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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
Valentín Villaverde Bonilla
Universitat de València
Pocos son los datos que poseemos de las circunstancias del descubrimiento del parietal encontrado en las excavaciones practicadas por
Gonzalo Viñes en la Cova Negra de Xàtiva el año 1933. Algo más puede
decirse de su estudio y de la repercusión que ha tenido en la valoración
de los neandertales en la Península Ibérica y en Europa.
La prematura muerte de G. Viñes, en diciembre de 1936, impidió
que este investigador diese cuenta detallada de los resultados obtenidos
en sus excavaciones en la Cova Negra durante los años 1928, 1930,
1931 y 1933. En la breve nota póstuma que el SIP publicó los años
1942 y 1947 se incluye, además de unas cuantas páginas en las que se
describe someramente el relleno de la cavidad y el interés de proseguir
en las excavaciones del yacimiento en su parte interior, el contenido de
una hoja suelta encontrada entre sus pertenencias, fechada en el año
1933, en la que no existe ninguna referencia al parietal descubierto ese
mismo año.
La figura de G. Viñes arqueólogo es también poco conocida, aunque su trayectoria insinúa que se trataba de un investigador dotado de
una buena formación y una indudable capacidad. Baste recordar que fue
becado para completar su formación con Hugo Obermaier en Madrid y
que la encomienda de dirigir las excavaciones en Cova Negra coincidió
con la labor de campo que Lluís Pericot realizaba en esas mismas fechas
en Parpalló. Los trabajos en la Cova Negra se integraron, por tanto, en
el ambicioso plan de investigación que Isidro Ballester propició en torno
al, por aquel entonces, recién creado SIP. La Cova Negra era yacimiento conocido sobre todo a través de catas y colecciones procedentes de
excavaciones incontroladas realizadas con anterioridad y su adscripción
cronológica se hacía coincidir con el Capsiense antiguo (Auriñaciense),
tal y como se refleja en las páginas dedicadas al inventario de yacimientos paleolíticos valencianos del Hombre fósil de H. Obermaier.
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Vista de la Cova Negra
(Xàtiva). Hacia 1928.
[Placa de vidrio. SIP 2.856]
Fue G. Viñes quien primero señaló la adscripción de las industrias
encontradas en sus distintos niveles sedimentarios al Musteriense, y en
su corta bibliografía dedicada al yacimiento destacan los trabajos presentados al Congreso Internacional de Arqueología celebrado en
Barcelona el año 1929 y el breve artículo publicado en el primer tomo
del Archivo de Prehistoria Levantina ese mismo año.
Por ser de la primera campaña, se trata de notas en las que se apunta la clasificación del yacimiento, pero no se presenta documentación
sobre las características del relleno sedimentario.
158
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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
La única publicación en la que este aspecto queda recogido es la
antes mencionada nota póstuma de los años 1942 y 1947, donde se
aprecia con toda claridad el método arqueológico utilizado en su excavación y el buen conocimiento de la geología. Esas reducidas páginas
resultan especialmente meritorias en las fechas en las que se escribieron,
pues remiten a un trabajo de campo basado en el reconocimiento de las
grandes unidades sedimentarias y la ordenación de los materiales por
criterios estratigráficos. No cabe duda de que G. Viñes excavó en la
Cova Negra de acuerdo con una metodología absolutamente moderna
con relación a otros trabajos realizados en esas mismas fechas.
Con todo, ni la valoración del parietal ni la propuesta definitiva de
ordenación de sus materiales por unidades sedimentarias fueron actividades que G. Viñes pudiera realizar, y correspondió esa labor a
Francisco Jordá, quien en colaboración con otros miembros del SIP revisó los materiales de G. Viñes e inició en los años cincuenta nuevas excavaciones en el yacimiento.
Que sepamos, la primera publicación que menciona el fósil es la de
José Royo Gómez, en realidad una relación de ciento diecisiete restos
correspondientes al yacimiento, estudiados en los años en los que la
Sección de Paleontología del Museo Nacional de Ciencias Naturales se
trasladó a Valencia con motivo de la Guerra Civil. Una escueta descripción que corresponde al número 48 del inventario, donde se indica su
adscripción al género Homo y su identificación como porción craneal
del estrato medio interior. La relación se incluyó en el mismo volumen,
del año 1947, en el que se publicaron las notas manuscritas de G. Viñes
y una nota sobre la interpretación de la secuencia efectuada por F. Jordá.
El estudio detallado y la publicación del parietal de la Cova Negra
encontrado en la campaña de 1933 se debe a Miguel Fusté y remonta al
año 1953. Habían transcurrido veinte años desde su descubrimiento y
las referencias a su posición estratigráfica siguieron siendo tan escuetas
como las de la nota de J. Royo, con la inclusión tan sólo de la fecha de
localización del resto, el 11 de julio de 1933. La correspondencia del
estrato medio interior con la secuencia propuesta por F. Jordá a partir
de sus excavaciones de inicios de los cincuenta y su reinterpretación de
la secuencia de G. Viñes remitió entonces al nivel C. El resto fue identificado como un parietal derecho de neandertal, reconstruido a partir de
ocho fragmentos, perteneciente a un individuo adulto, de unos cuarenta
años, probablemente masculino por su espesor.
Si bien los hallazgos de restos humanos fósiles de neandertales eran
relativamente abundantes en Europa, los correspondientes a la Península
ibérica no lo eran tanto, por lo que el fósil de la Cova Negra alcanzó
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Cara externa del
parietal de Homosapiens
neanderthalensis
encontrado en la
Cova Negra (Xàtiva).
[Casa Grollo. Placa de
vidrio. SIP 99]
pronto una cierta notoriedad. Recordemos al respecto que tan sólo los
hallazgos efectuados en los yacimientos de Forbes’ Quarry (Gibraltar) en
1848, en Genista (Gibraltar) en 1865, en Banyoles (Girona) en 1887 y
Devil’s Tower (Gibraltar) en 1926 precedían al de la Cova Negra en el
marco peninsular.
Sin embargo, y a pesar de la excelente publicación de M. Fusté, la
trascendencia internacional de los restos de Cova Negra fue reducida
hasta que el resto fue revisado por Marie Antoniette de Lumley en 1973.
En esta ocasión la propuesta de clasificación del fósil como perteneciente a un Anteneandertal y su adscripción a una cronología rissiense, asociado a una industria tayaciense, constituyeron las bases de su notoriedad; una notoriedad que no ha dejado de generar numerosos problemas
y ha sido el origen de la exclusión del parietal de alguna de las obras de
síntesis dedicadas a los neandertales europeos.
Los últimos años han sido de gran importancia para actualizar la visión
de la secuencia de Cova Negra y obtener nueva información sobre este importante yacimiento, circunstancias que han redundado en la recuperación del
interés por el parietal en la bibliografía especializada nacional e internacional.
Ha de tenerse en cuenta que, por circunstancias diversas, ni los
materiales líticos procedentes de las excavaciones de G. Viñes, ni los de
160
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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
las excavaciones de F. Jordá habían sido objeto de estudio sistemático
antes de los años ochenta del pasado siglo. Sólo los restos óseos de
mamíferos de las campañas de F. Jordá habían sido objeto de estudio
por parte de Manuel Pérez Ripoll a finales de los setenta. A partir de esas
fechas Bertila Galván estudió los materiales de la colección Viñes depositados en el Museo de Prehistoria de Valencia y, de nuevo dentro del
programa de actividades del SIP, revisamos los materiales líticos de las
excavaciones de F. Jordá y emprendimos nuevas excavaciones en Cova
Negra, con la finalidad de resolver los problemas cronológicos suscitados por el estudio de M. A. de Lumley.
Como resultado de esa iniciativa se revisaron los fondos de las
excavaciones de G. Viñes y F. Jordá, encontrando nuevos fósiles humanos que habían quedado inéditos, se revisó el parietal publicado por M.
Fusté, de cara a precisar su adscripción de especie, así como los fósiles
encontrados en las campañas de F. Jordá en los años 1951 y 1953, previamente publicados por Miguel Crusafont, J. M. Golpe y M. Pérez
Ripoll, y se encontraron nuevos restos en las excavación del año 1987,
completando así una de las colecciones de restos de neandertales más
rica de la Península Ibérica.
Plano de la Cova Negra
(Xàtiva) firmado por
Domenech. 1928.
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Antiguo montaje
de imágenes con industria
lítica de la Cova Negra
(Xàtiva).
Una de las mayores sorpresas de esos años ha sido encontrar en los
fondos del Museo de Prehistoria de Valencia otro parietal derecho (parietal II), en este caso de un individuo inmaduro, cuya etiqueta remitía a la
campaña de 1931, concretamente al 1 de septiembre, y a las tierras rojas
del corte C, parte delantera del recinto excavado ese año (excavaciones
Viñes). Esto es, una pieza que se descubrió dos años antes que el otro
parietal.
El estudio del conjunto de esta colección, donde junto a otros
investigadores de su equipo ha participado de manera decisiva Juan Luis
Arsuaga, ha permitido, setenta años después de que se encontrara el primer parietal en la Cova Negra, comprobar los rasgos neandertales de los
fósiles y apreciar el elevado número de restos infantiles recuperados a lo
largo de toda la secuencia del yacimiento.
Nueva es la visión que se posee ahora de la colección de fósiles
humanos neandertales de la Cova Negra, como nueva y enriquecida es
la visión que se tiene de los neandertales en la Península Ibérica, con
fósiles que remiten a casi una veintena de yacimientos e importantes
novedades que incluyen desde la obtención y caracterización del ADN
mitocondrial de algunos restos a la mejor precisión de su filogenia. Una
situación bastante alejada de la del año 1933, pero en la que el parietal
I de la Cova Negra sigue ocupando un lugar de privilegio por su robusta morfología y buen nivel de conservación en la cara endocraneal.
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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
Valentín Villaverde Bonilla
Universitat de València
Pocos son los datos que poseemos de las circunstancias del descubrimiento del parietal encontrado en las excavaciones practicadas por
Gonzalo Viñes en la Cova Negra de Xàtiva el año 1933. Algo más puede
decirse de su estudio y de la repercusión que ha tenido en la valoración
de los neandertales en la Península Ibérica y en Europa.
La prematura muerte de G. Viñes, en diciembre de 1936, impidió
que este investigador diese cuenta detallada de los resultados obtenidos
en sus excavaciones en la Cova Negra durante los años 1928, 1930,
1931 y 1933. En la breve nota póstuma que el SIP publicó los años
1942 y 1947 se incluye, además de unas cuantas páginas en las que se
describe someramente el relleno de la cavidad y el interés de proseguir
en las excavaciones del yacimiento en su parte interior, el contenido de
una hoja suelta encontrada entre sus pertenencias, fechada en el año
1933, en la que no existe ninguna referencia al parietal descubierto ese
mismo año.
La figura de G. Viñes arqueólogo es también poco conocida, aunque su trayectoria insinúa que se trataba de un investigador dotado de
una buena formación y una indudable capacidad. Baste recordar que fue
becado para completar su formación con Hugo Obermaier en Madrid y
que la encomienda de dirigir las excavaciones en Cova Negra coincidió
con la labor de campo que Lluís Pericot realizaba en esas mismas fechas
en Parpalló. Los trabajos en la Cova Negra se integraron, por tanto, en
el ambicioso plan de investigación que Isidro Ballester propició en torno
al, por aquel entonces, recién creado SIP. La Cova Negra era yacimiento conocido sobre todo a través de catas y colecciones procedentes de
excavaciones incontroladas realizadas con anterioridad y su adscripción
cronológica se hacía coincidir con el Capsiense antiguo (Auriñaciense),
tal y como se refleja en las páginas dedicadas al inventario de yacimientos paleolíticos valencianos del Hombre fósil de H. Obermaier.
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Vista de la Cova Negra
(Xàtiva). Hacia 1928.
[Placa de vidrio. SIP 2.856]
Fue G. Viñes quien primero señaló la adscripción de las industrias
encontradas en sus distintos niveles sedimentarios al Musteriense, y en
su corta bibliografía dedicada al yacimiento destacan los trabajos presentados al Congreso Internacional de Arqueología celebrado en
Barcelona el año 1929 y el breve artículo publicado en el primer tomo
del Archivo de Prehistoria Levantina ese mismo año.
Por ser de la primera campaña, se trata de notas en las que se apunta la clasificación del yacimiento, pero no se presenta documentación
sobre las características del relleno sedimentario.
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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
La única publicación en la que este aspecto queda recogido es la
antes mencionada nota póstuma de los años 1942 y 1947, donde se
aprecia con toda claridad el método arqueológico utilizado en su excavación y el buen conocimiento de la geología. Esas reducidas páginas
resultan especialmente meritorias en las fechas en las que se escribieron,
pues remiten a un trabajo de campo basado en el reconocimiento de las
grandes unidades sedimentarias y la ordenación de los materiales por
criterios estratigráficos. No cabe duda de que G. Viñes excavó en la
Cova Negra de acuerdo con una metodología absolutamente moderna
con relación a otros trabajos realizados en esas mismas fechas.
Con todo, ni la valoración del parietal ni la propuesta definitiva de
ordenación de sus materiales por unidades sedimentarias fueron actividades que G. Viñes pudiera realizar, y correspondió esa labor a
Francisco Jordá, quien en colaboración con otros miembros del SIP revisó los materiales de G. Viñes e inició en los años cincuenta nuevas excavaciones en el yacimiento.
Que sepamos, la primera publicación que menciona el fósil es la de
José Royo Gómez, en realidad una relación de ciento diecisiete restos
correspondientes al yacimiento, estudiados en los años en los que la
Sección de Paleontología del Museo Nacional de Ciencias Naturales se
trasladó a Valencia con motivo de la Guerra Civil. Una escueta descripción que corresponde al número 48 del inventario, donde se indica su
adscripción al género Homo y su identificación como porción craneal
del estrato medio interior. La relación se incluyó en el mismo volumen,
del año 1947, en el que se publicaron las notas manuscritas de G. Viñes
y una nota sobre la interpretación de la secuencia efectuada por F. Jordá.
El estudio detallado y la publicación del parietal de la Cova Negra
encontrado en la campaña de 1933 se debe a Miguel Fusté y remonta al
año 1953. Habían transcurrido veinte años desde su descubrimiento y
las referencias a su posición estratigráfica siguieron siendo tan escuetas
como las de la nota de J. Royo, con la inclusión tan sólo de la fecha de
localización del resto, el 11 de julio de 1933. La correspondencia del
estrato medio interior con la secuencia propuesta por F. Jordá a partir
de sus excavaciones de inicios de los cincuenta y su reinterpretación de
la secuencia de G. Viñes remitió entonces al nivel C. El resto fue identificado como un parietal derecho de neandertal, reconstruido a partir de
ocho fragmentos, perteneciente a un individuo adulto, de unos cuarenta
años, probablemente masculino por su espesor.
Si bien los hallazgos de restos humanos fósiles de neandertales eran
relativamente abundantes en Europa, los correspondientes a la Península
ibérica no lo eran tanto, por lo que el fósil de la Cova Negra alcanzó
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Cara externa del
parietal de Homosapiens
neanderthalensis
encontrado en la
Cova Negra (Xàtiva).
[Casa Grollo. Placa de
vidrio. SIP 99]
pronto una cierta notoriedad. Recordemos al respecto que tan sólo los
hallazgos efectuados en los yacimientos de Forbes’ Quarry (Gibraltar) en
1848, en Genista (Gibraltar) en 1865, en Banyoles (Girona) en 1887 y
Devil’s Tower (Gibraltar) en 1926 precedían al de la Cova Negra en el
marco peninsular.
Sin embargo, y a pesar de la excelente publicación de M. Fusté, la
trascendencia internacional de los restos de Cova Negra fue reducida
hasta que el resto fue revisado por Marie Antoniette de Lumley en 1973.
En esta ocasión la propuesta de clasificación del fósil como perteneciente a un Anteneandertal y su adscripción a una cronología rissiense, asociado a una industria tayaciense, constituyeron las bases de su notoriedad; una notoriedad que no ha dejado de generar numerosos problemas
y ha sido el origen de la exclusión del parietal de alguna de las obras de
síntesis dedicadas a los neandertales europeos.
Los últimos años han sido de gran importancia para actualizar la visión
de la secuencia de Cova Negra y obtener nueva información sobre este importante yacimiento, circunstancias que han redundado en la recuperación del
interés por el parietal en la bibliografía especializada nacional e internacional.
Ha de tenerse en cuenta que, por circunstancias diversas, ni los
materiales líticos procedentes de las excavaciones de G. Viñes, ni los de
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El parietal de la Cova Negra de Xàtiva
las excavaciones de F. Jordá habían sido objeto de estudio sistemático
antes de los años ochenta del pasado siglo. Sólo los restos óseos de
mamíferos de las campañas de F. Jordá habían sido objeto de estudio
por parte de Manuel Pérez Ripoll a finales de los setenta. A partir de esas
fechas Bertila Galván estudió los materiales de la colección Viñes depositados en el Museo de Prehistoria de Valencia y, de nuevo dentro del
programa de actividades del SIP, revisamos los materiales líticos de las
excavaciones de F. Jordá y emprendimos nuevas excavaciones en Cova
Negra, con la finalidad de resolver los problemas cronológicos suscitados por el estudio de M. A. de Lumley.
Como resultado de esa iniciativa se revisaron los fondos de las
excavaciones de G. Viñes y F. Jordá, encontrando nuevos fósiles humanos que habían quedado inéditos, se revisó el parietal publicado por M.
Fusté, de cara a precisar su adscripción de especie, así como los fósiles
encontrados en las campañas de F. Jordá en los años 1951 y 1953, previamente publicados por Miguel Crusafont, J. M. Golpe y M. Pérez
Ripoll, y se encontraron nuevos restos en las excavación del año 1987,
completando así una de las colecciones de restos de neandertales más
rica de la Península Ibérica.
Plano de la Cova Negra
(Xàtiva) firmado por
Domenech. 1928.
161
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Antiguo montaje
de imágenes con industria
lítica de la Cova Negra
(Xàtiva).
Una de las mayores sorpresas de esos años ha sido encontrar en los
fondos del Museo de Prehistoria de Valencia otro parietal derecho (parietal II), en este caso de un individuo inmaduro, cuya etiqueta remitía a la
campaña de 1931, concretamente al 1 de septiembre, y a las tierras rojas
del corte C, parte delantera del recinto excavado ese año (excavaciones
Viñes). Esto es, una pieza que se descubrió dos años antes que el otro
parietal.
El estudio del conjunto de esta colección, donde junto a otros
investigadores de su equipo ha participado de manera decisiva Juan Luis
Arsuaga, ha permitido, setenta años después de que se encontrara el primer parietal en la Cova Negra, comprobar los rasgos neandertales de los
fósiles y apreciar el elevado número de restos infantiles recuperados a lo
largo de toda la secuencia del yacimiento.
Nueva es la visión que se posee ahora de la colección de fósiles
humanos neandertales de la Cova Negra, como nueva y enriquecida es
la visión que se tiene de los neandertales en la Península Ibérica, con
fósiles que remiten a casi una veintena de yacimientos e importantes
novedades que incluyen desde la obtención y caracterización del ADN
mitocondrial de algunos restos a la mejor precisión de su filogenia. Una
situación bastante alejada de la del año 1933, pero en la que el parietal
I de la Cova Negra sigue ocupando un lugar de privilegio por su robusta morfología y buen nivel de conservación en la cara endocraneal.
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