El mosaico romano de los orígenes de Roma
Varis Autors
2004
, ISBN 84-933371-4-5 , 134 p.
[page-n-1]
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
[page-n-5]
•
El mosaico romano de "los orígenes de Roma"
. /
/.
gasNatural
DIPtJTACIO DE
VALENCIA
Area de Cultura
. Museus
MUSEU DE PREHISTORIA I DE LES CUL
TURES
Df\'.\U!'Kl'
[page-n-6]
Edición: © Gas Natural
SDG , S.A.
Autores: Josep Maria Nolla, Helena Bonet Rosado, Manuela Raga y Rubio,
Lorenzo Abad Casal , Trinidad Pasíes Oviedo, Milagros Buendía Ortutlo
Diseño gráfico
Xavier Monsalve
Impresión
Viking, S.A.
Depósito legal
B-6900-2004
ISBN
84 -93337 1-4-5
Edita
Laia Libros
Copérnico, 3
Barcelona
[page-n-7]
Índice
7
Prólogos
11
La casa romana
Josep Maria Nolla
29
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio
de Investigación Prehistórica de Valencia
Helena Bonet Rosado
47
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico
romano de Font de Mussa
Manuela Raga i Rubio
67
El mosaico de Fástulo y los orígenes de Roma
Lorenzo Abad Casal
85
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Trinidad Pasíes Oviedo
101
Los procesos de conservación y restauración
Trinidad Pasíes Oviedo y Milagros Buendía Ortuño
117
El Grupo Gas Natural
123
Imágenes que dejan huella
133
Bibliografía
[page-n-8]
[page-n-9]
-
C on motivo de la inauguración, en octubre de 2003, de la sala de romano del Museo de
Prehistoria de la Diputación de Valencia, se mostró por primera vez al público el mosaico de la
villa de Font de Mussa, hallado a finales del año 2001 y objeto de este libro.
Su pronta excavación y restauración ha permitido recuperar uno de los conjuntos musivos
ro manos más importantes de la Gomunidad Valenciana, comparable al mosaico de los n'abajos
de Hércules de Llíria, instalado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, al de Las Nueve
Musas, ubicado en el Museo de Bellas Artes de Valencia, o al de La Medusa, en el Museu
d'História de la Ciutat de Valencia. El mosaico de Font de Mussa, es de un extraordinario
interés pues ilustra la leyenda de la fundación de Roma, en concreto el episodio del
descubrimiento de Rómulo y Remo por los pastores Fáustulo y Faustino, a lo que habría que
añadir la exquisita calidad de la obra, fabricada en opus tessellatum, en donde se combina
la policromía del medallón central con la bicromía, en blanco y negro, de los motivos
geométricos y vegetales que componen el resto de la decoración del mosaico.
Es esta, por tanto, una nueva ocasión de valorar la trayectoria profundamente arraigada del
Servicio de Investigación Prehistórica en velar por nuestro patrimonio arqueológico y ha de ser
motivo de alegría que ello corresponda a una institución que es parte destacada de la
Diputación de Valencia. Es fácil percibir en este volumen el esfuerzo e interés de este Servicio
y, muy especialmente, de Gas Natural, en dar a conocer al público este espléndido mosaico a
través de una publicación exhaustiva que cuenta con una magnífica parte gráfica y unos
textos realizados por especialistas en el tema que dan a la obra un alto nivel científico.
La edición de este libro muestra, una vez más, cómo la estrecha colaboración entre las
entidades públicas y las empresas privadas permite unos resultados óptimos para ambas
partes, y consigue, además, el objetivo común de ofrecer a la sociedad, y a nuestros lectores
en particular, la posibilidad de disfrutar y de acercarse a tan importante legado histórico.
Fernando Giner Giner
Presidente de la Diputación de valencia
UI
[page-n-10]
[page-n-11]
F
Revivir el pasado, construir el futuro
El hallazgo , a finales del año 2001, del mosaico romano de Font de Mussa de Benifaió, nos
permite, desde una perspectiva global, científica y multidisciplinar, adentrarnos en ámbitos tan
diversos y apasionantes como son el sociológico, el cultural, el arqueológico , el artístico, el
histórico y el mitológico.
Así, este mosaico, único en toda la Península Ibérica por su temática, nos muestra una
escenificación de la leyenda de la fundación de Roma, a la vez que la investigación
arqueológica permite comprobar como la edificación de la importante casa rural romana donde
fue encontrado, correspondía a un momento histórico en el cual el proceso de romanización ya
había cristalizado.
Este proceso , que significó una profunda renovación sociológica y cultural por causa de la
asimilación progresiva de la civilización romana, una de las más poderosas de la Antigüedad,
se puede ver, hoy, no como un enfrentamiento, sino como una integración del pasado y del
futuro que permitió configurar la identidad de cultura y de tradición que ha llegado, desde la
entonces Hispania, hasta nuestros días .
En este sentido, la recuperación del mosaico romano de Font de Mussa es un ejemplo de
cómo se puede hacer compatible la recuperación del pasado histórico con el futuro desarrollo
territorial, tal como ha puesto de manifiesto la colaboración y la rápida y excelente
coordinación entre la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia y el Gmpo Gas Natural.
En nuestro Gmpo, además de dedicar una atención especial a la preservación del entorno y
a la mejora de la calidad de vida de las personas, también damos una gran importancia a la
protección del patrimonio histórico y de los yacimientos arqueológicos, como lo demuestran los
numerosos proyectos de protección y recuperación arqueológica que hemos llevado a cabo, en
los últimos años , en distintos lugares de España. Y lo hacemos y lo seguiremos haciendo así,
porque estamos firmemente convencidos de que sólo si sabemos conocer y hacer revivir el
pasado, podremos constmir un sólido e ilusionante futuro .
Antonio Brufau Niubó
Presidente del Grupo Gas Natural
[page-n-12]
[page-n-13]
La casa romana
De la domus urbana a la villa rústica
Josep Maria Nolla
Profesor de Arqueología de la Universidad de Girona
[page-n-14]
La casa romana
De
la domus urbana a la villa rústica
Generalidades
Desde tiempos remotos, el hombre tiene en su
hogar un punto de referencia capital. Durante miles de años fue tan sólo un campamento, un lugar de paso, estacional, que se ocupaba durante
unas épocas determinadas. Muchas veces se
aprovechaban abrigos y cuevas que ofrecían resguardo y unas condiciones mínimas de seguridad
y de protección; en otras circunstancias el campamento era al aire libre y era necesario una
Fachada
exterior de una
dom us (Casa
dell'Atrio en
mosaico de
Herculano en
la Campania).
Muro de opus
reticulatum
con pequeüas
oberturas, a la
izquierda y
ventanas más
grandes bien
protegidas co n
rejas robustas
de hierro.
1.
j.M. NO LLA
adecuación mínima para hacerlo más eficaz.
La capacidad humana para adaptarse a las circunstancias climáticas más extremas, facilitó soluciones sorprendentes y de gran eficacia.
Sin embargo, el gran cambio en relación al hábitat tuvo lugar con la sedentarización. A partir de
este instante, la casa familiar se convierte en un
punto fijo de residencia, no para una estación, ni
para unos cuantos días, sino sin fecha de caducidad.
Cada cultura, cada civilización, cada época ha
buscado un modelo de mansión que responda a
unas necesidades concretas que, sin duda, tienen
que ver con las condiciones geográficas y climáticas, con la tradición, con el modus vivendi de la
comunidad, las influencias de pueblos próximos
o no, y con tantas otras cosas que determinan y
condicionan el tipo de habitación y cómo éstas se
relacionan unas con otras.
La casa romana, como la casa griega o ibérica, es un tema
recurrente y de enorme interés
que ha planteado numerosos
trabajos, y que el conocimiento
de nuevas excavaciones permite ir fijando en el tiempo e ir
comprendiendo mejor. Sin embargo, para ser precisos, para
enfocar la cuestión correctamente, seda conveniente fijar el
estudio de la casa romana en el
tiempo y hasta en el espacio,
puesto que, una historia de más
de mil años en un tenitorio que
en algún momento puede ser inmenso y enormemente variado, define realidades muy diversas.
O bien, intentar una aproximación diacrónica
que ha de dibujar las líneas maestras de una
evolución a lo largo de los siglos.
Vamos a intentar, en este trabajo, plantear la
histOlia de la casa romana a través del tiempo teniendo como punto principal de referencia la His-
[page-n-15]
...
2. Piso
superior con
balcón de una
dO
ll1us (Casa
del Tramezzo
di legno en
Herculano)
I.M. NOLLA
pania romana, es decir, haciendo hincapié en la
realidad peninsular y, por lo tanto, centrándonos
en una etapa que se iniciaría muy a finales del siglo III aC. Esta elección no significa, en última instancia, dificultades para conocer los odgenes de la
casa romana unifamiliar, la domus, puesto que las
primeras manifestaciones de casa en nuestro
país, reproducen a la perfección y sin modificaciones, el modelo de casa romana republicana, que
no es otra cosa que la evolución y consolidación
de una tradición que remontaría al siglo VI aC. y
que define un modelo eficaz y de gran éxito y que,
sin embargo, acabada siendo un callejón sin salida que se abandonó en provecho de otra tradi-
[page-n-16]
3. Eje
longitudinal de
una domus. En
primer término
las Fauces,
más allá el
atrio toscano
con el
impluvillm en
posición
central, y al
fondo, el
tablinum
(Casa dell'Atrio
en mosaico de
Herculano)
j.M. NOLLA
ción, la helenística, que ofrecía esquemas parecidos pero, sin duda, más articulados, más adaptables, en suma, mucho más útiles, que se acabó por
imponer definiendo un modelo que se usa, con
adaptabilidad regional, en todo el orbe romano.
La domus itálicoromana. Características
Si centramos nuestras cuitas en la casa itálicoromana clásica es preciso decir que en la Italia
tÍlTénica se creó un modelo de edificio, para la casa unifamiliar, de éxito notable que, con mejoras
y adaptaciones paulatinas acabaría imponiéndo-
se y creando un modelo plenamente aceptado que
se encuentra por doquier y que Roma, en su expansión, exportó a otras tierras entre ellas, como
podemos ver, la Península Ibérica, especialmente en sus áreas romanizadas desde más antiguo.
Intentaremos precisar las caractelisticas de este edificio, cuando la planta ha quedado plenamente definida. Una primera consideración a tener en cuenta y que nos informa de maneras de
ser y costumbres de la sociedad que creó el modelo, es observar que la domus se organiza hacia
el interior, alejándose del mundo externo a través
de muros con pocas aberturas, estrechas y sólidamente protegidas por rejas de hierro, en la
planta baja, con una única puerta de entrada, al
menos un solo acceso principal, facil de vigilar y
que permite ser cerrada con eficacia aislándose del
exterrior. Es en la parte trasera donde se localiza
el hortus, un jardín, rodeado de altos muros que
cielTan este espacio a la contemplación exterior y
hacen casi imposible o dificultan considerablemente cualquier intento de entrar. A veces, una
poterna de uso muy restringido permitía entrar y
salir discretamente por detrás de la casa.
El retiro, la posibilidad de aislarse dentro de casa, tiene varias lecturas: por una palte, mantiene
la vida familiar al abrigo de indiscreciones. Únicamente aquellos a los que está permitido, tienen
acceso franco al sancta sactorum de la vida privada y sólo los más íntimos pueden pasar más
allá de la parte más pública de la casa, aquella que,
de día, puede ser observada, a través de la puerta Yde la fauces , un pasillo de comunicación. Por
otra, convierte la residencia familiar en fortaleza
[page-n-17]
-
La casa romana
4. Jardín
interior. Villa
de Oplontis en
la Campan ia.
I.M . NOLLA
durante la noche. La puelta principal se cenaba a
conciencia y era del todo imposible entrar sin permiso del dominus, del señor. Hay que advertir al
lector que la noche conlleva la oscuridad casi
absoluta y, con ella, peligros de todo tipo, reales
o imaginarios.
Es, pues, un edificio cerrado sobre sí mismo,
sea éste urbano o rural. No hay diferencias substanciales entre unos y otros.
El apartarse del mundo exterior, el cenarse sobre sí mismo tiene, no obstante, otras causas,
otras razones seguramente tan impoltantes o
más, si cabe. En efecto, el clima, caluroso durante una buena parte del año, en la Italia tinénica,
aconseja protegerse del sol buscando sombras y
protección sin perder, como veremos, ni un ápice
de funcionalidad. Una solución a la que han llegado sucesivas culturas a lo largo y a lo ancho del
mundo meditenáneo a través de los siglos. La casa romana se organiza a pattir de un espacio interior a cielo abierto, el atrio (atn'um), que centra la domus, que sirve para distribuir a su alrededor dependencias y circulación, que tiene
funciones propias de gran importancia que se
modifican con el paso de los siglos y que sirve, sobre todo, para iluminar y ventilar las estancias interiores de la casa. La falta de ventanas, en la
planta baja del edificio o su reducido tamaño no
significa, gracias al atrio, un problema grave. La
ventilación de las diversas dependencias está
perfectamente garantizada y la luz, tamizada e indirecta queda a su vez asegurada, reduciendo considerablemente las altas temperaturas.
Asumidas estas generalidades sobre la casa ro-
mana (O itálicoromana) quizás seria el momento
de describir las características principales del edificio a partir, sobre todo, de su planta, recordando que, en no pocas ocasiones eran construccio-
[page-n-18]
La casa romana
5. Detalle del
compluvium
(Casa dei Vettii
en Pompeya,
la Campania)
I. M. NOLLA
Reconstrucción infográfica
de la domus de
Tepsicore
(Valentia) que
responde a la
casa de planta
itálica,
decorada con
murales y
mosaicos, con
atrio y jardín
porticada
trasero
(Archivo
6.
SIAM ,
Valencia)
nes de una sola planta pero que otras veces estaban dotadas de un piso supelior que duplica las
estancias inferiores alrededor del atrio, al que se
accede a través de una sencilla escalera.
Centraremos nuestra descripción en la domus
de la Baja República de los siglos II y 1aC, cuan-
do se ha llegado a la definición
del modelo-tipo que se reproduce, aquí y allí, sin cambios
substanciales y justo en el momento en que, por influencia
helenística, vemos aparecer
otras propuestas que conducen a
modelos mixtos y, a la larga, a la
desaparición de la casa romana
tradicional en pro de edificios
más articulados, más eficaces
que, en última instancia no hacen otra cosa que simplificar sin
modificar, por ello, las viejas
concepciones condicionadas por
la tradición, el clima y la realidad
de un mundo nocturno que puede significar lo imprevisto, la inseguridad y el peligro.
La domus tardorepublicana
es un edificio que se ordena, simultáneamente, alrededor del
atrio y a través de un eje longitudinal que desde el exterior, y
por la abeltura de la puelta, penetra en las fauces, un pasillo, el
atrio y, al fondo el tablinum, la
estancia, en origen, del pater
Jamilias y de su esposa, donde se hallaria el lectus genialis, la cama matrimonial. Esta habitación, de dimensiones considerables, comunicaba
directamente con el atrio y sedivisaria desde el extedor si no estuviera protegida por unas cOltinas.
En épocas recientes el viejo tablino, la habitación
[page-n-19]
La casa ro mana
nupcial, ha dejado de cumplir esta vieja función,
trasladada a otra dependencia a menudo, si existe, en el piso superior, para pasar a ser una cámara-pasillo, abierta hacia el hortus, el jardín
posterior.
En torno al atrio se organiza la casa de manera complementaria y perfectamente estructurada.
Esta especie de patio interior, constituye otro de los
aspectos más personales de la domus itálicoromana. Viene a ser el centro ordenador del edificio
y, como hemos visto, con funciones de enorme
impOltancia como son la iluminación indirecta de
la casa, su ventilación y, lugar de recogida y almacenaje del agua de la lluvia, poniendo a dispasión de sus habitantes agua suficiente al alcance
de sus necesidades.
En un primer momento, no se pensó en aprovechar esta posibilidad, relativamente sencilla
desde un punto de vista técnico. Sin embargo,
pronto se dotada la parte central del atrio de un
pequeño receptáculo impenneable, definido por un
murete de poca altura a todo su alrededor que los
antiguos llamaron impluvium que comunicaba
con una (o varias) cistema subtelTánea, dotada de
brocal. Era necesario, evidentemente, disponer todos los tejados del edificio, cubieltos de tegula plana y curvada (tegula e imbrex, respectivamente),
de tal manera que se inclinaran hacia el atrio, hacia la abertura de aquel espacio, llamada compluvium, con la finalidad de aprovechar aquella
gran superficie y el agua que en caso de lluvia podía llegar a recoger. Los bordes del compluvium,
conducían el agua hasta unas acrótera s que derramaban el agua directamente al impluvium
asegurando que no se perdiera o fuera a parar a
sitios no indicados.
El atrio así descrito se define como un espacio
central abierto (compluvium) que comunica con
el receptaculo-depósito (impluvium), de identicas
medidas y a todo su alrededor, un espacio cubielto
a manera de un pórtico al cual se abren las distintas habitaciones y dependencias de la casa. Un
sistema más o menos ingenioso de vigas, sin pilastras ni columnas (atrio toscano) o usando
cuatro (atrio tetrástilo) o seis columnas (atrio
corintio) situadas en los ángulos yen la pmte central del pequeño depósito, aseguraban la estabilidad de la estructura y su buen funcionamiento.
El nombre de esta área central procedería de
la palabra latina ate!; negro, recordando el color
del hollín y del humo que ennegrecía los muros de
esta dependencia, puesto que era allí donde se encendían a diario los hornillos y las cocinillas
transportables donde se preparaban las comidas
familiares antes de la aparición de estancias creadas específicamente para esta función (culina). En
origen, además de estas actividades culinarias, el
atrio era, también, el lugar donde se guardaba el
arca familiar donde, a buen recaudo, se conservaban los documentos propios, la vajilla de lujo,
metálica, y todo aquello de valor y, entre las familias patricias, aquellas que tenían el ius imagium, el derecho a poseerlas, las máscaras funerarias de cera de sus mayores que acompañaban
en elJunus, en las honras fúnebres, a los difuntos hasta su tumba. En este espacio se situaba, a
su vez, el larario, el pequeño altar de la religión familiar, donde, a diario, elpaterJamilias o, en su
....".- --
-
-i
,.
[page-n-20]
La casa romana
7. ClIbiculum
(villa de
Oplontis).
Observamos el
cielo raso
pintado
l .M. NOLLA
defecto, su representante, ofrecía modestos sacrificios por el bien del lugar y de sus habitantes.
Estas funciones altamente especializadas y propias de edificios de tamaño reducido, dejaron, con
el paso del tiempo de ser específicas del atrio, que
pasará a ser tan sólo un gran distribuidor, el punto central de la captación de agua y, entre las
grandes familias señoriales, el lugar donde el pa-
tronus, el señor, recibía a sus clientes y lugar que
fijaba el límite entre el espacio "público" de la casa y el privado.
Las casas romanas presentan, generalmente,
una planta rectangular y un eje longitudinal con
la sucesión de puelta, pasillo Jlallces) , atrio y tablino o tablino y jardín. A ambos lados de las fauces suelen definirse dos espacios simétricos que
pueden tener funciones diversas. En las casas de
campo y en algunas urbanas, sólo se accede a
ellas desde el atrio, siendo una habitación (cllbiclllllm) cuyo destino puede variar considerablemente pero que en origen solían ser simples dormitorios' separados por una cOltina y con un lecho o sencillo camastro y pocos o ningún mueble
complementario. En este caso no había ventanas
ni otras aberturas hacia el exterior. En otras circunstancias' preferentemente en la ciudad, estas
habitaciones, las dos o sólo una, comunican directamente con la calle y no con el interior de la
casa. Suelen ser, en este caso, tabemae o espacios comerciales y/o artesanales, ligados y explotados directamente desde la casa o, muchas
más veces, alquilados y servidos por miembros
externos. Cuando se produce un hecho así, estos
espacios forman tan sólo parte estmctural de la
casa pero, de ningún modo, tienen que ver con la
domlls.
Si seguimos progresando hacia dentro, entraríamos a continuación en el atrio, cuya función,
como hemos visto, varía con el tiempo. A ambos
lados pueden abrirse habitaciones, dormitorios o
espacios especializados (cocina, despensa, áreas
polivalentes.) o, en otros casos, solamente el
[page-n-21]
La casa ro mana
8. Cubiculum
co n dos ca mas
(lecti) in situ
(Casa dei
Vettii ,
Pompeya)
).M. NOLLA
pórtico del atrio sin abelturas laterales. Al fondo,
a ambos lados del tablino, se localizan las alas
(alae), en origen, pasillos simétricos que conducen al jardín y que, más adelante, se cerraran como cubículos, al adquirir esta función el viejo tablino. y más allá, el hortl10 un jardín interior y cerrado, separado del exterior por altísimos muros,
con árboles fmtales , arbustos y flores , lugar de
descanso y recogimiento, espacio donde se escenifica el ideal urbano de la época, de incorporar los
deleites del campo en la ciudad (rus in urbe). Este jardín privado aparece en un momento avanzado de la histOlia de la domus, como un gran logro. Más adelante, será sustituido, junto al atrio,
[page-n-22]
La casa romana
por el (O los) peristilo (s) que además incorpora la función de jardín interior, la de centro ordenador y distribuidor de la casa.
En aquellos edificios con un segundo piso (cenaculum) la escalera de acceso, siempre muy
discreta, se localiza en el atlio o en una de las alas.
Aniba, alrededor del atlio, se reduplica el espacio
y la planta del nivel inferior, en este caso con cubículos, destinados a dormitolios de los miembros
9. Peristilo
(Casa dei
Ve ttii ,
Pompeya)
j.M. NOLLA
de la familia , alejándose de las actividades más
públicas que se desarrollan en el nivel infelior.
Una barandilla protege el deambulatolio alrededor
del gran Olificio del atrio. Las habitaciones que dan
al extelior pueden poseer grandes ventanas o, en
algunos casos, balcones. La altura, en este caso,
proporciona la segulidad necesalia para actuar de
este modo.
Estos edificios se constmyen con sólidas cimentaciones y poderosos zócalos de piedra y
mortero, de anchura suficiente como para dar estabilidad a un piso supelior si fuera necesario (de
2 pies ó 2 pies y medio de anchura -0'60 ó 0'75
m). Por encima la obra seguia con muros de tierra, adobe o tapial (opus laten'cium y opusJormaceum, respectivamente) una manera rápida,
cómoda y eficaz de constmir. Las vigas eran de
madera y los techos, a valias aguas, eran cubiertos con grandes tegulae, tejas planas, imbrices, nuestras tejas árabes, y con
acróteras decorativas. Las paredes eran cubiertas intelior y exteliormente con un enlucido de
cal que las protegía con eficacia
de la intempelie y que podía repararse tantas veces como fuera
necesalio. En función de los espacios, una decoración pintada, en ocasiones de gran sofisticación, que cubría toda la habitación, servía para embellecer
el conjunto y personalizarlo en
función de su uso. Los suelos
valiaban considerablemente en
relación a la época, lugar y finalidad de la estancia, desde los suelos de mosaico, hasta los de
tierra batida.
Es interesante constatar cómo este modelo
fue objeto de expOltación a lo largo del mundo
meditelTáneo occidental conforme avanzaba la romanización. El descubrimiento de un número
significativo de casas itálicoromanas en Hispania,
concentradas preferentemente a lo largo de la
costa levantina, valle del Ebro y Andalucía, te-
[page-n-23]
La casa ro mana
rritorios fueltemente romanizados desde antiguo, no es un hecho extraño y constata la importación incipiente de modelos que los iberos
pronto copiarán e incorporarán a su propia tradición, antigua y prestigiosa que es; a su vez, producto de un desarrollo autóctono y de las fueltes
influencias mediterráneas, fenicios y púnicos,
por un lado y griegos, por otro, que han dejado
importantes restos.
Sin embargo, no es fácil rastrear la existencia de estos edificios puesto que, en muchas
ocasiones, una larga ocupación
propició obras de adaptación y
modernización que desfiguraron, hasta hacerlos casi irreconocibles, edificios más antiguos. A su vez, es interesante
señalar que no es sólo en ámbitos urbanos, donde es posible
rastrear la presencia de casas
de este tipo (Emporiae, Tarraco,
Celsa Lepida (Velilla del Ebro) ,
Valentia, Carthago Nova .. .) sino, también, en medio rural, uillae, o casa de
campo tardorepublicanas que, sin duda, ejemplifican la penetración y el efecto de una romanización plena.
La domus de transición: la casa
pompeyana
Las guerras con el oriente helenístico, la conquista de amplios territorios, el comercio cada vez
más intenso con el este del mundo mediterráneo,
puso a Roma y a los itálicos en contacto directo
con un mundo desarrollado, de larga tradición y
con una cultura prestigiosa y especialmente activa que penetró con fuerza y se expandió rápidamente por occidente. Poco a poco se fue formando una koiné cultural, uniforme y general que
abarcarla todo el mundo mediterráneo, de una orilla a la opuesta del Mare Nostrum.
10. Larario
(Casa dei
Vettii .
Pompeya)
1.M. NOLLA
En relación a lo que nos interesa, la historia de
la casa en el mundo romano, el contacto con el
mundo helenístico significó influencias y cambios
que acabarla n afectando substancialmente el modelo estándar de casa a pmtir de, primero, unas
complejas yuxtaposiciones sin futuro y, a la larga, a la imposición del modelo helenístico que, como se verá, mantiene muchos aspectos significativos de la vieja casa itálico romana y elimina
otros, obsoletos o innecesarios.
[page-n-24]
La casa rom a na
Cuando Roma y el mundo helenístico entran
en contacto, la casa gliega unifamiliar, eloikos, es
un edificio que se organiza a partir de uno o varios peristilos, un gran jardín interior rodeado
por un porticada a modo de deambulatolio.
A su alrededor se abren diversas dependencias,
complejas estancias de múltiples usos: dormitorios, comedores, salas de estar, bibliotecas, cocinas, despensas, letrinas, cuyo lujo difiere en relación a su función y a la riqueza de sus propietarios.
Sobre todo en Pompeya, por las características tan definidas de esta ciudad que desapareció
bajo ellapilli volcánico el 24 de agosto del año
79, pero en muchos otros lugares del mediterráneo occidental, entre ellos Ampurias, es posible
identificar casas unifamiliares, casi siempre reformadas y ampliadas desde finales del siglo II
aC. y a lo largo de la centuria siguiente, que a la
planta original de la casa itálica tradicional yuxtaponen un pelistilo que suele ocupar el espacio
del antiguo hortus, alrededor del cual se disponen una serie de estancias, algunas de gran lujo, que centran el nucleo interior y privado de la
domus. Estas casas mestizas han sido llamadas
"pompeyanas" por la frecuencia de su hallazgo
en aquel importante yacimento campano, lugar, por otra palte, donde fueron desclitas por plimera vez, o bien, casa de atrio y peristilo, insistiendo, en este caso, en la impoltancia de los dos
elementos principales a partir de los cuales se ordenan las diversas dependencias que configuran
la casa y que ponen de manifiesto su doble origen a la vez itálico y helenístico .
Se trata, por lo general, de edificios que a
paltir de una planta tradicional, se amplia n , a costa de los horti adyacentes o de la adquisición e incorporación de construcciones colindantes, e
incorporan, como gran novedad, el peristilo, en
gran jardín intelior que habrá de conveltirse en el
núcleo central de la nueva casa, mejorando sensiblemente las prestaciones y la belleza de los antiguos horti y pelmitiendo crear a su alrededor un
espacio porticada de comunicación y la posibilidad de distlibuir hábilmente toda una selie de estancias de gran aparato, de gran belleza. Este modelo atticulado permitió, a partir del añadido de
nuevos peristilos, crear casas inmensas con zonas que pueden ser fácilmente diferenciadas para poder cumplir, cada una de ellas, una función
determinada.
Estas domus, que a lo largo de algo más de
un siglo fueron las grandes casas aristocráticas
por antonomasia, no tuvieron, sin embargo,
futuro. Tal vez a causa de la existencia de un espacio arcaico y, en época imperial, poco útil
como era el atrio, cuyas funciones podían ser
sustituidas con más comodidad y eficacia por
otros espacios, o por otras razones comprensibles, lo cierto es que esta casa mestiza dejó,
pronto, de utilizarse. A partir de la época imperial, los edificios unifamiliares construidos de
nueva planta dejaron de incorporar a su diseño
el atrio y el tablino, disponiendo nuevas soluciones y nuevas articulaciones a paltir de la presencia de uno o varios peristilos que recuperaban, mejorándola, la función del antiguo atrio y
del viejo hortus.
[page-n-25]
La casa ro ma na
11. Peristilo de
la pars rustica
de la villa
suburbana dei
Misteri en
Pompeya.
I. M. NOLLA
Las nuevas casas aristocráticas del mundo
mediterráneo pierden, de eso no hay duda, uniformidad, ofreciendo soluciones diferentes a problemas parecidos en función del territorio donde
se han construido, del clima, del material de
constmcción y de muchas otras valiables sin perder' en cambio, unas cuantas características co-
munes que vienen de muy lejos y que, como se
decía en la introducción, defmen, a lo largo de infinidad de culturas y de muchos siglos , la casa
mediterránea, cerrada sobre sí misma, aislada del
exterior y con la presencia de un ( o Linos) patio y/o jardín interior. En última instancia, comodidad y seguridad.
[page-n-26]
La casa romana
~.
12 . Ninfeo del
peristilo (Casa
della Fontana
Grande,
Pompeya)
I.M . NOLLA
La casa rural: La Uilla
Hasta aquí, hemos tenido ocasión de analizar,
a grandes trazos, las características y la evolución
de la casa urbana en el mundo romano que es, a
pmtir del siglo II aC, la de la casa unifamiliar en la
Península Ibérica.
Existe, y hay que considerarla dándole toda la
impOltancia que requiere, la casa mral, la uilla ro-
mana que punteaba con su presencia los campos
de las provincias romanas.
Definiríamos la villa como un centro de explotación agropecuaria. Se trata de un edificio situado alIado de los campos, que debe adaptarse
a la función concreta para la cual ha sido creado.
A paltir de los modelos estandarizados, la casa
unifamiliar urbana, pero adaptándola, hasta cierto punto, a una función específica que es el cultivo de los campos, la recolección de sus frutos, su
transformacióm y almacenaje, al cuidado de los
rebaños y, en general a la ganadería. Hay que recordar que, en origen y en los tiempos más antiguos, y en algunas ciudades siempre, desde las
casas urbanas también se explotaban los campos
del entorno y, a veces, los amplios hOTti del interior del recinto amurallado, tal como pasaba y más
si cabe en las llamadas villas suburbanas, grandes mansiones que se localizaban en un círculo
inmediato de unos 5 km alrededor de la urbe. Sirvan de ejemplo de las semejanzas y similitudes
entre la domus urbana y la uilla mral. Finalmente, hay que remarcar que se trata, en todo caso,
de un edificio, o conjunto de edificios, aislado donde, como en las grandes explotaciones agrarias de
todos los tiempos, viven y trabajan una serie de
personas que pueden ser numerosas, cuyo estatuto jmidico puede ser muy diverso. Es importante
que esté bien comunicada a la red viaria general
o a un río navegable que posea unas buenas
condiciones de habitabilidad y que haga posible
una explotación eficaz del entorno.
La villa suele ser, además, sobre todo desde
época imperial, residencia del dominus y de su fa-
[page-n-27]
-
La cas a romana
milia, el cual pasa cada vez más tiempo en sus
propiedades buscando la tranquilidad y el descanso lejos del mundanal mido y de las obligaciones cívicas que su condición económica ca mpOlta. Estas circunstancias significan, a menudo,
una inversión en lujo, un intento de poseer en el
campo las mismas comodidades que ofrece la vida urbana, de saborear el mismo nivel de vida.
Habitaciones lujosamente decoradas, presencia de
pintura mural, pavimentos de mosaico de gran calidad, pequeños conjuntos termales, agradables pelistilos, salas de aparato dignas de palacios, esculturas de calidad y
precio, en resumen, todo aquello que los propietarios gozaban en ámbito ciudadano y a lo
que no estaban dispuestos a renunciar en sus, cada vez más
frecuentes estancias en el fundus, en la propiedad.
Estas circunstancias significan tal como nos recuerdan los
textos y certifica la arqueología, que la villa romana consta
de tres espacios o áreas diferenciados según su
función, que compolta, evidentemente, el uso
de mejores acabados y mejor matelial en razón de
la zona específica.
Hay que hablar de la pars urbana, lo que llamaríamos espacio residencial, una parte de la
villa que reproduce los estándares de la domus urbana, donde sofisticación y lujo son la norma. El
tamaño de esta parte varía considerablemente de
un lugar a otro tal como el coste y el valor de pinturas, estatuaria o mosaicos. Detallan los expertos en agronometría que este sector residencial,
para disfrute de los amos, debe hallarse en posición dominante, alejado convenientemente de
las zonas de trabajo y de actividad febril en muchas épocas del año, y de los establos y corrales,
más acá de los vientos dominantes y ofreciendo,
siempre que sea posible, unas vistas encantadoras y, a su vez, la posibilidad de fiscalizar el tra13. Hortu s
(Casa di
Octavius
Quartio ,
Pompeya)
I.M. NOLLA
bajo de los adscritos a la propiedad. Algunas veces se cumplen estos requisitos teólicos, otras muchas no o no del todo, siendo más sencilla la
articulación de áreas.
En segundo lugar, habría que hablar de la llamada pars rustica, la casa de campo propiamente dicha, residencia del uillicus (el capataz o encargado) y su familia, y de todos aquellos, labradores, pastores y familiares, libres y/o esclavos,
[page-n-28]
La casa ro mana
14. Villa imperial
de Benicató
(Nules. Castellón)
con peristilo
porticada y piscina
central circular.
(Archivo SIAP.
Castellón)
que cultivan los campos y apacientan los rebaños.
Para acabar y muy ligada a la llamada parte
lústica, hay que mencionar la llamada parsJructuaria, el lugar de transformación y almacenaje
de aquello que producían las propiedades del señor y que preferentemente tienen que ver con el
cereal, viña, vino y aceite. Prensas y depósitos,
grandes lagares y campos de dolia, enormes re-
cipientes de almacenaje de cerámica parcialmente enterrados donde podían guardarse, con toda
seguridad, sólidos y liquidas a la espera de su comercialización y venta o del consumo interior. Toda villa romana que se precie ha de aspirar a ser
autárquica, es decir, a mantener a todos aquellos
que allí viven y trabajan y a producir la mayor parte de lo que necesitan, reduciendo al máximo la
[page-n-29]
La casa romana
dependencia del exterior. La villa, no lo olvidemos, es sobre todo una explotación, un negocio.
Estas circunstancias explican convenientemente la localización de pequeños talleres,
de alfares y hornos metálicos y
de helTería donde se fablicaban
y reparaban los aperos de labranza, clavos, útiles y recipientes, ladrillos, tegulae e imblices para la construcción o la
reparación de espacios.
En general, la villa impelial
romana suele ser un gran edificio o, mejor aún, un
conjunto de edificios donde se localizan las diversas dependencias que acabamos de describir. Las
plantas valian considerablemente de unas a otras
y todos los intentos de dibujar una tipología precisa y útil no han acabado de dar buenos resultados.
Es admirable su adaptación al entorno, a veces a
través de una organización en bancales y grandes
muros de contención que pemúten una excelente
adaptación del entorno y pelmiten dar salida a los
mandatos, teólicos, de los expertos, disporliendo en
la cima la pars urbana. Otras veces, una planta en
U permite crear una gran esplanada central muy
adecuada para las labores del campo y para la salida cómoda del excedente. Es un hecho determinante la organización de las diversas construcciones a partir de patios de trabajo, en ocasiones de
gran superficie, que son vitales para el funcionamiento de la villa y de la propiedad.
Durante la Antigüedad tardía una parte im-
15. Vista de
detalle de un
sector de la
pars urbana de
la villa de
AlmenaraPuras
(Valladolid) .
Museo de las
Villas
Romanas.
).M. NOLLA
pOltante de estos edificios se convhtieron en auténticos palacios, las grandes villas áulicas, que
siguen sorprendiendo por su sofisticación y nivel
de lujo, con inversiones de altísimo coste e increibles resultados sin que se perdiera, en ningún
momento, la idea plincipal de que, ante todo, eran
factorías productivas, núcleo primigenio de la
explotación del territorio.
Estas construcciones rurales son documentos
únicos de la historia rural de una época. Su excavación exhaustiva permite dibujar la vida dellugar desde la ocupación inicial hasta el momento
de abandono, su crecimiento, ampliaciones, modificaciones, abandonos parciales y los mil avatares que acumulan a sus espaldas una larga
"vida". La historia de la Hispania romana y tardo antigua es, también, la histOlia del campo y de
su explotación, que sólo es posible realizar, de manera eficaz y detallada, a través de la excavación
y de la prospección arqueológica.
"~o
l.
[page-n-30]
[page-n-31]
El yacimiento romano de Font de Mussa
de Benifaió y el Servicio de Investigación
Prehistórica de Valencia
Helena Bonet Rosado
Servicio de Investigación Prehistórica
Museo de Prehistoria de Valencia
_.---------~.
-
" - - - - - ,o
[page-n-32]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el
Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia
xxv /
;
no
LESERA
....
}-
Intibili
I
I
XY.IV I
I
I
I
1I~.~ 7·
Ad Novias L....... 11
Sebela ci ~
....
I
I
I
XXII
I
_
¡
/
I
I
EDETA
I!!!( ---
SAGVNTVM
XVI
I
--------r
"
I
VALENTIA
I
xx I
I
I
Sucronem t,. t- -" ~
-
Portum Sucrone
I
XVI I
I
I
r!!!l
\
SAETABI
\
XVI..... ,/
"
'" "Ad SIaluas
y
, " - l!!!.!
DIANIVM
.. ~ Ad Turres
L
¡i
AdA,
X~\
L1
XXIV
lill!(' .... /'
Ad Ello
\
/
\
Aspis
~
-f!'
XXIV \ /
,,/
/
LVCENTVM
~
ILlCI
I
XXVII "
Portus llicitanus
I
\
xxv
1. Localización
de la villa de
Font de Mussa
de Benifaió
junto a la Via
Augusta . Mapa
según Ferran
Arasa, 2003.
~
r
CIUDAD
Mansío
ViaAugusta
Vía Augusta. Trazado pOSible
I
I
LA VILA JOIOSA
Otras vías
.
Thlar
Otras v/as. Trazado posible
La villa romana de Font de Mussa.
Los primeros hallazgos
I.
La villa de Font de Mussa se sitúa a 22 km al
sur de la ciudad de Valentia, a espaldas de la laguna de la Albufera, y próxima a la Via Augus-
ta (fig. 1). Como tantas otras explotaciones agrícolas romanas se asienta sobre tierras llanas y
fértiles bien provistas de recursos acuíferos.
El yacimiento es conocido desde antiguo por
los vecinos de Benifaió tras el hallazgo de unas
escasas monedas y numerosos tiestos cerámicos
dispersos en los campos de cultivo que se extendían por una amplia zona al oeste de dicha localidad, entre la Acequia Real del ]úcar y la vía
de ferrocarril Valencia-Albacete.
Pero la existencia de una estación de época romana en las inmediaciones del pueblo se confirmó, en julio de 1922, con motivo del hallazgo de
un ara votiva de piedra calcárea de color gris, de
65 cm de altura, con basa y con cornisa en la parte superior, moldurada (fig. 2). Las caras laterales y posterior están alisadas y en la cara frontal
lleva una inscripción dedicatOlia: INVICTO MITHRAE LUCANUS SER(VUS). Las primeras lecturas
interpretaron el monumento como un ara dedicada al dios Mithra por el siervo Lucanus. Recientemente, Corell (1997, p. 235-236) considera la palabra servus en sentido religioso, es decir, designaría a una persona al servicio del
templo, por tanto Lucanus estaría al servicio de
Mitra, resultando la siguiente lectura: al invicto
Mitra, Lucano, su servidor. Por el tipo de ara votiva y por la paleografia, data el monumento en
el siglo II d.C.
Se trata de una pieza de gran interés al ser uno
de los escasos testimonios en toda la Península
Ibérica, y el único en tierras valencianas, de la
existencia del culto mitraico. Todo ello hizo que,
en ese mismo verano de 1922, la pieza fuese de-
[page-n-33]
positada en el Museo Provincial de Bellas Artes
de Valencia, en donde ha permanecido hasta
nuestros días.
La lectura de las notas de prensa, publicadas
con motivo del hallazgo del ara dedicada al dios
Mithra (Gómez SelTano, 1922) , nos sumergen en
un paisaje rural que nada tiene que ver con la zona urbanizada de nuestros días, en donde se extiende un polígono industrial. Nicolau Primitiu
Gómez Serrano nos describe la zona del hallazgo con campos de algarrobos sembrados de tejas
y tiestos cerámicos, que la tradición y la leyenda atribuían a los restos del palacio del rey moro Muza, de ahí el topónimo de Mu~a y Mussa.
La fuente , en aquellos años, nacía en una gran
balsa de agua burbujeante que, tras salvar varios
desniveles y canales, telminaba en otra balsa utilizada como abrevadero, llamada Font de Mussao Esta fuente se secó en los años 50 para, finalmente, desaparecer bajo la construcción de la
carretera de Benifaió-Catadau. Pero en los años
del hallazgo, Nicolau Primitiu compara este lugar
con el lavadero de la misma localidad que formaba ".... un minúsculo lago sombreado por añosos árboles, dando lugar a toda la poesía y placidez que requería el culto a Mithra ... el ritual
obligaba a los mithriastas a establecer sus templos en grutas o cavernas, y, a falta de éstas, excavar sus santuarios cercanos a las fuentes,
siempre en forma de criptas .. .". El hallazgo del
ara, frente a la fuente y junto al camino de Sollana a Alfarp y Catadau, no es un hecho casual
ni descontextualizado pues , en los alrededores
inmediatos, los agricultores habían encontrado
un pozo con restos orgánicos carbonizados, paredes y obras subterráneas, restos de un mosaico, así como grandes sillares y piedras impropias
del lugar del hallazgo. Todo ello hizo pensar, desde un principio, en la existencia de un Mitreo del
que, desafortunadamente, no tenemos ninguna
documentación, a excepción del ara y las noticias
verbales de la época.
Unos años más tarde, en febrero de 1933, Josep Gadea Beltrán dio a conocer el hallazgo de
unas sepulturas cubiertas por grandes tégulas
(Anales del Centro de Cultura Valenciana n° 24,
p.183, Valencia 1935) en unos campos próximos
2. Ara votiva,
con inscripción
dedicada al
dios Mitra,
hallada en las
proximidades
de la villa de
Font de Mussa.
Museo de
Bellas Artes de
Valencia.
- ---.'
-
- - -..J
[page-n-34]
3. Vista de los
campos situados al
oeste de la granja
porcina, donde se
halló el mosaico,
en cuyos márgenes
se conservan
restos
constructivos de la
villa. Año 2003.
Archivo S.I. P.
a los restos constructivos de la villa romana, también en la partida de Font de Mussa y hoy transformados en campos de naranjos. Los enterramientos llevaban un ajuar funerario compuesto
por cerámicas, un brazalete de bronce, un cuchillo de hierro y un anillo con sello en el que estaba grabado un caballo a la carrera, mientras
que del campo contiguo se recogió un bronce del
emperador Adriano. Todos estos materiales fueron depositados en el Centro de Cultura Valenciana.
En cuanto a la villa romana propiamente dicha, toda la documentación que existe, hasta la
excavación de salvamento realizada en 1989, ha
[page-n-35]
El yac imiento romano de Font de Mu ssa de Benifai ó y el Se rvicio de In vestigación Prehistó rica de Va lencia
sido recopilada por el cronista de Benifaió, Francisco Beltrán López, que siempre ha mostrado un
gran interés por el patrimonio histórico de su municipio preocupándose, especialmente, por el yacimiento romano de Font de Mu-ssa y denunciando periódicamente su progresiva destrucción ante la transformación de los campos de
cultivos y la imparable urbanización de la zona.
Todo ello, como él mismo apunta en sus escritos,
ante los ojos nada sensibilizados de las distintas
instituciones, organismos y autoridades competentes sobre el tema.
A pesar de la constante
transformación de los campos,
siempre se han podido apreciar restos de construcciones
de las distintas villas que allí se
construyeron. En las diferentes
parcelas .era frecuente, hasta
hace pocos años, encontrar restos de paredes y cimientos de
mortero romano, así como
grandes sillares reutilizados en
las márgenes de los campos y
caminos. Noticias verbales,
siempre recogidas por Francisco Beltrán, hablan de la existencia de una escalera, con peldaños de mármol, en el subsuelo de
una de las parcelas. Dato que no nos debe extrañar, puesto que la habitación del mosaico, excavada en 2001 y motivo de este libro, era un semisótano al que se bajaba también por una rampa (ver capítulo de Manuela Raga). También
debemos a noticias antiguas las referencias a la
existencia de dos grandes silos de forma circular,
uno de ellos de 1,20 m de diámetro de boca, 4 m
de diámetro de base y 2 m de profundidad que,
junto a la presencia de numerosos fragmentos de
dolia, hablan de una gran explotación agrícola
con diferentes edificaciones y dependencias industriales.
El hallazgo de columnillas que servían para
sostener los hipocaustos de las termas romanas,
así como de tubos cerámicos para la salida de humos, nos indican que la villa, o villas, de Font de
4. Detalle de
los muros
romanos,
visibles en la
actualidad.
Año
2003.Archivo
S.I.P.
Mussa poseían baños, dato ampliamente constatado en la excavación de 1989.
Finalmente, la existencia de mosaicos en la
zona se conocía desde las primeras noticias con
motivo del hallazgo del ara (Gómez Serrano,
1922) y se tiene constancia de que, posteriormente, un mosaico fue tapado ante el temor de
la paralización de las obras y otros fueron des-
- ----->- ----->-
[page-n-36]
El yacimiento romano de Font de Mu ss a de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistóri ca de Va lencia
tlUidos intencionadamente como lo plUeba la
infinidad de teselas que se encuentran dispersas
por los campos (Beltrán López, 1983, p. 33).
Igualmente numerosos son los hallazgos de materiales constlUctivos procedentes de esta importante explotación lUral, como los ladrillos
5. Croquis de
localización de
los hallazgos
arqueológicos
de Benifaió.
Dibujo de Luis
Tormo. Aii.o
1955 . Archivo
S.l.P.
aretina, hispánica sudgálica, africana A, e y D
Y lucen te, cerámicas comunes y de paredes finas, ánforas, lucernas, dalia, pesas de telar,
objetos de vidrio, piezas de metal y monedas
(Beltrán, 1983; Ripollés, 1985; Llorens, 198788) que abarcan toda la época romana. La existencia de cerámicas ibéricas y
campanienses (Beltrán, 1983,
~~!I
c."a.rcx",
41-43) podría remontar la
ocupación de la zona a la segunda mitad del siglo I a.C.
(Aranegui, 1996, p. 75) para
abandonarse definitivamente
en el siglo IV.
La reciente visita que hemos realizado al yacimiento ,
acompañados por Francisco
Beltrán López, con el fin de
identificar el lugar de los antiguos hallazgos, ha resultado
bastante desalentadora. El crecimiento de naves industriales,
la ampliación de carreteras locales, los grandes movimientos de tierras para la
canalización de la Acequia Real del Júcar y, finalmente, la constlUcción de la red viaria para el
tren de alta velocidad, el AVE, han transformado totalmente el entorno de la villa y de la necrópolis. Por todo ello, hoy en día resulta imposible identificar, con exactitud, la fuente donde
apareció el ara votiva, si bien se conservan, milagrosamente, los campos donde se hallaron los
enterramientos excavados en 1955, al sur de la
Acequia. En cuanto a la villa propiamente dicha,
.:\
T l/lUe ' A(''';''&
y
,.¡
YA/.CNC/""
C.t P II' l A.
\
romboidales y rectangulares que formaban los
pavimentos de opus spicatum, o los fragmentos
de estuco, muchos de ellos pintados de rojo, que
decoraban las estancias de la villa.
En cuanto a los materiales recogidos a lo largo de todos estos años en la superficie de los
campos cultivados, o durante las transformaciones de los mismos, son los propios de cualquier asentamiento romano sistemáticamente
roturado y posteriormente prospectado: fragmentos pequeños y rodados de terra sigillata
[page-n-37]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Se rvicio de In vestigación Prehistórica de Va lencia
tenemos: por un lado, una mínima
parte documentada bajo la granja
porcina donde apareció el mosaico (con la constatación de la existencia de más habitaciones con restos de mosaicos) y otro sector
de habitaciones bajo otra nave,
conocida como aserradero, donde
se realizaron excavaciones en
1989. En los terrenos y campos
situados entre ambas instalaciones
todavía pueden verse hoy restos
de muros romanos que nos indican una continuidad de la villa
entre las dos áreas intervenidas
(figs. 3 y 4).
Como se puede deducir de todo
lo arriba expuesto, y dada la extensión de esta zona arqueológica,
en Font de Mussa existió un amplio complejo de edificaciones de
carácter rural, funerario y sacro
que abarca todo el periodo romano. Además de una villa romana
de gran importancia, con edificaciones residenciales y dependencias serviles, tenemos evidencias
de un mitreo y de una necrópolis
romana, sin olvidar la cercana torre islámica de l'Horta de Benifaió. Por tanto, se trata de un conjunto arqueológico riquísimo, aunque muy mal
conocido, que carece de un estudio global que
contemple su topografia, planimetrías de los dis-
6. Enterramiento
en fosa
excavado en
1955. Arch ivo
S.I.P.
tintos restos constructivos, dispersión de hallazgos, etc. Esperemos que nuevas excavaciones y una mayor concienciación por la salva-
[page-n-38]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Investigació n Prehistó rica de Valencia
7. Croquis de
la zona de
enterramientos
junto a la
Acequia Real
del júcar.
Dibujo de Luis
Tormo. Ai10
1955. Archivo
S.I.P.
LÁMINA 1/
'? 9 9'cr
o O
,
OO
\
O
.s'~~tll. rtl~A.r
\\
OOD O
O
t-Ifhffl ~
¿)~
O
G~tI~o
S~~tlLrtJ~.AS
c:?
9
?
.q
o
IN'Atl/rll
'9
o
o
? <í'
9'
OLIVAR
'?9'?
O
.
O D
HAUAIUI
ACeqUIA
CAMPO
l'eEAL
CON
guardia del patrimonio arqueológico de Benifaió, permitan recuperar los restos y la información que todavía permanecen intactos bajo los
campos no urbanizados de la zona.
11. El yacimiento de Font de Mussa en el
archivo documental del S.I.P.
Son numerosos los documentos y citas que
hacen referencia a los distintos hallazgos que
han tenido lugar en la partida de Font de Mussa desde principios del siglo XX y que aparecen
recogidos en el archivo documental y en la biblioteca del S.I.P. Son especialmente interesantes dos memorias de excavación, inéditas, de
gran valor para conocer el yacimiento: nos referimos a la intervención en la necrópolis de
1955 y a la excavación realizada en 1989,
muy próxima a la zona donde fue hallado el mosaico en 2001.
[page-n-39]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistórica de Va lencia
II.l. Los trabajos de seguimiento en la
necrópolis romana en 1955
ran en en el Museo de Prehistoria, por lo que debieron de hacerlo en el Centro de Cultura Valenciana.
En realidad no se trataba de una excavación,
sino del seguimiento de una nivelación del terreno, a unos 50 cm del nivel del suelo, donde,
a pesar de la escasa profundidad, se descubrieron
El informe manuscrito de D. Luis Tormo,
maestro de Benifaió y aficionado a la arqueología, es un documento historiogr-áfico valioso,
tanto por el estilo descriptivo de los descubrimientos como por la parte gráfica que aporta
(fig. 5). El autor relata como, en octubre
ErJl el ~I"V;C:-/" p/,. /.nvt"'.r~! .. c"".~
Loc.. /'~.. -I" Z3ENI FA YO' ( Va;""",:..)
de 1955, al roturar un
?re,4,:sI~r'"':J .,.t. /..., E)(("~~. Z>tv ~ d.;.,
P,p,./¡',./. : "Muz ... '?ro v,'n ei~ 1 ~ ~I.n c,,:".
?r1:'~~"¡" : Z>". '#;s''' / l3 .../"¡'~"
campo , casi lindante
Tu,4 .. ,/,/;,.//.."3'.... 1 ,.1~ o.. Iv¿rt' ,/, / ?SS
con el de la villa de
Font de Mussa al oeste de la acequia Real
o
del Júcar y propiedad
de Miguel Beltrán,
aparecieron cinco sepulturas con esquele7f;" S-M/• .,1.. /""?;#. ,/,
J.r..~ r.,~~ñ•.
tos humanos. La
Guardia Civil suspendió los trabajos hasta
que se personó, al día
siguiente, el entonces
director del S.I.P., D.
Domingo Fletcher,
quien, tras tomar los
datos oportunos y fotos (fig. 6) , encargó a Luis
hasta veinticuatro sepulturas de adultos y una inTormo el seguimiento y control de los posibles
fantil (fig. 7). Las dimensiones de las tumbas
descubrimientos bajo la dirección del S.I.P. Los
eran bastante constantes, entre 160 cm y 175 cm
trabajos de transformación duraron tres meses
de largo por 40 cm de ancho,con una colocación
desigual, pero orientadas de este a oeste, y aproy los resultados no fueron tan fmctíferos como
se esperaba, pues los materiales fueron muy esvechando el terreno más duro para su excavacasos. Los esqueletos, así como los escasos
ción. Aparecieron selladas con losas planas del
materiales recuperados, no consta que ingresalugar y solamente tres de ellas estaban cubiertas
o
8. Croquis de
una sepultura
cubierta con
tégulas a dos
vertientes .
Dibujo de Luis
Tormo. Año
1955 . Archivo
S. I.P.
[page-n-40]
El ya cimi e n to romano de Fo nt de Mussa de Benifaió y el Se rv icio de In vestigac ió n Prehistórica de Valencia
9. Vaso de
v idrio. Dibujo
de Luis Tormo .
Año 1955.
Archivo S.I.P.
VASO
DE VIDIPIO
¿ ' .,A1on'..rco ,/'
¿' .A4t:~'e ""J/~
con tégulas a dos vertientes (fig. 8). Los esqueletos (sólo se recuperaron dos completos) estaban
depositados sobre el costado derecho y la cabeza orientada hacia el oeste.
En la memoria también se describe un espacio circular (fig. 7) fOlmado por grandes ladrillos,
adobes y tejas, de un diámetro de 1,60 m, en cuyo intedor había tierra ennegrecida de cremación,
cuya funcionalidad es difícil de precisar pero que
no parece corresponder a ninguna estmctura funeraria, como se apuntó en aquel momento, si-
no a una constmcción moderna que aprovechaba materiales romanos.
Del escaso material recuperado , sólo se mencionan fragmentos de cerámica lisa y un cuenco
de vidrio (fig. 9) que, por la tipología y la decoración de líneas verticales, horizontales y círculos, es muy similar al vaso de vidrio azul soplado con decoración a molde, tipo Isings 96, hallado en la necrópolis de TIsneres (Alzira) con una
cronología entre mediados del siglo II y mediados
del III d.C. (González Villaescusa, 2001, p. 264)
Si bien en el informe el autor se define por catalogar los enterramientos en época árabe o medieval, las posteriores publicaciones (Labor del
SIP, Beltrán, González Villaescusa) adscriben
cronológicamente esta necrópolis al periodo romano . En años posteriores, han continuado los
hallazgos, en los campos colindantes, de tégulas
y restos óseos humanos que indican que la extensión de esta necrópolis debió de superar la superficie de 3,5 hanegadas, estimada inicialmente en 1955.
1/2. Las excavaciones de 1989
en la villa romana
En el verano de 1989, la remoción de tierras
en una parcela situada en la villa romana de Font
de Mussa puso al descubierto una serie de muros,
y mucho material arqueológico, que motivó que
la Dirección General de Patrimonio Arqueológico de la Generalitat Valenciana paralizara los
trabajos para realizar una excavación de urgencia que fue llevada a cabo por Concha Camps y
Adriana Cardete, a las que agradecemos su ama-
[page-n-41]
El yaci miento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de In vestigación Prehistórica de Vale ncia
10. Vista de la
excavación de
1989.
c. CAMPS
bilidad por facilitamos toda la documentación inédita que presentamos en esta publicación. La excavación, que se prolongó durante tres meses,
permitió recuperar la mayor área excavada, hasta la fecha, de esta villa romana de cuya extensión no se tienen datos precisos (fig. 10). La villa estaba enclavada en la ladera de un montículo,
hoy totalmente desfigurado por el polígono industrial, estando la zona residencial en la parte
más alta y las dependencias serviles y de trabajo al pie de la colina, donde se realizaron las ex-
cavaciones de 1989. El nivel fundacional de este sector de la villa se fecharía en la segunda mitad del siglo I d.C., abandonándose a partir de la
segunda mitad del siglo II d.C (Camps y Cardete,
1989) .
El llamado sector I, según terminología del informe de excavación, corresponde a un gran
patio central de 162 m2, con un pavimento de .
piedras, circundado por 18 pequeñas habitaciones, de 3 x 3 m, con paredes construidas con la
técnica del encofrado de mortero y piedras, pa-
[page-n-42]
El yacimiento romano de Fo nt de Mussa de Benifaió y el Se rvicio de In ves tigació n Prehistó rica de Va lencia
11 . Planta del
sector de las
dependencias
serviles ,
fechado entre
la segunda
mitad del siglo
I y segunda
mitad del siglo
11. C
oncha
Camps y
Adriana
Cardete.
Año 1989.
12 .
Enterramientos
en fosa,
fechados en el
siglo I1I ,
cavados en las
habitaciones
de la villa, tras
su abandono.
C. Camps y A.
Cardete.
Excavación de
1989.
H. L
EnterramIentos
,
.
vimentos de mOltero flojo o de roca natural, y con
escasa presencia de pintura mural (fig.11). La
funcionalidad de las estancias es dificil de precisar ya que el material resultó realmente escaso.
Sólo la estancia E, por los restos constmctivos de
bases de ladrillo cuadrados apilados y columnillas, se define
como un pequeño lrypocaustum, con el praifumium, destinado para usos domésticos
(fig.11 ).
Del resto de dependencias
cabe destacar la estancia D (fig.
12), de planta rectangular y
dividida en dos habitaciones
por un tabique, donde se recogió abundante cerámica de cocina y dos monedas. Tras su
abandono, en el siglo II d.C., se
cavan en el nivel de dermmbe
cuatro enterramientos (fig. 13) ,
tres adultos y uno infantil, depositados en fosas y dentro de
cajas de madera de las que sólo han llegado hasta nosotros
los clavos de hierro. Tres de los
enterramientos llevaban un
ajuar de vasijas de te17'a sigillata hispánica que permiten
datar estas tumbas en el siglo
III d.C. También en la habitación L se excavaron dos enteE. 1:50
rramientos infantiles , superpuestos, orientados de este a
oeste y colocados, igualmente, en fosa .
Aunque en el sector excavado en 1989 no se
hallaron restos posteriores a los enterramientos
del siglo III d.C., hay noticias de hallazgos de materiales de los siglos IV y V d.C. en la zona nor-
[page-n-43]
13 .
Enterramiento
en fosa de la
habitación D.
C. Camps y A.
Cardete.
Excavación de
1989
occidental del yacimiento, es decir, en la parte
más alta de la villa, lo que hace pensar que el
área residencial de esta finca se reocuparía en
época bajo imperial (Camps y Cardete, 1989).
Los mateliales más representativos de esta excavación, depositados en el Servicio de Investigación Prehistórica, disponen de una vitrina en
el Museo de Prehistoria donde se exponen los
cuencos de telTa sigillata hispánica tardía así como ollas, jarras y cuencos de cerámica común
(fig. 14). Las monedas recuperadas en esta campaña son dos ases del siglo 1 d.C., un as de Aetia del año 137 Yun as de Antonino Pío del 140144, muy rodados. Piezas de bronce, como un
cencerro, un colador, un cuchillo, hebillas, anillos, agujas de coser, una punta de flecha, etc., o
útiles de hueso, como un mango de cuchillo o
una hebilla, que nos muestran los objetos de la
vida cotidiana en uso en el momento final de este sector de la villa (fig. 15). De entre la fauna recuperada cabe destacar una magnífica asta de
ciervo.
III. El mosaico de Font de Mussa en las
colecciones romanas del Museo de
Prehistoria de Valencia
Cuando se creó el Servicio de Investigación
Prehistórica en 1927, su primer director Isidro
Ballester Tormo consideró demasiado ambicioso y costoso un proyecto de museo arqueológico y optó por la denominación de Museo de Prehistoria, más acorde con sus objetivos y colecciones. Efectivamente, las excavaciones,
adquisiciones y publicaciones de los primeros
cincuenta años se centraron en el ámbito de la
Prehistoria y de la Cultura Ibérica y así quedaba reflejado a través de las magníficas colecciones que se exhibían, y siguen exhibiéndose
hoy, en las salas del Museo , mientras que los
yacimientos romanos y tardorromanos excavados no superaban la docena. Sin embargo, el interés del S.I.P. por todo el patrimonio valenciano así como sus competencias administrativas ,
como Museo Provincial, para custodiar y conservar los materiales procedentes de las excavaciones y hallazgos fortuitos de la provincia de
Valencia hizo que, con el paso de los años, se
[page-n-44]
El yacim iento romano de Font de Mussa de Beni fa ió y el Servicio de In vestigación Prehistórica de Va lencia
14. Conjunto de
cerámicas de Font de
Mussa procedentes de
la excavación de 1989.
Museo de Prehistoria
de Valencia.
C. BAUTISTA
fuese formando una importante colección de
época clásica.
En la primera etapa de la institución, fue decisiva la compra de las colecciones de la importante ciudad greco-romana de Ampurias, en
1929, y de la colonia púnica de Ibiza, en 1937.
También interesantes donaciones de particulares,
como los materiales de la Torre de Mal Paso de
Castellnovo, Gaiél de Pego o Cova de les Maravelles de Gandía, o la excavación que dirigió el
S.I.P. en el subsuelo del pa1au de la Generalitat
de Valencia, incrementaron sensiblemente los
fondos de época clásica en estas primeras décadas. Pero será a partir de los años 50 cuando el
[page-n-45]
í
El yacimi ento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Investigación Prehistórica de Va lencia
S.l.P. emprenda las primeras excavaciones de importancia en yacimientos romanos valencianos,
como la necrópolis de Les Foies
(Manuel) en 1951, la cripta de El
Romaní (Sollana) en 1952, el horno cerámico de la Cargadora (010cau) en 1953, o la Punta de r Illa
(Cullera) en 1955-66. Además,
no dejan de ingresar importantes
donaciones, como la cantimplora
de Bélgida, materiales del Tossalet
(Bélgida), de la Falquía (Beneixida), de Xarcons de Monstserrat o
la escultura femenina de mármol
de Valencia la Vella (Riba-roja).
El hallazgo en 1963, en las
aguas de la playa de Pinedo, de la
escultura en bronce de Apolo, supuso una de las mejores adquisiciones de época romana del Museo
de Prehistoria. También entre los
años sesenta y setenta ingresaron
las inscripciones de Otos y de Casa
Zapata (Villargordo del Cabriel),
las lápidas funerarias de El Reguero (Pedralba) o la magnífica lápida
La Olivereta de Benaguassil.
A partir de los años 70 y 80, el
S.l.P. desarrolla una mayor actividad en las tareas de campo de la arqueología romana con las excavaciones en la ciudad romana de pla de r Arc (Llíria) , las villas de la Balsa
(Camporrobles) y de Benibaire (Carcaixent), la
15. Objetos de
bronce y hueso
procedentes de
la excavación
de 1989.
Museo de
Prehistoria de
Valencia
C. BAUTISTA
necrópolis de TIsneres (Alzira) , los hornos de
Rascanya (Llíria) y de La Llobatera (Riba-roja),
la fortaleza de Valencia la Vella (Riba-roja) o la
villa aúlica de Pla de Nadal (Riba-roja).
[page-n-46]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifa ió y el Servicio de In ves tigac ión Prehistórica de Va lencia
16. El mosaico
de los orígenes
de Roma antes
de la
restauración.
Archivo S. l.P.
,
...
.-----._
--- - - - - - ' _...
En la última década del siglo XX, el incremento de fondos romanos en el Museo de Prehistoria ha sido espectacular al ser éste el depositario de los materiales procedentes de las excavaciones de salvamento realizadas por la
Generalitat Valenciana en la provincia de Valencia, como los pozos votivos de Llíria, las villas de
Los Tunos (Requena), Los Praos (Requena) y
Font de Mussa (Benifaió) o los hornos de la Es-
tación de Ferrocarril (Vilanova de
Castelló) . A ello hay que añadir la
donación, en 1992, de las lápidas
romanas de Casa Parear de Llíria
y, en 1996, la colección Pallarés,
de materiales procedentes de Roma, que constituyen dos magníficos lotes de epigrafía latina. El ingreso, a partir del año 1998, de los
materiales procedentes de las excavaciones de la ciudad de Valencia, han incrementado considerablemente los fondos de épocas romana, medieval y moderna en
nuestro museo .
En la actualidad, el Museo de
Prehistoria cuenta con materiales de más de sesenta yacimientos
romanos debidamente inventariados y catalogados. Esta riqueza de fondos de época romana
hacía necesaria la renovación de
la pequeña sala de arqueología
romana, montada en 1996, por
una instalación más amplia que
mostrase una de las civilizaciones más poderosas y opulentas de la Antiguedad, el Imperio Romano.
Estábamos trabajando en este proyecto
cuando, a finales del año 2001, tuvo lugar el
hallazgo del mosaico de Font de Mussa de Benifaió, como consecuencia del seguimiento de
obras para la conducción de gas natural, en el
polígono industrial del mismo nombre. Ello
[page-n-47]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistórica de Va lencia
conllevó la paralización de los trabajos y la
realización de una excavación de salvamento financiada por la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de Manuela Raga.
El mosaico de opus tessellatum descubierto
en una habitación de la villa romana de Font de
Mussa es uno de los conjuntos musivos romanos más importantes de la Comunidad Valenciana comparable a los de Los Trabajos de Hércules de Llíria, (fig.16) instalado en el Museo
Arqueológico Nacional de Madrid, de Las Nueve Musas de
Monteada, ubicado en el Museo de Bellas Artes de Valencia,
o de La Medusa de la ciudad de
Valencia.
El contexto de su hallazgo,
la excavación y el proceso de
extracción y restauración, así
como el estudio técnico y artístico del mismo son tratados
en profundidad en cada uno
de los capítulos de este libro,
por lo que no insistiremos en
ninguno de estos aspectos.
El Servicio de Investigación Prehistórica tiene el compromiso de velar por la conservación,
exposición y difusión de sus fondos , labor que
ha venido desarrollando durante este último
año con el objetivo de poder inaugurar las nuevas salas del mundo romano del Museo de Prehistoria donde el mosaico de Font de Mussa ocupa un lugar preferente (fig. 17). Su belleza y
magnitud, con una superficie de 21 m2, puede
contemplarse hoy, tras una costosa restauración
en el Laboratorio del museo, al inicio del recorrido de la sala, en un gran espacio central
acondicionado para su ubicación definitiva. Así,
el mosaico de Font de Mussa es, junto con la famosa escultura en bronce del Apolo de Pineda,
una de las piezas de mayor valor artístico y científico de los fondos romanos del Servicio de Investigación Prehistórica.
Sólo la buena coordinación y rapidez en la to17. El mosaico
de Font de
Mussa en las
salas del
Museo de
Prehistoria de
V
alencia
C. BAUTISTA
ma de decisiones para salvaguardar el hallazgo,
entre la Dirección General de Patrimonio de la
Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, el
Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia y la empresa Gas Natural,
han hecho posible que, un año después de la extracción del mosaico en el yacimiento, el público
pueda disfmtar de esta espléndida obra de arte.
[page-n-48]
[page-n-49]
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent
y la aparición del mosaico romano
de Font de Mussa
Manuela Raga y Rubio
Gestora de Patrimonio Histórico y Arqueológico
Arqueóloga
[page-n-50]
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición
del mosaico romano de Font de Mussa
CARTCll;RAFiA ~ III . I TAR DE ES PAÑA
MAPA GENERAL Serie l
E 1:50.000
.
...
!t7JIW'C : ,'!.
",
i
"55 1
¡~.~
Jo.
n
..,
SERVICIO GEOGRÁFICO OEL EJERCITO
• ••
'-.I_"~~'>"''''''''''"'_' ' '''
'~6... ....H / '~D? .J '18 -'
~)::~:- .
" 54
-
~..-
/
=..
11 . . -
.~
- '-
LOCALIZACI6N -EMPLAZAMIENTO
DE VILLAS ROMANAS
1.- VILLA DE FONT DE MUSSA
2.- VILLA DEFORESOS
3.- VILLA DE LA TRAVESSA
1. Mapa de
localización
de las villas
de Font de
Mussa (1),
Mas de
Foresos (2) y
La Travessa (3)
,:
El Patn'monio Cultural Valenciano es una de las principales señas de identidad del pueblo valenciano y del testimonio de su contn'bución a la cultura universal, Los bienes que lo integran constituyen un legado patrimonial de inapreciable valor, cuya conservación y enriquecimiento con'espon de a todos los valencianos y especialmente a los poderes públicos que los representan.
La Ley del Patrimonio Cultural Valenciano constituye el marco legal de la acción públicay privada diJigida a la conservación, djfusión,Jomento y acrecentamiento del patn'monio cultural en
el ámbito de la Comunidad Valen cian al,
1, Preámbulo de la Ley del Patrimonio Cultu ral Valenciano , 1998
[page-n-51]
y dentro de este contexto legal en el que con-
vergen la acción pública y la privada, se produjo el hallazgo del mosaico de Font de Mussa.
Antecedentes
En la primavera de 2000, la empresa Gas Natural SDG , S.A., solicitó la realización del Estudio
de Impacto sobre el Patrimonio Cultural, requisito imprescindible para el desarrollo de proyectos tanto de iniciativa pública como privada,
que precisen estudio de Impacto Ambiental.
La entrada en vigor de la Ley del Patrimonio
Cultural Valenciano en 1998 y naturalmente su
plena aplicación, han contribuido sobremanera a
la realización de dichos trabajos, consiguiendo
que de manera previa al planteamiento de cual-
quier obra (y aún en fase de ingenieria básica) se
evalúe la posible afección que un proyecto podria representar sobre una determinada zona de
manera que, con anterioridad a que ésta se produzca, se puedan analizar sus consecuencias,
grado de incidencia, reversibilidad... minimizando de esta forma el riesgo de afección o incluso, si procede, revisando la viabilidad de un
proyecto y rectificándolo, si fuera necesario.
El Estudio de Impacto sobre el Patrimonio Cultural del Proyecto de construcción de una red de
distribución de gas natural en Picassent y Benifaió (ampliación de la ya existente) señaló, entre otros, el tramo de huerta que discurre frente
a la granja porcina Font de Mussa, como de interés patrimonial (fig. 5). Allí se imponía la necesidad de la aplicación de un seguimiento ar-
2 . Planta
general de la
habitación.
DIBUJO DE
L. M. TORR ES
[page-n-52]
3. Alzado de
los muros
norte y sur.
25m. r---- -----------------------________________________________________
~
s. o.m.
DIBUJO DE
L.M. TORRES
24
w
23
Muro I'brte
Cara Sur
25m .r-------------------------------------------------------------------~
s.n.tn.
w
E
23
Muro Sur
queológico, que se desarrolló durante la fase de
construcción del gasoducto Ford-Laisa. En él
se halló la magnífica obra musiva a la que hoy
nos referimos como el mosaico de la villa romana de Font de Mussa o mosaico de Benifaió
(fig. 2); tendemos a usar ambos topónimos con
carácter exclusivo, como si tuviésemos la absoluta certeza de que éste fuera el único mosaico
existente en el yacimiento (o en el término municipal), cuando sabemos que no es así.
Los antecedentes documentales que evidencian el interés de la zona se remontan al primer
cuarto del s. xx, cuando en el año 1922 se difundió la noticia del hallazgo, junto a una an-
Cara Nor te:
cestral fuente (conocida como Font de Mussa),
de un ara votiva dedicada al dios romano Mitra,
durante los trabajos de construcción de la carretera Benifaió-Catadau, a la que ya se ha referido
H. Bonet en el capítulo anterior.
Pero los hallazgos fortuitos de los agricultores
en la zona también han sido frecuentes aunque
los materiales se han perdido y, de muchos de
ellos, no queda ni recuerdo en la memoria de sus
descubridores.
Con estos antecedentes está claro que el hallazgo del mosaico al que se dedica este trabajo
no es fruto de la casualidad, pues ya en 1989 se
llegó a excavar una parte del yacimiento.
[page-n-53]
Co nstru cció n del gasodu cto Benifaió-Picassent y la a parición del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
4. Vista general de
Font de Mussa y de la
granja (zona de
aparición del mosaico).
En esa excavación de salvamento se pudo
constatar la existencia de dos sectores bien diferenciados. El sector 1 correspondería a las dependencias serviles o a las destinadas a la producción agrícola e industrial. Las estructuras
pertenecientes al sector II serían dependencias secundarias de la parte residencial de la villa. Esta última afirmación está apoyada en la aparición
de un mosaico en un huerto situado más hacia
el oeste y a escasos metros de los restos excavados. Dicho mosaico, encontrado mientras se
realizaban tareas agrícolas, fue posteriormente
destruido (Camps y Cardete, 1989).
Tras analizar la información procedente de la
primera campaña de excavación arqueológica de
salvamento desarrollada en la villa romana de
Font de Mussa, en fase de prospección pudimos
comprobar que, efectivamente, la traza del gasoducto transcurriría por una zona perimetral del
yacimiento, entre la granja porcina y la carretera citada anteriormente, sobre campos de huerta (fig. 4) en cuya superficie abundaba la cerámica romana, tanto de tipo común como de la denominada sigillata.
Al ser conscientes del interés patrimonial de
la zona, se indicó la necesidad de aplicar una medida preventiva destinada a minimizar el impacto
que pudiera producirse en la villa romana. Se optó por el seguimiento de obra intensivo y sistemático, cuya aplicación contó con la autorización
de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana,
por ser ésta una acción que, a priori, permitiría
tanto la construcción del gasoducto como la sal-
vaguarda de los probables vestigios que, posiblemente, allí hubiera; consideramos que, el discurso que enfrenta pasado y futuro, ha quedado
ya obsoleto y que ambos conceptos son compatibles. Este proyecto de Gas Natural podría ser
prueba de ello.
[page-n-54]
Construcción del gaso ducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
5. Trabajos de
construcción
del gasoducto
BenifaióPicassent.
Gas Natural
SDG
El yacimiento arqueológico
El yacimiento arqueológico al que nos venimos refiriendo se localiza en el término municipal Benifaió, en plena comarca de la Ribera del
Xúquer (Valencia) (fig. 1). Se ubica cerca de su
casco urbano, en un entorno altamente antropizado, a caballo entre los cultivos de huerta y la
actividad industrial (fig. 6). De hecho, la primera campaña de excavación de salvamento que se
desarrolló en el yacimiento se
realizó en el subsuelo del actual
aserradero y precisamente como
consecuencia de su constlUcción.
Para designar a este yacimiento hemos venido usando el topónimo de la partida de Mussa, cuya etimología nos aleja, sin lugar
a dudas, de un ambiente cultural
romano. Mussa es el nombre con
el que se conoce una torre de cronología islámica que se sitúa relativamente cercana al yacimiento y también Mussa es el nombre
que recibía una fuente asociada al
Barranco de Alfarp que existió
muy cerca del yacimiento y que
se aterró con la constlUcción de la
carretera ya citada.
y aunque el topónimo pueda
crear cierta confusión, una visita al
lugar despejaría cualquier duda ya
que, en superficie y en los alrededores, abundan los materiales de
clara filiación romana.
La presencia de una villa lUral romana en esta zona debe considerarse como un hecho normal, puesto que en el territorio de la actual Comunidad Valenciana este tipo de yacimientos es
muy abundante y bien conocido. Responde a un
patrón de asentamiento propio del mundo romano en el que, además de habitar las ciudades,
personajes destacados (patricios o militares de
rango) eran propietarios de grandes extensiones
[page-n-55]
Constru cción del gas odu cto Benifa ió-Picassent y la a parición del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
de terreno y construían allí sus viviendas, con el
fin de controlar la explotación de esa propiedad.
Pero, a pesar de esa notable diferencia de emplazamiento (entorno rural y entorno urbano) las
villas (viviendas alejadas de las ciudades) contaban con el mayor número posible de comodidades e imitaban en todo (suntuosidad, arquitectura) a las domus (viviendas urbanas) .
Por lo tanto, una villa rural romana como la
de Font de Mussa o como tantas otras conocidas en el imperio, era un lugar en el que,
además de una parte doméstica lujosa (residencia señorial)
existiría otra que sería la dedicada a la actividad económica
dominante en la zona y donde
se ubicarían los talleres, almacenes, áreas de producción,
habitaciones de esclavos, cocina ...
La primera campaña de excavación arqueológica en la villa de Font de Mussa permitió
documentar parte de ese área productiva: cocina
y zona de almacén. Con los datos registrados en
aquella excavación, la fecha fundacional del
asentamiento quedó, de manera provisional, fijada en la segunda mitad del siglo 1 d. C; la escasez de materiales se interpretó como consecuencia del abandono progresivo de la villa a partir de
la segunda mitad del siglo II d. C.
y también en aquella campaña se constató
que, una vez abandonada la villa, al menos tres
de sus habitaciones fueron usadas como área
de necrópolis. (Camps y Carde te 1989).
Dos lustros más tarde, el seguimiento de
obra nos ha permitido conocer de soslayo la
parte noble del asentamiento; además, los datos
obtenidos a través de los trabajos desarrollados
han permitido constatar que el yacimiento, correspondería a un momento cronocultural en el
que la cultura romana ya está bien arraigada en
6. Estado
actual del luga r
del hallazgo.
Gas Natural
este territorio. Es decir, se centra en una fase histórica en la que el proceso de romanización ya
ha cristalizado.
Efectivamente, la fundación correspondería a
un periodo en el que el modus vivendi romano
ya estaba bien arraigado en este territorio; es decir, se centra en una fase histórica en la que el
proceso de romanización ya formaba parte del
substrato cultural indígena y que éste estaba, por
lo tanto, romanizado. Esa romanización es un
SDG
[page-n-56]
l'" -..------.
Construcción del gasod ucto Benifaió-Picasse nt y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
proceso histórico de profunda renovación ya
que, aunque los habitantes de Iberia habían tenido desde varios siglos antes contactos con diferentes culturas mediterráneas, y de esas relaciones quedaron notables influencias, nunca
antes esos contactos acabaron por modificar su
identidad cultural, como ocurrió con la romanización. La asimilación progresiva de productos,
sistemas y principios del mundo romano da lugar a que el país se vaya estructurando, también
progresivamente, a la manera romana cuya ba7. Primera
aparición de la
obra musiva .
Gas Natural
SDG
se legal, administrativa y, en suma, cultural, imprime una huella que ha permanecido como
substrato determinante de su ulterior evolución. La latinidad lingüística, la romanidad en las
leyes y en los sistemas administrativos van en
apoyo de una identidad de tradición que define,
culturalmente, aquellos estados de la Europa occidental mediterránea que mantienen secular-
mente, por encima de las vicisitudes históricas,
su fidelidad a los principios del derecho romano
y que hablan lenguas derivadas del latín (Aranegui Gascó 1988, pg. 102).
En realidad y aunque parece que el télmino de
romanización resulta sobradamente explícito,
todavía no existe un acuerdo pleno sobre la definición de ese proceso, que no fue ni uniforme
ni homogéneo en toda la península ibérica, como tampoco lo era el substrato cultural sobre el
que se iba a difundir ese concepto romano.
La romanización de un territorio depende de muchos factores, relación cordial o violenta con los romanos, nivel cultural, grado de desarrollo
urbano, etc. (Abad Casal 1986,
pg.147).
A grandes rasgos, la histolia
de la Hispania romana puede
dividirse en dos períodos: el
primero, con todo el proceso
de conquista y consolidación,
se extiende durante los siglos In antes de nuestra Era (a.E.),
durante la etapa final de la República; el segundo, el Imperio, desde el reinado
de Augusto hasta el hundimiento de las estructuras políticas y económicas romanas durante la
primera mitad del s. V, el cual puede a su vez dividirse en dos etapas más: el Alto Imperio, el período clásico por excelencia, durante los siglos I1IIV Y hasta la llegada de los pueblos germánicos
a Hispania (Arasa Gil, 1987, pg. 43).
[page-n-57]
Co nstru cció n del gasod ucto Be ni fa ió-Picasse nt y la apari ció n del mosa ico roma no de Fo nt de Mussa
8. Levantamiento
de la costra
calcárea que
recubría al
mosaico.
Gas Natural
Pero no corresponde a estas notas analizar los
diversos problemas que plantea la romanización o la historia antigua; usaremos este término para referirnos a las condiciones plenamente latinas que se daban en el territorio actualmente valenciano en el momento en que se
habitó el asentamiento de Font de Mussa y más
concretamente la habitación en la que se halló
el mosaico objeto de un profundo estudio en otro
apartado de este mismo volumen.
y aún hablando de romanización, un aspecto fundamental a destacar en el caso de la villa
romana de la Font de Mussa, es su localización
ya que ésta presenta en todo momento las ca-
SDG
[page-n-58]
Co nstrucción del gasoducto Benifaió-Picassent y la apar ición del mosa ico romano de Font de Mussa
9. Restos de
un segundo
mosaico, en
mal estado de
conselvación.
Gas Nanlral
SOG
racterísticas canónicas relativas al emplazamiento de las villae hispano-romanas (Jiménez
Salvador; Martín Bueno, 1992). Como el resto de
la mayoría de los asentamientos a lo largo de la
historia, las villae no se establecían en cualquier
lugar, eligiendo siempre, como resulta obvio,
un emplazamiento que asegurase unas condiciones de vida óptimas: tierras féltiles y aptas para el cultivo, agua abundante para cubrir las necesidades de las personas, los animales, la agri-
cultura y determinadas actividades
productivas y artesanales, con
condiciones de salubridad garantizadas, con recursos naturales al
alcance (área de pastos, aprovisionamiento de madera, canteras,
pesca ... ) o a prudente distancia
que permita y facilite su uso ...
esos factores, grosso modo, si no
determinantes sí, al menos, son
decisivos a la hora de fundar una
villa pero, otro aspecto que no podemos olvidar, es el de su facilidad
de conexión y comunicación con
el resto del territorio.
Aunque existen muchas líneas
de debate abiertas sobre el proceso de romanización, un punto en
el que todos los especialistas están
de acuerdo es en coincidir en que
uno de los elementos que facilitó y
contribuyó de manera decisiva a la
difusión de la cultura romana por
todo su imperio fue la importante red de vías de comunicación que se desarrolló en este período.
Algunas de nueva construcción y otras como
adecuación de las ya existentes en época anterior,
lo cierto es que los romanos consiguieron, con estas vías, atticular el territorio de manera que se facilitó el desplazamiento de los elementos militares
y las relaciones comerciales y socio-culturales.
Font de Mussa se localiza, según indican todos los estudios sobre su trazado, próxima a la
[page-n-59]
Construcción del gaso du cto Benifaió-Picassent y la apa rición del mosaico romano de Font de Mussa
10 . Vista
general de la
zona
intelvenida.
ya entonces ancestral Vía Hercúlea,
que más tarde, bajo el mandato de
Augusto, cambió su primitivo nombre
por el de este emperador.
Existe relativamente buena información documental sobre el trazado de
estas vías, pero el problema de su ubicación sobre el terreno es, a pesar de
ello, una realidad, pues en pocos lugares se conservan restos de vías y
muy pocas de éstas presentan las caractetisticas ideales de una vía romana (MOl'ote, 2002).
Pero pese a esa anterior reflexión,
con los datos conocidos para la zona,
parece que este aspecto de la ubicación
de villa en las inmediaciones de la Vía
Augusta puede ser considerado sin
apenas reservas. Unos caminos secundarios serían los encargados de
articular la comunicación de microterritorio, uniendo lugares como Font
de Mussa a las vías principales.
Gas Natural
11. Muro sur
de la
habitación.
Gas Natural
El seguimiento de obra
y con este conocimiento previo de
la zona, en la apertura de zanja en la
partida señalada, se aplicó un riguroso seguimiento de obra del que se fue recogiendo un
conjunto de materiales de diferentes cronologías, que aparecieron mezclados debido a las
diversas actividades antrópicas desarrolladas
en la parcela de interés.
SDG
La zanja abierta sobre la que sería la habitación del mosaico cortó una solera de hormigón
debajo de la cual había una ligera capa de arena y un paquete de zahorra (relleno de nivelación y preparación para la construcción de la plataforma de hormigón ya citada), sobre una an-
SDG
[page-n-60]
Construcció n del gasoducto Benifaió- Picasse nt y la aparició n de l mosa ico ro ma no de Font de Mussa
12. EstLUctura
a modo de
rampa.
Gas Natural
SDG
tigua cubierta vegetal muy fina (de apenas 30
cm de espesor) y un relleno en el que, junto a
tierra arcillosa, aparecían abundantes fragmentos cerámicos y material de constmcción, basuras contemporáneas ... sobre un estrato de tierra
ceniciento mezclado también con restos cerámicos de diferentes tipologías y cronologías,
restos de fauna con marcas de carnicería, matedal de constmcción ... era un área que había sido usada como basurero.
Una vez superada la cota de excavación
(marcada por necesidades de proyecto) y tras haber delimitado por
el este y oeste la zona donde aparecía este relleno, se debería de
dar por finalizado el trabajo.
En ese primer momento se
apreció la existencia de dos estmcturas muradas (este y oeste)
(fig. 2) distantes entre sí una longitud de 5,60 metros, ambas realizadas con la misma técnica constmctiva: el tap (suelo de margas
blancas, de edad terciaria) había
sido recortado y excavado, reforzándose tal trabajo con la colocación de piedras irregulares pero
de formas y proporciones similares, trabadas con mOltero, a modo
de pared; por su cara externa, ambas estmcturas fueron revestidas
con ese mismo mortero en una
potente costra.
Esa cara externa de ambas estmcturas sería la recayente a un espacio que las
dos delimitaban, como se pudo comprobar más
tarde. No debemos olvidar que toda la información inicial provenía de una zanja de unos 5 m
de longitud y 80 cm de anchura y que se realizaba un seguimiento de obra.
Pero , debido a la diferencia de cota existente entre la carretera Benifaió-Catadau y la parcela sobre la que se constmía el gasoducto,
(casi un metro de desnivel) y ante un posible
desmonte de los terrenos para salvar esta dife-
[page-n-61]
Cons trucción del gasoducto Benifaió- Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
rencia, se optó por modificar la profundidad del
proyecto de manera que se hizo necesario continuar la excavación hasta la cota adecuada.
Los trabajos se retomaron de manera manual,
retirándose un relleno ya ceniciento mezclado
con abundantes fragmentos cerámicos de diferentes cronologías. Al llegar a la nueva cota de
proyecto aparece una nueva unidad, muy compacta y que precisó de intervención mecánica; con la primera
cucharada saltaron abundantes
teselas que indicaban la existencia de un mosaico (fig. 7).
Tras comprobar que, efectivamente se trataba de una obra
musiva, se procedió a comunicar
el hallazgo a los Servicios Territoriales de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana,
así como a la propia Dirección
General de Patrimonio Artístico.
El apoyo incondicional de los
Servicios de la Inspección Territorial de Patrimonio de la Conselleria de Cultura a
nuestro trabajo hizo posible la puesta en valor del
mosaico y, por extensión, de todo el yacimiento
(fig. 8) . No podemos finalizar este pánafo sin expresar nuestro agradecimiento a Don José Luis de
Madaria Escudero, el técnico de ese Servicio Tenitorial que, siempre de buen ánimo se ocupó de
todo el complejo proceso generado desde la aparición del mosaico hasta su puesta en valor.
Ya que la zona del hallazgo es próxima al casco urbano y era continuamente visitada por nu-
merosas personas, para evitar que de manera involuntaria causaran algún daño , se solicitó ayuda al Seprona (a quienes también queremos
agradecer el interés mostrado) y, siguiendo instrucciones de la DGPA, se trabajó en extensión
hasta delimitar la superficie total de la habitación
a la que este mosaico servía de suelo.
Los trabajos de excavación de la citada habi13. Estructura
ovalada
adosada a la
pared este
(cara externa)
de la
habitación del
mosaico.
Gas Natural
tación (de la que parecía que conocíamos sus extremos este y oeste) , se realizaron con apoyo mecánico. Los diferentes estratos desmontados fueron cuidadosamente cribados para conseguir
obtener la máxima información posible.
La secuencia que presentaba el relleno que
colmataba la habitación era la misma que se había documentado en la apertura de la zanja:
hormigón y zahorras, antigua cubierta vegetal,
tiena cenicienta mezclada con abundantes materiales ... pero, hacia la zona que sería el centro
SOG
[page-n-62]
Construcción del gasod ucto Benifaió-Picassent y la apa rición del mosaico romano de Font de Mussa
• I
de la habitación, este relleno presentaba variaciones, mezclándose restos antiguos con material claramente contemporáneo: se trataba del relleno de una zanja, de trazado casi paralelo a la
recién excavada para la construcción de la conducción de gas y que correspondía a la obra relativamente reciente, de un colector municipal
que, al igual que nuestro proyecto, cruzó esta estancia de este a oeste, aunque, eso sí, sin el tan
necesario control arqueológico.
Su impronta se deja ver sobre el mosaico, en
forma de una lechada de hormigón (que corresponde a la cubierta de ese colector) que corta el
mosaico en toda su longitud, privándonos de una
franja de 5,20 cm de longitud y 80 cm de anchura, en dirección este-oeste, con una ligera inclinación norte-sur (figs. 10 y 14).
En ese proceso de búsqueda de los límites del
mosaico en dirección este, al ampliar la zanja y
por debajo del piso de hormigón (60 cm de
profundidad) aparecieron fragmentos de mosaico, bícromo, de características similares al ya
conocido pero de teselas sensiblemente mayores (fig. 9). Posteriormente se pudo comprobar
que se trababa de fragmentos procedentes de
otro mosaico situado a cota muy superior a la del
primero documentado. De ese segundo mosaico
(que no ha sido excavado) podemos decir que
debe hallarse en no buenas condiciones de conservación ya que, aunque en la actualidad se
conserva a una cota de 60 cm de profundidad,
por debajo del suelo de hormigón actual, en realidad le protegía, durante siglos, una leve cubierta vegetal, de un espesor que apenas alcan-
za los 30 cm ya que, el suelo de hormigón, su
relleno de nivelación y base de zahorras, han sido echados hace pocos años por lo que, en realidad, durante siglos, habría estado protegido exclusivamente por esa ligera cubierta vegetal
que se aprecia en las fotografías. A este hecho
debemos añadir que esta zona era utilizada como huerta por lo que las tareas agrícolas de
acondicionamiento y preparación del terreno
para la siembra, arado ... probablemente han
causado daños.
También, mientras se trabajaba en la delimitación de la habitación a la que el mosaico le hacía de suelo, quedó parcialmente descubierta
una estructura ovalada (fig. 13), realizada con
técnica de mampostería y que, en algunas zonas,
tenía una cota de 15 cm de profundidad con respecto a la solera de hormigón. A modo de pozo,
esta estructura tampoco se excavó, ya que quedaba fuera del área de proyecto.
Los límites conocidos inicialmente para el mosaico eran los muros este y oeste; era preciso conocer los cierres por sus lados norte y sur (fig. 3) .
Tras la delimitación interna de la habitación,
cuya planta resultó ser rectangular (regularidad
rota en el acceso), de 4,25 m norte-sur y 5,50
m este-oeste, quedó evidenciada una técnica
constructiva claramente romana, con paredes de
mampostería regular, de piedras trabadas con
mortero y recubiertas por un potente enlucido
(sobre el que no se apreciaron restos de pintura
mural) .
El muro norte (fig. 3), también de mampostería, se conservaba hasta una alzada máxima de
[page-n-63]
Construcción del gasodu cto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
14. Habitación
y mosaico. Se
aprecia la
impronta de un
colector
municipal.
Gas Natural
180 cm; todo parece indicar que este muro, realizado mediante superposición de piedras calizas
de tipología rectangular, se construye también reforzando el tap natural de la zona (ya que la habitación se encontraría, en gran medida, excavada en el subsuelo, a cota distinta del resto del
asentamiento. Pero, a diferencia de las otras
dos estructuras, este muro presenta una muy
buena elaboración y espesor (extremo que sólo
se ha podido documentar en parte, perdiéndose
la estructura en el corte).
El cierre de la habitación por el lado sur es una
de las estructuras más interesantes halladas en
este trabajo (figs. 3 y 11); corresponde a un mu-
SDG
[page-n-64]
Co nstru cción del gasodu cto Beni fa ió-Picasse nt y la ap arición de l mosa ico rom ano de Fo nt de Mussa
.
----
-:~
ro realizado mediante mampostería de sillarejo,
que presenta dos fases de construcción (por lo
tanto de utilización) distintas , siendo en la primera de ellas un muro con un amplio vano (de
tránsito o acceso) que comunicaría esta estancia
con el resto de la villa (recordemos que los otros
tres muros son completamente cen·ados). Ese vano quedó enmarcado por dos potentes sillares
rectangulares situados a ambos lados del mismo,
a modo de jambas y daría paso a otra estancia
de cota igualo similar. Éste es posteriormente cegado mediante la construcción de una pared de
sillarejos dispuestos de forma organizada y luego, todo el muro (de obra primitiva y nueva) es
revestido mediante un revoque de potente costra de cal (sobre la que no parecen existir restos
de pintura mural) .
Y, trabada a este muro, trabajada en piedra caliza gris, se conserva en muy buen estado una
estructura cuyo aspecto es el de una rampa
(figs. 8 y 12) . Se compone de tres bloques de piedra de la misma naturaleza y, cada uno de ellos,
cumple una función: un bloque actúa como base, otro, en fOlIDa de cuña (sobre esa base), marca la pendiente y, por último, una gran laja trabajada con rebajes y realces longitudinales parece
facilitar su uso (ascenso/descenso) y la adherencia a la misma. Presenta una anchura de 90
cm y una longitud de 160 cm.
La altura existente entre su último tramo
(huella de escalera) y el mosaico es de 36 cm y,
en su parte más elevada, se conserva a una cota de 66 cm con respecto al nivel del suelo de la
habitación. En la zona conservada se aprecian
cuatro espacios bien diferenciados, que corresponderían a cuatro huellas , de 20 cm de anchura, separados tres de ellos por dos molduras , a
modo de escocias, talladas sobre el mismo bloque
(formando un único conjunto), de unos 8 cm de
anchura y 6 cm de elevación. Estas molduras tenían la finalidad de servir como apoyo, para no
resbalar al utilizar este acceso.
Ese muro sur y la rampa que presenta adosada indican, claramente, una importante reforma arquitectónica en esta patte noble del asentamiento que, sin lugar a dudas, tuvo también lugar en otros puntos del yacimiento.
El mosaico, que cubría la totalidad del suelo de
la estancia, se construyó en ese segundo momento de habitación, tras la refOlIDa (figs. 2 y 14) .
Las dos fases de ocupación que parecen deducirse de la observación de ese muro sur no dejan lugar a dudas sobre su desarrollo. En un primer momento de ocupación se excavaron esta
estancia y la contigua, por la que se tenía acceso a ésta y se comunicaba con el resto de la villa (aunque también podría ser que la segunda
habitación no se excavara y se reutilizara para
su construcción un desnivel ya existente, acondicionándolo). Ambas estarían a cota igualo similar (pero recordemos que sólo tenemos datos
de una de ellas) (Raga y Rubio, 2002).
Por la única excavación de salvamento desarrollada en el yacimiento sabemos que en el siglo II d. e se inició un progresivo abandono (al
menos del conjunto de habitaciones hallado en
aquellos trabajos) sin que en esos sectores se pudiera documentar una ulterior ocupación aunque
[page-n-65]
Construcción del gasodu cto Benifaió- Picasse nt y la aparición del mosa ico romano de Font de Mussa
15 . Otras
estructuras
halladas en las
proximidades
del yacimiento.
Gas Natural
sí un uso, ya que se hallaron, por encima del nivel de abandono, cinco enterramientos con ajuares cuya cronología se centra en el siglo II d. e,
fechas inmediatas a las dadas para el abandono
del hábitat.
Los materiales arqueológicos asociados al mosaico y esa profunda reestructuración de espacios
parecen venir a confirmar que, efectivamente, la
zona excavada se abandona de manera progresiva en las fechas indicadas, trasladándose el hábitat más hacia el norte, reformando notablemente parte de las estancias existentes hasta
ese período. (eamps y eardete, 1989).
Así pues, los espacios inicialmente comunicados por ese muro sur se vieron también implicados en ese proceso: la sala por la que se accedía a la habitación del mosaico se colmató y se
cerró la comunicación entre ambas. Sobre esa habitación, ya rellena de aportes externos y tal vez
de material de su propia demolición, se construyó un nuevo suelo y una nueva habitación que
quedaba, por lo tanto, a cota muy superior. Para comunicar ambas salas y salvar el desnivel
existente entre ellas se construye, en el ángulo
suroeste de la de cota más inferior, la rampa citada y descrita anteriormente (fig. 12) .
SDG
[page-n-66]
Co ns tru cció n de l gasod ucto Beni fa ió-Picasse nt y la apa ri ció n del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
16 . Ten a
sigi//ata
subgá/ica.
Drag. 29
C. BAUTISTA
A esta nueva planta se la dota de un piso de
opus teselatum, cuya forma y distribución de
motivos decorativos, se ajustan al espacio recién
creado, incluso la parte que enfrenta a la rampa
se decora con una alfombra que utiliza motivos
semejantes pero desiguales a los del resto del mosaico.
La cronología dada inicialmente al mosaico
también parece confirmar el extremo de la remodelación de la villa ya que, las obras musivas
de superficie bícroma con policromía reducida a
los cuadros con motivos figurados, han sido datados en el siglo II avanzado (Abad Casal 1985,
368 y ss.).
Una vez desmontado el mosaico
se excavó su rudus (base construida para su asiento) que aún permanecía parcialmente in situ. Pero
no se halló ningún resto material
que nos permitiera datar su construcción. Por debajo de esta capa ya
aparecía el tap (estrato natural, margas blancas de edad terciaria).
Ante esa ausencia de vestigios,
anteriores o coetáneos al momento
de construcción del mosaico , los
materiales que aparecían mezclados en el relleno ceniciento que lo
cubría serán los que, junto a los
demás criterios, ayuden a datar esa
sala y, por extensión la continuidad
en la ocupación del asentamiento.
En Font de Mussa hubo ocupación hasta época romana tardía, tal
y como se desprende del estudio de los restos hallados. Y, de entre esos vestigios de cultura material, serán los cerámicos los que más nos faciliten la labor.
En el mundo romano (al igual que ocurre en
otras culturas) , existe una producción alfarera
muy específica, tanto de cerámica común como
de vajilla fina. Esa vajilla fina, denominada grosso modo terra sigillata, no es un conjunto cerrado y uniforme sino que presenta una marcada evolución a lo largo de los siglos, modificándose en el tiempo tanto sus formas como
procedencias, arcillas y tonalidades, decoraciones ... de manera que la presencia de uno u otro
[page-n-67]
Co nstru cción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosa ico roman o de Font de Mussa
tipo de esta TS (te17'a sigillata) nos permite una
clara aproximación cronológica a un momento
determinado.
y en esta estancia de Font de Mussa hemos
hallado TS subgálica (fig. 16); TS Clara D (forma
Hayes 58, siglo IV); ánfora siglo IV; Clara Africana (forma Hayes 59-A); TS Hispánica Tardía
(forma 37b Mezquiriz; forma 47 Mezquiriz);
Cerámica Africana D (forma Hayes 51) entre
otras producciones de cronología similar.
Por todo ello y a modo de reflexión final se
podría señalar que este asentamiento romano de
Benifaió, se fundó en la primera mitad del siglo
I d. C y se mantuvo hasta la segunda mitad del
siglo 11; tras esos primeros cien años de existencia, y sin que se hayan podido documentar las
causas (recordemos que sólo se ha excavado una
mínima parte del yacimiento), se produce una
profunda redistribución de espacios y, aunque la
villa continúa habitada, se desplazan las instalaciones y habitaciones, ocupándose la anterior
zona de hábitat por un área de necrópolis de
nueva creación. Mientras tanto, antiguas dependencias señoriales son profundamente renovadas y a ese momento de grandes reformas
estructurales y arquitectónicas correspondería
la construcción del mosaico hallado en este seguimiento de obra.
Tras esos importantes cambios, el yacimiento romano continuó ocupado hasta la segunda
mitad del siglo IV.
El mosaico se encontraba en parte quemado,
por una acción directa del fuego, pero este incendio pudo ser posterior al abandono de la villa y no necesariamente su causa. En este sentido no podemos ser concluyentes.
Con los siglos, el lugar es usado como vertedero de un asentamiento de cronología islámica que debió establecerse, obviamente, en las inmediaciones y atraídos por las mismas condiciones óptimas que, nueve siglos antes,
condujeron a los propietarios de la villa romana
de Font de Mussa a establecerse en este mismo
lugar.
------
l·
------~
[page-n-68]
[page-n-69]
El mosaico de Fáustulo y los orígenes de Roma
Lorenzo Abad Casal
Universidad de Alicante
[page-n-70]
El mosaico de Fáustulo y los orígenes de Roma
1. Mosaico de
Fáustulo y los
oríge nes de Roma.
DIBUJO DE
LUIS M. TORRES
Durante las obras de canalización del gas natural, y como ha quedado de manifiesto
en los trabajos anteriores, se
descubrió el mosaico que motiva este estudio. Es el pavimento de una estancia rectangular, que tiene uno de sus ángulos ocupado por una
estmctura que parece corresponder a una rampa de bajada.
El mosaico (Fig. 1)
-".- ..
Mide 4,25 m de largo y
5,50 de ancho, y ocupa una
superficie de unos 21 m2 • Es
bícromo, excepto el motivo figurado central, que ocupaba
un círculo delimitado por una
cenefa de hojas lanceoladas;
éstas surgen alternadamente
de los vértices de una línea de
arquillos que deben de representar un tallo esquemático. El
conjunto se inserta en un cuadrado, en cuyos ángulos quedan cuatro triángulos curvos
decorados con estilizadas cráteras sobre tallos de vid; de
su interior salen otros tres tallos, uno hacia un lado, otro
hacia otro y el tercero hacia
arriba. Una banda de cable
[page-n-71]
2. Motivos
ornamentales:
2a. Banda de
ajedrezado
2b. Roleos y
crátera
2c. Motivo
con raci mos
de uvas
2d. Estrella
de rombos
2e. Motivo
junto a la
rampa.
2b.
ARCHIVO S.!.P.
2a.
2c.
2e.
trenzado sirve de marco a este emblema central.
Al este y al oeste de este espacio central existen sendas bandas de ajedrezados, regular la primera e irregular la segunda, que facilitan el
tránsito del motivo central cuadrado a la planta
rectangular de la habitación. La banda irregular
parece seguir un esquema bien definido, aunque
por error del mosaista, o por la necesidad de
adaptar la composición al espacio resultante, el
esquema básico, en el que se repetía en blanco y
negro un mismo motivo cmciforme, se alteró en
el penúltimo ejemplar (Fig. 2a).
En torno a esta composición se extiende una
ancha banda de roleos con flores cuadripétalas
de distinto tipo en su interior. A juzgar por los
vestigios conservados, parece que son seis
flores cuadripétalas diferentes que se repiten de
forma simétrica en al menos los dos lados lar-
-----
1
:.;
_
____
~.f
[page-n-72]
El mosaico de Fáustulo y los oríge nes de Roma
3. Medallón
central con los
pastores
Fáustulo y su
hermano
Faustino,
asomados a la
cueva donde
una loba
ama manta a
Rómulo y
Remo.
ARCHIVO SIP y
Gas Natural
"--
'. .
SDG
gas del mosaico, ya que la rotura en los cortos
no permite confirmar si también aquí seguían
una ordenación determinada. En el centro de
los primeros, sendas cráteras muy similares a
las de los ángulos del emblema central. No parece que en los lados cortos existiera este mismo motivo, aunque sí pudo existir otro diferente (Fig. 2b).
Más allá de esta banda, que homogeneiza to-
do el mosaico, las soluciones se
hacen variadas. En los lados norte y sur hay roleos con una hoja
que parece de parra en su centro;
en el eje de la composición, justo
por debajo de las cráteras, unos
racimos de uvas (Fig.2c) se alinean en torno a un eje. En ellado oriental, una ancha banda de
estrellas de rombos de ocho puntas unidas por dos de sus vértices.
Dentro de ellas no hay decoración, pero en cambio los espacios
entre las estrellas se rellenan con
cuadrados, inscritos y de lados
curvos, que se disponen alternadamente por parejas allí donde el
espacio es rectangular y aislados
donde es cuadrado (Fig. 2d).
Al otro lado, la organización es
más compleja, ya que aproximadamente la mitad del espacio -no
se sabe con certeza, pues la superficie está rota-- la ocupa lo que se
ha interpretado como una rampa de
acceso. La parte que queda está decorada con un
rectángulo con marco de guirnalda estilizada de
tres hojas y una alfombra similar, aunque no
idéntica, al motivo de la parte occidental del emblema central (Fig. 2e) .
Se trata, por tanto, de un diseño bastante sencillo, que consigue un interesante efecto ornamental por medio de la utilización de unos pocos
motivos inteligentemente combinados .
[page-n-73]
El mosa ico de Fáustulo y lo s orígenes de Roma
El cuadro central
Del medallón central se conserva
aproximadamente un tercio (Fig.
3). En su centro destaca la parte superior de lo que sin duda fue el motivo principal: una superficie redondeada de color azul oscuro que remata en una especie de picos bífidos;
está bordeada por una cenefa compuesta por hileras horizontales de
teselas gllses, castañas y blancas, en
la segunda de las cuales parecen
'enganchar' los picos de remate de la
superficie oscura. Sobre este conjunto surgen los torsos de dos figuras que se asoman por encima del reborde. El de la izquierda (Fig. 4), que
es el mejor conservado, pertenece a
una figura masculina, con la cabeza
inclinada para observar lo que se
encuentra delante de la mancha oscura; lleva una túnica sin mangas
con ribetes negros, aunque el tono
grisáceo al que corresponde la túnica, y las hileras negras de teselas que
en teoría debían ribetearla, no siempre coinciden;
el tono de la piel es castaño y tiene en su mano
derecha un bastón curvo, sin duda el típico pedum o lagobolon de los pastores. Su cara está
formada por teselas de tonos castaños y amarillentos -no blancas como las del fondo-, en
tanto que los rasgos más destacados (cejas,
párpados, iris y labios) son de teselas negras.
4. El pastor
Fáustulo
situado a la
izquierda de la
cueva.
ARCHIVO SIP.
Parece llevar una especie de gorro o casquete de
tonos castaños y grisáceos, formado por hileras
de teselas no del todo regulares, con una protuberancia en la parte central que debe corresponder a un ápice de la pieza.
La parte de la izquierda, por delante de la figura, no resulta fácil de interpretar, pero parece que es continuación del conjunto oscuro
[page-n-74]
r :. -.------~
El mosaico de Fá ustul o y los oríge nes de Roma
bordeado por la cenefa castaña; por delante, un
pequeño árbol muy esquemático.
Al otro lado hubo una segunda figura simétlica y muy similar a la anterior, de la que sólo se
conserva la cabeza (Fig. 5). El gorro parece más
bien una especie de capeLUza de tonos rojizos y
negros; en él se observa, con más clalidad que en
5. Pastor
Faustino
situado a la
derecha de la
cueva .
Gas ¡atura!
SOG
otras castañas y negras, que se disponen irregularmente de dos en dos (o de tres en tres) y
acaban en punta; es un recurso para representar pelos o cerdas hirsutas (Fig. 6). En la parte
derecha se acentúan los tonos ocres para dar sensación de oscuridad. El animal tiene la cabeza
vuelta hacia atrás; es de color grisáceo y contorno negro; la ceja y la pupila son también negros, el iris blanco y el contorno del hocico negro por arriba y rojizo por abajo; en la boca destaca una hilera superior de cuatro dientes
blancos, puntiagudos, y otra infelior de al menos
dos. Pero lo alterada que se encuentra esta parte no permite realizar más precisiones.
Interpretación
el caso anterior, una especie de remate plano en
la zona central.
Entre ambas figuras, y siempre por detrás del
elemento central, sobresalen al menos otros dos
árboles esquemáticos, bastante similares al de la
izquierda e incluso al pedum que porta el primer
pastor.
En el centro, el fondo negro se interrumpe para dar paso a lo que sin duda se trata de palie de
un animal; su contorno está delimitado por una
hilera de una o dos teselas de color ocre; su cuerpo es de teselas blanco-amalillentas, salpicado de
Los rasgos básicos de la composición están
bien definidos: un elemento central oscuro con
ancho reborde, delante del cual se recorta un animal con la cabeza vuelta y boca abielta, y dos individuos algo retrasados que se inclinan para observar lo que está pasando.
Parece claro, pues, que nos encontramos
ante la boca de una cueva que se abre en un
paisaje representado por una vegetación rala,
como suele ocurrir en la iconografía romana.
Cuevas de este tipo aparecen en escenas mitológicas, como la de ulises y el Cíclope del célebre mosaico de Piazza Armerina, en Sicilia,
datado entre 320 y 325 d.C. (Carandini, Ricci,
de Vos, 1982, lám. 34,71). Pero en nuestro caso sirve de guarida a un animal que vuelve la
cabeza para observar o proteger algo que no se
[page-n-75]
El mosaico de Fáu stulo y los oríge nes de Ro ma
ha conservado. Por encima, dos figuras que se
están inclinando hacia delante para observar,
desde una posición algo más retrasada, lo que
hay en el interior de la cueva.
Llegados a este punto podemos avanzar ya
una hipótesis: nos encontramos ante la representación de la boca de la cueva en que una loba cuida a los gemelos Rómulo y Remo, en el
momento en que la guarida es descubierta por un
pastor que debe tratarse del Fáustulo que citan
las fuentes, y por otro que algunas tradiciones
identifican con su hermano Faustino. Se trata,
por tanto, de una escena relacionada con el origen de Roma, de la que existen representaciones
en mosaico y en otros soportes.
Sin duda es Ulises, el Odysseus griego, el héroe más célebre de todos los que vagan por el Mediterráneo en esta época, y él mismo juega un papel importante en algunas versiones sobre el origen de Roma. Pero el que más nos interesa es otro
héroe que en la GuelTa de Troya tuvo un papel secundario, mientras que en la etapa que ahora se
6. Detalle de la
cabeza de la
loba.
Gas Nanlral SDG
La leyenda
Muchas eran las historias con que la Roma antigua intentaba explicar sus oligenes, y en casi todas ellas un componente mítico trataba de ennoblecer el hecho y de relacionarlo con algún episodio heroico (Mastrocinque, 1993). Algunas
enlazan con la guerra de Troya y con los acontecimientos que, como consecuencia de ella, tuvieron lugar en el Mediterráneo: no sólo el fin de
Troya, sino también el de sus verdugos, los micénicos, y el inicio de una etapa de inestabilidad
que se plasma de fonna magistral en el poema homérico de la Odisea. Era un peliodo dificil y turbulento, muy adecuado para que los héroes llevaran a cabo hazañas de todo tipo que despeltaban la atención del público y con las que resultaba
fácil enlazar para ennoblecer el origen de Roma.
inicia se convertirá en una figura central. Es
Eneas, hijo de Anquises y de Venus, uno de los
pocos troyanos que consiguió salvarse tras la caída de la ciudad y que vagó largo tiempo por el
Mediterráneo protegido por su madre. En una parada en Caltago, gozó del amor de Dido o Elisa,
la reina cartaginesa, pero debió abandonarla en
pos de su destino. y éste lo llevó a las costas de
Italia, donde comenzará una nueva saga, inmortalizada por los autores latinos y especialmente por Virgilio en su Eneida.
La tradición romana relaciona desde muy
[page-n-76]
El mosa ico de Fáu stulo y los oríge nes de Roma
pronto los orígenes de Roma con la venida de
Eneas el troyano, mediante un proceso largo y
complejo de mestizaje entre los recién llegados y
los pueblos indígenas, lleno de leyendas no
siempre coincidentes (Carandini, 2000). Una
7. Eneas, con su
padre Anquises
y su hijo
Ascanio durante
su huida de
Troya. Altar de
Cattago, Museo
del Bardo,
Túnez.
_----'_....
-:--- ..
de éstas, la que cristaliza en la Eneida de Virgilio, se convierte en la doctrina oficial de la época. Según ella, cuando por fin Eneas consigue
desembarcar en Italia, se alía con los etruscos para hacer frente a un grupo de pueblos indígenas;
una vez victorioso, llega al Lacio, donde es bien
recibido por el rey Latino, se casa con su hija Lavinia y funda la ciudad de Lavinium.
De esta unión nacerá un hijo, Ascanio -al que
algunas tradiciones identifican no obstante con
el mismo lulo que acompañó a Eneas en la huida de Troya- (Fig. 7) que pocos años después
fundará una nueva ciudad: Alba Langa. Los reyes albanos que nos transmiten algunos escri-
tares, unos diez, permitirán cubrir el periodo
que media entre los dos acontecimientos que se
trata de poner en relación: la caída de Troya, que
los propios analistas romanos habían fijado hacia lo que hoy sería el año 1184 a. C. y la fundación de Roma, hacia el año
754 a. C.
Los últimos reyes de Alba
Langa, los hermanos Amulio y
Numitor, debían compartir el
poder, pero el primero destituyó al segundo e hizo consagrar a su hija Rea Silvia como
vestal, obligada por tanto a
guardar castidad. De esta forma
se aseguraba que no tuviera
descendencia y que, pasado el
tiempo, nadie llegara a disputarle el trono. Pero el dios Marte no entendía demasiado de
vestales y engendró en ella dos hijos gemelos,
llamados Rómulo y Remo, que Amulio ordenó
fueran depositados en el Tíber. Como ocurre con
otros héroes de la antigüedad, de diferente cultura y religión (Sargón de Acad, Moisés de Israel. .. ), los niños salvaron la vida milagrosamente, aunque las fuentes antiguas no se ponen
de acuerdo sobre la naturaleza del milagro. El
historiador TIto Livio (Ab urbe condita, 1, 3-8,
trad. A. Fontán, CSIC, Madrid, 1987) nos lo
cuenta de esta manera:
la sacerdotisaJue apresada y
metida en la cárcel,' a los niños mandó el
"(oo)
[page-n-77]
8. Restitución gráfica
del paisaje del
Lupercal, según
Andrea Carandini, en
Roma. Rómulo,
Remo e la
Jondazione de la
citta, Roma , 2000 ,
11 5.
rey que los arrqjaran al curso del río. Por
una casualidad, milagrosamente, el Tzoer,
desbordado por encima de sus on'llas en
sucesivos estanques, no pennitía el acceso hasta el cauce nonnal de la com'ente,
pero daba a los portadores la colJ!ianza de
que los niños podrían ahogarse aunque el
agua estuviera en calma. Así, creyendo
cumplir la orden del r01, abandonan a los
niños en la charca más cercana, donde está ahora la higuera Ruminal, llamada
antes, según la tradición, Romular.
Había entonces grandes despoblados
en esa región. Una tradición sostiene que
cuando el agua, poco prifunda, depositó
en un lugar seco el cestoflotante donde
estaban expuestos los niños, una loba sedienta encaminó allí su carrera desde
las montañas de alrededor, atraída por el
llanto ilJlantil, y ifreció sus ubres a los
niños, tan mansamente, que el mayoral
del ganado del r01, Fáustulo dicen que se
llamaba, la encontró lamiéndoles con la
lengua. Éste los llevó a la mqjaday se los
entregó a su esposa, Larencia, para que
los criara. Hay otros que piensan que
esta Larencia era llamada (loba' entre los
pastores porque prostituía su cuerpo, y
que este hecho dio lugar a la leyenda
maravillosa
JJ
Otro autor, Dionisio de Halicarnaso (1, 79, 49, trad. E. ]iménez y E. Sánchez, Gredos, 1984),
que dice transmitir la noticia de un escritor más
antiguo, llamado Quinto Fabio Pictor, presenta algunas variantes:
{(La cesta estuvoflotando durante algún tiempo y luego, cuando la com'ente
bqjó un poco de nivel, tropezó con una piedray, volcando, an'q;oJuera a los bebés,
Éstos, gimiendo, daban vueltas en el lodo,
cuando apareczo una loba que acababa de
pariry tenía sus ubres llenas de leche, que
les acercó a la boca para que mamarany,
lamiéndolos con su lengua, les quitó el
barro de que estaban cubiertos, En ese momento, casualmente iban unos pastores
[page-n-78]
El mosaico de Fáu stul o y los oríge nes de Roma
10. Gema de
Londres (Museo
Británico) . De
LIMe, Fallsto/IIS,
núm. 11. Época
tardorrepublicana.
9 . Reve rso de
un denario de
Sex tlls
Pompe/lIs
FOSt/lIS, del
afio 13 7 a.C.
De LIMe,
Fallstll/lIs,
núm. 7.
· -:--."
llevando sus rebaños a pastar (pues ellugar ya era transitable) y uno de ellos,
cuando vio cómo la loba acogía a los bebés, se quedó boquiabierto durante algún
tiempo de estupor e incredulidad ante lo
que veía. DespuésJuey reunió a todos los
pastores que pudo de los que guardaban
sus rebaños cerca y, como no creían sus
palabras, los llevó a que contemplaran el
propio espectáculo. Cuando aquéllos se
acercaron y vieron que la loba cuidaba a
los bebés como sifueran sus hijosy ellos se
agalTaban a ella como siJuera su madre,
supusieron que estaban ante un hecho
sobrenaturaly se acercaron todosjuntos
para amedrentar con sus gnlos al animal.
Sin embargo, la loba no se iJ7'ltó demasiado por la llegada de los hombres, sino
que, como si estuviera domesticada, se
apartó suavemente de los bebésy se marchó sin prestar ninguna atención a la reunión de pastores. No muy l((jos de allí había un lugar sagrado totalmente cubierto
de un espeso bosque, y de la cavidad de
una roca manaba una Juente; se decía
que era el bosque de pany allí había un altar dedicado a este dios. La 10baJue a este lugar y se ocultó. Pues bien, el bosque
sagrado ya no existe, pero la cueva de la
que brotaba el manantial se puede ver
edjficadajunto al palatio, en el camino que
conduce al Circo;y cerca de allí hay un recinto sagrado donde está colocada una escultura que hace riferencia a este suceso
y representa a una loba amamantando a
dos niños; es una obra en bronce, de estilo arcaico (. ..) ".
"Cuando el animal se ahijó, los pastores
cogieron a los bebés interesándose por su
crianza, pues pensaban que los dioses
quedan su salvación. Entre ellos había
uno que se ocupaba de las piaras de cerdos del rty, de nombre Fáustulo (. ..) que
(. ..) pidió que se le entregaran los niños,
y tomándolos de común acuerdo con todos,
seJue a llevárselos a su mlfja Y al encontrarla muy qjligida porque acababa
[page-n-79]
El mos aico de Fá ustulo y los oríge nes de Roma
de parir y se le había muerto su bebé, la
consolóy le dio los niños para que lo susá'tuyeran, contándole desde el pn'ncipio todas las vicisitudes de suJortuna".
y por su parte, Plutarco, en Vidas paralelas,
Rómulo, 4 (Trad. A. Pérez ]iménez, Gredas, Ma-
drid, 1985), nos dirá que:
Amulio ordenó a un sirviente
que los recogiera y los despeñara. Algunos
dicen que éste se llamaba Féstulo, y otros,
que no es éste, sino el que los recogió. Pues
bien, depositando en una cesta a las cn'aturas, bq¡o al río con la intención de tirarlos, pero al ver que bq¡aba con mucha
COlTI'entey turbulento, temió aproximarse JI, poniéndolos cerca de la orilla, se
al(j}o. "
"Con la crecida del río, eljh¡jo alcanzó
la cesta JI, trasladándola de sitio suavemente, la d(j}o en un lugar, sificientemente tranquilo, que ahora llaman Germalo y antiguamente Germano, al parecer
porque, precisamente, a los hermanos los
llaman 'germanos'"
Había cerca un cabrahigo (. .. ) En
aquel lugar quedaron los pequeños, y los
asistía la loba que los amamantabay un
picoverde que ayudaba a la loba en su alimentacióny los vigilaba (. ..).
A los pequeños los recogió Féstulo, porquero de Amulio, sin que nadie se enterara (. ..)
« (. . .)
y en Rómulo, 10, proseguirá:
(. .. ) Mun'eron también en la batalla
Féstulo y Plestino [Faustinoj, de quien
rifieren que, siendo he/mano de Féstulo,
ayudó a la crianza de Rómulo y Remo.
Estas tradiciones recogen, pues, unos hechos comunes: el abandono de los niños, su hallazgo casual por una loba, que los amamanta,
y su entrega al pastor Fáustulo. Difieren en algunos detalles y la relación de la loba con la cueva se hace de forma secundaria; es el lugar a
donde el animal se retira una vez que es descubierta por los pastores. La cueva está en un paraje conocido como Lupercal, un lugar sagrado
para los romanos y cuya raíz lup debe estar relacionada con la palabra latina lobo: lupus/lupa
(Fig. 8). No encontramos, sin embargo, la imagen que todos tenemos en mente de la loba que
amamanta a los niños dentro de una cueva. Esto debe ser una invención posterior, sin duda
11. Relieve
'Campana ' ,
Berlín. Siglo Il
d. C. De LIMe,
Faustu/us,
núm . 3.
[page-n-80]
El mosa ico de Fáu stulo y lo s orígenes de Roma
vinculada con la historia de Zeus/Júpiter, amamantado por una cierva en la cueva del monte
Ida, en la isla de Creta, una vez que su madre
consiguió evitar que su padre Cronos lo devorara, para impedir que su hijo se hiciera más
fuerte que él y lo destronara.
Rómulo y su hermano Remo llegaron a ser
pastores, pero tras una serie de episodios que
también siguen varias tradiciones, consiguieron destronar a Amulio y devolver el trono de Alba Langa a su padre Numitor. Luego decidieron
fundar una nueva ciudad, que llevaría el nombre
de Roma, y que andando el tiempo se convertiría en la capital del Imperio. Pero tampoco esta
fundación se hizo sin problemas; una disputa entre los hermanos, ya fuera por el nombre de la
ciudad, ya fuera por la interpretación de los augurios, acabó con la muerte de Remo y con el paso a la posterioridad de Rómulo como fundador
de Roma. Hubo de luchar con los sabinos -a los
que arrebató sus mujeres- con los latinos, los
etruscos -antiguos aliados de Eneas- y otros
pueblos. y cuando por fin la paz volvió, mientras
Rómulo pasaba revista a sus tropas, se desató
una gran tormenta, durante la cual desapareció
y ya no se le volvió a ver más. Hubo disputas sobre su suerte; para unos había sido asesinado por
los senadores; para otros se había convertido en
un dios, e incluso, según algunos, llegó a aparecerse para hacer saber que se había convertido en el dios Quirino. En cualquier caso, los romanos de época histórica seguían venerando un
lugar al sur del foro primitivo, donde la tradición
había ubicado la desaparición de Rómulo, que re-
cibía el nombre de Lapis Niger, por el pavimento de piedra negra que cubría unas ruinas muy
antiguas: restos de una estela escrita en latín arcaico, de una columna y de un altar.
La iconografía
De toda esta historia, lo que en este momento nos interesa es la representación que aparece
en nuestro mosaico. Recordemos que se trata de
dos figuras con atributos de pastor inclinadas ante una cueva en la que se cobija un animal con
la cabeza vuelta que enseña los dientes. Ahora
sabemos ya, por la leyenda a la que hemos aludido, que se trata de dos pastores que observan
sorprendidos el descubrimiento que acaban de
hacer: una loba, la lupa romana, amamanta a
dos niños que no son otros que Rómulo y Remo.
En este ambiente, toman cuerpo ya los datos a
los que durante la descripción del monumento
nos referimos.
La mancha oscura ante la que se recorta la loba es la cueva, cuyo nombre conocemos por las
fuentes: es la cueva Lupercal, y alguno de los árboles que aparecen en su entorno, quizás el que
se destaca a la izquierda de la cueva, puede ser
la higuera, eljicus Ruminalis, de que nos hablan
algunos textos. Así, por ejemplo, Plinio en su Naturalis Histon'a, x.v, 20, 77 (una información
similar encontramos en Varrón, De lingua latina, V, 54), nos dice que:
(lEn Roma se venera una higuera nacida en elJoro, en el mismo comicio, en un
[page-n-81]
12. M osaico de
Aldborough,
siglos I1I1IV
d.C. De
Duliere, op.
cit. , núm. 147,
fig. 125 .
lugar sagrado por los rayos allí entelTados,
y más aún por el recuerdo de aquella [higuera} nutncia de Rómulo y Remo, que en
el LupercalJue la pn'mera protección de los
Jundadores del Impen'o. Se la llama ruminal -pues así llamaban a la teta- porque
bqjo ella se encontró la loba que amamantaba a los niños; un bronce que representa este milagro se ha consagrado
allí alIado, como si hubiese tenido lugar
espontáneamente en el comicio, bqjo los
auspicios de Atto Navio. No d(!ja de ser un
presagio cuando se seca y se planta una
nueva al cuidado de los sacerdotes.
JJ
Los pastores no llevan vestidos que los identifiquen como tales, pero empuñan su caractetistico bastón curvo, el pedum, y se cubren la cabeza con una especie de casquete o gorro que no
es el sombrero de pastor caractetistico. Seguramente las hojas de parra y las uvas que forman
parte de algunos de los roleos de las cenefas ex-
tedores, y tal vez las cráteras de
los ángulos, nos están recordando la vinculación del paraje donde tuvo lugar el hallazgo
con el cultivo de la vid, pues en
algunas representaciones la higuera de que nos hablan las
fuentes es reemplazada por una
o varias plantas de vid.
La obra muestra, pues, un
episodio de la fundación de Roma, un motivo que aparece en
relieves, gemas y mosaicos, según tradiciones
iconográficas no siempre coincidentes. Los testimonios más antiguos como por ejemplo los de
la cerámica calena, muestran sólo el grupo de la
loba que amamanta a los gemelos (Duliere,
1979,67-75), hasta que en el año 137 a.C., en
el reverso de un denario de Sexto Pompeyo, se
incorporan el árbol y el pastor (Fig. 9). Falta aún
la cueva, que se integra en el conjunto de forma
habitual a partir del siglo 1 d. C. A fines de la República (LIMe, IV, Faustolus, 132, núm. 11) se
incorpora también el segundo pastor (Fig. 10).
No obstante, la presencia de un solo pastor suele ser lo más habitual en la iconografia (Fig. 11).
Este tipo de representaciones es relativamente frecuente en el arte romano (Duliere, 1979).
El más significativo de todos debió de ser el que
se incluyó en el programa iconográfico del Ara
Pacis, la gran obra de mármol que Augusto
mandó realizar en el Campo de Marte de Roma,
para conmemorar el fin de las guerras libradas
por el pueblo romano, pero ha desaparecido en
""--- 1
1
[page-n-82]
13. Mosaico de
Larinum. Siglo 1Il
cl. C. De Bianchi
Bandinelli , Roma,
centro del podel;
fig. 10.
: I
su casi totalidad. Parece que formaba parte de un
conjunto alegórico que hacía referencia a los
orígenes de Roma, vinculados a la gens fulia a
través de lulo el hijo de Eneas, y muy adecuados
por tanto en el contexto de la propaganda augustea (Zanker, 1992) .
Nuestro mosaico se relaciona, pues, con la
tradición iconográfica que incorpora un segundo pastor a la escena. Parece aludir al momento en que Fáustulo, y quizás su hermano Faustino, encuentran a los gemelos en la cueva Lupercal, según la versión a que nos hemos
referido más arriba, y es una amalgama de diversas tradiciones preexistentes, que reune en un
solo motivo episodios transmitidos por varias
fuentes literarias, que habían tenido -y seguirían
teniendo- una plasmación gráfica independiente. Así, por ejemplo, en ninguna de las fuentes
manejadas se dice que Fáustulo y Faustino encontraran la loba con los niños dentro de la
cueva, sino que se retira allí tras haberlos amamantado , una vez que ha sido descubierta por
los pastores.
En mosaico, las representaciones de este tipo
no son frecuentes, ya que lo normal es que sólo aparezcan la loba y los gemelos (Neira, en
prensa). Es lo que ocurre, por ejemplo, en el mosaico de Alcolea, en la provincia de Córdoba,
donde están dentro de un arco rocoso que simula
la boca de la cueva. Y de la extensión del motivo da fe un curioso mosaico del siglo III de la villa de Aldborough, en Britania, de escaso valor
altístico, que muestra la loba amamantando a los
dos gemelos (Duliere, 1979, 125) (Fig. 12) . El
paralelo más próximo a nuestra obra es un mosaico de Larino, datado en el siglo III d.C. (Fig.
13), que muestra dos pastores con túnica, manto, sombrero y pedum, que desde detrás del promontorio rocoso en que se abre la cueva se inclinan para ver la loba que en el interior ama-
[page-n-83]
El mosa ico de Fáustulo y los oríge nes de Roma
manta a los gemelos. El pastor de la izquierda,
que siempre parece la figura plincipal, apunta con
su mano al interior de la cueva, mientras que el
otro se lleva la mano a la boca en expresión de
asombro y sorpresa. El motivo central está también rodeado de roleos, al igual que en nuestro
mosaico, aunque aquí son más complejos.
El significado
La apalición de este mosaico, seguramente en
una estancia señolial de una villa, puede dar lugar a una selie de reflexiones de interés. No se trata de un hallazgo aislado, ya que a lo largo de los
años las excavaciones de salvamento allí llevadas a cabo, y los hallazgos casuales, han dado a
conocer la selie de mateliales a que se refieren los
trabajos de Helena Bonet y Manuela Raga al comienzo de este libro. Existen vestigios de varias
estancias, de otros pavimentos musivos y un
ara dedicada a Mitra, lo que ha dado pie a algunos autores a considerar el conjunto como un mitreo o al menos que parte de este edificio pudo ser
un mitreo. El hallazgo del mosaico con el mito del
Oligen de Roma no apOlta argumentos a favor de
esta identificación, ya que las representaciones de
este tipo no presentan, que sepamos, relación con
elementos mitraicos, mientras que sí se vinculan
a otras divinidades, como Dioniso, Zeus, Teseo y
Aliadna, Licurgo y Ambrosía; especialmente significativa es la asociación con Marte y Rea Silvia,
por cuanto presupone la existencia de un ciclo iconográfico relativo a los orígenes de Roma, en el
que en alguna ocasión se incluye la propia diosa
Roma (Cf. Duliere, 1979, y Neira, en prensa) (Fig.
14). El único elemento de relación con el culto de
Mitra puede ser que a éste también se le representa a veces saclificando al toro en una cueva similar a la que hemos desclito como gualida de la
loba (Duliere, 1979, 122, fig. 11); pero sin conocer el programa decorativo del resto de la casa no resulta posible inferir una relación entre
ambos temas.
Se trata de una obra de calidad, cuyo significado debía estar claro para el comitente y para los
observadores, y sin duda responde al deseo de
acreditar su vinculación con Roma y con la cultura romana. El escaso número de mosaicos de
este tipo en todo el Impelio -de hecho el conjunto
de loba con gemelos, pastores y cueva es único
en la Península Ibérica- hace más importante si
cabe su existencia.
La habitación donde se encuentra resulta
también de interés. A ella se accede por una
rampa o escalera desde otra que debía de encontrarse a una altura más elevada. Además, este acceso se hace desde la parte opuesta al punto de vista principal del mosaico , ya que al entrar el visitante no contempla la cueva desde
frente, sino desde el mismo punto de vista que
en su momento tuvieron Fáustulo y Faustino. Es
posible que se trate de algo intencionado, para
intentar que el visitante se vea obligado a revivir el descubrimiento, pero no podemos asegurarlo, pues desconocemos la disposición y el
programa decorativo del resto de la .casa. La
composición del mosaico, que ocupa toda la
estancia, nos hace pensar en una especie de um-
[page-n-84]
El mosa ico de Fáustulo y los orígenes de Roma
14. Entalle de
Hannover.
Siglo 1 a.C. De
LIMe,
Fa llstlllllS
,
núm . 5.
bral de entrada alIado de la rampa y en un espacio más amplio, de menor complejidad decorativa, al fondo de la habitación, como si fuera
el lugar destinado a acoger a los posibles visitantes; es decir, se pretendería hacer revivir en
ellos las sensaciones que sin duda experimentaron en su momento Faustino y Fáustulo: rodear la boca de la cueva y aproximarse a ella con
una mezcla de temor y reverencia.
Algunas consideraciones sobre la
anticuaria
•."--.>
- -- -- - - -
...._.
Estudiar un mosaico conlleva una serie de
estudios sobre aspectos técnicos, estilísticos y
cronológicos. En el caso que ahora nos ocupa,
estamos ante una obra de opus tessellatum bícromo , con un emblema central policromo. En
el ambiente de la evolución estilística del mosaico en la Península Ibérica, ello nos llevaría
a un momento en que la policromía comienza
a hacerse notar de nuevo, tras el predominio
casi exclusivo de los mosaicos en blanco y ne-
gro a lo largo del siglo 1 d.C. y parte del II d.C.
Por tanto, este detalle nos estaría indicando que
el mosaico podría corresponder como más
pronto a mediados del siglo II d.C.
Para precisar esta cronología viene en nuestra ayuda la información proporcionada por la
excavación allí realizada. Según puede verse en
el capítulo de Manuela Raga, el mosaico corresponde al segundo momento de ocupación de la
villa, que tiene su fecha inicial no antes de la segunda mitad del siglo II d.C. Por tanto, si se relacionan ambas propuestas, parece claro que la
fecha de fabricación del mosaico debe estar como más pronto en un momento avanzado del siglo II d.C., y creemos que podrían tomarse en
consideración incluso los primeros decenios del
siglo III d.C. Es ésta una fecha que conviene a las
propias características del mosaico, a los datos
proporcionados por la excavación y a la hipótesis de que las representaciones en mosaico con
este motivo mitológico son propias de un momento avanzado del Imperio, sobre todo en las
provincias occidentales.
En cuanto a la técnica de fabricación, parece
claro que los motivos negros están claramente
definidos y ribeteados por sendas hileras de teselas blancas, que siguen fielmente su contorno
(Fig. 15); las hileras inmediatas tienden a seguirlo también, aunque poco a poco sus teselas
se van disponiendo de forma diferente, con el fin
de rellenar el espacio que queda libre y adquirir
la disposición adecuada para poder enlazar con
las hileras que ribetean los motivos próximos. Da
la impresión de que primero se han colocado los
[page-n-85]
El mos aico de Fáustulo y los oríge nes de Ro ma
motivos negros y luego se han rellenado los espacios intermedios, siguiendo la técnica a que
nos hemos referido. Este proceso se observa
muy bien en todos los motivos geométlicos y vegetales, pero también en las figuras del círculo
central, donde los elementos negros del intelior
de las figuras están hechos con teselas más pequeñas que las del resto, incluidas las de otras
partes integrantes de las mismas figuras. Precisamente esta forma de disponer las teselas nos
hace sospechar que en la parte inferior de la zona conservada de la loba, dos teselas castañas,
rodeadas por tres hileras concéntricas de teselas
blancas, deben de pertenecer a un objeto redondeado que seguramente sería la cabeza de
uno de los niños.
Los motivos decorativos de tipo geométrico y
vegetal son bastante sencillos y muy frecuentes
en los mosaicos romanos. Todos ellos aparecen
en los repertorios al uso (Ovadiah, 1980; Balmelleetaliz; 1985,figs.8, 14,75,89, 118)ysu
misma abundancia hace poco operativa la búsqueda de paralelos para un trabajo como el que
hemos desarrollado.
Conclusión
Podemos concluir, pues, que nos encontramos
ante un mosaico de extraordinario interés, que
ilustra la leyenda de la fundación de Roma, y en
concreto el episodio del descubrimento de Rómulo y Remo por los pastores Fáustulo y Faustino. La escasez de mosaicos con este tipo de representaciones, propios de un momento avan-
zado del Imperio, y sobre todo de las provincias
occidentales, acrecienta su interés.
El hecho de que se haya podido recuperar durante una operación de seguimiento de una obra
pública muestra el interés de este tipo de actuaciones, aunque siempre lamentemos la imposibilidad de excavar en extensión y de poder poner en relación el monumento con el contexto en
que se insertaba. Las preguntas que el investigador se plantea: ¿era un mosaico aislado o for15. Detalle de
la disposición
de las teselas.
Archivo S.I.P.
maba parte por el contrario de un programa iconográfico más complejo?; la ilustración de los orígenes de Roma , ¿tiene un mero sentido
decorativo o responde a la necesidad del propietalio de reafirmar sus lazos con la Urbs?, son preguntas que por el momento quedan abiertas, a la
espera de una nueva oportunidad.
En cualquier caso, el mosaico se encuentra
expuesto, convenientemente restaurado, en la
sala de Arqueología romana del Museo de Prehistoria de Valencia. Yeso es un motivo de satisfacción para la arqueología clásica de nuestra
comunidad. Gaudeamus igitur!
[page-n-86]
[page-n-87]
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Trinidad Pasíes Oviedo
Restauradora de material arqueológico
[page-n-88]
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Principales causas de alteración
Un mosaico enterrado permanece en un medio diferente a aquel para el que fue creado y,
desde -ese momento, inicia un proceso de transfo rmación . La excavación supone un fuerte
"traumatismo" para los restos arqueológicos;
hay que tener en cuenta que cualquier material
sepultado , después de una fase inicial de adaptación, tiende a un nuevo equilibrio con el am1 . Vista
ge nera l del
mosaico antes
del inicio de la
interve nción.
Gas Natural
SDC
Sin embargo, antes de ser desenterrado, el
mosaico había ya sufrido a buen seguro numerosas alteraciones provocadas desde el mismo
momento en que se crea para funcionar como pavimento, sin olvidarnos de aquellas que también
acusa durante su largo periodo de enterramiento. Ya en la primera reunión sobre conservación
de mosaicos celebrada en Roma en 1977 se hicieron patentes todas las alteraciones que afectaban de forma irremisible a los mosaicos conservados in situ e incluso a
aquellos que habían sido trasladados a Museos, con lo que
las principales problemáticas
quedaron bien definidas por
los profesionalest .
Intentaremos a continuación analizar cuáles son las
causas básicas de degradación
y en qué medida afectan a la
integridad de los materiales .
Alteraciones provocadas
durante el uso
biente de sepultura, que se ve intenumpido con
el desenterramiento . Los objetos se someterán
entonces a una serie de nuevas situaciones que,
hasta el momento, les habían sido extrañas :
exposición a la luz, temperatura y humedad variable, atmósfera contaminante, ataque biológico, pérdida de inmovilización, vibraciones y manipulaciones, situaciones de riesgo, etc. (fig.1)
Mientras el mosaico continúa funcionado como suelo
para ser pisado, sufre un evidente desgaste e incluso el salto de varias teselas, que provocarán
de forma encadenada el mismo efecto en las
más próximas hasta llegar a producir pérdidas
o lagunas de considerable dimensión. A esto po-
1. Veloccia. M.L. 1977: 39-4 5; Bassier. C. 19 77: 67-77.
[page-n-89]
2. Cata de limpieza
de la dura costra
calcárea que cubría
en su totalidad el
mosaico.
Gas Nattlral
demos unir otras causas que de una u otra forma afectarán a la estética de estas obras y a su
conservación; la calcinación de las teselas y
morteros provocada por incendios era más frecuente de lo que puede parecer y muchos son
los testigos que nos han llegado de este irreparable daño.
SDG
Alteraciones causadas entre el
abandono y el descubrimiento
Uno de los deterioros más graves que puede
sufrir un mosaico en esta fase son las deformaciones ocasionadas por el derrumbe de las paredes o techumbres que sobre él se amontonan
cuando el edificio es asolado por diversas causas.
- -_.:_;"
[page-n-90]
Los trabajo s de extracción del conjunto mu sivo
Las fuertes presiones que ejercitan estos materiales y las sucesivas capas de tierra que con el
paso de los años se van acumulando no dejarán
incólume la superficie musiva que, a menudo,
presenta deformaciones de mayor o menor entidad. Tenemos en este mosaico de Benjfaió al3. Tratamientos
de limpieza del
pavimento con
vapor de agua.
Gas Nanual
disgregación y de precipitación de costras sobre
la superficie del mosaico. Aun así, todos estos
efectos son mucho más acentuados y agresivos
cuando el mosaico se descubre y queda a la intemperie. Similar daño es el causado por las
aguas de infiltración de tipo ácido o el uso de
abonos o fuertes herbicidas de
uso común en zonas agrícolas.
Alteraciones provocadas
tras el descubrimiento
SDG
gunas zonas rehundidas que atestiguan este daño. También se puede incluir en este apartado la
acción biológica de plantas superiores, habitual
en zonas de cultivo, cuyas raíces se alimentan del
rico sustrato que constituyen los mOlieros, así como la multitud de insectos o roedores que recorren con sus galerías los distintos estratos, aunque en nuestro caso no es un problema que se
haya identificado. Sí se pudo constatar, sin embargo, el efecto de las aguas subterráneas que
discurren por el terreno transportando todo tipo
de sales solubles y ocasionando daños de tipo
químico que pueden ser la causa de procesos de
Cuando un mosaico se deja
a la intemperie se expone a un
total desequilibrio entre sus
materiales y el propio ambiente, más acusado si cabe cuando
en el medio se reflejan variaciones bruscas que, sin duda,
afectarán a la estabilidad de los
materiales (cambios de humedad y temperatura, migración
de sales solubles, ataque biológico, etc.). El grado de deterioro dependerá también de las características de la zona donde se encuentre el mosaico, ya sea una zona con mayor o menor índice
de contaminación, con unas determinadas condiciones climáticas o incluso de acuerdo a la
propia naturaleza geológica del suelo. La respuesta a todos estos problemas debería plantearse de fOlma previa al momento en que el mosaico sale a la luz. Bastaría que pudiésemos reconocer el concepto de "conservación preventiva", donde no hablásemos sólo de técnicas y productos de restauración, sino de alternativas
[page-n-91]
Los trabajos de extracció n del co njun to musivo
~4
28
25
20
27
26
7
3
6
4
2
futuras de protección y de proyectos globales de
conservación.
Nos referiremos a continuación a las principales causas de alteración que se han visto ejemplificadas en el mosaico de Benifaió. El daño
más apreciable era la gruesa capa de concreción
calcárea que impedía la lectura de los diseños decorativos (fig.2). Al levantarla se descubrieron diseños geométricos y vegetales que rodeaban un
medallón policromo con dos figuras humanas y
una cabeza animal. Precisamente esta zona es la
más afectada por las lagunas o pérdidas originales de tejido musivo ya que, desgraciadamente, el
pavimento apareció completamente partido y
4. Dibujo del
co njunto co n
señalización de las
distintas secciones
de arranque.
destruido en toda la zona donde hace pocos años se construyó un colector, que atraviesa de parte a parte el
mosaico. En zonas puntuales eran
evidentes otros daños producidos por
quemados del pavimento, seguramente durante el incendio que arrasaría la villa. Descubrimos así partes
totalmente deformadas, estratos preparatorios prácticamente levantados
y disgregaciones de la piedra a causa
de las altas temperaturas. De cualquier modo, la separación de los morteros de asentamiento de las teselas
no era igualmente patente en todo el
conjunto, lo cual se pudo fácilmente
identificar con la auscultación de la
superficie. Además, los altísimos niveles de humedad de la zona afectaban muy negativamente a la pieza,
aún más cuando el mosaico fue hallado a bastante profundidad.
Alternativas de conservación
propuestas
Alberto Balil se cuestionaba hace años: "¿Es
forzosamente el destino de un mosaico permanecer en el lugar donde fue ejecutado? ¿Conservar un mosaico en un Museo es un mal menor o la forma de exposición más adecuada?"2.
..
.
r=-_ _
2. (Balil, A. 1987: 184)
-~ ,
.
'-'----~' ,
[page-n-92]
Los trabajos de extracción del co njunto musivo
Interesantes preguntas no exentas de polémica.
Actualmente el restaurador, tomando en consideración diferentes aspectos, puede decidir si la
extracción es o no un proceso del cual prescindir. No siempre ha sido así, ya que hasta los años
70 del pasado siglo XX, cuando se produce el auténtico cambio de mentalidades que supuso la revisión de los antiguos criterios y la apuesta por
la conservación in situ de los restos, la extracción era una de las prácticas más generalizadas
y quizá la única posibilidad de salvación para las
piezas si, finalmente, no se decidía un nuevo enterramiento. De hecho, es una operación que se
viene practicando desde tiempos bien antiguos
3. Hoy en día, sin embargo, la conservación in
situ de los restos musivos es la más aceptable de
las alternativas de no encontrarse problemas
que puedan afectar a las piezas. Tenemos excelentes ejemplos en el panorama nacional e internacional de parques arqueológicos con pavimentos en mosaico que se exponen garantizando todas las medidas de protección
adecuadas para su conservación. Sin embargo,
son varios los factores que deberemos valorar
antes de aceptar la conveniencia de esta posibilidad y muchos los requisitos que se han de cum-
En su libro "La mosa'ique" (Lavagne, H.
1987:34-35), Henry Lavagne nos apOlta algunos ejemplos significativos; muchos de
ellos son simples arranques sin método alguno que realizaron todo tipo de personajes
con el deseo de llevarse un "recuerdo".
Existen noticias de que el propio Carla Magno cogió de Rávena pequeños fragmentos y
3.
:---.-
••
----'--
..
plir. De no ser así, es decir, si el mosaico no supera el "examen" que lleva a dar vía libre a su
conservación in situ, es mejor recurrir a su extracción y a su posterior restauración para garantizar su salvaguarda. Es por ello que un proceso de arranque está plenamente justificado en
casos donde un mantenimiento in szlu no es recomendable ni viable, ya séa por el delicado estado de los materiales como por su localización
en zonas donde sea poco aconsejable su conservación.
En esta situación se encontraría sin duda, desde nuestro punto de vista, el mosaico aparecido
en Benjfaió. Hemos ya analizado cuáles son las
principales causas de alteración que pueden
afectar a la pieza de no tomarse las adecuadas
medidas de conservación preventiva. Pero, aún
así, existen una serie de factores concluyentes
que justifican en este caso la decisión de la extracción como la alternativa más adecuada y beneficiosa; son los siguientes:
Humedad del terreno: conocemos ya las
consecuencias que un alto porcentaje de humedad en el suelo puede provocar en los pavimentos de mosaico (predisposición al ata-
teselas sueltas con autorización del papa
Adrián 1. Pero, con permiso o sin él, lo cierto es que el expolio y arranque de fragmentos ha sido una nota común a lo largo
de la historia , no sólo de los vistosos tesse~
llatum sino, especialmente, de los sectile,
cuyos mármoles eran bien aprovechados
para fines diversos. Sin embargo, uno de los
primeros casos de verdadera extracción que
se han podido documentar es el de un pavimento de Francia, concretamente de la
iglesia de Saint-Gilles, cerca de Nimes, cuyo
arranque fue ordenado en la primera mitad
del siglo XVI por el rey Francisco 1 para
que se recolo case en el palacio de Fointainebleau.
[page-n-93]
Los trabajos de extracción de l co njunto musivo
5. Eliminación
de una tira de
teselas entre la
línea de
sección
marcada.
6. Algunas
secciones donde se
aprecian las líneas
de corte abiertas ,
guardando las
teselas en bolsas
debidamente
set1alizadas.
Gas Natural
Gas Natural
SDG
que biológico , disgregación de materiales
calcáreos, sales solubles, etc.). Por eso, tal y
como ocunia en este caso, cuando el nivel de
humedad es muy alto y no vemos posibles
vías de solución, es mejor plantear el arranque para colocar el mosaico sobre nuevos soportes que frenen su degradación.
Condiciones climáticas: los temporales,
las fuertes lluvias o los cambios bmscos de
temperatura en cieltos períodos estacionales
no son condiciones nada favorables para la
conservación in situ de los mosaicos, especialmente si se encuentran a la intemperie y
no se tienen previstas medidas de cubierta o
protección.
Estado de conservación del mosaico: la
extracción puede ser la única alternativa
válida en algunas piezas que presentan un
alto índice de degradación y un avanzado fe-
nómeno de separación entre estratos. Problemáticas de este tipo se pudieron evidenciar en este pavimento de Benjfaiá, así como
deformaciones que debían tratarse de forma
urgente para evitar que se convirtieran en un
daño mayor. Asimismo, es evidente que la
constmcción del colector afectaba no sólo a
la integridad de la pieza sino a su propia estética ; sólo con la extracción y posterior restauración del mosaico se podría recuperar en
la medida de lo posible la unidad perdida.
Sistemas de protección y proyecto de
manutención: el hecho de que los mosaicos
estén convenientemente controlados y protegidos con sistemas de cobertura que, de
forma eficaz, sirvan de barrera ante los
agentes atmosféricos, es un factor positivo
para considerar la posibilidad de no-extracción, siempre que queden asegurados otros
SDG
[page-n-94]
Los trabajos de extracció n del co njunto mu sivo
7. Colocación de las
telas de arranque
que se acoplan
perfectamente a las
irregularidades de la
superficie.
Gas Natural SDG
.'--."
condicionantes. Pero si por el contrario prevalecen los problemas económicos o políticos, falta un proyecto de conservación con
garantías, no se contemplan las medidas de
protección y mantenimiento adecuadas y
no existe un interés manifiesto e inmediato
por la salvaguarda del conjunto, el restaurador deberá considerar la extracción como
la opción más segura para las piezas.
Ubicación de los hallazgos: aunque otros
factores fueran favorables, es evidente que
la ubicación del mosaico no era precisa-
[page-n-95]
Los trabajos de ex tracció n del conjunto musiv o
mente la ideal para considerar la alternativa
de la conservación in situ. No sólo porque
estamos hablando de un resto aislado y
puntual, sino porque dicho hallazgo estaba
situado a pocos metros de una granja porcina y alIado de una carretera que, por el momento, imposibilitaban la ampliación de
cualquier trabajo de excavación. Además, su
ubicación dentro de un polígono industrial
propicia el desarrollo de gases contaminantes nocivos para el mosaico.
Por todo ello, consideramos que en este caso
la mejor solución sería realizar un proceso de extracción del mosaico y su inmediata restauración
y traslado a nuevos soportes; sólo así esta pieza
podría recuperarse con las garantías que merece.
Estamos convencidos que cualquier otra alternativa no habría beneficiado en nada al mosaico, sino que podría incluso haber empeorado su
situación.
Extracción del conjunto musivo:
descripción de los diferentes procesos
llevados a cabo durante la intervención
Tratamientos de limpieza superficial
Antes de acometer el proceso de extracción
hubo que realizar un cuidadoso tratamiento de
limpieza que, de forma generalizada, sirviese
para eliminar la suciedad superficial y aquellas
concreciones terrosas que enmascaraban el original. De no ser así, correríamos el riesgo de una
falta de adhesión de las telas que utilizamos en
el arranque. No hemos de olvidar que no se
pretendía una limpieza definitiva, sino simplemente la intervención mínima necesaria para posibilitar la posterior extracción. El primer paso fue
determinar cuál debía ser el método ideal de
limpieza, por lo que se realizaron varias pmebas
que, finalmente, nos decidieran hacia un tipo
concreto de tratamiento. Propusimos como solución más válida una primera fase de limpieza
en seco para la eliminación de incmstaciones terrosas y residuos arcillosos, ya que es normal que
las piezas aparezcan recubiertas por restos de este tipo que no suelen ser dificiles de eliminar, sin
necesidad de embarrar la superficie. Posteriormente se continuó con un tratamiento de limpieza mecánica con cepillos suaves, esponjas y
el apoyo de medios fisicos (agua destilada y jabón "New-Des", desinfectante con acción tensoactiva y fungicida , en un porcentaje del 10%,
posterior neutralización con agua destilada).
Excelentes resultados se lograron también con la
utilización de vapor de agua para ultimar esta primera fase de limpieza. (fig 3)
Realización del dibujo y calco
de la pieza
La singularidad de la pieza nos obligaba sin
duda a la realización, no sólo de un dibujo a escala donde se detallaran los diferentes diseños
decorativos, sino incluso de uno a tamaño real
sobre papel acetato donde se reseñaron todas las
líneas básicas así como los principales daños (lagunas, quemados, etc.). Este trabajo fue muy importante como paso previo del arranque, porque
[page-n-96]
Los trabaj os de extracción del co njunto mu sivo
nos permitió conocer el mosaico en profundidad
y nos facilitó las decisiones sobre cuáles debían
ser las principales zonas de corte que determinarían el proceso de extracción.
Elección del método de arranque
Tras la limpieza y la realización del dibujo, el
proceso definitivo fue el arranque en piezas de toda la superficie para su traslado a un lugar adecuado de almacenaje y posterior restauración. El
primer planteamiento que debemos realizar ante la extracción de una pieza de mosaico se refiere
a cuál ha de ser el método seleccionado que
responda a nuestros principales criterios de intervención y que, a su vez, afecte de la forma
menos traumática posible al original. A lo largo
de la historia se han desarrollado diferentes métodos, más o menos afortunados; desde el conocido como sistema del "rulo" que posibilitaba
la extracción de mosaicos en una sola pieza con
consecuencias a menudo desastrosas 4, a métodos más actuales de arranque en secciones como
.,
·'- :;- - - - --
.."-. ...,_
:;_ _ _ _ _ _:..=.0
4. Este método se aplicaba especialmente en
el caso de piezas sin deformaciones, con
pocas lagunas y con diseños decorativos de
líneas curvas o de tipo figurativo, que hubiesen sido mutiladas por numerosos cOltes
de haber sido seccionadas. El rodillo era básicamente un cilindro de 75 a 90 cm de diámetro aproximadamente y al menos tan largo como el lado más corto del mosaico. Está formado por discos de madera unidos por
tablas clavadas que recubren toda la circunferencia y atravesado por un gran tubo
de acero de parte a parte (Barov, Z. 1985:
163-183) .
el popularmente llamado de "cremallera", que se
sirve de la eliminación de toda una tira de teselas alrededor de la sección de corte para facilitar
la extracción. En nuestro caso, trabajamos con el
sistema de secciones que valoramos por el momento como el más positivo en este tipo de tratamientos de arranque 5, utilizando el sistema de
"cremallera" que consideramos necesario debido
al pequeño tamaño de las teselas (recordemos
que miden aproximadamente 6- 7 mm. de lado y
apenas existe el espacio inter-teselar) . A la luz de
los buenos resultados obtenidos hemos valorado muy positivamente este método, a pesar de
los inconvenientes que tuvimos que salvar dadas
las características de la pieza, especialmente
complicadas por la presencia de duros morteros
en varias zonas.
Estudio previo de las diferentes
secciones de corte
Se inició el proceso que conducirá al arranque
o extracción de todo el conjunto musivo con el
5. Entre los profesionales es muy conocido
el denominado" método Cassio", propuesto
por Antonio Cassio, restaurador del [nstituto Centrale del Restauro, que empezó a experimentarse a principios de los afios 60 y
que aconseja el empleo de pequei1as secciones para la extracción de pavimentos (Cassio, A. 19 82 : 24-27; 1985:12914;[986:71-100). Con este sistema se extrajeron, por ejemplo, algunos pavimentos
romanos de las termas de Caracalla entre
19 70 y 1971 Yde Ostia en 1978. El tamaño de las secciones era, aproximadamente,
de 40 x 40 cm, aunque podían cortarse en
formatos no regulares, especialmente en zonas figurativas. Trabajando con piezas de tamai10 reducido el trabajo del restaurador es
más preciso porque puede controlar mejor la
operación de arranque e incluso la posterior
recolocación en nuevo soporte sin tener que
eliminar líneas de teselas y sin hacer evidentes las suturas. Hoy en día , sin embargo,
el tamaño de las secciones no suele ser tan
pequei1o, ya que, de forma general , se pueden conseguir también buenos resultados
con piezas de entre 60 y 100 cm. Aún así, sigue dependiendo mucho de la metodología
operativa de cada profesional.
[page-n-97]
Los trabajos de extra cción del co njunto musivo
estudio sobre cuáles serían las principales secciones de corte que han de ser previamente establecidas y debidamente clasificadas y ordenadas para facilitar el posterior montaje del
conjunto en su nueva ubicación. -Este estudio
previo se realiza sobre el dibujo
gráfico de la pieza y con el apoyo del calco a escala natural,
teniendo en cuenta especialmente varios factores: el tamaño de las secciones, la situación y morfología de algunas
lagunas y la facilidad en el manejo de los despieces tras su extracción. Es evidente que el tamaño de las secciones influirá
de manera decisiva en el resultado final. Si el formato es grande, las zonas de corte son menores y con ello se reducen los
riesgos del proceso y se facilita a su vez el posterior montaje del conjunto. Sin embargo, también así son mayores los problemas que supone el manejo de la sección tras su arranque, su
movilidad y acople en los soportes de transporte, por lo que debemos saber encontrar el punto medio que en menor medida afecte al original.
En nuestro caso, optamos por formatos inferiores al metro cuadrado de superficie, influidos
también por la complicada ubicación del mosaico. (fig.4)
La forma de las secciones supone igualmente un factor determinante en relación al proceso de extracción. De no existir decoraciones
o figuraciones que puedan influir en el recorrido del corte, lo más lógico sería recurrir a cortes rectos que faciliten el posterior montaje y, a
ser posible, aprovechar grietas y lagunas que ya
marquen una zona de clara separación. Sin
8. Corte de las
telas entre
líneas de
cremallera con
la ayuda de
bisturí para
permitir la
separación de
las secciones,
Gas Natural
embargo en este mosaico, por su riqueza decorativa, con numerosos motivos curvilíneos (especialmente los roleos vegetales que enmarcan
toda la pieza) el formato de las secciones quedó determinado según la forma curva de muchos diseños.
Una vez decididas las líneas de corte se procedía a sacar una o dos líneas de teselas con escoplos finos que se guardaban en bolsas numeradas y marcadas en plano (fig.5-6) . Estas teselas del conocido como sistema de "cremallera"
serían de nuevo colocadas en su lugar original
por el anverso, una vez restaurado y trasladado el mosaico a un nuevo soporte.
SDG
- -- '
]
- - - - - - ".1'
[page-n-98]
Los tra bajos de extra cción del co njunto mu sivo
9. Proceso de
arranque de las
secciones entre los
estratos preparatorios
del mosaico con la
ayuda de espadas
metálicas .
Gas Natural
SDG
Secado y engasado superficial de
protección
Para llevar a cabo con garantías el proceso de
extracción, el primer paso práctico es la protec-
ción de la superficie con las conocidas como telas de arranque que
permiten mantener bien agalTadas
las teselas una vez se elimina su
soporte base. Aparte de asegurar
el agarre, estas telas deben ser lo
suficientemente finas como para
dejar traslucir la forma de las teselas y posibilitar así el posterior
dibujo y corte de las secciones.
De ahí que excluyéramos el uso
tan extendido de telas como las arpilleras y las sustituimos por la
gasa hidrófila, previamente lavada para eliminarle el apresto. Además, debido a las condiciones climáticas adversas, fue necesaria
la colocación de un toldo provisional y el empleo de un generador
de aire caliente para caldear el
ambiente de excavación y favorecer el secado de las colas. Es importantísimo comprobar que el
mosaico esté perfectamente seco
para que no afecte al agarre de las
telas. De hecho, si no existe una
buena adherencia y las colas se
han visto afectadas por la humedad, podemos encontrarnos con
situaciones desastrosas cuando
intentemos mover las secciones.
La metodología de actuación se estmctura de
la siguiente manera: en primer lugar se cortan
las piezas de gasa aproximadamente de 1 m2 •
[page-n-99]
Los trabajos de extracción del co njunto musivo
Sobre la superficie limpia y sólo en la zona donde se va a colocar la primera capa de gasa, se
aplica el adhesivo (que en este
caso fue una resina sólida de
acetato de polivinilo K-60 en
27
alcohol al 30%, que no sólo
aceleraba el proceso de secado,
sino que evitaba el aporte de
agua que, a causa de los altísimos índices de humedad podían
reblandecer las colas). Este proceso se realiza mediante el efecto tampón con la ayuda de brochas duras de cerda redonda,
con el fin de que la resina penetre bien en el intersticio de las
teselas (fig. 7). Inmediatamente
después se extiende la capa de
gasa y, nuevamente con la brocha , se actúa para conseguir
que la gasa se adhiera perfectamente a la morfología de la superficie musiva, actuando desde
el centro hacia los bordes para
evitar arrugas o bolsas de aire.
Esta operación se continúa hasta completar toda la sección y se
espera a su completo secado
antes de colocar la segunda capa de gasa. También los bordes del mosaico
han de ser debidamente protegidos para evitar
la pérdida de teselas en estas zonas limítrofes tan
comprometidas, por lo que es importante que el
10. Traslado de
una de las
secciones
separadas
colocándola
sobre una
plancha de
madera.
Gas Natural
SDC
11. La sección
una vez
dispuesta por el
reverso sobre
un nuevo
soporte
provisional que
facilita el
tra nsporte.
Detalle de los
distintos
estratos
prepara to rios
en una de las
piezas:
superficie de
teselas, nllclells
y r lldlls.
Gas Natural
engasado se acomode y sirva de barrera eficaz
en estas zonas perimetrales. Una vez el secado
ha sido completo, se dibujan las líneas divisorias
de las secciones y se numeran y marcan las lí-
SDC
-----1
-
- - --
J
[page-n-100]
1-: =] _ _ __:
.:
'_
Lo s trabaj os de ex tra cción del co njunto musi v o
neas de unión de las mismas para facilitar el posterior montaje.
Corte y separación de las secciones
El paso final en los procesos de arranque es el
corte y separación de las secciones y su colocación en nuevos sopOltes para su transporte. Antes de describir el sistema utilizado nos detendremos en algunas particularidades que se refieren a características intrínsecas del propio
mosaico y que afectaron de forma concluyente
nuestra intervención.
El principal factor a tener en cuenta se refiere a las características de los propios estratos preparatorios del mosaico, muy bien definidos con
algunos cOltes que se pudieron realizar con posterioridad: en primer lugar un potente estrato de
statumen que se amalgama perfectamente al
siguiente estrato del ntdus que, de apariencia similar a los pavimentos de signin um , se reveló de
extrema dureza. Sobre él la capa superficial o nucleus de carbonato cálcico (de apenas 2 mm de
espesor, lo justo para inserir las teselas). Por norma general una buena extracción ha de realizarse
entre los estratos del ntdus y el nucleus pero no
siempre es posible. En esta pieza en concreto algunas zonas sí lo permitían, especialmente aquellas que se presentaban muy alteradas a causa de
deformaciones que habían provocado la práctica separación entre los estratos preparatorios. Sin
embargo, la mayor parte del mosaico conservaba unos morteros de agarre en muy buen estado de conservación, lo cual nos obligó en algunas zonas a realizar el arranque más abajo, en-
tre la capa del ntdus y el statumen. Para llevar
a cabo este proceso, se cortan con bisturí las telas de arranque por la línea ya marcada y, para
facilitar la separación de las secciones, se va incidiendo en la zona abierta por la cremallera
con escoplos o rasquetas (fig.8). El arranque se
realiza con la ayuda de espadas metálicas especialmente diseñadas, de diferentes longitudes
para poder acceder con facilidad a toda la superficie (fig 9).
Una vez se comprueba que la sección ha quedado completamente aislada de su soporte base
se separa ligeramente y se voltea para ser colocada en su soporte de transporte (fig. 10-11).
Traslado de las secciones a su nuevo
soporte de transporte
De la primera a la última se fueron extrayendo
ordenadamente las diferentes secciones, acomodándose sobre planchas de madera (Fibrapan) y
cama de poliestireno para su protección, debidamente marcadas, orientadas y numeradas (fig.12).
Los bordes de cada sección fueron protegidos con
gasa y resina K-60 al 10% en alcohol y cada pieza inmovilizada con bandas de malla de fibra de vidrio. También se guardaron en cajas de corcho las
teselas que los arqueólogos habían ido recogiendo
con anterioridad durante el proceso de excavación
del mosaico y aquellas que se fueron sacando para posibilitar el arranque. Las secciones embaladas
con el sistema de sándwich 6, entre dos planchas
de madera, fueron transpOltadas al Museo de Pre6. Yagüe, P. 1989 : 99- 100.
[page-n-101]
Los trabaj os de extracc ión del co njun to mu sivo
12. Algu nas de las
secciones ya protegidas,
debidamente marcadas y
sujetas con malla de
fibra de vidrio sobre
planchas de poliestireno.
Gas Natural SDG
histOlia de Valencia para su inmediato tratamiento. Los distintos procesos desarrollados durante la
extracción fueron documentados fotográficamente para dejar constancia de todos los detalles de la
intervención.
Habían transcurrido más de dos meses desde el
inicio de los trabajos (noviembre 2001-plincipios
de enero 2002) y de forma inmediata comenzaban
en el laboratodo las labores de restauración. Se
cumplía así la exigencia de salvaguarda del mosaico, confOlmando un proyecto global de conservación que, desde el mismo momento de su hallazgo, finalizaría sin obstáculos en su definitiva exposición en el Museo de Prehistoda de Valencia.
- ------"
[page-n-102]
"."-
L.
[page-n-103]
Los procesos de conservación y restauración
Trinidad Pasíes Oviedo
Restauradora de material arqueológico
Milagros Buendía Ortuño
Restauradora del Museo de Prehistoria de Valencia
[page-n-104]
Los procesos de conservación y restauración
Tal como acordó la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura i Educació,
el mosaico fue trasladado al laboratorio de restauración del Museo de Prehistoria de Valencia,
con el objetivo de llevar a cabo los trabajos de
restauración, que comenzaron en febrero de
2002 por parte de un amplio equipo en el que
colaboraron estrechamente profesionales con
amplia experiencia y restauradoras becadas de
1. Proceso de
limpieza
mecánica por
el reverso de
los estratos
preparatorios.
Gas Naulral
SDG
la Conselleria de Educació i Cultura, con el personal del museo. Para ello fue necesario adecuar
el espacio y distribuir convenientemente las
secciones para facilitar un secado homogéneo y
de ésta manera comenzar la fase de limpieza por
el reverso. El proceso de restauración del mosaico está dividido en distintas etapas que describimos a continuación:
1. Eliminación de los estratos
de mortero
Las secciones del mosaico, de dimensiones
reducidas para ser manipuladas con facilidad, se
trabajaron de forma individual yen varias etapas para no poner en peligro su integridad. La
limpieza comenzó con la eliminación mecánica
del estrato más gmeso, o rudus, siempre por capas, evitando ejercer
fuertes tensiones (fig.
1). El mortero es compacto , de color rojizo y
en su composición incluye guijarros, trozos
de cerámica y algunas
teselas de revuelto.
En cuanto al nu cleus, se trata de un estrato de color blanco de
grano homogéneo y
mucho más fino, y su
eliminación dependió
del estado de conservación; las zonas fuertemente adheridas a las
teselas se mantuvieron y se retiraron las partes
disgregadas que se desprendían con suma facilidad. Este proceso se realiza con sumo cuidado
al ser la capa de preparación más próxima a las
teselas; cuando observamos que las teselas pueden moverse o desprenderse se .consolidan inmediatamente y se reanuda cuando están perfectamente adheridas.
[page-n-105]
Organización de
las secciones del
mosaico por el
reverso sobre el
suelo para preparar
las operaciones de
traslado al nuevo
soporte,
2.
Gas Natural SDG
2. Procesos para el traslado a un nuevo
soporte
2. 1 Planteamiento de las secciones
en el suelo
Antes de ubicar las secciones para formar el
conjunto del mosaico tuvimos que preparar el
suelo; fue necesario colocar una superficie plástica, mayor que la del mosaico, perfectamente lisa y sin ninguna fisura, que nos proporcionase
seguridad en las siguientes fases de trabajo.
Las secciones se dispusieron, una a una, según su numeración, cuidando que los lados de
contacto coincidiesen perfectamente; para ello
-
- -- --"'-' ,
[page-n-106]
Los pro cesos de conse rvació n y restauración
cofrado, cuyo objetivo es delimitar y contener los sucesivos
materiales que vamos a incorporar. Se utilizó un poliestireno de alta densidad cortado en estrechas láminas y forrado con cinta plástica
adhesiva. Las tiras se
colocaron longitudinalmente,
en contacto siempre con las
teselas más externas, fijadas
al suelo con cinta adhesiva de
doble cara.
Colocación
del mortero de
relleno
provisional
(Rhodoviol y
sílice) en
lagunas y
cremalleras.
3.
Gas Natural
SDG
2.2 Sellado de lagunas,
cremalleras y bordes
4. Vertido del
estrato
intermedio de
intervención
(Mowilith y
microesferas de
vidrio) sobre la
superficie
original.
Gas Natural
-·~ '~ I
'_.
.'
~----
SDG
verificamos las guías que tenían dibujadas en las
gasas de arranque, haciéndolas coincidir y valiéndonos igualmente del sentido y dirección de
las teselas (fig. 2).
El reverso del mosaico, planteado en el suelo, se fijó parcialmente para pasar al primer en-
Las zonas que por el propio
estado de conservación del
mosaico carecen de teselas,
debemos mantenerlas para la
reintegración final, y con éste
objetivo las rellenamos con
un mortero sintético provisional fácilmente reversible. Se
trata de una mezcla de arena
silícea Sikadur 501 (granulometría 0 ,08-0 ,8 mm) aglutinado con Rhodoviol al 10%,
resultando un mortero de gran plasticidad que
se aplicó sobre el nivel de las teselas siguiendo su contorno (fig. 3) , El sobrenivel se realiza para reservar el espacio donde se ubicarán
mortero y teselas en la fase de reintegración.
Han de recibir el mismo tratamiento los bordes
[page-n-107]
Los procesos de co nse rvació n y res tauración
y las cremalleras o líneas de teselas entre secciones.
2.3 Colocación de los separadores
entre secciones
Cuando la superficie musiva estuvo dispuesta, se realizó el estudio de separación de planchas y se establecieron los gmpos de secciones
definitivos que nos garantizasen un montaje final óptimo. Las secciones se reagmparon en superficies lo suficientemente grandes como para
que pudieran manejarse con facilidad, dependiendo siempre del diseño original y aprovechando las aberturas de las cremalleras. En este caso, el medallón central definió la primera
plancha y, a partir de ella, el resto (fig. 4) .
El límite físico de las planchas se realizó
por medio de unas finas láminas de aluminio,
de 0,5 mm, forradas con cinta plástica adhesiva que se colocaron dentro de las cremalleras,
adaptándose a la forma de la misma y perpendiculares al suelo.
2.4 Preparación de la capa de
intervención
Para asegurar la reversibilidad del proceso de
restauración, preparamos un estrato entre la
superficie original de teselas y el soporte definitivo. El conocido como estrato intermedio de intervención es un término nacido de los actuales
criterios de restauración, que exigen que las
intervenciones se realicen con plenas garantías
de reversibilidad, posibilitando futuros tratamientos sin riesgos para las piezas. Se emplea-
rá, por tanto, en los casos donde no se trabaja
con materiales fácilmente reversibles (como las
resinas epoxídicas) y suele intercalarse entre el
reverso del original y el nuevo soporte, evitando así un contacto directo entre las dos superficies. Aunque pueden ser muchas las alternativas, en mosaico se suele recurrir bien a materiales naturales (morteros a base de cal, arena,
puzolana, etc.) o bien a morteros sintéticos de
probada reversibilidad y resistencia (resinas vinílicas o acrílicas que actúan como aglutinante,
cargadas con diferentes inertes como sílice, piedra pómez, microesferas de vidrio, polvo de
mármol, etc.). Tras efectuar varios ensayos con
diferentes cargas (naturales y sintéticas) y resinas sintéticas de tipo vinílico, se seleccionó las
más ligera y fácilmente regenerable. Entre las
pmebas que se efectuaron se valoraron especialmente las siguientes:
1. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
2 volúmenes de arena lavada tamizada.
2. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
2 volúmenes de piedra pómez.
3. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
1,5 volúmenes de microesferas de vidrio
huecas.
Las tres pmebas ofrecían una buena textura, correcta aplicación y fraguado homogéneo,
pero finalmente se eligió la número 3 al resultar
- --- -,,-.
----~. ,
[page-n-108]
Los procesos de co nservació n y res tauración
5. Plano del
conjunto con la
distribución de
las planchas de
estratificado.
1
5
2
3
6
4
7
el material más ligero, elástico y reversible.
Antes de colocar el estrato de intervención
deben sellarse las pequeñas grietas o fisuras del
mosaico, para evitar cualquier derrame o fuga
hacia el anverso. Esta operación comenzó con
la aplicación de una mezcla, en seco, de cal y
arena al 50% en cualquier fisura o intersticio
1. Fue el ingeniero francés Claude Bassier el qu e desarrolló la técnica de los soportes ligeros con estratificados (Bassier,
C. 1977: 76). De hecho estos materiales ,
qu e han sustituido totalmente a los antiguos bloques en cemento , han demostrado también buenos resultados en piezas
de mosaico recolocadas in situ. Se han
comercializado con diversos nombres y
abierto, que se endurecía tras pulverizar con
agua destilada. Los excesos se retiraron con un
aspirado final. Cuando la superficie está ya lista para recibir la capa de intervención, se humedece ligeramente con agua y se procede a la
colada de la misma. Su textura cremosa favorece una perfecta adaptación al relieve superficial (fig. 4). La aplicación se realizó en dos etapas: después que la primera, más fina, había secado por completo se coló la segunda hasta
llegar al nivel del sellado de lagunas, cremalleras y bordes.
Cuando el conjunto estuvo perfectamente
seco se realizó el lijado y nivelado de toda la superficie. Mediante el proceso de nivelado conseguimos un estrato homogéneo para que el adhesivo utilizado en el traslado al nuevo soporte se distribuya de forma regular, además de
abrir ligeramente el poro de la superficie y mejorar la adhesión.
2.5 Preparación del soporte difinitivo
El nuevo soporte sobre el que se realizó el
traslado de este mosaico (panel nido de abeja
CTS PGA-2, 1 Pul.) está compuesto por una estructura tipo sándwich con interior de aluminio
se pueden elegir diferentes espesores dependiendo de las dimensiones y el peso
de las piezas . El tamaiío suele ser standard, pero se pueden cortar adaptándose
perfectamente a la forma deseada y unir
fácilmente va rios elementos con ay uda ,
de pernos o refuerzos. Aún así, conviene
no excederse en los tamaiíos para evitar
deformaciones por peso excesivo y, ade-
más , para que los paneles puedan pasar
sin dificultad por las puertas de entrada o
salida. A pesar de que han demostrado
una considerable resistencia, se recurre
en ocasiones a refu erzos co n telares ligeros de aluminio que se anclan por el
reverso y fa cilitan también el transporte
y la exposición (Iannucci, A.M.
1992:26-27) .
[page-n-109]
Los procesos de co nse rvación y resta ura ción
y dos láminas de fibra de vidrio
y resina, que dan como resultado un conjunto con las características ideales para este
fin, resistencia y estabilidad
con el menor peso 1.
Al tratarse de una superficie
de gran dimensión fue necesario realizar un estudio previo, a
escala, sobre su distribución a
partir de las planchas originales . Se cuantificaron las diferentes áreas para optimizar la
construcción de cada una. n'es
de ellas se obtuvieron enteras
por importancia y dimensiones, entre ellas el medallón
central. El resto de planchas
están formadas por ensamblaje, cuidando su distribución en
función de la seguridad del
mosaico.
Como resultado, el conjunto total se dividió en siete
planchas y con el apoyo de
una plantilla a escala 1: 1 dibujada sobre el propio original,
se obtuvo la forma exacta de
cada una. Con una caladora
procedimos a cortarlas con un pequeño margen
para ajustar en caso de error. De este modo obtuvimos las tres planchas enteras y las cuatro
restantes las construimos por ensamblaje. Las
planchas compuestas se unieron con resina
I
IJ.. --'
..
/
rt -
'
6. Proceso de
colocación de
uno de los
estratificados.
Podemos ver
también
algunas
planchas ya
colocadas con
los orificios de
purga , los
separadores
entre las
secciones y las
indicaciones
marcadas
sobre el nuevo
soporte.
7. Eliminación
por el anverso
de las antiguas
telas utilizadas
en el arranque.
Lim pieza de
restos de
ad hesivos.
epoxídica y el refuerzo de pernos de fibra de vidrio que se colocaron en los perfiles del estratificado.
Una vez preparadas se decidió realizar una
serie de orificios de purga equidistantes (25
-----..
,
[page-n-110]
Los procesos de conse rvación y restauración
8. C
olocación
de las teselas
en las líneas
de cremallera
eliminadas
durante el
arranque.
9. Tratamiento
de limpieza
mecánica
controlada con
microabrasímetro
.
.
cm), para facilitar la salida de la resina sobrante durante el proceso de adhesión. Estos mismos
orificios formaron, además, un conjunto de anclaje y refuerzo del mosaico sobre el nuevo soporte.
Una segunda plantilla a escala real nos acabó de ajustar las verdaderas dimensiones, para
terminar el proceso con el pulido de perfiles y lijado de la superficie que estará en contacto con
la resina, con el fin de mejorar su adherencia .
2 . 6 Nuevas superficies de contacto
entre planchas
0,-
.
Las superficies de contacto entre planchas de
estratificado arrastran siempre un pequeño error
de ajuste debido a que la mayoría proceden de
cortes distintos. Para corregir este defecto y mejorar la unión, se crearon unas nuevas superfi-
~
cies de contacto. A ambos lados de los perfiles
de aluminio se fijaron unas estrechas láminas de
espuma forradas de cinta plástica adhesiva, de
tal modo que el espacio que ocupan, y que restamos al estratificado, lo sustituimos por una
mezcla de resina epoxy con carga de carbonato de calcio que se adaptó perfectamente.
2. 7 Adhesión de las planchas
Antes de la adhesión de las planchas se añadió un segundo encofrado de poliestireno que
completó el de base para contener el nuevo soporte y la capa de resina.
El proceso de adhesión de las planchas del
nuevo soporte sobre el estrato de intervención
del mosaico comenzó con el cálculo de las cantidades de resina epoxídica, (Epo-1S0 con endurecedor K -1S1 de CTS ), necesarios para ca-
[page-n-111]
Los procesos de conservación y restauración
10 a y b.
Detalle de la
decoración
vegetal antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
••
[page-n-112]
Los procesos de co nse rvación y restauración
11 a y b ,
Detalle del
pastor Faustino
antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
''-.
-,--. '] '
,----- -
[page-n-113]
Los procesos de conse rvación y res tauración
da superficie. Una vez cuantificado se procedió a la mezcla de los componentes, agregando un porcentaje de carga, sílice coloidal , para
hacerla más ticsotrópica. nas
el colado se extendió de manera uniforme y, a continuación, se colocaron las planchas (fig. 6). Este es uno de
los procesos más delicados ,
porque hay que mantener
una presión justa y homogénea para conservar la cantidad suficiente de resina, así
como favorecer y equilibrar la
purga.
Cuando la resina hubo fraguado por completo, para formar las superficies de contacto de las planchas se retiraron las espumas de ambos
lados y se coló simultáneamente la resina epoxídica,
con la carga de carbonato de
calcio, hasta el nivel del panel
de estratificado.
El proceso finalizó con la
eliminación mecánica de los
restos de resina secos, relleno de orificios de purga hasta el nivel superficial y limpieza del reverso del soporte. Con un siglado en cada una de
las planchas, registramos los datos del mosaico
antes de descubrir el anverso: nombre del mo-
a y b.
Detalle de la
loba antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
12
saico ("Mosaico romano de Font de Mussa"),
nombre de la localidad donde se encuentra el yacimiento, (Benjfaió, Valencia), n° de inventario
(23896) , n° de sección y nombre del lugar donde se halla en depósito, (S .I.P.) .
0::::::::11_ _- --
,
0=.:::lIl_ _ _ _ _ - •. '
[page-n-114]
'- ''' ]
Los procesos de co nse rvación y res tauració n
13 a y b .
Detalle del
pastor Fáustulo
antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
:'_ __
0;;;;0
[page-n-115]
Los procesos de co nserva ción y restauración
14. Reintegración
de lagunas con
gravillas de
diferentes
to nalidades.
3. Preparación
del anverso
Para proceder al descubrimiento del anverso
del mosaico fue necesario
retirar los encofrados,
operación que se realizó
manualmente o con la
ayuda de pequeños escoplos o rasquetas. A continuación procedimos a la
separación de planchas
por los perfiles de aluminio, desprendiéndolos definitivamente y quedando así preparadas para
girarlas.
Las teselas fueron descubiertas al retirar
las telas de protección, proceso que llevamos a
cabo con la regeneración del adhesivo (resina
K-60 soluble en alcohol etílico) . Una vez extendido el disolvente, las desprendimos con facilidad, retirando casi a la vez el exceso . Una
gran cantidad de adhesivo se eliminó con esta operación, pero no todo; para no mojar excesivamente la superficie y evitar que el disolvente penetrara, dejamos pasar 24 h para limpiar estos restos de adhesivo, ayudándonos con
cepillos de raíz natural y sintética, cambiándolos continuamente y secando parcialmente
(fig. 7).
Después de tener las teselas limpias, vaciamos las lagunas selladas provisionalmente. La
mezcla de arena silícea Sikadur 501 YRhodoviol
se eliminó mecánicamente y se sanearon las lagunas, cremalleras y bordes para iniciar las labores de reintegración.
Las cremalleras, o conjunto de teselas que delimitan las secciones y se practican para facilitar la extracción del mosaico en superficies reducidas, tuvieron que pasar por una primera fase de limpieza que consistió en un ligero lavado
con agua destilada y un jabón neutro para eliminar restos de tierra, barro e incluso algo de
nucleus. TI:as el baño se repasaron con cuidado
para desprender las partículas más adheridas, y
acabar con una neutralización y secado.
Es el momento de restituir las líneas de cremalleras antes de realizar los tratamientos de
limpieza, para que el resultado sea homogéneo
(fig. 8). Para ello se aplicó como base un mortero de cal hidráulica Lafargue y arena lavada tamizada al 50%. El mortero se pigmentó ligera-
[page-n-116]
Los procesos de conse rvación y restauración
15.
Tratamiento de
protección y
consolidación
de la superficie
musiva con
impregnación
de silicato de
etilo.
mente para integrarlo cromáticamente. Del mismo modo, se reintegraron con teselas originales
las pequeñas lagunas en las que faltaba un número no superior a 15 o 20 teselas, aproximadamente.
4. Tratamientos de limpieza
La superficie del mosaico ha recibido, con los
diferentes tratamientos, progresivos grados de
limpieza, desde las primeras limpiezas mecánicas, eliminación de la costra calcárea superficial,
restos de barro y tierra, gasas de arranque con
depósitos terrosos, exceso de adhesivo, etc. En
este punto, con el mosaico trasladado al nuevo
soporte, sin las gasas ni el adhesivo, con las cremalleras y pequeñas lagunas reintegradas, pasamos al tratamiento de limpieza de su superficie, ya que las teselas todavía conservaban amplias e irregulares áreas de concreciones
calcáreas, extremadamente duras y gmesas,
que impedían la correcta lectura de los diseños
decorativos; se trató de un trabajo delicado y
minucioso en el que se intervino lo estrictamente
necesario. De su conecta eliminación depende su
buen estado, futura conservación y resultado final.
En primer lugar, se valoró la posibilidad de
realizar una limpieza mecánica, la más segura,
controlable e inocua, una limpieza con el apoyo
[page-n-117]
Los procesos de co nservación y restauración
de productos químicos con su correspondiente
neutralización, para lo que se establecieron las
pruebas siguientes:
1. AB 57 por medio de empaco de pulpa de papel (Arbocel BC 1000), con diferentes tiempos de actuación.
2. Carbonato de amonio al 10% por medio de
empaco de pulpa de papel (Arbocel BC 1000),
con diferentes tiempos de actuación.
3. EDTA al 10% por medio de empaco de pulpa
de papel (Arbocel BC 1000) , con diferentes
tiempos de actuación.
La valoración de la limpieza realizada con los
productos citados en los diferentes tiempos no
ofreció un resultado satisfactorio, por lo que
optamos por realizar una serie de ensayos con
un microabrasímetro (mod. CTS 1) Ydiferentes
cargas: óxido de aluminio en tres granulo metrías, de mayor a menor, 1500, 1800,2200,
microesferas de vidrio de granulometría 40- 70
micron , y por último, polvo de cáscara de almendra (fig. 9). Con los resultados obtenidos
consideramos que este método de limpieza, utilizando como abrasivos el óxido de aluminio de
220 0 junto con las microesferas de vidrio y el
polvo de cáscara de almendra, para zonas más
delicadas, era el óptimo, los resultados fueron
notables sin causar daño alguno, y era inocuo y
seguro.
Los colores y diseños originales se descubrieron con fuerza, recuperando la belleza y calidad de los distintos motivos así como el esplendor del conjunto, tal y como muestran los
detalles fotográficos (fig. 10-13) .
5. Reintegración de lagunas y
protección final
Tras la limpieza del anverso del mosaico,
restituidas las cremalleras y pequeñas lagunas,
fue el momento de iniciar las labores de reintegración de las grandes lagunas. Debíamos seleccionar un sistema que, a la vez que fácilmente
reconocible, fuese lo suficientemente armónico
como para quedar en un segundo plano y no resaltar por encima del original. Se probaron los
habituales sistemas con mortero a bajo nivel y
bajo tono pero, a nuestro modo de ver, el contraste era demasiado evidente en las grandes lagunas. Finalmente, se optó por utilizar una
mezcla suelta de gravillas de color negro y marfil en una proporción 1:7, aproximadamente,
que ofrecía una vibración, textura y tonalidad
muy próxima al original. Las líneas básicas del
dibujo central fueron insinuadas con gravilla negra (fig. 14).
Por último, después de todos los tratamientos de restauración, debemos proteger la superficie musiva para mejorar su conservación futura. Se aplicó mediante impregnación un tratamiento con silicato de etilo al 50% en White
Spirit (Estel 1000 CTS) , que no alteraba el color
de los materiales y permitía una buena transpiración (fig. 15). Finalizaban así las labores de
restauración del mosaico, aproximadamente un
año después de su llegada al laboratorio, y es actualmente cuando podemos disfrutar del mismo,
como pieza emblemática en una de las salas de
romano del Museo de Prehistoria.
[page-n-118]
.~
[page-n-119]
El Grupo Gas Natural
[page-n-120]
El Grupo Gas Natural
El Grupo Gas Natural es un gran grupo energético y de servicios, con una larga experiencia
en el aprovisionamiento , transporte y distribución de gas, y con una gran presencia y proyección internacional.
Actualmente es uno de los mayores grupos
empresariales europeos por volumen de negocio
en el sector energético, y cuenta con una importante presencia en Latinoamélica, donde es el
principal operador de distribución de gas.
Su olientación prioritaria es satisfacer las expectativas de sus clientes y aportar un valor
creciente a sus accionistas y al conjunto de sus
empleados, así como a toda la sociedad y a las
comunidades en las que desarrolla su actividad,
de una manera compatible con los criterios del
desarrollo sostenible.
Sus objetivos prioritarios son: proporcionar
una calidad de servicio excelente a sus clientes,
una rentabilidad sostenida a sus accionistas y
una contribución positiva a la sociedad.
La principal actividad del Grupo Gas Natural es el aprovisionamiento, transporte, comercialización y distribución de gas para los
mercados industrial y doméstico-comercial.
Asimismo, está presente en otras áreas relacionadas con esta actividad, en los sectores de
generación y comercialización de electricidad y
telecomunicaciones, así como en el área de eBusiness.
En el ámbito internacional, el Grupo Gas Natural está presente en cuatro países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia y México),
a través de diversas empresas distribuidoras y de
servicios, así como en Marruecos, y desde 2002,
en Italia.
El Grupo se estructura en torno a la compañía
Gas Natural SDG, sociedad cabecera y principal
empresa distribuidora de gas canalizado de España. Además, está formado por una empresa de
aprovisionamiento, una compañía de trading,
una empresa comercializadora de gas y electricidad y diversas distribuidoras regionales en las
comunidades autónomas de España . TIene una
participación importante en la empresa Enagás,
y cuenta con diversas sociedades de servicios y
con otras empresas de apoyo que completan su
actividad.
El Grupo Gas Natural considera que la rentabilidad empresarial debe ser compatible con los
plincipios de desarrollo sostenible, lo que supone no sólo el crecimiento económico, sino también la preservación del entorno y la mejora de
la calidad de vida de las personas. Por ello dedica una especial atención a diversas iniciativas de
carácter social y cultural como la edición de libros
y el patrocinio de diferentes actividades e instituciones .
En este marco, realiza un gran esfuerzo de
gestión medioambiental tanto en España como
en otros países en los que está presente.
1. Gasoductos y redes de distribución
El Grupo Gas Natural cuenta con la indiscutible ventaja de que su principal actividad, el
aprovisionamiento, transporte, comercialización
y distribución de gas, representa en sí misma un
[page-n-121]
factor beneficioso para el medio ambiente, ya que
a medida que aumenta el consumo de gas natural, disminuye el de otras energías fósiles , a la
vez que se obtiene una mejora en la eficiencia
energética.
El sistema más habitual para realizar el transporte y la distribución de gas natural es a través
de tuberías, que cuando son de gran tamaño se
denominan gasoductos, y que normalmente discurren por el subsuelo, por lo que no afectan al
entorno.
El único impacto negativo que puede producir un gasoducto o una red de distribución de gas
es durante la fase de construcción, por lo que estas operaciones se planifican cuidadosamente para atenuar los posibles efectos sobre el paisaje y
el patrimonio arqueológico, de manera que al final del proceso de construcción, los únicos indicios de la existencia de una red de transpOlte son
las sucesivas señalizaciones destinadas a indicar
su trazado.
2. Trabajos arqueológicos
Al igual que ocurre durante la construcción de
otras infraestructuras en las que es preciso remover el terreno, la excavación de zanjas para la
instalación de nuevas tuberías constituye, a menudo, una oportunidad para conocer mejor el patrimonio arqueológico de algunas zonas, que a
veces cuentan con un rico pasado parcialmente
desconocido.
El Grupo Gas Natural dedica una especial
atención a la protección del patrimonio histórico,
y otorga también una gran importancia a la protección de los yacimientos arqueológicos. Este espíritu está presente en todos los proyectos y
obras de construcción de gasoducto s y redes, así
como en la construcción de cualquier otra infraestructura, como pueden ser las centrales de
ciclo combinado.
Por ello, realiza un estudio inicial de la zona
en la que se va a realizar la construcción de las
nuevas infraestructuras, para identificar las potenciales áreas de restos históricos y cuenta con
la colaboración de equipos de arqueólogos durante todas las fases del proyecto, lo que permite evitar que pueda verse afectado algún yacimiento arqueológico importante, y ayuda a conocer mejor el patrimonio arqueológico de la
zona en la que se realizan las obras.
La colaboración de los equipos de arqueólogos
se inicia desde el mismo momento en que se comienza a planificar la realización de la obra, lo
que permite identificar desde el principio la posibilidad de que existan yacimientos en la zona
en la que se piensa trabajar.
En ocasiones, esto permite cambiar el trazado o ubicación de las instalaciones, o si esto no
es posible, adoptar las medidas oportunas, de
acuerdo con los especialistas, para evitar dañar
los posibles yacimientos y que los arqueólogos
puedan documentarlos adecuadamente.
En muchos casos estos especialistas cuentan
ya con información previa sobre la existencia de
posibles yacimientos en las zonas en las que se
prevé realizar las nuevas infraestructuras, como
ocurre cuando cerca del trazado previsto discu-
- ---_
- ---_...
[page-n-122]
El Grupo Gas Natural
~ ~ ..-
-~
"-..- ------'-=
rre, por ejemplo, una carretera, lo que suele ser
muy habitual en el caso de los gasoductos, o
cuando se trata de ciudades históricas sobre las
que hay abundante documentación.
En otros casos, cuando el terreno no ha sido
explorado anteriormente, los arqueólogos tienen
que realizar estudios previos para identificar la
existencia o no de posibles yacimientos. En el caso de la construcción de gasoductos, este reconocimiento implica recorrer todo el trazado del
mismo.
Normalmente, estos recorridos vuelven a repetirse, íntegramente, durante las siguientes fases de la obra para asegurar que la aparición de
posibles restos queda controlada en todo momento y que los cambios de trazado que se puedan realizar para salvaguardar estos restos no
afecten a otros que no estaban localizados inicialmente.
Uno de los momentos claves del trabajo de los
arqueólogos durante la construcción de los gasoductos o de las redes de distribución, suele ser
la apertura de las pistas de trabajo y de las zanjas por las que irán las tubenas, ya que es uno de
los momentos en los que pueden aparecer objetos o restos imprevistos.
Esto mismo ocurre en el caso de la construcción de otras infraestructuras, como centrales de
generación eléctrica, durante la fase de la explanación de los terrenos, o la apertura de zanjas para realizar la cimentación de las mismas.
Con toda la información recogida sobre el terreno, y una vez realizadas las labores de estudio, clasificación y reconstrucción de los hallaz-
gos realizados, los arqueólogos finalizan su trabajo y las piezas más importantes se envían a los
museos provinciales, donde se valorará su interés cultural y, en algunos casos serán expuestos.
3. Participación en proyectos
arqueológicos
Desde la implantación del Sistema de Gestión
Medioambiental en 1998, el Grupo Gas Natural
ha invertido más de 2,7 millones de euros en diversos proyectos de protección y recuperación
arqueológica en numerosos proyectos distribuidos por toda España.
Al igual que se venía realizando antes incluso de la implantación del Sistema de Gestión Medioambiental, durante el primer año de implantación de este Sistema, en 1998, diversos grupos
de expeltos colaboraron en el seguimiento de los
yacimientos encontrados durante la realización
de las obras de gasificación, lo que permitió el hallazgo de numerosas piezas de notable valor
histórico y arqueológico, que como es habitual,
se pusieron a disposición de las correspondientes administraciones.
Durante 1998, los trabajos arqueológicos se
centraron en el seguimiento de las obras correspondientes al gasoducto Llanera-Vilalba y Vilalba-Tui, y el gasoducto Aranda de Duero-Zamora, así como en la construcción de las redes de
distribución de las redes de Irixoa-Neda y Vigo
Porriño.
Por otra parte, en 1999, el Grupo Gas Natural, con motivo de la realización de las obras de
[page-n-123]
El Grupo Gas Na tural
gasificación del noroeste de la península Ibérica,
colaboró con la Universidad de Santiago de Compostela en la realización de un Plan de Control y
Corrección del Impacto Arqueológico, que permitió localizar impOltantes restos del paleolítico,
la edad del bronce y la época romana.
Asimismo, las prospecciones arqueológicas
previas a la construcción del gasoducto CórdobaBadajoz-frontera con Portugal, dieron lugar al hallazgo de importantes restos de la época megalítica, y de la Edad del Bronce.
Por otro lado, con motivo de la construcción
del gasoducto Galapagar-Collado Villalba-Guadarrama, también se realizaron estudios arqueológicos y obras de restitución en la calzada
romana que discurre por esta zona, y se realizaron estudios arqueológicos en Piera (Barcelona)
y Enate (Huesca).
El año siguiente, los equipos de arqueólogos
también trabajaron en diversos proyectos realizados por el Grupo Gas Natural, como las obras
de dragado en la planta de regasificación de
Barcelona, el desdoblamiento del gasoducto Valencia-Alicante, la construcción del gasoducto
Granada Motril, y los gasoductos Rivas Vaciamadlid-Alcalá de Henares y Algete-Colmenar, así
como en las obras para ampliar las redes de distlibución en un total de 11 municipios de la Comunidad Valenciana.
Durante 2001, las obras de construcción de
una conducción de gas natural entre los municipios valencianos de Benifaió y Picassent, permitieron descublir un mosaico cerámico de grandes dimensiones, que gracias a la intervención de
los arqueólogos se ha podido preservar intacto y
analizar detalladamente.
Además , diferentes equipos de arqueólogos
colaboraron con el Grupo Gas Natural durante la
construcción de los gasoductos: VillamañánPonferrada, Aranda-Soria, Colmenar-Alpedrete y
Tarancón-Cuenca, así como en los trabajos que
se realizaron para la ampliación de las redes de
distribución en Los Barrios (Algeciras), La Bañeza (León), Ponferrada (León) y Benifaió (Valencia) .
Finalmente, a lo largo de 2002, el Grupo Gas
Natural contó con la colaboración de diversos
equipos arqueológicos en distintas obras que
realizó en Villanueva de Algaidas (Andalucía),
Carballiño (Galicia) Murchante (Navarra) así
como en diversos municipios de Cantabria, y
también en Cataluña, durante la construcción de
un gasoducto desde Ripoll hasta Sant Joan de les
Abadesses.
[page-n-124]
[page-n-125]
Imágenes que dejan huella
Detalle de extracción del medallón central del mosaico. -
Gas NaRlral
SDG
-------.
[page-n-126]
-
Sala del Museo de Prehistoria de Valencia donde está ubicado el mosaico. - Consuelo Bautista
Corte de una de las secciones del mosaico. - Gas Natural SDG
El mosaico en el yaci miento. -
Gas Natural
SDG
[page-n-127]
Detalle de su
hermano
Faustino.
Consuelo Bautista
Detalle del
pastor
Fáustulo.
C
onsuelo Bautista
Los pastores
Fáustulo y
Faustino ante
la boca de la
cueva.
Consuelo Bautista
[page-n-128]
I
f
---
Motivo de crátera después de la restauración.
Motivo de crátera antes de la restauración. - Gas Natural SDG
Consuelo Bautista
Levantamiento
de una de las
secciones del
mosaico ya
separada de los
estralos de
mortero.
Gas Natural
SDG
[page-n-129]
Realización del
calco gráfico a
tamaI10
natural.
Gas Natural SDG
Motivo de roleos con flores cuadripétalas antes de la
restauración. - Gas Natural SDG
Motivo de roleos con flores cuadripétalas después de la restauración .
Consuelo Bautista
[page-n-130]
ZQ
Reintegración de laguna con gravilla. - Consuelo Bautista
Detalle decorativo vegetal después de la restauración.
Cuadros inscritos que rodean la estrella de rombos después de la restauración.
Consuelo Bautista
Consuelo Bautista
Cuadros de
lados curvos
que rodean la
estrella de
rombos
después de la
restauración.
Consuelo Bautista
[page-n-131]
Roleos después de la restauración. - Consuelo Bautista
Roleos durante el proceso de extracción. - Gas Natural SDG
Roleos antes del proceso de extracción. - Gas Natural SDG
[page-n-132]
Detalle del ajedrezado. - Consuelo Bautista
Estrella de rombos antes de la restauración. -
Gas Nanlral
SDG
Motivo decorativo ante la rampa , en el yacimiento. -
Gas Nanlral
SDG
[page-n-133]
Motivo con
racimo de uvas
y hojas de
parra antes de
la restauración.
Gas Natural SDG
Motivo con
racimo de uvas
y hojas de
parra después
de la
restauración.
Consuelo Bautista
[page-n-134]
Detalle de los
roleos con
distintos tipos
de hojas antes
de la
restauración.
Gas Natural
SDG
Detalle de los
roleos con
distintos tipos
de hojas
después de la
restauración .
Consuelo Bautista
l i fJ
[page-n-135]
Bibliografía
ABAD CASAL, L. , ( 1985):
y Perspectivas".
"Arqueología del País Valenciano. Panorama
Universidad de Alicante, pp. 337-382.
ABAD CASAL, L. , ( 1986):
"Histoná del Arte Valenciano. Arte Romano ".
Consorci d'Editors Valencians, S.A. Valencia, pp.146-189.
ARANEGUI GASCO, C. , ( 1988):
manización.
Histoná del Pueblo Valenciano. La roCol.lecció Poli-
"Bul77ána en su Histon·a. L 'Epoca romana ". Mag-
en " Pro-
servation of Mosaics", ICCM, Conimbriga (Porttlgal 1993) .
romana,
Paris, 67-75 .
FERNÁNDEZ GARCÍA, M. l., ( 1999) : Breve
I¡/troducción al estudio de la
greso" .
FIORI, CESARE (1995) : Mosaico.
nifico Ayuntamiento de Burriana.
"Las villas. Explotaciones agrícolas. Romanosy visigodos en tielTas valencianas". Servicio de Investigación Prehistórica,
ARASA, F. (2003):
restauro.
museo: consecuenC/á o altemativa,
en Mo-
saicos n° 4 . Conservación in situ, ICCROM (Soria 1986)
vena.
Some problems lil the consen1ation qfmosaics, en "Mosaics n° 1. Deterioration and Conservation" , ICCROM (Ro-
BASSIER, CLAUDE (1977):
me 1977).
La romanización en las t1óms de Benjfaió.
Una villa nística en la Font de Font de Mussa. Benifaió.
BELTRÁN LÓPEZ, F. ( 1992): La vila romana de Font de Mussa, Benifaió.
BELTRÁN LÓPEZ, F. ( 1983):
Materials arqueólogics. AI-Gezira, 7, pp. 37-78.
BIANCHI BANDlNELLI, R. ( 1970) : Roma,
centro del pode/;· el arte romano desde los orígenes hasta elfinal del siglo /l d.c. Madrid.
BRU ¡ VIDAL, S. (1963): Les ten'es valencianes dura/U 1epoca romana.
FLETCHER, D y PLA, E. (1951- 1982):
lógíca valenciana.
Memoria de la / Campaña de Excavación Arqueológíca de Salvamento en elyacimiento romano de Font de
Mussa (Benifaió , Valencia). Inédita.
CARANDlNI, A. RICCI, M. DE VOS, ( 1982) : Filosqfiana. La villa di Piazza
Annenna. /mmaglile di un anstocratico romano al tempo di Costantl'no, palermo.
CARANDlNI, A . y CAPPELLI, R.(2000): Roma. Romulo, Remo e laJondazione de la citta, Milán.
CASSIO, ANTONIO (1982): Détachement des mosaiques-Methode du
puzzle, en " Newsletter. Chronique n° 5", ICCM-ICCROM, Roma.
CASSIO, ANTONIO; NARDI, ROBERTO ( 1985): Esempi di conse/vazione
in situ di mosaici pavimentali, en " Mosaics n° 3 . Conservation in sinl ",
CAMPS, c; CARDETE, A., ( 1989):
Aquilea 1983, ICCROM, Roma.
Va-
lencia.
Les mosarques de pavement, en "La Con se/vation en Archéologie. Méthodes et pratique de la conse/vation-res-
Repertorio de bibliogT-c!fla arqueo-
Tomos l al VIII , Valencia.
GÓMEZSERRANO, N.P. ( 1922):
El mit/¡reum de la Filen te de Muza,
en Be-
nifayó de Espioca . Diario de Valencia, 6/8 de agosto de 1922 .
GÓMEZ SERRANO, N.P. ( 1935) :
"NecrópoliS de Font de Mu~a, Benjfaió
A nales del Centro de Culnlra Valenciana, 24, p. 183 .
"El mundojimerario romano en
el País ValenC/á. " Monumentosjimeranos y sepulturas entre los Siglos
/ aC- VII d. e Alicante.
IANNUCCI, ANNA MARIA (coordinadora) ( 1992) : /1 restauro de! medagllone del mare della elliesa dei SS Aposto/i lil Madaba-Glordania, en
"Mosaico e restauro musillo", vol. 3, CNR, Faenza.
JIMÉNEZ SALVADOR, J.L. ; MARTÍN BUNEO, M., ( 1992): La Casa de Mitra (Cabra, Córdoba). Delegación de Culnlra del Ilmo. Ayuntamiento de
GONZÁLEZ VILLASESCUSA, R. (200 1) :
Cabra.
LAVAGNE, HENRY (1987) : La 1110sarque,
ce,
Valencia.
Valentlá i el seu teniton".
Ana{¡si dei matelia/i e problematiche di
Parte seco nda en "Mosaico e restauro musivo", vol. 4, CNR,
dEspioca".
Conservation in situ" , ICROOM (Aquilea 1983), Roma.
CHANTRIAUX-VICARD (1990):
restauro.
Rá vena.
c., BLANCHARD·LEMEE, CHRISTOPHE, J., DARMON, J.P.,
GUIMIER, M., LAVAGNE, H., PRUDHOMME, R., STERN, H. ( 1985) : Lé
décorgéométnÍlue de la mosarque romaine, París.
BAROV, ZDRAVKO (1985) : Recent developments in mosaic ljfting techniques and new supportsJor removedfloor mosaics, en "Mosa ics nO3 .
BALMELLE,
CORELL, J. ( 1997) : /nsClipcions romanes de
Anallsi dei matedali e problematiche di
Parte prima, en "Mosaico e restauro musivo", vol. 5, CNR, Rá-
FIORI, CESARE (1996) : Mosaico.
p.161-166 .
BALlL, A. (1987) : Mosaico y
Aspects de la dépose,
te/m sigillata. Colección Historia. Centro de Esttldios Universidad y Pro-
técnica , 61.Valencia, p. 75.
ARASA GIL, F., ( 1987):
CHANTRIAUX-VICARD, EVELYNE ( 1994):
DULlERE, D. ( 1976) : Lupa
Els romans a les telTes va/encianes.
M.C. Berducou),
ced ings of the V Conference of the Internati onal Committe for the Con-
Diario Levante. Valencia.
ARANEGUI, C. ( 1996).
tauration des vestlges arc:héologTÍlues" (coordinado por
Masson, París.
Presses Universitaires de Fran-
Paris.
LEXIKON ICONOGRAPHYCUM MYTHOLOGIAE CLASSICAE, IV, 1 Y2, s. v.
Fausnllus.
trattamento de/le lacune tra teOlia e
metodologia, en "A tti del V Colloquio de/la AlSCOM", Edizioni del Gira-
LUGARI, ALESSANDRO ( 1998) : /1
sole, Roma 1997.
L'integT'azlone de/le lacune nei mosaici
pavimentali. Ricerca di una un ita l11etodologTca, en "A tti del VII ColloqUlo della A/SCOM", 2000.
LLORENS, M' M. ( 1987-88) : Hallazgos numismátiCOS 1985-1986. Saguntum , 21, Valencia , p. 428.
MAGNANI, VALENTINO ( 1996) : Le teclllche di dlstacco e licollocazlone su
nuovo supporto, en "Mosaico e restauro musivo", vol. 6 , Ravenna.
MARTÍNEZ ALOY, J. ( 1922 ): Epigrqfía romana. Unl11onumento al sol en
Benjfaió de Esploca. Las Provincias, Valencia, 12 de julio de 1922.
MASTROCINQUE, A. ( 1993) : Romolo (laJondazlone di Roina tra stoná e
leggenda), Este, 1993.
MOROTE BARBERÁ, G. , (2002) : "La Vía Augustay otras calzadas en la
LUGARI, ALESSANDRO (2001):
[page-n-136]
Comllllldad Valenciana". Serie Arqueológica, núm. 19, Vol 1-11. Real Academia de Cultura Valenciana. Valencia .
Lt;yendas sobre los orígenes de Roma en la musivaná
romana, Actas del congreso internacional de la AlEMA celebrado en Ro-
NEIRA, L. (200 1):
ma en 200 1.
OVADIAH, A. (1980) :
La circulación monetaná en las tien'CIs valencianas durante la antigüedad. Barcelona.
RIPOLLÉS, P.P. ( 1985) : Hallazgos numismáticos, 1984 . Saguntum, 19 ,
RIPOLLÉS, P.P. ( 1980):
Valencia, p. 337
Memoná que el que suscnbe eleva a la Dirección del
Selvicio de Investigación Prehistónca de la Excma. Diputación Prol'lncial de Valencia. Manuscrito depositado en el archivo del S. l.P.
VELOCCIA, M .L. (1977) : Conselvation plVblem qfmosaics in situ, en "Mosaics 11 0 /. Deten'oration and Consen1ation ", ICCROM (Rome 1977).
YAGÜE, PABLO ( 1989): AlTanque de mosaicos. Embalqje, transporteyalmacenamiento de mosmcos, en "1Coloquio nacional sobre la COllSelvación de mosaicos", Palencia.
ZANKER, P. (1992): Romay el poder de las imágenes, Madrid.
TORMO, L. (1956) :
Geometric andJloral pattems in ancient mosaics,
Roma.
J. DE (2003) : La mqueología romana en la labor del Selvicio
de Investigación Prehistórica (1927-2002). Romanosy visígodos en
tien'as valencianas. Valencia. Serv icio de Investigación Preh istórica, p.
PEDRO, M'
19-26.
"Memoná C
ientifica del Seguimiento de Obra
del Gasoducto Ford-Roquette Laisa (Benjfaió-Picassent, Valenc/á). In-
RAGA Y RUBIO, M. , (2002):
édita.
"Obras de mr;jora de la Acequia Real
del jlÍcar. hyo17l1e semestral del Seguimiento Arqueológico". Inédito.
RAGA y RUBIO, M. , (2002-2003):
Agradecimientos de Manuela Raga y Rubio. Arqueóloga
Necesariamente debemos mencionar a aquellas personas, empresas e instituciones gracias a las cuales se
puede hoy admirar esta magnífica obra musiva: Sres. Sendra y Matarredona (Gas Natural Valencia); Sr. Gil, Sr.
J. Gil, Sr. Ferre, y sus operarios (Beto, Osear, Juan Carlos, David, Jose, Carlos, Julian, Monsieur y Adelino) de
Obremo; al propietario de la Granja Font de Mussa (ya que, además de ocupar parte de su propiedad durante
seis meses, nos facilitó el uso de electricidad yagua corriente); a l@s técnic@s de la Conselleria de Cultura; a
l@s técnic@s del S.I.P. ya su subdirectora; a Luis Miguel Torres Broseta, dibujante especializado que también
colabora de manera desinteresada en esta monografia; a V. Escribá y J. Vidal por sus visitas y consejos; a D. Lorenzo Abad, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, por enriquecer este trabajo con su aportación.
Y, por supuesto, a don Francisco Beltrán López, Cronista de Benifaió. Sin lugar a dudas es la persona que,
de forma más apasionada, vivió el hallazgo del mosaico y todo el proceso posterior. Le agradecemos su colaboración ya que, incluso en aquellos aspectos en los que no coincidíamos, Paco no dejó de apoyarnos. Al finalizar nuestro trabajo en su pueblo nos fuimos con la sensación de no sólo haber encontrado un magnífico mosaico sino también una gran persona.
[page-n-137]
[page-n-138]
[page-n-139]
. /
DIPUT
CIÓ DF
VALE CIA
Areo de Culturo
"
gasNatural
. Museus
[page-n-140]
[page-n-141]
[page-n-142]
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
[page-n-5]
•
El mosaico romano de "los orígenes de Roma"
. /
/.
gasNatural
DIPtJTACIO DE
VALENCIA
Area de Cultura
. Museus
MUSEU DE PREHISTORIA I DE LES CUL
TURES
Df\'.\U!'Kl'
[page-n-6]
Edición: © Gas Natural
SDG , S.A.
Autores: Josep Maria Nolla, Helena Bonet Rosado, Manuela Raga y Rubio,
Lorenzo Abad Casal , Trinidad Pasíes Oviedo, Milagros Buendía Ortutlo
Diseño gráfico
Xavier Monsalve
Impresión
Viking, S.A.
Depósito legal
B-6900-2004
ISBN
84 -93337 1-4-5
Edita
Laia Libros
Copérnico, 3
Barcelona
[page-n-7]
Índice
7
Prólogos
11
La casa romana
Josep Maria Nolla
29
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio
de Investigación Prehistórica de Valencia
Helena Bonet Rosado
47
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico
romano de Font de Mussa
Manuela Raga i Rubio
67
El mosaico de Fástulo y los orígenes de Roma
Lorenzo Abad Casal
85
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Trinidad Pasíes Oviedo
101
Los procesos de conservación y restauración
Trinidad Pasíes Oviedo y Milagros Buendía Ortuño
117
El Grupo Gas Natural
123
Imágenes que dejan huella
133
Bibliografía
[page-n-8]
[page-n-9]
-
C on motivo de la inauguración, en octubre de 2003, de la sala de romano del Museo de
Prehistoria de la Diputación de Valencia, se mostró por primera vez al público el mosaico de la
villa de Font de Mussa, hallado a finales del año 2001 y objeto de este libro.
Su pronta excavación y restauración ha permitido recuperar uno de los conjuntos musivos
ro manos más importantes de la Gomunidad Valenciana, comparable al mosaico de los n'abajos
de Hércules de Llíria, instalado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, al de Las Nueve
Musas, ubicado en el Museo de Bellas Artes de Valencia, o al de La Medusa, en el Museu
d'História de la Ciutat de Valencia. El mosaico de Font de Mussa, es de un extraordinario
interés pues ilustra la leyenda de la fundación de Roma, en concreto el episodio del
descubrimiento de Rómulo y Remo por los pastores Fáustulo y Faustino, a lo que habría que
añadir la exquisita calidad de la obra, fabricada en opus tessellatum, en donde se combina
la policromía del medallón central con la bicromía, en blanco y negro, de los motivos
geométricos y vegetales que componen el resto de la decoración del mosaico.
Es esta, por tanto, una nueva ocasión de valorar la trayectoria profundamente arraigada del
Servicio de Investigación Prehistórica en velar por nuestro patrimonio arqueológico y ha de ser
motivo de alegría que ello corresponda a una institución que es parte destacada de la
Diputación de Valencia. Es fácil percibir en este volumen el esfuerzo e interés de este Servicio
y, muy especialmente, de Gas Natural, en dar a conocer al público este espléndido mosaico a
través de una publicación exhaustiva que cuenta con una magnífica parte gráfica y unos
textos realizados por especialistas en el tema que dan a la obra un alto nivel científico.
La edición de este libro muestra, una vez más, cómo la estrecha colaboración entre las
entidades públicas y las empresas privadas permite unos resultados óptimos para ambas
partes, y consigue, además, el objetivo común de ofrecer a la sociedad, y a nuestros lectores
en particular, la posibilidad de disfrutar y de acercarse a tan importante legado histórico.
Fernando Giner Giner
Presidente de la Diputación de valencia
UI
[page-n-10]
[page-n-11]
F
Revivir el pasado, construir el futuro
El hallazgo , a finales del año 2001, del mosaico romano de Font de Mussa de Benifaió, nos
permite, desde una perspectiva global, científica y multidisciplinar, adentrarnos en ámbitos tan
diversos y apasionantes como son el sociológico, el cultural, el arqueológico , el artístico, el
histórico y el mitológico.
Así, este mosaico, único en toda la Península Ibérica por su temática, nos muestra una
escenificación de la leyenda de la fundación de Roma, a la vez que la investigación
arqueológica permite comprobar como la edificación de la importante casa rural romana donde
fue encontrado, correspondía a un momento histórico en el cual el proceso de romanización ya
había cristalizado.
Este proceso , que significó una profunda renovación sociológica y cultural por causa de la
asimilación progresiva de la civilización romana, una de las más poderosas de la Antigüedad,
se puede ver, hoy, no como un enfrentamiento, sino como una integración del pasado y del
futuro que permitió configurar la identidad de cultura y de tradición que ha llegado, desde la
entonces Hispania, hasta nuestros días .
En este sentido, la recuperación del mosaico romano de Font de Mussa es un ejemplo de
cómo se puede hacer compatible la recuperación del pasado histórico con el futuro desarrollo
territorial, tal como ha puesto de manifiesto la colaboración y la rápida y excelente
coordinación entre la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia y el Gmpo Gas Natural.
En nuestro Gmpo, además de dedicar una atención especial a la preservación del entorno y
a la mejora de la calidad de vida de las personas, también damos una gran importancia a la
protección del patrimonio histórico y de los yacimientos arqueológicos, como lo demuestran los
numerosos proyectos de protección y recuperación arqueológica que hemos llevado a cabo, en
los últimos años , en distintos lugares de España. Y lo hacemos y lo seguiremos haciendo así,
porque estamos firmemente convencidos de que sólo si sabemos conocer y hacer revivir el
pasado, podremos constmir un sólido e ilusionante futuro .
Antonio Brufau Niubó
Presidente del Grupo Gas Natural
[page-n-12]
[page-n-13]
La casa romana
De la domus urbana a la villa rústica
Josep Maria Nolla
Profesor de Arqueología de la Universidad de Girona
[page-n-14]
La casa romana
De
la domus urbana a la villa rústica
Generalidades
Desde tiempos remotos, el hombre tiene en su
hogar un punto de referencia capital. Durante miles de años fue tan sólo un campamento, un lugar de paso, estacional, que se ocupaba durante
unas épocas determinadas. Muchas veces se
aprovechaban abrigos y cuevas que ofrecían resguardo y unas condiciones mínimas de seguridad
y de protección; en otras circunstancias el campamento era al aire libre y era necesario una
Fachada
exterior de una
dom us (Casa
dell'Atrio en
mosaico de
Herculano en
la Campania).
Muro de opus
reticulatum
con pequeüas
oberturas, a la
izquierda y
ventanas más
grandes bien
protegidas co n
rejas robustas
de hierro.
1.
j.M. NO LLA
adecuación mínima para hacerlo más eficaz.
La capacidad humana para adaptarse a las circunstancias climáticas más extremas, facilitó soluciones sorprendentes y de gran eficacia.
Sin embargo, el gran cambio en relación al hábitat tuvo lugar con la sedentarización. A partir de
este instante, la casa familiar se convierte en un
punto fijo de residencia, no para una estación, ni
para unos cuantos días, sino sin fecha de caducidad.
Cada cultura, cada civilización, cada época ha
buscado un modelo de mansión que responda a
unas necesidades concretas que, sin duda, tienen
que ver con las condiciones geográficas y climáticas, con la tradición, con el modus vivendi de la
comunidad, las influencias de pueblos próximos
o no, y con tantas otras cosas que determinan y
condicionan el tipo de habitación y cómo éstas se
relacionan unas con otras.
La casa romana, como la casa griega o ibérica, es un tema
recurrente y de enorme interés
que ha planteado numerosos
trabajos, y que el conocimiento
de nuevas excavaciones permite ir fijando en el tiempo e ir
comprendiendo mejor. Sin embargo, para ser precisos, para
enfocar la cuestión correctamente, seda conveniente fijar el
estudio de la casa romana en el
tiempo y hasta en el espacio,
puesto que, una historia de más
de mil años en un tenitorio que
en algún momento puede ser inmenso y enormemente variado, define realidades muy diversas.
O bien, intentar una aproximación diacrónica
que ha de dibujar las líneas maestras de una
evolución a lo largo de los siglos.
Vamos a intentar, en este trabajo, plantear la
histOlia de la casa romana a través del tiempo teniendo como punto principal de referencia la His-
[page-n-15]
...
2. Piso
superior con
balcón de una
dO
ll1us (Casa
del Tramezzo
di legno en
Herculano)
I.M. NOLLA
pania romana, es decir, haciendo hincapié en la
realidad peninsular y, por lo tanto, centrándonos
en una etapa que se iniciaría muy a finales del siglo III aC. Esta elección no significa, en última instancia, dificultades para conocer los odgenes de la
casa romana unifamiliar, la domus, puesto que las
primeras manifestaciones de casa en nuestro
país, reproducen a la perfección y sin modificaciones, el modelo de casa romana republicana, que
no es otra cosa que la evolución y consolidación
de una tradición que remontaría al siglo VI aC. y
que define un modelo eficaz y de gran éxito y que,
sin embargo, acabada siendo un callejón sin salida que se abandonó en provecho de otra tradi-
[page-n-16]
3. Eje
longitudinal de
una domus. En
primer término
las Fauces,
más allá el
atrio toscano
con el
impluvillm en
posición
central, y al
fondo, el
tablinum
(Casa dell'Atrio
en mosaico de
Herculano)
j.M. NOLLA
ción, la helenística, que ofrecía esquemas parecidos pero, sin duda, más articulados, más adaptables, en suma, mucho más útiles, que se acabó por
imponer definiendo un modelo que se usa, con
adaptabilidad regional, en todo el orbe romano.
La domus itálicoromana. Características
Si centramos nuestras cuitas en la casa itálicoromana clásica es preciso decir que en la Italia
tÍlTénica se creó un modelo de edificio, para la casa unifamiliar, de éxito notable que, con mejoras
y adaptaciones paulatinas acabaría imponiéndo-
se y creando un modelo plenamente aceptado que
se encuentra por doquier y que Roma, en su expansión, exportó a otras tierras entre ellas, como
podemos ver, la Península Ibérica, especialmente en sus áreas romanizadas desde más antiguo.
Intentaremos precisar las caractelisticas de este edificio, cuando la planta ha quedado plenamente definida. Una primera consideración a tener en cuenta y que nos informa de maneras de
ser y costumbres de la sociedad que creó el modelo, es observar que la domus se organiza hacia
el interior, alejándose del mundo externo a través
de muros con pocas aberturas, estrechas y sólidamente protegidas por rejas de hierro, en la
planta baja, con una única puerta de entrada, al
menos un solo acceso principal, facil de vigilar y
que permite ser cerrada con eficacia aislándose del
exterrior. Es en la parte trasera donde se localiza
el hortus, un jardín, rodeado de altos muros que
cielTan este espacio a la contemplación exterior y
hacen casi imposible o dificultan considerablemente cualquier intento de entrar. A veces, una
poterna de uso muy restringido permitía entrar y
salir discretamente por detrás de la casa.
El retiro, la posibilidad de aislarse dentro de casa, tiene varias lecturas: por una palte, mantiene
la vida familiar al abrigo de indiscreciones. Únicamente aquellos a los que está permitido, tienen
acceso franco al sancta sactorum de la vida privada y sólo los más íntimos pueden pasar más
allá de la parte más pública de la casa, aquella que,
de día, puede ser observada, a través de la puerta Yde la fauces , un pasillo de comunicación. Por
otra, convierte la residencia familiar en fortaleza
[page-n-17]
-
La casa romana
4. Jardín
interior. Villa
de Oplontis en
la Campan ia.
I.M . NOLLA
durante la noche. La puelta principal se cenaba a
conciencia y era del todo imposible entrar sin permiso del dominus, del señor. Hay que advertir al
lector que la noche conlleva la oscuridad casi
absoluta y, con ella, peligros de todo tipo, reales
o imaginarios.
Es, pues, un edificio cerrado sobre sí mismo,
sea éste urbano o rural. No hay diferencias substanciales entre unos y otros.
El apartarse del mundo exterior, el cenarse sobre sí mismo tiene, no obstante, otras causas,
otras razones seguramente tan impoltantes o
más, si cabe. En efecto, el clima, caluroso durante una buena parte del año, en la Italia tinénica,
aconseja protegerse del sol buscando sombras y
protección sin perder, como veremos, ni un ápice
de funcionalidad. Una solución a la que han llegado sucesivas culturas a lo largo y a lo ancho del
mundo meditenáneo a través de los siglos. La casa romana se organiza a pattir de un espacio interior a cielo abierto, el atrio (atn'um), que centra la domus, que sirve para distribuir a su alrededor dependencias y circulación, que tiene
funciones propias de gran importancia que se
modifican con el paso de los siglos y que sirve, sobre todo, para iluminar y ventilar las estancias interiores de la casa. La falta de ventanas, en la
planta baja del edificio o su reducido tamaño no
significa, gracias al atrio, un problema grave. La
ventilación de las diversas dependencias está
perfectamente garantizada y la luz, tamizada e indirecta queda a su vez asegurada, reduciendo considerablemente las altas temperaturas.
Asumidas estas generalidades sobre la casa ro-
mana (O itálicoromana) quizás seria el momento
de describir las características principales del edificio a partir, sobre todo, de su planta, recordando que, en no pocas ocasiones eran construccio-
[page-n-18]
La casa romana
5. Detalle del
compluvium
(Casa dei Vettii
en Pompeya,
la Campania)
I. M. NOLLA
Reconstrucción infográfica
de la domus de
Tepsicore
(Valentia) que
responde a la
casa de planta
itálica,
decorada con
murales y
mosaicos, con
atrio y jardín
porticada
trasero
(Archivo
6.
SIAM ,
Valencia)
nes de una sola planta pero que otras veces estaban dotadas de un piso supelior que duplica las
estancias inferiores alrededor del atrio, al que se
accede a través de una sencilla escalera.
Centraremos nuestra descripción en la domus
de la Baja República de los siglos II y 1aC, cuan-
do se ha llegado a la definición
del modelo-tipo que se reproduce, aquí y allí, sin cambios
substanciales y justo en el momento en que, por influencia
helenística, vemos aparecer
otras propuestas que conducen a
modelos mixtos y, a la larga, a la
desaparición de la casa romana
tradicional en pro de edificios
más articulados, más eficaces
que, en última instancia no hacen otra cosa que simplificar sin
modificar, por ello, las viejas
concepciones condicionadas por
la tradición, el clima y la realidad
de un mundo nocturno que puede significar lo imprevisto, la inseguridad y el peligro.
La domus tardorepublicana
es un edificio que se ordena, simultáneamente, alrededor del
atrio y a través de un eje longitudinal que desde el exterior, y
por la abeltura de la puelta, penetra en las fauces, un pasillo, el
atrio y, al fondo el tablinum, la
estancia, en origen, del pater
Jamilias y de su esposa, donde se hallaria el lectus genialis, la cama matrimonial. Esta habitación, de dimensiones considerables, comunicaba
directamente con el atrio y sedivisaria desde el extedor si no estuviera protegida por unas cOltinas.
En épocas recientes el viejo tablino, la habitación
[page-n-19]
La casa ro mana
nupcial, ha dejado de cumplir esta vieja función,
trasladada a otra dependencia a menudo, si existe, en el piso superior, para pasar a ser una cámara-pasillo, abierta hacia el hortus, el jardín
posterior.
En torno al atrio se organiza la casa de manera complementaria y perfectamente estructurada.
Esta especie de patio interior, constituye otro de los
aspectos más personales de la domus itálicoromana. Viene a ser el centro ordenador del edificio
y, como hemos visto, con funciones de enorme
impOltancia como son la iluminación indirecta de
la casa, su ventilación y, lugar de recogida y almacenaje del agua de la lluvia, poniendo a dispasión de sus habitantes agua suficiente al alcance
de sus necesidades.
En un primer momento, no se pensó en aprovechar esta posibilidad, relativamente sencilla
desde un punto de vista técnico. Sin embargo,
pronto se dotada la parte central del atrio de un
pequeño receptáculo impenneable, definido por un
murete de poca altura a todo su alrededor que los
antiguos llamaron impluvium que comunicaba
con una (o varias) cistema subtelTánea, dotada de
brocal. Era necesario, evidentemente, disponer todos los tejados del edificio, cubieltos de tegula plana y curvada (tegula e imbrex, respectivamente),
de tal manera que se inclinaran hacia el atrio, hacia la abertura de aquel espacio, llamada compluvium, con la finalidad de aprovechar aquella
gran superficie y el agua que en caso de lluvia podía llegar a recoger. Los bordes del compluvium,
conducían el agua hasta unas acrótera s que derramaban el agua directamente al impluvium
asegurando que no se perdiera o fuera a parar a
sitios no indicados.
El atrio así descrito se define como un espacio
central abierto (compluvium) que comunica con
el receptaculo-depósito (impluvium), de identicas
medidas y a todo su alrededor, un espacio cubielto
a manera de un pórtico al cual se abren las distintas habitaciones y dependencias de la casa. Un
sistema más o menos ingenioso de vigas, sin pilastras ni columnas (atrio toscano) o usando
cuatro (atrio tetrástilo) o seis columnas (atrio
corintio) situadas en los ángulos yen la pmte central del pequeño depósito, aseguraban la estabilidad de la estructura y su buen funcionamiento.
El nombre de esta área central procedería de
la palabra latina ate!; negro, recordando el color
del hollín y del humo que ennegrecía los muros de
esta dependencia, puesto que era allí donde se encendían a diario los hornillos y las cocinillas
transportables donde se preparaban las comidas
familiares antes de la aparición de estancias creadas específicamente para esta función (culina). En
origen, además de estas actividades culinarias, el
atrio era, también, el lugar donde se guardaba el
arca familiar donde, a buen recaudo, se conservaban los documentos propios, la vajilla de lujo,
metálica, y todo aquello de valor y, entre las familias patricias, aquellas que tenían el ius imagium, el derecho a poseerlas, las máscaras funerarias de cera de sus mayores que acompañaban
en elJunus, en las honras fúnebres, a los difuntos hasta su tumba. En este espacio se situaba, a
su vez, el larario, el pequeño altar de la religión familiar, donde, a diario, elpaterJamilias o, en su
....".- --
-
-i
,.
[page-n-20]
La casa romana
7. ClIbiculum
(villa de
Oplontis).
Observamos el
cielo raso
pintado
l .M. NOLLA
defecto, su representante, ofrecía modestos sacrificios por el bien del lugar y de sus habitantes.
Estas funciones altamente especializadas y propias de edificios de tamaño reducido, dejaron, con
el paso del tiempo de ser específicas del atrio, que
pasará a ser tan sólo un gran distribuidor, el punto central de la captación de agua y, entre las
grandes familias señoriales, el lugar donde el pa-
tronus, el señor, recibía a sus clientes y lugar que
fijaba el límite entre el espacio "público" de la casa y el privado.
Las casas romanas presentan, generalmente,
una planta rectangular y un eje longitudinal con
la sucesión de puelta, pasillo Jlallces) , atrio y tablino o tablino y jardín. A ambos lados de las fauces suelen definirse dos espacios simétricos que
pueden tener funciones diversas. En las casas de
campo y en algunas urbanas, sólo se accede a
ellas desde el atrio, siendo una habitación (cllbiclllllm) cuyo destino puede variar considerablemente pero que en origen solían ser simples dormitorios' separados por una cOltina y con un lecho o sencillo camastro y pocos o ningún mueble
complementario. En este caso no había ventanas
ni otras aberturas hacia el exterior. En otras circunstancias' preferentemente en la ciudad, estas
habitaciones, las dos o sólo una, comunican directamente con la calle y no con el interior de la
casa. Suelen ser, en este caso, tabemae o espacios comerciales y/o artesanales, ligados y explotados directamente desde la casa o, muchas
más veces, alquilados y servidos por miembros
externos. Cuando se produce un hecho así, estos
espacios forman tan sólo parte estmctural de la
casa pero, de ningún modo, tienen que ver con la
domlls.
Si seguimos progresando hacia dentro, entraríamos a continuación en el atrio, cuya función,
como hemos visto, varía con el tiempo. A ambos
lados pueden abrirse habitaciones, dormitorios o
espacios especializados (cocina, despensa, áreas
polivalentes.) o, en otros casos, solamente el
[page-n-21]
La casa ro mana
8. Cubiculum
co n dos ca mas
(lecti) in situ
(Casa dei
Vettii ,
Pompeya)
).M. NOLLA
pórtico del atrio sin abelturas laterales. Al fondo,
a ambos lados del tablino, se localizan las alas
(alae), en origen, pasillos simétricos que conducen al jardín y que, más adelante, se cerraran como cubículos, al adquirir esta función el viejo tablino. y más allá, el hortl10 un jardín interior y cerrado, separado del exterior por altísimos muros,
con árboles fmtales , arbustos y flores , lugar de
descanso y recogimiento, espacio donde se escenifica el ideal urbano de la época, de incorporar los
deleites del campo en la ciudad (rus in urbe). Este jardín privado aparece en un momento avanzado de la histOlia de la domus, como un gran logro. Más adelante, será sustituido, junto al atrio,
[page-n-22]
La casa romana
por el (O los) peristilo (s) que además incorpora la función de jardín interior, la de centro ordenador y distribuidor de la casa.
En aquellos edificios con un segundo piso (cenaculum) la escalera de acceso, siempre muy
discreta, se localiza en el atlio o en una de las alas.
Aniba, alrededor del atlio, se reduplica el espacio
y la planta del nivel inferior, en este caso con cubículos, destinados a dormitolios de los miembros
9. Peristilo
(Casa dei
Ve ttii ,
Pompeya)
j.M. NOLLA
de la familia , alejándose de las actividades más
públicas que se desarrollan en el nivel infelior.
Una barandilla protege el deambulatolio alrededor
del gran Olificio del atrio. Las habitaciones que dan
al extelior pueden poseer grandes ventanas o, en
algunos casos, balcones. La altura, en este caso,
proporciona la segulidad necesalia para actuar de
este modo.
Estos edificios se constmyen con sólidas cimentaciones y poderosos zócalos de piedra y
mortero, de anchura suficiente como para dar estabilidad a un piso supelior si fuera necesario (de
2 pies ó 2 pies y medio de anchura -0'60 ó 0'75
m). Por encima la obra seguia con muros de tierra, adobe o tapial (opus laten'cium y opusJormaceum, respectivamente) una manera rápida,
cómoda y eficaz de constmir. Las vigas eran de
madera y los techos, a valias aguas, eran cubiertos con grandes tegulae, tejas planas, imbrices, nuestras tejas árabes, y con
acróteras decorativas. Las paredes eran cubiertas intelior y exteliormente con un enlucido de
cal que las protegía con eficacia
de la intempelie y que podía repararse tantas veces como fuera
necesalio. En función de los espacios, una decoración pintada, en ocasiones de gran sofisticación, que cubría toda la habitación, servía para embellecer
el conjunto y personalizarlo en
función de su uso. Los suelos
valiaban considerablemente en
relación a la época, lugar y finalidad de la estancia, desde los suelos de mosaico, hasta los de
tierra batida.
Es interesante constatar cómo este modelo
fue objeto de expOltación a lo largo del mundo
meditelTáneo occidental conforme avanzaba la romanización. El descubrimiento de un número
significativo de casas itálicoromanas en Hispania,
concentradas preferentemente a lo largo de la
costa levantina, valle del Ebro y Andalucía, te-
[page-n-23]
La casa ro mana
rritorios fueltemente romanizados desde antiguo, no es un hecho extraño y constata la importación incipiente de modelos que los iberos
pronto copiarán e incorporarán a su propia tradición, antigua y prestigiosa que es; a su vez, producto de un desarrollo autóctono y de las fueltes
influencias mediterráneas, fenicios y púnicos,
por un lado y griegos, por otro, que han dejado
importantes restos.
Sin embargo, no es fácil rastrear la existencia de estos edificios puesto que, en muchas
ocasiones, una larga ocupación
propició obras de adaptación y
modernización que desfiguraron, hasta hacerlos casi irreconocibles, edificios más antiguos. A su vez, es interesante
señalar que no es sólo en ámbitos urbanos, donde es posible
rastrear la presencia de casas
de este tipo (Emporiae, Tarraco,
Celsa Lepida (Velilla del Ebro) ,
Valentia, Carthago Nova .. .) sino, también, en medio rural, uillae, o casa de
campo tardorepublicanas que, sin duda, ejemplifican la penetración y el efecto de una romanización plena.
La domus de transición: la casa
pompeyana
Las guerras con el oriente helenístico, la conquista de amplios territorios, el comercio cada vez
más intenso con el este del mundo mediterráneo,
puso a Roma y a los itálicos en contacto directo
con un mundo desarrollado, de larga tradición y
con una cultura prestigiosa y especialmente activa que penetró con fuerza y se expandió rápidamente por occidente. Poco a poco se fue formando una koiné cultural, uniforme y general que
abarcarla todo el mundo mediterráneo, de una orilla a la opuesta del Mare Nostrum.
10. Larario
(Casa dei
Vettii .
Pompeya)
1.M. NOLLA
En relación a lo que nos interesa, la historia de
la casa en el mundo romano, el contacto con el
mundo helenístico significó influencias y cambios
que acabarla n afectando substancialmente el modelo estándar de casa a pmtir de, primero, unas
complejas yuxtaposiciones sin futuro y, a la larga, a la imposición del modelo helenístico que, como se verá, mantiene muchos aspectos significativos de la vieja casa itálico romana y elimina
otros, obsoletos o innecesarios.
[page-n-24]
La casa rom a na
Cuando Roma y el mundo helenístico entran
en contacto, la casa gliega unifamiliar, eloikos, es
un edificio que se organiza a partir de uno o varios peristilos, un gran jardín interior rodeado
por un porticada a modo de deambulatolio.
A su alrededor se abren diversas dependencias,
complejas estancias de múltiples usos: dormitorios, comedores, salas de estar, bibliotecas, cocinas, despensas, letrinas, cuyo lujo difiere en relación a su función y a la riqueza de sus propietarios.
Sobre todo en Pompeya, por las características tan definidas de esta ciudad que desapareció
bajo ellapilli volcánico el 24 de agosto del año
79, pero en muchos otros lugares del mediterráneo occidental, entre ellos Ampurias, es posible
identificar casas unifamiliares, casi siempre reformadas y ampliadas desde finales del siglo II
aC. y a lo largo de la centuria siguiente, que a la
planta original de la casa itálica tradicional yuxtaponen un pelistilo que suele ocupar el espacio
del antiguo hortus, alrededor del cual se disponen una serie de estancias, algunas de gran lujo, que centran el nucleo interior y privado de la
domus. Estas casas mestizas han sido llamadas
"pompeyanas" por la frecuencia de su hallazgo
en aquel importante yacimento campano, lugar, por otra palte, donde fueron desclitas por plimera vez, o bien, casa de atrio y peristilo, insistiendo, en este caso, en la impoltancia de los dos
elementos principales a partir de los cuales se ordenan las diversas dependencias que configuran
la casa y que ponen de manifiesto su doble origen a la vez itálico y helenístico .
Se trata, por lo general, de edificios que a
paltir de una planta tradicional, se amplia n , a costa de los horti adyacentes o de la adquisición e incorporación de construcciones colindantes, e
incorporan, como gran novedad, el peristilo, en
gran jardín intelior que habrá de conveltirse en el
núcleo central de la nueva casa, mejorando sensiblemente las prestaciones y la belleza de los antiguos horti y pelmitiendo crear a su alrededor un
espacio porticada de comunicación y la posibilidad de distlibuir hábilmente toda una selie de estancias de gran aparato, de gran belleza. Este modelo atticulado permitió, a partir del añadido de
nuevos peristilos, crear casas inmensas con zonas que pueden ser fácilmente diferenciadas para poder cumplir, cada una de ellas, una función
determinada.
Estas domus, que a lo largo de algo más de
un siglo fueron las grandes casas aristocráticas
por antonomasia, no tuvieron, sin embargo,
futuro. Tal vez a causa de la existencia de un espacio arcaico y, en época imperial, poco útil
como era el atrio, cuyas funciones podían ser
sustituidas con más comodidad y eficacia por
otros espacios, o por otras razones comprensibles, lo cierto es que esta casa mestiza dejó,
pronto, de utilizarse. A partir de la época imperial, los edificios unifamiliares construidos de
nueva planta dejaron de incorporar a su diseño
el atrio y el tablino, disponiendo nuevas soluciones y nuevas articulaciones a paltir de la presencia de uno o varios peristilos que recuperaban, mejorándola, la función del antiguo atrio y
del viejo hortus.
[page-n-25]
La casa ro ma na
11. Peristilo de
la pars rustica
de la villa
suburbana dei
Misteri en
Pompeya.
I. M. NOLLA
Las nuevas casas aristocráticas del mundo
mediterráneo pierden, de eso no hay duda, uniformidad, ofreciendo soluciones diferentes a problemas parecidos en función del territorio donde
se han construido, del clima, del material de
constmcción y de muchas otras valiables sin perder' en cambio, unas cuantas características co-
munes que vienen de muy lejos y que, como se
decía en la introducción, defmen, a lo largo de infinidad de culturas y de muchos siglos , la casa
mediterránea, cerrada sobre sí misma, aislada del
exterior y con la presencia de un ( o Linos) patio y/o jardín interior. En última instancia, comodidad y seguridad.
[page-n-26]
La casa romana
~.
12 . Ninfeo del
peristilo (Casa
della Fontana
Grande,
Pompeya)
I.M . NOLLA
La casa rural: La Uilla
Hasta aquí, hemos tenido ocasión de analizar,
a grandes trazos, las características y la evolución
de la casa urbana en el mundo romano que es, a
pmtir del siglo II aC, la de la casa unifamiliar en la
Península Ibérica.
Existe, y hay que considerarla dándole toda la
impOltancia que requiere, la casa mral, la uilla ro-
mana que punteaba con su presencia los campos
de las provincias romanas.
Definiríamos la villa como un centro de explotación agropecuaria. Se trata de un edificio situado alIado de los campos, que debe adaptarse
a la función concreta para la cual ha sido creado.
A paltir de los modelos estandarizados, la casa
unifamiliar urbana, pero adaptándola, hasta cierto punto, a una función específica que es el cultivo de los campos, la recolección de sus frutos, su
transformacióm y almacenaje, al cuidado de los
rebaños y, en general a la ganadería. Hay que recordar que, en origen y en los tiempos más antiguos, y en algunas ciudades siempre, desde las
casas urbanas también se explotaban los campos
del entorno y, a veces, los amplios hOTti del interior del recinto amurallado, tal como pasaba y más
si cabe en las llamadas villas suburbanas, grandes mansiones que se localizaban en un círculo
inmediato de unos 5 km alrededor de la urbe. Sirvan de ejemplo de las semejanzas y similitudes
entre la domus urbana y la uilla mral. Finalmente, hay que remarcar que se trata, en todo caso,
de un edificio, o conjunto de edificios, aislado donde, como en las grandes explotaciones agrarias de
todos los tiempos, viven y trabajan una serie de
personas que pueden ser numerosas, cuyo estatuto jmidico puede ser muy diverso. Es importante
que esté bien comunicada a la red viaria general
o a un río navegable que posea unas buenas
condiciones de habitabilidad y que haga posible
una explotación eficaz del entorno.
La villa suele ser, además, sobre todo desde
época imperial, residencia del dominus y de su fa-
[page-n-27]
-
La cas a romana
milia, el cual pasa cada vez más tiempo en sus
propiedades buscando la tranquilidad y el descanso lejos del mundanal mido y de las obligaciones cívicas que su condición económica ca mpOlta. Estas circunstancias significan, a menudo,
una inversión en lujo, un intento de poseer en el
campo las mismas comodidades que ofrece la vida urbana, de saborear el mismo nivel de vida.
Habitaciones lujosamente decoradas, presencia de
pintura mural, pavimentos de mosaico de gran calidad, pequeños conjuntos termales, agradables pelistilos, salas de aparato dignas de palacios, esculturas de calidad y
precio, en resumen, todo aquello que los propietarios gozaban en ámbito ciudadano y a lo
que no estaban dispuestos a renunciar en sus, cada vez más
frecuentes estancias en el fundus, en la propiedad.
Estas circunstancias significan tal como nos recuerdan los
textos y certifica la arqueología, que la villa romana consta
de tres espacios o áreas diferenciados según su
función, que compolta, evidentemente, el uso
de mejores acabados y mejor matelial en razón de
la zona específica.
Hay que hablar de la pars urbana, lo que llamaríamos espacio residencial, una parte de la
villa que reproduce los estándares de la domus urbana, donde sofisticación y lujo son la norma. El
tamaño de esta parte varía considerablemente de
un lugar a otro tal como el coste y el valor de pinturas, estatuaria o mosaicos. Detallan los expertos en agronometría que este sector residencial,
para disfrute de los amos, debe hallarse en posición dominante, alejado convenientemente de
las zonas de trabajo y de actividad febril en muchas épocas del año, y de los establos y corrales,
más acá de los vientos dominantes y ofreciendo,
siempre que sea posible, unas vistas encantadoras y, a su vez, la posibilidad de fiscalizar el tra13. Hortu s
(Casa di
Octavius
Quartio ,
Pompeya)
I.M. NOLLA
bajo de los adscritos a la propiedad. Algunas veces se cumplen estos requisitos teólicos, otras muchas no o no del todo, siendo más sencilla la
articulación de áreas.
En segundo lugar, habría que hablar de la llamada pars rustica, la casa de campo propiamente dicha, residencia del uillicus (el capataz o encargado) y su familia, y de todos aquellos, labradores, pastores y familiares, libres y/o esclavos,
[page-n-28]
La casa ro mana
14. Villa imperial
de Benicató
(Nules. Castellón)
con peristilo
porticada y piscina
central circular.
(Archivo SIAP.
Castellón)
que cultivan los campos y apacientan los rebaños.
Para acabar y muy ligada a la llamada parte
lústica, hay que mencionar la llamada parsJructuaria, el lugar de transformación y almacenaje
de aquello que producían las propiedades del señor y que preferentemente tienen que ver con el
cereal, viña, vino y aceite. Prensas y depósitos,
grandes lagares y campos de dolia, enormes re-
cipientes de almacenaje de cerámica parcialmente enterrados donde podían guardarse, con toda
seguridad, sólidos y liquidas a la espera de su comercialización y venta o del consumo interior. Toda villa romana que se precie ha de aspirar a ser
autárquica, es decir, a mantener a todos aquellos
que allí viven y trabajan y a producir la mayor parte de lo que necesitan, reduciendo al máximo la
[page-n-29]
La casa romana
dependencia del exterior. La villa, no lo olvidemos, es sobre todo una explotación, un negocio.
Estas circunstancias explican convenientemente la localización de pequeños talleres,
de alfares y hornos metálicos y
de helTería donde se fablicaban
y reparaban los aperos de labranza, clavos, útiles y recipientes, ladrillos, tegulae e imblices para la construcción o la
reparación de espacios.
En general, la villa impelial
romana suele ser un gran edificio o, mejor aún, un
conjunto de edificios donde se localizan las diversas dependencias que acabamos de describir. Las
plantas valian considerablemente de unas a otras
y todos los intentos de dibujar una tipología precisa y útil no han acabado de dar buenos resultados.
Es admirable su adaptación al entorno, a veces a
través de una organización en bancales y grandes
muros de contención que pemúten una excelente
adaptación del entorno y pelmiten dar salida a los
mandatos, teólicos, de los expertos, disporliendo en
la cima la pars urbana. Otras veces, una planta en
U permite crear una gran esplanada central muy
adecuada para las labores del campo y para la salida cómoda del excedente. Es un hecho determinante la organización de las diversas construcciones a partir de patios de trabajo, en ocasiones de
gran superficie, que son vitales para el funcionamiento de la villa y de la propiedad.
Durante la Antigüedad tardía una parte im-
15. Vista de
detalle de un
sector de la
pars urbana de
la villa de
AlmenaraPuras
(Valladolid) .
Museo de las
Villas
Romanas.
).M. NOLLA
pOltante de estos edificios se convhtieron en auténticos palacios, las grandes villas áulicas, que
siguen sorprendiendo por su sofisticación y nivel
de lujo, con inversiones de altísimo coste e increibles resultados sin que se perdiera, en ningún
momento, la idea plincipal de que, ante todo, eran
factorías productivas, núcleo primigenio de la
explotación del territorio.
Estas construcciones rurales son documentos
únicos de la historia rural de una época. Su excavación exhaustiva permite dibujar la vida dellugar desde la ocupación inicial hasta el momento
de abandono, su crecimiento, ampliaciones, modificaciones, abandonos parciales y los mil avatares que acumulan a sus espaldas una larga
"vida". La historia de la Hispania romana y tardo antigua es, también, la histOlia del campo y de
su explotación, que sólo es posible realizar, de manera eficaz y detallada, a través de la excavación
y de la prospección arqueológica.
"~o
l.
[page-n-30]
[page-n-31]
El yacimiento romano de Font de Mussa
de Benifaió y el Servicio de Investigación
Prehistórica de Valencia
Helena Bonet Rosado
Servicio de Investigación Prehistórica
Museo de Prehistoria de Valencia
_.---------~.
-
" - - - - - ,o
[page-n-32]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el
Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia
xxv /
;
no
LESERA
....
}-
Intibili
I
I
XY.IV I
I
I
I
1I~.~ 7·
Sebela ci ~
....
I
I
I
XXII
I
_
¡
/
I
I
EDETA
I!!!( ---
SAGVNTVM
XVI
I
--------r
"
I
VALENTIA
I
xx I
I
I
Sucronem t,. t- -" ~
-
Portum Sucrone
I
XVI I
I
I
r!!!l
\
SAETABI
\
XVI..... ,/
"
'" "Ad SIaluas
y
, " - l!!!.!
DIANIVM
.. ~ Ad Turres
L
¡i
AdA,
X~\
L1
XXIV
lill!(' .... /'
Ad Ello
\
/
\
Aspis
~
-f!'
XXIV \ /
,,/
/
LVCENTVM
~
ILlCI
I
XXVII "
Portus llicitanus
I
\
xxv
1. Localización
de la villa de
Font de Mussa
de Benifaió
junto a la Via
Augusta . Mapa
según Ferran
Arasa, 2003.
~
r
CIUDAD
Mansío
ViaAugusta
Vía Augusta. Trazado pOSible
I
I
LA VILA JOIOSA
Otras vías
.
Thlar
Otras v/as. Trazado posible
La villa romana de Font de Mussa.
Los primeros hallazgos
I.
La villa de Font de Mussa se sitúa a 22 km al
sur de la ciudad de Valentia, a espaldas de la laguna de la Albufera, y próxima a la Via Augus-
ta (fig. 1). Como tantas otras explotaciones agrícolas romanas se asienta sobre tierras llanas y
fértiles bien provistas de recursos acuíferos.
El yacimiento es conocido desde antiguo por
los vecinos de Benifaió tras el hallazgo de unas
escasas monedas y numerosos tiestos cerámicos
dispersos en los campos de cultivo que se extendían por una amplia zona al oeste de dicha localidad, entre la Acequia Real del ]úcar y la vía
de ferrocarril Valencia-Albacete.
Pero la existencia de una estación de época romana en las inmediaciones del pueblo se confirmó, en julio de 1922, con motivo del hallazgo de
un ara votiva de piedra calcárea de color gris, de
65 cm de altura, con basa y con cornisa en la parte superior, moldurada (fig. 2). Las caras laterales y posterior están alisadas y en la cara frontal
lleva una inscripción dedicatOlia: INVICTO MITHRAE LUCANUS SER(VUS). Las primeras lecturas
interpretaron el monumento como un ara dedicada al dios Mithra por el siervo Lucanus. Recientemente, Corell (1997, p. 235-236) considera la palabra servus en sentido religioso, es decir, designaría a una persona al servicio del
templo, por tanto Lucanus estaría al servicio de
Mitra, resultando la siguiente lectura: al invicto
Mitra, Lucano, su servidor. Por el tipo de ara votiva y por la paleografia, data el monumento en
el siglo II d.C.
Se trata de una pieza de gran interés al ser uno
de los escasos testimonios en toda la Península
Ibérica, y el único en tierras valencianas, de la
existencia del culto mitraico. Todo ello hizo que,
en ese mismo verano de 1922, la pieza fuese de-
[page-n-33]
positada en el Museo Provincial de Bellas Artes
de Valencia, en donde ha permanecido hasta
nuestros días.
La lectura de las notas de prensa, publicadas
con motivo del hallazgo del ara dedicada al dios
Mithra (Gómez SelTano, 1922) , nos sumergen en
un paisaje rural que nada tiene que ver con la zona urbanizada de nuestros días, en donde se extiende un polígono industrial. Nicolau Primitiu
Gómez Serrano nos describe la zona del hallazgo con campos de algarrobos sembrados de tejas
y tiestos cerámicos, que la tradición y la leyenda atribuían a los restos del palacio del rey moro Muza, de ahí el topónimo de Mu~a y Mussa.
La fuente , en aquellos años, nacía en una gran
balsa de agua burbujeante que, tras salvar varios
desniveles y canales, telminaba en otra balsa utilizada como abrevadero, llamada Font de Mussao Esta fuente se secó en los años 50 para, finalmente, desaparecer bajo la construcción de la
carretera de Benifaió-Catadau. Pero en los años
del hallazgo, Nicolau Primitiu compara este lugar
con el lavadero de la misma localidad que formaba ".... un minúsculo lago sombreado por añosos árboles, dando lugar a toda la poesía y placidez que requería el culto a Mithra ... el ritual
obligaba a los mithriastas a establecer sus templos en grutas o cavernas, y, a falta de éstas, excavar sus santuarios cercanos a las fuentes,
siempre en forma de criptas .. .". El hallazgo del
ara, frente a la fuente y junto al camino de Sollana a Alfarp y Catadau, no es un hecho casual
ni descontextualizado pues , en los alrededores
inmediatos, los agricultores habían encontrado
un pozo con restos orgánicos carbonizados, paredes y obras subterráneas, restos de un mosaico, así como grandes sillares y piedras impropias
del lugar del hallazgo. Todo ello hizo pensar, desde un principio, en la existencia de un Mitreo del
que, desafortunadamente, no tenemos ninguna
documentación, a excepción del ara y las noticias
verbales de la época.
Unos años más tarde, en febrero de 1933, Josep Gadea Beltrán dio a conocer el hallazgo de
unas sepulturas cubiertas por grandes tégulas
(Anales del Centro de Cultura Valenciana n° 24,
p.183, Valencia 1935) en unos campos próximos
2. Ara votiva,
con inscripción
dedicada al
dios Mitra,
hallada en las
proximidades
de la villa de
Font de Mussa.
Museo de
Bellas Artes de
Valencia.
- ---.'
-
- - -..J
[page-n-34]
3. Vista de los
campos situados al
oeste de la granja
porcina, donde se
halló el mosaico,
en cuyos márgenes
se conservan
restos
constructivos de la
villa. Año 2003.
Archivo S.I. P.
a los restos constructivos de la villa romana, también en la partida de Font de Mussa y hoy transformados en campos de naranjos. Los enterramientos llevaban un ajuar funerario compuesto
por cerámicas, un brazalete de bronce, un cuchillo de hierro y un anillo con sello en el que estaba grabado un caballo a la carrera, mientras
que del campo contiguo se recogió un bronce del
emperador Adriano. Todos estos materiales fueron depositados en el Centro de Cultura Valenciana.
En cuanto a la villa romana propiamente dicha, toda la documentación que existe, hasta la
excavación de salvamento realizada en 1989, ha
[page-n-35]
El yac imiento romano de Font de Mu ssa de Benifai ó y el Se rvicio de In vestigación Prehistó rica de Va lencia
sido recopilada por el cronista de Benifaió, Francisco Beltrán López, que siempre ha mostrado un
gran interés por el patrimonio histórico de su municipio preocupándose, especialmente, por el yacimiento romano de Font de Mu-ssa y denunciando periódicamente su progresiva destrucción ante la transformación de los campos de
cultivos y la imparable urbanización de la zona.
Todo ello, como él mismo apunta en sus escritos,
ante los ojos nada sensibilizados de las distintas
instituciones, organismos y autoridades competentes sobre el tema.
A pesar de la constante
transformación de los campos,
siempre se han podido apreciar restos de construcciones
de las distintas villas que allí se
construyeron. En las diferentes
parcelas .era frecuente, hasta
hace pocos años, encontrar restos de paredes y cimientos de
mortero romano, así como
grandes sillares reutilizados en
las márgenes de los campos y
caminos. Noticias verbales,
siempre recogidas por Francisco Beltrán, hablan de la existencia de una escalera, con peldaños de mármol, en el subsuelo de
una de las parcelas. Dato que no nos debe extrañar, puesto que la habitación del mosaico, excavada en 2001 y motivo de este libro, era un semisótano al que se bajaba también por una rampa (ver capítulo de Manuela Raga). También
debemos a noticias antiguas las referencias a la
existencia de dos grandes silos de forma circular,
uno de ellos de 1,20 m de diámetro de boca, 4 m
de diámetro de base y 2 m de profundidad que,
junto a la presencia de numerosos fragmentos de
dolia, hablan de una gran explotación agrícola
con diferentes edificaciones y dependencias industriales.
El hallazgo de columnillas que servían para
sostener los hipocaustos de las termas romanas,
así como de tubos cerámicos para la salida de humos, nos indican que la villa, o villas, de Font de
4. Detalle de
los muros
romanos,
visibles en la
actualidad.
Año
2003.Archivo
S.I.P.
Mussa poseían baños, dato ampliamente constatado en la excavación de 1989.
Finalmente, la existencia de mosaicos en la
zona se conocía desde las primeras noticias con
motivo del hallazgo del ara (Gómez Serrano,
1922) y se tiene constancia de que, posteriormente, un mosaico fue tapado ante el temor de
la paralización de las obras y otros fueron des-
- ----->- ----->-
[page-n-36]
El yacimiento romano de Font de Mu ss a de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistóri ca de Va lencia
tlUidos intencionadamente como lo plUeba la
infinidad de teselas que se encuentran dispersas
por los campos (Beltrán López, 1983, p. 33).
Igualmente numerosos son los hallazgos de materiales constlUctivos procedentes de esta importante explotación lUral, como los ladrillos
5. Croquis de
localización de
los hallazgos
arqueológicos
de Benifaió.
Dibujo de Luis
Tormo. Aii.o
1955 . Archivo
S.l.P.
aretina, hispánica sudgálica, africana A, e y D
Y lucen te, cerámicas comunes y de paredes finas, ánforas, lucernas, dalia, pesas de telar,
objetos de vidrio, piezas de metal y monedas
(Beltrán, 1983; Ripollés, 1985; Llorens, 198788) que abarcan toda la época romana. La existencia de cerámicas ibéricas y
campanienses (Beltrán, 1983,
~~!I
c."a.rcx",
41-43) podría remontar la
ocupación de la zona a la segunda mitad del siglo I a.C.
(Aranegui, 1996, p. 75) para
abandonarse definitivamente
en el siglo IV.
La reciente visita que hemos realizado al yacimiento ,
acompañados por Francisco
Beltrán López, con el fin de
identificar el lugar de los antiguos hallazgos, ha resultado
bastante desalentadora. El crecimiento de naves industriales,
la ampliación de carreteras locales, los grandes movimientos de tierras para la
canalización de la Acequia Real del Júcar y, finalmente, la constlUcción de la red viaria para el
tren de alta velocidad, el AVE, han transformado totalmente el entorno de la villa y de la necrópolis. Por todo ello, hoy en día resulta imposible identificar, con exactitud, la fuente donde
apareció el ara votiva, si bien se conservan, milagrosamente, los campos donde se hallaron los
enterramientos excavados en 1955, al sur de la
Acequia. En cuanto a la villa propiamente dicha,
.:\
T l/lUe ' A(''';''&
y
,.¡
YA/.CNC/""
C.t P II' l A.
\
romboidales y rectangulares que formaban los
pavimentos de opus spicatum, o los fragmentos
de estuco, muchos de ellos pintados de rojo, que
decoraban las estancias de la villa.
En cuanto a los materiales recogidos a lo largo de todos estos años en la superficie de los
campos cultivados, o durante las transformaciones de los mismos, son los propios de cualquier asentamiento romano sistemáticamente
roturado y posteriormente prospectado: fragmentos pequeños y rodados de terra sigillata
[page-n-37]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Se rvicio de In vestigación Prehistórica de Va lencia
tenemos: por un lado, una mínima
parte documentada bajo la granja
porcina donde apareció el mosaico (con la constatación de la existencia de más habitaciones con restos de mosaicos) y otro sector
de habitaciones bajo otra nave,
conocida como aserradero, donde
se realizaron excavaciones en
1989. En los terrenos y campos
situados entre ambas instalaciones
todavía pueden verse hoy restos
de muros romanos que nos indican una continuidad de la villa
entre las dos áreas intervenidas
(figs. 3 y 4).
Como se puede deducir de todo
lo arriba expuesto, y dada la extensión de esta zona arqueológica,
en Font de Mussa existió un amplio complejo de edificaciones de
carácter rural, funerario y sacro
que abarca todo el periodo romano. Además de una villa romana
de gran importancia, con edificaciones residenciales y dependencias serviles, tenemos evidencias
de un mitreo y de una necrópolis
romana, sin olvidar la cercana torre islámica de l'Horta de Benifaió. Por tanto, se trata de un conjunto arqueológico riquísimo, aunque muy mal
conocido, que carece de un estudio global que
contemple su topografia, planimetrías de los dis-
6. Enterramiento
en fosa
excavado en
1955. Arch ivo
S.I.P.
tintos restos constructivos, dispersión de hallazgos, etc. Esperemos que nuevas excavaciones y una mayor concienciación por la salva-
[page-n-38]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Investigació n Prehistó rica de Valencia
7. Croquis de
la zona de
enterramientos
junto a la
Acequia Real
del júcar.
Dibujo de Luis
Tormo. Ai10
1955. Archivo
S.I.P.
LÁMINA 1/
'? 9 9'cr
o O
,
OO
\
O
.s'~~tll. rtl~A.r
\\
OOD O
O
t-Ifhffl ~
¿)~
O
G~tI~o
S~~tlLrtJ~.AS
c:?
9
?
.q
o
IN'Atl/rll
'9
o
o
? <í'
9'
OLIVAR
'?9'?
O
.
O D
HAUAIUI
ACeqUIA
CAMPO
l'eEAL
CON
guardia del patrimonio arqueológico de Benifaió, permitan recuperar los restos y la información que todavía permanecen intactos bajo los
campos no urbanizados de la zona.
11. El yacimiento de Font de Mussa en el
archivo documental del S.I.P.
Son numerosos los documentos y citas que
hacen referencia a los distintos hallazgos que
han tenido lugar en la partida de Font de Mussa desde principios del siglo XX y que aparecen
recogidos en el archivo documental y en la biblioteca del S.I.P. Son especialmente interesantes dos memorias de excavación, inéditas, de
gran valor para conocer el yacimiento: nos referimos a la intervención en la necrópolis de
1955 y a la excavación realizada en 1989,
muy próxima a la zona donde fue hallado el mosaico en 2001.
[page-n-39]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistórica de Va lencia
II.l. Los trabajos de seguimiento en la
necrópolis romana en 1955
ran en en el Museo de Prehistoria, por lo que debieron de hacerlo en el Centro de Cultura Valenciana.
En realidad no se trataba de una excavación,
sino del seguimiento de una nivelación del terreno, a unos 50 cm del nivel del suelo, donde,
a pesar de la escasa profundidad, se descubrieron
El informe manuscrito de D. Luis Tormo,
maestro de Benifaió y aficionado a la arqueología, es un documento historiogr-áfico valioso,
tanto por el estilo descriptivo de los descubrimientos como por la parte gráfica que aporta
(fig. 5). El autor relata como, en octubre
ErJl el ~I"V;C:-/" p/,. /.nvt"'.r~! .. c"".~
Loc.. /'~.. -I" Z3ENI FA YO' ( Va;""",:..)
de 1955, al roturar un
?re,4,:sI~r'"':J .,.t. /..., E)(("~~. Z>tv ~ d.;.,
P,p,./¡',./. : "Muz ... '?ro v,'n ei~ 1 ~ ~I.n c,,:".
?r1:'~~"¡" : Z>". '#;s''' / l3 .../"¡'~"
campo , casi lindante
Tu,4 .. ,/,/;,.//.."3'.... 1 ,.1~ o.. Iv¿rt' ,/, / ?SS
con el de la villa de
Font de Mussa al oeste de la acequia Real
o
del Júcar y propiedad
de Miguel Beltrán,
aparecieron cinco sepulturas con esquele7f;" S-M/• .,1.. /""?;#. ,/,
J.r..~ r.,~~ñ•.
tos humanos. La
Guardia Civil suspendió los trabajos hasta
que se personó, al día
siguiente, el entonces
director del S.I.P., D.
Domingo Fletcher,
quien, tras tomar los
datos oportunos y fotos (fig. 6) , encargó a Luis
hasta veinticuatro sepulturas de adultos y una inTormo el seguimiento y control de los posibles
fantil (fig. 7). Las dimensiones de las tumbas
descubrimientos bajo la dirección del S.I.P. Los
eran bastante constantes, entre 160 cm y 175 cm
trabajos de transformación duraron tres meses
de largo por 40 cm de ancho,con una colocación
desigual, pero orientadas de este a oeste, y aproy los resultados no fueron tan fmctíferos como
se esperaba, pues los materiales fueron muy esvechando el terreno más duro para su excavacasos. Los esqueletos, así como los escasos
ción. Aparecieron selladas con losas planas del
materiales recuperados, no consta que ingresalugar y solamente tres de ellas estaban cubiertas
o
8. Croquis de
una sepultura
cubierta con
tégulas a dos
vertientes .
Dibujo de Luis
Tormo. Año
1955 . Archivo
S. I.P.
[page-n-40]
El ya cimi e n to romano de Fo nt de Mussa de Benifaió y el Se rv icio de In vestigac ió n Prehistórica de Valencia
9. Vaso de
v idrio. Dibujo
de Luis Tormo .
Año 1955.
Archivo S.I.P.
VASO
DE VIDIPIO
¿ ' .,A1on'..rco ,/'
¿' .A4t:~'e ""J/~
con tégulas a dos vertientes (fig. 8). Los esqueletos (sólo se recuperaron dos completos) estaban
depositados sobre el costado derecho y la cabeza orientada hacia el oeste.
En la memoria también se describe un espacio circular (fig. 7) fOlmado por grandes ladrillos,
adobes y tejas, de un diámetro de 1,60 m, en cuyo intedor había tierra ennegrecida de cremación,
cuya funcionalidad es difícil de precisar pero que
no parece corresponder a ninguna estmctura funeraria, como se apuntó en aquel momento, si-
no a una constmcción moderna que aprovechaba materiales romanos.
Del escaso material recuperado , sólo se mencionan fragmentos de cerámica lisa y un cuenco
de vidrio (fig. 9) que, por la tipología y la decoración de líneas verticales, horizontales y círculos, es muy similar al vaso de vidrio azul soplado con decoración a molde, tipo Isings 96, hallado en la necrópolis de TIsneres (Alzira) con una
cronología entre mediados del siglo II y mediados
del III d.C. (González Villaescusa, 2001, p. 264)
Si bien en el informe el autor se define por catalogar los enterramientos en época árabe o medieval, las posteriores publicaciones (Labor del
SIP, Beltrán, González Villaescusa) adscriben
cronológicamente esta necrópolis al periodo romano . En años posteriores, han continuado los
hallazgos, en los campos colindantes, de tégulas
y restos óseos humanos que indican que la extensión de esta necrópolis debió de superar la superficie de 3,5 hanegadas, estimada inicialmente en 1955.
1/2. Las excavaciones de 1989
en la villa romana
En el verano de 1989, la remoción de tierras
en una parcela situada en la villa romana de Font
de Mussa puso al descubierto una serie de muros,
y mucho material arqueológico, que motivó que
la Dirección General de Patrimonio Arqueológico de la Generalitat Valenciana paralizara los
trabajos para realizar una excavación de urgencia que fue llevada a cabo por Concha Camps y
Adriana Cardete, a las que agradecemos su ama-
[page-n-41]
El yaci miento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de In vestigación Prehistórica de Vale ncia
10. Vista de la
excavación de
1989.
c. CAMPS
bilidad por facilitamos toda la documentación inédita que presentamos en esta publicación. La excavación, que se prolongó durante tres meses,
permitió recuperar la mayor área excavada, hasta la fecha, de esta villa romana de cuya extensión no se tienen datos precisos (fig. 10). La villa estaba enclavada en la ladera de un montículo,
hoy totalmente desfigurado por el polígono industrial, estando la zona residencial en la parte
más alta y las dependencias serviles y de trabajo al pie de la colina, donde se realizaron las ex-
cavaciones de 1989. El nivel fundacional de este sector de la villa se fecharía en la segunda mitad del siglo I d.C., abandonándose a partir de la
segunda mitad del siglo II d.C (Camps y Cardete,
1989) .
El llamado sector I, según terminología del informe de excavación, corresponde a un gran
patio central de 162 m2, con un pavimento de .
piedras, circundado por 18 pequeñas habitaciones, de 3 x 3 m, con paredes construidas con la
técnica del encofrado de mortero y piedras, pa-
[page-n-42]
El yacimiento romano de Fo nt de Mussa de Benifaió y el Se rvicio de In ves tigació n Prehistó rica de Va lencia
11 . Planta del
sector de las
dependencias
serviles ,
fechado entre
la segunda
mitad del siglo
I y segunda
mitad del siglo
11. C
oncha
Camps y
Adriana
Cardete.
Año 1989.
12 .
Enterramientos
en fosa,
fechados en el
siglo I1I ,
cavados en las
habitaciones
de la villa, tras
su abandono.
C. Camps y A.
Cardete.
Excavación de
1989.
H. L
EnterramIentos
,
.
vimentos de mOltero flojo o de roca natural, y con
escasa presencia de pintura mural (fig.11). La
funcionalidad de las estancias es dificil de precisar ya que el material resultó realmente escaso.
Sólo la estancia E, por los restos constmctivos de
bases de ladrillo cuadrados apilados y columnillas, se define
como un pequeño lrypocaustum, con el praifumium, destinado para usos domésticos
(fig.11 ).
Del resto de dependencias
cabe destacar la estancia D (fig.
12), de planta rectangular y
dividida en dos habitaciones
por un tabique, donde se recogió abundante cerámica de cocina y dos monedas. Tras su
abandono, en el siglo II d.C., se
cavan en el nivel de dermmbe
cuatro enterramientos (fig. 13) ,
tres adultos y uno infantil, depositados en fosas y dentro de
cajas de madera de las que sólo han llegado hasta nosotros
los clavos de hierro. Tres de los
enterramientos llevaban un
ajuar de vasijas de te17'a sigillata hispánica que permiten
datar estas tumbas en el siglo
III d.C. También en la habitación L se excavaron dos enteE. 1:50
rramientos infantiles , superpuestos, orientados de este a
oeste y colocados, igualmente, en fosa .
Aunque en el sector excavado en 1989 no se
hallaron restos posteriores a los enterramientos
del siglo III d.C., hay noticias de hallazgos de materiales de los siglos IV y V d.C. en la zona nor-
[page-n-43]
13 .
Enterramiento
en fosa de la
habitación D.
C. Camps y A.
Cardete.
Excavación de
1989
occidental del yacimiento, es decir, en la parte
más alta de la villa, lo que hace pensar que el
área residencial de esta finca se reocuparía en
época bajo imperial (Camps y Cardete, 1989).
Los mateliales más representativos de esta excavación, depositados en el Servicio de Investigación Prehistórica, disponen de una vitrina en
el Museo de Prehistoria donde se exponen los
cuencos de telTa sigillata hispánica tardía así como ollas, jarras y cuencos de cerámica común
(fig. 14). Las monedas recuperadas en esta campaña son dos ases del siglo 1 d.C., un as de Aetia del año 137 Yun as de Antonino Pío del 140144, muy rodados. Piezas de bronce, como un
cencerro, un colador, un cuchillo, hebillas, anillos, agujas de coser, una punta de flecha, etc., o
útiles de hueso, como un mango de cuchillo o
una hebilla, que nos muestran los objetos de la
vida cotidiana en uso en el momento final de este sector de la villa (fig. 15). De entre la fauna recuperada cabe destacar una magnífica asta de
ciervo.
III. El mosaico de Font de Mussa en las
colecciones romanas del Museo de
Prehistoria de Valencia
Cuando se creó el Servicio de Investigación
Prehistórica en 1927, su primer director Isidro
Ballester Tormo consideró demasiado ambicioso y costoso un proyecto de museo arqueológico y optó por la denominación de Museo de Prehistoria, más acorde con sus objetivos y colecciones. Efectivamente, las excavaciones,
adquisiciones y publicaciones de los primeros
cincuenta años se centraron en el ámbito de la
Prehistoria y de la Cultura Ibérica y así quedaba reflejado a través de las magníficas colecciones que se exhibían, y siguen exhibiéndose
hoy, en las salas del Museo , mientras que los
yacimientos romanos y tardorromanos excavados no superaban la docena. Sin embargo, el interés del S.I.P. por todo el patrimonio valenciano así como sus competencias administrativas ,
como Museo Provincial, para custodiar y conservar los materiales procedentes de las excavaciones y hallazgos fortuitos de la provincia de
Valencia hizo que, con el paso de los años, se
[page-n-44]
El yacim iento romano de Font de Mussa de Beni fa ió y el Servicio de In vestigación Prehistórica de Va lencia
14. Conjunto de
cerámicas de Font de
Mussa procedentes de
la excavación de 1989.
Museo de Prehistoria
de Valencia.
C. BAUTISTA
fuese formando una importante colección de
época clásica.
En la primera etapa de la institución, fue decisiva la compra de las colecciones de la importante ciudad greco-romana de Ampurias, en
1929, y de la colonia púnica de Ibiza, en 1937.
También interesantes donaciones de particulares,
como los materiales de la Torre de Mal Paso de
Castellnovo, Gaiél de Pego o Cova de les Maravelles de Gandía, o la excavación que dirigió el
S.I.P. en el subsuelo del pa1au de la Generalitat
de Valencia, incrementaron sensiblemente los
fondos de época clásica en estas primeras décadas. Pero será a partir de los años 50 cuando el
[page-n-45]
í
El yacimi ento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Investigación Prehistórica de Va lencia
S.l.P. emprenda las primeras excavaciones de importancia en yacimientos romanos valencianos,
como la necrópolis de Les Foies
(Manuel) en 1951, la cripta de El
Romaní (Sollana) en 1952, el horno cerámico de la Cargadora (010cau) en 1953, o la Punta de r Illa
(Cullera) en 1955-66. Además,
no dejan de ingresar importantes
donaciones, como la cantimplora
de Bélgida, materiales del Tossalet
(Bélgida), de la Falquía (Beneixida), de Xarcons de Monstserrat o
la escultura femenina de mármol
de Valencia la Vella (Riba-roja).
El hallazgo en 1963, en las
aguas de la playa de Pinedo, de la
escultura en bronce de Apolo, supuso una de las mejores adquisiciones de época romana del Museo
de Prehistoria. También entre los
años sesenta y setenta ingresaron
las inscripciones de Otos y de Casa
Zapata (Villargordo del Cabriel),
las lápidas funerarias de El Reguero (Pedralba) o la magnífica lápida
La Olivereta de Benaguassil.
A partir de los años 70 y 80, el
S.l.P. desarrolla una mayor actividad en las tareas de campo de la arqueología romana con las excavaciones en la ciudad romana de pla de r Arc (Llíria) , las villas de la Balsa
(Camporrobles) y de Benibaire (Carcaixent), la
15. Objetos de
bronce y hueso
procedentes de
la excavación
de 1989.
Museo de
Prehistoria de
Valencia
C. BAUTISTA
necrópolis de TIsneres (Alzira) , los hornos de
Rascanya (Llíria) y de La Llobatera (Riba-roja),
la fortaleza de Valencia la Vella (Riba-roja) o la
villa aúlica de Pla de Nadal (Riba-roja).
[page-n-46]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifa ió y el Servicio de In ves tigac ión Prehistórica de Va lencia
16. El mosaico
de los orígenes
de Roma antes
de la
restauración.
Archivo S. l.P.
,
...
.-----._
--- - - - - - ' _...
En la última década del siglo XX, el incremento de fondos romanos en el Museo de Prehistoria ha sido espectacular al ser éste el depositario de los materiales procedentes de las excavaciones de salvamento realizadas por la
Generalitat Valenciana en la provincia de Valencia, como los pozos votivos de Llíria, las villas de
Los Tunos (Requena), Los Praos (Requena) y
Font de Mussa (Benifaió) o los hornos de la Es-
tación de Ferrocarril (Vilanova de
Castelló) . A ello hay que añadir la
donación, en 1992, de las lápidas
romanas de Casa Parear de Llíria
y, en 1996, la colección Pallarés,
de materiales procedentes de Roma, que constituyen dos magníficos lotes de epigrafía latina. El ingreso, a partir del año 1998, de los
materiales procedentes de las excavaciones de la ciudad de Valencia, han incrementado considerablemente los fondos de épocas romana, medieval y moderna en
nuestro museo .
En la actualidad, el Museo de
Prehistoria cuenta con materiales de más de sesenta yacimientos
romanos debidamente inventariados y catalogados. Esta riqueza de fondos de época romana
hacía necesaria la renovación de
la pequeña sala de arqueología
romana, montada en 1996, por
una instalación más amplia que
mostrase una de las civilizaciones más poderosas y opulentas de la Antiguedad, el Imperio Romano.
Estábamos trabajando en este proyecto
cuando, a finales del año 2001, tuvo lugar el
hallazgo del mosaico de Font de Mussa de Benifaió, como consecuencia del seguimiento de
obras para la conducción de gas natural, en el
polígono industrial del mismo nombre. Ello
[page-n-47]
El yacimiento romano de Font de Mussa de Benifaió y el Servicio de Inves tigación Prehistórica de Va lencia
conllevó la paralización de los trabajos y la
realización de una excavación de salvamento financiada por la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de Manuela Raga.
El mosaico de opus tessellatum descubierto
en una habitación de la villa romana de Font de
Mussa es uno de los conjuntos musivos romanos más importantes de la Comunidad Valenciana comparable a los de Los Trabajos de Hércules de Llíria, (fig.16) instalado en el Museo
Arqueológico Nacional de Madrid, de Las Nueve Musas de
Monteada, ubicado en el Museo de Bellas Artes de Valencia,
o de La Medusa de la ciudad de
Valencia.
El contexto de su hallazgo,
la excavación y el proceso de
extracción y restauración, así
como el estudio técnico y artístico del mismo son tratados
en profundidad en cada uno
de los capítulos de este libro,
por lo que no insistiremos en
ninguno de estos aspectos.
El Servicio de Investigación Prehistórica tiene el compromiso de velar por la conservación,
exposición y difusión de sus fondos , labor que
ha venido desarrollando durante este último
año con el objetivo de poder inaugurar las nuevas salas del mundo romano del Museo de Prehistoria donde el mosaico de Font de Mussa ocupa un lugar preferente (fig. 17). Su belleza y
magnitud, con una superficie de 21 m2, puede
contemplarse hoy, tras una costosa restauración
en el Laboratorio del museo, al inicio del recorrido de la sala, en un gran espacio central
acondicionado para su ubicación definitiva. Así,
el mosaico de Font de Mussa es, junto con la famosa escultura en bronce del Apolo de Pineda,
una de las piezas de mayor valor artístico y científico de los fondos romanos del Servicio de Investigación Prehistórica.
Sólo la buena coordinación y rapidez en la to17. El mosaico
de Font de
Mussa en las
salas del
Museo de
Prehistoria de
V
alencia
C. BAUTISTA
ma de decisiones para salvaguardar el hallazgo,
entre la Dirección General de Patrimonio de la
Consellería de Cultura, Educación y Ciencia, el
Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia y la empresa Gas Natural,
han hecho posible que, un año después de la extracción del mosaico en el yacimiento, el público
pueda disfmtar de esta espléndida obra de arte.
[page-n-48]
[page-n-49]
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent
y la aparición del mosaico romano
de Font de Mussa
Manuela Raga y Rubio
Gestora de Patrimonio Histórico y Arqueológico
Arqueóloga
[page-n-50]
Construcción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición
del mosaico romano de Font de Mussa
CARTCll;RAFiA ~ III . I TAR DE ES PAÑA
MAPA GENERAL Serie l
E 1:50.000
.
...
!t7JIW'C : ,'!.
",
i
"55 1
¡~.~
Jo.
n
..,
SERVICIO GEOGRÁFICO OEL EJERCITO
• ••
'-.I_"~~'>"''''''''''"'_' ' '''
'~6... ....H / '~D? .J '18 -'
~)::~:- .
" 54
-
~..-
/
=..
11 . . -
.~
- '-
LOCALIZACI6N -EMPLAZAMIENTO
DE VILLAS ROMANAS
1.- VILLA DE FONT DE MUSSA
2.- VILLA DEFORESOS
3.- VILLA DE LA TRAVESSA
1. Mapa de
localización
de las villas
de Font de
Mussa (1),
Mas de
Foresos (2) y
La Travessa (3)
,:
El Patn'monio Cultural Valenciano es una de las principales señas de identidad del pueblo valenciano y del testimonio de su contn'bución a la cultura universal, Los bienes que lo integran constituyen un legado patrimonial de inapreciable valor, cuya conservación y enriquecimiento con'espon de a todos los valencianos y especialmente a los poderes públicos que los representan.
La Ley del Patrimonio Cultural Valenciano constituye el marco legal de la acción públicay privada diJigida a la conservación, djfusión,Jomento y acrecentamiento del patn'monio cultural en
el ámbito de la Comunidad Valen cian al,
1, Preámbulo de la Ley del Patrimonio Cultu ral Valenciano , 1998
[page-n-51]
y dentro de este contexto legal en el que con-
vergen la acción pública y la privada, se produjo el hallazgo del mosaico de Font de Mussa.
Antecedentes
En la primavera de 2000, la empresa Gas Natural SDG , S.A., solicitó la realización del Estudio
de Impacto sobre el Patrimonio Cultural, requisito imprescindible para el desarrollo de proyectos tanto de iniciativa pública como privada,
que precisen estudio de Impacto Ambiental.
La entrada en vigor de la Ley del Patrimonio
Cultural Valenciano en 1998 y naturalmente su
plena aplicación, han contribuido sobremanera a
la realización de dichos trabajos, consiguiendo
que de manera previa al planteamiento de cual-
quier obra (y aún en fase de ingenieria básica) se
evalúe la posible afección que un proyecto podria representar sobre una determinada zona de
manera que, con anterioridad a que ésta se produzca, se puedan analizar sus consecuencias,
grado de incidencia, reversibilidad... minimizando de esta forma el riesgo de afección o incluso, si procede, revisando la viabilidad de un
proyecto y rectificándolo, si fuera necesario.
El Estudio de Impacto sobre el Patrimonio Cultural del Proyecto de construcción de una red de
distribución de gas natural en Picassent y Benifaió (ampliación de la ya existente) señaló, entre otros, el tramo de huerta que discurre frente
a la granja porcina Font de Mussa, como de interés patrimonial (fig. 5). Allí se imponía la necesidad de la aplicación de un seguimiento ar-
2 . Planta
general de la
habitación.
DIBUJO DE
L. M. TORR ES
[page-n-52]
3. Alzado de
los muros
norte y sur.
25m. r---- -----------------------________________________________________
~
s. o.m.
DIBUJO DE
L.M. TORRES
24
w
23
Muro I'brte
Cara Sur
25m .r-------------------------------------------------------------------~
s.n.tn.
w
E
23
Muro Sur
queológico, que se desarrolló durante la fase de
construcción del gasoducto Ford-Laisa. En él
se halló la magnífica obra musiva a la que hoy
nos referimos como el mosaico de la villa romana de Font de Mussa o mosaico de Benifaió
(fig. 2); tendemos a usar ambos topónimos con
carácter exclusivo, como si tuviésemos la absoluta certeza de que éste fuera el único mosaico
existente en el yacimiento (o en el término municipal), cuando sabemos que no es así.
Los antecedentes documentales que evidencian el interés de la zona se remontan al primer
cuarto del s. xx, cuando en el año 1922 se difundió la noticia del hallazgo, junto a una an-
Cara Nor te:
cestral fuente (conocida como Font de Mussa),
de un ara votiva dedicada al dios romano Mitra,
durante los trabajos de construcción de la carretera Benifaió-Catadau, a la que ya se ha referido
H. Bonet en el capítulo anterior.
Pero los hallazgos fortuitos de los agricultores
en la zona también han sido frecuentes aunque
los materiales se han perdido y, de muchos de
ellos, no queda ni recuerdo en la memoria de sus
descubridores.
Con estos antecedentes está claro que el hallazgo del mosaico al que se dedica este trabajo
no es fruto de la casualidad, pues ya en 1989 se
llegó a excavar una parte del yacimiento.
[page-n-53]
Co nstru cció n del gasodu cto Benifaió-Picassent y la a parición del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
4. Vista general de
Font de Mussa y de la
granja (zona de
aparición del mosaico).
En esa excavación de salvamento se pudo
constatar la existencia de dos sectores bien diferenciados. El sector 1 correspondería a las dependencias serviles o a las destinadas a la producción agrícola e industrial. Las estructuras
pertenecientes al sector II serían dependencias secundarias de la parte residencial de la villa. Esta última afirmación está apoyada en la aparición
de un mosaico en un huerto situado más hacia
el oeste y a escasos metros de los restos excavados. Dicho mosaico, encontrado mientras se
realizaban tareas agrícolas, fue posteriormente
destruido (Camps y Cardete, 1989).
Tras analizar la información procedente de la
primera campaña de excavación arqueológica de
salvamento desarrollada en la villa romana de
Font de Mussa, en fase de prospección pudimos
comprobar que, efectivamente, la traza del gasoducto transcurriría por una zona perimetral del
yacimiento, entre la granja porcina y la carretera citada anteriormente, sobre campos de huerta (fig. 4) en cuya superficie abundaba la cerámica romana, tanto de tipo común como de la denominada sigillata.
Al ser conscientes del interés patrimonial de
la zona, se indicó la necesidad de aplicar una medida preventiva destinada a minimizar el impacto
que pudiera producirse en la villa romana. Se optó por el seguimiento de obra intensivo y sistemático, cuya aplicación contó con la autorización
de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana,
por ser ésta una acción que, a priori, permitiría
tanto la construcción del gasoducto como la sal-
vaguarda de los probables vestigios que, posiblemente, allí hubiera; consideramos que, el discurso que enfrenta pasado y futuro, ha quedado
ya obsoleto y que ambos conceptos son compatibles. Este proyecto de Gas Natural podría ser
prueba de ello.
[page-n-54]
Construcción del gaso ducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
5. Trabajos de
construcción
del gasoducto
BenifaióPicassent.
Gas Natural
SDG
El yacimiento arqueológico
El yacimiento arqueológico al que nos venimos refiriendo se localiza en el término municipal Benifaió, en plena comarca de la Ribera del
Xúquer (Valencia) (fig. 1). Se ubica cerca de su
casco urbano, en un entorno altamente antropizado, a caballo entre los cultivos de huerta y la
actividad industrial (fig. 6). De hecho, la primera campaña de excavación de salvamento que se
desarrolló en el yacimiento se
realizó en el subsuelo del actual
aserradero y precisamente como
consecuencia de su constlUcción.
Para designar a este yacimiento hemos venido usando el topónimo de la partida de Mussa, cuya etimología nos aleja, sin lugar
a dudas, de un ambiente cultural
romano. Mussa es el nombre con
el que se conoce una torre de cronología islámica que se sitúa relativamente cercana al yacimiento y también Mussa es el nombre
que recibía una fuente asociada al
Barranco de Alfarp que existió
muy cerca del yacimiento y que
se aterró con la constlUcción de la
carretera ya citada.
y aunque el topónimo pueda
crear cierta confusión, una visita al
lugar despejaría cualquier duda ya
que, en superficie y en los alrededores, abundan los materiales de
clara filiación romana.
La presencia de una villa lUral romana en esta zona debe considerarse como un hecho normal, puesto que en el territorio de la actual Comunidad Valenciana este tipo de yacimientos es
muy abundante y bien conocido. Responde a un
patrón de asentamiento propio del mundo romano en el que, además de habitar las ciudades,
personajes destacados (patricios o militares de
rango) eran propietarios de grandes extensiones
[page-n-55]
Constru cción del gas odu cto Benifa ió-Picassent y la a parición del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
de terreno y construían allí sus viviendas, con el
fin de controlar la explotación de esa propiedad.
Pero, a pesar de esa notable diferencia de emplazamiento (entorno rural y entorno urbano) las
villas (viviendas alejadas de las ciudades) contaban con el mayor número posible de comodidades e imitaban en todo (suntuosidad, arquitectura) a las domus (viviendas urbanas) .
Por lo tanto, una villa rural romana como la
de Font de Mussa o como tantas otras conocidas en el imperio, era un lugar en el que,
además de una parte doméstica lujosa (residencia señorial)
existiría otra que sería la dedicada a la actividad económica
dominante en la zona y donde
se ubicarían los talleres, almacenes, áreas de producción,
habitaciones de esclavos, cocina ...
La primera campaña de excavación arqueológica en la villa de Font de Mussa permitió
documentar parte de ese área productiva: cocina
y zona de almacén. Con los datos registrados en
aquella excavación, la fecha fundacional del
asentamiento quedó, de manera provisional, fijada en la segunda mitad del siglo 1 d. C; la escasez de materiales se interpretó como consecuencia del abandono progresivo de la villa a partir de
la segunda mitad del siglo II d. C.
y también en aquella campaña se constató
que, una vez abandonada la villa, al menos tres
de sus habitaciones fueron usadas como área
de necrópolis. (Camps y Carde te 1989).
Dos lustros más tarde, el seguimiento de
obra nos ha permitido conocer de soslayo la
parte noble del asentamiento; además, los datos
obtenidos a través de los trabajos desarrollados
han permitido constatar que el yacimiento, correspondería a un momento cronocultural en el
que la cultura romana ya está bien arraigada en
6. Estado
actual del luga r
del hallazgo.
Gas Natural
este territorio. Es decir, se centra en una fase histórica en la que el proceso de romanización ya
ha cristalizado.
Efectivamente, la fundación correspondería a
un periodo en el que el modus vivendi romano
ya estaba bien arraigado en este territorio; es decir, se centra en una fase histórica en la que el
proceso de romanización ya formaba parte del
substrato cultural indígena y que éste estaba, por
lo tanto, romanizado. Esa romanización es un
SDG
[page-n-56]
l'" -..------.
Construcción del gasod ucto Benifaió-Picasse nt y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
proceso histórico de profunda renovación ya
que, aunque los habitantes de Iberia habían tenido desde varios siglos antes contactos con diferentes culturas mediterráneas, y de esas relaciones quedaron notables influencias, nunca
antes esos contactos acabaron por modificar su
identidad cultural, como ocurrió con la romanización. La asimilación progresiva de productos,
sistemas y principios del mundo romano da lugar a que el país se vaya estructurando, también
progresivamente, a la manera romana cuya ba7. Primera
aparición de la
obra musiva .
Gas Natural
SDG
se legal, administrativa y, en suma, cultural, imprime una huella que ha permanecido como
substrato determinante de su ulterior evolución. La latinidad lingüística, la romanidad en las
leyes y en los sistemas administrativos van en
apoyo de una identidad de tradición que define,
culturalmente, aquellos estados de la Europa occidental mediterránea que mantienen secular-
mente, por encima de las vicisitudes históricas,
su fidelidad a los principios del derecho romano
y que hablan lenguas derivadas del latín (Aranegui Gascó 1988, pg. 102).
En realidad y aunque parece que el télmino de
romanización resulta sobradamente explícito,
todavía no existe un acuerdo pleno sobre la definición de ese proceso, que no fue ni uniforme
ni homogéneo en toda la península ibérica, como tampoco lo era el substrato cultural sobre el
que se iba a difundir ese concepto romano.
La romanización de un territorio depende de muchos factores, relación cordial o violenta con los romanos, nivel cultural, grado de desarrollo
urbano, etc. (Abad Casal 1986,
pg.147).
A grandes rasgos, la histolia
de la Hispania romana puede
dividirse en dos períodos: el
primero, con todo el proceso
de conquista y consolidación,
se extiende durante los siglos In antes de nuestra Era (a.E.),
durante la etapa final de la República; el segundo, el Imperio, desde el reinado
de Augusto hasta el hundimiento de las estructuras políticas y económicas romanas durante la
primera mitad del s. V, el cual puede a su vez dividirse en dos etapas más: el Alto Imperio, el período clásico por excelencia, durante los siglos I1IIV Y hasta la llegada de los pueblos germánicos
a Hispania (Arasa Gil, 1987, pg. 43).
[page-n-57]
Co nstru cció n del gasod ucto Be ni fa ió-Picasse nt y la apari ció n del mosa ico roma no de Fo nt de Mussa
8. Levantamiento
de la costra
calcárea que
recubría al
mosaico.
Gas Natural
Pero no corresponde a estas notas analizar los
diversos problemas que plantea la romanización o la historia antigua; usaremos este término para referirnos a las condiciones plenamente latinas que se daban en el territorio actualmente valenciano en el momento en que se
habitó el asentamiento de Font de Mussa y más
concretamente la habitación en la que se halló
el mosaico objeto de un profundo estudio en otro
apartado de este mismo volumen.
y aún hablando de romanización, un aspecto fundamental a destacar en el caso de la villa
romana de la Font de Mussa, es su localización
ya que ésta presenta en todo momento las ca-
SDG
[page-n-58]
Co nstrucción del gasoducto Benifaió-Picassent y la apar ición del mosa ico romano de Font de Mussa
9. Restos de
un segundo
mosaico, en
mal estado de
conselvación.
Gas Nanlral
SOG
racterísticas canónicas relativas al emplazamiento de las villae hispano-romanas (Jiménez
Salvador; Martín Bueno, 1992). Como el resto de
la mayoría de los asentamientos a lo largo de la
historia, las villae no se establecían en cualquier
lugar, eligiendo siempre, como resulta obvio,
un emplazamiento que asegurase unas condiciones de vida óptimas: tierras féltiles y aptas para el cultivo, agua abundante para cubrir las necesidades de las personas, los animales, la agri-
cultura y determinadas actividades
productivas y artesanales, con
condiciones de salubridad garantizadas, con recursos naturales al
alcance (área de pastos, aprovisionamiento de madera, canteras,
pesca ... ) o a prudente distancia
que permita y facilite su uso ...
esos factores, grosso modo, si no
determinantes sí, al menos, son
decisivos a la hora de fundar una
villa pero, otro aspecto que no podemos olvidar, es el de su facilidad
de conexión y comunicación con
el resto del territorio.
Aunque existen muchas líneas
de debate abiertas sobre el proceso de romanización, un punto en
el que todos los especialistas están
de acuerdo es en coincidir en que
uno de los elementos que facilitó y
contribuyó de manera decisiva a la
difusión de la cultura romana por
todo su imperio fue la importante red de vías de comunicación que se desarrolló en este período.
Algunas de nueva construcción y otras como
adecuación de las ya existentes en época anterior,
lo cierto es que los romanos consiguieron, con estas vías, atticular el territorio de manera que se facilitó el desplazamiento de los elementos militares
y las relaciones comerciales y socio-culturales.
Font de Mussa se localiza, según indican todos los estudios sobre su trazado, próxima a la
[page-n-59]
Construcción del gaso du cto Benifaió-Picassent y la apa rición del mosaico romano de Font de Mussa
10 . Vista
general de la
zona
intelvenida.
ya entonces ancestral Vía Hercúlea,
que más tarde, bajo el mandato de
Augusto, cambió su primitivo nombre
por el de este emperador.
Existe relativamente buena información documental sobre el trazado de
estas vías, pero el problema de su ubicación sobre el terreno es, a pesar de
ello, una realidad, pues en pocos lugares se conservan restos de vías y
muy pocas de éstas presentan las caractetisticas ideales de una vía romana (MOl'ote, 2002).
Pero pese a esa anterior reflexión,
con los datos conocidos para la zona,
parece que este aspecto de la ubicación
de villa en las inmediaciones de la Vía
Augusta puede ser considerado sin
apenas reservas. Unos caminos secundarios serían los encargados de
articular la comunicación de microterritorio, uniendo lugares como Font
de Mussa a las vías principales.
Gas Natural
11. Muro sur
de la
habitación.
Gas Natural
El seguimiento de obra
y con este conocimiento previo de
la zona, en la apertura de zanja en la
partida señalada, se aplicó un riguroso seguimiento de obra del que se fue recogiendo un
conjunto de materiales de diferentes cronologías, que aparecieron mezclados debido a las
diversas actividades antrópicas desarrolladas
en la parcela de interés.
SDG
La zanja abierta sobre la que sería la habitación del mosaico cortó una solera de hormigón
debajo de la cual había una ligera capa de arena y un paquete de zahorra (relleno de nivelación y preparación para la construcción de la plataforma de hormigón ya citada), sobre una an-
SDG
[page-n-60]
Construcció n del gasoducto Benifaió- Picasse nt y la aparició n de l mosa ico ro ma no de Font de Mussa
12. EstLUctura
a modo de
rampa.
Gas Natural
SDG
tigua cubierta vegetal muy fina (de apenas 30
cm de espesor) y un relleno en el que, junto a
tierra arcillosa, aparecían abundantes fragmentos cerámicos y material de constmcción, basuras contemporáneas ... sobre un estrato de tierra
ceniciento mezclado también con restos cerámicos de diferentes tipologías y cronologías,
restos de fauna con marcas de carnicería, matedal de constmcción ... era un área que había sido usada como basurero.
Una vez superada la cota de excavación
(marcada por necesidades de proyecto) y tras haber delimitado por
el este y oeste la zona donde aparecía este relleno, se debería de
dar por finalizado el trabajo.
En ese primer momento se
apreció la existencia de dos estmcturas muradas (este y oeste)
(fig. 2) distantes entre sí una longitud de 5,60 metros, ambas realizadas con la misma técnica constmctiva: el tap (suelo de margas
blancas, de edad terciaria) había
sido recortado y excavado, reforzándose tal trabajo con la colocación de piedras irregulares pero
de formas y proporciones similares, trabadas con mOltero, a modo
de pared; por su cara externa, ambas estmcturas fueron revestidas
con ese mismo mortero en una
potente costra.
Esa cara externa de ambas estmcturas sería la recayente a un espacio que las
dos delimitaban, como se pudo comprobar más
tarde. No debemos olvidar que toda la información inicial provenía de una zanja de unos 5 m
de longitud y 80 cm de anchura y que se realizaba un seguimiento de obra.
Pero , debido a la diferencia de cota existente entre la carretera Benifaió-Catadau y la parcela sobre la que se constmía el gasoducto,
(casi un metro de desnivel) y ante un posible
desmonte de los terrenos para salvar esta dife-
[page-n-61]
Cons trucción del gasoducto Benifaió- Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
rencia, se optó por modificar la profundidad del
proyecto de manera que se hizo necesario continuar la excavación hasta la cota adecuada.
Los trabajos se retomaron de manera manual,
retirándose un relleno ya ceniciento mezclado
con abundantes fragmentos cerámicos de diferentes cronologías. Al llegar a la nueva cota de
proyecto aparece una nueva unidad, muy compacta y que precisó de intervención mecánica; con la primera
cucharada saltaron abundantes
teselas que indicaban la existencia de un mosaico (fig. 7).
Tras comprobar que, efectivamente se trataba de una obra
musiva, se procedió a comunicar
el hallazgo a los Servicios Territoriales de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana,
así como a la propia Dirección
General de Patrimonio Artístico.
El apoyo incondicional de los
Servicios de la Inspección Territorial de Patrimonio de la Conselleria de Cultura a
nuestro trabajo hizo posible la puesta en valor del
mosaico y, por extensión, de todo el yacimiento
(fig. 8) . No podemos finalizar este pánafo sin expresar nuestro agradecimiento a Don José Luis de
Madaria Escudero, el técnico de ese Servicio Tenitorial que, siempre de buen ánimo se ocupó de
todo el complejo proceso generado desde la aparición del mosaico hasta su puesta en valor.
Ya que la zona del hallazgo es próxima al casco urbano y era continuamente visitada por nu-
merosas personas, para evitar que de manera involuntaria causaran algún daño , se solicitó ayuda al Seprona (a quienes también queremos
agradecer el interés mostrado) y, siguiendo instrucciones de la DGPA, se trabajó en extensión
hasta delimitar la superficie total de la habitación
a la que este mosaico servía de suelo.
Los trabajos de excavación de la citada habi13. Estructura
ovalada
adosada a la
pared este
(cara externa)
de la
habitación del
mosaico.
Gas Natural
tación (de la que parecía que conocíamos sus extremos este y oeste) , se realizaron con apoyo mecánico. Los diferentes estratos desmontados fueron cuidadosamente cribados para conseguir
obtener la máxima información posible.
La secuencia que presentaba el relleno que
colmataba la habitación era la misma que se había documentado en la apertura de la zanja:
hormigón y zahorras, antigua cubierta vegetal,
tiena cenicienta mezclada con abundantes materiales ... pero, hacia la zona que sería el centro
SOG
[page-n-62]
Construcción del gasod ucto Benifaió-Picassent y la apa rición del mosaico romano de Font de Mussa
• I
de la habitación, este relleno presentaba variaciones, mezclándose restos antiguos con material claramente contemporáneo: se trataba del relleno de una zanja, de trazado casi paralelo a la
recién excavada para la construcción de la conducción de gas y que correspondía a la obra relativamente reciente, de un colector municipal
que, al igual que nuestro proyecto, cruzó esta estancia de este a oeste, aunque, eso sí, sin el tan
necesario control arqueológico.
Su impronta se deja ver sobre el mosaico, en
forma de una lechada de hormigón (que corresponde a la cubierta de ese colector) que corta el
mosaico en toda su longitud, privándonos de una
franja de 5,20 cm de longitud y 80 cm de anchura, en dirección este-oeste, con una ligera inclinación norte-sur (figs. 10 y 14).
En ese proceso de búsqueda de los límites del
mosaico en dirección este, al ampliar la zanja y
por debajo del piso de hormigón (60 cm de
profundidad) aparecieron fragmentos de mosaico, bícromo, de características similares al ya
conocido pero de teselas sensiblemente mayores (fig. 9). Posteriormente se pudo comprobar
que se trababa de fragmentos procedentes de
otro mosaico situado a cota muy superior a la del
primero documentado. De ese segundo mosaico
(que no ha sido excavado) podemos decir que
debe hallarse en no buenas condiciones de conservación ya que, aunque en la actualidad se
conserva a una cota de 60 cm de profundidad,
por debajo del suelo de hormigón actual, en realidad le protegía, durante siglos, una leve cubierta vegetal, de un espesor que apenas alcan-
za los 30 cm ya que, el suelo de hormigón, su
relleno de nivelación y base de zahorras, han sido echados hace pocos años por lo que, en realidad, durante siglos, habría estado protegido exclusivamente por esa ligera cubierta vegetal
que se aprecia en las fotografías. A este hecho
debemos añadir que esta zona era utilizada como huerta por lo que las tareas agrícolas de
acondicionamiento y preparación del terreno
para la siembra, arado ... probablemente han
causado daños.
También, mientras se trabajaba en la delimitación de la habitación a la que el mosaico le hacía de suelo, quedó parcialmente descubierta
una estructura ovalada (fig. 13), realizada con
técnica de mampostería y que, en algunas zonas,
tenía una cota de 15 cm de profundidad con respecto a la solera de hormigón. A modo de pozo,
esta estructura tampoco se excavó, ya que quedaba fuera del área de proyecto.
Los límites conocidos inicialmente para el mosaico eran los muros este y oeste; era preciso conocer los cierres por sus lados norte y sur (fig. 3) .
Tras la delimitación interna de la habitación,
cuya planta resultó ser rectangular (regularidad
rota en el acceso), de 4,25 m norte-sur y 5,50
m este-oeste, quedó evidenciada una técnica
constructiva claramente romana, con paredes de
mampostería regular, de piedras trabadas con
mortero y recubiertas por un potente enlucido
(sobre el que no se apreciaron restos de pintura
mural) .
El muro norte (fig. 3), también de mampostería, se conservaba hasta una alzada máxima de
[page-n-63]
Construcción del gasodu cto Benifaió-Picassent y la aparición del mosaico romano de Font de Mussa
14. Habitación
y mosaico. Se
aprecia la
impronta de un
colector
municipal.
Gas Natural
180 cm; todo parece indicar que este muro, realizado mediante superposición de piedras calizas
de tipología rectangular, se construye también reforzando el tap natural de la zona (ya que la habitación se encontraría, en gran medida, excavada en el subsuelo, a cota distinta del resto del
asentamiento. Pero, a diferencia de las otras
dos estructuras, este muro presenta una muy
buena elaboración y espesor (extremo que sólo
se ha podido documentar en parte, perdiéndose
la estructura en el corte).
El cierre de la habitación por el lado sur es una
de las estructuras más interesantes halladas en
este trabajo (figs. 3 y 11); corresponde a un mu-
SDG
[page-n-64]
Co nstru cción del gasodu cto Beni fa ió-Picasse nt y la ap arición de l mosa ico rom ano de Fo nt de Mussa
.
----
-:~
ro realizado mediante mampostería de sillarejo,
que presenta dos fases de construcción (por lo
tanto de utilización) distintas , siendo en la primera de ellas un muro con un amplio vano (de
tránsito o acceso) que comunicaría esta estancia
con el resto de la villa (recordemos que los otros
tres muros son completamente cen·ados). Ese vano quedó enmarcado por dos potentes sillares
rectangulares situados a ambos lados del mismo,
a modo de jambas y daría paso a otra estancia
de cota igualo similar. Éste es posteriormente cegado mediante la construcción de una pared de
sillarejos dispuestos de forma organizada y luego, todo el muro (de obra primitiva y nueva) es
revestido mediante un revoque de potente costra de cal (sobre la que no parecen existir restos
de pintura mural) .
Y, trabada a este muro, trabajada en piedra caliza gris, se conserva en muy buen estado una
estructura cuyo aspecto es el de una rampa
(figs. 8 y 12) . Se compone de tres bloques de piedra de la misma naturaleza y, cada uno de ellos,
cumple una función: un bloque actúa como base, otro, en fOlIDa de cuña (sobre esa base), marca la pendiente y, por último, una gran laja trabajada con rebajes y realces longitudinales parece
facilitar su uso (ascenso/descenso) y la adherencia a la misma. Presenta una anchura de 90
cm y una longitud de 160 cm.
La altura existente entre su último tramo
(huella de escalera) y el mosaico es de 36 cm y,
en su parte más elevada, se conserva a una cota de 66 cm con respecto al nivel del suelo de la
habitación. En la zona conservada se aprecian
cuatro espacios bien diferenciados, que corresponderían a cuatro huellas , de 20 cm de anchura, separados tres de ellos por dos molduras , a
modo de escocias, talladas sobre el mismo bloque
(formando un único conjunto), de unos 8 cm de
anchura y 6 cm de elevación. Estas molduras tenían la finalidad de servir como apoyo, para no
resbalar al utilizar este acceso.
Ese muro sur y la rampa que presenta adosada indican, claramente, una importante reforma arquitectónica en esta patte noble del asentamiento que, sin lugar a dudas, tuvo también lugar en otros puntos del yacimiento.
El mosaico, que cubría la totalidad del suelo de
la estancia, se construyó en ese segundo momento de habitación, tras la refOlIDa (figs. 2 y 14) .
Las dos fases de ocupación que parecen deducirse de la observación de ese muro sur no dejan lugar a dudas sobre su desarrollo. En un primer momento de ocupación se excavaron esta
estancia y la contigua, por la que se tenía acceso a ésta y se comunicaba con el resto de la villa (aunque también podría ser que la segunda
habitación no se excavara y se reutilizara para
su construcción un desnivel ya existente, acondicionándolo). Ambas estarían a cota igualo similar (pero recordemos que sólo tenemos datos
de una de ellas) (Raga y Rubio, 2002).
Por la única excavación de salvamento desarrollada en el yacimiento sabemos que en el siglo II d. e se inició un progresivo abandono (al
menos del conjunto de habitaciones hallado en
aquellos trabajos) sin que en esos sectores se pudiera documentar una ulterior ocupación aunque
[page-n-65]
Construcción del gasodu cto Benifaió- Picasse nt y la aparición del mosa ico romano de Font de Mussa
15 . Otras
estructuras
halladas en las
proximidades
del yacimiento.
Gas Natural
sí un uso, ya que se hallaron, por encima del nivel de abandono, cinco enterramientos con ajuares cuya cronología se centra en el siglo II d. e,
fechas inmediatas a las dadas para el abandono
del hábitat.
Los materiales arqueológicos asociados al mosaico y esa profunda reestructuración de espacios
parecen venir a confirmar que, efectivamente, la
zona excavada se abandona de manera progresiva en las fechas indicadas, trasladándose el hábitat más hacia el norte, reformando notablemente parte de las estancias existentes hasta
ese período. (eamps y eardete, 1989).
Así pues, los espacios inicialmente comunicados por ese muro sur se vieron también implicados en ese proceso: la sala por la que se accedía a la habitación del mosaico se colmató y se
cerró la comunicación entre ambas. Sobre esa habitación, ya rellena de aportes externos y tal vez
de material de su propia demolición, se construyó un nuevo suelo y una nueva habitación que
quedaba, por lo tanto, a cota muy superior. Para comunicar ambas salas y salvar el desnivel
existente entre ellas se construye, en el ángulo
suroeste de la de cota más inferior, la rampa citada y descrita anteriormente (fig. 12) .
SDG
[page-n-66]
Co ns tru cció n de l gasod ucto Beni fa ió-Picasse nt y la apa ri ció n del mosa ico ro ma no de Font de Mussa
16 . Ten a
sigi//ata
subgá/ica.
Drag. 29
C. BAUTISTA
A esta nueva planta se la dota de un piso de
opus teselatum, cuya forma y distribución de
motivos decorativos, se ajustan al espacio recién
creado, incluso la parte que enfrenta a la rampa
se decora con una alfombra que utiliza motivos
semejantes pero desiguales a los del resto del mosaico.
La cronología dada inicialmente al mosaico
también parece confirmar el extremo de la remodelación de la villa ya que, las obras musivas
de superficie bícroma con policromía reducida a
los cuadros con motivos figurados, han sido datados en el siglo II avanzado (Abad Casal 1985,
368 y ss.).
Una vez desmontado el mosaico
se excavó su rudus (base construida para su asiento) que aún permanecía parcialmente in situ. Pero
no se halló ningún resto material
que nos permitiera datar su construcción. Por debajo de esta capa ya
aparecía el tap (estrato natural, margas blancas de edad terciaria).
Ante esa ausencia de vestigios,
anteriores o coetáneos al momento
de construcción del mosaico , los
materiales que aparecían mezclados en el relleno ceniciento que lo
cubría serán los que, junto a los
demás criterios, ayuden a datar esa
sala y, por extensión la continuidad
en la ocupación del asentamiento.
En Font de Mussa hubo ocupación hasta época romana tardía, tal
y como se desprende del estudio de los restos hallados. Y, de entre esos vestigios de cultura material, serán los cerámicos los que más nos faciliten la labor.
En el mundo romano (al igual que ocurre en
otras culturas) , existe una producción alfarera
muy específica, tanto de cerámica común como
de vajilla fina. Esa vajilla fina, denominada grosso modo terra sigillata, no es un conjunto cerrado y uniforme sino que presenta una marcada evolución a lo largo de los siglos, modificándose en el tiempo tanto sus formas como
procedencias, arcillas y tonalidades, decoraciones ... de manera que la presencia de uno u otro
[page-n-67]
Co nstru cción del gasoducto Benifaió-Picassent y la aparición del mosa ico roman o de Font de Mussa
tipo de esta TS (te17'a sigillata) nos permite una
clara aproximación cronológica a un momento
determinado.
y en esta estancia de Font de Mussa hemos
hallado TS subgálica (fig. 16); TS Clara D (forma
Hayes 58, siglo IV); ánfora siglo IV; Clara Africana (forma Hayes 59-A); TS Hispánica Tardía
(forma 37b Mezquiriz; forma 47 Mezquiriz);
Cerámica Africana D (forma Hayes 51) entre
otras producciones de cronología similar.
Por todo ello y a modo de reflexión final se
podría señalar que este asentamiento romano de
Benifaió, se fundó en la primera mitad del siglo
I d. C y se mantuvo hasta la segunda mitad del
siglo 11; tras esos primeros cien años de existencia, y sin que se hayan podido documentar las
causas (recordemos que sólo se ha excavado una
mínima parte del yacimiento), se produce una
profunda redistribución de espacios y, aunque la
villa continúa habitada, se desplazan las instalaciones y habitaciones, ocupándose la anterior
zona de hábitat por un área de necrópolis de
nueva creación. Mientras tanto, antiguas dependencias señoriales son profundamente renovadas y a ese momento de grandes reformas
estructurales y arquitectónicas correspondería
la construcción del mosaico hallado en este seguimiento de obra.
Tras esos importantes cambios, el yacimiento romano continuó ocupado hasta la segunda
mitad del siglo IV.
El mosaico se encontraba en parte quemado,
por una acción directa del fuego, pero este incendio pudo ser posterior al abandono de la villa y no necesariamente su causa. En este sentido no podemos ser concluyentes.
Con los siglos, el lugar es usado como vertedero de un asentamiento de cronología islámica que debió establecerse, obviamente, en las inmediaciones y atraídos por las mismas condiciones óptimas que, nueve siglos antes,
condujeron a los propietarios de la villa romana
de Font de Mussa a establecerse en este mismo
lugar.
------
l·
------~
[page-n-68]
[page-n-69]
El mosaico de Fáustulo y los orígenes de Roma
Lorenzo Abad Casal
Universidad de Alicante
[page-n-70]
El mosaico de Fáustulo y los orígenes de Roma
1. Mosaico de
Fáustulo y los
oríge nes de Roma.
DIBUJO DE
LUIS M. TORRES
Durante las obras de canalización del gas natural, y como ha quedado de manifiesto
en los trabajos anteriores, se
descubrió el mosaico que motiva este estudio. Es el pavimento de una estancia rectangular, que tiene uno de sus ángulos ocupado por una
estmctura que parece corresponder a una rampa de bajada.
El mosaico (Fig. 1)
-".- ..
Mide 4,25 m de largo y
5,50 de ancho, y ocupa una
superficie de unos 21 m2 • Es
bícromo, excepto el motivo figurado central, que ocupaba
un círculo delimitado por una
cenefa de hojas lanceoladas;
éstas surgen alternadamente
de los vértices de una línea de
arquillos que deben de representar un tallo esquemático. El
conjunto se inserta en un cuadrado, en cuyos ángulos quedan cuatro triángulos curvos
decorados con estilizadas cráteras sobre tallos de vid; de
su interior salen otros tres tallos, uno hacia un lado, otro
hacia otro y el tercero hacia
arriba. Una banda de cable
[page-n-71]
2. Motivos
ornamentales:
2a. Banda de
ajedrezado
2b. Roleos y
crátera
2c. Motivo
con raci mos
de uvas
2d. Estrella
de rombos
2e. Motivo
junto a la
rampa.
2b.
ARCHIVO S.!.P.
2a.
2c.
2e.
trenzado sirve de marco a este emblema central.
Al este y al oeste de este espacio central existen sendas bandas de ajedrezados, regular la primera e irregular la segunda, que facilitan el
tránsito del motivo central cuadrado a la planta
rectangular de la habitación. La banda irregular
parece seguir un esquema bien definido, aunque
por error del mosaista, o por la necesidad de
adaptar la composición al espacio resultante, el
esquema básico, en el que se repetía en blanco y
negro un mismo motivo cmciforme, se alteró en
el penúltimo ejemplar (Fig. 2a).
En torno a esta composición se extiende una
ancha banda de roleos con flores cuadripétalas
de distinto tipo en su interior. A juzgar por los
vestigios conservados, parece que son seis
flores cuadripétalas diferentes que se repiten de
forma simétrica en al menos los dos lados lar-
-----
1
:.;
_
____
~.f
[page-n-72]
El mosaico de Fáustulo y los oríge nes de Roma
3. Medallón
central con los
pastores
Fáustulo y su
hermano
Faustino,
asomados a la
cueva donde
una loba
ama manta a
Rómulo y
Remo.
ARCHIVO SIP y
Gas Natural
"--
'. .
SDG
gas del mosaico, ya que la rotura en los cortos
no permite confirmar si también aquí seguían
una ordenación determinada. En el centro de
los primeros, sendas cráteras muy similares a
las de los ángulos del emblema central. No parece que en los lados cortos existiera este mismo motivo, aunque sí pudo existir otro diferente (Fig. 2b).
Más allá de esta banda, que homogeneiza to-
do el mosaico, las soluciones se
hacen variadas. En los lados norte y sur hay roleos con una hoja
que parece de parra en su centro;
en el eje de la composición, justo
por debajo de las cráteras, unos
racimos de uvas (Fig.2c) se alinean en torno a un eje. En ellado oriental, una ancha banda de
estrellas de rombos de ocho puntas unidas por dos de sus vértices.
Dentro de ellas no hay decoración, pero en cambio los espacios
entre las estrellas se rellenan con
cuadrados, inscritos y de lados
curvos, que se disponen alternadamente por parejas allí donde el
espacio es rectangular y aislados
donde es cuadrado (Fig. 2d).
Al otro lado, la organización es
más compleja, ya que aproximadamente la mitad del espacio -no
se sabe con certeza, pues la superficie está rota-- la ocupa lo que se
ha interpretado como una rampa de
acceso. La parte que queda está decorada con un
rectángulo con marco de guirnalda estilizada de
tres hojas y una alfombra similar, aunque no
idéntica, al motivo de la parte occidental del emblema central (Fig. 2e) .
Se trata, por tanto, de un diseño bastante sencillo, que consigue un interesante efecto ornamental por medio de la utilización de unos pocos
motivos inteligentemente combinados .
[page-n-73]
El mosa ico de Fáustulo y lo s orígenes de Roma
El cuadro central
Del medallón central se conserva
aproximadamente un tercio (Fig.
3). En su centro destaca la parte superior de lo que sin duda fue el motivo principal: una superficie redondeada de color azul oscuro que remata en una especie de picos bífidos;
está bordeada por una cenefa compuesta por hileras horizontales de
teselas gllses, castañas y blancas, en
la segunda de las cuales parecen
'enganchar' los picos de remate de la
superficie oscura. Sobre este conjunto surgen los torsos de dos figuras que se asoman por encima del reborde. El de la izquierda (Fig. 4), que
es el mejor conservado, pertenece a
una figura masculina, con la cabeza
inclinada para observar lo que se
encuentra delante de la mancha oscura; lleva una túnica sin mangas
con ribetes negros, aunque el tono
grisáceo al que corresponde la túnica, y las hileras negras de teselas que
en teoría debían ribetearla, no siempre coinciden;
el tono de la piel es castaño y tiene en su mano
derecha un bastón curvo, sin duda el típico pedum o lagobolon de los pastores. Su cara está
formada por teselas de tonos castaños y amarillentos -no blancas como las del fondo-, en
tanto que los rasgos más destacados (cejas,
párpados, iris y labios) son de teselas negras.
4. El pastor
Fáustulo
situado a la
izquierda de la
cueva.
ARCHIVO SIP.
Parece llevar una especie de gorro o casquete de
tonos castaños y grisáceos, formado por hileras
de teselas no del todo regulares, con una protuberancia en la parte central que debe corresponder a un ápice de la pieza.
La parte de la izquierda, por delante de la figura, no resulta fácil de interpretar, pero parece que es continuación del conjunto oscuro
[page-n-74]
r :. -.------~
El mosaico de Fá ustul o y los oríge nes de Roma
bordeado por la cenefa castaña; por delante, un
pequeño árbol muy esquemático.
Al otro lado hubo una segunda figura simétlica y muy similar a la anterior, de la que sólo se
conserva la cabeza (Fig. 5). El gorro parece más
bien una especie de capeLUza de tonos rojizos y
negros; en él se observa, con más clalidad que en
5. Pastor
Faustino
situado a la
derecha de la
cueva .
Gas ¡atura!
SOG
otras castañas y negras, que se disponen irregularmente de dos en dos (o de tres en tres) y
acaban en punta; es un recurso para representar pelos o cerdas hirsutas (Fig. 6). En la parte
derecha se acentúan los tonos ocres para dar sensación de oscuridad. El animal tiene la cabeza
vuelta hacia atrás; es de color grisáceo y contorno negro; la ceja y la pupila son también negros, el iris blanco y el contorno del hocico negro por arriba y rojizo por abajo; en la boca destaca una hilera superior de cuatro dientes
blancos, puntiagudos, y otra infelior de al menos
dos. Pero lo alterada que se encuentra esta parte no permite realizar más precisiones.
Interpretación
el caso anterior, una especie de remate plano en
la zona central.
Entre ambas figuras, y siempre por detrás del
elemento central, sobresalen al menos otros dos
árboles esquemáticos, bastante similares al de la
izquierda e incluso al pedum que porta el primer
pastor.
En el centro, el fondo negro se interrumpe para dar paso a lo que sin duda se trata de palie de
un animal; su contorno está delimitado por una
hilera de una o dos teselas de color ocre; su cuerpo es de teselas blanco-amalillentas, salpicado de
Los rasgos básicos de la composición están
bien definidos: un elemento central oscuro con
ancho reborde, delante del cual se recorta un animal con la cabeza vuelta y boca abielta, y dos individuos algo retrasados que se inclinan para observar lo que está pasando.
Parece claro, pues, que nos encontramos
ante la boca de una cueva que se abre en un
paisaje representado por una vegetación rala,
como suele ocurrir en la iconografía romana.
Cuevas de este tipo aparecen en escenas mitológicas, como la de ulises y el Cíclope del célebre mosaico de Piazza Armerina, en Sicilia,
datado entre 320 y 325 d.C. (Carandini, Ricci,
de Vos, 1982, lám. 34,71). Pero en nuestro caso sirve de guarida a un animal que vuelve la
cabeza para observar o proteger algo que no se
[page-n-75]
El mosaico de Fáu stulo y los oríge nes de Ro ma
ha conservado. Por encima, dos figuras que se
están inclinando hacia delante para observar,
desde una posición algo más retrasada, lo que
hay en el interior de la cueva.
Llegados a este punto podemos avanzar ya
una hipótesis: nos encontramos ante la representación de la boca de la cueva en que una loba cuida a los gemelos Rómulo y Remo, en el
momento en que la guarida es descubierta por un
pastor que debe tratarse del Fáustulo que citan
las fuentes, y por otro que algunas tradiciones
identifican con su hermano Faustino. Se trata,
por tanto, de una escena relacionada con el origen de Roma, de la que existen representaciones
en mosaico y en otros soportes.
Sin duda es Ulises, el Odysseus griego, el héroe más célebre de todos los que vagan por el Mediterráneo en esta época, y él mismo juega un papel importante en algunas versiones sobre el origen de Roma. Pero el que más nos interesa es otro
héroe que en la GuelTa de Troya tuvo un papel secundario, mientras que en la etapa que ahora se
6. Detalle de la
cabeza de la
loba.
Gas Nanlral SDG
La leyenda
Muchas eran las historias con que la Roma antigua intentaba explicar sus oligenes, y en casi todas ellas un componente mítico trataba de ennoblecer el hecho y de relacionarlo con algún episodio heroico (Mastrocinque, 1993). Algunas
enlazan con la guerra de Troya y con los acontecimientos que, como consecuencia de ella, tuvieron lugar en el Mediterráneo: no sólo el fin de
Troya, sino también el de sus verdugos, los micénicos, y el inicio de una etapa de inestabilidad
que se plasma de fonna magistral en el poema homérico de la Odisea. Era un peliodo dificil y turbulento, muy adecuado para que los héroes llevaran a cabo hazañas de todo tipo que despeltaban la atención del público y con las que resultaba
fácil enlazar para ennoblecer el origen de Roma.
inicia se convertirá en una figura central. Es
Eneas, hijo de Anquises y de Venus, uno de los
pocos troyanos que consiguió salvarse tras la caída de la ciudad y que vagó largo tiempo por el
Mediterráneo protegido por su madre. En una parada en Caltago, gozó del amor de Dido o Elisa,
la reina cartaginesa, pero debió abandonarla en
pos de su destino. y éste lo llevó a las costas de
Italia, donde comenzará una nueva saga, inmortalizada por los autores latinos y especialmente por Virgilio en su Eneida.
La tradición romana relaciona desde muy
[page-n-76]
El mosa ico de Fáu stulo y los oríge nes de Roma
pronto los orígenes de Roma con la venida de
Eneas el troyano, mediante un proceso largo y
complejo de mestizaje entre los recién llegados y
los pueblos indígenas, lleno de leyendas no
siempre coincidentes (Carandini, 2000). Una
7. Eneas, con su
padre Anquises
y su hijo
Ascanio durante
su huida de
Troya. Altar de
Cattago, Museo
del Bardo,
Túnez.
_----'_....
-:--- ..
de éstas, la que cristaliza en la Eneida de Virgilio, se convierte en la doctrina oficial de la época. Según ella, cuando por fin Eneas consigue
desembarcar en Italia, se alía con los etruscos para hacer frente a un grupo de pueblos indígenas;
una vez victorioso, llega al Lacio, donde es bien
recibido por el rey Latino, se casa con su hija Lavinia y funda la ciudad de Lavinium.
De esta unión nacerá un hijo, Ascanio -al que
algunas tradiciones identifican no obstante con
el mismo lulo que acompañó a Eneas en la huida de Troya- (Fig. 7) que pocos años después
fundará una nueva ciudad: Alba Langa. Los reyes albanos que nos transmiten algunos escri-
tares, unos diez, permitirán cubrir el periodo
que media entre los dos acontecimientos que se
trata de poner en relación: la caída de Troya, que
los propios analistas romanos habían fijado hacia lo que hoy sería el año 1184 a. C. y la fundación de Roma, hacia el año
754 a. C.
Los últimos reyes de Alba
Langa, los hermanos Amulio y
Numitor, debían compartir el
poder, pero el primero destituyó al segundo e hizo consagrar a su hija Rea Silvia como
vestal, obligada por tanto a
guardar castidad. De esta forma
se aseguraba que no tuviera
descendencia y que, pasado el
tiempo, nadie llegara a disputarle el trono. Pero el dios Marte no entendía demasiado de
vestales y engendró en ella dos hijos gemelos,
llamados Rómulo y Remo, que Amulio ordenó
fueran depositados en el Tíber. Como ocurre con
otros héroes de la antigüedad, de diferente cultura y religión (Sargón de Acad, Moisés de Israel. .. ), los niños salvaron la vida milagrosamente, aunque las fuentes antiguas no se ponen
de acuerdo sobre la naturaleza del milagro. El
historiador TIto Livio (Ab urbe condita, 1, 3-8,
trad. A. Fontán, CSIC, Madrid, 1987) nos lo
cuenta de esta manera:
la sacerdotisaJue apresada y
metida en la cárcel,' a los niños mandó el
"(oo)
[page-n-77]
8. Restitución gráfica
del paisaje del
Lupercal, según
Andrea Carandini, en
Roma. Rómulo,
Remo e la
Jondazione de la
citta, Roma , 2000 ,
11 5.
rey que los arrqjaran al curso del río. Por
una casualidad, milagrosamente, el Tzoer,
desbordado por encima de sus on'llas en
sucesivos estanques, no pennitía el acceso hasta el cauce nonnal de la com'ente,
pero daba a los portadores la colJ!ianza de
que los niños podrían ahogarse aunque el
agua estuviera en calma. Así, creyendo
cumplir la orden del r01, abandonan a los
niños en la charca más cercana, donde está ahora la higuera Ruminal, llamada
antes, según la tradición, Romular.
Había entonces grandes despoblados
en esa región. Una tradición sostiene que
cuando el agua, poco prifunda, depositó
en un lugar seco el cestoflotante donde
estaban expuestos los niños, una loba sedienta encaminó allí su carrera desde
las montañas de alrededor, atraída por el
llanto ilJlantil, y ifreció sus ubres a los
niños, tan mansamente, que el mayoral
del ganado del r01, Fáustulo dicen que se
llamaba, la encontró lamiéndoles con la
lengua. Éste los llevó a la mqjaday se los
entregó a su esposa, Larencia, para que
los criara. Hay otros que piensan que
esta Larencia era llamada (loba' entre los
pastores porque prostituía su cuerpo, y
que este hecho dio lugar a la leyenda
maravillosa
JJ
Otro autor, Dionisio de Halicarnaso (1, 79, 49, trad. E. ]iménez y E. Sánchez, Gredos, 1984),
que dice transmitir la noticia de un escritor más
antiguo, llamado Quinto Fabio Pictor, presenta algunas variantes:
{(La cesta estuvoflotando durante algún tiempo y luego, cuando la com'ente
bqjó un poco de nivel, tropezó con una piedray, volcando, an'q;oJuera a los bebés,
Éstos, gimiendo, daban vueltas en el lodo,
cuando apareczo una loba que acababa de
pariry tenía sus ubres llenas de leche, que
les acercó a la boca para que mamarany,
lamiéndolos con su lengua, les quitó el
barro de que estaban cubiertos, En ese momento, casualmente iban unos pastores
[page-n-78]
El mosaico de Fáu stul o y los oríge nes de Roma
10. Gema de
Londres (Museo
Británico) . De
LIMe, Fallsto/IIS,
núm. 11. Época
tardorrepublicana.
9 . Reve rso de
un denario de
Sex tlls
Pompe/lIs
FOSt/lIS, del
afio 13 7 a.C.
De LIMe,
Fallstll/lIs,
núm. 7.
· -:--."
llevando sus rebaños a pastar (pues ellugar ya era transitable) y uno de ellos,
cuando vio cómo la loba acogía a los bebés, se quedó boquiabierto durante algún
tiempo de estupor e incredulidad ante lo
que veía. DespuésJuey reunió a todos los
pastores que pudo de los que guardaban
sus rebaños cerca y, como no creían sus
palabras, los llevó a que contemplaran el
propio espectáculo. Cuando aquéllos se
acercaron y vieron que la loba cuidaba a
los bebés como sifueran sus hijosy ellos se
agalTaban a ella como siJuera su madre,
supusieron que estaban ante un hecho
sobrenaturaly se acercaron todosjuntos
para amedrentar con sus gnlos al animal.
Sin embargo, la loba no se iJ7'ltó demasiado por la llegada de los hombres, sino
que, como si estuviera domesticada, se
apartó suavemente de los bebésy se marchó sin prestar ninguna atención a la reunión de pastores. No muy l((jos de allí había un lugar sagrado totalmente cubierto
de un espeso bosque, y de la cavidad de
una roca manaba una Juente; se decía
que era el bosque de pany allí había un altar dedicado a este dios. La 10baJue a este lugar y se ocultó. Pues bien, el bosque
sagrado ya no existe, pero la cueva de la
que brotaba el manantial se puede ver
edjficadajunto al palatio, en el camino que
conduce al Circo;y cerca de allí hay un recinto sagrado donde está colocada una escultura que hace riferencia a este suceso
y representa a una loba amamantando a
dos niños; es una obra en bronce, de estilo arcaico (. ..) ".
"Cuando el animal se ahijó, los pastores
cogieron a los bebés interesándose por su
crianza, pues pensaban que los dioses
quedan su salvación. Entre ellos había
uno que se ocupaba de las piaras de cerdos del rty, de nombre Fáustulo (. ..) que
(. ..) pidió que se le entregaran los niños,
y tomándolos de común acuerdo con todos,
seJue a llevárselos a su mlfja Y al encontrarla muy qjligida porque acababa
[page-n-79]
El mos aico de Fá ustulo y los oríge nes de Roma
de parir y se le había muerto su bebé, la
consolóy le dio los niños para que lo susá'tuyeran, contándole desde el pn'ncipio todas las vicisitudes de suJortuna".
y por su parte, Plutarco, en Vidas paralelas,
Rómulo, 4 (Trad. A. Pérez ]iménez, Gredas, Ma-
drid, 1985), nos dirá que:
Amulio ordenó a un sirviente
que los recogiera y los despeñara. Algunos
dicen que éste se llamaba Féstulo, y otros,
que no es éste, sino el que los recogió. Pues
bien, depositando en una cesta a las cn'aturas, bq¡o al río con la intención de tirarlos, pero al ver que bq¡aba con mucha
COlTI'entey turbulento, temió aproximarse JI, poniéndolos cerca de la orilla, se
al(j}o. "
"Con la crecida del río, eljh¡jo alcanzó
la cesta JI, trasladándola de sitio suavemente, la d(j}o en un lugar, sificientemente tranquilo, que ahora llaman Germalo y antiguamente Germano, al parecer
porque, precisamente, a los hermanos los
llaman 'germanos'"
Había cerca un cabrahigo (. .. ) En
aquel lugar quedaron los pequeños, y los
asistía la loba que los amamantabay un
picoverde que ayudaba a la loba en su alimentacióny los vigilaba (. ..).
A los pequeños los recogió Féstulo, porquero de Amulio, sin que nadie se enterara (. ..)
« (. . .)
y en Rómulo, 10, proseguirá:
(. .. ) Mun'eron también en la batalla
Féstulo y Plestino [Faustinoj, de quien
rifieren que, siendo he/mano de Féstulo,
ayudó a la crianza de Rómulo y Remo.
Estas tradiciones recogen, pues, unos hechos comunes: el abandono de los niños, su hallazgo casual por una loba, que los amamanta,
y su entrega al pastor Fáustulo. Difieren en algunos detalles y la relación de la loba con la cueva se hace de forma secundaria; es el lugar a
donde el animal se retira una vez que es descubierta por los pastores. La cueva está en un paraje conocido como Lupercal, un lugar sagrado
para los romanos y cuya raíz lup debe estar relacionada con la palabra latina lobo: lupus/lupa
(Fig. 8). No encontramos, sin embargo, la imagen que todos tenemos en mente de la loba que
amamanta a los niños dentro de una cueva. Esto debe ser una invención posterior, sin duda
11. Relieve
'Campana ' ,
Berlín. Siglo Il
d. C. De LIMe,
Faustu/us,
núm . 3.
[page-n-80]
El mosa ico de Fáu stulo y lo s orígenes de Roma
vinculada con la historia de Zeus/Júpiter, amamantado por una cierva en la cueva del monte
Ida, en la isla de Creta, una vez que su madre
consiguió evitar que su padre Cronos lo devorara, para impedir que su hijo se hiciera más
fuerte que él y lo destronara.
Rómulo y su hermano Remo llegaron a ser
pastores, pero tras una serie de episodios que
también siguen varias tradiciones, consiguieron destronar a Amulio y devolver el trono de Alba Langa a su padre Numitor. Luego decidieron
fundar una nueva ciudad, que llevaría el nombre
de Roma, y que andando el tiempo se convertiría en la capital del Imperio. Pero tampoco esta
fundación se hizo sin problemas; una disputa entre los hermanos, ya fuera por el nombre de la
ciudad, ya fuera por la interpretación de los augurios, acabó con la muerte de Remo y con el paso a la posterioridad de Rómulo como fundador
de Roma. Hubo de luchar con los sabinos -a los
que arrebató sus mujeres- con los latinos, los
etruscos -antiguos aliados de Eneas- y otros
pueblos. y cuando por fin la paz volvió, mientras
Rómulo pasaba revista a sus tropas, se desató
una gran tormenta, durante la cual desapareció
y ya no se le volvió a ver más. Hubo disputas sobre su suerte; para unos había sido asesinado por
los senadores; para otros se había convertido en
un dios, e incluso, según algunos, llegó a aparecerse para hacer saber que se había convertido en el dios Quirino. En cualquier caso, los romanos de época histórica seguían venerando un
lugar al sur del foro primitivo, donde la tradición
había ubicado la desaparición de Rómulo, que re-
cibía el nombre de Lapis Niger, por el pavimento de piedra negra que cubría unas ruinas muy
antiguas: restos de una estela escrita en latín arcaico, de una columna y de un altar.
La iconografía
De toda esta historia, lo que en este momento nos interesa es la representación que aparece
en nuestro mosaico. Recordemos que se trata de
dos figuras con atributos de pastor inclinadas ante una cueva en la que se cobija un animal con
la cabeza vuelta que enseña los dientes. Ahora
sabemos ya, por la leyenda a la que hemos aludido, que se trata de dos pastores que observan
sorprendidos el descubrimiento que acaban de
hacer: una loba, la lupa romana, amamanta a
dos niños que no son otros que Rómulo y Remo.
En este ambiente, toman cuerpo ya los datos a
los que durante la descripción del monumento
nos referimos.
La mancha oscura ante la que se recorta la loba es la cueva, cuyo nombre conocemos por las
fuentes: es la cueva Lupercal, y alguno de los árboles que aparecen en su entorno, quizás el que
se destaca a la izquierda de la cueva, puede ser
la higuera, eljicus Ruminalis, de que nos hablan
algunos textos. Así, por ejemplo, Plinio en su Naturalis Histon'a, x.v, 20, 77 (una información
similar encontramos en Varrón, De lingua latina, V, 54), nos dice que:
(lEn Roma se venera una higuera nacida en elJoro, en el mismo comicio, en un
[page-n-81]
12. M osaico de
Aldborough,
siglos I1I1IV
d.C. De
Duliere, op.
cit. , núm. 147,
fig. 125 .
lugar sagrado por los rayos allí entelTados,
y más aún por el recuerdo de aquella [higuera} nutncia de Rómulo y Remo, que en
el LupercalJue la pn'mera protección de los
Jundadores del Impen'o. Se la llama ruminal -pues así llamaban a la teta- porque
bqjo ella se encontró la loba que amamantaba a los niños; un bronce que representa este milagro se ha consagrado
allí alIado, como si hubiese tenido lugar
espontáneamente en el comicio, bqjo los
auspicios de Atto Navio. No d(!ja de ser un
presagio cuando se seca y se planta una
nueva al cuidado de los sacerdotes.
JJ
Los pastores no llevan vestidos que los identifiquen como tales, pero empuñan su caractetistico bastón curvo, el pedum, y se cubren la cabeza con una especie de casquete o gorro que no
es el sombrero de pastor caractetistico. Seguramente las hojas de parra y las uvas que forman
parte de algunos de los roleos de las cenefas ex-
tedores, y tal vez las cráteras de
los ángulos, nos están recordando la vinculación del paraje donde tuvo lugar el hallazgo
con el cultivo de la vid, pues en
algunas representaciones la higuera de que nos hablan las
fuentes es reemplazada por una
o varias plantas de vid.
La obra muestra, pues, un
episodio de la fundación de Roma, un motivo que aparece en
relieves, gemas y mosaicos, según tradiciones
iconográficas no siempre coincidentes. Los testimonios más antiguos como por ejemplo los de
la cerámica calena, muestran sólo el grupo de la
loba que amamanta a los gemelos (Duliere,
1979,67-75), hasta que en el año 137 a.C., en
el reverso de un denario de Sexto Pompeyo, se
incorporan el árbol y el pastor (Fig. 9). Falta aún
la cueva, que se integra en el conjunto de forma
habitual a partir del siglo 1 d. C. A fines de la República (LIMe, IV, Faustolus, 132, núm. 11) se
incorpora también el segundo pastor (Fig. 10).
No obstante, la presencia de un solo pastor suele ser lo más habitual en la iconografia (Fig. 11).
Este tipo de representaciones es relativamente frecuente en el arte romano (Duliere, 1979).
El más significativo de todos debió de ser el que
se incluyó en el programa iconográfico del Ara
Pacis, la gran obra de mármol que Augusto
mandó realizar en el Campo de Marte de Roma,
para conmemorar el fin de las guerras libradas
por el pueblo romano, pero ha desaparecido en
""--- 1
1
[page-n-82]
13. Mosaico de
Larinum. Siglo 1Il
cl. C. De Bianchi
Bandinelli , Roma,
centro del podel;
fig. 10.
: I
su casi totalidad. Parece que formaba parte de un
conjunto alegórico que hacía referencia a los
orígenes de Roma, vinculados a la gens fulia a
través de lulo el hijo de Eneas, y muy adecuados
por tanto en el contexto de la propaganda augustea (Zanker, 1992) .
Nuestro mosaico se relaciona, pues, con la
tradición iconográfica que incorpora un segundo pastor a la escena. Parece aludir al momento en que Fáustulo, y quizás su hermano Faustino, encuentran a los gemelos en la cueva Lupercal, según la versión a que nos hemos
referido más arriba, y es una amalgama de diversas tradiciones preexistentes, que reune en un
solo motivo episodios transmitidos por varias
fuentes literarias, que habían tenido -y seguirían
teniendo- una plasmación gráfica independiente. Así, por ejemplo, en ninguna de las fuentes
manejadas se dice que Fáustulo y Faustino encontraran la loba con los niños dentro de la
cueva, sino que se retira allí tras haberlos amamantado , una vez que ha sido descubierta por
los pastores.
En mosaico, las representaciones de este tipo
no son frecuentes, ya que lo normal es que sólo aparezcan la loba y los gemelos (Neira, en
prensa). Es lo que ocurre, por ejemplo, en el mosaico de Alcolea, en la provincia de Córdoba,
donde están dentro de un arco rocoso que simula
la boca de la cueva. Y de la extensión del motivo da fe un curioso mosaico del siglo III de la villa de Aldborough, en Britania, de escaso valor
altístico, que muestra la loba amamantando a los
dos gemelos (Duliere, 1979, 125) (Fig. 12) . El
paralelo más próximo a nuestra obra es un mosaico de Larino, datado en el siglo III d.C. (Fig.
13), que muestra dos pastores con túnica, manto, sombrero y pedum, que desde detrás del promontorio rocoso en que se abre la cueva se inclinan para ver la loba que en el interior ama-
[page-n-83]
El mosa ico de Fáustulo y los oríge nes de Roma
manta a los gemelos. El pastor de la izquierda,
que siempre parece la figura plincipal, apunta con
su mano al interior de la cueva, mientras que el
otro se lleva la mano a la boca en expresión de
asombro y sorpresa. El motivo central está también rodeado de roleos, al igual que en nuestro
mosaico, aunque aquí son más complejos.
El significado
La apalición de este mosaico, seguramente en
una estancia señolial de una villa, puede dar lugar a una selie de reflexiones de interés. No se trata de un hallazgo aislado, ya que a lo largo de los
años las excavaciones de salvamento allí llevadas a cabo, y los hallazgos casuales, han dado a
conocer la selie de mateliales a que se refieren los
trabajos de Helena Bonet y Manuela Raga al comienzo de este libro. Existen vestigios de varias
estancias, de otros pavimentos musivos y un
ara dedicada a Mitra, lo que ha dado pie a algunos autores a considerar el conjunto como un mitreo o al menos que parte de este edificio pudo ser
un mitreo. El hallazgo del mosaico con el mito del
Oligen de Roma no apOlta argumentos a favor de
esta identificación, ya que las representaciones de
este tipo no presentan, que sepamos, relación con
elementos mitraicos, mientras que sí se vinculan
a otras divinidades, como Dioniso, Zeus, Teseo y
Aliadna, Licurgo y Ambrosía; especialmente significativa es la asociación con Marte y Rea Silvia,
por cuanto presupone la existencia de un ciclo iconográfico relativo a los orígenes de Roma, en el
que en alguna ocasión se incluye la propia diosa
Roma (Cf. Duliere, 1979, y Neira, en prensa) (Fig.
14). El único elemento de relación con el culto de
Mitra puede ser que a éste también se le representa a veces saclificando al toro en una cueva similar a la que hemos desclito como gualida de la
loba (Duliere, 1979, 122, fig. 11); pero sin conocer el programa decorativo del resto de la casa no resulta posible inferir una relación entre
ambos temas.
Se trata de una obra de calidad, cuyo significado debía estar claro para el comitente y para los
observadores, y sin duda responde al deseo de
acreditar su vinculación con Roma y con la cultura romana. El escaso número de mosaicos de
este tipo en todo el Impelio -de hecho el conjunto
de loba con gemelos, pastores y cueva es único
en la Península Ibérica- hace más importante si
cabe su existencia.
La habitación donde se encuentra resulta
también de interés. A ella se accede por una
rampa o escalera desde otra que debía de encontrarse a una altura más elevada. Además, este acceso se hace desde la parte opuesta al punto de vista principal del mosaico , ya que al entrar el visitante no contempla la cueva desde
frente, sino desde el mismo punto de vista que
en su momento tuvieron Fáustulo y Faustino. Es
posible que se trate de algo intencionado, para
intentar que el visitante se vea obligado a revivir el descubrimiento, pero no podemos asegurarlo, pues desconocemos la disposición y el
programa decorativo del resto de la .casa. La
composición del mosaico, que ocupa toda la
estancia, nos hace pensar en una especie de um-
[page-n-84]
El mosa ico de Fáustulo y los orígenes de Roma
14. Entalle de
Hannover.
Siglo 1 a.C. De
LIMe,
Fa llstlllllS
,
núm . 5.
bral de entrada alIado de la rampa y en un espacio más amplio, de menor complejidad decorativa, al fondo de la habitación, como si fuera
el lugar destinado a acoger a los posibles visitantes; es decir, se pretendería hacer revivir en
ellos las sensaciones que sin duda experimentaron en su momento Faustino y Fáustulo: rodear la boca de la cueva y aproximarse a ella con
una mezcla de temor y reverencia.
Algunas consideraciones sobre la
anticuaria
•."--.>
- -- -- - - -
...._.
Estudiar un mosaico conlleva una serie de
estudios sobre aspectos técnicos, estilísticos y
cronológicos. En el caso que ahora nos ocupa,
estamos ante una obra de opus tessellatum bícromo , con un emblema central policromo. En
el ambiente de la evolución estilística del mosaico en la Península Ibérica, ello nos llevaría
a un momento en que la policromía comienza
a hacerse notar de nuevo, tras el predominio
casi exclusivo de los mosaicos en blanco y ne-
gro a lo largo del siglo 1 d.C. y parte del II d.C.
Por tanto, este detalle nos estaría indicando que
el mosaico podría corresponder como más
pronto a mediados del siglo II d.C.
Para precisar esta cronología viene en nuestra ayuda la información proporcionada por la
excavación allí realizada. Según puede verse en
el capítulo de Manuela Raga, el mosaico corresponde al segundo momento de ocupación de la
villa, que tiene su fecha inicial no antes de la segunda mitad del siglo II d.C. Por tanto, si se relacionan ambas propuestas, parece claro que la
fecha de fabricación del mosaico debe estar como más pronto en un momento avanzado del siglo II d.C., y creemos que podrían tomarse en
consideración incluso los primeros decenios del
siglo III d.C. Es ésta una fecha que conviene a las
propias características del mosaico, a los datos
proporcionados por la excavación y a la hipótesis de que las representaciones en mosaico con
este motivo mitológico son propias de un momento avanzado del Imperio, sobre todo en las
provincias occidentales.
En cuanto a la técnica de fabricación, parece
claro que los motivos negros están claramente
definidos y ribeteados por sendas hileras de teselas blancas, que siguen fielmente su contorno
(Fig. 15); las hileras inmediatas tienden a seguirlo también, aunque poco a poco sus teselas
se van disponiendo de forma diferente, con el fin
de rellenar el espacio que queda libre y adquirir
la disposición adecuada para poder enlazar con
las hileras que ribetean los motivos próximos. Da
la impresión de que primero se han colocado los
[page-n-85]
El mos aico de Fáustulo y los oríge nes de Ro ma
motivos negros y luego se han rellenado los espacios intermedios, siguiendo la técnica a que
nos hemos referido. Este proceso se observa
muy bien en todos los motivos geométlicos y vegetales, pero también en las figuras del círculo
central, donde los elementos negros del intelior
de las figuras están hechos con teselas más pequeñas que las del resto, incluidas las de otras
partes integrantes de las mismas figuras. Precisamente esta forma de disponer las teselas nos
hace sospechar que en la parte inferior de la zona conservada de la loba, dos teselas castañas,
rodeadas por tres hileras concéntricas de teselas
blancas, deben de pertenecer a un objeto redondeado que seguramente sería la cabeza de
uno de los niños.
Los motivos decorativos de tipo geométrico y
vegetal son bastante sencillos y muy frecuentes
en los mosaicos romanos. Todos ellos aparecen
en los repertorios al uso (Ovadiah, 1980; Balmelleetaliz; 1985,figs.8, 14,75,89, 118)ysu
misma abundancia hace poco operativa la búsqueda de paralelos para un trabajo como el que
hemos desarrollado.
Conclusión
Podemos concluir, pues, que nos encontramos
ante un mosaico de extraordinario interés, que
ilustra la leyenda de la fundación de Roma, y en
concreto el episodio del descubrimento de Rómulo y Remo por los pastores Fáustulo y Faustino. La escasez de mosaicos con este tipo de representaciones, propios de un momento avan-
zado del Imperio, y sobre todo de las provincias
occidentales, acrecienta su interés.
El hecho de que se haya podido recuperar durante una operación de seguimiento de una obra
pública muestra el interés de este tipo de actuaciones, aunque siempre lamentemos la imposibilidad de excavar en extensión y de poder poner en relación el monumento con el contexto en
que se insertaba. Las preguntas que el investigador se plantea: ¿era un mosaico aislado o for15. Detalle de
la disposición
de las teselas.
Archivo S.I.P.
maba parte por el contrario de un programa iconográfico más complejo?; la ilustración de los orígenes de Roma , ¿tiene un mero sentido
decorativo o responde a la necesidad del propietalio de reafirmar sus lazos con la Urbs?, son preguntas que por el momento quedan abiertas, a la
espera de una nueva oportunidad.
En cualquier caso, el mosaico se encuentra
expuesto, convenientemente restaurado, en la
sala de Arqueología romana del Museo de Prehistoria de Valencia. Yeso es un motivo de satisfacción para la arqueología clásica de nuestra
comunidad. Gaudeamus igitur!
[page-n-86]
[page-n-87]
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Trinidad Pasíes Oviedo
Restauradora de material arqueológico
[page-n-88]
Los trabajos de extracción del conjunto musivo
Principales causas de alteración
Un mosaico enterrado permanece en un medio diferente a aquel para el que fue creado y,
desde -ese momento, inicia un proceso de transfo rmación . La excavación supone un fuerte
"traumatismo" para los restos arqueológicos;
hay que tener en cuenta que cualquier material
sepultado , después de una fase inicial de adaptación, tiende a un nuevo equilibrio con el am1 . Vista
ge nera l del
mosaico antes
del inicio de la
interve nción.
Gas Natural
SDC
Sin embargo, antes de ser desenterrado, el
mosaico había ya sufrido a buen seguro numerosas alteraciones provocadas desde el mismo
momento en que se crea para funcionar como pavimento, sin olvidarnos de aquellas que también
acusa durante su largo periodo de enterramiento. Ya en la primera reunión sobre conservación
de mosaicos celebrada en Roma en 1977 se hicieron patentes todas las alteraciones que afectaban de forma irremisible a los mosaicos conservados in situ e incluso a
aquellos que habían sido trasladados a Museos, con lo que
las principales problemáticas
quedaron bien definidas por
los profesionalest .
Intentaremos a continuación analizar cuáles son las
causas básicas de degradación
y en qué medida afectan a la
integridad de los materiales .
Alteraciones provocadas
durante el uso
biente de sepultura, que se ve intenumpido con
el desenterramiento . Los objetos se someterán
entonces a una serie de nuevas situaciones que,
hasta el momento, les habían sido extrañas :
exposición a la luz, temperatura y humedad variable, atmósfera contaminante, ataque biológico, pérdida de inmovilización, vibraciones y manipulaciones, situaciones de riesgo, etc. (fig.1)
Mientras el mosaico continúa funcionado como suelo
para ser pisado, sufre un evidente desgaste e incluso el salto de varias teselas, que provocarán
de forma encadenada el mismo efecto en las
más próximas hasta llegar a producir pérdidas
o lagunas de considerable dimensión. A esto po-
1. Veloccia. M.L. 1977: 39-4 5; Bassier. C. 19 77: 67-77.
[page-n-89]
2. Cata de limpieza
de la dura costra
calcárea que cubría
en su totalidad el
mosaico.
Gas Nattlral
demos unir otras causas que de una u otra forma afectarán a la estética de estas obras y a su
conservación; la calcinación de las teselas y
morteros provocada por incendios era más frecuente de lo que puede parecer y muchos son
los testigos que nos han llegado de este irreparable daño.
SDG
Alteraciones causadas entre el
abandono y el descubrimiento
Uno de los deterioros más graves que puede
sufrir un mosaico en esta fase son las deformaciones ocasionadas por el derrumbe de las paredes o techumbres que sobre él se amontonan
cuando el edificio es asolado por diversas causas.
- -_.:_;"
[page-n-90]
Los trabajo s de extracción del conjunto mu sivo
Las fuertes presiones que ejercitan estos materiales y las sucesivas capas de tierra que con el
paso de los años se van acumulando no dejarán
incólume la superficie musiva que, a menudo,
presenta deformaciones de mayor o menor entidad. Tenemos en este mosaico de Benjfaió al3. Tratamientos
de limpieza del
pavimento con
vapor de agua.
Gas Nanual
disgregación y de precipitación de costras sobre
la superficie del mosaico. Aun así, todos estos
efectos son mucho más acentuados y agresivos
cuando el mosaico se descubre y queda a la intemperie. Similar daño es el causado por las
aguas de infiltración de tipo ácido o el uso de
abonos o fuertes herbicidas de
uso común en zonas agrícolas.
Alteraciones provocadas
tras el descubrimiento
SDG
gunas zonas rehundidas que atestiguan este daño. También se puede incluir en este apartado la
acción biológica de plantas superiores, habitual
en zonas de cultivo, cuyas raíces se alimentan del
rico sustrato que constituyen los mOlieros, así como la multitud de insectos o roedores que recorren con sus galerías los distintos estratos, aunque en nuestro caso no es un problema que se
haya identificado. Sí se pudo constatar, sin embargo, el efecto de las aguas subterráneas que
discurren por el terreno transportando todo tipo
de sales solubles y ocasionando daños de tipo
químico que pueden ser la causa de procesos de
Cuando un mosaico se deja
a la intemperie se expone a un
total desequilibrio entre sus
materiales y el propio ambiente, más acusado si cabe cuando
en el medio se reflejan variaciones bruscas que, sin duda,
afectarán a la estabilidad de los
materiales (cambios de humedad y temperatura, migración
de sales solubles, ataque biológico, etc.). El grado de deterioro dependerá también de las características de la zona donde se encuentre el mosaico, ya sea una zona con mayor o menor índice
de contaminación, con unas determinadas condiciones climáticas o incluso de acuerdo a la
propia naturaleza geológica del suelo. La respuesta a todos estos problemas debería plantearse de fOlma previa al momento en que el mosaico sale a la luz. Bastaría que pudiésemos reconocer el concepto de "conservación preventiva", donde no hablásemos sólo de técnicas y productos de restauración, sino de alternativas
[page-n-91]
Los trabajos de extracció n del co njun to musivo
~4
28
25
20
27
26
7
3
6
4
2
futuras de protección y de proyectos globales de
conservación.
Nos referiremos a continuación a las principales causas de alteración que se han visto ejemplificadas en el mosaico de Benifaió. El daño
más apreciable era la gruesa capa de concreción
calcárea que impedía la lectura de los diseños decorativos (fig.2). Al levantarla se descubrieron diseños geométricos y vegetales que rodeaban un
medallón policromo con dos figuras humanas y
una cabeza animal. Precisamente esta zona es la
más afectada por las lagunas o pérdidas originales de tejido musivo ya que, desgraciadamente, el
pavimento apareció completamente partido y
4. Dibujo del
co njunto co n
señalización de las
distintas secciones
de arranque.
destruido en toda la zona donde hace pocos años se construyó un colector, que atraviesa de parte a parte el
mosaico. En zonas puntuales eran
evidentes otros daños producidos por
quemados del pavimento, seguramente durante el incendio que arrasaría la villa. Descubrimos así partes
totalmente deformadas, estratos preparatorios prácticamente levantados
y disgregaciones de la piedra a causa
de las altas temperaturas. De cualquier modo, la separación de los morteros de asentamiento de las teselas
no era igualmente patente en todo el
conjunto, lo cual se pudo fácilmente
identificar con la auscultación de la
superficie. Además, los altísimos niveles de humedad de la zona afectaban muy negativamente a la pieza,
aún más cuando el mosaico fue hallado a bastante profundidad.
Alternativas de conservación
propuestas
Alberto Balil se cuestionaba hace años: "¿Es
forzosamente el destino de un mosaico permanecer en el lugar donde fue ejecutado? ¿Conservar un mosaico en un Museo es un mal menor o la forma de exposición más adecuada?"2.
..
.
r=-_ _
2. (Balil, A. 1987: 184)
-~ ,
.
'-'----~' ,
[page-n-92]
Los trabajos de extracción del co njunto musivo
Interesantes preguntas no exentas de polémica.
Actualmente el restaurador, tomando en consideración diferentes aspectos, puede decidir si la
extracción es o no un proceso del cual prescindir. No siempre ha sido así, ya que hasta los años
70 del pasado siglo XX, cuando se produce el auténtico cambio de mentalidades que supuso la revisión de los antiguos criterios y la apuesta por
la conservación in situ de los restos, la extracción era una de las prácticas más generalizadas
y quizá la única posibilidad de salvación para las
piezas si, finalmente, no se decidía un nuevo enterramiento. De hecho, es una operación que se
viene practicando desde tiempos bien antiguos
3. Hoy en día, sin embargo, la conservación in
situ de los restos musivos es la más aceptable de
las alternativas de no encontrarse problemas
que puedan afectar a las piezas. Tenemos excelentes ejemplos en el panorama nacional e internacional de parques arqueológicos con pavimentos en mosaico que se exponen garantizando todas las medidas de protección
adecuadas para su conservación. Sin embargo,
son varios los factores que deberemos valorar
antes de aceptar la conveniencia de esta posibilidad y muchos los requisitos que se han de cum-
En su libro "La mosa'ique" (Lavagne, H.
1987:34-35), Henry Lavagne nos apOlta algunos ejemplos significativos; muchos de
ellos son simples arranques sin método alguno que realizaron todo tipo de personajes
con el deseo de llevarse un "recuerdo".
Existen noticias de que el propio Carla Magno cogió de Rávena pequeños fragmentos y
3.
:---.-
••
----'--
..
plir. De no ser así, es decir, si el mosaico no supera el "examen" que lleva a dar vía libre a su
conservación in situ, es mejor recurrir a su extracción y a su posterior restauración para garantizar su salvaguarda. Es por ello que un proceso de arranque está plenamente justificado en
casos donde un mantenimiento in szlu no es recomendable ni viable, ya séa por el delicado estado de los materiales como por su localización
en zonas donde sea poco aconsejable su conservación.
En esta situación se encontraría sin duda, desde nuestro punto de vista, el mosaico aparecido
en Benjfaió. Hemos ya analizado cuáles son las
principales causas de alteración que pueden
afectar a la pieza de no tomarse las adecuadas
medidas de conservación preventiva. Pero, aún
así, existen una serie de factores concluyentes
que justifican en este caso la decisión de la extracción como la alternativa más adecuada y beneficiosa; son los siguientes:
Humedad del terreno: conocemos ya las
consecuencias que un alto porcentaje de humedad en el suelo puede provocar en los pavimentos de mosaico (predisposición al ata-
teselas sueltas con autorización del papa
Adrián 1. Pero, con permiso o sin él, lo cierto es que el expolio y arranque de fragmentos ha sido una nota común a lo largo
de la historia , no sólo de los vistosos tesse~
llatum sino, especialmente, de los sectile,
cuyos mármoles eran bien aprovechados
para fines diversos. Sin embargo, uno de los
primeros casos de verdadera extracción que
se han podido documentar es el de un pavimento de Francia, concretamente de la
iglesia de Saint-Gilles, cerca de Nimes, cuyo
arranque fue ordenado en la primera mitad
del siglo XVI por el rey Francisco 1 para
que se recolo case en el palacio de Fointainebleau.
[page-n-93]
Los trabajos de extracción de l co njunto musivo
5. Eliminación
de una tira de
teselas entre la
línea de
sección
marcada.
6. Algunas
secciones donde se
aprecian las líneas
de corte abiertas ,
guardando las
teselas en bolsas
debidamente
set1alizadas.
Gas Natural
Gas Natural
SDG
que biológico , disgregación de materiales
calcáreos, sales solubles, etc.). Por eso, tal y
como ocunia en este caso, cuando el nivel de
humedad es muy alto y no vemos posibles
vías de solución, es mejor plantear el arranque para colocar el mosaico sobre nuevos soportes que frenen su degradación.
Condiciones climáticas: los temporales,
las fuertes lluvias o los cambios bmscos de
temperatura en cieltos períodos estacionales
no son condiciones nada favorables para la
conservación in situ de los mosaicos, especialmente si se encuentran a la intemperie y
no se tienen previstas medidas de cubierta o
protección.
Estado de conservación del mosaico: la
extracción puede ser la única alternativa
válida en algunas piezas que presentan un
alto índice de degradación y un avanzado fe-
nómeno de separación entre estratos. Problemáticas de este tipo se pudieron evidenciar en este pavimento de Benjfaiá, así como
deformaciones que debían tratarse de forma
urgente para evitar que se convirtieran en un
daño mayor. Asimismo, es evidente que la
constmcción del colector afectaba no sólo a
la integridad de la pieza sino a su propia estética ; sólo con la extracción y posterior restauración del mosaico se podría recuperar en
la medida de lo posible la unidad perdida.
Sistemas de protección y proyecto de
manutención: el hecho de que los mosaicos
estén convenientemente controlados y protegidos con sistemas de cobertura que, de
forma eficaz, sirvan de barrera ante los
agentes atmosféricos, es un factor positivo
para considerar la posibilidad de no-extracción, siempre que queden asegurados otros
SDG
[page-n-94]
Los trabajos de extracció n del co njunto mu sivo
7. Colocación de las
telas de arranque
que se acoplan
perfectamente a las
irregularidades de la
superficie.
Gas Natural SDG
.'--."
condicionantes. Pero si por el contrario prevalecen los problemas económicos o políticos, falta un proyecto de conservación con
garantías, no se contemplan las medidas de
protección y mantenimiento adecuadas y
no existe un interés manifiesto e inmediato
por la salvaguarda del conjunto, el restaurador deberá considerar la extracción como
la opción más segura para las piezas.
Ubicación de los hallazgos: aunque otros
factores fueran favorables, es evidente que
la ubicación del mosaico no era precisa-
[page-n-95]
Los trabajos de ex tracció n del conjunto musiv o
mente la ideal para considerar la alternativa
de la conservación in situ. No sólo porque
estamos hablando de un resto aislado y
puntual, sino porque dicho hallazgo estaba
situado a pocos metros de una granja porcina y alIado de una carretera que, por el momento, imposibilitaban la ampliación de
cualquier trabajo de excavación. Además, su
ubicación dentro de un polígono industrial
propicia el desarrollo de gases contaminantes nocivos para el mosaico.
Por todo ello, consideramos que en este caso
la mejor solución sería realizar un proceso de extracción del mosaico y su inmediata restauración
y traslado a nuevos soportes; sólo así esta pieza
podría recuperarse con las garantías que merece.
Estamos convencidos que cualquier otra alternativa no habría beneficiado en nada al mosaico, sino que podría incluso haber empeorado su
situación.
Extracción del conjunto musivo:
descripción de los diferentes procesos
llevados a cabo durante la intervención
Tratamientos de limpieza superficial
Antes de acometer el proceso de extracción
hubo que realizar un cuidadoso tratamiento de
limpieza que, de forma generalizada, sirviese
para eliminar la suciedad superficial y aquellas
concreciones terrosas que enmascaraban el original. De no ser así, correríamos el riesgo de una
falta de adhesión de las telas que utilizamos en
el arranque. No hemos de olvidar que no se
pretendía una limpieza definitiva, sino simplemente la intervención mínima necesaria para posibilitar la posterior extracción. El primer paso fue
determinar cuál debía ser el método ideal de
limpieza, por lo que se realizaron varias pmebas
que, finalmente, nos decidieran hacia un tipo
concreto de tratamiento. Propusimos como solución más válida una primera fase de limpieza
en seco para la eliminación de incmstaciones terrosas y residuos arcillosos, ya que es normal que
las piezas aparezcan recubiertas por restos de este tipo que no suelen ser dificiles de eliminar, sin
necesidad de embarrar la superficie. Posteriormente se continuó con un tratamiento de limpieza mecánica con cepillos suaves, esponjas y
el apoyo de medios fisicos (agua destilada y jabón "New-Des", desinfectante con acción tensoactiva y fungicida , en un porcentaje del 10%,
posterior neutralización con agua destilada).
Excelentes resultados se lograron también con la
utilización de vapor de agua para ultimar esta primera fase de limpieza. (fig 3)
Realización del dibujo y calco
de la pieza
La singularidad de la pieza nos obligaba sin
duda a la realización, no sólo de un dibujo a escala donde se detallaran los diferentes diseños
decorativos, sino incluso de uno a tamaño real
sobre papel acetato donde se reseñaron todas las
líneas básicas así como los principales daños (lagunas, quemados, etc.). Este trabajo fue muy importante como paso previo del arranque, porque
[page-n-96]
Los trabaj os de extracción del co njunto mu sivo
nos permitió conocer el mosaico en profundidad
y nos facilitó las decisiones sobre cuáles debían
ser las principales zonas de corte que determinarían el proceso de extracción.
Elección del método de arranque
Tras la limpieza y la realización del dibujo, el
proceso definitivo fue el arranque en piezas de toda la superficie para su traslado a un lugar adecuado de almacenaje y posterior restauración. El
primer planteamiento que debemos realizar ante la extracción de una pieza de mosaico se refiere
a cuál ha de ser el método seleccionado que
responda a nuestros principales criterios de intervención y que, a su vez, afecte de la forma
menos traumática posible al original. A lo largo
de la historia se han desarrollado diferentes métodos, más o menos afortunados; desde el conocido como sistema del "rulo" que posibilitaba
la extracción de mosaicos en una sola pieza con
consecuencias a menudo desastrosas 4, a métodos más actuales de arranque en secciones como
.,
·'- :;- - - - --
.."-. ...,_
:;_ _ _ _ _ _:..=.0
4. Este método se aplicaba especialmente en
el caso de piezas sin deformaciones, con
pocas lagunas y con diseños decorativos de
líneas curvas o de tipo figurativo, que hubiesen sido mutiladas por numerosos cOltes
de haber sido seccionadas. El rodillo era básicamente un cilindro de 75 a 90 cm de diámetro aproximadamente y al menos tan largo como el lado más corto del mosaico. Está formado por discos de madera unidos por
tablas clavadas que recubren toda la circunferencia y atravesado por un gran tubo
de acero de parte a parte (Barov, Z. 1985:
163-183) .
el popularmente llamado de "cremallera", que se
sirve de la eliminación de toda una tira de teselas alrededor de la sección de corte para facilitar
la extracción. En nuestro caso, trabajamos con el
sistema de secciones que valoramos por el momento como el más positivo en este tipo de tratamientos de arranque 5, utilizando el sistema de
"cremallera" que consideramos necesario debido
al pequeño tamaño de las teselas (recordemos
que miden aproximadamente 6- 7 mm. de lado y
apenas existe el espacio inter-teselar) . A la luz de
los buenos resultados obtenidos hemos valorado muy positivamente este método, a pesar de
los inconvenientes que tuvimos que salvar dadas
las características de la pieza, especialmente
complicadas por la presencia de duros morteros
en varias zonas.
Estudio previo de las diferentes
secciones de corte
Se inició el proceso que conducirá al arranque
o extracción de todo el conjunto musivo con el
5. Entre los profesionales es muy conocido
el denominado" método Cassio", propuesto
por Antonio Cassio, restaurador del [nstituto Centrale del Restauro, que empezó a experimentarse a principios de los afios 60 y
que aconseja el empleo de pequei1as secciones para la extracción de pavimentos (Cassio, A. 19 82 : 24-27; 1985:12914;[986:71-100). Con este sistema se extrajeron, por ejemplo, algunos pavimentos
romanos de las termas de Caracalla entre
19 70 y 1971 Yde Ostia en 1978. El tamaño de las secciones era, aproximadamente,
de 40 x 40 cm, aunque podían cortarse en
formatos no regulares, especialmente en zonas figurativas. Trabajando con piezas de tamai10 reducido el trabajo del restaurador es
más preciso porque puede controlar mejor la
operación de arranque e incluso la posterior
recolocación en nuevo soporte sin tener que
eliminar líneas de teselas y sin hacer evidentes las suturas. Hoy en día , sin embargo,
el tamaño de las secciones no suele ser tan
pequei1o, ya que, de forma general , se pueden conseguir también buenos resultados
con piezas de entre 60 y 100 cm. Aún así, sigue dependiendo mucho de la metodología
operativa de cada profesional.
[page-n-97]
Los trabajos de extra cción del co njunto musivo
estudio sobre cuáles serían las principales secciones de corte que han de ser previamente establecidas y debidamente clasificadas y ordenadas para facilitar el posterior montaje del
conjunto en su nueva ubicación. -Este estudio
previo se realiza sobre el dibujo
gráfico de la pieza y con el apoyo del calco a escala natural,
teniendo en cuenta especialmente varios factores: el tamaño de las secciones, la situación y morfología de algunas
lagunas y la facilidad en el manejo de los despieces tras su extracción. Es evidente que el tamaño de las secciones influirá
de manera decisiva en el resultado final. Si el formato es grande, las zonas de corte son menores y con ello se reducen los
riesgos del proceso y se facilita a su vez el posterior montaje del conjunto. Sin embargo, también así son mayores los problemas que supone el manejo de la sección tras su arranque, su
movilidad y acople en los soportes de transporte, por lo que debemos saber encontrar el punto medio que en menor medida afecte al original.
En nuestro caso, optamos por formatos inferiores al metro cuadrado de superficie, influidos
también por la complicada ubicación del mosaico. (fig.4)
La forma de las secciones supone igualmente un factor determinante en relación al proceso de extracción. De no existir decoraciones
o figuraciones que puedan influir en el recorrido del corte, lo más lógico sería recurrir a cortes rectos que faciliten el posterior montaje y, a
ser posible, aprovechar grietas y lagunas que ya
marquen una zona de clara separación. Sin
8. Corte de las
telas entre
líneas de
cremallera con
la ayuda de
bisturí para
permitir la
separación de
las secciones,
Gas Natural
embargo en este mosaico, por su riqueza decorativa, con numerosos motivos curvilíneos (especialmente los roleos vegetales que enmarcan
toda la pieza) el formato de las secciones quedó determinado según la forma curva de muchos diseños.
Una vez decididas las líneas de corte se procedía a sacar una o dos líneas de teselas con escoplos finos que se guardaban en bolsas numeradas y marcadas en plano (fig.5-6) . Estas teselas del conocido como sistema de "cremallera"
serían de nuevo colocadas en su lugar original
por el anverso, una vez restaurado y trasladado el mosaico a un nuevo soporte.
SDG
- -- '
]
- - - - - - ".1'
[page-n-98]
Los tra bajos de extra cción del co njunto mu sivo
9. Proceso de
arranque de las
secciones entre los
estratos preparatorios
del mosaico con la
ayuda de espadas
metálicas .
Gas Natural
SDG
Secado y engasado superficial de
protección
Para llevar a cabo con garantías el proceso de
extracción, el primer paso práctico es la protec-
ción de la superficie con las conocidas como telas de arranque que
permiten mantener bien agalTadas
las teselas una vez se elimina su
soporte base. Aparte de asegurar
el agarre, estas telas deben ser lo
suficientemente finas como para
dejar traslucir la forma de las teselas y posibilitar así el posterior
dibujo y corte de las secciones.
De ahí que excluyéramos el uso
tan extendido de telas como las arpilleras y las sustituimos por la
gasa hidrófila, previamente lavada para eliminarle el apresto. Además, debido a las condiciones climáticas adversas, fue necesaria
la colocación de un toldo provisional y el empleo de un generador
de aire caliente para caldear el
ambiente de excavación y favorecer el secado de las colas. Es importantísimo comprobar que el
mosaico esté perfectamente seco
para que no afecte al agarre de las
telas. De hecho, si no existe una
buena adherencia y las colas se
han visto afectadas por la humedad, podemos encontrarnos con
situaciones desastrosas cuando
intentemos mover las secciones.
La metodología de actuación se estmctura de
la siguiente manera: en primer lugar se cortan
las piezas de gasa aproximadamente de 1 m2 •
[page-n-99]
Los trabajos de extracción del co njunto musivo
Sobre la superficie limpia y sólo en la zona donde se va a colocar la primera capa de gasa, se
aplica el adhesivo (que en este
caso fue una resina sólida de
acetato de polivinilo K-60 en
27
alcohol al 30%, que no sólo
aceleraba el proceso de secado,
sino que evitaba el aporte de
agua que, a causa de los altísimos índices de humedad podían
reblandecer las colas). Este proceso se realiza mediante el efecto tampón con la ayuda de brochas duras de cerda redonda,
con el fin de que la resina penetre bien en el intersticio de las
teselas (fig. 7). Inmediatamente
después se extiende la capa de
gasa y, nuevamente con la brocha , se actúa para conseguir
que la gasa se adhiera perfectamente a la morfología de la superficie musiva, actuando desde
el centro hacia los bordes para
evitar arrugas o bolsas de aire.
Esta operación se continúa hasta completar toda la sección y se
espera a su completo secado
antes de colocar la segunda capa de gasa. También los bordes del mosaico
han de ser debidamente protegidos para evitar
la pérdida de teselas en estas zonas limítrofes tan
comprometidas, por lo que es importante que el
10. Traslado de
una de las
secciones
separadas
colocándola
sobre una
plancha de
madera.
Gas Natural
SDC
11. La sección
una vez
dispuesta por el
reverso sobre
un nuevo
soporte
provisional que
facilita el
tra nsporte.
Detalle de los
distintos
estratos
prepara to rios
en una de las
piezas:
superficie de
teselas, nllclells
y r lldlls.
Gas Natural
engasado se acomode y sirva de barrera eficaz
en estas zonas perimetrales. Una vez el secado
ha sido completo, se dibujan las líneas divisorias
de las secciones y se numeran y marcan las lí-
SDC
-----1
-
- - --
J
[page-n-100]
1-: =] _ _ __:
.:
'_
Lo s trabaj os de ex tra cción del co njunto musi v o
neas de unión de las mismas para facilitar el posterior montaje.
Corte y separación de las secciones
El paso final en los procesos de arranque es el
corte y separación de las secciones y su colocación en nuevos sopOltes para su transporte. Antes de describir el sistema utilizado nos detendremos en algunas particularidades que se refieren a características intrínsecas del propio
mosaico y que afectaron de forma concluyente
nuestra intervención.
El principal factor a tener en cuenta se refiere a las características de los propios estratos preparatorios del mosaico, muy bien definidos con
algunos cOltes que se pudieron realizar con posterioridad: en primer lugar un potente estrato de
statumen que se amalgama perfectamente al
siguiente estrato del ntdus que, de apariencia similar a los pavimentos de signin um , se reveló de
extrema dureza. Sobre él la capa superficial o nucleus de carbonato cálcico (de apenas 2 mm de
espesor, lo justo para inserir las teselas). Por norma general una buena extracción ha de realizarse
entre los estratos del ntdus y el nucleus pero no
siempre es posible. En esta pieza en concreto algunas zonas sí lo permitían, especialmente aquellas que se presentaban muy alteradas a causa de
deformaciones que habían provocado la práctica separación entre los estratos preparatorios. Sin
embargo, la mayor parte del mosaico conservaba unos morteros de agarre en muy buen estado de conservación, lo cual nos obligó en algunas zonas a realizar el arranque más abajo, en-
tre la capa del ntdus y el statumen. Para llevar
a cabo este proceso, se cortan con bisturí las telas de arranque por la línea ya marcada y, para
facilitar la separación de las secciones, se va incidiendo en la zona abierta por la cremallera
con escoplos o rasquetas (fig.8). El arranque se
realiza con la ayuda de espadas metálicas especialmente diseñadas, de diferentes longitudes
para poder acceder con facilidad a toda la superficie (fig 9).
Una vez se comprueba que la sección ha quedado completamente aislada de su soporte base
se separa ligeramente y se voltea para ser colocada en su soporte de transporte (fig. 10-11).
Traslado de las secciones a su nuevo
soporte de transporte
De la primera a la última se fueron extrayendo
ordenadamente las diferentes secciones, acomodándose sobre planchas de madera (Fibrapan) y
cama de poliestireno para su protección, debidamente marcadas, orientadas y numeradas (fig.12).
Los bordes de cada sección fueron protegidos con
gasa y resina K-60 al 10% en alcohol y cada pieza inmovilizada con bandas de malla de fibra de vidrio. También se guardaron en cajas de corcho las
teselas que los arqueólogos habían ido recogiendo
con anterioridad durante el proceso de excavación
del mosaico y aquellas que se fueron sacando para posibilitar el arranque. Las secciones embaladas
con el sistema de sándwich 6, entre dos planchas
de madera, fueron transpOltadas al Museo de Pre6. Yagüe, P. 1989 : 99- 100.
[page-n-101]
Los trabaj os de extracc ión del co njun to mu sivo
12. Algu nas de las
secciones ya protegidas,
debidamente marcadas y
sujetas con malla de
fibra de vidrio sobre
planchas de poliestireno.
Gas Natural SDG
histOlia de Valencia para su inmediato tratamiento. Los distintos procesos desarrollados durante la
extracción fueron documentados fotográficamente para dejar constancia de todos los detalles de la
intervención.
Habían transcurrido más de dos meses desde el
inicio de los trabajos (noviembre 2001-plincipios
de enero 2002) y de forma inmediata comenzaban
en el laboratodo las labores de restauración. Se
cumplía así la exigencia de salvaguarda del mosaico, confOlmando un proyecto global de conservación que, desde el mismo momento de su hallazgo, finalizaría sin obstáculos en su definitiva exposición en el Museo de Prehistoda de Valencia.
- ------"
[page-n-102]
"."-
L.
[page-n-103]
Los procesos de conservación y restauración
Trinidad Pasíes Oviedo
Restauradora de material arqueológico
Milagros Buendía Ortuño
Restauradora del Museo de Prehistoria de Valencia
[page-n-104]
Los procesos de conservación y restauración
Tal como acordó la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura i Educació,
el mosaico fue trasladado al laboratorio de restauración del Museo de Prehistoria de Valencia,
con el objetivo de llevar a cabo los trabajos de
restauración, que comenzaron en febrero de
2002 por parte de un amplio equipo en el que
colaboraron estrechamente profesionales con
amplia experiencia y restauradoras becadas de
1. Proceso de
limpieza
mecánica por
el reverso de
los estratos
preparatorios.
Gas Naulral
SDG
la Conselleria de Educació i Cultura, con el personal del museo. Para ello fue necesario adecuar
el espacio y distribuir convenientemente las
secciones para facilitar un secado homogéneo y
de ésta manera comenzar la fase de limpieza por
el reverso. El proceso de restauración del mosaico está dividido en distintas etapas que describimos a continuación:
1. Eliminación de los estratos
de mortero
Las secciones del mosaico, de dimensiones
reducidas para ser manipuladas con facilidad, se
trabajaron de forma individual yen varias etapas para no poner en peligro su integridad. La
limpieza comenzó con la eliminación mecánica
del estrato más gmeso, o rudus, siempre por capas, evitando ejercer
fuertes tensiones (fig.
1). El mortero es compacto , de color rojizo y
en su composición incluye guijarros, trozos
de cerámica y algunas
teselas de revuelto.
En cuanto al nu cleus, se trata de un estrato de color blanco de
grano homogéneo y
mucho más fino, y su
eliminación dependió
del estado de conservación; las zonas fuertemente adheridas a las
teselas se mantuvieron y se retiraron las partes
disgregadas que se desprendían con suma facilidad. Este proceso se realiza con sumo cuidado
al ser la capa de preparación más próxima a las
teselas; cuando observamos que las teselas pueden moverse o desprenderse se .consolidan inmediatamente y se reanuda cuando están perfectamente adheridas.
[page-n-105]
Organización de
las secciones del
mosaico por el
reverso sobre el
suelo para preparar
las operaciones de
traslado al nuevo
soporte,
2.
Gas Natural SDG
2. Procesos para el traslado a un nuevo
soporte
2. 1 Planteamiento de las secciones
en el suelo
Antes de ubicar las secciones para formar el
conjunto del mosaico tuvimos que preparar el
suelo; fue necesario colocar una superficie plástica, mayor que la del mosaico, perfectamente lisa y sin ninguna fisura, que nos proporcionase
seguridad en las siguientes fases de trabajo.
Las secciones se dispusieron, una a una, según su numeración, cuidando que los lados de
contacto coincidiesen perfectamente; para ello
-
- -- --"'-' ,
[page-n-106]
Los pro cesos de conse rvació n y restauración
cofrado, cuyo objetivo es delimitar y contener los sucesivos
materiales que vamos a incorporar. Se utilizó un poliestireno de alta densidad cortado en estrechas láminas y forrado con cinta plástica
adhesiva. Las tiras se
colocaron longitudinalmente,
en contacto siempre con las
teselas más externas, fijadas
al suelo con cinta adhesiva de
doble cara.
Colocación
del mortero de
relleno
provisional
(Rhodoviol y
sílice) en
lagunas y
cremalleras.
3.
Gas Natural
SDG
2.2 Sellado de lagunas,
cremalleras y bordes
4. Vertido del
estrato
intermedio de
intervención
(Mowilith y
microesferas de
vidrio) sobre la
superficie
original.
Gas Natural
-·~ '~ I
'_.
.'
~----
SDG
verificamos las guías que tenían dibujadas en las
gasas de arranque, haciéndolas coincidir y valiéndonos igualmente del sentido y dirección de
las teselas (fig. 2).
El reverso del mosaico, planteado en el suelo, se fijó parcialmente para pasar al primer en-
Las zonas que por el propio
estado de conservación del
mosaico carecen de teselas,
debemos mantenerlas para la
reintegración final, y con éste
objetivo las rellenamos con
un mortero sintético provisional fácilmente reversible. Se
trata de una mezcla de arena
silícea Sikadur 501 (granulometría 0 ,08-0 ,8 mm) aglutinado con Rhodoviol al 10%,
resultando un mortero de gran plasticidad que
se aplicó sobre el nivel de las teselas siguiendo su contorno (fig. 3) , El sobrenivel se realiza para reservar el espacio donde se ubicarán
mortero y teselas en la fase de reintegración.
Han de recibir el mismo tratamiento los bordes
[page-n-107]
Los procesos de co nse rvació n y res tauración
y las cremalleras o líneas de teselas entre secciones.
2.3 Colocación de los separadores
entre secciones
Cuando la superficie musiva estuvo dispuesta, se realizó el estudio de separación de planchas y se establecieron los gmpos de secciones
definitivos que nos garantizasen un montaje final óptimo. Las secciones se reagmparon en superficies lo suficientemente grandes como para
que pudieran manejarse con facilidad, dependiendo siempre del diseño original y aprovechando las aberturas de las cremalleras. En este caso, el medallón central definió la primera
plancha y, a partir de ella, el resto (fig. 4) .
El límite físico de las planchas se realizó
por medio de unas finas láminas de aluminio,
de 0,5 mm, forradas con cinta plástica adhesiva que se colocaron dentro de las cremalleras,
adaptándose a la forma de la misma y perpendiculares al suelo.
2.4 Preparación de la capa de
intervención
Para asegurar la reversibilidad del proceso de
restauración, preparamos un estrato entre la
superficie original de teselas y el soporte definitivo. El conocido como estrato intermedio de intervención es un término nacido de los actuales
criterios de restauración, que exigen que las
intervenciones se realicen con plenas garantías
de reversibilidad, posibilitando futuros tratamientos sin riesgos para las piezas. Se emplea-
rá, por tanto, en los casos donde no se trabaja
con materiales fácilmente reversibles (como las
resinas epoxídicas) y suele intercalarse entre el
reverso del original y el nuevo soporte, evitando así un contacto directo entre las dos superficies. Aunque pueden ser muchas las alternativas, en mosaico se suele recurrir bien a materiales naturales (morteros a base de cal, arena,
puzolana, etc.) o bien a morteros sintéticos de
probada reversibilidad y resistencia (resinas vinílicas o acrílicas que actúan como aglutinante,
cargadas con diferentes inertes como sílice, piedra pómez, microesferas de vidrio, polvo de
mármol, etc.). Tras efectuar varios ensayos con
diferentes cargas (naturales y sintéticas) y resinas sintéticas de tipo vinílico, se seleccionó las
más ligera y fácilmente regenerable. Entre las
pmebas que se efectuaron se valoraron especialmente las siguientes:
1. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
2 volúmenes de arena lavada tamizada.
2. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
2 volúmenes de piedra pómez.
3. 1 volumen de Mowilith DM C2 al 50% en
agua destilada.
1,5 volúmenes de microesferas de vidrio
huecas.
Las tres pmebas ofrecían una buena textura, correcta aplicación y fraguado homogéneo,
pero finalmente se eligió la número 3 al resultar
- --- -,,-.
----~. ,
[page-n-108]
Los procesos de co nservació n y res tauración
5. Plano del
conjunto con la
distribución de
las planchas de
estratificado.
1
5
2
3
6
4
7
el material más ligero, elástico y reversible.
Antes de colocar el estrato de intervención
deben sellarse las pequeñas grietas o fisuras del
mosaico, para evitar cualquier derrame o fuga
hacia el anverso. Esta operación comenzó con
la aplicación de una mezcla, en seco, de cal y
arena al 50% en cualquier fisura o intersticio
1. Fue el ingeniero francés Claude Bassier el qu e desarrolló la técnica de los soportes ligeros con estratificados (Bassier,
C. 1977: 76). De hecho estos materiales ,
qu e han sustituido totalmente a los antiguos bloques en cemento , han demostrado también buenos resultados en piezas
de mosaico recolocadas in situ. Se han
comercializado con diversos nombres y
abierto, que se endurecía tras pulverizar con
agua destilada. Los excesos se retiraron con un
aspirado final. Cuando la superficie está ya lista para recibir la capa de intervención, se humedece ligeramente con agua y se procede a la
colada de la misma. Su textura cremosa favorece una perfecta adaptación al relieve superficial (fig. 4). La aplicación se realizó en dos etapas: después que la primera, más fina, había secado por completo se coló la segunda hasta
llegar al nivel del sellado de lagunas, cremalleras y bordes.
Cuando el conjunto estuvo perfectamente
seco se realizó el lijado y nivelado de toda la superficie. Mediante el proceso de nivelado conseguimos un estrato homogéneo para que el adhesivo utilizado en el traslado al nuevo soporte se distribuya de forma regular, además de
abrir ligeramente el poro de la superficie y mejorar la adhesión.
2.5 Preparación del soporte difinitivo
El nuevo soporte sobre el que se realizó el
traslado de este mosaico (panel nido de abeja
CTS PGA-2, 1 Pul.) está compuesto por una estructura tipo sándwich con interior de aluminio
se pueden elegir diferentes espesores dependiendo de las dimensiones y el peso
de las piezas . El tamaiío suele ser standard, pero se pueden cortar adaptándose
perfectamente a la forma deseada y unir
fácilmente va rios elementos con ay uda ,
de pernos o refuerzos. Aún así, conviene
no excederse en los tamaiíos para evitar
deformaciones por peso excesivo y, ade-
más , para que los paneles puedan pasar
sin dificultad por las puertas de entrada o
salida. A pesar de que han demostrado
una considerable resistencia, se recurre
en ocasiones a refu erzos co n telares ligeros de aluminio que se anclan por el
reverso y fa cilitan también el transporte
y la exposición (Iannucci, A.M.
1992:26-27) .
[page-n-109]
Los procesos de co nse rvación y resta ura ción
y dos láminas de fibra de vidrio
y resina, que dan como resultado un conjunto con las características ideales para este
fin, resistencia y estabilidad
con el menor peso 1.
Al tratarse de una superficie
de gran dimensión fue necesario realizar un estudio previo, a
escala, sobre su distribución a
partir de las planchas originales . Se cuantificaron las diferentes áreas para optimizar la
construcción de cada una. n'es
de ellas se obtuvieron enteras
por importancia y dimensiones, entre ellas el medallón
central. El resto de planchas
están formadas por ensamblaje, cuidando su distribución en
función de la seguridad del
mosaico.
Como resultado, el conjunto total se dividió en siete
planchas y con el apoyo de
una plantilla a escala 1: 1 dibujada sobre el propio original,
se obtuvo la forma exacta de
cada una. Con una caladora
procedimos a cortarlas con un pequeño margen
para ajustar en caso de error. De este modo obtuvimos las tres planchas enteras y las cuatro
restantes las construimos por ensamblaje. Las
planchas compuestas se unieron con resina
I
IJ.. --'
..
/
rt -
'
6. Proceso de
colocación de
uno de los
estratificados.
Podemos ver
también
algunas
planchas ya
colocadas con
los orificios de
purga , los
separadores
entre las
secciones y las
indicaciones
marcadas
sobre el nuevo
soporte.
7. Eliminación
por el anverso
de las antiguas
telas utilizadas
en el arranque.
Lim pieza de
restos de
ad hesivos.
epoxídica y el refuerzo de pernos de fibra de vidrio que se colocaron en los perfiles del estratificado.
Una vez preparadas se decidió realizar una
serie de orificios de purga equidistantes (25
-----..
,
[page-n-110]
Los procesos de conse rvación y restauración
8. C
olocación
de las teselas
en las líneas
de cremallera
eliminadas
durante el
arranque.
9. Tratamiento
de limpieza
mecánica
controlada con
microabrasímetro
.
.
cm), para facilitar la salida de la resina sobrante durante el proceso de adhesión. Estos mismos
orificios formaron, además, un conjunto de anclaje y refuerzo del mosaico sobre el nuevo soporte.
Una segunda plantilla a escala real nos acabó de ajustar las verdaderas dimensiones, para
terminar el proceso con el pulido de perfiles y lijado de la superficie que estará en contacto con
la resina, con el fin de mejorar su adherencia .
2 . 6 Nuevas superficies de contacto
entre planchas
0,-
.
Las superficies de contacto entre planchas de
estratificado arrastran siempre un pequeño error
de ajuste debido a que la mayoría proceden de
cortes distintos. Para corregir este defecto y mejorar la unión, se crearon unas nuevas superfi-
~
cies de contacto. A ambos lados de los perfiles
de aluminio se fijaron unas estrechas láminas de
espuma forradas de cinta plástica adhesiva, de
tal modo que el espacio que ocupan, y que restamos al estratificado, lo sustituimos por una
mezcla de resina epoxy con carga de carbonato de calcio que se adaptó perfectamente.
2. 7 Adhesión de las planchas
Antes de la adhesión de las planchas se añadió un segundo encofrado de poliestireno que
completó el de base para contener el nuevo soporte y la capa de resina.
El proceso de adhesión de las planchas del
nuevo soporte sobre el estrato de intervención
del mosaico comenzó con el cálculo de las cantidades de resina epoxídica, (Epo-1S0 con endurecedor K -1S1 de CTS ), necesarios para ca-
[page-n-111]
Los procesos de conservación y restauración
10 a y b.
Detalle de la
decoración
vegetal antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
••
[page-n-112]
Los procesos de co nse rvación y restauración
11 a y b ,
Detalle del
pastor Faustino
antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
''-.
-,--. '] '
,----- -
[page-n-113]
Los procesos de conse rvación y res tauración
da superficie. Una vez cuantificado se procedió a la mezcla de los componentes, agregando un porcentaje de carga, sílice coloidal , para
hacerla más ticsotrópica. nas
el colado se extendió de manera uniforme y, a continuación, se colocaron las planchas (fig. 6). Este es uno de
los procesos más delicados ,
porque hay que mantener
una presión justa y homogénea para conservar la cantidad suficiente de resina, así
como favorecer y equilibrar la
purga.
Cuando la resina hubo fraguado por completo, para formar las superficies de contacto de las planchas se retiraron las espumas de ambos
lados y se coló simultáneamente la resina epoxídica,
con la carga de carbonato de
calcio, hasta el nivel del panel
de estratificado.
El proceso finalizó con la
eliminación mecánica de los
restos de resina secos, relleno de orificios de purga hasta el nivel superficial y limpieza del reverso del soporte. Con un siglado en cada una de
las planchas, registramos los datos del mosaico
antes de descubrir el anverso: nombre del mo-
a y b.
Detalle de la
loba antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
12
saico ("Mosaico romano de Font de Mussa"),
nombre de la localidad donde se encuentra el yacimiento, (Benjfaió, Valencia), n° de inventario
(23896) , n° de sección y nombre del lugar donde se halla en depósito, (S .I.P.) .
0::::::::11_ _- --
,
0=.:::lIl_ _ _ _ _ - •. '
[page-n-114]
'- ''' ]
Los procesos de co nse rvación y res tauració n
13 a y b .
Detalle del
pastor Fáustulo
antes y
después de las
operaciones de
limpieza.
:'_ __
0;;;;0
[page-n-115]
Los procesos de co nserva ción y restauración
14. Reintegración
de lagunas con
gravillas de
diferentes
to nalidades.
3. Preparación
del anverso
Para proceder al descubrimiento del anverso
del mosaico fue necesario
retirar los encofrados,
operación que se realizó
manualmente o con la
ayuda de pequeños escoplos o rasquetas. A continuación procedimos a la
separación de planchas
por los perfiles de aluminio, desprendiéndolos definitivamente y quedando así preparadas para
girarlas.
Las teselas fueron descubiertas al retirar
las telas de protección, proceso que llevamos a
cabo con la regeneración del adhesivo (resina
K-60 soluble en alcohol etílico) . Una vez extendido el disolvente, las desprendimos con facilidad, retirando casi a la vez el exceso . Una
gran cantidad de adhesivo se eliminó con esta operación, pero no todo; para no mojar excesivamente la superficie y evitar que el disolvente penetrara, dejamos pasar 24 h para limpiar estos restos de adhesivo, ayudándonos con
cepillos de raíz natural y sintética, cambiándolos continuamente y secando parcialmente
(fig. 7).
Después de tener las teselas limpias, vaciamos las lagunas selladas provisionalmente. La
mezcla de arena silícea Sikadur 501 YRhodoviol
se eliminó mecánicamente y se sanearon las lagunas, cremalleras y bordes para iniciar las labores de reintegración.
Las cremalleras, o conjunto de teselas que delimitan las secciones y se practican para facilitar la extracción del mosaico en superficies reducidas, tuvieron que pasar por una primera fase de limpieza que consistió en un ligero lavado
con agua destilada y un jabón neutro para eliminar restos de tierra, barro e incluso algo de
nucleus. TI:as el baño se repasaron con cuidado
para desprender las partículas más adheridas, y
acabar con una neutralización y secado.
Es el momento de restituir las líneas de cremalleras antes de realizar los tratamientos de
limpieza, para que el resultado sea homogéneo
(fig. 8). Para ello se aplicó como base un mortero de cal hidráulica Lafargue y arena lavada tamizada al 50%. El mortero se pigmentó ligera-
[page-n-116]
Los procesos de conse rvación y restauración
15.
Tratamiento de
protección y
consolidación
de la superficie
musiva con
impregnación
de silicato de
etilo.
mente para integrarlo cromáticamente. Del mismo modo, se reintegraron con teselas originales
las pequeñas lagunas en las que faltaba un número no superior a 15 o 20 teselas, aproximadamente.
4. Tratamientos de limpieza
La superficie del mosaico ha recibido, con los
diferentes tratamientos, progresivos grados de
limpieza, desde las primeras limpiezas mecánicas, eliminación de la costra calcárea superficial,
restos de barro y tierra, gasas de arranque con
depósitos terrosos, exceso de adhesivo, etc. En
este punto, con el mosaico trasladado al nuevo
soporte, sin las gasas ni el adhesivo, con las cremalleras y pequeñas lagunas reintegradas, pasamos al tratamiento de limpieza de su superficie, ya que las teselas todavía conservaban amplias e irregulares áreas de concreciones
calcáreas, extremadamente duras y gmesas,
que impedían la correcta lectura de los diseños
decorativos; se trató de un trabajo delicado y
minucioso en el que se intervino lo estrictamente
necesario. De su conecta eliminación depende su
buen estado, futura conservación y resultado final.
En primer lugar, se valoró la posibilidad de
realizar una limpieza mecánica, la más segura,
controlable e inocua, una limpieza con el apoyo
[page-n-117]
Los procesos de co nservación y restauración
de productos químicos con su correspondiente
neutralización, para lo que se establecieron las
pruebas siguientes:
1. AB 57 por medio de empaco de pulpa de papel (Arbocel BC 1000), con diferentes tiempos de actuación.
2. Carbonato de amonio al 10% por medio de
empaco de pulpa de papel (Arbocel BC 1000),
con diferentes tiempos de actuación.
3. EDTA al 10% por medio de empaco de pulpa
de papel (Arbocel BC 1000) , con diferentes
tiempos de actuación.
La valoración de la limpieza realizada con los
productos citados en los diferentes tiempos no
ofreció un resultado satisfactorio, por lo que
optamos por realizar una serie de ensayos con
un microabrasímetro (mod. CTS 1) Ydiferentes
cargas: óxido de aluminio en tres granulo metrías, de mayor a menor, 1500, 1800,2200,
microesferas de vidrio de granulometría 40- 70
micron , y por último, polvo de cáscara de almendra (fig. 9). Con los resultados obtenidos
consideramos que este método de limpieza, utilizando como abrasivos el óxido de aluminio de
220 0 junto con las microesferas de vidrio y el
polvo de cáscara de almendra, para zonas más
delicadas, era el óptimo, los resultados fueron
notables sin causar daño alguno, y era inocuo y
seguro.
Los colores y diseños originales se descubrieron con fuerza, recuperando la belleza y calidad de los distintos motivos así como el esplendor del conjunto, tal y como muestran los
detalles fotográficos (fig. 10-13) .
5. Reintegración de lagunas y
protección final
Tras la limpieza del anverso del mosaico,
restituidas las cremalleras y pequeñas lagunas,
fue el momento de iniciar las labores de reintegración de las grandes lagunas. Debíamos seleccionar un sistema que, a la vez que fácilmente
reconocible, fuese lo suficientemente armónico
como para quedar en un segundo plano y no resaltar por encima del original. Se probaron los
habituales sistemas con mortero a bajo nivel y
bajo tono pero, a nuestro modo de ver, el contraste era demasiado evidente en las grandes lagunas. Finalmente, se optó por utilizar una
mezcla suelta de gravillas de color negro y marfil en una proporción 1:7, aproximadamente,
que ofrecía una vibración, textura y tonalidad
muy próxima al original. Las líneas básicas del
dibujo central fueron insinuadas con gravilla negra (fig. 14).
Por último, después de todos los tratamientos de restauración, debemos proteger la superficie musiva para mejorar su conservación futura. Se aplicó mediante impregnación un tratamiento con silicato de etilo al 50% en White
Spirit (Estel 1000 CTS) , que no alteraba el color
de los materiales y permitía una buena transpiración (fig. 15). Finalizaban así las labores de
restauración del mosaico, aproximadamente un
año después de su llegada al laboratorio, y es actualmente cuando podemos disfrutar del mismo,
como pieza emblemática en una de las salas de
romano del Museo de Prehistoria.
[page-n-118]
.~
[page-n-119]
El Grupo Gas Natural
[page-n-120]
El Grupo Gas Natural
El Grupo Gas Natural es un gran grupo energético y de servicios, con una larga experiencia
en el aprovisionamiento , transporte y distribución de gas, y con una gran presencia y proyección internacional.
Actualmente es uno de los mayores grupos
empresariales europeos por volumen de negocio
en el sector energético, y cuenta con una importante presencia en Latinoamélica, donde es el
principal operador de distribución de gas.
Su olientación prioritaria es satisfacer las expectativas de sus clientes y aportar un valor
creciente a sus accionistas y al conjunto de sus
empleados, así como a toda la sociedad y a las
comunidades en las que desarrolla su actividad,
de una manera compatible con los criterios del
desarrollo sostenible.
Sus objetivos prioritarios son: proporcionar
una calidad de servicio excelente a sus clientes,
una rentabilidad sostenida a sus accionistas y
una contribución positiva a la sociedad.
La principal actividad del Grupo Gas Natural es el aprovisionamiento, transporte, comercialización y distribución de gas para los
mercados industrial y doméstico-comercial.
Asimismo, está presente en otras áreas relacionadas con esta actividad, en los sectores de
generación y comercialización de electricidad y
telecomunicaciones, así como en el área de eBusiness.
En el ámbito internacional, el Grupo Gas Natural está presente en cuatro países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia y México),
a través de diversas empresas distribuidoras y de
servicios, así como en Marruecos, y desde 2002,
en Italia.
El Grupo se estructura en torno a la compañía
Gas Natural SDG, sociedad cabecera y principal
empresa distribuidora de gas canalizado de España. Además, está formado por una empresa de
aprovisionamiento, una compañía de trading,
una empresa comercializadora de gas y electricidad y diversas distribuidoras regionales en las
comunidades autónomas de España . TIene una
participación importante en la empresa Enagás,
y cuenta con diversas sociedades de servicios y
con otras empresas de apoyo que completan su
actividad.
El Grupo Gas Natural considera que la rentabilidad empresarial debe ser compatible con los
plincipios de desarrollo sostenible, lo que supone no sólo el crecimiento económico, sino también la preservación del entorno y la mejora de
la calidad de vida de las personas. Por ello dedica una especial atención a diversas iniciativas de
carácter social y cultural como la edición de libros
y el patrocinio de diferentes actividades e instituciones .
En este marco, realiza un gran esfuerzo de
gestión medioambiental tanto en España como
en otros países en los que está presente.
1. Gasoductos y redes de distribución
El Grupo Gas Natural cuenta con la indiscutible ventaja de que su principal actividad, el
aprovisionamiento, transporte, comercialización
y distribución de gas, representa en sí misma un
[page-n-121]
factor beneficioso para el medio ambiente, ya que
a medida que aumenta el consumo de gas natural, disminuye el de otras energías fósiles , a la
vez que se obtiene una mejora en la eficiencia
energética.
El sistema más habitual para realizar el transporte y la distribución de gas natural es a través
de tuberías, que cuando son de gran tamaño se
denominan gasoductos, y que normalmente discurren por el subsuelo, por lo que no afectan al
entorno.
El único impacto negativo que puede producir un gasoducto o una red de distribución de gas
es durante la fase de construcción, por lo que estas operaciones se planifican cuidadosamente para atenuar los posibles efectos sobre el paisaje y
el patrimonio arqueológico, de manera que al final del proceso de construcción, los únicos indicios de la existencia de una red de transpOlte son
las sucesivas señalizaciones destinadas a indicar
su trazado.
2. Trabajos arqueológicos
Al igual que ocurre durante la construcción de
otras infraestructuras en las que es preciso remover el terreno, la excavación de zanjas para la
instalación de nuevas tuberías constituye, a menudo, una oportunidad para conocer mejor el patrimonio arqueológico de algunas zonas, que a
veces cuentan con un rico pasado parcialmente
desconocido.
El Grupo Gas Natural dedica una especial
atención a la protección del patrimonio histórico,
y otorga también una gran importancia a la protección de los yacimientos arqueológicos. Este espíritu está presente en todos los proyectos y
obras de construcción de gasoducto s y redes, así
como en la construcción de cualquier otra infraestructura, como pueden ser las centrales de
ciclo combinado.
Por ello, realiza un estudio inicial de la zona
en la que se va a realizar la construcción de las
nuevas infraestructuras, para identificar las potenciales áreas de restos históricos y cuenta con
la colaboración de equipos de arqueólogos durante todas las fases del proyecto, lo que permite evitar que pueda verse afectado algún yacimiento arqueológico importante, y ayuda a conocer mejor el patrimonio arqueológico de la
zona en la que se realizan las obras.
La colaboración de los equipos de arqueólogos
se inicia desde el mismo momento en que se comienza a planificar la realización de la obra, lo
que permite identificar desde el principio la posibilidad de que existan yacimientos en la zona
en la que se piensa trabajar.
En ocasiones, esto permite cambiar el trazado o ubicación de las instalaciones, o si esto no
es posible, adoptar las medidas oportunas, de
acuerdo con los especialistas, para evitar dañar
los posibles yacimientos y que los arqueólogos
puedan documentarlos adecuadamente.
En muchos casos estos especialistas cuentan
ya con información previa sobre la existencia de
posibles yacimientos en las zonas en las que se
prevé realizar las nuevas infraestructuras, como
ocurre cuando cerca del trazado previsto discu-
- ---_
- ---_...
[page-n-122]
El Grupo Gas Natural
~ ~ ..-
-~
"-..- ------'-=
rre, por ejemplo, una carretera, lo que suele ser
muy habitual en el caso de los gasoductos, o
cuando se trata de ciudades históricas sobre las
que hay abundante documentación.
En otros casos, cuando el terreno no ha sido
explorado anteriormente, los arqueólogos tienen
que realizar estudios previos para identificar la
existencia o no de posibles yacimientos. En el caso de la construcción de gasoductos, este reconocimiento implica recorrer todo el trazado del
mismo.
Normalmente, estos recorridos vuelven a repetirse, íntegramente, durante las siguientes fases de la obra para asegurar que la aparición de
posibles restos queda controlada en todo momento y que los cambios de trazado que se puedan realizar para salvaguardar estos restos no
afecten a otros que no estaban localizados inicialmente.
Uno de los momentos claves del trabajo de los
arqueólogos durante la construcción de los gasoductos o de las redes de distribución, suele ser
la apertura de las pistas de trabajo y de las zanjas por las que irán las tubenas, ya que es uno de
los momentos en los que pueden aparecer objetos o restos imprevistos.
Esto mismo ocurre en el caso de la construcción de otras infraestructuras, como centrales de
generación eléctrica, durante la fase de la explanación de los terrenos, o la apertura de zanjas para realizar la cimentación de las mismas.
Con toda la información recogida sobre el terreno, y una vez realizadas las labores de estudio, clasificación y reconstrucción de los hallaz-
gos realizados, los arqueólogos finalizan su trabajo y las piezas más importantes se envían a los
museos provinciales, donde se valorará su interés cultural y, en algunos casos serán expuestos.
3. Participación en proyectos
arqueológicos
Desde la implantación del Sistema de Gestión
Medioambiental en 1998, el Grupo Gas Natural
ha invertido más de 2,7 millones de euros en diversos proyectos de protección y recuperación
arqueológica en numerosos proyectos distribuidos por toda España.
Al igual que se venía realizando antes incluso de la implantación del Sistema de Gestión Medioambiental, durante el primer año de implantación de este Sistema, en 1998, diversos grupos
de expeltos colaboraron en el seguimiento de los
yacimientos encontrados durante la realización
de las obras de gasificación, lo que permitió el hallazgo de numerosas piezas de notable valor
histórico y arqueológico, que como es habitual,
se pusieron a disposición de las correspondientes administraciones.
Durante 1998, los trabajos arqueológicos se
centraron en el seguimiento de las obras correspondientes al gasoducto Llanera-Vilalba y Vilalba-Tui, y el gasoducto Aranda de Duero-Zamora, así como en la construcción de las redes de
distribución de las redes de Irixoa-Neda y Vigo
Porriño.
Por otra parte, en 1999, el Grupo Gas Natural, con motivo de la realización de las obras de
[page-n-123]
El Grupo Gas Na tural
gasificación del noroeste de la península Ibérica,
colaboró con la Universidad de Santiago de Compostela en la realización de un Plan de Control y
Corrección del Impacto Arqueológico, que permitió localizar impOltantes restos del paleolítico,
la edad del bronce y la época romana.
Asimismo, las prospecciones arqueológicas
previas a la construcción del gasoducto CórdobaBadajoz-frontera con Portugal, dieron lugar al hallazgo de importantes restos de la época megalítica, y de la Edad del Bronce.
Por otro lado, con motivo de la construcción
del gasoducto Galapagar-Collado Villalba-Guadarrama, también se realizaron estudios arqueológicos y obras de restitución en la calzada
romana que discurre por esta zona, y se realizaron estudios arqueológicos en Piera (Barcelona)
y Enate (Huesca).
El año siguiente, los equipos de arqueólogos
también trabajaron en diversos proyectos realizados por el Grupo Gas Natural, como las obras
de dragado en la planta de regasificación de
Barcelona, el desdoblamiento del gasoducto Valencia-Alicante, la construcción del gasoducto
Granada Motril, y los gasoductos Rivas Vaciamadlid-Alcalá de Henares y Algete-Colmenar, así
como en las obras para ampliar las redes de distlibución en un total de 11 municipios de la Comunidad Valenciana.
Durante 2001, las obras de construcción de
una conducción de gas natural entre los municipios valencianos de Benifaió y Picassent, permitieron descublir un mosaico cerámico de grandes dimensiones, que gracias a la intervención de
los arqueólogos se ha podido preservar intacto y
analizar detalladamente.
Además , diferentes equipos de arqueólogos
colaboraron con el Grupo Gas Natural durante la
construcción de los gasoductos: VillamañánPonferrada, Aranda-Soria, Colmenar-Alpedrete y
Tarancón-Cuenca, así como en los trabajos que
se realizaron para la ampliación de las redes de
distribución en Los Barrios (Algeciras), La Bañeza (León), Ponferrada (León) y Benifaió (Valencia) .
Finalmente, a lo largo de 2002, el Grupo Gas
Natural contó con la colaboración de diversos
equipos arqueológicos en distintas obras que
realizó en Villanueva de Algaidas (Andalucía),
Carballiño (Galicia) Murchante (Navarra) así
como en diversos municipios de Cantabria, y
también en Cataluña, durante la construcción de
un gasoducto desde Ripoll hasta Sant Joan de les
Abadesses.
[page-n-124]
[page-n-125]
Imágenes que dejan huella
Detalle de extracción del medallón central del mosaico. -
Gas NaRlral
SDG
-------.
[page-n-126]
-
Sala del Museo de Prehistoria de Valencia donde está ubicado el mosaico. - Consuelo Bautista
Corte de una de las secciones del mosaico. - Gas Natural SDG
El mosaico en el yaci miento. -
Gas Natural
SDG
[page-n-127]
Detalle de su
hermano
Faustino.
Consuelo Bautista
Detalle del
pastor
Fáustulo.
C
onsuelo Bautista
Los pastores
Fáustulo y
Faustino ante
la boca de la
cueva.
Consuelo Bautista
[page-n-128]
I
f
---
Motivo de crátera después de la restauración.
Motivo de crátera antes de la restauración. - Gas Natural SDG
Consuelo Bautista
Levantamiento
de una de las
secciones del
mosaico ya
separada de los
estralos de
mortero.
Gas Natural
SDG
[page-n-129]
Realización del
calco gráfico a
tamaI10
natural.
Gas Natural SDG
Motivo de roleos con flores cuadripétalas antes de la
restauración. - Gas Natural SDG
Motivo de roleos con flores cuadripétalas después de la restauración .
Consuelo Bautista
[page-n-130]
ZQ
Reintegración de laguna con gravilla. - Consuelo Bautista
Detalle decorativo vegetal después de la restauración.
Cuadros inscritos que rodean la estrella de rombos después de la restauración.
Consuelo Bautista
Consuelo Bautista
Cuadros de
lados curvos
que rodean la
estrella de
rombos
después de la
restauración.
Consuelo Bautista
[page-n-131]
Roleos después de la restauración. - Consuelo Bautista
Roleos durante el proceso de extracción. - Gas Natural SDG
Roleos antes del proceso de extracción. - Gas Natural SDG
[page-n-132]
Detalle del ajedrezado. - Consuelo Bautista
Estrella de rombos antes de la restauración. -
Gas Nanlral
SDG
Motivo decorativo ante la rampa , en el yacimiento. -
Gas Nanlral
SDG
[page-n-133]
Motivo con
racimo de uvas
y hojas de
parra antes de
la restauración.
Gas Natural SDG
Motivo con
racimo de uvas
y hojas de
parra después
de la
restauración.
Consuelo Bautista
[page-n-134]
Detalle de los
roleos con
distintos tipos
de hojas antes
de la
restauración.
Gas Natural
SDG
Detalle de los
roleos con
distintos tipos
de hojas
después de la
restauración .
Consuelo Bautista
l i fJ
[page-n-135]
Bibliografía
ABAD CASAL, L. , ( 1985):
y Perspectivas".
"Arqueología del País Valenciano. Panorama
Universidad de Alicante, pp. 337-382.
ABAD CASAL, L. , ( 1986):
"Histoná del Arte Valenciano. Arte Romano ".
Consorci d'Editors Valencians, S.A. Valencia, pp.146-189.
ARANEGUI GASCO, C. , ( 1988):
manización.
Histoná del Pueblo Valenciano. La roCol.lecció Poli-
"Bul77ána en su Histon·a. L 'Epoca romana ". Mag-
en " Pro-
servation of Mosaics", ICCM, Conimbriga (Porttlgal 1993) .
romana,
Paris, 67-75 .
FERNÁNDEZ GARCÍA, M. l., ( 1999) : Breve
I¡/troducción al estudio de la
greso" .
FIORI, CESARE (1995) : Mosaico.
nifico Ayuntamiento de Burriana.
"Las villas. Explotaciones agrícolas. Romanosy visigodos en tielTas valencianas". Servicio de Investigación Prehistórica,
ARASA, F. (2003):
restauro.
museo: consecuenC/á o altemativa,
en Mo-
saicos n° 4 . Conservación in situ, ICCROM (Soria 1986)
vena.
Some problems lil the consen1ation qfmosaics, en "Mosaics n° 1. Deterioration and Conservation" , ICCROM (Ro-
BASSIER, CLAUDE (1977):
me 1977).
La romanización en las t1óms de Benjfaió.
Una villa nística en la Font de Font de Mussa. Benifaió.
BELTRÁN LÓPEZ, F. ( 1992): La vila romana de Font de Mussa, Benifaió.
BELTRÁN LÓPEZ, F. ( 1983):
Materials arqueólogics. AI-Gezira, 7, pp. 37-78.
BIANCHI BANDlNELLI, R. ( 1970) : Roma,
centro del pode/;· el arte romano desde los orígenes hasta elfinal del siglo /l d.c. Madrid.
BRU ¡ VIDAL, S. (1963): Les ten'es valencianes dura/U 1epoca romana.
FLETCHER, D y PLA, E. (1951- 1982):
lógíca valenciana.
Memoria de la / Campaña de Excavación Arqueológíca de Salvamento en elyacimiento romano de Font de
Mussa (Benifaió , Valencia). Inédita.
CARANDlNI, A. RICCI, M. DE VOS, ( 1982) : Filosqfiana. La villa di Piazza
Annenna. /mmaglile di un anstocratico romano al tempo di Costantl'no, palermo.
CARANDlNI, A . y CAPPELLI, R.(2000): Roma. Romulo, Remo e laJondazione de la citta, Milán.
CASSIO, ANTONIO (1982): Détachement des mosaiques-Methode du
puzzle, en " Newsletter. Chronique n° 5", ICCM-ICCROM, Roma.
CASSIO, ANTONIO; NARDI, ROBERTO ( 1985): Esempi di conse/vazione
in situ di mosaici pavimentali, en " Mosaics n° 3 . Conservation in sinl ",
CAMPS, c; CARDETE, A., ( 1989):
Aquilea 1983, ICCROM, Roma.
Va-
lencia.
Les mosarques de pavement, en "La Con se/vation en Archéologie. Méthodes et pratique de la conse/vation-res-
Repertorio de bibliogT-c!fla arqueo-
Tomos l al VIII , Valencia.
GÓMEZSERRANO, N.P. ( 1922):
El mit/¡reum de la Filen te de Muza,
en Be-
nifayó de Espioca . Diario de Valencia, 6/8 de agosto de 1922 .
GÓMEZ SERRANO, N.P. ( 1935) :
"NecrópoliS de Font de Mu~a, Benjfaió
A nales del Centro de Culnlra Valenciana, 24, p. 183 .
"El mundojimerario romano en
el País ValenC/á. " Monumentosjimeranos y sepulturas entre los Siglos
/ aC- VII d. e Alicante.
IANNUCCI, ANNA MARIA (coordinadora) ( 1992) : /1 restauro de! medagllone del mare della elliesa dei SS Aposto/i lil Madaba-Glordania, en
"Mosaico e restauro musillo", vol. 3, CNR, Faenza.
JIMÉNEZ SALVADOR, J.L. ; MARTÍN BUNEO, M., ( 1992): La Casa de Mitra (Cabra, Córdoba). Delegación de Culnlra del Ilmo. Ayuntamiento de
GONZÁLEZ VILLASESCUSA, R. (200 1) :
Cabra.
LAVAGNE, HENRY (1987) : La 1110sarque,
ce,
Valencia.
Valentlá i el seu teniton".
Ana{¡si dei matelia/i e problematiche di
Parte seco nda en "Mosaico e restauro musivo", vol. 4, CNR,
dEspioca".
Conservation in situ" , ICROOM (Aquilea 1983), Roma.
CHANTRIAUX-VICARD (1990):
restauro.
Rá vena.
c., BLANCHARD·LEMEE, CHRISTOPHE, J., DARMON, J.P.,
GUIMIER, M., LAVAGNE, H., PRUDHOMME, R., STERN, H. ( 1985) : Lé
décorgéométnÍlue de la mosarque romaine, París.
BAROV, ZDRAVKO (1985) : Recent developments in mosaic ljfting techniques and new supportsJor removedfloor mosaics, en "Mosa ics nO3 .
BALMELLE,
CORELL, J. ( 1997) : /nsClipcions romanes de
Anallsi dei matedali e problematiche di
Parte prima, en "Mosaico e restauro musivo", vol. 5, CNR, Rá-
FIORI, CESARE (1996) : Mosaico.
p.161-166 .
BALlL, A. (1987) : Mosaico y
Aspects de la dépose,
te/m sigillata. Colección Historia. Centro de Esttldios Universidad y Pro-
técnica , 61.Valencia, p. 75.
ARASA GIL, F., ( 1987):
CHANTRIAUX-VICARD, EVELYNE ( 1994):
DULlERE, D. ( 1976) : Lupa
Els romans a les telTes va/encianes.
M.C. Berducou),
ced ings of the V Conference of the Internati onal Committe for the Con-
Diario Levante. Valencia.
ARANEGUI, C. ( 1996).
tauration des vestlges arc:héologTÍlues" (coordinado por
Masson, París.
Presses Universitaires de Fran-
Paris.
LEXIKON ICONOGRAPHYCUM MYTHOLOGIAE CLASSICAE, IV, 1 Y2, s. v.
Fausnllus.
trattamento de/le lacune tra teOlia e
metodologia, en "A tti del V Colloquio de/la AlSCOM", Edizioni del Gira-
LUGARI, ALESSANDRO ( 1998) : /1
sole, Roma 1997.
L'integT'azlone de/le lacune nei mosaici
pavimentali. Ricerca di una un ita l11etodologTca, en "A tti del VII ColloqUlo della A/SCOM", 2000.
LLORENS, M' M. ( 1987-88) : Hallazgos numismátiCOS 1985-1986. Saguntum , 21, Valencia , p. 428.
MAGNANI, VALENTINO ( 1996) : Le teclllche di dlstacco e licollocazlone su
nuovo supporto, en "Mosaico e restauro musivo", vol. 6 , Ravenna.
MARTÍNEZ ALOY, J. ( 1922 ): Epigrqfía romana. Unl11onumento al sol en
Benjfaió de Esploca. Las Provincias, Valencia, 12 de julio de 1922.
MASTROCINQUE, A. ( 1993) : Romolo (laJondazlone di Roina tra stoná e
leggenda), Este, 1993.
MOROTE BARBERÁ, G. , (2002) : "La Vía Augustay otras calzadas en la
LUGARI, ALESSANDRO (2001):
[page-n-136]
Comllllldad Valenciana". Serie Arqueológica, núm. 19, Vol 1-11. Real Academia de Cultura Valenciana. Valencia .
Lt;yendas sobre los orígenes de Roma en la musivaná
romana, Actas del congreso internacional de la AlEMA celebrado en Ro-
NEIRA, L. (200 1):
ma en 200 1.
OVADIAH, A. (1980) :
La circulación monetaná en las tien'CIs valencianas durante la antigüedad. Barcelona.
RIPOLLÉS, P.P. ( 1985) : Hallazgos numismáticos, 1984 . Saguntum, 19 ,
RIPOLLÉS, P.P. ( 1980):
Valencia, p. 337
Memoná que el que suscnbe eleva a la Dirección del
Selvicio de Investigación Prehistónca de la Excma. Diputación Prol'lncial de Valencia. Manuscrito depositado en el archivo del S. l.P.
VELOCCIA, M .L. (1977) : Conselvation plVblem qfmosaics in situ, en "Mosaics 11 0 /. Deten'oration and Consen1ation ", ICCROM (Rome 1977).
YAGÜE, PABLO ( 1989): AlTanque de mosaicos. Embalqje, transporteyalmacenamiento de mosmcos, en "1Coloquio nacional sobre la COllSelvación de mosaicos", Palencia.
ZANKER, P. (1992): Romay el poder de las imágenes, Madrid.
TORMO, L. (1956) :
Geometric andJloral pattems in ancient mosaics,
Roma.
J. DE (2003) : La mqueología romana en la labor del Selvicio
de Investigación Prehistórica (1927-2002). Romanosy visígodos en
tien'as valencianas. Valencia. Serv icio de Investigación Preh istórica, p.
PEDRO, M'
19-26.
"Memoná C
ientifica del Seguimiento de Obra
del Gasoducto Ford-Roquette Laisa (Benjfaió-Picassent, Valenc/á). In-
RAGA Y RUBIO, M. , (2002):
édita.
"Obras de mr;jora de la Acequia Real
del jlÍcar. hyo17l1e semestral del Seguimiento Arqueológico". Inédito.
RAGA y RUBIO, M. , (2002-2003):
Agradecimientos de Manuela Raga y Rubio. Arqueóloga
Necesariamente debemos mencionar a aquellas personas, empresas e instituciones gracias a las cuales se
puede hoy admirar esta magnífica obra musiva: Sres. Sendra y Matarredona (Gas Natural Valencia); Sr. Gil, Sr.
J. Gil, Sr. Ferre, y sus operarios (Beto, Osear, Juan Carlos, David, Jose, Carlos, Julian, Monsieur y Adelino) de
Obremo; al propietario de la Granja Font de Mussa (ya que, además de ocupar parte de su propiedad durante
seis meses, nos facilitó el uso de electricidad yagua corriente); a l@s técnic@s de la Conselleria de Cultura; a
l@s técnic@s del S.I.P. ya su subdirectora; a Luis Miguel Torres Broseta, dibujante especializado que también
colabora de manera desinteresada en esta monografia; a V. Escribá y J. Vidal por sus visitas y consejos; a D. Lorenzo Abad, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, por enriquecer este trabajo con su aportación.
Y, por supuesto, a don Francisco Beltrán López, Cronista de Benifaió. Sin lugar a dudas es la persona que,
de forma más apasionada, vivió el hallazgo del mosaico y todo el proceso posterior. Le agradecemos su colaboración ya que, incluso en aquellos aspectos en los que no coincidíamos, Paco no dejó de apoyarnos. Al finalizar nuestro trabajo en su pueblo nos fuimos con la sensación de no sólo haber encontrado un magnífico mosaico sino también una gran persona.
[page-n-137]
[page-n-138]
[page-n-139]
. /
DIPUT
CIÓ DF
VALE CIA
Areo de Culturo
"
gasNatural
. Museus
[page-n-140]
[page-n-141]
[page-n-142]