
El simbolismo solar en la ornamentación de espadas de la II Edad del Hierro Céltico de la Península Ibérica
María Encarnación Cabré de Morán
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MAR IA DE LA ENCARNACION CABRE DE MORAN
( Mad rid )
El s.imbolismo solar en la ornamentación
de espadas de la 11 edad del hierro
céltico de la penlnsula ibérica
Leyendo el sugestivo trabajo del gran prchislO ri ador francés Occhclctlc sobre el cuho so1ar en tiempos ,p rehistóricos (1) escrito hace
ya muchos años , ,pero Que po r su especial na turaleza no ha perdido
interés se aprecia la t ranscendental importancia y la gran difusi ó n
Que dicho culto tuvo, a juzgar po r los múlltiplcs test imonios dejados
por los más divCT/io& pueblos, desde 108 hiperbóreos (carros con
discos soJa res votivos, ¡n&Culturas y cuchillos de la Edad de Bronce
n6 rdica) , hasta los o rientales (joyas de SYT
OS, fusayolas de Troia
y relieve de Sippa ra). pasando desde luego por lodOl los europeos,
tanto continenta les como mediterráneos. especialmente Italia y ¡-a s
culturas egcas primitivas . Respecto a Grecia clásica bien co nocidos
son sus milos sola res, frec uent ísimamcnte represe ntados en el arte,
sobre todo e n la pintura cerámica.
Por consiguiente, pod ía supo nerse con verosimi litud que tambi én
los pueblos prerromanos de la Pen ínsula I béri~a habrían p rofesado
el culto al so l (compatible con las di's tintas divinidades locales) y
justificado tanto po r el origen eent ro-eu ropeo de muchos pueblos
.peninsula res de la Edad del H ierro, demostrado su fi cientemente,
O ) J . DECHELETTE: "Le eulte du 50leU RUl' te mPII préltlstoliques".-R.
Arch. V s. t. XIV, pl\¡s. 306-357. Parls, 1909.
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sobre Iodo, po r Roseh Gimpera (2) como por el influjo de los
pueblos clásicos llegado por el Mediterráneo.
En efecto, ya Dcche[ctte en 1909 señ:lló los obje tos que pudieran
testi moniar este culto en 'la Península, que :¡ su entender era n 1:16
fíb ul as de caballo y el co nocido bronce co n caba ll o , de Ca lacei tc (3),
del que reproduce un dibujo, que juntamente con los da los de apari_
ción lefué enviado por mi padre, que entonoa; lo tenía en estudio
(4).
Modernamente nosotros, interesados por el lema, hemos iniciado
una revisión del materia l arqueológico peninsular, que p roporciona
una abundancia lal de testimonios, Que opinamos que bien merece ría hacerse un tr:tbaj o cspeciai que en su día fuc ra public3do. Como
ejemplo de estos nuevos materiales, 'que no p udieron ser conocidos
muchos do ellos por Dcchelette. porque aparecieron posteriormente
y algunos están todavía inéditos, mencio naremos aquí tan só lo I:t
cerámica de la cultura de Las Cogotas. que ostenta en su decoración
lemas solares. incisos o estampi ll ados. como ya mi padre observó al
.
¡publicarla (5).
Ahora bien. como a nosOlros nos preocu pó desde hace mucho
tiem po todo lo re'l:ttivo a las arma s de la Edad del H ierro peninsular
y po r ende europeas. cuyo estudio tenemos enlre manos, nos fijamo s
también en los aser los hochos por el mismo DccheJette en su Manual
(6), en el capítulo de la ornamentaci6n de las armas europeas del
período de La Tenc. que a su ent ender presenta n un marcado ca-
{21 P. BOSCH OIMPERA: Entre s~ muchos trabajos cltareJ11Ol> al~l.moa
como: .. Etnololia de la Peniruula. Ibérica", 11132 : "Los Celtas y el Pa!s Vasco",
Revista I nternacional de 105 EstudioS V8SOOS, 1932: "Two ceItlc Wawes In
Spain" , (Sir Jobn Rhys Memorial Leeturt. B rlUSh Academyl. Londres 1939, y
Illtlmamente : "InfIltl'&(oes germinlcas entre os ceJt.a8 peninsulares", R. de Oulmaraes, v, LX, nÚffiS. 3-4. Gulmaraes 1950,
(3) J . DECHELE"M'E: Op. clt., ftg. 10.
(4) J . CABRE AGUlLO: "Objeto!; Ibé ricos, con representaeklnes de ftgUrM
de animales, procedentes de las excavaciones de Calacelte", B. R. A. B. L. B,
Barcelona, 1008 y últimamente el mismo en: "El thymlaterlon céltico de Cala eeite", Archivo Espatkll de Arqueologia., ;flWn. 48, Madrid 1942, publli!a, juntamente con la historia y blbUOgrafia, una nueva Interpretación de elIta eur109a
pieza. Que no se opone, a nuestro entender, al simbolismo soI.ar que Doohelette
!le atribuyó y q ue tamb len ,puede apreclar&e en la ornamentación de un peto
de bronce, aparecido conjuntamente con la pieza -del ea.ballo, Que puede verse
reproducida en un dibujo nuestro -de la misma .p ublleaelón, ftg. 3.
(5) J . CABRE AQUlLO: "Excavaclones de las Cogotas, Cardefiosa (AvUal.
l . El castro", n , La neertpol1.s". J, S, E. A. , mlms. 110 y 120. Madr]d, 1930
Y 1932.
(6) J . DECHELETI'E : " Manuel d'Arehéolog!f, Prehlstorlque eeltlque ct g:lllo-romalne", t. n , parte 3.-, Paris, 1914, P&Gs. 1311-14.
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S IMBOLIS MO SOLAR
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ráete r apot rop:lico o de símbolos que tendían a proteger al guerrero
que las usaban, hendo, como es de suponer, el sol uno de 106 signos
p rincipalmente usado .pa ra dichos fines.
No son muchos los tefllimoniQfi gráficos Que Dechelette aporta ,
pera ya guiados por su tcoría, hemos procurado nosoltos e n nuestras
visi tas a museos ext ranjeros recoger ahunda ntes y expresivos dalaS,
Que en su día expo ndremos (7).
Por lo que a las armas peninsula res se refiere, hemos comprobado
que, como no pod ía menos de suceder, se cumplen también eslas
leyes, Que rcsul t:tn más o menos claras y vis ibles segú n los tipos de
armas, p e ro Que en todo caso ar roja n al estudio de estas ar mas una
llueva luz que au me nta su valo r sugestivo, que ya de po r sí e ra grande, d ada la gran va ried:ld y perfecció n técnica y or name ntal que
OSlenlan, hasta el pun to de q ue creemos poder afi rma r si n jact:lIlcia
que las armas de la Edad del Hic;rro de la Pe nínsu la Ibéric:1 pueden
ser puestas a la cabeza de todas las e uropC'dS, cosa que e n modo
alguno sucede en la Ed:ld del Bronce (aun cua ndo ta mpoco (a lt e n
algunos ejemplares notables por su ornamentación y fac tura). En
apoyo de nuest ro :lSerto rezan, apa rte del mate ria l arqueológico,
abundantes tes timon ios clásicos de alabanza a las armas ibé ricas ya
citados por el Ma rqués de Cer ralbo y por S:lndafl (8) y el hecho
demostrado de haber'I:Js adoptado los romanos , prefiriéndolas a la.
suyas , aun cuando no lograron imi tar su temple incomparable.
¡'lacas-amuleto!!, ca" di!! co!! !!o/ares, de /a gllarnici6fl ,de espada!!
del lIierro celtico pCfliflslllar.- De todos los ejemplos que pudié.
ramos presen tar en apoyo de lo dicho e n el p:írra fo anterior, hemos
elegido p.a ra el presente eSl udio en honor del buen amigo de mi
padre, D. Isid ro BaltC5ter T o r mo (que ambos d isfr uten junt os de
la gloria de Dios), unas plaquilas de hierro recortadas y finame nte
(7) En el viaje de estudios que, pensionados por el Esta.do Espa1l.ol, h lcimO:l
por gr an parte de Europa, mi padre y yo. en 1935, recoglmos dibuJos y fotogra nas de todas 188 armM que pudieran interesar para un estudio COOlparaUvo con
1M de nuesw Penlnsula.
.
(8) E. DE AOUlLERA y OAMBOA. Marqu~$ de Cerralbo: "Las necmpolls
IbéricM". COn¡reso de Valladolid. Madrid, 1916 (Urada. aparte ), pAa:. 29; en
este trabajo dedlca tambi~n un capitulo al culto soJa.r, en relaclOn oon una
tumba de posible sacerdotJ.sa, con diversos atributos y un notable · collar sideral. con stmbol08 muy relacionado!; con los que estudiamos en e:ste trabajo.
HORACE SANDAR8 : "The Wea.pons of the l berlans". Oxford, 1913. Al nn",'
de uta obra incluye un suplementó transcribiendo y traduciendo t.odas las citas de clLs1cos que conoce, sobre an:lB.S de la Penlnsula Ibérica.
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decoradas con incrustaciones de plata. Que se ap licaba n sob re el
cuero del anverso de uno de los tipos más interesantes de espadas
de antenas peninsulares de época de La T~nc que nosot ros denominamos .:tipo Arc6briga» (9), (véase reproducido en nuestra. IÍI·
minas 4 y 5), porque d ic has plaquitas presenta n, a nuestro modo de
vor (aunque hasta ahora nadie que sepam os Jo haya seña lado) dicho
ca rácter de amu'leto, con representaciones solares, de un modo
arlísti<;o y al mismo tiempo indudable ( 0).
En nuestra lám. J damos la fo tografía de tres de estas placas, cuyo
dibujo interpretativo puede verse en la figura 1 co njuntamente con
o tra placa de la misma serie y algunos testimonios com pa rativos ,
elegidos entre Jos muc hísimos Que pudieran presentarse ,
La primera placa conocida de esta ser ie (lám, 1, núme ro 1 y figll~
ra 1" , núm , 1), ,procede de 'la sepu lt ura 716 de la necrópolis de la 11
Edad de ~ H ierro Céltico de Las Cogo tas, Cardeñosa (Avil a), que se
componía de una urna ,cinera ria de barro negro, hecha ti lorn'o ,
dentro de la cua l apareció la placa y una manilla de escudo de tira
estrecha (l J), Dicha pieza nos ll amó ya la atención on el momento
de hallarla, hadéndonos pensar en un ,posible simbolismo, por la
fo rm a de su p arle inferior, lan sc mejante a un barco y por el dibujo
de sus tres d iscos con la swástica,
Poateriormente un es tudio minuci050 de esta pieza y e~ repaso
de multitud de elEmentos comparativos, nos llevan a la convicdó n
de Que no puede ser interp retada de ot ro modo, pues un mero interés decorativo no ,puede justificar su fo rma.
La barca oceánica sol:H creemos Que es tá bien claramente representada , con su clásica Quill a, a semejanza de la Que fi gura en petroglifos escandinavos (fi g. 1.-, núms, S, 6 y 8) y en cuchillos del Bronce
(9) El primer traba.Jo publicado en que hemos usa.do dicha termlllOlogla, s i
no recordamos mal, es en la memor ia sobre "El castro y nCl;rópolis del HICTI'O
ccltt.co de ChamarUn de la Sierra (Avila)" . Acta Arqueológica Hispánica.. V,
donde al hacer un estudiO especial de las armas de la 1.Ona VI de Ls. Osera,
MIoptamos la misma termlnologia que hemos empleado en un .. AU D.-' de dl.stribuclón de las espadas y pu1iales de ~ a Edad del Hierro", aUn In~(llt.o.
(lO) El carécter de plnca-amuleto .se conJIrma, teniendo en cuenta que algunaa de ellas, como la de la sepultura 16 de Atlenza (Lim. V) parecen una
roproduoclÓfl en sus temas y forma, de clert.a& .placas de bronce halladas en
. una sepultufll, remenIna de la necrópolis de Olmeda, reproduektas por el Marqu& de cerralbo en la obra cttada. ltun. XI.
(11) J . CABR&. obfll, citada sobre la necrópol1, de Las Cogot6s. Lárns. LXV.
LXXX. Al iermlnar de limpiar la tierra. de la urna cineraria en el laboratorio,
aparecieron un pequetlo regat.6n de hk'rro y una aguja de lIbul« de brorH:e q:J ~
por eso no aparecen mencionados en nuestro diario de excavaciones.
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P1e. 1,°- 1. 3 y 4. Dibujo IntJeJ'1)retat.lvo de las plaquetas-amuleto de "Las COcotu..----:l. Placa de la. rrW;ma R rle de "La 06era ".--6-8. Barcos con d1scos ~
rituales de petl"08.l1fos del Bronce n6nHco.- 9. Bvútk:a de un petrogUfo portu¡ués.- lO-ll. Dioaes solares con las manos en alto. como en la placa ntDn. 4. _
12- 13. E1 d1sco solar aobre la barca oceánica, en un amuleto de Oslla y en un
clnturOrl ItAllco.-14-15. Cuchillos escandinavos oon reprelJlel\taelonea similares.
(Dibujos ,E. Cabré. 11-15 .sepn Deohelet.te y K06Sina. 9 sc¡Un Oantooo).
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n6rdico (l1g. 1.-, núms. 14, 15) (2) . La ornamentación del costado
del barco presenta el zigzag, símbolo ancestral dd agua (lig. l.-, nú·
moro
6).
En realidad, suprimiendo la parle alta de esta pI:Jquil3 y dejand o
aislada la parle inferio r. creeríamos hallarnos :lOte un cuchi ll o del
Bronce nórdico, pero la'! como es la placa, vemos también Que 1m,
dos ondas reeorladas que arrancan del barco tienen su p:ualclo en
las pequeñas andi tas grabadas en un cuchillo de bronce dinamarqués,
que así mismo presenta en la parte inferior del barco un rayado
oblicuo como el de nuestra plaquila (fig. 1.-, núm . 15) .
. Respecto a los tres discos superiores de la placa de L:ls Cogatas,
nos parecen indudable representación so lar, a scmcj:1nza de los discos
rituales Que viajan sobre barcos en los petroglifos escandin:lvos (fi _
gura
núms. S )' 7) (t3). Las cua tro vo1utas que aparecen en
cada disco creemos Que deben ser los brazos de una swástica (cuyo
centro queda oculto por un botón de cobre) semejante a la que
aparece en un petroglifo lusitano, inscrita también en una circunfcrencia (14) . Separando los .brazos de esta sw:ístiea se aprecian un os
triángulos primitivamente rellenos de plata que forman, en reserva,
cuatro grandes radios, que vienen a identificar :l'I disco, con la rueda
solar, a semejanza de h Que vemos en los petroglifos nórdicos , de
donde hemos reproducido, p . e., el hombre portador del disco-rue.
da solar, que en otros casos viaja sobre la barca oceáni ca (fig. 1...
núms. 6 y 8) como en una serie de amuletos de la Ga lia (lig. 1.-,
núm . 12) OS) .
Finalmente es de notar en esta !llaca, Que los tra; disquitos aparecen unidos por un travesaño no horizontal sino inclinado intcncionad3mente en lazando los discos en forma de falsas espir3les.
motivo o rn3ment:I'I, según Kossinna, de origen nórdico (16) .
J."
(1 2) J . DI1lCHELETTE: Op. clt. en la nota 1, 1I.gs. 14, l!i y 16.
O. KOSSINNA : "Ole odeutsohe Vorgc.schlchte". LelpUg, 1934. ngs. 163-190 y
,,,.
(3) La misma representación debe ser la que aparece en cuatro amuletos,
que forman parIA:! del collar de &aeel'dotLsa de Cla1'es a que lIoludlamos en la nota
11, publicado por el Marqués de Cerralbo en la IAro.. XIll de su obra..
( 14) M. CARDOZO: .. Monumem.os ArqueoJógleoe a.a SOCledade Mal'blm
Sarmento". Oulmaraes, 1950. F\gl;. 38 y 40.
(I!i) J . DECHELETTE: Op. cit. en la nota l. En la nt. 30 reproduce t.re.s de
......
(l6) KOSSINNA : Op clt., pAgo 104, ng. 218, l .
Dte t.ema ode faJ.sa.s espirales aparece en otraa e.spacl.u de la Osera, cuy",
vllolna en lugar de ser de cuero con guarnición de placas de hierro está heehft
de chapa enteriza de hierro, con decoración recortada sobre el caJe1.ln del cu-
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SIMBOLI SMO SOLAR
O,ra plaquita amuleto parecida a la anterio rmente descrita, apareció en la sepultura 175 de la zona VI de la necr6polis de La Osera
de Chamartín (Avila) (fig.
núm . 2), en cuya sepultura, hecha en
una grieta de la roca nativa, no enco ntramos urna ci neraria, pues
los restos de huesos aparecían mezclados con I()s objetos de hierro,
como en otras muchas sepult uras de esta necr6po.lis , dando idea do
q ue probablemente fu eron depositados envudtos en alguna rica tela ,
que se perdiera total mcn le, o cua lq uier o tro objeto de materia
perecedera , El ajuar consistía en los restos de una vaina de espada ,
con varias piezas nieladas .en p lata y una abrazadera de escudo,
muy incompleta, del tipo de aletas, corr iente en L a Osera (17),
Esta p'laq uil a p rcsenta también form a de barco, co n el casco
decorado con zigzag y los tres discos sola res ri tuales viaj an do encima,
con un ensa nc ha miento ci rcular horadado en el centro de sus astas,
Que no es otra cosa sino el C$tilizado recuerdo de Jos ho mbrcs qu c
viaja n en los ,pclroglifos nórd icos junto al disco solar, a veces en
danza rit ua l a su a'Jrededo r, como en un barco reproducido p or
Schuchhardt (18) y otras veces llevando en alto el d isco ritual (figuras
1'-, núm ero 8 y 2,-, núm, 6) , que es lo que a nuestro entender
representa la p!aquita de La O sera. Los discos solares están ornamentad os COn un nielado de círculos concénlricos, rayado radial
y picos estelares. que es a ira de las for mas universalmente acep tadas
como rep rc; cnlación del sol (lig. 1.-, núm . 13) {l 9),
En la sepultura 1066 de Las C9gotas fué lambién hallada por
nO$OlrOs, o tra plaquita de la misma serie (tá m. 1, núm . 2 y flg , l .-, número 3) que si bien conserva el número tres, rit ua l cntre Jos echas
scgú n Dechcl ette (20), para los diminutos disquitos, co n un botón
en el centro , que estoín desigualmente repartidos enci ma de la barca
(y que sin duda representan como en la placa :mleriormentc dcs-
1..,
chUlo, del est.llo de una de las e8J)adas de la sepultu ra 200 de la zona vt re'Producida en 1903 '11\ms. XXXIX- XLI de la obra citada en la nota 9, cuya obra,
hcoha a base de las fot.otrrafla.s, planos y dJari06 de mi padre, estt. redactadA
en la parte del ea.stro por Antonio MoUnero y en la necrópolis por rn»otros,
que aslmJ..sm.o hJcimostodO$ Jos dibujos que en dicho trabajo sobre la necrópoliS
1\gu~
U '7 ) Véau reproducido este ajuar en la. 'Am. XXXV de la Obra citada en
las notaS 9 y 16.
(8) .cARL SCHUClIHART: "A1teuropa, Kuhuren-Ruen Voolker " . Bel'l1n.
Lelptig, 1935. fig. 122, C.
(UJ) D ECHELEITE: Op. clt. en La nota 1, ftgs. 3, 4, 6, 8, 9, 23,
(20) Op, clt.., nota 6, pApo 152'1-30.
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crita les hombres Que viajan acompañando a los discos rituales)
e n cambio. para los discos solares adopta el número de cuatro (21),
Que a Il ucstro entender debe relacionarse con las ruedas del C3rrO
solar. La decoraci6n niclada de los discos se identifica cla ramente con
la rueda y el casco del ba rco presenta encima del. zigzag un rayado
verlical Que ,puede traduci r las estacas de Jos pctroglifos nórdicos,
mejor representadas en a']gunos barcos en .pintura cerá mica griega,
de estilo geométrico (22). La sepultura a que pertenece esla placa
no di6 de sí rn,í!l' Que la urna cineraria, a torno, del mismo tipo que
la de la placa primeramente descrita (23) .
El dios solar, co,~ ¡igllra IIl1malla, sobre 'a barca oceállica .. - L1
placa-am uleto, sin duda más interes:lnte de esta serie, ta descubrimos
igualmente en la necrópolis de Las Cogot:lS, en 1:1 sepultura 513, que
carecía de urna cineraria, apareciendo los restos de huesecillos, mezo
clados a los hierros. en la misma forma que en la sepultura 175 de
1a zona VI de La Oser3. El ajuar (fig. 3.-) se componía de dos
punt3s de lanza y una abmzadcra de escudo, de alet3s algo más
anchas Que las de la pieza antes mencionada de La Osera (24) .
En el mo ment o de aparecer esta plaquita (lám. J, núm . 3 y fi gura 1.-, núm . 4) nos llamó mucho 1 atención su forma y creímos
3
Que tr:ltab3 de representa r un:l serie de guerreros, march3ndo con
sus esc udos al es tilo dy,piliano, pero hoy dí3, 3 la luz de un estudio
más detenido opin:lmos Que debe p ertenecer a esta se(ie de p lacasamu letos y Que s u parte inferior ha de interpretarse como la barca
(21) Este número se sigue en otras placas de este Upo, como la. de AUenza de nuestra )am. V y de la sepultura 514 de La Q;era citada en la nota 30.
que salló conjuntamente con un pu1\al de tipo Mlraveche. de vaina con cuatro
discos en la contera. la cual creemos que tiene el mismo simbolismo solar, como
en otro estudio en preparación expondrell103 ampliamente.
(22) AsI por ejemplo en el barco que ll.gura en una fuente de Thebas conocida por .. El rapto de Helena". lnteret.ant1s1ma para nosotros ademli.s. porque
como moUvos de relleno apancen por doqUier slmbolos del agua, zig-zap .W bre
todo. como en nuestras espadas. Véase reproctudda en la ftg. 21 de ERNST
BUSCHOR : "Orlech1sche Vasenmalerel". Munleh, 1914.
(23) Véase nuee;1.ro diario de las excavaciones de la neerópoUs de Las 00gotas, publleado en la obra citada en la nota 5, pig8. 111-12. L6m. LXV.
( 24 ) Véase Qp. elt en la nota 5, ptg&. 23-24, 14-15, lims. XVI (fotogratlada
por mi padre tn litu, "jéndose claramente la plaqulta-amuJet.o aparecer fuera
de su slUo, junto a las armas), LXIV y LXV. Esta espada aparecla repl'Oducida., De un clibujo nuestro ti. todo color. en unos PI1e«os de la EdltorIaJ EspasaCalpe, anullclo de la Historia de Espafta dirl¡lda por R. Menénd~ Pida!, de
cuyo tomo I tenia mi padre encomendada una importante parte que por ' u
falleclmlento no llegó a publicar.
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SIMBOI,I SMO SOLAR
occamca, en cuyo costado aparece la representación del agua en
forma de volutas serpenteantes o .Iaufenden Hund» .
Sobre esta . barca viajan cuatro perSonajes míticos, portadores
del disco solar, Que aparece en su centro y Quizás identificados con
el mismo. Que de este modo se humaniza, a semejanza de la figura
Que aparece en la parte central de la vaina de un pliñal de Peschier:l,
de la serie de un solo corte, extensamente estudiada por nosotros
(25), a cuya figura le atribuye Decheletle un indudabllO simbolismc.
solar (26), (véase reproducida a tamañe. muy reducido en nuestra
figura 2.". núm . 7, junto a un detalle de la placa de Las Cogotas, para
que pueda hacerse la comparación). En ambas representilciones aparece 1:1 figur:1 hum:ma con los brazos en alto y la rueda 8ol:lr en 01
cen tro del cuerpo, apreciándose debajo de la misma, adem:is de l:ls
,piernas humanas, el recuerdo del asta· que sostiene al disco solar,
tanto en los petroglif08 y cuchi ll os nórdicos, como en los amuletos
itálicos (fig. J.", núm. 4 y fig. 2.", núm. 8).
La actitud ritual de las cuat ro figuras de la plaquita de Las Cogotas es para nosotros indudable, pues Quedan bien cla ramente marcados los cinco dedos de las manos en alto, a semeja nza de la figura
de un dios que se ve sobre el timón de un batco de un pelroglifo
escandinavo (fig. l. ", núm . JO), QUC según Kossinna repr~e.nta al
dios del fuego-sol, como .Morgcnrote» quizás, o sea el mOmento
de amanecer, .por salir los rayos solares de los dedos dol dios. La
misma idea se ve en una figurilla de bronce procedtnte del Cáucaso
(fig. l.", núm . 11) y en las dos figuras human:1S, de radiante cabeza.
QU aparecen grab3das Ilob re un cuchillo escandinavo (fig.
n.- 14).
J."
A muletos de bronce con el mismo .tema del lN
Que debe estud ia rse un amuleto de bronce inédito, que hall amos en
1932 en In sepultura 371 de la zona 1 ·de L;¡ Osera, juntamente con
108 üagmcnt08 de un3 urna cineraria, hech a a mano, de barro pardo
pulimentado por fuera y finamente decorada a peine, pero muy destrozada o incom pleta. Véaso la fot ografía de este amu leto en nuestra
lámina I núm. 4 y su dibujo en la fig. 2 -, núm. 1, juntamente con
Olros feslimonios gráficos que a nuestro entender reprCflentan la mi sma divinidad.
(25) .. En tomo a un nuevo pufíal hallstátloo aparecido en la. Peninsula
Ibérica ". R. de GulmaTae6. fase. 3-4, vol. LVll. Guimaraes 1948.
(26) Op. cit.., nota 8, pir. lUZ, flg. S72..
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Flg. 2.'- 1. Amuleto de bronce de "La. Osera ...- 2. Interpretación aobre un
b ronce C&tH:ÁSlCo, de 1&.5 8pRrentes piernas del miSmo amuleto, na.cJdu probablemente de 1 cuellos de los c15nes r ituales.- 3. Joyu de oro de Eilna oon el
0$
d ios sollU".- 4-6. Amuletos de b ronce Itálicos de la misma upresent.aclón.- j. Pitu", central de la vaina de u n p uftal de P esch lera (lta.Ua) , de slmbcfbmo so-lar.- B Una de las cuatro lI.guIlL$ de la placa-lIImuleto de "Las CogoW", con
.
Igual Simbolismo.
(Dibujos E. Cab~. 3-7 segdn D:!Chelette)
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S IM BOLISMO SOLAR
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Se trata de una serie de amu letos (27) hallados en Ita lia , de donde
seguramente estará impo rtado el de La O sera, cuyo simbolismo 3
nuestro entender, está claramente explicado en una bella y notable
joya (fig. 2.-, núm . . 3) muy co noci da (28) encontrada en un tcsorp
votivo de Egina (conservada en el "Museo Britán ico) que segú n Dechelette representa al di os sol agarrando los cuell os de los dos cisnes,
atribulo suyo, marchando sobre la barca oceánica (con las pie rnas
por cierto en la misma posición que las figuras de la plaquita-amulcto
de la sep ultura 513 de Las Cogotas) y con la cabeza adOrnada con los
grand es ,pen dien tes simból icos. Los cisnes a su vez se apoyan sob re
los cuellos de dos serpientes, una prolongación de las cua les, que
ll ega n 11 junt,lr sus cabezas, nos parece que es lo que p uede dar
origen a los circulas, sencillos o dobl es en que aparece insc rit:t la
fi gura de l dios en la serie dc amuletos itálicos de época etrusca' (figura 2.-, núms. 4 y 6) cuyo .círculo, qU\! según DecheJ ette naco de
junta ne [os ex tremos de la barca oceánica, tiene por otra pa rte muchos para lelos en representacio nes asiá ticas, naci das de las mismas
ideas míticas.
E n uno de estos amuletos itálicos (fig. 2.-, núm. 6), ·Ios cis nes sagrados están ya algo confund id os con las piernas del dios, de las
cuales salen, habiendo desaparecido sus propias patas. En ~ I mismo
amuleto e l disco solar. con el dios inscrito , está por cierl o sostenido
sobre la barca oceá nica por una desa rrollada asta (que en o tr08 amuletos debe estar rala). que a su vez eleva con sus brazos en alto una
figuri ll a huma na, Que nos recuerda al portador del disco solar de un
petrogl ifo del bronce nórd ico, de que ya anles habl amos (fig.I.-. nú mero 8 y cuya idea veíamos estilizada en la pl aQuita amuleto de la
sep ultur:l 175 de La O sera (fig. 1.-, núm 2).
Respecto al amu'l eto de La O sera (l ám. 1 núm. 4 y fig. 2'-, núm. 1)
o pinamos q ue debe colocarse en esta mis ma scrie iconográfi ca , cn un
grado muy separado ya de los ¡primeros modelos, pero que puede
desc ubrirse po r .los siguientes deta ll es : a primera vista parece que
'la fi gura de La Osera está sen lada, pero un atento examen del . siento
a
nos convence de que no es tal (puesto que no aparece indi<:ada 6U
sepa raci6 n del cuerpo humano) si no las verdaderas piernas del dios ,
con su sep:lración central bien marcada . Los ot ros dos elementos
confundidos con las ,piernas (que así vienen a ser cuatro) creemos
(27) DECH.ELE.TI'E, 01). cIt., nota l . Pig. 39.
(28) DECHELJi."l'TE. CIp. clt., nota 1, fig. 41. En las piginas 70-'71 tlcUra la
blbllo¡ra.fia y oplnlones sobre dicha. JOya.
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111 _
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M. E. CABRE DE MORAN
(IUe son un recuerdo muy confuso de las CabC'l.3S de 11')& cisnes sa-
grados (29), idea que he mos e xpresado gráfica mente (lig. 2,·, nú m . 2)
sobre la misma fi gurill a ca ucásica con los brazos en alto antes mennúm . 11).
cionada (li g.
E l marco cuadrado del amu le lo de La O sera es una v3 riación
del redondo de los itálicOII, por o lvidar su pri mit ivo ¡eOl ido y los
dos circuli tos Que aparecen sobre las manos de la fig ura de La ()¡cra.
nos parecen un recuerdo de los ojos de los cis nes tagrados que
aga rra el d ios de la joya cgea. ind icados así mismo por ori fi cios en
la p:lrle alta de los amuletos itálicos (fi g. 2,· , núms. 5 y 6) .
Otro detalle convi ncente de la misma interpretació n vemos en e l
loca do de la ca beza del d ios del amu leto de La O sera, que p~ l!s cnla
a sus dos lados una especie de abu ltada media melena, que no es
otra cosa si no el recuerdo de los pendientes rit uales de la joya egea ,
ind icados tambié n' en los amulelos il :í licos po r un abult amiento 1
los l'ad os de la cabeza y en una se rie de cuchillos e~ca n d in av08 CO'l
cabeza humana en e l mango, por los m j¡m~os pendicnu ¡. rit uales,
e n for ma de ani llilas movi bles (30).
C iertamente estas ideas evol utivas pueden parecer ave nturad.1s,
pero no 1 son tanto teniendo en c uenta Que ¡n' .:-ons¡.:ler:1 eomo un
0
hecho indudab le en la prehistoria la e no rme .pcnisten":llt de cierta-.
ideas simbó licas, explicadas muc has de ellas en reprC6emaciones
griegas, do nde las vemos trala das dc manera humana y cla ra, p Ue6to
QUC cl pensamiento y arte griegos recogen idcas mí ticas de la más
remota antigüedad. Así, po r ejemplo, hay deta lles de los amu letos
y cin turones itálicos (aparle de los exp uestos), co mo las tres asta&
Que en lugar de una sostienen e l disco sol ar (fig. P, nú ms. 12 y 13)
Que se tra d ucen en la joya de esti lo cgipci : ml e me ncionad:l (fig. segunda, núm . 3), por [a s dos p iernas del di os y la Aor Que aparece
entre ella s, así como ·105 tres disQuitos col gan les de la barca oceá nica
en esta joya, explica n también los Que aparecen en las dos represe ntacio nes itálicas y la misma cr uz radial ¡nerita en el am ule to de
'la C alia (fig.
núm. 12), viene a representar la fi gu ra del di os
estiliz:l da, co n circulitos ho radados en el lugar de la ca beza y manos.
l..,
1..,
(29) En la ftg. 4tl del citado trabajo reproduce Dechc1ctte un plato de Ca·
m iros con la ftgura de la Gorgona acampafiada de símbolos solares. que 'lgarra
con IIIS manOl$ ios cuellos de dos cl!;ncs cuyllS cabezas estAn a la misma altura
del cuerpo de la Gorgona. que las supuestas pk!mas del amule«! de La Osera.
(30) Véanse reproducidos en la ftgura 4S de DECHELETrE. Op. clt..
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SIMBOL ISMO SOU.R
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Pi,. aO-AJuar 4e la &epultura !i1S de "La.<¡ Cogotas" con la intel1lret.acI6n de
loa nlela.d03 en plata que ornamentan el anverso de la M¡)Q.da. todos d e limbo·
l.1$mo lIOIar, sl('ndo especialmente notable la plaqulta·amu1eto de las ClUat.ro !l¡uras esquematizadas, que a!Sorna el cajetín para el cuchlUo.
(Dibujos E.
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113-
cabr~)
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M. E. CABRE DE MORAN
L as espadas del hicTTO céltico peninsular, W)'OS v aitlos mismas
adornadas co,¡ las plaquitas-amuletos, pueden ide ntificarse con la
barca occd"ica.- E n nuestra fi gura 3,· damos el dibujo de todo el
ajuar de 'la sepultura 513 de Las Cogotas, pudiendo apreciarse en el
anverso de la espada [a colocaci6n de la interesa nte plaquita-a muleto
con las cua tro fi gu ras marchando , Que o rnamentaba la parte aila
del cajetín para el cuchillo, entre los dos puentes primeros.
Como puede ap reciarse esta espada apa rece en su anverso material mente cubierta de nielados de plata , con mo tivos del mismo
si mbolismo solar q ue la placa-amuleto, así sobre la placa rectangul ar
del centro de la vaina aparecen tres grandes discos sola res horadados
en su centro y en la placa tria ngular irrlcrior figura o tro semejante.
Los restan tes mol ivos ornamenl al06 de la espada , tanlo e n la pl aca
de la embocadura como en el puño, tie nen el mismo canÍtter predominant e de las dos representaciones clásicas del agua: zigzag y
vo lutas serpea ntes.
U na cspada muy semejante a és ta, seguramente salida de su mismo
tall er, apareció en la sepu ltura S09 de La O sera, como' ya hemos
publicada (31), con el anverso materialmente cubierto también de
nielados de l mismo ca rácte r sif!1bólico y con la ,plllQuita-amuleto mu y '
parecida a la de la sepu ltura 1066 de Las Cogotas (I:ím. 1, núms . 2 y
fig . 1.-, núm. 3). aunQué po r desgraci:1 bastante incompleta.
E n nuestra fi g. 3.- ofrecem os el dib ujo del :ljua r de la sepultura
16 de Atienza (32) , en Que junto a tres bocados de cab:l ll o. una
manilla de escudo y tres hojas de cuchillo, lodo ello de hierro. y de
bronce, unas pinzas fin:lrnente decoradas. al igua l' de la fíbula y un
broche de cinturón damasquinado de plata, aparece la espada con
la empuñad ura orna mentada de fin os nielados de pl ata linea les. A su
lado dibujamos 1:1 vain a, con las cañas o rnamentadas co n volutas serpenleantes.
La placa-amul eto Que ornament aba el caje tín de l::! vaina de
esta eSpada, Que fi gu ra reproducida en la parle alta d e nues tr:l tí
mina, representa ya una evolución Que o lvida algo e1 senlido primi-
(31) Op clt. el;! las notas 9 y 16, pA¡s. 153-56, 161, 17'1-179, flg. 16, l6minu
LXXVI, LXXIX.
Un e&tudiO pe,rtlcular de esta sepultura p ublicamos también con el titulo
"Un:.. sepultu ra notable de la necrópolls de La Oserl\ (Oha.mart1n, Avlla)". Cuadern06 de H. Primitiva, afto m , numo 1. Madrid, lIM8.
(32) Véase esto mlsmo dibujo publicado en la Memoria oaelal de las .. ExcavaciOnes en la necr6poUs oeltlbCrloa del A'Wllo de Cerropozo. oAt.ienu (Ouad alaJara ) " . J . S. E. A., nfun. 105. Madrid, l ~:1O, IAros. XVIl-XVm.
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Pi,. 4."-SepuUura 16 de Cel'f'OPO'ZO (AUenza-Quadalajara ), con la espada decorada con lo.s n Ielados de plata en su empufiadun. y vaina.. En la parte alta
de ~a figura se ve la plaquita-amule19 de simbolismo 1lO11U', que omamentarkl.
el caJetln para el cuchUlo. Por estar seParada de la espada, resulta mis v!.slb:e
la ronna de la. vam, que seguramente represonta la nútJo:::a ban:a ooet.nica.
( Dib ujoS E. Cabré)
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16
M. E. CABRE OH MORAN
tivo , puesto que la barca oceánica desapareció y perduran lan s610
106 c uatro disquitoli solares fundid os con la placa rectangul:J r. decorad .. con a iras trcs difiCOS, que aparece en el cenlro de 1a8 dos cspadas anteriormente de6critas. Por otra parle csta placa parece inspirada .en otras de bronce, decoradas en relieve, de sepu ltu ras fcmeninas, a Que aludimos en la nota 10.
Finalmente opinamos Que todas las vainas de esta serie de espadas vienen a representar en su to talidad una barca ritual, por lo cual
en las ca ñas (que representan el casco) y en la placa de la embocadura.
aparece insiste ntemente representada el agua, ,p or medio de zigzag
o ¡por onclas serpenteantes, al igual Que en los cuchillos del b ronce
nó rdico y que en las mismas plaquilas-amuletos del cajetín dCI cuchill o , Que hemos estudiado.
Dentro de efj;t3 barca simbólica viajaba la espada, arma portadóra
de la muerte, que debe ser guiada en su manejo certeramente po r el
d ios 801:lr, tan repetidamente representado en cll:t, par:¡ Que a la vez
sea talismán ,protcctor del guerrero que la usaba.
_ ue _
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CABR E.-" S lm bolismo
Solar~
LAM. l .
1-3.- Pla.qu itu de chapa de hierro recortada, con orname ntación d e .s1m b()!o
JOIar, de la neerOpoUs de " Lu Cogotu", Carcietlosa ( A vUa).- 4. A.mule:.o de
bronce de la nec.rtpoIis de "La osera'., Chamarún C
Avila ) con el mismo
simbolismo.
(Fotos J . Cabrj)
•
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•
MAR IA DE LA ENCARNACION CABRE DE MORAN
( Mad rid )
El s.imbolismo solar en la ornamentación
de espadas de la 11 edad del hierro
céltico de la penlnsula ibérica
Leyendo el sugestivo trabajo del gran prchislO ri ador francés Occhclctlc sobre el cuho so1ar en tiempos ,p rehistóricos (1) escrito hace
ya muchos años , ,pero Que po r su especial na turaleza no ha perdido
interés se aprecia la t ranscendental importancia y la gran difusi ó n
Que dicho culto tuvo, a juzgar po r los múlltiplcs test imonios dejados
por los más divCT/io& pueblos, desde 108 hiperbóreos (carros con
discos soJa res votivos, ¡n&Culturas y cuchillos de la Edad de Bronce
n6 rdica) , hasta los o rientales (joyas de SYT
OS, fusayolas de Troia
y relieve de Sippa ra). pasando desde luego por lodOl los europeos,
tanto continenta les como mediterráneos. especialmente Italia y ¡-a s
culturas egcas primitivas . Respecto a Grecia clásica bien co nocidos
son sus milos sola res, frec uent ísimamcnte represe ntados en el arte,
sobre todo e n la pintura cerámica.
Por consiguiente, pod ía supo nerse con verosimi litud que tambi én
los pueblos prerromanos de la Pen ínsula I béri~a habrían p rofesado
el culto al so l (compatible con las di's tintas divinidades locales) y
justificado tanto po r el origen eent ro-eu ropeo de muchos pueblos
.peninsula res de la Edad del H ierro, demostrado su fi cientemente,
O ) J . DECHELETTE: "Le eulte du 50leU RUl' te mPII préltlstoliques".-R.
Arch. V s. t. XIV, pl\¡s. 306-357. Parls, 1909.
_ 101 _
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2
M. E. CABRE DE MORAN
sobre Iodo, po r Roseh Gimpera (2) como por el influjo de los
pueblos clásicos llegado por el Mediterráneo.
En efecto, ya Dcche[ctte en 1909 señ:lló los obje tos que pudieran
testi moniar este culto en 'la Península, que :¡ su entender era n 1:16
fíb ul as de caballo y el co nocido bronce co n caba ll o , de Ca lacei tc (3),
del que reproduce un dibujo, que juntamente con los da los de apari_
ción lefué enviado por mi padre, que entonoa; lo tenía en estudio
(4).
Modernamente nosotros, interesados por el lema, hemos iniciado
una revisión del materia l arqueológico peninsular, que p roporciona
una abundancia lal de testimonios, Que opinamos que bien merece ría hacerse un tr:tbaj o cspeciai que en su día fuc ra public3do. Como
ejemplo de estos nuevos materiales, 'que no p udieron ser conocidos
muchos do ellos por Dcchelette. porque aparecieron posteriormente
y algunos están todavía inéditos, mencio naremos aquí tan só lo I:t
cerámica de la cultura de Las Cogotas. que ostenta en su decoración
lemas solares. incisos o estampi ll ados. como ya mi padre observó al
.
¡publicarla (5).
Ahora bien. como a nosOlros nos preocu pó desde hace mucho
tiem po todo lo re'l:ttivo a las arma s de la Edad del H ierro peninsular
y po r ende europeas. cuyo estudio tenemos enlre manos, nos fijamo s
también en los aser los hochos por el mismo DccheJette en su Manual
(6), en el capítulo de la ornamentaci6n de las armas europeas del
período de La Tenc. que a su ent ender presenta n un marcado ca-
{21 P. BOSCH OIMPERA: Entre s~ muchos trabajos cltareJ11Ol> al~l.moa
como: .. Etnololia de la Peniruula. Ibérica", 11132 : "Los Celtas y el Pa!s Vasco",
Revista I nternacional de 105 EstudioS V8SOOS, 1932: "Two ceItlc Wawes In
Spain" , (Sir Jobn Rhys Memorial Leeturt. B rlUSh Academyl. Londres 1939, y
Illtlmamente : "InfIltl'&(oes germinlcas entre os ceJt.a8 peninsulares", R. de Oulmaraes, v, LX, nÚffiS. 3-4. Gulmaraes 1950,
(3) J . DECHELE"M'E: Op. clt., ftg. 10.
(4) J . CABRE AGUlLO: "Objeto!; Ibé ricos, con representaeklnes de ftgUrM
de animales, procedentes de las excavaciones de Calacelte", B. R. A. B. L. B,
Barcelona, 1008 y últimamente el mismo en: "El thymlaterlon céltico de Cala eeite", Archivo Espatkll de Arqueologia., ;flWn. 48, Madrid 1942, publli!a, juntamente con la historia y blbUOgrafia, una nueva Interpretación de elIta eur109a
pieza. Que no se opone, a nuestro entender, al simbolismo soI.ar que Doohelette
!le atribuyó y q ue tamb len ,puede apreclar&e en la ornamentación de un peto
de bronce, aparecido conjuntamente con la pieza -del ea.ballo, Que puede verse
reproducida en un dibujo nuestro -de la misma .p ublleaelón, ftg. 3.
(5) J . CABRE AQUlLO: "Excavaclones de las Cogotas, Cardefiosa (AvUal.
l . El castro", n , La neertpol1.s". J, S, E. A. , mlms. 110 y 120. Madr]d, 1930
Y 1932.
(6) J . DECHELETI'E : " Manuel d'Arehéolog!f, Prehlstorlque eeltlque ct g:lllo-romalne", t. n , parte 3.-, Paris, 1914, P&Gs. 1311-14.
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S IMBOLIS MO SOLAR
3
ráete r apot rop:lico o de símbolos que tendían a proteger al guerrero
que las usaban, hendo, como es de suponer, el sol uno de 106 signos
p rincipalmente usado .pa ra dichos fines.
No son muchos los tefllimoniQfi gráficos Que Dechelette aporta ,
pera ya guiados por su tcoría, hemos procurado nosoltos e n nuestras
visi tas a museos ext ranjeros recoger ahunda ntes y expresivos dalaS,
Que en su día expo ndremos (7).
Por lo que a las armas peninsula res se refiere, hemos comprobado
que, como no pod ía menos de suceder, se cumplen también eslas
leyes, Que rcsul t:tn más o menos claras y vis ibles segú n los tipos de
armas, p e ro Que en todo caso ar roja n al estudio de estas ar mas una
llueva luz que au me nta su valo r sugestivo, que ya de po r sí e ra grande, d ada la gran va ried:ld y perfecció n técnica y or name ntal que
OSlenlan, hasta el pun to de q ue creemos poder afi rma r si n jact:lIlcia
que las armas de la Edad del Hic;rro de la Pe nínsu la Ibéric:1 pueden
ser puestas a la cabeza de todas las e uropC'dS, cosa que e n modo
alguno sucede en la Ed:ld del Bronce (aun cua ndo ta mpoco (a lt e n
algunos ejemplares notables por su ornamentación y fac tura). En
apoyo de nuest ro :lSerto rezan, apa rte del mate ria l arqueológico,
abundantes tes timon ios clásicos de alabanza a las armas ibé ricas ya
citados por el Ma rqués de Cer ralbo y por S:lndafl (8) y el hecho
demostrado de haber'I:Js adoptado los romanos , prefiriéndolas a la.
suyas , aun cuando no lograron imi tar su temple incomparable.
¡'lacas-amuleto!!, ca" di!! co!! !!o/ares, de /a gllarnici6fl ,de espada!!
del lIierro celtico pCfliflslllar.- De todos los ejemplos que pudié.
ramos presen tar en apoyo de lo dicho e n el p:írra fo anterior, hemos
elegido p.a ra el presente eSl udio en honor del buen amigo de mi
padre, D. Isid ro BaltC5ter T o r mo (que ambos d isfr uten junt os de
la gloria de Dios), unas plaquilas de hierro recortadas y finame nte
(7) En el viaje de estudios que, pensionados por el Esta.do Espa1l.ol, h lcimO:l
por gr an parte de Europa, mi padre y yo. en 1935, recoglmos dibuJos y fotogra nas de todas 188 armM que pudieran interesar para un estudio COOlparaUvo con
1M de nuesw Penlnsula.
.
(8) E. DE AOUlLERA y OAMBOA. Marqu~$ de Cerralbo: "Las necmpolls
IbéricM". COn¡reso de Valladolid. Madrid, 1916 (Urada. aparte ), pAa:. 29; en
este trabajo dedlca tambi~n un capitulo al culto soJa.r, en relaclOn oon una
tumba de posible sacerdotJ.sa, con diversos atributos y un notable · collar sideral. con stmbol08 muy relacionado!; con los que estudiamos en e:ste trabajo.
HORACE SANDAR8 : "The Wea.pons of the l berlans". Oxford, 1913. Al nn",'
de uta obra incluye un suplementó transcribiendo y traduciendo t.odas las citas de clLs1cos que conoce, sobre an:lB.S de la Penlnsula Ibérica.
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4
M. E. CABRE DE MORAN
decoradas con incrustaciones de plata. Que se ap licaba n sob re el
cuero del anverso de uno de los tipos más interesantes de espadas
de antenas peninsulares de época de La T~nc que nosot ros denominamos .:tipo Arc6briga» (9), (véase reproducido en nuestra. IÍI·
minas 4 y 5), porque d ic has plaquitas presenta n, a nuestro modo de
vor (aunque hasta ahora nadie que sepam os Jo haya seña lado) dicho
ca rácter de amu'leto, con representaciones solares, de un modo
arlísti<;o y al mismo tiempo indudable ( 0).
En nuestra lám. J damos la fo tografía de tres de estas placas, cuyo
dibujo interpretativo puede verse en la figura 1 co njuntamente con
o tra placa de la misma serie y algunos testimonios com pa rativos ,
elegidos entre Jos muc hísimos Que pudieran presentarse ,
La primera placa conocida de esta ser ie (lám, 1, núme ro 1 y figll~
ra 1" , núm , 1), ,procede de 'la sepu lt ura 716 de la necrópolis de la 11
Edad de ~ H ierro Céltico de Las Cogo tas, Cardeñosa (Avil a), que se
componía de una urna ,cinera ria de barro negro, hecha ti lorn'o ,
dentro de la cua l apareció la placa y una manilla de escudo de tira
estrecha (l J), Dicha pieza nos ll amó ya la atención on el momento
de hallarla, hadéndonos pensar en un ,posible simbolismo, por la
fo rm a de su p arle inferior, lan sc mejante a un barco y por el dibujo
de sus tres d iscos con la swástica,
Poateriormente un es tudio minuci050 de esta pieza y e~ repaso
de multitud de elEmentos comparativos, nos llevan a la convicdó n
de Que no puede ser interp retada de ot ro modo, pues un mero interés decorativo no ,puede justificar su fo rma.
La barca oceánica sol:H creemos Que es tá bien claramente representada , con su clásica Quill a, a semejanza de la Que fi gura en petroglifos escandinavos (fi g. 1.-, núms, S, 6 y 8) y en cuchillos del Bronce
(9) El primer traba.Jo publicado en que hemos usa.do dicha termlllOlogla, s i
no recordamos mal, es en la memor ia sobre "El castro y nCl;rópolis del HICTI'O
ccltt.co de ChamarUn de la Sierra (Avila)" . Acta Arqueológica Hispánica.. V,
donde al hacer un estudiO especial de las armas de la 1.Ona VI de Ls. Osera,
MIoptamos la misma termlnologia que hemos empleado en un .. AU D.-' de dl.stribuclón de las espadas y pu1iales de ~ a Edad del Hierro", aUn In~(llt.o.
(lO) El carécter de plnca-amuleto .se conJIrma, teniendo en cuenta que algunaa de ellas, como la de la sepultura 16 de Atlenza (Lim. V) parecen una
roproduoclÓfl en sus temas y forma, de clert.a& .placas de bronce halladas en
. una sepultufll, remenIna de la necrópolis de Olmeda, reproduektas por el Marqu& de cerralbo en la obra cttada. ltun. XI.
(11) J . CABR&. obfll, citada sobre la necrópol1, de Las Cogot6s. Lárns. LXV.
LXXX. Al iermlnar de limpiar la tierra. de la urna cineraria en el laboratorio,
aparecieron un pequetlo regat.6n de hk'rro y una aguja de lIbul« de brorH:e q:J ~
por eso no aparecen mencionados en nuestro diario de excavaciones.
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1
P1e. 1,°- 1. 3 y 4. Dibujo IntJeJ'1)retat.lvo de las plaquetas-amuleto de "Las COcotu..----:l. Placa de la. rrW;ma R rle de "La 06era ".--6-8. Barcos con d1scos ~
rituales de petl"08.l1fos del Bronce n6nHco.- 9. Bvútk:a de un petrogUfo portu¡ués.- lO-ll. Dioaes solares con las manos en alto. como en la placa ntDn. 4. _
12- 13. E1 d1sco solar aobre la barca oceánica, en un amuleto de Oslla y en un
clnturOrl ItAllco.-14-15. Cuchillos escandinavos oon reprelJlel\taelonea similares.
(Dibujos ,E. Cabré. 11-15 .sepn Deohelet.te y K06Sina. 9 sc¡Un Oantooo).
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6
M. E. CABRE DE MORAN
n6rdico (l1g. 1.-, núms. 14, 15) (2) . La ornamentación del costado
del barco presenta el zigzag, símbolo ancestral dd agua (lig. l.-, nú·
moro
6).
En realidad, suprimiendo la parle alta de esta pI:Jquil3 y dejand o
aislada la parle inferio r. creeríamos hallarnos :lOte un cuchi ll o del
Bronce nórdico, pero la'! como es la placa, vemos también Que 1m,
dos ondas reeorladas que arrancan del barco tienen su p:ualclo en
las pequeñas andi tas grabadas en un cuchillo de bronce dinamarqués,
que así mismo presenta en la parte inferior del barco un rayado
oblicuo como el de nuestra plaquila (fig. 1.-, núm . 15) .
. Respecto a los tres discos superiores de la placa de L:ls Cogatas,
nos parecen indudable representación so lar, a scmcj:1nza de los discos
rituales Que viajan sobre barcos en los petroglifos escandin:lvos (fi _
gura
núms. S )' 7) (t3). Las cua tro vo1utas que aparecen en
cada disco creemos Que deben ser los brazos de una swástica (cuyo
centro queda oculto por un botón de cobre) semejante a la que
aparece en un petroglifo lusitano, inscrita también en una circunfcrencia (14) . Separando los .brazos de esta sw:ístiea se aprecian un os
triángulos primitivamente rellenos de plata que forman, en reserva,
cuatro grandes radios, que vienen a identificar :l'I disco, con la rueda
solar, a semejanza de h Que vemos en los petroglifos nórdicos , de
donde hemos reproducido, p . e., el hombre portador del disco-rue.
da solar, que en otros casos viaja sobre la barca oceáni ca (fig. 1...
núms. 6 y 8) como en una serie de amuletos de la Ga lia (lig. 1.-,
núm . 12) OS) .
Finalmente es de notar en esta !llaca, Que los tra; disquitos aparecen unidos por un travesaño no horizontal sino inclinado intcncionad3mente en lazando los discos en forma de falsas espir3les.
motivo o rn3ment:I'I, según Kossinna, de origen nórdico (16) .
J."
(1 2) J . DI1lCHELETTE: Op. clt. en la nota 1, 1I.gs. 14, l!i y 16.
O. KOSSINNA : "Ole odeutsohe Vorgc.schlchte". LelpUg, 1934. ngs. 163-190 y
,,,.
(3) La misma representación debe ser la que aparece en cuatro amuletos,
que forman parIA:! del collar de &aeel'dotLsa de Cla1'es a que lIoludlamos en la nota
11, publicado por el Marqués de Cerralbo en la IAro.. XIll de su obra..
( 14) M. CARDOZO: .. Monumem.os ArqueoJógleoe a.a SOCledade Mal'blm
Sarmento". Oulmaraes, 1950. F\gl;. 38 y 40.
(I!i) J . DECHELETTE: Op. cit. en la nota l. En la nt. 30 reproduce t.re.s de
......
(l6) KOSSINNA : Op clt., pAgo 104, ng. 218, l .
Dte t.ema ode faJ.sa.s espirales aparece en otraa e.spacl.u de la Osera, cuy",
vllolna en lugar de ser de cuero con guarnición de placas de hierro está heehft
de chapa enteriza de hierro, con decoración recortada sobre el caJe1.ln del cu-
- 106-
•
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7
SIMBOLI SMO SOLAR
O,ra plaquita amuleto parecida a la anterio rmente descrita, apareció en la sepultura 175 de la zona VI de la necr6polis de La Osera
de Chamartín (Avila) (fig.
núm . 2), en cuya sepultura, hecha en
una grieta de la roca nativa, no enco ntramos urna ci neraria, pues
los restos de huesos aparecían mezclados con I()s objetos de hierro,
como en otras muchas sepult uras de esta necr6po.lis , dando idea do
q ue probablemente fu eron depositados envudtos en alguna rica tela ,
que se perdiera total mcn le, o cua lq uier o tro objeto de materia
perecedera , El ajuar consistía en los restos de una vaina de espada ,
con varias piezas nieladas .en p lata y una abrazadera de escudo,
muy incompleta, del tipo de aletas, corr iente en L a Osera (17),
Esta p'laq uil a p rcsenta también form a de barco, co n el casco
decorado con zigzag y los tres discos sola res ri tuales viaj an do encima,
con un ensa nc ha miento ci rcular horadado en el centro de sus astas,
Que no es otra cosa sino el C$tilizado recuerdo de Jos ho mbrcs qu c
viaja n en los ,pclroglifos nórd icos junto al disco solar, a veces en
danza rit ua l a su a'Jrededo r, como en un barco reproducido p or
Schuchhardt (18) y otras veces llevando en alto el d isco ritual (figuras
1'-, núm ero 8 y 2,-, núm, 6) , que es lo que a nuestro entender
representa la p!aquita de La O sera. Los discos solares están ornamentad os COn un nielado de círculos concénlricos, rayado radial
y picos estelares. que es a ira de las for mas universalmente acep tadas
como rep rc; cnlación del sol (lig. 1.-, núm . 13) {l 9),
En la sepultura 1066 de Las C9gotas fué lambién hallada por
nO$OlrOs, o tra plaquita de la misma serie (tá m. 1, núm . 2 y flg , l .-, número 3) que si bien conserva el número tres, rit ua l cntre Jos echas
scgú n Dechcl ette (20), para los diminutos disquitos, co n un botón
en el centro , que estoín desigualmente repartidos enci ma de la barca
(y que sin duda representan como en la placa :mleriormentc dcs-
1..,
chUlo, del est.llo de una de las e8J)adas de la sepultu ra 200 de la zona vt re'Producida en 1903 '11\ms. XXXIX- XLI de la obra citada en la nota 9, cuya obra,
hcoha a base de las fot.otrrafla.s, planos y dJari06 de mi padre, estt. redactadA
en la parte del ea.stro por Antonio MoUnero y en la necrópolis por rn»otros,
que aslmJ..sm.o hJcimostodO$ Jos dibujos que en dicho trabajo sobre la necrópoliS
1\gu~
U '7 ) Véau reproducido este ajuar en la. 'Am. XXXV de la Obra citada en
las notaS 9 y 16.
(8) .cARL SCHUClIHART: "A1teuropa, Kuhuren-Ruen Voolker " . Bel'l1n.
Lelptig, 1935. fig. 122, C.
(UJ) D ECHELEITE: Op. clt. en La nota 1, ftgs. 3, 4, 6, 8, 9, 23,
(20) Op, clt.., nota 6, pApo 152'1-30.
-
10'7 -
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8
M. E. CABRE DE MORAN
crita les hombres Que viajan acompañando a los discos rituales)
e n cambio. para los discos solares adopta el número de cuatro (21),
Que a Il ucstro entender debe relacionarse con las ruedas del C3rrO
solar. La decoraci6n niclada de los discos se identifica cla ramente con
la rueda y el casco del ba rco presenta encima del. zigzag un rayado
verlical Que ,puede traduci r las estacas de Jos pctroglifos nórdicos,
mejor representadas en a']gunos barcos en .pintura cerá mica griega,
de estilo geométrico (22). La sepultura a que pertenece esla placa
no di6 de sí rn,í!l' Que la urna cineraria, a torno, del mismo tipo que
la de la placa primeramente descrita (23) .
El dios solar, co,~ ¡igllra IIl1malla, sobre 'a barca oceállica .. - L1
placa-am uleto, sin duda más interes:lnte de esta serie, ta descubrimos
igualmente en la necrópolis de Las Cogot:lS, en 1:1 sepultura 513, que
carecía de urna cineraria, apareciendo los restos de huesecillos, mezo
clados a los hierros. en la misma forma que en la sepultura 175 de
1a zona VI de La Oser3. El ajuar (fig. 3.-) se componía de dos
punt3s de lanza y una abmzadcra de escudo, de alet3s algo más
anchas Que las de la pieza antes mencionada de La Osera (24) .
En el mo ment o de aparecer esta plaquita (lám. J, núm . 3 y fi gura 1.-, núm . 4) nos llamó mucho 1 atención su forma y creímos
3
Que tr:ltab3 de representa r un:l serie de guerreros, march3ndo con
sus esc udos al es tilo dy,piliano, pero hoy dí3, 3 la luz de un estudio
más detenido opin:lmos Que debe p ertenecer a esta se(ie de p lacasamu letos y Que s u parte inferior ha de interpretarse como la barca
(21) Este número se sigue en otras placas de este Upo, como la. de AUenza de nuestra )am. V y de la sepultura 514 de La Q;era citada en la nota 30.
que salló conjuntamente con un pu1\al de tipo Mlraveche. de vaina con cuatro
discos en la contera. la cual creemos que tiene el mismo simbolismo solar, como
en otro estudio en preparación expondrell103 ampliamente.
(22) AsI por ejemplo en el barco que ll.gura en una fuente de Thebas conocida por .. El rapto de Helena". lnteret.ant1s1ma para nosotros ademli.s. porque
como moUvos de relleno apancen por doqUier slmbolos del agua, zig-zap .W bre
todo. como en nuestras espadas. Véase reproctudda en la ftg. 21 de ERNST
BUSCHOR : "Orlech1sche Vasenmalerel". Munleh, 1914.
(23) Véase nuee;1.ro diario de las excavaciones de la neerópoUs de Las 00gotas, publleado en la obra citada en la nota 5, pig8. 111-12. L6m. LXV.
( 24 ) Véase Qp. elt en la nota 5, ptg&. 23-24, 14-15, lims. XVI (fotogratlada
por mi padre tn litu, "jéndose claramente la plaqulta-amuJet.o aparecer fuera
de su slUo, junto a las armas), LXIV y LXV. Esta espada aparecla repl'Oducida., De un clibujo nuestro ti. todo color. en unos PI1e«os de la EdltorIaJ EspasaCalpe, anullclo de la Historia de Espafta dirl¡lda por R. Menénd~ Pida!, de
cuyo tomo I tenia mi padre encomendada una importante parte que por ' u
falleclmlento no llegó a publicar.
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108 _
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9
SIMBOI,I SMO SOLAR
occamca, en cuyo costado aparece la representación del agua en
forma de volutas serpenteantes o .Iaufenden Hund» .
Sobre esta . barca viajan cuatro perSonajes míticos, portadores
del disco solar, Que aparece en su centro y Quizás identificados con
el mismo. Que de este modo se humaniza, a semejanza de la figura
Que aparece en la parte central de la vaina de un pliñal de Peschier:l,
de la serie de un solo corte, extensamente estudiada por nosotros
(25), a cuya figura le atribuye Decheletle un indudabllO simbolismc.
solar (26), (véase reproducida a tamañe. muy reducido en nuestra
figura 2.". núm . 7, junto a un detalle de la placa de Las Cogotas, para
que pueda hacerse la comparación). En ambas representilciones aparece 1:1 figur:1 hum:ma con los brazos en alto y la rueda 8ol:lr en 01
cen tro del cuerpo, apreciándose debajo de la misma, adem:is de l:ls
,piernas humanas, el recuerdo del asta· que sostiene al disco solar,
tanto en los petroglif08 y cuchi ll os nórdicos, como en los amuletos
itálicos (fig. J.", núm. 4 y fig. 2.", núm. 8).
La actitud ritual de las cuat ro figuras de la plaquita de Las Cogotas es para nosotros indudable, pues Quedan bien cla ramente marcados los cinco dedos de las manos en alto, a semeja nza de la figura
de un dios que se ve sobre el timón de un batco de un pelroglifo
escandinavo (fig. l. ", núm . JO), QUC según Kossinna repr~e.nta al
dios del fuego-sol, como .Morgcnrote» quizás, o sea el mOmento
de amanecer, .por salir los rayos solares de los dedos dol dios. La
misma idea se ve en una figurilla de bronce procedtnte del Cáucaso
(fig. l.", núm . 11) y en las dos figuras human:1S, de radiante cabeza.
QU aparecen grab3das Ilob re un cuchillo escandinavo (fig.
n.- 14).
J."
A muletos de bronce con el mismo .tema del lN
1932 en In sepultura 371 de la zona 1 ·de L;¡ Osera, juntamente con
108 üagmcnt08 de un3 urna cineraria, hech a a mano, de barro pardo
pulimentado por fuera y finamente decorada a peine, pero muy destrozada o incom pleta. Véaso la fot ografía de este amu leto en nuestra
lámina I núm. 4 y su dibujo en la fig. 2 -, núm. 1, juntamente con
Olros feslimonios gráficos que a nuestro entender reprCflentan la mi sma divinidad.
(25) .. En tomo a un nuevo pufíal hallstátloo aparecido en la. Peninsula
Ibérica ". R. de GulmaTae6. fase. 3-4, vol. LVll. Guimaraes 1948.
(26) Op. cit.., nota 8, pir. lUZ, flg. S72..
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Flg. 2.'- 1. Amuleto de bronce de "La. Osera ...- 2. Interpretación aobre un
b ronce C&tH:ÁSlCo, de 1&.5 8pRrentes piernas del miSmo amuleto, na.cJdu probablemente de 1 cuellos de los c15nes r ituales.- 3. Joyu de oro de Eilna oon el
0$
d ios sollU".- 4-6. Amuletos de b ronce Itálicos de la misma upresent.aclón.- j. Pitu", central de la vaina de u n p uftal de P esch lera (lta.Ua) , de slmbcfbmo so-lar.- B Una de las cuatro lI.guIlL$ de la placa-lIImuleto de "Las CogoW", con
.
Igual Simbolismo.
(Dibujos E. Cab~. 3-7 segdn D:!Chelette)
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S IM BOLISMO SOLAR
11
Se trata de una serie de amu letos (27) hallados en Ita lia , de donde
seguramente estará impo rtado el de La O sera, cuyo simbolismo 3
nuestro entender, está claramente explicado en una bella y notable
joya (fig. 2.-, núm . . 3) muy co noci da (28) encontrada en un tcsorp
votivo de Egina (conservada en el "Museo Britán ico) que segú n Dechelette representa al di os sol agarrando los cuell os de los dos cisnes,
atribulo suyo, marchando sobre la barca oceánica (con las pie rnas
por cierto en la misma posición que las figuras de la plaquita-amulcto
de la sep ultura 513 de Las Cogotas) y con la cabeza adOrnada con los
grand es ,pen dien tes simból icos. Los cisnes a su vez se apoyan sob re
los cuellos de dos serpientes, una prolongación de las cua les, que
ll ega n 11 junt,lr sus cabezas, nos parece que es lo que p uede dar
origen a los circulas, sencillos o dobl es en que aparece insc rit:t la
fi gura de l dios en la serie dc amuletos itálicos de época etrusca' (figura 2.-, núms. 4 y 6) cuyo .círculo, qU\! según DecheJ ette naco de
junta ne [os ex tremos de la barca oceánica, tiene por otra pa rte muchos para lelos en representacio nes asiá ticas, naci das de las mismas
ideas míticas.
E n uno de estos amuletos itálicos (fig. 2.-, núm. 6), ·Ios cis nes sagrados están ya algo confund id os con las piernas del dios, de las
cuales salen, habiendo desaparecido sus propias patas. En ~ I mismo
amuleto e l disco solar. con el dios inscrito , está por cierl o sostenido
sobre la barca oceá nica por una desa rrollada asta (que en o tr08 amuletos debe estar rala). que a su vez eleva con sus brazos en alto una
figuri ll a huma na, Que nos recuerda al portador del disco solar de un
petrogl ifo del bronce nórd ico, de que ya anles habl amos (fig.I.-. nú mero 8 y cuya idea veíamos estilizada en la pl aQuita amuleto de la
sep ultur:l 175 de La O sera (fig. 1.-, núm 2).
Respecto al amu'l eto de La O sera (l ám. 1 núm. 4 y fig. 2'-, núm. 1)
o pinamos q ue debe colocarse en esta mis ma scrie iconográfi ca , cn un
grado muy separado ya de los ¡primeros modelos, pero que puede
desc ubrirse po r .los siguientes deta ll es : a primera vista parece que
'la fi gura de La Osera está sen lada, pero un atento examen del . siento
a
nos convence de que no es tal (puesto que no aparece indi<:ada 6U
sepa raci6 n del cuerpo humano) si no las verdaderas piernas del dios ,
con su sep:lración central bien marcada . Los ot ros dos elementos
confundidos con las ,piernas (que así vienen a ser cuatro) creemos
(27) DECH.ELE.TI'E, 01). cIt., nota l . Pig. 39.
(28) DECHELJi."l'TE. CIp. clt., nota 1, fig. 41. En las piginas 70-'71 tlcUra la
blbllo¡ra.fia y oplnlones sobre dicha. JOya.
-
111 _
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12
M. E. CABRE DE MORAN
(IUe son un recuerdo muy confuso de las CabC'l.3S de 11')& cisnes sa-
grados (29), idea que he mos e xpresado gráfica mente (lig. 2,·, nú m . 2)
sobre la misma fi gurill a ca ucásica con los brazos en alto antes mennúm . 11).
cionada (li g.
E l marco cuadrado del amu le lo de La O sera es una v3 riación
del redondo de los itálicOII, por o lvidar su pri mit ivo ¡eOl ido y los
dos circuli tos Que aparecen sobre las manos de la fig ura de La ()¡cra.
nos parecen un recuerdo de los ojos de los cis nes tagrados que
aga rra el d ios de la joya cgea. ind icados así mismo por ori fi cios en
la p:lrle alta de los amuletos itálicos (fi g. 2,· , núms. 5 y 6) .
Otro detalle convi ncente de la misma interpretació n vemos en e l
loca do de la ca beza del d ios del amu leto de La O sera, que p~ l!s cnla
a sus dos lados una especie de abu ltada media melena, que no es
otra cosa si no el recuerdo de los pendientes rit uales de la joya egea ,
ind icados tambié n' en los amulelos il :í licos po r un abult amiento 1
los l'ad os de la cabeza y en una se rie de cuchillos e~ca n d in av08 CO'l
cabeza humana en e l mango, por los m j¡m~os pendicnu ¡. rit uales,
e n for ma de ani llilas movi bles (30).
C iertamente estas ideas evol utivas pueden parecer ave nturad.1s,
pero no 1 son tanto teniendo en c uenta Que ¡n' .:-ons¡.:ler:1 eomo un
0
hecho indudab le en la prehistoria la e no rme .pcnisten":llt de cierta-.
ideas simbó licas, explicadas muc has de ellas en reprC6emaciones
griegas, do nde las vemos trala das dc manera humana y cla ra, p Ue6to
QUC cl pensamiento y arte griegos recogen idcas mí ticas de la más
remota antigüedad. Así, po r ejemplo, hay deta lles de los amu letos
y cin turones itálicos (aparle de los exp uestos), co mo las tres asta&
Que en lugar de una sostienen e l disco sol ar (fig. P, nú ms. 12 y 13)
Que se tra d ucen en la joya de esti lo cgipci : ml e me ncionad:l (fig. segunda, núm . 3), por [a s dos p iernas del di os y la Aor Que aparece
entre ella s, así como ·105 tres disQuitos col gan les de la barca oceá nica
en esta joya, explica n también los Que aparecen en las dos represe ntacio nes itálicas y la misma cr uz radial ¡nerita en el am ule to de
'la C alia (fig.
núm. 12), viene a representar la fi gu ra del di os
estiliz:l da, co n circulitos ho radados en el lugar de la ca beza y manos.
l..,
1..,
(29) En la ftg. 4tl del citado trabajo reproduce Dechc1ctte un plato de Ca·
m iros con la ftgura de la Gorgona acampafiada de símbolos solares. que 'lgarra
con IIIS manOl$ ios cuellos de dos cl!;ncs cuyllS cabezas estAn a la misma altura
del cuerpo de la Gorgona. que las supuestas pk!mas del amule«! de La Osera.
(30) Véanse reproducidos en la ftgura 4S de DECHELETrE. Op. clt..
-
112_
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13
SIMBOL ISMO SOU.R
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ESCALA;'_••• •
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N' S10
Pi,. aO-AJuar 4e la &epultura !i1S de "La.<¡ Cogotas" con la intel1lret.acI6n de
loa nlela.d03 en plata que ornamentan el anverso de la M¡)Q.da. todos d e limbo·
l.1$mo lIOIar, sl('ndo especialmente notable la plaqulta·amu1eto de las ClUat.ro !l¡uras esquematizadas, que a!Sorna el cajetín para el cuchlUo.
(Dibujos E.
-
113-
cabr~)
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14
M. E. CABRE DE MORAN
L as espadas del hicTTO céltico peninsular, W)'OS v aitlos mismas
adornadas co,¡ las plaquitas-amuletos, pueden ide ntificarse con la
barca occd"ica.- E n nuestra fi gura 3,· damos el dibujo de todo el
ajuar de 'la sepultura 513 de Las Cogotas, pudiendo apreciarse en el
anverso de la espada [a colocaci6n de la interesa nte plaquita-a muleto
con las cua tro fi gu ras marchando , Que o rnamentaba la parte aila
del cajetín para el cuchillo, entre los dos puentes primeros.
Como puede ap reciarse esta espada apa rece en su anverso material mente cubierta de nielados de plata , con mo tivos del mismo
si mbolismo solar q ue la placa-amuleto, así sobre la placa rectangul ar
del centro de la vaina aparecen tres grandes discos sola res horadados
en su centro y en la placa tria ngular irrlcrior figura o tro semejante.
Los restan tes mol ivos ornamenl al06 de la espada , tanlo e n la pl aca
de la embocadura como en el puño, tie nen el mismo canÍtter predominant e de las dos representaciones clásicas del agua: zigzag y
vo lutas serpea ntes.
U na cspada muy semejante a és ta, seguramente salida de su mismo
tall er, apareció en la sepu ltura S09 de La O sera, como' ya hemos
publicada (31), con el anverso materialmente cubierto también de
nielados de l mismo ca rácte r sif!1bólico y con la ,plllQuita-amuleto mu y '
parecida a la de la sepu ltura 1066 de Las Cogotas (I:ím. 1, núms . 2 y
fig . 1.-, núm. 3). aunQué po r desgraci:1 bastante incompleta.
E n nuestra fi g. 3.- ofrecem os el dib ujo del :ljua r de la sepultura
16 de Atienza (32) , en Que junto a tres bocados de cab:l ll o. una
manilla de escudo y tres hojas de cuchillo, lodo ello de hierro. y de
bronce, unas pinzas fin:lrnente decoradas. al igua l' de la fíbula y un
broche de cinturón damasquinado de plata, aparece la espada con
la empuñad ura orna mentada de fin os nielados de pl ata linea les. A su
lado dibujamos 1:1 vain a, con las cañas o rnamentadas co n volutas serpenleantes.
La placa-amul eto Que ornament aba el caje tín de l::! vaina de
esta eSpada, Que fi gu ra reproducida en la parle alta d e nues tr:l tí
mina, representa ya una evolución Que o lvida algo e1 senlido primi-
(31) Op clt. el;! las notas 9 y 16, pA¡s. 153-56, 161, 17'1-179, flg. 16, l6minu
LXXVI, LXXIX.
Un e&tudiO pe,rtlcular de esta sepultura p ublicamos también con el titulo
"Un:.. sepultu ra notable de la necrópolls de La Oserl\ (Oha.mart1n, Avlla)". Cuadern06 de H. Primitiva, afto m , numo 1. Madrid, lIM8.
(32) Véase esto mlsmo dibujo publicado en la Memoria oaelal de las .. ExcavaciOnes en la necr6poUs oeltlbCrloa del A'Wllo de Cerropozo. oAt.ienu (Ouad alaJara ) " . J . S. E. A., nfun. 105. Madrid, l ~:1O, IAros. XVIl-XVm.
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114 -
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Pi,. 4."-SepuUura 16 de Cel'f'OPO'ZO (AUenza-Quadalajara ), con la espada decorada con lo.s n Ielados de plata en su empufiadun. y vaina.. En la parte alta
de ~a figura se ve la plaquita-amule19 de simbolismo 1lO11U', que omamentarkl.
el caJetln para el cuchUlo. Por estar seParada de la espada, resulta mis v!.slb:e
la ronna de la. vam, que seguramente represonta la nútJo:::a ban:a ooet.nica.
( Dib ujoS E. Cabré)
[page-n-116]
16
M. E. CABRE OH MORAN
tivo , puesto que la barca oceánica desapareció y perduran lan s610
106 c uatro disquitoli solares fundid os con la placa rectangul:J r. decorad .. con a iras trcs difiCOS, que aparece en el cenlro de 1a8 dos cspadas anteriormente de6critas. Por otra parle csta placa parece inspirada .en otras de bronce, decoradas en relieve, de sepu ltu ras fcmeninas, a Que aludimos en la nota 10.
Finalmente opinamos Que todas las vainas de esta serie de espadas vienen a representar en su to talidad una barca ritual, por lo cual
en las ca ñas (que representan el casco) y en la placa de la embocadura.
aparece insiste ntemente representada el agua, ,p or medio de zigzag
o ¡por onclas serpenteantes, al igual Que en los cuchillos del b ronce
nó rdico y que en las mismas plaquilas-amuletos del cajetín dCI cuchill o , Que hemos estudiado.
Dentro de efj;t3 barca simbólica viajaba la espada, arma portadóra
de la muerte, que debe ser guiada en su manejo certeramente po r el
d ios 801:lr, tan repetidamente representado en cll:t, par:¡ Que a la vez
sea talismán ,protcctor del guerrero que la usaba.
_ ue _
[page-n-117]
CABR E.-" S lm bolismo
Solar~
LAM. l .
1-3.- Pla.qu itu de chapa de hierro recortada, con orname ntación d e .s1m b()!o
JOIar, de la neerOpoUs de " Lu Cogotu", Carcietlosa ( A vUa).- 4. A.mule:.o de
bronce de la nec.rtpoIis de "La osera'., Chamarún C
Avila ) con el mismo
simbolismo.
(Fotos J . Cabrj)
•
[page-n-118]