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VOL
VALENCIA MCMJyXIX
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
X 11
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PATRONATO
DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO
CONSEJO
SUPERIOR DE I N V E S T I G A C I O N E S
ClENTlFlCAS
I N S T I T U C I O N t A L F O N S O EL M A G N A N I M O ,
EXCELENTISIMA DlPUTAClON PROVINCIAL
VALENCIA
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ARCHIVO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DE LA EXCELENTISIMA DIPUTACION
PROVINCIAL DE VALENCIA
VOL. XII
VALENCIA MCMLXIX
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ISSN - 1989 - 0508
Depóiito Legal V. 138C1970
Rditorial P. Domcncch, S. A.-Mar.
31.-Vdedch
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D. FLETCHER y J. A P A R l C l O
(Valencia)
Noticia de las excavaciones efectuadas en la
Cueva del Volcán del Faro (Cullera, Valencia)
Con motivo de las obras de .urbanización que se están realizando en
e l M o n t e d e El Faro, e n Cullera, fuimos advertidos por los señores Giner
Pereperez e H i s Catalá d e la inminente desaparición de unas covachas
situadas e n l o a l t o de dicho monte, e n el llamado Volcán.
Como de una d e estas covachas ya poseía e l S. l. P. materiales arqueológicos recogidos en superficie por el Grupo Espeleológico Vilanova y
Piera d e la Diputación de Valencia ( l ) , se consideró imprescindible una
exploración d e emergencia d e toda la zona, tarea q u e realizó u n o d e nosotros (Aparicio) con resultados satisfactorios, por l o que se solicitó d e la
superioridad, con fecha 2 8 d e agosto d e 1968, la correspondiente autorización d e excavaciones.
Se halla la covacha excavada j u n t o al faro de Cullera (fig. 1) e n el
llamado Volcán que es, en realidad, una gran depresión formada por el
h u n d i m i e n t o d e la bóveda de una gran cueva, habiendo quedado al descubierto varias covachas o abrigos, posibles galerías d e la primitiva caver-
(1) J. DONAT ZOPO: "Catáiogo de simas y cavernas de la provincia de Valencia".
Valencia, 1960, pág. 34.
J. DONAT ZOPO: "Catálogo espeleológico de la Provincia de Valencia". Memorias
del Instituto Geológico y Minero de España, LXVII. Madrid, 1967, pág. 57-58.
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Fig. 1.-
*
Cueva del Volcán del Faro. - 1: Cueva de Les Mallaetes. - 2: Cueva del
Parpalió. - 3: Cueva de les Maravelles. - 4: Cueva de Les Rates Penaes. 5 : Cueva del Barranc Blanc.
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FLETCHER-APARICIO
na. N o obstante, como la citada hondonada se conoce popularmente con
el nombre de «El Volcán del Faro» hemos admitido esta denominación
para bautizar la cueva, facilitando así su localización (Lám. I y fig. 2).
Hasta el momento presente se llevan realizadas dos campañas de excavaciones; una en el verano de 1968 y otra en el de 1969. Del resultado
de ambas, damos una brevísima noticia, anticipo del más amplio estudio
que se llevará a cabo en su día.
PRIMERA C A M P A Ñ A (verano de 1968)
Se comenzó por realizar una exploración que nos orientase sobre la
estratigrafía del yacimiento. Para ello se efectuó un primer sondeo en el
exterior de la covacha, a 5'50 metros de una pared de piedra en seco que
la cerraba. Se marcó un rectángulo de 2'50 x 1 metro, alcanzándose la
profundidad de 0'80 metros, observándose la presencia de dos capas de
coloración diferente; una, hasta los 0'35 metros, de tierra vegetal con
abundantes conchas marinas, silex (una hojita de dorso rebajado, u n pequeño raspador, etc.) y varios fragmentos cerámicos; otra, de 0'45 metros de espesor, de tierra marrón, rica en silex. A partir de los citados
0'80 metros de profundidad, apareció una capa rocosa uniforme que impidió proseguir el sondeo exterior, iniciándose entonces un nuevo sondeo
en el interior de la covacha, en un rectángulo de 3'50 x 2'30 metros de
lado, alcanzándose los 11'25 metros de profundidad, sin que llegásemos
al nivel de base (fig. 3).
En este segundo sondeo los resultados fueron los siguientes: Los n i veles superiores, hasta 1'75 metros de profundidad, proporcionaron cerámicas modernas, medievales, ibéricas, griegas de figuras rojas y diversos
materiales clasificables dentro d e la Edad del Bronce y, por debajo de
éste, una capa estéril, de casi un metro de espesor, formada por tierra
blancuzca y granulosa, en la que por deslizamiento desde el estrato superior, se halló u n aro de hueso y algún minúsculo fragmento cerámico.
Pasado el nivel estéril, aparece, a 2'50 metros de profundidad, una
tierra de coloración marrón rojiza que ya n o cambia en todo el resto de
la excavación.
Dentro de esta tierra, en la capa VI (2'50-3'60) en la parte denominada «la grieta)), se encontró una punta de flecha de pedúnculo y aletas,
semejante a las aparecidas en el nivel correspondiente a la Edad del
Bronce.
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VOL&
Fig. 3.-Corte
DEL FARO
estratigráfioo de la primen campaña de excavaciants (año 1968)
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Desde dicha capa a la X I I I . (3'60-5'20), se encuentran raspadores,
hojitas d e dorso rebajado, perforadores, etc. Junto a estas piezas de silex,
en los niveles X I V a XVI (5'20-5'80), punzones de hueso (fig. 4, A a F).
De las capas X V l l y X V l ll (5'80-6'20) podemos destacar puntas d e
muesca o escotadura y plaquetas con manchas de ocre, en las que n o
hemos podido identificar figura alguna (fig. 4 G a H).
,
En la capa X I X (6'20-6'40), junto a una bella punta d e silex (fig. 4 J),
,
.apareció un ((bastón de mando)) sobre hueso, de 2 4 centímetros de longitud en su estado actual, que lleva grabados en su superficie unos signos
que n o hemos sido capaces de interpretar, por el momento (Lám. 11).
Por debajo de este nivel, en las capas X X y X X I (6'40-6'85) siguen
apareciendo piezas Iíticas de buena factura pero se observa mayor pobreza
en las capas siguientes ( X X I I a XXX), llegándose a los citados 11'25 metros de profundidad, sin que signifique ello el haber llegado al nivel de
base del yacimiento (fig. 4, K y L).
SEGUNDA C A M P A N A (verano de 1969)
En esta segunda campaña se contó con la valiosa colaboración científica de la señorita Luisa Pericot Raurich y del doctor Pericot.
Los primeros trabajos se dedicaron a la limpieza de una zona, que
se denominó Sector A, de piedra y maleza; una vez realizada esta tarea
previa, se marcó un cuadro de 5 metros de lado, dividido en 25 cuadriculas de un metro cuadrado, numeradas del 1 al 25, las cuales fueron ampliándose conforme se profundizaba y ensanchaba la zona de excavación
hacia la pared del abrigo (fig. 5).
En las cuadriculas 28 a 33 se levantaron cuatro capas, con una profundidad máxima de 1'77 metros, mientras que en las cuadrículas externas sólo se llegó a los 0'80 metros (fig. 6).
De estas cuatro capas, las tres primeras lo fueron de acuerdo con las
distintas coloraciones del terreno, mientras que la Ú!tima, sin cambio de
coloración, que sirviera para delimitarla, fue de 0'22 metros.
Primera capa.-De
tierra negra mantillosa y abundantes raíces. Estaba
formada, en su mayor parte, por grandes rocas, desprendidas de la bó-.
veda. Entre los materiales recogidos figuran valvas de moluscos, patelas,
turritelas, helix; esquirlas de hueso; un fragmento cerámico de barniz
negro y otros hechos a mano y a torno; de silex, raspadores, buriles, hojitas de borde rebajado y gran cantidad de lascas (fig. 7, A a E).
Segunda capa.-A
partir de la cuadrícula 18 se subdivide en a) y b),
siendo la tierra de coloración marrón, más oscura la parte alta que la
baja. Los material~es a) y b) son similares: algunas valvas de moluscos,
en
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Fig. 4.-Capa
."
XIV: A-B.
XV : CD.
" XVI: E-F.
" XVII: G-1.
Capa XVIII: H.
."
XIX: J.
"
XX: K.
" XXI: L.
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F .5.-Planta
i
del Sector A, al terminar la Capa 1..
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VOLC~
DEL FARO
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helix, turritela; huesos de animales y silex (raspadores, buriles, hojitas
de dorso rebajado, láminas retocadas y lascas ) (fig. 7, F a 1; 2."a, J a K
y 2."b, L a M).
Tercera capa.-En
la cuadrícula 7, de tierra marrón con pegotes blancos y durísimos, se encontraron 23 helix, varias esquirlas de hueso, una
valva con el natis perforado, un dentalium, asimismo perforado y 8 4 0
silex, entre ellos hojitas de dorso rebajado, una hojita sierra, un raspador,
un buril, varias hojitas retocadas y numerosas lascas (fig. 7, N a O).
En la cuadrícula 13 se halló media punta de cara plana, que podría
encuadrarse en la etapa solutrense, cosa que tal vez pueda comprobarse
en futuras campañas, puesto que en estas cuadriculas del exterior n o se
prosiguió la excavación (fig. 7, P).
En las cuadrículas 28 a 33, de tierra marrón rojiza, como la de los
niveles paleolíticos del sector excavado el año anterior, se recogieron
huesos y molares de animales; un fragmento de ((pecten jacobeuss, helix, y de silex, núcleos, buriles, raspadores, hojitas de dorso rebajado, etc.
Cuarta capa.-Sólo
se alcanzó, como ya hemos indicado, en las cuad r í c u l a ~ a 33; presentó características similares a la anterior, tanto por
28
la coloración de la tierra como por los materiales que proporcionó (fig.
7,
Q).
La importancia de la Cueva del Volcán del Faro es bien patente, tanto
por la industria Iítica como por el hallazgo del ((bastón de mando)) que
es pieza única, hasta el presente, en tierras valencianas.
Confiamos que las nuevas campañas de excavaciones nos proporcionarán nuevos datos que permitan llegar a concretas conclusiones y ayuden
a resolver los problemas que actualmente tiene planteados el paleolítico
valenciano en cuanto a su evolución interna y relaciones que guardan
entre sí las cuevas de la comarca de Gandia y la del Volcán del Faro,
distante del Parpalló menos de 20 kilómetros y de todas ellas con los
yacimientos cantábricos y franceses (2).
N o queremos terminar la presente nota informativa sin hacer patente
nuestro agradecimiento a aquellas personas y entidades que, con su deci(2) D. FLETCHER: "Estado actual del estudio del Paleolítico y Mesolítico Valencianos". Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, LXII, 3. Madrid, 1956, pág. 841-876.
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Fig. 7 . 4 p a 1: A-E.
"
2: P I .
"
2 a : J-K.
" 2 b: L-M.
Capa 3
" 3
" 3
"
4
(cuadrícula
(cuadrícula
(cuadrícula
(cuadrícula
27): N.
7): Ñ-0.
13): P.
.
32) : Q.
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dida y entusiasta colaboración, han hecho posible la salvación de la cueva
y la realización de trabajos d e investigación en ella.
En p r i m e r lugar, nuestro reconocimiento a don Juan Lafarga, alcalde
del Ayuntamiento de Cullera, al concejal ponente d e Cultura, señor Bisbal, y a la Corporación Municipal, que desde el primer m o m e n t o apoyaron
y alentaron nuestros trabajos, poniendo a nuestra disposición importantes
medios económicos que h a n permitido una mayor duración .de las excavaciones.
Asimismo, hemos d e hacer constar la valiosa colaboración d e d o n
Francisco Giner y d o n A l f r e d o His, quienes con su entusiasmo y amplios
conocimientos fueron ayuda inestimable en nuestra tarea.
La Cooperativa «El Faro del Mediterráneo)), en cuyos terrenos está
ubicada la cueva, en especial don Luis Gay, arquitecto y el señor Tortajada, aparejador, han solucionado con exquisito tacto los complicados problemas que, con la suspensión de las obras de urbanización, se habían
planteado, anteponiendo los intereses científicos a los de otra índole,
colaborando en esta labor la empresa constructora ((Gonzalo del V a l y
Cia» que h a prestado ayuda directa, poniendo a nuestra disposición m e dios mecánicos, obreros y materiales que, bajo la dirección d e los señores
D e l Val, López y Fuster, h a n resuelto dificultades técnicas que hubieran
sido de lenta y costosa solución para los excavadores. A todos, desde estas líneas, nuestro sincero agradecimiento.
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CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 1.
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J A I M E CARBONELL ESCOBAR
(Alicante)
Dos nuevos abrigos con pinturas rupestres
de el Sabinar (Provincia de Murcia)
HISTORIA DEL HALLAZGO
En una excursión d e caza en las cercanías del término d e Nerpio, e n
La Tejera situada .en la partida de Royo Tercero, término d e el Sabinar
(Murcia), conversando con el dueño de l a misma, me interesé por la situación de las pinturas rupestres d e Nerpio, que yo conocía por las publicaciones, y que deseaba ver. Pero al hallarse La Tejera a unos quince
kilómetros d e Nerpio, y las pinturas a la otra parte del pueblo, m e fue
imposible visitarlas a causa de la distancia. En la conversación así iniciada al citado señor, don Juan Martínez Gamboa, coment6 que en las cercanías un pastorcillo había visto pintados en l a pared rccosa tres ciervos,
d e los que uno, tenia la cabeza inclinada hacia el suelo señalando la
existencia de «un tesoro)) allí escondido, según se comentaba en los alrededores. Interesado al máximo por la noticia, rogué a m i informador que
se enterase del paradero exacto de tales dibujos, para en una próxima
excursión visitarlos. Y así l o hizo. En la siguiente ocasión, el señor M a r -
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J. CARBONELL
tínez Gamboa nos acompañó al lugar d e las pinturas que distaba d e La
Tejera algo más d e media hora a pie. Llegados al sitio n o conseguimos
localizarlas pese a que recorrimos buena parte del barranco, pero esto
hay que achacarlo a la falta d e luz, pues era la caída d e la tarde y n o
; c g r ~ m o sdistinguirlas. En vista d e que n o dábamos con ellas, y por n o
perder e l viaje, el señor M a r t í n e z Gamboci decidió acercarse a una finca
próxime, casa d e M a r t í n Herrero, cuyo dueño era c o n ~ c e d o rd e las pinturas, a fin d e hacerlo venir para q u e nos las indicara. M i e n t r a s hacía
el viaje, m e dediqué a buscarlas, recorriendo el barranco por l a parte d e
la sulana, observando todos los abrigos y lugares con posibilidad d e piiitciras. N o tuve que ondar mucho, pues a unos doscientos metros del lugar
donde debían estar ¡as que buscábamos según las indicaciones, distiriguí
las pinturas del que luego llamaré Friso l.",
que aunque n o correspondían con los tres ciervos que m e habían descrito, n o creí que pudieran
ser otras diferentes a las buscadas. Llegado el dueño clc la casa d e M a r tir; Herrero, m e aseguró por la situación d e las que y o había visto, que
a n
n o ~ ~ d í ser las que buscábamos, pues la d e los ciervos estaba e n s t r o
sitio diferente, l o que n o p u d o comprobar en aquel momento, ya que e l
día había caído, aunque l o aseguraba e n el sitio exacto, como pudimos
ver en o t r o viaje. Le conduje entonces a las que y o había hallado, y m e
aseguró que eran desconocidas, ya que las d e los ciervos estaban a ras
de tierra, y estas a 1'80 metros d e altura, y además el abrigo d e las p r i meras miraba b a r r a n c ~arriba, mientras que el abrigo que y o había encontrado miraba barranco abajo.
Con las fotografías que había impresionado del Friso 1." apenas l o
\tí, comencé mis averiguaciones mostrándolas al Director del Servicia d e
Investigación Prehisthrica d e l a Diputación d e Valencia, a fin de tratar
d e localizarlas e n sus archivos y biblioteca, si eran ya conocidas. Nada
encontramos que se relacionara con ellas. Entonces procedí a consultar
a los señores Samuel d e los Santos Jener, Emeterio Cuadrado, que conocían la zona, y M i g u e l A. García Guinea que había explorado la región
d e Nerpio. Todos ellos terminaron d e asegurarme que dicho Friso l." era
desconocido, y que tanto éste como el segundo estaban inéditos. Así m e
decidi a llevar a cabo su publicación.
Para ello organicé otra excursión en la que m e acompañó Eustaquio
Castellano, compañero del Centro Excursionista d e Alicante a f i n d e ayudarme e n la confecci5n d e los calcos, y e n el estudio del lugar.
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HL SABINAR
SlTUAClON DE LAS PINTURAS
Al oeste d e la provincia d e Murcia, cerca de la linde con !a d e Albacate, se halla el pueblo de Sabinar, al que se llega p c r l a carretera d e
Caravaca a Nerpio. Está comprendido e n la hoja núm. 889 del mapa topográfico a escala 1 : 50.000 del I n s t i t u t o Geográfico y Catastral, entre las
coordenadas 402 - 403 y 734 - 735 (fig. 1). Hacia el suroeste de
Sabinar, a cuatro kil6metros, se halla el barranco de la Cañadica d e Andrés, en cuya solana r e hallan las pinturas bajo el Calar de las Tapias.
El barranco está repartido entre la hoja 888 y la 889, d e las que n c he
u
podido ver la primera. S fondo l o recorre u n camino llamado Camino
d e Nerpio (Lám. 1).
Para llegar a las pinturas se toma la carretera d e Sabinar a Nerpio,
y a uncs 500 metros fiace a la izquierda un camino carretero, transitable
para automóviles, que conduce a la casa de M a r t í n Herrero, a 2 kilómetros de Sabinar. Pasada ésta sigue el camino durante dos kilómetros más
hasts la cantera de 1;i Loma del Carbonero, al borde mismo d e l barranco
eri que se hallan las pinturas. Este n o es m u y largo, pues tendrá unos
tres kilómetros a l o sumo, y a kilómetro y medio d e la cantera confluye
con otros, formando un morro e n el que localicé un poblado de l a Edad
d e l Bronce, del que hablaré más adelante. Las paredes n o son m u y escarpadas, mas con todo, la solana está constituida por uti cortado d e unos
ocho metros de alto, en cuya base se abren una serie de abrigos (fig. 2).
Desde la cantera, e n dirección barranco abajo, a unos cuatrocientos
metros aproximadamente, hallamos un camino de herradura que desciend e a l centro d e l barranco para enlazar con el o t r o camino ya citado. Este
cami,?o pasa entre los dos abrigos, quedando aguas arriba e! d e l Friso
número 2, a unos SO metros, y aguas abajo el del Friso número 1, a unos
1 5 0 metros. M á s abajo d e l barranco hay otros dos abrigos con restos de
pintura, t a n perdidas, que n o f u e posible obtener calco ni fotografía.
Por último, al final del barranco, e n la vertiente d e la umbría, donde
conf!uye con los otros dos barrancos, se encuentra e citado poblado d e
!
l a Edad del Bronce, sobre un morro cerrado e n la parte que m i r a a tierra
p c r una recia muralla a e mampuesto seco d e hasta tres metros d e grosor e:> aigunos puntos, conservada hasta una altura máxima d e 1 / 6 0 me-
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J. CARBONELL
ESCALA
f
5.0)
001
*
503
" C I Y I . -
1000
O
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IOOC
Fig. 1
i
2000
3000
4GOO
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tros. A ú n se advierter! en su interior y en superficie las huellas de las
paredes de las cabañas. de forma rectangular y de unos dos metros en
cuadro. Recogí tiestos de cerámica basta, a mano, con núcleos requemados y abundante desgrasante, lisa, que junto con l o característico d e la
situación me hicieron clasificarlo en la época que señalo (Lám. IV).
Con estas noticias me dirigí al Director del Museo Arqueológico Provincia! de Alicante, don Enrique Llobregat, quien me indicó la mejor
forma de proceder al calco de las pinturas. Provistos de los materiales
necesarios, hicimos un nuevo viaje Eustaquio Castellano y yo, que emplearnos en realizar nuevas fotografías de los conjuntos y del lugar, así
como aiapositivas en color. Por último, realizamos el calco de los frisos
por rnedio de hojas de papel celofán.
Una vez realizado el calco, l o llevamos a Alicante, nuestro lugar de
residencia, y l o deposité en el Museo Arqueológico, a fin de poder realizar allí el estudio. El señor Llobregat tomó a su cargo la tarea de trasladar los calcos del ce.!ofán a material definitivo, y son los que se presentan 3n las figuras 3 y 4. Igualmente rea!izó la descripción y análisis de
los dos abrigos, tal como más adelante se refleja.
FRISO PRIMERO
Estilística y técnicamente hay que situarlo dentro del ciclo del arte
rupestre esquemático, l o que hace aún más sorprendente su presencia
tan cercana al otro abrigo que responde al estilo clásico levantino.
Situado a una altura aproximada de 1'80 metros en la pared del abrig o ocupa un área de unos setenta centímetros de alta, por ochenta centímetros de larga (fig. 3, Lám. 1, 2 y 3 y Lám. 11).
El grupo lo forman tres distintos tipos de figuras: animales, antropom o r f o ~ núcleos punteados. Haciendo la descripción de arriba abajo y
y
de izquierda a derecha, vemos en primer lugar un área oblonga recubierta de puntos, a la que sigue, tras un espacio en blanco, otra área más
reducida y de forma circular, también de puntos, y otra más pequeña
y semejante a la derecha. Entre estas dos últimas se sitúa una figura an-
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Fig. 3.-Pinturas
del friso
1.O
(a 112)
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Fig. 4.-Pinturas
del friso
2.O
(a 112)
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tropoinorfa masculina, con brazos y piernas abiertos. Por último, en esta
zcjna superior hay que señalar la presencia de u n cuadrúpedo inmediatamente debajo del ú l t i m o grupo de puntos.
El registro central del friso está formado por una serie de cuadrcpedos, cérvidos al parecer, por las cornamentas, que caminan hacia la derecha del espectador. El primero está muy perdido y sólo se conserva la
ccrnarnenta, el segutido, completo y muy bello, protege a un cervato que
marcha delante de él. Por último, en el extremo derecho hay un gran
antropamorfo coronado de plumas, al que de inmediato llamé «el Hechicero), .
En la parte inferior las pinturas están más perdidas, se advierten restos de grupos de puntos como los del registro al to, y una figura que según
mi impresión se trata de un antropomorfo que salta, mientras Llobregat
supone que es un cérvido perdido en parte, y que corresponde al grupo
de los del registro central.
Las pinturas de tddo el abrigo están efectuadas en una sola tonalidad
d e sierta obscuro, todavía .lo suficientemente intenso y bien conservado
como para permitir una visión muy clara de las mismas.
Más al interior del abrigo, en su fondo, había otros restos de pinturas, muy perdidas, de las que se podía reconocer un grupo de trazos vertica!es unidos en su oarte superior.
FRISO SEGUNDO
Como queda dicho, por su estilo hay que incluirlo dentro d e l grupo
levantino. Se halla en la pared del fondo del abrigo inmediatamente encima de una elevacion del suelo del mismo, que forma un a modo de
escalón delante de las pinturas (fig. 4, Lám. 1, 4 y Lám. 111).
En este friso podemos distinguir claramente por la técnica dos grupos de figuras, las que están efectuadas por solo u n trazo en el contorno, y las que tienen contorno pintado y relleno el interior.
De las primeras sori la cierva de l a extremidad izquierda del friso
y la cabeza y cornamenta del ciervo que aparece debajo de l a figura mejor conservada, a! centro del conjunto. Todas las demás figuras tienen
el contorno relleno. De éstas, procediendo de izquierda a derecha tenemos
las siguientes: los ctiartos delanteros, cabeza y cuello de un, a l parecer,
cáprido. Un gran ciervo, parado, con la cornamenta vista en perspectiva
frontal, sobre e l que se advierte un pequeño cáprido. Detrás de él rnarchal con la cabeza agachada una cierva de la que sólo se conservan la
cabeza, cuello y cuartos delanteros hasta medio cuerpo. Entre los dos
e inmediatamente debajo, hay un antropomorfo portador de arco, que
mira a l a derecha del espectador, con las piernas flexionadas.
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J. CARBONELL
Se advierten en ei friso restos de más pinturas, pero irreconocibles al
momeoto de efectuar el calco porque estaban notablemente perdidas.
Todo el friso está efectuado en u n mismo color, sepia, más obscuro por
comparación al del Friso 1.O.
El conjunto ocupa u n área de 1'10 metros de longitud por 0'50 metros do altura, en lo que hov se conserva.
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CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 1.
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CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 11
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CARB0NEi.L.-El
Sabinar de Murcia
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CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
Muralla del bL. :o
'
de la Edad del Bronce
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ENRIQUE PASTOR ALBEROLA
SANTIAGO TORRES CARBONELL
(Valencia)
Los enterrarnientos eneolíticos de la cueva
del "Frontó", Salem (Valencia)
DESCRIPCION
El pico de Benicadell preside el limite septentrional de la provincia de
Valencia y del Valle da Albaida y, con sus 1 .lo0 metros, es la mayor
elevación de la cordillera que lleva su nombre. Hacia el Oeste, las alturas
se suceden en una línea continua hasta más allá de las tierras del Valle.
En sentido opuesto, hacia Levante, hasta el punto de nacimiento de la
cordillera en e l «Coll de Llautó)), el conjunto montañoso n o es uniforme,
abriéndose en tres líneas oblicuas de altura decreciente y longitud variable. La más occidental y de menor altura, salvando la carretera de Gandia
en término de Castellón de Rugat, se continúa hacia el centro del Valle
por tierras de Rugat y Montichelvo, y presenta su primer tramo con una
serie de lomas aterraplenadas, por las que cruza la carretera que, desde la
de Gandia a Almansa, se dirige a Alcoy (Véase mapa).
De esta carretera, una vez pasado el barranco de «Les Caves)), arranca una senda que es medio de comunicación del monte, y sirve, a l a vez,
para atender al cuidado de la conducción d e agua, desde la fuente de «La
Barsella)) al pueblo de, Salem.
Subiendo por este camino y casi a la mitad de la loma, hay que des-
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CUEVA DEL
FRONTO
viarse unos pasos hacia la izquierda, hasta alcanzar la entrada de la cueva,
q u e se encuentra j u n t o a la conducción d e agua, entre la segunda y tercera
casetas, contadas e n sentido ascendente desde la carretera. La subida es
pronunciada, aun cuando e l zigzagueante camino disimule un t a n t o la
pendiente d e esta ladera, conocida p o r los vecinos del cercano pueblo d e
Salem como «Llama del Frontó)).
La cueva d e l «Frontó», pues, abre su entrada a Poniente, e n una
d i m i n u t a plazoleta, d e n o más de cuatro metros cuadrados, formada por
e l continuo apisonamiento del terreno de acceso, y por las piedras y
tierra q u e se fueron depositando al cavar la zanja para la conducción
antes referida (Lám. 1).
Los primeros metros de entrada hay que pasarlos e n cuclillas, por las
angostas dimensiones d e la abertura. Después, la bóveda se eleva un poco
y permite estar sentado; este vestíbulo se ensancha hacia la izquierda e n
una galería, que se destruyó parcialmente cuando se h i z o la conducción,
taponándose después e l boquete con piedras; hacia la derecha, la roca
avanza hasta quedar cortada en ángulo recto sobre las galerías inferiores.
Se pasa, a continuación, por una segunda estrechez entre dos peñas,
que hay que cruzar tumbado, después de la cual vuelve a ensancharse la
cueva para p e r m i t i r el paso, entre dos pilares estalagtíticos, a un corredor
que, en pronunciada pendiente, conduce d e unas galerías superiores de
escaso interés a una inferior, que es la más grande, y donde aparecieron
l a mayor parte de los enterramientos. Esta galería n o tiene unas medidas
constantes, pues presenta en su ú l t i m o tercio un estrechamiento, que
prácticamente la divide e n dos sectores. El primero es d e unos seis metros
de largo p o r tres d e anchura y su bóveda es prolongación de la de entrada,
que se continúa sobre la enorme roca ya descrita. Esta, a su vez, n o llega
a l suelo inferior, sino que deja entre ambos una grieta profunda y estrecha, que con muchas dificultades pudo ser registrada.
E n la pared d e la izquierda d e este primer tramo, j u n t o al final del
corredor de bajada, hay un boquete, a ras d e suelo, de unos sesenta
centímetros de diámetro, que comunica con otra galería inferior, que
sigue una dirección casi paralela a la exterior, y que era prácticamente
desconocida.
El segundo tramo de la galería principal se inicia a partir de la estrechez mencionada. Su bóveda decrece rápidamente e n altura y los últimos
metros sólo pueden alcanzarse tumbado. En el centro d e ella hay una
protuberancia margosa d e color blanco, que arranca del subsuelo y se eleva
unos cuarenta y cinco centímetros. A la altura de este peñasco, en la
pared d e la derecha, hay una abertura que comunica con otra galería
[page-n-39]
PASTOR-TORRES
d e menores proporciones, y por la que se puede alcanzar la entrada principal trepando por la roca.
El piso del tramo de entrada es en casi su totalidad rocoso, salvo en la
galería que se destruyó parcialmente. El de la principal está constituido
COVA d e l F R O N T ~
Sal ém (Val encial
-q
5 m.
.,
c-
9 m.
Planta
por unos centímetros de tierra rojiza, m u y compacta y húmeda, de profundidad variable; sigue una capa margosa blanquecina, que es la que
aflora en el segundo tramo; para acabar con un tercer estrato de tierra
rojo-pardusca, m u y suelta y fina, y de profundidad indeterminada (fig. 1).
[page-n-40]
CIJEVA DEL P R O N T ~
Cercana al pueblo de Salem, a cuyo término municipa! pertenece, y a
pocos pasos de un camino d e incesante tránsito, ,esta cueva del «Frontó»
ha sido conocida siempre y m u y visitada e n todas las épocas, como l o
pone de manifiesto la variedad de los restos que se pueden encontrar en
su interior.
LOS HALLAZGOS
Circunstancialmente supimos que, en la cueva del «Frontó», habían
sido hallados algunos objetos de piedra pulimentada, y ,descubiertos abundantes restos hzlmanos.
Puesto el hecho en conocimiento del director del Servicio de Investigación Prehistórica de la excelentisima Diputación Provincial, se nos
encomendó verificáramos esta información y salváramos los restos que
pudieran haber quedado; todo l o cual debía hacerse con la mayor urgencia posible, toda vez que era de presumir que, de resultar interesante el
yacimiento, las visitas clandestinas se repitiesen, presunción que tuvimos
ocasión de comprobar después.
Esto así, n o puede extrañar que, en la primera visita que realizamos,
encontráramos, ya e n la misma plazoleta de entrada, un occipital y numerosos huesos fragmentados, así como trozos de u n a vasija, hecha a torno
y buena pasta, similar a los que después encontraríamos en el interior.
El estrato de la galería principal, que era el que al parecer había proporcionado las primeras muestras interesantes, estaban totalmente revuelto, y todo porque en l o más profundo de la pared izquierda sobresalía un
hueso, unido a la roca por las concreciones calizas, y que, imposible de
separar sin romperlo, había sido indicio d e los futuros hallazgos. Con todo,
este mismo detalle pone de manifiesto la poca profundidad a que se
hallaban los cadáveres.
Entre las revueltas tierras, que forman la estrechez que separa las dos
secciones de la galería principal, apareció una azuela, que se describirá
oportunamente en el inventario (C. número 1 ) (Lám. 11, 7 y fig. 2); abundaron los huesos e n desorden y deficiente estado y delante mismo de la protuberancia margosa quedaban dos cráneos completos, que debieron ser
enterrados juntos, puesto que estaban en contacto inmediato uno y otro
(A. números 1, 2). Por lo demás, el tamizado de la tierra, que se había
[page-n-41]
PASTOR-TORRES
extraído, sólo d i o pequeños fragmentos de cerámica de procedencia iberoromana, así como el objeto metálico inventariado en F. número 1 .
Al lado mismo d e la abertura o «gatera», que comunica con la galería
más profunda, había una gran piedra en forma de losa, t a l vez desprendida
de la bóveda, y al levantarla encontramos una candileja morisca (B. número 10) con abundantes fragmentos d e cerámica más antigua, probablem e n t e ibero-romana, y m u y cerca de ellos, separado por escasísima capa
de tierra, un cráneo (A. númer,o 3), casi unido a la pared por la caliza,
parte de un .esqueleto que debía estar orientado hacia el centro de la
Fig. 2
cueva, m u y deteriorado y perdido p o r la humedad y e l apisonamiento del
terreno (Lám. IV).
Como e l tiempo nos impedía continuar la inspección, f u e suspendida
para continuarla en o t r o momento; pero cuando volvimos, unos días después, todo había sido nuevamente revuelto, ahora con mayor profundidad
[page-n-42]
y precipitación, Sólo los extremos de la galería, allí donde los salientes
de la roca superior dificultaba la entrada y apenas permitía toda visión,
parecían haber sido respetados en parte, y sin embargo, el revoltijo del
terreno había llegado hasta el mismo mayor depósito de huesos, que
debieron ser enterrados en forma de dos grandes paquetes. Los cráneos
Fig. 3
serían numerosos, dados los fragmentos recogidos, pero sólo uno .(A. número 4) quedaba entero, pues los demás estaban totalmente desarticulados. Entremezclados con la tierra se recogieron dos fragmentos de cerámica cardial (B. números 1, 2); una punta d e flecha (D. número 2) y una
[page-n-43]
PASTOR-TORRES
piedra d e color blanco, plana, forma rectangular con un lado curvo, y un
agujero e n su tercio superior (E. número 1 ) (Láms. II, 1 y 4; 11 1, 1 y 3).
D e la ú l t i m a zona de la galería, después d e la protuberancia margosa,
procede o t r o cráneo (A. número 5) y un fragmento de sílex (D. n ú m e r o 4)
(Lám. 11, 5).
En e l corredor d e bajada, en la parte inferior de un pequeño peldaño
que hay a m i t a d del mismo, precisamente donde, por la estrechez d e l
paso y e l desnivel, hay que apoyar el p i e para bajar, se encontró una
segunda hacha, la de mayor tamaño (C. número 2) que, pese a estar a ras
d e suelo, nadie, de quienes habían penetrado en la cueva, repararon
e n ella (Lám. 11, 8 y fig. 3).
D e la galería de entrada, entremezclados con la tierra y piedras q u e
sirvieron para cerrar el boquete abierto al construir la conducción de
Fig. 4
agua, proceden una tercera hacha (C. número 3 ) y dos puntas de flecha (D.
números 1, 3), así como restos d e un cráneo y fragmentos d e cerámica
cardial, que Salvador Boronat Giner pudo recoger entre los revueltos
elementos (Lárn. 11, 2, 3 y 6 y fig. 4).
Este, con u n o de nosotros (Torres) recorrieron todas las galerías y
[page-n-44]
recovecos de la cueva. En todos ellos, por diminutos e inaccesibles que
sean, abundan en superficie los restos humanos, bien porque allí también
se realizaran enterramientos, bien porque, y esto es lo más probable,
fueran transportados y depositados en tales lugares por los animales, a lo
largo de los tiempos.
Colaboraron con nosotros dos, aparte del mencionado Boronat Giner,
Juan Alberola Calabuig y José Climent Carpi que trazaron la planta de
la cueva.
CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
El revoltijo en que se encontró la cueva, desde los primeros momentos,
dificulta su estudio: por la ausencia e imposibilidad de una excavación
sistemática, y por desconocerse el número y calidad de los objetos clandestinamen$e extraídos; si bien, n o creemos que esto último sirviera para
aportar datos distintos a los que hemos podido salvar, ni modificar las
conclusiones a que llegaremos, a la vista de los materiales obtenidos.
El primer problema a resolver sería fijar el número de individuos
enterrados, y aquí, sólo la vista de los fragmentos craneanos recogidos es
ya suficiente testimonio de su elevado número, sin que aventurar una
cifra concreta pueda suponer ninguna pretensión de exactitud, sino más
bien, deducción lógica de lo que dice este testimonio; confirmación, por
l o demás, de las características que a este respecto se dan en las estaciones
similares conocidas (1 ). Como se ha hecho constar, los huesos abundan
en casi todas las galerías y rincones, pero sólo de la principal, y de la que
se destruyó parcialmente, hay pruebas evidentes de haber sido lugar de
enterramiento. En resumen, puede afirmarse la existencia de n o menos
d e 10 cadáveres, número que se fija atendiendo a los cráneos y frontales
conservados.
Parecido problema se presenta al intentar concretar la forma en que
(1) El Dr. FUSTE. en su "Estudio Antropológico de los Pobladores Neo-eneoiíticos de
la Región Valenciana", (Serie de Trabajos Varios del S. 1. P., núm. 20 Valencia, 1956), pudo
disponer de 117 cráneos, de los cuales 20 pertenecían a la cueva de 'kamí Real d'Alacants',
47 a la cueva de la Pastora, 5 a la cueva de la Torre del Mal Paso, y 4 a la de Les Llometes; por citar s6lo los jacimientos cuyo estudio ha sido publicado, g a los que hemos de
referimos m& adelante.
,
[page-n-45]
PASTOR-TORRES
debieron practicarse los enterramientos. Nosotros nos inclinamos por la
tesis de una primera inhumación, que después fue levantada para dejar
espacio libre y poder verificar una segunda. N o pretendemos sentar una
afirmación radical, siempre aventurada p o r sujeta a revisión, pero si
creemos que es la más aceptable y la que tiene más probabilidades para
este caso concreto.
En los dos paquetes de huesos, casualmente respetados casi intactos,
se entremezclaban huesos d e todas clases y claramente correspondientes
a numerosos individuos. Por otra parte, ambos depósitos se hicieron en
la parte más inconveniente, en la grieta que queda entre la roca superior
y el piso de la galería principal. En cambio, en la zona más amplia, todo
indica que los huesos aparecieron dispersos, como corresponde a cadáveres
independientes; los dos primeros cráneos recuperados estaban juntos,
pero ningún indicio señalaba la existencia de un osario, y e l hueso que
sobresaliendo había quedado unido a la roca n o formaba parte de ningún
depósito.
Si se apunta que los cadáveres pudieron ser previamente descarnados
por l a acción de los elementos externos, es dificil poder aceptar la coincidencia de tantas muertes simultáneas, en el período, relativamente corto, que esta acción pueda durar; el depósito seria, a l o sumo, de un par
de cadáveres. Si se parte de un primer enterramiento provisional, hay
que tener e n cuenta que, si se hizo en la misma cueva vendría a confirmar
nuestra postura, si en otro lugar, ¿qué significado tienen los enterramientos de la zona central de la galería? Y en cualquiera de los casos,
tpara qué escoger precisamente como depósito la zona más difícil e inaccesible?
Insistimos en que esto n o es más que una afirmación deducida a la
vista de la incompleta visión de un yacimiento, teoría que n o puede
generalizarse en ningún caso, pero que tal vez pueda ser punto de partida
para considerar un nuevo aspecto del problema.
Paquetes de huesos aparecieron en la cueva del Cami Real de Alacant,
e n Albaida, por los que don Isidro Ballester llegó a l a conclusión de que
más bien se trataba de un osario (2). En cambio, de los depósitos de la
cueva de la Torre del M a l Paso en Castelnovo (Castellón de la Plana) se
afirma por Jordá que eran enterramientos en segunda fase, puesto que
aparecieron un número de mandíbulas superior al de cráneos y también
(2) 1 BALLESTER TORMO: "La covacha sepulcral de "Cami Real", Albaida". Ar.
chivo de Prehistoria Levantina 1. Valencia, 1929, pág. 45.
[page-n-46]
a l de paquetes (3); si aclaramos que la mandibula sobrante se encontró
aislada, resulta obvia la deducción de que la primera fase tuvo lugar igualmente en la misma cueva.
Ni la Coveta del Barranc del Castellet de Carricola (4), ni la de la
Ladera del Castillo de Chiva (5), ni la de Ribera e n Cullera (6),todas
pertenecientes a la misma etapa cultural, pueden aportar resultados
definitivos, por haber sido destruidas antes de inspeccionarlas cuanto
menos.
En la Cova de les Llometes de Alcoy, el nivel mbs profundo contenia
los esqueletos acurrucados, descansando generalmente sobre e l lado izquierdo (7),y en la de Pastora, aparecían los restos agrupados con uno
o varios cráneos en cada paquete y frecuentemente un ídolo oculado
e n él (8).
La tendencia más generalizada es aceptar que se trata de segundas
inhumaciones; pero, lamentando la falta de estaciones encontradas intactas y excavadas con toda garantía, hemos de llegar a la conclusión de que
e l problema está aún por resolver, y que quizá sea l o más seguro que,
obedeciendo todos los enterramientos a unos principios generales simi'lares, como podrian ser: l a situación en cuevas, las ofrendas votivas, la
preocupación y respeto p o r los cráneos, haya que admitir variantes, derivadas unas de circunstancias locales, impuestas las otras por costumbres
o necesidades de las personas o del momento, todas ellas hoy aún inéditas
y de n o fácil determinación.
Cerámica se obtuvo de dos tipos: lisa de características corrientes, y
decorada; d e ambas, escasos fragmentos. Cinco solamente tienen ornamentación cardial, de los cuales, los dos primeros del inventario se hallaron
en la galería principal, y los otros tres en la de entrada, parcialmente
destruida. U n o de estos últimos (número 3) presenta adornos de lineas
paralelas de puntos hechos con el borde de la concha y rematadas con la
impresión del natis; pero presenta la particularidad de que las lineas son
(3) F. JORDA CERDA: "Los enterramientos de la cueva del Mal Paso. Castelnovo
(Castelión de la Piana)". Archivo de Prehistoria Levantina VII- Valencia, 1958, pág. 62.
(4) E. FLA BALLESTER: "La "Coveta del Barranc del Castellet", Carrícola-Valencia". Archivo de Prehistoria Levantina V. Valencia, 1954, pág. 35.
(5) D. FLETCHBR VALLS: "La Covacha sepulaal de la ladera del Castillo (Chiva)".
Archivo de Prehistoria Levantina VI. Valencia, 1957, p&g. 13.
(6) E. PLA BALLESI'ER: "La Covacha de Ribera (Cdera-Valencia)". Archivo de
Prehistoria Levantina VII. Valencia, 1958, pág. 23.
7) BALLESTER T O W O : Ob. cit. nota 2, pág. 53.
(8) 1. BALLESTER TORMO: "Idolos oculados valencianos". Archivo de Prehistoria
Levantina 11. Valencia, 1945, pág. 126.
[page-n-47]
PASTOR-TORRES
ascedentes, y el remate queda e n la parte superior, cuando l o normal :parece
que debiera ser el sentido opuesto (9).
Los elementos Iíticos se concretan e n dos hachas y u n a azuela, y e n
tres puntas d e flecha e n cuanto a sílex.
En la explicación de los hallazgos se señala la procedencia de cada
pieza, y e n el inventario sus características. El hacha d e mayor tamaño
y la azuela son d e sección plana y j u n t o c o n la p u n t a d e flecha romboidal
proceden d e la galería interior; mientras que la segunda hacha es d e
sección oval y se encontró, con las p u n t a s d e flecha restantes, e n la galería de entrada. Tenemos noticia d e haberse encontrado otras dos puntas
d e flecha en el interior, pero desconocemos su forma e ignoramos su
paradero.
¿Qué conclusiones pueden deducirse a la vista d e estos escasos materiales? Las hachas de sección plana y las puntas d e flecha son encuadrabl,es plenamente e n el período eneolítico, e n cuyos yacimientos, varios
d e los cuales dejamos citados, se dan con relativa abundancia.
D e la cerámica cardial, t i p o básico del neolítico, sólo cabe pensar, e n
principio, e n *una supervivencia proyectada desde la etapa anterior; que
n o puede resultar extraña, cuando t a n cerca se encuentra una estación
t a n importante neolítica como la Coveta d e I'Or e n el m i s m o Benicadell
y t é r m i n o municipal l i m í t r o f e de Beniarrés; ni supone tampoco un caso
aislado, puesto que fragmentos similares h a n aparecido e n otros yacimientos, culturalmente relacionados con e l q u e nos ocupa, como son
los ya mencionados del Barranc d e l Castellet y Torre del M a l Paso, así
como el d e la Cova d e les Maravelles ( l o ) , Caseta d e M o l i n a ( 1 l ) , etc.
D e un nivel cultural más antiguo; d e la ocupación de la cueva por
gentes del neolítico pleno, n o tenemos hoy elementos d e juicio suficientes
para una afirmación radical; los materiales atribuibles a este período
son escasos y aparecieron m u y dispersos. Habría que excavar sistemáticam e n t e todo el estrato para, a la vista d e los resultados, sentar conclusiones distintas. N o renunciamos a la idea, y esperamos que el Servicio d e
Prehistoria, con las autorizaciones y medios adecuados, l o realice.
En 1958, con ocasión del estudio de la Covacha d e Ribera, Pla Ballester
enumeraba los caracteres de los yacimientos eneolíticos e n cuevas sepulcrales, estableciendo las diferencias q u e los separan, t a n t o del anterior
(9) Presenta este mismo adorno un vaso que, procedente de la Coveta de l'Or, se conserva en el Museo Municipal de Alcoy. Publicado por H. SCHUBART y V. PASCUAL en
su "Datación por el Carbono 14 de los estratos con cerámica cardial de la Coveta de 1'0r".
Archivo de Prehistoria Levantina XI. Valencia, 1966, .pág.45. Lám. 1.
(10) BALLESTER TORMO: Ob. cit. nota 2 (Cova de Les Maraveiles).
(11) BALLESTER TORMO: Ob. cit. nota 2 (Covacha de la Casa de Molina).
[page-n-48]
neolitico, como d e l siguiente período d e l bronce (12); esta publicación
nos libera d e repetir ahora tales conclusiones generales y nos permite,
a la vista d e su contenido y .del estudio comparativo d e los materiales,
encuadrar la Cueva d e l «Frontó» c o m o perteneciente a l grupo d e las
cuevas funerarias del período eneolítico, del que tantos yacimientos se
conocen e n nuestro país.
En. cuanto a cronología pued.e señalarse la d e 2.000 a 1.800 años
a. C., datación q u e se f i j a para este periodo cultural.
I N V E N T A R I O
A.
- HUESOS
1.
-
- CRANEOS:
Descripción
l
, Núm.
Frontal
Temporai
Occipital
Parietal
TIPO SEGUN
INDICES CñANEALES
Maxilar
1
Sexo
II
1
Incompleto
2
-
2
Mesaticéfalo
Dolicocéfalo
Mesaticéfalo
Diámetros
Occipitofrontal
Suboccipitofrontal
SuboccipitoBregmático
In terauricular
Interpterion
-
1
19
2
3
c.
m
17
cm.
15
cm.
18'7 cm.
18
cm.
15
cm.
18'7 cm.
16
cm.
15
cm.
Interasterion
-
.
ZNDICES
CñANEALES
I
II
17'3 cm.
15
cm.
14'8 cm.
5
17'3 cm.
15
cm.
14
11
cm.
11
cm.
73'6
82'3
cm.
11
cm.
13
cm.
69'5
72'2
9'5 cm.
11
cm.
10
cm.
69'5
81'2
-
12
cm.
10
cm.
69'3
80
11
cm.
8
cm.
69'3
80
-
4
-
Subbraquicéfalo
Dolicocéfalo
-
Subdolicocéfalo
Dolicocéfalo
Núm.
Subbraquicéfalo
Dolicocéfalo
-
Dolicocéfalo
-
10
cm.
6
-
(12)
PLA BALLESTER: Ob. cit. nota 6.
[page-n-49]
PASTOR-TORRES
- El lndice Croneol I se ha calculado tomando como diámetro ontero-posterior el
occípito-frontal; y el II, tomando el sub-occípito-frontal. Para el margen de error
debe tenerse en cuenta lo incompleto de algunas piezas.
El cráneo núm. 3 conservo, aunque muy deteriorodos, los huesos de la base.
El núm. 4 presenta u n orificio en el frontal, sobre el orco superciliar izquierdo.
El núm. 5 presenta un surco en la fisura de los parietales.
El núm. 6 h a sido reconstruido con las piezos hallados sueltas.
El estudio anterior ha sido hecho por el catedrático de Anatomía de la Facultad de
Medicina de Valencio doctor don Víctor Smith Agreda, o quien damos las gracias por lo
valioso y desinteresada ayuda que nos ha proporcionado.
-
2. - OTROS HUESOS:
- Dos frontales y dos medios
frontales; estos últimos corresponden uno a lo parte
derecha y el otro a la izquierda; apreciándose cloromente que no pertenecen o
lo misma persono.
- Moxilor inferior completo salvo la rama ascendente izquierda; de varón; ol que
faltan por extracción, habiendo cicatrizado, los 1 .O y 2O molores derechos.
.
- Otro maxilar inferior al que falta lo rama ascendente derecho. De mujer joven
moyor de 18 años, puesto que al morir presentoba lo dentición completa, incluso
las muelas del juicio.
Maxilar inferior al que faltan los dos ramas ascendentes; de vorón joven, pero
con lo dentición completa.
- Dos frogmentos de roma horizontal derecha de maxilor inferior, con algunos piezos
dentales.
- Diferentes frogmentos de huesos croneonos, pendientes de estudio y clasificación.
$Nuestro gratitud igualmente a don Francisco Chapa Montolvó, médico-odontólogo,
por los sugerencios y orientaciones que le debemos.
-
B.
-CERAMICA
1.
- Fragmento de voso
con decoración cordial, perteneciente ol orranque de uno
de sus asos; decorado con franjas de Iíneos incisos con el borde de lo concho
y con impresiones del notis. Medidos 8 por 5'6 centímetros (Lám. III, 1 ):
2. -Fragmentos
de 3'7 por 2'9 centímetros del borde de un voso de paredes
rectas; con decoración cordiol de cinco Iíneos horizontales poralelas en su
porte próximo al borde y otros líneas verticales e inclinadas por debajo de
lo cenefa anterior (Lóm. 111, 3).
3. -Fragmento
de borde de un voso de paredes rectos, con decoroción cordiol,
que ocupo toda lo superficie de un posible rectángulo y del que salen Iíneos
de adorno de doble incisión, rematados por la impresión del natis. Este
fragmento, con unos medidos de 6 por 4'5 centímetros contiene cinco de
estas líneas y parte de uno sexto. A lo derecho del rectángulo queda un
espacio liso, percibiéndose el comienzo de otro semejante. Color negro con
el borde rojizo (Lám. 111, 5 ) .
4. -Fragmento
de vosija de color beig-amarillento, con decoroción cardiol consistente en dos líneos paralelas, de los que salen a derecho e izquierdo otros
cortos ascendentes primero y descendentes después, formondo ángulos cosi
rectos. El fragmento mide 4'3 por 4'4 centímetros (Lóm. 111, 2 ) .
5. -Otro fragmento que parece debió formar parte de la mismo vasija que el
inventariado con el número 3; pues lo decoración cardiol ocupo toda l a
superficie o excepción de un evacio liso que queda entre los dos núcleos
decorados, los cuales formoríon porte de otros tantos rectángulos, como los
allí descritos. Son sus medidos 5'5 por 4'1 centímetros (Lám. 111, 4).
6 . - Frogmento cerámico indeterminado, de color blanco, cosi crudo, por lo que
se deshace con gran facilidad; tiene forma de u n trozo de teja con el borde
ligeramente exvosodo, por lo que parece hober formado parte del cuello de
uno vasija.
7. - Frogmento de cerámica liso, porte del borde de uno vosija de paredes ligeromente exvosodos, color negruzco por su deficiente cocción.
8. - Frogmento da cerámica gruesa, de color gris, parte indeterminada de una
vasija hecha a mono, pero bien pulida, con gránulos en la masa.
9. - Fragmentos del arranque del cuello de una vasiia hecho a torno, de color
[page-n-50]
rojizo en el exterior y gris en la parte interior; con decoración de líneas
incisas formando círculos concéntricos en forma de cenefa alrededor del
cuello (Lárn. IV, 3).
10.-Candileja de pasta rojo-amarillenta, basta, con decoración de líneas en
forma de ángulos de color vinoso (Lárn. IV, 2).
11.- Fragmento del cuello de vasiia hecha a torno y buena pasta; color gris en
el interior y amarillo-rosado en el exterior; borde saliente y círculos hechos
a presión (Lám. IV, 1 ).
C.
- HACHAS Y AZUELAS
.l. -Azuela
pulimentada de sección plano y u n sólo bisel, de color gris blan'
cuzco; con 93 centímetros de largo y 5'8 de ancho en la parte biselada,
teniendo el lado opuesto curvo (Lárn. 11, 7).
2.- Hacha pulimentada de la misma clase de piedra que la anterior; de sección
19
plana con bisel en ambos lados, y medidas de 1 ' centímetros de largo
por 6'2 de anchura mayor y 27 en la menor (Lárn. 11, 8 y fig. 3).
'
3.-Hacha pulimentada de color verdoso y sección oval; de 6'8 centímetros de
'
1
largo por 3 de ancho en el borde biselado, acabando en forma cónica
por el lado opuesto ('Lám. 11, 6 y fig. 4).
1. - Punta de flecha de sílex color acaramclada sucio; con aletas y pedúnculo.
Talla total en una de sus caras y sólo retocada en los bordes de la opuesta
(Lárn. 11, 3).
2 -Punta de flecha de sílex color blanco; forma romboidal alargada y tallo
.
bifacial (Lárn. 11, 4).
3.- Punta de flecha de color blanco-melado; de perfil biconvexo; cuerpo triongular isoscélico, apoyado sobre un equilátero que forma la base; con lo
particularidad que el lado de éste, sobre el que se apoya el triángulo superior, es de mayor longitud, sobresalieíido por ambos lados, dando lugar a
muñones; talla bifacial; rota en la punta (Lárn. II, 2).
4.-Fragmento de lámina de sílex blanco, de tres facetas por una de sus caras,
con ligeros retoques en uno de los bordes (Lárn. 11, 5).
E.
- PIEDRA AGUJEREADA
1.
F.
- Piedra de forma
rectangular, con uno de sus lados menores casi curvo; color
blanco, y u n agujero en su tercio superior, oblicuo a la superficie; sin retoques de ninguna clase (Lárn. II, 1 .
)
-METAL
l. -Pieza
de hierro en forma de triángulo isósceles curvado, de sección plano;
prolongándose el lada que forma la hipotenusa sobre uno de los catetos y
cerrándose en forma de anilla.
[page-n-51]
[page-n-52]
PASTOR-TORRES.-Cova
Frontó
LAM. 1.
Emplazamiento de la cueva y boca de entrada de la misma
(Foto Berna)
[page-n-53]
LAM. 1 .
1
Materiales Iíticos: 1 a 5 t. n.
-6
a 8 algo reducidos
(Foto Groiio)
[page-n-54]
LAM. 111.
PASTOR-TORRES.-Cova Frontó
L . - - :-..F. e .z
..
,
1
=.
--
e ?
:
Fragmentos de cerámica cardial (t. n.)
(Foto Groiio)
[page-n-55]
PASTOR-TORRES.-Cova
Frontó
LAM. IV.
--
* & --.
T "
-
.
*,= .
.
e.
.
,M
,
' .
L
*.
Fragmentos cerámicas de diversas épocas (t. n.J
(Foto Groiio)
km-
[page-n-56]
F R A N C 1 SCO ESTEVE G A L V E Z
(Castel lón)
El abrigo rupestre del Assud de Alrnazora
y su yacimiento arqueológico
Durante el otoño de 1924 localizamos importantes vestigios d e indust:ias leptolíticos e n las terrazas que se extienden j u n t o al Mijares,
entre Almazora y Villarreal, y de ahí que acto seguido emprendiéramos
una detenida exploración por el curso inferior del río, con la esperanza de
encoptrar algún yacimiento todavía intacto e n el que fuera posible hacer
observaciones estratiy-áficas, pues aquellos hallazgos procedían d e tierras va removidas por el cultivo.
Objeto preferente d e nuestro estudio f u e un recodo que forma la
orilla izquierda sobre el embalse d e la presa o azud d e Almazora, donde
se ven algunas cuevas m u y reducidas, pero susceptibles d e haberse aprovechado como refugios transitorios. H o y carecen d e interés arqueológico,
pues invariablemente aparece e n el suelo la roca desnuda. Pero al p i e
d c l ecantilado en que se abren esas oquedades existen restos d e un curioso yacimiento, por desgracia casi destruido.
No tiene aquella rinconada un nombre especial que la designe y por
eso nosotros, atendiendo a su condición y emplazamiento, hemos decid i d o llamarla «El Abrigo rupestre del Assud d e Almazara)).
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F. ESTEVE GALVEZ
Eri realidad, al expresado azud se le denomina oficialmente d e Castellón y Almazora porque l o aprovechan e n común los regantes d e ombos muriicipios, y represa las aguas del río a poco d e posar el puente de
Santa Quiteria ya m u y cerca del desagüe d e l a rambla d e la Viuda. Antiguaniente se hallaba olgo más abajo, pero como l e perjudicaban e n exceso las crecidas, enti-e 1 8 8 6 y 1895 se construyó la nueva presa aprovechando d e l o ya existente el famoso sifón que cruza a nivel inferioie¡ ancho cauce d e la rambla; obra vieja, pero n o t a n t g como se ha supuestc!, pues allí cerca se ven a cielo abierto las arruinadas acequias d e
traza medieval.
Entre la presa y el puente d e Santa Quiteria la escarpada orilla i z quierda, casi siemp1.e inaccesible, se retrae para dar zalida a un corto
torrente, por cuyas isperas laderas se llega hasta el fondo del río. En
cambio, por la marge? opuesta el acceso es cómodo porque allí se escalonan e n ancha gradería las terrazas cuaternarias. Y como e n pleno cauce
se levanta un peñasco, que parte e n dos la corriente, n o es difícil pasar
d e una a otra orilla.
En remotas épocas, cuando el Mijares era un río de abundante caudal,
la importancia d e este vado seria m u c h o mayor. Ya debió aprovecharlo
la fauna diluvial e n sus migraciones periódicas, pues, a ú n se encuentran
eri las terrazas inmediatas muchos utensilios d e piedra abandonados por
los cazadores nómadas del Paleolítico Superior (1). Tras las pistas d e los
animales vinieron las rutas humanas y al establecerse e n esta ribera los
primeros pobladores permanentes es l o más probable que sobre aquel peñasco se afianzaran ias estacas d e tosco puente o sencilla pasarela, que
bastaba para satisface: las necesidades d e un tráfico elemental y poco
exigerite. Durante la Edad del Bronce h u b o a l o largo del río cierta preocupación defensiva y para vigilar ese paso se levantó entonces una pequeña fortaleza, cuyas ruinas subsistieron hasta comienzos del presente
siglo, e n que fueron üllanadas al roturar el suelo. Un c u l t i v o intensivo d e
(1) De este hallazgo se dio noticia en una extensa comunicación que presentamos al
IV Congrcso Internacional de INQUA (Madrid-Barcelona, 1957), pero, que sepamos, el
tomo correspondiente a este Congreso no se ha publicado todavía.
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ASSUD DE ALMAZORA
regadío acabó luego con los vestigios arqueológicos y hoy apenas quedan
entre ribazos y medianeras algunas piedras para moler, labradas en la
dura arenisca roja triásica, tan frecuente en las vecinas montañas de Espadán y el Desierto de las Palmas. La importancia de este lugar se acrecentaba por el hecho de que en él venían a coincidir varias rutas impuestas por los accidentes del suelo; la que sigue la orilla izquierda del Mijares, la que bordea la rambla de l a Viuda por su margen derecha y finalmente !a que cruza ia Plana de Sur a Norte para alcanzar por el valle de
Borriol las llanuras interiores del Bajo Maestrazgo.
Al trazar Roma sus magníficas calzadas, muchas veces sobre viejos
caminos indígenas, esta última pasó a ser la Vía Augusta, que desde Dertosa iba por lntibilis a Ildum en busca de Sebelaci y Noulas para llegar
a Sagunto. Es l a ((vía maior» de que nos habla algún documento medieval
y que aun hoy jalonan restos de edificios como villas, edículos o templos,
el Arco de Cabanes y varias columnas miliarias. En consonancia con este
carácter monumental es de suponer que entonces debió levantarse sobre
e! Mijares un verdadero puente, acaso el más antiguo de toda la comarca.
N o es fácil averiguar !o que de él pudo aprovecharse en el actual de
Santa Quiteria cuya notable estructura merece u n detenido estudio (2).
Se ha dicho que «la cimentación de la obra n o cabe duda que es romana y quizás destruida en su remate por los siglos y las avenida;, y
sirve de sostén a edificaciones de posteriores épocas)) (3). Lo que n o
se ha observado nunca y en ello radica el hondo secreto de su presencia,
es que apoya su pilastra maestra sobre el islote roquero que, al levantarse
en pleno cauce del río, dio origen al primitivo vado.
EL ABRIGO
Junto a ese paso y sobre el embalse de l a presa o «assud», la escarpada orilla izquierda del río vuelve a retraerse y traza otra escotadura,
(2) Un documento de 1275 prueba que Jaime 1 se interesaba por la construcción de
un puente de piedra sobre el Mijares, cerca de Villarreal, que debe ser el actual de Santa
Quiteria. J. E. MARTINEZ lTRRANDO: ''Catál~o de los documentos del antiguo
Reino de Valencia". Madrid, 1934, vol. 1, pág. 396. Taaibitn, P. RAMON DE MARIAY
C. D.: "El Repartimeni de Burriana y Villarreal". Valencia, 1935, pág. 131 y 132, y P.
RAMON DE MARIA C. D. : "Un hospital y dos puentes". Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, XVII, c. 1 pág. 37-45. Castellón, 1936.
,
(3) C. SARTHOU CARR4ZRFB: "Provincia de Castellón". Geografía General del
Reino de Valencia, dirigida por Carreres Candi. Barcelona, s. a., pág. 62.
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amplia y poco profui?da, en la que se abren tres pequeñas cavidades la
maycir d e las cuales presenta señales evidentes d e un ensanchamiento art i f i c i a l que regularizo paredes y techo. El conjunto constituye un excelente abrigo (4), orientado al S. O., pero con el grave defecto de hallarse
excesivamente bajo.
Si hemos de juzgar por los limos y arenas con moluscos de agua dulce que se hallan a unos dos metros sobre el nivel actual d e l río, los cazadores nómadas del Paleolítico Superior que frecuentaban estos lugar.es encontraron el fondo del abrigo invadido por las aguas, y esta parece
se; la causa d e que no hayamos encontrado aquí los utensilios leptolíticos
que aparecen con relativa frecuencia e n las terrazas inmediatas. Fue más
tarde, al retirarse las aguas y crear los consiguientes depósitos fluviales
un suelo f i r m e y estable, cuando el abrigo empezó a ser habitado d e
manera regular y bastante continua, pues en los cortes que se hicieron
al abrir un nuevo canal, que n o llegó a entrar en servicio, puede verse p o r
encima d e aquellos limos y arenas un nivel d e tierra arcillosa, gravas y
cantos rodados y, con este material detrítico, numerosas conchas d e molusco~
marinos, algunas !ascas o esquirlas de silex y otras piedras hendidas o con señales evidentes de uso intencionado. Por todas partes l o recubra luego un talud d e escombros caídos d e la terraza superior, sobre
e l cual a u n pueden reconocerse restos d e hogares, m u y revueltos, porque ese espacio reducido y de suelo pobre ha sido aprovechado para plantar algunos algarrobos.
A) .-Excavación
del nivel inferior
El desbroce d e l a margen izquierda del canal reveló, por de pror:to,
que el nivel d e conchas alcanzaba más d e 0'80 metros de espesor hacia
e l O., acaso por l a circunstancia d e que un saliente que allí forma l a roca
le protege, en parte, d e los arrastres provocados p o r las grandes avenidas
disminuyendo luego paulatinamente hasta la m i t a d del abrigo, donde llega
a desaparecer por completo. En !o mejor conservado podía apreciarse también que n o se había formado con despojos procedentes d e la alta terraza, sino que era e l resultado de una ocupación directa del mismo abrigo,
pues incluso contenía algún lecho de cenizas. Pero como todo aparece
empastado en una tierra arcillosa amarillenta formada p o r descornposición d e la roca, sueleri mezclarse e n ella cantos rodados y lajas calizas.
(4) Exdcta posición del abrigo del 'Assud d'AlmapraS', 390 57' 15" N. y 3@35' 40" E.
del Meridiano de Madrid, o sea 00 05' 35" W. de Greenwich, según el Mapa Topográíico
de España, del Instituto Geográfico y Catastral, hoja 641 "Castellón de la Plana".
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ASSüD DE ALMAZORA
Las conchas d e moluscos marinos en su inmensa mayoría son del. género «cardium»; excepcionalmente se encuentran algunos raros ejemplares del «pectunculus» y sólo en un caso la «nática», l a «cyprea» y la
«coliimbela», esta última perforada. Con ellas se asocian algunas especies terricolas, y sobre todo, hermosos ejemplares de «helix» (Lám. 1).
La superficie excavada n o es m u y extensa, pues apenas rebasa los
cincc metros a l o !argo del corte, con profundidad máxima de 0'70 metros. Pero conviene advertir que l o mejor del yacimiento debió destruirse ciando se hicieron las obras de! nuevo embalse, y l o que hemos dejado aeliberadamente como testigo en una zona marginal que parece ofrecer interés m u y secui-idario.
Los escasos vestigios industriales que aparecen en ese nivel, n o pueden ser más rudimentarios, ya que se reducen a sencillas esquirlas de silex, que suele ser gris o melado y con menos frecuencia rosado, blanco
o veteado, sin que muestren huellas dejadas por el uso ni retoque alguno
Fig. 1.-Nivel
inferior. Tosco hendidor tallado en un canto rodado de caliza. (t. n.)
complementario, cual si se tratara de restos de taller. Caso notable es el
r w p l e o d e l a caliza, de la que existen algunos cantos rodados p a r c i a l ~ ~ e n t e desbastados por u n extremo (fig. l ) , que incluso pudieron servir como
het?aidores. Como restos d e labra hay incluso buenas lascas con su bulbo
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F. ESTEVE GALVEZ
y plano d e percusión. Todo, se ve, muy pobre y a t í ~ i c o
para que podamos
acignarlo a una cultura determinada. En realidad, el unico objeto bien
detii:ido es la «columbella» perforada para usarla como adorno (fig. 2).
En ello el agujero se obtuvo por frotación desgastando en parte l a última
espiral, técnica que puede observarse también en otras piezas semejantes
procedentes del yacimiento mesolitico de la «Cova Negra» (Borriol), del
primer sepulcro neolitico del «Camí de la Costa» (Castellón) y del inmediato poblado del «Castellet» (Castellón), que ya pertenece al final de la
Edad del Bronce y comienzos de la de! Hierro.
Fig. 2.-Nivel
inferior. Concha
de columbella perforada para
usarla como adorno. (t. n.)
Kuestra opinión es que nos encontramos ante los miserables despojos
d e ur pueblo de reolectores que vivió aquí arrinconado antes de que
llegaran los primeros cultivadores neolíticos. Por su aspecto general, tan
extraño yacimiento recuerda el asturiense del N. de España, pues cabe
imaginar que en su estado originario el «conchero» seria mucho más extenso, pero mermado por las frecuentes crecidas del río acabó por reducirse a las modestas proporciones en que ha llegado hasta nosotros: y,
además, se da también ia curiosa coincidencia d~ hallarse fuera de la
ciieva frente a la entrada, como suele ocurrir en muchos lugares de la
costa cantábrica.
Llama, sin embai-gol la atención el hecho d e que se encuentre a unos
dicz kilómetros del rnar; pero conviene advertir que ya los cazadores nómadas del Paleolítico Superior, que acamparon con frecuencia en estos
jugares, recogieron el «cardium» en cantidades considerables, pues las
conchas d e este molusco se hallan entre gravas y arenas junto a los utensilios típicos de aquella época.
B).--E!
nivel superior
Lo que resta del «conchero» se cubre d e un derrubio estéril en el
que se mezclan cantos rodados procedentes de la desccmposición de los
conglomerados y escombros caídos de l a terraza. Es un potente nivei que
siempre rebasa los 0'80 m. y en el extremo occidental, donde se halla
mejcr conservado, alcanza más de dos metros d e espesor.
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Hacia el centro ael abrigo, sobre ese depósito detrítico, se extienden
lentejones d e una tierra suelta, cenicienta, con escasos huesos de enimales, trozos informes .de vasos hechos a.mano y algunos s i l e x tallados,
entre.10~que se cuentan una finísima hoja, muy corta, y una lasca foliforme retocada que pudo servir de punta de dardo (Lám. .I, 1 y 3 y fig. 3).
Fig. 3.-Nivel superior. Lasca foliácea de silex parcialmente retocada. (t. m)-.. .
San los últimos vestigios de un estrato arqueológico destruido casi por
comp!eto por las obras h'echas al modificar la toma de aguas. En el quijero
de la acequia nueva queda bien patente ese nivel que a! pie del acantiiado forma una banda oscura de unos 0'30 m. de amplitud y un poco
profunda, pues tras r?lla aparece inmediatamente la roca viva. De ahí que
decidiéramos n o excavarla y dejarla intacta como elemento de comprobación y estudio para ulteriores investigaciones. Tan sólo apartamos un
fragmento de cerámica que aparecía superficialmente en pleno corte y
que por su especial interés l o daremos a conocer con cierto detalle.
Corresponde al borde de un,vaso cuya forma exacta n o se puede precisar aunque !o más probable es que fuese un cuenco hondo y de buen
tamaño. La pasta, bastante limpia y bien cocida, es gris, con l a superficie
alisaaa, o mejor aún espatulada, algo brillante y casi negra mostrando
ahora algunos descoiichados y finas resquebrajaduras, probable efecto de
un requemado producido por cualquier accidente casual, acaso un incendio, con e l que guardaría relación la tierra calcinada con abundantes cenizas que se halla en este nive! arqueológico.
En e l tiesto conservado sobresale cerca del borde un pezón aplanado
y romo con un principio d e perforación en sentido vertical, y 10 notable
.
es que en el lado opuesto lleva adherido como medio casquete que viene
a formar en su cara interna una cazoleta ovalada (Lám. 11, 2 fig. 4).
,
Pieza ésta, en verdad, extraña, poco corriente y de filiación cultural
todavia mal. conocida. Y, sin embargo, es ella precisamente la que da
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E ESTEVE GALVEZ
cierta personalidad al nivel superior de' abrigo y la que nos permite asignar algunos paralelos, gracias a los cuales, podemos cbtener para este
yacimiento una fecha bastante segura; porque los escasos silex tallados
a los que antes hemos hecho referencia, son poco típicos y la cerámica,
troceada en,exceso y desprovista de todo adorno, sigue el carácter generaj d e las especies lisas hechas a mano. Sólo un tiesto de barro negro
con la superficie bruñida debió pertenecer a un vaso bicónico con el borde
Rg. 4.-Abrigo del "Assud" de Almam a . Nivel superior. Tiesto mn cazoleta junto al borde en la cara intema (112.)
suavemente abierto; es decir, se trata de una forma argárica que alcan-
zó su pleno desarrollo y debe ser ya tardia (Lám. 1, 2).
Con este dato concuerda perfectamente el vaso d e cazoleta interior
aplicada junto al borde, que en esta comarca parece ser cosa privativa del
avanzado Bronce Mediterráneo, a juzgar por un fragmento semejante al
d e l
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ASSUD DE ALMAZORA
«Castell d'Almancor», cuyas ruinas se hallan, aproximadamente, a un kil6metro aguas abajo siguiendo la misma orilla izquierda de! río.
Aquel la modesta fortaleza medieval asentó sus cimientos sobre los
despojos de un antiguo poblado que vimos por vez primera durante el
otoño de 1924 y hemos venido explorando reiteradamente en años sucesivos logrando reunir todavía un buen conjunto de hallazgos. Mencionaremos como más importankes-: algunas hachas d e basalto, martillos de
diorita completamente lisos, es decir, sin ranura para ajustarles el mango,
tritu:adoras y percutcres labrados en cuarcita, hojas de silex dentadas
que sirvieron para armar hoces de madera, y muchas piedras para moler,
más o menos oblongas. Faltan, por ahora, los objetos de metal, pera su
ptesencia queda atestiguada por un molde que sirvió para fundir hachas
planas y alargadas de ancho f i l o curvado. Desde luego, l o que más abunda
es la cerámica, siempre bien cocida y, en general, de tonos oscuros, con
la superficie brillante en los vasos pequeños, que sue!en ser lisos; más
grosera en los grandes tinajes, cuyas paredes se refuerzan por verdugones casi siempre repujados por impresiones digitales o cortados a golpe
d e espátula. Las formas, poco seguras, nos dan con frecuencia perfiles
carenados y cuencos profundos, entre los cuales hay uno provisto da asa
,
redonda con cazoleta adherida en su cara interna (Lám. II, 1, fig. 5).
Para la cronologia de este poblado es de suma importancia un fragrnento.que corresponde a la ensambladura de dos vasos con l a orilla vuelt a y el fondo convexo, trozos de anchas vasijas, especie de cazuelas con
asas de borde realzad:, y tiestos que llevan incisos cortos segmentos orlados de pequeños trazos divergentes, motivo este que, n o por su técl?ica
sino por su forma, recuerda ya la cerámica del Bronce Atlántico.
Fuera de esta comarca, en !a comarca montañosa del país valenciano,
se conocen otros dos fragmentos de vasijas semejantes, también provistos
de asas y con pequeño recipiente interior (5). Citemos en primer lugar,
por su proximidad relativa al yacimiento que estamos estudiando, un troz o del borde de un vaso, al parecer ventrudo, y de buen tamaño exhumado
por H. Prades en el poblado de «La Ereta del Castellar)), de Villafranca
(5) Seria como ésto^ el u u de cuenn>.qu$-.hallóel P. Furgús en los primeros años
o>
del presente sido en la necrópolis de San Antón, de Orihuela, y que el propio excavador
describe del siguiente modo: "un fragmento de plato cuya oriiia está interceptada por una
cavidad como si fuese una cazoleta de 0'03 m. de diámetro y 0'02 m. de profuddad". No
se dice a qué lado del vaso iba aplicada aquella cavidad, pero hemos de suponer que sería
en la cara interna. Véax P. FURGUS: "Edat prehist6rica en Oriola (necrópolis de San
Antonio)". Serie de Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, número 5.
Valencia, 1937, pág. 32.
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F ESTEVE GALVEZ .
.
del Cid que ya pertenece a un m o m e n t o m u y avanza00 d e l a Edad del
Bronce (6) (Lám. 1.1, 3).
M á s conocido es o t r o tiesto encontrado e n e l ((Castiilarejo d e los Moros» (Andilla), que s u excavador, Alcácer Grau, l o atribuye al Bronce
Fig. 5.-Fragmento de vaso provisto de
asa con cazoleta en la cara interna,
procedente de "Castell d'Alman~or"
(1/2.)
Mediterráneo, basándose e n un par d e puñales d e cobre y sobre todo e n
la cerámica, en la que son patentes perfiles carenados.
C o m o e n el ((Castell dlAlmancor», se trata d e u n cuenco d e paredes
(6) H. PRADES: "Noticia sobre la Ereta, Villafranca del Cid (Castellón)". Bulletin
de la Société Préhistorique Franpise, LII. París, 1955, pág. 577.
J. ARNAL, H. PRADES y D. FLETCHER: "La Ereta del Castellar (Villafranca del
Cid, Castelión)". Serie ae Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, número 35. Valencia 1968.
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casi verticales y aunque haya perdido la cazoleta, l e quedan. los arranques que han permitido rehacerla, hallándose exactamente a la altura del
asa, que aquí n o es redonda sino en cinta (7) (Lám. 11, 4).
A l estudiar en detalle este fragmento (8) se ha creído oportuno recordar que en los palafitos del final de la Edad del Bronce y en estaciones
hallstátticas de la primera Edad del Hierro se hallan alguna vez vasos con
pequeños recipientes que se supone sirvieron para contener perfumes y
van adheridos a su cara externa, sin que se conozcan por ahora, en el
lado contrario, es decir aplicados al interior de la vasija. Ello implica, necesariamente la idea de que en ambos casos nos encontramos con soluciones semejantes aplicadas a necesidades idénticas o parecidas.
No era ese, precisamente, nuestro criterio cuando en 1925 encontramos el tiesto del «Castell dlAlmancor», en el cual puede apreciarse
enseguida una intima relación entre l a cazoleta interior y el asa. Poco
después, en el «Assud» se daba la misma circunstancia aunque el asa
esté sustituida por UD tetón aplanado que debió servir para coger el vaso
y n o para colgarlo, pues el taladro vertical que lleva n o alcanza a perforarlo por completo. El hecho se ha repetido luego en el ((Castillarej:, d e
los Moros» y en «La Ereta del Castellar)), pues en ambos fragmentos a
las cazoletas se les yuxtaponen también sendas asas en la cara externa.
Esa inmediata relación entre asidero y cazoieta nos hizo suponer que esta
serviría tan sólo para proteger el extremo del dedo pulgar aislándole del
contenido d e la vasija cuando se apoyaba contra el borde al cogerla por
el asa.
Parecida opiniói-i se ha sustentado últimamente al estudiar un cuenco
liso, sin asas, pero emparentado probablemente con estas cerámicas, hallado entre restos ibéricos e n Jaribaile, cerca d e Linares (9).
Entendido de este modo, es decir, en función práctica y sin atisbo alguno de cosa ritual !10) para el vaso con cazoleta opuesta al asa, aplicada
(7) D. FLETCHER VALLS y J. ALCACER GRAU: "El Castillarejo de los Moros
(Andiila, Valencia)". Archivo de Prehistoria Levantina, VII. Valencia. 1958. oág. 93-110
y Lám. 1 a X. El fragmento con cazoleta interior (reconstruida) en la Lám. VIII, número
7 y en la misma Lám. e: número 4 primera referencia al tiesto de la Ereta del Castellar de
Villafranca.
(8) J. ALCACER GRAU: "Una interesante pieza cerámica del Bronce Valenciano".
Homenaje al Conde de la Vega del Sella. Oviedo, 1956, pág. 231.
(9) M. L. GALVAN: "Museo Arqueológico Nacional. Adquisiciones de 1955 a 57.
Cuenco de la Edad del Bronce". Memorias de los Museos Arqueológicos (1955-1957), vo!úmenes XVI a XVIII. Madrid, 19ó0, pág. 29-31, fig. 23.
(10) La extraña estructura de estos vaws y el hecho de que sean piezas singulares
sumamente raras en los yacimientos donde han aparecido, permite creer que cumplieron
una función especíñca y nada común; y la manifiesta preocupación por evitar el contacto
de b s dedo:: con el conit-nido de la vasija al cogerla por el asa, o simplemente por el borde,
nos hace suponer que en estos recipientes se prepararon delicadas y peligrosas materias,
probablemente venenos, que servirían para emponzoñar las puntas de las saetas.
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a l a cara interna, sólo encontramos un lejano precedente nada menos que
e n la cerámica neolítica egipcia, p r i m e r o e n M e r i m d e Beni Salame, donde
se exhumó un p l a t o con un hueco j u n t o a l borde, que parece sirvió para
proteger el dedo pulgar cuando aquel se asía con la mano (1 1). Remoto
ensayo d e un t i p o cerámico q u e había d e alcanzar cierto desarrollo e n el
siguiente período Amratiense. N o se crea por eso que pretendamos estab!ecer una posible relación entre ambas cerámicas; están demasiado distantes e n e l espacio y e n e l tiempo. En cambio, los vasos provistos d e
cazoleta interna que se señalan e n l a «catacombnoi kultur)) d e l sur d e
Rusia (12), aunque más alejados, coinciden cronológicamente coi1 los
nuestros y ello abre camino a una posible relación entre ellos. Un nuevo
y apasionante problema que nos plantea esta Edad del Bronce d e la costa
oriental d e la Península, m u c h o más rica y compleja d e l o que al principio
hdbíamos supuesto.
(11) Exhumado en las excavaciones de la Akademie der Wissenoha€ten, de Viena, en
Merimde Benisalame. Véase V. GORDON CHLLDE: «New light on h e most ancient
East". Londres, 1934, pág. 61 donde da escueta noticia: "one bowl, or di&, had a podcet
for the thumb inside thc rim".
(12) Véase nota 6, segunda obra, p&g. 28.
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ESTEVE.-Assud
de Almazora
LAM. 1.
[page-n-69]
ESTEVE.-Assud
d e Almazora
LAM. 11.
Frazmentos de vasos con cazoletas aplicadas en la cara interna, del Bronce valencizno.
1: Castefl d'Almmqor (Almazora) (t. n.). - 2 : Abrigo del Assud (Almazora)
(t. u.). - 3: Ereta del Castellar (Villafranca) (413. - 4: Castiilarejo de los
Moros (Andiile) (213).
[page-n-70]
J. ARNAL, J. L. COUCHARD y M. LORBLANCHET
(Francia)
A la mémoire d8André Niederlender
La Grotte de Roucadour
-
(Thémines Lot)
La publication des fouilles d8André Niederlender (1) e t de I'un de
nous dans .la doline d e Roucadour, rend inutile de présenter les coordonnées exactes du gisement.
t o r s de ces fouilles il avait toujours été question de visiter la grotte
car o n savait qu'elle contenait des tessons d e céramique proto-historique
en assez grand nombre e t d'ailleurs quelques fragments d e vases avaient
été ramassés.
Les spéléologues connaissaient depuis longtemps la caverne. E. A.
Martel I'avait visitée en 1890 e t en avait donné une description e t un plan
dans son volume, «Les abimes)) (2). Le grand spéléologue la décrit ainsi:
«une ancienne «goule» ayant absorbé un courant superficie! durant la
fin dri tertiaire e t le début du quaternaire)). O n peut dire qu'elle com-
(1) A. ,NI~EDERLENDER,R. LACAM et J. ARNAL: ''Le gisement neolithique de
Roucadour', Numéro special 1 1 de Gallia-Prehistoire, París 1967.
1
(2) E A. MARTEL: ' l e s Abimes", París 1894, p. 342.
.
[page-n-71]
prsnd une galerie principale aux dimensions imposantes (15 A 2Om d e
largeur pour 15m de hauteur maximum!, e t une petite galerie adjacente
inconnue de Martel. Sa longueur est de 2 8 0 m environ. alors que M a r t e l
lui attribue 400m.
En 1925, A. Niederlender revint avec Martel sur le gisement et y
découvrit quelques céramiques qui devaient I'attirer apres d'autres fouilles dans les grottes environnantes: le Cuzoul, I'abri Pages... e t quelques dolmens (3).
1-es fouilles de la doline eurent lieu entre 1951 e t 1957 elles ont été
suivies d'une publication en 1967 (4).
Pendant cette époque d'abandon, le gisement mieux connu g r i c e aux
fouilles a r e y différentes visites. ü'abords le groupe spéléologique d e
St Céré s'intéressant i !a caverne y découvrit une grande quantité d e
céramiques en plusieurs endroits de la cavité principale. A u cours d e
ces travaux, M. Lorblanchet qui les avait accompagné découvrait le coffre sépulcral situé au nord de la grotte (5) e t signalait au directeur de
la circonscription (Mr. L. Méroc) des découvertes de surface de la caverne.
Par un concours de circonstances, deux membres d u spéléo-club de
Brive, Coussy e t Taurrisson, découvraient les peintures e t gravures rupestres de la galerie secondaire.
Plus tard, I'abbé Glory a été chargé du relevé complet des figurations
pariétales; o n t sait I'accident tragique qui a mis un terme 2 ses travaux,
e.i 1966.
Nous allons présenter sans tenir compte de I'ordre chronologique l e
résuitat de ces différentes recherches puisqu'en f a i t il ne s'agit pas d e
fouilles mais simplement d e ramassages de surface e t d'heureuses découvertes.
D'abord, nous passerons en revue les objets trouvés par l e spéléo-club
de Brive, ensuite nous nous occuperons du matériel recuoilli par l e grDupe
de St Céré, e t e n f i n dans une deuxieme partie, nous verrons les premieres découvertes des figurations pariétales. Mais avant d e commencer,
nous voulons dire combien a été efficace, la bonne entente entre tous
ces groupes g r i c e 2 laquelle nous pouvons maintenant faire une publication en commun. Cet exemple est assez rare pour mériter d'etre signalé. Et t o u t cela a pu se faire grace A I1aimab!e compréhension de notre
(3) R. LACAM et A. NIEDERLENDER: "Le Cuzoul de Gramat. Gisement mésolitique", Archives de lYInstitut Paleonthologie humaine, núm. 21, Paris, 1944.
de
(4) Voir note l.
(5) A. SOUTOU: "Typologie chronologique de quelques boutons de bronze du Midi
de la France". Builetin de la Société Prehistorique Fraqaise LX. Paris 1963, p. 372.
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GROlTñ DE ROUCADOUR
directeur de circonscription, M r Louis Méroc que nous ne remercierons
jamais assez de son soutient.
Avant d e commencer nous rappellerons brievement la stratigraphie
d e I'habitat situé devant la grotte, fouillé par A. Niederlender e t J. A r nal. Bien que déja publiée il est plus simple A ceux q u i n'auront pas cet
ouvrage sous les yeux d'en rappeler !es principales étapes.
Le terrain situé ii l'entrée d e l a grotte a été occupé par différentes
populations sur un sol posé sur les éboulis de !'ancien auvent d e l a cavern e qui s'avancait autrefois d'une dizaine de metres. Néanmoins malgré
le soin apporté h la fouille, il n'a été trouvé ni trous de poteaux, ni m u rettes, en un m o t rien qui indique un habitat permanent. De loin e n í.oin,
un f.ayer, un sol de terre b a t t u visible sur une surface de quelques metres. témoignent de I'occupation de !'homme. Bien p!us, ces sols discontinus ne se situent pas A l a meme hauteur. Pourtant, il y a eu des feux
intenses puisque le terrain est rempli de brindilles de coniferes brulés e t
I1anaJyse botanique a révélé que les pollens avaient été en majorité détruits par le feu.
En surface, u n four bien daté de I¿e moyen du Bronze par trois va1g
i
s.es reconstituables, a laissé des ruines dans un angle de l a falaise sud.
Sous toute l a surface de la doline située devant la grotte, sept couches
superposées formaient une excellente stratigraphie.
1/ Om30: Terre végétale, brune, cailloutis posé a plat sauf en surface
o u la culture I'a bouleversé. Stérile.
2/ Om40.: Couche A -2; Terre brune avec cailloutis plus gros, mobijier
mélangé allant du romain au chalcolithique inclus.
3 / Om50: Couche A -1 : Niveau tres caillouteux avec ébou'is sur les
bords, e t terre noire. Nombreuses pierres d'un diametre supérieur A Om15. De beaux foyers en place; pres de !'un d'eux
un «pot de fleur)) d e type horgénien entier. Ce niveau cont i e n t un ensemble tres pur de poteries grossieres, A fond plat,
pied débordant, n'ayant ni cordons en relisf, ni boutons de
préhension perforé o u non. Le décor tres riche, est composé de
lignes de coups d'ongle, d'impressions de tiges végétales e t de
coulées d e p i t e molle. L'ensemble, malgré son originalité rappelle ! civilisation de Horgen e t plus particulierement u n d e
a
ses facies Nord-Alpin.: .la Pfynculture (6). Le silex est A retouches bifaciales, l a seule hache de pierre est en silex. Pas d e
metal, c'est du néolithique récent.
(6) 1 SCOLLAR: "Regional groups in the Michelsberg culture". Proceedings o de
.
f
Prehistoric Society, London, 1959, p. 52.
[page-n-73]
4/ Om15: niveau de pierraille stérile.
S/
l m 6 0 : terre noire, peu caillouteuse, quelques pierres posées a plat
foyers lenticulaires gris bordés de blanc, poterie posée i plat.
Subdivisé en :
Couche 8-2 Chasséen B récent, I m en moyenne.
Couche B-1 Chasséen B ancien avec A 6 la base; Om60.
Ce chasséen est classique tant pour la poterie que pour
les silex. Le chasséen 5 a donné quelques flutes de Pan tandis
que le chasséen B ancien e t chasséen A possedaient des formes
plus souples e t quelques tessons décorés apr6s cuisson. Les
silex sont débités en lamelles retouchées sur une seule face.
Dans le chasséen ancien, les haches sont en pierres dures tandis que dans le chasséen récent celles en silex f o n t leur apparition.
6 / Om05: Couche stérile fine faite d'argile bien visible.
7/ Om45: Couche C: Argile rouge o u jaune, décalcifiée, mélangée de
nombreux ossements de grands animaux e t ayant par endroits
des foyers lenticulaires. Cette couche se rév6le sur les bcjrds
de la doline aux dépends de la couche chasséenne. Poterie montée par boudins lissés sur tranche, décor grossier, fonds coniques ayant autant d'affinité sur le littoral, rnéditerranéen que
peut-&re avec IIErtebollien en Europe du Nord.
Roucadour a permis de codifier le néolithique fransais plus compl&tement que les Arene Candide ne I'a f a i t pour le néolithique italien.
Trois niveaux représentent trois phases o u les trois faces de néolithique Européen :
Un néolithique encien A industrie lamellaire e t A céramique propre.
Un néolithique moyen, chasséen A industrie lamellaire e t subdivisé en
deux périodes (A e t B) (7)
dont o n retrouve !es traces dans le tiers sud-est
de la France. En outre cet étage indique I'époque de I'arrivée des indus-
(7) La subdivision entre le chasséen A et B est bassée sur quatre grandes stratigraphies.
D'abord ceile des Arene Candide (Finaie Ligure, Imperia, Italie) publiée par L. Bernabo
Brea dans deux numéros spéciaux de L'Institut Ligure. Dans ce gisement les couches 24 i
14 ont domé une civilisation qualifiée par son auteur Ü Vases iBouche Carrée et qui cone
tient une céramique gravée apres cuisson de dessins géometriques. Les niveaux 13 a 9,
par contre sont riches en récipients comparables au chasséen fran~ais,rarement décorés et
porteurs de flGtes de Pan. Le gisement de Fontbregoua (Salernes, Var, France) fouilié par
A. Taxi1 (inédit) est d'une richesse comparable aux Arene Candide. 11 a domé sur un niveau de cérarnique a d h r cardiai, deux étages de chasséen, le plus ancien gravé apres
cuisson de décors géométriques, le plus récent posséde des flGtes de Pan sur des panses de
vases lisses.
Le troisieme gisement est celui de Montbeyre (Teyran, Herault, France). C'est un ha-
[page-n-74]
GROTTE DE ROUCADOUR
5
tries campigniennes dans la région car le chasséen ancien est dépourvu
de liaches polies en silex, tandisque l e chasséen récent er? a donné 30 %.
Cette date est la bienvenue étant donné I'ignorance oY nous nous trouvons en géneral sur la chronologie carnpignienne. C'est ainsi que dans le
Lot, o n peut fixer I'arrivée des ctailleurs de silex)) aux environ de -3000.
Au néolithique récent, I'outillage lamellaire du silex est abandonné
(en dehors de quelques longues e t belles !ames) pour l e débitage d'éciats
e t les retouches plates sur les deux faces, ce qui produit des pieces beaucoup plus belles, capables de lutter contre I'apparition du métal pr&t 2
apparaitre en Europe occiden tale. La céramique est apparenté.e aux productions de la Seine-Oise-Marne c'est d dire qu'elle est composée uniquement de vases 2 fonds plats, pieds évasé, de panses globuleuses e t d'absence de col. Le décor est tres grossier mais abondant, couvrant tous les
vaser du pied 2 I'ouverture supérieure. II n'y a ni anses ni boutons de
préhensión. L'ensemble se rapproche beaucoup des «pots de fleurs)) de
la région parisienne, mais l e décor est plus proche de la Pfynculture qui
se sltus au nord des Alpes e t sur le Rhin Moyen.
A noter que le terme de «chasséen» a etté choisi en 1951 par J. Arnal
pour qualifier le Néolithique moyen francais en hommage O J. Dechelette
q u i avait entrevu I'importance du matériel trouvé au Camp de Chassey.
DECOUVERTES DE MOBlLlER ARCHEOLOGIQUE
DU SPELEO CLUB DE BRlVE
En avri! 1963 I'un de nous (J. L. C.) recut la visite de deux jeunes
spéléologues du groupe du Foyer Culturel de Brive (Correze) : Pierre Taurisson (dont le pere fut de nos bons camarades 2 I'époque oY nous descendions aussi dans les «trous») e t J. Coussy nous annoncant qu'ils avaient
f a i t la découverte d'art pariétal dans la grotte de Roucadour ainsi que
d'uri squelette humain entouré d'objets en bronze e t de poteries. Ils
bitat de plein air, parfaitement stra-.
Dans les couches profondes L. Escuret a trouvé un
beau chasséen décoré sans flQtesde Pan et au-dessus un chasséen récent peu décoré (dans
le style Er Lannic) et beaucoup de flQtesde Pan. Comme Fontbregoua, ce gisement est encore inédit.
Enfin, le quatrikme gisement est Roucadour. Au regard de ces quatre grands gisement
bien fodés, dont deux sont publiés, les discussions autour de la subdivision en deux étages du chasséen, paraissent sans fondement serieux et contraires i'observation impartiale
de stratigraphiee irréversibles.
[page-n-75]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
avaient aussi trouvé u n e «cachette» remplie d e poteries décorées e t d'objets en bronze.
Par la suite J. P. Coussy m e précisait que l a découverte des peintures
e t gravures paléo!ithiques datait du 2 1 Octobre 1962. Un prudent silence
avait suivi cette premiere découverte permettant aux inventeurs un exam e n m i n u t i e u x des parois. C'est au cours de c e t examen qu'ils découvrir e n t la sépulture accompagnée de I'épée e n bronze (découverte par leur
caniarade R. Bonnet, de Brive), puis des traces d e foyers e t la «cachette»
d e bronzes. 11s eurent aussi I'impression que des murettes tres anciennes
avaient été baties mais attendirent m a visite pour avoir une certitude.
N e se reconnaissant aucune compétence en matiere d'archéologie préhistorique ils confierent I'étude de I'art pariétal A I'abbé Glory e t nous
demanderent d e nous occuper du reste. N o t r e groupe ainsi constitué pren a i t directement contact avec J. Arnal qui m e t t a i t alors la derniere m a i n
A la publication des fouilles d'André Niederlender e t de lui-meme, exécutées dans la doline 6 I'entrée.de la grotte.
11 n e pouvait, &re questión dlentre.prende des travaux dans la grotte.
U n e fouille scientifique e t rationnelle, meme tres localiséel ne p e u t
etre concue sans l a participation d'une forte équipe tres spécia1isé.e e t
dotée de moyens matériels importants (éclairage puissant). En outre cette
fouille nécéssite I'installation d'un chantier continu. A u t a n t d e raisons
qiii. jointes A d'autres impératifs, ne nous permettaient pas d'accepter la
responsabilité d'un ta! chantier.
Depuis un chantier Iégalement autorisé a débuté par des trous faits a
la pelle mécanique. Ce brillant début ne semble pas avoir e u de suites.
Nous avons conseillé aux inventeurs d e l i m i t e r I e u r activité A l'etablissement d'une bonne topographie de la cavité e t d e ses abords a f i n de
m e permettre d'y situer !eurs différentes trouvailles.
Ciest un jeune instituteur du Lot, spéléologue également, qui voulut
bien se charger d e cette tache difficile.: Michel, Carriere nous a remis un
travail exécuté avec ia précision digne d'un professlonnel.
En M a r s 1965 o n n o t a i t sur place, avec la collaboration des inventeurs,
la position de leurs diverses découvertes e t ce travail p e r m i t de vérifier
I'existence d'un réseau de murettes tres anciennes, situées au pied meme
de I'éboulis de I'entrée. O n en tit un relevé exact e t o n en étudiait la
construction.
Nous avons aussi été amenés 2 vérifier I'existence d e nombreux e t
vastes foyers jonchés d e poteries, de débris d'ossements d'animaux e t
meme d'éléments d e squelettes humains. Un relevé des emplacements de
ces foyers fut aussitdt réalisé.
Nous devions constater un f a i t assez désagréable: malgré la ferme-
[page-n-76]
GROTTE DE ROUCADOUR
t u r e de l a grotte, des grattages o n t é t é effectués dans ces foyers, e t cela
depuis l a fermeture d e l'entrée. Des rassemblements de tessons d e poteriec e t d'ossements étaient prets 2 etre emportés. M e m e constatation
dans la doline 2 I'entrée d e l a g r o t t e pres des fouilles Niederlender-Arnal.
Les renseignements relatifs 2 la -localisation du matériel étant fixés,
o n l i m i t a i t 12 m o n travail sur place.
Le 2 février 1965, c i n q prélevements d e bronze e t 3 échantillons d e
ce m6me métal étaient adressés A J. R. Maréchal e n lui demandant d e
vouloir bien en faire I'étude.
O n fit remettre au Dr. R. Riquet,. i Bordeaux, deux maxillaires infé.
rieurs humains ramassés sur un foyer par les inventeurc
l. La grotfe de Roucadour (fig. 1 e t 2)
Comme nous I'avons d é j h dit, de tres vastes dimensions, la cavité mesure environ 280m. de longueur avec une largeur variant d e .15m. 2
35m.; sa hauteur axiale est tres variable, allant de quelques metres 2 une
quinzaine d e metres (point 25). Dans sa premiere partie, 2 l'entrée, le
sol prolonge artificiellement la z6ne 3 5 fouillée par A. Niederlender: c'est
I qu'il déposa longtemps ses déblais. D u p o i n t 2 a u «locus» 16, un énorme
i
éboulis encheviitre ses blocs qui rendent I'accés tres pénible. Un sentier
(point 14) probablement tres ancien, s'est frayé un é t r o i t passage le long de
la para¡ Nord. La «cachette» d e bronze était e n p o i n t I dans une p e t i t e
cavité latérale se prolongeant par un boyau vers p o i n t 2 c'est e n ce der;
n i s r p o i n t que g i t le squelette qu'accompagnait I'épée d e la figure 4.
Ce squelette est eminuré par !es inventeurs dans le but d e le protéger.
Ab p i n t 13 s'ouvrait un diverticule e n puits, encombré d'énormes blocs
d'éboulis d o n t I'un manifestement calé anciennement.
Ce diverticule, apres le dégagement d'une «chatiere», devait donner
accés A une p e t i t e calle d'une trentaine d e metres d e longueur, d e 5 A
7m. d e large, tres englaisée d'argile fossile. C'est dans cette salle que
J. P. Coussy e t P. Taurisson découvrirent les peiritures rupestres e t les
gravures (point 5 - 6 - 7 - 8). Sur une banquette d'argile, a u p o i n t 1 1 se
remal-quent d e profondes empreintes de doigts e t der. projections d e
glaise contre la paroi. C e t t e p e t i t e g r o t t e fut fréquentée par la suite,
bien antérieurement au paléolithique supérieur car il fut trouvé une boucle en f e r a u p o i n t 12, un ensemble d e coquilles d'eau douce percées,
des os travaillés (point 4) un f o n d d e situle, un anneau e n bronze, une
aiguille en bronze
t e t e enroulée, (fig. 7), diverses poteries (point 3).
A u départ du diverticule (point 13) gisaient quelques tessons d e poteries noire gra.phitée. Ce type de poterie existait aussi pres du squelette
ainsi qu'un fond circulaire perforé (pl. 11).
[page-n-77]
Fig. 1.-1: Situation géographique de Roucadour en France. 2: Département du Lot.
3: Plan des abords de la grotte. En trait interrompu: tracé de la cavité; zone hachurée : gisement préhistorique de la doline de .Roucadour.
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ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
Un autre diverticule permet d'accéder a u p o i n t 2 2 partir du f o n d d e
la calle aux peintures, créant ainsi une 2éme communication avec la
grande salle. La présence d e matériel archéologique récent dans la p e t i t e
salle permet de penser que les hommes de 116ge du Bronze e t du Hallst a t t i e n p u r e n t avoir connaissance d e l'existence des peintures. Dans ce
cas attribuerent-ils i cette salle un pouvoir magique o u sacré o u négligerent-ils purement e t simplement des signes qu'ils n e p u r e n t interpréter?
En ajouterent-ils dlautres? Quelques tessons du Néolithique récent prouve~it
que c e t étage humain a également fréquenté la csalle aux peintures»
Au pied du grand éboulis existe un curieux réseau de murettes (fig.
3 - p o i n t 16 de la fig. 2). Nous y reviendrons plus loin.
Dans les espaces (tclos» !.e sol est tres stalagmitisé, relativement proDre e t tres pauvre en industrie. Quelques tessons gallo-romains furent
recueillis aux points 18 e t 19.
L e «locus» 15, situé sur une corniche, est occupé par un foyer qui,
sondé, a produit un os p l a t travaillé en lissoir e t quelques fragments de
poterie grossiere, non identifiée.
Face a u p o i n t 1 9 nous rencontrons un p e t i t lac q u i occupe un p o i n t
bas de l a grande salle entre l a paroi N. O. e t un important groupe de
staiagmites. L e sentier l e longe, gravit un grand éboulis e t apres avoir
franchi l e p o i n t h a u t face au p o i n t 20, descend i nouveau vers un second
lar, plus important, qui s'étend au p i e d d'unc magnifique colonne
(point 27).
C'est incontestablement !e centre d'attraction d e t o u t e l a cavité. Un
éclairage étudié nous e n a révélé ses caracteres de grandiose e t d'inhribit ~ i e ! C'est i c i que s'arrete l e sentier q u i p a r t d e I'entrée. A u t o u r du !ac
e t d e la grande colonne nous avons relevé d e nombreux foyers, vastes,
épais, tres riches eii matériel d e toutes sortec: poteries, os d'animaux,
ossements humains e t quelques objets en bronze. Les foyers 20, 23 et
24 se serrent contre la paroi qui les surplombe. Les foyers 28 e t 29 s'étal e n t dans l a grande calle; 30 e t 3 1 occupent une p e t i t e abside sur les
premieres pentes du grand éboulis terminal. L e foyer 25, t o u t petit, tres
sta.iciginitisé se baigne dans I1eau a u pied meme d e la grande colocine.
En point 21 fut trouvé une fusaiole e n terre c u i t e décorée (pl. I I )
tandis que l e p o i n t 22 livrait, i f l e u r de sol, d e u x maxilaires humains.
Le foyer 23, profondément labouré, montre d e nombreux tessons d e poteries d e diverses époques. Il en est d e meme pour l e foyer 24 aupres
duque! jlai remarqué des rassemblements d'objets effectués dans l e but
évident d e les emporter. L e foyer 25 m o n t r e un entassement de pierres,
stalagmitisées, environnées d e charbons pétris d'ossemerits o i j'ai recon~
nu des éléments d e capridés e t d e cervidés. Les foyers 28, 29; 30 e t 3 1
[page-n-80]
GROPTE DE ROUCADOUR
sont également riches en poteries e t ossements d'animaux (débris de
cuisine selon toute vraissemblance). Le point 32 me livre, melée A une
boue charbonneuse, une dent humaine.
Latéralement A la grande pente terminale, dans une foret de stalagmiies remarquables par leurs dimensions, nous avons relevé de la poterie
tournée melée A des ossements animaux (point 33) e t d e la poterie epaisse, modelée (point 34).
Notre plan indique (fig. 2) une z6ne pointillée 35. C'est cette z6ne
qui fut fouillée par notre regretté ami A. Niederlender. Le prolongement
des couches, plus o u moins remaniées par des causes diverses, s'est reirouvé dans l e ((IOCU~Dpied de la «cachette». Dans un remplissage
1, au
t r i s remanié nous avons rencontré en abondance de la poterie q u i peut
etre rapportée A la c ~ u c h e l , facies Horgen local selon J. Arnal. VcisiA
naient des éléments impressionnés o u godronnés des Champs dlUrnes
e t un décor ichevrons incisés (pl. I e t 11). Quelques tessons de poterie
noire, lustrée e t décorée de lignes peintes au graphite (Hallstatt D) se
melaient A des éléments plus récents (La TGne 1). Un fond de polypode
A six appuis (Bronze ancien-moyen), viendrait de I'entrée de cette pet i t e cavité. Un galet de roche dure, tres noire, uti!isé sans doute comme
lissoir f u t découvert au début du boyau terminal.
Un Iéger t r i des matériaux nous permet de penser q u ' i peu d e profondeur, résident des couches A priori en place. En effet nous avons découvert une trentaine de fragments coaptables d'un grand plat en céramique noire lustrée sur sa face intérieure appartenant sans doute aux
Champs dlUrnes I e t II (pl. 11).
La «cachette» contenant des objets en bronze (La Tene 1) est une
petite enfractuosité de la p a r 5 du fond de la cavité. A u moment d e sa
découverte elle était A peu pres de niveau avec le sol. Le dégagement du
boyau par les spéléologues a abaissé ce sol A son niveau actuel.
II
Les «enclos» (fig. 3 )
A défaut d'autre terme pour qualifier I'ensemble des curieuses m u rettes baties au pied d u grand éboulis d'entrée, j'ai adopté, provisoirement, celui «dlenclos».
Dans I'ordre o i i o n les découvre, pour qui arrive par I'entrée d e la
grande salle o n reconnait successivarnent:
La murette M 1 q u i barre transversalemeni l a galerie depuis la
paroi Sud jusqu1A uri arnoncellement naturel (?) de blocs énormes (points
16 A 1 2 e t 13). Entre les points 1 3 e t 7 un seuil naturel barre le reste de la
galerie jusqu'au pied d'une corniche sur laquelle se trouve un fayer.
(points 7 A 8). Les cotes de notre nivellernent renseignent sur le relief
--
[page-n-81]
du sol e t I'on voit que M1 a son origine, en point 16, a u pied d'une autre
corniche qui, elle, ne porte aucune trace certaine d'occupation.
-- M ' 1 est une antenne, sommairement batie de blocs alignés jusqu'en 1 6 bis.
- M2; greffé sur M 1 au point 14, s'infléchit aussitot pour rejoindre la paroi Sud en 18, délimitant un espace réduit d'une trentaine de
Fig. 3.- es murettes de la grotte de Roucadour (relevé J. L. Couchard). M - M2 - M3 :
1
murettes. P1-P2 - P3 : passages. Les cotes de niveilement sont encadrées. Le point zéro
6tant le seuil de la cavité.
metres carrés. O n y accede par un passage P1 e t un second passage P2
met en communication avec une grande aire d e pres de 200 metres carrés limitée au Sud par la paroi e t au N o r d par une longue rnurette en S
,
M3.
[page-n-82]
GROTTE DE ROUCADOUR
-
M3, issue d u point 1 2 de M 1 est percée d'un passage P3 souligné
d e 2 antennes. La rnurette, apres cette solution de continuité, devient
un véritable mur, épais, tres visible, que nous avons appelé le «balcon»
(B) car b 6 t i sur la crete d'un seuil naturel q u i s'abaisse jusqu'au premier
lac.
Ces murettes sont construites en pierres proverant des éboulis. Entre
leurs éléments construtifs, par endroit e t surtout vers les bases, pn retrouve un biti de t ~ r r e
glaiseuse, noirdtre, qui a pu &re un mortier de
fortune ( M 3 e t B). Ailleurs, les blocs sont simplement entassés ( M I ) o u
seulsment rassemblés en ligne (M2, M i l ) .
La hauteur actuelle de ces constructions varie de la hauteur d'une
rarigés d e pierres ( M 2 ) 2 que!ques 0'50 m. ( M I , M3, 8).
La largeur moyenne est de I'ordre de 0'60m.
Nous remarquons:
1 ." Les constructions épousent la forme du sol (M3, B).
2." Elles délimitent l e seul secteur peu pres horizontal e t sec de
.!a grande salle (voir cotes de nivellement).
3." Les espaces clos sont A peu pres vierges de matériel archéologiquo, A I'exception d e quelques tessons gallo-romains.
4." Ils ne contiennent pas de foyers.
5." Ils sont établis A proximité du premier lac e t d e I'entrée.
6' Les murettes sont tres basses, incompletes et semblent inache.
vées.
Nous avons recherché l e but d e ces constructions: parc a bestiaux
pendant une période o h le village dans la doline était dans I'insécurité?
Enceinte rituelle? Dépot? Rien d e t o u t cela n e p u t etre prauvé e t nous
préférons arreter 1 les hypotheses
2
e t souhaiter que des fouilles sérieuses précisent I'origine e t le but de ces myst&rieuses murettes.
...
IIl. Le Mobilier
EPEE DE TYPE ERBENHEIM
Cette épée de bronze, tres légdrement pistilliforme, présente une longueur totale de
6 2 0 millimetres. L a poignée, y compris garde et longuette, mesure 125 millimetres au
total. Cette poignée affecte le profil en I obtenu par des bords puissamment relevés, aux
aretes arrondies. L'ame est mince (2 mm. a I'axe) e t présente des dimensions fort restreintes. En effet il n'y a que 6 0 mm. de longueur préhensible pour une largeur maxima,
a u renflement central, de 24'5 rnm. L'extrémité proximale de l a poignée est terminée
par une languette rectangulaire forgée prenant naissance entre deux petites antennes
terminant en pointe symétriques les relevés Iatéraux (fig. 4).
L a garde s'élargit jusqu'a u n maximum de 53'5 mm. par deux épaulements tres
inclinés oh se perdent les relevés de poignée.
La poignée devait posséder 5 ou peut-&re 6 rivets implantés selon I'axe longitudinal
(perforation faites 6 fraid a u poin~on, diametre 4'5 mm. environ) trois de ces rivets, d e
section carré, ont été trouves pres de l a poignée.
[page-n-83]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
Les renflements de la garde étaient porteurs de 2 autres rivets de choque coté, de
meme caractéristiques que ceux de la soie.
La lame est étroite, tres légerement renflée dans son dernier tiers (largeur 31'5 mm.
contre 27 mm. 6 I'étranglement de base). Pointe assez fine, renforcée au centre. So
section présente une épaisseur maxima iI I'axe de 6 mm. ovec cote tres plote e t tranchant
au sillon 6 peine marqué.
La piece est actuellement tres patinée, de teinte verte avec nuances tres marquées
6 la garde qui indiquent I'emplacement de garnitures disparues O& un léger -sillon en
arc est encore visible entre les deux trous supérieurs.
Le tranchont ne possede pas les crans habituels aux lames Hallstattiennes au départ
de la lome.
Fig. 4.-Epée
en bronze du type d'Erbenheim de Roucadour.
Les épaulements de la base de la garde sont nettement plus obliques que ceux des
6pées du Hallstott. Morphologiquernent I'arrne pourrait étre classée iI I'extreme fin du
Bronze, encore que la lame soit plutot étroite.
Le poids actuel de la piece est de 490 grs. Elle est dans un porfait étot de conservation si I'on excepte une ottaque de corrosion autour des trous de rivets.
Les épées du type Erbenheim sant connues depuis longtemps, Déchelette (Manuel,
appendice 4, núm 34) en ovoit publié une. J. D. Cowen (8) dans son travoil sur les
(8) J. D. COWEN: "Einführung in die Geschichte der bronzenen Griffzungenschwert
jn Süddeutschland", 36 Bericht der Romisdi-Germannischen Komission, 1955, p. 52.
[page-n-84]
15
GROTTE DE ROUCADOUR
épées en a foit une étude exhaustive. 1 en compte 2 1 pour I'Europe centro-occidentale
1
dont trois seulement pour l a France. Une provenant des dragoges de l a Seine ¿I Paris, une
outre provient des dragoges de la Saone aux environs de Cholons sur Saone, une troisihme
provient d u canal de l a Haute Soone ¿I Vitry-le-Froncois (Marne).
Dans sa thhse, J. P. Millotte (9) cite u n quatrieme exemplaire provenant de Anse
(Rhone). L'épée de Roucadour serait donc l a cinquiime trouvée en France. A u contraire
des autres qui sont groupées dans I'Est de l a Fronce, l a notre est en position la plus
excentrique ¿I I'Ouest de I'Europe (y compris IIAngleterre) et pour 6tre plus précis ou
Sud-Ouest. Pour trouver l a plus proche, il faut compter environ 2 7 0 km. ¿I vol d'oiseau.
C'est peu de chose 13 c6té de certaines pihces isolées ¿ des centaines de kilomhtres, comme
celle de lo Hongrie ou u n autre Meklenburg-Schwerin.
So datation est tres précise, elle appartient au Hallstatiien A ancien de Reinecke qui
correspond bien au Champs dlUrnes II de W. Kimmig. L'abandonce de cette civilisation
dons la grotte montre bien que cette arme o été déposée dons la grotte ¿I I'époque
optima de son occupation.
BRASSARD
Cette pihce magnifique est ainsi dénommés car il parait difficile de l u i trouver une
autre désignation. Ses dimensions impartontes laissent présumer que son proprihtoire
possédait u n physique nettement au-dessus de la moyenne..
Ce brassard comprend 25 anneaux de branze, tous coulés dans le meme moule,
assemblés par trois tiges de fer les troversant tous dans des oeillets et fermés par une
barrette également en bronze.
L'ensemble présente un diametre extérieur moyen de 120 mm., intérieur moyen de
109 mm. et une houteur ¿I la barrette de 135 mm. Le poids de l a pihce est actuellement
de 1S 6 5 grammes (il manque u n segment d'anneau devant représenter 2 0 gr. environ).
a) Anneaux. Ils ont une section carrée aux ongles arrondis. Trois bassages percés
laissent le passage ¿I des tiges de fer de 3 mm. de diometre. Ces bossages sont ainsi
répartis: u n de chaque c6te de l a barrette, ¿I 29 mm. et 25'5 mm. de I'axe; le troisikme
étant diométralement opposé ¿ la barrette. Toujours symetriquement por rapport ¿I elle
nous rencontrons des dents triangulaires ainsi réparties: 3-4-5-4-5-2,
chaque groupe
séporé de I'autre par u n espace de longueur variont également symhtriquement et donnont
en millimhtre: 7-1 1-1 1-1 1-7, chaque élément présente l a marque des valves d u moule
I'intrados alors que I'extrados est arrondi et ne présente plus d'angles vifs. L'épaisseur
d'un élément est de I'ordre de 6 mm. maximun et 5'5 mm. minimun. Chaque pihce se termine par deux tenons qui s'emboitent dans les rainures de l a barrette.
b ) Banette. Pihce en bronze, probablement forgée, d'une longueur de 135 mm. et
&une lorgeur de 17'5 mm. Deux rainures latéroles recoivent les tenons des extrémités des
onneaux qu'elles maintiennent. Quatre rainures parallhles décorent lo pihce ¿ I'extérieur.
c) Tiges d'assemblage. En fer, d'cin diametre probable de I'ordre de 3 mm., elles
sont réduites ¿I I'état d'oxyde et sont brisées entre choque anneau.
A titre comparatif nous présentons (pl. III, num. 3) un brossard en bronze ¿I 7 éléments assemblés eux aussi por une barrette ir décor longitudinal. Cette pihce provient
des fouilles de E. Brugtires (1890) ou tumulus de St. Ybard en Corrhze. (Pihce actuellement visible a u Musée de St. Germain en Laye. Moulage au Musée de Brive). Les anneaux
ont u n décor de godrans séparks par des "plats" trés finement rainurés. Notre collhgue
J. Millotte assimile ce type d'ornement a u Lounacien (10). Un brassard identique o été
.
(9) J P M I L L O T T E : "Le Jura et les plaines de l a S a b e aux iges des rnetaux" An. .
nales littéraires de 1'Université de Besanpon, vol. 59 (Atcheologie 16). Paris 1963. A notre
épte s'est sjouté un l o t de 3 rivets e n bronze, forgés. Section 2'5 X 3 mm., longueurs,
18'5-20 et 20'5 mm. Ces rivets furent découverts, por l a suite, 5 l'endroit ou gisait lyepée
précédemment enlevée.
L A R M A N D C A L L I A T : "Trouvaiiles archéologiques dans la S a b e 5 Anse (Rhone)".
.
Gallia XV, 1 Paris, 1957, p. 128, fig. 2, núm. 2.
.
(10) J P MI~LLOTTE:''La place du Massif Central dans l a France Protohistorique''.
. .
Bulletin de l a Société Prehistorique Franpise, LX, Paris 1%3, p. 663 et SS. (voir p. 684).
L
I
[page-n-85]
trouvé par H. Delporte dans un tumulus de Mons (Cantal) rnais ne comporte que 6
anneaux rassernblés par une barrette b double rainure. U n troisierne est signalé por
Coffyn (1 1 ) il n'en reste que des fragments de bracelets sur u n rnorceau de borrette.
Notre brassard, de dirnensions beaucoup plus importantes en fait u n objet exceptionnel (fig. 5. pl. 111, 1 et 2).
II faisait partie du dépot de la cachette d u "locus" 1 dont I'ensernble porait devoir
doter d u Vlllérne siecle avant J. C. d'aprés J. Arnal. J. P. Millotte, pour u n rnateriel
identique, pense ¿ le rattacher a u Hallstatt. I de Oechelette ou C de Reinecke. II est
toujaurs délicat de preciser une date pour un dépot hors stratigraphie cornrne c'est le
cas chez naus.
'
o
I
,
f0 cnn
Fig. 5.-Brassard
en bronze i éléments assemblés: Halistatt C de Roucadour. A gauche:
vue en dévation du brassard avec l a barrette d'assemblage. A droit: vue en (plan d'un
élément avec détails des assemblages (barrette en bronze A double rainure et 3 tiges
d'assemblage en fer).
ANNEAUX ISOLES. (Fig. 8, núm. 1).
U n anneau de bronze provient d u rnerne rnoule que ceux d u brassard b 25 éléments,
tous identiques ¿ celui-ci. II possede aussi les restes des trois tiges de fer qui probablement 1' assemblaient aux autres éléments, réplique d u brassard précité. Toutefois cet
anneau isolé est plus "neuf", h angles vifs, sans usure n i patine d'usage. En outre il est
déformé, replié sur lui-rnerne comrne pour s'adapter b u n tour de bras plus rnince (encare
que trés confortable). Poids actuel 60 gr.
Deux anneaux de fer, trés oxydés et liés ensembles s'étaint fixés par l a rouille ¿ l a
pihce de bronze. U n Iéger choc, accidentel, les en a séparés, prouvant d'ailleurs qu'il n'y
avait pos de rapport entre ces piaces, leur contact étant le fait &un pur hasard.
(11) Aimablement communiqué par notre ami Coffyn. Piece au musée de Libourne
(Gixonde).
- 70 -
[page-n-86]
Fig. 6.-Objets divers de Roucadour. 1 : Bracelet en bronze k tampons. 2 et 3 : Bracelets
en bronze k godrons.
- 71 -
[page-n-87]
18
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
BRACELET A GODRONS. (Fig. 6, núm. 2, .pl. IV, núm. 1 ).
Piece en bronce parfaitement consewée, peu oxydée. Diametre moyen intérieur 6 0
mm., diomhtre extérieur moyen 73'5 mrn., largeur moyenne 11 mm. Ce bracelet est
décoré par 2 0 godrons séparés 6 leur jonction sur I'anneau par un court intewalle d'un
millimbtre souligné par 2 rainures Iégérernent obliques. L'intérieur du bracelet présente
des arites "douces". Cette piece est d'un poids actuel de 81 '5 gr.
-
BRACELET A GODRONS. (Fig. 6, núm. 3, pl. IV, núm. 2 ) .
En bronze, de meme décorotion que le núm. 2 mais les godrons ne sont pos séparés
par des intervalles.
Ces éléments décoratifs sont au nombre de 2 4 (notons au passage la répétition de
nombre pairs). Diamhtre moyen intérieur 61 mm., extérieu: 73'5 mm., lorgeur moyenne
8'25 mm. Meme aspect que le núm. 2. Poids actuel 58'9 gr.
Nous citons encore I'excellente publication de J. P. Millotte (12) qui associe ces
parures au Hallstatt l. La présence de ces objets b Roucadour augmente vers le Sud-Ouest
I'aire de répartition qu'il indique.
U n bracelet 6 décoration identique, mais creux, est signalé par notre colligue (13) et
comporte 2 perforations pour un assemblage en "manchette de plusieurs éléments".
L'un de nous présente un élérnent de bracelet (ou de brassard) en bronze provenont
du dép6t de la Croix de Mus (Hérault). Cette pihce, d'un décor a cates trés rapprohées
posséde oussi des renflements a perforations d'assemblage vertical. De petite dimensions
(7 cm. de diambtre environ) elle s'ossocie aux brocelets alors que so technique la rapproche de notre brassard 6 2 5 éléments (14). 11 serait trés intéréssant de rechercher la
réportition de ce type de bracelet en Europe, cela dépasse le cadre de cet article.
TORQUE. (Fig. 8, núm. 2).
Destinée 6 priori a supporter des éléments de parure, cette piece affecte la forme
d'un cercle irrégulier, non fermé, dont les extrémités sont terminées par 2 crochets.
Cette p i k e est constituée par un f i l de bronze d'une diametre moyen de 3'3 mm. y
compris couche d'oxyde.
Lo piice est brisée anciennement en 4 troncons, trés oxydée et pise octuellernent 33 gr.
EPINGLE A ANNEAU. (Fig. 7, núm. 5, pl. III, núm. 4).
Jolie piice )parfaitement conservée et 6 peine recouverte d'oxyde puisque le bronze
cylindrique
opparait 6 peu prés partout. Longueur 101 m.,section variant de carrée
avec un diambtre moyen de 2 mm. Pointe "mousse", tete carrée aplatie et enroulée
sur elle-meme et emprisonnant un anneau brisé de 14 mm. de diometre extérieur et
constitué par un f i l de bronze.
L'aiguille, egalement en bronze, y cornpris I'anneau pise actuellement 5 g r .
HACHE EN FER. (Fig. 7, núm. 4).
Reste d'une belle hache en fer 6 oilerons. Le taillant a disparu, brisé. La douille
d'emmanchement est réalisée par repliage des 2 ailerons soudés par rapprochement, a
I'enclume et a chaud. Longueur de la douille 5 4 mm., dimensions intérieure maxi.
(12)
(13)
p. 41.
Voir note 10.
J. M I L L O T T E : "Une antique voie de passage". Archeologie, m - a v r i l 1965,
(14) A. SOUTOU et J. ARNAL: "Le cachette de fondeur de l a C r o u de Mus, Murviel-les-Bkziers (Herault) et la datation d u Launacien" Bulletin d u MusCe d'Aduopologie
Prehistorique de Monaco, 10. Monaco, 1%3, p. 173.
[page-n-88]
GROTTE DE ROUCADOUR
3 0 mm. x 21 mm. Lorgeur du taillont 6 lo fracture: 5 0 mm., époisseur
octuel 220 gr.
5
mm. Poids
BRACELET A TAMPONS. (Fig. 6; núm. 1 et pl. IV, núm. 3).
Trés belle p i k e de bronze parfaitement conservée. Diometres extérieurs 74'5 mrn.
e t 61'5 mm. Grosseur moyenne de I'onneou 6'2 mm., section trionguloire orrondie.
L'extérieur est tres sommairement décoré por de Iégeres encoches paroll&les groupées por
éléments de 2, 3, 4 ou 5. Les tompons sont triangulaires Q aretes trés "douces".
L'onneou présente une troce importonte d'oxyde de fer. Poids actuel de lo pi&ce 6 5 gr.
Fig. 7 . 4 b j e t s divers de Roucadour. 4: Hache en fer. 5 : Epingle en bronze & tete enroulée et anneau. 6: Anneau en bronze modé, décoré, de section losangique. 7: Ensemble de 2 anneaux en bronze moulé. 8: Ensemble de 4 anneaux en f i l de bronze ou
moulé (celui du bas).
ANNEAUX EN BRONZE. (Fig. 7).
Ce lot comprend les pieces de bronze suivontes:
U n grond anneau d'un diametre extérieur de 32 mm., au cercle presque parfait,
a),
réolise avec u n fil de section losangique de 1'5 x 2'2 mm. Grosse oxydation a la soudure
avec trace de fer. L a piece est décorée extérieurement par des coches sur les 2 faces
obliques de I'anneou, caté externe. Poids 2'3 gr. (núm 6).
[page-n-89]
b) Un anneou en f i l de bronze de 2 mm., d'un diometre extérieur de 26'5 mm.
retient 3 onneoux dont les diometres extérieurr con? respectivoment de 8'5 mm., 10 mm.
et 15 mm. Les deux plus petits sont réolisés molodroitement avec u n fil de bronze de
2 6 2'5 mm. de diomhrre; le plus prond est une piece moulée, non ébarbée et dont
les volves d u moule ne correspondaient pos exoctement u moment de lo coulée. Poids
.
de I'ensemble 4'7 gr. (núm. 8).
Deux onneoux entrelocés, I'un, épois, de section losongique de 3'6 x 4 .m
;
ovec
C)
u n dianhtre extérieur de 19'2 mm. ert une piice coulée; I'outre est réalisé avec un fil
de 2 mm., wec un diametre extérieur de 22 mm. üécorotion de coches obliques uniquement sur le deuxieme onneou, c8ré extérieur. Poids de I'ensemble 5'1 gr. (núm. 7).
Fig. 8.-1:
Eiknent de brassad en bronze avec 2 anneaux de fer accolés. 2: Torque
en bronze.
[page-n-90]
GROTTE DE ROUCADOUR
d) Un lot de 3 petits anneaux moulés, identiques, de 14'5 6 15'5 mm. de diametres
extérieurs, de section plate de 1'5 x 1 mm. Quelques traces d'oxyde de fer. Le bronze
pur apparait entre des plaques de patine et d'oxyde. Poids d'une piece 0'5 gr. (pl. IV,
numéro 4).
e) Anneau de 19 mm. de diamhtre extérieur, en f i l de 2 mm. avec protubérence
d'oxyde de fer diarnetralement opposée b la fermeture. Celle-ci présente un arrondi sur
les 2 extrémités du f i l comme pour faciliter une entrée (pl. IV, numéro 4).
AlGUlLLE ENROULEE. (PI. III, núm. 5).
Longue aiguille en bronze, sans tete, enroulée en 2 spires formant un anneau de
2 4 mm. de diametre extérieur moyen. Le diamhtre moyen du fil est de 1'5 mm. Poids
actuel 2'5 gr.
Un lot mathriei en trés mauvais état ne figure pos dans nos illustrotions. Nous,
nous bornons 6 en donner un inventaire.
a)
Pendentif
Composé de 3 ou 4 anneaux de fer liés les uns aux autres, cette piece nous est
parvenue dans un état d'oxydation complete.
~L'un des anneaux, plus large, possédait un oeillet auquel se rattachait une fine
chainette de bronze. Une dent de conis lupus (canine) complétait I'ensemble. Cette
dent, perforée a la racine suivant une mode tres ancienne devait &re enfilée sur un
anneau en fer Q en juger por les restes d'oxyde inclus dans la perforation. Toutefois des
traces vertes indiquent un voisinage avec du bronze, peut-&tre celui de la chninette.
Les anneaux de fer sont réalisés respectivement avec des fils de 2 b 5 mm. de
grosseur o I'exception de I'un d'eux en t61e de 7 b 12 mm. de largeur.
La chainette a conservé 5 maillons, chacun de 2 a 3 mm. de diametre extérieur. Cet
ensemble devait décorer un bracelet simple en fer et pese actuellement 14 gr.
b)
Anneau de fer
Réduit a six segments, cet anneau devait avoir un diometre extérieur compris entre
130 et 150.mm. Le métal est déduit a I'état d'oxyde et il n'est pos exclu que le feu
n'ait pos eu b intervenir dans la destruction de la pikce qui présente des boursouflures
de scories.
Le f i l devait avoir une grosseur maxi de 5 mm. Poids actuel 40 gr.
c)
Brocelet de fer
Gros bracelet en fer, trés oxydé. Devait posséder des tampons aux extrémités. Un
"copeau" de cuivre enroulé en spirale est adhérent 6 la piece. Nous estimons que la
grosseur maxima du bracelet était de I'ordre de 6 b 7 mm., le grand diametre extérieur
80 mm., le petit 73 mm. Poids actuel 55 gr.
d)
Anneau de bronre
Anneau trés
extérieur moyen
Une large tache
fermeture. Poids
e)
simple, confectionné avec un f i l de 2'3 mm. de grosseur. Diametre
25 mm. L'extérieur est décoré par de nombreuses encoches parallAles.
d'oxyde de fer se remarque sur la partie diametralement opposée b la
actuel 2'5 gr.
Tale de bronre
Deux frogments de tele de bronze de 6-10 d 8-10 de millimhtre d'épaisseur et
mesurent respectivement 21 x 15 mm. et 53 x 14 mm. Poids actuel: 2'9 gr. et 1'5 gr.
f)
Copeoux de bronre
Ce lot est composé de 4 "copeaux" de bronze enroulés en spirales trés serrées.
II s'agit en fait &une mince bande de métal, de 1'5 b 2 mm. de largeur et de
2'5-10 mm. d'épaisseur. Poids moyen d'une piece 0'3 gr.
[page-n-91]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
En foit il ne s'ogit que d'un cercle, dernier vestige de I'objet disporu. Lo piece est
en tole de fer bottu, de 0'25 mrn. de diometre intérieur 6 rebord chaudronné de 4
5 rnm. de débordement vers I'extérieur. La hauteur octuelle d u cercle est de 4 5 mm. en
moyenne et I'époisseur apparente de 4 6 5 - 1 0 mrn. Le corps disparu de lo situle étoit
en tole de bronze. II n'en subsiste que quelques frogments rivés a choud por écrasement
de rivets en fer. Ceux-ci sont au nombre de 21. Le cercle était fermé par recouvrement et
rivure 6 deux Oros rivets en fer sertis a chaud.
U n certain nombre de trous sons rivets se remarquent Iégerement ou dessous de lo
ligne de rivure de lo tole de bronze. Cette derniere n'o pos disporu por corrosion mais
o été découpée ne loissont en place que les lambeoux retenus sous quelques rivets.
Lo portie en fer est trés oxydée mois présente des zones trés bien conservées.
Quelques scories ferrugineuses sont collées a I'extérieu: de lo piece.
h)
Objets divers en fer
peintures. II rn'en a été remis quotre. Deux
Ces objets, proviennent de lo golerie
sont des genres de clous ou de broches de 6 et 1 1 cm. de long. U n troisieme est u n
rivet de 3'5 cm. et de 4 a 5 m m de diometre. La quotri&me piece, incomplete, presente
une forte boucle qui termine une bonde de métol de 2'5 cm. de lorgeur percée d'un trou
corré foré 6 froid.
QUELQUES CERAMIQUES DE LA GROTTE DE ROUCADOUR
(Groupe de Recherche Spéléologique de St. Céré, Lot)
T o u t l e long de la galerie principale e t surtout i son extrémité terminale, se trouvaient d e nombreux tessons gisani e n surface entre les
blocs d'un important éboulis. Au cours de multiples visites, t o u t le matériel d e surface a é t é ramassé pour éviter une disparition rapide car la
g r o t t e est pillée régulierement tous les éiés par des vacanciers. Tous
ces cbjets recueillis o n t é t é portés i l a connaissance des prehistoriens
qui se sont chargés de leurs études. C'est sous leur responsabilité que
ncus présentons les objets suivants. Toutes les céramiques ne sont pas
coniemporaines. O n p e u t y distinguer en gros quatre époques principales:
A.-Le
Bronze moyen caractérisé par des vases polypodes.
B.-Le
Bronre final caractérisé par des céramiques de la civilisation
des Champs dlUrnes.
C.-L'Hallstattien
principalemente représenté par des fabrications
locales.
D.-Le
se peignée.
Laténien, facilement reconnaissable grace aux gobelets a pan-
[page-n-92]
GROTTE DE ROUCADOUR
Les quatre groupes cérarniques sont constitués grace aux cornparaisons
avec les travaux généraux des archéologues européens, principalement les
allemands, e t avec les stratigraphies régiopales connues. En I'absence de
stratigraphie locales o u d'ensernble e n rnilieux clos, hornogenes ces attributions sont susceptibles d e révisions. Néanrnoins, la fouille récente de la
grotte du Noyer (Esclausel, Lot) nous rendra de graiids services pour
I'identification des céramiques du bronze rnoyen; bien qu'elle soit encore
inédite, nous y ferons de nombreux ernprunts. La stratigraphie de ~ a ' ~ r o t t e
de la Marsa (Beauregard, Lot) (1.5) bien que plus éloignée nous rendra
des services.
A.-LE
BRONZE MOYEN
A I'exception d'un seul tesson, fous ces fragments ont été trouvés sur le sol de la
grotte au milieu de la galerie principale, et non dans I'éboulis terminal de la galerie. II
n'y a guere que des voses du type "polypode aquitoin" de R. Riquet et des tessons appartenont Q un Bronze moyen local.
o)
Polypodes Aquitainr
Un polypode non décoré, forme biconique, 7 pieds. Couleur noire, fins dégraissants
de calcite, lissage extérieur et intérieur, trois boutons sur la carhne, anse en rubon. (fig.
9 núm 11 et pl. V, núm 1 1 ). Dimensions: haut. 1 1'5 cm. diam. h I'orifice: 16 cm.
,
diam. du fond: 8 cm.
Un polypode décoré. Couleur brune, fins dégraissonts de colcaire, 3 ou 4 boutons
doubles, longs de 4 cm. Le décor exécuté sur le col avec des peignes Q 3 ou 4 dents,
forme des losanges sur une hauteur de 5 cm., 10 pieds. Dimensions: haut, 10'5 cm.
diam a I'orifice: 19 cm. diam. du fond: 1 1 cm. (fig. 9 núm. 12 et pl. V, núm. 12).
,
Un fragment de fond de polypode dont il reste trois pieds; páte brune, dégraissant
colcaire (pl. VI núm. 14).
.
-Un fragment de bord de vose beige cloir, est orné de fins zigzags incisés Q cru
(fig. 9 núm. 13 et pl. V, 15).
,
-Un fragment de bord de vase orné sous la Ievre d'un mince cordon impressionné
(fig. 9, núm. 13 et pl. V, 15).
-Un fragment de bord de panse de vase ¿ ressout, ornée de quotre troits connelés
I
disposés verticalement en foisceau. (pl. V, núm. 17).
-Un bord de vase brun porteur &un bouton horizontol. II est orné sur le col diune
série de "V" couchés et imbriqués. Sur la ponse il porte des traits obliques en chevrons.
Ce décor a déjh été trouvé dans la doline de Roucadour et dans la grotte du Noyer (Esclousel, Lot). (pl. VI núm. 18).
-Un tesson de panse Q ressout, pote beige, est orné de quodrilloges et de chevrons
traités au trait cannelé fin. (pl. VI, núm. 1 1 ).
Cette série de vases, étroitement opparentés aux polypodes aquitains loissent prévoir lo découverte d'une civilisation originale dans le départament du Lot, la continuation des fouilles de la grotte du Noyer, permettra de mieux cerner cette civilisotion et
~robablementde la définir entierement.
(15) A
GAUSN: "La grotte
de la Marsa". Gallia-Prehistoire, IV. Paris 1961. p. 91.
- 77 -
[page-n-93]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
B.-LE
BRONZE FINAL
Habituellement, on distingue trois phases dans le Bronze finol que I'on quolifie de
1, 11 et III qui correspondent en gros aux trois civilisations des Champs d'urnes. Disons
taut de suite qu'il n'y a pos de Champs dlUrnes 111 (ou Mailhacien 1 régionol ou figuratif stylisé) qui est caractérisé par un décor géométrique souvent apres cuisson. Un tesson
Fig. 9.-Céramique
d u Bronze moyen de Roucadour. 11: Vase- polypode non décoré.
12: Vase polypode orné. 13: Fragment de vase polypode possible pouvant &re néanmois d u bronze final.
ou deux d'ailleurs peu convaicants avaient été trouvés dans la doline. Dans la grotte i l
n'y en a aucun. Par contre le style I et II y est obandarnment représenté.
En gros le C. U. l . est caractérisé par une cérarnique tres anguleuse souvent ornée
de méplats circulaires. Le C. U. II mieux connu se caractérise par de nombreux décors
cannelés, appelés godronné, cannelures Iégeres (A. Soutou) et rilled wore (N. K. Sandars) et des rebords concave 6 I'intérieur.
[page-n-94]
GROTTE DE ROUCADOUR
Du fait de I'absence de stratigraphie locale cette différence est plus théorique que
protique. Nous la maintiendrons tout en reconnaissant sa fragilité.
o)
Le Chomps d'Urnes I (Bronze Final 1)
.
.
Nous nous barnerons 6 décrire les plus caroctéristiques.
-Un
petit vase biconique, fand plat, rebord pourvu d'un méplat légkrement in-
*
4'
5
0 1 6.jC-m
-*
Fig. 10.-Céramique du Bronze final 1 de Roucadour. 1 et 2:Vases biconiques sans décor.
3: U m e biconique i fond ombiiiqué. 4: Vase biconique a panse biseautée. 5 : Grand
vase i levre interne biseautée.
. .
cliné vers I'extérieur; lissage intérieur et extérieur, couleur brun fonce, Haut. 6'5 cm.
diam. 6 I'orifice: 9'7 cm. haut. du col 1'5 cm. max. de panse 9 3 cm. sous le rebord,
diam. du fond 4 cm. Ce petit vase a été trouvé dans I'éboulis terminal de la galerie
principole. (fig. 10, núm. 1 et pl. VI, núm. 1).
-Un petit vase biconique surbaissé, bord évosé sans col, rebord 6 méplat incliné vers
[page-n-95]
I'intérieur, fond ombiliqué, couleur brun foncé, pote fine, paroi mince (S mm.) o dégraissant calcaire et lissage interne et externe; Haut. 4'3 cm. diam. 6 I'orifice: 10'5
cm. haut. du bord 1'5 cm. Découvert au meme endroit que le précédent (fig. 10, 2).
-Une petite urne biconique, brun noir o I'extérieur et
I'intérieur et rosotre dons
I'épaisseur, paroi mince (3 mm.), p6te fine h dégraissants micacés, surfoce soigneusement lissée, fond cupulé (2 cm. de diom.). Haut. 10'5 cm. diam o I'orifice: 11 cm.
diam
la carene: 12 cm. largeur du rebord: 1 cm. Découvert avec les deux précedents (fig. 10, núm. 3).
important fragment de vase biconique, pote grossiere, couleur brun-clair ii
-Un
I'extérieur et brun foncé o I'intérieur, o dégroissants calcaire et de calcite; décoré
2'5 cm. au-dessous du rebord.
I'extérieur d'un biseau faisant le tour de la panse,
(fig. 10, núm. 4 et pl VI, núm. 4). A été trouvé vers le milieu de la galerie principale
au pied de la paroi sous un gros bloc.
-Un col de vose, de couleur brune, lissage externe et interne, biseauté sur le rebord interne, pote .assez fine o dégraissant calcaire, trouvé au fond de la galerie principole
¿ c6té du vase núm. 1. (fig. 10, núm. 5).
I
Champs d'Urnes II
-Une
moitié de bol, entierement reconstituable, brun f o n c é o I'extérieur et
¿ I'intérieur, pBte rosée dans I'épaisseur, fins dégraissants micacés, rebord interne orné
I
de quatre biseaux dominant trois larges cannelures, fond ombiliqué, Haut. 11 cm. dim.
h I'orifice: 17 cm. du fond: 6 cm. (fig. 11, núm. 6 et pI. VII, núm 1).
-Un petit vase reconstitué, 6 corene, pote brun foncé, lissage externe et interne,
6 f i n dégraissant de calcaire amorphe, fond ombiliqué. Haut. 7 cm. diam. de I'orifice
12'5 cm. diam. du fond: 6 cm. épaisseur de la paroi 5 mm. Découvert dans I'éboulis
final (fig. 1 1, núm. 7).
-Un
fragment de petite urne biconique, col rentrant, rebord évasé concave intérieurement et biseauté pote bien cuite, trés fine brillamment lissé, couleur brun noir, orné
de trois larges cannelures sur le col, et de deux minces cannelures sous le rebord et
sur la carene. Tres belle piece, trouvée dans I'éboulis termino1 (fig. 11, núm. 8 et
pl. VI, núm. 3).
-Un fragment d'une urne semblable, biconique, o col rentrant, rebord évasé concave, p6te épaisse de 6 mm. brun foncé o I'intérieur et rosé dans I'épaisseur, bien
cuite
fins dégraissants micacés. Décor composé de deux larges cannelures entre le
rebord et la carene. Trouvé dans I'éboulis terminal (fig. 11, núm. 10 et pl. VI, núm. 2).
Ces deux belles pieces sont caractéristiques du bronze final des palafittes. Le
Musée de Geneve en possede una grande quantité dans ses vitrines et dons ses tiroirs.
D'autres urnes similaires provenant des polafittes frongais sont exposées ou Musée St.
Germain. Dans les palafittes suisses, certoins sont ornés de gravures et pouraient opartenir au Bronze final III. (C. U. 3).
-Un
fragment d'urne biconique de plus grande taille attribuable au m6me type
bien qu'il soit incomplét, couleur brune, lissage externe et interne, dégroissants de calcaire, est décoré sur le col rentront de deux faisceaux de trois cannelures. Trouvé dons
I'éboulis terminal (fig. 11, núm 9).
-Plusieurs autres tessons de récipients de la meme civilisation gisaient dans I'éboulis terminal. Ils font double emploi avec ceux que nous avons décrit (pl. VI, núm. 6
6 10 et 13). Nous mettrons ii part un fragment a cannelures Iéghres obliques (pl. VI,
núm. 1 2) typique du Champs d'urnes Il.
-Un
fragment de coupe-couvercle, fond ombiliqué, .profil conique, rebord onguleux o biseaux multiples; orné de trois cannelures circulaires autour de I'ombilic, couleur brun noir, pote lissee (pl. VI, núm. 5).
En I'absence de tout décor gravé aprés cuisson, il est impossible d'attribuer un seul
de ces tessons au Bronze final III, bien que les formes de ces différents stades se
compenetrent, n'étont individualisé que par quelques détails de forme ou de décor.
En fait, cette constatation n'a rien de surprenant, la premiere époque des Champs
d'Urnes, dont la présence a été niée par W. Kirnmig, en France (16), ne se trouve pos
dans des cimetiires de Champs dlUrnes, mais tous simplement dans les grottes, et cela
dans tout le midi de la France. Nous reviendrons sur ce suiet tres important.
b)
(16) W. K I W I G : "O& en est la civilitation des Champs dYUrnesen France, principalement &ns l'Est?". Revue Archeologique de I'Est, H. Paris 1951, p. 66.
[page-n-96]
C.-LA
CERAMIQUE H M L S T A T T IENNE
De nombreux fragments, découverts b I'extrémité de l o galerie principale, appartiennent au prernier age d u Fer. Ils se distinguent netternent de l a voisselle des Champs
Fig. ll.-Céramique du Bronze ñnai 1 de Roucadour. 6: Vase cannelé intérieurement.
1
7 : Vase caréné. 8 et 10: Urnes biconiqucs cannelées. 9: Frament de vase cannelé.
d'Urnes par la grossiereté de l a pate (sauf de belles exceptions) par l a plus grande dimension des récipients e t par u n decor généralement frustre. .
II est toutefois possible que quelques céramiques arossiéres soient plus anciennes,
nous les classons dans I'hallstattien faute de stratigraphie locale.
[page-n-97]
L a pbte est généralement plus grossiére, plus épaisse ( 1 h 2 cm.), son dégraissant
est constitué par de gros grains de calcaire ou de calcite, est moins bien cuite e t s'éffrite
facilement (pl. VII. nO 9). La couleur des vases est le plus souvent brune ou rouge brique,
.
mais dans les vases plus luxueux, l a couleur noire e t les argiles affinées sont plus courantes; h noter I'absence fortuite peut-etre de cerámique h décor excisé ce qui en fait
un facies local.
Les formes et les dimensions. Les vases E! provisions ont de grandes dimensions, les
flancs sont Iégerement arrondis, le bord supérieur et le fond plats. Certains récipients
b col plus étroit que la panse pourraient représenter des sortes d'amphore (pl. VII, n 10).
.
O
Plus rares sont les bords a fond plat et les coupes coniques h pied onnulaire (pl. VII,
nO 8). Les récipients plus luxueux sont les coupes carénées ombiliquées ou non (pl. V i l ,
.
nO 2). Les coupes couvercles sont de plus grande taille qu'aux époques précédentes
.
(fig. 12, n.O 2).
F i g 1 2 . 4 r a m i q u e Halistattienne et de l a Tene de Roucadour. 1: Fragment de coupe
carénée ornée ii la plombagine. 2: Coupe-couvercle ii pied amulaire (Halist. C.). 3 : Gobelet A panse peignée (La Tkne).
Les décois sont assez particuliers. Les impressions digitales y jouent un grand d e ,
tantot alignées sur u n cordon (pl. VII. n.* 3 a 7), tontot appliquées sur toute l a paroi
extérieure (pl. VIII, nO 2 b 4). Dans quelques cas, les impressions de doigt sont imprimées
.
sur le bord supérieur, il s'agit probablement alors, d'une production d u Bronze moyen,
.
associée aux polypodes (pl. VI], nO 11). Les cordons impressionnés de coups de spatule
[page-n-98]
G R W E DE ROUCADOUR
obliques (pl. VIII, nO 5 et 6) peuvent étre hallstattiens mais il n'est pos exclus qu'ils
.
saient plus tardifs. Un fragment porte u n début d'excision (pl. VIII, nO 1). Certains frag.
ments ont de simples cordons pincés.
D'autres portent sur la panse des lignes d'incisions (pl. VII, nO 10).
.
U ñ seul fragment de coupe carénée (fig. 12, n." 1 e l pl. VII, n." 2 ) a pdte noire,
bien cuite, soigneusement lissée, est ornée d'un riche décar plombaginé (ou graphité)
f a i t de dessins géométriques grillagés sur les deux faces.
Toute cette cérarnique hallstattienne est identique a celles qulArmand Viré et André
Niederlender découvrirent dans les grottes, les tumulus et les habitats de plein air d u
causse de Gramat (17). Citons notamment, les lgues de Magnagues, le Cuzoul des
Brasconnies et les tumulus de la Cave. La doline méme a donné des tessons semblables,
mais contenaient aussi, quelques tessons de Chomps dlUrnes III, des vases excisés d u
Bronze moyen et hallstattiens, de petits fragments de céramique veinte, qui sont absents
de la caverne.
D.
DE L A TENE
La présence de cette période est attestée avec certitude par des fragments de gobelets de forme grossihrement biconique, a col lisse, et 6 panse peignée. La pdte est assez
grossihre, mais tres dure grdce 6 une excellente cuisson (pl. VIII, 8 et 9 et fig. 12, nO 3).
.
Ces gobelets sont un fossile directeur allant d u Vleme siecle avant J. C. a I'bpoque galloromaine et méme en pleine époque romaine. On en a trouvé en plusieurs endroits de
l a caverne.
Leur sont contemporains, quelques grands récipients ornés de cordons 6 impressions
de spatule obliques, hérités de I'hallstattien.
Enfin, les fossiles les plus récent sont représentés par des fragments d'amphores
gallo-romaines.
.
U n fragment de bracelet de bronze (pl. VI, nO 15) mal conservé, percé d'un trou circulaire. Cette perforatian rappelle celle du groupe de bracelets découvert dans la galerie
aux gravures rupestres.
.
U n tige b deux pointes en branze (pl. VI, nO 16).
Un aiguisoir en gres fin (VI. VI, n." 14). Tous ces objets ont été trouvés dans la galerie
principale.
IV
COMMENTAIRES SUR LA GROTTE DE RBUCADOUR
Conclure est trés souvent difficije en archéologie préhistorique.
Dans le cas présent, en I1a.bsence de fouilles rnéthodiques e t nieme
d e simples sondages conduits scientifiquernent, il-est irnpossible d'aborder le chapitre des conclusions.
Toutefois l'abondance e t l a qualité du matériel que nous avons exa-
(17) A. VIRE: "Fouilles de M. A. Niederlender dans les tumulus et dolmens de la
gare de Rocamadour". Congres de l a Société Prehistorique Francaise, Paris 1911, p. 393.
[page-n-99]
m i n é e t nos constatations personnelles sur place permettent quelques
commentaires.
Les figurations de la ((salle des peintures)), étudiées par I'abbé Glory,
indiquent que Roucadour f u t fréquenté des le Paléoli thique Supérieur (se1 1 A. Glory : Aurignacien II/I II e t peut-&re Gravettien) (1 8).
0 1
Comme A. Glory, nous pensons que des fouilles e n profondeur, t a n t
dans la zone des figurations que dans la premiere partie de la grande
grotte, risqueraient d e préciser ce qui s'est passé a u Paléolithique. Roucadour est-il un lieu seulement rjtuel, o u fut-il aussi un habitat?
Si l'on retient le choix du jieu pour I'accomplissement d e rites tribaux
(Glory dixit) la g r o t t e devient le p o i n t l e plus important du complexe
g é ~ g r a p h i q u ee t géologique ((doline-cavité)).
L e grand effondrement qui a obstrué I'entrée d e la «salle des peint ~ r e s ) )date vraissemblablement d e I'extréme f i n du Paléolithique Supérieur. C'est d ~ n c
sous I'éboulis que peuvent se trouver des couches paIkolithique a Roucadour.
En t o u t état de cause, les premiers occupant.; cornus d e la doline
vinrent aprés le grand effondrement.
Les travaux d e A. Niederlender d o n t nous devons la publication 2
I'un d e nous (J. Arnal) (19) nous situent cette premiere occupation a u
début du 46me millénaire.
A cette époque, du complexe ((doline-cavité)), o& f u t le centre d'inter&? Pourquoi cette doline fut-elle choisie p l u t 6 t que ses v o i s i n e d Nous
pensons que l e centre d'intéret est encore la cavité mais une autre raison
que la précédente se f a i t jour 2 la lumiere d e nos dernieres observations.
Nous avons constaté I'installation des homrnes dans la cavité depuis
le bas du grand éboulis jusque sur les pentes du f o n d (foyers). U n sentier a,
pendant des millénaires, frayé sa voie travers les éboulis, déplacant des
bloc: e t conipactant la pierraille.
La encore, I'absence de fouille ne nous renseigne pas sur les dép6ts
des premiers horizons néolithiques. Quelques rares tessons chas-'e e n s
~
prouvent cependant que, a u moins 2 cette époque, I'homme s'est hasardé
jusqu'au f o n d de la grande salle.
Dés cette époque, nous pouvons affirmer que la «salle d e l a Grande
(18) J. Couchard a effectué un certain nombre de photographies des empreintes et des
projections de glaise, i la demande de 1'Abbé Glory. Ce fut, hélas, noue dernikre coilaboration et rencontre, 1'Abbé devant trouver la mort peu prks dans un accident de voiture.
Une courte communication de 1'Abbé Glory résume les découvertes et ses travaux i Roucadour: "La pone de Roucadour, Lot". Bulletin dt: la Société Prehistorique Franqaise.
C. R S. M. núm. 7, octobre 1%4, p. OLXVI ?
CLXIX, 1 fig.
i
(19) Voir note 1.
[page-n-100]
GROTTE DE ROUCAWUR
Colonne», o h se trouvent du reste les foyers les plus vastes e t les plus
nombreux, fut fréquentée sans interruption jusqu'au Gallo-Romain. Cette
derniere époque, de durée assez imprécise
Roucadour, semble clore
I'activité humaine dans la cavité.
L'examen des dolines environnantes n'est pas tres encourageant sur
les possibilités d'existence d e points d'eau. Or la cavité de Roucadour
en est encore pourvue (2 lacs dont un ,pratiquement persistant) e t a
I'époque oY une végétation plus importante fixait I'humidité sur le plateau,
il est certain que le niveau de ces lacs était encore plus élevé.
Ce point d'eau bien protéaé e t constant a p u &re A I'origine du peupletnent de la doline.
Reste 2 expliquer les foyers interieurs, dont le nonlbre augmente au
f u r e t A mesure que I'on s'éloigne de I'entrée e t des «murettes».
Encore que rien ne nous y autorise, nous estimons ne pas devoir séparer les deux chosec.
Si I'on admet que I'eau a i t été l'intéret principal de la cavité, il fallait
y acceder commodement. Le premier lac, proche de I'entrée est contigü
a u foyer 15 e t aux «enclos». Le foyer est curieusement p!acé 2 un point
oY i l peut éclairer 6 la fois le lac, les «enclos» e t le bas du grand éboulis,
1 oY précisément, la lumiére du jour cesse de parvenir.
8
Quant aux foyers du fond, ils peuvent aussi avoir f t é formés lors de
periodes d'insécurité oir la grotte, dans son lieu le plus reculé, servait
d e refuge temporaire.
Ce genre de refuge est aussi un piege dont o n ne peut plus sortir
si I'assaillant s'obstine 2 garder l'entrée ou pénetre dans la grotte. Les
murettes sont-elles les vestiges d'un embryon d e fortification, transformant en assomoir le bas du grand éboulis oY la progression d'un assaillant
pouvait déjA lui causer bien des pertes?.
Si I'on considere le relevé de M. Carrikre, nous remarquons que le
fond de la grande salle passe sous l a doline voisine, au-dessus des foyers
3 1 e t 32. Cette doline est aussi terminée par une profonde cavité. Qui
sait si, A ces époques, un passage n'existait pas rendant une f u i t e possible? Mais le Moyen-Age e t les temps modernes avec leurs refuges e t
leurs abris souterrains, souvent sans issues, nous montrent que l e arefugesourici6re» n'est pas 2 éliminer.
Reste la possibilité de I'utilisation des dispositions naturelles de la
asallo de la Grande C o l o n n e ~comme lieu de rassemblement pour des
rites tribaux, les foyers se répartissant autour du centre d'intéret qui
devient la Grande Colonne e t le curieux piedestal naturel qui la compldte.
[page-n-101]
Ouand A l a sépulture du locus 2 elle n'est pas un f a i t rare au Bronze
Final.
La cachette plus récente du locus 1 a pu etre garnie entre le 1 er dge
d u Fer e t l e Veme sikcle (La T4ne 1).
Il semble bien que son matériel soit de meme époque. La doline e t la
grotte o n t fourni des poteries du Hallstatt I A La TBne 1/11 bien en rapport avec ce dep6t.
Intéressante, !a découverte de matériel. proto-historique dans la salle
des peintures prouve que cette salle était accesible A cette époque malgré le grand effondrement post-paléolithique. C'est sans doute A I'époque
du Bronze final que le calage des blocs 'dangeureusement placé 6 son
entrée, a été exécuté.
* * *
Koucadour sera pour nous une occasion de passer en revue les probl4mes posée par la chronologie du Bronre final.
Les cadres sont maintenant connus depuis longtemps. De nombreux
auteurs se sont attachés A en fixer un cadre général. Reinecke, Déchelette, N. K. Sandars e t W. Kimming ont proposé des successions que nous
pouvons résumer ainsi :
Reinecke
Bronze D
Hallstatt A
"
B
"
C
Kimmig (20)
C. U. I (Bronze Final 1)
C. U. II (B. F. 2)
C.U.III(B.F.3)
C. U. IV (Hallst. 1)
O. 6 J. Taffanel
Chronoloaie absolue
de J. J. HATT (21)
et C - 14
C. U. la-1 300 a-1 200
Mailhacien l
"
2
6-1 100
6-950
h-750
Aprés -650, premieres importations d'objets d u Moyen-Orient sur le
littoral méditerranéen
T o u t cela est parfaitement codifié en Europe centrale e t peut facilem e c t &re appliqué la France de ItEst.
En France, c'est tout autre chose car nous manquons de stratigraphie
étalée entierement sur cette période cruciale. Cependant, en rnultipliant
les comparaisons entre les gisements, en étudiant la rnorphologie de plus
prés, on peut obtenir des résultats qui pour &re approximatifs n'en sont
pas pour autant sans intéret.
(20) Voir note 16.
(21) J. J. H A l T : "Une nouvelie chronologie dc I'Age du Bronze Final". Bulletin de
la Société Prehistorique Frangaise, LVIII. Paris 1961, p. 184.
[page-n-102]
GROTTE DE ROUCADOUR
33
La civilisation des Champs dlUrnes, si mal nommée, a toute une ~ é r i e
de facies trés différents selon les régions. W. K i m m i g a distingué dans
IIOuest de I'Allemagne différents facies qu'il a appelé, Main-Souabe,
Rhin-Suisse e t Nord-alpine. Elle ne peuvent nous servir que d e trés loin
pour la morphologie car a u cours d e leurs déplacemerts, une évolution
s'est produite dans la forme e t l e décor d e la céramique. Quant aux objets
de métal, principalement les épées, ils sont trop rares pcur etre utilisable
dans I'immense majorité des cas. Ce sont les gués des rivieres qui sont les
grands fournisseurs d'épées. T o u t a u plus peuvent-ils nous servir 2 connaitre les points de passage des invasions e t cela meme en tenant compte
des déplacements produits par le courant des rivieres qui a entrainé en
aval, armes e t autres objets.
A Roucadour, nous avons I'association céramique-épée de bronze, qui
donrie une bonne vue sur la civilisation des Champs dlUrnes.
Dans sa chronologie J. D. Cowen place les épées des type Erbenheim
e t Letten dans le Champs dlUrnes II (Hallstatt A) ancien. Les épées d'Herr~igkofen
appartiennent au Champs dlUrnes II moyen e t celles de tocras
au Champs dlUrnes II récent. Donc, le dép6t de la galerie des peintures
dalerait du début du bronze final II, c'est 2 dire en partie contemporaine
du bronze final I 2 son déclin. Cette datation semble convenir i la céramique Nous y avons conservé !a division en deux époques mais cette
coupure est trés fragile. En fait si, nous comparons la céramique
celle
de I'Ouest allemand, nous constatons que certaines formes anguleuses se
rapprochent d u groupe Main-Souabe e t que meme les cannelures larges
font partie de la ressemblance. Par contre les petites urnes biconiques A
fond pointu ombiliqué o u non sont plus proches d u groupe Rhin-Suisse
dont elles n'ont pas le riche décor géométrique.
Une fois de plus, o n constate que !a civilisation des Champs d4Urnes
a débuté dans le Midi d e la France par I'occupation des grottes tant pour
y habiter que pour y déposer les incinérations de leurs morts. Nous ne
voulons pas donner une liste complete des grottes habitées 2 cette époque
par cette civilisation. Nous citerons a u hasard, la grotte de la Clapade
(Millau, Aveyron) (22)) la grotte du Cimetiere e t du Hasard (Tharaux,
Gard) (23), la grotte des Cloches (St. M a r t i n dlArdeche) (24) e t la grotte
(22) L. BALSAN et P. TEMPLE: "La grotte de la Clapade. Nécropole de 1'Age du
Bronze". Revue des Musées, fouilles et découvertes archéologiques, 1930, p. 3.
(23) M. LOUIS et SPELEOUUB ALESIEN: "La grotte du Hassard", Etudes
Roussiiionnaises. IV, 3 / 4 1954/55, p. 193.
(24) A. et P. KUCHARD et M. LOUIS: "La grotte des Cloches". Rivista di Studi
Liguri, XVI, 113, Bordighera 1950, p. 133.
[page-n-103]
de IIHortus (Valflaun&s, Hérault) cette derniere ayant donné une stratigraphie.
C'est pourquoi le terme de civilisation des Champs dlUrnes nous choque car elle désigne des gens qui, dans leur période ancienne, pour le Midi
de la France, n'utilisaient pas des cimetikres de champs d'urnes mais les
dép6ts funéraires en grotte. Aussi trouverions nous plus Iégitime de leur
donner un n o m valable, lorsqu'un gisement riche e t bien stratifié aura été
correctement fouillé.
Roucadour f a i t d é j i partie du m i d i d e la France. La, les gens des
Champs dlUrnes récents ( I I I e t I V ) y sont abondants e t o n t p u s'installer
principalement dans les basses vallées des fleuves e t dans les riches plaines du littoral. Nous ne les décrirons pas; leur céramique ornée aprés cuisson de représentations animales e t humaines trés stylisées sont trop connues par les fouilles de O. e t j. Taffanel 2 Mailhac (Aude) (25) e t d e P.
Ponsich 2 Millas (Pyr. Or.) (26).
Ce sont eux qui ont bati de grands oppidums rendus célebres par la
fouille e t leur publication e t sont a l'origine d e quelques grandes villes
(Béziers, Montpellier.. .). En t o u t cas, nous retiendrons que s'il est difficile
de subdiviser l a civilisation des Champs dlUrnes 2 ses débuts, la coupure
entre les Champs dlUrnes anciens e t récents est la chose l a plus évidente
qu'on puisse imaginzr. Malgré la ressemblance giobale de la céramique,
le gerire de vie, la répartition sur le terrain en f a i t deux groupes ethniques
totalement étrangers.
Meme dans ! céramique, certaines formes sont caractéristiques. La
a
petite urne biconique icol rentrant e t rebord évasé est absente des époques récentes qui sont trés largement pourvues de coupes carénées sur
pied annulaire. A u x époques anciennes, l e décor est limité 2 des méplats
e t ides cannelures normales o u larges tandis que les époques récentes
o n t des récipients richement décorés aprés cuisson de dessins géométriaues stylisés. Le méandre symétrique y joue le r6le de fossile directeur.
Comme t-ious l'avons vu, nous n'avons pu trouver de comparaison va!able dans les groupes rhénans puisqu'il faut prendre les formes du groupe
Main-Souabe e t les formes des vases du groupe d e Rhin-Suisse.
En France, J. J. H a t t vient de publier les fouilles de A. Brisson (27)
(25) M. U l U I S et O. et J. TAFFANEL: "Le premier Age du Fer Languedocien".
Institut International d'Etudes Ligures. Bordighera, 1955.
(26) P. PONSICH et A. DE .POUS:
"Les Cdiamps dYUrnes Millas". Etudes Rousde
siüonnaises, 1, 1, 1951, p. 1.
(27) A. BRISSON et J. J. HATT: "Fonds de Cabanes de liAge du Bronze Final et
du Premier Age du Fer en Charnpagne". Revue Archeologique de 1'Est et du Centre-Est.,
XVII, 314. Dijon 1966, p. 165.
[page-n-104]
GROTTE DE ROUCADOUR
en Champagne, e t I i nous sommes tout 2 f a i t a I'aise. Le matériel de Roucadour est trés proche d u Bronze Final lb e t du Bronze Final I l a des
environs dlEcury-le-Repos. II n'est jusqu'h I'épée dlErbenheim qui n e conf i r m e cette datation précise.
Quelques autres epées du Bronze Final I l a o n t été publiées soit sous
l e w béritable nom solt sans avoir été reconnues. C'est is cas de I'épée de
Tarascon trouvée dans un dragage du Rh6ne prés de cette ville, e t déposée
au musée de St. Rémy en Provence (Bouches d u Rhóne) (28). Une autre
a été publié2 par J. P. Millotte, elle a été trouvée au cours d'un dragage
de la basse vallée de la Sabne, prés dlAnse íRh6ne) (29). Une troisieme
eeifin figure dans un des précieux catalogues admirablement illustrés par
L. Coutil qui mettait son talent de peintre E la disposition de la préhistoire (30). Elle provient d'un dragage de la Seine h Rouen e t est dépcsée
dans le musée de cette vilie.
Cela porte 6 6 le nombre des épées dlErbenheim en France.
Les épées du Bronze Final II moyen (de Kimmig) o u Il b de J. J. hatt,
sont du type Hemigkofen. Nous en citerons les nouvelles découvertes qui
viennent s'ajouter aux onze pi6ces déja connues de J. D. Cowen en 1555.
Nous commencerons par celle de Lasbordes (Tarn) .publiée par J. Lautier
(3 1 ) trouvée dans un dragage du Tarn: nous la classons dans la catégorie
d'Hemigkofen bien qu'on puisse aussi la rapporter au type lb de Sproc k o f f ce qui la rejetterait dans l e C. U. lb, c'est-a-dire iune époque légerement plus ancienne. Les autres épées publiées depuis 1955 sont: deux
dans le Loiret (dragages d e l a Loire), un a Chécy signalé par I'abbé Nouel
(32)' I'autre par F. Quatrehornme (33) iMeung sur Loire.
Prés .de I'embouchure de la Loire otl J. D. Cowen avait d é j i signalé
deux épées, G. Bellancourt en a découvert deux autres publiées par J.
Briard (34). A u x cinq d é j i citées nous ajouterons une acitre épée trouvée
a Ottmarsheim (Haut Rhin) (35) au cours du creusement d u Grand Canal d'Alsace.
(28) Voir note 25, tome 1, p. 199.
.
(29) Voir note 9.
(30) L. COUTIL: ccInventaire..." F. A. S. 1921-2. pl. 5, p. 791.
A.
(31) J. LAUTIER: "Epée de bronze de Labordes". BuUetin de la Société Prehistorique Frangise LVIII, Paris 1961, p. 290.
(32) A. NOUDL: "Une épée de bronze uouvée B Checy (Loiret)". Bdetin de la Société Prehistorique Frangise LVIII, Paris 1961, p. 222.
(33) F. QUATREHOhlME: "Une troisihme épée de bronze trouvée B Meung-sur-Loire
(Loiret)". Buiietin de la Société Prehistorique Frangise, LIX, Paris 1962, p. 180.
(34) J. BRIARD: "Les dépots bretons et I'ilge du Bronze Atlantique". Rennes, 1965,
p. 186.
(35) J. J. HATT: c'Ottmarsheim". Gallia XVI, 1. Paris 1958, p. 332.
[page-n-105]
Finalement aux 43 épées dlHemigkofen données par J. D. Cowen dont
1 1 pour l a France, nous ajouterons les 6 glanées dans la littérature archéologique ce qui fait un total de 17 épées pour la France et 49 pour I'Europe.
Pour revenir aux épées du type Erbenheim, celle de la grotte de Rou-
Fig. 1 3 . 4 r t e de répartition en Europe des épées. Points nous: Epées d'Erbenheim.
Cedes Blancs: Epées d'Hemigkofen. Les numéros correspondent i ceux de J. D.
Cowen, completée pour la France. - Epées de Erbenlieim. N 22: Roucadour. NO 23 :
.
O
.
Anse (Rh6ne). N 24: Tarascon (Bouches du RhGne). NO 25: Rouen (Seine Infé.
O
.
rieure). - Epées de Hemigkofen. N 44 et 45 : Beiievue (Loire Maritime). N 46:
.
O
.
O
.
O
Lasbordes (Tarn). N 47: Meung sur Loire (Loiret). Pour les autres numéros vou
la carte de J. D. Cowen.
[page-n-106]
GROTia DE ROUCADOUR
cadour est la seule en France qui se trouve dans un contexte cohérent
puisque !es cinq autres proviennent de dragages. A défaut de stratigraphie
locale, nous dirons qu'elle appartient ila phase ancienne de l a civilisation
des Champs d'urnes e t si nous nous reportons 6 la chronologie de MüllerKarpe, de Kimmig o u de Hatt, on peut préciser qu'il, c'agit du Bronze
Final I l a (fig. 13).
Les autres objets de bronze trouvés dans la caverne datent du Hallstattien C.
Une exception peut &re faite pour le bracelet ouvert, á tampons (fig.
6, n." 1 e t pl. IV, n." 3) qui est Laténien.
[page-n-107]
[page-n-108]
l..-Vase h cordons et impressions d'ongle.
2-4.-Impressions d'ongle (Néolithique récent de Roucadour).
3 . 4 r a m i q u e incisée A chevrons (Bronze moyen).
5 -Petit vase cylindrique entier (Coii. P. Andrieu) provenant sans doute du niveau Al de la doline (Néol.
récent).
6.-Polypode (Bronze moyen).
7.-Vase biconique (Chw;~sdlUrnes 1-11].
[page-n-109]
Objets de bronze :
l.-Plat (Champs d'Urnr; 1/11).
2.-Poterie godronnéi (Champs d'Urnes 11).
3.-Poterie graphitée (Haiistatt D).
4.-Galet usé (lissoir 3).
5.-Fond circulaire perforé (Haiistatt D).
6.-Vase de la Tene 1.
7.-Fusaiole
en terre cuite décorée (probablement
Bronze moyen).
[page-n-110]
LAM. 111.
Oklets de bronze :
l.--Brassard en bronze i 25 éléments.
2.-Un élément du brassarci de bronze.
3.-Bracelet e n bronze dc technique i peu prés identique provenant du Tumulus de St. Ybard. Correze
(Musée de St. Germain en Liye).
A tete enruulée avec anneau de
bronze.
5.--Épingle en bronze, enrouléc en spirale
6.--Bouton plat en broíize avec anneau et beliere.
4. --Epingle en bionze
[page-n-111]
Ohjets de bronze :
l. --Bracelet en bronze plein B godrons (20 bossages).
2. -Bracelet en bronze plein B godrons (24 bossages).
3.-Bracelet en bronze A tampons.
4.-Lots d'anneaux en bronze moulés ou tréfilés. Certains assemblés et fermés par soudure ou serrage.
[page-n-112]
LAM. V.
Céramique du Bronze moyen:
11, 12 et 14.-Vases polypodes. 15
18.-Vases
du Bronze moyen local. .
[page-n-113]
LAM. VI.
ARNAL-CO'GWlARD-L0RBLANCHET.-Roucadour
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[page-n-114]
ARNAL- COUCHARD -1
.ORBLANCHET.-Ronca dour
LAM. VII.
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[page-n-115]
i-i
Cétamiques Haiistattiennes et de la Tkne:
1 h 4.-Grands récipients ornés su-doigt ou la spatule.
5 et 6.-Cordons impressfonés h la spatule de la Tkne.
8 et 9.-Gobelets peignés de la Tkne.
[page-n-116]
AXEL H A R T M A N N y P H l L l N E K A L B
(Alemania)
Investigaciones espectro-analíticas sobre
hallazgos hispánicos de oro
Este estudio de los análisis del material en objetos de época protohistórica española, tiene el carácter de nota preliminar, pues hasta el presente sólo conocemos parte de los hallazgos. Sin conocer previamente los
materiales de otros Museos peninsulares y e! análisis de oros naturales
de España, para comparar su composición con la de los hallazgos estudiados y poder así señalar los tipos que fueron importados y los que proceden de !a producción indígena, hemos de proceder con cierta reserva,
refiriéndonos a los resultados obtenidos en e! examen d e las piezas de
los Museos de Alicante, Barcelona, Jaén, Murcia, Sevilla, Valencia, A r queológico Nacional de Madrid y Colección Cuadrado Diaz (1).
El material analizado se divide en dos grupos, caracterizándose uno
por la existencia de platino en pequeña cantidad, y el otro por l a carencia de dicho metal. En ambos grupos se encuentra, igual que sucede con
el oro prehistórico d e otros países, cobre, plata, estaño.
En el cuadro 1 indicamos los hallazgos que contienen platino (2). En
(1) A los directores de todos estos Museos expresamos nuestro agradecimiento por su
amabilidad y ayuda en nuestro trabajo.
(2) El límite de comprobación de platino en nuestro método de análisis alcanza 0'008 %,
quedando indemostrable para nosotros la existencia de menor cantidad; en consecuencia,
algunos de los objetos incluidos en la lista de los exentos de platino, quid debieron incluirse
en esta 1.8 tabla. Siempre hay .limitaciones de esta índole en esta clase de investigaciones,
por lo que no debe sobreestimarse los objetos sueltos sino los conjuntos de cierto número
de eiios.
[page-n-117]
HARTMANN-KALB
ellos el porcentaje de plata es, en general, inferior al 10 % y sólo en p o
cos casos llega al 15 %, porcentaje natural, que en ciertos yacimientos
llega ai 20-30 %.
En cambio, el porcentaje de cobre en la mayoría de los objetos es
superior al 3 %, porcentaje n o existente en el oro natural, l o que quiere decir que se trata de una elección hecha con e propósito de obtener
!
un color amarillento-rojizo, que se apreciaba mucho, y además por razones de economía, ahorrándose oro. Escasos objetos muestran u n contenido de cobre de! 1 % y aún menos, l o que puede tomarse como porcentaje natural.
La costumbre de alear oro con un poco de cobre n o se conoce en la
Europa Centra! antes de los Campos de Urnas y disminuye en las épocas posteriores de Hallstatt y La Tkne. En cambio, la Europa Occidental conoce esta costumbre desde u n Bronce Tardío en Irlanda, por ejemplo, y
sigue durante las épocas posteriores y !o mismo ocurre en la Península
Ibérica, por l o menos durante la época ibérica, que es la que estamos
ahora tratando.
El porcentaje de estaño es muy bajo (también con~paradocon otros
grupos de materiales) n o llegando indudablemente a veces, a limito de
!
prueba, es decir unos 0'003 %. En general, el contenido de estaño significa que :proviene de oro de los rios en lugar de proceder de yacimientos mineros, pues son frecuentes los minerales de estaño en los sedimentos de los rios, aconipañando al oro en e proceso del «lavado» y entran
!
así en l a fundición del mismo. Sin embargo, de ese oro de río es posible
sacar pepitas (Nuggets) sin minerales acompañantes l o que explicaría la
falta de estaño en este tipo de oro, en algunos casos. Pero en general la
falta de estaño sign~fica
que el oro procede de explotaciones mineras. Por
otra parte, el estaño también puede entrar como ingrediente del cobre
aleado, pero en los casos aquí estudiados n o !o parece así, pues debería
haber un porcentaje mínimo de 0'1 % y n o l o hay.
Durante todo el perí0d0 del Bronce de la Europa Central y Occidental.
sólo en .muy escasas excepciones encontramos oro colteniendo platino.
Este aparece en la Península Ibérica por primera vez en los hallazgos ibéricos antiguos (3). Esta constatación nos parece de interés si tenemos
en cuenta que justamente los hallazgos más importantes, como por ejemplo, los torques con colgantes de máscaras de Cheste, la diadema y col-
(3) En Europa Cenual no se encuentra oro conteniendo platino antes de La Tkne. Se
distinguen dos grupos: uno con gran porcentaje de plata (ca. 25 %) por lo que se diferencia del grupo ibérioo; el otro, más reducido, que parece provenir de oro del Rhin y
cuyos materiales se distribuyen muy cerca del Alto Rhin.
[page-n-118]
gantes con máscaras de Evora, los tesoros de Jávea y e l Carambolo (4),
son los que muestran indudable i n f l u j o del Mediterráneo oriental, por l o
que surge l a idea de la importación de este t i p o de oro, ya que justament e estos objetos son los que hacen sospechar, estilísticamente, influencias de! Este de! .Mediterráneo; hay que añadir e l resultado de algunos
análisis de hallazgos griegos, egipcios y orientales que muestran l a frecuencia del oro conteniendo platino durante todas las épocas. Tal vez el
oro con platino pudo haber sido importado junto con tales influencias
culturales (5).
Pero ello n o significa que todos los objetos de oro conteniendo plat i n o hayan podido ser importados en su forma definitiva, pues existe !
a
posibilidad de una fabricación indígena con materia prima importada. Se
debería, pues, investigar estilística y tipológicamente cada objeto por sí
mismo para poder opinar sobre esta cuestión.
El hecho de la fabricación indígena con oro importado también pued e suponerse mirando el Cuadro 2 es decir el grupo de objetos de oro
,
sin platino, que es mucho más numeroso que el grupo con platino.
1
2
3
4
Fig. 1
Aquí existe gran número de objetos de igual tipologia que e n el Cuadro l , por ejemp!o pequeños anillos (fig. 1 y 2). También encontramos
distribuidos entre ambos grupos, objetos de la Bastida de Les Alcuses (6),
Caudete d e las Fuentes o del hallazgo del Cortijo de Evora, por tanto puede deducirse con seguridad, que han sido labrados los dos tipos
de oro al mismo tiernpo. Para el grupo falto de platino n o tenemos iridi-
(4) Del tesoro del Carambolo sólo nos sirvió para la investigación un fragmento amorfo.
(5) El hallazgo de la Aliseda, en cuyas piezas no se ha hallado platino, hay que aíiadirlo al grupo 2. Es posible que su distancia de la costa fuese una explicación.
(6) La cadena trenzada de la Bastida muestra, según M. A. V d de Pla (V. C. N. A.,
Zaragoza, 1957, p. 239) influencia griega. Precisamente en este objeto no puede comprobarse la existencia de platino; mis bien parece pertenecer al 2 . O grupo. Aunque debemos
ser cautos en la interpretación de análisis aislados, podría admitirse que se trata de una
fabricación indígena.
[page-n-119]
Tugia (Ja6n)
F. O. ?
Jávea (Alicante)
AU 1.918
Au 1.946
Au 1.951
Au 1.952
Au1.953
Au 1.954
Au 1.955
AU 1.956
Au 1.964
Au 1.967
Au 1.976
Au 1.982
Au 1.983
Au 1.984
Au 1.989
Au 1.990
Au 1.991
Au 1.993
Au 1.994
Au 1.997
Au 1.9%
Au 2.007
Au 2.008
Au 2.061
AU 2.063
Au 2.064
Au 2.067
AU 2.070
AU 2.073
Au 2.074
Au 2.075
Au 2.080
Au 2.081
Au 2.093
Au 2.094
Au 2.098
Au 2.105
Au 2.380
Au 2.384
Au 2.383
Au 2.391
Au 2.392
Au 2.394
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9.040
9.056
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s.
Tumba 403
-
Inv.
Inv.
Inv.
Inv.
-
Tumba 452
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9,
Tumba 707
3
Tumba 866
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,
Tumba 1.082
,
>S
Tumba 687
Tumba 805
Tumba 86415
-
-
A
A
-
Inv. 28.517
-
Tumba 182
Referencia
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2,
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7,
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3,
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9,
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M. A., Alicante
m
Ayuntamiento, Galera
M. A., Murcia
3,
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M. A., Sevilla
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Ayuntamiento, Valencia
9,
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S. 1. P., Valencia
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M. A. N., Madrid
Col. Cuadrado
Col. Vilaseca
Museo
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1,
I,
>1
Anillo trenzado de alambre
Colgante con cadena
Cinta con ojetes en los extremos
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m
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1,2
Sortija
Arete ripo figura 1, 2
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1,2
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1, 3
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" 1, 3
Anillo en cinta
Arete, tipo figura 1, 2
Fragmento de lámina
Arete
Fragmento de lámina
Colgante con máscara
Broche
Torques
Colgante con máscara
Diadema
Pendiente
Cuenta perforada
Pendiente fenicio
Fragmento de lámina
Arete macizo
Arete, tipo figura 1, 1
Arete macizo, tipo figura 1, 1
Arete
Sortija de alambre
Eslabón?
I
ca. 6
ca. 6
ca. 5
ca. 6
ca. 10
ca. 2
ca. 9
ca. 5
1-2
2-3
1-2
a. 8
0'008
4'5
6'2
1'6
5'3
5'9
4'8
5'6
4'6
3'6
5'8
0'34
2'9
5'0
0'30
0'26
2'6
2'7
2'8
0'30
0'85
0'36
0'37
3'7
3'6
4'9
8'0
1'0
4'7
3'2
5'1
5'0
6'2
2'5
3'0
7'2
8'2
13
3'4
3'9
4'4
6'0
7'6
0'34
4'9
a 10
.
ca. 3
ca. 2
ca. 1
ca. 9
ca. 1
ca. 1
ca. 1
ca. 1
ca. 2
1-2
ca. 14
ca. 7
a 4
.
2-3
ca. 7
ca. 10
ca. 10
ca. 2
ca. 10
ca. 4
2-3
ca.14
11
ca. 10
10-15
10-15
10-15
ca. 15
ca. 10
ca. 10
ca. 10
0'013
0'047
0'017
0'025
0'048
0,029
0'024
0'015
0'043
Sp.?
Sp.?
0'062
0'093
0'013
0'014
0'015
0'013
0'010
0'013
0'014
0'010
0'009
0'010
0'015
0'020
Sp.?
0'022
0'014
So.?
0'011
Sp.?
0'009
0'008
0'012
0'009
0'015
0'008
Sp.
0'012
0,022
0'033
Sp.?
< 0'01
0'036
0'47
ca. 3
Arete, tipo figura 1, 4
Brazalete con extremos de cabeza serpiente
Arete hueco
Arete
Diadema
Cadena trenzada de alambre
,
m
,>
0'004
0'004
n. d.
n. d.
SP.
Sp.?
n. d.
n. d.
n. d.
Sp.?
n. d.
n. d.
0'004
n. d.
n. d.
0'007
0'006
n. d.
n. d.
0'006
0'032
0'021
0'020
0'021
0'010
0'013
n. d.
0'007
0'025
0'008
0'016
0'008
0'003
0'005
n. d.
n. d.
Sp.
0'020
0'003
0'018
0'004
0'002
n. d.
0'097
n. d.
Sn.
A
-
Sp. Ni.
Sp. Bi
-+
-
-
A
Sp. W.
Sp. Ni.
-
-
-
-
Ni.
Sp. Sb; 0'09 Pb.
0'065 Pb.
-
-
Ni sp.?
Sp. Ni.
0'03 Pb.
Ni sp.?
-
Otros
elementos
-
Pt.
Cu.
Ag.
Objeto
1
contenido constatable tan bajo que no puede comprobarse la cantidad; n. d. (not detected) significa que no se ha comprobado este elemento, es decir que no existe o existe
por debajo del limite comprobable.
NOTA. El valor numérico está indicado para Ag. en % de la aleación (aleación = 100); para Cu. y los demás elementos en % del contenido de oro (oro = 100); Sp. significa un
-
>>
3,
Albufereta (Alicante)
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Torres Alocaz (Sevilla)
Carambola (Sevilla)
Galera (Granada)
Cabecico Tesoro (Murcia)
"
"
Cartijo Evora (Cádiz)
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"
La Bastida (Valencia)
Ibiza
Cheste (Valencia)
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Los Villares (Valencia)
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9,
Villaricos (Almería)
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"
,
El Cigarralejo (Murcia)
Serra de la Espasa (Tarragona)
Au 1.786
AU 1.827
"
Yacimiento
Análisis
número
C U A D R O
[page-n-120]
C U A D R O
Análisis
número
Au 1.783
Au 1.784
Au 1.787
Au 1.788
Au 1.789
Au 1.790
Au 1.791
Au 1.797
Au 1.798
Au 1.799
Au 1.916
Au 1.919
Au 1.920
Au 1.921
Au 1.943
Au 1.957
Au 1.960
Au 1.961
Au 1.962
Au 1.963
Au 1.965
Au 1.966
Au 1.968
Au 1.969
Au 1.970
Au 1.971
Au 1.972
Au 1.973
Au 1.974
Au 1.975
Au 1.977
Au 1.978
Au 1.979
Au 1.980
Au 1.981
Au 1.985
Au 1.986
Au 1.987
Au 1.988
Au 1.992
Au 1.995
Au 1.996
Au 1.999
Au 2.000
Au 2.001
Au 2.002
Au 2.003
AU 2.004
Au 2.005
Au 2.006
Au 2.009
Au 2.017
Au 2.018
Au 2.019
Au 2.021
Au 2.022
Au 21023
Au 2.024
Au 2.025
Au2.026
Au 2.027
Au 2.028
Au 2.062
Au 2.065
Au 2.066
Au 2.069
Au 2.071
Au 2.082
Au 2.083
Au 2.084
Au 2.085
Au 2.086
Au 2.087
Au 2.088
Au 2.091
Au 2.092
Au 2.095
Au 2.099
Au 2.101
Au 2.102
Au 2.103
Au 2.382
Au 2.385
Au 2.386
Au 2.387
Au
Au
Au
Au
Au
2.390
2.395
2.3%
2.397
2.398
Yatimiento
El Cigarralejo (Murcia)
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Málaga
Peal Becerro Uaén)
Villaricos (Almería)
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M. A., Barcelona
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28.520
28.518
28.516
M. A. N., Madrid
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Tumba 462
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1.082
866
471
707
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Los Villares (Valencia)
La Bastida (Valencia)
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,
Ibiza
Cortijo Evora (Cádiz)
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Alcalá del Río (Sevilla)
Itálica (Sevilla)
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S,
Cabecico Tesoro (Murcia)
La Alcudia (Alicante)
Albufereta (Alicante)
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El Molar (Alicante)
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M. A., Jaén
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9
-
Inv. B-3.101
Inv. B-.3.099
Inv. B-3.097
-
Inv. 9.034
Inv. 9.059
Inv. 9.035
Inv. 9.036
Inv. 9.037
Inv. 9.038
Inv. 9.039
Inv. 9.054
Inv. 9.077
Inv. 9.081
Tumba 415
-
-
-
ca. 5
ca.7
ca. 11
ca. 5
ca. 12
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ca. 5
a. 4
ca. 10
ca. 3
ca. 6
3,
ca. 7
I
ca. 5
Arete, tipo figura 1, 4
ca. 6
Disco
ca. 13
Arete con cuenta
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 3
3
Arete
2
,
2
2-3
Arete, tipo figura 1, 2
18
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11
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" 1, 3
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1,3
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ca. 7
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ca. 22
ca. 22
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Arete hueco
5-10
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ca. 7
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1,3
ca. 8
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Arete cerrado
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 2
ca. 7
Cerradura
ca. 5
Arete, tipo figura 1, 2
ca. 10
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ca. 8
"
1,3
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5-10
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1'3
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2-3
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" 1, 1
ca. 25
" 1, 3
ca. 15
Arete cerrado
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 3
ca. 3
Sortija
ca. 17
Arete, tipo figura 1, 4
ca. 9
3'
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,
ca. 18
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1'4
"
"
'
1, 3
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1,3
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ca. 12
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ca. 8
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ca. 14
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1. 4 rellenado ca. 4
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"
1'4
ca. 10
"
"
"
1, 2
5-10
Cadena trenzada
ca. 10
Arete abierto
10-15
Arete
10-15
Fragmento de arete
ca. 10
Brazalete de alambre
ca. 17
Cuenta bicónica
ca. 13
Arete, tipo figura 1, 1
ca. 2
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3,
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1'1
ca. 5
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1,l
ca. 3
3,
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1'1
ca. 4
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3,
" 1, 1
ca. 15
Pendiente
ca. 13
Cuenta en forma de tonel
ca. 7
Pequefio colgante
ca. 11
Arete, tipo figura 1, 3
ca. 4
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1'3
ca. 10
3,
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ca. 11
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1,3
ca. 9
Arete
ca. 4
Sortija
ce. 13
Colgante
ca. 5
Arete, tipo figura 1, 1
ca. 3
2
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9
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Sortija
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Fragmento de lámina
Arete, tipo figura 1, 4
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Arete
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Inv. 139
Inv. 27
Inv. 194
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Inv. 194
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Tumba 866
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M. A., Murcia
M. A., Elche
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Arete
Ldmina decorada con rombos
Arete, tipo figura 1, 3
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3,
Sn.
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9'3
6'9
8'9
6'6
3'0
3'8
0'42
3'9
6'5
2'9
2'0
3'9
11'0
1'2
1'3
0'19
0'18
0'41
0'45
4'6
3'7
4'7
5'1
0'17
2'9
25'0
28'0
3'7
0'98
0'96
0'10
0'08
3'0
3'8
3'6
1'4
1'4
3'0
2'2
2'4
2'9
3'4
0'16
9'2
4'1
1'8
0'26
6'3
4'0
8'1
4'7
17
4'7
9'5
20'0
10'0
22'0
2'2
3'1
7'9
3'1
3'8
2'3
4'5
6'6
6'0
0'74
5'3
6'4
0'52
9'1
13'0
6'6
9'3
4'4
1'3
1'6
1'1
6'7
11'0
6'0
4'9
n. d.
0'017
n. d.
n. d.
n. d.
0'008
Sp.3
n. d.
0'010
n d.
0'023
0'038
0'007
0'014
0'011
n. d.
0'005
0'004
n. d.
n. d.
0'017
0'022
0'006
0'005
0'005
Sp.
0'055
0'007
0'018
0'045
0'008
0'017
0'053
0'012
0'012
n. d.
0'009
0'032
0'021
0'008
0'022
0'006
0'006
0'004
0'003
n. d.
0'011
Sg.
0'026
0'002
0'003
0'009
n. d.
0'003
n. d.
0'005
0'003
0'021
n. d.
0'031
0'005
0'005
n. d.
n. d.
0'007
0'078
0'006
0'010
0'083
n. d.
0'009
0'065
Sp.
n. d.
n. d.
0'020
0'013
0'005
sp.
4'2
1'85
3'0
4'8
5'4
0'004
0'095
0'018
0'007
0'006
Ag.
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Tumba 27719
Tumba 1.726
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Tumba 805
Tumba 693
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Tumba 97312
Tumba 1.069
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3,
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2,
Tumba 92311
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3
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Tumba 936
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Tumba 864
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1:
Objeto
Col. Cuadrado
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Tumba 213
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Tivissa (Tarragona)
Museo
Referencia
Tumba 239
Tumba 195
Tumba 209
2
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ca.
ca.
ca.
ca.
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M
M
M
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-
-
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Zn. 0'05
Ni < 0'01
Pb. 0'03
Zn
Sp. Ni
-
Sp. Pb.
-
+
[page-n-121]
[page-n-122]
HARTMANN-KALB
cios d e que también fuera importado, y teniendo los hallazgos d e ora d e
la Edad d e l Bronce d e la Península Ibérica una composición semejante,
nos iriclinamos más b i e n a suponer una procedencia peninsular d e este
grupo. Pero como ya hemos dicho, faltan los análisis de oro naturai español para. cotejarlos con la joyería de los dos grupos, por l o que l o expuesto ha d e tener carácter hipotético. Además los datos obtenidos e n
los análisis del grupo sin platino, son entre sí t a n dispares que podría suponerse que e oro de.este grupo es d e diversos orígenes. Hasta ahora n o
!
hemos visto !a posibilidad d e subdividir este segundo grupo, pero tal vez
sea factible ampliando e l número de las investigaciones.
Los datos del análisis también dependen d e que en tiempos posteriores a! primer uso se hubieran fundido repetidas veces los objetos para fabricar otros y, por otra parte, de l a existencia d e talleres diversos que
usaran diferentes porcentajes de aleación d e cobre. En cuanto al porcentaje d e cobre y estaño vale l o dicho más arriba, y con respecto a !a plata,
el porcentaje parece más a!to, en comparación con el grupo primero.
Los anillos del t i p o de las figuras 1 y 2 están distribuidos por igual
en ambos grupos; sin embargo, la mayoría d e los tipos de lar figuras 3
y 4 pertenecen a l grupo 2, es decir sin platino. Del t c t a l de 38 anillos
de estos dos tipos únicamente en tres hemos podido comprobar la existencia d e platino.
Finalmente mencionaremos 8 anillos que n o entran e n ninguno d e los
dos grupos. Se trata de los del Cuadro 3.
El porcentaje de plata e n cinco d e ellos es m u y alto, entre 30 y 50 %;
la existencia d e una pequeña cantidad de plomo o bismuto (en un caso
ambos) significa aleación d e plata, pues p l o m o y bismuto son elemeritos
acompañantes de la plata nativa. Esta conclusión t a m p x o está exenta
de dudas, pues como se ve en los Cuadros 1 y 2, también otros objetos
contienen plomo o bismuto, infiltrados, tal vez, por la aleación de cobre.
Los tres últimos objetos d e l Cuadro 3 destacan p o r su porcentaje d e
plata extremadamente bajo (ca. 0'1 %). En este caso hay que suponer
una purificación artificial, pues un porcentaje t a n bajo n o se conoce e n
ningún caso d e oro natural.
El oro purificado n o es m u y frecuente en tiempos prehistóricos; sin
embargo, se conocen dos casos e n Irlanda, del Bronce Tardío. También
existe oro purificado en monedas griegas d e l cuño de Alejandro M a g n o
y de su padre Philippo I l. Una descripción del proceso d e purificación d e
oro er: tiempos antiguos nos ha sido transmitida p o r Diodoros (VI 3 5 )
con detalles poco precisos, pero que tendrán un fondo de verdad.
[page-n-123]
JÜRGEN U N T E R M A N N
(Alemania)
Lengua gala y lengua ibérica en la Calia
Narbonensis
Son objeto de este ensayo las lenguas prerromanas d e la Francia meridionai, llamada, conforme al uso romano, ((Gallia Narbonensis)). Es e n
particular la parte orientada hacia el Mediterráneo la q u e nos proporcion a una base para los estudios lingüisticos: un n ú m e r o considerable de
inscripciones indígenas anteriores a !.a romanización procede d e la reg i ó n comprendida entre los Pirineos, los Cevennes y los Alpes.
El mapa 1 muestra los lugares que nos han procurado tales monumen.
tos [dejando fuera 'os hallazgos monetales). Las dos c1as.e~de símbolos
empleados corresponden a dos distintas escrituras:: los triángulos a la ibérica, las cruces a la griega. Esta ú l t i m a abarca toda la cuenca inferior
de! río Ródano, llegando en dirección este hasta Cadenet sobre el río
Durance; hacia occidente, el p u n t o extremo es Montagnac, a pocos kilómetros al este de! río Hérault (1). Al oeste del mismo río, a p a r t i r de
St. Thibéry (el antiguo Cesero) hasta Elne, la ciudad ibérica d e Iliberris,
(*) Agradezco a las señoritas Heidi Metzger y Sybiüe Olshausen y a don Wolfgang
Blümel su ayuda en la preparación del texto y los mapas. Un resumen en lengua alemana
fue publicado bajo el título "Gallier, Ligures und Iberer in Südfrankreich nach dem Zeugnis von Personennamen", en Proceedings of the Ninth International Congress of Onomastic
Sciences (hndon 318-7-1966), Lovaina 1969, pág. 439-454.
(1) El mapa 1 está basado en P. M. D W A L : 'Les inscriptions gallogrecques trouvés
en France". Actes du coiloque sur les inñuences helleniques en Gaule. (Dijon, 1957) Dijon,
1958, p. 63. Debe ser un error el que Duval coloquc Substantio al Norte de Beziers y no
en Castelnau-sur-Léz, a pocos kilómetros al este de Montpeiiier.
[page-n-124]
so;o encontramos inscripciones prerromanas en letra ibérica (2) hallándose al o.este de Béziers, uno de los lugares más ricos de toda la epigrafia ibérica, el oppidum de Ensérune de donde proceden más de 300 grafitos de esta escritura (3). Los hallazgos de textos ibéricos prosiguen al
otro lado de los Pirineos, en las ciudades prerromanas de Ampurias y
de Ullastret (4), prolongándose hacia el sur.
A esta división en dos provincias gráficas corresponde la división lingüística: todos los monumentos escritos en alfabeto griego muestran la
lengua gala (S),la fase más antigua de las lenguas célticas que tenemos
atestiguado por fuentes directas (6). La conocemos no sólo por nuestros
textos, sino también por inscripciones de la Galia central y septenirional, casi todas escritas en letra latina, y por algunas piedras halladas en
Italia que llevan letras de un alfabeto nord-etrusco (7). Para hacer más
(2) Salvo un texto de plomo hallado en Elne (v. nota 5) y sin contar unos pocos grafitos muy breves en Pech-Maho, Ruscino y Ensérune en letra griega; estos documentos
se deben al comercio y no permiten hablar de una verdadera recepción del alfabeto griego.
La o~inión
contraria en Ph. HELENA: "Les origines de Narbonne". Toulouse, 1932, p. 209.
(3) J. JANNORAY: "Ensérune. Etude des civilisations preromaines de la Gaule meridionale". Paris, 1955. El autor no publica todos los textos, los cuales serán reunidos en
el segundo fascículo de nuestros "Monumenta .Linguarum Hispanicorum"; una completa
bibliografía sobrc hallazgos ibéricos del Sur de Francia en D. FLETCHER: "Problemas
de la cultura ibérica". Trabajos Varios del S. 1. P., núm. 22, Valencia, 1960, págs. 85 y SS.
(4) Para Ampurias v. M. ALMAGRO BASCH: "Las inscripciones ampuritanas griegas, ibéricas y latinas" Monografías Ampuritanas 2, Barcelona, 1952. Las excavaciones en
Ullastret (La Bisbal, Gerona) han proporcionado importantísimas inscripciones y prometen
elevar este yacimiento a lugar preeminente entre los sitios ibéricos. v. M. OLIVA PRAT
en Anales del Instituto de Estudios Gerundenses, a partir del volumen 10 (1955).
(5) Para el plomo de Elne, M. LEJEUNE: "A propos d'un plomb inscrit dYElne".
Revue des Etudes Anciennes, 62. Bordeaux, 1969, p. 62; lo hace ibérico, pero U.
SCHMOLL : "Althispanische M i S z e l 1e n , 1 Zeitschrift für vergleichende Sprachfor"
schung... 78, Gottingen 1963, p. 49, demuestra de manera convincente que se trata de un
texto céltico.
Menos evidente es la atribución de plomos escritos en letra latina que proceden de
Amélie-les-Bains, v. J. WHATMOUGH: "The dialects of ancient Gaui". Ann A r h r
University Microfdms. Ann Arbor, Michigan, 1949-51, p. 142. Véase la discusión por H.
GCrITER: "Les lames dc plomb gravées d'Amélie-les Bains". Actes du 30éme Congres
de la Féderation Historique de Languedoc. Sete s. a., y J. WHATMOUGH: "Hi omnes
lingua inter se differunt". Orbis 1, Lovaina, 1952, p. 433.
(6) Para el análisis histórico-comparativo de estos monumentos G. DOTTIN: "La
langue gauloise". Paris, 1920; L. WEISGEREER: "Die Sprache der Festlandkelten" 20.
Bericht der Rornisch-Germanischen Kommission, Frankfurt, 1930, p. 147; C. WATKINS :
"The phonemics of Gaulish. Tñe dialect o Narbonnensis". Language 31. Journal of the
f
Linguistic Society of America, Baltimore, 1955, pág. 9. F. BENOIT: "Recherches sur
l'hellenisation du Midi de la Gaule". Annales de la Faculté des Lettres, n. ser. núm. 43.
Aix-en-Provence, 1965, p. 22, sigue pensando que las inscripciones "galio-grecques" contienen un dialecto importado de Italia.
(7) Publicado por R. S. CONWAY, J. WHATMOUGH y S. H. JOHNSON : "The
Prae-Italic dialects of Italy '. vol. 1, Cambridge, Mass. 1933, p. 54. Compárese e; excelente
i
comentario de M. LEJEUNE: "L'inscription gauloisc de Briona". Hommages .Max Niedermam. Collection Latomus 23. Bruxelies, 1956,. p. 206.
No quiero entrar aquí en la cuestión de las uiscripciones lepónticas, procedentes de la
región de los lagos Como y Maggiore; he discutido su atribución en 1. UNTERMANN:
"Nameniandschaften im alten Oberitalien". Beitrage zur Namenforschung. 11, Heidelberg 1960, p. 303 ; v. además nota 20.
[page-n-125]
LENGUA GALA
visible e l conjunto epigráfico dentro de! cual figura la Narbonensis, doy
el mapa 2: este mapa repite todos los datos del mapa anterior añadiend o las regiones monetales y extendiéndose a las demás partes de la Galia antigua, incluida la Cisalpina.
En cambio, el idioma representado por !a escritura ibérica a! suroeste
d e l .río Hérault,. coincide perfectamente con la lengua que aparece e n los
monumentos indígenas de la Cataluña prerromana, del Bajo Aragón, y del
país Valenciano: es la lengua que llamamos, por convención, ibérica (8)
A u n q u e es verdad que los restos ibéricos que llegaron a nuestros días
e n l a Narbonensis son m u y breves y fragmentarios, y además m u y u n i f o r mes por su contenido, bastará aducir la partícula -mi o terminaciones
como -ar, -aren, -tin y semejantes, para hacer resaltar la continuidad ,de
lenguas a u n o y o t r o lado de los Pirineos (9).
En cuanto a la cronología, nuestro mapa 1 presenta la situación en la
segunda m i t a d del siglo II a. C., poco más o menos. Continúa l a epigrafía
indigena a ambos lados del río Hérault hasta l a época d e J u l i o César
aproximadamente. La piedra d e Montagnac, atribuible al siglo III a. C., es
considerada como la más antigua inscripción gala (10). Los textos ibéricos empiezan algo antes.: Jannoray, quien ha tratado detenidamente los
problemas cronológicos d e Ensérune, fecha los grafitos más antiguos d e
este lugar en l a primera m i t a d del siglo IV a. C. ( 1 1).
A primera vista, ya tenemos l a respuesta a l a cuestión planteada en
nuestro tema: vemos que l a Golia Narbonensis esta dividida en dos partes, separadas p o r el río Hérault (12), bajo los dominios d e los idiomas
ibérico y galo. Sin embargo, quedan abiertas muchas cuestiones d e detalle. Nos interesaría conocer, por ejemplo, e l carácter d e los dominios !ingüísiicos mencionados-: ¿Eran síntoma d e poder político, d e inf.lujo- coa
merciales, o de supremacía puramente cultural? También podemos pre(8) Tratada la cuestión de manera magistral por A. TOVAR: "Lenguas prerromanas
de la Península Ibérica. A: Lenguas no indeuropeas". Enciclopedia Lingüística Hispánica,
1 Madrid, 1960, p. 5 y "Ancient languages of Cpain and Portugal". New York, 1961, p. 50.
.
(9) Muy sugestivo es el mapa esbozado por CARO BAROJA: "La escritura en la
Historia de España dirigida por Menéndez Pida1 1 3. Madrid, 1954,
.
España prerromanayY.
p. 744, reproducido y aumentado por A. TOVAR, nota 8.
(10) JACOBSTHAL. en comunicación dirigida a la Archaologische Gesellschaft m
Berlin, en Archaologischer Anzeiger 45, (1930), p. 235. Y además G. FETRACCO SICARDI: "L70nomástica personale prerromana della Vaile del Ródano". Rivista di Studi
Liguri, 23. Bordighera, 1957, p. 244.
(11) JANNORAY, nota 3, pág. 422.
(12) H. GUITER: "Ligures et iEresY'. Actes du XXXIeme Congres de la Fedkration Historique du Languedoc, Beaucaire, s. a., reconoce algunos síntomas fonéticos de los
dialectos actuales que dividen la misma región, a lo largo del río Vidourle, pocos Kms. al
este del río Hérault.
[page-n-126]
J. UNTERMANN
guntarnos las causas que dieron origen a la frontera d e l río Hérault, q u e
se conservará d e una manera t a n rigida hasta los tiempos de los romanos.
Dado que los textos forman dos bloques completamente uniformes a
u n o y o t r o .lado del Hérault, hay que recurrir a otros indicios para resolver ¡os problemas que acabamos d e plantear. N o hay mucho seguro en l o
que nos enseñan los historiadores antiguos (13): son escasas y contradictorias las noticias que tenemos d e una invasión ibérica a través de los
Pirir~eos
(14), son un poco más fidedignos los relatos sobre las migraciones galas hacia el Mediterráneo, las que parecen continuar hasta t i e m pos plenamente históricos (15). La llegada d e tribus galas se refleja e n
las estratigrafias obtenidas en varios sitios por un cambio profundo que
inicia la ú l t i m a fase d e la historia indígena ,de los oppida e n la Narbonensis. Para Ensérune, Jannoray fecha este acontecimiento hacia el año 225
a. C. (16).
Examinando el materia! lingüístico posponemos, por l o pronto, los topónimos prerromanos que n o constituyen una base v á l ~ d apara establecer
estratigrafias étnicas (17). M á s é x i t o promete una ojeada sobre l a antroponiinia indígena que se nos ofrece en los textos ya mencionados y además por las inscripciones latinas d e épocas posteriores. Se observa a tnenudo, también dentro d e l mundo antiguo, que una población al renunciar a su propia lengua mantiene por l o menos una parte d e su onomás-
(13) Los testimonios y bibliografía se encuentran en FLETCHER, n. 3, p. 88 SS. y
BENOIT, n. 6, p. 29 SS.
(14) Para esta cuestión véase JANNORAY, n. 3, p. 415 SS. y FLETCHER, n. 3.
(15) C. JULLIAN: "Histoire de la Gaulle". Paris 1908-1926, 1, p. 308. HErLENA,
n. 2, p. 149. J. BRUNEL: "Les peuples du Languedoc avant la période galio-romaine".
Ecole Antique de Nirnes. 15kme session. Nimes, 1944, p. 21, 30 SS. JANNORAY, n. 3,
p. 286. En cuanto a las condiciones históricas de la expansión céltica hacia el Mediterráneo, nótense las observaciones de W. KIMMIG: "Die Herkunft der Kelten". Hommages
A A. Grenier, Collection Latomus, 58. Bruxelles, 1962.
(16) JANNORAY, n. 3, p. 269. Para Pech-Maho v. Y. SOLIER: "L'oppidum de
Pech-Maho". Bulletin de la Commission Archéologique de Narbome, 25. Narbome, 1961,
p. 147.
(17) No niego el valor de los estudios toponomásticos llevados a cabo con pmdencia
y buenos métodos. Para nuesm tema serán útiles los que traten de la úitima etapa antes
de la romanización, p. e. H. GUITER: "Autour de Béziers". XXXVIkme Congrks de la
Fédération Historique du Languedoc Mediterranéen et de Roussiiion. Lodkve 1963. M.
FAUST: "Bemerkungen zu den südfranuisischen Ortsnamen Glanum und Vénasque".
Beidge zur Namenfotschung 16. Heidelberg 1965, p. 145. G. BARRUOL: "Le territoire
des Albiques". Rivista di Studi Liguri, 24. Bordighera 1958, p. 228-256 (en particular
239-244).
[page-n-127]
LENGUA GALA
tica personal primitiva, adaptándola superficialmente al nuevo idioma que
acaba de aprender. Cuando encontramos en los textos de una cierta lengua A antropónimos n o sólo de esta misma lengua A sino además de tipo
distinto, entonces este otro tipo puede considerarse como síntoma de una
lengua B que se perdió al recibir sus portadores la lengua A.
Los textos galos en el valle bajo del Ródano muestran un aspecto bastante homogéneo: salvo pocas excepciones, los antropór~imos
que conservan son de tipo galo bien conocido (18). Es, en particular, notable que no
exista nada que pueda interpretarse como nombre ibérico. En cambio la
antroponimia atestiguada en las inscripciones ibéricas de la Narbonensis
occidental parece compuesta por distintos elementos: junto a nombres
ibéricos hay muchos que n o l o son, y sobre estos últimos hemos de dirigir
nuestra atención.
Antes de abordar un análisis más detenido, convendrá preguntarse
de oué índole podrían ser los componentes n o ibéricos en la antroponimia
de nuestra región: primero, es posible que los nombres célticos n o se reduzcan al área de los monumentos epigráficos galos, es decir a la cuenca
del Ródano, sino que atravesaran l a frontera entre las dos lenguas hacia
el oeste; igualmente hay que contar con un elemento étnico más antiguo que los Galos y los Iberos que sobrevivían en la Francia meridional.
Es iinposible separar tales tipos onomásticos sólo a base de los textos
ibéricos: n o son tan numerosos que permitan superar a satisfacción las
dificultades ofrecidas por la ortografía defectiva. Nos vemos obligados a
recurrir al material más extenso que está a nuestra disposición, a las inscripciones latinas, que dan una cantidad considerable de nombres preromanos bajo formas mejor o peor latinizadas.
Sea lícito anticipzr algunas observaciones metodológicas sobre la explotación de este material (19). En e caso de encontrar una suma bastan!
t e elevada de nombres que se revelen como típicos para una cierta región
geográfica, podemos atribuir estos nombres a un repertorio onomástico y
reconocer esta región como un área antroponímica («Namenlandschaft»)
(20).
Tales áreas pueden describirse a base de las inscripciones latinas en
(18) Véanse los trabajos de K. H. SCHMIDT: "Die Komposition in gallischen Persoi~ennamen".Zeitsahrift für celtische Philologie, 26. Tübingen, 1957, p. 31. y D. FZLISEVANS : "Gaulish personal names". Oxford, 1967.
(19) Las he expuesto por primera vez en J. UNTERMANN: "Beobachtungen an
romischen Gentilnamen im alten Oberitalien". Beitrarre zur Namenforschune. 7. Heidel,
berg 1956, p. 142 y SS.
(20) Desnipciones de c'Namenlandschaften" se han realizado, p. e. por L. WEISGERBER: "Sprachwissenschaftliche Beitrage zur frührheinischen Siedlungs-und Kulturgeschichte 1:. Die Namen der Treverer". Rheinisches Museum für Philologie. Frankfurt a. M.
1935, p. 289 y s3. R.. KATICIC: ''Das mitteldalmatische Namengebiet". Ziva Antika, 12.
Skoplje 1963, p. 255 y SS.Del mismo: "Zur Frage der keltischen und pa~onischen
Na-
[page-n-128]
muchas partes del mundo Romano. Los repertorios contienen n o sólo nombres indígenas, aunque éstos constituyan eJ punto de arranque de cada
descripción de un área onomástica fuera d e la Italia central; a veces sólo
la distribución geográfica muestra que un antropónimo forma parte d e un
repertorio: hay nombres de aspecto m u y romano, pero aparecen dentro
de un área definida por nombres indígenas, l o que hace sospechar que son
sustitutos d e nombres prerromanos que deben su forma a la aversión de
llevar nombres bárbaros (21). De todas formas, un repertorio onomástico
demuestra que, bajo la capa de l a romanización, existió una unidad social
cuyas raíces son anteriores a l a romanización. Al buscar una denominación de esta unidad social, dependemos de criterios externos que son, a
veces, m u y poco seguros.: a menudo n o disponemos d e atribución basada
en términos lingüísticos o etnográficos, y nos vemos obligados a recurrir
a una definición puramente geográfica (22).
Un estudio de esta clase parece llevar a resultados de cierta utilidad
también en el campo d e la Galia Narbonensis (23). Destacan, en primer
lugar, sin dificultad, los antropónimos galos que abundan también en !ápidas romanas de toda nuestra región: e l síntoma más seguro de su extensión son los nombres compuestos: en el mapa 3, se ve su frecuencia dent r o de la Galia meridional y la Italia del Norte (24). Prosigue el dominio
mengebiete im romischen Dalmatien". Centar za Balkanoloska Ispitivanja. Godisnjak, 3.
Sarajevo 1965, p. 53-76. G. ALFOLDY: "Die Namengebung in der romischen Provinz
Dalmatia". Beitriige zur Namenfoischung, 15, Heidelberg 1964, p. 55-104; y J. UlflXRMANN: "Die Venetischen Personennamen". Wiesbaden 1%1 y n. 7. Nótense tambrén las
f
observaciones críticas de 1. KAJANTO: 'A note on &e pmblem o substratrinr". Beitfige zur Namenforschung. Neue Folw 2, Heidekrg 1967, p. 3-12.
(21) V. GARDTHAUSEN: "Narnen und Census der Romer". Rheinisohes Museum
für Philologir 72. Frankfurt a. M. 1917-18, p. 353-373. WEISGERBER, n. 20, p. 311. R
RIX: "Die Personennamen auf den etruskisch-lateinischen Bilinguen". Beitrige nir Namedorschung. 7, Heidelberg 1956, p. 142-172. UNTERMANN, n. 20 (Die Venetischen...)
p. 58-60.
(22) P. e. 6'Mitteldalmatisch" en KATICIC, n. 20; "Brescianisch" en UNTERMANN,
n. 7 (1959) p. 121 y SS.
(23) Los antropónimos son recogidos por WHATMOUGH, n. 5, p. 53-54, 67-68, 198235, 256-269, 372-381, pero sus repertorios carecen de todo valor práctico dado que están
compilados sin crítica y sin alguna valoraci6n geográíica. Mucho mejor es el ensayo de
PETILACCO SICARDI, n. 10, en donde la autora consigue hacer visibles ciertos rasgos
de la onom6stica personal dentro de la cuenca del Ródano destacando la zona media de la
región aguas arriba de Lyon; intenta, ademhs, separar componentes célticos de otros premltas llegando a ideas no muy distintas de las que se exponen en nuestro trabajo.
(24) UNTERMANN, n. 7 (1960, p. 301-305, con mapa en 1961) y nótense las observaciones muy interesantes que aduce PETRACCO SICARDI, n. 10, p. 231 y SS. en tomo
a l uso de nombres compuestos a lo largo del Ródano.
,
[page-n-129]
LENGUA GALA
oriomástico galo aguas arriba, a l o largo del río Ródano, para llegar a un
área bastante homogénea d e nombres personales que abarca toda l a Galia
central y oriental: damos algunos ejemplos e n los mapas 4 a 9.
- Pasando a los nombres ibéricos, hay una sorpresa:' n o se encuentran
antropónimos que sean atribuibles al ibérico sin duda e n ninguna parte d e
la provincia. Ni siquiera sobre las piedras latinas d e Narbona, cuyo númer o excede del millar, se da un solo nombre indígena que vuelva a aparecer d e manera inconfundible al o t r o lado d e los Pirineos. Insistiremos más
tarde sobre esta observación.
En cambio hay abundantes nombres personales que n o son ni romanos
ni ib6ricos ni galos. Estos faltan, en general, e n las demás partes de la
Galla y n o se dan tampoco en l a península hispánica. La única región que
ofrece material para comparar ES el área limitada por e l curso superior del
río Po al norte, por el río Scrivia al este, por el Mediterráneo al sur y por
los Alpes marítimos al oeste. Al estudiar las inscripciones latinas encontradas dentro d e los límites que acabamos d e describir salta a la vista una
personalidad m u y marcada d e la antroponimia e n el momento d e la Ilegad a de los romanos. J u n t o a varios nombres sueltos como Parra, Nevius,
Metico y semejantes, existen dos tipos d e gentjficios que s.e acreditan
como propiedad particular de la antroponimia local: son los terminados en
-elius y en -anius, formados a base de raíces onomásticas n o lat-inas (25).
El mapa 6 señala lugares de donde proceden inscripciones latinas con
nombres gentilicios derivados de elementos indígenas mediante el sufijo
-anius. Los testimonios se presentan con mayor densidad dentro de l a reg i ó n en e! norte de Italia y continúan en toda la zona costera hasta los
Pirineos.
Los mapas que siguen d a n la distribución d e algunas raíces, d e las
cuales se han formado gentiticios e n -anius: Pedanius con Pedo, Pedullus
ecc. (mapa 1 1 ), Velianius, Vellius, Velagenus (26) (mapa 12) y Akanius,
cuya familia onomástica cuenta además un miembro e n -elius, Acelius
(mapa 13).
Centro d s los límites de los gentilicios e n -anius, aparecen otros nom-
(25) J. UNTE
'Zu einigen Personem~menauf lateinischen Insdviften in
Ligurien". Sybaris,%kt
Hans Kmhe. Wiesbaden, 1958, p. 177-188; del mismo en
n. 20 (Die Venetischen,~.136) y las importantes aportaciones de M. GLUCK: "Zu einigen lígurischen Eigennamen der Sententia Minuciorum". Beitr&e zur Nanenforschuog 14,
Heidelberg 1963, p. 186-192. Los gentilicios en -anius, se exponen en el mapa 10; de
nombres en -elius, hay varios en Antibes (Muitelius, Qukmelius, Raielius, Abicelius, M*
ninielius XII, 175, 201, 5.726; 226; 218; 215; 217), en Le Broc (Var) (Veúzbelius X I 48
I
add. cp. mapa 12) y tres en Narbona (Acelius, cp. mapa 13; Anelius XII, 4.578, Coradelius
XII, 4.694).
(26) Velagenus recuerda los compuestos célticos con -genus, pero la vocal 4 se opone
a las reglas de la morfología gaia (SCHMIDT, n. 18, p. m, 287) lo que hace sospechar
que se trata de un nombre de otra procedencia.
[page-n-130]
bres n o menos significativos: damos la distribución d e Blaesius (mapa 14),
Parra y formas semejantes (mapa 15) y Avelius, Aviulus (mapa 16).
Siguen algunos ejemplos más complejos: Ennius (mapa 17) se basa sobre dos distiritos grupos de antrop5nimos i ~ d í g e n a s r
sobra venéticas en
la parte oriental de la cuenca del río Po, sobre otros en l a Liguria itálica (27); esta ú l t i m a área parece continuar al o t r o lado de los Alpes m a r i t i mos. Menos fácil resulta, a veces, separar miembros d e l repertorio onom á s t i t o galo, d e representantes d e una distribución que coincide con la
d e los gentilicios en -anius.: p. e. Mogetius (mapa 18) es un antropónimo
céltico, pero l a forma reducida Mocco y otras semejantes se hallan sólo
en e l sur de Francia y en la Liguria itálica; asimismo Ven- es un elemento
galo b i e n conocido, pero hay derivados que aparecen exc1usivament.e a l o
largo d e l a costa mediterránea y e n la cuenca alta del río Po, donde hay
además un gentilicio formado p o r -elius, Venelius (mapa 19); Sollo, Sollius
y los nombres compuestos coti Soli- n o permiten nlnguna duda e n torno
a su ir;corporación al repertorin galo; e n ca-mbi~,Solicius se reduce a l a
zona alpina entre los ríos Tánaro y Ródano (mapa 20). Como un caso aún
más intrincado doy l a distribución de Vlatunus y nombres parecidos (mapa 2 1 ) : estamos frente a un nombre al parecer m u y céltico que ha g a ~ a d o
mucha popularidad en la Liguria itálica y e n el valle bajo del río Ródano (28).
Los gentilicios en -anius y todos los demás nombres personales que
muestran la misma distribución acusan la existencia de una capa étnica
cuya tradición onomástica se mantenía en la Galia meridional a través del
galo y del, ibérico; se presenta con mayor pureza en Italia, dentro d e los
límites indicados; allí parece haber sobrevenido inmediatamente la invasión romana: ¿cómo denominar esta capa? Creo que es inevitable llamaria
«ligur» (29), dado que los romanos designaron con el nombre d e Liguria
el país comprendido entre el río Po y e! g o l f o de Génova, llamando Ligures
a los pueblos montañeses que habían de someter a través de peligrosas
expediciones durante la primera m i t a d de! siglo 1.l antes d e C. (30). Eran
(27) V. Beitrage zur Namenforchung, 7 (1956), p. 175-179.
(28) J. POKORNY: "Indogermanisches etymologisches Worterbuch. 1. Berna 1959,
"
p. 1.112. SCHMIDT, n. 18: p. 298.
(29) Conforme a la o p d ó n común, aunque ésta se basa en argumentos mucho m4s
generales y difusos de lo que nosotros podemos aceptar. Son obras fundamentales las de
K. MULLENHOFF: "Deutsche Altertumskunde", vol. 1 Berlín, 1870, p. 86 y SS.
.
W. H. HALL: "The Romans on the Riviera and the Rhone". Londres, 1898, en particular p. 45-56; E. M'EYER: "Geschiohte des Altertums", vol. 1 1 3.a ed. Stuttgart,
1,
1936, p. 635 y SS. M. LOUIS: "Les populations du Languedoc mediterranéen aux
6poques protohistoriques". Ecole Antique de Nimes 1933, p 55 y SS. BRUNEL, n. 15,
p. 19 y SS. N. LAMBOGLIA: "Questioni etnico-linguistiche sulla valle del Ródano".
Rivista di Studi Liguri 16. Bordighera 1950, p. 50-57; PETRACCO SICARDI, n. 10.
(30) Para más detalles v., p. e., G. E. F. CHILVER: "Cisalpine Gaul". Oxford 1941,
p. 6 y SS.
[page-n-131]
LENGUA GALA
estos pueblos cuyos descendientes llevaban la antroponimia caracterizada
por los nombres reunidos en los mapas 10-16.
Llamando «lígur» a esta antroponimia, me doy cuenta de que voy a
emplear un término que ha servido tantas veces como palabra mágica para
designar fenómenos mal aclarados, y de! que tanto se ha abusado por parl e de arqueólogos, historiadores y lingüistas (31). Por eso tengo que subrayar que, dentro de este contexto, la palabra «!ígur» n o se refiere sino
a los portadores de la antroponimia encontrada en las inscripciones latinas
de la Liguria romana, así como a l o largo del golfo de Lion. N o sabemos
si su área se debe a una expansión que partiría de cierto núcleo, o si nos
hallamos frente al, territorio de retirada, resto de un dominio más amplio
en tiempos remotos (32). Las respuestas a tales preguntas las dejamos,
por hoy, fuera de consideración. Basta reconocer la extensión de los rasgos antroponímicos como síntoma de hechos prerromanos y notar que, en
la Liguria itálica, esta antropanimia corresponde a la última lengua prerromana, mientras que en l a cuenca del Ródano está recubierta por la antroponimia gala que dominaba en e! momento de l a romanización.
Ya estamos mejor preparados para abordar el estudio de las inscripciones ibéricas de la Narbonensis. Entre los nombres de los propietarios
que se leen en los vasos hallados en Ensérune, hay, en primer lugar, algunos el.ementos ibéricos muy claros, tal como se podía esperar teniendo en
cuenta el uso de la escritura ibérica:
Ensérune
alostibas
anbels
arkitibas-ar
alskere
atinbin-mi
balkeikar
baikar
Textos hispánicos (33).
Bilustibas (Bronce de Ascoli)
Bennabels (Bronce de Ascoli)
atabels (moneda de Emporiae)
arkitiker (Castellón)
arskitar (monedas de Sagunto, Vives 1 34 sg.)
atinbelaur (MLI. VI, Tarragona)
balkakaltur (monedas de Sagunto), Balciadin,
Balcibil (Bronce de Ascoli)
baikar (Tivisa)
y
(31) En cuanto d problema l ~ s t i c o étnico, compárense las aportaciones muy
adecuadas y criticas de B R W L , n. 15, p. 21 y 23; de E. PULGRAM: "The tongues
1
of Italy". Cambridge (Mass.) 1958, p. 173, y el excelente resumen de U. SCHMOLL: " 1
Ligure, lingua mediterranea o dialetto indoeuropeo?". Rivista di Studi Liguri 25. Bordighera 1959, p. 132-138.
(32) V. la discusión en BRUNEL, n. 15, p. 22 y SS.
(33) Para Enserune, v. JANNORAY, n. 3, Lám. LXIV a LXX.
Para otros textos v. M. GOMEZ MORENO: 'gMisceláneas". Madrid 1949. En b s no
citados por este autor, se indica la oportuna bibliografía.
[page-n-132]
J. UNTERMANN
Ensérune
bilosbitutu
biuitan
kuleiba
talskubilos
unibetin
untikoiis-ar
Textos hispánicos
bibsbalkar (Azaila)
Bilustibas (Bronce d e Ascoli)
bitudedin (plomo d e Alcoy)
biuitetel (Azaila)
biuitite (Liria)
kulektile; (Benidorm)
kuleiuiia (Sidamunt)
talsko (MLI. XXIV, Sagunto)
para bilos v. arriba
unibelo (Ullastret, cp. Oliva Prat, nota 4), sinebetin
(Castellón)
untikesken étnico de los iberos de 1 ciudad de Em.
a
porion
Al buscar el elemento no-ibérico se nos ofrece un criterio diferente
d e la comparación directa entre nombres atestiguados por otras fuentes.
Es la observación de hechos fonéticos que son ajenos a los textos ibéricos
como los encontramos en Liria, Sagunto, Azaila, Ampurias u otros lugares
de España. Es p. e. la u consonante (antevocálica e intervocálica), rarísima
en textos ibéricos puros, pero bastante corriente en Ensérune y en la lengua gala y en nombres atribuibles a los Ligures de la Italia septentrional
(34). O t r o fenómeno es el contacto inmediato de muta y líquida, tri, kla,
ecc. Se sabe que la escritura ibérica n o dispone de medios para expresar
tales grupos, y los textos ibéricos en letra griega (plomos de Alcoy y d e
Cigarralejo) prueban que tales combinaciones n o existían en su lengua
(35). Los celtíberos, al adaptar la escritura ibérica a su idioma, tuvieron
que recurrir a una solución que ya habían adoptado los griegos micénicos
ante un problema semejante al emplear una escritura silábica: la solución
consiste e n poner ti-ri por tri-, ka-la por kla ecc. (36). Tales grafías se encuentran también sobre los vasos de Ensérune, acusando, por tanto, la pro-.
cedencia n o ibérica de un nombre personal.
Antes de aducir algunos ejemplos, cabe recordar que la lengua misma
de las inscripciones de Ensérune es la ibérica, es decir, que nombres de
origen ibérico y n o ibérico llevan terminaciones ibéricas o están combina-
(34) GLUCK,n. 25, p. 192.
(35) A. TOVAR: "Fonología del Ibérico". Misceláneas Homenaje a André Martinet,
vol. 1 1 La Laguna 1%2, p. 171-181.
1.
(36) M. LEJEUNE:"Celtibérica". Acta Salmanticensia. Filosofía y Letras 7, 4. Salamanca 1955, p. 57-61.
[page-n-133]
LENGUA GALA
11
-
dos con partículas plenamente ibéricas, -e (37),-an, -ar, -en, -er (38), o
(este ú l t i m o muy corriente) -mi.
Para los nombres siguientes, me parece posible una interpretación
cwno antropónimos galos:
Ensérune
Otros textos (39)
-
aboko
asetileke
. -
zdbogius
'Adsedilicus, cp. Adsediluus
auetYis-ar-mi
*Advectirix, cp. Advectius,
auetiiii-an-mi
biuitu
itutil-te-mi
Vectirix
Bivito
lndutillus
lndutius
kabirilo (inédita)
kátate
kasike
'Cabrilla, variante de Cabrillus
katuis-ar
-
oiiobar-en-mi
senik-ar (inéd.)
Carantus
Cassicus
'Catuisso, cp. Katualos (alf. griego) y e sufijo de
!
Boduisso ecc.
Oxio-barro (40)
Senicio
*Suadus, cp. Suadulius, Suadurigius
Tessillus
Vasillus
De las relaciones entre los antropónimos de Ensérune y el repertorio
que hemos llamado «Iígur», !,as siguientes m e parecen bastantes seguras:
kaiu-mi
boturasune
betele
uerilo
Caio, Caiaucus, (cp. nota 62)
Boturo, Bottus (41)
*Axunus, cp. Axiounus
Pedullus, Pedanius (mapa 8)
"Verillo, cp. Veriounus, Veranius
(37) Parece substituir la terminación -os de los temas en -o- indoeuopeos; op. cisetfle-,
kasike, t s e &ile en las listas que siguen mis abajo.
eü ,
(38) El esquema siguiente sirve para ilustrar el funcionamiento de tales sufijos (los
4emplos vuelven a darse en las listas del texto):
&ate,
biuil
-an
oiiobm
-en (v. nota 40)
(39) Los testimonios para Enstnine en JANNORAY, n 33 y HELENA, n. 2, p. 208;
.
[page-n-134]
J. UNTERMANN
Con respecto al estado actual e n que se halla el estudio de los grafitos
d e Ensérune y otros sitios ibéricos e n Francia, n o m e atrevo a concretar
la relación numérica entre los tres componentes de l a población: sin embargo, se reconoce como probable que l o ibérico n o alcance l a m i t a d d e l
total de la antroponimia d e Ensérune; una parte igual. se divide entre procedencia gala y procedencia «Iígur», quedando un pequeño resto que,
todavía, resiste a todo intento d e aclaración (42).
Frente a este concepto que se forma a bas.e del. anáiisis d e los grafitos
d e Eiisérune, surge la cuestión d e los acontecimientos históricos que dier o n lugar a l a reunión d e los representantes d e tres antroponimias d i s t i n tas. Los indicios más valiosos (43) proceden d e las monedas indígenas:
primero, d e las monedas que se atribuyen con alguna probabilidad a N a r bona !44). Sus tipos r.ec&rdan los d e la ciudad ibérica d e Ampurias con
la leyenda untikesken, acusando, por l o demás, el i n f l u j o de !a ceca dz
Marsella. Empieza l a amonedación hacia l a m i t a d de! siglo .II a. C. con
piezas en las que aparece l a leyenda neronken, étnico derivado mediante
e! sufijo ibérico -ken d e *rieron- que se considera como forma p r i m i t i v a
d e l topónimo Narbo empleado por los romanos (45). Más tarde se añaden,
el resto HOLDER: "Alceltischer Sprachschatz". Leipzig 1896-1907 y S M M I D T , n. 18.
(40) Este análisis queda confirmado por la existencia de un elemento burro- en la
antroponimia gala (SGHMIDT, n. 18, p. 144) mientras que la forma anaiosaren (JANNORAY, Lam. LXV, 11, 13) hace pensar en dos sufijos -ar -en.
(41) WATKINS, n. 6 está convencido de que Bottus es una variante local del antropónimo galo Boudus (XII 2.665 Le Pouzin, Ardiche; 3.478, 3.603 Nimes); esto no es
imposible, pero no impide que tales variantes pertenezcan a un distinto repertorio onomástico. cp. la disttibución de Mogetius (repertorios galos) y Mocco (ligur) en el mapa 18.
(42) Doy aquí las formas mas interesantes: anaios-ar-en (JANNORAY, LXV, 11, 13),
barsur (inédita), bobolart-era (J. LXIV, 24), ikúlon (J. LXVI, 14), i1atoi;a (J. LXVII.1,
l), ibesor-en (J. LXV, 23), itesketin-ar (la fiad -etin parece ibérica) (inédita), okain (J. LXV,
9), otesu (J. LXVI, 27), selkit-er-ar (J. LXIV, 19), sertu-ar-e, urauk-en (inéditas).
(43) En cuanto a la utilidad de los textos literarios antiguos v. nota 13. Es muy pooo
lo que se desprende de ellos sobre la historia de las ciudades a lo largo de la costa mediterránea francesa; sólo para Marsella disponemos de una buena cantidad de testimonios
históricos, v. JANNORAY, n. 3, p. 27 y BENOIT, n. 6, p. 29-47, 89-134.
(44) G. F. HILL: "On the coins of Narbonensis with Iberian inscriptions". New
York 1930, ha tratado el asunto magistralmente a base de un materi&incompleto, superando los comprdios anteriores de C. ROBERT: "Numismatique de la Province de Languedoc". Histoire Générale de Languedoc 11, Toulouse 1875, p. 457-520; y de A. BLANCHET: "Traité des monnaies gauloises" Paris 1905. Concretamente para las monedas de
Narbona, v. HIlLL, p. 2-13 y SS.; J3ELENAJ n. 2, p. 242 y SS. 250 y SS.; WHATMOUGH,
n. 5 (The Dialects.. .) p. 148 y SS. y FLETCHER, n. 3, p. 104 y SS.
(45) Sobre el topónimo v. H. GUITER: "Narbo-Narbona". Actes du XXXIVhme
Congres de la Fédération Historique du ,Languedoc. Narbonne 1960; sobre el sufijo -km,
v. M. FAUST: "Die antiken Einwohnernamen und Volkernamen auf -irani, -etani2',
Gottingen 1966, p. 131 y SS.
[page-n-135]
LENGUA GALA
bajo la leyenda principal neronken, palabras enigmáticas:: ; (46) y, e n
o
otras emisiones m u y raras, biui o, posiblemente, biuibi, q u e vuelve a aparecer e n otras monedas d e la región (v. más abajo). Las ú l t i m a s series asum e n una leyenda tiuiif sobre el anverso. Es m u y verosimil que ésta indique
e l nombre personal d e un magistrado municipal o d e una autoridad semecontiene una u consonante, es decir, un fenómeno fonético
jante. ~ i u i s
ajeno a la antroponimia ibérica (v. arriba p. 10): resulta sugestivo aducir
nombres galos como foutodivix, atestiguado e n N i m e s o Divixtus, corrient e e n todo el m u n d o celta (47).
D e t i p o m u y parecido, y procedentes también d e la Narbonensis occidental, son las monedas portadoras d e la leyenda biiikantin, birikantio (48).
Esta palabra también destaca d e l ibérico p o r sus fonemas: muestra el g r u p o biii, que puede equivaler a bri- o pri-. Sin duda, hay q u e leer Brigantin,
Brigantio, que se incorpora a una familia d e nombres galos bien cnriocidos ('49).
Briganticus
Brigantia diosa
Brigantinomagus
Brigantio
Brigantia
Brigantes
Desgraciadamente n o es posible ana'izar con certeza las terminaciones que vemos e n las monedas: biiikantio puede coincidir perfectament,e
c o n e l topónimo Brigantio arriba mencionado, pero biiikantin queda oscuro (50). D e todas maneras, estamos f r e n t e a un elemento celta expresado
mediante letras ibéricas, que sirve para indicar una i o ~ . c i ó o autoridad
n
emisora d e monedas.
Igualmente, e n los alrededores d e Narbona hay que buscar !,a ceca d e
(46) Hay que recordar so; sobre monedas de aiekoidtas y oilmrrniko; procedentes de
la Celtiberia meridional: A. VIVES Y ESCUDERO: "La moneda hispánica, 11". Madrid
1924, p. 94 y SS., 98 y SS. J. UNTERMANN: "Zur Gruppierung der hispanischen "Reitermünzen" rnit Legenden i iberischer Schrift" Madrider Mitteilungen 5, Heidelberg
n
1964, p. 132, 138.
(47) Toutodivix XII 2.817 (Aramon, Gard), 3.252 (Nimes); para Divixtus, v.
SCHMIDT, n. 18, p. 194 y SS.
(48) HILL, n. 44, p. 16-18; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects ...) p. 151; J. C.
RlCHARD: "Une momaie t i Iégende ibtrique bi-ri-ka-n-ti". Bulietin de la Société d'Etudes Scientifiques de I'Aude, 66, 1966, p. 213-221, estudia ampliamente la ceca a propósito
de una pieza recién hallada; aprovecho la ocasión para expresar mi gratitud al señor Richard
quien me ha facilitado valiosos informes sobre estas monedas.
(49) Véase HOLDER, n. 39, 1, 534 y SS.; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects...)
p. 151; SCHMIDT, n. 18, p. 156; ELLIS-EVANS, n. 18, p. 314 y SS.
(50) ¿Forma abreviada de un étnico Briganiin (om)? iTerminacióri iberizada?
[page-n-136]
J. UNTERMANN
los Longostaletes (51). Sus tipos, al mostrar !a cabeza d e M ~ c u r i p un
y
trípode, manifiestan n o i.ener relación alguna con !.a España ibérica. Emplea !a leyenda LongostalEtón, e n letra griega y con terminación griega
del gen. pl. Asimisma, la forma del sufijo -et- puede ser debida a !.os griegos (52). Los demás componentes n o son ni galos ni ibér~cos,mientras q u e
hacen sospechar una afinidad al Iígur: -stal- vuelve a aparecer e n un antropónimo Enistalus, Enistalius, atestiguado en la Liguria propia (53),
Longo- recuerda Langa- e n nombres étnicos y topónimos d e la Liguria
itálica, Langates, Langasco, b n g a (54), relacionados tantas veces con el
elemento b n g a e n la toponimia española (55). En la Gene d e acuñaciones,
podernos distinguir dos épocas: e n l a primera figura sólo e l nombre étnico
súbre el reverso a los dos lados del trípode; e n l a s e g u ~ d a ,se acogen dos
elementos más: sobre el reverso, se añade la palabra biuibi e n escritura
ibérica, palabra ya conocida ,por las monedas d e neronken (véase arriba);
sobre el anverso leemos nombres de magistrados, que varían según las
emisiones, escritos e n letra griega; hay tres nombres distintos, Bókios,
Loukotiknos y Loukoriknos, los tres seguramente d e procedencia gala (56).
Evidencian, por tanto, que la capa social más elevada constaba d e galos o
d e personas que imitaban a los galos y n o sólo llevaban antropónimos célticos, sino q u e usaban también el. alfabeto griego, como los galos d e la
cuenca del Ródano. En cambio, biuibi prueba que la misma ciudad tanía
algún interés d e usar lengua y l e t r a ibéricas; había, pues, un componente
ibérico e n la población. Infortunadamente, n o sabemos q u é signifique
biuibi ( 5 7 ) : ¿Será algo semejante a res pública l o que motiva su frecuencia? (58). Sea como sea, su aparición sobre estas monedas acusa cierta con-
(51) HILL, n. 44, p. 19-37; HELENA, n. 2, p. 243-248; WHATMOUGH, n. 5
(The Dialects...) p. 152; BENOIT, n. 6, p. 119, considera Longostaletes como título de
magistrados y atribuye estas monedas a la ceca de neronken-Narbona.
(52) FAUST, n. 45, p. 37 y SS. está inclinado a atribuir el sufijo -etes a los Iberos;
pero a los griegos se debe, por lo menos, el tipo de la flexión y nada impide que éstos extendieran el uso del sufijo a étnicos indígenas no-ibéricos.
(53) CIL, v. V 7.838 (Busca), 7872 (Cimiez, cerca de Niza); v. mapa 17.
(54) C. BATTISTI : "Sostrati e parastrati nell5Italia preistorica" Firenze 1959. p.
292, que lo atribuye a un substrato preindoeuropeo; POKORNY, n. 28, p. 197, le da etimologia indoeuropea.
(55) R. MENENDEZ PIDAL: "Toponimia prerrománica hispana". Madrid 1952,
p. 82 y SS. U. SCHMOLL: "Die Sprachen der vorkeltischen Indogermanen Hispaniens
und das Keltiberische". Wiesbaden, 1959, p. 79 y SS. TOVAR, n. 8 (Ancient.. .), p. 120.
(56) SCHMIDT, n. 18, p. 152, 153. ELLIS-IEVANS, n. 18, p. 152 y SS., 218.
(57) A. TOVAR: "Léxico de las inscripciones ibéricas". Estudios dedicados a R. Menédez Pidal, 1 . Madrid 1951, p. 297. CARO BAROJA, n. 9, p. 809. J. VALLEJO: "Ex1
ploraciones ibéricas. IV". Emérita 22. Madrid, 1954, p. 226.
(58) Se encuentra en Ensérune, Pech-Maho, Ehe, Azaila, Luia, Orleyl (Valí d'Uxó,
Castellón). -biurb- parece figurar, casi siempre, como miembro de un antropónimo compuesto, compárense los elementos Teuta- y Ledo-, "nación, comunidad, tribu", en la onomástica
indoeuropea.
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LENGUA GALA
cesión a un componente ibérico entre l a comunidad emisora cuyas autoridades se complacían en mostrar su educación griega.
Para completar e l cuadro, hay que mencionar las restantes monedas de
l a Narbonensis occidental, las cuales muestran nombres galos, Bitukios, Rigantikos escritos también en el alfabeto griego. Debajo de los nombres, se
d a el t í t u l o griego basiléus, «rey)), el cual debe corresponder a los príncipes
llamados reguli por Julio César. Uno solo de estos «reyes» parece llevar
un nornbre de raíz ligur, Caiantolos (59),
pero con terminación celtizada
y, posiblemente, con un sufijo céltico (-olo-).
Vayamos resumiendo: todas las personas que se presentan como autoridades llevan nombres galos, escritos en letras ibéricas e n las monedas de
neronken (Narbona), en letra griega en los demás lugares. Eso prueba que
durante e l siglo II a. C. el dominio d e la Narbonensis estaba e n manos de
los galos, mientras que los iberos fueron reducidos al estado d e una p o blación sometida que se hacía respetar sólo por su cultura gráfica y por su
tradición monetaria. T a l vez para destacarse visiblemente d e los sometidos, los príncipes celtas preferían usar el griego al poner sus nombres y
títulos sobre las monedas; sólo en neronken el príncipe D i v i x consiente
e n emplear el alfabeto ibérico.
Concluyo con un ensayo de síntesis, ciertamente m u y provisional, dado
q u e creo que nuestra contribución h a planteado nuevos problemas, e n vez
d e solucionar cuestiories antiguas.
La capa inferior debe corresponder a la población que acusa su presencia p o r los nombres «Iígures». Al oeste se superpuso el ibérico, n o sólo
con su lengua y escritura, sino probablemente también por una verdadera
co.lonización, a ja cuai se debe la existencia de antropónimos ibéricos e n
Ensérune y otros lugares d e l a Narbonensis occidental. Podemos imaginar
q u e la oportunidad comercial que brindaba la cuenca del r í o A u d e indujo
a los iberos a atravesar los Pirineos y a apoderarse del 9mporio central de
Narbona y de los oppida que protegían !os grandes caminos (60). E l rno(59) Hay C
de la Gaule Narbonnaise". Paris 1929, 2.), rodeado de nombres indígenas de tipo ligur,
Caiaucus, en Durfort, cerca de Anduze (Gard) (C 1 L, XII, 3.036), CmeM en Arles (XIB,
654), Gaieilus en la Liguria Itálica (V. 7.679). WATKINS, n. 6, p. 17 ,propone una etimología céltica de C ~ t o l u s .
(60) JULLLAN, n. 15, p. 277; HELENA, n. 2, p. 152; P. GOESSLER: "Narbo".
Pauly-Wissowa, Real-Encyclogdie. Suppl. 7 (1940) 520, y en particular M. GUY: "Les
ports antiques de Narbonne". Rivista di Studi Liguri 21. Bordighera 1955, p. 213-240 quien
llega a la conclusión de que el puerto de Narbona no es anterior al 300 a. C. y que antes
de esta fecha el comercio se habla efectuado por caminos terrestres.
[page-n-138]
J. UNTERMANN
tivo mercantil d e la expansión ibérica aclararía, quizá, e l hecho d e que
nunca cruzaron el r i o Hérault (61): e n l a desembocadura d e este río encontraron la estación griega más occidental d e la Galia, Agathe, el Agde
actital, e n donde comenzaba el dominio comercial d e l Ródano, mantenido
desde e l siglo sexto por los massaliotas (62). Estos, a l parecer, impedían
cualquier establecimiento comercial ajeno a ellos al este d e l Hérault. En
cambio, Marsella nunca logró un i n f l u j o directo sobre e l mercado de N a r bo~a
(63).
Tendríamos asi una población básica que podemos llamar «ligur» y dos
ooderes extranjeros que se reparten las oportunidades comerciales d e l a
Galia meridional.: los griegos y los iberos, es decir los dueños d e Marsella
y del valle bajo d e l Ródano, y los d e Narbona y d e l a cuenca inferior del
río Aude. En tal estado de equilibrio llegaron, hacia la m i t a d d e l siglo III
a. C., las tribus celtas, llamados Volcae por los autores clásicos. Es verosímil que vinieran por dos caminos, los unos por el valle d e l Ródano, los
otros siguiendo el curso de los ríos Garona y Aude. Estos últimos parecen
haber entrado en contacto con el mundo ibérico ya antes de llegar a l M e diterráneo, pues d e la Aquitania meridional tenemos algunos pocos vestigios de una población gala que adoptó la escritura ibérica.: en prime: lugar, son dos famosas monedas d e imitación rodense provistas de inscripciones de d i f í c i l interpretación, dado que las leyendas van alrededor d e
las monedas sin marcar e l inicio y e i fin de la palabra (64). Cuando menos,
uno de ellas parece ostentar un nombre étnico ( o personal) galo por sus
elementos, ibérico, tal vez, por s u terminación: entre muchas otras posibilidades, podemos leer kontonakere, o sea Kondonnakre, compuesto de
la preposición kon-, de la palabra céltica donn-, «señor», del sufijo galo
(61) Los testimonios epigráficos contradicen algunas noticias antiguas según las cuales
los iberos alcanzaron el río Ródano y habitaban en la región de N m e s (JULLIAN, n. 15,
p. 265, 266 con nota 6, 278); si hay algo en estos relatos que merezca confianza puede
tratarse de avances militares que no tuvieron ningún éxito definitivo.
(62) JULLIAN, n. 15, p. 193-254; BENOIT, n. 6, p. 29-40, 89-111. Hay que destacar que en Agde se encontró un texto epigrsco griego con elementos célticos: "Adra
(lo dedica) a las diosas madres y a los Dioscuros" (H. D'AREOIS DE JUBAINVILLE,
en Revue Celtique 11. Paris 1890, p. 386).
(63) JULLIAN, n. 15, p. 215, 221, 400; JANNORAY, n. 3, p. 276, 288. Eso no quita
para que los habitantes de la Narbonensis occidental, en casos particulares, siguieron modelos de la cultura griega; cp. p. e. lo que sugiere JANNORAY, n. 3, p. 268 y SS. sobre
el origen del plan según el cual se construyó el oppidum de Enserune; es evidente el influjo enorme que debía ejercer la importación de los vasos griegos a los emporios situados
a lo largo de toda la costa del Mediterráneo occidental.
(64) HILL, n. 44, p. 37 y SS.; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects.. . ) p. 153; A.
SOUTOU ha tratado las monedas en un artículo monográfico excelente : "Deux monnaies
volques i Iégende en caracteres ibkriques". Rivista di Studi Liguri 28, Bordighera 1926,
p. 251-265.
[page-n-139]
LENGUA GALA
-ako- y de una terminación -te, que queda sin aclarar (65). Una mezcla
parecida se halla en las inscripciones de Aubagnan, cerca de Saint-Séver
(cp. mapa 2), sobre el río Adour, donde se da la palabra anbaikar (66), que
parece ser el nombre Ambaicus, existente también en la Hispania céltica (67), más un elemento, -ar, que ya conocemos como'terminación ibérica. Si estas pocas huellas se acreditaran como síntomas de una situación
general, cabe suponer que los Volcae habían asimilado la cultura ibérica ya
ant-S de su llegada 3 la región de Narbona.
M u y distinta es la suerte del otro grupo de invasores: al llegar al valle
inferior del Ródano, los galos asimilan la cultura superior helénica de
Marsella (68). Aprendieron a escribir el alfabeto griego, que adaptaron de
manera admirable a las exigencias de su propia lengua (69). Sólo para las
leyendas de sus monedas, se sometieron a una tradición distinta que se
había establecido en la Italia septentrional: usaron el alfabeto (clepóntico;), que en la región de M i l á i servía como medio de expresar la longua
d a la Galia Cisalpina (70).
Nótese el contraste con la situación dentro del área de la escritura
ibérica, la cual es mucho menos eficaz para expresar palabras galas; parece que los galos nunca aprendieron a fondo las letras ibéricas, dejando
la práctica de escribir a !os sometidos. Ellos, a su vez, escribían los nombres extranjeros sin afanarse mucho en representarlos fielmente. Ya hemos mencionado que, para uso oficial, las autoridades galas desdeñabart la
escritura y la lengua ibéricas, empleando su propio idioma y la escritura
griega, como sus vecinos orientales (7 1),
(65) La misma separación da BLANCHET, n. 44, p. 148, 283; SOUTOU, n. 64,
prefiere kkekontona; HILL, n. 44, propone ak&ekmuon. FLETCHER lee uk&ekdn
y para la otra moneda, leída untigia por SOUTOU, lee ugidittu, relacionándola con la antigua Agedincum (Agen).
(66) SCHMIDT, n. 18, p. 1%; ELLIS-EVANS, n. 18, p. 194 y SS. G. FABRE: ''Les
civilisations protohistoriques de 1'Aquitaine". Paris 1952, p. 123 y SS.
(67) C 1 L, 1 2.935 (Iruña, Alava); v. además ELLIS-EVANS, n. 18, p. 134 y SS.
1
(68) Es notable que los galos nunca lograran introducir su cultura propia en las antiguas residencias de los griegos; no hay ningún hallazgo de inscripciones galas en las a+
lonias griegas. v. DWAL, n. 1 p. 64. Sobre las relaciones culturales de los galos de la
cuenca del Ródano y los griegos, v., además, E. MEYER: 'Geschichte des Aatertums" IV,
1 (5: e. Darmstadt 1954, p. 633; LOUIS, n. 29, p. 71; JANNORAY, n. 3, p. 286;
d)
LAMBOGLIA, n. 29, p. 70 y SS.
(69) Bien analizado por WATKINS, n. 6, p. 9.
(70) WHATMOUGH, d. 7. 1 , 64-124, sobre los textos lepónticos en general; 1 2 4
1
147, sobre las monedas mencionadas arriba; 516 y SS., sobre el &abeto. El uso de un alfabeto nord-etrusco en la Narbonensis oriental ¿acusa una oposición "nacionalistay' contra
el dominio comercial y cultural de los emporios griegos?
(71) JANNORAY, n. 3, p. 352-356, hace resaltar cuanto debe la expansión de la lengua
y escritura griegas a la supremacía de las tribus celtas recién llegadas a la zona costera.
[page-n-140]
El elemento ibérico declina rápidamente en los últimos tiempos, antes
de la romanización. Como hemos citado, en las .lápidas de Narbona n o nay
ningún ejemplo seguro de un antropónimo ibérico, mientras que abundan
los galos y los Iígures. De ello se desprende que los iberos propiamente
dichos sólo constituían un estrato muy delgado dentro de la población de
la Galia meridional. Esta observación apoya nuestra hipótesis de que los
iberos n o vinieron en busca de terreno para habitar, sino con eJ fin de
aprovechar el comercio del gran mercado de Narbona (72). L o que hace
tar. visible su presencia es la aportación de la escritura L~ispánica, que durante cuatro siglos competía con e alfabeto griego de Marsella.
!
En contraste con los iberos, que desaparecieron totalmente bajo la presión de los nuevos dominadores (73),primero de los galos y luego de los
romanos, el element3 lígur n o se extingue: parece que constituye la amplia y profunda base de la población de toda la costa mediterránea entre
Génova y Perpiñán. A consecuencia de las -invasiones ibéricas y galas, pierd e la lengua propia, por l o menos en cuanto al uso oficial, adoptando nuevos idiomas, cada uno con su escritura particular: lengua y escritura ibéricas al oeste del río Hérault, lengua gala y escritura griega en la cuenca
del Ródano. Con la dominación romana muere el ibérico, mientras que el
ligur y el galo perduran a través de tradiciones onomásticas de las poblaciones indígenas, hasta !a caída del imperio de los romanos.
(72) Asknismo JULLIAN, n. 15, p. 277 y HELENA, n. 2, p. 146, 152, consideran los
I
h de la Galia meridional como una dase social muy elevada, superipuesta a los 'ligures"
indígenas. Para el problema de los iberos del Sur de Francia. v. FLETCüiBR, n. 3, páginas 85 y SS.
(73) V. LOUIS,n. 29, p. 68.
[page-n-141]
M A P A S
[page-n-142]
J. UNTERMANN
[page-n-143]
LENGUA GALA
MAPA 1.
- PROCEDENCIA DE TEXTOS EPIGRAFICOS
PRERROMANOS
1.-Belgentier (Var)(Whatmough, n. 5, p. 63, nota 111).
2.-Ventabren (íd. 26).
3.-AUeins (íd. 27).
4.-Les-Baux
(íd. 30-32).
5 . 4 l a n u m (íd. 33-40).
6.-Saignon (id. 45).
7.-Gargas (íd. 46).
8.-Saint-Martin-de-Castillon
(íd. 47).
9.-Saint-Saturnin-d'Apt
(íd. 48).
10.-Isle-sur-la-Sorgue (íd. 49).
11.-Cavaiiion (íd. 50-55).
12.-Notre-Dame-du-Grozeau (íd. 56).
13.-Vaison (id. 57).
1 4 . 4 d e n e t (íd. 58, 59).
15.-Redessan (íd. 60).
16.-Beaucaire (íd. 61, 62).
1 7 . 4 l l i a s (íd. 63).
18.-UZes (íd. 64).
19.-Coliorgues (íd. 65).
20.-Montmirat (íd. 66).
21.-Nimes (íd. 67-74).
2 2 . 4 s t e l n a u (id. 75).
23.-Montagnac (íd. 76).
24.-Saint-Thibéry (Eletcher, n. 3, p. 93).
25.-Ensérune (Jannoray, n 3, p. 422-440 con láminas LIII, LIV, LXIV-LXXI).
.
26.-Montlaurks (Museo Arqueológico de Narbona).
27.-Pech-Maho
(Museo de Sigean) (Solier, n. 16, p. 147).
'28.-Ruscino (Museo Arqueológico de Perpiñán) (R. LAFON: "Inscriptions en caract&es
ibkres de Perpignan". Revue Internationale d'onomastjque, 17. Paris, 1965, p. 1-6).
29.-Elna (Museo de la Catedral).
, 30.-Mailhac
(Colección Taffanei, Mailhac).
31.-Lagaste (comm. Rouffiac, Aude) (Colección R. Nelli, Carcassonne).
[page-n-144]
[page-n-145]
Para la escritura nord-etcusca v. Whatmough, n. 7 y 70.
Para la escritura griega v. Whatmough, n. 5.
Para la escritura latina v. Whatmough, n. 5.
Para la escritura ibérica v. J. Untermann: "Estudio sobre las áreas l i i s t i c a s preromanas de ia península Ibérica". Archivo de Prehistoria Levantina X. Valencia, 1963,
p. 165 as., mapa 1
.
Se prescinde de un elenco de las localidades, dado que no sirve para nuestro contexto.
[page-n-146]
J. UNTERMANN
[page-n-147]
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J. UNTERMANN
[page-n-149]
LENGUA GALA
MAPA 4.
- ATEPO
Ver Schmidt n 18, 137 SS.; Ellis-Evans, n 18, 55
.
Whatrnough, a 5 y 7)
SS.;
143 SS.; 198;
l.-Giubiasco: Atepu (Whatmough, n. 7, 259) (alf. nord-etrusco).
Atepo XII 1127, Apetemmus (a leer Atepo-: Sdimidt, 132. 138) M I 1148.
3.-Cruvi&s (Gard): A~epatusXII 2905
4.-Cerca de Connaux (Gard): Atepo XII 2795.
5.-Nimes : Atepo M I 3944, Atepilia XII 3429.
Atepo XII 5058, Atepomarus XII 5216.
6.-Narbona:
7.-Avenches : At [ep] u m r a XIII 11477.
8.-Bourges:
Atepo XIII 1204.
9.-Orléans : Ateponus XIII 3067.
lO.-Langres : Atepo XIII 5706.
11.-Reims: Atepa XIII 3276, Adepicco (Whatmough, n. 5, 186).
12.-Metz: Atepa XIII 4388.
13.-Neumagen: Atepo XIII 4163, Ateponus XIII 4162.
Nombre galo que falta em sitios en que suelen encontrarse antropónimos "liguresy'.
7.-Apt:
[page-n-150]
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LENGUA GALA
MAPA 5.
- EXCINGUS
(Ver Schmidt n 18, 212 SS.; Ellis-Evans, n. 18, 87 SS.; 177
.
Whatmough, n. 5; Esperandieu, n. 59)
SS.,
202;
l.-Susa y alrededores: Excingus V. 7221, Escingus V. 7243.
2.-Brianpn: Excingus XII 95.
3.-Gargas, cerca de Apt: Eskeggai (Whatmough, 46) (alf. griego)
4 . 4 l a n u m : Eskeggor (eiks) (Whatmough, 35) (alf. griego).
5.-Aix-en-Provence : Exciggorix XII 548.
6.-Aubagne (B. -du- Rh.): Excengolatus XII 602.
7.-Marguerittes (Gard) : Excingilla XII 3005.
8.-Beaucaire : Eksiggos (Whatmough, 61) (alf. griego).
Exkiggoreix (Whatmough, 69) (alf. griego), Excingommus XII 3577 (Espé9.-Nimes:
randieu, 425), Excingillus XII 3370.
lo.-Cerca de Remoulins: E x c i g g k XII 2988.
11.-Narbona:
Excingus XII 5024, 5025, Excingillus XII 5008.
12.-Val de Neste: Excingus XIII 194.
13.-Burdas: Edngus XIII 568.
14.-Reisweiler (Luxemburgo) : Excingus XIII 4239 add.
15.-Trier : Excingus XIII 11313.
Nótense, además, Excingus Ubiorum ((de Colonia?) XIiI 2613 (Chalons-sur-Sabne) y
Excingos sobre un plato hallado en Bavai (Nord).
Nombre del repertorio galo que falta en la Liguria itálica. El valle de Susa donde hay,
además, un topónimo Excingomagus, pertenece al dominio de la antroponimia gala (v. Untermann, n. 7).
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[page-n-153]
LENGUA GALA
MAPA 6.
-
DANNO-
(Whatmough, n. 7; Espérandieu, n. 59)
1.-Meda, cerca de Milán: Danus V. 5714.
2.-Briona : Tanotalos, Tanotaliknos (Whatmough, 337) ((al. nord-etrusco).
3.-Nimes:
Darmommus XII 3884.
4.-Saint-Privat,
cerca de Remoulins: Dannotala XII 2985.
5.-Saint-Jean-en-Royans:
Dannia XII 2213.
6.-Vienne : Dannius (Espérandieu, 275).
Danius XlII 1948, 2120, 2121.
7.-Lyon:
8.-Autun:
Danu XIII 2712.
9.-AliseSte. -Reine: Dannordus XIII 2880 (Whatmough, n. 5, 169).
10.-Langres : Tannogenus XIII 5785.
11.-Entrains : Dannus XIII 11268.
12,-Reims : Dannomarus XIII 3349.
13.-Cerca de Longwy: Dannissa, Dannumara XIII 3979.
14.-Luxemburgo : Danu XIII 4275.
15.-Arlon: Dannus XIII 3993.
16.-Mainz : Danius XIII 6891.
17.-Cerca de St. Lizier: Dan& XIII 5, Dannonus XIII 17.
18.-Saint-Bertrand-de-Comrninges : Dannedinnis XIII 260.
19.-Ardikge : Dannonia XIII 118.
Se reduce perfectamente a territorios galos, salvo en el alto valle del río Garona: la
onomástica de aqueiia región acusa fuertes relaciones con la de la península ibeica; por
eso, Danno- en los nombres de este rincón hay que acercarlo al elemento Tanne- de nombres de la región saguntina (v. M. L. ALBERTOS FIRMAT: ''La onomHstica personal
primitiva de Hispania Tarraconense y Bética". Salamanca, 1966, p. 220).
[page-n-154]
J. UNTERMANN
[page-n-155]
LENGUA GALA
MAPA 7.
-
- LITU-
1.-Verona : Litus V. 3551.
2.-Milán:
Litus V. 5837.
3.-Novara : Litania V. 65 16 (v. mapa 10).
4 4 u s a : Litucca V. 7287.
5.4aint-Maximin (Var) : Litumarus XII 5749.
6.-Vaison:
Lirugenu XII 1293, Lituccus XII 1398.
7.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze : Lituccius XII 2736.
8.-Narbona : Lita XII 4993, Litugena XII 5022.
P.-Cerca de St. -Gaudens: Litano XIII 127.
10.-Vieme : Litugius XII 1891.
11.-Lyon: Lit [t] avus XIII 2010.
12.-Cerca de Macon: Litugenus XIII 2581.
13.-Avenches : Litullinu XIII 5135.
14.-Dijon : Litugenus XIII 5529.
15.-Bourges : Littbssa XIII 1254.
16.-Sens : Litussius WI 2946.
!7.-Paris : Litugm XIII 11275.
18.-Langres : Litawiccus XIII 5797, (cp. 5708).
19.-Monthureux-sur-Sa6ne : Litumara, Litavkcus XIII 4711.
2 0 . 4 r a n d : LiIkcgenus XiII 5950.
21PLarleville: Lituccus XIII 3452.
22.-Luxemburgo : Litugenius XIII 4270.
Miembro del repertorio galo que falta en absolu:~en la L b i a itálica y a lo largo de
' i a Costa Azui. Para Susa v. la nota al mapa 5.
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[page-n-157]
LENGUA GALA
MAPA 8.
- LUTU-
l.-Verona : Lutarius V 3260, Lutonia V 3358.
2.-Milán:
Lutatius V 6045, Luta V 6123.
3 . 4 m o : Lutevius V 5292, Lutulla V 5279, Luto V 5340.
4.-Ligornetto, cerca de Mendrisio: Lutulla V 5444.
5.-Arcisate:
Lutevius V 5453.
6.-Fréjus : LutaCius XII 296.
7.-Glanum: Lufeenrs XII 998, Lutto XII 995.
8.-Vaison:
Lutevus XII 1431.
9.-Grenoble:
Lutatius n. i. XII 2280.
10.-Vieme : Luttius XII 1981.
11.-Lyon:
Lutea XIII 1872.
12.-Tournon: Luttius XII 2651.
13.-Ararnon:
Lutevus XII 2813.
14.-Nhes y alrededores: L] utatius (Espérandieu, 477), Luttacus XII 3075, Lutonia XII
4156.
15.-Béziers:
Lutatius XII 4246.
16.-Narbona : Lutatius XII 4967.
1 7 . 4 e r c a de Ahun (Creuse): Luttius XIII 1428.
18.-Nyon:
Lutatius XIII 5019.
19.-Castillo de Horburg, cerca de Colmar: Luto XIII 5323.
20 Metzweiler : Lutewus XIII 6025.
214undershofen: Lutullus XIII 6031.
22.-Heidelberg : Luteia XIII 6410.
23.-Worms : Lacttonius XIII 6252.
2 4 . B a d Kreuznach : Lutumarus XIII 7553 b - 4 .
2 5 M a i n z : Lutatius XIII 6869.
26.-Frankfurt-Heddernheim: Lutewius XIlI 7359.
27.-Bingerb~ck : Luforb XIII 7519.
Se encuentra distribuido por tres distintas áreas de la antroponimia gala: la Lombardia,
la cuenca baja del Ródano y el v d e del Reno superior. Recuérdese, además, el nombre
antiguo del actual Lodeve (Hérault), Luteva.
[page-n-158]
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LENGUA GALA
MAPA 9.
- NOMBRES
COMPUESTOS CON -MARO-
(Ver Schmidt. n. 18; Eilis Evans, n. 18; Whatmough, n. 5 y 7; Esperandieu, n. 59)
1.-Brescia : Segommus V 4205.
2.-Milán:
Cassimma V 6118, Comarius V 5997 (Schmidt, 174).
2a.-Ornavasso: Latumaros (Whatmough, n. 7, 304) (alf. nord-etrusco).
3.-Cabasse War) : Victimaria XII 344.
4.-~oustiers- te. -Marie : Mocetimarw XII 378.
48.-Volonne : Venimms (Espérandieu, 228).
5.-St. Maximin (Var): L & ~XII 5749.
S
6.-Martigues : Solimmus XII 652.
Venimmus XII 602 add.
7.-Aubagne:
S.-Glanum: Litummeos (Whatmough, n. 5, 34) (alf. griego).
9.-Beaucaire : Zndutiom [mus] XII 2884.
10.-Apt y alrededores: Apetemarus XII 1148 (Schmidt, 132: Atepomarus), Aleasiumara
XII 1124, Solimarius XII 1072. Vebromarus XII 1148, Ve] ctumarus (Espérandieu,
171\
i r1
)
.
11.-Cavaiiion:
Vebrumaros (Whatmough, n. 5, 44) (alf. griego).
12.-Vaison:
Segomaros (Whatrnough, n. 5, 57) (alf. griego).
13.-Vienne: Di-us
XII 1828 (Schmidt, 193).
14.-Aoste : Leudommus XII 2406.
15.-Anduze : Zliomarus XII 2895.
16.-Brignon : Solimarus XII 2921.
15.-Cabrieres : Ecimaria XII 2996 (Schmidt, 202).
18.-Nhes:
Excingomarus XII 3577 (Espérandieu, 425), Donnomarus XII 3884, Segomarus, Solimarus (Es~érandieu.461). Ecimarius XII 3217. Solimario XII 3118.
19.-~éziers : ~ o ~ e t i & s XII 4218:20.-Narbona : Atebomarus XII 5216. Solimarus XII 4812.
lblio~rus
%II 1998, 2091.
21.-Lyon:
22 -Le Puy: Simommus XIII 1582.
23.-Cerca de Clermont-Ferrand: Awedomarus (Année Epigrafique, 1952, 37).
Solimm (i) us XIII 634, 693.
24.-Burdeos:
25.-Ghilons-sur-Sa6ne : Liarnarus XIII 2615.
Zli~nm
(us) XIII 2724, Zbliomar (us) XIII 2839, Nertomarus XIII 2751.
76.-Autun:
27.-Couchey, cerca de Gevrey (Cote-dYOr): Segomarus (Whatmough, n. 5, 161).
28.-Besancon: 11 [iom] mus XIII 5392.
29.-Avenches : Atepumarus XIII 11477.
30.-Bourges: Solimara ((nombre de una diosa?) XIII 1195.
31.P-rca de Orléans: Zlliommus XIII 3063.
32.-París : Solimarus XIII 2928.
33.-Cerca de Soissons: l o [v] immus XIII 3464.
34.-Arlon : Ibliomaria XIII 3996.
35.-Trier : Adur ( t ) urnarus XIII 3999.
36.-Entre Trier y Hermeskeil: Ve] ctimarus XIII 4242.
37.-Niersbach cerca de Bruch (Wittliah): Solimarus XIII 4128.
38.-Bad Kreumach: Lutumarus XIII 7553 b. 14.
39.-Mainz:
Dagom [mXIII 11892, Solimarus XIII 7034.
40.Fmnkfurt-Heddernheh : Solimarus XIII 7331.
41.-Cerca de Longwy : Solomorius XIII 3979.
42.-Thionviiie : Soliturnarus XIII 11454.
43.Breitenbach cerca de St. Wendel: Solimarus XIII 6200.
44.-Zinswiler : Nertomarus XIII 6027.
45.Pfaffenhofen: Zbliomarus XIII 6018 add.
El elemento - w o - es uno de los sintimas más cfpicos de la antroponimia gala. No se
da en la Liguria itálica ni en la región pirenaica.
[page-n-160]
J. UNTERMANN
[page-n-161]
LENGUA GALA
MAPA 10.
- GENTILICIA EN -ANIUS
{No incluidos: Ajranius, Af>.icrrnius,Albanius, Gemanius, Lucunius, Montanius, Romamus
(v. Mapa 10 bis), Silvunius)
l.-Verona:
Salanius V 3373, 3422, Veranius V 3787, Vipsanius V 3257, 3839.
2.-Trento : Fundanius V 5033.
3.-Revb (Val di Non): Semnius V 5075.
Petranius V 4612, Veianius V 4614.
4.-Brescia:
: V e h i u s V 4112.
5.-Cremo6.-Milán : Pedanius (cp. mapa 11) V 6063.
7.-Urio (Lago di Como): Murranius V 5223.
8.4ureggio cerca de Borgomanero: Agranius V 6611.
Litanius V 6516.
9.-Novara:
10.4enova: Meticanio(s), Pelianio(s) (v. Untermann, n. 25 "Ligurien" ... 181) V 7749,
Pedmiius V 7767.
11.-Isola dei Bergeggi, cerca de Vado: Nemanius V 7779.
12.-Revigliasco &Asti : Toranius (Notizie degli Scavi di Antichitá, 1950, 202).
13.-Turin:
Coruneanius V 7024, Rotanius V 7053, Turanius V 7104, Monianius V 7118.
14.-Favria, cerca de Cuorgne: Pebanius V 6913.
15.-Pinerolo: Pullanius V 8954.
16.-Castelletto Stura: Roudianius V 8961.
Centallo: Caranius V 7656.
Busca : Enanius V 7838.
S. Damiano Maira : Disianiur V 7832.
17.-Narzole : laianius V 7687.
Cherasco: Veianius (Inscriptiones Italiae IX, 1, 23).
18.-Fossano Stura: Bianius V 7653, Nevianius 7651.
S. Aibano Stura : Colianius V 7698.
19.-Farigliano : Veiunius V 7672.
Veustanius V 7727, Mosianius 7710 (=Inscrip. Italiae IX, 1, 105) Cobhius
20.-Mondovi:
V 7706 (= Inscrip. Italiae IX, 1, 106).
21.-Borgo S. Dalmazzo: Edanius V 7850.
Boves :Ennanius V 7856.
S h n i u s V 7860.
22.-Demonte:
23.-Niza:
Selanius V 7972, Urguhius (Rev. St. Liguti, 28, 206).
Tauganius XII 197 add. (además sobre un sello, .procedente de Toulouse
24.-Antibes:
XII 56901119).
25.-Fréjus : ~ilanius
XII 300.
26.-Brignoles : Taetanius XII 340.
27.-Arles:
Pentanius XII 868, Turranius XII 821, 832, 891, 892.
28.Saint-Picrre-les-Martigues: Aclanius (Espérandieu, 88).
Ombanius XII 3775 (Espérandieu, 481) 3776, Velianius XII 3608.
29.-Nimes:
30.-Pont-du-Gard:
Veranius XII 2980.
31.4stelnau-sur-Lez : Ombanius XII 4200.
32.-Narbona:
Akunius XII 4378, Coranius XII 4719, Liwnius XII 4949, 4950, Otanius
XII 5036, Squeülanius XII 5972, Turranius XII 4522, Scanianius XII 4419, 4463,
4605.
33.-Perpiñán:
Pedanius XII 5699111 (sobre '%essera" de plomo).
34.-Yverdon : Sikmius XIII 5056.
35,-Cerca de Belley : Sikrnius XII 2522.
36.-Ardiege : Veranius XIII 114.
Verunius XIiI 625, Vipsanius XIII 882.
37.-Budeos:
38.-Trier y airededores: Maianius XIII 11321, Ripanius XIII 4230.
39.-Cerca de Wittiioh: Vip-us
XIII 8572.
404sterburken : Veranius XIII 11766.
V. n. 25. Los gentiiicios m i e n t e s del repertorio romano suelen obedecer a condiciones
distintas. Doy como ejemplo el nombre gentil ROMANIUS (mapa 10 bis) que pertenece
al área onomástica gala.
[page-n-162]
[page-n-163]
LENGUA GALA
MAPA 10 bis.
- ROMANIUS
l.-Verona:
V 3720, XIII 5211 (Vindonissa, persona procedente de Verona).
2.-Mompiano : V 4375.
Brescia: V 4441, 4634, 4705, 4706, (Pais 1275).
3.-Lograto: V 44ó5.
4.-Milan:
V 6080.
6.-Como:
V 5367, 5368.
7.-Die : XII 1662, (Espérandieu, 246).
8.-Moutiers-en-Tarantaise (Espérandieu, 17).
9.-Volx : Espérandieu, 225.
10.-Rumilly: XII 2509 (Espérandieu, 355), 2510, 2560.
1l.-Aix-les-Bains : XII 2461.
12.-Chusclan, cerca de Bagnols-surCeze: XII 2744 (con el cognomen Pedo, cp. mapa 11).
13.-Nimes: XII 3231, 3298.
14.-Arles: XII 871.
15,-Marseila : XII 5766.
16.-Lyon: XIII 1950, 2027.
17.-Amiens : XIII 3489.
18.-Cerca de Altzweiler (Luxemburgo) : XIII 4256.
19.-Mainz : XIII 7029.
20.-Worms : XIII 6225.
Nótese tuera del mapa: BOM XIII 8115.
En contraste con los gentilicios en snius del mapa 10, Romunius se da como miembro
de ia antroponimia gala.
Cp. además, Riumaneos, patronímico sobre una inscripción gala en letra griega, de Coilias (Gard) (v. Whatmough, n 5, 63).
[page-n-164]
[page-n-165]
LENGUA GALA
MAPA 11. - PEDANIUS
11Brescia
: Pedo' V 4466.
2.-Milán : Pedanius (cp. mapa 10) V 6063.
3.-Borgo San Dalmazzo: Peda V 7850 (Untermann, n. 25 ggLigurien", 178 SS.).
4.-Génova : Pedanius (cp. mapa 10) V 7767.
Pedo XII 1295.
5.-Vaison:
6.-Carpeiuras: Pedulus XII 1163.
7.-&les : Pedullus Arelatensis XII 349.
S.-Aigues-Mortes : Pedo (Espérandieu, 516).
9.-Nimes: Pedo, Pedullus XII 3850, Pedullina XII 4061, Pedia XII 3793.
10.-Manduel: Pedo XII 4068 (la misma persona: XII 4069).
11.-Vauvert : Pedusius XII 4091.
1 2 . 4 v a i r a c : Pedulluis XII 4138.
13.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze: Pedo XII 2744.
14.4stelnau-sur-lez : Pedo XII 4190.
15.-Narbona: Pedo XII 4883.
16.-Perpuián: Pedaius XII 5699/11 (tessera de plomo).
Reducido al área de la antroponimia "iigur". Nótese el topónimo Pedo en la Liguria
itálica (hoy Borgo San Dalmazzo).
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LENGUA GALA
MAPA 12.
-
VELIANIUS
(v. n. 2 )
5
l.-Garda (iago di Garda): Velius V 3999.
2.-Zenano (Val Trompia): Velia V 4924.
3.-Brescia:
VeJJius V 4676.
4.-Besozzo (Lago Maggiore): VelJia V 5513.
5.-Cerca de Candia (Canavese): Velagenus V 6903.
6.-Torino:
Velacena V 7050.
7.-Mondovi:
Vellia, Velagostius V 7729.
8.-Borgo San Dalmazza: Velagenius V 7850.
9 . 4 r a g l i o : Vilagostis V 7837.
10.-S. Albano Stura: Vüagenia V 7700 (Inscp. Italiae IX, 1, 120).
ll.-Cuneo: Velacosta, Velaiunia V 7853.
Velaeus V 745.
12.-Busca:
13.-Niza:
Velaco V 7888.
14.-Cimiez: Velacus V 7897.
15.-Le Broc (Var): VeJabeJius XII 48 add. (cp. nota 25).
16.-Vence:
Velabus XII 15, Veludius XII 20.
17.-Embrun:
Velagenus XII 89.
18.-Arles: Velfius XII 838.
19.-Nimes:
Velicrmus XII 3608 (cp. mapa lo), Velagenus XII 3964, Veladus XII 3984,
Velloudius XII 3288.
20.-Lyon : Velfeius XIII 2301.
21.-Foy,
cerca de Bastogne (Ardennes): Velugnius XIII 3632.
La familia de Ve&- (-genius, -costa) está reducida a la Liguria itálica y las partes vecinas
de l s Alpes. Una mención de VeJimu'us en Wmes hace suponer que pertenece a la antroo
panimia **ligu~'~. nombre latino Vellius (-eius) se muestra basado sobre esta misma famiEl
lia, pero aparece, ademais, sobre bases distintas en la región de Brescia y en Venecia (fuera
del mapa).
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LENGUA GALA
MAPA 13.
- AKANIUS
l.-Ispra (Lago Maggiore): Acconiw V 5493.
2.-Fontaneto (Nwara): Accellius V 6598.
3.-Acqui: Accius (cogn.) V 7508.
4 . 4 u s a : Accon (ius) V 7267.
5.-Fréjus: Aconius XII 287 add.
6.-Marsella:
Aconis (cogn.) XII 418.
7.-Embrun:
Accius (Espérandieu, 15).
8.-Narbona:
Akanius XII 4378, Accelius XII 4578, Accius XII 4520.
9.-Lectoure (Gers) : Accius XIII 521.
lO.-Cerca de Martres-Tolosane : Acconius XIII 10007.
11.-Lyon:
Accius XIII 2045 (3).
12.-Speyer : Acconius XIII 6101.
13.-Madeim:
Acconius XIII 6425 (3).
Acco sirve (le hipocoristico en la antroponimia gala (al lado de formas más largas
Acedo), pero pertenece también al repertorio del país ligur. Accius parece reducido a esta
úitima región.
[page-n-170]
J. UNTERMANN
[page-n-171]
LENGUA GALA
MAPA 14.
.
BLAESIUS
l.-Tortona : Blesidius V 7384.
Blaionia V 7179 (procedente de un lugar desconocido en las cercanías de To2.-Torino:
rino).
3.-Macdo, cerca de Cavour: Blaesio V 7343.
4.-Revelio, cerca de Saluzzo: B l h n i a V 7349.
5.-Busca:
Biaisicius V 7845.
6.-Narzole:
Blaesius V 7686.
7 . 4 a n Damiano Maira: Blaia V 7832.
8.-Faucon-sur-Ubaye, cerca de Barcelonette: Blaesia XII 88.
9.-Talloires, cerca del lago d'Anneq: Bktesius XII 2522.
10.-Vaison : Biaesius XII 1398.
ll.-Canpentras: Blaesus XiI 1203.
12.-Nimes: Blaesa XII 4047, Blaesus XII 3585, 3939, Blaesius XII 3473, 3474, 3969.
1 3 . - S d k r e s : Blaesus XII 3037.
14-Cerco de Ales : Blaesus XII 2869.
15.-Euzet-les-Bains (Gard) : B b w XII 2885.
16 -Nozi&res cerca de Lédignan (Gard) : Bloesius XII 2901.
17.-Uds:
Bloesus XII 2830.
18.-BCziers : Blaesia CEspérandieu, 562).
19.-Lyon:
Bktesius (P. WUILLEUMIER: "Inscriptions latines des Trois Gaules". París
1963, 249).
20.-Bourges:
Blaesius XIII 11093, Blaesus XIII 1197; además Blaesianus Biturix XIII
1393 (Limoges).
Nótese, además: ~ l a e s i o k
saitus en Veleia (XI 1147).
Puede tratarse del sustituto de un miembro del repertorio "ligur"; tal vez, B h 4 Bkiionu representan formas más' indígenas.
i,
[page-n-172]
[page-n-173]
LENGUA GALA
MAPA 15.
- PARRA
l.-Como : Bmo V 5372.
Arcisate: B a o V 5450.
2.-Brebbio (Lago Maggiore) : Baro V 5499, 5503.
Cerca de Pallanza: Baro 6645.
3.-Bmgo San Dalmazzo : Parra V 7850.
4.-Ventimiglia : Baraco (Pais, 990).
5.-Brianpn:
Pawidius, Parrionis f XII 95.
6.-Embrun: Baro XII 91 (al lado de Solicia Vera, v. mapa 20).
7.-Nímes:
P m ~ n o XII 3933, Pmucius 'XII 3712, 3877.
(?)
8.-uzes : Pmassius XII 2943.
9.-Arles : Pareta XII 908.
10.-Béxiers: Parra XIII 6857 (Mainz) dom. Bae (terr.ae) (v. Hirschfeld ad tit).
11.-Narbona : Bura XII 4966.
12.-FranWurt-Heddernheim : Baricio XIII 7336.
No cabe duda de que Barosis, Barhosis (XiII 39, 247) sean miembros de la antroponimia ausco-aquitana, y que no tienen nada que ver con nuestro grupo. Quizá hay que distinguir entre un elemento galo (con b-) y otro "iigur" (con p-).
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J. UNTERMANN
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LñNGUA GALA
MAPA 16.
- AVELIUS
1.-Monaco : Avelius V 7823.
2.-Aix-en-Provence : Adlius XZI 541.
3.-Arles :Avilius XII 720.
4.-Nimes:
Avilius XII 3703, Aviuiius XII 3451, Aviullus, -a XII 3452.
5.-Le Cailar cerca de Aimargues: Aviullius XII 4096.
6.-Nages: Aviulus XII 4150.
7.-Milhaud:
Avilius XII 4078.
8.-Narbona : Avilius XII 4386, 4541.
Avilius XIII 2072.
9.-Lyon:
Nótese fuera del mapa: Avillius XIII 8368 (Koln).
Ejemplo de una familia de nombres reducidos a la %alia ligur", Avelius muestra un
sufijo tipico de la antroponimia ligur; v. n. 24. Faltan los nombres d noroeste de Nmes
y en la región al norte del río Durance.
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J. UNTERMANN
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MAPA 17. - ENNIUS
(V. el mapa presentado en Untermann, n. 19, pág. 192)
1.-Verona:
Ennius V 3776, quizá también XIII 5211 (Vindonissa) natural de Verona?
2.-Cremona : Ennius V 4102.
3.-Brescia : Enissa V 4595.
4.-Rogno (Val Camonica) : Enno V 4966.
5.-Milh:
Ennius V 5826.
6.-Pavia : Ennius V 6465.
7.-Cerca de Novara : Ennius V 6488.
8.-Vercelli : Ennius V 6652, Enumeneius V 6674.
Ennius V 6950.
9.-Torino:
10.-Chieri: Ennius V 7500, 7502.
11.-Susa : Ennius V 7300.
12.-Cerca de Novi Ligure: Ennius V 7432.
13.-Acqui: Ennius V 7514.
14.-Spigno: Ennius V 7543.
15.4erca de Saluzzo: Enica V 7641.
16.-Bene:
Ennius V 7673, 7693, 7731.
17.-Borgo San Dalmazzo: Enistdus, Enania (v. mapa 10 ) V 7838.
18.-Busca:
Enicus V 7845.
19.-Boves: Enicius V 7850, Ennania (v. mapa 10) V 7856.
20.-Panna:
Ennius XI 1049.
21.-Cirniez:
Eniboudius V 7856, 7866, EmsCalius V 7872.
22.-Vence:
Ennius XII 17, 27, 30, 31, Enigenus XII 33.
23.-Levens :Enimanuus (Espérandieu, 2).
24.-Arles : Ennius XII 956.
25.-Nmes : Ennueus XiI 3525.
26.-Béziers:
Ennius XII 4272, 4279.
27.-Narbona : Ennius XII 4779, 4780.
28.-Burdeos:
Ennius XIII 728.
29.-Montserie (Val de Neste): Ennebox XIII 194.
30.-Mainz y alrededores: Ennius XIII 6919, 7238.
En Untermann, n. 19, 175-178, traté de demostrar que el gentilicio romano Ennius a$rece con mayor frecuencia en las regiones cuya onomástica indígena poseía nombres de
sonido semejante; son dos distintos substratos en la Italia del norte que han fomentado
el uso de Ennius: Venecia y Liguria. El área ligur parece prolongarse hasta Narbona.
[page-n-178]
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LENGUA GALA
MAPA 18.
- MOGETIUS,
MOCCO
(V. mapa 25 de Untermam, n. 7)
1.-Brescia : Mogetilla V 4457.
2.-Como : Mogetillus V 5299.
3.-Meda:
Mogetius V 5713.
4.-Milán : Mogetius, Moccilo V 6042.
5.-Lodi:
Mogetius V 6350.
6.4allarate : Mogiacus V 5567.
7 . 4 u n o (Novara) : Mogetius V 6576.
8.-Pallanza y sus cercanías: Mocco V 6644, Moccus V 6645, Moco (Notizie degli Scavi.
Roma 1918, 89).
9.-Valdivedro, cerca del Simplon: Moccus V 6650.
10.-Torino: Mogetius V 7013.
11.-Sagra di San Michele (Val di Susa): Mogetius V 7219.
12.-Susa:
Mogetius V 7287.
13.4entaUo: Mocus V 7656.
14.-Cerca de Caraglio: Moccius V 7835.
15.-Cerca de Mondoví: Moccasia V 7673.
16.-Cuneo: Mocca V 7856.
17.-Génova: Moco V 7749 (la "Sententia Minuciorum" del año 117 a. C.).
18.-Niza : Moccius V 7947.
19.-(=imiez: Mogio V 7891, Moccius V 7936.
Mocia XII 5703.
20.-Vence:
21.-Volonne (B. Alpes) : Mociuntus (Espérandieu, 228).
22.-Cerca de Sisteron: Moget[ XII 1547.
23.-Moustiers-Ste-Marie : Mocetimarus XII 378.
24.-Arles : Mogihrma XII 731.
25.-Beaucaire : Moceia XII 2824.
26.-NAhes: Mogillo XII 3407, Mogonia XII 3995, M] ociacus 3769.
Mogetimarus XII 4218.
27.-Béziers:
Mogetius cives Mediomatricus XIII 6394 (cerca de Heidelberg).
28.-Metz:
29.-Mainz: Mogetius XIII 7092 (?), 6790a, 5 (junto con el gentilicio Nw>icmius, v. la nota
del mapa 6).
No registrado: Mogillonius XIII 7444 (Saalburg) : miembro de una cohors Rmtorum.
No cabe duda de que Mogetius sea un miembro del repertorio galo. En cambio, las
formas breves, en particular las con Mocc- ocurren con mayor frecuencia dentro de 'DS
límites de la antroponimia "ligur"; op. también n. 28.
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LENGUA GALA
Mapa 19,
- - VENELIUS, VENNONIUS
l.-Cividate (Camunni) : Viniciu, V 4944.
2.-Milán:
Vinicius V 5902, Vinicianus V 5517, 5517 (de Mediolanum).
3.-Romagnano (Novara) : Vinicius V 6592.
S. Pietro di Moseao (Novara): Vinicianus V 6499.
4.-Torino:
Vennonius V 7037, 7055, 7093, 7107, 7119-7121, Venissius V 7196.
Vinicius V 7316, Vennonius V 7313.
5.-Susa:
6.4hieri: Vennonius V 7498.
7.4avour: Vmnonius V 7338.
8.-Bene: Vennonius V 7690.
9.-Cerca de Mondovi: Vendus V 7713.
10 -Savigliano: Venelia (Inscp. Italiae M,1, 177):
11,s.
Albano Stura: Vilagenio Veni f. V 7700 (Inscp. Italiae IX, 1, 120).
12.-Niza: Venireius V 7918.
13.-Vence y alrededores: Vinicius XII 43, Vinucius XII 18.
34.-Brianqon : Venna XII 95 (al lado de P m a : cp. mapa 15).
15.-Cerca de Embrun: Vennonius XII 83.
16.-V010~e : Venimara (Espérandieu, 228).
17.-Manosque : Vinicius XII 1515.
Venusius XII, 181, 234, Veniclutius XII 233.
18.-Antibes:
19.-Fréjus: Venni XII 970.
Venimnrus XiI 602 add.
20.-Aubagne:
21.-Roquevaire : Venilatus XII 5788.
22.-Aix-en-Provence:
Vinicius XIII 7014 (Mainz, de Aquae Sextiae).
23.-St.-Chamas:
Vena masc. XII 647.
24.-Glanum:
Vinicia (Gallia, 2. París, 1944, p. 176 SS.).
25.-Arles:
Vinicius XII 738, Vinucius (Espérandieu, 99).
26,Apt:
Vennonius XII 1118, Vinicius XII 1073.
27.-Carpentras : Vinicius XII 1165.
28.-Orange : Venuleius XII 1221.
29.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze: Vinicius XII 2735.
Venius (Espérandieu, 508), Vinicotenius XII 4007 (cp. Vinmleius de la misma
30.-Nimes:
inscripción y Vinivallia XII 4022), Vinicius XII 4021, Vinnucia XII 4023.
31.-Narbona:
Vinicius XII 4417, 4463, 5237-5239, XIII 969 Narbonensis (Périgueux),
Vinieimrus XII 4357.
32.-Die : Venaesius XII 1563.
Pontaix: Venaesius XII 1583, 1584.
33.4renoble : Vinicius XII 2298.
34.-Annecy : Vinicius XII 2528.
35.-Vienne :Vennonius XII 2026.
36.-Lyon: Vennonius XII 2057, Vinicius domo Lugud. XIII 6876 (Mainz).
37.-Ardiege, cerca de S . Bertrand-des-Comminges: Vennonius XIII 122.
r
38.4erca de Limoges: Venela XIII 1439.
39.-Poitiers : Venixamus XIII 1125.
40.-Alichamps (Cher) : Venixamus XIII 1357.
41.-Tarquimpol : Vimcius XIII 4562.
Venulinus (Wuilleumier, op. cit. mapa 14, núm. 19, pág. 373).
42.-Metz:
43.-Zabern : V e n h u s (Wuilleumier, 439).
44.-Worms: Vennonius XIII 6241.
45.-Mainz:
Veniemus XIII 11806.
46.-Waldmossingen:
Vennonius XIII 6356.
Las formas breves son corrientes en la Liguria itálica y en la Galia meridional; el gentilicio Venelius, -a, acredita la atribución al repertorio 'ligur" (cp. nota 25). En cambio,
V m ' ~ ( ~ my los nombres compuestos se reducen a regiones galas. Venicius (Vinicius) tiene
us
el aspecto de substituto latino: se encuentra con preferencia en las zonas urbanizadas de la
anuoponimia gala, es deck en la Transpadana y a lo largo del curso inferior del río Ródano.
[page-n-182]
J. UNTERMANN
[page-n-183]
LENGUA GALA
MAPA 20.
- SOLLIUS,
SOLICIUS
l.-Verona: Sollius V 3469, Sollonius V 3426.
2.-Brescia:
Solius V 4729, Sollonius V 4197, Soliboduus V 4748.
3.-Milán:
Sollius V 6094, Solo V 5947, Sollonius V 5830.
4.-Novara:
Sola V 6553.
5.-Bassignana : Solicius (cogn.) V 7445.
6 . 4 n t a l l o : Solo V 7658.
7.-Maceiio:
Solicius V 7343.
8.-Susa : Solicius V 7316.
9.-Barcelonette : Solicius XII 90.
10.-Embrun: Solicius XII 91.
1l.-Fréjus : Solicius XII 264.
12.-Le Beausset (Var): Solicius XII 323.
13.-Martigues (B.-de-Rh.): Solimarius XII 652.
14.-Glanum : Solimutus XII 1016.
15.-Apt : Solimarius XII 1072.
St.-Saturnin-dYApt Solico XII 1144.
:
16.-Marguerittes (Gard) : Solirigius XII 3005.
17.-Nimes:
Solibitis XII 3922, Solimmus XII 3118, Solisetia XII 4008, Sollius XII 3632,
3952, Solonius XII 3165, 3184, 3924.
18.-Calvisson (Gard) : Sollo XII 4150.
19.-Barron (Gard) : Solibitis XII 2866.
20.-Brignon (Gard) : Solimarus XII 2921.
21.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze : Solonius XII 2787.
22.-Sahune, cerca de Nyons: Solimutus XII 1310.
23.-Die : Sollius XII 1667.
24.-Grenoble : Sollius XII 2252.
25.-Cerca de Montmélian: Sollius XII 2316.
26.-Aix-les-Bains : Sollius XII 2461.
2 7 . 4 e s s i e u (Isere) : Sollius XII 2181.
28.-Vienne:
Sollius XII 1900, 1921.
29.-Lyon : Solicia (cogn.) XII 2200.
30.-Dijon : Solimutus XIII 5572.
31.-Mainz: Solimarus XIII 7034, Solimutus XIII 6773.
32.-Niersbach, cerca de Bruch (Kreis Wittlich) : Solimarius XIII 4128.
33.-Cerca de Thionviile : Solitumarus XIII 11454.
34.-Mont-Saint-Martin, cerca de Longwy: Solimarius XIII 3979.
35.-Paris : Solimarus XIII 2928.
36.-Bourges : Solimutus XII 11141.
37.-Angers : Solirix XIII 3095.
3 8 . 4 e r c a de Nantes: Sollicius XIII 3139.
39.-Aigaliers, cerca de U s s : Solius (Espérandieu, 396).
40.-Burdas:
Solimmius XIII 634, Solimarus XIII 693.
41.-Bédéchan, cerca de Auch : Solemutus XIII 471.
42.-Narbona : Solimarus XII 4812.
Los nombres compuestos están dispersos por toda la Galia faltando en los dominios de
la antroponimia iigur. En contraste con eiios Sollo, Sollius se reducen a las áreas galas mPs
urbanizadas (cp. Vinicius mapa 19). La distribución de Solicius destaca visiblemente recomendando atribuir este nombre al repertorio "ligur".
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[page-n-185]
LENGUA GALA
MAPA 21. - VLATTIUS
l.-Burdeos : Vlattius XIII 884.
2.-Périgueux : Vluttius XIII 993.
3.-Lamargelie (ate-d'Or) : Vlattius (Wuiileurnier, 411).
4.-Lyan:
Vlattius XIII 1711, 1712, 1926, 1974.
5.-Beiley (Km) Vlattius XIII 2518.
:
6.-Vie~e: Vkttius XiI 1851, h t t i u s X i í 1974.
7.-Uds:
h t t o (¿mejor Catto?) XII 2936.
8.-Die:
Blattius XII 1567.
9.-Embrun : Vlattius XII 81, 85.
10.-Niza : Vlattius V 7963 (Espérandieu, 4).
11.-Demonte : Vlattius V 7861.
12.-Busca : Vlatunus V 7838.
13.-Castelieto Stura: Vlatunus V 8961 (cp. un terma^, n. 25 "Lig!'
180, n. 20).
14.-Cherasco : Vlattius V 7676.
15.-Alba: Vlattius V 7613.
16.-Strevi, cerca de Acqui: Vlattius V 7527.
17.4rand-St.-Bernhard: Blattius V 6866.
18.-Torino: Vlattius V 6685,6962, h t t u s V 7091.
19.-Vercelli : Vlattius V 6685.
Nótese, además, Vlati sobre cerámica procedente de la Galia meridional (Holder,
1
nota 39 1 1 21; M. DURAND LEPEBVRE: "Etude sur les vases de Montans du Musée St. Raymond de Toulouse", Gallia, 4, París, 1946, p. 179) y Vlattu sobre monedas de
1,
los Segusiaui (al oeste de Lyon) (Holder, 1 1 21).
Dentro de Italia el antropónimo parece miembro del repertorio ligur, pero extraña su
ausencia a lo largo de la costa francesa. Para viato- se propone una buena etimología céltica
(v. nota 28).
[page-n-186]
[page-n-187]
P. BELTRAN V I L L A G R A S A
(Valencia)
Correcciones de algunas interpretaciones
de los textos ibéricos de Liria
En el fascículo d e la Revista Valenciana de Filología correspondiente
al año d e 1953 (1) apareció mi artículo sobre algunas explicaciones e interpretaciones de los letreros pintados o incisos .en los vasos del Cerro
d e San M i g u e l (Liria), escrito entre los años 1954- 1955. Entre ellos hay
dos donde figuran individuos cuyos nombres n o están completos, pero u n o
d e ellos puede asegurarse que se llamaba balkebel(es) y por analogía ha
d e pensarse que el o t r o tenia por nombre b a i (. ..). Sus lecturas seguras,
son :
Fletcher, núm. LXIX. Departamento 99, año 1943. Borde d e cuello
. ..taeiiar.ban.balkebel(es) .
Fletcher, núm. LXXIV. Departamento 1 10, año 1947, Borde d e tinajilla
..deta eiiarban.bai(. ..)
En ambos casos ( y sobre todo e n el primero) hay un individuo (ban)
habitante (eiiar) e n ,una localidad o en su comarca, el nombre d e la cual
termina e n deta, con un signo especialisimo de la ta, que obliga a suponerlos coetáneos y a ú n ,del mismo taller. En el grabado del núm. LXXlV
no se ve nada más; pero e n el tiesto hay un garfio o apéndice q u e supuse
pertenecía a una e, l o cual nos daba el nombre d e (e)deta q u e es el dado
p o r Ptolomeo a una ciudad d e la comarca, llamada también Leiria y por
..
.
(1) P. BELTRAN VILLAGRASA: "Los textos ibéricos de Liria". Revista Valenciana
de filología 111. Valemia, 1953, pág. 37.
[page-n-188]
todos los autores modernos asi como por las lápidas que nombran a los
edetanos y edetanas; pero tales noticias son tardías y n o hay obligación
de suponer que fuera correcto el nombre copiado por los griegos y romanos. Sin embargo quizás nunca hubiera conocido m i equivocación si
n o hubiera sido por otros hallazgos que de momento no se ligaron con
éste.
Inscp. LXM
En el año 1949 y en el departamento 1 15, apareció u n pequeño fragmento b (Fletcher, núm. L X X V I I 1) ccn cuatro signos y parte de otro que
n o se ligaba con el primitivo a (Fletcher núm. L X X I V ) y alli quedó en la
vitrina de los fragmentos, esperando a su continuación. Esta se presentó
en el año 1953 en un sitio bastante desusado como fue u n ,pasillo superior
junto al departamento 124, donde surgió el fragmento c (al que se l e dio
el núm. L X X X I V ) que había de resolver la cuestión. Pasó el nuevo testigo
a l a compañía d e los otros compañeros insignificantes y alli estuvo esperando el momento oportuno. N o era fácil irse directamente a las tres
piezas de rompecabezas procedentes d e tres distintos lugares. Pero una
d e las muchas veces que pasaba revista a estos trozos, a l p.arecer inútiles,:
[page-n-189]
e n compañía.del Director del S. l. P., este señor tuvo la feliz idea de adosar los dos fragmentos b, c y seguidamente el garfio o apéndice del frag,
mento a se acomodaba exactamente en el final de la segunda i del pedazo c como antes el palo vertical en su primera i había quedado en el
,
borde del otro pedazo b.
Ya se pudo leer, incompleta por ambos cabos, la leyenda:
.. ibaiibai-deta-eiiar.ban.bai(. .)
Desde aquel mismo instante, tuve fija en m i archivo mental la obligación de corregirme en la parte específica de m i razonamiento sobre la
ciudad de [ E l DETA considerada como la morada de los dos desconoci~dos
cuyos nombres figuran en la pareja de bordes arriba citados, y de publicar
mi auto corrección con los resultados de estos hallazgos cuando fuera el
momento oportuno. Y así:
En la página 162 donde escribí:
[ e l deta-eiiar-bamba¡.
debe ser enmendado el texto y distribución, en la forma:
.ibah-ibai-deta-eHar-ban.bai(. .)
.
.
..
..
.
formando una cláusula incompleta por su comienzo y posiblemente acabada con el nombre final que se lee fluidamente y que quizás pueda ser
interpretada correctamente. Con ella queda anulada la idea de que «Balkebeles)), que figura en el núm. LXlX de Fletcher, (2) fuera un vecino
del pueblo d e Edeta, puesto que no es posible suplir en dicha leyenda el
nombre de (ede)ta que n o está en la WXIV ampliada. También es necesario rectificar e l nombre ede(ta) en el fragmento núm. L X X l de Fletcher, donde e l signo ta n o es preciso que existiera, l o mismo que n o era
cierta la existencia de la e por un garfio que apuntaba y que era de una i.
,
La n o existencia de la palabra EDETA en estas inscripciones, n o im-
(2) D. FLETCHER:. 'Inscripciones ibéricas del Museo de Prehistoria de Valencia".
Instituto de Estudios Ibéricos y Etnografia Valenciana, Valencia, 1953.
[page-n-190]
plica la desaparición de la ciudad de su nombre que está confirmada por
otros conductos y precisamente en Liria, como vieron los autores de todos
los tiempos y últimamente, e n 1924, el simpático y estudioso don Domingo Uriel (3). Además si alguna duda hubiera (que no hay) al construir
el grupo escolar de Liria vimos aparecer la ciudad baja romana, sucesora
de la arruinada en las alturas con su acr6polis en el Monasterio de San
Miguel, enlazándose con la citada frase ide Ptolomeo. Y o tuve monedas
de Faustina madre, allí encontradas.
Queda m i espíritu descansado, después de haber presentado mis
Leaura de las i ~ ~ i f i r m e s
LXXVIII, LXXXIV y LXXIV
exareas en reconocimiento de mis equivocaciones y me doy por wnvencido, para n o reincidir, de los preceptos siguientes:
1." N o se debe restaurar los signos que faltan en una inscripción
ibérica si n o son conocidos por otras completas.
2.' Siempre se debe escribir teniendo presente nuestra pequeñez y
(3) D URIEL: *üi Ceno de San Migud de Luia, Jdar de is Gran Ijdeu?". A d h
.
de Anc VPluicisno X. V &
d,
1924, págs. 75 a 85.
- 166 -
[page-n-191]
por m u y seguro que se esté d e haber dicho la verdad, siempre hay que
pensar en el posible error y buscar su remedio si es posible. La verdad,
de una manera u otra, aparece por caminos insospechados y es necesario
atenderla para n o continuar en e l error. Cribando convenientemente los
conocimientos q u e se creen tener, siempre queda algo útil; y si en las
rebuscas de la verdad, es necesario corregirse y enmendarse, n o hay que
vacilar p o r un amor propio m a l entendido.
En esta ocasión veremos si quedan e n su verdadero lugar algunas
piezas d e este rompecabezas incompleto d e las concordancias entre los
idiomas de los antiguos iberos y los modernos dialectos d e los vascos;
si las hallara m e daría por satisfecho. Pues añadir una o varias palabras
relacionadas d e ambos idiomas, a la lista de las existentes es un éxito
a l que aspiran hasta los más incrédulos o despectivos sobre este asunto.
Volviendo a los textos analizados, se tienen los datos siguientes:
La primera palabra del fragmento b, en el núm. LXXlV d e Fletcher
es ibaia, conocidísima e n la toponimia y los apellidos vascuences y equivalentes en castellano a «vega» o «valle» de un río.
El P. Larramendi (4) da, entre acepciones más o menos vulnerables,
la de ibarrá, equivalente a los dos nombres castellanos antedichos; y como
sinónimos latinos, los de «campus» y «vallis».
Análogamente, en el Diccionario vasco-español-francés, de don Resurrección María de A z k u e (Bilbao 1905), está la voz siguiente: T. l.
pág. 390, col. 2, lBAR (Bizcaíno-Guipuzcoano), «vega».
Análogamente, la palabra del trozo b es e n Larramendi (T. II, pág.
359), Río, IBAIA, y en latín « f l u v i u s ~ ,«tlumen», «amins».
En el Diccionario de Azkue, T o m o 1, pág. 390, col. l. IBA1 ( A l t o N a barro, Bizcaíno, Bajo Nabarro, Guipuzcoano, Labortano, Suletano), H l B A l
(Bajo Nabarro, Labortano), «rio».
Cada una de estas equivalencias por sí sola podría ser una coincidencia
por azar; pero las dos combinadas en e l m i s m o t e x t o antiguo parecen dar
l a seguridad d e que n o puede ser casual la concomitancia de dos palabras
para indicar «la vega)), «el valle» o «la tierra)) próxima a un «rio». Es
lógico pensar q u e tratándose de un individuo «habitante» (eiiar) en dicho
terreno, venga a continuación su nombre (del que solo conozco el com i e n z o bai.. .); y que antes se d é e l nombre del valle, que ha de ser deta.
M e atrevo a pensar que, si los letreros estudiados n o se refieren directamente a la ciudad de EDETA (Liria), e n los dos bordes de tinajuelas
publicados por Fletcher en 1953 figuran dos individuos d e la comarca o
(4) P LARRAMENDI : "Diccionario uilingüe, castellano-vasco-latín". Edición de San
.
Sebastián, 1853, tomo 1 , págs. 476 y 480.
1
- 167 -
[page-n-192]
vega d e las aguas del famoso «nimpheo», que hoy se llama fuente de San
Vicente, uno cuyo nombre BALKEBEL(es) parece seguro y del otro solamente ce sabe que su nombre comienza p o r BAI.. L o que fueron estos
hombres n o l o sé.
. .
Apenas si puedo saber de los vasos, sino que son contemporáneos y
del mismo taller cerámico.
Atendiendo a los signos utilizados por los letreros, parecen de la segunda mitad del siglo II o principio del I a. d e J. G., con toda la vaguedad
que suponen estas indicaciones.
Para terminar (por ahora) con el estudio de letreros y vasos tan importantes, sólo m e queda hacer constar la pena o el resquemor q u e produce el hecho de faltarnos grandes partes d e sus leyendas y la totalidad
de sus decoraciones, por l o cual es inútil aventurar hipótesis sobre el ca:
rácter d e sus letreros, cobre las causas que los motivaron y el uso a que
fueron dedicados.
.
[page-n-193]
RAFAEL RAMOS FERNANDEZ
(Elche)
lnscripciones ibéricas de
Alcudia
.
los numerosos e interesantes hallazgos efectuados en La Alcudia
de Elche, añadimos ahora una serie de inscripciones ibéricas, limitándonos
a dar noticia de las mismas, reservando su más detenido estudio para la
publicación de conjunto de este yacimiento.
Entre los restos de un gran edificio de época ibérica encontrados formando parte d e una pared del poblado ibero-púnico, es decir, como materiales reútilizados, fue encontrado un sillarejo de 41 X25X 17 cms. que
en uno de sus lados, entre un dibujo esquemático, inciso, de una grupa
de caballo con su cola, aparece la inscripción, cuyos signos hemos de
considerar como de grafía turdetana o ibérico antiguo.
La cronología atribuible a esta inscripción, por el conjunto de las
piezas encontradas, cabe incluirla en el período ibérico anterior al s. III
a. de C. y posterior al VI a. d e C.
Don Manuel Gómez Moreno (1) basándose en un calco deficiente de
Untermann y en una fotografía enviada por Ramos Folqués, por medio de
Gratiniano Nieto, publicó esta inscripción, leyendo de derecha a izquierda
(1) M. GOMEZ MORENO: "La escritura bhstulo-turdetana (primitiva hispana)"..
Madrid, 1962.
[page-n-194]
y siguiendo dicho calco, Maluquer (2) leyó
ATEIR
IATERKO
pero si se observa detenidamente la inscripción (Lám. 1, 1 y fig. 1) puede
comprobarse que su lectura, transcribiendo sus signos de acuerdo con la
valorización actualmente aceptada, es como sigue
A TER BE I
KER DA
Fig. 1
Aparece como marca en el asa de un ánfora. (Lám. 1, 2 y fig. 2).
Los signos pueden identificarse como de tipo turdetano, siendo su
posible lectura:
CU N C A E
(2) J. MALUQUER DE MOTES: "Epigrafia prelatina de la península ibéricayy.
Barcelona, 1968.
[page-n-195]
INSCRIPCIONES DE LA ALCUDIA
N o obstante, leyendo de izquierda a derecha tendríamos
que podríamos relacionar con e l vasco «ekar» = llevar. ¿Se aludiría al
transporte de líquido (se trata, como hemos dicho, de un ánfora) o sería
la marca del fabricante?
De todos modos, reconocemos que su lectura es muy dudosa.
Fig. 2
Fragmento de cerámica campaniense B, encontrado en el nivel D o
ibero-romano (Lám. 1, 3 y fig. 3).
Aparecen incisos una serie de signos ibéricos formando inscripción
central, rodeada de otros signos, algunos de ellos sin posible identificación.
En el extremo interior izquierdo encontramos un signo incompleto
que puede interpretarse indistintamente como TI o como TO. A su derecha otro semejante a la z turdetana.
La inscripción puede leerse:
[page-n-196]
Con respecto a BALCATICA, encontrariamos un paralelo con el Bal
ca I dur de Sagunto, que Gómez Moreno (3) considera nombre propio, basándose en el vasco «galdur» = pináculo y la raiz «bal» = juntar, d e
donde deduce que «balca» = poblado.
También Tovar (4) l o considera como nombre propio.
En otro plato campaniense de Ampurias aparece la palabra balcar y
en otros yacimientos encontramos balcarcais, balcar, balceatin, etcétera.
La terminación T I C A se halla en la Azaila 21.
La forma EBA pudiera relacionarse con el eban, ebanen de las estelas
ibéricas d e Sagunto, Sinarcas, Sta. Perpetua, Fraga e Iglesuela.
Tovar propuso para EBAN la traducción de «piedra», fundándose en
las inscripciones libicas en las que se lee bn-S que tradujo como ((piedra
de», alegando paralelos semiticos, bereberes, guanches y del antiguo egipcio. Esta traducción adolece de la dificultad de que el EBAN n o siempre
se encuentra sobre piedra, motivo por el cual el punto de vista de l o v a r
n o ha sido unánimemente aceptado.
Górnez Moreno habla d e la raiz semitica bani = «construyó» .de donde
ibnu y ben = «hiio» y así ban seria en ibérico «hijo» y eban = «hijo» o
«piedra».
Fig. 3
-
(3) M. GOMEZ MORENO : "Miscelánea. Historia, Arte, Arqueología". Madrid, 1949.
(4) A. TOVAR: "Léxico de las inscripciones ibéricas". Estudios dedicados a Menéndez Pidal, t. 11. Madrid, 1951.
[page-n-197]
INSCRIPCIONES DE LA ALCUDIA
IV
Signos incisos en un fragmento de cerámica campaniense B. (Lám.
1, 4 y fig. 4). En su cara exterior podemos leer.
S O A N BI B U
TAKI
y en su cara interior encontramos un signo que ,podríamos interpretar
como TI y debajo tres signos que leemos
CE CA D U
Fig. 4
Pintada sobre fragmento d e cerámica ibérica, cuya lectura
U M U S
parece ser la terminación de un nombre latino transcrito con caracteres
ibéricos, l o que n o sería imposible pues el fragmento cerámico e n cuestión es de época ibero-romana, posiblemente del s. I a. de C. (Lám. 1, 5 y
fig. 5 ) .
En la colección de «Papeles Curiosos», del Archivo Municipal de
Elche, en e l Documento núm. 73: «Sellos de alfarero hallados e n excavaciones en el campo de Elche)) hay unos titulados: «Inscripciones primitivas)), que fueron ya publicadas por Aureliano lbarra ( 5 ) y luego recogidas por Hübner e n su M. L. 1. (6) suponiéndolos signos latinos mal
interpretados, pero García y Bellido (7) admite por l o menos una (nues-
( 5 ) A. IBARRA: "Iilici, su situación y antigüedades". Alicante, 1879.
(6) E. HUBNER: "Monumenta Linguae ibericae". Berlín, 1893.
(7) A. GARCIA Y BELLIDO: "Marcas de terra sigiilata en caracteres ibéricos.
Protemus en Azaila". Archivo Español de Arqueología, XXXII. Madrid, 1959, pág. 164.
[page-n-198]
R. RAMOS FERN~NDEZ
tra núm. VII), que le fue comunicada por don Pedro lbarra a Hubner,
con la advertencia de que había sido dibujada con mucha atención, en
sello o escritura ibérica. Pero ninguno de estos autores da lectura de
estas marcas.
Fig. 5
Fragmento de vaso con parte de inscripción (fig. 6 ) , cuya lectura creemos es
S L I
En un fragmento de terra sigillata del Museo de Tarragona encontramos igualmente S L 1, aunque con distinta grafía.
Fig. 6
Fragmento de vaso con parte de inscripción (fig 7) cuya lectura puede ser
BA CE UN GI (?)
Creemos que esta inscripción, recogida d e la publicación de Ibarra,
[page-n-199]
MSCRiPCIONES DE LA ALCUDIA
debe ser la existente en el M. A. N. procedente de Elche (fig. 7 bis) y
publicada por Comfort (8) y cuya auténtica transcripción es la siguiente
Comfort dice a l respecto... «una interesante cuestión se presenta
para las marcas ibéricas impresas (no grafitos) sobre terra sigillata, seria
interesante establecer definitivamente el uso de las marcas ibéricas sobre
terra sigillata, pero prudentemente sugerimos que los escasos nombres
grabados deben ser sudgálicos aunque infortunadamente son demasiado
comunes. »
En Ampurias tenemos bace-baltangui.
Fig. 7
Rg. 7 bis
Fragmento de estampilla que leemos (fig. 8)
O M E
Fig. 8
.
(8) H COMFORT: "Roman ceramics in Spain". Archivo Español de Arqueología,
XXXIV. Madrid, 1961.
[page-n-200]
Su lectura parece ser (fig. 9).
N CE B A
Fig. 9
En un documento que se conserva en el Archivo Municipal de Elche,
titulado. ((Noticias de Elche)), se cita una ((Piedra de La Alcudia)) con la
inscripción que aquí estudiamos, cuyos caracteres son de tipo turdetano
y leemos, de derecha a izquierda (fig. 10).
o también
Fig. 10
[page-n-201]
RAMOS.-Insoripeiones
ibéricas de l a Alcudia
LAM. 1.
[page-n-202]
NORBERTO MESADO
(Burriana)
Yacimientos arqueológicos de Burriana
(Castellón)
En la ribera izquierda del río Anna o Seco, al NO. de Burriana, y en
el kilómetro 18 de la carretera comarcal que une esta ciudad con la de
Villarreal ( l ) , (fig. 1) colindan unos campos propiedad de don Manuel
Edo y doña María Gil Ballester (fig. 2, número 1 y 2 ) que fueron cedidos
a ((Cerámica Levantina)) de Castellón para la extracción de sus tierras.
El superior, propiedad del señor Edo, fue explotado e n 1942, siendo hoy
fondos destinados al cultivo d e cereales (2). El inferior (número 2 de la
mencionada fig.), d e unas 1 4 hanegadas, empezóse a extraer en 1948,
labor que ha venido efiectuándose hasta diciembre d e 1966 en que, finalizados los trabajos .de desfonde, está siendo aprovechado para vertedero
d e basuras. (Lám. V11, F.).
Visitamos asiduamente este yacimiento (Lám. 1) desde el mes de no-
(1) En la actualidad dicha vía se nombra, en los mapas del Instituto Geográfico y
Catastral, hoja núm. 641, 18 edición, 1942 "Carretera de Viver al Puerto de Burriana".
.
S+
información del señor Edo, el material arqueológico que se encontró - h o y
(2)
perdido- era igual al recogido en el campo de doña M. Gil.
[page-n-203]
[page-n-204]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
viembre d e 1961 a partir de cuya fecha los dos operarios que realizaban
los trabajos, d o n Marcos Vilar Breva y don Federico Navarro Lorenzo, nos
fueron recogiendo, por gentileza de ((Cerámica Levantina)), todo indicio
d e material arqueológico que advertían e n el continuo desmonte d e
tierras.
D e t i e m p o viene llamando la atención de los múltiples !propietarios
d e esta partida del término d e Burriana, conocida h o y por «El Tirao)) y
con anterioridad por «Les Vintenes de Tirao)), la existencia, e n el subsuelo de las fincas, d e paredes d e «bolos» trabados con barro.
En este paraje sitúa «El R,epartiment de Burriana y Villarreal)) el poblado árabe d e «Beniham» (3).
EL Y A C I M I E N T O
Tiene la forma de pentágono irregular cuyo lado menor, d e 29 m.,
l o constituye el Camino V i e j o de Villarreal (ver tig. 2 ) , que, a su
vez, forma ángulo obtuso con la carretera d e Viver al Puerto d e Burriana,
o d e Villarreal linde E., d e 88 m., del yacimiento. Los restantes lados m i d e n correlativamente 103 m., 39 m. y 1 4 0 m.
Se desciende .por una rampa dejada exprofeso en el ángulo formado
por el Camino V i e j o y el lado mayor d e la finca (fig. 4). Su fondo
l o h a dado una constante capa d e cantos rodados y gravas que declivan
hacia una depresión central q u e divide el campo e n partes iguales (fig. 12).
La profundidad máxima alcanzada h a sido de 5 m . y la mínima de 2/70 m .
Los diversos materiales tributados, que se guardan hoy e n el M u s e o
M u n i c i p a l d e Burriana, proceden de los tres niveles señalados e n el corte
ideal que presentamos e n la fig. núm. 3.
N o se da e n los estratos del yacimiento, un grosor u n i f o r m e debido
a irregularidades del lecho pedregoso, fondo h o y de la depresión, sin
embargo presentamos seguidamente una estratigrafía tomada e n el sector
NO. del campo. Pese a ello, los tres niveles arqueológicos presentados e n
la mencionada fig. 3, medioeval, ibérico y neolítico, fueron constantes.
A) Estrato d e 75 cm. de ,espesor formado por tierras con abundantes
restos vegetales.
(3) P. RAMON DE MARIA. C. D.: "El Repartiment de Burriana y Vüiarreai". Valencia 1935. Mapa págs. 268-269.
- 179 -
[page-n-205]
[page-n-206]
[page-n-207]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
B) Nivel de 195 cm. de tierra limpia, dura y apelmazada, aumentando progresivamente el grado de humedad. Hacia su final empiezan
a aparecer restos de carbón.
C) Arena gravillosa. Grosor, 40 cm.
D) Arenas menos gravillosas. Grosor, 45 cm.(
"EL T I R AO" Burriana
nivel
iberico
Fig. 4.-E1 Tirao. Planta correspondiente al nivel ibérico, con la locahción de sus
principales hallazgos.
Capa de tierra. Grosor, 20 cm.
Arenas apellidadas por los obreros «molsa». Grosor, 35 cm.
G) Estrato arcilloso muy duro, de coloración sienonegruzca que,
e n contacto con el estrato anterior (F), contiene restos abundantes d e
carbón vegetal. Grosor, 1 m.
H) Fondo de la depresión constituido por una desigual capa de tierra
roja; por lo menos en e l punto donde tomamos la presente estratigrafía,
E)
F)
[page-n-208]
apisonada por el constante movimiento de los camiones de carga. D i c h o
m a n t o cubre gran cantidad d e cantos rodados d e todos los tamaños, probable lecho, en remotos tiempos, del r í o Anna.
La lengua d e arena (fig. 4) formada por los estratos C-F sola
mente apareció, según los operarios, en la m i t a d N. del campo, aumentando su grosor hacia el r í o Seco. También es variable su sedimentación,
pues unas veces grandes bolsas de gravillas ocupan su fondo, mientras
arenas de menor peso se le superponen, n o existiendo en otros muchos
puntos, el estrato E.
Siguiendo el orden establecido por esta estratigrafía, los niveles fértiles son: U n i ó n del estrato A con el B, nivel medioeval; unión de
los niveles C-F con zona carbonosa del nivel B y G, nivel ibérico y
superficie del nivel H, nivel neolítico.
LOS M A T E R lALES
A.-N
IVEL MEDlOEVAL
].-Recipiente
incompleto de galbo acampanado y borde revertido. Presenta en el interior el tipico vidrio melado y al exterior, sobre la ferruginosa cerámica, goterones del mismo barniz. Conserva talodros de lañado.
Dióm. móx., 28 cm.; alt., 1 1 cm.
2.-Dos fragmentos de fondos de plato con restos de decoración geométrica en verde,
morado y azul; tipo Paterno-Monises.
3.-Diversos
fragmentas cerámicos sin cubierto, semejantes a los que reseñamos luego
en los puntos 3 y 4 de la fig. 2.
4.-Sigillato
Hispánica (4).
l.-Pequeño
fragmento de fondo de vaso de barniz rojo semimate con restos de marca
(fig., 5, núm. 1).
11.-Fragmento
con barniz rojo muy claro que presenta una franja liso en el borde,
alternando en la zona inferior líneas tremoladas y hojillos de acacia terminadas
en flordelisado. Por la ligera inclinación de sus paredes y el ocentuado paralelismo decorativo, pudiera tratarse de la forma 37 de Dragendorff (fig. 5, número 11).
111.-Fragmento
anillado de fondo de vaso con boiniz rojo semimate probablemente
de la forma 37 (fig. 5, núm. 111).
Todos ellos fechobles en el s. II d. J. C.
8.-NIVEL
IBERICO.
En la figura núm. 4 puede verse el emplazamiento de los principales hallazgos. Su
numeración, de este a oeste, sólo obedece al orden en que fueron encontrodos al desmontar las tierras. Evidentemente el número de objetos debió de ser mayor, pues gron-
(4) Los fragmentos 1 y 111 (fig. 5) fueron recogidas del actual fondo de la depresión.
Habían sido retirados por los obreros de las capas superiores a los niveles de arena. N o
pudiendo precisar su ubicación exacta los insertamos, con la consiguiente reserva, en este
nivel pues el fragmento núm 11 l o recogimos en el linde E. del yacimiento, a sólo 1'15
metros de profundidad. Agradecemos a doña Gabriela Martín su amable ayuda clasificando
estos fragmentos cerámicos.
[page-n-209]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
des masas de compactos arcillas era cargadas en bloque para su tronsporte a "Cerámica Levantina" donde se triturobon para su posterior uso (5).
a)
Cerámica
10-1 b.-Pequeños
recipientes recogidas por los obreros con anterioridad al año 1961 y
trasladados a Castellón. Fueron vistos por don Juan Bautista Parcar, Delegado
Provincial de Excovociones Arqueológicas, quien seguidamente visitó el yacimiento.
Sobemos que eran iguales a los vasos que seguidamente reseñomos.
1 .-Vaso
globular de pasta gris ennegrecido por el fuego, con la boca lisa ligeramente levantada y base cóncavo (fig. 6, núm. 1; Lám. 11, 1).
Alt. 4'7 cm.; diám., 9'2 cm.
2.-Pótera
incompleta de pasta gris con el borde curvado hacia dentro. Presenta dos
toladros contiguos en el onillo de sustentación (fig. 6, núm. 2; Lárn. 11, 2).
Alt., 2'6 cm; diám., 6'7 cm.
Fig. 5 . 4 3 Tirao. Fragmentos de terra sigiíiata.
(T. n.)
3.-Voso
bitroncocónico-globular de pasta gris
vosados y pronunciada base cóncava (fig.
Alt. 4'7 cm.; diám. 8'8 cm.
ol 1, tombién quemado, aunque
4.-Semejante
núm. 4; Lám. 11, 4).
Alt., 4'9 cm.; diám., 9'2 cm.
5.-Vaso
globular de pasta gris ennegrecida por
cóncava (fig. 6, núm. 5; Lám. 11, 5 ) .
Alt., 4'6 cm.; diám., 9'5 cm.
ennegrecida por el fuego, bordes ex6, núm. 3; Lárn. 11, 3).
de onillo bucal más encogida (fig. 6,
el fuego, con lo boca oplanada y base
(S) E l diverso material ibérico recogido por nosotros fue publicado, conforme iban
sucediéndose los hallazgos, por don TOMAS U T R I L L A (Salesiano) e n la revista de la
Agrupación Burrianense de Cultura "Buris-Ana", núms. 73, 75/78, 80182.
[page-n-210]
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5
6
Fig. 6.-E1
Tirao. Vasos ibéricos.
(112)
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[page-n-211]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
Fig. 7.-E1
-
-
-
-
-- .
Tirao. Perñles cerámicas.
1
-
-
--
- - -
-
[page-n-212]
6.-Voso
incompleto de perfil coliciforme y onillo bosol cóncovo. Su posto es muy
negro, proboblemente por quemo posterior o su fobricoción (fig. 6, núm. 6,
Lám. 111, 6).
Alt., 5 cm.; dióm. de lo boco, 8'2 cm.
7.-Pótero,
semejonte al voso núm. 2, quemodo (fig. 6, núm. 7; Lám. 111, 7).
Alt., 3'1 cm.; diám., 10 cm.
8.-Voso
globular de posto g i s ennegrecido por el fuego, con lo boco en onillo de sección circular y bose cóncovo (fig. 6, núm. 8; Lám. 111, 8).
Alt., 4 cm.; dióm., 8'2 cm.
9.-Vaso
bitroncocónico de posto gris ennegrecido por el fuego y bose cóncovo opionodo. Es el de mós recios poredes (fig. 6, núm. 9; 4Lám. 111, 9).
Alt., 4'3 cm.; d i h . , 8 cm.
10.-Recipiente
de posto gris semejonte ol núm. 9, siendo el único de los que hemos recogido, que no acuso quemo posterior o su fobricoción (fig. 6, núm. 10;
Lám. 111, 10).
Alt., 4'6 cm.; diám., 9 cm.
1 1 12.-Fragmentos
de recipientes semejantes o los onteriores aunque de bordes ligeromente entrados (fig. 7, núm. 1 1 y 12).
13.-Frogmento perteneciente o un voso de golbo semejonte ol núm. 8 (fig. 7, núm. 13).
Diám. bucol oproximodo, 8 cm.
semejontes al voso núm. 3 (fig. 7, núm. 14).
14.-Fragmentos
Diám. oproximodo, 8 cm.
15-16.-Bordes
de plato o topodero de cerámico negra con desgrosonte en lo moso
(fig. 7, núms. 15-16).
17-20.-Frogmentos
de bordes exvosodos de 0110 de posto negro con desgrosonte (fig. 7,
núms. 17-20).
21 -23.-Frogmentos
de bocos de cerámica negro el 21 y sieno cloro el 2 2 y 23 con obundonte desgrosonte colizo (fig. 7, núm. 21 -23).
24.-Fragmento
de tapodero onillodo de cerámico negro con desgrosonte (fig. 7, núm. 24).
25.-Bose
con ~ i indicado de oosto nearo sumomente resistente sin oDenos desorosonte
e
(fig. 7, núm. 25).
26.-Borde
de urno ibérico ífia. 8. núm. 26).
27-29.-Bordes
de onforos 'ibkicos (fig. 8, núm. 27-29).
30.-Frogmento
de boco de posible vos0 de perfil coliciforme (fig. 8, núm. 30).
31 .-Frogmento
de boco liso exvosodo (fig. 8, núm. 31).
32-42.-Tipicos
fragmentos de bordes en perfil de "cobezo de cobollo". Conservo el 41,
sobre lo escocia, bondo de pinturo rojizo; perteneciendo el último fragmento O
un recipiente de 4 5 cm. de diámetro bucal (fig. 8, núm. 32-42).
43-45,Frogmentos
de osos en cerámico pojizo de sección en C, 8 y O (fig. 8, números
43-45).
46.-Anillo
bgsol moldurado, de fino pcsto gris (fig. 8, núm. 46).
Diám., 5'8 cm.
47.-Fragmento
bosol de pátera de borniz negro brillante con impresión de polmeto y
doble bondo de ruedecillo. Lo cubierto dejo en reservo lo bose del pie con lo típico
uña lfio. 9.. núm. 47).
Dióm. de lo bose, 14' cm.
48-52.Tiestos cerámicas decorados con bondos v filetes lfia. 9, núm. 48-52).
53-54.-Fragmentos
decorados con teoríos de segmentos de ~ircunferenciosconcéntricos
y teorías olternodos de segmentos de circunferencios concéntricos o modo de SSS.
(fig. 9, núms. 53-54).
-
.-
b) Metal
Hierro.
55.-Regotón
cónico, hueco en su tercic superior. Fue roto por los obreros (fig. 10, número 55; Lám. IV, 55).
Long., 17'5 cm.; diám. móx., 2'5 cm.
56.-Fragmento
aplonodo que presento bisel invertido en los extremos (fig. 10, número
56; Lóm. IV, 56).
Long., 1 1 '70 cm.
.
[page-n-213]
[page-n-214]
Fig. 9.-
El Tirao. Fragmentos cerámicas decorados.
[page-n-215]
YACIMIENTOS DE BURRiANA
57.-Fragmento
en forma de segmento de corona circular con bisel en su lado mayor
(fig. 10, núm. 57; Lám. IV, 57).
Long., 6'3; ancho, 2'5 cm.
58.-Anillo
de sección cuadrada que aprisiona en sus extremos restos de planchuela
(fig. 10, núm. 58; Lám. IV, 58).
Diám., 2'3 cm.
Fig. 1.E
0-1
Tirao. Metalistería del nivel ibérico.
Bronce.
59.-Fragmento de .probables pendiente amorcillado de sección en D ,(fig. 10, núm. 59;
Lám. IV, 59).
c)
Restos humanos
60.-Fragmento
de omóplato izquierdo correspondiente al borde axilar con la carita triangular subglenóidea (L6m. IV, 60).
61 .-Fragmento de huoo calcingdo, correspondiente a la extremidad inferior del radio,
de un ser de pequeña corpulencia (Cám. IV, 61) (6).
(6)
Damos las gracias al doctor don José Aparisi González, por tal clasificauón.
[page-n-216]
N MESADO
.
d)
Ustrinum
El día 6 de junio del año 1965 se halló, en la zona NNO. del yacimiento (ver fig. 4),
una fosa crematoria o ustrinum.
Distaba del linde N. del campo 20 m. (7); 23 m. del lado 0.; 13 m. de lo arena;
1'75 m. de la superficie y 1'30 m. del fondo del yacimiento.
La fosa estaba excavada en la superficie del duro suelo del estrato G, (Lám. V)
limite en este punto de los estratos G y B que bucean sensiblemente hacia la depresión central del campo en busca del potente manto arenoso de los niveles C-F.
Su estructura semejaba una sección de esfera unida por el plano inferior a un cosquete esférico achatado (fig. 1 1 ). El circulo mayor, boca de la cavidad, tenía 165 cm.
de diámetro, siendo la profundidad de la fosa de 85 cm. Un compacto lecho de carbón
vegetal reposaba en su fondo, estando el resto de las paredes cubiertas por endurecida
l
175 cm.
.
165 cm.
-
&t.
.,.-
.-.-.,.
115
.-. - . -
cm.
2 7 cm.
1
gfi'':
ceniza
:..wcarbon
Fig. 11.-El
o t i e r r a enrojecida. A
$
t i e r r a normal
Tirao. Sección de la fosa crematoria.
copo de cenizas negro-verdosas en la superficie y de tonalidades más claras las que se
hallaban en contacto con las paredes de la fosa, cuyas arcillas aparecían enrojecidas
por la temperatura alcanzada durante la combustión de la pira.
Salvo el carbón y ceniza nada contenía el hoyo, si exceptuamos un pequeño fragmento de cerámica ibérica y restos rodados de adobe sin señoles de combustión.
El fondo de la depresión (fig. 12) fue dado, como hemos dicho, por una constante
capa de tierra inservible para la industria, muy apisonada por el diario rodar de los
camiones, de grosor desigual (de 20 a 7 0 cm.), que se superpone a un considerable
(7) Finalizadas las labores de desfonde se desmontó todo el linde N. del yacimiento,
por l o que hoy día el campo 1 y 2 (fig. n m 2) constituyen u solo fondo.
ú .
n
- 190 -
[page-n-217]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
lecho de cantos rodados y gravas. En el estrato arcilloso fuimos encontrando, por lo regulor tras periodos de fuertes lluvias, escoso pero seguro materiol Iítico muy típico y
primitivo a la par que, en distintos puntos, descubríamos suelos de hogar, lo que nos
asegura que no se trata de una industrio Iítica rransportado por viejas corrientes fluviales, sino de una verdadera estación neolitica que se extienda por el subsuelo de los
fincas de esto partida del Tirao del término municipal de Burriano.
"EL
T I R A 0 Burriana
nivel neolitico
O
10
20
30
.
40m.
I
Fig. 12.-El
a)
Tirao. Planta del nivel neolítico con la localización de los principales hallazgos.
Material litico
8.-Segmento
de circula en sílex blanco con fino retoque bifacial, casi vertical, en el
dorso. Presenta en su caro superior una pequeña arista rebajada en sus extremos. La cuerda, muy cortante, openas mide 16 mm. (fig. 13, a; Lóm. VI, o).
b.-Frogmento
de segmento de circulo en silex blanco melado con retoque unifacial
vertical en el dorso. Altura oproximado de haberse hallado completa la pieza,
20 mm. (fig. 13, b; Lóm. VI, b).
c.-Segmento
de circulo sobre fina hojilla de silex grisóceo. Dorso biselado par un
[page-n-218]
N MESMO
.
fino retoque bifacial muy oblicuo, habiendo afectado en parte a la arista
de su cara superior. Su cortante cuerdo, de perfil irregular, presenta hacia una
de sus puntas (en nuestro gráfico, la basal) una muesca que la convierte en
agudo perforador. Altura, 26 mm. (fig. 13, c Lam. VI, c).
;
d-e.--4Aicrolitos afacetados (fig. 13, d-e; Lám. VI, d-e).
F g 13.-El
i.
f.-Hoja
Tirao. Objetos de silex.
v.n.1
de sección triangular con filos cortantes, presentando, el extr,emo superior de su
lado derecho, menudo retoque unifacial. El sílex de color grisáceo, mide 30 mm.
de alto (fig. 13, f; Lám. VI, f).
g.-Hojilla
rota en la base, de silex blancuzco-rosado y sección trapezoidal con bordes
;
cortantes. Altura, 14 mm. (fig. 13, g Lám. VI, g).
[page-n-219]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
h.- -Fragmento de hojilla en sílex blancomelado de sección trapezoidal. Altura, 14 mm.
(fig. 13 h; Lám. VI, h).
i.- Fragmento de fina hoja de sílex blanco de zección pentagonal, bordes cortantes y
roturas paralelas. Altura, 5 mm. (fig. 13, i; Lám. VI, i).
j.-S.lex
blanco con la cara superior afacetada (sección pentagonal) y rotura reciente en el extremo superior. Altura, 20 mm. (fig. 13, j; Lám. VI, 1 ) .
k.-S'lex
(?) estrellado en T con la cara superior afacetada y pátina rojiza. Presenta el
típico saliente de estas piezas, limitado por fuertes muescas, estando, la de la
izquierda, retocada. #Ejemáx., 25 mm. (fig. 13, k; Lám. VI, k).
l.-Rcedero
(?) en gruesa lasca de sílex melado-oscuro presentando en sus contornos
un fuerte retoque bifacial. Altura, 25 mm. (fig. 13, 1 ; Lám. VI, 1 ).
m.-Silex
blanco cuya dorso semicircular la constituye la superficie de la pieza en que
se labró. Par rotura antigua se halla exenta de la punta inferior. El borde derecho presenta un filo recto con menudo retoque ~inifacial. Aunque su forma
e en gajo de naranja, creemos que nada tiene que ver con los bellas micros
litas semilunares antes mencionados (fig. 14, m).
n/r.-Diversos
tipos de raederas de sílex grasáceos que conservan restos de cortex
. (fig. 14, n/r).
s.-Percutor
calizo con fuerte señal, en su extremo inferior, dejada por el uso. Altura,
10'5 cm.; ancho, 7 cm.; grueso, 3'8 cm.
b)
Objetos varios
t.-Unico
fragmento cerámico que hemos encontrado y que creemos coetóneo del material Iítico. Está hecho a mano y es de qasta negra, grosera, con burdo desgrasante calizo. Su superficie exterior es amarillenta y presenta diminutos cuarteamientos. No conserva señal alguna de decoración. Pertenece a un pequeño
vaso de cuerpo esférico (Lárn. VI, t).
u-x.-Conchas:
cuatro ejemplares de Limnaes; tres pequeños fragmentos rebajados de
pecten y varias conchas de lapa común (Lám. VI, u-x).
c)
Fondos de hogares
Verdadera novedad presentan los fondos que vienen llamándose de "cabaña" de
este yacimiento burrianense, por cuanto difieren de los halladas en otros puntos (Belgido o Areneros de Madrid, par ejemplo), pues mientras éstos san de arcillas endurecidas o cenizas, los nuestras son firmes hechas, salvo el A, par cuarteados rodenas,
constituyendo un verdadero "rudus".
Cinco son los hogares advertidos los cuales reseñamos por las letras A, B, C, D
y E, cuyo enclave en el fondo de la depresión, nos muestra la figura número 12.
Hogar A.-Pequeña
agrupación de cantos rodados de unos 0'70 m. de diámetro (Lámina VII, A).
Hogar B.-Lo
vimos recién destruida por los obreros. Sus características eran idénticas
a las que reseñamos en el hogar C.
Hogar C.-Unico
fondo que, por gentileza de los operarios de "Cerámica Levantino" nos
fue dado estudiar con detenimiento (Lárn. VIII). S halló a sólo 2 m. del talud
e
limite mayar de la depresión, y a 95 m. del Camino Viejo de Villarreal, distando de la superficie, 4 m.
,Es de planta circular algo deformada, por lo que sus diámetros oscilan de 2 m.
a 2'38 m. Una calicata realizada en su lado SE. dio los siguientes niveles (fig. 15):
o.-Manto
amazacotado de 5 cm. de grosor constituido par arcillas impregnadas
de materias orgánicas descompuestas, siendo su coloración negra-castaño.
b.-Nivel
de unos 8 cm. de grueso constituido por un acorazado de troceados
rodenos que tenían, por término medio, el grosor del estrato. Los guijarros
estaban ennegrecidos, en su plano superior, por la acción del fuego, teniendo,
entre sus resquicios carbón (8).
(8) Con el tiempo, y al desaparecer el manto a, ha ido deshaciéndose este ñrme de
troceados rodenos (Lárn. V I I I , C 4).
- 193 -
[page-n-220]
N. MESADO
Fig. 14.-El
Tirao. Objetos de silex.
( ..
T n)
[page-n-221]
[page-n-222]
c.-En
contacto con el nivel anterior la arcilla sigue presentando, en un grueso
de 15 cm., la misma caracteristica del nivel o, aunque menos compacta
y sin restos de carbón.
d.-Este
pequeño complejo (niveles a/c), de unos 28 cm. de grueso, reposa
sobre un suelo primero arcilloso-arenoso y luego de cantos rodados y gravas.
Hogar D.-Se
halla a sólo 5 m. del fondo C, aunque en un plano inferior. Fue puesto
de manifiesto por el tractor, al destruirlo. Tras la capa b de rodenos troceados,
de 10 cm. de gruesa, el terreno presentó [Lám. VII, D):
c.-Manto
de unos 20 cm. de tierra arenosa de color castaño.
d.-hi\anto,
más claro que el precedente, de 20 cm. de grueso con abundante
orena y briznas de carbón.
e.-Nivel
de 40 cm., menos arenoso que los anteriores, con escasos briznas de
carbón. En contacto con el nivel d se halló, muy deterioroda, una
mandíbula de animal (Lóm. IV, z). Este nivel reposa ya sobre el lecho pedregoso, fondo del yacimiento.
Hogor E.-Junto
con el B, han sido los únicos encontrados en la margen izquierda
de la máxima depresión que divide el campo (Fig. 12). A l igual que el D fue
advertido y desporramado (Lóm. VII, E) por el tractor que comprobaba si la
extracción de la buena arcilla para la industria se hollaba ya ogotoda.
EL PALAU I
A 500 m. al SE. del yacimiento anterior y j u n t o a la carretera de
Viver al Puerto de Burriana, se encuentra la fábrica de ladrillos de d o n
Bautista Ripollés (fig. 2, núm. 3; Lám. IX, B).
En 1930, al realizar j u n t o a dicha fábrica extracciones de tierra, aparecieron según d o n Francisco Ripollés Vicent, actual propietario del ladrillar y testigo d e los hallazgos, enterramientos, glandes de plomo, flechas d e hierro (materiales hoy #perdidos) y cerámicas, dos de cuyos vasos
los llevó personalmente dicho señor al pequeño museo que hacia 1930
formara d o n Francisco Roca, maestro nacional.
LOS MATERIALES
o.-Pichel,
a torno, de alto cuello cilíndrico, exento de boca, y cuerpo globular con restos
del nacimiento del asa y base plana. La pasta, muy tosca, de bosto desgrasante
(cuarzo, mica y rodeno) es rojiza en el interior y pajizo-ceniciento al exterior.
En el tercio superior del cuerpo, mol torneadas, presento estrías paralelos y
sobre el resto abundantes señales de improntos de tejido o vegetales (fig. 16, a;
Lám. IX, a).
Alt., 16'6 cm.; diám., 12'7 cm.
b.-Vaso
que tan solo conocemos por un gráfico publicado en lo Historia de Burriana (9).
(9) F. ROCA Y ALCAYDE: "Historia de Burriana". Castellón 1932, pág. 33.
- 196 -
[page-n-223]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
21
Es semejonte a l onterior, ounque algo más pequeño. Su cuello, tombién cilindrico, oporece inclinado debido ol poco cuidodo puesto en su fabricación y su
ponzo tiende o ser bitroncocónico (fig. 16, b).
a
Fig. 16.-El
Palau 1. Vasijas árabes.
111
EL PALAU II
SITUACION
Lote de cerámicas moriscas y pesa halladas y donadas al Museo Municipal de Burriana por don Joaquín Lizandra Rubio, vecino de Villarreal.
Fueron recogidas cerca del yacimiento anterior, pero en una grieta de la
misma margen izquierda del río (fig. 2, núm. 4; Lám. IX, C).
LOS MATERIALES
a)
Cerámica
1 .-Ploto
incompleto de poredes olzodos con suove coreno o l exterior y pie de onillo.
Lo pasto es rosado, bien tomizodo pero de poco peso. Sus superficies oporecen
[page-n-224]
[page-n-225]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
cubiertas con un vidrio amarillento muy claro y perdido, estando decorado interiormente en negro con tema vegetal en el fondo y semicírculos o mono alzada
hacia los bordes (fig. 17, 1; Lám. X, 1).
Diám., 25 cm.; alt., 7'8 cm.
2.-Ploto
semejante al anterior pero con vidrio melado-verdoso totalmente perdido
salvo diminutas manchas sobre el fondo interior (fig 17, 2; Lám. X, 2).
Diám., 26 cm.; alt., 7 cm.
3.-Media
cazuela sin fondo, con asa vertical en cinta que nace de la boca. La pasta
es porosa, con arenillas, de alma gris y siena claro al exterior. Sobre el aro
de su boca conserva bonda de manganeso (fig. 17, 3; ,LÓm. X, 3).
Diám., 23 cm.; alt., 7'5 cm.
4.-Restos
de un gran vaso de cuerpo globular (?) con estrecho cuello cilíndrico y
labio revertido. Sobre el cuello, ligeramente anillodo, presento tres círculos a
modo de digitodos incisos y sobre lo panza, y arrancando del nacimiento de
robusto osa, cordones superpuestos con impresiones simulando una soga.
Dichos cordones circunvalaban el vaso horizontalmente. La pasto es igual a la
del recipiente núm. 3 (fig. 17, 4; Lám. X, 4).
Diám. de la boca, 12'5 cm.; diám. de la panza, aproximadamente, 45 cm.
5.-Jarro
incompleto, de cuerpo globular achatado y alto gollete cilíndrico ligeramente
abierto sin piquera al igual que el resto de las cerámicas, tanto de este yocimiento núm. 3 como del núm. 2, ya reseñado. Del cuerpo arrancan dos asas
verticales (hoy una perdida) en cinta, que acodan en su tercio superior. Conserva restos de manganeso sobre posta rojiza de poco peso (fig. 17, 5; Lám. X, 5).
Alt. aprox., 17'5 cm.; diám. de la boca, 1 1 cm.
6.-Fragmentos
de un recipiente de cuerpo globular con base plana, cuello alzado y labio en arpón. La posta es rojiza y muy porosa (fig. 17, 6).
7.-Robusto
fragmento bucal de arcilla rojiza y muy porosa, con nacimiento de un
cuello cónico acusado (fig. 17, 7).
Diám. aprox., 16 m.
b)
Piedra
8.-Pondus
de caliza gris con la anilla de hierro perdida (fig. 17, 8).
Alt., 14'5 cm.; diám. móx., 21'5 cm.; peso, 10 kgs.
RESUMEN
En este paraje del término de Burriana hubo, e n época ibérica, ritos
funerarios, habiendo llegado a nosotros -prácticamente
completos12
pequeños vasos, fragmentos de otros mayores y restos probables d e urnas
cinerarias; escasos hierros, entre los que destaca el largo regatón; restos
humanos, analizados por el doctor Aparisi; carbón vegetal y ,el significativo hallazgo del ustrinum. En cuanto a la cerámica atañe, cuatro son
los tipos de técnicas empleadas en su confección:
1.-Gerámica
d e pasta siena, siena-negruzca y negra. Contiene abundante caliza (fragmentos núms. 15/25). En la denominada ((ibero-arcaizante)).
2.-Cerámica
de tonos grises, b i e n tamizada y de finas paredes con
[page-n-226]
N MESADO
.
la que se confeccionan pequeños recipientes similares (núms. 1/14). Se
la suele denominar, aunque la de este yacimiento pudiera ser una i m i t a ción ((gris ampuritana)), si b i e n es común e n todo el territorio ibérico.
Entre sus formas hallamos las de clara influencia mediterránea (núms. 2,
6, 7 y 46), así como aquellas que parecen derivar de galbos troncocónicos
y globulares (núms. 3, 9, 10 y 14) más propics del H i e r r o l .
3.-cerámica
blanda de tonos claros (núms. 26/45 y 48/54) con la
que se conf'eccionaron los mayores recipientes del yacimiento -ánforas,
urnas y ollasdecorándose sus periferias con sencillos temas geométricos e n rojo. Es la típica cerámica ibérica de esta cultura.
4.-cerámica
importada, de la que sólo hallamos en este nivel el fondo
de ((precampana)) n ú m . 47, correspondiente a finales del s. IV.
Hemos visto que todos los restos aparecidos lo han sido m u y esparcidos por el campo, al parecer sin orden ni concierto, pero si observamos
la fig. n ú m . 4 veremos cómo guardan cierta relación con respecto al
ustrinum, por l o que puede deducirse fácilmente que fueron las aguas
desbordadas del río, d e oleno carácter torrencial, las que desparramaron
el ajuar funerario que, en parte, ha llegado a nosotros. Así nos l o prueban
los restos de carbón esparcidos como formando segmentos d e circunferencias que tuviesen como centro la fosa. Las vasijas que festonean -salvo
la 10, que, m u y significativamente, es la Única que n o se encuentra quemada y recogida fuera ya del área del resto de los hallazgoslas márgenes del estrato arenoso al E. d e la fosa y hierros que debido a su mayor
peso se encontraron cercanos al p u n t o de origen. También la desigual
sedimentación de las arenas y gravas de los estratos C/F, nos hablan de
las grandes avenidas e inundaciones del río Anna.
En la necrópolis alicantina de «La Albufereta)) podemos ver fosas cuyo
paralelo con la del Tirao es evidente. También fueron empleados e n el rito,
pequeños vasos que pudieron contener resinas aromáticas (10). Si bien,
entre las fosas allí exhumadas, sólo e n la hoguera n ú m . 50 la planta
aparece reseñada como circular, siendo el resto rectangular u oval. En su
interior se hallaron tabas y fragmentos cerámicos ( 1 1).
El mejor elemento cronológico de que disponemos sería el fragmento
d e precampana. Sin embargo, por proceder los materiales, como hemos
dicho, de arrastres, n o creemos sirva para fechar los demás hallazgos de
este nivel, pues incluso algún fragmento de sigillata (salvo el I I ) pudiera
(10j F. FIGUERAS PACHECO: "Dos mil años atrás". Instituto de Estudios Alicantinos. Alicante 1959, pág. 82.
(11) F. FIGUERAS PACHECO: "Esquema de la necrópolis cartaginesa de Alicante".
Archivo de Prehistoria Levantina, 111. Valencia 1952, pág. 185.
[page-n-227]
YACIMIENTOS DE BURRiANA
25
proceder en esta capa. El resto del material -pequeños
recipientes, hierros, huesos, ustrinum, etc..
presentan, evidentemente, una unidad
cronológica más acusada pues son productos del rito funerario acaecido
e n .este sector del Tirao y, aunque los fragmentos de cerámica decorada
son, dentro de la geométrica, de la más elemental y primitiva, y entre
sus galbos parece n o existan los tardíos recipientes cilíndricos (12), nuestros vasos de cerámica gris encajan bien en los siglos I11-1 I a. d. C. pues
en poblados de la propia Plana («Orleyl», Vall dlUxó) los hemos hallado
acompañando a cerámicas con bella decoración zoomorfa.
..-
Aunque sean escasos los restos tributados por este nivel ibérico, creemos tienen interés, pues junto con otras estaciones (fig. 1), nos van señalando un tipo de habitat de llanura poco conocido en esta cultura.
Poco más de l o apuntado podemos reseñar de este nivel, donde sólo
rebuscas de superficie nos han dado escasos Festos, tan escasos que puede
pensarse que ya en remotos tiempos, al igual qu.e l o acaecido en el nivel
ibérico, torrenciales avenidas del río Seco l o arrasaron y ((barrieron)). Su
habitat, en parajes antaño lacustres, junto a corrientes fluviales y sobre
un suelo de piedras y gravas, recuerda la «lo¡ de sables)) de G. Goury, al
igual que «Casa de Laran único poblado neolítico de llanura conocido en
la región valenciana (1 3).
Respecto al material Iítico remarcamos el microlitisto y belleza de
los segmentos de círculo comparables a los hallados en los estratos neolíticos de la «Cueva de la Cocina)) (14) y ((Covacha de Llatasn (15).
También en el mentado poblado de «Casa de Lara)) se dan medias
lunas que aparecen, por ser de superficie, entre materiales de clara filiación postneolítica *entre los que pudieran haber convivido, como nos prueba
la «Ereta del Pedregal)) (16).
En cuanto a la región levantina se refiere, se han señalado «fondos
(12) D. FLETCHER VALLS: "Problemas de la Cultura Ibérica". Serie de trabajos
varios del S. 1. P. núm. 22. Valencia 1960, pág. 68, nota 204.
SOLER GARCIA: "La casa de Lara, de Villena (Alicante), poblado de
(13) J. M.%
llanura con cerámica cardial". Saitabi XI. Valencia 1961, pág. 193.
(14) L. PERICOT Y GARCIA: "La cueva de la Cocina (Dos Aguas)". Archivo de
Prehistoria Levantina 11. Valencia 1946, pág. 39.
(15j F. JORDA Y J. ALCACER GRAU: "La covacha de Llatas (Andilla)". Serie de
trabajos varios del S. 1. P., núm. 11. Valencia 1949.
(16) D. FLETCHER VALLS : "La Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia)". Archivo
de Prehistoria Levantina, IX. Valencia 1961, pág. 79.
[page-n-228]
N. MESADO
eneolíticos de cabaña)) en Lebor (17), Bélgida (18) y Figuera Reona (19).
En la Plana, don Francisco Esteve señala, en reciente publicación (20),
fondos de cabaña correspondientes a un ((Neolítico m u y arcaico)) e n «El
Pujol)) (fig. 1, núm. 12), aunque t a l atribución se hace dudosa pues t a n
sólo se menciona, aparte de los fondos de cabaña: ((escasos sílex atípicos,
cantos d e caliza desbastados, huesos de animales y conchas de moluscos
marinos)), siendo la pieza más notable «un brazalete sin concluir obtenido
desgastándole el dorso a una gran valva de pectúnculo».
N o negamos que el nivel ahora estudiado del Tirao, pueda corresponder a l período Eneolitico, e n el que, como se h a puesto de manifiesto (21), los lugares de habitación estuvieron al aire libre e n tierras
bajas y de almarjal y que, como acabamos d e ver, se han señalado claros
fondos de hogares; pero e n contra de esta hipótesis tenemos que e n el
Tirao no hemos recogido ninguna muestra de las t a n típicas puntas d e
flecha que n o faltan en ninguna estación eneolítica, y e l microlitismo y
perfección de su sílex dice más en favor del Neolítico que ,de cualquier
etapa subsiguiente. Sin embargo en la comarca se señalan, aunque con
la debida reserva (22), los poblados eneolíticos de «La Comba)) (Benicasim), sobre baja terraza cuaternaria formada e n la confluencia d e los
barrancos d e l Salandó y La Comba, donde se recogió abundante material l i t i c o -puntas
d e flecha, raspadores, hachas, etc. (23)- y V i l l a
Filomena (Villarreal), donde se exhumó, entre variado material, las típicas
puntas de flecha y cerámica campaniforme. Yacimiento reseñado por sus
prospectores como necrópolis (24).
Finalmente o t r o poblado con características topográficas similares al
de La Comba l o hallamos e n Villavieja (fig. 1, n ú m . 2), cerca de la calle
(17) E. DEL VAL CATURLA: "El poblado del Bronce 1 mediterráneo del campico
de Lebor, Totana (Murcia)". Cuadernos de Historia Primitiva, 1 1 núm. 1. Madrid 1948,
1,
págs. 1-36.
(18) M. JORNET : "Prehistoria de Bélgida. 1: Hallazgos eneolíticos". Archivo de
.
Prehistoria Levantina, 1 Valencia 1928, pág. 91.
(19) A. RAMOS FOLQUES: "Mapa arqueológico del término municipal de Elche
(Aiicante)". Archivo Español de Arqueología, XXVI. Madrid 1953, págs. 323 y SS.
(20) F. ESTEVE GALVEZ: "La necrópolis ibérica de El Bovalar (Benicarló), CasteUón de la Plana". Archivo de Prehistoria Levantina, XI. Valencia 1966, pág. 144.
(21) M. TARRADELL: "El País Valenciano del Neolitico a la Iberización". Anales
de la Universidad de Valencia. XXXVI. Valencia 1963. uáa. 96-,107.
(22) TARRADELL : 0b.'cit., pág. 107.
(23) J. B. PORCAR: "El Borriol Prehistoric". Boletín de la Sociedad Castellonense de
Cultura, XIV. Castellón 1933, págs. 237-251.
(24) V. SOS BAYNAT: "Una estación prehistórica en Villarreal. Informe resumidoy'.
Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 1 1 pág. 349; IV, pág. 99; V pág. 49.
1,
,
Casteiíón 1922, 23 y 24.
F. ESTEVE GALVEZ : "Cerámica de cuerdas en la Plana de Castellón". Crónica del IV
Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (Madrid 1954). Zaragoza 1956, pág. 543.
>
-
[page-n-229]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
del Barranco, al p i e d e los montes d e Santa Bárbara y San Sebastián
sobre cuyo m o n t í c u l o ya se mencionan ((hachas d e piedra pulimentada
y hermosas puntas d e flecha d e silex)) (25) y, personalmente, ~ e c o g i m o s
un fragmento d e cerámica campaniforme.
C o n pleno carácter provisional y e n espera que en un futuro, t a l vez
lejano, nuevos y profundos sondeos realizados e n esta partida del Tirao
d e Burriana d e n nueva l u z sobre las gentes que poblaron su subsuelo,
creemos que su más vieja ocupación corresponde, como a través del est u d i o hemos apuntado, a un horizonte cronológico-cultural Neolítico.
P A L A U I Y II
D e estos dos puntos h a n llegado a nosotros un escaso lote ,de cerámicas fragmentadas que, e n parte, hemos podido reconstruir y cuyo carácter medioeval es *evidente, pues los platos núms. l y 2 de la fig. 17
conservan restos d e esmalte vítreo, característica d e la cerámica califal.
También sus galbos d e panzas ,esféricas o globulares, altos cuellos
cilíndricos, bases planas y u n a o dos asas verticales, son m u y propios d e los
alfares morunos. Respecto a su austeridad decorativa n o creemos sirva
para elevar su cronología y ello se deba a obradores cercanos d e productos
meramente utilitarios. Sus pastas son deficientes, blandas y d e escaso peso.
Teniendo e n cuenta que esta tipologia se encuentra prácticamente
sin estudiar, y considerando que 'en estos parajes existieron las aldehuelas
hispano-moriscas d e Beniham, Palamarinar y Palau (26) q u e fueron despoblándose tras la Reconquista de estas tierras (s. X I I I ) , nos valdremos
d e este hecho para f i j a r su cronología aproximada.
(25) F. ESTEVE GALVEZ: "La viiia romana de Benicató", Peñagolosa, 2. Castellón
1956.
(26) ROCA ALCAYDE: Ob. cit., .pág. 167.
- 203 -
[page-n-230]
[page-n-231]
'EL TIRAO'
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3
(Foto Mesado)
Panorámica del Tirao, en cuqo de excavación. En X zona sin excavar.
BUR&tANA
[page-n-232]
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(Fotos Mesado)
[page-n-235]
MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. V.
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MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. VI.
[page-n-237]
MESADO.-Yacimientos
E1 'Tirao.-Fondos
de Burriana
LAM. VII.
de los hogares A, D y E. En f, aspecto actual aue presenta el yacimiento.
(Fotos Mesado)
[page-n-238]
MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. VIII.
El Tirao. - Diversos aspectos del hogar C.
(Fotos Mesado)
[page-n-239]
MESADO.-Yacimientos
- A::Vaso.de
de Burriana
El Palau - (112). -- B.-Panorimica
- - 1 -- - A
- - .
LAM. IX.
de El .---A. 1.
Palau
S
- C.-Vista
de El Palau 11.
(Fotos Mesado)
[page-n-240]
MESADO.-Yacimientos
LAM. X.
de Burriana
Cerámicas procedentes de El Palau 11.
(Fotos Mesado)
[page-n-241]
JOSE M." DONATE SEBASTIA
(Villarreal)
Arqueología romana de Villarreal (Castellón)
La comarca de La Plana m ha sido hasta ahora reconocida como rica
en arqueología. Y concretamente Villarreal, situada e n el centro geográfico de la misma, por el hecho de su efímera vida oficial pasó desapercibida a los historiadores regionales o locales que partieron siempre de
la Reconquista en sus monografías. Tan sólo los profesores Sos Bainat y
Esteve Gálvez aportaron a la bibliografía sus trabajos en relación con la
estación eneolítica de Villa Filomena, excepcional hallazgo que pudo haber
revalorizado para la Arqueología el nombre de esta ciudad si allá por el
año 1922 cuando pasó a sus manos, n o hubiera sido ya torpemente malogrado por los irresponsables d e turno. A pesar de ello supieron sacar todo
e l fruto posible de cuanto quedaba, y es cuanto hoy dia tenemos aprovechable.
Paralelamente, aunque algunos años antes, se había descubierto, e n
el curso d e una roturación, una villa romana a muy escasa distancia del
citado emplazamiento. Los materiales, por l o que se cuenta, y por cuanto
aún hemos podido ver, debieron ser fabulosos, en cantidad y caliadad.
Sobre l o que de aquello quedó, a sesenta años vista, hemos tenido que
reconstruir estas notas referidas a la cultura romana en estas tierras. Y
este ha sido el mejor de los casos, porque en otros ni siquiera contábamos
con u n punto de partida. Hoy en día los cultivos l o han invadido todo.
Las observaciones se hacen estremadamente difíciles y no l o decimos en
plan de excusa, sino lamentando más bien el tiempo perdido por la eru-
[page-n-242]
dición local en averiguar si determinado personaje h i z o o n o estancia ,en
la villa, o si aquel o t r o pudo o n o haber nacido en ella, pasando por a l t o
indicios valiosísimos capaces de remontar nada menos que u n millar de
años de importancia histórica del territorio como medio ambiente, con
las consecuencias que para los estudios generales hubieran podido tener
estas aportaciones.
N o obstante, estamos satisfechos del resultado obtenido. Y l o decimos sin modestia porque la presente aportación n o nos pertenece totalmente, sino q u e responde a una labor d e equipo.
H a n sido nuestros colaboradores d o n Lorenzo Gozalbo Delás, sempiterno compañero en incontables prospecciones y autor del hallazgo de
buena parte de material que aportamos.
La clasificación y estudio de la terra sigillata hispánica se debe a la
doctora doña Gabriela Martin, d e la Universidad de Valencia. D e ella hemos recogido también, al pie d e la letra, las valiosas observaciones sobre
cronología referidas a esta cerámica.
La clasificación y estudio d e los hallazgos monetales corrió a cargo
del doctor M a t e u y Llopis. Colaboró también e n este y e n otros aspectos
e l doctor Camarena Mahíques, Director del I n s t i t u t o Valrnciano de Estudios Históricos.
Y hemos d e agradecer al personal del S. l. P. d e la Diputación d e
Valencia su asistencia y consejos prácticos, a través.de contactos y entrevistas, algunas de ellas sobre el terreno mismo.
LES ARGAMASSES
En e l ¡pasado número d e este m i s m o anuario publicamos un estudio
sobre dos acequias romanas de Villarreal (1). Eran estas las conocidas
desde antiguo como ((Cequia del Diable», en singular por la confusión
en torno a ellas amañada. Pero que constituían, a l ramificarse por el térm i n o tras abandonar el río por las cotas 60 y 1 0 0 (2) todo un sistema
de irrigación que cubría el actual secano q u e se extiende por la parte
alta del citado término (fig. 1).
Quedaba e n pie, y así l o hicimos constar, una importante incógnita,
(1) J. M . a DORATE SEBASTIA: ccRiegosromanos del Mijares". Archivo de Prehistoria Levantina, XI. Valencia, 1967, pág. 203 y SS.
(2) El actual sistema de aprovechamiento de las aguas del pantano del Sitjar está p
yectado, en cuanto a Villarreal se refiere, a base de dos canales que se separarán del río
precisamente por estas cotas. Esto nos daría una idea del alto nivel de la técnica romana,
si no tuviéramo; a mano otros valiosos testimonios.
[page-n-243]
planteada por una extensa zona conocida actualmente como al'hortan,
circunstancia que adquirió con el tiempo categoría de topónimo, y que
abarcando las mejores tierras comprendía la parte baja de la población y
no poco del caserío de Las Alquerías del N i ñ o Perdido y permanecía,
contra toda lógica, al margen de aquel sistema si salvábamos lo allí dicho
Fig. 1
de un subcanal a todas luces insuficiente, aún aceptando sin ninguna
reserva su presencia, que dábamos por perdido a #partirde un determinado
punto junto al Ermitorio de la Virgen de Gracia.
[page-n-244]
Era preciso que hubiera algo más y si b i e n por nuestra parte teníamos
la convicción de que aquel sistema de riegos tenía su complemento e n
la acequia de antiguo conocida como «les Argamasses)), estábamos a ú n
pendientes de realizar el concienzudo reconocimiento que nos autoriza
ahora a incluirlo en este estudio.
El hecho, n o por cierto insólito, pero sí poco frecuente, de que este
canal siguiera aún prestando servicio hace menos d e una centuria ha hecho que la primitiva obra, oculta bajo sucesivas reconstrucciones, algunas a fondo, permaneciera en su mayor parte oculta. Pero n o así la excavación é n la roca, trabajo característico y d e colosales proporciones. Se
hiende la roca hasta lograr, dentro mismo del acantilado, una atrevida
plataforma q u e se reviste exteriormente de argamasa, t a l como l o hemos
visto ya, o se perfora un túnel cuando se interpone un obstáculo. M á s
tarde e n los tramos en que la escasa firmeza de la base o un natural desp l o m e provoca un hundimiento, se levanta desde el fondo mismo del cauce
del río un murallón que se defiende en sucesivas etapas con puntales y
contrafuertes. Etapas fácilmente observables y que nos proporcionan como
resultante, cuando ha perdido ya su sentido utilitario, algo así como un
impresionante monumento a l labrador valenciano de todos los tiempos,
desde la época romana de Pax Augusta e n que l o emplazamos a la vista
del extenso material aparecido e n la localiadad y que hoy damos a conocer. (Lámina l.)
Arranca este canal d e la gran curva que el r í o Mijares describe a su
paso por la Ermita de la V i r g e n de Gracia, a unos doscientos metros aguas
abajo de la actual pvesa, y coincidiendo con la que hasta hace poco tomaba
el agua para el llamado M o l i n o de la Ermita. Es la parte más cómoda
puesto que allí bastan unas cuantas piedras en e l lecho del río o u n a
ligera excavación para que las aguas penetren e n el canal d e conducción
y empiecen prontamente a ganar altura a favor de una acentuada corriente
que experimenta el cauce del r í o en el citado paraje. (3) Su curso puede
aún seguirse, ininterrumpidamente casi, desde e l final del paseo de las
acacias, e n el ermitorio, hasta el puente de Santa Quiteria, desapareciendo
sólo en aquellos tramos e n que coincide con el nuevo canal. (4) Romana
es toda la labor de excavación e n roca y algunas mamposterías o argamasas e n las que hemos podido observar, incluida, cerámica industrial d e
la época, del t i p o de la recientemente aparecida en La Torrassa.
(3) Características que coinciden, en todos sus elementos, con las descritas en el citado
1
estudio de las acequias "del Diable" 1 y 1 . (Vid. nota 1).
(4) El actuai canal, construido a fines del pasado siglo (entró en servicio en 1873)
atraviesa dos túneles. Uno tiene su nacimiento en la misma presa y forma como una cuerda del gran arco que describe el río en el ermitorio. El otro va ~pralelo río y es precial
samente en la parte coincidente con estos túneles donde se conservan las argamasas.
[page-n-245]
Pero n o debemos cerrar estas notas sin aportar otras d e archivo, referent,es al esta& d e esta obra e n la época d e la Reconquista. D o n Jaime
el Conquistador, al proceder al reparto d e tierras y solares durante los
meses inmediatos al otorgamiento d e la Carta Puebla (20 de febrero de
1274) hace frecuentes alusiones al sistema d e riegos d e Villarreal al
emplazarlo como l í m i t e d e alguna d e las donaciones, sistema que, como
se observa e n los documentos del reparto y e n otros del A r c h i v o Histórico
Municipal, m o d i f i c ó e n el sentido d e dividir en dos la vieja acequia, Ilamándose desde entonces Major a la originaria desde I'hermita als part i d o r ~y a p a r t i r d e estos, e n paraje m u y inferior al puente d e Santa
Quiteria, las acequias se llaman sobirana y jussana e n razón d e su
situación con respecto al nivel del terreno que riegan. La que D. Jaime
ordenó construir con cargo a las rentas d e Burriana, d e las que con este
objeto h i z o donación por dos años e n 1274, era l a Sobirana, única q u e
podia favorecer a todo el perímetro urbano por cuanto la Jussana discurría
a nivel inferior (5). En cuanto a la M a j o r o d e Les Argamasses, es m u y
elocuente la donación contenida en el Registro 1 9 de Jaime I e n q u e se
concede a Pedro Garcés reconstruir o editicar de nuevo e n la acequia d e
Villarreal, entre Almazora y «cierta argamassa d e la misma (acequia))),
aquel m o l i n o desolado y tomar para él agua del r í o o d e la misma acequia,
bajo el supuesto de q u e n o fuera ello e n perjuicio d e terceros (6).
LA PRESA DEL R I U SEC
En el lugar preciso e n que el Camí d e les Boltes atraviesa el R i u Sec
hay una vieja presa que, tendida ,de parte a parte del estéril cauce, obliga
a l camino a dibujar un acusado zig-zag para abordarla d e frente. La p r o ximidad de las ruinas del llamado M o l í Evaristo d e su arranque e n la
margen izquierda, .es sólo casual (7). Por la derecha la presa termina e n
la obra de arranque de una canalización, destinada sin duda alguna a
conducir el agua del r í o hasta las actualmente llamadas Alquerías del N i ñ o
Perdido a las q u e nos referimos más adelante.
( 5 ) Se vendieron estas rentas por 7.000 sueldos. (A. C. A., Registro 19, de Jaime 1
,
fol. 128 v."). De que L acequia construida era la "wbiuana" dan fe numerosas notas del
a
archivo de Viiiarreal que podríamos aportar, que hablan de la "cequia nwa sobirana".
(6) A. C. A., Registro 19 de Jaime 1 fol. 109.
,
(7) Aportamos este dato para que nadie, ante !a proximidad, se vea tentado a asociar
ambas obras en relación de causa-efecto. Aparte las características muy distintas de ambas
ruinas, la construcción de este molino se autoriw en 1863 a un tal Evaristo Usó, sobre las
ruinas del llamado de Bancarrota, de efímera existencia a su vez, y utilizaron ambos las
aguas de una de las acequias del Mijares.
[page-n-246]
Sorprende ahora, sobre la aridez de este amplio cauce, observar la
presencia de una presa que los naturales, atribuyen al «tiempo de los
moros)). Pero, entre otras razones, un profundo conocimiento d e los fondos medievales del Archivo Municipal de Villarreal nos autoriza a emplazarla en época m u y anterior. En efecto, desde los días mismo de la Reconquista, bien documentados en cuanto a riegos se refiere, jamás jugó
papel alguno la citada presa ni conducción alguna con ella relacionada. N o
es citada ni siquiera como topónimo; no tiene nombre. Ni llevaba entonces
ya agua el viejo río, al que se le conocía con su actual denominación de
«sec» Hay que remontarse pues al momento en que el valle de Ahín, con
Artana y Eslida y el término de Alcudia d e Veo n o utilizaban, por n o
existir en ellos núcleo de población, las aguas de los dos principales afluentes que, al unirse en el extremo meridional del término de Onda, originan
el río. Hay que situarse pues en un momento a i ~ t e r i o r la invasión mua
sulmana, y si se analiza en conjunto la presente aportación, n o resulta
en modo alguno aventurado, aunque sólo obráramos por exclusión, emplazar más o menos tardíamente, pero siempre err época romana, la construcción de esta obra.
Construida con materiales del terreno la presa n o reviste carácter
monumental alguno, ya que no l o permite su propia naturaleza, y estaría
totalmente cubierta por las gravas del río si n o aprovechara una falla del
conglomerado sobre el que se apoya. Pero tiene a l g ~ i n a
característica técnica realmente curiosa, como la presentada por el sistema de arcos de
medio punto trazados en sentido opuesto a la corriente, solución al hecho
de tener que estar construida en línea recta para ceñirse al escalón de
la roca. Solución económica, naturalmente, porque muy otra hubiera sido
la de construir una amplia presa de gravedad. Pero el constructor sabía
bien l o que se llevaba e n t ~ e
manos y l o demostró, sin duda alguna. (Lám.
11, 1 y 2.)
LA NECROPOLIS DE LAS ALQUERIAS
El conocido epitafio de Fulvia Filenis debe haber levatitado hace ya
mucho tiempo fundadas sospechas sobre la existencia dle una necrópolis
en
romana en la demarcación de su hallazgo que, fue e n v ~ e l t o tal velo
de confusión que cada uno de los autores que estudiaron el epígrafe l o
emplazó en lugar distinto. Y como son tres las versiones, nos acogemos
a la más lógica que es la aportada por Chabret y que adopta Mariner Bigorra (8). Dice aquél que el cipo fue encontrado en una finca de la fami(8) S. MARINER BIGOsRRA: "Notas de epigrafía valenciana". Archivo de Prehistoria Levantina, V. Valencia, 1954, pág. 225 y SS.Recoge, en síntesis, lo que sobre este epitafio
publicaron Hübner, Chabret, Sarthou y el P. Fita.
[page-n-247]
lia Puchol, tesis admisible por cuanto, desde su nallazgo, la piedra ha permanecido e n poder de esta familia, que todavía posee, e n las Alquerías
del N i ñ o Perdido, una finca q u e limita, carretera y canal por medio, con
e l cementerio romano que con toda seguridad se adentraba e n la citada
finca a juzgar por la abundancia de materiales e n superficie e n ia zona
1imítrof.e.
Fig. 2
(112)
Sin embargo f u e o t r o el camino q u e nos situó sobre esta necrópolis.
C o m o es frecuente e n arqueología, la casualidad nos d i o la pista al poner
e n nuestras manos un vaso [fig. 2 ) de pasta clara e n t a n buen estado de
conservación que tal vez p o r esta circunstancia habia pasado desapercibido. Apareció e n una barrera o «terrer» e n el q u e el agua d e lluvia,
a l excavar *un regajal, l o habia levantado. Rápidamente nos dirigimos al
lugar señalado percatándonos de que, l o que descubría la labor d e extracc i ó n d e tierras, era nada menos que el extremo de un cementerio, con
abundancia d e cerámica, tégulas principalmente, si b i e n en lamentable
[page-n-248]
revoltijo en la parte afectada, afortunadamente poco extensa porque las
impurezas de la tierra allí obtenida obligaba a un tamizado que hacia
antieconómica la explotación, que fue inmediatamente abandonada.
Posteriormente en el curso de una visita que al lugar hicimos con
el doctor Camarena Mahiques recogimos a flor de tierra, otro vaso semejante al indicado, pero fragmentado en una treintena de porciones por
la presión de las tierras y que n o obstante pudo ser reconstruido en los
laboratorios del Museo de Prehistoria de Valencia. En sucesivas visitas
encontramos algunas muestras de cerámica, principalmente sigillata hispánica.
N o nos fue posible seguir la pista de un importante hallazgo monetal, del que tuvimos noticia, por cuanto al parecer se lo repartieron los
mismos trabajadores, vendiendo luego las piezas. Pero si logramos la
fotografía de una moneda encontrada por el estudiante V. R. Petit R.0chera. Se trata de u n bronce, acuñación de la emperatriz Faustina Joven.
El nivel arqueológico quedó señalado por los trabajos de extracción
de tierras en los alrededores y en el lugar mismo ocupado por los ente-
Fig. 3
rramientos, en el que como hemos dicho fueron detenidos gracias a que
se utilizaba e l ya viejo procedimiento del azadón. Tenemos de él unos
datos bastante precisos y podemos decir que de suma utilidad para el
día de mañana en que se cuente con recursos económicos y legales suficientes para realizar una excavación metódica. Hoy está convertido en
plantación de naranjos, pero e l trabajo se ha realizado, casualmente, de
forma tal que el yacimiento apenas si ha sufrido (fig. 3) y ha quedado
de momento a salvo de excavadores fortuitos y curiosos irresponsables.
Lo único que ocurre es que, salvo algún que otro fragmento cerámica,
cada dia más escaso, n o es posible ya adivinar qué se oculta bajo aquella
lozana plantación, motivo por el que nos vemos obligados a aportar un
[page-n-249]
plano de situación (fig. 4) capaz de servir a ú n para largo plazo y que
.dejará un rastro seguro a los arqueólogos del futuro (Lám. 11, 3 y 4).
La superficie aproximada es d e 3.500 m pero debió ser e n su día
z
m u y superior por cuanto la finca d e los Puchoi, e n la que debía adentrarse, está al o t r o lado d e la carretera y acequia, siendo n o obstante
d i f i c i l calcular con exactitud la zona d e dispersión superficial de los ya
citados abundantes restos d e cerámica romana, reducidos a simples vestigios por las ininterrumpidas labores.
D e todas formas la extensión es suficiente como para que pensemos
e n algo más que e n una simple villa rural y por otra parte demasiado
lejana la necrópolis de la actual o la vieja Nules para vincularla con ella,
si admitimos su identificación con la Noulas romana. Es forzoso a d m i t i r
e n las cercanías, devorado por los cultivos, un importante núcleo urbano
que t a l vez la casualidad nos descubra algún día. En este sentido estimamos interesante el dato de que el sedimento d e gravillas y tierras depositado por el R i u Sec e n este paraje, sobre el cementerio, tiene un
espesor superior a m e t r o y medio, difícilmente rebasable por las labores
agrícolas ordinarias.
MATERIALES
Monedas:
Bronce de Foustino Joven, o lo dro. R), Matri Mognae S. C. Cibeles, con corona de
torres, a lo dra. entre leones (Cohen, número 196) (Lám. I II, 1 ).
Cerámica:
Vaso de posta clora, entera (fig. 2).
Voso de pasta clara. Reconstruido en los laboratorios del S. l. P. de Valencia. Difiere
muy poca del anterior.
Fragmento de pie de sigillata hispánico, forma Drogendorff 37, con decoroción de
pequeños círculos cancéntricos. El pie muy bajo y poco marcodo indica un tipo tordio,
del siglo II (fig. 5, núm. 2).
Fragmento de borde de sigillata hispánico, formo Drog. 37, con restos de decoroción
de puntas de flecha horizontales (fig. 5, núm. 3).
Fragmento de sigillato hispánico de formo Drag. 37, de buen tomaño decorado con
motivos grandes alternando las círculos concéntricos cordodos con otros motivos vegetales.
Decoración poco cuidada característico del s. III (fig. 5, núm. 4).
Fragmento de sigillota hispánica, Drag. 37, con decoroción de círculos concéntricos
cordodos.
Frogmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 3.
Fragmento de sigillata claro A, forma Lamboglia 9.
Frogmento de sigillata hispánico formo Drog. 37, con decoración de círculos concéntricas alternando con líneas verticales (fig 5, núm. 5).
Fragmento de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de sigillato hispánica, forma Drag. 37, con decoroción de círculos concéntricos (borde).
CRONOLOGIA
La sigillata hispánica nos da para el conjunto una cronología q u e
se puede f i j a r con bastante precisión e n la primera m i t a d del siglo III,
[page-n-250]
Fig.
4
- 214 -
[page-n-251]
Fig. 5
[page-n-252]
ya que los dos fragmentos de sigillata
larga duración que alcanzan hasta el
Cronología que encaja perfectamente
moneda, que puede cifrarse entre el
larga vida del bronce.
clara A corresponden a formas de
siglo III en sus primeras épocas.
con la fecha de acuñación de la
170-175 d. C., habida cuenta la
EXPLOTACIONES AGRARIAS
F I N C A DE MANRIQUE
En la partida del Madrigal, muy cerca del ermitorio de la Virgen de
Gracia, entre los caminos de la Ermita y Vell de Castelló a Onda pero
lindante con el primero, a 270 metros de la cruz de término situada e n
el punto de arranque o vértice de ambos, hay una parcela que figura en
el plano del Catastro con el número 287 del polígono 1 (9). En la pared
de piedra seca que limita con el camino hay, incluida, gran cantidad de
cerámica industrial romana.
En el año 1908, al roturarla, se encontraron diseminadas pero en el
corto espacio de u n metro cuadrado, sobre lo que al parecer era el pavimento de una habitación, algunas monedas que el propietario a la sazón,
don Salvador Manrique conservó en buena parte después del ((obligado))
reparto a favor de eruditos y curiosos de la numismática. Le quedaron
17 que llevó a la Exposición de Valencia de 1909 obteniendo, como expositor, una medalla de bronce. Por cortesía de doña Concepción Manrique
Miró, heredera de la finca y depositaria del lote monetal, lo pudimos
fotografiar, enviando una copia al doctor don Felipe M a t e u y Llopis, quien
procedió a su estudio publicándolo en ((Numario Hispánico)) (10).
En diversas prospecciones hemos tenido ocasión aún d e recoger abundantes fragmentos de sigillata hispánica. Pero el material que publicamos nos l o cedió doña Concepción Manrique, cuyas atenciones agradecemos desde estas líneas.
MATERIALES
As bilingüe de S-a-i-ti (Vives; XX, núm. 1 1 ) .
Dupondio de Ti. Claudius Caesar Aug. P. M. Tr. P. Imp. busto laureado o la dra.;
rev. Constantiae Augusti, S. C. (Cohen, núm. 13, año 41).
(9) Todas las referencias topográficas se refieren al Mapa Nacional Topográfico Parcelado, escala 1 : 2.000, del Instituto Geográfico y Catastral.
(10) F. MATEU Y LLOPIS: s'Haiiazgos monetarios XX". Numario Hispánico, X .
I
Madrid, 1967, pág. 45 y ss.
[page-n-253]
Fig. 6
[page-n-254]
As del mismo Ti. Cloudius Caesar Aug. Imp. P. M. Tr. P. Cabezo a la izqda.;
rev. Vesta S. C. (Cohen, núm. 100, año 41 ).
As del mismo Ti. Cloudius Caesar Aug. P. M. Tr. P. Imp. P. P. Cabeza a izqda.;
rev. Constantiae Augusfi S. C. joven, según Eckhel, con asta (Cohen, núm. 14, año 41 ).
Dupondio de Imp. Coes. Vesp. Aug. P. M. T. P. Cos. III Cens. Cabeza laureada a
dra.; rev. Aequitas August. S. C. la Equidad a izqda. con la balanza (Cohen, núm. 8,
año 71).
Bronce del mismo Imp. Caes. Vesp. Aug. P. M. Tr. P. Cos VIII. Cabeza a izqda.;
rev. Ceres August. S. C. (Cohen, variante del núm. 57, años 77-78).
As de Imp. Caes. Domit. Aug. Germ. Cos. XI, Cens. Pat. P. P. busto a dra.;
rev. Fortunae August. S. C. lo Fortuna a izqda. con timón y cornucopia (Cohen, 118).
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Fig. 7
Bronce del mismo, Imp. Caes. Domit. Aug. Germ. Cos. XII, Cens. Per. P. P. Cobezo
laureado a dra.; rev. Virtuti Aug. S. C. El Valor a dra. pie sobre casco, "parazonium"
(Cohen, núm. 647, año 86).
Bronce de Imp. Caesar Tra. Hadrianus Aug. Cabeza laureada a dra.; rev. Pietas
Aug. S. C. Pont. Max. Tr. Pot. Cos. III, la Piedad de frente y altar (Cohen, núm. 1.021,
oño 117).
Otros del mismo Hadrianus Aug. Cos. III, su busto a dra.; rev. Traianus Hadrianus
Aug. busto a dra.; Annona Aug. Pont. Max. Tr. Pot. Cos. II, S. C. la Abundancia, cuerno de Amolteo y "modius" (Cohen, núm. 179, año 118).
[page-n-255]
Hadrianus Augustus P. P. busto a dra.; rev. Cos. III, Palas a dra. con escudo y jabalina (Cohen, núm. 298).
Hadrianus Aug. Cos. III, P. P. Cabeza laureada a dra.; rev. Vesta S. C., sentada a
izqda. (variante del núm. 1.450 de Cohen).
Bronce de Aurelius Caesar Aug. Pii F. Cos. Cabeza desnuda a dra.; rev. Pietas
Aug. secéspita, aspérgilo, preafericulum, lituo y simpulo S. C. (Cohen, p. 47).
Otro de Faustina Augusto, busto a dra. Annia Faustina hija de Antonino y Faustina
.
esposa de Marco Aurelio; rev. luno S C. (Cohen, núm. 123, año 175).
Dos bronces imperiales casi frustros, coetóneos de los anteriores, uno de Hadriano,
de la Abundancia, S. C. y otro, Aug. P. M. Tr. P. rev. al parecer de Concordia exercituum
y las dos manos.
..
Fig. 8
Cerámica:
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 30, con decoración en grandes metopas encuadradas p o r lineas de puntos de flecha. Se aprecia parte de una metopa con
la figura de un ciervo acosado por dos perros. Aunque la figura sea distinta, recuerda
el motivo de otra forma 30 procedente de Almendralejo (Mezquiriz, II, Cám. 30, núm. 1
y 59, núm. 335 y 336). Puede fecharse en la segunda mitad del siglo I de la Era (fig. 6,
núm. 6).
ifusayola? de pasta clara (fig. 6, núm. 7).
Pie de copa, de forma indeterminable, de sigillata hispánica (fig. 7, núm. 8).
Pie de vaso, de pasta clara, con un grafito en la base (fig. 6, núm. 9).
Tres pondus, de pasta claro, preparada con algún descuido. Se reproduce uno (figura 7, núm. 10).
Dos tubos (fig. 8) semejantes a los estudiados por Fletcher y Alcacer en el horno
romano de Olocau. En el presente caso utilizados tal vez como lumbreras; indican muy
posiblemente la presencia de un alfar.
Fragmentos de dolia, tegulae, ánfora, etc., incluidos en una pared de piedra seca.
Otros materiales:
Tan sólo podemos destacar un fragmento de canto rodado, de arenisca, con barniz
cerámico superficial, especie de esmalte, de color blanco con matices verdes.
[page-n-256]
El único fragmento de sigillata hispánica utilizable (fig. 6 núm. 6)
,
nos la establece en la segunda mitad del siglo I o principios del Il. Hecho
que se confirma con el conjunto monetal, prolongándola (las acuñaciones
están comprendidas entre el año 41 y el 175) hasta finales del siglo II por
lo menos. Ahora bien, creemos que se debe proceder con cierta cautela, al
prolongar la vivencia d e la explotación, dado el estado en que se encontró
el tesorillo, como desparramado por la habitación, lo que puede indicar
u n final violento, con incendio quizá (nos indican, los que del hallazgo
guardan algún recuerdo, que con las monedas apareció abundante materia orgánica carbonizada) y subsiguiente ocultación bajo los escombros.
En circunstancias *paralelas a las descritas p r el doctor Esteve Gálvez
para las halladas en la villa de Benicató.
CORRAL DE GAL.IND0
En la partida denominada Pinella, a ochocientos metros en línea
recta de la carretera de Villarreal a Onda y algo más de 1 kilómetro d e l
límite del término con el de Bechí, existe un viejo corral llamado de
Galindo y construido al parecer para encerrar ganado. Desde allí y hasta
el camino viejo de Bechí va, en sentido descendente y paralelo en algunos
tramos al ramal izquierdo del Barranco de Rátils, el Camino del A l j u b
llamado así por el que hay a su derecha, y aproximadamente en su tramo
medio, en el cauce mismo del barranco. A su izquierda y en este mismo
paraje se extiende una extensa zona con abundante cerámica y restos
de construcciones, apenas reconocibles ya más que por el hecho de que
la piedra, abundante en la partida en estado de fácil utilización, no fue
ulteriormente aprovechada y está aún, amontonada, junto con algunas
pellas de argamasa y abundantes fragmentos de cerámica industrial romana (tegulae, dolia) permitiendo distinguir lo que fueron sin duda
alguna habitaciones o cobertizos. Ocupa esta zona las parcelas 245, 342-a
y 243-b del polígono 38 (hoja 2." y última) del plano del Catastro de
1952. N o obstante la cerámica que más abunda, en el espacio citado y
en sus alrededores, sobre todo en una extensa cuña que penetra hasta el
corral de Galindo, es una indígena muy tardía y que, conservando en
alguno de sus elementos formas clásicas, trasciende a veces hacia lo que
en otros sitios hemos visto como netamente árabe. Lo típicamente romano está muy localizado en las parcelas señaladas. La sigillata apareció
en muy contadas muestras, suficientes para su identificación pero demasiado pequeñas para su estudio, por l o que n o se reproducen. En cambio la cronología nos la da una moneda (Lám. 111, 2) aparecida en una
[page-n-257]
de estas fincas, a l excavar un hueco para una alberca. Acuñada por Antonino Pío nos da también una segunda mitad del siglo II d. C.
Se trata al parecer de una explotación agricola, sin construcción
alguna suntuaria, y cuya proximidad a la acequia del Diable II (unos doscientos metros) alimenta la hipótesis de que utilizara sus aguas. Y creemos que debió ser en su tiempo mucho más extensa de l o que hoy se
puede estimar porque los terrenos son mucho más ricos a medida que
se alejan del cauce del barranco, causa de que estén supercultivados
desde hace largos años por los que resulta imposible en la actualidad
cualquier observación fructífera.
MATERIALES
Poco se puede añadir a lo ya indicado en el texto sobre el particular. Coma material
dotable cabe hablar tan sólo de la moneda ya citada:
Bronce de Antonino Pío. Cabeza a la derecha. Anv. Antoninus Pius
Tr. P. Cos
Rev. Aug. S. C. (Lóm. 111, 2).
...
EL SALT
Características semejantes las observamos en otro yacimiento situado
en la misma partida de Pinella, subpartida llamada el Salt por un accidente geológico que en el inmediato Riu Sec provoca una catarata cuando
las aguas de lluvia le dan algún caudal. Pero con la agravante aquí de
que todas las fincas han sido ya roturadas y las observaciones se hacen
dificilísimas. Tan sólo en una parcela se observa, muy fragmentada, cerámica del tipo indígena descrito anteriormente. La romana está representada por tipos industriales (tegulae, dolia) y se observa en los montones de piedra que los labradores han ido arrojando al lecho del río o
incluyendo en los muros de defensa.
El acceso a este yacim,iento se puede practicar por el camino de las
Alquerías del N i ñ o Perdido a Bechi, tomando en el límite de ambos términos el llamado de la Ralla hasta situarse en la margen izquierda del
Riu Sec. Desde allí y ciñéndose a los ribazos y muros de contención, a
trescientos metros se pueden observar ya los pobres testimonios que
aportamos. Como en e l caso anterior se puede sospechar que utilizó para
su riego las aguas de la Acequia del Diable II:
LA TORRASSA
El pasado año 1967 nos deparó la ocasión de asistir a la última oportunidad del más importante yacimiento arqueológico d e la zona y que
pudo haber sido, de llevarse las cosas bien desde los primeros escarceos
practicados a comienzos del actual siglo, uno de los más interesantes de
[page-n-258]
la región. Se trata de la villa romana d e La Torrassa, llamada así p o r
algunos restos d e construcción de los que son a ú n testigos los ancianos
y que ,daban nombre a la partida dentro del amplio Pla Redó, que comprende las tierras de secano d e más allá del R i u Sec. (1 1).
A caballo sobre la línea divisoria de los términos Bechí-Villarreal,
e n cuanto al d e Bechí se refiere f u e e n su día dado a conocer este
yacimiento por d o n Pascual M e n e u q u i e n e n 1901 publicó en el «Heraldo d e Castellón)) unas notas q u e luego r e c t i f i c ó e n «Ayer y Hoy)),
revista editada e n la misma capital (12). En un rasgo d e ejemplar honradez el señor M e n e u confesó q u e los materiales que él había emplazado e n la época «greca-romana antigua)) eran burdas falsificaciones
colocadas e n el tajo por «mano criminal)). A u n q u e sólo fuera por esto
nos veríamos obligados a tomar con grandes reservas el resto d e la aportación de M e n e u quien nos habla d e «sepulturas, esculturas, monedas,
etcétera)) confirmadas a pesar de todo por otras fuentes ( 1 3). Por nuest r a parte, aunque n o utilicemos aquí o t r o material q u e el obtenido en
esta ú l t i m a etapa, debemos afirmar que las monedas aisladamente recogidas por M e n e u e n su excavación (14) encajan con las que encontramos
nosotros.
U l t i m a m e n t e d e la villa sólo se reconocían unas cimentaciones pero
quedaba pendiente d e roturación una parcela d e n t r o del término d e
Villarreal, j u n t o al m o j ó n de término del camino d e la Ralla y formando
ángulo con el arranque d e l camino del Palmeral. Es la 1 2 5 del polígono
3 1 del p!ano del Catastro de 1952 (fig. 9). Plantada d e olivar perdió
este c u l t i v o ,en el año 1 9 3 7 quedando yerma y pendiente d e una labor
d e transformación, fácil dado su aparente buen nivel d e tierra.
A la espera de que en el m o m e n t o menos pensado se iniciaran las
labores, montamos vigilancia a cargo d e los guardas jurados del término, contando d e antemano con la escasa colaboración del !propietario.
Se h i z o t a n larga la espera que transcurrieron largos años, hasta q u e la
intensiva fase actual d e roturación con moderno utillaje apareció e n el
(11) En realidad la partida la constituye el llamado " 1 Redó", pero dentro de ella
PA
forman como un? subpartida las tierras que se riegan del pozo al que titularon "La Torrassa" precisamente por construirse en las inmediaciones de estas ruinas.
(12) P. MENEU: "Arqueología bechinense. Errores". Ayer y Hoy, Revista de Castellón, año 11, núm. 41. Castellón, 1903.
1
(13) M. FERRANDIS IRLES: "Noticias históricas de Bechí. 1 Ermita de San Antoriio". Ayer y Hoy, revista de Casteiión, año 1, núm. 11. Castellón, 1902.
Dice Ferrandis que cerca de San Antonio de Bechí "se han encontrado restos de una
población romana" afirmando que se trata de Sepelaco.
(14) Dice Meneu que encontró seis monedas, pertenecientes a acuñaciones de Domiciano, Trajano, Adriano, Maximino 1, Claudio 1 el Gótico y Constantino el Grande.
1
ObsCrvese al fiml cómo encaja también su cronología con la que nos da el estudio de la
terra sigillata.
[page-n-259]
término hace escasamente un lustro. Entonces se h i z o cargo de la vigilancia nuestro compañero don Lorenzo Úozalbo Delás aprovechando sus
visitas frecuentes a una propiedad cercana. Así pues, el pasado año pudimos sorprender los trabajos apenas iniciados, pero cuando ya los tractores habían efectuado unas pasadas por toda la superfici,e. A partir de
C HALLAZGOS ESCAQOS
2 CILINDRO ENTERRADO
3 MoJO'N DE ~I?RM~NO
4 CILINDROS A.FLORADOS
L/
Fig. 9
este momento y en guardia casi permanente, dispuestos a sacar el máximo partido d e la situación, fuimos recogiendo abundante material, que
en parte reseñamos, pero naturalmente en el lamentable estado que
cabe suponer ( 1 5).
(15) En realidad salió todo muy fragmentado de origen. Lo más lamentable fue no
haber podido casar ninguna pieza dadas las desfavorables circunstancias en que se trabajó.
En una ocasión, en que nos acompañaban don Guillermo Bernat y don Vicente Girona,
e~tUVim0slo que se dice "lidiando" a un mostni050 Caterpillar, cuando efectuaba unas
pasadas de nivelación, asranchndole de entre las cadenas y durante la marcha fragmentos
de lucerna o de terra sigillata.
[page-n-260]
La parte levantada por la roturación era casi toda de labor, contando
sólo en la parte E. con una faja ,de vnos doce metros con cobertizos
utilitarios, en los que había un lagar. Aparecieron en él dos cilindros
(fig. 19,57 y Lám. I V ) de piedra caliza que consideramos piezas principales
de una prensa de extracción de aceite (16)- O t r o de ellos quedó aún
enterrado en el camino de la Ralla, a tres metros del mojón de término,
Posteriormente tuvimos ocasión de ver en Bechí, en la casa que habitó
el señor Meneu, dos más de estos cilindros,. idéntico uno y otro del mismo
diámetro pero sólo de 55 centímetros de altura.
Esta ;parte edificada tenia una de sus paredes cimentada con sillares
calizos traídos probablemente, como los cilindros, de la escasa distancia
de un kilómetro a que está la montañita o cerro de San Antonio, donde
sabemos que durante la Edad Media se explotó una cantera. Estaba
techada con la clásica tégula, y del piso se conserva un fragmento de
medio metro cuadrado, oculto en la base de un ribazo. Estaba formado
por losetas de barro cocido, rectangulares, y de ,dimensiones que, aún
difiriendo en cada caso, ya que se trata de una labor más bien basta, se
aproximan a los 10 x 6 x 2'5 cm. colocados en sentido vertical y tormando espiga. Otro ladrillo que apareció, aunque con escasa frecuencia, era cuadrado, de 21 cm. de lado y con un espesor de cuatro a
cinco, según los casos. Aunque parece estar concebido para piso, lo hemos visto en una mampostería en la acequia de Les Argamasses que
estudiamos al principio. De dolium n o llegamos a ver más que grandes
fragmentos. Casi todos ellos daban la impresión de estar ya rotos con
anterioridad a la acción de las máquinas. La terra sigillata se mostró
abundante, asi como fragmentos de ánfora. Y algo que llamaba la atención era la superabundancia d e vidrio, del que reproducimos algunas
muestras.
Las monedas encontradas fueron cuatro, una de ellas totalmente
reducida a óxido, pero las otras tres en perfecto estado tras una elemental restauración.
Como riego pudo utilizar el de la Acequia del Diable II, por cuanto
la finca está por debajo de la cota 60, ya directamente o mediante la
Bassa Seca, estanque artificial d e la época que hay en las inmediaciones
y que n o dudamos en relacionar con esta explotación, aunque hasta el
momento presente n o le hemos podido dedicar un detenido ,estudio.
(16? Coicidreron en esta apreciación todos los labradores a quienes intermgamoa, si
bien ninguno de eiios dijo haber visto en los pueblos cercanos ninguna prensa que utilizara
piedras de este tipo.
- 224 -
[page-n-261]
MATERIALES
La descripción detallada de los materiales :ecuperados se haría interminable. Nos
limitaremos, pues, a reseñarlos someramente, deteniéndonos sólo en aquellas piezas o
elementos capaces de aportar algo al trabajo, bien en el sentido cronológico, bien en
el técnico o de una manera general capaces de contribuir al mejor conocimiento del
yacimiento.
Monedas:
Las tres que pudieron ser restauradas pertenecen a Galieno, dos de ellas, y la tercera a Claudio II el Gótico. Anv. busto a la derecha, Gallienus Aug. Rev. Fortuna Redux,
la Fortuna, con timón y S en campo (Lám. 111, 4). Anv. busto a la derecha, Gallienus
Aug. Rev. Aequitas Avg. la Equidad con balanza y cornucopia y VI (Lám. 111, 5).
Anv. busto a la derecha, Imp. C. Clavdius Avg. Rev. la Equidad con balanza y cornuc w i a (Lám. 111, 6).
Cerámica:
Los fragmentos de ánfora, dolium y otras piezas industriales son innumerables, y no
insistimos sobre ellas por haberlo ya indicado en el texto. De cerámica corriente de
pasta clara, reproducimos tres fragmentos (figs. 10, 11 y 12) así como otros pertene-
Fig. 11
Fig. 10
(112)
(112)
cientes a lucerna (fig. 15, núms. 32 y 33; fig. 16, núm. 39). Un fragmento de cerómica
estampada a base de anillos (fig. 15, núm. 35). En la fig. 16, núms. 37 y 38, se reproducen
perfiles de cerámica muy fina, de pasta clara o rosada más bien, y en otros casos de
pasta gris, por fuerte cocción, pero con un engobe superficial rosado. En el caso del
número 38, decoración impresa, a rueda. El anillo de la fig. 15, núm. 34 parece ser,
o pesar del excesivo cuidado puesto en su manufactura, una de las piezas que se interponen entre las que van a ser cocidas, en el horno, para la mejor circulación de ,los
fuegos. De la presencia & un horno cerámico nos da idea, aparte de este elemento, la
presencia de abundantes fragmentos de tubo de lumbrera, como los encontrados en la
finca de Manrique y descritos en este mismo trabajo.
[page-n-262]
Terro sigilloto
Pie de un cuenco de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de pie de sigillata hispánico.
Fragmento da borde de sigillata clara B, con decoración a la ruedecilla; posiblemente
una forma 2. E importante señalar este fragmento por la escasez de la variedod B de
s
sigillata clara en España (fig. 13, núm. 22).
Pie de vosijo grande de sigillata hispánica (fig. 13, núm. 16).
Fig. 12
Pie de copo de sigillota hispánica, de fina calidad, posiblemente una formo Dragendorff 24/25 o Drag. 27. Segunda mitod del siglo I al siglo III.
Frogmento de fondo de sigillato hispánica. Pie muy bajo de tipo tordío (fig. 13, número 17)Fragmento de sigillata hispánico, forma Drag. 37.
Fragmenta de fondo, con pie muy bajo, de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de patera de sigillata, Drag. 15/17. Del año 50 ol 350. Por la forma,
debe ser de los siglos I/ Il.
Fragmento semejante al anterior.
Fragmento de fuente de sigillata cloro C.
Fondo de patera de sigillato hispánica, con marco rota. Sólo se lee EX ..., posible
comienzo de EX. OF.. .
Fragmento de borde de sigillata hispánica, posible forma Drag. 15/17.
Fragmento de sigillota hispánica con decoración de círculos y rosetos en su caro
interior (Mezquiriz, II, Iám. 91) (fig. 13, núm. 20).
'Fragmento de sigillata hispónica con el barniz muy perdido y decoración de líneas
verticales y puntas de flecha, seguramente separando metopas (fig. 13, núm. 21 ).
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración a dos franjas de
círculos cordados alternando con motivo vertical; en el interior del círculo, roseta de
siete pétalos; en la franja inferior los círculos son concéntricos. Fines del siglo I O
siglos II (fig. 14, núm. 23).
Pequeño fragmento de sigillata con decoración vegetal (fig. 15, núm. 26).
Fondo de pátera de sigillata hispánica (fig. 13, núm. 18).
Frogmento de sigillata hispánica de forma Drag. 37, con decoración de círculos.
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Fig. 13
(111)
[page-n-264]
F g 14
i.
(111)
[page-n-265]
Es de un tipo algo más tardío que los fragmentos anteriores. Siglo II/ III (fig. 14, núm. 24).
Fragmento de sigillata hispánica, copa de forma Drag. 27.
Fragmento de borde de sigillata hispánica, forma Drag. 37 tardía.
Fragmento de borde de sigillata clara A, formo Lamboglia 1.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37.
Fragmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 10 a.
Fragmento de sigillota hispánica con decoración de puntas de flecha.
Frogmento de sigillata hispánica, forma Drag. 29, con cenefa de ovas por debajo
del borde. Segunda mitad del siglo I o comienzos del II (fig. 14, núm. 27).
Fragmento de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de sigillata hispánica con decoración de circulos con roseta interna de
cuatro pétalos, alternando con motivo vertical (fig. 15, núm. 28).
, Fragmentos de sigillata hispánica, forma Drog 37.
Fragmento de sigillata hispónica lisa.
Frogmentos de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos concéntricos.
Frogmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 2.
Fraamento de siaillata clara A. forma Lamboalia 1.
~ragmento sigillata hispáni;o (fig. 14, núm. 25).
de
Fragmento de sigillota hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos.
Frogmento de sigillota hispánica, con decoroción de círculos.
Fragmento de sigillata hispánica con decoración de columnillas (fig. 15, núm. 29).
Fragmento de borde de sigillata clara A, forma Lamboglia 2 c.
Fragmento de borde de sigillata hispánica lisa.
Frogmento de sigillata hispánica, con una roseta de cinco pétolos (fig. 1S, núm. 30).
Fragmento de borde de copa de sigilloto hispánica, Drag. 27.
,Fragmento de sigillata hispánica.
Fragmento de sigillata hispánica, formo Drag. 37, de paredes muy finos, con decoración de circulos concéntricos en espiga (fig. 15, núm. 31).
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración de pequeños
círculos concéntricos.
s
Fragmento de gran fuente de "barniz rojo interno pompeyano". E un tipo de vasija
fechable durante el siglo 1 a C. y 'hasta lo época de Augusto.
Fragmentos de sigillata clara C, formo Lamboglia 40.
Fragmento de pie de sigillata hispónica.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drog. 37, con decoración de círculos concéntricos.
Fragmento de borde de sigillata hispánica.
Fragmento de sigillata cloro A.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37.
Fragmento de pótera de sigillata hispánica, forma Drag. 15/ 17.
Fragmento de copa de sigillafa hispánica, forma Drag. 27.
Fragmento de gran plato de borde plano de sigillata hispánico, forma Mezquiriz 415.
Fragmento de sigillato hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos.
Fragmento de pie de sigillata hispánico, posiblemente con marca de la que sólo
se aprecian los círculos que encuadraban la cartela.
Fragmento de sigillata hispánica lisa, farma de paredes curvos, con la marca de)
alfarero AGILIANI, marca que, asimismo, se encuentra en Mérida 'Ver Mezquiriz, 1, 45
y 164, 11, 8), La Serreta (Alcoy) y Sagunto (fig. 13, núm. 19).
Campaniense
Fragmento de pátera de camponiense 0 , forma Lamboglia 36.
b o c a imperial (fig. 16, núm. 36).
Del 150 o. C. hasta
Metal:
Hierro
Un clavo, de sección rectangular y cabeza tal vez redonda originariamente, pero
rectangular actualmente, formando cruz con el vástago. Longitud, 12 centímetros.
4
Restos muy oxidados de otros siete clavos. Pieza rectangular de 1 por Y 5 centímetros,
formada por dos láminas superpuestas (unidas mediante dos remaches) de cuatro milímetros de espesor.
[page-n-266]
Fig. 15
- 230 -
[page-n-267]
Fig. 16
(111)
[page-n-268]
Bronce
Una pieza rectangular de 24 por 4 centímetros y espesor, originariamente, de
uno o dos milímetros, con nueve remaches del mismo metal. Fragmentos varios
de bronce laminado. Tres clavos de sección rectangular, sin cabeza. Un clavo de sección
rectangular y cabeza redondo, con punta aplanada. Pieza de fundición (fig. 18, núm. 48).
¿Seguramente la tapa de una lucerna? Disco de bronce laminado (fig. 18, núm. 49) en
forma de platillo, con perforación central. Recuerda los usados en algunos instrumentos musicales. Asita (fig. 18, núm. 50). Alambre con anillo foriado en un extremo y
aplanamiento en el otro (fig. 18, núm. 51). Bisturí (fig. 18, núm. 52).
Plomo
Varios fragmentos de lámina, de espesor inferior al medio milímetro, uno de ellos con
un remache adherido. Una tira rectangular de 12 x 2'5 cm. y espesor de 3 mm.,
con tres orificios rectangulares originados por clavos. Un anillo de 10 cms. de diámetro
exterior y unos 7, en el interior, cilíndrico, de 4'5 cm. de altura y peso de 1'700 Kg.,
que formaba la unión de dos tuberías.
Piedro:
Cinco fragmentos de mármol trabaiodo, seguramente revestimiento de columnas. Destacamos el representado en la figura 21, cedido por don Guillermo Bernat Crespi. Un
alisador de arenisca. Un canto rodado, de arenisca blanca, con la cara superior esmaitoda en blanco con vetas verdosas en distintos matices. Un canto rodado (?) de arenisca del país, de forma esférica con el polo superior achatado y el inferior casi plano,
usado tal vez como ponderal, con un peso de 700 gramos. Varios fragmentos de
pizarra. Escorias de fundición. Una lasca atípico de sílex de importación, color
escarlata (fig. 19, núm. 55). Una tesela (?) de piedra dura, azul prusia (fig. 19, número 56). Tres cilindros de piedra caliza, de uso industrial, de los que ya se habló
(fig. 19, núm. 57 y Lám. IV). A los que se deben añadir los dos que tiene la familia
Meneu, en Bechí.
Vidrio:
Hemos destacado la obundancia de vidrio, hecho que ya fue puesto de relieve por
Meneu. Los matices más acusados son, en una extensa gama, los verdes. Abundan los
claros (incoloros) y sólo hemos visto un ejemplar violado.
Hay fragmentos de grandes fuentes. En la figura 17, núms. 4 0 a 47 reproducimos asas,
cuellos y bordes. La 46 es un fragmento de pulsera (o asa) de color negro.
Hueso:
Aparecen los de los animales de convivencia o consumo. (ovidos, cópridos, &quid%,
suidos) siendo destacable la abundancia de colmillos de jabalí.
Entre los trabajados destaca el que.se labró paro formar parte de una bisagra (fig. 19,
número 53) y algunos palillos muy semejantes a los que actualmente se usan, de madera,
en la mesa (fig. 19, núm. 54).
Marfil:
Parte superior de un cálamus (fig. 19, núm. 58).
CRONOLOGIA
El conjunto presenta una cronología entre la segunda m i t a d del
siglo II y el siglo III, después d e J. C., con algunos materiales del siglo I
a. C. como el fragmento de rojo pompeyano interno y el campaniense B.
Cronología que, obtenida mediante el estudio d e la cerámica datable,
encaja perfectamente con la aportada por las monedas encontradas.
[page-n-269]
y.".
-.
Fig. 17
[page-n-270]
Fig. 18
- 234 -
[page-n-271]
L A C I M A DE CAP BLANC
Aunque extraño este emplazamiento al término de Villarreal, n o podemos omitirlo aquí :por estar situado precisamente sobre la presa de la
Acequia del Diable 1, y pasar casi por dentro de él la II. Se trata ahora
d e un poblado, m u y pobre en apariencia, y que ocupaba una extensa zona
sobre la que se extiende abundantemente la cerámica indígena tardia,
que hemos descrito ya y suele acompañar casi siempre a la romana, incluso a la sigillata con la que alterna y algunas veces se superpone. Es
aquí donde se hace más patente esta confusión, si bien la sigillata ocupa
sólo una reducida parte del poblado. Es talmente como si en el lugar hubiese habitado una reducida guarnición militar, administrativa o técnica,
que n o llegara a construir sino que se limitara a vivir al estilo indigena,
o a utitizar tan solo alguno de sus particulares elementos, como tegulae,
de las que se observan fragmentos, así como algún dolium, cuyos pedazos
se pueden contar.
En el término de Onda, a 800 metros de la línea de separación de
éste del de Villarreal, en una extensión de casi un kilómetro por la margen derecha del Mijares y a ambos lados del Camí de les Trencades se
extiende la zona en que superficialmente puede encontrarse cerámica.
N o obstante el poblado, cuyas viviendas se pueden aún individualizar,
ocupa u n espacio más reducido, en las proximidades de la central de la
Hidroeléctrica y .en lugar fácilmente reconocible por algunos murallones
que le dan la semejanza de u n poblado del Bronce.
Su economía n o parece que pudo ser próspera. El regadío n o la podía
favorecer y sin duda alguna se basaba en cultivos de secano y, a juzgar
por algunos espacios cerrados sin traza alguna de vivienda, la práctica d e
la ganadería tendría gran importancia en su vida. Ultimamente hemos
asistido al descubrimiento de nueve silos enterrados, de forma ovoide, de
los llamados en el país sitjes. Apareció en su interior alguna cerámica de
la descrita como indigena tardia.
Damos estas notas p o r los motivos arriba indicados y sólo a título informativo ya que creemos que el poblado podrá dar mucho de sí cuando
se pueda hacer en él al* más que las prospecciones, reiteradas pero
siempre superficiales, a las que hasta ahora nos hemos visto- limitados.
MATERIALES
Cerámica:
Aparece, en cantidades verdaderamente notables, la cerámica indígena, cuyo estudio
dejamos por ahora en suspenso, limitándonos al de la terra sigillata en cuyo campo hemos
hallado una eficaz colaboración. N o debemos omitir, sin embargo, la ya citada presencia
de cerámica industrial (dolia, tegulae) así como un pondus de forma troncopiramidal. N o
se ha hallado metal alguno, ni vidrio, ni vestigio alguno que diera idea de una mínima
concesión al luio, si exceptuamos la sigillata hispánica que pasamos a describir.
[page-n-272]
Fig. 19
'
53, 54, 55, 56 y 58 t. n. 57 se indican medidas.
[page-n-273]
Fragmento de sigilloto hispánica de forma Drag. 37, con decoración de círculos con
figura animal muy borrosa en su interior (¿caballo o ciervo?) corriendo (fig. 20).
Fragmento de borde de sigilloto hispánica de forma Drag. 15- 17.
Fragmento de sigillota hispánica de forma indeterminada, quizá botella, con arranque
de asa y sin barniz interior.
Fragmento de sigillatq hiyxinicg, con decoración de circulo, con roseto interior.
Fragmento de sigillota hi+áiiica ,de forma Dra@. 15- 17. '
.
.
.
.
S
Fig. 20
,
Fragmento de fondo de forma de paredes curvas, lisa, de sigillata hispánica, con
la marca del alfarero Sentus: OF. SENTI. Hoy uno del mismo nombre en La Graufesenque,
de época de Tiberio. El de esta marca es hispánico, y se encuentran estampillas en Sagunto, en Monastil (Elda) y también en Bonasa y Lixus (Museos de ,Robot y de Tánger).
Es dificil establecerla pues las formas que se han determ.inado (37
decorada y 15/ 17) son d e larga perduración, entre 50 y el 250. Pero una
de las estampillas del norte de Africa, la de Lixus, está sobre una patera
de forma 18, que restringe este período a los años comprendidos e n t ~ e
el 50 y 150/175. (17).
(17) J. BOUBE: "La terra sigillata bispanique en Mauretanie Tingitane. 1 Les mar,
ques de potiers". Rabat, 1965, pág. 202 y 203.
[page-n-274]
CASCO URBANO
N o se h a efectuado, ni cabe esperarlo, hallazgo alguno d e importancia
referido a la época romana d e n t r o del casco urbano d e Villarreal. D e realizarse sólo indicaría la presencia ,de a l g ú n emplazamiento del t i p o d e los
estudiados y tal podría ser el delatado por una pieza acuñada por A n t o n i n o
Pío, hallada e n la excavación d e los cimientos d e la casa número 24 d e la
calle Calvo Sotelo, esquina a la d e Sarthou. Como la moneda nos f u e
mostrada cuando el edificio estaba ya casi terminado, n o nos f u e posible
examinar el nivel ni la tierra extraí.da, por l o q u e debe quedar aquí como
Fig. 21
hallazgo aislado, c o n la garantía que nos ofrece la seriedad d e los autores
del hallazgo, entre ellos el propietario del inmueble, d o n M a n u e l Batalla,
q u i e n afirma que f u e encontrada a 1'70 m. d e profundidad.
[page-n-275]
Descripción: Gran bronce. Anv. busto a la derecha. T. Aelius Caesar.
Rev. 'Tri. Pot. Co. S. 111. Gmcordia. S. C. (Cohen, número 131) (Lámina 111, 3).
La cronología nos la sitúa pues dentro del amplio complejo estudiado.
Hemos visto cómo los materiales aportados ajustan perfectamente y
hasta se complementan en todos los yacimientos estudiados. La más baja
cronologia nos la dan los de la Cima de Cap Blanc, yacimiento que
siempre hemos considerado como «en la base)) de todo el sistema de
riegos, y por ende de todo e l «desarrollo», por utilizar una terminología
actual. Todo encaja, y de tal forma que se !puede afirmar que la comarca
tuvo un papel importantísimo en la economía d e la época, entre mediados
del siglo I y finales del I1 1 d. C.
[page-n-276]
[page-n-277]
DONATE.-Arqueología
romana de Villarreal
LAM. 1
.
[page-n-278]
DORATE.-Arqueología
romana de Villarreal
LAM. 1 .
1
[page-n-279]
DORATE.-Arqueologíd
l.--Las alquerías
1.
LAM. 1 1
romana de Villarreal
2.-Corral
de Galindo
3.--Casco urbano
4, 5 y 6.-Torrassa.
[page-n-280]
DORATE.-Arqueologíz
romana de Viiiarreai
LAM. IV.
[page-n-281]
VICENTE Gl NER SOSPEDRA
(Alcalá de X i v e r t )
Noticias arqueológicas de la comarca
de Alcalá de Xivert (Castellón)-
Desde hace varios años vengo explorando la zona norte, próxima a la
costa de la provincia de Castellón, recogiendo cuantos datos de interés
arqueológico encuentro en ella, con el propósito y deseo d e que' estos m o destos datos que h e podido recopilar sirvan en e l f u t u r o para unas más
intensas exploraciones y excavaciones llevadas a cabo por los organismos
especializados.
Hasta el presente llevo anotados buen número de puntos arqueológicos de los términos municipales de Alcalá, Benicarló, Peñíscola y otros,
pero en la presente ocasión doy nota sucinta del primero de ellos, d e Alcalá, como base para una amplia carta arqueológica d e la zona (fig. 1).
1
EL CAM
El yacimiento se halla en la partida del mismo nombre, cerca de «Pou
de Cervera)) y campo de aviación, a la derecha del f. c. y a la altura del
k m . 1 2 0 de la carretera Valencia-Barcelona. D e dicha carretera parte, en
dirección este, un corto camino vecinal y a unos 200 metros, e n e l borde
izquierdo, existe un bancal llano, donde m u y posiblemente existió una
necrópolis (fig. 2).
[page-n-282]
Fig. 1.-Situación
de los yacimientos.
[page-n-283]
Aproximadamente por los años 1957- 1958 fue tractorado este bancal, removiendo las palas del tractor unas urnas conteniendo cenizas y
huesos; ignoramos el número de vasijas, así como la profundidad a que
aparecieron, n o habiéndose salvado nada.
En m i visita, acompañado de un campesino que tenía noticia del hallazgo y del lugar donde se produjo, encontré superficialmente varios
fragmentos de cerámica semejante a la de La Solivella, con decoración
Fig. 2.-El
Cam.
rojo vinosa en uno de ellos (fig. 3, núm. 1 a 3); otros fragmentos de
pasta más grosera y otros de mejor calidad (fig. 3, núm. 5 y 6); otro presenta una decoración incisa circular, de unos &S centímetros de diámetro
estando compuesto el círculo por una veintena de puntos de poco más
de un milímetro de profundidad, hechos con un instrumento de punta
desigual (fig. 3, núm. 4); un punzón metálico, de cuerpo circular, con
base cuadrada y punta roma, desgastada (fig. 3, núm. 7). Según referencias, aparecieron ((cadenitas)) y otros restos metálicos.
[page-n-284]
Fig. 3.-Materiales
de El Cam.
(T..
n)
[page-n-285]
ALCALA
J
-
DE XNERT
CORRAL DE LA COVETA
,
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-
-
-
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.
. - ,
y , .
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F Ji i
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J.
I_L*.!
4
Recibe este nombre la partida que se halla enclavada entre el «Corral
Blanc)), ((Pigró del Rey» y «Pla del Bou» (fig. 4).
En su interior existen unas pequeñas viseras, a modo de refugio, al
Fig. 4.-Corral
de La Coveta.
amparo de las cuales se construyó el corral, cerrándolas y aprovechándolas
como cobijo.
En la parte posterior del mencionado corral asciende el terreno, e n
dirección N. E., en forma de colina alargada; da acceso a la parte alta re-
[page-n-286]
V. GINER
gularmente pronunciada y llena de maleza, e n algún p u n t o d e la cual hemos podido observar dos posibles alineaciones d e piedras de b u e n tamaño,
con *dirección determinada, una en línea recta cerca d e la división d e aguas
y otra de forma envolvent,e a la misma altura y que se pierde en pequeños tramos y da la impresión d e reaparecer e n otros puntos. El espesor
se puede calcular e n 1/50 metros. La maleza d i f i c u l t a su estudio, pero
las direcciones reseñadas e n e l croquis (fig. 4), son sin duda alineaciones
«clavadas» e n e l suelo y dispuestas e n dirección intencionada.
Fig. %-Piedra con cazoletas, de Corral de La Coveta.
En toda esta parte alta que, alargándose, se u n e con pequeñas alturas ,de los montes d e M u r s (o su prolongación, por «Peña Ventosa))), exist e n piedras sueltas d e regular tamaño y restos d e posibles trincheras, excavadas con m o t i v o d e la pasada contienda.
En !a rápida prospección efectuada n o hallé cerámica ni o t r o dato d,e
interés arqueológico que las citadas alineaciones.
Sin embargo, descendiendo en dirección S.E. y e n las primeras terrazas d e algarrobos, pude encontrar multitud d e fragmentos cerámicoc sin
interés, salvo u n o pobremente decorado, parecido a los d e Piver, y una
piedra rectangular, d e color gris, algo trabajada, d e 52 x 35 x 14 cm.,
q u e presenta dos pequeñas cazoletas circulares e n una de sus caras, sepa-.
radas 24 cm. y d e 1'5 mm. d e profundidad (fig. 5).
[page-n-287]
3
LA MESQUIDA-PIVER
El yacimiento se encuentra en la partida de La Mesquida, en la subpartida de Piver.
La parcela donde se produjo el hallazgo se encuentra al borde izquierdo de un camino vecinal que partiendo de la carretera de Alcalá a Cuevas
de Vinromá, va directo, después de un recorrido de menos d e un kilómet r o y haciendo varias curvas, a una casa de campo, donde uno de sus bancales es el lugar del hallazgo.
Fig. 6.-Mesquida
(Piver).
La finca está enclavada entre tres barrancos que, bajando de los cercanos montes de M u r s y en la curva de la carretera antes mencionada,
entre los kilómetros 3 y 4 discurren dando origen a unas suaves lomas
,
alargadas hasta perderse en el llano (fig. 6).
En labores agrícolas, el tractor removió gran cantidad de losas, que
[page-n-288]
V GINER
.
fueron extraídas a mano, quedando otras enterradas. El tamaño de las mismas es de 50/60 cm. de largas por 30, de anchas, siendo planas y sin
labor alguna.
En el lugar que nos indicaron la existencia de una sepultura, limpiamos el terreno para confirmarlo, comprobando que se hallaba cubierta
por losas del tipo de las descritas, situadas en sentido horizontal sobre
la fosa, tocándose unas con otras.
La fosa se hallaba excavada, orientada de N.E. a S.O. en el terreno
semiblando de arcilla color blanco, denominada «mortí» e n la comarca.
Medía dos metros de longitud, por 27 centimetros de ancho en la parte
alta y 32 en la baja, siendo su aliura de unos 4 0 centimetros (fig. 7).
Fig. 7.-Sepultura
de La Mesquida (Piver).
El interior estaba todo revuelto por efecto del paso del tractor, por lo
que n o podía deducirse la posición y orientación del esqueleto. Los hallazgos consistieron en un trozo de bóveda craneana, dos grandes fragmentos de maxilar inferior, con un molar cada uno y once huesos largos.
M u y cerca de ésta, apareció otra fosa de dimensiones menores (un
[page-n-289]
Fig. 8.-Sepultura
de La Mesquida (Piver).
F g 9.-Piedra con cazoletas, procedente de La Mesquida (Piver).
i.
(112)
[page-n-290]
V. GINER
m e t r o d e longitud, por 25/30 centímetros de ancho), sin que pudiéramos identificar e n ella más que u n trozo de cráneo (fig. 8).
Por las losas esparcidas y las manifestaciones del dueño del terreno,
deducimos que el conjunto de enterramientos n o excedería d e unos doce.
Cerca d e l bancal donde se hallan las sepulturas, a la otra parte del
camino vecinal antes citado, existe una loma suave, pobre de vegetación
donde aparecen trozos d e cerámica m u y fragmentada.
A unos 250 metros d e los enterramientos, en dirección N.E., apareció
una piedra con una cazoleta en cada cara, como si se tratara de un percutor (fig. 9).
PALAU
El lugar del hallazgo está al S. de Alcalá y antes d e llegar al montículo
y noria de Palau, e n una parcela llana que toca el camino d e Palau e n su
borde izquierdo (fig. 10).
El bancal f u e tractorado e n 1458, apareciendo urnas que fueron rotas
Fig. 10.-Palau.
o nuevamente sepultadas, revueltas con la misma tierra, j u n t o a posibles
ajuares y útiles metálicos, según referencia d e l propietario del terreno.
N o podemos, pues, precisar la posición y profundidad de las urnas y
ni siquiera hemos podido rescatar alguna d e ellas entera. Según parece,
e l dueño del tractor guardó algunas de las piezas halladas y el dueño d e l
[page-n-291]
AL CAL^ DE XIVERT
11
campo un obj,eto metálico que n o pudo mostrarme por haberlo extra
do. Dero que por la descripción q u e h i z o del mismo, hace sospechar
..
. .
se trataba de una «falcata».
Fig. 11.-Fragmentos cerámicos y metálicos de Palau.
En la prospección realizada pude hallar, superficialmente, algunos
fragmentos cerámicos semejantes a los d e La Solivella y un objeto de
hierro posible abrazadera (fig. 1 1).
[page-n-292]
12
V. GINER
Por l o visto sobre el terreno y por las noticias ,proporcionadas por el
dueño del mismo, la necrópolis n o era extensa, conteniendo pocas urnas
en una pequeña área.
En las proximidades apareció un gran trozo d e molino circular de piedra, d e 40 centímetros de diámetro y 14 de espesor máximo (Lam. IV, 3).
BASASA
Partida situada cerca de Palau. Partiendo de Alcalá por e l camino de
la Basasa, en ,dirección S.O., existe e n su margen izquierda, a unos 250
metros antes de llegar al azagador de la Balsa Espiches, un corto camino
vecinal que muere en una casita de campo, en cuya parte posterior, e n un
bancal alargado de N. a S. (fig. 12) el tractor sacó y destrozó un ánfora,
n o habiendo podido hallarse objeto alguno en el removido bancal (Lámina 111, 1).
Reconstruida e l ánfora, nos ha dado las siguientes medidas, en el estado actual: Altura, 90 cm.; diámetro máximo, 28 cm.; diámetro boca,
16 cm.; espesor máximo de las paredes, 1O/ 12 mm.
BASETA DE ASQUENOTA
M u y cerca del corral d e Asquenota, e n su parte posterior (fig. 13)
tuve noticia de la existencia de unos enterramientos destrozados, pudiend o todavía reconocer una fosa y recuperar un fragmento de cráneo.
Las fosas debieron estar cubiertas por losas planas sin labor alguna,
tapando e l hueco cavado en tierra y en senti,do horizontal a ras del suelo,
siendo, por l o observado, d e las mismas características que las de Mesquida-Piver.
TOSSALET
Recibe e l nombre de Tossalet la partida rural situada e n el cruce del f. c.
Valencia-Barcelona con la carretera local de Alcocebre que cruza por paso
[page-n-293]
Fig. 12.-Basasa.
Fig. 13.-Balseta
de Asquenota.
[page-n-294]
inferior, que recibe el nombre de Pou del Tossalet. A unos 100 metros
hacia el N. se halla el lugar donde, al abrir una zanja para la vía del f. c.
en 1864, aparecieron buen número de urnas cinerarias ibéricas.
Siguiendo la carretera mencionada, a unos 250 metros del citado paso
inferior, se alza un montículo de forma circular que se une con las estribaciones de la sierra de l r t a (fig. 14).
Fig. 14.-Tossalet.
En rápida prospección hemos podido encontrar algunos datos que pueden servir de punto de partida a unos más amplios estudios de esta zona.
En la parte superior del montículo hallamos fragmentos de cerámica ibérica, uno de ellos con decoración geométrica rojo-vinosa; una piedra moledera, con plano de desgaste y varias alineaciones de piedras, todo lo
cual hace suponer que una investigación a fondo de este paraje podría
proporcionar interesantes resultados (figs. 15 y 1 6 y Lám. IV, 4).
[page-n-295]
Fig. 15.-Fragmentos
cerámicas de Tossalet.
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MOLINO
E
Fig. 16.-Restos
de molino de Tossalet.
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ALCALA DE XNERT
RIU
M u y cerca d e l r í o Cuevas o San M i g u e l (fig. 17), a unos 100 metros
del mismo, al tractorar un bancal apareció una vasija de forma globular,
d e 20 centímetros d e altura, con estrecho cuello, sin remate, por hallarse
Fig. 17.-Riu.
roto, paredes delgadas y buena factura; posiblemente estaba decorada,
por l o que se rastrea en parte de su superficie (fig. 18 y Lám. IV, 2).
E n los alrededores del lugar de hallazgo, aparecieron restos cerámicos
m u y fragmentados. Existen también unos covachos o viseras n o m u y grandes que están sin explorar.
9
TORREON DE MURS
Este torreón se halla en la divisoria de los montes de Murs, según se
asciende desde Alcalá por e l camino de la Penya Roja y tocando e l aza-
[page-n-298]
"
Fig. 18.-Vasija
I
globular de Riu.
[page-n-299]
ALCALA
DE XIVERT
gador de Murs. Desde la cima, que se halla a unos 400 m. s. n. m. se dom i n a una gran panorámica (fig. 1 9 y Lám. IV, 1).
La citada construcción afecta planta rectangular, casi cuadrada, estando edificada, sobre ancho basamento, con piedras de pequeño tamaño
e
Fig. 20.-Torreón de Murs.
unidas con argamasa, siendo el espesor d e sus paredes e l .de 50 centimetros, n o sobrepasando los tres metros la altura máxima de l o que queda.
En tres de sus lienzos ofrece tres aspilleras verticales (fig. 20).
[page-n-300]
10
CUEVA DE LA TORRERA
Situada en la vertiente occidental de la sierra d e Murs, detrás mismo
del torreón mencionado en el apartado anterior, a una altura de 300 m e tros s. n. m., dentro de un corral abandonado y lleno de maleza. En la
hoja 1/50.000 viene representado con el nombre de «La Torreta)), pero
.también se la conoce con el nombre de «Cova del Pichó)).
Fig. 21.-Emplazamiento
de la cueva de La Torrera.
Puede llegarse a ella desde Alcalá, pasando por la «Basa Llana» y el
«Corral de Sabater)), ascendiendo por el camino de la Penya Roja hasta
llegar a la-cima, cerca del torreón y ya en la vertiente opuesta y siguiendo
una senda se llega al corral en cuyo intericr se abre la boca de la cueva.
También puede alcanzarse ascendiendo .por la ((Rambla del Angel»
desde la carretera de Coves de Abinromá (fig. 21).
La cueva se halla en el centro del citado corral y consta de dos cámaras, a las que se penetra con bastante facilidad, siendo sus dimensiones
de 1 8 m. de profundidad, por 15 de ancho y una altura media de 2 metros,
con piso desigual presentando en el centro una suave depresión (fig. 22).
La cámara continúa ensanchándose formando otros espacios (sectores G,
H, 1, J), que en la actualidad se hallan rellenos de tierra y piedras, casi
tocando el techo. Entre estos recintos, sin apenas altura y la cámara, exist e una rústica pared de piedra suelta, cercándolos (fig. 23 y 24).
[page-n-301]
ALCALA DE XNERT
Fig. 22.-Planta
de la cueva de La Torrera.
Fig. 23.-Corre
por A-B.
[page-n-302]
Fig. 24.-Corte
Fig. 25.-Planta
For C-D y E-F.
y corte de la cata 1.
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A la izquierda d e la cámara existen dos columnas, alrededor de las
cuales hicimos alguna búsqueda. Señalamos un rectángulo d e 90 x 70
centímetros (fig. 25), llegando e n la cata hasta los 70 cm. de profundidad, sin que llegásemos al piso natural de la cueva (fig. 26). En líneas ge-
Fig. 26.-Croquis
del corte estratigráfico de la cata l.
nerales, observamos que la tierra aparece m u y fina y suave, mezclada con
piedras de ,desigual tamaño, restos cerámicos fragmentados y algún hueso; a partir de los primeros 20 centímetros las piedras son más escasas,
pero sin desaparecer; e n la base de la cata hallamos u n f é m u r entero y
[page-n-304]
V GINER
.
F g 27.-Materiales
i.
de la cata l.
[page-n-305]
dos fragmentos cerámicas. Estos, en general, son de grosera tactura, con
piedrecillas en la masa y color siena; otros fragmentos son grises y ecpatulados, hechos a mano; otros, decorados con suaves bandas onduladas
algo desiguales en su trazado; y otro, presenta impresiones en forma de
hojas. También hallamos algunas piezas de silex (fig. 27).
Del sector G, en superficie, recogimos algunos fragmentos de
cerámica (fig. 28).
Fig. 28.-Restos
del sector G y hueso del segundo recinto de la cueva.
Al segundo recinto se pasa por una gatera de unos 2'50 m. de larga.
Se trata de una cámara de piso muy desigual y fangoso, con un gran bloque aproximadamente en el centro. Esta cámara, que mide 15 X 7 x 1'5.0
metros presenta un bello conjunto de estalactitas, en ella n o hicimos exploración alguna, pero hallamos en superficie un hueso largo (fig. 28, número 62).
[page-n-306]
11
EL TORMASAL
Se llega al yacimiento partiendo d e Alcalá y siguiendo e l camino de
San Miguel, atravesando el río de este nombre y recorriendo unos 400 metros hacia el E. (fig. 29). Se halla en la parte alta d e un escarpado de unos
40 metros de altura, que forma parte del sistema orográfico compuesto d e
tres alturas orientadas de O. a E., las q u e reciben el nombre d e «Tormasal»
(fig. 30). La parte O. del escarpado asciende rápidamente; a l E. se confunde siguiendo el curso de su divisoria con otras alturas, que forman e l
bloque d e montes existente entre e l río y el camino de la «Cova Fumá)),
e n la partida denominada «Corral de Antesit)). Al N. se halla el río y e n
la parte S., opuesta al precipicio, el terreno asciende m u y empinado, pero
abancalado con gruesas paredes de contención; en la superficie de tales
bancales se halla cerámica fragmentada, pero donde aparece con mayor
profusión y más característica es en la pequeña meseta, la cual presenta
e n toda su periferia una pared o m u r o construido con piedras sin labrar
y argamasa, con diferencia b i e n marcada respecto a los muros de los bancales. En algunos puntos esta pared se halla rota (fig. 31). La plazoleta
central tiene forma rectangular m u y llana y m i d e 15 > 9 metros (fig. 32).
:
E n su parte oriental se advierte una base d e pared, de forma rectangular que aflora más d e un metro, dando la sensación de que se trata d e la
base de un torreón, mojón o algo similar; n o tiene parte interna, pues e l
rectángulo está relleno de tierra y piedras. La pared sobre la que descansa
este basamento, monta sobre un lienzo natural d e rocas casi verticales.
Aflora, así mismo, una porción de m u r o de tres metros d e largo por
70 centímetros de altura y 50 d e espesor, trabado con argamasa, siendo
la parte más entera y visible de toda la defensa, la que por su parte recayente al precipicio se halla m u y deteriorada (Lám. 1, II y 11 1, 2 y 3).
D e superficie recogimos varios fragmentos cerámicos (fig. 33 y 34).
Como decíamos al comienzo de estas notas, las anteriores noticias n o
tienen otra pretensión de dar a conocer una serie d e yacimientos arqueológicos, algunos d e los cuales, estudiados por los especialistas podrían ser
del mayor interés científico.
[page-n-307]
Fig. 29.-Situación
de El Tormasal.
- 267 -
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V. GINER
Fig. 30.-Emplazamiento
del yacimiento.
- 268 -
[page-n-309]
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de El Tormasal.
--
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Fig. 33
[page-n-312]
V GINER
.
Fig. 34
[page-n-313]
GiNER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 1
.
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GiNER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 11.
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G1NER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 111.
[page-n-316]
G1NER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. IV
[page-n-317]
ENRIQUE LLOBREGAT
(Valencia)
Apostillas a dos nuevos estudios sobre
la numismática antigua peninsular
Con la presente nota nos proponemos comentar dos trabajos de reciente
aparición sobre la Numismática Antiguo peninsular, de muy diverso cariz uno
y otro. El primero, un católogo descriptivo estrictomente. El segundo una obra
de investigación y de análisis de una serie de problemas de historia económica
o través de las monedas. Evidentemente no son complementarios, pero si útiles
y definidores de dos tendencias contrapuestas en la investigación numismática,
y parece útil dedicarles unas líneas de atención, pues si bien el segundo, publicado dentro del país, tiene que haber conocido una cierta difusión, el otro,
de aparición recientísima en Alemania, probablemente aún no se ha difundido bastante entre los investigadores.
l. Nos encontramos con e l primer volumen de l a Sylloge Nummorum
Graecorum Deutschland, en que se describen Las monedas que conserva
la Staatliche ~ ü n z s a m m l u n g Munich, procedentes de cecas de Hispade
nia y de la Galia Narbonense (1 ). El volumen, como cabeza de una serie,
viene abierto por una reseña histórica de la formación de la colección,
que puede ser una orientación bastante válida a la hora de clarificar las
procedencias de las monedas, o al menos de intuirlas, pues -como es
uso común de los estudios numismáticos- o bien son desconocidas, o en
todo caso n o se mencionan, y en una colección como la presente, que
reúne fondos comenzados a almacenarse por erud~tos principes del siy
(1) Sylloge Numnunum Graecmm Deutschlmul, Staatliohe Münzsammltmg München,
1 Heft: Hispania, 1-341; Gallia Narbonensis, 342-432. Bearbeitet von P. R. FRANKE
und H. KUETHhUNN. (Con la colaboración de G. K. Jenkins, O. Rossler y J. Untermann), Berlín, Verlag Gebr. h í a ~ 1%8.
,
[page-n-318]
E LLOBREGAT
.
glo XVI, y que ha continuado en crecimiento hasta nuestros días, resulta
casi imposible establecerlas en líneas generales ni que sea remotamente.
Inmediatamente se pasa al catálogo de las monedas, dispuesto en hojos afrontadas. En el verso de cada folio se da la descripr:ión y bibliografía
de las piezas que se reproducen a su tamaño en el recto de! folio siguiente.
De esta manera la consulta y verificación se hallan singularmente simplificadas, y el volumen resulta m u y manejable. Las series se hallan ordenadas e n tres apartados geográficos: Hispania Citerior, Hispania Vlterior
y Gallia Narbonensis, y dentro de ellas por los nombres latinos de !as diferentes cecas ordenados alfabéticamente. Incluso las monedas con letreros
rio !atinas, como los ibéricos del sur y de! este y los «libiofénices», se
ordenan dentro d e estas series por el nombre latino de su ceca.
De la Hispania Citerior están representadas monedas d e las siguientes
cecas: Acci, Arekoraia, Arketurki, Arsaos, Baskunes, Bilbilis, Caesaraugusta (incluyendo las de Salduie), Calagurris, Carthago Noua, Cascantum,
Celsa (incluyendo Kelse), Clunia, Contrebia, Damania (sic), Emporiae (incluyendo Untika), Erala (sic) de las que traen la leyenda Eralakos, EkuaIakos, Ercauica, Graccurris, llergetes (sic) para las que llevan l a leyenda
Iltirkesken, llerda (incluyendo las piezas de Iltirta), Ilici, Orosi, Osca (con
las piezas de Bolskan), Osicerda, Saetabis (sic) pero solo hay una pieza
con leyenda ibérica Saiti, Saguntum, Sekaisa, Segobriga (incluyendo las
monedas con leyenda Sekobirikes), Segouia, Tarraco (y las piezas de Kese),
Turiaso, Valentia.
De la Hispania Vlterior, hay en la colección monedas d e Acinipo, Asido
fcon ley.enda «libiofénice»), Bailo (con leyenda en los mismos caracteres),
Carbula, Carmo, Carteia, Castulo (incluyendo las monedas con leyenda
turdetana transcrita Kastejo), Corduba y Colonia Patricia, Cunbaria, Emerita, Ebora, Gades, lkalosken (sic), Iliberris (una sola moneda con leyenda
Ilturi), Ilipa, Irippo, Italica, Laelia, Lastigi, Malaka (con los letreros en
escritura púnica), Obulco, Olontigi, Orippo, Osset, Rorriula, Sexi (con leyendas en alfabeto púnico), Traducta, Vlia, Vrso y Ventippo. Además una
serie de Ebusus, todas ellas con letreros púnicos, y una ceca desconocida
d e Gallaecia, identificada según Heiss.
De la Gallia Narbonensis, hay monedas de Avenio, Briganten (sic)
con leyenda B i r i k a n t i ~ letra ibérica, Cabellio, Longostaleten, Massalia,
en
Narbo, Nemausus, y una pieza d e ceca desconocida atribuida a Narbo.
Para cada moneda se da un número de inventario, que la identifica
con su reproducción fotográfica, la fecha, descripción y bibliografía; metal, posición del cuño del reverso y peso en gramos afinado hasta las milésimas. El módulo puede obtenerse directamente d e la reproducción que
es siempre a tamaño natural.
Con miras a la identificación de las monedas, para todas las d e la Pe-
[page-n-319]
ninsula Ibérica se da la referencia a l a obra de Vives, La moneda hispánica,
Madrid, 1926, citada por e l numeral d e l volumen, la página, y e l número
d e la pieza. En el caco d e las monedas gaditanas, se ha empleado además
el estudio d e E. S. G. Robinson, Punic coins of Spain and their bearing on
the Roman Republican series, Essays in roman coinage presented t o H,
Mattingly, Oxford, 1956, 35 SS., y la reciente seriación d e A. M. de Guadan, Las monedas de Gades, A. N. E. 1963. Solo en una ocasión, monedas
números 340-341, d e una ceca desconocida d e Gallaecia se ha empleado
el viejo estudio de A. Heiss, Description géneral des monnaies antiques de
1' Espagne, París, 18'10. En fin, para la s e ~ i a c i ó n e las monedas d e Card
thago Noua, se ha usado e l estudio d e A. Beltrán, Las monedas latinas de
Cartagena, Murcia, 1949.
Para las monedas d e l a Gallia Narbongnsis, se hace referencia a G. F.
Hill, On the coins of Narbonensis with lberian inscriptions, N. York, 1930,
H. d e la Tour, Atlas des monnaies gauloises, París, 1 8 9 2 y A. Blanchet,
Traité des monnaies gauloises, París, 1905.
Con l a descripción y reproducción d e 432 monedas. d e las que 3 4 1
pertenecen a la p e n í ~ s u l a ,y el resto a la Galia Narbonense, nos encontramos con una hermosa colección, que si bien n o cubre todos los tipos,
ni siquiera todas las cecas emisoras, constituye una representación abundsjnte y selecta, perfectamente seriada y reproducida. Hay sin embargo
acpectos que desearíamos discutir e n esta noticia. En primer lugar el nom-
bre ciel volumen. Es cierto que hay un uso tradicional entre los nurnísmatas extranjeros de dar e l apelativo d e «griega» a la moneda antigua
peninsular e n su conjunto. Así figura e n las ediciones d e los catálogos d e l
M u s e o Británico, fuentes t a n indispensables y t a n d e primera mano para el
investigador. Todavía e n 1965, h a reeditado e volumen Guide to the prin!
cipal coins the Greeks, clasificado conforme a la obra d e B. V. Head
(tan anticuada ya en algunos aspectos), y que incluye monedas ibéricas,
con leyenda ibérica, m a l .leída p o r cierto, y monedas d e !os Bárkidas (cf.
Período V. C. núms. 1 y 2; período VI. C. núm. 27 d e Sagunto, y núm. 28
d e Celse; período VI 1. C. núm. 1 1, d e Bolskan; y Addenda, núm. 35, d e
Kart-Hadasha). Por ello n o hay que extrañarse que se siga con una tradic i ó n nominal t a n peregrina. Pero h o y sabemos bastan* ,más sobre las monedas antiguas hispánicas, y ya va siendo hora de hacer valer la voz y la
correcta clasificación. N o pueden englobarse todas Jas piezas d e .las d i f e rentes series hispánicas b a j o e l calificativo de monedas griegas. Es cierto
que algunas se ajustan a la metrología griega, y que !os orígenes d e las acuñaciones peninsulares están poderosamente influidos p o r la moneda griega,
pero n o es menos cierto que l a mayor parte de! numerario ibérico común
está e m i t i d o e n una etapa e n que la dependencia metrológica era d e Roma,
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E LLOBREGAT
.
y las series se ordenan según su asimilación al denario para l a plata y al
as y subdivisores para el bronce. Parece un contrasentido que cuando se
está clasificando como denario y como as, o quadrans o sextans unas monedas, luego se les cuelgue una etiqueta que n o tiene nada que ver.
Concretamente, de las monedas catalogadas e n este primer volumen
de la Sylloge Nummorum Graecorum de Alemania sólo pueden considerarse como griegas las monedas números 99 y 100, d e Ampurias, que son
del ciclo de l a dracma, y que además -a juzgar por l a reciente tabla de
fechas que ha publicado A. Beltrán, Economía monetaria de la España Antigua, pág. 284, en Estudios de Economía antigua de la Península Ibérica,
Barcelona, 1968- aparecen con una datación un poco tardía.
Además hay las monedas de Massalia, registradas en el apartado dedicado a la Galia Narbonense, que también, naturalmente siguen el sistema d e !a dracma y sus divisores.
De las otras series monetales peninsulares, hay escasa representación:
de las monedas fenicio-púnicas nos encontramos con 3 ejemplares de Gad i r (núms. 260 a 262) anteriores a l a dominación romana, que se han clasificado de acuerdo con Guadán y Robinson; un grupo d e cinco monedas
de Ebusos (números 3 3 5 a 339) clasificadas por la secuencia tradicional
d e tipos de la figura de Bes, con fechas un poco estimativas, y una sola
pieza de tradición bárkida, l a número 59, acuñada en Cartagena, del valor de un cuarto de siclo. Está clasificada según Robinscn, y se identifica
la cabeza del anverso con la de Scipio, con interrogante. Como es sabid.0,
la atribución de estas piezas a retratos d e los Bárkidas, defendida por Beltrán y también por Robinson, ha sido puesta en duda en fecha reciente
por Navascués (cf. Ni Bárkidas ni Escipión, H o m n a i e a Mergeiina, M u r cia 1961). N o entramos en esta discusión, que es de suyo marginal al tema
que nos ocupa, pero si hablamos de monedas griegas y d e l o acertado o
n o de llamarlas así, parece que hay que aludir a este fenómeno de la plata
bárkida. Si se acepta que en efecto son retratos de los generales cartagineses los bustos de! anverso de estas monedas, que además, en s u metrologia siguen el sistema de l a dracma -lo que ha hecho opinar alguna vez
que se emitieron en las cecas d e Emporion, suposición a nuestro juicio
muy gratuitan o tenemos ningún empacho en poder clasificarlas como
griegas, tanto en l o que se refiere a sus pesos, como en la idea matriz de
su emisión con el busto del gobernante. Esto es una evidente regalia heIcnística, y eri conjunto hay que considerarlas como plata griega, aunque
sus emisores sean cartagineses.
Las representaciones de las otras ciudades que emitieron piezas de carácter griego, Sagunto y Saetabis, son escasas en esta colección, y ya de
época ibérica bajo el patrón moneta! romano.
[page-n-321]
Las demás piezas peninsulares recogidas en este catálago o son ibéricas, d e l ciclo del denario y de¡ as, o son monedas d e las colonias d e época
republicana, hispano latinas, que llegan hasta Tiberio en sus emisiones,
y por consiguiente ligadas siempre al sistema metrológico romano.
Creemos, por tanto, que la apelación d e monedas griegas que se da
e n e l t í t u l o d e l a obra, es necesariamente contestable, y que si se trata
-como
parece- d s un t í t u l o genera! que en otros fascículos abarcará
monedas auténticamente griegas, en este caso concreto debería haberse
hecho una salvedad, a fin de n o continuar manteniendo e n la bibliografía
un error manifiesto.
Otros aspectos a señalar es la ordenación d e la colección tal. como se
publica. Y a e l hacerla por las grandes divisiones romanas: Hispania Citerior, Hispania Vlterior, Gallia Narbonensis, se aviene m a l con el t í t u l o del
conjunto, pero resulta una fórmula cómoda para la clasificación, sobre t o d o
de cara a un público desconocedor d e l a geografía d e l país, que de esta
manera, con l a ayuda d e un atlas antiguo puede localizar fácilmente las
diferentes cecas. Pero esta fórmuja tiene e l inconveniente que deforma
completamente la realidad cíclica d e la historia numismática peninsular,
a l incluir, sin distinción, sólo p o r e l orden alfabético, cscas que pertenecen a m u y distintas épocas y culturas, y al ordenar dentro d e una misma
ceca que e m i t i ó moneda ibérica y romana, todas las piezas sin distinción.
Este método induce necesariamente a confusión al n o iniciado, y aunque
para numísmatas españoles, avezados al conocimiento de! material, n o representa n i n g ú n grave estorbo, sí l o es y mucho, por l o que tiene d e desorientador del proceso de nuestra historia numismática para e investi!
gador extranjero que pueda utilizar e l volumen. Así bajo la rúbrica d e Caesaraugusta se incluyen las monedas con leyenda Salduie, con la de Celsa
las d e Kelse, con 'as d e Emporiae las d e Untika, las d e l l t i r t a con .llerda,
las d e Bolskan con Osca, bajo l a d e Segobriga las d e Sekobirikes, con las
de Tarraco las d e Kese, y con la de Iliberris, las q u e traen leyenda turdetana Ilturi.
E s t ~ n una serie alfabética e n l a que se intercalan las transcripciones
e
d e letreros ibéricos c!e cecas que posteriormente ya n o emitieron o de las
que n o hay ejemplares en l a colección, como Arekorata, Arketurki, Arsaos, Baskunes, Contrebia, Damania (sic), Erala (sic), Iltirkesken, Orosi,
Sekaisa, Castu'o, lkalosken (sic), Obulco. Esta mezcla desorienta e impiae formarse una idea clara d e l a evol.ución numismática peninsular. A
nuestro juicio habria sido preferible establecer u n a ordenación que tuviera
más en cuenta los hechos numismáticos que n o una simple lista e n la que
todo va revuelto, y que al dar topónimos latinos para todas las cecas que
ha sido posible deforma a veces la realidad. La transcripción d e los letre-
[page-n-322]
6
E LLOBREGAT
.
ros ibéricos ha sido hecha por J. U n t e r m a n n que ya había hecho excelentes e interesantes incursiones e n el d o m i n i o numisrnático, baste recordar
su utilísimo trabajo Zur Gruppierung der hispanischen Reitermünzen m i t
Legenden in iberischer Schrift, M U s r M i i k i k n g e n , 5, 1964, y se ha
seguido l a transliteración que él propugnaba (cf. op. cit. cuadro anejo 1)
que es correcta. Con l o que ya n o estamos t a n conformes es con l a i n t e r pretación d e algunas leyendas, d e las que se considera a efectos d e hipótesis d e trabajo como gentilicios, ni con alguna lectura del alfabeto turdetano. Veremos ejemplos de los tres aspectos indicados. En primer lugar
la latinización d e algunos letreros ibéricos: Damania para !.as monedas con
letrero ibérico Tamaniu, Erala para las que traen letrero que se transcrib e Eralakos o Ekualakos, ninguno d e los cuales tienen fundamento, ni aun
suponiendo la desineiicia kos como propia d e gentilicio como parece ser
e n realidad (cf. A. Tovar, Léxico de las inscripciones ibéricas, Celtibérico
e Ibérico, Estudios dedicados a R. Menéndez Pidal, 11, 195 1, p. 2 8 1 a d
vocem), del mismo modo que es problemática la aproximación efectuada
por Caro y recogida por Tovar (op. cit. pág. 2 8 0 ) entre Tamaniu y la mención e n griego d e Damania o d e los Damanitani.
En cuanto a los cjentilicios, el presentar las monedas con leyenda II'irkesken bajo l a rúbrica Ilergetes, parece que sea canonizar la teoría d e
que se trata d e un gentilicio. Aceptado que l o sea, como propugna Tovar
(op cit. pág. 309, ad vocem), es un poco aventurado clasificar d e esa f o r ma. sin más explicación.
Por último, la leyenda turdetana Ikal-sken viene transcrita simplemente .lkalosken. No es del caso hacer l a historia d e las lecturas que se
h a n dado para esta inscripción monetal. Gómez M o r e n o ha cambiado repetidamente d e opinión, Pío Beltrán, defendía la lectura lgaldesken p o r l a
(El plomo escrito de la
falta d e p u n t o interiio e n el- signo c o n t r o v e r t i d ~
Bastida de les Alcuses. Addenda et corrigenda, Valencia, Trabajos Varios
d e l SIP, núm. 23, 1962). Un poco antes, F. M a t e u había intentado mantener una lectura insostenible por los valores arbitrarios dados a los signos turdetanos, que rezaba Ikaltuneken, identificada con Lucentum y Alicante (Las cecas ibéricas bastitanas, IV CASE, Elche, 1948, 228-38). M a luquer, m u y recientemente (Epigrafía prelatina de la península ibérica,
Barcelona, 1968, 84) ha vuelto sobre !a lectura tradicional, Ikalkusicen,
que es l a que parece más sólida, y !.a que propugnaríamos e n lugar d e la
imposible -desde
un p u n t o d e vista epigráf icoIkalosken.
N o es posible, e n una reseña breve como la presente, revisar una p o r
una todas las piezas, que por otra parte están siempre b i e n clasificadas y
atribuidas. Pero m u y a menudo n o se puede estar d e acuerdo con las fechas, generalmente vagas, que atribuyen a muchas d e !.as monedas. Sin
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usar monografías para cada ceca, sino simplemente con un manual d e introducción como es e l Curso de Numismática d e A. Beltrán, se pueden
corregir muchas d e las fechaciones, afinándolas, sobre todo en !.as monedas hispanolatinas, para las que hay criterios sólidos de datación, y que en
la obra que comentamos aparecen ordinariamente fechadas dentro de los
iérminos cronológicos del reinado d e l emperador, sin más aproximación.
En conjunto nos hallamos ante una publicación útil e interesante, perfectamente presentada y que n o dudamos hará buen servicio a muchos
numísmatas. Incluso desde un p u n t o d e vista d e l a nurriismática tradicional 00 habría reparo alguno que oponer ya que se ajusta a las normas ordiriarias en este t i p o de trabajos. Nuestra inquietud va más bien por !a vía
d e que sería deseable introducir métodos nuevos en el estudio numismáticoi esclerotizado hace ya largo tiempo, y nos hace desear un t i p o de
orientación en los trabajos, que posiblemente n o pueda darseles con e l material de que se dispone. Quizá nuestro enfoque vaya más dirigido hacia
la historia monetaria que n o hacia l a numismática en sentido estricto, pero
hoy por hoy los investigadores y especialistas están contestes e n que ese
es e l camino d e l porvenir para los estudios numismáticcz. Quizá por ello,
encabezando este catálogo, nos habría gustado ver una pequeña introducy
ción resumen d e la historia d e la moneda antigua ~ e n i ~ i s u l a r , un mapa
con la localización d e las cecas cuando es posible. Siempre se podrá arg ü i r que n o es un catálogo de una colección el lugar apropiado para esto,
que más está en los manuales d e estudio, pero a nuestro juicio sería un
Euen complemento para un instrumento t a n útil como e l que reseñamos.
II. El o t r o volumen que reclama nuestra atención es, como queda
dicho, d e análisis y d e interpretación (2). Constituye .la publicación de
la Memoria d e Licenciatura ant.e la Facultad d e Filosofía y Letras de la
L'niversidad d e Valladolid, de R. M a r t í n Valls, profesor cie la misma Faculibérica hay
tad actualmente. En este estudio d e la circulación m o ~ e t a r i a
dos partes bien diferenciadas que se complementan; d e un lado el análisis de las cecas y su problemática, del otro, un estudio d e la economía
peninsular antigua, con hincapié e n las fuentes de metales, básicas para
la acuñación. Con los datos sobre la circulación y difusión de las diferentes piezas monetales, se completa el panorama. Veamos sucesivamente los
aspectos tratados con algo más d e detalle.
(2) Ricardo MARTIN VALLS, La circulación monetaria Ibérica, Universidad de Valladolid, 1967.
- 279
-
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E LLOBREGAT
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En primer lugar, el autor circunscribe la época de las acuñaciones ibéricas dentro de las siguientes fechas: para e l fin el 45 a. C., en que comienzan a emitirse las series «latinas» y que debió comenzar la recogida
de la moneda ibérica autónoma, si bien ello n o impide que ésta circulase
seguramente hasta la época de Augusto. En cuanto a comienzo, señala
!
que d a mayor parte de las llamadas monedas ibéricas corresponden a la
época de reorganización administrativa de la península e l año 132», y más
adelante, añade (pág. 99-100) que desde un punto de vista metrológico,
y sabiendo que e l as uncial implantado en 155 n o hace más que dar estat u t o a una rebaja real del peso del as sextantal «no hay dificultad alguna
en llevar las primeras acuñaciones ibéricas al año 178, época idónea para
el comienzo de las emisiones, pues se inicia un período de paz después
de las victorias de Tiberio Sempronio Gracon.
Un excursus posterior lleva al problema planteado en la bibliografía
del llamado aunicequismo ibérico. El autor, pulcramente, no rebate l a hipótesis de plano, pero la apostilla señalando que en la práctica es indiferante que los cuños se transporten o no, ya que dg hecho, los centros de
emisióti fueron necesariamente estables, arguyendo sobre todo con la abundancia de monedas de la ceca emisora en el lugar tradicionalmente considerado como tal como ocurre con Bolskan o con Cesse cuyas monedas se
hallar1 en forma abuodante en Huesca o Tarragona.
Una digresión breve sobre los medios de difusión económica, en que
hace hincapié en e papel de los ríos, muchos de ellos navegables en época
!
antigua, y de la costa, frente a la dificultad que presentan las montañas
(aunque se salve con los pasos naturales, como acontece a uno y otro
lado del Pirineo) abre la puerta a una de las partes fundamentales del
trabajo: la identificación y difusión de las distintas cecas. Tras rebatir
con buenos argumentos la hipótesis de Gil Farrés sobre el área de curso
legal de las monedas, según l a cual la inscripción señalaria ésta y n o la
ceca tradicionalmente considerada, pasa a relacionar por orden alfabético
y transcritas conforme al sistema de Gómez Moreno, todas las cecas ibéricas d e las que da la identificación y emplazamiento más plausible. Es un
capítulo de considerable utilidad, sobre todo para aquellos que hayan de
irttroducirse a problemas de numismática ibérica, pues en una ficha d e
extensión reducida, se da notica de las diferentes ideqtificaciones propuestas por los distintos investigadores, con sus razones, amén de la opinión del autor, que ordinariamente demuestra m u y buen criterio, adhiriéndose a las opiniones más sólidas y razonables, a las que adereza con
e! estudio de la difusión de los hallazgos, tan ilustrativo, siempre que le
es posible. Resulta este capítulo notablemente útil desde el punto de vista
de tener en forma compendiosa l o que habitualmente es para todos un fárrago de fichas y papeletas, y sobre todo para los estudiantes que se in-
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traduzcan a estas cuestiones la posibilidad de tener a nlsno un caudal de
noticias adecuadamente organizadas, que representarian una larga tarea
de haber de componerlo por s i solos. N o vamos a entrar en el análisis de
atribuciones, con el que estamos generalmente de acuerdo, tanto en lo
referente a los emplazamientos como en la selección de testimonios, decidiéndose el autor -como queda dichopor los más dignos de crédito
a nuestro juicio.
La segunda parte del volumen trata de l a producción económica de
la España Antigua y sus relaciones con la difusión monetaria. A tal fin
estudia en primer lugar e l área de la circulación monetaria ibérica, que
n o coincide con la de acuñaciones, sino que es sensiblemente más amplia. Así, dentro de Ia península sólo quedan fuera de las corrientes dif u s o r a ~ Noroeste: parte occidental de Santander, Asturias, parte Norte
el
de León y toda Galicia (por la obvia razón de que su dominio por los romanos n o ocurrió hasta la época de Augusto, y aun entonces nominalmente como han mostrado Vigil y Barbero en su trabajo sobrs los
orígenes sociales de la Reconquista), y el suroeste: Algarve y provincia
de Huelva. En el área de difusión se incluye naturalmente el sur de Francia, que también l o estaba en la de acuñaciones, y las Baleares a excepción de Ibiza, que disfruta de moneda propia.
En cuanto a la vida económica peninsular comieza arrancando de una
distinción fundamental que a menudo se olvida: la diferencia entre la
periferia costera y los terrenos del interior. Existe en toda ! antigüedad
a
una clara frontera tácita que separa la Meseta central y aledaños asim i l a b l e ~ las randas costeras. Olvidar este hecho es atarse a n o entende
der buena parte de los fenómenos de l a historia peninsular y a ponerla
!
en el umbral de su estudio muestra el autor una vez más su agudeza.
Hay después un análisis de las producciones, basado en las fuentes antiguas y repartido en las siguientes rúbricas: agricultura, ganadería, pesca, minería e industria. Es una puesta a punto, con métodos más modernos, y con el apoyo de las nuevas investigaciones y descubrimientos, de
l o que ya se decía en la periclitada Hispania del profesor Schulten, tan
imprecisa y equívoca muchas veces, pero imprescindible porque n o había otra cosa. Nuestra situación ha cambiado mucho gracias a los estudios recientes y hoy disponemos de un resumen como el que comentamos que m u y bien puede servir de introducción a los capítulos más detallados que se han publicado como contribuciones a la I Reunión de Historia de !a Economía Antigua de la Península, que se celebró en enero
del año 1969 en la Universidad de Valencia. Unos y otros gozando
d e las nuevas investigaciones y sobre todo de un enfoque científico muy
distinto de las ideas preconcebidas y sistemático parti pris que tanto
afean los trabajos dz Schulten.
[page-n-326]
E LLOBREGAT
.
La ú l t i m a parte se dedica a establecer una cronología de la moneda
ibérica e n función de los principales hechos históricos acaecidos en e l
tiempo que duró su circulación, segunda m i t a d del siglo segundo y p r i mera m i t a d del siglo primero antes d e nuestra Era. Así e¡ comienzo de
las acuñaciones, como ya hemos adelantado, se fecha en 178: la pacificacion tras la caída d e Numancia ve el auge d e la plata ibérica, que se
aumenta todavía en tiempo de Sertorio con sus medidas unificadoras desde Bolskan, para cesar en 45, después d e Munda, cuando comienza a emitirse ya la moneda hispano latina. Aún señala con detalle la difusión de
los hallazgos d e las cecas que l o permiten por la abundancia de material
encontrado, refiriéndose a unos mapas que se incluyen e n el apéndicz
así como una tabla d e los hallazgos ordenados por cecas, y e l trabajo se
cierra con el establecimiento d e unos datos numéricos m u y sugestivos,
como son la preeminencia d e acuñaciones d e plata e n Bolskan, que representa casi un 46 % de la plata encontrada, seguida por Turiaso con
ur: 35 %, mientras para el bronce la ceca emisora más notable es Kesse
con su 39 % mientras las cecas que le siguen tienen ya cantidades m í nimas. O t r o detalle interesante es la tesaurización p o r parte d e determir i a d ~ sfamilias, obtenida a base d e analizar el número d e monedas dp
los tiallazgos, y que resulta en algunos casos sorprendente por el elevadísimo capital que suponía comparado con e l nivel medio que se ha calculado para l a vida económica del momento.
N o quisiéramos encomiar con exceso un trabajo como el presente d e
t a n obvia utilidad. Por nuestra parte coincidimos plenamente con el autor
e n la forma de tratar ciertos problemas y d e solucionarlos, y sobre todo
en sil seguimiento de las opiniones más discretas y posibles, desdeñando
las elocubraciones que algunos numísmatas, con la mejor voluntad d e l
mundo, o por afán d e novedad, mas con escaso discernimiento, han acuñado, y que siempre es prudente señalar.
.
[page-n-327]
JOSE DONAT ZOPO
(Del Grupo Espeleológico Vilanova y Piera
de l a Diputación Provincial de Valencia)
Los canales triásicos valencianos
Se ha hablado y se h a escrito bastante acerca d e los «canales» triásicos
valencianos, pero según nuestro criterio n o se h a llegado nunca a establecer con exactitud su origen, ni el sentido d e su existencia, ni siquiera una
visión interpretativa de conjunto. Como consideramos que ellos, j u n t o
c o n otras formaciones valencianas, son piezas claves para la interpretac i ó n geológica de nuestro c o n j u n t o ,provincial, h a n captado nuestra atención, de la cual son producto las líneas siguientes.
IDENTIFICACION DE LOS CANALES TRlASlCOS VALENCIANOS
D e Sitter, e n su ((Geología estructural», señala un t i p o de fallas o
grietas que por s u carácter especial escapan d e la tradicional clasificación
d e normales, inversas o de desgarre. Son l o que denominamos grandes
fallas fundamenta1,es y que las caracteriza, principalmente, por la frecuencia d e movimientos a l o largo de sus caras contiguas, la profunda penetrac i ó n d e las mismas en la corteza terrestre y el hecho d e constituir una
vía d e escape para las materias magmáticas. Forma parte también de sus
características el hecho d e acompañar a grandes fajas orogénicas y ser
paralelas a las cadenas montañosas a las cuales pertenecen.
Rosso d e Luna, e n «Las alineaciones geoestructurales y las disyunciones rrgmagenéticas)), parece coincidir con estas ideas sobre las fallas fun-
[page-n-328]
J. DONAT
damentales, ampliando conceptos y particularizando. Señala cómo la escuela alemana viene prestando desde hace mucho tiempo esencial atención a una serie de accidentes tectónicos, morfológicos y geográficos, distribuidos según directrices o líneas que se prolongan por grandes distancias
y que reciben el nombre de alineaciones geoestructurales.
Estas alineaciones geoestructurales significan, a su vez, fajas o directrices de inestabilidad cortical y cuyas improntas aparecen, ora netas en
la superficie de los viejos cratones desnudos, ora acusando su presencia
en profundidad al imprimir en la estructura de los sedimentos suprayacentes ciertas peculariedades u orientaciones.
Como posibles fenómenos indicativos de la existencia de una red regmática de disyunción indica, entre otros, la existencia de un diaclasamient o especial en las series sedimentarias n o deformadas, la lineación de epicentros de terremotos, la formación de fosas tectónicas y el vulcanismo
cratónico.
Examinada la provincia de Valencia bajo estos criterios observamos
que, gran parte de su área geográfica, se halla cruzada por franjas estrechas y alargadas, orientadas según directrices precisas y constantes. La
mayor parte de ellas se hallan recubiertas por los abigarrados y multicolores materiales del Keuper y su facilidad a la erosión las convierte normalmente en pintorescos y llamativos valles, los cuales sirven de cauce
a corrientes fluviales.
Estos valles triásicos, canales en el lenguaje popular, junto con otros
de recubrimientos superficiales terciarios, etcétera, alcanzan longitudes
m u y variables, manteniendo promedios de anchura que oscilan entre los
dos y los tres kilómetros, abundando en ellos los manantiales salinos y
las manifestaciones magmáticas, han llamado con frecuencia la atención ,
de los geólogos, los cuales se han pronunciado en relación con los mismos
con cierta diversidad de criterios. N o obstante, a nuestro juicio, estos
valles constituyen las fallas fundamentales descritas por De Sitter, coincidentes con las alineaciones geoestructurales de Rosso de Luna.
LOS CANALES TRlASlCOS VALENCIANOS
SEGUN DIVERSOS AUTORES
I
Rolando Brinkmann, e n «Las cadenas béticas y celtibéricas del Sureste de España)), al hablar de nuestros citados valles, los califica & horsts
triásicos. Si bien es cierto que el concepto de horst es relativo en cuanto
a .su mecánica genética, también es cierto que su relatividad tiene un
límite. Un horst supone la existencia de un bloque levantado entre dos
[page-n-329]
hundidos, sin especificación real de si el bloque central del horst es el
que ha sufrido e l movimiento de ascensión, o si bien han sido los laterales los que han sufrido el descenso. N o obstante, consideramos n o cabe
el criterio, dentro de esta amplitud de los mismos, de englobar también
a los procesos diapíricos, a los cuales posteriormente, y al referirnos nuevamente a estos valles triásicos, haremos mención.
Darder Pericás, en su m u y completa obra ((Estudio geológico del Sur
de la provincia de Valencia y Norte de la de Alicante)), n o se detiene a
examinar el origen de estos valles. A pesar de ello, intuye ya algo anormal en los mismos, concretamente en el valle de Barcheta, y así, al hablar de la sierra de les Agulles, indica: «La sierra de les Agullesfermina
hacia el Sur por un contacto anormal con el triásico del valle de Barcheta,
como puede apreciarse en la figura 38 (de la obra referenciada). Esta falla
ha sido marcada por Brinkmann; pero yo creo que debe .prolongarse en
la misma dirección hasta el valle d e Tabernes de Valldigna, señalando la
terminación Sudeste de la sierra de Corbera. Es probable que debajo de los
aluviones de esta depresión continúen las arcillas irisadas triásicas, que
pueden observarse al borde de la sierra de la Rondonera, cerca de la fuent e de la Umbría. Mi impresión es que la tal falla es de importancia tectónica mayor de l o que a primera vista parece; pero sin u n estudio muy detenido d e la zona entre el valle de Barcheta y Simat de Valldigna n o es
posible pronunciarse)) (Lám. 1).
Compartimos plenamente el criterio de Darder Pericás en cuanto a
la prolongación de la mencionada falla y a su importancia tectónica, diferiendo en cuanto a los sedimentos del valle de Valldigna.
Meseguer Pardo, que realizó el estudio de la comarca de Alcira (hoja
núm. 770), asigna al valle de Barcheta un carácter diapirico, el cual hace
extensivo a la sierra d e la Rondonera, en las cercanías de Jeresa; a la depresión d e Bárig e incluso al valle de Valldigna, cuyo Trías, al igual que
Darder Pericás, supone enterrado por los aluviones del valle. Señala la
existencia de la falla de Barcheta y su posible prolongación hasta Tabernes
de Valldigna y reconoce la separación de la terminación meridional de la
sierra de Corbera (montes de Valldigna) y del macizo del Montdúver, por
la existencia de un pliegue falla transverso al eje.
Finalmente Dupuy de Lbme, al realizar gran número de hojas escala
1/50.000, d e l Mapa Geológico de España, y corresponder éstas a la provincia de Valencia, ha tropezado frecuentemente con el fenómeno geológico en discusión y ha tratado tanto de definir el hecho de su propia
existencia, como el mecanismo que l o ha producido.
Su análisis le ha permitido llegar a la conclusión de que estos valles
n o son más que las charnelas de restos d e grandes estructuras tectónicas,
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J. DONAT
totalmente erosionadas y desmanteladas, en los que el Keuper, como consecuencia d e empujes de tipo tangencial, actúa en sentido ascendente.
Igualmente, e n diversos lugares, señala Dupuy de L6me como el Keuper
asoma preferentemente en las zonas de menor espesor de cobertura postriásica o al amparo de fracturas.
LA FRONTERA GEOLOGICA ENTRE LAS REGIONES
. IBERICA Y PREBETICA
m
También, según Rosso de Luna, una de las especiales características
de estas alineaciones es que con frecuencia constituyen la frontera entre
dos estilos tectónicos distintos impresos en los sedimentos de una misma
cuenca por las fuerzas orogénicas.
El limite de las regiones tectónicas valencianas lo constituye su «falla
meridional)), la cual se inicia en la zona de La Encina unida esta última
a Almansa y a Ayora por u n canal terciario, pero de probable substrato
triásico, como lo atestigua el asomo del Cabezuelo, en Almansa (fig. 1).
El recorrido de la falla meridional valenciana es suficientemente conocido para n o entrar en detalles del mismo. Sin embargo, a t i t u l o informativo se puede señalar que va desde el punto antes citado, en la hoja número 819 (Caudete), hasta la núm. 795 (Játiva), atravesando en sentido
diagonal la núm. 794 (Canals).
Al desembocar en la hoja núm. 770 (Alcira), la falla meridional valenciana entra en contacto con el canal triásico de Navarrés, difuminándose
ambos bajo los sedimentos cuaternarios, al Oeste de Lugar Nuevo de
Fenollet.
Según nuestro criterio, la falla meridional valenciana, después de fundirse con el canal de Navarrés y perderse en los sedimentos modernos de
Lugar Nuevo de Fenollet, reaparece inmediatamente en el espacio comprendido entre esta última población y Genovés, el cual, a su vez, finaliza
a la altura aproximada del PId de Corrals.
Esta línea integrada por la actualmente denominada fosa meridional
valenciana, continúa por el valle de Barcheta, frontera geológica entre las
regiones Ibérica y Prebética, prosigue por una amplia zona cretácea compuesta principalmente por calizas m u y lenarizadas del Santonense .Campaniense inferior, genéricamente denominada Montes del Toro, por extensión toponímica de los dominantes en Simat de Valldigna, y entre los cuales
quedan encerrados los valles cuaternarios del PI6 de Corrals, PId del Suro
y hoya de Bárig (Lám. 11).
Esta zona se halla flanqueada al Norte por una línea de fallas que se
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inician, e n u n extremo, al Oeste del Cerro de la Judía, en Barcheta, para
proseguir, flanqueando el PIa de Malet, al Oeste de Benifairó de Valldigna,
y cruzando el valle de la Barraca, hacia el M o n t e de las Cruces, en Tabernes
Fig. 1
d e Valldigna, extremo meridional de la Sierra de Corbera o de les Agulles.
Estas fallas penetran hasta el triásico infrayacente y provocan, por tectónica semidiapírica, la irrupción al exterior d e las masas yesíferas del
Keuper, las cuales aparecen en el Barranco del Yeso y en torno a la
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f u e n t e Pudenta, e n el Barranco de Malet, e n asomos hasta la fecha inéditos. Al Sur, paralela a la anterior, existe o t r a Iínea de falla que, p r o vinente d e las estructuras d e la Serra Grossa, aparece entre los cerros del
Buscarró y IIAlt de I'Edra, bordea el Picaio y se dirige hacia el valle de
Bárig, al q u e converge a través d e los cerros del Tossal y de la Puigmola,
originando e n este lugar un nuevo asomo diapírico. Esta falla atraviesa
completamente todo el valle d e 6árig, rrcubierta por los sedimentos cuaternarios, enlaza posiblemente con el sistema hidrológico del Avenc d e la
Donzella, y por la zona d e les Mallaetes, e n el ángulo que forman las
sierras d e la Rondonera y del Montdúver, se dirige hacia la vertiente
n o r t e d e esta ú l t i m a y hacia el mar, quedando, entre esta importante
Iínea d e falla y la antes descrita y que se iniciaba en el Cerro d e la Judía
d e Barcheta, una fosa tectónica de gran importancia para la interpretac i ó n geológica d e la provincia de Valencia.
Así, pues, la prolongación de la fosa meridional valenciana se puede
establecer a través del valle d e Barcheta, los M o n t e s del Toro y el valle
d e Valldigna.
Si b i e n Darder Pericás, al resumir sus notas sobre las sierras d e Corbera, d e les Agulles y del Montdúver, indicaba que este ú l t i m o parece
continuación d e la sierra d e les Agulles, separados entre sí por un pliegue
falla transverso al eje, l o cierto es q u e esta teoría es extensiva más allá
del valle d e Valldigna y que debe incluir d e n t r o del mismo criterio a los
montes del Toro. Por otra parte, e n un corte geológico trazado por el
m i s m o Darder P,ericás, y q u e comprende la Serra dlAldaia, la Puigmola, el
Tossal y los M o n t e s del Toro, pone d e manifiesto la existencia d e esa
fosa, sin pasar, n o obstante, e n ningún m o m e n t o a su estudio particular,
ni a su interpretación d e conjunto.
La prolongación d e estos M o n t e s del Toro, y e n particular la línea d e
regmagenetismo que separa las regiones geológicas valencianas Ibérica y
Prebética, se realiza a través del valle de V;illdigna,
fosa tectónica recubierta por los aluviones cuaternarios y que se prolonga hacia el mar.
Brinkmann, al referirse al valle d e Valldigna, manifiesta que ((está
cubierto d e masas detríticas recientes y a juzgar por un afloramiento q u e
existe e n Tabernes, se halla ocupado por un horst d e Keuper)), criterio
después compartido por Meseguer Pardo, al señalar éste q u e «es probable
q u e bajo los aluviones del valle prosigan las arcillas irisadas que se manifiestan al mediodía del expresado pueblo, e n el borde de la Sierra R.ondonera)).
En contraste con l o apuntado por ambos autores n o creemos que el
substrato del valle d e Valldigna sea el triásico, o más precisamente e l
Keuper. Las apariciones de este material, e n la provincia d e Valencia,
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suelen ser bajo la forma de grandes manchas alargadas y anchuras del
orden de los dos o tres kilómetros, es decir, los típicos canales valencianos
(Barcheta, Navarrés, Ayora, Cortes de Pallás, etcétera), o en ojales, mucho
más estrechos, de forma predominantemente alargada, de redvcida extensión y siempre al amparo de fallas, ora de crestería (Vallada, Mogente,
Cinco Hermanos, etcétera, en la Serra Grossa), ora de lineales (valles de
Jeresa o de Bárig, Fuente Pudenta de Simat de Valldigna, canteras del
Buscarró, Puigmola, etcétera).
El asomo triásico de la fuente de la Umbria, principal motivo de los
razonamientos de los antes citados autores, responde, como tantos otros
de la comarca a la presencia de ocultos lineales, en los que se producen
tectónicas análogas a la del valle de Bárig y forman interesantes niveles
hídricos, como el existentz a la altura de la Drova, con las fonts de I'Olm
y de les Monches (Lárn. II1).
Consecuentes de todo l o anteriormente expuesto deducimos que la
división geológica de la provincia de Valencia se realiza de acuerdo con
la teoría de Rosso de Luna y que la divisoria de las regiones Ibérica y
Prebética queda establecida por la, falla meridional valenciana, cuyo desarrollo nosotros prolongamos a través del valle de Barcheta, montes del
Toro y valle de Bárig, hasta el propio valle de Valldigna (Lárn. IV).
EL VALLE DE LA DROVA
N o hemos podido hallar ningún estudio geológico sobre este valle, sito
entre los montes dlAldaia y la sierra del Montdúver, entre Bárig y Gandía.
Brinkmann, en su «Mapa Geológico de la provincia de Valencia)), integrado en su trabajo «Las cadenas Béticas y Celtibéricas del Sureste de
España)), señala la existencia de una falla a lo largo de él; o más bien, l a
prolongación de la falla que se extiende *por el Sur del valle de Barchrta,
la cual entraría en el valle de Bárig por la Puigmola, proseguiría por el
valle de la Drova y, por el collado existente entre las peñas Negra y del
Colom, desembocaría al valle de Jeresa. Hemos seguido sobre el terreno
la citada falla y sobre el plano de Brinkmann, de acuerdo con l o arriba
expuesto, hemos de manifestar algunas discrepancias. El valle de la Drova
es positivamente una fosa tectónica, cuya solución de continuidad n o se
verifica a través del collado existente entre las peñas Negra y del Colom
y en dirección a Jeresa, sino que, siguiendo su propia orientación ibérica,
concretamente por la zona en que discurre la carretera de Bárig a Gandía,
va a desembocar al conocido valle gandiense de la Marchuquera, entrs
los últimos contrafuertes de las estribaciones de l a Serra Grossa y la
Falconera (Lám. V y VI).
[page-n-334]
J. DONAT
Para nosotros el valle de la Drova tiene una importancia geológica
mucho mayor que la simple prosecución d e una fosa. A nuestro criterio,
e l conjunto orográfico integrado por las sierras de la Rondonera y d e l
Montdúver, flanqueado por el n o r t e por la fosa ,de los M o n t e s del T o r o
y valle de Valldigna y por el sur por la fosa tectónica de la Drova, constituye
e l p u n t o de fusión de las estribaciones meridionales d e las cordilleras
celtibéricas con las avanzadas septentrionales d e las Prebéticas, y cuyo
p u n t o central de contacto deberíamos situar en les Mallaetes de Bárig.
LA SUBREGlON CENTRAL VALENCIANA
Hemos podido observar cómo el principio de que las alineaciones
geuestructurales constituyen con frecuencia frontera entre dos estilos
tectónicos diferentes tenía plena adecuación a la provincia *de Valencia,
en cuanto e n la misma separaban las regiones Ibérica y Prebética (fig. 2).
Posteriormente, nuestro deambular por las distintas zonas orográficas
d e la provincia a la búsqueda y estudio de nuevas zonas cársticas, junto
al examen d e las alineaciones, nos ha inducido a señalar la existencia,
dentro de la región Ibérica, de una subregión geológica que denominamos
((Central o de Escudo», la cual posee límites geográficos y características
m u y determinativas, tales como estratificación tabular, con la consiguient e carencia de alineaciones estructurales de orientación típicamente -definida. La subregión central cubre una importante área de la geografía
valenciana. Se halla limitada al N. ,por el canal triásico de Cortes de Pallás
y su prolongación por la fosa tectónica d e Dos Aguas. El l í m i t e Oeste queda
establecido por e l canal triásico d e Ayora. El Sur, de forma angular, l o establecen d e un lado la fosa tectónica terciaria Almansa-La Encina y la
propiamente dicha falla meridional valenciana. El extremo oriental l o
situamos algo más al Este del Canal de Navarrés. Concretamente la Fosa
d e Dos Aguas, a l este del Pico del Ave, e n la zona de la Herrada se
resuelve e n una nueva fosa tectónica, d e directriz ibérica, que bordea la
sierra del Caballón por el Nordeste y se prolonga hasta alcanzar las estribaciones occidentales del isleo montañoso del Quencall, la cual se resuelve
a su vez por una fosa existente entre la falda meridional de este monte,
Lomas d e Matamont, y las Lomas del Truig, dejando, en su interior, el
barranco d e la Parra. Esta división nos permite incluir dentro d e la
subregión central toda la comarca de Millares, la cual habría quedado excluida d e haber utilizado como elemento divisorio el canal de Navarrés.
D e esta forma quedan en su interior, como más destacadas formaciones, la M u e l a de Cortes de Pallás, la meseta d e Millares, la M u e l a de
[page-n-335]
Bicorp, el macizo del Caroig, el Peñón de los Machos, la Sierra ae Enguera, etcétera.
Las formaciones de esta subregión acusan, de forma indudable, los
Fig. 2
empujes provinentes de las zonas vecinas, sirviéndoles de escudo; d e
esta forma la zona N o r t e de ésta se halla dominada por las alineaciones
geográficas de directriz ibérica, como los cintos del Quemado; por su
[page-n-336]
J. DONAT
parte sur las muestra de orientación Prebética, como los cintos del Peñón
d e los Machos; finalmente e l Caroig, centro geográfico d e la región, acusa
e n sus caras la doble influencia regional (Lám. V I I ) .
LAS CRUCES REGMATICAS VALENCIANAS
Los canales valencianos, triásicos o no, comc antes hemos enunciado
poseen, entre otras características, las d e mantener unas directrices precisas y constantes; e n el N o r t e la orientación NW. SE. (Ibérica) y e n el
Sur la SW. NE. (Prebética). Pero j u n t o a estas dos, q u e por sí solas forman
una c f u z regmática, apareceh otras dos, formando igualmente otra cruz
regmática y cuyas directrices son N-S y E-W.
La primera d e las cruces señaladas (ibérica y prebética) culmina en
la fusión del canal de Navarrés con la falla meridional valenciana. La
segunda tiene como eje fundamental el canal d e Ayora (N-S) y 5erian
complementarios del mismo la fosa terciaria de A l a t o z (Albacete!, y el
canal de Cortes d e Pallás y la tosa de Dos Aguas (Lám. VI 11).
Dentro d e la consideración de estas cruces regmáticas cabría explicar
multitud de fenómenos geológicos, h o y n o considerados o inconexos entre
sí. Creemos que la confección d e un completo mapa regmagenét-ico d e
nuestra región aportaría gran cantidad d e datos sobre la motivación d e
determinadas zonas de sedimentación, así como el conocimiento correcto
d e nuevas zonas d e fallas y fosas.
Rosso d e Luna, e n su tantas veces citada obra, ya señala la influencia
d e las directrices regmagenéticas atlántica y africana e n las disyunciones
d e este t i p o d e l Levante y Sur d e España. Por nuestra parte, n o có10
aceptamos sus manifestaciones, sino que, además, señalamos la presencia
d e las directrices euroasiáticas, las cuales tienden a presentarse e n la
Valencia continental o del interior.
ORIGEN Y FUNCION DE LAS FOSAS TECTONICAS VALENCIANAS
Siguiendo parcialmente e l criterio de Dupuy de Lome, los canales triásicos valencianos los situamos e n grandes estructuras tectónicas, pero no
como el resultado d e la erosión y el desmantelamiento d e sus charnelas,
sino como el producto de la formación ,de fosas tectónicas.
Estas, d e seguir las teorías d e Bullard, recogidas por Holmes, deberían
su origen a los fenómenos de compresión, por los q u e nuestros canales
triásicos, e n s u equivalente t o p n í m i c o británico d e ritf valley, serían,
[page-n-337]
a su vez, en nuestra reducida escala provincial, el equivalente, por ejemplo, a escala continental, de las célebres fosas africanas.
. . Estas teorías de Bullard han sido refutadas por Cloos, por considerar
que carecian .de suficientes apoyos en su fundamento. Este ú l t i m o realizó
determinadas experiencias físicas, llegando a la conclusión de que las citadas fosas eran debidas a un arqueamiento de la corteza terrestre, en el
que como es lógico el estiramiento superficial siempre es mayor que el
producido en profundidad. Teoría que, en cierta forma, tiene muchos
puntos coincidentes con la de Seidl, en cuanto a los desgarres observados
en la corteza terrestre y que este ú l t i m o achacaba a las fuerzas de tracción.
En relación con los depósitos triásicos, que con mucha frecuencia
rellenan estas fosas, queremos señalar que éstos actúan normalmente en
proceso de tectónica semidiapírica, acorde con lo expuesto por Dupuy
de Lbme bajo la consideración de «La tectónica peculiar del Trias)), en varias memorias explicativas de las hojas 1/50.0@0del Mapa Geológico de
España.
El característico levantamiento marginal de los estratos puede corresponder tanto a la presencia de arqueamientos en la superficie terrestre,
como a un levantamiento particular de los mismos ocasionado por el empuje de los materiales del Keuper, cuando n o por ambos a !a vez. Este
particular empuje del Keuper en su movimiento ascensional, cuando la
capa suprayacente es de débil espesor se manifiesta muy extremado hasta
el punto de producir, en la citada capa suprayacente, casi siempre, por su
posición estratigráfica, constituida por calizas, fracturas de tipo análogo
a las producidas en el interior de los sinclinales y que crean, en consecuencia, una nueva modalidad genético-cárstica que podríamos denominar de
borde de diapiro.
Resumiendo podemos considerar que, los canales triásicos valencianos
son fosas tectónicas, cuyo principal fundamento consiste en facilitar los
movimientos d e traslación de la masa suprayacente; resolver los esfuerzos
producidos en su arqueamiento, y en general resolver los problemas ocasionados por la falta de elasticidad de los materiales que integran los pisos
situados sobre el Keuper producidos normalmente por esfuerzos que suelen
traducirse siempre y finalmente por un estiramiento de las capas superficiales.
Se asimilan los canales triásicos valencianos al concepto de fallas fundamentales y de alineaciones regmagenéticas, pasando revista a los criterios sustentados por diversos autores sobre los mismos.
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J. DONAT
Verificando algunas correcciones estratigráficas y tectónicas se establece en forma definida la frontera geográfica y geológica entre las regiones
Ibérica y Prebética, señalándose, tras el estudio del valle d e la Drova, las
sierras del M o n t d ú v e r y de la Rondonera como p u n t o d e confluencia d e
ambas tectónicas.
Basados e n motivaciones tectónicas, se establece, al amparo de alineaeiones regmagenéticas, una zona denominada Central o de Escudo como
subregión de la Ibérica.
Finalmente, tras establecer la orientación d e las cruces regmáticas
valencianas, se identifican los citados canales triásicos como fosas, estableciéndose la función de los mismos.
BlBLlOGRAFlA CONSULTADA
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lnstituto Geológico y Minera de España, 62. Madrid, 1961.
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Utiel y Jalance".
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D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
l.--Cerro de La Judía. Inicio de las fallas septentrionales de la fosa de Vddigna.
2.--Valle triásico de Barcheta.
LAM. 1
.
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D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
LAM. 1 .
1
[page-n-341]
D0NAT.-Los
canales triásicas valencianos
LAM. iiI.
[page-n-342]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
LAM. IV.
1. - Montes de Toro, en Valldigm.
2.-Valle de VaHdigna. Salida al mar entre el monte de las Cruces y la Sierra Rondonera,
[page-n-343]
D0NAT.-Los
canales triásicas valencianos
Sierra de Aldaia. Laderas meridionales de la foca de La Drova.
LAM. V.
[page-n-344]
D0NAT.-Los
canales tiiásicos valencianos
LA*M. VI.
l.--Región meridional del Mondiibsr.
2.--A1 fondo de la región meridional del Mondiiber zona de Penya Negr2, donde se pzoduce la intersección de la falla de Jeresa.
[page-n-345]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
1.-Cerro N w o J ofitico, m la canal de N ~ a r r é s .
2.--instalaciones del Cerro Negro.
LAM. VII.
[page-n-346]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
Dos aspectos de la falla norte de la fosa de Dos Aguas
LAM. VIII.
[page-n-347]
ERNESTO J I M E N E Z N A V A R R O
(28- 12- 19 1 1
- 3-9- 1968)
Una vez más se visten de l u t o las páginas de nuestra revista por el
fallecimiento de un entrañable amigo y colaborador, Ernesto Jiménez
Navarro.
Nacido en Buñol (provincia de Valencia), cursó los estudios superiores
de Derecho y Filosofía y Letras, obteniendo el premio extraordinario de
la Licenciatura.
[page-n-348]
Desde sus años de estudiante universitario mostró su decidida vocac i ó n por la prehistoria, formando parte del grupo d e alumnos del profesor
Pericot que colaboraron en las tareas de este Servicio de Investigación
Prehistórica, llevando a cabo prospecciones y excavaciones en la región
valenciana y posteriormente, por encargo de la Comisaría General d e
Excavaciones Arqueológicas, en la Cueva d e Ambrosio y otros lugares
de España.
Fue becario, por oposición, de la Diputación de Valencia para ampliar
estudios en M a d r i d y pensionado por la Junta d e Ampliación de Estudios
'para asistir a los cursos de Prehistoria profesados por el Abate Breuil en
el l n s t i t u t o de Antropología Humana, en París.
Fue colaborador del Servicio de Investigación Prehistórica, del Inst i t u t o de A r t e y Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, del l n s t i t u t o de Estudios Ibéricos d e la Institución Alfonso el
Magnánimo de Valencia, profesor ayudante de la Universidad de Valencia
y profesor de Enseñanza Media e n diversos institutos.
P,ublicó numerosos estudios, de los q u e destacamos, aparte de los
textos de Historia y Geografía, los de tema arqueológico siguientes:
((Nueva estación Parpallense)) (Anales del Centro de Cultura Valenciana, VI II, n ú m . 23. Valencia, 1935).
((Figuras animalísticas del Cerro de los Santos)) (Ampurias V. Barcelona, 1943).
((Localidades con piedra tallada en la región de Buñol (Valencia)))
(Ampurias V. Barcelona, 1943).
((Restos prehistóricos del barranco de Carcalín, Buñol (Valencia)))
(Archivo Español de Arqueología XVI l. Madrid, 1944).
((Nuevas localidades prehistóricas valencianas)) (Acta y Memorias d e
la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria XIX.
Madrid, 1 944).
((Sobre el origen almeriense del vaso campaniforme)) (Crónica d e l
II Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Albacete 1946). Albacete, 1947).
«La colección de lápidas de don Claudio Constanzo» (Revista de Estudios Extremeños, 1949).
((Excursión arqueológica a La Aliseda y Arroyo de la L u z (Cáceres))).
(Boletín Sociedad Española de Excursionismo, 1949).
((Necrópolis de la Edad del Bronce)) (Archivo Español de Arqueología XXI I l. Madrid, 1950).
((Arqueología de Magacela)) (Revista de Estudios Extremeños, 195 1).
((Excavaciones en Cueva de Ambrosio (Vélez Blanco, Almería))) ( N o t i ciario Arqueológico Hispano V. Madrid, 1962).
[page-n-349]
Pese a verse aquejado en los ú l t i m o s años d e una grave dolencia
supo sobreponerse a la misma y proseguir sus actividades científicas y
docentes con el entusiasmo e ilusión que en todas sus tareas puso siempre.
La pérdida de este buen amigo es motivo de profundo dolor para los
q u e tuvimos la suerte de compartir con él las inquietudes e ilusiones de
los años juveniles, cuando iniciábamos nuestras primeras andaduras en
e l campo d e la Arqueología.
Su recuerdo quedará perenne e n t r e sus antiguos compañeros y amigos
de este Servicio.
Descanse en paz.
[page-n-350]
[page-n-351]
[page-n-352]
Akanins, gentilicio galo: 105, 137, 144 y 145.
Akerekontin, epígrafe monetatl: 115.
Akerekoniton, epígrafe monetaU : 115.
-&o, sufijo galo: 114 y 115.
Mbanius, gentilicio : 137.
Aleasiumara, ant4.opónimo galo: 123 y 135.
Alfabeto griego: 99, 100, 108, 109, 112, 113, 115, 116, 118-121,127, 135 y 139; - ibérico:
99-101,107, 108, 111, 112, 114-116, 119-121, 163-176,274, 275, 277 y 278; - !atino:
100, 119, 120 y 274; - Uepóntico: 115; - aord-e~usco:100, 115, 119, 120, 125, 129
y 135; - púnico: 274; - turdetano: 169-171,176, 274 y 2 1 .
r8
Mares: 219, 225 y 230.
Afilileres de hueso: 232 y 236, Véase ((Agujasn.
Aüineaciones geoestructurales: 284, 286, 290, 291 y 293.
Alisadores de ~iedra:65 s 232.
AUevorix, ~ e i o r i x ;
antr&ónimos célticos: 123.
Ailobrox. antrou&nimo dkico: 123.
Alostibk, anGpónimo i~bérico:107.
Algino: Véase (Nord-alpino)).
Altar: 79.
Aüuviones: 285 Y 288.
Ambaicus, antropónixno prerromano: 115.
Am~uritana.cerámica: Véase «Cerámica mis anúauxikana)).
~&rutiense,' cul.tura: 54.
Amiosaren, nombre gdo: 110.
Anállisis botánicos: 57; - de oro: 93-97.
Anbaikar, antropónimo prerropnanio: 115.
Anbels, antropónimo ibérico: 107.
Andablatio. arutrouónimo céltico: 123.
Andorourus, antrophimo catico: 123.
Andwarto. mtrouónimo dltico: 123.
Andius, ankrop61aimo prerromano: 105. Véase (~Avelius)).
Anforas: 82; - ibéricas: 170, 186, 187 y 200; - romanas: 83, 219, 224, 225, 252 y 253.
Ana- de ailiarero: 2% y 230; - de br0nk.e: 61, 69, 70 y 12-75;- de hierro: 70, 74, 75,
189 y 199; - de oro: 96-98; - de plopno: 232.
-aninis; sufijo gallo: 105, 106, 136, 137 y 139..,
Animales: Véase (@ama»; - mpresentacion de: 24, 25, 213 y 237.
,
Antropomorf as, representaciones: 24 y 25.
Antropónimos: 99-161,163, 185, 167, 168 y 172; - ausco-aquitanos: 149; - cé1,ticos: 112,
122 y 123; - galos: 99-161;- ibéricos: 99-161,163, 165, 167, 168 y 172; - ligures:
106-110,112, 118, 116, 125, 141, 143, 149, 151, 155, 157, 159 y 161; - venéticos: 106.
Apeharus, antropónimo goulo: 135 y 135,Véase (~Atepwnarus)).
Aquitam, tim cerbico: 77.
-ar, tsrmimaci6n ibérica: 101, 110 y 115.
Arboües: 57.
Arcillas: 68, 61, 67, 181, 183, 180, 191, 193, 196, 248 y 288; - triásicas: 285 y 288.
Arcos: 210; - motivo decorativo: 25; - monumenta;les: 45.
,
Areas ilingülisticas: 89-161;- monetaües: 280 y %l.
Arekorata, Arekoratus; cwa y Leyenda monetal: 111, 274 y 277.
-aren, terminación ibérica: 101.
Arenas: 181, 182, 100, 191, 195, 196 y 2 0
0.
Arenisca, objetos de: 45 y 232.
Ar&rica. cerbica: 50.
Arketurki, ceca hispáaiica: 274 y 277.
Arkitiloas. anhropónimo ibérico: 107 y 109.
Arkitiker; mtrop6nimo ibérico: 101.
Armas: 87. 4VéasecaEspadasn, ;cFFleohois»,etc.
Aros de hueso: 10; - de oro: 96-98. Véase «Anillos».
Arsaos, ceca hispánica: 274 y 277.
Axskere, antropúnimo ibéricu: 107 y 109.
Arskikar, paüaibra bbérica: 107.
h t e : 19-26,56, 59-61,84 g 169; - ibérico: 169; - rupestre: 18-26, 56, 59-61 y 84; - esquemático: 2 y 25; - - ievantino: 24 y 25; - - paleolítico: 56,5941 y 84.
4
[page-n-353]
As, moneda: 276, 277 y 280.
Asas de bronce: 232 y 234; - üe cerámica: 40, 51, 53, 58, 77, 170, 186, 187, 198, 199, 203,
237, 271 y 272; - de vidrio: 232.
Asetileke, antropónimo galo: 109.
Asido, ceca hispánica: 274.
Asirigia, anbropóninio céltico: 123.
Asturiense, cultnira: 48.
Asune, antropónimo ligur: 109. Vésse «Axuinus».
Ataibels, palabra ibérica: 107.
Akcingus, anko,pónimo céltico: 123.
A-,
Atepo, Atepu; &ivtmpónimosgalos: 124 y 125.
Abepatus, amtropónimo gaüo: 125.
Atepilla, antropónimo gaüo: 125. Véase <&&piccan.
Atepomarus, Atepumarus, Atepumara; antropánimos garlos: 123, 125 y 135. Véase ccAdiaturnarus)) Y d
~tñamaiius,
anGo,-o,
céltico: 1s.
Atica, cerhica: 10 y 12; - de figniras rojas, cerámica: 10; - de barniz negro: 12, 186,
0.
188 y 2 0 Véase aPrecampanienser.
Atinbelaua. mtrodnimo ibérico: 107.
~ltidblndni;amtropónimo iMrico: 107.
Auetiris-ar-mi, antraw5nimo galo: 109.
Auriñaciense, c d t u r i : 84. Ausco-aquitanos, anbropónimos: lrh9.
Avelius, Avilius, Avillius; smtropbnimos gdos: 106, 150 y 151. Véase uAndius».
menio, ceca gala: 274.
Aviulius, Aviullius, Awiulus. Aiviullus; antropónimos galos: 150 y 151.
Awedomams, antro~ónimo
galo: 135.
Axionus, antropóninio iligur :-109.
Axunus. antroubnimo ligur: 109. Vkase «Asune».
~zuelas.de i d a pulida: 31, 32, 38 y 41.
p
Baekrrae, antropónimo gailo: 140.
Baikas, antropónimo ibérico: 107.
Bailo, ceca hispánica: 274.
~ a l c i - d nantropódmo ibérico: 107.
,
Ba.lcibii, antropónimo ibérico: 107.
~al&akdtur,
,pa;l&ra ibgrica: 107.
BaUkestar, antropónimo ibérico: 107.
Bar-, prefijo gdo: 148 y 149.
Bara, Baro; antropónimos galos: 149.
Baraco, antrop6nimo galo: 149.
Barhosis, Barosis; aitropónimos ausco-aquitams: 149.
Baricio, &ntropúnitnogalo: 149.
Barniz negro, cmámica de: 12, 171-113,186, 188 y 200; - rojo gompeyano, cerámica de:
229 y 232.
Barro-, prefijo galo: 110.
Barsur, antropónimo prerromaaio: 110.
Basalto, objetos de: 51.
Basileus, titulo: 113.
Baskunes, ceca hispánica: 274 y 277.
Bastón de mando de hueso: 11,12 y 16.
Bennabeils, antrop6nimo ibérico: 107.
Bereber, lengua: 172.
Betele, antropthimo ligur: 109.
Bianius, gakiüicio galo: 137.
Bilbilis, ceca hisptinica: 274.
Bilos, antacrpónimo ibérico : 108.
BilosbaJlsar. al abra iWica: 108.
BjllnistBas, k;ltrogónimo iwrico: 107 y 108.
Birikmtin. Birikantio: aeuendas monetales: 111 Y 274.
Bisagras de hueso: 232 y 236.
- 301 -
[page-n-354]
Bisnntto: 96-98.
Bisturí de bronce: 232 y 234.
Bitudedin, palabra ibérica: 108.
Bitukios, nombre galo: 113.
Bitutu, antropónimo ibérico: 108.
Biuitu, Bivito; antropónimos célticos: 109.
Biur. Biurbi: leyendas moneta'tes: 111 v 112.
~ i u r t a n an&a&nimo ibkico: 108 y ii
,
Bi&M. ~ a a a b r a
ibérica: 108.
Biurtite,'palabra ibérica: 108.
Bizcaíno, dialecto: 167.
Blaes-, prefijo gdo: 146.
Blaesa, Blaesia, 'Buaesio, 'Blaesius, Blaesus; antropóninios galos: 106, 146 y 147.
Eüaesianus Biturix, antropónimo galo: 147.
Blaesiola saütus, .topónimo galo: 147.
Blaia, antropónimo galo: 146 y 147.
Naionia, antropiuiimo galo: 146 y 147.
Blais-, prefijo galo: 146.
Blaisicius, anbropónimo galo: 147.
'Buat-, prefijo galo: 160.
Biattius. .anitroDónimo galo : 161.
Biesidius, a;ntropóni&galo: 141.
Bblart-er-ar. iantroónimo Drerromano: 110.
Boduisso, nombre c&ico: 109.
Bokios, leyenda manetal: 112.
Bdskan, ceca 4hiiiapQnica:274, 277, 280 y 282.
Botellas de cerámica: 237.
Bottus, nombre ligur: 109 y 110.
Batur, prefijo 4igur: 109.
Boturo, nombre ligur: 109.
Boudus, antropónimo galo: 110.
Brazaletes de bronce: 69-74,83y 91;-- de hierro: 73; - de 6ro: 96 y 97;- de pectúnculo: 202.
Briganteh, ceca, @ d a : 274.
Brigantes, nanbre g a b : 111.
Brigantia, antropónimo galo: 111.
Briganticus, nombre galo: 111.
Brigaritin, antropónimo galo: 111.
Brigantinom, étnico galo: 111.
Brigantinomagus, nombre galo: 111
.
Brigantio, 4hpónimogalo: 111.
Brigovix. lnombrs csltico, 123.
Bronce, mdad del: 10, 11, 21. 23, 39, 44, 98.54, 57, 64, 65, 6749, 76-83,86-89, 91, 94, 98
y 235; - Atlánlico: 51; - MediteriBneo: 50 y 52.
Bronce objetos de: 51, 69-61, 64-76,83, 87, 89, 50, 107, 108, 189, 212, 232, 234. 276 y 382;
- escrito de Ascoli: 107 y i06.
Broahe de oro: 96.
Brufiido ,de cerámioa: 80.
Buriles de silex: 14, 16 y 17.
Caballos, representaciones de: 169 y 237.
Cabañas: 24, 193, 195, 196, 201 y 202.
CabeUio, ceca gaila: 274.
Cabrillo, Cabrillus, nombres céilticos: 109.
Cadenillas metálicas: 75, 95-97y 243; - de oro: 95-97.
Caeswaugusta. ceca ibérioa: 274 y 277.
~aiantdlos,
~mtropónimoprerro&no: 113.
Caiaucus, antropónimo ligur: 109 y 113.
Caiena, antroponimo preiromano: 113.
Caio, antropónimo ligur: 109 y 113.
Calagurris, ceoa ibérica: 274.
Oalamos de marfil: 232 y 236.
Ca.lcolitico: Véase ((Eneolíkico~.
[page-n-355]
C,alifal, cerámica: 203.
Caliza, objetos de: 47, 193, 202, 224 y 232.
Calizas: 286 y 293.
Calzadas romanas: Véase #Vías romanas,.
Candilejas: Véase ~ L u c e r n a s ~ .
Caminos: 113 y 114.
Campaniforme, cerámica: 202 y 203.
Canipaniense, cerámica: 171-173, 186, 188, 200, 229, 231 y 232; - B,cerámica: 171-173,
229, 231 y 232; - inferior, periodo gevlúgico: 286.
Campiñense, cultura: 59.
Campos cle urnas, cerámica de 10s: 65, 76, 78-81, $3, 87 y 88; - - -, cultuw de los:
65, 69, 76, 78-81, 83, 86-89,91 y 94.
Canales trfásiws: 283-294.
<%nidos: 75.
Cantos rodados: 46-48,179, 182, 191, 193, 196,219 y 232.
Cantubrigius, nomqbre céltico: 123.
Cá~ridos:25, 64 y 232; -, representaciones de: 25.
caianius, ~oraanius;
genitilicios galos: 137.
Carantus, nombre &%tico: 109.
Ca~bón:11, 57,64,65, 181, 182,190, 193,196, 199,200 y 220.
Carbono 14: 86.
Carbda, ceca bispánica: 274.
Cardial, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40 y 58.
Cardium, a n c h a s de: 47 y 48.
Carmo, ceca hispánica: 274.
Cartas Pueblas: 209.
Carteia, ceca hispánica: 274.
Cal-mago nov va, ceca hispánica: 274-276.
Cascantum, ceca hispánica: 274.
Cassidarius, nombre céltico: 123.
Cassielcus, nombre d t i c o : 1 .
%
Cassimara, nombre c6ltic.o: 123 y 135.
Cassicus, nombre celtico: 109.
Castulo, ceca bispánica: 274 y 277.
Catacoanbnoi k J t u r : 54.
Catavignus Evomagi, nombre céltico: 123.
Catto, a.ntropbnimo galo: 161.
Catuisso, nombre céltico: 109
Cavernas: Véase duevasn.
Cazadoses nómadas: 44, 46 y 48.
Cazuelas: 51, 198 y 199.
Cecas: 110, 111 y 273.282. Véase caManedasn.
Ceilsa, ceca hisphnica: 274 y 277.
Celta, c<ico:100, 102-106,108, 1111-115,122, 123 y 161.
Celtibérica, lengua: 108.
Celtíbero: 111.
Célticas, tenguas: 100, 103-106, 109, 111, 113, 114, 122, 123 y 161.
Cenizas: 11, 46, 48, 190, 193 y 243.
Cerámica: 10-12,24,31-34, 37, 38. 40, 41, 49-61,64,65, 67, 76-84,86-88,107, 108, 114; 161,
163-168,170-176,181-188,190, 193, 196-203,206, 208, 211-213,115-232,
235, 237, 243-246,
26Cb262, 254, 266, 267, 258, 263-266, 271 y 272; - aquitann: 77; - árabe: 196,
ática: 10, 12, 186, 188 y 200; - - de barniz
197, 203 y 220; - acghrica: 50;
de figuras rojas: 10; - de barniz negro: 12, 171-173,
negro: IB, 186,188 y 200;
rojo pompeyano: 229 y 232; - c J i b J : 203; - campanien186,188 y 200;
se: 171-173,186, 188, 200, 229, 231 y 232; - B: 171-173,229, 231 y 232; - campan :
a
niforme: 202 y 203; - de los campos de m i s 65, 76, 78-81, 83, 87 y 88; cardial: 33, 31, 37, 38,40 y 58; - común romana: Véase ccerámica romana común));
- chaseense: 58, 58 y 84; decorada: 37, 40, 57-61, 65, 76-78. 80-83, 87, 88, 107,
lM, 163, 164, 167, 188, 174, 182, 183, 186-188, 198-201,213, 215, 216, 219, 225-231,
237, 243,244, 251, 254, 255, 257, 263-265,271 y 272; - - con acanaüaduras: 77, 78,
con icordones e n relieve: 57, 58,77, 82, 83, 199 y 271;
80,81,87, 88, 2 W y 265;
- - excisa: &2 y 86: - - impresa: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225, 243,
---
--
-
-
-
--
-
[page-n-356]
-
-
244, 264 y 265; im~presa cardium: 33, 34, 37, 38, 40 y 48; - incisa:
con
41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 198 y 199;
- incisa post cocción: 58, 61.
65, 78, 80 y 88; - - peinada: 76, 77, 82 y 83; pintada: 41, 83, 107, 108, 163,
164, 167, 168, ,174, 182, 186-188, 198-200, 243, 244, 251, 254, 271 y 232;
- con verdugones: 51; - de la Edad d d Bronce: 24, 49-54, 57, 65, 76-81, 83, 87, 88 y 263-265;
- de la Edad del Hierro: Véase ((Cerámicahallstattica*, ((Cerámicaibérica)) y «Cerámica de La T&ne»;- eneottlca: 37, 38, 40,41. 202, 203 y 263-265; - esgrafiada:
Véase uCerámica &corada itncisa post cooción~;- espatulada: 65, 79, ,M, 83 y
265; - estampada: a25 y 230;
galo-romana: 64, 65, 67, 83, 86 y 181; - gradecorada incisa post cocción»; griega: 10 y 114; Véase
bada: Véase ~
uCerámica ática)); gris ampuritana: 199201: ballstahtica: 65. 76, 81-83 y 86;
- ibérica: 10, 11, 82, 107, 108, 183-168, 170, 173, 174, 181, 183-188, 190, 199-201,
amisante: 185, 166
243, 244, 246 250-252, 254, 255, 257, 258, 266, 271 y 272;
y 190;
ibero-romana: 32, 171, 173, 220, 221, 235, 266, 271 y 271;
de La T&ne:
85, 76, 82, 83 y 86; - lafiada: 182;
lisa: 24, 37, 40, 49-54, 58, 77-80, 83, 183-187,
193. 198-199, 211-213, 226, 227, 229, 237, 244, 252, 2 5 y 263-265; - medieva: 10,
15
182, 196-199, 203 y 220; - morisca: 22, 41, 196-199, y 203; - ne&tica: 33, 34, 37
0
de paredes m a s :
38, 4 , 67-59, 64, 65, S4 y 193; - de Paterna-Manises: 182;
225 y 231; - precampaniense: 186, 188 y 200;
romana: 32, 64. 65, 67, 83, 86.
161, 171-175, 182, 183, 200, 206, 208, 211-213, 215-232. 235, 237, 252, 266, 271 y 272;
común: 211-213, 216, 217, 219-2.21, Z24-226, 235 y 2&2; - sigillata: 174. ,175,
182, 183, 200, 206, 212, 213, 215-220, 222-224, 226-330, 235 y 237;
- clara: 213,
216, ü26, 2% y 229;
- clara A: 213, 216 y 229; - - clara B: 326 y 227;
- clara C: 226 y 229; - - hispknica: 182, 183, 200, 206, 212, 213, 215-220,
226-230, 235 y 237; - - su&.ádica: 175, 182, 183 y 206;
del vaso de boca cuadrada: 58; widriada: 182, 197-199 y 203.
Cerradura de oro: 96 y 97.
Cérvidos: 64.
Cesse, ceca ibérica: 280.
Ciervos, ~epresentaciantesde: 19, 20, 25, 217, 219 y 237.
Cilindros de cailiza: 224, 232 y 236.
Cimarius, Comarius, Comatius; nombres célticos: 123 y 136.
Ointas de oro: 96; de plom: 232.
Cintugnartus, .nombre céltiw : 123.
tipos: 210.
Cinculación monetmia: 279282.
-
-
-
-
-
-
--
-
-
-
-
A
-
-
-
-
-
-
-
-
Ciudadee: Véase dPoblados».
01sociales: 112 y 116.
VOS de bronce: 232; - de hierro: 82, &3, 88, 226 y 229.
Cobianius, Galitiniui; genittlicios gados: 137.
CobliUto, ommbre
<ico: 123.
Cubre: 93, 94 y 8648; -, objetos de: 52 y 75.
Clabrania, Ccnbruna, Cabrunius; nombres céiitiws: 123.
aahortes romanas: 155.
Colgantes de hierro: 75; - de oro: 94-97.
Colianius: V6ase u(Cabi&nius».
Collares: 'Véase
Colmillos de 3atbali: 232.
Colonia ,P&ricia, m hispánica: 274.
Cdonizaciones: 113-116, 271 y 281.
Cduanbela, conlcthas de: 47 y 48.
Cdlumnas: 94; - milirtrias: Véase gMilisrios».
Camaius, Comagus; nombres célticos: 123.
Comarius: Véase ucimarius~.
comatius: véase ~CirnariusrP.
ComIbariiUius. CombariUus: nombres célticos: 123
Coanercio: 100, 101 y 113-116.
Conmnus, ,nombre dltico: 123.
Cmchm: 10, 12, 16, 37, 40, 46-48, 61. 193 y 202; - horadadas: 15, 47, 48 y 61;
nas: 16. 47, 48 y 61.
Concheros: 48.
CondeIwa, nombre c6ltico: 123.
- mari-
[page-n-357]
Congenetius, )nombre céiltica: 123.
Congennio, Congennus; nombres célticos: 123.
Congonnus, nombre céltico: 123.
Coníferas: 57.
Conquista romma: 281 y 282.
Construcciones: 60, 67, 220, 222 y 257-260.
Consuadillia, nombre icéltico: 123.
Cantesilo, Contessilo; nombres célticos: 123.
Contrebia, ceca hispánica: 274 y 277.
Copas de cerámica: 82, 83, 88, 226 y 229.
Cmadelius, nomlbre prerromano: 105.
Coranius: Véase (Caranius)).
Corduba, ceca hispánica: 274.
Garuncanius, gentilicio galo: 137.
Covachas: Véase «Cuevas», cohbrigw.
Cráneos humanos: 34-40, 248, 250 y 252.
Cremaciones: 181 y 190. Véase ((Incineraciones)).
Cretáceo: 286.
Cronología: 39, 51, 54, 59, 70, 84, 86, 87, 89, 101, 102, 106, 110, 168, 169, 173, 182, 200-202,
206, 213, 216-222, 225, 226, 229, 237, 239, 276-280 y 282
Cruces regmátiaas: 292.
Cuarcita, objetos de: 51.
Cuaternario: 44, 55, 202, 286 y 288.
Cuencos cerámiws: 49,5163 y 226; - de oro: 96 y 97.
Cuentas de collar de oro: 96 y 97.
Cuevas: 7-18, 27-41, 46, 55-91 y 260-265; - artificiales: 46; - erXw1iticas: 27-41, 57 y
260-265; - neobiticas: 38 y 55-91; - paleolitlcas: 7-18, 60, 6 1 y 84; - sepulcrales:
27-41, 56, 87 y 88.
Cultivadores: Véase ccAgricultores».
Cultural, supremacía: 101.
Cunbaria, ceca hispánica: 274.
Cumpennus, nombre cbltico: 123.
Cyprea, c
de:
Ohacense, cultura: 58, 59 y 84.
Dagomarus, nombre galo: 135.
D m a n i a , ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Damanitanos: 278.
Danius, Dannia, Dannius; nombres galos: 129.
Dannedinnis, nombre galo: 129.
Dannia: Véase ctDanius».
Dannissa, nombre galo: 129.
Dannius: Véase ((Daniusn.
Danno-, prefijo prerromano: 128 y 129.
Dannomarus, nombre céltico: 123 y 129.
Dannonia, D a m n u s ; nombres galos: 129.
Dannotala, Dannotalus; nombres galos: 123 y 129.
Dannumara, nombre gallo, 129.
Dannus: Véase (PDanu)).
Danopis, nombre gala: 129.
Danu, Danus, Dannus; nombres galos: 129.
Dattcrvir, nombre céltico: 123.
Decoración acanalada: 77, 78, 80, 81, 87, 88, 264, y 265; - de corldones e n relieve: 57, 58,
77, 82, 83, 199 y 271; -- excisa: 82 y 83; - geometrica: 58, 59, 77, 78, 82, 83, 87,
1, 183, 186, 188, 200, 201, 213, 215, 217, 219, 225-230, 237, 243, 254 y 255; - im182,
presa: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225, 243, 244, m y 265; - - con cardium: 33, 34, 37, 38, 40 y 48; - incisa: 41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 198,
199, 243 y 244; - - poskcoccibn: 58, 61, 65, 78, 80 y 88; - con pefne: 76, 77,
82 y $3; - pintada: 41, 83, 107, 108, 163, 164, 168, 174, 182, 186-188, 198-201, 243,
244, 251, 254, 271 y 272; - de temas humanos: 88; - - - vegetales: 198, 199,
213, 215, 226, 228, 2% y 237; - - - momorfos: 88, 201, 217. 219 y 237; - de
verdugones : 51.
Defensas: Véase cbMuraülas», ((Torres)),etc.
[page-n-358]
Denaxios: 276 y 277.
Bntalium: 16.
De-ante,
granos de: 80.
Diaclasas: 284.
Dia&mas de oro: 94 y 96.
Dientes de animaü: 16 y 75; - humanos: 40 y 65; - de silex de h o ~ 51.
:
Difusión monetaria: V6ase *Circulación monetarian.
Dimarius, nombre gailo: 123 y 135.
Diorita, objetos de: 51.
Discos de alfar: 225 y 230; - de bronce: 232 y 234; - de oro: 96 y 97.
Disianius, fpntilicio galo: 137.
Divinidades: 135.
Divix, nomnbre galo: 113.
Divixtus, nombre céLtico: 111.
Dolia: 219-221, 224, 225 y 235.
Dolicocéfalos: 39.
Dóhenes: 56 y 62.
Donn-, prefijo <ico: 114.
Dmornarus, nombre galo: 135.
Dorso rebajado: Véase m de dorso rebajados.
a
s
Dovimrix, nombre céltico: 123.
Dracmas: 276.
mora, ceca hispánica: 274.
Eburoivaccus, nombre c6ltico: 123.
Wusus, ceca hispánica: 274 y 276.
Ecimaria, iEcimarius; nombres gaüos: 123 y 135.
Economia: 235, 339, 273 y 279-282.
Ecrlto, .nombre céltico: 123.
Edad del Bronce: 10. 11, 21, 23, 39, 44, 48-54, 57, 64, 65, 67-69, 76-83, 86-89, 91, 94, 98 Y 235;
- del #Hierro:48, 53, 64, 65, 67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88, 9S97 y 200; Primera - -: 53, 64, 65,67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88 y 200, véase aHaJlstattn, aibéricon y UEne,
La)); - Media: 10, 44, 45, 51, 85, 179, 182, 195-199, 203, 210 y 224.
Edanius, gentilicio galo: 17.
Edetanos: 164 y 165.
Ediculos romanos: 45.
Edificios: 45 y 169; - ibéricos: 169; - romanos: 45.
Egipcia, lengua: 172.
Stsiggos, noabre gao: 127. Véase ~rExkiggoreixn.
Eku&lakos,ceca hispánica: 274 y 278.
-elius, terminación gala: 105 y 106.
Emerita, ceca hisp8nica: 274.
E m p i a e , ceca hispbica: 274, 276 y 277.
prefijo .perromano: 152 y 153.
-en, sufijo prerromano: 110.
Enania, Inanius, !Enlnania, (Eiuianius; gentilicios galos: 137 y 153.
Eneolttica: 27-41, 57, 201, 2ü2 y 205; Enterramiento -: 27-41.
Enihudius, nombre galo: 123 y 153.
mica, Enicius, Ebicus; gentilicio3 galos: 153.
EMgenus, gentilicio galo: 153.
Enimanuus, gentilicio galo: 153.
Enissa, gentuicio galo: 153.
Enistaüius, Enistalus; antroponirnos gaüos: 112 y 153.
Enna., gentilicio gdo: 153.
Enaaeus, gentilicio ga~lo:153.
EJxhnani* Snnanius: Véase (ananian.
Ennebox, gentilicio galo: 153.
Ennius, gentilicio preromano: 106, 152 y 153.
Enomnacius, nombre céltico: 123.
Enlterramientos: 48, 56, 60, 61, 86-88, 196, 199-201, 210-216 y 252; - colectivos: 97-41.
Fmumeneius, gentilicio galo: 153.
[page-n-359]
Epigwfia: 94101, 103, 104, 107, 108, 114, 116, 118, 119, 163-176 y 210; - gala: 98 y 103;
- griega: 99,100 y 114; - bbérica: 99-101,107, 108 y 163-176;- ,prerromana: 118
y 119; -romana: 104, 107, 108. 116, 164 y 210.
Elpitaíios: 210. Véase (@Lápidas,.
Elquidos: 232.
Erala, ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Eralakos, epEgrate monetal: 274 y 278.
EPimheian, tipo de espada: 67-69,87, 89 y 90.
Ercauica, .ceca hispamicat: 274.
Er ,Lannic, estilo cer6mico: 59.
Erteboliense. culitura: 18.
Escingus, Bxcingos, (excingus; nombres galos: 123, 126 y 127.
Escondrijos de bronces: 60, 61, 70 y 86.
Escritura: Véase Wlfabeto», ~Imipcionesn,
ate.
Esculturas: 222.
Ekkeggai, ~EMteggor;vmmbresgdm: 127.
Eslabbn de oro: 96.
Esmerius, nombre céltico: 123.
Espadas: 6 ,61, 67-69,87, 89 y 90.
0
Espectro-a~lisis:93-97.
Espeleología: 56, 56, 59, 60, 65 y 76.
Espirales de bronce: 75; - de wbre: 75; - de oro: 97.
Esqueletos humanos: 32 y 37.
@Huesos
humanosr.
Esquirlas de silex: Véase @Lamas».
Estampada, cerámica: 225 y 230.
Estwques: 224.
Estano: 93, M y Y-98.
Estelas ibéricas: 172.
Estratigrafia: 10-12,15, 30, 31, 43, 46-49,57-59,70, 77, 79, 81, 84, 86, 88, 91, 102, 179-182,
190 191, 193, 195, 196, 200, 201, 262, 263 y 293.
Rsunertus, nombre céltica: 123.
-et, suwo pcerromano: 112.
etes, sufijo iMrico: 112.
Etnia: M2, 106-108 y 110-116.
Etrusoo: Véase dNwdetruscor.
Excengolatis, Excengola&us;.n&bres gatlós: 123 y 127.
Exciggorix, Mggoreix; nanbres galos: 123 y 127. Véase aksiggos~.
Excingilla, (Excingi!ilius, Sscingillus; nombres galos: 123 y 127.
Excioigomagus, 'Excingomarus; antropónimos galos: 123, 127 y 135.
Excingos. Excingus: Véase «Escingus».
~xci~&us';~bior&n,
ammbre galo: 127.
Exkiggoreix: Véase uEksiggosr g aExciggorixr.
~xomna,
Exomnius, ~ x ~ n anombre céhtico: 123.
s ;
Explomiones: 10,20,43.51,56,208,211,212,235,241 285.
y
Explotaciones mineras: 94.
F&&tas: 251.
Faillas geol6gicas: 2W-286. 288-200,292 y 293.
Fauna: 11, 12,16, 19,2 ,24,25,44,46-49,5 . 64,65, 75. 169, 196, 202 y 232.
0
8
Wnicios: 96 y 273-276.
Fibula de oro: 96 y 97.
Flauta de Pan, asa en: 58 y 59.
Flecha: Véase aPuntas de flechan.
Nora: 57.
Fondos de cabafia: Véase cdCabafiasi~.
Fortalezas: 44 y 61.
Fosas cremabrias: 181. 190 y 199-201;- bctónicas: 284, 286-290,292 y 293.
Fuentes de certimica: 226; - de vidrio: 232 y 233.
Fundm-ius, gentilicio galo: 137.
Fundición de metales: 51, 94, 98 y 232.
Fusayolas: 64, 217 y 219.
M e s , ceca hispánica: 274-276.
[page-n-360]
Gaiellus, antropirnimo Iigur: 113.
Galo: 99-161, 274 y 275; - romana, cerámica: 64, 65, 67, 83, 86 y 161;
- romanos:
85
Y 275.
Ganaderia: 67, 235 y 281.
Geologia : 283-294.
Geométrlca, decoración: 58, 59, 77, 78, 82, 83, 87, 88, 182, 183, 186, 188, 200, 201, 213, 215,
217, 219, 225-230, 237, 243, 254 y 255.
Gentilicios: 105, 106, 137, 153 y 278.
-genus, sumo céltico: 105.
Germanius, gentili~cio: 137.
Glandes de plomo: 196.
Grabados e n hueso: 12; - rupestres: 56, 59-61, 83 y 84.
Graccurris, ceca hispánica: 274.
Grafitos: 61, 65, 83, 100, 101, 110, 217 y 219.
Gravas: M, 58, 84, 179, 181, 182, 191, 196, 200, 201, 210 y 313.
Gravetiense, cultura : 84.
Griega, cerámica: 10 y 114. VBase «Atica».
Griego, griegos: 98-100, 108, 109, 112-116, 118-120, 127, 135, 139, 164, 222 y 275-277.
Gris ampuritana, cerámica: 199-201.
Guanche, lengua: 172.
Guipuzcoano, dialecto: 167.
Hachas: 33, 34, 38, 41, 51, 5749, 72, 73, 202 y 203; - de bronce: 51; - de hierro: 72
y 73; - de piedra pulida: 33, 34, 38, 41, 51, 58, 202 y 203; - pulidas de silex:
57-59.
Hallstatt, cultura de: 53, 64, 65, 68-70, 72, 76, 81-83, 86, 87, 91 y 94.
Helénica, cultura: 115.
Helenística, cultura : 276.
Hendidores de piedra: 47.
Helix: 12, 16 y 47.
Hemigkofen, tipo de espada: 87, 88 y 90.
Hidrología: 288 y 289.
Hierro, objetos de: 31, 41, 61, 69, 70, 72-76, 181, 186, 189, 196, 199-201, 229 y 251; Edad
del -: 48, 53, 64, 65, 67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88, 93-97 y 200; véase ((Kallstatt)),
«Ibérico» y «T&ne,La».
Hogares: 46, 57, 58, 60, 61, 6%65, 67, 84, 85, 191, 193, 195 y 196.
'Hojas de silex: 10, 12, 13, 16, 17, 49, 51, 191~194y 201; - - - dentadss: 16 y 51;
- - - d e dorso rebajado: 10, 12, 13, 16 y 17; - - - semilunares: 191-194 y 201.
Horgen, cultura de: 57 y 65.
Hornos de la Edad del Bronce: 57; - cerámicos romanos: 219 y 225.
Horsts triásicos: 284, 285 y 288.
Hoyos de postes: 57.
Hoz, dientes de silex de: 51; - de madera: 51.
Hueso: 10-12, 116, 3.1-40, 49, 58-61, 64, 65, 181, 189, 196, 199, 201, 202, 232, 236, 243, 248,
250, 252 y 263-265; objetos de -: 10-12, 16, 61, 64, 181, 232 y 236; - de animal:
16, 58, 61, 64, 65, 196, 202, 232, 263 y 264; - grabado: 12; - humanos: 31-40, 49,
59-61, 64, 189, 199, 201, E43, 248, 250, 252 y 263-265.
Ibérica, cerámica: 10, 1 , 32, 107. 108, 163468, 170, 173, 174, 181, 183-188, 190, 199-201,
1
243, 244, 246, 250-252, 254, 255, 267, 258, 266, 271 y 272; - arcaizante. cerámica:
185, 186 Y 199.
IbBrico: 10, 1 , 32, 94-97, 99-161, 163-196, 199-201, 235-23'1, 241, 243, 244, 246, 250-252,
1
254-258, 266272 Y 274-282.
Ibero-púnico: 169.
Ibero-romano: 171, 173, 320, 221, 235-237, 266 y 271-282.
Ibesor-en, antropónimo prerromano: 110.
Ibliomaria, Ibliomarus; nombres galos: 135.
Idolos oculados eneolíticos: 37.
Igaldesken, epígrafe monetal : 278.
Ikalkusken, epígrafe monetal: 278.
Ikalon, antroponimo prerromano: 110.
Ikalosken, ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Ikal-sken, epígrafe monetal: 278.
Ikaltuneken, epígrafe monetal: 278.
Ilatois-ar, antropónimo prerromano: 110.
[page-n-361]
Ilerda, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilergetes, ceca hispánica: 274 y 278
Iliberris, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilici, ceca hispánica: 274.
Iliomarus, Illiomarus; nombres galos: 123 y 135.
Ilipa, ceca hispánica: 274.
Iltirkesken, leyenda monetal: 274, 27'1 y 278.
Iltirta, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilturi, leyenda monetcil: 274 y 277.
Importaciones: 86, 93, 95, 98 y 200.
Impresa, cerámica: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225-227, 243, 244, 264 y 265;
- con cardium, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40 y 48.
Imprentas digitales: 61 y &2; - vegetales: 57 y 196.
Incineraciones: 87, 181, 190, 243 y 254.
Incisa, decoración: 41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 171, 172, 198 y 199.
Indoeuropeos: 109 y 112.
Industria: 281; - litica: véase ((Piedra))y «Silex».
Indutiilos; nombre céltico: 109.
Indutiomarus, nombre galo: 123 y 135.
Indutius, nombre céltico: 100.
Inhumaciones: 36 y 37.
Inmigraciones: 44, 102, 114 y 115.
Inscripciones: 99-103, 105, 107-109, 112-116, 120, 121, 127, 139, 161, 163-176, 210, 274, 277
y 278; - célticas: 100 y 109; - galas: 99-101, 109, 115, 139 y 161; - griegas: 99,
100, 108, 109, 112, 113, 115, 120, 121, 127 y 139; - ibéricas: 94101, 103, 107, 108,
114, 115, 120, 121, 163-176, 277 y 278; - latinas: Véase ((Inscripciones romanas));
- lepónticas: 100 y 115; - libicas: 172; - libiofénices: 274; - prerromanas:
100, 120 y 121; - púnicas: 274; - romanas: 100, 102-105, 107, 108, 116, 120, 121,
163, 168, 173, 210, 274, 277 y 278.
Invasiones: 87, 102, 106 y 114-116.
Ioviccorix, nombre céltico: 123.
Iovimarus, nombre galo: 135.
Itálica, ceca hispánica: 274.
Itesketin-ar, antropónimo prerromano: 110.
Itutii-te-mi, antropónimo galo: 109.
Ivomagi, nombre céltico: 123.
Jabalíes: 232.
Jarros: 196-199 y 211-213.
Joyas de oro: 93-97.
Kabirilo, antropónimo galo: 109.
Kaiu-mi, antropónimo ligur : 109.
Karate, antropónimo galo: 109.
Kasike, antropónimo galo: 109.
Kastelo, leyenda monetal: 274.
Katualos, nombre céltico: 109.
Katuis-ar, antropónimo galo: 109.
Kelse, ceca hispánica: 274 y 277.
-ken, sufijo ibérico: 110.
Kerekontona, epígrafe monetal: 115.
Kese, ceca hispánica: 274, 277, 280 y 282.
Keuper, periodo geológico: 284, 286-288 y 293.
Kon-, prefijo prerromano : 114.
Kondonnakre, epígraúe monetal : 114.
Kontonakere, epígralfe monetal: 114.
-kos, sufijo ibérico: 278
Kulesba, antropónimo ibérico: 108.
Kulestiles, nombre ibérico: 108.
Kulesuria, nombre ibérico: 108.
Labortano, dialecto: 167.
Ladrillos : 224.
Laelia, ceca hispánica : 274.
[page-n-362]
Láminas: 16, 34, 41, 58, 59, 75, 76, 96, 97, 192-1434, 229 y 232; - de bronce: 75, 76 y 232;
- de hierro: 229; - de oro: 96 y 97; - de plomo: 232: - retocadas de silex: 16,
34, 41, 58, 59 Y 192-194.
Langa, topónimo ligur: 112.
Langa-, prefijo ligur: 112; -, elemento toponímico hispánico: 112.
Langasco, topónimo ligur: 112.
Langates, topónimo ligur : 112.
Lañado de vasijas: 182.
Lapas: 193.
Lápidas romanas: 104, 116 y 164.
Lasoas d e silex: 12, 16, 46,47, 49, 58, 59, 192, 193, 232 y 236.
Lastigi, ceca hispánica: 274.
Lat-, prefijo galo: 160.
La Tkne, cultura de: «Véase ((Tene, cultura de La,.
Latina, lengua: 173, 277 y 278.
Latinas, letras: 100, 102, 103, 105, 107, 120, 121 y 274.
Lattius, Latto, Lattus; iantropónimos galos: 161. Véase ~ L u t t i u s ~ .
Latumarus, nombre galo: 135. Véase ((Litumaran y ~Lutumarusn.
Launaciense, cultura: 69.
Lengua bereber: 172; - celtibérica: 108; - egipcia: 172; - gala: 99-176;- guanche:
172; - ibérica: 94161 y 163-176;- latina: 173, 277 y 278; - ligur: 106-110,112.
113, 116 y 125; - micénica: 108; - vasca: 167, 170 y 172.
Lenguas célticas: 100, 104-106, 109, 111-114, 122, 123 y 161; - prerromanas: 99-176;
- semíticas: 172.
León, representaciones de: 213.
Lepónticas: 100 y 115.
Leptolitico: 43 y 46.
Letras: 89-103, 105, 107-109, 11'1-116,118-121, 127, 135, 139, 163-176,274, 375, 277 y n B ;
- griegas: 99, 100, i108, 109, 112, 113. 115, 116, 118-121,127, 135 y 139; - ibéricas:
99-101,107, 108, 111, 112, 114-116,119-121,263-176, 274, 275, 277 y W8;- latinas:
100, 102, 103, 105, : ? 120, 121 y 274; - Iibiofénices: 274; - nord-etruscas: 100, 120
O,
y 121; - púnicas: '174;- turdetanas: 169-171,176, 274, 277 y 376.
Letreros: Véarse «Inscripciones».
Letten, tipo de espada: 87.
Leudo-, prefijo indoeuropeo: 112.
Leudmarus, nombre galo: 123 y 135.
Liamarus, nombre galo: 135.
Líbica, lengua: 172.
Libiofénices: 274.
Licorix, nombre céltico: 123.
Ligures: 106-110,1'12-114,116, 125, 127, 141, 143, 149, 151, 155, 157, 159 y 161;
antropónimos: 106, 108, 110, 112, 113, 125, 127, 141, 143, 149, 151, i155, 157, 159 y 1 B .
1L
Lingüística : 99476.
Lita, Litanius, Litano; antropónimos galos: 11 y 137.
31
Litav-, prefijo galo: 130 y 131.
Litaviccus, nombre galo: 131.
Litavus, nombre galo: 131.
Littiosa, nombre galo: 131.
Litu-, prefijo galo: 130 y 131.
)Litucc, preíiy galo: 130 y :31.
Litucca, Lituccius, Lituccue; nombres galos: $31.
Litugena, Litugenius, Litugenus; nombres galos: 123 y 131.
Litugius, nombre galo: 131.
Litullina, nombre galo: 131.
Litumara, Litumareos, Litumariis; nombres galos: 123, 131 y 131. Véase uLatumarus» y
((Lutumarus~.
Litus, nombre galo: 131.
Litussius, nombre galo: 131.
Livanius, gentilicio galo: 137.
Lobos: 75.
Lacras, tipo de espada: 87.
Longo-, prefijo ligur: 112. Véase uLanga-B.
Longostaleten, Longistaletes; ceca gala: 1\12y 274.
-.
[page-n-363]
Longostaleton, epigrafe monetal: 112.
Losetas d e pavimentos: 224.
Loukoriknos, Loukotiknos; epigrafe~
monetales: 112.
Lucanius, gentilicio : 137.
Lucernas: 32, 41,223,225, 230-232 y 234; - de bronce: 232 y 234; - moriscas: 32 y 41.
.
Luta, nombre galo: 133.
Lutarius, nombre galo: 133.
Lutat-, prefijo galo: 132 y 133.
Lutatius, nombre galo: 133.
Lutea, Luteia; nombres galos: 133.
Lutev-, prefijo galo: 132 y 133.
Luteva, Lutevius, Lutevu; nombres galos: 1 3
3:
Luto, nombre galo: 133.
Lutonia, nombre galo: 133.
Lutta-, prefijo galo: 132 y 1 3 .
13
Luttacus, nombre galo: i 3 .
13
Luttius, nombre galo: 133. Véase wlattiusn.
Lutto, nombre galo: 133.
Luttonius, nombre galo: 133.
Lutu-, prefijo galo: 132 y 133.
Lutulla, Lutullus; nombres galos: 133.
Lutumarus. nombre galo: 1 . Véase ~Latumarusnv aLitumarusn.
%
Macetas de cerámica: 57 y 59.
Magistrados municigales: 110 N 112.
~ a í a n i u s gentilicio-galo: 137.,
Mailhaciense, cultura: 78 y 86.
MainSuabia, cultura: 87 y 88.
Malaka, ceca hispánica: 274.
Marcas de ceramistas: 171, 173, 175, 182, 226, 227, 229 y 237.
Marfil, objetos de: 232 y 236.
Mármol, objetos de: 232 y 238.
-maro-, partícula gala: 134 y 1 3 .
15
Martillos de piedra: 41.
Máscaras de oro: 94-96.
Massalia, ceca gala : 274 y 276.
Massaliotas: 114.
Matugenus, nombre céltico: 123.
Medias lunas de silex: 191-191 y 201.
Medieval, acequia: 44 y 209; - ceramlca: 10, 32, 182, 196-149,203, 220 y 221; - pobla,
dos: 1 1 y 203.
'9
Mediolanum, topónimo galo: 157.
Mediamatricus, topónimo c6ltic.o: 155.
Mercados: Véase «Comercio»,~Importacionesr,
etc.
Mesaticbfalos, oráneos: 39.
Mesolitico: 48.
Metal: 31, 32, 41, 51, 52, 5961. 6476, 82, 83,86-91,93-98, 100, 107, 108, 137, 141, 18-1,186,
188, 196, 199-201,212, 226, 229, 232, 2 3 , 235, 243, 244, 250, 251, 276, 279 y 282. i4
Metalurgia: M, 95 y 98.
Metianios, gentilicio galo: 137.
Metico, antropónimo : 105.
Metrologia: 275277 y 280.
-mi, partícula ibérica: 101.
Micénicos: 108.
Microlitismo: 192, 193,201 y 202.
Microlitos de silex: 192, 193 y 201.
Migraciones: 44 y 102.
Miliarios romanos: 45.
Minas de oro: 94.
Minería: 94 y 281.
Moc-, prefijo gaIo: 1154.
Véase aMog-B.
Mocca, Moccius, Macco, Moccus; antroponirnos galos: 106, 110, 154 y 155.
Moccasia, antropónimo galo: 155.
Mocrcilo, antropónimo galo: 155. VBase aMogillon.
[page-n-364]
Moccius: Véase nMoccan.
Mocco : Véase «Mocca».
Maccus : VBase ((Mocca)).
Moceia, Mocia; antropónimos galos: 155.
Mocet-, prefijo galo: 154.Véase ((Moget-))y ((Mogit-».
Mocetimarus, M o g e t i i r u s ; nombres galos: lC?3,135y 155.
Mocia : Véase ((Mooeian.
Mociacus, Mogiacus; antropónimos galos: 154 y 155.
Mociantus, antropónimo galo: 154 y ,155.
Moco, Mocus; antropónimos galos: 155: Véase ((Mocca)).
Mog-, prefijo galo: 154. Véase «Moc-».
Moget-, prefijo galo: 154 y 155.Véase ((Mocet-))y ((Mogit-».
Mogetilla, Mogetillus; antropónimos galos: 155.
Mogetimarus: Véase ((Mocetimarus)).
Mogetius, antropónimo galo: 106, 110,154 y 155.
Mogiacus: Véase «Mociacus».
Mogiilo, Mogillonius; anlxopónimos galos: 1155.
Véase «Moccilon.
Mogio, antropónimo galo: 155. Véase «Moceia».
~ o g i t - prefijo galo: i54. Véase ((Mocet-»y ((Moget-».
,
Mogituma, antropónimo galo: 155. Véase ((Mocetirnarus)).
Mogonia, antropónimo galo: 155.
Molares de animal: 16.
Molde de fundición: 51.
Molederas: 45, 51,254 y 256.
Molinos: 45,51, 224, 252, 254 y 256.
MoIUSCOS: 12, 16, 46-48, 61, 193 y 202.
Monedas: 98, 99, 101, 107, 110-1115, 119, 161, 166, 206, 212, 213, 216, 218-222,224, 225, 232,
238, 239 y 973-282,- galas: 274-276;- griegas: 98, 107 y 275-277;- hispano-romanas: 277, 279 y 282; - ibéricas: 107, 110-113, 119, 216 y 273-282;- punicas: 275 y
276; - romanas: 166, 212, 233, 216, 218-222,224, 225, 232, 238, 239 y 273-282;- republicanas: 277.
~onianiÜs,
gentilicio galo: 137.
Montanius, gentilicio *prerromano: 137.
Morisca, cerámica: 32, 41, 196-199 y 203.
Mosianius, gentilicio galo: 13'7.
Multelius, nombre prerromano: 105.
Muninielis, nombre ,prerromano: 105.
Murallas: 21 y 235.
Muros: 10, 24, 57, 6ü, 63.67, 85, 137, 169, 179, 208, 219, 221, 246, 254, 260 y 266.
Murranius, gentilicio galo: 137.
Nabarro, dialecto: 167.
Narbo, ceca gala: 274; -, topónimo: 110.
Natica, conchas de: 47.
Necrópolis: 51, 80, 88, 96, 97, 199, 200, 202, 205, 210, 241, 243, 247-252 y 254: - aigárioas:
51; - de la Edad del Bronce: 51, 80 y 88; - eneoliticas: 202 y 205, véase «Enterramiento~aolectivos)); - ibéricas: 96, 97, 199, 200, 241, 243, 250-252 y 254;
- romanas: 210, 247-250 y 252.
Nemanius, gentilicio galo: 137.
Nernausus, ceca gala: 274.
Neolítica, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40, 57-59,64, 65,84 y 193.
Neolítico: 33, 34,37-40,4 ,54, 57-59,64, 65, 84, 177-196 y 201-203.
8
Neron-, topónimo: 110.
Neronken, ceca ibérica: 110-113.
Nertomarus, nombre galo: 135.
Nertovalus, nombre céltico: 123.
Nevianius, Novianius; gentilicios galos: 137 y 155.
Nevius, nombre cprerromano : 105.
Nimpheo: ,168.
Níquel: 96 y 97.
Nitiogenna, nombre céltico: 123.
Nomadismo: 44, 46 y 48.
Nombres ibéricos: 163, 165, 167, 168 y 172; - latinos de cecas: 274; - sudgalicos: 175.
Nord-alpina, cultura: 87.
[page-n-365]
Nord-etrusco, alfabeto: 100, 115, 119, 120, 125, 129 y 135.
Novianus: Véase ~Nevianius)).
Núcleos d e silex: 16.
Numismática: Véase «Monedas».
Obulco, ceoa hispánica: 274 y 277.
Ocre. $12.
Oilaumikos, epígrafe monetal: 1 1
1.
Okain, antropónimo qrerromano: 110.
-010, sufijo céltico: 113.
Olontigi, ceca hispánica: 274.
Olpes, 211-213.
Ollas: 186 y 200.
Ombanius, gentilicio galo: 137.
Onomástica: 99-161, 163, 165, 167, 168 y 172; - gala: 99-161; - ibérica: 93-161,
163, 165, 168 y 172; - ligur: 108, 113 y 116; - romana: 105, 137 y 153; - vasca: 167.
Oppida : Véase ((Poblados)).
Orippo, ceca hispánica: 274.
Oro, objetos de: 93-97.
Orogenia: 2%.
Orosi, ceca hispánica: 274 y 277.
Osarios: 36.
Osca, ceca hispánica: 274 y 277.
Osicerda, ceca hispánica: 274.
Osiobar-en-mi, antropónimo galo: 109.
Osset, ceca hispánica: 274.
Otanius, gentilicio galo: 137.
Otesu, antropónimo qrerromano: 110.
Oviccorix, nombre céltico: 123.
Ovidcs: 232.
Oxio-barro, nombre céltico: 109.
Palafitos: 53 y 80.
Paleolitico superior: 7-18, 44, 46, 48, 61 y 84.
Palmetas: Véase ((Decoración vegetal)).
Par-, prefijo galo: 148 y 149.
Paramo, antropónimo galo: 149.
Parassius, antropónimo galo: 149.
Paredes de piedra: 10, 24, 57, 60, 63-67, 85, 137, 169, 179, 208, 219, 221, 246, 254, 260 y 266.
Paredes finas, cerámica de: 225 y 231.
Pareta antropónimo galo: 149.
Parra, nombre galo: 105, 106, 148, 149 y 157.
Pa~ridius,antropónimo galo: 149.
~arrionis;
antropónimo galo: 149.
Parucius, antropónimo galo: 149.
Patelas: 12.
Pateras: 107, 183-186, 188, 226, 227, 229, 231 y 237; - campanienses: 186, 188, 229 y 231;
- ibéricas: 183-186; - metálicas: 107; - d e sigillata: 226, 227, 229 y 237.
Pavimentos: 57 y 224; - en espiga: 223.
Pax Augusta: 208.
Pebanius, gentilicio galo: 137.
Pecten: 193; - jawbeus: 16.
Pectúnculo, conohas de: 47 y 202.
Peda, Pedia, Pedo, gentilicios galo-ligures: 105, 139, 140 y 141.
Pedanius, gentilicio galo-ligur: 105, 109, 137, 140 y 141.
Pedia: Véase uPeda».
Pedo: Véase ((Peda)).
Pedulus, Peduiiina, Pedullus, Pedulluis; antropónimos galo-ligures: 105, 109, 140 y 141.
Pedullus Arelateusis, antropónimo galo-ligur: 141.
Pedusius, antropónimo galo-ligur: 140 y 141.
Peinada, cerámica con decoración: 76, 77, 82 y 83.
Pelianus, gentilicio galo: 137.
Pendientes: 96-98 y 189; - de bronce: 189; - de oro: 96-98.
Pentanius, gentilicio galo: 137.
[page-n-366]
Percutores de piedra: 51, 191 y 193.
Perforadores de silex: 12, 13 y 192.
Perfumes: 53: Véase «Resinas aromáticasn.
Perros, representaciones de: 217 y 219.
Pesas: Véase ~Ponderalesn.
Pesca: %l.
Petranius, gentilicio galo: 137.
Pfynculture: 57 y 58.
Piedra, objetos de: 10-14, 16, 17, 31-34, 38, 41, 44-51, 53, 57-59, 6. W, 100, 101, 104,
83,
116, 164, 169. 172, 179, 182, 191-19% 196, 198, 199, 201-203, 210, 219, 224, 232, 234,
236, 238, 240, 249, 252, 254, 256 y 263-265; - pulida: 31-34, 38, 41, 51, 58, 202 y
203; - moledera: Véase: aMolederasn y «Molinosn.
Pinturas rupestres: 19-26,56, 50-61, 76,84, 88 y 87; - - esquemáticas: 2rl y 26; - - levantinas: 24 y 25.
Pisos: Véase pavimentos sr.
Pizarra, objetos de: 232.
Plaquetors de alfarero: 225 y 230; - de piedra: la.
Plata: 93-98, 276 y 282.
Platino: 93-98.
iP14ktos: 51, 54, 65, 127, 182, 186, 197-199 y 229.
Plomo: 96-98, 100, 107, 108, 137, 141, 196 y 232; -, objetas de: 100. 107, 108, 137, 141,
196 y 232; - escrito: 100, 107, 108 y 137.
Poblados: 21, 23, 48, 51. 57, 83, 88, 95-97, 96, 100, 102, 108, 110, 112, 114, 163-203, 213, 222
y 235; - á~abes:179 196 y 197; - de la Edad del Bronce: 21, 23, 48, 51, 57, 88
y 235; - eneoliticos: 57, 201 y 202; - hallstatticos: 83; - ibericos: 96-97, 99,
100, 102, 108, 110, 114, 163-106, 199-201 y 236; - ibero-púnicos: 169; - mariscos:
197-199; - neoliticos: 57, 177-196 y 201-203; - romanos: 213, 222 y 235.
Polen: 57.
Polipodos, vasos: 65, 76-78 y 82.
Politico, poder: 101, 114 y 1\15.
Ponderales: 1N-199 y 232.
Pondus: 218, 219 y 235.
Postes: 57.
Pozos: 61.
Pmmpaniense, cerámica: 186, 188 y 200.
Preindoeuropeo, substrato lingüistico: 112.
Prensa de molino: 224.
Premornanors, inscripciones: 100, la0 y 121; - lenguas: 99-181.
,
Presa fluvial: 209. 210 Y 235.
Príncipes celtas: 113; - ibéricos: 113.
Prospecciones: Véase wExcavacionesi3.
Puentes romanos: 45. 208 y 209.
Puertos marítimos: 113.
Pullanius, gentilicio galo: 137.
PQnico: 169 y 214-276.
Puntas de escotadura: Vease apuntas de muescai3;
de flecha: 1% 12, 13, 16, 11, 33,
34,38,41,49,53, 186, a(YA y 203; - - - de hierro: 196; - - de silex: 10, 12, 13.
16. 17, 33, 34, 38, 41, 49, 53, 202 y 203; - - - - - de aletas y pedúnculo: 10,
,
34~41;----, isoscélicas con muñones laterales: 34 y 41; - - - - romQoi~ales: 38 y 41; - de muesca de silex: 12 y 13.
33,
Punteado, pintura de: 24 y 25.
Punzones: 1%232, 236, 243 y 244; - de-kueso: 12, 232 y 236; - de metal: 243 y 244.
Puñales de cobre: 52.
Quiamelius, nombre prerromano: 105
Radio-carbono: Véase «Carbono 149.
Raederas de silex: 192-194.
Raieliug, nombre prerromano: 105.
Ramas vegetales: 57.
Raspadores de silex: 10, 12, 16, 17 y 202.
Recolectores: 48.
Reconquista cristiana: 203, 205, 209. 210 y 281.
Regadío: U, O, 49, 206, 2 W l o . a13, 221, 224, 235 y a39.
Regatones de lanza: 188, 189 y 199.
-
-
[page-n-367]
Régulos prerromanos: 113.
Repartimiento: 209.
Resinas aromáticas: 200.
Rética. cohorte: 155.
Rhin-Suiza. cultura: 87 r 88.
Rigantikoi nombre galó: 113.
Rimnius. gentilicio galo: 137.
~ i b s 53, i 4 y 85; 1funerarios: 35-31 y 199-201.
:
Riumaneos, patronímico galo: 189.
Rodios: 1'14.
Romana, cerámica: 1.64, 65. 67, 83. 86. 16l. i71-175, 182, .183, 186, 188, 200. 206, 208,
211-213. 215232, 235, 237, 252, 266, 271 y 272.
Romanius, gentilicio: 137-139.
Romanización: Véase aRomanon.
Romario, pueblo, cultura, etcétera: 32-f5, 45, 57, 64, 65. 67, 83, 85, 66, 99, 100, 102-108,
310, 112, 116, 119-121. 137. 153. 155, 15?, 161, 163, 164, 166, 168, 171-175, 182, 183, 186.
188, 200, 206-239, 247-260, 262, 253 y 266-28'2.
Romula, ceca hispánica: 274.
Rotalus, nombre céltico: 123.
Rotanius, gentilicio galo: 137.
Roudianius, gentilicio galo: l37.
Rupestre: Véase aArte».
Rutas: 44 y 45.
Saetabis. ceca hispánica: 274 y 276.
Saguntum, ceca hispancia: 274 y 276.
Saiti, epígrafe monetal: 216 y 274.
Salanius, Selanius. gentilicios galos: 137. Véase uSeranius» y uSolonius».
Salduie, ceca hispánica: 274 y 277.
Santonense, periodo geológico: 286.
Scailianius, gentilicio galo: 137.
Sedimentos: 285, a l , 288 y 292.
Segobriga. ceca hispánica: a74 y 277.
Segolatius, nombre oéltico: 123.
Segomanna, antropónimo céltico: 123.
Segomascis, Swomarus, antropónimos galos: 123 y 135.
Segouia, ceca hispáncia: 274.
Segusiavos, pueblo galo: 161.
S e h e - O M a i n e , cultura 59.
Sekaia. ceca hispánica: 274 y 277.
Sakobirikes, leyenda monetal: 274 y 2T7.
Selanius: Véase ealaniusw.
Selkihr-ar, antropdnimo prerromano: 110.
Sellos: 137.
Semíticas, lenguas: 172.
Senicio, nombre céltico: 109.
Senilr-8r. antropónimo galo: 109.
Sonoeondus. nombre céltico: 123.
Senorix, nombre dltico: IZ3.
Senovir, antropdnimo célticc : 123.
Sepulturas: 60, 86,
y 218-260.
Seraniw, gentilicio galo: 137. Véase rsalniiius~.
Sertu-ar-e, antropónimo prerromano: 110.
Sexi: ceca hispánica: 274.
Siccanius, gentilicio galo: 137.
Sierras de silex: 16 y 51.
Sigillata, cerámica: 174, 175, 182, 183, 200, 206, 212. 213, 215-m, 222-324, 226-230, 235 y
237; - clara A: 213,216 y Zl9; - clara B: 226 y 227; - clara C: 226 y M9; - hispánica: l e , 183, 200, m, 213, Zl5-220. 226-230. 2% y 237; - sudgálica: lr15,
Zi2,
lSa, 183 y 206.
Silanius, gentilicio galo: 13'1. Véase asalaniusw.
Silex, objetos de: 1 4 12-14, 16, 17, 33, 34, 38, 41, 46, 47, 4931, 63, 57-69, 191-194, 201303,
232, 236, 264 y 265.
[page-n-368]
Silos: 235.
Silvanius, gentilicio: 137.
Sillares: 169.
Simomarus, antropónimo galo: 135.
Sinclinales: 293.
Sinebtin, palabra ibérica: 108.
Situlas: 6 1 y 76.
So, epígrafe monetal: 1 1 .
11
Sola, Solius, Solo, Solla, Sollius, Sollo; antropónimos galos: 106, 158 y 159.
Solemutus, Solimutus. antropó~iimos
galos: 123 y 159.
Soli-, prefijo galo: 106 y 158.
Solibitis, antropónimo galo: 123 y 159.
Soliboduus, antropónimo galo: 123 y 159.
Solicia, Solicius, Solicio, Soliicius; antropónimos galos: 106, 158 y 159.
Solicia Vera, nombre galo: 1149.
Solimara, Solimario, Solimarius, Solimarus; antropónimos galos: 123, 136 y 159. Véase
«Solitumarus».
Solimutus: Véase ~Solemutusn.
Solirigius, antropónimo galo: 123 y 159.
Soiirix, antropónimo galo: 159.
Solise~ia,ailtropónimo galo: 123 y :59.
Solitumarus, antropónimo galo: 185 y 159. Véase so limara)).
Solius: Véase asola».
Solo: Véase «Sola».
Solomarius. antropónimo galo. 135. Véase asolimara».
S010nius. Sollonius, antropónimo galo: 159. Véase ~Saianiusn.
Solutrense: 16 y 17.
Solla: Véase «Sola».
Sollicius: Véase aSolicia».
Sollius: Véase asola)).
Sollo: Véase asolan.
Sollonius: Véase ~Solonius)).
Sondeos: Véase uExcavacionesn.
Sortijas de oro: 96 y 97.
.
Sos. leyenda monetal: 111.
Squeillanius, gentilicio galo: 131.
-stai-, partícula ligur: 112.
Suadulius, nombre céltico: 108.
Suadurigius, nombre céltico: 108 y 123.
Suadus, nombre céltico: 109.
Suate, antropónimo galo: 008.
SubbraquicBfalos, cráneos: 39.
Substratos lingüísticos: 112 y 153.
Sudgálica, sigillata: 175, 182, 183 y 206.
Suidos: 232.
Suletano, dialecto: 167.
Tabas: 200.
Taetanius, gentilicio galo: 137.
Talsko, palabra ibérica: 108.
Talskubilos, antropónimo ibérico: 108.
Talladores ueoliticos de silex: 59.
Talleres cerámicas: 163 y 168; - liticos: 47.
Tamaniu, epfgraf e monetal : 278.
Tanne-, elemento ibérico: 129.
Tannogenus, nombre galo: 129.
Tanotaliknos, nombre galo: 129.
Tanotalos, nombre galo: 129.
Tapaderas: 186.
Tardo-romana, cerámica: 220, 221 y 235.
Tarraco, ceca hispánica: 8 4 y 277.
Tauganius, gentilicio galo: 137.
Tectbnica: 284-204282 y 293.
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Tegulae: 311, 219-221,224 y 235.
Templos romanos: -45.
Tene, cultura de La: 65, 76, 89, 83, 91, 94 y 286.
Terciario, periodo geológico: 56, 284, 286, a 0 y 292.
Terra sigillata: 1 1 , 175, 182, 183, 2130,206, 312,213, 215-220,222-224,226-280,235 y 237.
'4
Terrazas fluviales: 43, 44, 46, 48 y 202.
Teselas: 232 y 286.
Teseras de plomo: 137 y 141.
Tesile. Tessilus. antro~ónimos
galos: 109.
Tesoros: 95-97 y 216-2%.
Tessilus: Véase uTesile».
Teuta-, partícula indoeuropea: 112.
Textos: 100-103, 107-109, 115, 11&121 y 163469; - célticos: 100, 109, 120 y ;
1
'
1
galos: 103, 109, 120 Y 121; - ibéricos: 100-103, 107-109, 120, 121 y 163.160; - lepónticos: 145; - prerromanos: 118-121.
-tin, terminación ibérica: 101.
Tinajas: 51, 163 y 167.
Tincorix, nombre céltico: 123.
Tiunis, epígrafe monetal: 111.
ToponomSstica: 102.
Topónimos: 102, 103. 110-11% 122, 123, 141, 157, 163, 167, 210 y 277; - ibéricos: 102. 103,
110, 163 Y le?; - prerromanos: 102, 118.112, 122 y 123; - vascos: ,167.
Toranius, Turanius, TurranZus; gentilicios galos: 137.
Torques: 'i2,74,94Y 96; - de bronce: 72 y 74; - de oro: 94 y 96.
Torreones: 257-260 y 266.
Toutodivix, nombre galo: 111 y 123.
Traducta, ceca hispánica: 274.
Triásico, período geológico: 2M-204.
Trituradores de piedra: 51.
Tubos de hornos cerMcos: 219 y 2 .
%
Tumbas ibéricas: 96 y 97.
Túmulos: 69, 70 y 83.
7
Turanius: Véase utToraniusn.
Turdetanos: 169-171,176, 2 1 y 278.
'7
Turiaso, ceca hispánica: 274 y 282.
Turranius: Véase «Toranius».
Turritelas: 12 y 16.
Uasile, antropónimo galo: 109.
Uerilo, antropónimo ligur : 109.
Ungulaciones: 57.
Unibelo, palabra ibérica, 108.
Unibetin, antropónimo ibérico: 108.
Untigia, leyenda monetal: 115.
Untika, ceca hispánica: 274. y 277.
Untikesken, étnico ibérico: 108 y 110.
Untikoris-ar, antropónimo ibérico: 108.
Urauk-en, antropónimo prerromano: 110.
Urgulanius, gentilicio galo: 137.
Urnas: Mi, m, 8 1,186,187,199, 200,243, 250, 252 y 264; Véase «Campos de urnas)).
%
Ustrinum: Véase @Fosascrematorias)).
Valentia, ceca hispánica: 274.
Valles cuaternarios: 286;- triásicos: 284-286 y 288-290.
Vascos: 167, 171 y 1l.
rZ
Vasijas, VBase «Vasos».
Vasos: a-55, %-M,65, 76-83, 87, 1 , 96, 97, 107-109, 114, 163-168,181-187, 193, 196-203,243
y 267;'- árabes: 196, 197 y 203; - bitroncocónicos: 79-81. 83, 87, 88 y 183-186;de boca cuadrada: 58;
caliciformes: 184, 186 y 187; - campaniformes: 202 y
2Q3; - carenados: 51 y 52; - con cazoletas internas: 51-54; - cerámicas: 55,
57-59 y 7641. Véase ~Anforas)),
.arBotellas»,«Cazuelasu, ((Cerámica»,«Copas», ((Oueucos)), uDolia», q«l?uentes»,
uJarros)), ((Lucernas)),
((Macetas)),uOlpes», «Ollas»,~Pateras», ((Platos)),«Tapaderass. «Tinajas))y E
-
[page-n-370]
193; - ibéricos: 107-108, 163-168,170, 174, i81, 1-83-186,
199-201,243 y 257; - lañados: 182; - medievales: 182, 196-199 y 203; - moriscos. 197-199;- de oro: 96 y
97; - polípodos: 6 . 75-78 y 82.
5
Vassillus, nombre céltico: 109.
Vebromarus, Vebrumaros, antropónimos galos: 123 y 135.
Vectimarus, Vectumarus, antropóliimos galos: 123 y 135. Véase uvictimaran.
Vectirix, nombre céltico: 109 y 123.
Vecturnarus: Véase aVectimarus».
Veianius, nombre galo: 137.
Velabelius, antropónimo galo: 105 y 143.
Velabus, gentilicio galo: 143.
Velacena, gentilicio galo: 143.
Velaco, Velacus, antropónimos galos: 14% y 1.13.
Velacosta, Velacostis, Velagostius, antropónimos galos: 142 y 143. VBase tVilacostisr.
Velacus: Véase avelacor.
Veladus, gentilicio galo: 143. Véase ctveludiusn.
Velagenius, Velagenus, gentilicios galos: 105, 142 y 143. Véase uvilageniar.
Velagostius: Véase ((Velacosta)).
Velaiunia, gentilicio galo : 143.
Velia. Velius, Velleius, Vellia, Vellius; gentilicios galos: 109, 142 y i43.
Velianius, Velianus, gentilicios galos: 105,137, 142 y 143.
Velius : Véase aVelian.
Veludius, Velloudius, gentilicios galos: 143. Véase aVeladusn.
Velugnius, gentilicio galo: 143.
Velleius : Véase avelia)).
Vellia : Véase uVelia».
Vellius: Véase ~Velia)).
Velloudius: Véase ~Veludiusil.
Ven-, prefijo galo: 106 y 156.
Vena, Veni, Venius, Venna, Venni, Vennius, Venno, Vennus, Veno, Venus; gentilicios
galos: 156 y 157.
Venaesius, gentilicio galo: 157.
Venela, Venelia, Venelius; gentilicios galos: 106, 156 y 157. Véase aVenuieiusw.
Veneno: 53.
Veni: Véase avena)).
Venialus, gentilicio galo: 157.
Venicarus. gentilicio galo: 157.
Venicius, ~ i n i s s i u s ;
gentilicios galos: 156 y 157. Véase ~Venuciusv 9iViniciaIb.
y
Veniclutius, nombre galo: 123 y 157.
Venicotenus, nombre galo: 1123.
Véase ~Vinicoteniusn.
Venilatus, nombre galo: 123 g 157.
Venimara, Venimarus; gentilicios galos: 123, 135 y 15'1.
Venireius, gentilicio galo: 157.
Venissius: Véase avenicius)).
Venius: Véase avena*.
Venixamus, gentilicio galo: 156 y 157.
Venna : Véase avenar.
Venni: Véase avena*.
Vennius: Véase &Vena».
Venno: Véase avenar.
Vennonius, Venonius; gentilicios galos: 156 y 157.
Vennus: Véase ((Vena)).
Veno: Véase avenar.
Venonius: Véase «Vennonius».
Ventippo, ceca hispánica: 214.
Venucius, Venusius, gentilicios galos: 156 y 157. Véase aVeniciusr y ~ViniciaIb.
Venuleius, gentilicio galo: 167.
Venulinus, gentilicio galo: 157.
Venus: Véase ((Vemn.
Venusius: Véase ~Venuciits)).
Veranius, gentilicio galo: 109 y 137.
Verdugones sobre cerámica: 51.
[page-n-371]
Verillo, nombre ligur: 1W.
Veriounus, nombre ligur: 109.
Vesmerius, nombre céltico: 123.
Veusianius, nombre galo: 137.
Vías romanas: 45.
Victimara, Victimaria, nombres célticos: 123 y 135. Véase «Vectimarus».
Vidriado sobre cerámica: 182, 198 y 203.
Vidrio, objetos de: 224, 232,233 y 235.
Vilacostis, Vilagostis, gentilicios galos: 142 y 143. Véase velac costa)).
Vilagenia, Vilagenius, Vilagenus, gentilicios galos: 142, 143 y 157. Vease tvelageniusu.
Vilagostis: Véase ((Vilacostis~.
Villas romanas: 45, 205, 213. 216 y 220-234.
Vinicia, Vinicianus, Vinicius, Vinnucia, Vinucius; gentilicios galos: 156, 157 y 159. Véase uvenuciusb.
Vinicotenius, gentilicio galo: 1 G . Véase tvenicotenus~.
5'
Vinivallia, nombre galo: 124 y 157.
Vinovaleius, gentilicio galo: 123 y 157.
Vinucius: Véase uivinicia)).
Vipsanius. gentiiicio galo: 137.
~6ocantus,-nombre
céltico: 123.
Virotouta, Virotutus, gentilicios galos: 123.
Vitousurix, nombre céltico: 123.
Vlat-, prefijo galo: 160.
Vlati, Vlattius, Vlattu, gentilicios galos: 160 y 161.
Vlato-, prefijo céltico: 161.
Vlattius, Vlattu: Vdase uVlatiu.
Vlatunus, antropónimo galo: 106 y 161.
Vlia, ceca hispánica: 274.
Volcos: 114 y 115.
Vrso, ceca hispánica: 2 1 .
'4
Yacimientos arqueológicos: Véase rcuevas. «Poblados»,etcétera.
Yeso:. 287..
~
.
zinc: 98 y @ .
T
Zoomorfors, temas decorativos: 88, 201, 217, 2.19 Y 237.
- -
[page-n-372]
INDICE DE LUGARES
Aargan, cantón (Suiza): 139 y 153.
Abinromh, Coves d': Véase (Cuevas de Vinromá~.
Abrigo de 1'Assud: Véase ((Assud, abrigo)).
Acci, hoy Guadix (Granada) : 274.
Acinipo, hoy Ronda la Vieja (Málaga) : 274.
Acqui (Alessandria, Xtalia) : 145, 153 y 161.
Adour, río (@rancia) : 115.
Mrica del Norte: 237. Véase @Marruecos» dBínez».
y
Agabhe, hoy Agde (Francia) : 114 Y 118.
Agde (Hérault, Francia): 114 y 118.
Agedincum, hoy Agen (Francia) : 115.
Agen (Lot-etGaronne, Francia) : 115.
Agulles, Sierra de les (Valencia): 285, 287 y 288.
Ahín (Castelión): 210.
Ahun <(Creuse,
Francia) : 133.
Aigaliers (U&s, Gard, 'Francia) : 157.
Aiguesrnortes (Gard, Francia) : 141.
Aimargues (Qard, ,Francia): 151.
Aime-en-Tarantaise (Savoie, Francia) : 123.
Ain, departamento -(Francia): 137 y 161.
Aisne, departamento (Francia) : 135.
Aix-les-Bains (Savoie, ,Francia): 123, 139 y 159; - en-Provence (Bouches-du-Rtiane,
Francia): 123, 127, 151 y 157.
Alatoz (Albacete): 292.
Alava, provincia: 115.
Alba (Cuneo, Italia) : 161.
Albacete, provincia: 1,19-21,23, 27, 51, 286, 287,290 y 292.
Alibaida (Valencia): 28, 35 y 36; - Valle de (Valencia): 27-41.
,
Albufereta, necrópolis de &a ('Alicante): 96, 97 y a00.
Alcalit, poblado del Cabezo de (Azaila, Teruel) : 108. 112 y 172; - del Bío (Sevilla): 96,
97 y 274; - de Xivert (Casbllón): 241-272.
Alcira (Valencia) : 285-287.
Aicowbre (Alcal6 de Xivert, Caatellóin): 242, 252 y 254.
Alcoy (Alicante): 27, 28, 35, 37, 108 y 229.
Alcudia, poblado de La (Elche, IAlicante) : 96, 97 y 169-176:- de Veo (Castellón): 210.
Alcuses: Vease cdBastida de les Alcuses».
Aldaia, Sierra de (Barig, Valencia) : 288 y 289.
Alemania: 67, 69, 87, 89 y 276; - occidental: 87, 127-129, í3M39, 144, 145, 148, 149,
151-159 y 273; -- oriental: 87.
Ales (Gard, Francia) : 147.
Alessandria (Piamonte, Italia) : 122,123, 136,137, 144447, 152,153 y 158-161.
Aliaxo (~Logroño):
274.
Algarve (Portugal). 281.
Algeciras (Cáüiz): 274.
Algora (Guadalajara) : 274 y 277.
[page-n-373]
Alicante, ciudad: 19, 20. 24, 93, 96, 97, 200, 274, 277 y 276; -, provincia: 8, 19, 20, 24,
27, 28, 35, 37, 38, 51, 93, 95-97, 108. 169-176,200-202, 229, 237. 274, 277. 278, 285,
286, 290 y 292.
Aliuhamps (Ciher, ,Francia) : 157.
Alise-Sainte-Reine (C6tes-du-Nord, Francia) : 129.
Aliseda (Ckceres) : 95.
Aljub, camino del (¡Villarreal, Castellón) : 220.
Alman~or,castillo de (Almmra, Castellón) : 51+3.
Almansa (Albacete) : 27, 286 y 290.
Almazora (Castellón) : 43-54,178 y 207-209.
Almedixes, partida (Alcalá de Xivert, Castellón) : 257.
Almmdralejo (Cáceres) : 219.
Almería, provincia: 96, 97 y 295.
Almodóvar del Río ((Jórdoba) : 274.
Almuñécar (Granada) : 274.
Alpes. montes: 59, 87, 99, 105, 106 y 143; - Marítimes, departamento (Francia): 105,
112, 113, 118, 123, 137, 143, 153, 155, 157 y 161.
Alquerías del Niño Perdido, caserío (Villarreal, Castellón) : 207, 209-216 y 221.
Alsace, región (,Francia) : 89.
Alt de 1'lEdra: Vease (EEdra)).
Alta, casa: Véase ((Casa Alta)).
Altzweiler '(Luxemburgo) : 139.
Alleins (Bouches-du-Rhone, Francia) : 119.
Amborió, partida (Alcalá de Xivert, Castellón) : 260.
Ambrosio, cueva de (velez Blanco, Almería) : 295.
Amélie-les-Bains (Pyrénées-Orientales, Francia) : 100.
Amet, balsa de (~Alcalade Xivert, Castellón): 242.
Amiens (Sornme, Francia) : 139.
Ampurias (La (Escala, Gerona): 100, 107, 108, 110, 118, 172, 175 200, 274, 276 y 277.
Andalucía: 53, 93-97,274-277,281, 282 y 295.
Andilla (Valencia) : 52, 53 y 201.
Andrés, cañada de (E1 Sabinar, 'Murcia) : 21-23.
Anduze (Gard, Francia): 113, 123 y 135.
Angel, valle del OAlcalá de Xivert, Oastellón) : 242 y 260.
Angers (Maineet-mire, Francia) : 159.
Anna, río: Véase ((Sec, río)).
Annecy (HauteiSavoie, Francia): 123, 147 y 157.
knse (Rihane, LFrancia): 69, 89 y 90.
Antesit, corral de (Alcala de Xivert, Castellón) : 266.
Antibes (Alpes-iMarítimes, Francia) : 105, 118, 123, 137 y 157.
Antíwlis. hoy Antibes: 118.
ost te (~Lvoie,
Francia) : 123 y 135.
Avt (Vauy:luse. Francia): 1. 125. 127. 135. 157 v 159.
%
~ q u a e e x t i a hoy ~ix-en&ovence: 157..
~
i
Aqu'itania meridional, región (Francia) : 114.
Ar-:
8, 101, 108, 112, 172, 174, 274, 275, 277, 278, 280 y 282; Bajo -: 101.
Aramon (Gard, Francia): 111, 123 y 133.
Arcisats (Varese, Italia): 133 y 149.
Arco de Cabanes (Cabanes. Castellón): 45.
Ardkche, departamento (lmancia): 87, 110, 123 y 133.
Ardennes. devartaunento (Prancia) : 131 8 143.
ArdiBge ¿ ~ a u t e ~ a r o n nFrancia) : 129,i37 y 157.
e,
Arene Candide, cueva de las (Finale ilugure, Italia): 58.
Areneros (Madrid) : 193.
Arekorata, jhoy Algora (Guadalajara) : 274 y 277.
Argamasses, acequia de Les (Villarreal, Castellón) : 206-209 y 224.
Argovia: Véase (Aargan)). .
Ariege, departamento (Francia) : 1 .
%
Arketurki, hoy Artesa de m e (Lérida): 274 y 277.
Arles (Bouches-du+Rhbne, Francia) : 113, 123, 136-143 y 148-157.
ArZon (Bélg'ica): 129 y 135.
&royo Tercero: Véase
[page-n-374]
Arsaos, ciudad antigua entre Jaca y Pamp1ona:-W4 y 277.
Artesa de Segre (Urida): 274 y 277.
Artana (Casteil6n): 210.
Ascoli (Italia) : 1M y 108.
Asido, hoy Medina Sidonia (Oádiz) : 274.
Asquenota, balsa de (Alcalii de Xivert, Casteilón): 242, 252 y 253.
Assud, presa del (!Almazara, Caste116n) : 43-54; - Amigo del (Almazara, Castellon) :
,
43-54.
Asti (AlessWia, Italia) : 137.
Asturias: 281.
Aubagnan (GPunb5ever-sur-l'Adour,
Francia) : 115 y 120.
Aubagne (Bouahes-du-RJhíjne, Francia) : 123, 127, 135 y 157.
Auch (Gers, fiancia): 159.
Aude, río (Francia) : 113 y 114; - departamento (Francia) : 88, 100, 102, 105, 110-116,
,
118-130, 122-127, 130137, 140, 141, 144, 145, 148-153, 156-159 y 274.
Augusta: Véase aVia Augustan.
Austria: 54.
Autun (SaGne-&aire, Francia) : 129 y 135.
Ave, Sierra del (Dos Aguas, Valencia) : 290.
Avenc de la !Don.neOa: Véase tDormlia».
Avenclies (Vaud, Buiza) : 125, 131 y 135.
Avenio, hoy 'Avignon (Francia) : 274.
Aveyron, departamento (Francia): 87 y 237.
Avignon (Vaucluse, Fkancia) : 274.
Ayora (Valencia): W , 281 y XW-292.
Azagador de los Romanos: Véase @Romanos,.
Azaila (Teniel) : 108, 112 y 172.
A z n a l c h r (Sevilla): 274.
Bad Kreuznauh (IAlemania): 133 y 135.
Badaja, provincia: 229 y 274.
Bagnols-sur-Cb (Gard, *Rancia) 131, 138-141 y 156-159.
:
Bailo, hoy 5olonia (Tarifa) : 274.
Bajo Aragón: 101.
Baleares: 96, 97, 274, 276 y 281.
Banasa (,Marruecos): 237.
Bancarrota, molino de (Viliarreal, Castellón) : 209.
Bandajats, camino de (Burriana, Castellbn) : 180.
Barcelona, ciudad: 44, 93, 96, 97, 241 y 252; -, provincia: 44, 93, 96, 97, 172, 241 y 252.
Barcelonette (hsw-Alpes, Francia) : 147 y 159.
Baroheta (Valencia) : 285-290.
Barig l(Valencia): 8, 285, M6 y 288-290.
Barraca, Vaule de la (MciraCarcagente, Valencia) : 2%7.
Barrano, calle del (Viliavieja, Casteli6n) : 203;
Blanc. cueva del (Rótova, Valencia) :
Véase «Blanc, barranco,; - del CasWlet, covacha (Carricala, Valencia): Véase
~Casteiletn; de les Caves (Salem, Valencia) : Véase aCovesn; - dels Espasers
(Villarreal, CasteZlón) : Véase dEspasersn;
de Malet (Benifair6 de Valldigna.
Valencia): Véase maletn; - de la Parra (Tous, Valencia) : Véase @Parrara:
de Eihtil6 (Villarreal, Caste116n) : Véase &&htiLs)); de Saland6 (Benicasim, CasWlón) : Véase &aland6»; - de Bent Antoni (Casteiión) : Véase d a n AntonIo~;
y - del Yeso (Benifair6 de Valldigna, Valencia): Véase UYesoD.
Barranco de la Cafiadica de Andrés (El Sabinar, Murcia): Véase aCañadica de Andrés~.
Barron (Gard, Francia): 159.
Barrou (Gard, Francia) : 123.
Barsella, fuente de la (Salem, Valencia): 2 y 28.
7
Bas-Rbin, departamento (J?rancia) : 157.
Basasa, partida (Alcal&de Xivert, t2mtellón) : 242, 252 y 253.
Baskunes, ciudad antigua prbx'ima a Pamplona:
y 277.
Bassa d M e t (AilcU de Xivert, CWteul6n): Véase uAmetn;
Seca (Villar&, Castelión) : Véase #Seca)).
Baasaiiona (Alcal&de Xivert, Castdión) : 252, 258 y 260.
Bassaepidies, partida (Alcal6 de Xivert, Castell6n): 242, 252 y 263.
-
-
-
-
-
[page-n-375]
Basses-Alpes, departamento (Francia) : 123, 135. 139, 147. 155, 157 y 159.
Basseta &Asquenota (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase ahquenotaw.
Bassignana CAlessandria, Italia) : 123 y 159.
Bastida de les IAlcuses, poblado de la (Mogente, Valencia) : 95-97.
Bastogne CArdennes, Francia) : 143.
Baux, 'Les (Boucuies-du-Rhone, Francia) : 119.
Bavai (Nord, Francia) : 127.
Beaucaire (Gard, Francia): 119, 123, 127, 135 y 156.
Beauregard (Lot, Francia) : 77.
Beausset, Le (Var. Rancia) : 159.
Be& (Castell6n) : 178, 2Q7, 220-224 y 232.
Bédéchan (Auch, Francia) : 159.
Bédoin (Vaucluse, 'Francia) : 123.
Belgenaier (Var, Francia) : 119.
Bélgica: 129 y 135.
Bélgida (Valencia): 193 y 202.
Belmonte de Calatayud (Zaragoza): 274 y 277.
Bellevue (Miredtlantique, Francia) : 90.
Belley (Un, Francia) : 137 y 161.
Bene (Cuneo, Xtalia) : 153 y 157.
Beniarrés CAiicante) : 28 y 38.
Benicadeal, Sierra de (,Alicante-Valencia) 27 y 38.
:
Benicarló (Castellón) : 241 y 243.
Benioásim (Castellón): 202.
Benicató, partida (Nules, Castellón) : 2Zü.
Benidorm (Aiicante): 108.
BenifaJrÓ de Valldigna (Valencia): 287 y =B.
Beniganim (Valencia): 28.
Beniham, despoblado árabe (Burriana, Castellón): 179 y 203.
B e n i i d (Oastellón): 242.
Bérgamo (Mmbardáa, Ktalia) : 123, 153 y 157.
Bergeggi, isla de los (Vado Ligure, Italia) : Véase eiIsola del Berwgin.
Besanpn CDoubs, Francia) : 135.
Bessas (Vallon, ArdBche, Francia) : 123.
Bessozm (Varese, ~Italia) 123 y 143.
:
Béziers (Hérault. Wancia): tDB, 100, 123. 132-135. 146-149 y 152-155.
Bimrp (Valencia) : 291.
Bilbao: 167.
BiBiiis, hoy Caiatayud (Zaragoza): 274.
Bingerbrück CAlemania): 133.
Biríkantin, hoy Brianpn (Francia) : Véase ~Briganten~.
Bisbal, La (Gerona) : 100.
Blanc, cueva del Barranc (Rótova, Valencia): 8; - partida del Corral (Alcal6 de
,
Xjvert, Castell6n): M.
Bocairente (Valencia) : 38.
Bolonia (Tarifa, QWz) : 274.
Bolskan, hoy Huesca: 274, 275, 277, 280 y 2182.
I
Boltes, camino de Les (Villarreal, Castellón) : 209.
Bonn (Alemania occidental): 139.
Bordeaux (Gironde, Francia): 61, 127, 134-137. 153, 159 y 161.
Bordigñera (Impera, Italia) : 58.
Borgo f3an Dalmazm (Cuneo, Italia): 136, 137, 140-143, 148, 149, 152 y 153.
Borgomsnero (Novara, Italia) : 137.
Borriol (Castellón): 45.
Bou, P1& de (Alcalá de Xivert, Castellón) : 245.
Bouahes-du1R,h&ne,departamento (Francia) : 89, 90, 110, 113-116, 118, 119, 122. 123, 126.
127, 132-145, 148-159. 274 y 276.
Bourg-Saint-Andéol (Ardeche, Francia) : 122 y 123.
Bourges (Ciher, Francia): 124, 125, 130, 131, 134, 135. 1 147, 158 y 158.
%
Bovés (Cuneo, Thalia): 136, 137, 152 y 153.
Brebbio (Varese, Italia) : 148 y 149.
Breitenbaoh (Saint-Wendel, Francia) : 135.
-L$
[page-n-376]
Brescia tumbardía, Italia) : 122, 123, 134-143, 152-155, 158 y 159.
Bretaña, regi'ón (Francia) : 59.
B r i a ~ n
(Hautes-Alpes, Francia): 122, 123, 126, 127, 148, 149, 156, 157 y 274.
Briganten, hoy Brianwn (Francia) : 274.
Brignoles (Var, R a n c i a ) : 136 y 137.
Brjgnon (Gard, R a n c i a ) : 134, 135, 158 y 159.
Briona (Novara, Italia): 128 y 129.
Brive (Correze, Francia): 56, 59, 60 y 69.
Broc, Le. (Var, !Francia) : 105, 142 y 143.
Bruah (Wittlioh, Alemania): 134, 135, 158 y 159.
Brusc, Le (Var, Francia) : 118 y 119.
Brumalo (Torino, ItaJia): 122 y 123.
Buixcarró, monte (Cuatretonda, Valencia) : 288 y 289.
Buñol (Valencia) : 295.
Burdeos: Véase iaBordeaux».
Burriana (Castellón): 177-203, 207 y 209.
Busca (Cuneo, Italia): 112, 136, 137, 142, 143, 146, 147, 152, 153, 160 y 161.
Buscarró: Véase uBuixcarró)).
Caballón, Sierra del (Dos Aguas, Valencia) : 290.
Cabanes (Castellón) : 45.
Ca&asse (Var, Francia): 122, 123, 134 y 135.
Cabecico del Tesoro (Verdolay, Murcia ): 96 y 97.
Cabellio, hoy Cavai~llon (Francia) : 274.
Cabeza de Griego (Saelices, Cuenca): 274 y 277.
Cabeza de Alcalá (Anaila, Teruel): Véase crAlcalá, Cabeza de,.
Cabezuelo, El (Almansa, Albacete) : 286.
Cabrieres (Gard, Francia) : 122, 123, 134 y 135.
Cáceres, provincia: 95 y 219.
Cadenet (Vaucluse, Francia): 99 y 119.
Cádiz, ciudad: 274-276; -, provincia: 95-97 y 274-276.
Caesaraugusta, hoy Zaragoza: 274 y 277.
Cahors Omt, Francia): 62.
Cailar, Le (Aimargues, Gard, Francia) : 151.
Cala, poblado del Tossal de la (Benidorm, Alicante) : 108.
Calagurris, hoy Calahorra (Logrofio): 274.
Calahorra (Logrofio): 274.
Calar de la Santa (MSabinar, (Murcia): Véase ((Santa)): - de gas Tapias (Eü Sabinar,
Murcia) : Véase ((Tapias)).
Calatayud (Zaragoza) : 274.
Calvisson (Gard, Francia) : 159.
Cam, partida de El (Alcalá de Xivert, Castellón): 241-243.
Cami de l'Aljub (Villarreal, Castellón): Véase «Aljub»; - dels Bandejats (Burriana,
Castellón) : Véase (~Bandejats)); de les Boltes (Villarreal, Castellón) : Véase
«Boltes»; - de la Ermita (Villarreal, Castellón): Véase ((Ermita)); - del Gitano
(Alcalti de Xivert, Castellón) : Véase ((Gitano)); - del Palmeral (Villarreal, Casteilón): Véase ((Palmeral)); - Real dWacant (Albaida, Valencia) : Véase ((Real
d'Alacant»; - de la Ratlla (Villarreal-Beohi, Castelión): Véase ((Ralla)): - de
Santa Pau (Burriana, CasteUÓn): Véase (&anta Pau)); - de Subarra (Alcalti
de Xivert, Castellón): Véase «Subarra»; - de Sent Miquel (Alcalá de Xivert,
Castellón) : Véase «San Miguel)); - de les Trencades (Onda, Castellón) : Véase
uTrencades»; - Vell: Véase ((Camino Viejo)); - - de Castell6 a Onda (Villarreal, Castellón): Véase ((Viejo de Castellón a Onda)).
Caminas, camino del (Castellón) : 178.
Camino de Nerpio (El Sabinar, Murcia): Véase (~Nerpio)); Viejo de Bechí (Villarreal, Castellón): Véase ((Ve11 de Bechí)); - Viejo de Villarreal (Burriana, Cashellón) : Véase ((Vell de Villarreai)).
Camónica (Bergamo, Italia) : 153.
Camp de Chassey (Ohassey, Francia) : 59.
Campico de Lebor (Totana, Murcia) : 202.
Campuzano, Hoyas de (El Sabinar, Murcia): 23.
Carnunni (Valcamónica, Italia) : 157.
Canal de Navarrés (Valencia) : Véase «Navarrés».
[page-n-377]
Canals (Valencia) : 286 y 289.
Canavese tlonibardda, Italia) : 143.
Candia (Canavese, Italia) : 143.
Cantilbrica, región: 16 y 281.
Cantal, departamento (Francia) : 70.
Cañadica de Andrés, barranco (El Sabinar, Murcia) : 21-23.
Cap Blanc, sima (Onda, Castellón): 235231 y 239.
Cap y Corp, partida (Alcalá de Xivert, Casteiión): 242.
Capsanes (Tarragona) : 96.
Caraglio (Cuneo, Malia): 143 y 155.
Carambola (Sevilla): 95 y 96.
Cara-vaca (Murcia) : 21.
Carbonero, Loma del (El Sabinar, Murcia): 21 y 22.
Carbula, hoy Almodóvar del Río (Córdoba): 274.
Carcagente (Valenoia) : 287.
Carcassonne (Aude, Francia) : 119.
Carceléa (Allbacete): 287.
Casfkt (Valencia) : 290.
Carmo, hoy a r m o n a (Sevilla): 274.
Carmona (Sevilla) : 274.
Carpentras (Vaucluse, Francia) : 141, 147 y 167.
Carricda (Valencia): 28, 37 y 38.
Carroig, Sierra del (Ayora-Enguera, Valencia) : 291 y 292,
Cartagena (Murcia) : H4278.
Carteia, cerca d e San Roque (Cadiz): 274.
Carthago Nova, hoy Cartagena (Murcia): 274 y 275.
Casa Alta (Alcalá de Xivert, Castellón): 245 y 2M; - de Lara (Viliena, Alicante):
201; - de La Mata (El Sabinar, Murcia): 23; - de Martín Herrero (El Sabinar, Murcia): 20-23.
Casariche (Sevilla) : 274.
Cascante (Navarra) : 274.
Cascantum, hoy Cascante (Navarra) : 274.
Caseta de Molina (Bocairente, Valencia) : 38.
Castelnau-le-Léz (Hérault, Francia): 99, 119, 137 y 141.
Casteilnovo (Castellón): 35, 36 y 38.
Castell d9Almancor (Almazara, Castellón) : Véase ((Alanan~or)).
Castellar, Ereta del (Villafranca del Cid, Castellón): Véase ((Ereta del Castellar)).
Casteiiet, Covacha del Barranc del (Carricola, Valencia): 28, 37 y 38.
Casteiietto Stura (Cuneo, Italia) : 137 y 161.
Castellón, ciudad: 44, 107, 177, 178, 183, 202, 216 y 222; -, provincia: 8, 35, 36, 38,
43-54, 107, 108, 112, 177-203, 205-239 y 241-272; - de Rugat (Valencia): 27 y 28.
Casteliones de Ceal, Los (Hinojares, Jaén): 96 y 97.
Castilia: 8, 44, 93, 96, 97, 175, 193, 274, 277-279, 251, 282 y 295.
Castillarejo de los Moros (Andilla, Valencia) : 52 y 53.
Castillo, Covacha de la Ladera del (Chiva, Valencia): Véase ((Ladera del Castillo));
- de Horburg (Francia) : Véase ((Horburg)).
Castro, El (Cuenca): 274.
Cástulo, hay Cazlona (Segura de la Sierra, Jaén): 274 y 277.
Catadau (Valencia) : 290.
Cataluña: 44, 45. 93, 96, 97, 101, 105, 107, 108, 110, 118, 172, 174, 175, 178, 200, 241,
252, 276-278, 280 y 282.
Caudete (Albacete) : 286; - de las Fuentes (Valencia) : 95-97.
Cavaiiion (Vaucluse, Francia): 119, 135 y 274.
Cavairac (Hérault, Francia) : 141.
Cave, túmulo de La (Gramat, Lot, Francia): 83.
Cavour (Torino, Italia): 147, 157 y 159.
Cazlona (Segura de la Sierra, Jaén): 274 y 277.
Ceal: Véase aCastellones de Ceal)).
Celsa, hoy Velilla de Ebro (Zaragoza): 274, 275 y 277.
Celtiberia meridional: 101.
Centallo (Cuneo, Italia): 131, 155 y 159.
Cequia de les Argamasses (Villarreal, Castellón) : Véase ((Argamasses));- del Diable
(Viliarreal, Castellón) : Véase ((Diabk)); - Jussana (Villarreal, Castellón) : Véa-
[page-n-378]
se «Jussana»; - Major (Villarreal, Castellón): Véase ccMajor»; - Sobirana (Viiiarreal, Casteiión) : Véase ~Sobiranaw; de Palau (Burriana, Casteiión) : Véase
«Palau».
Cerro de la Judía (Barcheta, Valencia): Véase «Judía»; - Palau (Burriana, Casteiión): Véase ((Palaun; - de San Miguel (Liria, Valencia): Véase «San Miguel)).
Cerros del Tormasal (Alcalá d e Xivert, Casteiión) : Véase ~Tormasaln.
Cervera. Pozo de (Alcalá de Xivert, Casteiión): 241 y 243.
Cesero, hoy Saint-Thybéry (Hérault, Francia) : 99.
Cesse: Véase ((Kesew.
Cevennes, montes (Francia) : 99.
Cigarralejo, necrópolis del (Mula, Murcia): 96, 97 y 108.
Cima de Cap Blanc (Onda, Castellón) : Véase «Cap Blancn.
Cimetiere, cuwa (Tharaux, Gard, Francia) : 87.
Cimiez (Nice. AlDeszMaritime% Francia): 112, 123, 143, 153 y 155.
Cinco Hermanos, sierra (Canals, Valencia) : 289.
Cisalpina, Galia: 101 y 115.
Cividate (Valcamonica, Italia) : 157.
Clapade, Cueva de La (Millau, Aveyron, Francia) : 87.
ClennonbFerrand (Puy-de-me, Francia) : 135.
Oloohes, Cueva de Les (Saintmartin-dlArdehhe, ~Francia) 87.
:
CloU de la Penya Roja, barranco del (Alcalá de Xivert, Castellón): 258.
Clunia, hoy Coruña del Conde (Burgos) : 274.
Cocentaina (Alicante) : 28.
Cocina, cueva de la (Dos Aguas, Valencia): 201.
Colmar (Haut-Rhin. Francia) : 133.
Colom, Peña del (Jeresa-Gandia, Valencia) : 289.
Colonia: Véase «Koln»; - Patricia, hoy Córdoba: 274.
Col1 de Llautó (Valencia): 27.
Collias (Gard, Francia) : 119 y 139.
Collorgues (Gard, Francia) : 119.
Comampla. s i m a de l a (Alcaná de Xivert, CGistellon): 268.
Comba, poblado de La (Benicasim, Castellón) : 202.
Como (Lombardía, Italia) : 123, 133, 136-139, 149 y 155; -, lago de (Italia) : 100 y 137.
Connaux (Gard, Francia) : 125.
Contrebia, ciudad antigua por la provincia de Cuenca: 274 y 277.
Corbera, Sierra de (Valencia) : 285, 287 y 288.
Córdoba, ciudad: 274; -, provincia: 274 y 282.
Corduba, hoy Córdoba: 274.
Corral d'Antesit (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase «Antesit»; - Blanc (Alcalá de
Xivert, Castellón): Véase «Blanc»; - de la Coveta (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase «Coveta»; - de Galindo (Villarreal, Casteiión) : Véase ((Galindo));
- de Sabater (Alcalá de Xivert, Casteiión) : Véase ccsabatern.
Corrals, Pla dels (Simat de Vaildigna, Valencia) : 286.
Correze, departamento (Francia) : 56, 59, 60 y 69.
Cortes de Pallás (Valencia) : 289, 290 y 292.
Cortijo de Evora (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz) : Véase «Evora».
Coruña del Conde (Burgos) : 274.
Costa Azul (Francia) : 131.
C6te-d'Or, departamento (Francia): 131, 135, 159 y 161.
C6tes-du-Nord, departamento (Francia) : 129.
Couchey (Cok-d'Or, Francia) : 135.
Cova: Véase «Cueva».
Covacha: Véase «Cueva».
Coves, barranco de Les (Salem, Valencia): 27; - d'Abinromá: Véase «Cuevas de
Vinromáw.
Coveta, Corral de la (Alcalá de Xivert, Casteiión): 242, 245 y 246.
Cremona (Lombardía, Italia) : 137 y 153.
Creus, Muntanya de les (Tabernes de Valldigna, Valencia): Véase «Crucesu.
Creuse, departamento (Francia) : 133.
Croix de Murs (Murviel-les Beziers, Hérault, Francia) : 72.
Cruces, monte de las (Tabernes de Valldigna, Valencia) : 287.
Cruviers (Gard, F'rancia) : 122-125.
Cuatretonda (Valencia) : 28, 288 y 289.
[page-n-379]
Cuenca, provincia: 8 274 y 2TI.
,
Cueva: Vdase uAunbrosior, uArene Candider, ucastelletr, ucocinar, uCimeti&rer,«Olapader, aclochesr, uFrontón, uFumáB, aHortusn, tLadera del Castiilor, tllatasr,
«Llametesr. ~Mallaetesr,
aMaraveliesr, uNoyeru, uOru, ~Parpallón,
uPastorar, aPichór, tRates .Penaes»,uRiberar, uRoucadourn, #Torre del Mal Pasor y uTorrerar.
Cuevas, río (AQcaUu Xivert, CaW&n,):242, 267,
de
g 266-Bfl; - de Almaneora (Almeria) : 96 y 91; - de Vinromti (Castelión) : 242, 247 y 260.
Cuilera (Valencia): 7-18,37 y 3 .
8
Cunbaria, ciudad an.tigua cerca de Trebujena ( a d i z ) : 274.
Cuneo (Piamonte, Italia): 112, l!B,,127,136, 137, 140-143,146149 y 1.52-161.
Cuorgne (Torino, Italia) : 137.
Cureggio (Novara, Italia) : 131.
Cuzoul (Gramat, Lot, Francia) : 56 y 83.
Chánons-surisabne ( S a ó n ~ t U i r eFrancia.): 69, 127 y 135.
,
Champagne, región de (Francia): 80.
aarievilie (Ardemes, Francia) : 131.
Chsssey (SaoneibLoire, Francia) : 59.
Oh&y (Ardemes, 8Rancia) 131.
:
Cher, departamento (Francia): 125,,131,135, 147 y 156158.
Charasw (Cnineo, Xhalia) : 137 y 161.
Chessieu «sere, Francia) : 159.
Cheste (Valencia) : 44 y 96.
Chieri (Torino, Italia): 153 y 157.
Chiva (Valencia) : 3 .
7
Chivert: Vkase uxivertr.
ausolan (Gard, Francia): 139.
Damania, ciudad a n t i i en Navarra: 274, 277 y 24.
73
JXmaso, casa de (Alcalá de Xivert, Castellón): 2 7
4.
Daya, Sierra de la: Vésse uAldaiar.
Demonte (Cuneo, Italia): 137 y 161.
Dentosa, hoy Torbsa: 45.
Desierto de las Palmas (Castellón) : 4 .
5
Diable, acequia &l (Villarreal, Castellón) : 206, 2ü8, 221, 224 y 235.
Die (Drbme, Francia): 123, 129, 139 y 156161.
Dijon (C8bd90r,Francia) : 131 y 159.
Donzella, Aveno de la (Barig, Valencia): 2$8.
Dordogne, río (Francia) : 62; - departamento (Francia) : 15 f
,
Dos Aguas (Valencia): 201, 2 7 290 y 292.
8.
Dos Hermanas (Sevilla) : 274.
Do** departamento (Francia) : 1 6
3.
Droba, -serio de La (Gandía, Valenda) : 289 y 290.
DrBme, departamento (Francia): 123, 128. 139 y 158161.
Dmnoe, rio (Francia): 99 y 151.
Durf.ort (Anduce, Gard, Francia): 113.
mora, hoy Evora (Portugal): 274.
B~UBUS~$Ibiza:274 y 276.
hoy
Ecuag-leaepoa (Mame, Francia) : 8 .
9
Edeta, h y Liria (Valencia): 163,165y 167.
o
Edra, AR de 8' (Curutnetonda, Valencia) : 288.
q
Egipto: 54 y 95.
Elkualakas: V&se @Ewlakos».
Eldhe CWcmte) :96,97,169-176, y 274.
202
Elda (*Alicante) 237.
:
Elne ( P m é n ~ i e n t a l e Francia) : 99,100,112 y 119.
g
Embrm (Hautes-Alpes, Francia) : 148146. 149 y 156-161.
Emerita, bu Mérida (Badajos) : 274.
cy
Emililia, (Italia) : 147 y 153.
Emporiae: Vhse wbnpuriiasn
-ion:
Véaw uhppuriasio.
Encina, La :(Villena, dicante) : 286 y 2 0
9.
Enguera (Valencia): 291 y 292; -a Giem de (Vaiencia). 291.
Endrune, *la.&
de (Nissan, I%raiút, Francia): lWl0a, 1M-110,112-114y A ~ Y .
EntrainwmrdNdhiain ( N i h e , ~SVancia) 1 .
: %
3!
c
[page-n-380]
Er Lannic, isla (Bretaña, Francilaa): 59.
mala: Véase uEralakosn.
Eralakog ciudad antigua entre Soria y Zaragom: 274, 277 y 278.
Erberiiheim (Alemania) : 67-69,87,89 y 90.
E r b u m (Brescia, Italia) : 123.
Ercauica, hoy 9 Castro o Santaver (Cuenoa) : 274.
1
Ereta del Castellar, poblado de La (Villafranca del Cid, Castellón): 51 y 53; - del
Pedregal (Navarrés, Valencia) : 201.
Ermita, Camino de la (Viliarreal. Castellón); 216; - Molino de l a (Villarreal. C a s
,
teilón) : 208; - d'e S a n Miguel (Alcalá de Xivert. Castellón) : Véase a s a n Miguel,
ermita)); - de la Virgen de Gracia (Villameal, Castellón): Véase aVirgen de
GTaciai, ermita)).
Escala, (La (Gerona) : 100, 107, 108,110, 172, 175, 200, 274, 276 y 277.
Esclausel ( h t , Francia) : 77.
Eslida (Castellón) : 210.
Espadán, Sierra de (CastellÓn): 45.
Esoasa Siema de la ( C a ~ s a m sTarraRona) : 96.
.
EspaSers, b a m a m (villarreal, ~ a s t e l l 6 n: 207.
)
Espiahes, partida (Alcalá de Xivert, Castelión) : 262 y 253.
Espira (Alemania) : Véase «Speyer».
Estación Wricícola (Murcia) : 97.
Estopet, rambla de ( A l d á de Xivert, CastellÓn) : 242 y 253.
Europa Central: 69,86,90 94; -Occidental: 56,69,90 y 94; - Septentr~onal: y 90.
y
58
Emt-lesJl3ains (Gard, Francia) : 147.
Evaristo, malino de (VillarreaS W t d l ó n ) : 209.
Evora (Portugal) : 274; -, Corltijo de (Sanlucar de Baraamed8a,Cádiz) : 95-97.
Extremadura: 95, 219, 229 y 274.
Falconera, sierra (CpandSa, Valencia) : 289.
Farigliano (Cuneo, Italia) : 137.
Faro, monte del (Cullera, Valencia) : 7-18.
Faucon-sur-Ubaye (BassmAlpes, Francia) : 123 y 147.
Favria (Torino, Utalia) : 137.
Figaac (Lot, Francia) : 62.
Figuera Rema, p a ~ t i d a(Elche, Alicante) : 202.
F i l m e n a (Viflarneal, Castdlón) : Véase ((Vila Filomena».
F i n a b L i g w (Impera, Italia) : 58.
Finca de Manrique (Villarreal, Csistellón) : Véase (CManrique));- de Puohol (Villarreal,
Castellbn) : Véase cdl?uuhol».
Fino (Como, Italia) : 123.
Font d e la4Barsella (Salem, Valencia): Véase «Barsella»; - de les Monjes (Barig, Valencia) : VBase
(Liria, Valencia) : Véase (&m Vicente, fuente)); - de la Umbria (Tabernes de
Valldigna, Vialencia) : Véase «Umbría».
Fontaneto (Novara, Italia) : 145.
Fonbbregoua (Salernes, Par, Francia): 58 y 59.
Fossano Stura (Cuneo; Italia) : 137.
Foy (Ardemes, (Francia) : 143.
Fraga ( H u e s a ) : 172.
Francia: 16, 55-91 99-161,237, 273-277,280 y 295; - meridional: 87, 88, 99-161,273-277
y 280.
Frankfurt~Heddernheim(Alemania) : 133, 135 y 149.
Flréjus (Var, Francia): 133, 137,,
145, 157 y 159.
Frontó, cueva del (SaJiem, Vallencia): 27-41; -, oerro del (Sailem, Vallencia) : 29.
Fumá, oueva (Alcaiá de Xiver,t, Casteil6n): 266.
Gades, hoy Oádiz: 214-276.
Gadir : Véase «Gades».
Galera (Granada) : 96.
Galia: 101, 105 y 114; - central: 100 y 105; - cisalpina: 101 y 115;
meridional;
99-161;- INarbonensis: 99-161 y 273-277; - oriental: 105;
septentrional: 100.
Gmlicia: 274, 2V5 y 281.
Galindo, corral de (Villarreal. Castdlón) : a20 y 221.
-
-
[page-n-381]
W a e c i a : 274 y 275.
GaUarate (Varese, Italia) : 155.
GancEía (Valencia): 8,16, 2 , 28, 38, 285 y 288-290.
7
Gard, departamenh (Francia): 87, 110, 111, 113, 114, 119, 122-143, 146-161 y 274.
G a x h (Vemna, Ualia) : 143; -, bgo (Xtoilia): 143.
Gargas (Vaucluse, Francia) : 119 y 127.
Garonne, riio (Francia) : 114 g 129.
Garray (Sorts): 282.
Genhe : Véase ~Gineibra)).
, G é m a (Italia): 116, 137, 141 y 155; , gMo de: 106 y 116.
Genovés (Valencia): 286.
Gerona, provincia: 100, 1ü7, 108, 110, 118, 172, 175, 200, 274, 276 y '617.
Gms, departamento (Francia) : 145 y 159.
m e y (C8t.e-d'Or, Ramia) : 135.
Ghedi (Brescia, Xtalia) : 123.
Gibamoya ( lcSabifnar, Murcia) : 23.
E
Ginebra (Suiza) : 80 y 123.
Giner, Rac6 de ($Alcal& Xivert, Casteil6n): 267 y a68,
de
Gironde, departamento (Francia): 61, 70, 127, 134-137,153 y 158-161.
Gitano, m i n o del (AlcaiA de XiveFt, CastellMn) : 258.
Giuibiasco (Italia) : 125.
Glanum, hoy SainbWany-deJPravence (Francia) : 119, 123 132-135 y 156-159.
Gorlago (Bérgamo, Italia) : 123.
Graccurris, hoy Alfaro (Logrofio): 274.
Graanat (Zot, Francia): 66, 62 y 8 .
3
Granada, ciudak 274 y 277; - provincia: 96, 274 y 277.
,
Grand (Vouges, Franda). 131; - Canal dWsace (Francia): 89; - Saint-Berward
(Franciaeuiza) : 161.
Graufesenque, ,La (Miilau, Weyron, Francia) : 217
33.
Grecia: 95 y 98.
Grenoble (Idre, Francia) : 123, 133 y 156-159.
Grossa, Siera (Játiva, Valencia) : 288 y 289.
Gratte de ~ u c a d o u r :
Vdase caRoucadour».
Guadalajara, provincia: 274 y 277.
Guadix (aranada) : 274.
Guardia, &a (Jaén): 96 y 97.
GuiaderMen (Francia) : 133.
Hasard (Tharaux, Gard, Francia) : 87.
Haumhin, departamento (Francia) : 89 y 133.
HauteAGaronne, departamento (Francia): 129-131. 137. 145 y 147; - Loire. departamento (Francia) : 135; - Marne, dep~.tamento(Francia) : 124, 125 y 128-131;
- Savoie, departamento (Francia): 122, 123 146. 147, 156 y 157; Viren=, departamento (Francia): l, 147, 156 y 157.
&
Haute*Alpes, departamento (Francia): 122, 123, 126, 127, 142-145. 148, 149, 156-161 y
274; - pyrénées, depantamento (Francia): 126 127, 152 y 153.
Heidelberg ('Alemania): 132, 133, 154 y 155.
Hem&kofen (Alemania): 87, 89 y 90.
Hhrault, dmpantamento ('%rancia): 58, 72, 88, 99-102, 107-110,112-114, 118, 119, 122, 123,
132-137,140, 141 y 146-155;- Ho (Fruancia): 99, 101 102, 114 y 116.
,
Hemeskeil (Aüeanania): 136.
Herrada, La (Dos aguas, Valencia) : m.
EIdnojares (Jaén) : 96 y 9'7.
Hirsohfeld (Alemania): 149.
Hispania: 273, 274, 277 y 281.
Horburg,, castillo de (Colmar, Haut-Ruiin, F%y,ncia) : 133.
Horgen (Suiza) : 57.
Hortus, cueva (Valflaunks, Hérault, Francia) : 88.
Hoyas de Campuzano (El Babinar, Murcia): Véase aCanpuzano~.
Hueka, provincia: 281.
Huesca, ciudad: 974, 275, 277, 280 y 282; - provincia: 172, 274, 275, 277, 280 y 282.
,
Hungría: 69.
Hyhres (Var, Francia) : 118.
-
[page-n-382]
Ibérica, región gieoiógica: 286-292.
miza: 96,97,274,276 y 281.
Igaldesken: Véase ~Ikalofiken)).
Iglesuela del Cid (Teruel) : 172.
Ignes-de-Magnagues (Gramat. Lot, Francia) : 83.
Ikalkuskeiu: Véase <(Ikaloskem.
Ikalosken, hoy Alicante o Cartagena: 274, 277 y 278.
Ikaltumken: Véase trIkalosken».
Iidurn, hoy Gabanes (Castellón) : 45.
Ilerds, hoy 5érida: 274 y 277.
Ilergetes: Véase uIltirkesken».
Iliberris, hoy Elne (Francia): 99; -, hoy Granada: 274 y 277.
Ilici, lhoy Eluhe (Alicante): 274.
Ilipa, hoy Alcalti del Río (Sevilla): 274.
ILtirkesken, ciudad antigua cerca de Tortosa (Tarragona): 274, 277 y 278.
Utilrta, $hoyLérida: 274 y 277.
Ilturi: Véase trIliberris».
Impera (Liguria, Italia) : 58, 123 y 149.
Inglaterra: 69.
Intibilis, hoy La Jana (Castellón): 45.
Irippo, ciudad antigua cerca de Sevilla: 274.
Irlianda: 94 y 98.
Irta, Sierra de (Castellón): 254.
Iruña, poblado (Trespuentes, Alava) : 115.
Bere, üepantamenb (!Francia): 123, 128-135 y 156-161.
Isle-sur-la-Sorgue (Vaucluse, Francia) : 119.
Isola dei Bergeggi (Vado Ligllre, S:ivosa, Italia): 137; - San Giuglio (Novara, Italia): 123.
Ispra (Varese, Italia). 145.
Italia: 45, 58, 100, 104408, 112, 113, 115, 116, 120-149, 152-161 y 275; - central: 104;
- septenhrional: 104-108, 112, L13, 115, 12ü-149 y 152-161.
Italica, hoy Samtipance (Sevilla): 96, 97 y 274.
Jaca (Huesca): 274 y 277.
Jaén, ciudad: 93, 66 ,y 97; -, ~psoviincia:53, 93, 96, 97, 274 y 277.
Jalance (Vaiencia): 287.
J a m , La ( C W ó n l ) : 45.
Jaribaiie Cunares, Jaen) : 53.
Jativa (Valencia) : M, 274, 276 y 286.
Jáves (Micante) : 96 y 98.
Jeresa (Valencia): 285 y 288-290.
Júcar, río: 8 y 9.
Juda, m o de Z (Barig, Valencia) : 287 y 288.
a
Jussana, aeequia (Villarreagl, Castelión) : 209.
Kant-Hadasha: V d aCarttñago Novan.
Kastelo : Vh6e rcCastu10)).
K e b , hoy Velilla de Eibro (Zaragoza): 274 y 277.
Kesse, hoy Tarragona: 274, 277, 280 y 282.
K o h (~Alemania):127 y 151.
Kreuznadh (Alemania): 133 y 135.
Ladera del Castillo, ccwauha de la ((ñhiva, Valencia): 37.
Ladrillar de Ripollés (Burriama. Casteilón): Véase (QRipoW.
Laelia, ciudad antigua cerca de Sanlúoar la Mayor (Sevilla): 274.
Lagaste (Ebuffiac, Aude, Francia) : 11.
19
Lamargelle (Cijted'Or, Fkancia) : 161.
Laaides, departamento (Rancia) : 115 y 120.
Langres (Hau~teUdmne,
Rancia) : 125 y 128-131.
Lara, Casa de (Villena, Alicante) : Véase G a s a de L a r a ~ .
Lasknrdes (Tarn, Francia) : e9 y 90.
Lastigi, ciudad antigua cerca de Sevilla: 274.
Laudun (GarcP, Franaia): 123.
Lébor (Totana, Murcia) : Véase uCampico de Léborn.
Uctoure (Ger8, Rancia) : 145.
[page-n-383]
Ledignan (Gard, Francia) : 147.
Leiria, h y Lir.ia (Valencia): 163.
a
Leman, lago (FranciaSudza) : 1W.
Leóai. provincia: m.
Lérida, ciudaci: B74 y 217;
pravinoia: 1 274 y 277.
%
L s t m (Suiza): m.
Levens (AipewMaritimes, Francia) : 153.
Liboitrne (Gironde, Francia) : 70.
Ligornet'to (Suiza): 133.
Liguria (Ibalis): 58,1106, 107. 112, 113, 116, 123, 127, 131, 134-137 y 140-157.
Limoges (HautedVienne, Flranaia) : 147 y 157.
Linares Gaén) : 53.
Lion, gobo de : 107.
Liria ( V a W i a ) : 108, 112 y 163-168.
Lixw fUa~rueaopp) 237.
:
Locras (Suiza): 87.
Lodeve (Hérauit, (Framcia): 133.
Lodi (Milano, Italia) : 155.
Lograto (Brescia, Italia) : l.39.
m o ñ o , provincia: 274.
i d ~ : e río (Francia): 89; - Mlantique, apartamento (Framia) : 90 y 159.
,
Loiret, deipantameato @rancia): 88, 90, 125 y 135.
Lama del Carbonero (E W i n a r , @lumia): Véase «Caribowon.
.l
Lana& de mirakmnon (Tous, Valencia): Véase crMatrwnm; - del Truig (Tous, Valencia) : ~ V uruign.
k
LoiiIbardia (.Italia): 2% 123, 1284445, 1
% 149 y 152-159.
Long&alsten, ciudad antiguar en la Galia Narbaaem~:274.
Longw ( M e u r 6 h e ~ o 6 e U eFranda) : 123, 1% y 159.
,
m, departamento @Francia) : 55-91; -, río (Francia) : 62; et Garonne, departa.
mento CFrancia): 115.
Lucenturn, hoy ,AEcante: 278.
L u g y l N w o de ~Penoiiet(Valencia): 286.
Lugrin (~Hiaute-Savoie,
~Francia) 123.
:
Luteva, hoy Zodeve (Francia) : 133.
Luxemburgo: 1%13l, 138 y 139.
i@m
(Rhone, Francia): 104, 122, l28-J& 142-147, 150. 151 y 156-161.
Llatas, covacha de (Andüla, Valencia) : 201.
Llauth, Call de: Véase a l 1 de ffilautón.
Lima del 1Fh.o.nit6 (Balem, Valencia): Véase ~Fmntón; de l Puigrnda (Barig, Vaa
lencia) : 'VBase muigan~la».
Llomes
les M a l l a e t . (Barig, Valencia) : Véase Mallaetem.
Llometes, cueva d Les (fUcoy, Alicante) : 35 y 37.
e
Macello (Cavour, Turbo, XtaLia) : 147 g 159.
M b o n (Sa&IiR-et-idre, Wancia) : 131.
Machos, Pefión de los (Enguera, Valencia) : 291 292.
4
,
,
Madrid, ciudad: 4 ,93, 96, 97 y 295; - provincia: 44, 1 96, 97, 175, 193 y 205.
Madrgai, partida (Vilarreal, CmWllÓn) : 216.
M a e s t S m Bajo (C&eJ1án): 40.
Maggioae; lago CI6aliaBuiza): lQD, 142-145, 148 y 149.
Maguncia: Véase uMatnzn.
Maihhac (Aude, @'rada): 88 y 119.
Main (Alemania): 87 y 88.
Maine-et-Solre, depastamento (.Francia) : 159.
Maina (Alemania): 128, 129, 132-135, 138, 139, 148, 149 y 152-159.
Majar, acequia (Villarreal*Caatellón) : 209.
Maaga, ciudad: 2W; -, provincia: 96, 07 y 274.
Malaka, hcg W a g a : Zi4.
Malet, barranco de (Beniiairó de VallcMgna, Valeocia): 288;
f l a de (Benifairó de
Valldigna, Valencia) : 287.
Mallaetes, -ros
de L a (Bwig, Valencia): 288 y %O;
c w a de Les (Barig, Valencia) : 8.
Manduel (Gard, Francia) : 141.
-
-
-
-.
-.
[page-n-384]
ManJses (Valencia): 182.
Manniheim (Alemania): 145.
Manosque (Basses-IAlpes,Fsancia) : 157.
Mamiaue, finca de (Villarreal. CaUtellh) : 216-220 y 225.
~ara&lles,
cueva de Les ~ ~ a n d fValencia) : 8 y 38.
a,
Marchuquera, ivalie de (Gandia, Valencia): 289.
~argue'ittes. CGa.rd, &?rancia) : 123, 127 y 159.
Marne, deparbamenb (Francia): 59, 69, 89, 124, 125, 128 y 129.
Marruecos: 337.
Mwsa (BeauregarcT, Lot, Rancia) : 17.
Marseille (Bouohes-du-Rihone, Rancia): 1 1 ,114-116,118, 138, 139, 144, 145, 274 y 276.
.0
Maraillargues (Gmd, Francia) : 123.
Martigues (Bouahes-du-Rhanie, #Rancia) 123, 135 y 159.
:
Martin ~Herrwo,
casa de (El gabinaz, Murcia) : Véase ((Casa de Martln Herrero)).
Martres-Tolosane (Hauk-Ga.rmne, Francia) : 145.
Massalia, hoy 1MarseU.e: 118, 274 y 276.
Mata, casa de La (Fll Sabinax. Murda): Vease &Casade la Matan.
Matamón, lomas de (Tous, Vaiencla) : 290.
Meda (Milano, Ztalia): 129 y 155.
Mediolmm, h y Milano: 157.
o
Mediterráneo, mar: 8 9, 28, 58, S, 102, 105, 106, 1 1 ,114. 178, 200 y 242; - occidental:
,
.0
86, 106, 114 g 116; - oriental: 95.
~eklenburgsahwerin¿Alemania): 69.
niIendri6io (Suiza): 133.
Mérida (Badajod: 229 y 274.
Werimde43eni-Salame (wipto) : 54.
Meseta Central: 281.
Mesquida, partida de La (AUcalá de Xívert, Casteilón): 247-250 y 252.
Metz (Moselle, WFraUicia) : 125, 155 y 157.
Metzweiier (Francia) : 1 .
%
~Meung-sur-Loire(Loiret, ~Rariicia) 89 y 90.
:
Meurbhe-etriMoseúle, dqartamento (msncia): 128, 129, 134, 135, 158 y 159.
Mijares, rio (Casteilón) : 43-45, 178, sol-m y 2 5
3.
Milán (Italia) : Véase «Milano)).
Milano (Lo&ard!ía, Itarbia): 115. 122, 128, 128-143 y 152-159.
Mi~hud
(Hérault, IFrancia): 151.
Miliares (Valencia) : 1W); - río (Castellón): Véase crMijares».
,
Millas (PgTBnéesaientales, ~Francia) 88.
:
Miiiau (Aveynui, Pkancia) : 8 .
7
Misena, rio (Valencia) : 28.
Mogente (Valencia): 95&' y 2 9
8.
Molar, mcrópolis de El (San Fulgencio, Alicante) : 96 y 97.
Mali de Bancarrota (Villarreal, CasMlÓn): Véase «Bancarrota»; - de 1'Ermita (Villarreal, CasteU6n): Véase «&mita»; - de Waristo (Villarreal, Uastellón) : Véase c&lv?risto)).
Mdina, caseta de (Bocairente, Valencia): Véase aCaseta Wolinan.
Mmpiano (Brescia, Btalia) : 139.
M6naco: El.
Monasterio de San Miguel (Liria, Valeulicia) : 166.
Monasti1 (Elda, Micante): 237.
Mondovi (Cuneo, Itaiia): 137, 143 y 154-157.
Mom ?(Cantal,Francia) : M; - (Gard, Francia) : 133.
Mont-Saint-Martin thngwy, 1.sancia) : 159.
Montaenac (Hérault. Francia) : 99. 101. 118 v 119.
~ongyre
(Teyran, ÉI&ault, ~ r & i a ) f 58. "
Montüúver. sierra de ,(GandiaJeresaBaria. Valencia) : 285 'v 288-290.
Monte de [El Faro .(Cuih~?ra,
Valencia) : v&& faro)).
Montemayar (CÓrddba) : 2T4.
Montes dei Toro (Baraheta-Simah de Valldigna, Vlalencia) : Véase c o r o , montes del)).
Monthureaux-sur-Sabe (Vosges, hauciai : 13i.
Monitiohelvo (Valencia): 2 .
7
[page-n-385]
Montjes, fuente de Les (Bar&, Valencia) : 289.
Mmblaur6s (Aude, Francia) : 119.
Montmélian (i%vaie, Francia) : 159.
Eíantaiirait (Gard, Francia) : 119.
MontpelIier (H&aul&,
R&ncia): 88 y 98.
MonMrie (Val de NestE, Hauh-pyrénées, Francia) : 1153.
Moros, Oastilkrejo de los (,bndilla. Valencia) : 62 r 53.
~ o s e kdleparta&ento (Francia) :-124, 126, 134, 135 y 154-159.
,
Moustiers43ainte-Marie (Var. Francia) : 123. 1 1 r 155.
Moutiers-en-Tarantaise (~avoie,
Francia) : 139.
Muela, La (Bicorp, Valencia) : 290 y 291; - - (Cortes de PJl&, Valencia): 290.
,
Mula (,Murcia): 96, 91 y 108.
Munda, hoy M d i l l a (Córdoba): 282.
Muniuh (1iLlemania): 2 3
7.
Murcia, ciudaid: m, 96, 97, 176 y 193; - provincia: 19-26, 96,97, 108, 202 y 274-278.
,
M m , sierra de (Aicalh de Xivert, Cwbii6n): 246, 247, 257, 259 y 260; -, torreón de
(Alcalá de Xivent, ~
~: 2-42 y 247-260, )
n
MurvUel-ies.tB&iera (HéraW, s&ancia) : 72.
Nages (Ga.rd, Francia): 151.
Fíante6 (Lotra4Ltlamtique,Francia) : 159.
Nasbo, h y Rarbonne (Fkancia): 110 y 274.
o
Narbonase, Ci&lia: 99461, 273, 274, 3 6 y 277.
7
Narbomne (Aude, @!rancia): 106, 110-116, 118, 119, 122-127, 130-137, 140, 141, 144, 145,
148-153, 156-159 Y 2'74.
N
d (Cuneo, Italia): 137.
Navarra: 274, 277 y 27%.
Navarrés (Valencia): 201, 286, 287, m, y 292;
290
Canal de (Valencia): 286, 287,
289, as0 y 292.
Negra, peña (Jeresa-Gandia, Valencia): 289.
Neanausus, hw Nimes (Rrancia) : 274.
Nerpio (Albacete) : 19-21 y 23; - camino de ( lS a i n a r , Murcia) : 21 y 22.
,
E
Neste, Val de (Francia): Véase «Val de Nieste)).
Neumagen (mm*ia):125.
Nice alpes-Marihes, Francia): 112, 113, 118, 122, 123, 136, 137, 142, 143, 152-157, 160
y 161.
Niwsbacui (Wi,btlidh,~Almania) 135 y 159.
:
NJbvse, depai-tmenta (Francia) : 129.
Niño Pedido, Alquerías del (.Villarreal, Caskllón): Véase «Alquerías del Niño Perdido».
Nikaia, h y Nice (Fkanoia): 118.
o
Nimes (Gard, Francia): 110, 1 1 114, U%,119, 122-129, 132-143, 146-159 y 214.
1,
Nissan (Héaault, #?rancia) : 100-102. 107-110, 112-114 y 119.
Nm, Val di ~(ltalia): V é w
~
«Val di Nom).
Nord, departamenb (Francia) : 127.
Nt3tre.iDme-d~-Gxoeeau(Vaucluse, )Francia): 119.
Noullas, hoy Nules (Caste11611): 45 y 213.
Novara (Piarnonte, Itaüia): 122, 123, 128-131, 134-137, 144, 145, 148, 149 y 152-159.
Nwi-Ligure (iAlessa.ndria, Italia) : 153.
Noyex, cuma ~ ~ U S eb tt , Rancia) : 77.
Nozi6res (Uüignan, Gard,Francia) : 147.
Nuks ( C M 6 a ) : 45, 178, m, 3 S aso.
a
Numancia (Garray, Soria): 282.
Nyon (Vaud, Suiza) : 133.
Nyons ( D r h e , Francia): 159,
Obui~co,
hoy Porcuna (Jaén): 274 y 277.
Oise, regl6n Gel (Francia) : 59.
Olbia, hoy -res
(Francia) : 118.
Olm, fuente (Barig, 'Vakncia) : Véase «Om, fuenkn.
Olocau (Valencia) : 219.
Olontigi, hoy dlnaldzar (Seviila) : 274.
Om,fuente deJ (Barig, Valencia) : 289.
Onda (Castell6n) : 178, 2ü7, 210, 216, 224) y 235-237.
$
[page-n-386]
Or, cueva del (Beniarrés, Alicante): 28 y 38.
m a n e (Vaucluse, Francia) : 157.
Orilente: 95; - Media: 86.
Orihue,la (Alicante) : $1.
Orippo, entre D s Hermanas y Torre de los Herberos (Sevilla) : 274.
o
Orleáns (Loiret, 'Francia) : 125 y 135.
Orleyl, ~pobiado (Vd1 d'Uxó, Casteillón): 112 y 201.
de
Ornavasso (Novara, 14aU.a): 135.
Orosi, e n la Hispania Citerior: 274 y a77.
Orta, lago CNovara, ZtaJia) : 123.
Osca, hoy Huesa: 274 .y 277.
Osicerda, e a el Convento ~cesaraugustano:
274.
Osset, hay S a n J u a n de ~Aznaltarache(Sevilla) : 274.
Oste~burken
(Abmania) : 137.
Osuna (Swklla): 274.
Ottmar&eiun (Haut+thin, Francia) : 89.
Paderno (Brescia, Walia) : 123.
Paghs, abriga (Roca~madour,
Lot, Francia) : 56.
Palam.winar, despoblado (Burriana, Castellón) : 203.
Palau, acequia (Burriana, CaLstellón): 180; -, cerro (Alca'á de Xivert, Castellón).
242, 250.253 y 267;
partida (Burriana, Casteilón) : 180, 196-199 y 203.
Palillo, cerro (Mcalá d e Xivert, Castellón) : 267.
Palmas, msiel.ta de las (CasMón) : Véase ((Desierto de las Palmas».
Palmeral, camino del (Villarreal, Castellón) : 222 y 223.
Pallanza (Nwara, Italia) : 149 y 155.
Pamplona (Navarra) : 274 y 277.
París: '59, 69, 80, 131, 135, 159 y 295.
Parma (Eimilia, Italia) : 153.
Parpalló, cueva (Gand'ía, lValencia): 8 y 16.
Pa.rra, (barranco de l a (Tous, Valencia): 290.
Pastora, cueva de la (Alcoy, Alicante): 35 y 37.
Paterna (Valencia) : 182.
Pavia (Loabardía, dtalia) : d52 y 1.53.
Pea1 de Becerro ,(Jaén): 96 y 91.
Peah-Maho (Sigean, Aude, ,Francia): 100, 102, 112 y 119.
Pedregal, m e t a del (Navrcrrés, ,Va4ancia): ,Véase (~Eketa Pedregaln.
del
Penya del Caiom (Jeresaaandía, Valencia): Véase «Colomn; - Negra. (Jeresa-Gan#día,Valencia): Véase (@Negra»; - Roja (Alcalá de Xivert, Castellón): Véase
(eRoja»; - Ventosa (Alcalá de XXert, Castellón): Véase «Ventosa».
Pefiíscola (Casteillón): 241 y 242.
Peñón de los Maahos fEnguera, Valencia) : Véase «Machos».
Périgueux (Dordogne, Fkancia) : 157 y 161.
Perpignan (P,vénées-Orientales, Francia): 100. 116, 118, 119, 136, 137, 140 y 141.
Pesahiera (Vemna, Italia) : 123.
Pfaffenhofen (manda.) : 195.
Piamnza (,Eünilia,Etalia) : 147.
Piamonte (Xtalia): 112, 122, 123, 126-131, 134-137, 140-149 y 152-161.
Picaio, m0nt.e (Barig. Valencia) : 238.
Pichó, cueva del (Alcalá de Xiverk, Casteilón) : Véase aTorreran.
Pigró del Rey (Alcala de Xiverr, Castellóni : 245.
Pinella, partida (Villlarreal, Castdlón) : 220 y 221.
Pinerolo (Torino, Italia) : 137.
Pirineos, montes: 99-1ü2, 105, 113, 135 y 280.
Piver, partida (Alcalá de Xivert, Castellón): 242, 246-230 y 202.
P1h de Bou (Alcalá de Xivert, Castellón): Véase «Bou»; - de Corrals (Cuatretonda6ima.t de Va.llsdigna, Valencia) : Véase (Corialsr~; de Malet (Simat de V.aUdigna, Valencia) : Véase cdMalet»; - Redó (Viilarreal, 'Castellón) : Véase (meció»;
- del Suro (Barig, Valencia) : Véase u6ureñ.
Plana, La (Castellón): 45, 178, 201, 202 y 205.
Po, río (Ralia): 105 y 106.
P0i.t-iers (Vienne, Francia.): 157.
-.
[page-n-387]
Pont-du-Gard (Nimes, Fkancia) : 137; - de Santa Quiteria (Altnamra, Cstellón) :
Véaee «Santa Quiteriaa.
Pontaix (Die, &&m, mancia) : 157.
Pcucuna (Jaén) : 274 y 277.
Portugal: 274 y 281.
Pou de iCervera (Alcala de Xivert, Casteiión): 241 y 243; - del Tossalet (AlcaEt de
Xivert, Casteiión): 254.
Pourrieres (Var, Francia) : 123.
Pouzin, Le (Ardeuhe, Francia) : 110.
Prebética, región geoW*ica:286-292.
Resa del ~Riu
Stc (VillaiseaJ, Oasteiión): Zü9 y 210.
[Puahol, Anca de (Villarreal, Castelión) : 210-216.
Pudenta, ñuente (Simat de Vdldigna, Valencia) : 288 y 2&9.
iPuenke de Santa Quikiia (Ailmaímra, Castellón) : Véase #Santa Quiterian.
Puerto (Burriana, Castellón): 178-180 y 196.
Puiganola, cerro de La (Barig, Valencia): 288 g 289.
Puimdsson (Var, Francia) : 123.
Pwdol, El (Castellón): 107, 108 y 202.
Puy, Le (HautedLoire, (Francia): 135; - demme, departamento (Francia) : 135.
Pyrhées4xientales, departamento (Francia): 88, 99, 100, 112, 116, 118, 119, 136, 137,
140 y 141.
Quemado, cintos del (Bicorp, Valencia) : 291.
Quencarll, sierra del (Catadau, Valencia) : 290.
Rabat (Marruecos): 237.
Rac6 de Giner (Alcalti de Xivert, Castellón): Véase aGineru.
RaJla, camino de la (Villarred-Bechi, Castellón): 221-224.
Rambla dmtopet (Alcalá de Xi,vext, Castellón): Véase (~Estopet)); de Seguer (Alcalá de Xivert, Casteiión): Véase sbSeguern; - del Va& del Angel (Alcalá de
Xivert, Castellón): Véase «Valle del Angel)); - de la Viuda (Almazora, Castellón) : Véase nViuda».
Rates Penaes, cueva de Lee ~(Rabva,
Valencia) : 8.
Ratils, lbarranco de (Villazreal, Caskllón): 201 y 220.
neal d'AJacant, camino (Alibaidsa, Valencia) : 35 y 36.
Redessan (Gard, Francia) : 119.
Redó, partida del P á (VillarieaJ, Casteiión) : 222.
Reims (Mame. Francia): 124. 125. 128 v 129.
R h u n a t ( D r h e ; Francia) : 122 y 1%.
Reno, río: Véase wRhin)).
Reus (Tarragona): 96.
Revello (Salum, Cuneo, Italia) : 147.
Revigliasco d a t i (AJessandria, Xkalia) : 137.
Revo (Val di Non, Ztaiia) : 137.
Rey, Pigró del (Alcala de Xi,vmt, Castellón) : 245.
Rhin, río: 94 y 133; -medio: 59, 87 y 88; - superior: 133.
Rhode, hoy Rosas (Gerona) : 118.
RhGne, r'io (Francia): 89, 99, 103-107, 112, 114-116, U3 y 157; -, departamento (Frand a ) : 69, 89, 90, 104, 122, 128-135, 138, 139, 142-147, 150, 151 y 158-161.
R i m a , cueva de (Cullera, Valencia) : 37 y 1
.
Ripoüih, ladrillar de (Burriana, CashMn) : 180.
Riu (Alcalá de Xivert, CasteUÓn): Véase *Cuevas, rion; - Sec. presa del (Villarreal,
Casteiión): Vbase #Presa».
Rocamadour ( U t , Francia): 56 y 62.
R6dan0, río (Francia) : Véase nRh&ne,río)).
Rogno (Val Caniónica, Italia) : 153.
Roja, Clot de k Penya (&al& de Xivert, Castsllón): 258; -, Peña (Alcala de Xiuert,
CaStell6n) : 257, 258 y 260.
Roma: 45 y 275.
Romagnano (Novara, Italia) : 157.
Romanos, azagador de los (Alcal&de Xivert, Castellón) : 267.
Romula, hoy Sevilla: 274.
[page-n-388]
Randa. la W d a (Málaga): 274.
Rondonera, siérra (~abernes Valldignaderesa, Valencia) : 285, 288 y 290.
de
Rocluewaise (Boudhes-dUWdne. Francia) : 123 v 157.
Ff&as (Gerona): 118.
Rbtova (Valencia): 8.
Roucadour (Tíhémines, Lat, Francia) : 55-91.
Rouen (Seine-!iVíaritime, Francia) : 89 y 90.
Rouffiac (Aude, Fs&noia): 119.
Royo Termo, partida (El Sabinar, Murcia) : 19, 22 y 23.
Rugat (Valencia) : 27.
Rumilly $(Savoie,
(Francia) : 139.
Ruscino, hoy Perpignan (Francia): 100 119.
Rusia: 54.
Saalburg (Alemania): 155.
Sa&ater, corral de (A!ical& de Xivert, Castellón) : 258 y 260.
Ssbinar, iEi (Murcia): 19-26.
Saelims (Cuenca): 274 y 277.
Saetabis, hoy Játiva (Valencia): Véase c&aitabi».
Sagra 'di San Michele (Torino, Italia) : 155.
Sagunto (Valencia): 45, 107, 108, 129, 172, 229, 237 y W4-276.
Saguntum, hoy Sagunto (Valencia): 274 gr 276.
Sakune (Nyons, m6me, Francia) : 159; - (Rémwt, D r h , Francia) :l23.
Slaignon (Vaucluse, *Francia) 119.
:
Gaint-Bertrand-deCminges (HauteGmome, Francia) : 128, 129, 156 y 157; - CérB
(Lot, mancia): 56 y 76; - mamas (Bouchet+du-RUidne, Francia): 156 y 157;
Gaudem (Haute-Garme, Francia) : 130 y 131; - Gennain-en-Laye (Seine-Oise,
Francia): 69; - Jeamen4F¿oyans (Drdme, tfiancia): la8 y 129; - Liaier (Mi&ge, Francia) : 128 y 129; - Martin-d'Ar&che (Ardeahe, %rancia): 87; - M&in
de-Oastilou (Vaucluse, Francia): 118 y 119; - Maximin (Var, Francia): 122,
123, 130, Bl, 134 y 135; - Piere-lesdMantigues (Bouches-du3+h&ne.Francia) :
136 y 137; - Privat (Gard, 'Francia): 122, 123. 128 y 129; - Rémy-en-Provence
(Bouohes-du-Rihom, Francia): 89, 118, 119, 122, 123, 126, 127, 132-135 y 156459;
-- Saturnin-d'Apt (Vaucluse, Frai~cia!, 118, 119, 158 y 159; - Sever-sur-i'Adour
(Lacndes, Francia): 115 y 120; - Spnph0rie.n (Ardeohe, Francia): 122 y 123;
- Thibéry (~Hérault.
Francia): 99, 118 y 119; Wendd (Francia): 134 y 135;
Ybard (Corr-, .Francia): 69.
Saitabi, hoy Játiva (Valencia): 216, 274 y 276.
Sai.ti, h y Jhtiva (Valencia): V6ase uSaitrubin.
o
Sallandó, barranco ,(Benicasim, Casteilón) : 2ü2.
Salduie, h y Zaragoza: 274 y 277.
o
Saiém (Valencia): 27-41.
Salernm (Var, 'Francia) : 58 y 59.
tWsa&ella (Oaskllón) : 242.
-lb,
(Viiiarreal, CasteRlón) : 221.
Sialuzm (Cuneo, ~Italia) 146, 147. 152 y 153.
:
6an Albano G b a (Outneo, Walia): 136, 137, 142, 143, 156 y 157; A n h (Orihuela,
Alicante): 51; - Antonio, barranco (Ca-stelión): 178; - - (BeoM, CAlstelión) :
222 y 224; - DainianO Maira (Cuneo, Etalia): 122, 123, 126, 12, 146 y 147; -7
Fulgencio ,(Alioante): 96 y 87; - Giulio, Isola de (Novara, Italia): 122 y 123;
- Juan de fAanelCaraohe (Sevilla) : 274; - Miguel, camino (Alcalá de Xirert,
CastRWn): 253 y 266-2438; - -, cerro (aria, Valemis) : 108, 112 y 163-1663 - e m i t a (Alcal$, de XWert, CasWón): 267 y 268; ,
monasterio (Liria,
Valench): 166; -'-, río (Alcala & Xivert, Cashilún): V 6 w Guevas. do));
- Pietro di Mosem '(Navam, Xtalia) : 156 y lr51; - Roque (C%diz) : 274; - Se1bastii8n (Villavieja, Castellón): 203; - Vicente. fuente (Liria, Valencia) : 168.
Sanlúcar de Ba.rrameda (Oádiz) : 95-97;
18amayor (Sevilla) : 2'.
5
4
Sanh, Calar de la (El Sabinar, ~Murcia):23; - M a r a , monte (Villavieja, Gaste1 1 1 ) 178 y 203; - Magdalena de Pulpis (Owteiión): 242; - Pau, camino (Bu1 5 1:
miana, Castellón) : 178; -Perpetua de la Woguda (Barcelona): 172; --Quiterk,
puente ( A l m m a , Gastellán): 44, 45, a08 y 209.
Santander, provincia : 281.
Santaver (Cuenca): 274.
Sadiponce (SevUa) : 96, 97 y 274.
-
-
-
-.
-
- 336
-
[page-n-389]
SaBne, río (Francia): 69 y 89; - et-Loire, departamento (Prancia): 59, 68; 126-131,
134 y 135.
Savgiiano (Cuneo, Fta.lia) : 156 y 157.
Savona ( L i i i a , Italia) : 136 y 137.
Srwoie, depart4unent.a (Francia): 122, 123, 134, 11, 11, 130, 158 y 159.
Scrivh, río (Italia): 105.
Bebelaci, ciudad antigua en Iór provincia de Castellón: 45.
Seca, ibaésa (Viihmal, Castelk5n) : 244.
Seco, río (CasMón): 117, 1 180, 182, aDD, 2ü1, 2ü7, % ,
%
N213, 214, 221 y 222.
Segobriga, a y Cabeza de Griego (Saelices,
m
&egouia, hoy Ekgovia: 274.
Segovia: 274.
Seguer, rambla de (Alcaiá de Xivert, OasteWn) : 242.
Gegura de la Sierra (J&) : 274 y Zi7.
Eeine, región del (Francia): 59,131, 135 y 156);-, I%O (Raniciai): 69 y 80; Maritime,
departamento (Francia) : 88 y 90; - ewise, departiamento (Francia): 69.
Sekaisa, hoy Belanonte de Cahtayud (Zaragoza) : 274 y m.
Sekabirikes: Véase acSegdbriga».
Bens (Yonne, Francia) : 130 y 131.
Sepelaco, ciudad antigua en la provincia de Castelián: 222
Serra de les Aguiies (Valencia): Véase u&ulles»; - @Aldaba (Bar&, Valencia) :Véae
~Aüdaia)); de Benicadell (Alicante-Vadencia): Véase aBenicadelb;
de Oorbera (Valencia) : Véase «Cor.berw: - de lWsuasa (Ckmanes. T t m ~ ~ ~ n Véase
: ar)
-pasa)); - @'alconera (Gandáa, ~alencia)-véase & l o o n ~ m ; - (Va:
6
lencia) : Véase ((Grossa)): - d11rta (CasteRiáin): Véase d r t a ~ - de Montaúver
:
(GandíaJeresa-Barig, ~ d e n ~ c i a )
: Véase uMont&ver»; -de Mum (Alcalá de Xivert, Oastelión): Véase f f M w ) ; - de Quencaiil (Catadau, Valencia): Véase
ac&uendl»;-Rcnndonera (Tabernes de Vdldiina-Jeresa, Valencia>:V é a e uRontlonera)).
Serreta, publado de la (Alcoy, Alicantej: 108 ry 239.
Serviers (Gard, %rancia): 12a y 123.
Sevilla, ciudd: 93, 95-91 y n4; - provincia: 93, 95-97 y 274.
,
Sexi, hoy .Almuñécas (Granada) : 374.
Sidamunt (Lérída): 108.
Sider (Vttlais, Buiza) : 123 y 123..
Bierra del ilhe (Dos Aguas, Valencia) : Véase # h e » ; - del CabaJión (Dos Aguas. Valencia) : Véase (abaillónn; - del Caroig (Ayora-wuera, Valencia) : Véase &aroig)); - de Enguera (Valencia): Véase uEnguerafi;
de Esrpadhn (CasteMn) :
Véase (dBpad8nn.
Sigean (Aude, Francia) : 100, 102, 112, 118 y 110.
Sima, La ! E Saibinrtr. Murcia) : 23.
(l
S i a t de Valldigna (Valencia) : 285, 2 6 y !B8-290,
8
Simplón (Italiaeuia) : 165.
Sinarcas (Valencia): 172.
Sifiteron (Bassedlpes, ,Francia): 154 y 155.
Sibjar, pantano (Castelión) : 2 1 .
16
l
.
Sobiiana, acequia (Villarreal, Cssteilón) : '290.
Boisw>ns (Aisne, Fkancia) : 134 y 135.
Solaig, poblado del ~~, Casteilón) : 178.
Solivella, necrópolis de la (Alcal&de Xiverf, Castellón): a43, 251, 263 y 2437.
EWmne. departammb (Francia): 138 y 139.
Somieres ( W d , Francia) : 145 y 147.
Sorgue, río (Francia): 119.
Boria, ciudad: 274, !Zl7 y 278;
provincia: 274, 2 7 278 y M.
7.
Speyer (Alemania) : 1 .
%
Spigno (Alessandria, Italia) : 152 y 153.
. z%
&trevi ( a u i , Alessandria, Italia) : 160 y 161.
=
:
'
euabia (Alemania) : 87 g 88.
.. . .
.
Subarra, camino de (Alcal6 de Xivert, Caskilón) : '253.
.
Substantio, hoy Qastelnau-le-Lee (Francia): 99.
Suiza: 57, 80, 87, $8, 1 0 , 122-125, 130-139,152-155. 180 y 161,
10
Suno (Novasa, Italia): 154 y 155.
.. .
-
-
-
-.
'
T
- _ A L
.
%
[page-n-390]
Guro, P á del (Barig, Valencia) : 36.
l
Susa (Torino, Italia): 122, 123, 126, 127, 130, 131, 144, 145 y 152-158;-, Val d (Italia) :
i
Véase uva1 di Susan.
Taüernes de ,Vaildigna (Valencia): N 5 y 287-280.
Talioires (Haute&awoie, Francia): 146 r 147.
Tamaniu: Véase Oamaniu)).
Tanaro, rio (1.talia): 106.
Tánger (Marruecos): 237.
Tapias, Calar de.las ( lBabinar, Murcia) : 21-23.
E
Tarascan (Bouches-du~Ruibne,
Francia): 89 y 90.
Tarazona (Zaragoza): 274 y 282.
Tarifa (Cádiz): 274.
T a n , depap'rtamento (Francia) : 89 y 90; - rio (Francia) : 861.
,
Tarquimpol CMoselie, Francia) : r56 y 157.
Tarrsco, hoy Taxragona: 2T4 s W7.
Tamagona, ciudad: 101, 174, l 274, 277, 280 y 282; -, provincia: 45, 96, 97, 107, 174,
?
$
,
a14, 277, 278, 280 y 282.
Tauroeis, hoy Le Brusc (FYnncia): 1U.
Tejera, La (El Sabinar. Murcia): 19, 20 y 22.
Tenalies, Tossal de les (Sidamunt, (Urida): 108.
Termo, arroyo (El (Sabinar, Murcia) : .Véase o
Tercero».
Teruel, provincia: 8, 108, 112 y 172.
Temo, Cabecico del (Verdolay, Murda): 98 y 97.
Teulaz de Ripoii6s (Burriana, Castellóin) : Véase ~Ripollésn.
Teyran (Herault, Francia) : 68.
llharaux (Gard, Francia) : %7.
llhQnines (Lot, Francia) : S-91.
'l%ionviiie (Mosalle, Francia): 134, 135, 158 y 159.
Tirao, Ei (Burriana, Caste116n) : 171-196 y 199-203.
Tivisa (Tarragona) : 96. 97 y 107.
m i n o (Piarnonite, XtaJia): 122, 123, 126, 127, 130, 131, 136, 137, 142-147 y 152-161.
TormasaJ cerros del (Alcalti de Xivert, CasteWn): 242 y 266-272.
Toro, montes de ('Baroheta y Simat de Vadigna, Valencia): 2 y 288-290.
%
Torrasm, p&ida de la (Villarreal, Castellón): 208, 221-234 y 253.
Torre Alocaz (Sevilla): 96; - de los Herberos (Sevilla): 274; - del ,Mal Paso (Castellnovo, Castellón): 35, 36 y 38.
Tomeblmca (Cmtellón): 242 y 254.
Torre611 de Murs (blgalá de Xiver.t. Castellón) : Véase
Torrera, cueva de la (Alcal$ de Xivert, Castallón): 242, 258 y 260-266.
Torreta, cueva de la (Alcal&de Xivert. Castellón) : Véase nomera».
Tortona (Alessandria, ZtaJia) : 146 y 147.
Torksa (Tarragona): 45, 279, 277 y 278.
Tossal, E (Barig, Valencia) : 288; - de k Cala (Benidorm, Alicante): 108; - de les
l
Tenaiies (Sidamunt, ,Urida): 108.
Tossalet, $1 (Alcalá de Xivert, Castelión): 242, 262, 254-256 y 261; - pozo del (Alcalti
,
de Xivernt, Caakilón) : 254.
ToQna (Murcia): a02.
Toulouse (Haute-Gasonne. ,Francia): 136 y 137.
Tourette-mns (Nice, Francia) : 113.
Toumon (Ardeae, Francia) : 132 y 133.
Tous (Valencia) : 2943.
Traducta, hoy lAlgecira.9 (Cáklb): 274.
Transpadana, región (Ztalia): 157.
Trebujena (aádiz) : 274.
Trencades, m i n o de L e s (Onda, Castellón) : 235.
Tzenito (Venecia Trentina, Italia) : 136 y 137.
Treepuentes (Alava): 115.
Trheria (Alemania): Véase uTrieria.
Trier (Alemania): 126, 127 y 134-137.
Trompia, Val di (Brescia, Italia) : V6ase uva1 Trornpian.
Truig, lomas del (Tous, Valencia) =O.
Tugia (Pea1 de Becerro, Jaén) : 96.
S:
[page-n-391]
l?Úmulo de La Cave (Gramat, Lot, Fkancia): Véase uCatve~.
Turia, río: 8.
Turiaso, hoy Taramna (Zaragoza): 274 y 282.
T pi : V6ase uTorino».
U.
n
U1ía (Montemayor, Córdoba): Véase uVlia~.
Ullastret (Gemna): 100 y 108.
Umbría, fuente de la (Tabernes de Valdigna, Valencia): 287 y 289.
Unbika: Véase ~Ampurias)).
Urio (Como, I4alia) : 136 y 137.
Urso, h y Osuna (Sevilla): 274.
o
Uds (Gard, Francia) : 118, 119, 146-149 y 158-161.
Vado iLigure (Wvona, iitalia) : 136 y 137.
Vaison-la-aine
(Vaucluse, Francia): 118, 119, 122, 123, 130-13S,140, 141, 146 y 147.
Val de Neste (Hau-psrrénh,
Rancia): 126, 127, 152 y 153; - di Non *(Italia): 136
y 131; di 6um (Torino, Italia) : 154 y 1%; - Trcmpia (Brescia, Italia) : 142
y 143.
Varlais (Suiza): 122 y 123.
Valcamónica (Bergamo, Xtalia): 152, 153, 156 y 157.
Valdivedro (Novara, Italia) : 154 y 155.
Valence (Dronie, Francia) : 122 y 123.
Valencia, ciudad: B 9 2 ,4 , 93, 96, 97, 178, 208, 212, 213, 216, 241, 252, 274, 281 y 296;
. , 0 0
provincia: 7-18,20, a7-41,45, 6 ,53, 93-97, 107, 108, 112, 163468, 172, 178, 182,
2
252,
193, 201, 202, 206, 212, 213, 216, 219, 229, 237, alii, 274-276,281 y 283-295; -,
región: 7-20, 24, 27-41, 43-54, 93-97, 101, 107, 108, 112, 163-203, 205-239, 241-272,
274-278, 281 y 283-295.
Valentia, hoy Valencia: 274.
Valflaunés (Hkrault,, Francia) : 88.
Val1 &Uxó (CaSkUÓn): 112 y 201.
Vaiiada (Valencia) : 289.
VaWolid, ciudad: 279; - provincia: 279.
,
Valldigna, comarca (Valencia): 285 y 287-290.
Valle de abaida (Valencia): Véase flAibaidan; - del Angel. rambla (Alcalá de Xivert.
Castellón) : 242 y 260; - de la Barraca (~1ciraGarcagente.Valencia) : Véase
«Barraca));' de Marohuquera (Gandía, Valencia) : Véase ~Marchuquera)).
Vallon ( A r d a e , Francia) : 122 g 123.
Var. departamento (Francia): 58, 59, 105, 118, 119, 122, 123, 130-137,142-145 y 154-159.
Varese (Lombarda, Italia): 122, 123, 13.2,133, 142-145,146, 149. 154 y 155.
Vasco, PILís: 115 y 167.
Vaucluse, departamento (Framia): 90, 118, 119, 122-127, 130-135, 140, 141, 146, 147,
156-159 y 274.
Vaud (Suiza): 124, 125 y 130-137.
Varuvert (H6raul4, $Francia):140 y 141.
Veleia (Piacema, Ztalia): 146 y 147.
Vélez Blanco (Almería): 295.
Velilla de abro (Zaragoza): 274, 276 y 277.
Veii de BeaM, camino (Buni-,
Castellón) : 207 y 220; - de Casklló a Onda,camino
(ViilarreaI, Casteülón) : 216; - de Viilarreal, camino CBurriarn.a, Casteiión) :
179-181,191 y 193.
Vence (Algx?scWritimes, Francia) : 142. 143 y 152-157.
Venecia (#Venecia
Euganea, ItaLia): 142, 143, 152 y 153; - E w a w (Italia): 122, 123,
130-133,136-139, 142, 143, 152, 153, 158 y 159; - Tridentina (Italia): 136 y 137.
Ventabren (BouoheSaU-Whbne. Francia) : 118 y 119.
Ventimiglia (Impera,Italia) : 122, 123, 148 y 149.
Ventippo, h y Chsariche (Sevilla): 274.
o
Ventosa, peña (Alcala de Xivent, Castellón): 242 y 246.
Vercelli (Pimonte, Zhlia) : 152, 153, 156 y 157.
Verdolay (Mwch) : 96 y 97.
Verma (Venecia Euganea, Italia) : 122, 123, f30433, 136-139,142, 143, 152,153, 158 y 159.
Vézenubre (GsPd, Franicia) : 122 y 123.
Vía Awgwh: 45.
Vic (Gbrd, Framcia): 122 y 123.
Vidourle, río (Francia): 101.
-
-
[page-n-392]
Viena (Aipstria): 54.
Vienne (Isere, Francia): 122, 123, 12&136 y 158-161; -, departamento (Frmcia): 156
Y 157.
ViMa Filomena, partida (Villameal, Castellón) : 202 y 205.
Villafranca del Cid (CXsteil6n): 51 y 53.
Villanueva de A h l e a (CastelL6n): 242 y 253.
., d
Villares, pchiado de los (Caudete de las Fuentes, Valencia): 96 y 97.
Villaricos Guepas de Almamora, -erial
: 96 y 97.
Villarres1 tOastdl6n): 43, 6,177-181, 191, 197, 202, 205-239 y 253.
Villawieja (Castell6n) : lW, 202 y 203.
Viliema (Alicante): 201, 286 y 290.
Viiieneuve (Suiza): 122 y 123.
Vindonissa (Windisdh, Aaigan, Suiza): 138, 139, 152 y 153.
Vintenes de Tiao, partida (Burriana, Ca&111b) :179.
Virgen de Gracia, ermiüa de La (VtUllarreal, Castellón) : 257, 208 y 216.
Viky-le-Ram~isUmfme, #Francia) 69.
:
Viuda, rambla de la (Almas, Castellón): 44, 45, 178 y 207.
Viver (Casteán): 178-180y 196.
Vizcaya: 167.
Vlia, hoy iñáonitemayor (Córdoba) : 274.
V o W m del *F.aro,cueva (CuWa, Valencia) : 7-18.
Volonne (Basses-Alries. Francia): 122. 123. 134, 135 Y 154-157.
-
A
-
w~dm;¿biwen (Alemania): 156 y 1fi.
Windisch (Aargan, Guiza): 11,139,152 y 153.
Wittlidh (Alemania): 134-137,158 y 159.
Worms (Alemani): 132, 133, 11, laa 156 y 157.
Xivert, m i l l a de (&Alcal6 Xivert, Castellón): 242 y 267.
de
Yeso. barranco del (Benifairó de Valldigna, Valencia) : 287.
Yoaine, depur&anenln (Wasmia): 130 y 131.
Y w d m (Vaud. Suiza): 136 y 137.
Zabern (BaeiRRiin, Wancia): 156 y 157.
za.raggaa, ciudab: 214, 277 y 27%; - proviricia: 274, Z%, 217,
,
Zezano (Val Tromlpia, Brescia, Ltalia) : 142 y 143.
Zinswiler (Francia) : 134 y 136.
[page-n-393]
INDICE DE PERSONAS Y ENTIDADES
Abundancia. divinidad: 218 Y 219.
Agilianiis, alfarero: ZH y 229.
Agrupación Bm~ianense Cultura: 183.
de
~ s a d e m i e Wisseasdhadten (Vienal : 54.
der
Alberola Calabuig, J.: 3 .
5
Al&ertus Firmat, M, L.: 1 .
%
Alcacer Grau. J.: S& 53, 201 y 219.
Alejandro Magno. emperador: 98.
~ v o i d a , iw.
~:
.
Almagro Bas& M.: 100.
Amaltea, divinidad: 218.
Antonino Pfo, emperador: 219, 221, 238 y 239.
Aparicio Pérez, J.: 7-18.
Aparisi GonzBlez, J.: 189 y 199.
Arbois de Jubainvifle, H D': 114.
.
Archivo Histbrico Municipal (Vilarreal, Casteiión): 209 y 210;
Municipal
.(ame,Alicante) : 173 y 176.
Armand Cslliat, L.: 69.
Arnal, J.: 52 y 55-91.
Augusto, emperador: a19, W , 280 y % .
l
de Galera (Granada): 96; Ayuntamiento de Cullera (Valencia) : 18;
de Valencia: 96.
Azkue, R. M.a: 167.
Balcaldur, personaje ibero: 172.
Baiciadin, perwn@e Mapano: 107.
Balcibil, personaje hispano: 1W.
Balkebeles, personaje ibero: 165 y 188.
Balsan, L: 8 .
. 7
Baiiester Tormo. ñ.: 36-38.
Barbero de Aguilera, A.: m.
Bárkidas, familia de los: 275 y 276.
Barruol, G : 102.
.
BaWa, M :238
.
Battisti. C.: 112.
~ e l t r 4 n ' ~ a r t í n eVi.:, 3 6 276 y 27Q.
z 7,
B e l t r b Villamasa. P.: 163-168Y 278.
Beiiancourt, G.: 86.
Bennabels, personaje hiaano: 101.
Benoit, F,:100,102,-110,112 y 114.
B e r n a Brea, . .58.
L:
Bernat Crespi, G.: 2&B y 232.
Bes, divinidad: m.
Bilustibas, personsje hispano: 107 y 108.
Bitukios, pnincipe galo: 113.
Blanuhet, A,: 110, 115 y 275.
'
[page-n-394]
Blümel. W.: 99.
Bokios, magistrado monetral galo: 112.
Bonnet, R. : 60.
Boronat Giner, S.: 34 y 35.
Boube, J. 237.
Breuil, H.: 295.
Briard, J.: 89.
Brigantia, divinidad: 1 1
1.
Brinkmann, R.: 284,285, 288, 289 y 294.
Brisson, A,:BB.
British hduseum of London: 275.
Brugeres, L.:69.
Brunel, J.: 102, 106 v 107.
Buiíard, Dr.: 292 y 293.
Caiantolos, príncipe galo: 113.
Calliat, L. A.: 69.
Camarena Maihiques, J.: 206 y 212.
Carbonell Escobar, J.: 19-26.
Oarey, S. W.: 294.
Caro Baroja, J.: 101, 112 y 278.
Carreres Candi, F.: 45.
Carriere, M.: 60, 63 y 85.
Castellano, L.: 20 y 24.
Centro Excursionista de Alicante: N.
Cerámica Levantina, S. A., de Castelión: 177, 178, 183 y 193.
Ceres, diosa: 218.
César, Julio: 101 y 113.
Cibeles, diosa: 213
Claudio 1, emperador: 216 y 218;
11, emperador: 222 y 225.
Climent Carpi, J.: 35.
Oloos, Dr.: 293,
Cosfyn, A.: 70.
Cohen, H.: 213, 116, 218, 219 y 239.
Colección Cuadrarlo Da!z ({Madrid): 93, 96 y 91;
R. Nelli (Carcassonne,
Francia) : 119;
Tafdanel (~Mailhac,
~Francia) 119;
:
Vilaseca
Anguera (Reus): 96.
Comisaria General de Excavaciones Arqueológicas (Madrid) : 295.
comfort, H.: 1%.
Concordia, divinidad: 219 y 239.
Congreso Internacional de XNQVA, m: 44.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 295.
Constantino el Grande, emperador: 222.
Conway, R. 8.: 100.
Cooperativa el Paro del Mediterráneo (Gullera, Valencia) : 18.
Couchard, J. S.: 55-91.
Ooussy, J.: 56 y 69-61.
Coutil, L.: 89.
Cowen, J. D.: 68, 87, 89 y 90.
Cuadrado Díaz, E.: 20, 93, 96 y 97.
Ohabret maga, A.: 910.
Chapa Montalv&,F.: 40.
Cniilde, V. Gordon: 54.
milver, G. E. F.: 106.
Darder-Pericás, B.: 285. 286 y 294.
Déchelette, J.: 59. 68, 70 y 86.
Delegación Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Castellón: 183.
Delporte, H.: 70.
Diodoros : 98.
Diputación Provincial de Valencia: 7, 20, 31, 206 y a85.
Dirix, príncipe galo: 113.
Divixtus, personaje celta: 1 1
1.
Domiciano, emperador: 218 y 222.
[page-n-395]
Donat Zopo, J.: 7 y 283-m.
Doñate sebastia, J. M.n: U)5-239.
Dottin, 0.:100.
Dragendo~ff, 182, 213, 219, 226, 229 y 237.
H.:
Dupuy de Lóme, E.: 285, 286 y 292-294.
Dr
uW Ufebae, M :161.
.
Duval, P. M.: 99 y 115.
Eckhel, J. H.: 218.
Edo, M.: 177 y 180.
Hlis-Dvans, D.: 111, 112, 115, 125, 127 y 135.
Equidad, divinidad: 218 y 225.
Escuret, L.: 59.
Esperandieu, E : 113, 123, 127, 129, 133, 135, 137, 139,141,146, 147, 153, 155, 157, 150 y 161.
.
Esteve GáIvez F.: 43-54,202, 203, a05 y 220.
Exposición Regional de Valencia de 1909: 216.
Fabre, G :115.
.
de Medicina de ValenFacultad de Filosofía y Letras de Valladolid: 279;
cia: 40.
Franke, P. R.: 273.
Faust, 'M.: 102, 110 y 112.
, Annia Galeria: 166 y 219.
Faustiina, Annia: 212, 213 y 219;
Ferrandis Irles, M.: 222.
Figueras Paoheco, F.: 200.
Filenis, Fulvia: 210.
Fita Colomer, F.: 210.
FletuhW Vaills, D :7-18, 2Q, 31, 37, 52, 53, 100, 102, 110, 115, 116, 119, 163-165,167, 201
.
Foyer ~ u l t u r e l 5rive- (Francia): 59.
ae
Fusté Ara, M.: 36.
Furgxís, Z : 51.
.
Galhn, 1 . 77.
A:
Galieno, emperador : 225.
Galván, MP # . 53
L:
Garcbs, f.: m.
Garcia y Bellido, A.: 173.
Garcia Guinea, M. 1 . 2 .
A: 0
GardVhausen, V.: 104.
Gay, L.: 18.
Gil Ballester, M.: 177 y 180.
Gil Barrés, O :280.
.
Giner Perepfsez, F :7 y 18.
.
Giner Bospedra, V.: 241-272.
Girona, Y.: 223.
Glory, A : -56, y 84.
.
60
Gliick. M.: 1Q5 Y 108.
~&ssler,P.: ii3.
G6mez Moreno. M : 107, 169, 172. 278 y 280.
.
.
Gonzalo del val y Cia.: .18.
Gorostizaga, J.: 294.
Goury, O.: a01.
Gozalbo Delfa, L :206 y 223.
.
Gram, Tiberio Sempronio: 280.
Groupe de ~Etedherahe
Spéléologique de St. Céré (Francia) : 56 y 76.
G m ~ BQeleo16gico Vilanova y Piera, de Valencia: 7 y 283.
o
Guadhn, A. M %de: 2% y 276.
.
Guiter. H. 100-102 Y 110.
aw, X . 113.
k:
Hadriano, emperador: 218, 219 y 222.
Hall, W. H.: 106.
Hartmann, A.: 93-97.
Hatt, J. J.: 86, 88, 89 y 9 .
1
[page-n-396]
Head, 8. V.: 275.
Heiss, A.: 274 y 2Wi.
Hélhna, Fh.: 100, 102, 109, 110, 112. 113 y 116.
Hill, G. F.: 110-112, 114, 116 y 2%.
His Cata&, A : 7 y 18.
.
Holder, Dr.: 110, 111 y 161.
Holmes, A.: 292 y 294.
Hiibner, E.: lü7, 108, 112, 113, 115, 173, 174 y 310.
Huchard, A.: 81.
Huchard, P.: 87.
1
Ibarra #Mamani, . 173 y 174.
A:
Barra Ruiz, P.: 174.
"* a ,
INQUA: 44.
.Institución Alfonso el Magnánimo, de Valencia: 295.
Institut dMnthropologie Numaine, París: 295.
Instituto de Arte y Arqueologia del C. S. de 1 C.: 295;
.
de Estudios Wricos
y Etnología Valenciana, Valencia: 2%;
Geográfico y Catastral: al;
46, 177 y 216;
Valenciano de Estudios Históricos: 206.
Istituto Internazionale di Btudi Liguri (Bordighera, Xtalia) : 58.
Jacubsthal, P.: 101.
.-.
Jaime 1 de Aragón: 45 y a09.
.
Jannoray, J.: 1W102, 101, 109, 110, 114. 115 y 119.
-a
Jenkins, G. K.: 273.
.irp
JimBnez Navarro, E.: 296 y 296.
Johnson, S. C.: 100.
Jordá Cerd6, F.: 36, 37 y 201.
Jornet Perales, M.: 202.
Jullian, C.: 102, 113, 114 y 116.
Juno, diosa: 219.
Junta para Ampliación de Estudios: 295.
Kajanto, 1.: 104.
Kane, Ph.: 93-97.
Katicic, R.: 103 y 104.
Kimmig, Vi.: g9, 80. 86, 87, 89, 91 y 102.
Kuethmann, H.: 273.
Lacam. ,R.: 55 y 66.
Lafarga, J.: 18.
Laifon, B.: 119.
Lahees, P. H.: 294
Lamhglia, R.: 106, 115, 213 y 319.
Lautier, J.: 89.
Larramendi, P.: 167.
Lejeune, M.: 100 y 108.
Lizandra Rubio, J.: 197.
Lorblanchet, *M.:
6391.
Loirlroriknos, magistrado galo: 112.
LoukotYnos, magistrado galo : 112.
Louis, M.: 87, B%, 106, 115 y 116.
Llubregat Conesa, E. 1 . 24, 25 y 373-382.
A:
Maluquer de Motes, J.: 170 y 218.
Manrique, S.: 216.
Manrique )Miró, C.: 216.
Marco Aurelio, emperador: 219.
Maredhal, J. B.: 61.
Marín de las Bárcenas, A.: 294.
Mariner Bigorra, S.: 210.
Martel, E. A.: 55 y 56.
Martin Avila, G.: 182 y 206.
Martin Valls, R.: 279.
Martínez Ferrando, J. E.: 45.
Mrrrtinez Gamboa, J.: 19 y 20.
Mateu y Llopis, F.: 206, 216 y 278.
(3
-
I
[page-n-397]
Mattingly, H.: 275.
Maximino 1, emperador: 222.
Menéndez Pidal; .R.: 1x2 y a76. . : . ..
Menbil, P.: 222-224 y 232.
Mercurio, dios: 112.
Mergelina, C. de: 276.
Mbroc, L.: 56 y M.
Mesado Oliver, N.: 177-203.
Meseguer Pardo, J.: 266, 288 y 294.
Metz~er.B.: 90.
~ e y & É.: 106 y t15.
,
Mezauiriz de Catakin. " ! 1 . 219,226 y 229.
M A:
~ i l G t t e J. P.: 68. 70, 72 y 89.
,
Mülienhoff, K.: 106.
.
Mülier-Karpe, H. : 91.
Musée de Brive (Francia): 69:
de la Cathedral (Elne, Francia): 119;
de Genhve (Suiza): 80; ----- de Libourne (Francia): 70;
- de Narbonne (Francia): 119:
de Perpignan (Francia):
119 ;
de Rouen (Francia) : 89 ; - de Saint-Germain-en-Laye
de Saint(Rancia) : 69;
de Saint Germain (París): 80;
de Sigean (Francia): 118.
Rémyen-Provence (Francia) : 80 ;
de iNarbonin6 (Francia) : 119;
de Perpignan (Francia):
Museo Aiqu.eoi&ico Municipal (Alcoy, Alican$e): 38;
-(Burriana,
C&,dlón): 179 y 197; (Elche, Alicante): 96 y 97;
Nacional (Madrid): 93, 96, 97 y 175, -Proviiicial
(Alicante): 24, 93, 96 y $7;
(Bwcelona) : 93, 96 y 91;
(Jaén): 93, 86 y 97; -(Murcia): 93, 96 y 97;
---(Sevilla): 93, 96 y 97;
(Tarragona) :
de Rrubat (Marruecm): 237; -de Tánger (Marme174; a : -Bit&nico (Londres) : 275;
)237;
Histórico Municipal (Valende Prehistoria del Berivicio de Irwestigaci6n Prehistórica (Vacia): 96;
lencia): 93, 96, 97 y 212.
Navarro Lorenzo, F.: 179.
Navascués. J. M de: 276.
.
Neili, R.: iig.
Niederlender, A.: 55, 66. 60. 61. 65, 83 y 84.
N e o Cialio, G.: 169.
it
Nouel, A.: 89.
Oliva Prat, M.: 100 y 108.
Olshausen, S.: 99.
País, B.: 123 y 139.
Palas, diosa: 219.
Pascua1 Pérez, V : 38.
.
Pastor Alberola, E.: 27-41.
Perioot Garcia, L.: 12, 201 y 295.
P e r i d Baurioh, L.: 12.
Petit Rodhera, V. R : 212.
.
Petracoo Sicardi, G :101, 104 y 106.
.
Philippo 51, empesador: 98.
Piedad,, divinidad: 218 y 219.
Pla Badlester, E.: 37-39.
Pokorny, J.: 106 y 112.
ponsich, P.: 88.
Porcar Ripoliés, J. B.: 183 y 202.
mus, A. de: 88.
Prades, H.: 51 Y 52.
Ptolomeo: 163 Y 166.
Puuhol, familia de los: 211, 213 y 214.
Puigram, E.: 107.
Quatrehomme, F.: 89.
Ramón de María, C. D., P.: 45 y 179.
Ramos Fernández, R.: 169-176.
.
- .
-
-
--
--
-
-
----
--
---
-
[page-n-398]
Ramos FoIqu6s, A.: l y 202.
b
Reineae, P.:69, 70 y 8 .
6
Reuni6n de Historia de la Swnomóa Antigua de le Peninsula, I (Valencia): 276 y
RiLaiard, J. c.: 111.
RIgantikos, principe galo: 113.
Rlos, J. M :294.
.
R~pollés, B.: 186.
J.
Ripoiibs Vicent, F.:180 y 1s.
Riquet, R : a, 77.
.
y
m,H.: 1M.
Robert, C.: 110.
Robinson, 8. 8. G : 275 y 276.
.
Roca Alcavde. F : 196 Y S3.
.
Rbssler. O.: m.
yB.
4
Rosgo de Luna, U.: a83, 284, 286, ?89,
8h~l1ez
Lozano, R.: 294.
8sndarS. N. K : 78 Y 8 .
.
6
Santos ~ e n e r8. de l s 2ü.
,
o:
8erthou Carreres, C.: 4 ,210 Y a98.
6
SeiDio: 276.
seoiiar, 1: 57.
.
Sohmidt, K. H :
. 103, 10.5, 106, 110-112, 115, 123, 125, 127 y 135.
Saiunoil. U.: IW, 1 M y 112.
a.
l
sohuiten; i~.: 281.
Seidl. D . 293.
r:
Sentus. aliarero: 237.
wrtorio: asa.
Servicio de Investigación Prebistóricrt de Valencia: 7 N,31, 38, 93, 96, 97, 165, 206.
,
ala, 21% y 295.
Bitter, L. U. de: 283, 284 Y 294.
Gmitü Agreda, V.: 40.
Soler Garda, J. M.': 201.
Bolier, Y : 102 y 119.
.
sos BaYnat, V.: 202 Y m.
B ~ U ~ O UA,: s 72, 78, 114 y 115.
,
.
S o é W l u b Alesien (&s. Rancia) :
B-&mChhoit,E.: 89.
Staatlime Minesammlung (Münioh) : 21.
'3
T&anel, J.: 88, 88 y 119.
Taffanel, O.: W, 88 y 119.
Tarraddi Mateu, M.: 203.
Taurisgon, P.: 56, 59 y 61.
Taxil, A.: 58.
Temple, P.: 87.
Tiberio, emperador: 237 y 277.
Torres C~sbomU, 27-41,
8.:
Tour, H de la: m5.
.
TouNdivix, personaje galo: 111.
Tovm ,Lorente, A,: 101, 106, 112, 172 y 278
majano, emprador: 232.
mieueros Molina. E : 294.
.
umiiersidd de Valencia: 40. 206, 281 y 295;
Untermann, J.: 99-161,169, 273 y 278.
Une1 Pascual, D :166.
.
Us6, E :209.
.
UtriUaa, T.: 18%
Val, O. del: 1 .
8
Val Caturla, E del: 203.
.
Valor, divinidad: 218.
VaJl de Pla, M I A.: 95.
Vaiiejo, J.: 112.
[page-n-399]
Vespasiano. emperador: 218.
Vesía, diosa: a18 1 219.
vigil vascual, @d.:
181.
v i l b Breva, M.: 179.
Vilaseca Anguera, S.: 96.
Viré, A,: %S.
Vives E%cudem, A,: 107, 111, 216 y 276
Watkiirs, C.: 100, 110, 113 Y 115.
Wei@er,
L:1W,103 Y 104.
Whatmugh, J.: 100, 1Q4, 110-112, 114, 116, 110, 121, 113, 125, 121, 1% 13 Y 1
16
s
Wuriiemier, P.: 147, 157 Y 161.
[page-n-400]
[page-n-401]
INDICE GENERAL
.
.
.
.
Págs
-
FUSTGH!ER, D y AEWRZCIO, J. Noticia de las excavaciones efectuadas en la
Cueva del Voioan del Paro (CiEllera. Valencia) ..............................
.
7
.
C E i m ESCuBAR J Dos nuevos abrdgos con .pinturas rupestres del SaAü
W m
binar (Murcia, ...............................................................
19
PASTOR ALBBRULA. E. y TORRIES O A ! R B O m . S.. .Los
enterrarnien& eneoliticus de la cueva del Fkonitó. Salem (Valencia) ..............................
27
.
.
EWiEWE GAGVEZ. iF. E1 abrigo r.u.pestre del Assud de AImazora y m yacimiento arqueológ.io0 ...............................................................
.
.
.
AIR,NALI J., COUOHABD. 5 g .LORBLILNOHET. r La g r o k de Roucadour
mi
(Th&nines. 'Lot) ..............................................................
.
.
HAWIWANN.'A
y KlAEB. PH Gvestigaciones espectro-tinaldtick sobre hallazgos hispánico8 de aro .........................................................
.
..
43
5
'
93
......
99
BFiLTRAN V
~
~B Correcciones de a W 4 s s inknpretacionea de 10.5
4
,
t e x b ibéricos de .U i a ......................................................
i
163
.. Imripcioii~s
ibéricas de #La
Alcudia (Elche) .........
169
...............
177
(3-R
BCHPED&A. V !Noticias arqueológicas de la comarca de AlcalB de Xivert (Castellán) ...............................................................
241
U ~ N T E J ~ (Lengua gala y lengua ibérica en la GaEa Narbonensis
.
.
RAMQ.9 RERNuWiDEZ.
..
MESAiDO. N Yacimientos arqueológiaos de Burdana (Castellón)
.
.
..
LLOBRrEOAtl'. i . pastillas a dos nuevcm estudios sobre la !nmisonáitica antigua
E A
peninsii!ar ..................................................................
213
...
.. Los canales dxiásicos valencianos ........................
283
DONAT ZOPO. J
[page-n-402]
LAS OPINIONES VERTIDAS EN LOS ANTERIORES TRABAJOS DEBEN
ENTENDERSE COMO JUICIOS PERSONALES DE LOS RESPECTIVOS
AUTORES
[page-n-403]
Este Servicio de Investigación Prehistórica remite sus publicaciones para estoblecer y mantener intercambio can las centros científicos y señores investigadores
en esto especialidad. Por ella espera ser correspondido con el envio de los publicaciones del receptor, entendiendo caso contrario que no se desea sostener intercambio
y suspenderá ulteriores envíos
Toda la correspondencia diríjase al Directo: del Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación Provincial de Valencio, calle de Caballeros, número 2, VALENCIA.
[page-n-404]
[page-n-405]
[page-n-406]
VOL
VALENCIA MCMJyXIX
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
X 11
[page-n-5]
PATRONATO
DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO
CONSEJO
SUPERIOR DE I N V E S T I G A C I O N E S
ClENTlFlCAS
I N S T I T U C I O N t A L F O N S O EL M A G N A N I M O ,
EXCELENTISIMA DlPUTAClON PROVINCIAL
VALENCIA
[page-n-6]
ARCHIVO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DE LA EXCELENTISIMA DIPUTACION
PROVINCIAL DE VALENCIA
VOL. XII
VALENCIA MCMLXIX
[page-n-7]
ISSN - 1989 - 0508
Depóiito Legal V. 138C1970
Rditorial P. Domcncch, S. A.-Mar.
31.-Vdedch
[page-n-8]
D. FLETCHER y J. A P A R l C l O
(Valencia)
Noticia de las excavaciones efectuadas en la
Cueva del Volcán del Faro (Cullera, Valencia)
Con motivo de las obras de .urbanización que se están realizando en
e l M o n t e d e El Faro, e n Cullera, fuimos advertidos por los señores Giner
Pereperez e H i s Catalá d e la inminente desaparición de unas covachas
situadas e n l o a l t o de dicho monte, e n el llamado Volcán.
Como de una d e estas covachas ya poseía e l S. l. P. materiales arqueológicos recogidos en superficie por el Grupo Espeleológico Vilanova y
Piera d e la Diputación de Valencia ( l ) , se consideró imprescindible una
exploración d e emergencia d e toda la zona, tarea q u e realizó u n o d e nosotros (Aparicio) con resultados satisfactorios, por l o que se solicitó d e la
superioridad, con fecha 2 8 d e agosto d e 1968, la correspondiente autorización d e excavaciones.
Se halla la covacha excavada j u n t o al faro de Cullera (fig. 1) e n el
llamado Volcán que es, en realidad, una gran depresión formada por el
h u n d i m i e n t o d e la bóveda de una gran cueva, habiendo quedado al descubierto varias covachas o abrigos, posibles galerías d e la primitiva caver-
(1) J. DONAT ZOPO: "Catáiogo de simas y cavernas de la provincia de Valencia".
Valencia, 1960, pág. 34.
J. DONAT ZOPO: "Catálogo espeleológico de la Provincia de Valencia". Memorias
del Instituto Geológico y Minero de España, LXVII. Madrid, 1967, pág. 57-58.
[page-n-9]
Fig. 1.-
*
Cueva del Volcán del Faro. - 1: Cueva de Les Mallaetes. - 2: Cueva del
Parpalió. - 3: Cueva de les Maravelles. - 4: Cueva de Les Rates Penaes. 5 : Cueva del Barranc Blanc.
[page-n-10]
[page-n-11]
FLETCHER-APARICIO
na. N o obstante, como la citada hondonada se conoce popularmente con
el nombre de «El Volcán del Faro» hemos admitido esta denominación
para bautizar la cueva, facilitando así su localización (Lám. I y fig. 2).
Hasta el momento presente se llevan realizadas dos campañas de excavaciones; una en el verano de 1968 y otra en el de 1969. Del resultado
de ambas, damos una brevísima noticia, anticipo del más amplio estudio
que se llevará a cabo en su día.
PRIMERA C A M P A Ñ A (verano de 1968)
Se comenzó por realizar una exploración que nos orientase sobre la
estratigrafía del yacimiento. Para ello se efectuó un primer sondeo en el
exterior de la covacha, a 5'50 metros de una pared de piedra en seco que
la cerraba. Se marcó un rectángulo de 2'50 x 1 metro, alcanzándose la
profundidad de 0'80 metros, observándose la presencia de dos capas de
coloración diferente; una, hasta los 0'35 metros, de tierra vegetal con
abundantes conchas marinas, silex (una hojita de dorso rebajado, u n pequeño raspador, etc.) y varios fragmentos cerámicos; otra, de 0'45 metros de espesor, de tierra marrón, rica en silex. A partir de los citados
0'80 metros de profundidad, apareció una capa rocosa uniforme que impidió proseguir el sondeo exterior, iniciándose entonces un nuevo sondeo
en el interior de la covacha, en un rectángulo de 3'50 x 2'30 metros de
lado, alcanzándose los 11'25 metros de profundidad, sin que llegásemos
al nivel de base (fig. 3).
En este segundo sondeo los resultados fueron los siguientes: Los n i veles superiores, hasta 1'75 metros de profundidad, proporcionaron cerámicas modernas, medievales, ibéricas, griegas de figuras rojas y diversos
materiales clasificables dentro d e la Edad del Bronce y, por debajo de
éste, una capa estéril, de casi un metro de espesor, formada por tierra
blancuzca y granulosa, en la que por deslizamiento desde el estrato superior, se halló u n aro de hueso y algún minúsculo fragmento cerámico.
Pasado el nivel estéril, aparece, a 2'50 metros de profundidad, una
tierra de coloración marrón rojiza que ya n o cambia en todo el resto de
la excavación.
Dentro de esta tierra, en la capa VI (2'50-3'60) en la parte denominada «la grieta)), se encontró una punta de flecha de pedúnculo y aletas,
semejante a las aparecidas en el nivel correspondiente a la Edad del
Bronce.
[page-n-12]
VOL&
Fig. 3.-Corte
DEL FARO
estratigráfioo de la primen campaña de excavaciants (año 1968)
[page-n-13]
Desde dicha capa a la X I I I . (3'60-5'20), se encuentran raspadores,
hojitas d e dorso rebajado, perforadores, etc. Junto a estas piezas de silex,
en los niveles X I V a XVI (5'20-5'80), punzones de hueso (fig. 4, A a F).
De las capas X V l l y X V l ll (5'80-6'20) podemos destacar puntas d e
muesca o escotadura y plaquetas con manchas de ocre, en las que n o
hemos podido identificar figura alguna (fig. 4 G a H).
,
En la capa X I X (6'20-6'40), junto a una bella punta d e silex (fig. 4 J),
,
.apareció un ((bastón de mando)) sobre hueso, de 2 4 centímetros de longitud en su estado actual, que lleva grabados en su superficie unos signos
que n o hemos sido capaces de interpretar, por el momento (Lám. 11).
Por debajo de este nivel, en las capas X X y X X I (6'40-6'85) siguen
apareciendo piezas Iíticas de buena factura pero se observa mayor pobreza
en las capas siguientes ( X X I I a XXX), llegándose a los citados 11'25 metros de profundidad, sin que signifique ello el haber llegado al nivel de
base del yacimiento (fig. 4, K y L).
SEGUNDA C A M P A N A (verano de 1969)
En esta segunda campaña se contó con la valiosa colaboración científica de la señorita Luisa Pericot Raurich y del doctor Pericot.
Los primeros trabajos se dedicaron a la limpieza de una zona, que
se denominó Sector A, de piedra y maleza; una vez realizada esta tarea
previa, se marcó un cuadro de 5 metros de lado, dividido en 25 cuadriculas de un metro cuadrado, numeradas del 1 al 25, las cuales fueron ampliándose conforme se profundizaba y ensanchaba la zona de excavación
hacia la pared del abrigo (fig. 5).
En las cuadriculas 28 a 33 se levantaron cuatro capas, con una profundidad máxima de 1'77 metros, mientras que en las cuadrículas externas sólo se llegó a los 0'80 metros (fig. 6).
De estas cuatro capas, las tres primeras lo fueron de acuerdo con las
distintas coloraciones del terreno, mientras que la Ú!tima, sin cambio de
coloración, que sirviera para delimitarla, fue de 0'22 metros.
Primera capa.-De
tierra negra mantillosa y abundantes raíces. Estaba
formada, en su mayor parte, por grandes rocas, desprendidas de la bó-.
veda. Entre los materiales recogidos figuran valvas de moluscos, patelas,
turritelas, helix; esquirlas de hueso; un fragmento cerámico de barniz
negro y otros hechos a mano y a torno; de silex, raspadores, buriles, hojitas de borde rebajado y gran cantidad de lascas (fig. 7, A a E).
Segunda capa.-A
partir de la cuadrícula 18 se subdivide en a) y b),
siendo la tierra de coloración marrón, más oscura la parte alta que la
baja. Los material~es a) y b) son similares: algunas valvas de moluscos,
en
[page-n-14]
Fig. 4.-Capa
."
XIV: A-B.
XV : CD.
" XVI: E-F.
" XVII: G-1.
Capa XVIII: H.
."
XIX: J.
"
XX: K.
" XXI: L.
[page-n-15]
F .5.-Planta
i
del Sector A, al terminar la Capa 1..
[page-n-16]
VOLC~
DEL FARO
[page-n-17]
helix, turritela; huesos de animales y silex (raspadores, buriles, hojitas
de dorso rebajado, láminas retocadas y lascas ) (fig. 7, F a 1; 2."a, J a K
y 2."b, L a M).
Tercera capa.-En
la cuadrícula 7, de tierra marrón con pegotes blancos y durísimos, se encontraron 23 helix, varias esquirlas de hueso, una
valva con el natis perforado, un dentalium, asimismo perforado y 8 4 0
silex, entre ellos hojitas de dorso rebajado, una hojita sierra, un raspador,
un buril, varias hojitas retocadas y numerosas lascas (fig. 7, N a O).
En la cuadrícula 13 se halló media punta de cara plana, que podría
encuadrarse en la etapa solutrense, cosa que tal vez pueda comprobarse
en futuras campañas, puesto que en estas cuadriculas del exterior n o se
prosiguió la excavación (fig. 7, P).
En las cuadrículas 28 a 33, de tierra marrón rojiza, como la de los
niveles paleolíticos del sector excavado el año anterior, se recogieron
huesos y molares de animales; un fragmento de ((pecten jacobeuss, helix, y de silex, núcleos, buriles, raspadores, hojitas de dorso rebajado, etc.
Cuarta capa.-Sólo
se alcanzó, como ya hemos indicado, en las cuad r í c u l a ~ a 33; presentó características similares a la anterior, tanto por
28
la coloración de la tierra como por los materiales que proporcionó (fig.
7,
Q).
La importancia de la Cueva del Volcán del Faro es bien patente, tanto
por la industria Iítica como por el hallazgo del ((bastón de mando)) que
es pieza única, hasta el presente, en tierras valencianas.
Confiamos que las nuevas campañas de excavaciones nos proporcionarán nuevos datos que permitan llegar a concretas conclusiones y ayuden
a resolver los problemas que actualmente tiene planteados el paleolítico
valenciano en cuanto a su evolución interna y relaciones que guardan
entre sí las cuevas de la comarca de Gandia y la del Volcán del Faro,
distante del Parpalló menos de 20 kilómetros y de todas ellas con los
yacimientos cantábricos y franceses (2).
N o queremos terminar la presente nota informativa sin hacer patente
nuestro agradecimiento a aquellas personas y entidades que, con su deci(2) D. FLETCHER: "Estado actual del estudio del Paleolítico y Mesolítico Valencianos". Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, LXII, 3. Madrid, 1956, pág. 841-876.
[page-n-18]
Fig. 7 . 4 p a 1: A-E.
"
2: P I .
"
2 a : J-K.
" 2 b: L-M.
Capa 3
" 3
" 3
"
4
(cuadrícula
(cuadrícula
(cuadrícula
(cuadrícula
27): N.
7): Ñ-0.
13): P.
.
32) : Q.
[page-n-19]
dida y entusiasta colaboración, han hecho posible la salvación de la cueva
y la realización de trabajos d e investigación en ella.
En p r i m e r lugar, nuestro reconocimiento a don Juan Lafarga, alcalde
del Ayuntamiento de Cullera, al concejal ponente d e Cultura, señor Bisbal, y a la Corporación Municipal, que desde el primer m o m e n t o apoyaron
y alentaron nuestros trabajos, poniendo a nuestra disposición importantes
medios económicos que h a n permitido una mayor duración .de las excavaciones.
Asimismo, hemos d e hacer constar la valiosa colaboración d e d o n
Francisco Giner y d o n A l f r e d o His, quienes con su entusiasmo y amplios
conocimientos fueron ayuda inestimable en nuestra tarea.
La Cooperativa «El Faro del Mediterráneo)), en cuyos terrenos está
ubicada la cueva, en especial don Luis Gay, arquitecto y el señor Tortajada, aparejador, han solucionado con exquisito tacto los complicados problemas que, con la suspensión de las obras de urbanización, se habían
planteado, anteponiendo los intereses científicos a los de otra índole,
colaborando en esta labor la empresa constructora ((Gonzalo del V a l y
Cia» que h a prestado ayuda directa, poniendo a nuestra disposición m e dios mecánicos, obreros y materiales que, bajo la dirección d e los señores
D e l Val, López y Fuster, h a n resuelto dificultades técnicas que hubieran
sido de lenta y costosa solución para los excavadores. A todos, desde estas líneas, nuestro sincero agradecimiento.
[page-n-20]
CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 1.
[page-n-21]
[page-n-22]
J A I M E CARBONELL ESCOBAR
(Alicante)
Dos nuevos abrigos con pinturas rupestres
de el Sabinar (Provincia de Murcia)
HISTORIA DEL HALLAZGO
En una excursión d e caza en las cercanías del término d e Nerpio, e n
La Tejera situada .en la partida de Royo Tercero, término d e el Sabinar
(Murcia), conversando con el dueño de l a misma, me interesé por la situación de las pinturas rupestres d e Nerpio, que yo conocía por las publicaciones, y que deseaba ver. Pero al hallarse La Tejera a unos quince
kilómetros d e Nerpio, y las pinturas a la otra parte del pueblo, m e fue
imposible visitarlas a causa de la distancia. En la conversación así iniciada al citado señor, don Juan Martínez Gamboa, coment6 que en las cercanías un pastorcillo había visto pintados en l a pared rccosa tres ciervos,
d e los que uno, tenia la cabeza inclinada hacia el suelo señalando la
existencia de «un tesoro)) allí escondido, según se comentaba en los alrededores. Interesado al máximo por la noticia, rogué a m i informador que
se enterase del paradero exacto de tales dibujos, para en una próxima
excursión visitarlos. Y así l o hizo. En la siguiente ocasión, el señor M a r -
[page-n-23]
J. CARBONELL
tínez Gamboa nos acompañó al lugar d e las pinturas que distaba d e La
Tejera algo más d e media hora a pie. Llegados al sitio n o conseguimos
localizarlas pese a que recorrimos buena parte del barranco, pero esto
hay que achacarlo a la falta d e luz, pues era la caída d e la tarde y n o
; c g r ~ m o sdistinguirlas. En vista d e que n o dábamos con ellas, y por n o
perder e l viaje, el señor M a r t í n e z Gamboci decidió acercarse a una finca
próxime, casa d e M a r t í n Herrero, cuyo dueño era c o n ~ c e d o rd e las pinturas, a fin d e hacerlo venir para q u e nos las indicara. M i e n t r a s hacía
el viaje, m e dediqué a buscarlas, recorriendo el barranco por l a parte d e
la sulana, observando todos los abrigos y lugares con posibilidad d e piiitciras. N o tuve que ondar mucho, pues a unos doscientos metros del lugar
donde debían estar ¡as que buscábamos según las indicaciones, distiriguí
las pinturas del que luego llamaré Friso l.",
que aunque n o correspondían con los tres ciervos que m e habían descrito, n o creí que pudieran
ser otras diferentes a las buscadas. Llegado el dueño clc la casa d e M a r tir; Herrero, m e aseguró por la situación d e las que y o había visto, que
a n
n o ~ ~ d í ser las que buscábamos, pues la d e los ciervos estaba e n s t r o
sitio diferente, l o que n o p u d o comprobar en aquel momento, ya que e l
día había caído, aunque l o aseguraba e n el sitio exacto, como pudimos
ver en o t r o viaje. Le conduje entonces a las que y o había hallado, y m e
aseguró que eran desconocidas, ya que las d e los ciervos estaban a ras
de tierra, y estas a 1'80 metros d e altura, y además el abrigo d e las p r i meras miraba b a r r a n c ~arriba, mientras que el abrigo que y o había encontrado miraba barranco abajo.
Con las fotografías que había impresionado del Friso 1." apenas l o
\tí, comencé mis averiguaciones mostrándolas al Director del Servicia d e
Investigación Prehisthrica d e l a Diputación d e Valencia, a fin de tratar
d e localizarlas e n sus archivos y biblioteca, si eran ya conocidas. Nada
encontramos que se relacionara con ellas. Entonces procedí a consultar
a los señores Samuel d e los Santos Jener, Emeterio Cuadrado, que conocían la zona, y M i g u e l A. García Guinea que había explorado la región
d e Nerpio. Todos ellos terminaron d e asegurarme que dicho Friso l." era
desconocido, y que tanto éste como el segundo estaban inéditos. Así m e
decidi a llevar a cabo su publicación.
Para ello organicé otra excursión en la que m e acompañó Eustaquio
Castellano, compañero del Centro Excursionista d e Alicante a f i n d e ayudarme e n la confecci5n d e los calcos, y e n el estudio del lugar.
[page-n-24]
HL SABINAR
SlTUAClON DE LAS PINTURAS
Al oeste d e la provincia d e Murcia, cerca de la linde con !a d e Albacate, se halla el pueblo de Sabinar, al que se llega p c r l a carretera d e
Caravaca a Nerpio. Está comprendido e n la hoja núm. 889 del mapa topográfico a escala 1 : 50.000 del I n s t i t u t o Geográfico y Catastral, entre las
coordenadas 402 - 403 y 734 - 735 (fig. 1). Hacia el suroeste de
Sabinar, a cuatro kil6metros, se halla el barranco de la Cañadica d e Andrés, en cuya solana r e hallan las pinturas bajo el Calar de las Tapias.
El barranco está repartido entre la hoja 888 y la 889, d e las que n c he
u
podido ver la primera. S fondo l o recorre u n camino llamado Camino
d e Nerpio (Lám. 1).
Para llegar a las pinturas se toma la carretera d e Sabinar a Nerpio,
y a uncs 500 metros fiace a la izquierda un camino carretero, transitable
para automóviles, que conduce a la casa de M a r t í n Herrero, a 2 kilómetros de Sabinar. Pasada ésta sigue el camino durante dos kilómetros más
hasts la cantera de 1;i Loma del Carbonero, al borde mismo d e l barranco
eri que se hallan las pinturas. Este n o es m u y largo, pues tendrá unos
tres kilómetros a l o sumo, y a kilómetro y medio d e la cantera confluye
con otros, formando un morro e n el que localicé un poblado de l a Edad
d e l Bronce, del que hablaré más adelante. Las paredes n o son m u y escarpadas, mas con todo, la solana está constituida por uti cortado d e unos
ocho metros de alto, en cuya base se abren una serie de abrigos (fig. 2).
Desde la cantera, e n dirección barranco abajo, a unos cuatrocientos
metros aproximadamente, hallamos un camino de herradura que desciend e a l centro d e l barranco para enlazar con el o t r o camino ya citado. Este
cami,?o pasa entre los dos abrigos, quedando aguas arriba e! d e l Friso
número 2, a unos SO metros, y aguas abajo el del Friso número 1, a unos
1 5 0 metros. M á s abajo d e l barranco hay otros dos abrigos con restos de
pintura, t a n perdidas, que n o f u e posible obtener calco ni fotografía.
Por último, al final del barranco, e n la vertiente d e la umbría, donde
conf!uye con los otros dos barrancos, se encuentra e citado poblado d e
!
l a Edad del Bronce, sobre un morro cerrado e n la parte que m i r a a tierra
p c r una recia muralla a e mampuesto seco d e hasta tres metros d e grosor e:> aigunos puntos, conservada hasta una altura máxima d e 1 / 6 0 me-
[page-n-25]
J. CARBONELL
ESCALA
f
5.0)
001
*
503
" C I Y I . -
1000
O
-
IOOC
Fig. 1
i
2000
3000
4GOO
[page-n-26]
[page-n-27]
tros. A ú n se advierter! en su interior y en superficie las huellas de las
paredes de las cabañas. de forma rectangular y de unos dos metros en
cuadro. Recogí tiestos de cerámica basta, a mano, con núcleos requemados y abundante desgrasante, lisa, que junto con l o característico d e la
situación me hicieron clasificarlo en la época que señalo (Lám. IV).
Con estas noticias me dirigí al Director del Museo Arqueológico Provincia! de Alicante, don Enrique Llobregat, quien me indicó la mejor
forma de proceder al calco de las pinturas. Provistos de los materiales
necesarios, hicimos un nuevo viaje Eustaquio Castellano y yo, que emplearnos en realizar nuevas fotografías de los conjuntos y del lugar, así
como aiapositivas en color. Por último, realizamos el calco de los frisos
por rnedio de hojas de papel celofán.
Una vez realizado el calco, l o llevamos a Alicante, nuestro lugar de
residencia, y l o deposité en el Museo Arqueológico, a fin de poder realizar allí el estudio. El señor Llobregat tomó a su cargo la tarea de trasladar los calcos del ce.!ofán a material definitivo, y son los que se presentan 3n las figuras 3 y 4. Igualmente rea!izó la descripción y análisis de
los dos abrigos, tal como más adelante se refleja.
FRISO PRIMERO
Estilística y técnicamente hay que situarlo dentro del ciclo del arte
rupestre esquemático, l o que hace aún más sorprendente su presencia
tan cercana al otro abrigo que responde al estilo clásico levantino.
Situado a una altura aproximada de 1'80 metros en la pared del abrig o ocupa un área de unos setenta centímetros de alta, por ochenta centímetros de larga (fig. 3, Lám. 1, 2 y 3 y Lám. 11).
El grupo lo forman tres distintos tipos de figuras: animales, antropom o r f o ~ núcleos punteados. Haciendo la descripción de arriba abajo y
y
de izquierda a derecha, vemos en primer lugar un área oblonga recubierta de puntos, a la que sigue, tras un espacio en blanco, otra área más
reducida y de forma circular, también de puntos, y otra más pequeña
y semejante a la derecha. Entre estas dos últimas se sitúa una figura an-
[page-n-28]
Fig. 3.-Pinturas
del friso
1.O
(a 112)
[page-n-29]
Fig. 4.-Pinturas
del friso
2.O
(a 112)
[page-n-30]
tropoinorfa masculina, con brazos y piernas abiertos. Por último, en esta
zcjna superior hay que señalar la presencia de u n cuadrúpedo inmediatamente debajo del ú l t i m o grupo de puntos.
El registro central del friso está formado por una serie de cuadrcpedos, cérvidos al parecer, por las cornamentas, que caminan hacia la derecha del espectador. El primero está muy perdido y sólo se conserva la
ccrnarnenta, el segutido, completo y muy bello, protege a un cervato que
marcha delante de él. Por último, en el extremo derecho hay un gran
antropamorfo coronado de plumas, al que de inmediato llamé «el Hechicero), .
En la parte inferior las pinturas están más perdidas, se advierten restos de grupos de puntos como los del registro al to, y una figura que según
mi impresión se trata de un antropomorfo que salta, mientras Llobregat
supone que es un cérvido perdido en parte, y que corresponde al grupo
de los del registro central.
Las pinturas de tddo el abrigo están efectuadas en una sola tonalidad
d e sierta obscuro, todavía .lo suficientemente intenso y bien conservado
como para permitir una visión muy clara de las mismas.
Más al interior del abrigo, en su fondo, había otros restos de pinturas, muy perdidas, de las que se podía reconocer un grupo de trazos vertica!es unidos en su oarte superior.
FRISO SEGUNDO
Como queda dicho, por su estilo hay que incluirlo dentro d e l grupo
levantino. Se halla en la pared del fondo del abrigo inmediatamente encima de una elevacion del suelo del mismo, que forma un a modo de
escalón delante de las pinturas (fig. 4, Lám. 1, 4 y Lám. 111).
En este friso podemos distinguir claramente por la técnica dos grupos de figuras, las que están efectuadas por solo u n trazo en el contorno, y las que tienen contorno pintado y relleno el interior.
De las primeras sori la cierva de l a extremidad izquierda del friso
y la cabeza y cornamenta del ciervo que aparece debajo de l a figura mejor conservada, a! centro del conjunto. Todas las demás figuras tienen
el contorno relleno. De éstas, procediendo de izquierda a derecha tenemos
las siguientes: los ctiartos delanteros, cabeza y cuello de un, a l parecer,
cáprido. Un gran ciervo, parado, con la cornamenta vista en perspectiva
frontal, sobre e l que se advierte un pequeño cáprido. Detrás de él rnarchal con la cabeza agachada una cierva de la que sólo se conservan la
cabeza, cuello y cuartos delanteros hasta medio cuerpo. Entre los dos
e inmediatamente debajo, hay un antropomorfo portador de arco, que
mira a l a derecha del espectador, con las piernas flexionadas.
[page-n-31]
J. CARBONELL
Se advierten en ei friso restos de más pinturas, pero irreconocibles al
momeoto de efectuar el calco porque estaban notablemente perdidas.
Todo el friso está efectuado en u n mismo color, sepia, más obscuro por
comparación al del Friso 1.O.
El conjunto ocupa u n área de 1'10 metros de longitud por 0'50 metros do altura, en lo que hov se conserva.
[page-n-32]
CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 1.
[page-n-33]
CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
LAM. 11
[page-n-34]
CARB0NEi.L.-El
Sabinar de Murcia
[page-n-35]
CARB0NELL.-El
Sabinar de Murcia
Muralla del bL. :o
'
de la Edad del Bronce
[page-n-36]
ENRIQUE PASTOR ALBEROLA
SANTIAGO TORRES CARBONELL
(Valencia)
Los enterrarnientos eneolíticos de la cueva
del "Frontó", Salem (Valencia)
DESCRIPCION
El pico de Benicadell preside el limite septentrional de la provincia de
Valencia y del Valle da Albaida y, con sus 1 .lo0 metros, es la mayor
elevación de la cordillera que lleva su nombre. Hacia el Oeste, las alturas
se suceden en una línea continua hasta más allá de las tierras del Valle.
En sentido opuesto, hacia Levante, hasta el punto de nacimiento de la
cordillera en e l «Coll de Llautó)), el conjunto montañoso n o es uniforme,
abriéndose en tres líneas oblicuas de altura decreciente y longitud variable. La más occidental y de menor altura, salvando la carretera de Gandia
en término de Castellón de Rugat, se continúa hacia el centro del Valle
por tierras de Rugat y Montichelvo, y presenta su primer tramo con una
serie de lomas aterraplenadas, por las que cruza la carretera que, desde la
de Gandia a Almansa, se dirige a Alcoy (Véase mapa).
De esta carretera, una vez pasado el barranco de «Les Caves)), arranca una senda que es medio de comunicación del monte, y sirve, a l a vez,
para atender al cuidado de la conducción d e agua, desde la fuente de «La
Barsella)) al pueblo de, Salem.
Subiendo por este camino y casi a la mitad de la loma, hay que des-
[page-n-37]
[page-n-38]
CUEVA DEL
FRONTO
viarse unos pasos hacia la izquierda, hasta alcanzar la entrada de la cueva,
q u e se encuentra j u n t o a la conducción d e agua, entre la segunda y tercera
casetas, contadas e n sentido ascendente desde la carretera. La subida es
pronunciada, aun cuando e l zigzagueante camino disimule un t a n t o la
pendiente d e esta ladera, conocida p o r los vecinos del cercano pueblo d e
Salem como «Llama del Frontó)).
La cueva d e l «Frontó», pues, abre su entrada a Poniente, e n una
d i m i n u t a plazoleta, d e n o más de cuatro metros cuadrados, formada por
e l continuo apisonamiento del terreno de acceso, y por las piedras y
tierra q u e se fueron depositando al cavar la zanja para la conducción
antes referida (Lám. 1).
Los primeros metros de entrada hay que pasarlos e n cuclillas, por las
angostas dimensiones d e la abertura. Después, la bóveda se eleva un poco
y permite estar sentado; este vestíbulo se ensancha hacia la izquierda e n
una galería, que se destruyó parcialmente cuando se h i z o la conducción,
taponándose después e l boquete con piedras; hacia la derecha, la roca
avanza hasta quedar cortada en ángulo recto sobre las galerías inferiores.
Se pasa, a continuación, por una segunda estrechez entre dos peñas,
que hay que cruzar tumbado, después de la cual vuelve a ensancharse la
cueva para p e r m i t i r el paso, entre dos pilares estalagtíticos, a un corredor
que, en pronunciada pendiente, conduce d e unas galerías superiores de
escaso interés a una inferior, que es la más grande, y donde aparecieron
l a mayor parte de los enterramientos. Esta galería n o tiene unas medidas
constantes, pues presenta en su ú l t i m o tercio un estrechamiento, que
prácticamente la divide e n dos sectores. El primero es d e unos seis metros
de largo p o r tres d e anchura y su bóveda es prolongación de la de entrada,
que se continúa sobre la enorme roca ya descrita. Esta, a su vez, n o llega
a l suelo inferior, sino que deja entre ambos una grieta profunda y estrecha, que con muchas dificultades pudo ser registrada.
E n la pared d e la izquierda d e este primer tramo, j u n t o al final del
corredor de bajada, hay un boquete, a ras d e suelo, de unos sesenta
centímetros de diámetro, que comunica con otra galería inferior, que
sigue una dirección casi paralela a la exterior, y que era prácticamente
desconocida.
El segundo tramo de la galería principal se inicia a partir de la estrechez mencionada. Su bóveda decrece rápidamente e n altura y los últimos
metros sólo pueden alcanzarse tumbado. En el centro d e ella hay una
protuberancia margosa d e color blanco, que arranca del subsuelo y se eleva
unos cuarenta y cinco centímetros. A la altura de este peñasco, en la
pared d e la derecha, hay una abertura que comunica con otra galería
[page-n-39]
PASTOR-TORRES
d e menores proporciones, y por la que se puede alcanzar la entrada principal trepando por la roca.
El piso del tramo de entrada es en casi su totalidad rocoso, salvo en la
galería que se destruyó parcialmente. El de la principal está constituido
COVA d e l F R O N T ~
Sal ém (Val encial
-q
5 m.
.,
c-
9 m.
Planta
por unos centímetros de tierra rojiza, m u y compacta y húmeda, de profundidad variable; sigue una capa margosa blanquecina, que es la que
aflora en el segundo tramo; para acabar con un tercer estrato de tierra
rojo-pardusca, m u y suelta y fina, y de profundidad indeterminada (fig. 1).
[page-n-40]
CIJEVA DEL P R O N T ~
Cercana al pueblo de Salem, a cuyo término municipa! pertenece, y a
pocos pasos de un camino d e incesante tránsito, ,esta cueva del «Frontó»
ha sido conocida siempre y m u y visitada e n todas las épocas, como l o
pone de manifiesto la variedad de los restos que se pueden encontrar en
su interior.
LOS HALLAZGOS
Circunstancialmente supimos que, en la cueva del «Frontó», habían
sido hallados algunos objetos de piedra pulimentada, y ,descubiertos abundantes restos hzlmanos.
Puesto el hecho en conocimiento del director del Servicio de Investigación Prehistórica de la excelentisima Diputación Provincial, se nos
encomendó verificáramos esta información y salváramos los restos que
pudieran haber quedado; todo l o cual debía hacerse con la mayor urgencia posible, toda vez que era de presumir que, de resultar interesante el
yacimiento, las visitas clandestinas se repitiesen, presunción que tuvimos
ocasión de comprobar después.
Esto así, n o puede extrañar que, en la primera visita que realizamos,
encontráramos, ya e n la misma plazoleta de entrada, un occipital y numerosos huesos fragmentados, así como trozos de u n a vasija, hecha a torno
y buena pasta, similar a los que después encontraríamos en el interior.
El estrato de la galería principal, que era el que al parecer había proporcionado las primeras muestras interesantes, estaban totalmente revuelto, y todo porque en l o más profundo de la pared izquierda sobresalía un
hueso, unido a la roca por las concreciones calizas, y que, imposible de
separar sin romperlo, había sido indicio d e los futuros hallazgos. Con todo,
este mismo detalle pone de manifiesto la poca profundidad a que se
hallaban los cadáveres.
Entre las revueltas tierras, que forman la estrechez que separa las dos
secciones de la galería principal, apareció una azuela, que se describirá
oportunamente en el inventario (C. número 1 ) (Lám. 11, 7 y fig. 2); abundaron los huesos e n desorden y deficiente estado y delante mismo de la protuberancia margosa quedaban dos cráneos completos, que debieron ser
enterrados juntos, puesto que estaban en contacto inmediato uno y otro
(A. números 1, 2). Por lo demás, el tamizado de la tierra, que se había
[page-n-41]
PASTOR-TORRES
extraído, sólo d i o pequeños fragmentos de cerámica de procedencia iberoromana, así como el objeto metálico inventariado en F. número 1 .
Al lado mismo d e la abertura o «gatera», que comunica con la galería
más profunda, había una gran piedra en forma de losa, t a l vez desprendida
de la bóveda, y al levantarla encontramos una candileja morisca (B. número 10) con abundantes fragmentos d e cerámica más antigua, probablem e n t e ibero-romana, y m u y cerca de ellos, separado por escasísima capa
de tierra, un cráneo (A. númer,o 3), casi unido a la pared por la caliza,
parte de un .esqueleto que debía estar orientado hacia el centro de la
Fig. 2
cueva, m u y deteriorado y perdido p o r la humedad y e l apisonamiento del
terreno (Lám. IV).
Como e l tiempo nos impedía continuar la inspección, f u e suspendida
para continuarla en o t r o momento; pero cuando volvimos, unos días después, todo había sido nuevamente revuelto, ahora con mayor profundidad
[page-n-42]
y precipitación, Sólo los extremos de la galería, allí donde los salientes
de la roca superior dificultaba la entrada y apenas permitía toda visión,
parecían haber sido respetados en parte, y sin embargo, el revoltijo del
terreno había llegado hasta el mismo mayor depósito de huesos, que
debieron ser enterrados en forma de dos grandes paquetes. Los cráneos
Fig. 3
serían numerosos, dados los fragmentos recogidos, pero sólo uno .(A. número 4) quedaba entero, pues los demás estaban totalmente desarticulados. Entremezclados con la tierra se recogieron dos fragmentos de cerámica cardial (B. números 1, 2); una punta d e flecha (D. número 2) y una
[page-n-43]
PASTOR-TORRES
piedra d e color blanco, plana, forma rectangular con un lado curvo, y un
agujero e n su tercio superior (E. número 1 ) (Láms. II, 1 y 4; 11 1, 1 y 3).
D e la ú l t i m a zona de la galería, después d e la protuberancia margosa,
procede o t r o cráneo (A. número 5) y un fragmento de sílex (D. n ú m e r o 4)
(Lám. 11, 5).
En e l corredor d e bajada, en la parte inferior de un pequeño peldaño
que hay a m i t a d del mismo, precisamente donde, por la estrechez d e l
paso y e l desnivel, hay que apoyar el p i e para bajar, se encontró una
segunda hacha, la de mayor tamaño (C. número 2) que, pese a estar a ras
d e suelo, nadie, de quienes habían penetrado en la cueva, repararon
e n ella (Lám. 11, 8 y fig. 3).
D e la galería de entrada, entremezclados con la tierra y piedras q u e
sirvieron para cerrar el boquete abierto al construir la conducción de
Fig. 4
agua, proceden una tercera hacha (C. número 3 ) y dos puntas de flecha (D.
números 1, 3), así como restos d e un cráneo y fragmentos d e cerámica
cardial, que Salvador Boronat Giner pudo recoger entre los revueltos
elementos (Lárn. 11, 2, 3 y 6 y fig. 4).
Este, con u n o de nosotros (Torres) recorrieron todas las galerías y
[page-n-44]
recovecos de la cueva. En todos ellos, por diminutos e inaccesibles que
sean, abundan en superficie los restos humanos, bien porque allí también
se realizaran enterramientos, bien porque, y esto es lo más probable,
fueran transportados y depositados en tales lugares por los animales, a lo
largo de los tiempos.
Colaboraron con nosotros dos, aparte del mencionado Boronat Giner,
Juan Alberola Calabuig y José Climent Carpi que trazaron la planta de
la cueva.
CONSIDERACIONES FINALES Y CONCLUSIONES
El revoltijo en que se encontró la cueva, desde los primeros momentos,
dificulta su estudio: por la ausencia e imposibilidad de una excavación
sistemática, y por desconocerse el número y calidad de los objetos clandestinamen$e extraídos; si bien, n o creemos que esto último sirviera para
aportar datos distintos a los que hemos podido salvar, ni modificar las
conclusiones a que llegaremos, a la vista de los materiales obtenidos.
El primer problema a resolver sería fijar el número de individuos
enterrados, y aquí, sólo la vista de los fragmentos craneanos recogidos es
ya suficiente testimonio de su elevado número, sin que aventurar una
cifra concreta pueda suponer ninguna pretensión de exactitud, sino más
bien, deducción lógica de lo que dice este testimonio; confirmación, por
l o demás, de las características que a este respecto se dan en las estaciones
similares conocidas (1 ). Como se ha hecho constar, los huesos abundan
en casi todas las galerías y rincones, pero sólo de la principal, y de la que
se destruyó parcialmente, hay pruebas evidentes de haber sido lugar de
enterramiento. En resumen, puede afirmarse la existencia de n o menos
d e 10 cadáveres, número que se fija atendiendo a los cráneos y frontales
conservados.
Parecido problema se presenta al intentar concretar la forma en que
(1) El Dr. FUSTE. en su "Estudio Antropológico de los Pobladores Neo-eneoiíticos de
la Región Valenciana", (Serie de Trabajos Varios del S. 1. P., núm. 20 Valencia, 1956), pudo
disponer de 117 cráneos, de los cuales 20 pertenecían a la cueva de 'kamí Real d'Alacants',
47 a la cueva de la Pastora, 5 a la cueva de la Torre del Mal Paso, y 4 a la de Les Llometes; por citar s6lo los jacimientos cuyo estudio ha sido publicado, g a los que hemos de
referimos m& adelante.
,
[page-n-45]
PASTOR-TORRES
debieron practicarse los enterramientos. Nosotros nos inclinamos por la
tesis de una primera inhumación, que después fue levantada para dejar
espacio libre y poder verificar una segunda. N o pretendemos sentar una
afirmación radical, siempre aventurada p o r sujeta a revisión, pero si
creemos que es la más aceptable y la que tiene más probabilidades para
este caso concreto.
En los dos paquetes de huesos, casualmente respetados casi intactos,
se entremezclaban huesos d e todas clases y claramente correspondientes
a numerosos individuos. Por otra parte, ambos depósitos se hicieron en
la parte más inconveniente, en la grieta que queda entre la roca superior
y el piso de la galería principal. En cambio, en la zona más amplia, todo
indica que los huesos aparecieron dispersos, como corresponde a cadáveres
independientes; los dos primeros cráneos recuperados estaban juntos,
pero ningún indicio señalaba la existencia de un osario, y e l hueso que
sobresaliendo había quedado unido a la roca n o formaba parte de ningún
depósito.
Si se apunta que los cadáveres pudieron ser previamente descarnados
por l a acción de los elementos externos, es dificil poder aceptar la coincidencia de tantas muertes simultáneas, en el período, relativamente corto, que esta acción pueda durar; el depósito seria, a l o sumo, de un par
de cadáveres. Si se parte de un primer enterramiento provisional, hay
que tener e n cuenta que, si se hizo en la misma cueva vendría a confirmar
nuestra postura, si en otro lugar, ¿qué significado tienen los enterramientos de la zona central de la galería? Y en cualquiera de los casos,
tpara qué escoger precisamente como depósito la zona más difícil e inaccesible?
Insistimos en que esto n o es más que una afirmación deducida a la
vista de la incompleta visión de un yacimiento, teoría que n o puede
generalizarse en ningún caso, pero que tal vez pueda ser punto de partida
para considerar un nuevo aspecto del problema.
Paquetes de huesos aparecieron en la cueva del Cami Real de Alacant,
e n Albaida, por los que don Isidro Ballester llegó a l a conclusión de que
más bien se trataba de un osario (2). En cambio, de los depósitos de la
cueva de la Torre del M a l Paso en Castelnovo (Castellón de la Plana) se
afirma por Jordá que eran enterramientos en segunda fase, puesto que
aparecieron un número de mandíbulas superior al de cráneos y también
(2) 1 BALLESTER TORMO: "La covacha sepulcral de "Cami Real", Albaida". Ar.
chivo de Prehistoria Levantina 1. Valencia, 1929, pág. 45.
[page-n-46]
a l de paquetes (3); si aclaramos que la mandibula sobrante se encontró
aislada, resulta obvia la deducción de que la primera fase tuvo lugar igualmente en la misma cueva.
Ni la Coveta del Barranc del Castellet de Carricola (4), ni la de la
Ladera del Castillo de Chiva (5), ni la de Ribera e n Cullera (6),todas
pertenecientes a la misma etapa cultural, pueden aportar resultados
definitivos, por haber sido destruidas antes de inspeccionarlas cuanto
menos.
En la Cova de les Llometes de Alcoy, el nivel mbs profundo contenia
los esqueletos acurrucados, descansando generalmente sobre e l lado izquierdo (7),y en la de Pastora, aparecían los restos agrupados con uno
o varios cráneos en cada paquete y frecuentemente un ídolo oculado
e n él (8).
La tendencia más generalizada es aceptar que se trata de segundas
inhumaciones; pero, lamentando la falta de estaciones encontradas intactas y excavadas con toda garantía, hemos de llegar a la conclusión de que
e l problema está aún por resolver, y que quizá sea l o más seguro que,
obedeciendo todos los enterramientos a unos principios generales simi'lares, como podrian ser: l a situación en cuevas, las ofrendas votivas, la
preocupación y respeto p o r los cráneos, haya que admitir variantes, derivadas unas de circunstancias locales, impuestas las otras por costumbres
o necesidades de las personas o del momento, todas ellas hoy aún inéditas
y de n o fácil determinación.
Cerámica se obtuvo de dos tipos: lisa de características corrientes, y
decorada; d e ambas, escasos fragmentos. Cinco solamente tienen ornamentación cardial, de los cuales, los dos primeros del inventario se hallaron
en la galería principal, y los otros tres en la de entrada, parcialmente
destruida. U n o de estos últimos (número 3) presenta adornos de lineas
paralelas de puntos hechos con el borde de la concha y rematadas con la
impresión del natis; pero presenta la particularidad de que las lineas son
(3) F. JORDA CERDA: "Los enterramientos de la cueva del Mal Paso. Castelnovo
(Castelión de la Piana)". Archivo de Prehistoria Levantina VII- Valencia, 1958, pág. 62.
(4) E. FLA BALLESTER: "La "Coveta del Barranc del Castellet", Carrícola-Valencia". Archivo de Prehistoria Levantina V. Valencia, 1954, pág. 35.
(5) D. FLETCHBR VALLS: "La Covacha sepulaal de la ladera del Castillo (Chiva)".
Archivo de Prehistoria Levantina VI. Valencia, 1957, p&g. 13.
(6) E. PLA BALLESI'ER: "La Covacha de Ribera (Cdera-Valencia)". Archivo de
Prehistoria Levantina VII. Valencia, 1958, pág. 23.
7) BALLESTER T O W O : Ob. cit. nota 2, pág. 53.
(8) 1. BALLESTER TORMO: "Idolos oculados valencianos". Archivo de Prehistoria
Levantina 11. Valencia, 1945, pág. 126.
[page-n-47]
PASTOR-TORRES
ascedentes, y el remate queda e n la parte superior, cuando l o normal :parece
que debiera ser el sentido opuesto (9).
Los elementos Iíticos se concretan e n dos hachas y u n a azuela, y e n
tres puntas d e flecha e n cuanto a sílex.
En la explicación de los hallazgos se señala la procedencia de cada
pieza, y e n el inventario sus características. El hacha d e mayor tamaño
y la azuela son d e sección plana y j u n t o c o n la p u n t a d e flecha romboidal
proceden d e la galería interior; mientras que la segunda hacha es d e
sección oval y se encontró, con las p u n t a s d e flecha restantes, e n la galería de entrada. Tenemos noticia d e haberse encontrado otras dos puntas
d e flecha en el interior, pero desconocemos su forma e ignoramos su
paradero.
¿Qué conclusiones pueden deducirse a la vista d e estos escasos materiales? Las hachas de sección plana y las puntas d e flecha son encuadrabl,es plenamente e n el período eneolítico, e n cuyos yacimientos, varios
d e los cuales dejamos citados, se dan con relativa abundancia.
D e la cerámica cardial, t i p o básico del neolítico, sólo cabe pensar, e n
principio, e n *una supervivencia proyectada desde la etapa anterior; que
n o puede resultar extraña, cuando t a n cerca se encuentra una estación
t a n importante neolítica como la Coveta d e I'Or e n el m i s m o Benicadell
y t é r m i n o municipal l i m í t r o f e de Beniarrés; ni supone tampoco un caso
aislado, puesto que fragmentos similares h a n aparecido e n otros yacimientos, culturalmente relacionados con e l q u e nos ocupa, como son
los ya mencionados del Barranc d e l Castellet y Torre del M a l Paso, así
como el d e la Cova d e les Maravelles ( l o ) , Caseta d e M o l i n a ( 1 l ) , etc.
D e un nivel cultural más antiguo; d e la ocupación de la cueva por
gentes del neolítico pleno, n o tenemos hoy elementos d e juicio suficientes
para una afirmación radical; los materiales atribuibles a este período
son escasos y aparecieron m u y dispersos. Habría que excavar sistemáticam e n t e todo el estrato para, a la vista d e los resultados, sentar conclusiones distintas. N o renunciamos a la idea, y esperamos que el Servicio d e
Prehistoria, con las autorizaciones y medios adecuados, l o realice.
En 1958, con ocasión del estudio de la Covacha d e Ribera, Pla Ballester
enumeraba los caracteres de los yacimientos eneolíticos e n cuevas sepulcrales, estableciendo las diferencias q u e los separan, t a n t o del anterior
(9) Presenta este mismo adorno un vaso que, procedente de la Coveta de l'Or, se conserva en el Museo Municipal de Alcoy. Publicado por H. SCHUBART y V. PASCUAL en
su "Datación por el Carbono 14 de los estratos con cerámica cardial de la Coveta de 1'0r".
Archivo de Prehistoria Levantina XI. Valencia, 1966, .pág.45. Lám. 1.
(10) BALLESTER TORMO: Ob. cit. nota 2 (Cova de Les Maraveiles).
(11) BALLESTER TORMO: Ob. cit. nota 2 (Covacha de la Casa de Molina).
[page-n-48]
neolitico, como d e l siguiente período d e l bronce (12); esta publicación
nos libera d e repetir ahora tales conclusiones generales y nos permite,
a la vista d e su contenido y .del estudio comparativo d e los materiales,
encuadrar la Cueva d e l «Frontó» c o m o perteneciente a l grupo d e las
cuevas funerarias del período eneolítico, del que tantos yacimientos se
conocen e n nuestro país.
En. cuanto a cronología pued.e señalarse la d e 2.000 a 1.800 años
a. C., datación q u e se f i j a para este periodo cultural.
I N V E N T A R I O
A.
- HUESOS
1.
-
- CRANEOS:
Descripción
l
, Núm.
Frontal
Temporai
Occipital
Parietal
TIPO SEGUN
INDICES CñANEALES
Maxilar
1
Sexo
II
1
Incompleto
2
-
2
Mesaticéfalo
Dolicocéfalo
Mesaticéfalo
Diámetros
Occipitofrontal
Suboccipitofrontal
SuboccipitoBregmático
In terauricular
Interpterion
-
1
19
2
3
c.
m
17
cm.
15
cm.
18'7 cm.
18
cm.
15
cm.
18'7 cm.
16
cm.
15
cm.
Interasterion
-
.
ZNDICES
CñANEALES
I
II
17'3 cm.
15
cm.
14'8 cm.
5
17'3 cm.
15
cm.
14
11
cm.
11
cm.
73'6
82'3
cm.
11
cm.
13
cm.
69'5
72'2
9'5 cm.
11
cm.
10
cm.
69'5
81'2
-
12
cm.
10
cm.
69'3
80
11
cm.
8
cm.
69'3
80
-
4
-
Subbraquicéfalo
Dolicocéfalo
-
Subdolicocéfalo
Dolicocéfalo
Núm.
Subbraquicéfalo
Dolicocéfalo
-
Dolicocéfalo
-
10
cm.
6
-
(12)
PLA BALLESTER: Ob. cit. nota 6.
[page-n-49]
PASTOR-TORRES
- El lndice Croneol I se ha calculado tomando como diámetro ontero-posterior el
occípito-frontal; y el II, tomando el sub-occípito-frontal. Para el margen de error
debe tenerse en cuenta lo incompleto de algunas piezas.
El cráneo núm. 3 conservo, aunque muy deteriorodos, los huesos de la base.
El núm. 4 presenta u n orificio en el frontal, sobre el orco superciliar izquierdo.
El núm. 5 presenta un surco en la fisura de los parietales.
El núm. 6 h a sido reconstruido con las piezos hallados sueltas.
El estudio anterior ha sido hecho por el catedrático de Anatomía de la Facultad de
Medicina de Valencio doctor don Víctor Smith Agreda, o quien damos las gracias por lo
valioso y desinteresada ayuda que nos ha proporcionado.
-
2. - OTROS HUESOS:
- Dos frontales y dos medios
frontales; estos últimos corresponden uno a lo parte
derecha y el otro a la izquierda; apreciándose cloromente que no pertenecen o
lo misma persono.
- Moxilor inferior completo salvo la rama ascendente izquierda; de varón; ol que
faltan por extracción, habiendo cicatrizado, los 1 .O y 2O molores derechos.
.
- Otro maxilar inferior al que falta lo rama ascendente derecho. De mujer joven
moyor de 18 años, puesto que al morir presentoba lo dentición completa, incluso
las muelas del juicio.
Maxilar inferior al que faltan los dos ramas ascendentes; de vorón joven, pero
con lo dentición completa.
- Dos frogmentos de roma horizontal derecha de maxilor inferior, con algunos piezos
dentales.
- Diferentes frogmentos de huesos croneonos, pendientes de estudio y clasificación.
$Nuestro gratitud igualmente a don Francisco Chapa Montolvó, médico-odontólogo,
por los sugerencios y orientaciones que le debemos.
-
B.
-CERAMICA
1.
- Fragmento de voso
con decoración cordial, perteneciente ol orranque de uno
de sus asos; decorado con franjas de Iíneos incisos con el borde de lo concho
y con impresiones del notis. Medidos 8 por 5'6 centímetros (Lám. III, 1 ):
2. -Fragmentos
de 3'7 por 2'9 centímetros del borde de un voso de paredes
rectas; con decoración cordiol de cinco Iíneos horizontales poralelas en su
porte próximo al borde y otros líneas verticales e inclinadas por debajo de
lo cenefa anterior (Lóm. 111, 3).
3. -Fragmento
de borde de un voso de paredes rectos, con decoroción cordiol,
que ocupo toda lo superficie de un posible rectángulo y del que salen Iíneos
de adorno de doble incisión, rematados por la impresión del natis. Este
fragmento, con unos medidos de 6 por 4'5 centímetros contiene cinco de
estas líneas y parte de uno sexto. A lo derecho del rectángulo queda un
espacio liso, percibiéndose el comienzo de otro semejante. Color negro con
el borde rojizo (Lám. 111, 5 ) .
4. -Fragmento
de vosija de color beig-amarillento, con decoroción cardiol consistente en dos líneos paralelas, de los que salen a derecho e izquierdo otros
cortos ascendentes primero y descendentes después, formondo ángulos cosi
rectos. El fragmento mide 4'3 por 4'4 centímetros (Lóm. 111, 2 ) .
5. -Otro fragmento que parece debió formar parte de la mismo vasija que el
inventariado con el número 3; pues lo decoración cardiol ocupo toda l a
superficie o excepción de un evacio liso que queda entre los dos núcleos
decorados, los cuales formoríon porte de otros tantos rectángulos, como los
allí descritos. Son sus medidos 5'5 por 4'1 centímetros (Lám. 111, 4).
6 . - Frogmento cerámico indeterminado, de color blanco, cosi crudo, por lo que
se deshace con gran facilidad; tiene forma de u n trozo de teja con el borde
ligeramente exvosodo, por lo que parece hober formado parte del cuello de
uno vasija.
7. - Frogmento de cerámica liso, porte del borde de uno vosija de paredes ligeromente exvosodos, color negruzco por su deficiente cocción.
8. - Frogmento da cerámica gruesa, de color gris, parte indeterminada de una
vasija hecha a mono, pero bien pulida, con gránulos en la masa.
9. - Fragmentos del arranque del cuello de una vasiia hecho a torno, de color
[page-n-50]
rojizo en el exterior y gris en la parte interior; con decoración de líneas
incisas formando círculos concéntricos en forma de cenefa alrededor del
cuello (Lárn. IV, 3).
10.-Candileja de pasta rojo-amarillenta, basta, con decoración de líneas en
forma de ángulos de color vinoso (Lárn. IV, 2).
11.- Fragmento del cuello de vasiia hecha a torno y buena pasta; color gris en
el interior y amarillo-rosado en el exterior; borde saliente y círculos hechos
a presión (Lám. IV, 1 ).
C.
- HACHAS Y AZUELAS
.l. -Azuela
pulimentada de sección plano y u n sólo bisel, de color gris blan'
cuzco; con 93 centímetros de largo y 5'8 de ancho en la parte biselada,
teniendo el lado opuesto curvo (Lárn. 11, 7).
2.- Hacha pulimentada de la misma clase de piedra que la anterior; de sección
19
plana con bisel en ambos lados, y medidas de 1 ' centímetros de largo
por 6'2 de anchura mayor y 27 en la menor (Lárn. 11, 8 y fig. 3).
'
3.-Hacha pulimentada de color verdoso y sección oval; de 6'8 centímetros de
'
1
largo por 3 de ancho en el borde biselado, acabando en forma cónica
por el lado opuesto ('Lám. 11, 6 y fig. 4).
1. - Punta de flecha de sílex color acaramclada sucio; con aletas y pedúnculo.
Talla total en una de sus caras y sólo retocada en los bordes de la opuesta
(Lárn. 11, 3).
2 -Punta de flecha de sílex color blanco; forma romboidal alargada y tallo
.
bifacial (Lárn. 11, 4).
3.- Punta de flecha de color blanco-melado; de perfil biconvexo; cuerpo triongular isoscélico, apoyado sobre un equilátero que forma la base; con lo
particularidad que el lado de éste, sobre el que se apoya el triángulo superior, es de mayor longitud, sobresalieíido por ambos lados, dando lugar a
muñones; talla bifacial; rota en la punta (Lárn. II, 2).
4.-Fragmento de lámina de sílex blanco, de tres facetas por una de sus caras,
con ligeros retoques en uno de los bordes (Lárn. 11, 5).
E.
- PIEDRA AGUJEREADA
1.
F.
- Piedra de forma
rectangular, con uno de sus lados menores casi curvo; color
blanco, y u n agujero en su tercio superior, oblicuo a la superficie; sin retoques de ninguna clase (Lárn. II, 1 .
)
-METAL
l. -Pieza
de hierro en forma de triángulo isósceles curvado, de sección plano;
prolongándose el lada que forma la hipotenusa sobre uno de los catetos y
cerrándose en forma de anilla.
[page-n-51]
[page-n-52]
PASTOR-TORRES.-Cova
Frontó
LAM. 1.
Emplazamiento de la cueva y boca de entrada de la misma
(Foto Berna)
[page-n-53]
LAM. 1 .
1
Materiales Iíticos: 1 a 5 t. n.
-6
a 8 algo reducidos
(Foto Groiio)
[page-n-54]
LAM. 111.
PASTOR-TORRES.-Cova Frontó
L . - - :-..F. e .z
..
,
1
=.
--
e ?
:
Fragmentos de cerámica cardial (t. n.)
(Foto Groiio)
[page-n-55]
PASTOR-TORRES.-Cova
Frontó
LAM. IV.
--
* & --.
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e.
.
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,
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L
*.
Fragmentos cerámicas de diversas épocas (t. n.J
(Foto Groiio)
km-
[page-n-56]
F R A N C 1 SCO ESTEVE G A L V E Z
(Castel lón)
El abrigo rupestre del Assud de Alrnazora
y su yacimiento arqueológico
Durante el otoño de 1924 localizamos importantes vestigios d e indust:ias leptolíticos e n las terrazas que se extienden j u n t o al Mijares,
entre Almazora y Villarreal, y de ahí que acto seguido emprendiéramos
una detenida exploración por el curso inferior del río, con la esperanza de
encoptrar algún yacimiento todavía intacto e n el que fuera posible hacer
observaciones estratiy-áficas, pues aquellos hallazgos procedían d e tierras va removidas por el cultivo.
Objeto preferente d e nuestro estudio f u e un recodo que forma la
orilla izquierda sobre el embalse d e la presa o azud d e Almazora, donde
se ven algunas cuevas m u y reducidas, pero susceptibles d e haberse aprovechado como refugios transitorios. H o y carecen d e interés arqueológico,
pues invariablemente aparece e n el suelo la roca desnuda. Pero al p i e
d c l ecantilado en que se abren esas oquedades existen restos d e un curioso yacimiento, por desgracia casi destruido.
No tiene aquella rinconada un nombre especial que la designe y por
eso nosotros, atendiendo a su condición y emplazamiento, hemos decid i d o llamarla «El Abrigo rupestre del Assud d e Almazara)).
[page-n-57]
F. ESTEVE GALVEZ
Eri realidad, al expresado azud se le denomina oficialmente d e Castellón y Almazora porque l o aprovechan e n común los regantes d e ombos muriicipios, y represa las aguas del río a poco d e posar el puente de
Santa Quiteria ya m u y cerca del desagüe d e l a rambla d e la Viuda. Antiguaniente se hallaba olgo más abajo, pero como l e perjudicaban e n exceso las crecidas, enti-e 1 8 8 6 y 1895 se construyó la nueva presa aprovechando d e l o ya existente el famoso sifón que cruza a nivel inferioie¡ ancho cauce d e la rambla; obra vieja, pero n o t a n t g como se ha supuestc!, pues allí cerca se ven a cielo abierto las arruinadas acequias d e
traza medieval.
Entre la presa y el puente d e Santa Quiteria la escarpada orilla i z quierda, casi siemp1.e inaccesible, se retrae para dar zalida a un corto
torrente, por cuyas isperas laderas se llega hasta el fondo del río. En
cambio, por la marge? opuesta el acceso es cómodo porque allí se escalonan e n ancha gradería las terrazas cuaternarias. Y como e n pleno cauce
se levanta un peñasco, que parte e n dos la corriente, n o es difícil pasar
d e una a otra orilla.
En remotas épocas, cuando el Mijares era un río de abundante caudal,
la importancia d e este vado seria m u c h o mayor. Ya debió aprovecharlo
la fauna diluvial e n sus migraciones periódicas, pues, a ú n se encuentran
eri las terrazas inmediatas muchos utensilios d e piedra abandonados por
los cazadores nómadas del Paleolítico Superior (1). Tras las pistas d e los
animales vinieron las rutas humanas y al establecerse e n esta ribera los
primeros pobladores permanentes es l o más probable que sobre aquel peñasco se afianzaran ias estacas d e tosco puente o sencilla pasarela, que
bastaba para satisface: las necesidades d e un tráfico elemental y poco
exigerite. Durante la Edad del Bronce h u b o a l o largo del río cierta preocupación defensiva y para vigilar ese paso se levantó entonces una pequeña fortaleza, cuyas ruinas subsistieron hasta comienzos del presente
siglo, e n que fueron üllanadas al roturar el suelo. Un c u l t i v o intensivo d e
(1) De este hallazgo se dio noticia en una extensa comunicación que presentamos al
IV Congrcso Internacional de INQUA (Madrid-Barcelona, 1957), pero, que sepamos, el
tomo correspondiente a este Congreso no se ha publicado todavía.
[page-n-58]
ASSUD DE ALMAZORA
regadío acabó luego con los vestigios arqueológicos y hoy apenas quedan
entre ribazos y medianeras algunas piedras para moler, labradas en la
dura arenisca roja triásica, tan frecuente en las vecinas montañas de Espadán y el Desierto de las Palmas. La importancia de este lugar se acrecentaba por el hecho de que en él venían a coincidir varias rutas impuestas por los accidentes del suelo; la que sigue la orilla izquierda del Mijares, la que bordea la rambla de l a Viuda por su margen derecha y finalmente !a que cruza ia Plana de Sur a Norte para alcanzar por el valle de
Borriol las llanuras interiores del Bajo Maestrazgo.
Al trazar Roma sus magníficas calzadas, muchas veces sobre viejos
caminos indígenas, esta última pasó a ser la Vía Augusta, que desde Dertosa iba por lntibilis a Ildum en busca de Sebelaci y Noulas para llegar
a Sagunto. Es l a ((vía maior» de que nos habla algún documento medieval
y que aun hoy jalonan restos de edificios como villas, edículos o templos,
el Arco de Cabanes y varias columnas miliarias. En consonancia con este
carácter monumental es de suponer que entonces debió levantarse sobre
e! Mijares un verdadero puente, acaso el más antiguo de toda la comarca.
N o es fácil averiguar !o que de él pudo aprovecharse en el actual de
Santa Quiteria cuya notable estructura merece u n detenido estudio (2).
Se ha dicho que «la cimentación de la obra n o cabe duda que es romana y quizás destruida en su remate por los siglos y las avenida;, y
sirve de sostén a edificaciones de posteriores épocas)) (3). Lo que n o
se ha observado nunca y en ello radica el hondo secreto de su presencia,
es que apoya su pilastra maestra sobre el islote roquero que, al levantarse
en pleno cauce del río, dio origen al primitivo vado.
EL ABRIGO
Junto a ese paso y sobre el embalse de l a presa o «assud», la escarpada orilla izquierda del río vuelve a retraerse y traza otra escotadura,
(2) Un documento de 1275 prueba que Jaime 1 se interesaba por la construcción de
un puente de piedra sobre el Mijares, cerca de Villarreal, que debe ser el actual de Santa
Quiteria. J. E. MARTINEZ lTRRANDO: ''Catál~o de los documentos del antiguo
Reino de Valencia". Madrid, 1934, vol. 1, pág. 396. Taaibitn, P. RAMON DE MARIAY
C. D.: "El Repartimeni de Burriana y Villarreal". Valencia, 1935, pág. 131 y 132, y P.
RAMON DE MARIA C. D. : "Un hospital y dos puentes". Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, XVII, c. 1 pág. 37-45. Castellón, 1936.
,
(3) C. SARTHOU CARR4ZRFB: "Provincia de Castellón". Geografía General del
Reino de Valencia, dirigida por Carreres Candi. Barcelona, s. a., pág. 62.
[page-n-59]
amplia y poco profui?da, en la que se abren tres pequeñas cavidades la
maycir d e las cuales presenta señales evidentes d e un ensanchamiento art i f i c i a l que regularizo paredes y techo. El conjunto constituye un excelente abrigo (4), orientado al S. O., pero con el grave defecto de hallarse
excesivamente bajo.
Si hemos de juzgar por los limos y arenas con moluscos de agua dulce que se hallan a unos dos metros sobre el nivel actual d e l río, los cazadores nómadas del Paleolítico Superior que frecuentaban estos lugar.es encontraron el fondo del abrigo invadido por las aguas, y esta parece
se; la causa d e que no hayamos encontrado aquí los utensilios leptolíticos
que aparecen con relativa frecuencia e n las terrazas inmediatas. Fue más
tarde, al retirarse las aguas y crear los consiguientes depósitos fluviales
un suelo f i r m e y estable, cuando el abrigo empezó a ser habitado d e
manera regular y bastante continua, pues en los cortes que se hicieron
al abrir un nuevo canal, que n o llegó a entrar en servicio, puede verse p o r
encima d e aquellos limos y arenas un nivel d e tierra arcillosa, gravas y
cantos rodados y, con este material detrítico, numerosas conchas d e molusco~
marinos, algunas !ascas o esquirlas de silex y otras piedras hendidas o con señales evidentes de uso intencionado. Por todas partes l o recubra luego un talud d e escombros caídos d e la terraza superior, sobre
e l cual a u n pueden reconocerse restos d e hogares, m u y revueltos, porque ese espacio reducido y de suelo pobre ha sido aprovechado para plantar algunos algarrobos.
A) .-Excavación
del nivel inferior
El desbroce d e l a margen izquierda del canal reveló, por de pror:to,
que el nivel d e conchas alcanzaba más d e 0'80 metros de espesor hacia
e l O., acaso por l a circunstancia d e que un saliente que allí forma l a roca
le protege, en parte, d e los arrastres provocados p o r las grandes avenidas
disminuyendo luego paulatinamente hasta la m i t a d del abrigo, donde llega
a desaparecer por completo. En !o mejor conservado podía apreciarse también que n o se había formado con despojos procedentes d e la alta terraza, sino que era e l resultado de una ocupación directa del mismo abrigo,
pues incluso contenía algún lecho de cenizas. Pero como todo aparece
empastado en una tierra arcillosa amarillenta formada p o r descornposición d e la roca, sueleri mezclarse e n ella cantos rodados y lajas calizas.
(4) Exdcta posición del abrigo del 'Assud d'AlmapraS', 390 57' 15" N. y 3@35' 40" E.
del Meridiano de Madrid, o sea 00 05' 35" W. de Greenwich, según el Mapa Topográíico
de España, del Instituto Geográfico y Catastral, hoja 641 "Castellón de la Plana".
[page-n-60]
ASSüD DE ALMAZORA
Las conchas d e moluscos marinos en su inmensa mayoría son del. género «cardium»; excepcionalmente se encuentran algunos raros ejemplares del «pectunculus» y sólo en un caso la «nática», l a «cyprea» y la
«coliimbela», esta última perforada. Con ellas se asocian algunas especies terricolas, y sobre todo, hermosos ejemplares de «helix» (Lám. 1).
La superficie excavada n o es m u y extensa, pues apenas rebasa los
cincc metros a l o !argo del corte, con profundidad máxima de 0'70 metros. Pero conviene advertir que l o mejor del yacimiento debió destruirse ciando se hicieron las obras de! nuevo embalse, y l o que hemos dejado aeliberadamente como testigo en una zona marginal que parece ofrecer interés m u y secui-idario.
Los escasos vestigios industriales que aparecen en ese nivel, n o pueden ser más rudimentarios, ya que se reducen a sencillas esquirlas de silex, que suele ser gris o melado y con menos frecuencia rosado, blanco
o veteado, sin que muestren huellas dejadas por el uso ni retoque alguno
Fig. 1.-Nivel
inferior. Tosco hendidor tallado en un canto rodado de caliza. (t. n.)
complementario, cual si se tratara de restos de taller. Caso notable es el
r w p l e o d e l a caliza, de la que existen algunos cantos rodados p a r c i a l ~ ~ e n t e desbastados por u n extremo (fig. l ) , que incluso pudieron servir como
het?aidores. Como restos d e labra hay incluso buenas lascas con su bulbo
[page-n-61]
F. ESTEVE GALVEZ
y plano d e percusión. Todo, se ve, muy pobre y a t í ~ i c o
para que podamos
acignarlo a una cultura determinada. En realidad, el unico objeto bien
detii:ido es la «columbella» perforada para usarla como adorno (fig. 2).
En ello el agujero se obtuvo por frotación desgastando en parte l a última
espiral, técnica que puede observarse también en otras piezas semejantes
procedentes del yacimiento mesolitico de la «Cova Negra» (Borriol), del
primer sepulcro neolitico del «Camí de la Costa» (Castellón) y del inmediato poblado del «Castellet» (Castellón), que ya pertenece al final de la
Edad del Bronce y comienzos de la de! Hierro.
Fig. 2.-Nivel
inferior. Concha
de columbella perforada para
usarla como adorno. (t. n.)
Kuestra opinión es que nos encontramos ante los miserables despojos
d e ur pueblo de reolectores que vivió aquí arrinconado antes de que
llegaran los primeros cultivadores neolíticos. Por su aspecto general, tan
extraño yacimiento recuerda el asturiense del N. de España, pues cabe
imaginar que en su estado originario el «conchero» seria mucho más extenso, pero mermado por las frecuentes crecidas del río acabó por reducirse a las modestas proporciones en que ha llegado hasta nosotros: y,
además, se da también ia curiosa coincidencia d~ hallarse fuera de la
ciieva frente a la entrada, como suele ocurrir en muchos lugares de la
costa cantábrica.
Llama, sin embai-gol la atención el hecho d e que se encuentre a unos
dicz kilómetros del rnar; pero conviene advertir que ya los cazadores nómadas del Paleolítico Superior, que acamparon con frecuencia en estos
jugares, recogieron el «cardium» en cantidades considerables, pues las
conchas d e este molusco se hallan entre gravas y arenas junto a los utensilios típicos de aquella época.
B).--E!
nivel superior
Lo que resta del «conchero» se cubre d e un derrubio estéril en el
que se mezclan cantos rodados procedentes de la desccmposición de los
conglomerados y escombros caídos de l a terraza. Es un potente nivei que
siempre rebasa los 0'80 m. y en el extremo occidental, donde se halla
mejcr conservado, alcanza más de dos metros d e espesor.
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Hacia el centro ael abrigo, sobre ese depósito detrítico, se extienden
lentejones d e una tierra suelta, cenicienta, con escasos huesos de enimales, trozos informes .de vasos hechos a.mano y algunos s i l e x tallados,
entre.10~que se cuentan una finísima hoja, muy corta, y una lasca foliforme retocada que pudo servir de punta de dardo (Lám. .I, 1 y 3 y fig. 3).
Fig. 3.-Nivel superior. Lasca foliácea de silex parcialmente retocada. (t. m)-.. .
San los últimos vestigios de un estrato arqueológico destruido casi por
comp!eto por las obras h'echas al modificar la toma de aguas. En el quijero
de la acequia nueva queda bien patente ese nivel que a! pie del acantiiado forma una banda oscura de unos 0'30 m. de amplitud y un poco
profunda, pues tras r?lla aparece inmediatamente la roca viva. De ahí que
decidiéramos n o excavarla y dejarla intacta como elemento de comprobación y estudio para ulteriores investigaciones. Tan sólo apartamos un
fragmento de cerámica que aparecía superficialmente en pleno corte y
que por su especial interés l o daremos a conocer con cierto detalle.
Corresponde al borde de un,vaso cuya forma exacta n o se puede precisar aunque !o más probable es que fuese un cuenco hondo y de buen
tamaño. La pasta, bastante limpia y bien cocida, es gris, con l a superficie
alisaaa, o mejor aún espatulada, algo brillante y casi negra mostrando
ahora algunos descoiichados y finas resquebrajaduras, probable efecto de
un requemado producido por cualquier accidente casual, acaso un incendio, con e l que guardaría relación la tierra calcinada con abundantes cenizas que se halla en este nive! arqueológico.
En e l tiesto conservado sobresale cerca del borde un pezón aplanado
y romo con un principio d e perforación en sentido vertical, y 10 notable
.
es que en el lado opuesto lleva adherido como medio casquete que viene
a formar en su cara interna una cazoleta ovalada (Lám. 11, 2 fig. 4).
,
Pieza ésta, en verdad, extraña, poco corriente y de filiación cultural
todavia mal. conocida. Y, sin embargo, es ella precisamente la que da
[page-n-63]
E ESTEVE GALVEZ
cierta personalidad al nivel superior de' abrigo y la que nos permite asignar algunos paralelos, gracias a los cuales, podemos cbtener para este
yacimiento una fecha bastante segura; porque los escasos silex tallados
a los que antes hemos hecho referencia, son poco típicos y la cerámica,
troceada en,exceso y desprovista de todo adorno, sigue el carácter generaj d e las especies lisas hechas a mano. Sólo un tiesto de barro negro
con la superficie bruñida debió pertenecer a un vaso bicónico con el borde
Rg. 4.-Abrigo del "Assud" de Almam a . Nivel superior. Tiesto mn cazoleta junto al borde en la cara intema (112.)
suavemente abierto; es decir, se trata de una forma argárica que alcan-
zó su pleno desarrollo y debe ser ya tardia (Lám. 1, 2).
Con este dato concuerda perfectamente el vaso d e cazoleta interior
aplicada junto al borde, que en esta comarca parece ser cosa privativa del
avanzado Bronce Mediterráneo, a juzgar por un fragmento semejante al
d e l
[page-n-64]
ASSUD DE ALMAZORA
«Castell d'Almancor», cuyas ruinas se hallan, aproximadamente, a un kil6metro aguas abajo siguiendo la misma orilla izquierda de! río.
Aquel la modesta fortaleza medieval asentó sus cimientos sobre los
despojos de un antiguo poblado que vimos por vez primera durante el
otoño de 1924 y hemos venido explorando reiteradamente en años sucesivos logrando reunir todavía un buen conjunto de hallazgos. Mencionaremos como más importankes-: algunas hachas d e basalto, martillos de
diorita completamente lisos, es decir, sin ranura para ajustarles el mango,
tritu:adoras y percutcres labrados en cuarcita, hojas de silex dentadas
que sirvieron para armar hoces de madera, y muchas piedras para moler,
más o menos oblongas. Faltan, por ahora, los objetos de metal, pera su
ptesencia queda atestiguada por un molde que sirvió para fundir hachas
planas y alargadas de ancho f i l o curvado. Desde luego, l o que más abunda
es la cerámica, siempre bien cocida y, en general, de tonos oscuros, con
la superficie brillante en los vasos pequeños, que sue!en ser lisos; más
grosera en los grandes tinajes, cuyas paredes se refuerzan por verdugones casi siempre repujados por impresiones digitales o cortados a golpe
d e espátula. Las formas, poco seguras, nos dan con frecuencia perfiles
carenados y cuencos profundos, entre los cuales hay uno provisto da asa
,
redonda con cazoleta adherida en su cara interna (Lám. II, 1, fig. 5).
Para la cronologia de este poblado es de suma importancia un fragrnento.que corresponde a la ensambladura de dos vasos con l a orilla vuelt a y el fondo convexo, trozos de anchas vasijas, especie de cazuelas con
asas de borde realzad:, y tiestos que llevan incisos cortos segmentos orlados de pequeños trazos divergentes, motivo este que, n o por su técl?ica
sino por su forma, recuerda ya la cerámica del Bronce Atlántico.
Fuera de esta comarca, en !a comarca montañosa del país valenciano,
se conocen otros dos fragmentos de vasijas semejantes, también provistos
de asas y con pequeño recipiente interior (5). Citemos en primer lugar,
por su proximidad relativa al yacimiento que estamos estudiando, un troz o del borde de un vaso, al parecer ventrudo, y de buen tamaño exhumado
por H. Prades en el poblado de «La Ereta del Castellar)), de Villafranca
(5) Seria como ésto^ el u u de cuenn>.qu$-.hallóel P. Furgús en los primeros años
o>
del presente sido en la necrópolis de San Antón, de Orihuela, y que el propio excavador
describe del siguiente modo: "un fragmento de plato cuya oriiia está interceptada por una
cavidad como si fuese una cazoleta de 0'03 m. de diámetro y 0'02 m. de profuddad". No
se dice a qué lado del vaso iba aplicada aquella cavidad, pero hemos de suponer que sería
en la cara interna. Véax P. FURGUS: "Edat prehist6rica en Oriola (necrópolis de San
Antonio)". Serie de Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, número 5.
Valencia, 1937, pág. 32.
[page-n-65]
F ESTEVE GALVEZ .
.
del Cid que ya pertenece a un m o m e n t o m u y avanza00 d e l a Edad del
Bronce (6) (Lám. 1.1, 3).
M á s conocido es o t r o tiesto encontrado e n e l ((Castiilarejo d e los Moros» (Andilla), que s u excavador, Alcácer Grau, l o atribuye al Bronce
Fig. 5.-Fragmento de vaso provisto de
asa con cazoleta en la cara interna,
procedente de "Castell d'Alman~or"
(1/2.)
Mediterráneo, basándose e n un par d e puñales d e cobre y sobre todo e n
la cerámica, en la que son patentes perfiles carenados.
C o m o e n el ((Castell dlAlmancor», se trata d e u n cuenco d e paredes
(6) H. PRADES: "Noticia sobre la Ereta, Villafranca del Cid (Castellón)". Bulletin
de la Société Préhistorique Franpise, LII. París, 1955, pág. 577.
J. ARNAL, H. PRADES y D. FLETCHER: "La Ereta del Castellar (Villafranca del
Cid, Castelión)". Serie ae Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, número 35. Valencia 1968.
[page-n-66]
casi verticales y aunque haya perdido la cazoleta, l e quedan. los arranques que han permitido rehacerla, hallándose exactamente a la altura del
asa, que aquí n o es redonda sino en cinta (7) (Lám. 11, 4).
A l estudiar en detalle este fragmento (8) se ha creído oportuno recordar que en los palafitos del final de la Edad del Bronce y en estaciones
hallstátticas de la primera Edad del Hierro se hallan alguna vez vasos con
pequeños recipientes que se supone sirvieron para contener perfumes y
van adheridos a su cara externa, sin que se conozcan por ahora, en el
lado contrario, es decir aplicados al interior de la vasija. Ello implica, necesariamente la idea de que en ambos casos nos encontramos con soluciones semejantes aplicadas a necesidades idénticas o parecidas.
No era ese, precisamente, nuestro criterio cuando en 1925 encontramos el tiesto del «Castell dlAlmancor», en el cual puede apreciarse
enseguida una intima relación entre l a cazoleta interior y el asa. Poco
después, en el «Assud» se daba la misma circunstancia aunque el asa
esté sustituida por UD tetón aplanado que debió servir para coger el vaso
y n o para colgarlo, pues el taladro vertical que lleva n o alcanza a perforarlo por completo. El hecho se ha repetido luego en el ((Castillarej:, d e
los Moros» y en «La Ereta del Castellar)), pues en ambos fragmentos a
las cazoletas se les yuxtaponen también sendas asas en la cara externa.
Esa inmediata relación entre asidero y cazoieta nos hizo suponer que esta
serviría tan sólo para proteger el extremo del dedo pulgar aislándole del
contenido d e la vasija cuando se apoyaba contra el borde al cogerla por
el asa.
Parecida opiniói-i se ha sustentado últimamente al estudiar un cuenco
liso, sin asas, pero emparentado probablemente con estas cerámicas, hallado entre restos ibéricos e n Jaribaile, cerca d e Linares (9).
Entendido de este modo, es decir, en función práctica y sin atisbo alguno de cosa ritual !10) para el vaso con cazoleta opuesta al asa, aplicada
(7) D. FLETCHER VALLS y J. ALCACER GRAU: "El Castillarejo de los Moros
(Andiila, Valencia)". Archivo de Prehistoria Levantina, VII. Valencia. 1958. oág. 93-110
y Lám. 1 a X. El fragmento con cazoleta interior (reconstruida) en la Lám. VIII, número
7 y en la misma Lám. e: número 4 primera referencia al tiesto de la Ereta del Castellar de
Villafranca.
(8) J. ALCACER GRAU: "Una interesante pieza cerámica del Bronce Valenciano".
Homenaje al Conde de la Vega del Sella. Oviedo, 1956, pág. 231.
(9) M. L. GALVAN: "Museo Arqueológico Nacional. Adquisiciones de 1955 a 57.
Cuenco de la Edad del Bronce". Memorias de los Museos Arqueológicos (1955-1957), vo!úmenes XVI a XVIII. Madrid, 19ó0, pág. 29-31, fig. 23.
(10) La extraña estructura de estos vaws y el hecho de que sean piezas singulares
sumamente raras en los yacimientos donde han aparecido, permite creer que cumplieron
una función especíñca y nada común; y la manifiesta preocupación por evitar el contacto
de b s dedo:: con el conit-nido de la vasija al cogerla por el asa, o simplemente por el borde,
nos hace suponer que en estos recipientes se prepararon delicadas y peligrosas materias,
probablemente venenos, que servirían para emponzoñar las puntas de las saetas.
[page-n-67]
F. ESTEVE GALVEZ
a l a cara interna, sólo encontramos un lejano precedente nada menos que
e n la cerámica neolítica egipcia, p r i m e r o e n M e r i m d e Beni Salame, donde
se exhumó un p l a t o con un hueco j u n t o a l borde, que parece sirvió para
proteger el dedo pulgar cuando aquel se asía con la mano (1 1). Remoto
ensayo d e un t i p o cerámico q u e había d e alcanzar cierto desarrollo e n el
siguiente período Amratiense. N o se crea por eso que pretendamos estab!ecer una posible relación entre ambas cerámicas; están demasiado distantes e n e l espacio y e n e l tiempo. En cambio, los vasos provistos d e
cazoleta interna que se señalan e n l a «catacombnoi kultur)) d e l sur d e
Rusia (12), aunque más alejados, coinciden cronológicamente coi1 los
nuestros y ello abre camino a una posible relación entre ellos. Un nuevo
y apasionante problema que nos plantea esta Edad del Bronce d e la costa
oriental d e la Península, m u c h o más rica y compleja d e l o que al principio
hdbíamos supuesto.
(11) Exhumado en las excavaciones de la Akademie der Wissenoha€ten, de Viena, en
Merimde Benisalame. Véase V. GORDON CHLLDE: «New light on h e most ancient
East". Londres, 1934, pág. 61 donde da escueta noticia: "one bowl, or di&, had a podcet
for the thumb inside thc rim".
(12) Véase nota 6, segunda obra, p&g. 28.
[page-n-68]
ESTEVE.-Assud
de Almazora
LAM. 1.
[page-n-69]
ESTEVE.-Assud
d e Almazora
LAM. 11.
Frazmentos de vasos con cazoletas aplicadas en la cara interna, del Bronce valencizno.
1: Castefl d'Almmqor (Almazora) (t. n.). - 2 : Abrigo del Assud (Almazora)
(t. u.). - 3: Ereta del Castellar (Villafranca) (413. - 4: Castiilarejo de los
Moros (Andiile) (213).
[page-n-70]
J. ARNAL, J. L. COUCHARD y M. LORBLANCHET
(Francia)
A la mémoire d8André Niederlender
La Grotte de Roucadour
-
(Thémines Lot)
La publication des fouilles d8André Niederlender (1) e t de I'un de
nous dans .la doline d e Roucadour, rend inutile de présenter les coordonnées exactes du gisement.
t o r s de ces fouilles il avait toujours été question de visiter la grotte
car o n savait qu'elle contenait des tessons d e céramique proto-historique
en assez grand nombre e t d'ailleurs quelques fragments d e vases avaient
été ramassés.
Les spéléologues connaissaient depuis longtemps la caverne. E. A.
Martel I'avait visitée en 1890 e t en avait donné une description e t un plan
dans son volume, «Les abimes)) (2). Le grand spéléologue la décrit ainsi:
«une ancienne «goule» ayant absorbé un courant superficie! durant la
fin dri tertiaire e t le début du quaternaire)). O n peut dire qu'elle com-
(1) A. ,NI~EDERLENDER,R. LACAM et J. ARNAL: ''Le gisement neolithique de
Roucadour', Numéro special 1 1 de Gallia-Prehistoire, París 1967.
1
(2) E A. MARTEL: ' l e s Abimes", París 1894, p. 342.
.
[page-n-71]
prsnd une galerie principale aux dimensions imposantes (15 A 2Om d e
largeur pour 15m de hauteur maximum!, e t une petite galerie adjacente
inconnue de Martel. Sa longueur est de 2 8 0 m environ. alors que M a r t e l
lui attribue 400m.
En 1925, A. Niederlender revint avec Martel sur le gisement et y
découvrit quelques céramiques qui devaient I'attirer apres d'autres fouilles dans les grottes environnantes: le Cuzoul, I'abri Pages... e t quelques dolmens (3).
1-es fouilles de la doline eurent lieu entre 1951 e t 1957 elles ont été
suivies d'une publication en 1967 (4).
Pendant cette époque d'abandon, le gisement mieux connu g r i c e aux
fouilles a r e y différentes visites. ü'abords le groupe spéléologique d e
St Céré s'intéressant i !a caverne y découvrit une grande quantité d e
céramiques en plusieurs endroits de la cavité principale. A u cours d e
ces travaux, M. Lorblanchet qui les avait accompagné découvrait le coffre sépulcral situé au nord de la grotte (5) e t signalait au directeur de
la circonscription (Mr. L. Méroc) des découvertes de surface de la caverne.
Par un concours de circonstances, deux membres d u spéléo-club de
Brive, Coussy e t Taurrisson, découvraient les peintures e t gravures rupestres de la galerie secondaire.
Plus tard, I'abbé Glory a été chargé du relevé complet des figurations
pariétales; o n t sait I'accident tragique qui a mis un terme 2 ses travaux,
e.i 1966.
Nous allons présenter sans tenir compte de I'ordre chronologique l e
résuitat de ces différentes recherches puisqu'en f a i t il ne s'agit pas d e
fouilles mais simplement d e ramassages de surface e t d'heureuses découvertes.
D'abord, nous passerons en revue les objets trouvés par l e spéléo-club
de Brive, ensuite nous nous occuperons du matériel recuoilli par l e grDupe
de St Céré, e t e n f i n dans une deuxieme partie, nous verrons les premieres découvertes des figurations pariétales. Mais avant d e commencer,
nous voulons dire combien a été efficace, la bonne entente entre tous
ces groupes g r i c e 2 laquelle nous pouvons maintenant faire une publication en commun. Cet exemple est assez rare pour mériter d'etre signalé. Et t o u t cela a pu se faire grace A I1aimab!e compréhension de notre
(3) R. LACAM et A. NIEDERLENDER: "Le Cuzoul de Gramat. Gisement mésolitique", Archives de lYInstitut Paleonthologie humaine, núm. 21, Paris, 1944.
de
(4) Voir note l.
(5) A. SOUTOU: "Typologie chronologique de quelques boutons de bronze du Midi
de la France". Builetin de la Société Prehistorique Fraqaise LX. Paris 1963, p. 372.
[page-n-72]
GROlTñ DE ROUCADOUR
directeur de circonscription, M r Louis Méroc que nous ne remercierons
jamais assez de son soutient.
Avant d e commencer nous rappellerons brievement la stratigraphie
d e I'habitat situé devant la grotte, fouillé par A. Niederlender e t J. A r nal. Bien que déja publiée il est plus simple A ceux q u i n'auront pas cet
ouvrage sous les yeux d'en rappeler !es principales étapes.
Le terrain situé ii l'entrée d e l a grotte a été occupé par différentes
populations sur un sol posé sur les éboulis de !'ancien auvent d e l a cavern e qui s'avancait autrefois d'une dizaine de metres. Néanmoins malgré
le soin apporté h la fouille, il n'a été trouvé ni trous de poteaux, ni m u rettes, en un m o t rien qui indique un habitat permanent. De loin e n í.oin,
un f.ayer, un sol de terre b a t t u visible sur une surface de quelques metres. témoignent de I'occupation de !'homme. Bien p!us, ces sols discontinus ne se situent pas A l a meme hauteur. Pourtant, il y a eu des feux
intenses puisque le terrain est rempli de brindilles de coniferes brulés e t
I1anaJyse botanique a révélé que les pollens avaient été en majorité détruits par le feu.
En surface, u n four bien daté de I¿e moyen du Bronze par trois va1g
i
s.es reconstituables, a laissé des ruines dans un angle de l a falaise sud.
Sous toute l a surface de la doline située devant la grotte, sept couches
superposées formaient une excellente stratigraphie.
1/ Om30: Terre végétale, brune, cailloutis posé a plat sauf en surface
o u la culture I'a bouleversé. Stérile.
2/ Om40.: Couche A -2; Terre brune avec cailloutis plus gros, mobijier
mélangé allant du romain au chalcolithique inclus.
3 / Om50: Couche A -1 : Niveau tres caillouteux avec ébou'is sur les
bords, e t terre noire. Nombreuses pierres d'un diametre supérieur A Om15. De beaux foyers en place; pres de !'un d'eux
un «pot de fleur)) d e type horgénien entier. Ce niveau cont i e n t un ensemble tres pur de poteries grossieres, A fond plat,
pied débordant, n'ayant ni cordons en relisf, ni boutons de
préhension perforé o u non. Le décor tres riche, est composé de
lignes de coups d'ongle, d'impressions de tiges végétales e t de
coulées d e p i t e molle. L'ensemble, malgré son originalité rappelle ! civilisation de Horgen e t plus particulierement u n d e
a
ses facies Nord-Alpin.: .la Pfynculture (6). Le silex est A retouches bifaciales, l a seule hache de pierre est en silex. Pas d e
metal, c'est du néolithique récent.
(6) 1 SCOLLAR: "Regional groups in the Michelsberg culture". Proceedings o de
.
f
Prehistoric Society, London, 1959, p. 52.
[page-n-73]
4/ Om15: niveau de pierraille stérile.
S/
l m 6 0 : terre noire, peu caillouteuse, quelques pierres posées a plat
foyers lenticulaires gris bordés de blanc, poterie posée i plat.
Subdivisé en :
Couche 8-2 Chasséen B récent, I m en moyenne.
Couche B-1 Chasséen B ancien avec A 6 la base; Om60.
Ce chasséen est classique tant pour la poterie que pour
les silex. Le chasséen 5 a donné quelques flutes de Pan tandis
que le chasséen B ancien e t chasséen A possedaient des formes
plus souples e t quelques tessons décorés apr6s cuisson. Les
silex sont débités en lamelles retouchées sur une seule face.
Dans le chasséen ancien, les haches sont en pierres dures tandis que dans le chasséen récent celles en silex f o n t leur apparition.
6 / Om05: Couche stérile fine faite d'argile bien visible.
7/ Om45: Couche C: Argile rouge o u jaune, décalcifiée, mélangée de
nombreux ossements de grands animaux e t ayant par endroits
des foyers lenticulaires. Cette couche se rév6le sur les bcjrds
de la doline aux dépends de la couche chasséenne. Poterie montée par boudins lissés sur tranche, décor grossier, fonds coniques ayant autant d'affinité sur le littoral, rnéditerranéen que
peut-&re avec IIErtebollien en Europe du Nord.
Roucadour a permis de codifier le néolithique fransais plus compl&tement que les Arene Candide ne I'a f a i t pour le néolithique italien.
Trois niveaux représentent trois phases o u les trois faces de néolithique Européen :
Un néolithique encien A industrie lamellaire e t A céramique propre.
Un néolithique moyen, chasséen A industrie lamellaire e t subdivisé en
deux périodes (A e t B) (7)
dont o n retrouve !es traces dans le tiers sud-est
de la France. En outre cet étage indique I'époque de I'arrivée des indus-
(7) La subdivision entre le chasséen A et B est bassée sur quatre grandes stratigraphies.
D'abord ceile des Arene Candide (Finaie Ligure, Imperia, Italie) publiée par L. Bernabo
Brea dans deux numéros spéciaux de L'Institut Ligure. Dans ce gisement les couches 24 i
14 ont domé une civilisation qualifiée par son auteur Ü Vases iBouche Carrée et qui cone
tient une céramique gravée apres cuisson de dessins géometriques. Les niveaux 13 a 9,
par contre sont riches en récipients comparables au chasséen fran~ais,rarement décorés et
porteurs de flGtes de Pan. Le gisement de Fontbregoua (Salernes, Var, France) fouilié par
A. Taxi1 (inédit) est d'une richesse comparable aux Arene Candide. 11 a domé sur un niveau de cérarnique a d h r cardiai, deux étages de chasséen, le plus ancien gravé apres
cuisson de décors géométriques, le plus récent posséde des flGtes de Pan sur des panses de
vases lisses.
Le troisieme gisement est celui de Montbeyre (Teyran, Herault, France). C'est un ha-
[page-n-74]
GROTTE DE ROUCADOUR
5
tries campigniennes dans la région car le chasséen ancien est dépourvu
de liaches polies en silex, tandisque l e chasséen récent er? a donné 30 %.
Cette date est la bienvenue étant donné I'ignorance oY nous nous trouvons en géneral sur la chronologie carnpignienne. C'est ainsi que dans le
Lot, o n peut fixer I'arrivée des ctailleurs de silex)) aux environ de -3000.
Au néolithique récent, I'outillage lamellaire du silex est abandonné
(en dehors de quelques longues e t belles !ames) pour l e débitage d'éciats
e t les retouches plates sur les deux faces, ce qui produit des pieces beaucoup plus belles, capables de lutter contre I'apparition du métal pr&t 2
apparaitre en Europe occiden tale. La céramique est apparenté.e aux productions de la Seine-Oise-Marne c'est d dire qu'elle est composée uniquement de vases 2 fonds plats, pieds évasé, de panses globuleuses e t d'absence de col. Le décor est tres grossier mais abondant, couvrant tous les
vaser du pied 2 I'ouverture supérieure. II n'y a ni anses ni boutons de
préhensión. L'ensemble se rapproche beaucoup des «pots de fleurs)) de
la région parisienne, mais l e décor est plus proche de la Pfynculture qui
se sltus au nord des Alpes e t sur le Rhin Moyen.
A noter que le terme de «chasséen» a etté choisi en 1951 par J. Arnal
pour qualifier le Néolithique moyen francais en hommage O J. Dechelette
q u i avait entrevu I'importance du matériel trouvé au Camp de Chassey.
DECOUVERTES DE MOBlLlER ARCHEOLOGIQUE
DU SPELEO CLUB DE BRlVE
En avri! 1963 I'un de nous (J. L. C.) recut la visite de deux jeunes
spéléologues du groupe du Foyer Culturel de Brive (Correze) : Pierre Taurisson (dont le pere fut de nos bons camarades 2 I'époque oY nous descendions aussi dans les «trous») e t J. Coussy nous annoncant qu'ils avaient
f a i t la découverte d'art pariétal dans la grotte de Roucadour ainsi que
d'uri squelette humain entouré d'objets en bronze e t de poteries. Ils
bitat de plein air, parfaitement stra-.
Dans les couches profondes L. Escuret a trouvé un
beau chasséen décoré sans flQtesde Pan et au-dessus un chasséen récent peu décoré (dans
le style Er Lannic) et beaucoup de flQtesde Pan. Comme Fontbregoua, ce gisement est encore inédit.
Enfin, le quatrikme gisement est Roucadour. Au regard de ces quatre grands gisement
bien fodés, dont deux sont publiés, les discussions autour de la subdivision en deux étages du chasséen, paraissent sans fondement serieux et contraires i'observation impartiale
de stratigraphiee irréversibles.
[page-n-75]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
avaient aussi trouvé u n e «cachette» remplie d e poteries décorées e t d'objets en bronze.
Par la suite J. P. Coussy m e précisait que l a découverte des peintures
e t gravures paléo!ithiques datait du 2 1 Octobre 1962. Un prudent silence
avait suivi cette premiere découverte permettant aux inventeurs un exam e n m i n u t i e u x des parois. C'est au cours de c e t examen qu'ils découvrir e n t la sépulture accompagnée de I'épée e n bronze (découverte par leur
caniarade R. Bonnet, de Brive), puis des traces d e foyers e t la «cachette»
d e bronzes. 11s eurent aussi I'impression que des murettes tres anciennes
avaient été baties mais attendirent m a visite pour avoir une certitude.
N e se reconnaissant aucune compétence en matiere d'archéologie préhistorique ils confierent I'étude de I'art pariétal A I'abbé Glory e t nous
demanderent d e nous occuper du reste. N o t r e groupe ainsi constitué pren a i t directement contact avec J. Arnal qui m e t t a i t alors la derniere m a i n
A la publication des fouilles d'André Niederlender e t de lui-meme, exécutées dans la doline 6 I'entrée.de la grotte.
11 n e pouvait, &re questión dlentre.prende des travaux dans la grotte.
U n e fouille scientifique e t rationnelle, meme tres localiséel ne p e u t
etre concue sans l a participation d'une forte équipe tres spécia1isé.e e t
dotée de moyens matériels importants (éclairage puissant). En outre cette
fouille nécéssite I'installation d'un chantier continu. A u t a n t d e raisons
qiii. jointes A d'autres impératifs, ne nous permettaient pas d'accepter la
responsabilité d'un ta! chantier.
Depuis un chantier Iégalement autorisé a débuté par des trous faits a
la pelle mécanique. Ce brillant début ne semble pas avoir e u de suites.
Nous avons conseillé aux inventeurs d e l i m i t e r I e u r activité A l'etablissement d'une bonne topographie de la cavité e t d e ses abords a f i n de
m e permettre d'y situer !eurs différentes trouvailles.
Ciest un jeune instituteur du Lot, spéléologue également, qui voulut
bien se charger d e cette tache difficile.: Michel, Carriere nous a remis un
travail exécuté avec ia précision digne d'un professlonnel.
En M a r s 1965 o n n o t a i t sur place, avec la collaboration des inventeurs,
la position de leurs diverses découvertes e t ce travail p e r m i t de vérifier
I'existence d'un réseau de murettes tres anciennes, situées au pied meme
de I'éboulis de I'entrée. O n en tit un relevé exact e t o n en étudiait la
construction.
Nous avons aussi été amenés 2 vérifier I'existence d e nombreux e t
vastes foyers jonchés d e poteries, de débris d'ossements d'animaux e t
meme d'éléments d e squelettes humains. Un relevé des emplacements de
ces foyers fut aussitdt réalisé.
Nous devions constater un f a i t assez désagréable: malgré la ferme-
[page-n-76]
GROTTE DE ROUCADOUR
t u r e de l a grotte, des grattages o n t é t é effectués dans ces foyers, e t cela
depuis l a fermeture d e l'entrée. Des rassemblements de tessons d e poteriec e t d'ossements étaient prets 2 etre emportés. M e m e constatation
dans la doline 2 I'entrée d e l a g r o t t e pres des fouilles Niederlender-Arnal.
Les renseignements relatifs 2 la -localisation du matériel étant fixés,
o n l i m i t a i t 12 m o n travail sur place.
Le 2 février 1965, c i n q prélevements d e bronze e t 3 échantillons d e
ce m6me métal étaient adressés A J. R. Maréchal e n lui demandant d e
vouloir bien en faire I'étude.
O n fit remettre au Dr. R. Riquet,. i Bordeaux, deux maxillaires infé.
rieurs humains ramassés sur un foyer par les inventeurc
l. La grotfe de Roucadour (fig. 1 e t 2)
Comme nous I'avons d é j h dit, de tres vastes dimensions, la cavité mesure environ 280m. de longueur avec une largeur variant d e .15m. 2
35m.; sa hauteur axiale est tres variable, allant de quelques metres 2 une
quinzaine d e metres (point 25). Dans sa premiere partie, 2 l'entrée, le
sol prolonge artificiellement la z6ne 3 5 fouillée par A. Niederlender: c'est
I qu'il déposa longtemps ses déblais. D u p o i n t 2 a u «locus» 16, un énorme
i
éboulis encheviitre ses blocs qui rendent I'accés tres pénible. Un sentier
(point 14) probablement tres ancien, s'est frayé un é t r o i t passage le long de
la para¡ Nord. La «cachette» d e bronze était e n p o i n t I dans une p e t i t e
cavité latérale se prolongeant par un boyau vers p o i n t 2 c'est e n ce der;
n i s r p o i n t que g i t le squelette qu'accompagnait I'épée d e la figure 4.
Ce squelette est eminuré par !es inventeurs dans le but d e le protéger.
Ab p i n t 13 s'ouvrait un diverticule e n puits, encombré d'énormes blocs
d'éboulis d o n t I'un manifestement calé anciennement.
Ce diverticule, apres le dégagement d'une «chatiere», devait donner
accés A une p e t i t e calle d'une trentaine d e metres d e longueur, d e 5 A
7m. d e large, tres englaisée d'argile fossile. C'est dans cette salle que
J. P. Coussy e t P. Taurisson découvrirent les peiritures rupestres e t les
gravures (point 5 - 6 - 7 - 8). Sur une banquette d'argile, a u p o i n t 1 1 se
remal-quent d e profondes empreintes de doigts e t der. projections d e
glaise contre la paroi. C e t t e p e t i t e g r o t t e fut fréquentée par la suite,
bien antérieurement au paléolithique supérieur car il fut trouvé une boucle en f e r a u p o i n t 12, un ensemble d e coquilles d'eau douce percées,
des os travaillés (point 4) un f o n d d e situle, un anneau e n bronze, une
aiguille en bronze
t e t e enroulée, (fig. 7), diverses poteries (point 3).
A u départ du diverticule (point 13) gisaient quelques tessons d e poteries noire gra.phitée. Ce type de poterie existait aussi pres du squelette
ainsi qu'un fond circulaire perforé (pl. 11).
[page-n-77]
Fig. 1.-1: Situation géographique de Roucadour en France. 2: Département du Lot.
3: Plan des abords de la grotte. En trait interrompu: tracé de la cavité; zone hachurée : gisement préhistorique de la doline de .Roucadour.
[page-n-78]
[page-n-79]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
Un autre diverticule permet d'accéder a u p o i n t 2 2 partir du f o n d d e
la calle aux peintures, créant ainsi une 2éme communication avec la
grande salle. La présence d e matériel archéologique récent dans la p e t i t e
salle permet de penser que les hommes de 116ge du Bronze e t du Hallst a t t i e n p u r e n t avoir connaissance d e l'existence des peintures. Dans ce
cas attribuerent-ils i cette salle un pouvoir magique o u sacré o u négligerent-ils purement e t simplement des signes qu'ils n e p u r e n t interpréter?
En ajouterent-ils dlautres? Quelques tessons du Néolithique récent prouve~it
que c e t étage humain a également fréquenté la csalle aux peintures»
Au pied du grand éboulis existe un curieux réseau de murettes (fig.
3 - p o i n t 16 de la fig. 2). Nous y reviendrons plus loin.
Dans les espaces (tclos» !.e sol est tres stalagmitisé, relativement proDre e t tres pauvre en industrie. Quelques tessons gallo-romains furent
recueillis aux points 18 e t 19.
L e «locus» 15, situé sur une corniche, est occupé par un foyer qui,
sondé, a produit un os p l a t travaillé en lissoir e t quelques fragments de
poterie grossiere, non identifiée.
Face a u p o i n t 1 9 nous rencontrons un p e t i t lac q u i occupe un p o i n t
bas de l a grande salle entre l a paroi N. O. e t un important groupe de
staiagmites. L e sentier l e longe, gravit un grand éboulis e t apres avoir
franchi l e p o i n t h a u t face au p o i n t 20, descend i nouveau vers un second
lar, plus important, qui s'étend au p i e d d'unc magnifique colonne
(point 27).
C'est incontestablement !e centre d'attraction d e t o u t e l a cavité. Un
éclairage étudié nous e n a révélé ses caracteres de grandiose e t d'inhribit ~ i e ! C'est i c i que s'arrete l e sentier q u i p a r t d e I'entrée. A u t o u r du !ac
e t d e la grande colonne nous avons relevé d e nombreux foyers, vastes,
épais, tres riches eii matériel d e toutes sortec: poteries, os d'animaux,
ossements humains e t quelques objets en bronze. Les foyers 20, 23 et
24 se serrent contre la paroi qui les surplombe. Les foyers 28 e t 29 s'étal e n t dans l a grande calle; 30 e t 3 1 occupent une p e t i t e abside sur les
premieres pentes du grand éboulis terminal. L e foyer 25, t o u t petit, tres
sta.iciginitisé se baigne dans I1eau a u pied meme d e la grande colocine.
En point 21 fut trouvé une fusaiole e n terre c u i t e décorée (pl. I I )
tandis que l e p o i n t 22 livrait, i f l e u r de sol, d e u x maxilaires humains.
Le foyer 23, profondément labouré, montre d e nombreux tessons d e poteries d e diverses époques. Il en est d e meme pour l e foyer 24 aupres
duque! jlai remarqué des rassemblements d'objets effectués dans l e but
évident d e les emporter. L e foyer 25 m o n t r e un entassement de pierres,
stalagmitisées, environnées d e charbons pétris d'ossemerits o i j'ai recon~
nu des éléments d e capridés e t d e cervidés. Les foyers 28, 29; 30 e t 3 1
[page-n-80]
GROPTE DE ROUCADOUR
sont également riches en poteries e t ossements d'animaux (débris de
cuisine selon toute vraissemblance). Le point 32 me livre, melée A une
boue charbonneuse, une dent humaine.
Latéralement A la grande pente terminale, dans une foret de stalagmiies remarquables par leurs dimensions, nous avons relevé de la poterie
tournée melée A des ossements animaux (point 33) e t d e la poterie epaisse, modelée (point 34).
Notre plan indique (fig. 2) une z6ne pointillée 35. C'est cette z6ne
qui fut fouillée par notre regretté ami A. Niederlender. Le prolongement
des couches, plus o u moins remaniées par des causes diverses, s'est reirouvé dans l e ((IOCU~Dpied de la «cachette». Dans un remplissage
1, au
t r i s remanié nous avons rencontré en abondance de la poterie q u i peut
etre rapportée A la c ~ u c h e l , facies Horgen local selon J. Arnal. VcisiA
naient des éléments impressionnés o u godronnés des Champs dlUrnes
e t un décor ichevrons incisés (pl. I e t 11). Quelques tessons de poterie
noire, lustrée e t décorée de lignes peintes au graphite (Hallstatt D) se
melaient A des éléments plus récents (La TGne 1). Un fond de polypode
A six appuis (Bronze ancien-moyen), viendrait de I'entrée de cette pet i t e cavité. Un galet de roche dure, tres noire, uti!isé sans doute comme
lissoir f u t découvert au début du boyau terminal.
Un Iéger t r i des matériaux nous permet de penser q u ' i peu d e profondeur, résident des couches A priori en place. En effet nous avons découvert une trentaine de fragments coaptables d'un grand plat en céramique noire lustrée sur sa face intérieure appartenant sans doute aux
Champs dlUrnes I e t II (pl. 11).
La «cachette» contenant des objets en bronze (La Tene 1) est une
petite enfractuosité de la p a r 5 du fond de la cavité. A u moment d e sa
découverte elle était A peu pres de niveau avec le sol. Le dégagement du
boyau par les spéléologues a abaissé ce sol A son niveau actuel.
II
Les «enclos» (fig. 3 )
A défaut d'autre terme pour qualifier I'ensemble des curieuses m u rettes baties au pied d u grand éboulis d'entrée, j'ai adopté, provisoirement, celui «dlenclos».
Dans I'ordre o i i o n les découvre, pour qui arrive par I'entrée d e la
grande salle o n reconnait successivarnent:
La murette M 1 q u i barre transversalemeni l a galerie depuis la
paroi Sud jusqu1A uri arnoncellement naturel (?) de blocs énormes (points
16 A 1 2 e t 13). Entre les points 1 3 e t 7 un seuil naturel barre le reste de la
galerie jusqu'au pied d'une corniche sur laquelle se trouve un fayer.
(points 7 A 8). Les cotes de notre nivellernent renseignent sur le relief
--
[page-n-81]
du sol e t I'on voit que M1 a son origine, en point 16, a u pied d'une autre
corniche qui, elle, ne porte aucune trace certaine d'occupation.
-- M ' 1 est une antenne, sommairement batie de blocs alignés jusqu'en 1 6 bis.
- M2; greffé sur M 1 au point 14, s'infléchit aussitot pour rejoindre la paroi Sud en 18, délimitant un espace réduit d'une trentaine de
Fig. 3.- es murettes de la grotte de Roucadour (relevé J. L. Couchard). M - M2 - M3 :
1
murettes. P1-P2 - P3 : passages. Les cotes de niveilement sont encadrées. Le point zéro
6tant le seuil de la cavité.
metres carrés. O n y accede par un passage P1 e t un second passage P2
met en communication avec une grande aire d e pres de 200 metres carrés limitée au Sud par la paroi e t au N o r d par une longue rnurette en S
,
M3.
[page-n-82]
GROTTE DE ROUCADOUR
-
M3, issue d u point 1 2 de M 1 est percée d'un passage P3 souligné
d e 2 antennes. La rnurette, apres cette solution de continuité, devient
un véritable mur, épais, tres visible, que nous avons appelé le «balcon»
(B) car b 6 t i sur la crete d'un seuil naturel q u i s'abaisse jusqu'au premier
lac.
Ces murettes sont construites en pierres proverant des éboulis. Entre
leurs éléments construtifs, par endroit e t surtout vers les bases, pn retrouve un biti de t ~ r r e
glaiseuse, noirdtre, qui a pu &re un mortier de
fortune ( M 3 e t B). Ailleurs, les blocs sont simplement entassés ( M I ) o u
seulsment rassemblés en ligne (M2, M i l ) .
La hauteur actuelle de ces constructions varie de la hauteur d'une
rarigés d e pierres ( M 2 ) 2 que!ques 0'50 m. ( M I , M3, 8).
La largeur moyenne est de I'ordre de 0'60m.
Nous remarquons:
1 ." Les constructions épousent la forme du sol (M3, B).
2." Elles délimitent l e seul secteur peu pres horizontal e t sec de
.!a grande salle (voir cotes de nivellement).
3." Les espaces clos sont A peu pres vierges de matériel archéologiquo, A I'exception d e quelques tessons gallo-romains.
4." Ils ne contiennent pas de foyers.
5." Ils sont établis A proximité du premier lac e t d e I'entrée.
6' Les murettes sont tres basses, incompletes et semblent inache.
vées.
Nous avons recherché l e but d e ces constructions: parc a bestiaux
pendant une période o h le village dans la doline était dans I'insécurité?
Enceinte rituelle? Dépot? Rien d e t o u t cela n e p u t etre prauvé e t nous
préférons arreter 1 les hypotheses
2
e t souhaiter que des fouilles sérieuses précisent I'origine e t le but de ces myst&rieuses murettes.
...
IIl. Le Mobilier
EPEE DE TYPE ERBENHEIM
Cette épée de bronze, tres légdrement pistilliforme, présente une longueur totale de
6 2 0 millimetres. L a poignée, y compris garde et longuette, mesure 125 millimetres au
total. Cette poignée affecte le profil en I obtenu par des bords puissamment relevés, aux
aretes arrondies. L'ame est mince (2 mm. a I'axe) e t présente des dimensions fort restreintes. En effet il n'y a que 6 0 mm. de longueur préhensible pour une largeur maxima,
a u renflement central, de 24'5 rnm. L'extrémité proximale de l a poignée est terminée
par une languette rectangulaire forgée prenant naissance entre deux petites antennes
terminant en pointe symétriques les relevés Iatéraux (fig. 4).
L a garde s'élargit jusqu'a u n maximum de 53'5 mm. par deux épaulements tres
inclinés oh se perdent les relevés de poignée.
La poignée devait posséder 5 ou peut-&re 6 rivets implantés selon I'axe longitudinal
(perforation faites 6 fraid a u poin~on, diametre 4'5 mm. environ) trois de ces rivets, d e
section carré, ont été trouves pres de l a poignée.
[page-n-83]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
Les renflements de la garde étaient porteurs de 2 autres rivets de choque coté, de
meme caractéristiques que ceux de la soie.
La lame est étroite, tres légerement renflée dans son dernier tiers (largeur 31'5 mm.
contre 27 mm. 6 I'étranglement de base). Pointe assez fine, renforcée au centre. So
section présente une épaisseur maxima iI I'axe de 6 mm. ovec cote tres plote e t tranchant
au sillon 6 peine marqué.
La piece est actuellement tres patinée, de teinte verte avec nuances tres marquées
6 la garde qui indiquent I'emplacement de garnitures disparues O& un léger -sillon en
arc est encore visible entre les deux trous supérieurs.
Le tranchont ne possede pas les crans habituels aux lames Hallstattiennes au départ
de la lome.
Fig. 4.-Epée
en bronze du type d'Erbenheim de Roucadour.
Les épaulements de la base de la garde sont nettement plus obliques que ceux des
6pées du Hallstott. Morphologiquernent I'arrne pourrait étre classée iI I'extreme fin du
Bronze, encore que la lame soit plutot étroite.
Le poids actuel de la piece est de 490 grs. Elle est dans un porfait étot de conservation si I'on excepte une ottaque de corrosion autour des trous de rivets.
Les épées du type Erbenheim sant connues depuis longtemps, Déchelette (Manuel,
appendice 4, núm 34) en ovoit publié une. J. D. Cowen (8) dans son travoil sur les
(8) J. D. COWEN: "Einführung in die Geschichte der bronzenen Griffzungenschwert
jn Süddeutschland", 36 Bericht der Romisdi-Germannischen Komission, 1955, p. 52.
[page-n-84]
15
GROTTE DE ROUCADOUR
épées en a foit une étude exhaustive. 1 en compte 2 1 pour I'Europe centro-occidentale
1
dont trois seulement pour l a France. Une provenant des dragoges de l a Seine ¿I Paris, une
outre provient des dragoges de la Saone aux environs de Cholons sur Saone, une troisihme
provient d u canal de l a Haute Soone ¿I Vitry-le-Froncois (Marne).
Dans sa thhse, J. P. Millotte (9) cite u n quatrieme exemplaire provenant de Anse
(Rhone). L'épée de Roucadour serait donc l a cinquiime trouvée en France. A u contraire
des autres qui sont groupées dans I'Est de l a Fronce, l a notre est en position la plus
excentrique ¿I I'Ouest de I'Europe (y compris IIAngleterre) et pour 6tre plus précis ou
Sud-Ouest. Pour trouver l a plus proche, il faut compter environ 2 7 0 km. ¿I vol d'oiseau.
C'est peu de chose 13 c6té de certaines pihces isolées ¿ des centaines de kilomhtres, comme
celle de lo Hongrie ou u n autre Meklenburg-Schwerin.
So datation est tres précise, elle appartient au Hallstatiien A ancien de Reinecke qui
correspond bien au Champs dlUrnes II de W. Kimmig. L'abandonce de cette civilisation
dons la grotte montre bien que cette arme o été déposée dons la grotte ¿I I'époque
optima de son occupation.
BRASSARD
Cette pihce magnifique est ainsi dénommés car il parait difficile de l u i trouver une
autre désignation. Ses dimensions impartontes laissent présumer que son proprihtoire
possédait u n physique nettement au-dessus de la moyenne..
Ce brassard comprend 25 anneaux de branze, tous coulés dans le meme moule,
assemblés par trois tiges de fer les troversant tous dans des oeillets et fermés par une
barrette également en bronze.
L'ensemble présente un diametre extérieur moyen de 120 mm., intérieur moyen de
109 mm. et une houteur ¿I la barrette de 135 mm. Le poids de l a pihce est actuellement
de 1S 6 5 grammes (il manque u n segment d'anneau devant représenter 2 0 gr. environ).
a) Anneaux. Ils ont une section carrée aux ongles arrondis. Trois bassages percés
laissent le passage ¿I des tiges de fer de 3 mm. de diometre. Ces bossages sont ainsi
répartis: u n de chaque c6te de l a barrette, ¿I 29 mm. et 25'5 mm. de I'axe; le troisikme
étant diométralement opposé ¿ la barrette. Toujours symetriquement por rapport ¿I elle
nous rencontrons des dents triangulaires ainsi réparties: 3-4-5-4-5-2,
chaque groupe
séporé de I'autre par u n espace de longueur variont également symhtriquement et donnont
en millimhtre: 7-1 1-1 1-1 1-7, chaque élément présente l a marque des valves d u moule
I'intrados alors que I'extrados est arrondi et ne présente plus d'angles vifs. L'épaisseur
d'un élément est de I'ordre de 6 mm. maximun et 5'5 mm. minimun. Chaque pihce se termine par deux tenons qui s'emboitent dans les rainures de l a barrette.
b ) Banette. Pihce en bronze, probablement forgée, d'une longueur de 135 mm. et
&une lorgeur de 17'5 mm. Deux rainures latéroles recoivent les tenons des extrémités des
onneaux qu'elles maintiennent. Quatre rainures parallhles décorent lo pihce ¿ I'extérieur.
c) Tiges d'assemblage. En fer, d'cin diametre probable de I'ordre de 3 mm., elles
sont réduites ¿I I'état d'oxyde et sont brisées entre choque anneau.
A titre comparatif nous présentons (pl. III, num. 3) un brossard en bronze ¿I 7 éléments assemblés eux aussi por une barrette ir décor longitudinal. Cette pihce provient
des fouilles de E. Brugtires (1890) ou tumulus de St. Ybard en Corrhze. (Pihce actuellement visible a u Musée de St. Germain en Laye. Moulage au Musée de Brive). Les anneaux
ont u n décor de godrans séparks par des "plats" trés finement rainurés. Notre collhgue
J. Millotte assimile ce type d'ornement a u Lounacien (10). Un brassard identique o été
.
(9) J P M I L L O T T E : "Le Jura et les plaines de l a S a b e aux iges des rnetaux" An. .
nales littéraires de 1'Université de Besanpon, vol. 59 (Atcheologie 16). Paris 1963. A notre
épte s'est sjouté un l o t de 3 rivets e n bronze, forgés. Section 2'5 X 3 mm., longueurs,
18'5-20 et 20'5 mm. Ces rivets furent découverts, por l a suite, 5 l'endroit ou gisait lyepée
précédemment enlevée.
L A R M A N D C A L L I A T : "Trouvaiiles archéologiques dans la S a b e 5 Anse (Rhone)".
.
Gallia XV, 1 Paris, 1957, p. 128, fig. 2, núm. 2.
.
(10) J P MI~LLOTTE:''La place du Massif Central dans l a France Protohistorique''.
. .
Bulletin de l a Société Prehistorique Franpise, LX, Paris 1%3, p. 663 et SS. (voir p. 684).
L
I
[page-n-85]
trouvé par H. Delporte dans un tumulus de Mons (Cantal) rnais ne comporte que 6
anneaux rassernblés par une barrette b double rainure. U n troisierne est signalé por
Coffyn (1 1 ) il n'en reste que des fragments de bracelets sur u n rnorceau de borrette.
Notre brassard, de dirnensions beaucoup plus importantes en fait u n objet exceptionnel (fig. 5. pl. 111, 1 et 2).
II faisait partie du dépot de la cachette d u "locus" 1 dont I'ensernble porait devoir
doter d u Vlllérne siecle avant J. C. d'aprés J. Arnal. J. P. Millotte, pour u n rnateriel
identique, pense ¿ le rattacher a u Hallstatt. I de Oechelette ou C de Reinecke. II est
toujaurs délicat de preciser une date pour un dépot hors stratigraphie cornrne c'est le
cas chez naus.
'
o
I
,
f0 cnn
Fig. 5.-Brassard
en bronze i éléments assemblés: Halistatt C de Roucadour. A gauche:
vue en dévation du brassard avec l a barrette d'assemblage. A droit: vue en (plan d'un
élément avec détails des assemblages (barrette en bronze A double rainure et 3 tiges
d'assemblage en fer).
ANNEAUX ISOLES. (Fig. 8, núm. 1).
U n anneau de bronze provient d u rnerne rnoule que ceux d u brassard b 25 éléments,
tous identiques ¿ celui-ci. II possede aussi les restes des trois tiges de fer qui probablement 1' assemblaient aux autres éléments, réplique d u brassard précité. Toutefois cet
anneau isolé est plus "neuf", h angles vifs, sans usure n i patine d'usage. En outre il est
déformé, replié sur lui-rnerne comrne pour s'adapter b u n tour de bras plus rnince (encare
que trés confortable). Poids actuel 60 gr.
Deux anneaux de fer, trés oxydés et liés ensembles s'étaint fixés par l a rouille ¿ l a
pihce de bronze. U n Iéger choc, accidentel, les en a séparés, prouvant d'ailleurs qu'il n'y
avait pos de rapport entre ces piaces, leur contact étant le fait &un pur hasard.
(11) Aimablement communiqué par notre ami Coffyn. Piece au musée de Libourne
(Gixonde).
- 70 -
[page-n-86]
Fig. 6.-Objets divers de Roucadour. 1 : Bracelet en bronze k tampons. 2 et 3 : Bracelets
en bronze k godrons.
- 71 -
[page-n-87]
18
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
BRACELET A GODRONS. (Fig. 6, núm. 2, .pl. IV, núm. 1 ).
Piece en bronce parfaitement consewée, peu oxydée. Diametre moyen intérieur 6 0
mm., diomhtre extérieur moyen 73'5 mrn., largeur moyenne 11 mm. Ce bracelet est
décoré par 2 0 godrons séparés 6 leur jonction sur I'anneau par un court intewalle d'un
millimbtre souligné par 2 rainures Iégérernent obliques. L'intérieur du bracelet présente
des arites "douces". Cette piece est d'un poids actuel de 81 '5 gr.
-
BRACELET A GODRONS. (Fig. 6, núm. 3, pl. IV, núm. 2 ) .
En bronze, de meme décorotion que le núm. 2 mais les godrons ne sont pos séparés
par des intervalles.
Ces éléments décoratifs sont au nombre de 2 4 (notons au passage la répétition de
nombre pairs). Diamhtre moyen intérieur 61 mm., extérieu: 73'5 mm., lorgeur moyenne
8'25 mm. Meme aspect que le núm. 2. Poids actuel 58'9 gr.
Nous citons encore I'excellente publication de J. P. Millotte (12) qui associe ces
parures au Hallstatt l. La présence de ces objets b Roucadour augmente vers le Sud-Ouest
I'aire de répartition qu'il indique.
U n bracelet 6 décoration identique, mais creux, est signalé par notre colligue (13) et
comporte 2 perforations pour un assemblage en "manchette de plusieurs éléments".
L'un de nous présente un élérnent de bracelet (ou de brassard) en bronze provenont
du dép6t de la Croix de Mus (Hérault). Cette pihce, d'un décor a cates trés rapprohées
posséde oussi des renflements a perforations d'assemblage vertical. De petite dimensions
(7 cm. de diambtre environ) elle s'ossocie aux brocelets alors que so technique la rapproche de notre brassard 6 2 5 éléments (14). 11 serait trés intéréssant de rechercher la
réportition de ce type de bracelet en Europe, cela dépasse le cadre de cet article.
TORQUE. (Fig. 8, núm. 2).
Destinée 6 priori a supporter des éléments de parure, cette piece affecte la forme
d'un cercle irrégulier, non fermé, dont les extrémités sont terminées par 2 crochets.
Cette p i k e est constituée par un f i l de bronze d'une diametre moyen de 3'3 mm. y
compris couche d'oxyde.
Lo piice est brisée anciennement en 4 troncons, trés oxydée et pise octuellernent 33 gr.
EPINGLE A ANNEAU. (Fig. 7, núm. 5, pl. III, núm. 4).
Jolie piice )parfaitement conservée et 6 peine recouverte d'oxyde puisque le bronze
cylindrique
opparait 6 peu prés partout. Longueur 101 m.,section variant de carrée
avec un diambtre moyen de 2 mm. Pointe "mousse", tete carrée aplatie et enroulée
sur elle-meme et emprisonnant un anneau brisé de 14 mm. de diometre extérieur et
constitué par un f i l de bronze.
L'aiguille, egalement en bronze, y cornpris I'anneau pise actuellement 5 g r .
HACHE EN FER. (Fig. 7, núm. 4).
Reste d'une belle hache en fer 6 oilerons. Le taillant a disparu, brisé. La douille
d'emmanchement est réalisée par repliage des 2 ailerons soudés par rapprochement, a
I'enclume et a chaud. Longueur de la douille 5 4 mm., dimensions intérieure maxi.
(12)
(13)
p. 41.
Voir note 10.
J. M I L L O T T E : "Une antique voie de passage". Archeologie, m - a v r i l 1965,
(14) A. SOUTOU et J. ARNAL: "Le cachette de fondeur de l a C r o u de Mus, Murviel-les-Bkziers (Herault) et la datation d u Launacien" Bulletin d u MusCe d'Aduopologie
Prehistorique de Monaco, 10. Monaco, 1%3, p. 173.
[page-n-88]
GROTTE DE ROUCADOUR
3 0 mm. x 21 mm. Lorgeur du taillont 6 lo fracture: 5 0 mm., époisseur
octuel 220 gr.
5
mm. Poids
BRACELET A TAMPONS. (Fig. 6; núm. 1 et pl. IV, núm. 3).
Trés belle p i k e de bronze parfaitement conservée. Diometres extérieurs 74'5 mrn.
e t 61'5 mm. Grosseur moyenne de I'onneou 6'2 mm., section trionguloire orrondie.
L'extérieur est tres sommairement décoré por de Iégeres encoches paroll&les groupées por
éléments de 2, 3, 4 ou 5. Les tompons sont triangulaires Q aretes trés "douces".
L'onneou présente une troce importonte d'oxyde de fer. Poids actuel de lo pi&ce 6 5 gr.
Fig. 7 . 4 b j e t s divers de Roucadour. 4: Hache en fer. 5 : Epingle en bronze & tete enroulée et anneau. 6: Anneau en bronze modé, décoré, de section losangique. 7: Ensemble de 2 anneaux en bronze moulé. 8: Ensemble de 4 anneaux en f i l de bronze ou
moulé (celui du bas).
ANNEAUX EN BRONZE. (Fig. 7).
Ce lot comprend les pieces de bronze suivontes:
U n grond anneau d'un diametre extérieur de 32 mm., au cercle presque parfait,
a),
réolise avec u n fil de section losangique de 1'5 x 2'2 mm. Grosse oxydation a la soudure
avec trace de fer. L a piece est décorée extérieurement par des coches sur les 2 faces
obliques de I'anneou, caté externe. Poids 2'3 gr. (núm 6).
[page-n-89]
b) Un anneou en f i l de bronze de 2 mm., d'un diometre extérieur de 26'5 mm.
retient 3 onneoux dont les diometres extérieurr con? respectivoment de 8'5 mm., 10 mm.
et 15 mm. Les deux plus petits sont réolisés molodroitement avec u n fil de bronze de
2 6 2'5 mm. de diomhrre; le plus prond est une piece moulée, non ébarbée et dont
les volves d u moule ne correspondaient pos exoctement u moment de lo coulée. Poids
.
de I'ensemble 4'7 gr. (núm. 8).
Deux onneoux entrelocés, I'un, épois, de section losongique de 3'6 x 4 .m
;
ovec
C)
u n dianhtre extérieur de 19'2 mm. ert une piice coulée; I'outre est réalisé avec un fil
de 2 mm., wec un diametre extérieur de 22 mm. üécorotion de coches obliques uniquement sur le deuxieme onneou, c8ré extérieur. Poids de I'ensemble 5'1 gr. (núm. 7).
Fig. 8.-1:
Eiknent de brassad en bronze avec 2 anneaux de fer accolés. 2: Torque
en bronze.
[page-n-90]
GROTTE DE ROUCADOUR
d) Un lot de 3 petits anneaux moulés, identiques, de 14'5 6 15'5 mm. de diametres
extérieurs, de section plate de 1'5 x 1 mm. Quelques traces d'oxyde de fer. Le bronze
pur apparait entre des plaques de patine et d'oxyde. Poids d'une piece 0'5 gr. (pl. IV,
numéro 4).
e) Anneau de 19 mm. de diamhtre extérieur, en f i l de 2 mm. avec protubérence
d'oxyde de fer diarnetralement opposée b la fermeture. Celle-ci présente un arrondi sur
les 2 extrémités du f i l comme pour faciliter une entrée (pl. IV, numéro 4).
AlGUlLLE ENROULEE. (PI. III, núm. 5).
Longue aiguille en bronze, sans tete, enroulée en 2 spires formant un anneau de
2 4 mm. de diametre extérieur moyen. Le diamhtre moyen du fil est de 1'5 mm. Poids
actuel 2'5 gr.
Un lot mathriei en trés mauvais état ne figure pos dans nos illustrotions. Nous,
nous bornons 6 en donner un inventaire.
a)
Pendentif
Composé de 3 ou 4 anneaux de fer liés les uns aux autres, cette piece nous est
parvenue dans un état d'oxydation complete.
~L'un des anneaux, plus large, possédait un oeillet auquel se rattachait une fine
chainette de bronze. Une dent de conis lupus (canine) complétait I'ensemble. Cette
dent, perforée a la racine suivant une mode tres ancienne devait &re enfilée sur un
anneau en fer Q en juger por les restes d'oxyde inclus dans la perforation. Toutefois des
traces vertes indiquent un voisinage avec du bronze, peut-&tre celui de la chninette.
Les anneaux de fer sont réalisés respectivement avec des fils de 2 b 5 mm. de
grosseur o I'exception de I'un d'eux en t61e de 7 b 12 mm. de largeur.
La chainette a conservé 5 maillons, chacun de 2 a 3 mm. de diametre extérieur. Cet
ensemble devait décorer un bracelet simple en fer et pese actuellement 14 gr.
b)
Anneau de fer
Réduit a six segments, cet anneau devait avoir un diometre extérieur compris entre
130 et 150.mm. Le métal est déduit a I'état d'oxyde et il n'est pos exclu que le feu
n'ait pos eu b intervenir dans la destruction de la pikce qui présente des boursouflures
de scories.
Le f i l devait avoir une grosseur maxi de 5 mm. Poids actuel 40 gr.
c)
Brocelet de fer
Gros bracelet en fer, trés oxydé. Devait posséder des tampons aux extrémités. Un
"copeau" de cuivre enroulé en spirale est adhérent 6 la piece. Nous estimons que la
grosseur maxima du bracelet était de I'ordre de 6 b 7 mm., le grand diametre extérieur
80 mm., le petit 73 mm. Poids actuel 55 gr.
d)
Anneau de bronre
Anneau trés
extérieur moyen
Une large tache
fermeture. Poids
e)
simple, confectionné avec un f i l de 2'3 mm. de grosseur. Diametre
25 mm. L'extérieur est décoré par de nombreuses encoches parallAles.
d'oxyde de fer se remarque sur la partie diametralement opposée b la
actuel 2'5 gr.
Tale de bronre
Deux frogments de tele de bronze de 6-10 d 8-10 de millimhtre d'épaisseur et
mesurent respectivement 21 x 15 mm. et 53 x 14 mm. Poids actuel: 2'9 gr. et 1'5 gr.
f)
Copeoux de bronre
Ce lot est composé de 4 "copeaux" de bronze enroulés en spirales trés serrées.
II s'agit en fait &une mince bande de métal, de 1'5 b 2 mm. de largeur et de
2'5-10 mm. d'épaisseur. Poids moyen d'une piece 0'3 gr.
[page-n-91]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
En foit il ne s'ogit que d'un cercle, dernier vestige de I'objet disporu. Lo piece est
en tole de fer bottu, de 0'25 mrn. de diometre intérieur 6 rebord chaudronné de 4
5 rnm. de débordement vers I'extérieur. La hauteur octuelle d u cercle est de 4 5 mm. en
moyenne et I'époisseur apparente de 4 6 5 - 1 0 mrn. Le corps disparu de lo situle étoit
en tole de bronze. II n'en subsiste que quelques frogments rivés a choud por écrasement
de rivets en fer. Ceux-ci sont au nombre de 21. Le cercle était fermé par recouvrement et
rivure 6 deux Oros rivets en fer sertis a chaud.
U n certain nombre de trous sons rivets se remarquent Iégerement ou dessous de lo
ligne de rivure de lo tole de bronze. Cette derniere n'o pos disporu por corrosion mais
o été découpée ne loissont en place que les lambeoux retenus sous quelques rivets.
Lo portie en fer est trés oxydée mois présente des zones trés bien conservées.
Quelques scories ferrugineuses sont collées a I'extérieu: de lo piece.
h)
Objets divers en fer
peintures. II rn'en a été remis quotre. Deux
Ces objets, proviennent de lo golerie
sont des genres de clous ou de broches de 6 et 1 1 cm. de long. U n troisieme est u n
rivet de 3'5 cm. et de 4 a 5 m m de diometre. La quotri&me piece, incomplete, presente
une forte boucle qui termine une bonde de métol de 2'5 cm. de lorgeur percée d'un trou
corré foré 6 froid.
QUELQUES CERAMIQUES DE LA GROTTE DE ROUCADOUR
(Groupe de Recherche Spéléologique de St. Céré, Lot)
T o u t l e long de la galerie principale e t surtout i son extrémité terminale, se trouvaient d e nombreux tessons gisani e n surface entre les
blocs d'un important éboulis. Au cours de multiples visites, t o u t le matériel d e surface a é t é ramassé pour éviter une disparition rapide car la
g r o t t e est pillée régulierement tous les éiés par des vacanciers. Tous
ces cbjets recueillis o n t é t é portés i l a connaissance des prehistoriens
qui se sont chargés de leurs études. C'est sous leur responsabilité que
ncus présentons les objets suivants. Toutes les céramiques ne sont pas
coniemporaines. O n p e u t y distinguer en gros quatre époques principales:
A.-Le
Bronze moyen caractérisé par des vases polypodes.
B.-Le
Bronre final caractérisé par des céramiques de la civilisation
des Champs dlUrnes.
C.-L'Hallstattien
principalemente représenté par des fabrications
locales.
D.-Le
se peignée.
Laténien, facilement reconnaissable grace aux gobelets a pan-
[page-n-92]
GROTTE DE ROUCADOUR
Les quatre groupes cérarniques sont constitués grace aux cornparaisons
avec les travaux généraux des archéologues européens, principalement les
allemands, e t avec les stratigraphies régiopales connues. En I'absence de
stratigraphie locales o u d'ensernble e n rnilieux clos, hornogenes ces attributions sont susceptibles d e révisions. Néanrnoins, la fouille récente de la
grotte du Noyer (Esclausel, Lot) nous rendra de graiids services pour
I'identification des céramiques du bronze rnoyen; bien qu'elle soit encore
inédite, nous y ferons de nombreux ernprunts. La stratigraphie de ~ a ' ~ r o t t e
de la Marsa (Beauregard, Lot) (1.5) bien que plus éloignée nous rendra
des services.
A.-LE
BRONZE MOYEN
A I'exception d'un seul tesson, fous ces fragments ont été trouvés sur le sol de la
grotte au milieu de la galerie principale, et non dans I'éboulis terminal de la galerie. II
n'y a guere que des voses du type "polypode aquitoin" de R. Riquet et des tessons appartenont Q un Bronze moyen local.
o)
Polypodes Aquitainr
Un polypode non décoré, forme biconique, 7 pieds. Couleur noire, fins dégraissants
de calcite, lissage extérieur et intérieur, trois boutons sur la carhne, anse en rubon. (fig.
9 núm 11 et pl. V, núm 1 1 ). Dimensions: haut. 1 1'5 cm. diam. h I'orifice: 16 cm.
,
diam. du fond: 8 cm.
Un polypode décoré. Couleur brune, fins dégraissonts de colcaire, 3 ou 4 boutons
doubles, longs de 4 cm. Le décor exécuté sur le col avec des peignes Q 3 ou 4 dents,
forme des losanges sur une hauteur de 5 cm., 10 pieds. Dimensions: haut, 10'5 cm.
diam a I'orifice: 19 cm. diam. du fond: 1 1 cm. (fig. 9 núm. 12 et pl. V, núm. 12).
,
Un fragment de fond de polypode dont il reste trois pieds; páte brune, dégraissant
colcaire (pl. VI núm. 14).
.
-Un fragment de bord de vose beige cloir, est orné de fins zigzags incisés Q cru
(fig. 9 núm. 13 et pl. V, 15).
,
-Un fragment de bord de vase orné sous la Ievre d'un mince cordon impressionné
(fig. 9, núm. 13 et pl. V, 15).
-Un fragment de bord de panse de vase ¿ ressout, ornée de quotre troits connelés
I
disposés verticalement en foisceau. (pl. V, núm. 17).
-Un bord de vase brun porteur &un bouton horizontol. II est orné sur le col diune
série de "V" couchés et imbriqués. Sur la ponse il porte des traits obliques en chevrons.
Ce décor a déjh été trouvé dans la doline de Roucadour et dans la grotte du Noyer (Esclousel, Lot). (pl. VI núm. 18).
-Un tesson de panse Q ressout, pote beige, est orné de quodrilloges et de chevrons
traités au trait cannelé fin. (pl. VI, núm. 1 1 ).
Cette série de vases, étroitement opparentés aux polypodes aquitains loissent prévoir lo découverte d'une civilisation originale dans le départament du Lot, la continuation des fouilles de la grotte du Noyer, permettra de mieux cerner cette civilisotion et
~robablementde la définir entierement.
(15) A
GAUSN: "La grotte
de la Marsa". Gallia-Prehistoire, IV. Paris 1961. p. 91.
- 77 -
[page-n-93]
ARNAL-COUCHARD-LORBLANCHET
B.-LE
BRONZE FINAL
Habituellement, on distingue trois phases dans le Bronze finol que I'on quolifie de
1, 11 et III qui correspondent en gros aux trois civilisations des Champs d'urnes. Disons
taut de suite qu'il n'y a pos de Champs dlUrnes 111 (ou Mailhacien 1 régionol ou figuratif stylisé) qui est caractérisé par un décor géométrique souvent apres cuisson. Un tesson
Fig. 9.-Céramique
d u Bronze moyen de Roucadour. 11: Vase- polypode non décoré.
12: Vase polypode orné. 13: Fragment de vase polypode possible pouvant &re néanmois d u bronze final.
ou deux d'ailleurs peu convaicants avaient été trouvés dans la doline. Dans la grotte i l
n'y en a aucun. Par contre le style I et II y est obandarnment représenté.
En gros le C. U. l . est caractérisé par une cérarnique tres anguleuse souvent ornée
de méplats circulaires. Le C. U. II mieux connu se caractérise par de nombreux décors
cannelés, appelés godronné, cannelures Iégeres (A. Soutou) et rilled wore (N. K. Sandars) et des rebords concave 6 I'intérieur.
[page-n-94]
GROTTE DE ROUCADOUR
Du fait de I'absence de stratigraphie locale cette différence est plus théorique que
protique. Nous la maintiendrons tout en reconnaissant sa fragilité.
o)
Le Chomps d'Urnes I (Bronze Final 1)
.
.
Nous nous barnerons 6 décrire les plus caroctéristiques.
-Un
petit vase biconique, fand plat, rebord pourvu d'un méplat légkrement in-
*
4'
5
0 1 6.jC-m
-*
Fig. 10.-Céramique du Bronze final 1 de Roucadour. 1 et 2:Vases biconiques sans décor.
3: U m e biconique i fond ombiiiqué. 4: Vase biconique a panse biseautée. 5 : Grand
vase i levre interne biseautée.
. .
cliné vers I'extérieur; lissage intérieur et extérieur, couleur brun fonce, Haut. 6'5 cm.
diam. 6 I'orifice: 9'7 cm. haut. du col 1'5 cm. max. de panse 9 3 cm. sous le rebord,
diam. du fond 4 cm. Ce petit vase a été trouvé dans I'éboulis terminal de la galerie
principole. (fig. 10, núm. 1 et pl. VI, núm. 1).
-Un petit vase biconique surbaissé, bord évosé sans col, rebord 6 méplat incliné vers
[page-n-95]
I'intérieur, fond ombiliqué, couleur brun foncé, pote fine, paroi mince (S mm.) o dégraissant calcaire et lissage interne et externe; Haut. 4'3 cm. diam. 6 I'orifice: 10'5
cm. haut. du bord 1'5 cm. Découvert au meme endroit que le précédent (fig. 10, 2).
-Une petite urne biconique, brun noir o I'extérieur et
I'intérieur et rosotre dons
I'épaisseur, paroi mince (3 mm.), p6te fine h dégraissants micacés, surfoce soigneusement lissée, fond cupulé (2 cm. de diom.). Haut. 10'5 cm. diam o I'orifice: 11 cm.
diam
la carene: 12 cm. largeur du rebord: 1 cm. Découvert avec les deux précedents (fig. 10, núm. 3).
important fragment de vase biconique, pote grossiere, couleur brun-clair ii
-Un
I'extérieur et brun foncé o I'intérieur, o dégroissants calcaire et de calcite; décoré
2'5 cm. au-dessous du rebord.
I'extérieur d'un biseau faisant le tour de la panse,
(fig. 10, núm. 4 et pl VI, núm. 4). A été trouvé vers le milieu de la galerie principale
au pied de la paroi sous un gros bloc.
-Un col de vose, de couleur brune, lissage externe et interne, biseauté sur le rebord interne, pote .assez fine o dégraissant calcaire, trouvé au fond de la galerie principole
¿ c6té du vase núm. 1. (fig. 10, núm. 5).
I
Champs d'Urnes II
-Une
moitié de bol, entierement reconstituable, brun f o n c é o I'extérieur et
¿ I'intérieur, pBte rosée dans I'épaisseur, fins dégraissants micacés, rebord interne orné
I
de quatre biseaux dominant trois larges cannelures, fond ombiliqué, Haut. 11 cm. dim.
h I'orifice: 17 cm. du fond: 6 cm. (fig. 11, núm. 6 et pI. VII, núm 1).
-Un petit vase reconstitué, 6 corene, pote brun foncé, lissage externe et interne,
6 f i n dégraissant de calcaire amorphe, fond ombiliqué. Haut. 7 cm. diam. de I'orifice
12'5 cm. diam. du fond: 6 cm. épaisseur de la paroi 5 mm. Découvert dans I'éboulis
final (fig. 1 1, núm. 7).
-Un
fragment de petite urne biconique, col rentrant, rebord évasé concave intérieurement et biseauté pote bien cuite, trés fine brillamment lissé, couleur brun noir, orné
de trois larges cannelures sur le col, et de deux minces cannelures sous le rebord et
sur la carene. Tres belle piece, trouvée dans I'éboulis termino1 (fig. 11, núm. 8 et
pl. VI, núm. 3).
-Un fragment d'une urne semblable, biconique, o col rentrant, rebord évasé concave, p6te épaisse de 6 mm. brun foncé o I'intérieur et rosé dans I'épaisseur, bien
cuite
fins dégraissants micacés. Décor composé de deux larges cannelures entre le
rebord et la carene. Trouvé dans I'éboulis terminal (fig. 11, núm. 10 et pl. VI, núm. 2).
Ces deux belles pieces sont caractéristiques du bronze final des palafittes. Le
Musée de Geneve en possede una grande quantité dans ses vitrines et dons ses tiroirs.
D'autres urnes similaires provenant des polafittes frongais sont exposées ou Musée St.
Germain. Dans les palafittes suisses, certoins sont ornés de gravures et pouraient opartenir au Bronze final III. (C. U. 3).
-Un
fragment d'urne biconique de plus grande taille attribuable au m6me type
bien qu'il soit incomplét, couleur brune, lissage externe et interne, dégroissants de calcaire, est décoré sur le col rentront de deux faisceaux de trois cannelures. Trouvé dons
I'éboulis terminal (fig. 11, núm 9).
-Plusieurs autres tessons de récipients de la meme civilisation gisaient dans I'éboulis terminal. Ils font double emploi avec ceux que nous avons décrit (pl. VI, núm. 6
6 10 et 13). Nous mettrons ii part un fragment a cannelures Iéghres obliques (pl. VI,
núm. 1 2) typique du Champs d'urnes Il.
-Un
fragment de coupe-couvercle, fond ombiliqué, .profil conique, rebord onguleux o biseaux multiples; orné de trois cannelures circulaires autour de I'ombilic, couleur brun noir, pote lissee (pl. VI, núm. 5).
En I'absence de tout décor gravé aprés cuisson, il est impossible d'attribuer un seul
de ces tessons au Bronze final III, bien que les formes de ces différents stades se
compenetrent, n'étont individualisé que par quelques détails de forme ou de décor.
En fait, cette constatation n'a rien de surprenant, la premiere époque des Champs
d'Urnes, dont la présence a été niée par W. Kirnmig, en France (16), ne se trouve pos
dans des cimetiires de Champs dlUrnes, mais tous simplement dans les grottes, et cela
dans tout le midi de la France. Nous reviendrons sur ce suiet tres important.
b)
(16) W. K I W I G : "O& en est la civilitation des Champs dYUrnesen France, principalement &ns l'Est?". Revue Archeologique de I'Est, H. Paris 1951, p. 66.
[page-n-96]
C.-LA
CERAMIQUE H M L S T A T T IENNE
De nombreux fragments, découverts b I'extrémité de l o galerie principale, appartiennent au prernier age d u Fer. Ils se distinguent netternent de l a voisselle des Champs
Fig. ll.-Céramique du Bronze ñnai 1 de Roucadour. 6: Vase cannelé intérieurement.
1
7 : Vase caréné. 8 et 10: Urnes biconiqucs cannelées. 9: Frament de vase cannelé.
d'Urnes par la grossiereté de l a pate (sauf de belles exceptions) par l a plus grande dimension des récipients e t par u n decor généralement frustre. .
II est toutefois possible que quelques céramiques arossiéres soient plus anciennes,
nous les classons dans I'hallstattien faute de stratigraphie locale.
[page-n-97]
L a pbte est généralement plus grossiére, plus épaisse ( 1 h 2 cm.), son dégraissant
est constitué par de gros grains de calcaire ou de calcite, est moins bien cuite e t s'éffrite
facilement (pl. VII. nO 9). La couleur des vases est le plus souvent brune ou rouge brique,
.
mais dans les vases plus luxueux, l a couleur noire e t les argiles affinées sont plus courantes; h noter I'absence fortuite peut-etre de cerámique h décor excisé ce qui en fait
un facies local.
Les formes et les dimensions. Les vases E! provisions ont de grandes dimensions, les
flancs sont Iégerement arrondis, le bord supérieur et le fond plats. Certains récipients
b col plus étroit que la panse pourraient représenter des sortes d'amphore (pl. VII, n 10).
.
O
Plus rares sont les bords a fond plat et les coupes coniques h pied onnulaire (pl. VII,
nO 8). Les récipients plus luxueux sont les coupes carénées ombiliquées ou non (pl. V i l ,
.
nO 2). Les coupes couvercles sont de plus grande taille qu'aux époques précédentes
.
(fig. 12, n.O 2).
F i g 1 2 . 4 r a m i q u e Halistattienne et de l a Tene de Roucadour. 1: Fragment de coupe
carénée ornée ii la plombagine. 2: Coupe-couvercle ii pied amulaire (Halist. C.). 3 : Gobelet A panse peignée (La Tkne).
Les décois sont assez particuliers. Les impressions digitales y jouent un grand d e ,
tantot alignées sur u n cordon (pl. VII. n.* 3 a 7), tontot appliquées sur toute l a paroi
extérieure (pl. VIII, nO 2 b 4). Dans quelques cas, les impressions de doigt sont imprimées
.
sur le bord supérieur, il s'agit probablement alors, d'une production d u Bronze moyen,
.
associée aux polypodes (pl. VI], nO 11). Les cordons impressionnés de coups de spatule
[page-n-98]
G R W E DE ROUCADOUR
obliques (pl. VIII, nO 5 et 6) peuvent étre hallstattiens mais il n'est pos exclus qu'ils
.
saient plus tardifs. Un fragment porte u n début d'excision (pl. VIII, nO 1). Certains frag.
ments ont de simples cordons pincés.
D'autres portent sur la panse des lignes d'incisions (pl. VII, nO 10).
.
U ñ seul fragment de coupe carénée (fig. 12, n." 1 e l pl. VII, n." 2 ) a pdte noire,
bien cuite, soigneusement lissée, est ornée d'un riche décar plombaginé (ou graphité)
f a i t de dessins géométriques grillagés sur les deux faces.
Toute cette cérarnique hallstattienne est identique a celles qulArmand Viré et André
Niederlender découvrirent dans les grottes, les tumulus et les habitats de plein air d u
causse de Gramat (17). Citons notamment, les lgues de Magnagues, le Cuzoul des
Brasconnies et les tumulus de la Cave. La doline méme a donné des tessons semblables,
mais contenaient aussi, quelques tessons de Chomps dlUrnes III, des vases excisés d u
Bronze moyen et hallstattiens, de petits fragments de céramique veinte, qui sont absents
de la caverne.
D.
DE L A TENE
La présence de cette période est attestée avec certitude par des fragments de gobelets de forme grossihrement biconique, a col lisse, et 6 panse peignée. La pdte est assez
grossihre, mais tres dure grdce 6 une excellente cuisson (pl. VIII, 8 et 9 et fig. 12, nO 3).
.
Ces gobelets sont un fossile directeur allant d u Vleme siecle avant J. C. a I'bpoque galloromaine et méme en pleine époque romaine. On en a trouvé en plusieurs endroits de
l a caverne.
Leur sont contemporains, quelques grands récipients ornés de cordons 6 impressions
de spatule obliques, hérités de I'hallstattien.
Enfin, les fossiles les plus récent sont représentés par des fragments d'amphores
gallo-romaines.
.
U n fragment de bracelet de bronze (pl. VI, nO 15) mal conservé, percé d'un trou circulaire. Cette perforatian rappelle celle du groupe de bracelets découvert dans la galerie
aux gravures rupestres.
.
U n tige b deux pointes en branze (pl. VI, nO 16).
Un aiguisoir en gres fin (VI. VI, n." 14). Tous ces objets ont été trouvés dans la galerie
principale.
IV
COMMENTAIRES SUR LA GROTTE DE RBUCADOUR
Conclure est trés souvent difficije en archéologie préhistorique.
Dans le cas présent, en I1a.bsence de fouilles rnéthodiques e t nieme
d e simples sondages conduits scientifiquernent, il-est irnpossible d'aborder le chapitre des conclusions.
Toutefois l'abondance e t l a qualité du matériel que nous avons exa-
(17) A. VIRE: "Fouilles de M. A. Niederlender dans les tumulus et dolmens de la
gare de Rocamadour". Congres de l a Société Prehistorique Francaise, Paris 1911, p. 393.
[page-n-99]
m i n é e t nos constatations personnelles sur place permettent quelques
commentaires.
Les figurations de la ((salle des peintures)), étudiées par I'abbé Glory,
indiquent que Roucadour f u t fréquenté des le Paléoli thique Supérieur (se1 1 A. Glory : Aurignacien II/I II e t peut-&re Gravettien) (1 8).
0 1
Comme A. Glory, nous pensons que des fouilles e n profondeur, t a n t
dans la zone des figurations que dans la premiere partie de la grande
grotte, risqueraient d e préciser ce qui s'est passé a u Paléolithique. Roucadour est-il un lieu seulement rjtuel, o u fut-il aussi un habitat?
Si l'on retient le choix du jieu pour I'accomplissement d e rites tribaux
(Glory dixit) la g r o t t e devient le p o i n t l e plus important du complexe
g é ~ g r a p h i q u ee t géologique ((doline-cavité)).
L e grand effondrement qui a obstrué I'entrée d e la «salle des peint ~ r e s ) )date vraissemblablement d e I'extréme f i n du Paléolithique Supérieur. C'est d ~ n c
sous I'éboulis que peuvent se trouver des couches paIkolithique a Roucadour.
En t o u t état de cause, les premiers occupant.; cornus d e la doline
vinrent aprés le grand effondrement.
Les travaux d e A. Niederlender d o n t nous devons la publication 2
I'un d e nous (J. Arnal) (19) nous situent cette premiere occupation a u
début du 46me millénaire.
A cette époque, du complexe ((doline-cavité)), o& f u t le centre d'inter&? Pourquoi cette doline fut-elle choisie p l u t 6 t que ses v o i s i n e d Nous
pensons que l e centre d'intéret est encore la cavité mais une autre raison
que la précédente se f a i t jour 2 la lumiere d e nos dernieres observations.
Nous avons constaté I'installation des homrnes dans la cavité depuis
le bas du grand éboulis jusque sur les pentes du f o n d (foyers). U n sentier a,
pendant des millénaires, frayé sa voie travers les éboulis, déplacant des
bloc: e t conipactant la pierraille.
La encore, I'absence de fouille ne nous renseigne pas sur les dép6ts
des premiers horizons néolithiques. Quelques rares tessons chas-'e e n s
~
prouvent cependant que, a u moins 2 cette époque, I'homme s'est hasardé
jusqu'au f o n d de la grande salle.
Dés cette époque, nous pouvons affirmer que la «salle d e l a Grande
(18) J. Couchard a effectué un certain nombre de photographies des empreintes et des
projections de glaise, i la demande de 1'Abbé Glory. Ce fut, hélas, noue dernikre coilaboration et rencontre, 1'Abbé devant trouver la mort peu prks dans un accident de voiture.
Une courte communication de 1'Abbé Glory résume les découvertes et ses travaux i Roucadour: "La pone de Roucadour, Lot". Bulletin dt: la Société Prehistorique Franqaise.
C. R S. M. núm. 7, octobre 1%4, p. OLXVI ?
CLXIX, 1 fig.
i
(19) Voir note 1.
[page-n-100]
GROTTE DE ROUCAWUR
Colonne», o h se trouvent du reste les foyers les plus vastes e t les plus
nombreux, fut fréquentée sans interruption jusqu'au Gallo-Romain. Cette
derniere époque, de durée assez imprécise
Roucadour, semble clore
I'activité humaine dans la cavité.
L'examen des dolines environnantes n'est pas tres encourageant sur
les possibilités d'existence d e points d'eau. Or la cavité de Roucadour
en est encore pourvue (2 lacs dont un ,pratiquement persistant) e t a
I'époque oY une végétation plus importante fixait I'humidité sur le plateau,
il est certain que le niveau de ces lacs était encore plus élevé.
Ce point d'eau bien protéaé e t constant a p u &re A I'origine du peupletnent de la doline.
Reste 2 expliquer les foyers interieurs, dont le nonlbre augmente au
f u r e t A mesure que I'on s'éloigne de I'entrée e t des «murettes».
Encore que rien ne nous y autorise, nous estimons ne pas devoir séparer les deux chosec.
Si I'on admet que I'eau a i t été l'intéret principal de la cavité, il fallait
y acceder commodement. Le premier lac, proche de I'entrée est contigü
a u foyer 15 e t aux «enclos». Le foyer est curieusement p!acé 2 un point
oY i l peut éclairer 6 la fois le lac, les «enclos» e t le bas du grand éboulis,
1 oY précisément, la lumiére du jour cesse de parvenir.
8
Quant aux foyers du fond, ils peuvent aussi avoir f t é formés lors de
periodes d'insécurité oir la grotte, dans son lieu le plus reculé, servait
d e refuge temporaire.
Ce genre de refuge est aussi un piege dont o n ne peut plus sortir
si I'assaillant s'obstine 2 garder l'entrée ou pénetre dans la grotte. Les
murettes sont-elles les vestiges d'un embryon d e fortification, transformant en assomoir le bas du grand éboulis oY la progression d'un assaillant
pouvait déjA lui causer bien des pertes?.
Si I'on considere le relevé de M. Carrikre, nous remarquons que le
fond de la grande salle passe sous l a doline voisine, au-dessus des foyers
3 1 e t 32. Cette doline est aussi terminée par une profonde cavité. Qui
sait si, A ces époques, un passage n'existait pas rendant une f u i t e possible? Mais le Moyen-Age e t les temps modernes avec leurs refuges e t
leurs abris souterrains, souvent sans issues, nous montrent que l e arefugesourici6re» n'est pas 2 éliminer.
Reste la possibilité de I'utilisation des dispositions naturelles de la
asallo de la Grande C o l o n n e ~comme lieu de rassemblement pour des
rites tribaux, les foyers se répartissant autour du centre d'intéret qui
devient la Grande Colonne e t le curieux piedestal naturel qui la compldte.
[page-n-101]
Ouand A l a sépulture du locus 2 elle n'est pas un f a i t rare au Bronze
Final.
La cachette plus récente du locus 1 a pu etre garnie entre le 1 er dge
d u Fer e t l e Veme sikcle (La T4ne 1).
Il semble bien que son matériel soit de meme époque. La doline e t la
grotte o n t fourni des poteries du Hallstatt I A La TBne 1/11 bien en rapport avec ce dep6t.
Intéressante, !a découverte de matériel. proto-historique dans la salle
des peintures prouve que cette salle était accesible A cette époque malgré le grand effondrement post-paléolithique. C'est sans doute A I'époque
du Bronze final que le calage des blocs 'dangeureusement placé 6 son
entrée, a été exécuté.
* * *
Koucadour sera pour nous une occasion de passer en revue les probl4mes posée par la chronologie du Bronre final.
Les cadres sont maintenant connus depuis longtemps. De nombreux
auteurs se sont attachés A en fixer un cadre général. Reinecke, Déchelette, N. K. Sandars e t W. Kimming ont proposé des successions que nous
pouvons résumer ainsi :
Reinecke
Bronze D
Hallstatt A
"
B
"
C
Kimmig (20)
C. U. I (Bronze Final 1)
C. U. II (B. F. 2)
C.U.III(B.F.3)
C. U. IV (Hallst. 1)
O. 6 J. Taffanel
Chronoloaie absolue
de J. J. HATT (21)
et C - 14
C. U. la-1 300 a-1 200
Mailhacien l
"
2
6-1 100
6-950
h-750
Aprés -650, premieres importations d'objets d u Moyen-Orient sur le
littoral méditerranéen
T o u t cela est parfaitement codifié en Europe centrale e t peut facilem e c t &re appliqué la France de ItEst.
En France, c'est tout autre chose car nous manquons de stratigraphie
étalée entierement sur cette période cruciale. Cependant, en rnultipliant
les comparaisons entre les gisements, en étudiant la rnorphologie de plus
prés, on peut obtenir des résultats qui pour &re approximatifs n'en sont
pas pour autant sans intéret.
(20) Voir note 16.
(21) J. J. H A l T : "Une nouvelie chronologie dc I'Age du Bronze Final". Bulletin de
la Société Prehistorique Frangaise, LVIII. Paris 1961, p. 184.
[page-n-102]
GROTTE DE ROUCADOUR
33
La civilisation des Champs dlUrnes, si mal nommée, a toute une ~ é r i e
de facies trés différents selon les régions. W. K i m m i g a distingué dans
IIOuest de I'Allemagne différents facies qu'il a appelé, Main-Souabe,
Rhin-Suisse e t Nord-alpine. Elle ne peuvent nous servir que d e trés loin
pour la morphologie car a u cours d e leurs déplacemerts, une évolution
s'est produite dans la forme e t l e décor d e la céramique. Quant aux objets
de métal, principalement les épées, ils sont trop rares pcur etre utilisable
dans I'immense majorité des cas. Ce sont les gués des rivieres qui sont les
grands fournisseurs d'épées. T o u t a u plus peuvent-ils nous servir 2 connaitre les points de passage des invasions e t cela meme en tenant compte
des déplacements produits par le courant des rivieres qui a entrainé en
aval, armes e t autres objets.
A Roucadour, nous avons I'association céramique-épée de bronze, qui
donrie une bonne vue sur la civilisation des Champs dlUrnes.
Dans sa chronologie J. D. Cowen place les épées des type Erbenheim
e t Letten dans le Champs dlUrnes II (Hallstatt A) ancien. Les épées d'Herr~igkofen
appartiennent au Champs dlUrnes II moyen e t celles de tocras
au Champs dlUrnes II récent. Donc, le dép6t de la galerie des peintures
dalerait du début du bronze final II, c'est 2 dire en partie contemporaine
du bronze final I 2 son déclin. Cette datation semble convenir i la céramique Nous y avons conservé !a division en deux époques mais cette
coupure est trés fragile. En fait si, nous comparons la céramique
celle
de I'Ouest allemand, nous constatons que certaines formes anguleuses se
rapprochent d u groupe Main-Souabe e t que meme les cannelures larges
font partie de la ressemblance. Par contre les petites urnes biconiques A
fond pointu ombiliqué o u non sont plus proches d u groupe Rhin-Suisse
dont elles n'ont pas le riche décor géométrique.
Une fois de plus, o n constate que !a civilisation des Champs d4Urnes
a débuté dans le Midi d e la France par I'occupation des grottes tant pour
y habiter que pour y déposer les incinérations de leurs morts. Nous ne
voulons pas donner une liste complete des grottes habitées 2 cette époque
par cette civilisation. Nous citerons a u hasard, la grotte de la Clapade
(Millau, Aveyron) (22)) la grotte du Cimetiere e t du Hasard (Tharaux,
Gard) (23), la grotte des Cloches (St. M a r t i n dlArdeche) (24) e t la grotte
(22) L. BALSAN et P. TEMPLE: "La grotte de la Clapade. Nécropole de 1'Age du
Bronze". Revue des Musées, fouilles et découvertes archéologiques, 1930, p. 3.
(23) M. LOUIS et SPELEOUUB ALESIEN: "La grotte du Hassard", Etudes
Roussiiionnaises. IV, 3 / 4 1954/55, p. 193.
(24) A. et P. KUCHARD et M. LOUIS: "La grotte des Cloches". Rivista di Studi
Liguri, XVI, 113, Bordighera 1950, p. 133.
[page-n-103]
de IIHortus (Valflaun&s, Hérault) cette derniere ayant donné une stratigraphie.
C'est pourquoi le terme de civilisation des Champs dlUrnes nous choque car elle désigne des gens qui, dans leur période ancienne, pour le Midi
de la France, n'utilisaient pas des cimetikres de champs d'urnes mais les
dép6ts funéraires en grotte. Aussi trouverions nous plus Iégitime de leur
donner un n o m valable, lorsqu'un gisement riche e t bien stratifié aura été
correctement fouillé.
Roucadour f a i t d é j i partie du m i d i d e la France. La, les gens des
Champs dlUrnes récents ( I I I e t I V ) y sont abondants e t o n t p u s'installer
principalement dans les basses vallées des fleuves e t dans les riches plaines du littoral. Nous ne les décrirons pas; leur céramique ornée aprés cuisson de représentations animales e t humaines trés stylisées sont trop connues par les fouilles de O. e t j. Taffanel 2 Mailhac (Aude) (25) e t d e P.
Ponsich 2 Millas (Pyr. Or.) (26).
Ce sont eux qui ont bati de grands oppidums rendus célebres par la
fouille e t leur publication e t sont a l'origine d e quelques grandes villes
(Béziers, Montpellier.. .). En t o u t cas, nous retiendrons que s'il est difficile
de subdiviser l a civilisation des Champs dlUrnes 2 ses débuts, la coupure
entre les Champs dlUrnes anciens e t récents est la chose l a plus évidente
qu'on puisse imaginzr. Malgré la ressemblance giobale de la céramique,
le gerire de vie, la répartition sur le terrain en f a i t deux groupes ethniques
totalement étrangers.
Meme dans ! céramique, certaines formes sont caractéristiques. La
a
petite urne biconique icol rentrant e t rebord évasé est absente des époques récentes qui sont trés largement pourvues de coupes carénées sur
pied annulaire. A u x époques anciennes, l e décor est limité 2 des méplats
e t ides cannelures normales o u larges tandis que les époques récentes
o n t des récipients richement décorés aprés cuisson de dessins géométriaues stylisés. Le méandre symétrique y joue le r6le de fossile directeur.
Comme t-ious l'avons vu, nous n'avons pu trouver de comparaison va!able dans les groupes rhénans puisqu'il faut prendre les formes du groupe
Main-Souabe e t les formes des vases du groupe d e Rhin-Suisse.
En France, J. J. H a t t vient de publier les fouilles de A. Brisson (27)
(25) M. U l U I S et O. et J. TAFFANEL: "Le premier Age du Fer Languedocien".
Institut International d'Etudes Ligures. Bordighera, 1955.
(26) P. PONSICH et A. DE .POUS:
"Les Cdiamps dYUrnes Millas". Etudes Rousde
siüonnaises, 1, 1, 1951, p. 1.
(27) A. BRISSON et J. J. HATT: "Fonds de Cabanes de liAge du Bronze Final et
du Premier Age du Fer en Charnpagne". Revue Archeologique de 1'Est et du Centre-Est.,
XVII, 314. Dijon 1966, p. 165.
[page-n-104]
GROTTE DE ROUCADOUR
en Champagne, e t I i nous sommes tout 2 f a i t a I'aise. Le matériel de Roucadour est trés proche d u Bronze Final lb e t du Bronze Final I l a des
environs dlEcury-le-Repos. II n'est jusqu'h I'épée dlErbenheim qui n e conf i r m e cette datation précise.
Quelques autres epées du Bronze Final I l a o n t été publiées soit sous
l e w béritable nom solt sans avoir été reconnues. C'est is cas de I'épée de
Tarascon trouvée dans un dragage du Rh6ne prés de cette ville, e t déposée
au musée de St. Rémy en Provence (Bouches d u Rhóne) (28). Une autre
a été publié2 par J. P. Millotte, elle a été trouvée au cours d'un dragage
de la basse vallée de la Sabne, prés dlAnse íRh6ne) (29). Une troisieme
eeifin figure dans un des précieux catalogues admirablement illustrés par
L. Coutil qui mettait son talent de peintre E la disposition de la préhistoire (30). Elle provient d'un dragage de la Seine h Rouen e t est dépcsée
dans le musée de cette vilie.
Cela porte 6 6 le nombre des épées dlErbenheim en France.
Les épées du Bronze Final II moyen (de Kimmig) o u Il b de J. J. hatt,
sont du type Hemigkofen. Nous en citerons les nouvelles découvertes qui
viennent s'ajouter aux onze pi6ces déja connues de J. D. Cowen en 1555.
Nous commencerons par celle de Lasbordes (Tarn) .publiée par J. Lautier
(3 1 ) trouvée dans un dragage du Tarn: nous la classons dans la catégorie
d'Hemigkofen bien qu'on puisse aussi la rapporter au type lb de Sproc k o f f ce qui la rejetterait dans l e C. U. lb, c'est-a-dire iune époque légerement plus ancienne. Les autres épées publiées depuis 1955 sont: deux
dans le Loiret (dragages d e l a Loire), un a Chécy signalé par I'abbé Nouel
(32)' I'autre par F. Quatrehornme (33) iMeung sur Loire.
Prés .de I'embouchure de la Loire otl J. D. Cowen avait d é j i signalé
deux épées, G. Bellancourt en a découvert deux autres publiées par J.
Briard (34). A u x cinq d é j i citées nous ajouterons une acitre épée trouvée
a Ottmarsheim (Haut Rhin) (35) au cours du creusement d u Grand Canal d'Alsace.
(28) Voir note 25, tome 1, p. 199.
.
(29) Voir note 9.
(30) L. COUTIL: ccInventaire..." F. A. S. 1921-2. pl. 5, p. 791.
A.
(31) J. LAUTIER: "Epée de bronze de Labordes". BuUetin de la Société Prehistorique Frangise LVIII, Paris 1961, p. 290.
(32) A. NOUDL: "Une épée de bronze uouvée B Checy (Loiret)". Bdetin de la Société Prehistorique Frangise LVIII, Paris 1961, p. 222.
(33) F. QUATREHOhlME: "Une troisihme épée de bronze trouvée B Meung-sur-Loire
(Loiret)". Buiietin de la Société Prehistorique Frangise, LIX, Paris 1962, p. 180.
(34) J. BRIARD: "Les dépots bretons et I'ilge du Bronze Atlantique". Rennes, 1965,
p. 186.
(35) J. J. HATT: c'Ottmarsheim". Gallia XVI, 1. Paris 1958, p. 332.
[page-n-105]
Finalement aux 43 épées dlHemigkofen données par J. D. Cowen dont
1 1 pour l a France, nous ajouterons les 6 glanées dans la littérature archéologique ce qui fait un total de 17 épées pour la France et 49 pour I'Europe.
Pour revenir aux épées du type Erbenheim, celle de la grotte de Rou-
Fig. 1 3 . 4 r t e de répartition en Europe des épées. Points nous: Epées d'Erbenheim.
Cedes Blancs: Epées d'Hemigkofen. Les numéros correspondent i ceux de J. D.
Cowen, completée pour la France. - Epées de Erbenlieim. N 22: Roucadour. NO 23 :
.
O
.
Anse (Rh6ne). N 24: Tarascon (Bouches du RhGne). NO 25: Rouen (Seine Infé.
O
.
rieure). - Epées de Hemigkofen. N 44 et 45 : Beiievue (Loire Maritime). N 46:
.
O
.
O
.
O
Lasbordes (Tarn). N 47: Meung sur Loire (Loiret). Pour les autres numéros vou
la carte de J. D. Cowen.
[page-n-106]
GROTia DE ROUCADOUR
cadour est la seule en France qui se trouve dans un contexte cohérent
puisque !es cinq autres proviennent de dragages. A défaut de stratigraphie
locale, nous dirons qu'elle appartient ila phase ancienne de l a civilisation
des Champs d'urnes e t si nous nous reportons 6 la chronologie de MüllerKarpe, de Kimmig o u de Hatt, on peut préciser qu'il, c'agit du Bronze
Final I l a (fig. 13).
Les autres objets de bronze trouvés dans la caverne datent du Hallstattien C.
Une exception peut &re faite pour le bracelet ouvert, á tampons (fig.
6, n." 1 e t pl. IV, n." 3) qui est Laténien.
[page-n-107]
[page-n-108]
l..-Vase h cordons et impressions d'ongle.
2-4.-Impressions d'ongle (Néolithique récent de Roucadour).
3 . 4 r a m i q u e incisée A chevrons (Bronze moyen).
5 -Petit vase cylindrique entier (Coii. P. Andrieu) provenant sans doute du niveau Al de la doline (Néol.
récent).
6.-Polypode (Bronze moyen).
7.-Vase biconique (Chw;~sdlUrnes 1-11].
[page-n-109]
Objets de bronze :
l.-Plat (Champs d'Urnr; 1/11).
2.-Poterie godronnéi (Champs d'Urnes 11).
3.-Poterie graphitée (Haiistatt D).
4.-Galet usé (lissoir 3).
5.-Fond circulaire perforé (Haiistatt D).
6.-Vase de la Tene 1.
7.-Fusaiole
en terre cuite décorée (probablement
Bronze moyen).
[page-n-110]
LAM. 111.
Oklets de bronze :
l.--Brassard en bronze i 25 éléments.
2.-Un élément du brassarci de bronze.
3.-Bracelet e n bronze dc technique i peu prés identique provenant du Tumulus de St. Ybard. Correze
(Musée de St. Germain en Liye).
A tete enruulée avec anneau de
bronze.
5.--Épingle en bronze, enrouléc en spirale
6.--Bouton plat en broíize avec anneau et beliere.
4. --Epingle en bionze
[page-n-111]
Ohjets de bronze :
l. --Bracelet en bronze plein B godrons (20 bossages).
2. -Bracelet en bronze plein B godrons (24 bossages).
3.-Bracelet en bronze A tampons.
4.-Lots d'anneaux en bronze moulés ou tréfilés. Certains assemblés et fermés par soudure ou serrage.
[page-n-112]
LAM. V.
Céramique du Bronze moyen:
11, 12 et 14.-Vases polypodes. 15
18.-Vases
du Bronze moyen local. .
[page-n-113]
LAM. VI.
ARNAL-CO'GWlARD-L0RBLANCHET.-Roucadour
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[page-n-114]
ARNAL- COUCHARD -1
.ORBLANCHET.-Ronca dour
LAM. VII.
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y
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[page-n-115]
i-i
Cétamiques Haiistattiennes et de la Tkne:
1 h 4.-Grands récipients ornés su-doigt ou la spatule.
5 et 6.-Cordons impressfonés h la spatule de la Tkne.
8 et 9.-Gobelets peignés de la Tkne.
[page-n-116]
AXEL H A R T M A N N y P H l L l N E K A L B
(Alemania)
Investigaciones espectro-analíticas sobre
hallazgos hispánicos de oro
Este estudio de los análisis del material en objetos de época protohistórica española, tiene el carácter de nota preliminar, pues hasta el presente sólo conocemos parte de los hallazgos. Sin conocer previamente los
materiales de otros Museos peninsulares y e! análisis de oros naturales
de España, para comparar su composición con la de los hallazgos estudiados y poder así señalar los tipos que fueron importados y los que proceden de !a producción indígena, hemos de proceder con cierta reserva,
refiriéndonos a los resultados obtenidos en e! examen d e las piezas de
los Museos de Alicante, Barcelona, Jaén, Murcia, Sevilla, Valencia, A r queológico Nacional de Madrid y Colección Cuadrado Diaz (1).
El material analizado se divide en dos grupos, caracterizándose uno
por la existencia de platino en pequeña cantidad, y el otro por l a carencia de dicho metal. En ambos grupos se encuentra, igual que sucede con
el oro prehistórico d e otros países, cobre, plata, estaño.
En el cuadro 1 indicamos los hallazgos que contienen platino (2). En
(1) A los directores de todos estos Museos expresamos nuestro agradecimiento por su
amabilidad y ayuda en nuestro trabajo.
(2) El límite de comprobación de platino en nuestro método de análisis alcanza 0'008 %,
quedando indemostrable para nosotros la existencia de menor cantidad; en consecuencia,
algunos de los objetos incluidos en la lista de los exentos de platino, quid debieron incluirse
en esta 1.8 tabla. Siempre hay .limitaciones de esta índole en esta clase de investigaciones,
por lo que no debe sobreestimarse los objetos sueltos sino los conjuntos de cierto número
de eiios.
[page-n-117]
HARTMANN-KALB
ellos el porcentaje de plata es, en general, inferior al 10 % y sólo en p o
cos casos llega al 15 %, porcentaje natural, que en ciertos yacimientos
llega ai 20-30 %.
En cambio, el porcentaje de cobre en la mayoría de los objetos es
superior al 3 %, porcentaje n o existente en el oro natural, l o que quiere decir que se trata de una elección hecha con e propósito de obtener
!
un color amarillento-rojizo, que se apreciaba mucho, y además por razones de economía, ahorrándose oro. Escasos objetos muestran u n contenido de cobre de! 1 % y aún menos, l o que puede tomarse como porcentaje natural.
La costumbre de alear oro con un poco de cobre n o se conoce en la
Europa Centra! antes de los Campos de Urnas y disminuye en las épocas posteriores de Hallstatt y La Tkne. En cambio, la Europa Occidental conoce esta costumbre desde u n Bronce Tardío en Irlanda, por ejemplo, y
sigue durante las épocas posteriores y !o mismo ocurre en la Península
Ibérica, por l o menos durante la época ibérica, que es la que estamos
ahora tratando.
El porcentaje de estaño es muy bajo (también con~paradocon otros
grupos de materiales) n o llegando indudablemente a veces, a limito de
!
prueba, es decir unos 0'003 %. En general, el contenido de estaño significa que :proviene de oro de los rios en lugar de proceder de yacimientos mineros, pues son frecuentes los minerales de estaño en los sedimentos de los rios, aconipañando al oro en e proceso del «lavado» y entran
!
así en l a fundición del mismo. Sin embargo, de ese oro de río es posible
sacar pepitas (Nuggets) sin minerales acompañantes l o que explicaría la
falta de estaño en este tipo de oro, en algunos casos. Pero en general la
falta de estaño sign~fica
que el oro procede de explotaciones mineras. Por
otra parte, el estaño también puede entrar como ingrediente del cobre
aleado, pero en los casos aquí estudiados n o !o parece así, pues debería
haber un porcentaje mínimo de 0'1 % y n o l o hay.
Durante todo el perí0d0 del Bronce de la Europa Central y Occidental.
sólo en .muy escasas excepciones encontramos oro colteniendo platino.
Este aparece en la Península Ibérica por primera vez en los hallazgos ibéricos antiguos (3). Esta constatación nos parece de interés si tenemos
en cuenta que justamente los hallazgos más importantes, como por ejemplo, los torques con colgantes de máscaras de Cheste, la diadema y col-
(3) En Europa Cenual no se encuentra oro conteniendo platino antes de La Tkne. Se
distinguen dos grupos: uno con gran porcentaje de plata (ca. 25 %) por lo que se diferencia del grupo ibérioo; el otro, más reducido, que parece provenir de oro del Rhin y
cuyos materiales se distribuyen muy cerca del Alto Rhin.
[page-n-118]
gantes con máscaras de Evora, los tesoros de Jávea y e l Carambolo (4),
son los que muestran indudable i n f l u j o del Mediterráneo oriental, por l o
que surge l a idea de la importación de este t i p o de oro, ya que justament e estos objetos son los que hacen sospechar, estilísticamente, influencias de! Este de! .Mediterráneo; hay que añadir e l resultado de algunos
análisis de hallazgos griegos, egipcios y orientales que muestran l a frecuencia del oro conteniendo platino durante todas las épocas. Tal vez el
oro con platino pudo haber sido importado junto con tales influencias
culturales (5).
Pero ello n o significa que todos los objetos de oro conteniendo plat i n o hayan podido ser importados en su forma definitiva, pues existe !
a
posibilidad de una fabricación indígena con materia prima importada. Se
debería, pues, investigar estilística y tipológicamente cada objeto por sí
mismo para poder opinar sobre esta cuestión.
El hecho de la fabricación indígena con oro importado también pued e suponerse mirando el Cuadro 2 es decir el grupo de objetos de oro
,
sin platino, que es mucho más numeroso que el grupo con platino.
1
2
3
4
Fig. 1
Aquí existe gran número de objetos de igual tipologia que e n el Cuadro l , por ejemp!o pequeños anillos (fig. 1 y 2). También encontramos
distribuidos entre ambos grupos, objetos de la Bastida de Les Alcuses (6),
Caudete d e las Fuentes o del hallazgo del Cortijo de Evora, por tanto puede deducirse con seguridad, que han sido labrados los dos tipos
de oro al mismo tiernpo. Para el grupo falto de platino n o tenemos iridi-
(4) Del tesoro del Carambolo sólo nos sirvió para la investigación un fragmento amorfo.
(5) El hallazgo de la Aliseda, en cuyas piezas no se ha hallado platino, hay que aíiadirlo al grupo 2. Es posible que su distancia de la costa fuese una explicación.
(6) La cadena trenzada de la Bastida muestra, según M. A. V d de Pla (V. C. N. A.,
Zaragoza, 1957, p. 239) influencia griega. Precisamente en este objeto no puede comprobarse la existencia de platino; mis bien parece pertenecer al 2 . O grupo. Aunque debemos
ser cautos en la interpretación de análisis aislados, podría admitirse que se trata de una
fabricación indígena.
[page-n-119]
Tugia (Ja6n)
F. O. ?
Jávea (Alicante)
AU 1.918
Au 1.946
Au 1.951
Au 1.952
Au1.953
Au 1.954
Au 1.955
AU 1.956
Au 1.964
Au 1.967
Au 1.976
Au 1.982
Au 1.983
Au 1.984
Au 1.989
Au 1.990
Au 1.991
Au 1.993
Au 1.994
Au 1.997
Au 1.9%
Au 2.007
Au 2.008
Au 2.061
AU 2.063
Au 2.064
Au 2.067
AU 2.070
AU 2.073
Au 2.074
Au 2.075
Au 2.080
Au 2.081
Au 2.093
Au 2.094
Au 2.098
Au 2.105
Au 2.380
Au 2.384
Au 2.383
Au 2.391
Au 2.392
Au 2.394
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a7
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3
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$9
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1
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9.049
9.040
9.056
9.156
-
-
s.
Tumba 403
-
Inv.
Inv.
Inv.
Inv.
-
Tumba 452
.,
-
9,
Tumba 707
3
Tumba 866
>
,
Tumba 1.082
,
>S
Tumba 687
Tumba 805
Tumba 86415
-
-
A
A
-
Inv. 28.517
-
Tumba 182
Referencia
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2,
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9,
S>
7,
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7,
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3,
S,
9,
9,
I,
M. A., Alicante
m
Ayuntamiento, Galera
M. A., Murcia
3,
$9
M. A., Sevilla
,,
S
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Ayuntamiento, Valencia
9,
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S. 1. P., Valencia
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,
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2
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S
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M. A. N., Madrid
Col. Cuadrado
Col. Vilaseca
Museo
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3,
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Y,
9,
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1,
I,
>1
Anillo trenzado de alambre
Colgante con cadena
Cinta con ojetes en los extremos
Arete, ti,? figura 1, 3
m
"
1,2
Sortija
Arete ripo figura 1, 2
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"
1,2
3,
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" 1, 1
>
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"
1, 3
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" 1, 3
Anillo en cinta
Arete, tipo figura 1, 2
Fragmento de lámina
Arete
Fragmento de lámina
Colgante con máscara
Broche
Torques
Colgante con máscara
Diadema
Pendiente
Cuenta perforada
Pendiente fenicio
Fragmento de lámina
Arete macizo
Arete, tipo figura 1, 1
Arete macizo, tipo figura 1, 1
Arete
Sortija de alambre
Eslabón?
I
ca. 6
ca. 6
ca. 5
ca. 6
ca. 10
ca. 2
ca. 9
ca. 5
1-2
2-3
1-2
a. 8
0'008
4'5
6'2
1'6
5'3
5'9
4'8
5'6
4'6
3'6
5'8
0'34
2'9
5'0
0'30
0'26
2'6
2'7
2'8
0'30
0'85
0'36
0'37
3'7
3'6
4'9
8'0
1'0
4'7
3'2
5'1
5'0
6'2
2'5
3'0
7'2
8'2
13
3'4
3'9
4'4
6'0
7'6
0'34
4'9
a 10
.
ca. 3
ca. 2
ca. 1
ca. 9
ca. 1
ca. 1
ca. 1
ca. 1
ca. 2
1-2
ca. 14
ca. 7
a 4
.
2-3
ca. 7
ca. 10
ca. 10
ca. 2
ca. 10
ca. 4
2-3
ca.14
11
ca. 10
10-15
10-15
10-15
ca. 15
ca. 10
ca. 10
ca. 10
0'013
0'047
0'017
0'025
0'048
0,029
0'024
0'015
0'043
Sp.?
Sp.?
0'062
0'093
0'013
0'014
0'015
0'013
0'010
0'013
0'014
0'010
0'009
0'010
0'015
0'020
Sp.?
0'022
0'014
So.?
0'011
Sp.?
0'009
0'008
0'012
0'009
0'015
0'008
Sp.
0'012
0,022
0'033
Sp.?
< 0'01
0'036
0'47
ca. 3
Arete, tipo figura 1, 4
Brazalete con extremos de cabeza serpiente
Arete hueco
Arete
Diadema
Cadena trenzada de alambre
,
m
,>
0'004
0'004
n. d.
n. d.
SP.
Sp.?
n. d.
n. d.
n. d.
Sp.?
n. d.
n. d.
0'004
n. d.
n. d.
0'007
0'006
n. d.
n. d.
0'006
0'032
0'021
0'020
0'021
0'010
0'013
n. d.
0'007
0'025
0'008
0'016
0'008
0'003
0'005
n. d.
n. d.
Sp.
0'020
0'003
0'018
0'004
0'002
n. d.
0'097
n. d.
Sn.
A
-
Sp. Ni.
Sp. Bi
-+
-
-
A
Sp. W.
Sp. Ni.
-
-
-
-
Ni.
Sp. Sb; 0'09 Pb.
0'065 Pb.
-
-
Ni sp.?
Sp. Ni.
0'03 Pb.
Ni sp.?
-
Otros
elementos
-
Pt.
Cu.
Ag.
Objeto
1
contenido constatable tan bajo que no puede comprobarse la cantidad; n. d. (not detected) significa que no se ha comprobado este elemento, es decir que no existe o existe
por debajo del limite comprobable.
NOTA. El valor numérico está indicado para Ag. en % de la aleación (aleación = 100); para Cu. y los demás elementos en % del contenido de oro (oro = 100); Sp. significa un
-
>>
3,
Albufereta (Alicante)
a>
Torres Alocaz (Sevilla)
Carambola (Sevilla)
Galera (Granada)
Cabecico Tesoro (Murcia)
"
"
Cartijo Evora (Cádiz)
"
,,
,,
"
"
La Bastida (Valencia)
Ibiza
Cheste (Valencia)
,S
"
Los Villares (Valencia)
,>
9,
Villaricos (Almería)
"
"
"
"
,
El Cigarralejo (Murcia)
Serra de la Espasa (Tarragona)
Au 1.786
AU 1.827
"
Yacimiento
Análisis
número
C U A D R O
[page-n-120]
C U A D R O
Análisis
número
Au 1.783
Au 1.784
Au 1.787
Au 1.788
Au 1.789
Au 1.790
Au 1.791
Au 1.797
Au 1.798
Au 1.799
Au 1.916
Au 1.919
Au 1.920
Au 1.921
Au 1.943
Au 1.957
Au 1.960
Au 1.961
Au 1.962
Au 1.963
Au 1.965
Au 1.966
Au 1.968
Au 1.969
Au 1.970
Au 1.971
Au 1.972
Au 1.973
Au 1.974
Au 1.975
Au 1.977
Au 1.978
Au 1.979
Au 1.980
Au 1.981
Au 1.985
Au 1.986
Au 1.987
Au 1.988
Au 1.992
Au 1.995
Au 1.996
Au 1.999
Au 2.000
Au 2.001
Au 2.002
Au 2.003
AU 2.004
Au 2.005
Au 2.006
Au 2.009
Au 2.017
Au 2.018
Au 2.019
Au 2.021
Au 2.022
Au 21023
Au 2.024
Au 2.025
Au2.026
Au 2.027
Au 2.028
Au 2.062
Au 2.065
Au 2.066
Au 2.069
Au 2.071
Au 2.082
Au 2.083
Au 2.084
Au 2.085
Au 2.086
Au 2.087
Au 2.088
Au 2.091
Au 2.092
Au 2.095
Au 2.099
Au 2.101
Au 2.102
Au 2.103
Au 2.382
Au 2.385
Au 2.386
Au 2.387
Au
Au
Au
Au
Au
2.390
2.395
2.3%
2.397
2.398
Yatimiento
El Cigarralejo (Murcia)
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3
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Málaga
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Inv.
Inv.
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M. A., Barcelona
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28.520
28.518
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M. A. N., Madrid
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471
707
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Los Villares (Valencia)
La Bastida (Valencia)
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Ibiza
Cortijo Evora (Cádiz)
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Alcalá del Río (Sevilla)
Itálica (Sevilla)
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Cabecico Tesoro (Murcia)
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Inv. B-3.101
Inv. B-.3.099
Inv. B-3.097
-
Inv. 9.034
Inv. 9.059
Inv. 9.035
Inv. 9.036
Inv. 9.037
Inv. 9.038
Inv. 9.039
Inv. 9.054
Inv. 9.077
Inv. 9.081
Tumba 415
-
-
-
ca. 5
ca.7
ca. 11
ca. 5
ca. 12
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.
ca. 5
a. 4
ca. 10
ca. 3
ca. 6
3,
ca. 7
I
ca. 5
Arete, tipo figura 1, 4
ca. 6
Disco
ca. 13
Arete con cuenta
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 3
3
Arete
2
,
2
2-3
Arete, tipo figura 1, 2
18
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ca. 22
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1,3
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Arete cerrado
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 2
ca. 7
Cerradura
ca. 5
Arete, tipo figura 1, 2
ca. 10
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ca. 8
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ca. 15
Arete cerrado
ca. 10
Arete, tipo figura 1, 3
ca. 3
Sortija
ca. 17
Arete, tipo figura 1, 4
ca. 9
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ca. 10
"
"
"
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5-10
Cadena trenzada
ca. 10
Arete abierto
10-15
Arete
10-15
Fragmento de arete
ca. 10
Brazalete de alambre
ca. 17
Cuenta bicónica
ca. 13
Arete, tipo figura 1, 1
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ca. 5
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ca. 3
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ca. 4
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ca. 13
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Pequefio colgante
ca. 11
Arete, tipo figura 1, 3
ca. 4
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1'3
ca. 10
3,
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ca. 11
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"
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ca. 9
Arete
ca. 4
Sortija
ce. 13
Colgante
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Arete, tipo figura 1, 1
ca. 3
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Arete, tipo figura 1, 4
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Inv. 27
Inv. 194
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6'9
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3'0
3'8
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3'9
6'5
2'9
2'0
3'9
11'0
1'2
1'3
0'19
0'18
0'41
0'45
4'6
3'7
4'7
5'1
0'17
2'9
25'0
28'0
3'7
0'98
0'96
0'10
0'08
3'0
3'8
3'6
1'4
1'4
3'0
2'2
2'4
2'9
3'4
0'16
9'2
4'1
1'8
0'26
6'3
4'0
8'1
4'7
17
4'7
9'5
20'0
10'0
22'0
2'2
3'1
7'9
3'1
3'8
2'3
4'5
6'6
6'0
0'74
5'3
6'4
0'52
9'1
13'0
6'6
9'3
4'4
1'3
1'6
1'1
6'7
11'0
6'0
4'9
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0'017
n. d.
n. d.
n. d.
0'008
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n. d.
0'010
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0'023
0'038
0'007
0'014
0'011
n. d.
0'005
0'004
n. d.
n. d.
0'017
0'022
0'006
0'005
0'005
Sp.
0'055
0'007
0'018
0'045
0'008
0'017
0'053
0'012
0'012
n. d.
0'009
0'032
0'021
0'008
0'022
0'006
0'006
0'004
0'003
n. d.
0'011
Sg.
0'026
0'002
0'003
0'009
n. d.
0'003
n. d.
0'005
0'003
0'021
n. d.
0'031
0'005
0'005
n. d.
n. d.
0'007
0'078
0'006
0'010
0'083
n. d.
0'009
0'065
Sp.
n. d.
n. d.
0'020
0'013
0'005
sp.
4'2
1'85
3'0
4'8
5'4
0'004
0'095
0'018
0'007
0'006
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Tumba 1.069
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Museo
Referencia
Tumba 239
Tumba 195
Tumba 209
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ca.
ca.
ca.
ca.
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Ni < 0'01
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M
M
M
Sp. Bi.
SP. Bi.
-
-
Pb. 0'03
-
Pb. 0'03
Zn. 0'05
Ni < 0'01
Pb. 0'03
Zn
Sp. Ni
-
Sp. Pb.
-
+
[page-n-121]
[page-n-122]
HARTMANN-KALB
cios d e que también fuera importado, y teniendo los hallazgos d e ora d e
la Edad d e l Bronce d e la Península Ibérica una composición semejante,
nos iriclinamos más b i e n a suponer una procedencia peninsular d e este
grupo. Pero como ya hemos dicho, faltan los análisis de oro naturai español para. cotejarlos con la joyería de los dos grupos, por l o que l o expuesto ha d e tener carácter hipotético. Además los datos obtenidos e n
los análisis del grupo sin platino, son entre sí t a n dispares que podría suponerse que e oro de.este grupo es d e diversos orígenes. Hasta ahora n o
!
hemos visto !a posibilidad d e subdividir este segundo grupo, pero tal vez
sea factible ampliando e l número de las investigaciones.
Los datos del análisis también dependen d e que en tiempos posteriores a! primer uso se hubieran fundido repetidas veces los objetos para fabricar otros y, por otra parte, de l a existencia d e talleres diversos que
usaran diferentes porcentajes de aleación d e cobre. En cuanto al porcentaje d e cobre y estaño vale l o dicho más arriba, y con respecto a !a plata,
el porcentaje parece más a!to, en comparación con el grupo primero.
Los anillos del t i p o de las figuras 1 y 2 están distribuidos por igual
en ambos grupos; sin embargo, la mayoría d e los tipos de lar figuras 3
y 4 pertenecen a l grupo 2, es decir sin platino. Del t c t a l de 38 anillos
de estos dos tipos únicamente en tres hemos podido comprobar la existencia d e platino.
Finalmente mencionaremos 8 anillos que n o entran e n ninguno d e los
dos grupos. Se trata de los del Cuadro 3.
El porcentaje de plata e n cinco d e ellos es m u y alto, entre 30 y 50 %;
la existencia d e una pequeña cantidad de plomo o bismuto (en un caso
ambos) significa aleación d e plata, pues p l o m o y bismuto son elemeritos
acompañantes de la plata nativa. Esta conclusión t a m p x o está exenta
de dudas, pues como se ve en los Cuadros 1 y 2, también otros objetos
contienen plomo o bismuto, infiltrados, tal vez, por la aleación de cobre.
Los tres últimos objetos d e l Cuadro 3 destacan p o r su porcentaje d e
plata extremadamente bajo (ca. 0'1 %). En este caso hay que suponer
una purificación artificial, pues un porcentaje t a n bajo n o se conoce e n
ningún caso d e oro natural.
El oro purificado n o es m u y frecuente en tiempos prehistóricos; sin
embargo, se conocen dos casos e n Irlanda, del Bronce Tardío. También
existe oro purificado en monedas griegas d e l cuño de Alejandro M a g n o
y de su padre Philippo I l. Una descripción del proceso d e purificación d e
oro er: tiempos antiguos nos ha sido transmitida p o r Diodoros (VI 3 5 )
con detalles poco precisos, pero que tendrán un fondo de verdad.
[page-n-123]
JÜRGEN U N T E R M A N N
(Alemania)
Lengua gala y lengua ibérica en la Calia
Narbonensis
Son objeto de este ensayo las lenguas prerromanas d e la Francia meridionai, llamada, conforme al uso romano, ((Gallia Narbonensis)). Es e n
particular la parte orientada hacia el Mediterráneo la q u e nos proporcion a una base para los estudios lingüisticos: un n ú m e r o considerable de
inscripciones indígenas anteriores a !.a romanización procede d e la reg i ó n comprendida entre los Pirineos, los Cevennes y los Alpes.
El mapa 1 muestra los lugares que nos han procurado tales monumen.
tos [dejando fuera 'os hallazgos monetales). Las dos c1as.e~de símbolos
empleados corresponden a dos distintas escrituras:: los triángulos a la ibérica, las cruces a la griega. Esta ú l t i m a abarca toda la cuenca inferior
de! río Ródano, llegando en dirección este hasta Cadenet sobre el río
Durance; hacia occidente, el p u n t o extremo es Montagnac, a pocos kilómetros al este de! río Hérault (1). Al oeste del mismo río, a p a r t i r de
St. Thibéry (el antiguo Cesero) hasta Elne, la ciudad ibérica d e Iliberris,
(*) Agradezco a las señoritas Heidi Metzger y Sybiüe Olshausen y a don Wolfgang
Blümel su ayuda en la preparación del texto y los mapas. Un resumen en lengua alemana
fue publicado bajo el título "Gallier, Ligures und Iberer in Südfrankreich nach dem Zeugnis von Personennamen", en Proceedings of the Ninth International Congress of Onomastic
Sciences (hndon 318-7-1966), Lovaina 1969, pág. 439-454.
(1) El mapa 1 está basado en P. M. D W A L : 'Les inscriptions gallogrecques trouvés
en France". Actes du coiloque sur les inñuences helleniques en Gaule. (Dijon, 1957) Dijon,
1958, p. 63. Debe ser un error el que Duval coloquc Substantio al Norte de Beziers y no
en Castelnau-sur-Léz, a pocos kilómetros al este de Montpeiiier.
[page-n-124]
so;o encontramos inscripciones prerromanas en letra ibérica (2) hallándose al o.este de Béziers, uno de los lugares más ricos de toda la epigrafia ibérica, el oppidum de Ensérune de donde proceden más de 300 grafitos de esta escritura (3). Los hallazgos de textos ibéricos prosiguen al
otro lado de los Pirineos, en las ciudades prerromanas de Ampurias y
de Ullastret (4), prolongándose hacia el sur.
A esta división en dos provincias gráficas corresponde la división lingüística: todos los monumentos escritos en alfabeto griego muestran la
lengua gala (S),la fase más antigua de las lenguas célticas que tenemos
atestiguado por fuentes directas (6). La conocemos no sólo por nuestros
textos, sino también por inscripciones de la Galia central y septenirional, casi todas escritas en letra latina, y por algunas piedras halladas en
Italia que llevan letras de un alfabeto nord-etrusco (7). Para hacer más
(2) Salvo un texto de plomo hallado en Elne (v. nota 5) y sin contar unos pocos grafitos muy breves en Pech-Maho, Ruscino y Ensérune en letra griega; estos documentos
se deben al comercio y no permiten hablar de una verdadera recepción del alfabeto griego.
La o~inión
contraria en Ph. HELENA: "Les origines de Narbonne". Toulouse, 1932, p. 209.
(3) J. JANNORAY: "Ensérune. Etude des civilisations preromaines de la Gaule meridionale". Paris, 1955. El autor no publica todos los textos, los cuales serán reunidos en
el segundo fascículo de nuestros "Monumenta .Linguarum Hispanicorum"; una completa
bibliografía sobrc hallazgos ibéricos del Sur de Francia en D. FLETCHER: "Problemas
de la cultura ibérica". Trabajos Varios del S. 1. P., núm. 22, Valencia, 1960, págs. 85 y SS.
(4) Para Ampurias v. M. ALMAGRO BASCH: "Las inscripciones ampuritanas griegas, ibéricas y latinas" Monografías Ampuritanas 2, Barcelona, 1952. Las excavaciones en
Ullastret (La Bisbal, Gerona) han proporcionado importantísimas inscripciones y prometen
elevar este yacimiento a lugar preeminente entre los sitios ibéricos. v. M. OLIVA PRAT
en Anales del Instituto de Estudios Gerundenses, a partir del volumen 10 (1955).
(5) Para el plomo de Elne, M. LEJEUNE: "A propos d'un plomb inscrit dYElne".
Revue des Etudes Anciennes, 62. Bordeaux, 1969, p. 62; lo hace ibérico, pero U.
SCHMOLL : "Althispanische M i S z e l 1e n , 1 Zeitschrift für vergleichende Sprachfor"
schung... 78, Gottingen 1963, p. 49, demuestra de manera convincente que se trata de un
texto céltico.
Menos evidente es la atribución de plomos escritos en letra latina que proceden de
Amélie-les-Bains, v. J. WHATMOUGH: "The dialects of ancient Gaui". Ann A r h r
University Microfdms. Ann Arbor, Michigan, 1949-51, p. 142. Véase la discusión por H.
GCrITER: "Les lames dc plomb gravées d'Amélie-les Bains". Actes du 30éme Congres
de la Féderation Historique de Languedoc. Sete s. a., y J. WHATMOUGH: "Hi omnes
lingua inter se differunt". Orbis 1, Lovaina, 1952, p. 433.
(6) Para el análisis histórico-comparativo de estos monumentos G. DOTTIN: "La
langue gauloise". Paris, 1920; L. WEISGEREER: "Die Sprache der Festlandkelten" 20.
Bericht der Rornisch-Germanischen Kommission, Frankfurt, 1930, p. 147; C. WATKINS :
"The phonemics of Gaulish. Tñe dialect o Narbonnensis". Language 31. Journal of the
f
Linguistic Society of America, Baltimore, 1955, pág. 9. F. BENOIT: "Recherches sur
l'hellenisation du Midi de la Gaule". Annales de la Faculté des Lettres, n. ser. núm. 43.
Aix-en-Provence, 1965, p. 22, sigue pensando que las inscripciones "galio-grecques" contienen un dialecto importado de Italia.
(7) Publicado por R. S. CONWAY, J. WHATMOUGH y S. H. JOHNSON : "The
Prae-Italic dialects of Italy '. vol. 1, Cambridge, Mass. 1933, p. 54. Compárese e; excelente
i
comentario de M. LEJEUNE: "L'inscription gauloisc de Briona". Hommages .Max Niedermam. Collection Latomus 23. Bruxelies, 1956,. p. 206.
No quiero entrar aquí en la cuestión de las uiscripciones lepónticas, procedentes de la
región de los lagos Como y Maggiore; he discutido su atribución en 1. UNTERMANN:
"Nameniandschaften im alten Oberitalien". Beitrage zur Namenforschung. 11, Heidelberg 1960, p. 303 ; v. además nota 20.
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LENGUA GALA
visible e l conjunto epigráfico dentro de! cual figura la Narbonensis, doy
el mapa 2: este mapa repite todos los datos del mapa anterior añadiend o las regiones monetales y extendiéndose a las demás partes de la Galia antigua, incluida la Cisalpina.
En cambio, el idioma representado por !a escritura ibérica a! suroeste
d e l .río Hérault,. coincide perfectamente con la lengua que aparece e n los
monumentos indígenas de la Cataluña prerromana, del Bajo Aragón, y del
país Valenciano: es la lengua que llamamos, por convención, ibérica (8)
A u n q u e es verdad que los restos ibéricos que llegaron a nuestros días
e n l a Narbonensis son m u y breves y fragmentarios, y además m u y u n i f o r mes por su contenido, bastará aducir la partícula -mi o terminaciones
como -ar, -aren, -tin y semejantes, para hacer resaltar la continuidad ,de
lenguas a u n o y o t r o lado de los Pirineos (9).
En cuanto a la cronología, nuestro mapa 1 presenta la situación en la
segunda m i t a d del siglo II a. C., poco más o menos. Continúa l a epigrafía
indigena a ambos lados del río Hérault hasta l a época d e J u l i o César
aproximadamente. La piedra d e Montagnac, atribuible al siglo III a. C., es
considerada como la más antigua inscripción gala (10). Los textos ibéricos empiezan algo antes.: Jannoray, quien ha tratado detenidamente los
problemas cronológicos d e Ensérune, fecha los grafitos más antiguos d e
este lugar en l a primera m i t a d del siglo IV a. C. ( 1 1).
A primera vista, ya tenemos l a respuesta a l a cuestión planteada en
nuestro tema: vemos que l a Golia Narbonensis esta dividida en dos partes, separadas p o r el río Hérault (12), bajo los dominios d e los idiomas
ibérico y galo. Sin embargo, quedan abiertas muchas cuestiones d e detalle. Nos interesaría conocer, por ejemplo, e l carácter d e los dominios !ingüísiicos mencionados-: ¿Eran síntoma d e poder político, d e inf.lujo- coa
merciales, o de supremacía puramente cultural? También podemos pre(8) Tratada la cuestión de manera magistral por A. TOVAR: "Lenguas prerromanas
de la Península Ibérica. A: Lenguas no indeuropeas". Enciclopedia Lingüística Hispánica,
1 Madrid, 1960, p. 5 y "Ancient languages of Cpain and Portugal". New York, 1961, p. 50.
.
(9) Muy sugestivo es el mapa esbozado por CARO BAROJA: "La escritura en la
Historia de España dirigida por Menéndez Pida1 1 3. Madrid, 1954,
.
España prerromanayY.
p. 744, reproducido y aumentado por A. TOVAR, nota 8.
(10) JACOBSTHAL. en comunicación dirigida a la Archaologische Gesellschaft m
Berlin, en Archaologischer Anzeiger 45, (1930), p. 235. Y además G. FETRACCO SICARDI: "L70nomástica personale prerromana della Vaile del Ródano". Rivista di Studi
Liguri, 23. Bordighera, 1957, p. 244.
(11) JANNORAY, nota 3, pág. 422.
(12) H. GUITER: "Ligures et iEresY'. Actes du XXXIeme Congres de la Fedkration Historique du Languedoc, Beaucaire, s. a., reconoce algunos síntomas fonéticos de los
dialectos actuales que dividen la misma región, a lo largo del río Vidourle, pocos Kms. al
este del río Hérault.
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J. UNTERMANN
guntarnos las causas que dieron origen a la frontera d e l río Hérault, q u e
se conservará d e una manera t a n rigida hasta los tiempos de los romanos.
Dado que los textos forman dos bloques completamente uniformes a
u n o y o t r o .lado del Hérault, hay que recurrir a otros indicios para resolver ¡os problemas que acabamos d e plantear. N o hay mucho seguro en l o
que nos enseñan los historiadores antiguos (13): son escasas y contradictorias las noticias que tenemos d e una invasión ibérica a través de los
Pirir~eos
(14), son un poco más fidedignos los relatos sobre las migraciones galas hacia el Mediterráneo, las que parecen continuar hasta t i e m pos plenamente históricos (15). La llegada d e tribus galas se refleja e n
las estratigrafias obtenidas en varios sitios por un cambio profundo que
inicia la ú l t i m a fase d e la historia indígena ,de los oppida e n la Narbonensis. Para Ensérune, Jannoray fecha este acontecimiento hacia el año 225
a. C. (16).
Examinando el materia! lingüístico posponemos, por l o pronto, los topónimos prerromanos que n o constituyen una base v á l ~ d apara establecer
estratigrafias étnicas (17). M á s é x i t o promete una ojeada sobre l a antroponiinia indígena que se nos ofrece en los textos ya mencionados y además por las inscripciones latinas d e épocas posteriores. Se observa a tnenudo, también dentro d e l mundo antiguo, que una población al renunciar a su propia lengua mantiene por l o menos una parte d e su onomás-
(13) Los testimonios y bibliografía se encuentran en FLETCHER, n. 3, p. 88 SS. y
BENOIT, n. 6, p. 29 SS.
(14) Para esta cuestión véase JANNORAY, n. 3, p. 415 SS. y FLETCHER, n. 3.
(15) C. JULLIAN: "Histoire de la Gaulle". Paris 1908-1926, 1, p. 308. HErLENA,
n. 2, p. 149. J. BRUNEL: "Les peuples du Languedoc avant la période galio-romaine".
Ecole Antique de Nirnes. 15kme session. Nimes, 1944, p. 21, 30 SS. JANNORAY, n. 3,
p. 286. En cuanto a las condiciones históricas de la expansión céltica hacia el Mediterráneo, nótense las observaciones de W. KIMMIG: "Die Herkunft der Kelten". Hommages
A A. Grenier, Collection Latomus, 58. Bruxelles, 1962.
(16) JANNORAY, n. 3, p. 269. Para Pech-Maho v. Y. SOLIER: "L'oppidum de
Pech-Maho". Bulletin de la Commission Archéologique de Narbome, 25. Narbome, 1961,
p. 147.
(17) No niego el valor de los estudios toponomásticos llevados a cabo con pmdencia
y buenos métodos. Para nuesm tema serán útiles los que traten de la úitima etapa antes
de la romanización, p. e. H. GUITER: "Autour de Béziers". XXXVIkme Congrks de la
Fédération Historique du Languedoc Mediterranéen et de Roussiiion. Lodkve 1963. M.
FAUST: "Bemerkungen zu den südfranuisischen Ortsnamen Glanum und Vénasque".
Beidge zur Namenfotschung 16. Heidelberg 1965, p. 145. G. BARRUOL: "Le territoire
des Albiques". Rivista di Studi Liguri, 24. Bordighera 1958, p. 228-256 (en particular
239-244).
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LENGUA GALA
tica personal primitiva, adaptándola superficialmente al nuevo idioma que
acaba de aprender. Cuando encontramos en los textos de una cierta lengua A antropónimos n o sólo de esta misma lengua A sino además de tipo
distinto, entonces este otro tipo puede considerarse como síntoma de una
lengua B que se perdió al recibir sus portadores la lengua A.
Los textos galos en el valle bajo del Ródano muestran un aspecto bastante homogéneo: salvo pocas excepciones, los antropór~imos
que conservan son de tipo galo bien conocido (18). Es, en particular, notable que no
exista nada que pueda interpretarse como nombre ibérico. En cambio la
antroponimia atestiguada en las inscripciones ibéricas de la Narbonensis
occidental parece compuesta por distintos elementos: junto a nombres
ibéricos hay muchos que n o l o son, y sobre estos últimos hemos de dirigir
nuestra atención.
Antes de abordar un análisis más detenido, convendrá preguntarse
de oué índole podrían ser los componentes n o ibéricos en la antroponimia
de nuestra región: primero, es posible que los nombres célticos n o se reduzcan al área de los monumentos epigráficos galos, es decir a la cuenca
del Ródano, sino que atravesaran l a frontera entre las dos lenguas hacia
el oeste; igualmente hay que contar con un elemento étnico más antiguo que los Galos y los Iberos que sobrevivían en la Francia meridional.
Es iinposible separar tales tipos onomásticos sólo a base de los textos
ibéricos: n o son tan numerosos que permitan superar a satisfacción las
dificultades ofrecidas por la ortografía defectiva. Nos vemos obligados a
recurrir al material más extenso que está a nuestra disposición, a las inscripciones latinas, que dan una cantidad considerable de nombres preromanos bajo formas mejor o peor latinizadas.
Sea lícito anticipzr algunas observaciones metodológicas sobre la explotación de este material (19). En e caso de encontrar una suma bastan!
t e elevada de nombres que se revelen como típicos para una cierta región
geográfica, podemos atribuir estos nombres a un repertorio onomástico y
reconocer esta región como un área antroponímica («Namenlandschaft»)
(20).
Tales áreas pueden describirse a base de las inscripciones latinas en
(18) Véanse los trabajos de K. H. SCHMIDT: "Die Komposition in gallischen Persoi~ennamen".Zeitsahrift für celtische Philologie, 26. Tübingen, 1957, p. 31. y D. FZLISEVANS : "Gaulish personal names". Oxford, 1967.
(19) Las he expuesto por primera vez en J. UNTERMANN: "Beobachtungen an
romischen Gentilnamen im alten Oberitalien". Beitrarre zur Namenforschune. 7. Heidel,
berg 1956, p. 142 y SS.
(20) Desnipciones de c'Namenlandschaften" se han realizado, p. e. por L. WEISGERBER: "Sprachwissenschaftliche Beitrage zur frührheinischen Siedlungs-und Kulturgeschichte 1:. Die Namen der Treverer". Rheinisches Museum für Philologie. Frankfurt a. M.
1935, p. 289 y s3. R.. KATICIC: ''Das mitteldalmatische Namengebiet". Ziva Antika, 12.
Skoplje 1963, p. 255 y SS.Del mismo: "Zur Frage der keltischen und pa~onischen
Na-
[page-n-128]
muchas partes del mundo Romano. Los repertorios contienen n o sólo nombres indígenas, aunque éstos constituyan eJ punto de arranque de cada
descripción de un área onomástica fuera d e la Italia central; a veces sólo
la distribución geográfica muestra que un antropónimo forma parte d e un
repertorio: hay nombres de aspecto m u y romano, pero aparecen dentro
de un área definida por nombres indígenas, l o que hace sospechar que son
sustitutos d e nombres prerromanos que deben su forma a la aversión de
llevar nombres bárbaros (21). De todas formas, un repertorio onomástico
demuestra que, bajo la capa de l a romanización, existió una unidad social
cuyas raíces son anteriores a l a romanización. Al buscar una denominación de esta unidad social, dependemos de criterios externos que son, a
veces, m u y poco seguros.: a menudo n o disponemos d e atribución basada
en términos lingüísticos o etnográficos, y nos vemos obligados a recurrir
a una definición puramente geográfica (22).
Un estudio de esta clase parece llevar a resultados de cierta utilidad
también en el campo d e la Galia Narbonensis (23). Destacan, en primer
lugar, sin dificultad, los antropónimos galos que abundan también en !ápidas romanas de toda nuestra región: e l síntoma más seguro de su extensión son los nombres compuestos: en el mapa 3, se ve su frecuencia dent r o de la Galia meridional y la Italia del Norte (24). Prosigue el dominio
mengebiete im romischen Dalmatien". Centar za Balkanoloska Ispitivanja. Godisnjak, 3.
Sarajevo 1965, p. 53-76. G. ALFOLDY: "Die Namengebung in der romischen Provinz
Dalmatia". Beitriige zur Namenfoischung, 15, Heidelberg 1964, p. 55-104; y J. UlflXRMANN: "Die Venetischen Personennamen". Wiesbaden 1%1 y n. 7. Nótense tambrén las
f
observaciones críticas de 1. KAJANTO: 'A note on &e pmblem o substratrinr". Beitfige zur Namenforschung. Neue Folw 2, Heidekrg 1967, p. 3-12.
(21) V. GARDTHAUSEN: "Narnen und Census der Romer". Rheinisohes Museum
für Philologir 72. Frankfurt a. M. 1917-18, p. 353-373. WEISGERBER, n. 20, p. 311. R
RIX: "Die Personennamen auf den etruskisch-lateinischen Bilinguen". Beitrige nir Namedorschung. 7, Heidelberg 1956, p. 142-172. UNTERMANN, n. 20 (Die Venetischen...)
p. 58-60.
(22) P. e. 6'Mitteldalmatisch" en KATICIC, n. 20; "Brescianisch" en UNTERMANN,
n. 7 (1959) p. 121 y SS.
(23) Los antropónimos son recogidos por WHATMOUGH, n. 5, p. 53-54, 67-68, 198235, 256-269, 372-381, pero sus repertorios carecen de todo valor práctico dado que están
compilados sin crítica y sin alguna valoraci6n geográíica. Mucho mejor es el ensayo de
PETILACCO SICARDI, n. 10, en donde la autora consigue hacer visibles ciertos rasgos
de la onom6stica personal dentro de la cuenca del Ródano destacando la zona media de la
región aguas arriba de Lyon; intenta, ademhs, separar componentes célticos de otros premltas llegando a ideas no muy distintas de las que se exponen en nuestro trabajo.
(24) UNTERMANN, n. 7 (1960, p. 301-305, con mapa en 1961) y nótense las observaciones muy interesantes que aduce PETRACCO SICARDI, n. 10, p. 231 y SS. en tomo
a l uso de nombres compuestos a lo largo del Ródano.
,
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LENGUA GALA
oriomástico galo aguas arriba, a l o largo del río Ródano, para llegar a un
área bastante homogénea d e nombres personales que abarca toda l a Galia
central y oriental: damos algunos ejemplos e n los mapas 4 a 9.
- Pasando a los nombres ibéricos, hay una sorpresa:' n o se encuentran
antropónimos que sean atribuibles al ibérico sin duda e n ninguna parte d e
la provincia. Ni siquiera sobre las piedras latinas d e Narbona, cuyo númer o excede del millar, se da un solo nombre indígena que vuelva a aparecer d e manera inconfundible al o t r o lado d e los Pirineos. Insistiremos más
tarde sobre esta observación.
En cambio hay abundantes nombres personales que n o son ni romanos
ni ib6ricos ni galos. Estos faltan, en general, e n las demás partes de la
Galla y n o se dan tampoco en l a península hispánica. La única región que
ofrece material para comparar ES el área limitada por e l curso superior del
río Po al norte, por el río Scrivia al este, por el Mediterráneo al sur y por
los Alpes marítimos al oeste. Al estudiar las inscripciones latinas encontradas dentro d e los límites que acabamos d e describir salta a la vista una
personalidad m u y marcada d e la antroponimia e n el momento d e la Ilegad a de los romanos. J u n t o a varios nombres sueltos como Parra, Nevius,
Metico y semejantes, existen dos tipos d e gentjficios que s.e acreditan
como propiedad particular de la antroponimia local: son los terminados en
-elius y en -anius, formados a base de raíces onomásticas n o lat-inas (25).
El mapa 6 señala lugares de donde proceden inscripciones latinas con
nombres gentilicios derivados de elementos indígenas mediante el sufijo
-anius. Los testimonios se presentan con mayor densidad dentro de l a reg i ó n en e! norte de Italia y continúan en toda la zona costera hasta los
Pirineos.
Los mapas que siguen d a n la distribución d e algunas raíces, d e las
cuales se han formado gentiticios e n -anius: Pedanius con Pedo, Pedullus
ecc. (mapa 1 1 ), Velianius, Vellius, Velagenus (26) (mapa 12) y Akanius,
cuya familia onomástica cuenta además un miembro e n -elius, Acelius
(mapa 13).
Centro d s los límites de los gentilicios e n -anius, aparecen otros nom-
(25) J. UNTE
'Zu einigen Personem~menauf lateinischen Insdviften in
Ligurien". Sybaris,%kt
Hans Kmhe. Wiesbaden, 1958, p. 177-188; del mismo en
n. 20 (Die Venetischen,~.136) y las importantes aportaciones de M. GLUCK: "Zu einigen lígurischen Eigennamen der Sententia Minuciorum". Beitr&e zur Nanenforschuog 14,
Heidelberg 1963, p. 186-192. Los gentilicios en -anius, se exponen en el mapa 10; de
nombres en -elius, hay varios en Antibes (Muitelius, Qukmelius, Raielius, Abicelius, M*
ninielius XII, 175, 201, 5.726; 226; 218; 215; 217), en Le Broc (Var) (Veúzbelius X I 48
I
add. cp. mapa 12) y tres en Narbona (Acelius, cp. mapa 13; Anelius XII, 4.578, Coradelius
XII, 4.694).
(26) Velagenus recuerda los compuestos célticos con -genus, pero la vocal 4 se opone
a las reglas de la morfología gaia (SCHMIDT, n. 18, p. m, 287) lo que hace sospechar
que se trata de un nombre de otra procedencia.
[page-n-130]
bres n o menos significativos: damos la distribución d e Blaesius (mapa 14),
Parra y formas semejantes (mapa 15) y Avelius, Aviulus (mapa 16).
Siguen algunos ejemplos más complejos: Ennius (mapa 17) se basa sobre dos distiritos grupos de antrop5nimos i ~ d í g e n a s r
sobra venéticas en
la parte oriental de la cuenca del río Po, sobre otros en l a Liguria itálica (27); esta ú l t i m a área parece continuar al o t r o lado de los Alpes m a r i t i mos. Menos fácil resulta, a veces, separar miembros d e l repertorio onom á s t i t o galo, d e representantes d e una distribución que coincide con la
d e los gentilicios en -anius.: p. e. Mogetius (mapa 18) es un antropónimo
céltico, pero l a forma reducida Mocco y otras semejantes se hallan sólo
en e l sur de Francia y en la Liguria itálica; asimismo Ven- es un elemento
galo b i e n conocido, pero hay derivados que aparecen exc1usivament.e a l o
largo d e l a costa mediterránea y e n la cuenca alta del río Po, donde hay
además un gentilicio formado p o r -elius, Venelius (mapa 19); Sollo, Sollius
y los nombres compuestos coti Soli- n o permiten nlnguna duda e n torno
a su ir;corporación al repertorin galo; e n ca-mbi~,Solicius se reduce a l a
zona alpina entre los ríos Tánaro y Ródano (mapa 20). Como un caso aún
más intrincado doy l a distribución de Vlatunus y nombres parecidos (mapa 2 1 ) : estamos frente a un nombre al parecer m u y céltico que ha g a ~ a d o
mucha popularidad en la Liguria itálica y e n el valle bajo del río Ródano (28).
Los gentilicios en -anius y todos los demás nombres personales que
muestran la misma distribución acusan la existencia de una capa étnica
cuya tradición onomástica se mantenía en la Galia meridional a través del
galo y del, ibérico; se presenta con mayor pureza en Italia, dentro d e los
límites indicados; allí parece haber sobrevenido inmediatamente la invasión romana: ¿cómo denominar esta capa? Creo que es inevitable llamaria
«ligur» (29), dado que los romanos designaron con el nombre d e Liguria
el país comprendido entre el río Po y e! g o l f o de Génova, llamando Ligures
a los pueblos montañeses que habían de someter a través de peligrosas
expediciones durante la primera m i t a d de! siglo 1.l antes d e C. (30). Eran
(27) V. Beitrage zur Namenforchung, 7 (1956), p. 175-179.
(28) J. POKORNY: "Indogermanisches etymologisches Worterbuch. 1. Berna 1959,
"
p. 1.112. SCHMIDT, n. 18: p. 298.
(29) Conforme a la o p d ó n común, aunque ésta se basa en argumentos mucho m4s
generales y difusos de lo que nosotros podemos aceptar. Son obras fundamentales las de
K. MULLENHOFF: "Deutsche Altertumskunde", vol. 1 Berlín, 1870, p. 86 y SS.
.
W. H. HALL: "The Romans on the Riviera and the Rhone". Londres, 1898, en particular p. 45-56; E. M'EYER: "Geschiohte des Altertums", vol. 1 1 3.a ed. Stuttgart,
1,
1936, p. 635 y SS. M. LOUIS: "Les populations du Languedoc mediterranéen aux
6poques protohistoriques". Ecole Antique de Nimes 1933, p 55 y SS. BRUNEL, n. 15,
p. 19 y SS. N. LAMBOGLIA: "Questioni etnico-linguistiche sulla valle del Ródano".
Rivista di Studi Liguri 16. Bordighera 1950, p. 50-57; PETRACCO SICARDI, n. 10.
(30) Para más detalles v., p. e., G. E. F. CHILVER: "Cisalpine Gaul". Oxford 1941,
p. 6 y SS.
[page-n-131]
LENGUA GALA
estos pueblos cuyos descendientes llevaban la antroponimia caracterizada
por los nombres reunidos en los mapas 10-16.
Llamando «lígur» a esta antroponimia, me doy cuenta de que voy a
emplear un término que ha servido tantas veces como palabra mágica para
designar fenómenos mal aclarados, y de! que tanto se ha abusado por parl e de arqueólogos, historiadores y lingüistas (31). Por eso tengo que subrayar que, dentro de este contexto, la palabra «!ígur» n o se refiere sino
a los portadores de la antroponimia encontrada en las inscripciones latinas
de la Liguria romana, así como a l o largo del golfo de Lion. N o sabemos
si su área se debe a una expansión que partiría de cierto núcleo, o si nos
hallamos frente al, territorio de retirada, resto de un dominio más amplio
en tiempos remotos (32). Las respuestas a tales preguntas las dejamos,
por hoy, fuera de consideración. Basta reconocer la extensión de los rasgos antroponímicos como síntoma de hechos prerromanos y notar que, en
la Liguria itálica, esta antropanimia corresponde a la última lengua prerromana, mientras que en l a cuenca del Ródano está recubierta por la antroponimia gala que dominaba en e! momento de l a romanización.
Ya estamos mejor preparados para abordar el estudio de las inscripciones ibéricas de la Narbonensis. Entre los nombres de los propietarios
que se leen en los vasos hallados en Ensérune, hay, en primer lugar, algunos el.ementos ibéricos muy claros, tal como se podía esperar teniendo en
cuenta el uso de la escritura ibérica:
Ensérune
alostibas
anbels
arkitibas-ar
alskere
atinbin-mi
balkeikar
baikar
Textos hispánicos (33).
Bilustibas (Bronce de Ascoli)
Bennabels (Bronce de Ascoli)
atabels (moneda de Emporiae)
arkitiker (Castellón)
arskitar (monedas de Sagunto, Vives 1 34 sg.)
atinbelaur (MLI. VI, Tarragona)
balkakaltur (monedas de Sagunto), Balciadin,
Balcibil (Bronce de Ascoli)
baikar (Tivisa)
y
(31) En cuanto d problema l ~ s t i c o étnico, compárense las aportaciones muy
adecuadas y criticas de B R W L , n. 15, p. 21 y 23; de E. PULGRAM: "The tongues
1
of Italy". Cambridge (Mass.) 1958, p. 173, y el excelente resumen de U. SCHMOLL: " 1
Ligure, lingua mediterranea o dialetto indoeuropeo?". Rivista di Studi Liguri 25. Bordighera 1959, p. 132-138.
(32) V. la discusión en BRUNEL, n. 15, p. 22 y SS.
(33) Para Enserune, v. JANNORAY, n. 3, Lám. LXIV a LXX.
Para otros textos v. M. GOMEZ MORENO: 'gMisceláneas". Madrid 1949. En b s no
citados por este autor, se indica la oportuna bibliografía.
[page-n-132]
J. UNTERMANN
Ensérune
bilosbitutu
biuitan
kuleiba
talskubilos
unibetin
untikoiis-ar
Textos hispánicos
bibsbalkar (Azaila)
Bilustibas (Bronce d e Ascoli)
bitudedin (plomo d e Alcoy)
biuitetel (Azaila)
biuitite (Liria)
kulektile; (Benidorm)
kuleiuiia (Sidamunt)
talsko (MLI. XXIV, Sagunto)
para bilos v. arriba
unibelo (Ullastret, cp. Oliva Prat, nota 4), sinebetin
(Castellón)
untikesken étnico de los iberos de 1 ciudad de Em.
a
porion
Al buscar el elemento no-ibérico se nos ofrece un criterio diferente
d e la comparación directa entre nombres atestiguados por otras fuentes.
Es la observación de hechos fonéticos que son ajenos a los textos ibéricos
como los encontramos en Liria, Sagunto, Azaila, Ampurias u otros lugares
de España. Es p. e. la u consonante (antevocálica e intervocálica), rarísima
en textos ibéricos puros, pero bastante corriente en Ensérune y en la lengua gala y en nombres atribuibles a los Ligures de la Italia septentrional
(34). O t r o fenómeno es el contacto inmediato de muta y líquida, tri, kla,
ecc. Se sabe que la escritura ibérica n o dispone de medios para expresar
tales grupos, y los textos ibéricos en letra griega (plomos de Alcoy y d e
Cigarralejo) prueban que tales combinaciones n o existían en su lengua
(35). Los celtíberos, al adaptar la escritura ibérica a su idioma, tuvieron
que recurrir a una solución que ya habían adoptado los griegos micénicos
ante un problema semejante al emplear una escritura silábica: la solución
consiste e n poner ti-ri por tri-, ka-la por kla ecc. (36). Tales grafías se encuentran también sobre los vasos de Ensérune, acusando, por tanto, la pro-.
cedencia n o ibérica de un nombre personal.
Antes de aducir algunos ejemplos, cabe recordar que la lengua misma
de las inscripciones de Ensérune es la ibérica, es decir, que nombres de
origen ibérico y n o ibérico llevan terminaciones ibéricas o están combina-
(34) GLUCK,n. 25, p. 192.
(35) A. TOVAR: "Fonología del Ibérico". Misceláneas Homenaje a André Martinet,
vol. 1 1 La Laguna 1%2, p. 171-181.
1.
(36) M. LEJEUNE:"Celtibérica". Acta Salmanticensia. Filosofía y Letras 7, 4. Salamanca 1955, p. 57-61.
[page-n-133]
LENGUA GALA
11
-
dos con partículas plenamente ibéricas, -e (37),-an, -ar, -en, -er (38), o
(este ú l t i m o muy corriente) -mi.
Para los nombres siguientes, me parece posible una interpretación
cwno antropónimos galos:
Ensérune
Otros textos (39)
-
aboko
asetileke
. -
zdbogius
'Adsedilicus, cp. Adsediluus
auetYis-ar-mi
*Advectirix, cp. Advectius,
auetiiii-an-mi
biuitu
itutil-te-mi
Vectirix
Bivito
lndutillus
lndutius
kabirilo (inédita)
kátate
kasike
'Cabrilla, variante de Cabrillus
katuis-ar
-
oiiobar-en-mi
senik-ar (inéd.)
Carantus
Cassicus
'Catuisso, cp. Katualos (alf. griego) y e sufijo de
!
Boduisso ecc.
Oxio-barro (40)
Senicio
*Suadus, cp. Suadulius, Suadurigius
Tessillus
Vasillus
De las relaciones entre los antropónimos de Ensérune y el repertorio
que hemos llamado «Iígur», !,as siguientes m e parecen bastantes seguras:
kaiu-mi
boturasune
betele
uerilo
Caio, Caiaucus, (cp. nota 62)
Boturo, Bottus (41)
*Axunus, cp. Axiounus
Pedullus, Pedanius (mapa 8)
"Verillo, cp. Veriounus, Veranius
(37) Parece substituir la terminación -os de los temas en -o- indoeuopeos; op. cisetfle-,
kasike, t s e &ile en las listas que siguen mis abajo.
eü ,
(38) El esquema siguiente sirve para ilustrar el funcionamiento de tales sufijos (los
4emplos vuelven a darse en las listas del texto):
&ate,
biuil
-an
oiiobm
-en (v. nota 40)
(39) Los testimonios para Enstnine en JANNORAY, n 33 y HELENA, n. 2, p. 208;
.
[page-n-134]
J. UNTERMANN
Con respecto al estado actual e n que se halla el estudio de los grafitos
d e Ensérune y otros sitios ibéricos e n Francia, n o m e atrevo a concretar
la relación numérica entre los tres componentes de l a población: sin embargo, se reconoce como probable que l o ibérico n o alcance l a m i t a d d e l
total de la antroponimia d e Ensérune; una parte igual. se divide entre procedencia gala y procedencia «Iígur», quedando un pequeño resto que,
todavía, resiste a todo intento d e aclaración (42).
Frente a este concepto que se forma a bas.e del. anáiisis d e los grafitos
d e Eiisérune, surge la cuestión d e los acontecimientos históricos que dier o n lugar a l a reunión d e los representantes d e tres antroponimias d i s t i n tas. Los indicios más valiosos (43) proceden d e las monedas indígenas:
primero, d e las monedas que se atribuyen con alguna probabilidad a N a r bona !44). Sus tipos r.ec&rdan los d e la ciudad ibérica d e Ampurias con
la leyenda untikesken, acusando, por l o demás, el i n f l u j o de !a ceca dz
Marsella. Empieza l a amonedación hacia l a m i t a d de! siglo .II a. C. con
piezas en las que aparece l a leyenda neronken, étnico derivado mediante
e! sufijo ibérico -ken d e *rieron- que se considera como forma p r i m i t i v a
d e l topónimo Narbo empleado por los romanos (45). Más tarde se añaden,
el resto HOLDER: "Alceltischer Sprachschatz". Leipzig 1896-1907 y S M M I D T , n. 18.
(40) Este análisis queda confirmado por la existencia de un elemento burro- en la
antroponimia gala (SGHMIDT, n. 18, p. 144) mientras que la forma anaiosaren (JANNORAY, Lam. LXV, 11, 13) hace pensar en dos sufijos -ar -en.
(41) WATKINS, n. 6 está convencido de que Bottus es una variante local del antropónimo galo Boudus (XII 2.665 Le Pouzin, Ardiche; 3.478, 3.603 Nimes); esto no es
imposible, pero no impide que tales variantes pertenezcan a un distinto repertorio onomástico. cp. la disttibución de Mogetius (repertorios galos) y Mocco (ligur) en el mapa 18.
(42) Doy aquí las formas mas interesantes: anaios-ar-en (JANNORAY, LXV, 11, 13),
barsur (inédita), bobolart-era (J. LXIV, 24), ikúlon (J. LXVI, 14), i1atoi;a (J. LXVII.1,
l), ibesor-en (J. LXV, 23), itesketin-ar (la fiad -etin parece ibérica) (inédita), okain (J. LXV,
9), otesu (J. LXVI, 27), selkit-er-ar (J. LXIV, 19), sertu-ar-e, urauk-en (inéditas).
(43) En cuanto a la utilidad de los textos literarios antiguos v. nota 13. Es muy pooo
lo que se desprende de ellos sobre la historia de las ciudades a lo largo de la costa mediterránea francesa; sólo para Marsella disponemos de una buena cantidad de testimonios
históricos, v. JANNORAY, n. 3, p. 27 y BENOIT, n. 6, p. 29-47, 89-134.
(44) G. F. HILL: "On the coins of Narbonensis with Iberian inscriptions". New
York 1930, ha tratado el asunto magistralmente a base de un materi&incompleto, superando los comprdios anteriores de C. ROBERT: "Numismatique de la Province de Languedoc". Histoire Générale de Languedoc 11, Toulouse 1875, p. 457-520; y de A. BLANCHET: "Traité des monnaies gauloises" Paris 1905. Concretamente para las monedas de
Narbona, v. HIlLL, p. 2-13 y SS.; J3ELENAJ n. 2, p. 242 y SS. 250 y SS.; WHATMOUGH,
n. 5 (The Dialects.. .) p. 148 y SS. y FLETCHER, n. 3, p. 104 y SS.
(45) Sobre el topónimo v. H. GUITER: "Narbo-Narbona". Actes du XXXIVhme
Congres de la Fédération Historique du ,Languedoc. Narbonne 1960; sobre el sufijo -km,
v. M. FAUST: "Die antiken Einwohnernamen und Volkernamen auf -irani, -etani2',
Gottingen 1966, p. 131 y SS.
[page-n-135]
LENGUA GALA
bajo la leyenda principal neronken, palabras enigmáticas:: ; (46) y, e n
o
otras emisiones m u y raras, biui o, posiblemente, biuibi, q u e vuelve a aparecer e n otras monedas d e la región (v. más abajo). Las ú l t i m a s series asum e n una leyenda tiuiif sobre el anverso. Es m u y verosimil que ésta indique
e l nombre personal d e un magistrado municipal o d e una autoridad semecontiene una u consonante, es decir, un fenómeno fonético
jante. ~ i u i s
ajeno a la antroponimia ibérica (v. arriba p. 10): resulta sugestivo aducir
nombres galos como foutodivix, atestiguado e n N i m e s o Divixtus, corrient e e n todo el m u n d o celta (47).
D e t i p o m u y parecido, y procedentes también d e la Narbonensis occidental, son las monedas portadoras d e la leyenda biiikantin, birikantio (48).
Esta palabra también destaca d e l ibérico p o r sus fonemas: muestra el g r u p o biii, que puede equivaler a bri- o pri-. Sin duda, hay q u e leer Brigantin,
Brigantio, que se incorpora a una familia d e nombres galos bien cnriocidos ('49).
Briganticus
Brigantia diosa
Brigantinomagus
Brigantio
Brigantia
Brigantes
Desgraciadamente n o es posible ana'izar con certeza las terminaciones que vemos e n las monedas: biiikantio puede coincidir perfectament,e
c o n e l topónimo Brigantio arriba mencionado, pero biiikantin queda oscuro (50). D e todas maneras, estamos f r e n t e a un elemento celta expresado
mediante letras ibéricas, que sirve para indicar una i o ~ . c i ó o autoridad
n
emisora d e monedas.
Igualmente, e n los alrededores d e Narbona hay que buscar !,a ceca d e
(46) Hay que recordar so; sobre monedas de aiekoidtas y oilmrrniko; procedentes de
la Celtiberia meridional: A. VIVES Y ESCUDERO: "La moneda hispánica, 11". Madrid
1924, p. 94 y SS., 98 y SS. J. UNTERMANN: "Zur Gruppierung der hispanischen "Reitermünzen" rnit Legenden i iberischer Schrift" Madrider Mitteilungen 5, Heidelberg
n
1964, p. 132, 138.
(47) Toutodivix XII 2.817 (Aramon, Gard), 3.252 (Nimes); para Divixtus, v.
SCHMIDT, n. 18, p. 194 y SS.
(48) HILL, n. 44, p. 16-18; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects ...) p. 151; J. C.
RlCHARD: "Une momaie t i Iégende ibtrique bi-ri-ka-n-ti". Bulietin de la Société d'Etudes Scientifiques de I'Aude, 66, 1966, p. 213-221, estudia ampliamente la ceca a propósito
de una pieza recién hallada; aprovecho la ocasión para expresar mi gratitud al señor Richard
quien me ha facilitado valiosos informes sobre estas monedas.
(49) Véase HOLDER, n. 39, 1, 534 y SS.; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects...)
p. 151; SCHMIDT, n. 18, p. 156; ELLIS-EVANS, n. 18, p. 314 y SS.
(50) ¿Forma abreviada de un étnico Briganiin (om)? iTerminacióri iberizada?
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J. UNTERMANN
los Longostaletes (51). Sus tipos, al mostrar !a cabeza d e M ~ c u r i p un
y
trípode, manifiestan n o i.ener relación alguna con !.a España ibérica. Emplea !a leyenda LongostalEtón, e n letra griega y con terminación griega
del gen. pl. Asimisma, la forma del sufijo -et- puede ser debida a !.os griegos (52). Los demás componentes n o son ni galos ni ibér~cos,mientras q u e
hacen sospechar una afinidad al Iígur: -stal- vuelve a aparecer e n un antropónimo Enistalus, Enistalius, atestiguado en la Liguria propia (53),
Longo- recuerda Langa- e n nombres étnicos y topónimos d e la Liguria
itálica, Langates, Langasco, b n g a (54), relacionados tantas veces con el
elemento b n g a e n la toponimia española (55). En la Gene d e acuñaciones,
podernos distinguir dos épocas: e n l a primera figura sólo e l nombre étnico
súbre el reverso a los dos lados del trípode; e n l a s e g u ~ d a ,se acogen dos
elementos más: sobre el reverso, se añade la palabra biuibi e n escritura
ibérica, palabra ya conocida ,por las monedas d e neronken (véase arriba);
sobre el anverso leemos nombres de magistrados, que varían según las
emisiones, escritos e n letra griega; hay tres nombres distintos, Bókios,
Loukotiknos y Loukoriknos, los tres seguramente d e procedencia gala (56).
Evidencian, por tanto, que la capa social más elevada constaba d e galos o
d e personas que imitaban a los galos y n o sólo llevaban antropónimos célticos, sino q u e usaban también el. alfabeto griego, como los galos d e la
cuenca del Ródano. En cambio, biuibi prueba que la misma ciudad tanía
algún interés d e usar lengua y l e t r a ibéricas; había, pues, un componente
ibérico e n la población. Infortunadamente, n o sabemos q u é signifique
biuibi ( 5 7 ) : ¿Será algo semejante a res pública l o que motiva su frecuencia? (58). Sea como sea, su aparición sobre estas monedas acusa cierta con-
(51) HILL, n. 44, p. 19-37; HELENA, n. 2, p. 243-248; WHATMOUGH, n. 5
(The Dialects...) p. 152; BENOIT, n. 6, p. 119, considera Longostaletes como título de
magistrados y atribuye estas monedas a la ceca de neronken-Narbona.
(52) FAUST, n. 45, p. 37 y SS. está inclinado a atribuir el sufijo -etes a los Iberos;
pero a los griegos se debe, por lo menos, el tipo de la flexión y nada impide que éstos extendieran el uso del sufijo a étnicos indígenas no-ibéricos.
(53) CIL, v. V 7.838 (Busca), 7872 (Cimiez, cerca de Niza); v. mapa 17.
(54) C. BATTISTI : "Sostrati e parastrati nell5Italia preistorica" Firenze 1959. p.
292, que lo atribuye a un substrato preindoeuropeo; POKORNY, n. 28, p. 197, le da etimologia indoeuropea.
(55) R. MENENDEZ PIDAL: "Toponimia prerrománica hispana". Madrid 1952,
p. 82 y SS. U. SCHMOLL: "Die Sprachen der vorkeltischen Indogermanen Hispaniens
und das Keltiberische". Wiesbaden, 1959, p. 79 y SS. TOVAR, n. 8 (Ancient.. .), p. 120.
(56) SCHMIDT, n. 18, p. 152, 153. ELLIS-IEVANS, n. 18, p. 152 y SS., 218.
(57) A. TOVAR: "Léxico de las inscripciones ibéricas". Estudios dedicados a R. Menédez Pidal, 1 . Madrid 1951, p. 297. CARO BAROJA, n. 9, p. 809. J. VALLEJO: "Ex1
ploraciones ibéricas. IV". Emérita 22. Madrid, 1954, p. 226.
(58) Se encuentra en Ensérune, Pech-Maho, Ehe, Azaila, Luia, Orleyl (Valí d'Uxó,
Castellón). -biurb- parece figurar, casi siempre, como miembro de un antropónimo compuesto, compárense los elementos Teuta- y Ledo-, "nación, comunidad, tribu", en la onomástica
indoeuropea.
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LENGUA GALA
cesión a un componente ibérico entre l a comunidad emisora cuyas autoridades se complacían en mostrar su educación griega.
Para completar e l cuadro, hay que mencionar las restantes monedas de
l a Narbonensis occidental, las cuales muestran nombres galos, Bitukios, Rigantikos escritos también en el alfabeto griego. Debajo de los nombres, se
d a el t í t u l o griego basiléus, «rey)), el cual debe corresponder a los príncipes
llamados reguli por Julio César. Uno solo de estos «reyes» parece llevar
un nornbre de raíz ligur, Caiantolos (59),
pero con terminación celtizada
y, posiblemente, con un sufijo céltico (-olo-).
Vayamos resumiendo: todas las personas que se presentan como autoridades llevan nombres galos, escritos en letras ibéricas e n las monedas de
neronken (Narbona), en letra griega en los demás lugares. Eso prueba que
durante e l siglo II a. C. el dominio d e la Narbonensis estaba e n manos de
los galos, mientras que los iberos fueron reducidos al estado d e una p o blación sometida que se hacía respetar sólo por su cultura gráfica y por su
tradición monetaria. T a l vez para destacarse visiblemente d e los sometidos, los príncipes celtas preferían usar el griego al poner sus nombres y
títulos sobre las monedas; sólo en neronken el príncipe D i v i x consiente
e n emplear el alfabeto ibérico.
Concluyo con un ensayo de síntesis, ciertamente m u y provisional, dado
q u e creo que nuestra contribución h a planteado nuevos problemas, e n vez
d e solucionar cuestiories antiguas.
La capa inferior debe corresponder a la población que acusa su presencia p o r los nombres «Iígures». Al oeste se superpuso el ibérico, n o sólo
con su lengua y escritura, sino probablemente también por una verdadera
co.lonización, a ja cuai se debe la existencia de antropónimos ibéricos e n
Ensérune y otros lugares d e l a Narbonensis occidental. Podemos imaginar
q u e la oportunidad comercial que brindaba la cuenca del r í o A u d e indujo
a los iberos a atravesar los Pirineos y a apoderarse del 9mporio central de
Narbona y de los oppida que protegían !os grandes caminos (60). E l rno(59) Hay C
Caiaucus, en Durfort, cerca de Anduze (Gard) (C 1 L, XII, 3.036), CmeM en Arles (XIB,
654), Gaieilus en la Liguria Itálica (V. 7.679). WATKINS, n. 6, p. 17 ,propone una etimología céltica de C ~ t o l u s .
(60) JULLLAN, n. 15, p. 277; HELENA, n. 2, p. 152; P. GOESSLER: "Narbo".
Pauly-Wissowa, Real-Encyclogdie. Suppl. 7 (1940) 520, y en particular M. GUY: "Les
ports antiques de Narbonne". Rivista di Studi Liguri 21. Bordighera 1955, p. 213-240 quien
llega a la conclusión de que el puerto de Narbona no es anterior al 300 a. C. y que antes
de esta fecha el comercio se habla efectuado por caminos terrestres.
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J. UNTERMANN
tivo mercantil d e la expansión ibérica aclararía, quizá, e l hecho d e que
nunca cruzaron el r i o Hérault (61): e n l a desembocadura d e este río encontraron la estación griega más occidental d e la Galia, Agathe, el Agde
actital, e n donde comenzaba el dominio comercial d e l Ródano, mantenido
desde e l siglo sexto por los massaliotas (62). Estos, a l parecer, impedían
cualquier establecimiento comercial ajeno a ellos al este d e l Hérault. En
cambio, Marsella nunca logró un i n f l u j o directo sobre e l mercado de N a r bo~a
(63).
Tendríamos asi una población básica que podemos llamar «ligur» y dos
ooderes extranjeros que se reparten las oportunidades comerciales d e l a
Galia meridional.: los griegos y los iberos, es decir los dueños d e Marsella
y del valle bajo d e l Ródano, y los d e Narbona y d e l a cuenca inferior del
río Aude. En tal estado de equilibrio llegaron, hacia la m i t a d d e l siglo III
a. C., las tribus celtas, llamados Volcae por los autores clásicos. Es verosímil que vinieran por dos caminos, los unos por el valle d e l Ródano, los
otros siguiendo el curso de los ríos Garona y Aude. Estos últimos parecen
haber entrado en contacto con el mundo ibérico ya antes de llegar a l M e diterráneo, pues d e la Aquitania meridional tenemos algunos pocos vestigios de una población gala que adoptó la escritura ibérica.: en prime: lugar, son dos famosas monedas d e imitación rodense provistas de inscripciones de d i f í c i l interpretación, dado que las leyendas van alrededor d e
las monedas sin marcar e l inicio y e i fin de la palabra (64). Cuando menos,
uno de ellas parece ostentar un nombre étnico ( o personal) galo por sus
elementos, ibérico, tal vez, por s u terminación: entre muchas otras posibilidades, podemos leer kontonakere, o sea Kondonnakre, compuesto de
la preposición kon-, de la palabra céltica donn-, «señor», del sufijo galo
(61) Los testimonios epigráficos contradicen algunas noticias antiguas según las cuales
los iberos alcanzaron el río Ródano y habitaban en la región de N m e s (JULLIAN, n. 15,
p. 265, 266 con nota 6, 278); si hay algo en estos relatos que merezca confianza puede
tratarse de avances militares que no tuvieron ningún éxito definitivo.
(62) JULLIAN, n. 15, p. 193-254; BENOIT, n. 6, p. 29-40, 89-111. Hay que destacar que en Agde se encontró un texto epigrsco griego con elementos célticos: "Adra
(lo dedica) a las diosas madres y a los Dioscuros" (H. D'AREOIS DE JUBAINVILLE,
en Revue Celtique 11. Paris 1890, p. 386).
(63) JULLIAN, n. 15, p. 215, 221, 400; JANNORAY, n. 3, p. 276, 288. Eso no quita
para que los habitantes de la Narbonensis occidental, en casos particulares, siguieron modelos de la cultura griega; cp. p. e. lo que sugiere JANNORAY, n. 3, p. 268 y SS. sobre
el origen del plan según el cual se construyó el oppidum de Enserune; es evidente el influjo enorme que debía ejercer la importación de los vasos griegos a los emporios situados
a lo largo de toda la costa del Mediterráneo occidental.
(64) HILL, n. 44, p. 37 y SS.; WHATMOUGH, n. 5 (The Dialects.. . ) p. 153; A.
SOUTOU ha tratado las monedas en un artículo monográfico excelente : "Deux monnaies
volques i Iégende en caracteres ibkriques". Rivista di Studi Liguri 28, Bordighera 1926,
p. 251-265.
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LENGUA GALA
-ako- y de una terminación -te, que queda sin aclarar (65). Una mezcla
parecida se halla en las inscripciones de Aubagnan, cerca de Saint-Séver
(cp. mapa 2), sobre el río Adour, donde se da la palabra anbaikar (66), que
parece ser el nombre Ambaicus, existente también en la Hispania céltica (67), más un elemento, -ar, que ya conocemos como'terminación ibérica. Si estas pocas huellas se acreditaran como síntomas de una situación
general, cabe suponer que los Volcae habían asimilado la cultura ibérica ya
ant-S de su llegada 3 la región de Narbona.
M u y distinta es la suerte del otro grupo de invasores: al llegar al valle
inferior del Ródano, los galos asimilan la cultura superior helénica de
Marsella (68). Aprendieron a escribir el alfabeto griego, que adaptaron de
manera admirable a las exigencias de su propia lengua (69). Sólo para las
leyendas de sus monedas, se sometieron a una tradición distinta que se
había establecido en la Italia septentrional: usaron el alfabeto (clepóntico;), que en la región de M i l á i servía como medio de expresar la longua
d a la Galia Cisalpina (70).
Nótese el contraste con la situación dentro del área de la escritura
ibérica, la cual es mucho menos eficaz para expresar palabras galas; parece que los galos nunca aprendieron a fondo las letras ibéricas, dejando
la práctica de escribir a !os sometidos. Ellos, a su vez, escribían los nombres extranjeros sin afanarse mucho en representarlos fielmente. Ya hemos mencionado que, para uso oficial, las autoridades galas desdeñabart la
escritura y la lengua ibéricas, empleando su propio idioma y la escritura
griega, como sus vecinos orientales (7 1),
(65) La misma separación da BLANCHET, n. 44, p. 148, 283; SOUTOU, n. 64,
prefiere kkekontona; HILL, n. 44, propone ak&ekmuon. FLETCHER lee uk&ekdn
y para la otra moneda, leída untigia por SOUTOU, lee ugidittu, relacionándola con la antigua Agedincum (Agen).
(66) SCHMIDT, n. 18, p. 1%; ELLIS-EVANS, n. 18, p. 194 y SS. G. FABRE: ''Les
civilisations protohistoriques de 1'Aquitaine". Paris 1952, p. 123 y SS.
(67) C 1 L, 1 2.935 (Iruña, Alava); v. además ELLIS-EVANS, n. 18, p. 134 y SS.
1
(68) Es notable que los galos nunca lograran introducir su cultura propia en las antiguas residencias de los griegos; no hay ningún hallazgo de inscripciones galas en las a+
lonias griegas. v. DWAL, n. 1 p. 64. Sobre las relaciones culturales de los galos de la
cuenca del Ródano y los griegos, v., además, E. MEYER: 'Geschichte des Aatertums" IV,
1 (5: e. Darmstadt 1954, p. 633; LOUIS, n. 29, p. 71; JANNORAY, n. 3, p. 286;
d)
LAMBOGLIA, n. 29, p. 70 y SS.
(69) Bien analizado por WATKINS, n. 6, p. 9.
(70) WHATMOUGH, d. 7. 1 , 64-124, sobre los textos lepónticos en general; 1 2 4
1
147, sobre las monedas mencionadas arriba; 516 y SS., sobre el &abeto. El uso de un alfabeto nord-etrusco en la Narbonensis oriental ¿acusa una oposición "nacionalistay' contra
el dominio comercial y cultural de los emporios griegos?
(71) JANNORAY, n. 3, p. 352-356, hace resaltar cuanto debe la expansión de la lengua
y escritura griegas a la supremacía de las tribus celtas recién llegadas a la zona costera.
[page-n-140]
El elemento ibérico declina rápidamente en los últimos tiempos, antes
de la romanización. Como hemos citado, en las .lápidas de Narbona n o nay
ningún ejemplo seguro de un antropónimo ibérico, mientras que abundan
los galos y los Iígures. De ello se desprende que los iberos propiamente
dichos sólo constituían un estrato muy delgado dentro de la población de
la Galia meridional. Esta observación apoya nuestra hipótesis de que los
iberos n o vinieron en busca de terreno para habitar, sino con eJ fin de
aprovechar el comercio del gran mercado de Narbona (72). L o que hace
tar. visible su presencia es la aportación de la escritura L~ispánica, que durante cuatro siglos competía con e alfabeto griego de Marsella.
!
En contraste con los iberos, que desaparecieron totalmente bajo la presión de los nuevos dominadores (73),primero de los galos y luego de los
romanos, el element3 lígur n o se extingue: parece que constituye la amplia y profunda base de la población de toda la costa mediterránea entre
Génova y Perpiñán. A consecuencia de las -invasiones ibéricas y galas, pierd e la lengua propia, por l o menos en cuanto al uso oficial, adoptando nuevos idiomas, cada uno con su escritura particular: lengua y escritura ibéricas al oeste del río Hérault, lengua gala y escritura griega en la cuenca
del Ródano. Con la dominación romana muere el ibérico, mientras que el
ligur y el galo perduran a través de tradiciones onomásticas de las poblaciones indígenas, hasta !a caída del imperio de los romanos.
(72) Asknismo JULLIAN, n. 15, p. 277 y HELENA, n. 2, p. 146, 152, consideran los
I
h de la Galia meridional como una dase social muy elevada, superipuesta a los 'ligures"
indígenas. Para el problema de los iberos del Sur de Francia. v. FLETCüiBR, n. 3, páginas 85 y SS.
(73) V. LOUIS,n. 29, p. 68.
[page-n-141]
M A P A S
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J. UNTERMANN
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LENGUA GALA
MAPA 1.
- PROCEDENCIA DE TEXTOS EPIGRAFICOS
PRERROMANOS
1.-Belgentier (Var)(Whatmough, n. 5, p. 63, nota 111).
2.-Ventabren (íd. 26).
3.-AUeins (íd. 27).
4.-Les-Baux
(íd. 30-32).
5 . 4 l a n u m (íd. 33-40).
6.-Saignon (id. 45).
7.-Gargas (íd. 46).
8.-Saint-Martin-de-Castillon
(íd. 47).
9.-Saint-Saturnin-d'Apt
(íd. 48).
10.-Isle-sur-la-Sorgue (íd. 49).
11.-Cavaiiion (íd. 50-55).
12.-Notre-Dame-du-Grozeau (íd. 56).
13.-Vaison (id. 57).
1 4 . 4 d e n e t (íd. 58, 59).
15.-Redessan (íd. 60).
16.-Beaucaire (íd. 61, 62).
1 7 . 4 l l i a s (íd. 63).
18.-UZes (íd. 64).
19.-Coliorgues (íd. 65).
20.-Montmirat (íd. 66).
21.-Nimes (íd. 67-74).
2 2 . 4 s t e l n a u (id. 75).
23.-Montagnac (íd. 76).
24.-Saint-Thibéry (Eletcher, n. 3, p. 93).
25.-Ensérune (Jannoray, n 3, p. 422-440 con láminas LIII, LIV, LXIV-LXXI).
.
26.-Montlaurks (Museo Arqueológico de Narbona).
27.-Pech-Maho
(Museo de Sigean) (Solier, n. 16, p. 147).
'28.-Ruscino (Museo Arqueológico de Perpiñán) (R. LAFON: "Inscriptions en caract&es
ibkres de Perpignan". Revue Internationale d'onomastjque, 17. Paris, 1965, p. 1-6).
29.-Elna (Museo de la Catedral).
, 30.-Mailhac
(Colección Taffanei, Mailhac).
31.-Lagaste (comm. Rouffiac, Aude) (Colección R. Nelli, Carcassonne).
[page-n-144]
[page-n-145]
Para la escritura nord-etcusca v. Whatmough, n. 7 y 70.
Para la escritura griega v. Whatmough, n. 5.
Para la escritura latina v. Whatmough, n. 5.
Para la escritura ibérica v. J. Untermann: "Estudio sobre las áreas l i i s t i c a s preromanas de ia península Ibérica". Archivo de Prehistoria Levantina X. Valencia, 1963,
p. 165 as., mapa 1
.
Se prescinde de un elenco de las localidades, dado que no sirve para nuestro contexto.
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J. UNTERMANN
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J. UNTERMANN
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LENGUA GALA
MAPA 4.
- ATEPO
Ver Schmidt n 18, 137 SS.; Ellis-Evans, n 18, 55
.
Whatrnough, a 5 y 7)
SS.;
143 SS.; 198;
l.-Giubiasco: Atepu (Whatmough, n. 7, 259) (alf. nord-etrusco).
Atepo XII 1127, Apetemmus (a leer Atepo-: Sdimidt, 132. 138) M I 1148.
3.-Cruvi&s (Gard): A~epatusXII 2905
4.-Cerca de Connaux (Gard): Atepo XII 2795.
5.-Nimes : Atepo M I 3944, Atepilia XII 3429.
Atepo XII 5058, Atepomarus XII 5216.
6.-Narbona:
7.-Avenches : At [ep] u m r a XIII 11477.
8.-Bourges:
Atepo XIII 1204.
9.-Orléans : Ateponus XIII 3067.
lO.-Langres : Atepo XIII 5706.
11.-Reims: Atepa XIII 3276, Adepicco (Whatmough, n. 5, 186).
12.-Metz: Atepa XIII 4388.
13.-Neumagen: Atepo XIII 4163, Ateponus XIII 4162.
Nombre galo que falta em sitios en que suelen encontrarse antropónimos "liguresy'.
7.-Apt:
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LENGUA GALA
MAPA 5.
- EXCINGUS
(Ver Schmidt n 18, 212 SS.; Ellis-Evans, n. 18, 87 SS.; 177
.
Whatmough, n. 5; Esperandieu, n. 59)
SS.,
202;
l.-Susa y alrededores: Excingus V. 7221, Escingus V. 7243.
2.-Brianpn: Excingus XII 95.
3.-Gargas, cerca de Apt: Eskeggai (Whatmough, 46) (alf. griego)
4 . 4 l a n u m : Eskeggor (eiks) (Whatmough, 35) (alf. griego).
5.-Aix-en-Provence : Exciggorix XII 548.
6.-Aubagne (B. -du- Rh.): Excengolatus XII 602.
7.-Marguerittes (Gard) : Excingilla XII 3005.
8.-Beaucaire : Eksiggos (Whatmough, 61) (alf. griego).
Exkiggoreix (Whatmough, 69) (alf. griego), Excingommus XII 3577 (Espé9.-Nimes:
randieu, 425), Excingillus XII 3370.
lo.-Cerca de Remoulins: E x c i g g k XII 2988.
11.-Narbona:
Excingus XII 5024, 5025, Excingillus XII 5008.
12.-Val de Neste: Excingus XIII 194.
13.-Burdas: Edngus XIII 568.
14.-Reisweiler (Luxemburgo) : Excingus XIII 4239 add.
15.-Trier : Excingus XIII 11313.
Nótense, además, Excingus Ubiorum ((de Colonia?) XIiI 2613 (Chalons-sur-Sabne) y
Excingos sobre un plato hallado en Bavai (Nord).
Nombre del repertorio galo que falta en la Liguria itálica. El valle de Susa donde hay,
además, un topónimo Excingomagus, pertenece al dominio de la antroponimia gala (v. Untermann, n. 7).
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LENGUA GALA
MAPA 6.
-
DANNO-
(Whatmough, n. 7; Espérandieu, n. 59)
1.-Meda, cerca de Milán: Danus V. 5714.
2.-Briona : Tanotalos, Tanotaliknos (Whatmough, 337) ((al. nord-etrusco).
3.-Nimes:
Darmommus XII 3884.
4.-Saint-Privat,
cerca de Remoulins: Dannotala XII 2985.
5.-Saint-Jean-en-Royans:
Dannia XII 2213.
6.-Vienne : Dannius (Espérandieu, 275).
Danius XlII 1948, 2120, 2121.
7.-Lyon:
8.-Autun:
Danu XIII 2712.
9.-AliseSte. -Reine: Dannordus XIII 2880 (Whatmough, n. 5, 169).
10.-Langres : Tannogenus XIII 5785.
11.-Entrains : Dannus XIII 11268.
12,-Reims : Dannomarus XIII 3349.
13.-Cerca de Longwy: Dannissa, Dannumara XIII 3979.
14.-Luxemburgo : Danu XIII 4275.
15.-Arlon: Dannus XIII 3993.
16.-Mainz : Danius XIII 6891.
17.-Cerca de St. Lizier: Dan& XIII 5, Dannonus XIII 17.
18.-Saint-Bertrand-de-Comrninges : Dannedinnis XIII 260.
19.-Ardikge : Dannonia XIII 118.
Se reduce perfectamente a territorios galos, salvo en el alto valle del río Garona: la
onomástica de aqueiia región acusa fuertes relaciones con la de la península ibeica; por
eso, Danno- en los nombres de este rincón hay que acercarlo al elemento Tanne- de nombres de la región saguntina (v. M. L. ALBERTOS FIRMAT: ''La onomHstica personal
primitiva de Hispania Tarraconense y Bética". Salamanca, 1966, p. 220).
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J. UNTERMANN
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LENGUA GALA
MAPA 7.
-
- LITU-
1.-Verona : Litus V. 3551.
2.-Milán:
Litus V. 5837.
3.-Novara : Litania V. 65 16 (v. mapa 10).
4 4 u s a : Litucca V. 7287.
5.4aint-Maximin (Var) : Litumarus XII 5749.
6.-Vaison:
Lirugenu XII 1293, Lituccus XII 1398.
7.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze : Lituccius XII 2736.
8.-Narbona : Lita XII 4993, Litugena XII 5022.
P.-Cerca de St. -Gaudens: Litano XIII 127.
10.-Vieme : Litugius XII 1891.
11.-Lyon: Lit [t] avus XIII 2010.
12.-Cerca de Macon: Litugenus XIII 2581.
13.-Avenches : Litullinu XIII 5135.
14.-Dijon : Litugenus XIII 5529.
15.-Bourges : Littbssa XIII 1254.
16.-Sens : Litussius WI 2946.
!7.-Paris : Litugm XIII 11275.
18.-Langres : Litawiccus XIII 5797, (cp. 5708).
19.-Monthureux-sur-Sa6ne : Litumara, Litavkcus XIII 4711.
2 0 . 4 r a n d : LiIkcgenus XiII 5950.
21PLarleville: Lituccus XIII 3452.
22.-Luxemburgo : Litugenius XIII 4270.
Miembro del repertorio galo que falta en absolu:~en la L b i a itálica y a lo largo de
' i a Costa Azui. Para Susa v. la nota al mapa 5.
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LENGUA GALA
MAPA 8.
- LUTU-
l.-Verona : Lutarius V 3260, Lutonia V 3358.
2.-Milán:
Lutatius V 6045, Luta V 6123.
3 . 4 m o : Lutevius V 5292, Lutulla V 5279, Luto V 5340.
4.-Ligornetto, cerca de Mendrisio: Lutulla V 5444.
5.-Arcisate:
Lutevius V 5453.
6.-Fréjus : LutaCius XII 296.
7.-Glanum: Lufeenrs XII 998, Lutto XII 995.
8.-Vaison:
Lutevus XII 1431.
9.-Grenoble:
Lutatius n. i. XII 2280.
10.-Vieme : Luttius XII 1981.
11.-Lyon:
Lutea XIII 1872.
12.-Tournon: Luttius XII 2651.
13.-Ararnon:
Lutevus XII 2813.
14.-Nhes y alrededores: L] utatius (Espérandieu, 477), Luttacus XII 3075, Lutonia XII
4156.
15.-Béziers:
Lutatius XII 4246.
16.-Narbona : Lutatius XII 4967.
1 7 . 4 e r c a de Ahun (Creuse): Luttius XIII 1428.
18.-Nyon:
Lutatius XIII 5019.
19.-Castillo de Horburg, cerca de Colmar: Luto XIII 5323.
20 Metzweiler : Lutewus XIII 6025.
214undershofen: Lutullus XIII 6031.
22.-Heidelberg : Luteia XIII 6410.
23.-Worms : Lacttonius XIII 6252.
2 4 . B a d Kreuznach : Lutumarus XIII 7553 b - 4 .
2 5 M a i n z : Lutatius XIII 6869.
26.-Frankfurt-Heddernheim: Lutewius XIlI 7359.
27.-Bingerb~ck : Luforb XIII 7519.
Se encuentra distribuido por tres distintas áreas de la antroponimia gala: la Lombardia,
la cuenca baja del Ródano y el v d e del Reno superior. Recuérdese, además, el nombre
antiguo del actual Lodeve (Hérault), Luteva.
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LENGUA GALA
MAPA 9.
- NOMBRES
COMPUESTOS CON -MARO-
(Ver Schmidt. n. 18; Eilis Evans, n. 18; Whatmough, n. 5 y 7; Esperandieu, n. 59)
1.-Brescia : Segommus V 4205.
2.-Milán:
Cassimma V 6118, Comarius V 5997 (Schmidt, 174).
2a.-Ornavasso: Latumaros (Whatmough, n. 7, 304) (alf. nord-etrusco).
3.-Cabasse War) : Victimaria XII 344.
4.-~oustiers- te. -Marie : Mocetimarw XII 378.
48.-Volonne : Venimms (Espérandieu, 228).
5.-St. Maximin (Var): L & ~XII 5749.
S
6.-Martigues : Solimmus XII 652.
Venimmus XII 602 add.
7.-Aubagne:
S.-Glanum: Litummeos (Whatmough, n. 5, 34) (alf. griego).
9.-Beaucaire : Zndutiom [mus] XII 2884.
10.-Apt y alrededores: Apetemarus XII 1148 (Schmidt, 132: Atepomarus), Aleasiumara
XII 1124, Solimarius XII 1072. Vebromarus XII 1148, Ve] ctumarus (Espérandieu,
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)
.
11.-Cavaiiion:
Vebrumaros (Whatmough, n. 5, 44) (alf. griego).
12.-Vaison:
Segomaros (Whatrnough, n. 5, 57) (alf. griego).
13.-Vienne: Di-us
XII 1828 (Schmidt, 193).
14.-Aoste : Leudommus XII 2406.
15.-Anduze : Zliomarus XII 2895.
16.-Brignon : Solimarus XII 2921.
15.-Cabrieres : Ecimaria XII 2996 (Schmidt, 202).
18.-Nhes:
Excingomarus XII 3577 (Espérandieu, 425), Donnomarus XII 3884, Segomarus, Solimarus (Es~érandieu.461). Ecimarius XII 3217. Solimario XII 3118.
19.-~éziers : ~ o ~ e t i & s XII 4218:20.-Narbona : Atebomarus XII 5216. Solimarus XII 4812.
lblio~rus
%II 1998, 2091.
21.-Lyon:
22 -Le Puy: Simommus XIII 1582.
23.-Cerca de Clermont-Ferrand: Awedomarus (Année Epigrafique, 1952, 37).
Solimm (i) us XIII 634, 693.
24.-Burdeos:
25.-Ghilons-sur-Sa6ne : Liarnarus XIII 2615.
Zli~nm
(us) XIII 2724, Zbliomar (us) XIII 2839, Nertomarus XIII 2751.
76.-Autun:
27.-Couchey, cerca de Gevrey (Cote-dYOr): Segomarus (Whatmough, n. 5, 161).
28.-Besancon: 11 [iom] mus XIII 5392.
29.-Avenches : Atepumarus XIII 11477.
30.-Bourges: Solimara ((nombre de una diosa?) XIII 1195.
31.P-rca de Orléans: Zlliommus XIII 3063.
32.-París : Solimarus XIII 2928.
33.-Cerca de Soissons: l o [v] immus XIII 3464.
34.-Arlon : Ibliomaria XIII 3996.
35.-Trier : Adur ( t ) urnarus XIII 3999.
36.-Entre Trier y Hermeskeil: Ve] ctimarus XIII 4242.
37.-Niersbach cerca de Bruch (Wittliah): Solimarus XIII 4128.
38.-Bad Kreumach: Lutumarus XIII 7553 b. 14.
39.-Mainz:
Dagom [mXIII 11892, Solimarus XIII 7034.
40.Fmnkfurt-Heddernheh : Solimarus XIII 7331.
41.-Cerca de Longwy : Solomorius XIII 3979.
42.-Thionviiie : Soliturnarus XIII 11454.
43.Breitenbach cerca de St. Wendel: Solimarus XIII 6200.
44.-Zinswiler : Nertomarus XIII 6027.
45.Pfaffenhofen: Zbliomarus XIII 6018 add.
El elemento - w o - es uno de los sintimas más cfpicos de la antroponimia gala. No se
da en la Liguria itálica ni en la región pirenaica.
[page-n-160]
J. UNTERMANN
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LENGUA GALA
MAPA 10.
- GENTILICIA EN -ANIUS
{No incluidos: Ajranius, Af>.icrrnius,Albanius, Gemanius, Lucunius, Montanius, Romamus
(v. Mapa 10 bis), Silvunius)
l.-Verona:
Salanius V 3373, 3422, Veranius V 3787, Vipsanius V 3257, 3839.
2.-Trento : Fundanius V 5033.
3.-Revb (Val di Non): Semnius V 5075.
Petranius V 4612, Veianius V 4614.
4.-Brescia:
: V e h i u s V 4112.
5.-Cremo6.-Milán : Pedanius (cp. mapa 11) V 6063.
7.-Urio (Lago di Como): Murranius V 5223.
8.4ureggio cerca de Borgomanero: Agranius V 6611.
Litanius V 6516.
9.-Novara:
10.4enova: Meticanio(s), Pelianio(s) (v. Untermann, n. 25 "Ligurien" ... 181) V 7749,
Pedmiius V 7767.
11.-Isola dei Bergeggi, cerca de Vado: Nemanius V 7779.
12.-Revigliasco &Asti : Toranius (Notizie degli Scavi di Antichitá, 1950, 202).
13.-Turin:
Coruneanius V 7024, Rotanius V 7053, Turanius V 7104, Monianius V 7118.
14.-Favria, cerca de Cuorgne: Pebanius V 6913.
15.-Pinerolo: Pullanius V 8954.
16.-Castelletto Stura: Roudianius V 8961.
Centallo: Caranius V 7656.
Busca : Enanius V 7838.
S. Damiano Maira : Disianiur V 7832.
17.-Narzole : laianius V 7687.
Cherasco: Veianius (Inscriptiones Italiae IX, 1, 23).
18.-Fossano Stura: Bianius V 7653, Nevianius 7651.
S. Aibano Stura : Colianius V 7698.
19.-Farigliano : Veiunius V 7672.
Veustanius V 7727, Mosianius 7710 (=Inscrip. Italiae IX, 1, 105) Cobhius
20.-Mondovi:
V 7706 (= Inscrip. Italiae IX, 1, 106).
21.-Borgo S. Dalmazzo: Edanius V 7850.
Boves :Ennanius V 7856.
S h n i u s V 7860.
22.-Demonte:
23.-Niza:
Selanius V 7972, Urguhius (Rev. St. Liguti, 28, 206).
Tauganius XII 197 add. (además sobre un sello, .procedente de Toulouse
24.-Antibes:
XII 56901119).
25.-Fréjus : ~ilanius
XII 300.
26.-Brignoles : Taetanius XII 340.
27.-Arles:
Pentanius XII 868, Turranius XII 821, 832, 891, 892.
28.Saint-Picrre-les-Martigues: Aclanius (Espérandieu, 88).
Ombanius XII 3775 (Espérandieu, 481) 3776, Velianius XII 3608.
29.-Nimes:
30.-Pont-du-Gard:
Veranius XII 2980.
31.4stelnau-sur-Lez : Ombanius XII 4200.
32.-Narbona:
Akunius XII 4378, Coranius XII 4719, Liwnius XII 4949, 4950, Otanius
XII 5036, Squeülanius XII 5972, Turranius XII 4522, Scanianius XII 4419, 4463,
4605.
33.-Perpiñán:
Pedanius XII 5699111 (sobre '%essera" de plomo).
34.-Yverdon : Sikmius XIII 5056.
35,-Cerca de Belley : Sikrnius XII 2522.
36.-Ardiege : Veranius XIII 114.
Verunius XIiI 625, Vipsanius XIII 882.
37.-Budeos:
38.-Trier y airededores: Maianius XIII 11321, Ripanius XIII 4230.
39.-Cerca de Wittiioh: Vip-us
XIII 8572.
404sterburken : Veranius XIII 11766.
V. n. 25. Los gentiiicios m i e n t e s del repertorio romano suelen obedecer a condiciones
distintas. Doy como ejemplo el nombre gentil ROMANIUS (mapa 10 bis) que pertenece
al área onomástica gala.
[page-n-162]
[page-n-163]
LENGUA GALA
MAPA 10 bis.
- ROMANIUS
l.-Verona:
V 3720, XIII 5211 (Vindonissa, persona procedente de Verona).
2.-Mompiano : V 4375.
Brescia: V 4441, 4634, 4705, 4706, (Pais 1275).
3.-Lograto: V 44ó5.
4.-Milan:
V 6080.
6.-Como:
V 5367, 5368.
7.-Die : XII 1662, (Espérandieu, 246).
8.-Moutiers-en-Tarantaise (Espérandieu, 17).
9.-Volx : Espérandieu, 225.
10.-Rumilly: XII 2509 (Espérandieu, 355), 2510, 2560.
1l.-Aix-les-Bains : XII 2461.
12.-Chusclan, cerca de Bagnols-surCeze: XII 2744 (con el cognomen Pedo, cp. mapa 11).
13.-Nimes: XII 3231, 3298.
14.-Arles: XII 871.
15,-Marseila : XII 5766.
16.-Lyon: XIII 1950, 2027.
17.-Amiens : XIII 3489.
18.-Cerca de Altzweiler (Luxemburgo) : XIII 4256.
19.-Mainz : XIII 7029.
20.-Worms : XIII 6225.
Nótese tuera del mapa: BOM XIII 8115.
En contraste con los gentilicios en snius del mapa 10, Romunius se da como miembro
de ia antroponimia gala.
Cp. además, Riumaneos, patronímico sobre una inscripción gala en letra griega, de Coilias (Gard) (v. Whatmough, n 5, 63).
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[page-n-165]
LENGUA GALA
MAPA 11. - PEDANIUS
11Brescia
: Pedo' V 4466.
2.-Milán : Pedanius (cp. mapa 10) V 6063.
3.-Borgo San Dalmazzo: Peda V 7850 (Untermann, n. 25 ggLigurien", 178 SS.).
4.-Génova : Pedanius (cp. mapa 10) V 7767.
Pedo XII 1295.
5.-Vaison:
6.-Carpeiuras: Pedulus XII 1163.
7.-&les : Pedullus Arelatensis XII 349.
S.-Aigues-Mortes : Pedo (Espérandieu, 516).
9.-Nimes: Pedo, Pedullus XII 3850, Pedullina XII 4061, Pedia XII 3793.
10.-Manduel: Pedo XII 4068 (la misma persona: XII 4069).
11.-Vauvert : Pedusius XII 4091.
1 2 . 4 v a i r a c : Pedulluis XII 4138.
13.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze: Pedo XII 2744.
14.4stelnau-sur-lez : Pedo XII 4190.
15.-Narbona: Pedo XII 4883.
16.-Perpuián: Pedaius XII 5699/11 (tessera de plomo).
Reducido al área de la antroponimia "iigur". Nótese el topónimo Pedo en la Liguria
itálica (hoy Borgo San Dalmazzo).
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[page-n-167]
LENGUA GALA
MAPA 12.
-
VELIANIUS
(v. n. 2 )
5
l.-Garda (iago di Garda): Velius V 3999.
2.-Zenano (Val Trompia): Velia V 4924.
3.-Brescia:
VeJJius V 4676.
4.-Besozzo (Lago Maggiore): VelJia V 5513.
5.-Cerca de Candia (Canavese): Velagenus V 6903.
6.-Torino:
Velacena V 7050.
7.-Mondovi:
Vellia, Velagostius V 7729.
8.-Borgo San Dalmazza: Velagenius V 7850.
9 . 4 r a g l i o : Vilagostis V 7837.
10.-S. Albano Stura: Vüagenia V 7700 (Inscp. Italiae IX, 1, 120).
ll.-Cuneo: Velacosta, Velaiunia V 7853.
Velaeus V 745.
12.-Busca:
13.-Niza:
Velaco V 7888.
14.-Cimiez: Velacus V 7897.
15.-Le Broc (Var): VeJabeJius XII 48 add. (cp. nota 25).
16.-Vence:
Velabus XII 15, Veludius XII 20.
17.-Embrun:
Velagenus XII 89.
18.-Arles: Velfius XII 838.
19.-Nimes:
Velicrmus XII 3608 (cp. mapa lo), Velagenus XII 3964, Veladus XII 3984,
Velloudius XII 3288.
20.-Lyon : Velfeius XIII 2301.
21.-Foy,
cerca de Bastogne (Ardennes): Velugnius XIII 3632.
La familia de Ve&- (-genius, -costa) está reducida a la Liguria itálica y las partes vecinas
de l s Alpes. Una mención de VeJimu'us en Wmes hace suponer que pertenece a la antroo
panimia **ligu~'~. nombre latino Vellius (-eius) se muestra basado sobre esta misma famiEl
lia, pero aparece, ademais, sobre bases distintas en la región de Brescia y en Venecia (fuera
del mapa).
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LENGUA GALA
MAPA 13.
- AKANIUS
l.-Ispra (Lago Maggiore): Acconiw V 5493.
2.-Fontaneto (Nwara): Accellius V 6598.
3.-Acqui: Accius (cogn.) V 7508.
4 . 4 u s a : Accon (ius) V 7267.
5.-Fréjus: Aconius XII 287 add.
6.-Marsella:
Aconis (cogn.) XII 418.
7.-Embrun:
Accius (Espérandieu, 15).
8.-Narbona:
Akanius XII 4378, Accelius XII 4578, Accius XII 4520.
9.-Lectoure (Gers) : Accius XIII 521.
lO.-Cerca de Martres-Tolosane : Acconius XIII 10007.
11.-Lyon:
Accius XIII 2045 (3).
12.-Speyer : Acconius XIII 6101.
13.-Madeim:
Acconius XIII 6425 (3).
Acco sirve (le hipocoristico en la antroponimia gala (al lado de formas más largas
Acedo), pero pertenece también al repertorio del país ligur. Accius parece reducido a esta
úitima región.
[page-n-170]
J. UNTERMANN
[page-n-171]
LENGUA GALA
MAPA 14.
.
BLAESIUS
l.-Tortona : Blesidius V 7384.
Blaionia V 7179 (procedente de un lugar desconocido en las cercanías de To2.-Torino:
rino).
3.-Macdo, cerca de Cavour: Blaesio V 7343.
4.-Revelio, cerca de Saluzzo: B l h n i a V 7349.
5.-Busca:
Biaisicius V 7845.
6.-Narzole:
Blaesius V 7686.
7 . 4 a n Damiano Maira: Blaia V 7832.
8.-Faucon-sur-Ubaye, cerca de Barcelonette: Blaesia XII 88.
9.-Talloires, cerca del lago d'Anneq: Bktesius XII 2522.
10.-Vaison : Biaesius XII 1398.
ll.-Canpentras: Blaesus XiI 1203.
12.-Nimes: Blaesa XII 4047, Blaesus XII 3585, 3939, Blaesius XII 3473, 3474, 3969.
1 3 . - S d k r e s : Blaesus XII 3037.
14-Cerco de Ales : Blaesus XII 2869.
15.-Euzet-les-Bains (Gard) : B b w XII 2885.
16 -Nozi&res cerca de Lédignan (Gard) : Bloesius XII 2901.
17.-Uds:
Bloesus XII 2830.
18.-BCziers : Blaesia CEspérandieu, 562).
19.-Lyon:
Bktesius (P. WUILLEUMIER: "Inscriptions latines des Trois Gaules". París
1963, 249).
20.-Bourges:
Blaesius XIII 11093, Blaesus XIII 1197; además Blaesianus Biturix XIII
1393 (Limoges).
Nótese, además: ~ l a e s i o k
saitus en Veleia (XI 1147).
Puede tratarse del sustituto de un miembro del repertorio "ligur"; tal vez, B h 4 Bkiionu representan formas más' indígenas.
i,
[page-n-172]
[page-n-173]
LENGUA GALA
MAPA 15.
- PARRA
l.-Como : Bmo V 5372.
Arcisate: B a o V 5450.
2.-Brebbio (Lago Maggiore) : Baro V 5499, 5503.
Cerca de Pallanza: Baro 6645.
3.-Bmgo San Dalmazzo : Parra V 7850.
4.-Ventimiglia : Baraco (Pais, 990).
5.-Brianpn:
Pawidius, Parrionis f XII 95.
6.-Embrun: Baro XII 91 (al lado de Solicia Vera, v. mapa 20).
7.-Nímes:
P m ~ n o XII 3933, Pmucius 'XII 3712, 3877.
(?)
8.-uzes : Pmassius XII 2943.
9.-Arles : Pareta XII 908.
10.-Béxiers: Parra XIII 6857 (Mainz) dom. Bae (terr.ae) (v. Hirschfeld ad tit).
11.-Narbona : Bura XII 4966.
12.-FranWurt-Heddernheim : Baricio XIII 7336.
No cabe duda de que Barosis, Barhosis (XiII 39, 247) sean miembros de la antroponimia ausco-aquitana, y que no tienen nada que ver con nuestro grupo. Quizá hay que distinguir entre un elemento galo (con b-) y otro "iigur" (con p-).
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J. UNTERMANN
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LñNGUA GALA
MAPA 16.
- AVELIUS
1.-Monaco : Avelius V 7823.
2.-Aix-en-Provence : Adlius XZI 541.
3.-Arles :Avilius XII 720.
4.-Nimes:
Avilius XII 3703, Aviuiius XII 3451, Aviullus, -a XII 3452.
5.-Le Cailar cerca de Aimargues: Aviullius XII 4096.
6.-Nages: Aviulus XII 4150.
7.-Milhaud:
Avilius XII 4078.
8.-Narbona : Avilius XII 4386, 4541.
Avilius XIII 2072.
9.-Lyon:
Nótese fuera del mapa: Avillius XIII 8368 (Koln).
Ejemplo de una familia de nombres reducidos a la %alia ligur", Avelius muestra un
sufijo tipico de la antroponimia ligur; v. n. 24. Faltan los nombres d noroeste de Nmes
y en la región al norte del río Durance.
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J. UNTERMANN
[page-n-177]
MAPA 17. - ENNIUS
(V. el mapa presentado en Untermann, n. 19, pág. 192)
1.-Verona:
Ennius V 3776, quizá también XIII 5211 (Vindonissa) natural de Verona?
2.-Cremona : Ennius V 4102.
3.-Brescia : Enissa V 4595.
4.-Rogno (Val Camonica) : Enno V 4966.
5.-Milh:
Ennius V 5826.
6.-Pavia : Ennius V 6465.
7.-Cerca de Novara : Ennius V 6488.
8.-Vercelli : Ennius V 6652, Enumeneius V 6674.
Ennius V 6950.
9.-Torino:
10.-Chieri: Ennius V 7500, 7502.
11.-Susa : Ennius V 7300.
12.-Cerca de Novi Ligure: Ennius V 7432.
13.-Acqui: Ennius V 7514.
14.-Spigno: Ennius V 7543.
15.4erca de Saluzzo: Enica V 7641.
16.-Bene:
Ennius V 7673, 7693, 7731.
17.-Borgo San Dalmazzo: Enistdus, Enania (v. mapa 10 ) V 7838.
18.-Busca:
Enicus V 7845.
19.-Boves: Enicius V 7850, Ennania (v. mapa 10) V 7856.
20.-Panna:
Ennius XI 1049.
21.-Cirniez:
Eniboudius V 7856, 7866, EmsCalius V 7872.
22.-Vence:
Ennius XII 17, 27, 30, 31, Enigenus XII 33.
23.-Levens :Enimanuus (Espérandieu, 2).
24.-Arles : Ennius XII 956.
25.-Nmes : Ennueus XiI 3525.
26.-Béziers:
Ennius XII 4272, 4279.
27.-Narbona : Ennius XII 4779, 4780.
28.-Burdeos:
Ennius XIII 728.
29.-Montserie (Val de Neste): Ennebox XIII 194.
30.-Mainz y alrededores: Ennius XIII 6919, 7238.
En Untermann, n. 19, 175-178, traté de demostrar que el gentilicio romano Ennius a$rece con mayor frecuencia en las regiones cuya onomástica indígena poseía nombres de
sonido semejante; son dos distintos substratos en la Italia del norte que han fomentado
el uso de Ennius: Venecia y Liguria. El área ligur parece prolongarse hasta Narbona.
[page-n-178]
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LENGUA GALA
MAPA 18.
- MOGETIUS,
MOCCO
(V. mapa 25 de Untermam, n. 7)
1.-Brescia : Mogetilla V 4457.
2.-Como : Mogetillus V 5299.
3.-Meda:
Mogetius V 5713.
4.-Milán : Mogetius, Moccilo V 6042.
5.-Lodi:
Mogetius V 6350.
6.4allarate : Mogiacus V 5567.
7 . 4 u n o (Novara) : Mogetius V 6576.
8.-Pallanza y sus cercanías: Mocco V 6644, Moccus V 6645, Moco (Notizie degli Scavi.
Roma 1918, 89).
9.-Valdivedro, cerca del Simplon: Moccus V 6650.
10.-Torino: Mogetius V 7013.
11.-Sagra di San Michele (Val di Susa): Mogetius V 7219.
12.-Susa:
Mogetius V 7287.
13.4entaUo: Mocus V 7656.
14.-Cerca de Caraglio: Moccius V 7835.
15.-Cerca de Mondoví: Moccasia V 7673.
16.-Cuneo: Mocca V 7856.
17.-Génova: Moco V 7749 (la "Sententia Minuciorum" del año 117 a. C.).
18.-Niza : Moccius V 7947.
19.-(=imiez: Mogio V 7891, Moccius V 7936.
Mocia XII 5703.
20.-Vence:
21.-Volonne (B. Alpes) : Mociuntus (Espérandieu, 228).
22.-Cerca de Sisteron: Moget[ XII 1547.
23.-Moustiers-Ste-Marie : Mocetimarus XII 378.
24.-Arles : Mogihrma XII 731.
25.-Beaucaire : Moceia XII 2824.
26.-NAhes: Mogillo XII 3407, Mogonia XII 3995, M] ociacus 3769.
Mogetimarus XII 4218.
27.-Béziers:
Mogetius cives Mediomatricus XIII 6394 (cerca de Heidelberg).
28.-Metz:
29.-Mainz: Mogetius XIII 7092 (?), 6790a, 5 (junto con el gentilicio Nw>icmius, v. la nota
del mapa 6).
No registrado: Mogillonius XIII 7444 (Saalburg) : miembro de una cohors Rmtorum.
No cabe duda de que Mogetius sea un miembro del repertorio galo. En cambio, las
formas breves, en particular las con Mocc- ocurren con mayor frecuencia dentro de 'DS
límites de la antroponimia "ligur"; op. también n. 28.
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LENGUA GALA
Mapa 19,
- - VENELIUS, VENNONIUS
l.-Cividate (Camunni) : Viniciu, V 4944.
2.-Milán:
Vinicius V 5902, Vinicianus V 5517, 5517 (de Mediolanum).
3.-Romagnano (Novara) : Vinicius V 6592.
S. Pietro di Moseao (Novara): Vinicianus V 6499.
4.-Torino:
Vennonius V 7037, 7055, 7093, 7107, 7119-7121, Venissius V 7196.
Vinicius V 7316, Vennonius V 7313.
5.-Susa:
6.4hieri: Vennonius V 7498.
7.4avour: Vmnonius V 7338.
8.-Bene: Vennonius V 7690.
9.-Cerca de Mondovi: Vendus V 7713.
10 -Savigliano: Venelia (Inscp. Italiae M,1, 177):
11,s.
Albano Stura: Vilagenio Veni f. V 7700 (Inscp. Italiae IX, 1, 120).
12.-Niza: Venireius V 7918.
13.-Vence y alrededores: Vinicius XII 43, Vinucius XII 18.
34.-Brianqon : Venna XII 95 (al lado de P m a : cp. mapa 15).
15.-Cerca de Embrun: Vennonius XII 83.
16.-V010~e : Venimara (Espérandieu, 228).
17.-Manosque : Vinicius XII 1515.
Venusius XII, 181, 234, Veniclutius XII 233.
18.-Antibes:
19.-Fréjus: Venni XII 970.
Venimnrus XiI 602 add.
20.-Aubagne:
21.-Roquevaire : Venilatus XII 5788.
22.-Aix-en-Provence:
Vinicius XIII 7014 (Mainz, de Aquae Sextiae).
23.-St.-Chamas:
Vena masc. XII 647.
24.-Glanum:
Vinicia (Gallia, 2. París, 1944, p. 176 SS.).
25.-Arles:
Vinicius XII 738, Vinucius (Espérandieu, 99).
26,Apt:
Vennonius XII 1118, Vinicius XII 1073.
27.-Carpentras : Vinicius XII 1165.
28.-Orange : Venuleius XII 1221.
29.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze: Vinicius XII 2735.
Venius (Espérandieu, 508), Vinicotenius XII 4007 (cp. Vinmleius de la misma
30.-Nimes:
inscripción y Vinivallia XII 4022), Vinicius XII 4021, Vinnucia XII 4023.
31.-Narbona:
Vinicius XII 4417, 4463, 5237-5239, XIII 969 Narbonensis (Périgueux),
Vinieimrus XII 4357.
32.-Die : Venaesius XII 1563.
Pontaix: Venaesius XII 1583, 1584.
33.4renoble : Vinicius XII 2298.
34.-Annecy : Vinicius XII 2528.
35.-Vienne :Vennonius XII 2026.
36.-Lyon: Vennonius XII 2057, Vinicius domo Lugud. XIII 6876 (Mainz).
37.-Ardiege, cerca de S . Bertrand-des-Comminges: Vennonius XIII 122.
r
38.4erca de Limoges: Venela XIII 1439.
39.-Poitiers : Venixamus XIII 1125.
40.-Alichamps (Cher) : Venixamus XIII 1357.
41.-Tarquimpol : Vimcius XIII 4562.
Venulinus (Wuilleumier, op. cit. mapa 14, núm. 19, pág. 373).
42.-Metz:
43.-Zabern : V e n h u s (Wuilleumier, 439).
44.-Worms: Vennonius XIII 6241.
45.-Mainz:
Veniemus XIII 11806.
46.-Waldmossingen:
Vennonius XIII 6356.
Las formas breves son corrientes en la Liguria itálica y en la Galia meridional; el gentilicio Venelius, -a, acredita la atribución al repertorio 'ligur" (cp. nota 25). En cambio,
V m ' ~ ( ~ my los nombres compuestos se reducen a regiones galas. Venicius (Vinicius) tiene
us
el aspecto de substituto latino: se encuentra con preferencia en las zonas urbanizadas de la
anuoponimia gala, es deck en la Transpadana y a lo largo del curso inferior del río Ródano.
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J. UNTERMANN
[page-n-183]
LENGUA GALA
MAPA 20.
- SOLLIUS,
SOLICIUS
l.-Verona: Sollius V 3469, Sollonius V 3426.
2.-Brescia:
Solius V 4729, Sollonius V 4197, Soliboduus V 4748.
3.-Milán:
Sollius V 6094, Solo V 5947, Sollonius V 5830.
4.-Novara:
Sola V 6553.
5.-Bassignana : Solicius (cogn.) V 7445.
6 . 4 n t a l l o : Solo V 7658.
7.-Maceiio:
Solicius V 7343.
8.-Susa : Solicius V 7316.
9.-Barcelonette : Solicius XII 90.
10.-Embrun: Solicius XII 91.
1l.-Fréjus : Solicius XII 264.
12.-Le Beausset (Var): Solicius XII 323.
13.-Martigues (B.-de-Rh.): Solimarius XII 652.
14.-Glanum : Solimutus XII 1016.
15.-Apt : Solimarius XII 1072.
St.-Saturnin-dYApt Solico XII 1144.
:
16.-Marguerittes (Gard) : Solirigius XII 3005.
17.-Nimes:
Solibitis XII 3922, Solimmus XII 3118, Solisetia XII 4008, Sollius XII 3632,
3952, Solonius XII 3165, 3184, 3924.
18.-Calvisson (Gard) : Sollo XII 4150.
19.-Barron (Gard) : Solibitis XII 2866.
20.-Brignon (Gard) : Solimarus XII 2921.
21.-Cerca de Bagnols-sur-Ceze : Solonius XII 2787.
22.-Sahune, cerca de Nyons: Solimutus XII 1310.
23.-Die : Sollius XII 1667.
24.-Grenoble : Sollius XII 2252.
25.-Cerca de Montmélian: Sollius XII 2316.
26.-Aix-les-Bains : Sollius XII 2461.
2 7 . 4 e s s i e u (Isere) : Sollius XII 2181.
28.-Vienne:
Sollius XII 1900, 1921.
29.-Lyon : Solicia (cogn.) XII 2200.
30.-Dijon : Solimutus XIII 5572.
31.-Mainz: Solimarus XIII 7034, Solimutus XIII 6773.
32.-Niersbach, cerca de Bruch (Kreis Wittlich) : Solimarius XIII 4128.
33.-Cerca de Thionviile : Solitumarus XIII 11454.
34.-Mont-Saint-Martin, cerca de Longwy: Solimarius XIII 3979.
35.-Paris : Solimarus XIII 2928.
36.-Bourges : Solimutus XII 11141.
37.-Angers : Solirix XIII 3095.
3 8 . 4 e r c a de Nantes: Sollicius XIII 3139.
39.-Aigaliers, cerca de U s s : Solius (Espérandieu, 396).
40.-Burdas:
Solimmius XIII 634, Solimarus XIII 693.
41.-Bédéchan, cerca de Auch : Solemutus XIII 471.
42.-Narbona : Solimarus XII 4812.
Los nombres compuestos están dispersos por toda la Galia faltando en los dominios de
la antroponimia iigur. En contraste con eiios Sollo, Sollius se reducen a las áreas galas mPs
urbanizadas (cp. Vinicius mapa 19). La distribución de Solicius destaca visiblemente recomendando atribuir este nombre al repertorio "ligur".
[page-n-184]
[page-n-185]
LENGUA GALA
MAPA 21. - VLATTIUS
l.-Burdeos : Vlattius XIII 884.
2.-Périgueux : Vluttius XIII 993.
3.-Lamargelie (ate-d'Or) : Vlattius (Wuiileurnier, 411).
4.-Lyan:
Vlattius XIII 1711, 1712, 1926, 1974.
5.-Beiley (Km) Vlattius XIII 2518.
:
6.-Vie~e: Vkttius XiI 1851, h t t i u s X i í 1974.
7.-Uds:
h t t o (¿mejor Catto?) XII 2936.
8.-Die:
Blattius XII 1567.
9.-Embrun : Vlattius XII 81, 85.
10.-Niza : Vlattius V 7963 (Espérandieu, 4).
11.-Demonte : Vlattius V 7861.
12.-Busca : Vlatunus V 7838.
13.-Castelieto Stura: Vlatunus V 8961 (cp. un terma^, n. 25 "Lig!'
180, n. 20).
14.-Cherasco : Vlattius V 7676.
15.-Alba: Vlattius V 7613.
16.-Strevi, cerca de Acqui: Vlattius V 7527.
17.4rand-St.-Bernhard: Blattius V 6866.
18.-Torino: Vlattius V 6685,6962, h t t u s V 7091.
19.-Vercelli : Vlattius V 6685.
Nótese, además, Vlati sobre cerámica procedente de la Galia meridional (Holder,
1
nota 39 1 1 21; M. DURAND LEPEBVRE: "Etude sur les vases de Montans du Musée St. Raymond de Toulouse", Gallia, 4, París, 1946, p. 179) y Vlattu sobre monedas de
1,
los Segusiaui (al oeste de Lyon) (Holder, 1 1 21).
Dentro de Italia el antropónimo parece miembro del repertorio ligur, pero extraña su
ausencia a lo largo de la costa francesa. Para viato- se propone una buena etimología céltica
(v. nota 28).
[page-n-186]
[page-n-187]
P. BELTRAN V I L L A G R A S A
(Valencia)
Correcciones de algunas interpretaciones
de los textos ibéricos de Liria
En el fascículo d e la Revista Valenciana de Filología correspondiente
al año d e 1953 (1) apareció mi artículo sobre algunas explicaciones e interpretaciones de los letreros pintados o incisos .en los vasos del Cerro
d e San M i g u e l (Liria), escrito entre los años 1954- 1955. Entre ellos hay
dos donde figuran individuos cuyos nombres n o están completos, pero u n o
d e ellos puede asegurarse que se llamaba balkebel(es) y por analogía ha
d e pensarse que el o t r o tenia por nombre b a i (. ..). Sus lecturas seguras,
son :
Fletcher, núm. LXIX. Departamento 99, año 1943. Borde d e cuello
. ..taeiiar.ban.balkebel(es) .
Fletcher, núm. LXXIV. Departamento 1 10, año 1947, Borde d e tinajilla
..deta eiiarban.bai(. ..)
En ambos casos ( y sobre todo e n el primero) hay un individuo (ban)
habitante (eiiar) e n ,una localidad o en su comarca, el nombre d e la cual
termina e n deta, con un signo especialisimo de la ta, que obliga a suponerlos coetáneos y a ú n ,del mismo taller. En el grabado del núm. LXXlV
no se ve nada más; pero e n el tiesto hay un garfio o apéndice q u e supuse
pertenecía a una e, l o cual nos daba el nombre d e (e)deta q u e es el dado
p o r Ptolomeo a una ciudad d e la comarca, llamada también Leiria y por
..
.
(1) P. BELTRAN VILLAGRASA: "Los textos ibéricos de Liria". Revista Valenciana
de filología 111. Valemia, 1953, pág. 37.
[page-n-188]
todos los autores modernos asi como por las lápidas que nombran a los
edetanos y edetanas; pero tales noticias son tardías y n o hay obligación
de suponer que fuera correcto el nombre copiado por los griegos y romanos. Sin embargo quizás nunca hubiera conocido m i equivocación si
n o hubiera sido por otros hallazgos que de momento no se ligaron con
éste.
Inscp. LXM
En el año 1949 y en el departamento 1 15, apareció u n pequeño fragmento b (Fletcher, núm. L X X V I I 1) ccn cuatro signos y parte de otro que
n o se ligaba con el primitivo a (Fletcher núm. L X X I V ) y alli quedó en la
vitrina de los fragmentos, esperando a su continuación. Esta se presentó
en el año 1953 en un sitio bastante desusado como fue u n ,pasillo superior
junto al departamento 124, donde surgió el fragmento c (al que se l e dio
el núm. L X X X I V ) que había de resolver la cuestión. Pasó el nuevo testigo
a l a compañía d e los otros compañeros insignificantes y alli estuvo esperando el momento oportuno. N o era fácil irse directamente a las tres
piezas de rompecabezas procedentes d e tres distintos lugares. Pero una
d e las muchas veces que pasaba revista a estos trozos, a l p.arecer inútiles,:
[page-n-189]
e n compañía.del Director del S. l. P., este señor tuvo la feliz idea de adosar los dos fragmentos b, c y seguidamente el garfio o apéndice del frag,
mento a se acomodaba exactamente en el final de la segunda i del pedazo c como antes el palo vertical en su primera i había quedado en el
,
borde del otro pedazo b.
Ya se pudo leer, incompleta por ambos cabos, la leyenda:
.. ibaiibai-deta-eiiar.ban.bai(. .)
Desde aquel mismo instante, tuve fija en m i archivo mental la obligación de corregirme en la parte específica de m i razonamiento sobre la
ciudad de [ E l DETA considerada como la morada de los dos desconoci~dos
cuyos nombres figuran en la pareja de bordes arriba citados, y de publicar
mi auto corrección con los resultados de estos hallazgos cuando fuera el
momento oportuno. Y así:
En la página 162 donde escribí:
[ e l deta-eiiar-bamba¡.
debe ser enmendado el texto y distribución, en la forma:
.ibah-ibai-deta-eHar-ban.bai(. .)
.
.
..
..
.
formando una cláusula incompleta por su comienzo y posiblemente acabada con el nombre final que se lee fluidamente y que quizás pueda ser
interpretada correctamente. Con ella queda anulada la idea de que «Balkebeles)), que figura en el núm. LXlX de Fletcher, (2) fuera un vecino
del pueblo d e Edeta, puesto que no es posible suplir en dicha leyenda el
nombre de (ede)ta que n o está en la WXIV ampliada. También es necesario rectificar e l nombre ede(ta) en el fragmento núm. L X X l de Fletcher, donde e l signo ta n o es preciso que existiera, l o mismo que n o era
cierta la existencia de la e por un garfio que apuntaba y que era de una i.
,
La n o existencia de la palabra EDETA en estas inscripciones, n o im-
(2) D. FLETCHER:. 'Inscripciones ibéricas del Museo de Prehistoria de Valencia".
Instituto de Estudios Ibéricos y Etnografia Valenciana, Valencia, 1953.
[page-n-190]
plica la desaparición de la ciudad de su nombre que está confirmada por
otros conductos y precisamente en Liria, como vieron los autores de todos
los tiempos y últimamente, e n 1924, el simpático y estudioso don Domingo Uriel (3). Además si alguna duda hubiera (que no hay) al construir
el grupo escolar de Liria vimos aparecer la ciudad baja romana, sucesora
de la arruinada en las alturas con su acr6polis en el Monasterio de San
Miguel, enlazándose con la citada frase ide Ptolomeo. Y o tuve monedas
de Faustina madre, allí encontradas.
Queda m i espíritu descansado, después de haber presentado mis
Leaura de las i ~ ~ i f i r m e s
LXXVIII, LXXXIV y LXXIV
exareas en reconocimiento de mis equivocaciones y me doy por wnvencido, para n o reincidir, de los preceptos siguientes:
1." N o se debe restaurar los signos que faltan en una inscripción
ibérica si n o son conocidos por otras completas.
2.' Siempre se debe escribir teniendo presente nuestra pequeñez y
(3) D URIEL: *üi Ceno de San Migud de Luia, Jdar de is Gran Ijdeu?". A d h
.
de Anc VPluicisno X. V &
d,
1924, págs. 75 a 85.
- 166 -
[page-n-191]
por m u y seguro que se esté d e haber dicho la verdad, siempre hay que
pensar en el posible error y buscar su remedio si es posible. La verdad,
de una manera u otra, aparece por caminos insospechados y es necesario
atenderla para n o continuar en e l error. Cribando convenientemente los
conocimientos q u e se creen tener, siempre queda algo útil; y si en las
rebuscas de la verdad, es necesario corregirse y enmendarse, n o hay que
vacilar p o r un amor propio m a l entendido.
En esta ocasión veremos si quedan e n su verdadero lugar algunas
piezas d e este rompecabezas incompleto d e las concordancias entre los
idiomas de los antiguos iberos y los modernos dialectos d e los vascos;
si las hallara m e daría por satisfecho. Pues añadir una o varias palabras
relacionadas d e ambos idiomas, a la lista de las existentes es un éxito
a l que aspiran hasta los más incrédulos o despectivos sobre este asunto.
Volviendo a los textos analizados, se tienen los datos siguientes:
La primera palabra del fragmento b, en el núm. LXXlV d e Fletcher
es ibaia, conocidísima e n la toponimia y los apellidos vascuences y equivalentes en castellano a «vega» o «valle» de un río.
El P. Larramendi (4) da, entre acepciones más o menos vulnerables,
la de ibarrá, equivalente a los dos nombres castellanos antedichos; y como
sinónimos latinos, los de «campus» y «vallis».
Análogamente, en el Diccionario vasco-español-francés, de don Resurrección María de A z k u e (Bilbao 1905), está la voz siguiente: T. l.
pág. 390, col. 2, lBAR (Bizcaíno-Guipuzcoano), «vega».
Análogamente, la palabra del trozo b es e n Larramendi (T. II, pág.
359), Río, IBAIA, y en latín « f l u v i u s ~ ,«tlumen», «amins».
En el Diccionario de Azkue, T o m o 1, pág. 390, col. l. IBA1 ( A l t o N a barro, Bizcaíno, Bajo Nabarro, Guipuzcoano, Labortano, Suletano), H l B A l
(Bajo Nabarro, Labortano), «rio».
Cada una de estas equivalencias por sí sola podría ser una coincidencia
por azar; pero las dos combinadas en e l m i s m o t e x t o antiguo parecen dar
l a seguridad d e que n o puede ser casual la concomitancia de dos palabras
para indicar «la vega)), «el valle» o «la tierra)) próxima a un «rio». Es
lógico pensar q u e tratándose de un individuo «habitante» (eiiar) en dicho
terreno, venga a continuación su nombre (del que solo conozco el com i e n z o bai.. .); y que antes se d é e l nombre del valle, que ha de ser deta.
M e atrevo a pensar que, si los letreros estudiados n o se refieren directamente a la ciudad de EDETA (Liria), e n los dos bordes de tinajuelas
publicados por Fletcher en 1953 figuran dos individuos d e la comarca o
(4) P LARRAMENDI : "Diccionario uilingüe, castellano-vasco-latín". Edición de San
.
Sebastián, 1853, tomo 1 , págs. 476 y 480.
1
- 167 -
[page-n-192]
vega d e las aguas del famoso «nimpheo», que hoy se llama fuente de San
Vicente, uno cuyo nombre BALKEBEL(es) parece seguro y del otro solamente ce sabe que su nombre comienza p o r BAI.. L o que fueron estos
hombres n o l o sé.
. .
Apenas si puedo saber de los vasos, sino que son contemporáneos y
del mismo taller cerámico.
Atendiendo a los signos utilizados por los letreros, parecen de la segunda mitad del siglo II o principio del I a. d e J. G., con toda la vaguedad
que suponen estas indicaciones.
Para terminar (por ahora) con el estudio de letreros y vasos tan importantes, sólo m e queda hacer constar la pena o el resquemor q u e produce el hecho de faltarnos grandes partes d e sus leyendas y la totalidad
de sus decoraciones, por l o cual es inútil aventurar hipótesis sobre el ca:
rácter d e sus letreros, cobre las causas que los motivaron y el uso a que
fueron dedicados.
.
[page-n-193]
RAFAEL RAMOS FERNANDEZ
(Elche)
lnscripciones ibéricas de
Alcudia
.
los numerosos e interesantes hallazgos efectuados en La Alcudia
de Elche, añadimos ahora una serie de inscripciones ibéricas, limitándonos
a dar noticia de las mismas, reservando su más detenido estudio para la
publicación de conjunto de este yacimiento.
Entre los restos de un gran edificio de época ibérica encontrados formando parte d e una pared del poblado ibero-púnico, es decir, como materiales reútilizados, fue encontrado un sillarejo de 41 X25X 17 cms. que
en uno de sus lados, entre un dibujo esquemático, inciso, de una grupa
de caballo con su cola, aparece la inscripción, cuyos signos hemos de
considerar como de grafía turdetana o ibérico antiguo.
La cronología atribuible a esta inscripción, por el conjunto de las
piezas encontradas, cabe incluirla en el período ibérico anterior al s. III
a. de C. y posterior al VI a. d e C.
Don Manuel Gómez Moreno (1) basándose en un calco deficiente de
Untermann y en una fotografía enviada por Ramos Folqués, por medio de
Gratiniano Nieto, publicó esta inscripción, leyendo de derecha a izquierda
(1) M. GOMEZ MORENO: "La escritura bhstulo-turdetana (primitiva hispana)"..
Madrid, 1962.
[page-n-194]
y siguiendo dicho calco, Maluquer (2) leyó
ATEIR
IATERKO
pero si se observa detenidamente la inscripción (Lám. 1, 1 y fig. 1) puede
comprobarse que su lectura, transcribiendo sus signos de acuerdo con la
valorización actualmente aceptada, es como sigue
A TER BE I
KER DA
Fig. 1
Aparece como marca en el asa de un ánfora. (Lám. 1, 2 y fig. 2).
Los signos pueden identificarse como de tipo turdetano, siendo su
posible lectura:
CU N C A E
(2) J. MALUQUER DE MOTES: "Epigrafia prelatina de la península ibéricayy.
Barcelona, 1968.
[page-n-195]
INSCRIPCIONES DE LA ALCUDIA
N o obstante, leyendo de izquierda a derecha tendríamos
que podríamos relacionar con e l vasco «ekar» = llevar. ¿Se aludiría al
transporte de líquido (se trata, como hemos dicho, de un ánfora) o sería
la marca del fabricante?
De todos modos, reconocemos que su lectura es muy dudosa.
Fig. 2
Fragmento de cerámica campaniense B, encontrado en el nivel D o
ibero-romano (Lám. 1, 3 y fig. 3).
Aparecen incisos una serie de signos ibéricos formando inscripción
central, rodeada de otros signos, algunos de ellos sin posible identificación.
En el extremo interior izquierdo encontramos un signo incompleto
que puede interpretarse indistintamente como TI o como TO. A su derecha otro semejante a la z turdetana.
La inscripción puede leerse:
[page-n-196]
Con respecto a BALCATICA, encontrariamos un paralelo con el Bal
ca I dur de Sagunto, que Gómez Moreno (3) considera nombre propio, basándose en el vasco «galdur» = pináculo y la raiz «bal» = juntar, d e
donde deduce que «balca» = poblado.
También Tovar (4) l o considera como nombre propio.
En otro plato campaniense de Ampurias aparece la palabra balcar y
en otros yacimientos encontramos balcarcais, balcar, balceatin, etcétera.
La terminación T I C A se halla en la Azaila 21.
La forma EBA pudiera relacionarse con el eban, ebanen de las estelas
ibéricas d e Sagunto, Sinarcas, Sta. Perpetua, Fraga e Iglesuela.
Tovar propuso para EBAN la traducción de «piedra», fundándose en
las inscripciones libicas en las que se lee bn-S que tradujo como ((piedra
de», alegando paralelos semiticos, bereberes, guanches y del antiguo egipcio. Esta traducción adolece de la dificultad de que el EBAN n o siempre
se encuentra sobre piedra, motivo por el cual el punto de vista de l o v a r
n o ha sido unánimemente aceptado.
Górnez Moreno habla d e la raiz semitica bani = «construyó» .de donde
ibnu y ben = «hiio» y así ban seria en ibérico «hijo» y eban = «hijo» o
«piedra».
Fig. 3
-
(3) M. GOMEZ MORENO : "Miscelánea. Historia, Arte, Arqueología". Madrid, 1949.
(4) A. TOVAR: "Léxico de las inscripciones ibéricas". Estudios dedicados a Menéndez Pidal, t. 11. Madrid, 1951.
[page-n-197]
INSCRIPCIONES DE LA ALCUDIA
IV
Signos incisos en un fragmento de cerámica campaniense B. (Lám.
1, 4 y fig. 4). En su cara exterior podemos leer.
S O A N BI B U
TAKI
y en su cara interior encontramos un signo que ,podríamos interpretar
como TI y debajo tres signos que leemos
CE CA D U
Fig. 4
Pintada sobre fragmento d e cerámica ibérica, cuya lectura
U M U S
parece ser la terminación de un nombre latino transcrito con caracteres
ibéricos, l o que n o sería imposible pues el fragmento cerámico e n cuestión es de época ibero-romana, posiblemente del s. I a. de C. (Lám. 1, 5 y
fig. 5 ) .
En la colección de «Papeles Curiosos», del Archivo Municipal de
Elche, en e l Documento núm. 73: «Sellos de alfarero hallados e n excavaciones en el campo de Elche)) hay unos titulados: «Inscripciones primitivas)), que fueron ya publicadas por Aureliano lbarra ( 5 ) y luego recogidas por Hübner e n su M. L. 1. (6) suponiéndolos signos latinos mal
interpretados, pero García y Bellido (7) admite por l o menos una (nues-
( 5 ) A. IBARRA: "Iilici, su situación y antigüedades". Alicante, 1879.
(6) E. HUBNER: "Monumenta Linguae ibericae". Berlín, 1893.
(7) A. GARCIA Y BELLIDO: "Marcas de terra sigiilata en caracteres ibéricos.
Protemus en Azaila". Archivo Español de Arqueología, XXXII. Madrid, 1959, pág. 164.
[page-n-198]
R. RAMOS FERN~NDEZ
tra núm. VII), que le fue comunicada por don Pedro lbarra a Hubner,
con la advertencia de que había sido dibujada con mucha atención, en
sello o escritura ibérica. Pero ninguno de estos autores da lectura de
estas marcas.
Fig. 5
Fragmento de vaso con parte de inscripción (fig. 6 ) , cuya lectura creemos es
S L I
En un fragmento de terra sigillata del Museo de Tarragona encontramos igualmente S L 1, aunque con distinta grafía.
Fig. 6
Fragmento de vaso con parte de inscripción (fig 7) cuya lectura puede ser
BA CE UN GI (?)
Creemos que esta inscripción, recogida d e la publicación de Ibarra,
[page-n-199]
MSCRiPCIONES DE LA ALCUDIA
debe ser la existente en el M. A. N. procedente de Elche (fig. 7 bis) y
publicada por Comfort (8) y cuya auténtica transcripción es la siguiente
Comfort dice a l respecto... «una interesante cuestión se presenta
para las marcas ibéricas impresas (no grafitos) sobre terra sigillata, seria
interesante establecer definitivamente el uso de las marcas ibéricas sobre
terra sigillata, pero prudentemente sugerimos que los escasos nombres
grabados deben ser sudgálicos aunque infortunadamente son demasiado
comunes. »
En Ampurias tenemos bace-baltangui.
Fig. 7
Rg. 7 bis
Fragmento de estampilla que leemos (fig. 8)
O M E
Fig. 8
.
(8) H COMFORT: "Roman ceramics in Spain". Archivo Español de Arqueología,
XXXIV. Madrid, 1961.
[page-n-200]
Su lectura parece ser (fig. 9).
N CE B A
Fig. 9
En un documento que se conserva en el Archivo Municipal de Elche,
titulado. ((Noticias de Elche)), se cita una ((Piedra de La Alcudia)) con la
inscripción que aquí estudiamos, cuyos caracteres son de tipo turdetano
y leemos, de derecha a izquierda (fig. 10).
o también
Fig. 10
[page-n-201]
RAMOS.-Insoripeiones
ibéricas de l a Alcudia
LAM. 1.
[page-n-202]
NORBERTO MESADO
(Burriana)
Yacimientos arqueológicos de Burriana
(Castellón)
En la ribera izquierda del río Anna o Seco, al NO. de Burriana, y en
el kilómetro 18 de la carretera comarcal que une esta ciudad con la de
Villarreal ( l ) , (fig. 1) colindan unos campos propiedad de don Manuel
Edo y doña María Gil Ballester (fig. 2, número 1 y 2 ) que fueron cedidos
a ((Cerámica Levantina)) de Castellón para la extracción de sus tierras.
El superior, propiedad del señor Edo, fue explotado e n 1942, siendo hoy
fondos destinados al cultivo d e cereales (2). El inferior (número 2 de la
mencionada fig.), d e unas 1 4 hanegadas, empezóse a extraer en 1948,
labor que ha venido efiectuándose hasta diciembre d e 1966 en que, finalizados los trabajos .de desfonde, está siendo aprovechado para vertedero
d e basuras. (Lám. V11, F.).
Visitamos asiduamente este yacimiento (Lám. 1) desde el mes de no-
(1) En la actualidad dicha vía se nombra, en los mapas del Instituto Geográfico y
Catastral, hoja núm. 641, 18 edición, 1942 "Carretera de Viver al Puerto de Burriana".
.
S+
información del señor Edo, el material arqueológico que se encontró - h o y
(2)
perdido- era igual al recogido en el campo de doña M. Gil.
[page-n-203]
[page-n-204]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
viembre d e 1961 a partir de cuya fecha los dos operarios que realizaban
los trabajos, d o n Marcos Vilar Breva y don Federico Navarro Lorenzo, nos
fueron recogiendo, por gentileza de ((Cerámica Levantina)), todo indicio
d e material arqueológico que advertían e n el continuo desmonte d e
tierras.
D e t i e m p o viene llamando la atención de los múltiples !propietarios
d e esta partida del término d e Burriana, conocida h o y por «El Tirao)) y
con anterioridad por «Les Vintenes de Tirao)), la existencia, e n el subsuelo de las fincas, d e paredes d e «bolos» trabados con barro.
En este paraje sitúa «El R,epartiment de Burriana y Villarreal)) el poblado árabe d e «Beniham» (3).
EL Y A C I M I E N T O
Tiene la forma de pentágono irregular cuyo lado menor, d e 29 m.,
l o constituye el Camino V i e j o de Villarreal (ver tig. 2 ) , que, a su
vez, forma ángulo obtuso con la carretera d e Viver al Puerto d e Burriana,
o d e Villarreal linde E., d e 88 m., del yacimiento. Los restantes lados m i d e n correlativamente 103 m., 39 m. y 1 4 0 m.
Se desciende .por una rampa dejada exprofeso en el ángulo formado
por el Camino V i e j o y el lado mayor d e la finca (fig. 4). Su fondo
l o h a dado una constante capa d e cantos rodados y gravas que declivan
hacia una depresión central q u e divide el campo e n partes iguales (fig. 12).
La profundidad máxima alcanzada h a sido de 5 m . y la mínima de 2/70 m .
Los diversos materiales tributados, que se guardan hoy e n el M u s e o
M u n i c i p a l d e Burriana, proceden de los tres niveles señalados e n el corte
ideal que presentamos e n la fig. núm. 3.
N o se da e n los estratos del yacimiento, un grosor u n i f o r m e debido
a irregularidades del lecho pedregoso, fondo h o y de la depresión, sin
embargo presentamos seguidamente una estratigrafía tomada e n el sector
NO. del campo. Pese a ello, los tres niveles arqueológicos presentados e n
la mencionada fig. 3, medioeval, ibérico y neolítico, fueron constantes.
A) Estrato d e 75 cm. de ,espesor formado por tierras con abundantes
restos vegetales.
(3) P. RAMON DE MARIA. C. D.: "El Repartiment de Burriana y Vüiarreai". Valencia 1935. Mapa págs. 268-269.
- 179 -
[page-n-205]
[page-n-206]
[page-n-207]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
B) Nivel de 195 cm. de tierra limpia, dura y apelmazada, aumentando progresivamente el grado de humedad. Hacia su final empiezan
a aparecer restos de carbón.
C) Arena gravillosa. Grosor, 40 cm.
D) Arenas menos gravillosas. Grosor, 45 cm.(
"EL T I R AO" Burriana
nivel
iberico
Fig. 4.-E1 Tirao. Planta correspondiente al nivel ibérico, con la locahción de sus
principales hallazgos.
Capa de tierra. Grosor, 20 cm.
Arenas apellidadas por los obreros «molsa». Grosor, 35 cm.
G) Estrato arcilloso muy duro, de coloración sienonegruzca que,
e n contacto con el estrato anterior (F), contiene restos abundantes d e
carbón vegetal. Grosor, 1 m.
H) Fondo de la depresión constituido por una desigual capa de tierra
roja; por lo menos en e l punto donde tomamos la presente estratigrafía,
E)
F)
[page-n-208]
apisonada por el constante movimiento de los camiones de carga. D i c h o
m a n t o cubre gran cantidad d e cantos rodados d e todos los tamaños, probable lecho, en remotos tiempos, del r í o Anna.
La lengua d e arena (fig. 4) formada por los estratos C-F sola
mente apareció, según los operarios, en la m i t a d N. del campo, aumentando su grosor hacia el r í o Seco. También es variable su sedimentación,
pues unas veces grandes bolsas de gravillas ocupan su fondo, mientras
arenas de menor peso se le superponen, n o existiendo en otros muchos
puntos, el estrato E.
Siguiendo el orden establecido por esta estratigrafía, los niveles fértiles son: U n i ó n del estrato A con el B, nivel medioeval; unión de
los niveles C-F con zona carbonosa del nivel B y G, nivel ibérico y
superficie del nivel H, nivel neolítico.
LOS M A T E R lALES
A.-N
IVEL MEDlOEVAL
].-Recipiente
incompleto de galbo acampanado y borde revertido. Presenta en el interior el tipico vidrio melado y al exterior, sobre la ferruginosa cerámica, goterones del mismo barniz. Conserva talodros de lañado.
Dióm. móx., 28 cm.; alt., 1 1 cm.
2.-Dos fragmentos de fondos de plato con restos de decoración geométrica en verde,
morado y azul; tipo Paterno-Monises.
3.-Diversos
fragmentas cerámicos sin cubierto, semejantes a los que reseñamos luego
en los puntos 3 y 4 de la fig. 2.
4.-Sigillato
Hispánica (4).
l.-Pequeño
fragmento de fondo de vaso de barniz rojo semimate con restos de marca
(fig., 5, núm. 1).
11.-Fragmento
con barniz rojo muy claro que presenta una franja liso en el borde,
alternando en la zona inferior líneas tremoladas y hojillos de acacia terminadas
en flordelisado. Por la ligera inclinación de sus paredes y el ocentuado paralelismo decorativo, pudiera tratarse de la forma 37 de Dragendorff (fig. 5, número 11).
111.-Fragmento
anillado de fondo de vaso con boiniz rojo semimate probablemente
de la forma 37 (fig. 5, núm. 111).
Todos ellos fechobles en el s. II d. J. C.
8.-NIVEL
IBERICO.
En la figura núm. 4 puede verse el emplazamiento de los principales hallazgos. Su
numeración, de este a oeste, sólo obedece al orden en que fueron encontrodos al desmontar las tierras. Evidentemente el número de objetos debió de ser mayor, pues gron-
(4) Los fragmentos 1 y 111 (fig. 5) fueron recogidas del actual fondo de la depresión.
Habían sido retirados por los obreros de las capas superiores a los niveles de arena. N o
pudiendo precisar su ubicación exacta los insertamos, con la consiguiente reserva, en este
nivel pues el fragmento núm 11 l o recogimos en el linde E. del yacimiento, a sólo 1'15
metros de profundidad. Agradecemos a doña Gabriela Martín su amable ayuda clasificando
estos fragmentos cerámicos.
[page-n-209]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
des masas de compactos arcillas era cargadas en bloque para su tronsporte a "Cerámica Levantina" donde se triturobon para su posterior uso (5).
a)
Cerámica
10-1 b.-Pequeños
recipientes recogidas por los obreros con anterioridad al año 1961 y
trasladados a Castellón. Fueron vistos por don Juan Bautista Parcar, Delegado
Provincial de Excovociones Arqueológicas, quien seguidamente visitó el yacimiento.
Sobemos que eran iguales a los vasos que seguidamente reseñomos.
1 .-Vaso
globular de pasta gris ennegrecido por el fuego, con la boca lisa ligeramente levantada y base cóncavo (fig. 6, núm. 1; Lám. 11, 1).
Alt. 4'7 cm.; diám., 9'2 cm.
2.-Pótera
incompleta de pasta gris con el borde curvado hacia dentro. Presenta dos
toladros contiguos en el onillo de sustentación (fig. 6, núm. 2; Lárn. 11, 2).
Alt., 2'6 cm; diám., 6'7 cm.
Fig. 5 . 4 3 Tirao. Fragmentos de terra sigiíiata.
(T. n.)
3.-Voso
bitroncocónico-globular de pasta gris
vosados y pronunciada base cóncava (fig.
Alt. 4'7 cm.; diám. 8'8 cm.
ol 1, tombién quemado, aunque
4.-Semejante
núm. 4; Lám. 11, 4).
Alt., 4'9 cm.; diám., 9'2 cm.
5.-Vaso
globular de pasta gris ennegrecida por
cóncava (fig. 6, núm. 5; Lám. 11, 5 ) .
Alt., 4'6 cm.; diám., 9'5 cm.
ennegrecida por el fuego, bordes ex6, núm. 3; Lárn. 11, 3).
de onillo bucal más encogida (fig. 6,
el fuego, con lo boca oplanada y base
(S) E l diverso material ibérico recogido por nosotros fue publicado, conforme iban
sucediéndose los hallazgos, por don TOMAS U T R I L L A (Salesiano) e n la revista de la
Agrupación Burrianense de Cultura "Buris-Ana", núms. 73, 75/78, 80182.
[page-n-210]
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5
6
Fig. 6.-E1
Tirao. Vasos ibéricos.
(112)
:t.,:
[page-n-211]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
Fig. 7.-E1
-
-
-
-
-- .
Tirao. Perñles cerámicas.
1
-
-
--
- - -
-
[page-n-212]
6.-Voso
incompleto de perfil coliciforme y onillo bosol cóncovo. Su posto es muy
negro, proboblemente por quemo posterior o su fobricoción (fig. 6, núm. 6,
Lám. 111, 6).
Alt., 5 cm.; dióm. de lo boco, 8'2 cm.
7.-Pótero,
semejonte al voso núm. 2, quemodo (fig. 6, núm. 7; Lám. 111, 7).
Alt., 3'1 cm.; diám., 10 cm.
8.-Voso
globular de posto g i s ennegrecido por el fuego, con lo boco en onillo de sección circular y bose cóncovo (fig. 6, núm. 8; Lám. 111, 8).
Alt., 4 cm.; dióm., 8'2 cm.
9.-Vaso
bitroncocónico de posto gris ennegrecido por el fuego y bose cóncovo opionodo. Es el de mós recios poredes (fig. 6, núm. 9; 4Lám. 111, 9).
Alt., 4'3 cm.; d i h . , 8 cm.
10.-Recipiente
de posto gris semejonte ol núm. 9, siendo el único de los que hemos recogido, que no acuso quemo posterior o su fobricoción (fig. 6, núm. 10;
Lám. 111, 10).
Alt., 4'6 cm.; diám., 9 cm.
1 1 12.-Fragmentos
de recipientes semejantes o los onteriores aunque de bordes ligeromente entrados (fig. 7, núm. 1 1 y 12).
13.-Frogmento perteneciente o un voso de golbo semejonte ol núm. 8 (fig. 7, núm. 13).
Diám. bucol oproximodo, 8 cm.
semejontes al voso núm. 3 (fig. 7, núm. 14).
14.-Fragmentos
Diám. oproximodo, 8 cm.
15-16.-Bordes
de plato o topodero de cerámico negra con desgrosonte en lo moso
(fig. 7, núms. 15-16).
17-20.-Frogmentos
de bordes exvosodos de 0110 de posto negro con desgrosonte (fig. 7,
núms. 17-20).
21 -23.-Frogmentos
de bocos de cerámica negro el 21 y sieno cloro el 2 2 y 23 con obundonte desgrosonte colizo (fig. 7, núm. 21 -23).
24.-Fragmento
de tapodero onillodo de cerámico negro con desgrosonte (fig. 7, núm. 24).
25.-Bose
con ~ i indicado de oosto nearo sumomente resistente sin oDenos desorosonte
e
(fig. 7, núm. 25).
26.-Borde
de urno ibérico ífia. 8. núm. 26).
27-29.-Bordes
de onforos 'ibkicos (fig. 8, núm. 27-29).
30.-Frogmento
de boco de posible vos0 de perfil coliciforme (fig. 8, núm. 30).
31 .-Frogmento
de boco liso exvosodo (fig. 8, núm. 31).
32-42.-Tipicos
fragmentos de bordes en perfil de "cobezo de cobollo". Conservo el 41,
sobre lo escocia, bondo de pinturo rojizo; perteneciendo el último fragmento O
un recipiente de 4 5 cm. de diámetro bucal (fig. 8, núm. 32-42).
43-45,Frogmentos
de osos en cerámico pojizo de sección en C, 8 y O (fig. 8, números
43-45).
46.-Anillo
bgsol moldurado, de fino pcsto gris (fig. 8, núm. 46).
Diám., 5'8 cm.
47.-Fragmento
bosol de pátera de borniz negro brillante con impresión de polmeto y
doble bondo de ruedecillo. Lo cubierto dejo en reservo lo bose del pie con lo típico
uña lfio. 9.. núm. 47).
Dióm. de lo bose, 14' cm.
48-52.Tiestos cerámicas decorados con bondos v filetes lfia. 9, núm. 48-52).
53-54.-Fragmentos
decorados con teoríos de segmentos de ~ircunferenciosconcéntricos
y teorías olternodos de segmentos de circunferencios concéntricos o modo de SSS.
(fig. 9, núms. 53-54).
-
.-
b) Metal
Hierro.
55.-Regotón
cónico, hueco en su tercic superior. Fue roto por los obreros (fig. 10, número 55; Lám. IV, 55).
Long., 17'5 cm.; diám. móx., 2'5 cm.
56.-Fragmento
aplonodo que presento bisel invertido en los extremos (fig. 10, número
56; Lóm. IV, 56).
Long., 1 1 '70 cm.
.
[page-n-213]
[page-n-214]
Fig. 9.-
El Tirao. Fragmentos cerámicas decorados.
[page-n-215]
YACIMIENTOS DE BURRiANA
57.-Fragmento
en forma de segmento de corona circular con bisel en su lado mayor
(fig. 10, núm. 57; Lám. IV, 57).
Long., 6'3; ancho, 2'5 cm.
58.-Anillo
de sección cuadrada que aprisiona en sus extremos restos de planchuela
(fig. 10, núm. 58; Lám. IV, 58).
Diám., 2'3 cm.
Fig. 1.E
0-1
Tirao. Metalistería del nivel ibérico.
Bronce.
59.-Fragmento de .probables pendiente amorcillado de sección en D ,(fig. 10, núm. 59;
Lám. IV, 59).
c)
Restos humanos
60.-Fragmento
de omóplato izquierdo correspondiente al borde axilar con la carita triangular subglenóidea (L6m. IV, 60).
61 .-Fragmento de huoo calcingdo, correspondiente a la extremidad inferior del radio,
de un ser de pequeña corpulencia (Cám. IV, 61) (6).
(6)
Damos las gracias al doctor don José Aparisi González, por tal clasificauón.
[page-n-216]
N MESADO
.
d)
Ustrinum
El día 6 de junio del año 1965 se halló, en la zona NNO. del yacimiento (ver fig. 4),
una fosa crematoria o ustrinum.
Distaba del linde N. del campo 20 m. (7); 23 m. del lado 0.; 13 m. de lo arena;
1'75 m. de la superficie y 1'30 m. del fondo del yacimiento.
La fosa estaba excavada en la superficie del duro suelo del estrato G, (Lám. V)
limite en este punto de los estratos G y B que bucean sensiblemente hacia la depresión central del campo en busca del potente manto arenoso de los niveles C-F.
Su estructura semejaba una sección de esfera unida por el plano inferior a un cosquete esférico achatado (fig. 1 1 ). El circulo mayor, boca de la cavidad, tenía 165 cm.
de diámetro, siendo la profundidad de la fosa de 85 cm. Un compacto lecho de carbón
vegetal reposaba en su fondo, estando el resto de las paredes cubiertas por endurecida
l
175 cm.
.
165 cm.
-
&t.
.,.-
.-.-.,.
115
.-. - . -
cm.
2 7 cm.
1
gfi'':
ceniza
:..wcarbon
Fig. 11.-El
o t i e r r a enrojecida. A
$
t i e r r a normal
Tirao. Sección de la fosa crematoria.
copo de cenizas negro-verdosas en la superficie y de tonalidades más claras las que se
hallaban en contacto con las paredes de la fosa, cuyas arcillas aparecían enrojecidas
por la temperatura alcanzada durante la combustión de la pira.
Salvo el carbón y ceniza nada contenía el hoyo, si exceptuamos un pequeño fragmento de cerámica ibérica y restos rodados de adobe sin señoles de combustión.
El fondo de la depresión (fig. 12) fue dado, como hemos dicho, por una constante
capa de tierra inservible para la industria, muy apisonada por el diario rodar de los
camiones, de grosor desigual (de 20 a 7 0 cm.), que se superpone a un considerable
(7) Finalizadas las labores de desfonde se desmontó todo el linde N. del yacimiento,
por l o que hoy día el campo 1 y 2 (fig. n m 2) constituyen u solo fondo.
ú .
n
- 190 -
[page-n-217]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
lecho de cantos rodados y gravas. En el estrato arcilloso fuimos encontrando, por lo regulor tras periodos de fuertes lluvias, escoso pero seguro materiol Iítico muy típico y
primitivo a la par que, en distintos puntos, descubríamos suelos de hogar, lo que nos
asegura que no se trata de una industrio Iítica rransportado por viejas corrientes fluviales, sino de una verdadera estación neolitica que se extienda por el subsuelo de los
fincas de esto partida del Tirao del término municipal de Burriano.
"EL
T I R A 0 Burriana
nivel neolitico
O
10
20
30
.
40m.
I
Fig. 12.-El
a)
Tirao. Planta del nivel neolítico con la localización de los principales hallazgos.
Material litico
8.-Segmento
de circula en sílex blanco con fino retoque bifacial, casi vertical, en el
dorso. Presenta en su caro superior una pequeña arista rebajada en sus extremos. La cuerda, muy cortante, openas mide 16 mm. (fig. 13, a; Lóm. VI, o).
b.-Frogmento
de segmento de circulo en silex blanco melado con retoque unifacial
vertical en el dorso. Altura oproximado de haberse hallado completa la pieza,
20 mm. (fig. 13, b; Lóm. VI, b).
c.-Segmento
de circulo sobre fina hojilla de silex grisóceo. Dorso biselado par un
[page-n-218]
N MESMO
.
fino retoque bifacial muy oblicuo, habiendo afectado en parte a la arista
de su cara superior. Su cortante cuerdo, de perfil irregular, presenta hacia una
de sus puntas (en nuestro gráfico, la basal) una muesca que la convierte en
agudo perforador. Altura, 26 mm. (fig. 13, c Lam. VI, c).
;
d-e.--4Aicrolitos afacetados (fig. 13, d-e; Lám. VI, d-e).
F g 13.-El
i.
f.-Hoja
Tirao. Objetos de silex.
v.n.1
de sección triangular con filos cortantes, presentando, el extr,emo superior de su
lado derecho, menudo retoque unifacial. El sílex de color grisáceo, mide 30 mm.
de alto (fig. 13, f; Lám. VI, f).
g.-Hojilla
rota en la base, de silex blancuzco-rosado y sección trapezoidal con bordes
;
cortantes. Altura, 14 mm. (fig. 13, g Lám. VI, g).
[page-n-219]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
h.- -Fragmento de hojilla en sílex blancomelado de sección trapezoidal. Altura, 14 mm.
(fig. 13 h; Lám. VI, h).
i.- Fragmento de fina hoja de sílex blanco de zección pentagonal, bordes cortantes y
roturas paralelas. Altura, 5 mm. (fig. 13, i; Lám. VI, i).
j.-S.lex
blanco con la cara superior afacetada (sección pentagonal) y rotura reciente en el extremo superior. Altura, 20 mm. (fig. 13, j; Lám. VI, 1 ) .
k.-S'lex
(?) estrellado en T con la cara superior afacetada y pátina rojiza. Presenta el
típico saliente de estas piezas, limitado por fuertes muescas, estando, la de la
izquierda, retocada. #Ejemáx., 25 mm. (fig. 13, k; Lám. VI, k).
l.-Rcedero
(?) en gruesa lasca de sílex melado-oscuro presentando en sus contornos
un fuerte retoque bifacial. Altura, 25 mm. (fig. 13, 1 ; Lám. VI, 1 ).
m.-Silex
blanco cuya dorso semicircular la constituye la superficie de la pieza en que
se labró. Par rotura antigua se halla exenta de la punta inferior. El borde derecho presenta un filo recto con menudo retoque ~inifacial. Aunque su forma
e en gajo de naranja, creemos que nada tiene que ver con los bellas micros
litas semilunares antes mencionados (fig. 14, m).
n/r.-Diversos
tipos de raederas de sílex grasáceos que conservan restos de cortex
. (fig. 14, n/r).
s.-Percutor
calizo con fuerte señal, en su extremo inferior, dejada por el uso. Altura,
10'5 cm.; ancho, 7 cm.; grueso, 3'8 cm.
b)
Objetos varios
t.-Unico
fragmento cerámico que hemos encontrado y que creemos coetóneo del material Iítico. Está hecho a mano y es de qasta negra, grosera, con burdo desgrasante calizo. Su superficie exterior es amarillenta y presenta diminutos cuarteamientos. No conserva señal alguna de decoración. Pertenece a un pequeño
vaso de cuerpo esférico (Lárn. VI, t).
u-x.-Conchas:
cuatro ejemplares de Limnaes; tres pequeños fragmentos rebajados de
pecten y varias conchas de lapa común (Lám. VI, u-x).
c)
Fondos de hogares
Verdadera novedad presentan los fondos que vienen llamándose de "cabaña" de
este yacimiento burrianense, por cuanto difieren de los halladas en otros puntos (Belgido o Areneros de Madrid, par ejemplo), pues mientras éstos san de arcillas endurecidas o cenizas, los nuestras son firmes hechas, salvo el A, par cuarteados rodenas,
constituyendo un verdadero "rudus".
Cinco son los hogares advertidos los cuales reseñamos por las letras A, B, C, D
y E, cuyo enclave en el fondo de la depresión, nos muestra la figura número 12.
Hogar A.-Pequeña
agrupación de cantos rodados de unos 0'70 m. de diámetro (Lámina VII, A).
Hogar B.-Lo
vimos recién destruida por los obreros. Sus características eran idénticas
a las que reseñamos en el hogar C.
Hogar C.-Unico
fondo que, por gentileza de los operarios de "Cerámica Levantino" nos
fue dado estudiar con detenimiento (Lárn. VIII). S halló a sólo 2 m. del talud
e
limite mayar de la depresión, y a 95 m. del Camino Viejo de Villarreal, distando de la superficie, 4 m.
,Es de planta circular algo deformada, por lo que sus diámetros oscilan de 2 m.
a 2'38 m. Una calicata realizada en su lado SE. dio los siguientes niveles (fig. 15):
o.-Manto
amazacotado de 5 cm. de grosor constituido par arcillas impregnadas
de materias orgánicas descompuestas, siendo su coloración negra-castaño.
b.-Nivel
de unos 8 cm. de grueso constituido por un acorazado de troceados
rodenos que tenían, por término medio, el grosor del estrato. Los guijarros
estaban ennegrecidos, en su plano superior, por la acción del fuego, teniendo,
entre sus resquicios carbón (8).
(8) Con el tiempo, y al desaparecer el manto a, ha ido deshaciéndose este ñrme de
troceados rodenos (Lárn. V I I I , C 4).
- 193 -
[page-n-220]
N. MESADO
Fig. 14.-El
Tirao. Objetos de silex.
( ..
T n)
[page-n-221]
[page-n-222]
c.-En
contacto con el nivel anterior la arcilla sigue presentando, en un grueso
de 15 cm., la misma caracteristica del nivel o, aunque menos compacta
y sin restos de carbón.
d.-Este
pequeño complejo (niveles a/c), de unos 28 cm. de grueso, reposa
sobre un suelo primero arcilloso-arenoso y luego de cantos rodados y gravas.
Hogar D.-Se
halla a sólo 5 m. del fondo C, aunque en un plano inferior. Fue puesto
de manifiesto por el tractor, al destruirlo. Tras la capa b de rodenos troceados,
de 10 cm. de gruesa, el terreno presentó [Lám. VII, D):
c.-Manto
de unos 20 cm. de tierra arenosa de color castaño.
d.-hi\anto,
más claro que el precedente, de 20 cm. de grueso con abundante
orena y briznas de carbón.
e.-Nivel
de 40 cm., menos arenoso que los anteriores, con escasos briznas de
carbón. En contacto con el nivel d se halló, muy deterioroda, una
mandíbula de animal (Lóm. IV, z). Este nivel reposa ya sobre el lecho pedregoso, fondo del yacimiento.
Hogor E.-Junto
con el B, han sido los únicos encontrados en la margen izquierda
de la máxima depresión que divide el campo (Fig. 12). A l igual que el D fue
advertido y desporramado (Lóm. VII, E) por el tractor que comprobaba si la
extracción de la buena arcilla para la industria se hollaba ya ogotoda.
EL PALAU I
A 500 m. al SE. del yacimiento anterior y j u n t o a la carretera de
Viver al Puerto de Burriana, se encuentra la fábrica de ladrillos de d o n
Bautista Ripollés (fig. 2, núm. 3; Lám. IX, B).
En 1930, al realizar j u n t o a dicha fábrica extracciones de tierra, aparecieron según d o n Francisco Ripollés Vicent, actual propietario del ladrillar y testigo d e los hallazgos, enterramientos, glandes de plomo, flechas d e hierro (materiales hoy #perdidos) y cerámicas, dos de cuyos vasos
los llevó personalmente dicho señor al pequeño museo que hacia 1930
formara d o n Francisco Roca, maestro nacional.
LOS MATERIALES
o.-Pichel,
a torno, de alto cuello cilíndrico, exento de boca, y cuerpo globular con restos
del nacimiento del asa y base plana. La pasta, muy tosca, de bosto desgrasante
(cuarzo, mica y rodeno) es rojiza en el interior y pajizo-ceniciento al exterior.
En el tercio superior del cuerpo, mol torneadas, presento estrías paralelos y
sobre el resto abundantes señales de improntos de tejido o vegetales (fig. 16, a;
Lám. IX, a).
Alt., 16'6 cm.; diám., 12'7 cm.
b.-Vaso
que tan solo conocemos por un gráfico publicado en lo Historia de Burriana (9).
(9) F. ROCA Y ALCAYDE: "Historia de Burriana". Castellón 1932, pág. 33.
- 196 -
[page-n-223]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
21
Es semejonte a l onterior, ounque algo más pequeño. Su cuello, tombién cilindrico, oporece inclinado debido ol poco cuidodo puesto en su fabricación y su
ponzo tiende o ser bitroncocónico (fig. 16, b).
a
Fig. 16.-El
Palau 1. Vasijas árabes.
111
EL PALAU II
SITUACION
Lote de cerámicas moriscas y pesa halladas y donadas al Museo Municipal de Burriana por don Joaquín Lizandra Rubio, vecino de Villarreal.
Fueron recogidas cerca del yacimiento anterior, pero en una grieta de la
misma margen izquierda del río (fig. 2, núm. 4; Lám. IX, C).
LOS MATERIALES
a)
Cerámica
1 .-Ploto
incompleto de poredes olzodos con suove coreno o l exterior y pie de onillo.
Lo pasto es rosado, bien tomizodo pero de poco peso. Sus superficies oporecen
[page-n-224]
[page-n-225]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
cubiertas con un vidrio amarillento muy claro y perdido, estando decorado interiormente en negro con tema vegetal en el fondo y semicírculos o mono alzada
hacia los bordes (fig. 17, 1; Lám. X, 1).
Diám., 25 cm.; alt., 7'8 cm.
2.-Ploto
semejante al anterior pero con vidrio melado-verdoso totalmente perdido
salvo diminutas manchas sobre el fondo interior (fig 17, 2; Lám. X, 2).
Diám., 26 cm.; alt., 7 cm.
3.-Media
cazuela sin fondo, con asa vertical en cinta que nace de la boca. La pasta
es porosa, con arenillas, de alma gris y siena claro al exterior. Sobre el aro
de su boca conserva bonda de manganeso (fig. 17, 3; ,LÓm. X, 3).
Diám., 23 cm.; alt., 7'5 cm.
4.-Restos
de un gran vaso de cuerpo globular (?) con estrecho cuello cilíndrico y
labio revertido. Sobre el cuello, ligeramente anillodo, presento tres círculos a
modo de digitodos incisos y sobre lo panza, y arrancando del nacimiento de
robusto osa, cordones superpuestos con impresiones simulando una soga.
Dichos cordones circunvalaban el vaso horizontalmente. La pasto es igual a la
del recipiente núm. 3 (fig. 17, 4; Lám. X, 4).
Diám. de la boca, 12'5 cm.; diám. de la panza, aproximadamente, 45 cm.
5.-Jarro
incompleto, de cuerpo globular achatado y alto gollete cilíndrico ligeramente
abierto sin piquera al igual que el resto de las cerámicas, tanto de este yocimiento núm. 3 como del núm. 2, ya reseñado. Del cuerpo arrancan dos asas
verticales (hoy una perdida) en cinta, que acodan en su tercio superior. Conserva restos de manganeso sobre posta rojiza de poco peso (fig. 17, 5; Lám. X, 5).
Alt. aprox., 17'5 cm.; diám. de la boca, 1 1 cm.
6.-Fragmentos
de un recipiente de cuerpo globular con base plana, cuello alzado y labio en arpón. La posta es rojiza y muy porosa (fig. 17, 6).
7.-Robusto
fragmento bucal de arcilla rojiza y muy porosa, con nacimiento de un
cuello cónico acusado (fig. 17, 7).
Diám. aprox., 16 m.
b)
Piedra
8.-Pondus
de caliza gris con la anilla de hierro perdida (fig. 17, 8).
Alt., 14'5 cm.; diám. móx., 21'5 cm.; peso, 10 kgs.
RESUMEN
En este paraje del término de Burriana hubo, e n época ibérica, ritos
funerarios, habiendo llegado a nosotros -prácticamente
completos12
pequeños vasos, fragmentos de otros mayores y restos probables d e urnas
cinerarias; escasos hierros, entre los que destaca el largo regatón; restos
humanos, analizados por el doctor Aparisi; carbón vegetal y ,el significativo hallazgo del ustrinum. En cuanto a la cerámica atañe, cuatro son
los tipos de técnicas empleadas en su confección:
1.-Gerámica
d e pasta siena, siena-negruzca y negra. Contiene abundante caliza (fragmentos núms. 15/25). En la denominada ((ibero-arcaizante)).
2.-Cerámica
de tonos grises, b i e n tamizada y de finas paredes con
[page-n-226]
N MESADO
.
la que se confeccionan pequeños recipientes similares (núms. 1/14). Se
la suele denominar, aunque la de este yacimiento pudiera ser una i m i t a ción ((gris ampuritana)), si b i e n es común e n todo el territorio ibérico.
Entre sus formas hallamos las de clara influencia mediterránea (núms. 2,
6, 7 y 46), así como aquellas que parecen derivar de galbos troncocónicos
y globulares (núms. 3, 9, 10 y 14) más propics del H i e r r o l .
3.-cerámica
blanda de tonos claros (núms. 26/45 y 48/54) con la
que se conf'eccionaron los mayores recipientes del yacimiento -ánforas,
urnas y ollasdecorándose sus periferias con sencillos temas geométricos e n rojo. Es la típica cerámica ibérica de esta cultura.
4.-cerámica
importada, de la que sólo hallamos en este nivel el fondo
de ((precampana)) n ú m . 47, correspondiente a finales del s. IV.
Hemos visto que todos los restos aparecidos lo han sido m u y esparcidos por el campo, al parecer sin orden ni concierto, pero si observamos
la fig. n ú m . 4 veremos cómo guardan cierta relación con respecto al
ustrinum, por l o que puede deducirse fácilmente que fueron las aguas
desbordadas del río, d e oleno carácter torrencial, las que desparramaron
el ajuar funerario que, en parte, ha llegado a nosotros. Así nos l o prueban
los restos de carbón esparcidos como formando segmentos d e circunferencias que tuviesen como centro la fosa. Las vasijas que festonean -salvo
la 10, que, m u y significativamente, es la Única que n o se encuentra quemada y recogida fuera ya del área del resto de los hallazgoslas márgenes del estrato arenoso al E. d e la fosa y hierros que debido a su mayor
peso se encontraron cercanos al p u n t o de origen. También la desigual
sedimentación de las arenas y gravas de los estratos C/F, nos hablan de
las grandes avenidas e inundaciones del río Anna.
En la necrópolis alicantina de «La Albufereta)) podemos ver fosas cuyo
paralelo con la del Tirao es evidente. También fueron empleados e n el rito,
pequeños vasos que pudieron contener resinas aromáticas (10). Si bien,
entre las fosas allí exhumadas, sólo e n la hoguera n ú m . 50 la planta
aparece reseñada como circular, siendo el resto rectangular u oval. En su
interior se hallaron tabas y fragmentos cerámicos ( 1 1).
El mejor elemento cronológico de que disponemos sería el fragmento
d e precampana. Sin embargo, por proceder los materiales, como hemos
dicho, de arrastres, n o creemos sirva para fechar los demás hallazgos de
este nivel, pues incluso algún fragmento de sigillata (salvo el I I ) pudiera
(10j F. FIGUERAS PACHECO: "Dos mil años atrás". Instituto de Estudios Alicantinos. Alicante 1959, pág. 82.
(11) F. FIGUERAS PACHECO: "Esquema de la necrópolis cartaginesa de Alicante".
Archivo de Prehistoria Levantina, 111. Valencia 1952, pág. 185.
[page-n-227]
YACIMIENTOS DE BURRiANA
25
proceder en esta capa. El resto del material -pequeños
recipientes, hierros, huesos, ustrinum, etc..
presentan, evidentemente, una unidad
cronológica más acusada pues son productos del rito funerario acaecido
e n .este sector del Tirao y, aunque los fragmentos de cerámica decorada
son, dentro de la geométrica, de la más elemental y primitiva, y entre
sus galbos parece n o existan los tardíos recipientes cilíndricos (12), nuestros vasos de cerámica gris encajan bien en los siglos I11-1 I a. d. C. pues
en poblados de la propia Plana («Orleyl», Vall dlUxó) los hemos hallado
acompañando a cerámicas con bella decoración zoomorfa.
..-
Aunque sean escasos los restos tributados por este nivel ibérico, creemos tienen interés, pues junto con otras estaciones (fig. 1), nos van señalando un tipo de habitat de llanura poco conocido en esta cultura.
Poco más de l o apuntado podemos reseñar de este nivel, donde sólo
rebuscas de superficie nos han dado escasos Festos, tan escasos que puede
pensarse que ya en remotos tiempos, al igual qu.e l o acaecido en el nivel
ibérico, torrenciales avenidas del río Seco l o arrasaron y ((barrieron)). Su
habitat, en parajes antaño lacustres, junto a corrientes fluviales y sobre
un suelo de piedras y gravas, recuerda la «lo¡ de sables)) de G. Goury, al
igual que «Casa de Laran único poblado neolítico de llanura conocido en
la región valenciana (1 3).
Respecto al material Iítico remarcamos el microlitisto y belleza de
los segmentos de círculo comparables a los hallados en los estratos neolíticos de la «Cueva de la Cocina)) (14) y ((Covacha de Llatasn (15).
También en el mentado poblado de «Casa de Lara)) se dan medias
lunas que aparecen, por ser de superficie, entre materiales de clara filiación postneolítica *entre los que pudieran haber convivido, como nos prueba
la «Ereta del Pedregal)) (16).
En cuanto a la región levantina se refiere, se han señalado «fondos
(12) D. FLETCHER VALLS: "Problemas de la Cultura Ibérica". Serie de trabajos
varios del S. 1. P. núm. 22. Valencia 1960, pág. 68, nota 204.
SOLER GARCIA: "La casa de Lara, de Villena (Alicante), poblado de
(13) J. M.%
llanura con cerámica cardial". Saitabi XI. Valencia 1961, pág. 193.
(14) L. PERICOT Y GARCIA: "La cueva de la Cocina (Dos Aguas)". Archivo de
Prehistoria Levantina 11. Valencia 1946, pág. 39.
(15j F. JORDA Y J. ALCACER GRAU: "La covacha de Llatas (Andilla)". Serie de
trabajos varios del S. 1. P., núm. 11. Valencia 1949.
(16) D. FLETCHER VALLS : "La Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia)". Archivo
de Prehistoria Levantina, IX. Valencia 1961, pág. 79.
[page-n-228]
N. MESADO
eneolíticos de cabaña)) en Lebor (17), Bélgida (18) y Figuera Reona (19).
En la Plana, don Francisco Esteve señala, en reciente publicación (20),
fondos de cabaña correspondientes a un ((Neolítico m u y arcaico)) e n «El
Pujol)) (fig. 1, núm. 12), aunque t a l atribución se hace dudosa pues t a n
sólo se menciona, aparte de los fondos de cabaña: ((escasos sílex atípicos,
cantos d e caliza desbastados, huesos de animales y conchas de moluscos
marinos)), siendo la pieza más notable «un brazalete sin concluir obtenido
desgastándole el dorso a una gran valva de pectúnculo».
N o negamos que el nivel ahora estudiado del Tirao, pueda corresponder a l período Eneolitico, e n el que, como se h a puesto de manifiesto (21), los lugares de habitación estuvieron al aire libre e n tierras
bajas y de almarjal y que, como acabamos d e ver, se han señalado claros
fondos de hogares; pero e n contra de esta hipótesis tenemos que e n el
Tirao no hemos recogido ninguna muestra de las t a n típicas puntas d e
flecha que n o faltan en ninguna estación eneolítica, y e l microlitismo y
perfección de su sílex dice más en favor del Neolítico que ,de cualquier
etapa subsiguiente. Sin embargo en la comarca se señalan, aunque con
la debida reserva (22), los poblados eneolíticos de «La Comba)) (Benicasim), sobre baja terraza cuaternaria formada e n la confluencia d e los
barrancos d e l Salandó y La Comba, donde se recogió abundante material l i t i c o -puntas
d e flecha, raspadores, hachas, etc. (23)- y V i l l a
Filomena (Villarreal), donde se exhumó, entre variado material, las típicas
puntas de flecha y cerámica campaniforme. Yacimiento reseñado por sus
prospectores como necrópolis (24).
Finalmente o t r o poblado con características topográficas similares al
de La Comba l o hallamos e n Villavieja (fig. 1, n ú m . 2), cerca de la calle
(17) E. DEL VAL CATURLA: "El poblado del Bronce 1 mediterráneo del campico
de Lebor, Totana (Murcia)". Cuadernos de Historia Primitiva, 1 1 núm. 1. Madrid 1948,
1,
págs. 1-36.
(18) M. JORNET : "Prehistoria de Bélgida. 1: Hallazgos eneolíticos". Archivo de
.
Prehistoria Levantina, 1 Valencia 1928, pág. 91.
(19) A. RAMOS FOLQUES: "Mapa arqueológico del término municipal de Elche
(Aiicante)". Archivo Español de Arqueología, XXVI. Madrid 1953, págs. 323 y SS.
(20) F. ESTEVE GALVEZ: "La necrópolis ibérica de El Bovalar (Benicarló), CasteUón de la Plana". Archivo de Prehistoria Levantina, XI. Valencia 1966, pág. 144.
(21) M. TARRADELL: "El País Valenciano del Neolitico a la Iberización". Anales
de la Universidad de Valencia. XXXVI. Valencia 1963. uáa. 96-,107.
(22) TARRADELL : 0b.'cit., pág. 107.
(23) J. B. PORCAR: "El Borriol Prehistoric". Boletín de la Sociedad Castellonense de
Cultura, XIV. Castellón 1933, págs. 237-251.
(24) V. SOS BAYNAT: "Una estación prehistórica en Villarreal. Informe resumidoy'.
Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, 1 1 pág. 349; IV, pág. 99; V pág. 49.
1,
,
Casteiíón 1922, 23 y 24.
F. ESTEVE GALVEZ : "Cerámica de cuerdas en la Plana de Castellón". Crónica del IV
Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (Madrid 1954). Zaragoza 1956, pág. 543.
>
-
[page-n-229]
YACIMIENTOS DE BURRIANA
del Barranco, al p i e d e los montes d e Santa Bárbara y San Sebastián
sobre cuyo m o n t í c u l o ya se mencionan ((hachas d e piedra pulimentada
y hermosas puntas d e flecha d e silex)) (25) y, personalmente, ~ e c o g i m o s
un fragmento d e cerámica campaniforme.
C o n pleno carácter provisional y e n espera que en un futuro, t a l vez
lejano, nuevos y profundos sondeos realizados e n esta partida del Tirao
d e Burriana d e n nueva l u z sobre las gentes que poblaron su subsuelo,
creemos que su más vieja ocupación corresponde, como a través del est u d i o hemos apuntado, a un horizonte cronológico-cultural Neolítico.
P A L A U I Y II
D e estos dos puntos h a n llegado a nosotros un escaso lote ,de cerámicas fragmentadas que, e n parte, hemos podido reconstruir y cuyo carácter medioeval es *evidente, pues los platos núms. l y 2 de la fig. 17
conservan restos d e esmalte vítreo, característica d e la cerámica califal.
También sus galbos d e panzas ,esféricas o globulares, altos cuellos
cilíndricos, bases planas y u n a o dos asas verticales, son m u y propios d e los
alfares morunos. Respecto a su austeridad decorativa n o creemos sirva
para elevar su cronología y ello se deba a obradores cercanos d e productos
meramente utilitarios. Sus pastas son deficientes, blandas y d e escaso peso.
Teniendo e n cuenta que esta tipologia se encuentra prácticamente
sin estudiar, y considerando que 'en estos parajes existieron las aldehuelas
hispano-moriscas d e Beniham, Palamarinar y Palau (26) q u e fueron despoblándose tras la Reconquista de estas tierras (s. X I I I ) , nos valdremos
d e este hecho para f i j a r su cronología aproximada.
(25) F. ESTEVE GALVEZ: "La viiia romana de Benicató", Peñagolosa, 2. Castellón
1956.
(26) ROCA ALCAYDE: Ob. cit., .pág. 167.
- 203 -
[page-n-230]
[page-n-231]
'EL TIRAO'
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3
(Foto Mesado)
Panorámica del Tirao, en cuqo de excavación. En X zona sin excavar.
BUR&tANA
[page-n-232]
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de Bnrriana
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MESADO.-Yacimientos
LAM. IV.
de Burriana
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El Tuao.-Hierrb. ,j5-59) y restos h,...dnos (60-61) del nivc. .&rico. La quijada de animal (Z) del nivel neolítico.
(Fotos Mesado)
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MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. V.
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MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. VI.
[page-n-237]
MESADO.-Yacimientos
E1 'Tirao.-Fondos
de Burriana
LAM. VII.
de los hogares A, D y E. En f, aspecto actual aue presenta el yacimiento.
(Fotos Mesado)
[page-n-238]
MESADO.-Yacimientos
de Burriana
LAM. VIII.
El Tirao. - Diversos aspectos del hogar C.
(Fotos Mesado)
[page-n-239]
MESADO.-Yacimientos
- A::Vaso.de
de Burriana
El Palau - (112). -- B.-Panorimica
- - 1 -- - A
- - .
LAM. IX.
de El .---A. 1.
Palau
S
- C.-Vista
de El Palau 11.
(Fotos Mesado)
[page-n-240]
MESADO.-Yacimientos
LAM. X.
de Burriana
Cerámicas procedentes de El Palau 11.
(Fotos Mesado)
[page-n-241]
JOSE M." DONATE SEBASTIA
(Villarreal)
Arqueología romana de Villarreal (Castellón)
La comarca de La Plana m ha sido hasta ahora reconocida como rica
en arqueología. Y concretamente Villarreal, situada e n el centro geográfico de la misma, por el hecho de su efímera vida oficial pasó desapercibida a los historiadores regionales o locales que partieron siempre de
la Reconquista en sus monografías. Tan sólo los profesores Sos Bainat y
Esteve Gálvez aportaron a la bibliografía sus trabajos en relación con la
estación eneolítica de Villa Filomena, excepcional hallazgo que pudo haber
revalorizado para la Arqueología el nombre de esta ciudad si allá por el
año 1922 cuando pasó a sus manos, n o hubiera sido ya torpemente malogrado por los irresponsables d e turno. A pesar de ello supieron sacar todo
e l fruto posible de cuanto quedaba, y es cuanto hoy dia tenemos aprovechable.
Paralelamente, aunque algunos años antes, se había descubierto, e n
el curso d e una roturación, una villa romana a muy escasa distancia del
citado emplazamiento. Los materiales, por l o que se cuenta, y por cuanto
aún hemos podido ver, debieron ser fabulosos, en cantidad y caliadad.
Sobre l o que de aquello quedó, a sesenta años vista, hemos tenido que
reconstruir estas notas referidas a la cultura romana en estas tierras. Y
este ha sido el mejor de los casos, porque en otros ni siquiera contábamos
con u n punto de partida. Hoy en día los cultivos l o han invadido todo.
Las observaciones se hacen estremadamente difíciles y no l o decimos en
plan de excusa, sino lamentando más bien el tiempo perdido por la eru-
[page-n-242]
dición local en averiguar si determinado personaje h i z o o n o estancia ,en
la villa, o si aquel o t r o pudo o n o haber nacido en ella, pasando por a l t o
indicios valiosísimos capaces de remontar nada menos que u n millar de
años de importancia histórica del territorio como medio ambiente, con
las consecuencias que para los estudios generales hubieran podido tener
estas aportaciones.
N o obstante, estamos satisfechos del resultado obtenido. Y l o decimos sin modestia porque la presente aportación n o nos pertenece totalmente, sino q u e responde a una labor d e equipo.
H a n sido nuestros colaboradores d o n Lorenzo Gozalbo Delás, sempiterno compañero en incontables prospecciones y autor del hallazgo de
buena parte de material que aportamos.
La clasificación y estudio de la terra sigillata hispánica se debe a la
doctora doña Gabriela Martin, d e la Universidad de Valencia. D e ella hemos recogido también, al pie d e la letra, las valiosas observaciones sobre
cronología referidas a esta cerámica.
La clasificación y estudio d e los hallazgos monetales corrió a cargo
del doctor M a t e u y Llopis. Colaboró también e n este y e n otros aspectos
e l doctor Camarena Mahíques, Director del I n s t i t u t o Valrnciano de Estudios Históricos.
Y hemos d e agradecer al personal del S. l. P. d e la Diputación d e
Valencia su asistencia y consejos prácticos, a través.de contactos y entrevistas, algunas de ellas sobre el terreno mismo.
LES ARGAMASSES
En e l ¡pasado número d e este m i s m o anuario publicamos un estudio
sobre dos acequias romanas de Villarreal (1). Eran estas las conocidas
desde antiguo como ((Cequia del Diable», en singular por la confusión
en torno a ellas amañada. Pero que constituían, a l ramificarse por el térm i n o tras abandonar el río por las cotas 60 y 1 0 0 (2) todo un sistema
de irrigación que cubría el actual secano q u e se extiende por la parte
alta del citado término (fig. 1).
Quedaba e n pie, y así l o hicimos constar, una importante incógnita,
(1) J. M . a DORATE SEBASTIA: ccRiegosromanos del Mijares". Archivo de Prehistoria Levantina, XI. Valencia, 1967, pág. 203 y SS.
(2) El actual sistema de aprovechamiento de las aguas del pantano del Sitjar está p
yectado, en cuanto a Villarreal se refiere, a base de dos canales que se separarán del río
precisamente por estas cotas. Esto nos daría una idea del alto nivel de la técnica romana,
si no tuviéramo; a mano otros valiosos testimonios.
[page-n-243]
planteada por una extensa zona conocida actualmente como al'hortan,
circunstancia que adquirió con el tiempo categoría de topónimo, y que
abarcando las mejores tierras comprendía la parte baja de la población y
no poco del caserío de Las Alquerías del N i ñ o Perdido y permanecía,
contra toda lógica, al margen de aquel sistema si salvábamos lo allí dicho
Fig. 1
de un subcanal a todas luces insuficiente, aún aceptando sin ninguna
reserva su presencia, que dábamos por perdido a #partirde un determinado
punto junto al Ermitorio de la Virgen de Gracia.
[page-n-244]
Era preciso que hubiera algo más y si b i e n por nuestra parte teníamos
la convicción de que aquel sistema de riegos tenía su complemento e n
la acequia de antiguo conocida como «les Argamasses)), estábamos a ú n
pendientes de realizar el concienzudo reconocimiento que nos autoriza
ahora a incluirlo en este estudio.
El hecho, n o por cierto insólito, pero sí poco frecuente, de que este
canal siguiera aún prestando servicio hace menos d e una centuria ha hecho que la primitiva obra, oculta bajo sucesivas reconstrucciones, algunas a fondo, permaneciera en su mayor parte oculta. Pero n o así la excavación é n la roca, trabajo característico y d e colosales proporciones. Se
hiende la roca hasta lograr, dentro mismo del acantilado, una atrevida
plataforma q u e se reviste exteriormente de argamasa, t a l como l o hemos
visto ya, o se perfora un túnel cuando se interpone un obstáculo. M á s
tarde e n los tramos en que la escasa firmeza de la base o un natural desp l o m e provoca un hundimiento, se levanta desde el fondo mismo del cauce
del río un murallón que se defiende en sucesivas etapas con puntales y
contrafuertes. Etapas fácilmente observables y que nos proporcionan como
resultante, cuando ha perdido ya su sentido utilitario, algo así como un
impresionante monumento a l labrador valenciano de todos los tiempos,
desde la época romana de Pax Augusta e n que l o emplazamos a la vista
del extenso material aparecido e n la localiadad y que hoy damos a conocer. (Lámina l.)
Arranca este canal d e la gran curva que el r í o Mijares describe a su
paso por la Ermita de la V i r g e n de Gracia, a unos doscientos metros aguas
abajo de la actual pvesa, y coincidiendo con la que hasta hace poco tomaba
el agua para el llamado M o l i n o de la Ermita. Es la parte más cómoda
puesto que allí bastan unas cuantas piedras en e l lecho del río o u n a
ligera excavación para que las aguas penetren e n el canal d e conducción
y empiecen prontamente a ganar altura a favor de una acentuada corriente
que experimenta el cauce del r í o en el citado paraje. (3) Su curso puede
aún seguirse, ininterrumpidamente casi, desde e l final del paseo de las
acacias, e n el ermitorio, hasta el puente de Santa Quiteria, desapareciendo
sólo en aquellos tramos e n que coincide con el nuevo canal. (4) Romana
es toda la labor de excavación e n roca y algunas mamposterías o argamasas e n las que hemos podido observar, incluida, cerámica industrial d e
la época, del t i p o de la recientemente aparecida en La Torrassa.
(3) Características que coinciden, en todos sus elementos, con las descritas en el citado
1
estudio de las acequias "del Diable" 1 y 1 . (Vid. nota 1).
(4) El actuai canal, construido a fines del pasado siglo (entró en servicio en 1873)
atraviesa dos túneles. Uno tiene su nacimiento en la misma presa y forma como una cuerda del gran arco que describe el río en el ermitorio. El otro va ~pralelo río y es precial
samente en la parte coincidente con estos túneles donde se conservan las argamasas.
[page-n-245]
Pero n o debemos cerrar estas notas sin aportar otras d e archivo, referent,es al esta& d e esta obra e n la época d e la Reconquista. D o n Jaime
el Conquistador, al proceder al reparto d e tierras y solares durante los
meses inmediatos al otorgamiento d e la Carta Puebla (20 de febrero de
1274) hace frecuentes alusiones al sistema d e riegos d e Villarreal al
emplazarlo como l í m i t e d e alguna d e las donaciones, sistema que, como
se observa e n los documentos del reparto y e n otros del A r c h i v o Histórico
Municipal, m o d i f i c ó e n el sentido d e dividir en dos la vieja acequia, Ilamándose desde entonces Major a la originaria desde I'hermita als part i d o r ~y a p a r t i r d e estos, e n paraje m u y inferior al puente d e Santa
Quiteria, las acequias se llaman sobirana y jussana e n razón d e su
situación con respecto al nivel del terreno que riegan. La que D. Jaime
ordenó construir con cargo a las rentas d e Burriana, d e las que con este
objeto h i z o donación por dos años e n 1274, era l a Sobirana, única q u e
podia favorecer a todo el perímetro urbano por cuanto la Jussana discurría
a nivel inferior (5). En cuanto a la M a j o r o d e Les Argamasses, es m u y
elocuente la donación contenida en el Registro 1 9 de Jaime I e n q u e se
concede a Pedro Garcés reconstruir o editicar de nuevo e n la acequia d e
Villarreal, entre Almazora y «cierta argamassa d e la misma (acequia))),
aquel m o l i n o desolado y tomar para él agua del r í o o d e la misma acequia,
bajo el supuesto de q u e n o fuera ello e n perjuicio d e terceros (6).
LA PRESA DEL R I U SEC
En el lugar preciso e n que el Camí d e les Boltes atraviesa el R i u Sec
hay una vieja presa que, tendida ,de parte a parte del estéril cauce, obliga
a l camino a dibujar un acusado zig-zag para abordarla d e frente. La p r o ximidad de las ruinas del llamado M o l í Evaristo d e su arranque e n la
margen izquierda, .es sólo casual (7). Por la derecha la presa termina e n
la obra de arranque de una canalización, destinada sin duda alguna a
conducir el agua del r í o hasta las actualmente llamadas Alquerías del N i ñ o
Perdido a las q u e nos referimos más adelante.
( 5 ) Se vendieron estas rentas por 7.000 sueldos. (A. C. A., Registro 19, de Jaime 1
,
fol. 128 v."). De que L acequia construida era la "wbiuana" dan fe numerosas notas del
a
archivo de Viiiarreal que podríamos aportar, que hablan de la "cequia nwa sobirana".
(6) A. C. A., Registro 19 de Jaime 1 fol. 109.
,
(7) Aportamos este dato para que nadie, ante !a proximidad, se vea tentado a asociar
ambas obras en relación de causa-efecto. Aparte las características muy distintas de ambas
ruinas, la construcción de este molino se autoriw en 1863 a un tal Evaristo Usó, sobre las
ruinas del llamado de Bancarrota, de efímera existencia a su vez, y utilizaron ambos las
aguas de una de las acequias del Mijares.
[page-n-246]
Sorprende ahora, sobre la aridez de este amplio cauce, observar la
presencia de una presa que los naturales, atribuyen al «tiempo de los
moros)). Pero, entre otras razones, un profundo conocimiento d e los fondos medievales del Archivo Municipal de Villarreal nos autoriza a emplazarla en época m u y anterior. En efecto, desde los días mismo de la Reconquista, bien documentados en cuanto a riegos se refiere, jamás jugó
papel alguno la citada presa ni conducción alguna con ella relacionada. N o
es citada ni siquiera como topónimo; no tiene nombre. Ni llevaba entonces
ya agua el viejo río, al que se le conocía con su actual denominación de
«sec» Hay que remontarse pues al momento en que el valle de Ahín, con
Artana y Eslida y el término de Alcudia d e Veo n o utilizaban, por n o
existir en ellos núcleo de población, las aguas de los dos principales afluentes que, al unirse en el extremo meridional del término de Onda, originan
el río. Hay que situarse pues en un momento a i ~ t e r i o r la invasión mua
sulmana, y si se analiza en conjunto la presente aportación, n o resulta
en modo alguno aventurado, aunque sólo obráramos por exclusión, emplazar más o menos tardíamente, pero siempre err época romana, la construcción de esta obra.
Construida con materiales del terreno la presa n o reviste carácter
monumental alguno, ya que no l o permite su propia naturaleza, y estaría
totalmente cubierta por las gravas del río si n o aprovechara una falla del
conglomerado sobre el que se apoya. Pero tiene a l g ~ i n a
característica técnica realmente curiosa, como la presentada por el sistema de arcos de
medio punto trazados en sentido opuesto a la corriente, solución al hecho
de tener que estar construida en línea recta para ceñirse al escalón de
la roca. Solución económica, naturalmente, porque muy otra hubiera sido
la de construir una amplia presa de gravedad. Pero el constructor sabía
bien l o que se llevaba e n t ~ e
manos y l o demostró, sin duda alguna. (Lám.
11, 1 y 2.)
LA NECROPOLIS DE LAS ALQUERIAS
El conocido epitafio de Fulvia Filenis debe haber levatitado hace ya
mucho tiempo fundadas sospechas sobre la existencia dle una necrópolis
en
romana en la demarcación de su hallazgo que, fue e n v ~ e l t o tal velo
de confusión que cada uno de los autores que estudiaron el epígrafe l o
emplazó en lugar distinto. Y como son tres las versiones, nos acogemos
a la más lógica que es la aportada por Chabret y que adopta Mariner Bigorra (8). Dice aquél que el cipo fue encontrado en una finca de la fami(8) S. MARINER BIGOsRRA: "Notas de epigrafía valenciana". Archivo de Prehistoria Levantina, V. Valencia, 1954, pág. 225 y SS.Recoge, en síntesis, lo que sobre este epitafio
publicaron Hübner, Chabret, Sarthou y el P. Fita.
[page-n-247]
lia Puchol, tesis admisible por cuanto, desde su nallazgo, la piedra ha permanecido e n poder de esta familia, que todavía posee, e n las Alquerías
del N i ñ o Perdido, una finca q u e limita, carretera y canal por medio, con
e l cementerio romano que con toda seguridad se adentraba e n la citada
finca a juzgar por la abundancia de materiales e n superficie e n ia zona
1imítrof.e.
Fig. 2
(112)
Sin embargo f u e o t r o el camino q u e nos situó sobre esta necrópolis.
C o m o es frecuente e n arqueología, la casualidad nos d i o la pista al poner
e n nuestras manos un vaso [fig. 2 ) de pasta clara e n t a n buen estado de
conservación que tal vez p o r esta circunstancia habia pasado desapercibido. Apareció e n una barrera o «terrer» e n el q u e el agua d e lluvia,
a l excavar *un regajal, l o habia levantado. Rápidamente nos dirigimos al
lugar señalado percatándonos de que, l o que descubría la labor d e extracc i ó n d e tierras, era nada menos que el extremo de un cementerio, con
abundancia d e cerámica, tégulas principalmente, si b i e n en lamentable
[page-n-248]
revoltijo en la parte afectada, afortunadamente poco extensa porque las
impurezas de la tierra allí obtenida obligaba a un tamizado que hacia
antieconómica la explotación, que fue inmediatamente abandonada.
Posteriormente en el curso de una visita que al lugar hicimos con
el doctor Camarena Mahiques recogimos a flor de tierra, otro vaso semejante al indicado, pero fragmentado en una treintena de porciones por
la presión de las tierras y que n o obstante pudo ser reconstruido en los
laboratorios del Museo de Prehistoria de Valencia. En sucesivas visitas
encontramos algunas muestras de cerámica, principalmente sigillata hispánica.
N o nos fue posible seguir la pista de un importante hallazgo monetal, del que tuvimos noticia, por cuanto al parecer se lo repartieron los
mismos trabajadores, vendiendo luego las piezas. Pero si logramos la
fotografía de una moneda encontrada por el estudiante V. R. Petit R.0chera. Se trata de u n bronce, acuñación de la emperatriz Faustina Joven.
El nivel arqueológico quedó señalado por los trabajos de extracción
de tierras en los alrededores y en el lugar mismo ocupado por los ente-
Fig. 3
rramientos, en el que como hemos dicho fueron detenidos gracias a que
se utilizaba e l ya viejo procedimiento del azadón. Tenemos de él unos
datos bastante precisos y podemos decir que de suma utilidad para el
día de mañana en que se cuente con recursos económicos y legales suficientes para realizar una excavación metódica. Hoy está convertido en
plantación de naranjos, pero e l trabajo se ha realizado, casualmente, de
forma tal que el yacimiento apenas si ha sufrido (fig. 3) y ha quedado
de momento a salvo de excavadores fortuitos y curiosos irresponsables.
Lo único que ocurre es que, salvo algún que otro fragmento cerámica,
cada dia más escaso, n o es posible ya adivinar qué se oculta bajo aquella
lozana plantación, motivo por el que nos vemos obligados a aportar un
[page-n-249]
plano de situación (fig. 4) capaz de servir a ú n para largo plazo y que
.dejará un rastro seguro a los arqueólogos del futuro (Lám. 11, 3 y 4).
La superficie aproximada es d e 3.500 m pero debió ser e n su día
z
m u y superior por cuanto la finca d e los Puchoi, e n la que debía adentrarse, está al o t r o lado d e la carretera y acequia, siendo n o obstante
d i f i c i l calcular con exactitud la zona d e dispersión superficial de los ya
citados abundantes restos d e cerámica romana, reducidos a simples vestigios por las ininterrumpidas labores.
D e todas formas la extensión es suficiente como para que pensemos
e n algo más que e n una simple villa rural y por otra parte demasiado
lejana la necrópolis de la actual o la vieja Nules para vincularla con ella,
si admitimos su identificación con la Noulas romana. Es forzoso a d m i t i r
e n las cercanías, devorado por los cultivos, un importante núcleo urbano
que t a l vez la casualidad nos descubra algún día. En este sentido estimamos interesante el dato de que el sedimento d e gravillas y tierras depositado por el R i u Sec e n este paraje, sobre el cementerio, tiene un
espesor superior a m e t r o y medio, difícilmente rebasable por las labores
agrícolas ordinarias.
MATERIALES
Monedas:
Bronce de Foustino Joven, o lo dro. R), Matri Mognae S. C. Cibeles, con corona de
torres, a lo dra. entre leones (Cohen, número 196) (Lám. I II, 1 ).
Cerámica:
Vaso de posta clora, entera (fig. 2).
Voso de pasta clara. Reconstruido en los laboratorios del S. l. P. de Valencia. Difiere
muy poca del anterior.
Fragmento de pie de sigillata hispánico, forma Drogendorff 37, con decoroción de
pequeños círculos cancéntricos. El pie muy bajo y poco marcodo indica un tipo tordio,
del siglo II (fig. 5, núm. 2).
Fragmento de borde de sigillata hispánico, formo Drog. 37, con restos de decoroción
de puntas de flecha horizontales (fig. 5, núm. 3).
Fragmento de sigillato hispánico de formo Drag. 37, de buen tomaño decorado con
motivos grandes alternando las círculos concéntricos cordodos con otros motivos vegetales.
Decoración poco cuidada característico del s. III (fig. 5, núm. 4).
Fragmento de sigillota hispánica, Drag. 37, con decoroción de círculos concéntricos
cordodos.
Frogmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 3.
Fragmento de sigillata claro A, forma Lamboglia 9.
Frogmento de sigillata hispánico formo Drog. 37, con decoración de círculos concéntricas alternando con líneas verticales (fig 5, núm. 5).
Fragmento de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de sigillato hispánica, forma Drag. 37, con decoroción de círculos concéntricos (borde).
CRONOLOGIA
La sigillata hispánica nos da para el conjunto una cronología q u e
se puede f i j a r con bastante precisión e n la primera m i t a d del siglo III,
[page-n-250]
Fig.
4
- 214 -
[page-n-251]
Fig. 5
[page-n-252]
ya que los dos fragmentos de sigillata
larga duración que alcanzan hasta el
Cronología que encaja perfectamente
moneda, que puede cifrarse entre el
larga vida del bronce.
clara A corresponden a formas de
siglo III en sus primeras épocas.
con la fecha de acuñación de la
170-175 d. C., habida cuenta la
EXPLOTACIONES AGRARIAS
F I N C A DE MANRIQUE
En la partida del Madrigal, muy cerca del ermitorio de la Virgen de
Gracia, entre los caminos de la Ermita y Vell de Castelló a Onda pero
lindante con el primero, a 270 metros de la cruz de término situada e n
el punto de arranque o vértice de ambos, hay una parcela que figura en
el plano del Catastro con el número 287 del polígono 1 (9). En la pared
de piedra seca que limita con el camino hay, incluida, gran cantidad de
cerámica industrial romana.
En el año 1908, al roturarla, se encontraron diseminadas pero en el
corto espacio de u n metro cuadrado, sobre lo que al parecer era el pavimento de una habitación, algunas monedas que el propietario a la sazón,
don Salvador Manrique conservó en buena parte después del ((obligado))
reparto a favor de eruditos y curiosos de la numismática. Le quedaron
17 que llevó a la Exposición de Valencia de 1909 obteniendo, como expositor, una medalla de bronce. Por cortesía de doña Concepción Manrique
Miró, heredera de la finca y depositaria del lote monetal, lo pudimos
fotografiar, enviando una copia al doctor don Felipe M a t e u y Llopis, quien
procedió a su estudio publicándolo en ((Numario Hispánico)) (10).
En diversas prospecciones hemos tenido ocasión aún d e recoger abundantes fragmentos de sigillata hispánica. Pero el material que publicamos nos l o cedió doña Concepción Manrique, cuyas atenciones agradecemos desde estas líneas.
MATERIALES
As bilingüe de S-a-i-ti (Vives; XX, núm. 1 1 ) .
Dupondio de Ti. Claudius Caesar Aug. P. M. Tr. P. Imp. busto laureado o la dra.;
rev. Constantiae Augusti, S. C. (Cohen, núm. 13, año 41).
(9) Todas las referencias topográficas se refieren al Mapa Nacional Topográfico Parcelado, escala 1 : 2.000, del Instituto Geográfico y Catastral.
(10) F. MATEU Y LLOPIS: s'Haiiazgos monetarios XX". Numario Hispánico, X .
I
Madrid, 1967, pág. 45 y ss.
[page-n-253]
Fig. 6
[page-n-254]
As del mismo Ti. Cloudius Caesar Aug. Imp. P. M. Tr. P. Cabezo a la izqda.;
rev. Vesta S. C. (Cohen, núm. 100, año 41 ).
As del mismo Ti. Cloudius Caesar Aug. P. M. Tr. P. Imp. P. P. Cabeza a izqda.;
rev. Constantiae Augusfi S. C. joven, según Eckhel, con asta (Cohen, núm. 14, año 41 ).
Dupondio de Imp. Coes. Vesp. Aug. P. M. T. P. Cos. III Cens. Cabeza laureada a
dra.; rev. Aequitas August. S. C. la Equidad a izqda. con la balanza (Cohen, núm. 8,
año 71).
Bronce del mismo Imp. Caes. Vesp. Aug. P. M. Tr. P. Cos VIII. Cabeza a izqda.;
rev. Ceres August. S. C. (Cohen, variante del núm. 57, años 77-78).
As de Imp. Caes. Domit. Aug. Germ. Cos. XI, Cens. Pat. P. P. busto a dra.;
rev. Fortunae August. S. C. lo Fortuna a izqda. con timón y cornucopia (Cohen, 118).
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Fig. 7
Bronce del mismo, Imp. Caes. Domit. Aug. Germ. Cos. XII, Cens. Per. P. P. Cobezo
laureado a dra.; rev. Virtuti Aug. S. C. El Valor a dra. pie sobre casco, "parazonium"
(Cohen, núm. 647, año 86).
Bronce de Imp. Caesar Tra. Hadrianus Aug. Cabeza laureada a dra.; rev. Pietas
Aug. S. C. Pont. Max. Tr. Pot. Cos. III, la Piedad de frente y altar (Cohen, núm. 1.021,
oño 117).
Otros del mismo Hadrianus Aug. Cos. III, su busto a dra.; rev. Traianus Hadrianus
Aug. busto a dra.; Annona Aug. Pont. Max. Tr. Pot. Cos. II, S. C. la Abundancia, cuerno de Amolteo y "modius" (Cohen, núm. 179, año 118).
[page-n-255]
Hadrianus Augustus P. P. busto a dra.; rev. Cos. III, Palas a dra. con escudo y jabalina (Cohen, núm. 298).
Hadrianus Aug. Cos. III, P. P. Cabeza laureada a dra.; rev. Vesta S. C., sentada a
izqda. (variante del núm. 1.450 de Cohen).
Bronce de Aurelius Caesar Aug. Pii F. Cos. Cabeza desnuda a dra.; rev. Pietas
Aug. secéspita, aspérgilo, preafericulum, lituo y simpulo S. C. (Cohen, p. 47).
Otro de Faustina Augusto, busto a dra. Annia Faustina hija de Antonino y Faustina
.
esposa de Marco Aurelio; rev. luno S C. (Cohen, núm. 123, año 175).
Dos bronces imperiales casi frustros, coetóneos de los anteriores, uno de Hadriano,
de la Abundancia, S. C. y otro, Aug. P. M. Tr. P. rev. al parecer de Concordia exercituum
y las dos manos.
..
Fig. 8
Cerámica:
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 30, con decoración en grandes metopas encuadradas p o r lineas de puntos de flecha. Se aprecia parte de una metopa con
la figura de un ciervo acosado por dos perros. Aunque la figura sea distinta, recuerda
el motivo de otra forma 30 procedente de Almendralejo (Mezquiriz, II, Cám. 30, núm. 1
y 59, núm. 335 y 336). Puede fecharse en la segunda mitad del siglo I de la Era (fig. 6,
núm. 6).
ifusayola? de pasta clara (fig. 6, núm. 7).
Pie de copa, de forma indeterminable, de sigillata hispánica (fig. 7, núm. 8).
Pie de vaso, de pasta clara, con un grafito en la base (fig. 6, núm. 9).
Tres pondus, de pasta claro, preparada con algún descuido. Se reproduce uno (figura 7, núm. 10).
Dos tubos (fig. 8) semejantes a los estudiados por Fletcher y Alcacer en el horno
romano de Olocau. En el presente caso utilizados tal vez como lumbreras; indican muy
posiblemente la presencia de un alfar.
Fragmentos de dolia, tegulae, ánfora, etc., incluidos en una pared de piedra seca.
Otros materiales:
Tan sólo podemos destacar un fragmento de canto rodado, de arenisca, con barniz
cerámico superficial, especie de esmalte, de color blanco con matices verdes.
[page-n-256]
El único fragmento de sigillata hispánica utilizable (fig. 6 núm. 6)
,
nos la establece en la segunda mitad del siglo I o principios del Il. Hecho
que se confirma con el conjunto monetal, prolongándola (las acuñaciones
están comprendidas entre el año 41 y el 175) hasta finales del siglo II por
lo menos. Ahora bien, creemos que se debe proceder con cierta cautela, al
prolongar la vivencia d e la explotación, dado el estado en que se encontró
el tesorillo, como desparramado por la habitación, lo que puede indicar
u n final violento, con incendio quizá (nos indican, los que del hallazgo
guardan algún recuerdo, que con las monedas apareció abundante materia orgánica carbonizada) y subsiguiente ocultación bajo los escombros.
En circunstancias *paralelas a las descritas p r el doctor Esteve Gálvez
para las halladas en la villa de Benicató.
CORRAL DE GAL.IND0
En la partida denominada Pinella, a ochocientos metros en línea
recta de la carretera de Villarreal a Onda y algo más de 1 kilómetro d e l
límite del término con el de Bechí, existe un viejo corral llamado de
Galindo y construido al parecer para encerrar ganado. Desde allí y hasta
el camino viejo de Bechí va, en sentido descendente y paralelo en algunos
tramos al ramal izquierdo del Barranco de Rátils, el Camino del A l j u b
llamado así por el que hay a su derecha, y aproximadamente en su tramo
medio, en el cauce mismo del barranco. A su izquierda y en este mismo
paraje se extiende una extensa zona con abundante cerámica y restos
de construcciones, apenas reconocibles ya más que por el hecho de que
la piedra, abundante en la partida en estado de fácil utilización, no fue
ulteriormente aprovechada y está aún, amontonada, junto con algunas
pellas de argamasa y abundantes fragmentos de cerámica industrial romana (tegulae, dolia) permitiendo distinguir lo que fueron sin duda
alguna habitaciones o cobertizos. Ocupa esta zona las parcelas 245, 342-a
y 243-b del polígono 38 (hoja 2." y última) del plano del Catastro de
1952. N o obstante la cerámica que más abunda, en el espacio citado y
en sus alrededores, sobre todo en una extensa cuña que penetra hasta el
corral de Galindo, es una indígena muy tardía y que, conservando en
alguno de sus elementos formas clásicas, trasciende a veces hacia lo que
en otros sitios hemos visto como netamente árabe. Lo típicamente romano está muy localizado en las parcelas señaladas. La sigillata apareció
en muy contadas muestras, suficientes para su identificación pero demasiado pequeñas para su estudio, por l o que n o se reproducen. En cambio la cronología nos la da una moneda (Lám. 111, 2) aparecida en una
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de estas fincas, a l excavar un hueco para una alberca. Acuñada por Antonino Pío nos da también una segunda mitad del siglo II d. C.
Se trata al parecer de una explotación agricola, sin construcción
alguna suntuaria, y cuya proximidad a la acequia del Diable II (unos doscientos metros) alimenta la hipótesis de que utilizara sus aguas. Y creemos que debió ser en su tiempo mucho más extensa de l o que hoy se
puede estimar porque los terrenos son mucho más ricos a medida que
se alejan del cauce del barranco, causa de que estén supercultivados
desde hace largos años por los que resulta imposible en la actualidad
cualquier observación fructífera.
MATERIALES
Poco se puede añadir a lo ya indicado en el texto sobre el particular. Coma material
dotable cabe hablar tan sólo de la moneda ya citada:
Bronce de Antonino Pío. Cabeza a la derecha. Anv. Antoninus Pius
Tr. P. Cos
Rev. Aug. S. C. (Lóm. 111, 2).
...
EL SALT
Características semejantes las observamos en otro yacimiento situado
en la misma partida de Pinella, subpartida llamada el Salt por un accidente geológico que en el inmediato Riu Sec provoca una catarata cuando
las aguas de lluvia le dan algún caudal. Pero con la agravante aquí de
que todas las fincas han sido ya roturadas y las observaciones se hacen
dificilísimas. Tan sólo en una parcela se observa, muy fragmentada, cerámica del tipo indígena descrito anteriormente. La romana está representada por tipos industriales (tegulae, dolia) y se observa en los montones de piedra que los labradores han ido arrojando al lecho del río o
incluyendo en los muros de defensa.
El acceso a este yacim,iento se puede practicar por el camino de las
Alquerías del N i ñ o Perdido a Bechi, tomando en el límite de ambos términos el llamado de la Ralla hasta situarse en la margen izquierda del
Riu Sec. Desde allí y ciñéndose a los ribazos y muros de contención, a
trescientos metros se pueden observar ya los pobres testimonios que
aportamos. Como en e l caso anterior se puede sospechar que utilizó para
su riego las aguas de la Acequia del Diable II:
LA TORRASSA
El pasado año 1967 nos deparó la ocasión de asistir a la última oportunidad del más importante yacimiento arqueológico d e la zona y que
pudo haber sido, de llevarse las cosas bien desde los primeros escarceos
practicados a comienzos del actual siglo, uno de los más interesantes de
[page-n-258]
la región. Se trata de la villa romana d e La Torrassa, llamada así p o r
algunos restos d e construcción de los que son a ú n testigos los ancianos
y que ,daban nombre a la partida dentro del amplio Pla Redó, que comprende las tierras de secano d e más allá del R i u Sec. (1 1).
A caballo sobre la línea divisoria de los términos Bechí-Villarreal,
e n cuanto al d e Bechí se refiere f u e e n su día dado a conocer este
yacimiento por d o n Pascual M e n e u q u i e n e n 1901 publicó en el «Heraldo d e Castellón)) unas notas q u e luego r e c t i f i c ó e n «Ayer y Hoy)),
revista editada e n la misma capital (12). En un rasgo d e ejemplar honradez el señor M e n e u confesó q u e los materiales que él había emplazado e n la época «greca-romana antigua)) eran burdas falsificaciones
colocadas e n el tajo por «mano criminal)). A u n q u e sólo fuera por esto
nos veríamos obligados a tomar con grandes reservas el resto d e la aportación de M e n e u quien nos habla d e «sepulturas, esculturas, monedas,
etcétera)) confirmadas a pesar de todo por otras fuentes ( 1 3). Por nuest r a parte, aunque n o utilicemos aquí o t r o material q u e el obtenido en
esta ú l t i m a etapa, debemos afirmar que las monedas aisladamente recogidas por M e n e u e n su excavación (14) encajan con las que encontramos
nosotros.
U l t i m a m e n t e d e la villa sólo se reconocían unas cimentaciones pero
quedaba pendiente d e roturación una parcela d e n t r o del término d e
Villarreal, j u n t o al m o j ó n de término del camino d e la Ralla y formando
ángulo con el arranque d e l camino del Palmeral. Es la 1 2 5 del polígono
3 1 del p!ano del Catastro de 1952 (fig. 9). Plantada d e olivar perdió
este c u l t i v o ,en el año 1 9 3 7 quedando yerma y pendiente d e una labor
d e transformación, fácil dado su aparente buen nivel d e tierra.
A la espera de que en el m o m e n t o menos pensado se iniciaran las
labores, montamos vigilancia a cargo d e los guardas jurados del término, contando d e antemano con la escasa colaboración del !propietario.
Se h i z o t a n larga la espera que transcurrieron largos años, hasta q u e la
intensiva fase actual d e roturación con moderno utillaje apareció e n el
(11) En realidad la partida la constituye el llamado " 1 Redó", pero dentro de ella
PA
forman como un? subpartida las tierras que se riegan del pozo al que titularon "La Torrassa" precisamente por construirse en las inmediaciones de estas ruinas.
(12) P. MENEU: "Arqueología bechinense. Errores". Ayer y Hoy, Revista de Castellón, año 11, núm. 41. Castellón, 1903.
1
(13) M. FERRANDIS IRLES: "Noticias históricas de Bechí. 1 Ermita de San Antoriio". Ayer y Hoy, revista de Casteiión, año 1, núm. 11. Castellón, 1902.
Dice Ferrandis que cerca de San Antonio de Bechí "se han encontrado restos de una
población romana" afirmando que se trata de Sepelaco.
(14) Dice Meneu que encontró seis monedas, pertenecientes a acuñaciones de Domiciano, Trajano, Adriano, Maximino 1, Claudio 1 el Gótico y Constantino el Grande.
1
ObsCrvese al fiml cómo encaja también su cronología con la que nos da el estudio de la
terra sigillata.
[page-n-259]
término hace escasamente un lustro. Entonces se h i z o cargo de la vigilancia nuestro compañero don Lorenzo Úozalbo Delás aprovechando sus
visitas frecuentes a una propiedad cercana. Así pues, el pasado año pudimos sorprender los trabajos apenas iniciados, pero cuando ya los tractores habían efectuado unas pasadas por toda la superfici,e. A partir de
C HALLAZGOS ESCAQOS
2 CILINDRO ENTERRADO
3 MoJO'N DE ~I?RM~NO
4 CILINDROS A.FLORADOS
L/
Fig. 9
este momento y en guardia casi permanente, dispuestos a sacar el máximo partido d e la situación, fuimos recogiendo abundante material, que
en parte reseñamos, pero naturalmente en el lamentable estado que
cabe suponer ( 1 5).
(15) En realidad salió todo muy fragmentado de origen. Lo más lamentable fue no
haber podido casar ninguna pieza dadas las desfavorables circunstancias en que se trabajó.
En una ocasión, en que nos acompañaban don Guillermo Bernat y don Vicente Girona,
e~tUVim0slo que se dice "lidiando" a un mostni050 Caterpillar, cuando efectuaba unas
pasadas de nivelación, asranchndole de entre las cadenas y durante la marcha fragmentos
de lucerna o de terra sigillata.
[page-n-260]
La parte levantada por la roturación era casi toda de labor, contando
sólo en la parte E. con una faja ,de vnos doce metros con cobertizos
utilitarios, en los que había un lagar. Aparecieron en él dos cilindros
(fig. 19,57 y Lám. I V ) de piedra caliza que consideramos piezas principales
de una prensa de extracción de aceite (16)- O t r o de ellos quedó aún
enterrado en el camino de la Ralla, a tres metros del mojón de término,
Posteriormente tuvimos ocasión de ver en Bechí, en la casa que habitó
el señor Meneu, dos más de estos cilindros,. idéntico uno y otro del mismo
diámetro pero sólo de 55 centímetros de altura.
Esta ;parte edificada tenia una de sus paredes cimentada con sillares
calizos traídos probablemente, como los cilindros, de la escasa distancia
de un kilómetro a que está la montañita o cerro de San Antonio, donde
sabemos que durante la Edad Media se explotó una cantera. Estaba
techada con la clásica tégula, y del piso se conserva un fragmento de
medio metro cuadrado, oculto en la base de un ribazo. Estaba formado
por losetas de barro cocido, rectangulares, y de ,dimensiones que, aún
difiriendo en cada caso, ya que se trata de una labor más bien basta, se
aproximan a los 10 x 6 x 2'5 cm. colocados en sentido vertical y tormando espiga. Otro ladrillo que apareció, aunque con escasa frecuencia, era cuadrado, de 21 cm. de lado y con un espesor de cuatro a
cinco, según los casos. Aunque parece estar concebido para piso, lo hemos visto en una mampostería en la acequia de Les Argamasses que
estudiamos al principio. De dolium n o llegamos a ver más que grandes
fragmentos. Casi todos ellos daban la impresión de estar ya rotos con
anterioridad a la acción de las máquinas. La terra sigillata se mostró
abundante, asi como fragmentos de ánfora. Y algo que llamaba la atención era la superabundancia d e vidrio, del que reproducimos algunas
muestras.
Las monedas encontradas fueron cuatro, una de ellas totalmente
reducida a óxido, pero las otras tres en perfecto estado tras una elemental restauración.
Como riego pudo utilizar el de la Acequia del Diable II, por cuanto
la finca está por debajo de la cota 60, ya directamente o mediante la
Bassa Seca, estanque artificial d e la época que hay en las inmediaciones
y que n o dudamos en relacionar con esta explotación, aunque hasta el
momento presente n o le hemos podido dedicar un detenido ,estudio.
(16? Coicidreron en esta apreciación todos los labradores a quienes intermgamoa, si
bien ninguno de eiios dijo haber visto en los pueblos cercanos ninguna prensa que utilizara
piedras de este tipo.
- 224 -
[page-n-261]
MATERIALES
La descripción detallada de los materiales :ecuperados se haría interminable. Nos
limitaremos, pues, a reseñarlos someramente, deteniéndonos sólo en aquellas piezas o
elementos capaces de aportar algo al trabajo, bien en el sentido cronológico, bien en
el técnico o de una manera general capaces de contribuir al mejor conocimiento del
yacimiento.
Monedas:
Las tres que pudieron ser restauradas pertenecen a Galieno, dos de ellas, y la tercera a Claudio II el Gótico. Anv. busto a la derecha, Gallienus Aug. Rev. Fortuna Redux,
la Fortuna, con timón y S en campo (Lám. 111, 4). Anv. busto a la derecha, Gallienus
Aug. Rev. Aequitas Avg. la Equidad con balanza y cornucopia y VI (Lám. 111, 5).
Anv. busto a la derecha, Imp. C. Clavdius Avg. Rev. la Equidad con balanza y cornuc w i a (Lám. 111, 6).
Cerámica:
Los fragmentos de ánfora, dolium y otras piezas industriales son innumerables, y no
insistimos sobre ellas por haberlo ya indicado en el texto. De cerámica corriente de
pasta clara, reproducimos tres fragmentos (figs. 10, 11 y 12) así como otros pertene-
Fig. 11
Fig. 10
(112)
(112)
cientes a lucerna (fig. 15, núms. 32 y 33; fig. 16, núm. 39). Un fragmento de cerómica
estampada a base de anillos (fig. 15, núm. 35). En la fig. 16, núms. 37 y 38, se reproducen
perfiles de cerámica muy fina, de pasta clara o rosada más bien, y en otros casos de
pasta gris, por fuerte cocción, pero con un engobe superficial rosado. En el caso del
número 38, decoración impresa, a rueda. El anillo de la fig. 15, núm. 34 parece ser,
o pesar del excesivo cuidado puesto en su manufactura, una de las piezas que se interponen entre las que van a ser cocidas, en el horno, para la mejor circulación de ,los
fuegos. De la presencia & un horno cerámico nos da idea, aparte de este elemento, la
presencia de abundantes fragmentos de tubo de lumbrera, como los encontrados en la
finca de Manrique y descritos en este mismo trabajo.
[page-n-262]
Terro sigilloto
Pie de un cuenco de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de pie de sigillata hispánico.
Fragmento da borde de sigillata clara B, con decoración a la ruedecilla; posiblemente
una forma 2. E importante señalar este fragmento por la escasez de la variedod B de
s
sigillata clara en España (fig. 13, núm. 22).
Pie de vosijo grande de sigillata hispánica (fig. 13, núm. 16).
Fig. 12
Pie de copo de sigillota hispánica, de fina calidad, posiblemente una formo Dragendorff 24/25 o Drag. 27. Segunda mitod del siglo I al siglo III.
Frogmento de fondo de sigillato hispánica. Pie muy bajo de tipo tordío (fig. 13, número 17)Fragmento de sigillata hispánico, forma Drag. 37.
Fragmenta de fondo, con pie muy bajo, de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de patera de sigillata, Drag. 15/17. Del año 50 ol 350. Por la forma,
debe ser de los siglos I/ Il.
Fragmento semejante al anterior.
Fragmento de fuente de sigillata cloro C.
Fondo de patera de sigillato hispánica, con marco rota. Sólo se lee EX ..., posible
comienzo de EX. OF.. .
Fragmento de borde de sigillata hispánica, posible forma Drag. 15/17.
Fragmento de sigillota hispánica con decoración de círculos y rosetos en su caro
interior (Mezquiriz, II, Iám. 91) (fig. 13, núm. 20).
'Fragmento de sigillata hispónica con el barniz muy perdido y decoración de líneas
verticales y puntas de flecha, seguramente separando metopas (fig. 13, núm. 21 ).
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración a dos franjas de
círculos cordados alternando con motivo vertical; en el interior del círculo, roseta de
siete pétalos; en la franja inferior los círculos son concéntricos. Fines del siglo I O
siglos II (fig. 14, núm. 23).
Pequeño fragmento de sigillata con decoración vegetal (fig. 15, núm. 26).
Fondo de pátera de sigillata hispánica (fig. 13, núm. 18).
Frogmento de sigillata hispánica de forma Drag. 37, con decoración de círculos.
[page-n-263]
Fig. 13
(111)
[page-n-264]
F g 14
i.
(111)
[page-n-265]
Es de un tipo algo más tardío que los fragmentos anteriores. Siglo II/ III (fig. 14, núm. 24).
Fragmento de sigillata hispánica, copa de forma Drag. 27.
Fragmento de borde de sigillata hispánica, forma Drag. 37 tardía.
Fragmento de borde de sigillata clara A, formo Lamboglia 1.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37.
Fragmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 10 a.
Fragmento de sigillota hispánica con decoración de puntas de flecha.
Frogmento de sigillata hispánica, forma Drag. 29, con cenefa de ovas por debajo
del borde. Segunda mitad del siglo I o comienzos del II (fig. 14, núm. 27).
Fragmento de sigillata hispánica lisa.
Fragmento de sigillata hispánica con decoración de circulos con roseta interna de
cuatro pétalos, alternando con motivo vertical (fig. 15, núm. 28).
, Fragmentos de sigillata hispánica, forma Drog 37.
Fragmento de sigillata hispónica lisa.
Frogmentos de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos concéntricos.
Frogmento de sigillato clara A, forma Lamboglia 2.
Fraamento de siaillata clara A. forma Lamboalia 1.
~ragmento sigillata hispáni;o (fig. 14, núm. 25).
de
Fragmento de sigillota hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos.
Frogmento de sigillota hispánica, con decoroción de círculos.
Fragmento de sigillata hispánica con decoración de columnillas (fig. 15, núm. 29).
Fragmento de borde de sigillata clara A, forma Lamboglia 2 c.
Fragmento de borde de sigillata hispánica lisa.
Frogmento de sigillata hispánica, con una roseta de cinco pétolos (fig. 1S, núm. 30).
Fragmento de borde de copa de sigilloto hispánica, Drag. 27.
,Fragmento de sigillata hispánica.
Fragmento de sigillata hispánica, formo Drag. 37, de paredes muy finos, con decoración de circulos concéntricos en espiga (fig. 15, núm. 31).
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37, con decoración de pequeños
círculos concéntricos.
s
Fragmento de gran fuente de "barniz rojo interno pompeyano". E un tipo de vasija
fechable durante el siglo 1 a C. y 'hasta lo época de Augusto.
Fragmentos de sigillata clara C, formo Lamboglia 40.
Fragmento de pie de sigillata hispónica.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drog. 37, con decoración de círculos concéntricos.
Fragmento de borde de sigillata hispánica.
Fragmento de sigillata cloro A.
Fragmento de sigillata hispánica, forma Drag. 37.
Fragmento de pótera de sigillata hispánica, forma Drag. 15/ 17.
Fragmento de copa de sigillafa hispánica, forma Drag. 27.
Fragmento de gran plato de borde plano de sigillata hispánico, forma Mezquiriz 415.
Fragmento de sigillato hispánica, forma Drag. 37, con decoración de círculos.
Fragmento de pie de sigillata hispánico, posiblemente con marca de la que sólo
se aprecian los círculos que encuadraban la cartela.
Fragmento de sigillata hispánica lisa, farma de paredes curvos, con la marca de)
alfarero AGILIANI, marca que, asimismo, se encuentra en Mérida 'Ver Mezquiriz, 1, 45
y 164, 11, 8), La Serreta (Alcoy) y Sagunto (fig. 13, núm. 19).
Campaniense
Fragmento de pátera de camponiense 0 , forma Lamboglia 36.
b o c a imperial (fig. 16, núm. 36).
Del 150 o. C. hasta
Metal:
Hierro
Un clavo, de sección rectangular y cabeza tal vez redonda originariamente, pero
rectangular actualmente, formando cruz con el vástago. Longitud, 12 centímetros.
4
Restos muy oxidados de otros siete clavos. Pieza rectangular de 1 por Y 5 centímetros,
formada por dos láminas superpuestas (unidas mediante dos remaches) de cuatro milímetros de espesor.
[page-n-266]
Fig. 15
- 230 -
[page-n-267]
Fig. 16
(111)
[page-n-268]
Bronce
Una pieza rectangular de 24 por 4 centímetros y espesor, originariamente, de
uno o dos milímetros, con nueve remaches del mismo metal. Fragmentos varios
de bronce laminado. Tres clavos de sección rectangular, sin cabeza. Un clavo de sección
rectangular y cabeza redondo, con punta aplanada. Pieza de fundición (fig. 18, núm. 48).
¿Seguramente la tapa de una lucerna? Disco de bronce laminado (fig. 18, núm. 49) en
forma de platillo, con perforación central. Recuerda los usados en algunos instrumentos musicales. Asita (fig. 18, núm. 50). Alambre con anillo foriado en un extremo y
aplanamiento en el otro (fig. 18, núm. 51). Bisturí (fig. 18, núm. 52).
Plomo
Varios fragmentos de lámina, de espesor inferior al medio milímetro, uno de ellos con
un remache adherido. Una tira rectangular de 12 x 2'5 cm. y espesor de 3 mm.,
con tres orificios rectangulares originados por clavos. Un anillo de 10 cms. de diámetro
exterior y unos 7, en el interior, cilíndrico, de 4'5 cm. de altura y peso de 1'700 Kg.,
que formaba la unión de dos tuberías.
Piedro:
Cinco fragmentos de mármol trabaiodo, seguramente revestimiento de columnas. Destacamos el representado en la figura 21, cedido por don Guillermo Bernat Crespi. Un
alisador de arenisca. Un canto rodado, de arenisca blanca, con la cara superior esmaitoda en blanco con vetas verdosas en distintos matices. Un canto rodado (?) de arenisca del país, de forma esférica con el polo superior achatado y el inferior casi plano,
usado tal vez como ponderal, con un peso de 700 gramos. Varios fragmentos de
pizarra. Escorias de fundición. Una lasca atípico de sílex de importación, color
escarlata (fig. 19, núm. 55). Una tesela (?) de piedra dura, azul prusia (fig. 19, número 56). Tres cilindros de piedra caliza, de uso industrial, de los que ya se habló
(fig. 19, núm. 57 y Lám. IV). A los que se deben añadir los dos que tiene la familia
Meneu, en Bechí.
Vidrio:
Hemos destacado la obundancia de vidrio, hecho que ya fue puesto de relieve por
Meneu. Los matices más acusados son, en una extensa gama, los verdes. Abundan los
claros (incoloros) y sólo hemos visto un ejemplar violado.
Hay fragmentos de grandes fuentes. En la figura 17, núms. 4 0 a 47 reproducimos asas,
cuellos y bordes. La 46 es un fragmento de pulsera (o asa) de color negro.
Hueso:
Aparecen los de los animales de convivencia o consumo. (ovidos, cópridos, &quid%,
suidos) siendo destacable la abundancia de colmillos de jabalí.
Entre los trabajados destaca el que.se labró paro formar parte de una bisagra (fig. 19,
número 53) y algunos palillos muy semejantes a los que actualmente se usan, de madera,
en la mesa (fig. 19, núm. 54).
Marfil:
Parte superior de un cálamus (fig. 19, núm. 58).
CRONOLOGIA
El conjunto presenta una cronología entre la segunda m i t a d del
siglo II y el siglo III, después d e J. C., con algunos materiales del siglo I
a. C. como el fragmento de rojo pompeyano interno y el campaniense B.
Cronología que, obtenida mediante el estudio d e la cerámica datable,
encaja perfectamente con la aportada por las monedas encontradas.
[page-n-269]
y.".
-.
Fig. 17
[page-n-270]
Fig. 18
- 234 -
[page-n-271]
L A C I M A DE CAP BLANC
Aunque extraño este emplazamiento al término de Villarreal, n o podemos omitirlo aquí :por estar situado precisamente sobre la presa de la
Acequia del Diable 1, y pasar casi por dentro de él la II. Se trata ahora
d e un poblado, m u y pobre en apariencia, y que ocupaba una extensa zona
sobre la que se extiende abundantemente la cerámica indígena tardia,
que hemos descrito ya y suele acompañar casi siempre a la romana, incluso a la sigillata con la que alterna y algunas veces se superpone. Es
aquí donde se hace más patente esta confusión, si bien la sigillata ocupa
sólo una reducida parte del poblado. Es talmente como si en el lugar hubiese habitado una reducida guarnición militar, administrativa o técnica,
que n o llegara a construir sino que se limitara a vivir al estilo indigena,
o a utitizar tan solo alguno de sus particulares elementos, como tegulae,
de las que se observan fragmentos, así como algún dolium, cuyos pedazos
se pueden contar.
En el término de Onda, a 800 metros de la línea de separación de
éste del de Villarreal, en una extensión de casi un kilómetro por la margen derecha del Mijares y a ambos lados del Camí de les Trencades se
extiende la zona en que superficialmente puede encontrarse cerámica.
N o obstante el poblado, cuyas viviendas se pueden aún individualizar,
ocupa u n espacio más reducido, en las proximidades de la central de la
Hidroeléctrica y .en lugar fácilmente reconocible por algunos murallones
que le dan la semejanza de u n poblado del Bronce.
Su economía n o parece que pudo ser próspera. El regadío n o la podía
favorecer y sin duda alguna se basaba en cultivos de secano y, a juzgar
por algunos espacios cerrados sin traza alguna de vivienda, la práctica d e
la ganadería tendría gran importancia en su vida. Ultimamente hemos
asistido al descubrimiento de nueve silos enterrados, de forma ovoide, de
los llamados en el país sitjes. Apareció en su interior alguna cerámica de
la descrita como indigena tardia.
Damos estas notas p o r los motivos arriba indicados y sólo a título informativo ya que creemos que el poblado podrá dar mucho de sí cuando
se pueda hacer en él al* más que las prospecciones, reiteradas pero
siempre superficiales, a las que hasta ahora nos hemos visto- limitados.
MATERIALES
Cerámica:
Aparece, en cantidades verdaderamente notables, la cerámica indígena, cuyo estudio
dejamos por ahora en suspenso, limitándonos al de la terra sigillata en cuyo campo hemos
hallado una eficaz colaboración. N o debemos omitir, sin embargo, la ya citada presencia
de cerámica industrial (dolia, tegulae) así como un pondus de forma troncopiramidal. N o
se ha hallado metal alguno, ni vidrio, ni vestigio alguno que diera idea de una mínima
concesión al luio, si exceptuamos la sigillata hispánica que pasamos a describir.
[page-n-272]
Fig. 19
'
53, 54, 55, 56 y 58 t. n. 57 se indican medidas.
[page-n-273]
Fragmento de sigilloto hispánica de forma Drag. 37, con decoración de círculos con
figura animal muy borrosa en su interior (¿caballo o ciervo?) corriendo (fig. 20).
Fragmento de borde de sigilloto hispánica de forma Drag. 15- 17.
Fragmento de sigillota hispánica de forma indeterminada, quizá botella, con arranque
de asa y sin barniz interior.
Fragmento de sigillatq hiyxinicg, con decoración de circulo, con roseto interior.
Fragmento de sigillota hi+áiiica ,de forma Dra@. 15- 17. '
.
.
.
.
S
Fig. 20
,
Fragmento de fondo de forma de paredes curvas, lisa, de sigillata hispánica, con
la marca del alfarero Sentus: OF. SENTI. Hoy uno del mismo nombre en La Graufesenque,
de época de Tiberio. El de esta marca es hispánico, y se encuentran estampillas en Sagunto, en Monastil (Elda) y también en Bonasa y Lixus (Museos de ,Robot y de Tánger).
Es dificil establecerla pues las formas que se han determ.inado (37
decorada y 15/ 17) son d e larga perduración, entre 50 y el 250. Pero una
de las estampillas del norte de Africa, la de Lixus, está sobre una patera
de forma 18, que restringe este período a los años comprendidos e n t ~ e
el 50 y 150/175. (17).
(17) J. BOUBE: "La terra sigillata bispanique en Mauretanie Tingitane. 1 Les mar,
ques de potiers". Rabat, 1965, pág. 202 y 203.
[page-n-274]
CASCO URBANO
N o se h a efectuado, ni cabe esperarlo, hallazgo alguno d e importancia
referido a la época romana d e n t r o del casco urbano d e Villarreal. D e realizarse sólo indicaría la presencia ,de a l g ú n emplazamiento del t i p o d e los
estudiados y tal podría ser el delatado por una pieza acuñada por A n t o n i n o
Pío, hallada e n la excavación d e los cimientos d e la casa número 24 d e la
calle Calvo Sotelo, esquina a la d e Sarthou. Como la moneda nos f u e
mostrada cuando el edificio estaba ya casi terminado, n o nos f u e posible
examinar el nivel ni la tierra extraí.da, por l o q u e debe quedar aquí como
Fig. 21
hallazgo aislado, c o n la garantía que nos ofrece la seriedad d e los autores
del hallazgo, entre ellos el propietario del inmueble, d o n M a n u e l Batalla,
q u i e n afirma que f u e encontrada a 1'70 m. d e profundidad.
[page-n-275]
Descripción: Gran bronce. Anv. busto a la derecha. T. Aelius Caesar.
Rev. 'Tri. Pot. Co. S. 111. Gmcordia. S. C. (Cohen, número 131) (Lámina 111, 3).
La cronología nos la sitúa pues dentro del amplio complejo estudiado.
Hemos visto cómo los materiales aportados ajustan perfectamente y
hasta se complementan en todos los yacimientos estudiados. La más baja
cronologia nos la dan los de la Cima de Cap Blanc, yacimiento que
siempre hemos considerado como «en la base)) de todo el sistema de
riegos, y por ende de todo e l «desarrollo», por utilizar una terminología
actual. Todo encaja, y de tal forma que se !puede afirmar que la comarca
tuvo un papel importantísimo en la economía d e la época, entre mediados
del siglo I y finales del I1 1 d. C.
[page-n-276]
[page-n-277]
DONATE.-Arqueología
romana de Villarreal
LAM. 1
.
[page-n-278]
DORATE.-Arqueología
romana de Villarreal
LAM. 1 .
1
[page-n-279]
DORATE.-Arqueologíd
l.--Las alquerías
1.
LAM. 1 1
romana de Villarreal
2.-Corral
de Galindo
3.--Casco urbano
4, 5 y 6.-Torrassa.
[page-n-280]
DORATE.-Arqueologíz
romana de Viiiarreai
LAM. IV.
[page-n-281]
VICENTE Gl NER SOSPEDRA
(Alcalá de X i v e r t )
Noticias arqueológicas de la comarca
de Alcalá de Xivert (Castellón)-
Desde hace varios años vengo explorando la zona norte, próxima a la
costa de la provincia de Castellón, recogiendo cuantos datos de interés
arqueológico encuentro en ella, con el propósito y deseo d e que' estos m o destos datos que h e podido recopilar sirvan en e l f u t u r o para unas más
intensas exploraciones y excavaciones llevadas a cabo por los organismos
especializados.
Hasta el presente llevo anotados buen número de puntos arqueológicos de los términos municipales de Alcalá, Benicarló, Peñíscola y otros,
pero en la presente ocasión doy nota sucinta del primero de ellos, d e Alcalá, como base para una amplia carta arqueológica d e la zona (fig. 1).
1
EL CAM
El yacimiento se halla en la partida del mismo nombre, cerca de «Pou
de Cervera)) y campo de aviación, a la derecha del f. c. y a la altura del
k m . 1 2 0 de la carretera Valencia-Barcelona. D e dicha carretera parte, en
dirección este, un corto camino vecinal y a unos 200 metros, e n e l borde
izquierdo, existe un bancal llano, donde m u y posiblemente existió una
necrópolis (fig. 2).
[page-n-282]
Fig. 1.-Situación
de los yacimientos.
[page-n-283]
Aproximadamente por los años 1957- 1958 fue tractorado este bancal, removiendo las palas del tractor unas urnas conteniendo cenizas y
huesos; ignoramos el número de vasijas, así como la profundidad a que
aparecieron, n o habiéndose salvado nada.
En m i visita, acompañado de un campesino que tenía noticia del hallazgo y del lugar donde se produjo, encontré superficialmente varios
fragmentos de cerámica semejante a la de La Solivella, con decoración
Fig. 2.-El
Cam.
rojo vinosa en uno de ellos (fig. 3, núm. 1 a 3); otros fragmentos de
pasta más grosera y otros de mejor calidad (fig. 3, núm. 5 y 6); otro presenta una decoración incisa circular, de unos &S centímetros de diámetro
estando compuesto el círculo por una veintena de puntos de poco más
de un milímetro de profundidad, hechos con un instrumento de punta
desigual (fig. 3, núm. 4); un punzón metálico, de cuerpo circular, con
base cuadrada y punta roma, desgastada (fig. 3, núm. 7). Según referencias, aparecieron ((cadenitas)) y otros restos metálicos.
[page-n-284]
Fig. 3.-Materiales
de El Cam.
(T..
n)
[page-n-285]
ALCALA
J
-
DE XNERT
CORRAL DE LA COVETA
,
---m
-
-
-
-
.
. - ,
y , .
d
F Ji i
- 'LL
I*
J.
I_L*.!
4
Recibe este nombre la partida que se halla enclavada entre el «Corral
Blanc)), ((Pigró del Rey» y «Pla del Bou» (fig. 4).
En su interior existen unas pequeñas viseras, a modo de refugio, al
Fig. 4.-Corral
de La Coveta.
amparo de las cuales se construyó el corral, cerrándolas y aprovechándolas
como cobijo.
En la parte posterior del mencionado corral asciende el terreno, e n
dirección N. E., en forma de colina alargada; da acceso a la parte alta re-
[page-n-286]
V. GINER
gularmente pronunciada y llena de maleza, e n algún p u n t o d e la cual hemos podido observar dos posibles alineaciones d e piedras de b u e n tamaño,
con *dirección determinada, una en línea recta cerca d e la división d e aguas
y otra de forma envolvent,e a la misma altura y que se pierde en pequeños tramos y da la impresión d e reaparecer e n otros puntos. El espesor
se puede calcular e n 1/50 metros. La maleza d i f i c u l t a su estudio, pero
las direcciones reseñadas e n e l croquis (fig. 4), son sin duda alineaciones
«clavadas» e n e l suelo y dispuestas e n dirección intencionada.
Fig. %-Piedra con cazoletas, de Corral de La Coveta.
En toda esta parte alta que, alargándose, se u n e con pequeñas alturas ,de los montes d e M u r s (o su prolongación, por «Peña Ventosa))), exist e n piedras sueltas d e regular tamaño y restos d e posibles trincheras, excavadas con m o t i v o d e la pasada contienda.
En !a rápida prospección efectuada n o hallé cerámica ni o t r o dato d,e
interés arqueológico que las citadas alineaciones.
Sin embargo, descendiendo en dirección S.E. y e n las primeras terrazas d e algarrobos, pude encontrar multitud d e fragmentos cerámicoc sin
interés, salvo u n o pobremente decorado, parecido a los d e Piver, y una
piedra rectangular, d e color gris, algo trabajada, d e 52 x 35 x 14 cm.,
q u e presenta dos pequeñas cazoletas circulares e n una de sus caras, sepa-.
radas 24 cm. y d e 1'5 mm. d e profundidad (fig. 5).
[page-n-287]
3
LA MESQUIDA-PIVER
El yacimiento se encuentra en la partida de La Mesquida, en la subpartida de Piver.
La parcela donde se produjo el hallazgo se encuentra al borde izquierdo de un camino vecinal que partiendo de la carretera de Alcalá a Cuevas
de Vinromá, va directo, después de un recorrido de menos d e un kilómet r o y haciendo varias curvas, a una casa de campo, donde uno de sus bancales es el lugar del hallazgo.
Fig. 6.-Mesquida
(Piver).
La finca está enclavada entre tres barrancos que, bajando de los cercanos montes de M u r s y en la curva de la carretera antes mencionada,
entre los kilómetros 3 y 4 discurren dando origen a unas suaves lomas
,
alargadas hasta perderse en el llano (fig. 6).
En labores agrícolas, el tractor removió gran cantidad de losas, que
[page-n-288]
V GINER
.
fueron extraídas a mano, quedando otras enterradas. El tamaño de las mismas es de 50/60 cm. de largas por 30, de anchas, siendo planas y sin
labor alguna.
En el lugar que nos indicaron la existencia de una sepultura, limpiamos el terreno para confirmarlo, comprobando que se hallaba cubierta
por losas del tipo de las descritas, situadas en sentido horizontal sobre
la fosa, tocándose unas con otras.
La fosa se hallaba excavada, orientada de N.E. a S.O. en el terreno
semiblando de arcilla color blanco, denominada «mortí» e n la comarca.
Medía dos metros de longitud, por 27 centimetros de ancho en la parte
alta y 32 en la baja, siendo su aliura de unos 4 0 centimetros (fig. 7).
Fig. 7.-Sepultura
de La Mesquida (Piver).
El interior estaba todo revuelto por efecto del paso del tractor, por lo
que n o podía deducirse la posición y orientación del esqueleto. Los hallazgos consistieron en un trozo de bóveda craneana, dos grandes fragmentos de maxilar inferior, con un molar cada uno y once huesos largos.
M u y cerca de ésta, apareció otra fosa de dimensiones menores (un
[page-n-289]
Fig. 8.-Sepultura
de La Mesquida (Piver).
F g 9.-Piedra con cazoletas, procedente de La Mesquida (Piver).
i.
(112)
[page-n-290]
V. GINER
m e t r o d e longitud, por 25/30 centímetros de ancho), sin que pudiéramos identificar e n ella más que u n trozo de cráneo (fig. 8).
Por las losas esparcidas y las manifestaciones del dueño del terreno,
deducimos que el conjunto de enterramientos n o excedería d e unos doce.
Cerca d e l bancal donde se hallan las sepulturas, a la otra parte del
camino vecinal antes citado, existe una loma suave, pobre de vegetación
donde aparecen trozos d e cerámica m u y fragmentada.
A unos 250 metros d e los enterramientos, en dirección N.E., apareció
una piedra con una cazoleta en cada cara, como si se tratara de un percutor (fig. 9).
PALAU
El lugar del hallazgo está al S. de Alcalá y antes d e llegar al montículo
y noria de Palau, e n una parcela llana que toca el camino d e Palau e n su
borde izquierdo (fig. 10).
El bancal f u e tractorado e n 1458, apareciendo urnas que fueron rotas
Fig. 10.-Palau.
o nuevamente sepultadas, revueltas con la misma tierra, j u n t o a posibles
ajuares y útiles metálicos, según referencia d e l propietario del terreno.
N o podemos, pues, precisar la posición y profundidad de las urnas y
ni siquiera hemos podido rescatar alguna d e ellas entera. Según parece,
e l dueño del tractor guardó algunas de las piezas halladas y el dueño d e l
[page-n-291]
AL CAL^ DE XIVERT
11
campo un obj,eto metálico que n o pudo mostrarme por haberlo extra
do. Dero que por la descripción q u e h i z o del mismo, hace sospechar
..
. .
se trataba de una «falcata».
Fig. 11.-Fragmentos cerámicos y metálicos de Palau.
En la prospección realizada pude hallar, superficialmente, algunos
fragmentos cerámicos semejantes a los d e La Solivella y un objeto de
hierro posible abrazadera (fig. 1 1).
[page-n-292]
12
V. GINER
Por l o visto sobre el terreno y por las noticias ,proporcionadas por el
dueño del mismo, la necrópolis n o era extensa, conteniendo pocas urnas
en una pequeña área.
En las proximidades apareció un gran trozo d e molino circular de piedra, d e 40 centímetros de diámetro y 14 de espesor máximo (Lam. IV, 3).
BASASA
Partida situada cerca de Palau. Partiendo de Alcalá por e l camino de
la Basasa, en ,dirección S.O., existe e n su margen izquierda, a unos 250
metros antes de llegar al azagador de la Balsa Espiches, un corto camino
vecinal que muere en una casita de campo, en cuya parte posterior, e n un
bancal alargado de N. a S. (fig. 12) el tractor sacó y destrozó un ánfora,
n o habiendo podido hallarse objeto alguno en el removido bancal (Lámina 111, 1).
Reconstruida e l ánfora, nos ha dado las siguientes medidas, en el estado actual: Altura, 90 cm.; diámetro máximo, 28 cm.; diámetro boca,
16 cm.; espesor máximo de las paredes, 1O/ 12 mm.
BASETA DE ASQUENOTA
M u y cerca del corral d e Asquenota, e n su parte posterior (fig. 13)
tuve noticia de la existencia de unos enterramientos destrozados, pudiend o todavía reconocer una fosa y recuperar un fragmento de cráneo.
Las fosas debieron estar cubiertas por losas planas sin labor alguna,
tapando e l hueco cavado en tierra y en senti,do horizontal a ras del suelo,
siendo, por l o observado, d e las mismas características que las de Mesquida-Piver.
TOSSALET
Recibe e l nombre de Tossalet la partida rural situada e n el cruce del f. c.
Valencia-Barcelona con la carretera local de Alcocebre que cruza por paso
[page-n-293]
Fig. 12.-Basasa.
Fig. 13.-Balseta
de Asquenota.
[page-n-294]
inferior, que recibe el nombre de Pou del Tossalet. A unos 100 metros
hacia el N. se halla el lugar donde, al abrir una zanja para la vía del f. c.
en 1864, aparecieron buen número de urnas cinerarias ibéricas.
Siguiendo la carretera mencionada, a unos 250 metros del citado paso
inferior, se alza un montículo de forma circular que se une con las estribaciones de la sierra de l r t a (fig. 14).
Fig. 14.-Tossalet.
En rápida prospección hemos podido encontrar algunos datos que pueden servir de punto de partida a unos más amplios estudios de esta zona.
En la parte superior del montículo hallamos fragmentos de cerámica ibérica, uno de ellos con decoración geométrica rojo-vinosa; una piedra moledera, con plano de desgaste y varias alineaciones de piedras, todo lo
cual hace suponer que una investigación a fondo de este paraje podría
proporcionar interesantes resultados (figs. 15 y 1 6 y Lám. IV, 4).
[page-n-295]
Fig. 15.-Fragmentos
cerámicas de Tossalet.
[page-n-296]
MOLINO
E
Fig. 16.-Restos
de molino de Tossalet.
[page-n-297]
ALCALA DE XNERT
RIU
M u y cerca d e l r í o Cuevas o San M i g u e l (fig. 17), a unos 100 metros
del mismo, al tractorar un bancal apareció una vasija de forma globular,
d e 20 centímetros d e altura, con estrecho cuello, sin remate, por hallarse
Fig. 17.-Riu.
roto, paredes delgadas y buena factura; posiblemente estaba decorada,
por l o que se rastrea en parte de su superficie (fig. 18 y Lám. IV, 2).
E n los alrededores del lugar de hallazgo, aparecieron restos cerámicos
m u y fragmentados. Existen también unos covachos o viseras n o m u y grandes que están sin explorar.
9
TORREON DE MURS
Este torreón se halla en la divisoria de los montes de Murs, según se
asciende desde Alcalá por e l camino de la Penya Roja y tocando e l aza-
[page-n-298]
"
Fig. 18.-Vasija
I
globular de Riu.
[page-n-299]
ALCALA
DE XIVERT
gador de Murs. Desde la cima, que se halla a unos 400 m. s. n. m. se dom i n a una gran panorámica (fig. 1 9 y Lám. IV, 1).
La citada construcción afecta planta rectangular, casi cuadrada, estando edificada, sobre ancho basamento, con piedras de pequeño tamaño
e
Fig. 20.-Torreón de Murs.
unidas con argamasa, siendo el espesor d e sus paredes e l .de 50 centimetros, n o sobrepasando los tres metros la altura máxima de l o que queda.
En tres de sus lienzos ofrece tres aspilleras verticales (fig. 20).
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10
CUEVA DE LA TORRERA
Situada en la vertiente occidental de la sierra d e Murs, detrás mismo
del torreón mencionado en el apartado anterior, a una altura de 300 m e tros s. n. m., dentro de un corral abandonado y lleno de maleza. En la
hoja 1/50.000 viene representado con el nombre de «La Torreta)), pero
.también se la conoce con el nombre de «Cova del Pichó)).
Fig. 21.-Emplazamiento
de la cueva de La Torrera.
Puede llegarse a ella desde Alcalá, pasando por la «Basa Llana» y el
«Corral de Sabater)), ascendiendo por el camino de la Penya Roja hasta
llegar a la-cima, cerca del torreón y ya en la vertiente opuesta y siguiendo
una senda se llega al corral en cuyo intericr se abre la boca de la cueva.
También puede alcanzarse ascendiendo .por la ((Rambla del Angel»
desde la carretera de Coves de Abinromá (fig. 21).
La cueva se halla en el centro del citado corral y consta de dos cámaras, a las que se penetra con bastante facilidad, siendo sus dimensiones
de 1 8 m. de profundidad, por 15 de ancho y una altura media de 2 metros,
con piso desigual presentando en el centro una suave depresión (fig. 22).
La cámara continúa ensanchándose formando otros espacios (sectores G,
H, 1, J), que en la actualidad se hallan rellenos de tierra y piedras, casi
tocando el techo. Entre estos recintos, sin apenas altura y la cámara, exist e una rústica pared de piedra suelta, cercándolos (fig. 23 y 24).
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ALCALA DE XNERT
Fig. 22.-Planta
de la cueva de La Torrera.
Fig. 23.-Corre
por A-B.
[page-n-302]
Fig. 24.-Corte
Fig. 25.-Planta
For C-D y E-F.
y corte de la cata 1.
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A la izquierda d e la cámara existen dos columnas, alrededor de las
cuales hicimos alguna búsqueda. Señalamos un rectángulo d e 90 x 70
centímetros (fig. 25), llegando e n la cata hasta los 70 cm. de profundidad, sin que llegásemos al piso natural de la cueva (fig. 26). En líneas ge-
Fig. 26.-Croquis
del corte estratigráfico de la cata l.
nerales, observamos que la tierra aparece m u y fina y suave, mezclada con
piedras de ,desigual tamaño, restos cerámicos fragmentados y algún hueso; a partir de los primeros 20 centímetros las piedras son más escasas,
pero sin desaparecer; e n la base de la cata hallamos u n f é m u r entero y
[page-n-304]
V GINER
.
F g 27.-Materiales
i.
de la cata l.
[page-n-305]
dos fragmentos cerámicas. Estos, en general, son de grosera tactura, con
piedrecillas en la masa y color siena; otros fragmentos son grises y ecpatulados, hechos a mano; otros, decorados con suaves bandas onduladas
algo desiguales en su trazado; y otro, presenta impresiones en forma de
hojas. También hallamos algunas piezas de silex (fig. 27).
Del sector G, en superficie, recogimos algunos fragmentos de
cerámica (fig. 28).
Fig. 28.-Restos
del sector G y hueso del segundo recinto de la cueva.
Al segundo recinto se pasa por una gatera de unos 2'50 m. de larga.
Se trata de una cámara de piso muy desigual y fangoso, con un gran bloque aproximadamente en el centro. Esta cámara, que mide 15 X 7 x 1'5.0
metros presenta un bello conjunto de estalactitas, en ella n o hicimos exploración alguna, pero hallamos en superficie un hueso largo (fig. 28, número 62).
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11
EL TORMASAL
Se llega al yacimiento partiendo d e Alcalá y siguiendo e l camino de
San Miguel, atravesando el río de este nombre y recorriendo unos 400 metros hacia el E. (fig. 29). Se halla en la parte alta d e un escarpado de unos
40 metros de altura, que forma parte del sistema orográfico compuesto d e
tres alturas orientadas de O. a E., las q u e reciben el nombre d e «Tormasal»
(fig. 30). La parte O. del escarpado asciende rápidamente; a l E. se confunde siguiendo el curso de su divisoria con otras alturas, que forman e l
bloque d e montes existente entre e l río y el camino de la «Cova Fumá)),
e n la partida denominada «Corral de Antesit)). Al N. se halla el río y e n
la parte S., opuesta al precipicio, el terreno asciende m u y empinado, pero
abancalado con gruesas paredes de contención; en la superficie de tales
bancales se halla cerámica fragmentada, pero donde aparece con mayor
profusión y más característica es en la pequeña meseta, la cual presenta
e n toda su periferia una pared o m u r o construido con piedras sin labrar
y argamasa, con diferencia b i e n marcada respecto a los muros de los bancales. En algunos puntos esta pared se halla rota (fig. 31). La plazoleta
central tiene forma rectangular m u y llana y m i d e 15 > 9 metros (fig. 32).
:
E n su parte oriental se advierte una base d e pared, de forma rectangular que aflora más d e un metro, dando la sensación de que se trata d e la
base de un torreón, mojón o algo similar; n o tiene parte interna, pues e l
rectángulo está relleno de tierra y piedras. La pared sobre la que descansa
este basamento, monta sobre un lienzo natural d e rocas casi verticales.
Aflora, así mismo, una porción de m u r o de tres metros d e largo por
70 centímetros de altura y 50 d e espesor, trabado con argamasa, siendo
la parte más entera y visible de toda la defensa, la que por su parte recayente al precipicio se halla m u y deteriorada (Lám. 1, II y 11 1, 2 y 3).
D e superficie recogimos varios fragmentos cerámicos (fig. 33 y 34).
Como decíamos al comienzo de estas notas, las anteriores noticias n o
tienen otra pretensión de dar a conocer una serie d e yacimientos arqueológicos, algunos d e los cuales, estudiados por los especialistas podrían ser
del mayor interés científico.
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Fig. 29.-Situación
de El Tormasal.
- 267 -
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V. GINER
Fig. 30.-Emplazamiento
del yacimiento.
- 268 -
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A L C A ~ XIVERT
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de El Tormasal.
--
[page-n-310]
[page-n-311]
Fig. 33
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V GINER
.
Fig. 34
[page-n-313]
GiNER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 1
.
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GiNER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 11.
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G1NER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. 111.
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G1NER.-Noticias
arqueológicas de Alcalá de Xivert
LAM. IV
[page-n-317]
ENRIQUE LLOBREGAT
(Valencia)
Apostillas a dos nuevos estudios sobre
la numismática antigua peninsular
Con la presente nota nos proponemos comentar dos trabajos de reciente
aparición sobre la Numismática Antiguo peninsular, de muy diverso cariz uno
y otro. El primero, un católogo descriptivo estrictomente. El segundo una obra
de investigación y de análisis de una serie de problemas de historia económica
o través de las monedas. Evidentemente no son complementarios, pero si útiles
y definidores de dos tendencias contrapuestas en la investigación numismática,
y parece útil dedicarles unas líneas de atención, pues si bien el segundo, publicado dentro del país, tiene que haber conocido una cierta difusión, el otro,
de aparición recientísima en Alemania, probablemente aún no se ha difundido bastante entre los investigadores.
l. Nos encontramos con e l primer volumen de l a Sylloge Nummorum
Graecorum Deutschland, en que se describen Las monedas que conserva
la Staatliche ~ ü n z s a m m l u n g Munich, procedentes de cecas de Hispade
nia y de la Galia Narbonense (1 ). El volumen, como cabeza de una serie,
viene abierto por una reseña histórica de la formación de la colección,
que puede ser una orientación bastante válida a la hora de clarificar las
procedencias de las monedas, o al menos de intuirlas, pues -como es
uso común de los estudios numismáticos- o bien son desconocidas, o en
todo caso n o se mencionan, y en una colección como la presente, que
reúne fondos comenzados a almacenarse por erud~tos principes del siy
(1) Sylloge Numnunum Graecmm Deutschlmul, Staatliohe Münzsammltmg München,
1 Heft: Hispania, 1-341; Gallia Narbonensis, 342-432. Bearbeitet von P. R. FRANKE
und H. KUETHhUNN. (Con la colaboración de G. K. Jenkins, O. Rossler y J. Untermann), Berlín, Verlag Gebr. h í a ~ 1%8.
,
[page-n-318]
E LLOBREGAT
.
glo XVI, y que ha continuado en crecimiento hasta nuestros días, resulta
casi imposible establecerlas en líneas generales ni que sea remotamente.
Inmediatamente se pasa al catálogo de las monedas, dispuesto en hojos afrontadas. En el verso de cada folio se da la descripr:ión y bibliografía
de las piezas que se reproducen a su tamaño en el recto de! folio siguiente.
De esta manera la consulta y verificación se hallan singularmente simplificadas, y el volumen resulta m u y manejable. Las series se hallan ordenadas e n tres apartados geográficos: Hispania Citerior, Hispania Vlterior
y Gallia Narbonensis, y dentro de ellas por los nombres latinos de !as diferentes cecas ordenados alfabéticamente. Incluso las monedas con letreros
rio !atinas, como los ibéricos del sur y de! este y los «libiofénices», se
ordenan dentro d e estas series por el nombre latino de su ceca.
De la Hispania Citerior están representadas monedas d e las siguientes
cecas: Acci, Arekoraia, Arketurki, Arsaos, Baskunes, Bilbilis, Caesaraugusta (incluyendo las de Salduie), Calagurris, Carthago Noua, Cascantum,
Celsa (incluyendo Kelse), Clunia, Contrebia, Damania (sic), Emporiae (incluyendo Untika), Erala (sic) de las que traen la leyenda Eralakos, EkuaIakos, Ercauica, Graccurris, llergetes (sic) para las que llevan l a leyenda
Iltirkesken, llerda (incluyendo las piezas de Iltirta), Ilici, Orosi, Osca (con
las piezas de Bolskan), Osicerda, Saetabis (sic) pero solo hay una pieza
con leyenda ibérica Saiti, Saguntum, Sekaisa, Segobriga (incluyendo las
monedas con leyenda Sekobirikes), Segouia, Tarraco (y las piezas de Kese),
Turiaso, Valentia.
De la Hispania Vlterior, hay en la colección monedas d e Acinipo, Asido
fcon ley.enda «libiofénice»), Bailo (con leyenda en los mismos caracteres),
Carbula, Carmo, Carteia, Castulo (incluyendo las monedas con leyenda
turdetana transcrita Kastejo), Corduba y Colonia Patricia, Cunbaria, Emerita, Ebora, Gades, lkalosken (sic), Iliberris (una sola moneda con leyenda
Ilturi), Ilipa, Irippo, Italica, Laelia, Lastigi, Malaka (con los letreros en
escritura púnica), Obulco, Olontigi, Orippo, Osset, Rorriula, Sexi (con leyendas en alfabeto púnico), Traducta, Vlia, Vrso y Ventippo. Además una
serie de Ebusus, todas ellas con letreros púnicos, y una ceca desconocida
d e Gallaecia, identificada según Heiss.
De la Gallia Narbonensis, hay monedas de Avenio, Briganten (sic)
con leyenda B i r i k a n t i ~ letra ibérica, Cabellio, Longostaleten, Massalia,
en
Narbo, Nemausus, y una pieza d e ceca desconocida atribuida a Narbo.
Para cada moneda se da un número de inventario, que la identifica
con su reproducción fotográfica, la fecha, descripción y bibliografía; metal, posición del cuño del reverso y peso en gramos afinado hasta las milésimas. El módulo puede obtenerse directamente d e la reproducción que
es siempre a tamaño natural.
Con miras a la identificación de las monedas, para todas las d e la Pe-
[page-n-319]
ninsula Ibérica se da la referencia a l a obra de Vives, La moneda hispánica,
Madrid, 1926, citada por e l numeral d e l volumen, la página, y e l número
d e la pieza. En el caco d e las monedas gaditanas, se ha empleado además
el estudio d e E. S. G. Robinson, Punic coins of Spain and their bearing on
the Roman Republican series, Essays in roman coinage presented t o H,
Mattingly, Oxford, 1956, 35 SS., y la reciente seriación d e A. M. de Guadan, Las monedas de Gades, A. N. E. 1963. Solo en una ocasión, monedas
números 340-341, d e una ceca desconocida d e Gallaecia se ha empleado
el viejo estudio de A. Heiss, Description géneral des monnaies antiques de
1' Espagne, París, 18'10. En fin, para la s e ~ i a c i ó n e las monedas d e Card
thago Noua, se ha usado e l estudio d e A. Beltrán, Las monedas latinas de
Cartagena, Murcia, 1949.
Para las monedas d e l a Gallia Narbongnsis, se hace referencia a G. F.
Hill, On the coins of Narbonensis with lberian inscriptions, N. York, 1930,
H. d e la Tour, Atlas des monnaies gauloises, París, 1 8 9 2 y A. Blanchet,
Traité des monnaies gauloises, París, 1905.
Con l a descripción y reproducción d e 432 monedas. d e las que 3 4 1
pertenecen a la p e n í ~ s u l a ,y el resto a la Galia Narbonense, nos encontramos con una hermosa colección, que si bien n o cubre todos los tipos,
ni siquiera todas las cecas emisoras, constituye una representación abundsjnte y selecta, perfectamente seriada y reproducida. Hay sin embargo
acpectos que desearíamos discutir e n esta noticia. En primer lugar el nom-
bre ciel volumen. Es cierto que hay un uso tradicional entre los nurnísmatas extranjeros de dar e l apelativo d e «griega» a la moneda antigua
peninsular e n su conjunto. Así figura e n las ediciones d e los catálogos d e l
M u s e o Británico, fuentes t a n indispensables y t a n d e primera mano para el
investigador. Todavía e n 1965, h a reeditado e volumen Guide to the prin!
cipal coins the Greeks, clasificado conforme a la obra d e B. V. Head
(tan anticuada ya en algunos aspectos), y que incluye monedas ibéricas,
con leyenda ibérica, m a l .leída p o r cierto, y monedas d e !os Bárkidas (cf.
Período V. C. núms. 1 y 2; período VI. C. núm. 27 d e Sagunto, y núm. 28
d e Celse; período VI 1. C. núm. 1 1, d e Bolskan; y Addenda, núm. 35, d e
Kart-Hadasha). Por ello n o hay que extrañarse que se siga con una tradic i ó n nominal t a n peregrina. Pero h o y sabemos bastan* ,más sobre las monedas antiguas hispánicas, y ya va siendo hora de hacer valer la voz y la
correcta clasificación. N o pueden englobarse todas Jas piezas d e .las d i f e rentes series hispánicas b a j o e l calificativo de monedas griegas. Es cierto
que algunas se ajustan a la metrología griega, y que !os orígenes d e las acuñaciones peninsulares están poderosamente influidos p o r la moneda griega,
pero n o es menos cierto que l a mayor parte de! numerario ibérico común
está e m i t i d o e n una etapa e n que la dependencia metrológica era d e Roma,
[page-n-320]
E LLOBREGAT
.
y las series se ordenan según su asimilación al denario para l a plata y al
as y subdivisores para el bronce. Parece un contrasentido que cuando se
está clasificando como denario y como as, o quadrans o sextans unas monedas, luego se les cuelgue una etiqueta que n o tiene nada que ver.
Concretamente, de las monedas catalogadas e n este primer volumen
de la Sylloge Nummorum Graecorum de Alemania sólo pueden considerarse como griegas las monedas números 99 y 100, d e Ampurias, que son
del ciclo de l a dracma, y que además -a juzgar por l a reciente tabla de
fechas que ha publicado A. Beltrán, Economía monetaria de la España Antigua, pág. 284, en Estudios de Economía antigua de la Península Ibérica,
Barcelona, 1968- aparecen con una datación un poco tardía.
Además hay las monedas de Massalia, registradas en el apartado dedicado a la Galia Narbonense, que también, naturalmente siguen el sistema d e !a dracma y sus divisores.
De las otras series monetales peninsulares, hay escasa representación:
de las monedas fenicio-púnicas nos encontramos con 3 ejemplares de Gad i r (núms. 260 a 262) anteriores a l a dominación romana, que se han clasificado de acuerdo con Guadán y Robinson; un grupo d e cinco monedas
de Ebusos (números 3 3 5 a 339) clasificadas por la secuencia tradicional
d e tipos de la figura de Bes, con fechas un poco estimativas, y una sola
pieza de tradición bárkida, l a número 59, acuñada en Cartagena, del valor de un cuarto de siclo. Está clasificada según Robinscn, y se identifica
la cabeza del anverso con la de Scipio, con interrogante. Como es sabid.0,
la atribución de estas piezas a retratos d e los Bárkidas, defendida por Beltrán y también por Robinson, ha sido puesta en duda en fecha reciente
por Navascués (cf. Ni Bárkidas ni Escipión, H o m n a i e a Mergeiina, M u r cia 1961). N o entramos en esta discusión, que es de suyo marginal al tema
que nos ocupa, pero si hablamos de monedas griegas y d e l o acertado o
n o de llamarlas así, parece que hay que aludir a este fenómeno de la plata
bárkida. Si se acepta que en efecto son retratos de los generales cartagineses los bustos de! anverso de estas monedas, que además, en s u metrologia siguen el sistema de l a dracma -lo que ha hecho opinar alguna vez
que se emitieron en las cecas d e Emporion, suposición a nuestro juicio
muy gratuitan o tenemos ningún empacho en poder clasificarlas como
griegas, tanto en l o que se refiere a sus pesos, como en la idea matriz de
su emisión con el busto del gobernante. Esto es una evidente regalia heIcnística, y eri conjunto hay que considerarlas como plata griega, aunque
sus emisores sean cartagineses.
Las representaciones de las otras ciudades que emitieron piezas de carácter griego, Sagunto y Saetabis, son escasas en esta colección, y ya de
época ibérica bajo el patrón moneta! romano.
[page-n-321]
Las demás piezas peninsulares recogidas en este catálago o son ibéricas, d e l ciclo del denario y de¡ as, o son monedas d e las colonias d e época
republicana, hispano latinas, que llegan hasta Tiberio en sus emisiones,
y por consiguiente ligadas siempre al sistema metrológico romano.
Creemos, por tanto, que la apelación d e monedas griegas que se da
e n e l t í t u l o d e l a obra, es necesariamente contestable, y que si se trata
-como
parece- d s un t í t u l o genera! que en otros fascículos abarcará
monedas auténticamente griegas, en este caso concreto debería haberse
hecho una salvedad, a fin de n o continuar manteniendo e n la bibliografía
un error manifiesto.
Otros aspectos a señalar es la ordenación d e la colección tal. como se
publica. Y a e l hacerla por las grandes divisiones romanas: Hispania Citerior, Hispania Vlterior, Gallia Narbonensis, se aviene m a l con el t í t u l o del
conjunto, pero resulta una fórmula cómoda para la clasificación, sobre t o d o
de cara a un público desconocedor d e l a geografía d e l país, que de esta
manera, con l a ayuda d e un atlas antiguo puede localizar fácilmente las
diferentes cecas. Pero esta fórmuja tiene e l inconveniente que deforma
completamente la realidad cíclica d e la historia numismática peninsular,
a l incluir, sin distinción, sólo p o r e l orden alfabético, cscas que pertenecen a m u y distintas épocas y culturas, y al ordenar dentro d e una misma
ceca que e m i t i ó moneda ibérica y romana, todas las piezas sin distinción.
Este método induce necesariamente a confusión al n o iniciado, y aunque
para numísmatas españoles, avezados al conocimiento de! material, n o representa n i n g ú n grave estorbo, sí l o es y mucho, por l o que tiene d e desorientador del proceso de nuestra historia numismática para e investi!
gador extranjero que pueda utilizar e l volumen. Así bajo la rúbrica d e Caesaraugusta se incluyen las monedas con leyenda Salduie, con la de Celsa
las d e Kelse, con 'as d e Emporiae las d e Untika, las d e l l t i r t a con .llerda,
las d e Bolskan con Osca, bajo l a d e Segobriga las d e Sekobirikes, con las
de Tarraco las d e Kese, y con la de Iliberris, las q u e traen leyenda turdetana Ilturi.
E s t ~ n una serie alfabética e n l a que se intercalan las transcripciones
e
d e letreros ibéricos c!e cecas que posteriormente ya n o emitieron o de las
que n o hay ejemplares en l a colección, como Arekorata, Arketurki, Arsaos, Baskunes, Contrebia, Damania (sic), Erala (sic), Iltirkesken, Orosi,
Sekaisa, Castu'o, lkalosken (sic), Obulco. Esta mezcla desorienta e impiae formarse una idea clara d e l a evol.ución numismática peninsular. A
nuestro juicio habria sido preferible establecer u n a ordenación que tuviera
más en cuenta los hechos numismáticos que n o una simple lista e n la que
todo va revuelto, y que al dar topónimos latinos para todas las cecas que
ha sido posible deforma a veces la realidad. La transcripción d e los letre-
[page-n-322]
6
E LLOBREGAT
.
ros ibéricos ha sido hecha por J. U n t e r m a n n que ya había hecho excelentes e interesantes incursiones e n el d o m i n i o numisrnático, baste recordar
su utilísimo trabajo Zur Gruppierung der hispanischen Reitermünzen m i t
Legenden in iberischer Schrift, M U s r M i i k i k n g e n , 5, 1964, y se ha
seguido l a transliteración que él propugnaba (cf. op. cit. cuadro anejo 1)
que es correcta. Con l o que ya n o estamos t a n conformes es con l a i n t e r pretación d e algunas leyendas, d e las que se considera a efectos d e hipótesis d e trabajo como gentilicios, ni con alguna lectura del alfabeto turdetano. Veremos ejemplos de los tres aspectos indicados. En primer lugar
la latinización d e algunos letreros ibéricos: Damania para !.as monedas con
letrero ibérico Tamaniu, Erala para las que traen letrero que se transcrib e Eralakos o Ekualakos, ninguno d e los cuales tienen fundamento, ni aun
suponiendo la desineiicia kos como propia d e gentilicio como parece ser
e n realidad (cf. A. Tovar, Léxico de las inscripciones ibéricas, Celtibérico
e Ibérico, Estudios dedicados a R. Menéndez Pidal, 11, 195 1, p. 2 8 1 a d
vocem), del mismo modo que es problemática la aproximación efectuada
por Caro y recogida por Tovar (op. cit. pág. 2 8 0 ) entre Tamaniu y la mención e n griego d e Damania o d e los Damanitani.
En cuanto a los cjentilicios, el presentar las monedas con leyenda II'irkesken bajo l a rúbrica Ilergetes, parece que sea canonizar la teoría d e
que se trata d e un gentilicio. Aceptado que l o sea, como propugna Tovar
(op cit. pág. 309, ad vocem), es un poco aventurado clasificar d e esa f o r ma. sin más explicación.
Por último, la leyenda turdetana Ikal-sken viene transcrita simplemente .lkalosken. No es del caso hacer l a historia d e las lecturas que se
h a n dado para esta inscripción monetal. Gómez M o r e n o ha cambiado repetidamente d e opinión, Pío Beltrán, defendía la lectura lgaldesken p o r l a
(El plomo escrito de la
falta d e p u n t o interiio e n el- signo c o n t r o v e r t i d ~
Bastida de les Alcuses. Addenda et corrigenda, Valencia, Trabajos Varios
d e l SIP, núm. 23, 1962). Un poco antes, F. M a t e u había intentado mantener una lectura insostenible por los valores arbitrarios dados a los signos turdetanos, que rezaba Ikaltuneken, identificada con Lucentum y Alicante (Las cecas ibéricas bastitanas, IV CASE, Elche, 1948, 228-38). M a luquer, m u y recientemente (Epigrafía prelatina de la península ibérica,
Barcelona, 1968, 84) ha vuelto sobre !a lectura tradicional, Ikalkusicen,
que es l a que parece más sólida, y !.a que propugnaríamos e n lugar d e la
imposible -desde
un p u n t o d e vista epigráf icoIkalosken.
N o es posible, e n una reseña breve como la presente, revisar una p o r
una todas las piezas, que por otra parte están siempre b i e n clasificadas y
atribuidas. Pero m u y a menudo n o se puede estar d e acuerdo con las fechas, generalmente vagas, que atribuyen a muchas d e !.as monedas. Sin
[page-n-323]
usar monografías para cada ceca, sino simplemente con un manual d e introducción como es e l Curso de Numismática d e A. Beltrán, se pueden
corregir muchas d e las fechaciones, afinándolas, sobre todo en !.as monedas hispanolatinas, para las que hay criterios sólidos de datación, y que en
la obra que comentamos aparecen ordinariamente fechadas dentro de los
iérminos cronológicos del reinado d e l emperador, sin más aproximación.
En conjunto nos hallamos ante una publicación útil e interesante, perfectamente presentada y que n o dudamos hará buen servicio a muchos
numísmatas. Incluso desde un p u n t o d e vista d e l a nurriismática tradicional 00 habría reparo alguno que oponer ya que se ajusta a las normas ordiriarias en este t i p o de trabajos. Nuestra inquietud va más bien por !a vía
d e que sería deseable introducir métodos nuevos en el estudio numismáticoi esclerotizado hace ya largo tiempo, y nos hace desear un t i p o de
orientación en los trabajos, que posiblemente n o pueda darseles con e l material de que se dispone. Quizá nuestro enfoque vaya más dirigido hacia
la historia monetaria que n o hacia l a numismática en sentido estricto, pero
hoy por hoy los investigadores y especialistas están contestes e n que ese
es e l camino d e l porvenir para los estudios numismáticcz. Quizá por ello,
encabezando este catálogo, nos habría gustado ver una pequeña introducy
ción resumen d e la historia d e la moneda antigua ~ e n i ~ i s u l a r , un mapa
con la localización d e las cecas cuando es posible. Siempre se podrá arg ü i r que n o es un catálogo de una colección el lugar apropiado para esto,
que más está en los manuales d e estudio, pero a nuestro juicio sería un
Euen complemento para un instrumento t a n útil como e l que reseñamos.
II. El o t r o volumen que reclama nuestra atención es, como queda
dicho, d e análisis y d e interpretación (2). Constituye .la publicación de
la Memoria d e Licenciatura ant.e la Facultad d e Filosofía y Letras de la
L'niversidad d e Valladolid, de R. M a r t í n Valls, profesor cie la misma Faculibérica hay
tad actualmente. En este estudio d e la circulación m o ~ e t a r i a
dos partes bien diferenciadas que se complementan; d e un lado el análisis de las cecas y su problemática, del otro, un estudio d e la economía
peninsular antigua, con hincapié e n las fuentes de metales, básicas para
la acuñación. Con los datos sobre la circulación y difusión de las diferentes piezas monetales, se completa el panorama. Veamos sucesivamente los
aspectos tratados con algo más d e detalle.
(2) Ricardo MARTIN VALLS, La circulación monetaria Ibérica, Universidad de Valladolid, 1967.
- 279
-
[page-n-324]
E LLOBREGAT
.
En primer lugar, el autor circunscribe la época de las acuñaciones ibéricas dentro de las siguientes fechas: para e l fin el 45 a. C., en que comienzan a emitirse las series «latinas» y que debió comenzar la recogida
de la moneda ibérica autónoma, si bien ello n o impide que ésta circulase
seguramente hasta la época de Augusto. En cuanto a comienzo, señala
!
que d a mayor parte de las llamadas monedas ibéricas corresponden a la
época de reorganización administrativa de la península e l año 132», y más
adelante, añade (pág. 99-100) que desde un punto de vista metrológico,
y sabiendo que e l as uncial implantado en 155 n o hace más que dar estat u t o a una rebaja real del peso del as sextantal «no hay dificultad alguna
en llevar las primeras acuñaciones ibéricas al año 178, época idónea para
el comienzo de las emisiones, pues se inicia un período de paz después
de las victorias de Tiberio Sempronio Gracon.
Un excursus posterior lleva al problema planteado en la bibliografía
del llamado aunicequismo ibérico. El autor, pulcramente, no rebate l a hipótesis de plano, pero la apostilla señalando que en la práctica es indiferante que los cuños se transporten o no, ya que dg hecho, los centros de
emisióti fueron necesariamente estables, arguyendo sobre todo con la abundancia de monedas de la ceca emisora en el lugar tradicionalmente considerado como tal como ocurre con Bolskan o con Cesse cuyas monedas se
hallar1 en forma abuodante en Huesca o Tarragona.
Una digresión breve sobre los medios de difusión económica, en que
hace hincapié en e papel de los ríos, muchos de ellos navegables en época
!
antigua, y de la costa, frente a la dificultad que presentan las montañas
(aunque se salve con los pasos naturales, como acontece a uno y otro
lado del Pirineo) abre la puerta a una de las partes fundamentales del
trabajo: la identificación y difusión de las distintas cecas. Tras rebatir
con buenos argumentos la hipótesis de Gil Farrés sobre el área de curso
legal de las monedas, según l a cual la inscripción señalaria ésta y n o la
ceca tradicionalmente considerada, pasa a relacionar por orden alfabético
y transcritas conforme al sistema de Gómez Moreno, todas las cecas ibéricas d e las que da la identificación y emplazamiento más plausible. Es un
capítulo de considerable utilidad, sobre todo para aquellos que hayan de
irttroducirse a problemas de numismática ibérica, pues en una ficha d e
extensión reducida, se da notica de las diferentes ideqtificaciones propuestas por los distintos investigadores, con sus razones, amén de la opinión del autor, que ordinariamente demuestra m u y buen criterio, adhiriéndose a las opiniones más sólidas y razonables, a las que adereza con
e! estudio de la difusión de los hallazgos, tan ilustrativo, siempre que le
es posible. Resulta este capítulo notablemente útil desde el punto de vista
de tener en forma compendiosa l o que habitualmente es para todos un fárrago de fichas y papeletas, y sobre todo para los estudiantes que se in-
[page-n-325]
traduzcan a estas cuestiones la posibilidad de tener a nlsno un caudal de
noticias adecuadamente organizadas, que representarian una larga tarea
de haber de componerlo por s i solos. N o vamos a entrar en el análisis de
atribuciones, con el que estamos generalmente de acuerdo, tanto en lo
referente a los emplazamientos como en la selección de testimonios, decidiéndose el autor -como queda dichopor los más dignos de crédito
a nuestro juicio.
La segunda parte del volumen trata de l a producción económica de
la España Antigua y sus relaciones con la difusión monetaria. A tal fin
estudia en primer lugar e l área de la circulación monetaria ibérica, que
n o coincide con la de acuñaciones, sino que es sensiblemente más amplia. Así, dentro de Ia península sólo quedan fuera de las corrientes dif u s o r a ~ Noroeste: parte occidental de Santander, Asturias, parte Norte
el
de León y toda Galicia (por la obvia razón de que su dominio por los romanos n o ocurrió hasta la época de Augusto, y aun entonces nominalmente como han mostrado Vigil y Barbero en su trabajo sobrs los
orígenes sociales de la Reconquista), y el suroeste: Algarve y provincia
de Huelva. En el área de difusión se incluye naturalmente el sur de Francia, que también l o estaba en la de acuñaciones, y las Baleares a excepción de Ibiza, que disfruta de moneda propia.
En cuanto a la vida económica peninsular comieza arrancando de una
distinción fundamental que a menudo se olvida: la diferencia entre la
periferia costera y los terrenos del interior. Existe en toda ! antigüedad
a
una clara frontera tácita que separa la Meseta central y aledaños asim i l a b l e ~ las randas costeras. Olvidar este hecho es atarse a n o entende
der buena parte de los fenómenos de l a historia peninsular y a ponerla
!
en el umbral de su estudio muestra el autor una vez más su agudeza.
Hay después un análisis de las producciones, basado en las fuentes antiguas y repartido en las siguientes rúbricas: agricultura, ganadería, pesca, minería e industria. Es una puesta a punto, con métodos más modernos, y con el apoyo de las nuevas investigaciones y descubrimientos, de
l o que ya se decía en la periclitada Hispania del profesor Schulten, tan
imprecisa y equívoca muchas veces, pero imprescindible porque n o había otra cosa. Nuestra situación ha cambiado mucho gracias a los estudios recientes y hoy disponemos de un resumen como el que comentamos que m u y bien puede servir de introducción a los capítulos más detallados que se han publicado como contribuciones a la I Reunión de Historia de !a Economía Antigua de la Península, que se celebró en enero
del año 1969 en la Universidad de Valencia. Unos y otros gozando
d e las nuevas investigaciones y sobre todo de un enfoque científico muy
distinto de las ideas preconcebidas y sistemático parti pris que tanto
afean los trabajos dz Schulten.
[page-n-326]
E LLOBREGAT
.
La ú l t i m a parte se dedica a establecer una cronología de la moneda
ibérica e n función de los principales hechos históricos acaecidos en e l
tiempo que duró su circulación, segunda m i t a d del siglo segundo y p r i mera m i t a d del siglo primero antes d e nuestra Era. Así e¡ comienzo de
las acuñaciones, como ya hemos adelantado, se fecha en 178: la pacificacion tras la caída d e Numancia ve el auge d e la plata ibérica, que se
aumenta todavía en tiempo de Sertorio con sus medidas unificadoras desde Bolskan, para cesar en 45, después d e Munda, cuando comienza a emitirse ya la moneda hispano latina. Aún señala con detalle la difusión de
los hallazgos d e las cecas que l o permiten por la abundancia de material
encontrado, refiriéndose a unos mapas que se incluyen e n el apéndicz
así como una tabla d e los hallazgos ordenados por cecas, y e l trabajo se
cierra con el establecimiento d e unos datos numéricos m u y sugestivos,
como son la preeminencia d e acuñaciones d e plata e n Bolskan, que representa casi un 46 % de la plata encontrada, seguida por Turiaso con
ur: 35 %, mientras para el bronce la ceca emisora más notable es Kesse
con su 39 % mientras las cecas que le siguen tienen ya cantidades m í nimas. O t r o detalle interesante es la tesaurización p o r parte d e determir i a d ~ sfamilias, obtenida a base d e analizar el número d e monedas dp
los tiallazgos, y que resulta en algunos casos sorprendente por el elevadísimo capital que suponía comparado con e l nivel medio que se ha calculado para l a vida económica del momento.
N o quisiéramos encomiar con exceso un trabajo como el presente d e
t a n obvia utilidad. Por nuestra parte coincidimos plenamente con el autor
e n la forma de tratar ciertos problemas y d e solucionarlos, y sobre todo
en sil seguimiento de las opiniones más discretas y posibles, desdeñando
las elocubraciones que algunos numísmatas, con la mejor voluntad d e l
mundo, o por afán d e novedad, mas con escaso discernimiento, han acuñado, y que siempre es prudente señalar.
.
[page-n-327]
JOSE DONAT ZOPO
(Del Grupo Espeleológico Vilanova y Piera
de l a Diputación Provincial de Valencia)
Los canales triásicos valencianos
Se ha hablado y se h a escrito bastante acerca d e los «canales» triásicos
valencianos, pero según nuestro criterio n o se h a llegado nunca a establecer con exactitud su origen, ni el sentido d e su existencia, ni siquiera una
visión interpretativa de conjunto. Como consideramos que ellos, j u n t o
c o n otras formaciones valencianas, son piezas claves para la interpretac i ó n geológica de nuestro c o n j u n t o ,provincial, h a n captado nuestra atención, de la cual son producto las líneas siguientes.
IDENTIFICACION DE LOS CANALES TRlASlCOS VALENCIANOS
D e Sitter, e n su ((Geología estructural», señala un t i p o de fallas o
grietas que por s u carácter especial escapan d e la tradicional clasificación
d e normales, inversas o de desgarre. Son l o que denominamos grandes
fallas fundamenta1,es y que las caracteriza, principalmente, por la frecuencia d e movimientos a l o largo de sus caras contiguas, la profunda penetrac i ó n d e las mismas en la corteza terrestre y el hecho d e constituir una
vía d e escape para las materias magmáticas. Forma parte también de sus
características el hecho d e acompañar a grandes fajas orogénicas y ser
paralelas a las cadenas montañosas a las cuales pertenecen.
Rosso d e Luna, e n «Las alineaciones geoestructurales y las disyunciones rrgmagenéticas)), parece coincidir con estas ideas sobre las fallas fun-
[page-n-328]
J. DONAT
damentales, ampliando conceptos y particularizando. Señala cómo la escuela alemana viene prestando desde hace mucho tiempo esencial atención a una serie de accidentes tectónicos, morfológicos y geográficos, distribuidos según directrices o líneas que se prolongan por grandes distancias
y que reciben el nombre de alineaciones geoestructurales.
Estas alineaciones geoestructurales significan, a su vez, fajas o directrices de inestabilidad cortical y cuyas improntas aparecen, ora netas en
la superficie de los viejos cratones desnudos, ora acusando su presencia
en profundidad al imprimir en la estructura de los sedimentos suprayacentes ciertas peculariedades u orientaciones.
Como posibles fenómenos indicativos de la existencia de una red regmática de disyunción indica, entre otros, la existencia de un diaclasamient o especial en las series sedimentarias n o deformadas, la lineación de epicentros de terremotos, la formación de fosas tectónicas y el vulcanismo
cratónico.
Examinada la provincia de Valencia bajo estos criterios observamos
que, gran parte de su área geográfica, se halla cruzada por franjas estrechas y alargadas, orientadas según directrices precisas y constantes. La
mayor parte de ellas se hallan recubiertas por los abigarrados y multicolores materiales del Keuper y su facilidad a la erosión las convierte normalmente en pintorescos y llamativos valles, los cuales sirven de cauce
a corrientes fluviales.
Estos valles triásicos, canales en el lenguaje popular, junto con otros
de recubrimientos superficiales terciarios, etcétera, alcanzan longitudes
m u y variables, manteniendo promedios de anchura que oscilan entre los
dos y los tres kilómetros, abundando en ellos los manantiales salinos y
las manifestaciones magmáticas, han llamado con frecuencia la atención ,
de los geólogos, los cuales se han pronunciado en relación con los mismos
con cierta diversidad de criterios. N o obstante, a nuestro juicio, estos
valles constituyen las fallas fundamentales descritas por De Sitter, coincidentes con las alineaciones geoestructurales de Rosso de Luna.
LOS CANALES TRlASlCOS VALENCIANOS
SEGUN DIVERSOS AUTORES
I
Rolando Brinkmann, e n «Las cadenas béticas y celtibéricas del Sureste de España)), al hablar de nuestros citados valles, los califica & horsts
triásicos. Si bien es cierto que el concepto de horst es relativo en cuanto
a .su mecánica genética, también es cierto que su relatividad tiene un
límite. Un horst supone la existencia de un bloque levantado entre dos
[page-n-329]
hundidos, sin especificación real de si el bloque central del horst es el
que ha sufrido e l movimiento de ascensión, o si bien han sido los laterales los que han sufrido el descenso. N o obstante, consideramos n o cabe
el criterio, dentro de esta amplitud de los mismos, de englobar también
a los procesos diapíricos, a los cuales posteriormente, y al referirnos nuevamente a estos valles triásicos, haremos mención.
Darder Pericás, en su m u y completa obra ((Estudio geológico del Sur
de la provincia de Valencia y Norte de la de Alicante)), n o se detiene a
examinar el origen de estos valles. A pesar de ello, intuye ya algo anormal en los mismos, concretamente en el valle de Barcheta, y así, al hablar de la sierra de les Agulles, indica: «La sierra de les Agullesfermina
hacia el Sur por un contacto anormal con el triásico del valle de Barcheta,
como puede apreciarse en la figura 38 (de la obra referenciada). Esta falla
ha sido marcada por Brinkmann; pero yo creo que debe .prolongarse en
la misma dirección hasta el valle d e Tabernes de Valldigna, señalando la
terminación Sudeste de la sierra de Corbera. Es probable que debajo de los
aluviones de esta depresión continúen las arcillas irisadas triásicas, que
pueden observarse al borde de la sierra de la Rondonera, cerca de la fuent e de la Umbría. Mi impresión es que la tal falla es de importancia tectónica mayor de l o que a primera vista parece; pero sin u n estudio muy detenido d e la zona entre el valle de Barcheta y Simat de Valldigna n o es
posible pronunciarse)) (Lám. 1).
Compartimos plenamente el criterio de Darder Pericás en cuanto a
la prolongación de la mencionada falla y a su importancia tectónica, diferiendo en cuanto a los sedimentos del valle de Valldigna.
Meseguer Pardo, que realizó el estudio de la comarca de Alcira (hoja
núm. 770), asigna al valle de Barcheta un carácter diapirico, el cual hace
extensivo a la sierra d e la Rondonera, en las cercanías de Jeresa; a la depresión d e Bárig e incluso al valle de Valldigna, cuyo Trías, al igual que
Darder Pericás, supone enterrado por los aluviones del valle. Señala la
existencia de la falla de Barcheta y su posible prolongación hasta Tabernes
de Valldigna y reconoce la separación de la terminación meridional de la
sierra de Corbera (montes de Valldigna) y del macizo del Montdúver, por
la existencia de un pliegue falla transverso al eje.
Finalmente Dupuy de Lbme, al realizar gran número de hojas escala
1/50.000, d e l Mapa Geológico de España, y corresponder éstas a la provincia de Valencia, ha tropezado frecuentemente con el fenómeno geológico en discusión y ha tratado tanto de definir el hecho de su propia
existencia, como el mecanismo que l o ha producido.
Su análisis le ha permitido llegar a la conclusión de que estos valles
n o son más que las charnelas de restos d e grandes estructuras tectónicas,
[page-n-330]
J. DONAT
totalmente erosionadas y desmanteladas, en los que el Keuper, como consecuencia d e empujes de tipo tangencial, actúa en sentido ascendente.
Igualmente, e n diversos lugares, señala Dupuy de L6me como el Keuper
asoma preferentemente en las zonas de menor espesor de cobertura postriásica o al amparo de fracturas.
LA FRONTERA GEOLOGICA ENTRE LAS REGIONES
. IBERICA Y PREBETICA
m
También, según Rosso de Luna, una de las especiales características
de estas alineaciones es que con frecuencia constituyen la frontera entre
dos estilos tectónicos distintos impresos en los sedimentos de una misma
cuenca por las fuerzas orogénicas.
El limite de las regiones tectónicas valencianas lo constituye su «falla
meridional)), la cual se inicia en la zona de La Encina unida esta última
a Almansa y a Ayora por u n canal terciario, pero de probable substrato
triásico, como lo atestigua el asomo del Cabezuelo, en Almansa (fig. 1).
El recorrido de la falla meridional valenciana es suficientemente conocido para n o entrar en detalles del mismo. Sin embargo, a t i t u l o informativo se puede señalar que va desde el punto antes citado, en la hoja número 819 (Caudete), hasta la núm. 795 (Játiva), atravesando en sentido
diagonal la núm. 794 (Canals).
Al desembocar en la hoja núm. 770 (Alcira), la falla meridional valenciana entra en contacto con el canal triásico de Navarrés, difuminándose
ambos bajo los sedimentos cuaternarios, al Oeste de Lugar Nuevo de
Fenollet.
Según nuestro criterio, la falla meridional valenciana, después de fundirse con el canal de Navarrés y perderse en los sedimentos modernos de
Lugar Nuevo de Fenollet, reaparece inmediatamente en el espacio comprendido entre esta última población y Genovés, el cual, a su vez, finaliza
a la altura aproximada del PId de Corrals.
Esta línea integrada por la actualmente denominada fosa meridional
valenciana, continúa por el valle de Barcheta, frontera geológica entre las
regiones Ibérica y Prebética, prosigue por una amplia zona cretácea compuesta principalmente por calizas m u y lenarizadas del Santonense .Campaniense inferior, genéricamente denominada Montes del Toro, por extensión toponímica de los dominantes en Simat de Valldigna, y entre los cuales
quedan encerrados los valles cuaternarios del PI6 de Corrals, PId del Suro
y hoya de Bárig (Lám. 11).
Esta zona se halla flanqueada al Norte por una línea de fallas que se
[page-n-331]
inician, e n u n extremo, al Oeste del Cerro de la Judía, en Barcheta, para
proseguir, flanqueando el PIa de Malet, al Oeste de Benifairó de Valldigna,
y cruzando el valle de la Barraca, hacia el M o n t e de las Cruces, en Tabernes
Fig. 1
d e Valldigna, extremo meridional de la Sierra de Corbera o de les Agulles.
Estas fallas penetran hasta el triásico infrayacente y provocan, por tectónica semidiapírica, la irrupción al exterior d e las masas yesíferas del
Keuper, las cuales aparecen en el Barranco del Yeso y en torno a la
[page-n-332]
f u e n t e Pudenta, e n el Barranco de Malet, e n asomos hasta la fecha inéditos. Al Sur, paralela a la anterior, existe o t r a Iínea de falla que, p r o vinente d e las estructuras d e la Serra Grossa, aparece entre los cerros del
Buscarró y IIAlt de I'Edra, bordea el Picaio y se dirige hacia el valle de
Bárig, al q u e converge a través d e los cerros del Tossal y de la Puigmola,
originando e n este lugar un nuevo asomo diapírico. Esta falla atraviesa
completamente todo el valle d e 6árig, rrcubierta por los sedimentos cuaternarios, enlaza posiblemente con el sistema hidrológico del Avenc d e la
Donzella, y por la zona d e les Mallaetes, e n el ángulo que forman las
sierras d e la Rondonera y del Montdúver, se dirige hacia la vertiente
n o r t e d e esta ú l t i m a y hacia el mar, quedando, entre esta importante
Iínea d e falla y la antes descrita y que se iniciaba en el Cerro d e la Judía
d e Barcheta, una fosa tectónica de gran importancia para la interpretac i ó n geológica d e la provincia de Valencia.
Así, pues, la prolongación de la fosa meridional valenciana se puede
establecer a través del valle d e Barcheta, los M o n t e s del Toro y el valle
d e Valldigna.
Si b i e n Darder Pericás, al resumir sus notas sobre las sierras d e Corbera, d e les Agulles y del Montdúver, indicaba que este ú l t i m o parece
continuación d e la sierra d e les Agulles, separados entre sí por un pliegue
falla transverso al eje, l o cierto es q u e esta teoría es extensiva más allá
del valle d e Valldigna y que debe incluir d e n t r o del mismo criterio a los
montes del Toro. Por otra parte, e n un corte geológico trazado por el
m i s m o Darder P,ericás, y q u e comprende la Serra dlAldaia, la Puigmola, el
Tossal y los M o n t e s del Toro, pone d e manifiesto la existencia d e esa
fosa, sin pasar, n o obstante, e n ningún m o m e n t o a su estudio particular,
ni a su interpretación d e conjunto.
La prolongación d e estos M o n t e s del Toro, y e n particular la línea d e
regmagenetismo que separa las regiones geológicas valencianas Ibérica y
Prebética, se realiza a través del valle de V;illdigna,
fosa tectónica recubierta por los aluviones cuaternarios y que se prolonga hacia el mar.
Brinkmann, al referirse al valle d e Valldigna, manifiesta que ((está
cubierto d e masas detríticas recientes y a juzgar por un afloramiento q u e
existe e n Tabernes, se halla ocupado por un horst d e Keuper)), criterio
después compartido por Meseguer Pardo, al señalar éste q u e «es probable
q u e bajo los aluviones del valle prosigan las arcillas irisadas que se manifiestan al mediodía del expresado pueblo, e n el borde de la Sierra R.ondonera)).
En contraste con l o apuntado por ambos autores n o creemos que el
substrato del valle d e Valldigna sea el triásico, o más precisamente e l
Keuper. Las apariciones de este material, e n la provincia d e Valencia,
[page-n-333]
suelen ser bajo la forma de grandes manchas alargadas y anchuras del
orden de los dos o tres kilómetros, es decir, los típicos canales valencianos
(Barcheta, Navarrés, Ayora, Cortes de Pallás, etcétera), o en ojales, mucho
más estrechos, de forma predominantemente alargada, de redvcida extensión y siempre al amparo de fallas, ora de crestería (Vallada, Mogente,
Cinco Hermanos, etcétera, en la Serra Grossa), ora de lineales (valles de
Jeresa o de Bárig, Fuente Pudenta de Simat de Valldigna, canteras del
Buscarró, Puigmola, etcétera).
El asomo triásico de la fuente de la Umbria, principal motivo de los
razonamientos de los antes citados autores, responde, como tantos otros
de la comarca a la presencia de ocultos lineales, en los que se producen
tectónicas análogas a la del valle de Bárig y forman interesantes niveles
hídricos, como el existentz a la altura de la Drova, con las fonts de I'Olm
y de les Monches (Lárn. II1).
Consecuentes de todo l o anteriormente expuesto deducimos que la
división geológica de la provincia de Valencia se realiza de acuerdo con
la teoría de Rosso de Luna y que la divisoria de las regiones Ibérica y
Prebética queda establecida por la, falla meridional valenciana, cuyo desarrollo nosotros prolongamos a través del valle de Barcheta, montes del
Toro y valle de Bárig, hasta el propio valle de Valldigna (Lárn. IV).
EL VALLE DE LA DROVA
N o hemos podido hallar ningún estudio geológico sobre este valle, sito
entre los montes dlAldaia y la sierra del Montdúver, entre Bárig y Gandía.
Brinkmann, en su «Mapa Geológico de la provincia de Valencia)), integrado en su trabajo «Las cadenas Béticas y Celtibéricas del Sureste de
España)), señala la existencia de una falla a lo largo de él; o más bien, l a
prolongación de la falla que se extiende *por el Sur del valle de Barchrta,
la cual entraría en el valle de Bárig por la Puigmola, proseguiría por el
valle de la Drova y, por el collado existente entre las peñas Negra y del
Colom, desembocaría al valle de Jeresa. Hemos seguido sobre el terreno
la citada falla y sobre el plano de Brinkmann, de acuerdo con l o arriba
expuesto, hemos de manifestar algunas discrepancias. El valle de la Drova
es positivamente una fosa tectónica, cuya solución de continuidad n o se
verifica a través del collado existente entre las peñas Negra y del Colom
y en dirección a Jeresa, sino que, siguiendo su propia orientación ibérica,
concretamente por la zona en que discurre la carretera de Bárig a Gandía,
va a desembocar al conocido valle gandiense de la Marchuquera, entrs
los últimos contrafuertes de las estribaciones de l a Serra Grossa y la
Falconera (Lám. V y VI).
[page-n-334]
J. DONAT
Para nosotros el valle de la Drova tiene una importancia geológica
mucho mayor que la simple prosecución d e una fosa. A nuestro criterio,
e l conjunto orográfico integrado por las sierras de la Rondonera y d e l
Montdúver, flanqueado por el n o r t e por la fosa ,de los M o n t e s del T o r o
y valle de Valldigna y por el sur por la fosa tectónica de la Drova, constituye
e l p u n t o de fusión de las estribaciones meridionales d e las cordilleras
celtibéricas con las avanzadas septentrionales d e las Prebéticas, y cuyo
p u n t o central de contacto deberíamos situar en les Mallaetes de Bárig.
LA SUBREGlON CENTRAL VALENCIANA
Hemos podido observar cómo el principio de que las alineaciones
geuestructurales constituyen con frecuencia frontera entre dos estilos
tectónicos diferentes tenía plena adecuación a la provincia *de Valencia,
en cuanto e n la misma separaban las regiones Ibérica y Prebética (fig. 2).
Posteriormente, nuestro deambular por las distintas zonas orográficas
d e la provincia a la búsqueda y estudio de nuevas zonas cársticas, junto
al examen d e las alineaciones, nos ha inducido a señalar la existencia,
dentro de la región Ibérica, de una subregión geológica que denominamos
((Central o de Escudo», la cual posee límites geográficos y características
m u y determinativas, tales como estratificación tabular, con la consiguient e carencia de alineaciones estructurales de orientación típicamente -definida. La subregión central cubre una importante área de la geografía
valenciana. Se halla limitada al N. ,por el canal triásico de Cortes de Pallás
y su prolongación por la fosa tectónica d e Dos Aguas. El l í m i t e Oeste queda
establecido por e l canal triásico d e Ayora. El Sur, de forma angular, l o establecen d e un lado la fosa tectónica terciaria Almansa-La Encina y la
propiamente dicha falla meridional valenciana. El extremo oriental l o
situamos algo más al Este del Canal de Navarrés. Concretamente la Fosa
d e Dos Aguas, a l este del Pico del Ave, e n la zona de la Herrada se
resuelve e n una nueva fosa tectónica, d e directriz ibérica, que bordea la
sierra del Caballón por el Nordeste y se prolonga hasta alcanzar las estribaciones occidentales del isleo montañoso del Quencall, la cual se resuelve
a su vez por una fosa existente entre la falda meridional de este monte,
Lomas d e Matamont, y las Lomas del Truig, dejando, en su interior, el
barranco d e la Parra. Esta división nos permite incluir dentro d e la
subregión central toda la comarca de Millares, la cual habría quedado excluida d e haber utilizado como elemento divisorio el canal de Navarrés.
D e esta forma quedan en su interior, como más destacadas formaciones, la M u e l a de Cortes de Pallás, la meseta d e Millares, la M u e l a de
[page-n-335]
Bicorp, el macizo del Caroig, el Peñón de los Machos, la Sierra ae Enguera, etcétera.
Las formaciones de esta subregión acusan, de forma indudable, los
Fig. 2
empujes provinentes de las zonas vecinas, sirviéndoles de escudo; d e
esta forma la zona N o r t e de ésta se halla dominada por las alineaciones
geográficas de directriz ibérica, como los cintos del Quemado; por su
[page-n-336]
J. DONAT
parte sur las muestra de orientación Prebética, como los cintos del Peñón
d e los Machos; finalmente e l Caroig, centro geográfico d e la región, acusa
e n sus caras la doble influencia regional (Lám. V I I ) .
LAS CRUCES REGMATICAS VALENCIANAS
Los canales valencianos, triásicos o no, comc antes hemos enunciado
poseen, entre otras características, las d e mantener unas directrices precisas y constantes; e n el N o r t e la orientación NW. SE. (Ibérica) y e n el
Sur la SW. NE. (Prebética). Pero j u n t o a estas dos, q u e por sí solas forman
una c f u z regmática, apareceh otras dos, formando igualmente otra cruz
regmática y cuyas directrices son N-S y E-W.
La primera d e las cruces señaladas (ibérica y prebética) culmina en
la fusión del canal de Navarrés con la falla meridional valenciana. La
segunda tiene como eje fundamental el canal d e Ayora (N-S) y 5erian
complementarios del mismo la fosa terciaria de A l a t o z (Albacete!, y el
canal de Cortes d e Pallás y la tosa de Dos Aguas (Lám. VI 11).
Dentro d e la consideración de estas cruces regmáticas cabría explicar
multitud de fenómenos geológicos, h o y n o considerados o inconexos entre
sí. Creemos que la confección d e un completo mapa regmagenét-ico d e
nuestra región aportaría gran cantidad d e datos sobre la motivación d e
determinadas zonas de sedimentación, así como el conocimiento correcto
d e nuevas zonas d e fallas y fosas.
Rosso d e Luna, e n su tantas veces citada obra, ya señala la influencia
d e las directrices regmagenéticas atlántica y africana e n las disyunciones
d e este t i p o d e l Levante y Sur d e España. Por nuestra parte, n o có10
aceptamos sus manifestaciones, sino que, además, señalamos la presencia
d e las directrices euroasiáticas, las cuales tienden a presentarse e n la
Valencia continental o del interior.
ORIGEN Y FUNCION DE LAS FOSAS TECTONICAS VALENCIANAS
Siguiendo parcialmente e l criterio de Dupuy de Lome, los canales triásicos valencianos los situamos e n grandes estructuras tectónicas, pero no
como el resultado d e la erosión y el desmantelamiento d e sus charnelas,
sino como el producto de la formación ,de fosas tectónicas.
Estas, d e seguir las teorías d e Bullard, recogidas por Holmes, deberían
su origen a los fenómenos de compresión, por los q u e nuestros canales
triásicos, e n s u equivalente t o p n í m i c o británico d e ritf valley, serían,
[page-n-337]
a su vez, en nuestra reducida escala provincial, el equivalente, por ejemplo, a escala continental, de las célebres fosas africanas.
. . Estas teorías de Bullard han sido refutadas por Cloos, por considerar
que carecian .de suficientes apoyos en su fundamento. Este ú l t i m o realizó
determinadas experiencias físicas, llegando a la conclusión de que las citadas fosas eran debidas a un arqueamiento de la corteza terrestre, en el
que como es lógico el estiramiento superficial siempre es mayor que el
producido en profundidad. Teoría que, en cierta forma, tiene muchos
puntos coincidentes con la de Seidl, en cuanto a los desgarres observados
en la corteza terrestre y que este ú l t i m o achacaba a las fuerzas de tracción.
En relación con los depósitos triásicos, que con mucha frecuencia
rellenan estas fosas, queremos señalar que éstos actúan normalmente en
proceso de tectónica semidiapírica, acorde con lo expuesto por Dupuy
de Lbme bajo la consideración de «La tectónica peculiar del Trias)), en varias memorias explicativas de las hojas 1/50.0@0del Mapa Geológico de
España.
El característico levantamiento marginal de los estratos puede corresponder tanto a la presencia de arqueamientos en la superficie terrestre,
como a un levantamiento particular de los mismos ocasionado por el empuje de los materiales del Keuper, cuando n o por ambos a !a vez. Este
particular empuje del Keuper en su movimiento ascensional, cuando la
capa suprayacente es de débil espesor se manifiesta muy extremado hasta
el punto de producir, en la citada capa suprayacente, casi siempre, por su
posición estratigráfica, constituida por calizas, fracturas de tipo análogo
a las producidas en el interior de los sinclinales y que crean, en consecuencia, una nueva modalidad genético-cárstica que podríamos denominar de
borde de diapiro.
Resumiendo podemos considerar que, los canales triásicos valencianos
son fosas tectónicas, cuyo principal fundamento consiste en facilitar los
movimientos d e traslación de la masa suprayacente; resolver los esfuerzos
producidos en su arqueamiento, y en general resolver los problemas ocasionados por la falta de elasticidad de los materiales que integran los pisos
situados sobre el Keuper producidos normalmente por esfuerzos que suelen
traducirse siempre y finalmente por un estiramiento de las capas superficiales.
Se asimilan los canales triásicos valencianos al concepto de fallas fundamentales y de alineaciones regmagenéticas, pasando revista a los criterios sustentados por diversos autores sobre los mismos.
[page-n-338]
J. DONAT
Verificando algunas correcciones estratigráficas y tectónicas se establece en forma definida la frontera geográfica y geológica entre las regiones
Ibérica y Prebética, señalándose, tras el estudio del valle d e la Drova, las
sierras del M o n t d ú v e r y de la Rondonera como p u n t o d e confluencia d e
ambas tectónicas.
Basados e n motivaciones tectónicas, se establece, al amparo de alineaeiones regmagenéticas, una zona denominada Central o de Escudo como
subregión de la Ibérica.
Finalmente, tras establecer la orientación d e las cruces regmáticas
valencianas, se identifican los citados canales triásicos como fosas, estableciéndose la función de los mismos.
BlBLlOGRAFlA CONSULTADA
R. BRINKMANN: "Las cadenas béticas y celtibéricas del sureste de España". Publicaciones
extranjeras sobre geología de España, IV. Madrid, 1948.
S. W. CAREY: "El concepto de reodo en geotectónica". Notas y Comunicaciones del lnstituto
Geológico y Minero de España, 47. Madrid, 1957.
6. DARDER PERICAS: "tEstudio geológico del sur de la provincia de Valencia y norte de
la de Alicante". Boletín del lnstituto Geológico y Minero de España, LVII. Madrid, 1945.
J. DONAT ZOPO: "Notas geológicas en torno a Barig". Notas y Comunicaciones del
lnstituto Geológico y Minera de España, 62. Madrid, 1961.
J. DONAT ZOPO: "Notas geológicas en torno a Barig (11)". Notas y Comunicaciones del
lnstituto Geológico y Minero de España, 64. Madrid, 1961.
J. DONAT ZOPO: "Río subterráneo túnel del sumidar (Vallado, Valencia)". Archivo de
Prehistoria Levantina, XI. Valencia, 1966.
E. DUPUY DE LOME: "Hojas del Mapa Geológico 1 : 50.000, de Onteniente, Canals,
Navarrés, Cheste, Caudete, Almansa, Liria, Chelva, Sagunto y Venta del Moro".
E. DUPUY DE LOME y A. MARlN DE LA BARCENA: "Hojo Geológica 1 : 50.000 de
Utiel y Jalance".
E. DUPUY DE LOME, A. MARlN DE LA BARCENA y J. MESEGUER PARDO: "Hoja geológica 1 : 50.000 de Jótiva".
E. DUPUY DE LOME y R. SANCHEZ LOZANO: "Hoja geológica 1 : 50.000 de Ayara"
E. DUPUY DE LOME y E. TRIGUEROS MOLINA: "Hojas geológicas 1 : 50.000 de
Requena, Carcelén y Casas Ibáñez".
E DUPUY DE LOME y J. GOROSTIZAGA: "Hojo geológica 1 : 50.000 de Madrigueras"
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A. HOLMES: "Geología física". Barcelona, 1952.
F. H. LAHEES: "Geología práctica". Barcelona, 1962.
J. MESEGUER PARDO: "Hoja geológica 1 : 50.000 de Alcira".
J. M. RIOS: "Diapirismo". Boletín del lnstituto Geológico y Minero de España, LX.
Madrid, 1948.
l. ROSSO DE LUNA: "Las alineaciones geoestructurales y las disyunciones regmagenéticas". Boletín de la R. Saciedad de Historia Natural, CX, núm. 1 . Madrid, 1962.
L. U. DE SITTER: "Geología estructural". Barcelona, 1962.
[page-n-339]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
l.--Cerro de La Judía. Inicio de las fallas septentrionales de la fosa de Vddigna.
2.--Valle triásico de Barcheta.
LAM. 1
.
[page-n-340]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
LAM. 1 .
1
[page-n-341]
D0NAT.-Los
canales triásicas valencianos
LAM. iiI.
[page-n-342]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
LAM. IV.
1. - Montes de Toro, en Valldigm.
2.-Valle de VaHdigna. Salida al mar entre el monte de las Cruces y la Sierra Rondonera,
[page-n-343]
D0NAT.-Los
canales triásicas valencianos
Sierra de Aldaia. Laderas meridionales de la foca de La Drova.
LAM. V.
[page-n-344]
D0NAT.-Los
canales tiiásicos valencianos
LA*M. VI.
l.--Región meridional del Mondiibsr.
2.--A1 fondo de la región meridional del Mondiiber zona de Penya Negr2, donde se pzoduce la intersección de la falla de Jeresa.
[page-n-345]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
1.-Cerro N w o J ofitico, m la canal de N ~ a r r é s .
2.--instalaciones del Cerro Negro.
LAM. VII.
[page-n-346]
D0NAT.-Los
canales triásicos valencianos
Dos aspectos de la falla norte de la fosa de Dos Aguas
LAM. VIII.
[page-n-347]
ERNESTO J I M E N E Z N A V A R R O
(28- 12- 19 1 1
- 3-9- 1968)
Una vez más se visten de l u t o las páginas de nuestra revista por el
fallecimiento de un entrañable amigo y colaborador, Ernesto Jiménez
Navarro.
Nacido en Buñol (provincia de Valencia), cursó los estudios superiores
de Derecho y Filosofía y Letras, obteniendo el premio extraordinario de
la Licenciatura.
[page-n-348]
Desde sus años de estudiante universitario mostró su decidida vocac i ó n por la prehistoria, formando parte del grupo d e alumnos del profesor
Pericot que colaboraron en las tareas de este Servicio de Investigación
Prehistórica, llevando a cabo prospecciones y excavaciones en la región
valenciana y posteriormente, por encargo de la Comisaría General d e
Excavaciones Arqueológicas, en la Cueva d e Ambrosio y otros lugares
de España.
Fue becario, por oposición, de la Diputación de Valencia para ampliar
estudios en M a d r i d y pensionado por la Junta d e Ampliación de Estudios
'para asistir a los cursos de Prehistoria profesados por el Abate Breuil en
el l n s t i t u t o de Antropología Humana, en París.
Fue colaborador del Servicio de Investigación Prehistórica, del Inst i t u t o de A r t e y Arqueología del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas, del l n s t i t u t o de Estudios Ibéricos d e la Institución Alfonso el
Magnánimo de Valencia, profesor ayudante de la Universidad de Valencia
y profesor de Enseñanza Media e n diversos institutos.
P,ublicó numerosos estudios, de los q u e destacamos, aparte de los
textos de Historia y Geografía, los de tema arqueológico siguientes:
((Nueva estación Parpallense)) (Anales del Centro de Cultura Valenciana, VI II, n ú m . 23. Valencia, 1935).
((Figuras animalísticas del Cerro de los Santos)) (Ampurias V. Barcelona, 1943).
((Localidades con piedra tallada en la región de Buñol (Valencia)))
(Ampurias V. Barcelona, 1943).
((Restos prehistóricos del barranco de Carcalín, Buñol (Valencia)))
(Archivo Español de Arqueología XVI l. Madrid, 1944).
((Nuevas localidades prehistóricas valencianas)) (Acta y Memorias d e
la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria XIX.
Madrid, 1 944).
((Sobre el origen almeriense del vaso campaniforme)) (Crónica d e l
II Congreso Arqueológico del Sudeste Español (Albacete 1946). Albacete, 1947).
«La colección de lápidas de don Claudio Constanzo» (Revista de Estudios Extremeños, 1949).
((Excursión arqueológica a La Aliseda y Arroyo de la L u z (Cáceres))).
(Boletín Sociedad Española de Excursionismo, 1949).
((Necrópolis de la Edad del Bronce)) (Archivo Español de Arqueología XXI I l. Madrid, 1950).
((Arqueología de Magacela)) (Revista de Estudios Extremeños, 195 1).
((Excavaciones en Cueva de Ambrosio (Vélez Blanco, Almería))) ( N o t i ciario Arqueológico Hispano V. Madrid, 1962).
[page-n-349]
Pese a verse aquejado en los ú l t i m o s años d e una grave dolencia
supo sobreponerse a la misma y proseguir sus actividades científicas y
docentes con el entusiasmo e ilusión que en todas sus tareas puso siempre.
La pérdida de este buen amigo es motivo de profundo dolor para los
q u e tuvimos la suerte de compartir con él las inquietudes e ilusiones de
los años juveniles, cuando iniciábamos nuestras primeras andaduras en
e l campo d e la Arqueología.
Su recuerdo quedará perenne e n t r e sus antiguos compañeros y amigos
de este Servicio.
Descanse en paz.
[page-n-350]
[page-n-351]
[page-n-352]
Akanins, gentilicio galo: 105, 137, 144 y 145.
Akerekontin, epígrafe monetatl: 115.
Akerekoniton, epígrafe monetaU : 115.
-&o, sufijo galo: 114 y 115.
Mbanius, gentilicio : 137.
Aleasiumara, ant4.opónimo galo: 123 y 135.
Alfabeto griego: 99, 100, 108, 109, 112, 113, 115, 116, 118-121,127, 135 y 139; - ibérico:
99-101,107, 108, 111, 112, 114-116, 119-121, 163-176,274, 275, 277 y 278; - !atino:
100, 119, 120 y 274; - Uepóntico: 115; - aord-e~usco:100, 115, 119, 120, 125, 129
y 135; - púnico: 274; - turdetano: 169-171,176, 274 y 2 1 .
r8
Mares: 219, 225 y 230.
Afilileres de hueso: 232 y 236, Véase ((Agujasn.
Aüineaciones geoestructurales: 284, 286, 290, 291 y 293.
Alisadores de ~iedra:65 s 232.
AUevorix, ~ e i o r i x ;
antr&ónimos célticos: 123.
Ailobrox. antrou&nimo dkico: 123.
Alostibk, anGpónimo i~bérico:107.
Algino: Véase (Nord-alpino)).
Altar: 79.
Aüuviones: 285 Y 288.
Ambaicus, antropónixno prerromano: 115.
Am~uritana.cerámica: Véase «Cerámica mis anúauxikana)).
~&rutiense,' cul.tura: 54.
Amiosaren, nombre gdo: 110.
Anállisis botánicos: 57; - de oro: 93-97.
Anbaikar, antropónimo prerropnanio: 115.
Anbels, antropónimo ibérico: 107.
Andablatio. arutrouónimo céltico: 123.
Andorourus, antrophimo catico: 123.
Andwarto. mtrouónimo dltico: 123.
Andius, ankrop61aimo prerromano: 105. Véase (~Avelius)).
Anforas: 82; - ibéricas: 170, 186, 187 y 200; - romanas: 83, 219, 224, 225, 252 y 253.
Ana- de ailiarero: 2% y 230; - de br0nk.e: 61, 69, 70 y 12-75;- de hierro: 70, 74, 75,
189 y 199; - de oro: 96-98; - de plopno: 232.
-aninis; sufijo gallo: 105, 106, 136, 137 y 139..,
Animales: Véase (@ama»; - mpresentacion de: 24, 25, 213 y 237.
,
Antropomorf as, representaciones: 24 y 25.
Antropónimos: 99-161,163, 185, 167, 168 y 172; - ausco-aquitanos: 149; - cé1,ticos: 112,
122 y 123; - galos: 99-161;- ibéricos: 99-161,163, 165, 167, 168 y 172; - ligures:
106-110,112, 118, 116, 125, 141, 143, 149, 151, 155, 157, 159 y 161; - venéticos: 106.
Apeharus, antropónimo goulo: 135 y 135,Véase (~Atepwnarus)).
Aquitam, tim cerbico: 77.
-ar, tsrmimaci6n ibérica: 101, 110 y 115.
Arboües: 57.
Arcillas: 68, 61, 67, 181, 183, 180, 191, 193, 196, 248 y 288; - triásicas: 285 y 288.
Arcos: 210; - motivo decorativo: 25; - monumenta;les: 45.
,
Areas ilingülisticas: 89-161;- monetaües: 280 y %l.
Arekorata, Arekoratus; cwa y Leyenda monetal: 111, 274 y 277.
-aren, terminación ibérica: 101.
Arenas: 181, 182, 100, 191, 195, 196 y 2 0
0.
Arenisca, objetos de: 45 y 232.
Ar&rica. cerbica: 50.
Arketurki, ceca hispáaiica: 274 y 277.
Arkitiloas. anhropónimo ibérico: 107 y 109.
Arkitiker; mtrop6nimo ibérico: 101.
Armas: 87. 4VéasecaEspadasn, ;cFFleohois»,etc.
Aros de hueso: 10; - de oro: 96-98. Véase «Anillos».
Arsaos, ceca hispánica: 274 y 277.
Axskere, antropúnimo ibéricu: 107 y 109.
Arskikar, paüaibra bbérica: 107.
h t e : 19-26,56, 59-61,84 g 169; - ibérico: 169; - rupestre: 18-26, 56, 59-61 y 84; - esquemático: 2 y 25; - - ievantino: 24 y 25; - - paleolítico: 56,5941 y 84.
4
[page-n-353]
As, moneda: 276, 277 y 280.
Asas de bronce: 232 y 234; - üe cerámica: 40, 51, 53, 58, 77, 170, 186, 187, 198, 199, 203,
237, 271 y 272; - de vidrio: 232.
Asetileke, antropónimo galo: 109.
Asido, ceca hispánica: 274.
Asirigia, anbropóninio céltico: 123.
Asturiense, cultnira: 48.
Asune, antropónimo ligur: 109. Vésse «Axuinus».
Ataibels, palabra ibérica: 107.
Akcingus, anko,pónimo céltico: 123.
A-,
Atepo, Atepu; &ivtmpónimosgalos: 124 y 125.
Abepatus, amtropónimo gaüo: 125.
Atepilla, antropónimo gaüo: 125. Véase <&&piccan.
Atepomarus, Atepumarus, Atepumara; antropánimos garlos: 123, 125 y 135. Véase ccAdiaturnarus)) Y d
anGo,-o,
céltico: 1s.
Atica, cerhica: 10 y 12; - de figniras rojas, cerámica: 10; - de barniz negro: 12, 186,
0.
188 y 2 0 Véase aPrecampanienser.
Atinbelaua. mtrodnimo ibérico: 107.
~ltidblndni;amtropónimo iMrico: 107.
Auetiris-ar-mi, antraw5nimo galo: 109.
Auriñaciense, c d t u r i : 84. Ausco-aquitanos, anbropónimos: lrh9.
Avelius, Avilius, Avillius; smtropbnimos gdos: 106, 150 y 151. Véase uAndius».
menio, ceca gala: 274.
Aviulius, Aviullius, Awiulus. Aiviullus; antropónimos galos: 150 y 151.
Awedomams, antro~ónimo
galo: 135.
Axionus, antropóninio iligur :-109.
Axunus. antroubnimo ligur: 109. Vkase «Asune».
~zuelas.de i d a pulida: 31, 32, 38 y 41.
p
Baekrrae, antropónimo gailo: 140.
Baikas, antropónimo ibérico: 107.
Bailo, ceca hispánica: 274.
~ a l c i - d nantropódmo ibérico: 107.
,
Ba.lcibii, antropónimo ibérico: 107.
~al&akdtur,
,pa;l&ra ibgrica: 107.
BaUkestar, antropónimo ibérico: 107.
Bar-, prefijo gdo: 148 y 149.
Bara, Baro; antropónimos galos: 149.
Baraco, antrop6nimo galo: 149.
Barhosis, Barosis; aitropónimos ausco-aquitams: 149.
Baricio, &ntropúnitnogalo: 149.
Barniz negro, cmámica de: 12, 171-113,186, 188 y 200; - rojo gompeyano, cerámica de:
229 y 232.
Barro-, prefijo galo: 110.
Barsur, antropónimo prerromaaio: 110.
Basalto, objetos de: 51.
Basileus, titulo: 113.
Baskunes, ceca hispánica: 274 y 277.
Bastón de mando de hueso: 11,12 y 16.
Bennabeils, antrop6nimo ibérico: 107.
Bereber, lengua: 172.
Betele, antropthimo ligur: 109.
Bianius, gakiüicio galo: 137.
Bilbilis, ceca hisptinica: 274.
Bilos, antacrpónimo ibérico : 108.
BilosbaJlsar. al abra iWica: 108.
BjllnistBas, k;ltrogónimo iwrico: 107 y 108.
Birikmtin. Birikantio: aeuendas monetales: 111 Y 274.
Bisagras de hueso: 232 y 236.
- 301 -
[page-n-354]
Bisnntto: 96-98.
Bisturí de bronce: 232 y 234.
Bitudedin, palabra ibérica: 108.
Bitukios, nombre galo: 113.
Bitutu, antropónimo ibérico: 108.
Biuitu, Bivito; antropónimos célticos: 109.
Biur. Biurbi: leyendas moneta'tes: 111 v 112.
~ i u r t a n an&a&nimo ibkico: 108 y ii
,
Bi&M. ~ a a a b r a
ibérica: 108.
Biurtite,'palabra ibérica: 108.
Bizcaíno, dialecto: 167.
Blaes-, prefijo gdo: 146.
Blaesa, Blaesia, 'Buaesio, 'Blaesius, Blaesus; antropóninios galos: 106, 146 y 147.
Eüaesianus Biturix, antropónimo galo: 147.
Blaesiola saütus, .topónimo galo: 147.
Blaia, antropónimo galo: 146 y 147.
Naionia, antropiuiimo galo: 146 y 147.
Blais-, prefijo galo: 146.
Blaisicius, anbropónimo galo: 147.
'Buat-, prefijo galo: 160.
Biattius. .anitroDónimo galo : 161.
Biesidius, a;ntropóni&galo: 141.
Bblart-er-ar. iantroónimo Drerromano: 110.
Boduisso, nombre c&ico: 109.
Bokios, leyenda manetal: 112.
Bdskan, ceca 4hiiiapQnica:274, 277, 280 y 282.
Botellas de cerámica: 237.
Bottus, nombre ligur: 109 y 110.
Batur, prefijo 4igur: 109.
Boturo, nombre ligur: 109.
Boudus, antropónimo galo: 110.
Brazaletes de bronce: 69-74,83y 91;-- de hierro: 73; - de 6ro: 96 y 97;- de pectúnculo: 202.
Briganteh, ceca, @ d a : 274.
Brigantes, nanbre g a b : 111.
Brigantia, antropónimo galo: 111.
Briganticus, nombre galo: 111.
Brigaritin, antropónimo galo: 111.
Brigantinom, étnico galo: 111.
Brigantinomagus, nombre galo: 111
.
Brigantio, 4hpónimogalo: 111.
Brigovix. lnombrs csltico, 123.
Bronce, mdad del: 10, 11, 21. 23, 39, 44, 98.54, 57, 64, 65, 6749, 76-83,86-89, 91, 94, 98
y 235; - Atlánlico: 51; - MediteriBneo: 50 y 52.
Bronce objetos de: 51, 69-61, 64-76,83, 87, 89, 50, 107, 108, 189, 212, 232, 234. 276 y 382;
- escrito de Ascoli: 107 y i06.
Broahe de oro: 96.
Brufiido ,de cerámioa: 80.
Buriles de silex: 14, 16 y 17.
Caballos, representaciones de: 169 y 237.
Cabañas: 24, 193, 195, 196, 201 y 202.
CabeUio, ceca gaila: 274.
Cabrillo, Cabrillus, nombres céilticos: 109.
Cadenillas metálicas: 75, 95-97y 243; - de oro: 95-97.
Caeswaugusta. ceca ibérioa: 274 y 277.
~aiantdlos,
~mtropónimoprerro&no: 113.
Caiaucus, antropónimo ligur: 109 y 113.
Caiena, antroponimo preiromano: 113.
Caio, antropónimo ligur: 109 y 113.
Calagurris, ceoa ibérica: 274.
Oalamos de marfil: 232 y 236.
Ca.lcolitico: Véase ((Eneolíkico~.
[page-n-355]
C,alifal, cerámica: 203.
Caliza, objetos de: 47, 193, 202, 224 y 232.
Calizas: 286 y 293.
Calzadas romanas: Véase #Vías romanas,.
Candilejas: Véase ~ L u c e r n a s ~ .
Caminos: 113 y 114.
Campaniforme, cerámica: 202 y 203.
Canipaniense, cerámica: 171-173, 186, 188, 200, 229, 231 y 232; - B,cerámica: 171-173,
229, 231 y 232; - inferior, periodo gevlúgico: 286.
Campiñense, cultura: 59.
Campos cle urnas, cerámica de 10s: 65, 76, 78-81, $3, 87 y 88; - - -, cultuw de los:
65, 69, 76, 78-81, 83, 86-89,91 y 94.
Canales trfásiws: 283-294.
<%nidos: 75.
Cantos rodados: 46-48,179, 182, 191, 193, 196,219 y 232.
Cantubrigius, nomqbre céltico: 123.
Cá~ridos:25, 64 y 232; -, representaciones de: 25.
caianius, ~oraanius;
genitilicios galos: 137.
Carantus, nombre &%tico: 109.
Ca~bón:11, 57,64,65, 181, 182,190, 193,196, 199,200 y 220.
Carbono 14: 86.
Carbda, ceca bispánica: 274.
Cardial, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40 y 58.
Cardium, a n c h a s de: 47 y 48.
Carmo, ceca hispánica: 274.
Cartas Pueblas: 209.
Carteia, ceca hispánica: 274.
Cal-mago nov va, ceca hispánica: 274-276.
Cascantum, ceca hispánica: 274.
Cassidarius, nombre céltico: 123.
Cassielcus, nombre d t i c o : 1 .
%
Cassimara, nombre c6ltic.o: 123 y 135.
Cassicus, nombre celtico: 109.
Castulo, ceca bispánica: 274 y 277.
Catacoanbnoi k J t u r : 54.
Catavignus Evomagi, nombre céltico: 123.
Catto, a.ntropbnimo galo: 161.
Catuisso, nombre céltico: 109
Cavernas: Véase duevasn.
Cazadoses nómadas: 44, 46 y 48.
Cazuelas: 51, 198 y 199.
Cecas: 110, 111 y 273.282. Véase caManedasn.
Ceilsa, ceca hisphnica: 274 y 277.
Celta, c<ico:100, 102-106,108, 1111-115,122, 123 y 161.
Celtibérica, lengua: 108.
Celtíbero: 111.
Célticas, tenguas: 100, 103-106, 109, 111, 113, 114, 122, 123 y 161.
Cenizas: 11, 46, 48, 190, 193 y 243.
Cerámica: 10-12,24,31-34, 37, 38. 40, 41, 49-61,64,65, 67, 76-84,86-88,107, 108, 114; 161,
163-168,170-176,181-188,190, 193, 196-203,206, 208, 211-213,115-232,
235, 237, 243-246,
26Cb262, 254, 266, 267, 258, 263-266, 271 y 272; - aquitann: 77; - árabe: 196,
ática: 10, 12, 186, 188 y 200; - - de barniz
197, 203 y 220; - acghrica: 50;
de figuras rojas: 10; - de barniz negro: 12, 171-173,
negro: IB, 186,188 y 200;
rojo pompeyano: 229 y 232; - c J i b J : 203; - campanien186,188 y 200;
se: 171-173,186, 188, 200, 229, 231 y 232; - B: 171-173,229, 231 y 232; - campan :
a
niforme: 202 y 203; - de los campos de m i s 65, 76, 78-81, 83, 87 y 88; cardial: 33, 31, 37, 38,40 y 58; - común romana: Véase ccerámica romana común));
- chaseense: 58, 58 y 84; decorada: 37, 40, 57-61, 65, 76-78. 80-83, 87, 88, 107,
lM, 163, 164, 167, 188, 174, 182, 183, 186-188, 198-201,213, 215, 216, 219, 225-231,
237, 243,244, 251, 254, 255, 257, 263-265,271 y 272; - - con acanaüaduras: 77, 78,
con icordones e n relieve: 57, 58,77, 82, 83, 199 y 271;
80,81,87, 88, 2 W y 265;
- - excisa: &2 y 86: - - impresa: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225, 243,
---
--
-
-
-
--
-
[page-n-356]
-
-
244, 264 y 265; im~presa cardium: 33, 34, 37, 38, 40 y 48; - incisa:
con
41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 198 y 199;
- incisa post cocción: 58, 61.
65, 78, 80 y 88; - - peinada: 76, 77, 82 y 83; pintada: 41, 83, 107, 108, 163,
164, 167, 168, ,174, 182, 186-188, 198-200, 243, 244, 251, 254, 271 y 232;
- con verdugones: 51; - de la Edad d d Bronce: 24, 49-54, 57, 65, 76-81, 83, 87, 88 y 263-265;
- de la Edad del Hierro: Véase ((Cerámicahallstattica*, ((Cerámicaibérica)) y «Cerámica de La T&ne»;- eneottlca: 37, 38, 40,41. 202, 203 y 263-265; - esgrafiada:
Véase uCerámica &corada itncisa post cooción~;- espatulada: 65, 79, ,M, 83 y
265; - estampada: a25 y 230;
galo-romana: 64, 65, 67, 83, 86 y 181; - gradecorada incisa post cocción»; griega: 10 y 114; Véase
bada: Véase ~
- ibérica: 10, 11, 82, 107, 108, 183-168, 170, 173, 174, 181, 183-188, 190, 199-201,
amisante: 185, 166
243, 244, 246 250-252, 254, 255, 257, 258, 266, 271 y 272;
y 190;
ibero-romana: 32, 171, 173, 220, 221, 235, 266, 271 y 271;
de La T&ne:
85, 76, 82, 83 y 86; - lafiada: 182;
lisa: 24, 37, 40, 49-54, 58, 77-80, 83, 183-187,
193. 198-199, 211-213, 226, 227, 229, 237, 244, 252, 2 5 y 263-265; - medieva: 10,
15
182, 196-199, 203 y 220; - morisca: 22, 41, 196-199, y 203; - ne&tica: 33, 34, 37
0
de paredes m a s :
38, 4 , 67-59, 64, 65, S4 y 193; - de Paterna-Manises: 182;
225 y 231; - precampaniense: 186, 188 y 200;
romana: 32, 64. 65, 67, 83, 86.
161, 171-175, 182, 183, 200, 206, 208, 211-213, 215-232. 235, 237, 252, 266, 271 y 272;
común: 211-213, 216, 217, 219-2.21, Z24-226, 235 y 2&2; - sigillata: 174. ,175,
182, 183, 200, 206, 212, 213, 215-220, 222-224, 226-330, 235 y 237;
- clara: 213,
216, ü26, 2% y 229;
- clara A: 213, 216 y 229; - - clara B: 326 y 227;
- clara C: 226 y 229; - - hispknica: 182, 183, 200, 206, 212, 213, 215-220,
226-230, 235 y 237; - - su&.ádica: 175, 182, 183 y 206;
del vaso de boca cuadrada: 58; widriada: 182, 197-199 y 203.
Cerradura de oro: 96 y 97.
Cérvidos: 64.
Cesse, ceca ibérica: 280.
Ciervos, ~epresentaciantesde: 19, 20, 25, 217, 219 y 237.
Cilindros de cailiza: 224, 232 y 236.
Cimarius, Comarius, Comatius; nombres célticos: 123 y 136.
Ointas de oro: 96; de plom: 232.
Cintugnartus, .nombre céltiw : 123.
tipos: 210.
Cinculación monetmia: 279282.
-
-
-
-
-
-
--
-
-
-
-
A
-
-
-
-
-
-
-
-
Ciudadee: Véase dPoblados».
01sociales: 112 y 116.
VOS de bronce: 232; - de hierro: 82, &3, 88, 226 y 229.
Cobianius, Galitiniui; genittlicios gados: 137.
CobliUto, ommbre
<ico: 123.
Cubre: 93, 94 y 8648; -, objetos de: 52 y 75.
Clabrania, Ccnbruna, Cabrunius; nombres céiitiws: 123.
aahortes romanas: 155.
Colgantes de hierro: 75; - de oro: 94-97.
Colianius: V6ase u(Cabi&nius».
Collares: 'Véase
Colonia ,P&ricia, m hispánica: 274.
Cdonizaciones: 113-116, 271 y 281.
Cduanbela, conlcthas de: 47 y 48.
Cdlumnas: 94; - milirtrias: Véase gMilisrios».
Camaius, Comagus; nombres célticos: 123.
Comarius: Véase ucimarius~.
comatius: véase ~CirnariusrP.
ComIbariiUius. CombariUus: nombres célticos: 123
Coanercio: 100, 101 y 113-116.
Conmnus, ,nombre dltico: 123.
Cmchm: 10, 12, 16, 37, 40, 46-48, 61. 193 y 202; - horadadas: 15, 47, 48 y 61;
nas: 16. 47, 48 y 61.
Concheros: 48.
CondeIwa, nombre c6ltico: 123.
- mari-
[page-n-357]
Congenetius, )nombre céiltica: 123.
Congennio, Congennus; nombres célticos: 123.
Congonnus, nombre céltico: 123.
Coníferas: 57.
Conquista romma: 281 y 282.
Construcciones: 60, 67, 220, 222 y 257-260.
Consuadillia, nombre icéltico: 123.
Cantesilo, Contessilo; nombres célticos: 123.
Contrebia, ceca hispánica: 274 y 277.
Copas de cerámica: 82, 83, 88, 226 y 229.
Cmadelius, nomlbre prerromano: 105.
Coranius: Véase (Caranius)).
Corduba, ceca hispánica: 274.
Garuncanius, gentilicio galo: 137.
Covachas: Véase «Cuevas», cohbrigw.
Cráneos humanos: 34-40, 248, 250 y 252.
Cremaciones: 181 y 190. Véase ((Incineraciones)).
Cretáceo: 286.
Cronología: 39, 51, 54, 59, 70, 84, 86, 87, 89, 101, 102, 106, 110, 168, 169, 173, 182, 200-202,
206, 213, 216-222, 225, 226, 229, 237, 239, 276-280 y 282
Cruces regmátiaas: 292.
Cuarcita, objetos de: 51.
Cuaternario: 44, 55, 202, 286 y 288.
Cuencos cerámiws: 49,5163 y 226; - de oro: 96 y 97.
Cuentas de collar de oro: 96 y 97.
Cuevas: 7-18, 27-41, 46, 55-91 y 260-265; - artificiales: 46; - erXw1iticas: 27-41, 57 y
260-265; - neobiticas: 38 y 55-91; - paleolitlcas: 7-18, 60, 6 1 y 84; - sepulcrales:
27-41, 56, 87 y 88.
Cultivadores: Véase ccAgricultores».
Cultural, supremacía: 101.
Cunbaria, ceca hispánica: 274.
Cumpennus, nombre cbltico: 123.
Cyprea, c
Ohacense, cultura: 58, 59 y 84.
Dagomarus, nombre galo: 135.
D m a n i a , ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Damanitanos: 278.
Danius, Dannia, Dannius; nombres galos: 129.
Dannedinnis, nombre galo: 129.
Dannia: Véase ctDanius».
Dannissa, nombre galo: 129.
Dannius: Véase ((Daniusn.
Danno-, prefijo prerromano: 128 y 129.
Dannomarus, nombre céltico: 123 y 129.
Dannonia, D a m n u s ; nombres galos: 129.
Dannotala, Dannotalus; nombres galos: 123 y 129.
Dannumara, nombre gallo, 129.
Dannus: Véase (PDanu)).
Danopis, nombre gala: 129.
Danu, Danus, Dannus; nombres galos: 129.
Dattcrvir, nombre céltico: 123.
Decoración acanalada: 77, 78, 80, 81, 87, 88, 264, y 265; - de corldones e n relieve: 57, 58,
77, 82, 83, 199 y 271; -- excisa: 82 y 83; - geometrica: 58, 59, 77, 78, 82, 83, 87,
1, 183, 186, 188, 200, 201, 213, 215, 217, 219, 225-230, 237, 243, 254 y 255; - im182,
presa: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225, 243, 244, m y 265; - - con cardium: 33, 34, 37, 38, 40 y 48; - incisa: 41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 198,
199, 243 y 244; - - poskcoccibn: 58, 61, 65, 78, 80 y 88; - con pefne: 76, 77,
82 y $3; - pintada: 41, 83, 107, 108, 163, 164, 168, 174, 182, 186-188, 198-201, 243,
244, 251, 254, 271 y 272; - de temas humanos: 88; - - - vegetales: 198, 199,
213, 215, 226, 228, 2% y 237; - - - momorfos: 88, 201, 217. 219 y 237; - de
verdugones : 51.
Defensas: Véase cbMuraülas», ((Torres)),etc.
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Denaxios: 276 y 277.
Bntalium: 16.
De-ante,
granos de: 80.
Diaclasas: 284.
Dia&mas de oro: 94 y 96.
Dientes de animaü: 16 y 75; - humanos: 40 y 65; - de silex de h o ~ 51.
:
Difusión monetaria: V6ase *Circulación monetarian.
Dimarius, nombre gailo: 123 y 135.
Diorita, objetos de: 51.
Discos de alfar: 225 y 230; - de bronce: 232 y 234; - de oro: 96 y 97.
Disianius, fpntilicio galo: 137.
Divinidades: 135.
Divix, nomnbre galo: 113.
Divixtus, nombre céLtico: 111.
Dolia: 219-221, 224, 225 y 235.
Dolicocéfalos: 39.
Dóhenes: 56 y 62.
Donn-, prefijo <ico: 114.
Dmornarus, nombre galo: 135.
Dorso rebajado: Véase m de dorso rebajados.
a
s
Dovimrix, nombre céltico: 123.
Dracmas: 276.
mora, ceca hispánica: 274.
Eburoivaccus, nombre c6ltico: 123.
Wusus, ceca hispánica: 274 y 276.
Ecimaria, iEcimarius; nombres gaüos: 123 y 135.
Economia: 235, 339, 273 y 279-282.
Ecrlto, .nombre céltico: 123.
Edad del Bronce: 10. 11, 21, 23, 39, 44, 48-54, 57, 64, 65, 67-69, 76-83, 86-89, 91, 94, 98 Y 235;
- del #Hierro:48, 53, 64, 65, 67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88, 9S97 y 200; Primera - -: 53, 64, 65,67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88 y 200, véase aHaJlstattn, aibéricon y UEne,
La)); - Media: 10, 44, 45, 51, 85, 179, 182, 195-199, 203, 210 y 224.
Edanius, gentilicio galo: 17.
Edetanos: 164 y 165.
Ediculos romanos: 45.
Edificios: 45 y 169; - ibéricos: 169; - romanos: 45.
Egipcia, lengua: 172.
Stsiggos, noabre gao: 127. Véase ~rExkiggoreixn.
Eku&lakos,ceca hispánica: 274 y 278.
-elius, terminación gala: 105 y 106.
Emerita, ceca hisp8nica: 274.
E m p i a e , ceca hispbica: 274, 276 y 277.
prefijo .perromano: 152 y 153.
-en, sufijo prerromano: 110.
Enania, Inanius, !Enlnania, (Eiuianius; gentilicios galos: 137 y 153.
Eneolttica: 27-41, 57, 201, 2ü2 y 205; Enterramiento -: 27-41.
Enihudius, nombre galo: 123 y 153.
mica, Enicius, Ebicus; gentilicio3 galos: 153.
EMgenus, gentilicio galo: 153.
Enimanuus, gentilicio galo: 153.
Enissa, gentuicio galo: 153.
Enistaüius, Enistalus; antroponirnos gaüos: 112 y 153.
Enna., gentilicio gdo: 153.
Enaaeus, gentilicio ga~lo:153.
EJxhnani* Snnanius: Véase (ananian.
Ennebox, gentilicio galo: 153.
Ennius, gentilicio preromano: 106, 152 y 153.
Enomnacius, nombre céltico: 123.
Enlterramientos: 48, 56, 60, 61, 86-88, 196, 199-201, 210-216 y 252; - colectivos: 97-41.
Fmumeneius, gentilicio galo: 153.
[page-n-359]
Epigwfia: 94101, 103, 104, 107, 108, 114, 116, 118, 119, 163-176 y 210; - gala: 98 y 103;
- griega: 99,100 y 114; - bbérica: 99-101,107, 108 y 163-176;- ,prerromana: 118
y 119; -romana: 104, 107, 108. 116, 164 y 210.
Elpitaíios: 210. Véase (@Lápidas,.
Elquidos: 232.
Erala, ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Eralakos, epEgrate monetal: 274 y 278.
EPimheian, tipo de espada: 67-69,87, 89 y 90.
Ercauica, .ceca hispamicat: 274.
Er ,Lannic, estilo cer6mico: 59.
Erteboliense. culitura: 18.
Escingus, Bxcingos, (excingus; nombres galos: 123, 126 y 127.
Escondrijos de bronces: 60, 61, 70 y 86.
Escritura: Véase Wlfabeto», ~Imipcionesn,
ate.
Esculturas: 222.
Ekkeggai, ~EMteggor;vmmbresgdm: 127.
Eslabbn de oro: 96.
Esmerius, nombre céltico: 123.
Espadas: 6 ,61, 67-69,87, 89 y 90.
0
Espectro-a~lisis:93-97.
Espeleología: 56, 56, 59, 60, 65 y 76.
Espirales de bronce: 75; - de wbre: 75; - de oro: 97.
Esqueletos humanos: 32 y 37.
@Huesos
humanosr.
Esquirlas de silex: Véase @Lamas».
Estampada, cerámica: 225 y 230.
Estwques: 224.
Estano: 93, M y Y-98.
Estelas ibéricas: 172.
Estratigrafia: 10-12,15, 30, 31, 43, 46-49,57-59,70, 77, 79, 81, 84, 86, 88, 91, 102, 179-182,
190 191, 193, 195, 196, 200, 201, 262, 263 y 293.
Rsunertus, nombre céltica: 123.
-et, suwo pcerromano: 112.
etes, sufijo iMrico: 112.
Etnia: M2, 106-108 y 110-116.
Etrusoo: Véase dNwdetruscor.
Excengolatis, Excengola&us;.n&bres gatlós: 123 y 127.
Exciggorix, Mggoreix; nanbres galos: 123 y 127. Véase aksiggos~.
Excingilla, (Excingi!ilius, Sscingillus; nombres galos: 123 y 127.
Excioigomagus, 'Excingomarus; antropónimos galos: 123, 127 y 135.
Excingos. Excingus: Véase «Escingus».
~xci~&us';~bior&n,
ammbre galo: 127.
Exkiggoreix: Véase uEksiggosr g aExciggorixr.
~xomna,
Exomnius, ~ x ~ n anombre céhtico: 123.
s ;
Explomiones: 10,20,43.51,56,208,211,212,235,241 285.
y
Explotaciones mineras: 94.
F&&tas: 251.
Faillas geol6gicas: 2W-286. 288-200,292 y 293.
Fauna: 11, 12,16, 19,2 ,24,25,44,46-49,5 . 64,65, 75. 169, 196, 202 y 232.
0
8
Wnicios: 96 y 273-276.
Fibula de oro: 96 y 97.
Flauta de Pan, asa en: 58 y 59.
Flecha: Véase aPuntas de flechan.
Nora: 57.
Fondos de cabafia: Véase cdCabafiasi~.
Fortalezas: 44 y 61.
Fosas cremabrias: 181. 190 y 199-201;- bctónicas: 284, 286-290,292 y 293.
Fuentes de certimica: 226; - de vidrio: 232 y 233.
Fundm-ius, gentilicio galo: 137.
Fundición de metales: 51, 94, 98 y 232.
Fusayolas: 64, 217 y 219.
M e s , ceca hispánica: 274-276.
[page-n-360]
Gaiellus, antropirnimo Iigur: 113.
Galo: 99-161, 274 y 275; - romana, cerámica: 64, 65, 67, 83, 86 y 161;
- romanos:
85
Y 275.
Ganaderia: 67, 235 y 281.
Geologia : 283-294.
Geométrlca, decoración: 58, 59, 77, 78, 82, 83, 87, 88, 182, 183, 186, 188, 200, 201, 213, 215,
217, 219, 225-230, 237, 243, 254 y 255.
Gentilicios: 105, 106, 137, 153 y 278.
-genus, sumo céltico: 105.
Germanius, gentili~cio: 137.
Glandes de plomo: 196.
Grabados e n hueso: 12; - rupestres: 56, 59-61, 83 y 84.
Graccurris, ceca hispánica: 274.
Grafitos: 61, 65, 83, 100, 101, 110, 217 y 219.
Gravas: M, 58, 84, 179, 181, 182, 191, 196, 200, 201, 210 y 313.
Gravetiense, cultura : 84.
Griega, cerámica: 10 y 114. VBase «Atica».
Griego, griegos: 98-100, 108, 109, 112-116, 118-120, 127, 135, 139, 164, 222 y 275-277.
Gris ampuritana, cerámica: 199-201.
Guanche, lengua: 172.
Guipuzcoano, dialecto: 167.
Hachas: 33, 34, 38, 41, 51, 5749, 72, 73, 202 y 203; - de bronce: 51; - de hierro: 72
y 73; - de piedra pulida: 33, 34, 38, 41, 51, 58, 202 y 203; - pulidas de silex:
57-59.
Hallstatt, cultura de: 53, 64, 65, 68-70, 72, 76, 81-83, 86, 87, 91 y 94.
Helénica, cultura: 115.
Helenística, cultura : 276.
Hendidores de piedra: 47.
Helix: 12, 16 y 47.
Hemigkofen, tipo de espada: 87, 88 y 90.
Hidrología: 288 y 289.
Hierro, objetos de: 31, 41, 61, 69, 70, 72-76, 181, 186, 189, 196, 199-201, 229 y 251; Edad
del -: 48, 53, 64, 65, 67-70, 72, 76, 81-83, 86, 88, 93-97 y 200; véase ((Kallstatt)),
«Ibérico» y «T&ne,La».
Hogares: 46, 57, 58, 60, 61, 6%65, 67, 84, 85, 191, 193, 195 y 196.
'Hojas de silex: 10, 12, 13, 16, 17, 49, 51, 191~194y 201; - - - dentadss: 16 y 51;
- - - d e dorso rebajado: 10, 12, 13, 16 y 17; - - - semilunares: 191-194 y 201.
Horgen, cultura de: 57 y 65.
Hornos de la Edad del Bronce: 57; - cerámicos romanos: 219 y 225.
Horsts triásicos: 284, 285 y 288.
Hoyos de postes: 57.
Hoz, dientes de silex de: 51; - de madera: 51.
Hueso: 10-12, 116, 3.1-40, 49, 58-61, 64, 65, 181, 189, 196, 199, 201, 202, 232, 236, 243, 248,
250, 252 y 263-265; objetos de -: 10-12, 16, 61, 64, 181, 232 y 236; - de animal:
16, 58, 61, 64, 65, 196, 202, 232, 263 y 264; - grabado: 12; - humanos: 31-40, 49,
59-61, 64, 189, 199, 201, E43, 248, 250, 252 y 263-265.
Ibérica, cerámica: 10, 1 , 32, 107. 108, 163468, 170, 173, 174, 181, 183-188, 190, 199-201,
1
243, 244, 246, 250-252, 254, 255, 267, 258, 266, 271 y 272; - arcaizante. cerámica:
185, 186 Y 199.
IbBrico: 10, 1 , 32, 94-97, 99-161, 163-196, 199-201, 235-23'1, 241, 243, 244, 246, 250-252,
1
254-258, 266272 Y 274-282.
Ibero-púnico: 169.
Ibero-romano: 171, 173, 320, 221, 235-237, 266 y 271-282.
Ibesor-en, antropónimo prerromano: 110.
Ibliomaria, Ibliomarus; nombres galos: 135.
Idolos oculados eneolíticos: 37.
Igaldesken, epígrafe monetal : 278.
Ikalkusken, epígrafe monetal: 278.
Ikalon, antroponimo prerromano: 110.
Ikalosken, ceca hispánica: 274, 277 y 278.
Ikal-sken, epígrafe monetal: 278.
Ikaltuneken, epígrafe monetal: 278.
Ilatois-ar, antropónimo prerromano: 110.
[page-n-361]
Ilerda, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilergetes, ceca hispánica: 274 y 278
Iliberris, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilici, ceca hispánica: 274.
Iliomarus, Illiomarus; nombres galos: 123 y 135.
Ilipa, ceca hispánica: 274.
Iltirkesken, leyenda monetal: 274, 27'1 y 278.
Iltirta, ceca hispánica: 274 y 277.
Ilturi, leyenda monetcil: 274 y 277.
Importaciones: 86, 93, 95, 98 y 200.
Impresa, cerámica: 41, 51, 57, 65, 82, 175, 186, 188, 199, 225-227, 243, 244, 264 y 265;
- con cardium, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40 y 48.
Imprentas digitales: 61 y &2; - vegetales: 57 y 196.
Incineraciones: 87, 181, 190, 243 y 254.
Incisa, decoración: 41, 51, 57, 65, 77, 80, 83, 88, 163, 169, 171, 172, 198 y 199.
Indoeuropeos: 109 y 112.
Industria: 281; - litica: véase ((Piedra))y «Silex».
Indutiilos; nombre céltico: 109.
Indutiomarus, nombre galo: 123 y 135.
Indutius, nombre céltico: 100.
Inhumaciones: 36 y 37.
Inmigraciones: 44, 102, 114 y 115.
Inscripciones: 99-103, 105, 107-109, 112-116, 120, 121, 127, 139, 161, 163-176, 210, 274, 277
y 278; - célticas: 100 y 109; - galas: 99-101, 109, 115, 139 y 161; - griegas: 99,
100, 108, 109, 112, 113, 115, 120, 121, 127 y 139; - ibéricas: 94101, 103, 107, 108,
114, 115, 120, 121, 163-176, 277 y 278; - latinas: Véase ((Inscripciones romanas));
- lepónticas: 100 y 115; - libicas: 172; - libiofénices: 274; - prerromanas:
100, 120 y 121; - púnicas: 274; - romanas: 100, 102-105, 107, 108, 116, 120, 121,
163, 168, 173, 210, 274, 277 y 278.
Invasiones: 87, 102, 106 y 114-116.
Ioviccorix, nombre céltico: 123.
Iovimarus, nombre galo: 135.
Itálica, ceca hispánica: 274.
Itesketin-ar, antropónimo prerromano: 110.
Itutii-te-mi, antropónimo galo: 109.
Ivomagi, nombre céltico: 123.
Jabalíes: 232.
Jarros: 196-199 y 211-213.
Joyas de oro: 93-97.
Kabirilo, antropónimo galo: 109.
Kaiu-mi, antropónimo ligur : 109.
Karate, antropónimo galo: 109.
Kasike, antropónimo galo: 109.
Kastelo, leyenda monetal: 274.
Katualos, nombre céltico: 109.
Katuis-ar, antropónimo galo: 109.
Kelse, ceca hispánica: 274 y 277.
-ken, sufijo ibérico: 110.
Kerekontona, epígrafe monetal: 115.
Kese, ceca hispánica: 274, 277, 280 y 282.
Keuper, periodo geológico: 284, 286-288 y 293.
Kon-, prefijo prerromano : 114.
Kondonnakre, epígraúe monetal : 114.
Kontonakere, epígralfe monetal: 114.
-kos, sufijo ibérico: 278
Kulesba, antropónimo ibérico: 108.
Kulestiles, nombre ibérico: 108.
Kulesuria, nombre ibérico: 108.
Labortano, dialecto: 167.
Ladrillos : 224.
Laelia, ceca hispánica : 274.
[page-n-362]
Láminas: 16, 34, 41, 58, 59, 75, 76, 96, 97, 192-1434, 229 y 232; - de bronce: 75, 76 y 232;
- de hierro: 229; - de oro: 96 y 97; - de plomo: 232: - retocadas de silex: 16,
34, 41, 58, 59 Y 192-194.
Langa, topónimo ligur: 112.
Langa-, prefijo ligur: 112; -, elemento toponímico hispánico: 112.
Langasco, topónimo ligur: 112.
Langates, topónimo ligur : 112.
Lañado de vasijas: 182.
Lapas: 193.
Lápidas romanas: 104, 116 y 164.
Lasoas d e silex: 12, 16, 46,47, 49, 58, 59, 192, 193, 232 y 236.
Lastigi, ceca hispánica: 274.
Lat-, prefijo galo: 160.
La Tkne, cultura de: «Véase ((Tene, cultura de La,.
Latina, lengua: 173, 277 y 278.
Latinas, letras: 100, 102, 103, 105, 107, 120, 121 y 274.
Lattius, Latto, Lattus; iantropónimos galos: 161. Véase ~ L u t t i u s ~ .
Latumarus, nombre galo: 135. Véase ((Litumaran y ~Lutumarusn.
Launaciense, cultura: 69.
Lengua bereber: 172; - celtibérica: 108; - egipcia: 172; - gala: 99-176;- guanche:
172; - ibérica: 94161 y 163-176;- latina: 173, 277 y 278; - ligur: 106-110,112.
113, 116 y 125; - micénica: 108; - vasca: 167, 170 y 172.
Lenguas célticas: 100, 104-106, 109, 111-114, 122, 123 y 161; - prerromanas: 99-176;
- semíticas: 172.
León, representaciones de: 213.
Lepónticas: 100 y 115.
Leptolitico: 43 y 46.
Letras: 89-103, 105, 107-109, 11'1-116,118-121, 127, 135, 139, 163-176,274, 375, 277 y n B ;
- griegas: 99, 100, i108, 109, 112, 113. 115, 116, 118-121,127, 135 y 139; - ibéricas:
99-101,107, 108, 111, 112, 114-116,119-121,263-176, 274, 275, 277 y W8;- latinas:
100, 102, 103, 105, : ? 120, 121 y 274; - Iibiofénices: 274; - nord-etruscas: 100, 120
O,
y 121; - púnicas: '174;- turdetanas: 169-171,176, 274, 277 y 376.
Letreros: Véarse «Inscripciones».
Letten, tipo de espada: 87.
Leudo-, prefijo indoeuropeo: 112.
Leudmarus, nombre galo: 123 y 135.
Liamarus, nombre galo: 135.
Líbica, lengua: 172.
Libiofénices: 274.
Licorix, nombre céltico: 123.
Ligures: 106-110,1'12-114,116, 125, 127, 141, 143, 149, 151, 155, 157, 159 y 161;
antropónimos: 106, 108, 110, 112, 113, 125, 127, 141, 143, 149, 151, i155, 157, 159 y 1 B .
1L
Lingüística : 99476.
Lita, Litanius, Litano; antropónimos galos: 11 y 137.
31
Litav-, prefijo galo: 130 y 131.
Litaviccus, nombre galo: 131.
Litavus, nombre galo: 131.
Littiosa, nombre galo: 131.
Litu-, prefijo galo: 130 y 131.
)Litucc, preíiy galo: 130 y :31.
Litucca, Lituccius, Lituccue; nombres galos: $31.
Litugena, Litugenius, Litugenus; nombres galos: 123 y 131.
Litugius, nombre galo: 131.
Litullina, nombre galo: 131.
Litumara, Litumareos, Litumariis; nombres galos: 123, 131 y 131. Véase uLatumarus» y
((Lutumarus~.
Litus, nombre galo: 131.
Litussius, nombre galo: 131.
Livanius, gentilicio galo: 137.
Lobos: 75.
Lacras, tipo de espada: 87.
Longo-, prefijo ligur: 112. Véase uLanga-B.
Longostaleten, Longistaletes; ceca gala: 1\12y 274.
-.
[page-n-363]
Longostaleton, epigrafe monetal: 112.
Losetas d e pavimentos: 224.
Loukoriknos, Loukotiknos; epigrafe~
monetales: 112.
Lucanius, gentilicio : 137.
Lucernas: 32, 41,223,225, 230-232 y 234; - de bronce: 232 y 234; - moriscas: 32 y 41.
.
Luta, nombre galo: 133.
Lutarius, nombre galo: 133.
Lutat-, prefijo galo: 132 y 133.
Lutatius, nombre galo: 133.
Lutea, Luteia; nombres galos: 133.
Lutev-, prefijo galo: 132 y 133.
Luteva, Lutevius, Lutevu; nombres galos: 1 3
3:
Luto, nombre galo: 133.
Lutonia, nombre galo: 133.
Lutta-, prefijo galo: 132 y 1 3 .
13
Luttacus, nombre galo: i 3 .
13
Luttius, nombre galo: 133. Véase wlattiusn.
Lutto, nombre galo: 133.
Luttonius, nombre galo: 133.
Lutu-, prefijo galo: 132 y 133.
Lutulla, Lutullus; nombres galos: 133.
Lutumarus. nombre galo: 1 . Véase ~Latumarusnv aLitumarusn.
%
Macetas de cerámica: 57 y 59.
Magistrados municigales: 110 N 112.
~ a í a n i u s gentilicio-galo: 137.,
Mailhaciense, cultura: 78 y 86.
MainSuabia, cultura: 87 y 88.
Malaka, ceca hispánica: 274.
Marcas de ceramistas: 171, 173, 175, 182, 226, 227, 229 y 237.
Marfil, objetos de: 232 y 236.
Mármol, objetos de: 232 y 238.
-maro-, partícula gala: 134 y 1 3 .
15
Martillos de piedra: 41.
Máscaras de oro: 94-96.
Massalia, ceca gala : 274 y 276.
Massaliotas: 114.
Matugenus, nombre céltico: 123.
Medias lunas de silex: 191-191 y 201.
Medieval, acequia: 44 y 209; - ceramlca: 10, 32, 182, 196-149,203, 220 y 221; - pobla,
dos: 1 1 y 203.
'9
Mediolanum, topónimo galo: 157.
Mediamatricus, topónimo c6ltic.o: 155.
Mercados: Véase «Comercio»,~Importacionesr,
etc.
Mesaticbfalos, oráneos: 39.
Mesolitico: 48.
Metal: 31, 32, 41, 51, 52, 5961. 6476, 82, 83,86-91,93-98, 100, 107, 108, 137, 141, 18-1,186,
188, 196, 199-201,212, 226, 229, 232, 2 3 , 235, 243, 244, 250, 251, 276, 279 y 282. i4
Metalurgia: M, 95 y 98.
Metianios, gentilicio galo: 137.
Metico, antropónimo : 105.
Metrologia: 275277 y 280.
-mi, partícula ibérica: 101.
Micénicos: 108.
Microlitismo: 192, 193,201 y 202.
Microlitos de silex: 192, 193 y 201.
Migraciones: 44 y 102.
Miliarios romanos: 45.
Minas de oro: 94.
Minería: 94 y 281.
Moc-, prefijo gaIo: 1154.
Véase aMog-B.
Mocca, Moccius, Macco, Moccus; antroponirnos galos: 106, 110, 154 y 155.
Moccasia, antropónimo galo: 155.
Mocrcilo, antropónimo galo: 155. VBase aMogillon.
[page-n-364]
Moccius: Véase nMoccan.
Mocco : Véase «Mocca».
Maccus : VBase ((Mocca)).
Moceia, Mocia; antropónimos galos: 155.
Mocet-, prefijo galo: 154.Véase ((Moget-))y ((Mogit-».
Mocetimarus, M o g e t i i r u s ; nombres galos: lC?3,135y 155.
Mocia : Véase ((Mooeian.
Mociacus, Mogiacus; antropónimos galos: 154 y 155.
Mociantus, antropónimo galo: 154 y ,155.
Moco, Mocus; antropónimos galos: 155: Véase ((Mocca)).
Mog-, prefijo galo: 154. Véase «Moc-».
Moget-, prefijo galo: 154 y 155.Véase ((Mocet-))y ((Mogit-».
Mogetilla, Mogetillus; antropónimos galos: 155.
Mogetimarus: Véase ((Mocetimarus)).
Mogetius, antropónimo galo: 106, 110,154 y 155.
Mogiacus: Véase «Mociacus».
Mogiilo, Mogillonius; anlxopónimos galos: 1155.
Véase «Moccilon.
Mogio, antropónimo galo: 155. Véase «Moceia».
~ o g i t - prefijo galo: i54. Véase ((Mocet-»y ((Moget-».
,
Mogituma, antropónimo galo: 155. Véase ((Mocetirnarus)).
Mogonia, antropónimo galo: 155.
Molares de animal: 16.
Molde de fundición: 51.
Molederas: 45, 51,254 y 256.
Molinos: 45,51, 224, 252, 254 y 256.
MoIUSCOS: 12, 16, 46-48, 61, 193 y 202.
Monedas: 98, 99, 101, 107, 110-1115, 119, 161, 166, 206, 212, 213, 216, 218-222,224, 225, 232,
238, 239 y 973-282,- galas: 274-276;- griegas: 98, 107 y 275-277;- hispano-romanas: 277, 279 y 282; - ibéricas: 107, 110-113, 119, 216 y 273-282;- punicas: 275 y
276; - romanas: 166, 212, 233, 216, 218-222,224, 225, 232, 238, 239 y 273-282;- republicanas: 277.
~onianiÜs,
gentilicio galo: 137.
Montanius, gentilicio *prerromano: 137.
Morisca, cerámica: 32, 41, 196-199 y 203.
Mosianius, gentilicio galo: 13'7.
Multelius, nombre prerromano: 105.
Muninielis, nombre ,prerromano: 105.
Murallas: 21 y 235.
Muros: 10, 24, 57, 6ü, 63.67, 85, 137, 169, 179, 208, 219, 221, 246, 254, 260 y 266.
Murranius, gentilicio galo: 137.
Nabarro, dialecto: 167.
Narbo, ceca gala: 274; -, topónimo: 110.
Natica, conchas de: 47.
Necrópolis: 51, 80, 88, 96, 97, 199, 200, 202, 205, 210, 241, 243, 247-252 y 254: - aigárioas:
51; - de la Edad del Bronce: 51, 80 y 88; - eneoliticas: 202 y 205, véase «Enterramiento~aolectivos)); - ibéricas: 96, 97, 199, 200, 241, 243, 250-252 y 254;
- romanas: 210, 247-250 y 252.
Nemanius, gentilicio galo: 137.
Nernausus, ceca gala: 274.
Neolítica, cerámica: 33, 34, 37, 38, 40, 57-59,64, 65,84 y 193.
Neolítico: 33, 34,37-40,4 ,54, 57-59,64, 65, 84, 177-196 y 201-203.
8
Neron-, topónimo: 110.
Neronken, ceca ibérica: 110-113.
Nertomarus, nombre galo: 135.
Nertovalus, nombre céltico: 123.
Nevianius, Novianius; gentilicios galos: 137 y 155.
Nevius, nombre cprerromano : 105.
Nimpheo: ,168.
Níquel: 96 y 97.
Nitiogenna, nombre céltico: 123.
Nomadismo: 44, 46 y 48.
Nombres ibéricos: 163, 165, 167, 168 y 172; - latinos de cecas: 274; - sudgalicos: 175.
Nord-alpina, cultura: 87.
[page-n-365]
Nord-etrusco, alfabeto: 100, 115, 119, 120, 125, 129 y 135.
Novianus: Véase ~Nevianius)).
Núcleos d e silex: 16.
Numismática: Véase «Monedas».
Obulco, ceoa hispánica: 274 y 277.
Ocre. $12.
Oilaumikos, epígrafe monetal: 1 1
1.
Okain, antropónimo qrerromano: 110.
-010, sufijo céltico: 113.
Olontigi, ceca hispánica: 274.
Olpes, 211-213.
Ollas: 186 y 200.
Ombanius, gentilicio galo: 137.
Onomástica: 99-161, 163, 165, 167, 168 y 172; - gala: 99-161; - ibérica: 93-161,
163, 165, 168 y 172; - ligur: 108, 113 y 116; - romana: 105, 137 y 153; - vasca: 167.
Oppida : Véase ((Poblados)).
Orippo, ceca hispánica: 274.
Oro, objetos de: 93-97.
Orogenia: 2%.
Orosi, ceca hispánica: 274 y 277.
Osarios: 36.
Osca, ceca hispánica: 274 y 277.
Osicerda, ceca hispánica: 274.
Osiobar-en-mi, antropónimo galo: 109.
Osset, ceca hispánica: 274.
Otanius, gentilicio galo: 137.
Otesu, antropónimo qrerromano: 110.
Oviccorix, nombre céltico: 123.
Ovidcs: 232.
Oxio-barro, nombre céltico: 109.
Palafitos: 53 y 80.
Paleolitico superior: 7-18, 44, 46, 48, 61 y 84.
Palmetas: Véase ((Decoración vegetal)).
Par-, prefijo galo: 148 y 149.
Paramo, antropónimo galo: 149.
Parassius, antropónimo galo: 149.
Paredes de piedra: 10, 24, 57, 60, 63-67, 85, 137, 169, 179, 208, 219, 221, 246, 254, 260 y 266.
Paredes finas, cerámica de: 225 y 231.
Pareta antropónimo galo: 149.
Parra, nombre galo: 105, 106, 148, 149 y 157.
Pa~ridius,antropónimo galo: 149.
~arrionis;
antropónimo galo: 149.
Parucius, antropónimo galo: 149.
Patelas: 12.
Pateras: 107, 183-186, 188, 226, 227, 229, 231 y 237; - campanienses: 186, 188, 229 y 231;
- ibéricas: 183-186; - metálicas: 107; - d e sigillata: 226, 227, 229 y 237.
Pavimentos: 57 y 224; - en espiga: 223.
Pax Augusta: 208.
Pebanius, gentilicio galo: 137.
Pecten: 193; - jawbeus: 16.
Pectúnculo, conohas de: 47 y 202.
Peda, Pedia, Pedo, gentilicios galo-ligures: 105, 139, 140 y 141.
Pedanius, gentilicio galo-ligur: 105, 109, 137, 140 y 141.
Pedia: Véase uPeda».
Pedo: Véase ((Peda)).
Pedulus, Peduiiina, Pedullus, Pedulluis; antropónimos galo-ligures: 105, 109, 140 y 141.
Pedullus Arelateusis, antropónimo galo-ligur: 141.
Pedusius, antropónimo galo-ligur: 140 y 141.
Peinada, cerámica con decoración: 76, 77, 82 y 83.
Pelianus, gentilicio galo: 137.
Pendientes: 96-98 y 189; - de bronce: 189; - de oro: 96-98.
Pentanius, gentilicio galo: 137.
[page-n-366]
Percutores de piedra: 51, 191 y 193.
Perforadores de silex: 12, 13 y 192.
Perfumes: 53: Véase «Resinas aromáticasn.
Perros, representaciones de: 217 y 219.
Pesas: Véase ~Ponderalesn.
Pesca: %l.
Petranius, gentilicio galo: 137.
Pfynculture: 57 y 58.
Piedra, objetos de: 10-14, 16, 17, 31-34, 38, 41, 44-51, 53, 57-59, 6. W, 100, 101, 104,
83,
116, 164, 169. 172, 179, 182, 191-19% 196, 198, 199, 201-203, 210, 219, 224, 232, 234,
236, 238, 240, 249, 252, 254, 256 y 263-265; - pulida: 31-34, 38, 41, 51, 58, 202 y
203; - moledera: Véase: aMolederasn y «Molinosn.
Pinturas rupestres: 19-26,56, 50-61, 76,84, 88 y 87; - - esquemáticas: 2rl y 26; - - levantinas: 24 y 25.
Pisos: Véase pavimentos sr.
Pizarra, objetos de: 232.
Plaquetors de alfarero: 225 y 230; - de piedra: la.
Plata: 93-98, 276 y 282.
Platino: 93-98.
iP14ktos: 51, 54, 65, 127, 182, 186, 197-199 y 229.
Plomo: 96-98, 100, 107, 108, 137, 141, 196 y 232; -, objetas de: 100. 107, 108, 137, 141,
196 y 232; - escrito: 100, 107, 108 y 137.
Poblados: 21, 23, 48, 51. 57, 83, 88, 95-97, 96, 100, 102, 108, 110, 112, 114, 163-203, 213, 222
y 235; - á~abes:179 196 y 197; - de la Edad del Bronce: 21, 23, 48, 51, 57, 88
y 235; - eneoliticos: 57, 201 y 202; - hallstatticos: 83; - ibericos: 96-97, 99,
100, 102, 108, 110, 114, 163-106, 199-201 y 236; - ibero-púnicos: 169; - mariscos:
197-199; - neoliticos: 57, 177-196 y 201-203; - romanos: 213, 222 y 235.
Polen: 57.
Polipodos, vasos: 65, 76-78 y 82.
Politico, poder: 101, 114 y 1\15.
Ponderales: 1N-199 y 232.
Pondus: 218, 219 y 235.
Postes: 57.
Pozos: 61.
Pmmpaniense, cerámica: 186, 188 y 200.
Preindoeuropeo, substrato lingüistico: 112.
Prensa de molino: 224.
Premornanors, inscripciones: 100, la0 y 121; - lenguas: 99-181.
,
Presa fluvial: 209. 210 Y 235.
Príncipes celtas: 113; - ibéricos: 113.
Prospecciones: Véase wExcavacionesi3.
Puentes romanos: 45. 208 y 209.
Puertos marítimos: 113.
Pullanius, gentilicio galo: 137.
PQnico: 169 y 214-276.
Puntas de escotadura: Vease apuntas de muescai3;
de flecha: 1% 12, 13, 16, 11, 33,
34,38,41,49,53, 186, a(YA y 203; - - - de hierro: 196; - - de silex: 10, 12, 13.
16. 17, 33, 34, 38, 41, 49, 53, 202 y 203; - - - - - de aletas y pedúnculo: 10,
,
34~41;----, isoscélicas con muñones laterales: 34 y 41; - - - - romQoi~ales: 38 y 41; - de muesca de silex: 12 y 13.
33,
Punteado, pintura de: 24 y 25.
Punzones: 1%232, 236, 243 y 244; - de-kueso: 12, 232 y 236; - de metal: 243 y 244.
Puñales de cobre: 52.
Quiamelius, nombre prerromano: 105
Radio-carbono: Véase «Carbono 149.
Raederas de silex: 192-194.
Raieliug, nombre prerromano: 105.
Ramas vegetales: 57.
Raspadores de silex: 10, 12, 16, 17 y 202.
Recolectores: 48.
Reconquista cristiana: 203, 205, 209. 210 y 281.
Regadío: U, O, 49, 206, 2 W l o . a13, 221, 224, 235 y a39.
Regatones de lanza: 188, 189 y 199.
-
-
[page-n-367]
Régulos prerromanos: 113.
Repartimiento: 209.
Resinas aromáticas: 200.
Rética. cohorte: 155.
Rhin-Suiza. cultura: 87 r 88.
Rigantikoi nombre galó: 113.
Rimnius. gentilicio galo: 137.
~ i b s 53, i 4 y 85; 1funerarios: 35-31 y 199-201.
:
Riumaneos, patronímico galo: 189.
Rodios: 1'14.
Romana, cerámica: 1.64, 65. 67, 83. 86. 16l. i71-175, 182, .183, 186, 188, 200. 206, 208,
211-213. 215232, 235, 237, 252, 266, 271 y 272.
Romanius, gentilicio: 137-139.
Romanización: Véase aRomanon.
Romario, pueblo, cultura, etcétera: 32-f5, 45, 57, 64, 65. 67, 83, 85, 66, 99, 100, 102-108,
310, 112, 116, 119-121. 137. 153. 155, 15?, 161, 163, 164, 166, 168, 171-175, 182, 183, 186.
188, 200, 206-239, 247-260, 262, 253 y 266-28'2.
Romula, ceca hispánica: 274.
Rotalus, nombre céltico: 123.
Rotanius, gentilicio galo: 137.
Roudianius, gentilicio galo: l37.
Rupestre: Véase aArte».
Rutas: 44 y 45.
Saetabis. ceca hispánica: 274 y 276.
Saguntum, ceca hispancia: 274 y 276.
Saiti, epígrafe monetal: 216 y 274.
Salanius, Selanius. gentilicios galos: 137. Véase uSeranius» y uSolonius».
Salduie, ceca hispánica: 274 y 277.
Santonense, periodo geológico: 286.
Scailianius, gentilicio galo: 137.
Sedimentos: 285, a l , 288 y 292.
Segobriga. ceca hispánica: a74 y 277.
Segolatius, nombre oéltico: 123.
Segomanna, antropónimo céltico: 123.
Segomascis, Swomarus, antropónimos galos: 123 y 135.
Segouia, ceca hispáncia: 274.
Segusiavos, pueblo galo: 161.
S e h e - O M a i n e , cultura 59.
Sekaia. ceca hispánica: 274 y 277.
Sakobirikes, leyenda monetal: 274 y 2T7.
Selanius: Véase ealaniusw.
Selkihr-ar, antropdnimo prerromano: 110.
Sellos: 137.
Semíticas, lenguas: 172.
Senicio, nombre céltico: 109.
Senilr-8r. antropónimo galo: 109.
Sonoeondus. nombre céltico: 123.
Senorix, nombre dltico: IZ3.
Senovir, antropdnimo célticc : 123.
Sepulturas: 60, 86,
y 218-260.
Seraniw, gentilicio galo: 137. Véase rsalniiius~.
Sertu-ar-e, antropónimo prerromano: 110.
Sexi: ceca hispánica: 274.
Siccanius, gentilicio galo: 137.
Sierras de silex: 16 y 51.
Sigillata, cerámica: 174, 175, 182, 183, 200, 206, 212. 213, 215-m, 222-324, 226-230, 235 y
237; - clara A: 213,216 y Zl9; - clara B: 226 y 227; - clara C: 226 y M9; - hispánica: l e , 183, 200, m, 213, Zl5-220. 226-230. 2% y 237; - sudgálica: lr15,
Zi2,
lSa, 183 y 206.
Silanius, gentilicio galo: 13'1. Véase asalaniusw.
Silex, objetos de: 1 4 12-14, 16, 17, 33, 34, 38, 41, 46, 47, 4931, 63, 57-69, 191-194, 201303,
232, 236, 264 y 265.
[page-n-368]
Silos: 235.
Silvanius, gentilicio: 137.
Sillares: 169.
Simomarus, antropónimo galo: 135.
Sinclinales: 293.
Sinebtin, palabra ibérica: 108.
Situlas: 6 1 y 76.
So, epígrafe monetal: 1 1 .
11
Sola, Solius, Solo, Solla, Sollius, Sollo; antropónimos galos: 106, 158 y 159.
Solemutus, Solimutus. antropó~iimos
galos: 123 y 159.
Soli-, prefijo galo: 106 y 158.
Solibitis, antropónimo galo: 123 y 159.
Soliboduus, antropónimo galo: 123 y 159.
Solicia, Solicius, Solicio, Soliicius; antropónimos galos: 106, 158 y 159.
Solicia Vera, nombre galo: 1149.
Solimara, Solimario, Solimarius, Solimarus; antropónimos galos: 123, 136 y 159. Véase
«Solitumarus».
Solimutus: Véase ~Solemutusn.
Solirigius, antropónimo galo: 123 y 159.
Soiirix, antropónimo galo: 159.
Solise~ia,ailtropónimo galo: 123 y :59.
Solitumarus, antropónimo galo: 185 y 159. Véase so limara)).
Solius: Véase asola».
Solo: Véase «Sola».
Solomarius. antropónimo galo. 135. Véase asolimara».
S010nius. Sollonius, antropónimo galo: 159. Véase ~Saianiusn.
Solutrense: 16 y 17.
Solla: Véase «Sola».
Sollicius: Véase aSolicia».
Sollius: Véase asola)).
Sollo: Véase asolan.
Sollonius: Véase ~Solonius)).
Sondeos: Véase uExcavacionesn.
Sortijas de oro: 96 y 97.
.
Sos. leyenda monetal: 111.
Squeillanius, gentilicio galo: 131.
-stai-, partícula ligur: 112.
Suadulius, nombre céltico: 108.
Suadurigius, nombre céltico: 108 y 123.
Suadus, nombre céltico: 109.
Suate, antropónimo galo: 008.
SubbraquicBfalos, cráneos: 39.
Substratos lingüísticos: 112 y 153.
Sudgálica, sigillata: 175, 182, 183 y 206.
Suidos: 232.
Suletano, dialecto: 167.
Tabas: 200.
Taetanius, gentilicio galo: 137.
Talsko, palabra ibérica: 108.
Talskubilos, antropónimo ibérico: 108.
Talladores ueoliticos de silex: 59.
Talleres cerámicas: 163 y 168; - liticos: 47.
Tamaniu, epfgraf e monetal : 278.
Tanne-, elemento ibérico: 129.
Tannogenus, nombre galo: 129.
Tanotaliknos, nombre galo: 129.
Tanotalos, nombre galo: 129.
Tapaderas: 186.
Tardo-romana, cerámica: 220, 221 y 235.
Tarraco, ceca hispánica: 8 4 y 277.
Tauganius, gentilicio galo: 137.
Tectbnica: 284-204282 y 293.
[page-n-369]
Tegulae: 311, 219-221,224 y 235.
Templos romanos: -45.
Tene, cultura de La: 65, 76, 89, 83, 91, 94 y 286.
Terciario, periodo geológico: 56, 284, 286, a 0 y 292.
Terra sigillata: 1 1 , 175, 182, 183, 2130,206, 312,213, 215-220,222-224,226-280,235 y 237.
'4
Terrazas fluviales: 43, 44, 46, 48 y 202.
Teselas: 232 y 286.
Teseras de plomo: 137 y 141.
Tesile. Tessilus. antro~ónimos
galos: 109.
Tesoros: 95-97 y 216-2%.
Tessilus: Véase uTesile».
Teuta-, partícula indoeuropea: 112.
Textos: 100-103, 107-109, 115, 11&121 y 163469; - célticos: 100, 109, 120 y ;
1
'
1
galos: 103, 109, 120 Y 121; - ibéricos: 100-103, 107-109, 120, 121 y 163.160; - lepónticos: 145; - prerromanos: 118-121.
-tin, terminación ibérica: 101.
Tinajas: 51, 163 y 167.
Tincorix, nombre céltico: 123.
Tiunis, epígrafe monetal: 111.
ToponomSstica: 102.
Topónimos: 102, 103. 110-11% 122, 123, 141, 157, 163, 167, 210 y 277; - ibéricos: 102. 103,
110, 163 Y le?; - prerromanos: 102, 118.112, 122 y 123; - vascos: ,167.
Toranius, Turanius, TurranZus; gentilicios galos: 137.
Torques: 'i2,74,94Y 96; - de bronce: 72 y 74; - de oro: 94 y 96.
Torreones: 257-260 y 266.
Toutodivix, nombre galo: 111 y 123.
Traducta, ceca hispánica: 274.
Triásico, período geológico: 2M-204.
Trituradores de piedra: 51.
Tubos de hornos cerMcos: 219 y 2 .
%
Tumbas ibéricas: 96 y 97.
Túmulos: 69, 70 y 83.
7
Turanius: Véase utToraniusn.
Turdetanos: 169-171,176, 2 1 y 278.
'7
Turiaso, ceca hispánica: 274 y 282.
Turranius: Véase «Toranius».
Turritelas: 12 y 16.
Uasile, antropónimo galo: 109.
Uerilo, antropónimo ligur : 109.
Ungulaciones: 57.
Unibelo, palabra ibérica, 108.
Unibetin, antropónimo ibérico: 108.
Untigia, leyenda monetal: 115.
Untika, ceca hispánica: 274. y 277.
Untikesken, étnico ibérico: 108 y 110.
Untikoris-ar, antropónimo ibérico: 108.
Urauk-en, antropónimo prerromano: 110.
Urgulanius, gentilicio galo: 137.
Urnas: Mi, m, 8 1,186,187,199, 200,243, 250, 252 y 264; Véase «Campos de urnas)).
%
Ustrinum: Véase @Fosascrematorias)).
Valentia, ceca hispánica: 274.
Valles cuaternarios: 286;- triásicos: 284-286 y 288-290.
Vascos: 167, 171 y 1l.
rZ
Vasijas, VBase «Vasos».
Vasos: a-55, %-M,65, 76-83, 87, 1 , 96, 97, 107-109, 114, 163-168,181-187, 193, 196-203,243
y 267;'- árabes: 196, 197 y 203; - bitroncocónicos: 79-81. 83, 87, 88 y 183-186;de boca cuadrada: 58;
caliciformes: 184, 186 y 187; - campaniformes: 202 y
2Q3; - carenados: 51 y 52; - con cazoletas internas: 51-54; - cerámicas: 55,
57-59 y 7641. Véase ~Anforas)),
.arBotellas»,«Cazuelasu, ((Cerámica»,«Copas», ((Oueucos)), uDolia», q«l?uentes»,
uJarros)), ((Lucernas)),
((Macetas)),uOlpes», «Ollas»,~Pateras», ((Platos)),«Tapaderass. «Tinajas))y E
-
[page-n-370]
193; - ibéricos: 107-108, 163-168,170, 174, i81, 1-83-186,
199-201,243 y 257; - lañados: 182; - medievales: 182, 196-199 y 203; - moriscos. 197-199;- de oro: 96 y
97; - polípodos: 6 . 75-78 y 82.
5
Vassillus, nombre céltico: 109.
Vebromarus, Vebrumaros, antropónimos galos: 123 y 135.
Vectimarus, Vectumarus, antropóliimos galos: 123 y 135. Véase uvictimaran.
Vectirix, nombre céltico: 109 y 123.
Vecturnarus: Véase aVectimarus».
Veianius, nombre galo: 137.
Velabelius, antropónimo galo: 105 y 143.
Velabus, gentilicio galo: 143.
Velacena, gentilicio galo: 143.
Velaco, Velacus, antropónimos galos: 14% y 1.13.
Velacosta, Velacostis, Velagostius, antropónimos galos: 142 y 143. VBase tVilacostisr.
Velacus: Véase avelacor.
Veladus, gentilicio galo: 143. Véase ctveludiusn.
Velagenius, Velagenus, gentilicios galos: 105, 142 y 143. Véase uvilageniar.
Velagostius: Véase ((Velacosta)).
Velaiunia, gentilicio galo : 143.
Velia. Velius, Velleius, Vellia, Vellius; gentilicios galos: 109, 142 y i43.
Velianius, Velianus, gentilicios galos: 105,137, 142 y 143.
Velius : Véase aVelian.
Veludius, Velloudius, gentilicios galos: 143. Véase aVeladusn.
Velugnius, gentilicio galo: 143.
Velleius : Véase avelia)).
Vellia : Véase uVelia».
Vellius: Véase ~Velia)).
Velloudius: Véase ~Veludiusil.
Ven-, prefijo galo: 106 y 156.
Vena, Veni, Venius, Venna, Venni, Vennius, Venno, Vennus, Veno, Venus; gentilicios
galos: 156 y 157.
Venaesius, gentilicio galo: 157.
Venela, Venelia, Venelius; gentilicios galos: 106, 156 y 157. Véase aVenuieiusw.
Veneno: 53.
Veni: Véase avena)).
Venialus, gentilicio galo: 157.
Venicarus. gentilicio galo: 157.
Venicius, ~ i n i s s i u s ;
gentilicios galos: 156 y 157. Véase ~Venuciusv 9iViniciaIb.
y
Veniclutius, nombre galo: 123 y 157.
Venicotenus, nombre galo: 1123.
Véase ~Vinicoteniusn.
Venilatus, nombre galo: 123 g 157.
Venimara, Venimarus; gentilicios galos: 123, 135 y 15'1.
Venireius, gentilicio galo: 157.
Venissius: Véase avenicius)).
Venius: Véase avena*.
Venixamus, gentilicio galo: 156 y 157.
Venna : Véase avenar.
Venni: Véase avena*.
Vennius: Véase &Vena».
Venno: Véase avenar.
Vennonius, Venonius; gentilicios galos: 156 y 157.
Vennus: Véase ((Vena)).
Veno: Véase avenar.
Venonius: Véase «Vennonius».
Ventippo, ceca hispánica: 214.
Venucius, Venusius, gentilicios galos: 156 y 157. Véase aVeniciusr y ~ViniciaIb.
Venuleius, gentilicio galo: 167.
Venulinus, gentilicio galo: 157.
Venus: Véase ((Vemn.
Venusius: Véase ~Venuciits)).
Veranius, gentilicio galo: 109 y 137.
Verdugones sobre cerámica: 51.
[page-n-371]
Verillo, nombre ligur: 1W.
Veriounus, nombre ligur: 109.
Vesmerius, nombre céltico: 123.
Veusianius, nombre galo: 137.
Vías romanas: 45.
Victimara, Victimaria, nombres célticos: 123 y 135. Véase «Vectimarus».
Vidriado sobre cerámica: 182, 198 y 203.
Vidrio, objetos de: 224, 232,233 y 235.
Vilacostis, Vilagostis, gentilicios galos: 142 y 143. Véase velac costa)).
Vilagenia, Vilagenius, Vilagenus, gentilicios galos: 142, 143 y 157. Vease tvelageniusu.
Vilagostis: Véase ((Vilacostis~.
Villas romanas: 45, 205, 213. 216 y 220-234.
Vinicia, Vinicianus, Vinicius, Vinnucia, Vinucius; gentilicios galos: 156, 157 y 159. Véase uvenuciusb.
Vinicotenius, gentilicio galo: 1 G . Véase tvenicotenus~.
5'
Vinivallia, nombre galo: 124 y 157.
Vinovaleius, gentilicio galo: 123 y 157.
Vinucius: Véase uivinicia)).
Vipsanius. gentiiicio galo: 137.
~6ocantus,-nombre
céltico: 123.
Virotouta, Virotutus, gentilicios galos: 123.
Vitousurix, nombre céltico: 123.
Vlat-, prefijo galo: 160.
Vlati, Vlattius, Vlattu, gentilicios galos: 160 y 161.
Vlato-, prefijo céltico: 161.
Vlattius, Vlattu: Vdase uVlatiu.
Vlatunus, antropónimo galo: 106 y 161.
Vlia, ceca hispánica: 274.
Volcos: 114 y 115.
Vrso, ceca hispánica: 2 1 .
'4
Yacimientos arqueológicos: Véase rcuevas. «Poblados»,etcétera.
Yeso:. 287..
~
.
zinc: 98 y @ .
T
Zoomorfors, temas decorativos: 88, 201, 217, 2.19 Y 237.
- -
[page-n-372]
INDICE DE LUGARES
Aargan, cantón (Suiza): 139 y 153.
Abinromh, Coves d': Véase (Cuevas de Vinromá~.
Abrigo de 1'Assud: Véase ((Assud, abrigo)).
Acci, hoy Guadix (Granada) : 274.
Acinipo, hoy Ronda la Vieja (Málaga) : 274.
Acqui (Alessandria, Xtalia) : 145, 153 y 161.
Adour, río (@rancia) : 115.
Mrica del Norte: 237. Véase @Marruecos» dBínez».
y
Agabhe, hoy Agde (Francia) : 114 Y 118.
Agde (Hérault, Francia): 114 y 118.
Agedincum, hoy Agen (Francia) : 115.
Agen (Lot-etGaronne, Francia) : 115.
Agulles, Sierra de les (Valencia): 285, 287 y 288.
Ahín (Castelión): 210.
Ahun <(Creuse,
Francia) : 133.
Aigaliers (U&s, Gard, 'Francia) : 157.
Aiguesrnortes (Gard, Francia) : 141.
Aimargues (Qard, ,Francia): 151.
Aime-en-Tarantaise (Savoie, Francia) : 123.
Ain, departamento -(Francia): 137 y 161.
Aisne, departamento (Francia) : 135.
Aix-les-Bains (Savoie, ,Francia): 123, 139 y 159; - en-Provence (Bouches-du-Rtiane,
Francia): 123, 127, 151 y 157.
Alatoz (Albacete): 292.
Alava, provincia: 115.
Alba (Cuneo, Italia) : 161.
Albacete, provincia: 1,19-21,23, 27, 51, 286, 287,290 y 292.
Alibaida (Valencia): 28, 35 y 36; - Valle de (Valencia): 27-41.
,
Albufereta, necrópolis de &a ('Alicante): 96, 97 y a00.
Alcalit, poblado del Cabezo de (Azaila, Teruel) : 108. 112 y 172; - del Bío (Sevilla): 96,
97 y 274; - de Xivert (Casbllón): 241-272.
Alcira (Valencia) : 285-287.
Aicowbre (Alcal6 de Xivert, Caatellóin): 242, 252 y 254.
Alcoy (Alicante): 27, 28, 35, 37, 108 y 229.
Alcudia, poblado de La (Elche, IAlicante) : 96, 97 y 169-176:- de Veo (Castellón): 210.
Alcuses: Vease cdBastida de les Alcuses».
Aldaia, Sierra de (Barig, Valencia) : 288 y 289.
Alemania: 67, 69, 87, 89 y 276; - occidental: 87, 127-129, í3M39, 144, 145, 148, 149,
151-159 y 273; -- oriental: 87.
Ales (Gard, Francia) : 147.
Alessandria (Piamonte, Italia) : 122,123, 136,137, 144447, 152,153 y 158-161.
Aliaxo (~Logroño):
274.
Algarve (Portugal). 281.
Algeciras (Cáüiz): 274.
Algora (Guadalajara) : 274 y 277.
[page-n-373]
Alicante, ciudad: 19, 20. 24, 93, 96, 97, 200, 274, 277 y 276; -, provincia: 8, 19, 20, 24,
27, 28, 35, 37, 38, 51, 93, 95-97, 108. 169-176,200-202, 229, 237. 274, 277. 278, 285,
286, 290 y 292.
Aliuhamps (Ciher, ,Francia) : 157.
Alise-Sainte-Reine (C6tes-du-Nord, Francia) : 129.
Aliseda (Ckceres) : 95.
Aljub, camino del (¡Villarreal, Castellón) : 220.
Alman~or,castillo de (Almmra, Castellón) : 51+3.
Almansa (Albacete) : 27, 286 y 290.
Almazora (Castellón) : 43-54,178 y 207-209.
Almedixes, partida (Alcalá de Xivert, Castellón) : 257.
Almmdralejo (Cáceres) : 219.
Almería, provincia: 96, 97 y 295.
Almodóvar del Río ((Jórdoba) : 274.
Almuñécar (Granada) : 274.
Alpes. montes: 59, 87, 99, 105, 106 y 143; - Marítimes, departamento (Francia): 105,
112, 113, 118, 123, 137, 143, 153, 155, 157 y 161.
Alquerías del Niño Perdido, caserío (Villarreal, Castellón) : 207, 209-216 y 221.
Alsace, región (,Francia) : 89.
Alt de 1'lEdra: Vease (EEdra)).
Alta, casa: Véase ((Casa Alta)).
Altzweiler '(Luxemburgo) : 139.
Alleins (Bouches-du-Rhone, Francia) : 119.
Amborió, partida (Alcalá de Xivert, Castellón) : 260.
Ambrosio, cueva de (velez Blanco, Almería) : 295.
Amélie-les-Bains (Pyrénées-Orientales, Francia) : 100.
Amet, balsa de (~Alcalade Xivert, Castellón): 242.
Amiens (Sornme, Francia) : 139.
Ampurias (La (Escala, Gerona): 100, 107, 108, 110, 118, 172, 175 200, 274, 276 y 277.
Andalucía: 53, 93-97,274-277,281, 282 y 295.
Andilla (Valencia) : 52, 53 y 201.
Andrés, cañada de (E1 Sabinar, 'Murcia) : 21-23.
Anduze (Gard, Francia): 113, 123 y 135.
Angel, valle del OAlcalá de Xivert, Oastellón) : 242 y 260.
Angers (Maineet-mire, Francia) : 159.
Anna, río: Véase ((Sec, río)).
Annecy (HauteiSavoie, Francia): 123, 147 y 157.
knse (Rihane, LFrancia): 69, 89 y 90.
Antesit, corral de (Alcala de Xivert, Castellón) : 266.
Antibes (Alpes-iMarítimes, Francia) : 105, 118, 123, 137 y 157.
Antíwlis. hoy Antibes: 118.
ost te (~Lvoie,
Francia) : 123 y 135.
Avt (Vauy:luse. Francia): 1. 125. 127. 135. 157 v 159.
%
~ q u a e e x t i a hoy ~ix-en&ovence: 157..
~
i
Aqu'itania meridional, región (Francia) : 114.
Ar-:
8, 101, 108, 112, 172, 174, 274, 275, 277, 278, 280 y 282; Bajo -: 101.
Aramon (Gard, Francia): 111, 123 y 133.
Arcisats (Varese, Italia): 133 y 149.
Arco de Cabanes (Cabanes. Castellón): 45.
Ardkche, departamento (lmancia): 87, 110, 123 y 133.
Ardennes. devartaunento (Prancia) : 131 8 143.
ArdiBge ¿ ~ a u t e ~ a r o n nFrancia) : 129,i37 y 157.
e,
Arene Candide, cueva de las (Finale ilugure, Italia): 58.
Areneros (Madrid) : 193.
Arekorata, jhoy Algora (Guadalajara) : 274 y 277.
Argamasses, acequia de Les (Villarreal, Castellón) : 206-209 y 224.
Argovia: Véase (Aargan)). .
Ariege, departamento (Francia) : 1 .
%
Arketurki, hoy Artesa de m e (Lérida): 274 y 277.
Arles (Bouches-du+Rhbne, Francia) : 113, 123, 136-143 y 148-157.
ArZon (Bélg'ica): 129 y 135.
&royo Tercero: Véase
[page-n-374]
Arsaos, ciudad antigua entre Jaca y Pamp1ona:-W4 y 277.
Artesa de Segre (Urida): 274 y 277.
Artana (Casteil6n): 210.
Ascoli (Italia) : 1M y 108.
Asido, hoy Medina Sidonia (Oádiz) : 274.
Asquenota, balsa de (Alcalii de Xivert, Casteilón): 242, 252 y 253.
Assud, presa del (!Almazara, Caste116n) : 43-54; - Amigo del (Almazara, Castellon) :
,
43-54.
Asti (AlessWia, Italia) : 137.
Asturias: 281.
Aubagnan (GPunb5ever-sur-l'Adour,
Francia) : 115 y 120.
Aubagne (Bouahes-du-RJhíjne, Francia) : 123, 127, 135 y 157.
Auch (Gers, fiancia): 159.
Aude, río (Francia) : 113 y 114; - departamento (Francia) : 88, 100, 102, 105, 110-116,
,
118-130, 122-127, 130137, 140, 141, 144, 145, 148-153, 156-159 y 274.
Augusta: Véase aVia Augustan.
Austria: 54.
Autun (SaGne-&aire, Francia) : 129 y 135.
Ave, Sierra del (Dos Aguas, Valencia) : 290.
Avenc de la !Don.neOa: Véase tDormlia».
Avenclies (Vaud, Buiza) : 125, 131 y 135.
Avenio, hoy 'Avignon (Francia) : 274.
Aveyron, departamento (Francia): 87 y 237.
Avignon (Vaucluse, Fkancia) : 274.
Ayora (Valencia): W , 281 y XW-292.
Azagador de los Romanos: Véase @Romanos,.
Azaila (Teniel) : 108, 112 y 172.
A z n a l c h r (Sevilla): 274.
Bad Kreuznauh (IAlemania): 133 y 135.
Badaja, provincia: 229 y 274.
Bagnols-sur-Cb (Gard, *Rancia) 131, 138-141 y 156-159.
:
Bailo, hoy 5olonia (Tarifa) : 274.
Bajo Aragón: 101.
Baleares: 96, 97, 274, 276 y 281.
Banasa (,Marruecos): 237.
Bancarrota, molino de (Viliarreal, Castellón) : 209.
Bandajats, camino de (Burriana, Castellbn) : 180.
Barcelona, ciudad: 44, 93, 96, 97, 241 y 252; -, provincia: 44, 93, 96, 97, 172, 241 y 252.
Barcelonette (hsw-Alpes, Francia) : 147 y 159.
Baroheta (Valencia) : 285-290.
Barig l(Valencia): 8, 285, M6 y 288-290.
Barraca, Vaule de la (MciraCarcagente, Valencia) : 2%7.
Barrano, calle del (Viliavieja, Casteli6n) : 203;
Blanc. cueva del (Rótova, Valencia) :
Véase «Blanc, barranco,; - del CasWlet, covacha (Carricala, Valencia): Véase
~Casteiletn; de les Caves (Salem, Valencia) : Véase aCovesn; - dels Espasers
(Villarreal, CasteZlón) : Véase dEspasersn;
de Malet (Benifair6 de Valldigna.
Valencia): Véase maletn; - de la Parra (Tous, Valencia) : Véase @Parrara:
de Eihtil6 (Villarreal, Caste116n) : Véase &&htiLs)); de Saland6 (Benicasim, CasWlón) : Véase &aland6»; - de Bent Antoni (Casteiión) : Véase d a n AntonIo~;
y - del Yeso (Benifair6 de Valldigna, Valencia): Véase UYesoD.
Barranco de la Cafiadica de Andrés (El Sabinar, Murcia): Véase aCañadica de Andrés~.
Barron (Gard, Francia): 159.
Barrou (Gard, Francia) : 123.
Barsella, fuente de la (Salem, Valencia): 2 y 28.
7
Bas-Rbin, departamento (J?rancia) : 157.
Basasa, partida (Alcal&de Xivert, t2mtellón) : 242, 252 y 253.
Baskunes, ciudad antigua prbx'ima a Pamplona:
y 277.
Bassa d M e t (AilcU de Xivert, CWteul6n): Véase uAmetn;
Seca (Villar&, Castelión) : Véase #Seca)).
Baasaiiona (Alcal&de Xivert, Castdión) : 252, 258 y 260.
Bassaepidies, partida (Alcal6 de Xivert, Castell6n): 242, 252 y 263.
-
-
-
-
-
[page-n-375]
Basses-Alpes, departamento (Francia) : 123, 135. 139, 147. 155, 157 y 159.
Basseta &Asquenota (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase ahquenotaw.
Bassignana CAlessandria, Italia) : 123 y 159.
Bastida de les IAlcuses, poblado de la (Mogente, Valencia) : 95-97.
Bastogne CArdennes, Francia) : 143.
Baux, 'Les (Boucuies-du-Rhone, Francia) : 119.
Bavai (Nord, Francia) : 127.
Beaucaire (Gard, Francia): 119, 123, 127, 135 y 156.
Beauregard (Lot, Francia) : 77.
Beausset, Le (Var. Rancia) : 159.
Be& (Castell6n) : 178, 2Q7, 220-224 y 232.
Bédéchan (Auch, Francia) : 159.
Bédoin (Vaucluse, 'Francia) : 123.
Belgenaier (Var, Francia) : 119.
Bélgica: 129 y 135.
Bélgida (Valencia): 193 y 202.
Belmonte de Calatayud (Zaragoza): 274 y 277.
Bellevue (Miredtlantique, Francia) : 90.
Belley (Un, Francia) : 137 y 161.
Bene (Cuneo, Xtalia) : 153 y 157.
Beniarrés CAiicante) : 28 y 38.
Benicadeal, Sierra de (,Alicante-Valencia) 27 y 38.
:
Benicarló (Castellón) : 241 y 243.
Benioásim (Castellón): 202.
Benicató, partida (Nules, Castellón) : 2Zü.
Benidorm (Aiicante): 108.
BenifaJrÓ de Valldigna (Valencia): 287 y =B.
Beniganim (Valencia): 28.
Beniham, despoblado árabe (Burriana, Castellón): 179 y 203.
B e n i i d (Oastellón): 242.
Bérgamo (Mmbardáa, Ktalia) : 123, 153 y 157.
Bergeggi, isla de los (Vado Ligure, Italia) : Véase eiIsola del Berwgin.
Besanpn CDoubs, Francia) : 135.
Bessas (Vallon, ArdBche, Francia) : 123.
Bessozm (Varese, ~Italia) 123 y 143.
:
Béziers (Hérault. Wancia): tDB, 100, 123. 132-135. 146-149 y 152-155.
Bimrp (Valencia) : 291.
Bilbao: 167.
BiBiiis, hoy Caiatayud (Zaragoza): 274.
Bingerbrück CAlemania): 133.
Biríkantin, hoy Brianpn (Francia) : Véase ~Briganten~.
Bisbal, La (Gerona) : 100.
Blanc, cueva del Barranc (Rótova, Valencia): 8; - partida del Corral (Alcal6 de
,
Xjvert, Castell6n): M.
Bocairente (Valencia) : 38.
Bolonia (Tarifa, QWz) : 274.
Bolskan, hoy Huesca: 274, 275, 277, 280 y 2182.
I
Boltes, camino de Les (Villarreal, Castellón) : 209.
Bonn (Alemania occidental): 139.
Bordeaux (Gironde, Francia): 61, 127, 134-137. 153, 159 y 161.
Bordigñera (Impera, Italia) : 58.
Borgo f3an Dalmazm (Cuneo, Italia): 136, 137, 140-143, 148, 149, 152 y 153.
Borgomsnero (Novara, Italia) : 137.
Borriol (Castellón): 45.
Bou, P1& de (Alcalá de Xivert, Castellón) : 245.
Bouahes-du1R,h&ne,departamento (Francia) : 89, 90, 110, 113-116, 118, 119, 122. 123, 126.
127, 132-145, 148-159. 274 y 276.
Bourg-Saint-Andéol (Ardeche, Francia) : 122 y 123.
Bourges (Ciher, Francia): 124, 125, 130, 131, 134, 135. 1 147, 158 y 158.
%
Bovés (Cuneo, Thalia): 136, 137, 152 y 153.
Brebbio (Varese, Italia) : 148 y 149.
Breitenbaoh (Saint-Wendel, Francia) : 135.
-L$
[page-n-376]
Brescia tumbardía, Italia) : 122, 123, 134-143, 152-155, 158 y 159.
Bretaña, regi'ón (Francia) : 59.
B r i a ~ n
(Hautes-Alpes, Francia): 122, 123, 126, 127, 148, 149, 156, 157 y 274.
Briganten, hoy Brianwn (Francia) : 274.
Brignoles (Var, R a n c i a ) : 136 y 137.
Brjgnon (Gard, R a n c i a ) : 134, 135, 158 y 159.
Briona (Novara, Italia): 128 y 129.
Brive (Correze, Francia): 56, 59, 60 y 69.
Broc, Le. (Var, !Francia) : 105, 142 y 143.
Bruah (Wittlioh, Alemania): 134, 135, 158 y 159.
Brusc, Le (Var, Francia) : 118 y 119.
Brumalo (Torino, ItaJia): 122 y 123.
Buixcarró, monte (Cuatretonda, Valencia) : 288 y 289.
Buñol (Valencia) : 295.
Burdeos: Véase iaBordeaux».
Burriana (Castellón): 177-203, 207 y 209.
Busca (Cuneo, Italia): 112, 136, 137, 142, 143, 146, 147, 152, 153, 160 y 161.
Buscarró: Véase uBuixcarró)).
Caballón, Sierra del (Dos Aguas, Valencia) : 290.
Cabanes (Castellón) : 45.
Ca&asse (Var, Francia): 122, 123, 134 y 135.
Cabecico del Tesoro (Verdolay, Murcia ): 96 y 97.
Cabellio, hoy Cavai~llon (Francia) : 274.
Cabeza de Griego (Saelices, Cuenca): 274 y 277.
Cabeza de Alcalá (Anaila, Teruel): Véase crAlcalá, Cabeza de,.
Cabezuelo, El (Almansa, Albacete) : 286.
Cabrieres (Gard, Francia) : 122, 123, 134 y 135.
Cáceres, provincia: 95 y 219.
Cadenet (Vaucluse, Francia): 99 y 119.
Cádiz, ciudad: 274-276; -, provincia: 95-97 y 274-276.
Caesaraugusta, hoy Zaragoza: 274 y 277.
Cahors Omt, Francia): 62.
Cailar, Le (Aimargues, Gard, Francia) : 151.
Cala, poblado del Tossal de la (Benidorm, Alicante) : 108.
Calagurris, hoy Calahorra (Logrofio): 274.
Calahorra (Logrofio): 274.
Calar de la Santa (MSabinar, (Murcia): Véase ((Santa)): - de gas Tapias (Eü Sabinar,
Murcia) : Véase ((Tapias)).
Calatayud (Zaragoza) : 274.
Calvisson (Gard, Francia) : 159.
Cam, partida de El (Alcalá de Xivert, Castellón): 241-243.
Cami de l'Aljub (Villarreal, Castellón): Véase «Aljub»; - dels Bandejats (Burriana,
Castellón) : Véase (~Bandejats)); de les Boltes (Villarreal, Castellón) : Véase
«Boltes»; - de la Ermita (Villarreal, Castellón): Véase ((Ermita)); - del Gitano
(Alcalti de Xivert, Castellón) : Véase ((Gitano)); - del Palmeral (Villarreal, Casteilón): Véase ((Palmeral)); - Real dWacant (Albaida, Valencia) : Véase ((Real
d'Alacant»; - de la Ratlla (Villarreal-Beohi, Castelión): Véase ((Ralla)): - de
Santa Pau (Burriana, CasteUÓn): Véase (&anta Pau)); - de Subarra (Alcalti
de Xivert, Castellón): Véase «Subarra»; - de Sent Miquel (Alcalá de Xivert,
Castellón) : Véase «San Miguel)); - de les Trencades (Onda, Castellón) : Véase
uTrencades»; - Vell: Véase ((Camino Viejo)); - - de Castell6 a Onda (Villarreal, Castellón): Véase ((Viejo de Castellón a Onda)).
Caminas, camino del (Castellón) : 178.
Camino de Nerpio (El Sabinar, Murcia): Véase (~Nerpio)); Viejo de Bechí (Villarreal, Castellón): Véase ((Ve11 de Bechí)); - Viejo de Villarreal (Burriana, Cashellón) : Véase ((Vell de Villarreai)).
Camónica (Bergamo, Italia) : 153.
Camp de Chassey (Ohassey, Francia) : 59.
Campico de Lebor (Totana, Murcia) : 202.
Campuzano, Hoyas de (El Sabinar, Murcia): 23.
Carnunni (Valcamónica, Italia) : 157.
Canal de Navarrés (Valencia) : Véase «Navarrés».
[page-n-377]
Canals (Valencia) : 286 y 289.
Canavese tlonibardda, Italia) : 143.
Candia (Canavese, Italia) : 143.
Cantilbrica, región: 16 y 281.
Cantal, departamento (Francia) : 70.
Cañadica de Andrés, barranco (El Sabinar, Murcia) : 21-23.
Cap Blanc, sima (Onda, Castellón): 235231 y 239.
Cap y Corp, partida (Alcalá de Xivert, Casteiión): 242.
Capsanes (Tarragona) : 96.
Caraglio (Cuneo, Malia): 143 y 155.
Carambola (Sevilla): 95 y 96.
Cara-vaca (Murcia) : 21.
Carbonero, Loma del (El Sabinar, Murcia): 21 y 22.
Carbula, hoy Almodóvar del Río (Córdoba): 274.
Carcagente (Valenoia) : 287.
Carcassonne (Aude, Francia) : 119.
Carceléa (Allbacete): 287.
Casfkt (Valencia) : 290.
Carmo, hoy a r m o n a (Sevilla): 274.
Carmona (Sevilla) : 274.
Carpentras (Vaucluse, Francia) : 141, 147 y 167.
Carricda (Valencia): 28, 37 y 38.
Carroig, Sierra del (Ayora-Enguera, Valencia) : 291 y 292,
Cartagena (Murcia) : H4278.
Carteia, cerca d e San Roque (Cadiz): 274.
Carthago Nova, hoy Cartagena (Murcia): 274 y 275.
Casa Alta (Alcalá de Xivert, Castellón): 245 y 2M; - de Lara (Viliena, Alicante):
201; - de La Mata (El Sabinar, Murcia): 23; - de Martín Herrero (El Sabinar, Murcia): 20-23.
Casariche (Sevilla) : 274.
Cascante (Navarra) : 274.
Cascantum, hoy Cascante (Navarra) : 274.
Caseta de Molina (Bocairente, Valencia) : 38.
Castelnau-le-Léz (Hérault, Francia): 99, 119, 137 y 141.
Casteilnovo (Castellón): 35, 36 y 38.
Castell d9Almancor (Almazara, Castellón) : Véase ((Alanan~or)).
Castellar, Ereta del (Villafranca del Cid, Castellón): Véase ((Ereta del Castellar)).
Casteiiet, Covacha del Barranc del (Carricola, Valencia): 28, 37 y 38.
Casteiietto Stura (Cuneo, Italia) : 137 y 161.
Castellón, ciudad: 44, 107, 177, 178, 183, 202, 216 y 222; -, provincia: 8, 35, 36, 38,
43-54, 107, 108, 112, 177-203, 205-239 y 241-272; - de Rugat (Valencia): 27 y 28.
Casteliones de Ceal, Los (Hinojares, Jaén): 96 y 97.
Castilia: 8, 44, 93, 96, 97, 175, 193, 274, 277-279, 251, 282 y 295.
Castillarejo de los Moros (Andilla, Valencia) : 52 y 53.
Castillo, Covacha de la Ladera del (Chiva, Valencia): Véase ((Ladera del Castillo));
- de Horburg (Francia) : Véase ((Horburg)).
Castro, El (Cuenca): 274.
Cástulo, hay Cazlona (Segura de la Sierra, Jaén): 274 y 277.
Catadau (Valencia) : 290.
Cataluña: 44, 45. 93, 96, 97, 101, 105, 107, 108, 110, 118, 172, 174, 175, 178, 200, 241,
252, 276-278, 280 y 282.
Caudete (Albacete) : 286; - de las Fuentes (Valencia) : 95-97.
Cavaiiion (Vaucluse, Francia): 119, 135 y 274.
Cavairac (Hérault, Francia) : 141.
Cave, túmulo de La (Gramat, Lot, Francia): 83.
Cavour (Torino, Italia): 147, 157 y 159.
Cazlona (Segura de la Sierra, Jaén): 274 y 277.
Ceal: Véase aCastellones de Ceal)).
Celsa, hoy Velilla de Ebro (Zaragoza): 274, 275 y 277.
Celtiberia meridional: 101.
Centallo (Cuneo, Italia): 131, 155 y 159.
Cequia de les Argamasses (Villarreal, Castellón) : Véase ((Argamasses));- del Diable
(Viliarreal, Castellón) : Véase ((Diabk)); - Jussana (Villarreal, Castellón) : Véa-
[page-n-378]
se «Jussana»; - Major (Villarreal, Castellón): Véase ccMajor»; - Sobirana (Viiiarreal, Casteiión) : Véase ~Sobiranaw; de Palau (Burriana, Casteiión) : Véase
«Palau».
Cerro de la Judía (Barcheta, Valencia): Véase «Judía»; - Palau (Burriana, Casteiión): Véase ((Palaun; - de San Miguel (Liria, Valencia): Véase «San Miguel)).
Cerros del Tormasal (Alcalá d e Xivert, Casteiión) : Véase ~Tormasaln.
Cervera. Pozo de (Alcalá de Xivert, Casteiión): 241 y 243.
Cesero, hoy Saint-Thybéry (Hérault, Francia) : 99.
Cesse: Véase ((Kesew.
Cevennes, montes (Francia) : 99.
Cigarralejo, necrópolis del (Mula, Murcia): 96, 97 y 108.
Cima de Cap Blanc (Onda, Castellón) : Véase «Cap Blancn.
Cimetiere, cuwa (Tharaux, Gard, Francia) : 87.
Cimiez (Nice. AlDeszMaritime% Francia): 112, 123, 143, 153 y 155.
Cinco Hermanos, sierra (Canals, Valencia) : 289.
Cisalpina, Galia: 101 y 115.
Cividate (Valcamonica, Italia) : 157.
Clapade, Cueva de La (Millau, Aveyron, Francia) : 87.
ClennonbFerrand (Puy-de-me, Francia) : 135.
Oloohes, Cueva de Les (Saintmartin-dlArdehhe, ~Francia) 87.
:
CloU de la Penya Roja, barranco del (Alcalá de Xivert, Castellón): 258.
Clunia, hoy Coruña del Conde (Burgos) : 274.
Cocentaina (Alicante) : 28.
Cocina, cueva de la (Dos Aguas, Valencia): 201.
Colmar (Haut-Rhin. Francia) : 133.
Colom, Peña del (Jeresa-Gandia, Valencia) : 289.
Colonia: Véase «Koln»; - Patricia, hoy Córdoba: 274.
Col1 de Llautó (Valencia): 27.
Collias (Gard, Francia) : 119 y 139.
Collorgues (Gard, Francia) : 119.
Comampla. s i m a de l a (Alcaná de Xivert, CGistellon): 268.
Comba, poblado de La (Benicasim, Castellón) : 202.
Como (Lombardía, Italia) : 123, 133, 136-139, 149 y 155; -, lago de (Italia) : 100 y 137.
Connaux (Gard, Francia) : 125.
Contrebia, ciudad antigua por la provincia de Cuenca: 274 y 277.
Corbera, Sierra de (Valencia) : 285, 287 y 288.
Córdoba, ciudad: 274; -, provincia: 274 y 282.
Corduba, hoy Córdoba: 274.
Corral d'Antesit (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase «Antesit»; - Blanc (Alcalá de
Xivert, Castellón): Véase «Blanc»; - de la Coveta (Alcalá de Xivert, Castellón) : Véase «Coveta»; - de Galindo (Villarreal, Casteiión) : Véase ((Galindo));
- de Sabater (Alcalá de Xivert, Casteiión) : Véase ccsabatern.
Corrals, Pla dels (Simat de Vaildigna, Valencia) : 286.
Correze, departamento (Francia) : 56, 59, 60 y 69.
Cortes de Pallás (Valencia) : 289, 290 y 292.
Cortijo de Evora (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz) : Véase «Evora».
Coruña del Conde (Burgos) : 274.
Costa Azul (Francia) : 131.
C6te-d'Or, departamento (Francia): 131, 135, 159 y 161.
C6tes-du-Nord, departamento (Francia) : 129.
Couchey (Cok-d'Or, Francia) : 135.
Cova: Véase «Cueva».
Covacha: Véase «Cueva».
Coves, barranco de Les (Salem, Valencia): 27; - d'Abinromá: Véase «Cuevas de
Vinromáw.
Coveta, Corral de la (Alcalá de Xivert, Casteiión): 242, 245 y 246.
Cremona (Lombardía, Italia) : 137 y 153.
Creus, Muntanya de les (Tabernes de Valldigna, Valencia): Véase «Crucesu.
Creuse, departamento (Francia) : 133.
Croix de Murs (Murviel-les Beziers, Hérault, Francia) : 72.
Cruces, monte de las (Tabernes de Valldigna, Valencia) : 287.
Cruviers (Gard, F'rancia) : 122-125.
Cuatretonda (Valencia) : 28, 288 y 289.
[page-n-379]
Cuenca, provincia: 8 274 y 2TI.
,
Cueva: Vdase uAunbrosior, uArene Candider, ucastelletr, ucocinar, uCimeti&rer,«Olapader, aclochesr, uFrontón, uFumáB, aHortusn, tLadera del Castiilor, tllatasr,
«Llametesr. ~Mallaetesr,
aMaraveliesr, uNoyeru, uOru, ~Parpallón,
uPastorar, aPichór, tRates .Penaes»,uRiberar, uRoucadourn, #Torre del Mal Pasor y uTorrerar.
Cuevas, río (AQcaUu Xivert, CaW&n,):242, 267,
de
g 266-Bfl; - de Almaneora (Almeria) : 96 y 91; - de Vinromti (Castelión) : 242, 247 y 260.
Cuilera (Valencia): 7-18,37 y 3 .
8
Cunbaria, ciudad an.tigua cerca de Trebujena ( a d i z ) : 274.
Cuneo (Piamonte, Italia): 112, l!B,,127,136, 137, 140-143,146149 y 1.52-161.
Cuorgne (Torino, Italia) : 137.
Cureggio (Novara, Italia) : 131.
Cuzoul (Gramat, Lot, Francia) : 56 y 83.
Chánons-surisabne ( S a ó n ~ t U i r eFrancia.): 69, 127 y 135.
,
Champagne, región de (Francia): 80.
aarievilie (Ardemes, Francia) : 131.
Chsssey (SaoneibLoire, Francia) : 59.
Oh&y (Ardemes, 8Rancia) 131.
:
Cher, departamento (Francia): 125,,131,135, 147 y 156158.
Charasw (Cnineo, Xhalia) : 137 y 161.
Chessieu «sere, Francia) : 159.
Cheste (Valencia) : 44 y 96.
Chieri (Torino, Italia): 153 y 157.
Chiva (Valencia) : 3 .
7
Chivert: Vkase uxivertr.
ausolan (Gard, Francia): 139.
Damania, ciudad a n t i i en Navarra: 274, 277 y 24.
73
JXmaso, casa de (Alcalá de Xivert, Castellón): 2 7
4.
Daya, Sierra de la: Vésse uAldaiar.
Demonte (Cuneo, Italia): 137 y 161.
Dentosa, hoy Torbsa: 45.
Desierto de las Palmas (Castellón) : 4 .
5
Diable, acequia &l (Villarreal, Castellón) : 206, 2ü8, 221, 224 y 235.
Die (Drbme, Francia): 123, 129, 139 y 156161.
Dijon (C8bd90r,Francia) : 131 y 159.
Donzella, Aveno de la (Barig, Valencia): 2$8.
Dordogne, río (Francia) : 62; - departamento (Francia) : 15 f
,
Dos Aguas (Valencia): 201, 2 7 290 y 292.
8.
Dos Hermanas (Sevilla) : 274.
Do** departamento (Francia) : 1 6
3.
Droba, -serio de La (Gandía, Valenda) : 289 y 290.
DrBme, departamento (Francia): 123, 128. 139 y 158161.
Dmnoe, rio (Francia): 99 y 151.
Durf.ort (Anduce, Gard, Francia): 113.
mora, hoy Evora (Portugal): 274.
B~UBUS~$Ibiza:274 y 276.
hoy
Ecuag-leaepoa (Mame, Francia) : 8 .
9
Edeta, h y Liria (Valencia): 163,165y 167.
o
Edra, AR de 8' (Curutnetonda, Valencia) : 288.
q
Egipto: 54 y 95.
Elkualakas: V&se @Ewlakos».
Eldhe CWcmte) :96,97,169-176, y 274.
202
Elda (*Alicante) 237.
:
Elne ( P m é n ~ i e n t a l e Francia) : 99,100,112 y 119.
g
Embrm (Hautes-Alpes, Francia) : 148146. 149 y 156-161.
Emerita, bu Mérida (Badajos) : 274.
cy
Emililia, (Italia) : 147 y 153.
Emporiae: Vhse wbnpuriiasn
-ion:
Véaw uhppuriasio.
Encina, La :(Villena, dicante) : 286 y 2 0
9.
Enguera (Valencia): 291 y 292; -a Giem de (Vaiencia). 291.
Endrune, *la.&
de (Nissan, I%raiút, Francia): lWl0a, 1M-110,112-114y A ~ Y .
EntrainwmrdNdhiain ( N i h e , ~SVancia) 1 .
: %
3!
c
[page-n-380]
Er Lannic, isla (Bretaña, Francilaa): 59.
mala: Véase uEralakosn.
Eralakog ciudad antigua entre Soria y Zaragom: 274, 277 y 278.
Erberiiheim (Alemania) : 67-69,87,89 y 90.
E r b u m (Brescia, Italia) : 123.
Ercauica, hoy 9 Castro o Santaver (Cuenoa) : 274.
1
Ereta del Castellar, poblado de La (Villafranca del Cid, Castellón): 51 y 53; - del
Pedregal (Navarrés, Valencia) : 201.
Ermita, Camino de la (Viliarreal. Castellón); 216; - Molino de l a (Villarreal. C a s
,
teilón) : 208; - d'e S a n Miguel (Alcalá de Xivert. Castellón) : Véase a s a n Miguel,
ermita)); - de la Virgen de Gracia (Villameal, Castellón): Véase aVirgen de
GTaciai, ermita)).
Escala, (La (Gerona) : 100, 107, 108,110, 172, 175, 200, 274, 276 y 277.
Esclausel ( h t , Francia) : 77.
Eslida (Castellón) : 210.
Espadán, Sierra de (CastellÓn): 45.
Esoasa Siema de la ( C a ~ s a m sTarraRona) : 96.
.
EspaSers, b a m a m (villarreal, ~ a s t e l l 6 n: 207.
)
Espiahes, partida (Alcalá de Xivert, Castelión) : 262 y 253.
Espira (Alemania) : Véase «Speyer».
Estación Wricícola (Murcia) : 97.
Estopet, rambla de ( A l d á de Xivert, CastellÓn) : 242 y 253.
Europa Central: 69,86,90 94; -Occidental: 56,69,90 y 94; - Septentr~onal: y 90.
y
58
Emt-lesJl3ains (Gard, Francia) : 147.
Evaristo, malino de (VillarreaS W t d l ó n ) : 209.
Evora (Portugal) : 274; -, Corltijo de (Sanlucar de Baraamed8a,Cádiz) : 95-97.
Extremadura: 95, 219, 229 y 274.
Falconera, sierra (CpandSa, Valencia) : 289.
Farigliano (Cuneo, Italia) : 137.
Faro, monte del (Cullera, Valencia) : 7-18.
Faucon-sur-Ubaye (BassmAlpes, Francia) : 123 y 147.
Favria (Torino, Utalia) : 137.
Figaac (Lot, Francia) : 62.
Figuera Rema, p a ~ t i d a(Elche, Alicante) : 202.
F i l m e n a (Viflarneal, Castdlón) : Véase ((Vila Filomena».
F i n a b L i g w (Impera, Italia) : 58.
Finca de Manrique (Villarreal, Csistellón) : Véase (CManrique));- de Puohol (Villarreal,
Castellbn) : Véase cdl?uuhol».
Fino (Como, Italia) : 123.
Font d e la4Barsella (Salem, Valencia): Véase «Barsella»; - de les Monjes (Barig, Valencia) : VBase
Valldigna, Vialencia) : Véase «Umbría».
Fontaneto (Novara, Italia) : 145.
Fonbbregoua (Salernes, Par, Francia): 58 y 59.
Fossano Stura (Cuneo; Italia) : 137.
Foy (Ardemes, (Francia) : 143.
Fraga ( H u e s a ) : 172.
Francia: 16, 55-91 99-161,237, 273-277,280 y 295; - meridional: 87, 88, 99-161,273-277
y 280.
Frankfurt~Heddernheim(Alemania) : 133, 135 y 149.
Flréjus (Var, Francia): 133, 137,,
145, 157 y 159.
Frontó, cueva del (SaJiem, Vallencia): 27-41; -, oerro del (Sailem, Vallencia) : 29.
Fumá, oueva (Alcaiá de Xiver,t, Casteil6n): 266.
Gades, hoy Oádiz: 214-276.
Gadir : Véase «Gades».
Galera (Granada) : 96.
Galia: 101, 105 y 114; - central: 100 y 105; - cisalpina: 101 y 115;
meridional;
99-161;- INarbonensis: 99-161 y 273-277; - oriental: 105;
septentrional: 100.
Gmlicia: 274, 2V5 y 281.
Galindo, corral de (Villarreal. Castdlón) : a20 y 221.
-
-
[page-n-381]
W a e c i a : 274 y 275.
GaUarate (Varese, Italia) : 155.
GancEía (Valencia): 8,16, 2 , 28, 38, 285 y 288-290.
7
Gard, departamenh (Francia): 87, 110, 111, 113, 114, 119, 122-143, 146-161 y 274.
G a x h (Vemna, Ualia) : 143; -, bgo (Xtoilia): 143.
Gargas (Vaucluse, Francia) : 119 y 127.
Garonne, riio (Francia) : 114 g 129.
Garray (Sorts): 282.
Genhe : Véase ~Gineibra)).
, G é m a (Italia): 116, 137, 141 y 155; , gMo de: 106 y 116.
Genovés (Valencia): 286.
Gerona, provincia: 100, 1ü7, 108, 110, 118, 172, 175, 200, 274, 276 y '617.
Gms, departamento (Francia) : 145 y 159.
m e y (C8t.e-d'Or, Ramia) : 135.
Ghedi (Brescia, Xtalia) : 123.
Gibamoya ( lcSabifnar, Murcia) : 23.
E
Ginebra (Suiza) : 80 y 123.
Giner, Rac6 de ($Alcal& Xivert, Casteil6n): 267 y a68,
de
Gironde, departamento (Francia): 61, 70, 127, 134-137,153 y 158-161.
Gitano, m i n o del (AlcaiA de XiveFt, CastellMn) : 258.
Giuibiasco (Italia) : 125.
Glanum, hoy SainbWany-deJPravence (Francia) : 119, 123 132-135 y 156-159.
Gorlago (Bérgamo, Italia) : 123.
Graccurris, hoy Alfaro (Logrofio): 274.
Graanat (Zot, Francia): 66, 62 y 8 .
3
Granada, ciudak 274 y 277; - provincia: 96, 274 y 277.
,
Grand (Vouges, Franda). 131; - Canal dWsace (Francia): 89; - Saint-Berward
(Franciaeuiza) : 161.
Graufesenque, ,La (Miilau, Weyron, Francia) : 217
33.
Grecia: 95 y 98.
Grenoble (Idre, Francia) : 123, 133 y 156-159.
Grossa, Siera (Játiva, Valencia) : 288 y 289.
Gratte de ~ u c a d o u r :
Vdase caRoucadour».
Guadalajara, provincia: 274 y 277.
Guadix (aranada) : 274.
Guardia, &a (Jaén): 96 y 97.
GuiaderMen (Francia) : 133.
Hasard (Tharaux, Gard, Francia) : 87.
Haumhin, departamento (Francia) : 89 y 133.
HauteAGaronne, departamento (Francia): 129-131. 137. 145 y 147; - Loire. departamento (Francia) : 135; - Marne, dep~.tamento(Francia) : 124, 125 y 128-131;
- Savoie, departamento (Francia): 122, 123 146. 147, 156 y 157; Viren=, departamento (Francia): l, 147, 156 y 157.
&
Haute*Alpes, departamento (Francia): 122, 123, 126, 127, 142-145. 148, 149, 156-161 y
274; - pyrénées, depantamento (Francia): 126 127, 152 y 153.
Heidelberg ('Alemania): 132, 133, 154 y 155.
Hem&kofen (Alemania): 87, 89 y 90.
Hhrault, dmpantamento ('%rancia): 58, 72, 88, 99-102, 107-110,112-114, 118, 119, 122, 123,
132-137,140, 141 y 146-155;- Ho (Fruancia): 99, 101 102, 114 y 116.
,
Hemeskeil (Aüeanania): 136.
Herrada, La (Dos aguas, Valencia) : m.
EIdnojares (Jaén) : 96 y 9'7.
Hirsohfeld (Alemania): 149.
Hispania: 273, 274, 277 y 281.
Horburg,, castillo de (Colmar, Haut-Ruiin, F%y,ncia) : 133.
Horgen (Suiza) : 57.
Hortus, cueva (Valflaunks, Hérault, Francia) : 88.
Hoyas de Campuzano (El Babinar, Murcia): Véase aCanpuzano~.
Hueka, provincia: 281.
Huesca, ciudad: 974, 275, 277, 280 y 282; - provincia: 172, 274, 275, 277, 280 y 282.
,
Hungría: 69.
Hyhres (Var, Francia) : 118.
-
[page-n-382]
Ibérica, región gieoiógica: 286-292.
miza: 96,97,274,276 y 281.
Igaldesken: Véase ~Ikalofiken)).
Iglesuela del Cid (Teruel) : 172.
Ignes-de-Magnagues (Gramat. Lot, Francia) : 83.
Ikalkuskeiu: Véase <(Ikaloskem.
Ikalosken, hoy Alicante o Cartagena: 274, 277 y 278.
Ikaltumken: Véase trIkalosken».
Iidurn, hoy Gabanes (Castellón) : 45.
Ilerds, hoy 5érida: 274 y 277.
Ilergetes: Véase uIltirkesken».
Iliberris, hoy Elne (Francia): 99; -, hoy Granada: 274 y 277.
Ilici, lhoy Eluhe (Alicante): 274.
Ilipa, hoy Alcalti del Río (Sevilla): 274.
ILtirkesken, ciudad antigua cerca de Tortosa (Tarragona): 274, 277 y 278.
Utilrta, $hoyLérida: 274 y 277.
Ilturi: Véase trIliberris».
Impera (Liguria, Italia) : 58, 123 y 149.
Inglaterra: 69.
Intibilis, hoy La Jana (Castellón): 45.
Irippo, ciudad antigua cerca de Sevilla: 274.
Irlianda: 94 y 98.
Irta, Sierra de (Castellón): 254.
Iruña, poblado (Trespuentes, Alava) : 115.
Bere, üepantamenb (!Francia): 123, 128-135 y 156-161.
Isle-sur-la-Sorgue (Vaucluse, Francia) : 119.
Isola dei Bergeggi (Vado Ligllre, S:ivosa, Italia): 137; - San Giuglio (Novara, Italia): 123.
Ispra (Varese, Italia). 145.
Italia: 45, 58, 100, 104408, 112, 113, 115, 116, 120-149, 152-161 y 275; - central: 104;
- septenhrional: 104-108, 112, L13, 115, 12ü-149 y 152-161.
Italica, hoy Samtipance (Sevilla): 96, 97 y 274.
Jaca (Huesca): 274 y 277.
Jaén, ciudad: 93, 66 ,y 97; -, ~psoviincia:53, 93, 96, 97, 274 y 277.
Jalance (Vaiencia): 287.
J a m , La ( C W ó n l ) : 45.
Jaribaiie Cunares, Jaen) : 53.
Jativa (Valencia) : M, 274, 276 y 286.
Jáves (Micante) : 96 y 98.
Jeresa (Valencia): 285 y 288-290.
Júcar, río: 8 y 9.
Juda, m o de Z (Barig, Valencia) : 287 y 288.
a
Jussana, aeequia (Villarreagl, Castelión) : 209.
Kant-Hadasha: V d aCarttñago Novan.
Kastelo : Vh6e rcCastu10)).
K e b , hoy Velilla de Eibro (Zaragoza): 274 y 277.
Kesse, hoy Tarragona: 274, 277, 280 y 282.
K o h (~Alemania):127 y 151.
Kreuznadh (Alemania): 133 y 135.
Ladera del Castillo, ccwauha de la ((ñhiva, Valencia): 37.
Ladrillar de Ripollés (Burriama. Casteilón): Véase (QRipoW.
Laelia, ciudad antigua cerca de Sanlúoar la Mayor (Sevilla): 274.
Lagaste (Ebuffiac, Aude, Francia) : 11.
19
Lamargelle (Cijted'Or, Fkancia) : 161.
Laaides, departamento (Rancia) : 115 y 120.
Langres (Hau~teUdmne,
Rancia) : 125 y 128-131.
Lara, Casa de (Villena, Alicante) : Véase G a s a de L a r a ~ .
Lasknrdes (Tarn, Francia) : e9 y 90.
Lastigi, ciudad antigua cerca de Sevilla: 274.
Laudun (GarcP, Franaia): 123.
Lébor (Totana, Murcia) : Véase uCampico de Léborn.
Uctoure (Ger8, Rancia) : 145.
[page-n-383]
Ledignan (Gard, Francia) : 147.
Leiria, h y Lir.ia (Valencia): 163.
a
Leman, lago (FranciaSudza) : 1W.
Leóai. provincia: m.
Lérida, ciudaci: B74 y 217;
pravinoia: 1 274 y 277.
%
L s t m (Suiza): m.
Levens (AipewMaritimes, Francia) : 153.
Liboitrne (Gironde, Francia) : 70.
Ligornet'to (Suiza): 133.
Liguria (Ibalis): 58,1106, 107. 112, 113, 116, 123, 127, 131, 134-137 y 140-157.
Limoges (HautedVienne, Flranaia) : 147 y 157.
Linares Gaén) : 53.
Lion, gobo de : 107.
Liria ( V a W i a ) : 108, 112 y 163-168.
Lixw fUa~rueaopp) 237.
:
Locras (Suiza): 87.
Lodeve (Hérauit, (Framcia): 133.
Lodi (Milano, Italia) : 155.
Lograto (Brescia, Italia) : l.39.
m o ñ o , provincia: 274.
i d ~ : e río (Francia): 89; - Mlantique, apartamento (Framia) : 90 y 159.
,
Loiret, deipantameato @rancia): 88, 90, 125 y 135.
Lama del Carbonero (E W i n a r , @lumia): Véase «Caribowon.
.l
Lana& de mirakmnon (Tous, Valencia): Véase crMatrwnm; - del Truig (Tous, Valencia) : ~ V uruign.
k
LoiiIbardia (.Italia): 2% 123, 1284445, 1
% 149 y 152-159.
Long&alsten, ciudad antiguar en la Galia Narbaaem~:274.
Longw ( M e u r 6 h e ~ o 6 e U eFranda) : 123, 1% y 159.
,
m, departamento @Francia) : 55-91; -, río (Francia) : 62; et Garonne, departa.
mento CFrancia): 115.
Lucenturn, hoy ,AEcante: 278.
L u g y l N w o de ~Penoiiet(Valencia): 286.
Lugrin (~Hiaute-Savoie,
~Francia) 123.
:
Luteva, hoy Zodeve (Francia) : 133.
Luxemburgo: 1%13l, 138 y 139.
i@m
(Rhone, Francia): 104, 122, l28-J& 142-147, 150. 151 y 156-161.
Llatas, covacha de (Andüla, Valencia) : 201.
Llauth, Call de: Véase a l 1 de ffilautón.
Lima del 1Fh.o.nit6 (Balem, Valencia): Véase ~Fmntón; de l Puigrnda (Barig, Vaa
lencia) : 'VBase muigan~la».
Llomes
les M a l l a e t . (Barig, Valencia) : Véase Mallaetem.
Llometes, cueva d Les (fUcoy, Alicante) : 35 y 37.
e
Macello (Cavour, Turbo, XtaLia) : 147 g 159.
M b o n (Sa&IiR-et-idre, Wancia) : 131.
Machos, Pefión de los (Enguera, Valencia) : 291 292.
4
,
,
Madrid, ciudad: 4 ,93, 96, 97 y 295; - provincia: 44, 1 96, 97, 175, 193 y 205.
Madrgai, partida (Vilarreal, CmWllÓn) : 216.
M a e s t S m Bajo (C&eJ1án): 40.
Maggioae; lago CI6aliaBuiza): lQD, 142-145, 148 y 149.
Maguncia: Véase uMatnzn.
Maihhac (Aude, @'rada): 88 y 119.
Main (Alemania): 87 y 88.
Maine-et-Solre, depastamento (.Francia) : 159.
Maina (Alemania): 128, 129, 132-135, 138, 139, 148, 149 y 152-159.
Majar, acequia (Villarreal*Caatellón) : 209.
Maaga, ciudad: 2W; -, provincia: 96, 07 y 274.
Malaka, hcg W a g a : Zi4.
Malet, barranco de (Beniiairó de VallcMgna, Valeocia): 288;
f l a de (Benifairó de
Valldigna, Valencia) : 287.
Mallaetes, -ros
de L a (Bwig, Valencia): 288 y %O;
c w a de Les (Barig, Valencia) : 8.
Manduel (Gard, Francia) : 141.
-
-
-
-.
-.
[page-n-384]
ManJses (Valencia): 182.
Manniheim (Alemania): 145.
Manosque (Basses-IAlpes,Fsancia) : 157.
Mamiaue, finca de (Villarreal. CaUtellh) : 216-220 y 225.
~ara&lles,
cueva de Les ~ ~ a n d fValencia) : 8 y 38.
a,
Marchuquera, ivalie de (Gandia, Valencia): 289.
~argue'ittes. CGa.rd, &?rancia) : 123, 127 y 159.
Marne, deparbamenb (Francia): 59, 69, 89, 124, 125, 128 y 129.
Marruecos: 337.
Mwsa (BeauregarcT, Lot, Rancia) : 17.
Marseille (Bouohes-du-Rihone, Rancia): 1 1 ,114-116,118, 138, 139, 144, 145, 274 y 276.
.0
Maraillargues (Gmd, Francia) : 123.
Martigues (Bouahes-du-Rhanie, #Rancia) 123, 135 y 159.
:
Martin ~Herrwo,
casa de (El gabinaz, Murcia) : Véase ((Casa de Martln Herrero)).
Martres-Tolosane (Hauk-Ga.rmne, Francia) : 145.
Massalia, hoy 1MarseU.e: 118, 274 y 276.
Mata, casa de La (Fll Sabinax. Murda): Vease &Casade la Matan.
Matamón, lomas de (Tous, Vaiencla) : 290.
Meda (Milano, Ztalia): 129 y 155.
Mediolmm, h y Milano: 157.
o
Mediterráneo, mar: 8 9, 28, 58, S, 102, 105, 106, 1 1 ,114. 178, 200 y 242; - occidental:
,
.0
86, 106, 114 g 116; - oriental: 95.
~eklenburgsahwerin¿Alemania): 69.
niIendri6io (Suiza): 133.
Mérida (Badajod: 229 y 274.
Werimde43eni-Salame (wipto) : 54.
Meseta Central: 281.
Mesquida, partida de La (AUcalá de Xívert, Casteilón): 247-250 y 252.
Metz (Moselle, WFraUicia) : 125, 155 y 157.
Metzweiier (Francia) : 1 .
%
~Meung-sur-Loire(Loiret, ~Rariicia) 89 y 90.
:
Meurbhe-etriMoseúle, dqartamento (msncia): 128, 129, 134, 135, 158 y 159.
Mijares, rio (Casteilón) : 43-45, 178, sol-m y 2 5
3.
Milán (Italia) : Véase «Milano)).
Milano (Lo&ard!ía, Itarbia): 115. 122, 128, 128-143 y 152-159.
Mi~hud
(Hérault, IFrancia): 151.
Miliares (Valencia) : 1W); - río (Castellón): Véase crMijares».
,
Millas (PgTBnéesaientales, ~Francia) 88.
:
Miiiau (Aveynui, Pkancia) : 8 .
7
Misena, rio (Valencia) : 28.
Mogente (Valencia): 95&' y 2 9
8.
Molar, mcrópolis de El (San Fulgencio, Alicante) : 96 y 97.
Mali de Bancarrota (Villarreal, CasMlÓn): Véase «Bancarrota»; - de 1'Ermita (Villarreal, CasteU6n): Véase «&mita»; - de Waristo (Villarreal, Uastellón) : Véase c&lv?risto)).
Mdina, caseta de (Bocairente, Valencia): Véase aCaseta Wolinan.
Mmpiano (Brescia, Btalia) : 139.
M6naco: El.
Monasterio de San Miguel (Liria, Valeulicia) : 166.
Monasti1 (Elda, Micante): 237.
Mondovi (Cuneo, Itaiia): 137, 143 y 154-157.
Mom ?(Cantal,Francia) : M; - (Gard, Francia) : 133.
Mont-Saint-Martin thngwy, 1.sancia) : 159.
Montaenac (Hérault. Francia) : 99. 101. 118 v 119.
~ongyre
(Teyran, ÉI&ault, ~ r & i a ) f 58. "
Montüúver. sierra de ,(GandiaJeresaBaria. Valencia) : 285 'v 288-290.
Monte de [El Faro .(Cuih~?ra,
Valencia) : v&& faro)).
Montemayar (CÓrddba) : 2T4.
Montes dei Toro (Baraheta-Simah de Valldigna, Vlalencia) : Véase c o r o , montes del)).
Monthureaux-sur-Sabe (Vosges, hauciai : 13i.
Monitiohelvo (Valencia): 2 .
7
[page-n-385]
Montjes, fuente de Les (Bar&, Valencia) : 289.
Mmblaur6s (Aude, Francia) : 119.
Montmélian (i%vaie, Francia) : 159.
Eíantaiirait (Gard, Francia) : 119.
MontpelIier (H&aul&,
R&ncia): 88 y 98.
MonMrie (Val de NestE, Hauh-pyrénées, Francia) : 1153.
Moros, Oastilkrejo de los (,bndilla. Valencia) : 62 r 53.
~ o s e kdleparta&ento (Francia) :-124, 126, 134, 135 y 154-159.
,
Moustiers43ainte-Marie (Var. Francia) : 123. 1 1 r 155.
Moutiers-en-Tarantaise (~avoie,
Francia) : 139.
Muela, La (Bicorp, Valencia) : 290 y 291; - - (Cortes de PJl&, Valencia): 290.
,
Mula (,Murcia): 96, 91 y 108.
Munda, hoy M d i l l a (Córdoba): 282.
Muniuh (1iLlemania): 2 3
7.
Murcia, ciudaid: m, 96, 97, 176 y 193; - provincia: 19-26, 96,97, 108, 202 y 274-278.
,
M m , sierra de (Aicalh de Xivert, Cwbii6n): 246, 247, 257, 259 y 260; -, torreón de
(Alcalá de Xivent, ~
~: 2-42 y 247-260, )
n
MurvUel-ies.tB&iera (HéraW, s&ancia) : 72.
Nages (Ga.rd, Francia): 151.
Fíante6 (Lotra4Ltlamtique,Francia) : 159.
Nasbo, h y Rarbonne (Fkancia): 110 y 274.
o
Narbonase, Ci&lia: 99461, 273, 274, 3 6 y 277.
7
Narbomne (Aude, @!rancia): 106, 110-116, 118, 119, 122-127, 130-137, 140, 141, 144, 145,
148-153, 156-159 Y 2'74.
N
d (Cuneo, Italia): 137.
Navarra: 274, 277 y 27%.
Navarrés (Valencia): 201, 286, 287, m, y 292;
290
Canal de (Valencia): 286, 287,
289, as0 y 292.
Negra, peña (Jeresa-Gandia, Valencia): 289.
Neanausus, hw Nimes (Rrancia) : 274.
Nerpio (Albacete) : 19-21 y 23; - camino de ( lS a i n a r , Murcia) : 21 y 22.
,
E
Neste, Val de (Francia): Véase «Val de Nieste)).
Neumagen (mm*ia):125.
Nice alpes-Marihes, Francia): 112, 113, 118, 122, 123, 136, 137, 142, 143, 152-157, 160
y 161.
Niwsbacui (Wi,btlidh,~Almania) 135 y 159.
:
NJbvse, depai-tmenta (Francia) : 129.
Niño Pedido, Alquerías del (.Villarreal, Caskllón): Véase «Alquerías del Niño Perdido».
Nikaia, h y Nice (Fkanoia): 118.
o
Nimes (Gard, Francia): 110, 1 1 114, U%,119, 122-129, 132-143, 146-159 y 214.
1,
Nissan (Héaault, #?rancia) : 100-102. 107-110, 112-114 y 119.
Nm, Val di ~(ltalia): V é w
~
«Val di Nom).
Nord, departamenb (Francia) : 127.
Nt3tre.iDme-d~-Gxoeeau(Vaucluse, )Francia): 119.
Noullas, hoy Nules (Caste11611): 45 y 213.
Novara (Piarnonte, Itaüia): 122, 123, 128-131, 134-137, 144, 145, 148, 149 y 152-159.
Nwi-Ligure (iAlessa.ndria, Italia) : 153.
Noyex, cuma ~ ~ U S eb tt , Rancia) : 77.
Nozi6res (Uüignan, Gard,Francia) : 147.
Nuks ( C M 6 a ) : 45, 178, m, 3 S aso.
a
Numancia (Garray, Soria): 282.
Nyon (Vaud, Suiza) : 133.
Nyons ( D r h e , Francia): 159,
Obui~co,
hoy Porcuna (Jaén): 274 y 277.
Oise, regl6n Gel (Francia) : 59.
Olbia, hoy -res
(Francia) : 118.
Olm, fuente (Barig, 'Vakncia) : Véase «Om, fuenkn.
Olocau (Valencia) : 219.
Olontigi, hoy dlnaldzar (Seviila) : 274.
Om,fuente deJ (Barig, Valencia) : 289.
Onda (Castell6n) : 178, 2ü7, 210, 216, 224) y 235-237.
$
[page-n-386]
Or, cueva del (Beniarrés, Alicante): 28 y 38.
m a n e (Vaucluse, Francia) : 157.
Orilente: 95; - Media: 86.
Orihue,la (Alicante) : $1.
Orippo, entre D s Hermanas y Torre de los Herberos (Sevilla) : 274.
o
Orleáns (Loiret, 'Francia) : 125 y 135.
Orleyl, ~pobiado (Vd1 d'Uxó, Casteillón): 112 y 201.
de
Ornavasso (Novara, 14aU.a): 135.
Orosi, e n la Hispania Citerior: 274 y a77.
Orta, lago CNovara, ZtaJia) : 123.
Osca, hoy Huesa: 274 .y 277.
Osicerda, e a el Convento ~cesaraugustano:
274.
Osset, hay S a n J u a n de ~Aznaltarache(Sevilla) : 274.
Oste~burken
(Abmania) : 137.
Osuna (Swklla): 274.
Ottmar&eiun (Haut+thin, Francia) : 89.
Paderno (Brescia, Walia) : 123.
Paghs, abriga (Roca~madour,
Lot, Francia) : 56.
Palam.winar, despoblado (Burriana, Castellón) : 203.
Palau, acequia (Burriana, CaLstellón): 180; -, cerro (Alca'á de Xivert, Castellón).
242, 250.253 y 267;
partida (Burriana, Casteilón) : 180, 196-199 y 203.
Palillo, cerro (Mcalá d e Xivert, Castellón) : 267.
Palmas, msiel.ta de las (CasMón) : Véase ((Desierto de las Palmas».
Palmeral, camino del (Villarreal, Castellón) : 222 y 223.
Pallanza (Nwara, Italia) : 149 y 155.
Pamplona (Navarra) : 274 y 277.
París: '59, 69, 80, 131, 135, 159 y 295.
Parma (Eimilia, Italia) : 153.
Parpalló, cueva (Gand'ía, lValencia): 8 y 16.
Pa.rra, (barranco de l a (Tous, Valencia): 290.
Pastora, cueva de la (Alcoy, Alicante): 35 y 37.
Paterna (Valencia) : 182.
Pavia (Loabardía, dtalia) : d52 y 1.53.
Pea1 de Becerro ,(Jaén): 96 y 91.
Peah-Maho (Sigean, Aude, ,Francia): 100, 102, 112 y 119.
Pedregal, m e t a del (Navrcrrés, ,Va4ancia): ,Véase (~Eketa Pedregaln.
del
Penya del Caiom (Jeresaaandía, Valencia): Véase «Colomn; - Negra. (Jeresa-Gan#día,Valencia): Véase (@Negra»; - Roja (Alcalá de Xivert, Castellón): Véase
(eRoja»; - Ventosa (Alcalá de XXert, Castellón): Véase «Ventosa».
Pefiíscola (Casteillón): 241 y 242.
Peñón de los Maahos fEnguera, Valencia) : Véase «Machos».
Périgueux (Dordogne, Fkancia) : 157 y 161.
Perpignan (P,vénées-Orientales, Francia): 100. 116, 118, 119, 136, 137, 140 y 141.
Pesahiera (Vemna, Italia) : 123.
Pfaffenhofen (manda.) : 195.
Piamnza (,Eünilia,Etalia) : 147.
Piamonte (Xtalia): 112, 122, 123, 126-131, 134-137, 140-149 y 152-161.
Picaio, m0nt.e (Barig. Valencia) : 238.
Pichó, cueva del (Alcalá de Xiverk, Casteilón) : Véase aTorreran.
Pigró del Rey (Alcala de Xiverr, Castellóni : 245.
Pinella, partida (Villlarreal, Castdlón) : 220 y 221.
Pinerolo (Torino, Italia) : 137.
Pirineos, montes: 99-1ü2, 105, 113, 135 y 280.
Piver, partida (Alcalá de Xivert, Castellón): 242, 246-230 y 202.
P1h de Bou (Alcalá de Xivert, Castellón): Véase «Bou»; - de Corrals (Cuatretonda6ima.t de Va.llsdigna, Valencia) : Véase (Corialsr~; de Malet (Simat de V.aUdigna, Valencia) : Véase cdMalet»; - Redó (Viilarreal, 'Castellón) : Véase (meció»;
- del Suro (Barig, Valencia) : Véase u6ureñ.
Plana, La (Castellón): 45, 178, 201, 202 y 205.
Po, río (Ralia): 105 y 106.
P0i.t-iers (Vienne, Francia.): 157.
-.
[page-n-387]
Pont-du-Gard (Nimes, Fkancia) : 137; - de Santa Quiteria (Altnamra, Cstellón) :
Véaee «Santa Quiteriaa.
Pontaix (Die, &&m, mancia) : 157.
Pcucuna (Jaén) : 274 y 277.
Portugal: 274 y 281.
Pou de iCervera (Alcala de Xivert, Casteiión): 241 y 243; - del Tossalet (AlcaEt de
Xivert, Casteiión): 254.
Pourrieres (Var, Francia) : 123.
Pouzin, Le (Ardeuhe, Francia) : 110.
Prebética, región geoW*ica:286-292.
Resa del ~Riu
Stc (VillaiseaJ, Oasteiión): Zü9 y 210.
[Puahol, Anca de (Villarreal, Castelión) : 210-216.
Pudenta, ñuente (Simat de Vdldigna, Valencia) : 288 y 2&9.
iPuenke de Santa Quikiia (Ailmaímra, Castellón) : Véase #Santa Quiterian.
Puerto (Burriana, Castellón): 178-180 y 196.
Puiganola, cerro de La (Barig, Valencia): 288 g 289.
Puimdsson (Var, Francia) : 123.
Pwdol, El (Castellón): 107, 108 y 202.
Puy, Le (HautedLoire, (Francia): 135; - demme, departamento (Francia) : 135.
Pyrhées4xientales, departamento (Francia): 88, 99, 100, 112, 116, 118, 119, 136, 137,
140 y 141.
Quemado, cintos del (Bicorp, Valencia) : 291.
Quencarll, sierra del (Catadau, Valencia) : 290.
Rabat (Marruecos): 237.
Rac6 de Giner (Alcalti de Xivert, Castellón): Véase aGineru.
RaJla, camino de la (Villarred-Bechi, Castellón): 221-224.
Rambla dmtopet (Alcalá de Xi,vext, Castellón): Véase (~Estopet)); de Seguer (Alcalá de Xivert, Casteiión): Véase sbSeguern; - del Va& del Angel (Alcalá de
Xivert, Castellón): Véase «Valle del Angel)); - de la Viuda (Almazora, Castellón) : Véase nViuda».
Rates Penaes, cueva de Lee ~(Rabva,
Valencia) : 8.
Ratils, lbarranco de (Villazreal, Caskllón): 201 y 220.
neal d'AJacant, camino (Alibaidsa, Valencia) : 35 y 36.
Redessan (Gard, Francia) : 119.
Redó, partida del P á (VillarieaJ, Casteiión) : 222.
Reims (Mame. Francia): 124. 125. 128 v 129.
R h u n a t ( D r h e ; Francia) : 122 y 1%.
Reno, río: Véase wRhin)).
Reus (Tarragona): 96.
Revello (Salum, Cuneo, Italia) : 147.
Revigliasco d a t i (AJessandria, Xkalia) : 137.
Revo (Val di Non, Ztaiia) : 137.
Rey, Pigró del (Alcala de Xi,vmt, Castellón) : 245.
Rhin, río: 94 y 133; -medio: 59, 87 y 88; - superior: 133.
Rhode, hoy Rosas (Gerona) : 118.
RhGne, r'io (Francia): 89, 99, 103-107, 112, 114-116, U3 y 157; -, departamento (Frand a ) : 69, 89, 90, 104, 122, 128-135, 138, 139, 142-147, 150, 151 y 158-161.
R i m a , cueva de (Cullera, Valencia) : 37 y 1
.
Ripoüih, ladrillar de (Burriana, CashMn) : 180.
Riu (Alcalá de Xivert, CasteUÓn): Véase *Cuevas, rion; - Sec. presa del (Villarreal,
Casteiión): Vbase #Presa».
Rocamadour ( U t , Francia): 56 y 62.
R6dan0, río (Francia) : Véase nRh&ne,río)).
Rogno (Val Caniónica, Italia) : 153.
Roja, Clot de k Penya (&al& de Xivert, Castsllón): 258; -, Peña (Alcala de Xiuert,
CaStell6n) : 257, 258 y 260.
Roma: 45 y 275.
Romagnano (Novara, Italia) : 157.
Romanos, azagador de los (Alcal&de Xivert, Castellón) : 267.
Romula, hoy Sevilla: 274.
[page-n-388]
Randa. la W d a (Málaga): 274.
Rondonera, siérra (~abernes Valldignaderesa, Valencia) : 285, 288 y 290.
de
Rocluewaise (Boudhes-dUWdne. Francia) : 123 v 157.
Ff&as (Gerona): 118.
Rbtova (Valencia): 8.
Roucadour (Tíhémines, Lat, Francia) : 55-91.
Rouen (Seine-!iVíaritime, Francia) : 89 y 90.
Rouffiac (Aude, Fs&noia): 119.
Royo Termo, partida (El Sabinar, Murcia) : 19, 22 y 23.
Rugat (Valencia) : 27.
Rumilly $(Savoie,
(Francia) : 139.
Ruscino, hoy Perpignan (Francia): 100 119.
Rusia: 54.
Saalburg (Alemania): 155.
Sa&ater, corral de (A!ical& de Xivert, Castellón) : 258 y 260.
Ssbinar, iEi (Murcia): 19-26.
Saelims (Cuenca): 274 y 277.
Saetabis, hoy Játiva (Valencia): Véase c&aitabi».
Sagra 'di San Michele (Torino, Italia) : 155.
Sagunto (Valencia): 45, 107, 108, 129, 172, 229, 237 y W4-276.
Saguntum, hoy Sagunto (Valencia): 274 gr 276.
Sakune (Nyons, m6me, Francia) : 159; - (Rémwt, D r h , Francia) :l23.
Slaignon (Vaucluse, *Francia) 119.
:
Gaint-Bertrand-deCminges (HauteGmome, Francia) : 128, 129, 156 y 157; - CérB
(Lot, mancia): 56 y 76; - mamas (Bouchet+du-RUidne, Francia): 156 y 157;
Gaudem (Haute-Garme, Francia) : 130 y 131; - Gennain-en-Laye (Seine-Oise,
Francia): 69; - Jeamen4F¿oyans (Drdme, tfiancia): la8 y 129; - Liaier (Mi&ge, Francia) : 128 y 129; - Martin-d'Ar&che (Ardeahe, %rancia): 87; - M&in
de-Oastilou (Vaucluse, Francia): 118 y 119; - Maximin (Var, Francia): 122,
123, 130, Bl, 134 y 135; - Piere-lesdMantigues (Bouches-du3+h&ne.Francia) :
136 y 137; - Privat (Gard, 'Francia): 122, 123. 128 y 129; - Rémy-en-Provence
(Bouohes-du-Rihom, Francia): 89, 118, 119, 122, 123, 126, 127, 132-135 y 156459;
-- Saturnin-d'Apt (Vaucluse, Frai~cia!, 118, 119, 158 y 159; - Sever-sur-i'Adour
(Lacndes, Francia): 115 y 120; - Spnph0rie.n (Ardeohe, Francia): 122 y 123;
- Thibéry (~Hérault.
Francia): 99, 118 y 119; Wendd (Francia): 134 y 135;
Ybard (Corr-, .Francia): 69.
Saitabi, hoy Játiva (Valencia): 216, 274 y 276.
Sai.ti, h y Jhtiva (Valencia): V6ase uSaitrubin.
o
Sallandó, barranco ,(Benicasim, Casteilón) : 2ü2.
Salduie, h y Zaragoza: 274 y 277.
o
Saiém (Valencia): 27-41.
Salernm (Var, 'Francia) : 58 y 59.
tWsa&ella (Oaskllón) : 242.
-lb,
(Viiiarreal, CasteRlón) : 221.
Sialuzm (Cuneo, ~Italia) 146, 147. 152 y 153.
:
6an Albano G b a (Outneo, Walia): 136, 137, 142, 143, 156 y 157; A n h (Orihuela,
Alicante): 51; - Antonio, barranco (Ca-stelión): 178; - - (BeoM, CAlstelión) :
222 y 224; - DainianO Maira (Cuneo, Etalia): 122, 123, 126, 12, 146 y 147; -7
Fulgencio ,(Alioante): 96 y 87; - Giulio, Isola de (Novara, Italia): 122 y 123;
- Juan de fAanelCaraohe (Sevilla) : 274; - Miguel, camino (Alcalá de Xirert,
CastRWn): 253 y 266-2438; - -, cerro (aria, Valemis) : 108, 112 y 163-1663 - e m i t a (Alcal$, de XWert, CasWón): 267 y 268; ,
monasterio (Liria,
Valench): 166; -'-, río (Alcala & Xivert, Cashilún): V 6 w Guevas. do));
- Pietro di Mosem '(Navam, Xtalia) : 156 y lr51; - Roque (C%diz) : 274; - Se1bastii8n (Villavieja, Castellón): 203; - Vicente. fuente (Liria, Valencia) : 168.
Sanlúcar de Ba.rrameda (Oádiz) : 95-97;
18amayor (Sevilla) : 2'.
5
4
Sanh, Calar de la (El Sabinar, ~Murcia):23; - M a r a , monte (Villavieja, Gaste1 1 1 ) 178 y 203; - Magdalena de Pulpis (Owteiión): 242; - Pau, camino (Bu1 5 1:
miana, Castellón) : 178; -Perpetua de la Woguda (Barcelona): 172; --Quiterk,
puente ( A l m m a , Gastellán): 44, 45, a08 y 209.
Santander, provincia : 281.
Santaver (Cuenca): 274.
Sadiponce (SevUa) : 96, 97 y 274.
-
-
-
-.
-
- 336
-
[page-n-389]
SaBne, río (Francia): 69 y 89; - et-Loire, departamento (Prancia): 59, 68; 126-131,
134 y 135.
Savgiiano (Cuneo, Fta.lia) : 156 y 157.
Savona ( L i i i a , Italia) : 136 y 137.
Srwoie, depart4unent.a (Francia): 122, 123, 134, 11, 11, 130, 158 y 159.
Scrivh, río (Italia): 105.
Bebelaci, ciudad antigua en Iór provincia de Castellón: 45.
Seca, ibaésa (Viihmal, Castelk5n) : 244.
Seco, río (CasMón): 117, 1 180, 182, aDD, 2ü1, 2ü7, % ,
%
N213, 214, 221 y 222.
Segobriga, a y Cabeza de Griego (Saelices,
&egouia, hoy Ekgovia: 274.
Segovia: 274.
Seguer, rambla de (Alcaiá de Xivert, OasteWn) : 242.
Gegura de la Sierra (J&) : 274 y Zi7.
Eeine, región del (Francia): 59,131, 135 y 156);-, I%O (Raniciai): 69 y 80; Maritime,
departamento (Francia) : 88 y 90; - ewise, departiamento (Francia): 69.
Sekaisa, hoy Belanonte de Cahtayud (Zaragoza) : 274 y m.
Sekabirikes: Véase acSegdbriga».
Bens (Yonne, Francia) : 130 y 131.
Sepelaco, ciudad antigua en la provincia de Castelián: 222
Serra de les Aguiies (Valencia): Véase u&ulles»; - @Aldaba (Bar&, Valencia) :Véae
~Aüdaia)); de Benicadell (Alicante-Vadencia): Véase aBenicadelb;
de Oorbera (Valencia) : Véase «Cor.berw: - de lWsuasa (Ckmanes. T t m ~ ~ ~ n Véase
: ar)
-pasa)); - @'alconera (Gandáa, ~alencia)-véase & l o o n ~ m ; - (Va:
6
lencia) : Véase ((Grossa)): - d11rta (CasteRiáin): Véase d r t a ~ - de Montaúver
:
(GandíaJeresa-Barig, ~ d e n ~ c i a )
: Véase uMont&ver»; -de Mum (Alcalá de Xivert, Oastelión): Véase f f M w ) ; - de Quencaiil (Catadau, Valencia): Véase
ac&uendl»;-Rcnndonera (Tabernes de Vdldiina-Jeresa, Valencia>:V é a e uRontlonera)).
Serreta, publado de la (Alcoy, Alicantej: 108 ry 239.
Serviers (Gard, %rancia): 12a y 123.
Sevilla, ciudd: 93, 95-91 y n4; - provincia: 93, 95-97 y 274.
,
Sexi, hoy .Almuñécas (Granada) : 374.
Sidamunt (Lérída): 108.
Sider (Vttlais, Buiza) : 123 y 123..
Bierra del ilhe (Dos Aguas, Valencia) : Véase # h e » ; - del CabaJión (Dos Aguas. Valencia) : Véase (abaillónn; - del Caroig (Ayora-wuera, Valencia) : Véase &aroig)); - de Enguera (Valencia): Véase uEnguerafi;
de Esrpadhn (CasteMn) :
Véase (dBpad8nn.
Sigean (Aude, Francia) : 100, 102, 112, 118 y 110.
Sima, La ! E Saibinrtr. Murcia) : 23.
(l
S i a t de Valldigna (Valencia) : 285, 2 6 y !B8-290,
8
Simplón (Italiaeuia) : 165.
Sinarcas (Valencia): 172.
Sifiteron (Bassedlpes, ,Francia): 154 y 155.
Sibjar, pantano (Castelión) : 2 1 .
16
l
.
Sobiiana, acequia (Villarreal, Cssteilón) : '290.
Boisw>ns (Aisne, Fkancia) : 134 y 135.
Solaig, poblado del ~~, Casteilón) : 178.
Solivella, necrópolis de la (Alcal&de Xiverf, Castellón): a43, 251, 263 y 2437.
EWmne. departammb (Francia): 138 y 139.
Somieres ( W d , Francia) : 145 y 147.
Sorgue, río (Francia): 119.
Boria, ciudad: 274, !Zl7 y 278;
provincia: 274, 2 7 278 y M.
7.
Speyer (Alemania) : 1 .
%
Spigno (Alessandria, Italia) : 152 y 153.
. z%
&trevi ( a u i , Alessandria, Italia) : 160 y 161.
=
:
'
euabia (Alemania) : 87 g 88.
.. . .
.
Subarra, camino de (Alcal6 de Xivert, Caskilón) : '253.
.
Substantio, hoy Qastelnau-le-Lee (Francia): 99.
Suiza: 57, 80, 87, $8, 1 0 , 122-125, 130-139,152-155. 180 y 161,
10
Suno (Novasa, Italia): 154 y 155.
.. .
-
-
-
-.
'
T
- _ A L
.
%
[page-n-390]
Guro, P á del (Barig, Valencia) : 36.
l
Susa (Torino, Italia): 122, 123, 126, 127, 130, 131, 144, 145 y 152-158;-, Val d (Italia) :
i
Véase uva1 di Susan.
Taüernes de ,Vaildigna (Valencia): N 5 y 287-280.
Talioires (Haute&awoie, Francia): 146 r 147.
Tamaniu: Véase Oamaniu)).
Tanaro, rio (1.talia): 106.
Tánger (Marruecos): 237.
Tapias, Calar de.las ( lBabinar, Murcia) : 21-23.
E
Tarascan (Bouches-du~Ruibne,
Francia): 89 y 90.
Tarazona (Zaragoza): 274 y 282.
Tarifa (Cádiz): 274.
T a n , depap'rtamento (Francia) : 89 y 90; - rio (Francia) : 861.
,
Tarquimpol CMoselie, Francia) : r56 y 157.
Tarrsco, hoy Taxragona: 2T4 s W7.
Tamagona, ciudad: 101, 174, l 274, 277, 280 y 282; -, provincia: 45, 96, 97, 107, 174,
?
$
,
a14, 277, 278, 280 y 282.
Tauroeis, hoy Le Brusc (FYnncia): 1U.
Tejera, La (El Sabinar. Murcia): 19, 20 y 22.
Tenalies, Tossal de les (Sidamunt, (Urida): 108.
Termo, arroyo (El (Sabinar, Murcia) : .Véase o
Tercero».
Teruel, provincia: 8, 108, 112 y 172.
Temo, Cabecico del (Verdolay, Murda): 98 y 97.
Teulaz de Ripoii6s (Burriana, Castellóin) : Véase ~Ripollésn.
Teyran (Herault, Francia) : 68.
llharaux (Gard, Francia) : %7.
llhQnines (Lot, Francia) : S-91.
'l%ionviiie (Mosalle, Francia): 134, 135, 158 y 159.
Tirao, Ei (Burriana, Caste116n) : 171-196 y 199-203.
Tivisa (Tarragona) : 96. 97 y 107.
m i n o (Piarnonite, XtaJia): 122, 123, 126, 127, 130, 131, 136, 137, 142-147 y 152-161.
TormasaJ cerros del (Alcalti de Xivert, CasteWn): 242 y 266-272.
Toro, montes de ('Baroheta y Simat de Vadigna, Valencia): 2 y 288-290.
%
Torrasm, p&ida de la (Villarreal, Castellón): 208, 221-234 y 253.
Torre Alocaz (Sevilla): 96; - de los Herberos (Sevilla): 274; - del ,Mal Paso (Castellnovo, Castellón): 35, 36 y 38.
Tomeblmca (Cmtellón): 242 y 254.
Torre611 de Murs (blgalá de Xiver.t. Castellón) : Véase
Torreta, cueva de la (Alcal&de Xivert. Castellón) : Véase nomera».
Tortona (Alessandria, ZtaJia) : 146 y 147.
Torksa (Tarragona): 45, 279, 277 y 278.
Tossal, E (Barig, Valencia) : 288; - de k Cala (Benidorm, Alicante): 108; - de les
l
Tenaiies (Sidamunt, ,Urida): 108.
Tossalet, $1 (Alcalá de Xivert, Castelión): 242, 262, 254-256 y 261; - pozo del (Alcalti
,
de Xivernt, Caakilón) : 254.
ToQna (Murcia): a02.
Toulouse (Haute-Gasonne. ,Francia): 136 y 137.
Tourette-mns (Nice, Francia) : 113.
Toumon (Ardeae, Francia) : 132 y 133.
Tous (Valencia) : 2943.
Traducta, hoy lAlgecira.9 (Cáklb): 274.
Transpadana, región (Ztalia): 157.
Trebujena (aádiz) : 274.
Trencades, m i n o de L e s (Onda, Castellón) : 235.
Tzenito (Venecia Trentina, Italia) : 136 y 137.
Treepuentes (Alava): 115.
Trheria (Alemania): Véase uTrieria.
Trier (Alemania): 126, 127 y 134-137.
Trompia, Val di (Brescia, Italia) : V6ase uva1 Trornpian.
Truig, lomas del (Tous, Valencia) =O.
Tugia (Pea1 de Becerro, Jaén) : 96.
S:
[page-n-391]
l?Úmulo de La Cave (Gramat, Lot, Fkancia): Véase uCatve~.
Turia, río: 8.
Turiaso, hoy Taramna (Zaragoza): 274 y 282.
T pi : V6ase uTorino».
U.
n
U1ía (Montemayor, Córdoba): Véase uVlia~.
Ullastret (Gemna): 100 y 108.
Umbría, fuente de la (Tabernes de Valdigna, Valencia): 287 y 289.
Unbika: Véase ~Ampurias)).
Urio (Como, I4alia) : 136 y 137.
Urso, h y Osuna (Sevilla): 274.
o
Uds (Gard, Francia) : 118, 119, 146-149 y 158-161.
Vado iLigure (Wvona, iitalia) : 136 y 137.
Vaison-la-aine
(Vaucluse, Francia): 118, 119, 122, 123, 130-13S,140, 141, 146 y 147.
Val de Neste (Hau-psrrénh,
Rancia): 126, 127, 152 y 153; - di Non *(Italia): 136
y 131; di 6um (Torino, Italia) : 154 y 1%; - Trcmpia (Brescia, Italia) : 142
y 143.
Varlais (Suiza): 122 y 123.
Valcamónica (Bergamo, Xtalia): 152, 153, 156 y 157.
Valdivedro (Novara, Italia) : 154 y 155.
Valence (Dronie, Francia) : 122 y 123.
Valencia, ciudad: B 9 2 ,4 , 93, 96, 97, 178, 208, 212, 213, 216, 241, 252, 274, 281 y 296;
. , 0 0
provincia: 7-18,20, a7-41,45, 6 ,53, 93-97, 107, 108, 112, 163468, 172, 178, 182,
2
252,
193, 201, 202, 206, 212, 213, 216, 219, 229, 237, alii, 274-276,281 y 283-295; -,
región: 7-20, 24, 27-41, 43-54, 93-97, 101, 107, 108, 112, 163-203, 205-239, 241-272,
274-278, 281 y 283-295.
Valentia, hoy Valencia: 274.
Valflaunés (Hkrault,, Francia) : 88.
Val1 &Uxó (CaSkUÓn): 112 y 201.
Vaiiada (Valencia) : 289.
VaWolid, ciudad: 279; - provincia: 279.
,
Valldigna, comarca (Valencia): 285 y 287-290.
Valle de abaida (Valencia): Véase flAibaidan; - del Angel. rambla (Alcalá de Xivert.
Castellón) : 242 y 260; - de la Barraca (~1ciraGarcagente.Valencia) : Véase
«Barraca));' de Marohuquera (Gandía, Valencia) : Véase ~Marchuquera)).
Vallon ( A r d a e , Francia) : 122 g 123.
Var. departamento (Francia): 58, 59, 105, 118, 119, 122, 123, 130-137,142-145 y 154-159.
Varese (Lombarda, Italia): 122, 123, 13.2,133, 142-145,146, 149. 154 y 155.
Vasco, PILís: 115 y 167.
Vaucluse, departamento (Framia): 90, 118, 119, 122-127, 130-135, 140, 141, 146, 147,
156-159 y 274.
Vaud (Suiza): 124, 125 y 130-137.
Varuvert (H6raul4, $Francia):140 y 141.
Veleia (Piacema, Ztalia): 146 y 147.
Vélez Blanco (Almería): 295.
Velilla de abro (Zaragoza): 274, 276 y 277.
Veii de BeaM, camino (Buni-,
Castellón) : 207 y 220; - de Casklló a Onda,camino
(ViilarreaI, Casteülón) : 216; - de Viilarreal, camino CBurriarn.a, Casteiión) :
179-181,191 y 193.
Vence (Algx?scWritimes, Francia) : 142. 143 y 152-157.
Venecia (#Venecia
Euganea, ItaLia): 142, 143, 152 y 153; - E w a w (Italia): 122, 123,
130-133,136-139, 142, 143, 152, 153, 158 y 159; - Tridentina (Italia): 136 y 137.
Ventabren (BouoheSaU-Whbne. Francia) : 118 y 119.
Ventimiglia (Impera,Italia) : 122, 123, 148 y 149.
Ventippo, h y Chsariche (Sevilla): 274.
o
Ventosa, peña (Alcala de Xivent, Castellón): 242 y 246.
Vercelli (Pimonte, Zhlia) : 152, 153, 156 y 157.
Verdolay (Mwch) : 96 y 97.
Verma (Venecia Euganea, Italia) : 122, 123, f30433, 136-139,142, 143, 152,153, 158 y 159.
Vézenubre (GsPd, Franicia) : 122 y 123.
Vía Awgwh: 45.
Vic (Gbrd, Framcia): 122 y 123.
Vidourle, río (Francia): 101.
-
-
[page-n-392]
Viena (Aipstria): 54.
Vienne (Isere, Francia): 122, 123, 12&136 y 158-161; -, departamento (Frmcia): 156
Y 157.
ViMa Filomena, partida (Villameal, Castellón) : 202 y 205.
Villafranca del Cid (CXsteil6n): 51 y 53.
Villanueva de A h l e a (CastelL6n): 242 y 253.
., d
Villares, pchiado de los (Caudete de las Fuentes, Valencia): 96 y 97.
Villaricos Guepas de Almamora, -erial
: 96 y 97.
Villarres1 tOastdl6n): 43, 6,177-181, 191, 197, 202, 205-239 y 253.
Villawieja (Castell6n) : lW, 202 y 203.
Viliema (Alicante): 201, 286 y 290.
Viiieneuve (Suiza): 122 y 123.
Vindonissa (Windisdh, Aaigan, Suiza): 138, 139, 152 y 153.
Vintenes de Tiao, partida (Burriana, Ca&111b) :179.
Virgen de Gracia, ermiüa de La (VtUllarreal, Castellón) : 257, 208 y 216.
Viky-le-Ram~isUmfme, #Francia) 69.
:
Viuda, rambla de la (Almas, Castellón): 44, 45, 178 y 207.
Viver (Casteán): 178-180y 196.
Vizcaya: 167.
Vlia, hoy iñáonitemayor (Córdoba) : 274.
V o W m del *F.aro,cueva (CuWa, Valencia) : 7-18.
Volonne (Basses-Alries. Francia): 122. 123. 134, 135 Y 154-157.
-
A
-
w~dm;¿biwen (Alemania): 156 y 1fi.
Windisch (Aargan, Guiza): 11,139,152 y 153.
Wittlidh (Alemania): 134-137,158 y 159.
Worms (Alemani): 132, 133, 11, laa 156 y 157.
Xivert, m i l l a de (&Alcal6 Xivert, Castellón): 242 y 267.
de
Yeso. barranco del (Benifairó de Valldigna, Valencia) : 287.
Yoaine, depur&anenln (Wasmia): 130 y 131.
Y w d m (Vaud. Suiza): 136 y 137.
Zabern (BaeiRRiin, Wancia): 156 y 157.
za.raggaa, ciudab: 214, 277 y 27%; - proviricia: 274, Z%, 217,
,
Zezano (Val Tromlpia, Brescia, Ltalia) : 142 y 143.
Zinswiler (Francia) : 134 y 136.
[page-n-393]
INDICE DE PERSONAS Y ENTIDADES
Abundancia. divinidad: 218 Y 219.
Agilianiis, alfarero: ZH y 229.
Agrupación Bm~ianense Cultura: 183.
de
~ s a d e m i e Wisseasdhadten (Vienal : 54.
der
Alberola Calabuig, J.: 3 .
5
Al&ertus Firmat, M, L.: 1 .
%
Alcacer Grau. J.: S& 53, 201 y 219.
Alejandro Magno. emperador: 98.
~ v o i d a , iw.
~:
.
Almagro Bas& M.: 100.
Amaltea, divinidad: 218.
Antonino Pfo, emperador: 219, 221, 238 y 239.
Aparicio Pérez, J.: 7-18.
Aparisi GonzBlez, J.: 189 y 199.
Arbois de Jubainvifle, H D': 114.
.
Archivo Histbrico Municipal (Vilarreal, Casteiión): 209 y 210;
Municipal
.(ame,Alicante) : 173 y 176.
Armand Cslliat, L.: 69.
Arnal, J.: 52 y 55-91.
Augusto, emperador: a19, W , 280 y % .
l
de Galera (Granada): 96; Ayuntamiento de Cullera (Valencia) : 18;
de Valencia: 96.
Azkue, R. M.a: 167.
Balcaldur, personaje ibero: 172.
Baiciadin, perwn@e Mapano: 107.
Balcibil, personaje hispano: 1W.
Balkebeles, personaje ibero: 165 y 188.
Balsan, L: 8 .
. 7
Baiiester Tormo. ñ.: 36-38.
Barbero de Aguilera, A.: m.
Bárkidas, familia de los: 275 y 276.
Barruol, G : 102.
.
BaWa, M :238
.
Battisti. C.: 112.
~ e l t r 4 n ' ~ a r t í n eVi.:, 3 6 276 y 27Q.
z 7,
B e l t r b Villamasa. P.: 163-168Y 278.
Beiiancourt, G.: 86.
Bennabels, personaje hiaano: 101.
Benoit, F,:100,102,-110,112 y 114.
B e r n a Brea, . .58.
L:
Bernat Crespi, G.: 2&B y 232.
Bes, divinidad: m.
Bilustibas, personsje hispano: 107 y 108.
Bitukios, pnincipe galo: 113.
Blanuhet, A,: 110, 115 y 275.
'
[page-n-394]
Blümel. W.: 99.
Bokios, magistrado monetral galo: 112.
Bonnet, R. : 60.
Boronat Giner, S.: 34 y 35.
Boube, J. 237.
Breuil, H.: 295.
Briard, J.: 89.
Brigantia, divinidad: 1 1
1.
Brinkmann, R.: 284,285, 288, 289 y 294.
Brisson, A,:BB.
British hduseum of London: 275.
Brugeres, L.:69.
Brunel, J.: 102, 106 v 107.
Buiíard, Dr.: 292 y 293.
Caiantolos, príncipe galo: 113.
Calliat, L. A.: 69.
Camarena Maihiques, J.: 206 y 212.
Carbonell Escobar, J.: 19-26.
Oarey, S. W.: 294.
Caro Baroja, J.: 101, 112 y 278.
Carreres Candi, F.: 45.
Carriere, M.: 60, 63 y 85.
Castellano, L.: 20 y 24.
Centro Excursionista de Alicante: N.
Cerámica Levantina, S. A., de Castelión: 177, 178, 183 y 193.
Ceres, diosa: 218.
César, Julio: 101 y 113.
Cibeles, diosa: 213
Claudio 1, emperador: 216 y 218;
11, emperador: 222 y 225.
Climent Carpi, J.: 35.
Oloos, Dr.: 293,
Cosfyn, A.: 70.
Cohen, H.: 213, 116, 218, 219 y 239.
Colección Cuadrarlo Da!z ({Madrid): 93, 96 y 91;
R. Nelli (Carcassonne,
Francia) : 119;
Tafdanel (~Mailhac,
~Francia) 119;
:
Vilaseca
Anguera (Reus): 96.
Comisaria General de Excavaciones Arqueológicas (Madrid) : 295.
comfort, H.: 1%.
Concordia, divinidad: 219 y 239.
Congreso Internacional de XNQVA, m: 44.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 295.
Constantino el Grande, emperador: 222.
Conway, R. 8.: 100.
Cooperativa el Paro del Mediterráneo (Gullera, Valencia) : 18.
Couchard, J. S.: 55-91.
Ooussy, J.: 56 y 69-61.
Coutil, L.: 89.
Cowen, J. D.: 68, 87, 89 y 90.
Cuadrado Díaz, E.: 20, 93, 96 y 97.
Ohabret maga, A.: 910.
Chapa Montalv&,F.: 40.
Cniilde, V. Gordon: 54.
milver, G. E. F.: 106.
Darder-Pericás, B.: 285. 286 y 294.
Déchelette, J.: 59. 68, 70 y 86.
Delegación Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Castellón: 183.
Delporte, H.: 70.
Diodoros : 98.
Diputación Provincial de Valencia: 7, 20, 31, 206 y a85.
Dirix, príncipe galo: 113.
Divixtus, personaje celta: 1 1
1.
Domiciano, emperador: 218 y 222.
[page-n-395]
Donat Zopo, J.: 7 y 283-m.
Doñate sebastia, J. M.n: U)5-239.
Dottin, 0.:100.
Dragendo~ff, 182, 213, 219, 226, 229 y 237.
H.:
Dupuy de Lóme, E.: 285, 286 y 292-294.
Dr
uW Ufebae, M :161.
.
Duval, P. M.: 99 y 115.
Eckhel, J. H.: 218.
Edo, M.: 177 y 180.
Hlis-Dvans, D.: 111, 112, 115, 125, 127 y 135.
Equidad, divinidad: 218 y 225.
Escuret, L.: 59.
Esperandieu, E : 113, 123, 127, 129, 133, 135, 137, 139,141,146, 147, 153, 155, 157, 150 y 161.
.
Esteve GáIvez F.: 43-54,202, 203, a05 y 220.
Exposición Regional de Valencia de 1909: 216.
Fabre, G :115.
.
de Medicina de ValenFacultad de Filosofía y Letras de Valladolid: 279;
cia: 40.
Franke, P. R.: 273.
Faust, 'M.: 102, 110 y 112.
, Annia Galeria: 166 y 219.
Faustiina, Annia: 212, 213 y 219;
Ferrandis Irles, M.: 222.
Figueras Paoheco, F.: 200.
Filenis, Fulvia: 210.
Fita Colomer, F.: 210.
FletuhW Vaills, D :7-18, 2Q, 31, 37, 52, 53, 100, 102, 110, 115, 116, 119, 163-165,167, 201
.
Foyer ~ u l t u r e l 5rive- (Francia): 59.
ae
Fusté Ara, M.: 36.
Furgxís, Z : 51.
.
Galhn, 1 . 77.
A:
Galieno, emperador : 225.
Galván, MP # . 53
L:
Garcbs, f.: m.
Garcia y Bellido, A.: 173.
Garcia Guinea, M. 1 . 2 .
A: 0
GardVhausen, V.: 104.
Gay, L.: 18.
Gil Ballester, M.: 177 y 180.
Gil Barrés, O :280.
.
Giner Perepfsez, F :7 y 18.
.
Giner Bospedra, V.: 241-272.
Girona, Y.: 223.
Glory, A : -56, y 84.
.
60
Gliick. M.: 1Q5 Y 108.
~&ssler,P.: ii3.
G6mez Moreno. M : 107, 169, 172. 278 y 280.
.
.
Gonzalo del val y Cia.: .18.
Gorostizaga, J.: 294.
Goury, O.: a01.
Gozalbo Delfa, L :206 y 223.
.
Gram, Tiberio Sempronio: 280.
Groupe de ~Etedherahe
Spéléologique de St. Céré (Francia) : 56 y 76.
G m ~ BQeleo16gico Vilanova y Piera, de Valencia: 7 y 283.
o
Guadhn, A. M %de: 2% y 276.
.
Guiter. H. 100-102 Y 110.
aw, X . 113.
k:
Hadriano, emperador: 218, 219 y 222.
Hall, W. H.: 106.
Hartmann, A.: 93-97.
Hatt, J. J.: 86, 88, 89 y 9 .
1
[page-n-396]
Head, 8. V.: 275.
Heiss, A.: 274 y 2Wi.
Hélhna, Fh.: 100, 102, 109, 110, 112. 113 y 116.
Hill, G. F.: 110-112, 114, 116 y 2%.
His Cata&, A : 7 y 18.
.
Holder, Dr.: 110, 111 y 161.
Holmes, A.: 292 y 294.
Hiibner, E.: lü7, 108, 112, 113, 115, 173, 174 y 310.
Huchard, A.: 81.
Huchard, P.: 87.
1
Ibarra #Mamani, . 173 y 174.
A:
Barra Ruiz, P.: 174.
"* a ,
INQUA: 44.
.Institución Alfonso el Magnánimo, de Valencia: 295.
Institut dMnthropologie Numaine, París: 295.
Instituto de Arte y Arqueologia del C. S. de 1 C.: 295;
.
de Estudios Wricos
y Etnología Valenciana, Valencia: 2%;
Geográfico y Catastral: al;
46, 177 y 216;
Valenciano de Estudios Históricos: 206.
Istituto Internazionale di Btudi Liguri (Bordighera, Xtalia) : 58.
Jacubsthal, P.: 101.
.-.
Jaime 1 de Aragón: 45 y a09.
.
Jannoray, J.: 1W102, 101, 109, 110, 114. 115 y 119.
-a
Jenkins, G. K.: 273.
.irp
JimBnez Navarro, E.: 296 y 296.
Johnson, S. C.: 100.
Jordá Cerd6, F.: 36, 37 y 201.
Jornet Perales, M.: 202.
Jullian, C.: 102, 113, 114 y 116.
Juno, diosa: 219.
Junta para Ampliación de Estudios: 295.
Kajanto, 1.: 104.
Kane, Ph.: 93-97.
Katicic, R.: 103 y 104.
Kimmig, Vi.: g9, 80. 86, 87, 89, 91 y 102.
Kuethmann, H.: 273.
Lacam. ,R.: 55 y 66.
Lafarga, J.: 18.
Laifon, B.: 119.
Lahees, P. H.: 294
Lamhglia, R.: 106, 115, 213 y 319.
Lautier, J.: 89.
Larramendi, P.: 167.
Lejeune, M.: 100 y 108.
Lizandra Rubio, J.: 197.
Lorblanchet, *M.:
6391.
Loirlroriknos, magistrado galo: 112.
LoukotYnos, magistrado galo : 112.
Louis, M.: 87, B%, 106, 115 y 116.
Llubregat Conesa, E. 1 . 24, 25 y 373-382.
A:
Maluquer de Motes, J.: 170 y 218.
Manrique, S.: 216.
Manrique )Miró, C.: 216.
Marco Aurelio, emperador: 219.
Maredhal, J. B.: 61.
Marín de las Bárcenas, A.: 294.
Mariner Bigorra, S.: 210.
Martel, E. A.: 55 y 56.
Martin Avila, G.: 182 y 206.
Martin Valls, R.: 279.
Martínez Ferrando, J. E.: 45.
Mrrrtinez Gamboa, J.: 19 y 20.
Mateu y Llopis, F.: 206, 216 y 278.
(3
-
I
[page-n-397]
Mattingly, H.: 275.
Maximino 1, emperador: 222.
Menéndez Pidal; .R.: 1x2 y a76. . : . ..
Menbil, P.: 222-224 y 232.
Mercurio, dios: 112.
Mergelina, C. de: 276.
Mbroc, L.: 56 y M.
Mesado Oliver, N.: 177-203.
Meseguer Pardo, J.: 266, 288 y 294.
Metz~er.B.: 90.
~ e y & É.: 106 y t15.
,
Mezauiriz de Catakin. " ! 1 . 219,226 y 229.
M A:
~ i l G t t e J. P.: 68. 70, 72 y 89.
,
Mülienhoff, K.: 106.
.
Mülier-Karpe, H. : 91.
Musée de Brive (Francia): 69:
de la Cathedral (Elne, Francia): 119;
de Genhve (Suiza): 80; ----- de Libourne (Francia): 70;
- de Narbonne (Francia): 119:
de Perpignan (Francia):
119 ;
de Rouen (Francia) : 89 ; - de Saint-Germain-en-Laye
de Saint(Rancia) : 69;
de Saint Germain (París): 80;
de Sigean (Francia): 118.
Rémyen-Provence (Francia) : 80 ;
de iNarbonin6 (Francia) : 119;
de Perpignan (Francia):
Museo Aiqu.eoi&ico Municipal (Alcoy, Alican$e): 38;
-(Burriana,
C&,dlón): 179 y 197; (Elche, Alicante): 96 y 97;
Nacional (Madrid): 93, 96, 97 y 175, -Proviiicial
(Alicante): 24, 93, 96 y $7;
(Bwcelona) : 93, 96 y 91;
(Jaén): 93, 86 y 97; -(Murcia): 93, 96 y 97;
---(Sevilla): 93, 96 y 97;
(Tarragona) :
de Rrubat (Marruecm): 237; -de Tánger (Marme174; a : -Bit&nico (Londres) : 275;
)237;
Histórico Municipal (Valende Prehistoria del Berivicio de Irwestigaci6n Prehistórica (Vacia): 96;
lencia): 93, 96, 97 y 212.
Navarro Lorenzo, F.: 179.
Navascués. J. M de: 276.
.
Neili, R.: iig.
Niederlender, A.: 55, 66. 60. 61. 65, 83 y 84.
N e o Cialio, G.: 169.
it
Nouel, A.: 89.
Oliva Prat, M.: 100 y 108.
Olshausen, S.: 99.
País, B.: 123 y 139.
Palas, diosa: 219.
Pascua1 Pérez, V : 38.
.
Pastor Alberola, E.: 27-41.
Perioot Garcia, L.: 12, 201 y 295.
P e r i d Baurioh, L.: 12.
Petit Rodhera, V. R : 212.
.
Petracoo Sicardi, G :101, 104 y 106.
.
Philippo 51, empesador: 98.
Piedad,, divinidad: 218 y 219.
Pla Badlester, E.: 37-39.
Pokorny, J.: 106 y 112.
ponsich, P.: 88.
Porcar Ripoliés, J. B.: 183 y 202.
mus, A. de: 88.
Prades, H.: 51 Y 52.
Ptolomeo: 163 Y 166.
Puuhol, familia de los: 211, 213 y 214.
Puigram, E.: 107.
Quatrehomme, F.: 89.
Ramón de María, C. D., P.: 45 y 179.
Ramos Fernández, R.: 169-176.
.
- .
-
-
--
--
-
-
----
--
---
-
[page-n-398]
Ramos FoIqu6s, A.: l y 202.
b
Reineae, P.:69, 70 y 8 .
6
Reuni6n de Historia de la Swnomóa Antigua de le Peninsula, I (Valencia): 276 y
RiLaiard, J. c.: 111.
RIgantikos, principe galo: 113.
Rlos, J. M :294.
.
R~pollés, B.: 186.
J.
Ripoiibs Vicent, F.:180 y 1s.
Riquet, R : a, 77.
.
y
m,H.: 1M.
Robert, C.: 110.
Robinson, 8. 8. G : 275 y 276.
.
Roca Alcavde. F : 196 Y S3.
.
Rbssler. O.: m.
yB.
4
Rosgo de Luna, U.: a83, 284, 286, ?89,
8h~l1ez
Lozano, R.: 294.
8sndarS. N. K : 78 Y 8 .
.
6
Santos ~ e n e r8. de l s 2ü.
,
o:
8erthou Carreres, C.: 4 ,210 Y a98.
6
SeiDio: 276.
seoiiar, 1: 57.
.
Sohmidt, K. H :
. 103, 10.5, 106, 110-112, 115, 123, 125, 127 y 135.
Saiunoil. U.: IW, 1 M y 112.
a.
l
sohuiten; i~.: 281.
Seidl. D . 293.
r:
Sentus. aliarero: 237.
wrtorio: asa.
Servicio de Investigación Prebistóricrt de Valencia: 7 N,31, 38, 93, 96, 97, 165, 206.
,
ala, 21% y 295.
Bitter, L. U. de: 283, 284 Y 294.
Gmitü Agreda, V.: 40.
Soler Garda, J. M.': 201.
Bolier, Y : 102 y 119.
.
sos BaYnat, V.: 202 Y m.
B ~ U ~ O UA,: s 72, 78, 114 y 115.
,
.
S o é W l u b Alesien (&s. Rancia) :
B-&mChhoit,E.: 89.
Staatlime Minesammlung (Münioh) : 21.
'3
T&anel, J.: 88, 88 y 119.
Taffanel, O.: W, 88 y 119.
Tarraddi Mateu, M.: 203.
Taurisgon, P.: 56, 59 y 61.
Taxil, A.: 58.
Temple, P.: 87.
Tiberio, emperador: 237 y 277.
Torres C~sbomU, 27-41,
8.:
Tour, H de la: m5.
.
TouNdivix, personaje galo: 111.
Tovm ,Lorente, A,: 101, 106, 112, 172 y 278
majano, emprador: 232.
mieueros Molina. E : 294.
.
umiiersidd de Valencia: 40. 206, 281 y 295;
Untermann, J.: 99-161,169, 273 y 278.
Une1 Pascual, D :166.
.
Us6, E :209.
.
UtriUaa, T.: 18%
Val, O. del: 1 .
8
Val Caturla, E del: 203.
.
Valor, divinidad: 218.
VaJl de Pla, M I A.: 95.
Vaiiejo, J.: 112.
[page-n-399]
Vespasiano. emperador: 218.
Vesía, diosa: a18 1 219.
vigil vascual, @d.:
181.
v i l b Breva, M.: 179.
Vilaseca Anguera, S.: 96.
Viré, A,: %S.
Vives E%cudem, A,: 107, 111, 216 y 276
Watkiirs, C.: 100, 110, 113 Y 115.
Wei@er,
L:1W,103 Y 104.
Whatmugh, J.: 100, 1Q4, 110-112, 114, 116, 110, 121, 113, 125, 121, 1% 13 Y 1
16
s
Wuriiemier, P.: 147, 157 Y 161.
[page-n-400]
[page-n-401]
INDICE GENERAL
.
.
.
.
Págs
-
FUSTGH!ER, D y AEWRZCIO, J. Noticia de las excavaciones efectuadas en la
Cueva del Voioan del Paro (CiEllera. Valencia) ..............................
.
7
.
C E i m ESCuBAR J Dos nuevos abrdgos con .pinturas rupestres del SaAü
W m
binar (Murcia, ...............................................................
19
PASTOR ALBBRULA. E. y TORRIES O A ! R B O m . S.. .Los
enterrarnien& eneoliticus de la cueva del Fkonitó. Salem (Valencia) ..............................
27
.
.
EWiEWE GAGVEZ. iF. E1 abrigo r.u.pestre del Assud de AImazora y m yacimiento arqueológ.io0 ...............................................................
.
.
.
AIR,NALI J., COUOHABD. 5 g .LORBLILNOHET. r La g r o k de Roucadour
mi
(Th&nines. 'Lot) ..............................................................
.
.
HAWIWANN.'A
y KlAEB. PH Gvestigaciones espectro-tinaldtick sobre hallazgos hispánico8 de aro .........................................................
.
..
43
5
'
93
......
99
BFiLTRAN V
~
~B Correcciones de a W 4 s s inknpretacionea de 10.5
4
,
t e x b ibéricos de .U i a ......................................................
i
163
.. Imripcioii~s
ibéricas de #La
Alcudia (Elche) .........
169
...............
177
(3-R
BCHPED&A. V !Noticias arqueológicas de la comarca de AlcalB de Xivert (Castellán) ...............................................................
241
U ~ N T E J ~ (Lengua gala y lengua ibérica en la GaEa Narbonensis
.
.
RAMQ.9 RERNuWiDEZ.
..
MESAiDO. N Yacimientos arqueológiaos de Burdana (Castellón)
.
.
..
LLOBRrEOAtl'. i . pastillas a dos nuevcm estudios sobre la !nmisonáitica antigua
E A
peninsii!ar ..................................................................
213
...
.. Los canales dxiásicos valencianos ........................
283
DONAT ZOPO. J
[page-n-402]
LAS OPINIONES VERTIDAS EN LOS ANTERIORES TRABAJOS DEBEN
ENTENDERSE COMO JUICIOS PERSONALES DE LOS RESPECTIVOS
AUTORES
[page-n-403]
Este Servicio de Investigación Prehistórica remite sus publicaciones para estoblecer y mantener intercambio can las centros científicos y señores investigadores
en esto especialidad. Por ella espera ser correspondido con el envio de los publicaciones del receptor, entendiendo caso contrario que no se desea sostener intercambio
y suspenderá ulteriores envíos
Toda la correspondencia diríjase al Directo: del Servicio de Investigación Prehistórica de la Excma. Diputación Provincial de Valencio, calle de Caballeros, número 2, VALENCIA.
[page-n-404]
[page-n-405]
[page-n-406]
Noticia de las excavaciones efectuadas en la Cueva del Volcán del Faro (Cullera, Valencia)
Daniel Fletcher García / José Aparicio PérezPag. 7-18descargarDos nuevos abrigos con pinturas rupestres del Sabinar (Murcia)
J. Carbonell EscobarPag. 19-26descargarLos enterramientos eneolíticos de la Cueva del Frontó, Salem (Valencia)
Miguel Ruiz Romero / S. Torres CarbonellPag. 27-42descargarEl abrigo rupestre del Assud de Almazora y su yacimiento arqueológico
Francesc Esteve i GálvezPag. 43-54descargarInvestigaciones espectroanalíticas sobre hallazgos hispánicos de oro
A. Hartmann / Philine KalbPag. 93-98descargarCorrecciones de algunas interpretaciones de los textos ibéricos de Liria
Pío Beltrán VillagrasaPag. 163-168descargarNoticias arqueológicas de la comarca de Alcalá de Xivert (Castellón)
Vicente Giner SospedraPag. 241-272descargarApostillas a dos nuevos estudios sobre la numismática antigua peninsular
Enrique Llobregat ConesaPag. 273-282descargar