La falsa ecuación "Massieni-Bastetani" y los nombres en "-tani"
Juan Alvarez Delgado
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JUAN ALVAREZ DELGADO
(TellS"lle)
La fal!.a ecuación Massieni-Bastetani
y lo!. nombre!> en -tani
El prolttema
El Dr. Sc hultcn (1) tilda de error noto rio la identificación de
Massietli y Bastcta,,¡ basado en la distinción real de las poblaciones
Mustia y Basti. Aunque no [o cita , parece aludir a André Bcrthclot,
Quien da como probable tal identificación en su edición de Avicno
(2) donde sienta varias tesis opuestas a las ideas de Schu ltcn sobre
la misma obnl (3).
El tema merece nuevo estudio ante lo inco nsiStenle del argumento del Dr. Schu ltcn. Porque si bien el Cmpla7.3miento de amb:u;
ciudades esté gcográficarncnle muy ·Iejos. los partidarios de la tesis
de Bertchelot adm it en Que ci udadanos dependientes de la destruid:.
Mastia, fundarOn en el intcrior ot ra población de igual nombre, que
po r la fonéliea de la regi6n o por su tr:tnsformación en labios
(1 ) A. S CHULTEN : "Tart,eS(lO/l", 2.' edi. Madrid, 1945, pAgo 207. ",En vLst.ade
que también los MastlenlJ6 habitaban la casta merldlonal y 101> nombres de
Bastetanos y Mastlenos son semejantes. .se ha Querido l~nuncar ambaa tribus'
pero es lIn error, pUe!to que sus capitales Ba.stl y Mastla son dllerent.es y d1s~
tantes. n
,
( 2) A. BER:rHELOT : "Festus Avienus.-Ora MarIUma". Parts, 1934. " Le
gros des Masslenes habltaJt au no(d ~est; leur nom f'OlJIaln Ba6tetanl s'elq)lIque
par la mutaUon de M en B et l'a.ddltiOn de la finale latlne "tan! .. Qul fut ap.pllqu6e de meme a beaucoup de peup'es espagnolJ: Orelta: Oretanl... Notons
Que cett.e tinaJe en .. tan!" ne se trouve jamals ehC7: Avlenus, paree que d'orlgl)le trop rlX:ente ...
(3) A. SCHULTEN : " Fontes H lspaniae Antlquae". Fase. 1, "Avieno: ora
Maritlma n , Barcelona, 1922.
•
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J. ALVARF.Z DELGADO
romanos se pronunció Basti en vez de Mastia. Igual que Cartagena,
fundació n de Púnicos sobre el solar de 13 vieja Mastia, no conservó
su no mbre cartagi nés Kart-hadasal, ni su equivalente griego, sino
Que lomó la fOrma romana de Cortllago Nova.
Tal explicación podía también apoya rse, como sugiere Bcrthcl o t.
de un lado en la estrecha semeja nza formal de ambos nombres, y
de otro en el hecho de Que ambas denominaciones y hegemonías
aparecen una después de otra , como si una f:l se política y cultural
uniforme hubiera tenido su cabeza en ambas ciudades sucesivamente.
Explicación a que no ,puede fácilmente escapar Schullen, por hacer
(o. c. p. 2(6) de los rnasticnos una tribu ibérica extendida desde
Málaga a Cartagena, como si tal nombre. escondiera una unidad
cultural y racial.
Pero ya Pericot (4), al estudiar el conjunto Mastienos-Bastetanos, seña ló las contradicciones entre las fuent es y la arqueología;
pues si ·lotO textos hablan de cierta unidad entre los pueblos sometidos a los Ma ssienos o Mastian08, luego reemplazada par la hegl!JTlQnía de 'los Bastetanos aparece una múltiple variedad arqueológica
y cultural en los pueblos de esta zona. Y a Bosch Gimpcra le parece
que el nombre de Maslienos debe ser un nombre colectivo cual el de
iberos, como si se hubiera superpuesto el nombre de una tribu a
todas las de un amplio sector.
Nosotros creemos que la solución es ésta: en ambos casotO el
nombre de una ciudad, como ya apuntó Schulten. pasa a scr denominaci ón genérica de los pobladores de un sector más amp lio. Pero
ni Massien¡ ni Bastetani son nombres tribales indígenas, sino étnicos
derivados de topónimos por el concepto griego y romano de polis .
nacido de! predominio de capitalidad, que a taJes ciudades dieron
ciertas circunstancias.
Para com probarlo y resolver ~os distintos :l:spectos del problema.
vamos a realizar el examen lingüístico de estas palabras y de sus
referencias; y aclaradas en las siguicntC5 páginas las diversas grafías
y sustitución de voces; y referidos de ,paso 108 distintos radicales y
sufijos a SUs respectivos mundos lingüísticos, culturales y raCiales;
creemos dejar e-xplicadas C$as atribuciones y puestas de acuerdo ,]a
arqueología y .Ja historia con la lingüística .
(4) 1.. PERIOOT: "Historia de Espa...da", tomo l . Inal Oallach, Baroelona,
UH2, pág. 426.
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LA FAI.SA ECUACION MASS IEN I-BASTETANI
3
La ¡otlética de Massier¡i
Así escribe Avieno, como p uede verse en las citadas ediciones
de Schulten y Berthelot y en el Monumento Lingllae l bericae de
H übner (5), es ta forma adjetiva, Que aplica lo mismo a los habitantcs
Que al mar y a la ciudad por eUos dominados; diciendo Itrbs Massiena, mass if>lult1l aeql101' y wossicni. Esta grafía de aspecto totalmente heleno .no la haUamOll registrada en ni ngún otro au to r griego
conocido; pues Hecatc:1O y Artemidoro escribif\fOn Mastirlloi, mien_
tr:lS Polibio y H crodoro consigna ron. Mas/ia y Mastiatloi, va riantes
todas eUras recogidas po r Esteban de Bizanc io, que respetó la o rtogra fí :l de sus distint:ls fuentes. La variante Mass1a y Massiarj,Qi de
Toopo mpo , más oscura, debe explica rse sob re fuen tes cehizantes.
como en Avieno, con el vocalismo dórico típico del medio espartanizan te en que sabemos vivió este escritor.
L:l grafía de Avieno p resenta dos caracteres foné ticos: jonismo
en h e por a del sufijo y celtismo en la -ss- por -st- dell radical. Esto
pa rece co nfi rmar la tC6is de Schulten. al menos en parle, o soo que
Avieno amplió un periplo griego masa liota, o lOmó sus datos geográficos a textos redactados .por griegm de MarseJJra o usuariOfi de
un dia lec to jónico muy ceItizado; bien fuera el EuthymenC6 Que
él pretende, bien otro escritor anterior al siglo V a. e .. época a que
se refiere gran parte de la in'formación de Avieno, como reconoce
hasta el. mismo Berthclot (o. c., pág. 1 39~ . Para comprobarlo vamos
a estudia r separadamen te ·Ios tres elementos de aquell a voz: el su fijo, el tratamiento consonántico del grupo interior de MaJtia, y este
mismo nombre de ciudad.
El sl/jtjo.
L,I ley fonéti ca .por la que (-] jó nico.á tico ofrecía :e- en vez de :a.
la rga. ,p rimitiva, dejó de actuar en griego desde la época de Dar ía
(este nombre del rey pcrsa no ca mbió su alfa larga en el griego de
J enofontc, mien tras antes lo hiciera el nombre de -os Medas), pero
l
hubo en variOfi dialectos vacilación (6), y de seguro sufijos como
(5) AdemA.s de los tell'tos citados de Schult.en, Berlhelot y HlIbner, pUede
Yerse el &Ttkulo
(6) V. A. MEILLET : " A.peri;u d 'une H I.!ito1re de la langue ~ue", 193(',
pé¡1na 83.
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J. ALVAREZ DEI.GADO
por su abundante empico y su especia1 carácter mantuvieron
este vocalismo hasla época muy posterior en Quienes m:mcjab:m textos precedentes. Por lal motivo conserV3ron las formas Massic/Joí y
Mas{j(fJ oí escritores griegos de la época romana (7) . Este origen seguro del sufijo jónico -cuos de MassicI¡J / Masticni, está plenamente
comprobado ,por las forma s paralelas MaSlia ,,¡ / Mastia"r, dadas precisa mente por Polibio, el único histori ador griego, Que estuvo largamente en España en contacto con los inmediatos usuarios de aquella
voz, y Que debió estar mejo r informado que nadie sobre su verdadero carácter. Estas ga rantizan el origen indcuropeo de ese sufijo
·anos > ·enos y no per miten explicarlo en Massíelli, como derivado
dd primitivo sufi jo Jibioibe ro en -en, Que si es frecuente en la
toponimia hi spana (8), no es admisible aqui por esa clara serie de
formas sufi jales greco-latinas.
Debemos, pues, considerar la oposición entre Mastie"¡ y Mostia"i. como diferencia dialectal ca racterística entre el dialecto jónico
de Hccateo de Mileto de Quien deriva la primera. y 10s dem{¡s dialedos griegos incluida la koiné. lengua de Polibio, Que registró la
segun da . Aunque lingüísticamente la forma primitiva es Mastiou oi.
siendo la docu mentada en Avieno y Hecateo su variante jónica; el
sufijo de 1a voz es puramente heleno y la lino, y sólo perlenece a la
¡población hispana del sector el sustantivo radical MQstia. nombre
de la ciudad .
*1;110$
El grupo inlen"or.
El Dr. Schulten (o. c. pág. 2(6) e:cplica la oposiclon Mastia:
Muss ia por una sencilla asimilación, ci tando cOmo forma pareja e l
OssisntU por O stilllllii (sin advertir Que también hay aqu.í diferente
sufijo) y cal ifica la palabra radical Mustia como 'Ii bio-ibera por su
semeianz:1 con ciertos topónimos africanos y sin aira pr ueba .
El ,problema nos ¡parcce mucho ·más complejo. Pues no cabe
suponcr, .partiendo de Mastia (forma primitiva indiscutible y por
todos admjtida), que la asimilación se produjera en labios hisP;Inos, ya Q.ue mucho m~s tarde de la fuente de Avieno y TeopOrnpo ,
Que traen -$5- interior reaparecen las formas con -sf... e n Pdlibio y
I
('7) En nuestro estucHo sobre Iberia creemos demostrar igulllmente que ei
gr. -Iberos" sobre el Iberov8.'lCO -¡bu·' debe su ronetlslno a la primltln desIg·
nación Jonla en Hecateo y Jos Fooense6, Igual que en ot.ro.s topón1mos de Aviene.
(8) V. MENENDEZ PIDAL : "El sutUo -en, su dlr¡aloo en la onOllluttca
hispana" Dnérlta, 1940, pág. 34, y CARO BAROJ'A : .. Materiales para una
historia de la lengua. ,·asea", pág. 209.
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LA FAI.5A ECUACI ON MASSIENI-BASTIITAN I
5
Esteban de Bizancio. Tampoco puede darse csa asimilación como
fenómeno gener.. l de griegos o romanos sobre la hisp~nica Mmrtia;
IPo rQue el griego, el latín y el español co nservan normalmente el
grupo interiOr -sto, Quedaría además sin explic.. r Que las fuentes
en tal evolución conserven o alteren un poco al capricho y contemporánoamcnte aquel primitivo grupo consonántico.
La cxacta oxplicación del hecho se hall .. en QUe la fuente de
Avieno es un galo-griego, esto es un usuario de lengua griega fuertemente cel!izada. La evolución del grupo -st- en -ss- o un fonema
¡parecido 9uc podía cscriljirse así, es un hecho positivamente celta
y bien atestiguado en este medio. Pues ya H older (Alkelli.tcltcr
SpracllSclwt :, s. D.) y otros celtistas como Dott in, D' Arbois y Peder.sen, adv·irtic.ron que en caltico existía una espiran te dental cUY:1 arl icu l:lción tení:l un tr:1t:1miento especial, y de este fenómeno hab ló e l
mismo Schulten (o. c. pág. 34), si bien a p ropósito de T:1rtessoil.
E sta dental ll amada tIta" gafliC/l m, al udida en el Catalepton segú n
T enney Fmnk (9), era un sonido muy cercano a -ds-, -sd- o -ss-,
según advierte Loth (lO) y vadlaba en su trascripci6n representándose
con los signos -D, TH o @ y con lo.s grupos consonánticos _
sto, -sd-,
-ds-, -ss- y -dd-.
S610 este carácter celta de la fuente de AVi,eno puede explica r
bien la diferencia gráfica de su Massierli con el Masti eno.i de H ccaleo
de Mileto, Quien por ser igualmente jon io emp lea igual voca'lismo
en el sufijo -ellO;, pero guarda el gr upo consonántico -st- o riginario
de la voz, trascrito por la silbante doble -ss_ cn la fonética masaliota
de Avieno.
Es tos dos seguros caracteres -l ingüísticos de J:¡ voz nos prueban
que en la éPOCll de aquellas fuentes, o de las navegaciones masaliótas
de l siglo VI, el Iwmbrc de Massicr¡j no era designaci6n rati:ll de
una tribu ibérica, lI am:lda así por los ind ígenas hispanos: sino un
nombre político forjado p or medio de un sufijo helénico propio
sob re el topónimo hispano Mastia, y extendido conforme a la ideo~ogía política de los griegos a fodos los pueblos y tribus de aquel
amplio sector, m:ís o menos dominados por la polis de este nombre.
y descon ocidos en detalle para los autores de Perip l9s, visitadores
exclusivos de la costa. Cosa del todo segu ra, aunque Avieno no
rellenara con su fanta sía la escasez de datos relalivos a los pucbl09 del
el. " American JournaJ 01 PhlloJogy ". 1935, .pá.;. 2M.
(10) er. "nevue Archéologique" Parls, 1922. pAgo 108.
(9)
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J. ALVAREZ DELGADO
interior, Que su fuente te ndría, y hasta clC.tendiera aquellas info rma-
ciones más allá de su intcnción,
Ro/Dejancs forma les de Mostia.
Es S{lgu r O Que Mastia es el nombre hispano del poblado anterior
al comercio griego y a la co lo nización púnica de la zona cartagenera.
Pero ·Ias voces de análoga efifruclura recogidas en ed ¡\I/olI/mlllta
de H übncr : Mas onsa ceca, Mostraba/a o Mastramcla poblado de
la Narbonefi3, Afoscutills y MlIstarus nombres de persona, se hall:Ln
bastante :rlcjados de nuestro IOpónif!l0' como diremos a propósito
de los no mbres Hbicos análogos, y ta mpoco facili tan su eti mo logía.
Algunos escritores le da n cadcter ·líbico o libio· ibero. y Sc llU lt cn
(o. c. pág. 2(6) rccoge como para1elos t,o mados a Pape (W6rtcrbucll
deT gricchischen Eigennametl): Mastc (ciudad y monte en Afriea),
Mastitai, MasUnas y Mastigas (nombres de persona). Masmli, Massacsl/~¡' y Ma csscscs (nombres de tribus de ACrica y la última de Jaén).
Don Antonio Beltrán (3rt. C'il. pág. 299) cree que d nombre de
Alastia es antiguo e indígena, y «seguramente tartesio» par estar
¡ncluído dentro de su dominio yen· relación con las tribus de TartesSQs.
Pero la tesis de Schulten encierra una parte de verdad, aunque
no todas 6US aproximaciones sean exactas , ni di6 de ella pruebas
sólidas.
Porque no PUe.clUl darse como ·de un mismo tronco tode. los nomo
bres con inicial mas-; aunque así 10 hicieran también Rerthelot (o. c.
pág. 97) y GcorgC1l Ma rcy en un trabajo (ll), que por [a especialidad
berL-ber de la revista en que se publ icó ha ,pod ido escapar a ios
investigadores hispá nicos. En ese artícu lo recoge M:u-cy muchos
nombres líbicos de prefijo Mar, COmo Massinissa, Masintha, Mas siva, Massugrada, Maslanabal, Mastancsoslu, Mau ilollj, Massilol/t,
Massi/kat (tomad06 a Stépha n Gscl l : H isloirc de I'Afriquc a"ciet/nc, V II , pág. 301 y I V, 174); Mascal, Mascavar, Masfe/lIs , MasgiviII1IS (:11 HIII/. (le la Soco GéograplL O rán, 1932, pág. 413), y ot roS
q ue dta en su estudio sobre lOs Nasamotlcs ( = Masamo"cs o Mesama nes de Livio , esto es Mas-Anlmo?1 = «desccndientcs de Am6n»),
(11) O . MARCY; "Quek¡ues InscrlptlQns lyblques de Tunlsle", apud "Hesp6ria", afio 1938, pAgo 294 y 295, prlndpalmente. También trató de nombm 11bk:os con "mas-" A. 'I'OVAR· en "Bol del Sem. Arte Y Arqueología", Valladolid, 19n.
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LA PALSA ECUAC ION MASSIENI-RASTETANI
y 1 no mbrc", 'líbicos antiguos Mas-T ya, de la estela 16 (a rt. cit.,
08
pág. 323) y el de la Dedicatoria de Dugga (a. c. pág. 352 y 359) que
él trascribe MtsbJ. Este último precisamente 10 voca lizamos nosot rOfl Mas/abal, alternante con Mastanabal de 8alu5tio (llIg. S, 6).
Po rque el signo líbico [ Que Marcy trascribe en sus e¡tudios por
elemento radical mast- es distinto del de Massíníssa, Massiva, Massll /i,
-15· o -ds-', represe nta una ahicada dental ensordecida y eQuiva lente a ambos tratamientos ts y st, como lo prueba la citada torma de
8al ustio, quo se refiere, como la inscripción de Dugga, a príncipes
contemporánEos de Massi nissa o Masinisa, ,p ues no es seguro que
deba escribirse co n geminada.
Podríamos aumentar e¡ta lista de no mbres de lugon y de persona
con tal grupo inicial; pero son és.tas suficientC5 para exponer con
claridad nuestro punto de vista.
No creemos que 1 nombres que empiezan con Mast-, como
06
Mastanabal, Ma stanesosus, Maslabal, Mastigas, Mastites... y nuestra
Ma stía, la Masto africana y la Mastinax de Cartago, pertenezcan .al
mismo grupo morfológico y semántico de nombre¡ simplemente
encabezados con mos- seguido de o tro componen te. En estos Úiltim08
(comp. MasamoPles, Mas-Tya , Masgívinlls ... ) acertó a ver Marc)'
(o. c. pág. 295 n.) térm inos expresivos de parentesco amplio o dependencia triba l, indicadores de generación materna (12).
Las razo nes para establecer esta sepa raci6n son las siguienles :
En formas como Masta, Mas/abal ( = Masta- baal.diOfl de Malta:.) y
por la evidencia d~ 1 sufijo e n Ma slia, Mastites, · MaslitaPli, Masti"a.l',
Masta1J¡Qbal, MastoHesosus ... , no podemos explica r su fo rmación por
el prefijo tIIOS- con sen tido de parentesco. Por otra parte, además
de que algún caso como Mastigas, ¡puede tener relación directa COIl
el griego Mastix )' no con no mbres líbicos; se ve cla ra mente que su
elemento f!ld ical mast- es distinto del de Massinissa, Massívo, MauuN,
Ma sgi1!i1lZ/S, MasCfltills ... Porque si algunos ofrecen ·ss·, no deriva
de -st- la geminada de estas formas, Que es puramente expresiva dc.l
valo r líbico sordo, fuerte o enfático de la sistallte núm ida, d ivorsa
de las silbantes griegas y latinas. Y tampoco puede suponerse un
tratamiento análogo al de Massieni I Mastie"i, porque no se justifica
(12) El vilJor l.ibk:o de "mas" " ,hIJo de" en parentesco amplio o matrlo.rcllJ
a.pa.rece garantizado por el radical ~ " m 5" = oopto Me "engendnu"",
"edar .hIjOs", que MARCY apro~ al tuareg "wnas", t"mes" "tener por cua-
Jldlld esencial" o ser de igual lamIDa. Pero el tuare¡ " urnas" debe pertenecer
4\
la misma serie
det vasc. "ume" "cria,
.hIJO",
.-.~
-
2611-
hbpéniOO
"Salus
Urnerltana",
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8
J . ALVAREZ Uf.LGAOO
en esta zona un fORetismo céltico. y coexisten Olras fo rmas contemp oráneas de grupo _sto con toda seguridad , hasta época posterio r
a la documentació n de Massu!¡ y J'¡.fassiva ,por ejemplo.
Aparecen también en tras m undos, cultu ral y lingüísticamente
apartados, fo rmas con radicales parecidos :1 los dos señalados. Así
de una parte, Sto hallan Massagelas o Massic)'tcs, pueblo de Licia,
Masso/a, ciudad de Arabia , Massicus mo nte de Italia, además de las
conocidas Mauolia y MassiNa ( = M:mc lla). y de otra, registr amOR
Mastyo ciudad de Paflagonia, Mastllsia monle de Asia. Ma5l tlllTO
ciudad de Licia, ci tados todos por Plinio, y el primitivo no mbre de
Servio Tulio Mas/ama decariictcr etr usco. Pero cabe dudar si" algun:!
.de esas ' formas tiene relació n sem.íntica y origin:uia co n 'las series
ci tadas hispano-africanas, o se trata de meros ho mófonos.
Así nos parece q uc e l no mbre de la hispa na Mastta sólo pued e
relaciona rse indud ablemen te con las afr icanas Masta y Masti11tlx O
M astomJ.l: (y sus derivados y compuestos Mastabal, l!1astites, Mas/anabal y IUast a,~e.l:Os"s).
..
Los historiadOres de Ca rrago, como Church y Mcltzcr (13) igual
Que Stéphcn GselJ y 1as antiguas fuente s (Justino, cte.) señal an
que los cristi:mos Justa época muy tardía ll amaron MastintJX la zona
de -la vicia Byrsa, y recuerd an que d ura nte mucho tiempo los pri.
mitivos púnicos pagaron tributo de ocupación del territorio a 10&
Mastit cs O libios pobladores de la zona en Que Ilos cO'lono& de Tiro
asentaron la cuna de !la gran Canago. Esta Masta , Mastia, Masttma:r
o M aslillax de l Túnéz .primitivo, debe ser igual nomb re Que el de la
Mastin ibérica, QUe un pueblo de lengua análoga al afri cano fund ard
al otro lado del mar.
Esto no es nada ext raño, porque la histo ria y la arqueología, no
sólo seña lan penetraciones afric:mas desde la prehistoria en ~a zona
Levantina de Iberia, sino también la exis tencia de culturas mixtas
ibero-ma uritanas. Y así pudo ocu rrir, bien que la Mastia ibérica
fuera una antigua colo nia libia fundada por los Mastites de Cartago;
bien que es tablccie r:m ambas ciudades pueblos de lenguaje igual o
parien te, dándoles un mismo nombre común a su carácter.
Veremos Que esta interpretac ión tiene su fundamento en 1:1 li ngüística de la palabra.
(13) A. J . CHURCH : "Historia de Cart.ago" (trn.d. de F. OOn~ez, Madrid,
1889). O'ITO MELTZER: "Oeschkhte der KarUl"Ger '·. Berlln. Weldmann, 1913.
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LA FAI.SA F..cUACION MASSIENI-BASTETANI
9
ElimoJ.ogía de Mastia.
A primera vista la est ruct ura de Mastio ofrece aspecto adjetivo,
;por su opos ición a o tros finales ibéricos de las fuentes romanas como
]JoSf;, Saitabi, /fi ci, Tu cti ... Esto nos llevaría a explica r el nombro
po r algún producto mercantilizado por griegos y 'enicios que
design ase como epíteto a da ciudad de su emporio.
Así podría intentarse su relación con no mbrl$ comunes como el
gr. Masli.r «cuerda , látigo» pensando en la Carthago Spartaría de los
romanos; con el vasco mast; «viñedoJl producto bien conocido de la
Esp:liia anligua; con el lato mastix «almáciga» o r.csina comercial o
con lIIastruca «ves tido de picles)). Pero ninguna de eSlas aproximacio nes deja de ser aventurada, ofrecién dOse como to t:rlmcnte InJUS'
tificadas li ngüística y cu ltural mente sob re los datos Que nos sumi.
nistran las fucnlos.
•.
Para nOSOlrOS el valor etimológico de 1:1 pa labra y a la vez
la correpondcncia bispano-africana Mastia: Masta y Mas/illax nos
la d:1 un hecho, q ue nos ext ra ña no hallar subrayado por escritores
anteriores.
Los traladistas convicncn en gc:nera-l (V . A. Beltrán: arto e. páginas 300 y 30l) que Mostia ex istía desde el sigl00 VI a. de C. por lo
menos y en el año 348 del tratado romano-cartaginés ),a pertenecía
ti Car lago, estando e mplazada en la actual Cartagena o sus inmediaciones. Para unos (Schuh en) fué dest ruida, y .pa ra otros (Ca rcía
Uell ido) simplemen te ampliad3 y absorbida la vieja pobl3ció n dent ro
de o!a ciudad púnica fundada po r Aníbal e-l 3ño 230 y que tomó d
nomb re de la metrópoli Kart· /¡·adasat. Convi rtióla luego en colonia
romana Escip ión el año 209 y se reformó por Césa r el 4I.
La tesis de G arcía Bell ido nos parece lotal mente segura, pues ni
Aníba l, a cuyo imperio perlenecía, .pudo ver dest ru ída la vieja
ci udad sino que d:1 amp lió para etltab'lccer e n ell a su gran cua rt el
por tener mejores cond ici ones que Akra Lcuke; ni Esópión la
destruyó lampoco, toda vez que Tito Livio (21, 22,S y 22, 20, 3) lo
hace llegar a Ca rtagena después de su toma desde Cádiz y tras la
ocupación de OinuS&a.
Hemos, pues, de admitir el hecho de que el nombre primitivo
de J\1ostia fué suuituído (como en la Masto o Ma5tilla,l' del solar de
CaTlaga ) po r el no mbre púnico. que los roma nos trascribieron Cart·
hago añadiendo el adjetivo Not'a para dislinguirla de h homóni ma
:lfricana_ Pero es precisamente este hecho el que hay que explica r :
por qué los cartaginenses , fundadores de mochas colonias en el Sur
-
211 _
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" JO
J. ALVAREZ DELGADO
de España s6lo a ésta de Mastia dieron el nombre de su p ropia
capital.
La razón del fenó meno es Que lo mismo en 1 africana Que en
..
la hispana. existía una ,población ind ígena: MastD o MasUQ , cuyo
no mbre precisamente significaba •.ciudad. o «población.; y por
ello en uno y otro caso los tirios y dos púnicos aplica ro n a la nueva
fund ación el nombre fenicio de K ~rt-},adll$at «ciudad nueva».
y efectivamente. la forma Mastia o Masto (Mastanax, Ma sl;tIa.\'" es un derivado por medio de sufi jo) dentro del mundo lingüístico libio o bereber tiene una cla ra eti mo logía. Ea frecuente en
cs las lenguas (l4) halla r nombres construídos COn el prefo rma Rl e
nJ - ; Y tenemos bien documentado el radical ezdcg (o e:tcg porque
la d interi or en das hablas relacionadas cs enfática y suena T sobre
todo Iras silba nte), Que con el se ntido «habitarll, «acampan conservan las habla¡ bereberes Nefusí, Zenda, Rhadamés y Marroquí,
por lo menos. De él derivan formas sustantivas como amcz da (y
amczdeq y parecidas) con d sent ido de «habitaciónll, «l ugar habitado. y «pob'lación. en el Guelaya de Marruecos y en Rh adamés pOr
ejemplo. Esta forma -líbica amezd~ o mazta es h base de la Ma sta
y Ma5tia de nuestras textos.
En conclusión; tenemos en Ma5ta , Mastinax y Mastia una segura
correspondencia libio~his pana, co n el sent ido de «poblado., y por
0110 en una y otra ribera del Mediterráneo al reedificarla o ampliarla
los ¡púnicos, conocedores del sentido indígena de (a voz, la titularo n
«ciudad nuava. = Kart/¡adasat = Carf/lago,
A 105 pobladores de la Ma stia hispa na ll amaro n los ma sa liotas
y griegos Massicllos, Mastienos y Mastiallos, aplicando este heleni.
zado sobrenombre a las tribus, mar y territorio colindante, T~ero
cuando la ciudad cambió de no mbre, co mo aquella denomi nación
no era étnica si no toponímica, perdida su base desapareció. Y los
romanos, Que nunca fueron muy mariner06, prefi rieron tener SU8
cen tros en poblaciones del interior, b.ien situadas y comunicadas
estratégica mente como Basti.
E ~ Proble ma complejo de
Bastelafli ,
Res uelto el problema de Massjeni nos queda el au n más com,plicado de Bastelan; o Bastitatli. Po rque si su comparación con Bas( 1" ) el, o. MARCY : "'Les 1nscripUons IJbyq ues bWl'IiUts de l'Alrique dU
Nord" , Pari!;. 1936, pA¡, 115 Y 124; LAOU8T : Slwa.. SOn Puier" , Pañs, 1932:
" Mots et eho8es berbéres ", Paris, 1920; Y " Cours de oberbére marooa.ln",
-212-
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LA FALSA ECUACION MASSI.ENT: BASTETANI
11
tul; nos garantiza la composición de Bastitani en Basli + lani, siendo
el primer co mpó nenle ellopónimo de esa forma y el segundo el sufijo
presente en numerosos compuC1>los de este tipo; tenemos que reso lver el valor do este enigmático segundo componente de que tanto
se ha escrito, hall.ar 'la diferenciación entre Bastetani y Bastl4fi, y
precisar -si ello es posible- la etimología de Bosti. Pero estos
problemas se presentan sobremanera oscuros y en parte insolubles;
como pueden comprobar los 'Iectores de las citadas obras de Schultcn
y Pericot y en l~ a Etn ología de la Pe,zJ"sl4{'(J I bérico, de Bosch
Gimpera .
Etimología de Basli.
Es comp letamente segura la identificación con la actual Baza (1 5)
de la Basti de los romanos (que emplaza el Itinerario de Antonino
en la vía del Pirineo a Caz lona, a 69 millas de Larca y a 25 do GU:IdiJ[o ·E I nombre actual deriva precisamente del antiguo mediante la
la feminiza ción Hostia, que ya aparece en latín en el nombre de la
M enlesa Hostia del propio It inerario y que se repitió en otros topónimos ibéricos co mo Játiba de Saelabi, B eja de Pacci, etc.
El nombre es ibérico indiscutiblemente, pues se encuen tra en
otros parajes de la Pen ínsula . Basli dan los signos ibéricOll de ia
ceca núm. 13 de ViVCi, que Ca ro Baraja (BRAE, 1941, pág. 223)
identifica con los Boss; de Tolomeo (11, 6, 10) con el ca mbio -ss:
por -st- de zona céltica, que vimos en Massieni, y situados indudablemente en la Tarraconense como grupo de los Castellanos de que
fo rman parte. Mateu Llopis (PiriJl C
El Buste del partido de Tarazana; aunque la estructura de esta voz
se nos parece más al de otra ceca ibérica, la núm . 5 de Vives, que
leomos EI/sti. La ceca núm. 9S de Vives, que Caro Baraja (art . cit. )
da sin identificación, pero con probable pertenencia a la «trib u de
,los Bastetanos» leyéndola Bostul es dudosa como reconoce el
propio Vivetl, por ser copia de un as de Cástula y a e llo se añade que
el signo inicial está errado. Más dudosos pero al mismo radica'l deben
pertenecer 1 nombres de 'perso na Bastl/gitos del Bronce de Ascoli
06
y lJu stoguullitli re-gistrado por H übner (CIL, 11 ,6]44) y ya vcrcmQ6
e n un:1 inscripci6n ibéri ca Bastl,/aiacun. -
(15) MedWlte trat.am1entc hispano·t.rabe
"Contribución a la ronétlca dli Hlspa.no-Arab!! 'Y de los 8rt1.blsmos en el IberoRomAnJeo y el S lcUlano". Madrid, 1932• .pág. 142.
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J . ALVAREZ DELGADO
Es tos nombres pcnonale1l y el Bass; de Tolomoo (JI, 6, 70) rcla ·
tivo :1 un pueblo de la Tarraconense, invila ' " consider::Jr la voz
como nombre de tribu; pero el hecho de que aparezca a la vez en
la Tarraconense y en la Bética como nombre de poblaci6n, y su
misma estructura, nos asegura tratarse de un topónimo propio sin
dependencia personal.
Mas no nos atrevemos a lanzar hipótcsis algu na de interpreta·
ción etimológica de la palabra. que po r aparecer repetida en varios
lugares debe encerrar un no mbre común. Aunque el posible hall ar
radica les an:ílogos de valo r apropiado en vascuence u 0 lra8 hab']:I'
hispánicas (recuérdese vaCi. ba:::ta", baso, etc.), cstim3mOs aventurada cua lq uier aproximación sin elementos de apoyo en las referencias antiguas, que no hemos podido descub rir hasta el presente.
El Slmtido de Bastflli.
Los tratad istas en genera l hacen equ ivalen tes las deno minaciones
Basteta'li y Bastlllos co mo T II ,.detani y T llrtlllfos, Edetcs y Edctalli,
etc. ; au nque ya Polibio si tuó a los Túrdul os al Norte y Este de los
Turdclani; y algunos geógrafos emp lazan los Bastulo& en las provincias de Málaga y Cádiz . Pero como las fuent es antiguas sustituyen y mezclan ambas denominacionC6, loa tratadistas acuden al sencill o procedi miento de darlos como equivalen tcti; pero no siem pre
lo sencillo es lo verdadero. A nuestro parecer y a pesar de la difi ·
cultad de armoniza r 10& textos, y de la {alta de referencias detalladas,
las cosas se produccn como si Bosletolli fucra la deno minación oficial
de los habitantes de Basti = Baza y toda la extensa rcgió n exte nd ida
a l Sur y 31 Este (actuales pro vincias de Gran:J da . Almería y Murci,t
en gran parle); y en cambio Bastllli {uera ta designación especial de
esos pob ladores en contacto con la colo nizació n libiopúnica o afri.
cana, Que ocu paban la vertiente de toda esa costa sur. Luego estas
VOCCli confundieron sus empleos en los esc rito r~ posteriores.
Las vari:lOtes que ofrece la fOrma son: Bos/u li quc escriben
Mela (3, 4) y Plinio (3,8) Baswlus (IIeque BaSCldlls IICqllC Turdu...
/IIS) Que dice Varrón (R.R., 11, lO, 4); IJÚSt OI¡]O¡ da Marciano
(2, 9) pero Bostoüloi acentúa T olomeo (2, 4, 6); finalmente BIas·
tO 0illikcs, tra nsfo rmació n de Basllllo-phoclliccs, los ll ama Apiano
'pll
(Hisp . 56) . La s grafías de Tolomeo y Apiano ofrecen una contradicció n, pues e~ circunflejo del primero parece exigir acentuació n ll ana
de la palabra, más la síncopa del segundo rccl ama ca ntidad breve
en esa sílaba. Normalmente Bostllli suele pronunciarse esdrújulo,
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2'7i -
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LA FALSA ECUACION MASS IENI-BASTETAN I
13
ta nt o e n hu ín como en espa ño l ; pe ro no tenemos dato seguro pa ra
afirmar que así fuera en su or igen. Por que no se trata aquí del sufijo
dimin utivo latino, aunque con él Jo haya con fundido Schu ltcn (Tarlessos, p:íg, 139, n.) aproximándole POCllfl/IlS, fliPlIla, Calcculo ... ;
si no dc un aform:mte, cufonizad o a la la tina, pe ro existente en líbico
y en ibérico para designa r p ueblos, co mo TlIrt/l/fus y V(¡n/tl/lls y
'IQS africa nos taetll/lls = oorcb. taita/a (16), Massu li AI/tyles; y que
apa rece en Iberia e n nombrce de poblaciones como /Jactl/lo = gr.
B aÍlot(/6fl = ibérico Baitolo, cerca núm, 15 de Vives, y Castillo
.., gr. K astou1611 = ibérico Castulc, ceca núm, 94 de Vives. Como
.J1tmlulos ap arece escrito VO
Tdull i, y pa r ta nto acentuado ll a no , lejos
do la zona de franc a latinización y africanización del Sur, cabe .pensar Que e l sufijo ¿esdrúju lo? de Rastulo y T UTdula tenga espcci:ll
matiz lati no-afr icano, y no precisa mente ibé rico; sa'lvo que la accnt uació n ibérica fuera ta n libre como da vasca y bereber. P ues halla·
mas esta fo rma e6C r ita con signos ibéricos en la inscripc ión del torso
virtl del M usco Arquoológico Que G ómez Mareo (Miscelóllcas,
]948, pág, 57) lec bostll/aroelln, eso es «de los Bas lulOSlt, con ge neralización e n la Península de e&le tipo derivativo e n ·lIti.
R esulta pOr lan lO seguro que Bastuli es denom inación o nomb re
de gentes sobre el topónimo Rasti, formado con un sufijo (latinizado
en - uli) común a iberos }' a líbicos; mas por su claro valor entre
e llos, los '~i bifénices de la Bélica da e mp learon con preferencia a 1:1
fo rma Basteta"i, n~ás pro pia de los hispano. latinos no africanizados,
pn ra designar los pobladores y t ribus dependientes del círculo de
n asl i e n contncto con aquell os colonos norafrica nos.
El sufijo tOIlIlS.
Es imposible estudiar el probl ema de b05/etani / bastilall i. sin
e nlra r en ¡l a co ntroversia sobre este sufijo , Las ,p red ilecciones de
'los tratadistas se han repa rtido e ntre los seguidores de la tcsis de
1-1. Sc hucha rdl (17), que supon ía todas las fOrmaciones de eSle tipo
modernas y hec has ,por composición de dos sufi jos: el griego en
-¡tes y el inde uropco en -¡¡fl IIS (jónico -enos); y 105 partidarios de
la tooría de J. W ackernagel (18) que distinguía la forma propia e n
(lS) er. nuestro estudio "Purpuro Ga.etul!ca", en ·" Emérita", 1946, Pi. 103.
O?) H. SCHUCHARDT: "Die Iberlsche Dek'lInatlon", pág, 34 : "Iberlo¡ehe
DekUnation" en "Rev. lnt. de Est. Vascos", 1910, pág, 323; y "Glotla". IX, 238.
(18) J. W ACKER.NAGEL en "Areh1v!Ur lato Le:dkogra.phle und Orn.ma.tlk'"
xn y XVII
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J . ALVAREZ DELGADO
-/JIIIIS del mundo latino-helérrico, de las formaciones en -ta1llu,
pa ra habitanles y pueblos, de origen p ropio comú n a libios e iberos,
y frecuente en Iberia, AfTica y Cerdeña.
El e lemento aun se sigue considerando enigmático; y si no hubiera tliclo por la alta autoridad lingüíst ica de Wackernagel su leoría
hubiera sido desechada, p or la tcndencia general de los tratadistas
a considerar las formaciones en -ta1lllS como generaiizacione6 de los
romanos. Así vimos Que Berthe lo l (o. c. págs. 70 y 97) expl.ica la
ausencia de la final -tal¡i en Aviene por su origen reciente, en vez
de h3cerlo por el c:uácler puramente helénico de sus fuentCi, Que
no ,podían tener documentación del sufijo hispano-latino en -fo,,¡; "
y aunque la reconoce muy prodigada en España. dice Que C8a final
es esencia lmente ~ati na y formóse por med io de la voca l de apoyo 1y el sufijo -aIlIlS. Ha influído en estas apreciacio nes 01 ver apareccr
designacioncs como /Jastetani después de Massieni. Edctalli tras Esdctes. Caere/alli después de Cacretes ...• y encontrar su fijaciones en
-eles o -ites contemporáneas o anteriores a las formaciones en -tmli
sobre iguales raíces.
Por ello. conviene aclara r las distintas formaciones. para hacer luz
en ta n int rincado asunto.
Es sabido Que el sufijo grecolatino en -OllUS üónico -ellos) aparece
en ocasiones solo, pero otras veces va claramente unido al sufijo
griego en -ites, como reconoce el propio Wackernagel ('n ,las formas
Abdcritatll/s, DrCpatlitallllS, Ncap olitallfls ... También apMcce este
sufijo en fo rm aciones de Iberia (zona que especia lmente nos interesa)
que conviene distinguir claramente para evitar confusio ncs con d
otro; ta les son cdetalli sobre los edetes o esdel es de H ecateo, oretalli, sobre aretes. y algunos otros como [obe/alli, carpetall i. COflteslalli , toletallj ... , que tienen basC9 seguras con -t- radica l. A ellos
hay Que agregar alguno muy cu rioso como lasclItalli, creado sobre el
nombre de pobl ación Láswta, y Caeretafl ; sobre Caeretes o sobre
el topón imo Cac rel, que por tanto sólo ll evan sufi jo en -atlllS
Ju nto a ellos hay que admiti r e l grupo con sufijo en -tallllS como
ve.remos; pe ro es obligado reconocer igualmente que una vez
creado este tipo. pudo generalizarse y de hecho se propagó a formaciones nuevas. Pero débese advertir que la fo rm a de sufij aci6n
generalizada en Iberia es -itaflus; ,porque así lo exige '1a fonética htina por su ,"ocal interior, y poda mayor abu ndancia de los sufijados
griegos en -iles. No pudo gcner:flizarse por :103logía el sufijo en
-claflllS. si la formación en -eles sobre c~ mismo radical no existía;
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LA FALSA ECUACI ON MASSIENI-BASTETANI
15
mientra s sobre las formas antiguas con -ctafll4S actuó analógicamcnte
el tipo de -itallllS. Esto expliea 'Ios biformes Bastetall"s I Bastila'I :IS.
A IIsetamlS I AIIsilalllls ...• y por consiguienle. si las formaciones en
-etqnus no están a rrancadas a fuentes griegas o hec has sobre formas
en -etes, son primitivas y en todo caso a nteriores a las en -itama;
cosa comprobada en las mismas fuentes para las parejas aludidas
Pensamos que tiene razón W a.ckernagcl al eSlablecer como formación pCi:u liar del occidente ibero el sufijo en -tOIllIS, po r las siguientes razo ncs . En primer lugar, lodos los tratadistas reconocen
que el mundo propio de ese sufijo es Hispania. propagándose por
los latinos a zonas colind'lfltes. El sufijo no es latin o propio y en
e:lmbio se halla documentado en ibérico como diremos; hay pues
que considerarlo co mo hispano.llatino propio.
Tampoco creemos que pueda explicarse de otro modo una ser.ie
tan larga de formaciones hispánicas. como Ca/agl/rri/anus. Higenitalll/S. l liberitafll/s. Graccl!ltrritanlls, Astigitatllls, Accitanus, Aqllita1Ii, Bilbilitatli, Bisgargitani, Gaditan¡, Laminitatli, Dama,titalli, L'lsitmll/S, Bergistauus , JJastetatlJ/s, TurdetaIl1/5 ... ; a las que conviene
añadir formas claras de Cerdeña como Cclslta'lIlS, Colon/amlS, CI/tmsitaflllS, Sulcitatll/5, Scapjtafllls ... ; para ninguna de las cuales hay
documentació n adjetiva en -etes I -ites, como la hallamos en las
formaci o nes dol tipo Neapolitarul$, etc.
Por último, la misma fonética confirma la tesis de \Vackernagel;
porque no se comprende bien cómo una generalización del sufijo
lalino-griego en -itollllS ( = ¡tes + -onus) haya pod-ido dar jaccela",IS,
UllsctarlllS, bastctaul/s, bergistatll/s, ces5etanus, con vocal -c- o sin
vocod. de forma ción más antigua según lo dich o, en vez de conservar
~ a vocal propia del nombre (que incluso tie ne a veces -j-), o sustituirla siem pre por la -i- usual interior latina. Y como Cfie fonetismo
con -i- es el norma'] de las formaciones hispánicas más recientes y
de la zona de Cerdeña más intensamente romanizada, en pr ueba de
que las formaciones con -c- son más an tiguas y se crea ron en un
medio propio de sufijo -tat11ls, cuya vocal de un ión podía v:lriar.
Pero el argumento definitivo en favor de la tesis de Wackernagel
es 'la ¡presencia en ibérico de este mismo sufijo documentado con igual
va lo r.
El SI/fijo taue de las irl5c ripciolles ibéricas.
Habla de Cite sufijo Caro Baroja (B R A E, 1946, pág. 184), :1
quien form :ts como tolitane de los vasos de Liria, y con dudas los
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J . ALVAREZ DELGADO
nombres TamlcKaldmlis, Tarmcpaeseri ... , ci tados po r G ó mez More.
no, le parecen el modelo del sufijo - l amlS medi te rrán eo de Wacker.
n3gc!. Pero Ires puntos no son adm isibles; pues los vasos de Liria
no dicen ,olelallc ni to/ilall i, sino toli rbita"c como [ee Gómcz Moreno (M isceláneas, 1948, pág. 52); tampoco loletalli, derivado de
TolctU111 , puede considerarse como sufi jado en -tan; sino, según
dijimos, con el simple y la lino -011;; ni los nombres como T annepacseri, y dl del caudillo tu rdetano A ttentleS, salvo error o rtográfico,
per tenecen a esta serie, ya que el elemento cstudi3do tanto en los
sufi jados en -to"i, como en 'las formas ibéricas y latinas análogas.
apa rece siempre sin gc minación. Pero es justo ver con Caro Baraja
en el owmbet(we, tolirbitall¡ )' be' ll:bclaflcr, de Liria. el mi smo
su fij o -ta,,~ de nuestros derivados del tipo Basteto?! i.
Precisamente hall amos un compuesto de igua l carácter en el
texto de la inscripción de Santa Pe rpetu a de la Moguda que, siguien.
do la lectura y trascripción de Gómez Moreno (o. c. pág. 38), a
nuestro ver más com pleta y justificada que la de Tovar (B R A E
1946, pág. 39), y del todo confo rme al texto reproducido en AmpII.
Tras (11, 1940, 174), trascribimos así:
BASCONES OBAINTANES EBANEN :
AURUN ING ICA ORDIN SEIG ICA:
SIBAITIN .
Nosotros creemos qUe esta inscripción sc rcfiere a una decla·
ración de poblaciones subsi diarias o estipendiarias; y basándonod,
por su primer elemento, cn relaciones con palabras vascas, la traducimos como .sigue:
VASCONES PR INC IPES CIVI TATIS FllCERUNT:
AURUN INGICA STIPENDlARIA SEIGICAE:
RECOGNOVIT (o .E RUNl1.
Esto es: «Los Vascones príncipes de la ciudad lo hicieron. Auruni ngica es estipendiada de Seigica. Lo reconocieron».
No afecta a nuestro presente problema el est udio de su final, y
sólo nos dctendremos en el .principio donde se halla c~ elemento
-ta'~e en cues tión.
No creemos en absoluto en el valor «piedra» que a la forma
ehaflen da T ovar en su citado trabajo del Boletín de la R eal Academia E spmiOla; por lo demás a;tamos seguros Que, bien de igua l
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LA FALSA ECUACION MASS IENI-BASTETANI
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raíz primaria Que ban «piedra., bien deolra distinta, hay en bereber
y líbico (y también en ibérico) un verbo han )' Que significa «edifi car..,
«erigir. , «hacer. al Que pertenece nuestra presenle fo rma y de cuyo
derivado COpiO a través del :írabe viene el español adobe; y bien
distintos a IIU vez son e~ radica l taha «piedra. guanche y bereber, y
el radica l b-II «hi jo» común al egi pcio , al sumcrio y al grupo scmítico. De ellos !ralamos en un estudio de próx ima publicació n.
El obaitl de 'la segunda voz de .la estela podría ser un puro ele.
mento toponím ico designado r de ciudad , Que encontramos preSCnle
en olros nombres de poblaciones ibéri cas, co mo Oblllco, Maill oha,
Qlloba; pero también puede es lar relacionado con el vascuence
aba {(m ~,j o r. y su sufijo superlativo -cn; en cuyo caso obMII equivale
a optimates, selliores, principes ; y obaintan cs debe traduci rse po r
optimatcs ciucs, pri1lCipes ciuitutis, o cosa simi lar. De donde la equivalencia dcl sufijo ibérico -tones con el lat ino ·talli rcsulta indudable,
sobre el valor asignado a las voces dc esta estela.
Pero Queremos avanzar todavía un paso m:ís, a fin de hallar r:1
va lor preciso de este elemento y su posible campo.
S entido primado del su fijo ta,~j .
. Al co mbatir Schuchardt en Glotta yen Die I/ herische Deklinatiotl
la tesis de Philipon y la explicación de W ackernagel sobre e l carácter
ibérico o mediterráneo del sufijo en -toni; señala que en las grabaciones mo neta les solo aparecen .4 flsesecn, T~ai"Cscctl. .. y no A I/JetatlL . de 'l o que deduce Que esta última forma ción no refteja nada indígena.
Tal es, como vimos, lambién la ·opinió n de Berthelot, y la de
Castro Guisasola (El Enig ma del VasClf c?lce ... pág. 103), quien siguiendo su co noci da tesis de indoeuropeísmo del Vascuence, supone
que ol.8ufij o -(t)ar de éste es el mismo - (t)QfIllS del latín, con igual
-t- unitiva e n Bilbo -toar «bilbaíno» ... que en Gadi+atll/s, etc ... .
ContT:! t;ll es errores podemos afirmar, con toda segu ridad por
lo dicho, Que junto al sufijo indeuropeo -ut/I/s s610 o soldado ...
fo rmaciones heléni cas en -tcs (como NcaPolitcs); existe otro sufijQ
hispanolatino en -taIllIS, y con vocal de unión - ctatlll S o -jtalll/J.
Decimos que es hispanolalino porque aparece muy prodigado en
España .po r los escrito res ro manos, aunque en menor escala se registra también en Cerdeña y Sicilia, de igua l· sustrato ibérico, y en
el no rte de .Africa; todo lo cual nos asegura el predominio hisp;Ínico
o ibérico de su empleo y su ,propagación por los romanos Que ha-
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J. ALVAREZ DELGADO
li aro n en él una cómoda designación de pueblos subsidiarios de un
centro.
Una vez creado y generalIzado el tipo, y confundido con las olras
fOrmaciohcs grecolatinas en -O IlUS y en -i!cs+ arlus (como Lase ll ta1lllS, NcapolitallllS. T olctanus ... ) los derivados en -tatl/U p35aron
:1 designar en general .\0 perteneciente a un pueblo o territorio •.
Así de Lami"iuI/I se dijo Lami"itall¡ y luego ager Lami"itallrlS. Mas
no era éste su matiz origina rio. sino creemos seguro que la fo rma
-la'lIlS tenía valor equivalente a «ciudadano. o .h:lbitanle.; y pasó
~ lIcgo a tener puro va lo r sufijal por haberse desgastado en ese frecuente proced imiento de composición de palabras, aunque en oca·
siones se la encuentra todavía con su empico autónomo y orignario.
Porque a nuestro juicio este sufijo, -to"I/S es ,Ja misma voz que
aparece en el compuesto etrusco 'Ut-tenía = 1'etrtí-polis, estudiado
por Kretschmer, Blumenthal y Schwyzer (19), y que se explica por
el etrusco JIII/" = «'h , y tonjo = «ciudad», con el cambio jónico de
al !,1 en heta ya indicado; y que también aparece en el nomb re de
la isla de Ti" os, que Hlumenlh :!1 señal a como equiva lente a .ci udad.
extendido luego a la pequeñ a isla cnter:! . La falta de este elemento
en otras voces etruscas explicase por la repugnancia de aquel idioma
a la composic ió n de voces, que justifica también 1.. escasez de compuestos en latín, por lo que no debían ser frecuentes ni normalCi
fo rm as de sim ilar estructura.
Pero esta co ncordant-'ia explica bien que los nombres ibéricos en
-lmIllS, por eSe preciso matiz «ciudadano o habitante. , h:1fl podidü
coincidir semánticamente, aparte de su fo netismo, con las fo rmaciones de sufijo grecolatino en -jtOflll S ( = ¡tes + alllls) .. dhericl o
a tOpÓnimos, indica ndo nombres de pueblo o perso nas. Pero .. su
vez, con cito creemos probado do un golpe: que el sufijo ibérico
· IOIIIIS es totalm ente distinto del latino y griego -a ,,"s; y que np
puede cxplic:lrse, ni él ni su homólogo V:lseo, po r medio de un:! tunitiv:! o opentética sobre el otro. P o rque ademtJs de ser radi e••1
la -1- en el indicado nombre tania, es también indudable que la tiene
e[ sufijo -tall es ibérico Que emplearon [os vascos grabadores de la
estela de Moguda. y los iberos de los vasos de Liria.
El valor preciso del sufipo -to,li es po r consiguiente «h:l bitanIC t
o «poblador.; y así Bastilall-i serán «pobladores de Ilasti., como
(19) KRETSCHMER: "C;Iotta", xm, pI&g. 115. BLUMENTHAL : " Kilo".
XXV, pag. 32. SCHWYZER: "Griechl.sche Grarnmatllr. ... Munlch, 1934, pe. 62.
_ 280_
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LA FALSA ECUACION MASSIENI-BASTETANI
19
CaditaJli . habitanles de G ades.,' y l accetani . pobladores de Jaca.,
ele. ; si bien unas pocas formas como A Quilani y L mitall; debieron
lener el .primario valor determinativo de . pobladores Lusos., cte. ,
empleado Quizá primero en Lusitallía ... Que en 106 ad jelivos.
y aquí está la razón de Que los monela les digan AIISCskcPl, Unti·
cescen, Urcescell, Laie!!ccII .... ; po rque se refiere a . moneda de Au&0 ... cte. y no a «pobladores .. , sentido Que exigiría el empleo de
tallC!!.
El rallicol talle!! ell I bcria y en el M e·diterráll eo.
H ablamos ya de la prese ncia de esta voz en Etruria y en el
nombre de la isla de Tc,los o T ano . E ll o nos lleva a rebeio nar esta
voz con el segundo com ponen te de varios topóni mos de la ' zon:1
norle de Asia Mellar y de la región rrigio-Iracia como Adromc tle·
noi,
Sarsctellé, 'Skc/elltcué, a 1
05 que hay Que añad ir los
radicales de los cit ados .por Fouché (20) en los Balcanes, Grecia e
h alia : Atcll é, Atctlío, Atina ... que relaciona con el ibérico Atana·
grum, cosa no segu ra, porque el grupo de voces relacion:Hblt con
la famosa Ton ogrq griega tiene "Su inicial a breve y desconocemos
la de la voz: ibérica.
Es pues probab le al ca rácter mediterráneo de -to/lr . poblador.. ,
oisti nto dd sufijo indeu ro peo -a,~os, ya que hallamo!. ese radic:1 1
docu mentado desdo Asia Menor hasla Iberia; pero al menos cs
segu ra su existencia en ibérico y de H ispania lo tom :lfon y gen.:raliza ron ~os ·romanos co mo sufijo designador de .puebl os.. o . habi·
lantes..
Además de haber hallado sufi jado ese rad ical en el ibérico (t/'ui,, tonc!!, ocum bclfme, ele., creemos Que exist ió como pr im er elemen!u
e n e l nomb re 'J'a n.lIsía de la cc<:a ibérica núm. 31 de Vives, igl.lalrncntec itada po r Hübner (MU. ¡pág. 96) yen la ceca lat ina núm . 18
de las ibcro-roman,ls de; Il a Bél ica de Vives, que lodos suelen leer
TUF1l IlSicIIS , y quo como sospec hó Hübner (loe. cit.) dehe leerse
TIJ/I/IS;cns(c); porque en Jos ejempl ares conocidos aparecen enla.
zados los tres signos ANV. ¡preslándose a mú11iples lect uras; pero
la Que dam os está gara nt iz3da por la ceca ibérica , Que contribuye
a 3cent uar el carácter hispano de este elemenl o. T otlllsio .población.
(20) P. FOUCHE: " A propos de l'or1gine c1u Basqueo
"
suplemento al tomo V, 1943, pAgo 55.
-281-
llPud "Emerlta... ,
[page-n-282]
20
J. ALVAREZ DF.LGADO
es pues, uno de los muchos to pónimos en -lisa repartidos en H is¡pania de que habl a García Bellido (Arch. Esp. de Arqueología, 41,
1940) , y pudo fo rmarse sobre Iones ep obl:ldorch co mo Ma urllSia
sobre !t1ourIIs «moro, moreno, negro»; o sobre ~ tOflja tCll ia que
registran las citadas formas etruscas y mino rasiálicas.
•••
Co nfi amos haber dejado bien comprobados en J:¡s páginas precedenles el o rigen, ca rácter y matices de I:I S forma s Massielli y /Jastetal)j y sus elem entos; y bi,c n sen tado su valor do nombres forjad os
sobre 108 topó nimos Masna y Basti, que en modo alguno se puede
conside rar como designaciones rac ia les o culturales uniformes; .Isí
como establecido que los r~ dica l es de Mastia y -tUII¡ encierran el
sen tido genérico de «pobl ación» o «habitante», siendo el últ imo innegablemente ibérico.
. - :182 _
[page-n-283]
JUAN ALVAREZ DELGADO
(TellS"lle)
La fal!.a ecuación Massieni-Bastetani
y lo!. nombre!> en -tani
El prolttema
El Dr. Sc hultcn (1) tilda de error noto rio la identificación de
Massietli y Bastcta,,¡ basado en la distinción real de las poblaciones
Mustia y Basti. Aunque no [o cita , parece aludir a André Bcrthclot,
Quien da como probable tal identificación en su edición de Avicno
(2) donde sienta varias tesis opuestas a las ideas de Schu ltcn sobre
la misma obnl (3).
El tema merece nuevo estudio ante lo inco nsiStenle del argumento del Dr. Schu ltcn. Porque si bien el Cmpla7.3miento de amb:u;
ciudades esté gcográficarncnle muy ·Iejos. los partidarios de la tesis
de Bertchelot adm it en Que ci udadanos dependientes de la destruid:.
Mastia, fundarOn en el intcrior ot ra población de igual nombre, que
po r la fonéliea de la regi6n o por su tr:tnsformación en labios
(1 ) A. S CHULTEN : "Tart,eS(lO/l", 2.' edi. Madrid, 1945, pAgo 207. ",En vLst.ade
que también los MastlenlJ6 habitaban la casta merldlonal y 101> nombres de
Bastetanos y Mastlenos son semejantes. .se ha Querido l~nuncar ambaa tribus'
pero es lIn error, pUe!to que sus capitales Ba.stl y Mastla son dllerent.es y d1s~
tantes. n
,
( 2) A. BER:rHELOT : "Festus Avienus.-Ora MarIUma". Parts, 1934. " Le
gros des Masslenes habltaJt au no(d ~est; leur nom f'OlJIaln Ba6tetanl s'elq)lIque
par la mutaUon de M en B et l'a.ddltiOn de la finale latlne "tan! .. Qul fut ap.pllqu6e de meme a beaucoup de peup'es espagnolJ: Orelta: Oretanl... Notons
Que cett.e tinaJe en .. tan!" ne se trouve jamals ehC7: Avlenus, paree que d'orlgl)le trop rlX:ente ...
(3) A. SCHULTEN : " Fontes H lspaniae Antlquae". Fase. 1, "Avieno: ora
Maritlma n , Barcelona, 1922.
•
-
263_
[page-n-264]
2
J. ALVARF.Z DELGADO
romanos se pronunció Basti en vez de Mastia. Igual que Cartagena,
fundació n de Púnicos sobre el solar de 13 vieja Mastia, no conservó
su no mbre cartagi nés Kart-hadasal, ni su equivalente griego, sino
Que lomó la fOrma romana de Cortllago Nova.
Tal explicación podía también apoya rse, como sugiere Bcrthcl o t.
de un lado en la estrecha semeja nza formal de ambos nombres, y
de otro en el hecho de Que ambas denominaciones y hegemonías
aparecen una después de otra , como si una f:l se política y cultural
uniforme hubiera tenido su cabeza en ambas ciudades sucesivamente.
Explicación a que no ,puede fácilmente escapar Schullen, por hacer
(o. c. p. 2(6) de los rnasticnos una tribu ibérica extendida desde
Málaga a Cartagena, como si tal nombre. escondiera una unidad
cultural y racial.
Pero ya Pericot (4), al estudiar el conjunto Mastienos-Bastetanos, seña ló las contradicciones entre las fuent es y la arqueología;
pues si ·lotO textos hablan de cierta unidad entre los pueblos sometidos a los Ma ssienos o Mastian08, luego reemplazada par la hegl!JTlQnía de 'los Bastetanos aparece una múltiple variedad arqueológica
y cultural en los pueblos de esta zona. Y a Bosch Gimpcra le parece
que el nombre de Maslienos debe ser un nombre colectivo cual el de
iberos, como si se hubiera superpuesto el nombre de una tribu a
todas las de un amplio sector.
Nosotros creemos que la solución es ésta: en ambos casotO el
nombre de una ciudad, como ya apuntó Schulten. pasa a scr denominaci ón genérica de los pobladores de un sector más amp lio. Pero
ni Massien¡ ni Bastetani son nombres tribales indígenas, sino étnicos
derivados de topónimos por el concepto griego y romano de polis .
nacido de! predominio de capitalidad, que a taJes ciudades dieron
ciertas circunstancias.
Para com probarlo y resolver ~os distintos :l:spectos del problema.
vamos a realizar el examen lingüístico de estas palabras y de sus
referencias; y aclaradas en las siguicntC5 páginas las diversas grafías
y sustitución de voces; y referidos de ,paso 108 distintos radicales y
sufijos a SUs respectivos mundos lingüísticos, culturales y raCiales;
creemos dejar e-xplicadas C$as atribuciones y puestas de acuerdo ,]a
arqueología y .Ja historia con la lingüística .
(4) 1.. PERIOOT: "Historia de Espa...da", tomo l . Inal Oallach, Baroelona,
UH2, pág. 426.
-26<-
[page-n-265]
LA FAI.SA ECUACION MASS IEN I-BASTETANI
3
La ¡otlética de Massier¡i
Así escribe Avieno, como p uede verse en las citadas ediciones
de Schulten y Berthelot y en el Monumento Lingllae l bericae de
H übner (5), es ta forma adjetiva, Que aplica lo mismo a los habitantcs
Que al mar y a la ciudad por eUos dominados; diciendo Itrbs Massiena, mass if>lult1l aeql101' y wossicni. Esta grafía de aspecto totalmente heleno .no la haUamOll registrada en ni ngún otro au to r griego
conocido; pues Hecatc:1O y Artemidoro escribif\fOn Mastirlloi, mien_
tr:lS Polibio y H crodoro consigna ron. Mas/ia y Mastiatloi, va riantes
todas eUras recogidas po r Esteban de Bizanc io, que respetó la o rtogra fí :l de sus distint:ls fuentes. La variante Mass1a y Massiarj,Qi de
Toopo mpo , más oscura, debe explica rse sob re fuen tes cehizantes.
como en Avieno, con el vocalismo dórico típico del medio espartanizan te en que sabemos vivió este escritor.
L:l grafía de Avieno p resenta dos caracteres foné ticos: jonismo
en h e por a del sufijo y celtismo en la -ss- por -st- dell radical. Esto
pa rece co nfi rmar la tC6is de Schulten. al menos en parle, o soo que
Avieno amplió un periplo griego masa liota, o lOmó sus datos geográficos a textos redactados .por griegm de MarseJJra o usuariOfi de
un dia lec to jónico muy ceItizado; bien fuera el EuthymenC6 Que
él pretende, bien otro escritor anterior al siglo V a. e .. época a que
se refiere gran parte de la in'formación de Avieno, como reconoce
hasta el. mismo Berthclot (o. c., pág. 1 39~ . Para comprobarlo vamos
a estudia r separadamen te ·Ios tres elementos de aquell a voz: el su fijo, el tratamiento consonántico del grupo interior de MaJtia, y este
mismo nombre de ciudad.
El sl/jtjo.
L,I ley fonéti ca .por la que (-] jó nico.á tico ofrecía :e- en vez de :a.
la rga. ,p rimitiva, dejó de actuar en griego desde la época de Dar ía
(este nombre del rey pcrsa no ca mbió su alfa larga en el griego de
J enofontc, mien tras antes lo hiciera el nombre de -os Medas), pero
l
hubo en variOfi dialectos vacilación (6), y de seguro sufijos como
(5) AdemA.s de los tell'tos citados de Schult.en, Berlhelot y HlIbner, pUede
Yerse el &Ttkulo
pé¡1na 83.
-260-
[page-n-266]
4
J. ALVAREZ DEI.GADO
por su abundante empico y su especia1 carácter mantuvieron
este vocalismo hasla época muy posterior en Quienes m:mcjab:m textos precedentes. Por lal motivo conserV3ron las formas Massic/Joí y
Mas{j(fJ oí escritores griegos de la época romana (7) . Este origen seguro del sufijo jónico -cuos de MassicI¡J / Masticni, está plenamente
comprobado ,por las forma s paralelas MaSlia ,,¡ / Mastia"r, dadas precisa mente por Polibio, el único histori ador griego, Que estuvo largamente en España en contacto con los inmediatos usuarios de aquella
voz, y Que debió estar mejo r informado que nadie sobre su verdadero carácter. Estas ga rantizan el origen indcuropeo de ese sufijo
·anos > ·enos y no per miten explicarlo en Massíelli, como derivado
dd primitivo sufi jo Jibioibe ro en -en, Que si es frecuente en la
toponimia hi spana (8), no es admisible aqui por esa clara serie de
formas sufi jales greco-latinas.
Debemos, pues, considerar la oposición entre Mastie"¡ y Mostia"i. como diferencia dialectal ca racterística entre el dialecto jónico
de Hccateo de Mileto de Quien deriva la primera. y 10s dem{¡s dialedos griegos incluida la koiné. lengua de Polibio, Que registró la
segun da . Aunque lingüísticamente la forma primitiva es Mastiou oi.
siendo la docu mentada en Avieno y Hecateo su variante jónica; el
sufijo de 1a voz es puramente heleno y la lino, y sólo perlenece a la
¡población hispana del sector el sustantivo radical MQstia. nombre
de la ciudad .
*1;110$
El grupo inlen"or.
El Dr. Schulten (o. c. pág. 2(6) e:cplica la oposiclon Mastia:
Muss ia por una sencilla asimilación, ci tando cOmo forma pareja e l
OssisntU por O stilllllii (sin advertir Que también hay aqu.í diferente
sufijo) y cal ifica la palabra radical Mustia como 'Ii bio-ibera por su
semeianz:1 con ciertos topónimos africanos y sin aira pr ueba .
El ,problema nos ¡parcce mucho ·más complejo. Pues no cabe
suponcr, .partiendo de Mastia (forma primitiva indiscutible y por
todos admjtida), que la asimilación se produjera en labios hisP;Inos, ya Q.ue mucho m~s tarde de la fuente de Avieno y TeopOrnpo ,
Que traen -$5- interior reaparecen las formas con -sf... e n Pdlibio y
I
('7) En nuestro estucHo sobre Iberia creemos demostrar igulllmente que ei
gr. -Iberos" sobre el Iberov8.'lCO -¡bu·' debe su ronetlslno a la primltln desIg·
nación Jonla en Hecateo y Jos Fooense6, Igual que en ot.ro.s topón1mos de Aviene.
(8) V. MENENDEZ PIDAL : "El sutUo -en, su dlr¡aloo en la onOllluttca
hispana" Dnérlta, 1940, pág. 34, y CARO BAROJ'A : .. Materiales para una
historia de la lengua. ,·asea", pág. 209.
-""-
[page-n-267]
LA FAI.5A ECUACI ON MASSIENI-BASTIITAN I
5
Esteban de Bizancio. Tampoco puede darse csa asimilación como
fenómeno gener.. l de griegos o romanos sobre la hisp~nica Mmrtia;
IPo rQue el griego, el latín y el español co nservan normalmente el
grupo interiOr -sto, Quedaría además sin explic.. r Que las fuentes
en tal evolución conserven o alteren un poco al capricho y contemporánoamcnte aquel primitivo grupo consonántico.
La cxacta oxplicación del hecho se hall .. en QUe la fuente de
Avieno es un galo-griego, esto es un usuario de lengua griega fuertemente cel!izada. La evolución del grupo -st- en -ss- o un fonema
¡parecido 9uc podía cscriljirse así, es un hecho positivamente celta
y bien atestiguado en este medio. Pues ya H older (Alkelli.tcltcr
SpracllSclwt :, s. D.) y otros celtistas como Dott in, D' Arbois y Peder.sen, adv·irtic.ron que en caltico existía una espiran te dental cUY:1 arl icu l:lción tení:l un tr:1t:1miento especial, y de este fenómeno hab ló e l
mismo Schulten (o. c. pág. 34), si bien a p ropósito de T:1rtessoil.
E sta dental ll amada tIta" gafliC/l m, al udida en el Catalepton segú n
T enney Fmnk (9), era un sonido muy cercano a -ds-, -sd- o -ss-,
según advierte Loth (lO) y vadlaba en su trascripci6n representándose
con los signos -D, TH o @ y con lo.s grupos consonánticos _
sto, -sd-,
-ds-, -ss- y -dd-.
S610 este carácter celta de la fuente de AVi,eno puede explica r
bien la diferencia gráfica de su Massierli con el Masti eno.i de H ccaleo
de Mileto, Quien por ser igualmente jon io emp lea igual voca'lismo
en el sufijo -ellO;, pero guarda el gr upo consonántico -st- o riginario
de la voz, trascrito por la silbante doble -ss_ cn la fonética masaliota
de Avieno.
Es tos dos seguros caracteres -l ingüísticos de J:¡ voz nos prueban
que en la éPOCll de aquellas fuentes, o de las navegaciones masaliótas
de l siglo VI, el Iwmbrc de Massicr¡j no era designaci6n rati:ll de
una tribu ibérica, lI am:lda así por los ind ígenas hispanos: sino un
nombre político forjado p or medio de un sufijo helénico propio
sob re el topónimo hispano Mastia, y extendido conforme a la ideo~ogía política de los griegos a fodos los pueblos y tribus de aquel
amplio sector, m:ís o menos dominados por la polis de este nombre.
y descon ocidos en detalle para los autores de Perip l9s, visitadores
exclusivos de la costa. Cosa del todo segu ra, aunque Avieno no
rellenara con su fanta sía la escasez de datos relalivos a los pucbl09 del
el. " American JournaJ 01 PhlloJogy ". 1935, .pá.;. 2M.
(10) er. "nevue Archéologique" Parls, 1922. pAgo 108.
(9)
- 267-
[page-n-268]
6
J. ALVAREZ DELGADO
interior, Que su fuente te ndría, y hasta clC.tendiera aquellas info rma-
ciones más allá de su intcnción,
Ro/Dejancs forma les de Mostia.
Es S{lgu r O Que Mastia es el nombre hispano del poblado anterior
al comercio griego y a la co lo nización púnica de la zona cartagenera.
Pero ·Ias voces de análoga efifruclura recogidas en ed ¡\I/olI/mlllta
de H übncr : Mas onsa ceca, Mostraba/a o Mastramcla poblado de
la Narbonefi3, Afoscutills y MlIstarus nombres de persona, se hall:Ln
bastante :rlcjados de nuestro IOpónif!l0' como diremos a propósito
de los no mbres Hbicos análogos, y ta mpoco facili tan su eti mo logía.
Algunos escritores le da n cadcter ·líbico o libio· ibero. y Sc llU lt cn
(o. c. pág. 2(6) rccoge como para1elos t,o mados a Pape (W6rtcrbucll
deT gricchischen Eigennametl): Mastc (ciudad y monte en Afriea),
Mastitai, MasUnas y Mastigas (nombres de persona). Masmli, Massacsl/~¡' y Ma csscscs (nombres de tribus de ACrica y la última de Jaén).
Don Antonio Beltrán (3rt. C'il. pág. 299) cree que d nombre de
Alastia es antiguo e indígena, y «seguramente tartesio» par estar
¡ncluído dentro de su dominio yen· relación con las tribus de TartesSQs.
Pero la tesis de Schulten encierra una parte de verdad, aunque
no todas 6US aproximaciones sean exactas , ni di6 de ella pruebas
sólidas.
Porque no PUe.clUl darse como ·de un mismo tronco tode. los nomo
bres con inicial mas-; aunque así 10 hicieran también Rerthelot (o. c.
pág. 97) y GcorgC1l Ma rcy en un trabajo (ll), que por [a especialidad
berL-ber de la revista en que se publ icó ha ,pod ido escapar a ios
investigadores hispá nicos. En ese artícu lo recoge M:u-cy muchos
nombres líbicos de prefijo Mar, COmo Massinissa, Masintha, Mas siva, Massugrada, Maslanabal, Mastancsoslu, Mau ilollj, Massilol/t,
Massi/kat (tomad06 a Stépha n Gscl l : H isloirc de I'Afriquc a"ciet/nc, V II , pág. 301 y I V, 174); Mascal, Mascavar, Masfe/lIs , MasgiviII1IS (:11 HIII/. (le la Soco GéograplL O rán, 1932, pág. 413), y ot roS
q ue dta en su estudio sobre lOs Nasamotlcs ( = Masamo"cs o Mesama nes de Livio , esto es Mas-Anlmo?1 = «desccndientcs de Am6n»),
(11) O . MARCY; "Quek¡ues InscrlptlQns lyblques de Tunlsle", apud "Hesp6ria", afio 1938, pAgo 294 y 295, prlndpalmente. También trató de nombm 11bk:os con "mas-" A. 'I'OVAR· en "Bol del Sem. Arte Y Arqueología", Valladolid, 19n.
-268-
[page-n-269]
7
LA PALSA ECUAC ION MASSIENI-RASTETANI
y 1 no mbrc", 'líbicos antiguos Mas-T ya, de la estela 16 (a rt. cit.,
08
pág. 323) y el de la Dedicatoria de Dugga (a. c. pág. 352 y 359) que
él trascribe MtsbJ. Este último precisamente 10 voca lizamos nosot rOfl Mas/abal, alternante con Mastanabal de 8alu5tio (llIg. S, 6).
Po rque el signo líbico [ Que Marcy trascribe en sus e¡tudios por
elemento radical mast- es distinto del de Massíníssa, Massiva, Massll /i,
-15· o -ds-', represe nta una ahicada dental ensordecida y eQuiva lente a ambos tratamientos ts y st, como lo prueba la citada torma de
8al ustio, quo se refiere, como la inscripción de Dugga, a príncipes
contemporánEos de Massi nissa o Masinisa, ,p ues no es seguro que
deba escribirse co n geminada.
Podríamos aumentar e¡ta lista de no mbres de lugon y de persona
con tal grupo inicial; pero son és.tas suficientC5 para exponer con
claridad nuestro punto de vista.
No creemos que 1 nombres que empiezan con Mast-, como
06
Mastanabal, Ma stanesosus, Maslabal, Mastigas, Mastites... y nuestra
Ma stía, la Masto africana y la Mastinax de Cartago, pertenezcan .al
mismo grupo morfológico y semántico de nombre¡ simplemente
encabezados con mos- seguido de o tro componen te. En estos Úiltim08
(comp. MasamoPles, Mas-Tya , Masgívinlls ... ) acertó a ver Marc)'
(o. c. pág. 295 n.) térm inos expresivos de parentesco amplio o dependencia triba l, indicadores de generación materna (12).
Las razo nes para establecer esta sepa raci6n son las siguienles :
En formas como Masta, Mas/abal ( = Masta- baal.diOfl de Malta:.) y
por la evidencia d~ 1 sufijo e n Ma slia, Mastites, · MaslitaPli, Masti"a.l',
Masta1J¡Qbal, MastoHesosus ... , no podemos explica r su fo rmación por
el prefijo tIIOS- con sen tido de parentesco. Por otra parte, además
de que algún caso como Mastigas, ¡puede tener relación directa COIl
el griego Mastix )' no con no mbres líbicos; se ve cla ra mente que su
elemento f!ld ical mast- es distinto del de Massinissa, Massívo, MauuN,
Ma sgi1!i1lZ/S, MasCfltills ... Porque si algunos ofrecen ·ss·, no deriva
de -st- la geminada de estas formas, Que es puramente expresiva dc.l
valo r líbico sordo, fuerte o enfático de la sistallte núm ida, d ivorsa
de las silbantes griegas y latinas. Y tampoco puede suponerse un
tratamiento análogo al de Massieni I Mastie"i, porque no se justifica
(12) El vilJor l.ibk:o de "mas" " ,hIJo de" en parentesco amplio o matrlo.rcllJ
a.pa.rece garantizado por el radical ~ " m 5" = oopto Me "engendnu"",
"edar .hIjOs", que MARCY apro~ al tuareg "wnas", t"mes" "tener por cua-
Jldlld esencial" o ser de igual lamIDa. Pero el tuare¡ " urnas" debe pertenecer
4\
la misma serie
det vasc. "ume" "cria,
.hIJO",
.-.~
-
2611-
hbpéniOO
"Salus
Urnerltana",
[page-n-270]
8
J . ALVAREZ Uf.LGAOO
en esta zona un fORetismo céltico. y coexisten Olras fo rmas contemp oráneas de grupo _sto con toda seguridad , hasta época posterio r
a la documentació n de Massu!¡ y J'¡.fassiva ,por ejemplo.
Aparecen también en tras m undos, cultu ral y lingüísticamente
apartados, fo rmas con radicales parecidos :1 los dos señalados. Así
de una parte, Sto hallan Massagelas o Massic)'tcs, pueblo de Licia,
Masso/a, ciudad de Arabia , Massicus mo nte de Italia, además de las
conocidas Mauolia y MassiNa ( = M:mc lla). y de otra, registr amOR
Mastyo ciudad de Paflagonia, Mastllsia monle de Asia. Ma5l tlllTO
ciudad de Licia, ci tados todos por Plinio, y el primitivo no mbre de
Servio Tulio Mas/ama decariictcr etr usco. Pero cabe dudar si" algun:!
.de esas ' formas tiene relació n sem.íntica y origin:uia co n 'las series
ci tadas hispano-africanas, o se trata de meros ho mófonos.
Así nos parece q uc e l no mbre de la hispa na Mastta sólo pued e
relaciona rse indud ablemen te con las afr icanas Masta y Masti11tlx O
M astomJ.l: (y sus derivados y compuestos Mastabal, l!1astites, Mas/anabal y IUast a,~e.l:Os"s).
..
Los historiadOres de Ca rrago, como Church y Mcltzcr (13) igual
Que Stéphcn GselJ y 1as antiguas fuente s (Justino, cte.) señal an
que los cristi:mos Justa época muy tardía ll amaron MastintJX la zona
de -la vicia Byrsa, y recuerd an que d ura nte mucho tiempo los pri.
mitivos púnicos pagaron tributo de ocupación del territorio a 10&
Mastit cs O libios pobladores de la zona en Que Ilos cO'lono& de Tiro
asentaron la cuna de !la gran Canago. Esta Masta , Mastia, Masttma:r
o M aslillax de l Túnéz .primitivo, debe ser igual nomb re Que el de la
Mastin ibérica, QUe un pueblo de lengua análoga al afri cano fund ard
al otro lado del mar.
Esto no es nada ext raño, porque la histo ria y la arqueología, no
sólo seña lan penetraciones afric:mas desde la prehistoria en ~a zona
Levantina de Iberia, sino también la exis tencia de culturas mixtas
ibero-ma uritanas. Y así pudo ocu rrir, bien que la Mastia ibérica
fuera una antigua colo nia libia fundada por los Mastites de Cartago;
bien que es tablccie r:m ambas ciudades pueblos de lenguaje igual o
parien te, dándoles un mismo nombre común a su carácter.
Veremos Que esta interpretac ión tiene su fundamento en 1:1 li ngüística de la palabra.
(13) A. J . CHURCH : "Historia de Cart.ago" (trn.d. de F. OOn~ez, Madrid,
1889). O'ITO MELTZER: "Oeschkhte der KarUl"Ger '·. Berlln. Weldmann, 1913.
- 270 _
[page-n-271]
LA FAI.SA F..cUACION MASSIENI-BASTETANI
9
ElimoJ.ogía de Mastia.
A primera vista la est ruct ura de Mastio ofrece aspecto adjetivo,
;por su opos ición a o tros finales ibéricos de las fuentes romanas como
]JoSf;, Saitabi, /fi ci, Tu cti ... Esto nos llevaría a explica r el nombro
po r algún producto mercantilizado por griegos y 'enicios que
design ase como epíteto a da ciudad de su emporio.
Así podría intentarse su relación con no mbrl$ comunes como el
gr. Masli.r «cuerda , látigo» pensando en la Carthago Spartaría de los
romanos; con el vasco mast; «viñedoJl producto bien conocido de la
Esp:liia anligua; con el lato mastix «almáciga» o r.csina comercial o
con lIIastruca «ves tido de picles)). Pero ninguna de eSlas aproximacio nes deja de ser aventurada, ofrecién dOse como to t:rlmcnte InJUS'
tificadas li ngüística y cu ltural mente sob re los datos Que nos sumi.
nistran las fucnlos.
•.
Para nOSOlrOS el valor etimológico de 1:1 pa labra y a la vez
la correpondcncia bispano-africana Mastia: Masta y Mas/illax nos
la d:1 un hecho, q ue nos ext ra ña no hallar subrayado por escritores
anteriores.
Los traladistas convicncn en gc:nera-l (V . A. Beltrán: arto e. páginas 300 y 30l) que Mostia ex istía desde el sigl00 VI a. de C. por lo
menos y en el año 348 del tratado romano-cartaginés ),a pertenecía
ti Car lago, estando e mplazada en la actual Cartagena o sus inmediaciones. Para unos (Schuh en) fué dest ruida, y .pa ra otros (Ca rcía
Uell ido) simplemen te ampliad3 y absorbida la vieja pobl3ció n dent ro
de o!a ciudad púnica fundada po r Aníbal e-l 3ño 230 y que tomó d
nomb re de la metrópoli Kart· /¡·adasat. Convi rtióla luego en colonia
romana Escip ión el año 209 y se reformó por Césa r el 4I.
La tesis de G arcía Bell ido nos parece lotal mente segura, pues ni
Aníba l, a cuyo imperio perlenecía, .pudo ver dest ru ída la vieja
ci udad sino que d:1 amp lió para etltab'lccer e n ell a su gran cua rt el
por tener mejores cond ici ones que Akra Lcuke; ni Esópión la
destruyó lampoco, toda vez que Tito Livio (21, 22,S y 22, 20, 3) lo
hace llegar a Ca rtagena después de su toma desde Cádiz y tras la
ocupación de OinuS&a.
Hemos, pues, de admitir el hecho de que el nombre primitivo
de J\1ostia fué suuituído (como en la Masto o Ma5tilla,l' del solar de
CaTlaga ) po r el no mbre púnico. que los roma nos trascribieron Cart·
hago añadiendo el adjetivo Not'a para dislinguirla de h homóni ma
:lfricana_ Pero es precisamente este hecho el que hay que explica r :
por qué los cartaginenses , fundadores de mochas colonias en el Sur
-
211 _
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" JO
J. ALVAREZ DELGADO
de España s6lo a ésta de Mastia dieron el nombre de su p ropia
capital.
La razón del fenó meno es Que lo mismo en 1 africana Que en
..
la hispana. existía una ,población ind ígena: MastD o MasUQ , cuyo
no mbre precisamente significaba •.ciudad. o «población.; y por
ello en uno y otro caso los tirios y dos púnicos aplica ro n a la nueva
fund ación el nombre fenicio de K ~rt-},adll$at «ciudad nueva».
y efectivamente. la forma Mastia o Masto (Mastanax, Ma sl;tIa.\'" es un derivado por medio de sufi jo) dentro del mundo lingüístico libio o bereber tiene una cla ra eti mo logía. Ea frecuente en
cs las lenguas (l4) halla r nombres construídos COn el prefo rma Rl e
nJ - ; Y tenemos bien documentado el radical ezdcg (o e:tcg porque
la d interi or en das hablas relacionadas cs enfática y suena T sobre
todo Iras silba nte), Que con el se ntido «habitarll, «acampan conservan las habla¡ bereberes Nefusí, Zenda, Rhadamés y Marroquí,
por lo menos. De él derivan formas sustantivas como amcz da (y
amczdeq y parecidas) con d sent ido de «habitaciónll, «l ugar habitado. y «pob'lación. en el Guelaya de Marruecos y en Rh adamés pOr
ejemplo. Esta forma -líbica amezd~ o mazta es h base de la Ma sta
y Ma5tia de nuestras textos.
En conclusión; tenemos en Ma5ta , Mastinax y Mastia una segura
correspondencia libio~his pana, co n el sent ido de «poblado., y por
0110 en una y otra ribera del Mediterráneo al reedificarla o ampliarla
los ¡púnicos, conocedores del sentido indígena de (a voz, la titularo n
«ciudad nuava. = Kart/¡adasat = Carf/lago,
A 105 pobladores de la Ma stia hispa na ll amaro n los ma sa liotas
y griegos Massicllos, Mastienos y Mastiallos, aplicando este heleni.
zado sobrenombre a las tribus, mar y territorio colindante, T~ero
cuando la ciudad cambió de no mbre, co mo aquella denomi nación
no era étnica si no toponímica, perdida su base desapareció. Y los
romanos, Que nunca fueron muy mariner06, prefi rieron tener SU8
cen tros en poblaciones del interior, b.ien situadas y comunicadas
estratégica mente como Basti.
E ~ Proble ma complejo de
Bastelafli ,
Res uelto el problema de Massjeni nos queda el au n más com,plicado de Bastelan; o Bastitatli. Po rque si su comparación con Bas( 1" ) el, o. MARCY : "'Les 1nscripUons IJbyq ues bWl'IiUts de l'Alrique dU
Nord" , Pari!;. 1936, pA¡, 115 Y 124; LAOU8T : Slwa.. SOn Puier" , Pañs, 1932:
" Mots et eho8es berbéres ", Paris, 1920; Y " Cours de oberbére marooa.ln",
-212-
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LA FALSA ECUACION MASSI.ENT: BASTETANI
11
tul; nos garantiza la composición de Bastitani en Basli + lani, siendo
el primer co mpó nenle ellopónimo de esa forma y el segundo el sufijo
presente en numerosos compuC1>los de este tipo; tenemos que reso lver el valor do este enigmático segundo componente de que tanto
se ha escrito, hall.ar 'la diferenciación entre Bastetani y Bastl4fi, y
precisar -si ello es posible- la etimología de Bosti. Pero estos
problemas se presentan sobremanera oscuros y en parte insolubles;
como pueden comprobar los 'Iectores de las citadas obras de Schultcn
y Pericot y en l~ a Etn ología de la Pe,zJ"sl4{'(J I bérico, de Bosch
Gimpera .
Etimología de Basli.
Es comp letamente segura la identificación con la actual Baza (1 5)
de la Basti de los romanos (que emplaza el Itinerario de Antonino
en la vía del Pirineo a Caz lona, a 69 millas de Larca y a 25 do GU:IdiJ[o ·E I nombre actual deriva precisamente del antiguo mediante la
la feminiza ción Hostia, que ya aparece en latín en el nombre de la
M enlesa Hostia del propio It inerario y que se repitió en otros topónimos ibéricos co mo Játiba de Saelabi, B eja de Pacci, etc.
El nombre es ibérico indiscutiblemente, pues se encuen tra en
otros parajes de la Pen ínsula . Basli dan los signos ibéricOll de ia
ceca núm. 13 de ViVCi, que Ca ro Baraja (BRAE, 1941, pág. 223)
identifica con los Boss; de Tolomeo (11, 6, 10) con el ca mbio -ss:
por -st- de zona céltica, que vimos en Massieni, y situados indudablemente en la Tarraconense como grupo de los Castellanos de que
fo rman parte. Mateu Llopis (PiriJl C
se nos parece más al de otra ceca ibérica, la núm . 5 de Vives, que
leomos EI/sti. La ceca núm. 9S de Vives, que Caro Baraja (art . cit. )
da sin identificación, pero con probable pertenencia a la «trib u de
,los Bastetanos» leyéndola Bostul es dudosa como reconoce el
propio Vivetl, por ser copia de un as de Cástula y a e llo se añade que
el signo inicial está errado. Más dudosos pero al mismo radica'l deben
pertenecer 1 nombres de 'perso na Bastl/gitos del Bronce de Ascoli
06
y lJu stoguullitli re-gistrado por H übner (CIL, 11 ,6]44) y ya vcrcmQ6
e n un:1 inscripci6n ibéri ca Bastl,/aiacun. -
(15) MedWlte trat.am1entc hispano·t.rabe
-
273-
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J . ALVAREZ DELGADO
Es tos nombres pcnonale1l y el Bass; de Tolomoo (JI, 6, 70) rcla ·
tivo :1 un pueblo de la Tarraconense, invila ' " consider::Jr la voz
como nombre de tribu; pero el hecho de que aparezca a la vez en
la Tarraconense y en la Bética como nombre de poblaci6n, y su
misma estructura, nos asegura tratarse de un topónimo propio sin
dependencia personal.
Mas no nos atrevemos a lanzar hipótcsis algu na de interpreta·
ción etimológica de la palabra. que po r aparecer repetida en varios
lugares debe encerrar un no mbre común. Aunque el posible hall ar
radica les an:ílogos de valo r apropiado en vascuence u 0 lra8 hab']:I'
hispánicas (recuérdese vaCi. ba:::ta", baso, etc.), cstim3mOs aventurada cua lq uier aproximación sin elementos de apoyo en las referencias antiguas, que no hemos podido descub rir hasta el presente.
El Slmtido de Bastflli.
Los tratad istas en genera l hacen equ ivalen tes las deno minaciones
Basteta'li y Bastlllos co mo T II ,.detani y T llrtlllfos, Edetcs y Edctalli,
etc. ; au nque ya Polibio si tuó a los Túrdul os al Norte y Este de los
Turdclani; y algunos geógrafos emp lazan los Bastulo& en las provincias de Málaga y Cádiz . Pero como las fuent es antiguas sustituyen y mezclan ambas denominacionC6, loa tratadistas acuden al sencill o procedi miento de darlos como equivalen tcti; pero no siem pre
lo sencillo es lo verdadero. A nuestro parecer y a pesar de la difi ·
cultad de armoniza r 10& textos, y de la {alta de referencias detalladas,
las cosas se produccn como si Bosletolli fucra la deno minación oficial
de los habitantes de Basti = Baza y toda la extensa rcgió n exte nd ida
a l Sur y 31 Este (actuales pro vincias de Gran:J da . Almería y Murci,t
en gran parle); y en cambio Bastllli {uera ta designación especial de
esos pob ladores en contacto con la colo nizació n libiopúnica o afri.
cana, Que ocu paban la vertiente de toda esa costa sur. Luego estas
VOCCli confundieron sus empleos en los esc rito r~ posteriores.
Las vari:lOtes que ofrece la fOrma son: Bos/u li quc escriben
Mela (3, 4) y Plinio (3,8) Baswlus (IIeque BaSCldlls IICqllC Turdu...
/IIS) Que dice Varrón (R.R., 11, lO, 4); IJÚSt OI¡]O¡ da Marciano
(2, 9) pero Bostoüloi acentúa T olomeo (2, 4, 6); finalmente BIas·
tO 0illikcs, tra nsfo rmació n de Basllllo-phoclliccs, los ll ama Apiano
'pll
(Hisp . 56) . La s grafías de Tolomeo y Apiano ofrecen una contradicció n, pues e~ circunflejo del primero parece exigir acentuació n ll ana
de la palabra, más la síncopa del segundo rccl ama ca ntidad breve
en esa sílaba. Normalmente Bostllli suele pronunciarse esdrújulo,
-
2'7i -
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LA FALSA ECUACION MASS IENI-BASTETAN I
13
ta nt o e n hu ín como en espa ño l ; pe ro no tenemos dato seguro pa ra
afirmar que así fuera en su or igen. Por que no se trata aquí del sufijo
dimin utivo latino, aunque con él Jo haya con fundido Schu ltcn (Tarlessos, p:íg, 139, n.) aproximándole POCllfl/IlS, fliPlIla, Calcculo ... ;
si no dc un aform:mte, cufonizad o a la la tina, pe ro existente en líbico
y en ibérico para designa r p ueblos, co mo TlIrt/l/fus y V(¡n/tl/lls y
'IQS africa nos taetll/lls = oorcb. taita/a (16), Massu li AI/tyles; y que
apa rece en Iberia e n nombrce de poblaciones como /Jactl/lo = gr.
B aÍlot(/6fl = ibérico Baitolo, cerca núm, 15 de Vives, y Castillo
.., gr. K astou1611 = ibérico Castulc, ceca núm, 94 de Vives. Como
.J1tmlulos ap arece escrito VO
Tdull i, y pa r ta nto acentuado ll a no , lejos
do la zona de franc a latinización y africanización del Sur, cabe .pensar Que e l sufijo ¿esdrúju lo? de Rastulo y T UTdula tenga espcci:ll
matiz lati no-afr icano, y no precisa mente ibé rico; sa'lvo que la accnt uació n ibérica fuera ta n libre como da vasca y bereber. P ues halla·
mas esta fo rma e6C r ita con signos ibéricos en la inscripc ión del torso
virtl del M usco Arquoológico Que G ómez Mareo (Miscelóllcas,
]948, pág, 57) lec bostll/aroelln, eso es «de los Bas lulOSlt, con ge neralización e n la Península de e&le tipo derivativo e n ·lIti.
R esulta pOr lan lO seguro que Bastuli es denom inación o nomb re
de gentes sobre el topónimo Rasti, formado con un sufijo (latinizado
en - uli) común a iberos }' a líbicos; mas por su claro valor entre
e llos, los '~i bifénices de la Bélica da e mp learon con preferencia a 1:1
fo rma Basteta"i, n~ás pro pia de los hispano. latinos no africanizados,
pn ra designar los pobladores y t ribus dependientes del círculo de
n asl i e n contncto con aquell os colonos norafrica nos.
El sufijo tOIlIlS.
Es imposible estudiar el probl ema de b05/etani / bastilall i. sin
e nlra r en ¡l a co ntroversia sobre este sufijo , Las ,p red ilecciones de
'los tratadistas se han repa rtido e ntre los seguidores de la tcsis de
1-1. Sc hucha rdl (17), que supon ía todas las fOrmaciones de eSle tipo
modernas y hec has ,por composición de dos sufi jos: el griego en
-¡tes y el inde uropco en -¡¡fl IIS (jónico -enos); y 105 partidarios de
la tooría de J. W ackernagel (18) que distinguía la forma propia e n
(lS) er. nuestro estudio "Purpuro Ga.etul!ca", en ·" Emérita", 1946, Pi. 103.
O?) H. SCHUCHARDT: "Die Iberlsche Dek'lInatlon", pág, 34 : "Iberlo¡ehe
DekUnation" en "Rev. lnt. de Est. Vascos", 1910, pág, 323; y "Glotla". IX, 238.
(18) J. W ACKER.NAGEL en "Areh1v!Ur lato Le:dkogra.phle und Orn.ma.tlk'"
xn y XVII
-2'15-
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14
J . ALVAREZ DELGADO
-/JIIIIS del mundo latino-helérrico, de las formaciones en -ta1llu,
pa ra habitanles y pueblos, de origen p ropio comú n a libios e iberos,
y frecuente en Iberia, AfTica y Cerdeña.
El e lemento aun se sigue considerando enigmático; y si no hubiera tliclo por la alta autoridad lingüíst ica de Wackernagel su leoría
hubiera sido desechada, p or la tcndencia general de los tratadistas
a considerar las formaciones en -ta1lllS como generaiizacione6 de los
romanos. Así vimos Que Berthe lo l (o. c. págs. 70 y 97) expl.ica la
ausencia de la final -tal¡i en Aviene por su origen reciente, en vez
de h3cerlo por el c:uácler puramente helénico de sus fuentCi, Que
no ,podían tener documentación del sufijo hispano-latino en -fo,,¡; "
y aunque la reconoce muy prodigada en España. dice Que C8a final
es esencia lmente ~ati na y formóse por med io de la voca l de apoyo 1y el sufijo -aIlIlS. Ha influído en estas apreciacio nes 01 ver apareccr
designacioncs como /Jastetani después de Massieni. Edctalli tras Esdctes. Caere/alli después de Cacretes ...• y encontrar su fijaciones en
-eles o -ites contemporáneas o anteriores a las formaciones en -tmli
sobre iguales raíces.
Por ello. conviene aclara r las distintas formaciones. para hacer luz
en ta n int rincado asunto.
Es sabido Que el sufijo grecolatino en -OllUS üónico -ellos) aparece
en ocasiones solo, pero otras veces va claramente unido al sufijo
griego en -ites, como reconoce el propio Wackernagel ('n ,las formas
Abdcritatll/s, DrCpatlitallllS, Ncap olitallfls ... También apMcce este
sufijo en fo rm aciones de Iberia (zona que especia lmente nos interesa)
que conviene distinguir claramente para evitar confusio ncs con d
otro; ta les son cdetalli sobre los edetes o esdel es de H ecateo, oretalli, sobre aretes. y algunos otros como [obe/alli, carpetall i. COflteslalli , toletallj ... , que tienen basC9 seguras con -t- radica l. A ellos
hay Que agregar alguno muy cu rioso como lasclItalli, creado sobre el
nombre de pobl ación Láswta, y Caeretafl ; sobre Caeretes o sobre
el topón imo Cac rel, que por tanto sólo ll evan sufi jo en -atlllS
Ju nto a ellos hay que admiti r e l grupo con sufijo en -tallllS como
ve.remos; pe ro es obligado reconocer igualmente que una vez
creado este tipo. pudo generalizarse y de hecho se propagó a formaciones nuevas. Pero débese advertir que la fo rm a de sufij aci6n
generalizada en Iberia es -itaflus; ,porque así lo exige '1a fonética htina por su ,"ocal interior, y poda mayor abu ndancia de los sufijados
griegos en -iles. No pudo gcner:flizarse por :103logía el sufijo en
-claflllS. si la formación en -eles sobre c~ mismo radical no existía;
-
276 -
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LA FALSA ECUACI ON MASSIENI-BASTETANI
15
mientra s sobre las formas antiguas con -ctafll4S actuó analógicamcnte
el tipo de -itallllS. Esto expliea 'Ios biformes Bastetall"s I Bastila'I :IS.
A IIsetamlS I AIIsilalllls ...• y por consiguienle. si las formaciones en
-etqnus no están a rrancadas a fuentes griegas o hec has sobre formas
en -etes, son primitivas y en todo caso a nteriores a las en -itama;
cosa comprobada en las mismas fuentes para las parejas aludidas
Pensamos que tiene razón W a.ckernagcl al eSlablecer como formación pCi:u liar del occidente ibero el sufijo en -tOIllIS, po r las siguientes razo ncs . En primer lugar, lodos los tratadistas reconocen
que el mundo propio de ese sufijo es Hispania. propagándose por
los latinos a zonas colind'lfltes. El sufijo no es latin o propio y en
e:lmbio se halla documentado en ibérico como diremos; hay pues
que considerarlo co mo hispano.llatino propio.
Tampoco creemos que pueda explicarse de otro modo una ser.ie
tan larga de formaciones hispánicas. como Ca/agl/rri/anus. Higenitalll/S. l liberitafll/s. Graccl!ltrritanlls, Astigitatllls, Accitanus, Aqllita1Ii, Bilbilitatli, Bisgargitani, Gaditan¡, Laminitatli, Dama,titalli, L'lsitmll/S, Bergistauus , JJastetatlJ/s, TurdetaIl1/5 ... ; a las que conviene
añadir formas claras de Cerdeña como Cclslta'lIlS, Colon/amlS, CI/tmsitaflllS, Sulcitatll/5, Scapjtafllls ... ; para ninguna de las cuales hay
documentació n adjetiva en -etes I -ites, como la hallamos en las
formaci o nes dol tipo Neapolitarul$, etc.
Por último, la misma fonética confirma la tesis de \Vackernagel;
porque no se comprende bien cómo una generalización del sufijo
lalino-griego en -itollllS ( = ¡tes + -onus) haya pod-ido dar jaccela",IS,
UllsctarlllS, bastctaul/s, bergistatll/s, ces5etanus, con vocal -c- o sin
vocod. de forma ción más antigua según lo dich o, en vez de conservar
~ a vocal propia del nombre (que incluso tie ne a veces -j-), o sustituirla siem pre por la -i- usual interior latina. Y como Cfie fonetismo
con -i- es el norma'] de las formaciones hispánicas más recientes y
de la zona de Cerdeña más intensamente romanizada, en pr ueba de
que las formaciones con -c- son más an tiguas y se crea ron en un
medio propio de sufijo -tat11ls, cuya vocal de un ión podía v:lriar.
Pero el argumento definitivo en favor de la tesis de Wackernagel
es 'la ¡presencia en ibérico de este mismo sufijo documentado con igual
va lo r.
El SI/fijo taue de las irl5c ripciolles ibéricas.
Habla de Cite sufijo Caro Baroja (B R A E, 1946, pág. 184), :1
quien form :ts como tolitane de los vasos de Liria, y con dudas los
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J . ALVAREZ DELGADO
nombres TamlcKaldmlis, Tarmcpaeseri ... , ci tados po r G ó mez More.
no, le parecen el modelo del sufijo - l amlS medi te rrán eo de Wacker.
n3gc!. Pero Ires puntos no son adm isibles; pues los vasos de Liria
no dicen ,olelallc ni to/ilall i, sino toli rbita"c como [ee Gómcz Moreno (M isceláneas, 1948, pág. 52); tampoco loletalli, derivado de
TolctU111 , puede considerarse como sufi jado en -tan; sino, según
dijimos, con el simple y la lino -011;; ni los nombres como T annepacseri, y dl del caudillo tu rdetano A ttentleS, salvo error o rtográfico,
per tenecen a esta serie, ya que el elemento cstudi3do tanto en los
sufi jados en -to"i, como en 'las formas ibéricas y latinas análogas.
apa rece siempre sin gc minación. Pero es justo ver con Caro Baraja
en el owmbet(we, tolirbitall¡ )' be' ll:bclaflcr, de Liria. el mi smo
su fij o -ta,,~ de nuestros derivados del tipo Basteto?! i.
Precisamente hall amos un compuesto de igua l carácter en el
texto de la inscripción de Santa Pe rpetu a de la Moguda que, siguien.
do la lectura y trascripción de Gómez Moreno (o. c. pág. 38), a
nuestro ver más com pleta y justificada que la de Tovar (B R A E
1946, pág. 39), y del todo confo rme al texto reproducido en AmpII.
Tras (11, 1940, 174), trascribimos así:
BASCONES OBAINTANES EBANEN :
AURUN ING ICA ORDIN SEIG ICA:
SIBAITIN .
Nosotros creemos qUe esta inscripción sc rcfiere a una decla·
ración de poblaciones subsi diarias o estipendiarias; y basándonod,
por su primer elemento, cn relaciones con palabras vascas, la traducimos como .sigue:
VASCONES PR INC IPES CIVI TATIS FllCERUNT:
AURUN INGICA STIPENDlARIA SEIGICAE:
RECOGNOVIT (o .E RUNl1.
Esto es: «Los Vascones príncipes de la ciudad lo hicieron. Auruni ngica es estipendiada de Seigica. Lo reconocieron».
No afecta a nuestro presente problema el est udio de su final, y
sólo nos dctendremos en el .principio donde se halla c~ elemento
-ta'~e en cues tión.
No creemos en absoluto en el valor «piedra» que a la forma
ehaflen da T ovar en su citado trabajo del Boletín de la R eal Academia E spmiOla; por lo demás a;tamos seguros Que, bien de igua l
-
2'18-
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LA FALSA ECUACION MASS IENI-BASTETANI
17
raíz primaria Que ban «piedra., bien deolra distinta, hay en bereber
y líbico (y también en ibérico) un verbo han )' Que significa «edifi car..,
«erigir. , «hacer. al Que pertenece nuestra presenle fo rma y de cuyo
derivado COpiO a través del :írabe viene el español adobe; y bien
distintos a IIU vez son e~ radica l taha «piedra. guanche y bereber, y
el radica l b-II «hi jo» común al egi pcio , al sumcrio y al grupo scmítico. De ellos !ralamos en un estudio de próx ima publicació n.
El obaitl de 'la segunda voz de .la estela podría ser un puro ele.
mento toponím ico designado r de ciudad , Que encontramos preSCnle
en olros nombres de poblaciones ibéri cas, co mo Oblllco, Maill oha,
Qlloba; pero también puede es lar relacionado con el vascuence
aba {(m ~,j o r. y su sufijo superlativo -cn; en cuyo caso obMII equivale
a optimates, selliores, principes ; y obaintan cs debe traduci rse po r
optimatcs ciucs, pri1lCipes ciuitutis, o cosa simi lar. De donde la equivalencia dcl sufijo ibérico -tones con el lat ino ·talli rcsulta indudable,
sobre el valor asignado a las voces dc esta estela.
Pero Queremos avanzar todavía un paso m:ís, a fin de hallar r:1
va lor preciso de este elemento y su posible campo.
S entido primado del su fijo ta,~j .
. Al co mbatir Schuchardt en Glotta yen Die I/ herische Deklinatiotl
la tesis de Philipon y la explicación de W ackernagel sobre e l carácter
ibérico o mediterráneo del sufijo en -toni; señala que en las grabaciones mo neta les solo aparecen .4 flsesecn, T~ai"Cscctl. .. y no A I/JetatlL . de 'l o que deduce Que esta última forma ción no refteja nada indígena.
Tal es, como vimos, lambién la ·opinió n de Berthelot, y la de
Castro Guisasola (El Enig ma del VasClf c?lce ... pág. 103), quien siguiendo su co noci da tesis de indoeuropeísmo del Vascuence, supone
que ol.8ufij o -(t)ar de éste es el mismo - (t)QfIllS del latín, con igual
-t- unitiva e n Bilbo -toar «bilbaíno» ... que en Gadi+atll/s, etc ... .
ContT:! t;ll es errores podemos afirmar, con toda segu ridad por
lo dicho, Que junto al sufijo indeuropeo -ut/I/s s610 o soldado ...
fo rmaciones heléni cas en -tcs (como NcaPolitcs); existe otro sufijQ
hispanolatino en -taIllIS, y con vocal de unión - ctatlll S o -jtalll/J.
Decimos que es hispanolalino porque aparece muy prodigado en
España .po r los escrito res ro manos, aunque en menor escala se registra también en Cerdeña y Sicilia, de igua l· sustrato ibérico, y en
el no rte de .Africa; todo lo cual nos asegura el predominio hisp;Ínico
o ibérico de su empleo y su ,propagación por los romanos Que ha-
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J. ALVAREZ DELGADO
li aro n en él una cómoda designación de pueblos subsidiarios de un
centro.
Una vez creado y generalIzado el tipo, y confundido con las olras
fOrmaciohcs grecolatinas en -O IlUS y en -i!cs+ arlus (como Lase ll ta1lllS, NcapolitallllS. T olctanus ... ) los derivados en -tatl/U p35aron
:1 designar en general .\0 perteneciente a un pueblo o territorio •.
Así de Lami"iuI/I se dijo Lami"itall¡ y luego ager Lami"itallrlS. Mas
no era éste su matiz origina rio. sino creemos seguro que la fo rma
-la'lIlS tenía valor equivalente a «ciudadano. o .h:lbitanle.; y pasó
~ lIcgo a tener puro va lo r sufijal por haberse desgastado en ese frecuente proced imiento de composición de palabras, aunque en oca·
siones se la encuentra todavía con su empico autónomo y orignario.
Porque a nuestro juicio este sufijo, -to"I/S es ,Ja misma voz que
aparece en el compuesto etrusco 'Ut-tenía = 1'etrtí-polis, estudiado
por Kretschmer, Blumenthal y Schwyzer (19), y que se explica por
el etrusco JIII/" = «'h , y tonjo = «ciudad», con el cambio jónico de
al !,1 en heta ya indicado; y que también aparece en el nomb re de
la isla de Ti" os, que Hlumenlh :!1 señal a como equiva lente a .ci udad.
extendido luego a la pequeñ a isla cnter:! . La falta de este elemento
en otras voces etruscas explicase por la repugnancia de aquel idioma
a la composic ió n de voces, que justifica también 1.. escasez de compuestos en latín, por lo que no debían ser frecuentes ni normalCi
fo rm as de sim ilar estructura.
Pero esta co ncordant-'ia explica bien que los nombres ibéricos en
-lmIllS, por eSe preciso matiz «ciudadano o habitante. , h:1fl podidü
coincidir semánticamente, aparte de su fo netismo, con las fo rmaciones de sufijo grecolatino en -jtOflll S ( = ¡tes + alllls) .. dhericl o
a tOpÓnimos, indica ndo nombres de pueblo o perso nas. Pero .. su
vez, con cito creemos probado do un golpe: que el sufijo ibérico
· IOIIIIS es totalm ente distinto del latino y griego -a ,,"s; y que np
puede cxplic:lrse, ni él ni su homólogo V:lseo, po r medio de un:! tunitiv:! o opentética sobre el otro. P o rque ademtJs de ser radi e••1
la -1- en el indicado nombre tania, es también indudable que la tiene
e[ sufijo -tall es ibérico Que emplearon [os vascos grabadores de la
estela de Moguda. y los iberos de los vasos de Liria.
El valor preciso del sufipo -to,li es po r consiguiente «h:l bitanIC t
o «poblador.; y así Bastilall-i serán «pobladores de Ilasti., como
(19) KRETSCHMER: "C;Iotta", xm, pI&g. 115. BLUMENTHAL : " Kilo".
XXV, pag. 32. SCHWYZER: "Griechl.sche Grarnmatllr. ... Munlch, 1934, pe. 62.
_ 280_
[page-n-281]
LA FALSA ECUACION MASSIENI-BASTETANI
19
CaditaJli . habitanles de G ades.,' y l accetani . pobladores de Jaca.,
ele. ; si bien unas pocas formas como A Quilani y L mitall; debieron
lener el .primario valor determinativo de . pobladores Lusos., cte. ,
empleado Quizá primero en Lusitallía ... Que en 106 ad jelivos.
y aquí está la razón de Que los monela les digan AIISCskcPl, Unti·
cescen, Urcescell, Laie!!ccII .... ; po rque se refiere a . moneda de Au&0 ... cte. y no a «pobladores .. , sentido Que exigiría el empleo de
tallC!!.
El rallicol talle!! ell I bcria y en el M e·diterráll eo.
H ablamos ya de la prese ncia de esta voz en Etruria y en el
nombre de la isla de Tc,los o T ano . E ll o nos lleva a rebeio nar esta
voz con el segundo com ponen te de varios topóni mos de la ' zon:1
norle de Asia Mellar y de la región rrigio-Iracia como Adromc tle·
noi,
Sarsctellé, 'Skc/elltcué, a 1
05 que hay Que añad ir los
radicales de los cit ados .por Fouché (20) en los Balcanes, Grecia e
h alia : Atcll é, Atctlío, Atina ... que relaciona con el ibérico Atana·
grum, cosa no segu ra, porque el grupo de voces relacion:Hblt con
la famosa Ton ogrq griega tiene "Su inicial a breve y desconocemos
la de la voz: ibérica.
Es pues probab le al ca rácter mediterráneo de -to/lr . poblador.. ,
oisti nto dd sufijo indeu ro peo -a,~os, ya que hallamo!. ese radic:1 1
docu mentado desdo Asia Menor hasla Iberia; pero al menos cs
segu ra su existencia en ibérico y de H ispania lo tom :lfon y gen.:raliza ron ~os ·romanos co mo sufijo designador de .puebl os.. o . habi·
lantes..
Además de haber hallado sufi jado ese rad ical en el ibérico (t/'ui,, tonc!!, ocum bclfme, ele., creemos Que exist ió como pr im er elemen!u
e n e l nomb re 'J'a n.lIsía de la cc<:a ibérica núm. 31 de Vives, igl.lalrncntec itada po r Hübner (MU. ¡pág. 96) yen la ceca lat ina núm . 18
de las ibcro-roman,ls de; Il a Bél ica de Vives, que lodos suelen leer
TUF1l IlSicIIS , y quo como sospec hó Hübner (loe. cit.) dehe leerse
TIJ/I/IS;cns(c); porque en Jos ejempl ares conocidos aparecen enla.
zados los tres signos ANV. ¡preslándose a mú11iples lect uras; pero
la Que dam os está gara nt iz3da por la ceca ibérica , Que contribuye
a 3cent uar el carácter hispano de este elemenl o. T otlllsio .población.
(20) P. FOUCHE: " A propos de l'or1gine c1u Basqueo
"
suplemento al tomo V, 1943, pAgo 55.
-281-
llPud "Emerlta... ,
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20
J. ALVAREZ DF.LGADO
es pues, uno de los muchos to pónimos en -lisa repartidos en H is¡pania de que habl a García Bellido (Arch. Esp. de Arqueología, 41,
1940) , y pudo fo rmarse sobre Iones ep obl:ldorch co mo Ma urllSia
sobre !t1ourIIs «moro, moreno, negro»; o sobre ~ tOflja tCll ia que
registran las citadas formas etruscas y mino rasiálicas.
•••
Co nfi amos haber dejado bien comprobados en J:¡s páginas precedenles el o rigen, ca rácter y matices de I:I S forma s Massielli y /Jastetal)j y sus elem entos; y bi,c n sen tado su valor do nombres forjad os
sobre 108 topó nimos Masna y Basti, que en modo alguno se puede
conside rar como designaciones rac ia les o culturales uniformes; .Isí
como establecido que los r~ dica l es de Mastia y -tUII¡ encierran el
sen tido genérico de «pobl ación» o «habitante», siendo el últ imo innegablemente ibérico.
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