Serie de Trabajos Varios 22
Problemas de la cultura ibérica
Domingo Fletcher Valls
1960
, 128 p.
[page-n-1]
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALE/I.!CIA
-
II>:STITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERVIC I O DE INVESTIGACION PREHISTOR I CA
SECCION DEL C. S. l. C. -
INSTITUTO DE ARQUEOLOGIA RODRIGO CARO
SERIE DE TRABAJOS VAR IO S
Núm. 22
PROBLEMAS
D E LA
CULTURA IBERrCA
po<
D. FLETCHER VAL L S
VALENCIA
Edu".lal FEDSA. Mor, 31
196 0
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DIPU TACIO\l PROVINCIAL DE VALENCIA
-
Il\:STlTUCION ALFO:-.lSO El MAGNANIMO
SERVIC I O DE I NVESTIGACION PREHISTORI CA
SECCION DEL CS. 1. C -
INSTITUTO DE ARQUF.OLOGIA RODRIGO CARO
SEJ¡JE DE TRABAJOS VARIOS
i\.'llm.22
PROBLEMAS
DE LA
CULTURA IBERrCA
po<
D. FLETCHER VALLS
VA LE NC IA
1960
[page-n-5]
ISSN 1989-540
•
[page-n-6]
I'ARTE PRIMERA
o,
LA BASTIDA DE LES ALCUSES
y
LOS PROBLEMAS DE LA CULTURA IBERICA
O. flETCHER . E. PLA y J ALC ACES!.
(P"IDIO M.noren 1957. d.1 AyunlOmlenlo d.
&.~ .."".)
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.
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INTRODUCCION
•
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INTRODUCCION
La existencia de unas gentes llamadas iberas, emplazadas en
el litorol occidentol de l Mediterróneo, es conocida de antiguo merced o los frecuentes menciones que de las mismas hocen los textos
clásicos. No obstante, en lo moderno investigación no existe unonimidad de criterio respecto 01 contenido geogrófico, cronológico,
culturol y étnico de lo palabra IBERO, siendo poro unos autores
uno mera expresión geográfico, refiriéndose contrariamente, paro
otros, o un determinado pueblo con característicos antropológicos,
lingüísticas y culturales propios, aunque sin llegar, tampoco, o un
acuerdo sobre los m ismas y sus orígenes, ya europeos, ya africanos,
yo del oriente mediterróneo. Algunos autores fijan sus límites en
el Herault o el Ródano, por el norte, y otros suponen que no rebosaron los Pirineos o ni siquiera el valle del Ebro; se opino que su
culturo material fue fruto del influ jo helénico, púnico o céltico y,
finalmente, se les hoce florecer culturalmente en el siglo V antes
de Cristo o se sitúa su apogeo en los proximidades o dentro de lo
romanización.
Estas fuertes y radicales contradicciones en lo concerniente 01
or igen, culturo y geocronologío de los iberos, hocen imprescindible,
previamente a todo estudio que bajo cualqu ier aspecto se haga de
ellos, fijar de la formo más concreto que permita el estado actual
de la ciencia, e l valor de lo palabro IBERO paro poder, después,
con alguna certeza, ir resolviendo los problemas que alrededor de
este pueblo están planteados o puedan plantearse en el futuro.
Con este propósito, dedicamos las siguientes páginas a discrí ·
nar, en 10 posible, el conten ido de dicho vocablo, valiéndonos poro
2
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10
1).
F1.ETCHER VALLS
ello, en primer lugar, de los datos que lo Antigüedad nos proporciono a través de sus textos Y, en segundo término, de los resul ·
todos o Que llego lo investigación moderna (1) .
( 1)
Un resumen sobre los fuentes cl6skos y el pueblo Ibérico puede verse
en:
D. f-LETCHER VAlLS: "Algunos fuentes clósicos atribuible,> o los iberos del
sudeste de Francia", Crónico del IV Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñ.ol
(Elche, 19481, pag. 216. Corloge"O, 1949.
D. FlETCHER VALLS: "Defensa del Iberismo", Anales del Centro de Culturo
ValenCIOno. X. 24. 000. 166. Valencia, 1949.
D. FLETCHER VAllS: "¿óistieron los iberos?", Cr6nico del VI Congreso Ar .
Queolr..gico del Sudeste Español (Alcoy, 19501, pago 119. Cortageno, 1951.
D. FlITCHER VALLS: "Estado oCluol del conocimiento de lo culturo ibérico".
I Symposium de Prehistoria de la Peninsulo l!>erica (Pamplona, 1959), pélg. 195.
Pamplona, 1960.
Una relación y encuadramiento cronológico de los principales yacimientos ibériCOS del Ebro al Seguro en O. FLETCHER VALLS: "Lo Edad del Hierro en el Levante Español", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricos. Madrid, 1954 .
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LAS FUENTES ClASICAS
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LAS FUENTES CLASICAS
Los textos están de acuerdo en citar un pueblo que denominan
IBERO, situándolo en un órea determinado de la cuenco occidenta l
del Med iterróneo, por lo que debemos estud iar estos referencias
poro comprobar hasta dónde pueden admitirse y a qué resultados
se llego en el exornen de los mismos, frente o los problemas de
limites, nombre, etnia, culturo, etc., planteados poro el pueblo
ibero.
Mencionamos a continuoción los mós importantes fuentes clá sicos sobre las que expondremos 10 critico de los investigadores
y la nuestra propia (2) .
.-Uno serie de noticios se refiere o los límites del pueblo ibero.
Estrabón (111, 2, 13), atr ibuye a Homero el emplazamiento del
Elysion Pedion, en Iberia. Parece ser que esto referencio de Homero pudiera ser lo más antiguo que poseemos sobre los iberos.
El propio Estrab6n (1 11,4, 19) nos dice que para "los antiguos"
Iberia se extendía desde el Ródano al istmo.
Asimismo, Estrabón (X IV, 2, 10), indico que los rodios fundo ron
Rode en Iberia. Aunque la tolasocracia rodio es del 900/876, la
(2) Los referencias que hocemos de los fuentes clásicos, se basan fundamentalmente en los "Fontes Hispan ioe Antiquoe", editados por lo Facultad de
Filosofio y Letras de la Universidad de Barcelona, y en los diferentes trob:Jios que,
sobre lo cuestión, tiene publicados el profesor Gordo y Bellido.
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14
D. I'LETCHER VALLS
fundación de Rode no parece que pueda remontarse mós alió del
650 (3), aunque para muchos autores se fundó antes del 776 cntes
de Cristo (4).
De época mós concreta, de hacia el 600 antes de Cristo, seria
la fuente, que también Estrabón recoge, sobre 10 ocupación, por
los massaliotas, de puntos avonzados poro defenderse ¿e los iberos
de las cercanías del RÓdano.
Aproximadamente de lo mismo doto y relacionado con lo an terior es lo noticia de Escimno de Chios (Orbis Descriptio, 206/208)
en lo que, con el nombre de Iberio, se conoce el pais en donde los
focenses ocuparon Agde y Rodonussia .
Cronológicamente segu irían algunos de las fuentes util izadas
por Avieno, detebles de lo primero mitad del siglo VI anTes de
Cristo (5). En este autor encontramos por primera vez los limites
extremos de Iberio: por el sur las proximidades del río Júcar; por
el occidente, los montes del tierrodentro de la costa valenciana, y
por el norte, el río Oronus, ya en territorio francés. Como hemos
visto, los fuentes cercanas o las de Avieno hablan del Ródono como
limite septentrional de los iberos, por 10 que lógicamente debiera
inferirse que el Oronus es el propio Ródono. No obstante, Schulten
opino que se trato del moderno Lez, de muy reducido curso, situado
(3) C. F. C. HAWKE5: "Los relodones entre lo peninsulo ibérico y 10$ islas
E:ri'on,cos con respeClo o Francia y 10 Europa Central y Mediterráneo", Ampur,os,
XIV, p6g. 81. Barcelona, 1952.
(41 O. GIL FARRES: "Historio de lo Monedo Españolo", Madrid, 1959.
(51 El poema de Avieno es un mosaico de noticias de diferentes tiempos y
procedencias, con duplicidades, omisiones, cambios de emolozomiento, etc. o 10
que han de Qñodirse los alteraciones, mutilaciones y rectificaciones que lo obro
ha sufrido o trevés de los siglos haslQ llegar o nosotros. El Periplo no puede tomarse, por tQnto, como testimonio incontrovertible en muehQS de sus PQsQies. Lo
labor de criticQ del profesor Sehulten, meritorio e ingenioso en extremo, no hQ
mereCIdo unánime Qceptocián (v. CLERC: "Masilio", 11, pág. 159, donde se hQee
st:vero critico de 10 que el autor considero "elucubraciones" de Schulten).
Con respecto o lo cronologio del Periplo, pueden formorse dos grupos: el de
los que consideran que los fuentes de Aviene s610 alcanzan hosto el s. IV a. C.
!Chrisl, Müller, Unger, etc. y últimamente Lafuente Vidol) y el de los que propugnan uno fecho mós ontiouo, por lo menos de mediados del s. Vio. C. (SchOning, Müllenhoff, Sehul!en, Basen Gimpero, etc.). El profesor Lomboglia, atendiendo o que el Periplo no menciona Ampur ias y que los dotas de todo ¡ndole seo:llon poro lo Poleopolis fecho anterior o lo fundación de Marsella, deduce que
los fuentes de Avieno san más remOlos de la que se había supuesto y deben 01.
canzor, por lo menos, los primeros momentos del s. V i o. c.; surge, sin embargo,
lo Judo de si no se hobr6 perdido el oosoje oviénico referente o Amourios, si ésto
ero ton InsignifiCQnte que no mereci6 ser mencionado en el periplo primitivo, o
,¡ se menciono bajo otro nombre.
Lo fecho que asignamos 01 pasaje Que aquí nos interese quedo probado por
cotejo con aIras textos de lo mismo dolo
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CULT\lRA IBERIO.
15
en lo región del Herault. Berthelot (6) lo identifico con un insignificante afluente del Vistre, que o su vez tiene 60 escasos kilóme tros de recorrido, pero sugiere, asi m ismo, lo posibi lidad de que
pudiera ser e l Ródana. Lamboglio (7) opino que el Oranus de Avieno
es el Arauris de los fuentes posteriores, e l octual Heroult (que
correctomente debe escribirse sin H), río que poro Schulten serío
el Thyrius del poemo citado. Por nuestro porte no encontramos
dificultad en que Avieno se refiriera 01 Ródano 01 hablarnos del
confin septentrional de los iberos, pues si bien versos mós adelante el poema describe dicho río, no debemos olvidar que por estor
compuesto de retozos de noticias muy anteriores o él, no es difícil
que transpusiera un lugar o lo citara con dos denominaciones distintos, por tomarlos de d iverso procedencia. La ecuación OronusRódano parece ser lo mós lógica, siendo admitido por buen número
de filólogas, antropólogos y arqueólogos.
En el siglo V antes de Cristo deben situarse otras referencias
al límite norte de los iberos. Esquilo, en su "Prometeo liberado",
identifica el Eridanos con el Ródano que corría por tierras de Iberio, identificación que na admite Plinio (H. N. 37, 32), quién nos
ha conservado el anterior pasaje. También Schulten considera un
error de Esquilo esta identidad, por creer que Eridanus fue solamente un río septen trional, el Elba o el Rhin; Gómez Serrano lo
iden t ifica con el río de Riga (8), per.o en verdad se trato de un
hidrónimo de procedencia y utilización mediterróneas (9), admitiéndose par Kretschmer (10) [a igua ldad Eridanus-Ródano, que con
anterioridad yo hobío propuesto Philipon ( 11) y que porteriormente ha defendido Lauis, quien fija el limite entre iberos y ligures en
(6) A. BERTHELOT: "FesTus Avienus. Oro MoriT,mo". París, 1934. El aUTor,
Que frecuentemente est6 en desacuerdo con Schulten, desconoce los ediciones de
Corté~ y Lópetc y de Blól.Quel., por lo Que en ocasiones \lego o descubrir s.olu.
dones yo dados anteriormente por estos inyestigodores.
(7) N. LAMBOGLlA: "Oronus fluvius e il confine fro liguri e ¡beri secando
AYieno", Conferencio en el XI Convegno Internozionole di Studi liguri.
(~)
N. P. GOMEZ SERRANO; "Contribución 01 esTudio de 10 Protohistoria
mítico de los ibero-siconos". Anales del Centro de Culturo Valenciano, XI. Valencia, 1951.
(9) N. LAMBOGLlA: "Rossegno di 'oponomostico". RiYisto Ingouno e InTemelio, 111, 1.2,84, Bordighero 1937; supone uno primitivo reil. Rot_ del subsI'oto mediterr6neo cuyo significodo hidrónimo no se puede precisar.
(10) P. KRETSCHMER; "Eridonos". Melonges de lingüistiQue el Philologie
offerls (:, Van Ginneken, p6g. 207. París, 1937.
(11) E. PHILlPON ; "Les Iberes" . Poris, 1909.
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16
D. PUrrCHER v ALLS
el Ródono, coso que también ha hecho Grenier (12). Que este río
tuviera diversos denominaciones, según los pueblos y épocas, no
es de extrañar ( 13).
Heredaro de Herocleo, o través de Constantino Porfirogeneta
(De Administrando Imperio, 23) considero el Ródono como el fin
de los celcianos quienes, por el sur, tenían su límite con los mastienos ( 14).
Prueba de que la tradición que sitúa el Ródono como límite de
Iberio arraigó fuertemente entre los autores de lo antigüedad clósica, son las citas de Latérculo Alejandrino : "En Iberio, el Ródano,
cerco de Marsello" y del Pseudo Apolodoro (2, 5, 10) quien, 01 describir el X Trabajo de Hércules, de limito Iberia entre Tartessos y
Ugurio.
Creemos, pues, que ex isten suficientes datos poro aceptar que
en un cierto momento el límite de los iberos en ti erras francesas
estuvo en lo cuenco del Ródano, limite que fu e contrayéndose hacia
tos Pirineos, señalándose por Escylox (c. o 3) hacia e l 340 antes de
Cristo uno mezclo de iberos y ligures desde Ampurios 01 Róda
no (15) .
El límite meridional viene mencionado por Avieno, Herodoro
de Herocleo y aún el Pseudo Apolodoro, no quedando claramente
establecido, pero puede fijarse, o nuestro entender, en lo cuenco
(12) M. LOUIS: "Les pO? .... lotlons d .... long .... edcx: medlterronéen o .... x époq .... tls protohistoriq .... es". Ecole Antiq .... e de Nimes, XIV session, p/íg. 45. Nlmes,
1933; el o .... tor escribe: "Los mós antiguos habItantes de n.... estro regi6n, de los
cuales son concx:idos los nombres, son los iberos y los lig .... res"
A. GRENIER: "Peuples el civlllsotions prehlstori"ues ou lonQuedcx: med,teroncen". Ecole Antique de Nimes, XXI session, póg. 23. Nimes, 1941.
(131 Aporte de Oronus, Erídanos y Ródono, porece ser que este do tuvo
todavía otro nombre, segun se desprende de Esteb.:ln de Bi:r.oncío (v. ALESSIO:
"11 nome dei Liguri", Rivisto di $tudl Ligu ri, XI II, 3, p6g. 116. Bordighero, 1941)
(14) Schulten, en lugar de Ródono lee "Estrecho" y hoce seg uir lo ruto
de norte o sur, oero F. MATEU y LLOPIS: "Hollo:z:gos monetarios, VI", Ampu _
rIOS, XII I, p6g. 218. Barcelona, 1951, recho~o esto rectificoci6n .
(15) Yo hemos visto cómo Louis Iloc. cit. noto 12) admite el Ródono como
limite entre iberos y ligures.
CH. RO$TAING: "Essoi sur lo ToponyTme de lo PrOvence", Poris, S. o., admite
toponimia ibérico en lo desembocadura del R6dono.
J. MALUQUER DE MOTES; "Lo cu ltu ro neolitico del Vallés en el morco de
lo Prehistoria d el Occidente del Mediterróneo". Museo de Sobadell. Sobodell,
i ?50; considero Que en .... n momento dado el R6dano constituye uno frontero
erotre lo cult .... ra neolitica ligur y aIro occidental que abarco todo el Levante esoañol.
los citos relativamente tardíos (s. IV o. C. y posteriores) hablando de que
los ligures habían rebosado el Ródo no, si bien prueban que el predominio Ibérico
se reduce o -part ir, opro>limodomente, del 350 o. C., no significo Que el Heroult
fuero el primitiVO limite extremo de los iberos, como han pretend ido erróneame nt e olg .... n-os oUlores.
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CULTURA IBERICA
17
del Seguro, por haber sido aquel río en todo tiempo limite cloro
entre unos y otros tierras.
2.--Otro serie de noticias se refiere al nombre de los iberos
Avieno (v. 469, ed. Schulten) menciono el río Sicono y lo ciu +
dad Sicana Que, por el desarrollo del periplo, parece que deben
estor en las proximidades del Júcar (16). Esta referencia se ha
enlazado erróneamente con otra serie de noticias referentes a los
sicanos, dadas por Hecoteo (a través de Esteban de Sizancio), Helónicos de Lesbos (en Dionisia de Halicornaso, 1, 22), Tuddides
(VI, 2, 2), Filisto (en Diodoro de Sicilio, V, 6, 1), Eforo (según Estrabón), el Pseudo Escimno y Silio Itólico (XIV, 334), todos los
cuales hablan de los siconos haciéndolos de estirpe ibérica, con cretóndose en algunos de ellos que llegaron o Sicilia expulsados
de Iberia por los ligures.
Se trato, sin dudo alguno, de un hecho muy remoto, aunque
estos autores seon del 500 antes de Cristo hacia ocó, puesto que
según Tuddides (VI, 2, 2), los siconos y los troyanos dieron origen
o los Elimos; si los segundos llegaron después de lo guerra de Troya, aquéllos llegarían antes (17), ademós de que Homero (si el
pasaje es verdaderamente suyo y no una interpolación) cito Sicilia
bajo el nombre de Siconia (18), y este autor vivió, según Heredoto,
cuatro siglos antes que él, o seo aproximadamente hacia mediados
del siglo IX Q. Cristo; los portes mós antiguas del poema homérico
se remontan o una tradición anterior al tiempo en que los marinos
griegos comenzaron o frecuentar regularmente los mores Jónico y
Tirrénico, pero fuero de las "narraciones" en cosa de Alcinoos,
habría que pensar si los alusiones a Italio y Sicilia pertenecen a
las portes mós recientes del poema y deben considerarse como
interpolaciones tardíos yo que, según los ale jandr inos el verso 296
del canto XXI I1 morca el fin de lo Odisea auténtico. Contra el
(161 ROSTAING, loe;. cit. nOIO 15, supone Que lo roh, "Slk / Sig" tiene
Yolor o,onímico, aunque en este coso pudo servir poro denomino, ríos, como el
Seine; el rio sería Siconus y lo ciudad, Socono, ésto con lo significoci6n de mon_
toña o olluro.
(11) J. BOVIO MARCONI~ "El problemo de los Elimios o lo luz de los descoJbrimienlOS recienles", Ampurios, XII, pág. 79. Barcelona, 1950.
O. MENGHIN: "Mig,olianes Medilerroneoe. Orígenes de los ligures, ,beros,
aquilanos y yoscos". Runo, 1, pág. 111. Buenos Aires, 194B.
(181 J. BERARD: "Lo colonisotion grecouE" de l'IIOlie Meddionole el de lo
Sici!ie dons l'AnliCll,lile. L'Hisloire ello Legende". Poris, 1941.
3
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18
D. FLETCHER VALLS
critério general, Gómez Serrano ( 19) supone que lo mención o
5icania no debe identificarse en Homero con 5ici110, sino con las
costos valencianos o con lo isla de Ibizo. Berord acepto lo llegada
de les S1conos o la isla bastante antes del s. VIII Q. C. y que se
llamó Sicanio antes que Sicilio . Otra cronología relativo nos la proporciona igualmente T ucídides, para quien los sículos llegaron a
la isla tres siglos antes que los griegos, quienes fundaren Noxos, se-
gún este autor, el 734 o. C; siendo los siconos anteriores o los
sículos, nos remontamos también por este comino a una fecho muy
antigua pora lo llegado sicana a esto isla, confirmándose por lo
cito de Helónicos quien nos informa de que los s1culos se establecieron en Sicilia en lo tercera generación antes de lo guerra de
Troya .
Todos los datos nos llevan, pues, a tiempos muy remotos para
el establecimien to de los sicanos en Sicilia.
En general, lo crítica moderno, sin detenerse o estudiar mi nuciosamente 10 cuestión, ha relacionado los sicanas de Avieno con
los de los otros autores citados y ha considerado que los siconos
de los mórgenes del Júcor fueron expulsados de allí por los ligures.
El primero que incurrió en esto equivocación fue Müllenhoff (20), prevaleciendo su opinión; J. Berord, en su exhaustivo
trabajo sobre los navegaciones antiguas o Sicilio (21), lo admite,
aunque, por no conocer el temo o fondo, vacilo y se pregunto si
esto tesis no sera uno inferencia erudito, cuyo sólo fundamento
seo el do de Iberio llamado $iconos, o si podró tratarse de uno
mero coincidencia, criterio que yo sustentara con anterior idad
Berthelot (22), poro quien existe muy poco probabilidad en lo teoría que solidarizo o los iberos con los sicanos, creyendo que se trata de una invención de Filisto, engañado por el espej ismo de lo
semejanza de la palabra "sicanos" con e l nombre español "sicanos"; pero, asimismo, el propio Berthelot (23) en pruebo de que
(19) GOMEZ SERRANO, !oe. cit. noto 8.
N. P. GOMEZ SERRANO: "Sironio. Contribuci6n 01 estudio to,onimlCO de
lo Oro Moritimo de Rufo Festo Avieno", Ano!es del Centro de Culturo ValenCIano, l. 1, pág. 91; y 1, 2, pág. 176. VolenCiO, 1928.
N. P. GOMEZ SERRANO: "Un hiotus prehistórico en 105 estaciones arql,leológicos de olturo, !evontinos". Archivo de Prehistoria levontino, 1, póg. 113.
Volencio, 1928.
120} MUllENHOFF: "Deutsche Altertumskunde" , 111 , pág. 171.
(21) BERARD, loe. cit. noto 18.
(22) A. BERTHElOT: "les ligures", Revue Archeologiql,le, pág. 80. Paros,
1933.
¡231 BER,HElOT, loe. elt. noto 6.
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CULTURA ¡BERle¡\.
19
tampoco conoce la cuestión en detalle, escribe: "Avieno confirma
la solidaridod del pueblo ibero con el río Sicanos, atestiguado por
Tucidides"; mos si tenemos en cuenta que Filisto repite palabra
por palabra o Tucídides, por copiarlo o porque ambos tuvieron la
misma fuente, no creemos que puedan hermanarse las dos opiniones de Berthelot, quedando en dudo lo del "espejismo" de Filisto.
Pero los vocilaciones vienen de muy antiguo, pues ya Servia.
al comentar la "Eneido", creyó que sicanos y sículos eran una
misma gente, aunque para Berord, apoyándose en 10 opinión de
Carcopino (24) lo mención virgiliano de los siconos puede ser uno
confusión por "ficanos". El mismo error de Servia lo encontramos
en E. Pa is quien admite, bosóndose en los fuentes que hoc(:!n ji·
gures a los siculas y en lo toponimia, que los sículos y sicanos eran
un mismo pueblo,
Almagro no rechazo lo pasibilidad de que los siconos valen ·
cianos aportaron en Sicilia (25); Menghin incurre en el error de
atribuir a Tuddides lo ubicación del río Siconus en e l sudeste es·
pañol, cuando en realidad Tucídides (VI, 2, 2) únicamente dice: "los
sicanos, .. que son iberos y fueron expulsados del ria Sicana en
Iberio por lo ligur.es", no situando dicho rÍo "en el sudeste de
España" como le atribuye Menghin y han hecho los investigadores
que han identificado las noticias de Avieno y Tuddides. Por otra
porte, poro Menghin, si los siconos hubieron partido realmente
de España habrían sido un grupo sin importancia, pero considero
mejor relacionarlos con lo etnia homitico occidental o protoibé·
rico (26) que ocupó Sicilio, viniendo o coincidir con lo que ante ·
riormente había escrito Gordo y Bellido (27) poro quien "tanto
los pobladores de Sicilia como los de Iberio tenion un origen común
ibero· Jíbico, como lo eran los habitantes de Cerdeño y las Baleares,
Norte de Africo y de parte de Italia ... ".
Bertoldi (28) no se decide sobre e l origen de los siconos y se
inclina o considerar este nombre como del substrato mediterróneo
occidental.
f241 J, CARCOPINO: "Virgilio el les oflgines d'Osl ie", Paris, 1919.
(251 M. ALMAGRO BASCH: "Ligures en España" , Rivislo di SI",di Ligu,;,
XV, 3/4, p6g. 195. Bordighero, 1949.
1261 MENGHIN, loe. cit. nolo 11, pag, 143.
(211 A. GARCIA y BELLIDO: "España '1 los españoles hoce 2.000 años"
pc]gi no 279. Madrid, 1945,
(281 V. BERTOLDI: "Lo Iberia en el sUbsTrOlo étnico lingüístico del Medi.
'erróneo oc ..identol". Nueva ReyisTa de Filología Hisp6.nica, 1, 2, pag. 128
/.-\éxica, 1947
[page-n-21]
20
D. FLETCHER VAU.$
Por nuestro porte, sin olvidor los posibles navegaciones desde
los costas españolas a diversos lugares de l Mediterróneo occiden tal (29), consideramos como errónea la identificación de [os sicanos
sicilianos con los siconos valencianos, yo que, 01 admitir los refe rencias literarias con todo su aparato, nos encontramos con 10
contradicción de que, siendo el motivo del éxodo sicana 10 presión
ejercida por los Jigures, éstos tendrían que haber llegado a los
mórgenes del rio Júcar, lo que en el estado actuol de nuestros
conocimientos no es admisible.
Lingüísticamente no puede aceptarse la presencia ligur en tierras del JÚcar. Don Ramón Menéndez Pida! (30) ha estudiado de tenidamente lo cuestión y expone su criterio con !as siguientes
palabras: "No estaremos en lo firme cuando por servir o !a hipótesis anti-ligur pretendamos que el pasaje de Tucidides es uno
Interpolación o que en él debemos leer otro vez Libues en vez de
Ligures"; ero, pues, de esperar, que admitiera la llegado de los
ligures o los costos valencianos, pero ello no es así, porque espe cifico que" ... esos ligures no poblaron todo España, no constituyen
ningún vasto imperio, no dieron unidad racial ni cultural al oeste
europeo; fueron sólo un pueblo inmigrante que llegó no sólo al
noroeste de Italia y costa mediterrónea de Galio hasta las Pirineos,
sino que extendió atras tribus por el valle del Ródana, por todo
el noroeste de España y por algunos puntos del sur, en territorio
turdetano". Esto afirmación de Menéndez Pidal dejo claramente
sentado que no pueden señalarse ligures en los proximidades del
JÚcar.
Basóndose igualmente en rozones de índole filológico, Lamboglia (31) cree posible que los ligures llegaron al Júcar, pero los
semejanzas lingüísticos que señalo se deben mós o lo coincidencia
del substrato, como han demostrado otros autores, que o lo presencio física de los ligures 01 sur de la provincia de Valencia.
E. Pais (32) apoyóndose en dotas etnogróficos, antropológicos
(29) A. GARCIA y BELLIDO: "Los iberos en Cerdeña, segün los textos
d6sicos'l lo Arqueología", Emerita, 111,2.0 , p6g. 225. Madrid, 1935.
M. PALLOTTINO: "Las relaciones entre Cerdeño e Iberio en la ontigüedad
pre-romono", Ampurios, X IV, pag. 137. Barcelona, 1952.
(30} R. MENENDEZ PIDAL; "Sobre el substrato mediterr6neo occidentol" ,
Ampurios, 11, pOg. 3. BarcelaflO, 1940.
(311 N. LAMBOGLlA: " Ipotesi sugli indicetes e sugli inteme!.", Rivista di
$tudl liguri, XV, 3/4, pOg. 184. Bordighero, 1949.
(321 E. PAI$; "$pagno ed holio", Homenaje o Melido, 11, póg. 193. Madrid, 1934.
[page-n-22]
CULTURA tBERICA
21
y toponímicos, admite una extensísima gente de raza ligur que
ocupó los costas de Iberio, Provenzo, ltolio tirrénica y Sicilio, complicando mós lo coso Schulten, poro quien los ligures, procediendo
de Africo, ocuparon los tierras españolas, de donde fueron desalojados par los iberos, hipótesis que yo expuso Roget de Belloguet (33). A su vez, Philipon (34), coincidiendo con lo opinión
de Pausanias (V, 25, 6) resuelve el problema opinando que sicanos
y siculos llegaron o Sicilia procedentes de Italia. No hoy, pues,
coincidencia de criterio sobre el par t icular.
Desde el punto de vista arqueológico nado demuestro 10 pre
s~ncia ligur en tierras valencianos, pues únicamente el vaso de
boca cuadrada estudiado por nOS:Jtros {35) podria señalar relaciones con zonas de allende el Ródano, pero apareció en uno comarca
muy al interior, alejada de la costa y del Júcar y, cronológicamente, muy anterior a la época que ahora estamos estudiando.
literariamente, o excepción de la moderna y errónea identi ficación del pasaje de Avieno con los de Tucidides y seguidores,
no hoy referencia alguna o los ligures en lo región valenciano
Por todos las anteriores rozones, vemos muy dificil que pueda
explicarse lo expulsión de los siconos de los mórgenes del Júcar
por unos invasores inexistentes.
Nos quedan tres caminos poro resolver la cuestión: admitir que
nodo hoy de cierto en los fuentes clósicas; admitir que debe leerse
" libues" en lugar de "ligures" o admitir "ligures" y tener que
buscar el punto geogrófico en que fuero posible el contacto de
ambos pueblas, ligur y sicano.
Los referencias literarios son muchos y muy antiguos, paro
que sin mós podamos dejar de lodo el problema.
Mucho se ha discutido sobre la lectura de " U bues" o "Ugu res". Ya hemos visto cómo Menéndez Pida! rechaza la corrección
en "Iibues" e insiste, odemós, en que no debe rectificarse "Ligustinus" poro leer "Libustinus", aunque él, a su vez, corrija el
"pernix ligus" de Avieno por "pernis lucís", rectificación que tam bién hizo Berthelot, quien asi mi smo rectificó el nombre del lago
"Ligustico" en " U bustico" por creer que nado tiene que ver este
(33) ROGET, 6ARON DE BElLOGUET: "Ethnogenoe GolJlolse" . París, 1661.
(34) PH1L1PON, loc. ci!. noto 11.
(35) D. FLETCHER VALLS: "Vaso de boca cuadrado de lo provincia de
Valencia". Comunicoci6n 01 VI Congreso Arqueológico Nocional. Oviedo, 1959.
D. FLETCHER VALLS: "Vasos de boco Cuadrado en lo Penlnsulo lberico" .
Homenaje al profesor ZOlz len prenso).
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22
1).
FUITCHER VAll.S
logo con los ligures. Menghin ha terciado en esto cuestión, seña·
lando la posibilidad de un grupo ligur en lo zona andaluzo, mas
no procedente de Italio, sino del tronco general ligur.
Nosotros creemos que existe un logo "Ugustino" en Andolucía
y que puede explicarse sin rectificaciones y sin necesidad de ima -
ginarnos unos ligures que allí llegaron procedentes, bien de Italia,
bien de AfricD, bien de un hipotético tronco ligur. La cito se refiere o un logo, por lo que consideramos que el "Ligusticus" ha
de relacionarse, no con el pueblo ligur, sino con lo palabra "ligusticon" = "Ligustro", planta que crece precisamente en lugares
húmedos y frescos. Sería, pues, el "lago de los ligustros", como
pudo haberse llamado, por ejemplo, el "lago de las adelfas". Con
esto explicación no necesitaríamos discutir si lo formo correcto es
"Iibústico" o "Iigústico", ni retorcer los hechos poro justificar una
Invasión ligur en Andalucía (36).
En cuanto a la búsqueda de un lugar de fricción entre si conos
y ligures, nos llevo necesariamente o los proximidades del Ródano,
tal vez en su margen izquierda, puesto que cuando lo fundoción
de Marsella, posterior 01 hecho que aquí estamos estudiando, ya
se encuentran las iberos en lo margen derecho de dicho ria, según se ha mencionado en lugar oportuno.
En apoyo de esta posibilidad, podemos aducir el nombre de
los "Sequanas" que se ha querido hacer de estirpe céltica, pero
que es típicamente mediterróneo. Philipon (37) explicaba el tema
"sequanas" como procedente de la raíz indeuropea "seiqu" = co rrer, opinando que se trataba de un río que dio nombre 01 pueblo
de los Sicanos, pero Patroni (38) afirmo que sicanos y sequonos
son vocablos del substrato mediterráneo.
Las sequanos estaban emplazados en la cuenco del Ródano,
existiendo en esta zona topónimos que tal vez puedan relacionarse con dichos gentes, tales como el lago Sigean o Sigan, que pare ce postular un primitivo "Sicon"; el nombre cntigua del río Arc,
(361 Respecto o lo formo del substrato mediterróneo occidentol Que pudo
dar origen o lo polobra "Liguslicon
ligUSlro", y. ALESSIO, loe. cit. noto 13 .
Sobre lo cuesti6n li¡¡ur. vóose además:
P. LAVIOSA ZAMBOTTI: "Espo,;a e Itol;o antes de los romanos". Cuoder nos de Historio Primitivo, VI, 1/ 2, pág. 66 y ss. Modrid, 1951.
A. J. VAN WINDEKENS: "Zur Erkunft und Erkliirung 'Ion gr. Ligus. Liguros". GloUa, XXXV, 3/ 4, polg. 208, 1956; cree que puede significar "velaz.",
en cuyo caso "pernil< tigus" se explicado sin necesidad de modificociones ni de
in'lasiones.
(37) PHILlPON, loe. cil. noto 11.
138) G. PATRONI: "Sicon;
Sequoni", Athaeneum, XXV, pág. 80, 1947
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CULTURA IBERICA
23
identificodo como el "Secoanus" (39) y "5igonia", la Siagne moderno (Var et Alp. Marit.) (40). No Queremos sacar conclusiones
en apoyo de nuestro punto de vista de lo existencia, en 1113, de
Ste Marie de Jucar en los Bocas del Ródano, nombre Que debió
preceder de una primitivo forma "yuk" = cresta de montaña (41),
limitándonos solamente o señalar esta coincidencia.
Antropológicamente, el cráneo núm. 15 del Santuario de ::'ntremont correspondia a un tipo Que está expandido al norte del
Macizo Central francés, donde sirve poro diagnosticar el tipo
sequono (42).
Nos inclinamos, en definitiva, o creer Que los siconos que apartan en Sicilio no tienen relación con las sicanos mencionadas por
Avieno en tierras valencianos y las situamos en la cuenco de l Ródono, unico lugar posible de fricción entre iberas y Ijgures {43\.
Esta compaginación que hacemos del verso 469 de Aviena con
los menciones de Helánicos, Tucidides, etc., nos planteo la cues ·
tión del nombre "Sicano". Los referencias hablan de estirpe ibérico
y Avieno las sitúo concretamente en territorio valenciano, por 10
que aceptando nuestra tesis de los sicanos del Ródano nos enco.,
tramos con Que el ámbito territorial de éstos coincide con el atribuido o los iberos, lo que nas permite suponer que los siconas no
fueron una tribu de los iberas, sino que fueran éstos mismos, ounque con otro nombre más antigua (44).
(39) J. GOURVEST; "l'oppidum de COrt5tontine" , Ogam, VIII, 1, pág. 51
Rennes, 1956.
(40) ROSTA1NG, loe. eil. nolo 15.
(41) ROSTAING, loe. eil. nOTO 15.
{42} R. P. CHARLES: "Elude anthrapologlque el ariglnC des erones humolns provenont du Soneluoire d'Entrcmont (Bauches-du-Rh6ne)", Bulletin du Museum d'Histoire NaTurelfe de Morseille, XVIII!, peg. 530. Marsella, 1958.
(43) Seg":'n GOMEZ SERRANO, 10<. eit, notos 8 y 19, el río Sieonus no lue
prO';liamenle el J":'eor sino un broto de este, de poco o ning":' ... caudal de aguo.
A. MASTRELLI: "Per uno interpretozione del greco Kóltobos, gioeo sicil,ano". Firente, 1957. Opino que el juego es originario de Sicilio, pasondo o I~
colon~ griegos o través del siculo, desde el substrolo sicono que uno vez mós
se muestro ligado 01 óreo lingüistico y cultural i!>erico y ligur.
(44) BERARD, loe. cil. noto 18, considero el pasaje de Eloro (Estrabón, VI,
2, 4) en el que se admite lo llegado o Sicilio de sicon~ e iberos, como un error,
yo que no admite diSTinción enlre un~ y otros y cree que los iberos no son otro
coso que los siconos.
A. MONTENEGRO: "Lo onomóstico de Virgilio y lo Antigüedad preilólieo".
Salamanca, 1949; indico que los sieonos eran el mismo pueblo que los iberos.
GARCIA y BELLIDO, loe. cil. nOlo 27, llega o es to mismo conclusión.
ContrariamenTe, GOMEZ SERRANO, 1oc. cit. nolo 8, considero o los sieonos
como uno Tribu de los iber~.
e.
J
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D. FLETCHER VALLS
3 .-AdemOs de los datas que las fuentes nos proporcionan res pecto al emplazamiento y nombre, podemos entrasacar otros
datos de innegable volar.
Hemos visto cómo en las citas en que se habla de los sicanos
se les considera "gente ibérica", distinguiéndolos de los ligures,
distinción que se encuentro o través de los textos y de los siglos.
Avieno, recogiendo noticias por lo menos de la primero mitad
del siglo Vio . c., distingue, en su verso 613, iberos de ligures.
Herodoto (7, 165) cita entre los mercenarios de los cartagineses
en las guerras de Sicilia, en 480 a. C, a fenicios, iberos, ligures,
elysices, sordos y corsos; esta misma listo, poco mas o menos, se
encuentro en Diodoro (11, l) y Polibio (1, 17,4); también Tuci dides, Aristóteles (De anim o gen. 748 a, 22), Escylax (c. 3), el
Pseudo Apolodoro (2, S, lO), Diorlisio de Halicarnaso, etc., etc.,
distinguen bien claramente celtas y ligures de iberos, lo que de muestro que este último nombre o1canzó un contenido que fue
perdiéndose o través de los tiempos hasta llegar a tener un carác ter meramente geográfico.
4.-Cronológicomente, también son interesantes las fuentes clá sicas.
Desde lo cito atribuido a Homero hasta el siglo I a . C. se
menciona a los iberos, siendo demasiadas citas, demasiados autores y demasiados siglos paro que, con todos sus errores, puedan
considerarse los fuentes clásicas como una mero fantasía que deba
dejarse de lodo. Antes al contrario, hemos de admitir que la pala
bra "ibero" no es un vocablo sin sentido en los textos antiguas,
sino que tiene un concreto contenido, el cual trataremos de ir
perfilando en las páginas siguientes con la ayudo de los resultados
a que llego lo investigación moderna .
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11
LA MODERNA INVESTIGAClON
4
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J
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,
CUESTIONES GENERALES
Reseñadas los noticios clósicos referentes a los iberos y los
conclusiones que de las mismas pueden sacarse, exponemos ahora
los resultados a que ha llegado lo moderno investigoción en el estudio de los diversos aspectos de lo culturo ibérica.
1 -EL NOMBRE
Diversas son las etimologias dados a la pa labro IBERO.
a l Se le ha supuesto de origen bereber (45) bojo la formo
"bers" o "ber-rik", con el significado de "el moreno", "el negro",
con lo cua l el vocablo vasco "beltz" = negro y el ibérico "Belenos"
podrian relacionarse con el bereber y no con los lenguas indeuropeas, contrariamente 01 criterio sustentado por Caro Barojo (46),
quien hoce la observoción de que "en algunos cachorros iberos
aparece e l nombre de Belenos, el brillante, el resplandeciente,
en céltico"; la posibilidad de relacionar Belenos con el bereber
"bers" yo fue mantenido por Pakarny. Por otro porte se ha su~
puesto q ue e l vocablo "bereber" es simplemente lo formo griego
"bárbaros" adoptado por los árabes (47).
(45) F. TUBINO: "Los obarígenes ibériCOS o los bereberes de lo Peninsula"
Modrid, 1816.
ATGIER: "Ibines el Berberes, orig'ne el S'9nificot,oM diverses de ces expresions ethniques", Bullelin et Memoires de lo Sociele d'Anthropologie, Se, tO V.
París, 1904.
L. BERTHELON; "Nole sur les noms des Iberes, Beroeres et ofricoins". Bulle,in el Memoires de lo Societé d'Anthropologie, Se, t" VI. París, 1905.
A. GIMENEZ SOLER: "Iberos V Bereberes", Boletin de lo R. Academia de
Buenos Letras. Barcelona, 1909.
(46) J . CARO BARaJA: "Los pueblos de España". Barcelona, 1946.
(41)
E. IBAÑEZ : "El problema etnológico bereber". Archivo del Instituto
de Estudios Africanos, VI, núm. 25, pÓg. 19. Madrid, 1953.
[page-n-29]
" b)
D. I'1.ETClII!R VALLS
También se supone que procede de la raíz "bar", equivalente o "tierra" o o "indígena", opinión sostenida por Giménez
Soler (48) y más recientemente por Grenier (49), pero éste, considerando el vocablo como de origen griego; este mismo origen
defiende Lafuente Vidal (SO), creyendo que los griegos dieron el
nombre de "ibero" o todos los mercenarios de los cartagineses,
10 que, como hemos expuesto en el capítulo anterior, no se oviene
con los fuentes c1Ósicas.
el Otra posibilidad aducido es lo de que procede de lo raíz
"bar", significando "altura"
d) Pora Dale; i DoI<;, los elementos "vo" y "ber" seríon célticos con el significado de "corriente de agua subterráneo", "corriente de agua", "borronco" (51).
el Algunos autores han querido ver un origen caucásico en
el nombre "ibero", entroncándolo con la raíz "ber/mer" (52).
f) La tesis más admitida es lo de que el vocablo "ibero" pertenece al substrato mediterráneo preindeuropeo, utilizándose en
griego como un préstamo no sólo con significado de gentilicio, sino
también poro denominar el "berro", planto que crece en lugares
abundantes en aguo, o sea, en un sentido relacionado con el que
tendría en la lengua originario, en la que parece ser que debió
referirse o tierras bajas, pantanosos o a corriente de agua, por
cuyo rozón se le ha buscado un entronque con el voseo "iber" =
corriente de aguo, o con "ibar"; otro formo vasco "ibaj" = curso
de agua, daría origen a "ibaico", de lo que deriva lo formo moderna "vega"; "ibala" = río está, igualmente, en relación con esta
raíz (53).
(48) A. GIMENEZ SOLER: "Lo España primitivo según lo Filología" . ZoragO;¡O, 1913.
(49) A. GRENIER: "Problemes de pratohistoire ibero-ligur", Rivisla di Sludi
liguri, XV, 3/4, pág. 238. Bordighero, 1949.
¡SOl J. lAFUENTE vrDAl: "Unos nolas históricas sobre Iberio '1 el orle
,bérico", Crónico del IV Congrero ArQl.leológico del Sudeste Español (Elche, 1948),
página 292. Corlogena, 1949.
(51) M. DOl':;: y DaLe;: "Hispania '1 Marcial". Barcelona, 1953.
(52) MENGHIN, loc. cil. nOlo 11
(53 1 C. BATTISTI: "liguri e Mediterronei", Riy;sla di Sludi L'guro, IX,
1. /3, pÓg. 79. Bordighera, 1953.
J. ALVAREZ DELGADO: "Problemas lingüíslicos del nombre Iberos Ebro",
Aclas '1 Memorias del VII Congreso Internocionol de Esll.ldios de Ungüislico
Romónica IBorcelona, 1953), yol. 11, pÓg. 843. Borcelona, 1955.
[page-n-30]
CULnntA IBERICA
29
En general, pues, se admite que la palabro IBERO procede del
subs trato preindeuropeo, significando "habitante de tierras bajas,
pantanosos" o "junto o corriente de agua" .
Ahora bien, si aceptamos esta explicación, parece que ha de
admitirse que dicha palabro se refería a uno corocteristica geogrófico, lo cual pudo ser cierto en los primeros t iempos de las
relaciones con los navegantes mediterróneos, quienes transformarían lo denominación genérico de "ibero" (habitante de los orillas
de los ríos?) que se darían ellos mismos, en un nombre de pueblo (54); pero los referencias clósicas encierran algo mós que un
sentido meramente geogrófico, yo que aluden a un pueblo con
características propios, distingu iéndolo de sus vecinos los ligures,
mos de admitir que lo denominación "ibero", aunque en un primer
emplazados originariamente en los mórgenes del Ródano (55) . He momento pudo hacer referencia a las características del territorio
por ellos ocupado o 01 emplazamiento de sus núcleos de población,
encierra, a través de los fuentes clósicas, unas cualidades propias
que iremos exponiendo en las póginas siguientes.
2.-0RIGEN y ANTROPOLQGIA
Diversos son los orígenes que se han a tribuido 01 pueblo ibero.
a ) Comenzaremos por mencionar los hipótesis de un origen
atlóntido y aun americano, limitóndonas o citarlos, ya que carecen
de todo volar, dado el estado actual de lo investigación (56).
b) Mós par t idarios ha tenido lo tesis europeísta, siendo uno
de los primeros en mantenerla Lem iere (57), quien considera que
F. ECHEBARRIA: "Ibérito", Bolelín de lo Reol Sociedod Voscon~odo de
Amigos del País, XII, 2, póg. 175 Son Sebostión, 1956.
B. M.- GARRO: "Sobre algunos et¡mologíos", Boletín de lo Real Sociedad
Vascongado de Amigos del País, XIII, 2, póg. 20. Son Sebostlón, 1957.
C. OTAEGUI: "De los papeles inéditos de lo Colección Bonoparte en el Archivo de lo D¡putación de GuipVl.coo", Boletín de la Reol Sociedad Vascangado
de Amigos del País, XIII , 3, póg. 285. Son Sebastió n, 1957 .
(54) Recuérdese, par eiemplo, el coso del nombre de los etíopes.
(55) ALESSIO, loe. cit. noto 13 .
(56) Principoles mantenedores de esto tesIS $On leroy D'Abartlogue y Pormenrier (véase "L'Anthropalogie", VI, pág. 682. París, 1895).
Lo tesis de Un origen a ll6nlido se ha mantenido ul timamen te por O. H.
MUCK: "El Mundo antes del Diluvio (Lo AtIÓnlida)" . Barcelona, 1959.
(57) P. L. LEMIERE: "Etude sur les celtes e l les goulcs", pág. 104 y ss.
Porís, 188 ¡ .
[page-n-31]
30
O. FLlITCHER VfLLLS
lo rozo ibérica no exist ió, siendo en rea lidad celtas, siguiéndole
Philipon (58) que cree o los iberos un pueblo europeo que pasando
del Ródono 01 Gorona, penetro en la penínsu la por los posos occiden tales de l Pirineo en los sig los VI 1I /V II poro desplazarse posteriormente del Duero al Ebro.
Fue Martínez Santa-Olallo e l primero, entre los investigadores
españoles, en considerar desde un punto de visto celtista la culturo
ibérico (59), pero con respecto al origen del pueblo ibero mantiene
una clara posición o rientalista, como veremos seguidamente.
Al magro ha sos tenido un cri terio celtista en muchos de sus
traba jos (60), aunque en otros parece rec t ificor este criterio y
aceptor un origen medi terráneo pora los iberos (6 1).
e) Uno fuer te tendencia es lo de considerar o los iberos de
estirpe oriental, asiático.
Yo Gobineau, en 1875 (62), consideraba o los iberos como U'10
de los corrientes separados del gran tronco de la especie blanco
concentrado en Alto Asia, opinión Que siguió Fernández Guerra (63) haciéndolos asiáticos, creencia Que se mantiene hasta nuestros dios, aunque con discrepancias en cuanto 01 punto de partida
158)
1925.
E. PHILlPON.
"Les .peuples primltifs de rEurope méridlonole".
París,
(59)
J. MARTINEZ SANTA_OLAi_LA: "Cosco de plata céltico de lo Primero Edad del Hierro", Investigación y Progreso, VIII, pág. 22. Madrid, 1934.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Bronce inglés de Lo Tene, h:lllodo en JóI,vo (Valencia)", Anuario de Prehistoria Madrileño, IV_VI, pág. 201. Madrid, 1935.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Esquema poletnológico de lo Península IbéricO". Madrid, 1941 .
J. MARTINEZ SANTA-OLAllA: "los Iberos y el Hierro Céltico", conferencio pronunciada en Valencia el 17 de naviembre de 1946.
J . MARTINEZ SANTA-OLALLA: "La indoeuropeizaci6n de Espoña", Homenaje o L. Hoyos Soínz, 11, póg. 378. Madrid, 1950.
(60) M. ALMAGRO BASCH: "lntroducci6n a la Arqueología". Barcelona,
1941.
M. ALMAGRO BASCH: "Excavaciones de Ampurias: Ultimas hallazgos y resultadas", Archivo Español de Arqueología, XVIII, pág. 59. Madrid, 1945.
M. ALMAGRO BASCH: "Noticias prehistóricos del Valle de Noya", Pirineos,
111,6, pág. 213 y IV, 8, peg. 177. Zaragoza, 1947 y 1948.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre lo fijación de los invasiones indoeuropeas en
España", Ampurias, IX-X, pág. 326, Barcelona, 194B.
M. ALMAGRO BASCH: "Lo invasión céltica en España", parte l.- del tomo 1,
volumen 1I de "Historio de España" dirigido por R. Menéndez Pidol, págs. 269,
271 y 272. Madrid, 1952.
(61) M. ALMAGRO BASCH: "El estada actual de lo clasificación de lo
cerámico ibérica", Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español
(Alcoy, 1950), pág. 141. Cortageno, 1951.
(62) Véase Revue Archéologique, 2, pág. 60. París, 1897.
(63) A. FERNANDEZ GUERRA: "Los aborígenes ibéricos", conferencio
pronunciada en la Sociedad Geográfico Madrileña el 6 de marzo de 1877 (véase
lo Academia, 1, póg. 175. Madrid, 18 de marzo de 18771.
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CULTURA IBERICA
31
Autran (64) propugno tres invasiones o lo cuenco del Mediterráneo, desde el fondo del Asia Menor, lo primero lelege-fenicia,
lo segundo heteo y lo tercero iraniana.
Doening (65) hizo proceder a los iberos de los agricultores del
Eufrates, hipótesis ampliado par el Padre Heras (66). quien opino
que "la nación proto-índica paréce ser la que dio origen a todos
las nociones mediterráneos", siendo los "minorasiáticos y micéni cos, los etruscos e iberos, romas desgajados del gran tronco protoíndico que arraigada en las orill as del Mediterráneo".
Martínez Santa-Olalla, en su detenido estudio sobre los aportaciones orientales en la Edad del Bronce (67) opina que llegan
los onatolios o los costas españolas por vía marítimo, no antes del
año 1450 o. C. El pueblo ibero tendría claro origen oriental y no
norte-africano. Posteriormente el mismo Profesor concreto sus pun tos de vista sobre lo cuestión en los siguientes términos: "En 1941
fui yo el primero quien planteó, en forma que no deja lugar a dudas,
mis puntos de visto sobre los orígenes oriental y anatólico-egeo de
nuestros bronces mediterróneos, con individualidades distintas, con
una raíz oriental clara y, casi sin intermed io ni contacto con dichos fuentes, a trovés de Africo del Norte. Los iberOS son
esos gentes y lo gran cantidad de elementos célticos y celtizantes
en su culturo, cuando los llamamos iberos, nada tenían que ver
con su base histórico-social, económica y étnica, en oriente" .
Menghin (68 ) considera a los iberos un estrato africano sobre
el que se asentó otro asiónico; unas migraciones africanos (hami tos) quedon mezclados con unos pueblos osiónicos que llegan o
(64) C. AUTRAN: "Phenlciens. EsSOI de contdbution o I'histoire onr iQue
de lo Medllerronée". Porís, 1920.
(65) DOENING: "Iberos y Euskoros y lo misión civilizadora de lo Iberio en
tIempos prehistóricos", Boletín de 10 Focultod de Derecho y Ciencias Socioles de
lo Universidod de Córdoba (Argentino), 1, 2. Córdobo, 1921.
(66) P. E. HERAS: "Lo escrituro prola-índico y su desciframiento", Ampurias, 1, póg. 5. Borcelono, 1939.
P. E. HERAS: "¿Quiénes eron los druidas?", Ampurios, 11, póg. n . Barcelona, 1940.
P. E. HERAS: Conferencio pronunciado en lo Reol Academia de lo HiSTorio,
Madrid, el 24 de abril de 1940.
P. E. HERAS: "Studies in prOTo-indo-mediterronecn culTure", vol. 1. Studies 11'1
Indion HiSTory of The lndion HisTorlcol Reseorch InSTilule Sto Xovier's College,
nümero 19. Bomboy, 1953.
(611 J. MAR71NEZ SANTA-OLALLA, B. SAEZ MARTIN, C. F. POSAC
MON, J. A. SOPRANIS SALTO y E. DEL VAL CATURLA: "Excavaciones en lo
ciudad del Bronce Mediterróneo 11, de lo Boslido de Totono (Murcio)", Informes
y Memorias de lo Comisario Generol de &covociones Arqueológicos, nüm. 16,
pÓgino 154. Modrid, 1941.
(68) MENGHIN, loe. cil . noto 11.
[page-n-33]
32
D. FLHTCHER VALLS
10 región de Almeria alrededor del 2500 o. e, produciendo esto
mezclo la "cu lturo de l vaso campan iforme" q ue es el sedi mento
más antiguo de lo síntesis de ambos pueblos. Cuando estos protaiberos se amalgamaron con los gentes del Algar, se formon los
iberos históricos. Estos puntos de vista de Menghin tienen sus pre cedentes, principalmente, en las tesis de Mortínez Santa - 010 110 (69) y Fouché (70).
d I En cuanto 01 origen directamente africano, el primero en
concretar lo cuestión fue Bosch Gimpero, pora quien "en el neolítico avanzado, el sudeste, desde la provincia de Almerío, es ocu pado por un nuevo elemen to étnico recien llegado, 01 parecer por
mor, desde Africo, debiéndose ver en él la primera oleada de los
pueblos Que, andando el tiempo se denominarían iberos", consi ·
derando que los portadores de lo por él llamado "culturo de Al ·
medo" proceden del Sahara con lejanos raíces en el sbaiko·ote ·
dense (7 1).
Esto tesis ha tenido sus de tractores, pudiendo mencionarse,
entre otros, 01 yo citado Menghin (72) ya Hoyos Sóinz (73), quien
opino que "lo iberización comenzó con anterioridad o lo aparición
de lo cultu ra de Almería". Sin embargo, durante muchos años ha
tenido gran aceptación y alrededor de lo mismo se ha centrado
todo la estructuración del origen ibérico.
Así, Castillo Yurrita (74) señaló dos oleadas, lo primera constituida por los portadores de la "culturo de Almerio" quienes perduran, en los sig los Vial IV, en los iberos propiamente d ichos de
Valencia y Cataluña, y lo segundo, d u rante lo Edad del Bronce, por
Gibraltar, dando orig>2n estos dos oleados o los iberos y tartesios,
según veremos mas adelante.
(69) MARTINEZ SANTA-OLALLA, loc. ci l . noto 59 ("Esquema . .. ") y loc .
cit. nolo 67.
(70) P. FOUCHE: "A propes de I'origine du Bosque", Suplemento 01 tomo
V de Emérito. Madrid, 1943.
(71) P. BOSCH GIMPERA: "Los antiguos iberos y su origen", conferencio
pronunciada en el Cen tra Internacional In telectual Germano-Español, el 22 de
noviembre de 1923.
P. BOSCH GIMPERA; "Etnologia de lo Peninsulo lherieo", pág. 4. Barcelona, 1932.
(72) MENGHIN, loc. cit. nolo 17, pág. 180.
(73) L. HOYOS SAINZ: "El foco iherico del Sudeste Español". Crónico del
IV Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 194 8), p6g. 368 . Corta.
geno, 1949.
(74) A. DEL CASTILLO YURR ITA: "Prehistoria", troó,lcción españolo de lo
obro de HQERNES, vol. 11 1, "Lo Edad del Hierro". Barcelona, 1927.
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CULTURA 18ERlCA
33
Don Ramón Menendez Pidal (75) supone Que los capsienses,
Que ocuparon desde el sur de Portugal y Andaluda hasta el norte
de Cataluña, dieron origen en época histórica a los iberos.
Pericot (76) ha señalado fuertes relaciones con Egipto, coin cidiendo con el punto de visto antropológico expuesto por Antan
en e l posado siglo (77), relaciones Que han hecho suponer o Howkes (78) Que lo fose de El Górcel tendría origen egipcio y sus protagonistas serían los primeros iberos, suposición admitida por Men ghin ((79) y Que, can anterioridad o ambos, yo expuso Bosch Gimpero (80) al decir que los gentes de la cultura representado por El
Górcel fueron, tal vez, los primi3TOs "almerienses" de origen afri cano.
Son Volero Aparisi (81), Que ha estudiado detenidamente lo
cuestión, llega o lo conclusión de que el neolítico se difunde desde
tierras de Asia hacia occidente, corriendo por el sur del Mediterráneo una ramo Que pasa desde el Nilo por todo Africa del Norte
hasta lo península Ibérico y de aquí 01 resto de lo Europa occiden tal, por lo que considero Que el neolítico español merece el apelativo
de "mouritánico", por estar en el Norte de Africa lo raíz. de nues tro culturo neolítico. Estos aportaciones corresponderían 01 mundo
cultural "hispano-mauritano" de Mortínez Sonto-Olollo (82).
A su vez, lo profesora Laviosa Zambotti (83) supone Que el
substrato ibérico anterior o lo llegado de los colonizadores oriento
les, es el comítico
(75) R. MENENDEZ PIDAl, loe. cit. noto 30.
(76 ) l. PERICQT GARCIA: "Sobre olgunos objetos de ornamentación del
Eneolitico del Este de España". Homenaje o Metido, 111 , pago 129. Madrid, 1936 .
l. PERICOT GARClA: "lo plaquita de pizarra del Cau del Olivar d'En Mor9011", Ampurias, IX-X, .pag. 245. Barcelona, 1948.
l. PERICOT GARCIA: "Paralelo egipcio de uno pieza alcoyana". Crónico
del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Espanol (A1coy, 1950), póg. 86. Cortagena, 1951.
(77) lo HOYOS SAINZ: "l'Anthropologie et la Préhistoire en Espogne el en
Portugol en 1897". l'Anthropologie, IX, pag. 37. Paris, 1898. Se comento el
"Curso de Etnología de lo Península", de Antón, poro quien los egipcios son
Idénticos o los iberos, o los que dieron nacimiento, constituyendo éstos lo primero población histórico de lo Península.
(78) C. F. C. HAWKES: "The Prehistoric Foundotions of Europe la the My_
cenean Age". landres, 1940.
(791 O. MENGHIN: "Egipto y lo Penínsulo HispOnico", Corono de Estudios de
Jo Sociedad Españolo de Antropología, Etnogrofio y Prehistoria, vol 1, pág. 167 .
Madrid, 1941.
180) BOSCH GIMPERA, loe. cil. noto 11 / Etnologio ... ), pág. 148.
(81) J . SAN VAlERO APARISI: "El Neolitico Esoañol y sus relaciones" ,
Cuadernos de Historio Primitivo, 1, .pág. 5. Madrid, 1946.
(82) MARTINEZ $ANTA_OlALLA, loe. cil. nola 59 (Esquema .. l.
(83) lAVIOSA ZAMBOTTI, loe. cit. noto 36, pOg. 75.
5
[page-n-35]
34
O. I'LETCHER VAu.5
No obstante todas los anteriores opiniones, existen en la actua lidad fuertes dudas respecto de los influencias norteafriconos en la
formación de nuestro neolítico, dudas suscitadas por los arqueólogos españoles y franceses conocedores directamente de lo prehistoria norteafricona. Pero no podemos olvidar las corrientes marítimos
y los vientos (84), las fuertes relaciones arqueológicos con Egipto y
aun las rutas Que nos marcan los cereales (85).
e) Como síntesis de tos lineas precedentes, podemos decir que
los aportaciones del oriente mediterráneo, bien por vio marítima o
bien o todo lo largo del Norte de Africo, con puntos intermedios, no
creadores, sino esca las de una ruta oriental, se osi en tan en los tie ~
rras del litarol levantino sobre fuertes e lementos mediterráneos pre .
existentes, constituyendo un grupo étnico que mantendrá sus carac terísticas hasta los tiempos históricos.
Consideramos por tanto que el pueblo ibero es de estirpe medi ~
terráneo y que, formado desde el neolitico cuanto menos (86), se
enriquece con aportaciones culturales y antropológicas de gentes
ofines durante la Edad del Bronce, sufriendo a mediados del primer
milenio o. c., uno rodicol tronsformocián en su culturo 01 entrar en
contacto con pueblos de nivel más elevodo; esto transformación
cultural es lo que conocemos con el nombre de "Cultura ibérica", 01
ser identificado por 10 moderno investigación con los gentes que
los fuentes clásicos llamaban "iberos".
fl ¿Qué dice con respecto 01 origen del pueblo ibero 10 investi gación antropológico?
Aunque por lo práctico de la incineración utilizado por los ibe ~
ros del siglo V y posteriores, poco sabemos de sus característicos
antropológicos, siendo osi que coinciden los de las gentes anteriores
(84) J. J . JAUREGUI: " Influencia de los ... ientos y corrientes de lo cuenco
occ idental del Mediterráneo en los relacion es i bero ~ a f r iconos" , Crónico del IV
Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 1948). pag. 95. Cortogena,
1949.
(B5) K. Y F. BERTSCH: "Geschichte unsere Kulturpllonzen" , Wissenschoftliche VerlogsgesseUschaft. Stultgort, 1949.
A. E. WATKINS: "The Origín 01 Cultivoted Plonts", Antiquity, VI I, pág. 73 .
Gloucester, 1933.
(86) P. BOSCH GIMPERA: "España" , Anoles de la Uni ... ers idod de Volen ~
cia, pOg. 9. Valencia, 1937.
M. FUSTE ARA: "Ro¡ces prehistóricos del complejo racial de lo Peninsulo
Ibérico", Zephyrus, VII, póg. 109. Salamanca, 1956.
E. PLA 8ALLESTER: "El problema del tr6nsito de 10 Edad del Bronce o lo del
Hierro, en lo región valenciano", Crónico del V Congreso Nacional de Arqueolo ~
gío ¡Zorogozo, 1957), pág. 128. Zorogozo, 1959.
[page-n-36]
CULTURA IBERIO.
"
y posteriores que habitaron los tierras atribuidos o ellos, hemos de
aceptar que no hubo eliminación, pues una mismo constante medí ·
terrónea informa lo antropología de los comarcas ibéricos, desde
tiempos prehistóricos.
Ya Antón, según acabamos de ver, señaló relaciones ontropoló·
gicas con Egipto. Collignoo (87) relaciona a los vascas can el grupo
camita de lo rozo blanco, es decir, con los antiguos egipcios y di ·
versos rozos comprendidos boja el nombre genérico de "bereberes",
coincidiendo con Anton y con los modernos teorías que relacionan,
según hemos dicho, Egipto con la península Ibérica y discrepando de
Menghin sobre lo cuestión vasco, ya que para éste "la hipótesis
africana ha sido excluido paro los vascos".
El propio Collignon (88) dio para Francia uno región dolicocé·
talo meridional, uno de cuyas subdivisiones, la catalana, se extendedo desde el Garona 01 Heroult y al mor, en lo comarco que hasta
lo conquisto romono se consideró ocupado por los iberos. Berthelon,
par su porte, relaciono los voseas con los fenicios (89).
Dechelette (90), siguiendo o Bastillon, cito lo diferencio exis tente entre los poblaciones de los márgenes derecho e izquierdo del
Ródano, y Roymond (91) hoce mención o estas diferencias antropológicas entre iberos y ligures, separadas par el Ródono, como hemos
ido exponiendo o lo largo de los páginas anteriores. Arqueológicamente, quedan confirmados estos diferencias (92) .
Según Aronzodi (93), existe uno rozo mediterrónea que doml
(87 ) R. COlLlGNON : "la roce bosque", l'Anthropologie, V, p6g. 276
P",is, 1894.
(88) R. COlllGNON: "l' indice cephalique des populotians tran~Olses",
l'Anthopalogie, 1, póg. 201, Porís, 1890. El outor ocepta el R6dono como el
primitivo limite entre Iberos y ligures.
(89) lo BERTHElON: "Note sur I'identite des caracteres anthropologiques
des bO!iQl.les e l des pheniciens", Bulle!in de lo Sociéte d'Anthropologie, p6g. 663 .
Poris, 1897.
(90) J. DECHElETTE: "Manuel d'Archéologie ... ", vol. 11. Paris, 1924.
191) P. RAYMOND: "Ethnographie du Gord", Bullelin de lo Société d'E ludes des Sciences NOlurelles, XXX, ?Ó9. 50. Nimes, 1903.
(92) l . BERNABO BREA: "le culture preistoriche dello Francia meridionole e dello Calalogna e la successione stroligrafico delle Arene Condide". Rivisla
di Studi Liguri, XV, 1-2, p6g. 21. Bordighero, 1949.
lo BERNABO BREA: "Gli scavi nena gratto delle Arene Candide". Primo perTe,
vol. 11, 1948-1950. Bordighera, 1956.
(93) T. DE ARANZAD1 ' "De AnTropología de España" , ESTudio. 111. 8ar.
celono, 1915.
[page-n-37]
36
D. FLETCHER YALLS
na en la mitad orien tal y m eridional de España. Montandon (94)
sl!'ñola que el grupo ibero-insular (moreno, pelo fino y liso, estatu-
ra medio de 1'61 o 1'62, índice cefálico 73-74), se mantiene en el
Mediterróneo sin voriar desde más de 6.000 años, ocupando España, Baleores, Córcega, Cerdeña, Sici lia, sur de Italio y Francia
medirionol, encontrándose normalmente en el Rosellón .
Prevosti (95) atribuye al tipo rocial mediterróneo los cuatro cal varios de un enterramiento de Alcubierre, clasificado como alme-
riense.
Hoyos Sáinz admi te una ascendencia africana para Jos iberos
históricos e insiste en lo existencia de una rozo ibérica, no sólo justificado por los cal varias pro tohistóricas, sino también por los diversos tipos de hombre vivo que lo representon y opino que recialógicemente "ibero" es el habitante de lo España tarraconense, concretando que "el hombre neolítico viene del Norte de Africo yen el
eneolítico comienzo a diversificarse por la llanura levantina; son los
"proto-iberos". A su vez, Charles (96) en reciente t rabajo, opina
que a comienzos del neolítico hay uno invasión procedente del Norte de Africa y, con posterioridad, hay nuevos aportaciones mediterrÓneas.
Las característ icas antropológicas medi terróneas se conservan,
pues, o través de los siglos en los tierras levantinos, no pudiendo
a t ribuirse o aportaciones de t iempos his tóricos pues, según hemos
visto, los antropólogos los consideron como de fechas prehistóricas,
siendo prueba de la estabilidad antropológica de l pueblo ibero.
(94) G. MONTANDON: "L'Ethnie fran<;aise". Paris, 1935.
La tesis de Montondon fue expresado con onterio
el Neolí tico en tada el Mediterráneo. El mismo criterio fue seguida por P. FOUCHE: "Elude de tapOnomostique pre-indaeurapeenne", Anales del Instituto de
lingüística de la Universidad de Cuyo, 111. Menda:.a, 1943.
(95) A. PREVOSTI: "Calvarios de época premegalitico proceden tes de AI_
cubierre (Huesca)". Trabajos del Instituto Bernordino de Sohogún de Antropo·
logia y Etnologio, 11. Madrid, 1946.
(96) L. HOYOS SAINZ: "Rociologio prehIstórico esponolo". DiStur$O leido
en la Real Academia de Ciencias Exactos y Naturales de Madrid el 1. ~ de diciembre de 1943.
lo HOYOS SAINZ : "Las rozas de las primeros edades del Metal en el Sudeste
de España". Crónica del 111 Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Murcia,
1941), pág. 34. Cartagena, 1948.
L. HOYOS SAINZ: "Los iberos", Madrid, 1953.
R, P. CHARLES: "Le peuplemenl de ,'Eurape méditerroneenne pendant les
111 et It millénoires ovan! Jésus Chrisl". Bulletins el Mémoires de la Société
d' Anthropolagie, 1, X léme Série. n,e 1, jJÓg. 3. París, 1960.
[page-n-38]
CULTURA IBERtCA
37
3 -LA LENGUA
a ) Por algunos autores se ha supuesto la lengua ibér ica ligado
o las indeuropeas; entre los extran jeros encontramos a Osthoff (cuyas opiniones fueron debidamente rebatidas por Bottisti (97) y Bertoldi), y recien temente, Lofon (98). y entre tos españoles, Coro Barajo (99) y Almagro (100), paro quien "los pueblos ibéricos del Levante y Valle del Ebro hablaban dialec tos célticos, es decir, indeura peas, aunque de estructuro muy antigua", siendo un "idioma introducido en España hacia el 800 0 _ J. c., mucho mós arcaico que e l
celta de la P y de la Q... ". Ultimamente se han señalado nombres
indoeuropeos en las Baleares, cansideróndoseles como indígenas;
pero dichos nombres (101) bien pudieron llegar con los romonos o
en el 650 O. c., como sugiere Howkes (102) . En uno u o tro coso
es un elemento superpuesto 01 indígena preexistente, cama veremos
a continuación.
b) Mós valedores t iene la tesis mediterróneo. Los relaciones del
ibérico con los lenguas preindeuropeas mediterróneas se encuen tran
ref le jadas en los trabajos de Bertoldi, Alessio, Fouché, Assmann,
Poisson, Battisti, Padr e Heras, Bousani, Monten eg ro, Guiter, Gorostioga, e tc. etc . (103) .
(91) C. BATTISTI: "Voc.i medlterronee contesto te" , Studi Etruschi, XVII ,
pCig. 243. Firenze, 1943. Poro este oulor wn mediterróneos los voces "corro",
"solo", "napa", ",polo", "colo", etc. contra 10 opinión de Hu bschmid, Quien
odemós prelendío Que "cuniculum" es uno adaptación del gola, opinión Que, con
lo de Osthoff, Quedo suficientemente rebatido en BERTOLDI, loc. cit. nOlo 28 .
(98) R. LAFON: "Lo lengua vasca" , Enciclopedia lingüística His;>ónica, 1,
p6gi na 61. Madrid, 1959.
(99) CARO BAROJA, loc. CIt, nota 46.
(100) ALMAGRO BASCH, loc. ci!. nOIO 60 (La Invasión cél ti co .. 1, pógina 271.
(10 1) M. L. ALBERTOS FIRMA, : "¿lndoeuropeO$ o Iberos en Boleares?" ,
EmérilO, XXVI, 2.-, póg. 235. Madrid, 195B.
(102) HAWKES, loe. cil. nolo 3.
(103) ASMANN: "Babylonische Kolon isollon In der Vorgeschichlliche Spomen", Fes!. zu C. Lehmonn. Berlín, 1921.
V. BERTOLDI: "Problemes de substrot. Gondo", Bullelln de lo Société de
L.ngüistiQue, XXXII, QÓg. 93. París, 1931.
G. ALESSIO: "Lo base preindeuropeo", Studi Etruschi, IX, PÓg. 133. t=irenze,
1935. Por error, en MENGHIN, loe. cit. noto 17, se menciono boja el 'Itulo "Lo
base indeuropeo".
G. POISSON: "Les relotions préhiSIoriQues entre l'lnde el le bassin de lo
Méditerronée", Revue AnlhropologiQue, XLVII. París, 1937.
P. FOUCHE: "Quelques conside ro tions sur lo base toponymiQue. A propos du
Pro l. E. Kol, .piérre", Revue des Longues Ramones, LXVIII, p6g. 295. MontpelI ier, 1939.
[page-n-39]
os
1),
PLIlTCHER VALLS
Mós concretamente, los lenguas narteafriconas han sido comparadas con el ibérico, como lo fueron con el etrusco (104); así, se
señalon rel aciones entre ibero, torgui, bereber, egipcio y copto (105)
aunque poro Zhylorz (106) no existe correspondencia entre les ins cripciones ibéricas y las lenguas líbicos.
Igualm ente se han establecido relaciones entre el ligur, so rdo,
corso, etrusco e ibérico, basóndose Pollo ttino y Hubschm id en el
parentesco del substrato lingüísti co del Mediterróneo occidental
BATTIST1, loc. dI. !"lOtos 53 '1 97.
FOUCH E, loe. cit. nOlos 70 y 94. Supone Que los
05,onlC05
se establecen en
lo Penínsulo Ibérico no siendo distintos, esencialmente, de los que en lo mismo
epoca poblaron lo cuenco del MediterrÓneo.
H. GUITER: "Elude sur lo sonorisation du k ¡nitiol dans les langues romanes", Revue des Longues Romones, LXIX, n.o 1940-1945, pág. 65. Montpell ier,
1945. El oulor atribuye 01 fondo med¡terroneo y al'l(l;ria este fenómeno que se
encuentro en Yasco, sordo y sabino.
A. BAUSANI: "El enigma d el Yascuence ante los lenguas indeuro¡>eas, de F
Cos tra Guísasola", Balet;n de lo Real Sociedad Vascongado de Amigas del País,
I!I, 3, pág. 281. Son Sebastian, 1947.
A. MONTENEGRO DUQUE: "Estudios sobre el vocalismo mediterráneo", Am_
puríos, IX_X, pág. 171. Barcelona, 1948.
J. GOROSTIAGA: "Literatura preclósico. Lo inscripci6n ibérico del y~so de
Lirio", Helmóntica, 111, 12, pág. 422. Solamanca, 1952.
J. GOROSTlAGA: "lnterpretaci6n, traducción y anoli5i5 del plomo ibérico de
Castellón", Boletin de lo Real Socledod Vascongado de Amigos del País, IX , 1,
página lOS. Son Sebasti6n, 1953.
HERAS, loc. cil. noto 66.
G. ALESSIO: "Le lingue indoeurapee neU'ambiente med,terra neo", UniYersito
d(!91i Studi. Borl, 1955.
J. G. FE8RIER: "Remarques sur I'écriture ,bero-tartessienne". RiYisto di Stud,
Orien toli, XXXII, pág. 719. Romo, 1957.
(104) BRINTON: "01'1 Etruscon ond lybion names", Proceedings 01 !he
American Phylologicol $ociely. XXVI, 1880.
J. ALVAREZ DELGADO: "Dos falsos etru5quismos: Romo y Horuspex", Cuadernas Canarios de Invest igación, 1, pág. 3. Santo Cruz de Teneri!e, 1948.
J . ALVAREZ DELGADO: "En torn o
Mogola", Cuadernos Canarios de Investi gación, 1, pág. 67. Santa Cruz de Tenerife, 1948. Desloco el autor que lo desinencia -or poro el plural se encuentro en guonche y en etrusco. Con an terioridad, yo V. BERTOLOI: "Plurole mediterranee in residui fossili", Melanges V. Ginneken, París, 1937, señalo que este plural se encuentro en todo lo cuenco del
Mediterronea.
J. ALVAREZ DELGADO: "Sistema de numeración nOrle-africono", Anejo de
Emérito VIII. Madrid, 1949. El autor escribe: "Lenguas cama el vascuence y el
etrusco ofrecen puntos de contacto con este sistema numeral norte-africano, en
divergen cia con los sis temas nume ra les de sus contamos".
/1051 GIMENEZ SOLER, loc. cit. noto 48.
G. DE REPARAZ: "Origen de 105 civilizaciones ibéricos", Madrid, 1932.
FOUCHE, lac. ci t. 1'1010 94.
M. GOMEZ MORENO: "Disgresiones ibéricos: escrituro, lengua", Boletin de lo
Real Academia Españolo, pág. 27 5. Madrid, 1945.
fl06) E. ZYHLARZ: "Zur ongeblichen Verwondschoft des Boskischen mit
ofrikonischen Sproche n" , Proehis torische Zeitschrifr, XXIII. Berlín, 1932.
°
[page-n-40]
CULTURA IBERICA
39
pre-romono (107). Estos re laciones serían suficientes poro justificar
lo semejanza de nombres de ciudades, ríos, montes, etc., en tierros
de Etrurio, Ligurio, Cerdeño, Córcega e Iberia, sin necesidad de te ner que recurrir o los socorridos invasiones ligur y etrusco, desvirtuados por Bottisti (108).
Poro Lavioso Zambotti ( 109) el substrato ibérico anterior y sincrónico o lo llegado de los colonizadores orienta les, es el comitico
que tiene un fondo favorable y no hosti l o lo penetración de dialec tos del Asia Menor porque probablemente se trata de lenguas afi nes que tienen su origen en las lenguas presumerias del Oriente PrÓximo.
Menghin, coincidiendo con los puntos de visto de muchos de los
filólogos mencionados, supone una em igración de pueblos asiónicos
en los milenios IV y 11.1, q"..Je ocasiono los semejanzas de los lenguas
pre-orias del Mediterróneo, matizadas por la diversidad del subs trato sobre el que se asien tan en cado comarca, rechazando que el
ibérico sea exclusivamente uno lengua hamítica, creyendo mós bien
en uno procedencia asiónica que africana, observando la carencia
de F en ibérico y su existencia en homítico y egipcio.
e) Una de las cuestiones mós debatidos es el problema cel vasco-iberismo o posible parentesCo entre las lenguas ¡bérica y vasca .
Hervós y Panduro (110), o principios del siglo pasado relaciono
el habla de los iberos con lo de los vascos, extendiéndose aquéllos,
segú n di cho autor, por nuestro pen ínsula, sur de Francia, Italia y
(107) P. OUCATI: "GI¡ Elruscni". Romo, 1928.
M. PALLOTTINO: "Lo Sardegno Nurognlco". Ramo, 1950.
M. PAllOTTINO: "El ptoblemo de los relaciones enlre Cerdeño e Iberio en
lo antigüedad pre-ramana", Ampurlas, XIV, pag. 137. Barcelona, 1952.
Los relaciones lingüísticos con Córcego se señalan yo en SENECA: "De consolatione od Helviom". Modernomente se troto lo cuesti6n en M. XAVIER POLI:
"Lo Corse dons l'Antiquité et dons le Houl Moyen Age, des origines 6 I'expulsion
des sorrocins". Porls, 1907, en don-de se consideran los nombres corsos relacionados con el vasco y lo lengua, de origen ibérico; lo mós onliguo población se considero de procedencia ibérico, coincidiendo con lo tesis de Polloltino sobre los navegaciones desde los costos valencianos hasta Cerdeña, hacia el 1750 o. C.
J. HUBSCHM IO: "Sardische Sludien. Dos Medilerrane Subslrat des Sardischen,
seine Beziehungen :rum berberiscnen sowie zum eurafrikanischen und hisponookaukasischen Substral der rornaniscnen Sprachen", Romanica Helveti ca, 41. Ber_
na, 1953.
(108) C. BATTISTI: "Tarracino-Torraco", Studi Etruschi. VI, pág. 287 . Fi.enze, 1932.
(1091 lAVIOSA ZAMBOTTI, loc. cil. noto 36.
(1101 lo HE RVAS y PAN DURO: "Col6logo de los lenguos de los nociones
conocidos y enumeración, d ivisi6n y clase de éstos, según lo diversidad de sus
Idiomas y dialectos". Madrid, 1804.
[page-n-41]
40
D. l'LETClUlR YALLS
sus islas, área que modernamente ha sido ampliado o Bretaño, 1(landa y países nórdicos, por otros autores (111 l.
Lo tesis de Hervás y Pendura tuvo favorable acogido, pero desgraciados trabajos posteriores desacreditaron el posible parentesco
entre ambos lenguas. Actualmente, con nuevos elemen tos de juicio,
ha sido reconsiderado el problema, tanto en pro como en contra, por
autores del prestigio de Menéndez Pidal (112), Beltrón Villogroso (113). Tovar (1 14), Coro Barojo (l IS) yotros.
A lo igualdad ibero-vasco, se han puesto reparos, alegándose
discrepancias fonéticos, sin tener en cuento que los cotejos se establecen entre dos lenguas, una de hace más de dos mil años y
otra en su formo actual, después de muchos siglos de ser únicomen te hablada y no escrita y de haber sufrida influencios muy intensos
del latín (116), todo 10 cual le resto, forzosamente, estabilidad y
personalidad; es muy difícil, pues, encontrar palabras exactomente
iguales fonética y semónticomente y de ahí que las posibles coincidencias que puedan señalarse entre ibérica y vasca na deben me
t 111 J F. HERTZ: "la Ra
GOETZ, vol. 1, póg. 47.
N. lAHOVARY: "les peuples europeens". Neuchotel , 1946.
GOMEZ SERRANO, lac. cit. noto 8.
(112) R. MENENDEZ PIDAl: "Javier-Chaborri, dos dialectos ibéricos", Pirineos, V, 13-14, póg. 375. Zorago:.a, 1949.
R. MENENDEZ PIDAL: "Prólogo" o lo "Introducción o lo HistOriO lingüistico
de Valencia", de M. SANCHIS GUARNER. Valencia, 1949.
( 113) P. BEl7RAN VlllAGRASA: "Notos sobre temas ibéricos", Crónico del
IV Congreso ArQueológico del Sudeste Español (Elche 1948), pág. 303. Cortogeno, 1949.
P. 8ElTRAN VIllAGRASA: "El plomo escrito de lo 8astido de les Alcuses
(Mogente-Volencia)", Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehist6rico
de lo Excmo. Diputación provincial, numero 16. Valencia, 1954.
P. BElTRAN VllLAGRASA: "Los textos ¡!>ericos de lirio", Revisto Valenciano de Filología, 111, 1-4. Valencia, 1953.
(114) A. TQVAR lORENTE: "los inscripciones ibériCOS y lo lengua de los
cel tas" , Boletin de lo Real Academia Españolo, XXV. Madrid, 1946.
A. TOVAR lORENTE: "Estodo actual de los estudIos de filología euskórico",
Boletin de lo Real Sociedad Vascongodo de Amigos del Pois, IV, 1, pág. 13. Son
Sebostión, 1948. El autor escribe: "lo reloción entre el voseo y el ibérico no
debe descartarse".
A. TOVAR lORENTE: "El Euskero y sus parientes". Madrid, 1959.
(1 15) J. CARO BAROJA: "Observaciones sobre lo hipótesis del vosco~iberis
mo considerado desde el punto de visto histórico", Emérito X, póg. 236. Madrid,
1942.
(116) G. ROHLFS: "Lo influencio latino en 10 lengua y culturo vasco", Re visto Internacional de Estudios Vascos. Son Sebasti6n, 1933.
F. CASTRO GUISASOLA: "El enigma del vascuence ante los lenguas indeurapeos", Revisto de Filología Españolo, Anejo XXX. Madrid, 1944.
J. CARO 8AROJA: "Materíales poro uno Historio de lo Lengua Vasco en su
relac ión con la Latino", Acto Salmonlicensia, Filasofia y Letras, 1, 3. Salamanca, 1946.
[page-n-42]
CULTlJRA IBERICA
41
nospreciarse y han de tenerse en cuenta para el futuro de las in vestigaciones, aunque tampoco deben servirnos paro fundamentar
la tesis de que lo lengua vasca es la ibérica fosilizada, ya que uno
y otro, aporte de los elementos coinciden tes, tienen otros discre pantes y de diverso origen, como ha expuesto recientemente Tovar .
A su vez, el voseo ha sido relacionado, como lo fuera e l ibérico,
con el e trusco, relación que no repugna o autores como Trombetti
y Bottisti ( 11 7), dado que el etrusco estó considerado por la mayorio de los investigadores como uno lengua mediterrónea (118) . Tam ·
bién se han establecido cote jos en tre el vasco y las lenguas norteafricanas ( 1 19), lo que, como hemos visto, se hizo también con el
ibérico y e l e trusco, destocando Bauson i (120) que "para la -n del
femenino vasco viene instintivamente o lo ment,e lo -n del camio semítico, uno de los tontos elementos que hocen pensar en su lejano
parentesco con el camí t ica", deta ll e que no había posado desaper
cibido para Tovor (121). quien se expresa, en relación 01 temo, en
los siguientes términos: "En -en tenemos un rasgo camítico que apa rece caracterizando al ibero y que en voseo se nos muestro como
(111) C. BATTISTI: "Corto to;xmímlCo o los orque6I0Q0s españoles", en Corono de Estudios de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía '1 Prehistoria, 1, pago 47. Madrid, 1941.
N. ESANOI: "Vascuences '1 etruscos". Buenos Aires, 1946.
Recientemente, L. GlORI, llegando o lo móximo exageración carente de base
científico, pretende ver en el etrusco el origen de todos los lenguas, (Vease F. VEGLlANI: "Una sensozionole scoperto sconvolge lo Preistorio. Anche Masé porlova etrusco", Tem;K), XIX, 48, p6g. 34. Milán, 1957.)
(118 ) Kretschmer ha señalado relaciones lingüísticos entre el etrusco y el mundo europeo y P. J. GABRYS: "Paren te des 10ngues hittites et lituonnienne et lo
Prehistoire". Geneve, s. o., supone que los etruscos son indeuropeos Que llegan o
Italia después de un largo recorrido y estancia en Asia Menor, lo que motiva el
moliz de lengua mediterráneo que ofrece. Frente o estos punlOS de visla, eSlon
G. GIGLIOLl: "L'orte etrusco". Milán, 1935. y otros investigadores, algunos yo
citados en los anteriores p6ginos, quienes son partidarios del origen mediterráneo
de la lenguo elrusco,
(119) G. VON DEN GABELENTZ: "Die Verwondschoft des Boskischen mI'
den Berbersprochen Nord·Afrikos". Brownsweig, 1894.
H. SCHUCHARDT: "Boskisch lJnd Komitisch", Revisto Internacional de estudIOS Vascos, VII, p6g. 9. Son Sebastion, 1913.
V. LACOMBE, en "Les Lcngues du Monde", de Meillet y Cohen, París, 1924,
y en lo mismo obro GEZE: "De Quelques ropports enlre les longues berberes et le
bOSQue" .
FR. VON DEN VElOEN I: "Dos Baskische eine ofrikoniseche Sproche", en lineroe Orientales, nvm. 48, p6g. l. Lei;lZig, 1931.
D. J. WOLFEl: "Eurofrikonische Wortschichten ols Kulturscnichten", Acto Solmonticensio, Filosofía y Letras, IX, 1, Solamonco, 1955. Veose lo crítico que de
este libro nace K. BOUDA en Boletín de lo Real Sociedad Vascongado de Amigos
del País, XII, 1, pag. 109, Son Sebastlón, 1956.
(120) BAUSAN I, loe. cil. noto 103.
(121) A. TOVAR lORENTE: "Etimología de Voseos", Boletín de lo Real Sa·
ciedad Vascongado de Amigos del País, 11, 1, pág. 53. Son SeboSlion, 1946.
6
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42
D. FLETCHER VALLS
una huello mas de ese remoto pasado occidental que extiende lo
africano hasta constituir el substrato de los lenguas célticos."
Aporte de todos estos parentescos que se han señalado, existe
uno fuerte tendencia a relacionar el vosco con los lenguas caucósicos (122). parentesco que parece estar acorde con el resultado de
los grupos sanguíneos (123); no obstante, en los últimos años lo
teoría vosco-caucósica encuentro cierta oposición, destacando 10
actitud de Lahovory (124), pora quien el drovidico, orig inariamente
una lengua de lo cuenco oriento l del Mediterróneo, ofrece más semejanzas que el caucósico con el vosco, presentando fue rtes relaciones con el homítico-semítico.
En definitiva, de 10 exposición que acabamos de hacer se deduce
que lo conclusión más general izado es lo de admitir lo existencia
de uno cierto unidad de los lenguas pre- indeuropeas mediterráneos
(entre los cuales se hallan incluidos el ibérico y el voseo), unidad
que se mantendría aproximadamente hasta el 1.500 a. e, doto en
10 que aparecen pueblos de hablo indoeuropeo en lo cuenco del
Mediterróneo (125).
(122) AporTe de los trobalOS yo citodos de Fouché y Menghin, pOdemos hocer
referencio o:
G. DE HUMBOLDT: "Recherches sur les hobitonts primitifs de l'Espogne o
l'oide de lo longue basque", París, 1886.
C. C. UHLEMBECK: "De 10 posibiliTé d'un porenTé entre le bosque el les 10ngues coucosiques". Revisto Internacional de Estudios Vascos, XV, pág. 555. Son
Sebastian, 1924.
Véase "Germonen un vol. 11, en Festschrift für Hirt, Heidelberg, 1936, pago 106 y siguienles.
K. BOUDA: "Die Beziehungen des Sumerischen zum Bosklschen, Weslkaukasischen, und Tibeslischen". Leipzig, 1938.
R. LAFON: "Sur un suffixe nominal commun ou basque el a quelques 10nQues
coucosiques", BuUetin de 10 SocltHé Linguistique de Paris, XLIV, 1, pago 144. Poris, 1948.
R. LAFON: "Concordances morphalogiques entre le bosque el le$ longues cou_
cosiques", Word, 7, 3, pág. 227, 1951.
R. LAFON: "Eludes bosques el coucosiques", Acto Solmonlicensia. Filosofío
y Lelras, V, 2. Solomonca, 1952.
(123) F. ALBERDI, A. C. ALlISON, B. S. BLUMBERG, E. W. IKIN on MOURANT: "The Blood Groups af Ihe Sponish Bosques", The Journol of Ihe Royal Anlhropologicol Inslitule of Greol Brilo;n ond Irelond, yol. 87, perl. 11, pág.
217. London, 1957.
(124) N. LAHOVARY: "Subslrol lingüislique mediterronneen, bosque el drovidien. Subslrat et longues cla~iques". ArchiYio per ,'Alto Adige. XLVI II. Firenze,
1954.
N. LAHOVARY: "Bosque, droYidien el caucosien", Boletín de lo Reo l Sociedad
Voscongado de Amigos del Poís, XI, 2, pág. 249. Son Sebostian, 1955.
N. LAHQVARY: "Lo diffusion des longues anciennes du Prochoin Orient
Leurs relotions oYec le bosque, le drovidien el les porlers indoeuropéens primitifs" .
Berne, 1957.
(125) H. HENCKEN: "Indo-europeon longuages one! orchoeology", American
Anlhropologicol Associotion, 57, 6, porl 3, memoir 84, Beloi' (Wisconsin), 1955.
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CULrunA mERICA
43
Lo lengua ibérico se extiende por el litoral mediterrónea, desde
el sudeste español hasta territorio francés (126), con sus naturales
variantes dialectales (127). teniendo la zona típicamente ibérico al ·
gunos característicos propios, entre los que podemos mencionar el
sufijo monetol -sken (128) .
Por último, no queremos dejar de señalar lo coincidencia de que
sea la zona en que los fuentes clósicas sitúon al pueblo ibero, donde
se hable actualmente el valenciano, el catalón y el provenzal (129) .
4.-AREA DEL PUEBLO IBERO
Los restos materiales de tipo ibérico aparecidos en tierras anda ·
luzas, ofrecen un matiz especial explicable, sin dudo, no sólo por el
mós persistente y prolongado influ jo púnico, sino también por los
elementos bósicos constitutivos de su étnia desde e l neolítico, según
hemos visto que opinaban autores como Costilla Yurrita (130). San
Valero (131), y nosotros hemos expuesto en otra ocasión (132), todo
lo cual contribuye a la distinción entre lo tartésico y lo ibérico propiamente dicho, distinción que ya encontramos en los fuentes clósi ·
cas con lo reiterado separación entre uno!; y otros. Esta diferencia ción q u e d o admitida por Bosch Gimpera (133), Gómez Mo·
reno (134), poro quien "la cultura tartésico corresponde 01 mediodía peninsular con límites en el Segura, hacia Levante" y por Caro
Barajo (135). según el cual "lo dependencia se observo mós bien
(126) A. ¡OVAR LORENTE: "Extensión de lo tenguo ibérico en Andalucía" ,
Zephyrus, VII, p6g. 81. Salamanca, 1956.
A. TQVAR LORENTE: "Lenguas Qrerromonos no indoeuropeos. Testimonios
antiguos", Enciclopedia Lingüístico Hispano, V. Modrid, 1959. El aUTor di ce :
"Desde el Guadalquivir medio, Sierra Nevada, Almerio, Sierra Morena, se habla
lo misma lengua hasta Mulo, Alcoy, Lirio, Castellón, Lérido, Ampurias y Enserune" .
(127) BEL TRAN VILLAGRASA, loc. cit. noto 113 (El plomo escrita . . . ).
(128) J. CARO BAROJA: "La Geografía lingüistica de lo España antiguo a
la luz de la lectura de las inscripciones monetales", Boletín de lo Real Academia
Españolo, XXVI, c.O 121, póg. 197. Modrid, 1947.
(129) D. FLETCHER VALLS: "Algunas consideraciones sobre los valencianos
pre·romanos", Revisto Valenciana de FilolOOio, 11, 2·4. Valencia, 1952.
(130) CASTILLO YURRITA, loe. cít. nato 74.
(131) SAN VAlERO APARISI, toe. ciT. nata 81.
(132) D. FLETCHER VALLS: "La dable faceta del Neolitico Hispano-mauri·
TOno en lo región valenciano", Actas de la IV Sesión de los Congresos Interno·
cionales de Ciencias Prehistóricas y PrOTohistóricas (Madrid, 1954), p6g. 415. Zo·
regaza, 19 56 .
(1 33) BOSCH GIMPERA, loe. cit. nota 86.
(134) M. GOMEZ MORENO: "Lo escritura ibérico", Boletín de lo Reol Academia de la Historia. Madrid, 1943.
(135) CARO BAROJA, loe. cit. nata 46.
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44
D. FLl!TCHER VALI•
.s
entre lo culturo del neolítico y lo Edad del Bronce andaluzo y lo
que llamaríamos turdetano o tartesio, claramente diferenciado de
lo ibérico propiamente dicho".
Hacia el tierro adentro valenciano, las fuentes que informan o
Avíen::> sitúan el límite de los iberos en los montes cercanos 01 lito ral. En épocas posteriores, los textos hoblon de uno expansión ibérico hacia tierros aragonesas (136), lo Que parece confirmar lo arqueología {1371. la numismática (138) y la filologia (139).
En cuanto o las tierras catolanas, siguiendo la tesis de Bosch
Gimpero, se ha creído que "la cultura ibérica de la costa catalana" tiene uno bose céltico que constituye el núcleo fundamen tal sobre el que viene o ponerse el elemento ibérico procedente de
los tierras ibéricos propiamente dichos (140), pero dotas de diversa
índole prueban la existencia de gentes no célticas en el litoral cataIón .
Aparte de la que hemos ido exponiendo en las páginas anteriores, para Maluquer de Motes (141 l, los compos de urnas catolanes
"no representan la llegada de grandes masas étnicos capaces de
cambiar substancialmente lo raza del país" y sólo o partir del siglo
IV a. C, habrí::J en ciertos comarcas catalanas un elemento exclusivamente europeo, mientras que en otras predominan los pobladores de tradición levantina encontrándose "cado vez mós patente
(136) Estrabón situo o los edetanos hasta el Ebro y Ptolomeo coloco o ZoroOOZO en tierras edetanos.
(131) P. BOSCH GIMPERA: "Ensayo de uno re<:onstrucción de lo etnología
prehistórico de lo Península Ibérico", Boletin de lo Biblioteca Menéndez y Peloyo,
IV, 3, póg. 211. Santander, 1922.
P. BOSCH GIMPERA: "Prehistoria Catalana", Barcelona, 1919.
P. BOSCH GIMPERA: "Necr6polis de Perolodo", Anuori de l'lnstitut d'Estudis
COlolons, 1915-1920, vol. VI, pág. 590. Barcelona, 1923.
BOSCH GIMPERA, 10<:' dI. noto 11 (Etnologio .. ,l.
(138) F, MATEU y LLOPIS: "Identificación de cecas ibéricos pirenaicos", PirineOS, V, 3, pág. 39. Zorogozo, 1941,
{139) ,R. MENENDEZ PIDAL: "El sufijo -en, su difusión en lo onomástico hispano", Emérito, VIII, 1-2, pág. 1. Madrid, 1940. El autor destoco que lo mayor
abundancia de -en corresponde
los actuales provincias de Valencia, Zaragoza,
Huesco y Lérido, es decir, "al territorio antiguo más puramente ibérico".
(140) A. DEL CASTILLO YURRITA: "lo Costo Bravo en lo antigüedad" ,
Ampuríos, 1, pág. 186. Barcelona, 1939,
(141) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo culturo hollstóttico en COloluño", Ampurios, VII_VIII, pág. 115. Barcelona, 1946,
J. MAlUQUER DE MOTES: "Cripta sepulcral de lo urbanizoci6n Mor y Monlaño de Aletlo", Ampurios, IX-X, pág, 259, Barcelona, 1948.
J. MALUQUER DE MOTES: "El morco cultural del siglo IV o. c., antecedente
ne<:l!$orio 01 estudio del problema ibérico en Cataluña", Crónico del IV Congreso
Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 1948), pág. 19. Cortogeno, 1949.
J. MALUQUER DE MOTES: "Pueblos ibéricos", en "Historio de Españo", d"ig,do por R. Menendez Pidol, 1, 111, pág. 305 y ss" nOIO 32. Madrid, 1954.
°
[page-n-46]
CULTURA WERICA
45
la existencia de una población en la que se comprueba casi siempre
una filiación típicamente mediterróneo"; la profesora Laviosa (142)
opina, a su vez, que lo potencia expansivo de los culturas de t ipo
almeriense se manifiesta o través de Cataluña hasta llegar 01 RosellÓn .
Desde el campo lingüístico, Pericoy (143) viene, igualmente, o
confirmar nuestro criterio de que en el litoral cota Ión se encuentra
un elemento mediterráneo, 01 que presta un matiz especial el elemento ultra-pirenaico que se interfiere. Yo hemos visto que Tovar
extiende (144) la lengua ibérico par tierras de Cataluña, y el filó logo Rostaing (145) nos habla de topónimos ibéricos en Provenzo
que pueden encontrar sus paralelos en Cataluña .
Sin lo existencia de unos iberos en Cataluña, en cuyo favor tan las datos de todo índole cabe aportar, no sería fácil explicarnos la
existencia de los iberos del mediodía de Francia, en donde o nuestro juicio (146) existe un elemento indígena ibérico que se matizo
con los aportaciones ligur y céltico, esto último de escosa importancia, según los propios investigadores franceses (147).
Resumiendo lo que acabamos de exponer, consideramos que, o
la vista de los noticias proporcionadas por las fuentes clásicos y
los resultados a que ha llegado la moderno investigación, la primi tivo órea ibérico comprendió desde el sudeste español hasta lo cuenco del Ródono, por el litora l, siendo los montes del tierra adentro
valenciano el límite hacia el interior, limite que con posterioridad o
Avieno se amplío, bien por corrimientos efectivos de pueblos, bien
por un más completo conocimiento de los gentes por los autores clásicos, hacia Arogón y Lérido, mientras que en el mediodía francés
se restringe su ámbilO del Ródono 01 Herault.
Los elementos constitutivos del pueblo tartesio dan o éste un
matiz especia l, como hemos visto, y los influjos europeos mixtifican
la trayectoria ibérico en las zonas catalana y francesa, quedando
mas puro lo fran jo costero del Seguro 01 Ebro, con extensión hacia
tierras de Lérida.
(142) LAVIOSA ZAMBOTTI, loe. CII. nOIO 36, pag. B2.
(143) p. PERICAY: "Los roices hislóricos del extremo N. E. penInsula r desde
lo lingüistico". Barcelona, 1956.
(144) TOVAR LORENTE, loe. CIt. noto 126.
(145) ROSTAING, loe. cil. noto 15.
(146) FLETCHER VALLS, loe. dt. noto 1.
D. FLETCHER VALLS: "Els volencions pre-romons". Valencia, 1954.
(147) M. BRUNEL: "Ligures, Celtes et lberes dons le Midi de lo Gaule", Ecole Antique de Nimes, XVIII Sesslon. p6g. 77. Nimes, 1937.
M. BRUNEL: "Les peuples du Longuedoc ovant lo période Gol1o-Romoine",
Ecole Antique de Nimes, XXV Session, pág. 17. Nimes, 1944.
[page-n-47]
[page-n-48]
FORMACION DE LA CULTURA IBERICA
En la formación de lo culturo ibérico intervienen diversos factores, unos próximos y externos y otros lejanos y autóctonos, o cuanto
menos enraizados en nuestro península desde el neolitico,
A unos y otros nos referimos en los siguientes líneas .
I -EL INFLUJO EXTERNO
En modo alguno podemos admitir lo palabro "colonización" en
su recto sentido poro designar los relaciones de otros pueblos del
mor interno con nuestros antepasados protohistóricos, puesto que e l
contacto nació de las apetencias comerciales o guerreras, faltando
la intención de mejorar el nivel de vida material y espiritual de los
indígenas; los traficantes actuaban como toles y si se preocupaban
por conseguir el predominio de su país ero, no por llevar la cultura
y espíritu de su patria o otros pueblos, sino por tener asegurados los
mercados, los que abastecion con objetos procedentes de cualquier
lugar, con tal de que fueran de l gusto de las compradores. Lo preocupación de los mercaderes no llegaba a mós, por lo que realmente
no se les puede considerar como verdaderos colonizadores; por tanto
señalar su presencio en tierras ibéricas no equivale o decir que los
modos de vida de los indígenas se transformaron desde el momento
en que aquéllos aportaron en estos costos.
En cuanto o los intervenciones militares, tendían únicamente o
disponer de nuevos territorios ricos en potencial humano y reservas
alimenticias y minerales Que les permitieran hacer frente a los incalculables gastos ocasionados por las inacabables guerras en Jo
cuenca del Mediterróneo.
Fue necesario un largo e intenso contacto para que surg ieron
nuevos gustas y nuevas concepciones artísticas, logrados mós por
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48
D. I'LIITCtlllR V"'!.t.S
lo pacotilla que vendian los mercaderes que por lo bueno voluntad
y deseos de traficantes y guerreros en mejorar lo vida de los natu rales del pais
a)
El influjo semítico
Basándose en las referencias 'iterarias y algunos indicios mote ricles, créese que debe remontarse lo presencio de los fenicios por
encimo del año 1.000 c. c., pero en realidad lo arqueología acuso,
sólo con certeza, tal presencio, o lo más, hacia el siglo VIII a. C.
Sea cualquiera la data que ha de atribuirse 01 pr imer contacto
con los fenicios, hasta e l momento presente no pueden señalarse
restos de su presencia en el Levante español; sólo se encuentron ma teriales púnicos en los yacimientos ibéricos propiamente dichos, yo
que en los tartesios lo inftuencia fenicia es claramente mucho mós
antigua .
Se consideran procedentes del mundo púnico uno gran serie de
vasijas y figurillas de borro por el aire especial Que tienen, lo Que
halla confirmación en los yacimientos púnicos tipicos (148) . Las fi gurillas que no han copiado un original helénico nos ofrecen un modelado rudo, infantil. Los piezas púnicas fabricadas en series inevolutivas, se mantienen tiempo y mós tiempo, dificultando la otribu ·
ción cronológica de los hallazgos de esta ¡ndole, que en ocasiones se
dan hasta en yacimientos de ambien t e romano. As¡ mismo se nota
lo influencia púnica en la moneda ampuritana y en 10 antíguo de
Arse y Saitobi, según las recientes opiniones de Gil Farrés .
Restos de vasos, ónforas, pebeteros, etc., se encuentran en los
poblados ibéricos valencianos, no apareciendo tonto las monedas,
aunque se mencionan hallazgos en Sagunto, Mogente, Tossal de
Monises, Cheste, etc., por lo Que ha de deducirse que fue intensa la
relación con el mundo púnico y, por t on to, que influyó en la forma ción cul tu ra l de los iberos .
(148) P. CINTAS: "Cerom,que Punique", Publicotions de l'lnstitut des Hautes
Etudes de Tunis, 111. Túnez, 1950. El au tor afirmo que o partir del siglo IV o. C.
tod os los cerómicos mediterróneos afectan formas puramente griegos, lo que pruebo que no conoce lo ceramica ibérico.
P. CINTAS: "Cantribution o I'étude de I'exponsion carthaginoise ou Moroc",
Publicatians de j'lnstitut des Hautes Eludes Marocains, LVI. París, 1954.
Tonto paro este capítula como poro el siguiente, véose FLETCHER VALLS, loe
cit. nole 152.
[page-n-50]
•
CULTURA IBERlCA
b)
49
El influjo helénico
Al estudiar los hallazgos griegos en tierros ibéricas peninsula res, lo primero que llama la atención es que los objetos de mayor
antigüedad hasta ahora conocidos, se hallen en los extremos norte
y sur del litorol, quedando uno amplio zona, aproximadamente del
Júccr a Ampurias, inédita 01 primitivo comercio griego, no sobre pasando ningún hallazgo en territorio valenciano del 500 o.
C. Es
sólo a partir de dicha fecho cuando pueden dotarse los hallazgos,
esporádicos al principio y por lo zona meridionol de lo región, me nudeando después por todo ello hasta llegar a la saturación de los
yacimientos ibéricos.
La mós antiguo f~cho poro el contacto helénico, en el extremo
meridional ibérico, nos la proporcionan los estatuillos en bronce,
importados. Lo escultura en piedra vendría o confirmar lo antigüedad de los primeras relaciones con los griegos. Algunos restos de
esto escultura plantean el problema de si son obra de escultores
indígenas influidos por el mundo heleno o de escultores griegos que
trabajaron aquí, inclinándonos nosotros por la segundo soludón,
pues en lo fecho atribuido o toles esculturas no había madurado
suficientemente el arte ibérico poro crear dicha imaginería, existiendo unos cuantos obras que por su facturo y estilo h emos de
considerarlos griegos esculpidos en tierras ibéricos, con piedra del
pais, es decir, hemos de aceptar una escuela escultórico griego provincial, como hoce años yo postulara Gracia y Bellido (149),
muestras de la cual serían, entre otros, la cabezo de muchacho, procedente de lo provincia de Alicante, las esfinges de Agost,
lo cabezo de grifo de Redovón y lo leona de Bocoirente. Trascendente tuvo que ser poro el arte indígena esta posible escuela griega
provincial, o por lo menos lo presencia de escultores griegos que
trojeron técnicas, estilos y temas desconocidos de lo plóstico indi geno. Lo persistencia de este influjo explicaría el por qué de lo
perfección de algunas de los esculturas ibéricos, aunque el arte in dígena no eliminó resabios que dan falso apariencia de arcaísmo a
algunos de sus abras, induciendo o veces o errores en el encuadra miento cronológico.
En arquitectura, el mundo griego influyó en algunos detalles
de la ornamentación, pero no en las formas, proporciones, distribu ción y estructuro de los cosos y lo organización urbano.
1149)
7
A. GARCIA y BELL IDO: "Hispania Graeca". Barcelona, 1948.
[page-n-51]
U. FI..ETCUER YAu.s
50
Mós influjo ejerció, sin dudo por ser técnico mas fócil de domi nar, 10 cerámico importado que, o partir de los fabricaciones del siglo V a. e, se encuentra representado en los yacimientos ibéricos .
Aporte de Ampu rios, en el resto del litoral español no parece
que se encuentre vaso alguno que rebose el 500 o.
se hallan
pocos, relativamente, de lo primera mitad del siglo V y abundan o
partir de la segundo mitad del mismo, haciéndose frecuentes en los
siglos IV y 111, principalmente los cerómicos de barniz negro br illante, tanto áticas con suditólicas, imitadas en los alfores españoles, lo que en parte explicaría su abundancia .
c.;
Formas y ornamentos dejaron sentir su influjo sobre los cera -
mi s tas ibéricos, pero es difícil señalar el nexo entre los temas ornamentales ibéricos y griegos, coso que intentaron Bosch Gimpero,
Carpenter y Bollester Tormo (150), yo que dado el actual planteamiento cronológico de 10 cerámico ibérico, no es fácil enlozar unos
y otros. Influencias suditálicas se ejercen también en el arte mone tal ibérico, aunque éste alcanza su desarrollo dentro del período
romano.
e)
Lo posibl e apor tación etrusco
Otro factor que no puede quedar 01 margen 01 estudiar los orígenes de lo culturo ibérico, es lo posible aportación etrusco.
Schuhen señaló uno colonización etrusco en lo península Ibéri co, considerándolo ton intenso que creyó que muchos topónimos es pañoles tenían raíz etrusco, descubriendo uno lengua y escrituro
de tal origen en Andalucía . Siguiendo esto tesis, pero desde el campa arqueológico, otros investigadores han clasificado algunos piezas
españolas como procedentes de Et rurio, dotándolos en el período
comprendido entre el 535 y 474 a. e, es decir, del momento de
esplendor del comercio e t rusco o raíz de lo victorio de Alalia y an tes del fracaso de Himera.
¿Pero, en reolidad, estos restos lingüísticos y materiales se deben
a contactos directos de nuestro península con los etruscos?
(150) R. CARPENTER; "The Greeks ,n Spoin" . Bryn-Mowr, 1925.
P. BOSCH GIMPERA; "Relociones entre el orte ibérico y el griego", Archivo
de Prehistorio levontino, 1, pág. 163 Volencio, 1929.
1. BALLESTER TORMO; "Ensoyo sobre los influencias de los estilos griegos en
los cerómicas de Son Miguel de Lirio y 10 tendencio arcaizante de estos". Volencio, 1945.
[page-n-52]
CULTURA IBERICA
"
Para los datos lingüísticos ya vimos cómo se explican por un
misma estrato primitivo no indoeuropeo; con esto y con las refutaciones hechas por Bottisti a las teorías de Schulten, parecía zanjada la cuestión, que ha vuelto a plantearse al aceptar Krestschmer
la escritura tirs:na española.
Arqueológicamente, aparte de Jos hallazgos ya valorados por
Gordo y B:llido y M:Jrtinez Santa-Olollo (151). podríamos citar
dertos paralelismos, tonto en técnica arq!.Jitectónica (cómaras de
Toya y Regollini-Gal1ossi). como en la plóstico en bronce (idolillos
españ::>!es y los "signa tuscónica"), en la gran escultura anima[ística en piedra (bichos de Boena y Vulci) y en lo orfebrería (piezas
de Sol daña, ton semejantes a los de lo tumbo Bernardini; pótera de
Tivisa, etc.) (152), paralelos que pueden expl icarse por uno común
procedencia de los piezas o los modelos, pero que también pudieron deberse o relaciones directas sin necesidad de postular, como
hoce Schulten, una ocupación de nuestro península, sino mós bien
contactos comerciales (153), ya por vía terrestre, como supuso
Bosch Gimpero, ya por vio marítimo como creyó Dechelette.
En estos últimos tiempos ha vuelto o ponerse en duda lo directo
aportación etrusca en lo formación cultural ibérico, considerando
Gordo y Bellido que habría de reducirse "01 mínimo lo aportación
"'trusca, 10 cual no llegó o ser sino un simple contacto de vecindad
v en cosos uno gongo que nos vino con 10 conquisto romano de los
si olas 11 y I a. c." y en cuanto o Almagro no cree ni en el comercio etrusco pre-focense ni en uno colonización etrusco. Controrio-
115 l' A, GARC IA y BELLIDO: "los relaciones entre el orle etrusco y el ibé·
rico". Archivo Español de Arte y Arqueología, VII, pago 119. Madrid, 1931.
JI. GARCIA y BELLIDO: ":"os relaciones entre el arte etrusco y el ibérico" .
Investigación y Progreso, IX, pago \ 28. Madrid. 1931.
A. GARClA y BELLIDO: "Uno ooortoción mós 0\ estudio de los relocione~
entre etruscos e iberos", Homenaje o Mélido, 11, pág. 303. Madrid, 1934.
J MARTINEZ SAN"'íA-OlAllA: "Nuevo bronce ibérico del santuario de Des·
oeño?Crros", Homenaje o Mélldo, 11, pag. 163. Madrid, 1934.
M. ASTRUC: "Etendue de lo coloni$otion phenicienne el corthoginoise en Es·
pagne", Commission Internotionole pour 10 Préhistoire de lo Méd,terr6née Occidentole, Conference de Borcelono, 1935, póg. 42. Ban:elono, 1937.
11521 D. FlETCHER VAll$: "El orte protohistó
'les". Volencio, 1949.
R.. lANTIER: "Bromes votifs ibériques", I.P,E _ pág. 3B. Berlin, 1930.
K.,
(153) A. RAMOS FOlQUES: "Influencio del or te griego, etrusco y púnico so~
bre el ibérico", Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Alcoy,
1950), o6g. 195. Cortogeno, 1951.
[page-n-53]
"
D. FLETCHER VAl..LS
mente a estos opiniones, Blanco Freijeiro parece aceptor, coincidiendo con nuestras sugerencias, el influjo artístico etrusco (154).
d)
Los mercenarios ibéricos
En esta enumeración de influencias extraños sobre el complejo
formativo de la culturo ibérico, debemos recordar las andanzas de
los mercenarios ibéricos por tierros de Cerdeña, Sicilio y aún Grecia propia, a lo 10rgo de los continuas luchas que en aquellas tierras
tuvieron lugar a partir del siglo Vo. C.
No creemas que todos los mercenarios ibéricos citados por los
fuentes clásicos, sobre todo los de los contiendas de los primeros
tiempos, fueron únicamente de tierros españolas; habría que pensar si algunos de los menciones, que se remontan a hechos de! 480
a . e, no se referirán o los iberos del !itoral francés. Recordemos
o este respecto que los cartagineses reclutan en tierras francesas a
ligures y elysices; en las islas, a sardos y corsos, no siendo rara la
cito de fenicios y libios entre las fuerzas cartaginesas (Herodoto
7, 165), ya que, aporte de que estos segundos pueden relacionarse
con la "oro lybica" del Rádano, el reclutar tropas en los proximida~
des de lo metrápolis es normal. Bien pudieron, pues, contar entre
sus soldados o iberos de tierras francesas, vecinos de otros mercenarios como son los ligures y los elysices (155) . Admitimos, osi mismo, lo intervencián de los iberos españoles actuando indistintamente, a los órdenes de uno u otro bando beligerante.
Su estancia en los ricos ciudades sicilianas, saturándose de lo
vida muelle y cultura refinada, influiría en sus rudos hábitos, repercutiendo sensiblemente en lo trayectoria de su cultura. No es
aventurado, por otra parte, suponer que muchos de los hollozgos
griegos acaecidos en España se debieron a las correrías de estos
mercenarios por ti e rras itálicas, de donde traerían rico botín (156).
(154) FLETCHER VALLS, to<:. cil. noto 152.
M. ALMAGRO BASCH: "Los hotlozgos de bucchero etrusco hocio occidente y
su significación", Botetin ArqueolÓQico, XLIX. IV, 26-28, pilg. 97. Torrogono,
1950.
A. GARCIA y BELLIDO: "Los colonlzOClones púnico y griego en lo Peninsulo
Ibérico", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricos y
Protohistóricos. Madrid, 1954.
A. BLANCO FREIJEIRO: "Orientolio. Estudio de objetos fenicios y orientolizontes en lo Península". Archivo Español de Arqueología, XXIX, pilg. 3. Madrid,
1956.
(155) FLETCHER VALLS, loe. cit. nolO 1 (Algunas fuentes clósicos . .. ).
(156) GARC IA y BELLIDO, loe. cit. noto 29.
A. GARClA Y BELLIDO: "Factores que contribuyeron o lo helenlzoción de lo
España pre-romono. 1, Ibe ros en Grecia Propio", Boletín de lo Reol Academia Españolo d e lo Historio, CIV. 1. Madrid, 1934.
[page-n-54]
CULTURA lUBRICA
e)
"
El infl ujo e uro peo
Hasta donde alcanzan los influencias célticas, en el amplio
sentido de lo palabro, en lo formación de lo culturo ibérico, es cuestión básico debatido en estos últimos años en t re celtistos e iberis -
tos
Paro los pnmeros, la llamado culturo ibérico no serio otro coso
que uno culturo de raigambre céltico, que adquiere un aspecto pe culiar 01 entrar en contacto con los pueblos navegantes del Mediterráneo, afirmando que tanto la estatuaria, como las armas, ob jetos
de adorno, monedo, cerámico, religión, lengua, etc., son originaria mente célticos, aunque con un matiz mediterráneo y clasicista.
A su vez, los iberistas han explicado estas pretendidos identida des sin necesidad de recurrir al celtismo, aunque sin negar su va lioso aportación en lo formación de lo culturo ibérico, no olvidando
tampoco que en muchas ocasiones no existe tal influjo y sí meras
coincidencias entre 10 ibérico y lo céltico, yo que éste, en su mayor
porte, no es otro coso que una interpretación del arte helénico,
cuyo inspiración y modelos le llegan o lo largo de varios siglos des de Grecia propio, Italia y colonias de lo Galio Meridional.
El influjo céltico se ejerció o nuestro entender, mucho en los
artes metalúrgicas, algo en lo lengua y cerámica y nodo en lo moneda y alfabeto.
f)
los
'0 manos
Los verdaderos colonizadores de nuestro Patrio fueron les romanos. Ellos cambian, 01 menos en superficie, la estructuro político,
económica, religiosa, artístico, etc., del país. Con ellos el arte ibé rico sufre uno profunda transformación, pudiendo apreciarse nuevas
modos en lo ornamentación y en los ga lbos cerámicos, nuevos tipos
monetales, nuevos conceptos arquitectónicos, escultóricos y urba nísticos, que vivifican lo culturo ibérico, aunque por poco tiempo,
yo que lo superioridad de todo orden de los romanos dará origen
rápidamente a un arte provincial que trunco lo trayectoria del
ibérico, oscureciendo por muchos siglos las característicos t ípica mente hispanos, mas sin ahogarlos, puesto que los vemos florecer
a la menor coyuntura favorable .
[page-n-55]
54
o.
FLliTCHER V¡\u.s
2.-LA BASE INDIGENA
Todas los anteriores intluencias, recibidas a través de varios
siglos, actúon sobre uno etnia indígena cuya economía y culturo
son, aproximadamente, hasta el 500 Q . e, básicomente neoliticos
con aportaciones de la Edad del Bronce, como hemos indi cado an teriormente, desembocando o partir de esto fecha en un arte y
cultura características que no pudieron llegar o su madurez por
impedir su normal evolución lo irrupción romano.
Algunos de estos elementos tradicionales se conservarón en ple ~
na cultura ibérica, tales como lo utilización del sílex, la cerámica
grosera, sin decoror o decorada con cordones o impresiones, la estructuro urbano de muchos poblados, etc., etc.
Hemos resumido e:"l las anteriores líneas los elementos que con tri buyeron o formar 10 culturo ibérico . El estudio de los elementos
que lo caracterizan desde el punto de "ista material, lo efectuamos
en el capítulo siguiente, procurando señalar, cuando sea posible,
la ascendencia de codo uno de ellos
[page-n-56]
ELEMENTOS MATERIALES CONSTITUTIVOS
DE LA CULTU RA I BERICA
Examinamos en el presente capítulo aquellos elementos que, o
nuestro juicio, caracterizon mós fundamentalmente lo culturo ibérico, dejando de lado los que, aún apareciendo en el ámbito ibérico,
no podemos considerarlos privativos suyos, sino más bien comunes
a otros pueblos peninsulares y aún de Europa y Mediterráneo occi-
dentales en lo mismo época, toles como la incineración de los
cadáveres y oún lo propia religión, por otra parte, muy deficientemente conocido.
Prescindimos, asimismo, de lo descripción detallada de los objetos por no ser éste nuestro propósito, aparte de que ello está
ya hecho en otros publicaciones. Nosotros nos limitamos o destocor
los rasgos materiales de lo culturo ibérico en sus principales aspectos.
I.-METAlISTERIA
(1 )
Joyería y objetos de ado rno
Difícilmente pueden señalarse joyos solidos de talleres ibéricos
si exceptuamos los pequeños pendientes omorcillodos (por otro
porte, de origen oriental mediterróneo), aretes, brazaletes y anillos,
todo ello muy sencillo, sin complicaciones ni en lo formo ni en lo
ornamentación. Pero en manero alguno ha de atribuirse o estos
talleres ibéricos los bellos joyos de Jóveo, lo diadema de Covolto,
el torques de Ches te, lo cadena de oro de Lo Bastida de les Alcuses
y, menos aún, los ricos arrocados con los que en lo realidad se
adornarían lo Dama de Elche y la del Cerro de los San tos, etc.,
[page-n-57]
"
D. F'LETCHElI VALLS
piezas todas ellos importadas entre los iberos, no siendo ajeno lo
intervención fenicio, griega y etrusca en ello (157) .
T ípicos de los tierros ibéricas son las fíbulas anulares. Almo gro (158) las ha considerado de origen helenico, basándose en su
hallazgo de dos fíbulas anulares, :..Ina en la sepultura 9 de incineración de lo necrópolis Morti y otra en la 55 de lo necrépolis
Bonjaón, ambas dé Ampurias, detebles, según dicho autor, del 50:)
al 475 o . e, pero nosotros creemos que el tipo es ibérico y no
griego, máxime si tenemos en cuenta que en Grecia no se señalo
y que uno de los hallazgos se efectuó en uno tumba considerado
por el propio Almagro como probablemente ibérico (159 ).
Por su porte, Cuadrado Díoz (160) sustento lo tesis de que lo
fíbulo hispánico derivo de lo hollstáttico. A esto hemos de objetor
que los fíbulas anulares ibéricos que aparecen en zona extra ibérica, se encuentran en yacimientos con patentes y clarísimas
relaciones con el mundo mediterráneo (Osero, Alcácer do Sa l, por
ejemplo), pero no aparecen ni en poblados ni e:1 necrópolis del N
y N . W . peninsular, o seo, en aquellos lugares a los Que no llegó
el influjo cultural de lo costo mediterrónea; los pretendidos pre cedentes europeos que opor to el autor, ni por su número ni por
sus características, pueden aceptarse en modo a lguno.
Por el momento, pues, y mientras no dispongamos de elemen tos de juicio mós cloros y concretos, hemos de admitir que la fíbula
anular es típicamente ibérica, debiendo considerarse los aparecidos
fuero del área ibérica no como oriundos ¿'~I lugar de hallazgo,
sino copiadas "in situ" a llevados allí tal vez por difusión comer-
( 157) A. GARCIA y BELLIDO: "la Dama de Elche" , ReVIsta de la UnIver _
SIdad de Madr id, 111. Madrid, 1943.
GARClA y BELLIDO, loe. cit . nOla 154 .
BLANCO FREIJEIRO, loe. cit. nata 154. El autor apunto, como hemos señalado, la posibilidad de relaciones etruscas en la joyeria, coincidiendo con nueslra
sugerencio hecha en 1949 (veose FlETCHER VAlLS, loc. cit. nOla 152).
J. SAN VALERO APARISI : "El tewro pre-imperiol de plato de Drieves", In _
formes y Memorias de lo COI'msaría General de Excavaciones Arqueológ¡cas, 9. Madrid, 1945.
(\ 5Bl M. ALMAGRO BASCH: "Los necrópolis de Amp",dos. Introd",ct;ión y
necrópolis griegos". Barcelona, 1953.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre el oTlgen y cronología de la fíbula hispónlca", Archivo de Prehistoria levantino, V, póg. 177. Valencia, 1954.
(159) D. FlETCHER VALlS, recensión o lo primero obra de la nOla 15B, en
Ampurias, XV-XVI, pOg. 409. Barcelona, 1954.
Recientemente, el Profesor PAllOTTINO, en lo recensión de eso misma obro
en Archeologia Classica, XI, 1, póg. 120, Roma, 1959, rechaza la hipótesis de
Almagro, estando de acuerdo con nuestras ,puntOS de vista.
(160) E. CUADRADO DIAZ: "la fíb",la anular hispónlCO y sus problemas" ,
Zephyrus, VIII, 1, pag. 5. Salamanca, 1957 .
[page-n-58]
CULTURA IBERlC/l
"
cial, como sucede inversamente con los fibulas de Lo TEme. Los
hallazgos de Ampurias, no prueban el origen g r i e g o, pero
tienen el inestimable volar de confirmar que lo fíbula anular s:!
utilizaba, por lo menos en aquello ciudad, yo en el primer cuarto
de l s. V a. c., coso que parece suceder, igualmente, en Ullastret (161). En Enserune son poco frecuentes y su dotación mós
antiguo oscilo del 375 al 325 a. C.
Los broches de cinturón, rectangu lares, con un solo gancho,
cincelados y damasquinados, se encuentran difundidos por el li toral mediterróneo español, siendo osi mismo abundantes en lo Me ·
seto, por lo q ue se han considerado tonto típicamente ibéricos como
célticos si n aportarse datos fundamentales poro uno u o t ro aserto;
pero es incues t ionable, sin embargo, que el broche de referencia,
proceda de donde proceda, es característico español y forma porte
del atuendo ibérico.
De otros muchos ob jetos de metal no puede establecerse tam paco una cloro fi liación, a causo de su extraordinaria difusión por
grandes zonas de lo península; el origen europeo del torques está
fuero de tada dudo .
b)
•
•
•
Armamento
A través de los fuentes literarios, excavaciones y pintura vascu lar, tenemos ideo de lo que sería el armamento ibérico y lo forma
de guerrear de aquellos gen tes, uno y otra extendidos a los pue blos de lo Meseta en tiempos de los luchas con Roma.
El armamento estaba cons tituido por dos armas arrojad izos
(jabalina o "soliferreu m"); "falcata" o espado (ésto adoptado en
época tardía ); escudo pequeño y redondo, "caetra", o alargado
ovalo rectangular, "scu tum" (adoptado, como lo espado, en fecho
tard ío); cubrían lo cabeza con sim ple capocete de cuero recu bierto de escamas metá licos, con cosco de penacho en forma de
cresta o simple verdugón cen tra l o, también, como se ve en los
bronces vot ivos, con cimeras altos y esbeltas (1 62), que no siempre pueden identificarse con el mundo romano, por ser en algún
coso a n teriores a 10 aparición de las huestes romanos en tierras
ibéricas.
(161) M. OLIVA PRAT: "Lo lobo!" de lo Comisario ProvinCIal de Excavaciones Arqueológicos de Gerona, durante los años 1952-1953", Informes y Memorias de lo Comisario General de Excavaciones Arqueológicos, 30. Madrid, 1954.
(162) E. KUKHAN: "Estatuilla de bronce de un guerrero o cobollo, del poblado ibérico de lo Bast¡do de les Alcuses (Mogente, Vale ncia}", Archivo de Prehistoria Levantino, V, pOc;¡. 141. Valencia, 1954.
8
[page-n-59]
"¿Qué sabemos en cuento a la procedencia de este armamento?
D. FLETCHIlR VAI..LS
El "soliferreum" es de origen incierto (163). Bosch Gimpero (164) lo consideró céltico, mientras que paro Menghin (165)
es mediterróneo, concretamente del Africo occidental, pasando o
España CO:1 los cartagineses; en realidad es arma que conocion
otros muchos pueblos mediterráneos como, por ejemplo, los ascos .
Aparece abundantemente en el ómbito ibérico, completado con el
"omentum", aditamento que no puede considerarse céltico, o peSOr de que el nombre se cree de tol origen (166). Para Schulten
el "pi lum" es ibérico, basóndose, poro tol afirmación, en Ateneo
(f. 273), Tito livio (XXI, 8, 10) y Aula Gelio (X, 25) (167).
El arma ibérica más característico es el sable o "faleata". Hoce
años Bosch Gimpero y su escuela le postularon un origen céltico,
derivándola del cuchillo curvo hal!státtico (168), criterio superado
actualmente, después del estudio que hiciera sobre el temo Moría
Encarnación Cobré, de lo rectificación de l propio Bosch Gimpera
y del examen del órea de repartición de los hallazgos (169). No
obstante, Jannoray y G. de lo Chico, continuaron creyendo, sin
fundamento alguno, en el origen céltico (170); pero lo "faleata"
tampoco es una o r m a autóctona, {hace poco Maluquer de Motes sugería la posibilidad de su derivación del puñal curvo de lo
(163) p. COUSSIN: "Les armes ramaines", pág. 20 y ss. Poris, 1920.
(164) P. BOSCH GIMPERA: "Lo formación de los pueblos de España", página
13B. México, 1945.
(1651 O. MENGHIN: "El soliferreum de los hispanos", Boletín del Seminario
de Arte y Arqueología de lo Universidad de Valladolid, XLlX_L, XV, póg. 19.
Valladolid, 1949.
(166) COUSSIN, loe. cit. noto 163.
1. BALLESTER TORMO: "El omentum en los vasos de Son Miguel de Lirio",
Archivo Español de Arqueología, XV. pág. 48. Madrid, 1942.
B. TARACENA AGUIRRE: "Los p ueblos celtiberos", Historio de España dirigido par don Ramón Menéndez Pidal, 1, 3, pág. 195 y ss. Madrid, 1954.
(167) A. SCHULTEN: "Der Ursprung des Pilums", Rheinische Museum mr
Philologie, pág. 573. 1911.
(168) P. BOSCH GIMPERA: "Los celtas y lo civilización céltico en lo Penín _
sula Ibérico", Boletín de lo Sociedad Españolo de E;.:cursiones, XXIX, IV, pógino
248. Madrid, 1921.
P. BOSCH GIMPERA, en recensión o lo obro de Sondors (v. noto 172), en
Anuori de l'lnstitut d'Estudis COlalons, MCMXIII_XIV, pág. 943 y ss. 80rcelono,
1915.
(169) M. E. CABRE HERREROS: "Dos tipos genéricos de folcoto hispánico" ,
Archivo Español de Arte y Arqueología, X, pág. 207. Madrid, 1934.
BOSCH GIMPERA, loc. cit. noto 164, pág. 143.
(1,0) J. JANNORAY: "Enserune", pág. 416. París, 1955.
G. DE LA CHICA: "El armamento de los iberos", Revisto de Archivos, Bibliotecas y Museos, LX III, 1, pág. 309. Madrid, 1957.
•
•
[page-n-60]
CULTURA mERlCA
59
Edad del Bronce) (171), sino que, como señala Sandars (172),
liene su procedencia en la "machaira" griega, y se encuentra asi mismo en Etruria (173). Respecto a su cronología, na puede consi derarse anterior a l 500 o. C. Sandars suponía que fue adoptada
por los iberas enviados por Dionisia de Siracusa en auxilio de Es·
parta en el 369 y que aún se utilizaba a fines del siglo I o. c.,
pero la primero de dichos fechas debe elevarse, puesto que en poblados ibéricos destruidas en la segunda mitad del s. IV se en ·
cuentra la "faleata" con empuñadura de cabezo de caballo que
es posterior, sin duda, o lo cabeza de pájaro, copio del prototipo
griego. Por ello estomas más de acuerdo con M. E. Cobré (174)
que se decide a dotar los comienzos de lo "folcota" o fines del
siglo V a. C.
La espada de doble filo y punto aguda, el "glodius hispaniensis", que utilizaron los mercenarios españoles en Connos contro les
romanos, es un préstomo galo o los iberos, si!'l que alcanzara gran
difusión entre éstos.
Dos tipos de escudo utilizaron los iberos: lo "coetra", pequeño
y cirCi.Jlar, que se utilizaba cogido con 10 mono izquierdo, no ern·
brazado, y el "scutum", ovalado o rectangular, de 1'10 m. de
altura aproximadamente que, embrazado, protegío lo mayor parte
del cuerpo del combatiente. El primero se considera el típico escudo ibérico, haciéndose originario de Africa (175) o derivado del
"dipeus" griego, y también celta (176), autóctono ibérico o celtibérico, basando poro esto último en que en tierras de Celtiberia
aparece únicamente la "caetro" y no el "scutum". De peq·Jeño
diómetro, armazón de modero cubierto de cuero y metal y con uno
monillo de hierro, en su porte interno; paro su manejo, lo "caetro",
adopto dos formas, lo convexa y lo cóncavo, ambas con "umbo"
central y en algunos cosas erizado de púas en su superficie ex-
111!) MALUQUER DE MOTES, loe. eil. nolo 141 (Criplo .. 1.
11721 H. SANOARS: "The WeopOns of Ihe Iberions", Archoeologie, LXIV
Oxford, 1913.
(1131 S. REINACH: "Reperloire des reliefs grecs el ramoines", vol. 111, pOg.
38. Poris, 1909.
PAIS, loe. cil. noto 32. El relieve de Volterro, segun este oulor, "e non posteriore forse 0110 melO del V secolo".
H. H. COGHLANO: "Elruscon cnd sponish swords of iron", S,brium, 111, 19S6·
57, pago 167. Vorese, 1957.
(1741 M. E. CABRE HERREROS: "El modelo de folcolo mós tipicomenle hisp6nico", Homenoje o Mélido, 11, pOg. 207. Madrid, 1934 .
(1751 TARACENA AGUIRRE, loe. cit. noto 166.
(1761 DE LA CHICA, loc. cit. noto 170.
[page-n-61]
•
60
D. FLETCHER VALLS
terno. Tal vez la convexidad o concavidad pudiera ser indicio cronológico, pero ambas formas llegan o convivir, según las pinturas
de los vasos de lirio. Otros gradaciones cronológicos se han intentado otendiendo o algunos detalles de su estructuro, considerando
Cobré Aguiló que el mós antiguo tipo de "ccetro" es contemporóneo de La Tene I y parte de Lo Tene 11 (177).
El "scutJm" es extraño o los primeros tiempos de lo culturo
ibérico que lo adopto tomándolo de los galos o mós directamente
de los romonos, en época tardío, contrariamente o lo sucedido con
los romonos, quienes cambiaron el "clipeus" etrusco por el "seutum" en edad temprano (178).
Lo coraza ibérica parece ser 10 loriga escamado, que no aperece en Numancia, mientras que lo coto de mallos se considera
céltica, llegando ambas a integrarse en el complejo cultural
ibérico.
De dificil explicación es la carencia de datos literarias y arqueológicos sobre el uso del arco. Las escasísimas pun tos de flecha
que se han señalado en las excavaciones deben considerarse parte
del armamento de cartagineses o romanos, quienes utilizaban el
orco por lo menos desde 10 segunda guerra púnico, o pertenecientes o los tropos auxiliares númidas, pero nunca como ibéricos, pues
ni en la escultura, ni en lo pintura, ni en los ajuares funerarios,
ni en los textos, se nos muestro el orca como empleado por los
guerreros ibéricos, coso inexplicable si tenemos en cuento que fue
arma extensamente utilizado en tiempos anteriores en nuestro
penínsu la, y sus grandes ventajas en la guerra de guerrillas.
el
La monedo
Las mós antiguas monedas ibéricas, SOn las dracmas de imitación ampuritona o cartaginesa (179) de Arse, Saitabi y Tarragona, de hacia el 250 a. e, según unos autores, o del 219, según
otros; estas acuñaciones terminarían hacia el 180 a. e Posteriormente, con los romanos, o fines del siglo 11, comenzarían los
acuñaciones típicamente ibéricos; las bilingües serían de comien-
(177) J. CABRE AGUILO: "Lo coelro y el SCUlum en Hisponio durante to segundo mitad de lo Edad del hierro", Bolelin de Estudios del Seminorio de Arte y
Arqueologio de lo Universidad de Valladolid, VI, pag. 57. Valladolid, 1940.
(178) COUSSIN, loe. cil. noto 163.
(179) GIL FARRES, loc. cil. nOlo 4, con nuevos punlos de visto sobre lo cronologio de lo monedo ibérico.
•
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CULTURA IBERICA
•
•
61
zas del s. I a . C. y finalizarían hacia el 45 a. C. Con posterioridad
a esto fecha, lo monedo es propiamente hispano-romana. En esto
lineo general hoy excepciones, como por ejemplo el caso de Valencia, que no acuñó moneda ibérica pero sí romano desde poco
después de lo fundación de dicho ciudad, copiando tipos de Quinto
Fabío Móximo, de hacia el 123 o. C.
Los prototipos de las acuñaciones ibéricas hay que buscarlos
en Sicilia, que o su vez los toma del arte alejandrino, aunque la
metrología es romana (180). El típico jinete ibérico que comenzaría
a acuñarse a partir del 108 (181) deriva del de las monedas de
Hieran II de Siracusa (182), y la cabeza del anverso no sería la de
Hércules, como se ha pretendido, sino lo del propio Hieron, según
criterio de Mateu y Llopis .
En los poblados ibéricos del s. IV a. C. no se encuentro monedo
Ibérico, clara prueba de que todavía no se emitía; en cuanto a lo
no ibérica, debió tener, en dicho siglo, una restringida circulación
al sur del Ebro, como lo prueban los conjuntos monetales estudia dos por Guadan .
Los bronces del litoral 50:1 de mejor arte Que los de tierro
adentro que, mós alejados de los focos de arte, son más defi cientes. Pero lo diferencio se e jerce, no sólo por razones temporales o espaciales, sino también por causas de índole económica,
por lo que las ciudades mós ricas tienen mejor arte maneta!. La
tesis del unicequismo ibérico no se acomodo a las gradaciones es tilísticos que acabamos de exponer, y que no pueden negarse.
La monedo es desconocido en la economia céltica peninsular
antes de entrar en contacto con lo ibérico. A este respecto escribe
Moteu y Llopis : "En términos generales puede decirse que fue país
de monedo el de los iberos, no lo fue el de los celtas y lo fue en
porte, como consecuencia del primero, el de los celtiberos" (183) .
El área de los monedas con letras ibéricas alcanza desde "lo
vertiente sur de los Pirineos hasta Clunia, Segovia, Toledo, Cor dillera Oretona, fuentes del Alto Guadiana, sur de Saelices y Jó -
(180) A. M. GUADAN : "lo cronolog¡o de los acuñaCIones de ploto de Emporion y Rhode, según los hollozgos y lo sKuencio de cuños" , Numismo, V, 16, pó_
gino 9. Madrid, 1955.
(181) O. Gil FARRES: "Denario ibérico Ined,to", Numismo, VII, 28, pág. 9.
Moorid, 1957.
(182) RUY D'ANDRADE: "Primeros relOl;oes dos griegos, cartagineses e romonos con os popul~oe5 ibericos", Trobolhos do Associor;;oo dos Arqueologos
Portugueses, vol. 111, póg. 29. lisboa, 1937.
(183) F. MATEU y LlOP IS: "Hallazgos monetorios, V", Ampurios, IX_X,
pOg. 55. Borcelonb, 19"18.
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"
D. FLETCHER V ALLS
Ova 01 cabo de la Nao", coincidiendo con el "limes tartesiorum",
según Beltrán Martínez ( 184); esto para territorio peninsular, pues
en la zona francesa aparecen cecas ibéricas hasta el Herault, como
veremos en lugar oportuno.
•
2 .-ESCULT URA
Se practicó en tres materias: bronce, borro y piedra. Tal vez
fuero también empleada la madera, pero no han llegado hasta
nosotros res tos escul tóricos en esta materia, por lo que nos referimos a los tres siguientes apartados:
a)
Bronce
La plástica en bronce estó impulsado por las centras artísticos
mediterráneos, como lo prueban los zonas de hallazgo, la indumentaria y la concepción artístico. Las semejanzas que puedan
señalarse can lo plástica céltica, aporte de las naturales coinci dencias por tener uno y otro los mismos estimulas medílerróneos,
se establecen siempre a base de las p¡~zas mós ru¿os que, faltas
de calidad artística, faciliton los poralelismos. No excluimos, sin
embargo, lo posibilidad de un influjo céltico, pero nunca hasta el
extremo de considerarlo como el motor que puso en marcho esto
actividad entre los iberos.
Esta, en realidad, es más uno producción industria l qu~ artís
tica, siendo contadas las obras que alcanzan tal calidad. Se fabrican exvotos en serie, desde simples alfileres, ccn sim~lacra de
cabezo hu mana, hasta obras mós cuidados y con cierta dignidad (185), aunque sin a lcanzar empaque, ya que la técnico del
bronce pleno fuerza a que las figurillas sean de reducido tamaño,
no sobrepasando los 20/22 centímetros los mós altas.
Lo diversidad de tipos y valar artístico no c·orresponde o gra dación cronológica, ni siquiera a focos productores distintos, sino
1184) A. 8EL TRAN MART1NEZ; "Las monedas hispániCos antiguos", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricos y Protohistóricas.
Madrid, 1954.
(185) 1. CALVO y J. CABRE AGUILO: "Exc(IVociones en la cueva y collado
de tos Jardines {Santa Elena, Jaim)", Memorias de lo JuniO Superior de Excava_
ciones y Antigüedades, núm. 8, 16 y 22. Madrid, 1911, 1918 y 1920.
R. lANTIER: "El santuario ibérico de Castellar de Santistebon", Comisión de
Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos, núm. 15. Madrid, 1917.
•
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CULTURA IBERICA
63
simplemente a razones de economía, pues según el dispendio del
comprador así sería la calidad de las figurillas.
Estilísticamente se ha intentada la datación de estos idalillos,
considerándose algunas hasta del s. V. a. c., apoyándose en los
supuestos rasgos de arcaísmo que presentan, pero sólo se troto de
soluciones primarias de problemas técnicos y no de influjos de de terminados escuelas artísticas del arcaísmo griego. Dar, pues, cronología por e l estilo o por lo mayor o menor bell eza y perfecci ón
de los piezas es imposible, pudiendo únicamente dotarse y ello
con carácter "ante quem" las que aparezcan en poblados y ne crópolis que puedan fecharse por otros objetos cuya determinoción
cronológica sea factible y más segura, o por algún detalle de las
propias figuras, que puedo servir de indicio cronológico.
b)
Arci ll a
La escultura en bronce presupone uno plóstico en borro. Sin
embargo, son escasas los restos de figurillas de arcillo llegados hasta nosotros, tratóndose en casi todos los casos de pequeños moni gotes que reproducen toscamente la figura humano y animal, desconectados de la imaginería en bronce. Estas figurillas de barro
no permiten hablor de escuelas y ni siquiera darles filiación ibérico cuando se troto de hallazgos sueltos, pues en su mayor porte
carecen de personalidad definido, aunque puede señalarse influen cio helénico, probado -no sólo por los terracotas originales o copias
de originales griegos que aparecen en los yacimientos ibéricos, sino
también por otras figurillas que, como los caballitos ibéricos en
borro, son trasunto fiel de los conocidos en el mundo helénico (186) .
Otros piezas, contrariamente, son producto espontóneo, de fac turo bórbara, con pellos de borro simulando los ojos, por nariz un
pellizco en lo parte central del rostro, etc., pruebo de que se trato
de un arte popular poro gentes de escasa sensibilidad artístico o
limitadas posibilidades económicas. Unicamente boja Jos romanos
parece alcanzar cierto calidad lo plástico en arcilla (187) .
(186) E. PlA BAllESTER: "Un cobollifo ibérico en ceromlCO, de Novorrés
(Volencio)", Libre Homenoje 01 Conde de lo Vego del Sello, pág. 285. Oviedo,
1956.
(181) C. VISEDO MOlTO: "Algunos supervivencios mediterráneos hollados en
lo Serrelo de Alcoy" , Homenoje o Mélido, 11, pág. 151. Modrid, 1934.
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64
el
O. I'LETCHER VAllS
Piedra
La estatuaria en piedra recuerda en algunas casos un prece dente escultórico en madera, etapa xoónico postulada con acer tadas rozones por Gorcia y Bellido, pero siempre transluce influjos
clásicos hasta e l extrema de ser considerados algunas obras más
como griegos provinciales que como indígenas.
Lo estatuario ibérico, tonto por su concepción como por la
tormo de tratar la figura, se distingue de lo del resto de lo península. Los celtas (palabro que empleamos siempre en su más amplio
sentido) interpretan el ar te de manero bien distinto a los medi terróneos, como lo prueban los temas ornamentales, en los que
aquéllos tienden 01 geametricismo y esquematismo, como yo observa Reinach (188) y confirman los hallazgos del Dipylon, Borgdorff y
Numancio, pongamos par e jemplo de lugares distantes en el tiem po y en el espacio, mientras que el mundo mediterróneo se esfuerza
en reproducir la realidad lo más fielmente posible .
3-LOS ALFABETOS
La lengua ibérico se encuentro plasmada en los letreros sobre
pIedra, láminas de plomo, monedas y cerómica.
Tres aHabetos distintos encontramos en estas inscripciones, dos
que pueden considerarse como indígenas, aunque originariamente
no lo sean, y un tercero, que ha sido identificado con e l jónico
arcaico (189).
De los dos ibéricos, uno es conocido con el nombre de "tarté sico" o "ibérico andaluz", por ser típico de la mitad oriental de
Andalucia y sudeste español (190). aunque también llego a la pro vincia de Valencia, y el otro denomínase ibérico levantino, por ser
propio del litoral oriental de España, llegando hasta el sudeste
francés.
Ambos presentan coincidencias y discrepancias; la identidad
(188) S. REINACH: "Lo si tule de Ku!farn et les vases d'Oedenburg" . L'Antnropolooie, IV, pOg. 182. París, 1893.
(189) M. GQMEZ MORENO: "Misceláneo. Histor ia. Arte. Arqueología. Primero Serie: La Antigüedad", póg. 201. Madrid, 1949.
(190) A. TOVAR lORENTE: "Hispanio en lo historio de la escrituro", Anales
de Historio AntigUa y Medieval, póg. 7. Buenos Aires, 1956. El autor prefiere
denominar tartesio a l alfabeto del Algorbe e Ibérico andaluz 01 comúnmente conoc:ido con el nombre de tortéslco.
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CULTURA IBER ICA
.5
del valor foné tico de algunos de sus signos iguales, la existencia
de signos silób icos, el tener signos disti n tos pa ra un m ismo sonido
y un m ismo signo poro fonemas distintos, etc., y, final mente, que
e l tor tésico se escribe de derecha o izqu ierda y el ibérico valen ciano de izquierda a derecha .
Respecto a l origen, se les han señalado precedentes en los al fabetos del Asia Menor, Creta, Egipto, Chipre, Norte de Africo
(libio antiguo y tif inag moderno) (191), no habiendo dejado de
relacionarlos con el rúnica (192) y hasta con los alfabetos griego
arcaico, latin arcaico, etrusco, púnico, etc., y, aunque con todos
presentan coi ncidencias gróficas y en ocasiones hasta foné t icas,
no siempre han sida afortunados los inten tos de su desciframiento
y sólo t ras larga y laboriosa toreo, parecen establecidos sobre sóli dos bases los equ ivalencias fonéticos (193).
En cuanto a su antigüedad, onte lo identidad con algunos sig nos cretenses del segundo milenio o. e, se les supone muy anti guos, por lo menos del s. VII I a. e, consideróndose el tortésico
como anterior al valenciano (l94), pero en realidad los mós anti guos testimonios de uno y otro alfabeto son contemporáneos, no
pud iendo da rse prioridad, arqu eo lógicamente, o ninguno de los
dos (1 95). Tova r, en un reciente t rabajo (196), supone que debió
surgi r en Anda lucía alrededor del 700, encontrando claros los in fl uencias fenicia y griega, evidentes para las signos no silóbicos;
pero los si lábicos presentan un carócter distinto, resto, tal vez, de
la escrituro "tartesia" anterior, plenamente silóbica . Hoy oposición
(191) GOMEZ MORENO, loc. cit. noto 189.
S. REINACH: nA propos de I'origine de I'olphabet", Revue Epigrophique, 11,
1, póg. 130. Paris, 1914. Fue en CreTa, seg';'n el aUTor, donde se elaboró un sisTema de escriTuro que fue conocido por los fe nicios o Través de los filisteos.
TOVAR LORENTE, loe. dI. noto 114 (Los inscripciOnes .. . ).
A. TOVAR LORENTE: "Sobre supervivencias del silabismo mi noico en ibérico
y otros alfabetos", Minas, 1, pág. 61 . Solamanco, 195 1.
(192) L. CARDIM: "Caracteres runicos e ibéricos", Trabolhos do Sociedode
PorTuguesa de Antropologla e Etnologia, Porto, 1929. Señalo Que tienen 20 sig_
nos comunes el ibérico y el r';'n,co, derivondose éSTe de aquel.
(193) BELTRAN VILLAGRASA, loe. cit. noto 113 (Los TeXTOS .. . ).
A. M. GUADAN : "Los leyendas ibéricos en los drocmos de imitoción empari.
lano". Madrid, 1956. Establece al gunos variontes en lo trosliterocion de los sig nos ibéricos, con respecto o Góme:¡: Moreno V Beltrón Villagrosa.
(194) GOMEZ MORENO, loe. cit. noto 134.
(195) D. FLETCHER VALLS: " Inscripciones ibéncas del Museo de Prehistoria
de Valencia", Instituto de Es tudios l!>ericas V Etnografía Valentiano, 11. Valencia ¡
1953.
(196) A. TOVAR LORENTE: "Sobre el origen de lo escrituro ibérico", Archivo
Español de Arqueología, XXX I, pág . 118. Mad rid, 1958.
9
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66
D. I'LETCHIlR VALLS
en tre ambos grupos de signos: silábicos y a lfabéticos; por lo que
habría, pues, dos etapas en 10 formación del alfabeto ibérico,
siendo posiblemente el fenicio el modelo de los caracteres silóbicos .
Pero el silabismo ibérico se baso en cinco vocales, lo cual se do
precisamente en micénico y chipriota y no en fenicio. Ante esto
dificultad, Tovar concluye manifestando que tal vez los alfabetos
ibéricos, tanto el andaluz orientol como el valenciano, pudieron
ser traídos yo formados por un pueblo colonizador, no pudiendo
concretarse por ahora nodo sobre este particular .
El tercer alfabeto mencionado, el jónico, aparece en la zona
entre Alcoy y Mula, y aunque considerado del s. VI o V. o. C,
lo cierto es que sus hallazgos son de época contemporáneo del
andaluz y valenciano (197) .
La escrituro ibérico se extendiá más allá de los tierras de iberos, llegando o lo Celtiberia, "donde el uso de aquélla corresponde
01 periodo de la conquisto romano" (198), siendo en esto zona
pseudo-ibérico donde vemos repetirse, por imperfecto conocimiento
del alfabeto, tras signo silábico, su vocal correspondiente (199 ).
Dentro del s. J de J . C. continúa utilizándose el altobt:to ibérico, como 10 prueban los grafitos sobre "terro sigillato" .
,
•
4 .-LA CERAMICA
Con acertada expresión llamó Fourdrignier (200) a la cerá mi co
"el fósil guío" del arqueólogo y, en verdad, así puede considerarse,
pues en ella se compendian elemen tos de índole religiosa, artística,
socia l, técnico, económica, etc., que sirven de orientación al investigador. No es, pues, de extrañar que el conocimiento de 10 cultura
ibérica se base, principalmente, en el de su cerámico, cuyo estudio
hocemos desde diversos puntos de visto .
o)
,
Aspecto técnico
Muy poco se ha estud iado lo cerám ico ibér ico desde el punto
de visto técnico, siendo prácticamente nulos los análisis llevados
o coba hasta lo fecho. Por esto razán sólo podemos exponer cono-
(197) GOM EZ MORENO, lo<;. Cit . .,oto 189.
E. CUADRADO DJAZ : "El plomo coo ¡flscripc:ió., ibérico del Cigorrolejo (Mulo,
Murcio)", Cuoderl1O$ de Historio Primitivo, V, 1, pag. 5. Madr¡d, 1950.
1198) GOMEZ MORENO, loco cit. MtO 189.
(199) GQMEZ MORENO, Ioc. ci l . nolo 105.
(200) E. FOURDRtGNIER: "Céromooropnie prékiSlorique" . Poris, 1909.
•
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CULTURA WI!RICA
67
cimientos generales sobre Jo misma, a saber, Que 10 pasta cerámica
está compuesto de un elemento plástica (arcilla o caolín) y otro
no plástico (desgrasan tes y fundentes). Lo arcillo ero lavado pre viamente a lo mezcla, separándose los impurezas; limpio y dese cado, se le agregaba el desgrasan te y fundente, hacíase lo posta
y torneábase lo pieza, que ero desecado 01 aire libre hasta perder
el "agua de contraccián"; posteriormente, se introducía en el hor no perdiendo 10 plasticidad y deshidratándose totalmente o lo tem peratura de 9000, o lo que lo cerámico se vuelve duro, sonoro y re sistente 01 agua.
Los hornos de caccián de fuego directo no parece ser que se
utilizaron en época ibérico, empleándose los de cámara, calentándose desde lo porte inferior y recibiendo los vasos el color indi rectamente.
La cerámico ibérica presenta frecuentemente dos capas (lo
externa e interno) más cachas, y una tercero (la central) menos
oxidada. La superficie tiene aspecto poroso, cubriéndose en ocasiones con un engobe sobre el Que se pintaba la decoracián, pero
en general ésta descansaba directamente sobre lo arcilla del vaso.
En cuanto a lo pintura utilizado poro su decoración, se han
hecho análisis e imitaciones. Colominas Roca y Pu ig y Coda folch (201) dieron la f6rmula de una frita imitada modernamente
por ellos, compuesta de un 60 % de minio, un 10 % de ocre ber mejo y el resto, es decir, un 30 %, de óxido de hierro. Más amplios
observaciones han llevado a cabo Sónchez Real y Ramírez Muñoz (202), quienes opinan que el pigmento debió ser sencillo y
abundante. Los análisis acusan lo presencia de hierro, potasio, cal cio, titanio, aluminio, sodio, manganeso, magnesio, litio, silicio y
s610 indicios de plomo, dato éste Que unido a lo escasa proporción
de manganeso (O, 4/0, 7 % ), permite concluir que no se empleó
en lo frita ni éste ni el minio, siendo para estos autores la bose
del pigmento, como ya propuso Gómez Moreno (203), el óxido de
hierro (Fé J O~), pudiendo influir sobre la coloración del pigmento
la presencia de titanio. El óxido de hierro se prepararía por sim ples operaciones mecónicos.
En los perfiles encuéntranse los de cloro raigambre mediterró -
(201) J. COLOMINES ROCA y J. PU1G y CADAFALCH: "El forn ¡bedc de
Fontscoldes", Anuori de l'lnstitut d'Estudis Cotolons, VI, 1915-20, 'Pog. 602.
Borcelona, 1923.
(202) J. SANCHEZ REAL y J. RAMIREZ MUÑOZ : "El pig mento de lo ceromico ibérico", Caesarougusto, 5, pág. 37. Zaragoza, 1954.
(203) GOMEZ MORENO, loe. cit. noto 189.
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68
D. FLETCHER VAUS
neo, asi como los que denotan un origen céltico, siendo de destacar
que éstos son mós frecuentes en los poblados más antiguos que
en los modernos. Otros galbos preséntense desde tiempos neolíticos
y otros, en fin, no tienen precedente alguno, como sucede con los
"olbarellos" de La Bastida de les Alcuses y Son Miguel de Urio,
o el vaso de doble cuerpo de este último yacimiento. Algunos perfiles, como el "oenochoe", se hallan desde los poblados de época
más antigua, mientras otros, como el llamado "sombrero de copa",
son mós recientes y señalan uno dota ovanzado dentro del cuadro
cronológico ibérico (204) .
b)
•
<
Tema s ornamentales
Lo temático de lo cerámica ibérico (20S) se compone de moti vos geométricos, florales, zoomorfos y humanos, estos formando escenas de cazo, guerra, danzo, etc. Todos estos motivos aparecen
unas veces aislados y otras combinados entre sí, en uno mismo vasija.
Se ornamento lo superficie del veso con una o varios bandos
horizontales, con teorías de circunferencias y semicircunferencias
concentricas con rombos, ojedrezodos, flecos, flores, hojas de yedra, zarcillos, etc., etc. Mós variedad se encuen tro en los decoraciones antropo y zoomorfos, pero afectando ello mós o los temas
que o la tecnico .
A pesar de esto cierto uniformidad, existe diverso perfección
artístico que mós que atribuirlo o epocas distintos ha de achacarse
o alfares diferentes o o lo vario capacidad pictórico de los decora dores.
El mayor o menor grado de estilización de un temo no puede
dornas uno diferencio en años, pues en un mismo vaso encuentranse d iversos estadios de uno flor O uno hoja; por ello no puede esta blecerse uno gradac ión cronológica o base, exclusivamente, de temas y estilos, como por algún autor ho querido hacerse. Puede si
(204) N. LAMBOGLlA: "Lo ceromico iberico negli strolti de Albentimilium
e nel territorio IIgure e tirrenico", RiYisto d i Sludi Liguri, XX, 2, páeg. 85. Bordighero, 1954. Poro el autor en el transcurso del siglo II1 o. de C. se originarían
los "sombreros de copo", opinión que igualmente mantiene JANNORAY, loe. cit.
nota 170, páeg. 148, y que ya expuso can anterioridad (] ambos J. LAFUENTE
VIDAL: "Alicante en la Edad Antiguo", p6g. 68. Alicante, 1948.
(205) No es nuestro propósito, tantO aquí como en el capítulo anTerior a l
referirnos o lo estatuario, describir minuciosamente las decoraciOnes de los yasos
,ooricos, coso que ya estó hecho en múltiples publicaciones, sino exponer los rasgos fundamentales que coracleriton lo ornamentación de la ceramico ibérica.
•
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CULTURA IBERICA
,
,
69
considerarse que, en lineas generales, los decoraciones camienz.an
con simples bandos y sencillos temas geométricos que van complicóndose, siguiéndoles los temas florales y, posteriormente, los zoomorfos y humanos, llegando o convivir unos con otros en el momento de móximo esplendor de lo cerómico ibérico.
Mucho se ha discutido y discu te sobre el origen de todos estos
temas, postulóndose desde lo solución micénico, posando por lo
cartaginesa y helénico, hasta llegar o lo identificación con lo romano. En realidad no pueden rechazarse estos aportaciones, unas
indirectos y como le jano eco y otras directas y cercanos cronológicamente, puesto que, en definitivo, lo cerámico ibérico no es mós
que el ex tremo refle jo de una tradición decorativa que atravesó el
Mediterráneo de este a oeste a lo largo de muchos siglos, perdurando con posterioridad o lo ibérico en otros cerámicos, como los
moriscos y los típicos de Poterna y Monises (206) .
cl
Expan sión de la cerámica ibérica
No sólo aparece en yaci m ientos del territorio propiamente ibérico tonto españoles cama sudgólicos, sino que tombién se encuentro en zonas peninsulares no ibéricos, irradiando además 01 norte
de Africo (207), ligurio (208) y otros puntos de Italia peninsular
,
(206) J. SCALS ARAC IL: "Los ollores del Reino de Volencio. Pervivencios
ibérico5 en monufocturodos, técnico y ornomentoci6n", Morjol, 11, 2. Algemesi,
1955.
(201) A. GARC1A y BELLIDO: "Uno necr6polis ibérico en Or6n (Norte de
Afrlco}", Investigoción y Progreso, VIII, 12, pag. 366. Modrid, 1934.
E. ALBERTINI: "PoTeries ibériques donné~ comme découvertes en Algerie",
Bulletin de lo Société Notionole des Antiquoires de Fronce, póg. 203. Poris, 1931.
M. VINCENT: "Vose ibér1que du cimetiere Est de Por!us Mognus-SI-Leu
¡Oep!. d'Oron)", Libyco, Archéologie-Epigrophle, 1, p6g. 13. Alger, 1953.
M. LE GRAY: "Les dernieres Irouvoilles ibériques d'Algérie", I Congreso Ar~
queol6gico del Marruecos EspoFiol (Telucn, 22-26 junio, 1953), póg. 283. Telu6n, 1954.
P. CINTAS: "Découverl~ ibero-puniques d'Afrique du Nord", Comples-rendus
de l'Acodémie d~ Inscriptions et Belles-Lettres, p6g. 52. Porís, 1953, con mención de ceramico ibérico de los yacimientos de Andolouses, Jnkermon, Cop Ivi y
St-Leu, en el Oronesodo.
A. GARCJA y BELLIDO: "EspaFioles en el NorTe de Africo duronte lo Edod
Antiguo", I Congreso Arqueol6gico del Morruecos EspoFiol (Teluon, 22-26 junio,
1953). peg. 365. Tetuon, 1954.
A. BALlL ILLANA: "Nuevos hollozgos de cer6mico ibérico en el Oronesodo
~ Itolio", Zephyrvs, VII , p6g. 84. Salomonco, 1956.
(208) LAMBOGLlA, la<:. cit. noto 204, mencionondo hollozgos de cer6mica
,bérico en Ventimiglio, Vodo, Cosolcermelli, Liborno, Genovo, Genicciolo, Costiglioncello, Coso Ostia, Jschio, Lipari y Tindori. En Venlimiglio se encuentro desde,
oproximadomenTe, el 180 o. C. o tiempos de Augusto, siendo m6s obundonte hocio ellO o. C.
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D. I'LETCHER VALLS
e insular, en ocasiones en halla zgos dotables dentro de lo ero, lo
que pruebo su difusión y orraigo (209)
d)
,
Probl e ma de su origen y cronologio
En tres etapas dividimos el problema del origen y c(onotogia de
la cerómico ibérica. La primera se extiende de 1894 o 1913. Lo se ·
gunda de 1913 o 1940 y la tercera de 1940 en adelante, no pu diendo cerrarse esta última etapa en tanto que nuevos puntos de
visto básicamente distintos a los expuestos hasta lo fecha, abron
un cuarto período en estos estudios
Primero etapa (1894-1913)
En 1883 Mélido denominaba "celtibérica" o la cerámico que
ahora estamos estud iando, siendo años más tarde, en 1890, llamado "ibérica" por Gastón de Gotor, al describir un vaso de Azoilo
donado 01 Museo de Zaragoza por el profesor Gil y Gil, designa ción que ha hecho fortuna y prevalecido sobre el desacertado in tento de denominarlo "hispónico". El mencionado vaso ero repro ~
ducido en 1894 en la "Historio del Arte" de Perrot y Chipiez (210),
en donde se consideraba "micénico del último periodo", iniciando
con ello la primero etapa del estudio de lo cerómica ibérico, siendo
recogido esto clasificación y lanzado al mundo científico por P. Pa -
(2091 A. GARCIA y BELLIDO: "Nuevos dolos sobre lo cronología final de lo
ceremica i!>erica y sobre su expansión exlro~n'nsular", Archivo Español de Ar _
Queología, XXV, pOg. 39. Madrid, 1952.
E. CUADRADO DIAZ: "lo cerómico i!>erico de 15(hio", Zephyrvs, 111, 3, pci _
gina. 197. Salamanca, 1952. lo supone ~ñola del 350-200 o. C.
G. F. LO PORTO: "Uno necropoli di elo repubblicono neIl'AlessondriM", Rivis lO di Studl Liguri, XVIII, 1-2, pág. 60. Bordighera, 1952. Hablo de un "sombre.
ro de copa" de Genicdola en Lunigiona, a Iro vaso semejante de uno tumbo de
Ameglio y otro de Liborna.
M. A. MEZQUIRIZ: "Ceremica ibérico en Tyndaris (Sicilia)". Arch:vo Español de Arqueología, XXV I, pag. 156. Madrid, 1953.
M. A. MEZQU IRIZ: "Ceramico ibérico en Lipori", Archivo Español de Ar·
queologío, XXVIlI, pdg. 112. Madrid, 1955.
G. GROSSO: "Lo ceremico ibérico di Voclo Scbotia", R,vista di Studi Liguro.
XXI, 3-4, pag. 211. Bordighero, 1955. Menciono tres sombreros de copo, hacién
dolos llegar, hacia lo mitad del s. 11 jolrededor del 120), de Cataluña.
A. GARCIA y BELLIDO: "Eslado actual del problema referente o lo expansión
de lo cerómico iberico por lo cuenco occidental del Mediterrer"\eo", Archivo Espo·
ñal de Arqueología, XXX, pag. 90. Madrid, 1957.
(210) J. PIJOAN: "Summa Artis". vol. VI. Madrid, 1946.
B. TARACENA AGUIRRE: "Prólogo" o "Corpvs Vosorvm Hisponorvm. Ceró mico de Azaila", por JUAN CABRE AGUllO. Modrid, 1944.
•
,
[page-n-72]
CULTURA IBERle,,"
71
rís en el vol. II de su "Essai", publicado en 1904, mereciendo favo rable acogida (21J).
Siguiendo esta tesis, publicaba Vasseur, en 1905 (212), una
noto sobre el descubrimiento de cerámica "ibérica-micénica" en los
alrededores de Marsella; pero tal vez influido por los resultados
obtenidos por Albertini en sus excavaciones en La Alcudia de Elche,
publicados en 1905 y 1906/7 (213), y por la creencia de Pottier
expuesto asimismo en 1905 de que en realidad se trotaba de uno
cerámico "pseudo-micénico", volvió (214) sobre lo cuestión en
1906, encontrando ahora exagerado lo cronología dado por París,
terminando por llamarlo, o su vez, en 1907 (215), "pseudo-micénica" .
También en 1907 otro prestigioso investigador, Siret, oponíase
o París señalando un origen púnico o la cerómico ibérico, considerándola corriente tardía, producto de [a colonización griega y púnica, no remontándolo más allá del SOO (216) . No se hizo esperar
lo réplica de Porís, publicando en el mismo año unos notos justificativos de su tesis, explicando por perduración la aparición de cerámica ibérica con objetos de fecho más reciente que la micénica,
pero sin atreverse a determinar los siglas que separaban a éste de lo
ibérico, y al tiempo que rechazaba la opinián de Siret, reconocía
que lo suyo presentaba múltiples puntos débiles (217), que fueron
(211) J. DECHELETTE: "les pelits bronz:es ibériques" , L'Anlhropologie, XV I,
pág. 29. Poris, 1905.
(212) G. VASSEUR: "Découverle de poleries peinles Q décorol ion mycenienne
(céromique ibero-mycenienne) dans les environs de Morseille", Comples-rendus de
l'Acodemie des Inscriplions el Belles-Lettres, pág. 383. París, 1905.
(213) Véose Comples-rer.dus des Seoncl$ de l'Acodemie des Inscriplions el
Selles-lenres, pág. 611. Paris, 1905.
E. ALBERTlNI: "Fouilles d'Elche", Bullelin Hisponique, VIII, pág. 333 y IX ,
págs. I y 109. Burdeos, 1906 y 1907.
(214) G. VASSEUR: "Poleries ibero-myceniennes", XIII Seance du Cenlre Inlernalionol d'Anlhropologie el Archéologie P,éhistorique. M6naco, 1906.
(215) G. VASSEUR: " la polerie ibérique pseudo-mycenienne oux envi rons
d'Arles" Bulle,in de la Sociélé Archéologlque de Provence, pág. 54. Morseille.
1907. '
(2161 l. SIRET: "Essai sur lo chtonologie préhislorique d'Espagn·e", ReV1..le
Arcnealogique, X, pág. 373. Porís, 1907.
L. SI RET: "A propos des poteries pseudo _ myceniennes" , l' AnthrQPologie,
XVIII, pág. 277. París, 1907.
(217) P. PARIS: "Note sur la ceromique ibérique", l'Anthropologie, XVIII,
pág. 626. París, 1907.
P. PARIS: "Quelques Wlses ¡bériques inedils", Anuori de )'lnslitul d'Esludis
Catolans, 1908, póg. 76. Barcelona. 1909. Señalo que el vaso de l'Aigüelo opareció con "terro sigillola".
[page-n-73]
72
1).
FLETCHER VALLS
ocrecentándose cuando en 1909, Cozurro (218) seña laba lo apari ción de fragmentos de cerámica ibérico y griego de figuras rojas,
juntos en los niveles de Ampurios y consideraba el "vaso de la cacería" no como copio de los vasos del Dipylon ni de las escuelas orien -
tales corintias, sino de los de figuras negros del siglo VI y, por ton-
to, poco posterior o ellos.
Pese Q los claros indicios que iban perfilóndose y de 105 fallos
de la tesis micénico, ésta continuaba teniendo sus defensores, entre
ellos Evans, quien en 1909 (2 19) se declaro partidario de París,
mas insinuando que lo cultura egeo no llego o España directamente
sino a través de un centro situado probablemente en el norte de
Africo. En el mismo año, Pijoan (220) hace perdurar la cerómica
ibérica de Aragón desde la llegada de los egeos, en el siglo XII a
c., hasta el sitia de Numancia. El propia París, en 1910 (221)
insistía en las relaciones entre los motivos decorativos ibéricos y
micénicos; Mélida, en 1912, explica por lo micénico, chipriota,
griego arcaico y Dipylon, el fenóm eno ibérico, y París, en 1913, to
davía seguía con la tesis micénica (222).
Mas los frecuentes hallazgos de cerómica ibérico con objetos
de cronología mas reciente que lo micénico, hacían vacilar de día
en día las posibilidades de este origen. Dechelette, en el vol. IV de
su "Monuelo . .", pag. 1.001, redactado entre 1913 y 1914, se de·
cloro totalmente contrario o lo ascendencia micénica y cretense y
busca, siguiendo el camino abierto por Cazurro, los prototipos de 10
ceramica ibérico en lo griega. Por estos mismos derroteros se lanzo
Basch Gimpera con su hipótesis iniciadora de una nueva etapa en
el estud io de lo cuestión.
(218) M. CAZURRO: "FragmenlS de vosos lbérics d'Empories", Anuor; de
l'lnslllul d'Esludis COlolons, 1908, pág. 555. Borcelona,. 1909.
(219) A. J. EVANS: "ScriplO Minoo", 1, póg. 97. Oxford, 1909.
(220) J . PIJOAN: "Lo cer6mico ibérico de l'ArogO", Anuor; de l'lnslilut d'Es ludís COlolon5, 1908, pág. 241. Borcelona, 1909.
(221) P. PARIS: "Voses iberiques ine (222) P. PARIS: "Vase ioorique trouvé o Carthage (Musee de Sto Lauis)",
Cornot.es rendus ~e l'Academie de5 Inscriptians el Selles Leltres, pág. 10. Paris,
1913.
[page-n-74]
CULTURA lBERICA
2.
73
Segunda etapa (1913-1940).
Bosch Gimpera publicaba, en 1913 en alemón y en 1915 en español (223), su fundamental trabajo sobre 10 cronología de la cerámico ibérico, en el que desechando 10 tesis micénico, defendía el
criterio de que se trotaba de uno cerómica indígena nacido en el
sudeste español boja el influjo helénico. Poro su dotación se basó,
fundamentalmente (224), en los erróneos estratigrafías de Ampurias.
Consideraba Bosch Gimpera q~e lo cerómica del sudeste (110 modo "tipo Elche-Archena") nacía en el siglo V, floreciendo en
éste y en el IV, mientras que en Levante se derarrallaba, o partir
del siglo 11J, un estilo geométrica que desconocía los ricas decoraciones flaraies, zoomorfos y humanos.
Esto tesis, aparentemente de gran solidez, fue admitido rópi domente sin discusión. Sentenach (225) en 1916, al hacer la crí o
tica del libro de Bosch Gimpera, mostróbose conforme con los nuevas cronologías. Pierre París, desbordada su teoría, aceptaba en
1917 la posibilidad del siglo V poro el origen de la cerámica ibéri ca (226), siguiendo la mismo tendencia Lantier en el mismo año y,
en el siguiente, Pottier, Que ya en 1905 dudara de lo m icénico,
concretaba (227) que las influencias griegos se inician en el si glo VI.
Sigue un largo período en el que, generalmente, toda la investigación se boso en la tesis de Bosch Gimpera, con lo excepción de
Cobré Aguijó, hombre de agudo observación, que no aceptó total mente los conclusiones de aquél, sosteniendo en 1920 que la necrópolis de Tútugi era del siglo 111, y en 1923 que la urna de los gue -
(223) P. BOSCH GIMPERA: "Zur Froge der Iberischen Keromik", Memr1Cn,
Zeitschrift für di e Kl,Jnst \.md Kulturgeschichte des Alten Orients, VII, 3, p. 155 .
1913.
P. BOSCH GIMPERA: "El problema de lo cerómico ibérico", Comisión de Investigociones Paleontológicas y PrehistÓl"icos, núm. 1. Madrid, 1915.
(224) M. CAZURRO: "Crónica de les excovociOr"ls d'Empuries", Anuori de
l'lnslitut d'Estudis Cotatans, 1911-12, póg. 512. Barcelona, 1913.
P. BOSCH GIMPERA: "Excovocions d'Empur ies. La cerómico ibérica". Anuor;
de l'lnstitut d'Estudis Cotolons, 1913_14, pOg. B40. Barcelona, 1915.
(22S) N. SENTENACH: Recensión al libro de P. BOSCH GIMPERA, loc. cit.
nota 223 I~ problema ... ) en revista de Archivas, Bibl'OTecaS y Museos, pcig. 324.
Madrid, 1915.
(226) P. PARIS: "Lo poterie peinte ibérique d'Emparlon" , Revue ArcheologiQ
(227) E. POTTIER : "Le probleme de lo ceromiQ
10
[page-n-75]
74
•
D. FLE'ICHER VALLS
rreros de Archeno era del 350 01 230 o. e, osi como que lo mo·
yoría de los poblados ibéricos del Bojo Aragón desaparecieron con
los guerras sertorianos (228); en 1926 insistía en fijar la cronología de Azailo en fecha tardía, situando su momento de apogeo en ·
tre el 80 y 70 c . C. (229). Bosch Gimpera, que repetidamente ha bía considerado Azoilo como del siglo 111 (230) y rechazado lo tesis de Cobré (23l), rectificó su criterio en 1929 (232) con respecto
al citado yacimiento, aceptando la fecho boja dada por Cobré,
quien, a su vez, en 1934, manifestaba que lo bella cerómica de
Azaila pudo originarse en el siglo 11 o. C, pero que la ciudad fue
destruida durante las guerras sertoriono (78-74 o. Cl o durante
las luchas entre César y Pompeyo (48-45 a. C.), dosificando 1'o s
bustos de bronce allí hollados como de hacia el 45 a. C. (233). Diez
años mós tarde, el propio Cabré, influido por opiniones extranjeras, fijaró el momento de destrucción de Azaila en el 27 a. C.
En el mjsmo año 1934, Martínez Santa-Qlalla data la cerómica
del grupo "Elche-Archena" en los siglos V y IV (234) y Gorda y
Bellido sitúo en el 1II los vasos con decoración geométrico proce dentes de Orón (235). En 1935 este mismo autor comparo los cerómicas de Canoso, de los siglos IV y 111, con los de Azoilo y tipo
"Elche-Archena" (236).
•
(22B) J. CABRE AGUILO: "La necrópolis iberica de Tútugi (Galero, provincia de Granada)", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, núm. 25. Madrid, 1920.
J. CABRE AGUILO: "Esteles ibériques ornodes del Baix Arag6", Anuari de
,'Institut d'Estudis Cotolans, 1915-20, pág. 629. Barcelona, 1923.
(229) J. CABRE AGUILO: "CerÓmico plntoda de Azailo", Archivo Español de
Arte y Arqueologia, VI, pág. 215. Madrid, 1926.
(2301 P. BOSCH GIMPERA: "L'estot actual de Jo investigaci6 de Jo culturo
ibérico", Anuori de ,'Institu! d'Estudis Cotolons, 1915_20, pág. 671. Barcelona,
1923.
(231) P. BOSCH GIMPERA: "Notes de prehistoria aragonesa", Butlletí de
l'Associoció Cotolono d'Antropologia, Etnografia i Prehistoria, 1, pág. 15. Barce_
lona, 1923.
(232) P. BOSCH GIMPERA: "El estodo actual de lo investigación de lo culturo ibérico", Boletín de lo Real Academia de lo Historio, XCIV, 1, pág. 27. Madrid, 1929.
(233) J. CABRE AGU ILO: "Un pintor ceramista de Azoila que firmó sus
principales obros", Homenaje o Mélido, 1, pág. 355. Madrid, 1934.
(234) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Uno vojillo ibérico del país de los
most ierws", Investigación y Progreso, VIII, 6, pág. 163. Madrid, 1934 .
(235) GARClA y BELLIDO, loe. cit. I'IOto 207 (Españoles ... ).
A. GARCIA y BELLIDO: "Lo expansión ibérico fuero de lo Península", conferencio pronunciado el dio 27 de noviembre de 1934 en lo Sociedad Españolo de
Antropología, Etnografía y Prehistoria. Véonse "Actas y Memorias", XIII, página
296. Madrid, 1934.
(236) A. GARCIA y BELLIDO: "Contactos y relociones entre lo Magno Grecia y lo Peninsulo Ibérico, según lo Arqueologio y dos textos clósicos", Boletín
de 10 Academia de lo Historio. Madrid , 1935.
•
[page-n-76]
CU1.TURI. IBERlCf,.
En 1940, Almagro publicaba una nota, redactada en 1936, en
lo que se mantiene la cronología tradicional (237).
Codo vez eran mayores las discrepancias con lo hipótesis ocep:ado (238), discrepancias que pudimos car.slator 01 estudiar detenidamente 10 cuestión, exponiendo nuestro criterio en una publicoClan, aparecido en 1940, con lo cual se inicio lo tercero etapa en
estos estudios.
3.
Tercero etapa (1940 en adelante).
En 1940 dóbamos en forma resumida el resultado o que había ·
mas llegado en el estudio de la cronología de la cerómico ibérica al
cabo de varios años de reposar los materiales procedentes del sudeste y levante, probando que las dotas hasta entonces admitidos no
(237) M. ALMAGRO BASCH. "Un vaso Ibérica de lo reglón de Alicante",
Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antrapologra, Etnografía y Prehistoria, XV, 1936-40, p6g. 180. Madrid, 1940.
(238) Cuando el profesor Bosch Gimpera formuló su hi;IÓtesis en 1913, contaba con suficientes elementos de juicio poro rechazar 10 tesis micénico. y ademós,
con abundantes indicios poro sospechar que lo cronología por el .propuesto presentobo fuertes discreponcios con lo realidad, los cuales fueron aumentando o traves
de los años 01 llevarse o cabo nuevos trabajos de campo. Aporte de los publicaciones citodas en los anteriores notos y que presentan dotas cronológicos de interés, podemos mencionar algunos otros cuyos resultados no estobon acordes con
10 tabla de fechas de Bosch Glmpero, sin que ello llamara lo atención o sus propios autores. A este repecto podemos ciTar:
C. VISEDQ MOL TO: "Excavaciones en el monte de lo Serreta, próximo o AIcoy (Alicante)". Memorias de 10 Junto Superior de Excavaciones y AnTigüedades,
núm. 41 y núm. 45. Madrid, 1921 y 1922.
P. BOSCH GIMPERA: "El donotiu de Puig Castellar", Anuori de l'lnstitul
d'Estudis Cotolons, 1915-20, pág. 583. Barcelona, 1923. En este mismo yolumen,
pógina 606, 01 describirse el Tossol del Mor, en Tórrego. se indico lo existencia
de cerómico ibérico en confuso mezclo con fragmentos de lerro sigi1lata, justificándose esto mezcolanza como pruebo "de lo persistencia de I'oprofitamen t del
T05$01 en époques ben diverses".
J. SERRA VILARO: "Excayociones en Torragono", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, núm. 116. Madrid, 1932. Se especifico
que lo rerámico ibérico con decoración vario, aparece en ocasiones opor debo Jo,
mmediotomente, de tos niveles romanos, y en otros, mezclado con lo romano,
siendo de lamentar que no se distingan los mencionados estro tos romo nos; e5 sumamente interesante, sin embargo, lo indicoci6n de que en Torrogono no se ha
visto, que sepamos, cerómico griego.
J. LAFUENTE VIDAL: "Excovociones en lo Albufereta de Alicante (ontiguo
lucentum)", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, numero 126. Madrid, 1934. En el nivel ¡nferior de lo necr6polis s610 aparecen los
temas geometricos y en el superior, considerado posterior o 10 tomo de Cortogeno por Esciplón, oporecen los sombreros de copa y lo decoroci6n 110rol; en los
estratos del siglo 1 a. C. aparece lo figuro humona y animal y, sobrepuesto y sin
$OIuci6n de continuidad, lo cerámico de Acco; explico el autor estos niveles suponiendo que los artistas de Elche-Archena huyeron al Boja Arogón al oporecer los
cortoqineses, o lo desaporición de los cuales se produjo uno inmigración ibérico,
lo que expllcorio Jo inexistencia del brillante arte ibérico en Leuk6n, hasta el si ..
glo 11 o. C.
[page-n-77]
76
O. FLETCHER VAu.s
se ajustaban a la realidad que mostraban las hallaz.gas (239). Nuestra tesis, ampliada en trabajas posteriores (240), se concreta en los
siguientes términos:
A mediados del siglo IV o. c., aparece lo decoración geométrica (241) y o fines del 111 lo floral, zoomorfa y humano, llegando
todos estos temas hasta los primeros decenios del siglo 1 después
de Cristo, en que desaparece la cerámico ibérica. Respecto o la cronología relativa, lo más antiguo son los fojas o bandas, siguen los
sencillos temas geométricos, más complicados después, apareciendo
posteriormente lo floral, zoomorfo y humano, no excluyéndose unos
motivos a otros. En cuanto a lo cronología absoluto, frente a las
precedentes opiniones que consideraban como más antiguo el grupo
"Elche-Archena", nosotros sostuvimos que eran La Bastida de les
Alcuses y Covalta (hoy podría añadirse lo necrópolis de El Cigorro leja, dado a conocer por su excavador, señOr Cuadrado, con posterioridad a nuestro trabajo), siguiendo el grupo "Serreta-Olivo-lirio" y por último el de "Elche-Archena", que cae dentro de lo romanización. Hemos de advertir que al hablar de los anteriores yacim ientos, nos referimos o su momento mós característico, puesto
que algunos de ellos tienen dilatado existencia.
Publicábase, asimismo, en 1940, uno interesante estratigrafía
del Tassol de Monises (Alicante) por Figueras Pacheco (242), estratigrafía que venía a confirmar nuestros asertos, de los que discrepé
en 1941 Castillo Yurrita (243), mientras que Fernóndez de Avilés
(239) O. FlETCHER VALLS: "El poblado ibérica de Roch,no", Actos y Memorias de la Sodedocl Espoñola de Antropología, Etnografía y Prehistoria, XV,
1936-40, pag. 125. Madrid, 1940.
(240) O. FLETCHER VALLS: "Sobre la cronología de la cer6mica ibérica",
Archiva Español de Arqueología, XVI, p6g. 109. Madrid, 1943.
D. FLETCHER VALLS: "Los hallazgos de Ampurios y Cormona en relaci6n ton
lo cronología de lo ceramica ibérico", Archivo Español de Arqueología, XVII, p6glna 135. Madrid, 1944.
J. SAN VALERQ APAR1SI y D. FLETCHER VALLS: "Primera compaña de
e>:covociones en el Cabezo del Tío Pío (Archena)", Informes y Memorias de lo
Comisario General de Excavaciones Arqueol6gicas, nUmo 13. Madrid, 1947.
FLETCHER VALLS, loc. cit. nota 152.
FLETCHER VALLS, loe. dt. nota 1 (Defensa . . . ).
(241) En lo primero e>:posición de nuestra tesis, señol6bamos los fines del siglo IV O. c., pero a lo vista de las hallazgos acaecidos con posterioridad así cama
del estudio de los materiales de la Bastida de les Alcuses consideramos mas apropiado lo fecha de mediados del titado siglo.
(242) F. FIGUERAS PACHECO: "Dotos poro la cronología de la cerómica ibérico", Attas y Memorias de la Sociedad Española de Anlrapología, Etnografía y
Prehistoria, XV, 1935-40, pag. 178. Modrid, 1940.
(243) A. CAST1LLO YURRITA: "Critito necesario. Tres trabajos '1 tres opiniones diversas sobre la cronalogio de la cer6mico ibérico", Ampurias, 111, página 1 51. Barcelona, 1941 .
•
•
[page-n-78]
CULTURA tBERJCA.
77
se basaba expresamente en nuestro cronología poro datar los toros
de Rojales (244).
En 1941, publicábanse, asimismo, dos fundamentales obras, en
las que se daban cronologías seme jantes o lo nuestro. Uno, la de
Martinez Santo-Olalla (245), en la que se señola del 350 a lo con quista romana como el período de desarrollo de las decoraciones
geométricos, y desde la conquisto romano hasta Augusto para el
apogeo de lo floral, zoomorfo y humano. En la otra obro, Gordo y
Bellido (246) hace comenzar lo geométrico en el siglo IV y las ricas
decoraciones a fines del 111, ll egando hasta los primeros años del si glo 1 después de Cristo, y fecho los ....asos !de Son Migue l de Uria
del 50 antes al 50 después de Cristo, reproduciendo esto cronología
en otro de sus trabajos del mismo año (247).
T ombién es del año 1941 el trabajo de Romos Folqués, en el
que encuadro lo cerámico de Lo Alcudia de Elche desde los siglos
111 al 1 (248).
No obstante, lo vieja cronología no era abandonada, continuan do en 1942 Taracena Aguirre fechando la cerámica del sudeste en
los siglos V y IV; Verdolay, Oliva, Uria, La Serreta, en el siglo 111 y
Azaila en el 11 y 1. Basándose en la cerámica numantina, mantuvo
el criterio de que los vasos de la costa tenían que ser bastante más
antiguos de 10 que se les hacía en la cronología bajo, para que tu vieran tiempo de ejercer su influ jo sobre lo Meseta con anterioridad 01 133 a. c., fecho de la caído de Numancia. Pero este no
es argumento de gran fuerzo, pues hubo tiempo suficiente, dentro
de la cronología nuestra, para que ll egasen o lo ciudad de lo Meseta
los modas costeras antes del asedio romano (249), aporte de que
recientemente se ha supuesto (250) que "las cerámicas de Numan cia son tardías y Iposteriores, en gran parte, o la fecha del 133 a
(244) A. FERNANDEZ DE AVILES: "Los toros hispánicos de Cobeto Lucero,
Rojales (Alicante)", Archivo Español de Arqueología, XIV, pág. 513. Madrid, 1941.
(245) MARTtNEZ SANTA_OLAllA, loc. cit. noto 59 (Esquema ... ).
(246) A. GARCIA y BELLIDO: en lo obro de H. OBERMAIER Y A. GARCIA
BELLIDO: "El hombre prehistórico y los orígenes de lo Humanidad" . Madrid, 1941 .
(247) A. GARC IA y BELLIDO: "Archoologische Ausgrobun gen und Forschungen in Sponien van 1930 bis 1940", Archoologischen An%eiger, I y 11. Berlín,
1941.
(248) A. RAMOS FOLQUES : "Nuevos excavaciones en lo Alcudia de Elche",
Corono de Estudios de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistor ia, vol. 1, pág. 287. Madrid, 1941.
(249) B. TARACENA AGUIRRE: "Lo cerómico antiguo española", Publicaciones de 10 Escuela de Artes '1 Oficios Artísticos, núm. 7 . Madrid, 1943.
(250) F. WATTENBERG: "Los problemas de lo culturo celtibér¡co", 1 Symposium de Prehistoria Peninsular (Pomplono, 1959), póg. 151. Pomplono, 1960.
•
[page-n-79]
78
D. FLETCHER YALLS
c.",
lo que puede ser cierto, ya que las influencias costeros no
cesaron de ejercerse sobre los territorios del-interior (251).
En 1943, Costillo Yurrita osigno el siglo V pora lo cerámico
•
geométrico, el IV pora lo floral y del III en adelante paro la de
figuras (252) y Cabré Aguiló mostraba su disconformidad con
los conclusiones o que llegaron en 194 1 Gorda y Bellido y R04
mas Folqués, pues opinaba que siendo de fines del 1I I o principios
de! 1I los mós antiguos temas ornamentales "tipo Elche-Archena"
de Azoila, lo cerómica del sudeste tenía que ser, por lo menos de
la segundo mitad del siglo 111, dando la data de comienzos del siglo 1I para los figuras alados, los "oenochoes" y los "kalathos" de
Elche (253). Frente o este criterio, Ramas Folques concretaba sus
puntos de vista y fijaba las limites de la Alcudia entre el 172 a
e, y el 23 después de e, o sea coincidiendo plenamente con nues ·
tro oserto del año 1940 (254).
En 1943 y 1944, Gordo y Bellido (255) vuelve sobre estos cues
tiones, situando la cerámico simplemente geométrica entre fines del
Vial 111; de fines del 1110 primeros decenios de lo ero, lo bello
mente decoroda, siendo la de liria, Azaila, Oliva, Archena y Elche,
de la segunda mitad del siglo I a. e, y primeros lustros del siglo
I después de e, dejóndase de fabricar la cerámica ibérica en la
segundo mi tod de este sigla .
En 1944, Lofuente Vidal expone los datos que le permite:1 mon ·
tener lo fecha de mediados del siglo JI en adelante paro la cerámica
del Tossal de Monises (256), dotas que tampoco son torr.ados en
consideración por Taracena, quien nuevamente rechaz.o la cronolo~
gía baja en otro de sus trabajos del mismo año (257), frente 01 cri~
terio sustentado por Cabré en el libro que prolongaba aquél (258),
(251) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "El fragmento ceramica celtico", Baletim do Grupo Alcaides de Foria, 1, 1, pÓg. 21. Barcelos, \948.
(252) A. DEL CASTILLO YURRITA: "Lo ceramica ibérico de Ampurios: Ce~
r6mica del Sudeste", Archivo Español de Arqueología, XVI, pÓg. l. Madrid, 1943
(253) J. CABRE AGUILO: "Lo cerámico céltico de Azoila (,eruel)", Archivo
Español de Arqueologia, XVI, pág. 49. Madrid, 1943.
J. CABRE AGUILO: "El tesoro de arfebrerio de Santiago de lo Espado (Jaen)" .
Archivo Español de Arqueología, XVI, pág. 343. Madrid, 1943.
(254) A. RAMOS FOLQUES: "Hallazgos ceramicos de Ekhe y algunos consi~
deraciones sobre el origen de ciertos temas" , Archivo Español de Arqueología, XVI,
pÓg. 328. Madrid, 1943.
(255) A. GARClA Y BELLIDO: "Algunos problemas de arte y cronología ibé_
ricos" Archivo Esoañol de Arf'ueo looia, XVI , pÓg. 78. Madrid, 1943.
(256) J. LAFUENTE VIDAL: "Algunos datos concretos de lo provincia de
Alicante sobre el problema cronológico de lo cer6mico ibárica", Archivo Español
de Arqueología, XVII, póg. 68. Madrid, 1944.
(257) TARACENA AGUIRRE, loe. cit. noto 210.
(258) CABRE AGUILO, loe. cil. nOla 210 .
•
•
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CULTURA lBERlCA
79
en donde se feche Azoilo del 219 al 27 o. c., fecho esto último
o la que opone reparos Beltrón Villogroso (259) poro quien lo ciudad debió ser destruida alrededor del 45-44 a. c., coincidiendo con
el primitivo punto de visto de Cabré.
En 1945 aparecen diversos publicaciones de gran interés paro
la cuestión que aquí estamos tratando. Almagro admite que lo ce rómico ibérica arrancaría del siglo IV con temas sencillos y la de
bellas decoraciones sería de fines de lo conquisto romano, conti nuando durante lo romanización (260). Cuadrado Diaz, en un in teresan te traba jo dotaba, bosóndose en nuestro cronología, desde
fines del siglo 111 01 1, los cerómicos de El Estrecho de lo Encarnación (261). Pero lo antigua escuela continuaba manteni endo su
opinión, sosteniendo Bosch Gimpera (262) lo tesis de que lo ceró mica ibérica comienzo en el siglo VI, que los temas del grup~ "EI che-Archeno" proceden de lo griego orientolizonte; que hoy un
primer periodo de simples motivos geométricos en Andalucía, des pués escenas humanos de influencio ótica; que el vaso de los guerreros de Archena, el de los cazadores de Ampurios y el de L' Aigüe ta, son del siglo V; que el de los guerreros de Oliva es del 400 y
que lo cerómico de Son Miguel de Lirio se extiende del 350 01 250,
en que desaparece la ciudad, destruido por Aniba1. Por su parte, don
Isidro Bollester veía el origen de lo cerómica ibérico en lo griego
geométrico, oriental izan te y de figuras negras, pero 01 fechar los
vasos de Son Miguel de Lirio, les asigno el siglo 111, aún reconociendo que el poblado debió desaparecer con Sertodo (263) .
Nuevamente en 1946, afirmaba Cobré, en el Congreso Arqueológico de Albacete, que lo cerómico de Elche comienza a fines del
siglo 111 (264), y en 1947, en el Congreso Arqueológico de Murcio,
vuelve o dotar lo cerámico del sudeste en los siguientes términos:
del siglo V 01 111 el "vaso de los cobras" de El Cabecico del Tesoro
y el de los guerreros de Archeno; de lo primero mitad del siglo 111
(259) P. BELTRAN VILLAGRASA: "Lo cronolog10 del poblado ibéric;o del Cabezo de Alc;olá (Azoilo), según los monedes oUi oparec;idos", Boletín Arqueol6gko
del Sudeste Español, 2, pág. 135. Cortogeno, 1945.
(260) ALMAGRO BASCH, lot. c;i!. noto 60 (Exc;avacienes ... ).
(261) E. CUADRADO DIAZ: "Introducción 01 estudio arqueológico del Estrecho de lo Encarnoción", Boletín Arqueológico del Sudeste Espoñol, 2, póg. 124 .
Cortogeno, 19"15.
(262) BOSCH GIMPERA, loc. cit. noto 164.
(263) BALLESTER TORMO, loc. cit. noto 150.
(264) Apostillas a lo comunicación de A. RAMOS FOLQUES: "Problemos de
cer6mico", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Alboc;ele, 19461, pOg. 291. Cortageno, 1941.
[page-n-81]
80
D. FLETCHER VALLS
los vasos de Archeno con águilas explayados; de 10 segundo mi tad
del mismo siglo los vasos descubiertos por Ramos Folqués y los medias águilas de Archena; de los siglos II y 1 los "oenochoes" de boca
cilíndrico y las fie ros persiguiendo a l ave explayada (265), pero en
el mismo Congreso presentóronse otras comunicaciones que man tenían puntos de visto distin tos a los de este autor y en contradic-
•
ción algunos de ellos entre si.
Romos Folqués d io a conocer la existencia de dos niveles en
Lo Alcud ia, en el área próximo 01 lugar de aparición de la Dama;
e l nivel mós profundo seria ibero-púnico, con cerómica geométrico;
el supe rpuesto, hispano- romono, con cerómica de bellas decoraciones, que lIegarío del 5. 1II o. C. a l I después de C. (266). Nieto
Gallo, basándose en sus excavaciones en e l Cabecico del Tesoro,
exponía lo tesis de q ue lo cerómica t ipo "Elche -Archena" es pos terior a lo conquisto cartaginesa de fines del s. IlI (267). Figueras
Pacheco confirmaba lo expuesto en 1940 y 1946 (268). señalando
que El Molar, datable entre el VI y IV, no tiene cerámica pintada
o todo lo mós lo es con simples bandas, yque en Benidarm los objetos romanos van acompañados de cerómica ibérico de bella decoración, concluyendo que la cerómica de tiempos de los Bórcidos es sólo
geométrica y que lo fase cumbre se da en la Albufereta, en pleno
romanismo, siendo las pinturas de hombres y animales posteriores
a la llegada de los romanos, apareciendo en ocasiones los tiestos
de esta clase confundidos con lo "terra sigillato" (269).
En este mismo Congreso y en el siguienle, Almagro mantuvo
el criterio de que las estilas que Bosch Gimpera consideraba como
andaluces (bandas o fo jas) son los mós antiguos, en tanto que
Elche, Archena, Li rio, Oliva y Az.aila, son sincrónicos de 10 romaniz.ación, avonz.odo el s. 11 ; la cerómica ibérico pudo comenz.ar
(2651 J. CABRE AGUILO: "Deitania", Crónico del II I Congreso Arqueológico
del Sudeste Español (Murcio, \947), pág. 121. Cartageno, 1948.
(266) A. RAMOS FOLQUES: "La Domo de Elche. Datos poro su cronología",
Cr6nico del 11I Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Murcio, 19471, página
153. Cortogeno, 1948.
(267) G. NIETO GALLO: "Lo necrópolis hispá nico del Cobecico del Te5oro,
Verdoloy (Murcio)", Crónico del II I Congreso Arqueológico del Sudeste Español
IMurcio, 1947), pÓg. 177. Cartogena, 1948.
(268) F. FIGUERAS PACHECO; "Los excavaciones de Alicante y su trascendencia regional", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Albocele, 19461. pág. 207. Cortogeno, 1947.
(269) F. FIGUERAS PACHECO, apostillas o lo comunicoci6n de A. BELTRAN
MARTINEZ: "Breves notos sobre lo cer6mico ibérico pintado del Museo de Cortogeno", Crónico del 111 Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Murci\)
19471. p6g. 162. Cortagena, 1948.
,
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CULTURA laERICA
81
en el s. V y llegar 01 I después de e, pero sin mezc.larse con lo
"terro sigillata"; los estilos ricos del sudeste se desarrollarían yo
en el s. 11 (270).
En el Congreso Arqueológico de Alcay, Cuadrado Díaz dio cuen to del resultado de sus excavaciones en 10 acrópolis y necrópolis
de El Cigarralejo, en lo segundo de los cuales aparece lo cerámico
geométrico antes del s. 11" pero no lo floral, zoomorfo y humano,
que aparece sólo en el poblado ibero-romano (271). Costilla Yu rrito expuso su criterio en los siguientes términos : "Hoce años,
estudiando la estratigrafía de Ampurias, ya llegué o ese mismo
resultado. La cerámico floral de Ampurias no aparece hasta los
siglos III Y 11" (272). Recordemos o este respecto que Costilla
Yurrita había discrepado, con anterioridad, de lo cronología que
nosotros expusimos en 1940. Almagro Basch presentó uno evolu ción de los temas decorativos ibéricos, considerando que tue pfl
mero lo geométrico y después lo floral y figurativo, del s. III 01 "
siendo Lo Alcudia y El Cabecico del Tesoro del s. IV o tal vez
del 111; Uria y Olivo, del 111-11 y Azoila del 11-1 (273). coincidien do, con respecto o lo sucesión de los temas, con lo que escribiera
en 1907 Pierre Paris (274) y confirmamos nosotros en nuestros
trabojos citodos. Aporte de lo intervención mencionada, Costilla
Yurrita, en su comunicación o dicho Congreso, sitúo lo cerómico
ibérico geométrico, andaluza y valenciano, o fines del s. V y pri mero mitad del IV (275). Réstonos citar, con respecto o este Con greso, el estudio que de los monedas púnicos, ibéricos e hisponoromanos presentó Beltrán Mortínez, quien llego por este comino
igualmente o uno cronología boj o (276) .
(270) M. ALMAGRO BASCH: "Dos cortes estro tjgr6ficos con cerómlco ,bero co en Ampurios", Crónico del III Congreso Arqueológico del Sudeste Es.poñol (Murcio, 1947), póg. 137. Cortogeno, 1948.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre el origen y cronología de la cerómica ibérica",
Crónico del IV Congreso Arqueológica del Sudeste Español (Elche, 1948), pág.
382. Cartagena, 1949.
(271) E. CUADRADO DIAl: "Los primeras oportaciones de El Cigorrolejo al
problema de lo cronologío iberico", Crónico del VI Congreso Arqueológico del
Sudesle Español IAlcoy, 1950), pág. 159. Cartogeno, 1951.
(272) A. DEL CASTILLO YURR ITA, opostilla o lo comunicación de CUADRADO DIAZ, loe. cit. noto anterior, pág. 171.
(273) ALMAGRO BASCH, loe. cit. nolo 60 (Volle de Noya).
(274) P. PARIS, loc. cil. nOIO 217 (Quelques voses ... ).
(275) CASTILLO YURRITA, loe. cit. notos 252 y 272.
A. DEL CASTILLO YURRITA: "Cronologío de lo cerómico ibérico del Sur de
Francia". Cróníca del VI Congreso Arqueol6Qico del Sudeste Español (Alcay,
1950), pag. 192. Cortogeno, 1951.
(276) A. BELTRAN MARTINEZ : "Lo cronol09io de lo epoco ibérico segun
los monedos e ¡nscripciones", Crónico del VI Congre$Q Arqueol6gico del Sudeste Español {Alcoy, 19501. pág. 144. Cortogeno, 1951.
11
[page-n-83]
82
D. FLETCHER VAL.LS
En 1952, lo Srta. Millón sostenía lo opinión de un origen sud gólico pora lo cerámico ibérico (277). y Gordo y Bellido señalaba
lo existencia dé cerámico ibérica en pleno época romana (278)
En 1954, Camón Aznar (279) daba lo siguiente toblo erono
lógico:
Vasos
Vasos
Vasos
Vasos
Vasos
ibéricos con figuras ..... .
celtiberos con figuras .. .
púnicos tipo "Elche-Archena"
de Azaila ..
geométricos .. . .. .
s. IV a 1.
1.- mitad del s 11.
fines 111 y 11-1.
fines 1I y 1.
fines s. V hasta lo "te rra sigilloto"
En un estudio de Maluquer de Motes (280) sobre los pueblos
del levante español, se hoce mós antiguo el memento de inicia-
ción de lo cerómica con escenas, pues el cutor considera mós
lógico suponer que los iberos comenzaron o pintar cuando toda vía circulaban o se hallaba fresca e l recuerdo de las cerámicas
clásicas can figuras; ya hemos expuesto los graves dificultades con
que se tropieza paro poner en contacto directo los pinturas vasculares griegos y los bellos decoraciones ibéricos, dificultades que
se acrecientan conforme los excavaciones van dando la razón O
la cronología boja.
Garcia y Bellido (281) sostiene que el apogeo de la cerá mica
con figuras y escenas debe dotarse entre los s. 1I o. C. y I después de C. coincidiendo, por tanto, con la conquista romana, e
incluso con los primeros emperadores; Lirio, Archena, Elche y
Azaila, tendrían su dota mós precisa en la segunda mitad del s. 1
o. C. y los primeros lustros del siguiente; observemos que para
Archena, nuestros excavaciones no parecen permitir llegar hasta
fecha ton tardío, que poro Azai!o Beltrán Villagrasa y Cabré (282)
dieron como fin del poblado el 45/44, y en cuanto a Liria, cree -
(2771 C. MILLAN: "De cronología de lo cerómlco pintado ibérico. Prioridad
de lo del Golfo de Lyon", Revisto. de Archivos, Bibliotecas y Museos, LVIII, 2-3,
pág. 479. Madrid, 1952.
(278) GARCIA y BELLIDO, loe. cit. noto 209 (Nuevos datos ... ).
(279) J. CAMON AZNAR: "los artes y los pueblos de lo España primitivo",
página 800. Modrid, 1954.
(280) MALUQUER DE MOTES, loe. cit. noto 141 (Pueblos ibéricos).
(281) A. GARCIA y BELLIDO: "Arte ibérico", en "Historio de España" dirIgido par R. MENENDEZ PIDAL, tomo 1, volumen 111, pág. 671. Madrid, 1954.
(282) Con respecto 01 momento final de A:z:oilo, veose BELTRAN VILLA_
GRASA, loc. cit. nOlo 259.
•
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CULruRA mERICA
83
mos haber demostrado en otras ocasiones que fue destruida en
las guer ras sertorianas (283). Opina, asimismo, Gordo y Bellido,
que 1 decoración geométrico sencillo represento un estad io ante0
rior, datable desde el s. Va más bien del IV, pero no mucho antes,
y que en la segunda mitad del s. I después de C. dejá de fabricarse
la cerámico ibérico.
Pericot Gordo (284) resume sus puntos de visto en lo siguien te tablo:
Fin del s. VI y s. V
Siglos IV y 111 .. .
Siglos II y l. . .. .
cerámico con decoración de bandos.
decoración vegetal y ta l vez figurado.
decoración vegetal, zoomorfo y humano
Independientemente de todo la tendencia general a rebajar los
fechas de lo cerámica ibérica, Bosch Gimpera insistía nuevamente
en 1955 (285) en sus puntos de vista tradicionales, según los cuales, en los poblados del Bajo Aragón 10 cerómica con simples ban dos de color seríon del s. VI, enriqueciéndose en el V Con nuevos
temas, alcanzando su esplendor en los s. IV y 1I 1; en Andaluda,
son los s. VI y V los de lo cerómica geométrico de bandas, con temporánea en el Sudeste, en donde encuentro mós difícil precisar
los comienzos de lo decoración florol y animal; los vasos del Ca becico del Tesoro no estarían le jos del 500 y la destruccián de
Lirio ocurrirío con los guerras anibálicos. Posteriormente, en 1958
sigue manteniendo sus cronologías altos, pero acepto yo nuestro
punto de visto en lo referente a lo destrucción de Lirio por Serto rio (286) .
(283) O. FLETCHER VALLS: "Sobre 105 limites cronológicos de lo cerómlCo
pintado de Son Miguel de Lirio", Actos de lo IV Sesión de 105 Congresos Internacionales de Ciencias Prehistóricos y Protohistóricos (Madrid, 1954), póg. 743,
Zaragoza, 1955, donde se reafirmo n .... estro aserto de lo destrucción del poblado
del Cerro de Son Miguel de Urio en tiempos sertorionos, frente o los hipótesis de
Bosc h Gimpero (guerras onibálicas), Gordo y Bellido (50 despues de Cristo), Almagro Basch ' siglo 11 o. de C.l y señora Beltrón Mortinez de Sónchez (210 o .
de C.).
12841 lo PERICOT GARCIA, prólogo o 10 obro de 1. BALLESTER TORMO, O.
FLETCHER VAlLS, E. PLA BALLESTER, F. JORDA CERDA y J. ALCACER GRAU :
"Corpvs Vosorvm Hisponorvm. Cerómico del Cerro de Son Miguel de Urio. Museo
de lo E.ccmo. Diputación de Valencia". Madrid, 1954.
(285) p. SOSCH GIMPERA: "Le probleme de lo ceramiQue ibérique", Comptes rendl.lS des Seonces de l'Acodemie des Inscriptions et Selles Leltres, póg. 395.
París, 1955.
(285} P. SOSCH GIMPERA; "Todovía el problema de lo cerámico ibérico",
Cuodernos de! Instituto de Historio, Serie Antropológico, 2, Universidad Nocional
Autónomo. Mexico, 1958.
[page-n-85]
84
1>. FLETCHER VALLS
Finalmente, el mas reciente trabajo de con junto sobre lo ero nologia vascular ibérico es e l de Cuadrado Diez, quien después
de hocer breve critico del estudio antes mencionado de Bosch
Gimpera, expone su criterio en un aná lisi s minucioso, que resu ·
mimos en los siguientes términos: o mediados del s. V y durante
el IV sólo hay decoración geométrica y o partir del 111 aparece
10 florol, zoomorfa y humano, que llega, con lo geométrico, hasta
principios del s. I después de c. (287).
Hemos reseñado ampliamente todos cuantos datos de importancia contribuyen o concretar el estado de lo cuestión y fijar
la cronología de la ceróm ico ibérico, por considerarlo, según decíamos 01 principio de este apartado, como el "fósil-guía" de cuya
datación exacta y concreto depende 10 de los yacimientos ibéricos.
Par la expuesto compruébase cómo desde un principio ha ido
rebajóndose 10 cronología a tribuida a la cerámica ibérico, intensificándose a partir de 1940, lo tendencia de lo mayoría de los
investigadores a aceptar fechas bajas poro las ricas decoraciones
y aún para los temas geométricos, coincidiendo la mayoría de los
trabajos, en lineas generales o en su totalidad, con nuestra teoría
expuesta en 1940, la que ha servido de punto de arranque paro
las "cronologías bajas" que van confirmándose más de día en día,
según se realizan nuevos excavaciones o se revisan detenidamente
los resultados de los antiguas.
Como fin de este apartado damos el siguiente cuadro cronolágico que, a nuestro entender, es e l más acorde con 10 realidad
arqueológico :
,
c. :
Mediados de l s. IV a . C. o mediados del s. 1 después de
cerámico
geométrica .
Fi nes de l s. 11I a . C. o mediados del s. I después de C : Cerámico
floral, zoomorfa y humana .
•
(287) E. CUADRADO DIAZ : "El mundo Ibérico. Problema de lo cronalogia
y de los influendo$ culturales exle ....os", 1 Syrnposium de Prehist01ia Peninsular
(Pamplona, 1959), pág. 221 . Pamplono, 1960.
[page-n-86]
LOS IBE ROS DEL SUR DE FRANCIA
l.-LAS FUENTES CLASICAS
Yo hicimos referencia de los fuentes clásicas que mencionan
los iberos del sur de Froncia, por lo que nos limitaremos ahoro o
destocar, únicamente, los siguientes extremos :
•
a) Desde época muy remoto, por lo menos desde 10 doto de
fundoción de Marsello, señalan los textos lo presencio de iberos
en el sudeste de Francia, no de forma esporódico, sino persisten temen te y procediendo de autores separados en el tiempo y en el
espacio. Ello autoriza o admitir la existencia de una Iberia Francesa .
b ) Obsérvese manifiesta contradicción entre textos y arqueología; mientras las menciones mas an t iguos no tienen claro correlación arqueológico, tal vez por no poderse determinar qué es
lo ibérico de los siglos VI I y VI, a partir del s. IV tenemos patentes
restos de la culturo ibérica, pero es entonces cuando los textos
silencian, mós frecuentemente, lo presencio ibérico en aquel te rritorio. Polibio (III, 40, 4 1, 47) sólo menciono ce ltos en e) terri torio Que atravieso Aníbal en lo ¡Provenza, lo cual nos hoce suponer
Que o partir de un cierto momento los términos "celto" e "ibero"
adquieren sentido mós geogrófico que étnico, suposición coinci dente con lo de Ponsich y Pous (288), poro Quienes, cuando Tito
livio hobla de los golas de Ruscino, en 218 o. c., no ha de tomorse
en un sentido preciso, sino ton sólo en el de Que esto ciudad es-
•
(288) p. PQNSICH y A. DE POUS: "Le ,homp
Roussillonnoises, 1, 1, PÓO. 1. Perpionan, 1951 .
d'urne~
de Millos" , Eludes
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CULTURA lBERICA
<
mas haber demostrado en otros ocasiones que fue destruido en
las guerros sertorianas (283). Opina, asimismo, Gorda y Bellido,
que 10 decoración geométrica sencill o representa un estadio anterior, datable desde el s. Va mós bien del IV, pero no mucho antes,
y que en 10 segunda mitad del s. 1 después de C. dejó de fabricarse
la cerómica ibérica.
Pericot Gorcía (284) resume sus puntas de vista en la siguien te tabla :
Fin del s. V I y s. V
Siglos IV y 111 .. .
Siglos 11 y 1... ..
•
83
cerómica con decoración de bandos.
decoración vegetal y tal vez figurado
decoración vegeta l, zoomorfa y humana .
Independientemente de toda 1 tendencia generol a rebajar las
0
fechas de la cerómico ibérica, Bosch Gimpera insistía nuevamente
en 1955 (285) en sus puntos de vista tradicionales, según los cuales, en los pobladas del Bajo Arogón la cerómica con simples bon das de color serían del s. VI, enriqueciéndose en el V con nuevos
temas, alcanzando su esplendor en las s. IV y 111; en Andalucía,
son los s. VI y V los de la cerómica geométrica de bandas, contemporóneo en el Sudeste, en donde encuentra mós difícil precisar
los comienzos de la decoración floral y animal; los vasos del Ca becico del Tesoro na estarían lejos del 500 y 10 destrucción de
Uria ocurrirío can las guerras anibÓlicas. Posteriormen te, en 1958
sigue manteniendo sus cronologías altos, pero acepta ya nuestro
punto de vista en la referente a lo destrucción de Liria por Sertario (286).
(283) D. FLETCHER VALLS: "Sobre los limites cronol6gicos de lo ceramico
pintodo de Son Miguel de Lirio", Actos de lo IV Sesi6n de los Congresos internacionales de Ciencias Preh¡st6ricos y Protohistóricos (Madrid, 1954), pag. 743,
Zorogozo, 1956, donde se . . eofirmo nuestro aserto de lo destrucción del poblodo
del Cerro de Son Miguel de Urio en tiempos sertorionos, frente a los hipótesis de
Bosch Gimpera (guerras anibálicos), Gorcio y Bellido (50 después de Cristo), Al_
magro Bosch (siglo 11 o. de C.) y señora Beltr6n Mortinez de S6nchez (210 a .
de C.).
(284) L. PERICOT GARCtA, prólOgo a lo obn;J de l. BALLESTER TORMO, D.
FLETCHER VAllS, E. PLA BALLESTER, F. JORDA CERDA y J. ALCACER GRAU:
"Corpvs Vasorvm Hisponorvm. Ceramico del Cerro de Son Miguel de Urio. Museo
de lo Excmo. Diputoci6n de Valencia". Madrid, 1954.
(285) P. BOSCH GIMPERA: "Le probleme de lo cércmique ibi!r¡que", Comples rendus des Seonces de l'Acodemie des Inscriplior'ls et 8elles Lettres, pág. 395.
París, 1955.
(286) P. BOSCH GIMPERA: "Todavía el Droblemo de lo cer6mico ibérico",
Cuodernos del Inst¡tuto de Historio, Serie Antropológica, 2, Universidad Nocional
Autónomo. Me¡¡;icc, 1958 .
[page-n-88]
Ctn.TURA IBERICA
87
2-LOS DATOS MATER I ALES
al
L a s yac: ¡ m i e n t a s
Ha de destacarse, en primer lugar, la semejanza entre los
conjuntos urbanos de los "oppida" franceses y de los poblados ibéricos españoles: emplazamiento en lugares altos y de fácil defensa;
proximidad o las corrientes de aguo; murallas, o veces de aspecto
ciclópeo; alineación de los calles; forma rectangular de las cosos;
aparejo de los muros, etc., etc. No creemos que estas semejanzas
puedan atribuirse ni a gentes determinados ni a regiones concretos, yo que idénticas características presentan los "castellieri" de
lo Italia septentrional (294). Por ello hemos de suponer que tienen
su origen en uno causo unificadora, mas no étnica, por lo que na
hacemos mención a ellas, pero sí conviene observar que en ningún
coso se encuentran en el Languedoc y Rosellón murallas construi das con postes de madera a lo manera gala.
Nos limitaremos o relacionar aquellos lugares franceses en los
que, según nuestras noticias, han aparecido cloros restos de 10 cul turo ibérico .
I.-Agathe
Se localiza o orillas del río Herault en lo actual ciudad de
Agde, o 4 km. al pie del pico de Sto Loup, en lo partido de Am bone, pero en realidad habría que pensar si la Agathe focense
pudo ser distinta de la actual Agde, yo que según lo cito de Es trabón (IV, 1, S) se fundó para defender Marsella "contra los
bórbaros Que viven o orillas del río Ródano", siendo por ello difícil
de comprender cómo pudo defenderse Marsella contra tales bórboros desde los orillas del Herault a mós de 100 km. 01 oeste del
Ródano. Ello nos hoce pensar en un error de identificación actual,
•
(294) J. DE SAINT.VENANT: "Antjques el'lCelntes fortifiées du midi de lo
Fronce", L'Anthropologie, XIII, pág. 84. Porís, 1902.
H. DE GERIN RICARD: "Ropports entre I'archéologie prolohistorique de lo
Provence et de l' lstrie: Costellieri el oppido", Bulletin Archéotogique du Comité
des Trovoux Historiques el Scientiphiques, pág. 469. París, 1940.
[page-n-89]
,
88
1).
I'LIITCHI!R VAU-S
en la existencia de mós ciudades con el mismo nombre (295) o en
que lo afirmación de Estrabón está equivocada en cuanto o 10
función de defensa a ejercer por Agothe.
Otro dudo nos plantea lo fundación focense. Aparte de que su
nombre puedo tener, como se ha opinado, origen fenicio-púnico o
ser del substrato mediterráneo, lo que parece confirmar la lingüística, y lo forma griega ser lo osimilación de un vocablo ajeno pero
de sonsonete semejante 01 griego "ogothe", fenómeno que ocurre,
por ejemplo, con Nizo (296), Beziers (297) y Alicante (298), te -
nemos el párrafo dé Escymno de Chios en el que se lee: " ... yendo
hacio Iberio, los focenses que fundaron Marsella conquistaron
Agathe"; preferimos traducir "conquistaron", "se adueñaron" o
"se apoderaron" y no "fundaron", como ha sido hecho por algunos
autores.
De aceptarse esta interpretación, habríamos de aceptar, asi mismo, Que Agathe existió antes de que se fundara Marsella, lo
que hasta el presente no confirman las hallazgos arqueológicos de
la zona donde se lo pretende situar, tal vez porque no seo el ver dadero lugar de su emplazamiento. En cuanta al origen Giry (299)
cree que ya existia un poblado indigena en donde se avecindaron
los griegos del s. V, coincidiendo con nuestro interpretación. Paro
Lontier (300) seria una fundación del s. VI, restos de cuyo época
tampoco parece haberse encontrado. Gorda y Bellido la supone
fundodo por los focenses antes de 10 batalla de Alolia (301) o
con posterioridad o las batallas de Himero o (urnas (302) . Jan-
(295) No es imposible la eXIstenCIa de varios ci .... dades can el mismo nombre,
puesta q .... e lo raíz "ogd-" se enc .... entro en diversas I.... gares; lo oct .... ol AGAY aparece boja el nombre de AGATHON en el año 130 como procediendo de un primitivo AGATHION q .... e, par hallarse al Este de Marsella, no creemos se frote de lo
citada par Estrob6n (véase ROSTAING, loe. cit. nato 15).
(296) N. LAMBOGLtA: "L'arigine del nome di Nizza", Rivisto Ingo .... no e Intemelio, VII, póg. 201. Bordighera, 1941.
(291) JANNORAY, loc. cit. noTO liO, p6g. 41.
(298) N. P. GOMEZ SERRANO: "Sobre las s.... fijos -N y _NT", Almanaq .... e de
"Los Provincias" poro 1943, pág. 393. Valencia, 1943.
F. MATEU y LLOPIS: "Los cecas ibéricos bastetanos", Cr6nico del IV Congreso Arq .... eológico del S.... deste Español (Elche, 1948). pág. 228. Cortogeno, 1949.
(299) J. GIRY: "Tell de lo Monedlére, commune de Bessan", 8ulleTin de lo
Société Archéologiq .... e de Beziers, XXI, pág. 24. Beziers, 1955.
(300) R. LANTIER: "L'oppid .... m ibériq .... e d'AQde (Héro .... lt)", Rev .... e Archéologiq .... e, XIV, pág. 197. París, 1939.
(301) A. GARCIA y BELLIDO: "Hisponia Groeco", 1, pág. 163. 80rcelono,
1948.
(302) A. GARCIA y BELLIDO: "Lo colonizoci6n phokoia en España. Período
Mossolioto: desde Alolia (535) haSTa los guerras púnicos (218)", Ampurios, IV,
pág. 1 11. Barcelona, 1942.
•
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CULTURA lBERlCA
89
noray creía que no es anterior al s. IV, coincidiendo con la tesis
de Lamboglia (303). Según Plinio (H. N. 11 1, 5, 2), en su tiempo
había dejado de ser massaliota, pero no indico la fecho en que
dejó de serlo, proponiendo Lantier que el fin de lo ciudad debe
fijarse en el s. II a. e, siendo reocupado temporalmente con posterioridad.
De la Agathe situada al pie del pico de Sto Loup se conocían
de antiguo restos de sepulturas, cerómica, mosaicos, etc.
Entre el pico de Sto LO¡Jp y el coba de Agde, en el monte de
Lo Clape se descubrió casualmente, y excavó en parte en 1938
por un grupo de españoles, uno acrópolis que recuerda, por su
estructuro, los poblados del Boja Aragón. En lugar próximo estó
la necrópolis, con túmulos de incineración. Jonnoroy (304) hablo
de ha llazgos de cerámica campaniense y del tipo de "sombrero
de copa" de procedencia catalana, siendo roro 10 ático de figuras
rojas (305) .
En 1947 se reanudaron las trabajos apareciendo cerámico ático
decadente, obundante campaniense mezclado con 10 iberica, correspondiendo estos hallazgos 01 momento de apogeo del "habitat"
de Enserune (s. IV-111 a . e). Otro nivel correspondía 01 período
galo-romano (306) .
II.- Baau x - Roux
Se hallo en la cadena de colinos que constituyen los contra fuertes del macizo de L'Etoi le, en el Boja Ródano, entre Marsella y Aix.
Vasseur, su excavador, menciona cerámica geometrico, jónico,
ático de figuras negros y rojos, e "iberica", en los niveles databies de los S. VI y V, dotación que hoce sospechar si 10 considera -
(303) N. LAM80GUA, nota b,bllográflca en Rlvlsta di Studi Ligl..IfI, XXIV,
1-2, pág. 184, Bordighero, 1958, conSidera que lo fundocl6n de Agde no es onlerior 01 siglo IV O. C.
J. JANNORAY, informociones orqueal6gicc5 en GoJlio, VI, p6g. 203, Porís,
1949 V en Gollio, VIII, pág. 108. Pcris, 1952.
(304) JANNORAY, loe. cil. nolo 303.
(305) F. BONNET: "Antiquités et Monuments du Deportement de I'Héroult",
Géogrophie Générole du Oeportemenl de I'Hérault, 111, Z. Monlpellier, 1905.
(306) F. BENOIT, en "Journol des Oebots", ogosto de 1939.
R. ARI$ V G. CLAU$TRES: "Le probleme d'Agde", 8ullelin de 10 Société Ar _
chéologique de Bez;ers, 4eme série, V, pág. 81, V VII, pág. 131. 8eziers, 1939 V
1941.
JANNORAY, loe. cil. nOla 303 (Gol 11o, VII .
12
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90
o.
I'LETCHER VAu.s
do como "¡berieo" no sera de otro origen; sin embargo, Dechelette
describe unos fragmentos que posiblemente si lo son (307) .
Hoy una primero cepa con monedas mossoliotas y fragmentos
de ánfora y "dal ia". Otro de O'ZO a 1'00 m . sobre el piso primi ti vo , con monedas, ceróm ico impor tado e indígena y sílex tollados,
todo en un mismo estro to con temporán eo. Las monedas, 92 en
total, alcanzan, según su descubridor, desde el s. IV hasta el aban -
dono de lo ciudad en el 124/118 o . C.
III.- Besa ra
Besara, Saetera o Boeterro, situado sobre el Orobis (Orb), es
mencionado por Avieno, suponiendo Schulten que es nombre ligur
y que posteriormente los galos aplicaron el de Boeterro (308) .
Estrabón (IV, 1, 6) escribe Saetero, forma idéntico o Boeterro, por
ser normal 10 intensificación de lo R en los lenguas pre indeuropeas mediterróneos (309), lo que hoce suponer que se t rato de
un topóni mo medi terráneo pre lotino, con t rariamente o lo q ue cree
Pericoy, poro quien sería un térm ino latino de 10 lengua rústico,
significando "terreno en barbecho, sin cultivo desde un año" (310) .
Jannoroy creyó en un posible nombre céltico helenizado (311) .
En los años 1855/ 1856 aparecieron a 2'80 m. de profundidad,
con restas romanos, monedas massa lio tas e ibéricos de Beziers,
Narbona, Bi lbilis y Am purias; en e l cen t ro de la población, en
la plaza de lo Madele ine, a 3/3'40 metros de profundidad, por
debajo de l nivel griego de Jo pr imero mitad del s. IV, apareció
(301) G. VASSEUR: "Note prelimonoire sur l'lndustrie ligure en Provence oux
lemps de lo colonie grecq ue", Annoles de lo Fac ult é des Sciences, XII I. Morsellle,
1903.
G. VASSEUR: "les poleries usuel1es grecques el indigenes en Provence oux
111 el 11 siecles ovont Naire Ere", Xllle Session du Congres InternOlionol d'Anlhropologie el d' Archeologie Preh istoriques. Mónaco, 1906.
G. VASSEUR : "Resultots des fouilles orcheolog iqu~ execule~ a Morseil1e
dons le Forl SI Jeon", Comples Rendu$ de l' Acodemie des Inscriptions el Belle,
LeTlres, pOg. 422. París, 19 10.
VASSEUR, loc. cil. no lO$ 2 12, 214 y 215.
DECHELETTE, ·Ioc. ci t. nolo 90, vo1. IV, pág. 561 .
(308) A. SCHULTEN : "Oro Mori timo de Avieno", Fonles Hispa nioe Anl,quoe,
1. Barcelona, 1922; comentario 01 verso 591.
1309) AlESSIO, loe. cit. /"'0010 103 (Lo base .. ).
(310) P. PERICAY: " Cuest iones li ngüistic:a$ sobre fuentes a ntiguos hispanos",
Ampurias, IX-X, pág. 111. Barcelona, 1948.
(311) JANNORAY, loc. cil. noto 110, pág . 350, nOIO 1.
•
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CULTUR,\ IBERICA
91
cerámica clasificado como ibérico, del tipa de los grandes tinajas
de Cessero (312).
IV.- Cayla de Mailhac
Cayla (de lo forma Castellare) se halla en las confines de los
rías Herault y Aude, a unos 25 km. al noroeste de Narbona, ce rrando el camino natural que llevo del Mediterróneo al Océano.
El poblado, que debió existir hasta la primera mitad del s. I
después de Cristo, fue descubierto en 1927 por Martín, quien recogió en superficie "terro sigillata", ibérica pintado y ática.
Según Lantier, una segunda fase de lo ocupación del poblado
acabó con la invasión ibérica del primer cuar to del s. V, oporeciendo la cerámica ibérica, jónico, ótico de figuras negros de lo
segundo mitad del s. V I y principios del V; después del incendio
se restauró, abundando entonces la cerámico ibérica, que operece
mezclado con las imitaciones locales, la ático de figuras rojas y
la Halioto y con fíbulas de tipa arcaico (s. Y/IV). La cuarta fase,
según el propio Lontier, corresponde al período de La Tene 11 con
"sombreros de copa" ibéricos, fíbulas, cerómico micácea y en los
niveles superiores "terro sigilloto" de la Graufesenque (313).
Jonnoroy (314) suponía que 10 interrupción en los importacio nes de cerámica griego entre fines del YI y fines del Y, es decir,
entre los ultimas tiempos de la de figuras negros y lo época del
estilo florido, fue menos largo en Coy lo (donde duraría hasta más
allá de la segundo mitad del V) que en Enserune, observando, muy
atinadamente, que si tal interrupción hubiera sido consecuencia
de la expansión ibérico, habría que admitir que ésto no fue uni forme, efectu6ndose en oleadas sucesivos.
Pueden señalarse los siguientes nive les:
o)
Nivel con restos de los portadores de urnas.
(312) J . GIRY: "Fouilles sur lo ploee de lo Modeleine", Bullel,n de lo Sociele
Archéologique de Bez:iers, IX, pág. 93. Bez:iers, 1943.
J. COULOUMA el lo MONTAGNIER: "Oppidum gree de Bez:iers" , RhodonlO,
XX-XXII, pág. 80. Vienne, 1946.
M. TOUSSAINT: "Trouvoilles oreheologiques dons les niveoux onliques de
Bez:iers (Heroull)", Gollio, VI, 1, póg. 179. Porís, 1949.
(313) R. LANTIER: "Reeherehes oreheologiques en Goule, 111, 1943", Gollio,
IV, pág. 331. Poris, 1946.
(314) J. JANNORAY: "Le Cayla de Mo¡lhae (Aude)" , Gallia, VI. 1, pág. 200.
París, 1949.
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92
D. FUITCHHR VAll.S
b) Nivel con diversas inferencias, con huellos de incendio que
se data por los cerámicos áticas de figuras negros de fines del VI
o principios del V, lo mismo que en Mcntlaures y Enserune .
el Cambio brusco en lo civilización, durando las nuevas monifestaciones los siglos IV y ~II; abunda lo cerámico pintada. Según Martín, el origen de esta tercero ciudad representa uno fase
ibérica muy puro, consecuencia de la invasión, que es admitida
por este autor. Lo cerámica ibérico se encontraria o partir de lo
segundo mitad del s. V, o seo, tres cuartos de siglo antes que
en Enserune. Las partes media y olto de este nivel se rían con temporáneos del momento de mayor esplendor de Enserune (como
hemos visto que pasa con Agothe). Se señalan fuertes influencias
cél ticos que preceden o lo invasión voleo.
d) En el nivel voleo, con fíbulas de Lo Ten e r 1, es roro lo
cerómica pintodo, decayendo lo importancia de lo ciudad.
e y f) Cerómica campaniense, monedas romanos republica nos, fíbulas de Lo Tene II y "terro sigillata" .
Lo cerómica grosero, de tradición neolítico, se encuentro en
todos los niveles, como sucede en los poblados ibéricos esp:Jñoles (315).
En el subsuelo de algunos cosos aparecieron sepulturas de niños (a excepción de una, de adulta) sin que, por carecer de mós
deta lles sobre toles hallazgos, podomos determinar hasta qué
punto pudieron relacionarse con posibles sacrificios fundaciona les (3 16) .
Los monedas ibéricos son de Obulca, Narbona y otros inclasi ficables (317).
(3 15) 1. BALLESTER TORMO: "Los cerómicas ibéricos arcaizantes valencianos", Serie de Trabajos Varios del S.I.P. de lo Excmo. Diputaci6n provincial,
núm. 10, pág. 47. Valencia, 1947.
(316) D. FLETCHER VALlS: "Un posible saCrificio fundacional en 10 ciudod
,berica de Archena", Cuadernos de Historia Primitiva, 11, 1, pélg. 40. Madrid,
1947.
(317) O. y J. TAFFANEl: ":"'e Cayla de Mailhac (Aude)". Carcasanne, 193B.
A. BlANCHET, recensión a la obra anterior en Revue Archéologique, 6eme
Serie, XJlI, pOg. 306. París, 1939.
R. LANTlER: "le Cayla de Mailhac (Aude)", comentario a la obra citado
antes, en Revue Archéologique, 6eme Série, XVII, pág. 107. París, 1941; considera que Cayla, junto can Mantlaurés y Enserune, es un representante particularmente caraCleristico de la civilizaci6n "celta-ibérica del Languedoc".
H. MARTIN_GRANEL: "l'oppidum du Cayla o Mailhac lAude). Les niveaux
d", Premiere Age du Fer", Bulletin de la Société des $citnces NOlurelles de Vaucluse, 1942.
•
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CULTURA IBERICA
93
V.- Cessero
En Sto Thibery, en lo confluencia de Lo Tongue y el Herault,
en el lugar en donde se hallan dos colinos llamados Mans Ramus,
entre las que poso lo vía Damiciana. El poblado, de formo cua drado casi perfecto, es inaccesible par el sur y defendido por fuer tes murallas en [os puntos accesibles, según referencia de 1820,
fecho en que aún conservaba los murallas en cuestión.
Se determinaron tres niveles en [os que abundan grandes vasos
ovoides con bandos pintados y semicircunferencias concéntricos,
iguales a otros de Montlaures, Caylo, Enserune y Beziers, que semejan cerómicas españo[os, hasta el punto de haberse considerado
Ibéricos; no obstante, Cou[oumo afirmo que san jónicos y sirvieron
de modelo o aquéllos. Pero hoy fragmentos realmente ibéricos, osi
como das inscripciones ibéricos en lo iglesia de Sto Thibery (318)
VI.- En serun e
Se ha dicho que fue lo antigua [nselodunum, p[oza fuerte de
los "selonencen", conocidas únicamente par [as monedas. En un
mapa del 958 se menciono Amseduna; en 1216 Bastida de Anseruno; posteriormente, mons o podium de Enserune (319).
Se hallo o 9 ki lómetros de Beziers, entre éste y Norbono, en la
alto de un promontorio desde el que se divisan estas dos ciudades
H. MARTIN-GRANEL: "Les fouilles de I'oppidum du Coylo a Modhoc (Aude).
RopporT pniliminoire", Gollia, 11, (3), pág. 1. Paris, 1944.
J. JANNORAV: "Héroult, Enserune, Caylo de Moilhoc", Rivisto di Studi Li_
guri, XIII, pág. 68. Bordighero, 1947.
O. y J. TAFFANEL: "Moraues d'amphore trouvées ou Coylo de Mailhac",
Gollio, VI, pág. 143. Porís, 1947.
O. y J. TAFFANEL; "L'oppidum du Cayla, commune de Mailhoc lAude)",
Melonges d'Archéologie et d'Histoire offerts el Ch. Piccord, pág. 996. Paris, 1949
JANNORAY, loe. cit. noto 314.
(318) Vease Revue de lo $oc.iété des Sovonts, Sime Série, 111, pág. 17 .
G. CHARVET; "Histoire Générole du Longuedoe", XV, pág. 649.
J. COULOUMA y G. CLAUSTRES: "L'oppidum de Cessero", Bullet;n de lo 50eiété ArcheologiQue de Beziers, 4eme Série, VIII, ipÓg. 64. Beziers, 1942.
J. COULOUMA y G. CLAUSTRES: "L'oppidum de Cessero pris Sto Thibery, Hé.oult", Gallia, V, 2, pág. 1. Poris, 1943.
J. COULOUMA: "Lo céromiQue el Mogolos, el Besson et el Sto Thibery (Hérouh)", Gollia, VI, 1, pág. 175. Paris, 1949.
(319) P. THIERS; "Notes sur les ¡beres du Bos-Longuedoc", Bulletil1 de lo
Commission ArchéologiQue de Narbonne, X, p6g. 208. Narbono, 1908.
Sobre los "selonencen" véase mas odelante, 01 hablor de los monedas iberica$.
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,
94
D. FLETClIER VALLS
y Agde, el mar, los Pirineos, los Alberes y los Cevennes. En 1248
se desecó el estanque de Montady que se hallaba a los pies del po~
bledo. Este es conocido desde mediados del siglo pasado, siendo Ginieis el primero en explororlo, entre 1843 y 1860, dejando una memoria inédita que fue publicada en resumen por Noguier. En 1872
•
[o estudió Coron en el XXXV Congreso Científico de Franda (320).
En 1884 Noguier excavó 10 vertiente meridionol (321). En 1916
Mouret descubrió algunos materiales, exhumando hasta 1924 un
total de 335 sepulturas dotobles, según él, del siglo V al III a. e,
encontrando cerámico céltico, griego e ibérica y armas, entre ellas
tres faleatos (322). A partir de 1929 se hizo cargo de las excava
dones Formige (323) con lo colaboración de Mouret y Siga1. De
1929 a 1943 se excavaron 6.000 metros cuadrados de terreno. En
1945-46 se descubrieron 106 tumbos, interviniendo en su estudio
el malogrado Jonnoroy (324), quien llevó la dirección de las exco·
vociones en los últimos años.
Enserune comprende dos zonos de excavoción, el "oppidum" y
la necrópolis.
(320) E. CAROU: "Enserune", Congres Scientifique de Frence, 35 SeSSlon,
11, pág. 333. Paris, 1872.
(321) L. NOGUIER: "Enserune et Montody", Bulletin de lo Société Archéolagique de Beziers, 2eme ~rie, VII, pág. 233. Bezlers, 1814.
(322) F. MOURET: "Note sur les fouilles d'Enserune", Comptes rendus de
l'Academie des Inscriptions et 8elles LeTlres, pago 391. París, 1916.
F. MOURET: "Corpvs Vasorvm Antiqvorvm. Fronce. COlleclion MauTet (Fouilles
d'Enserune)". Paris, 1921.
E. POTTIER doba cuento, en lo sesión del 14 de enero de 1921 de lo Aca·
demie des Inscriptions el Belles Lettres, de los excavaciones de F. Mouret. Véase
Revue Archóologique, Seme $érie, XXVI}I, pág. 158. París, 1928.
(323) J. FORMIGE: "L'oppidum d'Ensérune", Gallia, 1, pág. 5. PoTis, 1943.
(324) Lo bibliografía de J. JANNORAY sob.-e Enserune es sumamente ompllo,
por lo que citaremos solamente aquellos publicociones no mencionados en los on·
leriores nOIOS:
"Les fauilles d'Ensérune (Héroull)", Revue Archóologique, 6eme Série, XXXVI ,
pág. 5. París, 1946.
"Enserune", Gellio, IV, pág. 351. Paris, 1946.
"L'hobitot ello necTOpele d'Ensérune (languedoc) d'apres I'exploration ofChéalogique recente", Comples rendu$ de l'Acodémie des Inscrlptions el 8elles Leltres,
pág. 530. Poris, 1946.
"Les fouilles d'Ensérune et les civilisotions pré-rcmaines du Midi de lo Fran·
ce", Rivisto di Sludi liguri, XIV, 3, pág. 85. Bordiohero, 1948.
"Les fouilles récentes de lo necropole d'Enserune (LonguedocJ", Crónico del
IV Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Elche, 19481. pág. 331. CarIO'geno, 1949.
"Los excavaciones de Enserune y el problema de lo cerómlCO ibérico", en Ar.
chivo Español de Arqueología, XXII, pág. 3. Madrid, 1949.
"Lo polerie ioo,ique el I'exponsion des lberes en Goule méridionole", Melon·
ges d'Archéologie et d'Hisloire offerls 6 Ch. Piccord, pág. 448. Porís, 1949.
"Les fouilles d'Ensérune el lo connoissonce des civilisolions pre-romoines de
lo Goule méridianale", lo Nouvelle Clio, 5·6, pág. 203. París, 1950.
•
•
•
[page-n-96]
CULTUR/\ IBERICA
(J)
95
El oppidum .
Formige establece en sus excavaciones nueve niveles de cenizas
superpuestos desde el paleolítico o la romanización. La ciudad del
siglo I1 I es la que mós hallazgos proporciono, con cerámica cam paniense y monedas e inscripciones ibéricas; la preponderancia ibérica se ejercería, según este autor, desde fines del sigla IV y durante el siglo 111, contrariamente a la tesis de Bosch Gimpera, quien situaba el predominio en las siglos V y IV, sin tener en cuenta que
la dosificado como ibérico salía, como observó Pattier (325) can
cerámico de los siglos IV y JI 1.
Jannoray relacionó el poblado de la segundo mitad del siglo IV
con las tumbas de urna "ibéricas" can decoración geométrica, negando que la cerámica de este tipo del siglo V seo ibérica, y en
cuanto o lo cerómica de posta amarilla y decoración geométrica, de
la segunda mitad del siglo IV, es uno derivación de lo anterior y no
puede considerarse propia de un pueblo que llegara de España en
el siglo V (326).
Abundan las grandes "dalia" bicónicos (no ovoides a lo manero
romano) con inscripción ibérico estampillado en tres puntos del
cuello.
bl
La necrópolis .
Son frecuentes los vasos de barniz negro, algunos idénticos a
otros de La Bastida de les Alcuses y Cabezo del Tío Pio (327) . De
época mós boja son los pebeteros en cabeza de T anit, que tam bién se encuentran en yacimientos' valencianos, como lo Albufereta.
(325) E. POTTIER y S. RE INACH: "Ropporl sur les fouilles d'Ensérune" ,
Comptes rendus de l'Acodemie des Inscripl¡ons el Belles Lettres, pÓg. 469. París,
1916.
E. POTTIER: "Les fouilles d'Ensérune", prólogo o lo obro de F. MOURET, loc.
cit . noto 322 (Corpvs ... ).
E. POTTIER, orticulo en "L'IUustrotion". París, 24 de abril de 1926.
(326) JANNORAY, loc. ci t. noto 110.
(327) 1. BALLESTER TORMO y L. PERICOT GARClA; "Lo Bastida de les AI _
cuses (Mogente)", Archivo de Prehistoria levantino, 1, pÓg. 119. Volencio, 1928.
SAN VALERO APARISI y FLETCHER VAllS, loc. cit. noto 240.
J. D. BEAZLEY: "Lo cerómlco otieo del Cobezo del Tia Pio, en A,cheno (Murcitl)", Cuodernos de Historio Primitivo, 111 , 1, pág. 43. Madrid, 1948.
N. LAMBOGLlA: "Lo cerómico preeompono dello Bostida", Archivo de Prehistoria Levantino, V, pág. 105. Volencia, 1954.
[page-n-97]
•
96
D. I'LI!TCHBR VALLS
Muchos de los vasos que Mauret dio como ibéricos son galos, subitálicos o púnicos (328) .
La abundancia de tumbas do por resultado la mezclo de los
ajuares, ocasionando las naturales confusiones. Lo cronología no
puede determinarse por lo moyor o menos profundidad de los se pulturas; el grupo de enterramientos de la capa de arcillo presenta
dos series tipológicas, según Jonnoray: uno, con urnas del tipo llamado ibérico por Mauret, con decoración geo:Tuhrica simple, recu ~
biertos por trozos de ánfora mossolioto; en la otra, 10 urna cineraria es uno crátera o skyphos ¡toliata con platitos de barniz negro
con estampillados, copitas amarillos y vasos de posta grosera; esto
vajilla contenía los alimentos, novedad que Jannaray atribuyó o los
celtas, pero que yo señalamos en enterramientos ibéricos, como los
de Archena (329). Esto segundo serie de enterramientos serio del
250 01 200 a . C. Los sepulturas en los que sólo aparecen materiales célticos son pobres y de carócter indígena, según Jannoray
Por su porte, Heleno consideró que lo necrópolis tenía una zona, lo
septentrional, de los siglos V Y IV, con vasos ibéricos de decoro
ción geométrico y óticos de figuras rojos, y otro zona , lo meridional, de los siglos 111 Y 11 .
Lontier (330) afirmo que lo cerómica ibérico de lo necrópolis
no es anterior o lo segundo mitad del siglo IV, sjtuóndose los tum bos mós recientes hacia el 325 (331) .
Castillo Yurrito (332) remonto lo cerámico ibérico geométrico
de Enserune 01 siglo V Y lo florol, en el poblado, o partir de lo pri mera mitad del siglo 111.
(328) S. REINACH, recensi6n a la obra de MOURET, loc. dI. nOTa 322 (Corp ...s ... ), en Re ... ue ArcheologiQue, Seme Serie, XXV III, p6g. 367, París, 1928, dice,
fiondo en los clasificaciones que el auTor da, Que "la cer6mica de La Tene falta
por completo, porque nos hollamos en territorio ibérico".
Coincidente con nuestro apreciacl6n es el criterio de R. LANTIER: "Celtas e
iberos", Archivo Español de Arqueología, XVI, p6g. 141, Madrid, 1943, en donde
opino Que hoy mucha cer6mica celia clasificado err6neamente como Ibérica.
R. LAN,IER: "Au Musee d'Enserune (Hérault)", Revue Archéologique, 6eme
Série, X II, p6g. 252. París, 1938.
(329) SAN VALERQ APARISI y FlETCHER VALLS, loc. cil . nolo 240.
(330) R. lANTIER: "Rechercnes archéologiques en Gaule, 1946", GoHio, VI ,
1, p6g. 257. Paris, 1949.
R. LANTIER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1950" , Gollia, IX, pilO·
170. Poris, 1952.
(3311 R. LANTIER; "Recherches archéologiques en Fronce, 1951" , Coesorou_
gusto, 6, pOg. 199. Zaragoza, 1955.
(332) CASTILLO YURRtTA, loe. CI!. nolo 275 .
..
..
[page-n-98]
I
CULTURA lBER1CA
97
En los vosos de Enserune han aparecido múltiples grafitos ibé-
ricos estudiados por Tovor (333).
VII.-
Illiberis.
No existe unanimidad de cri t erio respecto o su emplazamiento .
Berthelot la sitúo cerco de lo desembocadura del T ech, en lo ciu dad que se llamó despues Helena, en honor de lo madre de Constantino, y hoy Elne (334). Margail supone que el yacimiento primitivo debe emplazarse en el cerro de Sto Cyprien; Cloustres, Bas sede y Grau creen que coincidiría con lo ciudad alta de Elne .
Lo ciudad iniciorío su vida en la primero mitad del siglo VI,
siendo raros los hallazgos del 480 al 350. En p leno siglo 1I apare cen los "sombreros de copo" ibéricos, de la costa catalano. En el
suelo orcilloso se encuentran excavados silos de una profundidad de
3'50 metros y un diómetro de 2/2'50 metros, pero el relleno de su
interior no guardo estratigrafia, pareciendo que, en conjunto, corresponde 01 siglo 111. En uno de estos silos apareció la porte alto
de un 01 pe con grafitos ibéricos, en los que leemos ELERBAS, que
podria hacer referencia 01 primitivo nombre de lo población (335).
VIII.- La Monediere .
Se hallo o 1.500 metros 01 sur de lo pobloción de Bessan, entre
Agde y Sto Thibery .
•
•
1333) Sobre Ensérune, odemas de la bibllogrofio citada, podemos menCIonar :
A. TOVAR LORENTE: "Léxica de las inscriQ
J. M. DE NAVARRO: "Mossilio ond Eorly Cellie Culture", AntiQuilY, 11, 8,
pagino 423. Gloucester, 1928.
H. ROUZAUD: "L'oppidum pre_romoine d'Ensén.me", Bullelin de lo Commission Archéologique de Norbonne, pago 269. Norbono, 1923.
E. ESPERANDIEU: "Montlourés el Ensérune", Ecole AnliQue de Nimes, VII
session, pág. 43. Nimes, 1921.
(334) H. GUITER: "Phonetique evolulive et toponymle hisloriQue", Revue des
Langues Romones, LXXIV, 196, pag. 23. Monlpellier, 1960.
(335) BERTHELOT, loe. cit. nora 6.
J. MARGAIL: "A la recherche d'llIiberis", AMoles du Midi, L, pag. 151 .
1938.
G. CLAUSTRES, lo 8ASSEDE y R. GRAU : "Les fouilles d' llIibefls (Elne)", Eludes Roussillonnoises, 3, pOg. 153. Perpignon, 1952 .
A. 8ALIL ILLANA : "Excavaciones en Elno", Archivo Esponol de ArQueologio,
XXVI, pag. 119. Modrid, 1953.
R. GRAU: "Sondoge (1 IlIiberis", Etudes RouS$illonnoises, 4, pag. 273 . Perpignon, 1955 .
R. GRAU: "Lo site d'Uliberis el le Musée d'Elne" . Perpignon, 1958 .
13
[page-n-99]
98
O, FLlITCHER VALLS
Según Giry, en el estuario del Herault, donde ya existia un poblado indígena, se avecindaron los primeros novegantes griegos; en
el siglo V, los celtas del norte y los iberos del sur obligarían o la
población o refugiarse en los "oppido" circundantes.
Es rara la cerámica ibérico, pues sólo se mencionan unos frag -
mentos de "sombrero de copo" sin estratigrafía cierto; cerómica
considerado como ibérico, es clasificada por Coulouma (336) como
jónica .
IX.- Montfo.
Se si t úa en Mogolas, en el valle del Libron, entre Bedorieux y
Beziers.
Con an terioridad o lo época ibero-griego, estuvo ocupado por
pobres pastores y agricultores que, todavía en el siglo I o.
c..
conservan cerámico primitivo. Couloumo, en el nivel que corresponde o fines del siglo 1I1 y principios del lI, sitúo los frag m entos
de cerómico ibérico, que él no cree de tal origen, pero en dicho nivel
se encuentran verdaderos "sombreros de copo" de tipo de Rubi y
Fontscoldes, o veces con dos osos, con decoración geométrico, mezclados con cerómico de barn iz negro con palmetas impresos, y con
cerómico de Lezoux.
Mós profundos, de 3'50 o 4 metros, correspondiendo al siglo IV,
son otros cerómicos que por algunos arqueólogos se hocen originorios de España, pero que el citado Coulouma considero procedentes
de talleres franceses de inspiración jónico.
De los 220 monedas aparecidos, sólo tres son ibéricos (337) .
X.-Montlaurés.
Situado o 56 metros de altura sobre lo llanura circundante y o
4 kilómetros a l oeste de Norbona, creyéndose que fue lo antiguo
Nora. Según He leno, sería lo capital de los Elysices, pueblo consi derado como ibero, ce lta o ligur .
Lo capital de este pueblo, Norbona, sería arrasado por Ii?s iberos según Bosch Gimpera (338), poro quien los elysices serían Ií gures, coso que ta mbién creyó Schu lten, aunque tenía ideos algo
confusos sob re el particular, yo que en su "Avieno" encontramos
lo atribución o los I¡gures (pág. 2 8) ya los iberos (pág . 3 1l. Con t ra
(336)
GIRY,
(331)
(3381
COULOUMA, loc. ell. nOlo 318 (Lo ceromiQue " Mogolas ).
loco cit. nolo 299.
COULOUMA, loc. cil. nolo 318 (Lo ceromiQue " Mogolosj .
BOSCH GIMPERA, loe. cit. noto 164.
[page-n-100]
CULTURIo lBERICA
99
el criterio ligur está la opinián de Gachon (339), quien acepto lo
presencio de los iberos en el sudeste de Francia y como a toles con·
sidera o los elysices. Las fuentes clásicas, como hemos manifestado
repetidamente, mencionan desde muy antiguo en esa zona a los ibe ·
ros y es, precisamente, en ella donde más abundan los hallazgos
ibéri cos. Para Kraft (340) los elysices seríon celtas.
El conjunto del yacimiento se sitúa del siglo V al 111 a. c.,
pudiendo distinguirse dos civilizaciones, uno pobre, con utillaje poco
perfeccionado y poco metol, nada de armas, cerámica grosera o
mano con decoración de cordones e incisiones, mezclada con cerÓ·
mica ibérica geométrica y otro gris, a torno, con zonas de círculos
incisos. En lo cerámica griega falto lo de fines del siglo VI y pri ·
mero mitad del V, siendo abundante o partir dé fines de d icho siglo en adelante hasta el 111, halfóndose también 1 de barniz ne0
gro de los siglos IV y 111, de Gnothio, de los s iglos 111 01 11 y no
,
son raros los fragmentos de "terro siglI10to". Lo cerómico conside
rada como ibérica aparece mezclada con 10 griego de los siglos V
01 111 , pero o este particular conviene recordar 10 observación de
J onnoroy (341).
Aparte de lo cerámico, existen otros elementos ibéricos en este
yacimiento, tales como los monedas con letrero ibéri co de "Neron cen" y los inscripciones sobre "dalia".
Lo necrópolis no ha sido estudiado detenidamente (342)
(339) M. GACHON: "Histoire du Longuedoc". Paris, 1921.
(340) G. KRAFT: "The Origin o, the Kelts", Anliquity, 11 1, pág. 33. Glou·
ces ter, 1929.
(341) Lo opini6n de LANTIER y JANNORAY de que los hollol!.go$ d e cer6·
mico propiamente ibérico se efectúan en los yacimientos franceses o par tir de lo
segundo mitad del s. IV, coincide con nuestro o;>reciación cronológico sobre dicho
cerámico; solamente, por relacionarlo equivocadamente co n otros moteriales,o ,;lor
err6neo identificación, se ho dotado lo cerómico ibérico francesa con decoraci6n
geomc trico, en el s. V.
(342) Sobre este yacimiento pueden verse, además, los siguientes obras:
H. ROUZAUD: "Notes et observations sur le pays narbonnois", Bullelln de lo
Commissian Archéalogique de Narbcnne, VIII, póg. 489. Narbcna, 1905.
H. ROUZAUD, noticias en Comptes Rendu; de l'Acodemie des Inscriptians el
Belles LellrC1, pág. 136 Y 213, oño 1905; pág. 260. año 1907; pág. 399, 477 Y
480,oño 1916.
P. THIERS: "Montlaurés et Montady", Congres Archéologique de France. Carcossonne, 1906, p6g. 215.
"L'estociá ibérica de Montloures", Anuari de l'lnstitut d'Esludis Calalans,
pÓg. "168. Barcelono, 1907.
H. ROUZAUD y lo POTTIER: "Les fouilles de Montlaures", Comptes rendus
de l'Acodemie des Inscriptions et Belles Letlres, pág. 981. Paris, 1916.
J. PUIG y CADAFALCH: "Les excavacions arqueol6giques de Castell-Roselló
(Per";¡lI1yá), Montlaurés (Norbono) y Marsella", Anuari de l' lnstitut d'Estudis Ca·
ta lans, 1909·1910, pág. 710. Barcelona, 1911.
ESPERANDIEU, loe. cit. noto 333.
OECHELETTE, loc. cit. nota 90, pág. 51"1.
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100
D. I'LETCHER VALLS
XI,- Murvi el.
Situada en las proximidades del río Orb, aguas arriba de Beziers,
o unos 10 kilómetros de ésta .
En el siglo XI se denominaba "Murovétulo". Algunos autores lo
han identificado con lo "Noustalo" de Avieno y capital de los Longostoletes pero nada de ello estó probado y menos todavía que toles Longostoletes sean un pueblo.
Tiene magnificas fortificaciones; dos murallas, de 1.900 me-
tros de perímetro, lo exterior, y 1.000 lo interior.
Abundan las monedas massoliotos, de los arecómicos, tectoso ges, be ter ranos, longostoletes, de Nimes, Ampurios, Torroeo y ramonas (escasos las republicanos y de los primeros tiempos del Im perio, pero abundantes o partir de Claudia, siendo los mós recien tes los de Gratiniano) (343) .
XII.-Pech - Tartari.
En Rouffioc d'Aude . El nombre Tortori se considero de origen
ibéricc.
No parece que hoyo nodo anterior 01 siglo 111. A fines del I fue
abandonado .
Entre los hallazgos de índole ibérica podemos citar un grafito
sobre un fragmento de cerámico componiense y numerosos mone das (9 de Narbona con leyenda de Kolantolos; otras con Neroncen;
otros con Norbon, con toro corriendo a derecho; 7 de Ampurios; 9
de Lérida; 2 de Celse; I de Cástula; además, una pún ica de Baleares; uno de los voleos arecómicos y 11 de los tectasages; 3 de
Marsella; 4 romanos republ icanas del JI y J, uno del 43-42 a. c.,
y una de T iberio). El número rela t ivamente abundante de monedas
ibéricos, hoce pensar q ue el "appidum" estaba poblados de iberos,
quienes mantuvieron relaciones comerciales con España (344) .
(343) BONNET, loe. ci l . noto 305.
(344) R. NElU: "l'oppidum prolohislorique et les vestiges gaUo-romains de
Pech-Tartari el La Sogoste, communes Roulfiac d'Aude el de Pomos", Editions
de lo $ociété d'Eludes Scient¡fiques de l'Aude. Limoux, 1959.
•
[page-n-102]
CULTURA mSRICA
•
•
101
XIII.-Ruscino .
Situada entre los Pirineos y Norbana, en el río Tet. Se considera
como lo único fundación fenicio en el litoral gola (345). Según
Claustres (346) la forma griega pudo ser Ruskunon, encontrándose
otra ciudad norteafricana con igual nombre.
Explorado por primero vez en 1766 y después en 1808, 1816,
1845 y 1909, siendo romanos lo mayoría de los hallazgos, aunque
también hoy cerámica ático de l siglo IV, "bucchero nero", campaniense y otro closificado como ibérico. Hoy monedas de T arragana
y Ampurias e ibéricos francesas. Un dolium llevo trip le morca ibérica.
Lo cerómica ibérico parece estor bien determinado desde los
siglos III y 11, pero no poro los períodos anteriores. Lo mayoría de
los grafitos ibéricos encontrados sobre vasos completos o sobre fragmentos de vasos "in situ", porten del siglo III y llegan o comienzos del siglo 1 o . e, en que ceden e l poso o lo lengua lotina (347) .
XIV.-Saint- Blaise.
En el departamento de los Bocas del Rádana, entre dos lagunas,
no lejos de Sto Remy-en-Provence, en tre Fas e Istres. Debió ser destruido hacia la mitad del siglo I a. C.
De acuerdo con las excavaciones reo liz.adas por Rolland, puede
establecerse la siguiente estratig raf ía:
l.-Siglos V II -IV: cerómico pintada jonia, "bucchero nero" y
fíbulas de La Certosa .
(345) V. NOlo 292.
(346) G. CLAUSTRES: "SIroligroph,e de Rusc ino", Eludes RoussillonMises, 2 ,
pág. 135. Perpignon, 1951.
(341) J. MASSOT: "NOTe sur les monnoies Trouvées 6 Castell-Rouselló", Ruscino, 1-2. Perpignon, 1912.
P. THIERS: "Ropporl sur les fouilles de Caslell-Roussillon, 1912", Bulletin
Archéologique du Comite des Trovoux Historiques et Scientiphiques, póg. 208.
Poris, 1912.
P. TH IERS: "Ropport sur les fouilles de Costel1-Roussil1on (Pyrenées Orientales) en 1912", Ruscino, 111, pág. 353. Perpignon, 1913.
H. ARAGO: "Le bilon des fouilles de Ruscino (Costel1-Roussil1on)". Perpig-
,
non, 1914.
CH. COTTE: "Congres de Rhodonio el Pertuis", L'Anthropolog'e, 29, c6o. 599.
Poris, 1918_1919. Referencia
lo comu nicoción de ARAGO sobre sus elCCOVOciones e n Ruscino.
JANNORAY, loc. ciT. 1\010 303.
°
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102
D. f1.I!TCHER VALU>
2 .-Siglos IV- lo. c. : cerámica ático e ¡taliata, algún tiesto
de ceramica ibérico decorada con ternos geométricos; abundo lo
campaniense A y hay monedas massoliotas (348) ,
XV.-Constantine.
Un "sombrero de copa" (349) .
XVI.-St. Rach .
Cerco de Toulouse . Apareció cerómico ibérico con decoración
geométrico (350) .
XVII.-CorcQssone.
Fragmentos de cerómico ibérico (351)
XVIII.-Montons.
En la zona de Toulouse . Aparecen monedas "celtibéri<:.os" (3 52)
XIX.-Ari ege.
Una moneda ibérico ilergete y cerámica considerada procedente
de España, sirviendo para Que Tricoire (353) opine que durante los
siglos 11 J y 11 uno población "celtibérico" se estableció sobre el
ocantilado de Fontestorbes.
XX.-St. Bertrand de Comminges.
Aparecieron un denaria de Bo!scon, varios semises de Joco, un
denario de Cese, tres piezas de Emporion, de! 45 o . C. a! 14 d . C.
y otros posteriores 01 14 (354)
(348) H. ROLLAND: "Les toudles de SI. Blolse". Porís, 1951.
A. BELTRAN MARTlNEZ: "Las eKcavaciones del oppidum de Sto Blalse", Archivo Español de Arqueología, XXV, pag. 380. Modrid, 1952.
H. ROlLAND: "Cerámica ibérico de SI. Bloise", Archivo Español de Arqueo logío, XXVI, pág. 384. Madrid, 1953.
(349) P. J. DUFERT y J. GOURVEST: "Une monnaie c I'hippacompe ottribuee
aux orvernes Irouvee s... r I'op;¡id ... m de Constantine (Comm ... ne de Lano;;an, B. R.}",
Cohiers lig ... res de Préhistoire el d'Archealogie, 6, póg. 192. Monlpell ier, 1951.
(350) G. FABRE: "Contrib... tian c I'el ...de d ... protahislOriq"'e d ... s ...d-ouesl de
la Fronce", Gonia, IV, pag. 1. París, 1946.
(351) NELLI, loe. cil. nOIO 344.
(352) M. DURAND-lEFEBVRE: "Elude sur les voses de Monlons du Musée
Soint-Raymond de Toulouse", Gol/io, IV, pág. 131. Porís, 1946.
(353) J. TRICOIRE: "Oppidum celtibérique du Mayne-Bélesto (Aril!ge)", Prehislaire, Speléologie Ariegeoise, 1, pag. 36. Pamiers, 1948.
(354) A. BElTRAN MARTlNEZ: " Información numismátIca. Holla:tgo$ de
monedos ibéricos en SI. Berlrand de Comminges", Coesorougusta, 6, pag. 191 .
Zorogo%.o, \ 955.
,
[page-n-104]
CULTURA mERICA
103
Tal vez puedan ponerse en relación estos monedas con lo noticio colacionado por Garcia y Bellido (355). referente al traslado
que hizo Pompeyo de los dispersos tropos de Sertorio o Lugdunum
Convenorum (St. Bertrond de Commingesl, en el nacimiento del
Garona y mismo meridiano de Lérido. Estos tropos pudieron conti nuar en contacto con gentes de esto porte de los Pirineos, aunque
los monedas en cuestión también pudieron llegar o dicho lugar por
otros causas, pues en puntos ton distantes como Wetzlar (Renanio)
se cito el hallazgo de uno monedo de Turioso (356) .
XXI.- Mos d' Agen ois.
Aguas aba jo del Gorono, en el departamento de Lot-et-Garon neo Se mencionan inscripciones grafiados sobre cerámico (357) ,
XXII . -St. Mort in.
En el cementerio, uno moneda "celtibérico" can otros de César,
Augusto, etc ., hasta Constancia Cloro.
XXII I.-Aubogno n.
En las Pirineos Occidentales. Se encontraron dos inscripciones
ibéricas, una sobre circulillo de plota, formando porte de una coto
de molla y otro, posiblemente sobre copo, igualmente de plato, ex humadas ambos junto o fíbulas de Lo Tene II (358).
XXIV.- Co stet.
En Oleron . Monedas ibéricos.
(355) A. GARCIA y BELLIDO: '·Hisponos en el sur de Frontio". Bolelín de
lb Reol Academia de la Historia, CXXXVII, 1, pég. 35. Madrid. 1955.
A. GARCIA y BELLIDO: "Hisponos no sul de Franc;o". Revislo de Guimaraes.
LXV, pég. 335. Guimaraes, 1955.
Cabrio, también, pensar si algún hallazgo ibérico en la zona oQuilono pudiero
eslar en relocién con los mercenarios que en el año 56 o. C. oyudaron o los aQui·
lanas en sus luchas conlra los ,amanos (César, B. G. "" 23).
(356) H. SCHOPPA, en Germanio, 29,1 _2. pág. 151. Be,l;n, 1951.
(351) A. NICOLA1: '·Le Mas d'Agenois ~us la domination romoine (Mansio
Aginensis-Velanum) el le cimitiere galto-romoine de SI .Marlin", Bordeaux, 1896.
(358) G. FABRE: "les cl ... ili~lions prolohislariques de l'Aquitaine". pág, 124.
París, 1952. Menciono ~lomente uno.
R. lAFON: "Les insc,;ptions en co,ocleres iberes d'Aubagnon el les ínscriptians latines d'Aire.sur l'Mour", Federotion HistoriQue du Sud-ouest, ACles du
IX Congrés d'Etudes Regionoles tenu o SI. Sever les 28 et 29 ovril 1956. Hoce
referencio o dos inscripciones ibéricos de Aubagnon.
[page-n-105]
104
D. FLIn'CIU!R VALLS
XXV .-Labatmole.
En Pau. Dos monedas con lo leyendo Boscunes
XXVI. -lecumberri .
En Mauleon. Monedas ibéricas.
XXVII.-St. Etienne des Landes y Borois.
Unos 1.800 denarios de Belsio, Turioso, Segóbriga, etc
XXVIII.- Sta. Anastas ia.
En Nimes. Según Grenier y Brunel, los bustos del Museo de Ni mes, procedentes de Sto. Anastasia, son ibéricos (359) .
XXIX.---Grezan.
Lo escultura de guerrero estó clasificado por Brunel como ibé·
rico (360) ,
b)
L a m o n e da
Agrupamos en este aportado Jos monedas con letreros ibericos,
emitidos por cecas sudgálicas (361) .
l.-Monedas de plato, llamadas de lo cruz. o lo ruedo, imitación de los de Rosas y Ampurias, que se atribuyen o 10 región aquitano. El letrero es trosliterodo por Hill como ACOEQUNT IN; por
Jonnoray (362) como ABERECONT IN; poro nosotros diría ACERECON TIN.
2.-Monedas con reverso can cinco signos, A~U~N~TI~G I , dos
en un campo y uno en cado uno de los restantes espacios de lo rue-
(359) GRENIER, loe. dI. nolo 12.
BRUNEL, loe. ci l. nolo 147.
(360) BRUNEL, loe. cit. noto 147.
(361) G. F. HILL; "On the Coins of Norbonensis w,lh lberion Inscriplions",
The Americon Numismolic Saciety. New York, 1930.
G. F. HILL; "Les monnoies de lo Norbonnoise ovec inscriptions ibériques",
Bullel,n de lo Commission Archéologique de Norbonne. Toulouse, 1935.
J. B. COLBERT DE BEAULIEU; "Cotologue des collections ord..eologiques de
Beso~on, IV; Les monnoies gouloises", Annoles Ultéroires de l'Un¡ve~i'e de Beso~on, 25 (Archéologie 7). Besonc;on, 1959.
(362) JANNORAY, loe. cit. noto 110, pág. 438, noto 1.
•
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CULTURA lBERICA
lOS
da o cruz. Existen discrepancias en cuanto a su lectura y ubicación.
Para Heiss diría ONTHEGA, contracción de ONATHEGA, "el buen
lugor"· y la atribuyó a Agde, opinión que fue rechazada par Hill;
Hübner leyó UNTGA. Donnadieu, leyendo de izquierda a derecho,
pero hacia arriba transcribió AGTHNO o sea AGATHANON . Nosotros, leyendo en el mismo sentido que Donnadieu y aplicando los
actuales valores atribuidos a los signos ibéricos, interpretamos AGIDINU o AGIDINDU (el último signo es de dificil lectura}, que bien
pudiera ser lo formo indígena de Agde; cabrío, también, atribuir 10
ceca o lo zona occidental francesa, donde encontramos el nombre
antiguo de AGEDINCUM, la act'_JOI Agen (Lot-et-Goronne), de cuyo
comarca hemos mencionado hallazgos ibéricos yola que Dauzat
hoce llegar a los iberos, empujados por los golas (363).
3:-.Qtros monedas llevan en el anverso cabeza de Rom.J y el
signo X y en el reverso Dioscuros a caballo y la leyendo IECE,
4.-Hoy un grupo de monedas que parece pertenecer exclusi
vamente a la zona de Beziers-Narbona, localizándose lo ceca emi sora en ésta o en Murviel. Llevan en el anverso cabeza de Mercurio
y en el reverso trípode y [a I~y enda griego LONGOSTALETON,
acompañada, en lo última etapa de emisión, de los nombres "Log kotiknos" o "Bokios" en caracteres griegos, y cuatro letras ibéricos
que se leen BI -U-CU-C I o BI ·U -R-B[ o PI -U-R- PI, etc., letrero se mejante al PIUR de Azaila y 01 PIURTITE de Son Miguel de Lirio.
Estas monedas son copia de las de Agrigento y Siracusa, del siglo
111, que sirven de modelo o los massaliotas que, a su vez, lo son
de las aquí estudiadas, par lo que estos han de considerarse como
de los primeros momentos del siglo I t, siendo muy pasible que sus
últimas emisiones puedan encuadrarse en el siglo 1 a. C.
No hay unanimidad ni sobre el significado de la palabra "Lon gostal~ton", ni sobre lo iberica. Poro algunos autores, aquélla
serío el nombre de un pueblo, cuyo capital radicaría en Murviel,
Narbona, Beziers o Perpignan, sin llegar o un acuerdo. Poro otros,
no tendría valor etnico y significaría algo así como "magistrado" o
"representante de cosos comerciales griegas", pero la term inación
del vocablo hace pensar más en un pueblo, si bien todavía está por
identificar quiénes pudieron ser estos Longostaletes y o qué ciudad,
en definitivo, corresponden los emisiones.
13631
A. OAUZAT: "les noms de lieux". París, 1941.
1. X. FERNANDES: "Toporllm05 e gentIlIcios" Porta, 1941.
CESAR lB. G. VII, 10) menciono una ciudad Agedincum que por localizarse
cn Sens no creemos pueda relocionorse con lo que ident¡ficomos en lo monedo.
14
[page-n-107]
106
O, t't.ETCHER VALLS
5 .-otros monedas llevan exclusivamente inscripción ibérica,
con cabezo femenina o lo derecho, en el anverso, y toro bojo corona, en el reverso (uno variante con hipocampo) y la inscripción NE RON EN o NERONCEN y en el exergo PI -U- PI -GE-N; teniendo en
cuenta la lectura Olscan - Bolseon (364) puede leerse NERBONEN
o NERBONCEN, forma ibérica de la actual Norbono, aunque para
muchos autores la ciudad ibérico se hollaba en Montlourés, dado
que en lo moderna Narbono sólo se señala el hallazgo de una monedo de esta ceca. Estos monedas, privativos de lo comorco de Beziers-Norbono y dotados entre el 175 y el 71 a . c., son claro testomonio de la existencia de iberos en el sudeste francés en ese período, contra las manifestaciones de aquellos textos clósicos que
dejan de hablar de los iberos franceses o partir del siglo 111 a . C.
Hill ha puesto en relación estos monedas con los de Saitobi,
por los signos E-BA y E-CE-CE, observación que yo hiciera en 1880
Zobel de Zangróniz 01 considerar como uno mismo región man~
tal ibérico lo que se extiende desde Norbona o Jótiva (365) . El profesor Vallejo ha abordado, asimismo, lo cuestión de los signos E-BA
en las monedas ibéricos (366) .
6 .-Se consideran también de Narbona otros monedas, qu e Hill
cree un ensayo bórbaro, con lo inscripción BA-E-R-O-O-N. Hobrío
que pensar si, en realidad, el primer signo no serio una N y lo
lectura correcta fuero NE-R-O-O-N o NE-R-BO-N
7.-El anverso de otros monedas ofrece los signos E-BA y en el
reverso jinete con palmo y signos de dificil lectura.
B.-No existe cito alguno respecto de los SELONCEN, nombre que aparece en algunos monedas, habiéndose supuesto que corresponde a lo ciudad de Selo, que se emplazo en Enserune, pero
en este poblado apareció ton solo un ejemplar de este tipo. Gómez
Moreno cree que es falso lectura o equivocado grafía por NERON CEN (367). creencia que compartimos.
(364) M. GQMEZ MORENO: "Digresiones l!>ericos: escrituro, lengua", Boletín
de lo Real Academia Española, pág. 275. Madrid, 1945.
(365) J. ZOBEl _DE ZANGRONIZ: "Mapa de los monedas con leyendas iooricos acuñados en lo España Citerior". Madrid, 1880.
(366) J. VALLEJO: "En torno o uno viejo monedo ibérico" , Emérito, XIV,
pág. 242. Modrid, 1946.
(367) J. VALLEJO: "De re ibérico", Emérito, XV, pag. 214 . Madrid, 1947 .
Reproduce lo citodo observación del Sr. Gómez Moreno.
[page-n-108]
CULTURA IBERICA
,
¡
107
9.-Unos monedas llevan lo inscripción BI-R-I-CA-N-TI-O o
PI-R-I-CA-N-TI-O, atribuyéndose o Brigontio, en los alrededores de
Beziers.
1O.-De lo ciudad de Beziers se considero lo monedo con lo
inscripción griego BETERRAT.
Aparte de estos acuñaciones francesas, conviene recordar los
muchos monedas de procedencia españolo aparecidos en aquellos
tierras, pruebo de los normales relaciones existentes entre los ibe ros de uno y otro porte de los Pirineos.
el
I n s e r j p e ion e s
Aporte de los referenciados de Mas d'Agenois, Aubagnan, St
Thibery, IlIiberis, Montlaurés y Ruscino, deben destacarse los muy
abundantes de Enserune, aparecidos sobre pies y osos de cráteras,
en platos, cuencos, ónforas, etc., pudiendo dotarse los mós anti guos de la primero mitad del s. IV y los mós recientes como con
temporóneas de los leyendas monetales. Estas inscripciones son
idénticas a los oparecidos en los letreros ibéricos españoles, osi
como la fonético y morfología son semejantes, lo que mueve o
Jonnoroy o afirmar que utilizaron unos y otros el mismo idioma,
pruebo de las afinidades existentes entre los indígenas de ambos
lodos de los Pirineos (368). En reciente trabajo, Tovar (369) muestra gróficamente los fuertes lozas lingüísticos Que unen a los ha bitantes de lo zona oriental españolo y meridional francesa
Lo anterior enumeración de dotas materiales, aún no siendo
exhaustivo, lo consideramos sufien te no sólo poro probar los in tensos contactos y relaciones entre ambos lodos de los Pirineos,
sino también poro resolver definitivamen te la cuesti6n de los iberos
del sudeste francés (370)
(368) M. ALMAGRO: "Lo España de las invasiones celt,cos", HistOriO de España dirigido por don Ramón Menendez Pidol, 11, póg. 271. Madrid, 1952. El
autor se opone o que los iberos hablasen uno lengua mediterróneo, creyendo que
hablaron dialectos celticos.
JANNORAY, loc. cit. noto 110, pág. 355 y 421.
(369) A. TOVAR LORENTE: "Extensión de lo lengua ibérico en Andoludo" ,
Zephyrus, VII, pOg. 81. Salamanca, 1956.
(370) Corno complemento o la bibliografía citado en este capitulo yola omplio recopilación de Jonnoroy, loc. cit. noto 110, mencionaremos:
G. PHILLlPS: "Prüfung des lberischen Ursprungs elnzelner Stammes-und S:éidtenomen im südlichen Gollien", Sitzungsberichte der phil. hisl. d. der. kois. AcodefTlIe der Wissenschohen zu Wien, LXVII, pag. 345. Wien, 1871.
[page-n-109]
o.
108
I't.ETCHER V¡\LLS
3.-HIPOTESIS SOBRE LOS IBEROS DEL SUDESTE FRANCES
Los arqueólogos han buscado satisfactorios explicaciones o los
mencionadas citos y o los abundantes hallazgos ibéricos en terri torio francés, siendo muchas y dispares las hipótesis formulados,
las cuales agrupamos en los sigui entes aportados:
al
Tesis que: niegan la invasión y presenci a ibérica en el S. E.
francés
Se ha considerado por algunos autores que la invasién es uno
"construcción teórico hecho a bose de una imaginaria interpretación de los fuentes" Y, consecuentemente, no admiten lo presencio ibérico en el Mediodía francés, clasificando la llamado
cerámico ibérico francesa como imitación local de lo de bandos
focense .
Mas con esto negativo quedan sin explicar lo numismático,
inscripciones y textos clásicos que, quierase o no, han de tenerse
en cuenta.
bl
Tesis que niegan la invasión, pero admiten la presencia ibérica
en el Mediodía d e Francia
Excluido lo invasión, se ha querido explicar lo presencio ibérico
en Francia por diversos causas, entre ellos lo comercial (371). Pero,
01 querer justificar los monedas ibéricas autánomos y lo cerómico
por rozones comerciales, se dejan sin explicar, como en el coso
anterior, las inscripciones, lo toponimia y los textos.
La explicación de Grenier de que los habitantes del Mediodía
de Francia se llamaron iberos, no porque lo fueron, sino porque
F. P. GAROFALO: "Iber; nello Gollio", Bolel;n de lo Reol Acodemio de lo
Historio, XXXII, pago 294. Modrid, 189B.
BARRIL Y y MAZAURIC: "Stotislique des enceintes préhisloriques el prOIOhistoriques du déporlemen! du Gord", Congres Préhistorique de Fronce. Nime$,
191 1.
F. MOURET: "Des ¡nfluences helleniques el torlesiennes sur le Longuedoc Medilerronneen el le Roussillon 01,.11( lemps préhisloriques", Bulletin de lo Sociele Ar_
chéologique. Betiers, 1929.
(37\) M. LOUI$: "Influences el Invosions", Rivislo di $Iudi Liguri, XV, 1_2,
póg. 159. Bordighero, 1949. Véose lo
e n la noto 12.
[page-n-110]
CULTURA IIIERlCA
lO.
hoblobon uno lengua igualo lo de los pobladores del levan te español, o quienes los griegos aplicaron el nombre de iberos, hipó.
tesis seguido muy de cerco por Jonnoroy, lo consideramos carente
de volar, según hemos expuesto en lugar oportuno (372).
Se ha opinado, también, que los restos ibéricos en Francia se
deben o los guarniciones que pudo dejar Anibol en su marcho
hacia Italia, pero esto explicación dejo sin resolver los textos ció·
sicos, que se remontan o época muy anterior 01 poso de Aníbol,
fecho o partir de lo cual no se menciona, generalmente, a los
iberos en el sur de Francia; tampoco se pueden explicar los emi siones de monedas con letreros ibéricos, muy posteriores 01 poso
de Anibo l por aquellos tierras.
el
•
Tesis que admiten la invasión
Lo teoría de lo invasión ha sido lo más arraigado y lo que ha
contado con mayor número de adeptos, aunque no le han faltado
objeciones hasta desacreditarlo totalmt!nte. Poro unos autores
procedería de Italia (Hervás), otros de lo Galio septentriona l (Phi .
lipon) y otros, y es lo Que más seguidores tiene, de Españo.
Fueran los creadores de ésta Jullion, Schulten y Bosch Gimpero,
según los cuales, los iberos avanzaron de sur a norte, como reac ·
ción a las invasiones célticas, ocupando los tierras meridionales
francesas hacia el año 575 a . c., según Bosch Gimpera; rechazados
posteriormente por los galos, retrocedieron o la península y llega ron a Castilla, atravesando Cataluña y Aragón, dando origen al
pueblo celtibérico y desapareciendo los tribus ibéricos del Mediodía
francés (373). Los datos que hemos ido presentando en los aparo
todos anteriores contradicen esto última hipótesis de Bosch Gim pera, quien en otra ocasión (374) sintetizo sus puntos de visto en
la s igui~nte forma: " Lo población del sudeste de Francia en la
Edad del H ierro parece bastante bien conocido . Arranca de uno
población celtizada por el puebla de las urnas que se transformo
can los primeras aportaciones griegos, o fines del s. VI J o prin cipios del VI. En éste comienza una nueva culturo con cerómico
ibérico de tipos españoles, floreciendo en el V y IV. A partir
del III parecen dominar los voleos. En este periodo se mezclan las
(372)
(373)
(374)
V. Capilulo 11, 1, bl.
eOSCH GIMPERA, loe. ClI. nOlo 137 (Em;oyo .. 1.
BOSCH GIMPERA, loe. cil. noto 164.
[page-n-111]
110
D. f'LETCHER VALLS
influencias de Lo Tene con influencias de los poblados catalones,
que van perdiendo su carácter ibérico resurgiendo el indígena. Estas conclusiones son vólidos no sólo poro el Aude, sino para el
Herault y aún poro todo el territorio provenzal al oeste del Ródono. "
Como vemos, Bosch Gimpero considera que lo población ird; geno catalana no es ibérico, extremo que hemos rebatido amplio
mente en otro lugar de este trabajo. Aduce, el citado profesor .
el testimonio del Pseudo-Escylox poro probar que lo gente francesa
celtizodo por los campos de urnas ero ligur; aparte de que las
referencias son constantemente a los iberos, el testimonio del
Pseudo-Escylox no tiene fuerza probatorio para este extremo, yo
que ademós de ser tardío (se le llega a considerar contemporáneo
de Polibio), únicamente señala lo mezclo con iberos.
Hablar de uno invasión ibérico en el s. VI basándose en lo
cerómico no es posible, dado que en dicho siglo no existe lo típico
cerámico ibérico en territorio español, ni se encuentro en los yacimientos franceses ninguno que puedo clasificarse como autén ticamente ibérico del s. VI (375) .
Asimismo, considero Bosch Gimpera que el dom inio ibérico del
sur de Francia tuvo carácter militar, consideróndolo como uno incursión realizada con propósito de aislar a los celtas y evitar sus
ataques (376); mas esto incursión tendría que haber durado varios
siglos, si tenemos en cuenta que, poro este autor, se inició o prin
cipios del s. VI y duró hasta el 111, con la aparición de los voleos.
A pesar de los múltiples follas que presentaba la tesis de la
invasión, ha sido aceptada por buen número de arqueólogos, quie
nes le achacan las huellos de incendio que se encuentran en los
"oppida", si bien la cronología asignado al nivel de cenizas es
distinta en cada lugar, ocasionando las consiguientes discrepancias
con respecto 01 momento de producirse lo invasión. iara Pottier (377) se produciría del 500 al 400 o. c.; Kraft (378), lo sitúa
en el 600; Jullian (379), en el 475; Helena (380) admite el am ·
plio espacio de un siglo para la invasión, consecuencia de 10 cual
sería lo interrupción de los importaciones de ceramica griego, lo
(3751 JANNORAY, loc. cit. noto 110.
(37 6 1 P. 80SCH GIMPERA: "Los pueblos ;¡rom,t,vos de lo Peninsulo". Revisto
de Occidente. Modrid, 1925.
(377) POTTIER, loc. cil. nOlo 342.
(378) KRAFT, loc. cit. nOlo 340.
(379) C. JULLlAN: "Histoire de lo Goule" , 1, pág . 262
(380) HELENA, loc. cil. noto 292.
,
,
[page-n-112]
CULTURA IBERICA
111
que ya sugirió Puig y Cadafaleh (381), pero que, en realidad, se
debe a la crisis que atraviesa el mundo griego de occidente en el
período que va de Alalia a Himera (382); Brunel (383) cree que
los iberos son portadores de una limitada culturo, O portir del s. V
y acepta lo de lo interrupción de las importaciones griegas corno
consecuencia de lo invasión ibérica, pero este mismo autor, siete
años mós tarde, duda de ello; Grenier (384), admite lo llegada de
los iberos del 500 al 400, pero o continuación de expresar esta
ideo hace otros manifestaciones a los que nos referiremos en el
apartado siguiente; también Hubert y Fabre (385) admiten la invasión. Lantier comenzó admitiéndolo, conc ibiéndola corno un
simple "raid" que únicamente dejó ruinas, ocasionando la mencionado interrupción de las relaciones con oriente entre los años
475 y primer tercio del s. IV, a fines del cual, los voleos obligaron
o retroceder a los iberos; contradiciéndose a sí mismo, manifiesta
Que sólo después del s. III aparecen ob jetos específicamente ibéricos, cosa que tampoco estó muy de ocuerdo con su afirmación
de que lo cerámico ibérico aparece en los "oppida" o fines del
siglo VI (386); en los últimos trabajos de este autor, 10 tesis
de la invosión se debilita, buscondo la explicación en el comercio (387), viendo en los textos clásicos citodos por nosotros (388)
lo confirmación de los iberos franceses (389) o creyendo que uno
comunidad de origen justificaría los objetos ibéricos de 10 segundo
ciudad de Enserune (390). Más recientemente, lo tesis invosionista
es aceptada por Galtier (391), quien admite lo llegado en el s. V
(381) PUIG y CADAFAlCH, loe. Cit. noto 342.
(382) NAVARRO, loc. ci l. I'IOto 333.
(383) aRUNEl, loe. cit. noto 147.
(384) GRENIER, loe. cil. nOlO 12.
(385) H. HU8ERT: "lesreeltes et I'exponslon cellique lusqu'a I'époque de lo
Tene". París, 1932.
G. fABRE: "Conlribution a ,'elude de lo protohistoire du sud-ouesl", Gonio,
1, pág. 43. París, 1943.
(386) R. LANT1ER, rece nsión o 10 obro de Ph. Heleno (loe. cit. noto 292).
Revue Archéologique, XIII, póg. 182. París, 1939.
R. lANTIER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1939", Gellio, 1, págino
189. París, 1943.
R. lANTlER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1940-41-42", Gollio.lI,
pág. 289. París, 1943.
lANTIER, loc. cit. 1'1010 328 y 330 (Recherches ... 1946).
(387) R. lANT IER; "Recherches orchéologiques en Goule, 1948", Gollio, VII,
2. Poris, 1951.
(388) FLETCHER VALLS, loe. cit. nolo 1 (Algunos fuentes .. ).
(389) LANTIER, loe. cit. noto 293.
(390) LANTIER, loe. ci t. noto 330 (Recherches ... 1950).
(391) G. GAL TIER: "lo creotion du vignoble longuedoeien", Cohlers Llgures
de Prehisto;re el d'Archeologie, 8, pág. 121. Monlpellier, 1959.
[page-n-113]
112
D. FUITCHER VALLS
de unos invasores procedentes de España, los ib~ros, que repre·
senton los descendientes de la población neolitica de España.
Al hablar de la h ipótesis invasionista hemos hecho algunas ob jeciones, entre ellos la de lo discrepancio cronológico que se le
atribuye; añadamos ahora que no hoy ningún texto antiguo que
hable de ello, siendo meramente persona l lo interpretación dado
por Schulten al verso 55 1 de lo "Oro Marítima", en la q ue no se
descubre referencia olguno o lo invasión; además, con anterioridad
a la supuesta fecha de esto, existen menciones clósicos referentes
a los iberos franceses; y en cuento o los niveles de incendio de
los "oppida", no siendo sincrónicos entre sí, habría que admitir
varias oleadas de invasores. Aparte de ello, la t~sis invasionista no
explica ni justifica las monedas, cerómico, inscripciones, etc., ya
que estos testimonios son posteriores, en su mayor parte, a la épo ca en que se hoce retroceder a los iberos o España o consecuencia
del empu je vol ca.
Todo nos lleva, pues, o rechazar la invasión ibérica del Me ·
diodía de Francia, y en este sentida negativa se expresa también
Almagro, al escribir:
"Se debe negar en absoluto eso invosiÓ:1 i~érica del s . VI, rea lizada de sur a norte, incluso hasta el Ródano, al menos con valor
étnico y el significado dado a lo voz ibero por sus mantenedores,
paro los cuales sería un elemento no in¿europeo, africana a sud·
hispana" (392)
dI
Just ificación de los iberos fr a nceses
Negada lo presencio de tos iberos en Francia por invasión , co mercio, etc., ¿cómo justificar los testimonios literarios, arqueológ icos y lingüísticos que tenemos sobre los mismos?
A nuestro entender, sólo existe una justificación, poco gene
ralizoda, o pesar de hallarse expuesto desde hoce muchos años
Cazal is de Fondouce (393), estudiando lo prehistoria del sudeste
francés, llegó o la conclusión de q ue los iberos podían identificarse
can los indígenas neolíticos del He raul t, siendo el mós antiguo
pueblo de la Galio meridional, r~sumiendo su cri terio en los s i
(392) ALMAGRO BASCH, loe. !:ir. no los 60 (Excovociones) '1 270.
(393) P. CAZAUS DE FONDOUCE: "Les lemps préhisloriques dons I' Héroult",
Géogrophie Générole du Deportement de I'Heroull, pub1ié por lo Soeiélé LonQuedocierme de Geogrophie, 111, l. Monlpellier, 1900.
[page-n-114]
CULTUAA IBERICA
J
•
1\3
guientes palabras: "Habrá que considerar o los iberos, que pare ·
cen ser e l más antiguo pueblo de lo Galio meridional, como nues tros indígenas neoliticos."
Esto tesis coincide con lo de Bladé (394), según lo cual los
aquitanos serían iberos que se extendían de golfo o golfo, quedando impenetrables al elemento céltico, y con lo de Bonnet (395).
quien escribía: "Los más antiguos habi tantes de que se conservo
e l nombre son los iberos, que se extend ieron hasta e l Ródono, que
los separaba de los ligures."
Bosch Gimpera mantenía un criterio seme jante (396) 01 decir :
"E:1 el neolítico avanzodo, el $. E. desde 10 provincia de Almería
es ocupado por un nuevo elemento étnico recién llegado, 01 parecer, por mor desde Africa, debiendo ver en é l lo primero oleado
de pueblos que, andando el tiempo, se denominarán iberos. En
pleno eneolítico llegan 01 Ródano y Alpes." Pesaba, sin embargo,
demasiado 10 ideo de lo invasión ibérico en el sur de Francia poro
que este outOr sacoro conclusiones de otro índole.
Más recientemente, Hawkes (397) opino que los protagonistas
de lo culturo de El Górcel serían los primeros iberos que, o lo largo
de lo costo llegarían hasta Narbona . Este mismo punta de visto
insinúo Maluquer (398), insistiendo en que es posible reconocer el
substrato de tipo levantino en el s!Jr de Francia .
Pericot mantenía 10 tradicional hipótesis de 10 invasión de "un
cierto elemento mi litar" ibérico, pero no rechazo posteriormente
lo posibilidad de un estrato común o a:nbos lodos de los Piri neos (399) .
Grenier (400) que, como hemos visto, admite lo invasión ibérico, opino seguidamente que son indígenas de España civilizados
por lo prosperidad comercial precoz debido o lo extracción de los
metales; su aportación fue más de elementos de civilización que
de población, introduciéndose los iberos en uno población autóctono, sobre lo cual Grenier no se decide o esp2cificar el origen .
1394) J. F. BLADE: "Les Iberes". París, 1892 (v . recensión de Carlailhac en
L'Anthrapologie, IV, pOg. 96. París, 1893).
(395) BONNET, loe. cil. nota 305.
(396) P. BOSCH GIMPERA: "El problema etnolÓQica vasca y la arqueología" ,
Revisto Internacional de Estudios Voseas, XIV. Son Sebasti6n, 1923. Conferencias profesados en lo E~uelo de ArIes y Oficios de Bilbao, organi:odos por 10
Sociedad de ESludios Vascos, los días 3, 4 y 5 de enero de 1923 .
(391) HAWKES, loe. cit. nolo 18.
(398) MALUQUER DE MOTES, loe. cit. 1'1010 141 (Lo culturo hollslóltico .
(399) L. PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo". Barcelona. 1950.
('lOO) GRENIER, loe. cit. noto 12.
15
[page-n-115]
114
D. FLETCHER VALU
Brunel (401) cree que la comunidad cultural puede indicar sólo
el parentesco a partir del s. V, pero termino diciendo : " Podemos
decir nuestros antepasados los galos o condición de recordar que
no fueron solamente hijos de galos inmigrados y que llevan, sobre todo, la sangre de los viejas poblaciones neo liticos enraiz:ados
en el territorio mediterrÓneo."
Jonnoray (402) opinaba que en 10 primera Edad del Hierro
toda lo costo desde el Ebro hasta el Amo estaba ocupado por uno
cultura indígena que podio considerarse autóctona y que derivaba
de los civilizaciones agrícolas del neolítico, pero luego de insistir
reiteradamente en "que no hay duda de que nos encontramos de
una y otro parte de los Pirineos con un área de civiliz.aciÓn común", una "identidad de población, creemos que desde el origen"
y uno "evolución análoga bajo la acción de influencias comunes",
niega la existencia de las iberas en el Mediodía de Francia, opi nando, o lo manera de Grenier, que los griegas pudieron pensar,
01 abordar los costos del golfo de Lyon, que se encontraban en
Iberio, y se "comprende que hayan dado el nom bre de Iberos o
los ocupantes de los "oppida" de la llanura litoral", yo que "los
textos que dan el litoral rosellonés y languedociense co mo poblado
de iberos tienen únicamente el propósito de señalar que esta regiá n se presenta como una prolongación de los costas mediterrá neos de la Península" , Para Jannoray son, pues, iberos "en el sen tido de que agrupan a los hermanos de roz.a de los indígenas que
viven del otro lado de los Pirineos", siendo "el parentesco original
y la análogo evolución" causa de que pareciera a los "antiguos que
las costas de 10 Galio meridional, del Pirineo al Heroult, formaban
parte de lo Iberia". Queda poco cloro cómo puede admitirse un
elemento común y negar los iberos franceses, yo que si eran los
mismas gentes y o las de aquí se les llamó Iberos, no es de extrañar que el mismo nombre dieron las fuentes clásicos a los ha bitantes del sudeste de Francia.
Lo único forma de explicor las fuentes, lo toponimia, las inscripciones y lengua, las monedas, la cerámica y la antropología,
es admitir que un solo pueblo ibero se extendió por [a z.ona oriental de España hasta el Ródano, primero, y después ,hasta el Herau lt. Siendo las mismas gentes es normal el paralelo desenvol vimiento, aunque con los naturales diferencias impuestos por el
(401)
(4021
BRUNEL, loe. cit. noto 147 ,
JANNQRAY, loe. cit noto 170,
peg. 382 y
n., 415 y 439 y
5$.
[page-n-116]
"'
matiz especial que en Francia adquieren los iberos 01 estar en
contacto con los galos.
Nosotros hemos explicado lo existencia de los iberos del sudeste francés por un substrato común que uniformó la evolución
culturol en las tierros costeras levantinas españolas y meridionales
francesas (403). Este mismo criterio siguen Almagro (404), Ponsich y Pous (405) y Audibert y HUQues (406).
Los anteriores opiniones, basadas en fuertes rozones de índole
arqueológico, se refuerzon con los aportaciones de carácter antropológico ya mencionados (407) y la reciente de Vallois poro quien
la población de Souk-el-Arba sería un t ipo mediterráneo primitivo
muy semejante a los neolíticos dol icocéfalos que habitaron el sur
de Francia (408), y con los rozones de índole lingüístico, siendo
lo misma lo lengua hablado en Enserune y en lo región valenciana,
según los inscripciones, y testimoniando la taponimio del bajo valle
del Ródono uno antiguo ocupación ibérico (409) .
Con esto explicación quedo, asimismo, justificado lo unidad
monetol visigodo en Narbona, Tarragona y Valencia (410), el que
los visigodos llamaron provincia ibérico 01 territorio comprendido
por el Rosellón, Cataluña y gran porte de l territorio valencia no y, fina lmente, lo unidod lingüístico de todos estos territorios,
según hemos manifestado en o tros ocasiones (411 l.
(403 ) D. FlETCHER VALLS: "Los iberos del Sudesle de Franela" . Trabajo
presentado como fin de pensión o la Cojo de Ahorros de Valencia, en ogoslo de
1950.
(404) ALMAGRO BASCH, loe. eil. noto 61.
(4051 PONSICH y POUS, loe. eil. noto 288 .
(406) J. AUDIBERT y C. HUGUES: "ceromiqu~ cordiales du Gord", Comple
rendu de lo XVe session du Congres Prehislorique de Fronee (Poiliers-Angouleme.
1956), peg. 189.
1401) V. Capítulo 11, 2 .
(408) H. VALLOIS: "NOTe sur les ossemenls humo ines de lo Grane du Ket.
-el Agob (Tunisie}", libyeo, 1, pOg. 306. Argel, 1953.
(409) ROSTA ING, loe. cit. noto 15.
(410) F. MATEU y LLOPIS: "El orle monelorio visigodo" , Archivo ES?Oñol
de Alqueologío, XVIII, pág. 34. Modrid, 1945.
MATEU y LLOPIS, loe. cil. nOIO IB3.
(4111 FLETCHER VAllS, loe. cil. nolo 129.
[page-n-117]
•
,
[page-n-118]
111
RESUMEN
[page-n-119]
[page-n-120]
RESUMEN
Como recapituloción de 10 expuesto en las anteriores páginas,
resumimos su contenido en los siguientes puntos:
1.~
Existen abundantes noticios c1ósicos referentes 01 pueblo
Ibero, siendo los más antiguos anteriores al s. V I a . C.
2. ~
El nombre IBERO no es heleno, sino que pertenece 01 substrato mediterráneo occidental, designando en un principio unas
característicos geogróficas o de emplazamiento, refiriéndose después o unos determinadas gentes del litoral mediterróneo del Se guro 01 Ródono y volviendo o tener, finalmente, de nuevo, carácter
territoriol, corente de contenido étnico cuando pora los romonos
Iberio era todo lo Penínsulo.
3 .~
Los iberos y los sicanos son un mismo pueblo con dos nom bres distintos, no los siconos uno tribu de los iberos.
4.
Los siconos, que, según lo trad ición, ll egaron o Sici li o, no
pueden proceder del Júcar, yo que los ligures no llegaron o tierras
valencianos; de ser cierto esto emigración, lo mas probable es que
partieron de los proximidades del Ródano, único punto donde pudo
producirse contacto entre lig ures e iberos en los tiempos en que
se fecho lo expulsión .
Q
5 .& Los iberos son una etnia med iterran ea, teniendo su origen
en lo mezclo de los gentes que durante el neolítico penetran en
nues tro península por el sudeste y levan te, con los preexistentes
aquí .
6:
Lo lengua de los iberos no es indeuropeo, teniendo sus
raíces en el substra to mediterráneo.
[page-n-121]
•
120
D. PLETCHJ!R VAI.LS
7." La lengua vasca tiene rasgos comunes con la ibérica, pero
no es un resto de ésto, yo que tiene, ademós, otros elementos for mativos .
8.° Lo culturo ibérico no se inicio an tes del 500 o. C. Su cerómico con ternos geometncos se inicioría o mediados del siglo IV
o. C. y las decoraciones f lorales, zoomorfos y humanos comenzarían o fines del siglo 111 o .
9:
C.
Lo existencia de los iberos del Mediodía de Francia quedo
expl icado admitiendo que uno misma etnia ocupó los costos del
Mediterráneo entre el Segura y el Ródono, aproximadamente. Ton -
to en Cataluña como en el sudeste francés, las fuertes relaciones
con e lementos europeos, le don un matiz especial.
10. Los tartesios no son iberos propiamente dichos. coso que
yo reconocieron los autores antiguos.
11 .
pañola
Los pueblos europeos no eli minaron la etnia ibérica es·
12. Como sin tesis, postulamos poro el terri torio que llego des
de lo cuenca del Seguro o lo del Ródono, primero, y después 01
Heroult, uno trayectoria étnica uniforme, que arrancando desde el
neolítico cuando menos, se man ti ene durante lo Edad del Bronce
y adquiere en el s. V a . e, al establecer intenso contacto con e l
mundo clásico y europeo, una especial fisonomía que, per identi ficarse con el pueblo que los fuentes ontiguas denominaron ibero,
se conoce con el nombre de "Culturo Ibérica" .
SI, por los constantes avances de lo ciencia, lo futuro Investi gación diera por no vó lidas los anteriores conclusiones y negara
lo existencia del pueblo ibero, siempre quedaría en pie la denomi nación de Culturo Ibérico poro '.ma ser ie de manifestaciones que
presentan caracteristicas propias en un momento determinado de
nuestro historia, tonto en el tiempo como en el espacio
A perfilar y concretar lo personalidad de esta Cultura Ibérica
hemos dedicado las anteriores páginas
[page-n-122]
•
IN Di e E G ENER A L
5
INTRODUCCION ...
' ..-LAS FUENTES CLÁSICAS
.I . -LA MODER NA. I NVESTI GACION
CUESTIONES GENERALES
l . -El no mbr e
2 .---o.;gen l' ontropologia
3.-Lo le nguo ..
4.-Áteg de l pu e bl o ibe ro
FORMAClON DE LA CULTURA IBERICA
l ._El influ jo
o).- EI
b). - EI
el.-lo
u t e.no ... ..,
influjo semítico ...
¡.'!flujo helénico
posible aportación etrusco
9
23
25
25
21
35
"
"
45
46
47
48
dl. - los mercenarios ibéricos ..
50
e). - EI ir'lflujo europeo
51
51
f). - Los romonos· ..
2 .-Lo bale indíge na ..
52
ELEMENTOS MATERIALES CONSTITUTIVOS DE LA CULTURA
IBERleA
53
1._M ehd i,tt:.ío
ol . -Joyerio y objetos de adorno ...
b). - Armomento ...
el.-Monedo
2._E"lIl l u,0
0) . -8ronce
b}.- Ardl1o
e).-Piedra
3 . -LclI o lfa betos
16
53
53
55
58
60
60
61
62
62
[page-n-123]
Póg~
4 . -La ce rómica
o).- Aspecto técnICO ...
b).-Temos ornamenTales ..
e).-EJ\ponsiÓn .. . ... .
d)- Problemos de su origen y cronología
LOS IBEROS DEL SUR DE FRANCIA
l ._Los fuentes clósicas ,
2 . -Los datas
mat e rial e~.
oj.- Los yocimienTo~ . ..
b).-Lo monedo.
ej.- Inscripc iones .
3. -Hipótesis sobre los ib e rOI del Sur de Fronda
oj.- Tesis que niegan lo invasión y presencio iberico en territorio fronces
b).-Tesis que niegan lo invasión pero admiten
lo presencio ibérico en el mediodío de Fronda
ej.- Tesis que admiten lo invasión ...
dj.- Justif icoClón de los iberos franceses
rr L -RESUMEN
64
64
66
67
68
)
83
83
55
55
102
105
106
106
106
107
110
115
•
[page-n-124]
PUBLICACION ES DEL S. L P
SUIE DE ANUARIOS
~
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, l.-Anuario del SIP, 1928.- Volencia 1929.
Contenido:
Bollester Tormo (l.): A gUIso de Proemio. El Servicio de InvestigaCión Prehis tórico y su Museo.
Viñes (Gon:eolo J.): Lo "Covo Negro" (Jótivo).
Breuil (H.); 510l,on moustérienne el peinlures préhistoriques du "(onol ..::o el
Royo", Minolcdo (Alboccte).
• Breuil (H .): Vestiges de pci ntu res préhistoriques o "Lo Cuevo del Pernil", Jot,vo (Volence).
* PenCOI (L.): El depósito de brozoletes de pectúnculo de "Penyo Rojo" (Cuotretondelo).
BoUester Torm o (l.): la covacha sepulcral de "Comí Real", Albo ido
.. PanseU (F.I: Lo "Covo de lo Sorsa" (Bocoirente).
• Jome! (M.): Prehistoria d e Bélgido. 1. Hallazgos nealititos.
• Pericot (L.) y Ponsell (F.): El Poblado de "Mos de Menente" (Altoy).
• G6mez (Nicolás Primitivo): Un "Hiotus" prehistórito en los estocianes orQueológitos de olturo, levant inos.
Perito! (L.): El poblodo iberico del "Chor;¡olor".
• Bosch Gimpero (P.): Relociones entre el orle ibérico y el griego.
• Ballester Tormo (1.\ y Perito t (L.): Lo Bastida de "Les Alcuses" (Mogentel
Nolitlorio.
Notos BibliogrÓfitos.
1
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, 11.
lencio, 1946.
Anuario del SIP, 1945.
Vo -
Conten,do:
BoUester Tormo ,1. 1: Unos palobros de prólogo.
Jardó Cerdo (F.): La "Cova Negro" de Bellús y sus industnos lit,tos .
.. Porcor Ripollés (J.): Inte rpretationes sobre el orte rupestre.
Peri~ot Gorcío (L.): Lo cuevo de "Lo Cocino" (Dos Aguas ).
Fernóndez de Avilés (A.): Lo cuevo funerario, enealitito, de lo "Lomo de los
Peregrinos", e n Alguazas (Mu rcio ).
V'¡oseta 15.): Ves tigios de un ~ob loda y neoópolis prehist6ritos en Riudetals
(70rrogono).
V,dol y L6pez (M.): Motefloles saharianos e n Volencía.
Chcx:omel1 (J.) : Lo primero e)(plorocíón polotitito en Espoño.
Bollester Tormo (l.): Idolos oculados volendonos.
Lebzelter (V.): Sobre algunos trán eos eneoliticos del Este de España
Alcácer Grau (J.): Dos estaciones orgóricas de la región levontono.
Fletcher Voll s (D.): La constructión megalítica de Monforte del Cid.
Pla Bollester 1::.): "Cavo de les Morovelles" (Gondíol.
Bollester Tormo (l.) : Notos sobre los ceramicos de Son Miguel de L"io. · Estocos ferreas.- Voso $olor.
Breui! (H.) y Lantier (R.): VHlages Prerromoins de lo Pen,nsule Ib~riQue.
Bollesler T ormo (1. ): Los monos de Mortero ibéricos.
Jornet Peroles (M.): Prehistoria de Bélgida.
Gómez Serrono (N. P.): Excavaciones paro lo ompliod6n del onllguo Poloc ia de
Lo Generalidad.
Belrrón (A.): Aterto de los nombres de Cartogeno en lo Edad Antiguo
Noticiario.
Bibliografía.
[page-n-125]
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, 11I.-AnuOrlo del SIP, 1952. _
Valencia, 1952 (Homenaje o don Isidro BolleSTer Tormo, vol. 1).
ConTenido:
Palabras previos del Excmo. Sr. PresidenTe de lo DipuT
ación.
Biogrofio de don Isidro BoUeSTer Tormo, por don Luis PericoT.
Beltrón Mortinez (A): Acerco de los limites cronológ icos de lo Arqueologio
Viloseco (S.): Mustero-levoUoisiense en Revs.
Molvesin-Fobre (G.) y Robert (R.): Deux obtets énlgmOllQues en bois de renne
dons le Mogdolénienne de "lo Voche" (Ariége).
Gurreo Crespo (V.) y Penolbo Fous (J.) : Exploraciones en lo comarco de Gandio.
Rull Vi llar (B.): Orígenes ¡prehistóricos del proceso penal.
Ponsell Cortés (F.): RUlo s de expansión cullurol almeriense par el norTe de lo
provincia de Alicante.
Bernabá Breo (L.): Civilla preistoriche delle isale Eolie.
Gil Forrés (O.): Extracción de pinturas murales celtas.
Cobré de Morón (M. E.): El simbolismo solar en lo ornomentaClán de espod~
de lo j( Edad del Hierro Céltico de la Peninsula Ibérico.
Cuodrado (E.): Uno interesante tumbo ibérico de la necrápolis del Cigarrolejo.
Romos Folqués (A): Uno vajilla de ceramica Ibérico en "Lo Alcudia" .
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Vidal y LÓpez (M.): Tipologia de los fusalalos del poblado l!>eneo de "Son
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Lafuente Vidol (J.): Influencio de las cuiTaS religiosas carTagIneses en los mo tivos arliSlicos de los iberos del S. E. español.
FiguerQS Pacheco (F.): Esquema de la necrópolis cartaginesa de Alicante.
Maluquer de Mates (J.): Sobre lo cueva de "No Figuero" en Parella, Menorca.
lantier (R.): Lo "Péch.e" SQus-marine oux ontiquités.
Boirrao-Oleiro (J.): QuoTro peC¡;Os de lucernas do Museu Mochada de Cost'o,
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Torrodell 1M.): El túmulo de Mezoro (Marruecosl.
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Tovor (A.): Observaciones sobre escrituras Tartesios.
Alvorez Delgado (J.): Lo lalso ecvación "Mo$5ieni-Bosletanl" y los nombres
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, IV.- Anuor io del SIP, 1953 .
Valen cia, 1953.-(Homenoje o don Isidro Bollester Tormo, vol. 11) .
Contenido:
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Clork (J . G. D.): The groove and splinTer lechniQue 01 worging reindeer ond
red deer antier in Upper Paleolithic ond Eorly Mesolithic Europe.
Corbollo (J.): Los cavemos con pinturas rupeSTreS del monte del Costilla (puenTe Viesgo, SanTonderl.
Porcor Ripollés (1. B.): Los pinTuras rupestres del borronco de "Les Dogues" .
Rusell COrlez (F.): Aspectos do neolitica de Portugal.
RiQuet (R.): Anolyse onthropologique des cr6nes eneolilhiques de lo grolte sépule.ole de "Lo Postora" (Aleoy).
Arnol (J.) y Berlrond (R.): Présentotion de nouveoux tumuli non mégaJithiques.
Costilla (A. del): Los tres C
Do Poc¡;a (A) y Costo Arthur (M. L.): Castro de Vilo Novo de Son Pedro, IV,
Sementes ¡pre-históricos de linha.
Fvsté (M.) y Fletcher (D.): lo covacha sepulcral del Vedot de Torrente.
Childe (V. G.): The Middle Sronze Age.
Bosch Gimpero (P.I : Los urnas del BoverOT (Almazara, Costell6n) y los infiltraciones célticos en Tierras valencianos.
[page-n-126]
L
r Fern6ndez de Avlles
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Senoll (F.): ChevouJ< du Levant tbérique. Cehisme au Médllerronéisme?
GorC;(I y Bellido (A.): El culto (1 Aphrodite de Aphrodisias en lo Península Ibé-
rico.
Gómez. Moreno (M.I : El plomo de lirio.
Beltrán V,Jlogrosa (P.): SegObriga.
Sónchez. JitT\Ónez J.): Un molde poro lo fobricación de lucernas.
Pallollino (M.J: Per uno nuovo prospetlivQ dello 510rio dell'orte onl,Co: 11 problema del ropport¡ Ira le esperienz.e preclossiche, perifericl'le e po$Iclos5iche
"el mondo c;ircummediterroneo.
Jóurgui {J. J,I : Jábegos y cOrabos.
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, V . -AnuQrlO del SIP, 1954.
Valencia 1954. IHomenaje a don Isidro Bcllester Tormo, vol. 1111.
Contenido:
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Mon~6 Nogués (A.); La Albardeta (Albolat deis Taranchers, Valencia ).
Olova (M.): El dolmen de la Creu d'En Cobertella (Rasas, Gerona)' y 51.1 cercano poblado ibero-romano.
Serro Rofols (U. C.): El estudio de la cultura megalitlca catalana.
Pla BaUester tE.): La Coveta del Borronc del CasteUet (Corricolo, Valencia).
Alc6cer Grou (J .): El Puntal de Cambra (Vi llar del Arzobispo, Volenda}.
Leonordi (P.I: t castellieri delta Venezio Tridentino.
Lamboglia IN.): La cerómica "Pre.::ompano" de lo Bostida de les Alcuses (Mogente, VolenClo).
Kern (J . H . C.): Notice sur une oenochoé altlQue
glo<;ure naire 01.1 Musée de
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Kukahn (E.I: Estolu ilto de bronce de un guerrero o caballo del poblado ibérico
de Lo BastIda de les Alcuses IMogente-Volencio).
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Almagro Bosch (M.): Sobre el origen y cronología de lo fíbula hispónico.
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Moroner Bigorra (S.): Notas de epigrafía valenciona.
Balil IlIana (A.) : Lo economio y habitantes no hispánicos del Levante Espoñol
durant e el Imperio Romano.
Polal Salellos ¡P.) : Una representoción del Martyrium de Jesucristo en el Museo Lapidario de Norbana.
o
ARCHIVO DE PREH ISTORIA LEVANTI N A. Vol. VI . 1951.
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Fusté Aro (M.): Cróneo din6rico-ormenoi d e de época eneolitica procede n te de
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Bor t lna (S.): Oas chuabtis en el Museo de Cerómica ¡Valencia).
Astruc (M.): E:o:otisme et locolisme. Etude sur les coquiUes d'oeul d'autruche
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Jardo Cerdó tF.): Los enterramientos de lo cueva de lo Torre del Mol Poso
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[page-n-127]
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Gordo Sónchez (M.) y Spehni (J . C.l: Grabados rvpest,e, esqvemóticos de época
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distribución en lo Pel'línsul0 Ibérica.
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Volléc du Rhane.
Blonce l B. M.): Estudio espectogrótica de algunos objetos melalicos del Museo
de Prehistoria de lo Diputeción de Valencia.
Sónchez Rlcotor l (C.): Uno cece edelano no identificado.
Fleteher Volls (D.): Lo colecciól'l de bronces Ibéricos de don Juan Pablo Perez
Cobollero.
Senlandreu Gimeno (M. C.l : Estótero romano del Museo de PrehiSToria de Va lencia.
Donar Zopo (J.) : Lo Cayo deis ESTud,anTs (NÓQuera, Valencia) .
SERIE DE MEMORIAS ANUALES DE LA DIRECC10N
F..L SI? y sv Museo de Prehistoria en 1928.- Valencla 1929.
• Lo lobar dol SI? y su Museo en el posado año 1929.- Volencio 1930.
:"0 labor del SIP y su Museo en el posado año 1930.- Volencia 1931
Lo labor de l SIP y su Museo en el posado año 1931.·· Valencia 1932.
L:;¡ labor del SIP y su Museo en el posado año 1932.- Valencia 1933 .
Lo labor del SI? y su Museo en el posado año 1933.- Volencie 934.
Lo laoor del 51? y su Museo en el posado año 1934 .· Valencia 1935.
Lo labor del SIP y su Museo en los oños 1935 o 1939.- Volencio 1942.
Lo labor del SI? y su Museo en los años 1940 o 1948.- Valencio 1949.
El SIP y su MU$eo en 1944.- Vclel'lcio 194 5.
Lo labor del SIP y 51.1 Museo en el p:;¡sodo año de 1945 . -Valencia 1946
.. Lo labor del SIP y su Museo en el posado año de 1945.- Volencia 1947 .
... La labor del SIP y 51.1 Museo en el ,?asada año de 1941.-Volencio 1948 .
.. Lo labor del SIP y su MU$eo en el pasada año de 1948.- Valencio 1949 .
.. La labor del SIP y su Museo en el pasado año de 1949. -Volencio 1950.
.. Lo labor del SIP y su Museo en el poseda año de 1950.- Valencio 1951 .
.. Lo labor del SIP y su M useo en el posado año de 19 5 1.- Valencia 1952.
.. Lo labor del SIP y su Museo en el pesado año de 1952.-Volcncia 1953.
Lo labor del SIP y su Museo en el posado año de 1953.-Voltl'lcia 1954
St'RIE DE TRABAJOS VARIOS
• l. ." El Castellet del PorQuet", por 1. BalleSTer ...armo.
• 2.- "Breus no tes sobre el poblaT ib!!!ric de Sant M iquel de Lliria", por D. FleTcher Valls .
.. 3. -"Estudis d'art origina rio Els Insectes en ,'art Quaternari", por M. Vidal y
l6;lez .
.. 4. -"Un en:erroment prehisTÓric 01 Borronc del Cinc (Alcoy)", por C. Visedo
Mo116.
S.- "Col- lecció de lrebal1s del P. J. Furgus sobre prehistória valenciano"
.. 5 . -Es tudios sobre los cuevas paleolíticas valencianos.
[page-n-128]
(onlto,do;
Cay a - Negro de SeU""
Viñes ¡G.l: "Notos sobre los e>o:covociones".
Jordó Cerdo tF.): "Nuevos 05pect05 poletnolélgicos de Cova-Negro" .
Royo Gómez (J.): "Relación detalloda del moterial fósil y resumen 5isll!mótico de los animoles dosificados".
•
Cowo del PCl rp Clll ó:
PeriCOI (L.): "Estado actual de los estudios sobre 10
7.
8.9. _
~
10.
'"
•
"Cavo del Porpalló".
Alcobé 15.): "El erenea del PorpaIl6".
$os Boinol (B.); "Avonce 11 uno dosificación de su fauno y relación de lo
mismo".
V,dal López (M.): "Lo fauno molocol6gico de lo Cuevo del PorpoIl6".
"Apuntes sobre los estaciones prehistóricos de lo Sierro de Orihuela", por
Santiago Moreno. Con nalOs de N. P. G6mez Serrano.
"$obre un interesonte 'lOSO escrito de San Miguel de Lirio", por P. Bellró'"
Villogroso.
"EI enterramiento en Cueva de Rocofort", por 1. Bollester Tormo, con el
est ... dio de ... n cróneo por el Dr. S. Alcobe.
Com ... nicociones del SIP 01 Primer Congreso Arq ... eol6gico de Levante.
Contenido:
Uno nolo prelimInar, por 1. B. T.
lardó Cerdó (F.): "El M ... steriense de lo Cavo de lo Pechina".
Pericot Gordo (L.): "Estado act ... al de los problema$ del Paleolftico s... perior levantino".
Vidal y Lópezc IM.I: "Neolitico valenciano. Lo Cavo Negro de Morch ... q ... era" .
Plo Bollester lE.): "El Sercot de Gayones".
Alcócer Gro ... (J.): "Exploraciones arq ... eol6gicos en 8eg;s".
80llester Tormo (l.): "Los cerómicas arcaizantes valencianos".
Visedo (C.) y Pasc ... ol (V.): "Unos fragmentos cerómicos de lo Serreta de
Alcoy" .
Fletcher Valls (D.) : "Exploraciones arq ... eol6gicos en lo comarco de Casinos".
II.-"Lo covacha de Llolos (Andillo)", por F. Jordó y J. Alc6cer.
12.- "Cava de lo Sorso {8oc.oirente)", por J. Son Valero Aparisi.
13.-"Re¡:>ertorio de Bibliografía Arq ... eológico Valenciano, 1", par D. Flelcher
y E. Pió.
14._ "Repertorlo de Bibliografía Arqueológico Volencion.o, 11", por D. Fleteher
y E. Pió.
15.- ":"os pint ... ros r... pestres de Dos Ag ... os", por F. Jord6 y J. Alc6cer.
• 16.- "EI plomo escrito de lo Bastida de les Alcuses (Mogente)", por P. Beltrón
Villogroso.
11.-"Porietol neondertolense de Cavo Negro (16Iivo)", por Mig ... el F... slé Aro.
IS._ "EI poblado de lo Edad del Bronce de lo Montonyeto de Cabrero (Vedot
de Torrente, Valencia)", par D. Fletcher Volls y E. PI6 Bollester.
19._ "EI yacimiento m ...steriense de lo c ... eva del Cochino ¡Villeno, Alicante)",
par J. M.a Soler Gordo.
20._ "Est ... dio antropo lógico de los pobladores del Levante eSlpoñol d ... rante el
periodo nea-enealitico", por M. F...sté Aro.
21 ._ " Repertorio de Bibliografia Arq ... eológico Valenciano, 111", por D. Fletcher, E. Pió y M. C. Sentandre... .
22.-Problemos de lo c... ' tura ibérico", por D. Fletcher (Premio Martorell, 1957).
PUBLICACIONES DIVERSAS
• "Lo Cova del Parpalló" (Gondía). Excavociones del SIP de lo Excmo. Dip ... taci6n Provincial de Valencia", por don L... is Pericot Gordo. Madrid,
1942. Obro q ... e obt ... vo el Premio Morlorell. P ... blicado 00f el Consejo Superior de Investigaciones Cientificos.
"Corpus Vosorum Hisponorum.-La cerémico iberico del Cerro de Son Mig ... e l
de Liria", por 1. Bollester Tormo, O. FlelCher, E. Pió, F. Jordó y J. AIcÓcff.
¡Publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicos).
"Nociones de Prehistoria", por D. FlelCher. Publicoci6n de lo Instituci6n "Alfonso el Mognónimo", de lo Excmo. Diputaci6n de Valencia.
"Lo Covo Negro de Jótivo", por O. Fletcher VoUs.
• Agotado.
[page-n-129]
[page-n-130]
,
[page-n-131]
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALE/I.!CIA
-
II>:STITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERVIC I O DE INVESTIGACION PREHISTOR I CA
SECCION DEL C. S. l. C. -
INSTITUTO DE ARQUEOLOGIA RODRIGO CARO
SERIE DE TRABAJOS VAR IO S
Núm. 22
PROBLEMAS
D E LA
CULTURA IBERrCA
po<
D. FLETCHER VAL L S
VALENCIA
Edu".lal FEDSA. Mor, 31
196 0
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
DIPU TACIO\l PROVINCIAL DE VALENCIA
-
Il\:STlTUCION ALFO:-.lSO El MAGNANIMO
SERVIC I O DE I NVESTIGACION PREHISTORI CA
SECCION DEL CS. 1. C -
INSTITUTO DE ARQUF.OLOGIA RODRIGO CARO
SEJ¡JE DE TRABAJOS VARIOS
i\.'llm.22
PROBLEMAS
DE LA
CULTURA IBERrCA
po<
D. FLETCHER VALLS
VA LE NC IA
1960
[page-n-5]
ISSN 1989-540
•
[page-n-6]
I'ARTE PRIMERA
o,
LA BASTIDA DE LES ALCUSES
y
LOS PROBLEMAS DE LA CULTURA IBERICA
O. flETCHER . E. PLA y J ALC ACES!.
(P"IDIO M.noren 1957. d.1 AyunlOmlenlo d.
&.~ .."".)
[page-n-7]
.
[page-n-8]
INTRODUCCION
•
[page-n-9]
[page-n-10]
INTRODUCCION
La existencia de unas gentes llamadas iberas, emplazadas en
el litorol occidentol de l Mediterróneo, es conocida de antiguo merced o los frecuentes menciones que de las mismas hocen los textos
clásicos. No obstante, en lo moderno investigación no existe unonimidad de criterio respecto 01 contenido geogrófico, cronológico,
culturol y étnico de lo palabra IBERO, siendo poro unos autores
uno mera expresión geográfico, refiriéndose contrariamente, paro
otros, o un determinado pueblo con característicos antropológicos,
lingüísticas y culturales propios, aunque sin llegar, tampoco, o un
acuerdo sobre los m ismas y sus orígenes, ya europeos, ya africanos,
yo del oriente mediterróneo. Algunos autores fijan sus límites en
el Herault o el Ródano, por el norte, y otros suponen que no rebosaron los Pirineos o ni siquiera el valle del Ebro; se opino que su
culturo material fue fruto del influ jo helénico, púnico o céltico y,
finalmente, se les hoce florecer culturalmente en el siglo V antes
de Cristo o se sitúa su apogeo en los proximidades o dentro de lo
romanización.
Estas fuertes y radicales contradicciones en lo concerniente 01
or igen, culturo y geocronologío de los iberos, hocen imprescindible,
previamente a todo estudio que bajo cualqu ier aspecto se haga de
ellos, fijar de la formo más concreto que permita el estado actual
de la ciencia, e l valor de lo palabro IBERO paro poder, después,
con alguna certeza, ir resolviendo los problemas que alrededor de
este pueblo están planteados o puedan plantearse en el futuro.
Con este propósito, dedicamos las siguientes páginas a discrí ·
nar, en 10 posible, el conten ido de dicho vocablo, valiéndonos poro
2
[page-n-11]
10
1).
F1.ETCHER VALLS
ello, en primer lugar, de los datos que lo Antigüedad nos proporciono a través de sus textos Y, en segundo término, de los resul ·
todos o Que llego lo investigación moderna (1) .
( 1)
Un resumen sobre los fuentes cl6skos y el pueblo Ibérico puede verse
en:
D. f-LETCHER VAlLS: "Algunos fuentes clósicos atribuible,> o los iberos del
sudeste de Francia", Crónico del IV Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñ.ol
(Elche, 19481, pag. 216. Corloge"O, 1949.
D. FlETCHER VALLS: "Defensa del Iberismo", Anales del Centro de Culturo
ValenCIOno. X. 24. 000. 166. Valencia, 1949.
D. FLETCHER VAllS: "¿óistieron los iberos?", Cr6nico del VI Congreso Ar .
Queolr..gico del Sudeste Español (Alcoy, 19501, pago 119. Cortageno, 1951.
D. FlITCHER VALLS: "Estado oCluol del conocimiento de lo culturo ibérico".
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Una relación y encuadramiento cronológico de los principales yacimientos ibériCOS del Ebro al Seguro en O. FLETCHER VALLS: "Lo Edad del Hierro en el Levante Español", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricos. Madrid, 1954 .
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LAS FUENTES ClASICAS
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LAS FUENTES CLASICAS
Los textos están de acuerdo en citar un pueblo que denominan
IBERO, situándolo en un órea determinado de la cuenco occidenta l
del Med iterróneo, por lo que debemos estud iar estos referencias
poro comprobar hasta dónde pueden admitirse y a qué resultados
se llego en el exornen de los mismos, frente o los problemas de
limites, nombre, etnia, culturo, etc., planteados poro el pueblo
ibero.
Mencionamos a continuoción los mós importantes fuentes clá sicos sobre las que expondremos 10 critico de los investigadores
y la nuestra propia (2) .
.-Uno serie de noticios se refiere o los límites del pueblo ibero.
Estrabón (111, 2, 13), atr ibuye a Homero el emplazamiento del
Elysion Pedion, en Iberia. Parece ser que esto referencio de Homero pudiera ser lo más antiguo que poseemos sobre los iberos.
El propio Estrab6n (1 11,4, 19) nos dice que para "los antiguos"
Iberia se extendía desde el Ródano al istmo.
Asimismo, Estrabón (X IV, 2, 10), indico que los rodios fundo ron
Rode en Iberia. Aunque la tolasocracia rodio es del 900/876, la
(2) Los referencias que hocemos de los fuentes clásicos, se basan fundamentalmente en los "Fontes Hispan ioe Antiquoe", editados por lo Facultad de
Filosofio y Letras de la Universidad de Barcelona, y en los diferentes trob:Jios que,
sobre lo cuestión, tiene publicados el profesor Gordo y Bellido.
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14
D. I'LETCHER VALLS
fundación de Rode no parece que pueda remontarse mós alió del
650 (3), aunque para muchos autores se fundó antes del 776 cntes
de Cristo (4).
De época mós concreta, de hacia el 600 antes de Cristo, seria
la fuente, que también Estrabón recoge, sobre 10 ocupación, por
los massaliotas, de puntos avonzados poro defenderse ¿e los iberos
de las cercanías del RÓdano.
Aproximadamente de lo mismo doto y relacionado con lo an terior es lo noticia de Escimno de Chios (Orbis Descriptio, 206/208)
en lo que, con el nombre de Iberio, se conoce el pais en donde los
focenses ocuparon Agde y Rodonussia .
Cronológicamente segu irían algunos de las fuentes util izadas
por Avieno, detebles de lo primero mitad del siglo VI anTes de
Cristo (5). En este autor encontramos por primera vez los limites
extremos de Iberio: por el sur las proximidades del río Júcar; por
el occidente, los montes del tierrodentro de la costa valenciana, y
por el norte, el río Oronus, ya en territorio francés. Como hemos
visto, los fuentes cercanas o las de Avieno hablan del Ródono como
limite septentrional de los iberos, por 10 que lógicamente debiera
inferirse que el Oronus es el propio Ródono. No obstante, Schulten
opino que se trato del moderno Lez, de muy reducido curso, situado
(3) C. F. C. HAWKE5: "Los relodones entre lo peninsulo ibérico y 10$ islas
E:ri'on,cos con respeClo o Francia y 10 Europa Central y Mediterráneo", Ampur,os,
XIV, p6g. 81. Barcelona, 1952.
(41 O. GIL FARRES: "Historio de lo Monedo Españolo", Madrid, 1959.
(51 El poema de Avieno es un mosaico de noticias de diferentes tiempos y
procedencias, con duplicidades, omisiones, cambios de emolozomiento, etc. o 10
que han de Qñodirse los alteraciones, mutilaciones y rectificaciones que lo obro
ha sufrido o trevés de los siglos haslQ llegar o nosotros. El Periplo no puede tomarse, por tQnto, como testimonio incontrovertible en muehQS de sus PQsQies. Lo
labor de criticQ del profesor Sehulten, meritorio e ingenioso en extremo, no hQ
mereCIdo unánime Qceptocián (v. CLERC: "Masilio", 11, pág. 159, donde se hQee
st:vero critico de 10 que el autor considero "elucubraciones" de Schulten).
Con respecto o lo cronologio del Periplo, pueden formorse dos grupos: el de
los que consideran que los fuentes de Aviene s610 alcanzan hosto el s. IV a. C.
!Chrisl, Müller, Unger, etc. y últimamente Lafuente Vidol) y el de los que propugnan uno fecho mós ontiouo, por lo menos de mediados del s. Vio. C. (SchOning, Müllenhoff, Sehul!en, Basen Gimpero, etc.). El profesor Lomboglia, atendiendo o que el Periplo no menciona Ampur ias y que los dotas de todo ¡ndole seo:llon poro lo Poleopolis fecho anterior o lo fundación de Marsella, deduce que
los fuentes de Avieno san más remOlos de la que se había supuesto y deben 01.
canzor, por lo menos, los primeros momentos del s. V i o. c.; surge, sin embargo,
lo Judo de si no se hobr6 perdido el oosoje oviénico referente o Amourios, si ésto
ero ton InsignifiCQnte que no mereci6 ser mencionado en el periplo primitivo, o
,¡ se menciono bajo otro nombre.
Lo fecho que asignamos 01 pasaje Que aquí nos interese quedo probado por
cotejo con aIras textos de lo mismo dolo
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CULT\lRA IBERIO.
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en lo región del Herault. Berthelot (6) lo identifico con un insignificante afluente del Vistre, que o su vez tiene 60 escasos kilóme tros de recorrido, pero sugiere, asi m ismo, lo posibi lidad de que
pudiera ser e l Ródana. Lamboglio (7) opino que el Oranus de Avieno
es el Arauris de los fuentes posteriores, e l octual Heroult (que
correctomente debe escribirse sin H), río que poro Schulten serío
el Thyrius del poemo citado. Por nuestro porte no encontramos
dificultad en que Avieno se refiriera 01 Ródano 01 hablarnos del
confin septentrional de los iberos, pues si bien versos mós adelante el poema describe dicho río, no debemos olvidar que por estor
compuesto de retozos de noticias muy anteriores o él, no es difícil
que transpusiera un lugar o lo citara con dos denominaciones distintos, por tomarlos de d iverso procedencia. La ecuación OronusRódano parece ser lo mós lógica, siendo admitido por buen número
de filólogas, antropólogos y arqueólogos.
En el siglo V antes de Cristo deben situarse otras referencias
al límite norte de los iberos. Esquilo, en su "Prometeo liberado",
identifica el Eridanos con el Ródano que corría por tierras de Iberio, identificación que na admite Plinio (H. N. 37, 32), quién nos
ha conservado el anterior pasaje. También Schulten considera un
error de Esquilo esta identidad, por creer que Eridanus fue solamente un río septen trional, el Elba o el Rhin; Gómez Serrano lo
iden t ifica con el río de Riga (8), per.o en verdad se trato de un
hidrónimo de procedencia y utilización mediterróneas (9), admitiéndose par Kretschmer (10) [a igua ldad Eridanus-Ródano, que con
anterioridad yo hobío propuesto Philipon ( 11) y que porteriormente ha defendido Lauis, quien fija el limite entre iberos y ligures en
(6) A. BERTHELOT: "FesTus Avienus. Oro MoriT,mo". París, 1934. El aUTor,
Que frecuentemente est6 en desacuerdo con Schulten, desconoce los ediciones de
Corté~ y Lópetc y de Blól.Quel., por lo Que en ocasiones \lego o descubrir s.olu.
dones yo dados anteriormente por estos inyestigodores.
(7) N. LAMBOGLlA: "Oronus fluvius e il confine fro liguri e ¡beri secando
AYieno", Conferencio en el XI Convegno Internozionole di Studi liguri.
(~)
N. P. GOMEZ SERRANO; "Contribución 01 esTudio de 10 Protohistoria
mítico de los ibero-siconos". Anales del Centro de Culturo Valenciano, XI. Valencia, 1951.
(9) N. LAMBOGLlA: "Rossegno di 'oponomostico". RiYisto Ingouno e InTemelio, 111, 1.2,84, Bordighero 1937; supone uno primitivo reil. Rot_ del subsI'oto mediterr6neo cuyo significodo hidrónimo no se puede precisar.
(10) P. KRETSCHMER; "Eridonos". Melonges de lingüistiQue el Philologie
offerls (:, Van Ginneken, p6g. 207. París, 1937.
(11) E. PHILlPON ; "Les Iberes" . Poris, 1909.
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D. PUrrCHER v ALLS
el Ródono, coso que también ha hecho Grenier (12). Que este río
tuviera diversos denominaciones, según los pueblos y épocas, no
es de extrañar ( 13).
Heredaro de Herocleo, o través de Constantino Porfirogeneta
(De Administrando Imperio, 23) considero el Ródono como el fin
de los celcianos quienes, por el sur, tenían su límite con los mastienos ( 14).
Prueba de que la tradición que sitúa el Ródono como límite de
Iberio arraigó fuertemente entre los autores de lo antigüedad clósica, son las citas de Latérculo Alejandrino : "En Iberio, el Ródano,
cerco de Marsello" y del Pseudo Apolodoro (2, 5, 10) quien, 01 describir el X Trabajo de Hércules, de limito Iberia entre Tartessos y
Ugurio.
Creemos, pues, que ex isten suficientes datos poro aceptar que
en un cierto momento el límite de los iberos en ti erras francesas
estuvo en lo cuenco del Ródano, limite que fu e contrayéndose hacia
tos Pirineos, señalándose por Escylox (c. o 3) hacia e l 340 antes de
Cristo uno mezclo de iberos y ligures desde Ampurios 01 Róda
no (15) .
El límite meridional viene mencionado por Avieno, Herodoro
de Herocleo y aún el Pseudo Apolodoro, no quedando claramente
establecido, pero puede fijarse, o nuestro entender, en lo cuenco
(12) M. LOUIS: "Les pO? .... lotlons d .... long .... edcx: medlterronéen o .... x époq .... tls protohistoriq .... es". Ecole Antiq .... e de Nimes, XIV session, p/íg. 45. Nlmes,
1933; el o .... tor escribe: "Los mós antiguos habItantes de n.... estro regi6n, de los
cuales son concx:idos los nombres, son los iberos y los lig .... res"
A. GRENIER: "Peuples el civlllsotions prehlstori"ues ou lonQuedcx: med,teroncen". Ecole Antique de Nimes, XXI session, póg. 23. Nimes, 1941.
(131 Aporte de Oronus, Erídanos y Ródono, porece ser que este do tuvo
todavía otro nombre, segun se desprende de Esteb.:ln de Bi:r.oncío (v. ALESSIO:
"11 nome dei Liguri", Rivisto di $tudl Ligu ri, XI II, 3, p6g. 116. Bordighero, 1941)
(14) Schulten, en lugar de Ródono lee "Estrecho" y hoce seg uir lo ruto
de norte o sur, oero F. MATEU y LLOPIS: "Hollo:z:gos monetarios, VI", Ampu _
rIOS, XII I, p6g. 218. Barcelona, 1951, recho~o esto rectificoci6n .
(15) Yo hemos visto cómo Louis Iloc. cit. noto 12) admite el Ródono como
limite entre iberos y ligures.
CH. RO$TAING: "Essoi sur lo ToponyTme de lo PrOvence", Poris, S. o., admite
toponimia ibérico en lo desembocadura del R6dono.
J. MALUQUER DE MOTES; "Lo cu ltu ro neolitico del Vallés en el morco de
lo Prehistoria d el Occidente del Mediterróneo". Museo de Sobadell. Sobodell,
i ?50; considero Que en .... n momento dado el R6dano constituye uno frontero
erotre lo cult .... ra neolitica ligur y aIro occidental que abarco todo el Levante esoañol.
los citos relativamente tardíos (s. IV o. C. y posteriores) hablando de que
los ligures habían rebosado el Ródo no, si bien prueban que el predominio Ibérico
se reduce o -part ir, opro>limodomente, del 350 o. C., no significo Que el Heroult
fuero el primitiVO limite extremo de los iberos, como han pretend ido erróneame nt e olg .... n-os oUlores.
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CULTURA IBERICA
17
del Seguro, por haber sido aquel río en todo tiempo limite cloro
entre unos y otros tierras.
2.--Otro serie de noticias se refiere al nombre de los iberos
Avieno (v. 469, ed. Schulten) menciono el río Sicono y lo ciu +
dad Sicana Que, por el desarrollo del periplo, parece que deben
estor en las proximidades del Júcar (16). Esta referencia se ha
enlazado erróneamente con otra serie de noticias referentes a los
sicanos, dadas por Hecoteo (a través de Esteban de Sizancio), Helónicos de Lesbos (en Dionisia de Halicornaso, 1, 22), Tuddides
(VI, 2, 2), Filisto (en Diodoro de Sicilio, V, 6, 1), Eforo (según Estrabón), el Pseudo Escimno y Silio Itólico (XIV, 334), todos los
cuales hablan de los siconos haciéndolos de estirpe ibérica, con cretóndose en algunos de ellos que llegaron o Sicilia expulsados
de Iberia por los ligures.
Se trato, sin dudo alguno, de un hecho muy remoto, aunque
estos autores seon del 500 antes de Cristo hacia ocó, puesto que
según Tuddides (VI, 2, 2), los siconos y los troyanos dieron origen
o los Elimos; si los segundos llegaron después de lo guerra de Troya, aquéllos llegarían antes (17), ademós de que Homero (si el
pasaje es verdaderamente suyo y no una interpolación) cito Sicilia
bajo el nombre de Siconia (18), y este autor vivió, según Heredoto,
cuatro siglos antes que él, o seo aproximadamente hacia mediados
del siglo IX Q. Cristo; los portes mós antiguas del poema homérico
se remontan o una tradición anterior al tiempo en que los marinos
griegos comenzaron o frecuentar regularmente los mores Jónico y
Tirrénico, pero fuero de las "narraciones" en cosa de Alcinoos,
habría que pensar si los alusiones a Italio y Sicilia pertenecen a
las portes mós recientes del poema y deben considerarse como
interpolaciones tardíos yo que, según los ale jandr inos el verso 296
del canto XXI I1 morca el fin de lo Odisea auténtico. Contra el
(161 ROSTAING, loe;. cit. nOIO 15, supone Que lo roh, "Slk / Sig" tiene
Yolor o,onímico, aunque en este coso pudo servir poro denomino, ríos, como el
Seine; el rio sería Siconus y lo ciudad, Socono, ésto con lo significoci6n de mon_
toña o olluro.
(11) J. BOVIO MARCONI~ "El problemo de los Elimios o lo luz de los descoJbrimienlOS recienles", Ampurios, XII, pág. 79. Barcelona, 1950.
O. MENGHIN: "Mig,olianes Medilerroneoe. Orígenes de los ligures, ,beros,
aquilanos y yoscos". Runo, 1, pág. 111. Buenos Aires, 194B.
(181 J. BERARD: "Lo colonisotion grecouE" de l'IIOlie Meddionole el de lo
Sici!ie dons l'AnliCll,lile. L'Hisloire ello Legende". Poris, 1941.
3
[page-n-19]
18
D. FLETCHER VALLS
critério general, Gómez Serrano ( 19) supone que lo mención o
5icania no debe identificarse en Homero con 5ici110, sino con las
costos valencianos o con lo isla de Ibizo. Berord acepto lo llegada
de les S1conos o la isla bastante antes del s. VIII Q. C. y que se
llamó Sicanio antes que Sicilio . Otra cronología relativo nos la proporciona igualmente T ucídides, para quien los sículos llegaron a
la isla tres siglos antes que los griegos, quienes fundaren Noxos, se-
gún este autor, el 734 o. C; siendo los siconos anteriores o los
sículos, nos remontamos también por este comino a una fecho muy
antigua pora lo llegado sicana a esto isla, confirmándose por lo
cito de Helónicos quien nos informa de que los s1culos se establecieron en Sicilia en lo tercera generación antes de lo guerra de
Troya .
Todos los datos nos llevan, pues, a tiempos muy remotos para
el establecimien to de los sicanos en Sicilia.
En general, lo crítica moderno, sin detenerse o estudiar mi nuciosamente 10 cuestión, ha relacionado los sicanas de Avieno con
los de los otros autores citados y ha considerado que los siconos
de los mórgenes del Júcor fueron expulsados de allí por los ligures.
El primero que incurrió en esto equivocación fue Müllenhoff (20), prevaleciendo su opinión; J. Berord, en su exhaustivo
trabajo sobre los navegaciones antiguas o Sicilio (21), lo admite,
aunque, por no conocer el temo o fondo, vacilo y se pregunto si
esto tesis no sera uno inferencia erudito, cuyo sólo fundamento
seo el do de Iberio llamado $iconos, o si podró tratarse de uno
mero coincidencia, criterio que yo sustentara con anterior idad
Berthelot (22), poro quien existe muy poco probabilidad en lo teoría que solidarizo o los iberos con los sicanos, creyendo que se trata de una invención de Filisto, engañado por el espej ismo de lo
semejanza de la palabra "sicanos" con e l nombre español "sicanos"; pero, asimismo, el propio Berthelot (23) en pruebo de que
(19) GOMEZ SERRANO, !oe. cit. noto 8.
N. P. GOMEZ SERRANO: "Sironio. Contribuci6n 01 estudio to,onimlCO de
lo Oro Moritimo de Rufo Festo Avieno", Ano!es del Centro de Culturo ValenCIano, l. 1, pág. 91; y 1, 2, pág. 176. VolenCiO, 1928.
N. P. GOMEZ SERRANO: "Un hiotus prehistórico en 105 estaciones arql,leológicos de olturo, !evontinos". Archivo de Prehistoria levontino, 1, póg. 113.
Volencio, 1928.
120} MUllENHOFF: "Deutsche Altertumskunde" , 111 , pág. 171.
(21) BERARD, loe. cit. noto 18.
(22) A. BERTHElOT: "les ligures", Revue Archeologiql,le, pág. 80. Paros,
1933.
¡231 BER,HElOT, loe. elt. noto 6.
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CULTURA ¡BERle¡\.
19
tampoco conoce la cuestión en detalle, escribe: "Avieno confirma
la solidaridod del pueblo ibero con el río Sicanos, atestiguado por
Tucidides"; mos si tenemos en cuenta que Filisto repite palabra
por palabra o Tucídides, por copiarlo o porque ambos tuvieron la
misma fuente, no creemos que puedan hermanarse las dos opiniones de Berthelot, quedando en dudo lo del "espejismo" de Filisto.
Pero los vocilaciones vienen de muy antiguo, pues ya Servia.
al comentar la "Eneido", creyó que sicanos y sículos eran una
misma gente, aunque para Berord, apoyándose en 10 opinión de
Carcopino (24) lo mención virgiliano de los siconos puede ser uno
confusión por "ficanos". El mismo error de Servia lo encontramos
en E. Pa is quien admite, bosóndose en los fuentes que hoc(:!n ji·
gures a los siculas y en lo toponimia, que los sículos y sicanos eran
un mismo pueblo,
Almagro no rechazo lo pasibilidad de que los siconos valen ·
cianos aportaron en Sicilia (25); Menghin incurre en el error de
atribuir a Tuddides lo ubicación del río Siconus en e l sudeste es·
pañol, cuando en realidad Tucídides (VI, 2, 2) únicamente dice: "los
sicanos, .. que son iberos y fueron expulsados del ria Sicana en
Iberio por lo ligur.es", no situando dicho rÍo "en el sudeste de
España" como le atribuye Menghin y han hecho los investigadores
que han identificado las noticias de Avieno y Tuddides. Por otra
porte, poro Menghin, si los siconos hubieron partido realmente
de España habrían sido un grupo sin importancia, pero considero
mejor relacionarlos con lo etnia homitico occidental o protoibé·
rico (26) que ocupó Sicilio, viniendo o coincidir con lo que ante ·
riormente había escrito Gordo y Bellido (27) poro quien "tanto
los pobladores de Sicilia como los de Iberio tenion un origen común
ibero· Jíbico, como lo eran los habitantes de Cerdeño y las Baleares,
Norte de Africo y de parte de Italia ... ".
Bertoldi (28) no se decide sobre e l origen de los siconos y se
inclina o considerar este nombre como del substrato mediterróneo
occidental.
f241 J, CARCOPINO: "Virgilio el les oflgines d'Osl ie", Paris, 1919.
(251 M. ALMAGRO BASCH: "Ligures en España" , Rivislo di SI",di Ligu,;,
XV, 3/4, p6g. 195. Bordighero, 1949.
1261 MENGHIN, loe. cit. nolo 11, pag, 143.
(211 A. GARCIA y BELLIDO: "España '1 los españoles hoce 2.000 años"
pc]gi no 279. Madrid, 1945,
(281 V. BERTOLDI: "Lo Iberia en el sUbsTrOlo étnico lingüístico del Medi.
'erróneo oc ..identol". Nueva ReyisTa de Filología Hisp6.nica, 1, 2, pag. 128
/.-\éxica, 1947
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20
D. FLETCHER VAU.$
Por nuestro porte, sin olvidor los posibles navegaciones desde
los costas españolas a diversos lugares de l Mediterróneo occiden tal (29), consideramos como errónea la identificación de [os sicanos
sicilianos con los siconos valencianos, yo que, 01 admitir los refe rencias literarias con todo su aparato, nos encontramos con 10
contradicción de que, siendo el motivo del éxodo sicana 10 presión
ejercida por los Jigures, éstos tendrían que haber llegado a los
mórgenes del rio Júcar, lo que en el estado actuol de nuestros
conocimientos no es admisible.
Lingüísticamente no puede aceptarse la presencia ligur en tierras del JÚcar. Don Ramón Menéndez Pida! (30) ha estudiado de tenidamente lo cuestión y expone su criterio con !as siguientes
palabras: "No estaremos en lo firme cuando por servir o !a hipótesis anti-ligur pretendamos que el pasaje de Tucidides es uno
Interpolación o que en él debemos leer otro vez Libues en vez de
Ligures"; ero, pues, de esperar, que admitiera la llegado de los
ligures o los costos valencianos, pero ello no es así, porque espe cifico que" ... esos ligures no poblaron todo España, no constituyen
ningún vasto imperio, no dieron unidad racial ni cultural al oeste
europeo; fueron sólo un pueblo inmigrante que llegó no sólo al
noroeste de Italia y costa mediterrónea de Galio hasta las Pirineos,
sino que extendió atras tribus por el valle del Ródana, por todo
el noroeste de España y por algunos puntos del sur, en territorio
turdetano". Esto afirmación de Menéndez Pidal dejo claramente
sentado que no pueden señalarse ligures en los proximidades del
JÚcar.
Basóndose igualmente en rozones de índole filológico, Lamboglia (31) cree posible que los ligures llegaron al Júcar, pero los
semejanzas lingüísticos que señalo se deben mós o lo coincidencia
del substrato, como han demostrado otros autores, que o lo presencio física de los ligures 01 sur de la provincia de Valencia.
E. Pais (32) apoyóndose en dotas etnogróficos, antropológicos
(29) A. GARCIA y BELLIDO: "Los iberos en Cerdeña, segün los textos
d6sicos'l lo Arqueología", Emerita, 111,2.0 , p6g. 225. Madrid, 1935.
M. PALLOTTINO: "Las relaciones entre Cerdeño e Iberio en la ontigüedad
pre-romono", Ampurios, X IV, pag. 137. Barcelona, 1952.
(30} R. MENENDEZ PIDAL; "Sobre el substrato mediterr6neo occidentol" ,
Ampurios, 11, pOg. 3. BarcelaflO, 1940.
(311 N. LAMBOGLlA: " Ipotesi sugli indicetes e sugli inteme!.", Rivista di
$tudl liguri, XV, 3/4, pOg. 184. Bordighero, 1949.
(321 E. PAI$; "$pagno ed holio", Homenaje o Melido, 11, póg. 193. Madrid, 1934.
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CULTURA tBERICA
21
y toponímicos, admite una extensísima gente de raza ligur que
ocupó los costas de Iberio, Provenzo, ltolio tirrénica y Sicilio, complicando mós lo coso Schulten, poro quien los ligures, procediendo
de Africo, ocuparon los tierras españolas, de donde fueron desalojados par los iberos, hipótesis que yo expuso Roget de Belloguet (33). A su vez, Philipon (34), coincidiendo con lo opinión
de Pausanias (V, 25, 6) resuelve el problema opinando que sicanos
y siculos llegaron o Sicilia procedentes de Italia. No hoy, pues,
coincidencia de criterio sobre el par t icular.
Desde el punto de vista arqueológico nado demuestro 10 pre
s~ncia ligur en tierras valencianos, pues únicamente el vaso de
boca cuadrada estudiado por nOS:Jtros {35) podria señalar relaciones con zonas de allende el Ródano, pero apareció en uno comarca
muy al interior, alejada de la costa y del Júcar y, cronológicamente, muy anterior a la época que ahora estamos estudiando.
literariamente, o excepción de la moderna y errónea identi ficación del pasaje de Avieno con los de Tucidides y seguidores,
no hoy referencia alguna o los ligures en lo región valenciano
Por todos las anteriores rozones, vemos muy dificil que pueda
explicarse lo expulsión de los siconos de los mórgenes del Júcar
por unos invasores inexistentes.
Nos quedan tres caminos poro resolver la cuestión: admitir que
nodo hoy de cierto en los fuentes clósicas; admitir que debe leerse
" libues" en lugar de "ligures" o admitir "ligures" y tener que
buscar el punto geogrófico en que fuero posible el contacto de
ambos pueblas, ligur y sicano.
Los referencias literarios son muchos y muy antiguos, paro
que sin mós podamos dejar de lodo el problema.
Mucho se ha discutido sobre la lectura de " U bues" o "Ugu res". Ya hemos visto cómo Menéndez Pida! rechaza la corrección
en "Iibues" e insiste, odemós, en que no debe rectificarse "Ligustinus" poro leer "Libustinus", aunque él, a su vez, corrija el
"pernix ligus" de Avieno por "pernis lucís", rectificación que tam bién hizo Berthelot, quien asi mi smo rectificó el nombre del lago
"Ligustico" en " U bustico" por creer que nado tiene que ver este
(33) ROGET, 6ARON DE BElLOGUET: "Ethnogenoe GolJlolse" . París, 1661.
(34) PH1L1PON, loc. ci!. noto 11.
(35) D. FLETCHER VALLS: "Vaso de boca cuadrado de lo provincia de
Valencia". Comunicoci6n 01 VI Congreso Arqueológico Nocional. Oviedo, 1959.
D. FLETCHER VALLS: "Vasos de boco Cuadrado en lo Penlnsulo lberico" .
Homenaje al profesor ZOlz len prenso).
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22
1).
FUITCHER VAll.S
logo con los ligures. Menghin ha terciado en esto cuestión, seña·
lando la posibilidad de un grupo ligur en lo zona andaluzo, mas
no procedente de Italio, sino del tronco general ligur.
Nosotros creemos que existe un logo "Ugustino" en Andolucía
y que puede explicarse sin rectificaciones y sin necesidad de ima -
ginarnos unos ligures que allí llegaron procedentes, bien de Italia,
bien de AfricD, bien de un hipotético tronco ligur. La cito se refiere o un logo, por lo que consideramos que el "Ligusticus" ha
de relacionarse, no con el pueblo ligur, sino con lo palabra "ligusticon" = "Ligustro", planta que crece precisamente en lugares
húmedos y frescos. Sería, pues, el "lago de los ligustros", como
pudo haberse llamado, por ejemplo, el "lago de las adelfas". Con
esto explicación no necesitaríamos discutir si lo formo correcto es
"Iibústico" o "Iigústico", ni retorcer los hechos poro justificar una
Invasión ligur en Andalucía (36).
En cuanto a la búsqueda de un lugar de fricción entre si conos
y ligures, nos llevo necesariamente o los proximidades del Ródano,
tal vez en su margen izquierda, puesto que cuando lo fundoción
de Marsella, posterior 01 hecho que aquí estamos estudiando, ya
se encuentran las iberos en lo margen derecho de dicho ria, según se ha mencionado en lugar oportuno.
En apoyo de esta posibilidad, podemos aducir el nombre de
los "Sequanas" que se ha querido hacer de estirpe céltica, pero
que es típicamente mediterróneo. Philipon (37) explicaba el tema
"sequanas" como procedente de la raíz indeuropea "seiqu" = co rrer, opinando que se trataba de un río que dio nombre 01 pueblo
de los Sicanos, pero Patroni (38) afirmo que sicanos y sequonos
son vocablos del substrato mediterráneo.
Las sequanos estaban emplazados en la cuenco del Ródano,
existiendo en esta zona topónimos que tal vez puedan relacionarse con dichos gentes, tales como el lago Sigean o Sigan, que pare ce postular un primitivo "Sicon"; el nombre cntigua del río Arc,
(361 Respecto o lo formo del substrato mediterróneo occidentol Que pudo
dar origen o lo polobra "Liguslicon
ligUSlro", y. ALESSIO, loe. cit. noto 13 .
Sobre lo cuesti6n li¡¡ur. vóose además:
P. LAVIOSA ZAMBOTTI: "Espo,;a e Itol;o antes de los romanos". Cuoder nos de Historio Primitivo, VI, 1/ 2, pág. 66 y ss. Modrid, 1951.
A. J. VAN WINDEKENS: "Zur Erkunft und Erkliirung 'Ion gr. Ligus. Liguros". GloUa, XXXV, 3/ 4, polg. 208, 1956; cree que puede significar "velaz.",
en cuyo caso "pernil< tigus" se explicado sin necesidad de modificociones ni de
in'lasiones.
(37) PHILlPON, loe. cil. noto 11.
138) G. PATRONI: "Sicon;
Sequoni", Athaeneum, XXV, pág. 80, 1947
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CULTURA IBERICA
23
identificodo como el "Secoanus" (39) y "5igonia", la Siagne moderno (Var et Alp. Marit.) (40). No Queremos sacar conclusiones
en apoyo de nuestro punto de vista de lo existencia, en 1113, de
Ste Marie de Jucar en los Bocas del Ródano, nombre Que debió
preceder de una primitivo forma "yuk" = cresta de montaña (41),
limitándonos solamente o señalar esta coincidencia.
Antropológicamente, el cráneo núm. 15 del Santuario de ::'ntremont correspondia a un tipo Que está expandido al norte del
Macizo Central francés, donde sirve poro diagnosticar el tipo
sequono (42).
Nos inclinamos, en definitiva, o creer Que los siconos que apartan en Sicilio no tienen relación con las sicanos mencionadas por
Avieno en tierras valencianos y las situamos en la cuenco de l Ródono, unico lugar posible de fricción entre iberas y Ijgures {43\.
Esta compaginación que hacemos del verso 469 de Aviena con
los menciones de Helánicos, Tucidides, etc., nos planteo la cues ·
tión del nombre "Sicano". Los referencias hablan de estirpe ibérico
y Avieno las sitúo concretamente en territorio valenciano, por 10
que aceptando nuestra tesis de los sicanos del Ródano nos enco.,
tramos con Que el ámbito territorial de éstos coincide con el atribuido o los iberos, lo que nas permite suponer que los siconas no
fueron una tribu de los iberas, sino que fueran éstos mismos, ounque con otro nombre más antigua (44).
(39) J. GOURVEST; "l'oppidum de COrt5tontine" , Ogam, VIII, 1, pág. 51
Rennes, 1956.
(40) ROSTA1NG, loe. eil. nolo 15.
(41) ROSTAING, loe. eil. nOTO 15.
{42} R. P. CHARLES: "Elude anthrapologlque el ariglnC des erones humolns provenont du Soneluoire d'Entrcmont (Bauches-du-Rh6ne)", Bulletin du Museum d'Histoire NaTurelfe de Morseille, XVIII!, peg. 530. Marsella, 1958.
(43) Seg":'n GOMEZ SERRANO, 10<. eit, notos 8 y 19, el río Sieonus no lue
prO';liamenle el J":'eor sino un broto de este, de poco o ning":' ... caudal de aguo.
A. MASTRELLI: "Per uno interpretozione del greco Kóltobos, gioeo sicil,ano". Firente, 1957. Opino que el juego es originario de Sicilio, pasondo o I~
colon~ griegos o través del siculo, desde el substrolo sicono que uno vez mós
se muestro ligado 01 óreo lingüistico y cultural i!>erico y ligur.
(44) BERARD, loe. cil. noto 18, considero el pasaje de Eloro (Estrabón, VI,
2, 4) en el que se admite lo llegado o Sicilio de sicon~ e iberos, como un error,
yo que no admite diSTinción enlre un~ y otros y cree que los iberos no son otro
coso que los siconos.
A. MONTENEGRO: "Lo onomóstico de Virgilio y lo Antigüedad preilólieo".
Salamanca, 1949; indico que los sieonos eran el mismo pueblo que los iberos.
GARCIA y BELLIDO, loe. cil. nOlo 27, llega o es to mismo conclusión.
ContrariamenTe, GOMEZ SERRANO, 1oc. cit. nolo 8, considero o los sieonos
como uno Tribu de los iber~.
e.
J
[page-n-25]
D. FLETCHER VALLS
3 .-AdemOs de los datas que las fuentes nos proporcionan res pecto al emplazamiento y nombre, podemos entrasacar otros
datos de innegable volar.
Hemos visto cómo en las citas en que se habla de los sicanos
se les considera "gente ibérica", distinguiéndolos de los ligures,
distinción que se encuentro o través de los textos y de los siglos.
Avieno, recogiendo noticias por lo menos de la primero mitad
del siglo Vio . c., distingue, en su verso 613, iberos de ligures.
Herodoto (7, 165) cita entre los mercenarios de los cartagineses
en las guerras de Sicilia, en 480 a. C, a fenicios, iberos, ligures,
elysices, sordos y corsos; esta misma listo, poco mas o menos, se
encuentro en Diodoro (11, l) y Polibio (1, 17,4); también Tuci dides, Aristóteles (De anim o gen. 748 a, 22), Escylax (c. 3), el
Pseudo Apolodoro (2, S, lO), Diorlisio de Halicarnaso, etc., etc.,
distinguen bien claramente celtas y ligures de iberos, lo que de muestro que este último nombre o1canzó un contenido que fue
perdiéndose o través de los tiempos hasta llegar a tener un carác ter meramente geográfico.
4.-Cronológicomente, también son interesantes las fuentes clá sicas.
Desde lo cito atribuido a Homero hasta el siglo I a . C. se
menciona a los iberos, siendo demasiadas citas, demasiados autores y demasiados siglos paro que, con todos sus errores, puedan
considerarse los fuentes clásicas como una mero fantasía que deba
dejarse de lodo. Antes al contrario, hemos de admitir que la pala
bra "ibero" no es un vocablo sin sentido en los textos antiguas,
sino que tiene un concreto contenido, el cual trataremos de ir
perfilando en las páginas siguientes con la ayudo de los resultados
a que llego lo investigación moderna .
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11
LA MODERNA INVESTIGAClON
4
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J
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,
CUESTIONES GENERALES
Reseñadas los noticios clósicos referentes a los iberos y los
conclusiones que de las mismas pueden sacarse, exponemos ahora
los resultados a que ha llegado lo moderno investigoción en el estudio de los diversos aspectos de lo culturo ibérica.
1 -EL NOMBRE
Diversas son las etimologias dados a la pa labro IBERO.
a l Se le ha supuesto de origen bereber (45) bojo la formo
"bers" o "ber-rik", con el significado de "el moreno", "el negro",
con lo cua l el vocablo vasco "beltz" = negro y el ibérico "Belenos"
podrian relacionarse con el bereber y no con los lenguas indeuropeas, contrariamente 01 criterio sustentado por Caro Barojo (46),
quien hoce la observoción de que "en algunos cachorros iberos
aparece e l nombre de Belenos, el brillante, el resplandeciente,
en céltico"; la posibilidad de relacionar Belenos con el bereber
"bers" yo fue mantenido por Pakarny. Por otro porte se ha su~
puesto q ue e l vocablo "bereber" es simplemente lo formo griego
"bárbaros" adoptado por los árabes (47).
(45) F. TUBINO: "Los obarígenes ibériCOS o los bereberes de lo Peninsula"
Modrid, 1816.
ATGIER: "Ibines el Berberes, orig'ne el S'9nificot,oM diverses de ces expresions ethniques", Bullelin et Memoires de lo Sociele d'Anthropologie, Se, tO V.
París, 1904.
L. BERTHELON; "Nole sur les noms des Iberes, Beroeres et ofricoins". Bulle,in el Memoires de lo Societé d'Anthropologie, Se, t" VI. París, 1905.
A. GIMENEZ SOLER: "Iberos V Bereberes", Boletin de lo R. Academia de
Buenos Letras. Barcelona, 1909.
(46) J . CARO BARaJA: "Los pueblos de España". Barcelona, 1946.
(41)
E. IBAÑEZ : "El problema etnológico bereber". Archivo del Instituto
de Estudios Africanos, VI, núm. 25, pÓg. 19. Madrid, 1953.
[page-n-29]
" b)
D. I'1.ETClII!R VALLS
También se supone que procede de la raíz "bar", equivalente o "tierra" o o "indígena", opinión sostenida por Giménez
Soler (48) y más recientemente por Grenier (49), pero éste, considerando el vocablo como de origen griego; este mismo origen
defiende Lafuente Vidal (SO), creyendo que los griegos dieron el
nombre de "ibero" o todos los mercenarios de los cartagineses,
10 que, como hemos expuesto en el capítulo anterior, no se oviene
con los fuentes c1Ósicas.
el Otra posibilidad aducido es lo de que procede de lo raíz
"bar", significando "altura"
d) Pora Dale; i DoI<;, los elementos "vo" y "ber" seríon célticos con el significado de "corriente de agua subterráneo", "corriente de agua", "borronco" (51).
el Algunos autores han querido ver un origen caucásico en
el nombre "ibero", entroncándolo con la raíz "ber/mer" (52).
f) La tesis más admitida es lo de que el vocablo "ibero" pertenece al substrato mediterráneo preindeuropeo, utilizándose en
griego como un préstamo no sólo con significado de gentilicio, sino
también poro denominar el "berro", planto que crece en lugares
abundantes en aguo, o sea, en un sentido relacionado con el que
tendría en la lengua originario, en la que parece ser que debió
referirse o tierras bajas, pantanosos o a corriente de agua, por
cuyo rozón se le ha buscado un entronque con el voseo "iber" =
corriente de aguo, o con "ibar"; otro formo vasco "ibaj" = curso
de agua, daría origen a "ibaico", de lo que deriva lo formo moderna "vega"; "ibala" = río está, igualmente, en relación con esta
raíz (53).
(48) A. GIMENEZ SOLER: "Lo España primitivo según lo Filología" . ZoragO;¡O, 1913.
(49) A. GRENIER: "Problemes de pratohistoire ibero-ligur", Rivisla di Sludi
liguri, XV, 3/4, pág. 238. Bordighero, 1949.
¡SOl J. lAFUENTE vrDAl: "Unos nolas históricas sobre Iberio '1 el orle
,bérico", Crónico del IV Congrero ArQl.leológico del Sudeste Español (Elche, 1948),
página 292. Corlogena, 1949.
(51) M. DOl':;: y DaLe;: "Hispania '1 Marcial". Barcelona, 1953.
(52) MENGHIN, loc. cil. nOlo 11
(53 1 C. BATTISTI: "liguri e Mediterronei", Riy;sla di Sludi L'guro, IX,
1. /3, pÓg. 79. Bordighera, 1953.
J. ALVAREZ DELGADO: "Problemas lingüíslicos del nombre Iberos Ebro",
Aclas '1 Memorias del VII Congreso Internocionol de Esll.ldios de Ungüislico
Romónica IBorcelona, 1953), yol. 11, pÓg. 843. Borcelona, 1955.
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CULnntA IBERICA
29
En general, pues, se admite que la palabro IBERO procede del
subs trato preindeuropeo, significando "habitante de tierras bajas,
pantanosos" o "junto o corriente de agua" .
Ahora bien, si aceptamos esta explicación, parece que ha de
admitirse que dicha palabro se refería a uno corocteristica geogrófico, lo cual pudo ser cierto en los primeros t iempos de las
relaciones con los navegantes mediterróneos, quienes transformarían lo denominación genérico de "ibero" (habitante de los orillas
de los ríos?) que se darían ellos mismos, en un nombre de pueblo (54); pero los referencias clósicas encierran algo mós que un
sentido meramente geogrófico, yo que aluden a un pueblo con
características propios, distingu iéndolo de sus vecinos los ligures,
mos de admitir que lo denominación "ibero", aunque en un primer
emplazados originariamente en los mórgenes del Ródano (55) . He momento pudo hacer referencia a las características del territorio
por ellos ocupado o 01 emplazamiento de sus núcleos de población,
encierra, a través de los fuentes clósicas, unas cualidades propias
que iremos exponiendo en las póginas siguientes.
2.-0RIGEN y ANTROPOLQGIA
Diversos son los orígenes que se han a tribuido 01 pueblo ibero.
a ) Comenzaremos por mencionar los hipótesis de un origen
atlóntido y aun americano, limitóndonas o citarlos, ya que carecen
de todo volar, dado el estado actual de lo investigación (56).
b) Mós par t idarios ha tenido lo tesis europeísta, siendo uno
de los primeros en mantenerla Lem iere (57), quien considera que
F. ECHEBARRIA: "Ibérito", Bolelín de lo Reol Sociedod Voscon~odo de
Amigos del País, XII, 2, póg. 175 Son Sebostión, 1956.
B. M.- GARRO: "Sobre algunos et¡mologíos", Boletín de lo Real Sociedad
Vascongado de Amigos del País, XIII, 2, póg. 20. Son Sebostlón, 1957.
C. OTAEGUI: "De los papeles inéditos de lo Colección Bonoparte en el Archivo de lo D¡putación de GuipVl.coo", Boletín de la Reol Sociedad Vascangado
de Amigos del País, XIII , 3, póg. 285. Son Sebastió n, 1957 .
(54) Recuérdese, par eiemplo, el coso del nombre de los etíopes.
(55) ALESSIO, loe. cit. noto 13 .
(56) Principoles mantenedores de esto tesIS $On leroy D'Abartlogue y Pormenrier (véase "L'Anthropalogie", VI, pág. 682. París, 1895).
Lo tesis de Un origen a ll6nlido se ha mantenido ul timamen te por O. H.
MUCK: "El Mundo antes del Diluvio (Lo AtIÓnlida)" . Barcelona, 1959.
(57) P. L. LEMIERE: "Etude sur les celtes e l les goulcs", pág. 104 y ss.
Porís, 188 ¡ .
[page-n-31]
30
O. FLlITCHER VfLLLS
lo rozo ibérica no exist ió, siendo en rea lidad celtas, siguiéndole
Philipon (58) que cree o los iberos un pueblo europeo que pasando
del Ródono 01 Gorona, penetro en la penínsu la por los posos occiden tales de l Pirineo en los sig los VI 1I /V II poro desplazarse posteriormente del Duero al Ebro.
Fue Martínez Santa-Olallo e l primero, entre los investigadores
españoles, en considerar desde un punto de visto celtista la culturo
ibérico (59), pero con respecto al origen del pueblo ibero mantiene
una clara posición o rientalista, como veremos seguidamente.
Al magro ha sos tenido un cri terio celtista en muchos de sus
traba jos (60), aunque en otros parece rec t ificor este criterio y
aceptor un origen medi terráneo pora los iberos (6 1).
e) Uno fuer te tendencia es lo de considerar o los iberos de
estirpe oriental, asiático.
Yo Gobineau, en 1875 (62), consideraba o los iberos como U'10
de los corrientes separados del gran tronco de la especie blanco
concentrado en Alto Asia, opinión Que siguió Fernández Guerra (63) haciéndolos asiáticos, creencia Que se mantiene hasta nuestros dios, aunque con discrepancias en cuanto 01 punto de partida
158)
1925.
E. PHILlPON.
"Les .peuples primltifs de rEurope méridlonole".
París,
(59)
J. MARTINEZ SANTA_OLAi_LA: "Cosco de plata céltico de lo Primero Edad del Hierro", Investigación y Progreso, VIII, pág. 22. Madrid, 1934.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Bronce inglés de Lo Tene, h:lllodo en JóI,vo (Valencia)", Anuario de Prehistoria Madrileño, IV_VI, pág. 201. Madrid, 1935.
J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Esquema poletnológico de lo Península IbéricO". Madrid, 1941 .
J. MARTINEZ SANTA-OLAllA: "los Iberos y el Hierro Céltico", conferencio pronunciada en Valencia el 17 de naviembre de 1946.
J . MARTINEZ SANTA-OLALLA: "La indoeuropeizaci6n de Espoña", Homenaje o L. Hoyos Soínz, 11, póg. 378. Madrid, 1950.
(60) M. ALMAGRO BASCH: "lntroducci6n a la Arqueología". Barcelona,
1941.
M. ALMAGRO BASCH: "Excavaciones de Ampurias: Ultimas hallazgos y resultadas", Archivo Español de Arqueología, XVIII, pág. 59. Madrid, 1945.
M. ALMAGRO BASCH: "Noticias prehistóricos del Valle de Noya", Pirineos,
111,6, pág. 213 y IV, 8, peg. 177. Zaragoza, 1947 y 1948.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre lo fijación de los invasiones indoeuropeas en
España", Ampurias, IX-X, pág. 326, Barcelona, 194B.
M. ALMAGRO BASCH: "Lo invasión céltica en España", parte l.- del tomo 1,
volumen 1I de "Historio de España" dirigido por R. Menéndez Pidol, págs. 269,
271 y 272. Madrid, 1952.
(61) M. ALMAGRO BASCH: "El estada actual de lo clasificación de lo
cerámico ibérica", Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español
(Alcoy, 1950), pág. 141. Cortageno, 1951.
(62) Véase Revue Archéologique, 2, pág. 60. París, 1897.
(63) A. FERNANDEZ GUERRA: "Los aborígenes ibéricos", conferencio
pronunciada en la Sociedad Geográfico Madrileña el 6 de marzo de 1877 (véase
lo Academia, 1, póg. 175. Madrid, 18 de marzo de 18771.
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CULTURA IBERICA
31
Autran (64) propugno tres invasiones o lo cuenco del Mediterráneo, desde el fondo del Asia Menor, lo primero lelege-fenicia,
lo segundo heteo y lo tercero iraniana.
Doening (65) hizo proceder a los iberos de los agricultores del
Eufrates, hipótesis ampliado par el Padre Heras (66). quien opino
que "la nación proto-índica paréce ser la que dio origen a todos
las nociones mediterráneos", siendo los "minorasiáticos y micéni cos, los etruscos e iberos, romas desgajados del gran tronco protoíndico que arraigada en las orill as del Mediterráneo".
Martínez Santa-Olalla, en su detenido estudio sobre los aportaciones orientales en la Edad del Bronce (67) opina que llegan
los onatolios o los costas españolas por vía marítimo, no antes del
año 1450 o. C. El pueblo ibero tendría claro origen oriental y no
norte-africano. Posteriormente el mismo Profesor concreto sus pun tos de vista sobre lo cuestión en los siguientes términos: "En 1941
fui yo el primero quien planteó, en forma que no deja lugar a dudas,
mis puntos de visto sobre los orígenes oriental y anatólico-egeo de
nuestros bronces mediterróneos, con individualidades distintas, con
una raíz oriental clara y, casi sin intermed io ni contacto con dichos fuentes, a trovés de Africo del Norte. Los iberOS son
esos gentes y lo gran cantidad de elementos célticos y celtizantes
en su culturo, cuando los llamamos iberos, nada tenían que ver
con su base histórico-social, económica y étnica, en oriente" .
Menghin (68 ) considera a los iberos un estrato africano sobre
el que se asentó otro asiónico; unas migraciones africanos (hami tos) quedon mezclados con unos pueblos osiónicos que llegan o
(64) C. AUTRAN: "Phenlciens. EsSOI de contdbution o I'histoire onr iQue
de lo Medllerronée". Porís, 1920.
(65) DOENING: "Iberos y Euskoros y lo misión civilizadora de lo Iberio en
tIempos prehistóricos", Boletín de 10 Focultod de Derecho y Ciencias Socioles de
lo Universidod de Córdoba (Argentino), 1, 2. Córdobo, 1921.
(66) P. E. HERAS: "Lo escrituro prola-índico y su desciframiento", Ampurias, 1, póg. 5. Borcelono, 1939.
P. E. HERAS: "¿Quiénes eron los druidas?", Ampurios, 11, póg. n . Barcelona, 1940.
P. E. HERAS: Conferencio pronunciado en lo Reol Academia de lo HiSTorio,
Madrid, el 24 de abril de 1940.
P. E. HERAS: "Studies in prOTo-indo-mediterronecn culTure", vol. 1. Studies 11'1
Indion HiSTory of The lndion HisTorlcol Reseorch InSTilule Sto Xovier's College,
nümero 19. Bomboy, 1953.
(611 J. MAR71NEZ SANTA-OLALLA, B. SAEZ MARTIN, C. F. POSAC
MON, J. A. SOPRANIS SALTO y E. DEL VAL CATURLA: "Excavaciones en lo
ciudad del Bronce Mediterróneo 11, de lo Boslido de Totono (Murcio)", Informes
y Memorias de lo Comisario Generol de &covociones Arqueológicos, nüm. 16,
pÓgino 154. Modrid, 1941.
(68) MENGHIN, loe. cil . noto 11.
[page-n-33]
32
D. FLHTCHER VALLS
10 región de Almeria alrededor del 2500 o. e, produciendo esto
mezclo la "cu lturo de l vaso campan iforme" q ue es el sedi mento
más antiguo de lo síntesis de ambos pueblos. Cuando estos protaiberos se amalgamaron con los gentes del Algar, se formon los
iberos históricos. Estos puntos de vista de Menghin tienen sus pre cedentes, principalmente, en las tesis de Mortínez Santa - 010 110 (69) y Fouché (70).
d I En cuanto 01 origen directamente africano, el primero en
concretar lo cuestión fue Bosch Gimpero, pora quien "en el neolítico avanzado, el sudeste, desde la provincia de Almerío, es ocu pado por un nuevo elemen to étnico recien llegado, 01 parecer por
mor, desde Africo, debiéndose ver en él la primera oleada de los
pueblos Que, andando el tiempo se denominarían iberos", consi ·
derando que los portadores de lo por él llamado "culturo de Al ·
medo" proceden del Sahara con lejanos raíces en el sbaiko·ote ·
dense (7 1).
Esto tesis ha tenido sus de tractores, pudiendo mencionarse,
entre otros, 01 yo citado Menghin (72) ya Hoyos Sóinz (73), quien
opino que "lo iberización comenzó con anterioridad o lo aparición
de lo cultu ra de Almería". Sin embargo, durante muchos años ha
tenido gran aceptación y alrededor de lo mismo se ha centrado
todo la estructuración del origen ibérico.
Así, Castillo Yurrita (74) señaló dos oleadas, lo primera constituida por los portadores de la "culturo de Almerio" quienes perduran, en los sig los Vial IV, en los iberos propiamente d ichos de
Valencia y Cataluña, y lo segundo, d u rante lo Edad del Bronce, por
Gibraltar, dando orig>2n estos dos oleados o los iberos y tartesios,
según veremos mas adelante.
(69) MARTINEZ SANTA-OLALLA, loc. ci l . noto 59 ("Esquema . .. ") y loc .
cit. nolo 67.
(70) P. FOUCHE: "A propes de I'origine du Bosque", Suplemento 01 tomo
V de Emérito. Madrid, 1943.
(71) P. BOSCH GIMPERA: "Los antiguos iberos y su origen", conferencio
pronunciada en el Cen tra Internacional In telectual Germano-Español, el 22 de
noviembre de 1923.
P. BOSCH GIMPERA; "Etnologia de lo Peninsulo lherieo", pág. 4. Barcelona, 1932.
(72) MENGHIN, loc. cit. nolo 17, pág. 180.
(73) L. HOYOS SAINZ: "El foco iherico del Sudeste Español". Crónico del
IV Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 194 8), p6g. 368 . Corta.
geno, 1949.
(74) A. DEL CASTILLO YURR ITA: "Prehistoria", troó,lcción españolo de lo
obro de HQERNES, vol. 11 1, "Lo Edad del Hierro". Barcelona, 1927.
[page-n-34]
CULTURA 18ERlCA
33
Don Ramón Menendez Pidal (75) supone Que los capsienses,
Que ocuparon desde el sur de Portugal y Andaluda hasta el norte
de Cataluña, dieron origen en época histórica a los iberos.
Pericot (76) ha señalado fuertes relaciones con Egipto, coin cidiendo con el punto de visto antropológico expuesto por Antan
en e l posado siglo (77), relaciones Que han hecho suponer o Howkes (78) Que lo fose de El Górcel tendría origen egipcio y sus protagonistas serían los primeros iberos, suposición admitida por Men ghin ((79) y Que, can anterioridad o ambos, yo expuso Bosch Gimpero (80) al decir que los gentes de la cultura representado por El
Górcel fueron, tal vez, los primi3TOs "almerienses" de origen afri cano.
Son Volero Aparisi (81), Que ha estudiado detenidamente lo
cuestión, llega o lo conclusión de que el neolítico se difunde desde
tierras de Asia hacia occidente, corriendo por el sur del Mediterráneo una ramo Que pasa desde el Nilo por todo Africa del Norte
hasta lo península Ibérico y de aquí 01 resto de lo Europa occiden tal, por lo que considero Que el neolítico español merece el apelativo
de "mouritánico", por estar en el Norte de Africa lo raíz. de nues tro culturo neolítico. Estos aportaciones corresponderían 01 mundo
cultural "hispano-mauritano" de Mortínez Sonto-Olollo (82).
A su vez, lo profesora Laviosa Zambotti (83) supone Que el
substrato ibérico anterior o lo llegado de los colonizadores oriento
les, es el comítico
(75) R. MENENDEZ PIDAl, loe. cit. noto 30.
(76 ) l. PERICQT GARCIA: "Sobre olgunos objetos de ornamentación del
Eneolitico del Este de España". Homenaje o Metido, 111 , pago 129. Madrid, 1936 .
l. PERICOT GARClA: "lo plaquita de pizarra del Cau del Olivar d'En Mor9011", Ampurias, IX-X, .pag. 245. Barcelona, 1948.
l. PERICOT GARCIA: "Paralelo egipcio de uno pieza alcoyana". Crónico
del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Espanol (A1coy, 1950), póg. 86. Cortagena, 1951.
(77) lo HOYOS SAINZ: "l'Anthropologie et la Préhistoire en Espogne el en
Portugol en 1897". l'Anthropologie, IX, pag. 37. Paris, 1898. Se comento el
"Curso de Etnología de lo Península", de Antón, poro quien los egipcios son
Idénticos o los iberos, o los que dieron nacimiento, constituyendo éstos lo primero población histórico de lo Península.
(78) C. F. C. HAWKES: "The Prehistoric Foundotions of Europe la the My_
cenean Age". landres, 1940.
(791 O. MENGHIN: "Egipto y lo Penínsulo HispOnico", Corono de Estudios de
Jo Sociedad Españolo de Antropología, Etnogrofio y Prehistoria, vol 1, pág. 167 .
Madrid, 1941.
180) BOSCH GIMPERA, loe. cil. noto 11 / Etnologio ... ), pág. 148.
(81) J . SAN VAlERO APARISI: "El Neolitico Esoañol y sus relaciones" ,
Cuadernos de Historio Primitivo, 1, .pág. 5. Madrid, 1946.
(82) MARTINEZ $ANTA_OlALLA, loe. cil. nola 59 (Esquema .. l.
(83) lAVIOSA ZAMBOTTI, loe. cit. noto 36, pOg. 75.
5
[page-n-35]
34
O. I'LETCHER VAu.5
No obstante todas los anteriores opiniones, existen en la actua lidad fuertes dudas respecto de los influencias norteafriconos en la
formación de nuestro neolítico, dudas suscitadas por los arqueólogos españoles y franceses conocedores directamente de lo prehistoria norteafricona. Pero no podemos olvidar las corrientes marítimos
y los vientos (84), las fuertes relaciones arqueológicos con Egipto y
aun las rutas Que nos marcan los cereales (85).
e) Como síntesis de tos lineas precedentes, podemos decir que
los aportaciones del oriente mediterráneo, bien por vio marítima o
bien o todo lo largo del Norte de Africo, con puntos intermedios, no
creadores, sino esca las de una ruta oriental, se osi en tan en los tie ~
rras del litarol levantino sobre fuertes e lementos mediterráneos pre .
existentes, constituyendo un grupo étnico que mantendrá sus carac terísticas hasta los tiempos históricos.
Consideramos por tanto que el pueblo ibero es de estirpe medi ~
terráneo y que, formado desde el neolitico cuanto menos (86), se
enriquece con aportaciones culturales y antropológicas de gentes
ofines durante la Edad del Bronce, sufriendo a mediados del primer
milenio o. c., uno rodicol tronsformocián en su culturo 01 entrar en
contacto con pueblos de nivel más elevodo; esto transformación
cultural es lo que conocemos con el nombre de "Cultura ibérica", 01
ser identificado por 10 moderno investigación con los gentes que
los fuentes clásicos llamaban "iberos".
fl ¿Qué dice con respecto 01 origen del pueblo ibero 10 investi gación antropológico?
Aunque por lo práctico de la incineración utilizado por los ibe ~
ros del siglo V y posteriores, poco sabemos de sus característicos
antropológicos, siendo osi que coinciden los de las gentes anteriores
(84) J. J . JAUREGUI: " Influencia de los ... ientos y corrientes de lo cuenco
occ idental del Mediterráneo en los relacion es i bero ~ a f r iconos" , Crónico del IV
Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 1948). pag. 95. Cortogena,
1949.
(B5) K. Y F. BERTSCH: "Geschichte unsere Kulturpllonzen" , Wissenschoftliche VerlogsgesseUschaft. Stultgort, 1949.
A. E. WATKINS: "The Origín 01 Cultivoted Plonts", Antiquity, VI I, pág. 73 .
Gloucester, 1933.
(86) P. BOSCH GIMPERA: "España" , Anoles de la Uni ... ers idod de Volen ~
cia, pOg. 9. Valencia, 1937.
M. FUSTE ARA: "Ro¡ces prehistóricos del complejo racial de lo Peninsulo
Ibérico", Zephyrus, VII, póg. 109. Salamanca, 1956.
E. PLA 8ALLESTER: "El problema del tr6nsito de 10 Edad del Bronce o lo del
Hierro, en lo región valenciano", Crónico del V Congreso Nacional de Arqueolo ~
gío ¡Zorogozo, 1957), pág. 128. Zorogozo, 1959.
[page-n-36]
CULTURA IBERIO.
"
y posteriores que habitaron los tierras atribuidos o ellos, hemos de
aceptar que no hubo eliminación, pues una mismo constante medí ·
terrónea informa lo antropología de los comarcas ibéricos, desde
tiempos prehistóricos.
Ya Antón, según acabamos de ver, señaló relaciones ontropoló·
gicas con Egipto. Collignoo (87) relaciona a los vascas can el grupo
camita de lo rozo blanco, es decir, con los antiguos egipcios y di ·
versos rozos comprendidos boja el nombre genérico de "bereberes",
coincidiendo con Anton y con los modernos teorías que relacionan,
según hemos dicho, Egipto con la península Ibérica y discrepando de
Menghin sobre lo cuestión vasco, ya que para éste "la hipótesis
africana ha sido excluido paro los vascos".
El propio Collignon (88) dio para Francia uno región dolicocé·
talo meridional, uno de cuyas subdivisiones, la catalana, se extendedo desde el Garona 01 Heroult y al mor, en lo comarco que hasta
lo conquisto romono se consideró ocupado por los iberos. Berthelon,
par su porte, relaciono los voseas con los fenicios (89).
Dechelette (90), siguiendo o Bastillon, cito lo diferencio exis tente entre los poblaciones de los márgenes derecho e izquierdo del
Ródano, y Roymond (91) hoce mención o estas diferencias antropológicas entre iberos y ligures, separadas par el Ródono, como hemos
ido exponiendo o lo largo de los páginas anteriores. Arqueológicamente, quedan confirmados estos diferencias (92) .
Según Aronzodi (93), existe uno rozo mediterrónea que doml
(87 ) R. COlLlGNON : "la roce bosque", l'Anthropologie, V, p6g. 276
P",is, 1894.
(88) R. COlllGNON: "l' indice cephalique des populotians tran~Olses",
l'Anthopalogie, 1, póg. 201, Porís, 1890. El outor ocepta el R6dono como el
primitivo limite entre Iberos y ligures.
(89) lo BERTHElON: "Note sur I'identite des caracteres anthropologiques
des bO!iQl.les e l des pheniciens", Bulle!in de lo Sociéte d'Anthropologie, p6g. 663 .
Poris, 1897.
(90) J. DECHElETTE: "Manuel d'Archéologie ... ", vol. 11. Paris, 1924.
191) P. RAYMOND: "Ethnographie du Gord", Bullelin de lo Société d'E ludes des Sciences NOlurelles, XXX, ?Ó9. 50. Nimes, 1903.
(92) l . BERNABO BREA: "le culture preistoriche dello Francia meridionole e dello Calalogna e la successione stroligrafico delle Arene Condide". Rivisla
di Studi Liguri, XV, 1-2, p6g. 21. Bordighero, 1949.
lo BERNABO BREA: "Gli scavi nena gratto delle Arene Candide". Primo perTe,
vol. 11, 1948-1950. Bordighera, 1956.
(93) T. DE ARANZAD1 ' "De AnTropología de España" , ESTudio. 111. 8ar.
celono, 1915.
[page-n-37]
36
D. FLETCHER YALLS
na en la mitad orien tal y m eridional de España. Montandon (94)
sl!'ñola que el grupo ibero-insular (moreno, pelo fino y liso, estatu-
ra medio de 1'61 o 1'62, índice cefálico 73-74), se mantiene en el
Mediterróneo sin voriar desde más de 6.000 años, ocupando España, Baleores, Córcega, Cerdeña, Sici lia, sur de Italio y Francia
medirionol, encontrándose normalmente en el Rosellón .
Prevosti (95) atribuye al tipo rocial mediterróneo los cuatro cal varios de un enterramiento de Alcubierre, clasificado como alme-
riense.
Hoyos Sáinz admi te una ascendencia africana para Jos iberos
históricos e insiste en lo existencia de una rozo ibérica, no sólo justificado por los cal varias pro tohistóricas, sino también por los diversos tipos de hombre vivo que lo representon y opino que recialógicemente "ibero" es el habitante de lo España tarraconense, concretando que "el hombre neolítico viene del Norte de Africo yen el
eneolítico comienzo a diversificarse por la llanura levantina; son los
"proto-iberos". A su vez, Charles (96) en reciente t rabajo, opina
que a comienzos del neolítico hay uno invasión procedente del Norte de Africa y, con posterioridad, hay nuevos aportaciones mediterrÓneas.
Las característ icas antropológicas medi terróneas se conservan,
pues, o través de los siglos en los tierras levantinos, no pudiendo
a t ribuirse o aportaciones de t iempos his tóricos pues, según hemos
visto, los antropólogos los consideron como de fechas prehistóricas,
siendo prueba de la estabilidad antropológica de l pueblo ibero.
(94) G. MONTANDON: "L'Ethnie fran<;aise". Paris, 1935.
La tesis de Montondon fue expresado con onterio
lingüística de la Universidad de Cuyo, 111. Menda:.a, 1943.
(95) A. PREVOSTI: "Calvarios de época premegalitico proceden tes de AI_
cubierre (Huesca)". Trabajos del Instituto Bernordino de Sohogún de Antropo·
logia y Etnologio, 11. Madrid, 1946.
(96) L. HOYOS SAINZ: "Rociologio prehIstórico esponolo". DiStur$O leido
en la Real Academia de Ciencias Exactos y Naturales de Madrid el 1. ~ de diciembre de 1943.
lo HOYOS SAINZ : "Las rozas de las primeros edades del Metal en el Sudeste
de España". Crónica del 111 Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Murcia,
1941), pág. 34. Cartagena, 1948.
L. HOYOS SAINZ: "Los iberos", Madrid, 1953.
R, P. CHARLES: "Le peuplemenl de ,'Eurape méditerroneenne pendant les
111 et It millénoires ovan! Jésus Chrisl". Bulletins el Mémoires de la Société
d' Anthropolagie, 1, X léme Série. n,e 1, jJÓg. 3. París, 1960.
[page-n-38]
CULTURA IBERtCA
37
3 -LA LENGUA
a ) Por algunos autores se ha supuesto la lengua ibér ica ligado
o las indeuropeas; entre los extran jeros encontramos a Osthoff (cuyas opiniones fueron debidamente rebatidas por Bottisti (97) y Bertoldi), y recien temente, Lofon (98). y entre tos españoles, Coro Barajo (99) y Almagro (100), paro quien "los pueblos ibéricos del Levante y Valle del Ebro hablaban dialec tos célticos, es decir, indeura peas, aunque de estructuro muy antigua", siendo un "idioma introducido en España hacia el 800 0 _ J. c., mucho mós arcaico que e l
celta de la P y de la Q... ". Ultimamente se han señalado nombres
indoeuropeos en las Baleares, cansideróndoseles como indígenas;
pero dichos nombres (101) bien pudieron llegar con los romonos o
en el 650 O. c., como sugiere Howkes (102) . En uno u o tro coso
es un elemento superpuesto 01 indígena preexistente, cama veremos
a continuación.
b) Mós valedores t iene la tesis mediterróneo. Los relaciones del
ibérico con los lenguas preindeuropeas mediterróneas se encuen tran
ref le jadas en los trabajos de Bertoldi, Alessio, Fouché, Assmann,
Poisson, Battisti, Padr e Heras, Bousani, Monten eg ro, Guiter, Gorostioga, e tc. etc . (103) .
(91) C. BATTISTI: "Voc.i medlterronee contesto te" , Studi Etruschi, XVII ,
pCig. 243. Firenze, 1943. Poro este oulor wn mediterróneos los voces "corro",
"solo", "napa", ",polo", "colo", etc. contra 10 opinión de Hu bschmid, Quien
odemós prelendío Que "cuniculum" es uno adaptación del gola, opinión Que, con
lo de Osthoff, Quedo suficientemente rebatido en BERTOLDI, loc. cit. nOlo 28 .
(98) R. LAFON: "Lo lengua vasca" , Enciclopedia lingüística His;>ónica, 1,
p6gi na 61. Madrid, 1959.
(99) CARO BAROJA, loc. CIt, nota 46.
(100) ALMAGRO BASCH, loc. ci!. nOIO 60 (La Invasión cél ti co .. 1, pógina 271.
(10 1) M. L. ALBERTOS FIRMA, : "¿lndoeuropeO$ o Iberos en Boleares?" ,
EmérilO, XXVI, 2.-, póg. 235. Madrid, 195B.
(102) HAWKES, loe. cil. nolo 3.
(103) ASMANN: "Babylonische Kolon isollon In der Vorgeschichlliche Spomen", Fes!. zu C. Lehmonn. Berlín, 1921.
V. BERTOLDI: "Problemes de substrot. Gondo", Bullelln de lo Société de
L.ngüistiQue, XXXII, QÓg. 93. París, 1931.
G. ALESSIO: "Lo base preindeuropeo", Studi Etruschi, IX, PÓg. 133. t=irenze,
1935. Por error, en MENGHIN, loe. cit. noto 17, se menciono boja el 'Itulo "Lo
base indeuropeo".
G. POISSON: "Les relotions préhiSIoriQues entre l'lnde el le bassin de lo
Méditerronée", Revue AnlhropologiQue, XLVII. París, 1937.
P. FOUCHE: "Quelques conside ro tions sur lo base toponymiQue. A propos du
Pro l. E. Kol, .piérre", Revue des Longues Ramones, LXVIII, p6g. 295. MontpelI ier, 1939.
[page-n-39]
os
1),
PLIlTCHER VALLS
Mós concretamente, los lenguas narteafriconas han sido comparadas con el ibérico, como lo fueron con el etrusco (104); así, se
señalon rel aciones entre ibero, torgui, bereber, egipcio y copto (105)
aunque poro Zhylorz (106) no existe correspondencia entre les ins cripciones ibéricas y las lenguas líbicos.
Igualm ente se han establecido relaciones entre el ligur, so rdo,
corso, etrusco e ibérico, basóndose Pollo ttino y Hubschm id en el
parentesco del substrato lingüísti co del Mediterróneo occidental
BATTIST1, loc. dI. !"lOtos 53 '1 97.
FOUCH E, loe. cit. nOlos 70 y 94. Supone Que los
05,onlC05
se establecen en
lo Penínsulo Ibérico no siendo distintos, esencialmente, de los que en lo mismo
epoca poblaron lo cuenco del MediterrÓneo.
H. GUITER: "Elude sur lo sonorisation du k ¡nitiol dans les langues romanes", Revue des Longues Romones, LXIX, n.o 1940-1945, pág. 65. Montpell ier,
1945. El oulor atribuye 01 fondo med¡terroneo y al'l(l;ria este fenómeno que se
encuentro en Yasco, sordo y sabino.
A. BAUSANI: "El enigma d el Yascuence ante los lenguas indeuro¡>eas, de F
Cos tra Guísasola", Balet;n de lo Real Sociedad Vascongado de Amigas del País,
I!I, 3, pág. 281. Son Sebastian, 1947.
A. MONTENEGRO DUQUE: "Estudios sobre el vocalismo mediterráneo", Am_
puríos, IX_X, pág. 171. Barcelona, 1948.
J. GOROSTIAGA: "Literatura preclósico. Lo inscripci6n ibérico del y~so de
Lirio", Helmóntica, 111, 12, pág. 422. Solamanca, 1952.
J. GOROSTlAGA: "lnterpretaci6n, traducción y anoli5i5 del plomo ibérico de
Castellón", Boletin de lo Real Socledod Vascongado de Amigos del País, IX , 1,
página lOS. Son Sebasti6n, 1953.
HERAS, loc. cil. noto 66.
G. ALESSIO: "Le lingue indoeurapee neU'ambiente med,terra neo", UniYersito
d(!91i Studi. Borl, 1955.
J. G. FE8RIER: "Remarques sur I'écriture ,bero-tartessienne". RiYisto di Stud,
Orien toli, XXXII, pág. 719. Romo, 1957.
(104) BRINTON: "01'1 Etruscon ond lybion names", Proceedings 01 !he
American Phylologicol $ociely. XXVI, 1880.
J. ALVAREZ DELGADO: "Dos falsos etru5quismos: Romo y Horuspex", Cuadernas Canarios de Invest igación, 1, pág. 3. Santo Cruz de Teneri!e, 1948.
J . ALVAREZ DELGADO: "En torn o
Mogola", Cuadernos Canarios de Investi gación, 1, pág. 67. Santa Cruz de Tenerife, 1948. Desloco el autor que lo desinencia -or poro el plural se encuentro en guonche y en etrusco. Con an terioridad, yo V. BERTOLOI: "Plurole mediterranee in residui fossili", Melanges V. Ginneken, París, 1937, señalo que este plural se encuentro en todo lo cuenco del
Mediterronea.
J. ALVAREZ DELGADO: "Sistema de numeración nOrle-africono", Anejo de
Emérito VIII. Madrid, 1949. El autor escribe: "Lenguas cama el vascuence y el
etrusco ofrecen puntos de contacto con este sistema numeral norte-africano, en
divergen cia con los sis temas nume ra les de sus contamos".
/1051 GIMENEZ SOLER, loc. cit. noto 48.
G. DE REPARAZ: "Origen de 105 civilizaciones ibéricos", Madrid, 1932.
FOUCHE, lac. ci t. 1'1010 94.
M. GOMEZ MORENO: "Disgresiones ibéricos: escrituro, lengua", Boletin de lo
Real Academia Españolo, pág. 27 5. Madrid, 1945.
fl06) E. ZYHLARZ: "Zur ongeblichen Verwondschoft des Boskischen mit
ofrikonischen Sproche n" , Proehis torische Zeitschrifr, XXIII. Berlín, 1932.
°
[page-n-40]
CULTURA IBERICA
39
pre-romono (107). Estos re laciones serían suficientes poro justificar
lo semejanza de nombres de ciudades, ríos, montes, etc., en tierros
de Etrurio, Ligurio, Cerdeño, Córcega e Iberia, sin necesidad de te ner que recurrir o los socorridos invasiones ligur y etrusco, desvirtuados por Bottisti (108).
Poro Lavioso Zambotti ( 109) el substrato ibérico anterior y sincrónico o lo llegado de los colonizadores orienta les, es el comitico
que tiene un fondo favorable y no hosti l o lo penetración de dialec tos del Asia Menor porque probablemente se trata de lenguas afi nes que tienen su origen en las lenguas presumerias del Oriente PrÓximo.
Menghin, coincidiendo con los puntos de visto de muchos de los
filólogos mencionados, supone una em igración de pueblos asiónicos
en los milenios IV y 11.1, q"..Je ocasiono los semejanzas de los lenguas
pre-orias del Mediterróneo, matizadas por la diversidad del subs trato sobre el que se asien tan en cado comarca, rechazando que el
ibérico sea exclusivamente uno lengua hamítica, creyendo mós bien
en uno procedencia asiónica que africana, observando la carencia
de F en ibérico y su existencia en homítico y egipcio.
e) Una de las cuestiones mós debatidos es el problema cel vasco-iberismo o posible parentesCo entre las lenguas ¡bérica y vasca .
Hervós y Panduro (110), o principios del siglo pasado relaciono
el habla de los iberos con lo de los vascos, extendiéndose aquéllos,
segú n di cho autor, por nuestro pen ínsula, sur de Francia, Italia y
(107) P. OUCATI: "GI¡ Elruscni". Romo, 1928.
M. PALLOTTINO: "Lo Sardegno Nurognlco". Ramo, 1950.
M. PAllOTTINO: "El ptoblemo de los relaciones enlre Cerdeño e Iberio en
lo antigüedad pre-ramana", Ampurlas, XIV, pag. 137. Barcelona, 1952.
Los relaciones lingüísticos con Córcego se señalan yo en SENECA: "De consolatione od Helviom". Modernomente se troto lo cuesti6n en M. XAVIER POLI:
"Lo Corse dons l'Antiquité et dons le Houl Moyen Age, des origines 6 I'expulsion
des sorrocins". Porls, 1907, en don-de se consideran los nombres corsos relacionados con el vasco y lo lengua, de origen ibérico; lo mós onliguo población se considero de procedencia ibérico, coincidiendo con lo tesis de Polloltino sobre los navegaciones desde los costos valencianos hasta Cerdeña, hacia el 1750 o. C.
J. HUBSCHM IO: "Sardische Sludien. Dos Medilerrane Subslrat des Sardischen,
seine Beziehungen :rum berberiscnen sowie zum eurafrikanischen und hisponookaukasischen Substral der rornaniscnen Sprachen", Romanica Helveti ca, 41. Ber_
na, 1953.
(108) C. BATTISTI: "Tarracino-Torraco", Studi Etruschi. VI, pág. 287 . Fi.enze, 1932.
(1091 lAVIOSA ZAMBOTTI, loc. cil. noto 36.
(1101 lo HE RVAS y PAN DURO: "Col6logo de los lenguos de los nociones
conocidos y enumeración, d ivisi6n y clase de éstos, según lo diversidad de sus
Idiomas y dialectos". Madrid, 1804.
[page-n-41]
40
D. l'LETClUlR YALLS
sus islas, área que modernamente ha sido ampliado o Bretaño, 1(landa y países nórdicos, por otros autores (111 l.
Lo tesis de Hervás y Pendura tuvo favorable acogido, pero desgraciados trabajos posteriores desacreditaron el posible parentesco
entre ambos lenguas. Actualmente, con nuevos elemen tos de juicio,
ha sido reconsiderado el problema, tanto en pro como en contra, por
autores del prestigio de Menéndez Pidal (112), Beltrón Villogroso (113). Tovar (1 14), Coro Barojo (l IS) yotros.
A lo igualdad ibero-vasco, se han puesto reparos, alegándose
discrepancias fonéticos, sin tener en cuento que los cotejos se establecen entre dos lenguas, una de hace más de dos mil años y
otra en su formo actual, después de muchos siglos de ser únicomen te hablada y no escrita y de haber sufrida influencios muy intensos
del latín (116), todo 10 cual le resto, forzosamente, estabilidad y
personalidad; es muy difícil, pues, encontrar palabras exactomente
iguales fonética y semónticomente y de ahí que las posibles coincidencias que puedan señalarse entre ibérica y vasca na deben me
t 111 J F. HERTZ: "la Ra
N. lAHOVARY: "les peuples europeens". Neuchotel , 1946.
GOMEZ SERRANO, lac. cit. noto 8.
(112) R. MENENDEZ PIDAl: "Javier-Chaborri, dos dialectos ibéricos", Pirineos, V, 13-14, póg. 375. Zorago:.a, 1949.
R. MENENDEZ PIDAL: "Prólogo" o lo "Introducción o lo HistOriO lingüistico
de Valencia", de M. SANCHIS GUARNER. Valencia, 1949.
( 113) P. BEl7RAN VlllAGRASA: "Notos sobre temas ibéricos", Crónico del
IV Congreso ArQueológico del Sudeste Español (Elche 1948), pág. 303. Cortogeno, 1949.
P. 8ElTRAN VIllAGRASA: "El plomo escrito de lo 8astido de les Alcuses
(Mogente-Volencia)", Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehist6rico
de lo Excmo. Diputación provincial, numero 16. Valencia, 1954.
P. BElTRAN VllLAGRASA: "Los textos ¡!>ericos de lirio", Revisto Valenciano de Filología, 111, 1-4. Valencia, 1953.
(114) A. TQVAR lORENTE: "los inscripciones ibériCOS y lo lengua de los
cel tas" , Boletin de lo Real Academia Españolo, XXV. Madrid, 1946.
A. TOVAR lORENTE: "Estodo actual de los estudIos de filología euskórico",
Boletin de lo Real Sociedad Vascongodo de Amigos del Pois, IV, 1, pág. 13. Son
Sebostión, 1948. El autor escribe: "lo reloción entre el voseo y el ibérico no
debe descartarse".
A. TOVAR lORENTE: "El Euskero y sus parientes". Madrid, 1959.
(1 15) J. CARO BAROJA: "Observaciones sobre lo hipótesis del vosco~iberis
mo considerado desde el punto de visto histórico", Emérito X, póg. 236. Madrid,
1942.
(116) G. ROHLFS: "Lo influencio latino en 10 lengua y culturo vasco", Re visto Internacional de Estudios Vascos. Son Sebasti6n, 1933.
F. CASTRO GUISASOLA: "El enigma del vascuence ante los lenguas indeurapeos", Revisto de Filología Españolo, Anejo XXX. Madrid, 1944.
J. CARO 8AROJA: "Materíales poro uno Historio de lo Lengua Vasco en su
relac ión con la Latino", Acto Salmonlicensia, Filasofia y Letras, 1, 3. Salamanca, 1946.
[page-n-42]
CULTlJRA IBERICA
41
nospreciarse y han de tenerse en cuenta para el futuro de las in vestigaciones, aunque tampoco deben servirnos paro fundamentar
la tesis de que lo lengua vasca es la ibérica fosilizada, ya que uno
y otro, aporte de los elementos coinciden tes, tienen otros discre pantes y de diverso origen, como ha expuesto recientemente Tovar .
A su vez, el voseo ha sido relacionado, como lo fuera e l ibérico,
con el e trusco, relación que no repugna o autores como Trombetti
y Bottisti ( 11 7), dado que el etrusco estó considerado por la mayorio de los investigadores como uno lengua mediterrónea (118) . Tam ·
bién se han establecido cote jos en tre el vasco y las lenguas norteafricanas ( 1 19), lo que, como hemos visto, se hizo también con el
ibérico y e l e trusco, destocando Bauson i (120) que "para la -n del
femenino vasco viene instintivamente o lo ment,e lo -n del camio semítico, uno de los tontos elementos que hocen pensar en su lejano
parentesco con el camí t ica", deta ll e que no había posado desaper
cibido para Tovor (121). quien se expresa, en relación 01 temo, en
los siguientes términos: "En -en tenemos un rasgo camítico que apa rece caracterizando al ibero y que en voseo se nos muestro como
(111) C. BATTISTI: "Corto to;xmímlCo o los orque6I0Q0s españoles", en Corono de Estudios de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía '1 Prehistoria, 1, pago 47. Madrid, 1941.
N. ESANOI: "Vascuences '1 etruscos". Buenos Aires, 1946.
Recientemente, L. GlORI, llegando o lo móximo exageración carente de base
científico, pretende ver en el etrusco el origen de todos los lenguas, (Vease F. VEGLlANI: "Una sensozionole scoperto sconvolge lo Preistorio. Anche Masé porlova etrusco", Tem;K), XIX, 48, p6g. 34. Milán, 1957.)
(118 ) Kretschmer ha señalado relaciones lingüísticos entre el etrusco y el mundo europeo y P. J. GABRYS: "Paren te des 10ngues hittites et lituonnienne et lo
Prehistoire". Geneve, s. o., supone que los etruscos son indeuropeos Que llegan o
Italia después de un largo recorrido y estancia en Asia Menor, lo que motiva el
moliz de lengua mediterráneo que ofrece. Frente o estos punlOS de visla, eSlon
G. GIGLIOLl: "L'orte etrusco". Milán, 1935. y otros investigadores, algunos yo
citados en los anteriores p6ginos, quienes son partidarios del origen mediterráneo
de la lenguo elrusco,
(119) G. VON DEN GABELENTZ: "Die Verwondschoft des Boskischen mI'
den Berbersprochen Nord·Afrikos". Brownsweig, 1894.
H. SCHUCHARDT: "Boskisch lJnd Komitisch", Revisto Internacional de estudIOS Vascos, VII, p6g. 9. Son Sebastion, 1913.
V. LACOMBE, en "Les Lcngues du Monde", de Meillet y Cohen, París, 1924,
y en lo mismo obro GEZE: "De Quelques ropports enlre les longues berberes et le
bOSQue" .
FR. VON DEN VElOEN I: "Dos Baskische eine ofrikoniseche Sproche", en lineroe Orientales, nvm. 48, p6g. l. Lei;lZig, 1931.
D. J. WOLFEl: "Eurofrikonische Wortschichten ols Kulturscnichten", Acto Solmonticensio, Filosofía y Letras, IX, 1, Solamonco, 1955. Veose lo crítico que de
este libro nace K. BOUDA en Boletín de lo Real Sociedad Vascongado de Amigos
del País, XII, 1, pag. 109, Son Sebastlón, 1956.
(120) BAUSAN I, loe. cil. noto 103.
(121) A. TOVAR lORENTE: "Etimología de Voseos", Boletín de lo Real Sa·
ciedad Vascongado de Amigos del País, 11, 1, pág. 53. Son SeboSlion, 1946.
6
[page-n-43]
42
D. FLETCHER VALLS
una huello mas de ese remoto pasado occidental que extiende lo
africano hasta constituir el substrato de los lenguas célticos."
Aporte de todos estos parentescos que se han señalado, existe
uno fuerte tendencia a relacionar el vosco con los lenguas caucósicos (122). parentesco que parece estar acorde con el resultado de
los grupos sanguíneos (123); no obstante, en los últimos años lo
teoría vosco-caucósica encuentro cierta oposición, destacando 10
actitud de Lahovory (124), pora quien el drovidico, orig inariamente
una lengua de lo cuenco oriento l del Mediterróneo, ofrece más semejanzas que el caucósico con el vosco, presentando fue rtes relaciones con el homítico-semítico.
En definitiva, de 10 exposición que acabamos de hacer se deduce
que lo conclusión más general izado es lo de admitir lo existencia
de uno cierto unidad de los lenguas pre- indeuropeas mediterráneos
(entre los cuales se hallan incluidos el ibérico y el voseo), unidad
que se mantendría aproximadamente hasta el 1.500 a. e, doto en
10 que aparecen pueblos de hablo indoeuropeo en lo cuenco del
Mediterróneo (125).
(122) AporTe de los trobalOS yo citodos de Fouché y Menghin, pOdemos hocer
referencio o:
G. DE HUMBOLDT: "Recherches sur les hobitonts primitifs de l'Espogne o
l'oide de lo longue basque", París, 1886.
C. C. UHLEMBECK: "De 10 posibiliTé d'un porenTé entre le bosque el les 10ngues coucosiques". Revisto Internacional de Estudios Vascos, XV, pág. 555. Son
Sebastian, 1924.
Véase "Germonen un vol. 11, en Festschrift für Hirt, Heidelberg, 1936, pago 106 y siguienles.
K. BOUDA: "Die Beziehungen des Sumerischen zum Bosklschen, Weslkaukasischen, und Tibeslischen". Leipzig, 1938.
R. LAFON: "Sur un suffixe nominal commun ou basque el a quelques 10nQues
coucosiques", BuUetin de 10 SocltHé Linguistique de Paris, XLIV, 1, pago 144. Poris, 1948.
R. LAFON: "Concordances morphalogiques entre le bosque el le$ longues cou_
cosiques", Word, 7, 3, pág. 227, 1951.
R. LAFON: "Eludes bosques el coucosiques", Acto Solmonlicensia. Filosofío
y Lelras, V, 2. Solomonca, 1952.
(123) F. ALBERDI, A. C. ALlISON, B. S. BLUMBERG, E. W. IKIN on MOURANT: "The Blood Groups af Ihe Sponish Bosques", The Journol of Ihe Royal Anlhropologicol Inslitule of Greol Brilo;n ond Irelond, yol. 87, perl. 11, pág.
217. London, 1957.
(124) N. LAHOVARY: "Subslrol lingüislique mediterronneen, bosque el drovidien. Subslrat et longues cla~iques". ArchiYio per ,'Alto Adige. XLVI II. Firenze,
1954.
N. LAHOVARY: "Bosque, droYidien el caucosien", Boletín de lo Reo l Sociedad
Voscongado de Amigos del Poís, XI, 2, pág. 249. Son Sebostian, 1955.
N. LAHQVARY: "Lo diffusion des longues anciennes du Prochoin Orient
Leurs relotions oYec le bosque, le drovidien el les porlers indoeuropéens primitifs" .
Berne, 1957.
(125) H. HENCKEN: "Indo-europeon longuages one! orchoeology", American
Anlhropologicol Associotion, 57, 6, porl 3, memoir 84, Beloi' (Wisconsin), 1955.
[page-n-44]
CULrunA mERICA
43
Lo lengua ibérico se extiende por el litoral mediterrónea, desde
el sudeste español hasta territorio francés (126), con sus naturales
variantes dialectales (127). teniendo la zona típicamente ibérico al ·
gunos característicos propios, entre los que podemos mencionar el
sufijo monetol -sken (128) .
Por último, no queremos dejar de señalar lo coincidencia de que
sea la zona en que los fuentes clósicas sitúon al pueblo ibero, donde
se hable actualmente el valenciano, el catalón y el provenzal (129) .
4.-AREA DEL PUEBLO IBERO
Los restos materiales de tipo ibérico aparecidos en tierras anda ·
luzas, ofrecen un matiz especial explicable, sin dudo, no sólo por el
mós persistente y prolongado influ jo púnico, sino también por los
elementos bósicos constitutivos de su étnia desde e l neolítico, según
hemos visto que opinaban autores como Costilla Yurrita (130). San
Valero (131), y nosotros hemos expuesto en otra ocasión (132), todo
lo cual contribuye a la distinción entre lo tartésico y lo ibérico propiamente dicho, distinción que ya encontramos en los fuentes clósi ·
cas con lo reiterado separación entre uno!; y otros. Esta diferencia ción q u e d o admitida por Bosch Gimpera (133), Gómez Mo·
reno (134), poro quien "la cultura tartésico corresponde 01 mediodía peninsular con límites en el Segura, hacia Levante" y por Caro
Barajo (135). según el cual "lo dependencia se observo mós bien
(126) A. ¡OVAR LORENTE: "Extensión de lo tenguo ibérico en Andalucía" ,
Zephyrus, VII, p6g. 81. Salamanca, 1956.
A. TQVAR LORENTE: "Lenguas Qrerromonos no indoeuropeos. Testimonios
antiguos", Enciclopedia Lingüístico Hispano, V. Modrid, 1959. El aUTor di ce :
"Desde el Guadalquivir medio, Sierra Nevada, Almerio, Sierra Morena, se habla
lo misma lengua hasta Mulo, Alcoy, Lirio, Castellón, Lérido, Ampurias y Enserune" .
(127) BEL TRAN VILLAGRASA, loc. cit. noto 113 (El plomo escrita . . . ).
(128) J. CARO BAROJA: "La Geografía lingüistica de lo España antiguo a
la luz de la lectura de las inscripciones monetales", Boletín de lo Real Academia
Españolo, XXVI, c.O 121, póg. 197. Modrid, 1947.
(129) D. FLETCHER VALLS: "Algunas consideraciones sobre los valencianos
pre·romanos", Revisto Valenciana de FilolOOio, 11, 2·4. Valencia, 1952.
(130) CASTILLO YURRITA, loe. cít. nato 74.
(131) SAN VAlERO APARISI, toe. ciT. nata 81.
(132) D. FLETCHER VALLS: "La dable faceta del Neolitico Hispano-mauri·
TOno en lo región valenciano", Actas de la IV Sesión de los Congresos Interno·
cionales de Ciencias Prehistóricas y PrOTohistóricas (Madrid, 1954), p6g. 415. Zo·
regaza, 19 56 .
(1 33) BOSCH GIMPERA, loe. cit. nota 86.
(134) M. GOMEZ MORENO: "Lo escritura ibérico", Boletín de lo Reol Academia de la Historia. Madrid, 1943.
(135) CARO BAROJA, loe. cit. nata 46.
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44
D. FLl!TCHER VALI•
.s
entre lo culturo del neolítico y lo Edad del Bronce andaluzo y lo
que llamaríamos turdetano o tartesio, claramente diferenciado de
lo ibérico propiamente dicho".
Hacia el tierro adentro valenciano, las fuentes que informan o
Avíen::> sitúan el límite de los iberos en los montes cercanos 01 lito ral. En épocas posteriores, los textos hoblon de uno expansión ibérico hacia tierros aragonesas (136), lo Que parece confirmar lo arqueología {1371. la numismática (138) y la filologia (139).
En cuanto o las tierras catolanas, siguiendo la tesis de Bosch
Gimpero, se ha creído que "la cultura ibérica de la costa catalana" tiene uno bose céltico que constituye el núcleo fundamen tal sobre el que viene o ponerse el elemento ibérico procedente de
los tierras ibéricos propiamente dichos (140), pero dotas de diversa
índole prueban la existencia de gentes no célticas en el litoral cataIón .
Aparte de la que hemos ido exponiendo en las páginas anteriores, para Maluquer de Motes (141 l, los compos de urnas catolanes
"no representan la llegada de grandes masas étnicos capaces de
cambiar substancialmente lo raza del país" y sólo o partir del siglo
IV a. C, habrí::J en ciertos comarcas catalanas un elemento exclusivamente europeo, mientras que en otras predominan los pobladores de tradición levantina encontrándose "cado vez mós patente
(136) Estrabón situo o los edetanos hasta el Ebro y Ptolomeo coloco o ZoroOOZO en tierras edetanos.
(131) P. BOSCH GIMPERA: "Ensayo de uno re<:onstrucción de lo etnología
prehistórico de lo Península Ibérico", Boletin de lo Biblioteca Menéndez y Peloyo,
IV, 3, póg. 211. Santander, 1922.
P. BOSCH GIMPERA: "Prehistoria Catalana", Barcelona, 1919.
P. BOSCH GIMPERA: "Necr6polis de Perolodo", Anuori de l'lnstitut d'Estudis
COlolons, 1915-1920, vol. VI, pág. 590. Barcelona, 1923.
BOSCH GIMPERA, 10<:' dI. noto 11 (Etnologio .. ,l.
(138) F, MATEU y LLOPIS: "Identificación de cecas ibéricos pirenaicos", PirineOS, V, 3, pág. 39. Zorogozo, 1941,
{139) ,R. MENENDEZ PIDAL: "El sufijo -en, su difusión en lo onomástico hispano", Emérito, VIII, 1-2, pág. 1. Madrid, 1940. El autor destoco que lo mayor
abundancia de -en corresponde
los actuales provincias de Valencia, Zaragoza,
Huesco y Lérido, es decir, "al territorio antiguo más puramente ibérico".
(140) A. DEL CASTILLO YURRITA: "lo Costo Bravo en lo antigüedad" ,
Ampuríos, 1, pág. 186. Barcelona, 1939,
(141) J. MALUQUER DE MOTES: "Lo culturo hollstóttico en COloluño", Ampurios, VII_VIII, pág. 115. Barcelona, 1946,
J. MAlUQUER DE MOTES: "Cripta sepulcral de lo urbanizoci6n Mor y Monlaño de Aletlo", Ampurios, IX-X, pág, 259, Barcelona, 1948.
J. MALUQUER DE MOTES: "El morco cultural del siglo IV o. c., antecedente
ne<:l!$orio 01 estudio del problema ibérico en Cataluña", Crónico del IV Congreso
Arqueológico del Sudeste Español (Elche, 1948), pág. 19. Cortogeno, 1949.
J. MALUQUER DE MOTES: "Pueblos ibéricos", en "Historio de Españo", d"ig,do por R. Menendez Pidol, 1, 111, pág. 305 y ss" nOIO 32. Madrid, 1954.
°
[page-n-46]
CULTURA WERICA
45
la existencia de una población en la que se comprueba casi siempre
una filiación típicamente mediterróneo"; la profesora Laviosa (142)
opina, a su vez, que lo potencia expansivo de los culturas de t ipo
almeriense se manifiesta o través de Cataluña hasta llegar 01 RosellÓn .
Desde el campo lingüístico, Pericoy (143) viene, igualmente, o
confirmar nuestro criterio de que en el litoral cota Ión se encuentra
un elemento mediterráneo, 01 que presta un matiz especial el elemento ultra-pirenaico que se interfiere. Yo hemos visto que Tovar
extiende (144) la lengua ibérico par tierras de Cataluña, y el filó logo Rostaing (145) nos habla de topónimos ibéricos en Provenzo
que pueden encontrar sus paralelos en Cataluña .
Sin lo existencia de unos iberos en Cataluña, en cuyo favor tan las datos de todo índole cabe aportar, no sería fácil explicarnos la
existencia de los iberos del mediodía de Francia, en donde o nuestro juicio (146) existe un elemento indígena ibérico que se matizo
con los aportaciones ligur y céltico, esto último de escosa importancia, según los propios investigadores franceses (147).
Resumiendo lo que acabamos de exponer, consideramos que, o
la vista de los noticias proporcionadas por las fuentes clásicos y
los resultados a que ha llegado la moderno investigación, la primi tivo órea ibérico comprendió desde el sudeste español hasta lo cuenco del Ródono, por el litora l, siendo los montes del tierra adentro
valenciano el límite hacia el interior, limite que con posterioridad o
Avieno se amplío, bien por corrimientos efectivos de pueblos, bien
por un más completo conocimiento de los gentes por los autores clásicos, hacia Arogón y Lérido, mientras que en el mediodía francés
se restringe su ámbilO del Ródono 01 Herault.
Los elementos constitutivos del pueblo tartesio dan o éste un
matiz especia l, como hemos visto, y los influjos europeos mixtifican
la trayectoria ibérico en las zonas catalana y francesa, quedando
mas puro lo fran jo costero del Seguro 01 Ebro, con extensión hacia
tierras de Lérida.
(142) LAVIOSA ZAMBOTTI, loe. CII. nOIO 36, pag. B2.
(143) p. PERICAY: "Los roices hislóricos del extremo N. E. penInsula r desde
lo lingüistico". Barcelona, 1956.
(144) TOVAR LORENTE, loe. CIt. noto 126.
(145) ROSTAING, loe. cil. noto 15.
(146) FLETCHER VALLS, loe. dt. noto 1.
D. FLETCHER VALLS: "Els volencions pre-romons". Valencia, 1954.
(147) M. BRUNEL: "Ligures, Celtes et lberes dons le Midi de lo Gaule", Ecole Antique de Nimes, XVIII Sesslon. p6g. 77. Nimes, 1937.
M. BRUNEL: "Les peuples du Longuedoc ovant lo période Gol1o-Romoine",
Ecole Antique de Nimes, XXV Session, pág. 17. Nimes, 1944.
[page-n-47]
[page-n-48]
FORMACION DE LA CULTURA IBERICA
En la formación de lo culturo ibérico intervienen diversos factores, unos próximos y externos y otros lejanos y autóctonos, o cuanto
menos enraizados en nuestro península desde el neolitico,
A unos y otros nos referimos en los siguientes líneas .
I -EL INFLUJO EXTERNO
En modo alguno podemos admitir lo palabro "colonización" en
su recto sentido poro designar los relaciones de otros pueblos del
mor interno con nuestros antepasados protohistóricos, puesto que e l
contacto nació de las apetencias comerciales o guerreras, faltando
la intención de mejorar el nivel de vida material y espiritual de los
indígenas; los traficantes actuaban como toles y si se preocupaban
por conseguir el predominio de su país ero, no por llevar la cultura
y espíritu de su patria o otros pueblos, sino por tener asegurados los
mercados, los que abastecion con objetos procedentes de cualquier
lugar, con tal de que fueran de l gusto de las compradores. Lo preocupación de los mercaderes no llegaba a mós, por lo que realmente
no se les puede considerar como verdaderos colonizadores; por tanto
señalar su presencio en tierras ibéricas no equivale o decir que los
modos de vida de los indígenas se transformaron desde el momento
en que aquéllos aportaron en estos costos.
En cuanto o los intervenciones militares, tendían únicamente o
disponer de nuevos territorios ricos en potencial humano y reservas
alimenticias y minerales Que les permitieran hacer frente a los incalculables gastos ocasionados por las inacabables guerras en Jo
cuenca del Mediterróneo.
Fue necesario un largo e intenso contacto para que surg ieron
nuevos gustas y nuevas concepciones artísticas, logrados mós por
[page-n-49]
48
D. I'LIITCtlllR V"'!.t.S
lo pacotilla que vendian los mercaderes que por lo bueno voluntad
y deseos de traficantes y guerreros en mejorar lo vida de los natu rales del pais
a)
El influjo semítico
Basándose en las referencias 'iterarias y algunos indicios mote ricles, créese que debe remontarse lo presencio de los fenicios por
encimo del año 1.000 c. c., pero en realidad lo arqueología acuso,
sólo con certeza, tal presencio, o lo más, hacia el siglo VIII a. C.
Sea cualquiera la data que ha de atribuirse 01 pr imer contacto
con los fenicios, hasta e l momento presente no pueden señalarse
restos de su presencia en el Levante español; sólo se encuentron ma teriales púnicos en los yacimientos ibéricos propiamente dichos, yo
que en los tartesios lo inftuencia fenicia es claramente mucho mós
antigua .
Se consideran procedentes del mundo púnico uno gran serie de
vasijas y figurillas de borro por el aire especial Que tienen, lo Que
halla confirmación en los yacimientos púnicos tipicos (148) . Las fi gurillas que no han copiado un original helénico nos ofrecen un modelado rudo, infantil. Los piezas púnicas fabricadas en series inevolutivas, se mantienen tiempo y mós tiempo, dificultando la otribu ·
ción cronológica de los hallazgos de esta ¡ndole, que en ocasiones se
dan hasta en yacimientos de ambien t e romano. As¡ mismo se nota
lo influencia púnica en la moneda ampuritana y en 10 antíguo de
Arse y Saitobi, según las recientes opiniones de Gil Farrés .
Restos de vasos, ónforas, pebeteros, etc., se encuentran en los
poblados ibéricos valencianos, no apareciendo tonto las monedas,
aunque se mencionan hallazgos en Sagunto, Mogente, Tossal de
Monises, Cheste, etc., por lo Que ha de deducirse que fue intensa la
relación con el mundo púnico y, por t on to, que influyó en la forma ción cul tu ra l de los iberos .
(148) P. CINTAS: "Cerom,que Punique", Publicotions de l'lnstitut des Hautes
Etudes de Tunis, 111. Túnez, 1950. El au tor afirmo que o partir del siglo IV o. C.
tod os los cerómicos mediterróneos afectan formas puramente griegos, lo que pruebo que no conoce lo ceramica ibérico.
P. CINTAS: "Cantribution o I'étude de I'exponsion carthaginoise ou Moroc",
Publicatians de j'lnstitut des Hautes Eludes Marocains, LVI. París, 1954.
Tonto paro este capítula como poro el siguiente, véose FLETCHER VALLS, loe
cit. nole 152.
[page-n-50]
•
CULTURA IBERlCA
b)
49
El influjo helénico
Al estudiar los hallazgos griegos en tierros ibéricas peninsula res, lo primero que llama la atención es que los objetos de mayor
antigüedad hasta ahora conocidos, se hallen en los extremos norte
y sur del litorol, quedando uno amplio zona, aproximadamente del
Júccr a Ampurias, inédita 01 primitivo comercio griego, no sobre pasando ningún hallazgo en territorio valenciano del 500 o.
C. Es
sólo a partir de dicha fecho cuando pueden dotarse los hallazgos,
esporádicos al principio y por lo zona meridionol de lo región, me nudeando después por todo ello hasta llegar a la saturación de los
yacimientos ibéricos.
La mós antiguo f~cho poro el contacto helénico, en el extremo
meridional ibérico, nos la proporcionan los estatuillos en bronce,
importados. Lo escultura en piedra vendría o confirmar lo antigüedad de los primeras relaciones con los griegos. Algunos restos de
esto escultura plantean el problema de si son obra de escultores
indígenas influidos por el mundo heleno o de escultores griegos que
trabajaron aquí, inclinándonos nosotros por la segundo soludón,
pues en lo fecho atribuido o toles esculturas no había madurado
suficientemente el arte ibérico poro crear dicha imaginería, existiendo unos cuantos obras que por su facturo y estilo h emos de
considerarlos griegos esculpidos en tierras ibéricos, con piedra del
pais, es decir, hemos de aceptar una escuela escultórico griego provincial, como hoce años yo postulara Gracia y Bellido (149),
muestras de la cual serían, entre otros, la cabezo de muchacho, procedente de lo provincia de Alicante, las esfinges de Agost,
lo cabezo de grifo de Redovón y lo leona de Bocoirente. Trascendente tuvo que ser poro el arte indígena esta posible escuela griega
provincial, o por lo menos lo presencia de escultores griegos que
trojeron técnicas, estilos y temas desconocidos de lo plóstico indi geno. Lo persistencia de este influjo explicaría el por qué de lo
perfección de algunas de los esculturas ibéricos, aunque el arte in dígena no eliminó resabios que dan falso apariencia de arcaísmo a
algunos de sus abras, induciendo o veces o errores en el encuadra miento cronológico.
En arquitectura, el mundo griego influyó en algunos detalles
de la ornamentación, pero no en las formas, proporciones, distribu ción y estructuro de los cosos y lo organización urbano.
1149)
7
A. GARCIA y BELL IDO: "Hispania Graeca". Barcelona, 1948.
[page-n-51]
U. FI..ETCUER YAu.s
50
Mós influjo ejerció, sin dudo por ser técnico mas fócil de domi nar, 10 cerámico importado que, o partir de los fabricaciones del siglo V a. e, se encuentra representado en los yacimientos ibéricos .
Aporte de Ampu rios, en el resto del litoral español no parece
que se encuentre vaso alguno que rebose el 500 o.
se hallan
pocos, relativamente, de lo primera mitad del siglo V y abundan o
partir de la segundo mitad del mismo, haciéndose frecuentes en los
siglos IV y 111, principalmente los cerómicos de barniz negro br illante, tanto áticas con suditólicas, imitadas en los alfores españoles, lo que en parte explicaría su abundancia .
c.;
Formas y ornamentos dejaron sentir su influjo sobre los cera -
mi s tas ibéricos, pero es difícil señalar el nexo entre los temas ornamentales ibéricos y griegos, coso que intentaron Bosch Gimpero,
Carpenter y Bollester Tormo (150), yo que dado el actual planteamiento cronológico de 10 cerámico ibérico, no es fácil enlozar unos
y otros. Influencias suditálicas se ejercen también en el arte mone tal ibérico, aunque éste alcanza su desarrollo dentro del período
romano.
e)
Lo posibl e apor tación etrusco
Otro factor que no puede quedar 01 margen 01 estudiar los orígenes de lo culturo ibérico, es lo posible aportación etrusco.
Schuhen señaló uno colonización etrusco en lo península Ibéri co, considerándolo ton intenso que creyó que muchos topónimos es pañoles tenían raíz etrusco, descubriendo uno lengua y escrituro
de tal origen en Andalucía . Siguiendo esto tesis, pero desde el campa arqueológico, otros investigadores han clasificado algunos piezas
españolas como procedentes de Et rurio, dotándolos en el período
comprendido entre el 535 y 474 a. e, es decir, del momento de
esplendor del comercio e t rusco o raíz de lo victorio de Alalia y an tes del fracaso de Himera.
¿Pero, en reolidad, estos restos lingüísticos y materiales se deben
a contactos directos de nuestro península con los etruscos?
(150) R. CARPENTER; "The Greeks ,n Spoin" . Bryn-Mowr, 1925.
P. BOSCH GIMPERA; "Relociones entre el orte ibérico y el griego", Archivo
de Prehistorio levontino, 1, pág. 163 Volencio, 1929.
1. BALLESTER TORMO; "Ensoyo sobre los influencias de los estilos griegos en
los cerómicas de Son Miguel de Lirio y 10 tendencio arcaizante de estos". Volencio, 1945.
[page-n-52]
CULTURA IBERICA
"
Para los datos lingüísticos ya vimos cómo se explican por un
misma estrato primitivo no indoeuropeo; con esto y con las refutaciones hechas por Bottisti a las teorías de Schulten, parecía zanjada la cuestión, que ha vuelto a plantearse al aceptar Krestschmer
la escritura tirs:na española.
Arqueológicamente, aparte de Jos hallazgos ya valorados por
Gordo y B:llido y M:Jrtinez Santa-Olollo (151). podríamos citar
dertos paralelismos, tonto en técnica arq!.Jitectónica (cómaras de
Toya y Regollini-Gal1ossi). como en la plóstico en bronce (idolillos
españ::>!es y los "signa tuscónica"), en la gran escultura anima[ística en piedra (bichos de Boena y Vulci) y en lo orfebrería (piezas
de Sol daña, ton semejantes a los de lo tumbo Bernardini; pótera de
Tivisa, etc.) (152), paralelos que pueden expl icarse por uno común
procedencia de los piezas o los modelos, pero que también pudieron deberse o relaciones directas sin necesidad de postular, como
hoce Schulten, una ocupación de nuestro península, sino mós bien
contactos comerciales (153), ya por vía terrestre, como supuso
Bosch Gimpero, ya por vio marítimo como creyó Dechelette.
En estos últimos tiempos ha vuelto o ponerse en duda lo directo
aportación etrusca en lo formación cultural ibérico, considerando
Gordo y Bellido que habría de reducirse "01 mínimo lo aportación
"'trusca, 10 cual no llegó o ser sino un simple contacto de vecindad
v en cosos uno gongo que nos vino con 10 conquisto romano de los
si olas 11 y I a. c." y en cuanto o Almagro no cree ni en el comercio etrusco pre-focense ni en uno colonización etrusco. Controrio-
115 l' A, GARC IA y BELLIDO: "los relaciones entre el orle etrusco y el ibé·
rico". Archivo Español de Arte y Arqueología, VII, pago 119. Madrid, 1931.
JI. GARCIA y BELLIDO: ":"os relaciones entre el arte etrusco y el ibérico" .
Investigación y Progreso, IX, pago \ 28. Madrid. 1931.
A. GARClA y BELLIDO: "Uno ooortoción mós 0\ estudio de los relocione~
entre etruscos e iberos", Homenaje o Mélido, 11, pág. 303. Madrid, 1934.
J MARTINEZ SAN"'íA-OlAllA: "Nuevo bronce ibérico del santuario de Des·
oeño?Crros", Homenaje o Mélldo, 11, pag. 163. Madrid, 1934.
M. ASTRUC: "Etendue de lo coloni$otion phenicienne el corthoginoise en Es·
pagne", Commission Internotionole pour 10 Préhistoire de lo Méd,terr6née Occidentole, Conference de Borcelono, 1935, póg. 42. Ban:elono, 1937.
11521 D. FlETCHER VAll$: "El orte protohistó
R.. lANTIER: "Bromes votifs ibériques", I.P,E _ pág. 3B. Berlin, 1930.
K.,
(153) A. RAMOS FOlQUES: "Influencio del or te griego, etrusco y púnico so~
bre el ibérico", Crónico del VI Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Alcoy,
1950), o6g. 195. Cortogeno, 1951.
[page-n-53]
"
D. FLETCHER VAl..LS
mente a estos opiniones, Blanco Freijeiro parece aceptor, coincidiendo con nuestras sugerencias, el influjo artístico etrusco (154).
d)
Los mercenarios ibéricos
En esta enumeración de influencias extraños sobre el complejo
formativo de la culturo ibérico, debemos recordar las andanzas de
los mercenarios ibéricos por tierros de Cerdeña, Sicilio y aún Grecia propia, a lo 10rgo de los continuas luchas que en aquellas tierras
tuvieron lugar a partir del siglo Vo. C.
No creemas que todos los mercenarios ibéricos citados por los
fuentes clásicos, sobre todo los de los contiendas de los primeros
tiempos, fueron únicamente de tierros españolas; habría que pensar si algunos de los menciones, que se remontan a hechos de! 480
a . e, no se referirán o los iberos del !itoral francés. Recordemos
o este respecto que los cartagineses reclutan en tierras francesas a
ligures y elysices; en las islas, a sardos y corsos, no siendo rara la
cito de fenicios y libios entre las fuerzas cartaginesas (Herodoto
7, 165), ya que, aporte de que estos segundos pueden relacionarse
con la "oro lybica" del Rádano, el reclutar tropas en los proximida~
des de lo metrápolis es normal. Bien pudieron, pues, contar entre
sus soldados o iberos de tierras francesas, vecinos de otros mercenarios como son los ligures y los elysices (155) . Admitimos, osi mismo, lo intervencián de los iberos españoles actuando indistintamente, a los órdenes de uno u otro bando beligerante.
Su estancia en los ricos ciudades sicilianas, saturándose de lo
vida muelle y cultura refinada, influiría en sus rudos hábitos, repercutiendo sensiblemente en lo trayectoria de su cultura. No es
aventurado, por otra parte, suponer que muchos de los hollozgos
griegos acaecidos en España se debieron a las correrías de estos
mercenarios por ti e rras itálicas, de donde traerían rico botín (156).
(154) FLETCHER VALLS, to<:. cil. noto 152.
M. ALMAGRO BASCH: "Los hotlozgos de bucchero etrusco hocio occidente y
su significación", Botetin ArqueolÓQico, XLIX. IV, 26-28, pilg. 97. Torrogono,
1950.
A. GARCIA y BELLIDO: "Los colonlzOClones púnico y griego en lo Peninsulo
Ibérico", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricos y
Protohistóricos. Madrid, 1954.
A. BLANCO FREIJEIRO: "Orientolio. Estudio de objetos fenicios y orientolizontes en lo Península". Archivo Español de Arqueología, XXIX, pilg. 3. Madrid,
1956.
(155) FLETCHER VALLS, loe. cit. nolO 1 (Algunas fuentes clósicos . .. ).
(156) GARC IA y BELLIDO, loe. cit. noto 29.
A. GARClA Y BELLIDO: "Factores que contribuyeron o lo helenlzoción de lo
España pre-romono. 1, Ibe ros en Grecia Propio", Boletín de lo Reol Academia Españolo d e lo Historio, CIV. 1. Madrid, 1934.
[page-n-54]
CULTURA lUBRICA
e)
"
El infl ujo e uro peo
Hasta donde alcanzan los influencias célticas, en el amplio
sentido de lo palabro, en lo formación de lo culturo ibérico, es cuestión básico debatido en estos últimos años en t re celtistos e iberis -
tos
Paro los pnmeros, la llamado culturo ibérico no serio otro coso
que uno culturo de raigambre céltico, que adquiere un aspecto pe culiar 01 entrar en contacto con los pueblos navegantes del Mediterráneo, afirmando que tanto la estatuaria, como las armas, ob jetos
de adorno, monedo, cerámico, religión, lengua, etc., son originaria mente célticos, aunque con un matiz mediterráneo y clasicista.
A su vez, los iberistas han explicado estas pretendidos identida des sin necesidad de recurrir al celtismo, aunque sin negar su va lioso aportación en lo formación de lo culturo ibérico, no olvidando
tampoco que en muchas ocasiones no existe tal influjo y sí meras
coincidencias entre 10 ibérico y lo céltico, yo que éste, en su mayor
porte, no es otro coso que una interpretación del arte helénico,
cuyo inspiración y modelos le llegan o lo largo de varios siglos des de Grecia propio, Italia y colonias de lo Galio Meridional.
El influjo céltico se ejerció o nuestro entender, mucho en los
artes metalúrgicas, algo en lo lengua y cerámica y nodo en lo moneda y alfabeto.
f)
los
'0 manos
Los verdaderos colonizadores de nuestro Patrio fueron les romanos. Ellos cambian, 01 menos en superficie, la estructuro político,
económica, religiosa, artístico, etc., del país. Con ellos el arte ibé rico sufre uno profunda transformación, pudiendo apreciarse nuevas
modos en lo ornamentación y en los ga lbos cerámicos, nuevos tipos
monetales, nuevos conceptos arquitectónicos, escultóricos y urba nísticos, que vivifican lo culturo ibérico, aunque por poco tiempo,
yo que lo superioridad de todo orden de los romanos dará origen
rápidamente a un arte provincial que trunco lo trayectoria del
ibérico, oscureciendo por muchos siglos las característicos t ípica mente hispanos, mas sin ahogarlos, puesto que los vemos florecer
a la menor coyuntura favorable .
[page-n-55]
54
o.
FLliTCHER V¡\u.s
2.-LA BASE INDIGENA
Todas los anteriores intluencias, recibidas a través de varios
siglos, actúon sobre uno etnia indígena cuya economía y culturo
son, aproximadamente, hasta el 500 Q . e, básicomente neoliticos
con aportaciones de la Edad del Bronce, como hemos indi cado an teriormente, desembocando o partir de esto fecha en un arte y
cultura características que no pudieron llegar o su madurez por
impedir su normal evolución lo irrupción romano.
Algunos de estos elementos tradicionales se conservarón en ple ~
na cultura ibérica, tales como lo utilización del sílex, la cerámica
grosera, sin decoror o decorada con cordones o impresiones, la estructuro urbano de muchos poblados, etc., etc.
Hemos resumido e:"l las anteriores líneas los elementos que con tri buyeron o formar 10 culturo ibérico . El estudio de los elementos
que lo caracterizan desde el punto de "ista material, lo efectuamos
en el capítulo siguiente, procurando señalar, cuando sea posible,
la ascendencia de codo uno de ellos
[page-n-56]
ELEMENTOS MATERIALES CONSTITUTIVOS
DE LA CULTU RA I BERICA
Examinamos en el presente capítulo aquellos elementos que, o
nuestro juicio, caracterizon mós fundamentalmente lo culturo ibérico, dejando de lado los que, aún apareciendo en el ámbito ibérico,
no podemos considerarlos privativos suyos, sino más bien comunes
a otros pueblos peninsulares y aún de Europa y Mediterráneo occi-
dentales en lo mismo época, toles como la incineración de los
cadáveres y oún lo propia religión, por otra parte, muy deficientemente conocido.
Prescindimos, asimismo, de lo descripción detallada de los objetos por no ser éste nuestro propósito, aparte de que ello está
ya hecho en otros publicaciones. Nosotros nos limitamos o destocor
los rasgos materiales de lo culturo ibérico en sus principales aspectos.
I.-METAlISTERIA
(1 )
Joyería y objetos de ado rno
Difícilmente pueden señalarse joyos solidos de talleres ibéricos
si exceptuamos los pequeños pendientes omorcillodos (por otro
porte, de origen oriental mediterróneo), aretes, brazaletes y anillos,
todo ello muy sencillo, sin complicaciones ni en lo formo ni en lo
ornamentación. Pero en manero alguno ha de atribuirse o estos
talleres ibéricos los bellos joyos de Jóveo, lo diadema de Covolto,
el torques de Ches te, lo cadena de oro de Lo Bastida de les Alcuses
y, menos aún, los ricos arrocados con los que en lo realidad se
adornarían lo Dama de Elche y la del Cerro de los San tos, etc.,
[page-n-57]
"
D. F'LETCHElI VALLS
piezas todas ellos importadas entre los iberos, no siendo ajeno lo
intervención fenicio, griega y etrusca en ello (157) .
T ípicos de los tierros ibéricas son las fíbulas anulares. Almo gro (158) las ha considerado de origen helenico, basándose en su
hallazgo de dos fíbulas anulares, :..Ina en la sepultura 9 de incineración de lo necrópolis Morti y otra en la 55 de lo necrépolis
Bonjaón, ambas dé Ampurias, detebles, según dicho autor, del 50:)
al 475 o . e, pero nosotros creemos que el tipo es ibérico y no
griego, máxime si tenemos en cuenta que en Grecia no se señalo
y que uno de los hallazgos se efectuó en uno tumba considerado
por el propio Almagro como probablemente ibérico (159 ).
Por su porte, Cuadrado Díoz (160) sustento lo tesis de que lo
fíbulo hispánico derivo de lo hollstáttico. A esto hemos de objetor
que los fíbulas anulares ibéricos que aparecen en zona extra ibérica, se encuentran en yacimientos con patentes y clarísimas
relaciones con el mundo mediterráneo (Osero, Alcácer do Sa l, por
ejemplo), pero no aparecen ni en poblados ni e:1 necrópolis del N
y N . W . peninsular, o seo, en aquellos lugares a los Que no llegó
el influjo cultural de lo costo mediterrónea; los pretendidos pre cedentes europeos que opor to el autor, ni por su número ni por
sus características, pueden aceptarse en modo a lguno.
Por el momento, pues, y mientras no dispongamos de elemen tos de juicio mós cloros y concretos, hemos de admitir que la fíbula
anular es típicamente ibérica, debiendo considerarse los aparecidos
fuero del área ibérica no como oriundos ¿'~I lugar de hallazgo,
sino copiadas "in situ" a llevados allí tal vez por difusión comer-
( 157) A. GARCIA y BELLIDO: "la Dama de Elche" , ReVIsta de la UnIver _
SIdad de Madr id, 111. Madrid, 1943.
GARClA y BELLIDO, loe. cit . nOla 154 .
BLANCO FREIJEIRO, loe. cit. nata 154. El autor apunto, como hemos señalado, la posibilidad de relaciones etruscas en la joyeria, coincidiendo con nueslra
sugerencio hecha en 1949 (veose FlETCHER VAlLS, loc. cit. nOla 152).
J. SAN VALERO APARISI : "El tewro pre-imperiol de plato de Drieves", In _
formes y Memorias de lo COI'msaría General de Excavaciones Arqueológ¡cas, 9. Madrid, 1945.
(\ 5Bl M. ALMAGRO BASCH: "Los necrópolis de Amp",dos. Introd",ct;ión y
necrópolis griegos". Barcelona, 1953.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre el oTlgen y cronología de la fíbula hispónlca", Archivo de Prehistoria levantino, V, póg. 177. Valencia, 1954.
(159) D. FlETCHER VALlS, recensión o lo primero obra de la nOla 15B, en
Ampurias, XV-XVI, pOg. 409. Barcelona, 1954.
Recientemente, el Profesor PAllOTTINO, en lo recensión de eso misma obro
en Archeologia Classica, XI, 1, póg. 120, Roma, 1959, rechaza la hipótesis de
Almagro, estando de acuerdo con nuestras ,puntOS de vista.
(160) E. CUADRADO DIAZ: "la fíb",la anular hispónlCO y sus problemas" ,
Zephyrus, VIII, 1, pag. 5. Salamanca, 1957 .
[page-n-58]
CULTURA IBERlC/l
"
cial, como sucede inversamente con los fibulas de Lo TEme. Los
hallazgos de Ampurias, no prueban el origen g r i e g o, pero
tienen el inestimable volar de confirmar que lo fíbula anular s:!
utilizaba, por lo menos en aquello ciudad, yo en el primer cuarto
de l s. V a. c., coso que parece suceder, igualmente, en Ullastret (161). En Enserune son poco frecuentes y su dotación mós
antiguo oscilo del 375 al 325 a. C.
Los broches de cinturón, rectangu lares, con un solo gancho,
cincelados y damasquinados, se encuentran difundidos por el li toral mediterróneo español, siendo osi mismo abundantes en lo Me ·
seto, por lo q ue se han considerado tonto típicamente ibéricos como
célticos si n aportarse datos fundamentales poro uno u o t ro aserto;
pero es incues t ionable, sin embargo, que el broche de referencia,
proceda de donde proceda, es característico español y forma porte
del atuendo ibérico.
De otros muchos ob jetos de metal no puede establecerse tam paco una cloro fi liación, a causo de su extraordinaria difusión por
grandes zonas de lo península; el origen europeo del torques está
fuero de tada dudo .
b)
•
•
•
Armamento
A través de los fuentes literarios, excavaciones y pintura vascu lar, tenemos ideo de lo que sería el armamento ibérico y lo forma
de guerrear de aquellos gen tes, uno y otra extendidos a los pue blos de lo Meseta en tiempos de los luchas con Roma.
El armamento estaba cons tituido por dos armas arrojad izos
(jabalina o "soliferreu m"); "falcata" o espado (ésto adoptado en
época tardía ); escudo pequeño y redondo, "caetra", o alargado
ovalo rectangular, "scu tum" (adoptado, como lo espado, en fecho
tard ío); cubrían lo cabeza con sim ple capocete de cuero recu bierto de escamas metá licos, con cosco de penacho en forma de
cresta o simple verdugón cen tra l o, también, como se ve en los
bronces vot ivos, con cimeras altos y esbeltas (1 62), que no siempre pueden identificarse con el mundo romano, por ser en algún
coso a n teriores a 10 aparición de las huestes romanos en tierras
ibéricas.
(161) M. OLIVA PRAT: "Lo lobo!" de lo Comisario ProvinCIal de Excavaciones Arqueológicos de Gerona, durante los años 1952-1953", Informes y Memorias de lo Comisario General de Excavaciones Arqueológicos, 30. Madrid, 1954.
(162) E. KUKHAN: "Estatuilla de bronce de un guerrero o cobollo, del poblado ibérico de lo Bast¡do de les Alcuses (Mogente, Vale ncia}", Archivo de Prehistoria Levantino, V, pOc;¡. 141. Valencia, 1954.
8
[page-n-59]
"¿Qué sabemos en cuento a la procedencia de este armamento?
D. FLETCHIlR VAI..LS
El "soliferreum" es de origen incierto (163). Bosch Gimpero (164) lo consideró céltico, mientras que paro Menghin (165)
es mediterróneo, concretamente del Africo occidental, pasando o
España CO:1 los cartagineses; en realidad es arma que conocion
otros muchos pueblos mediterráneos como, por ejemplo, los ascos .
Aparece abundantemente en el ómbito ibérico, completado con el
"omentum", aditamento que no puede considerarse céltico, o peSOr de que el nombre se cree de tol origen (166). Para Schulten
el "pi lum" es ibérico, basóndose, poro tol afirmación, en Ateneo
(f. 273), Tito livio (XXI, 8, 10) y Aula Gelio (X, 25) (167).
El arma ibérica más característico es el sable o "faleata". Hoce
años Bosch Gimpero y su escuela le postularon un origen céltico,
derivándola del cuchillo curvo hal!státtico (168), criterio superado
actualmente, después del estudio que hiciera sobre el temo Moría
Encarnación Cobré, de lo rectificación de l propio Bosch Gimpera
y del examen del órea de repartición de los hallazgos (169). No
obstante, Jannoray y G. de lo Chico, continuaron creyendo, sin
fundamento alguno, en el origen céltico (170); pero lo "faleata"
tampoco es una o r m a autóctona, {hace poco Maluquer de Motes sugería la posibilidad de su derivación del puñal curvo de lo
(163) p. COUSSIN: "Les armes ramaines", pág. 20 y ss. Poris, 1920.
(164) P. BOSCH GIMPERA: "Lo formación de los pueblos de España", página
13B. México, 1945.
(1651 O. MENGHIN: "El soliferreum de los hispanos", Boletín del Seminario
de Arte y Arqueología de lo Universidad de Valladolid, XLlX_L, XV, póg. 19.
Valladolid, 1949.
(166) COUSSIN, loe. cit. noto 163.
1. BALLESTER TORMO: "El omentum en los vasos de Son Miguel de Lirio",
Archivo Español de Arqueología, XV. pág. 48. Madrid, 1942.
B. TARACENA AGUIRRE: "Los p ueblos celtiberos", Historio de España dirigido par don Ramón Menéndez Pidal, 1, 3, pág. 195 y ss. Madrid, 1954.
(167) A. SCHULTEN: "Der Ursprung des Pilums", Rheinische Museum mr
Philologie, pág. 573. 1911.
(168) P. BOSCH GIMPERA: "Los celtas y lo civilización céltico en lo Penín _
sula Ibérico", Boletín de lo Sociedad Españolo de E;.:cursiones, XXIX, IV, pógino
248. Madrid, 1921.
P. BOSCH GIMPERA, en recensión o lo obro de Sondors (v. noto 172), en
Anuori de l'lnstitut d'Estudis COlalons, MCMXIII_XIV, pág. 943 y ss. 80rcelono,
1915.
(169) M. E. CABRE HERREROS: "Dos tipos genéricos de folcoto hispánico" ,
Archivo Español de Arte y Arqueología, X, pág. 207. Madrid, 1934.
BOSCH GIMPERA, loc. cit. noto 164, pág. 143.
(1,0) J. JANNORAY: "Enserune", pág. 416. París, 1955.
G. DE LA CHICA: "El armamento de los iberos", Revisto de Archivos, Bibliotecas y Museos, LX III, 1, pág. 309. Madrid, 1957.
•
•
[page-n-60]
CULTURA mERlCA
59
Edad del Bronce) (171), sino que, como señala Sandars (172),
liene su procedencia en la "machaira" griega, y se encuentra asi mismo en Etruria (173). Respecto a su cronología, na puede consi derarse anterior a l 500 o. C. Sandars suponía que fue adoptada
por los iberas enviados por Dionisia de Siracusa en auxilio de Es·
parta en el 369 y que aún se utilizaba a fines del siglo I o. c.,
pero la primero de dichos fechas debe elevarse, puesto que en poblados ibéricos destruidas en la segunda mitad del s. IV se en ·
cuentra la "faleata" con empuñadura de cabezo de caballo que
es posterior, sin duda, o lo cabeza de pájaro, copio del prototipo
griego. Por ello estomas más de acuerdo con M. E. Cobré (174)
que se decide a dotar los comienzos de lo "folcota" o fines del
siglo V a. C.
La espada de doble filo y punto aguda, el "glodius hispaniensis", que utilizaron los mercenarios españoles en Connos contro les
romanos, es un préstomo galo o los iberos, si!'l que alcanzara gran
difusión entre éstos.
Dos tipos de escudo utilizaron los iberos: lo "coetra", pequeño
y cirCi.Jlar, que se utilizaba cogido con 10 mono izquierdo, no ern·
brazado, y el "scutum", ovalado o rectangular, de 1'10 m. de
altura aproximadamente que, embrazado, protegío lo mayor parte
del cuerpo del combatiente. El primero se considera el típico escudo ibérico, haciéndose originario de Africa (175) o derivado del
"dipeus" griego, y también celta (176), autóctono ibérico o celtibérico, basando poro esto último en que en tierras de Celtiberia
aparece únicamente la "caetro" y no el "scutum". De peq·Jeño
diómetro, armazón de modero cubierto de cuero y metal y con uno
monillo de hierro, en su porte interno; paro su manejo, lo "caetro",
adopto dos formas, lo convexa y lo cóncavo, ambas con "umbo"
central y en algunos cosas erizado de púas en su superficie ex-
111!) MALUQUER DE MOTES, loe. eil. nolo 141 (Criplo .. 1.
11721 H. SANOARS: "The WeopOns of Ihe Iberions", Archoeologie, LXIV
Oxford, 1913.
(1131 S. REINACH: "Reperloire des reliefs grecs el ramoines", vol. 111, pOg.
38. Poris, 1909.
PAIS, loe. cil. noto 32. El relieve de Volterro, segun este oulor, "e non posteriore forse 0110 melO del V secolo".
H. H. COGHLANO: "Elruscon cnd sponish swords of iron", S,brium, 111, 19S6·
57, pago 167. Vorese, 1957.
(1741 M. E. CABRE HERREROS: "El modelo de folcolo mós tipicomenle hisp6nico", Homenoje o Mélido, 11, pOg. 207. Madrid, 1934 .
(1751 TARACENA AGUIRRE, loe. cit. noto 166.
(1761 DE LA CHICA, loc. cit. noto 170.
[page-n-61]
•
60
D. FLETCHER VALLS
terno. Tal vez la convexidad o concavidad pudiera ser indicio cronológico, pero ambas formas llegan o convivir, según las pinturas
de los vasos de lirio. Otros gradaciones cronológicos se han intentado otendiendo o algunos detalles de su estructuro, considerando
Cobré Aguiló que el mós antiguo tipo de "ccetro" es contemporóneo de La Tene I y parte de Lo Tene 11 (177).
El "scutJm" es extraño o los primeros tiempos de lo culturo
ibérico que lo adopto tomándolo de los galos o mós directamente
de los romonos, en época tardío, contrariamente o lo sucedido con
los romonos, quienes cambiaron el "clipeus" etrusco por el "seutum" en edad temprano (178).
Lo coraza ibérica parece ser 10 loriga escamado, que no aperece en Numancia, mientras que lo coto de mallos se considera
céltica, llegando ambas a integrarse en el complejo cultural
ibérico.
De dificil explicación es la carencia de datos literarias y arqueológicos sobre el uso del arco. Las escasísimas pun tos de flecha
que se han señalado en las excavaciones deben considerarse parte
del armamento de cartagineses o romanos, quienes utilizaban el
orco por lo menos desde 10 segunda guerra púnico, o pertenecientes o los tropos auxiliares númidas, pero nunca como ibéricos, pues
ni en la escultura, ni en lo pintura, ni en los ajuares funerarios,
ni en los textos, se nos muestro el orca como empleado por los
guerreros ibéricos, coso inexplicable si tenemos en cuento que fue
arma extensamente utilizado en tiempos anteriores en nuestro
penínsu la, y sus grandes ventajas en la guerra de guerrillas.
el
La monedo
Las mós antiguas monedas ibéricas, SOn las dracmas de imitación ampuritona o cartaginesa (179) de Arse, Saitabi y Tarragona, de hacia el 250 a. e, según unos autores, o del 219, según
otros; estas acuñaciones terminarían hacia el 180 a. e Posteriormente, con los romanos, o fines del siglo 11, comenzarían los
acuñaciones típicamente ibéricos; las bilingües serían de comien-
(177) J. CABRE AGUILO: "Lo coelro y el SCUlum en Hisponio durante to segundo mitad de lo Edad del hierro", Bolelin de Estudios del Seminorio de Arte y
Arqueologio de lo Universidad de Valladolid, VI, pag. 57. Valladolid, 1940.
(178) COUSSIN, loe. cil. noto 163.
(179) GIL FARRES, loc. cil. nOlo 4, con nuevos punlos de visto sobre lo cronologio de lo monedo ibérico.
•
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CULTURA IBERICA
•
•
61
zas del s. I a . C. y finalizarían hacia el 45 a. C. Con posterioridad
a esto fecha, lo monedo es propiamente hispano-romana. En esto
lineo general hoy excepciones, como por ejemplo el caso de Valencia, que no acuñó moneda ibérica pero sí romano desde poco
después de lo fundación de dicho ciudad, copiando tipos de Quinto
Fabío Móximo, de hacia el 123 o. C.
Los prototipos de las acuñaciones ibéricas hay que buscarlos
en Sicilia, que o su vez los toma del arte alejandrino, aunque la
metrología es romana (180). El típico jinete ibérico que comenzaría
a acuñarse a partir del 108 (181) deriva del de las monedas de
Hieran II de Siracusa (182), y la cabeza del anverso no sería la de
Hércules, como se ha pretendido, sino lo del propio Hieron, según
criterio de Mateu y Llopis .
En los poblados ibéricos del s. IV a. C. no se encuentro monedo
Ibérico, clara prueba de que todavía no se emitía; en cuanto a lo
no ibérica, debió tener, en dicho siglo, una restringida circulación
al sur del Ebro, como lo prueban los conjuntos monetales estudia dos por Guadan .
Los bronces del litoral 50:1 de mejor arte Que los de tierro
adentro que, mós alejados de los focos de arte, son más defi cientes. Pero lo diferencio se e jerce, no sólo por razones temporales o espaciales, sino también por causas de índole económica,
por lo que las ciudades mós ricas tienen mejor arte maneta!. La
tesis del unicequismo ibérico no se acomodo a las gradaciones es tilísticos que acabamos de exponer, y que no pueden negarse.
La monedo es desconocido en la economia céltica peninsular
antes de entrar en contacto con lo ibérico. A este respecto escribe
Moteu y Llopis : "En términos generales puede decirse que fue país
de monedo el de los iberos, no lo fue el de los celtas y lo fue en
porte, como consecuencia del primero, el de los celtiberos" (183) .
El área de los monedas con letras ibéricas alcanza desde "lo
vertiente sur de los Pirineos hasta Clunia, Segovia, Toledo, Cor dillera Oretona, fuentes del Alto Guadiana, sur de Saelices y Jó -
(180) A. M. GUADAN : "lo cronolog¡o de los acuñaCIones de ploto de Emporion y Rhode, según los hollozgos y lo sKuencio de cuños" , Numismo, V, 16, pó_
gino 9. Madrid, 1955.
(181) O. Gil FARRES: "Denario ibérico Ined,to", Numismo, VII, 28, pág. 9.
Moorid, 1957.
(182) RUY D'ANDRADE: "Primeros relOl;oes dos griegos, cartagineses e romonos con os popul~oe5 ibericos", Trobolhos do Associor;;oo dos Arqueologos
Portugueses, vol. 111, póg. 29. lisboa, 1937.
(183) F. MATEU y LlOP IS: "Hallazgos monetorios, V", Ampurios, IX_X,
pOg. 55. Borcelonb, 19"18.
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"
D. FLETCHER V ALLS
Ova 01 cabo de la Nao", coincidiendo con el "limes tartesiorum",
según Beltrán Martínez ( 184); esto para territorio peninsular, pues
en la zona francesa aparecen cecas ibéricas hasta el Herault, como
veremos en lugar oportuno.
•
2 .-ESCULT URA
Se practicó en tres materias: bronce, borro y piedra. Tal vez
fuero también empleada la madera, pero no han llegado hasta
nosotros res tos escul tóricos en esta materia, por lo que nos referimos a los tres siguientes apartados:
a)
Bronce
La plástica en bronce estó impulsado por las centras artísticos
mediterráneos, como lo prueban los zonas de hallazgo, la indumentaria y la concepción artístico. Las semejanzas que puedan
señalarse can lo plástica céltica, aporte de las naturales coinci dencias por tener uno y otro los mismos estimulas medílerróneos,
se establecen siempre a base de las p¡~zas mós ru¿os que, faltas
de calidad artística, faciliton los poralelismos. No excluimos, sin
embargo, lo posibilidad de un influjo céltico, pero nunca hasta el
extremo de considerarlo como el motor que puso en marcho esto
actividad entre los iberos.
Esta, en realidad, es más uno producción industria l qu~ artís
tica, siendo contadas las obras que alcanzan tal calidad. Se fabrican exvotos en serie, desde simples alfileres, ccn sim~lacra de
cabezo hu mana, hasta obras mós cuidados y con cierta dignidad (185), aunque sin a lcanzar empaque, ya que la técnico del
bronce pleno fuerza a que las figurillas sean de reducido tamaño,
no sobrepasando los 20/22 centímetros los mós altas.
Lo diversidad de tipos y valar artístico no c·orresponde o gra dación cronológica, ni siquiera a focos productores distintos, sino
1184) A. 8EL TRAN MART1NEZ; "Las monedas hispániCos antiguos", Publicaciones del IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricos y Protohistóricas.
Madrid, 1954.
(185) 1. CALVO y J. CABRE AGUILO: "Exc(IVociones en la cueva y collado
de tos Jardines {Santa Elena, Jaim)", Memorias de lo JuniO Superior de Excava_
ciones y Antigüedades, núm. 8, 16 y 22. Madrid, 1911, 1918 y 1920.
R. lANTIER: "El santuario ibérico de Castellar de Santistebon", Comisión de
Investigaciones Paleontológicos y Prehistóricos, núm. 15. Madrid, 1917.
•
[page-n-64]
CULTURA IBERICA
63
simplemente a razones de economía, pues según el dispendio del
comprador así sería la calidad de las figurillas.
Estilísticamente se ha intentada la datación de estos idalillos,
considerándose algunas hasta del s. V. a. c., apoyándose en los
supuestos rasgos de arcaísmo que presentan, pero sólo se troto de
soluciones primarias de problemas técnicos y no de influjos de de terminados escuelas artísticas del arcaísmo griego. Dar, pues, cronología por e l estilo o por lo mayor o menor bell eza y perfecci ón
de los piezas es imposible, pudiendo únicamente dotarse y ello
con carácter "ante quem" las que aparezcan en poblados y ne crópolis que puedan fecharse por otros objetos cuya determinoción
cronológica sea factible y más segura, o por algún detalle de las
propias figuras, que puedo servir de indicio cronológico.
b)
Arci ll a
La escultura en bronce presupone uno plóstico en borro. Sin
embargo, son escasas los restos de figurillas de arcillo llegados hasta nosotros, tratóndose en casi todos los casos de pequeños moni gotes que reproducen toscamente la figura humano y animal, desconectados de la imaginería en bronce. Estas figurillas de barro
no permiten hablor de escuelas y ni siquiera darles filiación ibérico cuando se troto de hallazgos sueltos, pues en su mayor porte
carecen de personalidad definido, aunque puede señalarse influen cio helénico, probado -no sólo por los terracotas originales o copias
de originales griegos que aparecen en los yacimientos ibéricos, sino
también por otras figurillas que, como los caballitos ibéricos en
borro, son trasunto fiel de los conocidos en el mundo helénico (186) .
Otros piezas, contrariamente, son producto espontóneo, de fac turo bórbara, con pellos de borro simulando los ojos, por nariz un
pellizco en lo parte central del rostro, etc., pruebo de que se trato
de un arte popular poro gentes de escasa sensibilidad artístico o
limitadas posibilidades económicas. Unicamente boja Jos romanos
parece alcanzar cierto calidad lo plástico en arcilla (187) .
(186) E. PlA BAllESTER: "Un cobollifo ibérico en ceromlCO, de Novorrés
(Volencio)", Libre Homenoje 01 Conde de lo Vego del Sello, pág. 285. Oviedo,
1956.
(181) C. VISEDO MOlTO: "Algunos supervivencios mediterráneos hollados en
lo Serrelo de Alcoy" , Homenoje o Mélido, 11, pág. 151. Modrid, 1934.
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64
el
O. I'LETCHER VAllS
Piedra
La estatuaria en piedra recuerda en algunas casos un prece dente escultórico en madera, etapa xoónico postulada con acer tadas rozones por Gorcia y Bellido, pero siempre transluce influjos
clásicos hasta e l extrema de ser considerados algunas obras más
como griegos provinciales que como indígenas.
Lo estatuario ibérico, tonto por su concepción como por la
tormo de tratar la figura, se distingue de lo del resto de lo península. Los celtas (palabro que empleamos siempre en su más amplio
sentido) interpretan el ar te de manero bien distinto a los medi terróneos, como lo prueban los temas ornamentales, en los que
aquéllos tienden 01 geametricismo y esquematismo, como yo observa Reinach (188) y confirman los hallazgos del Dipylon, Borgdorff y
Numancio, pongamos par e jemplo de lugares distantes en el tiem po y en el espacio, mientras que el mundo mediterróneo se esfuerza
en reproducir la realidad lo más fielmente posible .
3-LOS ALFABETOS
La lengua ibérico se encuentro plasmada en los letreros sobre
pIedra, láminas de plomo, monedas y cerómica.
Tres aHabetos distintos encontramos en estas inscripciones, dos
que pueden considerarse como indígenas, aunque originariamente
no lo sean, y un tercero, que ha sido identificado con e l jónico
arcaico (189).
De los dos ibéricos, uno es conocido con el nombre de "tarté sico" o "ibérico andaluz", por ser típico de la mitad oriental de
Andalucia y sudeste español (190). aunque también llego a la pro vincia de Valencia, y el otro denomínase ibérico levantino, por ser
propio del litoral oriental de España, llegando hasta el sudeste
francés.
Ambos presentan coincidencias y discrepancias; la identidad
(188) S. REINACH: "Lo si tule de Ku!farn et les vases d'Oedenburg" . L'Antnropolooie, IV, pOg. 182. París, 1893.
(189) M. GQMEZ MORENO: "Misceláneo. Histor ia. Arte. Arqueología. Primero Serie: La Antigüedad", póg. 201. Madrid, 1949.
(190) A. TOVAR lORENTE: "Hispanio en lo historio de la escrituro", Anales
de Historio AntigUa y Medieval, póg. 7. Buenos Aires, 1956. El autor prefiere
denominar tartesio a l alfabeto del Algorbe e Ibérico andaluz 01 comúnmente conoc:ido con el nombre de tortéslco.
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CULTURA IBER ICA
.5
del valor foné tico de algunos de sus signos iguales, la existencia
de signos silób icos, el tener signos disti n tos pa ra un m ismo sonido
y un m ismo signo poro fonemas distintos, etc., y, final mente, que
e l tor tésico se escribe de derecha o izqu ierda y el ibérico valen ciano de izquierda a derecha .
Respecto a l origen, se les han señalado precedentes en los al fabetos del Asia Menor, Creta, Egipto, Chipre, Norte de Africo
(libio antiguo y tif inag moderno) (191), no habiendo dejado de
relacionarlos con el rúnica (192) y hasta con los alfabetos griego
arcaico, latin arcaico, etrusco, púnico, etc., y, aunque con todos
presentan coi ncidencias gróficas y en ocasiones hasta foné t icas,
no siempre han sida afortunados los inten tos de su desciframiento
y sólo t ras larga y laboriosa toreo, parecen establecidos sobre sóli dos bases los equ ivalencias fonéticos (193).
En cuanto a su antigüedad, onte lo identidad con algunos sig nos cretenses del segundo milenio o. e, se les supone muy anti guos, por lo menos del s. VII I a. e, consideróndose el tortésico
como anterior al valenciano (l94), pero en realidad los mós anti guos testimonios de uno y otro alfabeto son contemporáneos, no
pud iendo da rse prioridad, arqu eo lógicamente, o ninguno de los
dos (1 95). Tova r, en un reciente t rabajo (196), supone que debió
surgi r en Anda lucía alrededor del 700, encontrando claros los in fl uencias fenicia y griega, evidentes para las signos no silóbicos;
pero los si lábicos presentan un carócter distinto, resto, tal vez, de
la escrituro "tartesia" anterior, plenamente silóbica . Hoy oposición
(191) GOMEZ MORENO, loc. cit. noto 189.
S. REINACH: nA propos de I'origine de I'olphabet", Revue Epigrophique, 11,
1, póg. 130. Paris, 1914. Fue en CreTa, seg';'n el aUTor, donde se elaboró un sisTema de escriTuro que fue conocido por los fe nicios o Través de los filisteos.
TOVAR LORENTE, loe. dI. noto 114 (Los inscripciOnes .. . ).
A. TOVAR LORENTE: "Sobre supervivencias del silabismo mi noico en ibérico
y otros alfabetos", Minas, 1, pág. 61 . Solamanco, 195 1.
(192) L. CARDIM: "Caracteres runicos e ibéricos", Trabolhos do Sociedode
PorTuguesa de Antropologla e Etnologia, Porto, 1929. Señalo Que tienen 20 sig_
nos comunes el ibérico y el r';'n,co, derivondose éSTe de aquel.
(193) BELTRAN VILLAGRASA, loe. cit. noto 113 (Los TeXTOS .. . ).
A. M. GUADAN : "Los leyendas ibéricos en los drocmos de imitoción empari.
lano". Madrid, 1956. Establece al gunos variontes en lo trosliterocion de los sig nos ibéricos, con respecto o Góme:¡: Moreno V Beltrón Villagrosa.
(194) GOMEZ MORENO, loe. cit. noto 134.
(195) D. FLETCHER VALLS: " Inscripciones ibéncas del Museo de Prehistoria
de Valencia", Instituto de Es tudios l!>ericas V Etnografía Valentiano, 11. Valencia ¡
1953.
(196) A. TOVAR LORENTE: "Sobre el origen de lo escrituro ibérico", Archivo
Español de Arqueología, XXX I, pág . 118. Mad rid, 1958.
9
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66
D. I'LETCHIlR VALLS
en tre ambos grupos de signos: silábicos y a lfabéticos; por lo que
habría, pues, dos etapas en 10 formación del alfabeto ibérico,
siendo posiblemente el fenicio el modelo de los caracteres silóbicos .
Pero el silabismo ibérico se baso en cinco vocales, lo cual se do
precisamente en micénico y chipriota y no en fenicio. Ante esto
dificultad, Tovar concluye manifestando que tal vez los alfabetos
ibéricos, tanto el andaluz orientol como el valenciano, pudieron
ser traídos yo formados por un pueblo colonizador, no pudiendo
concretarse por ahora nodo sobre este particular .
El tercer alfabeto mencionado, el jónico, aparece en la zona
entre Alcoy y Mula, y aunque considerado del s. VI o V. o. C,
lo cierto es que sus hallazgos son de época contemporáneo del
andaluz y valenciano (197) .
La escrituro ibérico se extendiá más allá de los tierras de iberos, llegando o lo Celtiberia, "donde el uso de aquélla corresponde
01 periodo de la conquisto romano" (198), siendo en esto zona
pseudo-ibérico donde vemos repetirse, por imperfecto conocimiento
del alfabeto, tras signo silábico, su vocal correspondiente (199 ).
Dentro del s. J de J . C. continúa utilizándose el altobt:to ibérico, como 10 prueban los grafitos sobre "terro sigillato" .
,
•
4 .-LA CERAMICA
Con acertada expresión llamó Fourdrignier (200) a la cerá mi co
"el fósil guío" del arqueólogo y, en verdad, así puede considerarse,
pues en ella se compendian elemen tos de índole religiosa, artística,
socia l, técnico, económica, etc., que sirven de orientación al investigador. No es, pues, de extrañar que el conocimiento de 10 cultura
ibérica se base, principalmente, en el de su cerámico, cuyo estudio
hocemos desde diversos puntos de visto .
o)
,
Aspecto técnico
Muy poco se ha estud iado lo cerám ico ibér ico desde el punto
de visto técnico, siendo prácticamente nulos los análisis llevados
o coba hasta lo fecho. Por esto razán sólo podemos exponer cono-
(197) GOM EZ MORENO, lo<;. Cit . .,oto 189.
E. CUADRADO DJAZ : "El plomo coo ¡flscripc:ió., ibérico del Cigorrolejo (Mulo,
Murcio)", Cuoderl1O$ de Historio Primitivo, V, 1, pag. 5. Madr¡d, 1950.
1198) GOMEZ MORENO, loco cit. MtO 189.
(199) GQMEZ MORENO, Ioc. ci l . nolo 105.
(200) E. FOURDRtGNIER: "Céromooropnie prékiSlorique" . Poris, 1909.
•
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CULTURA WI!RICA
67
cimientos generales sobre Jo misma, a saber, Que 10 pasta cerámica
está compuesto de un elemento plástica (arcilla o caolín) y otro
no plástico (desgrasan tes y fundentes). Lo arcillo ero lavado pre viamente a lo mezcla, separándose los impurezas; limpio y dese cado, se le agregaba el desgrasan te y fundente, hacíase lo posta
y torneábase lo pieza, que ero desecado 01 aire libre hasta perder
el "agua de contraccián"; posteriormente, se introducía en el hor no perdiendo 10 plasticidad y deshidratándose totalmente o lo tem peratura de 9000, o lo que lo cerámico se vuelve duro, sonoro y re sistente 01 agua.
Los hornos de caccián de fuego directo no parece ser que se
utilizaron en época ibérico, empleándose los de cámara, calentándose desde lo porte inferior y recibiendo los vasos el color indi rectamente.
La cerámico ibérica presenta frecuentemente dos capas (lo
externa e interno) más cachas, y una tercero (la central) menos
oxidada. La superficie tiene aspecto poroso, cubriéndose en ocasiones con un engobe sobre el Que se pintaba la decoracián, pero
en general ésta descansaba directamente sobre lo arcilla del vaso.
En cuanto a lo pintura utilizado poro su decoración, se han
hecho análisis e imitaciones. Colominas Roca y Pu ig y Coda folch (201) dieron la f6rmula de una frita imitada modernamente
por ellos, compuesta de un 60 % de minio, un 10 % de ocre ber mejo y el resto, es decir, un 30 %, de óxido de hierro. Más amplios
observaciones han llevado a cabo Sónchez Real y Ramírez Muñoz (202), quienes opinan que el pigmento debió ser sencillo y
abundante. Los análisis acusan lo presencia de hierro, potasio, cal cio, titanio, aluminio, sodio, manganeso, magnesio, litio, silicio y
s610 indicios de plomo, dato éste Que unido a lo escasa proporción
de manganeso (O, 4/0, 7 % ), permite concluir que no se empleó
en lo frita ni éste ni el minio, siendo para estos autores la bose
del pigmento, como ya propuso Gómez Moreno (203), el óxido de
hierro (Fé J O~), pudiendo influir sobre la coloración del pigmento
la presencia de titanio. El óxido de hierro se prepararía por sim ples operaciones mecónicos.
En los perfiles encuéntranse los de cloro raigambre mediterró -
(201) J. COLOMINES ROCA y J. PU1G y CADAFALCH: "El forn ¡bedc de
Fontscoldes", Anuori de l'lnstitut d'Estudis Cotolons, VI, 1915-20, 'Pog. 602.
Borcelona, 1923.
(202) J. SANCHEZ REAL y J. RAMIREZ MUÑOZ : "El pig mento de lo ceromico ibérico", Caesarougusto, 5, pág. 37. Zaragoza, 1954.
(203) GOMEZ MORENO, loe. cit. noto 189.
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68
D. FLETCHER VAUS
neo, asi como los que denotan un origen céltico, siendo de destacar
que éstos son mós frecuentes en los poblados más antiguos que
en los modernos. Otros galbos preséntense desde tiempos neolíticos
y otros, en fin, no tienen precedente alguno, como sucede con los
"olbarellos" de La Bastida de les Alcuses y Son Miguel de Urio,
o el vaso de doble cuerpo de este último yacimiento. Algunos perfiles, como el "oenochoe", se hallan desde los poblados de época
más antigua, mientras otros, como el llamado "sombrero de copa",
son mós recientes y señalan uno dota ovanzado dentro del cuadro
cronológico ibérico (204) .
b)
•
<
Tema s ornamentales
Lo temático de lo cerámica ibérico (20S) se compone de moti vos geométricos, florales, zoomorfos y humanos, estos formando escenas de cazo, guerra, danzo, etc. Todos estos motivos aparecen
unas veces aislados y otras combinados entre sí, en uno mismo vasija.
Se ornamento lo superficie del veso con una o varios bandos
horizontales, con teorías de circunferencias y semicircunferencias
concentricas con rombos, ojedrezodos, flecos, flores, hojas de yedra, zarcillos, etc., etc. Mós variedad se encuen tro en los decoraciones antropo y zoomorfos, pero afectando ello mós o los temas
que o la tecnico .
A pesar de esto cierto uniformidad, existe diverso perfección
artístico que mós que atribuirlo o epocas distintos ha de achacarse
o alfares diferentes o o lo vario capacidad pictórico de los decora dores.
El mayor o menor grado de estilización de un temo no puede
dornas uno diferencio en años, pues en un mismo vaso encuentranse d iversos estadios de uno flor O uno hoja; por ello no puede esta blecerse uno gradac ión cronológica o base, exclusivamente, de temas y estilos, como por algún autor ho querido hacerse. Puede si
(204) N. LAMBOGLlA: "Lo ceromico iberico negli strolti de Albentimilium
e nel territorio IIgure e tirrenico", RiYisto d i Sludi Liguri, XX, 2, páeg. 85. Bordighero, 1954. Poro el autor en el transcurso del siglo II1 o. de C. se originarían
los "sombreros de copo", opinión que igualmente mantiene JANNORAY, loe. cit.
nota 170, páeg. 148, y que ya expuso can anterioridad (] ambos J. LAFUENTE
VIDAL: "Alicante en la Edad Antiguo", p6g. 68. Alicante, 1948.
(205) No es nuestro propósito, tantO aquí como en el capítulo anTerior a l
referirnos o lo estatuario, describir minuciosamente las decoraciOnes de los yasos
,ooricos, coso que ya estó hecho en múltiples publicaciones, sino exponer los rasgos fundamentales que coracleriton lo ornamentación de la ceramico ibérica.
•
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CULTURA IBERICA
,
,
69
considerarse que, en lineas generales, los decoraciones camienz.an
con simples bandos y sencillos temas geométricos que van complicóndose, siguiéndoles los temas florales y, posteriormente, los zoomorfos y humanos, llegando o convivir unos con otros en el momento de móximo esplendor de lo cerómico ibérico.
Mucho se ha discutido y discu te sobre el origen de todos estos
temas, postulóndose desde lo solución micénico, posando por lo
cartaginesa y helénico, hasta llegar o lo identificación con lo romano. En realidad no pueden rechazarse estos aportaciones, unas
indirectos y como le jano eco y otras directas y cercanos cronológicamente, puesto que, en definitivo, lo cerámico ibérico no es mós
que el ex tremo refle jo de una tradición decorativa que atravesó el
Mediterráneo de este a oeste a lo largo de muchos siglos, perdurando con posterioridad o lo ibérico en otros cerámicos, como los
moriscos y los típicos de Poterna y Monises (206) .
cl
Expan sión de la cerámica ibérica
No sólo aparece en yaci m ientos del territorio propiamente ibérico tonto españoles cama sudgólicos, sino que tombién se encuentro en zonas peninsulares no ibéricos, irradiando además 01 norte
de Africo (207), ligurio (208) y otros puntos de Italia peninsular
,
(206) J. SCALS ARAC IL: "Los ollores del Reino de Volencio. Pervivencios
ibérico5 en monufocturodos, técnico y ornomentoci6n", Morjol, 11, 2. Algemesi,
1955.
(201) A. GARC1A y BELLIDO: "Uno necr6polis ibérico en Or6n (Norte de
Afrlco}", Investigoción y Progreso, VIII, 12, pag. 366. Modrid, 1934.
E. ALBERTINI: "PoTeries ibériques donné~ comme découvertes en Algerie",
Bulletin de lo Société Notionole des Antiquoires de Fronce, póg. 203. Poris, 1931.
M. VINCENT: "Vose ibér1que du cimetiere Est de Por!us Mognus-SI-Leu
¡Oep!. d'Oron)", Libyco, Archéologie-Epigrophle, 1, p6g. 13. Alger, 1953.
M. LE GRAY: "Les dernieres Irouvoilles ibériques d'Algérie", I Congreso Ar~
queol6gico del Marruecos EspoFiol (Telucn, 22-26 junio, 1953), póg. 283. Telu6n, 1954.
P. CINTAS: "Découverl~ ibero-puniques d'Afrique du Nord", Comples-rendus
de l'Acodémie d~ Inscriptions et Belles-Lettres, p6g. 52. Porís, 1953, con mención de ceramico ibérico de los yacimientos de Andolouses, Jnkermon, Cop Ivi y
St-Leu, en el Oronesodo.
A. GARCJA y BELLIDO: "EspaFioles en el NorTe de Africo duronte lo Edod
Antiguo", I Congreso Arqueol6gico del Morruecos EspoFiol (Teluon, 22-26 junio,
1953). peg. 365. Tetuon, 1954.
A. BALlL ILLANA: "Nuevos hollozgos de cer6mico ibérico en el Oronesodo
~ Itolio", Zephyrvs, VII , p6g. 84. Salomonco, 1956.
(208) LAMBOGLlA, la<:. cit. noto 204, mencionondo hollozgos de cer6mica
,bérico en Ventimiglio, Vodo, Cosolcermelli, Liborno, Genovo, Genicciolo, Costiglioncello, Coso Ostia, Jschio, Lipari y Tindori. En Venlimiglio se encuentro desde,
oproximadomenTe, el 180 o. C. o tiempos de Augusto, siendo m6s obundonte hocio ellO o. C.
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70
D. I'LETCHER VALLS
e insular, en ocasiones en halla zgos dotables dentro de lo ero, lo
que pruebo su difusión y orraigo (209)
d)
,
Probl e ma de su origen y cronologio
En tres etapas dividimos el problema del origen y c(onotogia de
la cerómico ibérica. La primera se extiende de 1894 o 1913. Lo se ·
gunda de 1913 o 1940 y la tercera de 1940 en adelante, no pu diendo cerrarse esta última etapa en tanto que nuevos puntos de
visto básicamente distintos a los expuestos hasta lo fecha, abron
un cuarto período en estos estudios
Primero etapa (1894-1913)
En 1883 Mélido denominaba "celtibérica" o la cerámico que
ahora estamos estud iando, siendo años más tarde, en 1890, llamado "ibérica" por Gastón de Gotor, al describir un vaso de Azoilo
donado 01 Museo de Zaragoza por el profesor Gil y Gil, designa ción que ha hecho fortuna y prevalecido sobre el desacertado in tento de denominarlo "hispónico". El mencionado vaso ero repro ~
ducido en 1894 en la "Historio del Arte" de Perrot y Chipiez (210),
en donde se consideraba "micénico del último periodo", iniciando
con ello la primero etapa del estudio de lo cerómica ibérico, siendo
recogido esto clasificación y lanzado al mundo científico por P. Pa -
(2091 A. GARCIA y BELLIDO: "Nuevos dolos sobre lo cronología final de lo
ceremica i!>erica y sobre su expansión exlro~n'nsular", Archivo Español de Ar _
Queología, XXV, pOg. 39. Madrid, 1952.
E. CUADRADO DIAZ: "lo cerómico i!>erico de 15(hio", Zephyrvs, 111, 3, pci _
gina. 197. Salamanca, 1952. lo supone ~ñola del 350-200 o. C.
G. F. LO PORTO: "Uno necropoli di elo repubblicono neIl'AlessondriM", Rivis lO di Studl Liguri, XVIII, 1-2, pág. 60. Bordighera, 1952. Hablo de un "sombre.
ro de copa" de Genicdola en Lunigiona, a Iro vaso semejante de uno tumbo de
Ameglio y otro de Liborna.
M. A. MEZQUIRIZ: "Ceremica ibérico en Tyndaris (Sicilia)". Arch:vo Español de Arqueología, XXV I, pag. 156. Madrid, 1953.
M. A. MEZQU IRIZ: "Ceramico ibérico en Lipori", Archivo Español de Ar·
queologío, XXVIlI, pdg. 112. Madrid, 1955.
G. GROSSO: "Lo ceremico ibérico di Voclo Scbotia", R,vista di Studi Liguro.
XXI, 3-4, pag. 211. Bordighero, 1955. Menciono tres sombreros de copo, hacién
dolos llegar, hacia lo mitad del s. 11 jolrededor del 120), de Cataluña.
A. GARCIA y BELLIDO: "Eslado actual del problema referente o lo expansión
de lo cerómico iberico por lo cuenco occidental del Mediterrer"\eo", Archivo Espo·
ñal de Arqueología, XXX, pag. 90. Madrid, 1957.
(210) J. PIJOAN: "Summa Artis". vol. VI. Madrid, 1946.
B. TARACENA AGUIRRE: "Prólogo" o "Corpvs Vosorvm Hisponorvm. Ceró mico de Azaila", por JUAN CABRE AGUllO. Modrid, 1944.
•
,
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CULTURA IBERle,,"
71
rís en el vol. II de su "Essai", publicado en 1904, mereciendo favo rable acogida (21J).
Siguiendo esta tesis, publicaba Vasseur, en 1905 (212), una
noto sobre el descubrimiento de cerámica "ibérica-micénica" en los
alrededores de Marsella; pero tal vez influido por los resultados
obtenidos por Albertini en sus excavaciones en La Alcudia de Elche,
publicados en 1905 y 1906/7 (213), y por la creencia de Pottier
expuesto asimismo en 1905 de que en realidad se trotaba de uno
cerámico "pseudo-micénico", volvió (214) sobre lo cuestión en
1906, encontrando ahora exagerado lo cronología dado por París,
terminando por llamarlo, o su vez, en 1907 (215), "pseudo-micénica" .
También en 1907 otro prestigioso investigador, Siret, oponíase
o París señalando un origen púnico o la cerómico ibérico, considerándola corriente tardía, producto de [a colonización griega y púnica, no remontándolo más allá del SOO (216) . No se hizo esperar
lo réplica de Porís, publicando en el mismo año unos notos justificativos de su tesis, explicando por perduración la aparición de cerámica ibérica con objetos de fecho más reciente que la micénica,
pero sin atreverse a determinar los siglas que separaban a éste de lo
ibérico, y al tiempo que rechazaba la opinián de Siret, reconocía
que lo suyo presentaba múltiples puntos débiles (217), que fueron
(211) J. DECHELETTE: "les pelits bronz:es ibériques" , L'Anlhropologie, XV I,
pág. 29. Poris, 1905.
(212) G. VASSEUR: "Découverle de poleries peinles Q décorol ion mycenienne
(céromique ibero-mycenienne) dans les environs de Morseille", Comples-rendus de
l'Acodemie des Inscriplions el Belles-Lettres, pág. 383. París, 1905.
(213) Véose Comples-rer.dus des Seoncl$ de l'Acodemie des Inscriplions el
Selles-lenres, pág. 611. Paris, 1905.
E. ALBERTlNI: "Fouilles d'Elche", Bullelin Hisponique, VIII, pág. 333 y IX ,
págs. I y 109. Burdeos, 1906 y 1907.
(214) G. VASSEUR: "Poleries ibero-myceniennes", XIII Seance du Cenlre Inlernalionol d'Anlhropologie el Archéologie P,éhistorique. M6naco, 1906.
(215) G. VASSEUR: " la polerie ibérique pseudo-mycenienne oux envi rons
d'Arles" Bulle,in de la Sociélé Archéologlque de Provence, pág. 54. Morseille.
1907. '
(2161 l. SIRET: "Essai sur lo chtonologie préhislorique d'Espagn·e", ReV1..le
Arcnealogique, X, pág. 373. Porís, 1907.
L. SI RET: "A propos des poteries pseudo _ myceniennes" , l' AnthrQPologie,
XVIII, pág. 277. París, 1907.
(217) P. PARIS: "Note sur la ceromique ibérique", l'Anthropologie, XVIII,
pág. 626. París, 1907.
P. PARIS: "Quelques Wlses ¡bériques inedils", Anuori de )'lnslitul d'Esludis
Catolans, 1908, póg. 76. Barcelona. 1909. Señalo que el vaso de l'Aigüelo opareció con "terro sigillola".
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72
1).
FLETCHER VALLS
ocrecentándose cuando en 1909, Cozurro (218) seña laba lo apari ción de fragmentos de cerámica ibérico y griego de figuras rojas,
juntos en los niveles de Ampurios y consideraba el "vaso de la cacería" no como copio de los vasos del Dipylon ni de las escuelas orien -
tales corintias, sino de los de figuras negros del siglo VI y, por ton-
to, poco posterior o ellos.
Pese Q los claros indicios que iban perfilóndose y de 105 fallos
de la tesis micénico, ésta continuaba teniendo sus defensores, entre
ellos Evans, quien en 1909 (2 19) se declaro partidario de París,
mas insinuando que lo cultura egeo no llego o España directamente
sino a través de un centro situado probablemente en el norte de
Africo. En el mismo año, Pijoan (220) hace perdurar la cerómica
ibérica de Aragón desde la llegada de los egeos, en el siglo XII a
c., hasta el sitia de Numancia. El propia París, en 1910 (221)
insistía en las relaciones entre los motivos decorativos ibéricos y
micénicos; Mélida, en 1912, explica por lo micénico, chipriota,
griego arcaico y Dipylon, el fenóm eno ibérico, y París, en 1913, to
davía seguía con la tesis micénica (222).
Mas los frecuentes hallazgos de cerómica ibérico con objetos
de cronología mas reciente que lo micénico, hacían vacilar de día
en día las posibilidades de este origen. Dechelette, en el vol. IV de
su "Monuelo . .", pag. 1.001, redactado entre 1913 y 1914, se de·
cloro totalmente contrario o lo ascendencia micénica y cretense y
busca, siguiendo el camino abierto por Cazurro, los prototipos de 10
ceramica ibérico en lo griega. Por estos mismos derroteros se lanzo
Basch Gimpera con su hipótesis iniciadora de una nueva etapa en
el estud io de lo cuestión.
(218) M. CAZURRO: "FragmenlS de vosos lbérics d'Empories", Anuor; de
l'lnslllul d'Esludis COlolons, 1908, pág. 555. Borcelona,. 1909.
(219) A. J. EVANS: "ScriplO Minoo", 1, póg. 97. Oxford, 1909.
(220) J . PIJOAN: "Lo cer6mico ibérico de l'ArogO", Anuor; de l'lnslilut d'Es ludís COlolon5, 1908, pág. 241. Borcelona, 1909.
(221) P. PARIS: "Voses iberiques ine (222) P. PARIS: "Vase ioorique trouvé o Carthage (Musee de Sto Lauis)",
Cornot.es rendus ~e l'Academie de5 Inscriptians el Selles Leltres, pág. 10. Paris,
1913.
[page-n-74]
CULTURA lBERICA
2.
73
Segunda etapa (1913-1940).
Bosch Gimpera publicaba, en 1913 en alemón y en 1915 en español (223), su fundamental trabajo sobre 10 cronología de la cerámico ibérico, en el que desechando 10 tesis micénico, defendía el
criterio de que se trotaba de uno cerómica indígena nacido en el
sudeste español boja el influjo helénico. Poro su dotación se basó,
fundamentalmente (224), en los erróneos estratigrafías de Ampurias.
Consideraba Bosch Gimpera q~e lo cerómica del sudeste (110 modo "tipo Elche-Archena") nacía en el siglo V, floreciendo en
éste y en el IV, mientras que en Levante se derarrallaba, o partir
del siglo 11J, un estilo geométrica que desconocía los ricas decoraciones flaraies, zoomorfos y humanos.
Esto tesis, aparentemente de gran solidez, fue admitido rópi domente sin discusión. Sentenach (225) en 1916, al hacer la crí o
tica del libro de Bosch Gimpera, mostróbose conforme con los nuevas cronologías. Pierre París, desbordada su teoría, aceptaba en
1917 la posibilidad del siglo V poro el origen de la cerámica ibéri ca (226), siguiendo la mismo tendencia Lantier en el mismo año y,
en el siguiente, Pottier, Que ya en 1905 dudara de lo m icénico,
concretaba (227) que las influencias griegos se inician en el si glo VI.
Sigue un largo período en el que, generalmente, toda la investigación se boso en la tesis de Bosch Gimpera, con lo excepción de
Cobré Aguijó, hombre de agudo observación, que no aceptó total mente los conclusiones de aquél, sosteniendo en 1920 que la necrópolis de Tútugi era del siglo 111, y en 1923 que la urna de los gue -
(223) P. BOSCH GIMPERA: "Zur Froge der Iberischen Keromik", Memr1Cn,
Zeitschrift für di e Kl,Jnst \.md Kulturgeschichte des Alten Orients, VII, 3, p. 155 .
1913.
P. BOSCH GIMPERA: "El problema de lo cerómico ibérico", Comisión de Investigociones Paleontológicas y PrehistÓl"icos, núm. 1. Madrid, 1915.
(224) M. CAZURRO: "Crónica de les excovociOr"ls d'Empuries", Anuori de
l'lnslitut d'Estudis Cotatans, 1911-12, póg. 512. Barcelona, 1913.
P. BOSCH GIMPERA: "Excovocions d'Empur ies. La cerómico ibérica". Anuor;
de l'lnstitut d'Estudis Cotolons, 1913_14, pOg. B40. Barcelona, 1915.
(22S) N. SENTENACH: Recensión al libro de P. BOSCH GIMPERA, loc. cit.
nota 223 I~ problema ... ) en revista de Archivas, Bibl'OTecaS y Museos, pcig. 324.
Madrid, 1915.
(226) P. PARIS: "Lo poterie peinte ibérique d'Emparlon" , Revue ArcheologiQ
10
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74
•
D. FLE'ICHER VALLS
rreros de Archeno era del 350 01 230 o. e, osi como que lo mo·
yoría de los poblados ibéricos del Bojo Aragón desaparecieron con
los guerras sertorianos (228); en 1926 insistía en fijar la cronología de Azailo en fecha tardía, situando su momento de apogeo en ·
tre el 80 y 70 c . C. (229). Bosch Gimpera, que repetidamente ha bía considerado Azoilo como del siglo 111 (230) y rechazado lo tesis de Cobré (23l), rectificó su criterio en 1929 (232) con respecto
al citado yacimiento, aceptando la fecho boja dada por Cobré,
quien, a su vez, en 1934, manifestaba que lo bella cerómica de
Azaila pudo originarse en el siglo 11 o. C, pero que la ciudad fue
destruida durante las guerras sertoriono (78-74 o. Cl o durante
las luchas entre César y Pompeyo (48-45 a. C.), dosificando 1'o s
bustos de bronce allí hollados como de hacia el 45 a. C. (233). Diez
años mós tarde, el propio Cabré, influido por opiniones extranjeras, fijaró el momento de destrucción de Azaila en el 27 a. C.
En el mjsmo año 1934, Martínez Santa-Qlalla data la cerómica
del grupo "Elche-Archena" en los siglos V y IV (234) y Gorda y
Bellido sitúo en el 1II los vasos con decoración geométrico proce dentes de Orón (235). En 1935 este mismo autor comparo los cerómicas de Canoso, de los siglos IV y 111, con los de Azoilo y tipo
"Elche-Archena" (236).
•
(22B) J. CABRE AGUILO: "La necrópolis iberica de Tútugi (Galero, provincia de Granada)", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, núm. 25. Madrid, 1920.
J. CABRE AGUILO: "Esteles ibériques ornodes del Baix Arag6", Anuari de
,'Institut d'Estudis Cotolans, 1915-20, pág. 629. Barcelona, 1923.
(229) J. CABRE AGUILO: "CerÓmico plntoda de Azailo", Archivo Español de
Arte y Arqueologia, VI, pág. 215. Madrid, 1926.
(2301 P. BOSCH GIMPERA: "L'estot actual de Jo investigaci6 de Jo culturo
ibérico", Anuori de ,'Institu! d'Estudis Cotolons, 1915_20, pág. 671. Barcelona,
1923.
(231) P. BOSCH GIMPERA: "Notes de prehistoria aragonesa", Butlletí de
l'Associoció Cotolono d'Antropologia, Etnografia i Prehistoria, 1, pág. 15. Barce_
lona, 1923.
(232) P. BOSCH GIMPERA: "El estodo actual de lo investigación de lo culturo ibérico", Boletín de lo Real Academia de lo Historio, XCIV, 1, pág. 27. Madrid, 1929.
(233) J. CABRE AGU ILO: "Un pintor ceramista de Azoila que firmó sus
principales obros", Homenaje o Mélido, 1, pág. 355. Madrid, 1934.
(234) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "Uno vojillo ibérico del país de los
most ierws", Investigación y Progreso, VIII, 6, pág. 163. Madrid, 1934 .
(235) GARClA y BELLIDO, loe. cit. I'IOto 207 (Españoles ... ).
A. GARCIA y BELLIDO: "Lo expansión ibérico fuero de lo Península", conferencio pronunciado el dio 27 de noviembre de 1934 en lo Sociedad Españolo de
Antropología, Etnografía y Prehistoria. Véonse "Actas y Memorias", XIII, página
296. Madrid, 1934.
(236) A. GARCIA y BELLIDO: "Contactos y relociones entre lo Magno Grecia y lo Peninsulo Ibérico, según lo Arqueologio y dos textos clósicos", Boletín
de 10 Academia de lo Historio. Madrid , 1935.
•
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CU1.TURI. IBERlCf,.
En 1940, Almagro publicaba una nota, redactada en 1936, en
lo que se mantiene la cronología tradicional (237).
Codo vez eran mayores las discrepancias con lo hipótesis ocep:ado (238), discrepancias que pudimos car.slator 01 estudiar detenidamente 10 cuestión, exponiendo nuestro criterio en una publicoClan, aparecido en 1940, con lo cual se inicio lo tercero etapa en
estos estudios.
3.
Tercero etapa (1940 en adelante).
En 1940 dóbamos en forma resumida el resultado o que había ·
mas llegado en el estudio de la cronología de la cerómico ibérica al
cabo de varios años de reposar los materiales procedentes del sudeste y levante, probando que las dotas hasta entonces admitidos no
(237) M. ALMAGRO BASCH. "Un vaso Ibérica de lo reglón de Alicante",
Actos y Memorias de lo Sociedad Españolo de Antrapologra, Etnografía y Prehistoria, XV, 1936-40, p6g. 180. Madrid, 1940.
(238) Cuando el profesor Bosch Gimpera formuló su hi;IÓtesis en 1913, contaba con suficientes elementos de juicio poro rechazar 10 tesis micénico. y ademós,
con abundantes indicios poro sospechar que lo cronología por el .propuesto presentobo fuertes discreponcios con lo realidad, los cuales fueron aumentando o traves
de los años 01 llevarse o cabo nuevos trabajos de campo. Aporte de los publicaciones citodas en los anteriores notos y que presentan dotas cronológicos de interés, podemos mencionar algunos otros cuyos resultados no estobon acordes con
10 tabla de fechas de Bosch Glmpero, sin que ello llamara lo atención o sus propios autores. A este repecto podemos ciTar:
C. VISEDQ MOL TO: "Excavaciones en el monte de lo Serreta, próximo o AIcoy (Alicante)". Memorias de 10 Junto Superior de Excavaciones y AnTigüedades,
núm. 41 y núm. 45. Madrid, 1921 y 1922.
P. BOSCH GIMPERA: "El donotiu de Puig Castellar", Anuori de l'lnstitul
d'Estudis Cotolons, 1915-20, pág. 583. Barcelona, 1923. En este mismo yolumen,
pógina 606, 01 describirse el Tossol del Mor, en Tórrego. se indico lo existencia
de cerómico ibérico en confuso mezclo con fragmentos de lerro sigi1lata, justificándose esto mezcolanza como pruebo "de lo persistencia de I'oprofitamen t del
T05$01 en époques ben diverses".
J. SERRA VILARO: "Excayociones en Torragono", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, núm. 116. Madrid, 1932. Se especifico
que lo rerámico ibérico con decoración vario, aparece en ocasiones opor debo Jo,
mmediotomente, de tos niveles romanos, y en otros, mezclado con lo romano,
siendo de lamentar que no se distingan los mencionados estro tos romo nos; e5 sumamente interesante, sin embargo, lo indicoci6n de que en Torrogono no se ha
visto, que sepamos, cerómico griego.
J. LAFUENTE VIDAL: "Excovociones en lo Albufereta de Alicante (ontiguo
lucentum)", Memorias de lo Junto Superior de Excavaciones y Antigüedades, numero 126. Madrid, 1934. En el nivel ¡nferior de lo necr6polis s610 aparecen los
temas geometricos y en el superior, considerado posterior o 10 tomo de Cortogeno por Esciplón, oporecen los sombreros de copa y lo decoroci6n 110rol; en los
estratos del siglo 1 a. C. aparece lo figuro humona y animal y, sobrepuesto y sin
$OIuci6n de continuidad, lo cerámico de Acco; explico el autor estos niveles suponiendo que los artistas de Elche-Archena huyeron al Boja Arogón al oporecer los
cortoqineses, o lo desaporición de los cuales se produjo uno inmigración ibérico,
lo que expllcorio Jo inexistencia del brillante arte ibérico en Leuk6n, hasta el si ..
glo 11 o. C.
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76
O. FLETCHER VAu.s
se ajustaban a la realidad que mostraban las hallaz.gas (239). Nuestra tesis, ampliada en trabajas posteriores (240), se concreta en los
siguientes términos:
A mediados del siglo IV o. c., aparece lo decoración geométrica (241) y o fines del 111 lo floral, zoomorfa y humano, llegando
todos estos temas hasta los primeros decenios del siglo 1 después
de Cristo, en que desaparece la cerámico ibérica. Respecto o la cronología relativa, lo más antiguo son los fojas o bandas, siguen los
sencillos temas geométricos, más complicados después, apareciendo
posteriormente lo floral, zoomorfo y humano, no excluyéndose unos
motivos a otros. En cuanto a lo cronología absoluto, frente a las
precedentes opiniones que consideraban como más antiguo el grupo
"Elche-Archena", nosotros sostuvimos que eran La Bastida de les
Alcuses y Covalta (hoy podría añadirse lo necrópolis de El Cigorro leja, dado a conocer por su excavador, señOr Cuadrado, con posterioridad a nuestro trabajo), siguiendo el grupo "Serreta-Olivo-lirio" y por último el de "Elche-Archena", que cae dentro de lo romanización. Hemos de advertir que al hablar de los anteriores yacim ientos, nos referimos o su momento mós característico, puesto
que algunos de ellos tienen dilatado existencia.
Publicábase, asimismo, en 1940, uno interesante estratigrafía
del Tassol de Monises (Alicante) por Figueras Pacheco (242), estratigrafía que venía a confirmar nuestros asertos, de los que discrepé
en 1941 Castillo Yurrita (243), mientras que Fernóndez de Avilés
(239) O. FlETCHER VALLS: "El poblado ibérica de Roch,no", Actos y Memorias de la Sodedocl Espoñola de Antropología, Etnografía y Prehistoria, XV,
1936-40, pag. 125. Madrid, 1940.
(240) O. FLETCHER VALLS: "Sobre la cronología de la cer6mica ibérica",
Archiva Español de Arqueología, XVI, p6g. 109. Madrid, 1943.
D. FLETCHER VALLS: "Los hallazgos de Ampurios y Cormona en relaci6n ton
lo cronología de lo ceramica ibérico", Archivo Español de Arqueología, XVII, p6glna 135. Madrid, 1944.
J. SAN VALERQ APAR1SI y D. FLETCHER VALLS: "Primera compaña de
e>:covociones en el Cabezo del Tío Pío (Archena)", Informes y Memorias de lo
Comisario General de Excavaciones Arqueol6gicas, nUmo 13. Madrid, 1947.
FLETCHER VALLS, loc. cit. nota 152.
FLETCHER VALLS, loe. dt. nota 1 (Defensa . . . ).
(241) En lo primero e>:posición de nuestra tesis, señol6bamos los fines del siglo IV O. c., pero a lo vista de las hallazgos acaecidos con posterioridad así cama
del estudio de los materiales de la Bastida de les Alcuses consideramos mas apropiado lo fecha de mediados del titado siglo.
(242) F. FIGUERAS PACHECO: "Dotos poro la cronología de la cerómica ibérico", Attas y Memorias de la Sociedad Española de Anlrapología, Etnografía y
Prehistoria, XV, 1935-40, pag. 178. Modrid, 1940.
(243) A. CAST1LLO YURRITA: "Critito necesario. Tres trabajos '1 tres opiniones diversas sobre la cronalogio de la cer6mico ibérico", Ampurias, 111, página 1 51. Barcelona, 1941 .
•
•
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CULTURA tBERJCA.
77
se basaba expresamente en nuestro cronología poro datar los toros
de Rojales (244).
En 1941, publicábanse, asimismo, dos fundamentales obras, en
las que se daban cronologías seme jantes o lo nuestro. Uno, la de
Martinez Santo-Olalla (245), en la que se señola del 350 a lo con quista romana como el período de desarrollo de las decoraciones
geométricos, y desde la conquisto romano hasta Augusto para el
apogeo de lo floral, zoomorfo y humano. En la otra obro, Gordo y
Bellido (246) hace comenzar lo geométrico en el siglo IV y las ricas
decoraciones a fines del 111, ll egando hasta los primeros años del si glo 1 después de Cristo, y fecho los ....asos !de Son Migue l de Uria
del 50 antes al 50 después de Cristo, reproduciendo esto cronología
en otro de sus trabajos del mismo año (247).
T ombién es del año 1941 el trabajo de Romos Folqués, en el
que encuadro lo cerámico de Lo Alcudia de Elche desde los siglos
111 al 1 (248).
No obstante, lo vieja cronología no era abandonada, continuan do en 1942 Taracena Aguirre fechando la cerámica del sudeste en
los siglos V y IV; Verdolay, Oliva, Uria, La Serreta, en el siglo 111 y
Azaila en el 11 y 1. Basándose en la cerámica numantina, mantuvo
el criterio de que los vasos de la costa tenían que ser bastante más
antiguos de 10 que se les hacía en la cronología bajo, para que tu vieran tiempo de ejercer su influ jo sobre lo Meseta con anterioridad 01 133 a. c., fecho de la caído de Numancia. Pero este no
es argumento de gran fuerzo, pues hubo tiempo suficiente, dentro
de la cronología nuestra, para que ll egasen o lo ciudad de lo Meseta
los modas costeras antes del asedio romano (249), aporte de que
recientemente se ha supuesto (250) que "las cerámicas de Numan cia son tardías y Iposteriores, en gran parte, o la fecha del 133 a
(244) A. FERNANDEZ DE AVILES: "Los toros hispánicos de Cobeto Lucero,
Rojales (Alicante)", Archivo Español de Arqueología, XIV, pág. 513. Madrid, 1941.
(245) MARTtNEZ SANTA_OLAllA, loc. cit. noto 59 (Esquema ... ).
(246) A. GARCIA y BELLIDO: en lo obro de H. OBERMAIER Y A. GARCIA
BELLIDO: "El hombre prehistórico y los orígenes de lo Humanidad" . Madrid, 1941 .
(247) A. GARC IA y BELLIDO: "Archoologische Ausgrobun gen und Forschungen in Sponien van 1930 bis 1940", Archoologischen An%eiger, I y 11. Berlín,
1941.
(248) A. RAMOS FOLQUES : "Nuevos excavaciones en lo Alcudia de Elche",
Corono de Estudios de lo Sociedad Españolo de Antropología, Etnografía y Prehistor ia, vol. 1, pág. 287. Madrid, 1941.
(249) B. TARACENA AGUIRRE: "Lo cerómico antiguo española", Publicaciones de 10 Escuela de Artes '1 Oficios Artísticos, núm. 7 . Madrid, 1943.
(250) F. WATTENBERG: "Los problemas de lo culturo celtibér¡co", 1 Symposium de Prehistoria Peninsular (Pomplono, 1959), póg. 151. Pomplono, 1960.
•
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78
D. FLETCHER YALLS
c.",
lo que puede ser cierto, ya que las influencias costeros no
cesaron de ejercerse sobre los territorios del-interior (251).
En 1943, Costillo Yurrita osigno el siglo V pora lo cerámico
•
geométrico, el IV pora lo floral y del III en adelante paro la de
figuras (252) y Cabré Aguiló mostraba su disconformidad con
los conclusiones o que llegaron en 194 1 Gorda y Bellido y R04
mas Folqués, pues opinaba que siendo de fines del 1I I o principios
de! 1I los mós antiguos temas ornamentales "tipo Elche-Archena"
de Azoila, lo cerómica del sudeste tenía que ser, por lo menos de
la segundo mitad del siglo 111, dando la data de comienzos del siglo 1I para los figuras alados, los "oenochoes" y los "kalathos" de
Elche (253). Frente o este criterio, Ramas Folques concretaba sus
puntos de vista y fijaba las limites de la Alcudia entre el 172 a
e, y el 23 después de e, o sea coincidiendo plenamente con nues ·
tro oserto del año 1940 (254).
En 1943 y 1944, Gordo y Bellido (255) vuelve sobre estos cues
tiones, situando la cerámico simplemente geométrica entre fines del
Vial 111; de fines del 1110 primeros decenios de lo ero, lo bello
mente decoroda, siendo la de liria, Azaila, Oliva, Archena y Elche,
de la segunda mitad del siglo I a. e, y primeros lustros del siglo
I después de e, dejóndase de fabricar la cerámica ibérica en la
segundo mi tod de este sigla .
En 1944, Lofuente Vidal expone los datos que le permite:1 mon ·
tener lo fecha de mediados del siglo JI en adelante paro la cerámica
del Tossal de Monises (256), dotas que tampoco son torr.ados en
consideración por Taracena, quien nuevamente rechaz.o la cronolo~
gía baja en otro de sus trabajos del mismo año (257), frente 01 cri~
terio sustentado por Cabré en el libro que prolongaba aquél (258),
(251) J. MARTINEZ SANTA-OLALLA: "El fragmento ceramica celtico", Baletim do Grupo Alcaides de Foria, 1, 1, pÓg. 21. Barcelos, \948.
(252) A. DEL CASTILLO YURRITA: "Lo ceramica ibérico de Ampurios: Ce~
r6mica del Sudeste", Archivo Español de Arqueología, XVI, pÓg. l. Madrid, 1943
(253) J. CABRE AGUILO: "Lo cerámico céltico de Azoila (,eruel)", Archivo
Español de Arqueologia, XVI, pág. 49. Madrid, 1943.
J. CABRE AGUILO: "El tesoro de arfebrerio de Santiago de lo Espado (Jaen)" .
Archivo Español de Arqueología, XVI, pág. 343. Madrid, 1943.
(254) A. RAMOS FOLQUES: "Hallazgos ceramicos de Ekhe y algunos consi~
deraciones sobre el origen de ciertos temas" , Archivo Español de Arqueología, XVI,
pÓg. 328. Madrid, 1943.
(255) A. GARClA Y BELLIDO: "Algunos problemas de arte y cronología ibé_
ricos" Archivo Esoañol de Arf'ueo looia, XVI , pÓg. 78. Madrid, 1943.
(256) J. LAFUENTE VIDAL: "Algunos datos concretos de lo provincia de
Alicante sobre el problema cronológico de lo cer6mico ibárica", Archivo Español
de Arqueología, XVII, póg. 68. Madrid, 1944.
(257) TARACENA AGUIRRE, loe. cit. noto 210.
(258) CABRE AGUILO, loe. cil. nOla 210 .
•
•
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CULTURA lBERlCA
79
en donde se feche Azoilo del 219 al 27 o. c., fecho esto último
o la que opone reparos Beltrón Villogroso (259) poro quien lo ciudad debió ser destruida alrededor del 45-44 a. c., coincidiendo con
el primitivo punto de visto de Cabré.
En 1945 aparecen diversos publicaciones de gran interés paro
la cuestión que aquí estamos tratando. Almagro admite que lo ce rómico ibérica arrancaría del siglo IV con temas sencillos y la de
bellas decoraciones sería de fines de lo conquisto romano, conti nuando durante lo romanización (260). Cuadrado Diaz, en un in teresan te traba jo dotaba, bosóndose en nuestro cronología, desde
fines del siglo 111 01 1, los cerómicos de El Estrecho de lo Encarnación (261). Pero lo antigua escuela continuaba manteni endo su
opinión, sosteniendo Bosch Gimpera (262) lo tesis de que lo ceró mica ibérica comienzo en el siglo VI, que los temas del grup~ "EI che-Archeno" proceden de lo griego orientolizonte; que hoy un
primer periodo de simples motivos geométricos en Andalucía, des pués escenas humanos de influencio ótica; que el vaso de los guerreros de Archena, el de los cazadores de Ampurios y el de L' Aigüe ta, son del siglo V; que el de los guerreros de Oliva es del 400 y
que lo cerómico de Son Miguel de Lirio se extiende del 350 01 250,
en que desaparece la ciudad, destruido por Aniba1. Por su parte, don
Isidro Bollester veía el origen de lo cerómica ibérico en lo griego
geométrico, oriental izan te y de figuras negras, pero 01 fechar los
vasos de Son Miguel de Lirio, les asigno el siglo 111, aún reconociendo que el poblado debió desaparecer con Sertodo (263) .
Nuevamente en 1946, afirmaba Cobré, en el Congreso Arqueológico de Albacete, que lo cerómico de Elche comienza a fines del
siglo 111 (264), y en 1947, en el Congreso Arqueológico de Murcio,
vuelve o dotar lo cerámico del sudeste en los siguientes términos:
del siglo V 01 111 el "vaso de los cobras" de El Cabecico del Tesoro
y el de los guerreros de Archeno; de lo primero mitad del siglo 111
(259) P. BELTRAN VILLAGRASA: "Lo cronolog10 del poblado ibéric;o del Cabezo de Alc;olá (Azoilo), según los monedes oUi oparec;idos", Boletín Arqueol6gko
del Sudeste Español, 2, pág. 135. Cortogeno, 1945.
(260) ALMAGRO BASCH, lot. c;i!. noto 60 (Exc;avacienes ... ).
(261) E. CUADRADO DIAZ: "Introducción 01 estudio arqueológico del Estrecho de lo Encarnoción", Boletín Arqueológico del Sudeste Espoñol, 2, póg. 124 .
Cortogeno, 19"15.
(262) BOSCH GIMPERA, loc. cit. noto 164.
(263) BALLESTER TORMO, loc. cit. noto 150.
(264) Apostillas a lo comunicación de A. RAMOS FOLQUES: "Problemos de
cer6mico", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Alboc;ele, 19461, pOg. 291. Cortageno, 1941.
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80
D. FLETCHER VALLS
los vasos de Archeno con águilas explayados; de 10 segundo mi tad
del mismo siglo los vasos descubiertos por Ramos Folqués y los medias águilas de Archena; de los siglos II y 1 los "oenochoes" de boca
cilíndrico y las fie ros persiguiendo a l ave explayada (265), pero en
el mismo Congreso presentóronse otras comunicaciones que man tenían puntos de visto distin tos a los de este autor y en contradic-
•
ción algunos de ellos entre si.
Romos Folqués d io a conocer la existencia de dos niveles en
Lo Alcud ia, en el área próximo 01 lugar de aparición de la Dama;
e l nivel mós profundo seria ibero-púnico, con cerómica geométrico;
el supe rpuesto, hispano- romono, con cerómica de bellas decoraciones, que lIegarío del 5. 1II o. C. a l I después de C. (266). Nieto
Gallo, basándose en sus excavaciones en e l Cabecico del Tesoro,
exponía lo tesis de q ue lo cerómica t ipo "Elche -Archena" es pos terior a lo conquisto cartaginesa de fines del s. IlI (267). Figueras
Pacheco confirmaba lo expuesto en 1940 y 1946 (268). señalando
que El Molar, datable entre el VI y IV, no tiene cerámica pintada
o todo lo mós lo es con simples bandas, yque en Benidarm los objetos romanos van acompañados de cerómica ibérico de bella decoración, concluyendo que la cerómica de tiempos de los Bórcidos es sólo
geométrica y que lo fase cumbre se da en la Albufereta, en pleno
romanismo, siendo las pinturas de hombres y animales posteriores
a la llegada de los romanos, apareciendo en ocasiones los tiestos
de esta clase confundidos con lo "terra sigillato" (269).
En este mismo Congreso y en el siguienle, Almagro mantuvo
el criterio de que las estilas que Bosch Gimpera consideraba como
andaluces (bandas o fo jas) son los mós antiguos, en tanto que
Elche, Archena, Li rio, Oliva y Az.aila, son sincrónicos de 10 romaniz.ación, avonz.odo el s. 11 ; la cerómica ibérico pudo comenz.ar
(2651 J. CABRE AGUILO: "Deitania", Crónico del II I Congreso Arqueológico
del Sudeste Español (Murcio, \947), pág. 121. Cartageno, 1948.
(266) A. RAMOS FOLQUES: "La Domo de Elche. Datos poro su cronología",
Cr6nico del 11I Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Murcio, 19471, página
153. Cortogeno, 1948.
(267) G. NIETO GALLO: "Lo necrópolis hispá nico del Cobecico del Te5oro,
Verdoloy (Murcio)", Crónico del II I Congreso Arqueológico del Sudeste Español
IMurcio, 1947), pÓg. 177. Cartogena, 1948.
(268) F. FIGUERAS PACHECO; "Los excavaciones de Alicante y su trascendencia regional", Crónico del 11 Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Albocele, 19461. pág. 207. Cortogeno, 1947.
(269) F. FIGUERAS PACHECO, apostillas o lo comunicoci6n de A. BELTRAN
MARTINEZ: "Breves notos sobre lo cer6mico ibérico pintado del Museo de Cortogeno", Crónico del 111 Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Murci\)
19471. p6g. 162. Cortagena, 1948.
,
[page-n-82]
CULTURA laERICA
81
en el s. V y llegar 01 I después de e, pero sin mezc.larse con lo
"terro sigillata"; los estilos ricos del sudeste se desarrollarían yo
en el s. 11 (270).
En el Congreso Arqueológico de Alcay, Cuadrado Díaz dio cuen to del resultado de sus excavaciones en 10 acrópolis y necrópolis
de El Cigarralejo, en lo segundo de los cuales aparece lo cerámico
geométrico antes del s. 11" pero no lo floral, zoomorfo y humano,
que aparece sólo en el poblado ibero-romano (271). Costilla Yu rrito expuso su criterio en los siguientes términos : "Hoce años,
estudiando la estratigrafía de Ampurias, ya llegué o ese mismo
resultado. La cerámico floral de Ampurias no aparece hasta los
siglos III Y 11" (272). Recordemos o este respecto que Costilla
Yurrita había discrepado, con anterioridad, de lo cronología que
nosotros expusimos en 1940. Almagro Basch presentó uno evolu ción de los temas decorativos ibéricos, considerando que tue pfl
mero lo geométrico y después lo floral y figurativo, del s. III 01 "
siendo Lo Alcudia y El Cabecico del Tesoro del s. IV o tal vez
del 111; Uria y Olivo, del 111-11 y Azoila del 11-1 (273). coincidien do, con respecto o lo sucesión de los temas, con lo que escribiera
en 1907 Pierre Paris (274) y confirmamos nosotros en nuestros
trabojos citodos. Aporte de lo intervención mencionada, Costilla
Yurrita, en su comunicación o dicho Congreso, sitúo lo cerómico
ibérico geométrico, andaluza y valenciano, o fines del s. V y pri mero mitad del IV (275). Réstonos citar, con respecto o este Con greso, el estudio que de los monedas púnicos, ibéricos e hisponoromanos presentó Beltrán Mortínez, quien llego por este comino
igualmente o uno cronología boj o (276) .
(270) M. ALMAGRO BASCH: "Dos cortes estro tjgr6ficos con cerómlco ,bero co en Ampurios", Crónico del III Congreso Arqueológico del Sudeste Es.poñol (Murcio, 1947), póg. 137. Cortogeno, 1948.
M. ALMAGRO BASCH: "Sobre el origen y cronología de la cerómica ibérica",
Crónico del IV Congreso Arqueológica del Sudeste Español (Elche, 1948), pág.
382. Cartagena, 1949.
(271) E. CUADRADO DIAl: "Los primeras oportaciones de El Cigorrolejo al
problema de lo cronologío iberico", Crónico del VI Congreso Arqueológico del
Sudesle Español IAlcoy, 1950), pág. 159. Cartogeno, 1951.
(272) A. DEL CASTILLO YURR ITA, opostilla o lo comunicación de CUADRADO DIAZ, loe. cit. noto anterior, pág. 171.
(273) ALMAGRO BASCH, loe. cit. nolo 60 (Volle de Noya).
(274) P. PARIS, loc. cil. nOIO 217 (Quelques voses ... ).
(275) CASTILLO YURRITA, loe. cit. notos 252 y 272.
A. DEL CASTILLO YURRITA: "Cronologío de lo cerómico ibérico del Sur de
Francia". Cróníca del VI Congreso Arqueol6Qico del Sudeste Español (Alcay,
1950), pag. 192. Cortogeno, 1951.
(276) A. BELTRAN MARTINEZ : "Lo cronol09io de lo epoco ibérico segun
los monedos e ¡nscripciones", Crónico del VI Congre$Q Arqueol6gico del Sudeste Español {Alcoy, 19501. pág. 144. Cortogeno, 1951.
11
[page-n-83]
82
D. FLETCHER VAL.LS
En 1952, lo Srta. Millón sostenía lo opinión de un origen sud gólico pora lo cerámico ibérico (277). y Gordo y Bellido señalaba
lo existencia dé cerámico ibérica en pleno época romana (278)
En 1954, Camón Aznar (279) daba lo siguiente toblo erono
lógico:
Vasos
Vasos
Vasos
Vasos
Vasos
ibéricos con figuras ..... .
celtiberos con figuras .. .
púnicos tipo "Elche-Archena"
de Azaila ..
geométricos .. . .. .
s. IV a 1.
1.- mitad del s 11.
fines 111 y 11-1.
fines 1I y 1.
fines s. V hasta lo "te rra sigilloto"
En un estudio de Maluquer de Motes (280) sobre los pueblos
del levante español, se hoce mós antiguo el memento de inicia-
ción de lo cerómica con escenas, pues el cutor considera mós
lógico suponer que los iberos comenzaron o pintar cuando toda vía circulaban o se hallaba fresca e l recuerdo de las cerámicas
clásicas can figuras; ya hemos expuesto los graves dificultades con
que se tropieza paro poner en contacto directo los pinturas vasculares griegos y los bellos decoraciones ibéricos, dificultades que
se acrecientan conforme los excavaciones van dando la razón O
la cronología boja.
Garcia y Bellido (281) sostiene que el apogeo de la cerá mica
con figuras y escenas debe dotarse entre los s. 1I o. C. y I después de C. coincidiendo, por tanto, con la conquista romana, e
incluso con los primeros emperadores; Lirio, Archena, Elche y
Azaila, tendrían su dota mós precisa en la segunda mitad del s. 1
o. C. y los primeros lustros del siguiente; observemos que para
Archena, nuestros excavaciones no parecen permitir llegar hasta
fecha ton tardío, que poro Azai!o Beltrán Villagrasa y Cabré (282)
dieron como fin del poblado el 45/44, y en cuanto a Liria, cree -
(2771 C. MILLAN: "De cronología de lo cerómlco pintado ibérico. Prioridad
de lo del Golfo de Lyon", Revisto. de Archivos, Bibliotecas y Museos, LVIII, 2-3,
pág. 479. Madrid, 1952.
(278) GARCIA y BELLIDO, loe. cit. noto 209 (Nuevos datos ... ).
(279) J. CAMON AZNAR: "los artes y los pueblos de lo España primitivo",
página 800. Modrid, 1954.
(280) MALUQUER DE MOTES, loe. cit. noto 141 (Pueblos ibéricos).
(281) A. GARCIA y BELLIDO: "Arte ibérico", en "Historio de España" dirIgido par R. MENENDEZ PIDAL, tomo 1, volumen 111, pág. 671. Madrid, 1954.
(282) Con respecto 01 momento final de A:z:oilo, veose BELTRAN VILLA_
GRASA, loc. cit. nOlo 259.
•
[page-n-84]
CULruRA mERICA
83
mos haber demostrado en otras ocasiones que fue destruida en
las guer ras sertorianas (283). Opina, asimismo, Gordo y Bellido,
que 1 decoración geométrico sencillo represento un estad io ante0
rior, datable desde el s. Va más bien del IV, pero no mucho antes,
y que en la segunda mitad del s. I después de C. dejá de fabricarse
la cerámico ibérico.
Pericot Gordo (284) resume sus puntos de visto en lo siguien te tablo:
Fin del s. VI y s. V
Siglos IV y 111 .. .
Siglos II y l. . .. .
cerámico con decoración de bandos.
decoración vegetal y ta l vez figurado.
decoración vegetal, zoomorfo y humano
Independientemente de todo la tendencia general a rebajar los
fechas de lo cerámica ibérica, Bosch Gimpera insistía nuevamente
en 1955 (285) en sus puntos de vista tradicionales, según los cuales, en los poblados del Bajo Aragón 10 cerómica con simples ban dos de color seríon del s. VI, enriqueciéndose en el V Con nuevos
temas, alcanzando su esplendor en los s. IV y 1I 1; en Andaluda,
son los s. VI y V los de lo cerómica geométrico de bandas, con temporánea en el Sudeste, en donde encuentro mós difícil precisar
los comienzos de lo decoración florol y animal; los vasos del Ca becico del Tesoro no estarían le jos del 500 y la destruccián de
Lirio ocurrirío con los guerras anibálicos. Posteriormente, en 1958
sigue manteniendo sus cronologías altos, pero acepto yo nuestro
punto de visto en lo referente a lo destrucción de Lirio por Serto rio (286) .
(283) O. FLETCHER VALLS: "Sobre 105 limites cronológicos de lo cerómlCo
pintado de Son Miguel de Lirio", Actos de lo IV Sesión de 105 Congresos Internacionales de Ciencias Prehistóricos y Protohistóricos (Madrid, 1954), póg. 743,
Zaragoza, 1955, donde se reafirmo n .... estro aserto de lo destrucción del poblado
del Cerro de Son Miguel de Urio en tiempos sertorionos, frente o los hipótesis de
Bosc h Gimpero (guerras onibálicas), Gordo y Bellido (50 despues de Cristo), Almagro Basch ' siglo 11 o. de C.l y señora Beltrón Mortinez de Sónchez (210 o .
de C.).
12841 lo PERICOT GARCIA, prólogo o 10 obro de 1. BALLESTER TORMO, O.
FLETCHER VAlLS, E. PLA BALLESTER, F. JORDA CERDA y J. ALCACER GRAU :
"Corpvs Vosorvm Hisponorvm. Cerómico del Cerro de Son Miguel de Urio. Museo
de lo E.ccmo. Diputación de Valencia". Madrid, 1954.
(285) p. SOSCH GIMPERA: "Le probleme de lo ceramiQue ibérique", Comptes rendl.lS des Seonces de l'Acodemie des Inscriptions et Selles Leltres, póg. 395.
París, 1955.
(285} P. SOSCH GIMPERA; "Todovía el problema de lo cerámico ibérico",
Cuodernos de! Instituto de Historio, Serie Antropológico, 2, Universidad Nocional
Autónomo. Mexico, 1958.
[page-n-85]
84
1>. FLETCHER VALLS
Finalmente, el mas reciente trabajo de con junto sobre lo ero nologia vascular ibérico es e l de Cuadrado Diez, quien después
de hocer breve critico del estudio antes mencionado de Bosch
Gimpera, expone su criterio en un aná lisi s minucioso, que resu ·
mimos en los siguientes términos: o mediados del s. V y durante
el IV sólo hay decoración geométrica y o partir del 111 aparece
10 florol, zoomorfa y humano, que llega, con lo geométrico, hasta
principios del s. I después de c. (287).
Hemos reseñado ampliamente todos cuantos datos de importancia contribuyen o concretar el estado de lo cuestión y fijar
la cronología de la ceróm ico ibérico, por considerarlo, según decíamos 01 principio de este apartado, como el "fósil-guía" de cuya
datación exacta y concreto depende 10 de los yacimientos ibéricos.
Par la expuesto compruébase cómo desde un principio ha ido
rebajóndose 10 cronología a tribuida a la cerámica ibérico, intensificándose a partir de 1940, lo tendencia de lo mayoría de los
investigadores a aceptar fechas bajas poro las ricas decoraciones
y aún para los temas geométricos, coincidiendo la mayoría de los
trabajos, en lineas generales o en su totalidad, con nuestra teoría
expuesta en 1940, la que ha servido de punto de arranque paro
las "cronologías bajas" que van confirmándose más de día en día,
según se realizan nuevos excavaciones o se revisan detenidamente
los resultados de los antiguas.
Como fin de este apartado damos el siguiente cuadro cronolágico que, a nuestro entender, es e l más acorde con 10 realidad
arqueológico :
,
c. :
Mediados de l s. IV a . C. o mediados del s. 1 después de
cerámico
geométrica .
Fi nes de l s. 11I a . C. o mediados del s. I después de C : Cerámico
floral, zoomorfa y humana .
•
(287) E. CUADRADO DIAZ : "El mundo Ibérico. Problema de lo cronalogia
y de los influendo$ culturales exle ....os", 1 Syrnposium de Prehist01ia Peninsular
(Pamplona, 1959), pág. 221 . Pamplono, 1960.
[page-n-86]
LOS IBE ROS DEL SUR DE FRANCIA
l.-LAS FUENTES CLASICAS
Yo hicimos referencia de los fuentes clásicas que mencionan
los iberos del sur de Froncia, por lo que nos limitaremos ahoro o
destocar, únicamente, los siguientes extremos :
•
a) Desde época muy remoto, por lo menos desde 10 doto de
fundoción de Marsello, señalan los textos lo presencio de iberos
en el sudeste de Francia, no de forma esporódico, sino persisten temen te y procediendo de autores separados en el tiempo y en el
espacio. Ello autoriza o admitir la existencia de una Iberia Francesa .
b ) Obsérvese manifiesta contradicción entre textos y arqueología; mientras las menciones mas an t iguos no tienen claro correlación arqueológico, tal vez por no poderse determinar qué es
lo ibérico de los siglos VI I y VI, a partir del s. IV tenemos patentes
restos de la culturo ibérica, pero es entonces cuando los textos
silencian, mós frecuentemente, lo presencio ibérico en aquel te rritorio. Polibio (III, 40, 4 1, 47) sólo menciono ce ltos en e) terri torio Que atravieso Aníbal en lo ¡Provenza, lo cual nos hoce suponer
Que o partir de un cierto momento los términos "celto" e "ibero"
adquieren sentido mós geogrófico que étnico, suposición coinci dente con lo de Ponsich y Pous (288), poro Quienes, cuando Tito
livio hobla de los golas de Ruscino, en 218 o. c., no ha de tomorse
en un sentido preciso, sino ton sólo en el de Que esto ciudad es-
•
(288) p. PQNSICH y A. DE POUS: "Le ,homp
Roussillonnoises, 1, 1, PÓO. 1. Perpionan, 1951 .
d'urne~
de Millos" , Eludes
[page-n-87]
CULTURA lBERICA
<
mas haber demostrado en otros ocasiones que fue destruido en
las guerros sertorianas (283). Opina, asimismo, Gorda y Bellido,
que 10 decoración geométrica sencill o representa un estadio anterior, datable desde el s. Va mós bien del IV, pero no mucho antes,
y que en 10 segunda mitad del s. 1 después de C. dejó de fabricarse
la cerómica ibérica.
Pericot Gorcía (284) resume sus puntas de vista en la siguien te tabla :
Fin del s. V I y s. V
Siglos IV y 111 .. .
Siglos 11 y 1... ..
•
83
cerómica con decoración de bandos.
decoración vegetal y tal vez figurado
decoración vegeta l, zoomorfa y humana .
Independientemente de toda 1 tendencia generol a rebajar las
0
fechas de la cerómico ibérica, Bosch Gimpera insistía nuevamente
en 1955 (285) en sus puntos de vista tradicionales, según los cuales, en los pobladas del Bajo Arogón la cerómica con simples bon das de color serían del s. VI, enriqueciéndose en el V con nuevos
temas, alcanzando su esplendor en las s. IV y 111; en Andalucía,
son los s. VI y V los de la cerómica geométrica de bandas, contemporóneo en el Sudeste, en donde encuentra mós difícil precisar
los comienzos de la decoración floral y animal; los vasos del Ca becico del Tesoro na estarían lejos del 500 y 10 destrucción de
Uria ocurrirío can las guerras anibÓlicas. Posteriormen te, en 1958
sigue manteniendo sus cronologías altos, pero acepta ya nuestro
punto de vista en la referente a lo destrucción de Liria por Sertario (286).
(283) D. FLETCHER VALLS: "Sobre los limites cronol6gicos de lo ceramico
pintodo de Son Miguel de Lirio", Actos de lo IV Sesi6n de los Congresos internacionales de Ciencias Preh¡st6ricos y Protohistóricos (Madrid, 1954), pag. 743,
Zorogozo, 1956, donde se . . eofirmo nuestro aserto de lo destrucción del poblodo
del Cerro de Son Miguel de Urio en tiempos sertorionos, frente a los hipótesis de
Bosch Gimpera (guerras anibálicos), Gorcio y Bellido (50 después de Cristo), Al_
magro Bosch (siglo 11 o. de C.) y señora Beltr6n Mortinez de S6nchez (210 a .
de C.).
(284) L. PERICOT GARCtA, prólOgo a lo obn;J de l. BALLESTER TORMO, D.
FLETCHER VAllS, E. PLA BALLESTER, F. JORDA CERDA y J. ALCACER GRAU:
"Corpvs Vasorvm Hisponorvm. Ceramico del Cerro de Son Miguel de Urio. Museo
de lo Excmo. Diputoci6n de Valencia". Madrid, 1954.
(285) P. BOSCH GIMPERA: "Le probleme de lo cércmique ibi!r¡que", Comples rendus des Seonces de l'Acodemie des Inscriplior'ls et 8elles Lettres, pág. 395.
París, 1955.
(286) P. BOSCH GIMPERA: "Todavía el Droblemo de lo cer6mico ibérico",
Cuodernos del Inst¡tuto de Historio, Serie Antropológica, 2, Universidad Nocional
Autónomo. Me¡¡;icc, 1958 .
[page-n-88]
Ctn.TURA IBERICA
87
2-LOS DATOS MATER I ALES
al
L a s yac: ¡ m i e n t a s
Ha de destacarse, en primer lugar, la semejanza entre los
conjuntos urbanos de los "oppida" franceses y de los poblados ibéricos españoles: emplazamiento en lugares altos y de fácil defensa;
proximidad o las corrientes de aguo; murallas, o veces de aspecto
ciclópeo; alineación de los calles; forma rectangular de las cosos;
aparejo de los muros, etc., etc. No creemos que estas semejanzas
puedan atribuirse ni a gentes determinados ni a regiones concretos, yo que idénticas características presentan los "castellieri" de
lo Italia septentrional (294). Por ello hemos de suponer que tienen
su origen en uno causo unificadora, mas no étnica, por lo que na
hacemos mención a ellas, pero sí conviene observar que en ningún
coso se encuentran en el Languedoc y Rosellón murallas construi das con postes de madera a lo manera gala.
Nos limitaremos o relacionar aquellos lugares franceses en los
que, según nuestras noticias, han aparecido cloros restos de 10 cul turo ibérico .
I.-Agathe
Se localiza o orillas del río Herault en lo actual ciudad de
Agde, o 4 km. al pie del pico de Sto Loup, en lo partido de Am bone, pero en realidad habría que pensar si la Agathe focense
pudo ser distinta de la actual Agde, yo que según lo cito de Es trabón (IV, 1, S) se fundó para defender Marsella "contra los
bórbaros Que viven o orillas del río Ródano", siendo por ello difícil
de comprender cómo pudo defenderse Marsella contra tales bórboros desde los orillas del Herault a mós de 100 km. 01 oeste del
Ródano. Ello nos hoce pensar en un error de identificación actual,
•
(294) J. DE SAINT.VENANT: "Antjques el'lCelntes fortifiées du midi de lo
Fronce", L'Anthropologie, XIII, pág. 84. Porís, 1902.
H. DE GERIN RICARD: "Ropports entre I'archéologie prolohistorique de lo
Provence et de l' lstrie: Costellieri el oppido", Bulletin Archéotogique du Comité
des Trovoux Historiques el Scientiphiques, pág. 469. París, 1940.
[page-n-89]
,
88
1).
I'LIITCHI!R VAU-S
en la existencia de mós ciudades con el mismo nombre (295) o en
que lo afirmación de Estrabón está equivocada en cuanto o 10
función de defensa a ejercer por Agothe.
Otro dudo nos plantea lo fundación focense. Aparte de que su
nombre puedo tener, como se ha opinado, origen fenicio-púnico o
ser del substrato mediterráneo, lo que parece confirmar la lingüística, y lo forma griega ser lo osimilación de un vocablo ajeno pero
de sonsonete semejante 01 griego "ogothe", fenómeno que ocurre,
por ejemplo, con Nizo (296), Beziers (297) y Alicante (298), te -
nemos el párrafo dé Escymno de Chios en el que se lee: " ... yendo
hacio Iberio, los focenses que fundaron Marsella conquistaron
Agathe"; preferimos traducir "conquistaron", "se adueñaron" o
"se apoderaron" y no "fundaron", como ha sido hecho por algunos
autores.
De aceptarse esta interpretación, habríamos de aceptar, asi mismo, Que Agathe existió antes de que se fundara Marsella, lo
que hasta el presente no confirman las hallazgos arqueológicos de
la zona donde se lo pretende situar, tal vez porque no seo el ver dadero lugar de su emplazamiento. En cuanta al origen Giry (299)
cree que ya existia un poblado indigena en donde se avecindaron
los griegos del s. V, coincidiendo con nuestro interpretación. Paro
Lontier (300) seria una fundación del s. VI, restos de cuyo época
tampoco parece haberse encontrado. Gorda y Bellido la supone
fundodo por los focenses antes de 10 batalla de Alolia (301) o
con posterioridad o las batallas de Himero o (urnas (302) . Jan-
(295) No es imposible la eXIstenCIa de varios ci .... dades can el mismo nombre,
puesta q .... e lo raíz "ogd-" se enc .... entro en diversas I.... gares; lo oct .... ol AGAY aparece boja el nombre de AGATHON en el año 130 como procediendo de un primitivo AGATHION q .... e, par hallarse al Este de Marsella, no creemos se frote de lo
citada par Estrob6n (véase ROSTAING, loe. cit. nato 15).
(296) N. LAMBOGLtA: "L'arigine del nome di Nizza", Rivisto Ingo .... no e Intemelio, VII, póg. 201. Bordighera, 1941.
(291) JANNORAY, loc. cit. noTO liO, p6g. 41.
(298) N. P. GOMEZ SERRANO: "Sobre las s.... fijos -N y _NT", Almanaq .... e de
"Los Provincias" poro 1943, pág. 393. Valencia, 1943.
F. MATEU y LLOPIS: "Los cecas ibéricos bastetanos", Cr6nico del IV Congreso Arq .... eológico del S.... deste Español (Elche, 1948). pág. 228. Cortogeno, 1949.
(299) J. GIRY: "Tell de lo Monedlére, commune de Bessan", 8ulleTin de lo
Société Archéologiq .... e de Beziers, XXI, pág. 24. Beziers, 1955.
(300) R. LANTIER: "L'oppid .... m ibériq .... e d'AQde (Héro .... lt)", Rev .... e Archéologiq .... e, XIV, pág. 197. París, 1939.
(301) A. GARCIA y BELLIDO: "Hisponia Groeco", 1, pág. 163. 80rcelono,
1948.
(302) A. GARCIA y BELLIDO: "Lo colonizoci6n phokoia en España. Período
Mossolioto: desde Alolia (535) haSTa los guerras púnicos (218)", Ampurios, IV,
pág. 1 11. Barcelona, 1942.
•
[page-n-90]
CULTURA lBERlCA
89
noray creía que no es anterior al s. IV, coincidiendo con la tesis
de Lamboglia (303). Según Plinio (H. N. 11 1, 5, 2), en su tiempo
había dejado de ser massaliota, pero no indico la fecho en que
dejó de serlo, proponiendo Lantier que el fin de lo ciudad debe
fijarse en el s. II a. e, siendo reocupado temporalmente con posterioridad.
De la Agathe situada al pie del pico de Sto Loup se conocían
de antiguo restos de sepulturas, cerómica, mosaicos, etc.
Entre el pico de Sto LO¡Jp y el coba de Agde, en el monte de
Lo Clape se descubrió casualmente, y excavó en parte en 1938
por un grupo de españoles, uno acrópolis que recuerda, por su
estructuro, los poblados del Boja Aragón. En lugar próximo estó
la necrópolis, con túmulos de incineración. Jonnoroy (304) hablo
de ha llazgos de cerámica campaniense y del tipo de "sombrero
de copa" de procedencia catalana, siendo roro 10 ático de figuras
rojas (305) .
En 1947 se reanudaron las trabajos apareciendo cerámico ático
decadente, obundante campaniense mezclado con 10 iberica, correspondiendo estos hallazgos 01 momento de apogeo del "habitat"
de Enserune (s. IV-111 a . e). Otro nivel correspondía 01 período
galo-romano (306) .
II.- Baau x - Roux
Se hallo en la cadena de colinos que constituyen los contra fuertes del macizo de L'Etoi le, en el Boja Ródano, entre Marsella y Aix.
Vasseur, su excavador, menciona cerámica geometrico, jónico,
ático de figuras negros y rojos, e "iberica", en los niveles databies de los S. VI y V, dotación que hoce sospechar si 10 considera -
(303) N. LAM80GUA, nota b,bllográflca en Rlvlsta di Studi Ligl..IfI, XXIV,
1-2, pág. 184, Bordighero, 1958, conSidera que lo fundocl6n de Agde no es onlerior 01 siglo IV O. C.
J. JANNORAY, informociones orqueal6gicc5 en GoJlio, VI, p6g. 203, Porís,
1949 V en Gollio, VIII, pág. 108. Pcris, 1952.
(304) JANNORAY, loe. cil. nolo 303.
(305) F. BONNET: "Antiquités et Monuments du Deportement de I'Héroult",
Géogrophie Générole du Oeportemenl de I'Hérault, 111, Z. Monlpellier, 1905.
(306) F. BENOIT, en "Journol des Oebots", ogosto de 1939.
R. ARI$ V G. CLAU$TRES: "Le probleme d'Agde", 8ullelin de 10 Société Ar _
chéologique de Bez;ers, 4eme série, V, pág. 81, V VII, pág. 131. 8eziers, 1939 V
1941.
JANNORAY, loe. cil. nOla 303 (Gol 11o, VII .
12
[page-n-91]
90
o.
I'LETCHER VAu.s
do como "¡berieo" no sera de otro origen; sin embargo, Dechelette
describe unos fragmentos que posiblemente si lo son (307) .
Hoy una primero cepa con monedas mossoliotas y fragmentos
de ánfora y "dal ia". Otro de O'ZO a 1'00 m . sobre el piso primi ti vo , con monedas, ceróm ico impor tado e indígena y sílex tollados,
todo en un mismo estro to con temporán eo. Las monedas, 92 en
total, alcanzan, según su descubridor, desde el s. IV hasta el aban -
dono de lo ciudad en el 124/118 o . C.
III.- Besa ra
Besara, Saetera o Boeterro, situado sobre el Orobis (Orb), es
mencionado por Avieno, suponiendo Schulten que es nombre ligur
y que posteriormente los galos aplicaron el de Boeterro (308) .
Estrabón (IV, 1, 6) escribe Saetero, forma idéntico o Boeterro, por
ser normal 10 intensificación de lo R en los lenguas pre indeuropeas mediterróneos (309), lo que hoce suponer que se t rato de
un topóni mo medi terráneo pre lotino, con t rariamente o lo q ue cree
Pericoy, poro quien sería un térm ino latino de 10 lengua rústico,
significando "terreno en barbecho, sin cultivo desde un año" (310) .
Jannoroy creyó en un posible nombre céltico helenizado (311) .
En los años 1855/ 1856 aparecieron a 2'80 m. de profundidad,
con restas romanos, monedas massa lio tas e ibéricos de Beziers,
Narbona, Bi lbilis y Am purias; en e l cen t ro de la población, en
la plaza de lo Madele ine, a 3/3'40 metros de profundidad, por
debajo de l nivel griego de Jo pr imero mitad del s. IV, apareció
(301) G. VASSEUR: "Note prelimonoire sur l'lndustrie ligure en Provence oux
lemps de lo colonie grecq ue", Annoles de lo Fac ult é des Sciences, XII I. Morsellle,
1903.
G. VASSEUR: "les poleries usuel1es grecques el indigenes en Provence oux
111 el 11 siecles ovont Naire Ere", Xllle Session du Congres InternOlionol d'Anlhropologie el d' Archeologie Preh istoriques. Mónaco, 1906.
G. VASSEUR : "Resultots des fouilles orcheolog iqu~ execule~ a Morseil1e
dons le Forl SI Jeon", Comples Rendu$ de l' Acodemie des Inscriptions el Belle,
LeTlres, pOg. 422. París, 19 10.
VASSEUR, loc. cil. no lO$ 2 12, 214 y 215.
DECHELETTE, ·Ioc. ci t. nolo 90, vo1. IV, pág. 561 .
(308) A. SCHULTEN : "Oro Mori timo de Avieno", Fonles Hispa nioe Anl,quoe,
1. Barcelona, 1922; comentario 01 verso 591.
1309) AlESSIO, loe. cit. /"'0010 103 (Lo base .. ).
(310) P. PERICAY: " Cuest iones li ngüistic:a$ sobre fuentes a ntiguos hispanos",
Ampurias, IX-X, pág. 111. Barcelona, 1948.
(311) JANNORAY, loc. cil. noto 110, pág . 350, nOIO 1.
•
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CULTUR,\ IBERICA
91
cerámica clasificado como ibérico, del tipa de los grandes tinajas
de Cessero (312).
IV.- Cayla de Mailhac
Cayla (de lo forma Castellare) se halla en las confines de los
rías Herault y Aude, a unos 25 km. al noroeste de Narbona, ce rrando el camino natural que llevo del Mediterróneo al Océano.
El poblado, que debió existir hasta la primera mitad del s. I
después de Cristo, fue descubierto en 1927 por Martín, quien recogió en superficie "terro sigillata", ibérica pintado y ática.
Según Lantier, una segunda fase de lo ocupación del poblado
acabó con la invasión ibérica del primer cuar to del s. V, oporeciendo la cerámica ibérica, jónico, ótico de figuras negros de lo
segundo mitad del s. V I y principios del V; después del incendio
se restauró, abundando entonces la cerámico ibérica, que operece
mezclado con las imitaciones locales, la ático de figuras rojas y
la Halioto y con fíbulas de tipa arcaico (s. Y/IV). La cuarta fase,
según el propio Lontier, corresponde al período de La Tene 11 con
"sombreros de copa" ibéricos, fíbulas, cerómico micácea y en los
niveles superiores "terro sigilloto" de la Graufesenque (313).
Jonnoroy (314) suponía que 10 interrupción en los importacio nes de cerámica griego entre fines del YI y fines del Y, es decir,
entre los ultimas tiempos de la de figuras negros y lo época del
estilo florido, fue menos largo en Coy lo (donde duraría hasta más
allá de la segundo mitad del V) que en Enserune, observando, muy
atinadamente, que si tal interrupción hubiera sido consecuencia
de la expansión ibérico, habría que admitir que ésto no fue uni forme, efectu6ndose en oleadas sucesivos.
Pueden señalarse los siguientes nive les:
o)
Nivel con restos de los portadores de urnas.
(312) J . GIRY: "Fouilles sur lo ploee de lo Modeleine", Bullel,n de lo Sociele
Archéologique de Bez:iers, IX, pág. 93. Bez:iers, 1943.
J. COULOUMA el lo MONTAGNIER: "Oppidum gree de Bez:iers" , RhodonlO,
XX-XXII, pág. 80. Vienne, 1946.
M. TOUSSAINT: "Trouvoilles oreheologiques dons les niveoux onliques de
Bez:iers (Heroull)", Gollio, VI, 1, póg. 179. Porís, 1949.
(313) R. LANTIER: "Reeherehes oreheologiques en Goule, 111, 1943", Gollio,
IV, pág. 331. Poris, 1946.
(314) J. JANNORAY: "Le Cayla de Mo¡lhae (Aude)" , Gallia, VI. 1, pág. 200.
París, 1949.
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92
D. FUITCHHR VAll.S
b) Nivel con diversas inferencias, con huellos de incendio que
se data por los cerámicos áticas de figuras negros de fines del VI
o principios del V, lo mismo que en Mcntlaures y Enserune .
el Cambio brusco en lo civilización, durando las nuevas monifestaciones los siglos IV y ~II; abunda lo cerámico pintada. Según Martín, el origen de esta tercero ciudad representa uno fase
ibérica muy puro, consecuencia de la invasión, que es admitida
por este autor. Lo cerámica ibérico se encontraria o partir de lo
segundo mitad del s. V, o seo, tres cuartos de siglo antes que
en Enserune. Las partes media y olto de este nivel se rían con temporáneos del momento de mayor esplendor de Enserune (como
hemos visto que pasa con Agothe). Se señalan fuertes influencias
cél ticos que preceden o lo invasión voleo.
d) En el nivel voleo, con fíbulas de Lo Ten e r 1, es roro lo
cerómica pintodo, decayendo lo importancia de lo ciudad.
e y f) Cerómica campaniense, monedas romanos republica nos, fíbulas de Lo Tene II y "terro sigillata" .
Lo cerómica grosero, de tradición neolítico, se encuentro en
todos los niveles, como sucede en los poblados ibéricos esp:Jñoles (315).
En el subsuelo de algunos cosos aparecieron sepulturas de niños (a excepción de una, de adulta) sin que, por carecer de mós
deta lles sobre toles hallazgos, podomos determinar hasta qué
punto pudieron relacionarse con posibles sacrificios fundaciona les (3 16) .
Los monedas ibéricos son de Obulca, Narbona y otros inclasi ficables (317).
(3 15) 1. BALLESTER TORMO: "Los cerómicas ibéricos arcaizantes valencianos", Serie de Trabajos Varios del S.I.P. de lo Excmo. Diputaci6n provincial,
núm. 10, pág. 47. Valencia, 1947.
(316) D. FLETCHER VALlS: "Un posible saCrificio fundacional en 10 ciudod
,berica de Archena", Cuadernos de Historia Primitiva, 11, 1, pélg. 40. Madrid,
1947.
(317) O. y J. TAFFANEl: ":"'e Cayla de Mailhac (Aude)". Carcasanne, 193B.
A. BlANCHET, recensión a la obra anterior en Revue Archéologique, 6eme
Serie, XJlI, pOg. 306. París, 1939.
R. LANTlER: "le Cayla de Mailhac (Aude)", comentario a la obra citado
antes, en Revue Archéologique, 6eme Série, XVII, pág. 107. París, 1941; considera que Cayla, junto can Mantlaurés y Enserune, es un representante particularmente caraCleristico de la civilizaci6n "celta-ibérica del Languedoc".
H. MARTIN_GRANEL: "l'oppidum du Cayla o Mailhac lAude). Les niveaux
d", Premiere Age du Fer", Bulletin de la Société des $citnces NOlurelles de Vaucluse, 1942.
•
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CULTURA IBERICA
93
V.- Cessero
En Sto Thibery, en lo confluencia de Lo Tongue y el Herault,
en el lugar en donde se hallan dos colinos llamados Mans Ramus,
entre las que poso lo vía Damiciana. El poblado, de formo cua drado casi perfecto, es inaccesible par el sur y defendido por fuer tes murallas en [os puntos accesibles, según referencia de 1820,
fecho en que aún conservaba los murallas en cuestión.
Se determinaron tres niveles en [os que abundan grandes vasos
ovoides con bandos pintados y semicircunferencias concéntricos,
iguales a otros de Montlaures, Caylo, Enserune y Beziers, que semejan cerómicas españo[os, hasta el punto de haberse considerado
Ibéricos; no obstante, Cou[oumo afirmo que san jónicos y sirvieron
de modelo o aquéllos. Pero hoy fragmentos realmente ibéricos, osi
como das inscripciones ibéricos en lo iglesia de Sto Thibery (318)
VI.- En serun e
Se ha dicho que fue lo antigua [nselodunum, p[oza fuerte de
los "selonencen", conocidas únicamente par [as monedas. En un
mapa del 958 se menciono Amseduna; en 1216 Bastida de Anseruno; posteriormente, mons o podium de Enserune (319).
Se hallo o 9 ki lómetros de Beziers, entre éste y Norbono, en la
alto de un promontorio desde el que se divisan estas dos ciudades
H. MARTIN-GRANEL: "Les fouilles de I'oppidum du Coylo a Modhoc (Aude).
RopporT pniliminoire", Gollia, 11, (3), pág. 1. Paris, 1944.
J. JANNORAV: "Héroult, Enserune, Caylo de Moilhoc", Rivisto di Studi Li_
guri, XIII, pág. 68. Bordighero, 1947.
O. y J. TAFFANEL: "Moraues d'amphore trouvées ou Coylo de Mailhac",
Gollio, VI, pág. 143. Porís, 1947.
O. y J. TAFFANEL; "L'oppidum du Cayla, commune de Mailhoc lAude)",
Melonges d'Archéologie et d'Histoire offerts el Ch. Piccord, pág. 996. Paris, 1949
JANNORAY, loe. cit. noto 314.
(318) Vease Revue de lo $oc.iété des Sovonts, Sime Série, 111, pág. 17 .
G. CHARVET; "Histoire Générole du Longuedoe", XV, pág. 649.
J. COULOUMA y G. CLAUSTRES: "L'oppidum de Cessero", Bullet;n de lo 50eiété ArcheologiQue de Beziers, 4eme Série, VIII, ipÓg. 64. Beziers, 1942.
J. COULOUMA y G. CLAUSTRES: "L'oppidum de Cessero pris Sto Thibery, Hé.oult", Gallia, V, 2, pág. 1. Poris, 1943.
J. COULOUMA: "Lo céromiQue el Mogolos, el Besson et el Sto Thibery (Hérouh)", Gollia, VI, 1, pág. 175. Paris, 1949.
(319) P. THIERS; "Notes sur les ¡beres du Bos-Longuedoc", Bulletil1 de lo
Commission ArchéologiQue de Narbonne, X, p6g. 208. Narbono, 1908.
Sobre los "selonencen" véase mas odelante, 01 hablor de los monedas iberica$.
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,
94
D. FLETClIER VALLS
y Agde, el mar, los Pirineos, los Alberes y los Cevennes. En 1248
se desecó el estanque de Montady que se hallaba a los pies del po~
bledo. Este es conocido desde mediados del siglo pasado, siendo Ginieis el primero en explororlo, entre 1843 y 1860, dejando una memoria inédita que fue publicada en resumen por Noguier. En 1872
•
[o estudió Coron en el XXXV Congreso Científico de Franda (320).
En 1884 Noguier excavó 10 vertiente meridionol (321). En 1916
Mouret descubrió algunos materiales, exhumando hasta 1924 un
total de 335 sepulturas dotobles, según él, del siglo V al III a. e,
encontrando cerámico céltico, griego e ibérica y armas, entre ellas
tres faleatos (322). A partir de 1929 se hizo cargo de las excava
dones Formige (323) con lo colaboración de Mouret y Siga1. De
1929 a 1943 se excavaron 6.000 metros cuadrados de terreno. En
1945-46 se descubrieron 106 tumbos, interviniendo en su estudio
el malogrado Jonnoroy (324), quien llevó la dirección de las exco·
vociones en los últimos años.
Enserune comprende dos zonos de excavoción, el "oppidum" y
la necrópolis.
(320) E. CAROU: "Enserune", Congres Scientifique de Frence, 35 SeSSlon,
11, pág. 333. Paris, 1872.
(321) L. NOGUIER: "Enserune et Montody", Bulletin de lo Société Archéolagique de Beziers, 2eme ~rie, VII, pág. 233. Bezlers, 1814.
(322) F. MOURET: "Note sur les fouilles d'Enserune", Comptes rendus de
l'Academie des Inscriptions et 8elles LeTlres, pago 391. París, 1916.
F. MOURET: "Corpvs Vasorvm Antiqvorvm. Fronce. COlleclion MauTet (Fouilles
d'Enserune)". Paris, 1921.
E. POTTIER doba cuento, en lo sesión del 14 de enero de 1921 de lo Aca·
demie des Inscriptions el Belles Lettres, de los excavaciones de F. Mouret. Véase
Revue Archóologique, Seme $érie, XXVI}I, pág. 158. París, 1928.
(323) J. FORMIGE: "L'oppidum d'Ensérune", Gallia, 1, pág. 5. PoTis, 1943.
(324) Lo bibliografía de J. JANNORAY sob.-e Enserune es sumamente ompllo,
por lo que citaremos solamente aquellos publicociones no mencionados en los on·
leriores nOIOS:
"Les fauilles d'Ensérune (Héroull)", Revue Archóologique, 6eme Série, XXXVI ,
pág. 5. París, 1946.
"Enserune", Gellio, IV, pág. 351. Paris, 1946.
"L'hobitot ello necTOpele d'Ensérune (languedoc) d'apres I'exploration ofChéalogique recente", Comples rendu$ de l'Acodémie des Inscrlptions el 8elles Leltres,
pág. 530. Poris, 1946.
"Les fouilles d'Ensérune et les civilisotions pré-rcmaines du Midi de lo Fran·
ce", Rivisto di Sludi liguri, XIV, 3, pág. 85. Bordiohero, 1948.
"Les fouilles récentes de lo necropole d'Enserune (LonguedocJ", Crónico del
IV Congreso Arqueológico del Sudeste Espoñol (Elche, 19481. pág. 331. CarIO'geno, 1949.
"Los excavaciones de Enserune y el problema de lo cerómlCO ibérico", en Ar.
chivo Español de Arqueología, XXII, pág. 3. Madrid, 1949.
"Lo polerie ioo,ique el I'exponsion des lberes en Goule méridionole", Melon·
ges d'Archéologie et d'Hisloire offerls 6 Ch. Piccord, pág. 448. Porís, 1949.
"Les fouilles d'Ensérune el lo connoissonce des civilisolions pre-romoines de
lo Goule méridianale", lo Nouvelle Clio, 5·6, pág. 203. París, 1950.
•
•
•
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CULTUR/\ IBERICA
(J)
95
El oppidum .
Formige establece en sus excavaciones nueve niveles de cenizas
superpuestos desde el paleolítico o la romanización. La ciudad del
siglo I1 I es la que mós hallazgos proporciono, con cerámica cam paniense y monedas e inscripciones ibéricas; la preponderancia ibérica se ejercería, según este autor, desde fines del sigla IV y durante el siglo 111, contrariamente a la tesis de Bosch Gimpera, quien situaba el predominio en las siglos V y IV, sin tener en cuenta que
la dosificado como ibérico salía, como observó Pattier (325) can
cerámico de los siglos IV y JI 1.
Jannoray relacionó el poblado de la segundo mitad del siglo IV
con las tumbas de urna "ibéricas" can decoración geométrica, negando que la cerámica de este tipo del siglo V seo ibérica, y en
cuanto o lo cerómica de posta amarilla y decoración geométrica, de
la segunda mitad del siglo IV, es uno derivación de lo anterior y no
puede considerarse propia de un pueblo que llegara de España en
el siglo V (326).
Abundan las grandes "dalia" bicónicos (no ovoides a lo manero
romano) con inscripción ibérico estampillado en tres puntos del
cuello.
bl
La necrópolis .
Son frecuentes los vasos de barniz negro, algunos idénticos a
otros de La Bastida de les Alcuses y Cabezo del Tío Pio (327) . De
época mós boja son los pebeteros en cabeza de T anit, que tam bién se encuentran en yacimientos' valencianos, como lo Albufereta.
(325) E. POTTIER y S. RE INACH: "Ropporl sur les fouilles d'Ensérune" ,
Comptes rendus de l'Acodemie des Inscripl¡ons el Belles Lettres, pÓg. 469. París,
1916.
E. POTTIER: "Les fouilles d'Ensérune", prólogo o lo obro de F. MOURET, loc.
cit . noto 322 (Corpvs ... ).
E. POTTIER, orticulo en "L'IUustrotion". París, 24 de abril de 1926.
(326) JANNORAY, loc. ci t. noto 110.
(327) 1. BALLESTER TORMO y L. PERICOT GARClA; "Lo Bastida de les AI _
cuses (Mogente)", Archivo de Prehistoria levantino, 1, pÓg. 119. Volencio, 1928.
SAN VALERO APARISI y FLETCHER VAllS, loc. cit. noto 240.
J. D. BEAZLEY: "Lo cerómlco otieo del Cobezo del Tia Pio, en A,cheno (Murcitl)", Cuodernos de Historio Primitivo, 111 , 1, pág. 43. Madrid, 1948.
N. LAMBOGLlA: "Lo cerómico preeompono dello Bostida", Archivo de Prehistoria Levantino, V, pág. 105. Volencia, 1954.
[page-n-97]
•
96
D. I'LI!TCHBR VALLS
Muchos de los vasos que Mauret dio como ibéricos son galos, subitálicos o púnicos (328) .
La abundancia de tumbas do por resultado la mezclo de los
ajuares, ocasionando las naturales confusiones. Lo cronología no
puede determinarse por lo moyor o menos profundidad de los se pulturas; el grupo de enterramientos de la capa de arcillo presenta
dos series tipológicas, según Jonnoray: uno, con urnas del tipo llamado ibérico por Mauret, con decoración geo:Tuhrica simple, recu ~
biertos por trozos de ánfora mossolioto; en la otra, 10 urna cineraria es uno crátera o skyphos ¡toliata con platitos de barniz negro
con estampillados, copitas amarillos y vasos de posta grosera; esto
vajilla contenía los alimentos, novedad que Jannaray atribuyó o los
celtas, pero que yo señalamos en enterramientos ibéricos, como los
de Archena (329). Esto segundo serie de enterramientos serio del
250 01 200 a . C. Los sepulturas en los que sólo aparecen materiales célticos son pobres y de carócter indígena, según Jannoray
Por su porte, Heleno consideró que lo necrópolis tenía una zona, lo
septentrional, de los siglos V Y IV, con vasos ibéricos de decoro
ción geométrico y óticos de figuras rojos, y otro zona , lo meridional, de los siglos 111 Y 11 .
Lontier (330) afirmo que lo cerómica ibérico de lo necrópolis
no es anterior o lo segundo mitad del siglo IV, sjtuóndose los tum bos mós recientes hacia el 325 (331) .
Castillo Yurrito (332) remonto lo cerámico ibérico geométrico
de Enserune 01 siglo V Y lo florol, en el poblado, o partir de lo pri mera mitad del siglo 111.
(328) S. REINACH, recensi6n a la obra de MOURET, loc. dI. nOTa 322 (Corp ...s ... ), en Re ... ue ArcheologiQue, Seme Serie, XXV III, p6g. 367, París, 1928, dice,
fiondo en los clasificaciones que el auTor da, Que "la cer6mica de La Tene falta
por completo, porque nos hollamos en territorio ibérico".
Coincidente con nuestro apreciacl6n es el criterio de R. LANTIER: "Celtas e
iberos", Archivo Español de Arqueología, XVI, p6g. 141, Madrid, 1943, en donde
opino Que hoy mucha cer6mica celia clasificado err6neamente como Ibérica.
R. LAN,IER: "Au Musee d'Enserune (Hérault)", Revue Archéologique, 6eme
Série, X II, p6g. 252. París, 1938.
(329) SAN VALERQ APARISI y FlETCHER VALLS, loc. cil . nolo 240.
(330) R. lANTIER: "Rechercnes archéologiques en Gaule, 1946", GoHio, VI ,
1, p6g. 257. Paris, 1949.
R. LANTIER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1950" , Gollia, IX, pilO·
170. Poris, 1952.
(3311 R. LANTIER; "Recherches archéologiques en Fronce, 1951" , Coesorou_
gusto, 6, pOg. 199. Zaragoza, 1955.
(332) CASTILLO YURRtTA, loe. CI!. nolo 275 .
..
..
[page-n-98]
I
CULTURA lBER1CA
97
En los vosos de Enserune han aparecido múltiples grafitos ibé-
ricos estudiados por Tovor (333).
VII.-
Illiberis.
No existe unanimidad de cri t erio respecto o su emplazamiento .
Berthelot la sitúo cerco de lo desembocadura del T ech, en lo ciu dad que se llamó despues Helena, en honor de lo madre de Constantino, y hoy Elne (334). Margail supone que el yacimiento primitivo debe emplazarse en el cerro de Sto Cyprien; Cloustres, Bas sede y Grau creen que coincidiría con lo ciudad alta de Elne .
Lo ciudad iniciorío su vida en la primero mitad del siglo VI,
siendo raros los hallazgos del 480 al 350. En p leno siglo 1I apare cen los "sombreros de copo" ibéricos, de la costa catalano. En el
suelo orcilloso se encuentran excavados silos de una profundidad de
3'50 metros y un diómetro de 2/2'50 metros, pero el relleno de su
interior no guardo estratigrafia, pareciendo que, en conjunto, corresponde 01 siglo 111. En uno de estos silos apareció la porte alto
de un 01 pe con grafitos ibéricos, en los que leemos ELERBAS, que
podria hacer referencia 01 primitivo nombre de lo población (335).
VIII.- La Monediere .
Se hallo o 1.500 metros 01 sur de lo pobloción de Bessan, entre
Agde y Sto Thibery .
•
•
1333) Sobre Ensérune, odemas de la bibllogrofio citada, podemos menCIonar :
A. TOVAR LORENTE: "Léxica de las inscriQ
pagino 423. Gloucester, 1928.
H. ROUZAUD: "L'oppidum pre_romoine d'Ensén.me", Bullelin de lo Commission Archéologique de Norbonne, pago 269. Norbono, 1923.
E. ESPERANDIEU: "Montlourés el Ensérune", Ecole AnliQue de Nimes, VII
session, pág. 43. Nimes, 1921.
(334) H. GUITER: "Phonetique evolulive et toponymle hisloriQue", Revue des
Langues Romones, LXXIV, 196, pag. 23. Monlpellier, 1960.
(335) BERTHELOT, loe. cit. nora 6.
J. MARGAIL: "A la recherche d'llIiberis", AMoles du Midi, L, pag. 151 .
1938.
G. CLAUSTRES, lo 8ASSEDE y R. GRAU : "Les fouilles d' llIibefls (Elne)", Eludes Roussillonnoises, 3, pOg. 153. Perpignon, 1952 .
A. 8ALIL ILLANA : "Excavaciones en Elno", Archivo Esponol de ArQueologio,
XXVI, pag. 119. Modrid, 1953.
R. GRAU: "Sondoge (1 IlIiberis", Etudes RouS$illonnoises, 4, pag. 273 . Perpignon, 1955 .
R. GRAU: "Lo site d'Uliberis el le Musée d'Elne" . Perpignon, 1958 .
13
[page-n-99]
98
O, FLlITCHER VALLS
Según Giry, en el estuario del Herault, donde ya existia un poblado indígena, se avecindaron los primeros novegantes griegos; en
el siglo V, los celtas del norte y los iberos del sur obligarían o la
población o refugiarse en los "oppido" circundantes.
Es rara la cerámica ibérico, pues sólo se mencionan unos frag -
mentos de "sombrero de copo" sin estratigrafía cierto; cerómica
considerado como ibérico, es clasificada por Coulouma (336) como
jónica .
IX.- Montfo.
Se si t úa en Mogolas, en el valle del Libron, entre Bedorieux y
Beziers.
Con an terioridad o lo época ibero-griego, estuvo ocupado por
pobres pastores y agricultores que, todavía en el siglo I o.
c..
conservan cerámico primitivo. Couloumo, en el nivel que corresponde o fines del siglo 1I1 y principios del lI, sitúo los frag m entos
de cerómico ibérico, que él no cree de tal origen, pero en dicho nivel
se encuentran verdaderos "sombreros de copo" de tipo de Rubi y
Fontscoldes, o veces con dos osos, con decoración geométrico, mezclados con cerómico de barn iz negro con palmetas impresos, y con
cerómico de Lezoux.
Mós profundos, de 3'50 o 4 metros, correspondiendo al siglo IV,
son otros cerómicos que por algunos arqueólogos se hocen originorios de España, pero que el citado Coulouma considero procedentes
de talleres franceses de inspiración jónico.
De los 220 monedas aparecidos, sólo tres son ibéricos (337) .
X.-Montlaurés.
Situado o 56 metros de altura sobre lo llanura circundante y o
4 kilómetros a l oeste de Norbona, creyéndose que fue lo antiguo
Nora. Según He leno, sería lo capital de los Elysices, pueblo consi derado como ibero, ce lta o ligur .
Lo capital de este pueblo, Norbona, sería arrasado por Ii?s iberos según Bosch Gimpera (338), poro quien los elysices serían Ií gures, coso que ta mbién creyó Schu lten, aunque tenía ideos algo
confusos sob re el particular, yo que en su "Avieno" encontramos
lo atribución o los I¡gures (pág. 2 8) ya los iberos (pág . 3 1l. Con t ra
(336)
GIRY,
(331)
(3381
COULOUMA, loc. ell. nOlo 318 (Lo ceromiQue " Mogolas ).
loco cit. nolo 299.
COULOUMA, loc. cil. nolo 318 (Lo ceromiQue " Mogolosj .
BOSCH GIMPERA, loe. cit. noto 164.
[page-n-100]
CULTURIo lBERICA
99
el criterio ligur está la opinián de Gachon (339), quien acepto lo
presencio de los iberos en el sudeste de Francia y como a toles con·
sidera o los elysices. Las fuentes clásicas, como hemos manifestado
repetidamente, mencionan desde muy antiguo en esa zona a los ibe ·
ros y es, precisamente, en ella donde más abundan los hallazgos
ibéri cos. Para Kraft (340) los elysices seríon celtas.
El conjunto del yacimiento se sitúa del siglo V al 111 a. c.,
pudiendo distinguirse dos civilizaciones, uno pobre, con utillaje poco
perfeccionado y poco metol, nada de armas, cerámica grosera o
mano con decoración de cordones e incisiones, mezclada con cerÓ·
mica ibérica geométrica y otro gris, a torno, con zonas de círculos
incisos. En lo cerámica griega falto lo de fines del siglo VI y pri ·
mero mitad del V, siendo abundante o partir dé fines de d icho siglo en adelante hasta el 111, halfóndose también 1 de barniz ne0
gro de los siglos IV y 111, de Gnothio, de los s iglos 111 01 11 y no
,
son raros los fragmentos de "terro siglI10to". Lo cerómico conside
rada como ibérica aparece mezclada con 10 griego de los siglos V
01 111 , pero o este particular conviene recordar 10 observación de
J onnoroy (341).
Aparte de lo cerámico, existen otros elementos ibéricos en este
yacimiento, tales como los monedas con letrero ibéri co de "Neron cen" y los inscripciones sobre "dalia".
Lo necrópolis no ha sido estudiado detenidamente (342)
(339) M. GACHON: "Histoire du Longuedoc". Paris, 1921.
(340) G. KRAFT: "The Origin o, the Kelts", Anliquity, 11 1, pág. 33. Glou·
ces ter, 1929.
(341) Lo opini6n de LANTIER y JANNORAY de que los hollol!.go$ d e cer6·
mico propiamente ibérico se efectúan en los yacimientos franceses o par tir de lo
segundo mitad del s. IV, coincide con nuestro o;>reciación cronológico sobre dicho
cerámico; solamente, por relacionarlo equivocadamente co n otros moteriales,o ,;lor
err6neo identificación, se ho dotado lo cerómico ibérico francesa con decoraci6n
geomc trico, en el s. V.
(342) Sobre este yacimiento pueden verse, además, los siguientes obras:
H. ROUZAUD: "Notes et observations sur le pays narbonnois", Bullelln de lo
Commissian Archéalogique de Narbcnne, VIII, póg. 489. Narbcna, 1905.
H. ROUZAUD, noticias en Comptes Rendu; de l'Acodemie des Inscriptians el
Belles LellrC1, pág. 136 Y 213, oño 1905; pág. 260. año 1907; pág. 399, 477 Y
480,oño 1916.
P. THIERS: "Montlaurés et Montady", Congres Archéologique de France. Carcossonne, 1906, p6g. 215.
"L'estociá ibérica de Montloures", Anuari de l'lnstitut d'Esludis Calalans,
pÓg. "168. Barcelono, 1907.
H. ROUZAUD y lo POTTIER: "Les fouilles de Montlaures", Comptes rendus
de l'Acodemie des Inscriptions et Belles Letlres, pág. 981. Paris, 1916.
J. PUIG y CADAFALCH: "Les excavacions arqueol6giques de Castell-Roselló
(Per";¡lI1yá), Montlaurés (Norbono) y Marsella", Anuari de l' lnstitut d'Estudis Ca·
ta lans, 1909·1910, pág. 710. Barcelona, 1911.
ESPERANDIEU, loe. cit. noto 333.
OECHELETTE, loc. cit. nota 90, pág. 51"1.
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100
D. I'LETCHER VALLS
XI,- Murvi el.
Situada en las proximidades del río Orb, aguas arriba de Beziers,
o unos 10 kilómetros de ésta .
En el siglo XI se denominaba "Murovétulo". Algunos autores lo
han identificado con lo "Noustalo" de Avieno y capital de los Longostoletes pero nada de ello estó probado y menos todavía que toles Longostoletes sean un pueblo.
Tiene magnificas fortificaciones; dos murallas, de 1.900 me-
tros de perímetro, lo exterior, y 1.000 lo interior.
Abundan las monedas massoliotos, de los arecómicos, tectoso ges, be ter ranos, longostoletes, de Nimes, Ampurios, Torroeo y ramonas (escasos las republicanos y de los primeros tiempos del Im perio, pero abundantes o partir de Claudia, siendo los mós recien tes los de Gratiniano) (343) .
XII.-Pech - Tartari.
En Rouffioc d'Aude . El nombre Tortori se considero de origen
ibéricc.
No parece que hoyo nodo anterior 01 siglo 111. A fines del I fue
abandonado .
Entre los hallazgos de índole ibérica podemos citar un grafito
sobre un fragmento de cerámico componiense y numerosos mone das (9 de Narbona con leyenda de Kolantolos; otras con Neroncen;
otros con Norbon, con toro corriendo a derecho; 7 de Ampurios; 9
de Lérida; 2 de Celse; I de Cástula; además, una pún ica de Baleares; uno de los voleos arecómicos y 11 de los tectasages; 3 de
Marsella; 4 romanos republ icanas del JI y J, uno del 43-42 a. c.,
y una de T iberio). El número rela t ivamente abundante de monedas
ibéricos, hoce pensar q ue el "appidum" estaba poblados de iberos,
quienes mantuvieron relaciones comerciales con España (344) .
(343) BONNET, loe. ci l . noto 305.
(344) R. NElU: "l'oppidum prolohislorique et les vestiges gaUo-romains de
Pech-Tartari el La Sogoste, communes Roulfiac d'Aude el de Pomos", Editions
de lo $ociété d'Eludes Scient¡fiques de l'Aude. Limoux, 1959.
•
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CULTURA mSRICA
•
•
101
XIII.-Ruscino .
Situada entre los Pirineos y Norbana, en el río Tet. Se considera
como lo único fundación fenicio en el litoral gola (345). Según
Claustres (346) la forma griega pudo ser Ruskunon, encontrándose
otra ciudad norteafricana con igual nombre.
Explorado por primero vez en 1766 y después en 1808, 1816,
1845 y 1909, siendo romanos lo mayoría de los hallazgos, aunque
también hoy cerámica ático de l siglo IV, "bucchero nero", campaniense y otro closificado como ibérico. Hoy monedas de T arragana
y Ampurias e ibéricos francesas. Un dolium llevo trip le morca ibérica.
Lo cerómica ibérico parece estor bien determinado desde los
siglos III y 11, pero no poro los períodos anteriores. Lo mayoría de
los grafitos ibéricos encontrados sobre vasos completos o sobre fragmentos de vasos "in situ", porten del siglo III y llegan o comienzos del siglo 1 o . e, en que ceden e l poso o lo lengua lotina (347) .
XIV.-Saint- Blaise.
En el departamento de los Bocas del Rádana, entre dos lagunas,
no lejos de Sto Remy-en-Provence, en tre Fas e Istres. Debió ser destruido hacia la mitad del siglo I a. C.
De acuerdo con las excavaciones reo liz.adas por Rolland, puede
establecerse la siguiente estratig raf ía:
l.-Siglos V II -IV: cerómico pintada jonia, "bucchero nero" y
fíbulas de La Certosa .
(345) V. NOlo 292.
(346) G. CLAUSTRES: "SIroligroph,e de Rusc ino", Eludes RoussillonMises, 2 ,
pág. 135. Perpignon, 1951.
(341) J. MASSOT: "NOTe sur les monnoies Trouvées 6 Castell-Rouselló", Ruscino, 1-2. Perpignon, 1912.
P. THIERS: "Ropporl sur les fouilles de Caslell-Roussillon, 1912", Bulletin
Archéologique du Comite des Trovoux Historiques et Scientiphiques, póg. 208.
Poris, 1912.
P. TH IERS: "Ropport sur les fouilles de Costel1-Roussil1on (Pyrenées Orientales) en 1912", Ruscino, 111, pág. 353. Perpignon, 1913.
H. ARAGO: "Le bilon des fouilles de Ruscino (Costel1-Roussil1on)". Perpig-
,
non, 1914.
CH. COTTE: "Congres de Rhodonio el Pertuis", L'Anthropolog'e, 29, c6o. 599.
Poris, 1918_1919. Referencia
lo comu nicoción de ARAGO sobre sus elCCOVOciones e n Ruscino.
JANNORAY, loc. ciT. 1\010 303.
°
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102
D. f1.I!TCHER VALU>
2 .-Siglos IV- lo. c. : cerámica ático e ¡taliata, algún tiesto
de ceramica ibérico decorada con ternos geométricos; abundo lo
campaniense A y hay monedas massoliotas (348) ,
XV.-Constantine.
Un "sombrero de copa" (349) .
XVI.-St. Rach .
Cerco de Toulouse . Apareció cerómico ibérico con decoración
geométrico (350) .
XVII.-CorcQssone.
Fragmentos de cerómico ibérico (351)
XVIII.-Montons.
En la zona de Toulouse . Aparecen monedas "celtibéri<:.os" (3 52)
XIX.-Ari ege.
Una moneda ibérico ilergete y cerámica considerada procedente
de España, sirviendo para Que Tricoire (353) opine que durante los
siglos 11 J y 11 uno población "celtibérico" se estableció sobre el
ocantilado de Fontestorbes.
XX.-St. Bertrand de Comminges.
Aparecieron un denaria de Bo!scon, varios semises de Joco, un
denario de Cese, tres piezas de Emporion, de! 45 o . C. a! 14 d . C.
y otros posteriores 01 14 (354)
(348) H. ROLLAND: "Les toudles de SI. Blolse". Porís, 1951.
A. BELTRAN MARTlNEZ: "Las eKcavaciones del oppidum de Sto Blalse", Archivo Español de Arqueología, XXV, pag. 380. Modrid, 1952.
H. ROlLAND: "Cerámica ibérico de SI. Bloise", Archivo Español de Arqueo logío, XXVI, pág. 384. Madrid, 1953.
(349) P. J. DUFERT y J. GOURVEST: "Une monnaie c I'hippacompe ottribuee
aux orvernes Irouvee s... r I'op;¡id ... m de Constantine (Comm ... ne de Lano;;an, B. R.}",
Cohiers lig ... res de Préhistoire el d'Archealogie, 6, póg. 192. Monlpell ier, 1951.
(350) G. FABRE: "Contrib... tian c I'el ...de d ... protahislOriq"'e d ... s ...d-ouesl de
la Fronce", Gonia, IV, pag. 1. París, 1946.
(351) NELLI, loe. cil. nOIO 344.
(352) M. DURAND-lEFEBVRE: "Elude sur les voses de Monlons du Musée
Soint-Raymond de Toulouse", Gol/io, IV, pág. 131. Porís, 1946.
(353) J. TRICOIRE: "Oppidum celtibérique du Mayne-Bélesto (Aril!ge)", Prehislaire, Speléologie Ariegeoise, 1, pag. 36. Pamiers, 1948.
(354) A. BElTRAN MARTlNEZ: " Información numismátIca. Holla:tgo$ de
monedos ibéricos en SI. Berlrand de Comminges", Coesorougusta, 6, pag. 191 .
Zorogo%.o, \ 955.
,
[page-n-104]
CULTURA mERICA
103
Tal vez puedan ponerse en relación estos monedas con lo noticio colacionado por Garcia y Bellido (355). referente al traslado
que hizo Pompeyo de los dispersos tropos de Sertorio o Lugdunum
Convenorum (St. Bertrond de Commingesl, en el nacimiento del
Garona y mismo meridiano de Lérido. Estos tropos pudieron conti nuar en contacto con gentes de esto porte de los Pirineos, aunque
los monedas en cuestión también pudieron llegar o dicho lugar por
otros causas, pues en puntos ton distantes como Wetzlar (Renanio)
se cito el hallazgo de uno monedo de Turioso (356) .
XXI.- Mos d' Agen ois.
Aguas aba jo del Gorono, en el departamento de Lot-et-Garon neo Se mencionan inscripciones grafiados sobre cerámico (357) ,
XXII . -St. Mort in.
En el cementerio, uno moneda "celtibérico" can otros de César,
Augusto, etc ., hasta Constancia Cloro.
XXII I.-Aubogno n.
En las Pirineos Occidentales. Se encontraron dos inscripciones
ibéricas, una sobre circulillo de plota, formando porte de una coto
de molla y otro, posiblemente sobre copo, igualmente de plato, ex humadas ambos junto o fíbulas de Lo Tene II (358).
XXIV.- Co stet.
En Oleron . Monedas ibéricos.
(355) A. GARCIA y BELLIDO: '·Hisponos en el sur de Frontio". Bolelín de
lb Reol Academia de la Historia, CXXXVII, 1, pég. 35. Madrid. 1955.
A. GARCIA y BELLIDO: "Hisponos no sul de Franc;o". Revislo de Guimaraes.
LXV, pég. 335. Guimaraes, 1955.
Cabrio, también, pensar si algún hallazgo ibérico en la zona oQuilono pudiero
eslar en relocién con los mercenarios que en el año 56 o. C. oyudaron o los aQui·
lanas en sus luchas conlra los ,amanos (César, B. G. "" 23).
(356) H. SCHOPPA, en Germanio, 29,1 _2. pág. 151. Be,l;n, 1951.
(351) A. NICOLA1: '·Le Mas d'Agenois ~us la domination romoine (Mansio
Aginensis-Velanum) el le cimitiere galto-romoine de SI .Marlin", Bordeaux, 1896.
(358) G. FABRE: "les cl ... ili~lions prolohislariques de l'Aquitaine". pág, 124.
París, 1952. Menciono ~lomente uno.
R. lAFON: "Les insc,;ptions en co,ocleres iberes d'Aubagnon el les ínscriptians latines d'Aire.sur l'Mour", Federotion HistoriQue du Sud-ouest, ACles du
IX Congrés d'Etudes Regionoles tenu o SI. Sever les 28 et 29 ovril 1956. Hoce
referencio o dos inscripciones ibéricos de Aubagnon.
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104
D. FLIn'CIU!R VALLS
XXV .-Labatmole.
En Pau. Dos monedas con lo leyendo Boscunes
XXVI. -lecumberri .
En Mauleon. Monedas ibéricas.
XXVII.-St. Etienne des Landes y Borois.
Unos 1.800 denarios de Belsio, Turioso, Segóbriga, etc
XXVIII.- Sta. Anastas ia.
En Nimes. Según Grenier y Brunel, los bustos del Museo de Ni mes, procedentes de Sto. Anastasia, son ibéricos (359) .
XXIX.---Grezan.
Lo escultura de guerrero estó clasificado por Brunel como ibé·
rico (360) ,
b)
L a m o n e da
Agrupamos en este aportado Jos monedas con letreros ibericos,
emitidos por cecas sudgálicas (361) .
l.-Monedas de plato, llamadas de lo cruz. o lo ruedo, imitación de los de Rosas y Ampurias, que se atribuyen o 10 región aquitano. El letrero es trosliterodo por Hill como ACOEQUNT IN; por
Jonnoray (362) como ABERECONT IN; poro nosotros diría ACERECON TIN.
2.-Monedas con reverso can cinco signos, A~U~N~TI~G I , dos
en un campo y uno en cado uno de los restantes espacios de lo rue-
(359) GRENIER, loe. dI. nolo 12.
BRUNEL, loe. ci l. nolo 147.
(360) BRUNEL, loe. cit. noto 147.
(361) G. F. HILL; "On the Coins of Norbonensis w,lh lberion Inscriplions",
The Americon Numismolic Saciety. New York, 1930.
G. F. HILL; "Les monnoies de lo Norbonnoise ovec inscriptions ibériques",
Bullel,n de lo Commission Archéologique de Norbonne. Toulouse, 1935.
J. B. COLBERT DE BEAULIEU; "Cotologue des collections ord..eologiques de
Beso~on, IV; Les monnoies gouloises", Annoles Ultéroires de l'Un¡ve~i'e de Beso~on, 25 (Archéologie 7). Besonc;on, 1959.
(362) JANNORAY, loe. cit. noto 110, pág. 438, noto 1.
•
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CULTURA lBERICA
lOS
da o cruz. Existen discrepancias en cuanto a su lectura y ubicación.
Para Heiss diría ONTHEGA, contracción de ONATHEGA, "el buen
lugor"· y la atribuyó a Agde, opinión que fue rechazada par Hill;
Hübner leyó UNTGA. Donnadieu, leyendo de izquierda a derecho,
pero hacia arriba transcribió AGTHNO o sea AGATHANON . Nosotros, leyendo en el mismo sentido que Donnadieu y aplicando los
actuales valores atribuidos a los signos ibéricos, interpretamos AGIDINU o AGIDINDU (el último signo es de dificil lectura}, que bien
pudiera ser lo formo indígena de Agde; cabrío, también, atribuir 10
ceca o lo zona occidental francesa, donde encontramos el nombre
antiguo de AGEDINCUM, la act'_JOI Agen (Lot-et-Goronne), de cuyo
comarca hemos mencionado hallazgos ibéricos yola que Dauzat
hoce llegar a los iberos, empujados por los golas (363).
3:-.Qtros monedas llevan en el anverso cabeza de Rom.J y el
signo X y en el reverso Dioscuros a caballo y la leyendo IECE,
4.-Hoy un grupo de monedas que parece pertenecer exclusi
vamente a la zona de Beziers-Narbona, localizándose lo ceca emi sora en ésta o en Murviel. Llevan en el anverso cabeza de Mercurio
y en el reverso trípode y [a I~y enda griego LONGOSTALETON,
acompañada, en lo última etapa de emisión, de los nombres "Log kotiknos" o "Bokios" en caracteres griegos, y cuatro letras ibéricos
que se leen BI -U-CU-C I o BI ·U -R-B[ o PI -U-R- PI, etc., letrero se mejante al PIUR de Azaila y 01 PIURTITE de Son Miguel de Lirio.
Estas monedas son copia de las de Agrigento y Siracusa, del siglo
111, que sirven de modelo o los massaliotas que, a su vez, lo son
de las aquí estudiadas, par lo que estos han de considerarse como
de los primeros momentos del siglo I t, siendo muy pasible que sus
últimas emisiones puedan encuadrarse en el siglo 1 a. C.
No hay unanimidad ni sobre el significado de la palabra "Lon gostal~ton", ni sobre lo iberica. Poro algunos autores, aquélla
serío el nombre de un pueblo, cuyo capital radicaría en Murviel,
Narbona, Beziers o Perpignan, sin llegar o un acuerdo. Poro otros,
no tendría valor etnico y significaría algo así como "magistrado" o
"representante de cosos comerciales griegas", pero la term inación
del vocablo hace pensar más en un pueblo, si bien todavía está por
identificar quiénes pudieron ser estos Longostaletes y o qué ciudad,
en definitivo, corresponden los emisiones.
13631
A. OAUZAT: "les noms de lieux". París, 1941.
1. X. FERNANDES: "Toporllm05 e gentIlIcios" Porta, 1941.
CESAR lB. G. VII, 10) menciono una ciudad Agedincum que por localizarse
cn Sens no creemos pueda relocionorse con lo que ident¡ficomos en lo monedo.
14
[page-n-107]
106
O, t't.ETCHER VALLS
5 .-otros monedas llevan exclusivamente inscripción ibérica,
con cabezo femenina o lo derecho, en el anverso, y toro bojo corona, en el reverso (uno variante con hipocampo) y la inscripción NE RON EN o NERONCEN y en el exergo PI -U- PI -GE-N; teniendo en
cuenta la lectura Olscan - Bolseon (364) puede leerse NERBONEN
o NERBONCEN, forma ibérica de la actual Norbono, aunque para
muchos autores la ciudad ibérico se hollaba en Montlourés, dado
que en lo moderna Narbono sólo se señala el hallazgo de una monedo de esta ceca. Estos monedas, privativos de lo comorco de Beziers-Norbono y dotados entre el 175 y el 71 a . c., son claro testomonio de la existencia de iberos en el sudeste francés en ese período, contra las manifestaciones de aquellos textos clósicos que
dejan de hablar de los iberos franceses o partir del siglo 111 a . C.
Hill ha puesto en relación estos monedas con los de Saitobi,
por los signos E-BA y E-CE-CE, observación que yo hiciera en 1880
Zobel de Zangróniz 01 considerar como uno mismo región man~
tal ibérico lo que se extiende desde Norbona o Jótiva (365) . El profesor Vallejo ha abordado, asimismo, lo cuestión de los signos E-BA
en las monedas ibéricos (366) .
6 .-Se consideran también de Narbona otros monedas, qu e Hill
cree un ensayo bórbaro, con lo inscripción BA-E-R-O-O-N. Hobrío
que pensar si, en realidad, el primer signo no serio una N y lo
lectura correcta fuero NE-R-O-O-N o NE-R-BO-N
7.-El anverso de otros monedas ofrece los signos E-BA y en el
reverso jinete con palmo y signos de dificil lectura.
B.-No existe cito alguno respecto de los SELONCEN, nombre que aparece en algunos monedas, habiéndose supuesto que corresponde a lo ciudad de Selo, que se emplazo en Enserune, pero
en este poblado apareció ton solo un ejemplar de este tipo. Gómez
Moreno cree que es falso lectura o equivocado grafía por NERON CEN (367). creencia que compartimos.
(364) M. GQMEZ MORENO: "Digresiones l!>ericos: escrituro, lengua", Boletín
de lo Real Academia Española, pág. 275. Madrid, 1945.
(365) J. ZOBEl _DE ZANGRONIZ: "Mapa de los monedas con leyendas iooricos acuñados en lo España Citerior". Madrid, 1880.
(366) J. VALLEJO: "En torno o uno viejo monedo ibérico" , Emérito, XIV,
pág. 242. Modrid, 1946.
(367) J. VALLEJO: "De re ibérico", Emérito, XV, pag. 214 . Madrid, 1947 .
Reproduce lo citodo observación del Sr. Gómez Moreno.
[page-n-108]
CULTURA IBERICA
,
¡
107
9.-Unos monedas llevan lo inscripción BI-R-I-CA-N-TI-O o
PI-R-I-CA-N-TI-O, atribuyéndose o Brigontio, en los alrededores de
Beziers.
1O.-De lo ciudad de Beziers se considero lo monedo con lo
inscripción griego BETERRAT.
Aparte de estos acuñaciones francesas, conviene recordar los
muchos monedas de procedencia españolo aparecidos en aquellos
tierras, pruebo de los normales relaciones existentes entre los ibe ros de uno y otro porte de los Pirineos.
el
I n s e r j p e ion e s
Aporte de los referenciados de Mas d'Agenois, Aubagnan, St
Thibery, IlIiberis, Montlaurés y Ruscino, deben destacarse los muy
abundantes de Enserune, aparecidos sobre pies y osos de cráteras,
en platos, cuencos, ónforas, etc., pudiendo dotarse los mós anti guos de la primero mitad del s. IV y los mós recientes como con
temporóneas de los leyendas monetales. Estas inscripciones son
idénticas a los oparecidos en los letreros ibéricos españoles, osi
como la fonético y morfología son semejantes, lo que mueve o
Jonnoroy o afirmar que utilizaron unos y otros el mismo idioma,
pruebo de las afinidades existentes entre los indígenas de ambos
lodos de los Pirineos (368). En reciente trabajo, Tovar (369) muestra gróficamente los fuertes lozas lingüísticos Que unen a los ha bitantes de lo zona oriental españolo y meridional francesa
Lo anterior enumeración de dotas materiales, aún no siendo
exhaustivo, lo consideramos sufien te no sólo poro probar los in tensos contactos y relaciones entre ambos lodos de los Pirineos,
sino también poro resolver definitivamen te la cuesti6n de los iberos
del sudeste francés (370)
(368) M. ALMAGRO: "Lo España de las invasiones celt,cos", HistOriO de España dirigido por don Ramón Menendez Pidol, 11, póg. 271. Madrid, 1952. El
autor se opone o que los iberos hablasen uno lengua mediterróneo, creyendo que
hablaron dialectos celticos.
JANNORAY, loc. cit. noto 110, pág. 355 y 421.
(369) A. TOVAR LORENTE: "Extensión de lo lengua ibérico en Andoludo" ,
Zephyrus, VII, pOg. 81. Salamanca, 1956.
(370) Corno complemento o la bibliografía citado en este capitulo yola omplio recopilación de Jonnoroy, loc. cit. noto 110, mencionaremos:
G. PHILLlPS: "Prüfung des lberischen Ursprungs elnzelner Stammes-und S:éidtenomen im südlichen Gollien", Sitzungsberichte der phil. hisl. d. der. kois. AcodefTlIe der Wissenschohen zu Wien, LXVII, pag. 345. Wien, 1871.
[page-n-109]
o.
108
I't.ETCHER V¡\LLS
3.-HIPOTESIS SOBRE LOS IBEROS DEL SUDESTE FRANCES
Los arqueólogos han buscado satisfactorios explicaciones o los
mencionadas citos y o los abundantes hallazgos ibéricos en terri torio francés, siendo muchas y dispares las hipótesis formulados,
las cuales agrupamos en los sigui entes aportados:
al
Tesis que: niegan la invasión y presenci a ibérica en el S. E.
francés
Se ha considerado por algunos autores que la invasién es uno
"construcción teórico hecho a bose de una imaginaria interpretación de los fuentes" Y, consecuentemente, no admiten lo presencio ibérico en el Mediodía francés, clasificando la llamado
cerámico ibérico francesa como imitación local de lo de bandos
focense .
Mas con esto negativo quedan sin explicar lo numismático,
inscripciones y textos clásicos que, quierase o no, han de tenerse
en cuenta.
bl
Tesis que niegan la invasión, pero admiten la presencia ibérica
en el Mediodía d e Francia
Excluido lo invasión, se ha querido explicar lo presencio ibérico
en Francia por diversos causas, entre ellos lo comercial (371). Pero,
01 querer justificar los monedas ibéricas autánomos y lo cerómico
por rozones comerciales, se dejan sin explicar, como en el coso
anterior, las inscripciones, lo toponimia y los textos.
La explicación de Grenier de que los habitantes del Mediodía
de Francia se llamaron iberos, no porque lo fueron, sino porque
F. P. GAROFALO: "Iber; nello Gollio", Bolel;n de lo Reol Acodemio de lo
Historio, XXXII, pago 294. Modrid, 189B.
BARRIL Y y MAZAURIC: "Stotislique des enceintes préhisloriques el prOIOhistoriques du déporlemen! du Gord", Congres Préhistorique de Fronce. Nime$,
191 1.
F. MOURET: "Des ¡nfluences helleniques el torlesiennes sur le Longuedoc Medilerronneen el le Roussillon 01,.11( lemps préhisloriques", Bulletin de lo Sociele Ar_
chéologique. Betiers, 1929.
(37\) M. LOUI$: "Influences el Invosions", Rivislo di $Iudi Liguri, XV, 1_2,
póg. 159. Bordighero, 1949. Véose lo
[page-n-110]
CULTURA IIIERlCA
lO.
hoblobon uno lengua igualo lo de los pobladores del levan te español, o quienes los griegos aplicaron el nombre de iberos, hipó.
tesis seguido muy de cerco por Jonnoroy, lo consideramos carente
de volar, según hemos expuesto en lugar oportuno (372).
Se ha opinado, también, que los restos ibéricos en Francia se
deben o los guarniciones que pudo dejar Anibol en su marcho
hacia Italia, pero esto explicación dejo sin resolver los textos ció·
sicos, que se remontan o época muy anterior 01 poso de Aníbol,
fecho o partir de lo cual no se menciona, generalmente, a los
iberos en el sur de Francia; tampoco se pueden explicar los emi siones de monedas con letreros ibéricos, muy posteriores 01 poso
de Anibo l por aquellos tierras.
el
•
Tesis que admiten la invasión
Lo teoría de lo invasión ha sido lo más arraigado y lo que ha
contado con mayor número de adeptos, aunque no le han faltado
objeciones hasta desacreditarlo totalmt!nte. Poro unos autores
procedería de Italia (Hervás), otros de lo Galio septentriona l (Phi .
lipon) y otros, y es lo Que más seguidores tiene, de Españo.
Fueran los creadores de ésta Jullion, Schulten y Bosch Gimpero,
según los cuales, los iberos avanzaron de sur a norte, como reac ·
ción a las invasiones célticas, ocupando los tierras meridionales
francesas hacia el año 575 a . c., según Bosch Gimpera; rechazados
posteriormente por los galos, retrocedieron o la península y llega ron a Castilla, atravesando Cataluña y Aragón, dando origen al
pueblo celtibérico y desapareciendo los tribus ibéricos del Mediodía
francés (373). Los datos que hemos ido presentando en los aparo
todos anteriores contradicen esto última hipótesis de Bosch Gim pera, quien en otra ocasión (374) sintetizo sus puntos de visto en
la s igui~nte forma: " Lo población del sudeste de Francia en la
Edad del H ierro parece bastante bien conocido . Arranca de uno
población celtizada por el puebla de las urnas que se transformo
can los primeras aportaciones griegos, o fines del s. VI J o prin cipios del VI. En éste comienza una nueva culturo con cerómico
ibérico de tipos españoles, floreciendo en el V y IV. A partir
del III parecen dominar los voleos. En este periodo se mezclan las
(372)
(373)
(374)
V. Capilulo 11, 1, bl.
eOSCH GIMPERA, loe. ClI. nOlo 137 (Em;oyo .. 1.
BOSCH GIMPERA, loe. cil. noto 164.
[page-n-111]
110
D. f'LETCHER VALLS
influencias de Lo Tene con influencias de los poblados catalones,
que van perdiendo su carácter ibérico resurgiendo el indígena. Estas conclusiones son vólidos no sólo poro el Aude, sino para el
Herault y aún poro todo el territorio provenzal al oeste del Ródono. "
Como vemos, Bosch Gimpero considera que lo población ird; geno catalana no es ibérico, extremo que hemos rebatido amplio
mente en otro lugar de este trabajo. Aduce, el citado profesor .
el testimonio del Pseudo-Escylox poro probar que lo gente francesa
celtizodo por los campos de urnas ero ligur; aparte de que las
referencias son constantemente a los iberos, el testimonio del
Pseudo-Escylox no tiene fuerza probatorio para este extremo, yo
que ademós de ser tardío (se le llega a considerar contemporáneo
de Polibio), únicamente señala lo mezclo con iberos.
Hablar de uno invasión ibérico en el s. VI basándose en lo
cerómico no es posible, dado que en dicho siglo no existe lo típico
cerámico ibérico en territorio español, ni se encuentro en los yacimientos franceses ninguno que puedo clasificarse como autén ticamente ibérico del s. VI (375) .
Asimismo, considero Bosch Gimpera que el dom inio ibérico del
sur de Francia tuvo carácter militar, consideróndolo como uno incursión realizada con propósito de aislar a los celtas y evitar sus
ataques (376); mas esto incursión tendría que haber durado varios
siglos, si tenemos en cuenta que, poro este autor, se inició o prin
cipios del s. VI y duró hasta el 111, con la aparición de los voleos.
A pesar de los múltiples follas que presentaba la tesis de la
invasión, ha sido aceptada por buen número de arqueólogos, quie
nes le achacan las huellos de incendio que se encuentran en los
"oppida", si bien la cronología asignado al nivel de cenizas es
distinta en cada lugar, ocasionando las consiguientes discrepancias
con respecto 01 momento de producirse lo invasión. iara Pottier (377) se produciría del 500 al 400 o. c.; Kraft (378), lo sitúa
en el 600; Jullian (379), en el 475; Helena (380) admite el am ·
plio espacio de un siglo para la invasión, consecuencia de 10 cual
sería lo interrupción de los importaciones de ceramica griego, lo
(3751 JANNORAY, loc. cit. noto 110.
(37 6 1 P. 80SCH GIMPERA: "Los pueblos ;¡rom,t,vos de lo Peninsulo". Revisto
de Occidente. Modrid, 1925.
(377) POTTIER, loc. cil. nOlo 342.
(378) KRAFT, loc. cit. nOlo 340.
(379) C. JULLlAN: "Histoire de lo Goule" , 1, pág . 262
(380) HELENA, loc. cil. noto 292.
,
,
[page-n-112]
CULTURA IBERICA
111
que ya sugirió Puig y Cadafaleh (381), pero que, en realidad, se
debe a la crisis que atraviesa el mundo griego de occidente en el
período que va de Alalia a Himera (382); Brunel (383) cree que
los iberos son portadores de una limitada culturo, O portir del s. V
y acepta lo de lo interrupción de las importaciones griegas corno
consecuencia de lo invasión ibérica, pero este mismo autor, siete
años mós tarde, duda de ello; Grenier (384), admite lo llegada de
los iberos del 500 al 400, pero o continuación de expresar esta
ideo hace otros manifestaciones a los que nos referiremos en el
apartado siguiente; también Hubert y Fabre (385) admiten la invasión. Lantier comenzó admitiéndolo, conc ibiéndola corno un
simple "raid" que únicamente dejó ruinas, ocasionando la mencionado interrupción de las relaciones con oriente entre los años
475 y primer tercio del s. IV, a fines del cual, los voleos obligaron
o retroceder a los iberos; contradiciéndose a sí mismo, manifiesta
Que sólo después del s. III aparecen ob jetos específicamente ibéricos, cosa que tampoco estó muy de ocuerdo con su afirmación
de que lo cerámico ibérico aparece en los "oppida" o fines del
siglo VI (386); en los últimos trabajos de este autor, 10 tesis
de la invosión se debilita, buscondo la explicación en el comercio (387), viendo en los textos clásicos citodos por nosotros (388)
lo confirmación de los iberos franceses (389) o creyendo que uno
comunidad de origen justificaría los objetos ibéricos de 10 segundo
ciudad de Enserune (390). Más recientemente, lo tesis invosionista
es aceptada por Galtier (391), quien admite lo llegado en el s. V
(381) PUIG y CADAFAlCH, loe. Cit. noto 342.
(382) NAVARRO, loc. ci l. I'IOto 333.
(383) aRUNEl, loe. cit. noto 147.
(384) GRENIER, loe. cil. nOlO 12.
(385) H. HU8ERT: "lesreeltes et I'exponslon cellique lusqu'a I'époque de lo
Tene". París, 1932.
G. fABRE: "Conlribution a ,'elude de lo protohistoire du sud-ouesl", Gonio,
1, pág. 43. París, 1943.
(386) R. LANT1ER, rece nsión o 10 obro de Ph. Heleno (loe. cit. noto 292).
Revue Archéologique, XIII, póg. 182. París, 1939.
R. lANTIER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1939", Gellio, 1, págino
189. París, 1943.
R. lANTlER: "Recherches orchéologiques en Goule, 1940-41-42", Gollio.lI,
pág. 289. París, 1943.
lANTIER, loc. cit. 1'1010 328 y 330 (Recherches ... 1946).
(387) R. lANT IER; "Recherches orchéologiques en Goule, 1948", Gollio, VII,
2. Poris, 1951.
(388) FLETCHER VALLS, loe. cit. nolo 1 (Algunos fuentes .. ).
(389) LANTIER, loe. cit. noto 293.
(390) LANTIER, loe. ci t. noto 330 (Recherches ... 1950).
(391) G. GAL TIER: "lo creotion du vignoble longuedoeien", Cohlers Llgures
de Prehisto;re el d'Archeologie, 8, pág. 121. Monlpellier, 1959.
[page-n-113]
112
D. FUITCHER VALLS
de unos invasores procedentes de España, los ib~ros, que repre·
senton los descendientes de la población neolitica de España.
Al hablar de la h ipótesis invasionista hemos hecho algunas ob jeciones, entre ellos la de lo discrepancio cronológico que se le
atribuye; añadamos ahora que no hoy ningún texto antiguo que
hable de ello, siendo meramente persona l lo interpretación dado
por Schulten al verso 55 1 de lo "Oro Marítima", en la q ue no se
descubre referencia olguno o lo invasión; además, con anterioridad
a la supuesta fecha de esto, existen menciones clósicos referentes
a los iberos franceses; y en cuento o los niveles de incendio de
los "oppida", no siendo sincrónicos entre sí, habría que admitir
varias oleadas de invasores. Aparte de ello, la t~sis invasionista no
explica ni justifica las monedas, cerómico, inscripciones, etc., ya
que estos testimonios son posteriores, en su mayor parte, a la épo ca en que se hoce retroceder a los iberos o España o consecuencia
del empu je vol ca.
Todo nos lleva, pues, o rechazar la invasión ibérica del Me ·
diodía de Francia, y en este sentida negativa se expresa también
Almagro, al escribir:
"Se debe negar en absoluto eso invosiÓ:1 i~érica del s . VI, rea lizada de sur a norte, incluso hasta el Ródano, al menos con valor
étnico y el significado dado a lo voz ibero por sus mantenedores,
paro los cuales sería un elemento no in¿europeo, africana a sud·
hispana" (392)
dI
Just ificación de los iberos fr a nceses
Negada lo presencio de tos iberos en Francia por invasión , co mercio, etc., ¿cómo justificar los testimonios literarios, arqueológ icos y lingüísticos que tenemos sobre los mismos?
A nuestro entender, sólo existe una justificación, poco gene
ralizoda, o pesar de hallarse expuesto desde hoce muchos años
Cazal is de Fondouce (393), estudiando lo prehistoria del sudeste
francés, llegó o la conclusión de q ue los iberos podían identificarse
can los indígenas neolíticos del He raul t, siendo el mós antiguo
pueblo de la Galio meridional, r~sumiendo su cri terio en los s i
(392) ALMAGRO BASCH, loe. !:ir. no los 60 (Excovociones) '1 270.
(393) P. CAZAUS DE FONDOUCE: "Les lemps préhisloriques dons I' Héroult",
Géogrophie Générole du Deportement de I'Heroull, pub1ié por lo Soeiélé LonQuedocierme de Geogrophie, 111, l. Monlpellier, 1900.
[page-n-114]
CULTUAA IBERICA
J
•
1\3
guientes palabras: "Habrá que considerar o los iberos, que pare ·
cen ser e l más antiguo pueblo de lo Galio meridional, como nues tros indígenas neoliticos."
Esto tesis coincide con lo de Bladé (394), según lo cual los
aquitanos serían iberos que se extendían de golfo o golfo, quedando impenetrables al elemento céltico, y con lo de Bonnet (395).
quien escribía: "Los más antiguos habi tantes de que se conservo
e l nombre son los iberos, que se extend ieron hasta e l Ródono, que
los separaba de los ligures."
Bosch Gimpera mantenía un criterio seme jante (396) 01 decir :
"E:1 el neolítico avanzodo, el $. E. desde 10 provincia de Almería
es ocupado por un nuevo elemento étnico recién llegado, 01 parecer, por mor desde Africa, debiendo ver en é l lo primero oleado
de pueblos que, andando el tiempo, se denominarán iberos. En
pleno eneolítico llegan 01 Ródano y Alpes." Pesaba, sin embargo,
demasiado 10 ideo de lo invasión ibérico en el sur de Francia poro
que este outOr sacoro conclusiones de otro índole.
Más recientemente, Hawkes (397) opino que los protagonistas
de lo culturo de El Górcel serían los primeros iberos que, o lo largo
de lo costo llegarían hasta Narbona . Este mismo punta de visto
insinúo Maluquer (398), insistiendo en que es posible reconocer el
substrato de tipo levantino en el s!Jr de Francia .
Pericot mantenía 10 tradicional hipótesis de 10 invasión de "un
cierto elemento mi litar" ibérico, pero no rechazo posteriormente
lo posibilidad de un estrato común o a:nbos lodos de los Piri neos (399) .
Grenier (400) que, como hemos visto, admite lo invasión ibérico, opino seguidamente que son indígenas de España civilizados
por lo prosperidad comercial precoz debido o lo extracción de los
metales; su aportación fue más de elementos de civilización que
de población, introduciéndose los iberos en uno población autóctono, sobre lo cual Grenier no se decide o esp2cificar el origen .
1394) J. F. BLADE: "Les Iberes". París, 1892 (v . recensión de Carlailhac en
L'Anthrapologie, IV, pOg. 96. París, 1893).
(395) BONNET, loe. cil. nota 305.
(396) P. BOSCH GIMPERA: "El problema etnolÓQica vasca y la arqueología" ,
Revisto Internacional de Estudios Voseas, XIV. Son Sebasti6n, 1923. Conferencias profesados en lo E~uelo de ArIes y Oficios de Bilbao, organi:odos por 10
Sociedad de ESludios Vascos, los días 3, 4 y 5 de enero de 1923 .
(391) HAWKES, loe. cit. nolo 18.
(398) MALUQUER DE MOTES, loe. cit. 1'1010 141 (Lo culturo hollslóltico .
(399) L. PERICOT GARCIA: "Lo España Primitivo". Barcelona. 1950.
('lOO) GRENIER, loe. cit. noto 12.
15
[page-n-115]
114
D. FLETCHER VALU
Brunel (401) cree que la comunidad cultural puede indicar sólo
el parentesco a partir del s. V, pero termino diciendo : " Podemos
decir nuestros antepasados los galos o condición de recordar que
no fueron solamente hijos de galos inmigrados y que llevan, sobre todo, la sangre de los viejas poblaciones neo liticos enraiz:ados
en el territorio mediterrÓneo."
Jonnoray (402) opinaba que en 10 primera Edad del Hierro
toda lo costo desde el Ebro hasta el Amo estaba ocupado por uno
cultura indígena que podio considerarse autóctona y que derivaba
de los civilizaciones agrícolas del neolítico, pero luego de insistir
reiteradamente en "que no hay duda de que nos encontramos de
una y otro parte de los Pirineos con un área de civiliz.aciÓn común", una "identidad de población, creemos que desde el origen"
y uno "evolución análoga bajo la acción de influencias comunes",
niega la existencia de las iberas en el Mediodía de Francia, opi nando, o lo manera de Grenier, que los griegas pudieron pensar,
01 abordar los costos del golfo de Lyon, que se encontraban en
Iberio, y se "comprende que hayan dado el nom bre de Iberos o
los ocupantes de los "oppida" de la llanura litoral", yo que "los
textos que dan el litoral rosellonés y languedociense co mo poblado
de iberos tienen únicamente el propósito de señalar que esta regiá n se presenta como una prolongación de los costas mediterrá neos de la Península" , Para Jannoray son, pues, iberos "en el sen tido de que agrupan a los hermanos de roz.a de los indígenas que
viven del otro lado de los Pirineos", siendo "el parentesco original
y la análogo evolución" causa de que pareciera a los "antiguos que
las costas de 10 Galio meridional, del Pirineo al Heroult, formaban
parte de lo Iberia". Queda poco cloro cómo puede admitirse un
elemento común y negar los iberos franceses, yo que si eran los
mismas gentes y o las de aquí se les llamó Iberos, no es de extrañar que el mismo nombre dieron las fuentes clásicos a los ha bitantes del sudeste de Francia.
Lo único forma de explicor las fuentes, lo toponimia, las inscripciones y lengua, las monedas, la cerámica y la antropología,
es admitir que un solo pueblo ibero se extendió por [a z.ona oriental de España hasta el Ródano, primero, y después ,hasta el Herau lt. Siendo las mismas gentes es normal el paralelo desenvol vimiento, aunque con los naturales diferencias impuestos por el
(401)
(4021
BRUNEL, loe. cit. noto 147 ,
JANNQRAY, loe. cit noto 170,
peg. 382 y
n., 415 y 439 y
5$.
[page-n-116]
"'
matiz especial que en Francia adquieren los iberos 01 estar en
contacto con los galos.
Nosotros hemos explicado lo existencia de los iberos del sudeste francés por un substrato común que uniformó la evolución
culturol en las tierros costeras levantinas españolas y meridionales
francesas (403). Este mismo criterio siguen Almagro (404), Ponsich y Pous (405) y Audibert y HUQues (406).
Los anteriores opiniones, basadas en fuertes rozones de índole
arqueológico, se refuerzon con los aportaciones de carácter antropológico ya mencionados (407) y la reciente de Vallois poro quien
la población de Souk-el-Arba sería un t ipo mediterráneo primitivo
muy semejante a los neolíticos dol icocéfalos que habitaron el sur
de Francia (408), y con los rozones de índole lingüístico, siendo
lo misma lo lengua hablado en Enserune y en lo región valenciana,
según los inscripciones, y testimoniando la taponimio del bajo valle
del Ródono uno antiguo ocupación ibérico (409) .
Con esto explicación quedo, asimismo, justificado lo unidad
monetol visigodo en Narbona, Tarragona y Valencia (410), el que
los visigodos llamaron provincia ibérico 01 territorio comprendido
por el Rosellón, Cataluña y gran porte de l territorio valencia no y, fina lmente, lo unidod lingüístico de todos estos territorios,
según hemos manifestado en o tros ocasiones (411 l.
(403 ) D. FlETCHER VALLS: "Los iberos del Sudesle de Franela" . Trabajo
presentado como fin de pensión o la Cojo de Ahorros de Valencia, en ogoslo de
1950.
(404) ALMAGRO BASCH, loe. eil. noto 61.
(4051 PONSICH y POUS, loe. eil. noto 288 .
(406) J. AUDIBERT y C. HUGUES: "ceromiqu~ cordiales du Gord", Comple
rendu de lo XVe session du Congres Prehislorique de Fronee (Poiliers-Angouleme.
1956), peg. 189.
1401) V. Capítulo 11, 2 .
(408) H. VALLOIS: "NOTe sur les ossemenls humo ines de lo Grane du Ket.
-el Agob (Tunisie}", libyeo, 1, pOg. 306. Argel, 1953.
(409) ROSTA ING, loe. cit. noto 15.
(410) F. MATEU y LLOPIS: "El orle monelorio visigodo" , Archivo ES?Oñol
de Alqueologío, XVIII, pág. 34. Modrid, 1945.
MATEU y LLOPIS, loe. cil. nOIO IB3.
(4111 FLETCHER VAllS, loe. cil. nolo 129.
[page-n-117]
•
,
[page-n-118]
111
RESUMEN
[page-n-119]
[page-n-120]
RESUMEN
Como recapituloción de 10 expuesto en las anteriores páginas,
resumimos su contenido en los siguientes puntos:
1.~
Existen abundantes noticios c1ósicos referentes 01 pueblo
Ibero, siendo los más antiguos anteriores al s. V I a . C.
2. ~
El nombre IBERO no es heleno, sino que pertenece 01 substrato mediterráneo occidental, designando en un principio unas
característicos geogróficas o de emplazamiento, refiriéndose después o unos determinadas gentes del litoral mediterróneo del Se guro 01 Ródono y volviendo o tener, finalmente, de nuevo, carácter
territoriol, corente de contenido étnico cuando pora los romonos
Iberio era todo lo Penínsulo.
3 .~
Los iberos y los sicanos son un mismo pueblo con dos nom bres distintos, no los siconos uno tribu de los iberos.
4.
Los siconos, que, según lo trad ición, ll egaron o Sici li o, no
pueden proceder del Júcar, yo que los ligures no llegaron o tierras
valencianos; de ser cierto esto emigración, lo mas probable es que
partieron de los proximidades del Ródano, único punto donde pudo
producirse contacto entre lig ures e iberos en los tiempos en que
se fecho lo expulsión .
Q
5 .& Los iberos son una etnia med iterran ea, teniendo su origen
en lo mezclo de los gentes que durante el neolítico penetran en
nues tro península por el sudeste y levan te, con los preexistentes
aquí .
6:
Lo lengua de los iberos no es indeuropeo, teniendo sus
raíces en el substra to mediterráneo.
[page-n-121]
•
120
D. PLETCHJ!R VAI.LS
7." La lengua vasca tiene rasgos comunes con la ibérica, pero
no es un resto de ésto, yo que tiene, ademós, otros elementos for mativos .
8.° Lo culturo ibérico no se inicio an tes del 500 o. C. Su cerómico con ternos geometncos se inicioría o mediados del siglo IV
o. C. y las decoraciones f lorales, zoomorfos y humanos comenzarían o fines del siglo 111 o .
9:
C.
Lo existencia de los iberos del Mediodía de Francia quedo
expl icado admitiendo que uno misma etnia ocupó los costos del
Mediterráneo entre el Segura y el Ródono, aproximadamente. Ton -
to en Cataluña como en el sudeste francés, las fuertes relaciones
con e lementos europeos, le don un matiz especial.
10. Los tartesios no son iberos propiamente dichos. coso que
yo reconocieron los autores antiguos.
11 .
pañola
Los pueblos europeos no eli minaron la etnia ibérica es·
12. Como sin tesis, postulamos poro el terri torio que llego des
de lo cuenca del Seguro o lo del Ródono, primero, y después 01
Heroult, uno trayectoria étnica uniforme, que arrancando desde el
neolítico cuando menos, se man ti ene durante lo Edad del Bronce
y adquiere en el s. V a . e, al establecer intenso contacto con e l
mundo clásico y europeo, una especial fisonomía que, per identi ficarse con el pueblo que los fuentes ontiguas denominaron ibero,
se conoce con el nombre de "Culturo Ibérica" .
SI, por los constantes avances de lo ciencia, lo futuro Investi gación diera por no vó lidas los anteriores conclusiones y negara
lo existencia del pueblo ibero, siempre quedaría en pie la denomi nación de Culturo Ibérico poro '.ma ser ie de manifestaciones que
presentan caracteristicas propias en un momento determinado de
nuestro historia, tonto en el tiempo como en el espacio
A perfilar y concretar lo personalidad de esta Cultura Ibérica
hemos dedicado las anteriores páginas
[page-n-122]
•
IN Di e E G ENER A L
5
INTRODUCCION ...
' ..-LAS FUENTES CLÁSICAS
.I . -LA MODER NA. I NVESTI GACION
CUESTIONES GENERALES
l . -El no mbr e
2 .---o.;gen l' ontropologia
3.-Lo le nguo ..
4.-Áteg de l pu e bl o ibe ro
FORMAClON DE LA CULTURA IBERICA
l ._El influ jo
o).- EI
b). - EI
el.-lo
u t e.no ... ..,
influjo semítico ...
¡.'!flujo helénico
posible aportación etrusco
9
23
25
25
21
35
"
"
45
46
47
48
dl. - los mercenarios ibéricos ..
50
e). - EI ir'lflujo europeo
51
51
f). - Los romonos· ..
2 .-Lo bale indíge na ..
52
ELEMENTOS MATERIALES CONSTITUTIVOS DE LA CULTURA
IBERleA
53
1._M ehd i,tt:.ío
ol . -Joyerio y objetos de adorno ...
b). - Armomento ...
el.-Monedo
2._E"lIl l u,0
0) . -8ronce
b}.- Ardl1o
e).-Piedra
3 . -LclI o lfa betos
16
53
53
55
58
60
60
61
62
62
[page-n-123]
Póg~
4 . -La ce rómica
o).- Aspecto técnICO ...
b).-Temos ornamenTales ..
e).-EJ\ponsiÓn .. . ... .
d)- Problemos de su origen y cronología
LOS IBEROS DEL SUR DE FRANCIA
l ._Los fuentes clósicas ,
2 . -Los datas
mat e rial e~.
oj.- Los yocimienTo~ . ..
b).-Lo monedo.
ej.- Inscripc iones .
3. -Hipótesis sobre los ib e rOI del Sur de Fronda
oj.- Tesis que niegan lo invasión y presencio iberico en territorio fronces
b).-Tesis que niegan lo invasión pero admiten
lo presencio ibérico en el mediodío de Fronda
ej.- Tesis que admiten lo invasión ...
dj.- Justif icoClón de los iberos franceses
rr L -RESUMEN
64
64
66
67
68
)
83
83
55
55
102
105
106
106
106
107
110
115
•
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PUBLICACION ES DEL S. L P
SUIE DE ANUARIOS
~
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, l.-Anuario del SIP, 1928.- Volencia 1929.
Contenido:
Bollester Tormo (l.): A gUIso de Proemio. El Servicio de InvestigaCión Prehis tórico y su Museo.
Viñes (Gon:eolo J.): Lo "Covo Negro" (Jótivo).
Breuil (H.); 510l,on moustérienne el peinlures préhistoriques du "(onol ..::o el
Royo", Minolcdo (Alboccte).
• Breuil (H .): Vestiges de pci ntu res préhistoriques o "Lo Cuevo del Pernil", Jot,vo (Volence).
* PenCOI (L.): El depósito de brozoletes de pectúnculo de "Penyo Rojo" (Cuotretondelo).
BoUester Torm o (l.): la covacha sepulcral de "Comí Real", Albo ido
.. PanseU (F.I: Lo "Covo de lo Sorsa" (Bocoirente).
• Jome! (M.): Prehistoria d e Bélgido. 1. Hallazgos nealititos.
• Pericot (L.) y Ponsell (F.): El Poblado de "Mos de Menente" (Altoy).
• G6mez (Nicolás Primitivo): Un "Hiotus" prehistórito en los estocianes orQueológitos de olturo, levant inos.
Perito! (L.): El poblodo iberico del "Chor;¡olor".
• Bosch Gimpero (P.): Relociones entre el orle ibérico y el griego.
• Ballester Tormo (1.\ y Perito t (L.): Lo Bastida de "Les Alcuses" (Mogentel
Nolitlorio.
Notos BibliogrÓfitos.
1
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA, 11.
lencio, 1946.
Anuario del SIP, 1945.
Vo -
Conten,do:
BoUester Tormo ,1. 1: Unos palobros de prólogo.
Jardó Cerdo (F.): La "Cova Negro" de Bellús y sus industnos lit,tos .
.. Porcor Ripollés (J.): Inte rpretationes sobre el orte rupestre.
Peri~ot Gorcío (L.): Lo cuevo de "Lo Cocino" (Dos Aguas ).
Fernóndez de Avilés (A.): Lo cuevo funerario, enealitito, de lo "Lomo de los
Peregrinos", e n Alguazas (Mu rcio ).
V'¡oseta 15.): Ves tigios de un ~ob loda y neoópolis prehist6ritos en Riudetals
(70rrogono).
V,dol y L6pez (M.): Motefloles saharianos e n Volencía.
Chcx:omel1 (J.) : Lo primero e)(plorocíón polotitito en Espoño.
Bollester Tormo (l.): Idolos oculados volendonos.
Lebzelter (V.): Sobre algunos trán eos eneoliticos del Este de España
Alcácer Grau (J.): Dos estaciones orgóricas de la región levontono.
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F..L SI? y sv Museo de Prehistoria en 1928.- Valencla 1929.
• Lo lobar dol SI? y su Museo en el posado año 1929.- Volencio 1930.
:"0 labor del SIP y su Museo en el posado año 1930.- Volencia 1931
Lo labor de l SIP y su Museo en el posado año 1931.·· Valencia 1932.
L:;¡ labor del SIP y su Museo en el posado año 1932.- Valencia 1933 .
Lo labor del SI? y su Museo en el posado año 1933.- Volencie 934.
Lo laoor del 51? y su Museo en el posado año 1934 .· Valencia 1935.
Lo labor del SIP y su Museo en los oños 1935 o 1939.- Volencio 1942.
Lo labor del SI? y su Museo en los años 1940 o 1948.- Valencio 1949.
El SIP y su MU$eo en 1944.- Vclel'lcio 194 5.
Lo labor del SIP y 51.1 Museo en el p:;¡sodo año de 1945 . -Valencia 1946
.. Lo labor del SIP y su Museo en el posado año de 1945.- Volencia 1947 .
... La labor del SIP y 51.1 Museo en el ,?asada año de 1941.-Volencio 1948 .
.. Lo labor del SIP y su MU$eo en el pasada año de 1948.- Valencio 1949 .
.. La labor del SIP y su Museo en el pasado año de 1949. -Volencio 1950.
.. Lo labor del SIP y su Museo en el poseda año de 1950.- Valencio 1951 .
.. Lo labor del SIP y su M useo en el posado año de 19 5 1.- Valencia 1952.
.. Lo labor del SIP y su Museo en el pesado año de 1952.-Volcncia 1953.
Lo labor del SIP y su Museo en el posado año de 1953.-Voltl'lcia 1954
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.. 3. -"Estudis d'art origina rio Els Insectes en ,'art Quaternari", por M. Vidal y
l6;lez .
.. 4. -"Un en:erroment prehisTÓric 01 Borronc del Cinc (Alcoy)", por C. Visedo
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S.- "Col- lecció de lrebal1s del P. J. Furgus sobre prehistória valenciano"
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Cowo del PCl rp Clll ó:
PeriCOI (L.): "Estado actual de los estudios sobre 10
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"Apuntes sobre los estaciones prehistóricos de lo Sierro de Orihuela", por
Santiago Moreno. Con nalOs de N. P. G6mez Serrano.
"$obre un interesonte 'lOSO escrito de San Miguel de Lirio", por P. Bellró'"
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"EI enterramiento en Cueva de Rocofort", por 1. Bollester Tormo, con el
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Com ... nicociones del SIP 01 Primer Congreso Arq ... eol6gico de Levante.
Contenido:
Uno nolo prelimInar, por 1. B. T.
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13.-"Re¡:>ertorio de Bibliografía Arq ... eológico Valenciano, 1", par D. Flelcher
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14._ "Repertorlo de Bibliografía Arqueológico Volencion.o, 11", por D. Fleteher
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• 16.- "EI plomo escrito de lo Bastida de les Alcuses (Mogente)", por P. Beltrón
Villogroso.
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IS._ "EI poblado de lo Edad del Bronce de lo Montonyeto de Cabrero (Vedot
de Torrente, Valencia)", par D. Fletcher Volls y E. PI6 Bollester.
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par J. M.a Soler Gordo.
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PUBLICACIONES DIVERSAS
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"Corpus Vosorum Hisponorum.-La cerémico iberico del Cerro de Son Mig ... e l
de Liria", por 1. Bollester Tormo, O. FlelCher, E. Pió, F. Jordó y J. AIcÓcff.
¡Publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicos).
"Nociones de Prehistoria", por D. FlelCher. Publicoci6n de lo Instituci6n "Alfonso el Mognónimo", de lo Excmo. Diputaci6n de Valencia.
"Lo Covo Negro de Jótivo", por O. Fletcher VoUs.
• Agotado.
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,
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