Serie de Trabajos Varios 10
Comunicaciones del SIP al Primer Congreso Arqueológico del Levante (noviembre 1946)
Francisco Jordá Cerdá
Luis Pericot García
Manuel Vidal y López
José Alcácer Grau
Isidro Ballester Tormo
Camilo Visedo Moltó
Vicente Pascual Pérez
Domingo Fletcher Valls
1947
, 92 p.
[page-n-1]
VALENCIA
EDITORIAL .DOMENKCH,
F.
S. A.
-
1947
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[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
[page-n-5]
EXCMA. BIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERVIGIO DE INVESTIGAGIÓN P R E H I S T ~ R I G A
SEGGIÓN D E b G. S. 1. G.-INSTITUTO DIEGO D E VE~~AZQUEZ
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
jY.m. 10
C O M U N I C A C I O N E S D E L S, l. P,
AL PRIMER CONGRESO ARQUEOL~GEO
DEL LEVANTE
-
(Noviembre 1946)
POR
FRANCISCO JORDA, LUIS PERICOT, MANUEL - VID AL,
ENRIQUE PLA,JOSÉ ALCACER, ISIDRO BALLESTER, CAMILO VISEDO,
VICENTE
V AS CUAL Y DOMINGO FLETCHER
VALENCIA
F
.
S
.
EDITORIAL DOMENECH,A.
194Z
[page-n-6]
ISSN 1989-540
[page-n-7]
UNA NOTA PRELIMINAR
Reunidas en la presente publicación todas las comunicaciones q,ue los elementos del S. 1. P., habitualmente residentes en Valencia, llevaron al primer Cowgreso
de Atqz
consideramos del caso encizbszarla con esta nota.
Pocos meses después d e celebrarse en Albacete e2
egzr~do
Congreso de Aiqueologín del Sudeste Español,
y algunos antes de reunirse el I1.l." en Murcia, se decidió convocar el 1." Arqueoldgico del Levante. Aun no
creyendo conveniente la urgencia de tal convocatoria,
ni su interpelación entre do$ Congresos de la serie del
Sudeste, nos dirigimos al animudor del proyecto, el activo catedrático de Historia d e nuestra Facultad D o n
Manuel Ballesteros Gaibrois, que a sus dotes de talento une extraordinario impulso organizador, prometiéndole la concurrencia u1 Congpsso de los elementos del
S. I. P., a pesar de que la colaboración de todos en lb
entonces recientísima publicación de aArchivo de Prehistoria Levantinax Ir, con los trabajos que tenáan
preparados, les había de forzar a conburrir al Congreso
no tan reposados como hubierañ sido naes-
= n t 7
:
,
,-
'
Hemos dejado transcurrir el año en espera de una
gran publicación comprensiva de las cohunicaciones
todas llevadas al Congreso ; y visto que se han ~ealizado algbnas disgregadamente, decidimos reunir los del
S. 1. P. en este número de la serie de Trabajos uarios,
. que encabezamos con estas palabras, queriendo sirvan
de justificación, si no de explicación, a la parvedad d e
coleccionado;.
,
1. B, T.
[page-n-8]
[page-n-9]
-
b n las cercanías de Ia «€%va-Negra d e Bellús» (Játiva), estación de cuyos materiales Iftieos hemos dado cuenta recientesus industrias, se encuentra
mente (l),y en íntima relación
la «Cóva d e la Pechina,, situada como aquélla sobre el valle
del río Albaida en el lugar denominqd:, aEstret d e les Aigües~.
[Ver fig. l."). cueva de más reducidas dimengiones que aCóLa
va Neyraa, puede ser considerada más bien como un abrigo
Gran parte d e sus estratos arqueolíticos fueron utilizados para relleno de los campos circunvecinos y tan sólo se han recogido p:ira s u estudio los materialeb que quedaron en una
pequeña zona intacta, situad:^ en la pequeña cussta d e acceso
a la cueva, en dirección SE.
Los trabajos de excavación fueron llevados a cabo por el
S. 1. J'., bajo la dirección del malogrado~colaboradordel misrno, señor Viñes Masip, durante el verano de 1931. La sein:ejnnza d e sus materiales con los de uCóva Negran, en curso de
cxcavacióii ein aquells época, hizo que el estudio de los mismos .quedase pospuesto, por ser los de aquélla más importantes en cantidad y calidad. Después de tantos aiios, damos
ahora a conocer, aznque sea en una simple nota, 10,s ma!eriales que en el 1,ahoratorio del S. 1. P. se encuentran, incrementando con ello la lista, no muy larga por cierto, de
estaciones paleolíticab valencianas.
La estratigrafía de aCóva de la Pechinaa, tal como se desprende d e los ro~ncisosinventarias del Sr. Viñes, podemos
agruparla en -dos amplios iiiveles, encuadrables dentro del
mundo musteriense, aunque con algunas pardlcularidadeg propia& que al igual que en aCóva- negra^, hacen que el Musteriense levantino adquiera una sefialada importancia en el gran
conjunto cultural del Paleolítico medio.
Como características esenciales del yacimiento d&&n~os sel
(1) Jord$, Cerdá, F.-&La CovaNegrk de belib (J8tiva) y sus industrias liticas)), &chivo de PreIiisMa ni@VaI%bin%,
vol. IiI, 1948, V J e k
cia, 1946,
.
[page-n-10]
ñalar, la pequefíez de sus instrumentos, la abundancia extraordinaria de raederas y c~chillos~raederas,la falta de bifaciales.
y
Falta tambié.n la típica punta de mano musteriensa, auque pudo existir en los estratoe mdidoa. En c u a a o .g- kh.:t~rid~a,
se
nianifiata una gran prepanderamla de .la talh &xt6@iea$e,ut8
30 por 100 sobre el total de piezas, habiendo tan sólo un 3 por
100 de lascas ievallois. Estq unido .q carácter da sus materiales
y sobre todo a su semejanza'con l ~ -e'aCóva-Negraí~,
nos indu-
d
1
'
1
ce a coniiderar el conjbnto de lsiis~niaterlrlek ~ ~ ~ p & & i e n c
s
tes a un rnuwfienee de t,e&tleia taywiense,
mc* mpresentxihn de formas típicae y en :-~eblide ~WQ~WI&PII,I
J
,
NIVEL
1.-Nos $alta toda"de&
i6gicr. Los restos óbeos, er
y1
dos, induceni a suponer k~exidmi5
de &qws; @ i g , CHVUS Bos,, e
g
Sus materiales líticos pres,qptan,ti
muq$q$o:w,
y todo
el 6;pnjwto denota w.
evidktq&e
$q$m ~imgr. . .
.Puntas (fig. 2.") : Las hay triangulares alargadas, con pla-
e?
[page-n-11]
Fig. 2.~-Nivel1 punta&, raspador^, peifo;p8dores y otms instrumentos
,
de « a y ade la Pechina)) (segiin Jorid8).
4/@
[page-n-12]
Prp. 3.a4fWederas y cuohill0&1aRderras f$!J%!ivel'$ de la e
china)) (segun Jor@%$1:
,F.
,*/6
*
/
fi~dhtomás abundaiite .y se prese
vqms, lo cual hace dificil to
bogde wcto, aunqw eei~has.
La
p i q 10 general form,a triangular.
el' F 1 constituye un b q n eje
!
bulb%; . ereusión en uno de su&
sivo'
ado opuetp Jiiicen que
como punta triangular.
-e
a de la Pe-
1
-
If
.
'-y--
,
,formas más di-
P
'
1 ,
1
1
.
.
[page-n-13]
,en hooj* consveces 'con q$$oqii@ en
también
cafgi$am
.
de buril.
5.
iiispummt '' constrÚi&
Puntas-roede((b. 2.
sobre hscas alargadak 'jeon
untimini t $ ( & ~ . d . . ~ ~ ~ ~ i ; aosobrol h consi+as
v ~ r la doble punt#J;~us
de
mws m& bien como únae raederas con doble apuntgiento.
sus bordes ; la n." 7,
La n." 6.~610tiene re'taihes qq,.
uno
sobre lasca ..aplastada, p f e s ~ n t :dos *bordes deí raedesa+,. y laspuntas re80odeaifiis: las ?
$
,
y 9; gruesas eh'su gUt& cen*
.,- .
tral, son rnás bie* raedsras-perfqrflp~as.
Raspadores (fig. 2) : Los',, ha*=--mi6irculares ,-id;?< o
:
16)
6 iscoidales (h." 11) y sobre lasca prismático-tria@b@r
retoques en un borda y en las caras triangulares ?[n.b;U).-EI
tiúmsro 13 puede ser considerado,,rpmo tranchet o &qoplo
,
,
más bien que raspadot.
Buriles (fig. 2.") : Son escasqs dn este yacimiento, r&resentando n," 1 un c$amplar . ea típiqb.
4
Perjorudore~(iig. 2.") : Los 'by' 'ssociados a borde dp r a e
dera (n."
,
.f.
~ i c a s muesca (fig. 2.") : Coostituyen dentfib cíb Me
nivel un interesante conju~to.E&:Iab hbO17 y 18
queoca
iia originado tina especie /de p e e b E ~ l o pudierron S u t i l i y
zados .como talqdros gruesos, ki. Jwgunda también co 'F r forador. Las n-"1 9 ..y20 debeii ser conpideradas como alisadores, acercándose a tipos que tiengn. su máxima reppsenración en el paleisotítico ,Isupeiri~r.
,
. 4
NIVEL11. -Al igual que el anteiior no tien$mfe~qncia
geológica. La fauna.puede considerarse semejante 9 'la " ,Ni1
vel 1. Sus indqgtriaa ofrecen carqteres más plen@n6& *S,
terienses que no dudamos en calificar de típicos.,
'
Pvntas (fig 4.") : Estos i n s $ ~ ~ q m r tofrecen;+na insorgfb
(~g
chada variedad. IAaB." 1 es u$ bdla.qjemfiar de'' anta ,bian3
gular musteriense, asi corno I .&$,3,"de tipo rom oidil irre-.
i
guiar; Las n." 3, 4; 5 y:6 aon buenos ejemplares sobre lasca
al~rgada forma 'triangular con 11- borde& rec,ty, 9 ligera.de
iriente curvados. Las n."'7 y 8 re@ri&entan 1- ,tipo! $equeiios
cqq. ligera muesca !ateral de ~ ~ p m i e @ L? o . 9 nos
~
o k e un tipo curioso Con par&os,.@n el sqlutrense kuropdo.
Mids.qarrod ha ancoittrado tfpois &emeja*
ea bulga+a,
c e r c b a industriss de tipo
teriense, ~&jmchih$~ddlos
npuntao p s e u d ~ ~ m u s t e q i e a ~ e s ~ .
,NU%QQ
Baem~lq,,
,,,aupqu~
.de
I
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a
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.-,,.-j
5
@.O
[page-n-14]
Fig. 4.-ntaa,
buriles, perforadores y hojitas del Nivel i de d%mde
,
1s Pechina)) (;según JodB). 'Itasn. 415
[page-n-15]
menor tamafio que aqukaos, muestra ,evidentemente' su empleo como punta citi lanza por los retoqua basalesg de adeigazamiento. Atención especial merecen los ejemdares representados en los n." 10 y 11, de bella talla y con intenao retoque en sus bordes. El plano de percuslión y su bulbo se encuentran laterales. Podernos considerar provisionalmente a
estas piezas como puntas d e pedúnculo lateral, aunque su uso
como tales puntas no se nos aparmca muy claro, debiendo ds
hacer caso omiso de emparefitarlas con otro tipo Ide instrumento, deb.ido al retoque continuo d e eiis b o r d a y al adelgazamiento de su pctrte basal.
Burz'les (fig. 4.") : Aparecen pocos buril&% éstos faterales,
y
bien independientes (n." 12), bien asociados a otro iastrumento (n.O 13).
Perforadores (fig. 4 ") : Los hay en punta con retoque (número 14) o en punta biselada (n." 15) E l n." 6 a un bonito
ejemplar sobre lasca thangutiar.
Raspadores : Son escasos dentro de este nivel. El n.* 5
itig. 5.") está trabajado sobre una gruesa lasca discoidal irregular d e talla tosca.
,
Fig. 5.a-R,aederas, raspador, l s a con pedúnculo y perforador del N v l
ac,
ie
ii de (cCJova de la. Peohina» (sqgtín Jordih-1. Pamq.l 4r/b
[page-n-16]
el ni,
,de buena talla (fig. SI
v&,X y:tp@gid~,&etntl~a::~n,
a n ~ de i d ~ h l e
llao
bcrde .dgwesJ las cuales PO?
de
ci~chille~xaederas i5,-:~t 2 Y 3).
(6gi
.
2
acuda&rl:l j s y .í+p;belf~@ piares (fig. 4, n.",Jfi
mie3
y 173.~aan.
rettxpe;djno e~ 19p dos:b a r d a .
c..
E,arcui~ornm~srow,
AmiBlag~,q l del nivel 1 y el ejempiag
a
que ~ e g r 0 4 u c i m ~ e ~ 5, ,e,::4): está fabricado con una lascq
(fig..
g~uesa: ,la que & e b . ha p r o d ~ i d .y
a
q recio pedúnculo p o r
bajada !da a i t ~ u &
r
y,!ne@tmci&n+d9
muaca. Debe ser consiaq
rado, al igual que sus ~emejant&,~del
nivel 1, como robudgwj
talademi .
:.
.c rt1,~33íyj$
. . J ' a l ~ ; ~~n m & a ~ & ~ e g as , ~ ~ a s ,
i
~
materiales d e la aCóva de la Pechina» acerca d e los cuales
dmw csugerir L s , aigaiefit- rpgnsideraciones en orden .,a su
s$nikaiceij5~,p relacidnq8.&uj&rples.
1." E l nivel II d e la rCóva de la Pechina» puede corr&
~ondask
e;gratia&icai!y --tipdl'ógicamente con el nivel C da
rt66wa~Ngi@a~, ~ : ~ ~ l ~ , , ~ n c l a v á n d o s edentro d e isn
d
ambos
musterienw típico. E l niv.1 1 sería por tanto rem@ga&tqteq
de unacfase .cultural musteriense muy avanzada.
encia de bifaciala en la estación objeto d e
de la misma en «Cóva-Negra», no dudamos
twiense levantino una evolución distinta a
aleolítico medio en la meseta y Norte d e
R d s r a s , ;<: & 4~ueliltb~íit
.,:!
l
. cantidad -que en
,
-A
-
32' La ligera'ten
rienses d e las eukwas
todo estudio $&"e 1
Levante espaíiol.
c1
[page-n-17]
ESTADO ACTUAL DE LOS PROBLEMAS
DEL PALEOL~TICO
SUPERIOR LEVANTINO
,
i
. ,
t -
,
P
. ; , : ,'
-
h d e que, hace ya quiia%ce
.shfts, terni'tnamcrr
excavacíones! de la Cueva del Paipallb; hemos pkobiroo\ir&do1 ir
sigu3end~ movimiento. d ~ i l s el
inmtigacibn eobre df
!Palmtír
tico superior m ~ i d e n t a parar situar '.mhejornuGstrw bllaaghs y
~l~
conocer mejor la reacción qb6 loa :mismos, pidóríah
- boa
medios eientífit'os intcmacioaalm. :Si,hoy! trotammi,.de .dirigir
la
o&
la vista a los iesdtadod q~ hayan~:$enido dmpidtar 11bw
tenidos en la cueva gandiense y a los progresos que el conocinnento del Paleqlítico superibr haya @ido realizar como
consecuencia de aqutlllos, noi .enconti=aads en primer lugar
con los desconsoladores frutos.& casi.&= eños de guerra y de
desbarajuste cientffic'fico.El intet%5ambionormal se ha interrumpido y sólo con grakdes,s?crificios hemae podido mantener el
contacto con loa, invmtigadorés e+trgnjex~s, para lo que no
hemos rehuído la rndes-tias ide lar* viajes. El hecho de que
sólo hasta hace ;un par de 16rpn!$ n o -oorA
haya sido posible
hacer llegar a manos de doa@p&~+$&tiiso
Breuil y Peyrony sendos ej-lares
da n*&tra abra sobre el Parpalló, expdica que al cabo-de.los quin* años dssaasplor&ón, la cueva gandiense sea todavia desconocida en trabdjos que tratan de
buscar luz para el ~ a l ~ l l t i c q ' ~ m p e , r o" ti& libros tan fundai s
de :Z&uner,
mentales como d 1"B(i,e~~f4
En parte, oomo h s e c u e 6 Q a de 1~~~~
anormales pasados, no se ha producido en nuestro Levante ningJn nuevo descubrimiento s e n ~ a c i ~ l s c o::~abh m a r .Q i p r lo m n o s
m. a
como esperábamos nosotros al meditar sobre loc secretos que
deben gwrdar , todavia en! su, i r n o , la@
,:
aliaenciones niontoñ;ooas que dwdp ,h.
habíamos w n t m p l a d o t;~atas.
iy~~ear,
No!
)otro.farpalló a drc, hetllazgo.de ' a r t ~
i
mos ~oav8ncc.idas qeia mo,. y ; strs,,
de,
prewio a quim los busque sir) deemnyo, - , . :
J
~
+
%
l;
w
~
[page-n-18]
Pero mereceríamos ser tachados de descontentadizos si no
reconociéramos q u e algo y aún bastante nuevo se nos ha dado
ein estos años. A examinajrlo y a valorarlo vamos a dedicar mtas breves consideraciones.
Como com.pleniento de lo que en el Parpalló aprendim.0~
sobre el Auriñaciense y en especial sobre las puntas de muesca,
nada nuevo después de los hallazgoe de Cuadrado en Totana
y de Jiménez en Buñol y de lo menos concreto de Vilaseca en
Falset. Digamos tan sólo que es imposible 'mantener hoy la
denominación de Auriñaciense para tales induitrias de punt?s
y hojas de dorso rebajado. Hay que decidir@ por la de Perigordiense o la de Gravettiense, la primera preferida por los
sabios franceses y la segunda por los ingle=., La .meciente
autoridad de. la escuela inglesa y las Paaones aducidas, en su
favor, nos hacen preferir la segunda, debida a l a famosa excavadora de las cuevas del Monte Carm~lo,de Gibraltar y del
Kurdistán, Miss Dorothy Garrod.
Los recientes hallazgos auriñacimeo 6 gravettianses d e S e
riñá (fig. 1.") de que ha hablado su autor e Dr. José María
1
m. l.-%&@,.44%;
t
% ,
b
,
. * )8
j:.
Corgminas, por Ser tan r*i@$e&v
m imagino. en prineipk que saa
tos transpirenaicas que un pamld
=te. Pero sí hay que atribuir des^
el rn4rito ademh del una excapei
Para el Solutrense las pwsp
< l \
: I r
: $ o d o r f ~ ~ ; ~ [ , l Y ] . ; - lf.,; ~
,
[page-n-19]
aparte la oleada de hallazgos solutrenses anteriores a la excaa
vación del Parpalló y que no habían pido d a d ~ s conocer,
tanto de Siret como d e loa investigadores padritleiFios k ln- clwso de Breuil, y otros que cuentan bastantes añoa, como Ios
de Totana, en estos últimos tiempos han s e i d o asareciado
yacimlientos de esta c u l h (y nb digamos 6psca, pum cada día
parece más claro que los solutrenses formaron bandas que insertaban su vida en anibientes gravettienses o magdaEenienses).
Este verano, en compañ4ia de nuestro compañero Fr. Jordá,
hemos iniciado la excavación de la C w i de les Mallaetes,
junto a Barig, y en ella ha aparecido un rico nivel solutrensá
con características semejantes a las del vecino ParPall6, e x c ~ p t o en la qarencia de muestras de. arte mobiliar. Pero m& importante todavia para el problema d6 la difusion del Solutrenoe
levantino consideramos el h d o de que en el Replurc Viuer.de
Seriñá (fig. S."), haya aparecido también industria solutrease Y
Mg. 2 . m n t a s solntrensm del @Bectau Vivem @erSñs)
en ella una punta de pedúnculo y aletas indudablemente llegada de Gandía. Con ello teaenios la esperanza de que algíin día
e! enigmiáticb tipo aparezca en estaciones d e más allá de los
Plirineos y j quién saba si no se ha encontrado alguna vez y ha
sido arrinconada por suponérsela elem.ento neolítico extraviado en la excavalción 'J en el.laboratario ! La riqueza del Solutrense en Seriñá se confirma por el hallazgo de algunas excelentes piezas en la Cova deis Enca~ztats. Van superando,
pues, las estaciones solutrenses en todo el Levante español, en
número y calidad, a /as del Magdalgniense.
En cuanto al problema del origen deil Solutrense, este inesperado auge d d Solutrense iespañol, hace tambalear la pretendida cuna húnga~ade esta cultura. Además se ha. producido
otrc hecho. Al abrirse de nuevo a la mirada olccidental la labor
de los arqueólogm riisos, realmente muy notable aunque algo
oscurecida por sus prejuicios de no querer admitir influencla~
S
[page-n-20]
18
extrañas a lo largo de su Prehistoria, se ha confirmado que las
industrias solutrenses no alcanzan más allá del centro de Rusia
y de una forma esporádica (una punta soliitrense de Kastienki).
;.: N o es posible suponer que una industria nacida en Hungría se
detenga en los llanos rusos mientras florece-abundaniemente
;:r en España. Queda, pues, el camino africano. Hay' en algunos
i3
7 autores cierta resistencia a hacer venir de Africa nuestro Soiutrense. Por mi parte, estoy decidido a admitir taf procedenlcia
a base del Esbaikiepse, que no es sino un aspecto det Ateriense
$ que posee asimismo la punta pedunculada y cupd dionologia
se aviene bastante con el mo\mento en que el Sulritrense aparece en España, y de las restantes industrias de t6cnica solutroide hasta la sudafricana de Still Bay. E n . mis bontactos y
discusiones con los investigadmes inglebes que conocbií bien
el. Africa, he comprobado que la hipóteis. ' deil' oAg& africano
da1 Solutrense europeo está ganando partiaarios. No seria Jusr to,'sin embargo, desconocer que por ahor? no hay mBs remedio que admlitilr que el Levante tuvo también sus iniciativas
' '
y que a nuestros remotos antepasados hay que atributrles 'la
! ' paternidad de curioso8 tipos. .Teneimw aquí un foco secunda- .
rio del Solutrknse por lo menos..
La densidad y espesor de los niveles solutrensos del Parpalló
en relación con los magdalenien'ses, noa obliga también a disentir de los cálculos leronológicos de Zeuner reflejados en -su
obra publicada este mismo año. Los mil años de duración del
Soilutrense mmparados .con los (cincuenta mil para el Magda.
leniensé nos parecen inaceptables, Adoptando esta última cifra
hay que dar bastantes miles a los solutrenses, aunque tales mil q i o s se superpongan en parte a los que requirieron las &estantes culturas del Palklítico superior.
Para el Magdaleniense qo tenemos otros datos nuevos que
nuestros propios hallazgos y los de nuestro compañero de-trabajo el Sr. Corom.inas, en Seriiíá, en una región que, o mucho
nos engañamos o ha de dar todavía cosas insospechadas. Pero
este dato negativo tiene su valor. Se -evidencia el carácter n&rdice de 1'0s magdalenienses y el fenómeno del Parpalló queda
como una intrusión excepcianal, una colonia en país leijano,
rodeada probablemente de gentes muy distintas, lo' que explicaría la evolución; que suponemos contemporánea, del arte de
los cazadores de la zona interior, montañosa. Nuestros hallazgos en Cataluña se hao remontado al Magdaleniense IV, pre-'
cisamente el momento en que ante la presión de otros pueblos
y la acentuación del cambio climático, sensible ya en estas latitudes, se decidía aquel grupo gandiense a abandonar la cueva
[page-n-21]
es da año8 y emigraSuponiendo que esos emigrantes fueran los habitantes de
las cuevas de SeriEá, hemios buscado con af&nm &tQs fos v a tigias de su arte. Y con mi eptrañable colaborador del Parpa116, Salvado-r Espí, hemos Iaaado centenafa de lowtas en Seriiiá. Trabajo perdido. Alguna rara línea grabada, acaso un
nicw fruto8 de nuesMagror ateinoihn qua a todos los problemas que acabamos de
enumerax.se ha venido grestanda estos'años a lo que B refiere
e
a! microlitismo y al Capsiense. Por una parte. la reaccién anticapsiense se vi6 acompaiíada por las teorías de Schwantq
,
.l.
y otros *wra
lm que e1 rnierolitisrn es un £aÓmno europeo.
Esto pareció confirmarse .con el creciente halla~go~de
mioroli, tm en las estaciones clásicas del centro de Francia. Ocurrió
.
O
'
[page-n-22]
t+.t&'l a ' fajii ~irh.tábio-~frknaka.
~ce~t~nd¿i.'~b$>.
gibdkq2'J@
Cas~iqnsevuelve a sdquirir antigüedad. Edtb ;$~ritd"&! í 1 1 ,ASG
' ir O
'
lo v e m l hoy aceptado poi nuúchqq i n i e ~ t i g 4 l . ? < , 1 .
k,$?!ayecq,
8
,
pues, superado el &sijdl'*)d
'i&i&l.'bpekeo fa ' itif&í&d'd'l
de,
aqiiel!a culNra balllaG+btthtl&d'd'iU kigbajoi dél'taufr@' IJiidcipalaente. Ufi c r o p d o & j i lw:
+q6Ubqt+dq' cbmb ' dr,4a de keconoder bi'f.' '
' 0 '
'.
,: ; " ' . , : S * 1 , )
lol
3
I'''
,w$r
[page-n-23]
Es irniposible aislar este microlitlsrno del que nos ofrececon
clara estafigrafía la Cueva de la Cocina. Acabamos de publicar
un trabajo sobre epta cueva y sus niveles y q o es cosa d e repetir
nuesüros argumentos. Queremos tan sólo hacer resaltar nuese
tra. hipótesis d e .que el microlitismo del Mesolitico no puede
derivar por evolución interna, del micro'litis.mo del Solutrense
y Magdaleqiense de nuestras comiarcas. Se trata de dos o.leadas
distintas, con algunos ebmentos básicos comunes : alas miicroburiles. Trapecios y triángulos con pedúnculo de la Cueva de
la Cocina, nada tienen que ver directamente con exalenos y
pequeñas hojitas y puntas minúeculas de dorso rebajado. Sólo
cuando tengamos bien ordenados los. fenómenos mkralíticos
norteafricanos podremos ver claro en a t o s problemas que los
microlitos nos plantean en Levante y aún en t o d ~
Occidente.
D~taquernos
también que d paralelo con Romanelli tiene
el enorme intmhs de ser esta cueva italiana un magnífico documento cronoló$co. Su excavador el Barón Blanc, ha podido establecer unos paralelos entre los niveles arqueo.lbgico~
y
los movimiestos costeros, que con el estudio de la fauna constituyen las aportaciones más moderrias a la cronología y climatología del Paleolítico superior.
¿Y qué diremos del siempre! candente-problema del arte
rupeistre levantino? Los últimos hallazgos de abrigos con,píní
turas e industria realizados en la provincia de Teruel p ~ r - A l magro, sus observaciones en el clásico abrigo del-Cogul, refyerzar? la tesis de la pdad'postpaleolítica, y hasta neolítica si pen-S
samos en el descubrimiento de cerámica en los abrigos del
Matarraña realizados hace pocas semanas por nuestro ditqípulo Joaquín Tomás. Pero una V i r g g románica d e uno de nuesX
a
tros santuarios no ha de datarse en el siglo X porque e ag$t
exista un altavoz. Y nosotros seguiremos creyendo que el te
levantino no puede .explicarse sino como derivación de. ,4 qcuela natur~listadel Norte que brilló en el ParpallQ. D 4 4 a , r h
larga duración que hoy se señala al Magdaleniense podemos
pensar que el Parpalló fué abandonado por lo menos hace
15.000 años; Hace cinco o seis mil que empmaría el Nemlítico
en nuestro Levante. Queda tiempo sobrado para una larga
evolución hacia el estilo pro-pio de nuestras pinturas levantinas. Tarea ingente la de estableicer grupos estilístjcos en tales
pinturas y en documentar con repetidas mcavaciones la nueva
cronología.
En nuestro contacto con los investigadores extranjeros hemos observado la aceptación por parte de bastantes d e ellos
de la cro~ología,
rebajada, del arte rupestre levantino; Pero al
[page-n-24]
:ibate Breuik le hemos oído públicamtente y con energia, aerender su vieja posición y esta opinión del sabio mamtro la'hemos
visto todavr'a compartida, no sabemos si por la influencia de
su gran prestigio, por otros investigadores, algunsr, tan conocedore8 de nuestro arte como el Prof. Burkitt. E8pe1xm~k
aha
ra la publicación de sus renovadas razones, su reacci6n ante las
afirmaciones de lo$ arque6logos españoles que creo no se
harán aperar. Por ahora no vemos nada que nos obiijgue rr rectificar nuestra posición i n t e i r d i a , que queda detallada en
varios de nuestros trabajos.
E n r ~ l i d a dno hemos hecho sino empezar a 'trabaiar !en
Levante. Nuestro Servicio, cuyo camino parece vergaei fin
plor
despejado gracias a la buena voluntad de la Diputaci6n Provincial de Valencia, cuyo mérito en =te punto feconocen todos
los sabios europeos enterados de la inarcha de fa Plrehibtoria
española, y a la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, tiene ante (sí tareas. promietedoras. En prirriler lugar explorar este nuevo yacimiento solutrense .de las
Il/lallaete;s,teminar 'la excavación de la Czceva de la Cocina CUyas placas grabadas constituyen una apasionante novedad, sin
paralelo por cierto en al arte rupestre contamp01ráneo (tanto
que se apuntan los paleolitistas) y seguir explorando estas sierras'de la zona Sur de Valencia y Norte de Alicante que acaso
contienen la clave de muchas de nuestras preocupaciones.
Y para terminar só!o deseo lanzar una vez M ~ la. peticiijn
S
de auxilio a nuestros compañeros biólogos, geólogos y paleont8logos. Estamos quedando atrasados en métodos de investigación del pasado. Cuando leemos los trabajos geocyonológicos
de estos últimos años nos produce gran pena que nos hallemos
desprovistos de ellos. Esperemos que esta colaboración no nos
faltará en un futuro inmediato y que gracias a ella podremos
ciar una fwha, en años, al Solutrense del Parpalló o al Mesofític0 de la Cocina.
m
[page-n-25]
NEO-ENEO LITICO VALENCIANO
LA
CCOVA
NEGRA» DE MARCHUQUERA (GAND~A)
Debo a la inagotable amabilidad de mi director dé1 S. 1. Y.
la publicación do otra nota -aunque relacionada, p w su origen informativo, con una publicada anteriormente (1)- de su
nutrido archivo particular, a la cual conservo el título que ¡levaba la papeleta correspondiente.
E n el término de Gandía, partida de Marchuquera, en un
saliente que forma aquél en el de Palma, y g n una ~ e r i e esde
carpes que mirando 3 dicho término de Palma coronan a t r e
chos la vertiente de la montaña, que tiene, al N., la aCova de
J Maravelles~,so abre una amplia cueva, que por lo negusa
co da su bóveda y paredes, tal vez ahumadas, se denomina
aCuewa Negrap.
Según parece, 'e1 laborioso Vilanova y Piera no la visitó en
su estudio de las cuevas cercanas.
E n 1907 (21, al Padre Wariano Juan, S. J., exploró esta
cueva y, abreviando sus palabras a las de intierb arquealógico,
dice :
a,.. nos dirigimos por una garganta que separa las sierras de
la aCreueta'de1 T a o n s a a una famosa cueva...,
apenetremos, recorramos ~ U recint0s.y d-rtameatos
O
ha$ta lograr salir por el agujero abierto en el otro sxtremo. Mide
la altura del arco de entrada como 6 metrm, y 8 metras.de anu
chura, de largo tiene 6 ó 5 mi., por 20 de ancho, coa una altura
por termino medio de unos 10 metros. Es muy capaz, y tiene
como a la mitad otro arco bastante bien pronunciadtz, que
'
(1) M V i d a l g ~ u E l s ~ c a L e ~ . I & r ~ v o C a e ~ ~ n .
tina. Tomo ii P g . 350, 351.-Vabnch, J945.
ás
(2)
Juan (R. 1.Wazhno). d t ~ i o ~ c 2 o n wqumlbg;W en e Cerro
P
es
l
deis Bancdeb y e l Ixlva-N-.
m a
Bol 84 Amg. roienciag N&, T,VI,
02
PQs. 19@-11S.-Zaqma, 1907,
. ,
[page-n-26]
apoya por el extremo que mira al SO. en una gruesa columna
d e 1'5 m. de altura.»
aEI sitio señalado ya de antemano, y que conocía&cs por la
aparición de restos de cerámica y huesos, fu6 un rincón del
fondo da la izquierda de la entrada. Aquella tierra, estaba
mezclada con restos dó mrb6n vegatal y c e 6 -a, y ;como a medio metro aplaracib una kapa de- 6 cm. d~ espz r . . . ~
3
o
aI.os objetos hallados fueron los siguientes : 2 p~nqo-nes
de
hydp;, 4 p u 6
hueso, .S odts o haclialr d e piedra, 2 colmilbp $41
tas de flecha d e pedernal, un alisador de hueso, 2 cuernos de
ciervo, 2 colmillos de jabdí, 3 sierras de pedernal, 40 cuch:hill~s
y lanzas de pedernal, mandíbulas de jabalí, hueaus hupa. , ,,
nos, et&»
dLos punzones tienen d e 4 a 5 cm,.de largo, J. :S& d&cubrezen '
alguno d e ellos que debería estar sujota' a algún mango a ,varilla, tal vez can algún betún fortísimo qde solían ein~lear. e Ds
cubrióse adeniás una ruedecita de piedra pnlimen$da de 'uncs
3 cm. de diámetro y 8 m.m. de espesor, coa un agujero en el
centro de 10 mm. &te agujero, gastado notablemente por una
de las caras, indica que serviría para usos ordinarios, como medida do pesar, IJna iirnina muy diminuta de cobre & ha119 tamizando la tierra, sin forma determinada y de unos. E &ilímetros de largo por 10 mm. de ancho y de un mrn~ espeda
sor..?
«Los dos ,cefts o hachas son bastante distintas en la forma
y en la composición, porque la menor as de diorita y l a otra
d a pieclra granitífwiíi rnuy fina y resistente. Sus dimemsisnes
son de 7 y 11 cm. de longitud por 4 5 y 7 cm. de anchura, reepectivamente. La más pequeña es la más regular y perfactd,'
y comerva su corte afilado: A@a~geió
tamb4én o t r o . f m g m ~ t o
de hacha de piedra dura m i i d Inegra que las rdefidae y de wperada labor. A medio metro de prdundikdad y confbnbiciuoti++ revueltos con piedras y huems, dhetibrimos &S d~chü~aiic
d
hueso pulirns>~tado(l), uno de $5 e u 'de lhigo=&~ qrr(r.de
@.
ancho, y el otro d5vidido en d~s;'lqo~ciofles.
aEl alisador, aunque bruatdlo pbi u h ' e x b ~ ,
l~mee
rnri)i
tosco y primitivo por la partebquéJ
hMlík
v&d$, '$6 :nhanga,
pues se ve el hueso sir1 ningún género de trabajos; tiene 14'5
centímetros de alto por 22 mm. de ancho.»
;
crS6Eo hueeos aieladoa del eumpo humamr..a
aEn punto a pedernales es rica la aC&a Negraii, sobre todo
+
f
<
I
'
.
Supcmemos que se pueda tnrtar de dos eepcS,tuW~ hueso.
de
(1)
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-1
[page-n-27]
2
5
?
'
por los cuchillos tallados. Las puntas de flecha Bon muy sencia
Ilas, teniendo 'la mayor una altura de 4 cm.,.;o
a,.. Sólo tres sierras pudimo~
recoger dentadas por entrambos lados y &e forma igual a la de ririchillor. De éstos hay uno
que mide 72 mm., otro 60 y otro 55, con una anchura de 13,
18 y el mayor 21 m.. (1).
.B
El Padre Leandro Calvo, de las Escuelas Plsc da Gandia.
acompa5ado de su alumno predilmo D. Isidro Balleeter, visit6 esta cueva en 1913, y de sus 1ibret.a~ anotaciones sacamos
de
las siguientes notas :
por al aluvi0n.
está en teerano cretácico, rellepa en
Na:sos.-Abundan
de todas da3es, incluso humanos. .
Ce3~6miea.--Fragrnentos de cacharros a mano, de ton- oscuros y barro amasado con mezcla de material blanco.^ Se 'encon
el
restos ceriimicos que llarnaba nromnosa
y eran ibdricos,
Conservo como uno de mis gratos recuerdos estudiantiles,
el d e una érxcursibn de fin de curso 1931132, en que la Cátedra ,
de Pzehistoria, rlesempesada por D. Luis Pericot, hiab una
visita a diversas cuevzviis de Gandía; entre ellas a la que nos ,
ocupa, donde el capataz regtaurador del S. 1. P., D. Salvador &pí, hizo unas catas que sólo dieron hueso8 y silex sin interés,
habiendo observado detalles de hundimiento de parto de la
cueva,
~eseand~
estudiar personalmente tos psteriilm recogidos
por el P. Juan y que se conservaban e n d Colegio del Santo
Duque, 'de Gandia, ron intención de dar a estas linms alguna
información gráfica, se nocr comfunic6 que dichos materiales .
habían d~apar,wida periodo rojo.
en
Untcatálogo e~peleológico su más amplio sentido (bio!Oen
gico, cavernícolat prehistórico. folklórico, histórico, eb..), mphando .y completando los de Puig y Larraz (21, +dendo
todo8 los episodios de excavación ocurridos en cada ,aova,
serian del mayor interés, no ~ ó l o
desde .el punto de ,viata culta -.
ral, sino desde ai econóqica, evitando en el porvenir posiMm
dupílcados de ercavaciún.
>
-
MANUEL VIDAL Y I#PEZ
r
(1) Nos permitimm reproducir las palabra6 del W e Juan por haberse publicado en revista, poco vulgaz y agotada; Micil de consultar.
Puig y La,rra.z. aCavernw y simas de Elqmlía)). Bol. Com. Mapa
(2)
Geol. Ebpeúía,. .2.a serie. T. 1 (1894!. P&. 1-392..ddrid., 1896. T. XXS.
Idem, ~
natumles y mma8 primordmie~».
Anales. Soc. Esp*
ñola H &
. Nta. T XXV y XXVI. Págs.255, 329 y 5-18.-189647.
.
4
[page-n-28]
[page-n-29]
EL ~SERCATB DE GAYANES (ALICANTE)
Por el año 1913 le fué ofrecida en venta a D. Isidro Ballester
Tormo, una pequeria colección de objetos prehistóricos que
. dijeron ser ~rocedentes
del lugar llamado aSed.ckt~,wwano
'- a Gayanes, pueblo del N. de la provincia de Alicante.
D ~ p e r t a d a curiosidad por tal hecho, realizó una visita
su
91 sitio del descubrimiento, acompañado por 'Juan Bautista
.- Pastor, natural de Gayanes. De las notas que se tomaron en
esta exploración, de lo dicho por algunos prehistoriadores que
,la citaran y del material que conocemos, 'nos hemos valido
para redactar la presente comunicación.
La agreste sierra de.Benicadd1, que separa las provincias
de Valencia y Alicante, tiene en sus estribaciones meridianales
* multitud Tla entrantes y salientes rocosos que forman un inttiricado sistema de vaguadas y espolones'. En unot de &tos,
gito en término munici'pal de Gayana y a una media hora de
,:cam6no de tal pueblo, y alzándose a mitad de la ladera de la
~ierra,se halla el despoblado del rSercat~.No as éste el Único
eionocido, pues cerca de él se! ha descubierto otro semejante:
arranch de Mitja.Vidaa, también en término de Ga'
#
,
'
alla, pues, el despablado d d .aSercatla, m ulio de los
abl'ers espolana antedichos, Cuyas condiciones o~ogrilssn ideales para el m&plasrrmlimtode un eamr4~1farti&ti~
Rodeado de grandes eschrpes por &as partes, d # t o
n que se une el espolón ru ala ladera de la d l s $ a i . da
tdr k
eel m
de f k i l paaa hoy eni día, pero que a&
accesibilidad en la antigtiedad, m a w b a t a
a (Ver tig. 1."). Aún hay se nata :la existemia de
elas que cortan tiamvmalmente 4' l d w tf tia mte~
d
sea la más cercana a la ladera,
una amplia -cortadtri que aún quedan a~lgpnoepedruscw agudas 1%
i
@tepoca distancia de la prim!era, pra6pea ;wi@$$ d i a s
d a la
erísticas y aisli $1 reqate del espolón
ra. Fgcil es deducir que tales aaajao c o o s t T h a ~ dobla
.un
..w
[page-n-30]
foso defensivo, para obstaculizar el paso al despoblado. Pegado al borde interior del segundo foso, se veía una gran niota de aspecto tumuloide que m.ostraba, en la parta r a y e a t e a
aqubl, algunas hiladas de piedras superpuestas, indudablemente restos de muro. Esta masa de tierra y piedras, que alguna
vez se ha descrito como túmulo (l),no era miis que una construcción da d e h i ,que pop el peso del tlp
ery?ión"..
i
habh veriido ahormar l o que, e
.
doble fom @gt&tia, construc
bns
forzar lo^ &tka.lw, artifiaid.les dic
hlados de la 4pa~sdel nuestro, ~umdo?la
;
nctumlwri )no;l i J.
proporcionaba mejoresi dafens'as. .kaf ;vama>scomo d a l - ~ f & & - i ~ ! l
1
[page-n-31]
[page-n-32]
cabe presumir sea falsa la 'noticia que no ha podiqo cpfr*rar nadie.
I, 1
E material halladti no se conoce,en su tetalidad. . [,@iqresL
ta piedp agruparse en tres lotes : el de D. Fqrw~.
p
ilustre 'ntor alcoyano; el,guardado
la coieq@ó$,de
14;~
dro ~ a ~ s t e aqugl , d q u e nos diera notidgs.
q
~
P ryeqys
directamente
Ca~qiI Visedo Moltó.
..r.
En la co~eccihn(lp Férnanda Cabret;)? dkpápaciacid'il.jli
r
rante el período rqio,, se guardaban dos h@qs aqIi$icag
mediano tamaño y ~ w a s a
pulido.
. ,
,.*, ~ $ 1 ; En la de D. kidro Ballester, s e cgnsT$ , lis,,q ~ q t p
obj,etos (lámi I, A),: Cinco vasitos de qxPnw L~q,q%qR~+
t a , haha a mano, con perfiles que : van ,dJ.i
.:$ffqpcp
abiertp, hal. el
casquete y casf &eqidal,;;eqtfe,Fp) ~~idqs
uno sole, d mayor mi forma de c~qqefe, t i ~ qq . q ~ u # ~
,
q
muñón muy cerca dei borde ; de, piedra,rneaballaran pp Fan,vw
toe.d e o meno&
rodados, entrelos cuales .son digaos :, e ~ e p 'ción uno. en f ~ m de disco, spre mvestra en,amb* p e a p 8sa
ñata widentea de haberse emplead@ como .per&qtor,, x ; ~ t r q ,
de aspecto cúbico irregular con las aristas redondendap ,xIl.,qrip
tambi6n presenta saiiales de-haber tenida el mismq ysp;gqel
anterior ; también hay una moledera activa, de,.p,i&rp i-ajiqa
muy cuarteada, de zspecto semitasf+icg y de unos 14 cq. de
diám@ro; una bella tacha de fibrolita 'bien p,ulid$,y iiiujr. dy,gastada por una de EUS caras como si se hubiera $sábq en 1 ~ gar $e moledera (lánt. 1, B); un fragmento de cgnc,ba de p i ten,. y uqa peijueña cu@q de collar de cobre en fo-rmb'da dis-
f
6.
. I
&.
,t
,
l9
1
'
d
[page-n-33]
[page-n-34]
descansabanl sobre dlas de; cerámica ~rehist6rica,
.que fuerod
destruídais wr los labradores que las encontraroiq , (1).
~ a m b i é ñ Sr. Almarche (2) citó este enterrarniendo reiteel
rando la opinión de ser artificial, que tomara de Vicedo, y haciendo ascender 106 hallazgas no sólo a un canutillo de oro,
sino también. a varios dijes diminutos, los que formarían un delicado collar.
Hasta aquí lo qwese ha dicho de tal sepultura. Veamos aRora de lo que se tratabe en realidad. E n el fondo de-una barranquera brava, estrecha y profunda qua limita .el crSurcat~por
Poniente, había u$namontonamiento de bloques, cuya superposiciónn que pgtwicí incidental a1,Sr. Ballester y no realizada
por la mano del hombre como se hibia venido. diciendo, había
dejado en su interior un hueco, especie de cámara, de muy
esc&as dimm~iones.Parece ser que al sacar la tierra que lo
rellenaba a r a acollar . los o1ivos de los campos inmediatos: se
pqcoatraron alguna huesos humanos (no podían ser doa -queletos ea posición horizontal porque no cabían), cráneos inc!usive, y dos cuentas de collar de oro, be las conocidas por rolivas,. Nada se dijo en un principio de si habían encontrado
cerámica.
Las o'livas, que originariamente vienen a ser como peque.
úos tanales, se astiraban en el presente caso hasta adoptar una
forma casi cilíndrica. Tenían la superficie lisa, aunque algo
vicada. Estas noticias las obtuvo el Sr. Ballester, de D. Justo
Pérez, natural de Gayanes y vecino de Palomar, quien acom- .
pañó al labriego que encontrara las cuentas, a venderlas a lipa
joyería de-Valencia. Según este Sr. Pérez, eran dos las alivq,
una mayor, tenía uncq 8 c m . de longitud, pesó al ser vendida
23 ada1rm.q y medio (un- 42 gramos), y ,la otra, mucho más
ptqneñia, ~610pesó t r q adarmes y medio (6'265 gramos poco
mis
,
o mmos).
La pequdiez de l1a&&dad a que noe reherimos que hacía
imipcsible el enterramiento de tantqs ltsckyelstos camo ee dijo,
y .sup r a ~ i s
naturaleza que BQ, palia qvitar que las aguas.de
la torrentera entrasen en ella, ya que estaba situada en lo más
hondo del barranco y eq su centro, sin bóveda.da caliza compacta, hace pemqr. qe iel labriego cazurro enga56 a las geritee,
y entre éstas a dan emigio Vicedo y a tantos o t r ~ ,que luego
s
han citado este enterramiento.
'k
(1)
Ver Rani$io l V i ~ & o &i$bria de .Alcoy». T T.-WMéon: l?igue:'
.
O g , Cienera1 del Reino de
ras P a ~ o c o
@Provinciade JLiicanb», en h
Vabnciai, en m a&.") +v.
Abmroñe: O . cit. p. 117.
b
(2)
.
[page-n-35]
[page-n-36]
armas había sido relegado ya al desuso, lo que supondrfa su
suwtitiición por otras miás &caces, las de! cobre, y que ya nos
collacaría alrededor del Eneolitico pleno. Esto, no obstante la
existencia del vaso de forma extraña que nos dijera D. Camilo
Vieedo poseía el Sr. Seaient, y que tiene semejanzas, c o m se
dij'o ani.eiriormeate, con piezas de wtaciones plenamente afgáricas' (Fuente Alamio); aunque también en Vhlez Blanco
encuentra tal tipo en épocas todavía bastante alejadas del
Argar.
Esto es todo !lo que nos queda, que sepamos, de este poblado que existió en la falda de Benicadall, en tan remoto período .de la antehi~toria.
HNRIQUE PLA BALLESTER
[page-n-37]
,
NES ARQUEOLOGICAS EN
BEGIS
(CASTELLON)
burante mi estancia en Begis, he recorrido parte de esta
marica recogiendo cuantos datos de carácter prehistórico cnntraba o me comunicaban los naturales del país, datos que
forma de fichas, quedaban archivados en espera de ocasión
orable para un estudio m:ás detenido. De ellas, unas se r e
a s i m ~ l e shallazgos esporádicos, otras a lugares en íos
cultivo ha destruído todo posible yacimiento, y otras,
más interesantes, a puntos en los que la excavación es
erar que sea fructífera. Solamente de los datos mds desS damos noticia en la presente comunicación.
11
se halla ea una comarca montañosa entre Valencia
estse r~gio~ies.
Aún hay
alli pasan todos 10s"-@nadas trashumanteg que, por
a ~yi.tieimas ja'lonaiias por r a t o s prehistóricos, se
r
dp una a otra región. u h a de estad. veredas conserya
bre de crcamino rlmiano de Liria~.Las etrib~zciona
de
, siendo el pago natural de
.-*<
1
1
<,l'?i
[page-n-38]
[page-n-39]
37
de nuestros historiadores regnícolas () En su parte
1.
elevada se encuentran restos de un castillo derruido ,du~ R t las guerras carlistas del siglo pasad^; tna sdrido divere
m$ r.econstrucciones a trav6s dei tiempo y tiene un origen preranano ; habiéndose encontrado entre sus e s c o d r o a cerámia,ibérica y romana y monedas de bronce, entre ellas una del
&as
d 1
S
losas planas, según manifestalud aún pueden verse el hueco
tura cortada en sentido longi-
comunicacibn verbal del Sec-io
d d Ayuntamiento de
[page-n-40]
tiadimil, a p r w i á n d c r igualmente la existencia de muros. E n
cualquier lugar del inisnio hay pequefíos fragmentos de c e
rjmica ibero-romana, En ua campo contiguo misten r a t o s
de una edificación y por todos los-alrededores son frecuentes
los restos d e cerámica, entre ellos hemos rmogido una contera de ánfora ibérica y un trozo de sigillatu con adorno d e
óvulos alargados. Egto nos hace s.uponer que los 'enterrad
müientos sean de la misma época.
Sigiiiendo lamargen del río aguas arriba y separado de la
anterior ,zona por el camino d e 1 ~ Cuevas, hay un okiveral
~s
en cuya8 paredes de contención d e tierras d e l a distintas psrcelas se :ven -rimehas piedras labradas, algunas dó gran taiaaño, que indican la aistencia de una edificación d e cierta importaiicia. .A esta partida se la denomina ~ U l i v e r ad~ la Igiels
sim, p r areeg la $ a t e que allí existid un templa antigiio. (1).
c) En distintos dugareg he visto las imcripciones romanas que detalla a continuación, de 12s eualm algunas ya eran
conocidas ffiga. 2 a 7 y lám. 11).
I) Pequeiño fragmento que pertenegió a una losa dacw
bierta al ensanchar el camino de las Cuevas, la cual fu6 h e h a
a pedazo$ intencionadamente para utilizarlos e n las paredes
que limitan 1 campos, donde atín se hallan, pero s n deirir
i
a la vista ninguna iriscripción. (Fig. 2).
11) Fragmento empotrada en la pared de un resto de
edificación en la zona de enterrarnientos. (Fig. 3 y lám. II, C ) .
111) Lápida funeraria a la que le falta la parte su&or,
quedando la inscripci5n correspondiente a un varón (fig. 4).
Según su propietario el médico de Begís D. Eladio Capilla,
que la conserva en. su poder, esta lápida procede del castillo.
Su lectura es la siguiente :
...Cayo
Viccio Barcata, d e 70 .años, aquí yacen
IVY Lgpida situada en el umbral de una casa del pueblo,
muy borrada, percibiéndose una cAs y otroe d6bile~trazw
sin posible lectura.
r
Egtos fragmentos no los hemos v i s t ~citados en la bibliografía arquedógica. :
V) Lápida que contiene la doble inscripción de un hom7
-
T e r s mtich de que ea 1 se s?a&WQis éxwv8efm en
mmu
que diimm por irtiiwlitaa bdhr va&@ nLinaeri, que
3
C
a . % a ,v
? bde
r
&m
suen
pa%. a ) A pesar del
s,
por txm~iún, o
nOO*
~ e ~ 4 p t r a m d d q no podido m,
oi
B&
e
(1)
de taks e~~eamiaes, mgrcnmnta dwbimm lefectuwm erl @e lupro
t
gas.
[page-n-41]
;2;:g?g
Fxl-;
N
;.a --
$?
u:
-;
;
39
1:
bre y una mujer (fig. 6 y lám. 11, A), cuya lectura es la siI guiente :
t
Conelia Plácida, de 30 años, aquí yace.
Cayo Viccio Vrbano, de 50 años, aquí yace.
VI) Otra lgpida con fa inscripcian masculina y femeni~
na completa (fig. 5 y lám. 11, B), de la que d a m la siguiente
lectura :
Fig, 2
.
.
Fig. 3.8
C R I\E LiA
O
L.F.PROBA
A NaLXH-5.E
'ANTON IVS
"1
"
ARCAT LS NMX
Fig. 4.8
LFRLASt NVS
A N.LWaH-S
E.
Fig. ,5.'
CORNLIAPL
AC I DANXXX
H. 8 . E .
CMCCIVSVR
BAIVS-A-L
H. S
€ 9
Fig. 6.8
Fig. 78
.
[page-n-42]
Gorñslio P d a , . hija de Lucio, de 60 dios, aqui yace.
Lucio Antonio Blastino, hijo de Lucio, de 75 añol~,aquí;qaca;>
VII) Fragmento de otra, con la i l r i p c i t $ ~ .
incompleta
(fin. 7 Y lám. 11, DI,
Las-lápidas &élad+a coa los náuPnexos V al. VII proceden
del Crrrito del Alcaydón, donde existió un caseríot,hristo hace ,pocos años, h$y totalmente destruido, disfaptq upqs .,quiriientos metros de la zona de .enterrarnientos ant& in'erkicimíada. Actualmente las lápidas se hallan empotradas en la pared
de una serrería a pie del mencionado wrrito: Estas lápidas
F
fuaron conobidas de muy antiguo; haWiéndose jxupad6 de
ellas diversos,autoi m, si bien muchos de dloa Iae trrinscribis
ron can e r r o ~ q . &, las vernos erstudi
'por Diago (RAnales del Reino $e Va!ttnciar>, Libro 111,
93) ; por Ponz, el
ilustre hijo de &gis (aViajee por Españb, T, IV, C. ,VII,
página 371, Madrid 1947) ; por el Príncipe Pío (dnscripc'iones
y antigüedades del Reino de Valencia~,figb. 41, 42 y 43, en
Memoria de la Real Academia de la Historia, tomo VIII);
por Masdeu (aHistoria Crítica de Espaiiar, tomo 19, página
548) ; por Ceani Berrniidez (aAntigüedades Romanas~,página
55); por H'übnar en el C. 1. L (val. 11, página 532, n u m o s
4.017, 4.018 y 4.019); por Sarthou Carrerm (((Geografía General del Reino de 17aEenciar>,volumen correspondiente a la
provincia de (lastellón, pág. 1.012).
Es interesante hacer constar que el fragmento 11 y el VII,
(figuras 3 y 7, lám. TI, C y D), según opinión de don Pío
Beltrán, pudieran ser de la misma lápida, completándose así
la inscripción *; comprobación que .no .hemos podido hacer directamente hkpta ahora y que, de resultar cierta, vendría a
confirmar la sospwha de que las lápidas del cerrito del Alcaydon pr~cederian.también dei la zona de enterramientos
a n t a mencionada. Es de señalar que todas las inscripciones
parecen referir~ep una misma famitlia; lo qge hace suponer
si la referida zona de c~nstruccion~s entenirahientm sería
y
'
una villa a g r k y ~ x r o m ~ a n a .
,
7
1
.
,
1
.
111
.
'
:
.
-
\
-
de
Masio del 'Codl;do. - Junto al kilbmtt&
la m r r e
tera de Canales a Viver, existe un psque* grupo de viviendas. Este lugar es el de separación de -1m-mtitates que han
de llevar sus aguas, por una parte al barranco de Pinsl que ,
desde Ma&a de los, Pérez eondúce al río Canales, y por otra.
gxTg;c:al barranco de Tai6n, pue luego de unirre r Wros, Losar y
b
S-
&
I
Ir
'
[page-n-43]
[page-n-44]
3) El Turco. - Al SE. del caserío, a poro más de cien'
wtros,
eleva un pequeno serrito Conocido con el nombre
de Puntal del Turco. Sugmdiciailments emoatr&mmuna punta de flecha y varios euchilliios, todo$ de silex blanco, p.1 parecer nmlítieos. En un campo de la fadera Sur s.e encmtra~
ron fragmentos de cer5imica ibérica sin decoración, y entre
e l l a una urna ead eompleta a la que le falta el borde (fig. 8)
[page-n-45]
[page-n-46]
Flg.
14-~eres,a.-@Alto del L&&&>$sitaa
Pedrizas del Cerro.-Situada
iMioos
a u . n m 200 metros de la Ma-
sia de los Pérez, forma una pequeña replaza como escalóii
entre S cumbre y el barranco de Pinel, defendido por fueaa
tes egcarpes, Una Jigera exploración p r o p o r c i ~ ~ nmaterial en
ó
todo semejante al dcl cercano cerro d e Peña de la Dueña, del
que no hacernos referencia psfi haberlo hecho en otro lugar
ÍctDos estaciones argáricas~ Anuario de Prehistoria Levanen
tina, vol. 11). Ceirámica lisa, basta, espatulada, hecha a mano;
otra de cordones en relieve, p m u t o r m i grueom cantos con
señales de fuego, iibundantes canizas y un mfolino naviforme., Tenemos noticia d e haberse hallado en el mismo lugar
un punzón de bronce. E l yacimiento se encuentra deshecho en
parte por haberse construído en . él, . re~ientemente,- nido
un
d e ametralladoras. Sería interesante su ~ c a v a c i ó npor sil semejanzd con el d e Peña d e la Dueña mendtinado.
:C,ueva M ~ r d d ~ a g s t . Situada en ~ i fthm'ino d e Sacañet, a ia izquierda .de la carretera que conduce a Begís, e n
una ladera ofientada al S., a la vista d e las casas del pueblo.
L,,a entrada está cad obstruida por el despezidimiento de
grandas rocas. Consta d e dos cámaras : la exterior ha quedado dividida en dos secciones a distinto nivel. E n esta zona
hicimos en 1945 una pequeña cata junto a la boca de entrada,
donde hallamos, envuelto en granda masas de cenizas, numerosas astis de ciervo con rnueocas artiifiiciales, gíídei tdscos, pequeños fragmentos d e cerámica y huesos ooa seiíales de iiso.
La cámara interior, a la que hay que des-&
apoyindo~e
en los salientes de las rocas, d e paredes ,e$talagmíticas y suelo
-
r
[page-n-47]
- La noticia que da C'hab-ret wfiala po~ibilidadde una vía romana que, partiendo de Saremontaba la corriente del Palancia, dirigigndose a Teenlazar con la que iba de Chinchilla a Zaragoza, uni'tradición que! conserva el nombre de camino romano
a a una antigua vereda de ganado, nos mwier~n'
a
fuentes sobre eP tema, así como 'realizar explbraciones
tido, Chabreit señala en un trabajo inédito, dkI que
un egtrado (1) cuatro vías romanas ,meundari;is.,
do a una de ellas vía de Aragbn, que pidiendo de
y pashdo, por JQri'ca y V i v a y Cumtab' da. Rabudo,
a Terud. Thte trazado coinade o 'e8 pcPrzilibfo al acla carretera general, paro no pasa p18r E i b coma ee
n el mapa pitxblicado en dicha obra.' Lai&iatendia de
secundaria ia vemos indicada en %aZlitrta 'de PmtiYrnconstitución de Miiller, 1916), así como en Cbrtés
Cumzrabs Romanos.
'
[page-n-48]
(Diccionario .,Geográfico.Hist6yi~a,
torno f. .&. 2)$4), :GQ l*
Historias de
de reciente publicaci6n. ,. ' ,: , ,. i ,
L s expbri~cionesdieron lugar a comptro~~r, Lsrbfepcia
e
,la
de algunos caminos angpedrados qua bien p ~ $ i p e i viaq.ror n a w de mmoq impo$ancia que unirían-nkleop de ip+;la;
ción poco iiupprwtm .a seni'irían de acceso,a la@,
&a i p p r tantes. (Véase 6s. 1).
a
vereda que comiemza en el kilómetro 13 antes de llegar a Maaias de los Pérez ; vuelve a veme, aunque no en tan buen estado de conservación, en el kilómetro 13-5 y pasa junto al
[page-n-49]
[page-n-50]
al tema atención alguna; y a d o , en cuanto se nfiete a dlgunos derapobkdm del Reino de Valmcia, vamos a dedicar este
pequeño trabijd.
v
i
,Essabido que la refeida cerámica arcaizante se caracteriza
por una aparente ~erdwaci6n tipos cerámicm tenido8 por
de!
r.
1
OOVALTA
1
)
'
.
(<,
!r:
La falta. de publicación íntegra del material del despoblado
de ~ C o v a l t s nos h a ohkigado ya varias veces a tener que alu~,
diile refiti&dolws a rus excavaciones. a alguna particularidad
o a mtgqielee 'necqarioa an cada caso ; y eBq
a ,hacer
una ven d s . Recordarem;os de este despoblado; (ClestruMo
por el cultivo y gituado sobre las ,crestas rocosas que coronan
de
la vertiente Sur @&!":P~etto Albaida), al- dk&i d e da.r, la
impresión de wi anhim$e y cronología, que aos ha ~pmpcw~
dionabo: flbulas de.WI&
resorte, otras db La T$ne 1 p 11.
ibéricas anulares ds diversas variantes; a r r i m w -en forma
s
de pálrneta de asa d 8tuEa suditáfica del siglo 111; f r a m e w
to de pilaca de cinturón q bronce 6 cobre delada de &'asa ;'
í
e
ceriirnica ibérica a h d m h , con orfiarwntacih pimtath geclí
métrica, alguna opa qlie pkrtXe rehuir el gmmt%tipinrd ac6ry
f
carse a lo floral, y parte de un plato, de loe llamados d:slrmi
[page-n-51]
S
en su m i d a ea un' estrata for &:
a yy$#
graia e-pe
qpq .cerraba por.
%O:
i bp
b!a
a nraterialtx.qi&s .#es& la cima y que debiá qncp
in
i
de forma seinmjante a cueneos o cazuelas, mt6n hechos
mo en barro g r i ~
zn$Ck.o, 5 m~adio~iufitm borde y paal
a a éste con una cinta csupielpuesta a ,la pared de miado
da,. con hoyitoa que
piracao d @ r sY
p ¡ u.
s+pq.
a
8.
n6
bjen reaiS.tado a r d o de , i a ~cwsl~~~em
bn &
tipos ambos muy u > y ~ í d ~ ..$t
en
.
e cor&
JT
catalanas - m
- *
:
:
3'.
P.*-Jfieyl*:.$&anpq
[page-n-52]
o rizbs muy correcfarn&tt trazados. Y añadamos 21 rewrbo
de .una. tapaderita dtt~'d/l)ijhdbbarra nd@-o, rematada '$n cuefy
nmillos, cmocida en d dbshoblado de San Miguel de Sorba.
(Véase lám.. 1.", iig. &). '
I '
De taleb tiestos, ,lb&
dci*£ajas
r&altadzis muestran.~&s: bien
propios 'de la culttiraJ ~ b Y 9 t i c a adelante llegahdo ' liaata las
en'
Las de cordones y cintas'lno resa!taarcaicas antes nombf*s';
das sino superpuddd~ii phred del vaso y d l o r a d a s a su v a
la
con imptesiónes & 'Ib.irii"sibnes, las enconti-dmm además de Ch
aLa Bastidab, . " ~ t i elas cerámicas arkiicak dei las tres?citada$
estacioned catalanas : la tqpadera 'con reniate en dueriibs y c
Y
i
e
rámica negra', tambi6tr vista. em poblad^ valencjanob ji en San.
Miguel d'e Sofba: El f t ' a b e n t o tan típico del' Grito 6i1 forma
d e sierra apar&e a b i d s h o ornando cuellos dé vasbs en San
Antonio de Cikceite y en l i citakia estadión hatalad. de. S+
Miiguel. Y llegamds al' tan singular tema de la 88ris d e 'impiesiones de-"vblutaso rizos fomiando friso, al -que ho halla.
mos paralelo siiicr en ornatas pr8ximbs menos eleg;fnt& y ya
eri cerámicas ib8ricas8pintadas, en las que sabido
d n e*traordinariamenta se prodiga el fizo. Qukde bien ' dmtag$cl.s
este h&ho ' al que no es ahora el rnorrdento de .sacad& conse. .
cuencias.
Nos bastará concluir este apartado relativo a aCovalta» de;
jando establkcida la indiscutible coincidmciai de sus tipos arcaicos c m ' los de 1% comarcas aragonesa y catalana 'rdkiidas :
y dejar bien sentada la diferenciación entre los @ ts ?allados
!o
$
en el .mencionado aluvi6n, y la ,negra y la con cord6n descubierta en el área del despoblado.
>
3
&te despoblado excavado por el S. 1. P. es, como hemos
dicho varias veces, un paralelo del de aCova1ta-n. Ello 110s
ahorra hacer una referencia a su m.ateria1 m cuanto aquí p r e
cisa. También en este deqmblado, excavado m buena parte,
y en el estrato' bráinario, casi siempre ein la tefcera ,capa (o
sea a profundidade8 de unos 60 cendmetros), encontrábanse,
algunas. veces, pequeños y medianos d s o s c a ~ miteras, algui
ocasionm g r a n d s tiestos perteiriecienttx
no negro, y en otra%.
al cuello d e vasijas de barro gris amhf8i~llento,
gris owuro o
rojizo, todoa micáceos y toscos, hechos a torna., Los pequeños y enterizos llevan entre el vientre y e cuello sendos c a
1
llares eti resalte, uno con espasas cortaduras y el otro can
-
l
'I,
[page-n-53]
[page-n-54]
SAN M]:UUE2"* LIRIA
DE
Tamtbibién en el deepoblado de San Miguel de Liria se han,
encontrado algún vaso y plequeñm fragmentos d e cmám.icas
bastas arcaicas, aunque en mucha mienar cantidad que en las
dos antecitadas estaciones valencianas. Y tendremos que reeordar ahora, para posibles paralelos que sé .Inieci;in establecer,
que en mta ciudad r'emota se hallan, entre. dbuadantes cerltmicas ibéricas pintadas con motivos geométricos, las de temas
florales, zwmorfm y antropomrfos, tonstituyendo escenab
de extraordinario valor etnográfico; otros vasos de barro de
los tipos per'tenecientes a la que se ha venido ll~mando,con
acierto dudoro, cultura ib6rica de la costa catalana; dos broches d e cinturón de bronce, uno de los rectangulares con a m
plliv gancho en zigzag 'nielado de ata y otro de los dos
ganchos y escotaduras laterales abiertas ; siendo poco abundantes los descubrimientos de cerámica campaniense de bubna
época y las ,.que parecen de imiitación; y *excepcionales, sin.
reiteración, no obstante la gran extensión excavada, unos pocos y menudos fragmentos d e «sigillata» suplerficialets, lucerna
de tipo griego de sobre el siglo 11, y un aislado cuello d e ánfora romana de las de baja época; todo ello evidentemente
rodado.
E n las excavaciones de la vieja ciudad, si $e han dmciibierto algunm tiestos prehistóricos que quedan fuera del terria
que nos ocupa, no hemos visto hasta ahora de loa'de carhctei
arcaico c o m tiras o c0rdon.s ornad.0~aplicados, ni con dmoracisnm incisao. EB~OB mrárnicos .han evolucionado ya
tipos
en San Migue!, dende sobreviven sirnplific6ndose, y su adorne
se limita a semiillos csrdonm lisosp,medianos o delgados, hp
ap1icado.s gina crdaaltados e n .el ledella del vaso, y otras
llevan unas corridas liiieas i n c i m ; v6anse algunm ejempil'qres
en Ia figura B d e la 'litenina VfIE.":'Tambi$n se hdn der~cubiatp
(como en el despoblado de'la Mo~ravanaqus llega a tiempos
romanos) dos vaoos, uno de 1 da barro hagto mcztre mioteado de blanco, sin decoración alguna, en forma de olla cbnio
en «La Rastida)) y con hqweño reborde, y ,otra de la mbma
pasta, cuerpo globular con menudo pie y cuello recto enrwa;
siido al que hay quo~
bwcar semejanzas lejanas.
Pero si no en las ruinas de la ciudad, sí en las d e una necrópolis inmediata a ella, hemos encontrado tiestos bien
,
[page-n-55]
. .
63.
dmbs'rawk
hklladoa en este resto de y t & p l i b l
en tener aquí d s pertinencia que
chffassl &poma
.-
E posterior descubrimiento ep &u1 Miguel de atro peqmfio
i
nápiis, wetánea de la .aludida y cm cersiim wwcb @q ~ m pntadM;pr, 10 ma
n,
i
...*...,-
. .
M .
[page-n-56]
~ t mpequefib p i m en fwma de pihtito ibCrl~~1
.
ho&,.sbt~
; g ~ ~ f a d o ; :@e nos: h m a s * ~ - i i p a de
perfil :;de,wtteru da
do (1), ,cubrir, baca abaj*,, .uno@
poms mtosjde p e m i d i n .
!sin ofrenda .atQms.dapwltados sobre une slaeía,
a y #tierrapoco{ apurad^,:
m W pribaas de ~ r ~ f l r t ~amxa~1:
ica
á:ltm ~ u el' efecto def4a aqi&n:dd t i m p o .E@$ b a dad&
e
un .tanto.bmta.
pero m<
dwaacbtmot s@tos,;
la ,pido,
~ c o m p * b r eag;-stm
y
!
:
.i
.
t
t.
i
'
@trptade:r w~.tlat%Ci$$&'lit ~b&i~bjail@ -mifi
d&
-dCl,íi1i
timo oasd de+lF&' c6il dti"6~~z~t@'~@l' de &'-aGG.
@f$fMbIk!k+
era ds ~iieerek: ,ed la?t!dthkkkep'd@ I C . J ~ I W # ~ ~ casi-;
:iijfi& *!a
Ee
mica tosea ~ ' ~pi4tak ~liiAe~ka i~gKN@ir; 'lálpiataidá
i n
9%
&M
con fitie$c. d@cM~#, &m& acaba*
-dedai :&%fk
3upees$ti en
-.
1:is a tai@w d d e&&ra>n%a $e San-'Migu'el.
En &tm íruEnasse enaeiritrad - t i ~ ~ b P h de ' un ' Ent3t.í;uadoa
dable cztriiekr de trandción entre l o arcaico 3f'lo ibkico. '
, o
<
(
a
(
La sola exposición de peculiaridadm propias de las cerámicas arcaicas de los referidos poblados valencianos, basta
para darnos cuenta del interés que ha d s tener el mtudio general del terna. .
fiarémonos a pensar cuán lejos estábamos, antes de intentarlo, de tener idea apítoximada de los fuertgs parci;ltylos cerámica r e m o f ~ sque .ponen en relación las vertientes p i r e
naico-patalanas y comarcas del Bajo Arag6n con la8 de las
cuencas de] Albaida y del Turia, tomáadolas provisionalmente como final dé térniino; semejanzas que ha&n presuponer
una ,lograda unificación cultural en tan dilatada .zona de la
.~ertiente
.mediterránea a.
tiempos praibhricos.
E n 10 que conoyetamyte respecta a las ~ á r n i c a arcaizans
tes coval tinas, recordemos que entre las encmtr~daofuera
del p&lado, en terreno de arrastre, atribuible a tiempw anteriores al fina! de aquél, aparece la variedad decorada con cin(1)
chivo
k&a,s peq,ue~'rn~nas mortero iMw y a 1 ; e n C m , en ii
de
l-
m. Levmt., tomo 11.
,
[page-n-57]
~&ietít$qs sierras q m en.San.A n t ~ n i c Calaceite
de:
e
o
de
. 'Ban Miguel da #
las
y.
&mesto& y la' con friso8 da adprq~s:
iaciwos tan caraete
kmde los despobladoe diého, q í b m 1 de .los da Ga~telL<
&,&~laona, y Anseraa' de:Q l i ~ -%#.m:
, ~ gmmal.i1:~06c;$Iag
&g G a stellar y otros poblados ib8riqw catalanes; ,y otra
d e ,can lae c d m i q a e ,n~g$m
ip
c f ) t ;w n
2rme
ra covaltina con c u e r n d l l o s hallada en el pobla&
&se ve también en la citada estación de: Sorba. Todo ello
miunto- da una clara sensacion de esa aludida muestra de
~ u l t u r abásicá asentada a lo ancho de las exterisas y
comarcas relacionadas, precediendo 'primeno y convilip luego. con .la cerámica ibbrica, y sufriendo en sus. líg. .natural= influencias de otras conocidas culturas con
9
s
+
re los tiesto6 descritos de ~ C a l v a l t n ~de aLa '~astidaa
y
idencia se da sólo en Plas aludidas pertenecientes a vavulgares. algo toscos, formas más o menos esferoios o con bordoncillo rsaltadol al cuello; y generalb' a torno, aunque alguna vez semejan hechos a mano.
así como en uCovalta>>parece haberse detenido en ese
Bato tal modalidad, l a dewubrim'ieintos de aLa Ba&tida»
ios cincuenta o sesenta centímetros de profundidad.
kotros ibéricos y negros bastos lisos, los citados grand&
~mtm
(ningún vaso completo) de cerámiica arcaizante,
o, con Ornato vario bastante perfqcto y perfiles que sea ya influenciados por lo ibérico, posiblemente destinados
in a menesteres más toscos que estos últimos ; lo que s e
F.matra como expresión de un grado de evolución local o
~ t f a lde lo que en ~ C o v a l t a ~
aparece con caracterm más
, sin que pueda s a b ~ s hasta dónde alcanza el árm de
e
4 n de la nueva modalidad cerámica, a la que no enm
~ o e claras semejanzas que a las otras en
las
Bajo
1 Y en el Pirineo catalán. como t a m m o en aCovatta~
k f n i o que respecta al vaso a ;,ano, acordonado, d e la
S del ccPuntalet» de San Miguel da Liria, hemos haas sino igualdades en ej.e:&arm da la
I-lierro del Bajo A r a g h (aeE~cod'he~~),
e dmtruacián de aquella ciudad ya apenas
de tan vetusta modalidad cmá.mica, rnantea necesidad de una variedad propia de dmtino d s
e la ibérica con ella conviviente; * lar^ e t á que h e
[page-n-58]
cha la reserva de lo que posibles aunque ya no esperados descubrimientos pudieran pllroporciolnar a este respecto. .
Y terminamos este pequeño trabajo, insistiendo, muy especialmente cerca de las cangmistas jóvenes, en la necesidad
de qiie se preste atención y cuidado en las futuras excavaciones a estos modeotos, m$or d'4ríamos humildes, t i e ~ t o s
toscos
que parecen perder iiiterk ante la tan atrayente cerámica iMrica.
[page-n-59]
UNOS FI
-A DE ALCO Y
ncundidad y riqueza dt3 1 ruinas de 1a aserret de
usiera en d uda, basta]ría ara justifica rla menc Lar
x de qué a personas distintas, en lugares di-versos y no
rimpl& rebiJscas, les
:arias. sino
le realizar los hallazgos de las interesantes cerámi&S
pintadas que vamos a dar a conocer a ls estudioo
s mjateriae, en las notas que siguen, casi limitadas a
r eus ornarnentattianes, y a insistir en la afirmación,
C veces hecha, de que no por los textos sino gracias a
~racianes,nos vamos enterando de muchae particulaBB vivir ibérico.
del
kA SUPUIESTA DA
a
-
DEL, TEL
-
ya aIgún tiempnol, mal de nosotros, Gamilo Visedo,
los superfilciales recoi cirn i a t a que: practica
ado de la ai[Serretar, ( ICu.brió uss pequefis lo
m
los,
rkm -pintad da inte a; p%Fa. be ekla
tancia el que, jbwgaidú lr~:
srcepdonat de su
samoe a d m ~ i b i r .
de. un Eriso
wlts que contiene pintada
!#&@a d ancho eeplcio limitado porb de lar acor&&atas harizontales, circundando el vaso. La piarte
~ p a r s i oestaba
endo !m siguie
la parte superim, par Iíneas en for*
iaw en wntidos- dpbmtoe; la i m
k hojas de yedra priaa lirr&mente con mmtates
efld
E
S
,
'
[page-n-60]
en rizo de' igual clase y sqaradas por cortas lía-s paralelas
contenidas dentro de otras dos en sentido vertical, que corren
a lo ancho.de toda la zona: la cuarta, con series de rombos
eiicuadrados linmlmsnte; . y la quinta por línea de patas.
La restante niitad del espacio lo ocupaba la notabla esoena
en que aparece una, dama en ,pie maniobrando en un artefacto,
del que se ~ ~ e d ~ t ~ $ t ~ ; o s d ' c ~ $ f i ~ # . ~ e a e n t a d o
p@ +
p
por doble litiea;.:&$ fJfin l*s dobk hdcla hreia en espiral,
'
{&
algo a .modo de
nora de ~ b ' h nrematado en raifalaes, o
QO pie, de perfil,, m i r a ~ d o , artefacto y
al
blondas ol fleco,
actuando con una mano m 'algo que. parece, rpaaivela o palanca, vidbita al la 'izqgierda del, d ~ c r i ~ánguls de aquél,
t~,
mientras can la otra mano seqzeja..tirar $e .un colgante que
lleva como ornatr, una especie, de mdal16nTyqw cuelga del
angulo mencionado, lo. que impide twierlo por huso. La caheza de la señora .tiene &arara particularidad d e llevar un gran
ojo ocupando al centro de la mejilla y sobre él yn par de fuertes cejae, y los, labia8 representados por do6 #wqueñas 1i"neaa
paralelas salientes. Véase la fig. l,",
'
[page-n-61]
[page-n-62]
doa cintaa.rrue d+ier,anrlimitar la fiarte alta de un .frico;am-
dio. aparece w W r q r Q ,que esgrime. una lama de hoja.
;
guiar muy -tirada y .tleva an la otra -manow d q qlipeq&
dal, dando beate al.otro ~pmbotientedel que O&
im&e,
su acqado qircubr. ~ p ~ t o ;
al. antedicho. Loe cleros Q
ao la ~ p w t i p
r p qwb ~r,.qqa los mbmos e ,cudos,
,
nada con rnotp.~ i q y w,mpecialmenb~SS
~
~.
&-p+
espirql. y 4 8 plg~m8palmenteel tema t Lir,ia<
b
da cgpullq q p g l q ~ Pero d interés o r n a m t a l
~.
,
a
[page-n-63]
rootro, en é ~ t acomo en la interior figdra,
los de tendencia un tanto eanvencioaal
os tan frauentm en Liria, coritrapia~ieión
ylaridadm. También d +=tido de a t e pers8rrn&i@e g@a deotgcado en el d e
?$onel frecuente en loa
M<:
en
la sil~et@~:&q%l
permita apreg l a r a s d e a . Ea.cambip.. &,-;&*beza
del per•
,1
%e
ajo
Y
Fig. 4."
punteado cubierto por amplia y ondulante ceja,
~dalidadque aunque no abunda se ve también alli.
&eÍio tiesto cuya reproducción damos e n la figura
pbeza y algo del busto de una figura masculina cui un gorro excepcional en lo ibérico, pero que en la
y precisamente en otro fragmento hallado inmadiatratarnos y describiremos luego, debió ser £rearemos al mismo tiempo de estas dos' represenI''cuyo mrácter únlico y pr~b~alálernent visto en
no
',hace pensar en una distinción propia da persona o
entación excepcional, si a la vez se observa que en
[page-n-64]
[page-n-65]
Q;3
ición que describímas, obskrvase, .de izquierda a dem r t e de la cabeza de un varón posiblement4 cubierto
gorro dicho y que parece lleva en la mano a l g ~ k o m o
lanza, y al etxtremo opuesto del fragmento se.pmcibe
gura varonil, de la que la rotura $610 permite ver la
, que también mira hacia la, derecha y se toca con el
irzna y otra figura ocupa el espacio
gamos extremadamente interesante y
mucho pus incompleo qpldo ocupado por
, profusamente deto*
ue se yuxtaponen por los lados verticales, btiicanse
paralelas. que vienen a dibujar los lado8 opue8tos
n, no de brazos sino de tableros laterales redondeaángulos, siendo bien perceptible, en el frente, que
d perfil del borde se acoda en Ingulo rwtO parrt
Ido. Efl espacio quedado entre lor
y-media del sillón, rr-eÚp.aIs algo
te trazado y ornado WOcon relativo acierto, dan
ei6n. De la figura sentada no se
e verse cómo se represmtaba la
parte superior del busto, porqUe la roturá m 10 cona
ueda a la izquierda de lo que dehib ser)respPldo del
rno un tablero ornado con los r=t%ngulos euperpuedecorados, que no tienen colocación 16gica ri no es
P que,-al gusto ibérico, .se dmdobló el ornato t r a m o
ata hacer visible a riqueza.
u
pictót-ico do la dama sentada en sill6n de brazos
rr vez que ,se ve, creimos, en Ia8 cerdmbe ibéri-9,
(dama d e n t e de1 Lfa4r;, mtrei otra), pero en
=tos impumto par la
tura de la labor piitrea, si bien esta silla con, tan
ateraleis y perfiles curwadw figura entre ~lw n t e
a
otos (Mileto) aportados al describir reproducciutos lbs más intermax1t.a -iuptxescenas recogidas m estoa fragmentoti. cerLmicos de
n, eiendo de sitlgulari~imointerb e1 de 1 dama
3
todos logran la importantísima labor de suplir la
er qarticularidader del
VIQBNTE F B U A L
\
[page-n-66]
[page-n-67]
EXPLORACIONES ARQuEOLOGICAS
EN LA COMARCA DE CASINOS
la comarca de Casiiíos, situada en el límite del habla
iana, se encuentran, estratégicamente situados sobre la
natural que desde la costa, pasando por Liria, lleva a las
tierras del interior, una serie de yacimientos arqueolóde algunos de los cuales hablamos seguidamente, haal final algunas consideraciones sobre sus relaciones y
once yacimientos que mencionamos ncs son conocidos,
por referencias de sus prospectores, otros por someras
en nuestra bibliografía arqueológica regional y, finalmenes, por las exploracionm llevadas a cabo por el Servicio
nvastigación Prehistorica delegados por el cual hicimos
s visitas, logrando e n ellas interesantes materialas para BU
o simple mención, citemos los siguientes yacimientos,
de los cuales, aunque de la comarca de Casinos, p.ern a otros términos municipales a causa de lo reducido
es el de dicho pueblo.
I
CORRAL DE POMER
rr
(Casinos)
[tuación y descripción. - Se encuentra en la partida de
i Collados», cerca del
corral de P o m e r ~ ,a cuatro kilób o s de Casinos. La estación está situada en lo alto de un
dculo (fig. l.", número 1).
:,~zstrucciones. Quedan pocos restos ; unos pequeños
29s. pared de piedra.
de
:#allazgas. - El piso del yacimiento carece de suficiente
[page-n-68]
66
los
molla de tierra para pernritir que se conservaran objeios
ya
>, que todo él es de piedrai por tanto, es.dificilísimo realizar algún hallazgo de importancia; sin embargo, se
."rr"rrr"t fragñrentosde cerámica ibérica sin decora,ción'
¡Je
y
ve,rbales escritas los señoBibliogrqfíá.- Referencias
Jarrin.
res Muñoz y Sagaseta
CASTILLIT,ODE BERNABE
(Liria)
Situación y des'cripcióru.-Seencuentra a quinientos metr.os
(fi¿" f" ."riét"á d" Alcublas y a seis kilómetros de Casinos,
en
g"r"'t.;, número 3). Ill yacimientoestá enclavado la cúspide de un montículo alargado.
Cor¡al de ,Pomer.-z: Torre
FiE. I.¡.-Mapa de Ia comarca rle casínos.-l:
de Bernabé.-4: Partida de Diago.-5: Monrava'na,.-6:
Seóá.-¡: Castillito
Les Fites.-?: Cova Foradá.-8: E 'Castellar.--g: Els Ttes Picos'-l0: La Seña.-11: Casa de CarnPo
[page-n-69]
6?
construcciones.-Er cultivo ha borrado rastro dé cimentaciones.
-En la parte oriental de la meseta, .rna porción .le
terreno de m;etro y.medio, ap,roximada-"át", d" diá*rt.,r,
se ha hundiclo cosa de unos veinte centíme'tros'v
*n
-ai
se.ha producido un agujero de unos quince ol"tirnut-r
"f """t."
diámetro, haciendo esto suponer si se tratará d,e rrr" torr"
-"orrComo las conocidasde-otros p-oblados, la que ," h"y,
de
servado la parte de cimentación, habiendo cedido l,á til*ra
a,cumulada
sobre ella, tomando la forma circular
diente aJ especiointerior de la supuestaconstru""i¿", q"á t"l
"orr"rponvez tuviera relación con Ia toponimia del lugar, donde ac_
tualrne-nte hay resto alguno de eclificación
no
lniiitar.
fTallozgos.- En superficie abunda ra cerámicaibérica, algunos fragmentoscon temas geométricossencillos; ti"r"J
¿"
hierro, entre los qu.es.eenc_ueñtta
argún posibr" ,"grt¿nl-á¿obes' .etc' A pesar de lo cultivado que está el yacimienio. tal
ve?^la espesa
capa de tierra ha prótegido r"héiéniurn"ntÉ ¡r,
edlh¡cárlon€s. objetos contra las labores agrícolas,y profun_
y
ctrzandoen-las-prosp_ecciones, lograrian buenos résúltador.
se
t n la colección Muñoz-y Sagaseta
Jarrin se ,conservan
frug_
rnentos de cerámicacon decora,ción
sencilla d"
vr"i-i"n.
to, y otros fueron dados a conocer por don Nicolás Primiiivo
"ttu
en Ia _publicación
que seguidamente m,enciona.
se
_
^ Itúbri,ografía. Ni,corásprimitivo, en Anares der centro de
Ctrltura Valenciana,año IV, núms. 8'-9,pái.}g, üri"r.i"ié¡f
.
rtererenctas
verbalesy escritasde los señoresMuñoz y Sa_
gasetaJarrin.
PARTIDA DE DIAGO
(Liria)
situa:ción v r.lescvipción. A tres kirómetros de casinos,
en la falda de un montículo fuertemente
que^esdifícil-su p,rosp,ección
"uiii""do,-p..'1.
(ñg. 1.u, número 4).
-.Las labores agrícolashan borrado
L'onstrucciomes.
todo
resto de edificaciones.
- Fragmentos de cerámica ibérica
sin tenras
. Hall-azgos.
decorativos.
Bibliogratía. - Re{eren,cias
verbales y escritasde los señores Muñoz y Sagaseta
Jarrín.
[page-n-70]
68
LES F'IIES
(Liria)
a
Situacáóny dcscripciói¿.-Situada la derechade la carreterra de Liria a Casinos, a unos quinientos metros de otra
en
estaciónibérica, I.a l\4onravana, el llano (fig. l.', núm. 6).
conservandos pilastrasde piedra basC:onsl,ruccione.r.-Se
ta, una de 1'70 metros de altura y otra, a su lado, 'como si
fueran las jambas cie una puerta, rota a'cuarenta cenamb,as
tímetros del suelo. Están en la línea de una pared de unos
metros de longitud, bordeando un camino. Aunque
trescientos
las referenciasseñalan que no tiene aspecto moderno dicha
pared, es, sin embargo, difícil dictaminar tan sólo' por- las
de
la
mentáclas'referencias, posible antigtiedad la construcción.
EL CASTELLAR,
(Casinos)
Castellar>>,
Situación y descripción.-Fn la partida
con una
situadoen la cima de un alto monte de difícil acceso,
roturada (frg. 1.', número 8).
rneseta,actualmente
'de
Construcciones. Pueden verse todavía cimentaciones
algunasviviendasy un gran lienzo de muro en la parte N. W.,
en buena conservación.
HalLazgos._Seencuentranfragmentosde cerámicaibérica.
Jarrin hay dos pequeños
En la colección Muñoz y Sagaseta
y un plato, todo sin decoración'
vasos
verbalesy escritasde los seño'
BibliograJta.- Re,ferencias
Jarrin.
res Muñoz y Sagaseta
EI,S TRES PICOS ,
(Liria)
unos diez kilómetros de Liria,
Situación y descripciín.-A
al S. S. E. de, del que sólo lo separa un collado, por el que pasa un camino que parece afiti'
guo (fig. 1.", número 9).
"
C'oistruí,ciones.-En la cumbre de la loma hay muros de
'piedra en seco.
Hallazgos.-Algunos fragmentos de y otlos
restos de cerámica poco tíPica.
Bíbtiografía. -' Nicolau Primitiu en Anales del Centro de
C n l t u r a V a l e n c i a n a ,a ñ o I V , n ú m . 8 , p á g . 7 8 , V a l c n c i a 1 9 3 1 .
[page-n-71]
69
LA SEÑA
(Villar)
y
. Si,tuaci,ón desctiptción. En una rambla, en la que exis,
tía una cenia, de donde le viene,el nombre. El yacimiento se
encuentrasobre Ja carreteraa Bugarra,la cual lo corta en par_
te, habiendoqueclado el talud de la misma, restosde un
en
molino rotativo (fig. 7.", número 10).
C onstrucciorz¿s.-Restos murallas, y segú¡ Almarche,
de
se ciestrozaron
otros.
, Hallazgos.-Gran cantidad de restos cerámicos con y sin
decoración
sencilla.Dice Almarche que aparecieron
restósde
un animal completamentedesheaho,
sin que pudie,raprecisarse qué rep'resentaba.
Aunque no es imposible ia aparición de
restos escultóricoszoomorfos, sin embargo debemos señalar
que esta frustniá
refe,rencia nos da, p,or otro conducto, atri.
ñe
buyéndolo al poblado de
Almarche confundiera los datos, ya que, por orra parte, el
-tamrbién
párrafo en que hace mención a este hallázgo cita
otros de Torre Seca, y la atribrción queda confusa'.Tembién hay resto.s
típicamente romanos m,.ry,cercanos los aca
tualesrestosde muralias.
En poder de un particularde Villar,
una m,onedade bronce ibérica.
Almarche : <
antigua civiliza..Bib.liografía. -Francisco
ción
en el Reino de Valencia>.--Valenci lg7g, páSi_
^l
,ibérica
na ó1.
Referencias
vcrbalesy escritasde los señoresMuñoz y Sagaseta
Jarrin.
CASA DE CAMPO
(Liria)
.Situación y descripción. A dos kilómetros clc Casinos,
sobre la carretera Alcublas, careciendode más datos sobre
de
(fig. 1.^, número 11).
su emplazamiento
-Restos de muros.'
Constructi"orz¿s
- Abundantes fragmentos de cerámica oscura,
. Hallazgos.
sin determinaciónde ép,oca,
aunque tal vez pudiera atribuir.se
a ia argárica.
- Datos tomados del fichero
de don Emilio
_ BibliograJía.
Lluch.
[page-n-72]
70
E s t a e n u r n e r a c i í i n e n c u a n t o a l o s o c h o y a c i m i c n t o s c 1r e
t
c o n o c e m o s a t r a v é s d e l a s p u b l i c a c i o n e sy d e l o s d a t o s p r o p o r c i o n a d o s p o r l o s s e ñ o r e s M u ñ o z y S a g a s e t aJ a r r i n , a q u i e i r e s ,
d e s d e e s t a s l í n e a s , a g r a d e c e m o sl a s v a l i o s a s n o t i , c i a s q u e n o s
han transmitido (1).
De los tres restantes
yacimientos
visitados distintasocaen
sionespor nosotros,dele,gados el Servicio de Investisapor
ción Prehistírica, damrosreferenciaseguidamente(2).
TORRE SECA
(Casinos)
Situación y descripción.- Aproximadamente a dos kiiómetros de Casinos, en la. p,artidade su nombre (fig. 1.., núrnero 2),'en la cima de un monte casi circular (láminaX, A),
cuya mesetaforma una amplia explanada.En ,lasladerasN. y
l).,'los bancalesllegan hasta la cumlbre,habiéndoseempleadir
en la construcción los mismos las piedras de casas mude
y
rallas.
Constrtt,cciones. Bl cultivo ha destrozadoenormemente
las 'const¡ucciones,_pero pueden señalarse siguientes
aún
las
:
a) Murallas.--En el lado N., en una extensiónde uno$
19 rnet_ros, distingueun lienzo de muralla (frg.2.", C). Está
se
formado dc piedrasde gran tamaño con un e-pesorde 1'15
mrrtros, teniendo un aspectoci,clópeo,igual al observadoen'
otros pobladosibéricos(lámina X, B). A unos 35 metros de
esta muralla, en dirección S., se encuentraun torreón cuatirangular,de seis metros de lado (fig.2.., B y lárniina C).
X,
Otros restos de muralla ciñe'n la cum,brecle la meseta,adoptando la forma circul¿rr ésta (frg.2.", D,¡. En la parte Sur
de
hay una especie bastiones.
de
b) Viviendas.-Claramente se distinguenilas cimentaciones de cuatro o cinco habitaciclnes, la parte S., de Ias cuaen
Ies excavamos
una, apareciendoun piso, enlucido, de un hor(1)
Posteriorm,ente estos mismos seño,res me oomunican or¡e hace
algiln tlempo, en la denominada, pa.l'tida de (Campaner-q), a Ia. dereoha de
la carretera de Valencia a Ca¡sinos,enüre ésta y
un campo, se hallaron dos urnas con truesos y cenizas. Dicho hallazgo fué
dispersado por los camp('sinos, sin que po¡r ello pu,eda atribuírsele fecha,
deterrninada,, aunque suponemos pueiCan-ser de época ibérica. post,eriores
exploraciones en la misma zona, realizadas por los expresados señores
Muñoz y Sagaseta Janin, no, dieron r.esultado illguno.
(2)
En estas e.xploraciones nos acompañó el cap.alaz del S. I. P., señor Espí, el cual, con su acostumbrada, eflciensia, conbribuyó al feliz rede las mismas,
sultado
[page-n-73]
7l
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Fis. 2.&.-Torre
Seca.-Oroquis de la. pianta y perfil de las consiruccton€s
migón de seis centímetrosde espesor. También las paredes
ofrecían este enlucido, en el que muy borrosamentepodían
(fig.2.",I y lámina X, D). La
restosde poficrom:ía
señalarse
amplitud de la habitación es de 2'80 metros, y los muros llegan aI metro de espe,sor. fuerte pendiente por esta ladera
La
el
Sur ha destrozadoel re'stode la habitación, desconociendo
total de su área.
de
Hallazgos. * De antiguo se mencionan unas m,one'das
y
Vespasiano, en 1916se encontró una ibérica de Gili. Diverseñalanla aparición y destrucciónde una essas referenciasi
cu'iura zoomorÍa en piedra, tal vez la misma que menciona
En poder de particulares se
Almarche ,como Ce.
encuentranrestos cerámicos,y en el Laboratorio de Arqueología de la lJniversidad de Valencia hay dos molinos procese
dentesde esteyacimiento.En las laboresagrícolas han cn-
[page-n-74]
72
vasijasde diversostipos, habiendtr
contrado frecuentementc
quedando aún -respor los cambesinos,
sido todo destrozado
de vasijas por los corra'lesde diversascasasdel puebio'
tos
Jarrin es, entre otras pie'
De la colección Muñoz y Sagaseta
parede's,.que
en,su parte ingrueÁas
;;, ;; vaso ovoids', de
hacen un fuerte resaltecerca de la base,dándole aspecteria
;; d" ; .,r"to d" doble fondo (figura 3'')' Tiene decoración
exteriof a f;ase de banclaspintadas. También con ig-ualttpo
'b'n
es
de,corativo otro vasito, y sin decoraciónuna tap'adera'
propi"drn, un canto rodado ovoide de grandes^proporciones'
*'ectil tal vez Todo de la mentada colección'
Fig. 3.a-Torre
Seca.-Vaso de do,ble fondo
en
Materi,ales el S. I. P.-Ceránt'ica.-Pe'sosde telar de diversostipos. Fragmentosde vasoscon decoracióngeométrica
a,las
sencilla y un fragmento con decoraciónfloral semejante
Liria (fig. 1, A, B, C, G). Hemos de desde San Miguel de
tacar la bicromía en dos fragmentos, a basede roio claro y
y
oscuro, en banclas rombos. tJno de estosfragmentos(ñg. 4,
G) presentaun reborde, apoyo tal vez de tapadera.Esta pesse
tañi no es añadida sino que, pellizcando la masacerárnica,
sacó esta co.rnisaen la superficie del vaso. Hay además,en
cerámicagris, ollas de pasta poco fina, a torno, etc. In ceráhay fragmentosde plato;rde copa baja con
mica camfianiense
asas,como otras que posee el Museo' de Prehistoria,procedentesde Bastida; restos de kylix, rcon ribete rojo en la paretc'
fe de asa que se rconserva,
[page-n-75]
Fig. 4.&-Torre Seca.-ITa€trnentos dre vaaos
ibéricos con diversas decoraciones
[page-n-76]
74
Metales.-La ac,ción
de,l tie,mpoha sido tan intcnsa,quc
se hace difícil dictaminar sobre los restos cle hierro conservados. Pueden señalarse, embargo,restosde laminillas rosin
hlonadasy hojas de cuchillosafalcatados.
Piedra.-Un a-filadorpoco perfecto.
BibliograJía.- C. Sarthou Carreres: <
General
del Reino de Valencia>r,
Alm.arche
:
tomo II, página 937.-----F.
pá<,
gina 87. - Prim'igenius, en Analles del Centro de Cultura
Valenciana, VIII, núm.24, pág. 188.-.
a.
en Ios años 1932y i933.-L. P'ericot: Arqueología, apartado
de
<>,el Suplemento anual de 1936-39 la Encicioen
pedia Espasa,
p'ág.129.-8. Pla::
del
en Anuario de PrehistoriaLevantina,vo,l.II, pág.381.Valencia, l945.-Refersncias verbalesy escritasde M. y S. Jarrin.
COVAFORADA
(Liria)
Situución y descripción.-Estcyacimiento,que se conoce
tanrbién con los nombres de y
de la Ermita>, se encuentrafrente al poblado de La Monravana. a la izquierda de la carretera de Liria a Casinos, a unos
cuatro kilómetros cle esta última p,oblación(ñg. 1.', número
7), en la cima de un alto m,ontecuya vertiente E. tiene accey
so por una fuerte ramp,a, la parte W. la forma un alto acantilado (lámina,XI, A). En la cima hay .un hito de triangulación. El nombre dele viene cle una sima cercana a la cumbre.
a).
C onstnt,cciones. Mu,rallas. En la parte oriental, ile
más fácil acceso,tienc una fuerte mrurallacon restos de una
gran torre de 4'50 metros de anchurapor 1'90 de altura,conslínea
rruída de grandessiliares(lámina XI, B). Una segunda
de
de murallasse halla tras la anterior, en una extensión más
de 80 metros (flg. 5). Se conservanme,jor las construaciones
en esta parte oriental, ya que el resto está todo derrumbatlo
y sólo se distingue'npequeñostrozos de muros, en extensiones tan cortas,que es imposibleseguir su trazado.
b) Viviendas.-En la p,arteS. W. s,eencuentrandos construc,cione,s, cuales, una vez,excavadas una de nuestras
las
en
visitas,dieron las siguientes
medidas longitud de ambas,11
:
metros; anchurade Ia primera, 6'90metros y de la segunda,
7'40 metros. Espesorde los miurogen ambas,0'7.5
metros,
[page-n-77]
75
Hallazgos.--EI suelo dcl yacimiento, desnudo de capa de
tierra que conservara los restosarqueológicos,dificulta el hallazgo de éstos,aumentando aquélla por e,lingente número de
piedras desprendidas de los lienzos de paredes, que entorpecen la p'rospección. Sin embargo, pueden mencionarse algunas piezas de este I'acimiento. Así, empotrada en una muralla, cerca dei hito cle triangulación, existe una gran piedra con
uno de sus iados denticulado, como si fuera resto de una cornis¿,. De la co'lección de Muñoz y SagasetaJarrin son un pe-
?N.
Fig. 5.a-Cova Forarlá.-,Croquisde las
consirucciones
visibles
queño vaso y r-'.na
tapadera, amlbos sin decoración, ¡t otra frag1r)ento de tapadera con aguje,ro ,central.
Mate'ria]es en el S. I. P.-Cerámica.-Restos
clc sombrcro
de copa con rica decr-¡ración geométrica (frg. 6.'). Pe'queños
fragmentos en los que se distinguen teorías de SSS, restos cle
t é m a s f l o r a l e s , e t c . , H a y f r a g m e ' n t o sd e u n m o r t e r o p l a n o ' d e l
t i p o d e S a g u n t o , N n m a n c i a , A r , c h e n a( f r 1 . 7 . ^ ) . U n v a s i t o d e
pastaclara, paredesfinas, con borde ligeramente arqueado hacia dentro y perfil r-¡val.Restos de vasijas, entr€ ellos una de
borde plano, de seis cms. de anchura, 'correspondientea
una vasija de tipo doliar; otro fragmento, también de,borde
plano, del que arranca un asa; restos de vasos caliciformes,
p l a t o s , c u e n , c o su n a s a d e á n f o r a v i n a r i a y , e n c e r á m i c a b a s t a
,
c o l o r g r i s o s c u r o , a b u n d a n t e sf r a g m e n t o s , e n t r e e l l o s v a r i o s d e
una olla cuya superficie externa forma un resaltebajo el bord e a l c o r t a r s e l a p a s t a c o n u n c u c h i l l o . I ) e l a c e r á n l i ' c ad e c o rada, el fragmento más interesante es uno en el que se representa una espada, cu!'a empuñadura es cle espiras arrolladas
hacia abajo, sostenida por una mano (fig. 8.'). La pequeñez
de! fragmento impide fr¡rmar idea de la cscena, pero es sufic i e n t e p a r a a t e s t i g u a r e n e s t e y a c i m i e n t o 1 a p r e ' s e n c i ad e c e r z í -
[page-n-78]
76
de
de
mica con decoración figurashumanas.L,a espada, larga
hoja, podría recordar las de La Tene, pero el estrecham,iento
pronunciado dql tercio inferior la aleja de este paralelisnro,
cuyas espirasarrolladashacia abajo
así como la e,mptrñadura,
no encuentran identificación con ningún ejernp'larconocido
sombrero de copa con decora'
Figs. 6.a y ?.a-Cova Forailá.-Fragmento
ción geométrica.--,Perfll de mortero plano. (Thm. nat.)
de
de nuestra edad del Hierro. D'icha representación espatla
podría considerarse
como un caprichopicfórico, si no existiera
la répl\ca en otro fragmento de San Miguel de Liria, en el
que se ve un guerrero de cuya cintura pende una espadacon
idéntica empuñadura,y en cuanto a la hoja, más perfiladaque
la der,se estrangula igualm,enteen su ter,cio inferior, recordando los tipos de las esp,adas fines de
de
la edad del Bronce, con las que también podrían relacionarse
las espiras,alrnquearroliadas hacia arriba. Pero,como en una
pintura ibérica no podemos pensar se representaranarmas
se
de este abole,ngo, no ser que esporádicamente conservera
a
algún ejempiar, cosa que no crgemosmuy probable,por la
[page-n-79]
?7
rrpariciónen dos poblados,hemos de pensaren tipos de espadas más p'róximos cronológicamente,así las de I"a Osera,
o ia espadaprocedentc cle La Bureba o los puñales espada,
que si bien carecende espiras,abren la parte más alta en cJos
que
r¿rmias se arqueanhacia abajo.ISe quiso, qt\zás, represen-
Fig. 8.a-Cóva Foradá. - Fragmento de vaso ibérico con representaclón
de espada y vaina. (Tam. nat.)
tar el
hispaniensis))
como en otra decoración de l-i,
ria? Estas sugerencias
son e,l buen deseo de encontrarlessemejanzas,pues, de todos modos, no podemos señalar tipo
exacto en 1o que conocemosde la bibliografía nacional para
pintiidas, idénticasentre sí, cada una de un
estasdos espadas
yacimiento, lo que establece
una relación entrc ambos, acre,
centada aún más por la manera de representarla m,ano.que
sostienela espada en el fragmento de Cova Foradá, iguai a
las manos de otras figuras de la ,cerámica San Miguel de
de
Liria, ,cosaquerno debe extrañarnosdada su proximidad. Esta." espadas,
tan alejadasde la típ,icafalcata, nos hacen suponcr que las composicionescompletas represe'ntarían
sscerr.as
bélicas,en las que los contendientes
expresarían etnia dissu
tinta por el indumentoy armas.
[page-n-80]
1B
y
Metales.--Escasos estropeadísimos
restosde clavos, laminillas, trozos informesy escorias fundición, de hierro y
de
restosde Iaminillasde plomo.
Piedra.-Abundantes nódulos de cuarcita y sílex negro.
BibliograJítr.- Primigeniu,s Iln Anales dcl Centro de
:
(lirltura Valenciana, a. VIII, nim. 24, pág. 188.-
del S. I. P.r, en los años 1932v 1933.-L. Ilericot : Arqueología, apartado
de
Enciclopedia Espasa,pá5. 129.-E. Plá :
I. P.r, en Anuario de PrehistoriaLevantina,vol. II, página
verb,ales escritasde M. y
381. Valencia, 1945.-Referencias
J'
S. Jarrin.
MONRAVANA
(Liria)
y
Situ.ación descripción.-A cinco kilómetros de Casinos,a
la derecha cie la carreteraque cle Liria 'conducea estapoblación, frcnte a (fig. 1.", núm 5). El poblado se
por cuya falda norte
encuentra en un montículo alargad,o,
pasa un riachuelco rambla, en la que hay un yacimientode
actualmente;por el S. un caarcilla cerámica, explotación
en
nalillo lleva agua a una balsa; en la parte oriental se construyó una corraliza para el ganado, aprovechandopiedra de
Ia muralla )' destrozandoésta en parte, pues se emplazó sobre
allanado y por el censu trazado; por el W. hay un esp,acio
tro del poblado pasa actualmenteun sendero.
junto a una actual veConstrucciones.-Por sncontrarser
reda de ganadoque tal vez ftera en vida del poblado, carretera, como sucedecon la vereda llamada
I-¡iria>en la cercanaBegís, no ha eido rotura de la zona del
yacimiento, conservándose
bastante,
bien la estructurageneral
de éste, sus líneas amuralladasy las cimentaciones las vide
viendas, dánrionosidea aproximada de lo que fué el poblado.
a) IVIurailas.-Son do,s (fig. 9)."La exterior, por su parte
Norte; se construyó sobre e,l borde de la ram,bla,igualándose
el terreno con blo,ques piedra. Su actual estadode conserde
vación es acimirable,estando intacta en algunossitios, en los
que sobrepasa dos metros de altura, siendo su espesorde
los
0'93 metros. Por el N. W. puede tan sólo rastrearse
cómo se
curva hacia el S. W. hasta unirse a otra línea de,murallas.
Por la parte oriental también se arqueay dirige al S. E., espor la corraliza mencioya
tando interrumpidasu trayectoria
[page-n-81]
19
nada, siguiéndose
despuésdifícilmenteen varios de sus eny,
trantesy salientes finalmente,en una gran recta que forma
el lienzo sur de la muralla (lám,inaXI, C). iMediada ésta, hay
una torre bastantecompleta y, haciendo pareja con ella, un
gran amontonam,iento piedras, que, sin duda, pertenecen
de
t
I
, t,tl ",'?
ti .'?
Fig. 9.a-Monravana.-Planta
'-,rfrFn
y alzado del poblado
a otra torre que con la anterior defenderíael accesoal poblado. l,a muralla meridional sigue hacia poniente, curvándose
hasta unirse en amplio ánguio con la muralla interior, que,
en deficiente estado de conservaciín, se desarrolla p,araleiar,lente a la exterior D. La interio,r, E., a unos'60 rnetros de
la corraliza, dobla hacia el S., uniéndosecon la exterior meridional. Visto ol trazado en conjunto da la sensa,ción que
de
el poblado prinritivo fué solam,ente espaciocircundado por
el
[page-n-82]
6ó
las murallas 11,B, F (v. fie. 9) y qué cort posterioridad,
A,
al
ampliarse áreaprimitiva, se construyó muralla D sobre
la
el
juntábase
la ramblaque en amplio bucle,
con la exteriormeridional.La parteque cierraestemuro exterior,por el Este,
mucho más baja de nivel y iá'cil acceso, nos hace p€nsar en
un barrio en los írltimos tiempos del poblado.
La técnica de construcciónde las murallas es la conocida
de piedra en seco, en hiladas bastantehorizontales,colo'cánde
dose en los intersticiospequeñasp,ieclras refuerzo a la ma,
poblados de la misma época. Sólo
nera de otros muchísim,os
en la parte de las torres se ven sillarejosregularesy de mayor
tamaño que en el resto cie las murallas.
(
F
t''
li
, l l l
¡'ig. 10.4-Monravana.-R€Sto de calle y casas en la parüe a,lta
del poblado
b) Vitsiendas. Apoyándose en la muralla septentrional
exterior y perpendiculares Ia misma, se encuentranuna sea
rie de muretes p'aralelos
entre sí. Frente a ellos y apoyándo.se
il su vez co,nfra la parte baja de 'la m,uralla E. :interior, vens,c
también otra serie de mure,tes,
como los anteriores,restos
viviendas. La m,isma muralla E. interio'r, p'or la parte recayerite a la planicie central, tiene también adosadas
perpendicularmente otras cimentacionesde habitaciones.
Cerca de Ia
muralla meridional se ven claramenterestosde casas,
una calle y el um,b,rdl otra (lámina XI, D v fig. l0). De algunas
de
I
[page-n-83]
8l
conscguimosrestos de enlucido
casás,en las prospec,ciones,
al
de paredesy pisc, sermejante enlucido de Torre Seca,aunq.re de menos espesor(Torre Seca,6 centímetros; Monravana, 3).
Fig. 11.a-Monravana.-Tobera
bifubular de cerámica
Hallazgos. - En diversoslugaresse han hallado restosde
y
cerámica, rr,uy eLi€rn?cla, capas de cenizas, lo que autoriza
pensar que un incendio p'recedióal abandono del poblado.
a
Jarrin son, entre o'tros ob"
I)é la colección Muñoz-Sagaseta
pi co
j etos, cuatro tapaderas u n -f ragme1!9_."1á-149*o_.,con per;
Fig. 12.a-Monravana.-Sombrero
de copa con decoración geométrica
forado srt ángulo, siendo posiblementeun silbato una-p'ieza
-iotá"
de V (las llamadas b,ocinaso m'sgáfonos)'
t'liubular
en
de
completa,"tt 2.5centímetrosde altura, con estrechamiento
que une las
y un asa de cerámrica
ambas bocas divergentes,
dos ram:is (fig. 11); restosde vasijascon temas geométricos
6
[page-n-84]
s2
y la mayor parte de una de gran tamaño con decoracióngeornétrica rica. En nuestra primera visita al poblado encontra'
un
rrro,s molino circular.
Materiales en ,el S. I. P.-De superii,cie: a) Cerámica.Abundantes {ragmentos,con y sin decoraci6n geométrica, a
zig-zag,etc. En pasta de color ,claro
base de bandas,círculc;s.
hay un sombrero de copa, entero, de 11'5 centímetrosde al'
-
-
UO
A
B
o
t
)
B, C: Vasitos caliciform,es'--.D: ,A,poyo
Fig. 13.4-Monravana.-A,
de vasos de gran tamaño
tura, con decoraciónde rombos y líneas ondulada-s
$g. tZ);
topád"trt con y sin aguiero cential, una de ellas de 25'centí-
grisacea
14'uMor¡**"1;ii;"1"i"".-"lTin*? pasüa
tr'ig'
v perm
metros rle Ciámetro mítximo, todas sin decorar; p'latitos,
cuencos hondos, vasitos caliciformes de distintos tamaños y
galbos (figura 13, A, B, C). Algunas vasijas presdntan'ft¡e¡tes
.de'escosurcos en toda su superficie interna, taI vez huellas,
billas de esparto; estos profundos surcos que inutilid¿¡l,las
de
vasijaspara el envasado, los líquidos, se encuenttan ao,.sólo
en recipientes.sino tarnbién en un alto apoyo de'vasos¡,cilín-
[page-n-85]
83
drico, con reborde .en/am,bos
extremros,de 55 centímretrosde
altura y 25'5 de diámetro, semejantea otros de San Migue'l
parte d,eun
cle Liria (fig. 13, D). En pasta gris hay fursaiolas,
jarro, un ungiientario (fig. .I4, B) y vasijas con abundante
m'icaen su pasta,a torno, aunque rnuy deformes (flg. 14, C),
con perfiles que r'ecuerdan ya lconocidosde La Bastida de
los
ies Alcuses. D'e' cerámiicaoscura, a torno, hay muchos fragy
mentos de 'r'asijas una casi completa, de 18 centímetros de
altura que, por la calidad de su ,p,asta,
po,loración pe,rfil,poy
Fig. 15.a-Monravana.-Fragmentosde skiphos con flguras humanas
tiemos relacionarla con otra de Num,ancia. De la parte o,rie,ntal, es un resto de anforita, de baja época. En cerámi,cade barniz negro tenemos una boca de oinochoe con orla de ornanientación por reserva, en el ,cuello; un platito con barniz
negro mate y dos con l>arniz brillante.
b) M'e\ales. - Restos de clavos de hierro, (uno, entero,
mide l2 centímetros de longitud). Un fragmento, de posible
hoja de espada, así como la hoja de un cuchillo afalcatarJ,o,
quedan huellas de la vaina tejida de essobre Ia cu¡ri t<.rtJavía
parto. Otra hoja de cuchillo afalcatado de 11'5 ,gentímretros
se enco'ntró cercana a la anterior. Cerca de la m,uralla D se
encontraron grandes trozos informes de hierro, uno de los
cuales parece ser resto de un vástago o e,je de gran espesor y,
tal vez, cabeza de este vástago fuese otro trozo de hierro ctue
¿ún conserva la Íornta redo'ndeada de extremo de pieza H"y
lamtinillas unidas por roblones, resto de piezas arrnazonatia,s
en las que deserpnrecióia madera o cuero. También de superficie, en la vertiente N., cs rrna planchuela rectangular, con
:rgujero central y restos de ot,ras planchuelas y escoria de funtlición, todo de plomo.
c) Hu,eso.-\Jna aguja de 1'75 centímetros de altura. espesor dei cuerpo 0'2:5 centímetros y grueso de la cabeza-0'35
[page-n-86]
84
Flsta,por su parte strperior,tiene un circulillo
centímetros.
inciso.
d) Piedra --Una gran bola, sin duda p'royectil,de 11 centímetros su diámetro rrláximo.
I)e los diversos lugares de excavaciónson los siguientes
objetos (v fiS. 9) :
Número 1.-Grandes restos de carbón, una fusaiola, cerámica con temas geométricos,fragmentos de cerámicacampa'
niense y unos de skiphos de arte decadente,con figuras en
rojo y palmetas (fig. 15), y unos fragmentosde crátera.
Número 2.-tln vasito de boca estrecha(frs. 74, A) y otro
de mayor tam¿rño(fig. 14, D), am,bosde pasta gris, basta, a
anteriort(rrno p,ero de p,erñl rcontrahecho,'comoindiicamo,s
mente al referirnos a otras vasijasde este yacimiento. Un añiador de piedra.
Número 3.-Restos cerámicoscon escasos
temasgeométri-
'1''
^lz
\o
.a
FÍg. 16.a-Moriravana.-Zona
$"\'"
t'
de enterramientos
Número 4.-Escasos fragmentos,cerámicos.
camNúmbro S.-Pesos de,telar y fragmentosde ce,rám,ica
paniense.
Númerr-¡7.-Grandes adobes.
(números3, 4), restos
En el resto de los lugarers'excavados
geométricossen'
tem,as
de cerámicasin decorar o con escasos
cillos.
Posible zona de neerópotlis.-En la prospecciónde los alrededores dei poblado se encontraron unos restos de muros
a unos 53 metros de la muralla Sur, en dirección S. E. (figura 9, número 6, y fig. 16); explorada la zona, se lograron una
urna cirieraria con su tapaderay restos óseosen su interior,
(frg. 17, A), y a unos 50 cengeom,étricos
decoradacon te¡nias
a,
tímetros de distanci otra urna, igualmentecon tapaderay
[page-n-87]
35
pero sin nada.en su
en
motivos geométricos su decoración,
(ñg. 17, B). Es de suponerque nuevasexploraclones
interior
luglt petniritanampliat la zona rle necróp'olisy pro"*t.
"""
oorcionen nuevos materialesp'arael estudio de este poblldo'
:
nl,UioeraJía.-Primige,nius En Anales del Centro de CulV"láñ"iána, eÁoVIII, número 24, página188'-
tur"
de enterramiento. Urnas cinerarias con
Fig. 1?.a-Monravana,-Zona
decoración geométrica
en
Prehistórica>, -1o¡años 1932y
rle,lservicio d.eInvestigaEión
erl
r, cl
Pericot: Árqueología, aparta-do
tg3f-I-"it
de
1936-59 EnciciopecliaEspasa,pás' r29'
l;;i"-;;i;-;";i
--D. Fletcher:
rif", en-Át"hil o Etptñol de Arqueoilogía,
del
i5í,'tuá¿tid, 1940.--E. Pla :, en
Levantina,vol. II, pág' 381' Valencia'
Á"u"tio de Éreiristoria
1945.
.dr,cuNes coI{srDERAcroNEs FTNALES
ios
De algunosrle los yacimientoscitadosson tan escasos
que no-podemosdictaminar si se trata
datos que poseemos,
casasde lab9r, etc'
de pobiados, caseríos,
de
En cuanto a su época,de ul-esFites>-y -'
qué perÍodo pueden lnclulrpor
;;;"á;-,,E1-Coiral ,io Éo-etu,
"Bicle cerámica, p-errosu lige'ra prospección
Jrnt", fraginentos
iba
.., i-,pia"" saber de qué otros el,em,entos acompañada.
Átrib,ribl", con certeza a período romano son'
[page-n-88]
B6
Respecto ar,
1' ,
intentaremlos situar cronológicamente algunos de sus material e s m á s c a r a c t e r í s t i c o s ,q u e n o s p u e d a n a y u d a r e n l a f i j a c i ó n
de su rcrono'logía.
-<>. I-as monedas ibéricas de GILI y las romanas de Vespa,siano, nos dan fecha dentro de la romanización, lo que nr) contradice los fragmentos de cerámica de
barniz ne'gro, ya quL' ésta aparece en poblados hasta del siglo
I después cte J. C. (así Contrebia f,eucade, Izana, etc.).
El mort,ero plano se relaciona con
<
ForadJ¿í>.
otros de Sagunto, Numancia. Archena, Solsona, etc., a los
que se les puede atribuir época tardía, como indica Bailester
Tormo (v. A. P. L. II). El vasito de borde arqueado y perlil
oval se encuentra en yacimientos púnicos de época romana y
cn yacimientos romanos. Lo m,ismo sucedecon las ánforas vinarias. El fragmento de vasija decorada con la espada en espiras, no habiendo encontrado p,ara ésta exacto paralelo arqueológico que nos dé una fecha, podemos considerarlo coetáneo a los demás objetos citados.
<
c o m o p o s i b l e , t o b e r a d e f u n d i c i ó n , , c e l e b r a n d oq u e e s t a o p i n i ó n q u e d e s d e h a c e a ñ o s s e s u s t e n t a b ae n e l S . I . P . , s e r e afirme con la publicación del seiror Vilaseca, con lo que consideramos zanjada la cuestión. En cuanto a las piezas similares de Numancia, no conociéndolas directamente, no estam o s e n c o n d i c i o n e s d e c l a s i f i c a r l a s ,a d m i t i e , n d o l a u t i l i z a c i ó n
que señala el señor Taracena, pues rnuy posiblemente pueden
ser objetos seme,jantesen su forma externa, pero no en su
frrnción esp,ecífica.La p\eza de Monravana, clue.erstáentera,
es semejante a otra rr€noS perfecta del Castellet de, Banyoies,
yacimiento al que se asigna fines del III a II antes de J. C. ;
es idéntica a las cle Bastirla, poblado que a1 fecharlo deben¡os
tener en cuenta sus molinos rotativos. También en Monravana apareceeste iipo de molino, elemento elocuente para
una cronología haja.
En otro lugar hemos señalado la analogía de una vasija
rle pasta oscura con otras de Numancia y también de fecha
avanzada es c,l restc de anforilia. En ceráirrica importada,
tal vez la fecha más aita la den los fragmentos de skiphos cr-rn
representaciones humanas, aunque debemos tener presente
que es arte muy decadente,.Fecha tardía nos da, con plena seguridarl, la aguja de hueso, típica de época rornana. I-a$ urnas
[page-n-89]
87
de la zona de necrópolis, que recuerdanpor sus perfiles una
púnica, tienen su réplica e,n I-a Albufereta.
ascendencia
Hay, pues, en estostres yacimientosde Casinos.elementos claramentefechables época romana, siendo inieresante.
en
despuésde indi,caresto, señalaralgunasrelacionescon el cercano poblacio de San Miguel de [,iria. Así las decoraciorres
con esp,adas espirasy el estilo pictórico, de las manos en
de
Liria y_Cóva'Foradá. Los temas florales de Cóva rForadá y
Torre Seca,idénticosa los de T.iria, hacen pensaren una procedencia_
común para todos ellos. Indicios solamente, si se
r¡uiere, de mutuas relacionesy correlación cronológica, entre
to.dosellos,.pero que, unidos a otros dato,s San Miguel de
de
Liria, convienentodos en señalar
que los pobladoscoñocidos
,:n la zona l,iria-Casinos,desenvolvieron
p,artecle su vida dentro de la,épocaromana y llegaron hastabien avanzada
aquélla,
siendo algunos, ta:lvgz, destruídosdurante las guerras sertorianas, Io que sabemoscon certezapara Liria, pues las fuentes escritasnos hablan de su destrucción por Sertorio y el
trasplantede sus pobladoresa la parte opuesta de la Península, a,Portugal, asentándolos la antigua Callipo, que reen
cibió el nombre cle Leiria (léase l,iria) en recuerdo alectir,
de la ciudad de origen.
Con Io anteriormenteexpuesto.confirmam,ois
nuestrospuntos de vista sobre el encuadramiento
cronológi,co la cultura
de
ibérica y al propio tiempo dejamos resuelta definitivamente
la ecuaciónEDE,TA. LAURO - LEIRIA - LIRIA, frente a ias
disparesy I veces pintorescasopiniones emitidas sobre esta
cuestión por diversosautores.
D. FLETCHER
[page-n-90]
[page-n-91]
I N D I C E
P,ig
Una nota prelimin.ar, po,r f. B. T.
"El Musteriense de la Cova de la pechina',, por Francisco
Jordá Cerdá
"Estado actual de los problemas del paleolitico superlor le_
vantino", por Luis pericot Garcia
15
"Neolftico Valenciano. La Cova Negra de Marchuquera", por
Manuel Vidal y López.
23
"El Sercat de Gayanes,,, por Enrique plá Ballester
"Exploraciones arqueológicas en Begis", por José Alcácer
Grau ...
"Las cerámicas ibéricas arcaizantes valencianas',, por Isidro
Ballester Tormo
47
"Unos fragmentos cerámicos de la Semeta CteAlcoy", por Ca_
milo Visedo y Vicente.pascual
57
"Exploraciones arqueológicas en la comarca de Casinos,,,por
Domingo Fletcher Valls ...
[page-n-92]
Hallltndose en lormación la Bibliotcc(t (jcnt,ral dc la D,i¡'tutación Prot,incial 1' ut rettot'¿tciritt
c o n s t a n t e y n a t u r a l l a c s p e c i a l i z a t l at l c I ' r c l t i s t r ¡ ria, ha l^enidn cn s'Lts
pttblicacioncs el S. I . p.
sol'icitqndo se enticndan éstas recibidas u culnbio de las del recipiendario.
La desatención a tal súplica nos obligará u
la suspensión de los ent,íos.
[page-n-93]
S. I' P.-eo¡nunicaciones Congr. Alq. Lev
PL,A: I
EL SERCAT (Gayanes)
A: Material diverso.-B C: Perflles del hacha y la cuenta.-D
vasos que se creen de la misma procedencia
E: Otros
[page-n-94]
S. f. P.-Comunicacioines Cong¡. Arq. Lev.
ALCACER:
LAPINAS
R,OITIANAS DE BEGIS
LÁ¡n. ll
[page-n-95]
S. I. P.-Corrnunica,cion€s
Ccngr. Arq. I-ev.
BALLESTER:
LÁ¡'r. III
I
NT
.!i i:;¡,
.'''*
rt::t
,01
': . .,
1 , . 1 . . . rlr '.rt i l t l l l l
r
CER,AMICAS
.,IR,CAICAS DE
COVALTA
t.l
[page-n-96]
S I P.-Comunicaciones
óongr. Arq. Lev.
BALLESTER: CERAMICAS ARC.
YASOS DE rrLA BASTIDA DE LES ALCUSES))
LÁM. TV
[page-n-97]
S. f. P.--€ornr¡r¡icaciules
CogT. .Arq. Lev.
BALLESTER,: CERAMICAS
FRAGMÍ,NTOS
I
l
DE
LÁn. V
AR,c.
[page-n-98]
S L P.---Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
BALLESTNIi:
CERAMTCAS
ARC.
I
I
I
)
B
MAS
FBAGMENTOS
DE I
[page-n-99]
S
I. P.-Cornrunj,caciones
Cangr.
Alq.
Lev.
LÁ¡rl. \¡If
BALLtrSTER,: CERA]VIICAS AR,C.
LA BASTIDA
Vasos bastos: el A, de barro gris oscuro; el B, negro y más,rfino; y el Ct
jar,ra. con ligero pico, asa perdiala y ornado con alos surcros (2/5)
[page-n-100]
S. f. P.---Comunicacion€s
Congr. At'q. Lev.
LÁu. VIII
BALI,F]STtrI¡,: OIR,AMICAS ARC.
tI
lü
il
i..
i
I
I
L
B
SAN MIGUEL
A: Vaso a mano
I
(1/7).-B:
Fragrnento
DE LIR,IA
decorado con bortlones e incisiones
[page-n-101]
,S. f. P.-Ccrnunicaciornesi.q,ongr. Arq. L€v.
BALLESTER.:
LiM.
CIiRAMICAS
ARC.
f
I
C
SAN MIGUEL
DE
LIRIA
A C (2/6): Vasos toscos grises.-B
(l/3):
barro ¡regro
IX
[page-n-102]
S I. P.-Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
FLETCHER:
'IOR,RE
SECA¡.-A:
EN CASINOST¡
Bestos de muralla'-C:
Vista de conjunto.-B:
D: Restos cte piso y pare'lbs enlucidos
[page-n-103]
S. f. P.-Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
FLETOHER:
LÁ¡¿. XI
<.RXPLORACIONES
EN CASINOSI
)
I
il
(COVA
FORADAT¡.-A:
I
Ferspectiva.-B:
Restos, de torre en la muraUa
sur de la muralla.-D:
en Ia parte alüa del pobla,alo
Lienzo
;,.
.i.
Umbra'!
de un¿
casa
[page-n-104]
_ ti*t'i.
PUBI,ICACIONI]S EL S.I. P.
D
SERIE DE ANUARIOS
Archivo dr: Prehistoria Levantina, f.-Anuario
1929.
Archivo de Prehisto¡ia LeVantina, If.-Anuario
1946.
del S. I. P., 1928.-Valencia,
del
s. r. P., 1945.-Valencia,
SERIE D.E MEI}IORIAS ANUALES DE LA DIR,ECCION
Ei S. I. P. y su Mu3eo de prehislbria en 192g.-Valencia, 1929
en
-La labor qe] q. I P. y su M_useo el pasado año fg29._Vaténcia, 198O.
I--alabor q"l ! _I _p. y su Museo en et _oasado
año 1930._Vatenciá, iéái.
La^lar¡or.det,s L IJ. y su Museo en ei pasado aito 1931._valencia, i932. (con
6 láminas).
],a la,bor q"l q I l. y su Museo en eI pasado año 1932.-Valencia, 1931.
I,a labor geJ S I P. y su,Museo en et pasado año 1938._Vateñciá, ié¡e.
La^la.b,or.del I. P. y su Museo en eI pásado a,ñor
1984.-Vaténcia, ig3b.i,Con
.S.
9láminasr.
La.lgbor_de.I. Sr I. P. y su Museo en los años 19Bb a 1989._Valencia, 1942.
(Con 12 ]áminas).
La labor del S. I. ,P. y su Museo en los años 1940a 1g43. (En preparación).
SERIE DE TII,.{BAJOS VARIOS
l.-(El Castellet del Porquet>, per I. Ballester Tormo.
2.-Bl'eus noLessobre el poblat ib€ric de St. Miquel d.e Lliria>, per D. Fletxer
Valls.
3.-(Estudis d'Art Originarir>.-
i l-opez
4.1,9{t. entet'rament prehistoric al Barranc del Cinc (Alcoi)), per C. Visedo
Moltó.
5.-Colecció de tleballs> del P. J. Furgús sobre prehistoria valenciana..
6.-Estudios sobr€ las cuevas paleolíticas vatenóia,nas.-,
_ por L. Pericot, S. Alcobé, V. Sos Bainat y M. Vidal Lop€z.
?.-Apunbes sobre las estaciones prehistórica! de la Sierra de Orihuela, por
'Santiago Moreno. Con notas
8.-Sobre un interesante vaso escrito de San Miguel cie Liria, por pío Beltrán
Villagrasa.
g.----El enterramiento €n cueva de liocafort, por I. tsallester Tormo,
con el
estudio de un cráneo pot' el Dr. Santiago Alcobé.
l0.'Comunicaciones del S. f. P. al primer Congreso Arqueológico del Levan!9, p.or F. Jordá, L. Pericot, M Vidal. E. pIá, J. Atcácer, l. Bauester, C.
Visedo, V. Pascual y D. Fletcher.
PUBLICADO POR, EL CONSEJO SUPEBIOIi DE INVESTIGÁCIONES
CIENTIFIOAS
INSTITUTO
DfECiO VELAZQUEZ
(La cova del Parpalló (Gandía)>.-Excavaciones atel S. f. p. de Ia Ekcma. Diputación Provincial de Valencia.--.Por Luis pericot García.--Madrid. 1942.
___gqS que obüuvo el
XXXfi láminas).
--tr-
:''Li
r¡ll4:
I
| 4i¡-.¡r-üEtsa
:-
* r
[page-n-105]
[page-n-106]
VALENCIA
EDITORIAL .DOMENKCH,
F.
S. A.
-
1947
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LII
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,-- , , ( r r
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3
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[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
[page-n-5]
EXCMA. BIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERVIGIO DE INVESTIGAGIÓN P R E H I S T ~ R I G A
SEGGIÓN D E b G. S. 1. G.-INSTITUTO DIEGO D E VE~~AZQUEZ
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
jY.m. 10
C O M U N I C A C I O N E S D E L S, l. P,
AL PRIMER CONGRESO ARQUEOL~GEO
DEL LEVANTE
-
(Noviembre 1946)
POR
FRANCISCO JORDA, LUIS PERICOT, MANUEL - VID AL,
ENRIQUE PLA,JOSÉ ALCACER, ISIDRO BALLESTER, CAMILO VISEDO,
VICENTE
V AS CUAL Y DOMINGO FLETCHER
VALENCIA
F
.
S
.
EDITORIAL DOMENECH,A.
194Z
[page-n-6]
ISSN 1989-540
[page-n-7]
UNA NOTA PRELIMINAR
Reunidas en la presente publicación todas las comunicaciones q,ue los elementos del S. 1. P., habitualmente residentes en Valencia, llevaron al primer Cowgreso
de Atqz
Pocos meses después d e celebrarse en Albacete e2
egzr~do
Congreso de Aiqueologín del Sudeste Español,
y algunos antes de reunirse el I1.l." en Murcia, se decidió convocar el 1." Arqueoldgico del Levante. Aun no
creyendo conveniente la urgencia de tal convocatoria,
ni su interpelación entre do$ Congresos de la serie del
Sudeste, nos dirigimos al animudor del proyecto, el activo catedrático de Historia d e nuestra Facultad D o n
Manuel Ballesteros Gaibrois, que a sus dotes de talento une extraordinario impulso organizador, prometiéndole la concurrencia u1 Congpsso de los elementos del
S. I. P., a pesar de que la colaboración de todos en lb
entonces recientísima publicación de aArchivo de Prehistoria Levantinax Ir, con los trabajos que tenáan
preparados, les había de forzar a conburrir al Congreso
no tan reposados como hubierañ sido naes-
= n t 7
:
,
,-
'
Hemos dejado transcurrir el año en espera de una
gran publicación comprensiva de las cohunicaciones
todas llevadas al Congreso ; y visto que se han ~ealizado algbnas disgregadamente, decidimos reunir los del
S. 1. P. en este número de la serie de Trabajos uarios,
. que encabezamos con estas palabras, queriendo sirvan
de justificación, si no de explicación, a la parvedad d e
coleccionado;.
,
1. B, T.
[page-n-8]
[page-n-9]
-
b n las cercanías de Ia «€%va-Negra d e Bellús» (Játiva), estación de cuyos materiales Iftieos hemos dado cuenta recientesus industrias, se encuentra
mente (l),y en íntima relación
la «Cóva d e la Pechina,, situada como aquélla sobre el valle
del río Albaida en el lugar denominqd:, aEstret d e les Aigües~.
[Ver fig. l."). cueva de más reducidas dimengiones que aCóLa
va Neyraa, puede ser considerada más bien como un abrigo
Gran parte d e sus estratos arqueolíticos fueron utilizados para relleno de los campos circunvecinos y tan sólo se han recogido p:ira s u estudio los materialeb que quedaron en una
pequeña zona intacta, situad:^ en la pequeña cussta d e acceso
a la cueva, en dirección SE.
Los trabajos de excavación fueron llevados a cabo por el
S. 1. J'., bajo la dirección del malogrado~colaboradordel misrno, señor Viñes Masip, durante el verano de 1931. La sein:ejnnza d e sus materiales con los de uCóva Negran, en curso de
cxcavacióii ein aquells época, hizo que el estudio de los mismos .quedase pospuesto, por ser los de aquélla más importantes en cantidad y calidad. Después de tantos aiios, damos
ahora a conocer, aznque sea en una simple nota, 10,s ma!eriales que en el 1,ahoratorio del S. 1. P. se encuentran, incrementando con ello la lista, no muy larga por cierto, de
estaciones paleolíticab valencianas.
La estratigrafía de aCóva de la Pechinaa, tal como se desprende d e los ro~ncisosinventarias del Sr. Viñes, podemos
agruparla en -dos amplios iiiveles, encuadrables dentro del
mundo musteriense, aunque con algunas pardlcularidadeg propia& que al igual que en aCóva- negra^, hacen que el Musteriense levantino adquiera una sefialada importancia en el gran
conjunto cultural del Paleolítico medio.
Como características esenciales del yacimiento d&&n~os sel
(1) Jord$, Cerdá, F.-&La CovaNegrk de belib (J8tiva) y sus industrias liticas)), &chivo de PreIiisMa ni@VaI%bin%,
vol. IiI, 1948, V J e k
cia, 1946,
.
[page-n-10]
ñalar, la pequefíez de sus instrumentos, la abundancia extraordinaria de raederas y c~chillos~raederas,la falta de bifaciales.
y
Falta tambié.n la típica punta de mano musteriensa, auque pudo existir en los estratoe mdidoa. En c u a a o .g- kh.:t~rid~a,
se
nianifiata una gran prepanderamla de .la talh &xt6@iea$e,ut8
30 por 100 sobre el total de piezas, habiendo tan sólo un 3 por
100 de lascas ievallois. Estq unido .q carácter da sus materiales
y sobre todo a su semejanza'con l ~ -e'aCóva-Negraí~,
nos indu-
d
1
'
1
ce a coniiderar el conjbnto de lsiis~niaterlrlek ~ ~ ~ p & & i e n c
s
tes a un rnuwfienee de t,e&tleia taywiense,
mc* mpresentxihn de formas típicae y en :-~eblide ~WQ~WI&PII,I
J
,
NIVEL
1.-Nos $alta toda"de&
i6gicr. Los restos óbeos, er
y1
dos, induceni a suponer k~exidmi5
de &qws; @ i g , CHVUS Bos,, e
g
Sus materiales líticos pres,qptan,ti
muq$q$o:w,
y todo
el 6;pnjwto denota w.
evidktq&e
$q$m ~imgr. . .
.Puntas (fig. 2.") : Las hay triangulares alargadas, con pla-
e?
[page-n-11]
Fig. 2.~-Nivel1 punta&, raspador^, peifo;p8dores y otms instrumentos
,
de « a y ade la Pechina)) (segiin Jorid8).
4/@
[page-n-12]
Prp. 3.a4fWederas y cuohill0&1aRderras f$!J%!ivel'$ de la e
china)) (segun Jor@%$1:
,F.
,*/6
*
/
fi~dhtomás abundaiite .y se prese
vqms, lo cual hace dificil to
bogde wcto, aunqw eei~has.
La
p i q 10 general form,a triangular.
el' F 1 constituye un b q n eje
!
bulb%; . ereusión en uno de su&
sivo'
ado opuetp Jiiicen que
como punta triangular.
-e
a de la Pe-
1
-
If
.
'-y--
,
,formas más di-
P
'
1 ,
1
1
.
.
[page-n-13]
,en hooj* consveces 'con q$$oqii@ en
también
cafgi$am
.
de buril.
5.
iiispummt '' constrÚi&
Puntas-roede((b. 2.
sobre hscas alargadak 'jeon
untimini t $ ( & ~ . d . . ~ ~ ~ ~ i ; aosobrol h consi+as
v ~ r la doble punt#J;~us
de
mws m& bien como únae raederas con doble apuntgiento.
sus bordes ; la n." 7,
La n." 6.~610tiene re'taihes qq,.
uno
sobre lasca ..aplastada, p f e s ~ n t :dos *bordes deí raedesa+,. y laspuntas re80odeaifiis: las ?
$
,
y 9; gruesas eh'su gUt& cen*
.,- .
tral, son rnás bie* raedsras-perfqrflp~as.
Raspadores (fig. 2) : Los',, ha*=--mi6irculares ,-id;?< o
:
16)
6 iscoidales (h." 11) y sobre lasca prismático-tria@b@r
retoques en un borda y en las caras triangulares ?[n.b;U).-EI
tiúmsro 13 puede ser considerado,,rpmo tranchet o &qoplo
,
,
más bien que raspadot.
Buriles (fig. 2.") : Son escasqs dn este yacimiento, r&resentando n," 1 un c$amplar . ea típiqb.
4
Perjorudore~(iig. 2.") : Los 'by' 'ssociados a borde dp r a e
dera (n."
.f.
~ i c a s muesca (fig. 2.") : Coostituyen dentfib cíb Me
nivel un interesante conju~to.E&:Iab hbO17 y 18
queoca
iia originado tina especie /de p e e b E ~ l o pudierron S u t i l i y
zados .como talqdros gruesos, ki. Jwgunda también co 'F r forador. Las n-"1 9 ..y20 debeii ser conpideradas como alisadores, acercándose a tipos que tiengn. su máxima reppsenración en el paleisotítico ,Isupeiri~r.
,
. 4
NIVEL11. -Al igual que el anteiior no tien$mfe~qncia
geológica. La fauna.puede considerarse semejante 9 'la " ,Ni1
vel 1. Sus indqgtriaa ofrecen carqteres más plen@n6& *S,
terienses que no dudamos en calificar de típicos.,
'
Pvntas (fig 4.") : Estos i n s $ ~ ~ q m r tofrecen;+na insorgfb
(~g
chada variedad. IAaB." 1 es u$ bdla.qjemfiar de'' anta ,bian3
gular musteriense, asi corno I .&$,3,"de tipo rom oidil irre-.
i
guiar; Las n." 3, 4; 5 y:6 aon buenos ejemplares sobre lasca
al~rgada forma 'triangular con 11- borde& rec,ty, 9 ligera.de
iriente curvados. Las n."'7 y 8 re@ri&entan 1- ,tipo! $equeiios
cqq. ligera muesca !ateral de ~ ~ p m i e @ L? o . 9 nos
~
o k e un tipo curioso Con par&os,.@n el sqlutrense kuropdo.
Mids.qarrod ha ancoittrado tfpois &emeja*
ea bulga+a,
c e r c b a industriss de tipo
teriense, ~&jmchih$~ddlos
npuntao p s e u d ~ ~ m u s t e q i e a ~ e s ~ .
,NU%QQ
Baem~lq,,
,,,aupqu~
.de
I
'
i ,
f
4..
,
(/
a
,
- ,
.-,,.-j
5
@.O
[page-n-14]
Fig. 4.-ntaa,
buriles, perforadores y hojitas del Nivel i de d%mde
,
1s Pechina)) (;según JodB). 'Itasn. 415
[page-n-15]
menor tamafio que aqukaos, muestra ,evidentemente' su empleo como punta citi lanza por los retoqua basalesg de adeigazamiento. Atención especial merecen los ejemdares representados en los n." 10 y 11, de bella talla y con intenao retoque en sus bordes. El plano de percuslión y su bulbo se encuentran laterales. Podernos considerar provisionalmente a
estas piezas como puntas d e pedúnculo lateral, aunque su uso
como tales puntas no se nos aparmca muy claro, debiendo ds
hacer caso omiso de emparefitarlas con otro tipo Ide instrumento, deb.ido al retoque continuo d e eiis b o r d a y al adelgazamiento de su pctrte basal.
Burz'les (fig. 4.") : Aparecen pocos buril&% éstos faterales,
y
bien independientes (n." 12), bien asociados a otro iastrumento (n.O 13).
Perforadores (fig. 4 ") : Los hay en punta con retoque (número 14) o en punta biselada (n." 15) E l n." 6 a un bonito
ejemplar sobre lasca thangutiar.
Raspadores : Son escasos dentro de este nivel. El n.* 5
itig. 5.") está trabajado sobre una gruesa lasca discoidal irregular d e talla tosca.
,
Fig. 5.a-R,aederas, raspador, l s a con pedúnculo y perforador del N v l
ac,
ie
ii de (cCJova de la. Peohina» (sqgtín Jordih-1. Pamq.l 4r/b
[page-n-16]
el ni,
,de buena talla (fig. SI
v&,X y:tp@gid~,&etntl~a::~n,
a n ~ de i d ~ h l e
llao
bcrde .dgwesJ las cuales PO?
de
ci~chille~xaederas i5,-:~t 2 Y 3).
(6gi
.
2
acuda&rl:l j s y .í+p;belf~@ piares (fig. 4, n.",Jfi
mie3
y 173.~aan.
rettxpe;djno e~ 19p dos:b a r d a .
c..
E,arcui~ornm~srow,
AmiBlag~,q l del nivel 1 y el ejempiag
a
que ~ e g r 0 4 u c i m ~ e ~ 5, ,e,::4): está fabricado con una lascq
(fig..
g~uesa: ,la que & e b . ha p r o d ~ i d .y
a
q recio pedúnculo p o r
bajada !da a i t ~ u &
r
y,!ne@tmci&n+d9
muaca. Debe ser consiaq
rado, al igual que sus ~emejant&,~del
nivel 1, como robudgwj
talademi .
:.
.c rt1,~33íyj$
. . J ' a l ~ ; ~~n m & a ~ & ~ e g as , ~ ~ a s ,
i
~
materiales d e la aCóva de la Pechina» acerca d e los cuales
dmw csugerir L s , aigaiefit- rpgnsideraciones en orden .,a su
s$nikaiceij5~,p relacidnq8.&uj&rples.
1." E l nivel II d e la rCóva de la Pechina» puede corr&
~ondask
e;gratia&icai!y --tipdl'ógicamente con el nivel C da
rt66wa~Ngi@a~, ~ : ~ ~ l ~ , , ~ n c l a v á n d o s edentro d e isn
d
ambos
musterienw típico. E l niv.1 1 sería por tanto rem@ga&tqteq
de unacfase .cultural musteriense muy avanzada.
encia de bifaciala en la estación objeto d e
de la misma en «Cóva-Negra», no dudamos
twiense levantino una evolución distinta a
aleolítico medio en la meseta y Norte d e
R d s r a s , ;<: & 4~ueliltb~íit
.,:!
l
. cantidad -que en
,
-A
-
32' La ligera'ten
rienses d e las eukwas
todo estudio $&"e 1
Levante espaíiol.
c1
[page-n-17]
ESTADO ACTUAL DE LOS PROBLEMAS
DEL PALEOL~TICO
SUPERIOR LEVANTINO
,
i
. ,
t -
,
P
. ; , : ,'
-
h d e que, hace ya quiia%ce
.shfts, terni'tnamcrr
excavacíones! de la Cueva del Paipallb; hemos pkobiroo\ir&do1 ir
sigu3end~ movimiento. d ~ i l s el
inmtigacibn eobre df
!Palmtír
tico superior m ~ i d e n t a parar situar '.mhejornuGstrw bllaaghs y
~l~
conocer mejor la reacción qb6 loa :mismos, pidóríah
- boa
medios eientífit'os intcmacioaalm. :Si,hoy! trotammi,.de .dirigir
la
o&
la vista a los iesdtadod q~ hayan~:$enido dmpidtar 11bw
tenidos en la cueva gandiense y a los progresos que el conocinnento del Paleqlítico superibr haya @ido realizar como
consecuencia de aqutlllos, noi .enconti=aads en primer lugar
con los desconsoladores frutos.& casi.&= eños de guerra y de
desbarajuste cientffic'fico.El intet%5ambionormal se ha interrumpido y sólo con grakdes,s?crificios hemae podido mantener el
contacto con loa, invmtigadorés e+trgnjex~s, para lo que no
hemos rehuído la rndes-tias ide lar* viajes. El hecho de que
sólo hasta hace ;un par de 16rpn!$ n o -oorA
haya sido posible
hacer llegar a manos de doa@p&~+$&tiiso
Breuil y Peyrony sendos ej-lares
da n*&tra abra sobre el Parpalló, expdica que al cabo-de.los quin* años dssaasplor&ón, la cueva gandiense sea todavia desconocida en trabdjos que tratan de
buscar luz para el ~ a l ~ l l t i c q ' ~ m p e , r o" ti& libros tan fundai s
de :Z&uner,
mentales como d 1"B(i,e~~f4
En parte, oomo h s e c u e 6 Q a de 1~~~~
anormales pasados, no se ha producido en nuestro Levante ningJn nuevo descubrimiento s e n ~ a c i ~ l s c o::~abh m a r .Q i p r lo m n o s
m. a
como esperábamos nosotros al meditar sobre loc secretos que
deben gwrdar , todavia en! su, i r n o , la@
,:
aliaenciones niontoñ;ooas que dwdp ,h.
habíamos w n t m p l a d o t;~atas.
iy~~ear,
No!
)otro.farpalló a drc, hetllazgo.de ' a r t ~
i
mos ~oav8ncc.idas qeia mo,. y ; strs,,
de,
prewio a quim los busque sir) deemnyo, - , . :
J
~
+
%
l;
w
~
[page-n-18]
Pero mereceríamos ser tachados de descontentadizos si no
reconociéramos q u e algo y aún bastante nuevo se nos ha dado
ein estos años. A examinajrlo y a valorarlo vamos a dedicar mtas breves consideraciones.
Como com.pleniento de lo que en el Parpalló aprendim.0~
sobre el Auriñaciense y en especial sobre las puntas de muesca,
nada nuevo después de los hallazgoe de Cuadrado en Totana
y de Jiménez en Buñol y de lo menos concreto de Vilaseca en
Falset. Digamos tan sólo que es imposible 'mantener hoy la
denominación de Auriñaciense para tales induitrias de punt?s
y hojas de dorso rebajado. Hay que decidir@ por la de Perigordiense o la de Gravettiense, la primera preferida por los
sabios franceses y la segunda por los ingle=., La .meciente
autoridad de. la escuela inglesa y las Paaones aducidas, en su
favor, nos hacen preferir la segunda, debida a l a famosa excavadora de las cuevas del Monte Carm~lo,de Gibraltar y del
Kurdistán, Miss Dorothy Garrod.
Los recientes hallazgos auriñacimeo 6 gravettianses d e S e
riñá (fig. 1.") de que ha hablado su autor e Dr. José María
1
m. l.-%&@,.44%;
t
% ,
b
,
. * )8
j:.
Corgminas, por Ser tan r*i@$e&v
m imagino. en prineipk que saa
tos transpirenaicas que un pamld
=te. Pero sí hay que atribuir des^
el rn4rito ademh del una excapei
Para el Solutrense las pwsp
< l \
: I r
: $ o d o r f ~ ~ ; ~ [ , l Y ] . ; - lf.,; ~
,
[page-n-19]
aparte la oleada de hallazgos solutrenses anteriores a la excaa
vación del Parpalló y que no habían pido d a d ~ s conocer,
tanto de Siret como d e loa investigadores padritleiFios k ln- clwso de Breuil, y otros que cuentan bastantes añoa, como Ios
de Totana, en estos últimos tiempos han s e i d o asareciado
yacimlientos de esta c u l h (y nb digamos 6psca, pum cada día
parece más claro que los solutrenses formaron bandas que insertaban su vida en anibientes gravettienses o magdaEenienses).
Este verano, en compañ4ia de nuestro compañero Fr. Jordá,
hemos iniciado la excavación de la C w i de les Mallaetes,
junto a Barig, y en ella ha aparecido un rico nivel solutrensá
con características semejantes a las del vecino ParPall6, e x c ~ p t o en la qarencia de muestras de. arte mobiliar. Pero m& importante todavia para el problema d6 la difusion del Solutrenoe
levantino consideramos el h d o de que en el Replurc Viuer.de
Seriñá (fig. S."), haya aparecido también industria solutrease Y
Mg. 2 . m n t a s solntrensm del @Bectau Vivem @erSñs)
en ella una punta de pedúnculo y aletas indudablemente llegada de Gandía. Con ello teaenios la esperanza de que algíin día
e! enigmiáticb tipo aparezca en estaciones d e más allá de los
Plirineos y j quién saba si no se ha encontrado alguna vez y ha
sido arrinconada por suponérsela elem.ento neolítico extraviado en la excavalción 'J en el.laboratario ! La riqueza del Solutrense en Seriñá se confirma por el hallazgo de algunas excelentes piezas en la Cova deis Enca~ztats. Van superando,
pues, las estaciones solutrenses en todo el Levante español, en
número y calidad, a /as del Magdalgniense.
En cuanto al problema del origen deil Solutrense, este inesperado auge d d Solutrense iespañol, hace tambalear la pretendida cuna húnga~ade esta cultura. Además se ha. producido
otrc hecho. Al abrirse de nuevo a la mirada olccidental la labor
de los arqueólogm riisos, realmente muy notable aunque algo
oscurecida por sus prejuicios de no querer admitir influencla~
S
[page-n-20]
18
extrañas a lo largo de su Prehistoria, se ha confirmado que las
industrias solutrenses no alcanzan más allá del centro de Rusia
y de una forma esporádica (una punta soliitrense de Kastienki).
;.: N o es posible suponer que una industria nacida en Hungría se
detenga en los llanos rusos mientras florece-abundaniemente
;:r en España. Queda, pues, el camino africano. Hay' en algunos
i3
7 autores cierta resistencia a hacer venir de Africa nuestro Soiutrense. Por mi parte, estoy decidido a admitir taf procedenlcia
a base del Esbaikiepse, que no es sino un aspecto det Ateriense
$ que posee asimismo la punta pedunculada y cupd dionologia
se aviene bastante con el mo\mento en que el Sulritrense aparece en España, y de las restantes industrias de t6cnica solutroide hasta la sudafricana de Still Bay. E n . mis bontactos y
discusiones con los investigadmes inglebes que conocbií bien
el. Africa, he comprobado que la hipóteis. ' deil' oAg& africano
da1 Solutrense europeo está ganando partiaarios. No seria Jusr to,'sin embargo, desconocer que por ahor? no hay mBs remedio que admlitilr que el Levante tuvo también sus iniciativas
' '
y que a nuestros remotos antepasados hay que atributrles 'la
! ' paternidad de curioso8 tipos. .Teneimw aquí un foco secunda- .
rio del Solutrknse por lo menos..
La densidad y espesor de los niveles solutrensos del Parpalló
en relación con los magdalenien'ses, noa obliga también a disentir de los cálculos leronológicos de Zeuner reflejados en -su
obra publicada este mismo año. Los mil años de duración del
Soilutrense mmparados .con los (cincuenta mil para el Magda.
leniensé nos parecen inaceptables, Adoptando esta última cifra
hay que dar bastantes miles a los solutrenses, aunque tales mil q i o s se superpongan en parte a los que requirieron las &estantes culturas del Palklítico superior.
Para el Magdaleniense qo tenemos otros datos nuevos que
nuestros propios hallazgos y los de nuestro compañero de-trabajo el Sr. Corom.inas, en Seriiíá, en una región que, o mucho
nos engañamos o ha de dar todavía cosas insospechadas. Pero
este dato negativo tiene su valor. Se -evidencia el carácter n&rdice de 1'0s magdalenienses y el fenómeno del Parpalló queda
como una intrusión excepcianal, una colonia en país leijano,
rodeada probablemente de gentes muy distintas, lo' que explicaría la evolución; que suponemos contemporánea, del arte de
los cazadores de la zona interior, montañosa. Nuestros hallazgos en Cataluña se hao remontado al Magdaleniense IV, pre-'
cisamente el momento en que ante la presión de otros pueblos
y la acentuación del cambio climático, sensible ya en estas latitudes, se decidía aquel grupo gandiense a abandonar la cueva
[page-n-21]
es da año8 y emigraSuponiendo que esos emigrantes fueran los habitantes de
las cuevas de SeriEá, hemios buscado con af&nm &tQs fos v a tigias de su arte. Y con mi eptrañable colaborador del Parpa116, Salvado-r Espí, hemos Iaaado centenafa de lowtas en Seriiiá. Trabajo perdido. Alguna rara línea grabada, acaso un
nicw fruto8 de nuesMagror ateinoihn qua a todos los problemas que acabamos de
enumerax.se ha venido grestanda estos'años a lo que B refiere
e
a! microlitismo y al Capsiense. Por una parte. la reaccién anticapsiense se vi6 acompaiíada por las teorías de Schwantq
,
.l.
y otros *wra
lm que e1 rnierolitisrn es un £aÓmno europeo.
Esto pareció confirmarse .con el creciente halla~go~de
mioroli, tm en las estaciones clásicas del centro de Francia. Ocurrió
.
O
'
[page-n-22]
t+.t&'l a ' fajii ~irh.tábio-~frknaka.
~ce~t~nd¿i.'~b$>.
gibdkq2'J@
Cas~iqnsevuelve a sdquirir antigüedad. Edtb ;$~ritd"&! í 1 1 ,ASG
' ir O
'
lo v e m l hoy aceptado poi nuúchqq i n i e ~ t i g 4 l . ? < , 1 .
k,$?!ayecq,
8
,
pues, superado el &sijdl'*)d
'i&i&l.'bpekeo fa ' itif&í&d'd'l
de,
aqiiel!a culNra balllaG+btthtl&d'd'iU kigbajoi dél'taufr@' IJiidcipalaente. Ufi c r o p d o & j i lw:
+q6Ubqt+dq' cbmb ' dr,4a de keconoder bi'f.' '
' 0 '
'.
,: ; " ' . , : S * 1 , )
lol
3
I'''
,w$r
[page-n-23]
Es irniposible aislar este microlitlsrno del que nos ofrececon
clara estafigrafía la Cueva de la Cocina. Acabamos de publicar
un trabajo sobre epta cueva y sus niveles y q o es cosa d e repetir
nuesüros argumentos. Queremos tan sólo hacer resaltar nuese
tra. hipótesis d e .que el microlitismo del Mesolitico no puede
derivar por evolución interna, del micro'litis.mo del Solutrense
y Magdaleqiense de nuestras comiarcas. Se trata de dos o.leadas
distintas, con algunos ebmentos básicos comunes : alas miicroburiles. Trapecios y triángulos con pedúnculo de la Cueva de
la Cocina, nada tienen que ver directamente con exalenos y
pequeñas hojitas y puntas minúeculas de dorso rebajado. Sólo
cuando tengamos bien ordenados los. fenómenos mkralíticos
norteafricanos podremos ver claro en a t o s problemas que los
microlitos nos plantean en Levante y aún en t o d ~
Occidente.
D~taquernos
también que d paralelo con Romanelli tiene
el enorme intmhs de ser esta cueva italiana un magnífico documento cronoló$co. Su excavador el Barón Blanc, ha podido establecer unos paralelos entre los niveles arqueo.lbgico~
y
los movimiestos costeros, que con el estudio de la fauna constituyen las aportaciones más moderrias a la cronología y climatología del Paleolítico superior.
¿Y qué diremos del siempre! candente-problema del arte
rupeistre levantino? Los últimos hallazgos de abrigos con,píní
turas e industria realizados en la provincia de Teruel p ~ r - A l magro, sus observaciones en el clásico abrigo del-Cogul, refyerzar? la tesis de la pdad'postpaleolítica, y hasta neolítica si pen-S
samos en el descubrimiento de cerámica en los abrigos del
Matarraña realizados hace pocas semanas por nuestro ditqípulo Joaquín Tomás. Pero una V i r g g románica d e uno de nuesX
a
tros santuarios no ha de datarse en el siglo X porque e ag$t
exista un altavoz. Y nosotros seguiremos creyendo que el te
levantino no puede .explicarse sino como derivación de. ,4 qcuela natur~listadel Norte que brilló en el ParpallQ. D 4 4 a , r h
larga duración que hoy se señala al Magdaleniense podemos
pensar que el Parpalló fué abandonado por lo menos hace
15.000 años; Hace cinco o seis mil que empmaría el Nemlítico
en nuestro Levante. Queda tiempo sobrado para una larga
evolución hacia el estilo pro-pio de nuestras pinturas levantinas. Tarea ingente la de estableicer grupos estilístjcos en tales
pinturas y en documentar con repetidas mcavaciones la nueva
cronología.
En nuestro contacto con los investigadores extranjeros hemos observado la aceptación por parte de bastantes d e ellos
de la cro~ología,
rebajada, del arte rupestre levantino; Pero al
[page-n-24]
:ibate Breuik le hemos oído públicamtente y con energia, aerender su vieja posición y esta opinión del sabio mamtro la'hemos
visto todavr'a compartida, no sabemos si por la influencia de
su gran prestigio, por otros investigadores, algunsr, tan conocedore8 de nuestro arte como el Prof. Burkitt. E8pe1xm~k
aha
ra la publicación de sus renovadas razones, su reacci6n ante las
afirmaciones de lo$ arque6logos españoles que creo no se
harán aperar. Por ahora no vemos nada que nos obiijgue rr rectificar nuestra posición i n t e i r d i a , que queda detallada en
varios de nuestros trabajos.
E n r ~ l i d a dno hemos hecho sino empezar a 'trabaiar !en
Levante. Nuestro Servicio, cuyo camino parece vergaei fin
plor
despejado gracias a la buena voluntad de la Diputaci6n Provincial de Valencia, cuyo mérito en =te punto feconocen todos
los sabios europeos enterados de la inarcha de fa Plrehibtoria
española, y a la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, tiene ante (sí tareas. promietedoras. En prirriler lugar explorar este nuevo yacimiento solutrense .de las
Il/lallaete;s,teminar 'la excavación de la Czceva de la Cocina CUyas placas grabadas constituyen una apasionante novedad, sin
paralelo por cierto en al arte rupestre contamp01ráneo (tanto
que se apuntan los paleolitistas) y seguir explorando estas sierras'de la zona Sur de Valencia y Norte de Alicante que acaso
contienen la clave de muchas de nuestras preocupaciones.
Y para terminar só!o deseo lanzar una vez M ~ la. peticiijn
S
de auxilio a nuestros compañeros biólogos, geólogos y paleont8logos. Estamos quedando atrasados en métodos de investigación del pasado. Cuando leemos los trabajos geocyonológicos
de estos últimos años nos produce gran pena que nos hallemos
desprovistos de ellos. Esperemos que esta colaboración no nos
faltará en un futuro inmediato y que gracias a ella podremos
ciar una fwha, en años, al Solutrense del Parpalló o al Mesofític0 de la Cocina.
m
[page-n-25]
NEO-ENEO LITICO VALENCIANO
LA
CCOVA
NEGRA» DE MARCHUQUERA (GAND~A)
Debo a la inagotable amabilidad de mi director dé1 S. 1. Y.
la publicación do otra nota -aunque relacionada, p w su origen informativo, con una publicada anteriormente (1)- de su
nutrido archivo particular, a la cual conservo el título que ¡levaba la papeleta correspondiente.
E n el término de Gandía, partida de Marchuquera, en un
saliente que forma aquél en el de Palma, y g n una ~ e r i e esde
carpes que mirando 3 dicho término de Palma coronan a t r e
chos la vertiente de la montaña, que tiene, al N., la aCova de
J Maravelles~,so abre una amplia cueva, que por lo negusa
co da su bóveda y paredes, tal vez ahumadas, se denomina
aCuewa Negrap.
Según parece, 'e1 laborioso Vilanova y Piera no la visitó en
su estudio de las cuevas cercanas.
E n 1907 (21, al Padre Wariano Juan, S. J., exploró esta
cueva y, abreviando sus palabras a las de intierb arquealógico,
dice :
a,.. nos dirigimos por una garganta que separa las sierras de
la aCreueta'de1 T a o n s a a una famosa cueva...,
apenetremos, recorramos ~ U recint0s.y d-rtameatos
O
ha$ta lograr salir por el agujero abierto en el otro sxtremo. Mide
la altura del arco de entrada como 6 metrm, y 8 metras.de anu
chura, de largo tiene 6 ó 5 mi., por 20 de ancho, coa una altura
por termino medio de unos 10 metros. Es muy capaz, y tiene
como a la mitad otro arco bastante bien pronunciadtz, que
'
(1) M V i d a l g ~ u E l s ~ c a L e ~ . I & r ~ v o C a e ~ ~ n .
tina. Tomo ii P g . 350, 351.-Vabnch, J945.
ás
(2)
Juan (R. 1.Wazhno). d t ~ i o ~ c 2 o n wqumlbg;W en e Cerro
P
es
l
deis Bancdeb y e l Ixlva-N-.
m a
Bol 84 Amg. roienciag N&, T,VI,
02
PQs. 19@-11S.-Zaqma, 1907,
. ,
[page-n-26]
apoya por el extremo que mira al SO. en una gruesa columna
d e 1'5 m. de altura.»
aEI sitio señalado ya de antemano, y que conocía&cs por la
aparición de restos de cerámica y huesos, fu6 un rincón del
fondo da la izquierda de la entrada. Aquella tierra, estaba
mezclada con restos dó mrb6n vegatal y c e 6 -a, y ;como a medio metro aplaracib una kapa de- 6 cm. d~ espz r . . . ~
3
o
aI.os objetos hallados fueron los siguientes : 2 p~nqo-nes
de
hydp;, 4 p u 6
hueso, .S odts o haclialr d e piedra, 2 colmilbp $41
tas de flecha d e pedernal, un alisador de hueso, 2 cuernos de
ciervo, 2 colmillos de jabdí, 3 sierras de pedernal, 40 cuch:hill~s
y lanzas de pedernal, mandíbulas de jabalí, hueaus hupa. , ,,
nos, et&»
dLos punzones tienen d e 4 a 5 cm,.de largo, J. :S& d&cubrezen '
alguno d e ellos que debería estar sujota' a algún mango a ,varilla, tal vez can algún betún fortísimo qde solían ein~lear. e Ds
cubrióse adeniás una ruedecita de piedra pnlimen$da de 'uncs
3 cm. de diámetro y 8 m.m. de espesor, coa un agujero en el
centro de 10 mm. &te agujero, gastado notablemente por una
de las caras, indica que serviría para usos ordinarios, como medida do pesar, IJna iirnina muy diminuta de cobre & ha119 tamizando la tierra, sin forma determinada y de unos. E &ilímetros de largo por 10 mm. de ancho y de un mrn~ espeda
sor..?
«Los dos ,cefts o hachas son bastante distintas en la forma
y en la composición, porque la menor as de diorita y l a otra
d a pieclra granitífwiíi rnuy fina y resistente. Sus dimemsisnes
son de 7 y 11 cm. de longitud por 4 5 y 7 cm. de anchura, reepectivamente. La más pequeña es la más regular y perfactd,'
y comerva su corte afilado: A@a~geió
tamb4én o t r o . f m g m ~ t o
de hacha de piedra dura m i i d Inegra que las rdefidae y de wperada labor. A medio metro de prdundikdad y confbnbiciuoti++ revueltos con piedras y huems, dhetibrimos &S d~chü~aiic
d
hueso pulirns>~tado(l), uno de $5 e u 'de lhigo=&~ qrr(r.de
@.
ancho, y el otro d5vidido en d~s;'lqo~ciofles.
aEl alisador, aunque bruatdlo pbi u h ' e x b ~ ,
l~mee
rnri)i
tosco y primitivo por la partebquéJ
hMlík
v&d$, '$6 :nhanga,
pues se ve el hueso sir1 ningún género de trabajos; tiene 14'5
centímetros de alto por 22 mm. de ancho.»
;
crS6Eo hueeos aieladoa del eumpo humamr..a
aEn punto a pedernales es rica la aC&a Negraii, sobre todo
+
f
<
I
'
.
Supcmemos que se pueda tnrtar de dos eepcS,tuW~ hueso.
de
(1)
..
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-1
[page-n-27]
2
5
?
'
por los cuchillos tallados. Las puntas de flecha Bon muy sencia
Ilas, teniendo 'la mayor una altura de 4 cm.,.;o
a,.. Sólo tres sierras pudimo~
recoger dentadas por entrambos lados y &e forma igual a la de ririchillor. De éstos hay uno
que mide 72 mm., otro 60 y otro 55, con una anchura de 13,
18 y el mayor 21 m.. (1).
.B
El Padre Leandro Calvo, de las Escuelas Plsc da Gandia.
acompa5ado de su alumno predilmo D. Isidro Balleeter, visit6 esta cueva en 1913, y de sus 1ibret.a~ anotaciones sacamos
de
las siguientes notas :
por al aluvi0n.
está en teerano cretácico, rellepa en
Na:sos.-Abundan
de todas da3es, incluso humanos. .
Ce3~6miea.--Fragrnentos de cacharros a mano, de ton- oscuros y barro amasado con mezcla de material blanco.^ Se 'encon
restos ceriimicos que llarnaba nromnosa
y eran ibdricos,
Conservo como uno de mis gratos recuerdos estudiantiles,
el d e una érxcursibn de fin de curso 1931132, en que la Cátedra ,
de Pzehistoria, rlesempesada por D. Luis Pericot, hiab una
visita a diversas cuevzviis de Gandía; entre ellas a la que nos ,
ocupa, donde el capataz regtaurador del S. 1. P., D. Salvador &pí, hizo unas catas que sólo dieron hueso8 y silex sin interés,
habiendo observado detalles de hundimiento de parto de la
cueva,
~eseand~
estudiar personalmente tos psteriilm recogidos
por el P. Juan y que se conservaban e n d Colegio del Santo
Duque, 'de Gandia, ron intención de dar a estas linms alguna
información gráfica, se nocr comfunic6 que dichos materiales .
habían d~apar,wida periodo rojo.
en
Untcatálogo e~peleológico su más amplio sentido (bio!Oen
gico, cavernícolat prehistórico. folklórico, histórico, eb..), mphando .y completando los de Puig y Larraz (21, +dendo
todo8 los episodios de excavación ocurridos en cada ,aova,
serian del mayor interés, no ~ ó l o
desde .el punto de ,viata culta -.
ral, sino desde ai econóqica, evitando en el porvenir posiMm
dupílcados de ercavaciún.
>
-
MANUEL VIDAL Y I#PEZ
r
(1) Nos permitimm reproducir las palabra6 del W e Juan por haberse publicado en revista, poco vulgaz y agotada; Micil de consultar.
Puig y La,rra.z. aCavernw y simas de Elqmlía)). Bol. Com. Mapa
(2)
Geol. Ebpeúía,. .2.a serie. T. 1 (1894!. P&. 1-392..ddrid., 1896. T. XXS.
Idem, ~
Anales. Soc. Esp*
ñola H &
. Nta. T XXV y XXVI. Págs.255, 329 y 5-18.-189647.
.
4
[page-n-28]
[page-n-29]
EL ~SERCATB DE GAYANES (ALICANTE)
Por el año 1913 le fué ofrecida en venta a D. Isidro Ballester
Tormo, una pequeria colección de objetos prehistóricos que
. dijeron ser ~rocedentes
del lugar llamado aSed.ckt~,wwano
'- a Gayanes, pueblo del N. de la provincia de Alicante.
D ~ p e r t a d a curiosidad por tal hecho, realizó una visita
su
91 sitio del descubrimiento, acompañado por 'Juan Bautista
.- Pastor, natural de Gayanes. De las notas que se tomaron en
esta exploración, de lo dicho por algunos prehistoriadores que
,la citaran y del material que conocemos, 'nos hemos valido
para redactar la presente comunicación.
La agreste sierra de.Benicadd1, que separa las provincias
de Valencia y Alicante, tiene en sus estribaciones meridianales
* multitud Tla entrantes y salientes rocosos que forman un inttiricado sistema de vaguadas y espolones'. En unot de &tos,
gito en término munici'pal de Gayana y a una media hora de
,:cam6no de tal pueblo, y alzándose a mitad de la ladera de la
~ierra,se halla el despoblado del rSercat~.No as éste el Único
eionocido, pues cerca de él se! ha descubierto otro semejante:
arranch de Mitja.Vidaa, también en término de Ga'
#
,
'
alla, pues, el despablado d d .aSercatla, m ulio de los
abl'ers espolana antedichos, Cuyas condiciones o~ogrilssn ideales para el m&plasrrmlimtode un eamr4~1farti&ti~
Rodeado de grandes eschrpes por &as partes, d # t o
n que se une el espolón ru ala ladera de la d l s $ a i . da
tdr k
eel m
de f k i l paaa hoy eni día, pero que a&
accesibilidad en la antigtiedad, m a w b a t a
a (Ver tig. 1."). Aún hay se nata :la existemia de
elas que cortan tiamvmalmente 4' l d w tf tia mte~
d
sea la más cercana a la ladera,
una amplia -cortadtri que aún quedan a~lgpnoepedruscw agudas 1%
i
@tepoca distancia de la prim!era, pra6pea ;wi@$$ d i a s
d a la
erísticas y aisli $1 reqate del espolón
ra. Fgcil es deducir que tales aaajao c o o s t T h a ~ dobla
.un
..w
[page-n-30]
foso defensivo, para obstaculizar el paso al despoblado. Pegado al borde interior del segundo foso, se veía una gran niota de aspecto tumuloide que m.ostraba, en la parta r a y e a t e a
aqubl, algunas hiladas de piedras superpuestas, indudablemente restos de muro. Esta masa de tierra y piedras, que alguna
vez se ha descrito como túmulo (l),no era miis que una construcción da d e h i ,que pop el peso del tlp
ery?ión"..
i
habh veriido ahormar l o que, e
.
doble fom @gt&tia, construc
bns
forzar lo^ &tka.lw, artifiaid.les dic
hlados de la 4pa~sdel nuestro, ~umdo?la
;
nctumlwri )no;l i J.
proporcionaba mejoresi dafens'as. .kaf ;vama>scomo d a l - ~ f & & - i ~ ! l
1
[page-n-31]
[page-n-32]
cabe presumir sea falsa la 'noticia que no ha podiqo cpfr*rar nadie.
I, 1
E material halladti no se conoce,en su tetalidad. . [,@iqresL
ta piedp agruparse en tres lotes : el de D. Fqrw~.
p
ilustre 'ntor alcoyano; el,guardado
la coieq@ó$,de
14;~
dro ~ a ~ s t e aqugl , d q u e nos diera notidgs.
q
~
P ryeqys
directamente
Ca~qiI Visedo Moltó.
..r.
En la co~eccihn(lp Férnanda Cabret;)? dkpápaciacid'il.jli
r
rante el período rqio,, se guardaban dos h@qs aqIi$icag
mediano tamaño y ~ w a s a
pulido.
. ,
,.*, ~ $ 1 ; En la de D. kidro Ballester, s e cgnsT$ , lis,,q ~ q t p
obj,etos (lámi I, A),: Cinco vasitos de qxPnw L~q,q%qR~+
t a , haha a mano, con perfiles que : van ,dJ.i
.:$ffqpcp
abiertp, hal. el
casquete y casf &eqidal,;;eqtfe,Fp) ~~idqs
uno sole, d mayor mi forma de c~qqefe, t i ~ qq . q ~ u # ~
,
q
muñón muy cerca dei borde ; de, piedra,rneaballaran pp Fan,vw
toe.d e o meno&
rodados, entrelos cuales .son digaos :, e ~ e p 'ción uno. en f ~ m de disco, spre mvestra en,amb* p e a p 8sa
ñata widentea de haberse emplead@ como .per&qtor,, x ; ~ t r q ,
de aspecto cúbico irregular con las aristas redondendap ,xIl.,qrip
tambi6n presenta saiiales de-haber tenida el mismq ysp;gqel
anterior ; también hay una moledera activa, de,.p,i&rp i-ajiqa
muy cuarteada, de zspecto semitasf+icg y de unos 14 cq. de
diám@ro; una bella tacha de fibrolita 'bien p,ulid$,y iiiujr. dy,gastada por una de EUS caras como si se hubiera $sábq en 1 ~ gar $e moledera (lánt. 1, B); un fragmento de cgnc,ba de p i ten,. y uqa peijueña cu@q de collar de cobre en fo-rmb'da dis-
f
6.
. I
&.
,t
,
l9
1
'
d
[page-n-33]
[page-n-34]
descansabanl sobre dlas de; cerámica ~rehist6rica,
.que fuerod
destruídais wr los labradores que las encontraroiq , (1).
~ a m b i é ñ Sr. Almarche (2) citó este enterrarniendo reiteel
rando la opinión de ser artificial, que tomara de Vicedo, y haciendo ascender 106 hallazgas no sólo a un canutillo de oro,
sino también. a varios dijes diminutos, los que formarían un delicado collar.
Hasta aquí lo qwese ha dicho de tal sepultura. Veamos aRora de lo que se tratabe en realidad. E n el fondo de-una barranquera brava, estrecha y profunda qua limita .el crSurcat~por
Poniente, había u$namontonamiento de bloques, cuya superposiciónn que pgtwicí incidental a1,Sr. Ballester y no realizada
por la mano del hombre como se hibia venido. diciendo, había
dejado en su interior un hueco, especie de cámara, de muy
esc&as dimm~iones.Parece ser que al sacar la tierra que lo
rellenaba a r a acollar . los o1ivos de los campos inmediatos: se
pqcoatraron alguna huesos humanos (no podían ser doa -queletos ea posición horizontal porque no cabían), cráneos inc!usive, y dos cuentas de collar de oro, be las conocidas por rolivas,. Nada se dijo en un principio de si habían encontrado
cerámica.
Las o'livas, que originariamente vienen a ser como peque.
úos tanales, se astiraban en el presente caso hasta adoptar una
forma casi cilíndrica. Tenían la superficie lisa, aunque algo
vicada. Estas noticias las obtuvo el Sr. Ballester, de D. Justo
Pérez, natural de Gayanes y vecino de Palomar, quien acom- .
pañó al labriego que encontrara las cuentas, a venderlas a lipa
joyería de-Valencia. Según este Sr. Pérez, eran dos las alivq,
una mayor, tenía uncq 8 c m . de longitud, pesó al ser vendida
23 ada1rm.q y medio (un- 42 gramos), y ,la otra, mucho más
ptqneñia, ~610pesó t r q adarmes y medio (6'265 gramos poco
mis
,
o mmos).
La pequdiez de l1a&&dad a que noe reherimos que hacía
imipcsible el enterramiento de tantqs ltsckyelstos camo ee dijo,
y .sup r a ~ i s
naturaleza que BQ, palia qvitar que las aguas.de
la torrentera entrasen en ella, ya que estaba situada en lo más
hondo del barranco y eq su centro, sin bóveda.da caliza compacta, hace pemqr. qe iel labriego cazurro enga56 a las geritee,
y entre éstas a dan emigio Vicedo y a tantos o t r ~ ,que luego
s
han citado este enterramiento.
'k
(1)
Ver Rani$io l V i ~ & o &i$bria de .Alcoy». T T.-WMéon: l?igue:'
.
O g , Cienera1 del Reino de
ras P a ~ o c o
@Provinciade JLiicanb», en h
Vabnciai, en m a&.") +v.
Abmroñe: O . cit. p. 117.
b
(2)
.
[page-n-35]
[page-n-36]
armas había sido relegado ya al desuso, lo que supondrfa su
suwtitiición por otras miás &caces, las de! cobre, y que ya nos
collacaría alrededor del Eneolitico pleno. Esto, no obstante la
existencia del vaso de forma extraña que nos dijera D. Camilo
Vieedo poseía el Sr. Seaient, y que tiene semejanzas, c o m se
dij'o ani.eiriormeate, con piezas de wtaciones plenamente afgáricas' (Fuente Alamio); aunque también en Vhlez Blanco
encuentra tal tipo en épocas todavía bastante alejadas del
Argar.
Esto es todo !lo que nos queda, que sepamos, de este poblado que existió en la falda de Benicadall, en tan remoto período .de la antehi~toria.
HNRIQUE PLA BALLESTER
[page-n-37]
,
NES ARQUEOLOGICAS EN
BEGIS
(CASTELLON)
burante mi estancia en Begis, he recorrido parte de esta
marica recogiendo cuantos datos de carácter prehistórico cnntraba o me comunicaban los naturales del país, datos que
forma de fichas, quedaban archivados en espera de ocasión
orable para un estudio m:ás detenido. De ellas, unas se r e
a s i m ~ l e shallazgos esporádicos, otras a lugares en íos
cultivo ha destruído todo posible yacimiento, y otras,
más interesantes, a puntos en los que la excavación es
erar que sea fructífera. Solamente de los datos mds desS damos noticia en la presente comunicación.
11
se halla ea una comarca montañosa entre Valencia
estse r~gio~ies.
Aún hay
alli pasan todos 10s"-@nadas trashumanteg que, por
a ~yi.tieimas ja'lonaiias por r a t o s prehistóricos, se
r
dp una a otra región. u h a de estad. veredas conserya
bre de crcamino rlmiano de Liria~.Las etrib~zciona
de
, siendo el pago natural de
.-*<
1
1
<,l'?i
[page-n-38]
[page-n-39]
37
de nuestros historiadores regnícolas () En su parte
1.
elevada se encuentran restos de un castillo derruido ,du~ R t las guerras carlistas del siglo pasad^; tna sdrido divere
m$ r.econstrucciones a trav6s dei tiempo y tiene un origen preranano ; habiéndose encontrado entre sus e s c o d r o a cerámia,ibérica y romana y monedas de bronce, entre ellas una del
&as
d 1
S
losas planas, según manifestalud aún pueden verse el hueco
tura cortada en sentido longi-
comunicacibn verbal del Sec-io
d d Ayuntamiento de
[page-n-40]
tiadimil, a p r w i á n d c r igualmente la existencia de muros. E n
cualquier lugar del inisnio hay pequefíos fragmentos de c e
rjmica ibero-romana, En ua campo contiguo misten r a t o s
de una edificación y por todos los-alrededores son frecuentes
los restos d e cerámica, entre ellos hemos rmogido una contera de ánfora ibérica y un trozo de sigillatu con adorno d e
óvulos alargados. Egto nos hace s.uponer que los 'enterrad
müientos sean de la misma época.
Sigiiiendo lamargen del río aguas arriba y separado de la
anterior ,zona por el camino d e 1 ~ Cuevas, hay un okiveral
~s
en cuya8 paredes de contención d e tierras d e l a distintas psrcelas se :ven -rimehas piedras labradas, algunas dó gran taiaaño, que indican la aistencia de una edificación d e cierta importaiicia. .A esta partida se la denomina ~ U l i v e r ad~ la Igiels
sim, p r areeg la $ a t e que allí existid un templa antigiio. (1).
c) En distintos dugareg he visto las imcripciones romanas que detalla a continuación, de 12s eualm algunas ya eran
conocidas ffiga. 2 a 7 y lám. 11).
I) Pequeiño fragmento que pertenegió a una losa dacw
bierta al ensanchar el camino de las Cuevas, la cual fu6 h e h a
a pedazo$ intencionadamente para utilizarlos e n las paredes
que limitan 1 campos, donde atín se hallan, pero s n deirir
i
a la vista ninguna iriscripción. (Fig. 2).
11) Fragmento empotrada en la pared de un resto de
edificación en la zona de enterrarnientos. (Fig. 3 y lám. II, C ) .
111) Lápida funeraria a la que le falta la parte su&or,
quedando la inscripci5n correspondiente a un varón (fig. 4).
Según su propietario el médico de Begís D. Eladio Capilla,
que la conserva en. su poder, esta lápida procede del castillo.
Su lectura es la siguiente :
...Cayo
Viccio Barcata, d e 70 .años, aquí yacen
IVY Lgpida situada en el umbral de una casa del pueblo,
muy borrada, percibiéndose una cAs y otroe d6bile~trazw
sin posible lectura.
r
Egtos fragmentos no los hemos v i s t ~citados en la bibliografía arquedógica. :
V) Lápida que contiene la doble inscripción de un hom7
-
T e r s mtich de que ea 1 se s?a&WQis éxwv8efm en
mmu
que diimm por irtiiwlitaa bdhr va&@ nLinaeri, que
3
C
a . % a ,v
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&m
suen
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s,
por txm~iún, o
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~ e ~ 4 p t r a m d d q no podido m,
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(1)
de taks e~~eamiaes, mgrcnmnta dwbimm lefectuwm erl @e lupro
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[page-n-41]
;2;:g?g
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N
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$?
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39
1:
bre y una mujer (fig. 6 y lám. 11, A), cuya lectura es la siI guiente :
t
Conelia Plácida, de 30 años, aquí yace.
Cayo Viccio Vrbano, de 50 años, aquí yace.
VI) Otra lgpida con fa inscripcian masculina y femeni~
na completa (fig. 5 y lám. 11, B), de la que d a m la siguiente
lectura :
Fig, 2
.
.
Fig. 3.8
C R I\E LiA
O
L.F.PROBA
A NaLXH-5.E
'ANTON IVS
"1
"
ARCAT LS NMX
Fig. 4.8
LFRLASt NVS
A N.LWaH-S
E.
Fig. ,5.'
CORNLIAPL
AC I DANXXX
H. 8 . E .
CMCCIVSVR
BAIVS-A-L
H. S
€ 9
Fig. 6.8
Fig. 78
.
[page-n-42]
Gorñslio P d a , . hija de Lucio, de 60 dios, aqui yace.
Lucio Antonio Blastino, hijo de Lucio, de 75 añol~,aquí;qaca;>
VII) Fragmento de otra, con la i l r i p c i t $ ~ .
incompleta
(fin. 7 Y lám. 11, DI,
Las-lápidas &élad+a coa los náuPnexos V al. VII proceden
del Crrrito del Alcaydón, donde existió un caseríot,hristo hace ,pocos años, h$y totalmente destruido, disfaptq upqs .,quiriientos metros de la zona de .enterrarnientos ant& in'erkicimíada. Actualmente las lápidas se hallan empotradas en la pared
de una serrería a pie del mencionado wrrito: Estas lápidas
F
fuaron conobidas de muy antiguo; haWiéndose jxupad6 de
ellas diversos,autoi m, si bien muchos de dloa Iae trrinscribis
ron can e r r o ~ q . &, las vernos erstudi
'por Diago (RAnales del Reino $e Va!ttnciar>, Libro 111,
93) ; por Ponz, el
ilustre hijo de &gis (aViajee por Españb, T, IV, C. ,VII,
página 371, Madrid 1947) ; por el Príncipe Pío (dnscripc'iones
y antigüedades del Reino de Valencia~,figb. 41, 42 y 43, en
Memoria de la Real Academia de la Historia, tomo VIII);
por Masdeu (aHistoria Crítica de Espaiiar, tomo 19, página
548) ; por Ceani Berrniidez (aAntigüedades Romanas~,página
55); por H'übnar en el C. 1. L (val. 11, página 532, n u m o s
4.017, 4.018 y 4.019); por Sarthou Carrerm (((Geografía General del Reino de 17aEenciar>,volumen correspondiente a la
provincia de (lastellón, pág. 1.012).
Es interesante hacer constar que el fragmento 11 y el VII,
(figuras 3 y 7, lám. TI, C y D), según opinión de don Pío
Beltrán, pudieran ser de la misma lápida, completándose así
la inscripción *; comprobación que .no .hemos podido hacer directamente hkpta ahora y que, de resultar cierta, vendría a
confirmar la sospwha de que las lápidas del cerrito del Alcaydon pr~cederian.también dei la zona de enterramientos
a n t a mencionada. Es de señalar que todas las inscripciones
parecen referir~ep una misma famitlia; lo qge hace suponer
si la referida zona de c~nstruccion~s entenirahientm sería
y
'
una villa a g r k y ~ x r o m ~ a n a .
,
7
1
.
,
1
.
111
.
'
:
.
-
\
-
de
Masio del 'Codl;do. - Junto al kilbmtt&
la m r r e
tera de Canales a Viver, existe un psque* grupo de viviendas. Este lugar es el de separación de -1m-mtitates que han
de llevar sus aguas, por una parte al barranco de Pinsl que ,
desde Ma&a de los, Pérez eondúce al río Canales, y por otra.
gxTg;c:al barranco de Tai6n, pue luego de unirre r Wros, Losar y
b
S-
&
I
Ir
'
[page-n-43]
[page-n-44]
3) El Turco. - Al SE. del caserío, a poro más de cien'
wtros,
eleva un pequeno serrito Conocido con el nombre
de Puntal del Turco. Sugmdiciailments emoatr&mmuna punta de flecha y varios euchilliios, todo$ de silex blanco, p.1 parecer nmlítieos. En un campo de la fadera Sur s.e encmtra~
ron fragmentos de cer5imica ibérica sin decoración, y entre
e l l a una urna ead eompleta a la que le falta el borde (fig. 8)
[page-n-45]
[page-n-46]
Flg.
14-~eres,a.-@Alto del L&&&>$sitaa
Pedrizas del Cerro.-Situada
iMioos
a u . n m 200 metros de la Ma-
sia de los Pérez, forma una pequeña replaza como escalóii
entre S cumbre y el barranco de Pinel, defendido por fueaa
tes egcarpes, Una Jigera exploración p r o p o r c i ~ ~ nmaterial en
ó
todo semejante al dcl cercano cerro d e Peña de la Dueña, del
que no hacernos referencia psfi haberlo hecho en otro lugar
ÍctDos estaciones argáricas~ Anuario de Prehistoria Levanen
tina, vol. 11). Ceirámica lisa, basta, espatulada, hecha a mano;
otra de cordones en relieve, p m u t o r m i grueom cantos con
señales de fuego, iibundantes canizas y un mfolino naviforme., Tenemos noticia d e haberse hallado en el mismo lugar
un punzón de bronce. E l yacimiento se encuentra deshecho en
parte por haberse construído en . él, . re~ientemente,- nido
un
d e ametralladoras. Sería interesante su ~ c a v a c i ó npor sil semejanzd con el d e Peña d e la Dueña mendtinado.
:C,ueva M ~ r d d ~ a g s t . Situada en ~ i fthm'ino d e Sacañet, a ia izquierda .de la carretera que conduce a Begís, e n
una ladera ofientada al S., a la vista d e las casas del pueblo.
L,,a entrada está cad obstruida por el despezidimiento de
grandas rocas. Consta d e dos cámaras : la exterior ha quedado dividida en dos secciones a distinto nivel. E n esta zona
hicimos en 1945 una pequeña cata junto a la boca de entrada,
donde hallamos, envuelto en granda masas de cenizas, numerosas astis de ciervo con rnueocas artiifiiciales, gíídei tdscos, pequeños fragmentos d e cerámica y huesos ooa seiíales de iiso.
La cámara interior, a la que hay que des-&
apoyindo~e
en los salientes de las rocas, d e paredes ,e$talagmíticas y suelo
-
r
[page-n-47]
- La noticia que da C'hab-ret wfiala po~ibilidadde una vía romana que, partiendo de Saremontaba la corriente del Palancia, dirigigndose a Teenlazar con la que iba de Chinchilla a Zaragoza, uni'tradición que! conserva el nombre de camino romano
a a una antigua vereda de ganado, nos mwier~n'
a
fuentes sobre eP tema, así como 'realizar explbraciones
tido, Chabreit señala en un trabajo inédito, dkI que
un egtrado (1) cuatro vías romanas ,meundari;is.,
do a una de ellas vía de Aragbn, que pidiendo de
y pashdo, por JQri'ca y V i v a y Cumtab' da. Rabudo,
a Terud. Thte trazado coinade o 'e8 pcPrzilibfo al acla carretera general, paro no pasa p18r E i b coma ee
n el mapa pitxblicado en dicha obra.' Lai&iatendia de
secundaria ia vemos indicada en %aZlitrta 'de PmtiYrnconstitución de Miiller, 1916), así como en Cbrtés
Cumzrabs Romanos.
'
[page-n-48]
(Diccionario .,Geográfico.Hist6yi~a,
torno f. .&. 2)$4), :GQ l*
Historias de
de reciente publicaci6n. ,. ' ,: , ,. i ,
L s expbri~cionesdieron lugar a comptro~~r, Lsrbfepcia
e
,la
de algunos caminos angpedrados qua bien p ~ $ i p e i viaq.ror n a w de mmoq impo$ancia que unirían-nkleop de ip+;la;
ción poco iiupprwtm .a seni'irían de acceso,a la@,
&a i p p r tantes. (Véase 6s. 1).
a
vereda que comiemza en el kilómetro 13 antes de llegar a Maaias de los Pérez ; vuelve a veme, aunque no en tan buen estado de conservación, en el kilómetro 13-5 y pasa junto al
[page-n-49]
[page-n-50]
al tema atención alguna; y a d o , en cuanto se nfiete a dlgunos derapobkdm del Reino de Valmcia, vamos a dedicar este
pequeño trabijd.
v
i
,Essabido que la refeida cerámica arcaizante se caracteriza
por una aparente ~erdwaci6n tipos cerámicm tenido8 por
de!
r.
1
OOVALTA
1
)
'
.
(<,
!r:
La falta. de publicación íntegra del material del despoblado
de ~ C o v a l t s nos h a ohkigado ya varias veces a tener que alu~,
diile refiti&dolws a rus excavaciones. a alguna particularidad
o a mtgqielee 'necqarioa an cada caso ; y eBq
a ,hacer
una ven d s . Recordarem;os de este despoblado; (ClestruMo
por el cultivo y gituado sobre las ,crestas rocosas que coronan
de
la vertiente Sur @&!":P~etto Albaida), al- dk&i d e da.r, la
impresión de wi anhim$e y cronología, que aos ha ~pmpcw~
dionabo: flbulas de.WI&
resorte, otras db La T$ne 1 p 11.
ibéricas anulares ds diversas variantes; a r r i m w -en forma
s
de pálrneta de asa d 8tuEa suditáfica del siglo 111; f r a m e w
to de pilaca de cinturón q bronce 6 cobre delada de &'asa ;'
í
e
ceriirnica ibérica a h d m h , con orfiarwntacih pimtath geclí
métrica, alguna opa qlie pkrtXe rehuir el gmmt%tipinrd ac6ry
f
carse a lo floral, y parte de un plato, de loe llamados d:slrmi
[page-n-51]
S
en su m i d a ea un' estrata for &:
a yy$#
graia e-pe
qpq .cerraba por.
%O:
i bp
b!a
a nraterialtx.qi&s .#es& la cima y que debiá qncp
in
i
de forma seinmjante a cueneos o cazuelas, mt6n hechos
mo en barro g r i ~
zn$Ck.o, 5 m~adio~iufitm borde y paal
a a éste con una cinta csupielpuesta a ,la pared de miado
da,. con hoyitoa que
piracao d @ r sY
p ¡ u.
s+pq.
a
8.
n6
bjen reaiS.tado a r d o de , i a ~cwsl~~~em
bn &
tipos ambos muy u > y ~ í d ~ ..$t
en
.
e cor&
JT
catalanas - m
- *
:
:
3'.
P.*-Jfieyl*:.$&anpq
[page-n-52]
o rizbs muy correcfarn&tt trazados. Y añadamos 21 rewrbo
de .una. tapaderita dtt~'d/l)ijhdbbarra nd@-o, rematada '$n cuefy
nmillos, cmocida en d dbshoblado de San Miguel de Sorba.
(Véase lám.. 1.", iig. &). '
I '
De taleb tiestos, ,lb&
dci*£ajas
r&altadzis muestran.~&s: bien
propios 'de la culttiraJ ~ b Y 9 t i c a adelante llegahdo ' liaata las
en'
Las de cordones y cintas'lno resa!taarcaicas antes nombf*s';
das sino superpuddd~ii phred del vaso y d l o r a d a s a su v a
la
con imptesiónes & 'Ib.irii"sibnes, las enconti-dmm además de Ch
aLa Bastidab, . " ~ t i elas cerámicas arkiicak dei las tres?citada$
estacioned catalanas : la tqpadera 'con reniate en dueriibs y c
Y
i
e
rámica negra', tambi6tr vista. em poblad^ valencjanob ji en San.
Miguel d'e Sofba: El f t ' a b e n t o tan típico del' Grito 6i1 forma
d e sierra apar&e a b i d s h o ornando cuellos dé vasbs en San
Antonio de Cikceite y en l i citakia estadión hatalad. de. S+
Miiguel. Y llegamds al' tan singular tema de la 88ris d e 'impiesiones de-"vblutaso rizos fomiando friso, al -que ho halla.
mos paralelo siiicr en ornatas pr8ximbs menos eleg;fnt& y ya
eri cerámicas ib8ricas8pintadas, en las que sabido
d n e*traordinariamenta se prodiga el fizo. Qukde bien ' dmtag$cl.s
este h&ho ' al que no es ahora el rnorrdento de .sacad& conse. .
cuencias.
Nos bastará concluir este apartado relativo a aCovalta» de;
jando establkcida la indiscutible coincidmciai de sus tipos arcaicos c m ' los de 1% comarcas aragonesa y catalana 'rdkiidas :
y dejar bien sentada la diferenciación entre los @ ts ?allados
!o
$
en el .mencionado aluvi6n, y la ,negra y la con cord6n descubierta en el área del despoblado.
>
3
&te despoblado excavado por el S. 1. P. es, como hemos
dicho varias veces, un paralelo del de aCova1ta-n. Ello 110s
ahorra hacer una referencia a su m.ateria1 m cuanto aquí p r e
cisa. También en este deqmblado, excavado m buena parte,
y en el estrato' bráinario, casi siempre ein la tefcera ,capa (o
sea a profundidade8 de unos 60 cendmetros), encontrábanse,
algunas. veces, pequeños y medianos d s o s c a ~ miteras, algui
ocasionm g r a n d s tiestos perteiriecienttx
no negro, y en otra%.
al cuello d e vasijas de barro gris amhf8i~llento,
gris owuro o
rojizo, todoa micáceos y toscos, hechos a torna., Los pequeños y enterizos llevan entre el vientre y e cuello sendos c a
1
llares eti resalte, uno con espasas cortaduras y el otro can
-
l
'I,
[page-n-53]
[page-n-54]
SAN M]:UUE2"* LIRIA
DE
Tamtbibién en el deepoblado de San Miguel de Liria se han,
encontrado algún vaso y plequeñm fragmentos d e cmám.icas
bastas arcaicas, aunque en mucha mienar cantidad que en las
dos antecitadas estaciones valencianas. Y tendremos que reeordar ahora, para posibles paralelos que sé .Inieci;in establecer,
que en mta ciudad r'emota se hallan, entre. dbuadantes cerltmicas ibéricas pintadas con motivos geométricos, las de temas
florales, zwmorfm y antropomrfos, tonstituyendo escenab
de extraordinario valor etnográfico; otros vasos de barro de
los tipos per'tenecientes a la que se ha venido ll~mando,con
acierto dudoro, cultura ib6rica de la costa catalana; dos broches d e cinturón de bronce, uno de los rectangulares con a m
plliv gancho en zigzag 'nielado de ata y otro de los dos
ganchos y escotaduras laterales abiertas ; siendo poco abundantes los descubrimientos de cerámica campaniense de bubna
época y las ,.que parecen de imiitación; y *excepcionales, sin.
reiteración, no obstante la gran extensión excavada, unos pocos y menudos fragmentos d e «sigillata» suplerficialets, lucerna
de tipo griego de sobre el siglo 11, y un aislado cuello d e ánfora romana de las de baja época; todo ello evidentemente
rodado.
E n las excavaciones de la vieja ciudad, si $e han dmciibierto algunm tiestos prehistóricos que quedan fuera del terria
que nos ocupa, no hemos visto hasta ahora de loa'de carhctei
arcaico c o m tiras o c0rdon.s ornad.0~aplicados, ni con dmoracisnm incisao. EB~OB mrárnicos .han evolucionado ya
tipos
en San Migue!, dende sobreviven sirnplific6ndose, y su adorne
se limita a semiillos csrdonm lisosp,medianos o delgados, hp
ap1icado.s gina crdaaltados e n .el ledella del vaso, y otras
llevan unas corridas liiieas i n c i m ; v6anse algunm ejempil'qres
en Ia figura B d e la 'litenina VfIE.":'Tambi$n se hdn der~cubiatp
(como en el despoblado de'la Mo~ravanaqus llega a tiempos
romanos) dos vaoos, uno de 1 da barro hagto mcztre mioteado de blanco, sin decoración alguna, en forma de olla cbnio
en «La Rastida)) y con hqweño reborde, y ,otra de la mbma
pasta, cuerpo globular con menudo pie y cuello recto enrwa;
siido al que hay quo~
bwcar semejanzas lejanas.
Pero si no en las ruinas de la ciudad, sí en las d e una necrópolis inmediata a ella, hemos encontrado tiestos bien
,
[page-n-55]
. .
63.
dmbs'rawk
hklladoa en este resto de y t & p l i b l
en tener aquí d s pertinencia que
chffassl &poma
.-
E posterior descubrimiento ep &u1 Miguel de atro peqmfio
i
nápiis, wetánea de la .aludida y cm cersiim wwcb @q ~ m pntadM;pr, 10 ma
n,
i
...*...,-
. .
M .
[page-n-56]
~ t mpequefib p i m en fwma de pihtito ibCrl~~1
.
ho&,.sbt~
; g ~ ~ f a d o ; :@e nos: h m a s * ~ - i i p a de
perfil :;de,wtteru da
do (1), ,cubrir, baca abaj*,, .uno@
poms mtosjde p e m i d i n .
!sin ofrenda .atQms.dapwltados sobre une slaeía,
a y #tierrapoco{ apurad^,:
m W pribaas de ~ r ~ f l r t ~amxa~1:
ica
á:ltm ~ u el' efecto def4a aqi&n:dd t i m p o .E@$ b a dad&
e
un .tanto.bmta.
pero m<
dwaacbtmot s@tos,;
la ,pido,
~ c o m p * b r eag;-stm
y
!
:
.i
.
t
t.
i
'
@trptade:r w~.tlat%Ci$$&'lit ~b&i~bjail@ -mifi
d&
-dCl,íi1i
timo oasd de+lF&' c6il dti"6~~z~t@'~@l' de &'-aGG.
@f$fMbIk!k+
era ds ~iieerek: ,ed la?t!dthkkkep'd@ I C . J ~ I W # ~ ~ casi-;
:iijfi& *!a
Ee
mica tosea ~ ' ~pi4tak ~liiAe~ka i~gKN@ir; 'lálpiataidá
i n
9%
&M
con fitie$c. d@cM~#, &m& acaba*
-dedai :&%fk
3upees$ti en
-.
1:is a tai@w d d e&&ra>n%a $e San-'Migu'el.
En &tm íruEnasse enaeiritrad - t i ~ ~ b P h de ' un ' Ent3t.í;uadoa
dable cztriiekr de trandción entre l o arcaico 3f'lo ibkico. '
, o
<
(
a
(
La sola exposición de peculiaridadm propias de las cerámicas arcaicas de los referidos poblados valencianos, basta
para darnos cuenta del interés que ha d s tener el mtudio general del terna. .
fiarémonos a pensar cuán lejos estábamos, antes de intentarlo, de tener idea apítoximada de los fuertgs parci;ltylos cerámica r e m o f ~ sque .ponen en relación las vertientes p i r e
naico-patalanas y comarcas del Bajo Arag6n con la8 de las
cuencas de] Albaida y del Turia, tomáadolas provisionalmente como final dé térniino; semejanzas que ha&n presuponer
una ,lograda unificación cultural en tan dilatada .zona de la
.~ertiente
.mediterránea a.
tiempos praibhricos.
E n 10 que conoyetamyte respecta a las ~ á r n i c a arcaizans
tes coval tinas, recordemos que entre las encmtr~daofuera
del p&lado, en terreno de arrastre, atribuible a tiempw anteriores al fina! de aquél, aparece la variedad decorada con cin(1)
chivo
k&a,s peq,ue~'rn~nas mortero iMw y a 1 ; e n C m , en ii
de
l-
m. Levmt., tomo 11.
,
[page-n-57]
~&ietít$qs sierras q m en.San.A n t ~ n i c Calaceite
de:
e
o
de
. 'Ban Miguel da #
y.
&mesto& y la' con friso8 da adprq~s:
iaciwos tan caraete
kmde los despobladoe diého, q í b m 1 de .los da Ga~telL<
&,&~laona, y Anseraa' de:Q l i ~ -%#.m:
, ~ gmmal.i1:~06c;$Iag
&g G a stellar y otros poblados ib8riqw catalanes; ,y otra
d e ,can lae c d m i q a e ,n~g$m
ip
c f ) t ;w n
2rme
ra covaltina con c u e r n d l l o s hallada en el pobla&
&se ve también en la citada estación de: Sorba. Todo ello
miunto- da una clara sensacion de esa aludida muestra de
~ u l t u r abásicá asentada a lo ancho de las exterisas y
comarcas relacionadas, precediendo 'primeno y convilip luego. con .la cerámica ibbrica, y sufriendo en sus. líg. .natural= influencias de otras conocidas culturas con
9
s
+
re los tiesto6 descritos de ~ C a l v a l t n ~de aLa '~astidaa
y
idencia se da sólo en Plas aludidas pertenecientes a vavulgares. algo toscos, formas más o menos esferoios o con bordoncillo rsaltadol al cuello; y generalb' a torno, aunque alguna vez semejan hechos a mano.
así como en uCovalta>>parece haberse detenido en ese
Bato tal modalidad, l a dewubrim'ieintos de aLa Ba&tida»
ios cincuenta o sesenta centímetros de profundidad.
kotros ibéricos y negros bastos lisos, los citados grand&
~mtm
(ningún vaso completo) de cerámiica arcaizante,
o, con Ornato vario bastante perfqcto y perfiles que sea ya influenciados por lo ibérico, posiblemente destinados
in a menesteres más toscos que estos últimos ; lo que s e
F.matra como expresión de un grado de evolución local o
~ t f a lde lo que en ~ C o v a l t a ~
aparece con caracterm más
, sin que pueda s a b ~ s hasta dónde alcanza el árm de
e
4 n de la nueva modalidad cerámica, a la que no enm
~ o e claras semejanzas que a las otras en
las
Bajo
1 Y en el Pirineo catalán. como t a m m o en aCovatta~
k f n i o que respecta al vaso a ;,ano, acordonado, d e la
S del ccPuntalet» de San Miguel da Liria, hemos haas sino igualdades en ej.e:&arm da la
I-lierro del Bajo A r a g h (aeE~cod'he~~),
e dmtruacián de aquella ciudad ya apenas
de tan vetusta modalidad cmá.mica, rnantea necesidad de una variedad propia de dmtino d s
e la ibérica con ella conviviente; * lar^ e t á que h e
[page-n-58]
cha la reserva de lo que posibles aunque ya no esperados descubrimientos pudieran pllroporciolnar a este respecto. .
Y terminamos este pequeño trabajo, insistiendo, muy especialmente cerca de las cangmistas jóvenes, en la necesidad
de qiie se preste atención y cuidado en las futuras excavaciones a estos modeotos, m$or d'4ríamos humildes, t i e ~ t o s
toscos
que parecen perder iiiterk ante la tan atrayente cerámica iMrica.
[page-n-59]
UNOS FI
-A DE ALCO Y
ncundidad y riqueza dt3 1 ruinas de 1a aserret de
usiera en d uda, basta]ría ara justifica rla menc Lar
x de qué a personas distintas, en lugares di-versos y no
rimpl& rebiJscas, les
:arias. sino
le realizar los hallazgos de las interesantes cerámi&S
pintadas que vamos a dar a conocer a ls estudioo
s mjateriae, en las notas que siguen, casi limitadas a
r eus ornarnentattianes, y a insistir en la afirmación,
C veces hecha, de que no por los textos sino gracias a
~racianes,nos vamos enterando de muchae particulaBB vivir ibérico.
del
kA SUPUIESTA DA
a
-
DEL, TEL
-
ya aIgún tiempnol, mal de nosotros, Gamilo Visedo,
los superfilciales recoi cirn i a t a que: practica
ado de la ai[Serretar, ( ICu.brió uss pequefis lo
m
los,
rkm -pintad da inte a; p%Fa. be ekla
tancia el que, jbwgaidú lr~:
srcepdonat de su
samoe a d m ~ i b i r .
de. un Eriso
wlts que contiene pintada
!#&@a d ancho eeplcio limitado porb de lar acor&&atas harizontales, circundando el vaso. La piarte
~ p a r s i oestaba
endo !m siguie
la parte superim, par Iíneas en for*
iaw en wntidos- dpbmtoe; la i m
k hojas de yedra priaa lirr&mente con mmtates
efld
E
S
,
'
[page-n-60]
en rizo de' igual clase y sqaradas por cortas lía-s paralelas
contenidas dentro de otras dos en sentido vertical, que corren
a lo ancho.de toda la zona: la cuarta, con series de rombos
eiicuadrados linmlmsnte; . y la quinta por línea de patas.
La restante niitad del espacio lo ocupaba la notabla esoena
en que aparece una, dama en ,pie maniobrando en un artefacto,
del que se ~ ~ e d ~ t ~ $ t ~ ; o s d ' c ~ $ f i ~ # . ~ e a e n t a d o
p@ +
p
por doble litiea;.:&$ fJfin l*s dobk hdcla hreia en espiral,
'
{&
algo a .modo de
nora de ~ b ' h nrematado en raifalaes, o
QO pie, de perfil,, m i r a ~ d o , artefacto y
al
blondas ol fleco,
actuando con una mano m 'algo que. parece, rpaaivela o palanca, vidbita al la 'izqgierda del, d ~ c r i ~ánguls de aquél,
t~,
mientras can la otra mano seqzeja..tirar $e .un colgante que
lleva como ornatr, una especie, de mdal16nTyqw cuelga del
angulo mencionado, lo. que impide twierlo por huso. La caheza de la señora .tiene &arara particularidad d e llevar un gran
ojo ocupando al centro de la mejilla y sobre él yn par de fuertes cejae, y los, labia8 representados por do6 #wqueñas 1i"neaa
paralelas salientes. Véase la fig. l,",
'
[page-n-61]
[page-n-62]
doa cintaa.rrue d+ier,anrlimitar la fiarte alta de un .frico;am-
dio. aparece w W r q r Q ,que esgrime. una lama de hoja.
;
guiar muy -tirada y .tleva an la otra -manow d q qlipeq&
dal, dando beate al.otro ~pmbotientedel que O&
im&e,
su acqado qircubr. ~ p ~ t o ;
al. antedicho. Loe cleros Q
ao la ~ p w t i p
r p qwb ~r,.qqa los mbmos e ,cudos,
,
nada con rnotp.~ i q y w,mpecialmenb~SS
~
~.
&-p+
espirql. y 4 8 plg~m8palmenteel tema t Lir,ia<
b
da cgpullq q p g l q ~ Pero d interés o r n a m t a l
~.
,
a
[page-n-63]
rootro, en é ~ t acomo en la interior figdra,
los de tendencia un tanto eanvencioaal
os tan frauentm en Liria, coritrapia~ieión
ylaridadm. También d +=tido de a t e pers8rrn&i@e g@a deotgcado en el d e
?$onel frecuente en loa
M<:
en
la sil~et@~:&q%l
permita apreg l a r a s d e a . Ea.cambip.. &,-;&*beza
del per•
,1
%e
ajo
Y
Fig. 4."
punteado cubierto por amplia y ondulante ceja,
~dalidadque aunque no abunda se ve también alli.
&eÍio tiesto cuya reproducción damos e n la figura
pbeza y algo del busto de una figura masculina cui un gorro excepcional en lo ibérico, pero que en la
y precisamente en otro fragmento hallado inmadiatratarnos y describiremos luego, debió ser £rearemos al mismo tiempo de estas dos' represenI''cuyo mrácter únlico y pr~b~alálernent visto en
no
',hace pensar en una distinción propia da persona o
entación excepcional, si a la vez se observa que en
[page-n-64]
[page-n-65]
Q;3
ición que describímas, obskrvase, .de izquierda a dem r t e de la cabeza de un varón posiblement4 cubierto
gorro dicho y que parece lleva en la mano a l g ~ k o m o
lanza, y al etxtremo opuesto del fragmento se.pmcibe
gura varonil, de la que la rotura $610 permite ver la
, que también mira hacia la, derecha y se toca con el
irzna y otra figura ocupa el espacio
gamos extremadamente interesante y
mucho pus incompleo qpldo ocupado por
, profusamente deto*
ue se yuxtaponen por los lados verticales, btiicanse
paralelas. que vienen a dibujar los lado8 opue8tos
n, no de brazos sino de tableros laterales redondeaángulos, siendo bien perceptible, en el frente, que
d perfil del borde se acoda en Ingulo rwtO parrt
Ido. Efl espacio quedado entre lor
y-media del sillón, rr-eÚp.aIs algo
te trazado y ornado WOcon relativo acierto, dan
ei6n. De la figura sentada no se
e verse cómo se represmtaba la
parte superior del busto, porqUe la roturá m 10 cona
ueda a la izquierda de lo que dehib ser)respPldo del
rno un tablero ornado con los r=t%ngulos euperpuedecorados, que no tienen colocación 16gica ri no es
P que,-al gusto ibérico, .se dmdobló el ornato t r a m o
ata hacer visible a riqueza.
u
pictót-ico do la dama sentada en sill6n de brazos
rr vez que ,se ve, creimos, en Ia8 cerdmbe ibéri-9,
(dama d e n t e de1 Lfa4r;, mtrei otra), pero en
=tos impumto par la
tura de la labor piitrea, si bien esta silla con, tan
ateraleis y perfiles curwadw figura entre ~lw n t e
a
otos (Mileto) aportados al describir reproducciutos lbs más intermax1t.a -iuptxescenas recogidas m estoa fragmentoti. cerLmicos de
n, eiendo de sitlgulari~imointerb e1 de 1 dama
3
todos logran la importantísima labor de suplir la
er qarticularidader del
VIQBNTE F B U A L
\
[page-n-66]
[page-n-67]
EXPLORACIONES ARQuEOLOGICAS
EN LA COMARCA DE CASINOS
la comarca de Casiiíos, situada en el límite del habla
iana, se encuentran, estratégicamente situados sobre la
natural que desde la costa, pasando por Liria, lleva a las
tierras del interior, una serie de yacimientos arqueolóde algunos de los cuales hablamos seguidamente, haal final algunas consideraciones sobre sus relaciones y
once yacimientos que mencionamos ncs son conocidos,
por referencias de sus prospectores, otros por someras
en nuestra bibliografía arqueológica regional y, finalmenes, por las exploracionm llevadas a cabo por el Servicio
nvastigación Prehistorica delegados por el cual hicimos
s visitas, logrando e n ellas interesantes materialas para BU
o simple mención, citemos los siguientes yacimientos,
de los cuales, aunque de la comarca de Casinos, p.ern a otros términos municipales a causa de lo reducido
es el de dicho pueblo.
I
CORRAL DE POMER
rr
(Casinos)
[tuación y descripción. - Se encuentra en la partida de
i Collados», cerca del
corral de P o m e r ~ ,a cuatro kilób o s de Casinos. La estación está situada en lo alto de un
dculo (fig. l.", número 1).
:,~zstrucciones. Quedan pocos restos ; unos pequeños
29s. pared de piedra.
de
:#allazgas. - El piso del yacimiento carece de suficiente
[page-n-68]
66
los
molla de tierra para pernritir que se conservaran objeios
ya
."rr"rrr"t fragñrentosde cerámica ibérica sin decora,ción'
¡Je
y
ve,rbales escritas los señoBibliogrqfíá.- Referencias
Jarrin.
res Muñoz y Sagaseta
CASTILLIT,ODE BERNABE
(Liria)
Situación y des'cripcióru.-Seencuentra a quinientos metr.os
(fi¿" f" ."riét"á d" Alcublas y a seis kilómetros de Casinos,
en
g"r"'t.;, número 3). Ill yacimientoestá enclavado la cúspide de un montículo alargado.
Cor¡al de ,Pomer.-z: Torre
FiE. I.¡.-Mapa de Ia comarca rle casínos.-l:
de Bernabé.-4: Partida de Diago.-5: Monrava'na,.-6:
Seóá.-¡: Castillito
Les Fites.-?: Cova Foradá.-8: E 'Castellar.--g: Els Ttes Picos'-l0: La Seña.-11: Casa de CarnPo
[page-n-69]
6?
construcciones.-Er cultivo ha borrado rastro dé cimentaciones.
-En la parte oriental de la meseta, .rna porción .le
terreno de m;etro y.medio, ap,roximada-"át", d" diá*rt.,r,
se ha hundiclo cosa de unos veinte centíme'tros'v
*n
-ai
se.ha producido un agujero de unos quince ol"tirnut-r
"f """t."
diámetro, haciendo esto suponer si se tratará d,e rrr" torr"
-"orrComo las conocidasde-otros p-oblados, la que ," h"y,
de
servado la parte de cimentación, habiendo cedido l,á til*ra
a,cumulada
sobre ella, tomando la forma circular
diente aJ especiointerior de la supuestaconstru""i¿", q"á t"l
"orr"rponvez tuviera relación con Ia toponimia del lugar, donde ac_
tualrne-nte hay resto alguno de eclificación
no
lniiitar.
fTallozgos.- En superficie abunda ra cerámicaibérica, algunos fragmentoscon temas geométricossencillos; ti"r"J
¿"
hierro, entre los qu.es.eenc_ueñtta
argún posibr" ,"grt¿nl-á¿obes' .etc' A pesar de lo cultivado que está el yacimienio. tal
ve?^la espesa
capa de tierra ha prótegido r"héiéniurn"ntÉ ¡r,
edlh¡cárlon€s. objetos contra las labores agrícolas,y profun_
y
ctrzandoen-las-prosp_ecciones, lograrian buenos résúltador.
se
t n la colección Muñoz-y Sagaseta
Jarrin se ,conservan
frug_
rnentos de cerámicacon decora,ción
sencilla d"
vr"i-i"n.
to, y otros fueron dados a conocer por don Nicolás Primiiivo
"ttu
en Ia _publicación
que seguidamente m,enciona.
se
_
^ Itúbri,ografía. Ni,corásprimitivo, en Anares der centro de
Ctrltura Valenciana,año IV, núms. 8'-9,pái.}g, üri"r.i"ié¡f
.
rtererenctas
verbalesy escritasde los señoresMuñoz y Sa_
gasetaJarrin.
PARTIDA DE DIAGO
(Liria)
situa:ción v r.lescvipción. A tres kirómetros de casinos,
en la falda de un montículo fuertemente
que^esdifícil-su p,rosp,ección
"uiii""do,-p..'1.
(ñg. 1.u, número 4).
-.Las labores agrícolashan borrado
L'onstrucciomes.
todo
resto de edificaciones.
- Fragmentos de cerámica ibérica
sin tenras
. Hall-azgos.
decorativos.
Bibliogratía. - Re{eren,cias
verbales y escritasde los señores Muñoz y Sagaseta
Jarrín.
[page-n-70]
68
LES F'IIES
(Liria)
a
Situacáóny dcscripciói¿.-Situada la derechade la carreterra de Liria a Casinos, a unos quinientos metros de otra
en
estaciónibérica, I.a l\4onravana, el llano (fig. l.', núm. 6).
conservandos pilastrasde piedra basC:onsl,ruccione.r.-Se
ta, una de 1'70 metros de altura y otra, a su lado, 'como si
fueran las jambas cie una puerta, rota a'cuarenta cenamb,as
tímetros del suelo. Están en la línea de una pared de unos
metros de longitud, bordeando un camino. Aunque
trescientos
las referenciasseñalan que no tiene aspecto moderno dicha
pared, es, sin embargo, difícil dictaminar tan sólo' por- las
de
la
mentáclas'referencias, posible antigtiedad la construcción.
EL CASTELLAR,
(Casinos)
Castellar>>,
Situación y descripción.-Fn la partida
situadoen la cima de un alto monte de difícil acceso,
roturada (frg. 1.', número 8).
rneseta,actualmente
'de
Construcciones. Pueden verse todavía cimentaciones
algunasviviendasy un gran lienzo de muro en la parte N. W.,
en buena conservación.
HalLazgos._Seencuentranfragmentosde cerámicaibérica.
Jarrin hay dos pequeños
En la colección Muñoz y Sagaseta
y un plato, todo sin decoración'
vasos
verbalesy escritasde los seño'
BibliograJta.- Re,ferencias
Jarrin.
res Muñoz y Sagaseta
EI,S TRES PICOS ,
(Liria)
unos diez kilómetros de Liria,
Situación y descripciín.-A
al S. S. E. de
guo (fig. 1.", número 9).
"
C'oistruí,ciones.-En la cumbre de la loma hay muros de
'piedra en seco.
Hallazgos.-Algunos fragmentos de
restos de cerámica poco tíPica.
Bíbtiografía. -' Nicolau Primitiu en Anales del Centro de
C n l t u r a V a l e n c i a n a ,a ñ o I V , n ú m . 8 , p á g . 7 8 , V a l c n c i a 1 9 3 1 .
[page-n-71]
69
LA SEÑA
(Villar)
y
. Si,tuaci,ón desctiptción. En una rambla, en la que exis,
tía una cenia, de donde le viene,el nombre. El yacimiento se
encuentrasobre Ja carreteraa Bugarra,la cual lo corta en par_
te, habiendoqueclado el talud de la misma, restosde un
en
molino rotativo (fig. 7.", número 10).
C onstrucciorz¿s.-Restos murallas, y segú¡ Almarche,
de
se ciestrozaron
otros.
, Hallazgos.-Gran cantidad de restos cerámicos con y sin
decoración
sencilla.Dice Almarche que aparecieron
restósde
un animal completamentedesheaho,
sin que pudie,raprecisarse qué rep'resentaba.
Aunque no es imposible ia aparición de
restos escultóricoszoomorfos, sin embargo debemos señalar
que esta frustniá
refe,rencia nos da, p,or otro conducto, atri.
ñe
buyéndolo al poblado de
-tamrbién
párrafo en que hace mención a este hallázgo cita
otros de Torre Seca, y la atribrción queda confusa'.Tembién hay resto.s
típicamente romanos m,.ry,cercanos los aca
tualesrestosde muralias.
En poder de un particularde Villar,
una m,onedade bronce ibérica.
Almarche : <
ción
en el Reino de Valencia>.--Valenci lg7g, páSi_
^l
,ibérica
na ó1.
Referencias
vcrbalesy escritasde los señoresMuñoz y Sagaseta
Jarrin.
CASA DE CAMPO
(Liria)
.Situación y descripción. A dos kilómetros clc Casinos,
sobre la carretera Alcublas, careciendode más datos sobre
de
(fig. 1.^, número 11).
su emplazamiento
-Restos de muros.'
Constructi"orz¿s
- Abundantes fragmentos de cerámica oscura,
. Hallazgos.
sin determinaciónde ép,oca,
aunque tal vez pudiera atribuir.se
a ia argárica.
- Datos tomados del fichero
de don Emilio
_ BibliograJía.
Lluch.
[page-n-72]
70
E s t a e n u r n e r a c i í i n e n c u a n t o a l o s o c h o y a c i m i c n t o s c 1r e
t
c o n o c e m o s a t r a v é s d e l a s p u b l i c a c i o n e sy d e l o s d a t o s p r o p o r c i o n a d o s p o r l o s s e ñ o r e s M u ñ o z y S a g a s e t aJ a r r i n , a q u i e i r e s ,
d e s d e e s t a s l í n e a s , a g r a d e c e m o sl a s v a l i o s a s n o t i , c i a s q u e n o s
han transmitido (1).
De los tres restantes
yacimientos
visitados distintasocaen
sionespor nosotros,dele,gados el Servicio de Investisapor
ción Prehistírica, damrosreferenciaseguidamente(2).
TORRE SECA
(Casinos)
Situación y descripción.- Aproximadamente a dos kiiómetros de Casinos, en la. p,artidade su nombre (fig. 1.., núrnero 2),'en la cima de un monte casi circular (láminaX, A),
cuya mesetaforma una amplia explanada.En ,lasladerasN. y
l).,'los bancalesllegan hasta la cumlbre,habiéndoseempleadir
en la construcción los mismos las piedras de casas mude
y
rallas.
Constrtt,cciones. Bl cultivo ha destrozadoenormemente
las 'const¡ucciones,_pero pueden señalarse siguientes
aún
las
:
a) Murallas.--En el lado N., en una extensiónde uno$
19 rnet_ros, distingueun lienzo de muralla (frg.2.", C). Está
se
formado dc piedrasde gran tamaño con un e-pesorde 1'15
mrrtros, teniendo un aspectoci,clópeo,igual al observadoen'
otros pobladosibéricos(lámina X, B). A unos 35 metros de
esta muralla, en dirección S., se encuentraun torreón cuatirangular,de seis metros de lado (fig.2.., B y lárniina C).
X,
Otros restos de muralla ciñe'n la cum,brecle la meseta,adoptando la forma circul¿rr ésta (frg.2.", D,¡. En la parte Sur
de
hay una especie bastiones.
de
b) Viviendas.-Claramente se distinguenilas cimentaciones de cuatro o cinco habitaciclnes, la parte S., de Ias cuaen
Ies excavamos
una, apareciendoun piso, enlucido, de un hor(1)
Posteriorm,ente estos mismos seño,res me oomunican or¡e hace
algiln tlempo, en la denominada, pa.l'tida de (Campaner-q), a Ia. dereoha de
la carretera de Valencia a Ca¡sinos,enüre ésta y
dispersado por los camp('sinos, sin que po¡r ello pu,eda atribuírsele fecha,
deterrninada,, aunque suponemos pueiCan-ser de época ibérica. post,eriores
exploraciones en la misma zona, realizadas por los expresados señores
Muñoz y Sagaseta Janin, no, dieron r.esultado illguno.
(2)
En estas e.xploraciones nos acompañó el cap.alaz del S. I. P., señor Espí, el cual, con su acostumbrada, eflciensia, conbribuyó al feliz rede las mismas,
sultado
[page-n-73]
7l
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Fis. 2.&.-Torre
Seca.-Oroquis de la. pianta y perfil de las consiruccton€s
migón de seis centímetrosde espesor. También las paredes
ofrecían este enlucido, en el que muy borrosamentepodían
(fig.2.",I y lámina X, D). La
restosde poficrom:ía
señalarse
amplitud de la habitación es de 2'80 metros, y los muros llegan aI metro de espe,sor. fuerte pendiente por esta ladera
La
el
Sur ha destrozadoel re'stode la habitación, desconociendo
total de su área.
de
Hallazgos. * De antiguo se mencionan unas m,one'das
y
Vespasiano, en 1916se encontró una ibérica de Gili. Diverseñalanla aparición y destrucciónde una essas referenciasi
cu'iura zoomorÍa en piedra, tal vez la misma que menciona
En poder de particulares se
Almarche ,como Ce
encuentranrestos cerámicos,y en el Laboratorio de Arqueología de la lJniversidad de Valencia hay dos molinos procese
dentesde esteyacimiento.En las laboresagrícolas han cn-
[page-n-74]
72
vasijasde diversostipos, habiendtr
contrado frecuentementc
quedando aún -respor los cambesinos,
sido todo destrozado
de vasijas por los corra'lesde diversascasasdel puebio'
tos
Jarrin es, entre otras pie'
De la colección Muñoz y Sagaseta
parede's,.que
en,su parte ingrueÁas
;;, ;; vaso ovoids', de
hacen un fuerte resaltecerca de la base,dándole aspecteria
;; d" ; .,r"to d" doble fondo (figura 3'')' Tiene decoración
exteriof a f;ase de banclaspintadas. También con ig-ualttpo
'b'n
es
de,corativo otro vasito, y sin decoraciónuna tap'adera'
propi"drn, un canto rodado ovoide de grandes^proporciones'
*'ectil tal vez Todo de la mentada colección'
Fig. 3.a-Torre
Seca.-Vaso de do,ble fondo
en
Materi,ales el S. I. P.-Ceránt'ica.-Pe'sosde telar de diversostipos. Fragmentosde vasoscon decoracióngeométrica
a,las
sencilla y un fragmento con decoraciónfloral semejante
Liria (fig. 1, A, B, C, G). Hemos de desde San Miguel de
tacar la bicromía en dos fragmentos, a basede roio claro y
y
oscuro, en banclas rombos. tJno de estosfragmentos(ñg. 4,
G) presentaun reborde, apoyo tal vez de tapadera.Esta pesse
tañi no es añadida sino que, pellizcando la masacerárnica,
sacó esta co.rnisaen la superficie del vaso. Hay además,en
cerámicagris, ollas de pasta poco fina, a torno, etc. In ceráhay fragmentosde plato;rde copa baja con
mica camfianiense
asas,como otras que posee el Museo' de Prehistoria,procedentesde Bastida; restos de kylix, rcon ribete rojo en la paretc'
fe de asa que se rconserva,
[page-n-75]
Fig. 4.&-Torre Seca.-ITa€trnentos dre vaaos
ibéricos con diversas decoraciones
[page-n-76]
74
Metales.-La ac,ción
de,l tie,mpoha sido tan intcnsa,quc
se hace difícil dictaminar sobre los restos cle hierro conservados. Pueden señalarse, embargo,restosde laminillas rosin
hlonadasy hojas de cuchillosafalcatados.
Piedra.-Un a-filadorpoco perfecto.
BibliograJía.- C. Sarthou Carreres: <
del Reino de Valencia>r,
Alm.arche
:
tomo II, página 937.-----F.
pá<
gina 87. - Prim'igenius, en Analles del Centro de Cultura
Valenciana, VIII, núm.24, pág. 188.-
a.
en Ios años 1932y i933.-L. P'ericot: Arqueología, apartado
de
<
pedia Espasa,
p'ág.129.-8. Pla:
del
en Anuario de PrehistoriaLevantina,vo,l.II, pág.381.Valencia, l945.-Refersncias verbalesy escritasde M. y S. Jarrin.
COVAFORADA
(Liria)
Situución y descripción.-Estcyacimiento,que se conoce
tanrbién con los nombres de
cuatro kilómetros cle esta última p,oblación(ñg. 1.', número
7), en la cima de un alto m,ontecuya vertiente E. tiene accey
so por una fuerte ramp,a, la parte W. la forma un alto acantilado (lámina,XI, A). En la cima hay .un hito de triangulación. El nombre de
a).
C onstnt,cciones. Mu,rallas. En la parte oriental, ile
más fácil acceso,tienc una fuerte mrurallacon restos de una
gran torre de 4'50 metros de anchurapor 1'90 de altura,conslínea
rruída de grandessiliares(lámina XI, B). Una segunda
de
de murallasse halla tras la anterior, en una extensión más
de 80 metros (flg. 5). Se conservanme,jor las construaciones
en esta parte oriental, ya que el resto está todo derrumbatlo
y sólo se distingue'npequeñostrozos de muros, en extensiones tan cortas,que es imposibleseguir su trazado.
b) Viviendas.-En la p,arteS. W. s,eencuentrandos construc,cione,s, cuales, una vez,excavadas una de nuestras
las
en
visitas,dieron las siguientes
medidas longitud de ambas,11
:
metros; anchurade Ia primera, 6'90metros y de la segunda,
7'40 metros. Espesorde los miurogen ambas,0'7.5
metros,
[page-n-77]
75
Hallazgos.--EI suelo dcl yacimiento, desnudo de capa de
tierra que conservara los restosarqueológicos,dificulta el hallazgo de éstos,aumentando aquélla por e,lingente número de
piedras desprendidas de los lienzos de paredes, que entorpecen la p'rospección. Sin embargo, pueden mencionarse algunas piezas de este I'acimiento. Así, empotrada en una muralla, cerca dei hito cle triangulación, existe una gran piedra con
uno de sus iados denticulado, como si fuera resto de una cornis¿,. De la co'lección de Muñoz y SagasetaJarrin son un pe-
?N.
Fig. 5.a-Cova Forarlá.-,Croquisde las
consirucciones
visibles
queño vaso y r-'.na
tapadera, amlbos sin decoración, ¡t otra frag1r)ento de tapadera con aguje,ro ,central.
Mate'ria]es en el S. I. P.-Cerámica.-Restos
clc sombrcro
de copa con rica decr-¡ración geométrica (frg. 6.'). Pe'queños
fragmentos en los que se distinguen teorías de SSS, restos cle
t é m a s f l o r a l e s , e t c . , H a y f r a g m e ' n t o sd e u n m o r t e r o p l a n o ' d e l
t i p o d e S a g u n t o , N n m a n c i a , A r , c h e n a( f r 1 . 7 . ^ ) . U n v a s i t o d e
pastaclara, paredesfinas, con borde ligeramente arqueado hacia dentro y perfil r-¡val.Restos de vasijas, entr€ ellos una de
borde plano, de seis cms. de anchura, 'correspondientea
una vasija de tipo doliar; otro fragmento, también de,borde
plano, del que arranca un asa; restos de vasos caliciformes,
p l a t o s , c u e n , c o su n a s a d e á n f o r a v i n a r i a y , e n c e r á m i c a b a s t a
,
c o l o r g r i s o s c u r o , a b u n d a n t e sf r a g m e n t o s , e n t r e e l l o s v a r i o s d e
una olla cuya superficie externa forma un resaltebajo el bord e a l c o r t a r s e l a p a s t a c o n u n c u c h i l l o . I ) e l a c e r á n l i ' c ad e c o rada, el fragmento más interesante es uno en el que se representa una espada, cu!'a empuñadura es cle espiras arrolladas
hacia abajo, sostenida por una mano (fig. 8.'). La pequeñez
de! fragmento impide fr¡rmar idea de la cscena, pero es sufic i e n t e p a r a a t e s t i g u a r e n e s t e y a c i m i e n t o 1 a p r e ' s e n c i ad e c e r z í -
[page-n-78]
76
de
de
mica con decoración figurashumanas.L,a espada, larga
hoja, podría recordar las de La Tene, pero el estrecham,iento
pronunciado dql tercio inferior la aleja de este paralelisnro,
cuyas espirasarrolladashacia abajo
así como la e,mptrñadura,
no encuentran identificación con ningún ejernp'larconocido
sombrero de copa con decora'
Figs. 6.a y ?.a-Cova Forailá.-Fragmento
ción geométrica.--,Perfll de mortero plano. (Thm. nat.)
de
de nuestra edad del Hierro. D'icha representación espatla
podría considerarse
como un caprichopicfórico, si no existiera
la répl\ca en otro fragmento de San Miguel de Liria, en el
que se ve un guerrero de cuya cintura pende una espadacon
idéntica empuñadura,y en cuanto a la hoja, más perfiladaque
la de
de
la edad del Bronce, con las que también podrían relacionarse
las espiras,alrnquearroliadas hacia arriba. Pero,como en una
pintura ibérica no podemos pensar se representaranarmas
se
de este abole,ngo, no ser que esporádicamente conservera
a
algún ejempiar, cosa que no crgemosmuy probable,por la
[page-n-79]
?7
rrpariciónen dos poblados,hemos de pensaren tipos de espadas más p'róximos cronológicamente,así las de I"a Osera,
o ia espadaprocedentc cle La Bureba o los puñales espada,
que si bien carecende espiras,abren la parte más alta en cJos
que
r¿rmias se arqueanhacia abajo.ISe quiso, qt\zás, represen-
Fig. 8.a-Cóva Foradá. - Fragmento de vaso ibérico con representaclón
de espada y vaina. (Tam. nat.)
tar el
como en otra decoración de l-i,
ria? Estas sugerencias
son e,l buen deseo de encontrarlessemejanzas,pues, de todos modos, no podemos señalar tipo
exacto en 1o que conocemosde la bibliografía nacional para
pintiidas, idénticasentre sí, cada una de un
estasdos espadas
yacimiento, lo que establece
una relación entrc ambos, acre,
centada aún más por la manera de representarla m,ano.que
sostienela espada en el fragmento de Cova Foradá, iguai a
las manos de otras figuras de la ,cerámica San Miguel de
de
Liria, ,cosaquerno debe extrañarnosdada su proximidad. Esta." espadas,
tan alejadasde la típ,icafalcata, nos hacen suponcr que las composicionescompletas represe'ntarían
sscerr.as
bélicas,en las que los contendientes
expresarían etnia dissu
tinta por el indumentoy armas.
[page-n-80]
1B
y
Metales.--Escasos estropeadísimos
restosde clavos, laminillas, trozos informesy escorias fundición, de hierro y
de
restosde Iaminillasde plomo.
Piedra.-Abundantes nódulos de cuarcita y sílex negro.
BibliograJítr.- Primigeniu,s Iln Anales dcl Centro de
:
(lirltura Valenciana, a. VIII, nim. 24, pág. 188.-
Enciclopedia Espasa,pá5. 129.-E. Plá :
verb,ales escritasde M. y
381. Valencia, 1945.-Referencias
J'
S. Jarrin.
MONRAVANA
(Liria)
y
Situ.ación descripción.-A cinco kilómetros de Casinos,a
la derecha cie la carreteraque cle Liria 'conducea estapoblación, frcnte a
por cuya falda norte
encuentra en un montículo alargad,o,
pasa un riachuelco rambla, en la que hay un yacimientode
actualmente;por el S. un caarcilla cerámica, explotación
en
nalillo lleva agua a una balsa; en la parte oriental se construyó una corraliza para el ganado, aprovechandopiedra de
Ia muralla )' destrozandoésta en parte, pues se emplazó sobre
allanado y por el censu trazado; por el W. hay un esp,acio
tro del poblado pasa actualmenteun sendero.
junto a una actual veConstrucciones.-Por sncontrarser
reda de ganadoque tal vez ftera en vida del poblado, carretera, como sucedecon la vereda llamada
yacimiento, conservándose
bastante,
bien la estructurageneral
de éste, sus líneas amuralladasy las cimentaciones las vide
viendas, dánrionosidea aproximada de lo que fué el poblado.
a) IVIurailas.-Son do,s (fig. 9)."La exterior, por su parte
Norte; se construyó sobre e,l borde de la ram,bla,igualándose
el terreno con blo,ques piedra. Su actual estadode conserde
vación es acimirable,estando intacta en algunossitios, en los
que sobrepasa dos metros de altura, siendo su espesorde
los
0'93 metros. Por el N. W. puede tan sólo rastrearse
cómo se
curva hacia el S. W. hasta unirse a otra línea de,murallas.
Por la parte oriental también se arqueay dirige al S. E., espor la corraliza mencioya
tando interrumpidasu trayectoria
[page-n-81]
19
nada, siguiéndose
despuésdifícilmenteen varios de sus eny,
trantesy salientes finalmente,en una gran recta que forma
el lienzo sur de la muralla (lám,inaXI, C). iMediada ésta, hay
una torre bastantecompleta y, haciendo pareja con ella, un
gran amontonam,iento piedras, que, sin duda, pertenecen
de
t
I
, t,tl ",'?
ti .'?
Fig. 9.a-Monravana.-Planta
'-,rfrFn
y alzado del poblado
a otra torre que con la anterior defenderíael accesoal poblado. l,a muralla meridional sigue hacia poniente, curvándose
hasta unirse en amplio ánguio con la muralla interior, que,
en deficiente estado de conservaciín, se desarrolla p,araleiar,lente a la exterior D. La interio,r, E., a unos'60 rnetros de
la corraliza, dobla hacia el S., uniéndosecon la exterior meridional. Visto ol trazado en conjunto da la sensa,ción que
de
el poblado prinritivo fué solam,ente espaciocircundado por
el
[page-n-82]
6ó
las murallas 11,B, F (v. fie. 9) y qué cort posterioridad,
A,
al
ampliarse áreaprimitiva, se construyó muralla D sobre
la
el
juntábase
la ramblaque en amplio bucle,
con la exteriormeridional.La parteque cierraestemuro exterior,por el Este,
mucho más baja de nivel y iá'cil acceso, nos hace p€nsar en
un barrio en los írltimos tiempos del poblado.
La técnica de construcciónde las murallas es la conocida
de piedra en seco, en hiladas bastantehorizontales,colo'cánde
dose en los intersticiospequeñasp,ieclras refuerzo a la ma,
poblados de la misma época. Sólo
nera de otros muchísim,os
en la parte de las torres se ven sillarejosregularesy de mayor
tamaño que en el resto cie las murallas.
(
F
t''
li
, l l l
¡'ig. 10.4-Monravana.-R€Sto de calle y casas en la parüe a,lta
del poblado
b) Vitsiendas. Apoyándose en la muralla septentrional
exterior y perpendiculares Ia misma, se encuentranuna sea
rie de muretes p'aralelos
entre sí. Frente a ellos y apoyándo.se
il su vez co,nfra la parte baja de 'la m,uralla E. :interior, vens,c
también otra serie de mure,tes,
como los anteriores,restos
perpendicularmente otras cimentacionesde habitaciones.
Cerca de Ia
muralla meridional se ven claramenterestosde casas,
una calle y el um,b,rdl otra (lámina XI, D v fig. l0). De algunas
de
I
[page-n-83]
8l
conscguimosrestos de enlucido
casás,en las prospec,ciones,
al
de paredesy pisc, sermejante enlucido de Torre Seca,aunq.re de menos espesor(Torre Seca,6 centímetros; Monravana, 3).
Fig. 11.a-Monravana.-Tobera
bifubular de cerámica
Hallazgos. - En diversoslugaresse han hallado restosde
y
cerámica, rr,uy eLi€rn?cla, capas de cenizas, lo que autoriza
pensar que un incendio p'recedióal abandono del poblado.
a
Jarrin son, entre o'tros ob"
I)é la colección Muñoz-Sagaseta
pi co
j etos, cuatro tapaderas u n -f ragme1!9_."1á-149*o_.,con per;
Fig. 12.a-Monravana.-Sombrero
de copa con decoración geométrica
forado srt ángulo, siendo posiblementeun silbato una-p'ieza
-iotá"
de V (las llamadas b,ocinaso m'sgáfonos)'
t'liubular
en
de
completa,"tt 2.5centímetrosde altura, con estrechamiento
que une las
y un asa de cerámrica
ambas bocas divergentes,
dos ram:is (fig. 11); restosde vasijascon temas geométricos
6
[page-n-84]
s2
y la mayor parte de una de gran tamaño con decoracióngeornétrica rica. En nuestra primera visita al poblado encontra'
un
rrro,s molino circular.
Materiales en ,el S. I. P.-De superii,cie: a) Cerámica.Abundantes {ragmentos,con y sin decoraci6n geométrica, a
zig-zag,etc. En pasta de color ,claro
base de bandas,círculc;s.
hay un sombrero de copa, entero, de 11'5 centímetrosde al'
-
-
UO
A
B
o
t
)
B, C: Vasitos caliciform,es'--.D: ,A,poyo
Fig. 13.4-Monravana.-A,
de vasos de gran tamaño
tura, con decoraciónde rombos y líneas ondulada-s
$g. tZ);
topád"trt con y sin aguiero cential, una de ellas de 25'centí-
grisacea
14'uMor¡**"1;ii;"1"i"".-"lTin*? pasüa
tr'ig'
v perm
metros rle Ciámetro mítximo, todas sin decorar; p'latitos,
cuencos hondos, vasitos caliciformes de distintos tamaños y
galbos (figura 13, A, B, C). Algunas vasijas presdntan'ft¡e¡tes
.de'escosurcos en toda su superficie interna, taI vez huellas,
billas de esparto; estos profundos surcos que inutilid¿¡l,las
de
vasijaspara el envasado, los líquidos, se encuenttan ao,.sólo
en recipientes.sino tarnbién en un alto apoyo de'vasos¡,cilín-
[page-n-85]
83
drico, con reborde .en/am,bos
extremros,de 55 centímretrosde
altura y 25'5 de diámetro, semejantea otros de San Migue'l
parte d,eun
cle Liria (fig. 13, D). En pasta gris hay fursaiolas,
jarro, un ungiientario (fig. .I4, B) y vasijas con abundante
m'icaen su pasta,a torno, aunque rnuy deformes (flg. 14, C),
con perfiles que r'ecuerdan ya lconocidosde La Bastida de
los
ies Alcuses. D'e' cerámiicaoscura, a torno, hay muchos fragy
mentos de 'r'asijas una casi completa, de 18 centímetros de
altura que, por la calidad de su ,p,asta,
po,loración pe,rfil,poy
Fig. 15.a-Monravana.-Fragmentosde skiphos con flguras humanas
tiemos relacionarla con otra de Num,ancia. De la parte o,rie,ntal, es un resto de anforita, de baja época. En cerámi,cade barniz negro tenemos una boca de oinochoe con orla de ornanientación por reserva, en el ,cuello; un platito con barniz
negro mate y dos con l>arniz brillante.
b) M'e\ales. - Restos de clavos de hierro, (uno, entero,
mide l2 centímetros de longitud). Un fragmento, de posible
hoja de espada, así como la hoja de un cuchillo afalcatarJ,o,
quedan huellas de la vaina tejida de essobre Ia cu¡ri t<.rtJavía
parto. Otra hoja de cuchillo afalcatado de 11'5 ,gentímretros
se enco'ntró cercana a la anterior. Cerca de la m,uralla D se
encontraron grandes trozos informes de hierro, uno de los
cuales parece ser resto de un vástago o e,je de gran espesor y,
tal vez, cabeza de este vástago fuese otro trozo de hierro ctue
¿ún conserva la Íornta redo'ndeada de extremo de pieza H"y
lamtinillas unidas por roblones, resto de piezas arrnazonatia,s
en las que deserpnrecióia madera o cuero. También de superficie, en la vertiente N., cs rrna planchuela rectangular, con
:rgujero central y restos de ot,ras planchuelas y escoria de funtlición, todo de plomo.
c) Hu,eso.-\Jna aguja de 1'75 centímetros de altura. espesor dei cuerpo 0'2:5 centímetros y grueso de la cabeza-0'35
[page-n-86]
84
Flsta,por su parte strperior,tiene un circulillo
centímetros.
inciso.
d) Piedra --Una gran bola, sin duda p'royectil,de 11 centímetros su diámetro rrláximo.
I)e los diversos lugares de excavaciónson los siguientes
objetos (v fiS. 9) :
Número 1.-Grandes restos de carbón, una fusaiola, cerámica con temas geométricos,fragmentos de cerámicacampa'
niense y unos de skiphos de arte decadente,con figuras en
rojo y palmetas (fig. 15), y unos fragmentosde crátera.
Número 2.-tln vasito de boca estrecha(frs. 74, A) y otro
de mayor tam¿rño(fig. 14, D), am,bosde pasta gris, basta, a
anteriort(rrno p,ero de p,erñl rcontrahecho,'comoindiicamo,s
mente al referirnos a otras vasijasde este yacimiento. Un añiador de piedra.
Número 3.-Restos cerámicoscon escasos
temasgeométri-
'1''
^lz
\o
.a
FÍg. 16.a-Moriravana.-Zona
$"\'"
t'
de enterramientos
Número 4.-Escasos fragmentos,cerámicos.
camNúmbro S.-Pesos de,telar y fragmentosde ce,rám,ica
paniense.
Númerr-¡7.-Grandes adobes.
(números3, 4), restos
En el resto de los lugarers'excavados
geométricossen'
tem,as
de cerámicasin decorar o con escasos
cillos.
Posible zona de neerópotlis.-En la prospecciónde los alrededores dei poblado se encontraron unos restos de muros
a unos 53 metros de la muralla Sur, en dirección S. E. (figura 9, número 6, y fig. 16); explorada la zona, se lograron una
urna cirieraria con su tapaderay restos óseosen su interior,
(frg. 17, A), y a unos 50 cengeom,étricos
decoradacon te¡nias
a,
tímetros de distanci otra urna, igualmentecon tapaderay
[page-n-87]
35
pero sin nada.en su
en
motivos geométricos su decoración,
(ñg. 17, B). Es de suponerque nuevasexploraclones
interior
luglt petniritanampliat la zona rle necróp'olisy pro"*t.
"""
oorcionen nuevos materialesp'arael estudio de este poblldo'
:
nl,UioeraJía.-Primige,nius En Anales del Centro de CulV"láñ"iána, eÁoVIII, número 24, página188'-
de enterramiento. Urnas cinerarias con
Fig. 1?.a-Monravana,-Zona
decoración geométrica
en
Prehistórica>, -1o¡años 1932y
rle,lservicio d.eInvestigaEión
erl
Pericot: Árqueología, aparta-do
tg3f-I-"it
de
1936-59 EnciciopecliaEspasa,pás' r29'
l;;i"-;;i;-;";i
--D. Fletcher:
del
i5í,'tuá¿tid, 1940.--E. Pla :
Levantina,vol. II, pág' 381' Valencia'
Á"u"tio de Éreiristoria
1945.
.dr,cuNes coI{srDERAcroNEs FTNALES
ios
De algunosrle los yacimientoscitadosson tan escasos
que no-podemosdictaminar si se trata
datos que poseemos,
casasde lab9r, etc'
de pobiados, caseríos,
de
En cuanto a su época,de ul-esFites>-y -
qué perÍodo pueden lnclulrpor
Jrnt", fraginentos
iba
.., i-,pia"" saber de qué otros el,em,entos acompañada.
Átrib,ribl", con certeza a período romano son
[page-n-88]
B6
Respecto a
intentaremlos situar cronológicamente algunos de sus material e s m á s c a r a c t e r í s t i c o s ,q u e n o s p u e d a n a y u d a r e n l a f i j a c i ó n
de su rcrono'logía.
-<
barniz ne'gro, ya quL' ésta aparece en poblados hasta del siglo
I después cte J. C. (así Contrebia f,eucade, Izana, etc.).
El mort,ero plano se relaciona con
<
otros de Sagunto, Numancia. Archena, Solsona, etc., a los
que se les puede atribuir época tardía, como indica Bailester
Tormo (v. A. P. L. II). El vasito de borde arqueado y perlil
oval se encuentra en yacimientos púnicos de época romana y
cn yacimientos romanos. Lo m,ismo sucedecon las ánforas vinarias. El fragmento de vasija decorada con la espada en espiras, no habiendo encontrado p,ara ésta exacto paralelo arqueológico que nos dé una fecha, podemos considerarlo coetáneo a los demás objetos citados.
<
que señala el señor Taracena, pues rnuy posiblemente pueden
ser objetos seme,jantesen su forma externa, pero no en su
frrnción esp,ecífica.La p\eza de Monravana, clue.erstáentera,
es semejante a otra rr€noS perfecta del Castellet de, Banyoies,
yacimiento al que se asigna fines del III a II antes de J. C. ;
es idéntica a las cle Bastirla, poblado que a1 fecharlo deben¡os
tener en cuenta sus molinos rotativos. También en Monravana apareceeste iipo de molino, elemento elocuente para
En otro lugar hemos señalado la analogía de una vasija
rle pasta oscura con otras de Numancia y también de fecha
avanzada es c,l restc de anforilia. En ceráirrica importada,
tal vez la fecha más aita la den los fragmentos de skiphos cr-rn
representaciones humanas, aunque debemos tener presente
que es arte muy decadente,.Fecha tardía nos da, con plena seguridarl, la aguja de hueso, típica de época rornana. I-a$ urnas
[page-n-89]
87
de la zona de necrópolis, que recuerdanpor sus perfiles una
púnica, tienen su réplica e,n I-a Albufereta.
ascendencia
Hay, pues, en estostres yacimientosde Casinos.elementos claramentefechables época romana, siendo inieresante.
en
despuésde indi,caresto, señalaralgunasrelacionescon el cercano poblacio de San Miguel de [,iria. Así las decoraciorres
con esp,adas espirasy el estilo pictórico, de las manos en
de
Liria y_Cóva'Foradá. Los temas florales de Cóva rForadá y
Torre Seca,idénticosa los de T.iria, hacen pensaren una procedencia_
común para todos ellos. Indicios solamente, si se
r¡uiere, de mutuas relacionesy correlación cronológica, entre
to.dosellos,.pero que, unidos a otros dato,s San Miguel de
de
Liria, convienentodos en señalar
que los pobladoscoñocidos
,:n la zona l,iria-Casinos,desenvolvieron
p,artecle su vida dentro de la,épocaromana y llegaron hastabien avanzada
aquélla,
siendo algunos, ta:lvgz, destruídosdurante las guerras sertorianas, Io que sabemoscon certezapara Liria, pues las fuentes escritasnos hablan de su destrucción por Sertorio y el
trasplantede sus pobladoresa la parte opuesta de la Península, a,Portugal, asentándolos la antigua Callipo, que reen
cibió el nombre cle Leiria (léase l,iria) en recuerdo alectir,
Con Io anteriormenteexpuesto.confirmam,ois
nuestrospuntos de vista sobre el encuadramiento
cronológi,co la cultura
de
ibérica y al propio tiempo dejamos resuelta definitivamente
la ecuaciónEDE,TA. LAURO - LEIRIA - LIRIA, frente a ias
disparesy I veces pintorescasopiniones emitidas sobre esta
cuestión por diversosautores.
D. FLETCHER
[page-n-90]
[page-n-91]
I N D I C E
P,ig
Una nota prelimin.ar, po,r f. B. T.
"El Musteriense de la Cova de la pechina',, por Francisco
Jordá Cerdá
"Estado actual de los problemas del paleolitico superlor le_
vantino", por Luis pericot Garcia
15
"Neolftico Valenciano. La Cova Negra de Marchuquera", por
Manuel Vidal y López.
23
"El Sercat de Gayanes,,, por Enrique plá Ballester
"Exploraciones arqueológicas en Begis", por José Alcácer
Grau ...
"Las cerámicas ibéricas arcaizantes valencianas',, por Isidro
Ballester Tormo
47
"Unos fragmentos cerámicos de la Semeta CteAlcoy", por Ca_
milo Visedo y Vicente.pascual
57
"Exploraciones arqueológicas en la comarca de Casinos,,,por
Domingo Fletcher Valls ...
[page-n-92]
Hallltndose en lormación la Bibliotcc(t (jcnt,ral dc la D,i¡'tutación Prot,incial 1' ut rettot'¿tciritt
c o n s t a n t e y n a t u r a l l a c s p e c i a l i z a t l at l c I ' r c l t i s t r ¡ ria, ha l^enidn cn s'Lts
pttblicacioncs el S. I . p.
sol'icitqndo se enticndan éstas recibidas u culnbio de las del recipiendario.
La desatención a tal súplica nos obligará u
la suspensión de los ent,íos.
[page-n-93]
S. I' P.-eo¡nunicaciones Congr. Alq. Lev
PL,A: I
EL SERCAT (Gayanes)
A: Material diverso.-B C: Perflles del hacha y la cuenta.-D
vasos que se creen de la misma procedencia
E: Otros
[page-n-94]
S. f. P.-Comunicacioines Cong¡. Arq. Lev.
ALCACER:
LAPINAS
R,OITIANAS DE BEGIS
LÁ¡n. ll
[page-n-95]
S. I. P.-Corrnunica,cion€s
Ccngr. Arq. I-ev.
BALLESTER:
LÁ¡'r. III
I
NT
.!i i:;¡,
.'''*
rt::t
,01
': . .,
1 , . 1 . . . rlr '.rt i l t l l l l
r
CER,AMICAS
.,IR,CAICAS DE
COVALTA
t.l
[page-n-96]
S I P.-Comunicaciones
óongr. Arq. Lev.
BALLESTER: CERAMICAS ARC.
YASOS DE rrLA BASTIDA DE LES ALCUSES))
LÁM. TV
[page-n-97]
S. f. P.--€ornr¡r¡icaciules
CogT. .Arq. Lev.
BALLESTER,: CERAMICAS
FRAGMÍ,NTOS
I
l
DE
LÁn. V
AR,c.
[page-n-98]
S L P.---Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
BALLESTNIi:
CERAMTCAS
ARC.
I
I
I
)
B
MAS
FBAGMENTOS
DE I
[page-n-99]
S
I. P.-Cornrunj,caciones
Cangr.
Alq.
Lev.
LÁ¡rl. \¡If
BALLtrSTER,: CERA]VIICAS AR,C.
LA BASTIDA
Vasos bastos: el A, de barro gris oscuro; el B, negro y más,rfino; y el Ct
jar,ra. con ligero pico, asa perdiala y ornado con alos surcros (2/5)
[page-n-100]
S. f. P.---Comunicacion€s
Congr. At'q. Lev.
LÁu. VIII
BALI,F]STtrI¡,: OIR,AMICAS ARC.
tI
lü
il
i..
i
I
I
L
B
SAN MIGUEL
A: Vaso a mano
I
(1/7).-B:
Fragrnento
DE LIR,IA
decorado con bortlones e incisiones
[page-n-101]
,S. f. P.-Ccrnunicaciornesi.q,ongr. Arq. L€v.
BALLESTER.:
LiM.
CIiRAMICAS
ARC.
f
I
C
SAN MIGUEL
DE
LIRIA
A C (2/6): Vasos toscos grises.-B
(l/3):
barro ¡regro
IX
[page-n-102]
S I. P.-Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
FLETCHER:
'IOR,RE
SECA¡.-A:
EN CASINOST¡
Bestos de muralla'-C:
Vista de conjunto.-B:
D: Restos cte piso y pare'lbs enlucidos
[page-n-103]
S. f. P.-Comunicaciones Congr. Arq. Lev.
FLETOHER:
LÁ¡¿. XI
<.RXPLORACIONES
EN CASINOSI
)
I
il
(COVA
FORADAT¡.-A:
I
Ferspectiva.-B:
Restos, de torre en la muraUa
sur de la muralla.-D:
en Ia parte alüa del pobla,alo
Lienzo
;,.
.i.
Umbra'!
de un¿
casa
[page-n-104]
_ ti*t'i.
PUBI,ICACIONI]S EL S.I. P.
D
SERIE DE ANUARIOS
Archivo dr: Prehistoria Levantina, f.-Anuario
1929.
Archivo de Prehisto¡ia LeVantina, If.-Anuario
1946.
del S. I. P., 1928.-Valencia,
del
s. r. P., 1945.-Valencia,
SERIE D.E MEI}IORIAS ANUALES DE LA DIR,ECCION
Ei S. I. P. y su Mu3eo de prehislbria en 192g.-Valencia, 1929
en
-La labor qe] q. I P. y su M_useo el pasado año fg29._Vaténcia, 198O.
I--alabor q"l ! _I _p. y su Museo en et _oasado
año 1930._Vatenciá, iéái.
La^lar¡or.det,s L IJ. y su Museo en ei pasado aito 1931._valencia, i932. (con
6 láminas).
],a la,bor q"l q I l. y su Museo en eI pasado año 1932.-Valencia, 1931.
I,a labor geJ S I P. y su,Museo en et pasado año 1938._Vateñciá, ié¡e.
La^la.b,or.del I. P. y su Museo en eI pásado a,ñor
1984.-Vaténcia, ig3b.i,Con
.S.
9láminasr.
La.lgbor_de.I. Sr I. P. y su Museo en los años 19Bb a 1989._Valencia, 1942.
(Con 12 ]áminas).
La labor del S. I. ,P. y su Museo en los años 1940a 1g43. (En preparación).
SERIE DE TII,.{BAJOS VARIOS
l.-(El Castellet del Porquet>, per I. Ballester Tormo.
2.-Bl'eus noLessobre el poblat ib€ric de St. Miquel d.e Lliria>, per D. Fletxer
Valls.
3.-(Estudis d'Art Originarir>.-
4.1,9{t. entet'rament prehistoric al Barranc del Cinc (Alcoi)), per C. Visedo
Moltó.
5.-Colecció de tleballs> del P. J. Furgús sobre prehistoria valenciana..
6.-Estudios sobr€ las cuevas paleolíticas vatenóia,nas.-
_ por L. Pericot, S. Alcobé, V. Sos Bainat y M. Vidal Lop€z.
?.-Apunbes sobre las estaciones prehistórica! de la Sierra de Orihuela, por
'Santiago Moreno. Con notas
Villagrasa.
g.----El enterramiento €n cueva de liocafort, por I. tsallester Tormo,
con el
estudio de un cráneo pot' el Dr. Santiago Alcobé.
l0.'Comunicaciones del S. f. P. al primer Congreso Arqueológico del Levan!9, p.or F. Jordá, L. Pericot, M Vidal. E. pIá, J. Atcácer, l. Bauester, C.
Visedo, V. Pascual y D. Fletcher.
PUBLICADO POR, EL CONSEJO SUPEBIOIi DE INVESTIGÁCIONES
CIENTIFIOAS
INSTITUTO
DfECiO VELAZQUEZ
(La cova del Parpalló (Gandía)>.-Excavaciones atel S. f. p. de Ia Ekcma. Diputación Provincial de Valencia.--.Por Luis pericot García.--Madrid. 1942.
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[page-n-105]
[page-n-106]