Esquema de la necrópolis cartaginesa de Alicante
Francisco Figueras Pacheco
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FRANCISCO FIG UE RAS PACl-IECO
(Alicante)
Es.qullma dll la nllcrópolis. cartagines.a
dll fUicantll
INTROD UCC ION
En el trabajo Que sigue, hall ará e l que leyere, todos los datos
básicos de la nec rópolis de Alicante ordenados y expuestos con 1
,3
máxi ma concis ió n posi ble, Ellos le permit irán en - un momento
dado recordar fácil mente las características d< 1 yacimiento y deduci r.
opor sí mismo, co nclusiones, cuando desconfíe de las pub licad as
hasta hoy.
Esta breve Monografía, coincide con los dos últimos libros q ue
hornos escrilo sobre la ma teria (el de [as p iras y el de los ajuares).
e n ca recer de lodo contenido Que no se concrete fu ndamen tal meOlc,
al mero registro de los hechos observado¡ y a los informes indispensables para com prenderlos. Y se difcrenci:t de ambos libros, en
que mientras estos prcscnl:1n nuestros dat os, desarrollados extensamcnte y clasificados b;¡jo v;¡ricd;¡d de aspectos, las páginas que siguen
se limitan a consigna rl os escuetamen te y s6lo dcsde un punto de
vista: el necesario para abarcar de una mirad::t , toda l::t necrópolis.
ProcuramO$ no omi tir no ticia algu na de interés dest acado, p ero
atendiendo sicm pre a aho rrar tiempo y cspacio.
I
LA NECROPOLI S
1). Topografía.-Entrc las raíces o rientales de b sierra de Sa n
Juli :ín y las occidentales del T osal de Manises mucho más cerca
de éste que de aquéll a, extiéndese la marisma denominada la Al -
179 -
•
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2
F. FIGUERAS PACHEOO
buferel:! de Que to mó el nombre toda \a ,partida . Es el Ie<:ho alerrado
de una rambla de 35 Ó 40 metros de anchura, Que a ,parti r de la
p laya po r el Sur. avanza tierra adentro en fo rma de N muy abierta
con C:lUce bastante bien defin ido hasta encontrar el antiqu ísimo
rn3cizo de cantería llamado El Mollel. Que lo cruza de orilla a
o rill a, a pocos metros de la vía férrea de [a Marina. Hasta no hace
muchos lustros, fu é una charca ; siglos antes una lagu na de agua
dulce; y en épocas antiguas, una ría o este ro, en com un icación
direeta
,
CO n
el mar. Los poblados de estas pl ayas en el período co-
lonial, lo utilizaron para ' dar fond ea dero c6modo a las navCG de
los mercaderes; y los romanos 10 convirtieron ,desp ués en un buen
puerto, dOI:índolc de mueUé6 , cuyos restos se observan todavía
a uno y ot ro lado de la charca desecada . Despob ladas las cerc:lnías
po r el transcurso del tiempo se cerró ' el puerto po r la barra que
formaron los arrastres de tierra y las arenas del mar, no descubrién dose hasta nucstros días, lo q ue había sido la necrópolis 'de nuestros
abueloK milenarios.
JuniO a la playa a la entr:lda del p uerto y a lo -largo del prim er
tramo de su o rilla orien tal, se extiende el campo de cntcrramientoi,
objeto de eslas páginas. Lo cubrían varias capas de escombros del
rom an ismo, siendo los más antiguos los de los últimos tiempos
de la repúbl ica y primeros del imperio. Los ci mientos de sus eons·
trucciones, se abrieron con frecuencia a expensas de la necrópolis,
dest ru yéndose así muchas de sus se'pulturas. Las que so exp lo raro n en las ca mpañas de que después hablaremos, se descubrieron
en el trozo de la citada o rilla orionta l comprend ido entre la nueV:1
carretera de 1:1 ,playa po r el Su r y la inconclusa del Campell o por
el N o rte. E l lecho de la cha rca desecada, marca c1límitc úeste del
yacimiento. E l del lado opuesto nos es todavía desconocido. L tls
ca lica tas hechas pa ra fijarlo, sólo si rvieron para deducir que hubo
10s:ls en un bu en trecho , antes de alterarse el primitivo es tado de
t:. necrópolis por las obras de los rom anos.
2). L eos alrededores.-T odos los del estero, está n sembrados de
restos de nuestras viejas civilizaciones. E n las alturas del monte do
Sa n Juli:ín , un impor tante yacimiento del bronce ; en 8U8 cercanías
ca min o de la Alb ufereta, huellas abundantes de otras 'c ulturas prehist.Óricas y .protohistóricas y :lb undantísimas del iberismo coincidente con el período colonial; en el T os:l! de ManisCll, a tiro ·jc
honda del charco desecado, las ruinas de vari as ciudadctl sup er,pUCSltlS, rodeadas de torres y murallas' que comenza ron 3 desen,,;.
- 1BO _
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LA NECROPOLIS DE ALl CANT~
3
rrane haco 20 años. Al pie de la colina , lindante con las o las, un a
factoría hispánica fortifi cada; al lado opuesto del Tosa l, oslero
on medio, los restos de una s grandes term as en la pl aya y ~os de
otras importante¡ obras en los ,predios próximos; gua rneciendo el
puerto por las dos o rill as, especia lmente la do la nocr6po lis, vestigios de depós itos e insta l::Jcio nes industriales; labre la secció n del
yacimiento cont igua a la carretera n ueva , los escombros de un
te mplo , reliq uias y testimonios elocuentes de la s razas y .puebl os
que se sucedie ron en Jos campos de la Albuferela desde Jos tiempos
más rdmotos hasta los últimos del ro man ismo.
Lo más interesante y conoc ido de tod o etite pano rama arqueológico, es el Tosa l de Ma nises de que ya se ocuparon nues tros hi stori ado res del siglo XV II y qu e comenzó a ser famoso en el XVII I.
me rced a los tra ba jos y ¡pub'licaciones del doctísi mo Con de de
Lumb res. Es te no pasó de las capas más so meras del cerro , oc upadas, natura lmente, po r los restos de las construcciones ro manas.
La azada de los invcstigado res de hoy, abriéndose paso Cfitral o
Iras est rato , ha ll egado hasta la capa es téril represen tada po r la
roca cel ro ndo. Así se fuero n .desenterrando cuatro ciud ades bien
defin idas; las dos más altas y por 10 lanto menos antiguas, apareciero n reb:tSa ndo el perímetro forti ficado. Las dos restant es, se
sumaron e n el recinto circuído de torres y mura ll as. 1....a urbe infe rio r
de las cuatro que se sucedieron en la acrópo lis con arreglo il l Ira·
za do de planos ind udables, co rresponde :l la época de los Bárcidas ,
siglo 11I antes de Cristo. Por debaj o de ell a, Quedan vestigios 'd ispersos de obras y restos de objetos que bien pudiero n ,perte necer d
la co lonia griega de Acra-Leuca, de q uien toma ro n el no mb re de
poblacio nes su bsigu ientes, hasta que el Leuken de 10& helcilOs, se
tra. nsformó en L.ukent um en labios de los latin os. El ma terial descubi erto entre los mu ros de la ciudad aludida , o sea de la más antigua ,
coi nci de en rasgos típicos, con el de las fosas de que nos va mos a oc u,
par.
Qt.'aciOfH
'S.- La.s de. la A:llUfereta fueron p ractic., d:ls
3) . t as c.\·O
.po r la Comisión Provincia l de Mo nu mentos, respo ndiendo a. las sugerencia.s de uno de sus vocales formulad:!s en el Congreso Tnterna.cional de Arqueología celebrado en Barcelona el año 1929 (1) . F ueron
(1 )
Vea.se PRANCJSOO PIOUERAS PACHEOO : .. Acra.-Leuea, la ciudad
de Amllcar " . Alicante 1932..
_
181_
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4
F. FIG UERAS PACHECO
casfC2das por el Estado, b Provincia y el Municipio. Se inici:lfon en
1931 y se suspendieron al es tall ar la guerra en 1936. no habiéndose
reanudado todavía cua ndo escribimos estas páginas en Diciembre
de 1950. Dirigió los trabajos hasta ó"nc8 de 1933, el DircclOr del Institulo de Alicante D. J osé Lafucnte Vidal. Desde aquella fecha en
adelante, se honró en la dirección de las excavaciones, al cor respondiente de la Hi storia Que suscribe esta Mon ografía. Durante nuestras
cam pañas de 1934 a 1936, se desentcrrarOn varias calles de la acró'
polis con Jos tramos tercero y cua rto de las murallas confi'gut18 y se
exp lo raron 170 piras de la playa y orilla orienta l del puerto (2). A ellas
se refieren exclusivamente los d :ltOS Que ofrecemos a los arqueólogos
en los breves capítulos Que siguen.
I!
DE LAS FOSAS EN GENERAL
L:ls características de nuestras tumbas pueden clasificarse en tres
grupos principales: A) Constantes B) Variabl cs y C) Domina ntes.
Las primeras son las comunes a todos enter ram ientos; las segund ; I ~,
las que los particularizan y distinguen; y las terceras las del seguurlo
gr upo Que se repiten más en el yacimiento.
A) COllstantes. - Las co munes a todas las rosas, reúnen las
siguientes características:
P ritucra.- Todos los enterramientos csl:Ín trazados con el prop(l.
si to evidente de o rientarlos de E. a O., con la cabeza a poniente.
.... rf./lllda.- La técnica de constr ucción se limitó a 1'1 apertur:1 de
un hoyo de escasa profundidad , Que se cubría después con la mism3
';erra do la excavación. La s excepciones son tan raras y a veceR, tan
dudos36 Que no deben C6timarse como modificaliv:ls de la norma
general. De lodos modos las consign3fc,mos cuando eXistan .
Tcrcera.- T od :ls contuvieron cenizas más o meno~ 3bund:IOIC$.
Su ca rend3 en algunas de las unidades de nuestros cu:idros no debe
31ribuirse 3 su falta objetiva , si no :1 deficiencias de nuestro diario
Ipor distdcción u olvido en el momento de recoger los dalas. Nu
obstantc, cuando en él no aparece la indicación de ccniz:IS ~o hacemos
(2~
El plano en colores de !as urbes que se sucedIeron en el To.sal de Ma·
nbes. se publicó en Portugal en 1948 : el euadro esquemático. también en coloro5, de las 110 hogueras aludidas, obra. en la Com!.sar1a. Oenera! de Excavaciones ron el eltado plano de la acrópolis.
-
tal_
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LA NECROPOLlS DE ALICANTE
5
consta r así. Dada la regla general, cabe asegurar Que la o« rópo lis C$
de incineración.
Cuarta.-No se advirtieron estelas, cipos, concheros y demás se·
ñales destinadas a denotar su emplazamiento.
Qllinla.-Ni nguna con tenía tampoco ni por excepci6n, cerámica
de Aco, barhotinas, sigillatas y demás especies del romanismo.
B) Variables. - Las característ icas de esta índole, se clasi fican
a su vez en tres secciones, según se refieran a} a la Sitlloci'6tl, b)
cOllti1lCtltC o e) cO lltctlitlo de los en terramientos.
a) Sitllació".-Las variedades más destacadas e interesa ntes bajo
este aspecto dependen del horizonte y del estrat o en Que se abrió
c:lda fosa. En unos casos no apareció m~s que una hoguera en la
vertical de su emp lazamiento; en otros , fueron varias las Que se
descubrieron en la misma \'ertica'J. En el primer su pu esto, decimos
que están en ho rizo nte único; y en los demás casos, en horizonte
primero, segundo, lercero y hasta cuarto, según su o rden de apari<:i6 n en la sucesión de arriba abajo.
Por razón del estrato en Que se hall aro n las piras, se observa n
dos variedades : unas se encuentran en capas de ti erra cuy.o color no
Jiscrepa de las comunes en todo este ca mpo; ot ras aparecen e n un
banco más o menos gruCtio, de tierra encarnada . Son, por lo tanto,
dos los es tratos e.n Que p ueden estar las fosas; el ordinario y el rojo.
El segu ndo, hállese o no cerca de la superficie, es siempre el más profundo y el ú lt imo de los Que contienen incinera ciones.
b) COtIUIICtltc.-T odas las fosas no tienen la misma forma ni
iguales dimensio ncs. La inmensa mayoría son de planta rectangu lar
)' ejcs desiguales; las restantes, so n ovales, circulares o cuadradas,
cuando no aparecen informes, dcstruídas o indetermi nablcs por cual·
Quier ca usa. Su ca pacidad , no suele exceder de la necesaria .para con_
tener holgadamente el cuerpo extend ido del incinerado.
P.or excepción rarísi ma, apar«e algún que otro ente rram ionto
bajo una losa O co nteniendo los rcstos del difunto en un pequeño
monu mento de ,piedra y barro Que ocupa sólo una peq ueña parte
do la excavación. E n todo caso, la técnica constructiva del conju nto,
como ya dijimos &C limita a la apertura de un hoyo, cuyas paredcs
y ,piso, son siempre de tierra. Pero ésta, unas veces, presenta mancho nes de endureci mi ento más o menos gra ndes debidos a ca usas
Que no hemos de estudia r en el p resente o púsculo; y otras C:lrccen
de tal pa rticul:lTidad. Bajo este aspecto, se dan pUCti, dos variedades
de enterrami entos: con piso endurecido y sin endurecer. Por excep- 183-
)
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6
F. FIGU ERAS PACHECO
ción rarísima y causas de ot ra índole, se da alguna pi ra cuyas paredes
laterales también están endurecidas.
e) Cotltenillo.- Los elementos que integran el d e las hogueras,
combinados de mil modos. son los siguientes; cenizas, piedras, ado00, huesos en el sucIo. urnas cinerarias y ajuares más o menos estimable¡. La existencia o falta de cada uno de estos intcgrantal del contenido se traduce en otras tantas no tas diferenciales de los enlerramientas explorados. Toda s ellas son de interés .para el estudio de la
necr6polis, cons tituyendo, más todavía que las características de
si tuación y continen te, la ba se de las induccio nes a Que se debe
recurrir para obtener por un método rigurosamente científi co , el
conocimient o del yacimiento. En otros tr:lhajos, exponemos y expondremos, las conclusiones a que, por tal camino, hemos llegado nosotros.
C) Dominantes. - Ind icadas ya las notas constan tes y la8
variables de nuestras piras veamos ahora las que se d:ln con más
frec uencia en la necrópolis, esto es, [as que llamamos dominantes.
Son las siguientes:
J>o.r la situaci611: cstrato ordinario y horizonte único. Por d cow
thlctltc : .planta rcctangular. cubiert:lS y laterales de tierra y piso si n
endurecer. Por el c01ltetlido: cenizas, carenci:l de piedr:lI y adobes.
huesos en el suelo. falt:l de urna cinera ria y existencia de aju:lr más
o menos estimable. Tales son las ca racterísticas en que coi nciden
la mayo ría de 108 enterramientos.
iII
DE L¡\S FOSAS EN PARTICULAR
1). ExpliftJci611 prcvia.-
las not:lS constantes o co munes a todos [os enterram ientos y [as variables que sc repiten en la mayoría de los mismos, bastará lIhora
reg~' r ar las quc rompan la normalidad en cada caso, para ten cr cl
c uadro completo de la necrópolis. Esto es lo que hacemos:1 conti nuación dando por sobreentendidas, todas las caractcrís lic,ls comu nes
y las variables de cada pira Que se ajusten al patró n general de las dominantes. La p:llabra 1IOTlllo'l indicará que lo Bon todas las de la fOSa.
2). R eloci6" casuístico complef1l clltario . -H e aq uí con arreglo a
lo dicho 108 caracteres diferencia lcs de cada hoguera:
-1M -
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LA NECROPOLIS DE ALI CANTE
7
1.--Oval.
2:.-Nonnal.
3.-Hor1wnte Prilnero, Sin huooos.
3. -HOr1wn te primero. Sin huesos.
4.-Hor1wnte segundo.
5.-HOrizOnte segundo. Sin huesos. Urna cincra:rla.
IJ.-Normal
7.---,Hor1wnte primero. Sin cenizaS. Sin huesos.
S. -Horizonte segundo (?). Sin cenizh (1).
9. - Sin hUC$O!i (?). Sin ajuar.
IO.--.sln huesoos (1).
11.- Horl%Onte primero. Adobes. U rna cineraria.
12. - PIso endurecido. Adobes. Sin huC$O!i (?).
13.--PJanLB. Indeterminable. Sin datos de endurecimiento. P iedras.
14.- Adobes.
16. - PIso endu reeldo. Sin huesos (1 ) . S in, ajuar.
IIJ.- H orizonte primero. Planta destrolda. Sin datos de endureci miento. Sin cenizas ni huesos (?).
17. - Horlzonte segundo. Pla nta destruida, Sin datoo de endurecimiento, Sin datos positivos del contenido.
18.-P1so endureeldo.
19. - Horizonte primero. Sin ajuar.
2tl.-Horizonte segundo. Sin hUCS06 (?).
2J.- Horlwnte tercero. Plt"dras. Urna cineraria (?). Sin aJ ua.r.
22.-PlanLB. destruida. Sin datos de endurecimiento.
23.- Planta destruida. Sin datoo de endurecimiento. Sin dato al8ull0
de contenido.
24.- Horizonte IICI'UMo. Adobes.
26.-PIso endurecido.
'
26.--61n ajuar.
27.-Horlzonte primero. Planta. Infonne. Sin cenhas (?). Adobea. Sin
ajUILT.
28.---E:9tra.do rojo. Hor1wnte tercero. Planta. Informe. Adobes. urna
cineraria.
29. - PIodru.
30.-&trato rojo. Adobes. Urna clnellU'la. Sin ajuar.
31.- Estrato rojo. Adobes. Urna cineraria.. Sin a,tuar.
32.- Estrato rojo, P iso endurecido.
33.-Estrato rojo. P iso endurecklo.
34 •......Drt.rato rojo, P lanta cuadrada. Sin ajuar.
36.- Sln huesos. Urna cineraria. procedente de otro enterramiento.
36.- Estraw rojo. Horizonte segundO.
3'1. - Est ratD roJo. Ado bes, Sin ajuar.
38.-Estrato rojo. Piso endurecido, Sin ceniza.!! (?). Pledraa. Sin
huesos (? ).
39.-Estrato rojo. Planta cuadrada. LaternJcs c ndurccld06.
40.- Estrato rojo. Sin huesos (?).
41.- EBtrato rojo, PIoo ' endurecido. Sin huesos.
42.-Hor1wnte primero. Planta 1n!onne. Piso endur-ecldo.
43.-NorntaJ.
44._ Horlzonte p rimero. Piso endurecido.
45.-Estrato rojO. Horizonte segundo. Adobos. Sin ajua.r.
46. - Horlzonte segundo. Adobes. Sin ajuar.
47.- Horizonte tercero. P iso endufecido. Sin ajuar.
48.-Horb:onte cuarto. Piso endurecido. Sin ajua.r.
49. - Horlzonte prlmero. Planta destruida, Sin da\.O.s de endurecimiento.
5O.--Planta circular, Sin huesos.
51.-Estrato rojo. Sin huesos.
-
185_
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8
F. FIGUf,RAS PACHECO
52. - Planta destrokla. Sin datas de endurecim iento. Adobes. S in
h ......
53.-Eat.rato rojo. BajO una gT9.n piedra rectangular. Adobes.
54.- Emrato rojo. Baj o una. pared. Planta destruida. Sin datOs de endurecimiento. Sin datos de eenlU ni de huesos. Urna elnerarla.
Sin ajuar. (Cerca, una moneda) .
55. - Dtra.to rojo. Piso endurecklo. Sin cenlzaa ni huesos. Urna el-
"""""-
56.- Planta indeterminada.. Sln datos de en
alguno del contenido.
57.- P1l;o endureck1o.
58. _ Horlronl.e primero. Adobes. Sin huesos..
59.- Horlzonl.e segundo. Sin ajuar.
OO. _ Horizonte primero. Sin hue608. Sin ajuar.
61._Horlzonte segundo. PiSo endurecido.
62. - H orlzonl.e primero. Cubierta. de Josas. Sin hueSO/l ( 1) .
63._ Planta óestru1da, Sin datos ele endurecimiento. 61n cenIZas ni
h.,....
M .-HorizOnte segundo. J>1.so cndW'eCldo. Adobes.
65.- Planta. destruida. Sin datos de enduredmlen1D. 81n hueS05,
66.- Piso endurecido. Adobes.
67. _ Bln ajuar.
68. -Plso endurecidO.
69. - PIso endurecido. Sin ajuar.
'IO. -AdobM. Piedra.
71.-5ln ajuar.
n ._ Horizonte pr1mffo.
73.-Ad0be6. Sin huesos. Urna cineraria.
74.- Estralo rojo. Hortronte segundo. PLso endurecido. Adobes. Sin
cenizas ni hues05.
7S.- Adobm. Piedras. Sin ajuar.
76.-Adobes.. PIedras.
77.- Estnto rojo. Sin hul!S04.
78.- Eatnlto roio. Sin cenlzU ni huesos. Urna clnen..rta. Sin ajuar .
79.- 8In oe~ Sin ajuar.
OO. - Estrato rojo. Adobes.. Sin oenlzU ni huesos.
81.---B1n huesos (1).
82.- HOI"izOnte primero.
83.--Horlzonte segundo.
84.-HorlZonte tercero. Sin ajuar.
fl5.-Sln oenlza5 (1). Sin ajuar.
8G.- F..strato rojo.
87.-Adobes.
88. - ~rato rojo. Sin ajuar.
89.--aln ajuar.
OO.- Normal.
91. -·.Elstrato rojo.
!n.-Adobes. Sin ajuar.
03.- Nonnal.
{H. - Sin ajuar..
9S.- P ledras. Aoobes. Sin huC605. Sin ajuar.
1l6.-PSedras. Sin huesos.
9'l .- E'.st.rB.W rojo. Sin huesos.
OO. - Estrato rojo. Sin
Sin ajuar.
OO.- Erst.rato rojo. Sin cenlzU. Sin huesos. Urna clnerarla.
IOO.-Estrato rojo.
IOt.-Sln huesos..
102. -Estrato rojo. Piso endurecklo. Sin ajuar.
l03.-PIedras.
l04._Adobes. Sin ajuar.
..
nUCS05.
106 -
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9
loA Nt;CROPOLIS DE ALICANTE
105.- 6In cenizas. Adobes. Sin huesos. Sin ajuar.
loo. - Estrato rojo. Adobe$.
Un.- Nonnal.
l03. - SIn hUeM)II. Urna clnerarl&. S1n ajuar.
109.-Nonnat
llO.-Horizonte primero. Plec1ra.s. Sin huesos.
Hl.- Horlzonte segundo. Sin huesos..
112.-CubleM.a en parte por una l06a cuadrada. Sin ajuar.
113.- SIn h uellOS.
Uf.-Adoba!. Piedras. Sin huesos.
115.-8in huesos..
11S.-E:stt'ato rojo. Sin ajuar.
117.- AdobelS.
IIS.-Sin ajuar.
119.-Adobe!l.
120.-8in hUe6Ofl.
121.- Adobes. Piedras. 61n hueSO/;.
122. - Estrat(¡ rojo. Sin ajuar.
12l. - Estrato rojo. Adobes. Sin hueSOfi. Sin ajuar.
12t.-5ln huesos. Urna cineraria.
125.-Hortzon1e primero. Pared y PW) endurecido. Stn ajuar.
12S.-Estrato roJo. Horizon te segundo. Sin ajuar.
127.-EstIrato rojo. AdobeIJ. Sin huesos. Urna cinerar ia.
l28..- Norma.!.
129.- Sln ajuar.
130._Drt.-ato rojo. Adobes. Sin huesos. Sin aJunr .
131.-E.<;trat(¡ rojo. PIedras..
132. - Estrato rojo. H orizonte primero. PLso endttr"eCldo. PIedras.
133. - E'ttl"at(¡ rojo. Horl%o.nte segundo. P iedras.
134.-Nonnal.
135.- Estrato roJo. Planta cuadrada.
136.--'P1so endureel.do.
137.-Estrato rojo.
138.-Estrato rojo. Sin huesos.
139. - Estnito rojo. Adobe$.
140. _ Estrato rojo Adobes.
J41._ HOriZQnte primero. Planta. ovalada.
H 2. - Estrato rojo. H orizonte primero. Sin huesos O)
143.-Estrato roJo. Horizonte segundo. Adobes.
144.- Horizonte primero. P iso endurecido. Sin ajuar.
145. - Horizonte primero. Planta de6trulda. Sin datos de endureclmlen·
too Sin huceos. Urna cInerarla.
146.- HorIzol\te segurido.
147.- Adobc6. 61n ajuar.
H8. - Estrato roJo. Horloont.e primero. Planta oval. s In huesos..
149.--Estra.to rojo. Horlrontc segundo. Adobes.
lf>O. - Estrato rojo.
151. - Horizont..e segundo. Adobes.
152.-Planta destruida.. Sin datos de endurecimiento.
153. - Estrat.o roJo. Sin ajuar.
154.-8ln huesos..
155.- PIIo;o endu recido. Adobes.
156.-Plant& Indeterminada. Sin datos de endurcc1m1ento. Igualmente
sin datA» de cenl7.as, piedras., .adobes, huesos y urna cineraria.
15'1.-510 ajuar.
lsa. -Adobe$..
159.-P ledras. Sin huesos.
160.-Horloont.e primero. f'l.anta Informe. 5111
ISl.- H orizonte segundo. Sin ajuar.
162. - H orlwnt.e segundo.
-
187 -
h~ (?)
[page-n-188]
10
F . FIGUERAS PACH ECO
163.-Horlzonte tercero. P illo endurecido. Pledr1lS. Adobc3. Sin ajuar.
164.-Sln huesos. Urna clnemria con huesos de anlm:U. Sin aJulU".
165.-Adobes.
166.- H orlzonte primero. Sin oen1zas. Piedras. Bln huesos.
167.-Horironte segundo. Piso endurecido. SIn hueSOS (1) S1n ajuar.
168.~iso endurecklo.
169.- P lanta destruida. Sin data5 de endurecimiento. Sin cenlMs ni
hueso&. Dma cineraria.
170.--Planta destruida. Sin, datos de endurecim iento. Sin hue.50S,
3). Obscrvacio llcs.-Los datos relati vos a la carenc ia .de cen izal
son de valor muy escaso, pues como ya se dijo, obedecen rnií s a distraccio nes u olvido que a la exactitud de los hechos. Por razones
que exponemos en libros más exlensos, lo mismo puede decirse de
la f:llta de huesos (nos referimos siempre en la fabla anterio r, a 106
del sucio). cuando este dato negativo no habiendo urn a ci neraria
co inddc con la existencia en la misma fosa , de piedraa y ad obes o de
piso endurecido. Las urnas cinerarias figuran en esta tabla, como C:lraclcrística distint3 de los 3ju3res. De los objetoa Que integra n los
úhimos. nos ocupamos en los capítulos que siguen .
IV
DE l.OS AJ.UARES EN GENERAL
1). l!~ pec: ¡ es)' distr¡buc:ióJI.- L o más importante de l:ls .pi ras. es
conten id o y dentro de éste. lo relativo a los ajuares. Hem os señaI:.do una po r una todas las fosas Que los tenían , pero nada hemos
dicho aú n de las especies de objetos que los integraban ni de su dist ri bución en el yacimiento. Sin disponer de estoa datos, ningún
:lrqucólogo podrí:l deducir las conclusiones de mayo r interés a Que
se ip resta la necrópolis. E n el capítu lo presente yen e l que sigue. te
ofrecemos 'Jos que le pueden ser más útiles.
2) . Clases de objetos.-Merece n mencio narse': a) la cerámica ;
b) los hierros y bronces; e) los vid rios ,polícro mos ; d) la glíptica y
la o rfebrería; e) I:J.s escultu r:ls; f) I:lS tabas y fus:lyolas, y g) la numismática. Al guna de estas especies, están escasa mente represenlad:ls en los hallazgos rea lizados. pero au n así, aon de utilidad
e"idente para ,penel rar [os secretos de la necrópolis, po rque el valol
documental de los objetos encont rados, no suele depender (le su
número. si no del mero hecho de haberse deposi tado en· los enterramientos.
e
a) Cerámica.- Son cuatro por lo menos, las clases de ' la que
guardaban las piras. Primera. V3S0S de casi todas las e!3p3S y modaBU
-
188 -
[page-n-189]
LA NECROI'OUS DE ALICANTE
11
¡idades del cid[o griego, comprendidas entre t-1 siglo VI yel IIJ precristiano; restos comados de barro con pinturas negras sobre fond o
rojo; piezas bellísimas, aunque escasas, con figuras polícromas o me_
ramente roj:ls, sobre fon do negra; y un buen número de ejemplares
barnizados del mismo color y decorados, profusamente a veces, con
estampaciones de ha los y palmetas, todos de buena época. En cuanto
a formas, las más destacables, son [::!s cráteras y los kylikes y las m:Í5
abundantCi, los platos de variedad de tipos y tamaños . Seglllldo.
Vasos oe pasta gris sin barniz alguno pero de igua l perfección que
los campanienses de barn iz negro. A1gunos están decorados con
esta mpaciones de rQtlctas o de estrellas y en ocasiones, con dibujos
geo métricos . Abundan las formas del tipo bitroncoc6nico y sus
derivados. T erce ra. Vasos de color amarillento más o menos rojizo ,
f:Jctura y pasta excelen tes y. decoración de líneas circundantes y
dibujos geométricos (círculos, sectores , cabelleras. cayados y airas
temas semejantes). nunca con figuras de hombres y animales. Entre
sus formas se destacan, las cilínd ricas y las bitroncocónicas, m:JS
o men06 perfectas unas y otras. Son frecuentes las imitaciones do
modelos campanienscs de platos y kylikat. Y Cltarta. Vasos de
tODOS claros y ferrosos, factura y pasta deficientes y formas poco
esbeltas, cua ndo no fraocamente feas. Su decoración a lo sumo C6 de
líneas circundantes. Algú n que otro ejemplar presenta acanalados.
La divisoria entre esta clase de barros y la del grupo :mterior es
a veces difícil de fijar y sobre todo a los efectos de'l prCfientc traba jo.
Al hablar del contenido de las piras nos ocupamos de las urnas
como de cosa independiente y distinta de los ajuarcs. En la ojeada
quc acabamos de dar a la cerámica del yacimiento ,- no hacemos ya
distinción alguna entre los vasos cinerarios y los integrantes de!
ajuar propiamcnte dicho.
b) Hierros y bronces. - Mencionaremos únicament e las tres
especies más destacables. ya por su abundancia en la necr6polis, ya
por su valor documental. La primera, es la de las armas. Las más
frecuentcti en el yacimiento, son las fa1catas y 'los soliférreos. Algunas de aquéllas, están enriquecidas con adamascados de ¡plala. Hay
lan zas de varios tipos, unas con nervio cenlral y airas si n él. Se
cn.cucntran igualmente curiosos fragmentos de otras armas difíciles
de clasifi car , por carecerse de modelos con que compararlas. Acaso
son las t¡picóu; de las gentes Que llenaron estas fosas.
El scgundo grupo está constituido por las fíbulas, los pasa dores
y los brochcti de cinturón. Las ,primeras aparecen entre las cenizas
- 1.-
[page-n-190]
12
F. FIGUERA PACHECO
S
do muchos enterram ientos. La mayoría 60 n anu lares o hispánicas y
lodas de bronce, sin más excepción Que u n ejemplar de hierro. Las
hay tam bié n de otros tipos y entre e ll as, una semejante a las ll amadas
do caballito. Ofrece la particularidad de estar ado rnada con un
pequeño disco de vidrio con un rostro en relieve. Abundan 1m
pasado res ad o rn ados también con discos de la mis ma materia, unos,
co n dibujos en colores y otros , sin el los. Las piezas más inte resa ntes
entre todas las de es te grupo, son '08 broches de cinturón ha ll ados
en vari as sepultu ras. Cada una de sus placas, es tá integrada por tres
l:í minas roctangul arcs, la cen tral de hierro y las resta ntes de bronce.
La l:í mina del an tera de cada juego prese nta copiosos dibujos incisos.
La tercera sección de que habl:lnl OS está cons tit uida po r los restos
de algunos brase ros de cobre o bronce. Su particularidad consiste
en hall arse adornados con manos c&tilizadas en e l exte rior de los
bo rdes del brasero, bajo el arranque de las asas. Pertenecen at mismo
tipo que el del tesoro de Aliseda y el de Carmona .
e) V idrios policromos.-En bastan tes sep ulturas, se descub rieron restos de objetos de esta especie: fragmentos de vasos, cuentas
de collar y discos de incr ustación. E l hall azgo más impo rta nte, fué
el de un espléndido coll ar formado po r un buen número de cuentas,
algun as como huevos de p alo ma. Las había de va riedad de formas
(p:íj:u os, si erpes, elc .) y d ib ujos en cororCli (fl ores eSli lizadas, pa lmas
y ot ros temas decorativos). E s un ejemp la r de excepcional valor
3rqueológico.
Jcb
d) Glíptica y oT reTía.- I ntegr3n este apart:l do un reducido
n úmero de entalles y camafeos, vari os pendientes y otra s peq ueñas
31ha jas de oro y 31
gonos ani ll os de p lata y otrOs mel3 lCi. U no de
los en talles, bell ísi mo, representa un a cabeci ta fem enina, quiz:í un
relrato y está ·engastado en ora. O tro , muestrol la fi gura de un guerrero. El primero de los dos cita dos , se deslíz6 si n duda desde la
capa de I;\s ru inas roman as, hasI3 los cU ratos de las piras.
e) E scwtll ra.-La obra más no table de es ta cl ase, rué un pe·
queño 3ltorrelieve, con dos fi gura s: un3, femenin a, co n todas ¡¡ US
godas c ind umcnlari3 de pies a ca beza ; y 0 lr3 de var6 n, con manlo
y lanza. Lo más cu rioso de esta obra , es que sc tra la d el primer
ejemp l:ir de su clase enco ntrado en E spaña, completamente pol icro mado , co nservan do todos sus COlorCf¡ en cond iciones de resta urarse íntegrame nte en una Oá mi n3, co mo 3sí se hizo an tes de q ue
-
190_
[page-n-191]
LA NECROPOUS DE ALICANTE
13
la acció n del ai re pudiera d isminuir o terminar con la riquC'ta )'
variedad de sus lonas (3).
Las figuras de barro cocido , abundan en los enterram ientos. La
inmensa mayoría son representaciones de la d iOsa Tani l, con variedad
de at ributos: espigas, pa lomas, frutos, etc. Unos de estos bustos
son de base abierta: y ot ros, de base cerrada. Todos a llÍn corona·
dos pa r un kálathos de cinco agujeros. Creemos haber probado
en el Congreso de Murcia, estas representaciones de T.:mit son de
valor definitivo, para fijar la etnia y cronología de los yacimientos
arqueológicos del SudcSle, sob re todo, los situados al Norte de
Cabo Palos (4) .
Fin :¡[ mente, es digna de especial mención una pequeña talla
en marfil, rep resentando al dios Horus, con su cuerpo de hombre
y su cabeza de gavilá n. Apareció en el mismo enterramiento del
collar polícromo.
Tabas y jusayolas.-Las pocas hogueras en que encont ramos
labas (astrága los de carnero) la.5 tenían en cantidad considerable,
hasta por cientos. F usayolas se recogieron de gran va riedad de
barros y modelos , predominando las de to nos grises y for ma de
doble Ironco de cono. Algunas f6tán decoradas con dibujos incisos
y líneas de puntillados.
f)
Nlltllismát¡ca.-Sólo un ejempla r de los muchos pequeños
bronces descubiertos en tre las cenizas. pudo ser identificado. Era una
moneda ca rt aginesa en la Que aparecía et c::!biro lipi,co de csta
numismática. Dados los rasgos comunes a todas ell as, que se apre-ciaban en los p untos menos oxidados, suponemos Que las restantes
eran igua les Que la Que pudo identificarse. F uera de las fosas ta mbién se enco ntraron lotes ca rtagineses.
g)
3).
Estado tlc~ fIIotcriar. obtcf1ido.-Por desgracia 13 mayoría de
los objetos salieron e n pésimo estado de conservación. Los hier ros
y los bronces apareciero n casi siempre recubiertos de una grueu
ca pa de óxido o penetrados completamente por e l mismo. En varias
sepulturas, los metal es aludidos, constituían con las cenizas y la
tierra un co nglomerado i nf ~r m e Que no permitió reconocer objeto
(3 ) Su.grit\coen coklrefl se publicó en P. FIGUERAS PACHECO: "El Oru·
po El5cUlt.órlco de Alicante", Arch1vo Espafiol de Arqueologta, núm. 65, t. XIX,
pAg, 309. Madrid 1946.
'
(4) p , PIOUERAS PACHECO: "Griegos y púnicos en el Sudeste ele Espatia.
Proceso geogr&nco histórico de la colonizaclón " . Cr6n1ca del ID COntrel!O Ar·
Q.ueolOgk:o del Bude:;te EspaAol (Murcia, 1941) , pág. un. Cartagena UNa.
_ 191_
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F. FIGUERAS I'ACHECO
alguno. El subsuelo de fango y el salobre del yacimiento, contribuyeron con los siglos, a producir tan lamenlable resultado.
Causas de otra índole fueron las que ocasiona ron la destrucción
de la cerámica. La mayoría de los vasos que se encontraron en
fr agmen los, fueron rotos intencionadamente. Las urnas cinerarias,
no se destruyeron nunca .por tal ca usa, ' sino por la presión de !:Js
derras. Tampoco las obras de escultura, se destruyeron por voluntad de [os hombres. El fraccionamiento frecuente de ~'os bustos je
Tanit, se debo de modo principal, a la mala calidad dcll barro de que
se hicieron, poco apto para resistir [a acción de la humedad, del
salobre y do los siglos. Aun así, fueron bastantes 106 cjempl:1res que
pudi eron restaurarse ¡por completo. Alguno Que otra de mejo r
arcilla, logró lIeg:]f indemne hasta nosotroS.
v
DE LOS AJUARES EN PARTICULAR
1). EJ.'pli(l{lci6,1 previa.-En las p¡íginas precedentes, hablamos
del acervo de la nC<'rópolis, limitándonos a mencionar las princi.
p;ales especies de obietos que lo integran. Para interpretar medianamente el yacimiento, sobre todo en ,lo relativo a sus tipos de piras
y a algunos de sus ritos, se nccesita conocer también et modo de estar
dislrihuídos ta les objetos, eRl re las distintas cosas del conjunto,
2). Tablas lle distribllcióll.- Los datos más interesantes sobre la
malcri:J. son los que ofrecemos al lector en los resúmenes que siguen:
al
Vuoo cerámIcos. Unidades con restos cerámIcos InUtUc&. En
estrato rojo; números 74. 99 Y 148. Total. 3. En estrato ordInario: nÚJneroo 2, 11, 16. 20, 44. 49. 50. 52, 64, 87, 93. OO. 109.
154. 160. 162. 166 Y 169. Total, 18 Tot.a.1 de unidades con restos cerlunicos Inútiles . .. ... .. . ... .. . .. .
. ........ .. ... .
UnIdades con cerámIca que pudo rc.staurIU'SC. En estrato rojo:
números 33, 35, 36, 53, 86, 97, 100, 106. 135. 137 Y 143'. Total. 11.
En estrato ordinario: núms. 6. 10, 13, 25, 42. 43, 58, 61. 62, 65,
72, 81, 90. 103, 110, 114. 115. 117, 119, 121. 124, 128. 134. 146, 152
Y 70. Total 26. Total de uilldades oon oerám1ca que pudo
J'6'>ta.urarse
.........
......
... . . . . . . . . .
.. .
Unkladel'l con ceránúca. ya mutU, ya restaurada. Estrato rojo,
14. Estrato ordinario. 44. Total .. . ... .. . ... ... ... . ..
b) Annas. Unidades con annas tota.l o parcialmente salvadaa.
Estrato rojo: nUms. 99, 132, 133. 137. 138 Y 139. Total, 6. Estrato ordlnarto: nÚIDS. 42, 62, 101, 107, 109, 113 Y 117. TOtal, 7.
Total...
.. .
...
...
...
...
Unld.'1.descon annru; que no pudleron rutauraz.se total ni parcialmente. Estcato rojo: núms. 32, 35, 36, 38, S9, 41, 51, 106. 131,
-192 -
21
"
58
13
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LA NF.CROPOUS DE ALICANTE
140 Y 142. TOtal 11. Estrato ordinario: números l. 3,4, 5, 6, 7,
8, 12, 16, 18,22,49,52,5'1,63,83,90,96,110, 111. U9, 120, 121,
136, 146, 152, 158, 159. 165, 168 Y 73. Tot.al, 31. T otal ... ...
Un!dade.s oon annas $in distincióntrato ordlna r!o, :n. Total ...
el Fíbulas y Hebilla.!;. Con ejemplares que se restauraron. Est.nLto rojo: números 38, 55, 106, 131, 139 Y 142. Total, 6. Estr'aoto ordinario: mlmeros 4, 6, 62, 63, 72, 82, 120 Y 165. Total, 8.
Total. .. ......
... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Unidades oon eJempla1'es irt'estaurables. (Sin datos sut\clen-
d)
15
42
~
14
"",. de e!nturÓn. Estrato rojo: número 106. Estrato ordiBroches
narlo: número 63. Total. .. . ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Braseros de bronce. Estrato rojo, O. Est.I"II.tO ordln3ll"10: m)meros 62 y 81. Tota.!. ...
... ... ... ... ... ... ... ...
fJ Vldros policromos y pa.llta vltrea. Estrato roJo: números 33,
55 y 142. Total 3. Estrato ordinario: zitimcl'OlS 6, 42, 168, 52, 62,
87, 11'1 Y 1'10. Total, 8. Total. ..
...
... ... ...
11") Gliptlca. Estrato rojo: número 55 (Cama!eo). Estr ato ardinariO. número 168 (EnteJle). ToteJ ... ...
... ... ...
h) Orfebrerla y afines. Estrato rojo, núm. 55 (oro) y l42 (oro).
Total, 2. Estrato ordinario: números 52, 62, 81 (oro) y 136.
Tor.a.l, 4. Total... ... ...
... ... ... ...
.. . ... ...
1) Escultura en mar:ftl y piedra. Estrato rojo: números 33 y 100.
Total, 2. Estrato ordinario, O. Total ... ... ... ... ... ...
j) Escultura en barro cocido. UnkladeI; con bUBtos de Tanlt
ln-estaurables. Estrato rojo, O. Estrato ordinario: nWncros 3,
l O, 11, 25-, 29, 62, 68 Y 128. Total, 8. Total . .. ... ...
COn bWltos de Tan4, total o parci.almente restaurablcs. Estrnto fOjO:núms. 33, 100 Y 131. Estrato ordinario: núm!. 6,43,
66, 103, U4 y 124. Total ... ..: ... ... ... ... ...
COn otras representaciones que pudieran rest.aurarse. Estrato
rojo, mimero 100. Estrato ordinario, nUmero 42. Total.. . ...
k) Tabas. E5tra..o fOjo : número 28 y 100. Estrato ordinario: números 20, 50, 93, 114 Y 124. Total ... ... ... ... ... ......
lA\.!; dos unidades del estrato rojo contenlan muchu mis
tabtliS que todo el resto de la necrópolis.
l) FU<;.ayols.s. Estrato rojo: números 106 y 143. TOtal 2. E!ItrO.w
ordlnar:lo: números lO, 24, 25, 42, 43, 168, 66, '16, 81. 82, 114.
124 Y '10. Total. 13. Total ... ... ".
m ) Nurnlsmatlc:J.. U nJ.da.des con ejemplares Ilegibles. No f!e tomó
nota de los descubiertos. COn ejemplares descifradO.'!. Estrato
rojo: número 86. Estrato ordinario: O. ToW ... ... ... . ..
El ejemplar que "pudo J.denUfiearse bien, es cartaginés..
n ) Ajuares con objetOs de ean\.cter pcr&lnalIslmo. (Pendientes,
collAres. cuentas, a.nillos, entalles, camafeos, broches, flbulas,
llebU\a.s, pasadorCli.)
Hoguern.s sin distinción de estratos: números 39, 136, 158, 165,
139, 140, 24. 151, 76. 8, 91, 82, 18, 55, 66. 33, 131, 87, 70. 6, ]3'1,
72, 4, 162, 152, 25, 11'1, 106, 143, 43, 42, 11, 28, 124, 168, 38, 120
80, 142, 63, 110, lO, 62, 114, 81, 52, 1'10 Y 115. Total ... ... ...
2
e)
2
II
2
6
2
8
9
2
'1
15
48
A los dalas de las hogueras 63, 52 }' 170, no se les puede conceder más Que un valor muy relativo, po r estar destruídas o removidas por las obras romanas de la capa inmcdiala superior.
3). JIJ1Jctltar:o . -Todos los objetos rest :J.urados y los restos más
interesantes de los irreslaurables, fueron depositados en el Musco
-
193-
[page-n-194]
16
F. FIG UERAS PACHECQ
Provi nci:it. con la indicación del enterramiento y fecha en Que se
hall:1ron. El inventario completo, fi gura en nuestra Memoria de
1934 :l 1936. pendiente de .publicació n, en la Comisaría Ge nera l de
Excavaciones. Los hallazgos más interesanles se detallan también
en nuest ro libro . Los Ajuares de la Necrópo lis Cartagincs3 de Alie.mIO. (5).
CONCLUSION
El mayor ser vicio Que puede prestar a la arqueología e l dirC<'tor
(le IIn 36 excavaciones. no consiste en formul ar con má s o menos
:Icicr to , su opinión personal sobre el yaCimiento que se le confió.
La mis ión de desentrañar sus secretos, dista mucho de serl\! exclu ·
siva. En ocasiones ni siq uiera está ti su alcance . Lo Que interesa de
modo fun damental a la ciencia, no es Que el excavador interprete los
hechos, si no que los observe y registre bi en en el momento o po rtuno
y los exponga luego o rdenadamente con fidelidad abso lu ta. De
su tesli monio bajo este aspecto, depende la ulilidad oosica de las
excavaciones.
No otro propósito que el indicado, fué el Que nos movió primero ,
para escribir nuestros dos libros 3cerca de las piras y los ajuares de
la Albuferela; y después a condensar RUS da lOS en las pági nas anterio res. E l lecto r, estudiándolos COn método científico, hallará en
eJlos la clave de casi todos [os proble mas de [a necr6polis.
En otros trabajos de carácler menos objetivo que el present e, lo
haremos también nosolros.
(5)
P. PIQUERAS 'PACHECO : "Los Aj uares de la Necrópolis Cartaglness
de Alicante".
-
11K _
J
[page-n-195]
LA ~r.
FIGUERAS PAClIECO. - "'Esq uema de la necrÓopolis de Alican te"
2
•
•
l.
3
•
4
5
1.--
l .-·Crlt.era de ftguras policromas del enterramiento mim. 54.
J.- Imagen de kl!arté hall:::.da en la. pira 100.
t . - Vasos campanlanos (prlmero y tercero, del ente rram iento 143; el segundo,
del 81) e Ibéricos (¡:rlmero y tercero, del enterramiento 143; el segundo,
del enter ~r.1lento 121).
5. - Hoja de Ja= de hierro (hallazgo sueltol.
•
[page-n-196]
F IGUE RAS
PACIJ ECO.- ~ EsqHma
de la neerópolls de
Al k:ante~
2
3
,
4
l .-Urna cineraria 1 plato en dos poslclones, ambos del enterramlento 28.
l.-Antora que slrv16 de urna clnerarla, de la sepultura 55.
3.- Anforlta del campo de la necrópolis; jarrita y lacrimatorio pIlnkos (enterram iento 90).
4. ~n del dios egipcio Orus, talla de m.artu (pira 53).
$o- Urna l~rlca 1 tapadera con paJmetu estampadas en el fondo (pira 108).
"
..• .. t .... "n 'l' .. "It.
la " 11"11. 100.
"_11_"....."
,
[page-n-197]
FIGUERAS PACHECO.- " Esquema de la necrópolis de Alicante"
G rupo escultórico policromado de la pi ra 100
LAM. III.
[page-n-198]
FRANCISCO FIG UE RAS PACl-IECO
(Alicante)
Es.qullma dll la nllcrópolis. cartagines.a
dll fUicantll
INTROD UCC ION
En el trabajo Que sigue, hall ará e l que leyere, todos los datos
básicos de la nec rópolis de Alicante ordenados y expuestos con 1
,3
máxi ma concis ió n posi ble, Ellos le permit irán en - un momento
dado recordar fácil mente las características d< 1 yacimiento y deduci r.
opor sí mismo, co nclusiones, cuando desconfíe de las pub licad as
hasta hoy.
Esta breve Monografía, coincide con los dos últimos libros q ue
hornos escrilo sobre la ma teria (el de [as p iras y el de los ajuares).
e n ca recer de lodo contenido Que no se concrete fu ndamen tal meOlc,
al mero registro de los hechos observado¡ y a los informes indispensables para com prenderlos. Y se difcrenci:t de ambos libros, en
que mientras estos prcscnl:1n nuestros dat os, desarrollados extensamcnte y clasificados b;¡jo v;¡ricd;¡d de aspectos, las páginas que siguen
se limitan a consigna rl os escuetamen te y s6lo dcsde un punto de
vista: el necesario para abarcar de una mirad::t , toda l::t necrópolis.
ProcuramO$ no omi tir no ticia algu na de interés dest acado, p ero
atendiendo sicm pre a aho rrar tiempo y cspacio.
I
LA NECROPOLI S
1). Topografía.-Entrc las raíces o rientales de b sierra de Sa n
Juli :ín y las occidentales del T osal de Manises mucho más cerca
de éste que de aquéll a, extiéndese la marisma denominada la Al -
179 -
•
[page-n-180]
2
F. FIGUERAS PACHEOO
buferel:! de Que to mó el nombre toda \a ,partida . Es el Ie<:ho alerrado
de una rambla de 35 Ó 40 metros de anchura, Que a ,parti r de la
p laya po r el Sur. avanza tierra adentro en fo rma de N muy abierta
con C:lUce bastante bien defin ido hasta encontrar el antiqu ísimo
rn3cizo de cantería llamado El Mollel. Que lo cruza de orilla a
o rill a, a pocos metros de la vía férrea de [a Marina. Hasta no hace
muchos lustros, fu é una charca ; siglos antes una lagu na de agua
dulce; y en épocas antiguas, una ría o este ro, en com un icación
direeta
,
CO n
el mar. Los poblados de estas pl ayas en el período co-
lonial, lo utilizaron para ' dar fond ea dero c6modo a las navCG de
los mercaderes; y los romanos 10 convirtieron ,desp ués en un buen
puerto, dOI:índolc de mueUé6 , cuyos restos se observan todavía
a uno y ot ro lado de la charca desecada . Despob ladas las cerc:lnías
po r el transcurso del tiempo se cerró ' el puerto po r la barra que
formaron los arrastres de tierra y las arenas del mar, no descubrién dose hasta nucstros días, lo q ue había sido la necrópolis 'de nuestros
abueloK milenarios.
JuniO a la playa a la entr:lda del p uerto y a lo -largo del prim er
tramo de su o rilla orien tal, se extiende el campo de cntcrramientoi,
objeto de eslas páginas. Lo cubrían varias capas de escombros del
rom an ismo, siendo los más antiguos los de los últimos tiempos
de la repúbl ica y primeros del imperio. Los ci mientos de sus eons·
trucciones, se abrieron con frecuencia a expensas de la necrópolis,
dest ru yéndose así muchas de sus se'pulturas. Las que so exp lo raro n en las ca mpañas de que después hablaremos, se descubrieron
en el trozo de la citada o rilla orionta l comprend ido entre la nueV:1
carretera de 1:1 ,playa po r el Su r y la inconclusa del Campell o por
el N o rte. E l lecho de la cha rca desecada, marca c1límitc úeste del
yacimiento. E l del lado opuesto nos es todavía desconocido. L tls
ca lica tas hechas pa ra fijarlo, sólo si rvieron para deducir que hubo
10s:ls en un bu en trecho , antes de alterarse el primitivo es tado de
t:. necrópolis por las obras de los rom anos.
2). L eos alrededores.-T odos los del estero, está n sembrados de
restos de nuestras viejas civilizaciones. E n las alturas del monte do
Sa n Juli:ín , un impor tante yacimiento del bronce ; en 8U8 cercanías
ca min o de la Alb ufereta, huellas abundantes de otras 'c ulturas prehist.Óricas y .protohistóricas y :lb undantísimas del iberismo coincidente con el período colonial; en el T os:l! de ManisCll, a tiro ·jc
honda del charco desecado, las ruinas de vari as ciudadctl sup er,pUCSltlS, rodeadas de torres y murallas' que comenza ron 3 desen,,;.
- 1BO _
[page-n-181]
LA NECROPOLIS DE ALl CANT~
3
rrane haco 20 años. Al pie de la colina , lindante con las o las, un a
factoría hispánica fortifi cada; al lado opuesto del Tosa l, oslero
on medio, los restos de una s grandes term as en la pl aya y ~os de
otras importante¡ obras en los ,predios próximos; gua rneciendo el
puerto por las dos o rill as, especia lmente la do la nocr6po lis, vestigios de depós itos e insta l::Jcio nes industriales; labre la secció n del
yacimiento cont igua a la carretera n ueva , los escombros de un
te mplo , reliq uias y testimonios elocuentes de la s razas y .puebl os
que se sucedie ron en Jos campos de la Albuferela desde Jos tiempos
más rdmotos hasta los últimos del ro man ismo.
Lo más interesante y conoc ido de tod o etite pano rama arqueológico, es el Tosa l de Ma nises de que ya se ocuparon nues tros hi stori ado res del siglo XV II y qu e comenzó a ser famoso en el XVII I.
me rced a los tra ba jos y ¡pub'licaciones del doctísi mo Con de de
Lumb res. Es te no pasó de las capas más so meras del cerro , oc upadas, natura lmente, po r los restos de las construcciones ro manas.
La azada de los invcstigado res de hoy, abriéndose paso Cfitral o
Iras est rato , ha ll egado hasta la capa es téril represen tada po r la
roca cel ro ndo. Así se fuero n .desenterrando cuatro ciud ades bien
defin idas; las dos más altas y por 10 lanto menos antiguas, apareciero n reb:tSa ndo el perímetro forti ficado. Las dos restant es, se
sumaron e n el recinto circuído de torres y mura ll as. 1....a urbe infe rio r
de las cuatro que se sucedieron en la acrópo lis con arreglo il l Ira·
za do de planos ind udables, co rresponde :l la época de los Bárcidas ,
siglo 11I antes de Cristo. Por debaj o de ell a, Quedan vestigios 'd ispersos de obras y restos de objetos que bien pudiero n ,perte necer d
la co lonia griega de Acra-Leuca, de q uien toma ro n el no mb re de
poblacio nes su bsigu ientes, hasta que el Leuken de 10& helcilOs, se
tra. nsformó en L.ukent um en labios de los latin os. El ma terial descubi erto entre los mu ros de la ciudad aludida , o sea de la más antigua ,
coi nci de en rasgos típicos, con el de las fosas de que nos va mos a oc u,
par.
Qt.'aciOfH
'S.- La.s de. la A:llUfereta fueron p ractic., d:ls
3) . t as c.\·O
.po r la Comisión Provincia l de Mo nu mentos, respo ndiendo a. las sugerencia.s de uno de sus vocales formulad:!s en el Congreso Tnterna.cional de Arqueología celebrado en Barcelona el año 1929 (1) . F ueron
(1 )
Vea.se PRANCJSOO PIOUERAS PACHEOO : .. Acra.-Leuea, la ciudad
de Amllcar " . Alicante 1932..
_
181_
[page-n-182]
4
F. FIG UERAS PACHECO
casfC2das por el Estado, b Provincia y el Municipio. Se inici:lfon en
1931 y se suspendieron al es tall ar la guerra en 1936. no habiéndose
reanudado todavía cua ndo escribimos estas páginas en Diciembre
de 1950. Dirigió los trabajos hasta ó"nc8 de 1933, el DircclOr del Institulo de Alicante D. J osé Lafucnte Vidal. Desde aquella fecha en
adelante, se honró en la dirección de las excavaciones, al cor respondiente de la Hi storia Que suscribe esta Mon ografía. Durante nuestras
cam pañas de 1934 a 1936, se desentcrrarOn varias calles de la acró'
polis con Jos tramos tercero y cua rto de las murallas confi'gut18 y se
exp lo raron 170 piras de la playa y orilla orienta l del puerto (2). A ellas
se refieren exclusivamente los d :ltOS Que ofrecemos a los arqueólogos
en los breves capítulos Que siguen.
I!
DE LAS FOSAS EN GENERAL
L:ls características de nuestras tumbas pueden clasificarse en tres
grupos principales: A) Constantes B) Variabl cs y C) Domina ntes.
Las primeras son las comunes a todos enter ram ientos; las segund ; I ~,
las que los particularizan y distinguen; y las terceras las del seguurlo
gr upo Que se repiten más en el yacimiento.
A) COllstantes. - Las co munes a todas las rosas, reúnen las
siguientes características:
P ritucra.- Todos los enterramientos csl:Ín trazados con el prop(l.
si to evidente de o rientarlos de E. a O., con la cabeza a poniente.
.... rf./lllda.- La técnica de constr ucción se limitó a 1'1 apertur:1 de
un hoyo de escasa profundidad , Que se cubría después con la mism3
';erra do la excavación. La s excepciones son tan raras y a veceR, tan
dudos36 Que no deben C6timarse como modificaliv:ls de la norma
general. De lodos modos las consign3fc,mos cuando eXistan .
Tcrcera.- T od :ls contuvieron cenizas más o meno~ 3bund:IOIC$.
Su ca rend3 en algunas de las unidades de nuestros cu:idros no debe
31ribuirse 3 su falta objetiva , si no :1 deficiencias de nuestro diario
Ipor distdcción u olvido en el momento de recoger los dalas. Nu
obstantc, cuando en él no aparece la indicación de ccniz:IS ~o hacemos
(2~
El plano en colores de !as urbes que se sucedIeron en el To.sal de Ma·
nbes. se publicó en Portugal en 1948 : el euadro esquemático. también en coloro5, de las 110 hogueras aludidas, obra. en la Com!.sar1a. Oenera! de Excavaciones ron el eltado plano de la acrópolis.
-
tal_
[page-n-183]
LA NECROPOLlS DE ALICANTE
5
consta r así. Dada la regla general, cabe asegurar Que la o« rópo lis C$
de incineración.
Cuarta.-No se advirtieron estelas, cipos, concheros y demás se·
ñales destinadas a denotar su emplazamiento.
Qllinla.-Ni nguna con tenía tampoco ni por excepci6n, cerámica
de Aco, barhotinas, sigillatas y demás especies del romanismo.
B) Variables. - Las característ icas de esta índole, se clasi fican
a su vez en tres secciones, según se refieran a} a la Sitlloci'6tl, b)
cOllti1lCtltC o e) cO lltctlitlo de los en terramientos.
a) Sitllació".-Las variedades más destacadas e interesa ntes bajo
este aspecto dependen del horizonte y del estrat o en Que se abrió
c:lda fosa. En unos casos no apareció m~s que una hoguera en la
vertical de su emp lazamiento; en otros , fueron varias las Que se
descubrieron en la misma \'ertica'J. En el primer su pu esto, decimos
que están en ho rizo nte único; y en los demás casos, en horizonte
primero, segundo, lercero y hasta cuarto, según su o rden de apari<:i6 n en la sucesión de arriba abajo.
Por razón del estrato en Que se hall aro n las piras, se observa n
dos variedades : unas se encuentran en capas de ti erra cuy.o color no
Jiscrepa de las comunes en todo este ca mpo; ot ras aparecen e n un
banco más o menos gruCtio, de tierra encarnada . Son, por lo tanto,
dos los es tratos e.n Que p ueden estar las fosas; el ordinario y el rojo.
El segu ndo, hállese o no cerca de la superficie, es siempre el más profundo y el ú lt imo de los Que contienen incinera ciones.
b) COtIUIICtltc.-T odas las fosas no tienen la misma forma ni
iguales dimensio ncs. La inmensa mayoría son de planta rectangu lar
)' ejcs desiguales; las restantes, so n ovales, circulares o cuadradas,
cuando no aparecen informes, dcstruídas o indetermi nablcs por cual·
Quier ca usa. Su ca pacidad , no suele exceder de la necesaria .para con_
tener holgadamente el cuerpo extend ido del incinerado.
P.or excepción rarísi ma, apar«e algún que otro ente rram ionto
bajo una losa O co nteniendo los rcstos del difunto en un pequeño
monu mento de ,piedra y barro Que ocupa sólo una peq ueña parte
do la excavación. E n todo caso, la técnica constructiva del conju nto,
como ya dijimos &C limita a la apertura de un hoyo, cuyas paredcs
y ,piso, son siempre de tierra. Pero ésta, unas veces, presenta mancho nes de endureci mi ento más o menos gra ndes debidos a ca usas
Que no hemos de estudia r en el p resente o púsculo; y otras C:lrccen
de tal pa rticul:lTidad. Bajo este aspecto, se dan pUCti, dos variedades
de enterrami entos: con piso endurecido y sin endurecer. Por excep- 183-
)
[page-n-184]
6
F. FIGU ERAS PACHECO
ción rarísima y causas de ot ra índole, se da alguna pi ra cuyas paredes
laterales también están endurecidas.
e) Cotltenillo.- Los elementos que integran el d e las hogueras,
combinados de mil modos. son los siguientes; cenizas, piedras, ado00, huesos en el sucIo. urnas cinerarias y ajuares más o menos estimable¡. La existencia o falta de cada uno de estos intcgrantal del contenido se traduce en otras tantas no tas diferenciales de los enlerramientas explorados. Toda s ellas son de interés .para el estudio de la
necr6polis, cons tituyendo, más todavía que las características de
si tuación y continen te, la ba se de las induccio nes a Que se debe
recurrir para obtener por un método rigurosamente científi co , el
conocimient o del yacimiento. En otros tr:lhajos, exponemos y expondremos, las conclusiones a que, por tal camino, hemos llegado nosotros.
C) Dominantes. - Ind icadas ya las notas constan tes y la8
variables de nuestras piras veamos ahora las que se d:ln con más
frec uencia en la necrópolis, esto es, [as que llamamos dominantes.
Son las siguientes:
J>o.r la situaci611: cstrato ordinario y horizonte único. Por d cow
thlctltc : .planta rcctangular. cubiert:lS y laterales de tierra y piso si n
endurecer. Por el c01ltetlido: cenizas, carenci:l de piedr:lI y adobes.
huesos en el suelo. falt:l de urna cinera ria y existencia de aju:lr más
o menos estimable. Tales son las ca racterísticas en que coi nciden
la mayo ría de 108 enterramientos.
iII
DE L¡\S FOSAS EN PARTICULAR
1). ExpliftJci611 prcvia.-
reg~' r ar las quc rompan la normalidad en cada caso, para ten cr cl
c uadro completo de la necrópolis. Esto es lo que hacemos:1 conti nuación dando por sobreentendidas, todas las caractcrís lic,ls comu nes
y las variables de cada pira Que se ajusten al patró n general de las dominantes. La p:llabra 1IOTlllo'l indicará que lo Bon todas las de la fOSa.
2). R eloci6" casuístico complef1l clltario . -H e aq uí con arreglo a
lo dicho 108 caracteres diferencia lcs de cada hoguera:
-1M -
[page-n-185]
LA NECROPOLIS DE ALI CANTE
7
1.--Oval.
2:.-Nonnal.
3.-Hor1wnte Prilnero, Sin huooos.
3. -HOr1wn te primero. Sin huesos.
4.-Hor1wnte segundo.
5.-HOrizOnte segundo. Sin huesos. Urna cincra:rla.
IJ.-Normal
7.---,Hor1wnte primero. Sin cenizaS. Sin huesos.
S. -Horizonte segundo (?). Sin cenizh (1).
9. - Sin hUC$O!i (?). Sin ajuar.
IO.--.sln huesoos (1).
11.- Horl%Onte primero. Adobes. U rna cineraria.
12. - PIso endurecido. Adobes. Sin huC$O!i (?).
13.--PJanLB. Indeterminable. Sin datos de endurecimiento. P iedras.
14.- Adobes.
16. - PIso endu reeldo. Sin huesos (1 ) . S in, ajuar.
IIJ.- H orizonte primero. Planta destrolda. Sin datos de endureci miento. Sin cenizas ni huesos (?).
17. - Horlzonte segundo. Pla nta destruida, Sin datoo de endurecimiento, Sin datos positivos del contenido.
18.-P1so endureeldo.
19. - Horizonte primero. Sin ajuar.
2tl.-Horizonte segundo. Sin hUCS06 (?).
2J.- Horlwnte tercero. Plt"dras. Urna cineraria (?). Sin aJ ua.r.
22.-PlanLB. destruida. Sin datos de endurecimiento.
23.- Planta destruida. Sin datoo de endurecimiento. Sin dato al8ull0
de contenido.
24.- Horizonte IICI'UMo. Adobes.
26.-PIso endurecido.
'
26.--61n ajuar.
27.-Horlzonte primero. Planta. Infonne. Sin cenhas (?). Adobea. Sin
ajUILT.
28.---E:9tra.do rojo. Hor1wnte tercero. Planta. Informe. Adobes. urna
cineraria.
29. - PIodru.
30.-&trato rojo. Adobes. Urna clnellU'la. Sin ajuar.
31.- Estrato rojo. Adobes. Urna cineraria.. Sin a,tuar.
32.- Estrato rojo, P iso endurecido.
33.-Estrato rojo. P iso endurecklo.
34 •......Drt.rato rojo, P lanta cuadrada. Sin ajuar.
36.- Sln huesos. Urna cineraria. procedente de otro enterramiento.
36.- Estraw rojo. Horizonte segundO.
3'1. - Est ratD roJo. Ado bes, Sin ajuar.
38.-Estrato rojo. Piso endurecido, Sin ceniza.!! (?). Pledraa. Sin
huesos (? ).
39.-Estrato rojo. Planta cuadrada. LaternJcs c ndurccld06.
40.- Estrato rojo. Sin huesos (?).
41.- EBtrato rojo, PIoo ' endurecido. Sin huesos.
42.-Hor1wnte primero. Planta 1n!onne. Piso endur-ecldo.
43.-NorntaJ.
44._ Horlzonte p rimero. Piso endurecido.
45.-Estrato rojO. Horizonte segundo. Adobos. Sin ajua.r.
46. - Horlzonte segundo. Adobes. Sin ajuar.
47.- Horizonte tercero. P iso endufecido. Sin ajuar.
48.-Horb:onte cuarto. Piso endurecido. Sin ajua.r.
49. - Horlzonte prlmero. Planta destruida, Sin da\.O.s de endurecimiento.
5O.--Planta circular, Sin huesos.
51.-Estrato rojo. Sin huesos.
-
185_
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8
F. FIGUf,RAS PACHECO
52. - Planta destrokla. Sin datas de endurecim iento. Adobes. S in
h ......
53.-Eat.rato rojo. BajO una gT9.n piedra rectangular. Adobes.
54.- Emrato rojo. Baj o una. pared. Planta destruida. Sin datOs de endurecimiento. Sin datos de eenlU ni de huesos. Urna elnerarla.
Sin ajuar. (Cerca, una moneda) .
55. - Dtra.to rojo. Piso endurecklo. Sin cenlzaa ni huesos. Urna el-
"""""-
56.- Planta indeterminada.. Sln datos de en
57.- P1l;o endureck1o.
58. _ Horlronl.e primero. Adobes. Sin huesos..
59.- Horlzonl.e segundo. Sin ajuar.
OO. _ Horizonte primero. Sin hue608. Sin ajuar.
61._Horlzonte segundo. PiSo endurecido.
62. - H orlzonl.e primero. Cubierta. de Josas. Sin hueSO/l ( 1) .
63._ Planta óestru1da, Sin datos ele endurecimiento. 61n cenIZas ni
h.,....
M .-HorizOnte segundo. J>1.so cndW'eCldo. Adobes.
65.- Planta. destruida. Sin datos de enduredmlen1D. 81n hueS05,
66.- Piso endurecido. Adobes.
67. _ Bln ajuar.
68. -Plso endurecidO.
69. - PIso endurecido. Sin ajuar.
'IO. -AdobM. Piedra.
71.-5ln ajuar.
n ._ Horizonte pr1mffo.
73.-Ad0be6. Sin huesos. Urna cineraria.
74.- Estralo rojo. Hortronte segundo. PLso endurecido. Adobes. Sin
cenizas ni hues05.
7S.- Adobm. Piedras. Sin ajuar.
76.-Adobes.. PIedras.
77.- Estnto rojo. Sin hul!S04.
78.- Eatnlto roio. Sin cenlzU ni huesos. Urna clnen..rta. Sin ajuar .
79.- 8In oe~ Sin ajuar.
OO. - Estrato rojo. Adobes.. Sin oenlzU ni huesos.
81.---B1n huesos (1).
82.- HOI"izOnte primero.
83.--Horlzonte segundo.
84.-HorlZonte tercero. Sin ajuar.
fl5.-Sln oenlza5 (1). Sin ajuar.
8G.- F..strato rojo.
87.-Adobes.
88. - ~rato rojo. Sin ajuar.
89.--aln ajuar.
OO.- Normal.
91. -·.Elstrato rojo.
!n.-Adobes. Sin ajuar.
03.- Nonnal.
{H. - Sin ajuar..
9S.- P ledras. Aoobes. Sin huC605. Sin ajuar.
1l6.-PSedras. Sin huesos.
9'l .- E'.st.rB.W rojo. Sin huesos.
OO. - Estrato rojo. Sin
Sin ajuar.
OO.- Erst.rato rojo. Sin cenlzU. Sin huesos. Urna clnerarla.
IOO.-Estrato rojo.
IOt.-Sln huesos..
102. -Estrato rojo. Piso endurecklo. Sin ajuar.
l03.-PIedras.
l04._Adobes. Sin ajuar.
..
nUCS05.
106 -
[page-n-187]
9
loA Nt;CROPOLIS DE ALICANTE
105.- 6In cenizas. Adobes. Sin huesos. Sin ajuar.
loo. - Estrato rojo. Adobe$.
Un.- Nonnal.
l03. - SIn hUeM)II. Urna clnerarl&. S1n ajuar.
109.-Nonnat
llO.-Horizonte primero. Plec1ra.s. Sin huesos.
Hl.- Horlzonte segundo. Sin huesos..
112.-CubleM.a en parte por una l06a cuadrada. Sin ajuar.
113.- SIn h uellOS.
Uf.-Adoba!. Piedras. Sin huesos.
115.-8in huesos..
11S.-E:stt'ato rojo. Sin ajuar.
117.- AdobelS.
IIS.-Sin ajuar.
119.-Adobe!l.
120.-8in hUe6Ofl.
121.- Adobes. Piedras. 61n hueSO/;.
122. - Estrat(¡ rojo. Sin ajuar.
12l. - Estrato rojo. Adobes. Sin hueSOfi. Sin ajuar.
12t.-5ln huesos. Urna cineraria.
125.-Hortzon1e primero. Pared y PW) endurecido. Stn ajuar.
12S.-Estrato roJo. Horizon te segundo. Sin ajuar.
127.-EstIrato rojo. AdobeIJ. Sin huesos. Urna cinerar ia.
l28..- Norma.!.
129.- Sln ajuar.
130._Drt.-ato rojo. Adobes. Sin huesos. Sin aJunr .
131.-E.<;trat(¡ rojo. PIedras..
132. - Estrato rojo. H orizonte primero. PLso endttr"eCldo. PIedras.
133. - E'ttl"at(¡ rojo. Horl%o.nte segundo. P iedras.
134.-Nonnal.
135.- Estrato roJo. Planta cuadrada.
136.--'P1so endureel.do.
137.-Estrato rojo.
138.-Estrato rojo. Sin huesos.
139. - Estnito rojo. Adobe$.
140. _ Estrato rojo Adobes.
J41._ HOriZQnte primero. Planta. ovalada.
H 2. - Estrato rojo. H orizonte primero. Sin huesos O)
143.-Estrato roJo. Horizonte segundo. Adobes.
144.- Horizonte primero. P iso endurecido. Sin ajuar.
145. - Horizonte primero. Planta de6trulda. Sin datos de endureclmlen·
too Sin huceos. Urna cInerarla.
146.- HorIzol\te segurido.
147.- Adobc6. 61n ajuar.
H8. - Estrato roJo. Horloont.e primero. Planta oval. s In huesos..
149.--Estra.to rojo. Horlrontc segundo. Adobes.
lf>O. - Estrato rojo.
151. - Horizont..e segundo. Adobes.
152.-Planta destruida.. Sin datos de endurecimiento.
153. - Estrat.o roJo. Sin ajuar.
154.-8ln huesos..
155.- PIIo;o endu recido. Adobes.
156.-Plant& Indeterminada. Sin datos de endurcc1m1ento. Igualmente
sin datA» de cenl7.as, piedras., .adobes, huesos y urna cineraria.
15'1.-510 ajuar.
lsa. -Adobe$..
159.-P ledras. Sin huesos.
160.-Horloont.e primero. f'l.anta Informe. 5111
ISl.- H orizonte segundo. Sin ajuar.
162. - H orlwnt.e segundo.
-
187 -
h~ (?)
[page-n-188]
10
F . FIGUERAS PACH ECO
163.-Horlzonte tercero. P illo endurecido. Pledr1lS. Adobc3. Sin ajuar.
164.-Sln huesos. Urna clnemria con huesos de anlm:U. Sin aJulU".
165.-Adobes.
166.- H orlzonte primero. Sin oen1zas. Piedras. Bln huesos.
167.-Horironte segundo. Piso endurecido. SIn hueSOS (1) S1n ajuar.
168.~iso endurecklo.
169.- P lanta destruida. Sin data5 de endurecimiento. Sin cenlMs ni
hueso&. Dma cineraria.
170.--Planta destruida. Sin, datos de endurecim iento. Sin hue.50S,
3). Obscrvacio llcs.-Los datos relati vos a la carenc ia .de cen izal
son de valor muy escaso, pues como ya se dijo, obedecen rnií s a distraccio nes u olvido que a la exactitud de los hechos. Por razones
que exponemos en libros más exlensos, lo mismo puede decirse de
la f:llta de huesos (nos referimos siempre en la fabla anterio r, a 106
del sucio). cuando este dato negativo no habiendo urn a ci neraria
co inddc con la existencia en la misma fosa , de piedraa y ad obes o de
piso endurecido. Las urnas cinerarias figuran en esta tabla, como C:lraclcrística distint3 de los 3ju3res. De los objetoa Que integra n los
úhimos. nos ocupamos en los capítulos que siguen .
IV
DE l.OS AJ.UARES EN GENERAL
1). l!~ pec: ¡ es)' distr¡buc:ióJI.- L o más importante de l:ls .pi ras. es
conten id o y dentro de éste. lo relativo a los ajuares. Hem os señaI:.do una po r una todas las fosas Que los tenían , pero nada hemos
dicho aú n de las especies de objetos que los integraban ni de su dist ri bución en el yacimiento. Sin disponer de estoa datos, ningún
:lrqucólogo podrí:l deducir las conclusiones de mayo r interés a Que
se ip resta la necrópolis. E n el capítu lo presente yen e l que sigue. te
ofrecemos 'Jos que le pueden ser más útiles.
2) . Clases de objetos.-Merece n mencio narse': a) la cerámica ;
b) los hierros y bronces; e) los vid rios ,polícro mos ; d) la glíptica y
la o rfebrería; e) I:J.s escultu r:ls; f) I:lS tabas y fus:lyolas, y g) la numismática. Al guna de estas especies, están escasa mente represenlad:ls en los hallazgos rea lizados. pero au n así, aon de utilidad
e"idente para ,penel rar [os secretos de la necrópolis, po rque el valol
documental de los objetos encont rados, no suele depender (le su
número. si no del mero hecho de haberse deposi tado en· los enterramientos.
e
a) Cerámica.- Son cuatro por lo menos, las clases de ' la que
guardaban las piras. Primera. V3S0S de casi todas las e!3p3S y modaBU
-
188 -
[page-n-189]
LA NECROI'OUS DE ALICANTE
11
¡idades del cid[o griego, comprendidas entre t-1 siglo VI yel IIJ precristiano; restos comados de barro con pinturas negras sobre fond o
rojo; piezas bellísimas, aunque escasas, con figuras polícromas o me_
ramente roj:ls, sobre fon do negra; y un buen número de ejemplares
barnizados del mismo color y decorados, profusamente a veces, con
estampaciones de ha los y palmetas, todos de buena época. En cuanto
a formas, las más destacables, son [::!s cráteras y los kylikes y las m:Í5
abundantCi, los platos de variedad de tipos y tamaños . Seglllldo.
Vasos oe pasta gris sin barniz alguno pero de igua l perfección que
los campanienses de barn iz negro. A1gunos están decorados con
esta mpaciones de rQtlctas o de estrellas y en ocasiones, con dibujos
geo métricos . Abundan las formas del tipo bitroncoc6nico y sus
derivados. T erce ra. Vasos de color amarillento más o menos rojizo ,
f:Jctura y pasta excelen tes y. decoración de líneas circundantes y
dibujos geométricos (círculos, sectores , cabelleras. cayados y airas
temas semejantes). nunca con figuras de hombres y animales. Entre
sus formas se destacan, las cilínd ricas y las bitroncocónicas, m:JS
o men06 perfectas unas y otras. Son frecuentes las imitaciones do
modelos campanienscs de platos y kylikat. Y Cltarta. Vasos de
tODOS claros y ferrosos, factura y pasta deficientes y formas poco
esbeltas, cua ndo no fraocamente feas. Su decoración a lo sumo C6 de
líneas circundantes. Algú n que otro ejemplar presenta acanalados.
La divisoria entre esta clase de barros y la del grupo :mterior es
a veces difícil de fijar y sobre todo a los efectos de'l prCfientc traba jo.
Al hablar del contenido de las piras nos ocupamos de las urnas
como de cosa independiente y distinta de los ajuarcs. En la ojeada
quc acabamos de dar a la cerámica del yacimiento ,- no hacemos ya
distinción alguna entre los vasos cinerarios y los integrantes de!
ajuar propiamcnte dicho.
b) Hierros y bronces. - Mencionaremos únicament e las tres
especies más destacables. ya por su abundancia en la necr6polis, ya
por su valor documental. La primera, es la de las armas. Las más
frecuentcti en el yacimiento, son las fa1catas y 'los soliférreos. Algunas de aquéllas, están enriquecidas con adamascados de ¡plala. Hay
lan zas de varios tipos, unas con nervio cenlral y airas si n él. Se
cn.cucntran igualmente curiosos fragmentos de otras armas difíciles
de clasifi car , por carecerse de modelos con que compararlas. Acaso
son las t¡picóu; de las gentes Que llenaron estas fosas.
El scgundo grupo está constituido por las fíbulas, los pasa dores
y los brochcti de cinturón. Las ,primeras aparecen entre las cenizas
- 1.-
[page-n-190]
12
F. FIGUERA PACHECO
S
do muchos enterram ientos. La mayoría 60 n anu lares o hispánicas y
lodas de bronce, sin más excepción Que u n ejemplar de hierro. Las
hay tam bié n de otros tipos y entre e ll as, una semejante a las ll amadas
do caballito. Ofrece la particularidad de estar ado rnada con un
pequeño disco de vidrio con un rostro en relieve. Abundan 1m
pasado res ad o rn ados también con discos de la mis ma materia, unos,
co n dibujos en colores y otros , sin el los. Las piezas más inte resa ntes
entre todas las de es te grupo, son '08 broches de cinturón ha ll ados
en vari as sepultu ras. Cada una de sus placas, es tá integrada por tres
l:í minas roctangul arcs, la cen tral de hierro y las resta ntes de bronce.
La l:í mina del an tera de cada juego prese nta copiosos dibujos incisos.
La tercera sección de que habl:lnl OS está cons tit uida po r los restos
de algunos brase ros de cobre o bronce. Su particularidad consiste
en hall arse adornados con manos c&tilizadas en e l exte rior de los
bo rdes del brasero, bajo el arranque de las asas. Pertenecen at mismo
tipo que el del tesoro de Aliseda y el de Carmona .
e) V idrios policromos.-En bastan tes sep ulturas, se descub rieron restos de objetos de esta especie: fragmentos de vasos, cuentas
de collar y discos de incr ustación. E l hall azgo más impo rta nte, fué
el de un espléndido coll ar formado po r un buen número de cuentas,
algun as como huevos de p alo ma. Las había de va riedad de formas
(p:íj:u os, si erpes, elc .) y d ib ujos en cororCli (fl ores eSli lizadas, pa lmas
y ot ros temas decorativos). E s un ejemp la r de excepcional valor
3rqueológico.
Jcb
d) Glíptica y oT reTía.- I ntegr3n este apart:l do un reducido
n úmero de entalles y camafeos, vari os pendientes y otra s peq ueñas
31ha jas de oro y 31
gonos ani ll os de p lata y otrOs mel3 lCi. U no de
los en talles, bell ísi mo, representa un a cabeci ta fem enina, quiz:í un
relrato y está ·engastado en ora. O tro , muestrol la fi gura de un guerrero. El primero de los dos cita dos , se deslíz6 si n duda desde la
capa de I;\s ru inas roman as, hasI3 los cU ratos de las piras.
e) E scwtll ra.-La obra más no table de es ta cl ase, rué un pe·
queño 3ltorrelieve, con dos fi gura s: un3, femenin a, co n todas ¡¡ US
godas c ind umcnlari3 de pies a ca beza ; y 0 lr3 de var6 n, con manlo
y lanza. Lo más cu rioso de esta obra , es que sc tra la d el primer
ejemp l:ir de su clase enco ntrado en E spaña, completamente pol icro mado , co nservan do todos sus COlorCf¡ en cond iciones de resta urarse íntegrame nte en una Oá mi n3, co mo 3sí se hizo an tes de q ue
-
190_
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LA NECROPOUS DE ALICANTE
13
la acció n del ai re pudiera d isminuir o terminar con la riquC'ta )'
variedad de sus lonas (3).
Las figuras de barro cocido , abundan en los enterram ientos. La
inmensa mayoría son representaciones de la d iOsa Tani l, con variedad
de at ributos: espigas, pa lomas, frutos, etc. Unos de estos bustos
son de base abierta: y ot ros, de base cerrada. Todos a llÍn corona·
dos pa r un kálathos de cinco agujeros. Creemos haber probado
en el Congreso de Murcia, estas representaciones de T.:mit son de
valor definitivo, para fijar la etnia y cronología de los yacimientos
arqueológicos del SudcSle, sob re todo, los situados al Norte de
Cabo Palos (4) .
Fin :¡[ mente, es digna de especial mención una pequeña talla
en marfil, rep resentando al dios Horus, con su cuerpo de hombre
y su cabeza de gavilá n. Apareció en el mismo enterramiento del
collar polícromo.
Tabas y jusayolas.-Las pocas hogueras en que encont ramos
labas (astrága los de carnero) la.5 tenían en cantidad considerable,
hasta por cientos. F usayolas se recogieron de gran va riedad de
barros y modelos , predominando las de to nos grises y for ma de
doble Ironco de cono. Algunas f6tán decoradas con dibujos incisos
y líneas de puntillados.
f)
Nlltllismát¡ca.-Sólo un ejempla r de los muchos pequeños
bronces descubiertos en tre las cenizas. pudo ser identificado. Era una
moneda ca rt aginesa en la Que aparecía et c::!biro lipi,co de csta
numismática. Dados los rasgos comunes a todas ell as, que se apre-ciaban en los p untos menos oxidados, suponemos Que las restantes
eran igua les Que la Que pudo identificarse. F uera de las fosas ta mbién se enco ntraron lotes ca rtagineses.
g)
3).
Estado tlc~ fIIotcriar. obtcf1ido.-Por desgracia 13 mayoría de
los objetos salieron e n pésimo estado de conservación. Los hier ros
y los bronces apareciero n casi siempre recubiertos de una grueu
ca pa de óxido o penetrados completamente por e l mismo. En varias
sepulturas, los metal es aludidos, constituían con las cenizas y la
tierra un co nglomerado i nf ~r m e Que no permitió reconocer objeto
(3 ) Su.grit\coen coklrefl se publicó en P. FIGUERAS PACHECO: "El Oru·
po El5cUlt.órlco de Alicante", Arch1vo Espafiol de Arqueologta, núm. 65, t. XIX,
pAg, 309. Madrid 1946.
'
(4) p , PIOUERAS PACHECO: "Griegos y púnicos en el Sudeste ele Espatia.
Proceso geogr&nco histórico de la colonizaclón " . Cr6n1ca del ID COntrel!O Ar·
Q.ueolOgk:o del Bude:;te EspaAol (Murcia, 1941) , pág. un. Cartagena UNa.
_ 191_
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F. FIGUERAS I'ACHECO
alguno. El subsuelo de fango y el salobre del yacimiento, contribuyeron con los siglos, a producir tan lamenlable resultado.
Causas de otra índole fueron las que ocasiona ron la destrucción
de la cerámica. La mayoría de los vasos que se encontraron en
fr agmen los, fueron rotos intencionadamente. Las urnas cinerarias,
no se destruyeron nunca .por tal ca usa, ' sino por la presión de !:Js
derras. Tampoco las obras de escultura, se destruyeron por voluntad de [os hombres. El fraccionamiento frecuente de ~'os bustos je
Tanit, se debo de modo principal, a la mala calidad dcll barro de que
se hicieron, poco apto para resistir [a acción de la humedad, del
salobre y do los siglos. Aun así, fueron bastantes 106 cjempl:1res que
pudi eron restaurarse ¡por completo. Alguno Que otra de mejo r
arcilla, logró lIeg:]f indemne hasta nosotroS.
v
DE LOS AJUARES EN PARTICULAR
1). EJ.'pli(l{lci6,1 previa.-En las p¡íginas precedentes, hablamos
del acervo de la nC<'rópolis, limitándonos a mencionar las princi.
p;ales especies de obietos que lo integran. Para interpretar medianamente el yacimiento, sobre todo en ,lo relativo a sus tipos de piras
y a algunos de sus ritos, se nccesita conocer también et modo de estar
dislrihuídos ta les objetos, eRl re las distintas cosas del conjunto,
2). Tablas lle distribllcióll.- Los datos más interesantes sobre la
malcri:J. son los que ofrecemos al lector en los resúmenes que siguen:
al
Vuoo cerámIcos. Unidades con restos cerámIcos InUtUc&. En
estrato rojo; números 74. 99 Y 148. Total. 3. En estrato ordInario: nÚJneroo 2, 11, 16. 20, 44. 49. 50. 52, 64, 87, 93. OO. 109.
154. 160. 162. 166 Y 169. Total, 18 Tot.a.1 de unidades con restos cerlunicos Inútiles . .. ... .. . ... .. . .. .
. ........ .. ... .
UnIdades con cerámIca que pudo rc.staurIU'SC. En estrato rojo:
números 33, 35, 36, 53, 86, 97, 100, 106. 135. 137 Y 143'. Total. 11.
En estrato ordinario: núms. 6. 10, 13, 25, 42. 43, 58, 61. 62, 65,
72, 81, 90. 103, 110, 114. 115. 117, 119, 121. 124, 128. 134. 146, 152
Y 70. Total 26. Total de uilldades oon oerám1ca que pudo
J'6'>ta.urarse
.........
......
... . . . . . . . . .
.. .
Unkladel'l con ceránúca. ya mutU, ya restaurada. Estrato rojo,
14. Estrato ordinario. 44. Total .. . ... .. . ... ... ... . ..
b) Annas. Unidades con annas tota.l o parcialmente salvadaa.
Estrato rojo: nUms. 99, 132, 133. 137. 138 Y 139. Total, 6. Estrato ordlnarto: nÚIDS. 42, 62, 101, 107, 109, 113 Y 117. TOtal, 7.
Total...
.. .
...
...
...
...
Unld.'1.descon annru; que no pudleron rutauraz.se total ni parcialmente. Estcato rojo: núms. 32, 35, 36, 38, S9, 41, 51, 106. 131,
-192 -
21
"
58
13
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LA NF.CROPOUS DE ALICANTE
140 Y 142. TOtal 11. Estrato ordinario: números l. 3,4, 5, 6, 7,
8, 12, 16, 18,22,49,52,5'1,63,83,90,96,110, 111. U9, 120, 121,
136, 146, 152, 158, 159. 165, 168 Y 73. Tot.al, 31. T otal ... ...
Un!dade.s oon annas $in distinción
el Fíbulas y Hebilla.!;. Con ejemplares que se restauraron. Est.nLto rojo: números 38, 55, 106, 131, 139 Y 142. Total, 6. Estr'aoto ordinario: mlmeros 4, 6, 62, 63, 72, 82, 120 Y 165. Total, 8.
Total. .. ......
... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Unidades oon eJempla1'es irt'estaurables. (Sin datos sut\clen-
d)
15
42
~
14
"",. de e!nturÓn. Estrato rojo: número 106. Estrato ordiBroches
narlo: número 63. Total. .. . ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Braseros de bronce. Estrato rojo, O. Est.I"II.tO ordln3ll"10: m)meros 62 y 81. Tota.!. ...
... ... ... ... ... ... ... ...
fJ Vldros policromos y pa.llta vltrea. Estrato roJo: números 33,
55 y 142. Total 3. Estrato ordinario: zitimcl'OlS 6, 42, 168, 52, 62,
87, 11'1 Y 1'10. Total, 8. Total. ..
...
... ... ...
11") Gliptlca. Estrato rojo: número 55 (Cama!eo). Estr ato ardinariO. número 168 (EnteJle). ToteJ ... ...
... ... ...
h) Orfebrerla y afines. Estrato rojo, núm. 55 (oro) y l42 (oro).
Total, 2. Estrato ordinario: números 52, 62, 81 (oro) y 136.
Tor.a.l, 4. Total... ... ...
... ... ... ...
.. . ... ...
1) Escultura en mar:ftl y piedra. Estrato rojo: números 33 y 100.
Total, 2. Estrato ordinario, O. Total ... ... ... ... ... ...
j) Escultura en barro cocido. UnkladeI; con bUBtos de Tanlt
ln-estaurables. Estrato rojo, O. Estrato ordinario: nWncros 3,
l O, 11, 25-, 29, 62, 68 Y 128. Total, 8. Total . .. ... ...
COn bWltos de Tan4, total o parci.almente restaurablcs. Estrnto fOjO:núms. 33, 100 Y 131. Estrato ordinario: núm!. 6,43,
66, 103, U4 y 124. Total ... ..: ... ... ... ... ...
COn otras representaciones que pudieran rest.aurarse. Estrato
rojo, mimero 100. Estrato ordinario, nUmero 42. Total.. . ...
k) Tabas. E5tra..o fOjo : número 28 y 100. Estrato ordinario: números 20, 50, 93, 114 Y 124. Total ... ... ... ... ... ......
lA\.!; dos unidades del estrato rojo contenlan muchu mis
tabtliS que todo el resto de la necrópolis.
l) FU<;.ayols.s. Estrato rojo: números 106 y 143. TOtal 2. E!ItrO.w
ordlnar:lo: números lO, 24, 25, 42, 43, 168, 66, '16, 81. 82, 114.
124 Y '10. Total. 13. Total ... ... ".
m ) Nurnlsmatlc:J.. U nJ.da.des con ejemplares Ilegibles. No f!e tomó
nota de los descubiertos. COn ejemplares descifradO.'!. Estrato
rojo: número 86. Estrato ordinario: O. ToW ... ... ... . ..
El ejemplar que "pudo J.denUfiearse bien, es cartaginés..
n ) Ajuares con objetOs de ean\.cter pcr&lnalIslmo. (Pendientes,
collAres. cuentas, a.nillos, entalles, camafeos, broches, flbulas,
llebU\a.s, pasadorCli.)
Hoguern.s sin distinción de estratos: números 39, 136, 158, 165,
139, 140, 24. 151, 76. 8, 91, 82, 18, 55, 66. 33, 131, 87, 70. 6, ]3'1,
72, 4, 162, 152, 25, 11'1, 106, 143, 43, 42, 11, 28, 124, 168, 38, 120
80, 142, 63, 110, lO, 62, 114, 81, 52, 1'10 Y 115. Total ... ... ...
2
e)
2
II
2
6
2
8
9
2
'1
15
48
A los dalas de las hogueras 63, 52 }' 170, no se les puede conceder más Que un valor muy relativo, po r estar destruídas o removidas por las obras romanas de la capa inmcdiala superior.
3). JIJ1Jctltar:o . -Todos los objetos rest :J.urados y los restos más
interesantes de los irreslaurables, fueron depositados en el Musco
-
193-
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16
F. FIG UERAS PACHECQ
Provi nci:it. con la indicación del enterramiento y fecha en Que se
hall:1ron. El inventario completo, fi gura en nuestra Memoria de
1934 :l 1936. pendiente de .publicació n, en la Comisaría Ge nera l de
Excavaciones. Los hallazgos más interesanles se detallan también
en nuest ro libro . Los Ajuares de la Necrópo lis Cartagincs3 de Alie.mIO. (5).
CONCLUSION
El mayor ser vicio Que puede prestar a la arqueología e l dirC<'tor
(le IIn 36 excavaciones. no consiste en formul ar con má s o menos
:Icicr to , su opinión personal sobre el yaCimiento que se le confió.
La mis ión de desentrañar sus secretos, dista mucho de serl\! exclu ·
siva. En ocasiones ni siq uiera está ti su alcance . Lo Que interesa de
modo fun damental a la ciencia, no es Que el excavador interprete los
hechos, si no que los observe y registre bi en en el momento o po rtuno
y los exponga luego o rdenadamente con fidelidad abso lu ta. De
su tesli monio bajo este aspecto, depende la ulilidad oosica de las
excavaciones.
No otro propósito que el indicado, fué el Que nos movió primero ,
para escribir nuestros dos libros 3cerca de las piras y los ajuares de
la Albuferela; y después a condensar RUS da lOS en las pági nas anterio res. E l lecto r, estudiándolos COn método científico, hallará en
eJlos la clave de casi todos [os proble mas de [a necr6polis.
En otros trabajos de carácler menos objetivo que el present e, lo
haremos también nosolros.
(5)
P. PIQUERAS 'PACHECO : "Los Aj uares de la Necrópolis Cartaglness
de Alicante".
-
11K _
J
[page-n-195]
LA ~r.
FIGUERAS PAClIECO. - "'Esq uema de la necrÓopolis de Alican te"
2
•
•
l.
3
•
4
5
1.--
J.- Imagen de kl!arté hall:::.da en la. pira 100.
t . - Vasos campanlanos (prlmero y tercero, del ente rram iento 143; el segundo,
del 81) e Ibéricos (¡:rlmero y tercero, del enterramiento 143; el segundo,
del enter ~r.1lento 121).
5. - Hoja de Ja= de hierro (hallazgo sueltol.
•
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F IGUE RAS
PACIJ ECO.- ~ EsqHma
de la neerópolls de
Al k:ante~
2
3
,
4
l .-Urna cineraria 1 plato en dos poslclones, ambos del enterramlento 28.
l.-Antora que slrv16 de urna clnerarla, de la sepultura 55.
3.- Anforlta del campo de la necrópolis; jarrita y lacrimatorio pIlnkos (enterram iento 90).
4. ~n del dios egipcio Orus, talla de m.artu (pira 53).
$o- Urna l~rlca 1 tapadera con paJmetu estampadas en el fondo (pira 108).
"
..• .. t .... "n 'l' .. "It.
la " 11"11. 100.
"_11_"....."
,
[page-n-197]
FIGUERAS PACHECO.- " Esquema de la necrópolis de Alicante"
G rupo escultórico policromado de la pi ra 100
LAM. III.
[page-n-198]