caracalla (22), pero expresan muy claramente cómo permaneci6, en la memoria de la población del Imperio, aquella versión oficial
sobre la muerte de Geta, y con ello las declaraciones de lealtad que fueron
prescritas. La inscripción de Morella habla el mismo idioma que Herodiano: el emperador, el único señor, ha salido indemne gracias a la protección divina, y por ello sus súbditos dan gracias a Juppiter, que ha
protegido al emperador.
El ara de Morella, con motivo de la salvación del Emperador, fue
dedicada por una comunidad urbana. E n las líneas 5-6 de la inscripción,
después del nombre del empei-ador en genitivo, dice claramente res [pulblica. En el siglo 111, el término res publica era, como es sabido, una
expresión muy extendida para significar una comunidad organizada en
forma de ciudad: ya Tertulliano, en su escrito De anima - e n torno
al 212- había hecho notar la fuerte urbanización del Imperio con las
palabras ubique res publica; el uso del término es un uso extendido,
[page-n-13]
RE^ PUBLICA LEBERENSIS
13
ante todo, precisamente en las inscripciones honorarias dedicadas por
las ciudades a los emperadores (23). Según todas las apariencias, todas las
comunidades que se autodenominan res publica eran, por lo menos en la
Península Ibérica, colonias y municipios, es decir, comunidades organizadas según el modelo más extendido en la parte occidental del Imperio,
y, en cualquier caso, no hay nada que pueda ser aducido contra ello (24).
De ello se deduce que la comunidad que aparece mencionada en la inscripción de Morella era, antes que otra cosa, o bien un municipio o bien
una colonia. Tal ciudad debería ser buscada en la región de Morella.
Es prácticamente imposible pensar que hubiera de tratarse de una colonia hasta ahora desconocida, porque además de que las colonias de España
son ya bastante bien conocidas, difícilmente se podría contar con la
existencia de una colonia -por lo menos de una colonia fundada por medio
de una deductio- en la zona montañosa de la actual provincia de Castellón.
Sin embargo, la existencia de un municipio hasta ahora desconocido, en
esta región, puede ser presupuesta sin dificultad.
Cuando una comunidad se autodenomina res publica, aparece entonces en las inscripciones el verdadero nombre de la comunidad, detrás
del mencionado término, ya sea en genitívo de plural del correspondiente
~djetivo,
por ejemplo res publica Tuccitanorum o como un adjetivo referido a Tes publica, por ejemplo res publica Callensis (25). En nuestra
inscripción, entre el término ves publica y la fórmula final.aran1 posuit
et dedicavit, se leen las letras LESEI seguidas d e un espacio ilegible en
el que caben dos letras ; después, al comienzo de la línea siguiente, se leen
las letras SIS. En estas condiciones, la única interpretación posible es
que nos encontramos ante un adjetivo referido a res publica y poi* tanta
con el nombre propio de la comunidad urbana en cuestión, perteneciendo
la terminación s i s necesariamente, según las leyes del latín, a un adjetivo terminado en +mis, como por ejemplo Tarmconensis (ver más
ejemplos más abajo). Teniendo en cuenta la longitud del espacio ilegible
al final de la línea 6 de nuestra inscripción, el adjetivo debe ser completado en Lesei[en]/sis. Lo que permanece inseguro es la muy dañada letra
que sigue LE LE SE, la que podría ser una F, H, 1, N, P, R o una T. La
cuestión que se nos plantea es entonces si conocemos algún nombre de una
localidad antigua, cuya foimación adjetiva pueda corresponder al nombre
que en la inscripción de Morella acompaña al término res publica.
Solamente Ptolomeo ofrece abundantes nombres de localidades antiguas en esta región montafiosa, que se extiende desde cerca de Saguntum, en dirección al valle del Ebro, a mitad de camino hacia Caesaraugusta (Zaragoza), es decir, la antigua regio EdetanZa (26). Su lista de
[page-n-14]
las localidades de los Edetani, de norte a sur, contiene los nombres de
Caesaraugusta, Bernaba, Ebora, Belia, Arsi, Damania, Leonica, Osicerda,
Etobesa, Lassira, Edeta (también llamada Liria) y Saguntum (27). La
similitud entre el topónimo Lassira y el adjetivo Lesei[en]sis quizá no
xesulte muy clara a primera vista, pero se hace evideite si se tiene en
cuenta que en el manuscrito de Ptolomeo, la escritura del topónimo oscila
entre Lassira y Lessira (Aáoocpa.- AÉaotpa) (28). El adjetivo derivado
de este topónimo, si tomamos la segunda variante citada, debería ser
Lessirensis, según, por ejemplo, las.siguientes analogías: Capera - Caperensis, Consabura - Consaburensis, Ebora - Eborensis, Epora Eporensis, Olaura - Olaurensis, Sabora - Saborensis, Sigarra
Sigawensis (29). El adjetivo derivado del nombre de la ciudad se puede entonces restituir en la forma Leser[en]sis, si buscamos la similitud con
Lessirensis, completando así la
ilegible al final de la línea 6 de la
inscripción, de manera que no supone el menor problema. El .nombre
de la ciudad, deberá, pues, ser Lesera.
-
No hay ninguna razón de peso que permita dudar sobre la identificación de este topónimo con el nombre citado por Ptolomeo: la Lassira
o Lessira de Ptolomeo, transmitido de forma incorrecta, según todas las
npariencias, debe ser en realidad Leseya, y en nuestra inscripción se habla
de una res [pu]blica Lese~[en]sis. Todavía debe ser resaltado que el
hecho de que la comunidad sea citada por Ptolomeo se corresponde bien
con su carácter de comunidad urbana, de ciudad. Sin embargo, del hecho
de que Ptolomeo utilice el término n6Á&t<
para referirse a las localidades
3)
de los Edetani que va a enumerar ( 0 , no se sigue necesariamente que
hayan sido colonias o municipios; para el geógrafo, significaba nóhey
solamente localidades de tamaño relativamente grande. Pero justamente
tales localidades de relativa importancia eran las que tenían las mayores
posibilidades de ser ciudades autónomas, no dependientes de otras, y entre
las 12 nóhoy citadas por Ptolomeo entre los Edetanos, Caesaraugusta
era una colonia, Osicerda y Saguntum municipios, Damania, Leonia Y
Edeta también, con toda probabilidad, municipios (31).
La identificación de la res publica que nuestra inscripción documenta,
con la localidad citada por Ptolomeo, se confirma también por la localización geográfica que él mismo nos ofrece. El mapa de la región de
Edetania y zonas adyacentes, que podemos reconstruir fhcilmente a partir
de las coordinadas dadas por Ptolomeo, es naturalmente inexacto (véase
figura 3) (32). Pero la Lessira o Lassz'ra de Ptolomeo aparece, en ese
mapa, justamente allí donde debería estar, si esta localidad estaba en la
parte norte de la actual provincia de Castellón: entre Saguntum y Der-
[page-n-15]
RES PUBLICA LESERENSIS
15
tosa, siendo la ciudad más importante al norte de Saguntum y Edeta
(Liria), y al sur de las otr8aslocalidades de los Edetanos citadas. Entre
estas otras localidades citadas, no obstante, la única claramente identificada es Caesaraugusta (Zaragoza). Pero sabemos por lo menos que
Damania, Leonica y Osicerda se encontraban en el Conventus Caesaraugustanus, y que por lo tanto debían estar, según toda apariencia, más al
norte que la mitad norte de la actual provincia de Castellón (33). Entre
las otras localidades de los Edetanos citadas por Ptolomeo, estaba Etobesa, si acaso, no tan al norte como las recién mencionadas (34), pero
justamente esta localidad de Etobesa es situada por .Ptolomeo no muy
31 norte de Lassira o Lessira. A tenor de los datos ofrecidos por Ptolomeo,
la zona de Morella seria entonces.perfectamente adecuada para la localización de Lcssira o Lassira. En cualquier caso, nada permite fundamentar
la conocida suposición, según la cual esta localidad deberia situarse en
!as ceivanías de Castellón de la Plana, en el río Mijares, que sería entonces el mismo río que Hecateo menciona en'el Este de Espafia, denoy
minado AEoupog .zozapó~, junto al cual deberia estar Lessira o Lassira,
debido a la similitud del nombre (35). El nombre del río demuestra solamente la existencia de nombres geográficos con la raíz Les-, en la parte
oriental de España, lo que añade todavía un refuerzo a nuestra reconstrucción del nombre de la localidad en la forma Lesera; peso, en cualquier caso, todo ello no indica nada, necesariamente, sobre la situación
de la localidad, tanto menos cuanto que la identificación del río es completamente problemática. Tanto el topónimo como el no,mbre del río
podi*ían ser, por otra parte, de origen ibérico, como seguramente lo es
el nombre personal Lesso en Saguntum y Lesuridantaris (genitivo) en el
Norte de España, ambos con la misma raíz (36).
De este modo, se puede afirmar que en la región de Morella hubo un
mentamiento romano de nombre Lesera, con carácter urbano, y con toda
probabilidad organizado en forma de municipio, que se autodenomina
res publica Leserensis, en la inscripción que el año 212 fue dedicada por
la incoluwtitas del emperador Caracalla. La cuestión que ahora se plantea
es dónde ha de ser buscado tal asentamiento. El lugar de hallazgo de
nuestra inscripción, la localidad de Vespa, al suroeste de Morella, dificilmente puede ser el lugar donde originalmente fue dedicada este ara:
tales inscripciones, pasticularmente manifestaciones de adhesión de una
comunidad entera, eran colocadas en plazas públicas o en los edificios
públicos de las ciudades. Pero en Vespa no se conoce ningún asentamiento romano, y tampoco es de suponer que hubiera allí un asentamiento, y menos de tipo grande; Vespa está situada en un valle, mientras
que los asentarnientos grandes se sitúan con preferencia, en el interior
.
[page-n-16]
de España, en lugares elevados. Nuestra inscripción, en consecuencia, fue
llevada a Vespa sin duda como material de construcción para una
masía, procedente de otro lugar, lo más tarde al principio del siglo XVI.
El lugar de procedencia se puede suponer casi sin ninguna duda: a 6 lrilómetros solamente, al norte del lugar donde se encontró la inscripción, en
la localidad de Forcall, en el cerro aLa moleta de Liborio~(también
llamado aLa moleta del mas dels flaress), hay un importante asentamiento ibero-romano, rodeado de una muralla, con edificios de piedra,
y de donde se conocen abundantes hallazgos menores (37). Este asentamiento, que es el mayor que existe en una amplia zona alrededor, y
además con una infraestructura de carácter urbano, debe ser considerado
como la ciudad de Lesera, con lo que resulta llenado el hueco que hasta
ahora existia en el mapa de las ciudades romanas entre Saguntum y Dertosa.
Una vez ha podido demostrarse la existencia de una comunidad urbana de los Leserenses, hay que preguntarse si es posible, a partir de las
inscripciones latinas de la región de Morella, encontrar nuevos datos sobre
la historia de esta ciudad, que sin duda debió tener un amplio territorio,
situada como estaba en una zona montañosa poco poblada. En primer
lugar, conviene tener en cuenta las cuatro inscripciones procedentes de
Ir. región de Morella, en las que aparecen ciudadanos romanos pertenecientes a la Galeriu tribus:
1 Lápida en forma de postamento, seguramente un ara funeraria
.
cuya parte superior ha sido destruida, procede de Forcall, y conocida
desde el siglo XVI : Cn(aeo) Baebio / Cn(aei) f(i1io) Gal(eria tribu) / Gemino / et Papivhe /S C(ai) f(i2iae) Festae / Cn(aeus) Baebius / [Tlaglws
palrentibus / optimis. Las fórmulas del texto, la paleografía y seguramente también la forma del monumento permiten una datación en el
siglo 11 (38).
2. Parte superior de una 'lápida funeraria redondeada por arriba,
encontrada en Forcall (en aLa moleta de Liborio,) en momento desconocido : C(aio) [Zlulio Gal(eria tribu) / [Flrontoni an(nomm) XXZX /
CL
.
Inscripci&es similares, en la región de Edeta y Saguntum,
pertenecen en su mayoría al siglo 1; a juzgar por la estructura del texto
y por la paleografía, tal datación sería también válida para esta inscripción (39).
3. Placa utilizada ,como lápida funeraria, encontrada en 1921 en
Albocácer (en el aMas de Boixs) : C(aio) Aemilio C(ai) f(2lio) / Gal(el.ia
[page-n-17]
RES PUBLICA LESERENSW
17
tribu) Restituto / ann(orum) XX, / Caecil(ia) C(ai) f(i2ia) Procula filio
piissimo / se viva fecit, / lt(oc) m(onumentum) h(eredem) n(on) s(equetur). La estructura del texto y la paleografía permiten una datación en
el Último tercio del siglo 1 o al principio del 11 (40).
4. Placa utilizada como ltipida funeraria, encontrada en momento
desconocido en La Iglesuela del Cid (en el poblado romano junto a la
ermita de Nuestra Señora del Cid) : G(aius) Domitius G(ai) f(i1ius) / GaI(eria tribu) Proculus an(norum) XX / lt(ic) s(itus) est. / G(aius) Domitius Gal(e& tpibu) Proculus, /=Aelia L(ucQ f(i1ia) Supe
J,(ucius) Ae1iu.s Asiaticus /, Vale* Nysa / v(iv4) f(ece?rcnt). La estmcctura del texto y la paleografia permiten una datación en el último tercio
del siglo 1 o en la primera mitad del 11; los Aelii mencionados en el
texto no recibieron el derecho de ciudadanía, necesariamente, en época
de Adriano (41).
Las indicaciones de la Gderia tribus en estas inscripciones identifican
a las personas en cuestión como ciudadanos romanos, que estaban inscritos en la tpibus de una ciudad, o de varias ciudades. Dado que difícilmente se trata de personas procedentes de otras partes del Imperio,
ni de regiones alejadas de la Península Ibérica, hay que pensar en una
ciudad (o en varias ciudades) que debe encontrarse en la región donde
las inscripciones han sido encontradas. Pero todas las ciudades de esta
amplia región -Tarraco, Dertosa, Saguntum, Edeta, Valentia- pertenecen en verdad a la tribu GaZe?+a, aunque cada una de ellas pueda haber
conseguido la autonomía como ciudad en momentos diferentes (42). Sin
embargo, las indicaciones de la tribus, en estas inscripciones, difícilmente
han de ser atribuidas a una o a varias de estas ciudades, sino justamente
s Lesem (43). Las dos inscripciones de Forcall con la indicación de la
tribus corresponden ya con la mayor probabilidad a individuos que eran
ciudadanos de la localidad que ha de ser situada en Forcall. Albocácer
está al sureste de Forcall, solamente a unos 40 kilómetros; la Iglesuela
del Cid (ya en la actual provincia de Teruel,. muy cerca de1 limite con
Ix de Castellón) estti al suroeste de ForcJ1, a solamente unos 20 kilómetros del centro urbano de los Leserenses. Por estas razones se puede
afirmar que los ciudadanos de esta ciudad - c o m o los de muchas otras
en la Península Ibérica- estaban inscritos en la GaZevia tribus. La
datación de las inscripciones con las indicaciones de la tribus permite
también deducir que la ciudad de los Leserenses lo más tarde en el paso
del siglo 1 al 1 estaba ya constituida como ciudad. Es muy probable,
1
también, que ya al principio de la época imperial gozase de autonomía
en tanto ciudad, como muchas otras ciudades inscritas en la Gderia
[page-n-18]
tribm, pero ello no puede ser demostrado. Es, siii embargo, muy probable
que fuese así, si tenemos en cuenta que entre las localidades de los
Zdetani, no solamente la colonia de Caesaraugusta, sino también Saguntum y Edeta, además de Osicerda, que debe ser buscada en algún lugar
cie la zona montañosa al sur de Caesaraugusta, tenían ya al principio
del Imperio el estatuto de ciudad (44). En cualquier caso, podemos suponer que Lesera obtendría el estatuto de ciudad, lo más tarde, en época
flavia, en el marco de la casi completa urbanización de las provincias
hispánicas que entonces tuvo lugar (45).
Deberíamos preguntarnos todavía si no es posible tambien llegar a
conocer magistrados de la ciudad de Lesera. Desgraciadamente, el material epigráfico es extraordinariamente pobre, en la región de Morella
y Forcall, hasta la Iglesuela del Cid por el suroeste y hasta Albocácer
!-~or sureste. Aparte de las cuatro inscripciones de las que hcmos tratado
el
más arriba, aparecen en esta región solamente algunas otras en la Iglesuela del Cid, un fragmento de inscripción en Forcall y algunos hallazgos
cpigráficos de carácter menor (insti8umentum domesticum), que no ofrecen ningún interés para la historia de la Administración (46). Sin embargo, es al menos posible que un duovir de nuestra ciudad sea el que
sparece en una inscripción encontrada a buena distancia de Morella y
Forcall. Se trata de una inscripción sepulcral de Rubielos de Mora, en
la región sureste de la actual provincia de Teruel, con el texto C(aio)
Mario C(ai) f(i1io) Gal(eria tribu) / Markno aedil(i) , / fJam(ini), IIvir(o),
/ Valeria C(ai) f(i1i.u) /6 Severa mater / filio piissi/rn[-,
que
ha de ser datada aproximadamente al final del siglo I o ya en el
1
siglo 1 (47). Según H. Galsterer, nos encontramos ante un magistrado
que ejerció su función en una ciudad hasta ahora desconocida en la zona
de Albarracín (provincia de Teruel) (48). Esta opinión, según toda apariencia, se basa solamente en el hecho de que en Corpus Inscriptionum
Latinarum esta inscripción aparece publicada junto a las de la región
de Albarracín y también en el hecho de que en Calomarde, junto a Albarracfn, conocemos otra Valeria Severa, que es identificada, en el Corpus,
con la mujer del mismo nombre de la inscripción de Rubielos de Mora y
entre cuyos parientes aparece también una Maria Ammia (49). Sin embargo, no es seguro que se trate de la misma mujer, debido por una parte
a la gran frecuencia de los nombres Valerius/Valeria y Severus/Severa,
y, por otra, debido a que la mujer de Rubielos de Mora estaba casada con
un C. Marius Marianus, y la de Calomarde con un L. Terentius Crescens, y es realmente poco probable que se trate de la misma mujer, que
se hubiese casado por segunda vez (50). En cualquier caso, en Albarracín
o en sus alrededores no se conoce ningún asentamiento romano de ca-
[page-n-19]
RES PUBLICA LESERENSIS
19
rácter mayor, y, además, la inscripción donde aparece el magistrado de
una ciudad, llamado C. Marius Marianus, ha sido encontrada en Rubielos
de Mora, que está a unos 70 kilómetros en línea recta de Albarracín.
Por ello, esta inscripción no constituye ninguna prueba de que haya exis?ido una ciudad en o cerca de Albarracín. C. Marius Marianus puede
haber sido magistrado, es verdad, en una ciudad desconocida, cerca
de Rubielos de Mora. Pero también es posible que haya sido magistrado
en Lesera, que está a unos 60 kilómetros de Rubielos de Mora; en tal
caso, tendríamos también documentado un magistrado de la ciudad de
Leseya, que después de la edilidad y de una magistratura sacerdotal
de rango local habría llegado a la más alta magistratura dentro de la
ciudad, es decir, siguiendo una carrera municipal completamente normal.
Finalmente, debemos prestar atención todavía a otra inscripción,
donde posiblemente se menciona el nombre de la ciudad de que nos ocupamos aquí. Su texto está sin embargo tan destrozado, que no es posible
alcanzar una reconstrucción completa. Se trata de una inscripción fune1
raria, hoy desaparecida, datable aproximadamente en el siglo 1 d. C.,
y encontrada en Alcalá de Chivert, en la parte noreste de la p i d n c i a
de Castellón, a unos 18 kilómetros solamente al este de Albocácer, de
donde procede una de las inscripciones que mencionan la Galeria tm'bw,
y que seguramente testimonian varios ciudadanos de Lesera; esta región
- d e donde conocemos algunas inscripciones de Alcalá de Chivert y de
Cabanes- puede muy bien haber sido el territorio perteneciente a Leseya (51). A final del siglo XVIII, F. Seguer dio una copia del texto, en
la medida en que era legible, al epigrafista Lumiares; más tarde, Lumiares pudo ver ya solamente la mitad inferior de la lápida (52). El texto,
tal como también fue publicado en el Corpus Inscriptionum Latinarum,
es como sigue :
M .SVLPICIO -CAMER
///ANO A / / / / / / /
/////////.///////
////////////////
5
10
/////SCRIS////
/////E N///////
CALPVRNIA 'LVPER .
CILLA *FILIO-DVLCISSI
MO 'ET SIBI
SE VIVI FECERVNT
[page-n-20]
En las dos primeras líneas estaba el nombre del difunto (53) y seguramente la indicación de su edad. A partir de ahí, el texto está completo
solamente desde la línea 7. De las últimas líneas se deduce, sin embargo,
que antes del nombre de Calpurnia Lupercilla tiene que haber estado
e: nombre del padre del difunto. Este, como su hijo, tenía evidentemente
dl gentilicio Sulpicius. El gentilicio del padre no debe haber estado en la
parte desaparecida al final de la Iínea 5, ni tampoco en la Iínea 6, dado
que después del gentilicio en cuestibn tiene que haber venido todavía
un cognomen; detrás de SCRIS no parece que haya sitio para un gentilicio y un cognomen. Por otra parte, las letras conservadas en Iínea 5,
CRIS, dificilmente pueden leerse de otro modo que no sea formando un
cognomen, como Cruis[pus] o Cris[pinus] (en el grabado de Lumiares,
después de CRIS queda espacio para solamente unas tres letras). Según
toda apariencia, este cognomen no sería otro que el cognomen del padre.
Así, en las línea siguiente, donde se conservan las letras EN, antes del
nombre de la madre del difunto, difícilmente podía haber otra cosa que
no fuese una indicación del origen o del rango del padre. Esta línea podría
completarse, según ello, en la forma [Leser] en [sis et] (según el grabado
de Lumiares, antes de EN hay espacio para unas cinco letras, y después,
para unas cinco o seis letras). Con ello tendríamos la siguiente restitución
de la inscripción :
M(avco) Sulpicio Camer [i]ano a [n(novum) ..]
1
[-
5
10
- -1
- - S&]-
[piciuls Cris [pus]
[Leser] en [sis et]
Calpurnia Luperci2Ja filio dulcissimo et sibi
se vivi fecerunt.
Resumiendo, podemos decir que en la región entre Saguntum y Dertosa tenemos que contar a partir de ahora con una población que tenia
el carácter de ciudad y se llamaba Lesera, que era un municipio fundado
lo más tarde por los emperadores flavios, y cuyos ciudadanos estaban
inscritos en la tribu Galeria; el centro urbano de esta población puede
ser identificado con el asentamiento de tipo urbano que hay en Forcall,
[page-n-21]
RES PUBLICA LESERENSIS
21
ai oeste de Morella. Por lo menos la región montañosa que lo rodea, en
la parte noroeste de la provincia de Castellón y en el extremo oriental
de la provincia de Teruel, pertenecían al territorio de esta ciudad. Pero
su territorio puede haber sido aún mayor: no solamente puede haber
llegado hasta Rubielos de Mora, en el suroeste de la provincia de Teruel, sino incluso, posiblemente, hasta Alcalti de Chivert, por el este, y
con ello hasta el mar Mediterráneo, separando así completamente los
territorios de Saguntum y Dertosa. En cualquier caso, el conocimiento
de la existencia de la res publica Leserensis es algo que hay que añadir
a la topografía histórica de la parte oriental de España.
[page-n-22]
[page-n-23]
An der Ostküste Spaniens zwischen Saguntum (Sagunto) un Dertosa (Tortosa) sowie im anschliependen Bergland, d.h. im gropen und
ganzen in der heutigen spanischen Provinz Castellón zwischen den Provinzen Valencia und Tarragona, wird in der althistorischen, epigraphischen und archaologischen Fachliteratur keine romische Stadt angeführt.
Die inschriftlichen Quellen und die antiken Siedlungsfunde dieser Gegend, in einer nützlichen Monogi-aphie von D. Fletches und J. Alcbcer
auf eine erfreuliche Art und Weise erfapt (1) zeugen bei ihrer bisherigen
Betrachtung nur von kleineren Siedlungen wahrend der Romerzeit, und
die einzige gi'opere moderne Stadt in diesem Raum, Castellón de la Plana,
ist im Gegensatz zu vielen anderen Stadten Spaniens keine antike Gründung, sondern eine Gründung aus der Epoche der Reconquista. 'Ang&
sichts des Ausdehnung dieses Raumes - d i e Provinz Castellón hat in der
Luftlinie eine Lange von etwa 120 km. vom Südwesten nach dem Nordosten und eine Breite von ungefahr 60 km. vom Westen nach dem Ostenist das Fehlen eines antiken stadtischen Zentrums etwas überraschend,
zumal die geographischen Voraussetzungen für die Entstehung wirtschaftlicher und verwaltungstechnischer Zentren urbaner Natur hier nicht
ungünstiger sind als in vielen anderen bergigen Landschaften Spaniens,
aus denen uns romische Stadte bekannt sind. Es konnte freilich 'angenornrnen werden, daa wahrend der romischen Kaiserzeit dieses gesamte
Gebiet unter den stadtischen Territorien von Saguntum und Dertosa
aufgeteilt war. Der südliclie Teil del* heutigen, Provinz Castellón etwa
[page-n-24]
t~is Hohe der Stadt Castellón de la PIana gehorte in der Tat mit grozur
Ber Wahrscheinlichkeit zum Territorium von Saguntum (2). Zumindest
für den nordlichen Teil der Provinz Castellón, vor allem für das Bergland
in der historischen Landschaft des Maestrazgo jenseits der Bergketten
der Küstenzone, liePe sich jedoch das gleiche sagen, was E. Hübner vor
iiiehr als einem Jahrhundert in einer Vorbemerkung zu den Inschriften
aus den neuzeitlichen 'oppida inter Saguntum et Dertosam sita varia'
geschrieben hat : 'Tamen longius patet regio haec universa, quam ut agri
Saguntini vicos fuisse commode statuas locos ommes, in quibus tituli
extant' (3).
Eine der wenigen romischen Inschriften, die im Norden der Provinz
Castellón ans Tagelicht kamen, bringt in die historische Topographie
dieser Gegend mehr Licht als bisher veilnutet (4). Zunachst scheint dieses
epigraphische Denkrnal allerdings eher Verwirrung zu stiften. Es handelt sich um eine unvollstandige Inschrift, deren Fundort und Text Prohleme bereiten. Die Hinweise auf den Fundort sind widersprüchlich. Die
Angabe bei St. V. Pighi aus dem 16. Jahrhundert, nach dem die Inschrift
aus Valencia stamrnt, beruht zwar offensichtlich auf einem Irrtum oder
auf einer Verschreibung (Valencia statt reyno de Valencia) : Alle anderen
ilutoren sprechen von einer Inschrift aus dem Maestrazgo. Doch erwahnen sie die Inschrift dort aus verschiedenen Ortschaften. 1 Strada, der
.
aus Mantua stammende eifrige Kopist romischer Inschriften in Spanien
im 16. Jahrhundert, und sein etwas jüngerer Zeitgenosse V. Justiniano
in seiner Handschrift 'Estos quadernos de las piedras que se hallan
en el reyno de Valencia' gaben die Stadt Morella als Fundort der Inschrift an. In Morella ist aber keine antike Siedlung bekannt (5). Nach
dern berühmten Humanisten aus Tarragona ebenfalls im 16. Jahrhundert, dem Erzbischof Antonius Augustinus, befand sich das Denkmal
in der Tat nicht in Morella, sondern 'en un lugar llamado Ares cerca
Morella', womit der heutige Ort Ares del Maestre, in der Luftlinie 18 km.
siidlich von Morella, gemeint ist; die gleiche Fundortsangabe findet
sich auch in der im Jahre 1638 veroffentlichten Valencianer Chronik
von P. A. Beuter, der die Inschrift 'en un lugar dicho Ares, cabo la villa
de Morella, en una masada' abgeschi-ieben hat. G. Escolano hat dann in
seiner 'Historia de la insigne y coronada ciudad y reyno de Valencia'
im Jahre 1611 die tiberlieferung über die Herkunft der Inschrift um
cine weitere Variante bereichert: E r kannte die Inschrift aus der Gegend Morellas aus einer kleinen Ortschaft namens Vespa (6) ;diese Ortschaft ist offensichtlich keine andere als der heutige Ortsteil Vespa (oder
1'Avespa) innerhalb des Stadtbezirkes von Morella, etwa 8 km. westlich/
südwestlich der Stadt (vgl. Abb. 1).
[page-n-25]
RES PUBLICA LESERENSiS
25
Im Corpus Inscriptionum Latinarum wird zur Inschrift auch weitere
Eltere Literatur zitiert, doch beruht diese nur auf den Angaben bei den
erwahnten frühesten Autoren. Den Text del*Inschrift haben diese Autoren im grofien und ganzen auf die gleiche Art und Weise gelesen (wobei
sie sich teilweise auch gegenseitig beeinflussen konnten), nur die Zeilentrennung haben sie unterschiedlich angegeben. E. Hübner führte den
Text im Corpus aufgrund dieser alten Lesungen an; für die Zeilentrennung legte er die Version bei Pighi zugrunde, die deshalb die beste zu
sein schien, weil nach dieser Lesung jede Zeile mit einem neuen Wort
1
begann. Der Text im Corpus lautet wie folgt (CIL 1 4052) :
JOVI .CONSERVATORI
OB -1NCOLVMITATEM
M.AV////////'////
............
Einige kleine Abweichungen zwischen den einzelnen Kopisten schienen die Berechtigung dieser Textausgabe nicht in Frage zu stellen (7).
Wichtig ist jedoch ein Unterschied zwischen der Lesung nach Pighi eineraeits und allen weiteren Lesungen andererseits, schon von Hübner hervorgehoben: Zwischen der 3. und del 4. Zeile in der vorliegenden Form
gab es nach Pighi hochstens eine Lakune mit einer fehlenden Zeile, nach
den übrigen Autoren jedoch eine langere Lücke mit mehreren fehlenden
Zeilen (die sie nicht lesen konnten, da diese Zeilen entweder stark beschadigt oder moglicherweise durch eine ungünstige Zweitverwendung
des Steines abgedeckt waren). Angesichts der übereinstimmung der
weiteren Kopisten in dieser Hinsicht war allem Anschein nach die
Variante Pighis falsch; dies hatte Hübner warnen sollen, für die Zeilentrennung ausgerechnet Pighis Version zu übernehmen. Sonst konnte
im Corpus zu der Inschrift nicht mehr viel gesagt werden. Als erfahrener
Epigraphiker bemerkte Hübner zu Recht, da$ die Forme1 hanc aram posuit
et d(ono) d(edit) ungewohnlich sei. Ferner wies er eine Annahrne von
3euter zum Inhalt der 3. Zeile zurück: 'Noli cogitare cum Beutero de .
nomine imperatoris alicuius (Probi fortasse) consulto eraso antiquitus;
imperatorem enim aliquem ipsum hanc aram posuisse et dono dedisse
in loco Hispanise obscuro quis credet? Privati alicuius nomen potuit
deleri tempore recentiore'.
In einige neuere epigraphische Publikationen ist die Inschrift ungefghr mit dem gleichen Text eingegangen wie in das Corpus, auch in die
[page-n-26]
zusammenfassende Arbeit von D. Fletcher and J. Alcácer über die
romerzeitliche Archaologie der spanischen Provinz Castellón (8). In dieser Arbeit wird jedoch auch ein weiterer Text angeführt, der nach den
beiden Verfassern auffallende Ahnlichkeit mit der im Corpus veroffentiichten Inschrift aufweist. Diesen Text zitieren D. Fletcher und J. Alcácer nach C. Sarthou Carreres, der ihn zu Beginn unseres Jahrhunderts
in Morella abgeschrieben hat; nach diesem Autor war der Text dort
auf einem Stein in einem Hause auf der Plaza de Colón, unzweifelhaft
in der Casa Piquer, zu lesen (9). Die Lesung wird folgendermapen angegeben :
IOVI CONSERVATORI
OB INCOLVMITATEM
M.AV RE ANTONINI
AV ERE B...LISE
SI...C ARAM POSVIT
E T DEDICAVIT
...
5
...
Dieses Steindenkmal ist auch lieute vorhanden. Es ist ein, oben,
unten. und auf der rechten Seite stark beschadigter Altar aus grauem
Xalkstein, in Morella auf der Plaza de Colón in der spatmittelalterlichen
Casa Piquer -auf der Südseite der Hauses, die auf den erwahnten
Platz blickt- in etwa 3'5 m Hohe vermauert (10). Obwohl del* Text
zum Teil stark veiwischt ist und am rechten Rand einige Buchstaben
fehlen,.- bereitet die Lesung der erhaltenen Buchstaben keine Schwierigkeit, und auch die fehlenden Textteile lassen sich erganzen (siehe auch
Abb. 2 mit der Zeichnung der Inschrift, ferner das Foto auf Taf. 1) :
6
Zovi conserv*
tori ob inG0l.umitatem M(arci) A [u] ret(ii) Antonin [i]
Aug(usti) P(.iZ) F(elicis), res [ ]
*blica Les. [en] sis aram
posuit et dedicavit
Bevor der Text erklart und die Lesung in den Zeilen 6-7 ausführlich
begründet werden, ist zunschst die Fundgeschichte dieser Inschrift klarzustellen. C. Sarthou 'hat über die Herkunft des Steines leider nichts
[page-n-27]
RES PUBLICA LFSERENSIS
27
aufgezeichnet. Den Einwohnern der Casa Piquer ist jedoch bis heute
bekannt, dafl das Steindenkmal -vor Iangerer Zeit- aus der Masia San
Antoni 1'Avespa dorthin gebracht wurde, also aus einer alten Masia aus
ciem Ortsteil Vespa rund 8 km. westlich/südwestlich von Morella innerhalb des Stadtgebietes. Text und Provenienz der Inschrift ermoglichen
lcaum Zweifel daran, dafl wir es mit der gleichen Inschrift zu tun haben,
die im 16. Jahrhundert ofter abgeschrieben wurde und seither als verschollen galt.
Was den Text betrifft, stirnrnt die Lesung fiir den Anfang der Inschrift, wie diese heute zu sehen ist, mit den alten Lesungen überein.
Das gilt weiterhin zumindest noch für die Worte aram posuit, wahrend
die in der alteren Literatur angegebene Liicke vor dem Schlufiformular
offensichtlich jenem Textteil entspricht, in dem der Name des Kaisers
iind der Name des Dedikanten gelesen werden konnen. Dafl die Zeilentrennung nach der Version der Inschrift im Corpus und in der hier
crstmals vollstandigen und richtigen Lesung verschieden ist, braucht
nicht zu storen, da die Trennung der Zeilen im Corpus nur auf der
Lesung durch Pighi beruhte, der, wie erwahnt, die weiteren alten Kopien
widersprechen; überhaupt war Pighi, der auch die Gesamtlange des
Textes und darüber hinaus auch noch den Fundort der Inschrift falsch
angegeben hat, ein wenig zuverlapiger Herausgeber dieser Inschrift.
Da@ die Zeilentrennung von Inschriften insbesondere in der altesten
Literatur haufig ungenau ist, 1aPt sich sehr haufig beobachten; dafi
der gleiche Fehler auch in der jüngeren Literatur durchaus vorkommen
kann, zeigt etwa die angeführte Lesung der in Morella aufbewahrten
3nschrift durch C. Sarthou, der offensichtlich bemüht war, jede Zeile
mit einem neuen Wort beginnen zu lassen -0bwoh1 er sonst eine fast
exakte Lesung der erhaltenen Buchstaben vorlegte.
Gegen die Identifizierung der heute in Morella vorhandenen Inschrift mit dem im 16. Jahrhundert abgeschriebenen Text konnte vom
[nhalt her hochstens die unterschiedliche Lesung des Schlufiteiles sprechen: Die Lesungen lmnc amm posuit et d(ono) d(edit) einerseib und
nram posuit et dedicavit andererseits sind zugegebenerweise stark verschieden, und dabei ist die erste Version von mehreren Kopisten überliefert. Doch erweckt die alte Lesung von vornherein 'Verdacht. Eine
Schlu@formelhanc aram posuit e t d(ono) d(edit) ware nicht nur unüblich, wie schon Hübner meinte, sondern würde auch von mangelndem Sprachgefühl zeugen, da posuit und dono dedit im Sprachgebrauch
romischer Weiheinschriften praktisch synonyme Begriffe sind (11). Die
Foimel posuit et dedicavit ist dagegen vollig regelmaflig und dement-
[page-n-28]
sprechend auch gut bezeugt; die beiden Pradikate weisen auf zwei verschiedene Handlungen hin, namlich auf die Stiftung und auf die darauf
folgende Einweihung des Altars (12). So ist anzunehmen, da@die aus
dem 16. Jahrhundert stammende Lesung der SchluPformel inkorrekt ist.
Dann ist es aber auch ohne weiteres moglich, da@wir es bei der alten
Lesung mit dem mipverstandenen Text der in Morella aufbewahrten
Tnschrift zu tun haben. Das Mipverstandnis 1aPt sich auch einigermapen
erklaren. Auf dem Stein in Morella steht vor dem Worte aram die
Buchstabengruppe SIS, die nicht ganz einfach zu erkennen ist, zumal
das zweite S durch eine Beschadigung des Steines beim ersten Anblick
wie ein C aussieht (auch von C. Sarthou so mipverstanden). Humanisten,
die den Sinn des Textes vor aram überhaupt nicht verstanden, konnen
Iiier leicht stillschweigend l m c erganzt haben. Ganz am Schlufi kann
die Lesung et. d. d. statt .et dedicavit auf eine ahnliche Art und Weise
entstanden sein. Das E hinter dem ersten D ist kaum zu sehen; das
zweite D ist dann wieder deutlich. Autoren aus der Humanistenzeit
ist es durchaus zuzutrauen, dap sie dann einfach et. d . d. gelesen haben,
ohne Rücksicht darauf, dap hinterher noch einige weitere Buchstaben
folgen (von denen aber nur C und A ganz leicht zu erkennen sind) (13).
Da sich die frühen Kopisten auch gegenseitig beeinflussen konnten,
Iaflt sich auch das Vorkommen ein und desselben Fehlers in mehreren
Abschriften erklaren. Bezeichnenderweise findet sich auch die ganz irreführende Behauptung bei mindestens zwei alten Kopisten, dap das Material des Inschriftsteines Jaspis sei.
Für die Identitat der im 16. Jahrhundert entdeckten Inschrift mit
derjenigen in der Casa Piquer in Morella spricht auch die Fundgeschichte.
Kach Escolano, der das Steindenkmal-um 1600 gesehen haben dürfte,
gab es keinen weiteren Autor mehr, del* sich bei des Widergabe des
Textes in der überlieferten Form auf Autopsie beieufen konnte. Dafüi*
tauchte spater die auch heute vorhandene Inschrift in der Casa Piquer
iii Morella auf. Sie kam dorthin offenbar im 19. Jahrhundert oder spiir
testens um 1900: Der hervorragende spanische Epigraphiker Lumiares,
der am Ende des 18. Jahrhunderts die ihm zuganglichen romischen Inschriften auch im nordlichen Teil der Provinz Castellón (z.B. auch in
Forcall in der Nahe Morellas) abgeschrieben hat, kannte die Inschrift
aus der Casa Piquer noch nicht (14), wiihrend sie C. Sarthou zu Beginn
des 20. Jahrhunderts bereits bekannt war. Die Nachrichten über den
Fundort weisen auf ein und denselben Stein hin. Die einander widersprechenden alten Angaben über die Herkunft der im 1 . Jahrhundert
6
niehrfach abgeschriebenen Inschrift enheder aus Morella oder aus Ares
[page-n-29]
RE8 PUBLICA LESERENWS
29
del Maestre oder aus dern Ortsteil Vespa im Stadtbezirk Morellas lassen
sich kaum so erklaren, dap das Steindenkmal innerhalb eines ungefahr
Iiundertjahrigen Zeitraumes mehrfach Iiin- und hertransportiert wurde.
Es gibt eine einfachei-e Moglichkeit, die Fundberichte auf einen gemeinsamen Nenner zu bringen, durch .die Annahme namlich, da@ die
Inschrift aus Vespa stammt. Da es sich bei Vespa nur um einen Ortsteil
im Bezirk Morellas handelte, konnte man auch sagen, da@die Inschrift
sich in Morella befand. Und da Vespa am Wege von Morella nach Ares
del Maestre liegt, war zugleich auch die Behauptung nicht ganz abwegig,
da$ die Inschrift aus dern zuletzt erwahnten Ort starnrne, von dern Vespa
auch nicht weiter als etwa 16 km. entfernt liegt;. ein Reisender etwa,
der Vespa aus Ares del Maestre kommend erreichte und die Gemeindegrenzen nicht kannte, kann leicht geglaubt haben, da@die ~e~einzelten
Hauser von Vespa zu Ares del Maestre gehorten. Die in Morella in des
Casa Piquer aufbewahrte Iqschrift sol1 ebenfalls in Vespa gefunden
vrorden sein. E s handelt sich offenbar um ein und dasselbe Steindenkmal,
das sich also spatestens seit dern 16. bis zum 1 . Jahrhundeist in Vespa,
9
vermutlicli stets in der alten Masia Sant Antoni, befand und spater nach
15orella gebracht wurde.
Die Inschrift wurde dern Juppiter Conservator ob incolumitatem
M(arcQ A [u]rel(ii) Antonin [iJ Aug(ust0 Pii F(e1icis) gewidmet. Der
Name des Herrschers wurde, im Gegensatz zu 'der Behauptung in der
alten überlieferung, nicht eradiert; die kleinen Lücken im Text sind nur
Folgen del* Beschadigung des Steines. Der genannte Hemscher ist kein
anderer als Caracalla: Den Namen Marcus Aurelius Antoninus mit den
beinamen Pius und auch Felix führten Caracalla und Elagabal, doch
viurde der 'Name des an zweiter Stelle erwahnten Kaisers nachzseinem
Sturz in sehr vielen Inschriften eradiert, was ja hier nicht der Fall
w a r (15).
Der Anla$ zur Widmung und damit ihr genaueres Datum lassen sich
unschwer ermitteln. Die Inschi* stammt aus der Alleinherrschaft Ca:uacallas zwischen der Ermordung seines Bruders Geta in den letzten
Tagen des Jahres 211 und seinem gewaltsamen Tod am 8. April 217 (16).
Die Widmungsformel ob incolumitatem spricht dafür, dap die Weihung
nach der Rettung des Kaisers in einer Gefahr vollzogen wurde; da$ der
1)ank dafür nicht einfach dern Juppiter als dern obersten Staatsgott,
sondern ausdrücklich dern Juppiter Conservator als Bewahrer der incol ~ ~ m i t a s Hemschers galt, macht dies noch deutlicher. Wahrend der
des
Alleinherrschaft Caracallas lie@esich eine derartige Widmung weitaus
am besten durch die Folgen des Sturzes des Mitregenten Geta erklaren:
[page-n-30]
Bekanntlich stellte Caracalla den Brudermord sodar, als ob er sich vor
einem todlichen Anschlag Getas im letzten Augenblick gerettet habe (17).
Die offizielle Propaganda Caracallas legte auf die Verbreitung dieser
Version gropen Wert. Der .Hinweis auf die salw, und auf die securitccs
des Kaisers in der Münzpragung des Jahres 212 und die Umschrift Iovi
Conservatori auf etwas spater gepragten Münzen nahmen darauf Bezug (18). Für die angebliche Rettung des Herrschers wurde zweifellos
im ganzen Reich geopfert. In Rom etwa wurden am 11. April 212 - d i e ser Tag war zugleich der Geburtstag des Septimius Severus- pro salute
et incolumit [a]te Caracallas und seiner Mutter Spiele veranstaltet (19).
Weihungen für die incolumitas des Kaisers und weitere Loyalitatsbekundungen, die ebenfalls durch die politische Lage nach Getas Sturz
zu verstehen sind, liegen auch in den Provinzen vor. Die Kaufleute im
obergermanischen Aquae Mattiacorum setzten im Jahre 212 pro perpetua incolumitate imp(eratoris) eine Weihinschrift (CIL XIII 7587).
Aus Britannien kennen wir eine Votivtafel, die mit der Widmung Deo
Invicto; Soli soc(io) sacrum pro salute et incolumitate irnp(erato?.is)
Caes(a&) M(arci) Aureli Antonini Pii Felic(is) Atlg(usti) im gleichen
Zusarnmenhang einzuordnen ist (20). In der nordafrikanischen Stadt Verecunda hat ein flamen im Jahre 212, unzweifelhaft als Dank für die
nngebliche Rettung Caracallas, eine Inschrift mit dem einleitenden Text
I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Conseruatori imp(erato~s)
Caes(aris) M(arcz')
Aureli Severi Antonini Pii Felicis Aug(usti) gewidmet (21).
Diese Parallelen lassen keinen Zweifel daran, dap auch die hier
hehandelte Inschrift, dem Juppiter Conservator ob incolumitatem Caracallas gesetzt, aus dem gleichen Anlaj3, wohl in den ersten Monaten des
Jahres 212, errichtet wurde. Wie damals die Loyalitatsbekundung der
Untertanen in kultischer Form verlangt wurde, wird auch aus den Worten recht deutlich, die Caracalla im Geschichtsroman Herodians nach
cier Errnordung Getas zum Senat gerichtet haben soll: 'Eure Aufgabe
ist zuerst, den Gottern dafür zu danken, da@sie den einen der beiden
Herrscher gerettet haben; dann sollt ihr aufhoren, geteilte Absichten
und Gedanken zu verfolgen, und ihr sollt, auf einen einzigen Herrscher
blickend, frei von Sorgen leben. Denn Juppiter hat die Herrschaft, wie
er sie auch über die Gotter allein ausübt, auch über die Menschen nur
einen Einzigen gegeben' (4,5,7,).Diese Worte waren zwar sicherlich nicht
die authentischen Worte Caracallas (22), doch bringen sie sehr deutlich
zum Ausdruck, wie die offizielle Version über den Sturz Getas und die
daraufhin vorgeschriebenen Loyalitatsbekundungen im Gedachtnis der
Beichsbevolkerung haften blieben. Die Inschrift aus Morella spricht eine
[page-n-31]
RES PUBLiCA LESERENSIS
'
31
iihnliche Sprache wie Herodian: Der Kaiser, ein Alleinherrscher, ist rnit
gottlicher Hilfe unversehrt, wofür die Untertanen dem Juppiter - d e r
den Herrscher beschützte- danken.
Der Altar wurde dem Juppiter Conservator für die Rettung des
Kaisers von einer Stadtgemeinde geweiht. In den Zeilen 5-6 der Insclirift, nach dem Namen des Kaisers im Genitiv, steht eindeutig res
[pul blka. Der Terminus res publica war im 3. Jahrhundert bekanntlich
ein sehr stark verbreiteter Ausdruck zur Bezeichnung stadtisch organisierter Gemeinden: Schon Tertullianus hat in seiner Schrift De anima
-um 212 geschrieben- die starke Urbanisation des Reiches mit den
Woi-ten ubique res publica unterstrichen, und vol* allem gerade in den
Huldigungsinschriften der Stadtgemeinden für die Kaiser war der Gebrauch dieses Terminus allgemein üblich (23). Wie es scheint, waren
~umindestauf der Iberischen Halbinsel alle Gemeinden, welche sich als
?.es publica bezeichneten, Kolonien und Municipien, d.h. stadtisch organisierte Gemeinden nach den im romischen Westen am ehesten üblichen
Formen der stadtischen Verfassung; jedenfalls lassen sich keine Indiñien gegen diese Ansicht erbringen (24). Daraus folgt, da$ wir auch
in jener Gemeinde am ehesten eine Kolonie oder ein Municipium erblicken dürfen, welche die in Morella aufbewahrte Inschrift errichten liep.
Diese Stadt mü$te in der Gegend Morellas gesucht werden. In diesem
Fall wiire freilich kaum moglich, an eine bisher unbekannte Kolonie zu
denken: Ganz abgesehen davon, da$ uns die Kolonien Spaniens hinreichend bekannt sind, würde man zumindest mit einer durch Deduktion
gegründeten Kolonie im Bergland der heutigen spanischen Provinz Castellón kaum rechnen dürfen. Die Existenz eines bisher unbekannten
Municipiums in diesem Raum konnte jedoch ohne Schwierigkeit vorausgesetzt werden.,
Wenn eine Gemeinde sich als res publica bezeichnet, dann steht in den
lnschriften der eigentliche Name der Gemeinde hinter diesem Terminus,
und zwar entweder als Genitivus Pluralis des entsprechenden Adjektivs
wie 2.B. res publica Tuccitanorum oder als ein auf res publica bezogenes
Adjektiv wie 2.B. res publica Callerzsis (25). In unserer Inschrift stehen
zwischen dem Terminus res publica und der Schlu$formel aram posuit
et dedicavit die Buchstaben LESEI mit einer anschliependen Lücke von
zwei Buchstaben, ferner zu ~ e ~ i der nachsten Zeile die Buchstaben
nn
SIS. ,Für diesen Textrest gibt es keine andere Interpretationsm6glichkeit
als die, da$ wir es hier mit einem Adjektiv zu res publica und dementsprechend mit dem eigentlichen Narnen dieser Stadtgemeinde zu tun
liaben, wobei die Endung -sis nach den Gesetzen der lateinischer Spra-
[page-n-32]
che nur zu der adjektivischen Bildung auf -en&
wie z.B. Tavraconerh
sis gehoren kann (weitere Beispiele siehe unten). Im. Hinblick auf die
Lange der Lücke am Ende der 6. Zeile unserer Inschrift mup also das
Adjektiv auf Lesei [en]/sis erganzt werden. Unsicher bleibt einstweilen
nur noch der stark beschadigte Buchstabe hinter LESE, der grundsatzlich ein F, H, 1, N, P, R oder T gewesen sein konnte. Es fragt sich, ob
wir einen antiken Ortsnamen kennen, dessen adjektivische Bildung dem
Heinamen in der Inschrift in Moi8ellaentsprechen würde.
Antike Ortsnamen aus jenem ostspanischen Bergland, das von der
Gegend um Saguntum in die Richtung des Ebrobeckens mit Caesaraugusta (Zaragoza) in seinem Mittelpunkt reicht, also aus der antiken
qnegioEdetania (26), sind allein bei Ptolemaios in groperer Zahl aufgezahlt. Diese Liste der Siedlungen der Edetani, in einer Nord-Süd-Reihenfolge, enthalt die Namen Caesaraugusta, Bernaba, Ebora, Belia, Arsi,
Damania, Leonica, Osicerda, Etobesa, Lassira, Edeta (auch Liria genannt)
und Saguntum (27). Die Ahnlichkeit zwischen dem Ortsnamen Lassira
und dem Adjektiv Lesei[en]sis ist im ersten Augenblick vielleicht noch
nicht sonderlich auffailend, sie wird, jedoch recht pragnant, wenn
darauf hingewiesen wird, dap in den Ptolemaios-Hands~h~iftendie
Schreibweise des Ortsnamens zwischen Lassira und Lessil*n (Aáuocpa
bzw. AÉuu~pa)schwankt (28). Die adjektivische Bildung aus diesem Ortsnamen, legt man die zweite S~hreibva~iante
zugrunde, müpte Lessirensi9
sein, etwa nach folgenden Analogien : Capera
Caperensis, Consabura
Consaburensis, Ebora - Ebovensis, Epora - Eporensis, Olaura Olaurensis, Sabora - Saborensis, Sigarra
Sigarrensis (29). Der Beiname.deie fraglichen Stadt in der hier behandelten Inschrift 1a$t sich,
menn wir die sprachliche Ahnlichkeit mit Lessirensis suchen, auf
I,wer[en]& erganzen -wobei die Lücke am Ende der 6. Zeile der
inschrift einwandfrei ausgefüllt ist. Der Ortsname mup dann Lesera sein.
-
-
-
E s gibt keinen einleuchtenden Grund, der an der Identitat zwischen
diesem Ortsnamen und dem bei Ptolemaios verzeichneten Namen zweifeln liepe: Das ptolemaische Lassira oder Lessira, anscheinend in verderbter Form überliefert, mup richtig Lesera heipen, und in unserer Inschrift
ist von einer res [pu]blica Leser[en]sis die Rede. Dabei ist zu bemerken,
dap die Erwahnung der ~ e m e h d e Ptolemaios gut zu ihrer Bedeubei
tung als Stadtgemeinde papt. Aus dem von Ptolemaios gebrauchten
Terminus ~ ~ A E L S die aufgezahlten Orte der Edetani (30) folgt zwar
für
iiicht, da$ diese ausnahmlos Kolonien und Municipierr gewesen sein müssen: Mit n6h~cgmeinte der Geograph nur gropere Siedlungen. Aber ge-
[page-n-33]
RE8 PUBLICA LESERENSIS
33
~ade
derartige bedeutende Siedlungen besaPen gute Chance, stadtische
Autonomie zu erhalten, und unter den 12 bei Ptolemaios erwahnten
z 6 A ~ yder Edetani waren Caesaraugusta eine Kolonie, Osicerda, und
Saguntum Municipien, Damania, Leonica und Edeta allem Anschein nach
ebenfalls Municipien (31).
.
Da@ die Gleichsetzung der epigraphisch bezeugten res publica rnit
dem bei Ptolemaios erwahnten Ort richtig ist, geht auch aus der Lokalisierung dieses Ortes nach dem antiken Geographen hervor. Die Karte
Edetaniens und der angrenzenden Gebiete nach den Vorstelungen des
Ptolemaios, aufgrund der von ihm verzeichneten Koordinatenangaben
leicht zu rekonstruieren (32) ,ist zwar naturgemlp ungenau (siehe Abb. 3).
Aber das ptolemaische Lessira oder Lassira erscheint auf dieser Kaiote
genau dort, wo es eingezeichnet sein mübte, wenn der Ort im nordliclien Teil der heutigen Provinz Castellón lag: zwischen Saguntum und
Dertosa, als der erste bedeutende Ort nordlich Saguntum und Edeta
(Liria), südlich von den weiteren aufgezahlten Siedlungen der Edetani.
Unter diesen weinteren Siedlungen ist zwar nur Caesaraugusta (Zaragoza)
einwandfrei identifiziert. Aber zumindest von Damania, Leonica und
Osicerda wissen wir, dap sie sich im Conventus Caesaraugustanus, also
anscheinend weiter nordlich als in der nordlichen Halfte der Provinz
Castellón, befanden (33). Unter den weiteren bei Ptolemaios erwahnten
Orten der Edetani lag hochstens Etobesa nicht so weit im Norden wie
die zuletzt erwahnten Siedlungen (34), aber gerade dieser Ort wird auch
bei Ptolemaios nicht viel weiter nordlich als Lessira oder Lassira lokalisiert. Die Umgebung von Morella kame also ausgehend von den Angaben bei Ptolemaios für die tatsachliche Lokalisierung von Lessira oder
k s s i r a sehr gut in Betracht. Nichts spricht jedenfalls für die herkommliche Annahme, diesen Ort in der Nahe von Castellón de la Plana, am
E'lupe Mijares, zu suchen, da dieser FluP angeblich mit dem von Hekataios in Ostpanien erwahnten ALaupos nozay6s identisch sei, und da Lessira
oder Lassira wegen der Wuilichkeit des Namens an diesem FluP gelegen
habe (35). Der FluPname bestatigt nur die Existenz geographischer
Namen mit der Wurzel Les- in Ostspanien, was für die Rekonstruktion
unseres Ortsnamens in der Form Lesera noch eine weitere Stütze bringen dürfte, doch folgt daraus nichts Zwingendes für die Lokalisierung
des Ortes, um so weniger, als die Gleichsetzung des Flusses durchaus
fraglich ist. Sowohl der Ortsname als auch der FluPname dürften übrigens iberischer Herkunft sein wie vermutlich auch die Personennamen
Lesso in Saguntum und Lesurülantaris (Gen.) in Nordspanien mit der
gleichen Wurzel (36).
[page-n-34]
So IaPt sich behaupten, da@es in der Gegend von Morella eine r&
mische Siedlung namens Lesera gab, die als stadtische Gemeinde, aller
Wahrscheinlichkeit nach als ein Municipium, organisiert war und in der
inschrift, welche im Jahre 212 für die incolumitas des Kaisers Caracalla
gssetzt wurde, sich als res publica Lesel*ensis bezeichnete. Es fragt sich
sun, wo diese Siedlung zu suchen ist. Die Fundstelle unserer Inschrift,
der Ortsteil Vespa südwestlich von Morella, ist kaum der ursprüngliche
Aufstellungsort dieses Altars: Derartige Inschriften, namlich Huldigungsbekundungen ganzer Gemeinden, standen auf den offentlichen Platzen oder in den offentiichen Bauten der Stadte; aus Vespa ist jedoch
keine romische Siedlung bekannt, und zumindest eine gropere stadtische Siedlung ist doi*t -in einem Tal, wahrend die groperen Siedlungen des spanischen Binnenlandes mit Vorliebe auf Anhohen angelegt
wurden- auch nicht anzunehrnen. Das Steindenkmal wurde also nach
Vespa, offensichtiich als Baumaterial für eine Masia spatestens zu Beginn des 16. Jahrhunderts, anderswoher verschleppt. Woher es wirklich
annehmen : Nui*etwa 6 km nordlicli
stammt, 1aPt sich beinahe ~weifelsf~ei
der Fundstelle, in des Ortschaft Forcall, ist auf der Anhohe 'La Moleta
l e Liborio' (genannt auch 'La Moleta del Mas dels Frares') eine bedeutende iberisch-romische Siedlung mit Umfassungsmauer, Steinbauten und
zahlreichen Kleinfunden bekannt (37). Diese groate bekannte antike
Siedlung in der breiteren Umgebung, noch dazu mit urbanen Anlagen,
ist als die Stadt namens Lesera anzusehen, und dadurch füllt sich die
Lücke, die die Karte der romischen Stadte Spaniens zwischen Saguntum
und Dertosa aufweist.
Nachdem die Existenz einer Stadtgemeinde der Leserenses ermittelt
werden konnte, stellt sich die Frage, ob sich für die Geschichte dieser
Gemeinde - d i e im wenig besiedelten Bergland zweifellos über ein ausgedehntes Territorium verfügt*
durch die romischen Inschriften aus
der weiteren Umgebung Morellas nicht auch noch weitere Daten gewinnen lassen. Zunachst sei auf jene vier Inschriften aus der Gegend Morellas hingewiesen werden, die romische Bürger mit der Ga1el.i~t&us
bezeugen :
1 Postamentformiges Steindenkmal, anscheinend ein Grabaltar mit
.
abgeschlagenem Oberteil, aus Forcall seit dem 16. Jahrhundert bekannt:
Cn(aeo) Baebio / Cn(aei) f(ilio) Gal(eriu tribu) / Gemino / et Papiriae 1
'
C(ai) f(2Ziae) Festae / Cn(aeu8) Baebius / [Tlaurus palrentibus / optimis. Das Textformular, die Palaographie und wohl auch die Denkmalforrn lassen eine Datierung in das 2. Jahrhundert zu (38).
[page-n-35]
36
RE8 PUBLICA LESERENSIS
2. Oberteil eines oben abgerundeten Grabsteines, gefunden in Forcal1 (im Oi.tstei1 'La Moleta de Liborio') vor unbekannter Zeit: C(aio)
[Z] uüo Gal(e,.ia tribu) /-[Flrontoni an(nomcm) XXZX / C[- -- Ahnliche' ~ r a b s t e i n e Gebiet der-~detani,
im
haufig im ~ a u von Edeta und
i
.
Saguntum, stamrnen zumeist sus dem 1 Jahrhundert; angesichts des
Textaufbaus und der Palaographie dürfte diese Datierung auch für die
vorliegende Inschrift gelten (39)
.
3. Als Grabstein verwendete Tafel, gefunden im Jahre 1921 in Albocácer (im 'Mas de Boix') : C(aio) Aemilio C(a0 f(ilio) / Gal(eria tribu)
Restituto / ann(orum) XX, / Caecil(ia) C(ai) f(il2a) Procula /5 filio pihstmo / se viva fecit, / h(oc) m(onumentum) h(eredem) n(on) ~(equetur).
Der Textaufbau und die Palaographie lassen eine Datierung in das letzte
Drittel des 1 Jahrhunderts oder in das frühe 2. Jahrhundert zu (40).
.
4. Als Grabstein verwendete Tafel, gefunden vor unbekannter Zeit
in La Iglesuela del Cid (in der romischen Siedlung bei der Ermita de
Nuestra Señora del Cid) : G(aius) Domitius G(ai) f(ilius) / GaZ(eria tribu)
Proculus an(norum) XX / It(ic) ~(itus)est. / G(aius) Domitius Gal(eria
tribu) P~oculus,/=
Aelia L(uci) f(iliu) Supe
Asiaticus /, Valeria Ngsa / ~ ( i v i )f(ecerunt). Der Textaufbau und die
.
Palaographie lassen eine Datierung in das letzte Drittel des 1 oder in
aie erste Halfte des 2. Jahrhunderts zu; die in der Inschrift genannten
Aelii erhielten ihren Namen nicht unbedingt durch Bürgerrechtsverleiliung unter Hadrian (41). .
Die Angabe der Galeriu tribu in diesen Inschriften zeugt von romischen Biirgern, die in die tribus einer Stadt - o d e r verschiedener Stadtecmgeschrieben waren. Da es sich kaum um Zuwanderer aus anderen
Reichsteilen oder aus weit entfernt liegenden Gebieten Spaniens handelt,
ist an eine Stadtgemeinde (oder an verschiedene Stadtgemeinden) in der
Gegend der Inschriftenfundorte zu denken. Freilich gehorten alle uns
bekannten Stadte der Umgebung --Tarraco, Dertosa, Saguntum, Edeta,
Valentia- in die Galeria tribus, obwohl sie ihre stadtische Autonomie in
verschiedenen Epochen erhielten (42). Dennoch sind die Tribusangaben
iii den angeführten Inschriften kaum auf eine oder auf mehrere dieser
Stadte, sondern offensichtlich auf Lesera zu beziehen (43). Die beiden
Inschriften mit dem Beleg für die tribus aus Forcall sprechen von vornlierein mit grofier Wahrscheinlichkeit für Bürger der in Forcall zu lokalisierenden antiken Stadt. Albocácer liegt südostlich von Forcall nur
etwa 40 km, La Iglesuela del Cid (bereits in deis modernen Provinz Teruel,
dicht an der Grenze zur Provinz Castellón) südwestlich von Forcall nur
[page-n-36]
ungefahr 20 km. weit vom stadtischen Zentrum der Gemeinde der
Leserenses entfernt. So Ia$t sic11 behaupten, da$ die Bürger dieser Gemeinde -ahnlich den Bürgern zahlreicher Stadte im antiken Spanienin die Galeria tribus eingeschrieben wurden. Ferner dürfte aus der Datierung der Inschriften mit der Tribusangabe hervorgehen, da$ die Gemeinde der Leserenses spatestens an der Wende vom l. zum 2. Jahrhundert bereits als stadtische Gemeinde organisiert war. Ob sie ihre
stadtische Autonomie bereits zu Beginn der Kaiserzeit erhalten hatte
wie viele Stadte mit der Galeria tribus, Ia$t sich nicht nachweisen, doch
ist das nicht ganz unwahrscheinlich, da unter den Siedlungen der Edetani
nicht nur die Kolonie Caesai*augusta,sondern auch Saguntum und Edeta,
ferner auch das irgendwo. im Bergland südlich Caesaiaugusta zu suchende Osicerda schon in der frühesten Kaiserzeit Stadtrecht erhielten (44);
Jedenfalls scheint Lesera die stadtische Verfassung.spatestens unter den
flavischen Kaisern, im Zuge der damals praktisch vollendeten Urbanisation der spanischen Provinzen, erhalten zu haben (45). .
Weiterhin ware zu fragen, ob sich nicht auch Magistrate del* Stadt
Lesera ermitteln -1assen. Leider ist das inschi*iftliche Material in jenern
Umkreis von Morella und Forcall, der im Südwesten bis La Iglesuela
del Cid und im Südosten bis Albocácer reicht, auperordentlich arm.;
aufier den oben behandelten epigraphischen Texten stammen in dieser
Gegend nur noch einige weitere Inschriften aus La Iglesuela del Cid,
ein Inschriftfragment aus Forcall und au@erdem noch einige epigraphische Kleinfunde aus der Kategorie des instrumentum domesticum,
die füi* die Verwaltungsgeschichte nichts hergeben (46). Es ist aber
zumindest moglich, da$ eine in groperer Entfernung von Morella und
Forcall gefundene Inschrift einen Bürgermeister unserer Stadt bezeugt.
Es handelt sich um eine Grabinschrift aus Rubielos de Mora im Südosten
der líeutigen Provinz Teruel mit dem Text C(aio) Mario C(ai) f(i2io).
CaZ(e& tribu) / Mariano aedil(i), / flam(ini), IIvir(o), / Valeria C(ai)
f(i1ia) Severa matm / filio pi.issi/m[o - - - etwa vom Ende des 1
,
.
Jahrhunderts oder aus dem 2. Jahrhundert (47). Nach H. Galsterer haben
wir es mit einem Magistraten zu tun, der seine Amter in einer bisher
unbekannten Stadt in Albarracín (Provinz Teruel) innehatte (48). Diese
Ansicht beruht jedoch anscheinend nur darauf, da$ die Inschrift aus
Rubielos de Mora im Corpus lnscriptionum Latinarum anschliepend an
die Inschriften aus der Gegend von Albarracin behandelt wird, und da@
wir aus Calomarde bei Albarracin ebenfalls eine Valeria Severa kennen,
unter deren Angehorigen auch eine Maria Ammia erscheint und die im
Corpus mit der gleichnamigen Frau in Rubielos de Mora gleichgesetzt
wird (49). Ob es sich um ein und dieselbe Frau handelt, ist jedoch nicht
[page-n-37]
RES PUBLICA LESERENSI8
37
nur im Hinblick auf die sehr starke Verbreitung der Namen Valerius/
Valeria und Severus/Severa fraglich, sondein auch deshalb, weil die in
Xubielos de Mora bezeugte Frau rnit einem C. Marius Marianus, die in
Calomarde erwahnte Frau mit einem L. Terentius Crescens verheiratet
war; die Wahrscheinlichkeit dafür ist doch ziemlich gering, dap wir
es mit ein und derselben Frau zu tun haben, die hintereinander zweimal
heiratete (50). Wie dem auch sei, in oder bei Albarracin ist keine gr&
bere romische Siedlung bekannt, und die. Inschrift mit dem Zeugnis für
den stadtischen Magistraten C. Marius ,Marianus stammt aus Rubielos
de Mora, in der Luftlinie 70 km. von Albarracín entfernt. So bringt diese
Iiischrift überhaupt keinen Beweis füi*die Existenz einer Stadtgemeinde
in oder bei Albarracín. C. Marius Marianus kann als Magistrat freilich
in einer uns unbekannten Stadt in der Gegend von Rubielos de Mora
tatig gewesen sein. Aber es ist ebensogut moglich, da@er ein Magistrat
von Lesera war, das von Rubielos de Mora etwa 60 km. weit entfernt
7u lokalisieren ist; in diesem Fall ware für Lesera auch ein Magistrat
hezeugt, der nach der Adilitat und nach einem stadtischen Priesteramt,
also nach einer ganz normalen municipalen Karriere, zum Bürgeimeister
aufstieg.
SchliePlich sol1 noch auf eine weitere Inschrift hingewiesen werden,
in des mogIicheiweise der Name der hier behandelten Stadt erwahnt
m r d e -wobei aber der Text allzusehr verstümmelt ist, als dap er
eine genaue Rekonstruktion ermoglichen .konnte. Es handelt sich um
einen heute verscholleneii Grabstein etwa aus dern 2. Jahrhundert aus
Alcalá de Chive1.t im nordostlichen Teil der Provinz Castellón, nur etwa
18 km. ostlich von Albocácer, wo einer jener Inschriften mit der Angabe
del* Galerna tfibus gefunden wurde, welche wohl Bürger von Lesera
hezeugen; diese Gegend -mit einigen Inschriften aus Alcalá de Chivert
und aus Cabanes (51)- kann noch durchaus zum Territorium von
Leseya gehort haben. Eine Kopie der Inschrift auf dem enviihnten Grabstein, insofern der Text noch lesbar war, hat am Ende des 18. Jahrhunderts F. Seguer dem Epigraphiker Lumiares gegeben; Lumiares selbst
konnte spater nur die untere Halfte des Steindenkmals sehen (52). Der
Text, wie er auch im Corpus Inscriptionum Latinarum aufgenommen
wurde, lautet :
[page-n-38]
M .SVLPICIO -CAMER
///ANO A / / / / / / /
////////////////
////////////////
5
10
/////SCRIS////
f////EN///////
CALPVRNIA -LVPER
CILLA *FILIO.DVLCISSI
MO ET SIBI
SE VIVI FECERVNT
In den ersten beiden Zeilen stand der Name des Verstorbenen (53)
und wohl die Angabe seines Lebensalters. Dann ist der Text erst von
der 7. Zeile an intakt. Aus den letzten Zeilen geht aber hervor, da6
vor dem Namen der Calpurnia Lupercilla der Name des Vaters des Verstorbenen gestanden haben mup. Diesei* trug offensichtlich ebenso wie
sein Sohn den Gentilnamen Sulpicius. In die Lücken in der zweiten Halfte
aer 5. Schriftzeile oder in der 6. Zeile kann dieser Gentilname kaum
hinnvoll eingefügt werden, da danach auch noch ein Cognomen gestanden
haben mu$; hinter SCRIS scheint ftir den Gentilnamen Sulpicius und
noch fiir ein Cognomen kein hinreichender Platz mehr vorhanden zu sein.
Andererseits liePe sich in Z. 5 der Rest CRIS kaum anders als auf ein
Cognomen wie Clis [pus] oder vielleicht Cris[pinus] erganzen (nach der
Zeichnung bei Lumiares fehlen nach CRIS nur etwa drei Buchstaben).
Allem Anschein nach haben wir es hier mit dem Cognomen des Vaters
zu tun. Dann kann aber in der niichsten Zeile mit dem Textrest EN,
vor dem Namen der Mutter des Verstorbenen, kaum etwas anderes als
cine Herkunfts- oder Rangbezeichnung des Vaters gestanden haben.
ñlit [Leser]en[sis et] konnte die Zeile entsprechend ausgefüllt werden
(vor EN fehlen nach del* Zeichnung bei Lumiares etwa fünf, nachher
etwa ftinf oder sechs Buchstaben). Daraus ergabe sich folgende Ergan.mng der Inschrift :
[page-n-39]
RE8 PUBLICA LEBERENSIS
M(arco) Sulpicio Camer [ i ]ano a[n(norum) ..]
[[-
6
10
- -1
- - Sull-
[piciuls CrZs [pus]
[Leser]en [sis et]
Catpu1vnia LuperciUa filio dulcissimo et sibi
se vivi fecerunt.
Zusammenfassend 1aSt sich sagen, da/3 wir im Raum zwischen Saguntum und Dertosa mit einer stadtisch organisierh Gemeinde namens
Lesera zu rechnen haben, die ein spatestens von den fiavischen Kaisern
gegründetes Municipium gewesen sein dürfte und deren Bürger in die
Galeria t.i.ibus eingeschrieben waren ; das urbane Zentrum der Gemeinde
kann mit der stadtischen Siedlung in Forcall westlich Morella gleich gesetzt werden. Zumindest das umliegende Bergland im nordwestlichen
Teil der spanischen Provinz Castellón und im ostlichen Randgebiet der
Yrovinz Teruel gehorte zum Territorium dieser Stadtgemeinde. Doch
kann ihr Territorium auch umfangreicher gewesen aein: Es kann nicht
nur auch die Gegend von Rubielos de Mora im südostlichen Teil der Provinz Teruel umfapt haben, sondern erstreckte sich moglicherweise im
Osten über Alcalá de Chivert bis zum Mittelmeer, um die Territorien
von Saguntum und Dertosa ganzlich voneinander zu trennen. Jedenfalls
tragt die Kunde von der Existenz der res publica Leserensis zu unseren
Kenntnissen über die historische Topographie im ostlichen Teil Spaniens
bei.
[page-n-40]
[page-n-41]
NOTAS
(1) D. Fletcher Valls-J. Alcácer Grau,
Agradezco muy cordialmente al Director del Servicio de Investigación Prehistórica, la publicación de
este trabajo en la serie
castellana.
1
(2) Conocemos un s a l h t [ m m)ag(htsr) en Almenara, CIL 1 6055; 8e trata
de un sacerdote de Saguntum, donde habla aatii, cfr. H. Galsterer, auntersuchungen
zum romischen Stadtewesen auf der Iberischen Halbinsel)) (Berlín, 1971) 28 y s. Un
magistrado municipal, conocido por una inscripción de Almenara, debe haber sido
1
también un magistrado saguntino, CIL 1 6056. En Mascarell se encuentra un
aed(i1is) IZvir fiante~tAug(usti) quaestor, inscrito en la Gal(eria) tribus, CIL 1
1
4028; la indicación de la cuestura como magistratura m4xima del cursus honoruni
municipal significa que se trata de iin magistrado saguntino, H. Galsterer O.C. 28
y 56. En una inscripción de Onda aparece también probablemente citado un
ex-magistrado de Saguntum, v. D. Fietcher-J. AlcBcer, O.C. 40 nr. LXXXV; la lectura
correcta (tras haber visto personalmente la inscripción) es [ontlnibtts / [honoriáus
i~ r(e) p(ttb1ica) slzca ft~nct(o)etc. Un md(ilis) que aparece en Alcora puede tam1
bién ser considerado como un magistrado niunicipal de Saguntum, CIL 1 4041.
(3) E. Hübner, CIL 1 p. 527.
1
(4) CIL 1 4052, donde se encuentran también las indicaciones sobre la biblio1
grafía más antigua.
(6) . L a historia de l a ciudad está ampliamente expuesta por F. Ortí Miralles,
aSíntesis de la historia de Morella)) (Cucnca-Benimodo-Valencia, 1971).
(6) No está citado en CIL; v. por el contrario J. A. Ceán Bemúdez, aSumario
de las antigüedades romanas que hay en España)) (Madrid, 1832) 95 y D. FletcherJ. Alcácer O.C. 37.
(7) Strada, Justiniano, Augustinus y Beuter leyeron las letras en línea S en la
forma M-A-A, al contrario que Pighi, quien ley6 M.AV. Según Strada, la Cltima
línea decía E-D-D; según Augustinus, EXaD.D.
(8) D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 37 nr. LXXV. Véase también ILER 96, con el
texto Iovi Conservtctori / ob incoluntitatem / M. Aure... / hanc w a m poeuit / et
d. d.
(9) C: Sarthou Carreres, en: aProvincia de Castell6n, Geografía general del Reino
de Valencia)) (Barcelona s.s.) 657, que indica que se conserva en una casa de la plaza
de Colón. Ibid. 666 habla Sarthou de una piedra romana en el a4ngulo de la casa
Piquer (plaza del Estudio))). Debe tratarse de la misma piedra.
-
[page-n-42]
(10) Altura, 54 cm., anchuras 40 cm., altura de las letras, 5 cm. Hdi visto la
piedra el día 30 de agosto de 1975, junto con el doctor G. Pereira Menaut (Valencia/
Heidelberg), y comprobado la lectura de nuevo el día 29 de julio de 1976. La inscripción está también brevemente descrita por F. Ortí, O.C. 12 y 14, quien indica solamente el lugar de conservación, pero no dice nada sobre el origen de la inscripción.
Orti toma la lectura de Sarthoii, pero d a correctamente la separación de las líneas.
(11) En la colección de inscripciones votivas en H. Dessau, ILS 1 1 entre
1 ,
unos 2.000 textos, hay a lo sumo una sola inscripción donde aparecen ambos predicados, caso de que la restitución del primero de ellos aea correcta: sua [pecrcnia posziilt do~~zcmqrce
dedit ilt teni.plo samti Silva9ti salzctaris (CIL VI 543 = ILS 3544).
Pero en este texto el uso de los dos predicados es completamente lógico: el primero
se refiere al hecho de que el dedicante ha hecho su donación votiva -una estatua
de plata- con su propio dinero; el segundo se refiere al hecho de haber colocado
su donación, la estatuta, en un templo de Silvano.
(12) Véase por ejemplo ILS 2996 con posuit dedicavitque, ILS 3199 con domcni
posuit et dedicavit, ILS 3532 con de rnco posuit itent cleclicavit, ILS 4225 con s(ua)
p(ecu?tia) p(osuit) et dedic(nvit), ILS 4727 con posuit nc dedicavit.
(13) Como ejemplo de las arbitrarias lecturas por parte de los humanistas se
puede citar una inscripción de Tarraco, cuya parte más importante fue leida por
Povillon, en el siglo XVI, del siguiente modo: ob legatiottem sensualent gratzcitani
srcnzmopere gesta?,&sub .iwtperatore, v. CIL 1 4208 = ILS 6928. El texto, cuya lec1
tura no presenta ninguna dificultad digna de señalar, ha de leerse en realidad:
oh legatb?zenz ce~tsualentgratuitnnt Sirnti po[s]pere gerrtant [alput in~perator(em);
.
..
v. G. Alfoldy, Arch. Esp. Arq. 43, 1970, 169 y SS. y aDie romiscgen Inschriften von
Tarraco)) (Berlin, 1976) nr. 332
(14) .No aparece en la colección de A. Valcárcel Pío de Saboya (= Ludares),
uInsci.ipciones y antigüedades del Reino de Valencia)) (Madrid, 1852, editado por
A. Delgado), al contrario de CIL 1 4053 (Lumiares nr. 67) de Forcall (sobre esta
1
inscripción v. más abajo y nota 38). Sin duda, la inscripción no fue empotrada en
la Casa Piquer en el momento de construir el edificio, como se puede ver también
en la foto de Lámina 1, sino añadida posteriormente.
(15) Sobre la destrucción del nombre de Elagábalo en las inscripciones v. pof
ejemplo ILS 1 1 1 pág. 293; en España, G. Alfildy, aDie romischen...)) nr. 84.
1 ,
(16) Sobre la fecha del' asesinato de Geta -se creía hasta hace poco que era
febrero del año 212- v. T.D. Barnes, Journ. of Theology 19, 1968, 521 y SS.; cfr.
también W. Seston, en Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1964/65 (Bonn 1966) 212.
El día de la muerte de Caracalla nos lo transmite Dion Casio 78,6,4; v. sobre ello
W. Reusch, aDer historische Wert der Caracallavita)) in den Scriptores Historie Augusta~
(reimp. Aalen 1963) 50 y s.
(17) Ver más extensamente G. Alfoldy, aDer Sturz des Kaisers Geta» y la historiografía antigua, en: Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1970 ($onn, 1972) 19 Y SS.
Sobre los diferentes apeligros)) a que estuvo expuesto Caracalla durante su gobierno
v. H. Wolff, ~ D i e
Constitutio Antoniniana und Papyrus Gissensis 40 ID,
vol. 1 (Koln,
1976) 20 y SS.
(18) Salus y secupitas: H. Mattingly-E. A. Sydenham, RIC IV 1 (Londres, 1936)
86;' H. Mattingly, BMC V (Londres, 1950) pág. CXCIX. La moneda con la leyenda
Iovi Conservatori es RIC IV 1, 258 nr. 301 = BMC V 447. Esta moneda fue acuñada entre el 213 y el 217.
(19) CIL VI 1063 = ILS 2178. Cfr. P. Herz, auntersuchungen zum Festkalender
der romischen Kaiserzeit nach datierten Weih- und Ehreninschriftenn (Mainz; 1975)
180.
(20) CIL VI1 1039 = ILS 567 =RIB 1272. E l dedicante, un 'tribuno de l a
cohorte 1 Vardnllorum aparece también mencionado en una inscripción del gobernador de Britania C. Iulius Marcus, conocido como legado de la provincia Britannia
hferior en el año 213, CIL VI1 995 = ILS 4727 = RIB 1265; sobre la fecha en que
fue gobernador v. A. R. Birley,Epigr. Studien 4, 1967, 87 con los testimonios;
Durante el ejercicio de este senador como gobernador de Britannia, las tropas pro
[page-n-43]
RES PUBLICA LESERENSIS
pietats ac devotione con~m?i?ti, A. R. Birley O.C. con los testimonios y la evidente
v.
explicación de estas dedicaciones como uan attempt by the British army to assert its
loyalty after the murder of Geta)).
(21) CIL VI11 4196; Jupiter Consei.vator aparece también en esta inscripción
como protectoi* de la emperatriz Iulia Domna. El mismo dedicante puso, al mismo
tiempo una inscripción con la dedicatoria Zziitoni Concordia! Aitg(ustar) por la salzcs
(le Caracalla y de su madre, CIL VI11 4197. La inscripción de Lambssis CIL VI11 2619
~ s t á relación también, presumiblemente, con la supuesta salvación de Caracalla
en
a finales del año 211; su texto es Zovi Optimo dl[axi?~soconssrvatori] M(mi)Azlreli
Severi Antoitiil[i Pii Felicis Azlg(ztsti) et] Zzili~?Azcgustie etc. y fue dedicada por el gobernador de Numidia M. Valerius Senecio. No existe una datación
más exacta para el gobierno de este senador, dentro de la época de Caracalla,
v. B. E. Thomasson, aDie Statthalter der romischen Provinzen Nordafrikas von Augustus bis Diocletianus 11)) (Lund 1960) 208 y del mismo autor, RE Suppl. XIII
(1973) 320; pero es muy bien posible que su magistratura haya tenido lugar en los
primeros años después de la caída de Geta.
. (22) Véase en extenso G Alfoldy, Bonner Historia-Augusta-Colloquium 1970,
.
43 y SS.
(23) A. Mócsy,
--
(24) Los escasos ejemplos del uso del término res pziblica para núcleoa urbanos
que no son ni colonias ni municipios están reunidos por A. Mócsy O.C. 382; estos
c jemplos proceden sobre todo de Africa. Una lista de las localidades hispánicas
que son designadas como res lntblicn en las inscripciones se encuentra en CIL 1
1
o4g. 1161; cfr. también A. Mócsy O.C. 371. La mayoria de tales localidades eran
de hecho, como se puede demostrar, colonias y municipios; en algunos casos, el
estatuto legal no está indicado. La única excepción parece ser Curiga en la Bética:
1
está mencionada como res ptiblica en el año 196 (CIL 1 1040), pero antes está
asimilada a la ciudad de Ugultunia, Plinio, N. h. 3,14; v. sobre ello H. Galsterer o.cb
21 y nota 40. En realidad es posible, sin más, que Curiga haya obtenido más tarde
el estatuto de municipio, porque esta comunidad tenia, en 196, una asamblea de
riecuriones. Cfr. H. Galsteiser O.C.
según el cual Curiga, ya antes del 196, había llegado
a ser dtautónoma)).
1
(26) CIL 1 1668-1673, respectivamente, CIL 11 1372.
(26) Plinio, N. h. 3,20.
(27) Ptolomeo, Geogr. 2,6,62, E l geógrafo inclilía también e i Edetania, equim- '
cadamente, Dianium (Denia), que IocaIizaba falsamente entre Saguntum y Dertosa;
por el contrario, situaba Valentia, según Plinio (N. h. 3,20) una ciudad de Edetania,
en la región de los Contestanos, Geogr. 2,6,61.
(28) V. C. Müller, ,aClaudii Ptolomaai Geographia)) 1 1 (París, 1883) 184.
1
(29) Los testimonios están en CIL 1 pág. 1141 y SS. La Ebora que aparece
citada aquí, para la cual está documentado el adjetivo Eborensfs (testimonios en CIL
11 pág. 1144) no es la iocalidad que cita Ptolomeo entre las de Edetania, sino la
homónima de Lusitania.
(30) Ptolomeo, Geog~.2,6,62.
(31) Sobre las tres localidades citadas en primer lugar v. H. Galsterer OC. 70
y s. Leonica y Edeta eran igualmente comunidades con estatuto de ciudad, v. ibid, 71;
pocas dudas puede haber de que se.trataba de municipios. También Damania puede
haber sido un municipio, después de haber sido, en un primer momento, una civitas
stipendiavia (Plinio, N. h. 3,24): un flamen de la Hispania citerior, ejerció en esta
1
ciudad - e n una ves pzcblica- magistraturas regulares, v. CIL 1 4249 = ILS 6933 =
cDie romischen Inschriften von Tarracon nr. 309. Por lo demás, los flamines de rango
~rovincial procedían, prácticamente sin excepción, de comunidades que tenían el
estatuto de ciudad, v. G. Alfoldy, aFlamines provincia Hispanite citerioris)) (Madrid, 1973) 22.
(32) Cfr. sobre ello en general E. Polaschek, RE Suppl. X (1966) 680 y !.
s
Una reconstrucción completa del mapa ptolemaico de la Peninsula Ibérica -segun
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A. Tovar- se encuentra en J. María Blázquez, aCiclos y temas de la historia
de España: la romanización. 1 . La sociedad y la econoniía en la Hispania Romana))
1
(Madrid, 1976); ahora tambikn en A. Tovar, aIberische Landeskunde)), 2. Teil, Bd. 2.
1.usitanien (Baden-Baden, 1976), mapa nr. 1.
(33) Plinio, N. h. 3,24. E n cuanto al recorrido aproximado del límite entre los
1
ronvestus en el este de España, sigo la opinión de E. Hübner (CIL 1 pág. 600),
~ e g ú nquien las regiones de Valentia, Edeta y Saguntum pertenecen a l Conventus
Tarraconensis; v. especialmente Plinio, N. h. 3,23 sobre la pertenencia de la ciudad
1
de los Edetanos, es decir, Edeta (Liria), a este Conventus, y también CIL 1 3840,
de Saguntum, con la mención del mismo. Cfr. también E. Albertini,
entre la región recién mencionada y la de Dertosa, hay que suponer seguramente
la pertenencia al mismo Conventus. E l Conventus Cesaraugustanus se extendía al
norte y al noroeste de la región de Morella.
(34) 'Esta suposición descansa sin embargo, solamente, en la presunción generalmente compartida de que Etobesa se llamaba realmente Otobesa y también en la
hipótesis de que esta localidad ha de ser buscada no lejos de Edeta. Tales conjeturas,
y tal localización se derivan del hecho de que en Edeta aparece un individuo COI?
r?l indicador de origen Otobesa7ta[s], CIL 1 3794.
1
El nombre del río es mencionado. por Hecateo, Frg. 16. Sobre esta opinión
(36)
t. especialmente C. Müller O.C.
.
186; también, semejante, en- A. Schulten, RE XII
(1926) 6138, y cfr. todavía del mismo, ibid. 889. Más tarde'.Schulten buscó el rfo
m49 al' norte, entre Peñíscola y la desembocadura del Ebro, y consideró, igual que
antes, que era posible que L e s h a -inclinándose por esta lectura- hubiese estado
localizada junto a este ?lo, v.
1
1
1
Albertos Firmat, ,
onomástica personal primitiva de Hispania Tanaconenae y Bética)) (Salamanca, 1966)
130.
1
(87) D. F1eteher-J. Alcácer O.C. 60 y 73 (cfr. también CIL 1 6246,7). Loa
resultados de la excavación llevada a cabo por E. Plá han sido publicados sólo en
un pequeño informe en:
(38) CIL 1 4053 = D. FletcherJ. Alcácer O.C. 32 nr. XLVIII = ILER 4066
y 6219 (en todos ellos con lecturas incompletas, que pueden ser corregidas por medio
de una lectura directa de l a inscripción). Sobre los criterios de datación en términos
.
generales v. G Alfoldy, aDie romischen Inschriften )>, pág. 470 y SS. La mayoría
de los criterios de datación que allí aparecen son también válidos para la parte sur
del Conventus Tarraconensis; las aras funerarias, por ejemplo, son en esta región,
como en Tarraco, exclusivamente del siglo 1 y de la primera mitad del 1 1
1
1.
...
(89) La lápida es inédita; una breve mención se encuentra en: aFiestas de Forcall
1966)) (Forcall, 1966). Se conserva, igual que CIL 1 4063 en Forcall, Palacio Antiguo.
1
(40) Ann. hst. Est. Catalans 7, 1921/26, 287 = D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 21 nr.
1 = HAE 946 (se conserva en el Mas d'Albert, junto a Cuevas de Vinromá).
(41) La lápida es inédita (se conserva en La Iglesuela del Cid, E m t de
ria
Nuestra Señora del Cid). Hubo Aelii en Dertosa, por ejemplo, ya en el siglo 1, E E I X
p4g. 142 y s. nr. 385.
(42) Cfr. W. Kubitschek, aImperium Romanum tributim discriptum» (PragaViena-Leipzig, 1889) 193 y s., 198 y SS. Desde entonces la documentación ha aumentado realmente mucho, en parte; por ejemplo para Ia tvibwr de Valentia v. tambibn,
aparte del CIL 11 3729, E E IX pág. 137 y s. nr. 363, y AE 1933, 6-6 y AE 1988, 22-23.
(43) A lo sumo en el caso de Cn. Barbius Cn. f . Gal. Gem2nus, en Forcall, se
podria suponer que procedía de Saguntum: conocemos allf un rico ciudadano del
miamo nombre del principio de la época imperial, v. CIL 1 3854 y 3856, l HAE 1667
1
(incompleta), y en extenso G. Alfildy,
[page-n-45]
RES PUBLICA LESERENSIS
45
faniilia saguntina (lo que es probable), seria plenamente posible que ya sus antepasados se hubiesen trasladado de Saguntum a Lesera, y que este Baebius Geminus
hubiese sido inscrito en la tribus de Lesera.
(44) Cesaraugusta era una colonia de Augusto, v. H. Galsterer O.C. 27 y 70.
S a y n t u m recibió el rango de municipio todo lo más tarde poco antes del cambio
de era, cfr. del mismo autor O.C. 28 y s. y 71. E l primer testimonio de la autonomía
1
dc esta ciudad es la inscripción CIL 1 3827. A juzgar por las cifras de la titulatura
dl? Augusto, que son contradictorias, la inscripción pertenece o bien a l año 8 a. C.
o 4/3 a. C. Pero es prácticamente seguro que l a cifra correcta es l a que aparece
en segunda posición, pues la inscripción podría haber sido puesta al mismo tiempo
1
que otra, dedicada a Caius Cesar (CIL 1 3828) entre los años 6 y 1 a. C.: la forma,
las medidas y la paleografía de estas dos inscripciones, dos pedestales de estatua,
Fon tan similares como podrían ser. En consecuencia, la fecha exacta de l a inscripción de Caius Cesar entre 5 y 1 a. C. ha de ser también 4/3 a. C. En lo que
iespecta a Edeta, sabemos que IIf. Cmzelitis Nigrinus Curiatius Maternus, natural
de alli e inscrito en la tribtcs de la ciudad, tuvo una brillante carrera en época de
.
los flavios, v. G. Alfoldy-H. Halfmann, en Trabajos Varios del S. 1 P. n." 44 (Valencia. 1973) y Chiron 3, 1973, 331 y SS.; un hombre de semejante posición social -incluso
gi él, como ha de creerse, empezó su carreya en el orden ecuestrepodría haber yertenecido aproximadamente a la tercera generación de una familia municipal, no antes.
Osicerda fue municipio lo mas tarde bajo Tiberio, v. H. Galsterer O.C. 71.
(45) Cfri ibid. 37 y ss.
(46) La Iglesuela del Cid: CIL 1 3175, 3176, 3177-3178 (una misma inscrip1
ci6n) y G068. Forcall: Mél. de l%cole Fr. de Rome 37, 1918/19, 327 y s. Instrumentum
domesticum: CIL 11 6246,7 (Forcall, cfr. m4s arriba nota 37), CIL 1 6256,46 (lugar
1
(le hallazgo desconocido, en el Maestrazgo); hay todavía una placa de hueso con
la inscripción Faventini (procedente de La Iglesuela del Cid, inédita).
1
(47) CIL 1 3174 (cf. pág. 710) = ILER 6532.
(48) H. Galsterer O.C. 69.
1
(49) CIL 1 3172.
(50) Según Hübner y Mommsen (CIL 11 pág. 427).
(51) Además de las inscripciones aquí citadas, proceden de Alcal4 de Chivert
las inscripciones CIL 1 4049 y 4051; de Cabanes, CIL 1 4048 y 4661 y D. Fletcher1
1
J. Alcácer O.C. 31 nr, XLV, y también CIL 11 4960 (un miliario). El monumento
romano más famoso, en esta región, es el Arco de Cabanes, que seguramente
ístaba junto a una rica villa; cfr. D. Fletcher-J. Alcácer O.C. 71.
1
(52) CIL 1 4050 = D. FletcherJ. Alcacer 22 nr. 111; Lumiares nr. 7 y 8.
(53) A pesar de l a similitud de los nombres, no h a ninguna relaci6n seguramente entre la familia de Alcal4 de Chivert y la vieja familia patricia de los Sulpicii Camerini, de la m4s alta nobleza romana. E l último Sulpicius Camerinus de
tsta familia que nos es conocido fue cónsul en el año 46 d. C., cfr. A. Degrassi,
r l Fasti consolari dell'Imperio Romano» (Roma, 1952) 13.
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[page-n-48]
Fig. 2.
- Inscripción procedente de Morella/Vespa.
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409
4
Tenebrfum pramonf oliumi
CONT E $ T A NI
Turfe f k u r i i ost$a
cronie fluirii.
Fig. 3.
- Edetania y las regiones colindantes, según Ptolomeo.
.
[page-n-50]
ALFULDY.
- Res Publica Leserensi8
LAM. 1
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