La Gruta del Hortus y el musteriense en la región valenciana
José Aparicio Pérez
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JOSE APARICIO PEREZ
(Valencia)
La Gruta del Hortus y el Musteriense en la
Región Valenciana
I
INTRODUCCION
Meta fundamental de todo prehistoriador es, o debe ser, la reconstrucción total de la historia de nuestros primitivos antepasados y ponemos especial intensidad en cuanto a lo de total, porque hasta el momento
presente solamente nos era posible el conocer aspectos parciales de la
misma, aumentando dicha parcialidad a medida que nos remontábamos
en el tiempo y a partir del Paleolítico Medio, hasta los inicios del Villafranquiense, únicamente objetos materiales permitían una insípida
tipología que se iba complicando con series interminables de curvas,
gráficos y números, cuyo resultado final, a la hora de un enjuiciamiento socio-económico y cultural, era francamente descorazonador al volvernos a dejar en el punto de partida.
Sin embargo, recientemente, la escuela francesa de prehistoriadores,
a la que se le achacaba el poner especial intensidad en cuanto a las
cuestiones estratigráficas, frente a la inglesa que la pone en las ecológicas, y en las sociológicas la rusa, nos da una espléndida lección de
cómo trabajar en prehistoria y las inmensas posibilidades que se le
ofrecen a la investigación de esta complicada etapa de la historia en
general, mediante la incorporación de científicos físicos, químicos o de
las Ciencias de la Naturaleza, de tal manera que el estudio de la industria humana sea un aspecto más a estudiar, entre los fundamentales
si se quiere, pero nunca el exclusivo, ya que es evidente que la indus-7-
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J. APARICIO
tria humana está en función de unas determinadas circunstancias ecológicas y dependiente, por supuesto, del grado técnico alcanzado.
Con el estudio y publicación de la Gruta del Hortus, por un amplio
equipo de especialistas, dirigidos por Henry de Lumley (1), disponemos
los prehistoriadores de un auténtico modelo de investigación, con pleno
valor histórico y que se ha de convertir en una auténtica guía para
todos los que pretendemos hacer algo más que mera tipología industrial.
Sin duda, los nuevos avances técnicos y la aplicación de otros existentes, permitirá la ampliación de datos o la mayor precisión en los que
hoy obtenemos, pero lo que no dudamos es que están puestas las bases
para la reconstrucción ecológica total del entorno en el cual se movían
nuestros antepasados prehistóricos, así como de sus estructuras materiales y, en la medida de lo posible, de las sociales y económicas. Con
seguridad que estos seres nunca saldrán del anonimato individual, y
numerosos aspectos de su vida quedarán olvidados para siempre, pero
las líneas fundamentales de su trayectoria vital a escala social quedarán
desveladas cuando las excavaciones podamos hacerlas con los equipos
convenientes y dispongamos de los medios técnicos adecuados.
II
LA GRUTA DEL HORTUS
Situada en el macizo del mismo nombre, en el término de Valflaunes, a 21 Km. al N. de Montpellier y a 31 del Mediterráneo (Languedoc), la Gruta del Hortus está formada por una galería de unos 200 m.
de longitud, que se abre al pie de un farallón calcáreo de más de cien
m. de altitud. Consta de dos entradas, una orientada al E. y la otra
al W. En la primera, formada por un pasillo de unos 13 m. de longitud
y de 3 a 6 de ancho, separado por la denominada «gran fosa» de la
cornisa de entrada y terminando en una pequeña fosa de 7 m. de longitud por 1'50 de anchura, es donde se han realizado las excavaciones
por H. de Lumley y su equipo, desde 1960 a 1964.
La base fundamental y principalísima del estudio, sin lo cual es imposible todo lo demás, lo constituye la extraordinaria y perfecta técnica de excavación empleada, que en líneas generales permite la recuperación completa de todos los documentos contenidos en los archivos
(1) H. de LUMLEY y otros: «La grotte de l'Hortus (Valflaunés. Hérault). Les
chasseurs néandertaliens et leur milieu de vie.» Etudes Quaternaires. Memoria número l. Marsella, 1972.
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LA GRUTA DEL HORTUS
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históricos, que son las sedimentaciones arqueológicas, y que luego serán
entregados a los técnicos respectivos para la lectura e interpretación
de los mismos. Excavada según el sistema de las coordenadas cartesianas, se ha puesto especial interés en el aislamiento de los respectivos
pisos de habitación, facilitado en alguna ocasión por las variaciones de
la sedimentación, aunque se ha tenido que recurrir en otras a los restos
de estructuras y a la disposición de los materiales, debido a las cantcterísticas uniformes de aquélla.
La secuencia estratigráfica ha sido cuidadosamente obtenida, lográndose una perfecta reconstrucción de las vicisitudes de la sedimentación,
rellenos y vaciados, caídas de bloques, ocupación humana o animal, etc.
Todos los objetos y útiles, derivados de la ocupación humana, así
como los restos de fauna procedentes de su alimentación o de la utilización de la gruta por los animales, han sido cuidadosamente situados.
recogidos y protegidos, mientras que se recogían también muestras de
todas las capas para los respectivos análisis sedimentológicos o polínicos. El tratamiento posterior en el laboratorio y la confección de un
minucioso y completo fichero, con fichas de cada uno de los objetos,
perforadas para el manejo con un ordenador electrónico, han completado el trabajo.
Se ha tenido en cuenta el entorno actual y se estudia en tal sentido
la geografía y geología del Macizo del Hortus, del karts del Hortus
y de los terrenos cuaternarios de la región de Tréviers. El estudio sedimentológico ha permitido conocer la naturaleza de los sedimentos, su
origen y el agente del transporte, lo que es fundamental para el conocimiento del clima.
En cuanto a la datación hay que lamentar la posible acción de los
ácidos húmicos sobre las muestras recogidas en las capas musterienses,
que han dado, al intentar datarlas mediante el radiocarbono, fechas muy
recientes y, por tanto, aberrantes,
La fauna ha sido estudiada exhaustivamente, tanto la mastológica
como la malacológica, habiéndose identificado entre la primera el lobo,
el lince, la pantera, el león, el rinoceronte, el reno, el conejo, diversos
roedores, murciélagos, pájaros y anfibios en el Würm II. Alguna especie ha merecido estudio especial y de todas se han utilizado los posibles
datos climáticos y ecológicos que su presencia comporta.
La flora del Würm II ha sido estudiada mediante análisis polínicos
y mediante los carbones, revelando una vegetación de tipo mediterrá·
neo, aún en las fases más frías; al mismo tiempo que ha dado valiosos datos para el conocimiento del clima.
Un capítulo importante lo ·constituye el estudio de los restos humanos correspondientes a unos 20 individuos de todas las edades, con una
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fuerte proporcwn de jóvenes y adultos entre 15 y 30 años, siendo considerados como neandertalenses clásicos, aunque dan la impresión de
ser más endebles que los de Europa Occidental.
Las industrias del Würm pertenecen a un Musteriense típico, de
facies Levalloisiense, pobre en hojas, con débil porcentaje de raederas,
muy pobre en útiles con bordes retocados convergentes y que según
los casos puede poseer un porcentaje débil, medio, fuerte o muy fuerte
de denticulados y se las relaciona con ciertas industrias descubiertas en
el sudeste de Francia, en Cataluña y en la Liguria. Este estudio viene
completado con otro arqucométrico y con el de la materia prima utilizada, así como otro sobre su origen.
De propio intento hemos dej a do para el final, pues es lo que más
nos interesa en orden a su aplicación, dentro de lo posible, a la Región
Valenciana, la estratigrafía, el clima, la evolución del paisaje y la cronología del Würm II en Europa; así como el estudio de la cavidad como
refugio y como campamento de caza de los neandertalenses, por las intel'esan tes y sugestivas implicaciones de orden socio-económico que lleva
consigo.
Los depósitos de la Gruta del Hortus se han sedimentado durante
el Würm I, el II y, posteriormente, durante los siglos IV y v de nuestra
Era, aunque estos últimos no son de nuestro interés, por el momento.
Durante el Würm I se depositan en el fondo arenas gruesas de color
amarillo, arrastradas por la escorrentía de las aguas, bajo un clima
templado y húmedo; encima de las arenas amarillas se depositan arenas
más o menos plásticas y con guijarros en lo alto, sedimentadas bajo
un clima muy húmedo y poco frío, que se recrudece al final.
Entre el Würm I y II se vacía casi por completo la gruta, y se
forma un piso estalagmítico bajo un clima cálido y húmedo, aunque
un poco más frío y más continental que el actual.
En el Würrri II se han distinguido cinco conjuntos de capas entre
el 55.000 y el 35.000 B. C., formadas por gruesos guijarros depositados
bajo un clima bastante frío y separados por niveles con menos guijarros y más pequeños, correspondiendo a interfases más templadas. El
estudio de la fauna, de la flora y los análisis sedimentológicos han permitido la reconstrucción del paisaje en cada una de las cinco fases, así
como en las fases intermedias.
La fase I o más antigua conoce un clima frío y húmedo, comenzando
a llenarse de nuevo la cavidad. El paisaje vegetal está formado por encinas, gramíneas y abedules, como más abundantes. El hombre únicamente ocupa la gruta esporádicamente.
Durante la interfase I-II se produce una disminución del frío y desaparece el abedul, se mantienen las encinas y una maleza de gramí-10-
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LA GR UTA DEL l!ORTUS
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neas y helechos, mientras que cierto pino marítimo indica sequedad. El
hombre continúa frecuentando la cueva como en la fase anterior.
En la fase II volvemos a las condiciones climáticas de la I, mientras
que las chovas piquigualdas aniclan en las rocas y el hombre continúa
ocupándola de vez en cuando.
Un clima templado y una desecación prolongada caracterizan la interfase II-III y el paisaje de pinos se hace dominante, aunque junto
al riachuelo próximo subsisten el ojaranzo, el avellano, el aliso, ciperáceas y helechos.
La fase III vuelve a ser tan fría o incluso más que las dos últimas,
aunque menos húmeda. La encina y el pino se disputan, alternativamente, el dominio sobre el paisaje, coincidiendo con oscilaciones húmedas o secas. Concurrencia que vemos también entre las gramíneas y
los helechos. Cerca del riachuelo persisten el castaño y la encina, y
mientras el abedul reaparece no lo hace el ojaranzo. Por el bosque
pastan los ciervos, y a la entrada de la gruta se instalan las cabras
monteses; mientras que el hombre utiliza la gruta para descuartizar los
animales cazados hacia el fin del invierno.
La interfase III-IV conoce un clima templado y la vegetación se
compone de encinar degradado, pinos y tilos.
Durante las fases IV (A y B) y V (A, B y C) asistimos a un aumento del frío en las primeras, que disminuye en la última, y a una
sequedad progresiva, a pesar de ciertos aumentos de la humedad. Los
encinares y pinares desaparecen paulatinamente y solamente quedan
ejemplares aislados en lugares escogidos, instalándose progresivamente
una estepa de gramíneas y compuestas, donde vive a sus anchas el
caballo, y en menor número, asnos y toros; entre los peñascos la cabra
montés, y en menor proporción, ciervos, corzos, renos, osos de las cavernas, leones, panteras, linces y zorros. Durante la fase IV A, simplemente servía la gruta como refugio de caza al fin del invierno y al
principio de la primavera, mientras que en las siguientes los cazadores
neandertalenses instalaron campamentos temporales bajo el porche.
La presencia de osamentas humanas junto a los restos de la fauna
animal ofrece sugestivas interpretaciones, no solamente sobre la indudable existencia de una antropofagía o de comidas rituales como quieren
los autores, sino también GOmo que fuesen cazados por otros grupos
humanos más evolucionados física y mentalmente.
En líneas generales se puede concluir que durante el Würm II, entre
el 55.000 y el 35.000 antes de Cristo, asistimos en el Languedoc mediterráneo y en parte de Europa, a un progresivo, aunque oscilante, aumento del frío, seguido de un desecamiento también progresivo que favorece
la instalación de estepas, lo que llega a su máximo al final del período.
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J. APARICIO
III
EL MUSTERIENSB EN LA REGION VALENCIANA
Es indudable que el trabajo anterior ha de jugar un importantísimo
papel para el estudio del rnusteriense levantino, y no solamente por la
fuerte carga metodológica que lleva consigo, lo que ya de por sí puede
serlo, sino por el capítulo de correlaciones, paralelismos y puntos de
apoyo de toda índole que ofrece al encontrarse la Gruta del Hortus en
las proximidades del Mediterráneo, en un nicho ecológico muy próximo
al valenciano, teniendo que suponer por lo cual, aparte las determinantes de latitud, una evolución climática muy parecida.
Por el momento sirve para indicarnos lo poco que sabernos todavía
sobre el Musteriense en la Región, lo mucho que queda por hacer y el
largo camino que hay todavía por recorrer; si bien los intensos trabajos
que ha realizado el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia y en los cuales han intervenido la mayor parte de
sus arqueólogos, aunque especialmente el fallecido Gonzalo Viñes y el
actual catedrático de la Universidad de Salamanca, F. Jordá, permiten
llegar a ciertas conclusiones firmes y a otras que no lo son tanto, pero
que ya ofrecen la posibilidad de establecer líneas de investigación para
el futuro.
Las sistemáticas exploraciones, seguidas de excavación en algún caso,
que viene realizando el mencionado S. I. P. desde su fundación en 1927,
nos permiten conocer la existencia de numerosos yacimientos rnusterienses en la Región, que por el momento presentan cierta concentración
en las proximidades de Játiva y Alcoy, como consecuencias de prospecciones más intensas y afortunadas.
En recientes trabajos hemos tenido la oportunidad de estudiar el
último yacimiento descubierto en la Región, así corno realizar una puesta al día de nuestro conocimiento acerca del Musteriense regional, y a
ellos nos remitimos para los que quieran precisiones más amplias (2) .
En conjunto, del Musteriense valenciano poseemos una visión incompleta, a pesar de que alguno de sus yacimientos estén considerados entre
(2) J. APARICIO PEREZ: «Un nuevo yacimiento musteriense en la proVInCia
de Valencia: Las Fuentes (Navarrés).» Zephyrus, t. XXV, págs. 43-51. Salamanca, 1974.
J. APARICIO PEREZ: «El yacimiento de Las Fuentes (Navarrés-Valencia) y el
Musteriense en la Región Valenciana (España).» Quartar, 25. Bonn, 1974.
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los más importantes de Europa, caso de la Cova Negra, de Játiva, pero
la destrucción de las sedimentaciones, como en la Cova de la Petxina
(Bellús) ; la destrucción parcial y dispersión en el caso de Las Fuentes
(Navarrés) y la falta de excavaciones modernas en el resto (Salt, Canalons, etcétera), únicamente dejan utilizables los datos obtenidos de la
Cueva del Cochino, de Villena (3), que es el único yacimiento excavado
y publicado totalmente, aunque también tengamos que lamentar la falta
de fauna y de otros elementos que nos impide conocer la sucesión climática y cronológica de la misma, de ahí que, para el caso que nos
ocupa, sea la secuencia climática y cronológica establecida por Jordá
Cerdá para la Cova Negra, en comparación con la establecida para
Gorham's Cave, la que vayamos a considerar (4).
La Cova Negra de Játiva era conocida desde principios de siglo por
don Gonzalo Viñes y como él mismo relata (5) las opiniones sobre su
contenido eran muy dispares, habiendo desde quien la hacía capsiense
hasta neolítica. La excavación que realizó el S. l. P. y dirigió Viñes
el año 1928 puso de manifiesto que era una estación musteriense de singular importancia y se prosiguieron los trabajos de excavación durante
1929, ·1931 y 1933. La guerra civil y la muerte del señor Viñes paralizaron los trabajos, que se reanudaron durante 1950, 1951, 1953, 1956
y 1957, con la intervención de los señores Alcácer, Jordá, Pla, Fletcher
y Pascual (6).
En 1946 publicó el S. l. P. un trabajo del investigador valenciano
doctor Jordá, sobre los materiales y notas procedentes de las excavaciones del señor Viñes (7), mientras que el señor Royo Gómez publicaba
la fauna (8). En 1953 se publicaba, por el antropólogo Fusté Ara, un
parietal neandertalense, encontrado en las excavaciones que dirigió ei
canónigo setabense (9). Posteriormente, se ha publicado un trabajo que
(8) J. M.• SOLER GARCIA: .:El yacimiento musteriense de la Cueva del Cochino
(Villena. Alicante).» Serie de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 19. Valencia, 1956.
(4) F. JORDA CERDA: «Observaciones a la cronología del Musteriense español.» Speleon, VII, pág. 155. Oviedo, 1957.
(5) G. VI~ES MASIP: .:La Cova Negra (Játiva).» A. P. L. 1, págs. 11. Valencia, 1929.
(6) El desarrollo de las excavaciones, así como la bibliografía completa del yacimiento puede verse en: E. PLA BALLESTER: «Actividades del S. l. P. de la Diputación de Valencia (1946-55).» A. P. L. VI, págs. 189-190. Valencia, 1957.
(7) E. JORDA CERDA: «La Cova Negra de Bellús (Játiva) y sus industrias
líticas.» A. P. L., 11, págs. 11 y ss. Valencia, 1946.
(8) J. ROYO GOMEZ: .:Cova Negra de Bellús. Relación detallada del material
fósil de Cova Negra de Bellús (Valencia).» Serle de Trabajos Varios del S. l. P.,
núm. 6, págs. 27, 2.• edición. Valencia, 1947.
(9) M. FUSTE ARA: .:Parietal neandertalense de Cova Negra (Jlt.tin).» Serie
de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 17. Valencia, 1963.
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J. APARICIO
en]mcia los hallazgos de Viñes de acuerdo con los materiales obtenidos
en las últimas excavaciones (10) y éstas no se han proseguido, en espera del estudio completo de los materiales exhumados hasta la fecha.
La posible crítica que pudiéramos hacer a los anteriores estudios
quedaría fuera de lugar si consideramos la época en que fueron redactados, desde entonces, los estudios relativos al Paleolítico Inferior y
Medio han evolucionado profundamente, y hoy disponemos de una tipología sistematizada para ambos (11), aparte de que el Musteriense ha
sido ampliamente periodizado (12). Por lo tanto, únicamente haremos
resaltar que es preciso estudiar de nuevo todos los materiales de Cova
Negra, tanto los procedentes de las excavaciones de Viñes, como los
posteriores. Revisar los tipos, establecer índices tipológicos, curvas acumulativas e histogramas y, con esto, como punto de partida, contando
con un estudio actualizado de la fauna, rehacer la evolución industrial
de Cova Negra, evitando tanto la ascendencia africanista, con miras
al ateriense, lo que nos parece desproporcionado, como la excesivamente
europeísta.
Aunque el yacimiento fue ejemplar y metódicamente excavado, con
arreglo a las técnicas de la época, sería deseable una nueva excavación
del yacimiento con técnicas actuales. Nuestro conocimiento directo de
la misma nos ha permitido ver que en el corte estratigráfico se dibujan numerosísimas capas de finísimo espesor y coloraciones variables,
que no corresponden a los grandes espesores señalados; de ahí que se
imponga una rev1s10n estratigráfica que afine mucho más en la apreciación de niveles, lo cual puede reflejarse en una distinta evolución
lítica.
En el cuadro número I, tomado de Jordá (13), pueden verse las
fases glaciares completadas por nosotros mismos y la sucesión climática
y la estratigráfica de Cova Negra, paralelizada con la del Languedoc
mediterráneo y con la de Gorham's Cave, en la cual hemos añadido las
fechas obtenidas mediante el C14 para este último yacimiento. En los
cuadros II y III hemos representado gráficamente la sucesión climática
y cronológica europea en posible correspondencia con las culturas e industrias prehistóricas de la Región Valenciana.
Es evidente que esta paralelización no se basa en argumentos sólidos y decisivos, sino que tiene como base la aceptación de que el nivel
(10) F. JORDA CERDA: «Nuevos hallazgos en Cova Negra.» A. P. L., IV, pág. 7.
Valencia, 1953.
(11) F. BORDES: .:Typologie du Paléolithique ancien et moyen.» Burdeos, 1961.
(12) F. BORDES: «Essasi de classification des industries moustériennes.» Bulletin
de la Société Prehistorique Fran~aise, t. 50, págs. 457-466.
(13) Véase nota 4.
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LA GRUTA DEL HORTUS
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medio, estéril, entre dos capas estalagmíticas de Gorham's Cave (J), se
forma en la misma época y bajo las mismas condiciones climáticas que
el nivel medio, también estéril (D), de la Cova Negra, correspondiendo
a la interfase entre el Würm 1-II y formados bajo un clima seco con
episodios anuales húmedos, aunque con humedad intensa para permitir
la formación de pisos estalagmíticos. En el Languedoc mediterráneo también se forman pisos estalagmíticos bajo un clima cálido y húmedo,
siquiera algo más frío y más continental que el actual, interviniendo
aquí, a nuestro criterio, como elemento que introduce ciertas diferencias,
el factor que hemos apuntado anteriormente: la latitud, que en el caso
de Gibraltar es muy notable.
Aceptada esta premisa, el resto de la argumentación resulta más
sencilla, dentro de la provisionalidad en que nos movemos, dada la falta
de apoyos sólidos. Con el nivel G comenzaría la ocupación de la Cova
Negra a principios del Würm l, lo que corrobora el estudio que de la
fauna ha realizado recientemente el paleontólogo señor Pérez Ripoll.
Los niveles F y E de esta cueva, junto con los correspondientes de
Gorham's Cave se sucederían en condiciones de clima templado y húmedo, que a diferencia del Midi tienden a seco en las superiores.
En los niveles A, B y C, correspondientes al Würm II, la situación
se presenta mucho más complicada si cabe y en el nivel C aparece el
primer elemento en discordia: el parietal neandertalense. Todos los indicios permiten suponer que este parietal fue encontrado en dicho nivel
y así fue estudiado por el antropólogo Fusté Ara en la obra citada,
quien señaló, como características primordiales, que se trataba de un
individuo masculino de unos 40 años como máximo, cuyos car-acteres
coinciden notablemente con los más peculiares del H. neandertalensis,
presentando mayores semejanzas con los de Neandertal, Spy, La Chapelle-aux-Saints y Monte Circeo, es decir, con los ejemplares clásicos, y
separándose de la variedad mediterránea del hombre de Neandertal.
Posteriormente, lo ha sido por M. A. de Lumley, quien lo ha considerado anteneandertaliano y asociado a una industria proto-charentiense o
tayaciense, del mismo tipo que la existente en la Micoque (Dordogne),
Caune de l'Aragó (Pirineos Orientales) y de la Baume Bonne (Bajos
Alpes), datándolo en época risiense y asociado a una fauna con Elefante
Antiguo, Rinoceronte de Merk y Equus caballus mosbachensis (14) ; opi-
(14) M. A. DE LUMLEY: eLe pariétal humain anténéandertalien de Cova
Negra (Játiva. España).11 Nota presentada por J. Piveteau. Compte!! Rendus Acad.
Se. de París, t. 270, pá¡rs. 39-41. París, 1972.
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10
J. APARICIO
nión que ya había expuesto anteriormente, siquiera menos matizada (15).
A nuestro juicio, el estudio realizado por los esposos Lumley, dadas las
características del fragmento conservado y especialmente las de la industria y la fauna asociadas, ambas en completa revisión, lo consideremos como una simple opinión más a colocar en el capítulo de las posibilidades.
Para el nivel G de Gorham's Cave tenemos una serie de fechas muy
coherentes entre sí (16), aunque nos parecen un tanto altas en comparación con las obtenidas para el nivel D en la misma cueva (26.750 BC
la GrN 1.455 y 25.910 BC la GrN 1.363), las cuales dejan un lapso entre
ellas de unos 20.000 años, lo que parece un tanto excesivo, tanto más
cuanto una industria musteriense, semejante a la del nivel G de Gorham's Cave, ha sido datada en Devil's Tower número 3 en > 28.050 BC
(Gr N 2.488), fecha que parece más asequible en este aspecto, pero que,
por otra parte, aumenta en una proporción similar el lapso con el inicio
del Würm II, lo que también tendríamos que considerarlo como excesivo.
Todo lo cual no hace sino confirmar la provisionalidad de nuestras consideraciones por las causas expuestas.
El tránsito del Musteriense al Paleolítico Superior está muy mal documentado en la Región Valenciana y a base de datos negativos se ha
considerado una larga duración del Musteriense, hasta enlazar directamente con el Gravetiense, que sería el primer conjunto industrial diferenciado que aparecería en la Región Valenciana, lo cual se ve confirmado en cierto modo por una de las fechas de C 14, obtenidas recientemente para la Cueva del Parpalló, y que da > 40.000 BC (BM-858)
para unos niveles anteriores al Solutrense, niveles que han sido considerados sistemáticamente como Gravetienses por la presencia de ciertos
dorsos rebajados y la ausencia de otros tipos dentro de un contexto
paupérrimo; lo cual se repite en otras dos cuevas paleolíticas valencianas: Mallaetes y Barranc Blanc.
Sin embargo, tenemos que por un lado el Musteriense valenciano
se desarrolla íntimamente ligado, tanto étnica como industrialmente, al
Musteriense europeo y que, por otro, la evolución Solutrense y Magdaleniense hasta la fase IV es idéntica cultural y cronológicamente, con-
(15) H. DE et M. A. DE LUMLEY: «Les predecesseurs de l'Homme moderne
dans le Midi mediterranéen.» Colloque sur l'Origine de l'Homme Moderne. Organisation des Nations Unies pour l'Education, la Science et la Culture, Unescc•, París, 2-5
septembre 1965. Impresión en offset.
(16) J. D. WAECHTER: «The Excavation of Gorham's Cave. Gibraltar.» Bulletin
of the Institute of Archaelogy, núm. 4, Lóndon, 1964.
M. ALMAGRO GORBEA: «Las fechas del C-14 para la prehistoria y la
arqueología peninsular.>> Trabajos de Prehistoria, 27. (Nueva Serie), págs. 11-12 y 31.
Madrid, 1970.
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LA GRUTA DEL HORTUS
11
firmado esto último por las fechas obtenidas recientemente con C 14:
20.490 BC para el Solutrense Inferior (BM-859), 18.216 BC para muestras obtenidas de niveles Solutrenses (Birm. 520), 18.080 BC para el
Solutrense Superior (BM-861), 15.946 para muestras consideradas también Solutrenses (Birm. 521) y 11.846 BC para el Magdaleniense III
(Birm. 519), fechas que no son totalmente coherentes, sino discutibles
algunas de ellas, pero que en líneas generales se presentan dentro de
unos márgenes aceptables; todo lo cual nos inclina a creer que la fase
de tránsito se debió realizar siguiendo el esquema europeo, y sin que
sea óbice para esta consideración la no existencia de datos concretos
con profusión, ya que en el nivel superior de Cova Negra, el A, se ha
señalado la existencia de materiales típicamente Auriñacienses.
Y esto es todo lo que a nuestro criterio se puede decir sobre el
Musteriense valenciano, esperando que los trabajos en curso, programados por el S. l. P., nos permitan presentar una visión más amplia y estructurada en un futuro próximo.
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Fases
Glaciares
Würm 11
...
00
Würm 1/11
Würm 1
C L 1M A
GORHAM
Languedoc mediterráneo
Inviernos rigurosos, resto del año más atemperado, y progresivo,
aunque oscilante, aumento del frfo.
Desecamiento progresivo que llega al máximo al fin del perfodo.
Instalación de estepas.
Clima ligeramente seco
con alternancias húmedas.
COVA
NEG AA
P. Ibérica
Clima cálido y húmedo,
un poco más frfo y
continental que el actual.
Muy húmedo al final.
Formación de capas estalagmfticas
Templado y húmedo al
principio.
Muy húmedo y poco
frfo posteriormente.
Muy frfo al final.
Nivel F: Arena. Paleo!. Super.
Parte inferior estéril.
Nivel G: Arena. Musteriense
47.250 BC (GrN 1556)
45.750 ,. (
1473)
~ 45.050
"
( "
1678)
Nivel H: Arena. Estéril.
Nivel A: Tierras rosadas pardas.
Musteriense evolucionado y
Auriñaciense.
Nivel 8: Tierras rosadas claras.
Musteriense.
Nivel C: Tierras rosadas claras.
Musteriense de tradición achelense.
Clima seco con episodios anuales húmedos.
Nivel J: 2."" capa estalagmftica.
Estéril.
1.a capa estalagmitica.
Nivel 0: Tierras rosadas. Estéril.
Clima húmedo bastante acentuado en fas
capas inferiores, que
tiende a seco en las
superiores.
Nivel K: Arenas. Musteriense.
"
, L: Arenas. Estéril.
M: Arenas. Musteriense.
N: Estéril.
"
0 : Estéril.
"
P: Arenas. Musteriense.
"
Q: Estéril.
Nivel E: Tierras pardo oscuras.
Musteriense típico. Capas amarillas .
Nivel F: Tierras pardo achocolatadas. Musteriense tfpic:o. Tierras amarillas.
Nivel G: Tierras pardo achocolatadas oscuras. Musteriense pobre. Gredas y marga~. Estéril.
.
..
Cuadro l.--Sucesión climática y estratigráfica de Cova Negra paralelizada con la del Languedoc mediterráneo y la de Gorham's Cave.
[page-n-19]
13
LA GRUTA DEL HORTUS
fAños a.c. Secue ncias,Umciticas
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Cuadro 111.-Secuencias climáticas europeas en probable correspondencia con las industrias y las Culturas en la Región Valenciana.
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JOSE APARICIO PEREZ
(Valencia)
La Gruta del Hortus y el Musteriense en la
Región Valenciana
I
INTRODUCCION
Meta fundamental de todo prehistoriador es, o debe ser, la reconstrucción total de la historia de nuestros primitivos antepasados y ponemos especial intensidad en cuanto a lo de total, porque hasta el momento
presente solamente nos era posible el conocer aspectos parciales de la
misma, aumentando dicha parcialidad a medida que nos remontábamos
en el tiempo y a partir del Paleolítico Medio, hasta los inicios del Villafranquiense, únicamente objetos materiales permitían una insípida
tipología que se iba complicando con series interminables de curvas,
gráficos y números, cuyo resultado final, a la hora de un enjuiciamiento socio-económico y cultural, era francamente descorazonador al volvernos a dejar en el punto de partida.
Sin embargo, recientemente, la escuela francesa de prehistoriadores,
a la que se le achacaba el poner especial intensidad en cuanto a las
cuestiones estratigráficas, frente a la inglesa que la pone en las ecológicas, y en las sociológicas la rusa, nos da una espléndida lección de
cómo trabajar en prehistoria y las inmensas posibilidades que se le
ofrecen a la investigación de esta complicada etapa de la historia en
general, mediante la incorporación de científicos físicos, químicos o de
las Ciencias de la Naturaleza, de tal manera que el estudio de la industria humana sea un aspecto más a estudiar, entre los fundamentales
si se quiere, pero nunca el exclusivo, ya que es evidente que la indus-7-
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2
J. APARICIO
tria humana está en función de unas determinadas circunstancias ecológicas y dependiente, por supuesto, del grado técnico alcanzado.
Con el estudio y publicación de la Gruta del Hortus, por un amplio
equipo de especialistas, dirigidos por Henry de Lumley (1), disponemos
los prehistoriadores de un auténtico modelo de investigación, con pleno
valor histórico y que se ha de convertir en una auténtica guía para
todos los que pretendemos hacer algo más que mera tipología industrial.
Sin duda, los nuevos avances técnicos y la aplicación de otros existentes, permitirá la ampliación de datos o la mayor precisión en los que
hoy obtenemos, pero lo que no dudamos es que están puestas las bases
para la reconstrucción ecológica total del entorno en el cual se movían
nuestros antepasados prehistóricos, así como de sus estructuras materiales y, en la medida de lo posible, de las sociales y económicas. Con
seguridad que estos seres nunca saldrán del anonimato individual, y
numerosos aspectos de su vida quedarán olvidados para siempre, pero
las líneas fundamentales de su trayectoria vital a escala social quedarán
desveladas cuando las excavaciones podamos hacerlas con los equipos
convenientes y dispongamos de los medios técnicos adecuados.
II
LA GRUTA DEL HORTUS
Situada en el macizo del mismo nombre, en el término de Valflaunes, a 21 Km. al N. de Montpellier y a 31 del Mediterráneo (Languedoc), la Gruta del Hortus está formada por una galería de unos 200 m.
de longitud, que se abre al pie de un farallón calcáreo de más de cien
m. de altitud. Consta de dos entradas, una orientada al E. y la otra
al W. En la primera, formada por un pasillo de unos 13 m. de longitud
y de 3 a 6 de ancho, separado por la denominada «gran fosa» de la
cornisa de entrada y terminando en una pequeña fosa de 7 m. de longitud por 1'50 de anchura, es donde se han realizado las excavaciones
por H. de Lumley y su equipo, desde 1960 a 1964.
La base fundamental y principalísima del estudio, sin lo cual es imposible todo lo demás, lo constituye la extraordinaria y perfecta técnica de excavación empleada, que en líneas generales permite la recuperación completa de todos los documentos contenidos en los archivos
(1) H. de LUMLEY y otros: «La grotte de l'Hortus (Valflaunés. Hérault). Les
chasseurs néandertaliens et leur milieu de vie.» Etudes Quaternaires. Memoria número l. Marsella, 1972.
-8-
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LA GRUTA DEL HORTUS
3
históricos, que son las sedimentaciones arqueológicas, y que luego serán
entregados a los técnicos respectivos para la lectura e interpretación
de los mismos. Excavada según el sistema de las coordenadas cartesianas, se ha puesto especial interés en el aislamiento de los respectivos
pisos de habitación, facilitado en alguna ocasión por las variaciones de
la sedimentación, aunque se ha tenido que recurrir en otras a los restos
de estructuras y a la disposición de los materiales, debido a las cantcterísticas uniformes de aquélla.
La secuencia estratigráfica ha sido cuidadosamente obtenida, lográndose una perfecta reconstrucción de las vicisitudes de la sedimentación,
rellenos y vaciados, caídas de bloques, ocupación humana o animal, etc.
Todos los objetos y útiles, derivados de la ocupación humana, así
como los restos de fauna procedentes de su alimentación o de la utilización de la gruta por los animales, han sido cuidadosamente situados.
recogidos y protegidos, mientras que se recogían también muestras de
todas las capas para los respectivos análisis sedimentológicos o polínicos. El tratamiento posterior en el laboratorio y la confección de un
minucioso y completo fichero, con fichas de cada uno de los objetos,
perforadas para el manejo con un ordenador electrónico, han completado el trabajo.
Se ha tenido en cuenta el entorno actual y se estudia en tal sentido
la geografía y geología del Macizo del Hortus, del karts del Hortus
y de los terrenos cuaternarios de la región de Tréviers. El estudio sedimentológico ha permitido conocer la naturaleza de los sedimentos, su
origen y el agente del transporte, lo que es fundamental para el conocimiento del clima.
En cuanto a la datación hay que lamentar la posible acción de los
ácidos húmicos sobre las muestras recogidas en las capas musterienses,
que han dado, al intentar datarlas mediante el radiocarbono, fechas muy
recientes y, por tanto, aberrantes,
La fauna ha sido estudiada exhaustivamente, tanto la mastológica
como la malacológica, habiéndose identificado entre la primera el lobo,
el lince, la pantera, el león, el rinoceronte, el reno, el conejo, diversos
roedores, murciélagos, pájaros y anfibios en el Würm II. Alguna especie ha merecido estudio especial y de todas se han utilizado los posibles
datos climáticos y ecológicos que su presencia comporta.
La flora del Würm II ha sido estudiada mediante análisis polínicos
y mediante los carbones, revelando una vegetación de tipo mediterrá·
neo, aún en las fases más frías; al mismo tiempo que ha dado valiosos datos para el conocimiento del clima.
Un capítulo importante lo ·constituye el estudio de los restos humanos correspondientes a unos 20 individuos de todas las edades, con una
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4
J. APARICIO
fuerte proporcwn de jóvenes y adultos entre 15 y 30 años, siendo considerados como neandertalenses clásicos, aunque dan la impresión de
ser más endebles que los de Europa Occidental.
Las industrias del Würm pertenecen a un Musteriense típico, de
facies Levalloisiense, pobre en hojas, con débil porcentaje de raederas,
muy pobre en útiles con bordes retocados convergentes y que según
los casos puede poseer un porcentaje débil, medio, fuerte o muy fuerte
de denticulados y se las relaciona con ciertas industrias descubiertas en
el sudeste de Francia, en Cataluña y en la Liguria. Este estudio viene
completado con otro arqucométrico y con el de la materia prima utilizada, así como otro sobre su origen.
De propio intento hemos dej a do para el final, pues es lo que más
nos interesa en orden a su aplicación, dentro de lo posible, a la Región
Valenciana, la estratigrafía, el clima, la evolución del paisaje y la cronología del Würm II en Europa; así como el estudio de la cavidad como
refugio y como campamento de caza de los neandertalenses, por las intel'esan tes y sugestivas implicaciones de orden socio-económico que lleva
consigo.
Los depósitos de la Gruta del Hortus se han sedimentado durante
el Würm I, el II y, posteriormente, durante los siglos IV y v de nuestra
Era, aunque estos últimos no son de nuestro interés, por el momento.
Durante el Würm I se depositan en el fondo arenas gruesas de color
amarillo, arrastradas por la escorrentía de las aguas, bajo un clima
templado y húmedo; encima de las arenas amarillas se depositan arenas
más o menos plásticas y con guijarros en lo alto, sedimentadas bajo
un clima muy húmedo y poco frío, que se recrudece al final.
Entre el Würm I y II se vacía casi por completo la gruta, y se
forma un piso estalagmítico bajo un clima cálido y húmedo, aunque
un poco más frío y más continental que el actual.
En el Würrri II se han distinguido cinco conjuntos de capas entre
el 55.000 y el 35.000 B. C., formadas por gruesos guijarros depositados
bajo un clima bastante frío y separados por niveles con menos guijarros y más pequeños, correspondiendo a interfases más templadas. El
estudio de la fauna, de la flora y los análisis sedimentológicos han permitido la reconstrucción del paisaje en cada una de las cinco fases, así
como en las fases intermedias.
La fase I o más antigua conoce un clima frío y húmedo, comenzando
a llenarse de nuevo la cavidad. El paisaje vegetal está formado por encinas, gramíneas y abedules, como más abundantes. El hombre únicamente ocupa la gruta esporádicamente.
Durante la interfase I-II se produce una disminución del frío y desaparece el abedul, se mantienen las encinas y una maleza de gramí-10-
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LA GR UTA DEL l!ORTUS
5
neas y helechos, mientras que cierto pino marítimo indica sequedad. El
hombre continúa frecuentando la cueva como en la fase anterior.
En la fase II volvemos a las condiciones climáticas de la I, mientras
que las chovas piquigualdas aniclan en las rocas y el hombre continúa
ocupándola de vez en cuando.
Un clima templado y una desecación prolongada caracterizan la interfase II-III y el paisaje de pinos se hace dominante, aunque junto
al riachuelo próximo subsisten el ojaranzo, el avellano, el aliso, ciperáceas y helechos.
La fase III vuelve a ser tan fría o incluso más que las dos últimas,
aunque menos húmeda. La encina y el pino se disputan, alternativamente, el dominio sobre el paisaje, coincidiendo con oscilaciones húmedas o secas. Concurrencia que vemos también entre las gramíneas y
los helechos. Cerca del riachuelo persisten el castaño y la encina, y
mientras el abedul reaparece no lo hace el ojaranzo. Por el bosque
pastan los ciervos, y a la entrada de la gruta se instalan las cabras
monteses; mientras que el hombre utiliza la gruta para descuartizar los
animales cazados hacia el fin del invierno.
La interfase III-IV conoce un clima templado y la vegetación se
compone de encinar degradado, pinos y tilos.
Durante las fases IV (A y B) y V (A, B y C) asistimos a un aumento del frío en las primeras, que disminuye en la última, y a una
sequedad progresiva, a pesar de ciertos aumentos de la humedad. Los
encinares y pinares desaparecen paulatinamente y solamente quedan
ejemplares aislados en lugares escogidos, instalándose progresivamente
una estepa de gramíneas y compuestas, donde vive a sus anchas el
caballo, y en menor número, asnos y toros; entre los peñascos la cabra
montés, y en menor proporción, ciervos, corzos, renos, osos de las cavernas, leones, panteras, linces y zorros. Durante la fase IV A, simplemente servía la gruta como refugio de caza al fin del invierno y al
principio de la primavera, mientras que en las siguientes los cazadores
neandertalenses instalaron campamentos temporales bajo el porche.
La presencia de osamentas humanas junto a los restos de la fauna
animal ofrece sugestivas interpretaciones, no solamente sobre la indudable existencia de una antropofagía o de comidas rituales como quieren
los autores, sino también GOmo que fuesen cazados por otros grupos
humanos más evolucionados física y mentalmente.
En líneas generales se puede concluir que durante el Würm II, entre
el 55.000 y el 35.000 antes de Cristo, asistimos en el Languedoc mediterráneo y en parte de Europa, a un progresivo, aunque oscilante, aumento del frío, seguido de un desecamiento también progresivo que favorece
la instalación de estepas, lo que llega a su máximo al final del período.
-11-
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6
J. APARICIO
III
EL MUSTERIENSB EN LA REGION VALENCIANA
Es indudable que el trabajo anterior ha de jugar un importantísimo
papel para el estudio del rnusteriense levantino, y no solamente por la
fuerte carga metodológica que lleva consigo, lo que ya de por sí puede
serlo, sino por el capítulo de correlaciones, paralelismos y puntos de
apoyo de toda índole que ofrece al encontrarse la Gruta del Hortus en
las proximidades del Mediterráneo, en un nicho ecológico muy próximo
al valenciano, teniendo que suponer por lo cual, aparte las determinantes de latitud, una evolución climática muy parecida.
Por el momento sirve para indicarnos lo poco que sabernos todavía
sobre el Musteriense en la Región, lo mucho que queda por hacer y el
largo camino que hay todavía por recorrer; si bien los intensos trabajos
que ha realizado el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia y en los cuales han intervenido la mayor parte de
sus arqueólogos, aunque especialmente el fallecido Gonzalo Viñes y el
actual catedrático de la Universidad de Salamanca, F. Jordá, permiten
llegar a ciertas conclusiones firmes y a otras que no lo son tanto, pero
que ya ofrecen la posibilidad de establecer líneas de investigación para
el futuro.
Las sistemáticas exploraciones, seguidas de excavación en algún caso,
que viene realizando el mencionado S. I. P. desde su fundación en 1927,
nos permiten conocer la existencia de numerosos yacimientos rnusterienses en la Región, que por el momento presentan cierta concentración
en las proximidades de Játiva y Alcoy, como consecuencias de prospecciones más intensas y afortunadas.
En recientes trabajos hemos tenido la oportunidad de estudiar el
último yacimiento descubierto en la Región, así corno realizar una puesta al día de nuestro conocimiento acerca del Musteriense regional, y a
ellos nos remitimos para los que quieran precisiones más amplias (2) .
En conjunto, del Musteriense valenciano poseemos una visión incompleta, a pesar de que alguno de sus yacimientos estén considerados entre
(2) J. APARICIO PEREZ: «Un nuevo yacimiento musteriense en la proVInCia
de Valencia: Las Fuentes (Navarrés).» Zephyrus, t. XXV, págs. 43-51. Salamanca, 1974.
J. APARICIO PEREZ: «El yacimiento de Las Fuentes (Navarrés-Valencia) y el
Musteriense en la Región Valenciana (España).» Quartar, 25. Bonn, 1974.
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LA GRUTA DEL HORTUS
7
los más importantes de Europa, caso de la Cova Negra, de Játiva, pero
la destrucción de las sedimentaciones, como en la Cova de la Petxina
(Bellús) ; la destrucción parcial y dispersión en el caso de Las Fuentes
(Navarrés) y la falta de excavaciones modernas en el resto (Salt, Canalons, etcétera), únicamente dejan utilizables los datos obtenidos de la
Cueva del Cochino, de Villena (3), que es el único yacimiento excavado
y publicado totalmente, aunque también tengamos que lamentar la falta
de fauna y de otros elementos que nos impide conocer la sucesión climática y cronológica de la misma, de ahí que, para el caso que nos
ocupa, sea la secuencia climática y cronológica establecida por Jordá
Cerdá para la Cova Negra, en comparación con la establecida para
Gorham's Cave, la que vayamos a considerar (4).
La Cova Negra de Játiva era conocida desde principios de siglo por
don Gonzalo Viñes y como él mismo relata (5) las opiniones sobre su
contenido eran muy dispares, habiendo desde quien la hacía capsiense
hasta neolítica. La excavación que realizó el S. l. P. y dirigió Viñes
el año 1928 puso de manifiesto que era una estación musteriense de singular importancia y se prosiguieron los trabajos de excavación durante
1929, ·1931 y 1933. La guerra civil y la muerte del señor Viñes paralizaron los trabajos, que se reanudaron durante 1950, 1951, 1953, 1956
y 1957, con la intervención de los señores Alcácer, Jordá, Pla, Fletcher
y Pascual (6).
En 1946 publicó el S. l. P. un trabajo del investigador valenciano
doctor Jordá, sobre los materiales y notas procedentes de las excavaciones del señor Viñes (7), mientras que el señor Royo Gómez publicaba
la fauna (8). En 1953 se publicaba, por el antropólogo Fusté Ara, un
parietal neandertalense, encontrado en las excavaciones que dirigió ei
canónigo setabense (9). Posteriormente, se ha publicado un trabajo que
(8) J. M.• SOLER GARCIA: .:El yacimiento musteriense de la Cueva del Cochino
(Villena. Alicante).» Serie de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 19. Valencia, 1956.
(4) F. JORDA CERDA: «Observaciones a la cronología del Musteriense español.» Speleon, VII, pág. 155. Oviedo, 1957.
(5) G. VI~ES MASIP: .:La Cova Negra (Játiva).» A. P. L. 1, págs. 11. Valencia, 1929.
(6) El desarrollo de las excavaciones, así como la bibliografía completa del yacimiento puede verse en: E. PLA BALLESTER: «Actividades del S. l. P. de la Diputación de Valencia (1946-55).» A. P. L. VI, págs. 189-190. Valencia, 1957.
(7) E. JORDA CERDA: «La Cova Negra de Bellús (Játiva) y sus industrias
líticas.» A. P. L., 11, págs. 11 y ss. Valencia, 1946.
(8) J. ROYO GOMEZ: .:Cova Negra de Bellús. Relación detallada del material
fósil de Cova Negra de Bellús (Valencia).» Serle de Trabajos Varios del S. l. P.,
núm. 6, págs. 27, 2.• edición. Valencia, 1947.
(9) M. FUSTE ARA: .:Parietal neandertalense de Cova Negra (Jlt.tin).» Serie
de Trabajos Varios del S. l. P., núm. 17. Valencia, 1963.
-13-
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8
J. APARICIO
en]mcia los hallazgos de Viñes de acuerdo con los materiales obtenidos
en las últimas excavaciones (10) y éstas no se han proseguido, en espera del estudio completo de los materiales exhumados hasta la fecha.
La posible crítica que pudiéramos hacer a los anteriores estudios
quedaría fuera de lugar si consideramos la época en que fueron redactados, desde entonces, los estudios relativos al Paleolítico Inferior y
Medio han evolucionado profundamente, y hoy disponemos de una tipología sistematizada para ambos (11), aparte de que el Musteriense ha
sido ampliamente periodizado (12). Por lo tanto, únicamente haremos
resaltar que es preciso estudiar de nuevo todos los materiales de Cova
Negra, tanto los procedentes de las excavaciones de Viñes, como los
posteriores. Revisar los tipos, establecer índices tipológicos, curvas acumulativas e histogramas y, con esto, como punto de partida, contando
con un estudio actualizado de la fauna, rehacer la evolución industrial
de Cova Negra, evitando tanto la ascendencia africanista, con miras
al ateriense, lo que nos parece desproporcionado, como la excesivamente
europeísta.
Aunque el yacimiento fue ejemplar y metódicamente excavado, con
arreglo a las técnicas de la época, sería deseable una nueva excavación
del yacimiento con técnicas actuales. Nuestro conocimiento directo de
la misma nos ha permitido ver que en el corte estratigráfico se dibujan numerosísimas capas de finísimo espesor y coloraciones variables,
que no corresponden a los grandes espesores señalados; de ahí que se
imponga una rev1s10n estratigráfica que afine mucho más en la apreciación de niveles, lo cual puede reflejarse en una distinta evolución
lítica.
En el cuadro número I, tomado de Jordá (13), pueden verse las
fases glaciares completadas por nosotros mismos y la sucesión climática
y la estratigráfica de Cova Negra, paralelizada con la del Languedoc
mediterráneo y con la de Gorham's Cave, en la cual hemos añadido las
fechas obtenidas mediante el C14 para este último yacimiento. En los
cuadros II y III hemos representado gráficamente la sucesión climática
y cronológica europea en posible correspondencia con las culturas e industrias prehistóricas de la Región Valenciana.
Es evidente que esta paralelización no se basa en argumentos sólidos y decisivos, sino que tiene como base la aceptación de que el nivel
(10) F. JORDA CERDA: «Nuevos hallazgos en Cova Negra.» A. P. L., IV, pág. 7.
Valencia, 1953.
(11) F. BORDES: .:Typologie du Paléolithique ancien et moyen.» Burdeos, 1961.
(12) F. BORDES: «Essasi de classification des industries moustériennes.» Bulletin
de la Société Prehistorique Fran~aise, t. 50, págs. 457-466.
(13) Véase nota 4.
-14-
[page-n-15]
LA GRUTA DEL HORTUS
9
medio, estéril, entre dos capas estalagmíticas de Gorham's Cave (J), se
forma en la misma época y bajo las mismas condiciones climáticas que
el nivel medio, también estéril (D), de la Cova Negra, correspondiendo
a la interfase entre el Würm 1-II y formados bajo un clima seco con
episodios anuales húmedos, aunque con humedad intensa para permitir
la formación de pisos estalagmíticos. En el Languedoc mediterráneo también se forman pisos estalagmíticos bajo un clima cálido y húmedo,
siquiera algo más frío y más continental que el actual, interviniendo
aquí, a nuestro criterio, como elemento que introduce ciertas diferencias,
el factor que hemos apuntado anteriormente: la latitud, que en el caso
de Gibraltar es muy notable.
Aceptada esta premisa, el resto de la argumentación resulta más
sencilla, dentro de la provisionalidad en que nos movemos, dada la falta
de apoyos sólidos. Con el nivel G comenzaría la ocupación de la Cova
Negra a principios del Würm l, lo que corrobora el estudio que de la
fauna ha realizado recientemente el paleontólogo señor Pérez Ripoll.
Los niveles F y E de esta cueva, junto con los correspondientes de
Gorham's Cave se sucederían en condiciones de clima templado y húmedo, que a diferencia del Midi tienden a seco en las superiores.
En los niveles A, B y C, correspondientes al Würm II, la situación
se presenta mucho más complicada si cabe y en el nivel C aparece el
primer elemento en discordia: el parietal neandertalense. Todos los indicios permiten suponer que este parietal fue encontrado en dicho nivel
y así fue estudiado por el antropólogo Fusté Ara en la obra citada,
quien señaló, como características primordiales, que se trataba de un
individuo masculino de unos 40 años como máximo, cuyos car-acteres
coinciden notablemente con los más peculiares del H. neandertalensis,
presentando mayores semejanzas con los de Neandertal, Spy, La Chapelle-aux-Saints y Monte Circeo, es decir, con los ejemplares clásicos, y
separándose de la variedad mediterránea del hombre de Neandertal.
Posteriormente, lo ha sido por M. A. de Lumley, quien lo ha considerado anteneandertaliano y asociado a una industria proto-charentiense o
tayaciense, del mismo tipo que la existente en la Micoque (Dordogne),
Caune de l'Aragó (Pirineos Orientales) y de la Baume Bonne (Bajos
Alpes), datándolo en época risiense y asociado a una fauna con Elefante
Antiguo, Rinoceronte de Merk y Equus caballus mosbachensis (14) ; opi-
(14) M. A. DE LUMLEY: eLe pariétal humain anténéandertalien de Cova
Negra (Játiva. España).11 Nota presentada por J. Piveteau. Compte!! Rendus Acad.
Se. de París, t. 270, pá¡rs. 39-41. París, 1972.
-15-
[page-n-16]
10
J. APARICIO
nión que ya había expuesto anteriormente, siquiera menos matizada (15).
A nuestro juicio, el estudio realizado por los esposos Lumley, dadas las
características del fragmento conservado y especialmente las de la industria y la fauna asociadas, ambas en completa revisión, lo consideremos como una simple opinión más a colocar en el capítulo de las posibilidades.
Para el nivel G de Gorham's Cave tenemos una serie de fechas muy
coherentes entre sí (16), aunque nos parecen un tanto altas en comparación con las obtenidas para el nivel D en la misma cueva (26.750 BC
la GrN 1.455 y 25.910 BC la GrN 1.363), las cuales dejan un lapso entre
ellas de unos 20.000 años, lo que parece un tanto excesivo, tanto más
cuanto una industria musteriense, semejante a la del nivel G de Gorham's Cave, ha sido datada en Devil's Tower número 3 en > 28.050 BC
(Gr N 2.488), fecha que parece más asequible en este aspecto, pero que,
por otra parte, aumenta en una proporción similar el lapso con el inicio
del Würm II, lo que también tendríamos que considerarlo como excesivo.
Todo lo cual no hace sino confirmar la provisionalidad de nuestras consideraciones por las causas expuestas.
El tránsito del Musteriense al Paleolítico Superior está muy mal documentado en la Región Valenciana y a base de datos negativos se ha
considerado una larga duración del Musteriense, hasta enlazar directamente con el Gravetiense, que sería el primer conjunto industrial diferenciado que aparecería en la Región Valenciana, lo cual se ve confirmado en cierto modo por una de las fechas de C 14, obtenidas recientemente para la Cueva del Parpalló, y que da > 40.000 BC (BM-858)
para unos niveles anteriores al Solutrense, niveles que han sido considerados sistemáticamente como Gravetienses por la presencia de ciertos
dorsos rebajados y la ausencia de otros tipos dentro de un contexto
paupérrimo; lo cual se repite en otras dos cuevas paleolíticas valencianas: Mallaetes y Barranc Blanc.
Sin embargo, tenemos que por un lado el Musteriense valenciano
se desarrolla íntimamente ligado, tanto étnica como industrialmente, al
Musteriense europeo y que, por otro, la evolución Solutrense y Magdaleniense hasta la fase IV es idéntica cultural y cronológicamente, con-
(15) H. DE et M. A. DE LUMLEY: «Les predecesseurs de l'Homme moderne
dans le Midi mediterranéen.» Colloque sur l'Origine de l'Homme Moderne. Organisation des Nations Unies pour l'Education, la Science et la Culture, Unescc•, París, 2-5
septembre 1965. Impresión en offset.
(16) J. D. WAECHTER: «The Excavation of Gorham's Cave. Gibraltar.» Bulletin
of the Institute of Archaelogy, núm. 4, Lóndon, 1964.
M. ALMAGRO GORBEA: «Las fechas del C-14 para la prehistoria y la
arqueología peninsular.>> Trabajos de Prehistoria, 27. (Nueva Serie), págs. 11-12 y 31.
Madrid, 1970.
-16-
[page-n-17]
LA GRUTA DEL HORTUS
11
firmado esto último por las fechas obtenidas recientemente con C 14:
20.490 BC para el Solutrense Inferior (BM-859), 18.216 BC para muestras obtenidas de niveles Solutrenses (Birm. 520), 18.080 BC para el
Solutrense Superior (BM-861), 15.946 para muestras consideradas también Solutrenses (Birm. 521) y 11.846 BC para el Magdaleniense III
(Birm. 519), fechas que no son totalmente coherentes, sino discutibles
algunas de ellas, pero que en líneas generales se presentan dentro de
unos márgenes aceptables; todo lo cual nos inclina a creer que la fase
de tránsito se debió realizar siguiendo el esquema europeo, y sin que
sea óbice para esta consideración la no existencia de datos concretos
con profusión, ya que en el nivel superior de Cova Negra, el A, se ha
señalado la existencia de materiales típicamente Auriñacienses.
Y esto es todo lo que a nuestro criterio se puede decir sobre el
Musteriense valenciano, esperando que los trabajos en curso, programados por el S. l. P., nos permitan presentar una visión más amplia y estructurada en un futuro próximo.
-173
[page-n-18]
Fases
Glaciares
Würm 11
...
00
Würm 1/11
Würm 1
C L 1M A
GORHAM
Languedoc mediterráneo
Inviernos rigurosos, resto del año más atemperado, y progresivo,
aunque oscilante, aumento del frfo.
Desecamiento progresivo que llega al máximo al fin del perfodo.
Instalación de estepas.
Clima ligeramente seco
con alternancias húmedas.
COVA
NEG AA
P. Ibérica
Clima cálido y húmedo,
un poco más frfo y
continental que el actual.
Muy húmedo al final.
Formación de capas estalagmfticas
Templado y húmedo al
principio.
Muy húmedo y poco
frfo posteriormente.
Muy frfo al final.
Nivel F: Arena. Paleo!. Super.
Parte inferior estéril.
Nivel G: Arena. Musteriense
47.250 BC (GrN 1556)
45.750 ,. (
1473)
~ 45.050
"
( "
1678)
Nivel H: Arena. Estéril.
Nivel A: Tierras rosadas pardas.
Musteriense evolucionado y
Auriñaciense.
Nivel 8: Tierras rosadas claras.
Musteriense.
Nivel C: Tierras rosadas claras.
Musteriense de tradición achelense.
Clima seco con episodios anuales húmedos.
Nivel J: 2."" capa estalagmftica.
Estéril.
1.a capa estalagmitica.
Nivel 0: Tierras rosadas. Estéril.
Clima húmedo bastante acentuado en fas
capas inferiores, que
tiende a seco en las
superiores.
Nivel K: Arenas. Musteriense.
"
, L: Arenas. Estéril.
M: Arenas. Musteriense.
N: Estéril.
"
0 : Estéril.
"
P: Arenas. Musteriense.
"
Q: Estéril.
Nivel E: Tierras pardo oscuras.
Musteriense típico. Capas amarillas .
Nivel F: Tierras pardo achocolatadas. Musteriense tfpic:o. Tierras amarillas.
Nivel G: Tierras pardo achocolatadas oscuras. Musteriense pobre. Gredas y marga~. Estéril.
.
..
Cuadro l.--Sucesión climática y estratigráfica de Cova Negra paralelizada con la del Languedoc mediterráneo y la de Gorham's Cave.
[page-n-19]
13
LA GRUTA DEL HORTUS
fAños a.c. Secue ncias,Umciticas
ISA~.0 ETRiER
25.00 0
WÜRM ¡;¡ b
28.000
29.o .·; c
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VA LE N C i A S A (E S~· e ñ c.: ; industrius
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34.00 0
35.0 00
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40,000 Parpattó (C 14)
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55.000
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60.000
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80.000
Cuadro !l.-Secuencias climáticas europeas en probable correspondencia con las industrias y las Culturas en la Región Valenciana.
- 19 -
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14
J. APARICIO
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17.000
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(Cul turo !b ~'rie a )
Cuadro 111.-Secuencias climáticas europeas en probable correspondencia con las industrias y las Culturas en la Región Valenciana.
- 20 -
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