Serie de Trabajos Varios 77
La circulación monetaria en la Tarraconense Mediterránea
Pere Pau Ripollès Alegre
1982
, ISBN 84-500-8390-7
978-84-500-8390-3 , 588 p.
[page-n-1]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 77
CIRCULACION MONETARIA
EN LA
TARRACONENSE MEDITERRANEA
Por
PERE PAU RIPOLLÉS ALEGRE
OBRA EDITADA CON LA COLABORACION
DEL
DEPARTAMENTO DE PREHISTOWA Y ARQUEOLOGIA
DE LA
FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA
DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA
VALENCLA
1982
[page-n-2]
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SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 77
CIRCULACION MONETARIA
EN LA
TARRACONENSE MEDITERRANEA
Por
PERE PAU RIPOLLÉS ALEGRE
OBRA EDITADA CON LA COLABORACION
DEL
DEPARTAMENTO DE PREHISTOWA Y ARQUEOLOGIA
DE LA
FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA
DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA
VALENCLA
1982
[page-n-5]
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA - INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL CONSEJO SUPERIOR
DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Niim. 77
l.S 6.N: 84-500-8390-7.
- I.S.S.N.: 0 2 1 1-2264. - Dep. Leg.: V. 431-1983
Editorral Fedenco Domenech, S. A
- Gremis. 4
Valencia
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2010 — ISSN 1989-0540
[page-n-6]
Als meus pares
[page-n-7]
Esta publicación constituye la tesis doctoral del autor. Ha sido realizada
con una Ayuda de Tesis Doctoral del Instituto de Asistencia y Promoción del
Estudiante del Ministerio de Educación y Ciencia y fue presentada en la
Facultad de Geografíae Historia de la Universidad de Valencia en 1982, ante
el siguiente tribunal:
Dr. D. Francisco Presedo Velo, presidente.
Dr. D. Marün Almagro-Gorbea, director.
Dr. D. Francisco J. Fernández Nieto, ponente.
Dr. D. Felipe Mateu y Llopis.
Dr. D. Lorenzo Abad Casal, secretario.
Dr. D. Santiago Sebastián, suplente.
Obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.
[page-n-8]
INDICE GENERAL
INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CRONOLOGIA ...........................................
CORPUS DE HALLAZGOS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA ...................................
a ) Tesoros ....................................
b) Hallazgos esporádicos ......................
c) Nuevos datos ...............................
Emporion (La Escala. Girona)
1.
a ) Gabinete Numismático de Catalunya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Museo Arqueológico de Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Museo Arqueológico Provincial de Gi1.
1
rona ............................
Monedas halladas en el poblado ibérico de Ullastret . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 1 Los Villares (Caudete de las Fuentes.
1.
Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV . Museo Municipal de Alcoi (Alacant)
V.
Museo Arqueológico Provincial de
Alacant . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI . Museo Provincial de Bellas Artes de
Maó . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI1. Museo Arqueológico de Eivissa . . .
ANALISIS DE LOS TESOROS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA ...................................
Período 1 (S. V-237 a.c.) ......................
Período 1 (237-195 a.c.) ......................
1
Periodo 1 1 (195-133 a.c.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
Período IV (133-70 a.c.) .......................
Período V (70-27 a.c.) ..........................
Período VI (27 a.c.-54 d.c.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
[page-n-9]
1 1 ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE ALGUNAS
1.
CIUDADES DE LA TARRACONENSE MEDITERRANEA.
Emporion (La Escala. Girona) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ullastret (Girona) ...................... . . . . . .
.
Ilturo (Burriac. Cabrera de Mar. Barcelona) ...
Iluro (Mataró. Barcelona) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Barcino (Barcelona) ............................
Kese-Tarraco (Tarragona) .....................
Serra de 1'Espasa (Capsanes. Tarragona); Sant Mique1 (Vinebre. Tarragona); La Comarca de El Penedés (Barcelona) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Moleta dels Frares (Forcall. Castelló) .......
Morella (Castelló) ..............................
Arse-Saguntum (Sagunt. Valencia) . . . . . . . . . . . . .
Valentia (Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Kelin (Los Villares. Caudete de las Fuentes.
Valencia) ......................................
Saitabi (Xativa. Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Museo de Alacant (Alacant) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ilici (L'Alcudia. Elx. Alacant) . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo Agudo (La Unión. Murcia) . . . . . . . . . . . . .
Región Interior de Murcia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Menorca ......................................
Pollentia (L'Alcudia. Mallorca)
...............
Ebusus (Eivissa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Pompaelo y su Región (Pamplona) . . . . . . . . . . . . .
Museo de Logroño (Logroño) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Calagurris (Calahorra. Logroño) . . . . . . . . . . . . . . . .
Arcobriga (Monreal de Ariza. Zaragoza) .......
Bilbilis (Calatayud. Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo de las Minas (Botorrita. Zaragoza) . . . . .
Región de Huesca (Huesca) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo de Alcalá de Azaila (Azaila. Teruel) . . . .
Región de Lleida (Lleida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Clave de símbolos utilizados en los mapas . . . . . . . . . . . . . .
Abreviaturas bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Indices
1 Indice geográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
1 . Indice de cecas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
[page-n-10]
Las nuevas directrices de la investigación numismática se orientan cada día con más intensidad hacia los análisis de las monedas que
circularon en períodos cronológicos concretos, especificándose de qué
talleres proceden y en qué proporción éstos entran a formar parte de
la masa monetaria circulante.
Las bases que hacen que en la actualidad sea factible este tipo de
análisis en la Península Ibérica se debe, en gran medida, a los esfuerzos realizados por el profesor F. Mateu y Llopis, quien desde 1942 ha
estado inventariando y comentando los hallazgos numismáticos de la
época antigua. Sobre ellos, preferentemente, Martín Valls realizó un
ensayo importante de circulación monetaria ibérica, publicado en
1967, en el que ofrecía un estudio de dispersión de hallazgos y áreas
de circulación peninsular de las monedas de los distintos talleres ibéricos.
No menos importante fue el estudio de E. A. Llobregat sobre la circulación monetaria en la costa alicantina a través de las monedas
existentes en el Monetario del Museo Arqueológico de Alacant, interesándose en el análisis e identificación de la masa monetaria circulante en una zona amplia que tendría como centro Alacant.
El análisis de la circulación monetaria se encuentra vinculado a
la publicación de fondos monetarios de museos o a los hallazgos monetarios procedentes de excavaciones arqueológicas en las ciudades
destacadas. En este sentido, conviene señalar la publicación, en 1974,
del estudio de la circulación monetaria de la ciudad de Conimbriga.
[page-n-11]
1O
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Una muestra concluyente del creciente interés que despiertan los
estudios de circulación monetaria, son los dos Simposia de Numismática celebrados en Barcelona, el primero dedicado a la circulación
monetaria y el segundo a las relaciones franco-hispánicas, y el estudio que publicamos en 1980 sobre la circulación monetaria de las Tierras Valencianas. Estos estudios van a suponer, en parte, la interconexión de la moneda y su uso con otros fenómenos de índole arqueológica, histórica o económica y con una dimensión espacial hasta ahora, en pocas ocasiones, suficientemente valorada.
Así pues, nuestro trabajo se enmarca dentro de esta orientaciónque,
muy brevemente, se podría defmir como el intento de establecer cuál
es el ámbito de circulación de los distintos talleres y cómo se encuenla
tra ~ompuesta masa monetaria a lo largo de los diversos períodos
en los que se han compartimentado los años que abarca este estudio,
tanto a nivel de la totalidad del ámbito geográfico elegido, como particular de las ciudades y zonas restringidas para las que se posee documentación de hallazgos monetarios.
La información numismqtica que nos ha servido para poder realizar este estudio ha sido obtenida de dos fuentes básicas. Por un lado,
los hallazgos monetarios ya publicados y, por otro, las monedas inéditas que se encuentran en los fondos de los museos ubicados en la zona
que comprende el marco geográfico de nuestro estudio, tengan o no
procedencia conocida, ya que su posterior análisis y comparación con
la estructura quc presentan otros yacimientos, se encargará de demostrar si pueden considerarse de procedencia local o, por el contrario, si se trata de una muestra selectiva desconectada de su entorno
inmediato.
Por lo que respecta a los datos bibliográficos ha sido necesario, en
muchos casos, reconvertir referencias bibliográficas en desuso a catálogos y repertorios actuales, como resultado de la aparición de nuevos
estudios con dataciones más ajustadas que modifican sustancialmente las cronologías que tradicionalmente se habían atribuido a las monedas. Esta revisión de la datación ha sido un aspecto importante en
lo que respecta a los tesoros monetarios, ya que todos ellos se fechan
por medio de las acuñaciones romanas que ordinariamente aparecen
en los mismos y, teniendo en cuenta que a partir de 1974 M.H.
Crawford ha establecido una nueva datación para la aparición del denario
romano, admitida por la práctica totalidad de los investigadores, todas las publicaciones de tesoros anteriores a esta fecha deben ser corregidas. Por esta causa se ha producido un corrimiento de fechas hacia el siglo 111 a.c. para las ocultaciones más antiguas, influyendo por
t n o en la datación atribuida a las adaciones ibéricas y en la vinculaat
.
[page-n-12]
INTRODUCCION
11
ción de las ocultaciones a unos acontecimientos históricos determinados.
En relación con los períodos cronológicos utilizados en este trabajo
nos parece interesante señalar que, teniendo en cuenta que el marco
cronológico comprende desde el inicio del uso de la moneda en la
i
Península Ibérica a partir del siglo V a.c. hasta el fn de las acuñaciones peninsulares a mediados del siglo 1d.C., se hace imprescindible la
agrupación del numario en unos períodos cronológicos cortos para poder apreciar, en cada momento, el predominio de unos talleres sobre
otros, cómo se refleja su actividad o inactividad y poder captar con
todo detalle la circulación monetaria que, de otro modo, sin los períodos mencionados, quedarían todos los pormenores muy diluidos en el
tiempo.
Hemos considerado que son seis los períodos cronológicos que nos
permitirán observar con detalle la circulación monetaria de la Tarraconense. El primer período, agrupa las acuñaciones anteriores al 237
a.c., fecha en la que los ejércitos cartagineses desembarcan en la
Península Ibérica. El segundo período engloba los años de presencia
púnica hasta su derrota y la pacificación de los levantamientos ibéricos por Catón. El tercer período comprende las acuñaciones efectuadas entre el 195 a.c. y el 133 a.c., momento este último que corresponde a la toma de Numancia y que coincide con cierta aproximación
con la reducción del as uncial republicano y con la apertura de la mayor parte de las cecas del Valle del Ebro. El cuarto agrupa las emisiones realizadas entre el 133 y el final delas guerras sertorianas, en el
72/70 a.c. El quinto se extiende desde el año 72/70a.c. hasta el principado de Augusto, en el 27 a.c. Y finalmente, el sexto agrupará las
acuñaciones de los emperadores Augusto, Tiberio, Calígula y Claudio
1 (41-54 d.c.).
Los criterios en los que nos hemos b a s ~ d o
para el establecimiento
de estos períodos son históricos y numismáticos, de tal modo que ambos se complementen permitiéndonos operar con períodos válidos
desde el punto de vista histórico y que, a la vez, no ofrezcan dificultad
en el momento de la agrupación cronológica de los distintos hallazgos,
al datarse las emisiones ibéricas por períodos y no con fechas puntuales.
Las dificultades más notorias con las que nos hemos encontrado
para llevar a cabo este estudio, derivan de la poca precisión y parcialidad de datos en algunas publicaciones de monedas, lo cual junto con
una frecuente ausencia de ilustración de las piezas, nos ha imposibilitado el matizar la atribución de las piezas a un tipo de emisión deter-
[page-n-13]
12
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
minada y con ello incidir en aspectos anteriormente no contemplados
y en consecuencia otorgarles una cronología más precisa.
Otro factor que ha supuesto una seria dificultad, habida cuenta de
la estructura de periodos cronológicos con la que se ha querido realizar este estudio, se encuentra en la existencia, todavía en la actualidad, de numerosos interrogantes y del desconocimiento de la cronología de un número considerable de emisiones monetarias que no disponen de estudios monográficos.
Es evidente que nos hubiese gustado analizar la circulación monetaria según la aparición estratigráfica de las monedas en los diversos
yacimientos arqueológicos; no obstante, muy a pesar nuestro, esto no
ha sido posible dada la carencia de un número suficiente de monedas
en las que el análisis se pueda llevar a cabo siguiendo estas pautas,
siendo mucho más numerosa la información que procede de hallazgos
sin contexto arqueológico preciso; en consecuencia, hemos tenido que
agrupar las monedas en períodos cronológicos atendiendo a la fecha
de su emisión, con el riesgo implícito y posible de que algunas de ellas no
circulasen en el período en el que han sido incluidas.
El margo geográfico elegido, sobre el que se va a realizar el estudio que nos hemos propuesto, se circunscribe a la vertiente mediterránea de la provincia Tarraconense que se extiende desde Rhode hasta
Carthago Nova y se adenta por la Cuenca del Ebro. Se incluyen también las Islas Baleares con el fin de comprobar hasta qué punto éstas
participan de la dinámica monetaria de la Península Ibérica y se interrelacionan con ella.
La razón por la que se ha elegido este marco geográfico obedece a
la necesidad obvia de limitar la extensión del trabajo que, de otro modo, hubiese sido excesivamente amplio a causa del tratamiento pormenorizado que se ha realizado de la circulación monetaria.
Además, sin tener la pretensión de querer justificar ni demostrar
que la zona geográfica elegida constituye en su conjunto una unidad,
porque no sucede de este modo, si diremos que está constituida por diversos núcleos más o menos delimitados que se encuentran comprendidos dentro del marco geográfico elegido, como pudieran ser a grandes rasgos el entorno de Emporion y Tarraco, la Meseta, el Norte y
Sur de las Tierras Valencianas, la Cuenca del Ebro, el Sudeste, las islas de Mallorca y Menorca y la de Ebusus.
La estructura de la Obra consta de tres capítulos; en el primero de
ellos se realiza una exposición de toda la documentación que ha servido para el análisis de la circulación monetaria que se efectúa en los
dos capítulos siguientes. Constituye, pues, un Corpus que se ha intentado que sea lo más exhaustivo, ordenando alfabéticamente los luga-
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INTRODUCCION
13
res de hallazgo. Este corpus se encuentra dividido en tres apartados;
en el primero se han inventariado los hallazgos de tesoros; en el segundo, los hallazgos esporádicos, y en el tercero se ofrece la catalogación de algunos monetarios que se encuentran inéditos.
El capítulo 1 intentará ofrecer una v i s i h del desarrollo numis1
mático peninsular, sirviendo de base para ello los tesoros y teniendo
en cuenta las variaciones cronológicas que la nueva datación del denario romano impone para ellos. El análisis se efectuará a través de
los períodos cronológicos señalados. Se estudia también el rol desempeñado por la ceca de Roma en el aprovisionamiento monetario que
proporciona a la Península Ibérica y su circulación a través de su presencia en los tesoros, información ésta que es parangonada con los
hallazgos esporádicos de esta misma ceca.
En el tercer y último capítulo se estudia la masa monetaria de las
ciudades o zonas geográficas en las que ello ha sido posible o se ha
creído conveniente, aún cuando la información monetaria recogida
haya sido escasa. El objeto de este análisis se encuentra en la concreción en un punto geográfico determinado de la masa monetaria circulante en él hallada, determinando la evolución cuantitativa de la misma a través del tiempo y la composición de las cecas, con la información que este último aspecto conlleva sobre las relaciones que mantiene la ciudad con las zonas en las que se encuentran los centros emisores.
La bibliografía se indica mediante el primer apellido del autor, el
año de publicación y las páginas a las que se hace referencia. Si se da
el caso en el que dos autores tengan el mismo apellido, se les añade el
segundo para su distinción. De igual modo, si un autor ha publicado
en un mismo año más de un libro o artículos, éstos se distinguen adjuntando al año letras del alfabeto. Al final de este-libro se incluye una
lista bibliográfica de los libros y artículos citados. La elección de este
sistema bibliográfico se ha llevado a cabo después de analizar todos
los posibles, considerando que es el que mejor se adapta al tipo de trabajo que hemos realizado, en particular para el corpus que presentamos, por comodidad y ahorro de espacio.
Finalmente, queremos señalar el empeño puesto en la realización
de un estudio lo más exhaustivo y completo posible, tanto en lo que se
refiere a la recopilación de documentación como al tratamiento posterior de la misma. En este sentido, consideramos que el análisis y las
conclusiones que de ella se deducen no son definitivas ni en absoluto
permanentes, sino que se encuentran condicionadas por el estado actual de la investigación y los vacíos evidentes en la información de hallazgos numismáticos que hoy en día existen.
[page-n-15]
14
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En consecuencia, hemos querido trazar el panorama monetario de
la Península Ibérica según los datos de que se dispone en la actualidad, pensando que va a ser el que más se aproxime a la realidad, aun
cuando pueda estar todavía muy lejos de ella.
Para terminar, queremos dejar constancia de las personas que
han colaborado en la realización de esta tesis en muy diversos aspectos, expresándoles nuestro más sincero agradecimiento:
E. Acquaro. Istituto di Storia Antica. Bologna.
C. Aranegui. Departamento de Prehistoria y Arqueología de la
Universidad de Valencia.
R. Arropo. Valencia.
L. Avellá. Museo Arqueológico Nacional. Madrid.
M. Campo. Gabinete Numismática de Catalunya. Barcelona.
D. Fletcher. Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
F. Gabaldón. Caudete de las Fuentes.
R. Gabaldón. Caudete de las Fuentes.
M. P. Garcia y Bellido. Universidad de Salamanca.
M. Gil-Mascarell. Departamento de Prehistoria y Arqueología de
la Universidad de Valencia.
E. A. Llobregat. Museo Arqueológico de Alacant.
M. A. Martín. Museo Arqueológico de Girona.
B. Marti Oliver. Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
J. C. M. Richard. CNRS. Saint Guilhem le Désert.
F. Rubio. Museo Arqueológico de Alcoi.
M. J. Sánchez. Valencia.
N. Tarradell. Universidad de Barcelona.
L. Villaronga. Barcelona.
V. Villaverde. Departamento de Prehistoria y Arqueología de la
Universidad de Valencia.
Una mención especial debemos dedicar al Profesor Dr. Martín
Almagro-Gorbea, director de esta tesis, quien desde el inicio nos ha
alentado en su realización, se ha preocupado de nuestra formación y
ha seguido la elaboración de la misma con interés y espíritu crítico.
Por último, tan sólo nos queda expresar nuestro agradecimiento a
D. Enrique Pla Ballester, Director del Servicio de Investigación Prehistórica de valencia, por haber hecho realidad la publicación de este
estudio en la serie Trabajos Varios.
[page-n-16]
CRONOLOGIA
CRONOLOGIA
Las conclusiones que van a desprenderse del análisis de los materiales que se realiza en los Capítulos 11 y 111, tal y como se ha estructurado el presente trabajo, van a quedar bastante mediatizadas por la
cronología que se le otorgue a cada una de las emisiones. Esta cuestión se va a ver más claramente reflejada en las acuiíaciones ibéricas,
cuya sistematización, aunque en la actualidad se encuentra en un estado avanzado, tiene todavía planteados serios interrogantes con respecto a la datación de algunas emisiones y, ante ellos, los investigadores mantienen algunas posiciones divergentes. Es por esto que consideramos de sumo interés hacer una detallada exposición de la cronología utilizada para la datación de las emisiones de las distintas cecas
y de esta forma clarificar nuestro punto de partida.
En principio, como norma, se ha aceptado la cronología propuesta
por los estudios monográficos referidos a una ceca o grupo de ellas,
por considerar a priori que estos investigadores son los más capacitados para emitir juicios de cronología, aunque en la medida en que han
avanzado los estudios sobre la misma y nuestros conocimientos nos lo
han permitido, se han modificedo algunos criterios cronológicos con
respecto a algunas emisiones, defendiendo posiciones personales.
Una cuestión previa que conviene poner de relieve es la utilización de la información cronológica que proporcionan los tesoros para
la datación de las emisiones cuyo análisis, realizado en el Capítulo 11,
ha revertido en el estudio de la circulación monetaria que se desamolla en el Capítulo 1 1
1.
[page-n-17]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
16
Las acuñaciones extrapeninsulares no han supuesto un grave problema ya que, por lo general, a excepción de Roma, han sido escasos
los ejemplares que se han manejado y, salvo las acuñaciones de la Galia, el resto se encuentra bastante bien sistematizado.
Roma
Catalogación y datación: Crawford, 1974.
En cuanto a la catalogación y datación de las acuñaciones peninsulares, se han utilizado las siguientes publicaciones.
Rhode y Emporion
Catalogación: Guadán, 1968-70; Campo, 1972.
Datación: La que se desprende del estudio de los tesoros en los dos
primeros períodos del Capitulo 11.
Hispano-cartaginesas
Catalogación y datación: Villaronga, 1973-a.
Gades
Catalogación: Vives, 1926; Guadán, 1963.
Datación: Guadán, 1963, a excepción de los tipos:
Vives, LXXIV-1-13: siglo 11 a.c., antes del 133 a.c.
Vives, LXXIX-6: inicio del siglo 1 a.c.
Untikesken
Catalogación y datación: Villaronga, 1977-a.
Ausesken, Eustibaikula, Arketurki, Ilturo y Ore
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1973-b y 1980-c.
Laiesken, Iltirkesken, Ilturo, Lauro, Baitolo e Ieso
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1974-a y 1980-c.
Abariltur
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Campo, 1974-a.
Kese
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, Les monedes iberiques de Kese, en preparación, y 1980-c.
[page-n-18]
CRONOLOGIA
17
Alaun, Arsaos, Ba(r)skunes, Belikiom, Bentian, Bolskan, Bursau, Kaiskata, Karaues, Kelse, Tamaniu, Iaka, Nertobis, Saltuie, Seteisken,
Sekia, Terkakom y Turiasu
Catalogación: Vives, 1926; Domínguez, 1979-a.
Datación: Domínguez, 1979-a, a excepción de las siguientes piezas:
Kelse Vives LXI-6: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Kelse Vives LXI-3: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Sesars (AE): primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Barskunes Vives XLV-9: primer tercio del siglo 1 a.c.
Arsaos Vives XLVII-12: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Seteisken Vives XXXVIII-4: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Tamaniu Vives XXXVII-2: antes del 72 a.c.
Belikiom: fines del siglo 1 y años antes del 72 a.c.
1
Bentian Vives XLIV-3: primer tercio del siglo 1 a.c.
Terkakom Vives XLVIII-1 y 2: antes del 72 a.c.
Kalakorikos/Calagurris
Catalogación: Ruiz Trapero, 1968.
Datación: Ruiz Trapero, 1968; Domínguez, 1979-a.
iltirta/Ilerda
Catalogación y datación: Villaronga, 1978-a; Vives, 1926.
Arse/Saguntum
Catalogación: Villaronga, 1967-a.
Datación: Villaronga, 1967-a y 1980-c, a excepción de la clase X,
tipo 1 que fechamos según Beltriln Lloris, F., 1980, pp. 382-383.
1
Kelin, Ikalkusken y Urkesken
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1980-d.
Castulo
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: García Bellido, M.P.,1982. Sobre estas piezas se ha
de advertir que las monedas de las series VIa y VIb, que esta autora
fecha entre el 165-80 y 150-80, respectivamente, nosotros en los
períodos que establecemos para el análisis de la circulación monetaria de las ciudades, las hemos incluido en el que agrupa los años 13372 a.c., aunque en ocasiones pueda no ajustarse estrictamente a su
circulación real, ya que era prioritario mantener la estructura de
períodos que utilizamos.
[page-n-19]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
18
Para las emisiones latinas se ha seguido la siguiente cronología:
Vives LXX-13
Vives LXXI-2 y 3 Mediados del siglo 11 a.c.
)
Vives
Vives
Vives
Vives
Vives
Vives
LXX- 14
LXXI-1
1
LXXI-4
Siglo 1 a.c. (post. 72 a.c.)
LXXI-7
LXXI-9
LXXI- 1 3 y 14 1
CordubalPatricia
Catalogación: Vives, 1926; Chaves, 1977.
Datación: Chaves, 1977.
Ebusus
Catalogación y datación: Campo, 1976-a.
Tarraco
Catalogación: Vives, 1926; Villaronga, 1977-b.
Datación: Villaronga, 1977-b.
Caesaraugusta
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Martinez, 1956; Trillmich, 1973.
Ilici
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Villagrasa, 1972, pp. 136-153.
Carthago Nova
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Martínez, 1952.
Ebora, Iulia Traducta y Colonia Romula
Catalogación: Vives, 1926; Chaves, 1979-c.
Datación: Chaves, 1979-c.
Italica
Catalogación y datación: Chaves, 1978.
Emerita
Catalogación: Vives, 192 6 ; Gil Farrés, 1946.
Datación: Gil Farrés, 1946.
[page-n-20]
CRONOLOGIA
19
Hasta aquí se han enumerado las cecas para las que se dispone de
una monografía o estudio pormenorizado que se ocupa de la fijación
cronológica de determinadas emisiones. No obstante, quedan aún
muchos talleres y emisiones para los que no se dispone de ningún ensayo en el que se trate más o menos detenidamente este tema.
En lo relativo a la datación de estas Últimas se han consultado los
estudios de Richard-Villaronga, 1973, y de Villaronga, 1979-a, en los
que se proponen, de un modo más general, dataciones de gran cantidad de emisiones de cecas de la Galia y de Hispania. En aquellos casos en los que recientemente se haya realizado algún estudio de cronología, la que se propone en el mismo ha desplazado a la que plantean Richard-Villaronga, 1973, excepto en los casos en los que se haya indicado lo contrario. Se han tenido en cuenta también las dataciones que propone Guadán, 1969.
A continuación daremos una relación de algunas cecas y emisiones peninsulares del período republicano para las que no se dispone
de estudios concretos y a las que les hemos atribuido una cronología
que, en algunos casos, puede parecer subjetiva, aunque a nuestro entender nos parece la más razonable, según el estado actual de la investigación. Por lo que respecta a las emisiones hispano-romanas,
éstas no presentan dificultades para su atribución al período de uno u
otro emperador.
No es posible razonar en este trabajo el porqué de la atribución de
una determinada cronología a cada una de las emisiones ya que excede, con mucho, el objeto de este estudio, aún cuando constituye una
parte importante del mismo. Tan s61o diremos que han sido tenidos en
cuenta para su establecimiento criterios metrológicos, los estudios
que se realizan en diversas publicaciones de índole general y la información que se desprende de su inclusión en la composición de los tesoros, según la cronología que se les otorga en este trabajo.
Así pues, para las cecas y emisiones que se relacionan a continuación, hemos utilizado las siguientes dataciones:
Eso, Vives, XXXVI-1:primer tercio del siglo 1 a.c.
Iltukoite, Vives, XXX-1: primer tercio del siglo 1 a.c.
Karaues, Vives, LIX-1: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Orosis, Vives, XLIX-1, 2: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
Kontebakom-Bel, Vives, XXXIX-7, segunda mitad del siglo 1
8:
1
a.c.
Sekaisa, Vives, LXIV-1-8: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Kaiskata, Vives, LIII-3: inicios del siglo 1 a.c.
Titiakos, Vives, LVII-1, 5, 10: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
[page-n-21]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Titum, Vives, LIX-1: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
Arekoratas, Vives, XL-7, 12: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Ekualakos, Vives, LV-2, 4: fines del siglo 1 a.c.
1
Konterbia Karbika, Vives, XXXIX- 1 ci 3: fines del siglo 1 a.c.-ini1
cios del 1 a.c.
Konterbia Karbika, Vives, XXXIX-4: siglo 1. a.c. (post 72).
1
Kueliokos, Vives, L-1: fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
Letaisama, Vives, LX-1: siglo 1 a.c. (post 72).
Sekobirikes, Vives, XXXVII-3: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Valentia, Vives, CXXV: entre el 127 y el 75 a.c.
Saiti, Vives, XX-2 y 3: antes del 133 a.c.
Saiti, Vives, XX-1: segunda mitad del siglo 1 a.c. (post 133).
1
Saiti, Vives, XX-9: primera mitad del siglo 1 a.c.
Saiti, Vives, XX-10: mediados del siglo 1 a.c.
Obulco, Vives, XCIV-5: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Obulco, Vives, XCVI-5-10: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Obulco, Vives, XCVIII-4: segunda mitad del siglo 1 a.c.
Malaca, tipo Vulcano-Sol: antes del 133 a.c.
Malaca, Vives, LXXXVII-12: siglo 1 a.c. (antes del 133).
1
1
Malaca, Vives, LXXXVI-1-3: siglo 1 a.c. (antes del 133).
Malaca, tipo Vulcano-estrella: siglo 1 a.c. (antes del 72).
1
Sexi, Vives, LXXXII-1, 2: fines del siglo 1 1 a.c.
Sexi, leyenda dentro de cartela: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Sexi, Vives, LXXXIII-12, 13: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Sexi, leyenda latina: fines del siglo 1 a.c.
1
Abdera, Vives, LXXXI-6, 13, 15: fines del siglo 1 a.c.
1
Abdera, Vives, LXXXI-2, 3: inicios del siglo 1 a.c.
Asido, Vives, XC-4: primera mitad del siglo 1 a.c.
Lascuta, Vives, XCII-4: siglo 1 a.c. (post 72).
Acinipo, Vives, CV-2: posterior al 72 a.c.
Carissa, Vives, CXVII-7: siglo 1 a.c. (post 72).
1
Carmo, Vives, C-6: mediados del siglo 1 a.c.
Carmo, Vives, CI-5: fines del siglo 1 a.c.
1
Ilipense, Vives, CVII-1, 2: mediados del siglo 1 a.c.
1
Irippo, Vives, CX- 1, 2 : primer tercio del siglo 1 a.c.
Irippo, Vives, CX-3 y SS.: después del 72 a.c.
Ituci, Vives, LXXXVIII-3: siglo 1 a.c.
Lastigi, Vives, CIV-3, 7: inicios del siglo 1 a.c.
Ulia, Vives, XCIX-1, 3-5: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Urso, Vives, CXII-3, 5-6: mediados del siglo 1 a.c.
1
[page-n-22]
CORPUS: TESOROS
CORPUS DE HALLAZGOS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA (1)
a) Tesoros.
La descripción de los tesoros se ha efectuado por orden alfabético,
indicando las circunstancias de su hallazgo, su composición, cronologla propuesta y bibliografía de los autores que se han ocupado del
mismo.
ABLITAS (Navarra)
Hacia 1925 apareció en Ablitas un tesoro de bronces ibéricos e ibero-romanos.
Una parte del hallazgo pasó a la Diputación Foral de Navarra, siendo estudiada por
F. Mateu y Llopis.
Composición.
Bilbilis ibérica: 3.
Bilbilis hispano-romana, con lanza: 5.
Bilbilis hispano-romana, con laúrea: 14.
Kelse ibérica: 2.
(1) Los tesoros de EmpÚries (información N. TARRADELL); Sarril (VILLARONGA,
1982-a); Tortosa (DESPUIG, 1981) y Trasovares (información N. TARRADELL); así como los
hallazgos esporádicos de Emphries (MONRAVAL, 1981); Arcobriga (VIDAL BARDAN, 1982);
Baetulo (GURT, 1978);Buñol (RIPOLLES, 198 1-b);Caesaraugusta (BELTRAN LLORIS, 1979b); Can Majoral (CLARIANA ROIG, 1981(; Castelló (FALOMIR-VICENT, 1978); Els Padrets
(VILA et alii, 1977-78);Pineda de Mar (ESTOL, 1980)y Tarragona (SOLSONA, 19541, constituían el ({Addendaet Corrigendm de nuestra Tesis y, en consecuencia, no se encuentran reflejados en los mapas de dispersión, aunque hayan podido ser utilizados en el estudio de los materiales que se realiza en los Capitulas 1 y 1 1
1
1.
[page-n-23]
22
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Colonia Lepida: 2.
Celsa: 27.
Caesaraugusta: 26.
Turiasu: 2.
Osca: 2.
Calagurris: 17.
Frustras, enteras y fragmentos: 4.
Cronología.
Antes del 1 4 a.c.
Bibliografía.
MATEU Y LLOPIS, 1945, p. 694, láms. 1 y 1 .
1
ALAGON (Zaragoza)
A principios de 1970 apareció en unos escombros depositados junto al río Ebro,
en el término de Alagón, un tesorillo de denarios ibéricos. Los escombros procedían
de las tierras altas, donde se construyó la base aérea americana.
Aparecieron 125 monedas, unidas y formando una piña, de las que sólo se han
podido recuperar y estudiar 10T.
Composición.
39 denarios de Baskunes. Vives, XLVII-1.
26 denarios de ARSAOS. Vives, XLVIII-1.
14 denarios de Turiasu. Vives, LI-3 y 7.
25 denarios de Arekorata. Vives, XL-10 y 11.
Cronología.
En torno al 72 a.c. (2).
Bibliografia.
BELTRAN MARTINEZ, 1974-b, pp. 201-214; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 256;
C. H., 1976, núm. 122.
ALT EMPORDA (Girona)
En un lugar indeterminado de la comarca del Alt Emporda, apareció en 1928 un
tesoro compuesto por algo más de 1.161 monedas de plata.
Composición.
8 dracmas arnpuritanas. Guadán, clase VIII, tipo V.
1 dracma ampuritna. Guadán, clase XI, tipo 11, símbolo abeja.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase Xí, tipo XVIII, símbolo timón y letras P 1.
10 denarios de Kese. Vives, XXXI-11.
1.130 denarios romano-republicanos, de los que el tipo más reciente es MN.
AQVIL. MN. F. MN. N. (RRC, 401, 1).
Cronologia.
En torno al 71 a.c. (3).
Bibliografi a.
VILARET, 1976, pp. 47-60.
(2) A. Beltrh Martinez considera que la inexistencia de denarios de Bolskan y de Sekobirikes en el tesoro, tan abundantes en los hallazgos de época sertoriana, indica que el tesoro
tiene una cronología posterior a este periodo.
(3) El autor considera que el denario más moderno, fechado en el 71 a.c. por M. H.
Crawford, debe retroceder cronológicamente al aiio 73 a.c.
[page-n-24]
CORPUS: TESOROS
ALUENDA (Zaragoza)
Cf.: Maluenda (4).
AMPURIAS (La Escala, Girona)
Cf.: Empúries.
ANSIES, LES (Girona)
Tesoro aparecido en 1872, a 30 kilómetros al N.W. de Girona, en Les Ansies. Se
encontraba depositado en una vasija de bronce y su contenido fue recogido por Pujol y Camps.
Composición.
1 divisor ampuritano. Guadán, clase XIII, tipo 1, grupo VIII.
3 dracmas de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo,IV, grupo XL.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XV.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase X, símbolo deIfin.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo IV, grupo
XVII.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1.
1 dracma ampuritana, con símbolo creciente. Posible Guadán, clase XII,
tipo 11, grupo 1.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase IX,tipo 11, grupo 1.
6 dracmas ampuritanas del tipo 1 1 de Amorós.
1
120 denarios romano-republicanos, con reverso Dioscuros.
La mayor parte de ellos sin símbolos y anónimos; los que no lo son, poseen los siguientes símbolos:
Caduceo. RRC 60.
Espiga. RRC 72.
Hoja de lanza. RRC 83 u 88.
Rueda. RRC 79.
Creciente. RRC 57.
Victoria. RRC 61.
Ancora. RRC 50.
Delfín. RRC 80.
Hacha. RRC 73.
Asta nudosa. RRC 78.
Ramo. RRC 68.
Letra C. RRC 107.
Monograma C. VAR. RRC 74.
Cronología.
Ultimos años del siglo 1 1 a.c.
1
Bibliografía.
PUJOL Y CAMPS, 1873, pp. 170-183; ZOBEL, 1878, pp. 138-139; GOMEZ
MORENO, 1949, p. 181; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN, 1968, pp. 98103; VILLARONGA, 1968-b, pp. 24-25; CRAWFORD,1969-alnúm. 104;
THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.337; MARCHETTI, 1978, p. 367.
AZAILA (Teruel)
En las excavaciones del poblado ibérico de ~zaila:aparecieron, hacia el aiio
(4) Siguiendo a HERNANDEZ, 1980, pp. 119-118, consideramos que el hallazgo de
Aluenda es una parte del de Maluenda en el que se ha confundido la toponimia.
[page-n-25]
24
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1920,dos lotes de monedas de bronce, en su mayor parte ibéricas. El primero de
ellos, según nos cuenta Cabré use halló a 90 cm. de profundidad, en uno de los rincones de una estancia destinada indudablemente a cocina u hog m... El segundo lote
de monedas estaba guardado en una hornacina, construida en el muro de una casa,
nicho que se hizo al terminarse el zócalo de la pared...#. Ante tal disposición de los
tesoros y por su contenido, se considera que el primero corresponde a un botín itinerante, quizhs de un soldado, y el segundo a un tesoro de ahorro de un habitante del
poblado.
Composición.
Lote I
Untikesken
Eusti
Ilturo
Laiesken
Kese-Kesse
Iltirkesken
Eso
Otobesken
Iltukoite
Arketurki
Iltirta
Kelse
Seteisken
Lakine
Saltuie
Alaun
Orosis
Belikiom
Bolskan
Sekia
Nertobis
Bursau
Sesars
Bilbilis
Kontebakom
Sekaisa
Tamaniu
Terkakom
Kaisesa
Sekobirikes
Tabaniu
Oilaunikos
Arse
Saiti
Ikalkusken
Valentia
Ebusus
Castulo
Lote 11
[page-n-26]
CORPUS: TESOROS
Corduba
Carmo
~etica
Massalia
Roma
Carthago
1
2
-
1
-
5
1
1
6
-
+ 2 sin clasificar
Cronología.
Período de las Guerras Sertorianas (5).
Bibliografia.
CABRE, 1921, pp. 25-33; BELTRAN VILLAGRASA, 1945, pp. 135-179;
BELTRAN MARTINEZ, 1964, pp. 79-86; MATEU Y LLOPIS, 1949, p. 218;
AMOROS, 1957, p. 61 ; VILLARONGA, 1962-a, p. 21 ;UNTERMANN, 1964,
p.121 ;CRAWFORD,1969-a, núm. 220; MAVASCUES, 1971, pp. 37-56; ROMAGOSA, 1971-a, pp. 79-81; GIL FARRES, 1966, p. 168; BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 314-371; BELTRAN LLORIS, M., 1978, pp. 93-125; VILLARONGA, 1977-C, PP. 37-44.
AZUARA (Zaragoza)
De este término municipal proceden tres lotes de tesoros hallados en distintas
ocasiones.
1.
Se trata del tesoro que Zóbel publicó como procedente de Zuera. L. Villaronga,
que ha conseguido localizar 262 denarios del total de 300 que componían el hallazgo, sugiere la posibilidad de que pudiera proceder de Hfjar.
Composición
77 denarios de Belikio, símbolo Bel.
146 denarios de Belikio, símbolo Be.
39 denarios de Bolskan, símbolo Bon.
Cronología
80-72 a.c.
Bibliografía
DELGADO, 1876, 111, PP. 317-318; ZOBEL, 1878, p. 198; HILL, 1931, p.
147; UNTERMANN, 1964, p. 159; VILLARONGA, 1968-a, pp. 225-236; M.
BELTRAN LLORIS, 1976-a; pp. 378-379; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 260.
1.
1
Hallado en 1891, por un labriego, mientras realizaba labores agrícolas.
Composición.
400 denarios de Bolskan.
9 denarios de Belikiom.
1 denario romano republicano. RRC 328.
Cronología.
1
Ultimo cuarto del siglo 1 y primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía
PUJOL Y CAMPS, 1891, pp. 516-517; VILLARONGA, 1968-a, p. 225;
CRAWFORD,1969-a, núm.204;GUADAN,1969, núm. 10; M. BELTRAN LLORIS, 1976-a, p. 379; DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 260-261.
(5) Véase la nota 169 del Capitulo 11.
[page-n-27]
26
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11
1.
Hallado en 1969. Según M. Beltrán Lloris, se trata de un lote de denarios de los
que no se especifica su ceca. Se vendieron en Zaragoza.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografia.
M. BELTRAN LLORIS, 1976-a, p. 379.
BAIX LLOBREGAT (Barcelona)
Hacia 1937, apareció en un lugar indeterminado, al sur del río Llobregat, uri tesoro de monedas de plata. Del hallazgo, cuyo contenido total se desconoce, se han
estudiado 117 denarios. romanos. Los ejemplares más modernos corresponden a:
M. CIPI M. F. RRC 289, 1.
M.N. AEMILIO LEP. RRC 291.
L. FLAMINI CILO. RRC 302.
Cronología.
En torno al 104 a.c.
Bibliografia.
C. H., 1975, núm. 157; VILLARONGA, 1975, pp. 50-51. VILLARONGA,
1977-e, pp. 871-876; C. H., 1979, núm. 93.
BALSARENY (Barcelona)
Hacia 1953se encontró, en un bosque situado por los términos municipales de
Balsareny o Sallent, un conjunto de 420 ases ibéricos de bronce.
Composición.
Kese.
primer período.
busto imberbe y sin símbolo: 7.
símbolo palma: 3.
segundo período.
slmbolo caduceo: 2.
haz de rayos: 1.
lanza: 12.
ánfora: 6.
clava: 3.
crátera: 2.
proa de nave: 18.
cornucopia: 7.
timón: 15.
casco: 1.
signo ibérico Ti: 5.
Ta: 1.
indeterminada: 1.
Laiesken.
1 emisión. Vives XXV- 1: 4.
2.'
inédita: 2.
3.O
lanza. Vives XXV-7: 14.
4.'
Vives XXV-4.
5.'
Inédita: 2.
."
[page-n-28]
CORPUS: TESOROS
Eusti-Eustibaikula,
2." emisión. Eusti-cerdo. Vives XXIII-1: 18.
3."
Eusti-ánfora. Vives XXIII-4: 18
4."
Eustibaikula. Vives XXIII-5: 2.
Ilturo.
2." emisión. Sin simbolo. Vives XXIV-4: 1.
Vives XXIV-10: 41.
3
Iltirkesken-Iltirkes.
1.a emisión. Vives XXVI-1: 12.
A.N.E., 1960, núm. 211: 10.
2.'
3."
Vives XXVI- 1: 10.
4."
Iltirkes: 34.
Iltirta.
1.a emisión. Vives XXVII-3: 1.
Vives XXVII-12 y 13: 4.
2
Lauro.
símbolo caduceo. Vives XXI-1, 2 y 7: 30.
cetro. Vives XXI-8: 6.
palma. Vives XXI-5: 5.
Ausesken.
grandes bronces con efigie a derecha. Simbolo cerdo. Vives XXII-4: 1.
bronces con Ke antigua. Vives XXII-8: 24.
bronces con Ke moderna. Vives XXII-9: 23.
Ore.
símbolo toro. Vives XXIII: 9.
Indeterminadas: 23.
Desconocidas: 9.
Cronologia.
En torno al 104 a.c.
Bibliografía.
VILLARONGA, 1961, PP. 9-102.
."
."
BARROCA, L (Girona)
A
En torno al a80 1953, se hall6 un tesoro de monedas de plata; según las referencias que se recogieron, procedía de las comarcas montañosas próximas a Girona,
mAs concretamente, en los montes llamados de LaBarroca o de Sant Roc, enclavados entre los valles de Llémena y Amer.
Composición.
1 dracma ampuritana (núm. 30). Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 1.
5 dracmas ampuritanas (núms. 2, 7, 17, 18 y 3 1). Guadán, clase VIII, tipo
111, grupo 1 .
1
1 dracma ampuritana (núm. 25). Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 1.
5 dracmas ampuritanas (núms. 3, 5, 14, 26 y 40). Guadán, clase VIII, tipo
IV, grupo 11.
12 dracmas ampuritanas (niims. 10, 11, 20-23, 24, 27, 36, 37, 39 y 41).
Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 1 1
1.
17 dracmasampuritanas(núms.1,4, 6, 8 , 9 , 12, 13, 15, 16, 19,28,29,3235 y 38). Guadán, clase VIII, tipo VI grupo 1
.
1 dracma ampuritana (núm. 15). Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1 .
1
1 denario de Kese. Vives XXXI-11.
[page-n-29]
28
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 denario de Turiasu. Vives LI-7.
denarios romano-republicanos
1 RRC 75, l a ; Sicilia; 209-208 a.c.
2 RRC 76, 1; Sicilia; 209-208 a.c.
3 RRC 167, 1; Roma; 179-170 a.c.
4 RRC 167, 1; Roma; 179-170 a.c.
5 RRC 162, 2a; Roma; 179-170 a.c.
6 RRC 163, 1; Roma; 179-170 a.c.
7 RRC 134, l b ; Roma; 194-190 a.c.
8 RRC 154, 1; Roma; 189-180 a.c.
9 RRC 153, 1 ; Roma; 189-180 a.c.
10 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
11 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
12 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
13 RRC 205, 1; Roma; 151 a.c.
14 RRC 208, 1; Roma; 149 a.c.
15 RRC 220, 1; Roma; 145 a.c.
16 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
17 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
18 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
19 RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
20 RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.
21 RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.
22 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
23 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
24 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
25 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
26 RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
27 RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
28 RRC 276, 1 ; Roma; 122 a.c.
29 RRC 187, 1; Roma; 158 a.c.
30 RRC 231, 1; Roma; 138 a.c.
31 RRC 232, 1; Roma; 138 a.c.
32 RRC 237, lb; Roma; 136 a.c.
33 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
34 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
35 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
36 RRC 233, 1; Roma; 138 a.c.
37 RRC 235, lc; Roma; 137 a.c.
38 RRC 235, lc; Roma; 137 a.c.
39 RRC 235, l c ; Roma; 137 a.c.
40 RRC 248, 1; Roma; 133 a.c.
41 RRC 253, 1; Roma; 131 a.c.
42 RRC 253, 1; Roma; 131 a.c.
43 RRC 263, l a ; Roma; 127 a.c.
44 RRC 263, l b ; Roma; 127 a.c.
45 RRC 264, 1; Roma; 127 a.c.
46 RRC 243, 1 ; Roma; 134 a.c.
47 RRC 262, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-30]
CORPUS: TESOROS
48
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RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
262,
245,
245,
270,
270,
260,
282,
239,
281,
281,
281,
281,
281,
280,
286,
285,
285,
284,
289,
289,
291,
291,
291,
290,
290,
296,
296,
1; Roma; 128 a.c.
1; Roma; 134 a.c.
1; Roma; 134 a.c.
1; Roma; 125 a.c.
1; Roma; 125 a.c.
1; Roma; 128 a.c.
5; Roma; 118 a.c.
1; Roma; 136 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 120 a.c.
1; Roma; 116-115 a.c.
1; Roma; 116-115 a.c.
2; Roma; 116-115 a.c.
l a ; Roma; 117-116 a.c.
1; Roma; 115-114 a.c.
1; Roma; 115-114 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
le; Roma; 112-111 a.c.
l h ; Roma; 112-111 a.c.
Cronologia.
1
Ultima década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
ALMAGRO BASCH-OLIVA PRAT, 1960, PP. 145-169; MATEU Y LLOPIS,
1960, p. 150; GUADAN, 1968, pp. 164-167;CRAWFORD,1969-a;nÚm. 175;
GUADAN, 1969, p. 92; DOMINGUEZ, 1979-a,pp. 262-263.
BELMONTE (Zaragoza)
En un despoblado próximo a Belmonte y situado al sur de Calatayud, apareció
un tesorillo de denarios de Sekaisa.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografla.
BELTRAN VILLAGRASA, 1972, p. 203.
BORJA (Zaragoza)
En esta localidad apareció un tesoro de 1.700 denarios dentro de una vasUa; de
estos, Clarisa M i l l b estudió 146 piezas.
Composición.
31 denarios de Baskunes. Domínguez, 1979-a, tipos A y B.
45 denarios de Arekoratas.
45 denarios de Turiasu. Domínguez, 1979-a, serie 2.
[page-n-31]
30
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11 denarios de Sekobirikes.
14 denarios de Arsaos.
Cronología.
Fines del siglo 11 a.c. (7)
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; H. M. 371; MILLAN, 1953, pp. 433-442;
AMOROS, 1957, p. 61 ; UNTERMANN, 1964, p. 159; GUADAN, 1969, núm.
16; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 263.
BURGO DE EBRO (Zaragoza)
En la finca La Cabañeta aparecieron más da 400 monedas de la ceca de Bolskan. No existe un estudio detallado de cada una de las piezas.
Cronología.
Segunda mitad del siglo ii a.c. (7).
~ibliografía.
GALiAY, 1946, p. 55; BELTRAN MARTINEZ, 1974, p. 203; C. H., 1977, núm.
62; DOMiNGUEZ, 1979-a, p. 263.
CALATAYUD (Zaragoza)
En la zona de Calatayud, sin que se pueda precisar su lugar exacto, aparecieron
700 denarios de Bolskan y 3 de Belikiom.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
H. M. 503.
CALIG (Castelló)
En el año 1868 se encontró una vasija con más de 10.000 monedas romanas, republicanas e imperiales.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
SARTHOU, d a , p. 206; H. M. 1310 y 518.
CAMPO DE REBATE (Orihuela, Alacant)
En 1850 apareció un tesorillo que se componía de 43 piezas sin acuñar y 24
acuñadas, todas ellas de cobre. Un primer grupo está formado por trocitos cilíndricos, mal cortados y lisos, de 4 y 7 mm. de diámetro y 3 de alto. A un segundo grupo
corresponden 3 piezas fundidas, su peso oscila entre un gramo y menos de un cuarto de gramo. Este segundo grupo, en el anverso posee algo ahusado y encima EN retrógrado; en el reverso lo que pudiera ser un perro y, posado sobre su lomo, un pájaro. El tercer grupo comprende 21 ejemplares, cuyo diámetro oscila entre los 6 y 7
mm. y su peso es de 0'3 gramos; por un lado repiten lo anteriormente dicho y por el
otro una cuadrícula con puntos intermedios.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 160; LLOBREGAT, 1972, p. 136; RIPOLLES,
1980-a, p. 129.
[page-n-32]
CORPUS: TESOROS
CAN JOAN D'EN CAUNA (Eivissa)
En esta finca se encontró un tesoro de monedas de bronce.
Composición.
1 moneda de 101. Mazard, 1955, núm. 548.
120 monedas de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
Cronologia.
Fines del siglo 11 e inicios del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
ALMAGRO GORBEA, M. J., 1967, pp. 12-23; CAMPO, 1976-a, pp. 63-64.
CANOVES (Barcelona)
En una fecha anterior a 1967, cuando unos trabajadores limpiaban de maleza un
bosque cercano al ~Molú), apartar unas piedras, descubrieron un conjunto de 41
al
monedas de bronce que, por su disposición, parece ser que estuvieron contenidas en
una bolsa de material perecedero.
Composición.
1 as de Laiesken. Vives XXV-7.
1 as de Ilturo. Vives XXTV-10.
20 ases de Lauro. 15: Vives XXT-4; 4: Vives XXI-8; 1: Vives XXi-1.
1 semis de Lauro. Vives XXI-3.
5 ases de Ausesken. 4: Vives XXII-8; 1: Vives XXII-9.
4 ases de Eusti. 3: Vives XXiiI-4; 1: Vives XXIII-1.
1 as de Eustibaikula. Vives XXIII-5.
2 ases de Iltirkesken. Vives XXVI-l.
1 semis de Iltirkesken. Vives XXVI-5.
5 monedas no vistas.
Cronologia.
En torno al 104 a.c.
Bibliograña.
ESTRADA-VILLARONGA, 1967, P. 136; ROMAGOSA, 1971-b, pp. 79-80.
CARTELLA (Girona)
Hacia 1867, en la localidad de Carteiia, ubicada junto a Casteiió d'Empuries,
aparecieron más de 30 dracmas, de las que se pudieron examinar algo más de 20.
Todas ellas eran dracmas ampuritanas con reverso pegaso-cabiro y leyenda normal; sólo cuatro de ellas poseían símbolo. Pujol y Camps, en su catálogo, describe
cuatro monedas que afirma proceden de este haiiazgo.
Composición.
De este hallazgo sólo se conocen las siguientes monedas:
Dracma núm. 52 de Pujol y Camps. Símbolo corona con cintas. Gnadán, clase
XI, tipo IX.
Dracma núm. 59 de Pujol y Camps. ¿Símbolo lobo y clava? Guadán, clase XI, tipo XII (?).
~racma
núm. 62 de Pujol y Camps. Símbolo antorcha. Guadán, clase XI, tipo
m.
Dracma núm. 63 de Pujol y Camps. Símbolo punta de lanza. Guadán, clase XI,
tipo M.
El resto de dracmas, que carecían de símbolo, Guadán considera que
podrían ser piezas clasiñcables dentro de la clase Vm, tipo IV, grupo IV.
[page-n-33]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Cronología.
1
Siglo 1 a.c. (?)
Bibliografía.
PUJOL Y CAMPS, 1873, pp. 9 , 4 2 y SS.;ZOBEL, 1878, pp. 137-138;
AMOROS, 1933-a, p. 33; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN, 1968,
pp. 88-90; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.343.
CASETAS, LAS (Zaragoza)
Hallazgo efectuado, en 1862, en la localidad de Las Casetas, en las proximidades de Zaragoza. Estaba formado por denarios de Arekoratas y Sekobirikes.
Cronología.
80-72 a.c. (7)
Bibliografía.
GUADAN, 1969, núm. 45.
CHESTE (Valencia)
En un campo situado a 870 metros del pueblo, en la partida de la Zafa, apareció
en 1864 una vasija de ceremica cubierta con una tapa de plata, en su interior contenía 48 monedas de plata, un torques con dos colgantes, vn broche de oro, tres brazaletes, tres aniilos de plata y un gran nfmero de barritas de plata fundidas. Posteriormente, se encontró en el mismo lugar otra vasija llena de monedas.
Composición.
4 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza femenina y caballo parado
con cabeza vuelta. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IA.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado con
cabeza vuelta. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IB.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado con
palmera. Villaronga, 1973-a, XI-111-1.
2 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado y
palmera. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB.
5 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado,
palmera y letra ((zayin)).Villaronga, 1973-a, XI-1-VII.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado, palmera y glóbulo entre los pies del caballo. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIA.
2 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
3 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado, encima ureus. Villaronga, 1973-a, V.
6 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza femenina y caballo saltando,
encima estrella. Villaronga, 1973-a, VII-1.
3 dracmas ampuritanas, con pegaso, cabiro, del tipo ibero-heleno de Guadán (6).
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 11 de Guadán.
2 dracmas de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 22 de Guadh.
1 fragmento de dracma de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 42
de Guadán.
2 óbolos massaliotas, del tipo rueda con las letras MA y creciente.
(6) MARCHETTI, 1978, p. 360, señala que no se trata de dracmas con la cabeza del cabiro, sino que, por el contrario, poseen el'tipo normal de pegaso.
[page-n-34]
CORPUS: TESOROS
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 21.
1 denario romano-republicano. RRC 44, 5.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y primera década del 1 a.c. .
1
1
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 162; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 301; AMOROS,
1933-a, p. 32; GOMEZ MORENO, 1949, p. 181; GUADAN, 1955, p. 14; VILLARONGA, 1967-a, pp. 86-87; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 273; GUADAN, 1968, pp. 80-86; GUAIIAN, 1969, p. 90; VILLARONGA, 1973-a, PP.
74-75; MARCHETTI, 1978, pp. 359-361.
COLL DEL MORO (Gandesa, Tarragona)
Tesoro hallado en 1969, en el poblado ibérico Col1 del Moro, situado en el término municipal de Gandesa.
Composición.
1 dracma de Emporion. Guadán, clase X, símbolo delfín.
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda Olosortin. Guadán, clase
XII, tipo IV, grupo XL.
1 dracma de Ebusus, con símbolo caduceo. Campo, 1976-a, grupo XVII.
1 denario romano-republicano. RRC 80, l a .
Cronología.
Ultima década del siglo 1 1 y primera del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
AVELLA, 1978, pp. 150-156; C. H., 1979, núm. 40.
CORONELA, LA (Elx, Alacant)
En la partida La Coronela, en el cruce con el canal de riegos, se tiene noticia del
hallazgo de un tesorillo compuesto por 27 semis republicanos. Se desconocen los tipos de que se trata.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografia.
RAMOS FOLQUES, 1953, p. 347; RAMOS FERNANDEZ, 1975, p. 27.
CORROMPUT (Tarragona)
En 1850, en la cantera del Corromput, situada en las cercanías de Tarragona,
aparecieron más de mil ases de Kese. La mayor parte de ellos poseían leyenda con
Ke del tipo intermedio y alguna con Ke antiguo.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 278; VILLARONGA, 1971, p. 57.
COVA DE LES ENCANTADES (Martis, Girona)
L. Villaronga d a una breve noticia de un tesoro hallado en la Cova de les Encantades, junto al río Fluvia.
Composición.
3 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 42.
1 as de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 45.
[page-n-35]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
34
2 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 40.
1 semis de Iltirkesken. Villaronga, 1974-a, emisión 2a 1.
Cronología.
Segunda mitad del siglo 11 a.c.
Bibliografia.
RIPOLL-NUM-VILLARONGA, 1980, p. 181.
CREVILLENT (Alacant)
En la Fonteta del Sarso, en el término municipal de Crevillent, apareció un tesoro de 22 denarios, de los que sólo se conocen 7 piezas.
Composición.
1 denario romano-republicano. RRC 235, la-lc.
1 denario romanodrepublicano. RRC 286, 1.
1 denario romano-republicano. RRC 296, la-11.
1 denario romano-republicano. RRC 3 16, 1.
1 denario romano-republicano. RRC 329.
1 denario de Ikalkusken.
1 denario no identificado.
Cronología.
Primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
H. M. 350; GONZALVEZ, 1975, pp. 162-163.
EMPURIES (La Escala, Girona)
1.
Mientras se realizaba una excavación junto a un edificio de la vía mayor de la
Neapolis, se encontró en un recipiente cerámico 894 piezas de plata, de pequeño tamaño.
Composición:
702 fraccionarias ampuritanas, del tipo lechuza. Guadán, clase 111, tipo 1,
grupo m.
10 pequeñas monedas atribuidas a Emporion.
8 imitaciones de monedas de Emporion.
1 moneda de Heraclea en Lucania, hacia 380 a.c. Amorós, 1934, fig. 16.
Copias locales de tipos de Etruria, Cyrenaica, Lycia y Atenas. Amorós,
1934, figs. 19, 26, 29, 37.
Moneda de tipo Auriol. Amorós, 1934, figs. 12, g2.
Moneda de Teos. Amorós, 1934, fig. 2.
El resto, inclasificable.
Cronología.
Mediados del siglo IV a.c.
Bibliografía.
AMOROS, 1933-b, pp. 1-24; AMOROS, 1934, pp. 48-49; GUADAN, 1968,
pp. 132-136; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 295; THOMPSON et alii,
1973, núm. 2.315; FURTWANGLER, 1971, pp. 13-21; FURTWANGLER, 1978,
pp. 44-47.
11.
En el transcurso de las excavaciones del Cementerio Martí se halló, en el año
1947, en una escombrera que cubre la tierra arcillosa rojiza inmediata al suelo rocoso, dos grupos de monedas, de los que uno de ellos puede considerarse un tesoro.
[page-n-36]
[page-n-37]
36
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Bibliografía.
ROMAN, 1906, pp. 27-28; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.331
ESCUERA, LA (Sant Fulgenci, Alacant)
En la finca del Molar, situada en las proximidades del poblado ibérico de La Escuera, un campesino encontró, mientras labraba la tierra, un tesoro de monedas
que, por las impresiones de urdimbre que poseían las monedas, debió estar metido
dentro de una bolsa confeccionada con un material fibroso.
Composición.
7 monedas de bronce, con anverso Tanit y reverso cabeza de caballo y letra ((alef)).Villaronga, 1973-a, VIII-11-IB.
2 monedas inormes e ilegibles.
43 monedas de broncen con anverso Tanit y reverso casco. Villaronga,
1973-a, VIII-11-11.
Pegote de monedas inclasificable.
Cronología.
Inicios del siglo 1 o fines del 1 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
LLOBREGAT, 1966, pp. 71-75; NORDSTROM, 1967, p. 51; LLOBREGAT,
1972, p. 136; VILLARONGA, 1973-a, p. 83.
FUENTE ALAMO (Murcia)
En la localidad de Fuente Alamo aparecieron 1.269 denarios, de los que uno era
de Ikalkusken y el resto romano-republicanos. La fecha de emisión de alguno de
ellos alcanzaba la segunda mitad del siglo 1 a.c.
Cronología.
Siglo 1 a.c.
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; VILLARONGA, 1962-a, p. 2 1.
GIRONA
En torno a los años 1850-53, un platero compró a un campesino una gran cantidad de monedas que encontró en el campo. Todas ellas eran de Emporion, dracmas
del pegaso y divisores anepígrafos. La mayor parte de las piezas del hallazgo se fundieron y sólo se han podido identificar las monedas que estudió Pujo1 y Camps.
Composición.
2 dracmas ampuritanas. GuadBn, clase IX, tipo 11, grupo 1.
1 divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán, clase XIII, tipo 1, grupo VIII.
1 divisor ampuritano, con reverso delfines.
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 o primera década del 1 a.c.
Bibliografía.
DELGADO, 1876,111, pp. 195, figs. 80, 81 y 101; AMOROS, 1934, pp. 5051; GUADAN, 1955, pp. 13-14; GUADAN, 1968, pp. 75-76.
HOSTALRIC (Girona)
La composición de este hallazgo ofrece tres variantes. Según Mateu y Llopis se
hallaron en esta localidad, en el interior de una vasija:
60 denarios de Sesars.
[page-n-38]
CORPUS: TESOROS
37
19 denarios de Iltirtasalirban.
1 denario de Iltirta.
Por otra parte, Guadán afirma que no procede del mismo Hostalric, sino de un
lugar cercano, y que fue a parar a manos de un joyero de Tarrasa. Según este autor,
su contenido estaba formado por:
2 denarios de Kese.
3 denarios de Iltirta.
87 denarios de Iltirtasalirban.
1 denario de Bolskan.
La tercera información, distinta en parte a las anteriores, nos la proporciona L.
Villaronga, quien afirma que el hallazgo procede de la provincia de Lleida, de donde
un campesino lo llevó a Tarrasa, pasando posteriormente al comercio. Según este
autor el tesoro, para el que propone el nombre de LLEIDA, se componía de:
2 denarios de Kese.
3 denarios de Iltirta.
170 denarios de Iltirtasalirban.
60 denarios de Sesars.
1 denario de Bolskan, ¿leyenda circular?
Cronología.
¿Años antes del 133 a.c.?
Bibliografía.
H. M., 444; UNTERMANN, 1964, p. 159; GUADAN, 1969, núm. 41; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 262; VILLARONGA, 1978-a, pp. 32-33.
HUESCA
De este hallazgo, que apareció en 1931, sólo se posee una sucinta noticia dada
por Mateu y Llopis.
Composición.
2.000 denarios de Bolskan.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
H. M., XXIV; MARTIN VALLS, 1967, p. 133; GUADAN, 1969; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 266.
ILLA PEDROSA, L' (Girona)
Se trata de un conjunto de 16 monedas, algunas de ellas inéditas y de ceca incierta, procedentes de la excavación de un pecio, por lo que podemos considerarlas
como un conjunto cerrado.
Composición.
a) Monedas de Kaiantolos.
2 monedas. La Tour, lám. VI, núm. 2.416.
b) Monedas de Massalia.
1 pequeño bronce, con toro embistiendo. La Tour, lám. IV.
4 pequeños bronces, con toro embistiendo. La Tour, lám. VI.
1 pequeño bronce, con delfin. La Tour, lám. IV,núm. 2.086.
C) Moneda de Roma.
1 as uncial.
d) Moneda de Neapolis.
[page-n-39]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 moneda de bronce, con toro androcéfalo. Sambon, 1903, núm. 698;
S. N. G. American Numismatic Society, 1, núm. 502-505.
e) Monedas de ceca incierta.
2 pequeños bronces con leyenda XVRA . 3'56 y 4'80 g.
1 pequeño bronce, con reverso Victoria y leyenda -ZAN o 't A 9
4'21 g.
1 pequeño bronce, con reverso ratón. 2'59 g.
1 pequeño bronce, con reverso manos entrelazadas. 4'21 g.
1 pequeño bronce, con reverso Cantharo. 0'65 g.
Cronología.
Principios del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
RICHARD-VILLARONGA, 1975, pp. 73-78; C. H., 1976, núm. 119.
.
LECERA (Zaragoza)
Hacia 1910-1920 apareció en la localidad de Lécera un tesoro de denarios ibéricos de Bolskan, de los cuales se han podido recuperar 10 ejemplares.
Cronología.
Primer tercio del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
ORENSANZ, 1971-72, p. 149.
LIRIA (Valencia)
Cf.: Llíria.
LLIRIA (Valhcia)
El día 3 1 de octubre de 1806, apareció, en Liíria, un tesoro de denarios romanorepublicanos dentro de una jarrita de cerámica que contenía 982 ejemplares. En la
actualidad, una p&e de este tesoro se encuentra depositada en el Monetario de la
Biblioteca Universitaria de Valencia y en el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la misma Universidad.
Composición.
1 denario ibérico de ceca desconocida.
1 victoriato romano. RRC, 53, 1; Roma; después del 211 a.c.
1 denario romano.
RRC, 217, 1; Roma; 147 a.c.
1 denario romano.
RRC, 22 1, 1; Roma; 144 a.c.
1 denarioromano.
RRC,226, 1a;Roma; 141 a.c.
1 denario romano.
RRC, 228, 2; Roma; 140 a.c.
1 denarioromano. RRC, 229, 1b;Roma; 139 a.c.
1 denario romano.
RRC, 231, 1; Roma; 138 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 235, lc; Roma; 137 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 236, lc; Roma; 137 a.c.
1 denario romano.
RRC, 237, 1 ; Roma; 136 a.c..
1 denario romano.
RRC, 237, l a ; Roma; 136 a.c.
9 denarios romanos. RRC, 238, 1; Roma; 136 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 244, 1; Roma; 134 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 245, 1; Roma; 134 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 249, 1; Roma; 132 a.c.
7 denarios romanos. RRC, 257, 1; Roma; 130 a.c.
1 denario romano. RRC, 261, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-40]
CORPUS: TESOROS
3 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
5 denarios romanos.
1 denario romano.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
8 denarios romanos.
3 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
4 denarios romanos.
13 denarios romanos.
4 denarios romanos.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
5 denarios romanos.
g denarios romanos.
2 denarios romanos.
g denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
4 denarios romanos.
10 denarios romanos.
30 denarios romanos.
21 denarios romanos.
1 denario romano.
19 denarios romanos.
4 denarios romanos.
RRC, 270, 1; Roma; 125 a.c.
RRC, 274, 1; Roma; 123 a.c.
RRC, 275, l a ; Roma; 123 a.c.
RRC, 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC, 279, 1; Roma; 121 a.c.
RRC, 280, 1; Roma; 120 a.c.
RRC, 281, 1; Roma; 119 a.c.
RRC, 282, 1; Narbo, 118 a.c.
RRC, 282, 4; Narbo; 118 a.c.
RRC, 283, l a ; Roma; 118-1 17 a.c.
RRC, 284, l a ; Roma; 117-116 a.c.
RRC, 284, lb; Roma; 117-116 a.c.
RRC, 285, 2; Roma; 116-1 15 a.c.
RRC, 286, 1 ; Roma; 116-1 15 a.c.
RRC, 289, l a ; Roma; 115-114 a.c.
RRC, 289, lc; Roma; 115-114 a.c.
RRC, 290, 1; Roma; 114-1 13 a.c.
RRC, 291, 1; Roma; 114-113 a.c.
RRC, 292, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 293, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 295, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 299, l a ; Roma; 111-110 a.c.
RRC, 299, l b ; Roma; 111-110 a.c.
RRC, 300, 1; Roma; 110-109 a.c.
RRC, 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
RRC, 303, 1; Roma; 109-108 a.c.
RRC, 306, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC, 308, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC, 31 1, l a ; Roma; 106 a.c.
RRC, 312, 1; Roma; 106 a.c.
RRC, 313, lc; Roma; 106 a.c.
RRC, 3 16, 1; Roma; 105 a.c.
RRC, 317, 2; Roma; 104 a.c.
RRC, 318, lb; Roma; 104 a.c.
RRC, 319, 1; Roma; 103 a.c.
RRC, 320, 1; Roma; 103 a.c.
RRC, 322, l a ; Roma; 102 a.c.
RRC, 324, 1; Roma; 101 a.c.
RRC, 325, l a ; Roma; 101 a.c.
RRC, 328, 1; Roma; 100 a.c.
RRC, 330, l a ; Roma; 100 a.c.
RRC, 335, 3d; Roma; ? 96 a.c.
RRC, 335, 9; Roma; ? 96 a.c.
RRC, 336, l a ; Roma; 92 a.c.
RRC, 337, 3; Roma; 91 a.c.
RRC, 340, 1; Roma; 90 a.c.
RRC, 341, 1; Roma; 90 a.c.
RRC, 342, 3a; Roma; 90 a.c.
RRC, 342, 4a; Roma; 90 a.c.
RRC, 344, lc; Roma; 89 a.c.
[page-n-41]
40
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1
1
1
2
1
2
13
21
8
7
7
2
1
6
5
11
19
denario romano.
denario romano.
denario romano.
denarios romanos.
denario romano.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denario romano.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
7 denarios romanos.
4 denarios romanos.
6 denarios romanos.
4 denarios romanos.
4 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
4 denarios romanos.
7 denarios romanos.
2 denarios romanos.
10 denarios romanos.
4 denarios romanos.
16 denarios romanos.
2 denarios romanos.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
7 denarios romanos.
4 denarios romanos.
3 denarios romanos.
7 denarios romanos.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
3 denarios romanos.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
7 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
RRC, 344, 2b; Roma; 89 a.c.
RRC, 344, 2c; Roma; 89 a.c.
RRC, 344, 3; Roma; 89 a.c.
RRC, 346, 1a; Roma; 88 a.c.
RRC, 348, 1; Roma; 87 a.c.
RRC, 349, 1; Roma; 87 a.c.
RRC, 350, A; Roma; 86 a.c.
RRC, 352, lc; Roma; 85 a.c.
RRC, 353, l a ; Roma; 85 a.c.
RRC, 354, 1; Roma; 84 a.c.
RRC, 357, 2; Roma; 83 a.c.
RRC, 359, 2; móvil con Sulla; 84-83 a.c.
RRC, 360, lb; Roma; 82 a.c.
RRC, 361, lb; Roma; 82 a.c.
RRC, 362, 1 ; Roma; 82 a.c.
RRC, 363, Id; Roma; 82 a.c.
RRC, 364, l a ; Roma; 83-82 a.c.
RRC, 366, l a ; Norte de Italia y EspaÍía; 82-81 a.c.
RRC, 367, 3; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC, 367, 5; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC, 372, 1; Roma; 81 a.c.
RRC, 372, 2; Roma; 81 a.c.
RRC, 374, 1; Norte de Italia; 81 a.c.
RRC, 374, 2; Norte de Italia; 8 1 a.c.
RRC, 378, l c ; Roma; 81 a.c.
RRC, 379, 1; Roma; 80 a.c.
RRC, 379, 2; Roma; 80 a.c.
RRC, 380, 1; Roma; 80 a.c.
RRC, 382, 1a; Roma; 79 a.c.
RRC, 382, lb; Roma; 79 a.c.
RRC, 383, 1; Roma; 79 a.c.
RRC, 384, 1; Roma; 79 a.c.
RRC, 385, 1; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 2; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 3; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 4; Roma; 78 a.c.
RRC, 386, 1; Roma; 78 a.c.
RRC, 387, 1; Roma; 77 a.c.
RRC, 388, 1; Roma; 77 a.c.
RRC, 389, 1; Roma; 76 a.c.
RRC, 390, lb; Roma; 76 a.c.
RRC, 391, 3; Roma; 75 a.c.
RRC, 392, 1; Roma; 75 a.c.
RRC, 392, lb; Roma; 75 a.c.
RRC, 393, lb; quizás Hispania; 76-75 a.c.
RRC, 394, 1; Roma; 74 a.c.
RRC, 395, 1; Roma; 74 a.c.
RRC, 399, l a Roma; 72 a.c.
RRC, 401, 1; Roma; 71 a.c.
RRC, 403, 1; Roma; 70 a.c.
[page-n-42]
CORPUS: TESOROS
1 denario romano. RRC, 406, 1; Roma; 69 a.c.
10 denarios romanos. RRC, 407, 1; Roma; 68 a.c.
1 denario romano. RRC, 407, 2; Roma; 68 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 409, 1; Roma; 67 a.c.
3 denarios romanos., RRC, 409, 2; Roma; 67 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 410, 2; Roma; 66 a.c.
1 denario romano. RRC, 412, 1; Roma; 64 a.c.
5 denarios romanos. RRC, 413, 1 ; Roma; 63 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 414, 1; Roma; 63 a.c.
18 denarios romanos. RRC, 415, 1; Roma; 62 a.c.
14 denarios romanos. RRC, 416, l a ; Roma; 62 a.c.
1 denario romano. RRC, 417, 1; Roma; 62 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 420, 2; Roma; 60 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 421, 1; Roma; 59 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 422, l a ; Roma; 58 a.c.
19 denarios romanos. RRC, 422, lb; Roma; 58 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 423, 1; Roma; 57 a.c.
8 denarios romanos., RRC, 425, 1; Roma; 56 a.c.
1 denario romano. RRC, 426, 1 ; Roma; 56 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 427, 1; Roma; 56 a.c.
1 denario romano. RRC, 428, 2 ; Roma; 55 a.c.
1 denario romano. RRC, 428, 3; Roma; 55 a.c.
5 denarios romanos. RRC, 429, 1; Roma; 55 a.c.
1 denario romano. RRC, 430, 1; Roma; 55 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 432, 1; Roma; 55 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 433, 1; Roma; 54 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 433, 2; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 434, 1; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 434, 2; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 438, 1 ; Roma; 51 a.c.
1 denario romano. RRC, 440, 1; Roma; 50 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 442, 1; Roma; 49 a.c.
134 denarios romanos. RRC, 443, 1; móvil con César; 49-48 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 444, l a ; móvil Pompeio, 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 445, 2; Apollonia; 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 446, 1; móvil Pompeio; 49 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 446, l a ; móvil Pompeio; 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 448, 3; Roma; 48 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 449, l a ; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 449, 2; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 450, 2; Roma; 48 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 450, 3; Roma; 48 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 45 1, 1; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 455, 1 ; Roma; 47 a.c.
7 denarios romanos. RRC, 458, 1; Africa, 47-46 a.c.
10 denarios romanos. RRC, 459, 1; Africa, 47-46 a.c.
9 denarios romanos. RRC, 461, 1; Africa; 47-46 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 462, 1a; Africa; 47-46 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 462, 2; Africa; 47-46 a.c.
1 denario romano. RRC, 463, l a ; Roma; 46 a.c.
[page-n-43]
LA CrRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
42
11
1
1
2
3
1
3
4
3
1
1
65
11
17
1
2
6
denarios romanos. RRC, 463, lb; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 463, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 464, 1; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 2; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 464, 4; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 5; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 465, lb; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 465, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 465, 4; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 465, 5; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 468, 1; Hispania; 46-45 a.c.
denarios romanos. RRC, 468, 2; Hispania; 46-45 a.c.
denarios romanos. RRC, 469, 1; Hispania; 46-45 a.c.
denario romano. RRC, 472, 1; Roma; 45 a.c.
denarios romanos. RRC, 474, 1; Roma; 45 a.c.
denarios romanos. RRC, 477, 1; Hispania; 45-44 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 480, 13; Roma; 44 a.c.
1 denario romano. RRC, 480, 17; Roma; 44 a.c.
Cronología.
En torno al 44 a.c.
Bibliografia.
MATEU Y LLOPIS, 1943, pp. 224; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 282;
MATEU Y LLOPIS, 1975-a, pp. 45-47; FALOMIR, 1980; Manuscrito núm.
190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia.
LONGARES (Zaragoza)
En el segundo cuarto del siglo XVII, apareció en esta localidad un tesoro monetario, compuesto por 2.000 piezas con reverso jinete lancero.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
LASTANOSA, 1645, p. 210.
MALUENDA (Zaragoza)
En 19 15, al sur de Calatayud y cerca de Maluenda, apareció un tesoro de denarios romano-republicanos e ibéricos, al realizar obras de allanamiento en una finca.
El hallazgo estaba formado por unas 200 monedas.
Composición.
62 denarios romano-republicanos.
RRC 139, 1; Roma; 157-156 a.c.
2 RRC 232, 1; Roma; 138 a.c.
RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
RRC 244, 1; Roma; 134 a.c.
RRC 250, 1; Roma; 132 a.c.
RRC 255, 1; Roma; 130 a.c.
RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC 284, l b ; Roma; 117-116 a.c.
RRC 285, 2; Roma; 116-1 15 a.c.
[page-n-44]
CORPUS: TESOROS
RRC 291, 1; Roma; 114-113 a.c.
RRC 299, l b ; Roma; 111-110 a.c.
RRC 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
2 RRC 304, 1 ; Roma; 109-108 a.c.
RRC 306, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC 316, 1 ; Roma; 105 a.c.
RRC 317, 3b; Roma; 104 a.c.
RRC 328, 1 ; Roma; 100 a.c.
2 RRC 334, 1; Roma; 97 (?) a.c.
2 RRC 337, 3; Roma; 91 a.c.
4 RRC 340, 1; Roma; 90 a.c.
2 RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.
2 RRC 341, 2; Roma; 90 a.c.
2 RRC 342, 5b; Roma; 90 a.c.
RRC 344, l a ; Roma; 89 a.c.
RRC 344, l b ; Roma; 89 a.c.
2 RRC 344, 3: Roma; 89 a.c.
RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.
RRC 348, 1; Roma; 87 a.c.
2 RRC 348, 2; Roma; 87 a.c.
RRC 352, l a ; Roma; 85 a.c.
RRC 356, l a ; Roma; 84 a.c.
RRC 357, lb; Roma; 83 a.c.
RRC 359, 2; móvil con Sulla; 84-83 a.c.
RRC 364, Id; Roma; 83-82 a.c.
RRC 365, l c ; Massalia; 82 a.c.
2 RRC 367, 3; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC 372, 2; Roma; 81 a.c.
2 RRC 374, 2; Norte de Italia; 81 a.c.
RRC 380, 1 ; Roma; 80 a.c.
3 RRC 382, l b ; Roma; 79 a.c.
RRC 383, 1 ; Roma;]79 a.c.
RRC 384, 1; Roma; 79 a.c.
RRC 385, 1; Roma; 78 a.c.
RRC 387, 1 ; Roma; 77 a.c.
No identificado.
Denario de Sekobirikes. Vives XXXVII-2.
116 denarios de Bolskan, de los cuales:
32 pertenecen al grupo 1 de Jenkins ( 1 posible).
72 al grupo 11-111 de Jenkins.
9 al grupo IV de Villaronga.
3 sin determinar.
Cronología.
En torno al d o 76 a.c. (7)
Bibliografia.
H. M. CLV; VILLARONGA, 1964-65, pp. 165-169; CRAWFORD, 1969-a, p.
97, núm. 259; HERNANDEZ, 1980, pp. 119-128.
(71 Esta datación tendría que rebajarse al aiío 74 a.c. si se diluyeran las posibles dudas
de la pertenencia a Maluenda del lote de monedas que publica CRAWFORD, 1969-a, núm.
3 0 7 , que atribuye con reservas a Aluenda.
[page-n-45]
44
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
MAZARRON (Murcia)
En 1861 se encontró en las proximidades de Mazarrón, situado a 30 Km. al W.
de Cartagena, un tesoro de monedas de plata hispano-cartaginesas.
Composición.
1 Ar. Villaronga, 1973-a, IX-1.
Mas de 50 Ar. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IA.
De 16 á 8 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-111-IA.
2 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 26 y 129.
2 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 33 y 34.
7 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 38.
6 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB.
1 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-1-V.
Cronologia.
1
Ultimo tercio del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
ZOBEL, 1878, p. 157; GUADAN, 1969, p. 93; THOMPSON et alii, 1973, núm.
2.325; VILLARONGA, 1973a, pp. 73-74; MARCHETTI, 1978, pp. 365-366,
MINAS DE CARTAGENA (Murcia)
En el año 1866 se encontraron, según Heiss, tres piezas de plata en unas minas
abandonadas. Zóbel considera que en la atribución de las piezas hubo una confusión, debiendo ser las dos primeras del hallazgo de Tortosa.
Composición.
1 dracma ampuritana, del tipo caballo parado.
1 Ar de Ebusus, con un peso de 10 gr.
1 shekel cartaginés. Müller, 108.
Cronologia.
1
Mediados del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
HEISS, 1870, p. 44, fig. 1 , 2 y 3; GUADAN, 1968, pp. 87-88; VILLARONGA,
1973-a, pp. 75-76.
MOIXENT (Valencia)
Tesoro aparecido en 1910. En la actualidad se conservan 21 monedas en el
I.V.D.J. de Madrid y 7 en el British Museum, el resto se dispersó.
Composición.
4 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-B.
1 moneda hispano-cartaginesa, Villaronga, 1973-a, núm. 30.
1-1
3 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 1 11 .
2 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 1 11 1
1-1.
18 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
2 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIB.
26 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 111-IV.
39 monedas hispano-cartaginesas. Viilaronga, 1973-a, XI-1-ID.
4 monedas hispano-cartaginesas. Vilaronga, 1973-a, VIII-1-IB.
2 monedas hispano-cartaginesas. Viilaronga, 1973-a, VIII-1-IC.
7 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-VII.
4 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIA.
Un número indeterminado de monedas hispano-cartaginesas, de la serie
del cabalio parado. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
[page-n-46]
CORPUS: TESOROS
1
1
3
24
2
2
1
Moneda hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, VII-1.
hemióbolo de ceca incierta. Vives, XI-8.
dracmas ampuritanas, con reverso pegaso-cabiro.
divisores ampuritanos, con reverso pegaso a la derecha.
divisores ampuritanos, con reverso pegaso a la izquierda.
dracmas de Ebusus. Vives, XI-6 y 7.
medio victoriato, posible Sydenham 114 (RRC, 95; ceca incierta; 21 1208 a.c.).
1 dracma de Hieron 1 de Siracusa. BMC, Sicily, núm. 533.
1
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 y primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
GESTOSO, 1910, pp. 460-465; ALMARCHE, 1918, p. 125; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 302; GARm y BELLIDO, 1948, p. 225; GUADAN,
1955, PP. 16-17; VILLARONGA, 1967-a, p. 92; BELTRAN MARTINEZ,
1968, p. 275; GUADAN, 1968, pp. 117-125;CRAWFORD, 1969-a, num. 91;
W O , 1972, p. 22; VILLARONGA,1973-a,pp. 76-77; CAMPO, 1976-a, pp.
64-65; MARCHETTI, 1978, pp. 361-364; RIPOLLES, 1980-a, pp. 59 y 131.
MONGO (Dénia, Alacant)
En las vertientes meridionales de Mongó, a la altura de Col1 de Pons, apareció
un recipiente con monedas y joyas de plata, que en total pesaban 1 kilogramo.
Composición.
1 tetradracma de Messana. Hacia 400 a.c.
1 tetradracma de Leontini. Hacia 422 a.c.
1 tetradracma de Selinus. Hacia 420 a.c.
1 estátera arcaica de Corinto. Hacia 480 a.c.
1 fragmento de tetradracma de Siracusa. Hacia 450 a.c.
1 óbolo de Carthago. Hacia 300 a.c.
3 óbolos massaliotas, con rueda y MA.
1 óbolo massaliota, con rueda y M.
5 fraccionarias ampuritanas anteriores a las dracmas, de los tipos Guadán, 91-93, 70 y 71.
1 moneda incierta.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
CHABAS, 1891, p. 59; DANVILA, 1891, p. 167; ALMARCHE, 1918, p. 105;
AMOROS, 1934, p. 5 1; FIGUERAS, 1945, pp. 6-7; BELTRAN VILLAGRASA,
1945-46, p. 295; GARCIA Y BELLIDO, 1948, pp. 224-225; GUADAN, 1955,
p. 16; VILLARONGA, 1967-a, pp. 91-92; GUADAN, 1968, pp. 110-115;
BELTRAN MARTINEZ, 1968, pp. 271-272; RIPOLLES, 1980-a, pp. 63 y
129-130.
MORELLA (Castelló)
Hacia 1862, apareció en los alrededores de Morella un pequeño tesoro de monedas.
Composición.
Monedas de la Fócida, de fines del siglo VI a.c. Tipos Muret, 494 y 495.
Fraccionarias ampuritanas. Amorós, 1934, fig. 49; 64 y 76, núm. 83.
[page-n-47]
46
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Obolos de Massalia.
Monedas de tipo Auriol. Muret, 493.
Moneda de Tarento. Amorós, 1934, fig. 17.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 11; GARCIA Y BELLIDO, 1936, pp. 115-156; GARCIA Y
BELLIDO, 1948, p. 224; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 272; GUADAN,
1968, p. 78-79; GUADAN, 1969, p. 95; FURTWANGLER, 1971, p. 15.
PALOMAR DE OLIETE (Oliete, Teruel)
En las excavaciones arqueológicas realizadas en este poblado se ha encontrado,
recientemente, un conjunto de 103 monedas de plata y bronce (8).
Composición.
94 denarios de Bolskan.
1 denario romano republicano.
8 ases de bronce mal conservados.
Cronología.
No se puede fijar por desconocer momentáneamente el tipo exacto de las
monedas.
Bibliografía.
DOMINGUEZ, 1979-a, p. 96.
PEDREGUER (Alacant)
Hallazgo de 100 monedas púnico-ebusitanas, del tipo Bes. Grupo XVIII, de M.
Campo, 1976-a.
Cronología.
1
Primera mitad del siglo 1 a.c. (7)
Bibliografía.
MARTIN AVILA, 1968, p. 53; CAMPO, 1976-a, p. 65; H. M., 1.393.
PLANA DE UTIEL (Valencia)
En 1972, en un lugar indeterminado de la comarca de la Plana de Utiel, mientras se realizaban labores agricolas, se encontró un tesoro integrado en su totalidad
por monedas de plata.
Composición.
2 quinarios romano-republicanos anónimos. RRC, 47, l a ; ceca incierta; a
partir del 2 1 1 a.c.
3 &bolosmassaliotas, con reverso rueda y MA. La Tour, 687 y 681.
1 divisor de dracma ampuritana, con reverso pegaso. Campo, 1972,111-1.
1 114 de shekel cartaginés de ceca italiana (forrado). S.N.G. D.N.M., vol.
43, núm. 369.
7 monedas galas ((A la c r o h , de peso comprendido entre 3'23 y 3'44 g.
2 monedas de plata, probables ((a la croh).
4 divisores galos de imitación ampuritana, con reverso pegaso, de peso
comprendido efitre O' 11 y 0' 15 g.
1 hemióbolo de la Cyrenaica (71, con cabeza masculina y estrella.
(8) Información facilitada gentilmente por P. Atrian, directora del Museo de Teniel, lugar éste en donde se encuentran depositadas las monedas.
[page-n-48]
CORPUS: TESOROS
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 y primera década del 1 a.c.
Bibliografia.
RIPOLLES, 1980-C,pp. 15-27; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
POBLA DE MAFUMET, L (Tarragona)
A
El 12 de enero de 1872, en el transcurso de unos trabajos agrícolas que se realizaban en una viña, situada en las inmediaciones del pueblo La Pobla de Mafumet,
apareció, en el interior de un ánfora, un conjunto de 250 monedas de Claudio 1, de
las que 150 pasaron al Museo Arqueológico Provincial de Tarragona.
Composición.
17 sestercios. RIC 60, leyenda D. (1 posible.)
107 sestercios. RIC 64, leyenda D. (1 posible.)
11 sestercios. RIC 67, leyenda D. (2 posibles.)
7 sestercios. RIC 78, leyenda D. (1 posible.)
3 sestercios. RIC 61. (1 posible.)
2 sestercios. RIC 64, leyenda E.
1 dupondio. RIC 67, leyenda E.
4 sestercios. RIC 79, leyenda E.
Cronologia.
41-42 d.C.
Bibliografía.
CAMPO-RICHARD-KAENEL, 1981.
PONT DE MOLINS (Girona)
En las proximidades de Figueras apareció, en 1868, un recipiente conteniendo
unas 60 monedas y diversos fragmentos y barras de plata.
Composición.
Dracma de Kyme, con leyenda retrógrada. 480-423 a.c.
2 fragmentos de tetradracmas de Atenas. 480-407 a.c.
Fragmento de esttítera de Metaponto. 550-470 a.c.
Fragmento de moneda griega sin atribución cierta. 450-350 a:C.
Moneda de pequeño módulo atribuida a Mytilene. 400-350 a.c.
Algunos óbolos massaliotas (tau crabe, y con reverso rueda. Amorós,
1934, fig. 9.
5 monedas de tipo Auriol. Amorós, 1934, fig. 12, a l , a2, g l y fig. 13, a l y
a2.
Un numeroso grupo de monedas fraccionarias ampuritanas, Zóbel,
1878, tipos 1-4; 6-14; 16-18; 20-21; 27-29; 30-33 y 36.
Cronologia.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, pp. 113-117; PUJOL, 1873, pp. 16-20; DELGADO, 1876, III,
pp. 174, 179 y 194; AMOROS, 1934, pp. 49 y SS.; GARCIA Y BELLIDO,
1948, pp. 223-224; GUADAN, 1968, pp. 90-96; THOMPSON et alii, 1973,
núm.2.313; FURTWANGLER, 1971, p. 14.
PUIG CASTELLAR (Santa Coloma de Gramanetl
En 1942 apareció en el poblado ibérico de Puig Castellar, en Santa Coloma de
[page-n-49]
48
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Gramanet, un tesoro formado, según Guadán, por más de 150 dracmas y 50 divisores de plata ampuritanos. L. Pericot pudo recoger y estudiar 14 dracmas y 39 divisores con reverso pegaso y delfines. Guadán, posteriormente, logró identificar el
resto de los ejemplares del tesoro, dispersos entre distintas colecciones privadas.
Composición conocida.
dracmas ampuritanas. Guadán, núms. 211, 217, 219, 235, 240-243, 268,
288 (?), 394, 398, 404, 406, 407, 408, 413-415, 419-420, 422-436, 438446, 448-486, 488a-493, 495, 498-504, 51 1, 513-528, 530-532, 534-542,
544-552, 552a-562, 565-573, 574-a, 576-579, 582-583, 587, 589-591,
603-606, 608-614, 616-646, 648-650, 655, 658-672, 675-681, 684-687,
689-698, 799-811, 821-824, 839, 853, 854, 927, 931-932, 935-936, 939940, 942-944, 947-948, 956, 963-964, 968-971.
divisores ampuritanos con reverso pegaso. Campo, 1972, núms. 48, 51, 5759, 61, 75, 78, 92, 102, 106, 109-110, 112, 115, 119, 124, 126, 130, 136,
137, 141-142, 150, 155-156, 158.
divisores ampuritanos con reverso delfines. Campo, 1972, núms. 72-73,
168-169, 171-172, 182-183, 185, 190, 191 y 209.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y primera decada del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
PERICOT, 1943, pp. 302-303; PERICOT, 1944, pp. 323-327; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp. 3 11-315; GUADAN, 1968, pp. 144-150; GUADAN, 1969, p. 96; THOMPSON et &, 1973, núm. 2.340; MARCHETTI,1978,
p. 357.
'
ROSES (Girona)
Hacia 1850 apareció en las cercanías de Roses un hallazgo formado, excepto algunas piezas dudosas, por fraccionarias ampuritanas anteriores a las dracmas. El
hallazgo se vendió a un anticuario y posteriormente se dispersó, por lo cual se desconoce su exacta composición y algunas de las piezas que se atribuyen a este hallazgo pueden ser dudosas.
Composición.
Según Zóbel constaba de los siguientes tipos:
1. Delgado, 125-50; Amorós, 1934, núm. 47.
2. Delgado, 125-41 ; Amorós, 1934, núm. 38.
3. Semejante a la anterior, con leyenda MX.
4. Delgado, 125-46; Amorós, 1934, núm. 34.
5. Delgado, 125-45; Amorós, 1934, núm. 33.
6. Delgado, 125-47; Amorós, 1934, núm. 65.
7. Delgado, 125-48; Amorós, 1934, núm. 35.
8. Delgado, 125-35; Amorós, 1934, núm. 76.
9. Delgado, 128-105; Amorós, 1934, núm. 77.
10. Delgado, 124-14; Amorós, 1934, núm. 85.
11. Delgado, 125-29; Amorós, 1934, núm. 40.
12. Delgado, 124-19; Amorós, 1934, núm. 23.
13. Delgado, 124-20; Amorós, 1934, núm. 24.
14. Delgado, 125-27; Amorós, 1934, núm. 27.
15. Delgado, 125-37; Amorós, 1934, núm. 56.
16. Delgado, 125-33; Amorós, 1934, núm. 70.
17. Delgado, 126-53; Amorós, 1934, núm. 73.
[page-n-50]
CORPUS: TESOROS
18. Delgado, 126-54; Amorós, 1934, núm. 74.
19. Delgado, 142-310; Amorós, 1934, núm. 60.
20. Semejante, con jinete a la izquierda.
21. Delgado, 124-21; Amorós, 1934, núm. 57.
22. Amorós, 1934, núm. 88.
23. Amorós, 1934, núm. 89.
24. Guadán, 957.
Se atribuyen también a este hallazgo:
a. Delgado, 125-34; Amorós, 1934, núm. 63.
b. Delgado, 125-49; Amorós, 1934, núm. 46.
c. Delgado, 125-51; Amorós, 1934, núm. 48 (9).
d. Delgado, 126-55; Amorós, 1934, núm. 62.
e. Amorós, 1934, núm. 58; Guadán, 74.
Cronología.
Inicios del siglo 1 1 a.c.
1
Bibliografía.
GAILLARD, 1854, n í í . 367, 377-385; ZOBEL,1878, pp. 109-1 13; DELGADO,
1876,111, pp. 175, 179 y 194; AMOROS, 1934, p. 50; GARCIA Y BELLIDO,
1948, p. 223; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 294; GUADAN, 1969, p.
97; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.318.
SANT LLOP (Girona)
En las cercanías de Girona, en las montaiías de Sant Llop se encontró, hacia
1951, un número indeterminado de dracmas con naverso de Diana y reverso pegaso chrisaor y leyenda griega, una de ellas con símbolo láurea; un divisor ampuritano, con leyenda EM, y un denario romano (RRC, 282; Narbo; 118 a.c.).
Cronología.
En torno al 100 a.c. (?) (10).
Bibliografía.
DELGADO, 1876, 1 1 p. 194; ZOBEL, 1878, p. 138; AMOROS, 1933-a, p.
1,
32; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp. 303-304; GUADAN, 1955, p. 14;
GUADAN, 1968, pp. 76-78; GUADAN, 1969, pp. 97-98, CAMPO, 1972, p.
23; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.347.
SARRIA (Barcelona)
En el año 1870 se encontró un tesorillo de 400 denarios republicanos, mientras
se reaIizaban unas obras en una casa de la calle Major. De éstos se han podido estudiar 50 piezas, y la más moderna de ellas es un denario RRC 308, 1 del año 108-107
a.c.
Bibliografía.
VILLARONGA, 1982-a, pp. 24-30.
SEGAR0 (Girona)
Hallazgo realizado en la montaiía La Mare de Deu, situada en el término municipal de Segaró. El tesoro apareció entre los aiíos 1880-1881 y su contenido era de
1.015 monedas de plata, de las que 50 eran denarios romano-republicanos.
(9) Esta moneda, según GUADAN, 1970, p. 38, no existe.
(10)Algunos autores piensan que la presencia del denario romano es una intrusión, por
lo que carecería de valor cronológico.
[page-n-51]
50
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
l
Composición.
2 denarios ibéricos de Kese. Vives, XXi-11 (?l.
15 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 11; Delgado, tipo 82.
64 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 1; Delgado, tipo 86.
226 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo IV; Delgado,
tipo 93 y anverso 116.
354 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo V, grupo 1; Delgado, tipo
89 y anverso 125.
58 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 11; Delgado, tipo 91.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 11, núm. 788.
6 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo VII.
9 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XI.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clabe XI, tipo XVII.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XIII.
9 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XIV.
6 dracmas ampuritanas, con símbolo atiin (según Guadán, este ejemplar
no existe y por lo tanto debe de tratarse de un error de Pujol).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y Victoria en reverso
(según Guadán, este tipo no existe y debe de tratarse de un caso similar
al anterior).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y círculo en reverso
(caso similar a los anteriores, según Guadán esta moneda debe incluirse
con las dracmas con símbolo círculo).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y lanza en reverso (el
tipo no existe).
8 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XVI.
6 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo 1.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XV.
8 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo 1 1
1.
11 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo IX.
50 denarios romano-republicanos, de los cuales únicamente conocemos una
relación de tipos, pero no la cantidad numérica que pertenece a cada uno
de ellos.
RRC, 127; Incierta; 206-200 a.c.
RRC, 132, 2; Roma; 194-190 a.c.
RRC, 204, 1; Roma; 152 a.c.
RRC, 207, 1; Roma; 150 a.c.
RRC, 210, 1; Roma; 149 a.c.
RRC, 224, 1; Roma; 141 a.c.
RRC, 234, 1; Roma; 137 a.c.
RRC, 237, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 238, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 239, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 243, 1; Roma; 134 a.c.
RRC, 254, 1; Roma; 131 a.c.
RRC, 256, 1; Roma; 130 a.c.
RRC, 261, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-52]
CORPUS: TESOROS
RRC, 262, 1; Roma; 128 a.c.
RRC, 269, 1; Roma; 125 a.c.
RRC, 273, 1; Roma; 124 a.c.
RRC, 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC, 278, 1 ; Roma; 121 a.c.
RRC, 281, 1; Roma; 119 a.c.
RRC, 285, 2; Roma; 116 ó 115 a.c.
RRC, 286, 1; Roma; 116 6 115 a.c.
RRC, 289, 1 ; Roma; 116 6 115 a.c.
RRC, 290, 1 ; Roma; 113 6 114 a.c.
RRC, 292, 1; Roma; 113 6 112 a.c.
RRC, 298, 1; Roma; 112 6 111 a.c.
Cronología.
Ultimos años del siglo 1 a.c.
1
Bibliograña.
PUJOL, 1881, pp. 142-162; AMOROS, 1933-a, pp. 27-32; GOMEZ MORENO, 1949, p. 181; GUADAN,1955, pp. 15-16; CRAWFORD, 1969-a, n~ím.180.
SERINYA (Girona)
En 1943, mientras se realizaban excavaciones arqueológicas en l a cueva de
Reclau-Viver, en el término municipal de SerinyA, se encontró un lote de 12 monedas ampuritanas de plata.
Composición.
8 dracmas ampuritanas.
2 Guadán, clase VI, tipo 1, grupo 1(núm. 167-168).
1 Guadán, clase VI, tipo 1, grupo 1 (núm. 176).
1
1 Guadán; clase VI, tipo 11, grupo 1(núm. 192).
2 Guadán, clase VI, tipo 11, grupo 1 (núm. 196, 199).
1
2 Guadán, clase VIII, tipo 1, grupo 1(núm. 258, 260).
4 divisores ampuritanos.
2 Campo, 1972, clase 1, tipo 1, grupo 1 (núm. 3, 9).
1
2 Campo, 1972, clase 1, tipo IV (núm. 36 y 37).
Cronología.
En torno al 241 a.c.
Bibliografía.
COROMINAS, 1944, pp. 327-329; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp.
295-299; AMOROS, 1955, pp. 9-16; GUADAN, 1955, p. 20; GUADAN, 1968,
pp. 153-155; GUADAN, 1969, pp. 98-99.
TALAMANCA (Eivissa)
En la necrópolis de Talamanca, en la isla de Eivissa, se encontró, con anterioridad a 1906, una vasija que contenía 191 monedas de Ebusus.
Composición.
1R9 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XII.
Cronología.
' Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Bibliograña.
ROMAN, 1906, p. 29; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.322; CAMPO,
1 9 7 6 - w . 65.
[page-n-53]
52
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
TAMARITE DE LITERA (Huesca)
Hallazgo muy antiguo, citado por Lastanosa, y como todos ellos está insuficientemente descrito su contenido. No obstante, al parecer, estaba formado por denanos ibéricos, de los que algunos eran de Bolskan.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
LASTANOSA, 1645, pp. 98-99; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 275.
TARRAGONA
Con anterioridad a 1870, apareció en la provincia de Tarragona un tesoro de
monedas de plata, que Zóbel dio a conocer, y del que se ignora la localidad en la que
se produjo el hallazgo.
Composición.
16 óbolos massaliotas, con reverso cangrejo o rueda.
1 litra de Selinus.
1 posible litra de Carnarina.
2 1 fraccionarias ampuritanas.
ltipo 1 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo 1 1 grupo 11.
1,
1,
1 tipo 2 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo 11, grupo 1 .
1
1 tipo 3 de Zóbel. Guadán, clase 1 , tipo 1 1 grupo 1.
1
1,
1 tipo 4 de Zóbel. Guadán, clase 1 ,tipo 11,grupo 1 1
1
1.
1 tipo 5 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo IV, grupo IV.
1,
4 tipo 6-7 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo IV, grupo 1.
1,
1 tipo 8 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo IV, grupo VIII.
6 tipo 9 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo IV, grupo VII.
5 tipo 10 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo 1 1 grupo 1 1
1,
1,
1.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
DELGADO, 1876, 1 1 pp. 179 y 194; ZOBEL, 1878, pp. 119-121; VIVES,
1,
1926,I, p. 24; AMOROS, 1934, pp. 40-50; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN,
1968, pp. 96-98; GUADAN, 1969, p. 99; THOMPSON et alii, 1973, n.O
2.314.
TERRER (Zaragoza)
En l a localidad de Terrer, próxima a Calatayud, apareció un tesoro formado por
denarios de Bolskan, del que no se poseen más referencias.
Cronología.
Desconocida.
BibliografIa.
ZOBEL, 1878, p. 196; GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; MATEUY LLOPIS,
1949, p. 217; UNTERMANN, 1964, p. 159; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 275.
TIVISSA (Tarragona)
Lote 1
Las noticias sobre este hallazgo son escuetas. Rafols nos dice que «el 29 dB enero
de 19 13 se depositó en el Museo Arqueológico de Tarragona un lote compuesto por
varias joyas de oro y plata, un mango de espejo de bronce y veintinueve monedas de
plata)).
[page-n-54]
CORPUS: TESOROS
53
Composición.
2 dracmas de Emporion. Guadán, clase M, tipo 111, grupo 11.
2 dracmas de tipo ibérico. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1 1 (núms.
1
789-790).
6 dracmas de imitación ampuritana y leyenda ibérica Iltirtar. Guadán,
clase XII, tipo IV, grupo XXXIX (núms. 875-878).
3 dracmas de imitación ampuritana y leyenda O Y . Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XLIV (núms. 899 y 903).
3 dracmas de imitación ampuritana y leyenda Kertekune. Guadán, clase
XII, tipo IV, grupo XXXVI (núms. 867-868).
1 dracma de imitación ampuritana y leyenda ibérica núm. 33 de Guadán.
Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XLI (núm. 891).
1 dracma de imitación ampuritana y leyenda 10 bis de Guadán, clase XII,
tipo IV, grupo XIV (núm. 830).
2 dracmas de Arse con leyenda Arskitar, con toro corriendo y toro androcéfalo.
1,
Villaronga, 1967-a, clase 11,tipo 1, núm. 2 1 ;y clase 1 1 tipo 1, núm. 25.
2 óbolos de imitación massaliota con reverso rueda y M A.
4 denarios romanos. RRC, 44, 5 ; Roma; a partir del 21 1 a.c.
1 denario romano, con símbolo áncora. RRC, 50, 2; Roma; 209-208 a.c.
1 denario romano, con símbolo Victoria. RRC, 61, 1 ; Italia central; 21 1208 a.c.
1 denario romano, con letra C. RRC, 107; ~ E t r u r i a ? 209-208 a.c.
;
Cronología.
1
Ultima década del siglo 1 1 a.c.
Bibliografía.
BOSCH, 1915, pp. 856-858; SERRA RAFOLS, 1941, p. 2 1; GOMEZ MORENO, 1949, pp. 178-179; GUADAN, 1955, p. 17; GUADAN, 1968, pp. 126131; GUADAN, 1969, pp. 99-100; RADDATZ, 1969, pp. 258-259; CRAWFORD, 1969-a, núm. 94; MARCHETTI, 1978, p. 358.
Lote 1
1
Por lo que respecta al segundo hallazgo, éste se produjo en 1925, y se componía
de tres monedas y diversos objetos de bronce.
Composición.
1 denario romano del tipo de los Diocuros y leyenda Roma.
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda Iltirta.
1 as de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
Cronología.
Es evidente que no puede extraerse de este hallazgo ninguna conclusión cronológica. Nos parece acertado lo que ya se ha señalado por otros autores, en el seiitido de la posible intrusión de la pieza de bronce ibérica.
Bibliografia.
SERRA, 1941, p. 21; GUADAN, 1968, pp. 126-131.
Lote 1 1
1
Recientemente ha sido publicado, por L. Villaronga, la noticia del hallazgo de
un tercer lote de monedas de Tivissa, que casi con toda seguridad debe de corresponder a una parte desgajada del lote 1.
Composición.
9 dracmas de imitacihn ampuritana: 1 de Iltirtar; 1 de Kertekunte; 2 de
[page-n-55]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
o y ; 1 con delfin y O y ; 1 de Etokisa; 1 con símbolo eskella; 1 con pegas0 a la izquierda; 1 incierta.
2 didracmas romanas. RRC, 29, 3; incierta; 225-214 a.c.
3 victoriatos romanos. RRC, 44, 1; Roma; a partir del 2 11 a.c.
2 victoriatos romanos. RRC, 53, 1; Roma; después del 21 1 a.c.
1 denario romano. RRC, 53, 2; Roma; después del 211 a.c.
Cronología.
1
Ultima década del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
C.H., 1976, núm. 192.
TORELLO D'EN CINTES (Menorca)
En 1958, en las excavaciones realizadas en el Torelló d'en Cintes, a 4 kilómetros
de Maó, apareció, en el interior de un recinto circular, un tesoro de 383 monedas de
bronce.
Composición.
Ases romano-republicanos:
2 RRC 50, 3; Roma; 209-208 a.c.
1 RRC 58, 3; Roma; 207 a.c.
1 RRC 80, 2; Sicilia (7); 209-208 a.c.
5 RRC 114, 2; Roma; 206-195 a.c.
1 RRC 117B, 1; Roma; 206-195 a.c.
1 RRC 118, 1; Roma; 206-195 a.c.
3 RRC 124, 3; Roma; 206-195 a.c.
2 RRC 134, 2; Roma; 194-190 a.c.
1 RRC 137, 2; Roma; 194-190 a.c.
1 RRC 141, 2a; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 142, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 144, 1; Roma; 189-180 a.c.
3 RRC 145, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 147, 2; Roma; 189-180 a.c.
3 RRC 150, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 159, 3; Roma; 179-170 a.c.
2 RRC 160, 1; Roma; 179-170 a.c.
4 RRC 162, 3; Roma; 179-170 a.c.
1 RRC 174, 1; Roma; 169-158 a.c.
1 RRC 176, 1; Roma; 169-158 a.c.
21 RRC 177, 1; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 178, 1; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 180, 1; Roma; 169-158 a.c.
3 RRC 183, 1; Roma; 169-158 a.c.
17 RRC 184, l a ; Roma; 169-158 a.c.
4 RRC 185, 1; Roma; 169-158 a.c.
8 RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c.
4 RRC 189, 1; Roma; 169-158 a.c.
55 RRC 190, 1; Roma; 169-158 a.c.
3 RRC 191, 1; Roma; 169-158 a.c.
10 RRC 193, 1; Roma; 169-158 a.c.
7 RRC 194, 1; Roma; 169-158 a.c.
6 RRC 195, 1; Roma; 169-158 a.c.
[page-n-56]
CORPUS: TESOROS
5 RRC 196, 1 ; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 199, 2; Roma; 155 a.C.f
4 RRC 200, 2; Roma; 155 a.c.
2 RRC 201, 2; Roma; 154 a.c.
3 RRC 203, 1; Roma; 153 a.c.
8 RRC 204, 2; Roma; 152 a.c.
3 RRC 205, 2; Roma; 151 a.c.
5 RRC 206, 2; Roma; 150 a.c.
7 RRC 210, 2; Roma; 149 a.c.
1 RRC, 212, 1; Roma; 155-149 a.c.
3 RRC 213, 1; Roma; 155-149 a.c.
11 RRC 214, 2a; Roma; 148 a.c.
9 RRC 215, 2; Roma; 148 a.c.
3 RRC 216, 2a; Roma; 148 a.c.
4 RRC 217, 2; Roma; 147 a.c.
1 RRC 296, 2; Roma; 111 6 11'2 a.c.
32 RRC 197-198B, l b ; Roma; 157-156 a.c.
149 monedas inclasificables.
Otras acuiíaciones:
1 as de Untikesken. Vives, XV-4.
1 as de Obulco. Vives, XCVI-5.
1 moneda de Populonia. SNG, American Society, Etruria-Callabria, n.O
92.
Cronología.
Fines del siglo 1 y primera década del siglo 1 a.c.
1
Bibliografia.
TARRADELL FONT, 1981.
.
.
TORTOSA (Tarragona)
1.
Hacia 1863 se encontró, en las inmediaciones de Tortosa, un escaso número de
monedas de plata.
Composición ( 1 1).
3 dracmas de Rhode.
2 dracmas de Emporion, con reverso caballo parado.
1 moneda de plata de Ebusus, de 10 g.
Cronología.
En torno al 240 a.c. (7)
Bibliografia.
ZOBEL, 1878, p. 64; GUADAN, 1955, p. 14; GUADAN, 1968, pp. 79-80;
GUADAN, 1969, p. 100; THOMPSON et alü, 1973, núm. 2.322; CAMPO,
1976-a, pp. 65-66.
1.
1
Tesoro compuesto por un número indeterminado de denarios. Se conocen tres
denarios RRC 443, 1.
-
(11) En opinión de Zobel, Heiss se confundió y atribuyó al hallazgo de Las Minas de Cartagena la dracma ampuritana de 5'06 g. y la moneda de Ebusus.
[page-n-57]
56
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Bibliografía.
DESPUIG, C., 1981: Los col.loquis de la insigne ciutat de TortoSa. Barcelona. P. 141.
TRASOVARES (Moncayo)
En el siglo XVIII, cerca de las minas de plata de Calcena aparecieron 130 denarios de Bolskan.
Información: N. Tarradell.
ULLASTRET (Girona)
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas que se realizaron, en el año
1964, en el poblado ibérico de Ullastret, en la zona denominada Campo Triangular
apareció un importante lote de monedas de plata.
Composición.
8 dracmas ampuritanas:
1 Amorós, tipo 1, Ca.
2 Amorós, tipo 111, Aa.
1 Amorós, tipo 111, Ca.
1 Amorós, tipo 1 Ca-1 Cb.
1 Arnorós, tipo 111, Ba.
1,
1 Amorós, tipo 1 1 Ca.
1 Amorós, Cc.
3 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 11, tipo 1,
grupo 1 (núms. 39, 43-44).
4 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo I a (núms. 49, 54-55, 60).
2 divisores arnpuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo IIa (núms. 69-70).
2 divisores ampuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo IIb (núms. 7 1, 74).
17 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 111,tipo 1
(núms. 86, 88, 93-96, 103, 104, 108, 114, 122, 132, 133, 140, 151, 153
y 157).
1 divisor ampuritano, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 1 1 tipo 11,
1,
grupo 1 (núm. 173).
9 divisores ampuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 111, tipo
11, grupo 1 (núms. 176, 179, 180, 184, 186, 187, 189, 192, 193).
1
1 divisor ampuritano, con reverso delfín. Campo, 1972, clase 111, tipo 111,
grupo 1 (núm. 195).
1
3 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo 1972, clase IV, tipo 1
(núms. 197, 199, 200).
3 divisores ampuritanos, con reverso dos peces. Campo, 1972, clase IV, ti1,
1
po 1 1 grupo 1 1 (núms. 215-217).
1 divisor ampuritano, con reverso delfines, no clasificable por su mal estado de conservacibn.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 o comienzos del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
MALUQUER-OLIVA, 1965, pp. 85-123; OLIVA, 1970; CAMPO, 1972, pp.
23-24; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.339.
[page-n-58]
CORPUS: TESOROS
57
VALLADA (Valencia)
(iEn el término de Vallada se encontró una vasija de barro con más de mil monedas de plata anteriores al predominio de los romanos en nuestra península, a excepción de dos victoriatos, todas ellas pertenecen a griegos y cartagineses, dominando
por su número las dracmas y divisionarias de Ampurias, las Baleares y las que Zóbel
denomina púnico-hispanas, lo que supone un tesoro de fecha remota.))
Cronología.
1
Fines del siglo 1 1 a.c. (?)
Bibliografia.
MARTINEZ ALOY, 1910, p. 89; RIPOLLES, 1980-a, pp. 56 y 132.
VALL D'ALMONESIR (Castelló)
En el año 1920, apareció un tesorillo de monedas de plata, compuesto por 24 a
30 dracmas de Arse, de las que 18 quedaron en poder de dos campesinos.
Composición.
1 dracma de Arse Villaronga, 1967-a, núm. 33.
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 50.
3 dracmas de Ame. Villaronga, 1967-a, núm. 67.
3 dracmas de Arse. Villaronga, 1967-a, núm 55.
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 58.
9 dracmas de Arse. Villaronga, 1967-a. núm. 43.
Cronología.
Siglo 1 a.c.
1
Bibliografía.
VILLARONGA, 1967-a, pp. 90-9 1.
VILLARES, LOS (Caudete de las Fuentes, Valencia)
En la campaña de excavaciones arqueológicas de 1957 apareció un tesorillo de
monedas dentro de una pequeña vasija, oculta en un rincón de la habitación 3. El
recipiente contenía anillos de oro y plata, pendientes de oro, pequeños fragmentos
de laminillas de oro y cuatro monedas.
Composición.
1 didracma romana. RRC, 28, 3; Roma; 225-212 a.c. (utilizada como botón).
1 dracma ampuritana. Guadán, clase VIII, tipo IV.
2 dracmas ampuritanas partidas.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y principios del 1 a.c.
1
1
Bibliografia.
LABOR SIP, 1964, p. 53; PLA BALLESTER, 1962, p. 236; RADDATZ, 1969,
p. 206; MARCHETTI, 1978, p. 357; PLA BALLESTER, 1980, p. 34; RIPOLLES, 1980-a, p. 106, núm. 1-4.
XARRACA (Eivissa)
Hacia 1891, se encontró en Cala Xarraca un tesoro compuesto por más de 400
monedas de Ebusus. El conjunto se dividió en dos lotes, uno de ellos lo compraron
los Padres Escolapios de Barcelona, desapareciendo a causa del saqueo de los conventos que hubo en esta ciudad en 1909.
Composición.
124 monedas de bronce. Campo, 1976-a, grupo XIX.
[page-n-59]
LA CIRCULAClON MONETARIA D E LA TARRACONENSE
58
2 monedas de plata. Campo, 1976-a, grupo XVII.
Cronologia.
1
Fines de1 siglo 1 y primera mitad del 1 a.c.
Bibliografia.
ROMAN, 1906, p. 167; PEREZ CABRERO, 1911, pp. 33-34; VIVES, 1926, p.
CXCII; CAMPO, 1976-a, p. 66.
b) Hallazgos esporádicos
L a descripción de los hallazgos esporádicos ha sido ordenada alfabéticamente, concretando el lugar de hallazgo, de tal forma que si
conocemos el nombre del yacimiento arqueológico, de la partida o de
la finca en la que se ha realizado el hallazgo, éste lo encabeza. Para
facilitar la utilización de este corpus se ha creído conveniente la realización de una doble entrada de información, concretamente por municipios. De este modo, los hallazgos que en el corpus estén insertos
dentro del nombre del yacimiento, en el lugar alfabético que corresp o n d a situar el término municipal al que pertenecen, se indicará éste
y se remitirá a todos los lugares concretos en los que se ubican los hallazgos del término municipal.
ADOR (Valencia)
Bronces ibéricos saguntinos.
H. M. 544.
AGER-BLANCAFORT (Lleida)
H. M. 852.
Denario de Bolskan.
AGRES (Alacant)
Cf.: Cabeco de Mariola.
AIXADONS (Aitona, Lleida)
H. M. 799 y 800.
((Dupondiouibérico de Iltirta.
AITONA (Lleida)
Pita, 1953, p. 104; H. M. 1.148.
As de Iltirta. Jinete con palma.
Cf.: Aixadons, Penes Roges.
ALACANT
Garcia y Bellido, 1952, p. 449;
Campo, 1976-a, p. 67.
15 monedas de Ebusus.
H. M. 381; Llobregat, 1972, p. 139;
Villaronga, 1973-a, p. 84.
En la muralla de la ciudad:
Denario de la familia Pinaria. RRC 200, 1; Roma; 155 a.c. o RRC 208, 1-;
Roma; 149 a.c.
Denario de la famiEa ~ e r e n i a RRC 308, l a 6 lb; Roma; 108 6 107 a.c.
.
[page-n-60]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Varios ases de Saiti.
En la ciudad vieja:
Bronces de Carthago Nova e Ilici.
H. M. 935.
Pequeiios bronces ebusitanos del tipo Bes.
Monedas cartaginesas.
Cf.: Albufereta, La; Bacarot; Serra de Font Calent; Tossal de Manises; Valencia
i Alacant.
ALAYOR (Menorca)
As uncial romano-republicano.
H. M. 857.
ALBOCASSER (Castelló)
H. M. 1.582; Ripollés, 1980-a,
p. 108.
Denario romano-republicano. RRC 44, 5; Roma; a partir del 211 a.c.
Cf.: Castellar, El.
ALBUFERETA, LA (Alacant)
Figueras, 1956, pp. 107, 144, 145 y
148; Campo, 1976-a, p. 73.
Moneda de Ebusus.
2 monedas de Augusto.
4 monedas clasificables como cartaginesas.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1973, p. 10; Llobregat, 1974-a, p.
144; Llobregat, 1974-b, p. 92.
Moneda de plata bárquida. Robinson, 7i y 7k.
Lafuente, 1957, p. 53; H. M. 426;
Campo, 1976-a, p. 72.
Monedas púnicas de Eivissa, del tipo Bes. De Carthago Nova con la palma y el
toro; y de Cádiz con el delfin.
Llobregat, 1974-b, p. 92.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
H. M. 381; Llobregat, 1972, p. 139;
Viliaronga, 1973-a, p. 84; Campo,
1976-a, p. 73.
((14monedas de los bhrquidas acuiladas en Ibiza, del tipo Bes.))CIase XII de M.
Campo.
ALCALA DE XIVERT (Casteiló)
Ripoilés, 1980-a, p. 88.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
Cf. : Tossalet, El; Almedfjar.
ALCABIZ (Teruel)
Delgado, 1876, 1 1 p. 309.
1,
As de Masonsa.
ALCOI (Alacant)
Llobregat, 1974-b, pp. 93-94.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-4.
[page-n-61]
60
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Dupondio de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11.
ALCUDIA, L' (Elx, Alacant)
Cf.: Iiici.
ALCUDIA, L' (Mallorca)
Cf. : Polientia.
ALELLA (Barcelona)
H. M. 1.496.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Ilturo. Vives, XXIV- 10, vte.
Semis de Laiesken. Vives, XXV-5.
H. M. 1.273.
Semis de Baitolo.
Semis de Laiesken. Vives, XXV-6.
As de Iltirta, con loba a la derecha.
H. M. 1.549.
As de Carthago Nova, de Caligula. Vives, CXXXII-7.
ALFAFARA (Alacant)
Cf.: Cabeqo de Mariola.
ALGENDAR (Ferrerías, Menorca)
H. M. 750.
Triens romano-republicano.
ALGUAIRE (Lleida)
H. M. 895.
Dracma ibérica de Iltirta.
ALMEDIJAR (Alcalá de Xivert, Castelló)
Valcárcel, 1852, pp. 6-7; Delgado,
1871, p. 369; H. M. 517.
En este despoblado:
Varios ases de Titum.
As de Titum. Vives, LLIX-17
Trióbolo de Arse. Vives, ¿VI-67
ALMENARA (Castelió)
Cf.: Estanys, Els.
ALQUERIA DE CASTELLO (Pego, Aiacant)
H. M. 1.126.
As de Valentia. Vives CXXV-2.
ALTO ARAGON
Delgado, 1876, 111, p. 226.
Varios ases de Iaka.
ALTURA (Castelió)
H. M. 1.585,
Denario romano-republicano. RRC, 249, 1; Roma; 132 a.c.
[page-n-62]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
61
AMETLLA DEL VALLES (Barcelona)
Almagro et alü, 1945, pp. 34 y 35.
Moneda ibérica.
H. M. 334.
Divisor de bronce de Baitolo.
H. M. 551.
Moneda púnica.
Cf.: Can Forn.
ANGüESA (Torres de Segre, Lleida)
H. M. 236.
As de Iltirta.
ANTIGON (Villar del Arzobispo, Valencia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 162.
As de Obulco. Posible Vives, XCIV-1.
ARAGON
Mateu y Llopis, 1953-c, p. 216.
Denarios de Turiasu, Arekoratas, Sekobirikes, Bolskan y Baskunes; y ases de
Kontebakom, Bolskan, Titiakos, Arsaos, Seteisken, Kelse, Kese, Eso y Sekia, hallados en las inmediaciones de Zaragoza, Calatayud y Tarazona.
Delgado, 1876, 111, pp. 255-425.
Varios bronces de Ekualakos.
Varios ases de Orosis.
ARAS DE ALPUENTE (Valencia)
H. M. 1.205.
Varias monedas ibéricas del jinete.
ARCOBRZGA (Monreal de Ariza, Zaragoza)
Vida1 Bardán, 1981.
Denario. RRC 305, 1; Roma; 109 6 108.
Denario republicano frustro.
As republicano anónimo (27 g.).
Semis de Untikesken. Vives, XIV-7.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3.
As de Sesars. Vives, XLIII-3.
As de Sekia. Vives, XLII-6.
5 ases de Kelse. Vives, LXI-7.
2 ases de Kelse. Vives, LXI-8.
As de Terkakom. Vives, XLVIII-1.
Semis de Sekaisa. Vives, LXV-9.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-3.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7.
As de Turiasu. Vives, LI-9.
As de Turiasu. Vives, LI- 11.
As de Turiasu.
Semis de Kaiskata. Vives, LiiI-2.
As de Arsaos.
As de Titiakos. Vives, LVII-5.
[page-n-63]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
62
As de Titiakos. Vives, LVII-3.
Denario de Sekobirikes.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-3.
2 ases de Arekoratas. Vives, XL-10.
As de Arekoratas. Vives, XL-1 l.
As de Castulo. Vives, LXIX-1.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
As de Castulo. Vives, LXVIII-3 (9'30 gr.) (sic).
Divisor de Sed. Vives, LXXXII-12.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
Somis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-1.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-11.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8.
As de Celsa, de Augusto, frustro.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-10.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-2.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5, 6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-7 (sic).
Semis de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-4.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-3.
2 ases de Emerita, de Tiberio. Vives, CXtV-8.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-3.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-6.
Ae de Roma, de Augusto.
Ae de Roma, de Calígula.
Ae de Roma, de Antonia.
12 Ae de Roma, de Claudio.
ARCS (Estivena, ValBncia)
Monzb, 1946, p. 72; Llobregat,
1972, p. 66.
As romano-republicano.
ARENYS DE MAR (Barcelona)
H. M. 506.
As de Lauro. Vives, XXI-5.
As de Untikesken. Vives, XV-10 vte.
Denario forrado de M. Licinius Macer.
Cf.: Turó dels Encantats.
ARGENTONA (Barcelona)
As de Ilturo.
[page-n-64]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
ASIN (Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 61.
2 Ae de Sekia.
AVINYONET (Girona)
Cf.: Carrerelles, Les.
AYORA (Valencia).
Cf.: Meca.
AZAILA (Teruel)
As de Valentia.
Beltrán Lloris, M., 1976-a, pp. 3 16318 y 345.
9
3
6
8
5
4
8
2
7
2
2
Moneda de Untikesken.
Moneda de Eso.
monedas de Kese.
monedas de Kesse.
Moneda de Arketurki.
monedas de Iltirta.
Moneda de Iltirkesken.
monedas de Kelse.
monedas de Lakine.
monedas de Seteisken.
monedas de Bolskan.
monedas de Sekia.
monedas de Belikiom,
Moneda de Orosis.
monedas de Sekobirikes (1 denario y 1 semis).
monedas de Castulo.
En las excavaciones de 1971:
As de Bolskan.
Denario forrado de Bolskan.
AZUARA (Zaragoza)
M a r a Bueno-Rupérez, 1971-72,
p. 177.
As de Bilikiom. Vives, XLIV-2 6 3.
BACAROT (Alacant)
Llobregat, 1974-b, p. 95.
Denario de Augusto de ¿Colonia Patricia? BMC 417-423; 19-16 6 15 a.c.
BAETULO (Badalona)
Ribas, 1973, p. 170.
5 monedas de Ilturo.
Gurt, 1978, PP. 217-218.
45 ases y 1 dupondio locales de Claudio 1, de los tipos:
29 piezas RIC 66.
1 pieza RIC: 67.
5 piezas RIC 68.
[page-n-65]
64
LA CIRCULACION MONETARTA DE LA TARRACONENSE
3 piezas ilegibles.
H. M. 202.
As de Iltirta.
As de ceca incierta.
H. M. 278.
As romano de Antonia.
H. M. 337.
As de Arsaos.
H. M. 451.
As de Laiesken.
H. M. 497.
As de Baitolo.
H. M. 896.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
Quadrans de Baitolo. Vives, M M - 6 .
As de Emporion, partido.
H. M. 1.076.
Denario republicano forrado. RRC 203, l a ; Roma; 153 a.c.
H. M. 1.283-87.
As de Baitolo.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Claudio. C. 84.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
4 ases de Kese.
Nuix, 1962, p. 280.
G. B. de Claudio. C. 47.
En las excavaciones de El Clos de la Torre Vella, del año 1955, apareció una
cantidad considerable de monedas ibéricas y romanas.
Cf.: Can Butinyh, Gélida.
BADALONA (Barcelona)
Cf.: Baetulo; Can Butinyh; GBlida.
BAJO ARAGON
H. M. 813.
De la colección particular de Félix López de Alcañiz, hallados en yacimientos situados en el Bajo Aragón, son las siguientes monedas:
As de Iltirkesken.
As de Iltirta.
2 ases de Kese.
As de Seteis.
As de Lakine.
As de Saiti.
Denario de Baskunes-Benkota.
3 ases de Osicerda, de Tiberio.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7, 8.
BALAGUER (Lleida)
H. M. 525.
As de Iltirta.
H. M. 527.
[page-n-66]
CORPUS: HALLAZGOS ESFORADICOS
As de Ilerda.
As de Iltirta.
BALAGUERA, LA (Pobla Tornesa, Castelló)
Almarche, 1918, p. 147.
Monedas autónomas.
JordB, 1952, pp. 293-294; H. M.
489.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Kese. Vives, XXXIII-10.
As de Kese. Vives, XXXV-1.
Semis romano-republicano.
BANYOLES (Girona)
H. M. 239.
As de Celsa.
As de Untikesken.
As de Kelse.
H. M. 335.
As de Kese. Vives, IWIIII-18.
Cf.: Castell Vell; Sant Vicenq de Camós; Santa Magdalena.
BAÑALES,LOS (Uncastillo, Zaragoza)
Galiay Sarañana, 1944, pp. 22-23;
Galiay Sarañana, 1949, pp. 17-18.
(Entre las monedas vistas, formando un lote de más de treinta, propiedad de
los familiares de los cultivadores de la finca, se encuentran ocho hispano-romanas de Salduba, Osca, Celsa y Segea...n
BARCELONA
1,
Delgado, 1876, 1 1 p. 351.
Varias monedas de Arse.
BARCINO
H. M. 491.
Moneda púnica. Hallada en el torrente llamado Valle Hebrón.
H. M. 500.
As de Obulco. Hallado entre los acarreos del siglo XVIII en obras del Buen
Suceso.
Pedrals y Moliné, 1880, pp. 47072; Pujol, 1886, pp. 133-38: Roda
de Mayer, 1974, pp. 37-44.
En la segunda mitad del siglo pasado, aparecieron en la calle de l'Arc de Sant
Ramón del Coll, dos bronces:
A: Cabeza barbada a la derecha; delante $ ; detrás 6 YY/\jV
R: Estrella de ocho puntas.
H. M. 499 y 815.
As de Iltirta, tipo loba. Hallado en el Barrio Gótico.
As de Eusti. Hallado en la plaza de San Ivo.
Tintó, 1976, pp. 117-128; CampoGranados, 1978, pp. 232-233.
[page-n-67]
66
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona se encuentran, procedentes de las diversas excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo, las
siguientes monedas:
Semis romano-republicano. RRC 313, 3 ; Roma; 106 a.c. Hallado en la plaza
del Rey.
As de Gades. Vives, LXXIV-1, 3. Hallado en el Salón Tinell.
As de Ausesken. Villaronga, Act. Núm. 111, 41-F.
As de Eusti. Vives, XXIII-4. Hallado en la plaza de San Miguel, sector C.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-6. Hallado en la plaza de San Miguel, sector B.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11, 12. Hallado en los sótanos del
Salón Tinell.
Denario de Lugdunum, de Augusto. RIC 350.
As de Roma, de Augusto. Hallado en la plaza de la Villa de Madrid.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Hallados en la plaza del Rey y
en los sótanos del Salón Tinell.
Denario de Lugdunum. RIC 3. Hallado en la plaza de la Villa de Madrid.
Dupondio de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 8. Hallado en la
pIaza del Angel.
As de Roma de Germánico. RIC (Calígula) 44. Hallado en la plaza de la Villa
de Madrid.
As de Roma de Claudio 1. Hallado en el Tinell.
As de ¿Roma?, de Claudio 1. RIC 69. Hallado junto al Museo Marés.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 71. Hallado en la calle Tapinería.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 7 1-72.
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 66. Hallado en la plaza de la Villa de
Madrid ( = H. M. 901 ).
2 ases de acuñación local, de Claudio 1. RIC 68. Uno de ellos, hallado en la plaza Villa de Madrid.
BARDENA DEL CAUDILLO (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 118.
As de Sekia. Beltrán Lloris, grupo 11-Da.
BARRANCO DE CUERNA (Macastre, Valencia)
H. M. XIII.
As sextantario de Roma.
BARRANCO DE VALDECARRO (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 64.
As de Tiberio.
As de Calígula.
BAS (Juneda, Lleida)
H. M. 653.
Dupondio de Iltirta.
As de Iltirta, tipo jinete.
BAS (Girona)
H. M. 1.153.
As de Emporion. Vives, CXXII-?
[page-n-68]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
BASCARA (Girona)
Cf.: Calabuig.
BEGUR (Girona)
H. M. 604.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-1, 2.
Pericot, 1942, p. 234.
As ampuritano. Hill, 1Bm. 11-3.
Cf.: Castell de Begur.
BELGIDA (Valencia)
Jornet, 1930, p. 204; Jornet, 1946,
pp. 258, 260 y 267.
Denario de C. Vibio Pansa. RRC 449; Roma; 48 a.c.
Mediano bronce de Claudio 1.
BELIANES [Lleida)
H. M. 244.
Moneda de Claudio 1.
H. M. 613.
Moneda de bronce de Kese.
Mateu y Llopis, 1949, p. 2 18.
Denarios de Bolskan.
BELL-LLOCH (Lleida)
H. M. 811; H. M. 526.
As de Iltirkesken.
BELLVEI (Barcelona)
H. M. 945.
Semis de Kese.
Semis de Bolskan.
Mediano bronce de Tarraco, de Tiberio.
Mediano bronce republicano.
BENASSAL (Castelló)
Cf.: Bobalar, El.
BENICATO (Nules, Castelló)
Ripollés, 1977-b, pp. 145-146; Ripollks, 1980-a, pp. 96-97.
As
As
As
As
As
de ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
romano-republicano. (22'25 g.)
de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
de la Colonia Lepida. Vives, CLX- l.
de Celsa, de Augusto, Vives, CLXI-2.
BENIDORM (Alacant)
H. M. 1.409; Llobregat, 1974-a, p.
315; Campo, 1976-a, p. 68.
Semis de Abdera.
Ae de Ebusus. Vives, C m V - 4 .
Cf.: Cala de Benidorm; Tossal de la Cala.
[page-n-69]
68
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
BENILLOBA (Alacant)
H. M. 1.553.
Trióbolo de Arse. Vives, T. 1, p. 30.
BENISSA E IFAC (Alacant)
Amorós, 1934, p. 63; Garcia y Bellido, 1948, p. 225; Guadán, 1968,
PP. 125-126.
((Importantes hallazgos de monedas griegas)).
BENISSANET (Tivissa, Tarragona)
H. M. 488.
As de Seteisken.
BENLLOCH (Castelló)
Cf.: Cau de la Figuera.
BESALU (Girona)
Cf. : Sebendumnum.
BETXI (Castelló)
Almarche, 1918, p. 74.
Monedas ibéricas y romanas.
BILBILIS (Cerro Bámbola, Calatayud, Zaragoza)
Lafuente, 1969, p. 35.
Monedas de Bolskan, Kelse y Turiaso.
H. M. 161.
As de Castulo.
Chabret, 1897, p. 463.
As hispano-romano de Bilbilis.
Sentenach, 1918, p. 20.
10 monedas imperiales de Bilbilis, Caesaraugusta y otras localidades.
Martín Bueno, 1971, pp. 150-153.
Denario romano-republicano. RRC 544, ~ 3 0 7 móvil con M. Antonio; 32-31
;
a.c.
Denario de Turiasu, forrado. Vives, LI-7.
As de Sekaisa. Vives, LXIV-6.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-10.
As hispano-romano de ~Bilbilis?
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-1.
As de-Bilbilis, de Tiberio. Vives, CXXXIX-6.
As de Bilbilis, de Tiberio. Vives, CXXXIX-8.
Semis 'hispano-romano frustro.
As de Calagunis, de Augusto. Vives, CLVII-1.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
Quadrans de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-9.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-3.
Aureo de Roma, de Claudio 1. C. 86.
Martin Bueno, 1974-a, pp. 153154.
[page-n-70]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As ibérico de Bilbilis.
3 ases hispano-romanos de Bilbilis.
BISBAL DEL PENEDES, L (Tarragona)
A
H. M. 228.
3 medianos bronces de Claudio 1.
BLANES (Girona)
Cf.: Padrets, Els.
BLEDA, LA (Barcelona)
H. M. 501.
As de Baitolo. Vives, XXIX-2.
BOBALAR (Benassal, CasteIló)
H. M. IV.
Semis de Arse. Vives, VI-17.
BOBILA (Vilassar de Mar, Barcelona)
Guardiola y Prim, 1956, p. 85.
((1 monedas de bronce, una de ellas con la inscripción "Augusto" claramen6
te legible.))
BOCAIRENT (Valencia)
Gañart, 1975, p. 34.
Moneda de Saiti.
Cf.: Cabeqo de Mariola.
BOLBAX (Murcia)
Lillo-Garcia-González, 1980, pp.
161-162.
Estátera de Lesbos. Jenkins, 1972, p. 34; 500-480 a.c.
BORDELL (Moncada, Valencia)
H. M. 662.
Mediano bronce de Calagurris.
BORJA (Zaragoza)
H. M. 241.
As
As
As
As
de
de
de
de
Bolskan.
Bentian.
Arekoratas.
Belikiom.
BORRIANA (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
En la calle Vfctor Padera:
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 69.
Cf.: Sant Gregori; Tirao, El; Torre d'onda; Regenta, La; Vinarragell-Secá.
BORRIOL (Castelló)
Cf.: Forques, Les; Tossal de 1'Assut.
BOTORRITA (Zaragoza)
Cf.: Cabezo de las Minas; Záforas.
[page-n-71]
70
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
BUJARALOZ (Zaragoza)
Ae de Claudio 1.
BUROL (Valencia)
Ripollés, 1981, pp. 11-13.
Ar pequeño con anverso Tanit y reverso caduceo.
BURRIAC (Cabrera de Mar, Barcelona)
Ribas, 1964, p. 68.
Ae de Ore.
H. M. 345.
7 ases de Ilturo.
4 denarios de Bolskan.
5 ases de Bolskan.
H. M. 502.
«En el antiguo poblado de Ilturo, se tiene noticia del hallazgo de monedas ibéricas de Ampurias, Sagunto, Tarragona, Ausesken,Kaiskata, Bolskan, Lauro,
Ilturo, un as de Baitolo, as de Sekaisa y un as de Tarraco, de Augusto.))Vives,
CLXIX-11.
H. M. 606.
As de Ilturo (colección Villaronga)
H. M. 812.
As de Lauro. Vives, XXI-4.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-8.
H. M. 1.019 y 970.
En el Museo Municipal de Matar6 se encuentran depositados:
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1, vte.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-10, vte.
H. M. 1.020-1.021.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As ibérico, con leyenda frustra, probablemente de Laiesken.
Quadrans de Lauro.
H. M. 1.034.
As de Untikesken. Vives, XV-7.
As de Untikesken. Vives, XVI-6, vte.
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5 (12).
Semis ibérico, leyenda frustra, ~Kesse?
H. M. 1.557 y 1.413 (13).
Monedas ibéricas de Bolskan.
H. M. 1.510.
(12) Probablemente se trata de la misma moneda que posteriormente publicó BONAMUSA, 1979-b, PP. 181-182.
(13) Noticia procedente de la Agencia Logos. Consideramos que no debe ser tenida en
cuenta, puesto que puede hacer referencia a anteriores hallazgos.
[page-n-72]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
71
Procedentes de excavaciones realizadas por D. M. Ribas y conservadas en
el Museo de Mataró:
Triens romano-republicano. Hallado en los niveles correspondientes a los siglos 111-11.
Divisor de bronce de Abariltur. Campo, 1974-a, clase 111, D (14).
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1, vte.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
Villaronga, 1973-a, p. 85.
En las excavaciones que se realizan en el lugar, ha aparecido una moneda de
bronce cartaginesa. Mülier, 11, 99, núm. 242-244; SNG DN. North Africa,
413.
Ribas, 1973, pp. 168-169.
En diversas ocasiones, se han haliado en el yacimiento de Burriac:
36 monedas de Ilturo (15).
Ribas, 1964, p. 43; Campo, 1976-a,
p. 68.
Moneda de Ebusus del grupo XII.
Bonamusa, 1976-a, pp. 20-21.
As de Ausesken. Vives, XXII-¿S?. Hallado en el tercer sector, en el espacio
existente entre el H-36 y E-37.
A continuación damos una relación de los sucesivos hallazgos que se han producido en Burriac y que M. Ribas remitia al señor L. Villaronga (16).
Ae de CarEhago. Müller, 11, p. 99, núms. 242-244.
Triens romano-republicano. RRC 35, 3a; Roma; 225-217 a.c.
Victoriato romano-republicano. Forrado (?)
Denario romano-republicano. RRC 318, l b ; Roma; 104 a.c.
As de Neronken.
Ae de Massalia. Sans 355.
Ae de Treveris (?). La Tour, 9.248.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-39.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-45.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 11-47.
Moneda de Untikesken, sin referencia.
Quadrans de Iltirta. Viliaronga, 1978-a, núm. 25.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 28.
Moneda de Iltirta, sin referencia.
Moneda de Kese, con simbolo casco.
As de Kese. Vives, XXXV-1.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
(14) Se trata de la misma moneda que publica CAMPO, 1974-a, p. 228.
(15) Es importante seiialar que el n k e r o total de monedas que recoge es de 39; nosotros
hemos deducido de esta cantidad una moneda existente en la col. L. Viilaronga, publicada
por MATEU Y LLOPIS, H. M.606, y dos piezas que este mismo autor publicó en H. M. 1.O19 y
970.
(16) Parte de estas piezas están publicadas en los hallazgos precedentes y por -ASLLADO, 1977-78, pp. 172 y 176. La mayor precisión que nos ofrece esta información nos
obliga a utilizarla para el estudio de la circuiacibn monetaria de Burriac, en vez de la que nos
ofrecen los hallazgos anteriormente mencionados.
[page-n-73]
72
LA CIRCULAGION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Semis de Kese. Vives, XXXIV- 13.
2 monedas de Kese, con símbolo X.
As de Kese. Vives, XXXVI-4.
2 semis de Kesse. Vives, XXXVI-5.
Quadrans de Kesse. Vives, XXXVI-3.
Moneda de Kese, con símbolo.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-7.
Moneda de Kese, sin referencia.
Moneda de Kesse, sin referencia.
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-8.
As de Ausesken. Vives, XXII-9.
2 ases de Eusti. Vives, XXIII-1.
Moneda de Eusti u Ore, sin referencias.
3 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
3 ases de Ilturo, del tipo de leyenda con L. moderna. Hallados en el interior de
un silo.
5 ases de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hallado en la habitación núm. 30.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hallado en la habitación núm. 34.
Quadrans de Ilturo. Hallado en la habitación núm. 35.
Moneda de Ilturo, sin referencia.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-2.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3. HaIlado en la habitación núm. 35.
As de Baitolo, sin referencia. Hallado en la habitación núm. 30.
Moneda de Baitolo, sin referencia.
Moneda de Ieso, sin referencia.
Ae de Abariltur. Campo, 1974-a, 111-D.
Moneda de Kelse.
Moneda de Kelse. Hallada en la habitación núm. 34.
2 ases de Seteisken. Domínguez, 1979-a, serie 3.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
Moneda de Kaiskata, sin referencia.
As de Sekaisa, con reverso jinete lancero y anverso dos delfines.
2 quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-111.
Moneda de Ikalkusken, sin referencia.
Moneda de Castulo, con magistrados latinos.
4 monedas frustras.
CABAÑAS EBRO (Zaragoza)
DE
Lostal, 1973, p. 119.
As de Alaun. Vives, XXX-1 6 2.
CABECO DE MARIOLA (Agres, Alfafara, Bocairent, Alacant-Valencia)
Visedo, 1959, p. 71.
4 monedas saguntinas.
As republicano.
[page-n-74]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Moneda de Claudio 1.
Moneda de Tiberio.
Moneda autónoma de Saetabis.
Ripollés, 1980-a, p. 116.
As romano-republicano (34'75 g.).
As romano-republicano. RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c. (Museo de Alcoi).
CABEZO AGUDO (La Unión, Murcia)
Femández Avilés, 1942, pp. 148150; H. M. XLIX; H. M. 358.
En las excavaciones arqueol6gicas realizadas en este poblado minero:
7 ases romano-republicanos, de los que 6 son de peso uncial y 1 sextantario.
Uno de ellos, RRC, 2 14; Roma; 148 a.c.
5 semis romano-republicanos. 4 unciales y 1 semiuncial. RRC 261, 2; Roma;
128 a.c.; RRC 256, 2a; Roma; 130 a.c.
~Quadrans?
uncial.
Denario romano-republicano. RRC 215, 1; Roma; 148 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 201, 1; ;Roma; 154 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 281, 1; Roma; 119 a.c.
Denario romano-republicano, RRC 266, 1; Roma; 126 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
2 ases de Untikesken. Uno de ellos, Vives, XIII-1.
As de Arse. Vives, XVII-3.
Denario de Arekoratas. Vives, XL-10.
As de ~Arekoratas?
As de Castulo. Vives, LXVIII-11.
As de Gades. Vives, LXXIV-3.
Ae de Micipsa. Müller 25.
CABEZO DE LAS MINAS (Botorrita, Zaragoza)
Pamplona, 1957, p. 150.
u...ocho monedas iberas en estado ilegible.,
Martín Bueno, 1970, p. 687; Beltrhn Martínez, 1974-a, p. 74.
8 ases de Kontebakom.
3 ases de Nertobis.
As de Belikiom.
As de Bilbilis (ibérico).
Semis frustro.
Beltrán Martínez, 1974-a, p. 74;
Campo, 1976-a, p. 68.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
Beltrán Lloris, M., 1976-a, p. 381.
2 ases de Belikiom.
Beltrán Martínez, 1980-a, slp.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4 6 5.
As de Iltirta.
As de Borneskon. Vives, XLVIII-~47
As de Saltuie. Vives, XXX-1 6 2.
2 ases de Nertobis. Vives, L-1, 2 6 3.
[page-n-75]
74
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 ases de Sekaisa. Uno de ellos, Vives, LXV-6, 7, 11 6 13.
2 ases de Kontebakom. Vives, XXXIX-7 ú 8.
CABEZO DE MUEL (Escatrón, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 174; Blasco, 1972,
p. 99.
As de Bolskan. Es probable que se trate del ejemplar, Vives, XLIII-5.
CABEZUELO (Gallur, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969-70, p. 105;
Lostal, 1978, p. 73.
En la zona del Cabezuelo o Razazol, a unos 2 kilómetros de Gallur, se encontró,
según Escolano, una moneda de Augusto.
CABRERA (Baleares)
H. M. 848.
As de Malaca. A.: Vulcano; R.: Sol con radios.
CABRERA DE MAR (Barcelona)
Nuix, 1964-65, p. 265.
As de Saiti. Vives, XX-2.
H. M. 430.
Ases y semis de Ilturo.
Ribas, 1973, pp. 168-170.
12 monedas de Ilturo halladas en el término municipal (17).
Cf.: Burriac; Can Rodon de 1'Hort; Torrent de la Paret Nova.
Bonamusa, 1979-b, pp. 281-282.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As local de Claudio 1. RIC 66.
CABRILS (Barcelona)
H. M. 616.
3 ases de Ilturo.
Ribas, 1973, p. 170.
9 monedas de Ilturo.
CAESARAUGUSTA
H. M. 856; Beltrán Martínez, 1955a, pp. 251-252.
Hallazgos en el Templo del Pilar:
de Arekoratas.
de Tiberio.
de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXVII-3.
de Caesaraugusta, de Caligula. Vives, CLIV-2 ó 3.
Beltrán Lloris, M. 1979-b, p. 953.
En la casa-palacio de los Pardo se han recuperado una veintena de monedas
de entre las cuales se detallan:
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-4-6.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As
As
As
As
(17) Se ha descontado una moneda que ha sido incluida en Can Rodon de 1'Hort.
[page-n-76]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CALABUIG (Báscara, Girona)
H. M. 246.
Denario de Kese (Museo Palamós).
CALA DE BENIDORM (Benidomi Alacant)
H. M. 1.155; Llobregat, 1972, p.
138; Campo, 1976-a, p. 68.
Monedas de Saiti.
Ae de Ebusus. Vives, XII-7.
Sextans de Malaca. Vives, LXXXVI-5.
Denario ron;ano de L. Marcius Censorinus. B. 11, núm. 24; RIC 363,l; Roma;
82 a.c.
CALA D'HORT (Eivissa)
Román, 1 9 1 8 , pp. 1 7 y 2 2 ;
Tarradell-Font, 1975, p. 84; Campo, 1976-a, p. 68.
En las excavaciones de 1917 se encontraron en esta necrópolis 17 monedas
de Ebusus, de las que sólo se han podido identificar 8:
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
2 Ae frustras.
CALAGURRIS (Calahorra, Logro301
H. M. 1.305.
As de Calagurris. Vives, CLVII-5.
Martfn V d s , 1967, pp. 129, 131133, 149, 155.
As de Arsaos. Vives, XLVII-7.
As de Barskunes.
2 ases de Barskunes. Vives, XLV-9.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Sekisanos. Vives, LX-1.
As de Sekobirikes. Vives, XXX4II-3.
As de Usekerte. Vives, LXXII-2.
CALAHORRA (Logroiio)
Cf. : Calagurris.
CALANDA (Teniel)
Cf.: Coll del Moro.
CALA TARIDA (Eivissa)
En las excavaciones de
2 Ae de Ebusus. Campo,
9 Ae de Ebusus. Campo,
2 Ae de Ebusus. Campo,
Ae de Ebusus. Campo,
Romhn, 1 9 2 2 , pp. 1 0 y 3 2 ;
Tarradell-Font, 1975, p. 90; Campo, 1976-a, p. 68.
1921 se encontraron en esta necrópolis 23 monedas:
1976-a, núm. 7.
1976-a, núm. 8.
1976-a, núm. 15.
1976-a, niim. 69.
[page-n-77]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
76
5 Ae de Ebusus.
4 Ae frustros.
CALATAYLJD (Zaragoza)
Marth Valls, 1967, p. 148.
4 denarios de Sekaisa.
Varios ases de Sekaisa.
H. M. 368.
Numerosos denarios de Sekaisa. En una colección particular de procedencia
local.
Martín Bueno-Andrés Rupérez,
1971-72, pp. 168-169, nota 2.
En la desembocadura del Jiloca en el Jalón se ha encontrado alguna moneda
de Bilbilis.
Martin Bueno-Redondo Veintemilias, 1979.
Museo.
Las monedas que a continuación se detallan se encuentran depositadas en el
Museo de Calatayud, procedentes de la Colección Dominguez. Se desconoce
el lugar del hallazgo particular de cada pieza, aunque las referencias orales
les atribuyen una localización comarcal.
Uncia romano-republicana. RRC 38, 6; Roma; 2 17-215 a.c.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As $e Celsa. Vives, CLX-1 l .
Semis de Caesaraugusta. Vives, CXLIX-7.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2.
As de Traducta. Vives, CLXIV-13.
Semis de Traducta. Vives, CLXIV-14.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
2 ases locales, de Claudio 1. RIC 66.
As local, de Claudio 1. RIC 68.
3 ases locales, de Claudio 1. RIC 69.
Cf. : Bilbilis.
CALA VEDELLA (Eiuissa)
En
Ae
Ae
2 Ae
Ae
5 Ae
Román, 1922, p. 33; Canipo, 1976a, p. 69.
las excavaciones efectuadas en 1921 se encontraron 10 monedas:
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 63.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
de Ebusus.
frustros.
CALDES DE MALAVELLA (Girona)
H. M. 205.
As ibérico frustro.
Ae de Nemausus.
Ae de Augustd, restitución de Tiberio.
[page-n-78]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CALDES DE MONTBUI (Barcelona)
H. M. 826.
En las excavaciones de las termas romanas:
As semiuncial.
Divisor de bronce, ~uncia?
H. M. 1.307.
As de Bolskan.
H. M. 1.309.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
CALDES D'ESTRAC (Barcelona)
Ribas, 1973, pp. 168-170.
3 monedas de Ilturo.
CALDETES (Barcelona)
H. M. 117.
As de Iltirta, con reverso jinete con palma y cltímide.
H. M. 121.
As de Kontebakom.
H. M. 492.
Dracma de Emporiton.
CALP (Alacant)
Almarche, 1918, p. 86.
Monedas ibéricas.
CAMBRILLAS (Cheste, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 107.
As de Claudio 1, frustro.
CAMPILLO, EL (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, p. 212.
As de Kelse. Vives, LXII-7.
CAMPORROBLES (Valencia)
Cf.: Molón, El; Campillo, El; Vereda, La.
C N JONDALA (Eivissa)
A A
En
3 Ae
2 Ae
5 Ae
Ae
Ae
Román, 1920, p. 10; Campo, 1976a, p. 69.
las excavaciones de 1918 se encontraron 12 monedas de las que:
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
de Ebusus.
frustro.
CAN BUTINYA (La Socarrada, Badalona, Barcelona)
Sayol-Vega, 1962, p. 282.
Moneda de Augusto.
Varias monedas ibéricas.
[page-n-79]
78
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CAN COTOLIU (Vilobf del Penedés, Barcelona)
Giró, 1978, pp. 91-92; Rafael,
1979, PP. 15-20.
Semis ibérico de Ilerda.
CAN FABREGAS (Tiana, Barcelona)
H. M. 1.251.
Denario romano-republicano del siglo 1 a.c.
CAN FATJO (Rubi, Barcelona)
Balil, 1956, p. 111; Campo, 1976-a,
p. 69.
En el campo de silos:
Moneda de Ebusus.
CAN FORN (Ametlla del Vallés, Barcelona)
H. M. 243.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI-12.
CAN GOTLLA (Vilobi del Penedés, Barcelona)
H. M. 130.
Aureo de Roma, de Augusto. C. 229.
CAN MAJORAL (Mataró, Barcelona)
Clariana Roig, 1981, pp. 84, 92, 99
v 107.
As de Lauro (11'95 g.), Vives, XXI-1.
As partido de Lakine (?)
As partido incierto.
As semiuncial incierto.
Sextans de Untikesken. Guadán, 1969, núm. 46.
CAN RAMPUIXA (Eivissa)
Román, 1921, p. 13; Campo, 1976a, p. 69.
En las excavaciones de 1919 se encontraron en esta necrópolis nueve monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87.
2 Ae cartagineses.
Moneda romano-imperial.
5 monedas fi-ustras.
CAN RODON DE L'HORT (Cabrera de Mar, Barcelona)
Bonamusa, 1979-a, pp. 181-182.
Sextans de Kese. Vives, XXXLI-6 6 12.
Ribas, 1973, p. 169.
Moneda de Ilturo.
Bonamusa, 1979-b, pp. 281-282.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Kese.
2 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c.
Divisor de dracma ampuritana.
[page-n-80]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
79
CAN ROQUES (Eivissa)
Román, 1920, p. 9; Campo, 1976-a,
p. 70.
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis doce monedas:
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
3 Ae frustros.
CAN ROSELL (Llinars del Vallés, Barcelona)
Estrada Garriga, 1956, p. 112.
2 monedas de Laiesken.
2 monedas de Kese.
CAN SABINA (Eivissa)
Román, 1921, p. 14; Campo, 1976a, p. 70.
En las excavaciones de 1919 se encontraron en esta necrópolis ocho monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
5 monedas romano-imperiales.
2 monedas frustras.
CAN SALA (Eivissa)
Román, 1921, pp. 14-17; Campo,
1976-a, p. 70.
En las excavaciones de 1919 aparecieron:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae frustro.
CANTAVIEJ A (Teme11
Segura Barreda, 1868, p. 287; H.
M. 1.165.
Ae de Dertosa.
C N'URSUL (Eivissa)
A
3
3
3
6
3
Román, 1921, p. 15; Campo, 1976a, p. 70.
En la campaña de excavaciones de 1919 se encontraron en esta necr6polis:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XViII-B.
Ae fnistros de ceca incierta.
CAN XAMMAR (Mataró, Barcelona)
Gusi, 1976, p. 68.
En el casco antiguo de Matar6 se haliaron en el solar de la mansión llamada
de (Can Xammm:
[page-n-81]
80
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de la serie de los procuradores de Judea, acuñados durante el reinado de
Augusto (6-14 d.C.1 y Calígula (40-41).
CANYADA 1 CARDUES, LA (Gandia, Valencia)
Llopis Llopis, 1948, p. 54.
Denario de la familia Acilia.
CAPSANES [Tarragona)
Cf.: Serra de 1'Espasa.
CAPUTXINS (Mataró, Barcelona)
Martí Garcia, 1979, pp. 231-232.
As romano-republicano, partido (8'67 g.). Núm. 812.122.
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5. Núm. 1012.124.
As de Eso. Vives, XXXVI-1. Hallada en el sector H. 6-A, nivel V. Norte. Núm.
2012.593.
As de Sekia, partido. Vives, XLII-9-10 (?l. Hallada en el sector H. 7-A. Nivel
1 . Núm. 3012.594.
1
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c. Hallada en el sector H. 3-C. Nivel
v.
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c. Hallado en el sector Este. Nivel V.
As de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 38-39. Hallado en el sector H. 3-B. Ni1.
vel 1 1
Quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28-122. Hallado en el sector H. 6-A. Sector Sur. Nivel V.
As de Ilerda, de Augusto. Hallado en el sector H. 3-C, nivel V.
As de Ilerda, de Augusto. Hallado en el sector H. 6-A. Sector Norte. Nivel V.
.
1.
As de Roma, de Claudio 1 RIC 69. Hallado en el sector H. 7-8. Nivel 1 1
CARCAIXENT (Valencia)
H. M. 1.417.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
CARENCIA, LA (Toris, Valencia)
Martínez Aloy, 1912.
Mediano bronce de Saiti.
Almarche, 1918, p. 153.
Moneda ibérica sin reTerencia.
Gómez Serrano, 1932, p. 220.
Mediano bronce de Claudio 1.
H. M. 1.256.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
H. M. 1,257.
As de Kili.
H. M. 1.258.
Mediano bronce de Turiaso, de Tiberio.
As de Saiti.
Pla Ballester, 1966, pp. 292-293.
Varias monedas de Saiti.
Monedas de Sagunt. Quadrans.
Monedas romanas de Valentia.
Ripollés, 1980-a, p. 107.
[page-n-82]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
81
As romano-republicano. RRC L 124, 37; Roma; 206-1957
Denario de Paullus Lepidus. RRC 415, 1; Roma; 62 a.c. Depositados en el
Museo de Prehistoria de Valencia.
CARRERELLES, LES (Avinyonet, Girona)
H. M. 655.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
CARSEL, EL (Sagunt, Valencia)
Monzó, 1946, p. 74.
Quadrans de Arse.
CASINOS (Valencia)
Cf.: Torre Seca.
CASTELL, EL (La Fosca, Girona)
Pericot, 1952, pp. 127-128.
Durante la campaiía de excavaciones de 1948 aparecieron en la cabaiía
núm. 4 de este poblado ibérico:
2 ases de Untikesken.
((Medio as de Lérida (Ilerda) (7)) (Sic).
Moneda romana-republicana.
H. M. 329.
Obolo de Emporion. Vives, 11-2.
Campo, 1976-a, p. 71.
Moneda de Ebusus.
CASTELLAR, EL (AlbocAsser, Castell6)
Ripollés, 1975, p. 191.
Quadrans de Arse.
CASTELLAR COLORAT, EL (Crevillent, Alacant)
Gonzhlvez, 1975, p. 165.
Denario de Q. Cassius. RRC 428, 1-3; Roma; 55 a.c.
CASTELLAZOS (Mediana de Aragón, Zaragoza)
Martin Bueno, 1969-70, p. 175.
En el Cabezo:
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Semis ibérico incierto.
En sus proximidades:
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
CASTELL D'AMBRA (Pego, Alacant)
H. M. 1.127.
As de Claudio 1.
CASTELL DE BEGUR (Begur, Girona)
Pericot, 1942, p. 234; Pericot,
1952, p. 106.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9, núm. 45.
GASTELL DE GIMENELLS (Alpicat, Lleida)
Diez-Coronel, 1968, p. 334.
Monedas ibéricas.
[page-n-83]
82
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CASTELL DE MONTESA (Montesa, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 110.
As de Saiti. Vives, XX- 1.
CASTELL DE XATIVA (Xativa, Valencia)
H. M. 354.
Uncia de Lípara.
CASTELLET DE BANYOLES (Tivissa, Tarragona)
Serra Rafols, 1949, pp. 200-20 1.
As romano-republicano (37'5 g. ).
Triens romano-republicano (9'9 g.).
Vilaseca-Serra Rafols-Brull, 1949,
p. 44.
Pequeño bronce de Massalia, con reverso toro embistiendo.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-9.
CASTELLET 1 GORNAL (Sant Marcal, Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de ceca incierta, de Tiberio.
CASTELLFORT (Castelió)
H. M. 1.419.
As de Dertosa, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
CASTELLNOU DE SEANA (Lleida)
H. M. 1.172.
As de Ilerda, de Augusto.
CASTELLO (Museo)
Falomir-Vicent, 1978, pp. 333-358.
Procedentes de la colección Alloza se encuentran depositadas en el Museo de
Bellas Artes de Castelló las siguientes monedas:
Acuñaciones griegas y galas
Obolo de Filippo 11. Seltrnan XLVI-14.
Dracma massaliota (2'82 g.).
Ar a la croix. Tipo cabeza de ((Negro))(1'8 g.).
Acuñaciones hispánicas.
Ae hispano-cartaginés. Viilaronga, 1973-a, VIII-1-IIb.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, XI-1-111.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 95.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 20.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 75.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 16.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Belikiom. Vives, XLIV-7.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Belikiom. Vives, XLIV-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
[page-n-84]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 ases de Bolskan. Vives, XLIII-4 (1 variante).
2 ases de Castulo. Vives, LXIX-6 vte.
As de Castulo. Vives, LXIX-3, vte.
As de Castulo. Vives, LXIX-8, vte.
3 ases de Kelse. Vives, LXII-5 (1 vte.).
As de Kelse. Vives, LXII- 11.
As de Kese. Vives, XXXII-1, vte.
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
4 ases de Kese. Vives, XXXIV-1.
As de Kese. Vives, XXXIV-10 (sic).
As de Tabaniu. Vives, LIV-1.
2 ases de Tamaniu. Vives, XXXVII-1.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-2.
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-1.
3 ases de Gades. Vives, LXXIV-1.
As de Gades. Vives, LXXIV-2.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-3.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
2 ases de Saiti. Vives, XX-2.
2 ases de Sekaisa. Vives, LXV-6.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-1.
As de Sekobirikes. Vives, XXVII-3.
As de Titiakos. Vives, LVII-l.
As de Titiakos. Vives, LVII-10.
As de Turiasu. Vives, LI-14.
As de Untikesken. Vives, XIII- 1.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16.
Indeterminadas.
3 ases.
Semis.
Acuñaciones romano-republicanas.
Ouadrans.
Semis. RRC 112, 6a; Roma; 206-195 a.c.
As. RRC 162, 3; Roma; 179-170 a.c.
As. S. 143.
Denario. RRC 414, 1; Roma; 63 a.c.
Denario. RRC 243, l a ; Roma; 134 a.c.
Denario. RRC 31 1, l a ; Roma; 106 a.c.
Denario. RRC 469, l a ; Hispania; 46-45 a.c.
Victoriato. S. 137.
Denario. RRC 401 ; Roma; 7 1.
Denario. RRC 422; Roma; 58 a.c.
Denario. RRC 350A; Roma; 86 a.c.
Denario. RRC 364; Roma; 83-82 a.c.
Denario. RRC 219, le; Roma; 146 a.c.
Semis. S. 73 (?).
Triens. S. 143b (?l.
1 Ae indeterminado.
[page-n-85]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
84
2
2
2
2
3
2
5
4
2
4
2
2
2
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXM-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-5.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLIX-9.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-7.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
As de Caesaraugusta, de Tiberio.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLI-1.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-6.
As de Calagurris, de Augusto. Ruiz Trapero, 1968, núm. 13.
As de Calagurris, de Tiberio. Ruiz Trapero, 1968, núm. 24.
ases de Calagurris, de Augusto. Ruiz-Trapero, 1968, núm. 11
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-11.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 601.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-3.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-4.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-11.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
ases de Dertosa, de Tiberio. Vives, CIMV-4.
As de Dertosa. Vives, CIMV-1.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 107.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Ercavica, de Caligula. Vives, CLXII-9.
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-1.
As de Bilbilis. Rev. jinete y leyenda ITALICA.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Osicerda, de Tiberio. Vives, CLIX-1.
ases de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 113.
ases de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
As de Saguntum, de Tiberio.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-4.
ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXXI-5.
ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-l.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
Indeterminadas.
ases de Tiberio.
As de Dertosa.
[page-n-86]
85
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CASTELLO (Provincia)
Monedas de Tamaniu.
Monedas de Titum.
Delgado, 1876, 111, pp. 11 1, 369.
CASTELLO (Término)
H. M. 1.315.
Moneda de Claudio 1.
CASTELLO DE RUGAT (Valencia)
Labor S.I.P., 1967, p. 84; Pla Ballester, 1966, p. 314; H. M. 1.170;
Pastor, 1972, p. 238.
Moneda de Kelse.
CASTELL-PALAMOS (Girona)
Cf.: Castell, El.
CASTELLTERSOL (Barcelona)
H. M. 232.
Varios bronces de Ausesken y Bolskan.
CASTELL VELL (Banyoles, Girona)
H. M. 522.
Ae hispano-cartaginés. Vives, VIII- 12.
CASTELL VELL (Solsona, Lleida)
H. M. 514.
6 monedas de Iltirkes.
Serra Vilaró, 1920, pp. 10-1 1.
Semis de Kese.
As ibérico, con leyenda frustra, del tipo del jinete con palma al hombro.
Denario romano-republicano. RRC 342; Roma; 90 a.c.
CASTELLVI (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Baltolo. Vives, XXIX-2.
CASTELNOVO (Castelló)
Cf.: Torre del Mal Paso.
CASTILLEJO, EL (Puebla de Rijar, Teruel)
Beltrán Lloris, M., 1979-a, pp. 9192.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-5.
CASTILI,O DE LOARRJI ( ~ o k eHuesca)
.
Galiay, 1946, p. 64; ~
13.
~
~ t p. l
1977, ~
Monedas ibéricas y romanas.
CASTILLO DE SORA (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969-70, p. 100.
As de Osca, de Tiberio. Resello D D.
As de Osca, de Calígula.
Monbda de Sekia.
,
[page-n-87]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
86
CASTILLONROY (Huesca)
H. M. 630.
Pequeño bronce de Ptolomeo; en anverso dos bustos a la derecha; en reverso,
cornucopia.
CAS VILDO (Eivissa)
Román, 1920, pp. 6 y 14; Campo,
1976-a, p. 70.
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis tres monedas :
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 116.
2 monedas romano-imperiales.
CATALUNYA
Delgado, 1876, iii, pp. 18, 30, 255.
Varios ases de Arketurki.
Varios ases de Ausesken.
Varios ases de Orosis.
CAU DE L FIGUERA (Benlloch, Castelló)
A
H. M. 1.300.
As de Augusto. C. 228 (acuñado por Tiberio).
CAUDETE DE LAS FUENTES (Valencia)
Almarche, 1918, p. 89.
( E una colección que posee un vecino de esta villa existen abundantes moneCn
das de Saetabis, Sagunto, Segóbriga y Valentia.))
H. M. V.
As bilingüe de Arse-Saguntum. Vives, XVII-4.
H. M. 1.173.
As romano de Valentia.
H. M. 1.422.
Denario de Man. Acilius Balbus. RRC 271; Roma; 125 a.c.
Cf.: Villares, Los.
CENTELLAS (Barcelona)
Cf.: Sant Marti de Cartellas.
CERDANYOLA DEL VALLES (Barcelona)
H. M. 507.
Moneda de Ilturo.
CERDANYOLA-HORTA (Barcelona)
H. M. 263.
As de Dertosa.
CERRO BAMBOLA (Calatayud, Zaragoza)
Cf. : Bilbilis.
CERRO CASTELLAR (Villar del Arzobispo, Val~ncia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 163.
As de Kelse.
CERRO DE SAN CRISTOBAL (Sinarcas, Valencia)
RipollBs, 1979-b, pp. 133-134.
[page-n-88]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases de Kelin. Vives,LXVII-l.
Cano, 1979, p. 21.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
CERRO LUCENA (Enguera, Valencia)
Labor S.I.P., 1973, p. 102.
Moneda ibérica de bronce.
Labor S.I.P., 1969, p. 90; Labor
S.I.P., 1971, p. 119; Pla, 1972, p.
291.
Moneda de Saguntum.
As de Saiti.
CERVERA (Lleida)
Martin Valls, 1967, p. 143.
As de Iltirkesken.
CERVERA DEL RIO ALHAMA (LogroÍio)
Cf. : Inestrillas.
CHALAMERA (Huesca)
Cf.: Pontón, El.
CHESTE (Valencia)
Cf. : Cambrillas.
CILLAS (Coscojuela de Fantova, Huesca)
Arco, 1921, p. 13.
En las excavaciones de 1920 aparecieron:
Moneda ibérica de Bolskan.
2 monedas romano-republicanas.
Moneda de la familia Manlia. RRC 367.
Mediano bronce de Augusto.
COCENTAINA (Alacant)
Cf.: Ouerola, La.
COLLBATO (Barcelona)
Cf.: Soleies, Les.
COLL DE CALA D'HORT (Eivissa)
Román, 1920, p. 8; Tarradell-Font,
1975, p. 85; Campo, 1976-a, p. 71
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis trece monedas:
Ae-de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
5 monedas frustras.
Moneda romano-imperial.
RomBn, 1921, p. 11; TarradellFont, 1975, p. 85; Campo, 1976-a,
p. 71.
En las excavaciones de/ 1919 se encontraron diez monedas:
[page-n-89]
LA CIRCULACION MONETARIA DE %A TARRACONENSE
88
3 Ae
Ae
Ae
2 Ae
Ae
Ae
Ae
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
frustro.
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
8.
13.
58.
XVIII-B.
XIX-H.
XIX-1.
COLL DEL MORO (Gandesa, Tarragona)
Avellá, 1978, pp. 147-156.
Quadrans de Arse.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
Semis de Turiasu. Vives, LI-1.
Semis de Kese. Vives, XXXVI-2.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-1, 2 6 3.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4 ó 5.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
Sextans romano-republicano. RRC 42, 3; Sicilia; 2 14-212 a.c.
Sextans romano-republicano. RRC 64, 6a; Sardinia; 210 a.c.
Sextans romano-republicano. RRC 56, 6; Roma; después del 211 a.c.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-l. Museo Arqueológico de Tarragona, núm. inventario 7.73 1.
As de Valentia. Vives, CXXV-1. Museo Arqueológico de Tarragona, núm. invent ario 8.1 15.
COLL DEL MORO (Calanda, Teniel)
H. M. 1.306.
Denario romano-republicano. En anverso X.
CORBINS (Lleida)
H. M. 494.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-1, 3 ó 4.
CORRALES DE UTIEL (Utiel, Valencia)
H. M. 628.
As de Castulo. Vives, LXX-9.
As de Saguntum de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
CORTES DE PALLAS (Valencia)
Cf.: Pico de los Ajos.
COSCOJUELA DE FANTOVA (Huesca)
Cf.: Cillas.
C V DE LES MERAVELLES (Gandia, Valencia)
OA
Pla Ballester, 1945, p. 198; H. M.
822.
Moneda de Carthago Nova, de Calígula.
4 monedas de Claudio 1.
COVA DELS ESTUDIANTS (Naquera, Valencia)
H. M. 973; Donat, 1959, p. 210.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
[page-n-90]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
89
COVA DES CUIERAM (Eivissa)
Esponellá, 1969, p. 141; Aubet,
1969, pp. 40-41; Campo, 1976-a, p.
7 1.
En las excavaciones de 1965 aparecieron dos monedas de Ebusus.
También procede de esta cueva un ejemplar existente en la colección de D. J.
de la Vega. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Almagro Gorbea-Fortuny, 1969-70,
p. 15.
Ae de Ebusus, con reverso toro avanzando a la izquierda. Período 1 de M.
Campo, 1976-a.
1
5 Ae de Ebusus, con reverso toro embistiendo a la izquierda. Período 1 de M.
Campo, 1976-a.
1
Ae de Ebusus, con reverso de leyenda púnica. Período 1 1 de M. Campo,
1976-a.
Ae de Ebusus, ¿de Tiberio?
COVA FORADADA (Liíria, Valencia)
Labor S.I.P., 1976, p. 47; H. M.
1.596.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
Moneda de Arse.
CREUETA (Ouart, Girona)
Pericot, 1952, p. 95.
Dracma de Emporion, del tipo Chrysaor.
CULLERA (Valencia)
Cf.: Punta de 1'Illa.
DARRO (Vilanova i la Geltni, Barcelona)
Ferrer, 1978, pp. 27-28.
As de Untikesken.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
Quadrans de Iltirkes.
Posible dracma ampuritana.
3 monedas de bronce ibéricas indeterminadas.
DEHESA DE IBARZ (Muel, Zaragoza)
Burillo, 1980, p. 50, lám. 41, 1.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXIX-7.
DENIA (Alacant)
Delgado, 1876, 111, p. 113.
Moneda de Tamaniu.
Llobregat, 1974-b, p. 96.
Moneda de bronce. Anverso cabeza hercúlea con la piel del le6n de Nemea
como tocado. Reverso, la misma cabeza diminuta de frente; encima tres líneas en caracteres griegos que se leen GorgiodGorgionos/Ery.
Cf.: Hort de Morand.
[page-n-91]
90
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
DONANA (Utiel, Valencia)
H. M. XII.
As de Kelin. Vives, LXVII-l.
EIVISSA
Campo, 1974-c, p. 147.
Moneda con leyenda EB. (Ebusitanu).
Museo.
1080
103
30
11
Fernández Gómez, 1976, pp. 53-56.
Procedentes de los hallazgos efectuados en la isla, sin poderse determinar su
exacta localización, son las siguientes monedas:
As de Untikesken. Vives, XV-4.
As de Untikesken. Vives, XV-13.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As de Arsaos. Vives, XLVII-6 (18).
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
Semis de Abariltur. Vives, LXVII- 1.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII- 1.
Denario de Ikalkusken. Vives, LXVI-1.
Campo, 1976-a, pp. 109-141.
monedas de Ebusus, del período 1 de M. Campo, 1976-a.
1
monedas de Ebusus, del período 1 de M. Campo, 1976-a.
monedas de Ebusus, del período 1 1 de M. Campo, 1976-a.
1
monedas de Ebusus, del período IV de M. Campo, 1976-a.
EJEA DE LOS CABALLEROS (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, pp. 116,
118, 119, nota 6; BeltránLloris, M.,
1969-70, p. 100, nota 48.
En el casco antiguo de la ciudad:
Denario de Sekia. Vives, XLII-2.
Denario de Sekia. Vives, XLII-2; MAN 2.701-2.703.
4 ases de Sekia. M. Beltrán, 1969, grupo 11-D.
As de Arsaos.
Molinos, 1977, pp. 1.075-1.077.
As de Baskunes. Vives, XLV-4 var.
As de Sekia. Vives, XLII-10.
As de Sekia. Vives, XLII-9 var.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
As de Claudio 1. C. 47.
Cf.: Barranco de Valdecarro; Castillo de Sora; Piedra Tajada; Torre del Mur,
La.
ELDA (Alacant)
Cf.: Monastil, El.
(18)Consideramos que esta moneda no es de Arsaos, sino de Bolskan.
[page-n-92]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
91
ELX (Alacant)
Ramos Folqués, 1959, p. 137.
En la calle Corredera:
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.176.
As libral.
4 ases sextantarios.
4 ases uncidos.
Cf.: Alcudia, L'; Ilici; Verdú.
EMPORION (La Escala, Girona)
Cf.: Empúries.
EMPURIES (La Escala, Girona) (19)
H. M. XLII.
Dracma de Emporion. Vives, 111-2.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
Ae de Gades. Vives, IX-13.
H. M. LXXIII.
Dracma de Atenas, siglo V-IV a.c.
Ae de Cibyra (Frigia), siglo 1 a.c.
Ae de Panticapeum, Chersoneso Taúrico, siglo 1 1 a.c.
1
Ae de Chios. Siglo 1 a.c.
Ae de Ebusus. Vives, XI-2.
Didracma hispano-cartaginesa. Vives, VII-2.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI-3.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-4.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2.
Triens de Baitolo. Vives, XXIX-3.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16.
As de Iaka. Vives, XLIX-3.
Denario de, Bolskan. Vives, XLIII-3.
2
As de 1 colonia Lepida. Vives, CLX-5.
H. M. 229.
Hallazgos esporádicos:
2 dracmas griegas (~Emporiton?).
As de Roma de la serie uncial.
Ae de la familia Rubria. 83 a.c.
Denario de la familia Fonteia. 88 a.c.
( 19) No se incluyen en este inventario las monedas publicadas por MATEU Y LLOPIS en
los Hallazgos Monetarios núms. 222,230,231,330,505,897,903,
1.009,1.399;
por CAZURRO Y GANDIA, 1913-14, 667;por ALMAGRO BASCH, 1953,pp. 32-33,171,281,292p.
293, 295,349,351; 1955,pp. 27-29,124-126y 220;por ALMAGRO GORBEA, 1962,p.
id.,
230;por RIPOLL-NUM-VILLARONGA, 1974,pp. 77-81; por NUIX-VILLARONGA, 1974,pp.
83-84.Todos estos hallazgos que mencionamos se encuentran incluidos entre las monedas
procedentes de las excavaciones de Empúries que se encuentran depositadas en el MAB y
GNC y cuya relación se expondrá en el apartado c de este Capítulo 1.
[page-n-93]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
92
4
3
7
3
2
3
8
21
8
6
Denario de la familia Domitia.
Pequeño bronce de la familia Apronia. 12 a.c.
Semivictoriato romano-republicano.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-4.
ases de Untikesken (uno partido).
Sextans de Untikesken. Vives, XVI-14.
As de Kese. Vives, XXXIV-10.
ases de Iltirta. Vives, XXVIII-13; Vives, XXVII-3 (uno de ellos, partido).
Semis de Eusti. Vives, XXVIII-13.
ases de Emporiae. Vives, CXXI-1 y 9; CXXII-2 y 6 y CXXIII-3, 4 y 6.
As de Emporiae, partido. Vives, CXXIII-9.
Mediano bronce de Agrippa.
Mediano bronce de Claudio.
H. M. 331.
As de Bilbilis.
H. M. 542.
Hallazgos esporádicos:
pequeños bronces de Massalia, con reverso águila.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-2.
As de Emporiae, (resello P. B.))
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6.
Semis de la Magna Grecia, probablemente de Tourion, frustro.
Quinario de M. Cato Porcia.
Pequeño bronce de Claudio.
Semis romano-republicano.
H. M. 937.
Aureo de Lugdunum, de Tiberio. RIC 3.
H. M. 1.043.
Hallado en la playa:
Quadrans de Bursau. Vives, LIII-4.
Martín Valls, 1967, p. 154.
semis de Untikesken. Vives, XIV-11 y XVI-4. Pertenecientes a la colección Collantes.
Maluquer, 1966-a, pp. 133-164;
Maluquer, 1967, pp. 126-149; Maluquer, 1969.
Colección ((Víctor Catalá)) (20).
Monedas halladas en su totalidad en Empúries.
Acuñaciones galas:
dracmas massaliotas, con reverso león (núm. 104106).
óbolos massaliotas, con reverso rueda (núms. 107-114).
pequeños bronces massaliotas, con reverso toro embistiendo (núms. 1 15135).
pequeños bronces massaliotas, con anverso Apolo y reverso león (núms. 136143).
pequeños bronces massaliotas, con anverso Hermes y reverso león (núms.
144-149).
(20) Se excluyen: medio victonato romano, núm. 387; medio as romano, núm. 389, y u11
recorte amorfo con pegaso, núm. 409.
[page-n-94]
[page-n-95]
94
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Acuiiaciones hispánicas:
2 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso cabra.
(núm. 1-2).
3 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso macho
cabrío (núm. 3-5).
12 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso jinete
(núms. 6-17).
20 dracmas amporitanas, sin símbolo y con símbolo delfin, círculo, antorcha,
pulpo y estrella (núms. 18-37. La moneda núm. 35 es forrada).
51 divisores ampuritanos, con reverso pegaso (núms. 38-88).
15 divisores ampuritanos, con reverso dos delfines.
42 ases de Untikesken. 2: Villaronga, 1977-a, serie 9-42 (núms. 219-260).
2 ases de Untikesken, partidos (núms. 388 y 392).
15 semis de Untikesken, con anverso toro embistiendo y reverso caballo marino.
1: Villaronga, 1977-a, serie 8-43 (núms. 261-275).
de
4 ~semis? Untikesken. Villaronga, 1977-a; serie 4-22 (núms. 276-279).
16 quadrans de Untikesken, con reverso león. 2: Viliaronga, 1977-a, serie 7-37;
7: Villaronga, 1977-a, serie 3-17 (núm. 280-295).
5 quadrans de Untikesken, con reverso gallo. Villaronga, 1977-a, serie 4-23
(núms. 296-300).
3 Ae hispano-cartagineses (núms. 462-464).
Denario de Kese. Vives, XXXI-11 (núm. 423).
As de Kese. Vives, XXXIII-15 (núm. 424).
As de Kese. Vives, XXXV- 11 (núm. 425).
2 ases de Kese. Vives, F - 9 , 10 (núm. 426-427).
Semis de Kese. Vives, XXX-13 (núm. 428).
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-4 (núms. 429-430).
As de Iltirta. Vives, XXVIII-11 (núms. 433).
2 Ae de Iltirta, con reverso loba (núms. 431-432).
2 ases de Baitolo. Vives, XXE-4 (núms. 434-435).
2 ases de Ilturo (uno partido) (núms. 436 y 405).
As de Lauro. Vives, XXI-8 (núm. 437).
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-4 (núm. 442).
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-12 (núm. 438).
Denario forrado de Bolskan.
2 ases de Bolskan. Vives, XLIII-5 (núms. 440-441).
3 quadrans de Arse. Vives, XM- 15 (núm. 455-457).
Ae de Gades (núm. 461 ).
Ae de Sexi. Vives, LXXXIII-10 (núm. 459).
Ae de Malaca con anverso y reverso estrella (núm. 460).
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 58.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, XVIII-b.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 85.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a,XM-1.
2 ases ibéricos, indeterminados, partidos (núms. 394-398).
Acuñaciones hispano-romanas:
54 ases de Emporion. 1: Villaronga, 1977-a, serie 17-69 (núms. 301-355).
12 ases de Emporion, partidos o recortados (núms. 390, 391, 396, 397, 399,
400, 402, 403, 404, 406, 407 y 408).
[page-n-96]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
.
95
31 quadrans y sextans de Emporion (núms. 356-386).
9 quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28- 122 (núm. 410-418).
Sernis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2 (núm. 458).
As de Segobriga (núm. 465).
As de Turiaso. Vives, CLVII-1 (núm. 466).
Acuñaciones romano-imperiales:
6 ases de Nemausus (2 partidos) (núms. 419-422, 401 y 393).
As de Claudio 1, partido (núm. 395).
Monraval, 1981, pp. 523-527.
Ae galo incierto (BA). SNG ANS 1, núm. 774.
ENGUERA (Valencia)
Cf.: Cerro Lucena.
ERMITA DEL CID (Iglesuela del Cid, Teruel)
H. M. 1.041.
As de Orosis. Vives, XLIX-2.
ERMITA DE SAN QUIRZE (Lloret de Mar, Barcelona)
H. M. 132.
As de Tarraco, de Augusto. Delgado, CLXXVII-69.
ERMITA DE SANT FELIU (XAtiva, Valencia).
Aranegui, 1975, p. 727
As de Saiti. Vives, XX-9.
As de Saiti. Vives, XX-2.
As de Saiti.
3 ases ibéricos de la serie del jinete.
ERMITA DE ZARAGOZA LA VIEJA (Fuentes de Ebro, Zaragoza)
Domínguez, 1979-a, p. 98.
As de Bolskan.
ESCALA, LA (Girona)
Cf.: EmpÚries.
ESCATRON (Zaragoza)
Cf.: Cabezo de Muel.
ESPARRAGUERA (Barcelona)
H. M. 601.
Quadrans de Untikesken. Vives, XIV-3.
ESPARTAL (Sena, Huesca)
Lostal, 1977, p. 88.
Monedas ibéricas y romanas.
ESTANYS, ELS (Almenara, Castelló)
Mesado, 1966, p. 196.
2 monedas romano-republicanas.
ESTINGLELLS (Verdú, Lleida)
Moneda de Iltirta.
[page-n-97]
96
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Moneda de Ieso.
Moneda de Kesse.
4 monedas ibéricas, de las que una es de Iltirta, otra de Ieso y otra de Kesse.
ESTIVELLA (Valencia)
Cf.: Arcs.
FAVARITX (Menorca)
Fernández Miranda-Belén, 1977, p.
100.
Ae de Siria, de Antíoco 1. BMC, Syria, pp. 10-11.
FERRERIAS (Menorca)
Cf. : Algendar.
FLORESTA (Lleida)
«Gran bronce de Iltirta)).
FONT CUITORA (La Llacuna, Vilafranca, Barcelona)
H. M. 122.
As de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-8.
FONT DE N'HORTA (Tarragona)
Genera-Campo, 1980, pp. 203-209.
As de Ilercavonia. Vives, CXXV-1.
Quadrans de Ilercavonia.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de ceca incierta, de Augusto.
As de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 12 1.
FONTLLONGA (Lleida)
H. M. 513.
¿Denario? de Ausesken. Vives XXII-1 ó 2 (?).
FORCALL (Castelló)
Cf.: Moleta dels Frares.
FORQUES (Borriol, Castelló)
Ripollés, 1975, p. 191.
Victoriato romano-republicano. RRC pp. 25, 53.
FOSALE (Huesca, Ciudad)
Lostal, 1980, p. 50.
Monedas ibéricas de Bolskan.
FOSCA, LA (Girona)
Cf.: Castell, El.
FRAGA (Huesca)
Cf.: Torre Chueca.
FRUITERA, LA (Eivissa)
R o m á n , 1 9 0 6 , XXI-2; Campo,
1976-a, p. 74.
[page-n-98]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
97
En la finca La Fruitera, en la isla de Eivissa, apareció, en 1891, una moneda
de Ebusus, de Claudio 1. Campo, 1976-a, núm. 124.
FUENTES DE EBRO (Zaragoza)
Cf.: Ermita de Zaragoza la Vieja.
FULLOLA (Entre Tortosa y El Perelló, Tarragona)
H. M. 760.
As de Kese. Vives, XXXII-14.
GANDESA (Tarragona)
Cf.: Col1 del Moro.
GANDIA (Valencia)
Cf.: Cañada i Cardúes; Cova de les Meravelles; Parpalló.
GARDENY (Lleida)
H. M. 236.
Denario de Bolskan.
GARRIGA, LA (Barcelona)
H. M. 607.
Ae de Claudio 1.
H. M. 898.
As de Iltirta.
2 ases ibéricos, con reverso jinete con palma de ceca indeterminada.
Mediano bronce de Tarraco, de Augusto.
GELIDA (Badalona, Barcelona)
H. M. 202.
Dupondio de Antonia. C. 6.
GIMENELLS (Lleida)
H. M. 894.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-9.
GIRONA
Romagosa, 1974, pp. 215-22 1.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7 vte.
Denario de Belikiom. Vives, XLIV-6.
Moneda de plata de 4'07 g., posible imitación local del denario de M. Aurelius Cota. RRC 229; Roma; 139 a.c.
Cf.: Bas.
GODALL (Cerca de Tortosa, Tarragona)
H. M. 1.184.
As ibérico de Iltirta, del tipo loba.
GRANJA D'ESCARP (Lleida)
Pita, 1962, p. 326.
Ae de Iltirta.
GRANOLLERS (Barcelona)
H. M. LIV.
En el Museo de Granollers:
[page-n-99]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
98
8 denarios de Bolskan.
Denario de Sekobirikes.
2 denarios de Turiasu.
As de Saiti.
As de Castulo.
As de Iltirkesken.
As de Bolskan.
As de Iltirta.
H. M. 553.
As de Barskunes.
Vegué, 1951, p. 199.
Procedentes del casco urbano:
Semis de Bolskan.
Semis de Iltirta.
GRAUS (Huesca)
Lostal, 1977, p. 20.
Junto con restos de enterrarnientos romanos, aparecieron en las afueras de la
ciudad monedas hispano-romanas e imperiales.
GRAU VELL (Sagunt, Valencia)
Aranegui, 1976, p. 44; Aranegui,
1980, PP. 60-61.
En el nivel V:
Ae de Carthago. Müller, 3 11.
Semis romano-republicano anónimo, no oficial, de ceca itálica. RRC p. 565.
GROSSA (Vilagrasa, Reus, Tarragona)
H. M. 17.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-4.
HORT DE MORAND (Dénia, Alacant)
Martínez Martínez, 1928, p. 757;
Garcia y Bellido, 1948, p. 226 ;Guadán, 1968, p. 139.
2 monedas griegas.
Martín, 1970, p. 19.
Monedas celtibéricas.
HORT GRAN (Santes Creus, Tarragona)
H. M. 906.
As de Kese.
HUESCA (Ciudad)
Cf.: Fosalé.
HUESCA (Provincia)
H. M. 369.
Denarios de Barskunes y Turiasu.
Denario romano-republicano de Lucius Sentius. RRC 325; Roma; 101 a.c.
Domínguez, 1976, p. 134.
[page-n-100]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Celsa, de Augusto. 23 a.c. Vives, CLXI-2.
Domínguez, 1979-b, pp. 25-31.
Museo:
En el monetario del Museo Provincial de Huesca se encuentran depositadas,
sin ningún dato relativo a su procedencia, las siguientes monedas:
Acuñaciones romano-republicanas:
Denario romano-republicano. RRC 244; Roma; 134 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 266, 1; Roma; 126 a.c.
Acuñaciones hispánicas:
As de Iltirta. Vives, XXVIII-13.
As de Kese. Vives, XXXIII-15 vte.
5 denarios de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 110.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 118.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 121.
5 ases de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 116.
4 ases de Bolskan. Mala conservación.
As de Iaka. Vives, XLIX-1.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXM-8.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
2 denarios de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Celsa, de Augusto. Banti VII, núm. 1.43011.
As de Osca, de Tiberio. Banti X, núm. 56711.
As de Osca, de Calígula. Banti XIII, núm. 202.
Denario de Caesaraugusta, de Augusto. Banti VI núm. 674.
As de Caesaraugusta?, de Tiberio. Vives, LCLII-2?
Acuñaciones romano-imperiales.
6 ases de Claudio 1, uno de ellos de Roma. Banti XV, núm. 47417.
3 ases de Claudio 1, uno de ellos local. Banti XV, núm. 55511.
IFAC (Alacant)
Cf.: Benissa e Ifac.
IGLESUELA DEL CID (Teruel)
Cf.: Ermita del Cid.
IGUALADA (Barcelona)
H. M. 281.
2 medianos bronces de Roma, de Tiberio.
Ae de Dertosa.
ILICI (Elx,
Alacant)
As de Saiti. Vives, XX-2.
Semis de Ilici. Vives CXXXIII-4.
H. M. 380.
Semis cartaginés.
As de Sagunt.
Quadrans romano.
As romano.
Ramos Folqués, 1949, p. 205; Llobregat, 1974-c, p. 317; Campo,
1976-a, p. 73.
[page-n-101]
100
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ae de Ebusus.
Ramos Folqués, 1953, p. 337.
13 monedas de cobre, de las que una es de Carthago Nova.
Ramos Folqués, 1959, pp. 143-148.
Semis de Tarraco, de época de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
As de Clunia, de Tiberio.
As romano, partido. En el reverso, sobre una proa, una M.
Semis romano uncial reducido (8 g.).
3 quadrans de Arse.
As de Saiti. Vives, XX-2.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
3 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
As de Sekisanos.
Ramos Folqués, 1966, p. 73.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
Ramos Folqués, 1970, p. 31.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Semis de Ilici. Vives, CXXXIII-4.
As de Valentia, Vives, CXXV-1.
Ramos Fernández-Ramos Folqués,
1976, PP. 23, 37-39.
As sextantal reducido.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
As de Castulo. Vives, LXIX- 11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CXLIX-8.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-5.
Semis romano republicano.
Llobregat, 1974-b, p. 96.
As de LOLGC~, Tiberio. BMC 157-158.
de
Ramos Fernández, 1975, p. 146,
147, 150-151, 157, 178-181.
Estrato E
As de Saiti. Vives, XX-1.
4 ases de Saiti. Vives, XX-2.
2 semis de Saiti. Vives, XX-3.
As de Saiti. Vives, XX-9.
As de Castulo. Vives, LXM-6.
Sextante de Malaca. Vives, LXXXVII-12.
2 Ae de Carthago Nova. Villaronga, 1973-a, clase VIII.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-S.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
As de Valentia. Vives, CXXI-1.
3 quadrans de Sagunt.
As de Untikesken.
Denario de la familia Herenia. RRC, 308, l a ; Roma; 108-107 a.c.
Denario de la familia Iunia. RRC, 337; Roma; 91 a.c.
Denario delafamilia Annia. RRC, 366, 1; Norte Italia e Hispania; 82-81 a.c.
Denario de la familia Licinia. RRC, 354, 1; Roma; 84 a.c.
Sestercio de C. Gallo Lupercus. BMC, 171; Roma; 22 a.c.
Ouadrans romano-republicano.
[page-n-102]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4 ases romano-republicanos (19, 26, 28 y 31 g.).
As republicano de la familia ~Fulvia?
Semis romano-republicano.
Estrato D
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
2 semis de Ilici, de Augusto.
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2, vte.
Semis de ~lici, Tiberio.
de
4 ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10.
2 semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-11.
4 ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-13.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXTII-2.
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2, vte.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-8.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII, vte. del núm. 10.
3 semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXX-7.
Semis de Carthagd Nova. Vives, CXXX-15.
2 semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-15.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-9.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
2 ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-8.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9.
2 ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Caahago Nova, de Tiberio. Vives, CXMCI-14.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI- 15.
As de Carthago Nova, de Caiígula. Vives, CXXXII-8.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-10.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-9.
Semis de Calagurris, de Aujpto. Vives, CLVIII-10.
Semis de 1. Traducta, de Augusto. Vives, CIXIV-13.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-1.
Semis de Osca, de Tiberio. Vives, CXXXVII-4.
((Moneda de bronce, con baño de plata, de Augusto...))
Denario de la familia Sentia. RRC, 325, la-b; Roma; 101 a.c.
Denario de la familia Hostilia. RRC, 448; ceca Roqa; 48 a.c.
Denario de la familia Servilia.
Mediano bronce de Tiberio.
Mediano bronce de Germánico.
Mediano bronce de Antonia.
[page-n-103]
102
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mediano bronce de Claudio 1.
Pequeño bronce de Claudio 1.
Estratos D y C
Semis de Carthago Nova. Vives, c~XX-6.
Semis de Irippo. Vives, CX-2.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Moneda de Segobriga.
ILLA DE CULLERA, L' (Cullera, Valencia)
Mateu y Llopis, 1972-a, p. 246; H.
M. 917.
En la campaña de excavaciones arqueológicas de 1955:
Fragmento de divisor de Arse. Vives, ¿XIX-18?
Fragmento de divisor de Kese. Vives, XXXIV-6 y 13.
INESTRILLAS (Logroño)
Taracena, 1926, pp. 139-140.
2 ases de Kueliokos. Vives, L-l.
Semis de Turiasu. Vives, LiI-l.
As de Karaues. Vives, LIX-l.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
Denario de Bolskan.
Taracena, 1942, p. 26.
As de Kueliokos. Vives, L-l.
As de Arsaos. Vives, XLVII-9.
As de Belaiskom.
2 ases romano-republicanos, unciales.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
Martín Valls, 1967, p. 131.
Ae de Barskunes.
JATIVA (Valencia)
Cf.: Xativa.
JAVEA (Alacant)
Cf.: XAbia.
Semis de Iltirta.
((Gran bronce de Celsa)).
((Dupondio de Iltirta)).
As de Iltirta.
JIJONA (Alacant)
CE: Xixona.
JUNEDA (Lleida)
Cf.: Bas.
[page-n-104]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
LAPERDIGUERA (Huesca)
Lostal, 1977, p. 40.
Denario de Augusto.
LLACUNA, LA (Barcelona)
Cf.: Font Cuitora.
LLAMPAIES (Girona)
H. M. 1.045.
Dupondio de Tarraco, de Augusto, restituido por Tiberio. Vives, CLXX-2.
LLEIDA
H. M 6.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
H. M. 8.
En el Castell de Lleida:
As de Ilerda. Vives, CXXXIV-3.
H. M. 9.
13 ases de Bolskan.
Denario de Bolskan.
H. M. 236.
Varios ases de Bolskan.
H. M. 376.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-7. Hallado en el castillo de Lleida.
H. M. 442.
As de Iltirta. Hallado al construir el cuartel de la Policía Nacional.
H. M. 498.
As de Iltirkes.
H. M. 524.
2 ases de Iltirta. Hallados en el solar del actual cuartel de la Policía Nacional.
H. M. 725.
«Monedas de AR del tiempo de Augusto)).Halladas en una casa de la plaza de
San Juan.
H. M. 1.595.
As de Kese. Vives, XXXV-3.
H. M. 10; Villaronga, 1962-a, p. 23.
Denario de Ikalkusken. Vives, LXVI- 1 y 3.
H. M. 1; Campo, 1976-a, p. 74.
Ar de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVII.
Cf. : Torre Viladegut.
LLEIDA (Región)
H. M. 384.
7 ases de Iltirta. Vives, XXVII-3.
8 ases de Iltirta. Vives, XXVII-12.
9 ases de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
LLINARS DEL VALLES (Barcelona)
Cf.: Can Rosell.
[page-n-105]
104
LA CIRCULACION MONETABIA DE LA TARRACONENSE
LLIRIA (Valencia)
Mateu y Llopis, 1953-a, p. 231.
2 ases de Seteisken.
H. M. 1.201.
Ae romano de la serie sextantal.
H. M. 1.200; Villaronga, 1973-a, p.
84.
As de Malaca, tipo Sol y Vulcano.
3 Ae púnicos anepígrafos. Vülaronga, 1973-a, clase VIII y X.
H. M. 1.198.
Ouadrans de Saiti.
H. M. 356.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Cf.: Sant Miquel; Cova Foradada.
LLIVIA (Girona)
H. M. 493; Delcor, 1976, p. 149.
As de Arsaos.
2 monedas de Augusto.
Moneda de Tiberio.
Moneda de Herodes Agrippa.
LLOMA DE LES CLOTXES (Olocau de Carraixet, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 109.
As de Arse. Villaronga, 1973, núm. 70.
LLORET DE MAR (Girona)
H. M. 249.
As de Saiti.
Ae de Ebusus.
H. M. 487.
Dracma ibérica de imitación ampuritana. LARBECA?
H. M. 873.
As de Nemausus, partido.
H. M. 1.016.
As arnpuritano, frustro.
LLUCHMAJOR (Mallorca)
H. M. 865.
As romano-republicano ( 17'62 g.).
Denario de Marco Antonio. 32-31 a.c.
Denario de la familia Porcia. RRC 282; Narbo; 118 a.c.
As de Iltirta.
As de Carmo. Vives, C-6 vte.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12 vte.
Denario de Lugdunum, de Cayo y Lucio.
2 ases de Claudio 1. RIC 66.
As de Claudio 1. RIC 68.
As de Claudio 1, frustro.
LLUMASSANA (Maó, Menorca)
H. M. 748.
Moneda romano-republicana Luncia?
[page-n-106]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
LOARRE (Huesca)
Cf.: Castillo de Loarre.
LOGROÑO
Delgado, 1876, 111, pp. 22, 262.
Varias monedas de Arekoratas.
Varias monedas de Oilaunikos.
2
2
2
2
2
Martín Bueno, 1974-a, pp. 67-80.
Museo.
No se conoce la procedencia de ninguna de las piezas, aunque se considera
que corresponden, en parte, a hallazgos efectuados en la región.
Acuñaciones romano-republicanas.
Denario. Rolland 6 15.
Denario. RRC 218, 1; Roma; 147 a.c.
Denario. RRC 244, 1; Roma; 134 a.c.
Denario. RRC 297, 1; Roma; 112-111 a.c.
Denario. RRC 342; Roma; 90 a.c.
Denario. RRC 348, 1; Roma; 87 a.c.
Denario. RRC 372, 1; Roma; 81 a.c.
Denario. RRC 403, 1; Roma; 70 a.c.
Denario. RRC 422, l a ; Roma; 58 a.c.
Denario. RRC 458, 1; Africa; 47-41 a.c.
denarios. Polland 222.
Denario, con reverso Victoria sobre cuádriga a la derecha.
Acuñaciones hispánicas.
ases de Untikesken. Vives, XV-13.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
As de Kelse. Vives, LXII-7, vte.
As de Sesars. Vives, XLII-6.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
Denario de Baskunes. Vives, XLV-2.
As de Baskunes. Vives, XLV-3.
As de Baskunes. Vives, XLV-4.
ases de Baskunes. Vives, XLV-9.
As de Baskunes. Vives, XLV-11.
As de Baskunes. Vives, XLV.
As de Turiasu. Vives, LII-4.
As de Sekaisa. Vives, XLV-11.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-4.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-3.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-8.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII- l .
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
Ae de Obulco. Vives, XCIV-7.
Ae de Obulco. Vives, XCIV-6.
Ae de Obulco. Vives, XCV-5.
As de Obulco.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
semis de Castulo. Vives. LXXI-2.
[page-n-107]
106
3
5
3
3
3
4
2
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Quadrans de Castulo. Vives, LXXI-3.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-14.
Quadrans de Bailo. Posible Vives, XCI-4.
As de Carmo. Vives, CI-2.
As de Carmo.
Quadrans de Corduba. Vives, CXVIII- l.
Semis de Irippo. Vives, CX-1 vte.
As ibérico incierto.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-2.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX- 11.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-3,
ases de Bilbilis. Vives, CXXXIX-4.
As de Turiaso. Vives, CLV-2.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-6.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-~6?
As de Calagurris. Vives, CLVII-3.
As de Calagurris. Vives, CLVII-7.
As de Calagurris. Vives, CLVIII-9.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2.
ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLM-5.
Semis de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-7.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVII-3.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-7.
Sernis de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-8.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLIX-2 6 3.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLM-5.
As de Caesar~ligusta.Vives, CLII-3.
As de Caesaraugusta. Vives, CLIV-6.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Clounioq. Vives, CLXiII-1.
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-3.
As de Segobriga, de Caligula. Vives, CXXXV-9.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
As de la Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de la Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-6, uno de ellos, dudoso.
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVIII-9.
semis de Carteia. Vives, CXXUL-2.
ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-4.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-15.
ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXLII-3.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLIII-5.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-3.
[page-n-108]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As incierto.
Acuñaciones romano-imperiales.
As de Lugdunum, de Tiberio. C. 37.
Denario de Lugdunum, de Augusto. BMC 538.
Denario de Lugdunum, de Augusto. C. 42.
2 asei de Roma, de Claudio 1. C. 84.
As de acuñación local, de Claudio 1. C. 84.
As de Roma, de Claudio 1. C. 47.
2 ases de Roma, de Claudio 1. C. 14.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. C. 73.
LUESIA (Zaragoza)
Suman, sla.
Moneda de Sesars.
MACASTRE (Valencia)
Cf.: Barranco de Cuerna.
MADRIGAL (Vilarreal, Castelló)
Doñate, 1969, pp. 216-219.
As bilingüe de Saiti. Vives, XX-11.
Dupondio de Claudio 1. C. 13.
As de Claudio 1. C. 100.
As de Claudio 1. RIC 68.
MAELLA (Zaragoza)
Cf.: Tossal Gort.
MAL10 (Cerca de Vilafranca del Penedés, Barcelona)
H. M. 115.
Ae hispano-cartaginés.
MANRESA (Barcelona)
H. M. 967.
As de Claudio 1. RIC 68.
Datzira, 1980, pp. 183-194.
Museo.
El Monetario del Museo Comarcal de Manresa se formó con la aportación de
una colección de monedas ofrecidas en el año 1896 por el obispo de Vic, doctor Josep Morgades i Gili, al entonces recién nacido Museo Municipal de
Manresa. Probablemente se trataba de duplicados del Museo de Vic. Posteriormente, en el año 1939, la colección numismática de este museo se incrementó con la incorporación de los fondos del Museo Arqueológico del Centro
Excursionista de Montserrat.
En la actualidad, el Monetario del Museo Comarcal de Manresa posee
ciento veintidós monedas ibéricas e hispano-romanas, de las cuales no se conoce su procedencia.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 12.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 6.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 67.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-12.
[page-n-109]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
108
2
2
3
2
2
Semis de Kese. Vives, XXXII-3.
As de Kese. Vives, XXXIII-4.
ases de Kese. Vives, XXXII-14.
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
As de Kese. Vives, XXXIII-18.
As de Kese. Vives, XXXIV-4.
As de Kese. Vives, XXXIV-11.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
ases de Kese. Vives, &-l.
As de Ilturo. Vives, XXIV-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
As de Iltirkesken. Vives, .XXVI-6.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As de Lauro. Vives, XXI-4.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Bolskan. Vives, XIII-5.
As de Bolskan. MAN 1.425.
As de Barskunes. Vives, XLV-9.
As de Sekaisa. Vives, LXV-2; MAN 2.479.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-1.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-2; Domínguez, 1979-a, núm. 206.
As de Saiti. Vives, XX-2; MAN 2.402.
As de Urkesken. Vives, LXVII-2.
As de Obulco. Vives, XCVI-1.
As de Obulco. Vives, XCVI-5.
As de Obulco. Vives, XC~I-2.
ases de Castulo. Vives, LXVIII- 11.
Vives, LXX-8.
ases de ~adtulo.
Semis de Castulo. Vives, LXX-3.
As de Castulo. Vives, LXX- 1.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Carmo. Vives, C-6.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2.
As de Malaca. vives, LXXXV- 11.
As de Malaca. Vives, LXXXVI-12.
As de Gadir. Vives, LXXIV-1.
Quadrans de Gadir. Vives, LXXIV-6.
As de Gades. Vives, LXXIX-6 vte.; Guadán, 1963, núm. 92.
Quadrans de Gades. Vives, LXXUC-7.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 110 A.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 109.
As de Ilerda. Vives, CXXXIV-8.
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 20.
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 23.
[page-n-110]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 24.
As de Dertosa. Vives, CXXV-4.
4 ases de Celsa. Vives, CXLI-2,.
As de Bilbilis. Vives, CXXXIX-6.
2 ases de Bilbilis. Vives, C m - 4 .
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-8.
As de Turiaso. Vives; CLVII-1.
As de Calagurris. Vives, CLVIII-2.
As de Calagurris. Vives, CLIX-4.
As de Calagurris. Vives, CLIX-5.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVII-7.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-L.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta. Vives, CL-12.
As de Cascantum. Vives, CLXI-1.
As de Cascantum. Vives, CLXI-2.
3 ases de Clunia. Vives, CLXIII-2.
As de Segobriga. Vives, CXXXVI-6.
As de Ilici. Vives, CXXXIII-10.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Nova. Vives, CXXXI-10.
As de ~ a r t h a g o
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-12.
As de Carthago Nova. Vives, CXXXII-1.
Dupondio de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-2.
6 ases de la Cdionia Patricia. Vives, CLXV-3.
2 semis de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-4.
Quadrans de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-7.
As de Italica. Vives, CLVIII-9.
Sernis de Italica. Vives, CLm-12.
3 dupondios de Romula. Chaves, 1979-c, núms. 53-63 y 64.
Semis de Carteia. Vives, CXXVIII-14.
As de Traducta. Vives, CLXIV-13.
Denario forrado de Emerita. Vives, CXL-4.
2 ases de Emerita. Vives, CXL-14.
As de Emerita. Vives, CXLI-6.
2 ases de Emerita. Vives, CXLV-3.
Moneda indeterminada.
MAO (Menorca)
H. M. 859.
As de Augusto, restituido por Tiberio.
As de Castulo.
MARGALEF (Lleida)
H. M. 524.
((Dupondio))de Iltirta.
MAS DE CAN RODO DE ULLASTRELL (Tarrasa, Barcelona)
Gorina Gabarro,
Moneda de Tarraco, de Tiberio.
[page-n-111]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
110
MASNOU (Barcelona)
H. M. 276.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.018.
As de Lauro.
Cf.: Ocata; Teya.
MATAR0 (Barcelona)
H. M. 345.
En el Camp deEsports: as de Ilturo.
En la Iglesia de Santa María: as de Bolskan.
En las inmediaciones: ases ibéricos de Kelse; Kese; Ilürta; Bilbilis y Belikiom.
H. M. 615.
10 ases de Ilturo. Hallados en distintos lugares de la población.
Almagro Basch et alii, 1945, pp.
134-138.
En la antigua casa Jofre: moneda de Claudio 1.
En la calle del Prat: monedas romanas y una ibérica de «Baetulo,.
Ribas, 1973, p. 170.
20 monedas de Ilturo. Haliadas en Matar6, comprendido el término municipal.
Bonamusa, 1976, pp. 30-31.
En este artículo, el autor recoge le inventario confeccionado en 1952 por M.
Ribas, en el que consta la aparici6n de dieciocho monedas de Ilturo en el término municipal de Matar6 (21).
Fado-Soler, 1978, p. 92.
Moneda de Ilturo. Hallada en la calle Floridablanca.
Prat-Ribas, 1980, p. 305.
As de Lauro. Hallado en el campo de fútbol.
Cf.: Can Majoral; Can Xammar; Caputxins; Riera de Sant Simó; Torre Llauder.
MECA (Ayora, Valhcia)
Escolano, 1610, col. 985; Cavanilles, 1797,II, p. 7; H. M. LII; H. M.
LIII; Almarche, 1918, p. 71.
As romano libral.
As de Ilturo.
MEDIANA DE ARAGON (Zaragoza)
Cf. : Castellazos.
MEDIONA (Barcelona)
H. M. CXXV.
Denario romano republicano de la familia Iunia.
MENORCA
H. M. 623; Campo, 1976-a, p. 75.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
(2 1) Probablemente esta noticia y la anterior están basadas en las mismas fuentes y por
consiguiente las monedas deben ser las mismas, aunque, en el anterior, el número total de
piezas con respecto a éste excede en dos unidades.
[page-n-112]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases romano-republicanos, unciales.
Sestercio local de Claudio 1. C. 85.
H. M. 705.
As romano-republicano, uncial.
As de Nemausus.
H. M. 741-743.
As de Kese.
As de Tabaniu.
Monedas griegas. Una de Atenas, con cabeza de Minema y lechuza.
As de Cayo y Lucio, caesares.
Denarios de Q. Cecilio Metelo. RRC 269; Roma; 125 a.c.
H. M. 745-746.
4 Ae hispano-cartagineses.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
H. M. 747.
As de Roma, de Augusto.
As de Emporiae.
As de Gades.
2 ases de Ilerda, con reverso loba.
Moneda de Ilici, de Augusto.
As de Carthago Nova, de ~Caligula?
Ae de Micipsa.
As de Saiti.
Ouadrans de Arse.
As de Tiberio.
H. M. 749.
As romano-republicano.
Denario republicano, con X en anverso.
Semis romano-republicano.
H. M. 752.
As de Agrippa.
As de Claudio.
As de Claudio. RIC 69.
Moneda de Roma, de C. Cassius.
Moneda de Roma, de C. Asinius Gallus.
Moneda de Roma, de C. 1. Piso.
Moneda de Roma, de Plotius Rufus.
Moneda de Roma, de L. Surdinus.
Moneda de Roma, de P. Lurius Agrippa.
3 Ae de Augusto, restitución de Tiberio.
Ae de Lugdunum, de Augusto.
As de Roma, de Druso.
Denarios de Julio César, con reverso elefante y atributos sacerdotales.
2 Ae de Roma, de Tiberio.
H. M. 755.
Ae de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
H. M. 757.
Dupondio de Claudio 1. RIC 67.
As de Claudio 1. RIC 68.
[page-n-113]
112
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Claudio 1. RIC 69.
H. M. 758.
2 ases de Calígula, de Roma. Uno de ellos, RIC 30.
Campo, 1976-b, p. 69.
En el Museo de Menorca se encuentran depositadas las monedas siguientes
(22):
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2. Uno de ellos con contramarca
de cabeza de águila.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
2 ases de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
As de Roma, de Augusto. RIC 74.
As de Roma, de Augusto. RIC 78.
5 monedas inciertas del período de Augusto.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-l.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-10. Con contramarca A.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI- 1 1.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1.
As de Divus Augustus, acuñado por Tiberio. RIC 1.
2 ases de Roma, de Divus Auaustus, acuñados por Tiberio. RIC 2.
2 ases de Roma, de Divus Augustus, acuñados por Tiberio. RIC 3.
4 ases de Roma, de Divus Augustus, acuñados por Tiberio. RIC 6.
4 ases de Roma, de Agrippa. RIC 32.
As de Roma, de Calígula. RIC 30.
As de Roma, de Calígula. RIC 31 ó 32.
Quadrans de Roma, de Calígula. RIC 39.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
3 ases de Roma, de Claudio 1. RIC 68.
2 ases de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 64.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 67.
11 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 66.
3 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 68.
3 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 69.
2 monedas inciertas de Claudio 1.
As de ceca incierta, de Antonia.
MOIA (Barcelona)
H. M. 347.
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-9 y 8.
(22) Consideramos necesario hacer un pequeño resumen de estas monedas, aun cuando
presentemos en el Capitulo 1 c) el catelogo completo del Monetario del Museo Provincial de
Bellas Artes de Ma6.
[page-n-114]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Eusti. Vives, XXIII-1.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
Semis de Castulo. Vives, LXVIII-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8.
Dupondio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-3.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
Denario de L. F. Philus. RRC 281; Roma; 119 a.c.
Mediano bronce de Antonia.
Mediano bronce de Claudio 1.
MOJA (Barcelona)
H. M. 124.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9.
MOLETA DELS FRARES (Forcall, Castelló)
H. M. 957.
Denario de L. Saufeius. RRC 204, 1; Roma; 152 a.c.
Denario de M. Tullius. RRC 280, 1; Roma; 120 a.c.
Denario de M. Porcius Cato. RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
Denario de Cn. Cornelius Lentulus. RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.
Denario de Q. Sicinio. RRC 444, l a ; móvil con Pompeyo; 49 a.c.
Denario de M. Antonio. RRC 544, 15; móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
Denario ibérico de Bolskan. Vives, XLIII-2.
As ibérico de Bolskan. Vives, XLIII-5.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Ilercavonia.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-5
Semis de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-1..
Quinario de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-12.
Ae de Augusto.
Semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-9.
Sestercio de Claudio. C. 83.
As de Claudio. RIC 66.
As de Claudio. RIC 69.
H. M. 1.038.
As de Emporion. Vives, CXXI-2.
As de Iltirta.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
H. M. 1.039.
Denario de Bolskan.
As de Kelse.
Denario de Man. ~ o r d i u s
Rufus. RRC 463; Roma; 46 a.c.
Denario de L. Porcius Licinius. RRC 282; Narbo; 118 a.c.
As de Claudio 1.
H. M. 1.326.
Ae de Claudio 1.
Pla Ballester, 1968.
Denarios con ia leyenda Roma y los dioscuros.
[page-n-115]
114
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ases de P. Cornelio Lentulo Marcelino. RRC ~ 3 2 9 1 Roma; 100 a.c.
;
Ases de Saitabi.
Ases de Saltuie.
Ases de Bolskan.
Ases imperiales de Tarraco, de Augusto.
Ases imperiales de Saguntum, de Tiberio.
Monedas romanas de Augusto.
Ripollés, 1980-a, p. 87.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
MOLINS DE RE1 (Barcelona)
Cf.: Santa Creu dlOlorda.
MOLON, EL (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, pp. 2 10-2 1 1
y 214; H. M. 1.590; Ripollés, 1980a, pp. 110-111.
As de Kelse. Vives, LXI-8 vte.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Bilbilis. Vives, LXIIi-9.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-6.
As de Sekaisa (?), frustro.
As de Sekaisa. Vives, IXV-6.
MONASTIL (Elda, Alacant)
H. M. 1.178.
Ae de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
H. M. 1.431.
Ae de Nemausus, partido.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1974-a, p. 145; Llobregat, 1974-b,
p. 99.
As romano-republicano.
As de Sexi.
Denario de la familia Antonia.
4 ases de Saiti.
7 monedas hispano-latinas de Carthago Nova.
Quadrans de Kese.
2 ases de Kelse.
As de Bilbilis. .
Quadrans romano.
As de Arse.
114 de (tuncia romana)).
As de Nemausus.
MONJOS (Barcelona)
Cf.: Riera, La.
MONREAL DE ARIZA (Zaragoza)
cf. : Arcobriga.
[page-n-116]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
115
MONTANYAR (Xhbia, Alacant)
Figueras, 1945, p. 8.
<...centenares de monedas romanas... algunos ejemplares de Augusto...))
MONTESA (Valencia)
Cf.: Castell de Montesa.
MONTORNES (Barcelona)
Cf.: Muntanya de Sant Miquel.
MONTSERRAT (Barcelona)
As de Baitolo.
MONZON (Huesca)
Cf.: Virgen de la Alegría.
MORELLA (Castelló)
H. M. 814.
((Moneda de bronce cuyo anverso ostenta un busto de Minema y el reverso jinete con inscripción ibérica o fenicia.,
H. M. 1.049.
Quadrans de Arse. Vives, WC-6.
H. M. 1.050; Villaronga, 1973-a, p.
84.
3
2
2
2
2
«Ae hispano-cartaginés. Cabeza femenina a la izquierda. Reverso caballo
quiescente.))
H. M. 1.051.
As de Iltirta.
Quadrans de Arse. Vives, WC-6.
ases de Bolskan.
As de Kese.
H. M. 1.052.
ases de Ikalkusken.
ases de Orosis, con delfines.
Denario de Bolskan.
As de Untikesken. Vives, XIII (sic).
H. M. 1.053.
As de Ilerda, de Augusto.
ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
ases de Dertosa, de Tiberio.
En la casa Palau:
As de Bilbilis, de Augusto.
H. M. 1.054.
Denario de Man. Aemilius Lepidus. RRC 291, 1; Roma; 114-115 a.c.
Ae de Agrippa.
As de Claudio 1. RIC 66.
En la plaza Arciprestal:
As de Claudio 1. RIC 66.
H. M. 1.092.
[page-n-117]
116
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En el castillo:
As de Kelse.
H. M. 1.213.
Semis republicano. B. 1, p. 63. 13'50 g.
MUEL (Zaragoza)
Cf.: Dehesa de Ibarz.
MUELA, LA (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1976-a, p. 382.
Semis de Belikiom. Beltrán Lloris 3c. Delgado, CLVI-4.
MUNEBREGA (Zaragoza)
Lostal, 1980, pp. 208-281.
((Setiene noticias del hallazgo de monedas que por su descripción deben pertenecer a cecas ibéricas...))
MUNTANYA DE SANT MIQUEL (Vallromanes-Montornés, Barcelona)
Barberá-Pascual, 1969-70; p. 28 1,
fig. 9.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, clase VIII.
MURCIA (Región)
Ripollés, 1982, pp. 87-144.
En diciembre de 1949, el Medagliere de la Biblioteca Apostólica del Vaticano
engrosó sus fondos con una colección formada por 3.760 monedas donadas
por la señora Pilar de la Canal, viuda de Blaya, residente en la ciudad de
Murcia. La composición del conjunto de las monedas acuñadas en la Península durante la antigüedad nos hace suponer que, en suma, la colección se
formó con aportes de la región.
3
5
4
2
2
2
2
3
Acuñaciones hispánicas.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1-11 ¿A? Vat. Ap. 2 1.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1-11 B. Vat. Ap. 22.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, VIII-11-1 ¿A? Vat. Ap. 25-27.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, VIII-11-1 B. Vat. Ap. 23, 24, 2830.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, X-1-1. Vat. Ap. 12, 14-16.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, X-1-III. Vat. Ap. 1 1, 13.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, XI-111-11. Vat. Ap. 18.
Dracma de Emporiton. Guadán, núm. 543. Vat. Ap. 31.
ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 2 1. Vat. Ap. 42, 43.
As de Iltirta. Vives, XXVIII- 12. Vat. Ap. 44.
Denario de Kese. Vives, XXXI-11. Vat. Ap. 46.
As de Kese. Vives, XXXIII-10. MAN 1786. Vat. Ap. 48.
As de Kese. Vives, XXXIV-5. MAN 1806. Vat. Ap. 47.
As de Kelse. Vives, LXI-7. Domínguez, 1979-a, serie 2c. Vat. Ap. 85.
As de Kelse. MAN 1528. Domínguez, 1979-a, serie 2. Vat. Ap. 87.
ases de Kelse. Vives, LXII-7. Domínguez, 1979-a, serie 3. Vat. Ap. 83, 84.
ases de Saltuie. Vives, XXX-1. MAN 2.454. Vat. Ap. 45, 59.
As de Orosi. Vives, XLIX-1. MAN 2.355. Vat. Ap. 76.
denarios de Bolskan (uno, forrado). Villaronga, 1979-a, niun. 485. Vat. Ap.
62, 64, 65.
[page-n-118]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3
3
2
3
2
2
4
20
2
2
3
11
2
13
5
4
117
Denario de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo A. MAN 1.175. Vat. Ap. 63.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo B. Vat. Ap. 66.
As de Sekia. MAN 2.675. Domínguez, 1979-a, serie 3, tipo B. Vat. Ap. 61.
ases de Belikiom. Domínguez, 1979-a, serie 1. Vat. Ap. 71, 73, 74.
As de Barskunes. Domínguez, 1979-a, serie 2, tipo B-a. Vat. Ap. 75.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7. MAN 2.794. Vat. Ap. 77.
As de Turiasu. Vives, LI-14. MAN 2.841. Vat. Ap. 78.
As de Titiakos. Vives, LVII-10. Vat. Ap. 81.
As de Titiakos. Vives, LVII-12. Vat. Ap. 80.
ases de Sekaisa. Vives, LXV-6 (?). Vat. Ap. 87-89.
As de Kontebakom-Karbika. Vives, XXXIX-3. Vat. Ap. 57.
As de Kontebakom-Karbikom. Vives, XXXIX-11. MAN 1921. Vat. Ap. 58.
As de Belaiskom. Vives, XLVIII-1 (?). Vat. Ap. 72.
As de Ekualakos. Vives, LV-2. MAN 1.994. Vat. Ap. 79.
As de Arekorata. Vives, XL-12. MAN 574. Vat. Ap. 60.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3. Vat. Ap. 50.
ases de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 84. Vat. Ap. 36, 37.
As de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 87. Vat. Ap. 35.
As de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 108 (?l. Vat. AP. 34.
As de Valentia. Vives, CXXV-1 á 3. Vat. Ap. 206.
ases de Saiti. Vives, XX-2. Vat. Ap. 39-41.
Denario de Ikalkusken. MAN 2.058. Vat. Ap. 90.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-6. MAN 2.079. Vat. Ap. 92.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-7 (?l. Vat. Ap. 91.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-9. MAN 2.108. Vat. Ap. 93.
As de Obulco. Vives, XCV-5. Vat. Ap. 186.
ases de Obulco. Vives, XCVI-5. Vat. Ap. 186, 187.
As de Obulco. Vives, XCVI-6. Vat. Ap. 188.
As de Obulco. Vives, XCVI-7. MAN 890. Vat. Ap. 189. .
Semis de Castulo. Vives, LXVIII-5. Vat. Ap. 164.
ases de Castulo. Vives, LXVIII-11. MAN 52. Vat. Ap. 94, 130.
semis de Castulo. Vives, LXVIII-12. Vat. Ap. 136-138, 163.
As de Castulo. Vives, LXIX-6. Vat. Ap. 126.
ases de Castulo. Vives, LXX-8 ó 9. Vat. Ap. 97, 99, 103-120.
ases de Castulo. Vives, LXX-8. Vat. Ap. 101, 102.
ases de Castulo. Vives, LXIX-8. Vat. Ap. 96, 121, 123.
As de Castulo. Vives, LXXI-1. Vat. Ap. 134.
ases de Castulo. Vives, LXIX-10. Vat. Ap. 122, 124, 125.
semis de Castulo. Vives, LXX-11. Vat. Ap. 139-148, 165.
ases de Castulo. Vives, LXX-13. Vat. Ap. 132-133.
semis de Castulo. Vives, LXXI-2. Vat. Ap. 149-160, 166.
ases de Castulo. Vat. Ap. 95, 127-129, 131.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-7. Vat. Ap. 162.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-9. Vat. Ap. 161.
ases de Castulo. Vives, LXXI-14. Vat. Ap. 167-169, 169-a.
As de Castulo. Vives, LXX-14. Vat. Ap. 135.
As de Ilturir. Vives, LXXIII-7. MAN 615. Vat. Ap. 100.
Semis de Lascuta. Vives, XCII-4. Vat. Ap. 184.
Semis de Asido. Vives, XC-4. Vat. Ap. 183.
As de Urso. Vives, CXII-5 6 6. Vat. Ap. 205.
[page-n-119]
118
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Ulia. Vives, XCIX- 1, 3-5. Vat. Ap. 190.
As de Ilipense. Vives, CVII-1. Vat. Ap. 195.
As de Ituci. Vives, LXXXVIII-3. Vat. Ap. 182.
Semis de Lastigi. Vives, CIV-2. Vat. Ap. 193.
As de Carmo. Vives, C-6. Vat. Ap. 192.
As de Carmo. Vives, CI-5. Vat. Ap. 191.
As de Orippo. Vives, CX-3. Vat. Ap. 199.
2 ases de Osset. Vives, CXI-8. Vat. Ap. 200, 201.
2 quadrans de Corduba. Vives, CXVIII-1. Vat. Ap. 202, 203.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 720. Vat. Ap. 212.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 124, serie B. Vat. Ap. 2 11.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 129, serie A. Vat. Ap. 210.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 433. Vat. Ap. 209.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 477. Vat. Ap. 208.
As de Sacili. Vives, CXIII-5. Vat. Ap. 17.
As de Acinipo. Vives, CV-2. Vat. Ap. 194.
3 ases de Irippo. Vives, CX-1. Vat. Ap. 196-198.
As de Gades. Vives, LXXIV-1 6 3. Vat. Ap. 17 1.
As de Gades. Vives, LXXIV-1. Guadán, 1963, núms. 52-58. Vat. Ap. 170.
As de Gades. Vives, LXXIV-1. Guadán, 1963, núm. 53. Vat. Ap. 173.
Quadrans de Gades. Vives, LXXIV-10 (7). Guadán, 1963, núm. 76. Vat. Ap.
174.
As de Sexi. Vives, LXXXIII-10. Vat. Ap. 178.
As de Sexi. Vives, LXXXII-4. Vat. Ap. 172.
As de Malaca. Vives, LXXXV-1. Vat. Ap. 181.
2 ases de Malaca. Vives, LXXXVI-14. Vat. Ap. 179, 180.
As de Abdera. Vives, LXIMI-3. Vat. Ap. 176.
As de Abdera. Vives, LXXXI-2. Vat. Ap. 175.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX. Vat. Ap. 177.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 17-69. Vat. Ap. 33.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 25-107. Vat. Ap. 32.
'As de Ilerda, de Augusto. Vives, m - 3 . Vat. Ap. 306.
As de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4. Vat. Ap. 207.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-1. Vat. Ap. 365.
As de Col. Lepida. Pérez, 1957, núm. 30. Vives, CLX-5. Vat. Ap. 366.
As de Celsa. Vives, CLX-11. Vat. Ap. 367.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12. Pérez, 1957, núm. 37. Vat. Ap.
368, 369.
6 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2. Pérez, 1957, núm. 38. Vat. Ap. 370375.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8. Pérez, 1957, núm. 43. Vat. Ap. 376,
377.
2 ases de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-9. Pérez, 1957, núm. 44. Vat. Ap. 378,
378a.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-4. Vat. Ap. 307.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-7. Vat. Ap. 308.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-8. Vat. Ap. 309.
3 ases de Bilbilis, Augusto. Vives, CXXXIX-l. Vat. Ap. 314-3 16.
4 ases de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4. Vat. Ap. 310-313.
[page-n-120]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Bilbilis, de Tiberio. Vives, C m - 6 . Vat. Ap. 317.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-3. Vat. Ap. 335.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-7. Vat. Ap. 336.
2 ases de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-10. Vat. Ap. 337, 338.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-5. Vat. Ap. 339.
3 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7. Vat. Ap. 340-342.
4 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11. Vat. Ap. 343-346.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-12. Vat. Ap. 347.
3 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1. Vat. Ap. 348-350.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-3. Vat. Ap. 68.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-4. Vat. Ap. 67.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-9. Vat. Ap. 69.
Semis de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-10. Vat. Ap. 70.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-5. Ruiz, 1968, núm. 12. Vat. Ap.
351.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7. Ruiz, 1968, núm. 9. Vat. Ap.
352.
As de Calagunis, de Augusto. Vives, CLVIII-3. Ruiz, 1968, núm. 13. Vat. Ap.
353.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9. Ruiz, 1968, núm. 16. Vat.
Ap. 354, 355.
Semis de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-10. Ruiz, 1968, núm. 19. Vat.
Ap. 356.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLM-1. Ruiz, 1968, núm. 21, vte. b.
Vat. Ap. 357, 358.
3 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4. Ruiz, 1968, núm. 23. Vat. Ap.
359-361.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLM-5. Ruiz, 1968, núm. 24. Vat. Ap.
362.
2 ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6. Ruiz, 1968, núm. 25. Vat. Ap.
363, 364.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-1. Vat. Ap. 322.
2 semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-9. Vat. Ap. 323, 324.
2 ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1. Vat. Ap. 325, 326.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7. Vat. Ap. 328.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8. Vat. Ap. 330.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-6. Vat. Ap. 327.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10. Vat. AP. 329.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-5. Vat. Ap. 331.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-12. Vat. Ap. 332.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-4. Vat. Ap. 334.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIII-l. Trillmich, 1973, serie 111,
tipo 5. Vat. Ap. 97.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Trillmich, 1973, serie 1 ,tipo 4. Vat. Ap. 333.
1
2 ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-l. Vat. Ap. 381, 382.
As de Ercavica, de Tiberio. Vives, CLXII-5. Vat. Ap. 383.
As de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-1. Vat. Ap. 379.
Semis de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-4. Vat. Ap. 380.
As de Gracurris, de Tiberio. Vives, CLXIII-1. Vat. Ap. 388.
2 ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-2. Vat. Ap. 384, 385.
[page-n-121]
120
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
'
2
4
6
4
2
5
5
2
3
6
5
2
2
3
2
3
3
2
7
4
6
3
2
5
4
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-3. Vat. Ap. 386.
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-4. Vat. Ap. 387.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-3. Vat. Ap. 51.
As de Segobriga, de Augusto. Vives, CXXXV-4. Vat. Ap. 52.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5 (7). Vat. Ap. 56.
semis de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-7. Vat. Ap. 53, 54.
As de Segobriga, de Calígula. Vives, CXXXV-9. Vat. Ap. 55.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 117. Vat. Ap. 38.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2. Vat. Ap. 283-286.
semis de Iiici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4. Vat. Ap. 287-292.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-6. Vat. Ap. 293.
Semis de Iiici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-7. Vat. Ap. 294.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10. Vat. Ap. 295-298.
semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXTII-11. Vat. Ap., 299, 300.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXTII-13. Vat. Ap. 301-305.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2. Vat. Ap. 221.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5. Vat. Ap. 223-227.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1. Vat. Ap. 219, 220.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7. Vat. Ap. 228-230.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-9. Vat. Ap. 23 1.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-3. Vat. Ap. 222.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-1. Vat. Ap. 236.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10. Vat. Ap. 245-250.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12. Vat. Ap. 251-255.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXX-16. Vat. Ap. 234, 235.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-8. Vat. Ap. 240-241.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9. Vat. Ap. 242-244.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15. Vat. Ap. 232, 233.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5. Vat. Ap. 237-239.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-14. Vat. Ap. 256-258.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-15. Vat. Ap. 259, 260.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1. Vat. Ap. 261-267.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-2. Vat. Ap. 268.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-3. Vat. Ap. 269-272.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-4. Vat. Ap. 273.
ases de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-7-10. Vat. Ap. 274-279.
semis de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-11. Vat. Ap. 280-282.
As de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-5. Vat. Ap. 409.
Semis de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-6. Vat. Ap. 410.
Semis de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-6. Vat. Ap. 411.
As de Acci, de Tiberio. Vives, CLXVI-8. Vat. Ap. 412.
As de Acci, de Tiberio. Vives, CLXVI-8 (?). Vat. Ap. 413.
Semis de Acci (?l. Vives, CLXVI-9 6 CLXVII-2. Vat. Ap. 414.
ases de Acci, de Calígda. Vives, CLXVI-12, Vat. Ap. 415, 416.
Dupondio de Col. Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2. Vat. Ap. 397.
ases de Col. Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3. Vat. Ap. 398-402.
semis de Col. Patricia, de Augusto. Villaronga, 1979-a, núm. 1.004. Chaves,
1977, núm. 625. Vat. Ap. 404-407.
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVm-9. Chaves, 1978, serie III, p. 134. Vat.
Ap. 422.
[page-n-122]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
121
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVm-9. Chaves, 1978, núm. 125. Vat. Ap. 421.
Semis de Italica. Vives, CIXVIII-12. Chaves, 1978, serie IV, p. 140. Vat. Ap. 423.
Dupondio de Col. Romula, de Tiberio. Chaves, 1979-b, núm. 207. Vat. Ap. 417.
As de Col. Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-3. Chaves, 1979-b, núm. 356 (?).
Vat. Ap. 419.
As de Col. Romula, de Tiberio. Chaves, 1979-b, núm. 372. Vat. Ap. 418.
Semis de Col. Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-4. Chaves, 1979-b, núm. 433.
Vat. Ap. 420.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.414. Vat. Ap. 217.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.444. Vat. Ap. 21 5.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.487. Vat. Ap. 216.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2. Vat. Ap. 218.
Quadrans de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 156. Vat. Ap. 213.
Quadrans de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 156. Vat. Ap. 214.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXiV-13. Chaves, 1979-b, núm. 362.
Vat. Ap. 389.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-3. Chaves, 1979-b, núm. 417. Vat.
Ap. 403.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXiV-13. Vat. Ap. 392.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13. Chaves, 1979-b, núm. 383.
Vat. Ap. 390.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CWV-13. Vat. Ap. 391.
Semis de Traducta, de Augusto. Vives, CWV-15. Chaves, 1979-b,núm. 596. Vat.
Ap. 394.
2 semis de Traducta, de Augusto. Chaves, 1979-b, núm. 594. Vat. Ap. 393,
395.
Semis de Traducta, de Augusto. Chaves, 1979-b, núm. 566. Vat. Ap. 396.
2 ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-15. Gil, 1946, núm. 34. Vat. Ap.
318, 319.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-7 (?). Vat. Ap. 320.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9. Vat. Ap. 321.
As de Ebora, de Augusto. Vives, CLXV-2. Chaves, 1979-b, núm. 66. Vat. Ap.
408.
NAQUERA (Valencia)
Cf.: Cova dels Estudiants; Satarenya; Reana, La.
NUCIA, L (Alacant)
A
Almarche, 1918, p. 125.
(c.. .monedas ibéricas. ..»
NULES (Castelló)
Cf.: Benicató.
OCATA (Masnou, Barcelona)
As ibérico de Eusti.
Semis de Untikesken. Vives, XIV- 11.
As ibérico de Lauro.
ODENA (Barcelona)
Nuix, 1964-65, p. 272.
As de Kese.
[page-n-123]
122
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
OLERDOLA (Barcelona)
Martin Valls, 1967, p. 138.
Ae de Kese.
OLESA DE MONTSERRAT (Barcelona)
H. M. 139.
Dracma sasánida de Sapor 1, de Persia.
OLIETE (Teruel)
Cf.: Palomar, El.
OLIVAR D'ALQUERIES (Elx, Alacant)
Ramos Folqués, 1953, p. 344.
Medio bronce de Carthago Nova, de Augusto.
OLOCAU DE CARRAiXET (Valencia)
Cf.: Lloma de Les Clotxes.
OLRIOLS (Tamarite de Litera, Huesca)
Domínguez, 1979-a, pp. 25-31
As de Iltirta. Vives, XXVIII-11.
ORPESA (Castelló)
Cf.: Torre del Rei.
OSCA (Huesca)
Cf.: Fosalé.
PACS (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-3.
PADRETS, ELS (Blanes, Girona)
Vila et alii, 1977-78, pp. 222, 227,
235, 236, 239 y 240.
Corte G/1 encima tejas.
«Medio as muy desgastado. Reverso proa de nave.»
Corte G/l nivel tejas.
Quinario. RRC 333, 1; Roma; 97 a.c.
As romano-republicano.
As de Kese, sin determinar.
Corte G/O estrato bajo tejas.
Medio as de bronce.
Semis de Untikesken.
2 ases de Untikesken.
Corte G/l estrato bajo tejas.
As de Lugdunum, de Augusto.
Corte G/O G/1 limpieza agujeros del pavimento.
3 ases de Untikesken.
PAIS VALENCIANO
Delgado, 1876, 1 1 pp. 86, 244,
1,
248, 351.
Ases de Kelin.
[page-n-124]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
2
5
3
3
Monedas de Kili.
Monedas de Ieso.
monedas de Kelin.
Moneda de Tabaniu.
Moneda de Tamaniu.
monedas de Alaun.
monedas de Saitabi.
monedas de Saguntum.
monedas de Valentia.
Moneda de Titum.
Moneda de Bilbilis.
PALAU, EL (Sant Andreu de la Barca, Barcelona)
Clopas Batlle, 1956, p. 153.
Ae de Claudio 1.
PALAU D'ANGLESOLA (Lleida)
Ae de LEmporion?
PALLARUELO DE MONEGROS (Huesca)
H. M. 236.
As de Ilerda, de Augusto.
PALOMAR, EL (Oliete, Teruel)
Beltrán Martínez, 1958, p. 3 1.
2 monedas ibéricas del jinete.
PAMPLONA (Región)
16
21
15
6
1
24
3
10
11
7
H. M. LXXVI.
En el Museo Arqueológico de Pamplona:
Denario de Bolskan.
Denario de Sekobirikes.
As de Sekia.
As de Orosis.
Denario de Baskunes.
As de Barskunes.
As de Bentian.
As de Tamaniu.
Algunas monedas de Baskunes.
Mateu y Llopis, 1944, pp. 2 17-22 1.
En el Monetario de la Catedral:
denarios de Bolskan.
denarios de Turiasu.
denarios de Sekobirikes.
denarios de Arekoratas.
denario de Sekia.
denarios de Baskunes.
denarios de Bentian.
denarios de Arsaos.
ases de Bolskan.
ases de Iaka.
[page-n-125]
124
11
7
6
6
4
3
2
1
2
2
1
1
10
38
12
10
1
11
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ases de Sekia.
ases de Bilbilis.
ases de Belikiom.
ases de Ekualakos.
ases de Sekaisa.
ases de Turiasu.
ases de Kaiskata.
as de Arekoratas.
ases de Titiakos.
ases de Orosis.
as de Sekotias.
as de Ilturo.
ases de Sekobirikes.
ases de Arsaos.
ases de Barskunes.
ases de Baskunes.
as de Oilaunikos.
ases de Bentian.
PANTICOSA (Huesca)
Beltrán Martínez, 1954, p. 139;
Lostal, 1977, pp. 9-10; H. M. 740.
Hallazgos efectuados en el balneario:
As de Arse. Vives, XVIII-3, 2.
As de Celsa, de Tiberio.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
Semis frustro.
Quadrans frustro.
PARDINES (Algemesí, Valencia)
H. M. 1.601; Ripollés, 1980-a, p.
20.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
PARPALLO (Gandia, Valencia)
R. M. 1.518.
As romano-republicano sextantal.
PEDRIS (VaUfogona de Balaguer, Lleida)
H. M. 652.
Dupondio de Iltirta.
PEGO (Alacant)
Cf.: Alquería de Castelló; Castell d'Ambra.
PENEDES, EL (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
En esta comarca se han recogido los siguientes hallazgos:
As de Lauro. Vives, XXI-5.
2 ases de Kese. Vives, XXXIII-4.
2 ases de Kese. Vives, XXXLTI-15.
As de Kese. Vives, XXXIV-10.
As de Kese, Vives, XXXV-10.
[page-n-126]
CORPPS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4 ases de Kese.
2 ases del grupo centro catalán.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-9.
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
As de Sekotias. Vives, LM-1.
Semis de Castulo. Vives, LXX- 11.
As de Castulo. Vives, LXXI.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
Dupondio de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-4.
Dupondio de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXXI-1.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
As de Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-3.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-?
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX- 1.
Triens romano-republicano del S.E. de Italia. RRC 85, 4; 211-210 a.c.
As romano-republicano, RRC 2 15, 2a; Roma; 148 a.c.
As romano-republicano. RRC 113, 2 ; Roma; 206-195 a.c.
Denario de ((Italia)),de Augusto. RIC 33.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. RIC 64.
.
PENES ROGES (Aitona, Lleida)
H. M. 891.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-3, vte.
PICO DE LOS AJOS (Yátova-Cortes de Pallás, Val6ncia)
Ripollés, 1979-b, p. 134.
As de Kelin. Vives, LXVII-1.
PIEDRA TAJADA (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 119, not a 7.
As de Iltirta, con reverso jinete con palma.
PINEDA DE MAR (Barcelona)
Soler Casellas, 1979, p. 283.
Denario. RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
Estol, 1980.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-5.
PLA DE L'ARC (Cabanes, Castelló)
Ripollés, 1975, p. 191.
As de Roma, de Calígula. BMC 72-73; 40 d.C.
Ripollés, 1980-a, p. 91.
Semis de Lugdunum, de Tiberio. BMC 588 (?l.
As de ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 12 1.
PLA DE LES LLOSES (Tona, Barcelona)
H. M. 1.252.
En una sepultura ibérica:
[page-n-127]
126
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Ausesken.
Semis de Ausesken.
POBLA DE VALLBONA (Valencia)
Almarche, 1918, p. 131.
Moneda de Kili.
POBLA TORNESA (Castelló)
H. M. 1.448.
As de Kelse. Vives, LXI-7.
Cf.: Balaguera, La.
POLA (Tossa, Girona)
Zuchitello, 1978, p. 37.
As romano-republicano uncial.
3 ases de Untikesken.
POLLENTIA (Alcudia, Mallorca)
H. M. 543.
Denario romano-republicano de L. Semp. Pitio.
As de Claudio 1 RIC 66.
.
H. M. 639.
Procedentes de las excavaciones realizadas por J. Amorós son las monedas
que, a continuación, se relacionan:
Departamento B. Sector B. Nivel inferior.
As uncial romano. 36 g. Núm. 23.
As uncial romano. 27 g. Núm. 24.
As uncial romano. 27 g. Núm. 25.
As uncial romano. 25 g. Núm. 26.
As uncial romano. 20 g. Núm. 27.
Departamento B. Sector B. Nivel medio.
As uncial romano. 29 g. Núm. 53.
As uncial romano. 22 g. Núm. 54.
As uncial romano. 22 g. Núm. 55.
Mediano bronce de Augusto. Núm. 50.
As de Claudio. Núm. 62.
Departamento A y B. Sector H. Nivel medio e inferior.
As uncial romano. 3 1 g. Núm. 40.
As partido de Empúries. Núm. 42.
As de Claudio 1. Núm. 43.
Departamento A. Sector B. Nivel medio.
As de Empúries. Núm. 57.
As de Emerita, de Augusto. Núm. 56.
P. posterior. Sector B. NiveI superior.
As semiuncial romano. 18 g. Núm. 43.
Semis de Untikesken. Núm. 44.
Línea de puntos de la figura 2. Nivel medio.
As uncial romano. 23 g. Núm. 69.
As uncial romano. 22 g. Núm. 68.
Sestercio de Roma, de Druso, acuñado por Tiberio. Núm. 64.
As de Calígula. Núm. 66.
As de Untilresken. Núm. 62.
[page-n-128]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
4
9
16
7
21
Sector H. Dep. Impluvium.
As uncial romano. 26 g. Núm. 35.
As semiuncial romano. 7 g. Núm. 36.
Departamento D. Sector B. Nivel superior.
Triens uncial romano. 8 gr. Núm. 29.
Departamento C. Sector B.
Denario romano-republicano. RRC ¿464?Núm. 7 1.
Denario romano-republicano. R.
RRC 255, 1; Roma; 130 a.c.
Núm. 70.
Ae de Claudio. Núm. 72.
N. M. Sector D.
As de Untikesken. Núm. 46.
Dupondio de Iltirta. Núm. 48.
Departamento F. Sector A.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa, partido. Núm. 58.
Grupo vario
As de Belikiom. Núm. 14.
H. M. 667.
Hallazgos esporádicos recogidos en el Museo de Alcudia.
As de Seteisken. Resello E. M.
As de Emporion, partido.
As de Claudio 1.
As de Carthago Nova. Reacuiiado.
H. M. 668; Amorós-Almagro-Arribas, 1954, pp. 290-292.
Hallazgos en el teatro:
As de Untikesken. Vives, XII-5.
As de Kese.
As de Nemausus, de Augusto.
As de Roma, de Augusto.
As de Claudio 1. RIC 66.
ases de Claudio 1. R I C 68.
H. M. 671.
ases de Untikesken.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24, núm. 100.
Semis de Tingis.
Pequeiio bronce de Leptis Magna.
ases de Nemausus, de Augusto.
ases de Kese.
As de Iltirta.
denarios consulares.
H. M. 672; Campo, 1976-a, p. 76.
As uncial republicano.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 96.
Llabrés-Jsasi, 1934, p. 28.
Hallazgos de las campañas de excavación de 1930 y 193 1.
Ar romano-republicano de L. Rubrius.
Ar de Claudio 1.
monedas ((greca-ibéricas)).
Alguna pieza de ~ m p ú r i e s .
[page-n-129]
128
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Además, se relacionan los siguientes hallazgos:
Ases de familia y anónimos.
Quadrans de familia y anónimos.
Nemausus.
Augusto.
Agrippa.
Claudio 1.
H. M. 673.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. l . " capa P. 2 .
Sextans romano-republicano. Núm. 16.
3 ases ampuritanos, partidos. Núms. 1 , 2 y 3.
As ampuritano, frustro. Núm. 4.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. 2." capa. P. 3.
As uncial partido. Núm. 10.
As de Claudio (?) frustro. Núm. 11.
As ibérico, frustro. Núm. 12.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. 3." capa. P. 3.
2 ases de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. Núm. 1.
Ae frustro. Núm. 2.
As de Iltirta con reverso loba. Núm. 5 .
Denario republicano de la familia Capito Fonteia S.F. Núm. 8.
Corte 3 . Lado Oeste de l a muralla. 4.a capa. P. 5.
As uncial romano, 27'5 g. Núm. 1 .
As de Untikesken. Vives XIV-6. Núm. 2.
Ae de César. S. 1.025; RRC 476; incierta; 4 5 a.c. Núm. 3.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-6. Núm. 4.
As de Roma, de Augusto. Núm. 5.
As de Nemausus, partido. Resello M., en reverso. Núm. 6.
As de Nemausus, partido. Núm. 7.
Divisor de bronce, de época de Augusto. Núm. 8.
Corte 3. Lado Oeste de la Muralla. 5." capa. P. 6 .
As de Kese. Núm. 1.
Corte sur. 2." capa. P. 9.
As de Roma, de Augusto. Núm. 1.
Corte Sur. 3.a capa. P. 10.
As de Lauro. Vives, XXI-5. Núm. 1.
As de Untikesken. Núm. 4 .
As de Emporion. Núm. 5.
Corte Sur. 4.a capa. P. 11.
Mediano bronce de Augusto. Núm. 3.
As de Tiberio (?), frustro. Núm. 4.
Corte sur. 5." capa A. P. 12.
As republicano. 19 g. Núm. 1.
Superficie.
As de Agrippa. Núm. 1.
[page-n-130]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As romano-republicano. 20 g. Núm. 2.
As ampuritano, partido. Núm. 7.
As de la Betica, partido. Núm. 8.
Superficie. P. 7.
As republicano. 27 g. Núm. 2.
Moneda de Augusto. Núm. 9.
Denario de César. Núm. 10.
Corte 4. Capa A. P. 17.
Sestercio de Augusto. Núm. 1.
As de Carthago Nova, de Caiígula. Vives, CXXXII-8. Núm. 2.
Quadrans de Untikesken. Vives, XV-2. Núm. 3.
2 ases romanos, partidos. Núm. 4.
As romano-republicano, partido, uncial. Núm. 5.
Corte 4. Capa B. P. 18.
As romano-republicano. 23 g. Núm. 1.
As de Claudio 1. Resello NCAPR, en el anverso. Núm. 2.
2 ases de Augusto. Núms. 3 y 4.
As romano-republicano. 20 g. Núm. 6.
As romano, partido. Núm. 7.
Semis romano-republicano. 7 g. Núm. 9.
Corte 4. 3.a capa.
As uncial. 27 g. Núm. 1.
As uncial. 22 g. Núm. 2.
As de Germánico. Núm. 3.
As de Emporion. Núm. 4.
As de Germánico (?). Núm. 5.
As de Claudio 1 (?). Núm. 7.
As uncial, partido. Núm. 9.
Corte 4. 4.a capa. P. 16.
Mediano bronce, frustro. Núm. 1.
Denario de Augusto, de ceca móvil. RRC ¿497?; 42 a.c. Núm. 2.
Ae ibérico, partido. Núm. 3.
Corte 4. 5.a capa. P. 19.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa. Núm. 1.
As de Emporion. Núm. 2.
As semiuncial, partido. Núm. 3.
5 ases unciales. Núms. 4 y 8.
Semis uncial reducido. 8 g. Núm. 9.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12. Núm. 10.
As de Nemausus, partido. Núm. 11.
Corte 4. 7.a capa. P. 20.
As de Kelse. Núm. 1.
Corte 4. 8." capa. P. 21.
As de Untikesken. Núm. 1.
H. M. 722.
Ae de Vienne.
Almagro-Amorós, 1953-54, p. 245.
Necrópolis romana de Pollentia (23):
(23) Probablemente se trata de la misma moneda que publica MATEU Y LLOPIS,en H.
M. 627.
[page-n-131]
130
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sepultura núm. 24: as de Augusto, rest. de Tiberio. C. 228.
Sepultura núm. 39: as de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-2.
Tarradell-Arribas-Roselló, 1978,
pp. 215, 225, 240.
Casa de los Tesoros.
1
Habitación A. Nivel 1 .
Moneda de Nemausus, de Augusto.
Atrio y habitaciones del Sur y Oeste.
En el área Este:
Moneda de Nemausus, de Augusto.
Denario de C. Rubrius Dossenus.
En el área Norte:
Medio bronce de Nemausus, de Augusto.
Ae de Claudio.
En el área Oeste:
Medio bronce de Nemausus, de Augusto.
Habitación VI1 y IX.
Ae dorado de Claudio 1.
As de Sextus.
Complejo Este de habitaciones.
Habitación 1 . Nivel 1 1
1
1.
2 Ae ibéricos.
Habitación XI. Nivel 1 1
1.
Moneda de Augusto.
Casa Noroeste.
Habitación Al-A2. Nivel 1.
Moneda de Calígula.
Habitación D.
Moneda de Claudio. ((En plata dorada)) (sic).
Casa del norte de la de los dos tesoros.
En el ámbito XIV. Nivel 1 1
1.
2 medios bronces de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
2 Ae republicanos, de Sextus. 187-155 a.c.
Habitación XIII-VI.
Moneda de bronce de Sextus.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa, partidos.
POMPAELO (Pamplona)
Mezquíriz, 1958, pp. 23, 73, 94,
116, 214.
Hallazgos efectuados antes de 1956 en el solar del actual Colegio de Jesuitas
de Pamplona:
As de Claudio 1. R. ((Victoria Augusta)).
Moneda de Claudio 1, frustra.
En las excavaciones de 1956, aparecieron las siguientes monedas:
Estrato V. Sector C.
Moneda ibérica de Vasconia.
As de Baskunes.
Estrato VII. Sector C.
Ae de Germánico.
[page-n-132]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Estrato VII. Sector G.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Claudio 1. RIC 66.
As de Claudio 1. RIC 69.
Moneda ibérica indeterminada.
Mezquíriz, 1978, p. 208.
En las excavaciones de la plaza de San José, en el estrato V:
Moneda de Claudio 1.
PONTON, EL (Chalamera, Huesca)
Domínguez, 1975, p. 195; Lostal,
1977, pp. 80-81.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo B.
As de Bolskan, frustro.
Denario de Bolske.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núms. 23a y 31b.
12 ases ibéricos frustros.
PORPORAS (Reus, Tarragona)
H. M. 51.
As de Carthago Nova, de Augusto. vives, CXXXI-10.
As de Gades. Vives, LXXIV-3.
3 bronces de Claudio 1.
H. M. 75.
As ibérico.
PORQUERES (Girona)
H. M. 1.227.
Semis de Untikesken. Vives, XV-5.
H. M. 1.365.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-7-8.
As frustro de UntikeskerdEmporion.
Denario de Q. Lutatius Cerco..
POYO, EL (Teruel)
H. M. 958.
As ibérico de Bilbilis, con anverso M.
As de Kelse, con anverso delfines.
As de Bilbilis, de Augusto, partido.
As de Claudio 1. RIC 66.
As de Caesaraugusta, de Calígula.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-12.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-4.
As de Celsa, de Augusto, Vives, CLXI-8.
2 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-12.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-1O
.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
[page-n-133]
132
LA CIRCULACION MONETARíA DE LA TARRACONENSE
PRADES (Tarragona)
Sanz, 1971-72, p. 75, fig. 3 y 4.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII- 1 y 2.
PRIORATO (Tarragona)
Cf.: Serra de la Llena.
PUEBLA DE HIJAR (Teruel)
Cf.: Castillejo, El.
PUIG CASTELLAR (Santa Coloma de Gramanet, Barcelona)
H. M. 809.
Dracma de imitación ampuritana. Anepígrafa.
Nuix, 1964-65, p. 276.
As de Baitolo. Vives, XXM-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
PUIG CASTELLET (Lloret de Mar, Girona)
H. M. 454.
As de Kese.
H. M. 457; Campo, 1976-a, p. 76.
As de Gades.
As romano-republicano. 32 g.
2 triens romano-republicanos. 10 y 8 g.
As de Cascantum.
As de Arekoratas.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
PUIGCERDA (Girona)
Padró, 1976, pp. 142-143.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Viveg. CL-2.
PUIG D'EN CANALS (Soller, Mallorca)
H. M. 598.
Didracma campaniense.
As romano uncial.
As mauritano, de Tamuda.
As de Iltirta.
As de Kese.
Denario romano-republicano. RRC 3 16, 1; Roma; 105 a.c.
Denario romano-republicano, frustro.
PUIG D'EN VALLS (Eivissa)
Román, 1906, p. XIX, 7 y 8; Campo,
1976-a, p. 77.
En este yacimiento apareció una moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm.
13.
Campo, 1976-a, p. 77.
Hallazgos esporádicos de veintidós monedas:
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 7.
5 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
[page-n-134]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
3
3
7
PUIG
5
4
4
4
2
3
6
9
,
12
11
4
6
14
5
4
2
5
2
2
4
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
monedas frustras.
DES MOLINS (Eivissa)
Román, 1906, p. IV, 2 d 6; Campo,
1976-a, p. 77.
Procedentes de la necrópolis se conoce la existencia de seis monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Moneda frustra.
Román, 1922, p. 38; Campo, 1976a, p. 77.
En las excavaciones de 1921 se encontraron cuarenta y nueve monedas de
Ebusus:
Román, 1923, p. 24; Campo, 1976a, p. 77.
En las excavaciones de 1923 se encontraron cincuenta y siete monedas de
bronce :
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1.976-a-, núm. 4.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 5.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 6.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 123.
Ae de Ebusus.
monedas hispano-cartaginesas.
Moneda romano-republicana.
monedas frustras.
monedas romano-imperiales,
Román, 1926, pp. 10, 29; Tarradell, 1974-a, pp. 227-228; Tarradell, 1974-b, pp. -264-265; Campo,
1976-a, p. 77.
En las excavaciones de 1924 se encontró un número, no determinado, de
monedas de Ebusus.
Campo, 1976-a, p. 77.
En las excavaciones de 1946 se encontraron noventa y una monedas de
Ebusus:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, niun. 7.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae de Ebusiis. Campo, 1976-a, núm. XIX-l.
Ae de Ebusus.
Moneda hispano-romana.
monedas cartaginesas.
[page-n-135]
134
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
10 monedas romano-imperiales.
28 monedas frustras.
2 monedas modernas.
Moneda de Fernando VII.
Campo, 1976-a, p. 77.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 124. Existente en la colección de J.
Ramón, de Eivissa.
Fernández, 1976, pp. 35-36.
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII- l .
PUIGGRACIOS (Puiggraciós de Montmany, Barcelona)
H. M. 605.
2 ases de Kese. Vives, XXXIII-18; Vives, XXXIV-10.
PUIGGRACIOS DE MONTMANY (Barcelona)
Cf. : Puiggraciós.
PUNTA DE L'ILLA (Cullera, Valencia)
Cf.: Illa de Cullera, L'.
QUART (Girona)
Cf.: Creueta, La.
QUATRE PILANS (Lleida)
Cf.: Torre Viladegut.
QUATRETONDA (Valencia)
H. M. 1.467.
As de Caesaraugusta, de Augusto.
QUEROLA, L (Cocentaina, Alacant)
A
Visedo, 1959, p. 72.
Varias monedas autónomas de Saetabis.
RAPITA, LA (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As ibérico de ceca incierta.
H. M. 118.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-12.
RASCARA(Segorbe, Castelló)
H. M. 1.377.
((Cuatromedallas encontradas en el Campo de Segorbe y en el montecillo de
Rascaña, cuyas medallas tienen grabadas el toro y la media luna creciente
encima de los cuernos del toro.,
REANA, L (Naquera, Valencia)
A
H. M. 359.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2 ó 3.
RECODO DE MARIOLA (Alfafara, Alacant)
Martínez Aloy, 1913, p. 265.
Moneda autónoma de ((Játiva)).
[page-n-136]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
REGALFARI ( Alcalá de Xivert, Casteiló)
Ripollés, 1980-a, p. 88.
En esta partida:
As de Baitolo. Vives, XXIX-1.
REGENTA, L (Borriana, Castelló)
A
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 69.
REQUENA (Valencia)
Cf.: Villares de Campo.
REUS (Tarragona)
Cf. : Grossa; Pórporas.
RHODE (Roses, Girona)
Gurt, 1977, p. 105; Gurt, 1979-a,
pp. 39-44.
2
3
2
5
3
Acuñaciones hispánicas.
As de Saiti. Vives, XX-9.
ases de Castulo. Vives, LXX-8.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-2.
ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-2.
As de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de Carteia, del período de Augusto.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-2.
Acuñaciones romano-imperiales:
Denario de Lugdunum, de Tiberio. RIC 3.
ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 66.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 67.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 68.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 69.
dupondios, de Claudio 1 ¿Roma?
Martín-Nieto-Nolla, 1979, p. 265.
Durante las campaiías de excavaciones de 1976 y 1977, apareció en la habitación 04:
As de Kese.
Maluquer, 1966-b, p. 70.
Monedas de bronce de Rhode halladas en las diversas excavaciones efectuadas por el Instituto de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Museo Arqueológico de Girona.
A) Monedas de cobre o bronce con módulo y tipo de dracmas.
Zona del Hospital. Corte 2. Sector IV.
Ae de Rhode. 5'85 g. A. Cabeza femenina a izquierda. R. Rosa vista por encima. Reacuñada. Hill, lám. 1-4.
Corte 13. Estrato 11. Inventario núm. 8.
Ae de Rhode. 5'35 g. Semejante a la anterior. Reacuñada.
Corte 14. Estrato 1 . Inventario núm. 2 1.
1
Ae de Rhode. 4'27 g. Semejante a la anterior. Reacuiiada.
Calle N. Estrato III.
[page-n-137]
136
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ae de Rhode. 3'60 g. Semejante a la anterior. Reacuñada.
Calle IV. Estrato 1 1
1.
Ae de Rhode. 3'1 7 g. Semejante a la anterior. Reacuiíada.
B) Monedas a cobre o bronce con reverso rosa de perfil.
1.
Calle frente a H. 19, algo más al norte. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 1'41 g. A. Cabeza con ¿casco? R. Rosa de perfil.
Calle frente a H. 19. Estrato 111.
Ae de Rhode. 1'18 g. Semejante a la anterior.
Hallazgo superficial en tierras removidas.
Ae de Rhode. 1'08 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. frustro.
Hallazgo frente a H. 19. Estrato 1 1
1.
Ae de Rhode. 1'00 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. Rosa de perfil.
1.
Calle frente a H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'83 g. Semejante a la anterior.
Hallazgo superficial en el campo de fútbol de la ciudadela.
Ae de Rhode. 0'83 g. Semejante a la anterior. A la izquierda de la rosa, la letra griega P.
1.
Interior de H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'81 g. Semejante a la anterior. Sin letra griega en el reverso.
1.
H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'78 g. Semejante a la anterior.
1.
Corte B. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'76 g. Semejante a la anterior.
1.
Calle frente a H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode, 0'72 g. A. Cabeza ~diademada? la derecha. R. Rosa de Perfil.
a
1.
Calle Norte. Cardo. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'70 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. Rosa de perfil.
Corte 15. Estrato IIb. Inventario núm. 101.
Ae de Rhode. 0'42 g. Sebejante a la anterior.
RIERA, L (Monjas, Barcelona)
A
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
H. M. 119.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
RIERA DE SANT SIMO (Matarb, Barcelona)
Almagro et alii, 1945, pp. 134-138.
En los alrededores de su parte baja se han hallado muchos restos romanos..,
sin faltar las monedas, entre las que se encuentra una de plata de Rhode.
ROSES (Girona)
Cf.: Rhode.
ROVIRA ROJA, L (Barcelona)
A
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Kese. Vives, XXXIII-10.
As del grupo centro catalán.
H. M. 654.
As de Kese. Vives, XXXII-18.
[page-n-138]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
RUBI (Barcelona)
Cf.: Can Fatjó.
SABADELL (Barcelona)
As de Castulo. Vives, LXX-9.
As de Kelse.
As de Kese.
Cf.: Salut, La.
SAGUNT (Valencia)
Delgado, 1876, 111, p. 351.
Monedas de Arse-Saguntum.
Escrig, 1966, pp. 11-12.
Monedas de Plata de Arse. ~Villaronga,1967-a, clase VI?; H. M. 1.368.
As uncial de Roma.
As semiuncial de Roma.
As de Castulo. Vives, LXVIII-3.
As de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-?
Vera, 1970, pp. 19-22.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, VII-111-1.
Ae de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1974, pp. 24-26.
Ae de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1976, p. 40.
As de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1977, p. 28.
Mediano bronce de Saguntum, de Tiberio.
González, 1927, pp. 19-20.
En el Castillo:
Moneda de Arse.
Monedas bilingües de Sagunt.
Monedas hispano-romanas de Saguntum.
Moneda autónoma de Bilbilis.
Quadrans de Arse.
Vera, 1967, pp. 19-20; Villaronga,
1973-a, p. 85.
En el Castillo:
Moneda siculo-púnica. BMC Sicily, p. 225, núm. 1.
H. M. 1.064.
En el Teatro romano:
Ouadrans de Arse.
Beltrán Villagrasa, 1954-1955, p.
149.
As de Sagunturn, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, XII-111-V.
Cf.: Carsel, El; Grau Vell.
Ripollés, 1977-a, pp. 244-253.
Museo.
El Monetario del Museo Arqueológico de Sagunt, cuyas piezas no poseen ninguna indicación referente a su lugar de hallazgo, está formado, en su mayor
parte, por las piezas aparecidas en antiguas excavaciones y por las donacio-
[page-n-139]
138
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nes de los vecinos de Sagunt. Por lo tanto, pueden considerarse como hallazgos efectuados dentro de su término municipal.
Acuñaciones romano-republicanas:
Denario de la familia Satriena. RRC 388, lb; Roma; 77 a.c.
Acuñaciones hispánicas:
As de Untikesken.
As de Kelse. Vives, LXI-7.
As de Sekaisa. Vives, LXV-2.
As de Lakine. Vives, XXX-1.
As de Ekualakos. Vives, LV-2.
As de Saiti. Vives, XX-2.
Dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 2.
As de Arse. Vives, XIX-2.
As bilingüe de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 84.
2 ases bilingües de Arse-Saguntum.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6. Villaronga, 1967-a, núm. 76.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, clase VIII.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-10.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 94.
4 quadrans de Arse, dudosos.
Sextans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm, 82.
As de Valentia.
As de Obulco. Vives, XCVI-5.
As de Castulo. Vives, LXX-9.
Acuñaciones hispano-romanas:
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8 vte.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, C m - 1 .
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-7.
As de Calagurris, de Augusto. Ruiz Trapero, 1968, núm. 23.
6
As de Caesaraugusta, de Augusto. Gil Farrés, 1951, núm. L á 19.
2 ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-3 y 1.
4 ases de Saguntum, de Tiberio. Dos de ellos, Villaronga, 1967-a, núms. 113 y
120.
Acuñaciones romano-imperiales:
7 ases de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
2 sestercios de Roma, de Claudio 1. Uno de ellos, BMC, 124.
2 ases de Roma, de Claudio 1. BMC 149 y 140.
2 ases de acuñación local, de Claudio 1. BMC 149.
SALLENT (Barcelona)
As de Lauro.
2 monedas de Lauro.
Moneda de Iltirta.
SALUT,L (Sabadell, Barcelona)
A
As de Kontebakom.
As de Ilturo. Vives, XXIV-4.
[page-n-140]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
SAN AGUSTIN (Teruel)
H. M. 909.
As de Cascantum, de Augusto.
As de Augusto, frustro.
SA NITJA (Menorca)
As de Untikesken.
SAN JUAN DE LA
PERA (Huesca)
Lastanosa, 1645, p. 57.
Ae de Bhskunes.
SANS (Barcelona)
H. M. 138.
En tierras de escombros:
Moneda de Segobriga, de Caiígula.
SANSELLAS (Mallorca)
H. M. 1.027.
As de Emporion. Resello pescado raya. Vives, CXXIII-7.
As de Sextus Pompeius. S. 1.044.
SANTA BARBARA (Xixona, Alacant)
Llobregat, 1974-a, p. 144; Llobregat, 1974-b, pp. 98-99.
As de Saiti. Vives, XX-2.
SANTA CREU D'OLORDA (Molins de Rei, Barcelona)
H. M. 443.
As de Ilturo.
SANT AGUSTI (Eivissa)
Román, 1922, pp. 16-19; Campo,
1976-a, p. 78.
En las excavaciones de 192 1 aparecieron cincuenta y cinco monedas de
bronce, que proceden de dos yacimientos, Sa Borda y Can Curt, no pudiéndose distinguir qué monedas pertenecen a cada uno de los yacimientos.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, ,1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 4.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 10.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 63.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae frustras.
.
6
13
5
9
3
15
SANTA MAGDALENA (Banyoles, Girona)
H. M. 521.
As de Emporion. Vives, C m - 3 .
As ibérico incierto.
[page-n-141]
140
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
SANTA MARIA DE L'ESTANY (L'Estany, Barcelona)
H. M. 536.
Denario romano-republicano.
SANT ANDREU DE LA BARCA (Barcelona)
Cf.: Palau, El.
SANT ANDREU DE LLAVANERES (Barcelona)
H. M. 452.
Dracma griega ~ampuritana?
Amorós, 1950, p. 123, fig. 5.
Tetradracma de Siracusa, de Pirro, forrada. l.a mitad del siglo 1 1 (G.N.C.).
1
SANTES CREUS (Tarragona)
Cf.: Hort Gran.
SANT FELIU DE SABASSONA (Lleida)
H. M. 851.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
SANT GINES DE VILASSAR (Vilassar de Mar, Barcelona)
Ribas, 1970, p. 170.
5 monedas de Ilturo.
SANT GREGORI (Borriana, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As romano-republicano. 34'95 g.
SANT JULIA D'ANDORRA (Andorra)
H. M. 239.
8 ases de Bolskan.
As de Belikiom.
Semis de Celsa.
5 ases ibéricos fmstros.
Denario romano-republicano.
Denario de Augusto.
SANT JULIA DE RAMIS (Girona)
Pericot, 1952, p. 99.
En las excavaciones practicadas en este poblado ibérico:
Dracma de Emporion, del tipo Chrysaor.
SANT MARCAL (Barcelona)
Cf.: Castellet i Gornal; S q t Pere de Molanta; Vida d'Ordi.
SANT MARTI DE CARTELLAS (Centelles, Barcelona)
H. M. 979.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Kese. Vives, XXXII-2.
SANT MARTI SARROCA (Barcelona)
En los alrededores del Castillo:
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
[page-n-142]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
141
Mediano bronce de Calígula (?)
Pascua1 Guasch, 1964-1965, pp.
273-274.
Semis de Kese. Vives, XXXI-9.
2 ases de Kese.
SANT MIQUEL (Vinebre, Tarragona)
Campo, 1978-b, pp. 49-53.
Conjunto de monedas.halladas en el poblado ibérico de Sant Miquel, durante
las campañas de 1977-78 y 79.
As de Kese. Villaronga, 1979-a, núm. 769; 158-137 a.c.
As de Iltirta. Villaronga, 1979-a, núm. 36; 80-72 a.c.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1979-a, núm. 34; 104-80 a.c.
As de Kese. Villaronga, 1979-a, núm. 808; l a a
mitad del siglo 1.
As de Kese. No se aprecia el símbolo.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 94; 120-85 a.c.
As de Kelse. Villaronga, 1979-a, núm. 641; fines del siglo 1 a.c.
1
As de Bolskan. Villaronga, 1979-a, núm. 489; 105-80172 a.c.
As de Barskunes. Vives, XLV-9; 105-80 a.c.
Fragmento de as ibérico.
SANT MIQUEL (Llíria, Valencia)
H. M. 1 .
1
Ae de Carthago. Vives, 1, p. 41.
H. M. 427.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Untikesken.
H. M. 328; Ballester, 1949, p. 134;
Pla Ballester, 1957, p. 203; Guadán, 1968, pp. 159-160.
Fraccionaria ampuritana anterior a las dracmas. Guadán, 1970, clase 111,
tipo IV, grupo 1, núm. 75.
H. M. 515; Villaronga, 1973-a, p.
84; Campo, 1976-a, p. 74.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
2 Ae cartagineses de Africa. Vives, 1, p. 41.
Ae de Ebusus.
As romano-republicano semiuncial, partido.
As de Valentia. Vives, CXXV-1.
Moneda ibérica.
H. M. 540.
As romano de Emporion. Vives, CXXI-7 6 9.
Labor SIP, 1954, p. 40; Pla Bailester, 1957, p. 204; H. M. 721.
2 quadrans de Arse.
H. M. 965.
Ae massaliota.
H. M. 1.450; Uriel, 1924, pp. 82-83.
As de Untikesken.
Denario de Bolskan.
As bilingüe de Arse-Saguntum.
[page-n-143]
142
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As bilingüe de Saiti-Saetabi.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-9.
Labor SIP, 1954, p. 40.
Moneda de Celsa.
Moneda hispano-cartaginesa.
SANT MiQUEL DE SORBA (Sorba, Barcelona)
Serra Vilaró, 1922, pp. 38-40.
En las campañas de excavaciones efectuadas en este poblado ibérico, durante los años 1920-1921, apareció:
Denario de Bolskan.
As de Orosi. Vives, XLIX-2 (?)
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-7-8.
As de Kese.
4 ases ibéricos frustros.
SANT PERE DE MOLANTA (Sant Marqal, Barcelona)
H. M, 656.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5.
SANT VICENC DE CAMOS (Banyoles, Girona)
H. M. 648.
c) Untikesken. 24 g.
de
SA PLETA (Mallorca)
H. M. 557.
As romano-republicano de Sulla.
SA PORRASA (Mallorca)
H. M. 595.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa. Resello DD.
SASTAGO (Zaragoza)
Heiss, 1870, p. 150.
As de Seteisken.
Semis de Seteisken.
Quadrans de Seteisken.
SATARENYA (Naquera, Valencia)
H. M. CXXXVI.
Denario de Augusto.
SEBENDUMNUM (Besalii, Girona)
H. M. 1.078; H. M. 1.031.
Denario de C. Publicius Malleolus. B. 11, p. 333, núm. 8.
SECA DE SANT PERE (Lleida)
H. M. 854.
As de Bolskan.
As de Kesse.
SEGORBE (Castelló)
Denario de Bolskan.
[page-n-144]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 Ae de Claudio 1.
H. M. 1.068.
As de Saiti.
Cf.: Rascaña.
SENA (Huesca)
Cf. : Espartal.
SERRA DE FONT CALENT (Alacant)
Llobregat, 1974-b, p. 97.
As de Roma, de Tiberio. BMC 140; 36-37 d.C.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1974-a, p. 145; Llobregat, 1974-b,
p. 97.
As de Tamaniu.
A
SERRA DE L LLENA (Priorato, Tarragona)
H. M. 496.
As de Kese.
SERRA DE L'ESPASA (Capsanes, Tarragona)
H. M. 48.
9 ases ibéricos frustros, con reverso jinete con palma.
13 ases de Kese, de los cuales:
7 sin letra perceptible.
1 con símbolo clava. Vives XXXIII-4.
1 con símbolo Tu. Vives, XXXV-5.
3 con símbolo Ku. Vives, XXXV-1.
1 con símbolo timón. Vives, XXXII-8.
2 semis de Kese. Vives, XXXII-10.
Semis de Kese.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-10 vte.
7 ases de Kese, de los cuales:
1 con letra Ku. Vives, XXXV-l.
1 «con letra CON(sic).
2 con letra Ta. Vives, XXXIV-12.
1 con letra Te. Vives, XXXVI- 1.
2 sin marca perceptible.
As de Iltirta. Vives, XXVII- 13 vte.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
2 ases de Eusti.
As de Saltuie. Vives, XXX-2.
As de Uarakos. Vives, XLVI-7.
Quadrans de Arse. Vives, XM-19.
2 denarios de Bolskan.
Semis de Ebusus. Vives, LXXX-9 (24).
Denario romano-republicano, con signo de valor X.
Didracma campaniense, forrada.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
(24) Esta moneda es la misma que menciona CAMPO, 1976-a, p. 78, y BALIL, 1956, p.
111.
[page-n-145]
144
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
SERRETA, LA (Alcoi, Alacant)
Visedo Moltó, 1921, p. 20; Visedo
Moltó, 1959, p. 68; H. M. 1395;
Llobregat, 1972, p. 138; Ripollés,
1980-a, p. 117.
En el poblado:
3 Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, núm. 123 A.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
En el Santuario:
Semis romano-republicano. RRC 69, 3a; Sicilia; 211-208 a.c.
SEU D'URGELL, LA (Lleida)
As de Tanusia.
SIERRA DE SAN CRISTOBAL (Villena, Alacant)
Soler, 1952, p. 98.
2 quadrans ibéricos de Arse.
SIERRA MARTES (Yátova, Valencia)
Gómez Serrano, 1945, p. 69.
((Abundantes monedas púnicas, ibéricas y romano-valencianas.))
SIETE AGUAS (Valencia)
H. M. XVI.
Denario de L. Antestius. RRC 238; Roma; 136 a.c.
Denario de O. Lutatius Cerco. LRRC 305; Roma; 109-108 a.c.?
S'ILLOT (Mallorca)
Frey, 1968, p. 75; Campo, 1976-a,
p. 78.
Moneda de Ebusus.
SINARCAS (Valencia)
Palomares, 1966, p. 246.
As de Kelin.
As de Kelse.
As romano-republicano.
As de Valentia.
2 medios bronces de Claudio 1.
Cf.: Cerro de San Cristóbal.
SOCARRADA, LA (Badalona, Barcelona)
Cf.: Can Butinya.
SOLEIES, LES (Collbató, Barcelona)
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5.
SOLLANA (Valencia)
Cf.: Travesa.
SOLLER (Mallorca)
Cf.: Puig d'en Canals.
[page-n-146]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
145
SOLSONA (LIeida)
H. M. 5 14.
En los alrededores de esta localidad:
Una treintena de monedas de bronce ibéricas del jinete, de Iltirkes e Iltirkesken; una de Ausesken; un denario de Bolskan y un as de Kese.
H. M. XI.
En el Museo Arqueológico Diocesano de Solsona:
As de Orosi, reverso jinete con lanza.
H. M. 387.
2 ases de Kese.
Semis de Kese.
As de Sagunto.
As de Bolskan.
Denario de Bolskan.
As de Castulo.
As de Iltirta.
Sernis de Iltirta.
As de Lauro.
2 ases de Ilturo.
H. M. 1.243.
Ases ibéricos de Iltirkesken, hallados en diferentes ocasiones.
H. M. 1.378.
As de Ausesken.
As de Ore.
Cf.: Castell Vell.
SOM, EL (Tivenys, Tarragona)
H. M. 612.
As uncial de Roma. 35 g.
Dracma ibérica de tipo ampuritano con leyenda l o ] r s ~ ~ í .
H. M. 719.
As ibérico del tipo del jinete.
Sextans romano-republicano. 7'80 g.
H. M. 816.
Triens ibérico de Kese. Vives, XXXII- 1 1.
H. M. 1.181.
Denario de Bolskan.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
As de Claudio 1. RIC 66.
H. M. 759.
As de Kese. Vives, XXXIII- 18.
SONACASSANA (Menorca)
H. M. 12; Campo, 1976-a, p. 742.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
SON OMS (Mallorca)
Campo, 1976-a, p. 79.
En este yacimiento se encontró una moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm.
XVIII-B.
[page-n-147]
LA CIRCULACION MONETARLA DE LA TARRACONENSE
146
SORBA (Barcelona)
Cf.: Sant Miquel de Sorba.
SORT (Lleida)
H. M. 534.
Ae de Tarraco, de Augusto.
SOSES (Lleida)
Pita, 1953, p. 103; H. M. 1.244.
As de Kelse.
Cf.: Jebut.
TAFALLA (Navarra)
Delgado, 1876, 111, p. 271.
16 monedas de Barskunes.
TALATI DE DALT (Menorca)
H. M. 756;H. M. 831.
As de Augusto.
TAMARITE DE LITERA (Huesca)
Lostal, 1977,p. 48.
2 denarios republicanos.
H. M. 1.574.
As de Bolskan.
As de Calagurris, de Augusto.
As de Turiaso, de Tiberio.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. C. 70.
As frustro de Claudio o Nerva.
As de Roma, de Claudio 1.
As de Roma, de Claudio 1. RIC ¿66?
As de Claudio 1. RIC 68.
Cf.: Olriols.
TARRACO (Tarragona)
Serra Vilaró, 1932, pp. 112-116.
Durante la campaña de excavaciones del año 1930,realizada en la ciudad de
Tarragona, en la zona delimitada por las calles del Gasómetro, Fortuny, Gobernador González y Colón, se da noticia de los hallazgos monetarios efectuados en el transcurso de la misma, así como de otros, realizados esporádicamente, de los cuales se desconoce su exacta localización (25).
As de Bolskan. Hallado en la cloaca de la calle romana, manzana E.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8. Hallado en el departamento C de la figura 2.
As de Bilbilis. Hallado en el fondo del departamento C de la figura 2.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
Hallado en el oeste del departamento G de la fig.
2.
As de Kese. Hallado en la manzana G.
As de Kese. Vives, XXXV-8. Hallado en la manzana B.
Quadrans de Kese. Vives, XXXI-16.Hallado en la manzana G.
(25) Los lugares de hallazgo van referidos, según lo hace el autor, siguiendo su plani-
metria.
[page-n-148]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
5
2
8
11
3
2
17
4
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11. Hallado en el silo 13.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2. Hallado en la fig. 2 D.
As ibérico incierto. Hallado en la manzana G.
As ibérico incierto. Hallado en el silo 13.
Gran bronce de Roma, de Claudio 1. RIC 64. Hallado en el rincón de la taberna que hay frente al intercolumnio R.
As de Claudio 1. RIC 66. Hallado en el silo 14.
Mediano bronce de Claudio 1. Hallado en el silo 13.
Mediano bronce de Claudio 1 (?l. Hallado en el silo 14.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. Hallado en la taberna, frente al intercolumnio R., fig. 24.
Hallazgos esporádicos:
Moneda de bronce, en el anverso cabeza de Hércules con barba y láurea, a la
derecha; en el reverso, un elefante marchando a la derecha. ~Hispano-cartaginesa? (26).
Ae de Gades, en el anverso cara de frente; en el reverso, delfín y leyendas.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, ¿período II?
Pequefio bronce de Massalia, con reverso toro embistiendo.
As de Baitolo. Vives, XXXIX-l.
ases de Kese, en mal estado de conservación.
ases de Kese. Vives, XXXV-l.
As de Kese. Vives, XXXV-5.
Semis de Kese. Vives, XXXV-6.
Semis de Kese. Vives, XXXII-2.
Semis de Kese.
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11.
ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
As de Claudio 1. RIC 69.
As de LClaudio I? RIC 66.
ases ibéricos frustros.
H. M. 204.
Ae de Tarraco, de Augusto.
H. M. 279.
Aureo de Lugdunum, de Augusto. C. 42.
H. M. 450.
As de Iltirta o Iltirkesken.
H. M. 1.481.
En los jardines de la Catedral:
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
Tulla-Beltrán-Oliva, 1927, pp. 7778.
En las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la necrópolis paleocristiana, durante los años 1923- 1924, aparecieron:
ases de Kese.
monedas de Kese.
Semis de Kese.
Divisor de Kese.
(26) Esta es la misma moneda que reseña VILLARONGA, 1973-a, p. 85.
[page-n-149]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
148
As ibérico.
Moneda de Augusto divinizado.
Monedas de ((Calígula con Agrippa)).
19
11
4
9
Serra, 1928, p. 93.
En las excavaciones realizadas en la necrópolis paleo-cristiana, durante los
años 1926-1927, aparecieron:
Divisor ibérico.
Moneda jgriega?
Ae de Claudio 1.
Solsona, 1954, p. 280.
Monedas de Claudio 1.
Serra, 1929, pp. 135-138.
En la necrópolis paleo-cristiana, en las excavaciones llevadas a cabo en el
año 1928, se recuperaron las siguientes monedas:
Mediano bronce autónomo, tipo caballo, leyenda Cose (?l.
monedas autónomas en pésimo estado de conservación. Entre ellas:
Moneda de Kese.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-6, 7 y 9.
Quadrans de Malaca.
Del resto se distinguen los tipos de la cabeza y el caballo o jinete.
Algunas monedas de Augusto.
Serra, 1935, pp. 78, 80-81; Campo,
1976-a, p. 79.
Procedentes de las excavaciones de la necrópolis paleo-cristiana:
(Pequeño bronce griego. A. Cabeza barbada con casco a izquierda. R. Planta
o escorpión.))
ases ibéricos.
Quadrans ibérico.
quadrans de Kese. Uno de ellos, Vives, XXXIII-13.
Sextans de Kese.
Ae de Ebusus.
As bilingüe Kelse-Cel. Vives, LXII- 10.
Semis de Ilerda, de Augusto.
As de Bilbilis, de Augusto.
Semis de Tarraco, del período de Tiberio.
Mediano bronce de Claudio 1.
Pequeño bronce de Claudio 1.
pequeños bronces frustros.
Avellá, 1979, núm. 1-56.
En esta tesis de Licenciatura se recopilan todos los hallazgos monetarios (27)
efectuados en la necrópolis de Tarragona. De ellos, los que se insertan dentro
de nuestro marco cronológico, son los siguientes:
Sextans romano-republicano. RRC 63, 6; Sardinia; 211 a.c.
As romano-republicano. Anónimo. 28'65 g.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, tipo VIII.
Semis de Kese. Vives, XXXI-4.
As de Kese. Vives, XXXIII-4.
(27) Estos hallazgos han sido estudiados por L. AVELLACO~ precisibn mucho mayor
una
que lo que fueron en las publicaciones antiguas, que también incluimos.
[page-n-150]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
2
7
2
2
3
2
2
2
6
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-7.
As de Kese. Vives, XXXIV-8 (?).
Semis de Kese. Vives, XXXIV-9.
semis de Kese. Vives, XXXV-4.
ases de Kese. Vives, XXXV-1.
As de Kese. Vives, XXXV-5.
ases de Kese, sin referencia.
As de Kese, sin referencia.
Semis de Kese, sin referencia.
quadrans de Kese, sin referencia.
Sextans de Kese, sin referencia.
As bilingüe de Kelse. Vives, LXII-9.
Quadrans de Arse.
Ae de Ebusus.
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, QWCnr-3.
semis de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Roma, de Augusto. RIC 186.
Dupondio de Roma (?), de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 7,
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
ases de Roma (?), de Claudio 1. RIC 66 6 69.
quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 72.
As local, de Claudio 1. RIC 69.
As local, de Claudio 1. RIC 66 6 69.
ases locales de Claudio 1. RIC 68.
As local, de Claudio 1. RIC 66.
As local, de Claudio 1.
Ae ibéricos inclasificables.
TARRAGONA
Richard, 1977, pp. 71-78; Richard,
1983 (en prensa).
Museo Arqueológico Provincial (28).
El Monetario de este Museo guarda una importante colección de monedas galas, romano-republicanas, ibéricas e ibero-romanas. SU casi totalidad no posee procedencia, aunque el autor considera que, probablemente, buena parte
de ellas han sido halladas en la misma ciudad de Tarragona, sin descartar la
posibilidad de que algunas provengan del comercio.
1
Obolo massaliota con reverso rueda y MA. La Tour, pl. 1 687; núm. inv.
2.767.
Dracma massaliota. La Tour, pl. 111; núm. inv. 2.766.
8 pequeños bronces massaliotas con reverso toro embistiendo; núm. inv. 3.304,
875, 1.841, 1.865, 2.248, 2.249,3.793 y 3.794. Los dos últimos han sido hallados en el Foro.
(28) Queremos dejar constancia de la gentileza de J. C. M. Richard, al habernos facilitado la relación de monedas ibbricas e hispano-romanas y autorizar su utilización para nuestro
estudio.
[page-n-151]
[page-n-152]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
3
2
2
2
2
3
2
Denario. RRC 204, 1; Roma; 152 a.c.; núm. inv. 27.
Denario. RRC 205, 1 ; Roma; 151 a.c.; núm. inv. 2.495.
Dqnario. RRC 2 16, 1; Roma; 148 a.c.; núm. inv. 2.487.
Denario. RRC 220, 1; Roma; 145 a.c.; núm. inv. 2.471.
Denario. RRC 235, l a ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 2.493.
Denario. RRC 236, 1 ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 3.574 (forrado).
Denario. RRC 236, l e ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 2.482.
Denario. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.; núm. inv. 2.477.
denarios. RRC 249, 1 ; Roma; 132 a.c.; núm. inv. 902 y 2.462.
Denario. RRC 259, 1; Roma; 129 a.c.; núm. inv. 3.611.
Denario. RRC 273, 1; Roma; 124 a.c.; núm. inv. 2.475.
Denario. RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.; núm. inv. 2.483.
Denario. RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.; núm. inv. 5.991.
denarios. RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.; núm. inv. 2.03 1, 2.496 y 5.978 (forrado).
Denario. RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.; núm. inv. 5.990.
Denario. RRC 28 1, 1; Roma; 119 a.c. ; núm. inv. 2.039.
Denario. RRC 282, 1; Narbo; 118 a.c.; núm. inv. 2.473 (forrado).
denarios. RRC 282, 4; Narbo; 118 a.c.; núms. inv. 2.465 y 2.466.
Denario. RRC 283, lb; Roma; 118-117 a.c.; núm. inv. 2.047.
denarios. RRC 284, l a ; Roma; 117-116 a.c.; núms. inv. 2.037 y 2.043.
Denario. RRC 284, l b ; Roma; 117-116 a.c.; núm. inv. 2.054.
Denario. RRC 289, 1 ; Roma; 115-114 a.c.; núm. inv. 3.654.
Denario. RRC 291, 1; Roma; 114-113 a.c.; núm. inv. 2.502.
Denario. RRC 297, l a ; Roma; 112-111 a.c.; núm. inv. 2.046.
denarios. RRC 299, l a ; Roma; 111-110 a.c.; núms. inv. 2.045 y 3.655 (forrado).
denarios. RRC 299, l b ; Roma; 111-1 10 a.c.; niirns. inv. 914 y 5.542.
Denario. RRC 300; Roma; 110-109 a.c.; núm. inv. 2.498.
Denario. RRC 302, 1 ; Roma; 109-108; núm. inv. 2.489.
Denario. RRC 316, 1 ; Roma; 105 a.c.; núm. inv. 2.491.
Denario. RRC 317, 3a; Roma; 104 a.c.; núm. iny. 2.494.
denarios. RRC 317,2-3; Roma; 104 a.c.; núms. inv: 29, 189,3.084 (forrado).
Denario. RRC 322, l b ; Roma; 102 a.c.; núm. inv. 3.160 (forrado).
Denario. RRC 324, 1; Roma; 101 a.c.; núm. inv. 2.038.
Denario. RRC 328, 1; Roma; 100 a.c.; núm. inv. 2.040.
Quinario. RRC 333, 1 ; Roma; 97 a.c.; núm. inv. 2.509.
Denario. RRC 335, 3d; Roma (?); 96 a.c.; núm. inv. 2.050.
Denario. RRC 340, 1; Roma; 90 a.c. 15 RRC 408, 1; Roma; 67 a.c.; núm. inv.
5.979 (forrado).
Denario. RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.; núm. inv. 5.992.
denarios. RRC 342, 5a-b; Roma; 90 a.c.; núms. inv. 2.027 y 2.467.
Denario. RRC 344, l b ; Roma; 89 a.c.; núm. inv. 2.490.
Denario. RRC 344, 2; Roma; 89 a.c.; núm. inv. 2.488.
Denario. RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.; núm. inv. 2.507.
Quinario. RRC 345, 2; Roma; 88 a.c.; núm. inv. 2.460.
Denario. RRC 350A, 2; Roma; 86 a.c.; núm. inv. 2.512.
Denario. RRC 353, l a ; Roma; 85 a.c.; núm. inv. 2.048.
Denario. RRC 363, Id; Roma; 82 a.c.; núm. inv. 2.034.
Denario. RRC 364, Id; Roma; 83-82 a.c.; núm. inv. 2.468.
[page-n-153]
152
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
3
2
4
3
2
2
Denario. RRC 367, 5; móvil con Sulla; 82 a.c.; núm. inv. 2.503.
Denario. RRC 374, 2; Norte de Italia; 81 a.c.; núm. inv. 2.042.
Denario. RRC 379, 2; Roma; 80 a.c.; núm. inv. 2.486.
Denario. RRC 380, 1; Roma; 80 a.c.; núm. inv. 2.052 (forrado).
Denario. RRC 382, l b ; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.055.
Denario. RRC 383, 1; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.030.
Denario. RRC 384, 1; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.036.
Denario. RRC 386, 1 ; Roma; 78 a.c.; núm. inv. 2.485.
Denario. RRC 387, 1; Roma; 77 a.c.; núm. inv. 2.470.
Denario. RRC 392, l a ; Roma; 75 a.c.; núm. inv. 2.511 (forrado).
Denario. RRC 401, 1; Roma; 71 a.c.; núm. inv. 2.024.
Denario. RRC 405, 5; Roma; 69 a.c.; núm. inv. 2.461.
Denario. RRC 406, 1; Roma; 69 a.c.; núm. inv. 2.508.
Denario. RRC 408, lb-138-169; Roma; 67 a.c.; núm. inv. 2.035.
Denario. RRC 409, 1; Roma; 67 a.c.; núm. inv. 2.464.
denarios. RRC 422, lb; Roma; 58 a.c.; núms. inv. 2.041, 2.476 y 2.504.
denarios. RRC 425, 1; Roma; 56 a.c.; núm. inv. 2.049 y 5.993.
Denario. RRC 427, 1; Roma; 56 a.c.; núm. inv. 2.022.
Denario. RRC 428, 3; Roma; 55 a.c.; núm. inv. 6.800 (incompleta).
Denario. RRC 429, 2a; Roma; 55 a.c.; núm. inv. 23.
Denario. RRC 433, 2; Roma; 54 a.c.; núm. inv. 1792 (forrado).
Denario. RRC 436, 1 ; Roma; 52 a.c.; núm. inv. 2.5 10 (partido).
Denario. RRC 437, 2b; Roma; 51 a.c.; núm. inv. 2.479.
denarios. RRC 443, 1;móvil con César; 49-48 a.c.; núms. inv. 2.440, 3. 656,
3.657 y 3.658 (forrados).
Denario. RRC 448, l a ; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.051.
Denario. RRC 448, 2a; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.053.
Denario. RRC 449, l a ; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.513.
Denario. RRC 450, 3a; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.478.
Denario. RRC 459, 1 ; Africa; 47-46 a.c.; núm. inv. 2.033.
Quinario. RRC 462, 2; Africa; 47-46 a.c. ; núm. inv. 2.044.
Denario. RRC 464, 5; Roma; 46 a.c.; núm. inv. 2.026.
denarios. RRC 468, 1; Hispania; 46-45 a.c.; núms. inv. 24,3.660 y 3.659 (forrados).
Quinario. RRC 489, 4; Galia Transalpina y Cisalpina; 43-42 a.c.; núm. inv.
2.484.
Denario. RRC 502, 2; mbvil con Bruto; 43-42 a.c.; núm. inv. 2.500 (forrado).
Acuñaciones hispánicas:
dracmas de Emporion. Vives, 111-1.
Dracma de Emporion. Vives, 111-1l .
ases de Untikesken. Vives, XIII-1.
As de Untikesken. Vives, XIII-8.
Quadrans de Untikesken. Vives, XIV-2.
As de Untikesken. Vives, XIV-4.
As de Untikesken. Vives, XIV-5.
As de Untikesken. Vives, XIV-6.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-8.
Semis de Untikesken. Vives, XV-5.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI- 12.
Ae de Untikesken. sin referencia.
[page-n-154]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 ases de Iltirta. Vives, XXVII-12.
6 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-l.
4 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-7.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-10.
4 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-11.
11 ases de Iltirta. Vives, XXVIII- 12.
3 denarios de Kese. Vives, XXXI-11.
As de Kese, jinete con palma.
As de Kesse. Vives, XXXVI-7.
5 ases de Kesse. Vives, XXXVI-4.
2 ases de Kesse. Vives, XXXVI-1.
6 ases de Kese, jinete con palma.
3 ases de Kese. Vives, XXXV- 11.
As de Kese. Vives, XXXV-10.
2 ases de Kese. Vives, XXXV-9.
As de Kese. Vives, XXXV-8.
8 ases de Kese. Vives, XXXV-7.
5 ases de Kese. Vives, XXXV-5.
6 ases de Kese. Vives, XXXV-3.
9 ases de Kese. Vives, XXXV-1.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-12.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-11.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-10.
4 ases de Kese. Vives, XXXIV-8.
7 ases de Kese. Vives, XXXIV-4.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-1.
17 ases de Kese. Vives, XXXIII-18.
4 ases de Kese. Vives, XXXIII-15.
6 ases de Kese, Vives, XXXIII-10.
6 ases de Kese. Vives, XXXIII-4.
5 ases de Kese. Vives, XXXII-14.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
2 ases de Kese. Vives, XXXII-2.
2 ases de Kese. Vives, XXII-1.
As de Kese. Vives, XXXI-13.
2 ases de Kese. Vives, XXXI-3.
2 semis de Kese. Vives, XXXVI-5.
Semis de Kese, sin referencia.
Semis de Kese. Vives, XXXV-6.
Semis de Kese. Vives, XXXV-2.
3 semis de Kese. Vives, XXXIV-13.
Semis de Kese. Vives, XXXTV-6.
2 semis de Kese. Vives, XXXIII-19.
Semis de Kese. Vives, XXXI-8.
Ouadrans de Kese. Vives, MMI-9.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-10.
2 semis de Kese. Vives, XXXI-5.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-7.
[page-n-155]
154
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 semis de Kese. Vives, XXXI-14.
5 triens de Kese. Vives, XXXI-15.
2 quadrans de Kese. Vives, XXXI-16.
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17.
4 semis de Kese. Vives, XXXII-3.
3 quadrans de Kese. Vives, XXXII-5.
Quadrans de Kese. Vives, XXXII-11.
Semis de Kese. Vives, XXXII- 15.
Sextans de Kese. Vives, XXXIII-3.
4 semis de Kese. Vives, XXXIII-5.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-6.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-7.
3 quadrans de Kese. Vives, XXXIII-9.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-11.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-13.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16 (?l.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-17 (?l.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-14 (?l.
Quadrans de Kese. Vives, XXXVI-6.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-7.
2 quadrans de Kese, sin referencia.
3 ases de Ausesken. Vives, XXII-8.
Semis de Ausesken. Vives, XXII-10.
As de Ausesken. Vives, XXII-12.
Quadrans de Eustibaikula. Vives, XXIII-3.
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-5.
3 ases de Eusti. Vives, XXIII-1.
2 ases de Ore. Vives, XXIII-1.
7 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
Quadrans de Ilturo. Vives, XXIV-9.
2 ases de Laiesken. Vives, XXV-l.
3 ases de Iltirkesken. Vives, =VI-1.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-5.
2 ases de Iltirkesken. Vives, XXVI-6.
As de Iltirkes. Vives, XXVI-1.
Semis de Lauro. Vives, XXI-3.
3 ases de Baitolo. Vives, XXM-1.
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3.
Quadrans de Baitolo. Vives, XW(-6.
As de Ieso. Vives, XXIX-2.
2 ases de Ieso. Vives, XXIX-3.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Kelse. Vives, LXI-11.
As de Kelse. Vives, LXII-2.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
As de Kelse. Vives, LXII-11.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-5.
[page-n-156]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4
3
2
3
5
8
2
2
3
4
2
3
2
3
2
ases de Saltuie. Vives, XXX-l.
ases de Lakine. Vives, XXX-1.
ases de Orosis. Vives, XLIX-l.
ases de Sesars. Vives, XLIII-3.
Semis de Sesars. Vives, XLIII-5.
denarios de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-4.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-5.
semis de Bolskan. Vives, XLIII-6.
Quadrans de Bolskan. Vives, XLIII-7.
As de Iaka. Vives, XLIX-2.
ases de Iaka. Vives, XLIX-3.
ases de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Sekia. Vives, XLII-6.
As de Sekia. Vives, XLII-9.
Denario de Baskunes. Vives, XLV-2.
As de Baskunes. Vives, XLV-3.
As de Bentian. Vives, XLIV-3.
Quadrans de Arsaos. Vives, XLVII- 12.
Semis de Turiasu. Vives, LII- 1.
ases de Turiasu. Vives, LII-4.
As de Kueliokos. Vives, L-l.
As de Titum. Vives, LIX-l.
As de Sekaisa. Vives, LXIV-3.
ases de Sekaisa. Vives, LXV-6.
As de Sekaisa. Vives, LXV-7.
Quadrans de Sekaisa. Vives, LXV-10.
ases de Sekaisa. Vives, LXV- 11.
As de Konterbia-Karbika. Vives, XXXIX-3.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXIX-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-4.
ases de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-l.
As de Tabaniu. Vives, LIV-2.
As de Ekualakos. Vives, LV-2.
As de Ekualakos. Vives, LV-4.
As de Nertobis. Vives, L-l.
As de Nertobis. Vives, L-2.
As de Arekoratas. Vives, XL-7.
As de Uirouias. Vives, LV-3.
As de Titiakos. Vives, LVII-l.
As de Titiakos. Vives, LVII-5.
As de Letaisama. Vives, LX-l.
denarios de Sekobirikes. Vives, XXXVII- 1.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
As de Arse. Vives, XIX-l.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6.
[page-n-157]
156
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Kili. Vives, XXI-l.
As de Valentia. Vives, CXXV-1.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
2 ases de Saiti. Vives, XX-2.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-5.
2 ases de Ikalkusken. Vives, LXVI-6.
As de Obulco. Vives, XCV-4.
As de Obulco. Vives, XCV-5.
As de Obulco. Vives, XCV-6.
2 ases de Obulco. Vives, XCV-7.
As de Obulco. Vives, XCVI-7.
Semis de Obulco. Vives, XCVIII-2.
Quadrans de Obulco. Vives, XCVIII-7.
Semis de Castulo. Vives, LXIX-5.
As de Castulo. Vives, LXVIII-11.
4 semis de Castulo. Vives, LXVIII-12.
As de Castulo. Vives, LXIX-3.
3 ases de Castulo. Vives, LXX-1.
Semis de Castulo. Vives, LXX-6.
4 ases de Castulo. Vives, LXX-8.
As de Castulo. Vives, LXX-10.
Semis de Castulo. Vives, LXX-11.
As de Castulo. Vives, LXX-13.
3 semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Castulo. Vives, LXXI-14.
2 semis de Castulo, sin referencia.
As de Castulo, sin referencia.
As de Asido. Vives, XC-1.
2 semis de Asido. Vives, XC-4.
As de Urso. Vives, CXII-6 (?l.
As de Ulia. Vives, XCIX-4.
2 ases de ilipense. Vives, CVII-1.
As de Lastigi. Vives, CIV-3.
As de Carmo. Vives, C-5.
As de Carmo. Vives, C-6.
2 ases de Carmo. Vives, CI-5.
As de Orippo. Vives, CX-2.
As de Osset. Vives, CXI-7.
2 ases de Osset. Vives, CXI-8.
Divisor de Osset. Vives, CXI-11.
2 quadrans de Corduba. Vives, CXVIII-1.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-13.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-14.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-8.
Quadrans de Carteia. Vives, CXXVIII- 1O.
Semis de Acinipo. Vives, CV-1.
Semis de Acinipo. Vives, CV-5.
Semis de Acinipo. Vives, CV-12.
As de Irippo. Vives, CX-2.
As de Irippo. Vives, CX-4.
[page-n-158]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases de Irippo. Vives, CX-5.
As de Irippo. Vives, CX-6.
Semis de Carissa. Vives, C m - 5 .
Ae de Gades. Vives, IX-4.
Ae de Gades. Vives, IX-7.
Ae de Gades. Vives, IX-10.
2 Ae de Gades. Vives, X-9.
Ae de Gades. Vives, X-24.
Ae de Gades. Vives, X-29 (?).
Ae de Gades. Vives, X-16 (?).
As de Gades. Vives, LXXIV-1.
Semis de Gades. Vives, LXXIV-5.
Quadrans de Gades. Vives, LXXIV-7.
2 semis de Gades. Vives, LXXIX-6.
As de Sexi. Vives, LXXXIII-1.
2 ases de Malaca. Vives, LXXXV-6.
Semis de Malaca. Vives, LXXXV-9.
Semis de Malaca. Vives, LXXXV- 1 1.
As de Abdera. Vives, LXXXI-3.
Sernis de Abdera. Vives, LXXXI-6.
2 Ae de Ebusus. Vives, XI-2 (?).
6 Ae de Ebusus. Vives, XI-13.
9 Ae de Ebusus. Vives, XI-12.
Ae de Ebusus. Vives, XI- 17 (?).
17 Ae de Ebusus. Vives, XII-?
3 Ae de Ebusus. Vives, LXXX-4.
Ae de Ebusus. Vives, LXXX-7.
2 Ae de Ebusus. Vives, LXXX-11.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Emporion. Vives, CXXI- 1.
As de Emporion. Vives, CXXI-2.
As de Emporion. Vives, CXXII-3.
As de Emporion. Vives, CXXII-7.
2 ases de Emporion. Vives, CXXIII-2.
As de Emporion. Vives, CXXIII-7.
4 ases de Emporion. Vives, CXXIII-8.
3 Ae de Emporion, sin referencia.
7 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2.
10 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
2 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-4.
2 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-6.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-1.
2 semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-2.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-3.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-4.
6 ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11.
Quadrans de Tarraco. Vives, CLXIX-7.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-7 ú 8.
15 ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
2 semis de Tarraco, del período de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
[page-n-159]
158
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-1.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-3.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-6.
4 dupondios de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-1.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-2.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-4.
7 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5.
7 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
13 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
2 ases de Ilercavonia. Vives, CXXV-1.
4 ases de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
Ae de Ilercavonia, sin referencia.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX- 1.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-3.
2 ases de Colonia Lepida. Vives, CLX-4.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
3 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
6 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
Semis de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-5.
2 ases de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-9.
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-1.
3 ases de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-1.
Semis de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-3.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Bilbilis, de Calígula. Vives, CXXXIX-10.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-9.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-10.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-6.
2 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-9.
,
2 ases de ~ s c a de Tiberio. Vives, CXXXVI-12.
Semis de Osca, de Tiberio. Vives, CXXXVII-2.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-3.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-4.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-3.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-5.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9.
2 semis de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-10.
4 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4.
5 ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-7.
2 semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-9.
Ouadrans de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII- 1 1.
2 ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-3.
[page-n-160]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4
2
3
2
2
2
2
5
4
2
2
4
5
2
2
2
2
6
3
2
3
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-4.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-5.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-12.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CXLIX-8.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-5.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-7.
Dupondio de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL- 11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
As de Caesaraugusta, del período de Calígula. Vives, CLIII-1 y 3.
ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Ercavica, de Tiberio. Vives, CLXII-5.
As de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-1.
ases de Gracurris, de Tiberio. Vives, CLXIII-1.
ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-2.
ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXUI-3.
Semis de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-6.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5.
As de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-13.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-16.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
semis de Carthago. Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-16.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-2.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-3.
ases de Carthago Nova, de Caligula. Vives, CXXXII-10.
As de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-5.
dupondios de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2.
ases de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-4.
As de Italica, de Augusto. Vives, CIXMI-2.
ases de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVIII-9.
Dupondio de Colonia Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-2.
As de Colonia Romula, de Tiberio. Vives, CIXVZI-3.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-1.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
Quadrans de Carteia. Vives, CXXIX-5.
semis de Carteia. Vives, C X m - 2 .
Quadrans de Carteia. Vives, CXXVIII-14.
[page-n-161]
160
LA CIRCULACION MONETARíA DE LA TARRACONENSE
5 ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
3 semis de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-14.
Semis de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-15.
Ouadrans de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-16.
5 ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-4.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-6.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-7.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLIII-9.
4 ases de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-9.
As de Ebora, de Augusto. Vives, CLXV-2.
Ae de Ebusus, de Tiberio. Vives, CXXIV-l.
Delgado, 1876, 111, p. 396.
Muchas monedas de Kesse.
Cf. : Tarraco.
TARRASA (Barcelona)
H. M. 123.
As de Ausesken.
2 Ae de Emporion.
Ae de Emporion, partido.
H.
2 denarios romano-republicanos. Uno de M.
H.
As de Iltirta.
H.
As de Claudio 1. RIC 66.
3 ases partidos.
Cf.: Mas de Can Rodó de Ullastrell.
M. 126.
Antonio.
M. 1.247.
M. 1.482.
TATATY (Menorca)
H. M. 1.022.
As uncial romano-republicano.
TAVERTET (Vic, Barcelona)
H. M. 987.
Ae de Claudio 1.
TEYA (Masnou, Barcelona)
H. M. 247.
Denario de Iltirkes.
TIANA (Barcelona)
Cf. : Can Fabreg'as.
TTERGA (Zaragoza)
As de Terkakom.
TIRAO, EL (Borriana, Casteíló)
As de Saiti. Vives, XX-1.
[page-n-162]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
TIVENYS (Tarragona)
Cf.: Som, El.
TIVISSA (Tarragona)
H. M. 559.
Gran bronce de Iulia Augusta.
Cf.: Benissanet; Castellet de Banyoles.
TONA (Barcelona)
Cf.: Pla de les Lloses.
TORIS (Valencia)
Cf.: Carencia, La.
TORO, EL (Castelló)
H. M. 910.
As hispánico, con reverso toro.
TORRE, LA (Villar del Arzobispo, Valencia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 174
Denario de Kese.
TORRE CHUECA (Fraga, Huesca)
Moneda de Claudio.
Pita, 1956.
TORRE DEL CAP DEL PONT (Vic, Barcelona)
Almagro et alii, 1945, p. 223.
Moneda de Claudio 1.
TORRE DEL MAL PASO (Castelnovo, Castelló)
Fletcher, 1954, p. 197; H. M. 774.
As de Arse-Saguntum con reverso proa.
TORRE DEL RE1 (Orpesa, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 9 0 ; H. M.
1.57 1
As de Emporion. Vives, CXXIII-3.
As de Gades. Vives, LXXIV-1.
As de Celsa. Vives, CLX-1 y 2.
Quadrans de Roma, de Lamia-Silius-Annius. BMC 200.
TORRE DE MUR (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 64.
Moneda de Claudio 1.
TORRE D'ONDA (Borriana, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de Kelse. Vives, LXII-5.
TORREGROSSA (Lleida)
Dupondio de Iltirta.
TORRELLA (Xativa, Valencia)
H. M. 1.577.
[page-n-163]
162
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Saiti.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-1.
As de Tarraco, de Tiberio.
TORRE LLAUDER (Mataró, Barcelona)
Ribas, 1966, p. 38; Ribas, 1972, p.
139; Campo, 1976-a, p. 80; MartiBonamusa, 1976, pp. 88-92.
Procedentes de esta villa romana y depositados en el Museo de Mataró, se conocen los hallazgos de las siguientes monedas:
Semis de Iltirkes.
As de Eusti. Núm. 5.60 1.
As de Seteisken. Guadán, 1969, núm. 345. Núm. 5.602.
As de Iaka. Guadán, 1969, núm. 377. Núm. 5.603.
As de Neronken. Núm. 5.604.
4 semis ibéricos ilegales. Núms. 5.605-5.607 y 5.660.
Ae de Ebusus.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, período 1 1 Núms. 5.681 y 5.682.
1.
Denario romano-republicano, forrado. RRC 393; ceca Hispania (?); 76-75
a.c. Núm. 5.608.
Quinario romano-republicano. RRC 341, 3; Roma; 90 a.c. Núm. 5.610.
Denario de M. Antonio. RRC 544, 20; ceca móvil con M. Antonio; 32-3 1 a.c.
Núm. 5.609.
Denario romano-republicano frustro. Núm. 5.654.
Semis de Carthago Nova. Guadán, 1969, p. 104. Núm. 5.61 1.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, 171-5. Uno de ellos dudoso. Núms. 5.6 12
y 5.646.
As de Claudio 1. Núm. 5.683.
TORRENT DE LA PARET NOVA (Cabrera de Mar, Barcelona)
Bonamusa, 1979-a, pp. 181-182.
As de Ilturo. Vives, XXIV- 10.
TORRE ROJA (Caldes de Montbuí, Barcelona)
Montes-Sala, 1962, p. 104.
Monedas de Ilturo, Eusti y Kese.
TORRES DEL VALLE (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 118.
Denario de Sekia. Navascués, 2.701, 2.703. M. Beltrán, grupo 11-C, 1.
TORRES DE SEGRE (Lleida)
Cf.: Anguesa.
TORRE SECA (Casinos, Valencia)
Almarche, 1918, p. 87.
Monedas ibéricas.
TORRE VILADEGUT (Quatre Pilans, Lleida)
H. M. 892.
As de Iltirta del tipo Loba.
[page-n-164]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
163
TORTOSA (Tarragona)
Delgado, 1876, pp. 18, 291, 551
Varios ases de Arketurki.
As de Iltukoite.
Varias monedas de Arse.
Heiss, 1870, p. 428; Campo, 1974c, p. 147.
Moneda con leyenda EB (Ebusitanu).
TOSSA (Girona)
Cf.: Pola.
TOSSAL DE LA CALA (Benidorm, Alacant)
Llobregat, 1972, pp. 138-139.
3 monedas de Gadir.
As de Ilturo.
As de Kesse.
As de Bilbilis.
Triens romano.
Quadrans romano frustro.
Quadrans de Arse, de Aiubas.
TOSSAL DE L'ASSUT (Borriol, Castelló)
Senent, 1920, p. 5; H. M. 355.
Ases ibéricos de Kelse.
Monedas romano-republicanas.
TOSSAL DE MANISES (Alacant)
Vidal, 1944, pp. 131-136.
Denario de Scribonius. RRC 201, 1; Roma; 154 a.c.
H. M. 737.
Moneda griega de Cos. 400-300 a.c.
Figueras, 1971, pp. 210-211.
Monedas ibéricas.
Llobregat, 1974-b, p. 100.
As de Roma, de Germánico. BMC 49; 37-41 d.C.
TOSSALET (Alcalá de Xivert, Castelló)
Almarche, 1918, p. 58.
Algunas monedas ibéricas.
TOSSAL GORT (Maellas, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 186.
Moneda de Bolskan.
TRAPUCO (Menorca)
As de Sekaisa.
TRAVESA (Sollana, Valencia)
H. M. 1.479.
Ae de Claudio 1.
Mediano bronce de Caiígula.
[page-n-165]
164
LA CIRCULACION MONETARiA DE LA TARRACONENSE
TUDELA (Navarra)
H. M. 483.
Semis de Bolskan. Vives, XLIII-6.
Delgado, 1876, 111, p. 368.
As de Titum.
TURO DE CAN OLIVE (Cerdanyola, Barcelona)
Barberá-Pascual-Caballb-Rovira,
1962, p. 155.
Hallazgos procedentes de este yacimiento:
Cata IX.
As ibérico frustro.
~arberá-Pascual-Caballé-Rovira,
1960-1961, p. 195.
Habitación 1.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4 ó 6.
1.
Habitación 1 1
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-6.
TURO DE LA ROVIRA (Barcelona)
Colominas, 1946, p. 207; Balil,
1956, p. 111; Campo, 1976-a, p.
80.
En un silo:
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 17.
TURO DELS ENCANTATS (Arenys de Mar, Barcelona)
Batista-Martín, 1959, p. 275; H. M.
888; Campo, 1976-a, p. 79.
Ae de Gades. Vives, X-26.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Quadrans de Emporion. Vives, LXXIII- 12 vte.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-4.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVIII-5 vte.
Ribas, 1973, pp. 168-170.
9 monedas de Ilturo.
H. M. 458.
Ases de Laiesken e Ilturo.
Denario romano-republicano de la familia Fabia.
Quadrans de Kese.
Serra Rafols, 1956, lám. 55.
As de Laiesken. Vives, XXV-l.
ULLASTRET (Girona)
Oliva, 1955, pp. 71-72, 89-90.
Procedentes de este yacimiento y conservados en el Museo Arqueológico Provincial de Girona:
Estrato 1.
As de Claudio. RIC 66. Núm. inv. 8.006.
Estrato 1 .
1
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2. Villaronga, 1977-a, serie 4, núm. 22.
Núm. inv. 8.009.
[page-n-166]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
165
Estrato 1 1 de la cabaña del camino núm. 2.
1
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.01 1.
Hallazgo esporádico.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-1.
Oliva, 1956-1957, pp. 56, 57 y 58.
Muralla Oeste Sagrera. Estrato 1 .
1
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.012.
1
Calle 2. Segunda ampliación. Estrato 1 . Sector P. Q.
Ae de Ebusus. Vives, XII-18. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B. Núm. inv. 8.013.
Sin localización.
Dracma de Emporion. Vives, 111-1-2 ó 7-10. Núm. inv. 8.014.
Predio de Reixac.
As de Untikesken. Vives, XIII-4. Núm. inv. 8.015.
Oliva, 1958, pp. 14-15; H. M. 1542;
Oliva, 1959, p. 384.
Ae de Gades. Vives, IX-6. Núm. inv. 8.017.
2 Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, clase X, tipo 1, grupo 1 1 Núms.
1.
inv. 8.018 y 8.019.
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.022.
1.
Corte Y. Estrato 1 1
Ae hispano-cartaginés. Vives, VIII-12. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IIA. Núm.
inv. 8.020.
Corte X. Estrato 1 1
1.
Dracma de Emporion.
Oliva, 1959, núms. 18-23.
1
Corte L5. Estrato 1 .
fxs de Kese. Núm. inv. 8.024.
Primer bancal Subirana.
Ae hispano-cartaginés, con reverso protomo de caballo. Núm. inv. 8.023 (29).
Habitación núm. 3 de la izquierda de la calle núm. 1, en el estrato 1 - 1 .
11 1
Didracma hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB. Núm. inv.
8.025.
Corte interior Frigoleta núm. 3. Estrato 11.
As uncial romano-republicano. Núm. inv. 8.026.
1.
Corte interior Frigoleta núm. 3. Estrato 1 1
Divisor ampuritano con reverso pegaso. Núm. inv. 8.027.
1
Corte Frigoleta núm. 1-2. Estrato 1 .
Divisor ampuritano con reverso pegaso. Núm. inv. 8.028.
Oliva, 1960, pp. 71-72.
Corte interior de la Torre Frigoleta núm. 2.
Pequeño bronce. A. Busto de perfil a la derecha, con casco. R. Dos delfines
contrapuestos, uno encima de otro. ¿Sircausa? Núm. inv. 2.740.
Corte interior de la Torre Frigoleta núm. 2. Sector Sur. Estrato 1 1
1.
As de Untikesken. Núm. inv. 2.741.
UNCASTILLO(Zaragoza)
Cf.: Bañales, Los.
(29) Según VILLARONGA, 1973-a, p. 85, esta moneda no parece hispánica.
[page-n-167]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
166
UNDICA
Cf.: Empiiries.
UTIEL (Valencia)
Cf.: Dofiana; Corrales de Utiel.
VALDESPARTERA (Zaragoza)
Burillo, 1980, p. 28.
Moneda de Saltuie.
VALENCIA (Provincia)
Delgado, 1876, 111, p. 111, 255,
274, 351.
Monedas
Monedas
Monedas
Monedas
de
de
de
de
Tamaniu.
Orosis.
Ilturo.
Arse-Saguntum.
VALENCIA (Región)
H. M. 357.
Denario de L. Antestio. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
VALENCIA (Zona norte)
H. M. 360.
As de Calagurris.
H. M. 1.544.
Moneda de plata hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, núms. 76-79
VALENCIA 1 ALACANT
M a r t h Valls, 1967, p. 142.
Varios bronces de Ilturo.
VALENTIA
H. M. 1.489.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
Gómez Serrano, 1941, p. 487 ; G6mez Serrano, 1946, pp. 269 y 297;
Mateu y Llopis, 1952-a, p. 218;
Fletcher, 1963, p. 203; H. M. 556;
H. M. 610.
En la calle de Serranos:
Moneda de Calagurris.
Mediano bronce de Claudio 1.
En la plaza de la Virgen:
Quadrans de Arse.
Moneda de Valentia.
As romano-republicano de la familia Iunia. RRC ~ 2 1 0 Roma; 149 a.c.?
;
Santandreu, 1961, pp. 178-179; H.
M. 991; H. M. 992.
En el cauce del río Turia:
2 ases de Valentia. Vives, CXXV-1.
Monedas de Carthago Nova. Vives, VIII-12.
[page-n-168]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Denario de C. Flaminius Cilo. RRC 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
Denario de O. Minutius Thermus. RRC 319, 1; Roma; 103 a.c.
H. M. 990; 993; 1.387.
En el cauce del río Turia:
Ae de Carthago Nova. Vives, VIII-12.
As de Valentia.
As de Valentia partido.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
Bru y Vidal, 1966, p. 224; H. M.
1.262.
En el fosarete de la Catedral:
As de Kelse. Vives, LXI-11.
H. M. 1.261.
En la calle Caballeros:
As de Saiti.
H. M. 1.578.
En el Miquelet:
As de Valentia.
H. M. 1.605.
2 quadrans de Arse. Vives, XIX-3 y 4.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-3.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-7.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1.
As de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-9.
VALL DE GALLINERA (Alacant)
Cf.: Xarpolar, El.
VALLFOGONA DE BALAGUER (Lleida)
Cf. : Pedrís.
VALLROMANES (Barcelona)
Cf.: Muntanya de Sant Miquel.
VENDRELL (Tarragona)
H. M. 223.
Aureo de Roma, de Claudio 1. RIC 30.
Rafel, 1979, pp. 15-20.
Semis de Kese. Vives, XXXII-3.
As de Kese. Vives, XXXIII-18.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Tarraco, de Augusto.
VERDU (Elx, Alacant)
Ramos Folqués, 1953, p. 354; Ramos
Fernández, 1975, p. 40.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-3.
VERDU (Lleida)
Cf. : Estingells.
[page-n-169]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
168
VEREDA, LA (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, p. 2 12.
As de Castulo. Vives, LXIX-8.
VIC (Barcelona)
H. M. 245.
En el Museo Episcopal de Vic:
8 ases de Eusti.
7 ases de Lauro.
6 ases de Baitolo.
H. M. 277.
En un pozo de una finca situada en las proximidades de Vic:
20 monedas de Claudio y Nerón.
H. M. 988.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.392.
Denario de Ausesken. Vives, XXII-l.
Almagro et alii, 1945, p. 222.
Numerosos hallazgos de monedas de Ausesken.
Cf.: Tavertet; Torre del Cap del Pont.
VIDA D'ORDI (Sant Marcal, Barcelona)
H. M. 978.
2 medianos bronces de ~Claudio?
As de Kese. Vives, XXXV-10.
VILAFAMES (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 88.
En este término municipal:
2 ases romano-republicanos. 33'45 y 27'40 g.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, nfim. 1 16a.
As de Roma, de Agrippa. BMC 161-166.
As de Claudio 1, ¿local? RIC 69.
VILAFRANCA DEL CID (Castelló)
Arasa, 1977, p. 264.
En las cercanías del Mas del Carro:
2 monedas, al parecer, ibéricas.
En el bancal situado entre el Mas y el Río Seco, junto al pueblo:
As de Celsa. Vives, CLXI-2.
VILAFRANCA DEL PENEDES (Barcelona)
H. M. 120.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
H. M. 131.
Denario de Augusto.
H. M. 206.
c
Denario romano-republicano.
H. M. 225.
Denario de «Italia», de Augusto. RIC 33.
[page-n-170]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
VILA GRASSA (Reus, Tarragona)
Cf.: Grossa.
VILA JOIOSA, LA (Alacant)
Gómez Serrano, 1943, p. 107; GÓmez Serrano, 1945, p. 63; Llobre
gat, 1972, p. 139; Campo, 1976-a,
p. 80.
Pequeñas monedas, posiblemente, púnicas.
Ae de Ebusus de Bes.
VILANOVA DEL CAMI (Barcelona)
Cf.: Villar del Met.
VILANOVA 1 LA GELTRU, LA (Barcelona)
H. M. 327.
En el Museo Balaguer:
6 dracmas de Emporion.
Cf.: Darró.
VILAR, EL (La Bisbal del Penedés, Tarragona)
H. M. 226.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
Quadrans de Kese. Vives, XXXII-5.
VILARREAL (Castelló)
H. M. VII.
As de Iltirta, reverso jinete con palma.
H. M. 1.607.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Cf.: Madrigal, El.
VILASSAR DE MAR (Barcelona)
H. M. 825.
Denario de Lugdunum, de Tiberio.
Cf.: Sant Ginés de Vilassar; Bóbila.
VILAVELLA, LA (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 109.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
Domingo et alii, 1977, pp. 147- 148.
En el cerro del Castillo:
As ibérico de Bilbilis.
2 quadrans de Arse.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 95.
VILLAR DEL ARZOBISPO (Valencia)
Cf.: Cerro Castellar; Torre, La; Antigón.
VILLAR DEL MET (Vilanova del Camí, Barcelona)
Borrás Quadres, 1956, p. 168.
9 monedas de cobre:
1 de Tarraco, de Tiberio.
[page-n-171]
170
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 de Dertosa.
H. M. 129; H. M. 383.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
2 ases de Kese.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXX-3.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 1 1.
H. M. 385.
2 Ae de Tiberio.
VILLARES, LOS (Caudete de las Fuentes, Valencia)
Almarche, 1.918, p. 89.
Monedas ibéricas.
Pla Ballester, 1962, p. 236.
Moneda de Sagunt, con leyenda SAGV.
As de Kelin.
Pla Ballester, 1961, p. 235.
Moneda de Arse.
Moneda de Obulco o Castulo.
H. M, 952.
As de Saiti.
H. M. 1.174.
((Dupondio de Iltirta, del jinete con palma y delfines.))
As de Claudio 1.
Ripollés, 1979-b, pp. 131-133; Ripollés, 1980-a, pp. 112-1 16.
Colecciones particulares de Rafael y Francisco Gabaldón, de Caudete de
las Fuentes:
11 ases romano-republicanos. 37'87, 32'07, 28'44, 26'85, 24'84, 24'80, 23'73,
23'02, 21'3, 19'72 y 15'84 g.
Denario romano-republicano. RRC 44, 5 ; Roma; a partir del 21 1 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 206, 1 ; Roma; 150 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 224, 1 ; Roma; 141 a.c.
Denario romano-republicano, forrado. RRC 239, 1; Roma; 136 a.c.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
2 ases de Valentia. Vives, CXXV-1.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 83.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, clase VIII.
9 ases de Kelin. Vives, LXVII-1. Uno de ellos, frustro.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3 (?).
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
Semis de Kelse. Vives, LXII-8 vte.
As de Lauro. Vives, XXI-5 vte.
As de Sekaisa. Vives, LXV- 1 1.
Semis de Eustibaikula. Vives, XXIII-2.
As de Saiti. Vives, XX-1.
As de Kaiskata. Vives, LIII-1 ó 3.
As de Castulo. 21'67 g. Muy gastado.
As de Castulo. Vives, LXIX-3.
2 ases de Castulo. Vives, LXIX-8.
a
[page-n-172]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
171
As de
Semis
As de
As de
3
2
39
2
Castulo. Vives, LXX-9.
de Obulco o Castulo. Muy gastado. Reverso toro y creciente.
Colonia Lepida. Vives, CLX-2.
ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
Ripollés, 1980-a, pp. 106-107.
En el Museo de Prehistoria de Valencia:
ases romano-republicanos. 33'58, 26'95 y 20'44 g.
Villaronga, 1967-a, clase ¿M?
ases de ~ A r s e ?
As de Arse. Villaronga, 1967-a, jclase IX, tipo I ?
As de Kelin. Vives, LXVII-1.
Ripollés, 1980-b, pp. 16-18.
ases de Kelin. Vives, LXVII-l.
semis de Kelin. Vives, LXVII-2.
VILLARES DE CAMPO DE ARCIS (Requena, Valencia)
Pla Ballester, 1977, p. 6.
Monedas de Germánico.
VILLENA (Alacant)
Cf.: Sierra de San Cristóbal.
VILOBI DEL PENEDES (Barcelona)
Cf.: Can Cotoliu; Can Gotlla.
VINAROS (Castelló)
H. M. 1.072.
As de Carthago Nova, de Calígula.
VINARRAGELL-SECA (Boniana, Casteiló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de Iltukoite. Vives, XXX-1.
VINEBRE (Tarragona)
Cf.: Sant Miquel.
VIRGEN DE LA ALEGRIA (Monzón, Huesca)
Domínguez, 1979-a, p. 99.
7 monedas de Bolskan.
XABIA ( Alacant)
Bover, 1944, p. 271.
En la colección de Bover Bertomeu:
27 monedas púnico-ebusitanas de cobre. Campo, 1975-a, grupos XVIII-XM.
Cf. : Ivíontanyar.
XARPOLAR (Val1 de Gallinera, Alacant)
Visedo, 1959, pp. 73-74; H. M.
1.225; Llobregat, 1972, p. 138.
As uncial romano.
As de Castulo. Vives, LXXII-1.
Ripollés, 1980-a, pp. 116-1 17.
As romano-republicano. 2 1'97 g.
As romano-republicano. RRC 179, 1; Roma; 169-158 a.c.
(Museo de Alcoi)
[page-n-173]
172
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
XATIVA (Valencia)
H. M. 1.546.
Monedas ibéricas de Saiti.
Cf.: Castell de Xativa; Torrella; Ermita de Sant Feliu.
XiLXES (Castelló)
Almar et aiii, 1965, p. 11.
((Semiuncian romano-republicana.
XMONA (Alacant)
Cf.: Santa Bárbara.
YATOVA (Valencia)
Cf.: Serra Martés, Pico de los Ajos.
ZAFORAS (Botorrita, Zaragoza)
Beltrán Martínez, 1955-b, p. 191;
H. M. 855; Beltrán Lloris, M.,
1976-a, p. 381.
As de Belikiom. Vives, XLIV-3.
As de Caesaraugusta de Calígula. Vives, CLIV-6.
ZARAGOZA (Provincia)
Delgado, 1876, 111, pp. 13, 14, 22,
102, 410.
Ases de Alaun.
Ases y semis de Arkailikos.
Monédas de Arekoratas.
Monedas de Kontebakom.
Ases de Turiasu.
ZARAGOZA (Término municipal)
Cf. : Caesaraugusta; Valdespartera.
c) Nuevos datos
En este apartado presentamos las monedas inéditas que hemos
podido estudiar procedentes de los fondos de Museos y de algunas colecciones privadas que, por su enorme interés y conocerse su procedencia de hallazgo, hemos creído conveniente su análisis.
Excepto en dos casos, el resto de las colecciones y monetarios que
se analizan tienen una procedencia cierta, aunque en algunos casos la
atribución espacial no es puntual, sino que procede de una zona amplia circundante.
Los monetarios y colecciones que se han estudiado son los siguientes:
1.-~abinete ~ u m i s m á t i c ode Catalunya y Museo ~rqueológicode
Barcelona.
Los hallazgos numismáticos procedentes de las excavaciones
practicadas en la ciudad de Emporion se encuentran en la actualidad
[page-n-174]
LA CIRCüLACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
173
depositados en el GNC y el MAB. Del primero de ellos la relación que
presentamos (30)corresponde a los hallazgos de las excavaciones realizadas en la Neapolis, desde sus inicios en el año 1908 hasta el 1939.
Y la del segundo (31) engloba los hallazgos efectuados en el transcurso de las excavaciones, preferentemente en la Ciudad Romana, desde
1940 hasta la actualidad.
11.-Museo Arqueológico Provincial de Girona (32).
Se han analizado del Monetario de este Museo 145 piezas de las
que en su gran mayoría predominan las procedentes de compra, desconociéndose su lugar de hallazgo. Podemos a f i i a r , sin lugar a dudas, que las características que presenta el lote, en cuanto a las cecas
que contiene y su representación numérica, no permiten atribuirle
una procedencia local.
Presentamos además un pequeño grupo de monedas, procedentes
de las excavaciones del oppidum de Ullastret que, aunque en su mayoría fueron dadas a conocer por M. Oliva Prat, hemos creído conveniente estudiarlas de nuevo, ofreciendo su ilustración y ficha técnica.
111.-Colecciones de R. Gabalddn y F. Gabaldón (33).
De ambas colecciones se han catalogado 188 piezas que se añaden a las publicadas anteriormente por nosotros (34),procedentes del
poblado ibérico de Los Villares (Kelin), en Caudete de las Fuentes.
1V.-Museo Municipal de Alcoi (35).
Las piezas con procedencia cierta de este Museo fueron ya publicadas por nosotros (36); ahora presentamos las que carecen de ella,
por proceder todas de compra. La presencia de monedas falsas de AR
y la inadecuación de la muestra a lo que podríamos denominar una
circulación normal, atendiendo a las cecas que concurren en la zona
(30) Agradecemos a M. Campo la autorización para poder consultar la relación de hallazgos de las excavaciones de Empúries, de los anos 1908-1934, que se encuentran depositados en este Gabinete.
(31) Las piezas que de este Monetario se relacionan, han sido facilitadas por L. Villaronga. Estas monedas aunque nunca han sido publicadas en su totalidad de forma detallada, se
han utilizado para la realización de diversos estudios que sobre Empoiion han hecho E. Ripoli, J. M. Nuix y L. Viliaronga.
(32) Queremos expresar nuestro agradecimiento a su directora, la doctora Aurora
Martín, quien nos ha dado toda clase de facilidades para efectuar el estudio de estas monedas.
(33) Agradecemos a ambos el habernos permitido el acceso a sus colecciones.
(34) RIPOLLES, 1980-a, pp. 112-116.
(35) Agradecemos a su director, Federico Rubio, y a J. M.' Segura el haber puesto a
nuestra disposición el Monetario de este Museo para su estudio.
(36) RIPOLLES, 1980-a, pp. 116-121.
[page-n-175]
174
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
en la que se encuentra, nos lleva a creer que, a las 69 piezas que catalogamos, no se les puede otorgar una procedencia local.
V.-Museo Arqueológico Provincial de Alacant (37).
Pertenecientes al período cronológico que nos ocupa se han analizado 387 piezas, de las que sólo una pequeña parte procede de las adquisiciones recientes de la colección Isidro Albert y la colección Quiles. El resto constituye los antiguos fondos del Museo, que se fueron
engrosando con los hallazgos procedentes de las excavaciones de El
Tossal de Manises, El Tossal de la Cala de Benidorm y La Escuera de
San Fulgencio; de donaciones y de los fondos de la colección de la Escuela Moderna de Alacant.
VI.-Museo Provincial de Bellas Artes de Ma6 (38).
Han sido catalogadas del Monetario de este Museo 130 monedas,
que se enmarcan dentro de nuestro cuadro cronológico, para las que
se presupone una procedencia isleña.
VI1.-Museo Arqueológico de Eivissa ( 3 9 ) .
Los hallazgos monetarios recuperados en las diversas excavaciones arqueológicas efectuadas en la isla, constituyen los fondos de su
Monetario. Nosotros catalogamos las piezas de todas las cecas, con la
excepción de las 1.424 monedas del taller de Ebusus, que ya lo han sido, pormenorizadarnente, por M. Campo (40). Comprendidas las que
han sido emitidas hasta el año 54 d.C. suman un total de 72 piezas.
NOTA.
En la descripción de las monedas de este apartado indicamos la denominaci6n de los datos mediante las siguientes abreviaturas, P.: peso; M.: m6dulo; P.C.: posición de cuño; C.:
Conservación (F.C.: flor de cuiio; S.G.: sin gastar; A.G.: algo gastada; B.G.: bastante gastada;
M.G.: muy gastada; F.: frustra); R.: referencia bibliográfica y si tiene número de inventario
se expresa: núm. inv.
(37) Expresamos nuestra gratitud a su director, el Dr. E. A. Llobregat, quien con toda
amabilidad nos permitió el acceso al Monetario de este Museo.
(38) La composición y ficha técnica de las monedas, tanto del Monetario de este Museo
como del de Eivissa, la debemos a la doctora M. Campo, quien de buen agrado nos facilitó dicha información.
(39) Véase la nota anterior.
(40) CAMPO, 1976-a.
[page-n-176]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
1. EMPORION
a) Gabinete Numismática de Catalunya.
ACU~~ACIONES
.GRIEGAS, PUNICAS Y GALAS
Moneda de Ae griega. GNC 14.435.
2 monedas ¿griegas? GNC 19.433; 19.466.
12 monedas de Ae ¿griegas? GNC 14.433; 14.187; 14.546; 19.488; 19.174;
19.153; 19.144; 14.629; 14.583; 14.580; 14.308; 14.252.
Ae de Mileto. BMC, 14, 194, 138-140. Siglos 11-1a.c. GNC 19.141.
Ar de Siracusa, de Philistis (14'96 g.). 265-216 a.c. GNC 14.339.
A de Carthago (14'96 g.). Reverso caballo parado con la cabeza vuelta. Acquae
ro, 1974, 1.518. GNC 13.969.
2 Ae de Cerdeña. Acquaro, 1974, 1.571 (var.). 216 a.c. GNC 19.422; 19.752.
Ae de Carthago. Weber 111, 1Bm. 315, 8.503-8.504. Antes del 195 a.c. GNC
14.467.
Ae de Carthago (?), reverso caballo parado y detras palmera. Antes del 195 a.c.
GNC 14.413.
Ae de Carthago, reverso prótomo de caballo. Antes del 195 a.c. GNC 13.936.
Ae de Carthago (5'28 g.). SNG DNM, l b . 12, 307-325. Antes del 195 a.c. GNC
13.977.
Ae de Carthago (4'96 g.). SNG DNM, l b . 10, 261-268. Antes del 195 a.c. GNC
13.932.
Ae de Carthago (6'98 g.). SNG DNM, l b . 12. Reverso caballo parado a la derecha, con la cabeza vuelta; detras palmera. Antes del 195 a.c. GNC 13.971.
Ae de Carthago (7). GNC 19.273.
Moneda de Mauritania. GNC 13.835.
Ae de Cyrenaica, de Ptolomeus 1 (7'16 g.). BMC 7, 76, 83. 204-193 a.c. GNC
19.723.
Ar de Numidia, de Iuba 1. Mazard, 1955, 50, 84. 60-46 a.c. GNC 14.630.
Ae de 101(4'16 g.). Müller, 1860, 177,286 (var.);Mazard, 1955, 168,548 (var.).
Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.497.
[page-n-177]
176
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de Caesarea. Mazard, 1955, 171, 562. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC
14.458; 19.148.
Ar u& la croim, en el reverso, en los dos cuadrantes visibles, anillo elíptico y creciente (2 g.). Richard, 1972, pp. 55-56. Siglo 1 a.c.
1
Ae de Massalia (2'37 g.). La Tour, lárn. IV, 2.071 (var.1. Siglos 1 - a.c. GNC
11
19.875.
Ae de Massalia. Blanchet, 1905, fig. 94. Siglos 1 - a.c. GNC 19.802.
11
2 Ae de Massalia, reverso toro embistiendo a la derecha. Siglos 11-1 a.c. GNC
19.464.
Ae de Massalia, reverso toro embistiendo a la derecha; arriba
; debajo
M A S 2 A . La Tour, lárn. IV. Siglos 11-1 a.c. GNC 13.9 13.
Ae de Massalia (2'24 g.). La Tour, lám. IV, 1972 (var.). Siglo 1a.c. GNC 19.858.
Ae de Massalia (2'83 g.), reverso caduceo. Siglo 1 a.c. GNC 19.435.
2 Ae de Massalia (uno de ellos 1'21 g.). GNC 13.920; 14.159.
2 Ae de Narbona/Béziers, de Bitovios. Hill, 1930, lám. V-5,6. Rirchard, 1972, pp.
53-54 y 58-59. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.947; 19.370.
As de Neronken. Beltrán Martinez, 1950, figs. 449-45 1. Primera mitad del siglo
1 a.c. GNC 19.587.
As de Neronken. Heiss, 1870, pp. 434-437, lám. LXV; Richard, 1972, pp. 57-58.
Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.274.
As de Beziers. Blanchet, 1905, pp. 273-274. Richard, 1972, pp. 56-57. Primera
mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.240.
Ae de los Volcae Arecomici (2'33 g.) Blanchet, 1905, p. 435, fig. 475. Primera
mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.862.
Ae de los Bituriges (3'62 g.). La Tour, l b . XXXII, 7.988-7.981.
Ar de los Coriosolites (6'85 g.). Richard, 1972, p. 55. 75-70 a.c. GNC 14.099.
Potín. Mala conservación (3'1 1 g.). GNC 19.861.
ACUÑACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
2
2
2
2
Didracma. S. 64. GNC 14.194.
Triens. RRC 35,3; Roma; 225-217 a.c. GNC 14.019.
Uncia. RRC 41,lO; Roma; 215-212 a.c. GNC 19.447.
As. RRC 56; Roma; 207 a.c. GNC 13.970.
sextans. RRC 64,6b; Sardinia; 210 a.c. GNC 14.102; 14.103.
triens. RRC 65,4; Sardinia; 209 a.c. GNC 19.489; 19.809.
Quadrans. RRC 65,5; Sardinia; 209 a.c. GNC 19.434.
Sextans. RRC 69; Sicilia; 211-208 a.c. GNC 19.136.$
Sextans. RRC 87,5; S.E. de Italia; 211-210 a.c. GNC 19.425.
Semis. RRC 113,3 (?); Roma; 206-195 a.c. GNC 19.612.
ases. RRC 136,2; Roma; 194-190 a.c. GNC 19.550; 19.552.
Semis. RRC 136,3; Roma; 194-190 a.c. GNC 13.924.
Semis. RRC 143,3; Roma; 189-180 a.c. GNC 19.316.
As. RRC 176,l; Roma; 169-158 a.c. GNC 13.831.
Triens. RRC 200,4; Roma; 155 a.c. GNC 14.108.
As. RRC 203,2; Roma; 153 a.c. GNC 19.342.
As. RRC 215,2; Roma; 148 a.c. GNC 19.586.
Denario. RRC 234,l; Roma; 137 a.c. GNC 19.671.
denarios. RRC 243,l; Roma;. 134 a.c. GNC 1.9.695; 19.706.
Denario. RRC 271,l; Roma; 125 a.c. GNC 14.109.
[page-n-178]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
2
2
2
8
2
24
6
17
4
2
6
3
8
Denario. RRC 273,l; Roma; 124 a.c. GNC 19.446.
Denario. RRC 297,la; Roma; 112-111 a.c. GNC 19.674.
Denario. RRC 314; Roma; 105 a.c. GNC 19.667.
Denario, forrado. RRC 317,2; Roma; 104 a.c. GNC 14.573.
Denario, forrado. RRC 319,l; Roma; 103 a.c. GNC 14.574.
Quinario. RRC 340,2; Roma; 90 a.c. GNC 19.675.
Denario. RRC,344,lb; Roma; 89 a.c. GNC 13.962.
As. RRC 344,4; Roma; 89 a.c. GNC 14.526.
Denario, forrado, RRC 352,l; Roma; 85 a.c. GNC 13.928.
Denario. RRC 366,3a-b; Norte de Italia e Hispania; 80-81 a.c. GNC 14.489.
denarios, forrados. RRC 372,2; Roma; 81 a.c. GNC 19.175; 14.026.
Denario, forrado. RRC 380,l; Roma; 80 a.c. GNC 19.767.
Denario. RRC 391,3; Roma; 75 a.c. GNC 19.708.
Denario. RRC 394,l; Roma; 74 a.c. GNC 19.617.
Denario. RRC 396,la; Roma; 74 a.c. GNC 13.933.
Quinario, forrado. RRC 462; Africa; 47-46 a.c. GNC 19.514.
Quinario. RRC 506,3; móvil con Bruto; 43-42 a.c. GNC 19.679.
denarios, forrados. RRC 544 (1: núm. 24); móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
GNC 19.463; 19.745.
G.B. de César y Octavio. C. 3 var. Después del 40 a.c. GNC 19.386.
victoriatos. GNC 14.115; 14.286.
Victoriato, forrado. GNC 14.391.
Medio victoriato (7). GNC 14.190.
Quinario. GNC 19.791.
denarios. GNC 14.068; 13.870; 14.189; 14.427; 19.127; 19.399; 19.407;
19.707.
Denario, forrado. GNC 19.501.
ases (46'65 y 37'67 g.). GNC 14.077; 14.078.
ases. GNC 19776; 19.714; 19.627; 19.540; 19.535; 19.530; 14.662; 14.638;
14.445; 14.417; 14.376; 14.322; 14.258; 14.220; 13.966; 13.968; 19.519;
13.832; 13.915; 14.079; 14.080; 14.081; 14.082; 14.183.
ases, partidos. GNC 13.991; 14.111; 19.193; 19.369; 19.628; 19.654.
semis. GNC 13.964; 13.978; 13.981; 14.184; 14.448; 14.454; 14.518; 14.592;
14.651; 14.672; 19.419; 19.420; 19.429; 19.496; 19.697; 19.733 19.763.
triens. GNC 13.965; 19.212; 19.443; 19.731.
quadrans. GNC 13.833; 14.186.
sextans (dos dudosos). GNC 13.939; 13.956; 19.415; 19.423; 19.431; 19.559.
uncias (una dudosa). GNC 13.918; 13.922; 14.586.
monedas de Ae romanas republicanas. GNC 14.076; 14.185; 14.188; 14.195;
14.463; 14.671; 19.383; 19.874.
ACUNACIONES HISPANICAS
Ae de Rhode. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 14.271.
1
1
Dracma de Emporiton. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.157.
1
Dracma de Emporiton. Guadán, 294. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.669.
1
3 dracmas de Emporiton. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 14.064; 19.7 10; 19.792.
1
Dracma de Emporiton, ¿forrada? Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.159.
2 dracmas de ¿imitación ampuritana? Fines del siglo 1 1e inicios del 1 a.c. GNC
1
1
13.845.
[page-n-179]
178
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 divisores ampuritanos. Vives 111-3 y 14. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.698;
1
19.711.
Divisor ampuritano. Vives 11-27, Fines del siglo 111 a.c. GNC 19.833.
Didracma hispano-cartaginesa. Vives VII-7 var. A partir del 218 a.c. GNC
19.762.
Ae hispano-cartaginés. Beltrán, 1950, p. 296, fig. 357. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
GNC 19.652.
2 Ae hispano-cartagineses. Vives VIII-12 y 10 u 11. A partir del 22 1 a.c. GNC
19.151; 19.572.
As de Untikesken. Vives XIII-3 var. Después del 195 a.c. GNC 13.803.
4 ases de Untikesken. Vives XIII-4. Después del 195 a.c. GNC 13.850; 19.286;
19560; 19.634.
3 ases de Untikesken. Vives XIII-5. Después del 195 a.c. GNC 13.906; 14.083;
19.521.
2 ases de Untikesken. VivesXIII-6. Después del 195 a.c. GNC 13.804; 13.818.
As de Untikesken. Vives XIII-7. Después del 195 a.c. GNC 13.855.
2 ases de Untikesken. Vives XIII-8. Después del 195 a.c. GNC 14.669; 19.600.
As de Untikesken. Vives XIV-1. Después del 195 a.c. GNC 14.544.
3 quadrans de Untikesken. Vives XIV-2. Después del 195 a.c. GNC 13. 952;
19.744; 19.805.
3 sextans de Untikesken. Vives XIV-3. Después del 195 a.c. GNC 13.940;
14.200; 19.800.
2 ases de Untikesken. Vives XIV-4. Después del 195 a.c. GNC 13.905; 19.541.
2 ases de Untikesken. Vives XIV-4,6. Después del 195 a.c. GNC 13.904; 19.558.
7 ases de Untikesken. Vives XIV-6. Después del 195 a.c. GNC 13.819; 13.873;
13.907; 13.908; 19.526; 19.548; 19.624.
Semis de Untikesken. Vives XIV-7. Después del 195 a.c. GNC 14.350.
4 semis de Untikesken. Vives XIV-9. Después del 195 a.c. GNC 14.029; 14.096;
14.634; 19.150.
Semis de Untikesken. Vives XIV- 10. Después de1 195 a.c. GNC 14.097.
Semis de Untikesken. Vives XIV-11. Después del 195 a.c. GNC 13.863.
3 ases de Untikesken. Vives XV-1. Después del 195 a.c. GNC 13.843; 19.169;
19,.746.
2 quadrans de Untikesken. Vives XV-2. Después del 195 a.c. GNC 14.658;
19.655.
3 sextans de Untikesken. Vives XV-3. Después del 195 a.c. GNC 13.802; 19.461 ;
19.571.
3 ases de Untikesken. Vives XVI-1. Después del 195 a.c. GNC 13.854; 19.291;
19.329.
Quadrans de Untikesken. Vives XVI-3. Después del 195 a.c. GNC 13.963.
2 semis de Untikesken. Vives XVI-4. Después del 195 a.c. GNC 19.485; 19.760.
3 ases de Untikesken. Vives XVI-6. Después del 195 a.c. GNC 13.9 16; 14.370;
19.680.
As de Untikesken. Vives XVI-6, 7. Después del 195 a.c. GNC 19.373.
3 semis de Untikesken. Vives XVI-7. Después del 195 a.c. GNC 14.640; 19.7 16;
19.756.
2 ases de Untikesken. Vives XVI-8 var. Después del 195 a.c. GNC 13.849;
13.907.
6 semis de Untikesken. VivesXVI-10. Después del 195 a.c. GNC 13.800; 13.801;
14.439; 19.325; 19.341; 19.739.
[page-n-180]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
179
4 semis de Untikesken. Vives XVI-11. Después del 195 a.c. GNC 14.095; 19.147 ;
19.471; 19.813.
2 quadrans de Untikesken. Vives XVI-12. Después del 195 a.c. GNC 19.455;
19.623.
6 quadrans de Untikesken. Vives XVI-13. Después del 195 a.c. GNC 13.8 12;
13.972; 14.385; 19.130; 19.483; 19.797.
2 sextans de Untikesken. Vives XVI-14. Después del 195 a.c. GNC 14.525;
19.128.
3 ases de Untikesken. Vives XIV-5. 1691158 a.c. GNC 19.594; 19.665; 19.764.
4 semis de Untikesken. Vives XIV-8. 1691158 a.c. GNC 13.948; 14.230; 14.234;
19.743.
9 ases de Untikesken. Vives XV-4 (seis variantes). 1691158 a.c. GNC 13.805;
13.910; 14.014; 14.018; 14.071; 19.531; 19.607; 19.796; 19,835.
3 semis de Untikesken. Vives XV-5 (dos variantes). 1691158 a.c. GNC 14.101;
14.198; 19.681.
As de Untikesken. Vives XV-6 var. 1691158 a.c. GNC 13.901.
2 ases de Untikesken. Vives XV-7 (uno variante). 1691158 a.c. GNC 14.378;
19.203.
As de Untikesken. Vives XV-11 var. Después del 143 a.c. GNC 14.222.
As de Untikesken. Vives XV-12. Después del 91 a.c. GNC 19.272.
23 ases de Untikesken. Vives XV-13 (trece variantes). Después del 91 a.c. GNC
13.851; 13.852; 13.877; 13.880; 13.886; 13.887; 13.893; 13.894; 13.895;
13.896; 13.902; 13.897; 13.898; 13.890; 13.911; 14.017; 14.206; 19.319;
19.525; 19.661; 19.682; 19.692; 19.754.
123 ases de Untikesken. GNC 13.806; 13.817; 13.840; 13.844; 13.848; 13.853;
13.856; 13.857; 13.858; 13.872; 13.874; 13.875; 13.876;13.878; 13.879;
13.881-13.885; 13.888; 13.892; 13.903; 13.938; 13.975;13.979; 13.982;
13.984-13.986; 13.988; 14.008; 14.009; 14.01 1; 14.021 ; 14.023; 14.027;
14.072-14.074; 14.084-14.087; 14.089; 14.094; 14.118; 14.205; 14.209;
14.210; 14.211; 14.214; 14.215; 14.217; 14.224; 14.229; 14.272; 14.291;
14.273; 14.317; 14.327; 14.347; 14.373; 14.377; 14.403; 14.409; 14.424;
14.432; 14.434; 14.522; 14.540; 14.564; 14.589; 14.644; 19.180; 19.187;
19.188; 19.196; 19.198; 19.199; 19.204-19.207; 19.211; 19.278; 19.290;
19.345; 19.347; 19.350; 19.352; 19.354; 19.375-19.377; 19.393; 19.396;
19.397; 19.400; 19.517; 19.518; 19.520; 19.524; 19.534; 19.537; 19.543;
19.544; 19.546; 19.547; 19.549; 19.613; 19.614; 19.616; 19.631; 19.636;
19.646; 19.648; 19.650; 19.657; 19.659; 19.684; 19.742; 19.771.
25 ases de Untikesken, partidos. GNC 13.912; 13.934; 14.094; 14.005; 14.006;
14.197; 14.207; 14.227; 14.297; 14.301; 14.363; 14.365; 14.374; 14.591;
19.191; 19.254; 19.257; 19.332; 19.365; 19.529; 19.532; 19.658; 19.672;
19.786.
7 semis de Untikesken. GNC 13.841; 14.030; 14.362; 14.371; 19.161; 19.391;
19.508.
Triens de Untikesken. GNC 14.645.
4 quadrans de Untikesken. GNC 13.976; 14.199; 14.278; 19.416.
As de Iltirta. Vives XXVII-3. Después del 195 y antes del 1551133 a.c. GNC
19.522.
Semis de Iltirta. Vives XXVII-6 var. Después del 195 y antes del 155/133 a.c.
GNC 14.130.
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180
2
3
2
2
2
9
2
2
2
2
7
2
3
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Iltirta. Vives XXVII-13 var. Después del 143 y antes del 104 a.c. GNC
14.131.
As de Iltirta. Vives XXVII-12. 80-72 a.c. GNC 14.173.
As de Iltirta. Vives XXVIII-12. 80-72 a.c. GNC 19.499.
Semis de Iltirta. Vives XXVIII-16 var. 80-72 a.c. GNC 19.765.
As de Iltirta. GNC 14.028.
As de Kese. Vives XXXI-13. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.693.
1
1
As de Kese. Vives XXXII-2. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.126.
As de Kese. Vives XXXII-14. Principios del siglo 11 a.c. GNC 19.300.
Quadrans de Kese. Vives XXXII-16. Principios del siglo 11 a.c. GNC 14.177.
As de Kese. Vives XXXIII-4. Principios del siglo 1 a.c. GNC 13.899.
1
1
As de Kese. Vives XXXIII-10. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.175.
Sextans de Kese. Vives XXXIII-14. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.174.
1
Semis de Kese. Vives XXXIII-16 var. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.588.
1
semis de Kese. Vives XXXIV-9. Principios del siglo i a.c. GNC 14.562; 14.176.
3
ases de Kese. Vives XXXV-1. 158-137 a.c. GNC 13.834; 13.942; 13.961.
ases de Kese. Vives XXXV-5. 158-137 a.c. GNC 14.239; 19.651.
As de Kesse. Fines del siglo 11 e inicios del siglo 1 a.c. GNC 19.454.
As de Kese. Vives XXXIV-6. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.142.
ases de Kese. Vives XXXV-7. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.943;
19.221.
As de Kese. Vives XXXV-8. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.967.
As de Kese. Vives XXXV-10. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.127.
ases de Kese. Vives XXXV-11. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.954;
14.475.
ases de Kese (uno dudoso). GNC 14.128; 14.468; 14.515; 19.242; 19.302;
19.344; 19.356; 19.388; 19.511.
semis de Kese. GNC 19.472; 19.502.
quadrans de Kese. GNC 14.201 ; 14.323.
As de Ausesken. Vives XXII-9. Desde la mitad del siglo 11 hasta el 104 a.c.
GNC 13.937.
ases de Ausesken. GNC 14.135; 14.361.
As de Ore. Vives XXIII-1. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
1
13.941.
1
ases de Ilturo. Vives XXIV-10 (uno variante). Mediados del siglo 1 hasta el 104
a.c. GNC 14.469; 19.215.
ases de Ilturo. Vives XXIV-8. Hacia el 104 a.c. GNC 13.842; 14.129; 19.201;
19.327; 19.585; 19.604; 19.638.
As de Ilturo. Vives XXIV-? GNC 14.369.
ases de Laiesken. Vives XXV-? GNC 14.120; 19.305.
As de Lauro. GNC 14.124.
1
As de Baitolo. Vives XXIX-1. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
14.015.
1
As de Baitolo. Vives XXIX-2. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
14.172.
ases de Ieso. Vives XXIX- 1 (uno variante). Desde la mitad del siglo 1 hasta el
1
104 a.c. GNC 19.238; 19.523; 14.552.
Divisor de Ae, de Arketurki. Vives XXV-¿3? 195-1551133 a.c. GNC 14.125.
As de Arketurki, partido. Vives XXV-4. 124-92 a.c. GNC 13.997.
1
As de Kelse. Vives LXI-6. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.251.
[page-n-182]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
181
2 ases de Kelse. Vives LXII-2. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.944;
1
19.626.
As de Kelse. Vives LXII-5, 6. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.2 18.
1
2 ases de Eso. Vives XXXVI-~l?
105-82 a.c. GNC 13.836; 14.119.
1
As de Bolskan. Vives XLIII-3. Segunda mitad del siglo 1 a. C. GNC 14.264.
1
As de Bolskan. Vives XLIII-6. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.133.
Denario de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.631.
1
As de Iaka. Vives XLIX-2. Mediados del siglo 1 a.c. GNC 14.171.
Denario de Turiasu. Vives LI-3. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1a.c. GNC
1
19.713.
1
As de Sekaisa. Vives LXV-2. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.181.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-111. 133-120 a.c. GNC 19.849.
Sextans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-IV. 133-120 a.c. GNC 14.132.
3 quadrans de Arse. 133-83 a.c. GNC 14.270; 14.459; 19.486.
As de Saiti. Vives XX-2. Antes del 133 a.c. GNC 13.974.
As de Castulo. Vives WCsl4. Primer tercio del siglo 1 a.c. GNC 14.485.
As de Castulo. Vives LXXI-14. Después del 72 a.c. GNC 14.643.
2 ases de Castulo. GNC 19.184; 19.536.
Semis de Castulo. GNC 19.160.
As de Ilturir. GNC 19.244.
1
Quadrans de Corduba. Vives CXVIII-1 var. Desde la segunda mitad del siglo 1
hasta el 78 a.c. GNC 19.152.
Semis de Carteia. Vives CXXVI-14 var. 104 a.c. GNC 19.167.
2 semis de Carteia. Vives CXXVII-5, 6. 90 a.c. GNC 19.491; 19.505.
Semis de Carteia. Vives CXXVII-6. 90 a.c. GNC 19.815.
Semis de Carteia, reverso C.Vib. 65-50 a.c. GNC 19.660.
Semis de Carteia, reverso proa, S y CARTEIA. Antes del 72 a.c. GNC 19.315.
Semis de Carteia. Vives CXXVI-? Antes del 72 a.c. GNC 19.322.
As de Gades. Vives LXXIV-2. Antes del 133 a.c. GNC 14.348.
Ae de Gades. Vives LXXIX-6. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.154.
GNC 14.228; 14.565.
2 Ae de ~Gades?
As de Abdera. Vives LXXXI-2. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.673.
Quadrans de Malaca. Vives LXXXV-5 var. Principios del siglo 1 a.c. GNC
14.180.
Quadrans de Malaca. GNC 19.633.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3. 300-214 a.c. GNC 14.152.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13. 300-214 a.c. GNC 19.410.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15. 214-150 a.c. GNC 19.479; 19.577.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53. 214-1 50 a.c. GNC 19.439.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B. 214-150 a.c. GNC 13.980;
14.148; 14.157; 14.262.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 71; 214-150 a.c. GNC 13.914.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 76. 125-75 a.c. GNC 19.637.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 86. 125-75 a.c. GNC 19.155.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87. 125-75 a.c. GNC 14.650.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87 u 81. 125-75 a.c. GNC 19.738.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 91. 125-75 a.c. GNC 19.493.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 99. 125-75 a.c. GNC 14.137; 19.296.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 101. 125-75 a.c. GNC 19.691.
[page-n-183]
182
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 107. 125-75 a.c. GNC 14.179; 14.136.
GNC 19.793.
Ae de ~Ebusus?
ACUÑACIONESHISPANO-ROMANAS
11 ases de Emporion. Vives CXXI-1 (tres variantes). 44-27 a.c. GNC 13.808;
13.973; 14.098; 14.162; 14.539; 19.223; 19.338; 19.387; 19.603; 19.640.
5 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXI-2. Después del 27 a.c. GNC
13.987; 14.012; 19.220; 19.557; 19.606.
3 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXI-7. Después del 27 a.c. GNC
14.219; 19.457; 19.758.
2 ases de Emporion. Vives CXXI-9 var. Después del 27 a.c. GNC 13.838 ; 19.617.
As de Emporion. Vives CXXI-9, 10. Después del 27 a.c. GNC 19.394.
As de Emporion. Vives CXXII-1. Después del 27 a.c. GNC 19.807.
As de Emporion, partido. Vives CXXII-2. Después del 27 a.c. GNC 13.999.
As de Emporion. Vives CXXII-3. Después del 27 a.c. GNC 19.225.
As de Emporion. Vives CXXII-4. Después del 27 a.c. GNC 19.683.
As de Emporion. Vives CXXII-5 var. Después del 27 a.c. GNC 14.337.
As de Emporion. Vives CXXII-6 (resello). Después del 27 a.c. GNC 14.674.
4 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXII-7. Después del 27 a.c. GNC
14.675; 19.294; 19.618; 19.701.
As de Emporion. Vives CXXII-7-9 var. Después del 27 a.c. GNC 19.677.
As de Emporion. Vives CXXII-8. Después del 27 a.c. GNC 19.666.
As de Emporion. Vives CXXII-10. Después del 27 a.c. GNC 19.374.
As de Emporion. Vives CXXIII-4 var. Después del 27 a.c. GNC 13.809.
2 ases de Emporion. Vives CXXIII-5. Después del 27 a.c. GNC 14.163; 19.595.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-9. Después del 27 a.c. GNC 14.202.
2 quadrans de Emporion. Vives CXXIII-10. Después del 27 a.c. GNC 19.146;
19.158.
2 quadrans de Emporion. Vives CXXIII-11 var. Después del 27 a.c. GNC 19.452 ;
19.450.
2 ases de Emporion. Vives CXXIII-7 (uno variante). 30 d.C. GNC 19.576; 19.592.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-12. Después del 30 d.C. GNC 14.156.
12 ases de Emporion. Vives CXXIII-6 (tres variantes). 30-35 d.C. GNC 13.807;
13.810; 13.995; 14.164-14.166; 14.367; 14.673; 19.326; 19.609; 19.664;
19.722.
20 ases de Emporion. Vives CXXIII-8 (once variantes). Después del 35 d.C. GNC
14.090; 14.091; 14.092; 14.110; 14.464; 19.456; 19.527; 19.556; 19.564;
19.566; 19.568; 19.578; 19.580; 19.582; 19.583; 19.584; 19.591; 19.663;
19.688; 19.747.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-9-12. 27-41 (7) d.C. GNC 19.729.
66 ases de Emporion. GNC 13.815; 13.820; 13.837; 13.839; 14.093; 14.16714.170; 14.193; 14.221; 14.225; 14.226; 14.266; 14.277; 14.284; 14.346;
14.372; 14.418; 14.446; 14.477; 14.534; 14.538; 14.548; 14.566; 14.577;
14.648; 19.194; 19.195; 19.197; 19.200; 19.202; 19.241; 19.250; 19.269;
19.271; 19.276; 19.279; 19.282; 19.297; 19.310; 19.318; 19.320; 19.330;
19.353; 19.355; 19.366-19.368; 19.371; 19.372; 19.379; 19.382; 19.384;
19.385; 19.392; 19.395; 19.398; 19.574; 19.596; 19.598; 19.702; 19.721;
19.726; 19.735; 19.810.
51 ases de Emporion, partidos. GNC 13.868; 13.993; 14.000; 14.025; 14.036;
14.066; 14.282; 14.315; 14.316; 14.331; 14.358; 14.557; 14.576; 14.581;
[page-n-184]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
2
2
2
2
183
14.593; 14.667; 19.192; 19.222; 19.228-19.230; 19.232; 19.234; 19.236;
19.245; 19.255; 19.256; 19.258-19.261; 19.263; 19.266; 19.293; 19.298;
19.299; 19.301; 19.307; 19.308; 19.311-19.313; 19.401-19.404; 19.567;
19.696; 19.699; 19.717; 19.790.
quadrans de Emporion. GNC 14.508; 19.482.
sextans de Emporion. GNC 19.41 1; 19.785.
ases de Ilerda, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.323; 19.378.
As de Tarraco, de Augusto. Vives CLXIX-11. 2 a.c.-4 d.C. GNC 19.295.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-3. 15 d.C. GNC 14.599.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Después del 15 d.C. GNC 13.816.
As de Ilercavonia. Vives CXXV-2. Antes del 27 a.c. GNC 19.133.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives CXLVII-7. 25-12 a.c. GNC 19.247.
As de Caesaraugusta, de Augusto, partido. Vives, CXLVIII-1. 12-8 a.c. GNC
14.571.
As de Toleto. Vives CXXXIV-1. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.685.
As de Saguntum, de Tiberio. 14-20 d.C. GNC 19.533.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10, 11. 12 a.c. GNC 19.442.
quadrans de la Colonia Patricia, de Augusto. 13-12 a.c. GNC 19.135; 19.509.
As de Pax Iulia, de Augusto. Vives, CLXVII-2. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.134.
Denario de l a Colonia Patricia, de Augusto. C. 21 GNC 14.642.
ACU~~ACIONES
ROMANO-IMPERIALES
3 ases de Lugdunum (?), de Octavio. RIC, 1, p. 43; C. 734. 40-28 a.c. GNC
13.958; 19.757; 31.177.
2 pequeños bronces de Treveris (?). Blanchet, 1912, p. 95, fig. 130. 27 a.c.-14
d.C. GNC 19.705; 19.449.
As de Vienne. Blanchet, 1912, fig. 132 vte. RIC, 1, p. 43. 40-28 .a.c. GNC
19.343.
7 ases de Nemausus, de Augusto (tres partidos). 27 a.c.-14/15 d.C. GNC 19.264;
19.265; 19.324; 19.335; 19.390; 19.718; 19.720.
2 denarios de Lugdunum, de Augusto. BMC 513. 2 a.c.-11 d.C. GNC 19.503;
19.709.
2 ae de Judea, acuñados bajo el período de Tiberio. Madden, 142-4. 14-37 d.C.
GNC 19.441; 19.487.
As de Roma, de Augusto. C. 369. 22 a.c. GNC 14.428.
Ouadrans de Roma, de Augusto. Bab. 11, 523, 29. 5 a.c. GNC 14.521.
As de Roma, de Augusto. C. 436. 22 a.c. GNC 14.191.
Denario de Roma, de Augusto, ¿forrado? C. 495. 18 a.c. GNC 19.51 5.
partido. 27 a.c.-14 d.C. GNC 14.484.
Sestercio de Roma, de ~Augusto?,
As de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.231.
Denario de Lugdunum, de Tiberio. 14-37 d.C. GNC 19.405.
As de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 6. 14-37 d.C. GNC 19.2 10.
As de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 3. 14-37 d.C. GNC 19.859.
As de Roma, de Agrippa. BMC 170. 14-37 d.C. GNC 19.213.
5 ases de Roma, de Agrippa. RIC 32. 14-37 d.C. GNC 13.813; 14.107; 14.598;
19.749; 19.750.
.Sestercio de Roma, de Caligula. 37-41 d.C. GNC 14.106.
t
[page-n-185]
184
LA CIRCULACION MONETAñTA DE LA TARRACONENSE
2 sestercios de Claudio 1. 41-54 d.C. GNC 14.138; 14.473 (41).
30 ases de Claudio 1. RIC 66. 41-54 d.C. GNC 14.104; 14.105; 14.145; 14.213;
14.321; 14.407; 19.209; 19.216; 19.249; 19.252; 19.268; 19.270; 19.275;
19.281; 19.287; 19.317; 19.334; 19.593; 19.561; 19.562; 19.602; 19.605;
19.610; 19.611; 19.615; 19.686; 19.700; 19.804; 19.867; 19.748.
9 ases de Claudio 1. RIC 68. 41-54 d.C. GNC 13.828; 13.949; 14.1 14; 14.141;
14.149; 14.150; 14.250; 19.217; 19.381.
21 ases de Claudio 1. RIC 69. 41-54 d. C. GNC 13.814; 13.829; 14.139; 14.140;
14.336; 14.426; 14.530; 14.531; 14.532; 14.604; 14.611; 19.235; 19.248;
19.277; 19.380; 19.495; 19.555; 19.590; 19.719; 19.795; 19.857.
Ouadrans de Claudio 1. C. 71. 41-54 d.C. GNC 14.112.
2 quadrans de Claudio 1. C. 72. 41-54 d.C. GNC 13.923; 19.621.
8 ases de Claudio 1. GNC 14.113; 14.232; 14.466; 14.610; 14.666; 19.284;
19.622; 19.798.
3 dupondios de Roma, de Antonia. C. 6.41-54 d.C. GNC 14.146; 19.283; 19.872.
b) Museo Arqueológico de Barcelona.
A C ~ A C I O N EGRIEGAS Y GALAS
S
3
42
4
4
2
4
2
Ae de Populonia. Siglo 1 1 (7).
1
Ae de Kroton. Siglo 1 1 (1).
1
Ae de Kamarina. Siglo 1 1 (?l.
1
Ae de Carthago.
Ae de Siracusa.
Ae de Cerdeña.
Obolo massaliota con rev. rueda. A partir del siglo IV a.c.
Dracma de Massalia, forrada. A partir del siglo 1 1 a.c.
1
pequeños bronces de Massalia. Siglo 11-1a.c.
Moneda ((Ala c r o h , con crecientes y en un cuadrante un punto. Fines del siglo
1 1 a.c.
1
monedas de bronce, con reverso delfín y BA (42).
monedas de Neronken. Siglos 11-1 a.c.
monedas de Langostaletes. Siglos 11-1 a.c.
monedas galas indeterminadas.
monedas de Nemausus. Blanchet, 1905, fig. 477; Giard, 1971-1972, tipo núm.
7, 44-42 a.c.
ACUNACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
Denario, forrado, RRC 44, 5; Roma; a partir del 211 a.c.
3 ases, RRC 56, 2; Roma; después del 211 a.c.
Semis, RRC 56, 3; Roma; después del 2 11 a.c.
Triens, RRC 56, 4; Roma; después del 2 11 a.c.
Quadrans, RRC 56, 5; Roma; después del 211 a.c.
(41) Es dudoso que esta pieza sea un sestercio. RIC, p. 129 considera que se tratd de un
as del tipo 66 acuilado sobre un flan de mayor módulo.
(42) Sobre este tipo de acuñaciones, véase MONRAVAL, 1981, pp. 523-527.
[page-n-186]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE BARCELONA
2
2
2
2
2
2
2
8
Sextans, RRC 85, 6; SE. de Italia; 211-210 a.c.
As, RRC 106, 4; ~Etruria?,
208 a.c.
Denario, RRC 111; ceca incierta; 2 11-208 a.c.
Denario, RRC 115; Roma; 206-195 a.c.
As, RRC 150, 1; Roma; 189-180 a.c.
Triens, RRC 173, 3; Roma; 169-158 a.c.
Triens, RRC 182, 4; Roma; 169-158 a.c.
As, RRC 183, 1; Roma; 169-158 a.c.
As, RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c.
Moneda de bronce, RRC 196; Roma; 169-158 a.c.
Denario, forrado, RRC 207, 1; Roma; 150 a.c.
As, RRC 214, 2; Roma; 148 a.c.
As, RRC 215, 2a; Roma; 148 a.c.
Denario, RRC 223, 1; Roma; 142 a.C:
denarios, RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
Denario, RRC 239, 1; Roma; 136 a.c.
Quadrans, RRC 243, 4; Roma; 134 a.c.
Denario, forrado, RRC 249, 1; Roma; 132 a.c.
Denario, forrado, RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
Denario, RRC 281, 1; Roma; 119 a.c.
Denario, RRC 284, l a ; Roma; 117 6 116 a.c.
Denario, RRC 290, 1; Roma; 114 6 113 a.c.
Denario, RRC 296, 1; Roma; 112 6 111 a.c.
Denario, RRC 324, 1; Roma; 101 a.c.
Denario, forrado, RRC 325, l b ; Roma; 101 a.c.
denarios, forrados, RRC 326; Roma; 101 a.c.
Quinario, RRC 326, 2; Roma; 101 a.c.
Denario, forrado, RRC 330, l a ; Roma; 100 a.c.
Quinario, RRC 332, l a ; Roma; 98 a.c.
quinarios, RRC 333, 1; Roma; 97 a.c.
Denario, forrado, RRC 334, 1; Roma; ?97 a.c.
Denario, forrado, RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.
Denario, RRC 344, lc; Roma; 89 a.c.
Denario, RRC 344, 2c; Roma; 89 a.c.
denarios, forrados, RRC 364, 1; Roma; 83-82 a.c.
Denario, RRC 392, lb; Roma; 75 a.c.
denarios, RRC 422, l a ; Roma; 58 a.c.
Denario, RRC 430, 1; Roma; 55 a.c.
Denario, forrado, RRC 434, 2; Roma; 54 a.c.
Denario, RRC 444, l a ; ceca móvil con Pompeio; 49 a.c.
Denario, RRC 450, l a ; Roma; 48 a.c.
denarios, RRC 458, 1; Africa; 47-46 a.c.
Quinario, RRC 462, 2; Africa; 47-46 a.c.
Denario, RRC 465, 4; Roma; 46 a.c.
As, RRC 471, 1; Hispania; 46-45 a.c.
Quinario, RRC 489, 5; Gallia Transalpina y Cisalpina; 43-42 a.c.
Denario, RRC 544, 15; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
Denario, RRC 544,?; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
denarios, forrados, RRC 544,?; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
fragmentos de monedas indeterminadas.
[page-n-187]
186
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
20 ases frustros.
14 semis frustros.
Triens frustro.
2 quadrans frustros.
Uncia frustra.
ACUNACIONES HISPANICAS
Ae de Rhode. Siglo 1 1 a.c.
1
3 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas. Amorós, 1934, núms. 27,
74 y 76. Siglos V-IV a.c.
Dracma ampuritana. Guadán, 314. Siglo 1 1 a.c.
1
Dracma ampuritana. Amorós, VI. Siglo 1 1 a.c.
1
Dracma ampuritana, forrada. Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán 925. Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán 937. Siglo IiI a.c.
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán, 949; Campo, 1972, núm. 31.
1
Siglo 1 1 a.c.
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Campo, 1972, núm. 12. Siglo 1 1a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Campo, 1972, núm. 21. Siglo 1 1a.c.
1
2 divisores ampuritanos, con reverso ~pegaso?
Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso dos delfines. Siglo 1 1 a.c.
1
3 divisores ampuritanos, con reverso un delfín. Siglo 1 1 a.c.
1
6 monedas hispano-cartaginesas. Ultimo tercio del siglo 1 1 a.c.
1
6 ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 1-1. Después del
195 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-2. Después del 195 a.c.
2 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-3. Después del 195 a.c.
7 ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 1-5. Después del
195 a.c.
7 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-6. Después del 195 a.c.
9 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-7. Después del 195 a.c.
4 sextans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-8. Después del 195 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-9. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-11. Después del 195 a.c.
8 ases de Untikesken (uno partido]. Villaronga, 1977-a, serie 2-12. Después del
195 a.c.
4 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-13. Después del 195 a.c.
5 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-15. Después del 195 a.c.
8 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-16. Después del 195 a.c.
3 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-17. Después del 195 a.c.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-19. Después del 195 a.c.
5 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-20. Después del 195 a.c.
14 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-22. Después del 195 a.c.
7 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-23. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 5-25. Después del 195 a.c.
Ae de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 5-26. Después del 195 a.c.
6 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-27. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-30. Después del 195 a.c.
3 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-31. Después del 195 a.c.
[page-n-188]
MUSEO ARQUEOLOGICO D E BARCELONA
3
4
5
3
11
3
3
4
2
5
4
12
3
6
3
3
18
69
2
8
4
2
2
4
3
187
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-32. Después del 195 a.c.
quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 7-37. Después del 195 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-39. Alrededor del 1691158 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-40. Alrededor del 1691158
a.c.
Quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-41. Alrededor del
1691158 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-42. Alrededor del 1691158 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-43. Alrededor del 1691158 a.c.
Quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-44. Alrededor del
1691158 a.c.
ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 9-45. Alrededor del
1691158 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 10-46. Después del 143 a. C.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 11-49. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-53. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-54. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 12-55. Después del
143 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-56. Después del 143 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 13-59. Después del 91 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 13-60. Después del 91 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 14-61. Después del 91 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 14-62. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-65. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-66. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-67. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken (seis partidos). Villaronga, 1977-a, serie 16-68. Después
del 91 a.c.
monedas de Untikesken inclasificables (diecinueve partidas y una recortada).
As de Iltirta. Vives, XXVII-3. Después del 195 y antes del 155-133 a.c.
monedas de Iltirta, con reverso jinete. Siglos 11-1 a.c.
monedas de Iltirta, con reverso loba. Siglos 11-1a.c.
Triens de Kese. Vives, XXXI-15. Principios del siglo 1 a.c.
1
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17. Principios del siglo 1 a.c.
1
As de Kese. Vives, XXXIII-10. Segunda mitad del siglo 11 e inicios del siglo 1
a.c.
As de Kese. Vives, XXXIII-15. Principios del siglo 11 a.c.
As de Kese. Vives, XXXIII-4, 10, 15 6 18. Segunda mitad del siglo 1 e inicios
1
del siglo 1 a.c.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9. 158-137 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXIII-18. 158-137 a.c.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-14. 158-137 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-1. 158-137 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXV-7. Principios del siglo 1 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXV-10. Principios del siglo 1 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-9, 10 u 11. Principios del siglo 1 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-11. Principios del siglo 1 a.c.
monedas de Kese, sin referencia.
ases de Ausesken. Vives, XXII-3 a 5. 195-1551137 a.c.
[page-n-189]
188
4
2
2
3
6
6
8
3
39
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-5. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Ilturo. Vives, XXIV-10. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
ases de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hacia el 104 a.c.
quadrans de Ilturo. Vives, XXIV-9. Hacia el 104 a.c.
Quadrans de Laiesken. Vives, XXV-3. 195-1551137 a.c.
As de Laiesken. Vives, XXV-7. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-5. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Ieso. Vives, XXIX-3. Primera mitad del siglo 1 a.c.
ases de Kelse, con reverso jinete. Siglos 11-1a.c.
Denario de Bolskan, forrado. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1
1
a.c.
ases de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1 a.c.
1
Quadrans de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1 a.c.
1
As de Arse, con reverso proa. Antes del 72 a.c.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 77. 133-120 a.c.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 80. 133-120 a.c.
Quadrans de Arse. 133-~83?
a.c.
Moneda de Saiti. Siglos 11-1 a.c.
Denario de Ikalkusken. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
monedas de Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX. 125-75 a.c.
monedas de Ae de Ebusus. Vives, XII-? 214-150 a.c.
As de Gades. Vives, LXXIV-l. 206-133 a.c.
Semis de Gades. Vives, LXXIV-5. Mediados del siglo 1 a.c.
1
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-5. 90 a.c.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-12. 85 a.c.
Moneda de Carteia. Siglos 11-1 a.c.
As de Irippo. Vives, CX-6. Mediados del siglo 1 a.c.
monedas ibéricas inciertas, con reverso jinete (1:recortada).
monedas ibéricas inciertas, con reverso caballo.
Moneda ibérica incierta, con reverso prótomo.
monedas ibéricas, partidas.
ACUNACIONES HISPANO-ROMANAS
14 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 17-69. Entre el 44 y
el 27 a.c.
7 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 18-72. Después del
27 a.c.
6 ases de Emporion (tres partidos). Villaronga, 1977-a, serie 19-73. Después del
27 a.c.
7 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 19-75. Después del
27 a.c.
5 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-76. Después del 27 a.c.
Sextans de Emporion. Viliaronga, 1977-a, serie 19-77. Después del 27 a.c.
5 Sextans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-78. Después del 27 a.c.
3 Ae de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-77, 78, 79. Después del 27 a.c.
3 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-80. Después del 27 a.c.
11 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 20-81. Después del 27 a.c.
[page-n-190]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE BARCELONA
2
5
4
2
2
3
2
4
2
2
5
2
2
12
5
6
7
65
10
73
2
189
Ae de Emporion, partida. Villaronga, 1977-a, serie 20-81, 82. Después del 27
a.c.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 21-83. Después del 27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 21-84. Después del 27
a.c.
sextans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 21-87. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 21-88. Después del
27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 22-89. Después del 27
a.c.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 23-90. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 23-91. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 23-93. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 24-94. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (dos partidos). Villaronga, 1977-a, serie 24-95. Después del
27 a.c.
As de Emporion, partido. Villaronga, 1977-a, serie 24-94. Después del 27 1a.C.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-99. Después del 27 a.c.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-100. Después del 27 a.c.
monedas de Emporion (tres partidas). Villaronga, 1977-a, serie 24-901100.
Después del 27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 24-102. Después del 27
a.c.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-105. Después del 27 a.c.
As de Emporion, partido. Villaronga, 1977-a, serie 24-106. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (cinco partidos). Villaronga, 1977-a, serie 25-107. Alrededor
del 30 a.c.
quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 25-108. Alrededor del 30
d.C.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 25-109. Alrededor del
30 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 26-1 10. ~ 3 7 - 4 1 d.C.
1
ases de Emporion (veintiuno partidos). Villaronga, 1977-a, serie 26-1 11. ~ 3 7 41? d. C.
quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28-122. 1 4 - ~ 4 1 d.C.
1
monedas de Emporion, i n ~ l a s ~ c a b l (cuarenta y siete partidas).
es
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2. 27-23 a.c.
Moneda de Ilerda, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Después del 15 d.C.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-7. 4-14 d.C.
Quadrans de Tarraco. Vives, CLXIX-10. Epoca augústea.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-2. 44-42136-35 a.c.
As de Celsa. Vives, CLX-9. 36-27 a.c.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4; Ruiz Trapero, 1968, núm. 23. 2
a.c.-14 d.C.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6; Ruiz Trapero, 1968, núm. 25. 1437 d.C.
[page-n-191]
190
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Moneda de Calagurris. 27 a.c.-37 d.C.
As de Segobriga, de Augusto. Vives, CXXXV-4. 23 aX.-14 d.C.
As de Saguntum, de Tiberio. Viiiaronga, 1967-a, núm. 120 6 121. 14-20 d.C.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-13 á 16. 19 d.C.
2 quinarios de Emerita (uno forrado). 25-23 a.c.
Sestercio de Emerita. 25 a.c.-37 d.C.
ACUI\IACIONES
ROMANO-IMPERIALES
6 ases de la proa, de Octavio (tres partidos). RIC, 1, p. 43; C. 737. 40-28 a.c.
2 ases de Lugdunum, del tipo Divos Iulios (uno partido). RIC, 1,p. 43; RRC, 535,
1. ?38 a.c.
16 monedas de bronce de Nemausus (nueve partidas). 27 a.c.-15 d.C.
2 monedas de Vienne, partidas. Antes de 27 a.c.
Denario de Lugdunum, de Augusto. RIC, 352. 27 a.c.-14 d.C.
2 denarios de Lugdunum, de Tiberio, forrados. RIC, 3. 14-37 d.C.
Denario de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C.
Sestercio de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C.
2 ases de Roma, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C.
Dupondio de Roma, de Tiberio. 14-37 d.C:
12 ases de Roma, de Tiberio. 14-37 d.C.
Denario de Roma, de Caligula, forrado. 37-41 d.C.
Sestercio de Roma, de Caligula. 37-41 d.C.
3 quadrans de Roma, de Calígula. 37-41 d.C.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. 41-54 d.C.
5 dupondios locales, de Claudio 1. 41-54 d.C.
77 ases locales, de Claudio 1. 41-54 d.C.
12 quadrans de Roma, de Claudio 1 41-54 d.C.
.
Moneda de bronce de Judea, de Augusto. 8-9 d.C.
9 monedas de bronce de Judea, de Tiberio. 15-17 d.C.
Moneda de bronce de Palestina, de Herodes 1. 37-4 a.c.
Moneda de bronce de Palestina, de Herodes Achelaos. 4 a.c.-6 d.C.
[page-n-192]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
11. MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA.
(Láminas 1-IX)
Núm. 1.
ROMA. Denario. 194-190 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 137, 1; núm. inv.
29454.
Núm. 2. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 33'55 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 178, 1; núm.
inv. 29498.
Núm. 3. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.:22'20g.;M.:30mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC191,l:r;núm.inv.
Núm. 4.
Núm. 5.
Núm. 6.
Núm. 7.
Núm. 8.
Núm. 9.
29.500.
ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'94 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RRC 201, 1; núm. inv.
29450.
ROMA. Denario. 152 a.c.
P.: 3'62 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: RRC 204, 1; núm. inv.
29455.
ROMA. As. 150 a.c.
P.: 22'24 g.; M.: 30'5 mm.;
P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 206, 2; núm.
inv. 29499.
ROMA. Denario. 150 a.c.
P.: 3'50g.;M.: 17'50mm.;P.C. 9-10 h.;C.:A.G.;R.:RRC207, 1;nÚm.
inv. 29459.
ROMA. Denario. 145 a.c.
P.: 4 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 220, 1; núm. inv.
29452.
ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'94 g.; M.: 18 rnm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 233, 1 ; núm. inv.
29449.
[page-n-193]
192
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 10. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 236, l e ; nÚm.inv.
29466.
Núm. 11. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'72 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 256, 1 ; núm.
inv. 29468.
Núm. 12 ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'82g.;M.: 18mm.;P.C.: 5-6h.;C.:A.G.;R.:RRC26O1 1;núm.inv.
29460.
Núm. 13. ROMA. Denario. 127 a.c.
P.: 3'74g.;M.: 16'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC264,
1;nÚm.inv.
29470.
Núm. 14. ROMA. Denario. 126 a.c.
P.: 3'75 g.;M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: S.G.; R.: RRC 267, 1;núm.inv.
2945 1.
Núm. 15. ROMA. Denario. 124 a.c.
P.: 3'87 g.; M.: 18 m.;
P.C.: 6 h.; C.: S.G.; R.: RRC 273, 1 ; núm. inv.
29465.
Núm. 16. ROMA. Denario. 123 a.c.
P.: 3'74g.;M.: 16'5mm.;P.C.:4h.; C.:A,G.;R.:RRC274, 1;nÚm.inv.
29462.
Núm. 17. ROMA. Denario. 123 a.c.
P.: 3'77 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 275, 1; núm.
inv. 29464.
Núm. 18. ROMA. Denario. 122 a.c.
P.: 3'85 g.;M.: 16'5mm.;P.C.: 7 h.; C.:B.G.;R.: RRC 277, 1;núm.inv.
29453.
Núm. 19. ROMA. Denario. 119 a.c.
P.: 3'66 g.; M.: 17 m.;
P.C.: 6 h.; C.: B.G.; RRC 281, 1; núm. inv.
R.:
2947 1.
Núm. 20. ROMA. Denario. 118 ó 117 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 17'5 m.;
P.C.: 1 1 h.; C.: S.G.; R.: RRC 283, l b ; núm.
inv. 29463.
Núm. 21. ROMA. Denario. 117 6 116 a.c.
P.: 3'87 g.;M.: 17 -.;P.C.:
7 h.; C.: A.G.; R.:RRC284, 1a;núm.inv.
29456.
Núm. 22. ROMA. Denario. 116 6 115 a.c.
P.: 3'85g.;M.: 16'5mm.;P.C.: 6h.;C.:S,G.;R.:RRC286, 1;nÚm.inv.
29469.
Núm. 23. ROMA. Denario. 109-108 a.c.
P.: 3'83 g.: M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 302, 1; núm. inv.
29457.
Núm. 24. ROMA. Denario. 104 a.c.
P.: 3'82 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 317, 3a; núm.
inv. 29467.
Núm. 25. ROMA. Denario. 101 a.c.
P.: 3'77g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 3ha;C.:A.G.;R.:RRC324, 1;nÚm.inv.
2946 1.
[page-n-194]
MUSEO
ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GR N
IOA
193
Núm. 26. ROMA. Denario. 90 a.c.
P.: 3'94g.;M.: 17'2mm.;P.C.:3h.;C.:A.G.;R.:RRC341,
1;núm.inv.
29473.
Núm. 27. ROMA. Denario, serratus. 82 a.c.
P.: 3'63 g.;M.: 17'5mm.;P.C.: 11-12 h.;C.:B.G.;R.:RRC362, 1 ; n ú m .
inv. 29475.
Núm. 28. ROMA. Denario, serratus. 79 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 384, 1;núm. inv.
29476.
Núm. 29. ROMA. Denario. 78 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15'30 mm.;.P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 385, 4; núm.
inv. 29472.
Núm. 30. ROMA. Denario. 77 a.c.
P.: 3'53 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: RRC 387, 1; núm. inv.
29458.
Núm. 3 1. ROMA. Denario. 67 a.c.
P.: 4 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: RRC409, 2 ; núm. inv.
29474.
Núm. 32. CECA MOVIL CON JULIO CESAR. Denario. 49-48 a.c.
P.: 3 g.; M.: 17'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: S.G.; R.: RRC 443, 1 ; núm. inv.
29477.
Núm. 33. CECA MOVIL CON M. ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'11 g.; M.: 17mm.;P.C.: 3 h.; C.: A.G.;R.:RRC 544, 36;núm.inv.
29478.
Núm. 34. CECA MOVIL CON M. ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'16 g.; M.: 16mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 544, 36;nÚm.inv.
29479.
ACU~~ACIONES
HISPANICAS
Núm. 35. SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'96 g.; M.: 24'5 rnm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 3; núm. inv. 29359.
1
Núm. 36. SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: g134g.;M.: 23mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Dominguez,
1979-a,serie 3; núm. inv. 29368.
1
Núm. 37. SALTUIE. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
P.: 8'83g.;M.:24'5rnm.;P.C.:7h.;C.:B,G.;R.:Domínguez,
1979-a,tipo A; núm. inv. 29355.
Núm. 38. OROSI. As. 133-82 a.c.
P.: 8'51 g.;M.:22'5mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,XLIX-1,2;núm.
inv. 29363.
Núm. 39. OROSI. As. 133-82 a.c.
P.: 10'62 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XLIX-1, 2;
núm. inv. 29362.
Núm. 40. BOLSKAN. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8g.;M.: 22'5mm.;P.C.: 3-4h.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,tipo B; núm. inv. 29365.
[page-n-195]
194
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 41. BOLSKAN. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'55 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
tipo B; núm. inv. 29364.
1
Núm. 42. SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
P.: 7'40g.;M.: 22'5mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:Domínguez,
1979,serie 2; núm. inv. 29358.
Núm. 43. SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'85 g.; M.: 25'5mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.:Domínguez, 1979-a,
serie 3; núm. inv. 29367.
1
Núm. 44. ARSAOS. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 9'22 g.;M.: 23'3mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,
tipo C; núm. inv. 29366.
Núm. 45. KUELIOKOS. As. 80-72 a.c.
P.: 13'51 g.; M.: 25 mrn.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, L-2; núm. inv.
29359.
Núm. 46. BILBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'94 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXIII-1; núm.
inv. 29352.
Núm. 47. TAMANIU. As. ¿Primer tercio del siglo 1 a.C.1
P.: 7'75 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 4, tipo A; núm. inv. 29356.
1
Núm. 48. EKUALAKOS. As. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 8'31 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LV-2; núm. inv.
29350.
Núm. 49. SEKOBIRIKES. As. 105-82 a.c.
P.: 9'25 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXVII-3; núm.
inv. 29357.
Núm. 50. SECOBRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 6'14 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, C m - 1 ; núm.
inv. 29412.
Núm. 51. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'06 g.; M.: 14 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a VIII111-111; núm. inv. 29382.
Núm. 52. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 16'2 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11; núm. inv. 29381.
Núm. 53. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 2'87 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-1; núm. inv. 29380.
Núm. 54. VALENTIA. As. Ultimo tercio del siglo SI a.c.
P.: 11'13g.;M.:26'5rnm.;P.C.:7h.;C.
II.G.;R.:Vives,CXXV-1;núm.
inv. 29408.
1
Núm. 55. SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 14'77g.;M.:25mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XX-2;núm.inv.
29361.
1
Núm. 56. CASTiJLO. As. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 10'44 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-9; núm.
inv. 29379.
Núm. 57. OBiJLCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
[page-n-196]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
Núm. 58.
Núm. 59.
Núm. 60.
Núm. 61.
Núm. 62.
Núm. 63.
Núm. 64.
Núm. 65.
Núm. 66.
Núm. 67.
Núm. 68.
Núm. 69.
Núm. 70.
Núm. 71.
Núm. 72.
Núm. 73.
195
P.: 9'20 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R:: Vives, XCVI-7; núm.
inv. 29407.
GADES. As. Siglo 1 a.c. Resello delfín en el reverso.
1
P.: 10'70 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-1;
núm. inv. 29360.
GADES. As. Siglo 1 a.c. Resello delfin en el reverso.
1
P.: 9'34 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3;
núm. inv. 29386.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 11'61 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h.;C.:M.G.;R.:Vives,LXXIV-3;nÚm.
inv. 29384.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: g130g.;M.: 25mm.;P.C.: 3 h.;C.:A.G.;R.:Vives,LXXIV-1,3;nÚm.
inv. 29385.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 11'12 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3;
núm. inv. 29383.
GADES. Divisor de Ae. Siglo 1 a.c.
1
P.:6'24g.;M.: 19'3mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIV-5;núm.
inv. 29375.
1
GADES. Divisor de Ae. Siglo 1 a.c.
P.: 4'54 g.; M.: 19'20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-5;
núm. inv. 29376.
GADES. Divisor de Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 6'12g.;M.: 19'3mm.;P.C.: 3 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIX-6;núm.
inv. 29377.
1
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 11'45 g.; M.: 24mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, IXXXV-1;
núm. inv. 29387.
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 8'14 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXXV-6; núm.
inv. 29388.
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 8'35 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LMU(VI1-6;
núm. inv. 29390.
1
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 13'07 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXXVI-15;
núm. inv. 29389.
MALACA. Divisor de Ae. Primera &tad del siglo 1 a.c.
P.: 7'85 g.;M.: 20mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXXV-11;núm.
inv. 29370.
CARMO. ¿As? Inicios del siglo 1 a.c.
P.: g155g.;M.: 25mm.;P.C.: 6-7h.;C.:M.G.;R.:Vives,CI-5;nÚm.inv.
29392.
CARTEIA. Semis. 102 a.c. 9." emisión; serie B.
P.: 8'03 g.; M.: 21'50; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, ':XXVII-8; núm.
inv. 29394.
CARTEIA. Quadrans. 45 a.c. 22.a emisión.
P.: 4'86 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vivi!., CXXVIII-10;
núm. inv. 29395.
[page-n-197]
196
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 74. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1.a.C.
P. : 4'83 g. ; M. : 22 mm. ; P.C. : 9 h. ; C. : B.G. ; R. : Vives, CX-3 (variante);
núm. inv. 29373.
Núm. 75. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 4'76g.;M.: 22mm.;~.~.~9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CX-3;nÚm.inv.
29393.
Núm. 76. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 2'86 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CX-4; núm. inv.
29374.
Núm. 77. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 4'12 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CX-3; núm.
inv. 29372.
Núm. 78. EBUSUS. Ae. 125-75 a.c.
P.:4'90g.;M.: 19'5mm.;P.C.:3 h.;C.:B.G.;R.:Campo, 1976-a,grupo
XIX; núm. inv. 29353.
AC~ACIONES
HISPANO-ROMANAS
Núm. 79. COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c.
P.: 12'12 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-1; núm.
inv. 29429.
Núm. 80. COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c.
P.: 12'37g.;M.:29mm.;P.C.:5h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLX-3;nUm.inv.
29430.
Núm. 81. CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 12'25g.;M.: 27'8mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives, CLX-1l;nÚm.
inv. 2943 1.
Núm. 82. CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: g114g.;M.: 26'5mm.;P.C.: lOh.;C.:M.G.;R.:Vives,CLX-1l;núm.
inv. 29432.
Núm. 83. BILBILIS. As. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 13'36g.;M.:27'8mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXVIII-8;
núm. inv. 29418.
Núm. 84. BILBILIS. As. 23 a.c.?-14 d.C.
P.: 10f30g.;M.:25'25mm.;P.C.: 11 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXVIII8 ; núm. inv. 29351.
Núm. 85. BILBILIS. As. 37-41 d.C.
P.: 12'52 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 1.131; núm. inv. 29419.
Núm. 86. OSCA. As. Después del 2 a.c.
P.: 10'54 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: 3.G.; R.: Vives, CXXXVI-9;
núm. inv. 29417.
Núm. 87. OSCA. As. Después del 2 a.c.
P.: 11'30 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXVI-9;
núm. inv. 29416.
Núm. 88. CALAGURRIS. As. 2 a.c.
P.: 11'40 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Ruiz Trapero, 1968,
22 var.; núm. inv. 29428.
Núm. 89. CAESARAUGUSTA. Semis. 8 a.c.
P.: 5'75g.;M.: 19'50mm.;P.C.: 7h.;C.:M.G.;R.:GilFarrés, 1951,4345; núm. inv. 29421.
[page-n-198]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
197
Núm. 90. CAESARAUGUSTA. As. 12-8 a.c.
P.: 9'76 g.;M.: 27'2mm.;P.C.: 11 h.; C.: A.G.;R.: GilFarrés, 1951,2628; núm. inv. 29422.
Núm. 9 1. CAESARAUGUSTA. As. 12 d.C.
P.: 12'10g.;M.:25'5mm.;P.C.:2h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXLIX-4;núm.
inv. 29423.
Núm. 92. CAESARAUGUSTA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'32 g.;M.: 26'8mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXLM9;núm.
inv. 29424.
Núm. 93. CAESARAUGUSTA. AS. 3 1-32 d.C.
P.: 11'96 g.; M.: 26'75 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CL-12:núm.
inv. 29426.
Núm. 94. CAESARAUGUSTA. As. 14-37 d.C.
P.: 10'81 g.;M.: 27'5mm.;P.C.: 1 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLII-3;nÚm.
inv. 29427.
Núm. 95. CAESARAUGUSTA. As. Julio 37-Junio 3 8 d.C.
P.: 11f20g.;M.: 27'8mm.;P.C.: lOh.;C.:S.G.;R.:Trillmich,
1973,serie 1, 3; núm. inv. 29425.
Núm. 96.ERCAVICA. As. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 8'47 g.; M.: 25'2 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXII-1, 3;
núm. inv. 29435.
Núm. 97. CASCANTUM. As. 14-37 d.C.
P.: 11'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-1; núm.
inv. 29433.
Núm. 98. CASCANTUM. As. 14-37 d.C. Reselio cabeza de águila en anverso.
P.: 14'12 g.;M.: 28'2mm.;P.C.: 5 h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLXI-2;nÚm.
inv. 29434.
Núm. 99. GRACURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 10'12 g.; M.: 25'8 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-1; núm.
inv. 29438.
Núm. 100. CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'80 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXIII-2;
núm. inv. 29436.
Núm. 101. CLUNIA. As. 14-37 d.C. Resellos jabalí en el anverso y reverso.
P.: 10'34 g.; M.: 26'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIII-4;
núm. k v . 29437.
Núm. 102. SEGOBRIGA. As. 27 a.c.-14 d.C. Resello cabeza de águila en el anverso.
P.: 11'52 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C.:M.G.;R.:Vives,CXXXV-4;núm.
inv. 29413.
Núm. 103. SEGOBSIGA. Semis. 14-37 d.C.
P.: 6'12 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXV-7;
núm. inv. 29415.
Núm. 104. SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'07 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXV-¿o?;
núm. inv. 29414.
Núm. 105. ILICI. Semis. 12-13 d.C.
P.: 6'87 g.; M.: 21'40 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-4;
núm. 29410.
Núm. 106. ILICI. As. 14-37 d.C. 3.8 emisión.
[page-n-199]
198
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
P.: 11'34 g.; M.: 25'7 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-13;
núm. inv. 2941 1.
107. CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 4'30 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXX-5; núm.
inv. 29443.
108. CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 7'52 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-5; núm.
inv. 29442.
109. CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 13'10 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 2-3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10;
núm. inv. 29445.
110. CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12.* emisión.
P.: 12'62g.;M.:26'4mm.;P.C.:3h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-8;núm.
inv. 29444.
111. CARTHAGO NOVA. As. 37-41 d.C.
P.: 13'54 g.; M.: 27'8 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-7,
10; núm. inv. 29448.
112. CARTHAGO NOVA. As. 37-41 d.C.
P.: 9'53 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-7, 10;
núm. inv. 29447.
113. COLONIA PATRICIA. Dupondio. 13-12 a.c.
P.: 24'98g.;M.:31 mm.;~.~.:4-5h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXV-2;núm.
inv. 29439.
114. COLONIA PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 5'04g.;M.: 20mm.;P.C.:2h.;C.:A.G.;R.:Chaves, 7 , g m p o I d e
197
semis; núm. inv. 29440.
115. COLONIA PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P,:4'20g.;M.: 2013mrn.;P.C.: 5-6h.;C.:B,G.;R.:Chaves,
1977,grupo
1 de semis; núm. inv. 29441.
1
116. ITALICA. AS. 15-16 d.C.
P.: 13'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: l l i h . ; C.: B.G.; R.: Chaves, 1978, pp.
134-137; núm. inv. 29404.
117. ITALICA. Semis. 18-19 d.C.
P.: 6'84 g.; M.: 21'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1978, p.
138; núm. inv. 29405.
Núm. 118. ROMULA. Dupondio. 14-37 d.C.
P.: 23'86 g.; M.: 31'50 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXVII-2;
núm. inv. 29406.
Núm. 119. CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27.a emisión.
P.: 3'27g.;M.: 17mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:Chaves,
1979-a,pp. 148149; núm. inv. 29409.
Núm. 120. CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27.a emisión.
P.: 5'35 g.; M.: 16'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
148-149;ñúm. inv. 29371.
Núm. 12 1. CARTEIA. Semis. ¿Fin del siglo 1 a.c. y comienzos del 1d.c.? 29." emisión.
P.: 7'22 g.;M.: 20rn~1,;P.C.:1 h.;C.:B.G.;R.: Chaves, 1979-a,pp. 151156; núm. inv. 29397.
Núm. 122. CARTEIA. Quadrans. 15 d.C. 30." emisión.
[page-n-200]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
199
P.:4'20g.;M.: 17mm.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:Chaves, 1979-a,pp. 156159; núm. inv. 29396.
123. IULIA TRADUCTA. As. 2 a.c.
P.: 11'77 g.; M.: 23'50 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIV-13;
núm. inv. 29378.
124. IULIA TRADUCTA. Dupondio. Hacia el 2 a.c.
P.: 23'37 g.; M.: 30'2 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIV-12;
núm. inv. 29403.
125. EMERITA. As. En torno al 23 a.c.
P.: 9'44 g.; M.: 23'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXL-14; núm.
inv. 29398.
126. EMERITA. As. En torno al 23 a.c.
P.: 11'18 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXL-15; núm.
inv. 29399.
127. EMERITA. As. Después del 2 a.c.
P.: 10'44 g.; M.: 23 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: GilFarrés, 1946, 46;
núm. inv. 29400.
128. EMERITA. As. Después del 2 a.c.
P.: 8'34 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Gil Farrés, 1946, 5055; núm. inv. 29401.
129. EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 13'15 g.; M.: 25'5 mm.;P.C.: 2-3 h.; C.: A.G.; R.: GilFarrés, 1946,
143; núm. inv. 29354.
130. EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 8'90 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Gil Farrés, 1946, 143;
núm. inv. 29402.
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 131. ROMA. Augustq. Dupondio. 22 a.c.
P.: 8'44 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 158-159; núm.
iny. 29501.
Núm. 132. ROMA. Augusto. Denario. Desde el 2 a.c. hasta el 11 d.C.
P.:3'70g.;M.: 18'7mm.;P.C.: 11h.;C.:A.G.;R.:BMCI519-535;núm.
inv. 29480.
Núm. 133. ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo periodo de Tiberio?
P.: 10'57 g.;M.: 27'2mm.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:BMC, 157-158;núm.
inv. 29502.
Núm. 134. ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'28 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 161-166; núm.
inv. 29503.
Núm. 135. ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'26 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 161-166; núm.
inv. 29504.
Núm. 136. ROMA. Germánico. As. 37-38 d.C.
P.: 8'66g.;M.: 26'6mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:BMC149-51;núm.inv.
29505.
Núm. 137. ROMA. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 12'77 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; núm. inv. 29506.
Núm. 138. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.d.
[page-n-201]
200
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
P.: 11'93 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
29511.
139. LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'45 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
29510.
140. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 13'63;M.:27mm.;P.C.: 7h.;C.:A.G.;R.:RIC1 68;núm.inv. 29508.
141. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'97 g.; M.: 27'5 m.;
P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
29507.
142. ROMA. Claudio. AS. 41-54 d.C.
P.: 9'26 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
29509.
143. ROMA. Antonia. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 13'23 g.; M.: 27'20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 166; núm.
inv. 29512.
MONEDAS HALLADAS EN EL POBLADO
IBERICO DE ULLASTRET
(Lámina LXIII)
Núm. 1. MASSALIA. Obolo. Mediados del siglo V a.c.
P.: 0'74 g.; M.: 10 mm.; C.: A.G.; R.: Scheers, 1975, núm. 9.
Núm. 2 EMPORION. Fraccionaria. Siglos V-IV a.c.
P.: 0'37 g.; M.: 10 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Guadán 55.
1
Núm. 3. EMPORION. Dracma. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 4'52 g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 8h.;C.: S.G.;R.:Guadán, 206;zonaexterior del istmo de l a muralla Este. Sector D-E. Estrato 1 1
1.
1
Núm. 4. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'48 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.: Campo, 1972, 11-11-Ib;
núm. inv. 8027. Publicada en Oliva, 1959.
1
Núm. 5. EMPORION. Divisor. Segunda Mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'45 g.; M.: 12 m . ; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972, 11-11;
núm. inv. 8028. Publicada en Oliva, 1959.
1
Núm. 6. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'43 g.; M.: 9'5 mm.; P.C.: 12,h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972, 1-IV.
Núm. 7. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 0'17 g.; M.: 8 m . ; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972,II-11-IIa;
núm. inv. 2740.
Núm. 8. GADES. Ae. 236-206 a.c.
P.: 3'15 g.; M.: 17'5 mm.; C.: F.-M.G.; R.: Vives, IX-6;nÚm. inv. 8017.
Publicada en Oliva, 1958.
Núm. 9. EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'16 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.:Campo, 1976-a, grupo
XVIII; núm. inv. 8013. Publicada en Oliva, 1956-57.
Núm. 10. EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII (?); núm. inv. 8022. Publicada en Oliva, 1958.
Núm. 11. EMPORION. As. En torno al 30 d.C.
P.: 8'22 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G. (partida); R.: Villaronga,
1977-a, serie 25-107b; zona istmo, encima habitación, lado escalera Torre 111, E. 1.
[page-n-202]
LOS VILLARES
111. LOS VILLARES (Caudete de las Fuentes).
Colecciones de R. Gabaldón y F. Gabaldón.
(Laminas IX-XVIII)
ACUÑACIONES GALAS
Núm. 1.
Núm. 2.
MASSALIA. Pequeño bronce.
P.: 2'30g.;M.: 13mm.;P.C.:
91.
MASSALIA. Pequeño bronce.
P.: 1150g.;M.: 13mm.;P.C.:
Siglos 11-1 a.c.
11-12 h.;C.:M.G.;R.:Blanchet, 1905,fig.
Siglos 11-1a.c.
1 h.;C.:M.G.;R.:Blanchet, 1905,fig. 91.
ACUÑACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
ROMA. Denario. Después del 2 11 a.c.
P.: 4'55 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; huellas d e cincel e n el anverso; R.: RRC 44, 5.
4. ROMA. Quinario. Después del 211 a.c.
P.: 2'18 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 44, 6.
5. ROMA. Denario. Después del 2 1 1 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 53, 2.
6. ROMA. Denario. 207 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 57, 2.
7. ROMA. As. 207 a.c.
P.: 47'07 g.; M.: 3 5 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 57, 3.
8. ITALIA CENTRAL. Denario. 21 1-208 a.c.
P.: 4'40 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 60, l a .
9. ITALIA CENTRAL. Denario. 2 1 1-208 a.c.
P.: 4'16 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: RRC 60, l a .
10. SICILIA. Victoriato. 2 1 1-208 a.c.
P.: 2'60 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: RRC 71, l a .
Núm. 3.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
[page-n-203]
202
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 11. SICILIA. Denario. 209-208 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 75, la.
Núm. 12. INCIERTA. Denario. 21 1-208 a.c.
P.: 3'95 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: RRC 110, l b .
Núm. 13. ¿ROMA? Victoriato. Inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 2'60 g.; M.: 16'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 14. ROMA. Denario. 179-170 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.: C.: B.G.; R.: RRC 163, 1.
Núm. 15. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 25'90 g, M.: 30 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC 174, 1.
Núm. 16. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 29'20-g.; M.: 32 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC 180, 1.
Núm. 17. ROMA. Denario. 169-158 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 187, 1.
Núm. 18. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 17'70 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 194, 1.
Núm. 19. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 197, la.
Núm. 20. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 4'18 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 197, lb.
Núm. 21. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 197, l b .
Núm. 22. ROMA. As. 157-156 a.c.
P.: 16'20g.;M.: 26'5mm.;P.C.: 12 h.;C.: B.G.;R.:RRC 197-198B/lb.
Núm. 23. ROMA. As. 155 a.c.
P.: 18'95 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC 200, 2.
Núm. 24. ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 201, 1.
Núm. 25. ROMA. Denario. 153 a.c.
P.: 3'78 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: RRC 203, l a .
Núm. 26. ROMA. Denario. 152 a.c.
P.: 3'90 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 204, 1.
Núm. 27. ROMA. As. 152 a.c.
P.: 22'85 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; R.: RRC 204, 2.
Núm. 28. ROMA. Denario. 151 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: RRC 205, 1.
Núm. 29. ROMA. Denario. 149 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 1 8 m . ; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 210, 1.
' Núm. 30. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'93 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 214, la.
Núm. 31. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: RRC 215, 1.
Núm. 32. ROMA. As. 148 a.c.
P.: 23'12 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC 215, 2a.
Núm. 33. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC 216, 1.
Núm. 34. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'18 g.; M.: 19 m . ; P.C.: 1 0 h.; C.: B.G.; R.: RRC 216, 1.
Núm. 35. ROMA. As. 147 a.c.
P.: 25'50 g.; M.: 3 0 mm.;
P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC 217, 2.
[page-n-204]
LOS VILLARES
203
Núm. 36. ROMA. Denario. 146 a.c.
P.: 3'78 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 219, le.
Núm. 37. ROMA. Denario. 140 a.c.
P.: 3'87 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 228, 2.
Núm. 38. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 231, 1.
Núm. 39. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'90 g.; M.: 17 m.;P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: RRC 231, 1.
Núm. 40. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 232, 1.
Núm. 41. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 235, lc.
Núm. 42. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'82 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 235, 1 a-c.
Núm. 43. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: RRC 236, le.
Núm. 44. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'77 g.; M.: 20 m . ; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 238, 1.
Núm. 45. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 238, 1.
Núm. 46. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'74 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 239, 1.
Núm. 47. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC 239, 1.
Núm. 48. ROMA. Denario. 135 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: RRC 240, l a .
Núm. 49. ROMA. Denario. 132 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 249, 1.
Núm. 50. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RRC 256, 1.
Núm. 51. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'65 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 256, 1.
Núm. 52. ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'89 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 260, 1.
Núm. 53. ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 261, 1.
Núm. 54. ROMA. Denario. 126 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: RRC 266, 1.
Núm. 55. ROMA. Denario. 122 a.c.
P.: 4 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 277, 1.
Núm. 56. ROMA. Quadrans. ?97 a.c.
P.: 7'60 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 334, 5.
Núm. 57. ¿ROMA? As. 206-195 a.c.
P.: 41'12 g.; M.: 34 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 58. ¿ROMA? As. Después del 195 a.c.
P.: 35'25; M.: 32 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 59. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 35'24 g.; M.: 33 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 60. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 32'18 g.; M.: 31 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
[page-n-205]
204
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 61. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'75 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 62. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'17 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 63. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 64. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 30'30 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 65. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 26'10 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 66. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 25'80 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 67. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 23'60 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 68. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 22'80 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 69. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 21'15 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 70. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 17'15 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 71. ¿ROMA? As. En torno al 91 a.c.
P.: 10'20 g.; M.: 26 mm.; C.: M. G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 72. ¿ROMA? Semis. 195-146 a.c.
P.: 10'45 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 73. ¿ROMA? Semis. 195-146 a.c.
P.: 8'40 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G. (fragmentada);R.: RRC, p.
596.
Núm. 74. ¿ROMA? Semis. En torno al 91 a.c.
P.: 6'80 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 75. ¿ROMA? Semis. En torno al 91 a.c.
P.: 5'17 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núms. 76-86. ¿ROMA? Ases. 195-146 a.c.
P.: 40'81; 40'40; 35'70; 33'07; 31'96; 28'25; 27'50; 26'15; 25'72;
20'50; 20 g.
Núm. 87. UNTIKESKEN. As. Alrededor del 1691158 a.c.
P.: 24'50g.;M.: 30mm.;P,C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,XIV-5;Villaronga, 1977-a, serie 8-39.
Núm. 88. UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a, serie
¿ 13-59?
Núm. 89. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.:4'06g.;M.: 19mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán,
1980, núm. 375.
Núm. 90. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'60 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives,XXXI-11; Guadán, 1980, núm. 375.
Núm. 91. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
[page-n-206]
LOS VILLARES
205
P.: 3'95g.;M.: 19mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 92. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.:8h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-ll;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 93 KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'80g.;M.: 17mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-ll;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 94 KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'45g.;M.: 18mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán.
1980, núms. 376-377.
Núm. 95 KESE. As. ¿Antes del 133 a.c.?
P.: 11'95 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXXIV-¿8?
Núm. 96 BOLSKAN. Denario. 133-105 a.c.
P.: 3'35 g.; M.: 19 mrn.; P.C.: 12 h.; C.: B.G (agujero); R.: Villaronga,
1979-a, núm. 483.
Núm. 97 BOLSKAN. Denario. 80-72 a.c.
P.: 4'08 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 12-1 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 486.
Núm. 98 BOLSKAN. Denario. 80-72 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 486.
Núm. 99 TURIASU. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 13'80 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 7; Vives, LII-4.
Núm.lOO SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'35 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXV-6 ú 11.
Núm. 101 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13'45 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.102 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.103 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 37 mm.; P.C. 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.104 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'80 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-l.
Núm. 105 KLLI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'18 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
NÚm.106 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'80 g.; M.: 24 mm,; P.C.: 9-10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-l.
Núm.107 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'70 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.108 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'68 g.; M.: 25 m . ; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.109 ARSE. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'17 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VII-111-11.
Núm.110 ARSE. As. 120 a.c.
P.: 32'04 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-11.
[page-n-207]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
206
Núm. 111 ARSE. As. 120 a.c.
P.: 26'20 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VII-11.
Núm. 112 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 20'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IX1.
Núm. 113 ARSE. As, Después del 120 a.c.
P.: 22'15g.;M.:28mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 114 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21185g.;M.: 29mm.;P.C.: 6h.;C.:B,G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 115 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'60 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IX11-1.
Núm. 1 16 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'50 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11-1.
Núm. 117 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'50 g.; M.: 29'5 mm.;P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11.
Núm. 118 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'35 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
IX-11-1.
Núm. 119 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 20'70g.;M.: 29mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 120 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 17'50g.;M.: 29mm.;P.C.:9h.;C.: M.G.;R.:Villaronga, 1967-a,IX11-1.
Núm. 121 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 17'20 a.c.; M.: 30 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
m-11-1.
Núm. 122 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 1 7 g . ; M . : 29mm.;P.C.:7-8h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,=11.
Núm. 123 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 14'18g.;M.: 28mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,1967-a,IX11-1.
B
Núm. 124 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 16'34g.; M.: 29mm.;P.C.: 7 h . ; C.:B.G.;R.:Villaronga, 1967-a,=1.
Núm. 125 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.:3'60g.;M.: 17mm.;P.C.: lh.;C.:A.G.;R.:Villaronga,
1967-a,VIII1111-11.
Núm. 126 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 4'68 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11.
[page-n-208]
LOS VILLARES
207
Núm. 127 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
Núm. 128 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 129 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 5'60 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 130 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'35 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 131 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 4'40g.;M.: 15'5mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,
m-VI.
Núm. 132 LARSE? Quadrans. 85-83 a.c. (?).
P.: 2'90 g.; M.: 16'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 133 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 21'70 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 134 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 21 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 135 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'22 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 136 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 137 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'10 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 138 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 18'38 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 139 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 18 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 140 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'86 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 141 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 15'32 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 142 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 14'80 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 143 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 7 5 a.c.
P.: 14 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 144 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 25'20 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 145 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 25 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 146 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'80 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 147 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'95 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-3.
Núm. 148 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'60 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 10-11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-3.
[page-n-209]
208
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 149 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 12'60 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: B.G. (fragmentada);R.: Vives,
CXXV-3.
Núm. 150 IKALKUSKEN. Denario. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'30 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G. (fragmentada).
Núm. 151 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 10'80 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 314.
Núm. 152 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 10'60 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.
Núm. 153 IKALKUSKEN. Semis. ¿Mediados del siglo 1 a.c.?
1
M.: 17 mm.; C.: A.G.; R.: Vives,LXVII-2.
Núm. 154 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 20'80 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Guadán, 1980, núm.
244.
Núm. 155 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 19'80 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 156 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 18'15 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 157 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17'90 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Guadán, 1980, núm.
241.
Núm. 158 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17'15 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 159 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 16'50 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 4-5 mm.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 160 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 16'10 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 161 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 162 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 163 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 12 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 164 CASTULO. As. 165-80 a . ~ :
P.: 11'50 g.; M.: 25 mm,; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 165 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10'90 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-9.
Núm. 166 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10 g.; M.: 30mm.; P.C.: 4 h . ; C.: B.G. (fragmentada);R.:Vives,LXX8.
Núm. 167 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'40 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 168 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 9'75 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-¿8?
h'úm. 169 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 15'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-1.
Núm. 170 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 12'25 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-1.
[page-n-210]
LOS VILLARES
Núm. 17 1 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 16'70 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.
Núm. 172 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 14'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.
1
Núm. 173 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
P.: 11'86 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G. (fragmentada).
Núm. 174 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 11'20 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.
Núm. 175 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 6'18 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 1 h.; C.: S.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 176 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 5'95 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-12.
Núm. 177 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 5 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 178 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'90 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 179 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'65 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 180 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'32 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11 ó 12.
Núm. 181 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'30 g.; M.: 17 m.;
P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11.
a.c.?
Núm. 182 CASTULO. Semis. ~ 1 5 0 - 8 0
P.: 3'70 g.; M.: 18 mm.; P.C. 7 h.; C.: M.G.
Núm. 183 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'25 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.
Núm. 184 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'08 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.
Núm. 185 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 4'90 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.
Núm. 186 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 4 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 187 OBULCO. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 29'10 g.; M.: 29 m.;C.: M.G.; R.: Delgado, LVII-34.
Núm. 188 OBULCO. As. Antes del 91 a.c.
P.: 12'13 g.; M.: 29 mrn.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCVI-5.
[page-n-211]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
IV. MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI.
(Láminas XVIII-XXIV)
ACUÑACIONES
ROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 1 ROMA. As. 194-190 a.c.
P.: 26'56g.;M.: 35mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.: RRC 134, 2;núm.inv.
1319.
Núm. 2 ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.:3'63g.;M.: 19mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:RRC7 , ~ l b ? ; n ú m , i n v .
19
1316.
Núm. 3 ROMA. Denario. 152 a.c. (7).
P.: 3'76 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 204, 1; núm. inv.
1330.
Núm. 4 ROMA. Denario. 135 a.c.
P.: 3'79g.;M.: 19'5mm.;P.C.:9 h.;C.:S.G.;R.:RRC242, 1;núm.inv.
1339.
Núm. 5 ROMA. Denario. 126 a.c. Falsa.
P.: 3'09 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: S.G.; R.: RRC 266, 1; núm. inv.
1333.
Núm. 6 ROMA. Denario. 126 a.c. Falsa.
P.: 2'72 g.; M.: 18 mm.;P.C.: 7 h.; C.: S.G.;R.: RRC 266, 1;núm.inv.
1340.
Núm. 7 ROMA. Denario. 125 a.c.
P.: 3'88g.;M.: 18mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:RRC270, 1;nÚm.inv.
1337.
Núm. 8 ROMA. Denario. 119 a.c. Falsa.
P.: 3'90g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 5 h.;C.: S.G.;R.:RRC281, 1;nÚm.inv.
1329.
[page-n-212]
MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI
Núm. 9
Núm. 10
Núm. 11
Núm. 12
Núm. 13
Núm. 14
211
ROMA. Denario. 119 a.c. Falsa.
P.: 2'71 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 5 h.; C.: S.G.; R.: RRC 281, 1; núm. inv.
1335.
ROMA. Denario. 118-1 17 a.c.
P.: 3'78g.;M.: 20mm.;P.C.: 3h.;C.:B,G.;R.:RRC283, 1a;nÚm.inv.
1334.
ROMA. Denario. 116 6 115 a.c.
P.: 3'28g.;M.: 17mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:RRC286, 1;núm.inv.
1338.
ROMA. Denario. 118-117 a.c.
P.: 3'42 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.;R.: RRC 309, 1; núm. inv.
1326.
MOVIL CON MARCO ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'57 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: RRC544,21;núm.
inv. 1341.
1
ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.:25'63g.;M.:33mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RRCp.596;nÚm.inv.
1318.
AGUNACIONES HISPANICAS
Núm. 15 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: g176g.;M.: 27mm.;P.C.: 9 h . ; C.:M.G.;R.:Villaronga, 1977-a, serie 16-67; núm. inv. 1262.
1
Núm. 16 KESE. Semis. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 5'24g.;M.: 21 =.;P.C.:
1 h.;C.:M.G.;R.:Vives,XXXIII-5;nÚm.
inv. 2538.
Núm. 17 KESE. As. 158-137 a.c.
P.: 12'71 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: Vives,XXXV-1; núm.
inv. 1270.
Núm. 18 KELSE. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 1Z194g.;M.: 27mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives1IXI-6,Domínguez, 1979-a, serie 3, tipo B ; núm. inv. 2532.
Núm. 19 BOLSKAN. Denario. 105-80/72 a.c.
P.: 4'06 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
485; núm. inv. 2534.
Núm. 20 BOLSKAN. Denario. 105-80172 a.c.
P.: 2'72 g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1979-a,
485; núm. inv. 2535.
Núm. 21 BOLSKAN. As. 133-105 a.c.
P.: 9'73 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
488; núm. inv. 2533.
Núm. 22 BASKUNES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'26 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: S.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
513; Dominguez, 1979-a, tipo B; núm. inv. 2537.
Núm. 23 TITIAKOS. As. Siglos 11-1a.c.
P.: 11'51 g.;M.: 25mm.;P.C.: 11 h.; C.:B.G.;R.:Vives,LVII-1O;nÚm.
inv. 1269.
Núm. 24 KUELIOKOS. As. 105-80172 a.c.
P.: 8'85 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, L-1; núm. k v .
1282.
[page-n-213]
212
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 25 KONTEBAKOM-KARBIKOM. As. Siglos 11-1 a.c.
P.:8'89g.;M.: 26mm.;P.C.: 11-12h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1979-a,
595; Vives, CLXXII-2; núm. inv. 1265.
Núm. 26 BILBILIS. As. Cambio siglos 11-1 a.c.
P.: 11167g.;M.: 27mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.:Vives,LXIII-9;núm.
inv. 1279.
1
Núm. 27 SEKOBIRIKES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 2'71 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
anverso 691 y reverso 690; núm. inv. 2536.
1
Núm. 28 SEKOBIRIKES. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'97 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: S.G.; R.: Vives, XMVII-3;
núm. inv. 1280.
1
Núm. 29 ARSE. As. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 13'38g.;M.: 27mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,
VII-111-11; núm. inv. 1281.
Núm. 30 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: Z134g.;M.: 17mm.;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,VII111-1; núm. inv. 2541.
Núm. 31 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 4'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11; núm. inv. 2540.
Núm. 32 SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 14'10 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2; núm.
inv. 2539.
Núm. 33 SAITI. As. Mediados del siglo 11 a.c.
P.: 11'93 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2; núm.
inv. 1278.
Núm. 34 SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11f68g.;M.: 24mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.;R.:Vives,XX-2(?);núm.
inv. 1261.
Núm. 35 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'14 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1;núm.
inv. 1271.
Núm. 36 OBULCO. As. Antes del 140 a.c.
P.: 18'44 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XCV-4; núm.
inv. 1277.
Núm. 37 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10'77 g.; M.: 27 mm.;P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-9; núm.
inv. 1259.
Núm. 38 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11; núm.
inv. 1283.
Núm 39 CARMO. As. Inicios del siglo 1 a.c.
P.: 8'03 g.; M.: 25mm.;P.C.: 7-8 h.; C.: M.G.;R.:Vives, CI-5 (?);núm.
inv. 1286.
Núm. 40 ACINIPO. Semis. Siglo 1 a.c.
P.: 7'53 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CV-2; núm.
inv. 1287.
Núm. 41 ASIDO. Semis. Siglo 1 a.c.
[page-n-214]
MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI
213
P.: 6'94g.;M.: 21mm.;P.C.: 12h.;C.:M,G.;R.:Vives,XC-4;núm.inv.
1260.
1
Núm. 42 GADES. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'82 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXIV-1; núm.
inv. 1266.
ACUÑACIONES HISPANO-ROMANAS
Núm. 43 CELSA. Augusto. As. Después del 23 a.c.
P.: 9'68 g.; M.: 29 mm.;
P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXI-2; núm.
inv. 2530.
Núm. 44 CELSA. Augusto. As. 6 a.c.
P.: 10'99 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-8; núm.
inv. 1258.
Núm. 45 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c.-14 d.C.
P.: 12'26 g.;M.: 29 mm.;P.C.: 1 h.; C.: A.G.;R.:VivesCLM-1; Ruiz
Trapero, 1968, 21 vte. b; núm. inv. 1274.
Núm. 46 CAESARAUGUSTA. Augusto. As. 8 a.c. 7.a emisión.
P.: 13'87 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: B.G.; R.: Vives CXLVIII-7;
núm. inv. 2531.
Núm. 47 CAESARAUGUSTA. Tiberio. As. 3 4 d.C.
P.: 18'84g.;M.: 30mm.;P.C.: 7-8h.;C.:M,G.;R.:VivesCLI-6;núm.
inv. 1268.
Núm. 48 CASCANTUM. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 12'95 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 11-12h.; C.: B.G.; R: VivesCLXI-2;núm.
inv. 1276.
Núm. 49 ILICI. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11155g.;M.: 28mm.;P.C.:2h.;C.:A.G.;R.:VivesCXXXIII-10:núm.
inv. 1273.
Núm. 50 ILICI. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 12'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives CXXXIII-8;
núm. inv. 1343.
Núm. 51 CARTHAGO NOVA. Semis. 57 a.c. 1." emisión.
P.: 7'79 g.; M.: 24mm.;P.C.: 9 h.; C.: S.G.; R.:VivesCLXXIII-8;nÚm.
inv. 1264.
Núm. 52 CARTHAGO NOVA. Tiberio. As. 29 d.C.
P.: 10159g.;M.: 27mm.;P.C.: 8h.;C.:A.G.;R.:VivesCXXXII-1;núm.
inv. 1267.
Núm. 53 ACCI. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 18'66 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives CLXVI-12;
núm. inv. 1285.
Núm. 54 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 11103g.;M.:27mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:VivesCLXV-3;Chaves
1977, núm. 319, núm. inv. 2529.
Núm. 55 COL. PATRICIA. Augusto. Semis. 13- 12 a.c.
P.: 4'33 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXV-6; Chaves,
1977, núm. 627; núm. inv. 1275.
Núm. 56 COL. ROMULA. Augusto. Dupondio. 14-37 d.C.
P.: 18'29 g.; M.: 33 mm.; P.C.: 4-5 h.; C.: B.G.; R.: Vives CLXVII-2;
núm. inv. 1272.
[page-n-215]
2 14
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 57 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1a.c.? Comienzos del siglo 1d.C.7 29 emisión.
P.: 5'99g.;M.:22mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:VivesCXXM-2;Chaves,
1979-a, p. 151; núm. inv. 1263.
Núm. 58 EMERITA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 9'85 g.;M.: 28mm.;P.C.: 4h.;C.:B.G.;R.: GilFarrés, 1946, 156159; núm. inv. 1284.
,
ACUÑACIONES
ROMANO-IMPERIALES
Núm. 59 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C.
P.: 3'74; M.: 19'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: BMC 521; núm. inv.
1327.
Núm. 60 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C. Falsa.
P.: 3'25g.;M.: 18mm.;P.C.: 11-12 h.;C.: S.G.;R.:BMC540;núm. inv.
1325.
Núm. 61 ROMA. Augusto. As. 27-14 d.C.
P.: 9'34 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; núm. inv. 1303.
Núm. 62 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C. Falsa.
P.: 2'88 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 3 h.; C.: S.G.; R.: BMC 34; núm. inv.
1299.
Núm. 63 ROMA. Tiberio. As. Ultimo período de Tiberio?
P.: 10'99 g.; M.: 30 m . ; P.C.: 6-7 h.; C: A.G.; R.: BMC 149; núm.
inv. 2543.
Núm. 64 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.:8'99g.;M.:28mm.;P.C.:7h.;C.:B.G.;R.:RIC32;nÚm.inv.
1309.
Núm. 65 ROMA. Caligula. As. 37-38 d.C.
P.: 10'71 g.; M.: 28 m . ; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC 45; núm. inv.
1300.
Núm. 66 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:9'95g.;M.:30mm.;P.C.:
6h.;C.:B.G.;R.:RIC66;nÚm.inv.
1293.
Núm. 67 ¿ROMA? Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'34 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC 68; núm. mv.
1321.
Núm. 68 IMITACION LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.7
P.: 8'59 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC 69; núm. inv.
1322.
Núm. 69 ROMA. Antonia. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 10'10 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: BMC 166; núm. inv.
1292.
[page-n-216]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
V. MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT.
(Láminas XXIV-XLIX)
ACUÑACIONES GRIEGAS Y PUNICAS
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
1 ARADOS. Ae. Siglos U-1 a.c.
P.: 6'10 g.; M.: 20mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: SNG-DNM. Phoenicia,
núm. 37. Col. Isidro.
2 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88a.c.
P.: 7'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
3 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88 a.c.
P.: 6'80 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
4 EGIPTO. Ptolomeo ¿X? 106-88 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: M.G.
5 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 20 mm.; C.: M.G.
6 MACEDONIA. Filipo V. 221-179 a.c.
P.: 9'20 g.;M.: 22mm.;P.C.: 1 h.; C.:B.G.: R.: SNGGreciaEvelpidis,
núm. 1475-76.
7 NEAPOLIS. Ae. 270-240 a.c.
P.:5'50g.;M.:19'5mm.;P.C.:9h.;C.:A.G.;R.:Sambon,núm.664(?).
Col. Isidro.
Núm. 8 SIRACUSA. Ae. 287-279 a.c.
P.: 8'35 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Mini, 1977,núm.
286-290.
1
Núm. 9 SICILIA. Ae. Fines del siglo IV y principios del 1 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
193-324.
Núm. 10 CARTHAGO. Ae. 221-210 a.c.
P.:'7 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
1518-1521.Col. Isidro.
[page-n-217]
216
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 11 CARTHAGO. Ae. 221-210 a. C.
P.: 5'80 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
1518-1521.
Núm. 12 TINGIS. Ae. Fines del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'80 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Mazard, núm. 601.
Núm. 13 IOL. Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Mazard, núm. 550 ó
553.
Núm. 1 4 IOL. Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'40g.;M.: 1g15mm.;P.C.: 12h.;C.: M.G.; R.: Mazard,nÚm. 551.
ACUNACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 15 ROMA. As. 209-208 a.c. (?).
P.: 31 g.; M.: 31'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.;R.: RRC,50,3 (?). Col. Isidro.
Núm. 16 ROMA. As. Después del 211 a.c.
P.: 45 g.; M.: 36 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 56-2. Col. Isidro.
Núm. 17 ROMA. As. Después del 211 a.c.
P.: 38 g.; M.: 33 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 56,2.
Núm. 18 ROMA. As. Después del 2 1 1 a.c.
P.: 40g.;M.: 36mm.;P.C.: 5 h . ; C.: A,G.;R.:RRC,56,2 (?l. Col. Isidro.
Núm. 19 ROMA. Semis. Después del 21 1 a.c.
P.: 16'40g.;M.:27mm.;P.C.:2h.;C.:B.G.;R.:RRC,56,3.Col.Isidro.
Núm. 20 ROMA. Denario. 179-170 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 162, 2a.
Núm. 21 ROMA. Triens. 157-156 a.c.
P . : 4 ' 8 0 g . ; M . : 18'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC,
197-198,3.Col.
Isidro.
Núm. 22 ROMA. Denario. 147 a.c.
P.: 3'20g.; M.: 17'5mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G. (dosagujeros);R.:RRC,
218,l.
Núm. 23 ROMA. As. 146 a.c.
P.: 23'25 g.; M . : 3 0 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 219,2.
Núm. 24 ROMA. Denario. 114-1 13 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 291,l.
Núm. 25 ROMA. Denario (forrado). 108-107 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC,308,la.
Núm. 26 ROMA. Denario (forrado). 101 a.c.
P.: 2'50 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G., fragmentada. R.: RRC,
324,l.
Núm. 27 ROMA. Denario (forrado). 101 a.c.
P.: 3 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 324,l.
Núm. 28 ROMA. (Forrada.) 100 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 3 2 8 , l .
Núm. 29 ROMA. Triens. 91 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 339,3.
Niim. 30 ROMA. Denario (forrado). 90 a.c.
P.: 1'80 g.; M.: 19'5 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, 342,3.
N Ú ~ 31 ROMA. Quinario. 89 a.c.
.
P.: 1'90 g.; M.: 13 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: RRC, 343,2b.
[page-n-218]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
217
Núm. 32 ROMA. Quinario. ¿88 a.c.?
P.: 1'80 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 345,2(?).
Núm. 33 ROMA. Denario. 8 6 a.c.
P.: 3'40 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 350 A, 2. Col.
Quiles.
Núm. 34 ROMA. Denario (forrado). 70 a.c.
No disponemos de los datos ténicos de la pieza. R.: RRC 4 0 4 , l .
Núm. 35 ROMA. Denario. 62 a.c.
P.: 3'30 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 4 1 6 , l .
Núm. 36 ROMA. Denario. 5 4 a.c.
P.: 3'45 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 4 3 3 , l .
Núm. 37 ROMA. Denario (forrado). 50 a.c.
P.: 3'60g.;M.: 19'5mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:RRC, 439,l.Col.Quiles.
Núm. 38 ROMA. Denario (forrado). Antes de los aiios 130 a.c.
P.: 4'0 g.: M.: 18 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.
Núm. 39 ROMA. As. Siglo ¿II? a.c.
P.: 4 0 g.; M.: 33'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R: RRC, p. 596.
Núm. 40 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 18'40 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 41 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 19'10; M.: 3 0 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
1
Núm. 42 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 23'40 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 43 ROMA. As. Siglo 11 a.c.
P.: 22'50 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 4 4 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 25 g.; M.: 31 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 4 5 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 27'70 g.; M.: 30 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 46 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'45 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 47 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'35 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 5 h . ; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 48 ROMA. Sextans. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'10 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
ACUNACIONES HISPANICAS
Núm. 49 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 18 a.c.
P.: 8'75 g.; M.:22'5 mm.;P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11, núm. 110, A.
Núm. 50. HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 18 a.c.
P.: 7'60 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11.
Núm. 51 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 221-2 18 a.c.
P.: 5'30 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11. Col. Isidro.
[page-n-219]
218
LA CIRMACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 52 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 8'90 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 116,B. Col. Isidro.
Núm. 53 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-218 a.c.
P.: 8 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1973-a,núm.
115. Col. Isidro.
Núm. 54 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 9'10 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 122.
.
Núm. 55 HISPANO-CARTAGINESA. ~ e 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 6'70 g.; M.: 21 m . ; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 122.
Núm. 56 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-218 a.c.
P.:7'55g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1973-a,X-11
Núm. 57 BARIA. Ae. Desuués del 206 a.c.
P.: 17 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1973-a, XII1.
1
Núm. 58 UNTIKESKEN. As. Después del 195 a.c.
P.: 23 g.; M.: 31'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 13.
Núm. 59 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 14'60g.;M.:28mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1977-a,serie 16.
1
Núm. 60 KESE. Quadrans. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 7'85 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXIII-4;
MAN, 1710. Col. Isidro.
Núm. 61 KESE. Quadrans. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 1'90 g.; M.: 13'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.;R.: VivesXXXIII-6. Col.
Isidro.
1
Núm. 62 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 14'80 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXII-4.
Núm. 63 KESSE. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 13'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXXVI-4. Col.
Isidro.
Núm. 64 ILTURO. Años antes del 104 a.c.
P.: 1 3 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; Vives, XXIV-8; MAN 2127.
Núm. 65 ILTIRTA. Unidad. 80-72 a.c.
P.: 5'65g.;M.: 19'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:A.G.;R.:Villaronga,
1978-a,
núm. 39-A.
Núm. 66 ILTIRTA. Unidad. 80-72 a.c.
P.: 5'25 g.; M.: 20 mm.; C.: M.G./F.; R.: Vives, XXVIII, ~ 1 ó1 12?
1
Núm. 67 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 12'30 g.; M.: 27 a.c.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives,~x1-7, Col.
8.
Isidro.
Núm. 68 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a. C.
1
1979P.: 12'50g.;M.:27'5mm.;P.C.: 1 1 h.;C.:M.G.;R.:Domínguez,
a, ~ 1 2 - 1 8 0 1
Núm. 69 KELSE. As. Después del 72 a.c.
[page-n-220]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
Núm. 70
Núm. 71
Núm. 72
Núm. 73
Núm. 74
Núm. 75
Núm. 76
Núm. 77
Núm. 78
Núm. 79
Núm. 80
Núm. 81
Núm. 82
Núm. 83
Núm. 84
Núm. 8 5
Núm. 86
219
P.: 12'15 g.; M.: 26'5mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
12-185.
SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'80 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
18-239. Col. Isidro.
SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'65 g.; M.: 23'5mm.;P.C.: 3 h . ; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
18-~2391
SALTUIE. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 24 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 17229. Col. Isidro.
1
SESARS. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 11140g.;M.: 25mm.;P.C.: 11 h.; C.:B.G.;R.:Domínguez, 1979-a,
20-268.
BOLSKAN. As. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 10 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 7117. Col. Isidro.
1
BOLSKAN. As. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
P.: 6'65 g.; M.: 23 mm.;P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 7120.
BOLSKAN. As. Ultimo tercio de1 siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 7'27g.;M.:23mm.;P.C.: llh.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,7124-125.
BOLSKAN. Semis. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 4'50 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XLIII-6.
BELIKIOM. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'20 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
5-80. Col. Isidro.
SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 7'10g.;M.: 24mm.;P.C.:1 h.;C.:A.G.;R.:Domínguez,l979-a,serie 3, tipo c. Col. Isidro.
1
SEKIA. Semis. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 5 g . ; M . : 19mm.;P.C.:4h.;C.: M.G.;R.:Domínguez, 1979-a,serie
1. Col. Isidro.
KUELIOKOS. As. En torno a 105-72 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, L-1; MAN,
1959.
SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 9'30 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXV-6.
SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'80 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: MAN, 2512.
KONTERBIA KARBIKA. As. ¿ 133-72 a.c.?
P.: 12'15 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXIX-12. Col.
Isidro.
KONTERBIA KARBIKA.As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 10130g.;M.:231nn1,;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXIX-3;MAN,
1878. Col. Isidro.
KONTERBIA KARBIKA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 8'05 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXXIX-3.
[page-n-221]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
220
Núm. 87 BILBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 11'50 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: MAN, 1032.
Núm. 88 BiLBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 11 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXIII-11. Col. Isidro.
Núm. 89 TAMANIU. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
13-209. Col. Isidro.
Núm. 90 TAMANIU. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'70 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
13-204. Col. Isidro.
Núm. 91 AREKORATA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c. (?).
P.:7'60 g.; M.: 22'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XL-12; MAN,
574. Col. Isidro.
Núm. 92 ARSE. Semis. 133-120 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-1.
Núm. 93 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 14'70 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11-1.
Núm., 9 4 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21 g.; M.: 29mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,núm.
89.
Núm. 95 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 3'30 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IXS
IV.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
96 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 3'55g.;M.: 17mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.;R.:Villaronga, 1967-a,IXIV.
97 ARSE. As. Después del 85-83 a.c.?
P.: 16'70g.;M.: 31 mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,X1-11 (?).
98 ARSE. As. Después del 83 a. C.?
P.: 19'50 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
XI-1. Col. Isidro.
99 ARSE. Quadrans. Después del 83 a. C.?
P.: 2'75 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.
100 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 14'50 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
101 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 13'15 g.; M.: 27'5 mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
102 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 12'50 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XX-2.
103 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 12'30 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
104 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11'30 g.; M.: 26 m.;
P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
105 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XX-2.
[page-n-222]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
221
Núm. 106 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 107 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 10'5g.;M.:25'5mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:Vives,XX-2.Col.Isidro.
Núm. 108 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 9'90 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 109 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 8'35 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 110 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 9'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXVI-¿6?
1
Núm. 111 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'60 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: MAN, 2065.
1
Núm. 112 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P. : 8' 10 g. ; M. : 24 mm. ;P.C. : 1 h.; C.: M.G. ; R. : Vives, LXVI-7. Col. Isidro.
1
Núm. 113 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 6'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: MAN, 2079.
Núm. 114 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 9 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXVI-¿6? Col. Isidro.
Núm. 115 OBULCO. As. Antes de1 140 a.c.
P.: 16'40g.;M.: 26'5mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Vives,XCV-¿4?Col.
Quiles.
Núm. 116 OBULCO. As. Antes del 140 a.c.
P.: 16'10 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCV-4.
Núm. 117 OBULCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 16 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives,XCVI-6. Col. Isidro.
Núm. 118 OBULCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 16 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCVI-6. Col. Isidro.
Núm. 119 OBULCO. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 3'5g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 2h.;C.:B.G.;R.:MAN,956.Col.Isidro.
Núm. 120 CASTULO. As. 195-179 a.c.
P.: 29'10 g.; M.: 32'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXVIII-11;
MAN, 59.
Núm. 121 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 1 6 g . ; M.: 24'5mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: Vives,LXIX-8. Col.Isidro.
Núm. 122 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8; MAN,
195. Col. Isidro.
Núm. 123 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'10 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 5 h.; C.: S.G.; R.: Vives, LXX-9; MAN,
203. Col. Isidro.
Núm. 124 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 13'5g.;M.: 26'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXX-9;MAN,
205. Col. Isidro.
[page-n-223]
222
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 125 CASTULO. Semis. Mediados del siglo 11 a.c.
P.: 9'80 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXI-2.
1
Núm. 126 CASTULO. Semis. mediados del siglo 1 a.c.
P.: 8'6 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-2.
Núm. 127 CASTULO. As. ~ S e g u n d a
mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 19 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; Col. Isidro.
mitad del siglo 1 a.c.?
1
Núm. 128 CASTULO. As. ~ S e g u n d a
P.: 15 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; Col. Isidro.
Núm. 129 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 11'65 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
1
Núm. 130 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
P.: 1 3 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.
Núm. 131 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 6'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.
Núm. 132 CASTULO. Semis. 165-150 a.c.
P.: 5'6 g.; M.: 19'5mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-3. Col.
Isidro.
Núm. 133 CASTULO. Semis. 165-150 a.c.
P.: 3'7 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-3. Col. Isidro.
Núm. 134 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'4 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 135 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.:4g.;M.: 16mm.;P.C.: 1 h.;C.: M.G.;R.:Vives,LXX-12. Col.Isidro.
Núm. 136 CASTULO. As. Después del 72 a.c.
P.: 13'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXI-14. Col.
Isidro.
Núm. 137 CASTULO. As. Después del 72 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-14.
Núm. 138 CASTULO. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 6'1 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-9.
Núm. 139 CASTULO. Semis.
P.: 7'6 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 140 ASIDO. Unidad. Después del 72 a.c.
P.: 6'15 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XC-4.
1
Núm. 141 CARMO. Unidad. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 6'85 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CI-5.
Núm. 142 CORDUBA. Quadrans. 80-79 a.c.
P.:5'2g.;M.: 18mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Chaves,
1977,p. 155;Vives, CXVIII- 1.
Núm. 143 CARTEIA. Semis. Principios del siglo 1 a.c. 13 emisión.
P.: 6'4 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
138-139; Vives, CXXVIII-6.
Núm. 144 CARTEIA. Semis. 50 a.c. 21 .a emisión.
P.: 7'65 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
138- 139 ; Vives, CXXVIII-6.
Núm. 145 CARISSA. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 4 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXVII-7. Col. Isidro.
[page-n-224]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
223
Núm. 146 GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 15'8 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3.
Núm. 147 GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 14'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives,LXXIV-1, 3.
1
Núm. 148 GADES. As. Siglo 1 a.c.
P.: 13'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3.
Núm. 149 GADES. Semis. ¿Inicios del siglo 1 a.c.?
P.:4'8g.;M.: 19mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIX-6.Col.Isidro.
Núm. 150 MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 10'90g.;M.: 24mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXXVI-12.
Col.
Isidro.
1
Núm. 151 MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 7'8 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.
Núm. 152 MALACA. Semis. ¿Inicios del siglo 1 a.c.?
P.: 4'9 g.; M.: 19'5 mm.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXV-13. Col. Isidro.
1
Núm. 153 ABDERA. As. Siglo 1 a.c. En Anv., reacuñada la figura de un pez, y en
Rev., un rostro masculino.
P.: 12 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXI-13-15. Hallad a en Polop.
Núm. 154 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 1'2 g.; M.: 9'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, núm.
3. Col. Isidro.
Núm. 155 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 0'95 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
IV.
Núm. 156 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 2'10 g.; M.: 12 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a,grupo
IV.
Núm. 157 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII. Col. Isidro.
Núm. 158 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3'2 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 159 EBUSUS. Ae. 2 14-150 a.c.
P.: 3'1 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.;R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 160 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'8 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 161 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'65 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 162 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'6 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 163 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2g.;M.: 16mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Campo,
1976-a,grupoXII.
[page-n-225]
224
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 164 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 165 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'8 g.; M.: 15 mm.; C.: A.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 166 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'5 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII. Col.
Isidro.
Núm. 167 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'8 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 168 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'6 g.; M.: 1 5 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, período 11.
A C ~ A C I O N E SHISPANO-ROMANAS
Núm. 169 EMPORION. As. Después del 27 a.c.
P.: 5'8 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 4-5 h.; C.: B.G., partida; R.: Villaronga,
1977-a, núm. 93.
Núm. 170 EMPORION. As. 30-35 d.C. Contramarca DD en anverso y reverso.
P.: 9'8 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 112-d.
Núm. 171 ILERDA. As. 27-23 a.c.
P.: 7'3 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIV-3.
Núm. 172 COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c. Resello cabeza de águila en
anverso.
P.: 16 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2-1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLX-1.
Núm. 173 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-12.
Núm. 174 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 11'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-12. Col.
Isidro.
Núm. 175 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 11'5 g.; M.: 29'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CLX-12.
Núm. 176 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-2.
Núm. 177 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 11'7 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXI-2. Col. Isidro.
Núm. 178 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 11 g.;M.:28'5mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXI-2.Col.Isidro.
Núm. 179 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 10'25 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-2.
Núm. 180 CELSA. Sernis. 23 a.c.-14 d.c.
P.:~'~~.;M.:~~'~~~.;P.C.:~~.;C.:B.G.;R.:V~~~S,CLXI-~.
dro.
Núm. 181 CELSA. As. 5 a.c. ~ e s e l l o @ e n reverso.
P.: 11'20 g.; M.: 27'5 mm P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-8.
en el reverso.
Núm. 182 CELSA. As. 5 a.c. Resello
P.: 10'80 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 183 CELSA. As. 5 a.c.
P.: 10'5 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
.
@
[page-n-226]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
225
Núm. 184 CELSA. As. 5 a.c. Resello indeterminado en el reverso.
P.: 10'5 g.; M.: 27'5 m . ; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 185 CELSA. As. 5 a.c.
P.: g19g.;M.: 26mm.;P.C.: 3 h.;C.:B.G.; R.:Vives,CLXI-8. Col.Isidro.
Núm. 186 CELSA. As. 5 a.c. Resello @ en el reverso.
P.: 9'10 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 187 CELSA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'25 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-9.
Núm. 188 BILBILIS. As. En torno ai 23 a.c.
P.: ~ ~ ' ~ ~ . ; M . : ~ ~ ~ ~ . ; P . C . : ~ ~ . ; C . : B . G . ; R . : V ~ ~ ~ ~ , C X X X V I I I Isidro.
Núm. 189 BILBILIS. As. En torno al 2 a.c.
P.: 13'6 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 3-4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXM-l.
Núm. 190 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 12'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 191 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 192 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 10 g.; M.: 27 m..; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 193 BILBILIS. As. 14-37 d.C.
P.: 8'1 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-8.
Núm. 194 TURIASO. As. Después del 2 a.c.
P.: 12g.;M.:29'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLV-10.Col.Isidro.
Núm. 195 TURIASO. As. 14-37 d.C.
P.: 1 0 g . ; M . : 25'5mm.;P.C.: 4-5 h.; C.:B.G.;R.:Vives,CLVI-10.
Col.
Isidro.
Núm. 196 TURIASO. As. 14-37 d.C. Resello L en reverso.
P.: 14g.;M.: 30mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-1.Col.Isidro.
Núm. 197 TURIASO. As. 14-37 d.C.
P.: 10'4 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-1.
Núm. 198 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12'8 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLVII-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 199 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 9'6 g.; M,: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 200 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12'1 g.; M.: 27'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-5;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 201 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVIII-2; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 7.
Núm. 202 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 7'55g.;M.: 27mm.;P.C.: 9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-3;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 10.
Núm. 203 CALAGURRIS. Semis. 27-2 a.c.
P.: 5'45 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLVIII-10;
Ruiz Trapero, 1968, núm. 19.
[page-n-227]
226
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 204 CALAGURRIS. As. 2 a.c.-14 d.C.
P.: 13 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLM-1; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 2 1.
Núm. 205 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 11'9 g.; M.: 25'5 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLIX-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 24.
Núm. 206 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C. Resello ilegible en el reverso.
P.: 12 g.;M.: 26mm.;P.C.: 7 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLIX-5;RuizTrapero, 1968, núm. 24.
Núm. 207 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: g19g.;M.: 2 6 m n ~ ; P . C . 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLIX-5;RuizTra:
pero, 1968, núm. 24.
Núm. 208 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 9'6 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLIX-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 24.
Núm. 209 CAESARAUGUSTA. As. 23 a.c. l.a emisión.
P.: 15'7g.;M.:29'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:Vives,CXLVII-1.Col.
Isidro.
Núm. 2 10 CAESARAUGUSTA. As. 14-13 a.c. 4.a emisión.
P.: 12'5 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXLVII-7.
Núm. 21 1 CAESARAUGUSTA. As. 37-41 d.C.
P.: 10 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLIV-6.
Núm. 212 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c.
P.: 10'8 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-l.
Núm. 213 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c.
P.: 10'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-1.
Núm 214 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c. Resello en reverso.
P.: 9'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-l.
Núm. 215 CASCA3\TTUM. As. 14-37 d.C.
P.: 11f50g.;M.:25'5mm.;P.C.: 3-4h.; C.:B.G.;R.:Vives,CLXI-2.Col.
Isidro.
Núm. 216 GRACURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 10 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIII-1. Col.
Isidro.
Núm. 217 CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 1 4 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIII-2.
Núm. 218 CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'8 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIII-2.
Núm. 219 SEGOBRIGA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 10'8 g.; M.: 25 mm.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-4. Col. Isidro.
Núm. 220 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 14'50g.;M.: 30mm.;P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.:Vives,CXXXV-5. Col.
Isidro.
Núm. 221 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 10 g.; M.: 27 rnm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-5.
Núm. 222 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-¿5?
Núm. 223 SEGOBRIGA. Semis. 14-37 d.C.
P.: 8'2 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXV-7.
[page-n-228]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
227
Núm. 224 SEGOBRIGA. As. 37-41 d.C.
P.: 12'4g.;M.:26'5mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXV-9.Col.
Isidro.
Núm. 225 ILICI. Semis. A partir del 23 a. C.
P.:5'25g.;M.: 18'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXIII-4.Col.
Isidro.
Núm. 226 ILICI. Semis. A partir del 23 a.c.
P.: 5'4 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-4.
Núm. 227 ILICI. Semis. A partir del 23 a.c.
P.: 5'90 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-4.
Núm. 228 ILICI. Semis. 14-37 d.C.
P.: 7'20 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-7.
Núm. 229 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXTII-8.
Núm. 230 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 10'50 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-8.
Núm. 231 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 13 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-10.
Núm. 232 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'4g.;M.: 27mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXIII-10.Col.
Isidro.
Núm. 233 ILICI. Semis. 14-37 d.A.
P.: 4'8 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-11:
Col. Isidro.
Núm. 234 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-13.
Núm. 235 ILICI. As. -14-37 d.C.
P.: 10'8 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-13.
Col. Isidro.
Núm. 236 ILICI. Semis. 14-37 d.C.
P.: 6'1 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-12.
Núm. 237 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 3'60 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 238 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 4'2 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 239 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 4'3 R.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 240 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 7'4 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-1. Col.
Isidro.
Núm. 241 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'9 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-1.
Núm. 242 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'10 g.; M.: 21 mm.; P.C. : 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-1.
Núm. 243 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'1 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-l.
Núm. 244 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 5'8 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-5.
Núm. 245 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 5'6 g.; M.: 19'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CXXX-5.
[page-n-229]
228
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 246 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4." emisión.
P.: 6'6 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-6. Col.
Isidro.
Núm. 247 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4." emisión.
P.: 5'1 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-6. Col. Isidro.
Núm. 248 CARTHAGO NOVA. Semis. 37 a.c. 5." emisión.
Col.IsiP.: 6g.;M.: 23'5mm.;P.C.: 12h.; C.:B.G.;R.:Vives,CXXX-7.
dro .
Núm. 249 CARTHAGO NOVA. Semis. 27 a.c. 7." emisión.
P.: 5'3 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-10. Col.
Isidro.
Núm. 250 CARTHAGO NOVA. Semis. 27 a.c. 7." emisión.
P.: 5'15 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-10.
Núm. 251 CARTHAGO NOVA. Semis. 22 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 20'5 mm.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-3.
Núm. 252 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 15 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 253 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9.a emisión.
P.: 14'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 254 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 14'3 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 255 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 1 4 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G. Agujero; R.: Vives, CXXXI10. Col. Isidro.
Núm. 256 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 13'4 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 257 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9.* emisión.
P.: 13'3 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G., R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 258 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 12'5g.;M.: 2g15mm.;P.C.: 5-6 h.;C.:B.G.;R.:Vives, CXXXI-10.
Núm. 259 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 12'1 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 260 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." eniisión.
P.: 7'85 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 261 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 7'2 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 262 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 6'2 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 263 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'95 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Num. 264 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'65 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 265 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'6 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 266 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'5 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 267 CARTHAGO NOVA. Semis. 7 a.c. 10." emisión.
p.: 4'55 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-16.
[page-n-230]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
229
Núm. 268 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12." emisión.
Col.
P.: 11 g.;M.: 26mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-8. Isiaro.
Núm. 269 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 9'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-8.
Núm. 270 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12." emisión.
P.: 9'25 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3-4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-8.
Núm. 27 1 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 8 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 272 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 8'55 g.; M.: 22'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, C m - 9 .
Núm. 273 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 6'9 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 274 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 6'6g.;M.: 21 mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-9.Col.Isiaro.
Núm. 275 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 5'85 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 276 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13.a emisión.
P.: 6'3 g.; M.: 20'5 m . ; P.C.: 9-10 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
NÚm: 277 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 5'7 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
Núm. 278 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 4'85 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-)5.
Núm. 279 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 4'5 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
Núm. 280 CARTHAGO NOVA. Semis, 1 4 d.C. 14.a emisión.
P.: 6'45 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 281 CARTHAGO NOVA. Semis. 14 d.C. 14." emisión.
P.: 6'2g.;M.: 19'5mm.;P.C.:3-4h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-5.Col.
Isidro.
Núm. 282 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 5'05 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 283 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'8 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 284 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14.a emisión.
P.: 4'8 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 285 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'7 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 286 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'6 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 287 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'4 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 288 CARTHAGO NOVA. Semis. 14 d.C. 14.a emisión.
P.: 4 g.; M.: 19 m , ; P.C.: 1-2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 289 CARTHAGO NOVA. Semis. 19 d.C. 15.a emisión.
P.: 4'9 g.; M.: 18'5mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.;R.:Vives,CXXXI-14. Col.
Isidro.
Núm. 290 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII-1.
[page-n-231]
230
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 291 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-l.
Núm. 292 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 10'3 g.; M.: 28'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CXXXII-l.
Núm. 293 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11 g.; M.: 26 mm.;P.C.: 5-6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-l. Col.
Isidro.
Núm. 294 CARTHAGO NOVA. Semis. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 7 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-2.
Núm. 295 CARTHAGO NOVA. Semis. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 4 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII-2.
Núm. 296 CARTHAGO NOVA. As. 34 d.C. 18." emisión.
P.: 11'75 g.; M.: 29'5 mm.;P.C.: 2 h.; C.: B.G.: deforme; R.: Vives,
CXXXII-3.
Núm. 297 CARTHAGO NOVA. Semis. 34 d.C. 18." emisión.
P. : 4'8 g. ; M. : 20 mm. ; P.C.: 5 h.; C. : M.G. ; R. : Vives, CXXXII-4. Col. Isidro.
Núm. 298 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 16'2 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII, 710.
Núm. 299 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19.a emisión.
P.: 12'7 g.; M.: 26'5 mm.; C.: B.G.; Vives, CXXXII, 7-10.
Núm. 300 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 12'3 g.; M.: 28'5; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXTI, 7-10.
Núm. 301 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: ~ ~ ' ~ ~ . ; M . : ~ ~ ' ~ ~ ~ . ; P . C . : ~ ~ . ; C . : M . G . ; 10. : V ~ V ~ S , C X X X
R.
Núm. 302 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 10'5 g.; M.: 26'5 rnm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-7 a
10.
Núm. 303 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19.a emisión.
P.: 10g.;M.: 25'5mm.;P.C.:4-5h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXII-7a10.
Col. Isidro.
Núm. 304 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 11'1 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves, 1977, núm. 195 (?l.
Núm. 305 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 1015g.;M.: 25mm.;P.C.: ?h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLXV-3;Chaves,
1977, p. 167.
Núm. 306 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 7'25 g.;M.: 24'5mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1977, p. 167.
Núm. 307 COL. PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 4'2 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Chaves, 1977, núm. 538.
Col. Isidro.
Núm. 308 COL. PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 3 g.; M.: 21 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1977, pp. 175-181.
Núm. 309 ITALICA. As. 15-16 d.C.
P.: 16'4g.;M.: 27'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.: Chaves, 1978,núm.
120 A'. Col. Isidro.
Núm. 310 ITALICA. As. 15-16 d.C.
[page-n-232]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
Núm. 31 1
Núm. 312
Núm. 313
Núm. 314
Núm. 3 15
Núm. 316
Núm. 3 17
Núm. 318
Núm. 3 19
Núm. 320
Núm. 321
Núm. 322
Núm. 323
231
P.: 12g.;M.: 28mm.;P.C.: 7 h . ; C.: M.G.;R.:Chaves, 1978,p. 134;Vives, CLXVIII-9 (?).
ITALICA. As. 15-16 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1978, núm.
191A; Vives, CLXVIII-9.
ROMULA. As. 14-37 d.C.
P.: 11 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXVII-3.
ABDERA. As. 14-37 d.C.
P.: 8'2 g.; M.: 27mm.;P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.:Vives, CXXIV-2, 3.
CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27." emisión.
P.: 3'5 g.; M.: 16 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1978, pp. 148 y SS.
CARTEIA. Semis. Fines del siglo 1 a.c. y comienzos del 1 d.C. 29." emisión.
P.: 7 g . ; M . : 2 1 -.;P.C.:
1 h.;C.:M.G.;R.:Chaves, 1979-a,pp. 151 y
SS.; Col. Isidro.
CARTEIA. Semis. Fines del siglo 1 a.c. y comienzos del 1d.C. 29." emisión.
P.: 6'6 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
151 y SS. Col. Isidro.
CARTEIA. Quadrans. 19 d.C. 30." emisión.
P.: 4 g.; M.: 17'5 m.;
P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
156-159. Col. Isidro.
IVLIA TRADUCTA. As. 11-10 a.c.
P.: 9 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-b, núm.
359 (?); Vives, CLXIV-13.
IVLIA TRADUCTA. As. 11- 10 a.c.
P.: 6'4g.; M.: 22 -.;P.C.:
9 h . ; C.: B.G.;R.: Chaves, 1979-b,p. 38, 2B.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 13'8 g.; M.: 26mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: GilFarrés, 1946,núm.
144. Col. Isidro.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'3 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.: GilFarrés, 1946,núm.
144.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 11 g.;M.: 26mm.;P.C.: lOh.;C.:M.G.;R.:GilFarrés, 1946,nÚms.
143-144. Col. Isidro.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 9 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: GilFarrés, 1946, núm.
144 (?).
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES Y OTRAS COLONIALES
Núm. 324 NEMAUSUS. As. 28127-9 a.c.
P.: 15'10g.;M.:27mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Giard,1971-72,nÚm.
9 (?).
Núm. 325 NEMAUSUS. As. 28127-9 a.c.
P.: g16g.;M.: 25mm.;P.C.: 8 h.; C.:B.G.;R.: Giard, 1971-72,núm. 9.
Núm. 326 PARIUM. Ae. 27 a.c.-14 d.C.
P.:4'65g.;M.: 16mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:CREAM,nÚm.
1.202.
[page-n-233]
232
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 327 ROMA. Tiberio. As. 10-11 a.c.
P.: 10'30 g.; M.: 27 m . ; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 271; RIC, 220.
Col. Isidro.
Núm. 238 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 11'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 3.
Núm. 329 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 9'4 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6.
Núm. 330 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 8'35 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6.
Núm. 331 ROMA. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
P.:30'5g.;M.:34mm.;P.C.:7h.;C.:A.G.;R.:BMC,
124.Col.Isidro.
Núm. 332 ROMA (?l. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
Carecemos de los datos técnicos.
Núm. 333 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 1Z15g.;M.:28mm.;P.C.: 6h.;C.:A.G.;R.:BMC, 145-146.Col.Isidro.
Núm. 334 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'8 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 145-146. Col.
Isidro.
Núm. 335 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'15 g.; M.: 28'5 rnm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC 66. Col. Isidro.
Núm. 336 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'35 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 337 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'7 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 338 ROMA. Claudio. Quadrans. 41-54 d.C.
P.: 2'4 g.; M.: 17 m . ; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 197.
Núm. 339 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 9'2 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 67.
Núm. 340 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10f15g.;M.: 24mm.;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:RIC, 66. Col.Isidro.
Núm. 341 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'5 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Isidro.
Núm. 242 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'65 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 243 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Isidro.
Núm. 344 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Ouiles.
Núm. 345 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'4 g.; M.: 24'5 m . ; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 346 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 347 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'8 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 348 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'55 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68.
Núm. 349 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'8 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
[page-n-234]
MTJSEO AR(1UEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
233
Núm. 350 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'7 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Quiles.
Núm. 351 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 13 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 352 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69.Col. Isidro.
Núm. 353 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'5 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69.
Núm. 354 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'15 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69. Col. Isidro.
Núm. 255 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'15 g.; M.: 27 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 356 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'1 g.; M.: 25 mm.; C.: F.1M.G. Col. Isidro.
Núm. 357 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'25 g.; M.: 27 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 358 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'45 g.; M.: 24'5 mm.; C.: F.1M.G.
ACUI\IACIONESINCIERTAS, NO CLASIFICADAS
Núm. 359 ¿ROMA? As.
P.: 46 g.; M.: 33 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 360 Ae.
P.: 17'3 g.; M.: 30'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 361 Ae.
P.: 13 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.
Núm. 362 ¿MACEDONIA? Ae.
P.: 8 g.; M.: 22 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 363 Ae.
P.: 6'6 g.; M.: 18'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 364 LSICILIA? Ae.
P.: 6'15 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G. Col. Isidro.
Núm. 365 Ae.
P.: 5 g.; M.: 22 mm.; C.: B.G. Col. Isidro.
Núm. 366 Ae.
P.: 4 3 g. ; M. : 20 mm. ; C. : M.G. Col. Isidro.
'
Núm. 367 LBRUTTII?Ae.
P.: 4'05 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
Núm. 368 ¿FENICIA? Ae.
P.: 3'4 g.; M.: 1 mm.; C.: B.G. Col. Isidro.
4
Núm. 369 Ae.
'
P.: 3 2 g.; M.: 15'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 370 Ae.
P.: 2'65 g.; M.: 12 mm.; C.: B.G.
Núm. 371 Ae.
P.: 2'35 g.; M.: 15 mm.; C.: M.G. Col. Isidro.
Núm. 372 Ae.
P.: 13 g.; M.: 1 1 mm.; C.: F.1M.G.
'
Núm. 373 Ae.
P.: 1 g.; M.: 11'5 mm.; C.: B.G.
[page-n-235]
234
LA GIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 3 7 4 LILTIRKESKEN?As.
P.: 13'6 g.; M.: 2 8 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
Núm. 375 ,$ESE? As
P.: 10'7 g.; M.: 2 5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.
Núm. 376 LKESE?As.
P.: 10'6 g.; M.: 2 5 mm.;
P.C.: 3 h.; C.: F.1M.G.;procedente del Tossal de
Polop.
Núm. 377 Ae ibérico.
P.: 6'9 g.; M.: 2 2 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 378 Ae.
P.: 6'25 g.; M.: 2 0 mm.; C.: M.G.
Núm. 379 Semis
P.: 4'95 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
Núm. 3 8 0 Ae.
P.: 8'6 g . ; M.: 23'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 381 Ae. ¿As? Resello O E (71,en reverso.
P.: 7'7 g . ; M.: 27'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 382 Ae.
P.: 4'65 g . ; M.: 17'5 mm.;C.: M.G.
Núm. 383 Ae.
P.: 3'9 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.
[page-n-236]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
VI. MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES DE MAO.
(Láminas XLIX-LVII)
ACUÑACIONES GRIEGAS Y PUNICAS
Núm. 1 ANTIOQUIA. Antioco 1. Ae, unidad. 286-261 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: lOmm.;P.C.: 6 h.; C.:B.G.;R.:Newell, 1977,pp. 112113, lám. XiX-27, 28.
Publicada en Fernández Miranda-Belén, 1977, p. 100.
Núm. 2 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'57g.;M.: 19mm.;P.C.: 6 h.; C.:B.G.; R.: Guido, 1977,nÚms. 2734; Acquaro, 1974, p. 31; núm. inv. 4.
Núm. 3 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'57 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, p. 31;
núm. inv. 3.
Núm. 4 CARTHAGO. Ae. 210-202 a.c.
P.: 5'83 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1979, núm.
38; num. inv. 1.
Núm. 5 NUMIDIA. Ae. 208-148 a.c.
P.: 12'71 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Mazard, núm. 50;
Acquaro, 1979, pp. 19-20; núm. inv. 2.
ACUÑACIONESROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 6 ROMA. Uncia. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 4'51 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 39, 4 vte.; núm.
inv. 42.
Núm. 7 ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 20146g.;M.: 30mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:RRC 1;núm.inv.
191,
8.
Núm. 8 ROMA. Denario. 103 a.c.
P.: 2'20g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h . ; C.: M.G.;R.: RRC319, 1;nÚm.inv.
48.
[page-n-237]
236
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 9 ROMA. Denario. 81 a.c.
P.: 3'64g.;M.: 19mm.;P.C.: 11 h.;C.:M.G.;R.:RRC372,2;nÚm.inv.
320.
Núm. 10 ROMA. Denario. 57 a.c.
P.: 2'57 g.; M.: 17 mm.; C.: M.G.; dos agujeros; R.: RRC 423, 1; núm.
inv. 17.
Núm. 11 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 31'72 g.; M.: 32 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 14.
Núm. 12 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 27'83 g.;M.: 30-33mm.;P.C.: 3 h.;C.:M.G.;R.: RRC,p.596;núm.
inv. 13.
Núm. 13 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 26'08 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm.
inv. 6.
Núm. 14 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 23'23 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; num. inv. 11.
Núm. 15 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 22'57g.;M.:32mm.;C.:M.G.;R.:RRC,p.596;núm.inv.9.Hallada en Talatí de Dalt.
1
Núm. 16 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 22'38 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; num.
inv. 7 10. HaIlada en Bimpanatx.
Núm. 17 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 21'79 g.; M.: 30 m . ; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 15.
Núm. 18 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 21'62 g.; M.: 29'5 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 5.
1
Núm. 19 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 21'27 g.; M.: 30 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 16.
1
Núm. 20 ROMA, As. Siglo 1 a.c.
P.: 21'19 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm.
inv. 10.
Núm. 21 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 19'68 g.; M.: 29-32 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 12.
1
Núm. 22 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 19'51 g.;M.: 3115mm.;P.C.: 3h.;C.:M.G.;R.: RRC,p. 596;núm.
inv. 7.
ACUÑACIONES HISPANICAS
Núm. 23 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 11'06 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 59; núm. inv. 29.
Núm. 24 ILTIRTA. As. 80-72 a.c.
P.: 4'77 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1978-a,
núm. 39; M.A.N. 2242; núm. inv. 33.
Núm. 25 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c. (?).
1
P.: 8'30g.;M.: 22mm.;P.C.: gh.;C.:M.G.;R.:M.A.N., 1743(?);nÚm.
inv. 23.
Núm. 26 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: g190g.;M.: 25mm.;P.C.:3h.;C.:MJI.G.;R.:Vives,XXXI1I-10;nÚm.
inv. 20.
[page-n-238]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
237
Núm. 27 KESE. As.
P.: 7'16 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; núm. inv. 25.
Núm. 28 KESE. As.
P.: 12'02 g.; M.: 26 m.;P.C.: 4 h.; C.: M.G.; núm. inv. 2 i .
Núm. 29 BOLSKAN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'62 g.;M.: 24mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Dominguez,
1979-a,
núm. 120; núm. inv. 24.
1
Núm. 30 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 16'87 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXI-11;
M.A.N. 1568; núm. inv. 22.
Núm. 3 1 CASTULO. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 11133g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXI-14.Hallada en Son CarlA.
Núm. 32 CORDUBA. Ouadrans. Segunda mitad del siglo 1 y antes del 78 a,C.
1
P.: 4'64g.;M.: 19mm.;P.C.: 12 h.; C.:M.G.;R.:Vives,CXVIII-1;Chaves, 1977, p. 155; núm. inv. 46.
Núm. 33 GADES. Ae. 237-206 a.C (?l.
P.:4'67g.;M.: 17mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Guadán,
1963,lám.II28, 29 (?); núm. inv, 18.
Núm. 34 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'52 g.; M.: 17 mm.; P.C.; 10 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976, núm.
15; núm. inv. 19.
ACUÑACIONESHISPANO-ROIVLANAS
Núm. 35 EMPORION. As. Después del 27 a.c.
P.: 10'83 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
serie 24; num. inv. 28.
Núm. 36 ILERDA. Augusto. Unidad. Ae. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 4'51 g.; M.: 19-23 m . ; C.: M.G.; rota; núm. inv. 34.
Núm. 37 CELSA. Augusto. As. Después del 23 a.c.
P.: 8'44 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-2; núm.
inv. 35.
Núm. 38 CAESARAUGUSTA. Augusto. As. 4 a.c. 4.a emisión.
P.: 12 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXLVIII-10; núm.
inv. 36.
Núm. 39 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11'06 g.;M.: 26mm.;P.C.:9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVI-1O;nÚm.
inv.41.
Núm. 40 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 7'92 g.; M.: 24mm.;P.C.: 1 h.; C.:M.G.;R.:Vives, CLVI-1l;nÚm.
inv. 39.
Núm. 41 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11'85 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-1;
núm. inv. 37.
Núm. 42 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c. Resello cabeza de águila en anverso.
P.: 14'44g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLIX-2;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 22 vte.; núm. inv. 40.
Núm. 43 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c.
P.: 11'36g.;M.:26'5mm.;P.C.:5h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLIX-2;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 22 vte.; núm. inv. 38.
[page-n-239]
238
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 4 4 CLUNIA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 10'51 g.; P.C.: 6 h.; R.: Vives, CLXIII-2; núm. inv. 258.
Núm. 45 SEGOBRIGA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 13'03 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-5;
núm. inv. 88.
Núm. 46 ILICI. Augusto. Semis. Después del 23 a.c.
P.: 6'67g.;M.: 23mm.;P.C.: 7 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXIII-2;núm.
inv. 63.
Núm. 47 CARTHAGO NOVA. Augusto. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.:8'81g.;M.:27mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXI-lO;núm.
inv. 71.
Núm. 48 CARTHAGO NOVA. Augusto. Semis. 14 d.C. 14.a emisión.
P.: 4'76 g.; M.: 18 mm.;
P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5; núm.
inv. 73.
Núm. 49 CARTHAGO NOVA. Tiberio. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11'57 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-1;
núm. 126.
Núm. 50 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 10'78 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves, 1977, p. 167; núm. inv. 72.
Núm. 51 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 8'53 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves,
1977, núm. 360; núm. inv. 84.
Núm. 52 TRADUCTA. Augusto. As. Después del 15-14 a.c.
P.: 13'56g.;M.: 25mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXIV-13;núm.
inv. 78.
Núm. 53 EMERITA. Augusto. As. En t o n o al 23 a.c.
P.: 9'26 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXI-14; Gil
Farrés, 1946, núm. 26; núm. inv. 58.
Núm. 54 EMERITA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 9'49 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXLV-9; Gil
Farrés, 1946, núm. 144; núm. inv. 43.
Núm. 55 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29."
emisión.
P.: 7'76 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 6 h.; C.; B.G.; R.: Vives, CXXIX-2; Chaves,
1979-a, núm. 1.575; núm. inv. 4 .
4
Núm. 56 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1 a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29.a
emisión.
P.: 6'84g.;M.: 22'5mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXIX-2;Chaves, 1979-a, núm. 1.413; núm. inv. 45.
Núm. 57 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1 a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29."
emisión.
P.:4'77g.;M.: 21 mm.;P.C.: 3h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXIX-2;
Chaves,
1979-a, núm. 1.580; núm. inv. 47.
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 58 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-9 a.c.
P.: 11'03 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72,
núm. 9; núm. inv. 56.
[page-n-240]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
239
Núm. 59 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-9 a.c.
P.: 10'55g.;M.: 26mm.;P.C.: 5h.;C.:M.G.;R.:Giard, 1971-72,nÚm.
9; num. inv. 57.
Núm. 60 NEMAUSUS. Augusto. As. 8-3 (7)a.c.
P.: 11'03-g.;M.: 25mm.;P.C.: 9 h.;C.:M.G.;R.:Giard, 1971-72,nÚm.
10; núm. inv. 53.
Núm. 61 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 10'66 g.;M.: 25 mm.;P.C.: 9 h.; C.: M.G.;R.: Giard, 1971-72,nÚm.
9-10; núm. 55.
Núm. 62 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 10'09 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72,
núm. 9-10; núm. 50.
Núm. 63 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 7'26g.;M.: 25mm.;P.C.: 12 h.; C.: M.G.;R.: Giard, 1971-72,núm.
9-10; núm. 54.
Núm. 64 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (7)a.c.
P.: 11'93 g.; M.: 25 mm.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72, núm. 9-10;
núm. inv. 52.
Núm. 65 ROMA. Augusto. As. 23 a.c.
P.:9'39g.;M.:25mm.;P.C.:lh.;C.:M.G.;R.:RIC,74;núm.inv.67.
Núm. 66 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.: 10'21 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 78; púm. inv.
66.
Núm. 67 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.:9'56g.;M.:25mm.;P.C.:7h.;C.:M.G.;R.:RIC,78;núm.inv.
68.
Núm. 68 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.: 6'41 g.; M.: 22'5 mm.; C.: M.G.; R.: RIC, 78; núm. inv. 81.
Núm. 69 ROMA. Augusto. As. 7 a.c.
P.: 9'09 g.; M.: 24'5 mm.; C.: M.G.; R.: RIC, 192; núm. inv. 76.
Núm. 70 ROMA. Tiberio. As. 10-1 1 d.C.
P.: 8'11 g.;M.: 26mn1,;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RICI220;nÚm.inv.
86.
Núm. 7 1 ROMA. Augusto. As. 27 a.c.- 14 d.C.
P.: 10'97 g.; M.: 29'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 49.
Núm. 72 ROMA. Tiberio. As. Ultimo período de Tiberio.
P.: 9'82 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; M.G.; R.: RIC, 1 ; núm. inv. 62.
Núm. 73 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'72g.;M.:27'5mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:RIC,2;nÚm.inv.
64.
Núm. 74 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 8'30 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 2; núm. inv. 60.
Núm. 75 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 10'21 g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.: RIC,3;núm.inv. 65.
Núm. 76 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del rinado de Tiberio.
P.: 10'14g.;M.:26'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:RIC,3;núm.inv.
74.
Núm. 77 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
82.
P.: 8'90g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:M.G.;R.:RIC,3;nÚm.inv.
Núm. 78 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'46 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 6; núm. inv. 61.
Núm. 79 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'22 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6;núm. inv. 70.
[page-n-241]
240
1.A CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 80 ROMA. Tiberio. As. Ultirnos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'05g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C . : M.G.;R.:RIC, 6;núm.inv. 75.
Núm. 81 ROMA. Tiberio. As. Ultirnos años del reinado de Tiberio.
P.: 8'31 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6 ; núm. inv. 80.
Núm. 82 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.:9'41 g.;M.: 25'5mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,6;núm.inv.
79.
Kúm. 83 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 7'25g.;M.: 27mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.: RIC, 6 ; n ú m . i n v . 77.
Núm. 84 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 7'07 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 6; núm. inv. 83.
Núm. 85 ROMA. Tiberio. As. 34-36 d.C.
P.: 9'69 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 40; núm. inv.
69.
Núm. 86 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'36 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6 h . ; C.: B.G.; R.: RIC, 3 2 ; n Ú m . h ~91.
.
Núm. 87 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'34g.;M.:27mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,32;núm.hv.90.
Núm. 88 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'19g.;M.: 28mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC,32;núrn.h~.
92.
Núm. 89 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'12g.;M.:26mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:RIC,32;núm.hv.95.
Núm. 90 ROMA. Calígula. As. 37-41 d.C.
P.: 6'90 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 30; núm. inv. 98.
Núm. 91 ROMA. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 8'81 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 31-32; núm. inv.
102.
Núm. 92 ROMA. Calígula. Ouadrans. 37-41 d.C.
P.:3'16g.;M.: 15'5mm.;P.C.:7h.;C.:B.G.;R.:RIC,39;núm.inv.
89.
Núm. 93 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'89 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
114.
Núm. 94 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'05 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
116.
Núm. 95 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'07 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.; R.: RIC, 66;núm.inv. 97.
Núm. 96 ROMA. Claucüo. As. 41-54 d.C.
P.: 8'06g.;M.: 25mm.;P.C.: 7h.;C.:M.G.;tresseagujeros;R.:RIC,
66; núm. inv. 110.
Núm. 97 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'09 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
115.
Núm. 98 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'53 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
123.
Núm. 99 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'29 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
107.
[page-n-242]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
241
Núm. 100 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'25 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
118.
Núm. 101 LOCAL. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
P.: 14'15g.;M.:31mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,64;núm.inv.96.
Núm. 102 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'51 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
106.
Núm. 103 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'24g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.94.
Núm. 104 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'82 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.: B.G.; R.: RIC, 66;núm.inv. 109.
Núm. 105 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'72 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.: M.G.;R.:RIC, 66;núm.inv. 99.
Núm. 106 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: g166g.;M.:26mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC,66;nÚm.inv.
100.
Núm. 107 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:8'02g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
101.
Núm. 108 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:7'08g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
120.
Núm. 109 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'41 g.;M.:25mm.;P.C.:7h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
108.
. Núm. 110 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 10165g.;M.:27mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:RIC,67;núm.inv.
59.
Núm. 111 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 7'82g.;M.: 25mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:RIC, 67;núm.inv. 93.
Núm. 112 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'19 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC, 68; núm. inv.
113.
Núm. 113 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'63 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
104.
Núm. 114 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'47 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
124.
Núm. 115 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'29 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
103.
Núm. 116 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'72g.;M.: 24mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC, 68;núm.inv. 125.
Núm. 117 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'15 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
117.
Núm. 118 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: g189g.;M.: 27mm.;P.C.: 6 h . ; C.:B.G.;R.: RIC, 6 9 ; n ú m . h ~ 105.
.
Núm. 119 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'71 g.; M.: 26 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 119.
Núm. 120 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'40 g.; M.:*24 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 122.
Núm. 121 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.c..
P.: 10'05 g.; M.: 25'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 112.
[page-n-243]
242
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ACUNACIONES DE CECA INCIERTA
Núm. 122 AS IBERICO.
P.: 7'40 g . ; M.: 2 5 rnm.;
P.C.: 6 h.; C.: M.G.; núm. inv. 30.
Núm. 123 AS IBERICO.
P.: 11'34 g.; M.: 2 6 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 26.
Núm. 1 2 4 AS IBERICO.
P.: 10'22 g.; M.: 2 5 mm.; P.C.: 6 h . ; C.: M.G.; núm. inv. 32.
Núm. 125 AS IBERICO.
P.: 7'78 g . ; M.: 2 5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; núm. inv. 27.
Núm. 126 AS IBERICO.
P.: 9'24 g.; M.: 23'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 31.
Núm. 127 FRUSTRA.
P.: 13'76 g . ; M.: 2 6 mm.; C.: F.;núm. inv. 51.
[page-n-244]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
VII. MUSEO AROUEOLOGICO DE EIVISSA.
(Láminas LVIII-LXII)
ACUÑACIONESGRIEGAS Y PUNICAS
Núm. 1 SIRACUSA. Ae. 317-310 a.c.
P.: 8'40 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Mini, 1977, núm. 96101; M.A.I. 1452.
1
Núm. 2 SIRACUSA. Hieron 1 . Ae. 275-215 a.c.
P.: 11'65 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Mini, 1977, núm.
347-363; M.A.I. 1450.
1
Núm. 3 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 5'95 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974, 111;
M.A.I. 162 1. Hallada en Puig des Molins. 1946.
1
Núm. 4 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 3'80g.;M.: lOmm.;P.C.: 1 1 h.;C.:B.G.;R.:Acquaro, 1974,pp. 1317; M.A.I. 1306. Hallada e n Puig des Molins. 1923.
Núm. 5 SICILIA (?). Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 3'35 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974,pp. 1317; M.A.I. 1307. Hallada en Puig des Molins. 1923.
1
Núm. 6 SICILIA !?). Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 3'15 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 109.
1
Núm. 7 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 2'75 g.; M.: 13'5mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 1622; Hallada en Puig des Molins. 1946.
Núm. 8 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 2'22 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 977.
Núm. 9 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 5'60 g.; M.: 20mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.;R.:Acquaro, 1974, p. 31;
M.A.I. 1109. Hallada en Puig des Molins.
[page-n-245]
244
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 10 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 5'37 g.; M.: 20 mm.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974, pp. 31-45; M.A.I.
78.
Núm. 11 CERDEÑA. Ae. 300-264 a.c.
P.: 4'37 g.; M.: 19'5rnm.;P.C.: 12 h.; C.:M.G., agujereada;R.: Acquaro, 1974, pp. 31-45; M.A.I. 978.
Núm. 12 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'08 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G., agujereada; R.: Acquaro,
1974, pp. 31-45; M.A.I. 1456.
Núm 13 CERDEÑA. Ae. 300-264 a.c.
P.: 2'25 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.,rota; R.: Acquaro, 1974,
pp. 31-45; M.A.I. 1319. Hallada en Puig des Molins. 1923.
Núm. 1 4 CERDEÑA. Ae. 264-241 a.c.
P.: 7'98 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G., agujereada; R. : Acquaro,
1974, 763-773; M.A.I. 1451.
Núm. 15 MASSALIA. Ae. 49-27 a.c.
P.: 2'45 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: SNG DNM, SpainGaul, 835; M.A.I. 1108.
Núm. 16 CARTHAGO~
Ae. 264-241 a.c.
P.: 3'22 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,
núm. 986-987; M.A.I. 976.
Núm. 17 CARTHAGO. Ae. 221-210 a.c.
P.: 3'75g.;M.: 21 mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:Müller,II, 201;M.A.I.
79.
Núm. 18 CARTHAGO. Ae. 200-146 a.c.
P.: 1'75 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1308. Hallada en
el Puig des Molins. 1923. R.: SNG, North Africa, Syrtica-Mauritania,
núm. 414.
Núm. 19 NUMIDIA. Ae. 208-148 a.c.
P.: 12'50g.;M.: 28mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Mazard, 31-39;Acquaro, 1979, 67-71; M.A.I. 73.
Núm. 20 IOL. Ae. Antes del 49 a.c.
P.: 6'95 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Mazard, 548; M.A.I.
77.
Núm. 21 SIGA. Ae. 49-33 a.c.
P.: 7'70 g.; M.: 2 4 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Mazard, 107; M.A.I.
76.
Núm. 22 ROMA. Denario. Desde el 21 1 a.c. (?l.
P.: 3'45 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC,44, 5 (?);Museo
del Puig des Molins, 102.
Núm. 23 ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'95 g.;M.: 18mm.;P.C.: 6 h . ; C.: S.G.;R.: RRC, 201, 1;Museodel
Puig des Molins, 95.
Núm. 24 ROMA. Denario. 148 a.c.
P . : 3 ' 9 8 g . ; M . : 19mm.;P.C.:2h.;C.:S.G.;R.:RRC,216,1;Museodel
Puig des Molins, 101.
[page-n-246]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
245
Núm. 25 ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.:9h.;C.:S.G.;R.:RRC,235,
1c;Museodel
Puig des Molins, 96.
Núm. 26 ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'80g.;M.: 18mm.;P.C.: 9h.;C.:A.G.;R.:RRC,236 1e;Museodel
Puig des Molins, 97.
Núm. 27 ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.: 7h.;C.:A.G.;R.:RRC,238, 1;Museodel
Puig des Molins, 99.
Núm. 28 ROMA. Semis. 125 a.c. (?).
P.: 7'65 g.;M.: 21 mm.;P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 271, 2 (?);Museo
del Puig des Molins, 81.
Núm. 29 ROMA. Denario. 119 a.c.
P.: 5'90g.;M.: 19mm.;P.C.: 10h.;C.: S.G.;R.:RRC,281, 1;Museodel
Puig des Molins, 98.
Núm. 30 ROMA. Denario. 67 a.c.
P.: 3'60g.;M.: 18mm.;P.C.: 6h.;C.:B,G.;R.:RRC,409, 1;Museodel
Puig des Molins, 100.
Núm. 31 ROMA. Denario (forrado). Siglo 1 a.c.
1
P.: 2'60 g.; M.: 12 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1320.
Núm. 32 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'2 g.; M.: 21 m . ; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; Museo de la plaza Catedral
de Ibiza, 73.
Núm. 3 3 ROMA. Quadrans. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'65 g.;M.: 20mm.;P.C.: 11 h.; C.:M.G.;MuseodelPuigdesMolins, 103.
ACUÑACIONES HISPANICAS
Núm. 3 4 HISPANO-CARTAGINESA (?). Ae. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 12'12 g.; M.: 24mm.;P.C.: 6 h . ; C.:B.G.;R.: Villaronga, 1973-a,p.
171, inciertas B., M.A.I. 75.
Núm. 35 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 13'30 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973a , clase X; M.A.I. 74.
Núm. 3 6 UNTIKESKEN. As. En torno a 169-158 a.c.
P.: 19'40 g.; M.: 36 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
serie 9-42; Museo del Puig des Molins, 72.
Núm. 37 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 11'20g.;M.: 26mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1977-a,serie 16-65; Museo plaza de la Catedral, 72.
Núm. 38 ILTIRTA. As. Después del 143 y antes del 104 a.c.
P.: 10'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1978-a,
serie 6-23; Museo plaza de la Catedral, 71.
Núm. 39 KESE. As. 158-137 a.c.
P.: g190g.;M.: 26mm.;P.C.: 3 h.;C.:A.G.;R.:Vives,XXXIV-12;Museo del Puig des Molins, 88.
Núm. 40 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.:g175g.;M.: 25mrn.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:Vives,XXXIV-8;M.A.N.
1767: Museo del Puig des Molins, 89.
[page-n-247]
246
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 41 LAIESKEN. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
1
P.: g160g.;M.: 26mm.;P.C.: 10 h.;C.: M.G.;R.:Vives,XXV-7;Museo
del Puig des Molins, 87.
1
Núm. 42 ILTURO. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
P.: 11'85 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXIV-10;
M.A.N. 2145; Museo de la plaza de la Catedral, 70.
Núm. 43 LAURO. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
1
P.: 10f90g.;M.: 26mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXI-8(?);Museo del Puig des Molins, 85.
Núm. 4 4 ABARILTUR. Ae. Siglo 1 a.c.
1
P.: 5'55 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1974-a, clase
111; Vives, LXVII-1; Museo del Puig des Molins, 90.
Núm. 45 BOLSKAN. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 4'10 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,p.
169, grupo 1; Museo del Puig des Molins, 92.
1
Núm. 46 BOLSKAN (?l. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.:4'90g.;M.:21mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,XLIII-5(?);Museo Puig des Molins, 86.
Núm. 47 SEKOBIRIKES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.:3'62g.;M.: 19mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:M.A.N.2606;Museodel
Puig des Molins, 94.
Núm. 48 ARSE. As. Antes del 8 3 a.c. (?).
P.: 17'60 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; M.A.I. 974.
Núm. 49 IKALKUSKEN. Denario. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.:3'60g.;M.: 17mm.;P.C.: 9h.;C.:S,G.;R.:Villaronga,
1962-a,tipo
1; M.A.N. 2052; Museo del Puig des Molins, 93.
Núm. 50 CORDUBA. Ouadrans. 80-79 a.c.
P.: 7'40g.;M.: 19mm.;P.C.: 6h.;C.:M,G.;R.:Vives, CXVIII-1;Chaves, 1977, p. 155; Museo del Puig des Molins, 91.
Núm. 51 MALACA. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
_
P.:~'~~~.;M.:~~~~.;P.C.:~~.;C.:B.G.;R.:V~V~~,LXXXVI-IO
seo del Puig des Molins, 83.
Núm. 52 GADES. Ae. 237-206 a.c.
P.:0160g.;M.: 10mm.;P.C.: 6h.;C.:A.G.;R.:Guadán, 1963,núm.36;
Museo del Puig des Molins, 80.
ACUÑACIONES HISPANO-ROMANAS
Núm. 53 CARTHAGO NOVA (?l. Semis. 14-37 d.C.
P.: 4'25 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 106.
Núm. 54 EMERITA. Tiberio I?). As. 14-37.
P.: 10'25 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXLV-9; Gil
Farrés, 1946, núm. 144; Museo del Puig des Molins, 84.
Núm. 55 ABDERA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 10'35 g.; M.: 28 mm.;
P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXIV-3;
M.A.I. 82.
ACUÑACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 56 ROMA. Augusto. Dupondio. 22 a.c.
P.: 7'35 g.; M.: 27 -.;P.C.:
6 h.; C.: M.G.;R.:BMC 173;M.A.I. 1625.
Hallada en Puig des Molins, 1946.
[page-n-248]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
247
Núm. 57 LUGDUNUM. Augusto. As. 10-6 a.c. Reverso semejante al anverso, invertido e incuso.
P.: 1 1'25 g. ; M.: 28 mm.; C. : B.G.; R.: anverso semejante a BMC, 550;
M.A.I. 1626. Hallada en Puig des Molins. 1946.
Núm. 58 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-1 1 d.C.
P.: 3'78 g.;M.: 19mm.;P.C.: 12h.;C.: S.G.;R.:BMC, 519 yss.;Museo
del Puig des Molins, 1 1 1.
Núm. 59 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C.
P.: 3'85 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 9 h.; C.: S.G.; R.: BMC, 540-543; Museo
del Puig des Molins.
Núm. 60 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C.
P.: 3'75g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:BMC,45;Museodel
Puig des Molins, 114.
Núm. 61 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C.
P.: 5'95 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 44; Museo del
Puig des Molins, 113.
ACUÑACIONES NO CLASIFICADAS
-
Núm. 62 Ae.
P.: 4'38 g.; M.: 18-20 mm.; C.: B.G., agujereada; M.A.I. 1623. Hallada
en Puig des Molins.
Núm. 63 Ae.
P.: 2'70 g.; M.: 1 8 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 107.
Núm. 64 Ae.
P.: 5'90 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.; M.A.I. 1458.
Núm. 65 Ae.
P.:4'18g.;M.: 19mm.; C.:M.G.;M.A.I. 1322,HalladaenelPuigdes
Molins.
Núm. 66 Ae.
P.: 5'90g.;M.:22mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;M.A.I. 1321.Halladaenel
Puig des Molins.
Núm. 67 Ae.
P.: 7'70 g.; M.: 23 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 104.
Núm. 68 Ae.
P.: 6'48 g.; M.: 24 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 105.
ACUI\TACIONES DUDOSAS
Núm. 69 SARDO-PUNICA. Ae. 300-264 a.c. (7).
P.: 3'90 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G., agujereada; M.A.I. 1454.
Núm. 70 SARDO-PUNICA. Ae. 300-264 a.c. (7).
P.: 3'28 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1445.
Núm. 7 1 PUNICA (7). Ae.
P.: 8'95 g.; M.: 24 mm.; C.: M.G.; M.A.I. 110.
Núm. 72 PUNICA (7). Ae.
P.: 3'10 g.; M.: 19 mm.; C.: M. G.; M.A.I. 108.
[page-n-249]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ANALISIS DE LOS TESOROS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA
PERIODO 1 (S. V-237 a.c.)
Los más antiguos hallazgos numismáticos de la Península Ibérica
se encuentran envueltos en un halo de incertidumbre, y resulta muy
dificil estudiarlos dado que los más importantes se produjeron durante el siglo pasado y, en contadas ocasiones, se pudo llegar a conocer el
número total de monedas de que constaba el hallazgo, al tiempo que
en los estudios que de ellos se realizaron, no siempre se ilustraron las
piezas, para las que, en su mayor parte, se desconoce su actual paradero, motivando el que no puedan ser estudiadas de nuevo.
Entre los que realizaron la pionera labor de publicación de los tesoros de las monedas más antiguas peninsulares, hay que mencionar
a A. Heiss (1)y a J. Zóbel (21, a partir de cuyas publicaciones surge la
información más importante para el estudio del inicio de las acuñaciones y la circulación monetaria peninsular.
La incorporación de la Península Ibérica al uso de la moneda está
motivada por factores externos, entre los cuales, el más importante lo
constituye la colonización focense más o menos directa. Por ello, se va
(1)
(2)
HEISS, 1870.
ZOBEL, 1878.
[page-n-250]
ANALISIS DE LOS TESOROS
249
a comprender rápidamente el que los primeros en utilizarlas y acuñarlas sean los habitantes de las colonias fundadas por los focenses.
Durante el siglo V a.c., no conocemos la existencia de ningún tesoro, y entre los hallazgos esporádicos cuya fecha de emisión se sitúa
en este siglo, únicamente conocemos dos ejemplares, exceptuadas las
monedas que forman parte de los tesoros ocultos en el siglo I V y que
no van a ser consideradas en este período. Así pues, de estos dos ejemplares, el primero de ellos es un óbolo massaliota con reverso rueda
(3), acuñado en la segunda mitad de este siglo y hallado en las excavaciones de la ciudad ibérica de Ullastret. El segundo corresponde a
una estátera de Lesbos con fecha de acuñación entre el 500 y el 480
a.c. y hallada, según parece ser, en Bolbax (Murcia). Nosotros nos
mostramos un tanto escépticos a la vez que advertimos la posibilidad
de que esta pieza no llegase a Bolbax durante este siglo V.
Dentro de este primer período llama la atención el casi inexistente
conocimiento de hallazgos esporádicos, es decir, no atesorados, y por
ello el conocimiento de la circulación monetaria se encuentra basado
casi exclusivamente por los datos que nos aportan los tesoros.
1
Con anterioridad a la segunda mitad del siglo 1 1 a.c. conocemos
seis tesoros que pueden ser agrupados en dos momentos cronológicos;
el primero, englobaría las ocultaciones del siglo IV y el segundo los de
la primera mitad del siglo 111, no sin algunos inconvenientes. En el
primer grupo cabe encuadrar los tesoros de Emporion, Morella, Pont
de Molins y Mongó. Este último será analizado separadamente de los
otros tres en razón de su distinta composición, en la que son inexistentes las monedas de Auriol y están poco representadas las acuñaciones
peninsulares de fraccionarias ampuritanas.
Los tres primeros tesoros se distinguen por estar formada su composición, predominantemente, por monedas de pequeño módulo en
O
C>
9;
4'3
2.;:
a
= s.zSO,
e , c c z m m
-: ,
i
8
5
Emporion
724
+26
2
+g
Morella
+2
1
+5
2
1
Pont de Molins
1
(3)
SCHEERS, 1975, núm. 9.
m
2 2 "
,
m
m's
;
:
g g E z .S3 .?2 2
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g 2 z z z L 4 g & 2 i g
a
1
1
1
167 894
1
1
2
1
1
1
+43
+10
[page-n-251]
250
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
las que dominan las acuñaciones realizadas en la Península Ibérica, y
sólo una mínima parte se pueden considerar importaciones.
La fisonomía de los tipos de estas acuñaciones con su marcado paralelismo con las acuñaciones aparecidas en el tesoro de Auriol, motivó el que se les denominara monedas de tipo Auriol. Sin embargo, las
recientes investigaciones llevadas a cabo por E. A. Furtwangler (41,
con un minucioso análisis, concluye que existe un solo tipo de moneda
presente en las acuñaciones de ambas zonas geográficas y la consideración de que las acuñaciones de la Provenza son distintas de las que
se realizan en la Península Ibérica, aun cuando no se olvide que, en
ocasiones, algunas de ellas sirvieron de prototipo a éstas. Por esta razón, y siguiendo a este mismo autor, únicamente encuadraremos dentro del término Auriol aquellas monedas que se encuentran también
en este tesoro (5).
La composición de estos tres tesoros señala el fuerte componente
de las acuñaciones que, en la actualidad, la investigación numismática considera locales (6) y que sin atribuirlas a un taller, en un primer
momento pudieron ser acuñadas tanto en Emporion como en Rhode.
La utilización de este tipo de acuñación dentro de la cubeta occidental mediterránea en tres zonas muy delimitadas, como son Etruria, Provenza y la mitad norte de la costa peninsular y la mínima presencia de las acuñaciones de cada uno de estos puntos en los dos restantes, pone de manif"1esto la afirmación de Furtwangler, según la
cual, estas economías monetarias se inscriben dentro de un circuito
restringido (7). Todas ellas debieron tener un principio teórico semejante, detentado por los promotores de estas acuñaciones; por tanto,
según se desprende de su pequeño módulo y de su limitada área de
utilización, estas monedas se acuñaron para facilitar el comercio. Por
ello, la presencia de este tipo de moneda, que en su mayor parte se encuentra constituida por acuñaciones locales, no demuestra ni sirve
para documentar el comercio marítimo focense (8)en el período de su
apogeo, desfasado ya en el tiempo con respecto a las monedas que nos
ocupan, sino la pervivencia de un modo de acuñar y la existencia de
una determinada estructura económica y comercial en la que no
cabían los valores de gran módulo y peso.
La utilización de este tipo de módulo y peso la explica Furtwan(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
FURTWANGLER, 1978, PP. 44-45.
FURTWANGLER, 1978, tipos OeIQf.
FURTWANGLER, 1971, pp. 18-19; Id., 1978, p. 45.
FURTWANGLER, 1976, PP. 72-73.
BREGLIA, 1970, PP. 153-165.
[page-n-252]
ANALISIS DE LOS TESOROS
251
gler (9),
referido a las acuñaciones de tipo Auriol y al área de Massalia, por:
- El desinterés por parte de esta colonia de acuñar valores altos
con el fin de evitar las concentraciones de capital en su hinterland y cuya existencia hubiera podido favorecer la formación
de organizaciones comerciales fuera del control de Massalia.
- La existencia de un hinterland subdesarrollado y con un comercio mal organizado que precisaba de un sistema de penetración adaptado a ello.
Estas puntualizaciones entendemos que pueden ser perfectamente extrapolables a la Península Ibérica que, en estos momentos, posee
una estructura de asentamiento similar, una estrecha relación con
Massalia, por su posición en el extremo occidental y por ser, esta ultima, un punto importante de escala en la vía comercial marítima y
porque llegará a ejercer una labor colonizadora análoga en un período más avanzado.
Por lo que respecta a la ubicación de los tres tesoros mencionados
(mapa 1), el de Emporion, como su nombre indica, fue hallado dentro
de la misma colonia. El de Pont de Molins se encuentra a pocos kilómetros de distancia con respecto a Rhode y Emporion. Tan sólo el de
Morella está situado a una considerable distancia de las colonias
mencionadas. Estas ubicaciones muestran la penetración hacia el interior del influjo económico de Emporion en el que Morella constituiría un punto muy alejado, lo que supondría una intensa movilidad
en los intercambios, ya que parece, a todas luces, improbable que
pueda ser la zona de Morella considerada como un punto colonizador
o colonizado desde la costa inmediata. El actual estado de la investigación arqueológica no permite estos supuestos.
Parece evidente, por tanto, que estas acuñaciones se realizaron no
sólo para el uso de las colonias asentadas en la Península Ibérica, sino
que fueron utilizadas por habitantes indígenas del entorno inmediato
tal y como vemos que ocurre en Massalia ( l o ) ,donde este tipo de acunaciones se extiende desde el litoral hasta el Durance y desde el Rh6ne hasta e1 macizo de Maures; y en Etruria (1l ) , en donde el circuito
de circulación se limitaba a algunas poblaciones etrusco-jonias y su
hinterland. Visto todo ello llama la atención la considerable distancia
a que se encuentra Morella de Emporion, hipotético centro emisor de
parte de las acuñaciones que integran este tesoro.
(9) FURTWANGLER, 1978, PP. 306-307.
(10) FURTWANGLER, 1978, p. 46.
( 11) FURTWANGLER, 1976, pp. 72-73.
[page-n-253]
252
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
En cuanto a la cronología de estas ocultaciones, dada la lejanía
temporal en la que se produjeron los hallazgos y la poca y parcial documentación que de las circunstancias del hallazgo y de su composi-
Mapa 1. - Dispersión de los tesoros cuya fecha de ocultación se encuentra entre el siglo
IV y el año 195 a.c.: 1, Roses; 2, Pont de Molins; 3, Serinya; 4, Les Ansies; 5, Girona; 6,
Ullastret; 7, Empúries; 8, Puig Castellar; 9, Tarragona; 10; Tivissa; 11, Coll del Moro; 12, Morella; 13, Tortosa; 14, La Plana de Utiel; 15, Los Villares; 16, Cheste; 17, Moixent; 18, Vallada; 19, Mongó; 20, La Escuera; 21, Minas de Cartagena; 22, Mazarrón.
[page-n-254]
ANALISIS DE LOS TESOROS
253
ción se posee, resulta particularmente difícil establecer para ellos una
fecha de ocultación concreta. Las cronologías más importantes que se
han atribuido a estos hallazgos son las siguientes:
Amor6s ( 1 2)
Emporion
Morella
Pont de Molins
Guadán (13)
360-300
520-500 400-300
á
En torno a 350
490-460i 300
i
460-440
470 330-310
Furtwhgler (14)
Mediados s. IV
Fines s. IV
Hacia 300
Por nuestra parte, suscribimos las dataciones propuestas por
Furtwangler, aunque conviene señalar que para algunas de las piezas
presentes en estos tesoros, su fecha de emisión se remonta a la segunda mitad del siglo VIen la que cabe incluir algunas acuñaciones locales anepígrafas, el tipo de Auriol ((tetede belier))( 15)y los óbolos massaliotas ((au trabe)) (16); además de algunas importaciones de Asia
Menor cuya fecha de emisión se sitúa a fines del siglo V I como es el caso de los tipos 494 y 495 de Muret (17),
pertenecientes al tesoro de
Morella o el fragmento de estátera de Metaponto datado entre el 550
y el 470 a.c.
De este modo, conviene señalar la desincronía entre los hallazgos
de Volterra ( 18), fechados en torno a la primera mitad del siglo VI y
Auriol (19),para el que se propone una datación en torno a los años
460-455 y los de la Península Ibérica, con los que existe una diferencia cronológica, como mínimo, de un siglo. La consecuencia más directa es la apertura del espectro de las cecas en ellos representadas y
el no poder establecer un paralelismo con aquéllos en un intento de
analizar las diferencias y peculiaridades de su circulación monetaria.
De la composición de los tres tesoros peninsulares parece poder
deducirse, según la cantidad de monedas de Massalia que en ellos
existe y por la ampliación progresiva de la composición de monedas
de diversas cecas en ellos representadas, que conforme avanza el
tiempo el componente cualitativo se va ampliando, lo que sin duda demuestra una mayor apertura de la Península Ibérica. El mayor índice
de relación con Massalia, como parece indicar la presencia de sus monedas, posibilitaría además la llegada de monedas de cecas de la
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
( 17)
(18)
(19)
AMOROS, 1934, PP. 48-50.
GUADAN, 1968, pp. 79, 96, 136 y 168.
FURTWANGLER, 1971, PP. 14-15.
FURTWANGLER, 1978, tipo Qe/Qf.
AMOROS, 1934, p. 13, fig. 8.
MüRET-CHABOUILLET, 1889.
CRISTOFANI MARTELLI, 1977, p. 101.
FURTWANGLER, 1978, p. 84.
[page-n-255]
254
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Magna Grecia, Atenas y Asia Menor, funcionando como punto de
reexpedicibn.
Por lo que se refiere a las restantes cecas que componen estos tesoros, merece la pena destacar la presencia constante de acuñaciones
de Massalia ocupando siempre el segundo orden en importancia, bien
sea a través de los tipos de Auriol, bien sea con las acuñaciones propiamente massaliotas. De este modo, en el tesoro de Emporion sólo
existe una pieza de Auriol; en el de Morella son más de cinco los ejemplares que contenía del tipo rueda y una moneda de Auriol; en el de
Pont de Molins se documentan también más de nueve piezas de los tipos «au trabe)) y rueda. Lo mismo sucede en el Mongó, que veremos a
continuación, en donde son cuatro las piezas de esta ceca, todas ellas
con reverso rueda. La cantidad es, pues, considerable en relación con
la totalidad de monedas del hallazgo, siendo en todos los casos, excepto en Emporion, superior al 25%.
En relación con el tipo de circulación monetaria que se desarrolla
en el centro de la cubeta mediterránea (20),en particular, en Sicilia y
el Sur de Italia en donde las acuñaciones de Atenas y, posteriormente
las de Corinto adquieren una ostensible participación, hemos de señalar que la presencia de estas acuñaciones en nuestros tesoros es mínima (dos fragmentos de tetradracmas arcaicas de Atenas y una estátera de tipo arcaico de Corinto) y, a nuestro modo de ver, pone de manifiesto la escasa circulación que estas monedas tuvieron en la Península Ibérica, a pesar de la existencia de una fraccionaria ampuritana
(21) que copia el simbolismo de Atenea originario del Atica.
Evidentemente, el hecho de copiar este simbolismo denota el conocimiento del mismo y del tipo de moneda que lo utiliza, poseyendo
por demás un gran prestigio. Ante la inexistencia de una mínima cantidad de ejemplares atenienses en la Península Ibérica, es muy probable que el conocimiento de su importancia se produjese, como opina
Amorós (22), a través de los mercenarios ibéricos que luchan junto a
Siracusa durante el siglo IV, en cuya isla en estas fechas circulaba
una abundante cantidad de piezas atenienses (23).Tampoco se debe
olvidar que la colonia de Velia acuñó estos mismos motivos entre los
años 500-450 a.c. (24)y a la que, según Guadán (25),debe considerarse como etapa intermedia de la llegada de estos tipos.
(20) LANGHER, 1969, pp. 167-173.
(211 AMOROS, 1933-b,
pp. 6 y 7, figs. 2-3.
(22) AMOROS, 1933-b,p. 16.
(231 Véase la nota 20.
para las que propone
(24) SEAR, 1978, núm. 251; GROSE, 1979,núm. 1.408-1.413,
una cronología de 500-400 a.c.
(251 GUADAN,. 1968, pp. 248-249 y nota 20.
[page-n-256]
255
ANALISIS DE LOS TESOROS
Por otra parte, y en contraposición con lo que se acaba de decir,
nos encontramos con que a lo largo de los siglos V-IV a.c. se produce
una considerable importación de cerámica ática. Estando así las cosas, esta situación nos lleva a pensar que las tentativas de monopolio
que los atenienses pretendieron imponer en el Mediterráneo Occidental, al que se opondría más tarde el mismo intento por parte de Sicilia,
no llegó al menos a la Península Ibérica en contra de lo que parece indicar C. Langher (26),cuya identificación de estos monopolios la realiza a través de la distinta composición y cronología de los hallazgos.
El último tesoro que se podría incluir en este primer grupo es el
del Mongó, cuya composición es:
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Mongó
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S
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O
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1
1
Este tesoro muestra una composición heterogénea en la que se encuentran presentes una variedad considerable de cecas, al igual que el
tesoro de Pont de Molins. En cambio, llama la atención la presencia
bastante minimizada de las acuñaciones peninsulares representadas
por Emporion que, en el contexto del tesoro, sólo alcanza el 3 1'25% a
diferencia de los anteriores tesoros en los que en el de Emporion era
del 80'98% y en Pont de Molins del 60'46%.
Otro punto importante a señalar es la considerable cantidad de
acuñaciones procedentes de Sicilia y la presencia, como se está viendo hasta ahora, de las amonedaciones de Massalia que la une inexorablemente al inicio del uso de la moneda en nuestra Península, señalando una vez más las relaciones mantenidas por Massalia con el litoral mediterráneo peninsular.
El momento de la ocultación de este tesoro nos viene dado por una
pequeña moneda de AR cartaginesa, cuyo anverso describe Chabas
(27) como una cabeza de Ceres a izquierda. Dada la imposibilidad de
la existencia de este tipo, ya que no se conoce acuñado sobre plata,
(26) LANGHER, 1969, pp. 168-169 y 197.
(27) CHABAS, 1891, p. 62, núm. 15.
;
~
[page-n-257]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
256
consideramos que se trata de la moneda SNG North Africa (28),núm.
74, cuyo anverso es una palmera, y que al encontrarse el cuño de la
moneda del tesoro del Mongó desplazado puede dar pie a pensar que
el anverso sea en vez de una palmera una cabeza. La cronología del tipo de moneda que nosotros creemos identificar es, según Jenkins, del
siglo IV a.c. De este modo, si aceptamos la fecha de acuñación de este
óbolo cartaginés como término post quem para la datación del tesoro,
ante la imposibilidad de una mayor precisión por parte de las acuñaciones de Massalia, consideramos que el tesoro puede situarse dentro
de la segunda mitad del siglo IV, datación en la que coinciden a grandes rasgos otros investigadores.
Las dataciones más importantes hasta ahora propuestas han sido
formuladas por Amorós (29),quien considera que la ocultación tuvo
lugar entre los años 350 y 300 a.c., utilizando como término post
quem las dataciones de las monedas massaliotas. P. Beltrán (30),por
su parte, basándose como el anterior en las acuñaciones massaliotas,
eleva esta cronología sugiriendo que la ocultación pudo tener lugar a
principios del siglo IV, aunque admite un margen que puede alcanzar
hasta el segundo tercio de este mismo siglo. Guadán ( 31) elige para la
datación del tesoro la moneda de plata cartaginesa atribuyéndole la
cronología más tardía propuesta por Head para las acuñaciones sículo púnicas y; con ello, lo sitúa en torno al 300 a.c.
La diversidad en la composición del tesoro y la reducida presencia de las acuñaciones peninsulares parecen indicar que o bien el tesoro, en su mayor parte, se formó fuera de la Península Ibérica, o bien
por su alejamiento de Emporion y la carencia de acuñaciones propias
en esta zona, existiría una circulación de piezas más heterogéneas, indicando en este caso, probablemente, unas relaciones bastante estrechas con la isla de Sicilia.
Guadán (32) considera que en esta acumulación de plata acuñada, las piezas griegas son fruto de alguna campaña de mercenarios
ibéricos explicando, de este modo, el componente monetario extrapeninsular. Ciertamente, la presencia de mercenarios ibéricos combatiendo en Sicilia, ampliamente documentada por Diodoro (33),puede
(28)
(29)
(30)
(31)
(32)
(33)
JENKINS,
AMOROS,
BELTRAN
GUADAN,
GUADAN,
1969, lfím. 4.
1934, p. 51.
VILLAGRASA, 1972, p. 97,
1968, pp. 113-114 y nota 214.
1968, p. 115.
No debe olvidarse que durante el siglo V y principios del I V a.c., se documenta la
presencia de mercenarios ibéricos en Sicilia: DIODORO, XI, 1; XIII, 54, 1 ; XIII, 62, 1 ; XIII,
85, 1; XIII, 80, 2; XIII, 110, 4; XIV, 75, 8. Es interesante también para este tema el estudio
de GARCIA Y BELLIDO, 1939, pp. 71-125.
[page-n-258]
ANALISIS DE LOS TESOROS
257
ser el motivo de la existencia de estas acuñaciones que, de forma aislada y en reducido número, suelen aparecer en la Península Ibérica y
que en este tesoro lo hacen de forma relativamente numerosa. El tesoro, a nuestro entender, pone de manifiesto un hecho importante que
se repetirá en la estructura de la circulación monetaria ibérica. Se
trata de la aceptación y atesoramiento de los metales nobles, preferentemente de AR, con independencia del taller monetario del que
procedan y de su período cronológico de circulación (34),como lo pone de manifiesto la larga pervivencia y grado de desgaste de algunos
ejemplares del tesoro..
Los hallazgos esporádicos de los que se tiene conocimiento, cuya
fecha de emisión se encuadra en el siglo IV, ofrecen una mayor variedad de tipos, ya que el pasillo costero peninsular se incorpora en este
siglo, y de un modo acelerado, al uso de la moneda. La composición
de estos hallazgos no se aparta de la que nos muestran los tesoros.
Predominan, evidentemente, las acuñaciones peninsulares, que son
prácticamente las exclusivas y de las que se contabilizan 24 ejemplares, todas ellas fraccionarias anteriores a las dracmas. El resto está
formado por una moneda de Kos, otra de Siracusa y un número menor de 9 óbolos massaliotas con reverso rueda.
Por otra parte, hay que señalar que son estas monedas más antiguas de la Numismática peninsular las más difíciles de datar y las que
mayor diversidad de tipos presentan, lo que repercute en la mala clasificación y deficiente atribución. Además, poseemos una serie de notas bibliográficas correspondientes a hallazgos de Populonia, Thourion, Kamarina y Lipara de las que únicamente se da una sucinta descripción y se les atribuye una cronología que abarca, en la mayor parte de los casos, dos siglos; y un numeroso grupo de monedas catalogadas groseramente bajo el epígrafe de ((griegas)), no van a ser utilique
zadas en nuestros comentarios.
El área de dispersión de estos hallazgos, en su casi totalidad, se
circunscribe a la ciudad de Empúries. Las fraccionarias anteriores a
las dracmas, proceden de Emporion y únicamente dos no lo hacen,
perteneciendo una a la vecina ciudad de Ullastret y la otra al poblado
ibérico de Sant Miquel de Llíria. La moneda de Kos se encontró en el
Tossal de Manises (Alacant)y la moneda de Siracusa procede de Ei(34) Evidentemente, este fenómeno no es exclusivo de la Península Ibérica ni de estas
fechas concretas. Y por no citar un ejemplo peninsular, en Catania, el tesoro de Mineo, datado en el siglo 1 1a.c., contiene piezas de Siracusa, Reggio y Atenas, acuñadas durante el s. V
1
a.c. Y más sorprendente aún es el de Scogletti, en Ragusa, en donde junto con monedas de
Atenas, Reggio, Siracusa (s. V-IV a.c.), Corinto, apareció un denario republicano (LANGHER,
1969, p. 173).
'
[page-n-259]
258
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
vissa, quizás sea esta última el preludio de las relaciones posteriores
que mantendrá esta isla con el Sur de Italia.
Podemos señalar que a través de los hallazgos comentados, se
desprende que la incorporación de la Península Ibérica al circuito monetario de un modo continuado, comenzó en la ciudad de Emporion
desde donde irradió, siguiendo los contactos y redes comerciales de
las factorias focense-ampuritanas, por toda la costa del actual País
Valenciano e, incluso, probablemente de Murcia (35).
Emporion se asimiló al uso de la moneda y, en un corto período
de tiempo, comenzó sus propias acuñaciones que fueron anepígrafas,
en un principio, y posteriormente puso las primeras letras de su nombre. Desde esta ciudad se difundió el uso de la moneda, en un sentido
restringido, a su hinterland y a la mitad Norte de la zona costera
mediterránea de la Península, como queda bien evidenciado por los
hallazgos monetarios.
Ya dentro del siglo 1 1a.c., en sus inicios, hay dos tesoros que co1
mo nota distintiva carecen de acuñaciones de tipo Auriol. Se trata de
los hallazgos de Roses y Tarragona. Ambos tesoros mantienen, como
los anteriores, en su composición, un neto predominio de las acuñaciones de Emporion. En este caso, las monedas que podríamos calificar de tipos exóticos y anepígrafos están relativamente poco representados, dominando los tipos más tardíos que Guadán (36)denomina
(tfraccionarias propiamente ampuritanas))y para las que propone una
datación entre el 400 y el 300 a.c., que aparecen en escasa proporción en los tres tesoros anteriormente citados.
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Roses
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21
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l?
El componente de cecas extrapeninsulares es desigual en ambos
tesoros. El de Tarragona mantiene una estructura semejante, en parte, al de Pont de Molins, con la existencia de un considerable número
( 3 5 ) ALMAGRO GORBEA, 189 1-a, en prensa.
( 3 6 ) GUADAN, 1968, PP. 73-74.
[page-n-260]
ANALISIS DE LOS TESOROS
259
de monedas massaliotas y una pieza de Selinus, cuya fecha de emisión se sitúa en el 41 5 y que tanto por la perforación que presenta como por su estado de conservación, requiere como medida previa el
aumento del lapso de tiempo transcurrido entre su emisión y su tesaurización.
Es por esta estrecha semejanza y por la datación de esta moneda
de Selinus por lo que es posible que pudiera datarse a fines del siglo
IV, aunque nosotros somos partidarios de su inclusión de los inicios
1
del siglo 1 1 a.c., en razón de la distinta composición de tipos de las
monedas de Emporion, ya que mientras en Pont de Molins las acuñaciones locales anepígrafas atribuidas a Emporion se encuentran presentes, en Tarragona están ausentes, existiendo una mayor cantidad
de piezas presumiblemente más tardías. Por otro lado, conviene recordar que en Pont de Molins se encontraron varias monedas con una
fecha de emisión considerablemente alta, como pudiera ser la dracma
de Kyme con leyenda retrógrada, para la que se propone una fecha
entre el 480 y el 423 a.c. ;y en cambio, el tesoro se fecha a fines del siglo I V a.c.
En cuanto al segundo tesoro de este grupo, el de Roses, su composición (37)difiere notablemente del anterior, por cuanto que carece de
acuñaciones de cecas extrapeninsulares, si exceptuamos tres monedas que pueden ofrecer alguna duda en cuanto a su inclusión dentro
del grupo de las primeras acuñaciones anepígrafas peninsulares, y
que mientras no se demuestre lo contrario, consideramos acuñadas
en la Península Ibérica sin descartar la posibilidad de que se encuentren inspiradas en amonedaciones de la Focida, Cyrenaica o Etruria,
lugares éstos de donde Guadán (38)considera probable que procedan.
Están, por tanto, ausentes las acuñaciones de Massalia; y por lo
que respecta a los tipos de Emporion representados, son similares a
los de Tarragona, siendo bastantes las concomitancias de tipos en uno
y otro tesoro.
No es posible que se pueda concluir de esta ausencia de monedas
de Massalia, una disminución de los contactos con esta colonia por
cuanto que este tesoro de Roses ofrece dificultades en su datación, en
parte, por la inexistencia de monedas extrapeninsulares datables y la
homogeneidad de su contenido. Por otro lado, la muestra que del tesoro se posee es incompleta, y sólo se conocen las piezas que Gaillard
(37) En cuanto a la posibilidad de que las piezas 8, 9 y 24 no pertenezcan a este hallazgo, véase BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 294; GUADAN, 1968, p. 74, considera como
procedente del hallazgo la núm. 8 y sitúa como dudosas las núms. 9 y 24.
(38) GUADAN, 1968, pp. 73-74.
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260
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
publicó en su catálogo, las cuales después de dispersarse, Zóbel las
buscó una a una por los gabinetes numismáticos extranjeros a los que
fueron a parar (39).Es por ello que consideramos muy arriesgado intentar extraer conclusiones sólidas a partir de la composición de este
hallazgo.
La situación geográfica de estos hallazgos mantienen su ubicación
costera al igual que los anteriores, sin que se amplíe el marco geográfico delimitado por ellos dentro del ámbito comercial focense-ampuritan0 de la costa Este peninsular (mapa 1).
Unas características muy distintas presentan las ocultaciones que
se fechan a mediados del siglo 111 y el primer decenio de la segunda
mitad de este siglo. A través de ellos se documentan las acuñaciones
peninsulares que aumentan el número de talleres y acuñan unidades
de mayor peso.
Los tesoros que pertenecen a estos momentos son los de Tortosa y
Minas de Cartagena (mapa l ) , cuya composición es bastante similar y
se encuentran relacionados por una problemática que excede a su
composición intrínseca, y que se ciñe sobre la verdadera composición
de este último.
Emporion Rhode
Tortosa
M. Cartagena
2
1
3
Ebusus Carthago
1
1
Total
6
1
3
Por lo que se refiere al tesoro de Tortosa, por primera vez encontramos la presencia de monedas de AR de Rhode en un tesoro, conjuntamente con dracmas de Emporion con el tipo del caballo parado y
una didracma de Ebusus, que M. Campo (40)clasifica dentro del grupo de monedas dudosas de esta ceca.
La datación del tesoro debe situarse con anterioridad al año 241237 a.c., en el que, con motivo de la pérdida por Carthago de la Primera Guerra Púnica, Emporion dejará de acuñar las dracmas con el
reverso del caballo parado, tipo que refleja la influencia cartaginesa
sobre esta ciudad (41). Como consecuencia, Guadán (42) considera
que la ocultación debió realizarse entre los años 250-241 a.c.
(39)
(40)
(41)
p. 99.
(42)
ZOBEL, 1 8 7 8 , p. 109.
CPMPO, 1976-a, p. 1 4 1 , núm. 1.
AMOROS,1933-a, pp. 29-42; GUADAN, 1968, pp. 267-272; VILLARONGA, 1979-a,
GUADAN, 1 9 6 8 , p. 8 0 .
[page-n-262]
ANALISIS DE LOS TESOROS
261
Si la cantidad de piezas que constituyen la ocultación es pequeña,
no por ello deja de tener interés, ya que nos va a proporcionar un término ante quem para la datación de las dracmas de Rhode, para las
que convendría pensar en un período de circulación circunscrito a la
1
primera mitad del siglo 1 1 a.c., como parece deducirse de su ausen1
cia en tesoros de los inicios del siglo 1 1a.c. y en los que están formados por dracmas de Emporion con reverso pegaso.
De características similares, aunque con la ausencia de las acuñaciones de Rhode, es el de las Minas de Cartagena. No vamos a entrar
en la discusión sobre su exacta composición (43),ya que no poseemos
suficientes elementos de juicio y lo cierto es que como ya vio Guadán
(44),este conjunto es perfectamente posible. Por ello, nosotros nos limitamos a analizar el conjunto que minuciosamente describió Heiss
(45).
El tesoro según este autor, conjuga acuñaciones de Ebusus, de
Emporion con caballo parado y una didracma cartaginesa, tipo Müller 108 (46).De todas ellas, la Última es la pieza clave para la datación del conjunto, para la que Jenkins (47) propone una datación de
1
principios del siglo 1 1 a.c., con lo que aceptando el transcurso de un
lapso de tiempo desde su acuñación hasta su tesaurización, el tesoro
puede datarse en torno a los años 250-240 a.c. Esta misma cronología propone Guadán (48)basándose en la datación que de la pieza
púnica da Heiss.
Se ratifica, de ser cierta la composición del tesoro, el momento de
acuñación de las dracmas de Emporion con el tipo del caballo parado
anterior al 241 -237 a.c., y por extrapolación de estas deducciones al
tesoro de Tortosa, el momento de acuñación y circulación de las dracmas de Rhode.
PERIODO 1 (237-195 a.c.)
1
En el último tercio del siglo 111, la Península Ibérica sufre una serie de guerras, motivadas por el desarrollo en su suelo de los acontecimientos bélicos de la Segunda Guerra Púnica. La pérdida de Sicilia y
Cerdeña, como consecuencia de la derrota sufrida por los cartagineses en la guerra anterior y el pago de una fuerte indemnización de
guerra a Roma, empujará a aquéllos a buscar en Hispania una com(43)
(44)
(45)
(46)
Una clara noción de la misma se podrtí obtener en AMOROS, 1933-a, pp. 39-42.
GUADAN, 1968, p. 88.
HEISS, 1870, p. 44.
MULLER, 1860.
(47) JENKINS, 1969, lám. 6, núm. 142.
(48) GUADAN, 1968, p. 88.
[page-n-263]
262
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
pensación a tales pérdidas (49).La Península Ibérica podía ofrecerles
riquezas minerales y agrícolas, a la vez que podía enrolar en ella numerosos efectivos de mercenarios.
Los acontecimientos bélicos se van a desarrollar de modo favorable a los romanos y, una vez expulsados los cartagineses de Hispania,
aquéllos intentarán consolidar sus posiciones en la Península. La nueva situación de los romanos como invasores, las múltiples exigencias
de dinero y el incumplimiento de los tratados por parte de Roma serán las causas de nuevas inestabilidades en el país. Se van a originar
sucesivas sublevaciones que protagonizarán las tribus ibéricas encabezadas, en su mayoría, por los príncipes ilergetes Indibil y Mandonio. Estos levantamientos se produjeron en los años 206 (50),205 (51)
y 197 a.c. (52).Este último fue el más importante, ya que se extendió
por las dos provincias de Hispania recientemente establecidas, y se
necesitó para sofocarlo la venida, en el 195 a.c., del cónsul M. Porcio
Catón y un ejército consular (53).
Entre los años 237 y el 195 a.c. se abre uno de los períodos más
prolíficos en cuanto a la recuperación de tesoros se refiere y, por otro
lado, será también el último período en el que, debido a las circunstancias históricas que durante este tiempo se desarrollan, existe una
amplia variedad de piezas de cecas extrapeninsulares atesoradas.
Durante estos años va a tener lugar la Segunda Guerra Púnica y diversos levantamientos de las tribus ibéricas contra los romanos. Como consecuencia de esta inestabilidad se va a producir un aumento
muy importante en la cantidad de ocultaciones monetarias.
Los hallazgos de tesoros monetarios que conocemos pueden observarse en el cuadro de la página siguiente.
Una de las consecuencias más importantes que se deduce del estudio de los tesoros, es el establecimiento del término ante quem para
la emisión de las piezas que lo componen. En este sentido, durante este período podemos observar que, por un lado, aparecen nuevas emisiones de cecas ya existentes y, por otro, van a detectarse emisiones
de cecas cuyo funcionamiento debuta en estos instantes.
De este modo, observamos que la ceca de Emporion durante este
1
último tercio del siglo 1 1acuña las dracmas con el tipo de pegaso con
cabeza normal y con cabeza transformada en el joven que se coge los
(49)
(50)
(51)
(52)
(53)
DION CASIO, XII, 48; BLAZOUEZ, 1961, pp. 21-36.
LIVIO, XXVIII, 32-34; APIANO, Iber, 37.
LIVIO, XXIII, 1-3.
LIVIO, XXXIII, 21, 44.
LIVIO, XXXIII, 43.
[page-n-264]
ANALISIS DE LOS TESOROS
263
pies con las manos. Este cambio parece claro que se produce por la
pérdida de la influencia que los cartagineses debieron ejercer durante
1
la primera mitad del siglo 1 1 a.c. Lógicamente, cabe pensar que los
divisores con reverso pegaso se acuñaron paralelamente a las acuñaciones de las dracmas con este mismo reverso. La inexistencia de estas acuñaciones en los tesoros anteriores, en particular, en los de Tortosa y Minas de Cartagena, cuya ocultación se sitúa a mediados del si1
glo 1 1 a.c., parecen ratificar esta afirmación en contrade la opinión
de M. Campo, quien afirma que estos divisores con.reverso pegaso comenzaron a acuñarse a fines del siglo IV o comienzos del 1 1a.c. (54).
1
-
(54) CAMPO, 1972, p. 28. Esta autora a f m a que todas las dracmas y divisores son de la
primera fase, del tipo pegaso sin la cabeza modificada, pasando por alto la existencia en él de
dos dracmas con cabeza modificada, núms. 6 y 7 de COROMINAS, 1944.
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LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las acuñaciones de dracmas con reverso pegaso de esta ceca tienen un alto índice de presencia en los tesoros de la zona que estudiamos; sólo dos, los tesoros de Mazarrón y La Escuera, no los contienen.
La extraordinaria abundancia de estas acuñaciones y el hecho de ser
Emporion la ciudad en la que desembarcó Escipion (55)y a partir de
la cual se produciría la expansión romana en la Península Ibérica
que, por otra parte, no estuvo nunca en poder de los cartagineses, da
a entender que las acuíiaciones poseen ahora una motivación distinta
a las del período anterior con acuñaciones de dracmas con reverso
caballo parado, mucho menos prolijas.
En este sentido, Marchetti (56)considera que todo el monedaje de
Emporion se realizó a favor de la expedición romana en Hispania y
para el financiamiento de la misma. Por nuestra parte, pensamos que,
ciertamente, durante los años posteriores al 218 a.c., el ejército romano se sirvió del taller de acufiación de Emporion para financiar los
esfuerzos de guerra, aunque conviene restringir los tipos concretos
que se usaron para materializar esta ayuda y que para nosotros
serían únicamente las dracmas y divisores con reverso pegaso.
Las imitaciones ibéricas de las dracmas ampuritanas se encuentran también presentes en estas ocultaciones, mostrándonos un amplio espectro de leyendas y, en ocasiones, de símbolos. Consideramos
que no queda la menor duda de la ubicación cronológica de estas emisiones durante este momento, y por lo que respecta a la finalidad de
las mismas, Guadán (57)considera que en su mayor parte fueron emitidas por los ilergetes y sus coaligados para financiar sus levantamientos contra los romanos y los pueblos de la costa que él considera
aliados naturales de éstos; aunque debido a la cronología que mantiene, estima su período de acuñación entre el 175 y el 133 a.c. (58).Villaronga (59)opina, al igual que Guadán, que sirvieron para financiar
los levantamientos ibéricos contra los romanos establecidos en la
Península Ibérica después de la Segunda Guerra Púnica, aunque con
la diferencia de que restringe notablemente el período de emisión, si1
1
tuándolo a fines del siglo 1 1 y primer lustro del siglo 1 a.c.
Las primeras cecas peninsulares que ahora comienzan a funcionar lo hacen de un modo que podríamos definir como tímido, teniendo
en cuenta el poco peso específico que debieron tener a juzgar por el
(55)
(56)
(57)
(58)
(59)
POLIBIO, 111, 7 1 , 1; LIVIO, XXI, 60; APIANO, Iber, 14.
MARCHETTI, 1978, p. 385.
GUADAN, 1968, pp. 359 y 361.
GUADAN, 1968, p. 175.
VILLARONGA, 1979-a, p. 113; VILLARONGA, 1982-b, en prensa.
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ANALISIS DE LOS TESOROS
265
reducido número de piezas que de ellas se han encontrado en los tesoros.
En primer lugar, las acuñaciones peninsulares de la ceca de Arse
son todas ellas de AR y Únicamente conocemos la existencia de cinco
1 1
ejemplares de las series 1 y 1 1de Villaronga (60);dos en el tesoro de
Tivisa 1;uno en el de Cheste y, fuera ya del marco de nuestro estudio,
dos en Valeria. A través de los tesoros no es posible recomponer el momento exacto en el que principian estas acuñaciones. Para V i l l a r ~ n g ~ ,
que ha estudiado detenidamente estas acuñaciones, el inicio sería
posterior al 2 12, momento en el que la ciudad pasó a manos de los romanos y estas primeras acuñaciones se mantendrían hasta una fecha
que podría alcanzar el 195 a.c. o pocos años después (61); en contra
de esta opinión, Marchetti (62)considera que las primeras acuñaciones de Arse, representadas por la serie 1de Villaronga, deben situarse
con anterioridad al 218 a.c.
La segunda ceca peninsular cuyo funcionamiento comienza en estos momentos es Saitabi y ello queda demostrado por la presencia de
una didracma en el tesoro de Valeria. Estas acuñaciones debieron ser
muy limitadas por cuanto que es pieza única y de esta serie sólo se conoce
además una sola hemidracma (63).
Entre las cecas de las que se conocía su existencia se encuentra
Ebusus cuyas acuñaciones de AR, aunque modestas en número, vuelven a aparecer en las ocultaciones de Col1 del Moro, Moixent y Valeria y, presumiblemente en Vallada, aunque no es seguro. Se trata en
todos los casos de dracmas del grupo XVII de M. Campo (64),producto del momento de expansión bárquida.
El último contingente de acuñaciones importantes realizadas en
la Península, pero de origen cartaginés, y que es tan o más irnportante
que el que representan las realizadas en Emporion y las de la ceca de
Roma, son las que se denominan hispano-cartaginesas. La financiación de las tropas cartaginesas con este tipo de moneda no deja lugar
a dudas sobre la importancia que debió tener este numario (65).
Se ha de señalar la ausencia en estos tesoros de la Tarraconense
Mediterránea de las acuñaciones de Gades, que como se desprende de
la composición del tesoro de la zona de Gades (66),en estos momentos
(60)
(61)
(62)
(63)
(64)
(65)
(66)
VILLARONGA, 1967-a.
VILLARONGA, 1967-a, pp. 114-115.
MAFCHETTI, 1978, pp. 386-394.
MAN, 499. Hemidracma de 1'49 g.
CAMPO, 1976-a, Moixent: núm. 30, p. 126; VALERIA: núm. 41, p. 127.
Sobre estas acuñaciones, véase el trabajo monográfico VILLARONGA, 1973-a.
VLLLARONGA, 1973-a, p. 78.
[page-n-267]
266
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ac-uñaba dracmas, hemidracmas y pequeños divisores de AR, junto
con monedas de AE anepígrafas. Y también están ausentes los denarios ibéricos que todavía no habían comenzado a acuñarse; sobre esta
última cuestión conviene destacar, por su aislamiento, la opinión de
Marchetti, quien considera que los primeros denarios de Kese, con un
peso correspondiente al del denario romano reducido, comenzaron a
acuñarse antes del 206 a.c. (67).
La comparación de las diversas cantidades de monedas que componen los tesoros, dada la circunstancia histórica que motivó su ocultación y el funcionamiento de todos los talleres monetarios, casi con
toda seguridad como consecuencia de la contienda bélica, debe señalarnos la importancia que jugó cada ceca en este aprovisionamiento,
atendiendo también a la proximidad del tesoro con el centro emisor.
Entre la variedad de cecas presentes destacan claramente tres, cuya
actividad fue sin duda la más importante durante el transcurso de toda la contienda. Emporion, con 345 piezas, es la ceca que mayor cantidad de ejemplares posee repartidos entre los distintos tesoros; sigue
a continuación las acuñaciones hispano-cartaginesas, con 275 monedas, y finalmente Roma con 142 piezas. De hecho, el número de cuiíos
que se conocen y la estimación del volumen de las emisiones pone a
Emporion en un nivel incluso superior al de las emisiones hispanocartaginesas (68).
Si situamos los hallazgos en sus localizaciones y distinguimos su
composición, queda muy patente la distribución territorial de las dos
fuerzas en combate y las proximidades de las cecas. Así apreciamos
que los tesoros en los que el componente de acuñaciones de Roma y
Emporion es dominante, se sitúan en la zona Noreste, por encima del
río Ebro, única zona, en ocasiones, de dominio romano, a la que se debieron replegar en el año 2 12 a.c., tras la muerte de Publio y Gneo Escipion (69). Entre los que contienen acuñaciones ampuritanas, los
más importantes son los de Puig Castellar, compuesto en su totalidad
por dracmas y divisores de esta ceca, con más de 200 ejemplares. Son
también importantes el de Ullastret y el de Serinya, compuestos también por este tipo de moneda exclusivamente, con 54 y 12 ejemplares,
respectivamente.
Por debajo de la línea del Ebro merece la pena destacar, por el
elevado contenido de monedas de esta ceca, los de Moixent y La Pla(671 MARCHETTI, 1978, p. 426.
(68) VILLARONGA, 1982-b, en prensa; frente a 343 cuños de dracmas de Emporion se
han observado 317 para las monedas de A hispano-cartaginesas.
R
(69) LIVIO, XXV, 32-36.
[page-n-268]
ANALISIS D E LOS TESOROS
267
na de Utiel con 29 y 3 1 ejemplares, respectivamente, aunque en ambos el porcentaje sobre el contenido total del tesoro es muy distinto,
pues mientras en el primero representa el 19'72%,en el segundo es el
60'78%.
En definitiva, esta distribución no hace sino ratificar en parte el
principio según el cual la cantidad de hallazgos es inversamente proporcional a la distancia entre el centro emisor y el lugar del hallazgo.
Por ello, son bastante escasas estas acuñaciones en los tesoros de la
zona andaluza (70) y las máximas concentraciones se sitúan en las
proximidades de la ceca, en las zonas comerciales y no de guerra. Esto mismo va a condicionar la dispersión de los hallazgos de monedas
hispano-cartaginesas, cuyas series más numerosas serían acuñadas
en la zona de Cartagena (71).
En esta misma línea, aunque con una menor cantidad total de piezas, las acuñaciones romanas siguen las pautas de las amonedaciones
emporitanas, ya que del mismo modo, los tesoros en los que existe una
importante cantidad de estas monedas se encuentran al Norte del río
Ebro. Sólo uno, el de Les Ansies, posee una considerable cantidad de
piezas, 120 ejemplares que representan en el conjunto de tesoros el
57'59%; los otros dos tesoros, con una cantidad no despreciable, son
los hallazgos de Tivissa 1y 111, con 7 y 8 ejemplares respectivamente y
con un porcentaje del 25 y 47'05%.
Por otra parte, no conocemos ningún tesoro situado al Norte del
río Ebro en el que existan en su contenido monedas hispano-púnicas;
todos ellos se sitúan en la parte Sur y, por lo general, constituyen un
porcentaje muy elevado y en alguno de ellos exclusivo, como se puede
apreciar a continuación:
Cheste ...............................
Moixent .............................
Escuera .............................
Mazarrón ...........................
ZonadeGades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cuesta del Rosario ...................
Granada. ............................
67'56 %
7 6'8 7 %
100 %
100 %
56'25%(72)
100 % (73)
100 % (74)
Unicamente se apartan de esta estructura los tesoros de Valeria
(70) VILLARONGA, 1982-b, prensa.
en
(71) VILLARONGA, 1973-a, 93.
p.
(72) Véase la nota 66.Conviene señalar que el 25 por ciento está formado por monedas
de Ebusus y Gades, con lo que el significado propiamente púnico es muy predominante.
(73) FERNANDEZ CHICARRO, 1952, PP. 63-70.
(74) GOMEZ MORENO, 1949, p. 175.
[page-n-269]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
268
(75) y Drieves (76),localizados en la zona interior, en las provincias
de Cuenca y Guadalajara, en los que las acuñaciones hispano-púnicas
tienen una menor entidad si los comparamos con las acuñaciones romanas o con la totalidad del conjunto denotando, quizás, el alejamiento del marco geográfico estricto del conflicto. De estos dos, el
más meridional tiene un porcentaje más elevado de acuñaciones
hispano-púnicas ( 13' 15 sobre 5'55%)y por el contrario un porcentaje
inferior de acuñaciones romanas ( 31'57 sobre 72'22%).
Las cecas extrapeninsulares de nuestros tesoros, cuantitativamente, no constituyen una cantidad importante, pero nos parece significativo el hecho de encontrarse bien representadas las acuñaciones
de la mitad superior de la cubeta occidental mediterránea. De todas
ellas, con excepción de Roma que por su_grotagonismo en el conflicto
bélico tenía por necesidad que ser la ceca extrapeninsular más y mejor representada, son las acuñaciones de la Galia las que, concretamente las monedas «& la c r o h y las massaliotas, alcanzan un mayor porcentaje. Sobre este particular, si observamos lo que ocurre en
Andalucía comprobamos que las acuñaciones de la Galia estan completamente ausentes de los tesoros.
Los textos clásicos nos relatan que algunas naves marsellesas estuvieron al servicio de los romanos acompañando a su armada (77)y
sirviendo de avanzadilla (78)para la inspección de los efectivos militares de que disponían los cartagineses. Otro pasaje importante que
nos revela la presencia de gentes galas en la Península Ibérica, lo debemos a Tito Livio (79),quien nos informa de la presencia de soldados
galos en Hispania luchando junto con el ejército cartaginés, y nos dice
que los romanos después de la batalla de Jaén, en el 2 14 a.c., recogieron un botín compuesto de despojos galos, torques de oro y un número
considerable de brazaletes; además perdieron la vida en ella dos régulos galos llamados Moenicoepto y Vismaro.
Dejando a un lado los contactos comerciales que mantenían los
massaliotas con los ampuritanos, ya documentados en la etapa anterior a través de los tesoros, ahora los textos citados nos indican que en
el primero de estos hechos pueden explicarse, en gran medida, los hallazgos de monedas massaliotas, compuestas generalmente por óbolos, y al segundo hecho podría deberse la presencia de monedas « A la
(75) ALMAGRO BASCH y ALMAGRO GORBEA, 1964, pp. 25-47; CRAWFORD, 1969-a,
núm. 109.
(76)
(77)
(78)
(79)
MILLAN, 1945, pp. 36-39; CRAWFORD, 1969-a, núm. 107.
LIVIO XXVI, 19, 13.
LIVIO XXII, 19, 5; POLIBIO, 1 1 95, 3-5.
1,
LIVIO XXIV, 42, 8.
[page-n-270]
ANALISIS DE LOS TESOROS
269
croix)). Una explicación de este tipo, motivada por algo más que por
contactos comerciales es la que, entendemos, debe buscarse al menos
para lo que se refiere a los hallazgos meseteños de Valeria y Drieves.
El resto de las cecas extrapeninsulares es cuantitativamente de
poca consideración, limitándose a una moneda italo-cartaginesa, a
dos piezas dudosamente atribuidas a la Cyrenaica y a una de Siracusa
y a otra de Rodas (Valeria).
La determinación exacta de la fecha de ocultación de los tesoros
de este momento es, a nuestro entender, poco menos que imposible ya
que es difícil discernir si la ocultación se debió a la contienda de la Segunda Guerra Púnica, a los levantamientos de las tribus ibéricas habidos durante los años 206, 205 y 197 a.c. (80), o fue totalmente accidental. Y aún más, en qué momento concreto dentro del lapso de tiempo de estos dos acontecimientos. A todo ello se añade que en aquellos
tesoros en los que aparecen las emisiones romanas, por lo general,
éstas son anónimas y el margen de datación que poseen, según Crawford (81), es bastante amplio y no permite pormenoridades.
Sobre esta cuestión, Villaronga (82) propone la posible detección
de dos grupos de ocultaciones debidos a los dos momentos de inestabilidad citados con anterioridad, y cuya individualización vendría establecida por la presencia o no en ellos de dracmas ibéricas de imitación
ampuritana, de Arse y Saiti que coincide con la presencia o ausencia
de monedas hispano-cartaginesas. El autor establece que los hallazgos que no posean estas últimas acuñaciones son anteriores al 206
a.c., y los que las contienen se datarían a partir de esta última fecha.
Nosotros, en principio, aceptamos parcialmente este razonamiento, ya que admitimos que las dracmas ibéricas de imitación ampuritana, se acuñaron para financiar los levantamientos ibéricos y es por
ello evidente que los tesoros que los contengan pertenecerán a este
período. No obstante, introducimos un elemento de duda para los tesoros que no las contengan, ya que entendemos que el razonamiento
no es totalmente reversible y la variación cronológica es excesivamente corta entre unos y otros.
Como consecuencia de todo ello podemos deducir que la circulación monetaria en la Península Ibérica no se realizaba de un modo totalmente estanco y, aunque las acuñaciones hispano-cartaginesas no
se encuentren en los tesoros del Norte, en multitud de tesoros situados
por debajo del río Ebro conviven las acuñaciones que debieron finan(80) Véase las notas 50, 51 y 52.
(81) CRAWFORD, 1974.
(82) V'LLARONGA, 1973-a, p. 88.
[page-n-271]
2 70
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ciar los esfuerzos de guerra romanos, representadas por Emporion y
Roma y las que acuñaron los cartagineses.
La utilización y atesoramiento indistinto de las acuñaciones que
circulan en este momento en Hispania vienen además facilitados por
una intercambiabilidad de los valores acuñados. Esta homologación
se aprecia claramente si observamos los patrones monetarios bajo los
cuales acuñaron monedas los principales pueblos del Mediterráneo
Occidental y que se podrían esquematizar del siguiente modo:
ROMA (83)
Primeras acuñaciones de plata con ROMANO y ROMA, que se inician
con un peso de 7'20 g., generalizándose después el de 6'75 g. Del 280
al 226 a.c.
Quadrigatus: 6'75 g. y su mitad, 3'38 g. Del 225 al 212 a.c.
Victoriato pesado: de 3'40 g. Desde el 21 1 a.c.
Victoriato ligero: de 2'40 g. Muy a principios del siglo 1 a.c.
1
Denario pesado: de 4'50 g. Creado el 21 1 a.c.
Denario ligero: de 3'98 g. Muy a principios del siglo 1 a.c.
1
GALIA (84)
Monedas A la croix: de peso 3'40 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
MASSALIA (85)
Dracma pesada: de 3'75 g. Siglo IV a.c.
Obolo de la rueda y MA: de 0'63 g. Siglo IV-111 a.c.
Dracma ligera: de Z160/2'70 g. Entre la Segunda Guerra Púnica y
1
principios del siglo 1 hasta el 85-82 a.c.
HISPANIA (86)
Dracma de Rhode y de Emporion, de caballo parado: de 4'70 g., pri1
mera mitad del siglo 1 1 a.c.
Dracmas de Emporion del pegaso: fines del siglo 1 1y muy a comien1
r
1
zos del siglo 1 a.c.
Emisiones hispano-púnicas, iniciadas con un shekel: de 7'14 g. Del
237 al 206 a.c.
Ultimas emisiones hispano-púnicas, con shekel: 6'70/6'08/6'99 g.
Hasta el 206 a.c.
Dracma de Arse pesada: de 3'14 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
Didracma de Saitabietar: de 6'85 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
(83) CRAWFORD, 1974.
(841 RIPOLLES, 1980-a, pp. 15-27; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
(851 BRENOT-CALLU, 1978; BARRANDON-BRENOT, 1978, pp. 637-665.
(86) VILLARONGA, 1973-a; id. 1967-a; GUADAN, 1968.
[page-n-272]
ANALISIS DE LOS TESOROS
271
CARTEAGO (87)
Shekel: de 6'7917'3 1 g. Levantamiento libio del 241-238 a.c.
Medio shekel: de 3'6313'80 g. de ceca italiana. Del 215 al 205 a.c.
IMITACIONES MASSALIOTAS DE ITALIA SEPTENTRIONAL (88)
Imitación de la dracma pesada, tipo «alpha»:de 3'9013'50 g. Hacia el
230 a.c.
Imitaciones de la dracma ligera: de 2'70 g. A partir del 200 a.c.
De esta relación de patrones monetarios se aprecia que el gran nivel
de relación de estos pueblos hace que las unidades que acuñan se vayan
adaptando unas a otras. De tal modo que, como algún autor ha señalado
(89), el peso del shekel fenicio se reduce hasta hacerse intercambiable con
el quadrigatus, peso con el que coincidirá además la didracma de Saitabietar; el denario pesado con las dracmas ampuritanas; el victoriato pesado con la dracma pesada de Arse; el denario ligero con la dracma massaliota pesada y aún se podrían establecer bastantes más relaciones.
La situación de los hallazgos es, en la zona a que se ciñe nuestro
estudio, completamente litoral (mapa 1), adentrándose muy poco hacia las tierras del interior. En general, repite la franja de emplazamiento de los años anteriores. Unicamente cabe hacer la salvedad del
hallazgo de La Plana de Utiel y de Los Villares (SO),ubicado en una
zona bastante interior y que junto a los tesoros de Valeria y Drieves,
con los que a través de su composición poseen un estrecho paralelismo (9l),parecen jalonar una vía de penetración hacia el interior de la
Meseta desde la franja litoral.
Los tesoros que de este periodo se encuentran en Andalucía se
adentran bastante más hacia el interior, como lo demuestran los hallazgos de Montemolín (92), La Cuesta del Rosario (93) y Granada
(94),como consecuencia del dominio de los cartagineses de una franja
(87) JENKINS, 1969.
(88) PAUTASSO, 1966.
(89) VIZLARONGA, 1979-a,p. 118; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
(90) Este tesoro se incluye generalmente en el grupo de las ocultaciones producidas durante la Segunda Guerra Púnica (RADDATZ, 1969,p. 206;MARCHETTI, 1978,p. 357).En
un trabajo nuestro anterior (RIPOLLES, 1980-a, 135)defendíamos una cronología más
p.
tardía, en base a su estado de desgaste, a la perforación y reutilización del quadrigetus como
botón, previamente a su tesaurización; ahora no estamos tan seguros de ello y, aunque con
reservas, lo adscribimos al conjunto de ocultaciones de los años de la Segunda Guerra Púnica.
(91)En especial por contener las únicas monedas ((A la c r o k aparecidas en los tesoros
de la Península Ibérica.
(92) DELGADO, 1871, p. 119.
(93) FERNANDEZ CHiCARRO, 1952, pp. 63-70.
(94) GOMEZ MORENO, 1949, p. 175.
[page-n-273]
272
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
mucho más extensa de terreno, en cuyo interior se encontraban los
principales yacimientos mineros que éstos explotaban.
Los hallazgos esporádicos de monedas que conocemos, cuya emisión se realizó con seguridad (95) en estas fechas, no modifican sustancialmente el grado de importancia de cada taller ni la distinta repartición territorial de cada una de las cecas, como queda evidenciado en el siguiente cuadro, en el que se agrupan los hallazgos de las
principales cecas en amplias áreas geográficas:
Emporion
Hispano-cartag.
AR
Catalunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
Baleares
AR
130
3
1
2
AE
Roma
?
AR
18
1
6
31
36
1
1
11
9
2
1
1
2
AE
Se excluyen de este cuadro los hallazgos de Ebusus para los que la
cronología que M. Campo (96) propone, antes del 214 y después del
2 14 para el primer y segundo período respectivamente, no permite su
inclusión con certeza en estas fechas, aunque en este momento en el
que comenzaba a introducirse y circular su numario en la Península
Ibérica (téngase en cuenta que de las emisiones del primer período,
datadas entre el 300-214 a.c., tan sólo conocemos en la Península 3
AE en el Museo de Alacant, de procedencia regional, y otros 3 aparecidos en las excavaciones de Emporion (97))debe de funcionar por la
cantidad de hallazgos aparecidos en los tesoros, de un modo similar a
la de Saitabi, de la que no conocemos ningún ejemplar procedente de
hallazgos esporádicos, y a la de Arse, de la que únicamente conocemos 1, aparecido en la propia ciudad.
A través del cuadro, se puede comprobar que los hallazgos esporádicos se ajustan con bastante similitud a la información que nos suministran los tesoros. En él podemos ver que los hallazgos de la ceca
de Emporion se circunscriben, de un modo muy preponderante, en un
(95) Excluimos del cuadro las monedas del Monetario de Tarragona, éstas pueden verse
E
en el cuadro de la página 760. Tampoco se incluyen 9 A republicanos hallados en Ilici, Liíria, Meca y Parpalló, que las publicaciones califican de sextantales y que podrían haber sido
acuñadas durante este período.
(96) CAMPO, 1976-a, pp. 89-90.
(97) Es un lapso la afirmación que hace CAMPO, 1976-a, p. 88, en la que dice que los
hallazgos que aparecen fuera de la isla son siempre de los grupos XI, XVII, XVIII y XIX.
[page-n-274]
ANALISIS DE LOS TESOROS
273
Mapa 2. - Dispersión de las cecas de Emporion, inciertas ampuritanas y Rhode: 1, Alt
Emporda; 2, Roses; 3 Segaró; 4, Serinyl; 5, Les Ansies; 6, Empúries; 7, Sant Juliá de Ramis;
8, L a Barroca; 9, Girona 1; 10, Girona 2; 1 1, La Creueta; 12, Ullastret; 13, Ullastret (tesoro);
14, El Castell; 15, Lloret de Mar; 16, Cartelll; 17, Pont de Molins; 18, Sant Llop; 19, Caldetes; 20, Riera de Sant Simó; 21, Can Rodon de l'Hort; 22, Puig Castellar; 23, Vilanova i la
Geltní; 24, Tarragona; 25, Tivissa 1, l y m; 26, Coll del Moro; 27, El Som; 28, Tortosa; 29,
i
Sant Miquel (Llíria);30, Los Villares; 31, La Plana de Utiel; 32, Cheste; 33, Vallada; 34, Moixent; 35, Mongó; 36, Región de Murcia; 37, Minas de Cartagena.
Clave de símbolos en
pág. 524.
[page-n-275]
2 74
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
área situada al Norte del río Ebro y siempre en la zona estrictamente
litoral (mapa 2). Tan sólo un ejemplar procede de la zona de Murcia.
La única discrepancia que cabe señalar en relación con los tesoros es
que en la composición de éstos no se ofrecía una diferenciación tan
marcada, aunque su predominio en intensidad y cantidad en la zona
Norte era muy evidente.
La dispersión de los hallazgos de monedas hispano-cartaginesas
difieren, en alguna medida, de lo que nos mostraban los tesoros ya
que han aparecido por toda el área litoral mediterránea (mapa 3),
manteniendo una mayor densidad en la zona del actual País Valenciano y Murcia. Esta circulación un tanto indistinta que ofrecen los
hallazgos esporádicos, se encuentra en contradicción con la composición de los tesoros en los que estas acuñaciones están ausentes de las
ocultaciones recuperadas en la zona Norte de la desembocadura del
río Ebro. Fuera de este marco dominante de hallazgos, cabe señalar la
aparición de dos monedas de A en Ebusus y una moneda en la localiE
dad de Graus.
La presencia indistinta de las acuñaciones republicanas en los tesoros tanto de la zona Norte como Sur de nuestro marco, aunque con
exclusiva localización en la primera zona de los tesoros en los que es
predominante en su composición, y cuya cantidad total se encuentra
mediatizada por su presencia considerable en el tesoro de Les Ansies,
ve ratificada ahora su dispersión por medio de los hallazgos esporádicos (98)que se reparten por toda la franja litoral predominando cuantitativamente la mitad Norte. En las Baleares sólo se documentan tres
piezas ( 1 denario en Ebusus; 1 uncia en Menorca y 1 didracma en Soller) y en la cuenca del Ebro una (Calatayud, Museo).
De todo cuanto se ha dicho de los hallazgos esporádicos se desprende que se ratifica la información que ofrecen los tesoros y que la
ausencia de ocultaciones en el interior de la Cuenca del Ebro no es
producto del mero azar, sino que se debería a una utilización muy débil de la moneda, como se desprende del desconocimiento de hallazgos
de acuñaciones ampuritanas y de la mínima presencia en estas tierras
de las monedas hispano-cartaginesas y romano-republicanas; aunque
no debemos olvidar que las gentes de la parte oriental de esta cuenca
acuñaron en los últimos años una parte de las dracmas ibéricas de
imitación ampuritana.
(98) Los hallazgos se localizan en: Empúries, Burriac, Col1 del Moro, Penedés, El Som,
Tarragona, Albocasser, Alacant, La Carencia, Elx,Grau Vell, Ilici, Llíria, Meca, Parpalló, Alcoi y Viliares.
[page-n-276]
ANALISIS DE LOS TESOROS
275
A PUNIC. INDET.
Mapa 3. - Dispersión de las acuñaciones hispano-cartaginesas, de Carthago, de Baria y
púnicas indeterminadas: 1, EmpÚries; 2, CasteU Ven; 3, Ullastret; 4, Graus; 5, B d a c ; 6,
Ametlla del Vaiiés; 7, Muntanya de Sant Miquel (Vallromanes);8, Barcelona; 9, Vilafranca
del Penedés; 10, Malió; 11, Tarragona; 12, Azaila; 13, Morelia; 14, Vilafamés; 15, Zona Norte de Valencia; 16, Grau Vell; 17, Sant Miquel (Llíria); 18, La Plana de Utiel; 19, Sierra
Martés; 20, Cheste; 21, Valencia; 22, Moixent; 23, Valiada; 24, La Serreta; 25, Mongó; 26,
Vila Joiosa; 27, Albufereta; 28, Alacant; 29, Elx; 30, La Escuera; 31, Región de Murcia; 32,
Mazwón; 33, Minas de Cartagena; 34, Eivissa; 35, Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-277]
276
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En general, podemos concluir que este período se nos presenta como un momento en el que a consecuencia del conflicto bélico entran
en movimiento todos los pueblos situados en el litoral mediterráneo,
desde Hispania hasta Italia, y para el que consideramos que la moneda como instrumento de pago debió circular en virtud de su contenido
metálico, como lo demuestra sobradamente, la composición de los tesoros fechados en este período. Además, un tesoro en el que su composición se encuentra formada por una considerable variedad de cecas,
sólo se pudo formar en un momento de intensas relaciones en el que
las respectivas acuñaciones, por la gran demanda existente de metales preciosos (no se olvide que la circulación monetaria se encuentra
basada en la acuiíación de plata) y el trasiego constante de tropas,
traspasan el marco geográfico de circulación que le era propio. Cabe
pensar que los mercenarios debieron aceptar, en pago a sus servicios,
cualquier tipo de moneda siempre que su peso y ley se adecuaran al
valor establecido para ella.
PERIODO 1 1 (195-133 a.c.)
1
Una vez sofocados los levantamientos ibéricos del 197 por el cónsul Caton en el 195 a.c., la zona geográfica que nos ocupa va a entrar
en un período de larga paz en el que, en parte y como consecuencia de
ello, se van a producir transformaciones importantes en la naturaleza
de la circul?ción monetaria, tales como la aparición de nuevas cecas,
la generalización y aumento de la circulación de monedas de AE y
una menor movilidad territorial de las acuñaciones. en general.
Los hallazgos de tesoros de que disponemos, que son encuadrables dentro de este período, son algunos de ellos problemáticos como
consecuencia de las noticias parciales o fragmentarias que de ellas se
poseen y por la escasa cantidad de acuñaciones romano-republicanas
que entran en la composición de éstos, de la que en su mayor parte está formada por amonedaciones en AE.
Exponemos en la página siguiente el cuadro de tesoros que consideramos pertenecen a este período y las cecas que los componen.
Antes que nada nos parece oportuno explicar el porqué de la colocación de los tesoros de Cartella y Hostalric, cuya datación es conflictiva. El primer tesoro es el de Cartella, compuesto por dracmas ampuritanas con reverso pegaso, con cabeza transformada, cuatro de ellas
con símbolos. La ausencia en este tesoro de monedas republicanas y
el tipo de las dracmas, proporciona serias dudas para su inclusión en
el período anterior e incluso en éste. Jenkins (99) considera que su
(99) Opinión recogida de THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.343.
[page-n-278]
ANALISIS DE LOS TESOROS
.r(
O
3
k
277
5
-4
cd
V)
a
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v,
5
V)
R
W
Talamanca
.
Ereso
19 1
6
ocultación se efectuó durante el siglo 1 a.c. Villaronga (100) y, si1
guiendo a éste, Sanmartí (101)retrasan su ocultación al año 104, relacionándolo con el paso de los cimbrios.
Por lo que se refiere al tesoro de Hostalric, su exacta composición
y su emplazamiento fue rectificado por Villaronga (102)en 1966.En
cuanto a su localización, este autor averiguó que no procedía de Hostalric, sino que fue a parar a manos de un joyero de Tarrasa, a quien
se lo llevó un campesino de la provincia de Lleida. Esta nueva procedencia evidentemente se encuentra más acorde con su defmitiva composición, en la que los denarios de Iltirtasalirban entran a formar parte con un 72'03%; los de Iltirta con 1'27%;los de Sesars con 25'42%;
los de Kese con 0'84% y el de Bolskan con 0'42%. Era del todo lógico
( 1 0 0 ) ESTRADA-VILLARONGA, 1 9 6 7 , p. 1 3 9 ; VILLARONGA, 1979-a, p. 8 4 .
( 1 0 1 ) SANMARTI, 1 9 7 3 , p. 1 4 , nota 2 0 .
( 1 0 2 ) VILLARONGA, 1 9 6 6 , p. 3 0 3 ; VILLARONGA, 1978-a, pp. 3 2 y 3 3 .
[page-n-279]
278
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que de no ser que se tratase de un tesoro itinerante, era muy dificil
comprender y encuadrar el hallazgo de este tesoro dentro de la circulación monetaria de la zona Norte del litoral catalán.
En cuanto a su cronología, que es la cuestión por la que estamos
deteniéndonos, creemos que debe situarse pocos años antes del 133
a.c., o a lo sumo, pocos años después, de ser cierta la presencia en él
del denario de Bolskan con leyenda curva. En este sentido, la presencia importante en el tesoro de los denarios de Iltirtasalirban y Sesars
(ambos representan el 97'43%),acuriados durante la primera mitad
del siglo 1 a.c. ( 103)y la ausencia de la gran masa de amonedaciones
1
del Valle del Ebro, hacen verosímil que el único denario de Bolskan
que esté presente en el tesoro, pertenezca al primer tipo de denarios
de Bolskan ( 104).
La cronología que proponemos para cada uno de los tesoros nos
indica la inexistencia de un período cronológico concreto en el que se
agrupen estas ocultaciones. Se aprecia que su ocultación se produjo
1
de un modo escalonado a través de todo el siglo 1 a.c., con lo que se
descarta la existencia de posibles inestabilidades generalizadas en el
marco geográfico en el que se realiza nuestro estudio.
Parece evidente que en los años posteriores al 195 a.c. la Península Ibérica y, en mucha menor medida, las Baleares no van a precisar
de la misma cantidad de A acuñada que la que necesitaron durante
R
R
la Segunda Guerra Púnica. Es por ello que el abastecimiento de A romano se debió restringir enormemente, máxime si tenemos en cuenta
la existencia de diversas acuñaciones ibéricas sobre plata durante la
1
primera mitad de este siglo 1 a.c. (105)y que a partir de la segunda
mitad se van a ver notablemente incrementadas con las acuñaciones
del Valle del Ebro (106).
Sobre este tema es interesante destacar los esfuerzos que están
realizando diversos investigadores ingleses, preocupados por la fecha
del inicio y la finalidad de las acuñaciones ibéricas de AR, cuyos planteamientos difieren de los de la investigación peninsular, especialmente por la datación alta que propugnan para las acuñaciones de
Bolskan. Entre éstos, cabe señalar a Jenkins (107),quien a través del
(103)DOMINGUEZ, 1979-a, p. 282; VILLARONGA, 1978-a, p. 43.
(104)Se trata del tipo que VILLARONGA, 1979-a, p. 169, denomina grupo 0, en relación
con la ordenación que de las emisiones de esta ceca establece JENKINS, 1958-a y b. Sobre
esta ordenación, DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 90-91, no la admite ni tampoco que el denario
con leyenda curva sea anterior al grupo 1 de Jenkins.
1105) Ausesken: VIVES, 22-1,2; Kese: VIVES, 3 1 - 1 1 ; Iltirtasalirban: VIVES, 26-2; Sesars, 43-1,2; Arse: series 111-VI1 de VILLARONGA, 1967-a.
(106)DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 282-283.
(107)JENKINS, 1958-a, pp. 57-58.
[page-n-280]
ANALISIS DE LOS TESOROS
279
estudio del tesoro de Córdoba considera que el inicio de las acuñaciones ibéricas podría colocarse en torno al 175 a.c. Crawford (108),por
su parte, retomando el argumento del ((argentum oscense))y a través
de la metrología y el desgaste de las monedas, considera que la fecha
del inicio podría retrotraerse hasta el 197 a.c. Por último, Knapp
(109),usando argumentos similares a los de Crawford, sitúa en el 200
a.c. el momento del posible inicio de la acuñación de A ibérica entre
R
cuyas cecas estarían Kese, Iltirta y Bolskan.
La investigación española, evidentemente, no acepta en su totalidad estos planteamientos. En primer lugar, porque niega la posibilidad de que la referencia de Livio sobre el ((argentumoscense))( 110)se
refiera a los denarios de Bolskan, para los que se propone la fecha del
inicio de sus primeras emisiones en el 133 a.c., por lo cual sugiere la
posibilidad de que las menciones de Livio se refieran a las dracmas
ibéricas de imitación ampuritana y sitúa el comienzo del denario ibérico dentro de la primera mitad del siglo 1 a.c., hacia sus inicios. No
1
existe una total unanimidad en el establecimiento de una fecha concreta para la que, a nuestro modo de ver, si se rechaza el argumento
del ((argentumoscense))en relación con los denarios ibéricos, momentáneamente no existen sólidos argumentos.
El bronce amonedado romano, que se documenta a partir de la
mitad de este siglo II a.c. en dos tesoros aparecidos en Empúries,
ciertamente entra en muy escasa proporción. No consideramos que se
pueda concluir ninguna consecuencia sólida de estos dos conjuntos
referidos al mayor o menor índice de circulación de monedas de A
E
republicanas. Ahora bien, la escasa cantidad en la que aparecen en
los tesoros de la ciudad de Emporion y la ausencia en el resto, sí que
nos puede advertir sobre el bajo nivel de aprovisionamiento de AE republicano que poseía en estos momentos la Tarraconense Mediterránea, motivado con toda probabilidad por la existencia de abundantes
acuñaciones entre las que por su potencia emisora podríamos destacar a Untikesken, Kese, Iltirta y Arse.
Como contrapunto al fenómeno que acabamos de señalar en la
Tarraconense Mediterránea, convendría decir que los hallazgos de tesoros de la Betica nos muestran que el componente de acuiiaciones republicanas es comparativamente muy alto. Así, en el tesoro de bron(108)CRAWFORD, 1969-b, p. 82.
( 109) KNAPP, 1977, p. 12. Véase también la recensi6n que de este articulo hace VILLA-
RONGA en Acta Numismdtica VIII, 1978, pp. 274-275.
(110) LIVIO, m I V , 1 0 , 4 ; XXXIV, 46,2 y XL, 43. Sobre este tema, y en relación con él,
el inicio del denario ibérico, véase la amplia bibliografía que proporciona DOMINGUEZ,
1979-a, pp. 192-195 y nota 547 y VILLARONGA, 1977-d, pp. 11-17.
[page-n-281]
280
LA CIRCULACION MONETARlA D E LA TARRACONENSE
ces de Ecija (111) de un total de 15 monedas, 9 son republicanas; en
el de Saucejo ( 112) esta proporción es un poco inferior ya que de un
total de 9 piezas, 4 son republicanas.
En conclusión para la Betica, como han apuntado F. Chaves y M.
P. García Bellido, se documenta una abundante circulación de acuñaciones oficiales republicanas en relación con las indígenas, cuyo abas1
tecimiento fue abundante durante la primera mitad del siglo 1 a.c., y
disminuirá a partir de mediados de este siglo como consecuencia de la
apertura de nuevos talleres ( 113).
Abundando en lo que se está diciendo, los hallazgos esporádicos
de monedas republicanas en conjunto y para todo nuestro marco geográfico, aumentan su volumen con respecto al período anterior, aunque conviene matizar las zonas en las que este numario se reparte y la
agrupación que de ellas se puede hacer, según la cronología de las
piezas clasificadas con toda certeza.
El conjunto de hallazgos esporádicos republicanos ( 114), según
las áreas geográficas en las que se ha creído conveniente agruparlas,
son:
A
R
Catalunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
AE
TOTAL
14
25 (8?)
38
41
1
82(68?)
3 (?)
123
4
5
1
1 (?)
30 (29?)
15 (13?)
6
31
15
V)
Eivissa
a Mallorca
,
Menorca
4
.
Es conveniente considerar que en este cuadro, y concretamente
dentro de las acuñaciones de AE, se han incluido las piezas cuya atribución a este período se ha realizado con criterios metrológicos (cantidad entre paréntesis y con interrogante), según el estandard de pesos
señalado por Crawford (115), aun a sabiendas de que este sistema
(111)CHAVES-GARCIA BELLIDO, 1980, PP. 171-174.
(112)VILLARONGA, 1980-a, pp. 175-179.
(113)CHAVES-GARCIA BELLIDO, 1980, PP. 173-174.
(114) Se excluyen las acuñaciones de los Museos de Tmagona, Logroño, Girona y Alcoi.
(115)CRAWFORD, 1974, PP. 595-596.
[page-n-282]
ANALISIS DE LOS TESOROS
281
puede en ocasiones no ser válido, habida cuenta de la amplia variación de pesos dentro de la acuñación de un mismo tipo (116).
La comparación de este cuadro con el que reflejaba la cantidad de
estas mismas acuñaciones en el período anterior, nos muestra un aumento en la masa monetaria aportada por este tipo de acuñaciones,
aunque la proporción en la que entran las acuñaciones de AR y AE
queda mucho más igualada.
Al Sur de la línea del Ebro, la cantidad de estas acuñaciones aumenta ostensiblemente con respecto al período anterior y referido a
ambos tipos de metales. El total de ejemplares que ahora conocemos
modifica bastante el que se conocía en un estudio nuestro anterior
( 117),en donde documentábamos 6 A y 40 AE. Ahora las acuñacioR
nes de AR alcanzan la mitad de la cifra con que lo hacen las de AE, lo
que ratifica aún más la pronta romanización de esta zona, no sólo limitada a su fachada litoral sino también hacia el interior, como se
desprende de la importante cantidad de hallazgos procedentes del poblado ibérico de los Villares, en Caudete de las Fuentes.
En la zona de la actual Catalunya la cantidad numérica se mantiene inmutable, aunque ahora existe un cambio en la distinta repartición de las acuñaciones. Aumentadas acuiiaciones de AR y disminuyen las de AE.
Un aumento muy patente es el que se produce en estos momentos
en las islas, especialmente de AE en Menorca y Mallorca, como consecuencia de la inexistencia en ellas de ceca propia; en cambio, en Ebusus la cantidad es despreciable, un solo ejemplar, siendo esta isla la
que mayor cantidad de AR registra. Esta distinta composición está
motivada, sin duda, por la existencia en Ebusus de un taller monetario muy prolijo en acuñaciones de AE que abasteció las necesidades
de moneda divisionaria para las pequeñas transacciones internas.
Por lo que respecta a la Cuenca del Ebro, los hallazgos conocidos
son muy exiguos, patentizando la escasa circulación que en esta zona
y en esta época tuvieron las acuñaciones romano-republicanas.
Conviene también establecer si el aprovisionamiento de acuñaciones republicanas se efectúa en este período de un modo regular durante todos los años que éste comprende o, por el contrario, se agrupa
en unas determinadas fechas. En consecuencia, la agrupación de las
acuñaciones, cuya fecha de emisión se puede establecer con seguridad, se aprecia en la figura núm. 1.
( 116) HILDEBRANDT, 1979, PP. 259-264.
( 117) RIPOLLES, 1980-a, p. 136.
[page-n-283]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
C a t a l u n y a
C u e n c a
-
Ebro
..
v
M a l l o r c a
M e n o r c a
A ñ o s 2 0 0
Fig.
....
-
1
'190
I
180
170
160
.
,
...s..
1
150
. ....
...v....
1
140
, ....
.
;
Y..
.
.......
130
1. Monedas romano-republicanas fechadas con seguridad entre los aiíos 200-130
a.c., halladas en las zonas geográficas que se indica.
Esta representación muestra que el aprovisionamiento monetario
en la costa oriental peninsular comienza a realizarse de un modq continuo en la zona Norte de la línea del Ebro, sin alcanzar altas cotas;
mientras que en la zona Sur adquiere una notable densidad a partir
de la década de los años 160 a.c., existiendo naturalmente algunas
piezas emitidas con anterioridad, aunque son cantidades mínimas
dentro del conjunto.
Es interesante resaltar el alza relativa que se produce en la franja
litoral, tanto al Norte como al Sur del Ebro, durante los años 139-130
a.C., que también se registra en la composición del Alt Empordá ( 118)
y que debió estar motivado, casi con toda seguridad, por los conflictos
bélicos habidos en la Celtiberia, la toma de Numancia, ya que el volumen de acuñaciones de la ceca de Roma (119)en esta década no presenta un alza con respecto a la década posterior, a la que se le pudiera
atribuir esta mayor presencia (120).
Los datos que refleja el cuadro referido a las Baleares deben ser
tomados con mucha precaución, ya que ha quedado fuera del mismo
la considerable cantidad de acuñaciones de A que hemos atribuido a
E
( 1 18)
VBase esto en la fig. 3 de la phg. 300.
( 119) CRAWFORD, 1974, PP. 696-707.
(120) Véase la fig. 5 de la phg. 316.
[page-n-284]
ANALISIS DE LOS TESOROS
283
este período en virtud de su pertenencia a un estandard metrológico y,
además, en el caso concreto de Menorca en absoluto se corresponde
con la información que nos ofrece la composición del tesoro del Tore1 ó d'en Cintes (12 1). S que es probable que se adapten a la realidad
1
í
los hallazgos de la isla de Ebusus, en cuyos tesoros nunca se han encontrado las acuñaciones republicanas.
Por lo que respecta a la Cuenca del Ebro, como se habrá comprobado, sólo han quedado fuera de este último cuadro las monedas de
bronce (3ejemplares) que, junto con el denario, constituyen la totalidad de las piezas que conocemos de este período, y aún debemos insistir en su baja cronología ya que el denario procedente de la zona de
Huesca se fecha en el 134 a.c. Añadiremos que, aunque no han sido
tenidos en cuenta los dos denarios existentes en el Monetario del Museo de Logroño, por su dudosa procedencia, conviene decir que su
emisión se realizó en los años 137 y 134 a.c. respectivamente. Con
ello nos reafirmamos en el escaso rol que desempeñaron estas acuñaciones y el momento tardío en el que éstas debieron comenzar a introducirse. En este sentido, los hallazgos de los campamentos numantinos (122)en los que las piezas republicanas tienen una considerable
antigüedad y un elevado grado de desgaste y se encuentran presentes, además, las acuñaciones de la Cuenca del Ebro junto con otras de
insinúe que, en el
la franja costera, dan pie para que Crawford (123)
período que nos encontramos, las tropas republicanas en Hispania recibirían una buena parte de su paga con acuñaciones ibéricas, no
existiendo todavía un flujo regular de dinero republicano hacia Hispania. Todo esto explicaría la exigua cantidad de moneda republicana
en el Valle del Ebro en un momento en el que éste sirve de ruta segura
para el acceso de las tropas romanas a la Celtiberia, como lo demuestra el camino que eligió Escipion para llegar a Numancia (124).
De todo lo dicho anteriormente se desprende que la alimentación
por parte de la ceca de Roma, durante el siglo 11 a.c., se efectúa de
forma desigual atendiendo a las necesidades y cantidad de talleres
monetarios que poseía cada zona; aquellas en las que los talleres locales funcionaban con regularidad registran una menor circulación de
las piezas republicanas y en los lugares en donde las acuñaciones propias no abastecían las necesidades, éstas son cubiertas por las emisiones republicanas.
(121)Véase l p. 286.
a
HEABERLIN, 1929,pp. 235-246;
CRAWFORD, 1969-a,
núms. 118,557y 558;RO(122)
MAGOSA, 1972, pp, 88-94;
HILDEBRANDT, 1979, pp. 238-271.
CRAWFORD, 1969-b, . 80.
p
(123)
DUPRE, 1973, PP. 151-152.
(124)
[page-n-285]
284
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En nuestro caso, en la Tarraconense Mediterránea, el abastecimiento monetario de Roma es importante pero no predominante debido a una temprana incorporación a la circulación monetaria, una
pronta aparición de talleres monetarios ibéricos con acuñaciones de
1
AR y AE, a principios del siglo 1 a.c. y un desarrollo considerable de
éstos durante la primera mitad de este mismo siglo.
La amplitud del marco geográfico y el escalonamiento cronológico
en el que se ordenan los hallazgos, no permite el establecimiento de
los tipos monetarios que circulan en toda su amplitud. No obstante, la
composición de los tesoros nos autoriza a hacer algunas consideraciones de interés. Los tesoros de Empúries 2 y 4 y el de la Cova de les Encantades, situados todos ellos en Empúries y su hinterland, poseen,
a excepción de las piezas de Roma, una composición exclusiva de monedas de Untikesken. Los tesoros de Talamanca, Ereso y Pedreguer
tan sólo se componen de monedas de Ebusus, y conviene señalar que
el hallazgo de la Península Ibérica se ubica en una zona de densa dispersión de hallazgos monetarios esporádicos ebusitanos (125).El hallazgo de Val1 dfAlmonesir, a menos de 50 kilómetros de Arse, en la
vía de penetración desde la costa hasta el interior a través del valle
del río Palancia, presenta una composición exclusiva de dracmas de
Arse. El tesoro de Hostalric, rozando ya el fin de este período, amplía
el marco geográfico de recepción de ejemplares y junto a la abundancia de acuñaciones de iltirtasalirban, contiene también una considerable cantidad de denarios de Sesars, anunciando ya la fantástica
eclosión de cecas que se va a producir a partir del 133 a.c.
Existe, pues, una circulación muy local. Su característica más importante se encuentra en la escasa movilidad que poseen las acuñaciones. Naturalmente, no cabe pensar que ellas tuvieran el rango de
las acuñaciones del período anterior, pero contrasta la considerable
retracción que se observa en la dispersión geográfica de los hallazgos
a juzgar por los tesoros.
Merece la pena volver a tomar como punto de comparación lo que
paralelamente sucede en la Betica. Aquí, en los tesoros de monedas de
bronce ya citados en Ecija y Saucejo, se puede comprobar la circulación restringida que acabamos de señalar para la Tarraconense Mediterránea. En el primero, las acuñaciones hispánicas están representadas por Urso, Castulo y Carmo; y en el segundo, por Castulo y Carmo.
Es, por tanto, éste, un fenómeno que nos invita a pensar en que estas
(125) Véase la dispersión de hallazgos de esta ceca en CAMPO, 1979-c, en donde se distinguen los diversos períodos de acufiación. Para el contexto arqueológico de los hallazgos,
vbase LLOBREGAT, 1972.
[page-n-286]
ANALISIS DE LOS TESOROS
285
acuñaciones locales, durante el siglo 1 a.c., no habían sobrepasado el
1
marco estrictamente regional o también que el tesaurizador prefería
atesorar la moneda más conocida rechazando la foránea. Esto último
nos cuesta creerlo ya que, en la mayoría de los casos, se trata de tesoros formados con piezas de poco valor, y por ello no pensamos que debió existir una selección de las piezas integrantes de los mismos.
La dispersión geográfica de los tesoros ofrece pocas variantes con
respecto al período anterior (mapa 4); quizás una de las más notorias
sea la aparición, por vez primera, de dos tesoros en la isla de Ebusus,
en la que los hallazgos esporádicos de cecas extrainsulares entran a
formar parte de la circulación monetaria en una cantidad muy reducida ( 126), además de las acuñaciones propias de su ceca. Conviene
destacar con respecto a Ebusus el grado de aceptación que sus monedas tienen en la Península Ibérica (en la costa oriental), como parece
indicar el hallazgo del tesoro de monedas de bronce de Pedreguer y la
dispersión en la Península de los hallazgos esporádicos pertenecientes
1
al período 1 de M. Campo (127). Esto demuestra la importancia de las
relaciones mantenidas con la Península y la orientación en este mismo sentido de gran parte de sus intercambios, documentados también
a través de la dispersión de su producción de ánforas PE 17 (128).Durante el siglo 11, por lo general, observamos el predominio de una distribución costera, a excepción del hallazgo de Hostalric. Casi con toda
seguridad este tesoro no es el exponente de lo que debió ser la circulación monetaria en las tierras del interior que, a juzgar por los tesoros
prácticamente inexistentes, deberíamos deducir su bajo nivel.
Sin embargo, el funcionamiento de cecas como Arsaos, Kelse, Seteisken, Sesars y Sekaisa, en los últimos años de este período nos da
pie para pensar que se habían incorporado a la circulación monetaria,
con una menor intensidad que en la zona costera y que, como indica
la composición de todos los tesoros que conocemos atribuibles al
período, el ámbito de circulación de las acuñaciones, por lo general,
no debió sobrepasar una demarcación relativamente próxima, siendo,
como es lógico, mayor para la plata que para el bronce.
La relativa abundancia de hallazgos de acuñaciones de la Cuenca
del Ebro en la Celtiberia, debe buscarse en el rol importante desempeñado por el ejército romano en la difusión de la moneda ibkrica.
(126) Véase el cuadro de la p. 277.
(127) CAMPO, 1976-a.
(128) RAMON, 1981, PP. 105-106 y 82-92.
[page-n-287]
286
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
PERIODO I V (133-70 a.c.)
Ante la amplitud que supone las fechas elegidas para este período,
dada la considerable cantidad de tesoros que en estas fechas se enmarcan, se ha considerado conveniente agruparlos en tres grupos
cronológicos. El primero de éstos engloba las ocultaciones efectuadas
entre el 133 y el 92 a.c.; el segundo, entre el 92 y el 70 a.c., y el tercero agrupa a aquellos tesoros que por no podérseles atribuir una cronología más o menos puntual, se considera que su fecha de ocultación se
debió situar a fmes del siglo 1 e inicios del 1a.c. Este es el caso de los
1
tesoros que por estar mal descritos y no ilustrados no se ha podido estudiar su contenido, o de aquellos otros que están compuestos por
acuñaciones de una sola ceca y cuya datación se establece en períodos bastante amplios, como pudiera ser el caso de Ebusus.
Grupo 1."
En la visualización del cuadro que presentamos a continuación,
nos llama la atención la existencia de unos grupos de tesoros que con
una composición sim'ilar, en cuanto a las cecas que contienen, se circunscriben sobre un marco geográfico determinado, relativamente
Torelló d'en Cmtes
reducido (mapa 4). Se trata de los tesoros ubicados en el extremo Nordeste, en las proximidades de Empúries, en cuyo contenido se encuentran dracmas ampuritanas; y los que lo hacen en la zona situada entre el río Llobregat y el Besós, de los cuatro que se conocen, dos tienen
una composición muy similar de monedas de bronce procedentes de
[page-n-288]
ANALISIS DE LOS TESOROS
287
Mapa 4. - Dispersión de los tesoros cuya fecha de ocultación se sitúa entre los años 195
a.c.-54 d.C.: 1, Segaró; 2, Alt Emporda; 3, Illa Pedrosa; 4, Empúries; 5, Cova de les Encantades; 6, Sant Llop; 7, La Barroca; 8, Canoves; 9, Cartella; 10, Balsareny; 11, Baix Llobregat;
12, Hostalric; 13, Pobla de Mafumet; 14, Tamarite de Litera; 15, Huesca; 16, Azaila; 17,
Azuara; 18, Lbcera; 19, Maluenda; 20, Temer; 21, Calatayud; 22, Las Casetas; 23, Burgo de
Ebro; 24, Alagón; 25, Borja; 26, Ablitas; 27, Vall d'Almenesir; 28, Liiria; 29, Pedreguer; 30,
Crevillent; 31, Fuente Alamo; 32, Talamanca; 33, Can Joan d'en Cauna; 34, Xarraca; 35,
Ereso; 36, Torelló d'en Cintes.
[page-n-289]
288
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
las cecas locales y de la región, y los otros dos de denarios romano-republicanos. Los que pertenecen al Valle del Ebro se componen de acuñaciones realizadas exclusivamente en las cecas ubicadas en su cuenca. Finalmente, quedan dos zonas geográficas con acuñaciones de cecas totalmente diferentes a las anteriores y a la vez entre sí, que son
la parte Sur de las tierras valencianas y la isla de Menorca.
El primer grupo de tesoros lo forman Sant Llop, Segaró y La Barroca. De éstos, los dos últimos tienen una representación de cecas
idéntica ya que en ambas están presentes las acuñaciones de Roma
(AR),Emporion (AR) y Kese (AR),aunque cuantitativamente existen
diferencias notables con respecto a la ceca de Emporion en cada uno
de los tesoros.
De estos tesoros lo más notable es la existencia de dracmas emporitanas, dado que mantenemos al igual que otros investigadores que
las acuñaciones de AR de Emporion cesaron muy a principios del siglo
1 a.c. ( 129).Por otra parte, el término post quem para su datación e
1
inclusión en este período es, para dos de ellos, bastante seguro y se
encuentra avalado por una abundante presencia de denarios republicanos (130).Es por todo ello por lo que suponemos que estas dracmas
que ya no se acuñaban tenían un poder liberatorio y su validez era vigente bien por el valor monetario que representaban o por el valor
intrínseco del metal que contenían ( 131). Si esto no fuera de este modo no entenderíamos el hecho de su tesaurización, máxime cuando ha
pasado tanto tiempo desde su acuñación.
Por otro lado, hay que señalar que el presentar el mismo tipo en el
reverso de pegaso a la derecha, las dracmas de las últimas emisiones
de Emporion y los ases de Untikesken, ha podido provocar el mantenimiento en la circulación de estas dracmas como múltiplos, adecuándose, en cada momento, a un determinado cambio. Favorecería esta
última explicación el hecho de la proximidad del hallazgo de estos tesoros a Emporion, zona en la que las acuñaciones de esta ciudad circularon profusamente (mapa 2).
(129) RICHARD-ViLLARONGA, 1973, pp. 90-92; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 187; VILLARONGA, 1979-a, pp. 99-100 y 11 1-1 14; WLLARONGA, 1981, pp. 42-44. En contra, AMOROS, 1933-a, pp. 43-51; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 317; BELTRAN MARTINEZ,
1968, p. 284; GUADAN, 1968, pp. 170-175; MARCHETTI, 1978, p. 385-386.
(130) Estos tesoros, cuyo término post quem para el de La Barroca lo proporciona la moneda RRC, 296 y para el de Segar6 la RRC, 292, constituyen uno de los argumentos más importantes para establecer la fecha del final de las acuñaciones de AR de Emporion, utilizado
por los investigadores partidarios de la cronología baja, citados en la segunda parte de la nota anterior.
( 13 1) En una circunstancia similar pudo encontrarse el hallazgo de Cartella.
[page-n-290]
ANALISIS DE LOS TESOROS
289
En estos mismos tesoros la ceca de Roma aparece con una importante cantidad que, en el caso de La Barroca es predominante, y es
conveniente indicar que en la zona de nuestro estudio no se había registrado una presencia tan abundante de AR republicano desde el
período de ocultación correspondiente a la Segunda Guerra Púnica.
Del análisis cronológico de los denarios romanos pertenecientes a
los dos únicos tesoros, el de Segaró y La Barroca (fig. 2) de los que se
posee una más detallada relación de los tipos y cantidades que los
componían, se desprende que fue a partir de la década de los años
140-130 hasta la de los años 120-110 cuando estos dos tesoros referidos recibieron el mayor aporte de denarios. Aunque aparece algún
ejemplar datado con anterioridad al año 200 (132)y desde esta fecha
hasta el 140, son mínimas las emisiones representadas.
Si a estos datos añadimos que entre las monedas halladas en las
excavaciones de Emporion que se emitieron entre el 195 y el 133 a.c.,
únicamente conocemos, en la muestra del Gabinete Numismática de
Catalunya, 5 denarios republicanos sobre un total para este período
de 175 monedas, y en la muestra del Museo Arqueológico de Barcelona, 3 denarios sobre un total de 143 piezas y ninguna de ellas posee
una fecha de emisión anterior al 150 a.c. (133), en consecuencia podemos deducir que se trata de tesoros familiares que comenzaron a
1
1
formarse a fines del siglo 1 1o inicios del 1 a.c. y que el cese de acunaciones de AR de Emporion unido a la escasez de denarios republicanos durante la primera mitad del siglo 11, impidió que engrosaran su
contenido de un modo apreciable, rejuveneciéndose su composición a
partir del 140 a.c., aproximadamente, momento en que en la zona de
Emporion comenzó a circular con bastante mayor abundancia la AR
republicana (compárese la estricta afinidad entre el aprovisionamiento que recibe el tesoro y el volumen de emisiones de AR de Roma. Fig.
5). No nos parece factible que estos tesoros se formaran a mediados
de siglo y que las piezas con una cronología anterior, en especial las
dracmas ampuritanas, estuvieran todavía en circulación, hecho que
no posibilitaría ni explicaría su abundante presencia en estos tesoros,
pues debe tenerse en cuenta, por ejemplo, que el tesoro de Segaró contenía 834 piezas.
El segundo grupo de tesoros se encuentra ubicado entre los ríos
Besós y Llobregat, y lo constituyen los tesoros de Baix Llobregat, Sarria, Balsareny y Canoves. Su composición no es similar en todos
ellos, ya que mientras los dos primeros están formados por denarios
(132)Barroca: RRC, 7 5 , l a y 76'1; Segarb: RRC, 1 2 7 , l .
(133)MAB: RRC, 2 0 7 , l ( 1 ) ; 2 2 3 , l ( 1 ) ; 2 3 8 , l ( 2 ) ; 2 3 9 , l ( 1 ) ; GNC: 234.1 ( 1 ) ; 2 4 3 , l (2).
[page-n-291]
290
Fig.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2. Composición de denarios romano-republicanos del tesoro de La Barroca.
republicanos y ratifican el aumento importante en la alimentación
monetaria de denarios republicanos a partir de la segunda mitad del
1
siglo 1 a.c. en la actual Catalunya, como anteriormente hemos visto
que se desprendía de los tesoros de Segaró y La Barroca.
Los otros dos hallazgos de esta zona están compuestos por acuñaciones de bronce (134) en su totalidad. Las cecas presentes en ellos
proceden, sin excepción, de talleres próximos situados en el caso de
Balsareny, los más alejados como Kese e Iltirta, a unos 100 Kms.; en
cambio, los talleres que componen el tesoro de Canoves se encuentran
todos ellos dentro de un radio de 50 Kms., estando ausentes las piezas
de los talleres de Kese e Iltirta, que ahora en el cambio de siglo mantienen una acuñación abundante.
L. Villaronga, a quien debemos la realización del estudio y publicación de estos importantes tesoros, señaló ya la extrema localidad de
la circulación monetaria que refleja la composición del hallazgo de
Canoves que, según él, estaría motivado por la falta de vías de comunicación intercomarcal, lo que a su vez condicionaría que las corrientes comerciales en esta zona interior fuese mínima (135).Con respecto
a este mismo tesoro deduce la existencia de unas relaciones con los
ausetanos y los de ((Eusti,).
Por lo que se rufiere al tesoro de Balsareny, este mismo autor puso
de relieve en su publicación (136) la mayor apertura de horizontes y
el mayor nivel de relación que se encontraban implícitos en la composición del mismo. Sugiere que, en este caso, la composición del tesoro
reflejaría un comercio mayor que el anterior, pero propio de un lugar
alejado de las rutas comerciales importantes.
La ubicación de este último tesoro junto al curso medio del río Llo( 1 34) Sobre algunas consideraciones previas al estudio de tesoros de bronce, véase TARRADELL FONT, 1981, en prensa.
(135)ESTRADA-VILLARONGA, 1967, pp. 138-139.
(136; VILLARONGA, 1961-a, p. 35.
[page-n-292]
ANALISIS DE LOS TESOROS
29 1
bregat unida a su composición, da pie (137)para pensar que el tesoro
se ha formado como consecuencia de ese comercio intercomarcal que
se articularía a través del río Llobregat, y que como puntos más lejanos de relación con los que mantendrían contacto están Kese, cuya alta cantidad de ejemplares se explicaría por una relativa facilidad de
acceso y por unas importantes emisiones monetarias, e Iltirta cuyo
escaso número de ejemplares, a pesar de batir en este momento unas
abundantes emisiones, debe ser consecuencia de la mayor lejanía real
del lugar de hallazgo y por ser ésta una zona en la que la influencia
ilergete tropezaría necesariamente con Kese, que capitalizaría la mayor parte de los intercambios (mapas 2 1 y 5).
Nos sorprende ver en relación con estos tesoros de acuñaciones de
bronce la total ausencia de monedas de Untikesken. Con respecto a
ello, en diversos trabajos se ha propuesto repetidamente como explicación a esta ausencia el hecho de que el comercio de Emporion por
C atalunya se dirigió hacia Ilerda, pero no por vía terrestre, sino marítima y fluvial, remontando el curso del Ebro (138). Ciertamente poseemos referencias en los textos antiguos que señalan la navegabilidad del Ebro en los dos sentidos, desde Tortosa a Vareia, en las proximidades de Logroño (139).No obstante, a juzgar por la dispersión de
las cecas de Iltirta y Untikesken se observa que, a pesar de la influencia arnpuritana que pudiera suponer la utilización de los tres delfines
en las emisiones de Iltirta durante los siglos 11-1 a.c., todos los hallazgos son costeros y no existe ningún hallazgo de monedas de Untikesken en la región de Lleida; no siendo así el caso del otro taller, Iltirta,
que sí posee numerosas monedas documentadas en Emporion. Además, la ubicación de los hallazgos de Iltirta, en su proyección hacia la
parte oriental de la actual Catalunya, parece indicar una utilización
bastante más frecuente de la vía de comunicación terrestre que unía
Kese con Iltirta, en contraposición con la fluvial que no está documentada por hallazgos de Untikesken y únicamente lo está por pocos
ejemplares de Iltirta, sin menoscabo de otros posibles itinerarios.
El tercer grupo de tesoros que hemos individualizado es el perteneciente a la demarcación del Valle del Ebro (mapa 4), que, por otra
parte, son los primeros que se documentan en esta área. A ella pertenecen los tesoros de Borja, Azuara 2 y Burgo de Ebro. Su composición
se encuentra formada por denarios de cecas ubicadas en la Cuenca
del Ebro, a excepción de un denario republicano en Azuara 2. Refleja,
(137) Véase la nota anterior.
(138)VILLARONGA, 1961-a, p. 35; id. 1962-b, pp. 5 y 12; ESTRADA-VILLARONGA,
1967, p. 139.
(139)JUSTIN, XLIV, 1 ; PLINIO, N.H., 111-3, 2 1.
[page-n-293]
292
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Mapa 5. - Dispersión de la ceca de Iltirta: 1, Empfiries; 2, Hostalric; 3, Turó dels Encantats: 4, Caldetas; 5, Bumiac; 6, La Garriga; 7, Granollers; 8, Caputxins; 9, Alella; 10, Badalona; 11, Barcelona; 12, Tarrasa; 13, Balsareny ;14, Sallent ; 15, Museo de Manresa; 16, Solsona; 17, La Riera; 18, Can Cotoliu; 19, La Rhpita; 20, Tarragona; 21, Prades; 22, Sema de
I'Espasa; 23, Castellet de Banyoles; 24, Piedra Tajada; 25, Museo de Huesca; 26, Cabezo de
las Minas; 27, Azaila; 28, Bajo Aragón; 29, Olriols; 30, Alguaire; 31, Gimenells; 32, Granja
dlEscarp; 33, Jebut; 34, Región de Lleida; 35, Balaguer; 36, Pedrís; 37, Estinglells; 38, Torregrossa; 39, Lleida y Torre Viladegut; 40, Bas; 41, Floresta; 42, Margalef; 43, Anguesa;
44, Penes Roges, Aixadons y Aitona; 45, Sant Miquel (Vinebre);46, Col1 del Moro; 47, Moleta
dels Frares; 48, Morella; 49, Vilarreal; 50, Los Villares; 51, Valencia; 52, Museo de Alacant;
53, Región de Murcia; 54, Eivissa; 55, Lluchmajor; 56, Puig d'en Canals; 57, L'Alcudia; 58,
Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-294]
ANALISIS DE LOS TESOROS
293
por tanto, una estructura muy similar a la de los tesoros de este mismo período, en los que su alimentación se realiza con aportes de las
cecas más próximas, distinguiéndose en cada uno de ellos la composición de las cecas, según su situación geográfica dentro del Valle del
Ebro. Así, el de Borja, con una posición más occidental, posee un espectro más amplio de cecas representadas a causa de la mayor cantidad de talleres; las acuñaciones más numerosas pertenecen a Turiasu, Arekoratas y Baskunes. En cambio, Azuara 2 y Burgo de Ebro quizás por su posición más oriental en la zona de gran influencia de la ceca de Bolskan, poseen una aplastante mayoría de piezas de este taller.
La contraposición que reflejan estos hallazgos con respecto a la
franja litoral mediterránea, en lo referente a las acuñaciones de plata
republicana, se aprecia en estas fech.as un considerable aumento en el
nivel de su aprovisionamiento. Casi con toda seguridad no se debe a
una selección de las piezas que los componen sino a una escasez de dicha moneda republicana por cuanto que los hallazgos esporádicos de
este tipo de moneda conocidos y encuadrables en estas fechas son
muy reducidos. Solamente poseemos contancia del hallazgo de dos
denarios en Huesca (1 de ellos procedente del Museo Provincial de localización desconocida), uno en Arcobriga y finalmente otro en el
Monetario del Museo de Logroño. Sería irrisorio por nuestra parte
pretender que éstos sean los únicos hallazgos de moneda republicana
realizados en el Valle del Ebro durante estas fechas, ya que somos
conscientes que tan sólo llegamos a conocer una mínima parte de los
hallazgos que se producen. Aun así consideramos que, salvando algunas distancias, esta escasez de hallazgos esporádicos de moneda republicana sumada al hecho de su mínima representación en los tesoros de este momento, nos revela la escasa proporción en la que esta
moneda entraba a formar parte de la circulación monetaria del Valle
del Ebro.
Nada debemos deducir de la exclusiva composición de A de estos
R
tesoros por cuanto que es, en estas fechas, cuando se produce una
fantástica eclosión de talleres que acuñan abundante numario en
bronce (140),y porque, además, entendemos que el acceso a la posesión de acuñaciones de AR debía estar muy restringida por el valor
que representaba cada pieza que dependía, en gran medida, del rol
social que desempeñaría cada individuo. Nos encontramos de este
modo personas que únicamente tendrían acceso a las acuñaciones de
bronce, de ahí que el hipotético tesoro que pueden formar se tendría
(140)DOMINGUEZ, 1979-a, p. 284.
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294
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
que limitar a estas acuñaciones. Si a ello añadimos el factor circunstancial de que la muerte no distingue entre los tesaurizadores cuyo nivel social les permite atesorar plata o bronce, nos vamos a encontrar
con que en una buena parte de los casos, exceptuándose aquellos en
los que sea la única moneda circulante, la recuperación de un determinado tipo de tesoro, ya sea de plata o de bronce, no nos va a indicar
que el metal más utilizado en la circulación sea el de la o'cultación si
no se encuentra además refrendado por los hallazgos esporádicos.
Los dos últimos grupos de tesoros pertenecen a dos áreas geográficas distintas y tan sólo lo componen dos tesoros. El primero de ellos
es el de Crevillent, en la actual provincia de Alacant, compuesto por
2 2 denarios, de los que sólo se han podido estudiar 7, perteneciendo 5
a Roma, 1 a Ikalkusken y el otro inclasificable. Es interesante este tesoro porque nos revela la presencia de acuñaciones de AR republicanas, que si bien no son tan numerosas como en los tesoros del Baix
Llobregat, Segaró y La Barroca, al menos nos dejan constancia de su
presencia. Los hallazgos esporádicos situados al Sur del río Ebro y
distribuidos uniformemente ( 141) ponen de manifiesto una ligera reducción de la presencia de acuñaciones de denarios republicanos desde el Ebro hasta el poblado ibérico del Cabezo Agudo en la Unión.
El último de los tesoros de este grupo 1.O es el de Torelló d'en Cintes, en Menorca. Se trata de un conjunto de 380 monedas romano-republicanas de bronce, 1 as de Untikesken, 1 as de Obulco y 1 moneda
de Populonia. Forma el primer gran tesoro de bronces republicanos
hallados en Hispania, aunque ya en el período anterior se tuvieran documentados algunos tesoros como el de Ecija, Saucejo y Empúries 2 y
4, en los que aparecieron bronces republicanos siempre en una proporción más baja y con un número total de piezas mucho menor.
Es evidente que dado el componente casi exclusivo de bronces republicanos, el comentario y la información que nos aporta se centra
también exclusivamente en dicha ceca, en relación a su vez con la isla
de Menorca. Para ello, como certeramente señala N. Tarradell (142),
autora de su estudio, se requiere previamente observar la proporción
en la que aparecen en la isla los hallazgos esporádicos de monedas de
bronce, con el fin de ver si el tesoro se adecúa a las circulación monetaria que estos últimos reflejan. Los datos que sobre este particular
hemos podido reunir (143)son ciertamente escasos; no obstante, vamos a exponerlos globalmente. En el período comprendido entre el
-
(141)Han aparecido denarios republicanos emitidos entre el 124 y el 92 a.c., en: La Moleta dels Frares, Morella, Valentia, Los Villares, Siete Aguas, Alacant, Iiici y Cabezo Agudo.
Sobre esta misma cuestión, con una muestra menor, RIPOLLES, 1980-a, pp. 136 y 142.
(142)TARRADELL-FONT, 1981, en prensa.
(143)Véase el cuadro de la p. 830.
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ANALISIS DE LOS TESOROS
295
195 y el 72 a.c. se tienen documentadas 28 monedas de las que 16 corresponden a acuñaciones de Roma, y concretamente el grupo de los
ases está formado por 13 unidades. El porcentaje que corresponde a
esta ceca es del 57'14%. Estas cantidades que acabamos de &xponer
coinciden con lo que concluye N. Tarradell en referencia a la circulación monetaria de la isla, ya que ésta señala que las monedas de la ceca de Roma representan más o menos la mitad (144).
Bajo esta distribución por cecas del numario circulante es evidente, y así lo señala también N. Tarradell, que no se puede admitir que
el tesoro sea representativo de la composición de las cecas que constituyen la circulación monetaria, puesto que la presencia de Roma en
los hallazgos esporádicos debería ser superior al 90%.
La explicación de este tipo de circulación en la que la ceca de Roma representa la mitad o más del total del numario circulante, se encuentra en la situación propia de la isla, carente de taller de acuñaciones, que como consecuencia de ello debería importar todo el metal
acuñado circulante. En el caso particular de Menorca, es evidente
que su insularidad limitará la llegada de numario peninsular, y Roma
se va a ver en la necesidad de cubrir sus necesidades monetarias con
sus propias acuñaciones.
En cuanto a la causa de la ocultación de los tesoros de este grupo
1.O ( 133-92 a.c.), para parte de ellos, en concreto para los del área catalana, se han atribuido las invasiones de los cimbrios y teutones y las
devastaciones e inseguridades que éstos debieron producir. En este
sentido las fuentes (145) nos dicen que: (Cimbri vastatis omnibus
quae inter Rhodanum et Pyrenaeum sunt per saltum in Hispaniam
transgressi ibique multa loca populati a Celtiberis fugati sunt reversique in Gall iam in Velicassis se Teutonis coiunxerunt.)> desarrollo que
~l
de estos hechos realiza Schulten (146)sitúa el lugar de paso de los Pirineos por Puigcerda, y después de remontar el río Ebro y su afluente
el Jalón, fueron en este lugar derrotados por los celtíberos. Los tesoros que se ponen en relación con estos acontecimientos son el de La
Barroca, Sarria, Baix Llobregat, Segaró, Balsareny y Canoves, pudiendo pertenecer también a este momento los de Cartella y Sant
Llop, aunque no es seguro. El mayor defensor de este momento de inseguridad como causa de estas ocultaciones es Villaronga quien, a
través de los tesoros de Balsareny y Canoves, sitúa un hito importante
para el estudio de las acuñaciones de AE en el Nordeste peninsular.
(144) TARRADELL FONT, 1981, en prensa.
(145) LIVIO, Per. 67.
(146) SCHULTEN, 1937, p. 147.
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296
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Según este autor, la ubicación de estos tesoros delimita, grosso modo,
el itinerario (147)seguido por estas invasiones que se aproxima notablemente a la interpretación que de la penetración de estas invasiones
realizó Schulten.
Otro acontecimiento que produce una importante inestabilidad
que, como era de esperar, produce un considerable número de ocultaciones de tesoros en Hispania, son los levantamientos reprimidos por
el cónsul T. Didio y producidos en torno a los años 98-94 a.c. en la Citerior, y por P. Craso en la Ulterior durante los años 96-94 a.c. (148).
Sin embargo, la delimitación del área de inseguridad quedó totalmente fuera de nuestro marco geográfico (149).
Sobre el resto de tesoros de nuestro primer grupo, aquellos que
poseen un momento de ocultación posterior al 105 a.c., no se puede
señalar ninguna relación en cuanto a la posibilidad de que mantengan
una causa común. Muy por el contrario, su gran dispersión por todo el
territorio que estudiamos, inclusive las Baleares, nos indica la aleatoriedad que supone su hallazgo al situarse en una zona tan amplia, y la
desvinculación de los mismos a cualquier acontecimiento común determinado.
Grupo 2 . O
Englobamos aquí los tesoros cuya cronología de ocultación se
sitúa entre el 92 y el 70 a.c. Quedan, por tanto, dentro de este g
todos los tesoros cuya causa de su no recuperación se debe a la guer
civil entre Mano y Sila, que tuvo como principal escenario Hispania,
(véase en el cuadro de la página 297).
Durante este período comprendido entre el 92 y el 70 a.c., la zona
geográfica que estudiamos se comporta de distinto m'odo, pudiéndose
distinguir en ella dos demarcaciones en las que la circulación monetaria se va a desarrollar de diferente manera, atendiendo a los hechos
históricos que van a tener lugar en ellas. Nos referimos a las guerras
sertorianas que en su mayor parte van a afectar al Valle del Ebro. Por
esta razón, en el conjunto de tesoros que para estas fechas poseemos,
se destaca una abrumadora mayoría en el Valle del Ebro; y pertene-
y
(147)VILLARONGA, 1979-a, fig. 172; id. 1982-a, pp. 24-30. Para ello se apoya, además,
en la posibilidad de que la muralla de Emponon (SANMARTI, 1973, p. 14) y Baetulo (GUITART, 1976, pp. 239 y SS.)se construyeran por este motivo y en la coincidencia con estas fechas del momento final del poblado del Tossal de les Tenalles (BARBERA, 1964-65, p. 62).
(148)SCHULTEN, 1937, pp. 149-152.
(149)El tesoro de La Oliva que algunos autores sitúan en la provincia de Valencia (RICHARD, 1972, p. 74, mapa 11, núm. 38; VILLARONGA, 1979-a, p. 82, fig. 168 y p. 84) pertenece a la de Jaén (MOMMSEN, 1863, p. 15).
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ANALISIS DE LOS TESOROS
297
ciente a la franja litoral mediterránea, únicamente se registra un hallazgo en el extremo Nordeste, en la zona del Emporda (mapa 4).
Los aspectos más sobresalientes de esta ocultación, cuyo término
post quem se sitúa en el 7 1 a.c., enlazan y ratifican aspectos sobre la
circulación monetaria que ya han sido señalados con motivo del comentario de los tesoros del grupo 1." de este período.
El tesoro del Alt Emporda pone de manifiesto la abundante cantidad de acuñaciones de plata republicana que se encontraba en circulación en el momento de su ocultación y la regular alimentación que
la zona en la que se produjo el hallazgo debió tener. Del total de 1.140
monedas de plata republicanas que componen el tesoro, las que fueron emitidas con anterioridad al año 150 a.c. representan el 5'35%;
y,
las que lo fueron entre esta fecha y el 100 a.c. alcanzan el 40135%,
finalmente, desde el 100 hasta el 7 1 a.c., el 53'1 5%.Sin olvidar que es
imposible que las monedas que circulaban en la primera mitad del siglo 11 se hayan mantenido numéricamente inmutables hasta el primer
tercio del siglo 1 a.c., la distinta distribución cronológica de las acuñaciones republicanas de este tesoro nos manifiesta un brusco corte
entre las monedas en circulación durante la primera y segunda mitad
del siglo 11 a.c. En lo que concierne al aparente aumento proporcional
entre la última mitad del siglo 11 a.c. y el primer tercio del siglo 1 a.c.,
hay que tener en cuenta la menor cantidad de años en los que se debe
repartir esta proporción. Esto se puede observar mucho más claramente si estas cantidades las convertimos en monedas por año, ya
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298
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Composición de los tesoros de Azaila, según Viiiaronga, 1979-c. (Entre paréntesis, hallazgos
esporzídicos.)
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ANALISIS DE LOS TESOROS
299
que para el primer grupo señalado, la cantidad es de 1 moneddaño;
para el segundo, 9'2 monedas/año, y para el tercero, 20'89 monedas/año.
Es lógico que el tesoro contenga mayor proporción de monedas
más modernas y que esta cantidad decrezca conforme nos alejamos
en el tiempo. No obstante, a nuestro modo de ver, y aunque con una
diferencia de unos 30 años, este tesoro, al igual que los de Segaró, La
Barroca, SarriA y Baix Llobregat, ratifica el bajo nivel de circulación
1
de AR republicana, que a partir de mediados del siglo 1 comienza a
incrementarse notablemente. Con respecto a la información que sobre
el aprovisionamiento de A republicana nos ofrece el tesoro del Alt
R
EmpordA hemos de señalar que, como se habrá podido comprobar,
supera ampliamente el que se documenta durante la última mitad del
siglo anterior, y a nuestro entender no es probable que se deba en su
totalidad al natural escarceo que el tiempo inevitablemente produce.
En un reciente trabajo realizado por Villaronga (150) en el que
compara la composición del tesoro del Alt EmpordA e Idanha-a-Velha
con el volumen de emisiones de A de Roma, establecido por CrawR
ford ( 151), mediante el test X2 llega a la conclusión del estrecho parangón existente entre las emisiones de Roma y el tesoro del Alt Emporda, a través de lo cual deduce que este último concuerda con la
circulación monetaria italiana, mientras que el de Idanha-a-Velha, en
el Sur de la Península Ibérica, no lo es tanto diferenciándose en el
aprovisionamiento que ambos reciben entre los años 139-126 a.c.
El histograma de la composición del tesoro agrupado en décadas
R
(p. 3001, si lo comparamos con el volumen de acuñaciones de A de
Roma, teniendo en cuenta que la composición del tesoro del Alt EmpordA tendrá forzosamente mitigada la presencia de acuñaciones que
se encontraban todavía en circulación anteriores a los últimos años
de su ocultación, comprobamos que existe un estrecho paralelismo
entre ambos, en los que se encuentran muy bien representadas las
emisiones de los años 89-80 a.c., alcanzando una menor intensidad
las restantes. De este modo queda reforzado el paralelismo entre las
acuñaciones romanas y la cantidad que de éstas se recibe en la Tarraconense estrictamente litoral. Y como se ha dicho anteriormente, el
pequeño aumento correspondiente a los años 139-130 a.c., que se refleja en la composición de este tesoro, debió estar motivada por una
mayor necesidad de A a causa de las guerras en la Celtiberia.
R
Otro punto de similitud con los tesoros de Segaró y La Barroca se
(150)
VILLARONGA, 1980-b,
PP. 103-114.
(151)
CRAWFORD, 1974,PP. ,696-707.
[page-n-301]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
300
m
Barroca
1
o
5
300
A l t
Ernporda
; 100
Años
Fig.
200
3. Composición de denarios romano-republicanos de los tesoros de Maluenda, La Barroca y el Alt Empordh.
encuentra en la composición en este tesoro de acuñaciones de dracmas ampuritanas, fruto, sin duda, de la circulación residual, y denarios de Kese. Para la presencia de las dracmas puede deducirse en
parte lo que ya se dijo para los tesoros citados (152), y para los denarios de Kese se ha de pensar que, a pesar de la considerable distancia
que media entre el centro emisor y el lugar de hallazgo, es ésta, junto
con Iltirta, la única ceca con un volumen de acuñación importante
1
que emite durante la primera mitad del siglo 1 a.c.,y que el circuito
de circulación de la plata es bastante más amplio que el del bronce,
dado que la primera sería para transacciones de mayor envergadura,
en gran medida interurbano. El bronce, por el contrario, quedaría limitado a un marco más estrictamente urbano y destinado a un comercio de menor altura.
Todas estas consideraciones sobre el tipo de circulación monetaria creemos que pueden extrapolarse al resto de la franja costera de
la Tarraconense Mediterránea y coinciden con las que sobre este particular mantiene Gaggero ( 153),
según el cual, esta zona costera se en(152)Véase la p. 288.
(153) GAGGERO, 1976, p. 73.
[page-n-302]
ANALISIS DE LOS TESOROS
30 1
contraba muy interesada en la circulación de la moneda republicana,
señalando como posibles causas de este interés los frecuentes contactos con Italia y el asentamiento en la zona de una considerable cantidad de gentes romanas e itálicas con deseos de enriquecerse.
En este mismo sentido, señala un punto interesante referido a la
escasa repercusión que tuvo la rebelión sertoriana en la dinámica
emisora de las cecas ibéricas de la franja costera oriental (154).Y,
ciertamente, ninguno de estos talleres acuñó monedas de plata,'como
se supone hubiera debido ser en el supuesto caso que hubiesen ejercido una función relevante dentro de la organización monetaria que,
parece ser, promovió Sertorio. Con lo cual podemos concluir que esta
zona quedó, en gran medida, desconectada de los acontecimientos
políticos y bélicos que se desarrollaron en el interior de la Península
Ibérica.
La dispersión de los hallazgos esporádicos pertenecientes a las cecas ibéricas del interior, particularmente las del Valle del Ebro, indica
que existe un importante incremento con respecto al período anterior,
muy normal si se tiene en cuenta que eran muy pocos los talleres existentes, pudiéndose citar únicamente algunas emisiones de Sesars, Arsaos, Kelse, Sekaisa y Seteisken (155),entrando a formar parte de la
circulación monetaria de las tierras valencianas con un 2 1' 17%( 156).
Este aumento es probable que no nos indique unas relaciones que en
los años anteriores no se producían sino que la aparición de un elevado número de talleres en el Valle del Ebro, algunos de los cuales acuñan gran cantidad de ejemplares, hace que ahora sea más evidente a
nivel numisrnático, pudiendo cuantificarse de algún modo, aunque
pueda ser algo impreciso. En resumen, consideramos que el rol desempeñado por las acuñaciones ibéricas del interior tanto en lo referente a las piezas de plata como de bronce no deben minimizarse, considerando que no sólo afectaron su circulación de un modo marginal,
sino que, por el contrario, fue mayor que el que desempeñaron las cecas litorales en el interior, como se desprende de la dispersión de las
cecas de ambas zonas geográficas. Esta descompensación quizás pudiera explicarse por la atracción unilateral que debía suponer para
las gentes del interior la franja litoral, a través de la cual se articulaba el comercio marítimo.
La Cuenca del Ebro, durante estos años, en especial a partir de la
(154) GAGGERO, 1976, p. 74.
(155) DOMINGUEZ, 1979-a, p. 284.
(156) RIPOLLES, 1980-a, p. 140.
[page-n-303]
302
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
llegada de Sertorio (157), posee una circulación monetaria condicionada por su presencia y, sin duda, la finalidad de estas acuñaciones
fue la de financiar los gastos de guerra originados por la contienda. Es
por ello que a la irrupción de este tipo de acuñaciones destinadas a
cubrir las necesidades bélicas, se contrapone el equilibrado y regular
funcionamiento de los talleres del litoral que, en su mayor medida, se
limitaban a proveer de moneda divisionaria de bronce para la pequeñas transacciones, ya que la plata parece ser que era suministrada
con notable regularidad por la ceca de Roma.
Sertorio va a mantener en funcionamiento las cecas que ya lo
hacían antes de su llegada, e incluso, les va a dar un nuevo e importante impulso. En este sentido se ha puesto numerosas veces de relieve la ausencia de AR republicana acuñadas en Hispania por parte de
Sertorio (158),realizándose todas con tipos ibéricos, mientras que el
bando contrario sí las realizaba (159) según las necesidades ya que
estaban destinadas a sufragar los gastos que ocasionaba el despliegue
de los ejércitos.
Casi con toda seguridad, la actuación de Sertorio con respecto a
las cecas indígenas, en el sentido de realizar sus propias acuñaciones
con los tipos ibéricos, persigue la asimilación de los indígenas a su
causa, intentando acortar con ellos las posibles diferencias y hacer
una causa común en contra de Mete110 y Pompeio. De tal modo esto
fue así, que una vez sofocada la rebelión fueron suprimidas estas acuñaciones (160)que Sertorio supo tan bien identificar con su causa y a
la que sirvieron de soporte, debiéndose pagar el stipendium a partir
de este momento con denarios republicanos.
Como explicación a este hecho, Schulten ( 161) proponía que Sertorio no deseaba la total ruptura con Roma que supondría el realizar
unas emisiones monetarias que no hubiesen sido autorizadas por el
Senado. Rechazando esta opinión de Schulten, afirma Gaggero (162)
que no es posible admitir esta teoría ya que el haber constituido un
Senado alternativo al de Roma, el nombramiento de pretores y questores, el pacto de alianza con Mitrídates del Ponto y la consideración,
por su parte, de representar el gobierno legítimo de la República, de(157)Sobre Sertorio véase SCHULTEN, 1949, y la bibliografia que se cita en GAGGERO,
1976, p. 55, nota 1.
(158)CRAWFORD, 1969-b, p. 84; GAGGERO, 1976, p. 57.
(159)RRC, 366 y 393.
(160)CRAWFORD, 1969-b, p. 84.
(161)SCHULTEN, 1926, p. 83, según GAGGERO, 1976, p. 57.
(162)GAGGERO, 1976, PP. 57-58.
[page-n-304]
ANALISIS DE LOS TESOROS
303
muestra de modo irrefutable que no puede ser admitido algo inexistente.
Las acuñaciones de AR que ahora encontrarnos en las ocultaciones
del Valle del Ebro, en líneas generales, están compuestas por una escasa variedad de cecas entre las que sobresale, por su abundancia de
piezas, la de Bolskan (mapa 6). No obstante, por la referencia incompleta y la falta de ilustración de alguno de ellos no es posible identificar en los mismos la presencia de las emisiones propias del período
sertoriano, que Jenkins ( 163),para la ceca de Bolskan, ha individualizado en su grupo IV. Este autor nos indica que sólo son reconocibles a
través del estilo, metrología y estado de conservación. La necesidad
de un análisis tan sofisticado para individualizar las acuñaciones de
este período, nos sugiere pensar que éstas y las anteriores acuñaciones de la ceca de Bolskan debieron ser difícilmente discernibles por la
gran masa de los indígenas.
Además, en la actualidad, exceptuado el caso de Bolskan, resulta
complicado establecer qué emisiones pertenecen concretamente a estos años, y si lo es para las de AR para las que contamos con una notoria cantidad de tesoros distribuidos por toda la Península Ibérica, mucho más lo será para las de bronce, de las que exclusivamente se
cuenta con el tesoro de Azaila, con una cronología muy discutida,
aunque, eso sí, con una gran abundancia de ejemplares.
El único tesoro con una cierta variedad de cecas es el de Alagón,
cuyo lugar de hallazgo se encuentra, a nuestro modo de ver, desplazado del centro geográfico que debería tener atendiendo a su composición, dado que la ceca más próxima es Turiasu, a unos 50 Km., y en
su composición total tan sólo representa el 13'46%,mientras que Baskunes, a unos 120 km., alcanza un porcentaje del 37'5%. Además, están ausentes las acuñaciones de Bolskan. Esta ausencia la explica A.
Beltrán (164) considerando que el tesoro es posterior a la época sertoriana, y deduciendo con ello que las cecas presentes en el tesoro siguieron acuñando denarios ibéricos después del año 72 a.c.
El otro tesoro importante es el de Azuara, con una composición
mayoritaria de denarios de Belikiom (223 piezas) y una mínima cantidad de Bolskan, entre los que existen denarios del tipo IV de Jenkins
correspondientes al período sertoriano. La composición de este tesoro
refuerza las hipótesis de ubicación de Belikiom en Belchite, manteni(163) JENKINS, 1958-a y 1958-b.
(164) BELTRAN MARTINEZ, 1974-b, p. 206.
[page-n-305]
304
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 6. - Dispersión de la ceca de Bolskan/Osca: 1, Región de Pamplona; 2, Sant Juliá d'Andorra; 3, Empúries; 4, Museo de Girona; 5, MoiB; 6, Castelltersol; 7, Solsona; 8, Sant Miquel
de Sorba; 9, Museo de Manresa; 10, Hostauic; 11, Granollers; 12, Caldes de Montbd; 13,
Mataró; 14, Buniac y Can Rodon de l'Hort; 15, Alella; 16, Barcelona; 17, Comarca de El Penedés; 18, Bellvei; 19, Tarragona; 20, Serra de 1'Espasa; 21, Museo de Logroño; 22, Inestrillas; 23, Tudela; 24, Castillo de Sora; 25, Ablitas; 26, Borja; 27, Huesca; 27 bis, Cillas; 28,
Ager-Blancafort; 29, Belianes; 30, Juncosa de las Garrigas; 31, Gardeny; 32, Lleida; 33, El
Pontón; 34, Tamarite de Litera; 35, Monzón; 36, Aragón; 37, Burgo de Ebro; 38, Ermita de
Zaragoza la Vieja; 39, Castellazos; 40, Lécera; 41, Cabezo de las Minas; 42, Calatayud; 43,
Temer; 44, Maluenda; 45, Azuara; 46, Azaila; 47, Cabezo de Muel; 48, Palomar de Oliete;
49, Tossal Gort; 50, Sant Miquel (Vinebre); 51, Coll del Moro; 52, Moleta dels Frares; 53, Morella; 54, Segorbe; 55, Sant Miquel (Lliria); 56, Los Villares; 57, Museo de Alcoi; 58, Museo
de Alacant; 59, Eix; 60, Región de Murcia; 61, Eivissa; 62, Menorca. Clave de símbolos e n
pág. 524.
[page-n-306]
ANALISIS DE LOS TESOROS
305
da con criterios de homofonía (165),lo cual explicaría la gran cantidad de monedas de esta ceca frente a la de Bolskan, por encontrarse
el lugar del hallazgo muy cerca del centro emisor.
En cuanto a las acuñaciones de plata republicana cuyos hallazgos
en tesoros habíamos visto que eran muy raros durante el período anterior (133-92 a.c.) y de los que sólo vimos que había aparecido un
ejemplar en el lote 1 de Azuara, ahora conocemos un tesoro en el que
su cantidad es bastante superior. Se trata del tesoro de Maluenda, en
el Valle del Jalón. La existencia de esta considerable cantidad ha servido para que se afirmase que junto al numario indígena, en este caso
representado por los denarios de Bolskan, circulaba en el Valle del
Ebro un gran número de moneda romana (166).Nosotros consideramos que la existencia de un único tesoro, entre los que componen el
conjunto de ocultaciones de este período, conteniendo denarios republicanos (véase el cuadro de la pág. 297) no es un elemento suficientemente convincente para realizar tal afirmación ya que, por otro lado,
los hallazgos esporádicos correspondientes a acuñaciones de moneda
republicana emitida durante los años 9 2-70 a.c. son prácticamente
inexistentes, localizándose únicamente un denario en Cillas y tres en
el Museo de Logroño, con procedencia desconocida; puede, además,
aducirse que entre los hallazgos esporádicos de Azaila no se documenta ningún hallazgo de moneda republicana (167).
El análisis de la estructura de la composición de los denarios republicanos del tesoro de Maluenda (Fig. 3) también nos advierte de la
relativa juventud de la muestra de este tesoro. En este sentido hemos
de señalar que la pieza más antigua se remonta a los años 157-156
a.c., siendo el ejemplar más antiguo que le sigue del año 138. Las acuñaciones datables en la segunda mitad del siglo 1 representan el
1
33'87%, cifra más baja que el que se documenta en el tesoro del Alt
Empordh; mientras que las que lo fueron en el primer tercio del siglo
1,por el contrario, alcanzan una mayor proporción, el 64'51%. La regular alimentación anual que posee este tesoro nos hace pensar en un
tesaurizador con acceso a estas acuñaciones, que evidentemente debieron llegar al Valle del Ebro, aunque suponemos que en número reducido al menos a partir del último tercio del siglo 11, como lo demuestra la composición conjunta en este tesoro de Maluenda. A una
menor escala, en cuanto a la cantidad de ejemplares, este tesoro ma(165) MATEU Y LLOPIS, 1947, pp. 60-6 l ; BELTRAN MARTINEZ, 1950, p. 326; UNTERMANN, 1964, p. 133; id. 1975, p. 225; MARTIN VALLS, 1967, p. 32; BELTRAN LLORIS, M . ,
1976-a, p. 376; id. 1978, pp. 96-101, propone la posibilidad de su ubicación en Azaila.
(166) HERNANDEZ, 1980, p. 126.
(167)H. M., 287; BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 316-318.
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306
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nifiesta un aprovisionamiento similar al del Alt Emporda para los intervalos que son comunes en ambos.
De todo ello se podría afirmar, si la fase de su constitución se realizó in situ, que cuando comenzó a formarse el tesoro no existían en
circulación denarios republicanos correspondientes a la primera mitad del siglo 1 a.c., y que los de la segunda mitad lo hacían en menor
1
medida de la que lo hicieron los del Nordeste peninsular. También se
podría pensar en un corto período de formación. Con todo, entendemos que la moneda republicana de AR durante este período jugó un
papel bastante modesto y en absoluto decisivo dentro de la circulación monetaria del Valle del Ebro, cuya presencia estaría en posesión
de muy pocas manos, como se deduce de la escasez de hallazgos, exceptuado este tesoro de Maluenda.
Conviene tener en cuenta que las acuñaciones de AR de la zona
catalana y valenciana, especialmente de Kese, que se encuentran en
la composición de algunos tesoros de la franja litoral datados a partir
del 133 a.c., probablemente con carácter residual puesto que hacía
tiempo que habían dejado de acuñarse, no aparecen en los tesoros del
Valle del Ebro, quizás por este mismo carácter de residualidad manteniéndose en las zonas en las que circularon, ya que durante el siglo 1
1
a.c. estas acuñaciones debieron tener una penetración muy débil, como lo demuestra el total desconocimiento de hallazgos de denarios de
esta ceca. Sin embargo, como se podrá comprobar a través de los tesoros de Azaila y sus hallazgos esporádicos, sí que se documenta una
modesta entrada de acuñaciones de AE de la franja costero-oriental.
Dentro de estas acuñaciones de AR ibéricas no deben olvidarse los
denarios de Sekobirikes que ejercieron también una función probablemente muy importante dentro de la financiación de la revuelta sertoriana, con cuyos tipos se acuñó también una gran masa de metal. Sobre este particular, Jenkins ( 168),a partir del tesoro de Palenzuela en
el que esta ceca posee una extraordinaria representación, consideró
que Bolskan no fue la principal ceca que acuñó la plata sertoriana, sino que Sertorio realizó una descentralización de acuñaciones debiendo abastecer cada una a un territorio determinado, aunque la importancia de algunas cecas pudiera hacer que su numario sobrepasara
estas demarcaciones. La dispersión de las acuñaciones de Sekobirikes
sobre la Península Ibérica y, en especial, la de los tesoros de este
período que las contienen, nos delimitan una zona ubicada fundamentalmente fuera del Valle del Ebro, en una demarcación limitada por el
Alto Duero, el Pisuerga y el Ebro. Por ello su presencia en el Valle del
(168)
JENKINS, 1958-a,pp. 62-63.
[page-n-308]
ANALISIS DE LOS TESOROS
307
Ebro es bastante marginal, situándose éste fuera de su área de mayor
influencia, habiendo aparecido estas acuñaciones únicamente en los
tesoros de Maluenda y Borja, ambos en la margen derecha del río
Ebro, con 1 y 11 ejemplares, respectivamente, y cuya proporción dentro de la composición de los tesoros es de 0'56 y 7'53%.
El estudio de la Numismática perteneciente al período sertoriano,
lleva implícito el tratar sobre uno de los dilemas más importantes que
tiene planteados hoy día la Numismática Ibérica. Se trata de los dos
lotes de monedas de bronce de Azaila. Sobre su cronología, harto discutida, no existe unanimidad entre todos los investigadores numismáticos, tanto españoles como extranjeros, que se han ocupado de los
mismos. En este trabajo, analizando las dos posiciones más importantes en cuanto a su datación, se ha considerado más verosímil su ocultación durante el período de las guerras sertorianas (169).
No vamos a extendernos excesivamente en el comentario de este
tesoro ya que recientemente se ha puesto una especial atención en él y
nosotros no haríamos sino repetir lo que ya se encuentra publicado.
Por esta razón sólo nos limitaremos a señalar sucintamente aquellos
aspectos que para nuestro tema sean más sobresalientes.
El análisis de los dos lotes del tesoro revela, en primera instancia,
el carácter de tesoro itinerante para el primero de ellos, y de formación local para el segundo.
Por tanto, el primer lote, compuesto por 110 monedas no va a ser
considerado como representativo del tipo de moneda usual que en estos momentos circulaba en Azaila y su entorno. En su composición
se encuentran representadas una gama mayor de talleres monetarios,
algunos de ellos situados a una considerable distancia del lugar de hallazgo, tales como Massalia y Carthago; pero el rasgo más sobresaliente, y diríamos más, alarmante, de este carácter itinerante es el hecho de la distinta proporción de monedas en las que las diversas cecas
están representadas, dándose el caso de que las cecas más próximas
no son las que ofrecen un mayor índice de presencia. La evidencia
más clara de ello nos la ofrece Kelse, que siendo la ceca más cercana
en este lote 1 sólo cuenta con 1 pieza mientras que en el lote 11, que veremos a continuación, alcanza el máximo número con 223 piezas; en
(169)Mantienen esta cronología CABRE, 192 1, pp. 25-33; VILLARONGA, 1962-a, p. 2 1;
CRAWFORD, 1969-a, núm. 220; ROMAGOSA, 1971-a, pp. 79-81; VILLARONGA, 1977-c,pp.
37-44; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.349; CHAVES, 1977, p. 85. En favor de una datación en torno al 45 a.c. : BELTRAN VILLAGRASA, 1945, pp. 135 y SS. ; BELTRAN MARTINEZ, 1964, pp. 79-86; BELTRAN LLORIS, M., 197 6-a, pp. 314-371; BELTRAN LLORIS, M.,
1978, pp. 93-125; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 260.
[page-n-309]
308
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
general, esta contraposición se mantiene de un modo muy acentuado
en lo que se refiere a las cecas de la Sedetania.
El lote 1 es una muestra modélica representativa de una circula1
ción estrictamente local. Tiene, por tanto, un carácter totalmente diferente al anterior. En cuanto a su composición están presentes la mayor parte de las cecas de la Cuenca del Ebro, observándose que, en
gran medida, su cantidad se encuentra en relación con la proximidad
del centro emisor, y en el caso de algunas cecas como Kelse e Iltirta,
es ésta la única explicación para tan alta presencia en el tesoro, que
probablemente no estaría justificada sólo con su potencia de acuñación. En relación con esto, merece la pena traer a colación la observación que realizó Gaggero (170) sobre el importante número de monedas de Kelse en el sentido que, excepto en este tesoro y en los hallazgos de Numancia, en ningún caso su presencia en un tesoro supera los
tres ejemplares, lo que favorecería la causa de la proximidad. A esto
podríamos añadir que la ceca de Bolskan, que en estos momentos poseía una importante cantidad de numario en circulación, con lo que
podría ser comparable con Kelse, sólo aparece en el tesoro con 25 piezas, cantidad que es superada o igualada por cecas de las que se conocen en hallazgos esporádicos muy pocos ejemplares, y cuya presencia
dentro de la circulación monetaria del Valle del Ebro tuvo sin lugar a
dudas una menor entidad (17 1).
Las cecas hispánicas cuya localización se encuentra fuera de la
Cuenca del Ebro están, en el lote 11, muy poco representadas, hasta el
punto que los talleres de los que se encuentra un mayor número de
ejemplares no sobrepasan las 2 piezas, lo que viene a representar con
respecto al total de piezas del lote, el 0132%,como es el caso de Kese.
Con 1 ejemplar se encuentran las cecas más alejadas de Castulo y una
acuñación indeterminada de la Bética.
Las acuñaciones de la ceca de Roma, tanto en lo que se refiere al
primer lote como al segundo, no alcanzan dentro de su composición
un nivel de representación notorio, sino que, por el contrario, el primer lote únicamente contiene 5 piezas y el segundo 8. La escasa cantidad de moneda republicana motiva que no puedan ser utilizadas por
ellas mismas como una prueba concluyente de la cronología de tesoro, puesto que pueden tratarse de una circulación residual, habida
cuenta del largo periodo cronológico en que estuvieron los ases repu(1701 GAGGERO, 1976, p. 69 y nota 56.
(17 1) Compárese la dispersi6n de Bolskan (mapa 6) con la de Seteisken, Lakine y Belikion,
en los mapas núms. 16, 14, 17 y 5 de DOMINGUEZ, 1979-a.
[page-n-310]
ANALISIS DE LOS TESOROS
309
blicanos en circulación y, por ello, cabe la posibilidad de que no refleje el momento cronológico en que fueron acuñados.
De este modo las piezas republicanas que contiene el tesoro por
representar una mínima cantidad, dan a entender que en Azaila la
moneda republicana de bronce circulaba poco y, por otro lado, esta
misma impresión la ratifican los hallazgos esporádicos de monedas
del yacimiento en los que se encuentran totalmente ausentes.
Grupo 3."
Dentro del período 133-70 a.c. quedan comprendidos una serie
de tesoros cuya datación no es segura, bien a causa de su deficiente
conocimiento por la antigüedad de su reseña, bien porque el tipo de
monedas que contienen no poseen una cronología muy definida o puntual, a lo que ordinariamente se une la carencia de otras acuñaciones
datables con más precisión.
Los tesoros que a nuestro entender pueden ser colocados dentro
de este período son:
m
k
a
,
.A
N
Empúries 3
1. Pedrosa
1
Tarnarite de Litera
Calatayud
Can Joan d'en Cauna
Xarraca
x
=
6
2
x
6
1
6
x
700 3
120 1
+126
cantidad desconocida
Este conjunto de tesoros en general no modifica sustancialmente
lo que para este período se ha dicho a partir de las ocultaciones pertenecientes a los grupos 1.O y 2.O, sino que en la mayor parte de los casos
lo ratifican y complementan (mapa 4). Así, por ejemplo, el tesoro de
Empúries 3, formado por una escasa cantidad de monedas de Untikesken, no varía lo que ya se conocía en las ocultaciones de esta zona.
Basta recordar la composición de los lotes 2 y 4, de los que únicamente se distingue por no poseer acuñaciones republicanas. La inclusión
[page-n-311]
310
L CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A
en este período se fundamenta por la datación, post 143 a.c., que para el tipo Vives 15-1 1 propone Villaronga (172).
Una nueva información nos proporciona el lote de monedas de
bronce hallado en el pecio de Illa Pedrosa, en las costas de Girona.
Consiste en un conjunto de 16 monedas, ninguna de las cuales se encuentra acuñada en Hispania. La nave, según las monedas que contiene, procedería de las costas occidentales de Italia, como parece indicar la presencia de acuñaciones de Neapolis, y se dirigiría a Hispania
mediante una navegación de cabotaje, explicando de este modo la
presencia de piezas emitidas en Massalia y NarbondBéziers ( 173) y la
ausencia de monedas de las islas. Este hallazgo nos sitúa frente a un
modo por medio del cual, probablemente, entraron si no la mayor, sí
al menos buena parte de las acuñaciones extrapeninsulares, es decir,
por vía marítima.
Esto nos pone ante la evidencia de que de no haber naufragado la
nave, parte de las monedas hubiesen quedado en Hispania como pago
de cualquier pequeño servicio a sus tripulantes -téngase presente que
las monedas son de bronce-, enriqueciendo el espectro de cecas de la
ciudad portuaria en la que se quedaran y que, por lo tanto, alguna de
ellas no tiene el porqué indicar un comercio directo con sus lugares de
emisión y sí, en cambio, una corriente comercial que, por otra parte,
la que nos indican las monedas es totalmente cierta para las fechas en
que nos encontramos. Probablemente nos hallamos frente a un lote tipico de circulación marítima mediterránea formado por las monedas
de los puertos frecuentados por las naves.
De los dos hallazgos de la Cuenca del Ebro, el de Calatayud ratifica con mayor énfasis la preponderancia de las acuñaciones de la ceca
de Bolskan en esta zona del Valle del Jalón, como ya se había observado en la composición del tesoro de Maluenda.
Por último, se incorpora a este período la isla de Ebusus. Dos son
los tesoros que conocemos hipotéticamente datables a fines del siglo
1 a.c. y principios de 1a.c. El primero es Can Joan d'en Cauna, com1
puesto por 120 monedas de AE de Ebusus y 1 de 101. El segundo, el de
Xarraca que contenía 126 monedas de Ebusus, de las que 2 son de
AR. Sobre este último tesoro, M. Campo (174)manifestó sus dudas en
cuanto a la pertenencia al mismo de las dos piezas de plata, debido a
las circunstancias confusas en las que se produjo el hallazgo, y a la
distinta cronología que media entre la acuñación de éstas y las que
(172) VILLARONGA, 1977-a, p. 57, serie 12, núm. 55 y p. 3 1
(173) RICHARD-VILLARONGA, 1975; p. 73.
(174) CAMPO, 1976-a, p. 95.
[page-n-312]
ANALISIS DE LOS TESOROS
311
constituyen el grueso de la ocultación. No nos parece que deba extrañar el hecho de que estas monedas de plata estén en circulación o se
encuentren atesoradas un siglo después de su acuñación, dado el valor que adquiere la plata. Recuérdense por nombrar algunos, los tesoros de Sant Llop y La Barroca en cuyo contenido existían acuñaciones
de Emporion emitidas probablemente durante la Segunda Guerra Púnica. En cambio, sí que nos llama la atención la composición mixta de
acuñaciones de AR y AE, que como se habrá podido comprobar hasta
ahora no es frecuente.
En la isla de Ebusus el atesoramiento de monedas de pequeño módulo, tanto en este período como en el anterior, se nos presenta como
una constante que define el carácter de su circulación monetaria. Su
insularidad y la posesión de un taller monetario va a condicionar, de
un modo extraordinario, el autoabastecimiento y circulación casi exclusiva de su propia moneda. Así al menos parece deducirse de todos
los tesoros hasta ahora conocidos, en cuya composición sólo cabe señalar la existencia de una moneda de 101, y de la abrumadora proporción en la que aquéllas entran a formar parte de la circulación monetaria de la isla según los hallazgos esporádicos.
El amplio margen cronológico en el que se supone se acuñaron los
tipos más modernos de estas monedas, que según M. Campo ( 175)deben situarse entre el 125 y el 75 a.c., no permite la búsqueda de una
situación polígico-social en que se puedan inscribir los tesoros.
Con respecto al período anterior, notamos la inexistencia en Hispania de tesoros en los que se encuentren representadas las acuñaciones de Ebusus, con la sola excepción del lote 1 de Azaila, de carácter
itinerante, que contiene 1 ejemplar. Esta retracción de la expansión
de las acuñaciones de Ebusus queda también ratificada por los hallazgos esporádicos del grupo XIX de M. Campo (176), que son los que
ahora se acuñan y circulan.
No queremos cerrar este período sin antes observar cómo se distribuyen cronológicamente los hallazgos esporádicos de monedas de
AR y AE republicanos. La agrupación por décadas, según su fecha de
emisión (Fig. 41, nos ofrece en la franja costera, en donde el número
de hallazgos puede ser tenido en cuenta, dos zonas con una notable
diferencia. Al Norte de la línea del Ebro el aprovisionamiento monetario parece ser regular y muestra una progresiva tendencia ascendente
hasta que culmina en los años 89-80 a.c. En cambio, en la franja Sur
del Ebro, la alimentación es irregular y con un volumen menor que el
(175) CAMPO, 1976-a, pp. 90-91.
(176) CAMPO, 1976-a, pp. 132-139.
[page-n-313]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
C u e n c a
1
E b r o
Eivissa
L
m
M a l l o r c a
0
-
m
m
M e n o r c a
Año
Fig.
S
4. Monedas romano-republicanasfechadas con seguridad entre los años 130-70 a.c.,
haliadas en las zonas geográficas que se indica.
anterior, alternándose máximos y mínimos en décadas sucesivas, sin
coincidir el máximo de esta zona, que se sitúa en el 109-100 a.c., con
el de la zona catalana. En el resto de las áreas la Cuenca del Ebro y
Baleares, las cantidades de hallazgos no permiten el realizar este tipo
de comparación ya que únicamente registran mínimos y ausencias.
Estando así las cosas, lo más notable que se desprende de esta situación es que la circulación y aprovisionamiento monetario de mo-
[page-n-314]
ANALISIS DE LOS TESOROS
313
nedas republicanas en la zona de la actual Catalunya coincide, salvando las distancias, con el volumen de acuñaciones de la ceca de Roma (177),que nosotros hemos agrupado también en décadas para hacerlo parangonable dado que éste posee una estructura similar, ascendente a partir del 129-120 a.c. y que alcanzará su punto máximo
de acuñaciones durante los años 89-80 a.c.; y difiere con semejante
intensidad con el aprovisionamiento de la franja costera, al Sur del
Ebro. De todo ello podemos deducir que la zona de Catalunya poseía
un tipo de circulación monetaria de acuñaciones republicanas semajante a la italiana, ratificando lo que había observado Villaronga
(178)en la comparación pormenorizada que este autor realiza entre
los tesoros del Alt Emporda e Idanha-a-Velha y el volumen de acuñaciones de A republicana, en donde concluye que la composición del
R
tesoro del Alt Emporda es muy concordante con la circulación italiana.
En cambio, en la zona costera que ocupa el actual País Valenciano
y la provincia de Murcia, el volumen de hallazgos no coincide con el
volumen de acuñaciones de la ceca de Roma, lo cual nos indica que, si
la muestra que poseemos es representativa, la alimentación monetaria se realizaba de un modo independiente y completamente al margen, sin poderse comparar con la circulación monetaria italiana, ya
que aquélla registra máximos y mínimos en momentos distintos de los
que lo hace ésta.
PERIODO V (70-27 a.c.)
La Península Ibérica, después de la revuelta sertoriana, entrará
en un período de calma hasta que se vea afectada de nuevo por el desarrollo, que en ella tendrá lugar, de la guerra civil entre Pompeio y
sus hijos contra Cesar (179),a partir del 49 y hasta el 45 a.c. Pertenecientes a este período sólo conocemos dos tesoros, el de Llíria y el de
Fuente Alamo.
Roma Ikalkusken
Incierta Ibérica
Llíria
Fuente Alamo
(177)CRAWFORD, 1974, pp. 696-707.
(178)VILLARONGA, 1980-b, p. 113.
(179) HARMAND, 1970, pp. 183-203, con abundante bibliografia sobre el tema. Con respecto a la campaña de Africa puede verse ADCOCK, 1971, pp. 680-690.
[page-n-315]
314
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes que nada, hemos de decir que nos llama poderosamente la
atención el tipo de tesoro que para los años de este período se posee, y
que contrasta vivamente con la variedad de cecas existentes en los diversos tesoros del período anterior que reflejaban, aunque algunas
veces de un modo exiguo, la existencia de numerosas cecas.
Los dos Únicos tesoros que poseemos están compuestos, en su
práctica totalidad, por acuñaciones de AR republicana y tan sólo se
documenta en ellos un denario ibérico de Ikalkusken en el tesoro de
Fuente Alamo y otro en el de Llíria, del que se desconoce su ceca a
causa de la deficiente descripción que de la pieza se realiza (180).
No creemos que no circulara otro tipo de moneda que la republicana como pudiera deducirse de la composición de los tesoros. Por el
contrario, hallazgos más tardíos como el del tesoro de Villar del Alamo (Cuenca)( 181) nos indica que en época de Augusto todavía tenían
poder liberatorio los denarios ibéricos de Bolskan y Kese, lo cual se
explicaría por la buena calidad de la plata y por tener un peso idéntico al del denario romano.
La muerte de Sertorio en el año 72 a.c. y, como consecuencia, el
fin de la revuelta que éste promovió, tuvieron repercusiones en la
política monetaria de la Península Ibérica. La mayor parte de las cecas ibéricas dejaron de acuñar y las pocas que continuaron haciéndolo, emitieron monedas de bronce de baja calidad, con un arte muy degenerado que en ningún caso recuerda las anteriores emisiones. No
obstante, en Hispania debió quedar una considerable cantidad de moneda en circulación, que junto con la moneda republicana, debieron
satisfacer en parte las necesidades monetarias.
La estructura de los dos tesoros señalados es similar dentro de lo
que puede llegar a conocerse. Ignoramos la composición detallada de
la gran cantidad de denarios que constituían la ocultación de Fuente
Alamo, cuya escueta noticia de su hallazgo y composición nos ha llegado a través de Gómez Moreno (182).Por lo que respecta al de Llíria,
conocemos su composición a través del Manuscrito 190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia y por una publicación en la que Mommsen (183) daba noticia de él. En este tesoro las acuñaciones de la se(180)
Manuscrito 190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia. Lo describe del siguiente
modo: «anverso, cabeza de un joven: reverso, jinete. Letras desconocidas)).
(181)
VILLARONGA, 1971-72, 305-320.Según una informacibn oral facilitada por el
pp.
profesor Martin Almagro Gorbea, este tesoro no es de Albacete, sino que procede de Villar del
Alamo, en la provincia de Cuenca.
(182)
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183.
(183)
MOMMSEN, 1863, pp. 69-75.
[page-n-316]
ANALISIS DE LOS TESOROS
315
gunda mitad del siglo 1 a.c. (184),representan el 17'01%;los de la
1
primera mitad del siglo 1, el 48'53% y los que se acuñaron entre el 50
y el 44 a.c., fecha esta última de la moneda más moderna, el 34'23%.
Por lo que se refiere al porcentaje de monedas por aíío, para el primer
grupo es de 3'26; para el segundo es de 9'3 y para los seis años del
tercer grupo, el número de monedas es exorbitante, situándose en
54'66. En ninguno de los tesoros hasta ahora vistos en los que las acuñaciones republicanas poseen una considerable presencia, tan pocos
años han alcanzado un porcentaje tan elevado ni, por otra parte, han
desnivelado con respecto a los anteriores, ya que éste quintuplica ampliamente el porcentaje de monedas por año correspondiente a la primera mitad del siglo 1 a.c. Es obvio, por tanto, que este tesoro se incrementó notablemente con estas acuñaciones recientes, de entre las
que conviene destacar que el tipo RRC 443, 1, emitido por Cesar, alcanza él sólo el 13'98%de la composición total del tesoro. Estas monedas pertenecen a la primera emisión militar de Cesar, siendo de taller
móvil (185).
Las emisiones de AR atribuidas a Hispania representan el 10f33%,
distrihuyéndose un 7'93% para las realizadas por Cesar y un 2'44%
para las del campo pompeiano. Esta distinta y clara distribución de
las acuñaciones que componen el tesoro, en el que dominan las acuñaciones de Cesar y el término post quem establecido por el denario
RRC 480, 17 en el 44 a.c., dan pie para poder aventurar la posibilidad
de que se trate de una bolsa de una persona del bando cesariano o
muy relacionada con él, que ha visto incrementada considerablemente su fortuna con las acuñaciones de este período de la guerra civil, al
cual pertenece un tercio de la cantidad total del tesoro.
En el histograma adjunto (Fig. 6) de la composición del tesoro
comprobamos, si se compara con el del Alt Empordii (Fig. 3) y con el
del volumen de acuñaciones de AR de la ceca de Roma (Fig. 5), que
existe una estrecha semejanza con ambos, coincidiendo en todos ellos
los intervalos que les son comunes, con una mayor densidad de acuñaciones en los años 89-80 a.c. En el tesoro que nos ocupa, la distancia cronológica entre la fecha de ocultación y el intervalo mencionado, sumado a la abundancia de emisiones que se acuñaron en tiempos
de Cesar, van a ser la causa de que el volumen de los años 89-80 a.c.
pase a segundo término y sea en el 49-44 a.c. cuando alcanza su ma(184)Rectificamos el error cometido por nosotros en un trabajo anterior, RIPOLLES,
1980-a, al colocar como monedas más antiguas de este tesoro dos denarios RRC, 134,la,
siendo lo correcto el tipo RRC 53,l.
(185)CRAWFORD, 1974, p. 89.
[page-n-317]
316
Fig.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
5. Volumen de las acuñaciones romano-republicanas, según CRAWFORD, 1974.
Llíria
; 3000 zoo0
;1 0 0 1
Fig.
6. Composición de denarios romano-republicanos del tesoro de
Lliria.
yor presencia. También se hace notar, a pesar del tiempo transcurrido, el aprovisionamiento de los años 139-130, que se ha venido detectando en los hallazgos esporádicos y tesoros de toda la franja costera.
Es difícil encontrar el origen de estas ocultaciones, pero es probable que el hallazgo de Fuente Alamo pudiera ponerse en relación con
la presencia de Cesar en Hispania en su lucha contra los pompeianos,
aunque no son más que meras conjeturas dado que desconocemos el
término post quem. Por lo que se refiere al tesoro de Llíria, la presencia relativamente abundante de acuñaciones emitidas en Hispania
niega cualquier posibilidad de formación extrapeninsular. Sobre su
ocultación, en un momento en el que había finalizado la guerra civil,
no nos atrevemos a buscarle una causa porque quizás no la tenga, tratándose simplemente de la muerte inesperada de su tesaurizador.
La localización de estos tesoros se sitúa en la franja costero-oriental, en este caso en el tercio Sur de la Tarraconense Mediterránea
(mapa 4). Una constante que se habrá podido observar en todos los
períodos cronológicos hasta ahora comentados y en el que sigue, es la
existencia de algún tesoro en esta zona.
[page-n-318]
ANALISIS DE LOS TESOROS
317
La presencia de estas ocultaciones, en las que aparece un elevado número de A republicano, se encuentra dentro de lo que parece ser
R
normal en la franja litoral, a partir del último tercio del siglo 11 a.c.
A partir de la composición de los dos tesoros, podríamos deducir
una abundante circulación y aprovisionamiento de plata republicana
durante este período. Sin embargo, nos parece importante ver qué información nos proporcionan los hallazgos esporádicos de monedas republicanas para comprobar si el aumento en el aprovisionamiento
que parecen querer indicar los tesoros que conocemos, se paraleliza
con estos últimos o, por el contrario, la existencia de estas masas monetales no constituye un reflejo de la cantidad de este tipo de numario, que llegaba y circulaba al menos en la franja costera, al Sur del
río Ebro.
El total de hallazgos casuales de monedas republicanas que conocemos queda expuesto en el siguiente cuadro:
2
A
R
Ca talunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
35
A
E
5
11
1
V)
2
4
Fp
Eivissa
~all&ca
Menorca
1
5
3
6
En primer lugar, comprobamos la reducción en el volumen de la
masa de este tipo de acuñaciones en relación con el período anterior,
y que porcentualmente se sitúa aproximadamente por debajo del 50%,
para todas las zonas de comentamos, con la única excepción de Mallorca, que adquiere un ligero incremento, dentro de unas cantidades
muy modestas.
El aprovisionamiento que ahora se documenta en las distintas zonas no ofrece ningún cambio con respecto al período anterior, si exceptuamos el descenso señalado. En la Cuenca del Ebro nos encontramos con 1 solo hallazgo, un denario acuñado por M. Antonio y hallado
en Bilbilis. En la franja mediterránea, los denarios romanos se documentan de Norte a Sur, encontrándose bastante repartidos y en unas
cantidades que dependen de la importancia y prospecciones realizadas en los distintos yacimientos arqueológicos. Por lo tanto, todo pa-
[page-n-319]
318
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
rece indicar que en la Cuenca del Ebro la circulación del denario romano fue siempre débil en comparación con la franja costero-oriental, debiéndose componer ahora el grueso de su circulación monetaria
de acuñaciones efectuadas en el período anterior.
Los hallazgos esporádicos de moneda republicana (Fig. 7) con cronología segura agrupados según su fecha de emisión, nos indican la
existencia de un máximo de aprovisionamiento con acuñaciones durante los años 49-40 a.c., que se aprecia claramente en las tres zonas
en las que éste adquiere una cierta representación, como es el caso de
toda la franja litoral y la isla de Mallorca.
Con respecto a la representatividad o no de estos tesoros de la circulación monetaria de la franja mediterránea, ahora que disponemos
P a í s V a l e n c i a n o
y M u r c i a
Catalunya
C u e n c a
Ebro
i
Eivissa
m
M a l l o r c a
I
m
a
2
M e n o r c a
A ñ o s
Fig.
1
70
60
5O
4O
1
3O
1
2O
7. Monedas romano-republicanas fechadas con seguridad entre los anos 70-30 a.c.,
halladas en las zonas geográficas que se indica.
[page-n-320]
ANALISIS DE LOS TESOROS
319
de la composición detallada de1 tesoro de Llíria podemos comprobar
que es precisamente en los años 49-40 a.c. cuando engrosan notablemente su contenido, alcanzando las acuñaciones de estos años el 34%
del total. Sin embargo, el tipo de aprovisionamiento que refleja este
tesoro se acerca más al que se documenta en la franja costera desde
Emporion a Dertosa, que a la que se extiende desde Dertosa a Carthago Nova, por cuanto que en esta última, en los hallazgos esporádicos
no se registra la tónica alcista desde el 50 al 80 a.c., y tampoco se establece el máximo absoluto de aprovisionamiento en los años 89-80
a.c. En consecuencia, podemos decir que el aprovisionamiento monetario en el pasillo costero entre Dertosa y Carthago Nova, en pocas
ocasiones se corresponde con el volumen de acuñaciones de la ceca de
Roma, a diferencia de la zona comprendida entre Emporion y Dertosa
en donde coinciden a partir del 150 a.c. los tesoros, los hallazgos esporádicos y las emisiones de Roma.
En otro orden de cosas, una cuestión importante que nos plantea
este período es si las acuñaciones propiamente ibéricas se continuaron emitiendo o, por el contrario, los vencedores de Sertorio cerraron
todos los talleres del interior y de la costa. Sobre esta cuestión no existe
un estudio concreto, siendo además un problema de dificil solución,
aunque una cosa sí que es evidente y es el hecho de que durante este
período posterior al 70 a.c. no se volvió a acuñar AR ibérica. En el Valle del Ebro muchas cecas que en el período anterior tuvieron una producción muy prolija, ahora se encuentran cerradas, documentándose
según Dominguez (186) el funcionamiento de algunas cecas, en su
mayor parte de escasa importancia como son las emisiones de Arsaos
(187), Iaka (1881, Bentian (189) y Kelse (190).
En el Nordeste, para la ceca de Untikesken, Villaronga (191) no
sitúa en este período ninguna emisión, debiéndose acuñar a partir del
44 a.c. las series con leyenda latina. Las acuñaciones del grupo centro catalán y ausetano tampoco parece que siguieran acuñando (192).
(186)DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 282-284. Incluye además de los que se citan, a Tamaniu: VIVES, 37-2 y Terkakom: VIVES, 48-1,2, que por estar en Azaila, creemos que se acuiiaron antes del 72 a.c. También sitúa en este período a Belikiom: VIVES, 44-6; sobre estas acunaciones VILLARONGA, 1979-a, p. 170, considera que los denarios con marca Be1 son anteriores a los que llevan Be y que estos Últimos son coethneos de los grupos prepalenzuela y palenzuela de Bolskan.
(187)VIVES, 49-1, 3 y 4.
(188)VIVES, 49-1.
(189)VIVES, 44-1, 7.
(190) VIVES, 62-7 y las bilingües 9-1 1.
(191 VILLARONGA, 1977-a, pp. 28, 31.
(192)VILLARONGA, 1973-b, p. 35 y 1974-a, p. 30.
[page-n-321]
320
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A la ceca de Kese es posible que puedan atribuirsele con posterioridad
al 70 a.c. las emisiones con símbolo palma; 1 L; Ti N; A; 1S (193).En
condiciones similares se encuentra Iltirta, para la que Villaronga
(194) sitúa entre el 80-72 a.c. unas emisiones de mala calidad y que
es posible que sobrepasasen el marco cronológico por él establecido.
La ceca de Valentia cierra con toda seguridad antes del 70 a.c. (195).
Las de Saitabi y Kili, con acuñaciones bilingües (196),continúan funcionando aunque en una fecha que desconocemos y con unas acuñaciones muy cortas, a juzgar por el escaso número de ejemplares que
han sido recuperados.
No podemos dejar de mencionar las opiniones vertidas al respecto
por Crawford y Gaggero (197),quienes consideran que las acuñaciones ibéricas fueron suprimidas después de la derrota de Sertorio, y las
que años antes publicaran A. Beltrán y M. Valls ( 198)en sentido contrario, situando el fin de las acuñaciones ibéricas en el 45 a.c., después de la batalla de Munda, aunque ambos investigadores no consideran que esta fecha pueda ser extensible a todas las cecas, como
quiere hacer creer Gaggero ( 199).
Independientemente del cierre de las cecas ibéricas, el otro hecho
importante que acontece en este período es el fin de las acuñaciones
en las que aparece el alfabeto ibérico, representadas estas últimas
emisiones por las acuñaciones que son bilingües, para las que los investigadores numismáticos admiten unánimemente la fecha límite de los
años 45-44 a.c. (200),habiendo sido alguna de ellas atribuida a los
pompeianos ( 2 01).
En resumen, nos encontramos con que la gran producción de moneda ibérica se paralizó, y sólo parece documentarse unas emisiones
para las que es difícil establecer con seguridad la fecha de su acuñación por falta de tesoros, que pudieron surgir para paliar de algún modo el brusco corte en la emisión de moneda ibérica pero que, en
ningún caso, tuvieron una importancia decisiva dentro de la circulación monetaria ibérica.
( 1 93) Villaronga, en su estudio sobre la ceca de Kese, aún inédito, sitúa estas acuiaciones
a principios del siglo 1 a.c.
(194) VILLARONGA, 1978-a, p. 44.
(195)BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 25.
(196) VIVES, 20-10 y 21-2.
(197) CRAWFORD, 1969-b, p. 84; GAGGERO, 1976, p. 61.
(198)Véase la nota 196.
(199) GAGGERO, 1976, p. 61, nota 20.
(200)BELTRAN MARTINEZ, 1950, p. 3 17; MARTIN VALLS, 1967, p. 1 1 ; VILLARONGA,
1979-a, p. 229; BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 23-24.
(201)VILLARONGA, 1967-b, pp. 133-142.
[page-n-322]
ANALISIS DE LOS TESOROS
321
Por otro lado, se ha visto que el aprovisionamiento monetario que
se detecta a través de los hallazgos esporádicos de A republicanos
R
indica un ostensible retroceso. Así pues, a pesar de que continuaran
circulando las acuñaciones del período anterior, el descenso de alimentación de moneda republicana unido a la reducida cantidad de
talleres que ahora emiten producirá una penuria monetaria que, ante
la imposibilidad de Roma de abastecer las necesidades de Hispania,
explica la apertura de los talleres de acuñaciones hispano-romanas
ubicados en municipios y colonias.
PERIODO VI (27 a.c.-54 d.c.)
Con la dinastía Julio-Claudia va a dar comienzo el último gran
período de acuñaciones peninsulares (202)de la antigüedad. Durante
este tiempo se va a desarrollar una fase completa, con un principio y
un fin muy bien delimitados. Con Augusto se va a producir una floración extraordinaria de talleres monetarios que únicamente es comparable a la que se produjo durante los siglos Ii-1 a.c. Con el resto de emperadores la actividad es variable en cuanto al número de cecas que
funcionan; con Tiberio aumentan y con Calígula disminuyen hasta
desaparecer, con este emperador, toda actividad de acuñación en
Hispania. Queda el caso excepcional de Ebusus que, parece ser, acuña
durante el reinado de Claudio 1,quizás a causa de la insularidad o por
ser ésta una ((insula foederata)) (203).
El carácter autónomo que van a tener las acuñaciones de bronce
de Hispania, implica que su área de circulación se encontraba restringida teóricamente a un área local, detentando solamente la prerrogativa de la libre circulación por todo el Imperio, las acuñaciones de los
talleres senatoriales e imperiales. Dentro de las imperiales habría que
situar las emisiones de A atribuidas a Hispania (204).
R
A pesar del carácter de circulación restringida de las emisiones
hispano-romanas, éstas van a desempeñar una función muy importante cuantitativamente dentro de la circulación monetaria de Hispania, lo cual refrendaría la razón económica de estas acuñaciones
(205) que tendrían por objeto resolver el problema de la escasez de
(202)Sobre estas acufiaciones hispano-romanas, véase BELTRAN MARTINEZ, 1977, pp.
35-53, en donde se incluye una exhaustiva bibliografía, a la que s610 cabria añadir, VILLARONGA, 1979-a, pp. 253 y SS.;y los importantes estudios de BELTRAN LLORIS, F., 1978, pp.
169-211; BELTRAN LLORIS, M-BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 9-98.
(203) CAMPO, 1976-c, p. 159; BELTRAN MARTINEZ, 1977 p. 38.
(204)BMC, 1, pp. CVIII-CXII; GIARD, 1976, pp. 45-49; WALKER, 1976, pp. 8, 9 y 23.
(205) GRANT, 1946, pp. 295-301 y en las pp. 290-294, argumenta motivos fundacionales
para la acuñación de algunas monedas. Véase en torno a estas opiniones el comentario de
BELTRAN LLORIS, F., 1978, PP. 170-171.
[page-n-323]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
322
moneda de bronce (206) que la Península Ibérica debía padecer, al
existir muy pocas cecas en funcionamiento y al no ser capaz el estado
rornano de alimentar monetariamente sin dificultad a un imperio en
constante expansión (207).
Los tesoros que durante este período conocemos que afecten directamente a nuestra exposición, se reducen a dos: el de Ablitas, en
Tudela, y el de La Pobla de Mafumet, cerca de Tarragona (mapa 4).
i
(d
u
-E:
'L>
e
(d
C>
.g
cd
(d
J
u
3
2 5
M
2
g
cn
.r<
2
k
.
2
2
g
t
:
-2
2
H
3
Ablitas
Pobla de
Mafumet
19
2
29 26
2
2
17
4
250
I
El primero de ellos, mal conocido en cuanto a que se ignoran las
referencias bibliográficas de las monedas que contenía la ocultación,
posee según Mateu y Llopis un término post quem situable dentro del
reinado de Augusto. Con esta datación y con una localización bastante septentrional dentro del curso del río Ebro, podría pensarse en unas
posibles relaciones con los acontecimientos bélicos de las Guerras
Cántabras (208), aunque no existe ninguna seguridad para poderlo
afirmar.
La composición de las cecas y el tipo de acuñaciones que lo integran nos indican la circulación en esta época de las acuñaciones ibéricas conjuntamente con las hispano-romanas, fenómeno éste que no es
sorprendente por inesperado, ya que se había comprobado con anterioridad la larga pervivencia de las acuñaciones ibéricas en el tiempo.
En este sentido, fuera de nuestro marco geográfico también se documenta esta circulación tardía de acuñaciones ibéricas, como es el caso del tesoro de Villar del Alamo (209)en el que el 24'38% de su com(206)
BELTRAN MARTINEZ, 1977, p. 36.
(207)
BELTRAN LLORIS, F., 1978, p. 171.
Para este tema véase RODRIGUEZ COLMENERO, 1979.
(208)
VILLARONGA, 1971-72,pp. 305-320.Véase la nota 181.
(209)
[page-n-324]
ANALISIS DE LOS TESOROS
323
posición estaba formada por denarios de Bolskan y también contenía
1 denario de Kese; en una situación similar se encuentra el tesoro de
Tricio (21O).
La distinta composición numérica en la que entran a formar parte
del tesoro de Ablitas las distintas cecas, nos indicará la importancia
de éstas dentro de la circulación monetaria del alto Valle del Ebro. No
obstante, por poseer un único hallazgo, estos datos tienen que ser considerados con cautela. La ceca con el porcentaje más elevado corresponde a Lepida-Celsa, con un 27'88%.De similar importancia, aunque
situada mucho más cerca del lugar del hallazgo, se encuentra Caesaraugusta que representa el 25%. Las otras dos cecas que poseen una
presencia notable son Bilbilis y Calagurris, con un 18'26 y 16'34%,
respectivamente. Las acuñaciones ibéricas no tienen un considerable
peso ya que tan sólo alcanzan el 4'80%. De todo ello, se comprueba la
importancia de las acuñaciones de Celsa que, a pesar de encontrarse
a una distancia mucho mayor que Caesaraugusta, Bilbilis y Calagurris, entra a formar parte del tesoro con una cantidad ligeramente superior a las cecas citadas.
Las tres cecas mencionadas anteriormente van a ser también importantes y constituirán puntos fuertes sobre los que se asentará la
circulación monetaria, no sólo del Valle del Ebro, sino que estas acuñaciones se proyectarán hacia la franja costera, en especial la zona situada al Sur del río Llobregat, que se encontraba falta de talleres con
una fecunda producción monetaria capaz de atender sus necesidades.
Esto se comprueba fácilmente si tenemos en cuenta que en la zona de
Levante (211), durante este período, las cecas de la Cuenca del Ebro,
entre las que destacan por orden de importancia Caesaraugusta, Celsa y Bilbilis, constituyen el 23'27% del total del numario aportado por
las cecas peninsulares. En algunas zonas de Catalunya también se documenta este aporte importante de las cecas de la Cuenca del Ebro,
como es el caso de la comarca de El Penedés (212), en donde estas
acuñaciones aportan el 50% del numario total.
Un hecho que no debe pasar desapercibido es la inexistencia de
acuñaciones imperiales extrapeninsulares en el tesoro de Ablitas, lo
cual no nos produce ningún tipo de extrañeza por cuanto que el tesoro
es de bronce, y dada la gran producción de este tipo de moneda que se
está acuñando en estas fechas, parece lógico que no las contenga.
Por otro lado, los hallazgos esporádicos de moneda imperial
(210) GOMEZ MORENO, 1949, p. 183.
(211) RIPOLLES, 1980-a, PP. 149-151.
(212) RAFEL, 1979, p. 19.
[page-n-325]
324
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
extrapeninsular agrupados para la totalidad de la Cuenca del Ebro, son
muy elocuentes (mapas 7, 8, 9 y 10) y de ellos podemos realizar el siguiente cuadro (2i 3 ):
Augusto
Tiberio
Calígula
Claudio
AR
AE
¿
1
A
U
2
4
2
4
4
11
19
1
TOTAL
7
4
2
5
11
22
3
La visualización del cuadro inmediato, aunque no se cuente con el
total de monedas de cecas peninsulares para poderlo comparar con él
y de este modo establecer el porcentaje con el que participan en la circulación monetaria, nos indica la escasa intensidad de su presencia.
Una situación análoga es la que nos presenta la zona de Catalunya
(mapas 7, 8, 9 y 1O), como se puede apreciar en el cuadro siguiente,
en el que se excluyen los datos relativos a Emporion (214).
A
U
Augusto
Tiberio
Calígula
Claudio
AR
AE
?
1
3
3
16
9
2
1
1
13
18
29
23
TOTAL
21
12
2
14
18
52
Estas cantidades si las traducimos a monedas por año podemos
considerar que son parangonables entre sí y con las que se obtienen
en el País Valenciano y Murcia (215).
Vemos, en consecuencia, que el aprovisionamiento durante el
período de Tiberio decae en el País Valenciano y Murcia y en la Cuen(213)En el cuadro no se incluyen las monedas del Museo de Logroiio (MARTIN BUENO,
1974-b, PP. 67-80).
(214) Los datos de esta ciudad por su excesiva abundancia no se incluyen para no distorsionar los porcentajes. Estos se pueden ver en la p. 722 y los comentarios sobre el aprovisionamiento de Claudio 1 en la p. 724.
(215)RIPOLLES, 1980-a, p. 153.
[page-n-326]
ANALISIS DE LOS TESOROS
NEMAUSUS
325
-*
r PARIUM
ITALIA
A LUGDUNUM
INCIERTA
Mapa 7. - Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Augusto: 1, EmpUries; 2,
Museo de Girona; 3, Caldes de Malavella; 4, Lloret de Mar; 5, Can Xammar; 6, Burriac; 7,
Caldes de Montbuí; 8, Bóvila; 9, Can Butinya; 10, Barcelona; 11, Comarca de E1 Penedés; 12,
Font de N'Horta; 13, Tarragona; 14, Museo de Logroño; 15, Cabezuelo; 16, Laperdiguera;
17, Cillas; 18, Moleta dels Frares; 19, Torre del Rei; 20, San Agustín; 21, Sagunt; 22, Llíria;
23, Satarenya; 24, Museo de Alcoi; 25, Monastil; 26, La Albufereta; 27, Museo de Alacant;
28, Elx; 29, Eivissa; 30, Lluchmajor; 31, L'Alcudia; 32, Sa Porrasa; 33, Menorca; 34, Talati
de Dalt. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-327]
326
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 8. - Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Tiberio: 1, Liívia; 2, Roses; 3, Empúries; 4, Museo de Girona; 5, Caides de MalaveUa; 6, Vilassar de Mar; 7, Barcelona; 8, Igualada; 9, Vilanova del Carní; 10, Castellet i Gornal; 11, Museo de Tarragona; 12,
Tivissa; 13, Museo de Logroño; 14, Barranco de Valdecarro; 15, Zaragoza; 16, Morella; 17,
Cau de la Figuera; 18, Pla de 1'Arc; 19, Vilafamés; 20, Cabeco de Mariola; 21, Museo de Alcoi; 22, Museo de Alacant; 23, Serra de Font Calent; 24, Elx; 25, Eivissa; 26, L'Alcudia; 27,
Menorca; 28, Maó. Clave d e símbolos en pág. 524.
[page-n-328]
ANALISIS DE LOS TESOROS
327
-
Mapa 9. Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Caiígula: 1, Empúries, 2,
Museo de Girona; 3, Barranco de Valdecarro; 4, Can Xammar; 5, Sant Marti Sarroca; 6, Pla
de 1'Arc; 7, ~ravesa; Museo de Alcoi; 9, L'Alcudia; 10, Menorca. Clave de simbolos en
8,
pág. 524.
ca del Ebro, quizás motivado por la intensa política monetaria que va
a promover este emperador (216), ya que de trece cecas que se encontraban en funcionamiento en la Citerior durante el reinado de Augus(216) BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 34.
[page-n-329]
328
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 10. - Dispersión de las acuñaciones de Claudio 1: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Vic; 4,
Museo de Girona; 5, Ullastret; 6, Moia; 7, Manresa; 8, La Garriga; 9, Tarrasa; 10, Cabrera
de Mar; 11, Caputxins; 12, Masnou; 13, Badalona; 14, Barcelona; 15, E1 Palau; 16, Belianes;
17, Pobla de Mafumet; 18, La Bisbal del Penedés; 19, Vida d'ordi; 20, Comarca de El P e
nedés; 21, Vendrell; 22, Tarragona; 23, Pórporas; 24, Pamplona; 25, Museo de Logroño; 26,
La Torre del Mur; 27, Museo de Huesca; 28, Tamarite de Litera; 29, Cerro Bámbola y Museo
de Calatayud; 30, Bujaraloz; 31, Torre Chueca; 32, El Som; 33, El Poyo; 34, Moleta dels Frares; 35, Morella; 36, Vilafamés; 37, Pla de l'Arc; 38, Castelló; 39, Madrigal; 40, La Regenta;
41. Segorbe; 42, La Vilavella; 43, Benicató; 44, Sagunt; 45, Smarcas; 46, Los Villares; 47,
Cambrillas; 48, La Carencia; 49, Travesa; 50, BBlgida; 51, Cova de les Meravelles; 52, Cabeqo de Mariola; 53, Castell d'Ambra; 54, Museo de Alcoi; 55, Museo de Alacant; 56, Elx; 57,
Lluchmajor; 58, L'Alcudia; 59, Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-330]
ANALISIS DE LOS TESOROS
329
to, con Tiberio van a pasar a ser diecinueve, y de ellas ocho están situadas en la Cuenca del Ebro. Se debió incrementar, por tanto, el volumen de moneda circulante de procedencia local, que como consecuencia produciría un retraimiento en el aprovisionamiento por parte
de las cecas imperiales y senatoriales.
Catalunya
Augusto
Tiberio
C alígula
Claudio
0'52
0'52
0'50
6'4 1
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
-
0'49
0'34
1'50
4'2 3
0'2 1
0'1 7
0'50
2'92
En cambio, el porcentaje para la globalidad de Catalunya se mantiene durante la época de Tiberio en el mismo nivel que durante el reinado de Augusto; ello se podría explicar por la existencia de un menor
número de cecas que se ubican en esta zona, aunque la vecindad del
Valle del Ebro mitigara esta falta, y por la proximidad a la Galia de
donde le llegaría un mayor número de acuñaciones imperiales y senatoriales (véase cómo afecta esta proximidad en la dispersión de estas
acuñaciones en los mapai 7, 8 y 10).
En el corto período del reinado de Calígula se ve claramente cómo
el aprovisionamiento de las cecas oficiales, en general, aumenta de un
modo considerable. Este incremento quizás se encuentre relacionado
con la supresión de un número importante de talleres que éste
efectúa, quedando únicamente en servicio siete de ellos, situados todos en la Tarraconense. Sin embargo, el corto período de su mandato
y la retirada de sus monedas de la circulación después de muerto,
pueden alterar sustancialmente los datos que poseemos que, aún así,
son considerablemente altos.
El cierre de los talleres hispano-romanos a fines del reinado de
Caligula (217) y la no apertura de los mismos durante el reinado de
Claudio 1, será la causa de la importante alza en el aprovisionamiento
de monedas por año que en todas ellas se aprecia, aunque no exista
una cierta unanimidad en las tres zonas geográficas señaladas. Las
necesidades monetarias tendrán que ser cubiertas a partir de ahora
por las emisiones oficiales, y si se tiene en cuenta que la ceca senatorial de Roma estuvo cerrada gran parte del reinado de Claudio, se en(217)
GRANT, 1950,p. 271. Para sus causas, véase también ETIENNE, 1958,pp. 437438; RODEWALD, 1976, pp. 70-71.
[page-n-331]
330
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tiende que no sean capaces de abastecer la demanda monetaria que
existía en el imperio, no siendo una excepción Hispania, produciéndose en ellas las imitaciones locales con circulación lega1 (218)de los tipos acuñados en la ceca senatorial de Roma, que se documenta en
otras partes del Imperio (219).
Dentro de este último período de la dinastía Julio-Claudia es donde se sitúa la segunda ocultación que conocemos. Se trata del tesoro
de la Pobla de Mafumet (220),el cual está formado por 250 piezas de
bronce de Claudio 1, de las que 150 se conservan en el Museo Arqueológico Provincial de Tarragona y han podido ser estudiados 152 ejemplares. La datación de las monedas que lo integran se ha situado, casi
con toda seguridad, en el año 41-42 d.C.
La nueva situación monetaria en la que se va a encontrar Hispania, en la que teóricamente todo el aprovisionamiento monetario va a
proceder del exterior, al no volver a funcionar los talleres municipales
y coloniales, se nos presenta ahora, en los primeros años del reinado
,
de Claudio 1 como un hecho consolidado al encontrarnos con un tesoro homogéneo de monedas de bronce acuñadas en Roma, que por el
estado de conservación y por la fecha de emisión de las monedas, va a
poner de relieve la rapidez con la que llega el aprovisionamiento monetario desde la capital del Imperio.
Sin embargo, la existencia de acuñaciones locales de las emisiones de este emperador, casi con toda seguridad realizadas en Hispania (22l ) ,cambian sustancialmente esta situación, en menor medida
para los valores altos de bronce, como son los sestercios y dupondios,
que para los ases. En un reciente estudio sobre la circulación de las
monedas de Claudio en Hispania, se ha observado que los primeros
valores citados fueron menos imitados que el segundo. Los porcentajes de las monedas de imitación son del 16 y 25%para los sestercios y
dupondios y del 90%, aproximadamente, para los ases (222).
(218) BOST-PEREIRA, 1974, pp. 167-181 ; CAMPO, 1974-b, pp. 155-1 63; GURT, 1975,
pp. 109-125; id., 1978, pp. 213-219; VILLARONGA, 1979-d, pp. 172-173.
(219) SUTHERLAND, 1935; GIARD, 1970, pp. 31-61 ; id., 1975, pp. 81-1 12.
(220) Sobre este tesoro, véase la reciente publicación de CAMPO-RICHARD-KAENEL,
1981.
(221) Véase la nota 218.
(222) CAMPO-RICHARD-KAENEL, 198 1 , PP. 70-73.
[page-n-332]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
ANALISIS DE LA M A S A MONETARIA DE ALGUNAS
CIUDADES DE LA TARRACONENSE MEDITERRANEA
El análisis de la circulación monetaria de las ciudades se va a
centrar, preferentemente, en los hallazgos esporádicos efectuados en
ellas. Por lo general, la información no es muy abundante, quedando
condicionada esta relativa escasez a la periodicidad y frecuencia con
que se han realizado sondeos en los diversos yacimientos arqueológicos. En este sentido, se debe destacar que aquellas ciudades en las
que el hábitat no se ha abandonado hasta la actualidad son las que
menor cantidad de hallazgos nos proporcionan, aunque se tenga constancia de múltiples hallazgos efectuados al margen de excavaciones
arqueológicas y que, por otra parte, nunca han sido publicados.
No se ha producido una elección a priori de las ciudades y zonas
geográficas que van a ser analizadas (mapa 11), sino que nos henios
visto forzados a detenernos en el estudio de aquellas ciudades para
las que se cuenta con unas cantidades de monedas que, en ocasiones
-hemos de admitirlo- se encuentran por debajo del mínimo aconsejable para que las conclusiones tengan la solidez deseable. Por ello, de
ordinario, no se corresponde la importancia que tuvieron las ciudades, durante la etapa cronológica que comprende nuestro estudio, con
la cuantía de la muestra de hallazgos de monedas que de ellas se conoce en la actualidad; ejemplo de ello pueden ser Valentia, Saitabi,
[page-n-333]
332
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 11. - Localización de las zonas y ciudades en las que se analiza la circulación monetaria: 1,Emporion; 2, Ullastret; 3, Iluro (Mataró);4, ilturo (Burriac);5, Barcino; 6, Comarca de El Penedés; 7, Kese-Tarraco; 8, Serra de I'Espasa; 9, Sant Miquel (Vinebre);10, Morella; 11, Moleta dels Frares; 12, Arse-Saguntum; 13, Valentia; 14, Kelin (LosVillares); 15, Saitabi; 16, Zona de Alacant; 17, Ilici; 18, Zona de Murcia; 19, Cabezo Agudo; 20, Menorca; 21,
Pollentia; 22, Ebusus; 23, Zona de Pamplona; 24, Museo de Logroño; 25, Calagurris; 26, Arcobriga; 27, Bilbilis; 28, Cabezo de las Minas; 29, Zona de Huesca; 30, Azaila; 31, zona de
Lleida.
[page-n-334]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
333
Bilbilis y Calagurris. Por esta misma razón nos hemos visto obligados
a no poder estudiar, por una insuficiente información, el comportamiento monetario de ciudades tan importantes como lo fueron Iltirta,
Turiasu, Dertosa, Caesaraugusta, Llíria (LEdeta?)y Carthago Nova,
bien durante el período republicano, imperial o en ambos.
El estudio que a continuación se presenta, intenta apurar al máximo la clasificación cronológica de las piezas que conocemos siempre y
cuando ello pueda ser posible. Se entenderá, pues, que la elección de
los períodos cronológicos que engloban los materiales numismáticos
estará motivada por el grado de exactitud de la información sobre los
hallazgos monetarios producidos en cada una de ellas, en especial,
por el que aporta su publicación.
La estructura de los períodos cronológicos a través de los cuales
se visualizará, en la medida de lo posible, la evolución de la circulación monetaria es, salvo pequeñas modificaciones, la que ya utilizamos en un anterior trabajo relacionado con el aprovisionamiento monetario del actual País Valenciano. El único cambio que merece la pena ser destacado es el de la fecha final del período 111, que entonces
situábamos en el 140 mediante criterios puramente numismáticos, y
que ahora consideramos que se encuentra un poco desligada de los
acontecimientos históricos de la Península Ibérica. Actualmente creemos que la fecha del 133 se adapta mejor para clausurar el período,
englobando de este modo dentro del mismo la etapa de las guerras de
la Celtiberia y delimita, con mayor precisión, el inicio de la mayoría
de las acuñaciones del Valle del Ebro.
EMPORION (Empúries, La Escala, Gikona)
La ciudad de Emporion no necesita ningún tipo de presentación
por ser una de las ciudades más importantes y mejor conocidas de
nuestro territorio peninsular (1). Recientemente, sobre el análisis de
la circulación monetaria de esta ciudad se han dedicado un número
considerable de estudios por un equipo de investigadores compuesto
que
por E. Ripoll, J. M.a Nuix y L. Villaronga (2), nos han proporcionado una visión de la ciudad a través de las monedas recuperadas en las
excavaciones llevadas a cabo por el Museo Arqueológico de Barcelona, principalmente en la Ciudad Romana, a partir de 1940.
En todos los casos, los períodos cronológicos utilizados en el estudio
de la etapa republicana son amplios, englobando las acuñaciones rea(1) ALMAGRO BASCH, 1951.
(2) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-90; id., 1976, pp. 59-66; id., 1979, pp.
45-55; id., 1980, pp. 175-181; RIPOLL-VILLARONGA-NUM, 1979, pp. 241-258.
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334
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
lizadas entre el 195 y el 27 a.c., lo que justifica que nosotros retomemos el material que, gentilmente, ha sido facilitado por L. Villaronga,
y lo agrupemos en períodos más cortos para con ello aproximarnos
más al momento cronológico en que debieron circular en la ciudad,
aunque, en ocasiones, pudiera ser un mero planteamiento teórico.
A esta muestra de monedas, añadiremos la información que hemos recogido en los inventarios del Gabinete Numismático de Catalunya (3), correspondientes a las excavaciones que en Emporion tuvieron lugar entre 1908 y 1939, y cuya área principal de excavación
se localizó en la Neapolis.
Las dos muestras serán presentadas conjuntamente dentro del
mismo cuadro pero manteniendo su independencia, dado que la aplicación del test X2 (4)sobre la totalidad de piezas de ambas muestras
emitidas entre el 195 y el 27 a.c., indica que no existen suficientes similitudes para poder concluir que forman parte de la misma población ni, por otro lado, se observa en ellas las suficientes discrepancias
para deducir que puedan ser diferentes.
La relación de los hallazgos esporádicos realizados en la ciudad,
no comprendidos en estas dos muestras, se encontrarán en el corpus
del Capítulo 1, apartado b.
El numario del Gabinete Numismático de Catalunya y del Museo
Arqueológico de Barcelona (5) se agrupa en períodos cronológicos del
siguiente modo:
GNC
MAB
1
tot
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
2 7 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
%
d a
tot
%
m/a
55
143
102
36
240
76
652
8'43
21'93
15'64
5'52
36'80
11'65
2'30
1'67
0'80
3'52
5'84
47
175
163
55
337
95
872
5'38
20'06
18'69
6'30
38'64
10'89
2'82
2'67
1'22
4'95
7'30
(3) No se ha podido ver directamente debido a que, en el momento en que efectuábamos
este trabajo, se estaba trasladando desde el Parque de la Ciudadela al Palacio de la Virreina.
(4) Agradecemos al señor L. Villaronga la realización de estas operaciones.
(5) La diferencia numérica que pueda apreciarse en algunas cecas o, incluso, en la cartidad total de piezas recogidas, que otras publicaciones citan, obedece a que por su mal estado o por no disponer de una información lo bastante precisa, como ocurre con algunas piezas
del GNC, no se ha podido precisar su tipo y cronología.
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ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
335
Antes del 195 a.C.
La antigüedad de la ciudad y la temprana acuñación de monedas
de A a partir de la segunda mitad del siglo V a.c., con los tipos de
R
imitación de Auriol y de los que se denominan fraccionarias ampuritanas, se contradice con los hallazgos esporádicos que resultan muy
pobres hasta la segunda mitad del siglo 1 1a.c. Sólo a partir de la Se1
gunda Guerra Púnica éstas van a tener una entidad notable, debiéndose concluir que en estas fechas aumentó de modo extraordinario la
circulación monetaria, por ser Emporion la base de Roma en su lucha
con Carthago en la PenínsuIa Ibérica.
Las dos muestras que presentamos a continuación no son homogéneas y tampoco pertenecen a la misma población, aunque no se
debe olvidar que el período en el que se enmarcan los hallazgos es
muy amplio y las acuñaciones detentan una cronología muy variada.
GNC
Roma
Carthago
Sicilia
Cerdeña
C yrenaica
Siracusa
P opulonia
Kamarina
Krotone
Massalia
la croix»
Hisp.-Carth.
Emporion
Rhode
Ebusus
Griegas (?)
TOTAL
%
12 21'81
8 14'54
2
1
1
3'63
1'81
1'81
4
7'27
9 16'36
1 1'81
2
3'63
15 27'27
55
MAB
%
- 11
23'40
1
2'12
1 2'12
3
6'38
1 2'12
1 2'12
1
2'12
2
4'25
1
2'12
6 12'76
18 38'29
1 2'12
47
Tot.
%
23 20'53
9 8'82
1 0'98 15'68
5 4'90
1 0'98
1 0'98
1 0'98
3r92
10'98
1 0'98
2 1'96 2'94
1 0'98
10 9'80
27 26'47 40'19
2 1'96
2 1'96
15 14'70
102
De entre los talleres que en ambas muestras son comparables,
únicamente podemos señalar los de Roma y Rhode, aunque también
pudiera aceptarse una cierta semejanza en las cantidades de piezas
que provienen de los talleres hispano-cartagineses y de la zona del
Mediterráneo Central. El resto de las zonas y cecas, en primera instancia, no forman parte de la masa monetaria de un modo homogéneo,
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336
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ya que existen diferencias muy notables como las que atañen a la presencia de los talleres africanos, los de la Galia o las piezas que aportan las cecas de Emporion Ebusus, aunque las cantidades con que
están representadas son mínimas y pueden ser insuficientes para realizar tales apreciaciones.
La estructura de la circulación monetaria ante una muestra tan
viarable y hasta cierto punto contradictoria, no es posible determinarla ya que en ella, como elemento más significativo, no coincide el
aprovisionamiento que aporta la propia ciudad que, a nuestro entender, debería agrupar el mayor porcentaje con una diferencia con respecto a las restantes. Tampoco es posible establecer una discrepancia,
no ya radical sino ligera, entre el lote de piezas recuperadas en la
Neapolis y en la Ciudad Romana. Quizás la diferencia más notoria se
encuentre en la mayor cantidad de monedas procedentes de Africa,
en especial de Carthago, que han aparecido en la Neapolis y que quizás pudiera tener relación con la influencia cartaginesa que llevó a los
ampuritanos a emitir las dracmas del tipo caballo parado, a mediados
del siglo 111 a.c.
En este período conocemos el hallazgo de un tesoro que se fecha a
mediados del siglo IV a.c. Fue encontrado en la Neapolis, en 1926, y estaba compuesto por una abrumadora mayoría de fraccionarias ampuritanas. Este tesoro evidencia la temprana aptitud de la ciudad para
emitir moneda y la existencia de una circulación monetaria, el menos,
en el ámbito de la ciudad.
Las diferencias anteriormente observadas van a ser mínimas durante este período y sólo se registrarán en cecas que van a tener una
incidencia marginal dentro de la circulación monetaria de la ciudad.
Las cecas a las que pertenecen las monedas recogidas se pueden apreciar en el cuadro adjunto.
Las dos muestras pueden comentarse simultáneamente ya que la
única diferencia entre ellas estriba en la cantidad de monedas que reciben de Ebusus y la Cuenca del Ebro, que en ningún caso ocupan un
porcentaje importante dentro de la masa monetaria.
La procedencia del aprovisionamiento en estos años (mapa 12)
cambia totalmente respecto al período anterior. La ceca de Untikesken va a proporcionar en torno a las tres cuartas partes del numario
circulante, lo que significa que el taller comenzó, desde sus inicios, a
emitir con una intensidad tal, que hizo casi innecesaria la incorporación de otro tipo de numario. Un factor que, sin duda, contribuye a
elevar el porcentaje en el que entran a formar parte de la masa mone-
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337
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
195-133 a.c.
Roma
Untikesken
Laiesken
Ausesken
. Kese
Iltirta
Arketurki
Kelse
Saitabi
Ikalkusken
Gades
Ebusus
TOTAL
GNC
11
103
%
7'69
72'02
15
2
1
1
1
10'48
1'39
0'69
0'69
0'69
1
8
143
0'69
5'59
MAB
%
Tot.
25
8
243
80
1
0'57
3
1'71
6'85 27
3
0'57
1
1
1
1
1
0'57
2- 1'14
3
1
0'57
9
175
3 18
14
140
1
3
12
1
%
7'86
76'41
0'31
0'94
_ 8'49
0'94
0'31
0'31
0'31
0'31
0'94
2'83
86,16
0'62
0.62
Mapa 12. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos esporildicos: 1, Untikesken; 2, Ausesken; 3, Laiesken; 4, Arketurki; 5, iltirta; 6,
Kelse; 7 , Kese; 8, Ebusus; 9, Saiti; 10, Ikaikuaken; 11,Gades.Clave de stmbolos en ptíg. 524.
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338
LA CIRCULACTON MONETARIA DE LA TARRACONENSE
taria las acuñaciones de Untikesken, se encuentra en la reducida cantidad de cecas operantes en la Península Ibérica durante este período,
lo que condicionará las distintas representaciones.
Los valores que de esta ceca se acuñaron y que se han recuperado, con abundancia de divisores -semis y quadrans- indican que estas emisiones estaban destinadas a ser utilizadas para la realización
de pequeñas transacciones, lo que a su vez evidenciaría la existencia
de una economía de mercado en unas fechas muy tempranas en comparación con el resto de la Península Ibérica y que se justificaría por
tratarse de la ciudad de Emporion, la cual cuenta con unos antecedentes comerciales y de emisión de moneda de todos conocidos.
Los tesoros recuperados en la ciudad pertenecientes a este período ratifican, en especial el lote número 4, el rol predominante de las
acuñaciones de Untikesken en la ciudad.
El grupo de acuñaciones que ocupa el segundo lugar en la masa
monetaria es el de las cecas del área catalana, entre las que destaca
Kese, en ambas muestras, con acuñaciones exclusivamente de AE.
El resto de las cecas peninsulares, tanto las que se ubican en la
Cuenca del Ebro como las que lo hacen en el resto del territorio, intervienen en la circulación de modo marginal ya que todas en conjunto
sólo representan el 9'79% en la muestra del GNC y el 2'85% en la del
MAB. Esta baja proporción debe estar condicionada, en parte, por la
existencia de un número reducido de talleres.
Finalmente, las acuñaciones de Roma no intervienen en la masa
monetaria en la cuantía que tenía en años anteriores y que en relación
con el resto de las cecas es bastante débil, evidenciando tal vez la
temprana pérdida del papel de cabeza de puente de Roma en Hispania tras la fundación de Kese que pasa a ocupar su lugar.
La relación de monedas por año es de 2'30 en el GNC y de 2'82 en
el MAB. La desigualdad existente entre las dos muestras, como se verá en las sucesivas relaciones, obedece a que cuantitativamente esta
última muestra es ligeramente más numerosa. Estas cantidades ponen de manifiesto no sólo las excavaciones sistemáticas que se vienen
realizando en el yacimiento, sino que también denotan el considerable
uso de la moneda que la ciudad hizo en un momento en que, en la mayor parte de la Península Ibérica, no se utilizaba como medio habitual
de cambio o, a lo sumo, comenzaba tímidamente su utilización en este
período.
El aprovisionamiento que documentan los hallazgos en este período es menor en cuanto a la cantidad de hallazgos y, en cambio, el es-
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ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
339
pectro de cecas representadas es bastante superior (mapa 13)' especialmente en la muestra del GNC. El numario recogido se reparte del
modo siguiente:
133-72 a.c.
Mileto
Roma
Massalia
Neronken
Longostaletes
Untikesken
Kese
Ausesken
Ore
Ilturo
Baitolo
Laiesken
Iltirkesken
Eustibaikula
Ieso
Eso
Arketurki
Iltirta
Kelse
Bolskan
Turiasu
Sekaisa
Arse
Corduba
Abdera
Malaca
C arteia
Gades
Ebusus
101
TOTAL
GNC
%
1
17
0'98
16'66
25
1
1
1
10
2
24'50
0'98
0'98'
0'98
9'80
1'96
3
2
1
4
3
3
1
1
5
1
1
1
6
1
10
1
102
2'94
1'96
0'98
3'92
2'94
2'94
0'98
0'98
4'90
0'98
0'98
0'98
5'88
0'98
9'80
0'98
MAB
%
22
42
4
2
64
13'49
25'76
2'45
1'22
39'26
7
1
1
2
1
4'29
0'61
0'61
1'22
0'61
Tot.
1
39
42
4
2
89
1
1
1
17
3
1
2
1
3
5
3'06
4
2'45
2
1'22
6
3'68
163
2
1
4
3
8
1
1
9
1
1
1
8
1
16
1
265
%
0'37
14'71
15'84
1'50 18'11
0'75
33'58
0'37
0'37
0'37
6'41
1'13 44'90
0'37
0'75
0'37
1'13
0'75
0'37
1'50
1'13
7'54
3'01
0'37
0'37
3'39
0'37
0'37
0'37
4'52
3'01
0'37
6'03
0'37
Las dos muestras no presentan una uniformidad muy definida por
cuanto que, como en el período de los años anteriores al 195 a.c., el
porcentaje de acuñaciones que aporta Untikesken oscila de forma notable en ambos lotes, siendo en el del GNC de 24'50% y en el del MAB
[page-n-341]
340
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
de 39'26%. También presentan diferencias el aporte que realizan las
cecas y grupos de cecas de las distintas áreas en las que se han englobado, especialmente el de la Galia. El aporte que procede de Roma es
el único que puede ser considerado equiparable en ambas muestras.
Mapa 13. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Ilturo; 3, Baitolo; 4, Ausesken; 5, Eusti; 6, Ore; 7,
Iltirkesken; 8, Laiesken; 9, Ieso; 10, Arketurki; 11, Iltirta; 12, Kese; 13, Bolskan; 14, Turiasu; 15, Sekaisa; 16, Kelse; 17, Arse; 18, Ebusue; 19, Corduba; 20, Abdera; 21, Malaca; 22,
Carteia; 23, Gades; 24, Eso. Clave d e símbolos e n pág. 524.
En líneas generales, la muestra del GNC correspondiente a la Neapolis manifiesta que el aprovisionamiento que realiza Untikesken ocupa un cuarto del total y el resto se reparte en unas cantidades considerables que oscilan en torno al 15%, a excepción del que procede de
Afi-ica y Ebusus. En cambio, en el lote de monedas procedentes de la
Ciudad Romana, Untikesken ocupa casi la mitad de la masa circulante; Roma mantiene el mismo porcentaje que en el GNC y el resto aporta una cantidad bastante menor. La única espectacular alza la protagoniza el numario que p:ocede de la Galia que constituye el 29'44%.
En cualquier caso, y a pesar de estas discrepancias, creemos posible concluir que la ceca de Untikesken, aunque ahora desciende su
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ANALISrS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
34 1
participación a menos de la mitad respecto a los años 195-133 a.c.,
sigue manteniendo el predominio en la circulación monetaria de la
ciudad.
La ceca de Roma en este período obtiene no sólo un aumento
numérico sino que pasa a detentar una posición porcentual más elevada, en la que hay que destacar que de los dos valores con que se encuentra representada, existe un predomonio casi absoluto de la moneda de AR, aunque de ella una buena proporción es forrada.
Dentro de las cecas del área de la actual Cataluña nos parece digno reseñar que el predominio que anteriormente ejercía la ceca de Kese queda ahora reducido a una mínima presencia. El número de cecas
representadas es bastante más variado y el predominio de todas ellas
lo ostenta Ilturo; el porcentaje que aporta esta área respecto a la del
periodo anterior no varía de modo sustancial.
En ambas muestras, aunque con distinta proporción, pero siempre en mayor medida que en los años 195-133 a.c., circula un número más elevado de piezas de todas las áreas en las que se han englobado las cecas; e incluso en el GNC existe una pieza africana. Es posible
que esta presencia de mayor cantidad de moneda exterior se encuentre en relación con un descenso en la producción monetaria de Untikesken, o dicho de otro modo, con un mayor número de talleres peninsulares en funcionamiento. Es importante destacar, además, que en
las dos muestras el aprovisionamiento que recibe, exceptuada la propia ceca y Roma, coincide con el aprovisionamiento que detentan las
cecas de Ilturo y Ebusus.
Quizás no sea muy arriesgado pensar que las dos muestras indican dos orientaciones diferentes, al ser cada una de ellas de lugares
distintos. La de la Neapolis dispone de una mayor cantidad de acuñaciones peninsulares; está presente Africa y ausentes las de la Galia.
En cambio, la de la Ciudad Romana tiene un alto porcentaje de monedas de la Galia y las peninsulares una participación muy débil en la
masa monetaria.
Con respecto a la importancia del aporte de las cecas de la Galia,
en especial de Massalia, admitimos la posibilidad de que circulasen o
algunas se acuñasen con posterioridad al año 72 a.c., a causa de la
poca seguridad existente en su datación. A pesar de ello, creemos que
no modificarían sustancialmente el esquema dado que pasarían a engrosar el apartado de acuñaciones procedentes de esta zona en el
período siguiente, hecho éste que no dejaría de ser también significativo.
Además, la expansión del numario de Emporion en la Galia Nar-
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342
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
bonense (6) es importante como lo demuestra su dispersión (7),de la
que convendría destacar los hallazgos aparecidos en Ruscino (8)donde en la masa monetaria del período republicano ocupan el 36'41% y
en la del período imperial el 34'01%; en Enserune (9), en Vieille Toulouse ( l o ) ,en Montllaures, Mailhac, Rouffiac-Pomas (11)y en Béziers
(12).
La relación de monedas por año es de 1'67 en la muestra del GNC
y de 2'67 para la del MAB. Como se podrá observar se mantiene la diferencia entre las dos muestras que ya se había manifestado en los
años anteriores. Estas relaciones están por debajo de las que se han
registrado en el período precedente. Ante ello, sólo nos cabe pensar
que, si bien no se puede concluir que la masa monetaria en circulación descendiera de nivel por cuanto que parte de la anterior se encontraría en circulación, sí, al menos, no se rejuveneció en la misma
medida con que lo hiciera en los años anteriores; y tal vez pudiera ser
considerado esto como un síntoma de un estancamiento de la actividad comercial de la ciudad.
El distanciamiento entre las dos muestras se hace cada vez más
patente y la asimetría es casi total. Los hallazgos de este período (mapa 14) pertenecen a las siguientes cecas:
Tal y como se aprecia en el cuadro, las dos colecciones mantienen una notoria diferencia en cuanto a la procedencia de la masa del
numario circulante, según las áreas geográficas en las que se han
agrupado, a causa quizás del asentamiento cesariano en la Ciudad
Romana.
Las dos muestras proporcionan una información, en parte, bastante distinta; la del GNC dispone de una alimentación de cecas peninsulares, exceptuando a Emporion, bastante superior a la del MAB,
mientras que, como contrapartida, es mucho menor el que recibe de
la Galia y de la propia Roma. De esta última ceca predominan en ambas muestras las piezas de AR en las que ahora disminuye la proporción de piezas forradas.
Se podría pensar, como en el período anterior, que la orientación
SOUTOU, 1963, pp. 323-330; CAMPO, 1978-a, pp. 251-256.
(7) MARTIN VALLS, 1967, mapa XXIII.
(8) RICHARD-CLAUSTRES, 1980, tablas 1 y 11.
(9) JANNORAY, 1955, p. 419.
(10) SAVES-VILLARONGA, 1976, p. 1 18.
(6)
(1 1)
(12)
GRAU, 1962, PP. 308-309.
ALMAGRO BASCH, 1949, p. 199.
[page-n-344]
343
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
de las relaciones que se desprenden de las dos muestras es en parte
distinta al predominar en la muestra del MAB (Ciudad Romana) las
piezas de cecas extrapeninsulares, siendo mayor el numario que aporta Roma que el que ha sido recuperado de la ceca de Emporion. Ello
aboga por el hecho de que fueran estas gentes las que controlaran el
comercio con la Galia y Roma. Y también que su presencia, como opina J. C. Richard ( 13), se deba al continuo tráfico de tropas que se establece entre las dos zonas con posterioridad a la conquista romana de
la Narbonense, en especial durante el período sertoriano, en el cual
Pompeio tenía establecidos en la Narbonense sus cuarteles de invierno y, como consecuencia de ello, tienen mayor incidencia estas acuñaciones extrapeninsulares en esta muestra por pertenecer a la Ciudad Romana. De esta última forma se explicaría también la elevada
presencia de acuñaciones galas durante el período anterior.
Roma
Antipolis
Vienne
Nemausus
Lugdunum
Volcae Arec.
Emporion
Kese
Ilercavonia
Ieso
Lep/Celsa
Iaka
Toleto
Castulo
Carteia
Irippo
Caesarea
TOTAL
5
13'88
1
2'77
3
1
11
7
1
8'33
2'77
30'55
19'44
2'77
%
1
1
2
1
Tot.
16
1
2
2
8
2
14
6
29'09
1'8 1
3'63
3'63
14'54
3'63
25'45
10'90
1'8 1
3'63
1'8 1
21
1
3
2
11
3
25
13
1
1
2
1
1
2
1
1
2
91
2'77
2'77
5'55
2'7 7
2
36
%
1
GNC
MAB
1
2
72-27 a.c.
5'55
55
%
23'07
1'09
3:29
2'19 21'97
12'08
3'29
27'47
14'28
43.95
1'09
1'09
2'19
3,29
1'09
1'09
2'19
1'09
2.19
1'09
2'19
Por el contrario, la muestra del GNC dispone de una mayor cantidad de numario peninsular en circulación y el porcentaje de la Galia y
Roma es bastante menor, situándose por debajo de la mitad con que
están representados en el MAB, deduciéndose una orientación predominantemente peninsular.
(13) RICHARD, 1972, p. 86.
[page-n-345]
344
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 14. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos espor8dicos: 1, Emporion; 2, Iaka; 3, Ieso; 4, Col. Lepida; 5, Kese; 6, Ilercavonia;
7 , Toleto; 8, Castuio; 9, Irippo; 10, Carteia. Clave de símbolos en pkg. 524.
La cantidad de hallazgos recuperados en este período y la distinta
cronología de su emisión.dentro del mismo, pone de relieve que la ciudad, con posterioridad al 72 a.c. y hasta el 50 a.c., recibió muy pocas
acuñaciones. En la muestra del GNC el 28'57% es anterior al año 50
a.c., y el 7 1'42%,posterior, y en la del MAB, el 20% es anterior y el
80%posterior, pudiéndose ver en esta distinta repartición el asentamiento de veteranos. Por tanto, la ciudad va a experimentar un descenso brusco en la alimentación monetaria que, por otra parte, y adelantando lo que se podrá apreciar en el transcurso de la exposición de
las distintas muestras de la Tarraconense Medite~~ánea, un fenóserá
[page-n-346]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
345
meno generalizado como consecuencia de las guerras sertorianas, cuya mayor o menor cantidad de monedas dependerá de factores tales
como la existencia o no de taller que emita en este período y la importancia de la ciudad en sí misma.
La relación de monedas por año es de 0'8 en el GNC y de 1'22 en
el MAB. En ambas continúa descendiendo respecto a los dos períodos
anteriores, y no hace sino poner de manifiesto que la ciudad se encuentra atravesando un período de penuria monetaria, que no es exclusiva de Emporion sino que afectará a todo el marco geográfico y
que tendrá su causa en la crisis Sertorio-Pompeio, que motivó el cierre de la mayoría de los talleres monetarios. La diferencia entre las
dos relaciones es debida, como en períodos precedentes, a la cuantía
de piezas que contiene cada una de las dos colecciones, siempre más
numerosa hasta ahora la del MAB.
La plena identidad que existe entre las dos muestras, garantizada
por la aplicación del test X2, nos permite poder comentarlas conjuntamente, ya que tanto una como otra nos ofrecen una misma información en lo que respecta a su participación porcentual dentro de la masa del numario circulante. Véanse ambas muestras en el cuadro de la
pág. 346.
En primer lugar consideramos que es significativo que coincidan
plenamente en el test X2,en un 96%,las monedas recogidas en la Ciudad Romana y en la Neapolis; ello pone de manifiesto que no existe la
división o diferencia, en ocasiones muy amplia, que se ha observado
para la globalidad de los años 195-27 a.c., y más en particular a partir del 133 a.c., indicando quizás que la ciudad no actuaba como un
todo unido sino que tenía en su seno orientaciones distintas. Sólo a
partir del 27 a.c. parece ser que los documentos numismáticos eliminan cualquier diferencia.
El aprovisionamiento que se desprende del cuadro, según las distintas cecas, sitúa claramente el aporte que realiza cada una de ellas
(mapa 15).En este sentido, la ceca de la propia ciudad, Emporion, es
sobre la que descansa básicamente la circulación monetaria del período, al entrar a formar parte de la misma, con casi cuatro quintas partes del total del período. Similar unanimidad en ambas muestras y tan
elevado porcentaje, sólo lo obtuvo esta ceca en sus inicios con la acuñación de monedas con leyenda Untikesken.
Sigue a continuación en orden de mayor participación, la de Roma, que a todas luces puede considerarse marginal, ya que un porcentaje del 6% nunca puede matizar la circulación monetaria.
[page-n-347]
346
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La expansión y el mayor nivel de relaciones que desde siempre ha
mantenido Emporion con las tierras de la Galia Narbonense, queda
bien patente en este período al aportar a la masa monetaria una cantidad de numario muy similar a la de Roma.
27 a.c.--41 d.C.
GNC
%
Roma
Palestina
Nemausus
Treveris
L ugdunum
Emporion
Tarraco
Ilerda
Celsa
Caesaraugusta
Calagurris
Segobriga
Saguntum
Carthago Nova
Patricia
Pax Ulia
Emerita
Inciertas
L
TOTAL
15
2
7
2
4
189
3
2
1
2
6'25
0'83
2'91
0'83
1'66
78'75
1'25
0'83
0'41
0'83
1
1
2
1
1
7
24 0
0'41
0'41
0'83
0'41
0'41
2'91
MAB
%
21
12
16
6'23
3'56
4'74
4
268
3
3
1'18
79'52
0'89
0'89
4
1
1
1
1'18
0'29
0'29
0'29
3
0'89
337
Tot.
%
36
6'23
14
2'42
23
3'98
5'71
2
0'34
8
1'38
457 79'20
80,24
6
1'03
5
0'86
1
0'17
2.07
2
0'34
4
0'69
1
0'1 /
2
0'34
2
0'34
2
0'34
1'21
1
0'17
4
0'69
7
1'21
577
El resto del aporte monetario, compuesto por el que proviene de
las cecas del área catalana, Cuenca del Ebro, Meseta, Litoral Valenciano y la Betica, es todavía mucho más marginal que el que aporta
Roma y la Galia, ya que en conjunto todas ellas aportan el 5'83% en la
muestra del GNC y el 4'74% en la del MAB.
De entre los talleres de los que procede el aprovisionamiento comentado, no destaca ninguna ceca lo suficiente como para ser comentada detenidamente; con la única excepción, por su rareza y lejanía
de procedencia, de las piezas de Judea/Palestina, para las cuales
Ripoll-Nuix-Villaronga ( 14) proponen como hipótesis para explicar su
presencia, la existencia de una comunidad judía, desechando motivos
comerciales y los desplazamientos militares.
La relación de monedas por año es de 3'52 para el conjunto de
monedas recogidas en la Neapolis y de 4'95 para las de la Ciudad Ro(14) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1976, pp. 59-66.
[page-n-348]
347
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
mana. Esta elevación de la cantidad de numario circulante junto con
la aparición del fenómeno de la partición de monedas, a nuestro modo
de ver, es síntoma de la existencia de una economía de mercado desarrollada.
Mapa 15. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos espor8dicos: 1, Emporion; 2, Calagurris; 3, Caesaraugusta; 4, Celsa; 5, Ilerda; 6,
Tarraco; 7, Arse; 8, Segobriga; 9, Emerita; 10, Pax Iulia; 1 1, Col. Patricia; 12, Carthago Nova. Clave de simbolos en ptíg. 524.
Durante el período del reinado de Claudio 1,el aprovisionamiento
que recibe la ciudad, en relación con su duración, es muy elevado,
quedando muy por encima del que se documenta durante los reinados
de los primeros emperadores. La relación de este aprovisionamiento
es la que sigue:
41-54 d.C.
sest.
dup.
1
1
5
5
GNC
MAB
TOTAL
as
76
77
153
quad.
tot.
%
76
12
12
44'44
95
171
55'55
[page-n-349]
348
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Como se ve, la cantidad recibida asciende a 5'84 monedas por año
en la muestra del GNC y de 7'30 en la del MAB. En relación con este
tema, aunque carecemos de una estimación precisa sobre las monedas que en el GNC son de imitación de Claudio, sabemos que gran parte de las del MAB sí lo son (15).
Otras consideraciones
No vamos a detenernos en todas las consideraciones adicionales
que conlleva el estudio de la circulación monetaria de esta ciudad, debido a que la mayor parte de ellas se producen después del año 27
a.c., y han sido comentadas ya por Ripoll, Nuix y Villaronga ( 16 1, agotando los temas. Además, ambas muestras son en este período similares y la información esencial es la misma.
Nos referiremos a las monedas partidas para las que estos autores
( 17),analizando las que se encuentran en el MAB, establecen dos momentos claves para su partición; el primero en el año 20 a.c., que tuvo como objetivo la adaptación a ases de 1011l g. de las monedas de
Roma, Lugdunum, Vienne y Nemausus de peso alto; y el segundo se
situaría en torno a los años 30-40 d.C. y estaría motivado por la penuria monetaria de valores divisionarios, en especial, de semis. Las monedas partidas que se han encontrado en el GNC, y que vienen a unirse a las ya conocidas del MAB, pertenecen a:
195-27 a.c.
Roma
Untikesken
Arketurki
Ilturir
Nemausus
Emporion
Caesaraugusta
6
27 a.c.-41 d.C. total
2
26
1
1
3
56
1
8
26
1
1
3
56
1
%
8'33
27'08
1'04
1'04
3'12
58'33
1'04
Se excluyen las inciertas (59 ejemplares)
En relación con esta partición, se ha de señalar que en la Península Ibérica y en las Baleares, únicamente se documenta la aparición de
un importante número de monedas partidas en Emporion y en Pollen( 15) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1979, p. 49 ; RIPOLL-VILLARONGA-NUM, 1979,
pp. 253-254. Véase además sobre la hispanidad de las monedas de imitación de Claudio 1 halladas en Rispania, los estudios de CAMPO, 1974-b; BOST-PEREIRA, 1974, pp. 171-173; VILLARONGA, 1979-b, pp. 172-173 y CAMPO-RICHARD-KAENEL, 1981, pp. 69-73.
(16) Véase la nota 2.
(17) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-88.
[page-n-350]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
349
tia, evidenciando la existencia de un número de personas dedicadas
al sector servicios y de una economía de mercado, para la que era imprescindible la moneda divisionaria en las pequeñas transacciones.
El segundo y último aspecto que queremos comentar es el de las
monedas forradas (18),que, por tratarse de una muestra numerosa,
pueden dar lugar a extraer algunas conclusiones generales.
Las piezas forradas no republicanas pertenecen a las siguientes
cecas:
1 dracma
Y las republicanas de ambas muestras, a las que se añaden las
existentes en la colección Víctor Catalá ( 19),tienen la siguiente cronología:
GNC
Antes del 195
195-133
133-72
72-3 1 a.c.
TOTAL
MAB
V. Catalá
total
%
6
1
1
10
3
15
1
2
11
3
17
2
3
27
4'87
7'31
65'85
21'95
3
9
9
41
El perfil que ofrece la distribución por décadas de las monedas republicanas de plata forradas (Fig. 8), indica que su circulación a fines
del siglo 1 1y durante la primera mitad del 1 a.c. fue muy débil, co1
1
menzando a incrementar su presencia a partir de la década de los
años 109-100 a.c., en los cuales se sitúa el segundo intervalo más importante, para alcanzar en 8.9-80 a.c. el punto máximo de emisión;
con posterioridad y hasta los años 50-31 a.c., las alzas que se registran en ningún caso van a ser como las anteriores.
Aunque el numario forrado de que se dispone para la ciudad de
Emporion o, en general, para la Tarraconense Mediterránea sea, a
priori, insuficiente para poderlo comparar con los datos que presenta
( 18) Sobre el origen de estas acuñaciones el9sten en la actualidad dos opiniones contrapuestas; por un lado, CRAWFORD, 1968, pp. 55-59, considera que fueron acufiadas por falsarios, y por otro, PETRILLO, 1970, pp. 9-28, sostiene que la mayor parte de estas emisiones
proceden de talleres oficiales. En ellos, se encontrará además una completa relación de los
anteriores estudios y sus posiciones frente a esta cuestión.
(19) MALUQUER, 1969.
[page-n-351]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
350
Emporion
5
5o
1 O0
Anos
2 10
150
50
1 o0
Años
Fig.
8. Histograma superior: denarios roniano-republicanos forrados, hallados en Empii-
ries. Histograma inferior: muestra de denarios romano-republicanosforrados recogidos en Italia, según PETRILLO, 1970.
P. Petrillo, recogidos en Italia (20),el parecido que presentan ambas
es significativo y, en líneas generales, se puede aceptar que éstas presentan un inicio del fenómeno de forma más numerosa a partir del
160 a.c., que coinciden en los intervalos de mayor densidad de los
años 109-100 a.c. y en el espectacular descenso que, a continuación,
en ellos se documenta. No se aprecia, en cambio, en la muestra de
Emporion el alza de los años 79-70, correspondientes a los años de la
(20) PETRILLO, 1970, PP. 21-28.
[page-n-352]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
351
crisis Sertorio-Pompeio, con la misma intensidad. Estas similitudes
nos llevan a pensar que este numario forrado de Emporion y, en general, el de la Tarraconense Mediterránea, pueda provenir de Italia, pero con factores económicos locales o atribuibles a Hispania en su conjunto, que modifican la identidad del aprovisionamiento.
A NEXO
Tabla de aplicación de la X2 a las acuñaciones de los años 195-27
a.c.
Grupos realizados:
1: Roma y Galia.
2 : UntikeskedEmporion.
3 : Acuñaciones de la zona catalana.
4: Otras ibéricas.
5: Edetania.
6: Ulterior.
7: Ebusus.
X = GNC
Y = MAB
FRECUENCIA ESPERADA
1) FRECUENCIA OBSERVADA
S(1)
1) X(I)
1
2
3
4
5
6
7
1)
1
2
3
4
5
6
7
151.
299.
66.
15.
6.
15.
19.
O000
O000
O000
O000
O000
O000
0000
Y(I)
170.
301.
49.
8.
5.
6.
12.
O000
O000
O000
O000
O000
O000
O000
X CUADRADO = 10.9504257975
GRADOS DE LIBERTAD = 6
163.
305.
58.
11.
5.
10.
15.
T(I)
157.
294.
56.
11.
5.
10.
15.
PROBABILIDAD DE LA X CUADRADO
N =
6
10.9504257975) =
8.99207200643E-2
P (X
>
3610
3476
5250
7050
5980
6872
7763
6390
6524
4750
2950
4020
3128
2237
[page-n-353]
352
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Tabla de aplicación de la X2 a las acuñaciones de los años 27 a.c.41 d.C.
Grupos realizados:
1: Roma
2: Galia
3: Emporion
4: Acuñaciones de la zona catalana
5: Valle del Ebro y Meseta
6: Resto (Edetania y Ulterior)
1) FRECUENCIA OBSERVADA
1) X(I)
1
1.5.O000
2
3
4
5
6
13. 0000
189. O000
5. o000
3. 0000
6. O000
FRECUENCIA ESPERADA
S(1)
14. 9568
13. 7104
189. 8687
4. 5701
3. 3237
4. 5781
X CUADRADO = .958430181544
GRADOS DE LIBERTAD = 5
PROBABILIDAD DE L X CUADRADO
A
N =
5
P (X > .958430181544)=
.9658484987
ULLASTRET (Girona)
El Oppidum ibérico de Ullastret (21) se encuentra situado en el
Puig de Sant Andreu, dentro del término municipal de Ullastret. El yacimiento constituye uno de los mayores núcleos de población indígena
que se conocen en la actualidad dentro de la zona Nordeste de la
Península Ibérica.
(21) Sobre este yacimiento véase MARTIN ORTEGA, 1980, y la bibliografía que en éI se
cita en las pp. 55-58.
[page-n-354]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
353
A pesar de que se hayan encontrado en él materiales que ponen de
relieve un asentamiento en el periodo de transición entre la Edad del
Bronce y la del Hierro, a fines del siglo VII, e incluso materiales mu1
cho más antiguos pertenecientes al 1 1milenio, su ocupación con estructuras no se produjo hasta la primera mitad del siglo VI a.c. El Oppidum tuvo su período de esplendor a fines del siglo V y principios del
I V a.c., fecha en la cual se documenta la mayor cantidad de importa1
ciones de cerámica ática (22).El siglo 1 1a.c. va a constituir una época de recesión en la vida de la ciudad atribuible a causas económicas
que derivarían a su vez de la proximidad a que se encontraba de Emporion, bajo cuyo dominio posiblemente quedó a partir del siglo IV
a.c. La permanencia del hábitat en el yacimiento se extingue a princi1
pios del siglo 1 a.c., al menos en la acrópolis, aunque es posible que
en los barrios bajos se mantuviera el poblamiento.
Las monedas que de este yacimiento se conocen proceden, en su
casi totalidad, de las excavaciones arqueológicas que desde el año
1947 realizó M. Oliva y, en una mínima parte, de hallazgos esporádicos superficiales. Su número es muy reducido debido a que se abandonó el yacimiento o su población se vio sensiblemente disminuida
justamente cuando comienza a generalizarse el uso de la moneda.
total
Antes del 237
237-195
195-133
2
10
8
Antes del 237 a. C
.
Massalia
Emuorion
1
1
Las piezas más antiguas que se han encontrado se remontan al siglo V-IV a.c. y corresponden a un óbolo massaliota con reverso rueda
y a una fraccionaria ampuritana con reverso cabra. No puede considerarse que sean suficientes para un análisis, aunque tampoco se puede dejar de incidir en ellas ya que, al margen de que indiquen una cir(22) PICAZO, 1977, p. 126.
[page-n-355]
354
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
culación de las monedas fuera de sus centros de emisión, en territorios indígenas, su llegada se produjo en unas fechas en las que el yacimiento recibió la mayor cantidad de cerámicas importadas con las
cuales deben de estar relacionadas, procediendo de talleres ubicados
en las ciudades en las que este comercio posiblemente debió recalar,
de modo especial, en Ampurias cuya presencia también se explicaría
sin más, por su proximidad.
Es éste, pues, un momento en el que, en general, el uso de la moneda no se encuentra plenamente establecido en los poblados ibéricos, y la abundancia y plenitud que adquiere la ciudad de Ullastret en
estas fechas no se ve refrendada por la utilización de este medio de
cambio. Los intercambios se efectuarían quizás con otros productos
como pudieran ser los cereales, para cuyo almacenamiento estarían
destinados los innumerables silos que se han encontrado (23).
La influencia que ejerce Emporion sobre este oppidum se manifiesta en este período no sólo por los hallazgos esporádicos, en los que
puede encontrarse un poco enmascarada, sino también a través del
tesoro de monedas de A de Emporion estudiado por J. Maluquer y
R
M. Oliva (24).
La distribución de las cecas que conforman la masa monetaria
ofrecen un aspecto extraño por el importante componente de las acunaciones de carácter púnico, ya que dentro de la mínima cantidad de
piezas que se conocen, las hispano-cartaginesas ocupan un elevado
porcentaje cuya presencia es difícil de explicar, puesto que iguala la
cantidad de la muestra que se tiene de Empúries en el GNC y es superada en dos ejemplares por la del MAB.
237-195 a.c.
ar
ae tot.
Emporion
Hispano-cartag.
Gades
5
1
5 50
3 4 4 0
1
1 10
%
El carácter púnico no termina en estas acuñaciones sino que, además, encontramos un A de Gades y es probable que si no todas, alguE
nas de las piezas de Ebusus que incluimos en el período siguiente, cir( 2 3 ) MARTIN ORTEGA, 1980, p. 15.
( 2 4 ) MALUQUER-OLIVA, 1965.
[page-n-356]
ANALISIC DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDAIIES
355
culasen en el oppidum a fines de éste. En suma, de los hallazgos esporádicos se desprende un fuerte componente púnico que no acertamos
a comprender si no se explica por la existencia de un comercio con el
área púnica, lo cual se encuentra refrendado por el hallazgo de vasos
anfóricos, también de origen púnico.
La mejor información que se puede obtener de la circulación monetaria en el yacimiento, procede, sin duda, del hallazgo de un tesoro
de monedas de A ampuritanas durante la campaña de excavaciones
R
de 1964, compuesto por 8 dracmas y 46 divisores. La cronología de su
ocultación, según Maluquer, no rebasaría la primera década del siglo
1 a.c. Este hallazgo es un claro exponente de que la moneda ampuri1
tana acuñada en estos momentos exclusivamente sobre AR, sería la
que circulase en el yacimiento con una abrumadora proporción, como
cabría esperar por su proximidad y por encontrarse este oppidum bajo su influencia y probable dominio.
A esto se añade que en esta época no funcionaba en sus proximidades ningún otro taller si se descarta las dracmas de Iltirkesalir (25).
Nos parece interesante la observación que sobre el mismo hicieran
Maluquer-Oliva en el sentido de que la utilización y circulación de estas pequeñas monedas de AR, con un valor liberatorio muy bajo, pone
1
de manifiesto que a fines del siglo 1 1a.c. ((...laestructura de la sociedad indígena debió de haberse transformado radicalmente...)) (26).
La existencia de hallazgos monetarios que se puedan incluir dentro de este período cronológico sin poderse determinar, a ciencia cierta, en qué momento concreto del mismo se emitieron, ratifica la creencia en la perduración del hábitat en los barrios periféricos del oppidum (27).
Untikesken
Ebusus
(25) Véase sobre esta ceca y su posible datación a fines del siglo 111 a.c.;VILLARONGA,
1979-b, PP. 43-56.
(26) MALUQUER-OLIVA, 1965, p. 18.
(27) MALUQUER-OLIVA, 1965, PP. 16-17.
[page-n-357]
356
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La precariedad de hallazgos puede matizar el bajo nivel de poblamiento con que contaría el oppidum ya que, de lo contrario, quedaría
reflejada la mayor actividad emisora que durante este período se registra en la Península Ibérica y en el cual se inician las acuñaciones
propiamente ibéricas.
Se ha de recordar lo que se dijo en el período anterior sobre las
acuñaciones de Ebusus que, como consecuencia de que su período de
emisión lo sitúa M. Campo (28)entre el 2 14 y el 150 a.c., hemos considerado más oportuno incluirlo en éste y no en el anterior, aunque
sin excluir la posibilidad de que llegasen a circular en este último.
Al igual que sucede con el nurnario de los años anteriores, nos llama la atención el reducido número de monedas de Untikesken y a la
vez, en comparación con éstas, el elevado número de piezas de Ebusus -ello ratifica el componente púnico anterior-, en mayor medida
cuando sabemos que fue en estos años, 195-133a.c., cuando las acunaciones de la ciudad de Emporion alcanzaron una de las cotas más
altas de participación dentro de la masa monetaria, e incluso, de cantidad de monedas recuperadas en números absolutos. Por lo tanto,
parecería normal que Emporion aprovisionara de numario a los habitantes que quedaron en el oppidum y a los de l'Illa d'en Reixac, con
una proporción superior al de los otros talleres.
No clasificadas
Ofrecemos a continuación una relación de las monedas que no h a
sido posible determinar su cronología a causa de su deficiente estado
de conservación.
-
as
Siracusa (?)
Carthago (?)
Untikesken
Kese
ae tot.
1
1
1
1
1
1
1
1
27 a.c.-54 d.C.
No conocemos con posterioridad a los años 195-133 a.c. ningún
hallazgo numismática que pueda pertenecer al lapso de tiempo que va
entre esta última fecha y el 30 d.C. El yacimiento, después del último
período comentado, parece ser que dejó de ser frecuentado, como mí(28) CAMPO, 1976-a, p. 90.
[page-n-358]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
357
nimo, hasta el 30 d.C. Desde esta última fecha y hasta el 54 d.C.,
período del que además no se tienen documentados en la actualidad
materiales arqueológicos que pudieran demostrar lo contrario, sólo
conocemos dos monedas, una de ellas es un as de la ceca de Roma
acuñado por Claudio y la otra, un as partido de Emporion.
ILTURO (Burriac, Cabrera de Mar, Barcelona)
El poblado ibérico de Burriac (29)se encuentra situado en el término municipal de Cabrera de Mar. La ocupación del mismo está
atestiguada desde los inicios de la cultura ibérica, y como materiales
más antiguos se han encontrado cerámicas hallstátticas y cerámicas
griegas del siglo VI a.c. Sin dejar de estar ocupado, el yacimiento se
renovará de modo sustancial a partir de los inicios del siglo 11 a.c. en
el que la romanización le dará un impulso notable en todos los órdenes, entre los cuales, por citar el que más nos interesa, se encuentra la
acuñación de moneda que con leyenda Ilturo va a realizar Burriac
(30).
El estudio de su circulación monetaria resulta particularmente
dificil a causa de la repetición de las noticias de hallazgos en diversas
publicaciones, siendo muy escasas y recientes aquellas ocasiones en
las que se proporciona una completa ficha técnica e ilustración de las
piezas. Las monedas que han sido utilizadas para la realización de este ensayo de circulación monetaria del yacimiento proceden de la relación de hallazgos de M. Ribas (31) y de las monedas publicadas en
diversos artículos que no están contenidos en ella, desechando su inclusión en caso de duda.
Conocemos del yacimiento un total de 133 monedas que proceden
tanto de hallazgos esporádicos como de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en él. El comentario por períodos cortos que vamos a realizar nos ha obligado a no poderlas utilizar en su totalidad
ya que se desconoce el tipo exacto de muchas de ellas y, por tanto, su
cronología; aunque al final incluiremos un cuadro que englobe las
acuñaciones anteriores al 27 a.c. con su comentario correspondiente.
pp.
y
(29) Sobre el yacimiento véase RIBAS-LLADO, 1977-78, 15 1-180; la bibliografía
que s e cita e n BONAMUSA, 1980, pp. 356-358.
(30) VIVES, 1926, lám. XXIV, ccca 7.
(31) Véase esta relación e n las pp. 71-72.
[page-n-359]
358
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes del 195 a.c.
Con anterioridad al año 195 a.c., únicamente disponemos de un
triens romano-republicano acuñado entre el 225 y el 217 a.c. Esto
nos da idea de lo escaso que fue el uso de la moneda y tratándose de
una pieza aislada no creemos que sea significativa. La circulación
1
monetaria en esta zona durante el último tercio del siglo 1 1a.c. debió
ser muy reducida como lo evidencia la ausencia de acuñaciones de estas fechas en su entorno inmediato; así, por ejemplo, entre los hallazgos de la zona de Iluro sólo se conoce un A de Rhode que se fecha
R
bastantes años antes.
1
Con el siglo 1 a.c. el yacimiento queda inmerso ya dentro de la
circulación monetaria, hasta el punto de que muy pronto va a disponer de taller de acuñación propio (32).En relación con este hecho se
ha de señalar que no conocemos hallazgos de esta ceca que puedan
ser incluidos en este período, aunque debe tenerse en cuenta que del
total de 57 monedas que de este taller se tiene noticia, sólo conocemos
el tipo exacto a que corresponden 13 de ellas y ninguna pertenece a
los tipos Vives 24-1 á 7. No obstante, y a modo de justificación de esta
ausencia, debemos añadir que de todos los tipos anteriormente citados únicamente conocemos una pieza en el Museo de Manresa de procedencia desconocida y otra en La Salut (Sabadell),ambas del tipo 4,
lo cual atenúa en parte, la contradicción que supone el que no se haya
encontrado ninguna pieza en la ciudad en que se acuñaron. Las cecas
a las que pertenecen las acuñaciones son las siguientes:
1195-133 a.c.
Carthago
Untikesken
Kese
Iltirkesken
Abariltur
Saitabi
Ebusus
TOTAL
1
as
sem
ae
tot.
1
%
-
1
2
2
1
1
1
1
3
1
1
6
(32) VILLARONGA, 1973-b,pp. 33-35.
3
1
6
1
3
6
2
1
1
1
15
6'66
20
40
13'33
6'66
6'66
6'66
80
[page-n-360]
ANALISIS DE LA MASA MONETARTA DE LAS CIUDADES
359
La distribución de las cecas que constituyen la masa monetaria se
circunscribe a los talleres de la zona Norte del área litoral Este de la
Península y a Ebusus, estando ausentes las acuñaciones del Sur, de la
Cuenca del Ebro y de Roma. La mayor representación la ostenta la ceca de Kese con el 40%,como consecuencia de su potencia emisora en
series de bronce y por la orientación de sus relaciones preferentemente hacia el Norte (mapa 2 1).A continuación, en orden de importancia,
se encuentran las acuñaciones de Untikesken e Iltirkesken. Todas las
cecas hasta ahora comentadas pertenecen al área catalana y constituyen, en su conjunto, el 80%del total del numario circulante. El resto
de cecas carece de importancia aunque convendría citar el hallazgo
de un AE de Carthago que pudo llegar probablemente a través de Ebusus, de la que también se tiene atestiguada su presencia con una pieza.
La relación de monedas por año es de 0'24, cantidad que se encuentra dentro de lo que será normal, en líneas generales, en las diversas muestras de las ciudades que hemos podido manejar para todo
el marco geográfico elegido.
El auge que en estas fechas experimentan las acuñaciones ibéricas con la aparición de nuevas cecas o con una producción más intensa en las que ya funcionaban, junto a la tendencia que los hábitats
ibéricos tenían hacia una economía ciudadana, va a ser la causa de
que el yacimiento experimente una mayor heterogeneidad de talleres
representados y un considerable aumento en la cantidad numérica de
la masa monetaria, cuya relación de monedas por año es de 0'81,
considerablemente superior a la de los años anteriores.
El aprovisionamiento, esquemáticamente y agrupado por áreas
geográficas, varía muy poco con respecto al que se registró en los
años anteriores, debiéndose atribuir las alteraciones, entre otras causas, a la aparición de talleres en áreas en donde antes eran inexistentes. La mayor participación del numario de talleres de las otras áreas
geográficas manifiesta un movimiento de personas y creemos también que de productos, que será lo que motive que se abran más que
en los años anteriores los circuitos de circulación monetaria, afectando también en ello su situación dentro del mismo. En consecuencia,
en Burriac, el porcentaje global de acuñaciones que circulan de talleres del área catalana es del 58%, cifra que desciende c m relación al
de los años 195-133, aunque aumente el número de piezas que aporta
y los talleres de donde proceden. De ellas, la ceca de la propia ciudad
en estos años mantiene el predominio con respecto a las demás cecas,
,
[page-n-361]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
360
con el 26%. En relación con este bajo porcentaje se ha de recordar lo
que anteriormente se ha dicho sobre el importante número de piezas
que no ha sido posible datar y que si pudieran serlo, aumentarían sin
duda y de un modo importante este porcentaje.
133-72a.c.
den.
Roma
Neronken
-.Massalia (?)
Untikesken
Kese
Ausesken
Eusti
Ilturo
Laiesken
Iltirkes
Lauro
Baitolo
Iltirta
Seteisken
Bolskan
Sekaisa
Arse
Saitabi
TOTAL
as
sem. quad.
1
1
1
3
2
13
2
2
tot.
1
1
1
ae
1
1
1
1
1
1
4
1
1
2
2
5
1
1
1
2
5
1
36
3
5
1
4
3
2
13
2
1
1
2
3
2
9
1
2
1
50
%
2
2
2
8
6
4
26
4
2
2
4
6
4
18
2
2
4
58
30
6
Del resto de las cecas del área catalana, las únicas que merecen
ser destacadas son Kese, de la que ya se había dicho en el período anterior que proporcionaba el mayor aporte, y Ausesken.
En segundo lugar circula el aprovisionamiento que procede de la
Cuenca del Ebro, que supone el 30% de la masa monetaria. De las cecas de esta zona la que más destaca es la de Bolskan que, de modo individual, aporta el 18%. La presencia en orden decreciente de importancia de las monedas de las cecas de Iltirta y Seteisken y probablemente Kelse, nos lleva a pensar que las relaciones entre la región en la
que se encuentra Burriac y el Valle del Ebro se establecerían a través
del Valle del río Segre, dado que las que se dan entre Ilerda y el Valle
del Ebro, en este período, se encuentran plenamente atestiguadas a
través de la composición del lote 1 de los tesoros de Azaila (33).
1
(33) Véase su composición en las pp. 24-25.
[page-n-362]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
361
Las dos zonas restantes que intervienen en el aprovisionamiento
son la Galia, con el 4%,cuya presencia se explicaría por las mismas
razones que lo hacen en Emporion, aunque en el caso de Burriac acusaría, por su posición más hacia el Sur, una pérdida en intensidad de
hallazgos y circulación.
Roma interviene ahora de un modo muy marginal con el 2% del
total del numario del período, después de su ausencia en el período
anterior, que contrasta con la romanización que se produce en el yacimiento en el que las cerámicas campanienses aparecen profusamente.
En estas fechas, 133-72 a.c., Burriac recibe la mayor alimentación monetaria, como bien pone de manifiesto la relación de monedas
por año que se sitúa en 0'81.
El nivel de aprovisionamiento desciende considerablemente hasta
el punto que sólo conocemos dos piezas del taller de Kese -no se debe
olvidar que durante este período funcionaron muy pocos talleres-. No
se tiene noticia de hallazgos de monedas romanas que pertenezcan a
estas fechas ni tampoco de las primeras acuñaciones bilingües. En lo
sucesivo, Ilturo en ningún momento volverá a recuperar el nivel de
alimentación que tuvo durante los años 133-72 a.c.
Parece evidente que Burriac, no ya en estas fechas, sino en el
período anterior, habría perdido probablemente la casi totalidad de
sus habitantes, ya que del hallazgo de dos monedas de AE, una de
t otra de Tarraco de este mismo emperador, no
Treveris de ~ u ~ u sy o
puede desprenderse el mantenimiento del hábitat en el yacimiento,
indicando únicamente que no dejó de ser frecuentado por la causa
que fuere.
A continuación ofrecemos el cuadro de los hallazgos agrupados en
un período que engloba las acuñaciones efectuadas entre el 195 y el
27 a.c., para dar cabida a todas las piezas de las que se desconoce su
exacta cronología, aun cuando muy pocas debieron ser acuñadas después del 72 a.c. (mapa 16).
[page-n-363]
362
195-27a.c.
Carthago
Roma
Neronken
Massalia
Untikesken
Kese
Ausesken
Eusti
Eusti u Ore
Ilturo
Laiesken
Iltirkes/ken
Lauro
Baitolo
Ieso
Abariltur
Iltirta
Kelse
Seteisken
Bolskan
Kaiskata
Seltaisa
Arse
Saitabi
Ikalkusken
Castulo
Ebusus
Inciertas
Total
LA CIRCULACION MONETARIA DE
LA TARRACONENSE
den. vict. as sem. quad. ae
1
1
1(F)
1
4
3
3
2
13
3
1
1
1
1
42
2
1
1
2
4
3
2
1
3
1
1
6
1
1
1
1
1
2
2
5
1
1
2
1
5
1 4 3
6
9
1
1
1
4
66
tot
% 15
'
10'76
2 1'53
1 0'76
10'76
6 4'61
1 10'76
4
3 2'30
2 1'53
10'76
57 43'84
3 2'30 73'8
3 2'30
2 1'53
3 2'30
10'76
1 0'76
4 3'07
2 1'53
2 1'53
9 6'92 14'6
10'76
1 0'76
2 1'53
1 0'76 3'0
1 0'76
10'76
10'76
4 3'07
130
En el cuadro que ahora comentamos se aprecia que la mitad de la
masa monetaria circulante procede de su propia ceca, que cubre el
43'51%. Debido a la inclusión en el cuadro de las piezas no datadas,
aumenta de modo importante el porcentaje que aporta la ceca de Ilturo y el de las que se ubican en el área de la actual Catalunya. En orden de importancia siguen las de la Cuenca del Ebro y de la zona valenciana. El resto de las zonas y cecas, entre las que se encuentran las
de la Galia y Roma, continúan siendo escasas y marginales.
[page-n-364]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
363
Mapa 16. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilturo (Burriac),según
los hallazgos esporádicos, durante los años 195-27 a.C: 1, Untikesken; 2, Eusti; 3, Ausesken;
4, Iltirkesken; 5, Laiesken; 6, Lauro; 7, ilturo; 8, Baitolo; 9, Kese; 10, Ieso; 11, iltirta; 12, Seteisken; 13, Kelse; 14, Bolskan; 15, Kaiskata; 16, Sekaisa; 17, Arse; 18, Saiti; 19, Ikalkusken; 20, Castulo; 21, Ebusus. No se cartea Abariltur. Clave de símbolos en pág. 524.
ILURO (Mataró, Barcelona)
La antigua ciudad de Iluro se encuentra enclavada en el solar de
la actual Mataró y muy próxima a Cabrera de Mar, en cuyo término
se ubica Ilturo (Burriac). Sobre los orígenes de Iluro no existe una
coincidencia de pareceres, situando su fundación en momentos muy
diversos que van desde el siglo 111 a.c. hasta la época augústea (34).
La muestra de monedas que hemos podido reunir procede de diversos puntos de su término municipal, incluida lógicamente su propia ciudad, como son Torre Llauder, Can Xammar, Riera de Sant Simó o Caputxins. El número total de monedas de que disponemos para
los años en que centramos nuestro estudio es de 63, que se distribuyen del siguiente modo:
(34)
Sobre esta cuestión véase CMRiANA, 1977,p. 57; y la bibliograña que en él se cita
[page-n-365]
3 64
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tot.
Antes del 195
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
%
1 1'58
52 82'53
8 12'69
2
3'17
mla
0'30
0'11
0'15
Antes del 195 a.C.
Sin querer entrar en la discusión sobre el momento de la fundación de Iluro, el hallazgo de una moneda de A de Rhode, cuya acuR
ñación se realizó probablemente a principios del siglo 1 1 a.c., puede
1
ser un indicio de la existencia de un poblamiento en la zona, aunque
la aparición de una sola pieza no es en modo alguno significativa.
La estructura de aprovisionamiento de la zona introduce algunas
diferencias en relación con las que presenta Ilturo, ya que el porcentaje con que algunas zonas entran a formar parte de la circulación
monetaria difiere en unas cantidades que no son nada desdeñables.
Las cecas a las que pertenecen las piezas recuperadas son:
,195-27 a.c.
Roma
Neronken
Kese
Eusti
Ilturo
Iltirkes
Lauro
Baitolo
Iltirta
Kelse
Seteisken
Eso
Bolskan
Iaka
Belikiom
Sekia
Bilbilis
Ebusus
Inciertas
TOTAL
den. quin.
3
1
as
1
1
1
1
11
sem.
ae
1
10
1
1
1
2
1
1
1
3
1
1
1
1
3
3
1
28
4
6
14
tot.
5
1
2
1
21
1
1
1
2
1
1
1
3
1
1
1
1
3
4
52
%
9'61
1'92
3'84
1'92
40'38
51192
1'92
1'92
1'92
3'84
1'92
1'92
1'92
5'76 23'07
1'92
1'92
1'92
1'92
5'76
7'69
[page-n-366]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CNDADES
365
Por lo que se refiere a las distintas cecas que constituyen la masa
monetaria (mapa 171, se ha de señalar previamente que, en su gran
parte, sólo están representadas por un ejemplar y la ceca que más lo
hace, exceptuada Ilturo, es Roma, con 5 piezas. Estando así las cosas,
los talleres que más sobresalen son Ilturo, que detenta el 40'38%; a
continuación, Roma con el 9'61%, seguida de Bolskan y Ebusus, aportando cada una de ellas el 5'76%.
Mapa 17. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Iluro (Mataró),
según
los hallazgos esporldicos: 1, Iaka; 2, Eso; 3, Eusti; 4, Emporion; 5, Lauro; 6, Iltirkesken; 7,
Bolskan; 8, Sekia; 9, Iitirtablerda; 10, Baitolo; 11, ilturo; 12, KeselTarraco; 13, Seteisken;
14, Kelse; 15, Bilbilis; 16, Belikiom; 17, Carthago Nova; 18, Ebusus. Clave de símbolos en
pág. 524.
En relación con el cuadro de Ilturo que agrupa las acuñaciones de
los años 195-27 a.c., se puede comprobar que la participación de las
cecas del área catalana en Iluro es mucho menor que en Ilturo, ya que
en esta última las cecas de Kese y Untikesken tenían una fuerte participación en la circulación monetaria, mientras que en la muestra que
ahora comentamos, Kese sólo aporta 2 piezas y Untikesken se encuentra ausente. Además, la segunda posición en orden de importancia la
mantiene el taller de Bolskan, situado fuera del área catalana. Tam-
[page-n-367]
366
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
bién la participación de la ceca de Roma y de Ebusus difiere notablemente de una a otra muestra.
En cuanto al aprovisionamiento agrupado por zonas geográficas,
aunque no se modifican las posiciones de orden en Ilturo e Iluro, sí
que se alteran los porcentajes obteniendo una mayor participación las
cecas de la Cuenca del Ebro y de Roma, a costa de la disminución de
la representación de los talleres del área catalana. .
Es interesante poner de relieve en relación con el aporte de las cecas catalanas, la mínima representación que tiene la ceca de Baitolo
tanto en Iluro como en Ilturo, a pesar de su extrema proximidad y de
la orientación de su dispersión hacia el Norte, en donde se encuentran
ambas ciudades, motivado quizás por la circulación local de sus acunaciones (mapa 18) y la brevedad de las mismas.
De las 52 monedas que constituyen el período sólo conocemos con
seguridad la cronología de 16 y, de ellas, ninguna remonta su fecha
de emisión a los años anteriores al 133 a.c. Unicamente dos lo hacen
con posterioridad al 72 a.c., tratándose estas Últimas de un as de Iaka
y un denario legionario de M. Antonio.
Las monedas que conocemos emitidas durante estos años son
numéricamente inferiores a las que disponíamos para los años anteriores, lo mismo sucede con la relación de monedas por aiío que en el
período 195-27 a.c. era de 0'30 y ahora es de 0'1 1 para los años 27
a.c. y 4 d.C.
1
27 a.c.-41 d.C.
Palestina
Emporion
T arraco
Ilerda
Carthago Nova
*
as
sem. quad.
2
2
1
tot.
%
2
1
ae
2
1
2
2
1
25
12'5
25
25
12'5
El aprovisionamiento queda limitado a las cecas más próximas
dentro de la Tarraconense (mapa 17).Se documenta la presencia de
las acuñaciones de Emporion hasta ahora ausentes, y a los contactos
mantenidos con esta ciudad, que no debieron ser muy prolijos, tiene
que atribuirse probablemente la presencia de las 2 piezas de Palestina, las cuales dentro de esta última ciudad y dentro de su rareza, detentan una participación apreciable.
[page-n-368]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
367
Mapa 18, - Dispedón de la ceca de Baitolo: 1, Empúries; 2, Vic; 3, Ametlla del Vallb; 4,
Alella; 5, Burriac: 6, Mataró; 7, Badalona; 8, Tur6 de Can Oliver; 9, Puig Castellar; 10, Montserrat; 11, Castellvi; 12, La Bleda; 13,Tmagona;14,Regalfari. Clave de símbolos en pbg. 524.
La zona de la Cuenca del Ebro que en los años precedentes tenian
una amplia gama de cecas representadas, se va a ver sensiblemente
reducida y va a mantener, aunque ello se deba a la pura casualidad,
el mismo porcentaje de representación que en aiios anteriores.
[page-n-369]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
368
La deficiente alimentación que tuvo la zona de acuñaciones
romano-imperiales se advierte, con su ausencia, tanto en esta muestra como en la de Ilturo, aunque no consideramos por ello que no pueda admitirse una modesta alimentación, que sólo será mayor en aquellas ciudades en las que por sus funciones e importancia estuvieron
más vinculadas con Roma.
El numario recogido durante el reinado de Claudio 1se reduce a 2
ases, de los que 1 es de Roma y del otro se ignora si es local u oficial.
La estructura que posee Iluro, con una relación de monedas por año
de 0' 15 y con un mínimo aumento con respecto a los reinados de los
tres primeros emperadores, no se ajusta al que presentan los lugares
de población con una relativa importancia, en los que el alza que se
registra en el aprovisionamiento durante Claudio suele ser considerable. De ello podría desprenderse que, aunque la precariedad de monedas fuese similar a la de otros yacimientos, las necesidades que de
ella tuvo la ciudad destinada a una economía de mercado fueron bastante más reducidas.
Ha sido publicado recientemente un estudio por J. M. Gurt, en el
que se analizan los hallazgos monetarios de época imperial procedentes del área rural comprendida entre Iluro y Baetulo (35);parte de los
hallazgos que presenta y del área geográfica sobre la que se efectúa el
estudio, son concurrentes con la que hemos presentado, referida exclusivamente a Iluro. Las acuñaciones que se citan en el referido trabajo, acuñadas entre el 27 a.c. y el 54 d.C., son las siguientes:
Aug.
27 a.c.-54 d.C.
Roma
Local
Lugdunum
Carthago Nova
Emerita
Ilerda
Tarraco
TOTAL
b
Tib. Claud. tot.
4
3
10
1
1
i
10
1
1
1
4
4
10
7
6
11
1
4
13
10
34
%
20'58
29'41
2'94
2'94
2'94
11'76
29'41
Entre esta muestra y la que nosotros hemos presentado de Iluro
para estos mismos años existen diferencias considerables que, sin lugar a dudas, provienen de la precariedad de ambas muestras. Quizás
entre las consideraciones más importantes que pueden entresacarse
(35)
GURT, 1979-b,pp. 71-81.
[page-n-370]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
369
del cuadro es, por un lado, la importancia del aprovisionamiento que
realiza el taller de Tarraco que nosotros sólo habíamos visto insinuarse. Por otra parte, la participación del numario romano-imperial es, a
nuestro entender, excesivamente elevado en relación con lo que se ha
visto en Emporion y lo que se apreciará en las distintas ciudades de
nuestro marco geográfico, excluidas las Baleares.
Por último, el aprovisionamiento de Claudio 1, aunque bastante
superior al que nosotros hemos registrado como comenta su autor, se
encuentra todavía por debajo del alza que se registra durante este
emperador en la ciudad de Baetulo (36)y en otras ciudades peninsulares, atribuyéndolo, y nosotros compartimos su opinión, a la procedencia rural o semirural de las monedas del cuadro presentado.
BARCINO (Barcelona)
La Colonia Iulia Augusta Paterna Faventina Barcino (37)se fundó
en época de Augusto y en ella, al igual que en el resto de las colonias
augústeas de Hispania, se asentaron veteranos de las Guerras Cántabras, aunque se desconoce a qué legión o legiones pertenecían los que
lo hicieron en Barcino.
La fundación de la colonia ex novo, a priori presenta múltiples
problemas ya que, como apunta Balil, el establecimiento de una colonia en el mundo romano no va aparejado necesariamente con la implantación de personas en un lugar deshabitado, sino que se escogían
con preferencia zonas con la existencia de una mínima urbanización
(38).
Dentro de la problemática de la existencia o no de una población
anterior a la fundación de la colonia que utilizara el apelativo de Barcino, Barcilo o Barkeno, se circunscriben las distintas noticias que de
ella nos dan los textos literarios antiguos (39)y la existencia de dracmas ibéricas de imitación ampuritana (40).
Las 28 monedas que se conocen proceden, en su mayor parte, de
las excavaciones realizadas en el casco antiguo de Barcelona, y se
encuentran depositadas en el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona. La circulación monetaria de la colonia ha sido estudiada concienzudamente, en dos ocasiones, por M. Campo y J. O. Granados
(36)
(37)
(38)
(39)
(40)
GURT, 1979-b, p. 72; compruébese este extremo en GURT, 1978, pp. 213-219.
BALIL, 1964; CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 225, nota 2.
BALIL, 1964, pp. 43-44.
AVIENO, 520; AUSONIO, ep. XXVII-68.
GUADAN, 1970, clase XII-IV-XXIV, núm. 864-847; JENKINS, 1979, núm. 646.
[page-n-371]
370
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
(41).Por ello, nosotros sólo vamos a realizar algunas consideraciones
ya que, básicamente, vamos a utilizar la misma muestra de hallazgos
y no vamos a repetir lo que ya se ha dicho. Las monedas que componen la muestra se agrupan del modo siguiente:
tot.
Antes del 195
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
1
10
10
7
28-
%
mía
3'57
35'71 0'05
35'71 0'18
25
0'53
-
Antes del 195 a.C
.
Con anterioridad a la primera década del siglo 1 a.c. se conoce
1
una moneda (cpúnica)),de la que se ignoran mayores detalles; no obstante su aparición, pertenezca a la ceca de filiación púnica que sea, no
es anormal ya que en una posición mucho más al Norte y a la vez
abundante, se encuentran los hallazgos de monedas de esta filiación
en Emporion y Ullastret.
195-27 a.c.
as
Roma
Eusti
Ausesken
Iltirta
Bolskan
Obulco
Gades
TOTAL
2
1
2
1
1
1
8
I
sem.
ae
1
1
1
1
tot.
%
1
3
1
2
1
1
1
10
1O
30
10
20
10
lo
10
40
30
20
*
En la información que nos proporciona el cuadro, llama la atención la inexistencia de las cecas situadas en su entorno más inmediato, como pudieran ser Laiesken, Ilturo y Baitolo o, incluso ampliando
el marco, Kese, y que sólo estén representadas Eusti y Ausesken, a pesar de que el cuadro pueda parecer que ofrece un aprovisionamiento
(41) CAMPO-GRANADOS, 1979, pp. 57-69; id., 1978, pp. 221-240, en donde se encontrará una detallada explicación sobre el contexto arqueológico de los hallazgos e histórico de
la ciudad.
[page-n-372]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
37 1
normal, debido a que las cecas catalanas aportan un 40% de la masa
monetaria y las pertenecientes a la zona de la Cuenca del Ebro, el
30%. Estos últimos porcentajes se encuentran en la línea de lo que
hasta ahora se ha visto en las muestras de Ilturo e Iluro, aunque aquí,
en Barcino, el porcentaje con que están representadas estas últimas
es bastante más elevado (42).
Esta procedencia peculiar del aprovisionamiento (mapa 19) nos
induce a pensar en la posible falta de representación de la muestra, lo
cual no se encontraría en contradicción con la idea de Campo-Granados (43), quienes afirman que estas piezas constituyen una circulación residual, aunque, aun así, no sabemos si se podría explicar la disparatada presencia de cecas en la masa monetaria, en la que del área
catalana están ausentes los talleres más próximos y más potentes.
El aprovisionamiento es, durante este período, más numeroso que
en el anterior, como lo pone de manifiesto la relación de monedas por
año que era de 0'05 y ahora pasa a ser de 0'18 para los años 27 a.c.41 d.C., y de 0'53 durante el reinado de Claudio 1. Las cecas en las
que se distribuyen las acuñaciones de los tres primeros emperadores
son las siguientes:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Lugdunum
Tarraco
Ilerda
Inciertas
den.
dup.
as
1
quad.
ae
tot.
%
1
2
2
2
3
1
2
20
20
30
10
20
2
3
1
La muestra ratifica la importancia que adquiere Tarraco en el
aprovisionamiento de la zona (mapa 19) que lógicamente debería tener una mayor participación conforme nos acercamos hacia el Sur y,
a la vez, contrasta con su ausencia en época republicana.
La alimentación que se observa procedente de Roma es muy importante ya que, si a la de esta ceca unimos la que proviene del taller
imperial de Lugdunum, en conjunto aportan el 40%de la masa mone(42) Nos parece excesivo el protagonismo que la muestra concede a las cecas de la
Cuenca del Ebro. Sin embargo, este protagonismo se ve todavía elevado a unos límites insospechados en el lote de monedas.de la zona de Granollers, incluyendo las que se encuentran
depositadas en el Museo (véase la relación de estas monedas en la página 98).
(43) CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 230; id., 1979, p. 59.
[page-n-373]
372
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
taria de los años 27 a.c.-41 d.C. Estos porcentajes sólo pueden explicarse por la precariedad de la muestra, aunque admitimos la posibilidad de una participación notable de este numario.
Mapa 19. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Barcino, según los hallazgos esporádicos: 1, Eusti; 2, Ausesken; 3, Bolskan; 4, iitirtahlerda; 5, Tarraco; 6, Obulco;
7, Gades. Clave de símbolos en pág. 524.
La colonia de Barcino no puede considerarse, según se desprende
de los hallazgos numismáticos, como un punto con actividad y circulación monetaria importante ni en los años anteriores a su constitución como colonia ni durante la primera mitad del siglo 1 d.C., sino
que para ello habrii que esperar al siglo 11 d.C. (44),periodo éste al
que pertenecen los hallazgos arqueológicos de mayor. relieve.
KESE-TARRACO (Tarragona)
La ciudad de Kese-Tarraco, situada al Norte de la desembocadura
del río Ebro, quedó bajo control romano poco tiempo después de su
desembarco de la Península Ibérica, recibiendo el apelativo de Scipionis Opus (45). Durante el periodo de César adquiere la condición de
(44) CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 230; id., 1979, p. 59.
(45) PLINIO, N.H., 111, 3, 21.
[page-n-374]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
373
Colonia, denominándose Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, y en el reinado de Augusto pasará a detentar la capitalidad de la Provincia Tarraconense (46).La vida de la ciudad, desde entonces, no se ha extinguido en ningún momento.
En la actualidad disponemos para el análisis de su circulación
monetaria de dos muestras. La primera de ellas está compuesta por
los hallazgos efectuados en las excavaciones realizadas en el subsuelo
de la ciudad (47),a los que se han añadido los hallazgos esporádicos
publicados por Mateu y Llopis, y a la que denominaremos Urbs. La segunda engloba las acuñaciones recuperadas en el transcurso de las
excavaciones de la necrópolis paleocristiana de Tarraco (48),que ha
sido recientemente objeto de su estudio numismática por L. Avellá
(49).
Además de estos dos lotes, existe un tercero formado por las monedas que se encuentran depositadas en el Museo Provincial de Tarragona, sin procedencia conocida, las cuales, ante las distintas proporciones en las que intervienen los diversos aprovisionarnientos monetarios de cecas y áreas geográficas y la ausencia de una muestra
numerosa de la propia Kese-Tarraco o de un lugar próximo, hemos
considerado que en su totalidad no pertenecen ni a la ciudad ni a la
zona circundante y, por esto mismo, no se van a incluir en el análisis
de la circulación monetaria de la ciudad; aunque al final daremos en
un anexo las cantidades con que están representadas las cecas y zonas geográficas según mejor convenga, ya que la relación detallada se
puede encontrar en el inventario, en la voz Tarragona.
Las monedas procedentes de la Urbs y de la necrópolis no ofrecen
una suficiente cantidad como para poder ser analizado el período republicano posterior al 195 a.c. en diversos grupos. Por lo tanto, las
acuñaciones recuperadas se enrnarcan del siguiente modo:
tot.
Antes del 195 a.c.
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
(46)
(47)
(48)
(49)
%
d a
3
53
21
19
96
3'12
55'20
21'87
19'79
0'31
0'30
1'46
BALIL, 1966, PP. 625-626.
SERRA VILARO, 1932.
SERRA VILARO, 1928, 1929 y 1935; TULLA-BELTRAN-OLIVA, 1927.
AVELLA, 1979, pp. 52-76. Reiteramos nuestro agradecimiento a esta investigado-
ra por haber podido disponer del estudio inédito del catálogo de las monedas en ella aparecidas.
[page-n-375]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
374
Antes del 195 a.C.
Las piezas más antiguas que han aparecido en los hallazgos esporádicos se remontan a los últimos años del siglo 111 a.c. y pertenecen
a emisiones relacionadas con los acontecimientos de la Segunda Guerra Púnica. Las cecas a que pertenecen son:
Roma
Hispano-cart.
Kese
1
.
Necrópolis
total
1
1
Urbs
1
1
1
La cantidad de piezas recuperadas es mínima pero ilustra la distinta repartición de las cecas que circularon en estas fechas en la ciudad. Al hablar de este período es obligado hacer mención de la supuesta acuñación de las dracmas ibéricas de imitación ampuritana
con leyenda Kose (50)y Taraconsalir (51);de esta última no se conoce
en la actualidad ningún ejemplar con el que se pueda verificar su
existencia, considerándola Guadán (52) como un tipo de acuñación
inexistente. Con respecto a la dracma con leyenda Kose, Villaronga
(53)recientemente ha presentado la misma pieza que conoce Guadán
(54)y por delante del signo Ko lee el signo Ti, concluyendo que la leyenda completa es Tikose, debiéndose desvincular ambas definitivamente de la ciudad de Kese.
En suma, con anterioridad a la Segunda Guerra Púnica no conocemos ningún tipo de hallazgo esporádico, aunque sí tuvieron conocimiento de la moneda como lo demuestra el hallazgo del tesoro de Tarragona, de principios del siglo 111 a.c., compuesto en su mayor parte
por fraccionarias ampuritanas y óbolos massaliotas. Se debe pensar
por consiguiente, que el uso de la moneda debió ser escaso y tan sólo a
partir de estos acontecimientos bélicos fue cuando la moneda adquiere una significación notoria, hasta el punto de que a fines de este siglo
111 a.c. la ciudad abrirá su propio taller (55).
En este período la ciudad va a adquirir un despegue inusitado en
(50)
(51)
(52)
(53)
(54)
(55)
GUADAN, 1970, núm. 865.
DELGADO, 1876, lám. CXXXI-150.
GUADAN, 1968, pp. 322, 338, 352 y 368.
VILLARONGA, 1979-a,p. 113, núm. 240.
GUADAN, 1970, núm. 865.
VILLARONGA, 1971, pp. 51-70;MARCHETTI, 1978, pp. 399-405.
[page-n-376]
375
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
el que se incrementará la producción de su taller de acuñación, abierto pocos años antes del 195 a.c. Las 52 piezas halladas emitidas en
este período pertenecen a:
195-27 a.c.
Roma
Massalia
Kese
Baitolo
Iltirta
Kelse
Bolskan
Bilbilis
Arse
Gades
Ebusus
TOTAL
Urbs
Necrópolis
1
2
18
1
1
23
1
1
1
1
1
1
26
1
27
tot.
1
2
41
1
1
1
1
1
1
1
2
53
%
1'88
3'77
77'35 79,24
1'88
1'88
1'88 7154
1'88
1'88
1'88
1'88
3'77
La presencia de cecas extrapeninsulares es míñima; está representada exclusivamente por las cecas de Roma y Massalia, con un
ejemplar y dos ejemplares, respectivamente, y porcentualmente el
aporte es despreciable. No queremos tampoco af"mar que estas proporciones, en especial la de la ceca de Roma, se ajusten estrictamente
a la realidad, aunque sí que consideramos que debe ser tomado como
una orientación sobre el precario aprovisionamiento que esta ceca debió aportar a la ciudad cuyo numario, acuñado abundantemente, satisfizo, en una elevada proporción, sus necesidades. Como punto de
comparación se puede tomar el numario republicano recogido en Serra de 1'Espasa (56), en donde éstas aportan el 2'27%.
De entre las cecas peninsulares (mapa 20), como es lógico, la ceca
de la ciudad es la que acapara y proporciona la mayor cantidad de la
masa de nurnario circulante, con el 77'35%, cantidad ésta que se encuentra condicionada por la amplia variedad de emisiones y la cantidad de moneda que se batió de cada una de ellas. La expansión prioritaria que esta ceca adquiere hacia el área de la actual Catalunya (mapa 2 l ) , no se encuentra correspondida por una circulación de acuñaciones de talleres de esta misma zona, que ni tan siquiera es débil, por
cuanto que sólo se conoce un ejemplar de Baitolo (57).
(56) Véase la página 382.
(57) Compárese la dispersión de la ceca de Kese en el mapa 21, con la presencia de cecas del área catalana en esta ciudad durante los años 195-27 a.c., en el mapa 20.
[page-n-377]
376
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Queremos hacer notar la ausencia de acuñaciones de AR de Kese
que, aunque la cantidad de piezas que se acunaron con este metal fuer a relativamente corta (58),
debieron de circular lógicamente en la
ciudad en la que se emitieron. También hemos de señalar la existencia de un elevado número de divisores que se han recuperado y que la
ceca acuñó dentro de una serie completa de valores que manifiestan
con toda claridad una función de medio de cambio, no sólo para grandes transacciones sino también para modestas y pequeñas que no hubiesen tenido objeto de ser sino hubiera existido previamente una mínima necesidad de ellas.
Mapa 20. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de KeselTarraco, según
los hallazgos espor&dicos: 1, Bolskan; 2, Iltirtahierda; 3, Baitolo; 4, Bilbilis; 5, Kelse; 6, Kesenarraco; 7 , Arse; 8, Carthago Nova; 9, Gades; 10, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
La segunda y última zona que aporta una cantidad de numario
que merece ser destacada es la de la Cuenca del Ebro, con el 7'54%.
Ninguna de las cuatro cecas representadas tiene un mayor predominio sobre las demás, ni tan siquiera Iltirta y Kelse a través de las cuase
(58) Según estimaciones de VILLARONGA, 1982-b, conocen en la actualidad 34 cuños diferentes de denarios de Kese frente a 68 de Iltirta.
[page-n-378]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
377
Mapa 21. - Dispersión de la ceca Kese/Kesse: 1, Calabuig; 2, Roses; 3, EmpÚnes; 4, Segaró;
5, Alt Empardi; 6, Banyoles; 7, La Barroca; 8, üksiret; 9, Lloret de Mar; 10, Hostalric; 11,
Solsona; 12, Balsareny; 13, Sant Miquel de Sorba; 14, Museo de Manresa; 15, Sant Martí de
Cartellas; 16, Puiggraciós; 17, Torre Roja; 18, Odena; 19, Las Soleyas; 20, Villar del Met; 21,
Sabadell; 22, Can Rosell; 23, Burriac y Can Rodon de 1'Hort; 24, Caputxins; 25, Badalona;
26, Comarca de El Penedés; 27, La Rovira Roja; 28, Hort Gran; 29, El Vilar; 30, Vendrell; 31,
Vida d'0rdi; 32, Sant Marti Sarroca; 33, Bellvei; 34, Darró; 35, Olérdola; 36, Huesca; 37,
Aragon; 38, Estinglells; 39, Secá de Sant Pere y Lleida; 40, Belianes; 41, Serra de la Llena;
42, Azaila; 43, Bajo Aragón; 44, Coll del Moro; 45, Sant Miquel (Vinebre); 46, Serra de 1'Espasa; 47, Tarragona; 48, El Som; 49, Fullola; 50, Morena; 51, La Balaguera; 52, La Torre;
53, Los Villares; 54, Valencia; 55, L'Illa de Cullera; 56, Museo de Alcoi; 57, Tossal de la Cala;
58, Museo de Alacant; 59, El Monastil; 60, Región de Murcia; 61, Eivissa; 62, Puig d'en Canals; 63, L'Alcudia; 64, Menorca.
[page-n-379]
378
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
les se articularía la penetración de la ciudad de Kese hacia el interior
y viceversa del Valle del Ebro a la costa mediterránea.
Al igual que ocurre con las cecas extrapeninsulares, el resto de los
talleres ubicados fuera del área catalana y de la Cuenca del Ebro, intervienen en la circulación monetaria de un modo muy marginal, de
entre ellas destaca Ebusus.
A tenor de lo que antecede podemos deducir, siempre y cuando
nuevos datos no demuestren lo contrario, que la circulación monetaria en Kese durante este periodo estuvo sustentada básicamente con
sus propias acuñaciones, como también tiende a ratificarlo el hallazgo
del tesoro de la cantera de Corromput, compuesto por 1.000 ases de
Kese, y cuya potencia de acuñación fue una de las más importantes
razones por las que se impidió la entrada en la circulación de otro tipo
de numario y jiistificaría, muy probablemente, la ausencia de otros
talleres en un entorno considerablemente amplio, en especial, a lo largo de la franja mediterránea.
La evolución de la ciudad debió ser de continua expansión desde
los últimos años del período republicano, en que Cesar la convierte en
colonia, y durante los primeros años del Imperio, en que con Augusto
se convierte en capital de la Provincia Tarraconense, como a priori
dejan intuir estos acontecimientos. Sin embargo, los hallazgos numismáticos manifiestan un mantenimiento de la cantidad de numario
que recibe la ciudad que, durante los años 27 a.c.-41 d.c., se concreta
en las siguientes cecas (mapa 20):
Urbs
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Lugdunum
Tarraco
Ilerda
Bilbilis
TOTAL
Necrópolis
2
total
2
1
11
1
1
i
4
1
15
3
1
13
9
%
9'0913.63
4'54
68'18
13'63
18.18
4'54
22
2
Después del cese de la actividad del taller de la ciudad en la primera mitad del siglo 1 a.c., se inician de nuevo las acuñaciones bajo
Augusto a partir del 2 a.c., en que este emperador recibe el título de
Pater Patriae, esta vez con leyenda latina, como le correspondia en
virtud de su situación jurídica. La cantidad de numario que aporta la
ceca de la ciudad, Tarraco, desciende en relación a la de los años an-
[page-n-380]
379
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
teriores aunque, según la muestra, continúa siendo la ceca que con
mucho predomina dentro de la circulación monetaria con el 68' 18%.
A continuación se encuentran las acuñaciones de la Cuenca del
Ebro representadas por Ilerda y Bilbilis, que aportan el 18'18%. La
mayor participación de esta zona en la masa monetaria de Tarraco
podría ser parangonable con la elevada proporción con que esta zona
forma parte del numario circulante en la comarca de El Penedés (59),
hecho que se explicaría por encontrarse Tarraco frente a una vía de
salida del Valle del Ebro hacia el litoral mediterráneo.
El numario romano tanto imperial como senatorial detenta, en este período, una posición bastante más elevada que en el anterior y
quizás pudiera explicarse por tener una vinculación mucho más directa con Roma, como consecuencia del emplazamiento en ella de la
capitalidad de la provincia.
Conviene precisar que en el aprovisionamiento de estos años (27
a.c.-41 d.c.) están ausentes las acuñaciones de Caligula; que del reinado de Tiberio sólo se conocen 4 ejemplares ( 18' 18%) del de Augusy
to 18 (81'8 1%).Con ello, se observa que la cadencia de alimentación
durante estos tres reinados del Imperio no es, ni con mucho, regular.
La muestra más próxima con la gue se podría comparar es la de la comarca de El Penedés (60), donde las proporciones, aunque manifiestan también un predominio mayor del aprovisionamiento con acuñaciones de Augusto, estas cantidades son menos extremas, perteneciendo el 33'33% a Tiberio y el 66'66% a Augusto.
Con Claudio 1 la ciudad rejuvenece su numario de modo importante y supera ampliamente la alimentación que hasta ahora se había
registrado, como queda bien patente en la relación de monedas por
año, que durante los años 27 a.c.-41 d.C, era de 0'30, y durante el reinado de Claudio asciende a 1'46. Por lo que se refiere a la distinta circulación de emisiones de Roma y locales, la escasez de monedas de
las que con certeza se ha realizado esta distinción, no permite extraer
conclusiones sólidas aunque predominen las locales. Las piezas se reparten del siguiente modo:
41-54 d.C.
Roma
Local
Dudosas
TOTAL
( 5 9 ) Véase la página 3 8 5 .
( 6 0 ) Véase la página 385.
Urbs
Necropolis
total
%
4
6
4
6
9
19
21'05
31'57
47'3 6
7
2
7
12
[page-n-381]
380
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ANEXO
E1 Monetario del Museo Provincial de Tarragona.
A continuación vamos a exponer un cuadro resumen referente a
cada uno de los periodos con que se agrupan las acuñaciones realizadas con anterioridad al 195 a.c., del 195 al 27 a.c. y del 27 a.c. al 41
d.C., a título orientativo de la composición del mencionado monetario.
Como anteriormente se ha dicho en los diversos análisis y comparaciones con otras muestras, hemos intentado abstraer las cantidades
con que deberían entrar a formar parte de la masa monetaria de la
ceca de la ciudad, la de Roma y la de las distintas áreas geográficas.
Ante la realidad que presenta la muestra del Museo de Tarragona,
que se podrá apreciar en los cuadros adjuntos, es posible deducir, como hizo J. C. Richard al estudiar las acuñaciones galas y republicanas
de este Museo, que el conjunto de monedas no puede ser utilizado par a el estudio de la circulación monetaria de Tarraco, aunque una buena parte de las piezas pueden ser de procedencia local.
Antes del 195 a.c.
Roma
Emporion
Kese
Sur Peninsular
- TOTAL
total
21
3
3
8
35
.195-27 a.c.
110
24
171
52
129
12
76
41
615
6O
8'57
8'57
22'85
total
Roma
Galia
Kese
Area Catalana
Cuenca Ebro y Meseta
Levante
Sur
Ebusus
TOTAL
%
40
%
17'88
3'90
27'80
8'45
20'97
1'95
12'35
6'66
21.78
78'21
[page-n-382]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
27 a.c.-41 d.C. (61)
total
%
Tarraco
Area Catalana
Cuenca Ebro y Meseta
Levante
Sur
Ebusus
TOTAL
66
18
103
36
45
1
269
381
24'53
6'69
38'28
13'38
16'72
0'3 7
SERRA DE L'ESPASA (Capasanes, Tarragona), SANT MIQUEL
(Vinebre, Tarragona) y L COMARCA DE EL PENEDES (BarceloA
na).
Junto con el yacimiento de Capsanes vamos a incluir un corto comentario de los hallazgos efectuados en el poblado ibérico de Sant Mique1 de Vinebre y de los que se han recogido en la comarca de El Penedés, como consecuencia de la debilidad numérica y la parcialidad
cronológica que estas muestras presentan.
El poblado ibérico de Serra de 1'Espasa (62) se encuentra a unos
100 metros al Norte de Capsanes, en la provincia de Tarragona. Los
restos de materiales arqueológicos que se conocen del yacimiento están depositados en el Museo Municipal de Reus y proceden de hallazgos superficiales y de un reducido número de catas realizadas en determinados lugares del mismo.
La cronología del yacimiento se encuentra bastante insegura, debido a la inexistencia de unas excavaciones efectuadas con un método
científico y de un estudio actual de los materiales. Aun así, al yaci1
miento se le otorga un período de existencia entre el siglo 1 1 y el 1
a.c., aunque han aparecido urnas de orejetas que podrían hacer remontar su cronología inicial y, en otros puntos de La Serra, tegulas romanas y cerámicas sigillatas.
Las 46 monedas recuperadas (63)proceden de hallazgos esporádicos efectuados en diversos puntos de La Serra. Excepto una didracma campaniense forrada y una moneda de Tarraco de Augusto, el
(61) No se incluyen las acufiaciones de Nemausus ni las romanas imperiales y senatoriales.
(62) VILASECA, 1958.
(63) Estas monedas han sido consideradas como un tesoro por GAGGERO, 1976, p. 68,
nota 49; cuando MATEU Y LLOPIS, H. M. 48, de donde toma la información Gaggero, dice:
((Halladosdispersos en un mismo lugar en el curso de diferentes búsquedas y excavaciones)).
Y por otra parte, VILASECA, 1958, p. 29 señala: c..
casi todas lo fueron al azar a lo largo de
varios años y dispersas en distintos puntos de la Serra)).
[page-n-383]
382
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
resto de las piezas se enmarcan en su totalidad dentro del período
195-27 a.c. y pertenecen a las siguientes cecas (mapa 22):
1 195-27 a.c. 1
Roma
Kese
Eusti
Iltirta
Kelse
Saltuie
Bolskan
Uarakos
Arse
Ebusus
Iber. Inciert.
TOTAL
den. as sem.quad.sext. ae tot.1
1
20
2
1
1
1
3
1
2
1
1
3
3
9
5
3
1
1
%
1 2'27
2 4 54'54
59,09
4'54
2
1 2'27
1 2'27
1 2'27 13'63
4'54
2
1
2'27
1
2'27
1
1 2'27
9 20'45
1 4 4
SERRA DE L'ESPASA
Mapa 22. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibérico de
Serra de l'Espasa, según los hallazgos esporldicos: 1 , Uarakos; 2, Bolskan; 3, Eusti; 4, Saltuie; 5, Iltirta; 6, Kelse; 7, Keseflarraco; 8, Arse; 9, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
I
[page-n-384]
La consideración más importante que se deduce del cuadro es que
el taller de Kese ocupa un puesto importante dentro de la masa de numario circulante en el yacimiento, con el 54'54%.Sin embargo, y pese
a la proximidad del yacimiento con Kese, las cecas de la Cuenca del
Ebro ocupan un porcentaje que no es en modo alguno despreciable, situándose, con el 13'63%,en segundo lugar. El resto de las cecas, entre
las que se encuentra Roma, mantiene una mínima representación que
en ningún caso excede de una pieza, correspondiéndoles el 2'27% de
la masa monetaria.
En relación con la paulatina disminución de influencia del numario de Kese, conforme nos adentramos hacia el interior en dirección al
Valle del Ebro, es interesante incidir sobre un lote de monedas recientemente publicadas por M. Campo (64)procedentes de las excavaciones de Sant Miquel de Vinebre (Tarragona),en donde todavía a una
distancia relativamente próxima de Kese, se invierten los porcentajes
de participación que habíamos visto en Capsanes. Como se podrá
apreciar en el cuadro inferior, las cecas de la Cuenca del Ebro aportan el 54'54% de la masa monetaria y la ceca de Kese tan sólo alcanza
el 27'27%.
195-27 a.c.
as
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Barskunes
Arse
Iber. Inciert.
TOTAL
3
3
1
1
1
quad. total
3
3
1
1
27'27
27'27
1
1
1
1
10
%
9'09
9'09
9'09
9'09
1
1
11
9'09
54.54
La situación hacia el litoral Norte en la muestra de monedas recogidas en la comarca de El Penedés (65),publicada por N. Rafel, aunque se encuentra de KeseITarraco a una distancia bastante comparable a la de Sant Miquel de Vinebre, la composición del numario es mucho más similar a la de La Serra de l'Espasa. Las monedas recuperadas en la comarca de El Penedés, acuñadas durante los años 195-27
a.c., pertenecen a las siguientes cecas (mapa 23):
(64) CAMPO, 1978-b, pp. 49-53.
(65) RAFEL, 1979, pp. 15-20. En él estudia las monedas inéditas de la colección Giró
Romeu, recogidas en la comarca, a las cuales ha añadido los hallazgos esporádicos ya publicados, procedentes de la misma comarca.
[page-n-385]
384
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Roma
a
r
ae
Kese
Lauro
Baetulo
Iltirta
Seteisken
Bolskan
Konterbia
Sekotias
Inciertas
2
16
1
1
14'2 %
14'2 %
51'42%
2
1
68'57 %
1
14'28 %
1
1
6
2'85 %
17'14 %
17'14 %
El cuadro pone de manifiesto que la expansión monetaria de Kese
y su influencia se ejerció de modo más intenso, a la misma distancia
hacia la zona litoral te que hacia el interior y el Sur de Hispania
(mapa 21). En relación con esta Última zona, debe tenerse presente
COMARCA DE EL PENEDES
Mapa 23. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la Comarca de El Penedés, según los hallazgos esporádicos: 1, Bolskan; 2, Lauro; 3, Caesaraugusta; 4, Seteisken;
5, Kesemarraco; 6, Bilbilis; 7, Sekotias; 8, Ercavica; 9, Castulo; 10, Romula.
Clave de
símbolos en pág. 524.
[page-n-386]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
385
que en Morella, la ceca de Kese ocupa el 6%de la masa monetaria de
los años 195-27 a.c. y que en la Moleta dels Frares se encuentra ausente.
De los años 27 a.c.-41 d.C., tan sólo de la comarca de El Penedés
se dispone de un número mínimo de piezas para poder ser comentada.
En el aprovisionamiento que tiene la zona, se observa que Tarraco no
tiene la preponderancia que en años anteriores tuvo con las emisiones
ibéricas, hasta el punto que Caesaraugusta casi iguala el porcentaje
que aporta Tarraco, y las acuñaciones de la Cuenca del Ebro, en su
conjunto, ocupan el 44'44% de la masa monetaria.
Por lo que se refiere a la circulación de las acuñaciones romanoimperiales, ésta es débil, manifestando nuevamente que hasta el 41
d.C. en ningún momento tuvieron una participación ni tan siquiera
considerable, realizando el mayor aporte de numario las acuiíaciones
tanto ibéricas como hispano-romanas. Según N. Rafel, el nurnario recogido es el siguiente:
En definitiva, la difusión del numario de Kese/Tarraco es bastante
más importante en lo que se refiere a las emisiones con leyenda ibérica que latina; y se orienta de modo más predominante hacia la franja
litoral, situada al Norte de su ciudad que hacia el Sur, especialmente
por debajo de la línea de Ebro, y hacia el interior, por cuanto que conforme nos adentramos en dirección a la Cuenca del Ebro, la densidad
de hallazgos va disminuyendo sensiblemente.
[page-n-387]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
386
L MOLETA DELS FRARES (Forcall, Castelló)
A
El poblado ibérico de La Moleta dels Frares (66)se encuentra situado en una muela con una altitud de 9 10 metros en el término municipal de Forcall, al Noroeste de la provincia de Castelló.
El yacimiento se encuentra en un punto estratégico, a partir del
cual se dominaba la vía natural de penetración desde el litoral valenciano al Valle del Ebro (67).Tuvo una larga perduración ya que, en
los niveles más profundos, se documenta una población datable en los
últimos tiempos de la primera Edad del Hierro que evolucionará ha1
cia la cultura Ibérica, alcanzando su cénit a mediados del siglo 1
a.c.; y posteriormente se romanizará, extinguiéndose la vida del yacimiento durante el siglo IV d.C.
Las monedas que vamos a utilizar para el análisis numisrnático
del poblado ibérico proceden en su mayoría de hallazgos esporádicos
superficiales efectuados en La Moleta, a excepción de un pequeño lote
de monedas que fueron recuperadas en las excavaciones que en este
poblado realizó E. Pla Ballester, en el año 1960. Disponemos de 39
piezas útiles para nuestro estudio, cuya distribución por períodos cronológicos es la siguiente:
total
41-54 d.C.
TOTAL
%
d a
5
39
12'82
0'38
La moneda más antigua que se ha encontrado hasta el presente y la
única que puede ser incluida en este período, es un denario romano tipo RRC, 204, 1, acuñado en el 152 a.c. Hemos de deducir forzosamente que si no existe un vacío de información, este poblado accedió
en un momento relativamente tardío a la utilización de la moneda como medio de cambio. Quizás sea más lógico inclinarse por la primera
opción, ya que en la franja costera mediterránea el uso de la moneda
1
se encontraba generalizado a partir de la primera mitad del siglo 1
a.c.
(66)
(67)
BALLESTER, 1968.
CHABRET, 1978, pp. 45-47.
PLA
[page-n-388]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
387
Los primeros síntomas de la utilización de la moneda van a aparecer definitivamente a partir del 133 a.c., y los valores de que se dispone son relativamente elevados, ases y denarios. Por consiguiente cabe
pensar que la utilización del numario se realizaría en unos niveles
muy reducidos, al no poder ser utilizado para las transacciones corrientes. Las cecas que están presentes en la masa monetaria del
período son:
133-72 a.c.
den
as
total
%
Roma
Saltuie
Bolskan
Iltirta
De todas las cecas, es Roma la que aporta mayor cantidad de piezas con una cronología de emisión distribuida a lo largo de todo el
período, sin existir ningún tipo de agrupación en unas fechas determinadas. Dentro de las acuñaciones de esta ceca destaca la mayor cantidad de monedas de A que de AE.
R
El resto de las cecas del período pertenecen en su totalidad a la
Cuenca del Ebro (mapa 24), que suponen dentro de la masa monetaria
el 57'14%; de ellas, sobresale Bolskan con 5 piezas, de las que 2 son
de AR. De esto se desprendería que el yacimiento se encontraría dentro de la órbita de circulación monetaria del Valle del Ebro, manteniendo unos contactos más extensos con esta zona que con el litoral.
Las monedas que no han podido ser incluidas dentro de los distintos
períodos no hacen más que ratificar esta inclinación hacia el Valle del
Ebro, aumentando su proporción en la masa monetaria puesto que se
trata de un as de Iltirta y un as de Kelse; 2 ases de Roma y 2 ases de
Saitabi.
En la composición de las cecas peninsulares encontramos a faltar
las cecas del litoral catalán, en particular la de Kese, que por su proximidad y abundancia de emisiones entendemos que debiera de estar
representada.
En los anos siguientes al 72 a.c. y hasta el 49 a.c., en que se fecha
la moneda más antigua de este período, no se conoce en el yacimiento
ningún tipo de numario. Las pocas piezas que se han recogido han sido acuñadas en su totalidad entre los años 49 y 27 a.c. Estas se redu-
[page-n-389]
388
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
cen a dos cecas, Roma, de la que se poseen 3 denarios, y Dertosa, de
la que la inclusión de un semis en estas fechas es dudosa aunque posible. Es evidente que el período de recesión que se documenta en la actividad de los pocos talleres peninsulares que continúan acuñando en
estas fechas, afecta más a las muestras más débiles numéricamente y
a las zonas con una economía menos desarrollada y éste puede ser
nuestro caso.
MOLETA DELS FRARES
Mapa 24. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibbrico de la
Moleta dels Frares, según los hallazgos esporádicos: 1, Emporion; 2, Bolskan/Osca; 3, Saltuie/Caesaraugusta; 4, Iltirt.a/Ilerda; 5, Tarraco; 6, Dertosa; 7, Arse; 8, Ilici; 9, Emerita.
Clave de símbolos en pág. 524.
En este período, durante los años 27 a.c.-41 d.c.,el yacimiento
muestra una orientación hacia la zona litoral (mapa 24), ya que el
predominio casi absoluto que detentaban las cecas del Valle del Ebro,
ahora no se manifiesta con la intensidad que cabía suponer después
de lo que se había observado en años anteriores.
El aprovisionamiento que se recibe en este período es distinto
según se trate del reinado de Augusto o Tiberio, y conviene matizarlo
[page-n-390]
389
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
porque la diferencia es notoria. A titulo meramente comparativo, la
relación de monedas por año es, durante el reinado de Augusto, de
0'29; mientras que el de Tiberio es de 0' 13.
L
27 a.c.-41 d.C.
as
Emporion
Tarraco
Ilerda
Osca
Caesaraugusta
Saguntum
Ilici
Emerita
Inciertas
TOTAL
1
3
1
1
1
sem.
ae
?
1
3
1
1
2
2
1
1
1
9
total
2
2
2
2
1
2
1
1
3
15
%
6'66
20
6'66
13'3 3
6'66
13'33
6'66
6'66
20
Por último, del período de Claudio 1existen 5 monedas que desconocemos si partenecen a emisiones oficiales o a imitaciones locales.
Puede ser significativo de un aumento de aprovisionamiento monetario, que dentro de la precaridad numérica de la muestra, se hayan encontrado estos ejemplares.
MORELLA (Castelló)
Morella se encuentra situada en las tierras altas del Noroeste de
la provincia de Castelló, en la comarca de El Maestrat, junto al límite
con la provincia de Teruel.
La construcción del impresionante castillo que se encuentra en lo
alto de la muela, ha impedido la conservación de restos de estructuras anteriores pertenecientes a las etapas ibéricas y romana, aunque
el poblamiento de estos años queda probado por la existencia de cerámicas ibéricas y de elementos constructivos romanos reutilizados en
la construcción del castillo.
La cantidad de monedas de que se dispone para analizar la circulación monetaria de Morella durante el período cronológico que nos
interesa, es mínima, 19 piezas procedentes todas ellas de hallazgos
esporádicos efectuados fuera de todo contexto arqueológico. Véase la
distribución cronológica en el cuadro de la pág. 390.
Con anterioridad al año 195 a.c. se posee una moneda hispanocartaginesa. Su presencia es significativa de la generalización de este
tipo de numario bárquida. Durante el período siguiente, 195-133 a.c.,
no se conoce ninguna pieza datada con seguridad y únicamente es po-
[page-n-391]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
total
41-54 d.C.
TOTAL
%
2
19
10'52
sible que pertenezca a él un semis republicano que tiene un peso de
13'50 g.
Es tan sólo a partir del 133 cuando comienza a registrarse un número escaso de monedas recuperadas, pero no por ello menos importante dentro de la cantidad total de la muestra; con ello se podría pensar que fue a partir de este momento cuando en Morella más se generaliza el uso de la moneda. El denario romano que incluimos en este
período es el tipo RRC 29 1, 1, cuya emisión se data en el 1 14-113 a.c.
Este primer y único denario aparece en una fecha bastante más
tardía con que lo hace en el poblado ibérico de La Moleta, a pocos kilómetros al Oeste de Morella.
Dentro de las pocas monedas conocidas en el período 133-72 a.c.
destaca, como en La Moleta dels Frares, la ceca de Bolskan con 4
ejemplares de los que uno es de AR. También se incluyen en este grupo dos quadrans de Arse.
E desconocimiento de monedas a partir del 72 a.c. y hasta el 27
!
a.c. nos lleva a considerar que la muestra de monedas de que disponemos se encuentra muy por debajo del nivel habitual, ya que están
ausentes las acuñaciones de las cecas más próximas como pudieran
ser LepidaICelsa, Kese o Dertosa.
En la página siguiente exponemos el cuadro con el numario eniitido entre el 195 y el 27 a.c., en el que se incluyen los hallazgos que no
ha sido posible encuadrar dentro de ningún período concreto, a causa
de la poca información que de ellos se proporciona y la imposibilidad
de determinar el tipo exacto.
El cuadro no indica más que la zona de Morella recibe el 50% de
su aprovisionamiento de las cecas del Valle del Ebro, cantidad similar
que pone de relieve una evia la de La Moleta dels Frares (57'14%),
dente orientación de la zona hacia el Valle del Ebro. Las acuñaciones
romano-republicanas entran a formar parte de la circulación monetaria en una cuantía muy modesta, en mayor medida si se tiene en
cuenta que la zona no dispone de taller de acuñación propio. De las
[page-n-392]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIüDADES
r
195-27a.c.
den.
Roma
Untikesken
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Orosis
Arse
Ikalkusken
TOTAL
1
1
as
sem. quad. tot.
1
1
1
1
1
3
2
2
2
2
11
1
2
2
1
1
1
1
4
2
2
2
1
6
391
%
12'5
6'25
6'25
6'25
6'25
25
12'50
12'50
12'50
.
12,5
50
25
cecas litorales situadas al Norte del Ebro, únicamente están presentes
aquellas que tienen una difusión que suele sobrepasar un marco estrictamente local, como es el caso de Kese y Untikesken (mapa 25).
Mapa 25. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Morella, según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Bolskan; 3, Bilbis; 4, Kelse; 5, iitirta/Ilerda; 6, Kese/~arraco; Dertosa; 8, Orosis; 9, ~&se/~a~unt&; ,~kikusken; Carthago ~ o v (púni5,
1
0
11,
a
ca). Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-393]
392
LA CIRCULACION MONhTARIA DE LA TARRACONENSE
El aprovisionamiento monetario sólo vuelve a estar presente a
partir del reinado de Augusto y Tiberio y muestra, como en el caso de
La Moleta, una mayor circulación de las monedas emitidas en los talleres de la costa, en este caso sus más inmediatas cecas, Tarraco y
Dertosa, sin menospreciar el que aportan las de la Cuenca del Ebro.
La distribución de este numario (mapa 25), correspondiente a los años
27 a.c.-41 d.C., se observa en el cuadro siguiente:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Bilbilis
Tarraco
Ilerda
Dertosa
as
ae
1
1
3
1
2
total
%
1
12'5
12'5
37'5
12'5
25
1
3
1
2
Las acuñaciones de Claudio 1 también están presentes con 2 ases
de los que se ignora a qué tipo de acuñación pertenecen, si local u oficial.
Quede claro que la cantidad de piezas con las que se han realizado
tanto este análisis como el de La Moleta dels Frares, no proporciona
ningún tipo de solidez a las opiniones vertidas anteriormente sino que,
en todo caso, de trata de hipótesis que nuevos hallazgos deberán corroborar, aunque los datos analizados en ambas son en parte coincidentes, lógicos y, por tanto, a nuestro entender, aceptables.
ARSE-SAGUNTUM (Sagunt, Valencia)
La ciudad de Arse-Saguntum (68) se encuentra situada en la desembocadura del río Palancia, a pocos kilómetros al Norte de Valencia. De esta ciudad se han podido recoger 76 hallazgos, algunos de los
cuales proceden de excavaciones arqueológicas y se encuentran depositados, en su mayor parte, en el Museo Arqueológico de Sagunt, sin
que se pueda saber el lugar exacto de su hallazgo, aunque conste que
la formación del Monetario se realizó con aportes de piezas aparecidas en la propia ciudad, la actual Sagunt, y su término municipal.
Es obvio que, en primera instancia, la cifra de hallazgos monetarios de que se dispone no se encuentra a la altura de lo que se supone
que debió ser y significar la ciudad dentro del ámbito mediterráneo
(68) Sobre esta ciudad véase la bibliografía que se cita en VILLARONCA, 1967-a, pp.
25-30; en BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 403-404; y los artículos del volumen 1 2 de la revista Saguntum.
[page-n-394]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
393
en el que se ubica. Los hallazgos globales con cronología cierta (69)se
agrupan por períodos del siguiente modo:
%
d a
7'14
11'42
37'14
0'1 2
0'42
35'71
8'57
0'36
0'46
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
5
8
26
O
25
6
70
TOTAL
Antes del 195 a.c.
ar
as
sem.
ae
tot
%
Sicilia
Carthago
Roma
Arse
Castulo
Existe un corto número de piezas halladas que se pueden encuadrar en este período; no obstante, su procedencia es muy variada. Los
hallazgos extrapeninsulares indican su apertura hacia tres zonas que,
por otro lado, eran las más importantes en este momento. En primer
lugar hacia Italia y Sicilia, lo cual a nivel de hallazgo no sirve para ratificar la idea de Villaronga (70), en el sentido de que las primeras
emisiones monetarias de Arse tuvieron influencia Suditálica, aunque
es evidente que tipológicamente sí la tuvieron, lo que no obsta para
que puedan tener influencias metrológicas massaliotas, como pretende Marchetti (71)y, siguiendo a éste, F. Beltrán Lloris (72).El primero de estos dos utiliza la supuesta influencia massaliota como el
testimonio de los intercambios comerciales entre Arse y Massalia, lo
cual a través de los hallazgos esporádicos no se encuentra en absoluto
documentado.
(69) Se han excluido 5 monedas de Arse-Saguntum, por desconocer si son del período
republicano o imperial y, por la misma causa, 1 de Bilbilis.
(70) VILLARONGA, 1967-a, PP. 104 y 139.
(71) MARCHETTI, 1978, PP. 393-394.
(72) BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 380.
[page-n-395]
394
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sobre la pieza de Carthago se podrá comprender su existencia,
aparte de su posible venida, sin tener nada que ver con las gentes que
la emitieron, si se tiene en cuenta que la ciudad estuvo durante la Segunda Guerra Púnica en poder de los cartagineses, entre los años
2 1912 18 y 2 12 a.c. (73).Nos cuesta comprender, por el contrario, el
total desconocimiento de hallazgos de piezas hispano-cartaginesas
después de su tan larga presencia en la ciudad. A titulo de curiosidad,
hemos de señalar que esta última moneda y la de Roma fueron halladas ambas en unas recientes excavaciones llevadas a cabo en el antiguo puerto de la ciudad, denominado en la actualidad Grau Vell (741,
lo cual pone en relación las monedas extrapeninsulares con los puertos y, por consiguiente, con el medio de transporte marítimo (75),a
través del cual debieron alcanzar la Península Ibérica la mayor parte
de las mismas. De ello se desprendería que las manos que difundirían
estas monedas hacia el interior no serían, sin ningún tipo de dudas,
las que las trajeron.
El resto de las monedas que aparecen en este período procede de
talleres peninsulares. Una de ellas es la de la ceca de la propia ciudad
y pertenece a la primera emisión, siendo de destacar su rareza. El hecho de estar acuñadas las primeras emisiones sobre plata y ser las
piezas conocidas de A muy raras, quizás sean los motivos más imE
portantes para explicar la reducida presencia de estas acuñaciones
que, además, según se desprende de su presencia en los tesoros de este período, no se acuñaron en grandes cantidades.
El otro taller peninsular es el de Castulo que, según las referencias
que de la pieza poseemos, pertenece a las acuñaciones más antiguas
de Castulo, al tipo Vives, 68-3, para el que M. P. Garcia Bellido (76)
propone una fecha anterior al 195 a.c. para su acuñación. Es interesante la presencia de esta última ceca porque probablemente indica la
rápida difusión de su numario y unas conexiones de nuestra ciudad
con la Alta Andalucía que, como se verá a continuación, no se verá interrumpida a lo largo de los períodos sucesivos.
El numario recogido que se acuñó entre estas fechas es el siguiente:
(73) LIVIO, MU,5-16 6 24-42; POLIBIO, 111, 17.
(74) ARANEGUI, 1976, pp. 41-46; id., 1980, pp. 59-86.
(75) Recuérdese sobre este particular, el conjunto de monedas del pecio de l'Illa Pedrosa, comentado en la página 310.
(76) GARCIA BELLIDO, 1982, PP. 141-165.
[page-n-396]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
195-133 a.c.
ar
as
total
395
%
Roma
Sekaisa
Arse
Saitabi
Castulo
No existe un sensible aumento en la cantidad de nurnario que disponemos para este período. No obstante, dentro de la modestia de
nuestra muestra, intentaremos extraer algunas líneas de comportamiento monetario de la ciudad.
El taller propio de la ciudad es el que, dentro del conjunto de cecas que integran la circulación monetaria, mayor porcentaje alcanza,
proporcionando el 50% con acuñaciones de AR y AE, lo cual sería un
indicio a favor de la representatividad de la muestra a pesar de su
exigüedad.
El resto de las cecas están representadas con un sólo ejemplar cada una y todas ellas, a excepción de Roma, son peninsulares. Hacia el
Sur se encuentran representadas las de Saitabi y Castulo. La tercera
ceca es la de Sekaisa que, con una posición interior dentro de la Cuenca del Ebro y apenas iniciadas sus acuñaciones, aparece ahora en
Arse-Saguntum dando prueba, a menor escala que Castulo, de la difusión de las monedas de esta ceca.
Las acuñaciones de cecas extrapeninsulares ejercen un rol muy
insignificante ya que solamente conocemos 1 ejemplar de AE de la ceca de Roma, y no existe una total certeza de que pertenezca a este
período. No podemos soslayar, en relación con esta ceca, la contraposición que existe con el poblado ibérico de Los Villares, en donde la ceca de Roma durante este período representa el 49'05% del numario
circulante. La cantidad de monedas por año es muy baja, situándose
en 0'12.
Durante este período se registra un alza en el número de cecas representadas y en la cantidad de hallazgos del taller de la ciudad.
Dado el período de que se trata, no debe extrañar el relativo aumento que ahora se registra, ya que es en este momento cuando funciona un mayor número de talleres. La ceca de Arse-Saguntum adquiere la mayor representación, alcanzando el porcentaje del 65'38%,
con 17 ejemplares. El resto de las cecas únicamente poseen 1 ejem-
.
[page-n-397]
396
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
plar cada una, y si bien ello pudiera parecer normal para los talleres
más distantes como Untikesken, Kelse, Castulo y Obulco, en cambio
no lo es para Valentia, ni tampoco se explica la ausencia de monedas
de Saitabi y, sobre todo, de Kili en el período anterior, cuyo centro
emisor una parte de la bibliografía numismática la sitúa en las cercanías de Sagunt, concretamente en Gilet (77).
133-72 a.c.
den.
Roma
Untikesken
Kelse
Lakine
Ekualakos
Arse
Valentia
C astulo
Obulco
1
TOTAL
1
.
as quad. sext.
ae
l(?)
1
1
1
1
3
11
1
2
1
1
1
11
11
1
2
tot
%
2 7'69
1 3'84
1 3'84 7169
1 3'84
1 3'84
17 65'38 69,23
1 3'84
1 3'84 7169
1 3'84
26
La procedencia de numario de la Cuenca del Ebro se incrementa
cuantitativamente en este penodo con respecto al anterior, pero porporcionalmente desciende su grado de participación en la circulación
monetaria.
Castulo, como se ha visto en los dos períodos anteriores, manifiesta su presencia constante, aunque es evidente que no es comparable
con la frecuencia con que aparece en Los Villares, y desempefia un rol
muy modesto dentro de la masa monetaria de Arse-Saguntum.
Las acuiíaciones de Roma se mantienen en una situación poco distinta de la que se encontraba hasta ahora ya que, aunque pasa a tener
2 piezas, una de las cuales es de plata, su porcentaje de 7'69% se sitúa
por debajo del que tenía en el 195-133 a.c.
La relación de monedas por año se sitúa en 0'42, lo que supone,
dentro de la modestia de la muestra, un aumento considerable.
Desconocemos la presencia o hallazgo de cualquier ejemplar que
pudiera ser ubicado dentro de ambas fechas ya sean de cecas hispánicas o de Roma. La única explicación que consideramos que pueda
darse es la de la debilidad de la muestra que poseemos, que hace que
el nivel de representación descienda considerablemente en todos los
( 7 7 ) BELTRAN MARTTNEZ, 1980-b, p. 43; MARTIN VALLS, 1967, p. 47
[page-n-398]
ANALTSIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
397
períodos. Además, no hemos encontrado ningún ejemplar de Arse con
leyenda M. SAG, que según los últimos estudios de F. Beltrán Lloris
(78) debe situarse su fecha de acuñación entre el 56 a.c. y el 30127
a.c. También es probable que algunos tipos de las acuñaciones bilingües, cuya fecha final de las monedas de la clase X y XI queda un tanto provisional (79),pudieron ser acuñadas con posterioridad al año 72
a.c.
La alimentación monetaria aparece ahora con una intensidad similar como lo fue en el 133-72 a.c., según va a quedar patente en los
siguientes cuadros. El primero de ellos agrupa las acuñaciones de Augusto y Tiberio -no conocemos ninguna moneda acuñada bajo el reinado de Calígula- y el segundo las de Claudio.
27 a.c.-41 d.C.
as
total
Nemausus
Celsa
Bilbilis
Turiaso
C alagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Saguntum
TOTAL
7
2
1
1
1
1
2
10
25
2
1
1
1
1
2
10
25
7
%
28
8
4
4
4
4
8
40
24
El taller de la ciudad aporta el 40% del numario circulante, cantidad que si bien es menor que la del periodo 133-72 a.c., entendemos
que es bastante considerable dado que el período de emisión durante
el reinado de Tiberio fue, según la opinión de Villaronga (80),relativamente corto, debiéndose acuñar, según este autor, entre el 14 y el 20
d.C.
La segunda ceca en importancia es Nemausus, con el 28%y 7 piezas. Esto sitúa a Saguntum en uno de los primeros lugares de hallazgo
de este tipo de moneda junto a Emporion, Pollentia y Menorca (mapa
7),
poniendo de relieve una difusión predominantemente maritima.
Un aspecto interesante a remarcar en el aprovisionamiento de los
reinos de Augusto y Tiberio es la importante presencia de las acuña(78) BELTRAN LLORIS, F., 1980, PP. 382-384.
(79) VILLARONGA, 1967-a, pp. 114-1 15.
(80) VILLARONGA, 1967-a, p. 133.
[page-n-399]
398
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ciones procedentes del Valle del Ebro cuya suma total se sitúa en el
24%, de entre los cuales se destaca mínimamente Celsa. Esta decidida
utilización del numario del Valle del Ebro con un cierto predominio de
la ceca de LepiddCelsa (mapa 26), se comprueba también en hallazgos próximos como son Llúia y la villa romana de Benicató (Nules)
(81).Ciertamente su situación en la desembocadura el río Palancia, a
través del cual se alcanzaría el Valle del Jiloca y, por consiguiente, el
Valle del Ebro, explicaría la abundancia de acuñaciones de esta zona,
que sorprendentemente no se ve correspondida con ningún hallazgo
de piezas de Saguntum acuñadas por Tiberio (mapa 27).
La relación de monedas por año es ligeramente inferior a la del
período 133-72 a.c., situándose en 0'36, aunque viendo el aprovisionamiento de cada emperador se aprecia que durante Augusto la relación es de 0'36; durante Tiberio aumenta a 0'43; y naturalmente, el
desconocimiento de numario de Calígula hace descender la cifra en la
relación global.
Durante el reinado de Claudio 1 se conocen en la ciudad los siguientes hallazgos:
41-54 d.C.
Roma
Local
sest.
as
total
2
2
2
4
2
En realidad no representa ningún cambio sustancial con lo que se
ha venido observando hasta ahora. Predominan las acuñaciones de
Roma en los valores altos y en los ases la repartición se encuentra
equilibrada.
En líneas generales, el aprovisionamiento que aporta la propia ceca nunca es menor del 40% del total del numario circulante, excepto
en los momentos iniciales de funcionamiento del taller. También se
desprende el insignificante puesto que parece ser que adquirieron las
acuñaciones republicanas dentro de la masa monetaria, puesto que
entre los distintos periodos desde el 195 al 27 a.c., el máximo porcentaje que alcanzan es de 12'5%.Y, por último, en época imperial la circulación monetaria de la ciudad se alimenta de modo apreciable con
numario procedente de talleres de la Cuenca del Ebro.
(81) Véase el mapa núm. 26, en donde se puede apreciar que también desempeñan un
papel importante en la parte Sur del País Valenciano y Murcia.
[page-n-400]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
399
Mapa 26. - Dispersión de la ceca Lepida/Celsa: 1 Roses; 2, Empúries; 3,Banyoles; 4,
,
Museo de GKona; 5,Begur; 6, Moia; 7,Museo de Manresa; 8,Font Cuitora; 9,Museo de Tarragona; 10,Museo de Logroño; l l Ablitas; 12,Los Bañales; 13,Caiatayud; 14,Panticosa;
,
15,Huesca; 16,Sant Juliá &Andorra; 17,Jebut; 18,Coll del Moro; 19,El Poyo; 20,Vilafranca del Cid; 21,Torre del Rei; 22,Benicató; 23, Sagunt; 24,Sant Miquel (Liíria);25,Los Villares; 26,Museo de Alcoi; 27,Museo de Alacant; 28,Elx; 29,Región de Murcia; 30,Lluchmajor; 31, Menorca. Clave de símbolos en p&g. 524.
[page-n-401]
400
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Mapa 27. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Arse-Saguntum,
según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Calagurris; 3, Lakine; 4, Turiasu; 5, Caesaraugusta; 6, Ekualakos; 7 , Bilbilis; 8, Kelse; 9, Sekaisa; 10, Ercavica; 11, Saguntum; 12,
Valentia; 13, Saiti; 14, Castulo; 15, Obulco. Clave de símbolos en pág. 524.
VALENTIA (Valencia)
La ciudad romana de Valentia se estableció en la desembocadura
del río Turia. Las únicas referencias escritas sobre su fundación se
deben a T. Livio (82),quien nos dice que: ((IuniusBrutus cos. is., qui
sub Viriatho militaverant, agros et oppidum dedit, quod vocatum est
Valentia)).No obstante, en la actualidad, la información que se deriva
de este texto plantea múltiples problemas, existiendo por tanto diversas interpretaciones del mismo (83). Hay además una controversia
adicional referente a la supuesta identificación de la Tyris que cita
(82) LIVIO, per. LV-35.
(83) Para estos problemas, véase la introducción de PEREIRA, 1979, y la completa bibliografía que da en la p. 7, nota 2.
[page-n-402]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
40 1
Avieno (84) con un poblamiento prerromano anterior a la fundación
de Valentia, que no se encuentra avalado por ninguna de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo hasta el presente (85).
Los hallazgos de monedas realizados en la ciudad son, lamentablemente, muy escasos, sólo 27 piezas datables hasta el año 54 d.C.;
de éstas, algunas proceden de las excavaciones arqueológicas realizadas en el Palau de la Generalitat, en la plaza de la Virgen y en la calle
de Serranos; las otras han aparecido al efectuarse obras de construcción dentro del recinto antiguo de la ciudad y en el cauce del río Turia.
Las monedas recuperadas, según su fecha de emisión, se agrupan
en los siguientes períodos:
total
%
Es evidente que la existencia de 3 monedas de A hispano-cartaE
ginesas, datadas con anterioridad al año 195 a.c., entra en plena contradicción con los materiales arqueológicos recuperados hasta la fecha ya que, en ningún caso, sobrepasan los últimos años del siglo 11
a.c. (86). La explicación de su presencia puede buscarse en la desigualdad de su circulación, aunque su fecha de acuiiación nos parece
muy antigua para ello y el período de mantenimiento en la circulación
monetaria es muy amplia para tratarse de una acuñación de AE. No
obstante, teniendo en cuenta la perdurabilidad de la moneda en general, la limitada muestra de que se dispone y ante la ausencia de cerámicas de importación datables con anterioridad al último tercio del
siglo 11 a.c., se ha de admitir que se trata de piezas residuales o cabe
la posibilidad de que un poblamiento indígena disperso, como en algu(84)
(85)
(86)
RRANO,
AVIENO, 481-482.
FLETCHER, i953, pp. 291-300; TARRADELL, 1962, pp. 10-14.
MARTIN AVILA, 1962, pp. 89-104; MATA et alii, 1980, pp. 137-185; GOMEZ SE1946, pp. 269-297.
[page-n-403]
402
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
na ocasión señaló Tarradell(87),utilizara el curso del río Turia como
medio de comunicación y transporte -las monedas de estos años han
sido halladas en el cauce del río-.
También anteriores al 138 a.c., fecha fundacional de Valentia,
aunque con fechas de emisión más próximas a ella, conocemos la aparición de 2 monedas; la primera es un denario de la familia Iunia, posiblemente emitido en el 149 a.c., y la segunda es un semis de Kese
con símbolo casco, cuya acuñación sitúa Villaronga (88)en la primera
mitad del siglo 1 a.c. Para estas piezas es bastante más aceptable el
1
considerar que pudieran llegar a la ciudad con posterioridad al 138
a.c., si no se considera el poblamiento disperso anteriormente seiíalado.
133-72 a.C.
Es en este período cuando se dispone de una mayor cantidad de
monedas, lo cual resulta, en principio, lógico si se tiene en cuenta que
la fundación romana tuvo lugar pocos años antes del 133 a.c.
La ciudad mantiene, a pesar de la poca cantidad de monedas, la
estructura de la circulación monetaria característica de las poblaciones que disponen de taller de acuñación propio.
133-72 a.c.
den
Roma
Iltirta
Kelse
Arse
Valentia
TOTAL
2
as
quad
total
%
2
1
1
13'33
6'66
6'66
13'33
3
3
20
53'33
73'33
3
8
15
1
1
2
8
10
Se sobreentiende que consideramos que fue dentro de este período
cuando se realizaron las acuñaciones de Valentia. En consecuencia,
su taller, según la muestra, aporta a la circulación monetaria algo
más que la mitad del total del numario circulante (mapa 28).
En orden de importancia sigue la ceca de Arse, lo cual parece razonable si se tiene en cuenta que escasamente dista 25 kilómetros.
(87) TARRADELL, 1962, p. 12.
( 8 8 ) VILLARONGA, Las monedas de Kese (en preparación).
[page-n-404]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
403
Por lo que se refiere a las acuñaciones republicanas, todas ellas son
denarios desconociéndose acuñaciones en este metal de cualquier
otra ceca; quizás sea aventurado pensar que ante la no acuñación de
monedas de A en la ceca de la ciudad, sus necesidades de este metal
R
tendrían que ser cubiertas con numario foráneo que en este caso, la
muestra parece apuntar hacia Roma, lo cual puede ser perfectamente
posible.
Mapa 28. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la ciudad de Valentia,
segim los hallazgos esporádicos: 1, Calagurris; 2, Caesaraugusta; 3, Lltirta; 4, Kelse; 5, Kese;
6, Arse; 7, Valentia; 8, Saiti; 9, Carthago Nova.
La debilidad de la información numismática de que se dispone, se
hace patente en el desconocimiento de monedas emitidas durante los
años 72-27 a.c., al igual que sucedía en Arse/Saguntum, y en el que
ahora pasamos a comentar ya que en este período, que a nivel penin-
[page-n-405]
404
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sular suele ser el momento en el que circula mayor cantidad de monedas, se encuentra bastante por debajo del nivel de aprovisionamiento
que obtuvo durante los años 133-72 a.c. Las monedas recogidas en
este período son:
27 a.c.-41 d.C.
as
C alagurris
Caesaraugusta
Carthago Nova
2
2
ae
total
1
1
2
2
Como se puede apreciar, las piezas conocidas no señalan un aprovisionamiento disparatado (mapa 28), ya que las cecas representadas
tienen una dispersión notaria y habitual dentro de las tierras valencianas. Lo único que encontramos a faltar son las piezas de Saguntum, hecho que atribuimos a la parcialidad de las piezas recuperadas,
acuiiadas en estas fechas. Del reinado de Claudio 1sólo se conoce una
moneda de bronce.
En resumen, el numario recogido es tan mínimo que permite muy
pocos comentarios, a excepción del aprovisionamiento que se registra
en los años 133-72 a.c., que sí parece reflejar la estructura de la circulación monetaria de la ciudad.
KELIN (Los Villares, Caudete de las Fuentes, Valencia)
El poblado ibérico de Los Villares (89)se encuentra situado junto
a la carretera general de Madrid-Valencia, a su paso por el término
municipal de Caudete de las Fuentes. En la actualidad se realizan excavaciones arqueológicas en este yacimiento, a cargo del Servicio de
Investigación Prehistórica de Valencia.
Se tiene documentada, en este yacimiento, la aparición de 299
monedas que en su mayor parte proceden de la reiterada prospección
superficial que en él realizan, desde hace muchos años, dos vecinos de
Caudete de las Fuentes.
(89) Los resultados de sus excavaciones han sido publicados por PLA BALLESTER,
1962, pp. 233-239; id., 1980.
[page-n-406]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CILTDADES
Antes de2 195 a.C.
den.
Roma
vict.
quin.
as
total
8
1
1
2
12
El numario recogido, encontrado con anterioridad al año 195
a.c., pertenece en su totalidad a acuñaciones romano-republicanas, y
los valores que predominan son los que se acuiian sobre plata; en particular es el denario el que predomina, alcanzando este valor los dos
tercios de la totalidad del numario.
La inexistencia de otro tipo de ceca presente en el yacimiento durante este periodo no debe inducirnos en este caso concreto a negar la
inexistencia teórica de otros tipos de amonedaciones, ya que en este
poblado se encontró un pequeño tesorillo cuya ocultación se atribuye
a la Segunda Guerra Púnica y que contenía dracmas ampuritanas.
Además, en esta zona se encontró también el tesoro de la Plana de
Utiel, cuyo contenido refleja la tipica circulación monetaria del período de la Segunda Guerra Púnica o de pocos años después.
Hasta el presente no conocemos la existencia de ninguna moneda
hispano-cartaginesa, lo cual junto con una presencia mayoritaria de
las acuñaciones de Emporion en el tesoro de la Plana de Utiel por una
parte, y la sola existencia en él de una moneda de filiación cartaginesa, acuñada en Italia, por otro lado, puede hacernos pensar en un dominio romano de la zona.
Podemos afirmar que el poblado ibérico Los Villares comenzó a
hacer uso de la moneda a partir de los años de la 11 Guerra Púnica. Un
hecho en parte sorprendente es su rápida incorporación a la circulación monetaria motivada, sin duda, por el avanzado estado urbano
1
del mismo, que se comprueba en su estrato 1 correspondiente al poblado ibérico pleno (90),en el que han aparecido un número abundante de cerámicas importadas áticas y protocampanienses.
Antes de pasar a comentar este período hemos de decir que la inclusión de las monedas de Castulo es problemática, ya que la datación
que utilizamos para ellas no siempre se adapta al margen cronológico
de los períodos que utilizamos (91).
(90) PLA BALLESTER, 1980, pp. 73-74.
(911 Véase la página 11.
[page-n-407]
406
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Así pues, teniendo siempre en cuenta que la cantidad de monedas
de esta ceca pudo ser algo mayor de lo que refleja el cuadro siguiente,
las atribuibles a este período son:
195-133a.c.
den. vict. as
sem. tot.
-
Roma
Untikesken
Kese
Eustibaikula
Arse
Kili
Kelin
Ikalkusken
Obulco
Castulo
TOTAL
30
1
6
8 +37(?)2(?)
2
1
1
1
1
37
1
8
54
2
1
1
115
2
1
6
%
-
78 49'05
2
1'25
7
4'40
1
0'62
1
0'62
8
5'03
56 35'22
4
2'51
1
0'62
1
0'62
159
6'28
43'39
1125
Lo mas sorprendente de la representación que alcanzan las diversas cecas es la importante cantidad de piezas romano-republicanas
halladas en el poblado. Hemos de advertir, no obstante, que dentro de
las piezas de AE, una gran cantidad de ellas se han incluido en estas
fechas con criterios metrológicos, lo cual no es siempre un método seguro. Aun así, dada la considerable cantidad de denarios pertenecientes a este período, parece normal que junto con ellos viniera una cantidad no menos considerable de moneda de AE. En el peor de los casos, el grado de participación no varía ostensiblemente si se hace tabla rasa y se agrupan todas las acuñaciones durante un margen cronológico que abarca entre el 195 y el 27 a.c. (92).
La distribución del numario republicano en décadas (Fig. 9)nos
indica que después de la relativa abundancia de piezas que se registró
durante el período anterior, existe un brusco corte durante las dos
primeras décadas, y a partir del 170 a.c. el aprovisionamiento se incrementa paulatinamente hasta alcanzar un máximo importante durante la década de los años 130 a.c., motivado, como se ha señalado
en múltiples ocasiones, por las insurrecciones que en estos años tienen lugar en el Nordeste de la Celtiberia y no por ser reflejo de un mayor volumen de acuñaciones de la ceca de Roma.
La segunda ceca en importancia es la de Kelin, a la que nosotros
(92) Esto puede verse en RIPOLLES, 1980-b, pp. 9-22, en especial el cuadro de la página 1 1 .
'
[page-n-408]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
.
20
1
LOS VILLARES
200
190
180
170
160
150
140
130
120
110
1 O0
90
Arios
Fig.
9. Distribución cronológica de los haiiazgos de moneda romano-republicana del po-
blado ibérico Los Villares.
hemos dedicado diversos estudios (93) y de la que consideramos que
se han disipado todas las posibles incógnitas sobre su localización en
el poblado ibérico que ahora estamos comentando (mapa 29).
Mapa 29. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibérico de
Los villares (Kelin), se*
los haiiazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Eustibaikuia; 3, Lauro;
4, Kaiskata; 5, Turiasu; 8, Bolskan; 7, Kese; 8, Sekaisa; 9, Kili; 10, Arse; 11, Kelin; 12, Valentia; 13, Saiti; 14, Ikalkusken; 15, ,Castulo; 16, Obulco. Clave de símbolos en pág. 524.
pp. 127-136; id., 1980-b,
pp. 9-22.
(93) RIPOLLES, 1979-b,
[page-n-409]
408
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El hecho de que siendo Kelin la ceca propia del yacimiento, no alcance un porcentaje de presencia mayor que el que adquiere Roma,
puede parecer paradójico; no obstante, existen diversas causas que
pueden, a nuestro modo de entender, explicar estos porcentajes. La
más importante de ellas es su potencia de acuñación, la cual como se
podrá apreciar en su mapa de dispersión de las piezas conocidas (mapa 30), es muy reducida a diferencia de otras cecas que con una dispersión mucho mayor y una cantidad de emisiones muy superior,
pongamos por caso a Bolskan o a Castulo (94), nunca llegan a abastecer a sus propias ciudades en cantidades superiores al 50%.Estando
así las cosas parece normal que, dada la modestia de la ceca y la particular presión de la moneda romana por la causa indicada, Kelin
aprovisione a su propia ciudad en este preciso instante, en un 35%.
La ceca de Kili, cuya presencia se encuentra por debajo de los talleres anteriormente citados, S@embargo es interesante a causa de su
extrema rareza en los hallazgos esporádicos. Aporta a la circulación
monetaria un 5'03%, cantidad ésta que es superior al resto de las cecas que se encuadran en este período, incluso las de localización más
cercana.
Las restantes cecas que aparecen documentadas, entre las que cabe señalar la ausencia de las primeras emisiones de las cecas de la
Cuenca del Ebro, pertenecen al área litoral catalana y a la zona de la
Alta Andalucía. En general, no aportan ninguna gran cantidad de
ejemplares aunque la presencia de estas piezas nos indique en este yacimiento, que casi se puede considerar del interior dado su alejamiento de la costa y su ubicación en los inicios de la Meseta castellana, que
por su posición estratégica en un lugar de paso obligado para los que
desde el litoral valenciano se dirijan hacia el interior de la Celtiberia,
estuvo abierta al tráfico de gentes e importaciones.
El porcentaje de monedas por año de este período es de 2'56, bastante más elevado que el que se registra en el anterior, que tomando
los límites de la fecha de emisión de la moneda más antigua, se situaba en 0'75 monedas por aíío.
El aprovisionamiento monetario en estos años cambia radicalmente; la estrategia militar pasa al Ebro, a la Celtiberia superior y a
la Lusitania (mapa 29). La ceca de la propia ciudad no acuña, con lo
cual el lugar que ocupaba esta ceca en la circulación monetaria ten(94) Véase nuestros mapas núms. 6 y 38, y los que presenta MARTIN VALLS, 1967,
mapas IX y XXIII.
[page-n-410]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
.
409
Mapa 30. - Dispersión de la ceca de Kelin e Ikaikusken: 1, Empúries; 2, Burriac; 3, Museo de Tarragona; 4, Lleida; 5, Azaila; 6, Morena; 7, Tierras Valencianas; 8, Cerro de San
Cristóbal; 9, Doiiana; 10, Los Villares; 11, Pico de los qjos; 12, Museo de Alacant; 13, Creviiient; 14, Región de Murcia; 15, Fuente Alamo. Clave de simbolos en pág. 524.
[page-n-411]
41O
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
drá que ser cubierto con una mayar presencia de las cecas más próximas.
Nuevamente las acuñaciones republicanas son centro de interés
por cuanto que, en relación con el aprovisionamiento del período anterior, su presencia se reduce considerablemente, alcanzando el
11'01%. Ni tan siquiera se encuentra representada la década de los
anos 89-80, en que el volumen de la ceca de Roma es muy elevado y
queda reflejado en la composición de casi todos los tesoros en los que
este intervalo, por la cronología que abarcan, se encuentra presente.
En general, se aprecia que a partir de la década de los años 130 a.c., en
que se documenta una importante alimentación, ésta baja sensiblemente hasta el punto que sólo se registran 4 ejemplares en los años
129-120 a.c. y 1 en el 99-90 a.c.
En contraposición con el descenso y ausencia de las cecas antes
citadas, se documenta ahora un espectacular incremento de las cecas
del litoral valenciano, en especial de Valentia y Arse, representando el
19'49 y el 25'42%, respectivamente. Por el contrario, la ceca de Saitabi posee una mínima presencia, en contra de lo que cabría esperar
por su relativa proximidad, conociéndose 1 sólo ejemplar datado con
seguridad en estas fechas.
Quizás estas diferencias de presencia de las cecas litorales valencianas deba buscarse en las facilidades de expansión que tenían la
primeras -Arse y Valentia- hacia el interior de Hispania a través de
una vía prerromana (95)por donde discurre, en la actualidad, la ca(95) ALMAGRO GORBEA, 1981-b, pp. 9 6 - 1 0 0 , fig. 2.
[page-n-412]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
41 1
rretera nacional 1 1en la provincia de Valencia; mientras que la ubi1
cación geográfica de la ciudad de Saitabi dificulta la penetración hacia la Meseta por donde lo hacían Valentia y Arse, expansionándose
en mayor medida hacia el Sur de la Contestania, donde se carecía de
taller de acuiíación.
Otra ceca que, como las dos anteriormente citadas, posee una
cantidad importante dentro del numario circulante del poblado, es
Castulo, que aporta el 31'35%. Del mismo modo que los anteriores,
quizás su elevada presencia se encuentre motivada además de por su
relativa proximidad y la potencia de emisión de la ceca (sus hallazgos
poseen una amplia dispersión por toda la Península Ibérica),por estar
Los Villares en una zona de paso obligado para los que desde la zona
minera de Castulo se dirijan hacia el Valle del Ebro a través de Saltigi,
El Castell de Meca, la Plana de Utiel y el Valle del río Jiloca (96).Los
tipos que han aparecido son:
r
as
as
as
as
semis
semis
símbolo C
símbolo C
símbolo mano
incierto
incierto
símboloLu
*
V. 69-8
V. 70-1
V. 70-8, 9
V. 70-11,12
2 ejempl.
2 ejempl.
16 ejempl.
5 ejempl.
5ejempl.
7ejempl.
5'40 %
5'40 %
43'24%
13'51 %
13'51%
18'91%
b
Las cecas de la Cuenca del Ebro tienen una menor importancia,
aportando el 7'75 %, y entre ellas, cabe destacar la presencia de 4 denarios de Bolskan.
La relación de monedas por año es de 1'93, cantidad sensiblemente inferior a la del período anterior. Sin embargo, en la evolución que
existe entre uno y otro período se comprueba que la cantidad de divisores del valor del semis y quadrans es en el período 133-72 a.c. sensiblemente mayor, lo cual indica que aunque la cantidad de numario
circulante se redujera un poco en términos teóricos, debe pensarse
que debieron circular la mayor parte de los ejemplares emitidos en el
período anterior. La existencia de una mayor cantidad de divisores es
uno de los elementos que más indica la existencia de una economía de
mercado, en la que este tipo de valores era imprescindible a la hora
de realizar las pequeñas transacciones.
Resumiendo, los cambios más notables entre el período anterior y
(96) SILLIERES, 1977, pp. 31-83; MOROTE, 1979; ALMAGRO BASCH, 1952, pp. 179180; DUPRE, 1973, pp. 133-175.
[page-n-413]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
412
el que ahora nos ocupa, se pueden apreciar claramente en el esquema
que sigue:
195
a.c.
Kelin 35%
Roma 49%
Castulo 1%
Valentia-Arse 45%
Roma
11%
Castulo
31%
A partir del año 72 a.c. la vida del poblado se retrae ostensiblemente hasta el punto de que únicamente se han encontrado 2 monedas: 1 semis de Kelse y 1 as de la Colonia Lepida. No conocemos
ningún hallazgo de moneda republicana.
Por lo que se refiere a la información que pudiera proporcionarnos la Arqueología, lamentablemente las excavaciones que hasta ahora se han realizado lo han sido en la parte alta de la colina, la cual ha
sufrido una serie de transformaciones para el cultivo agrícola que han
barrido los niveles superiores y, en la actualidad, todavía no se sabe
con certeza la fecha final o el período de pleno hábitat del poblado
(97).
Los únicos materiales encontrados en este nivel superficial, compuesto por tierras revueltas, que propugnan una cronología más o menos segura, es una moneda de Arse del primer cuarto del siglo 1 a.c. y
restos de un ánfora ibérica que se fecha en los.siglos 11-1a.c. En algunos lugares de la ladera del poblado, donde la configuración del
terreno -en la actualidad, abancalado- lo ha permitido, han aparecido en diversas ocasiones gruesas capas de cenizas y tierra cocida que
parecen demostrar la existencia de un nivel de destrucción que, sin
duda, sería el fin del poblado.
Los materiales numismáticos de que disponemos nos indican que,
con toda probabilidad, la vida del poblado como tal no sobrepasó la
mitad del siglo 1 a.c., lo cual se corresponde con el estudio de los materiales del Museo de Caudete de las Fuentes (98), y aún más, nos
atreveríamos a proponer que el poblado fue destruido como consecuencia de las guerras sertorianas, en torno al 72 a.c., de cuya destrucción no se volverá a recuperar, reduciéndose su limitado hábitat
a ocupar las partes bajas de la ladera.
( 9 7 ) PLA BALLESTER, 1980, p. 75.
( 9 8 ) RIBERA, 1980, pp. 77-92.
[page-n-414]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
413
La vida del poblado no se restablecerá durante estos años. Sólo se
conoce una moneda que pertenece a una acuiíación local de Claudio 1.
SAITABI (Xdtiva, Valencia)
La antigua ciudad de Saitabi, citada por los autores clásicos por
su industria textil de lino (99), se encuentra situada en el lugar que
ocupa la actual Xdtiva, concretamente en la zona de El Castell. Su emplazamiento en él ha dificultado el conocimiento material de la ciudad, a causa de haber sufrido múltiples fortificaciones a lo largo de su
historia. Estas dificultades, junto con la falta de unas prospecciones
sistematizadas, han determinado que en la actualidad sean muy escasos los restos materiales conocidos (100).
Esta línea de pobreza material afecta de igual modo a los hallazgos numismáticos que de ella conocemos. No obstante, la causa que
nos mueve a decir lo poco que se sabe se encuentra en el hecho de que
la ciudad fue sede de una ceca importante, que aprovisionó monetariamente a la Contestania (mapa 3 1).
Conocemos repartidas entre el período republicano e imperial,
hasta Claudio 1, 12 monedas. Esta mínima cantidad nos obliga a establecer períodos largos, en los que se va a agrupar el numario encontrado.
Antes del 195 a.c.
Con anterioridad al 195 a.c. conocemos el hallazgo de una moneda de Lípara, de la que la información que se posee no excede a la que
nosotros repetimos.
as
Saitabi
Ibéricas inc.
ae
total
%
4
3
2
6
3
66'66
33'33
La cantidad de piezas de que se dispone en este largo período es
sumamente insignificante. De ellas, como cabría esperar, aunque la
exigüidad de la muestra hubiera podido indicar otra cosa, el 66'66%
pertenece a las acuñaciones del taller de la ciudad. El resto de las pie1,
H
(99) ESTRABON, 1 1 4, 9; PLINIO, N. . XIX-9.
(100) CHOCOMELI, 1940, pp. 6-10; ARANEGUI, 1975, pp. 723-728; LLOBREGAT,
1972, PP. 131-145.
[page-n-415]
414
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
-
Mapa 31. Dispersión de la ceca de Saitabi: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Museo de Girona;
4, Lloret de Mar; 5, Museo de Manresa; 6, Granollers; 7, Burriac; 8, Museo de Tarragona; 9,
Azaila; 10, Bajo Aragón; 11, Moleta dels Frares; 12, Madrigal; 13, E1 Tirao; 14, Segorbe; 15,
Sagunt; 16, Sant Miquel (Liíria); 17, Valbncia; 18, Los Villares; 19, La Carencia; 20, Tierras
Valencianas; 21, Cerro Lucena; 22, Xativa; 23, Casteii de Montesa; 24, Recodo de Mariola;
25, Bocairent; 26, Cabeqo de Mariola; 27, La Querola; 28, Museo de Alcoi; 29, Cala de Benidorm; 30, Santa Bárbara; 31, Aiacant; 32, El Monastil; 33, Elx; 34, Región de Murcia; 35,
Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-416]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
415
zas son ibéricas, aunque no se ha podido identificar la ceca. Lamentablemente, este tipo de monedas en mal estado no suelen ilustrarse,
perdiéndose la posibilidad de su identificación, aunque sólo fuese por
aproximación tipológica.
27 a.c.-54 d.C.
as
Bilbilis
Tarraco
total
1
1
1
1
La escasez de la muestra no permite, de nuevo, ningún tipo de comentario, máxime cuando están ausentes las acuñaciones de la propia zona como son Saguntum, Ilici o Carthago Nova; y, en cambio, están presentes talleres como Bilbilis y Tarraco cuya dispersión no es
frecuente en la parte Sur de nuestro marco geográfico, especialmente
la segunda.
Ante tal desoladora situación, lo único que podemos hacer es admitir nuestra ignorancia sobre todos los aspectos materiales acerca
de la que fue una gran ciudad contestana.
MUSEO DE ALACANT (Alacant)
El monetario del Museo de Alacant fue objeto de un interesante
estudio de circulación monetaria realizado por E. A. Llobregat ( 1O 1).
En él se clasificaron las monedas en dos grandes grupos; en el primero, se incluyeron las acuñaciones anteriores a las emisiones coloniales
o municipales hispano-romanas y en el segundo estas últimas. En el
tiempo transcurrido desde la realización de este estudio, la investigación numismática ha avanzado enormemente y ello nos permite retomar los datos que años antes manejara este autor para agruparlos en
períodos cronológicos más cortos, y de esta forma matizar el aprovisionamiento monetario que se desprende de la muestra, teniendo presente que se mantienen en vigor las conclusiones que este autor dedujo de los períodos largos.
La procedencia local de la muestra no deja lugar a dudas y se demuestra ampliamente en el citado estudio de E. A. Llobregat (102) a
pesar de que en él admite un pequeño margen de error que nosotros,
evidentemente, también admitimos. El área geográfica que cubren los
hallazgos abarca desde Benidorm hasta la desembocadura del río Segura.
(101)
(102)
LLOBREGAT, 1968, pp. 91-106; id., 1972, pp. 140-142.
LLOBREGAT, 1968, p. 92.
[page-n-417]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
416
Recientemente el monetario se ha visto incrementado por la aporde
tación de la colección numismática de Isidro Albert (103), cuyas
monedas se desconoce su lugar de hallazgo. E. A. Llobregat deduce de
la estancia de su propietario en las ciudades de Albacete, Murcia y
Alacant, la posible procedencia de estos lugares de la mayor parte de
las piezas, aunque pone en duda el valor histórico y testimonial de la
colección para poder estudiar la circulación monetaria.
Ante este hecho, nuestro estudio se va a ceñir al primitivo conjunto del monetario, dejando aparte la colección Isidro Albert por la inseguridad que ofrecen sus piezas.
Del primitivo conjunto del monetario, disponemos para nuestro
estudio de un total de 251 monedas procedentes de excavaciones arqueológicas en el Tossal de Manises, en el Tossal de la Cala de Benidorm y en la Escuera de San Fulgencio; de donaciones y de los fondos
Estas se rede la colección de la Escuela Moderna de Alacant (104).
parten cronológicamente del siguiente modo:
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54d.C.
%
d a
12
47
46
23
107
16
4'78
18'72 0'75
18'32 0'75
9'16 0'51
42'63 1'57
6'37 1'23
ae
total
%
1
1
1
1
1
1
1
3
4
1
12
8'33
8'33
8'33
8'33
25
33'33
8'33
Antes del 195 a.C
.
as
Sicilia
Siracusa
Carthago
Roma
Ebusus
Hispano-cart.
Baria
TOTAL
(103)
(104)
1
1
LLOBREGAT, 1978, PP. 565-568.
LLOBREGAT, 1968, p. 92.
3
4
1
11
25
66'66
[page-n-418]
ANALISIS DE 1.A MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
41 7
La amplia cronología de los hallazgos nos permite distinguir entre
las acuñaciones anteriores a la Primera Guerra Púnica y las que tuvieron su origen en el transcurso de la Segunda. Dentro del primer
apartado se encontrarían las monedas de Siracusa y Sicilia, esta última de filiación púnica. Estos hallazgos no se encuentran aislados e inconexos sino que cabria ponerlos en relación con otros que se han producido en la zona litoral como es el caso de Saguntum, Emporion y
Ebusus, sin olvidar la presencia cercana a esta zona del tesoro de
Mongó que, con mayor antigüedad, pone de relieve unos contactos
con la isla de Sicilia y la llegada de algunas de sus acuñaciones a
través del ámbito púnico.
En este sentido, conviene señalar que estas acuñaciones son de
AE, lo cual indica que no sirvieron para el pago de grandes transacciones sino que, probablemente y por lo general, deben de ponerse en
relación con el numario heterogéneo de cecas extrapeninsulares que
debía circular en los lugares de comercio costeros traído por los navegantes.
En nuestro segundo apartado aparecen las cecas que habitualmente confguran el numario circulante durante la Segunda Guerra
Púnica, con un nivel de representación adecuado a su ubicación espacial. En consecuencia, es alto el índice de las acuñaciones de filiación
púnica, particularmente el que denominamos hispano-cartaginesas.
Cabe atribuir a esta circunstancia espacial la presencia de una moneda de Baria cuya única particularidad es su rareza fuera de su centro
emisor.
La novedad que se produce en este período es la presencia de 3
monedas de AE de Ebusus que, en relación con el reducido número de
monedas de que se dispone, consigue alcanzar un 25%. La dispersión
de este tipo de moneda es muy reducida y sólo se conoce su aparición
fuera de la isla, en la ciudad de Emporion (104 bis). Estas monedas, a
nuestro entender, preludian lo que va a ser influjo monetario ebusitano en las costas alicantinas como consecuencia de unas relaciones
mantenidas entre ambas, que según Llobregat, a través de otro tipo
de materiales, puede remontarse al siglo V a.c. (105).
Las acuñaciones de este período denotan un casi exclusivo dominio monetario púnico que contrasta con el que se produce en la ciudad
de Ilici, donde la mayor cantidad de monedas la ostenta Roma (106).
(104 bis) Recientemente han aparecido 3 piezas del período Ia de M. Campo en Cabezo
Lucero (Guardamar del Segura, Alacanti. ARANEGUI et alii, 1982, M.C.V., XVIIVI, pp.
t.
427-436.
(105) LLOBREGAT, 1974-C,PP. 291-320.
(106) Véase la página 427.
[page-n-419]
418
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las impresiones que a primera instancia produce este cuadro, son
múltiples. En primer lugar, destacaremos que la zona de la que procede el numario no tiene ceca y ante ello, teóricamente, la ceca de Roma
debería alcanzar el 50% aproximadamente (108). No sucede de este
modo y Roma, aunque aporta la máxima cantidad, no representa más
que el 25'53% y aun así, las piezas de AE han sido incluidas en este
período con criterios metrológicos, lo que da un posible error en la
clasificación.
A continuación, y en igualdad de importancia, se encuentran Saitabi y Ebusus, con el 2 1'27% respectivamente. Por lo que se refiere a
la primera de ellas, esta ceca desempeñaba un rol importante en Ilici
durante este período deduciéndose, ante la pobreza de sus acuñaciones en la zona Norte del río Xúquer, que la ceca de Saitabi se orientó y
vio circular su moneda con mayor profusión en la zona Sur de su propia ciudad. En cuanto a la segunda, Ebusus, encontramos que su presencia en el período se ve en estos momentos consolidada, ya que el
porcentaje senalado la sitúa a un nivel de influencia teórico semejante a Saitabi, venciendo el handicap de su situación insular. Se hace
imprescindible, además, recordar que es en este período cuando se
data el tesoro de Pedreguer, compuesto exclusivamente por moneda
ebusitana y cuyo lugar de hallazgo se encuentra en esta zona alicantina (mapa 32). El considerable número de moneda ebusitana que se
( 107) Las monedas que se incluyen en este apartado se sitúan cronológicamente,según
CAMPO, 1976-a, entre el 214 y el 150.
(108) COLLANTES, 1979-b, p. 163.
[page-n-420]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
419
encuentra en este monetario, no lo hace por puro azar, sino que refleja monetariamente las relaciones mantenidas con la isla de Ebusus,
puestas de relieve en su aspecto numismática por A. Balil(lO9)y M.
Campo (1lo),y a través de otros materiales por E. A. Llobregat (111).
Mapa 32. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la zona de Alcant,
según el Monetario del Museo de Alacant. Años 195-27 a.c.: 1, Untikesken; 2, Ilturo; 3, Kese;
4, Iltirta; 5, Seteisken; 6, Belikiom; 7, Sekaisa; 8, Bilbilis; 9, Kelsebepida; 10, Sesars; 11,
Bolskan; 12, Saltuie; 13, Sekia; 14, Tamaniu; 15, Calagurris; 16, Arse; 17, Saiti; 18, Ikalkusken; 19, Carthago Nova; 20, Castulo; 21, Obulco; 22, Corduba; 23, Carmo; 24, Gades; 25,
Asido; 26, Carteia; 27, Malaca; 28, Abdera; 29, Ebusus. No se cartean Kueliokos, Konterbia,
Arekoratas y Carissa. Clave de símbolos en pág. 524.
Otro aspecto importante que se deduce es la abundancia de cecas
ubicadas en la mitad Sur de Hispania, las más próximas son interiores
y las más lejanas costeras. En contraposición, las acuñaciones de la
costa catalana y su hinterland son muy pobres y las de la Cuenca del
Ebro están ausentes. Esta misma estructura la encontramos en la
(109) BALIL, 1956, PP. 111-114.
(110) CAMPO, 1976-a, p. 96.
(111) LLOBREGAT, 1974-C, pp. 291-320.
[page-n-421]
420
LA CTRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
composición de las cecas de la ciudad de Ilici, aunque menos matizada por ser la muestra más reducida.
Entre las monedas de cecas extrapeninsulares no romanas, en cada período suele aparecer una o varias, según la entidad de la muestra. Excepto las piezas procedentes de cecas del Mediterráneo Occidental, para el resto consideramos que no es aplicable al 100 por 100
la información que la moneda conlleva. Este es el caso de la moneda
de bronce de Macedonia que hemos incluido en este período.
La relación de monedas por año es de 0'75, cantidad que supone
un avance considerable con respecto a la etapa anterior, y el incremento contrasta con la estabilización de la masa de numario circulante que se registra en Ilici.
133-72 a.c.
La masa monetaria durante este período no se incrementa sino
que se mantiene en el mismo nivel que en el período anterior, con 0'75
monedas por año; en cambio, se aprecian variaciones sustanciales en
cuanto a la procedencia del numario peninsular.
den. quin. as
Egipto
Tingis
-Roma
Untikesken
Kese
.Ilturo
Iltirta
Kelse
Seteisken
Sesars
Bolskan
Bilbilis
Sekaisa
Kontebakom
Kueliokos
Arse
Castulo
Carmo
Corduba
Carteia
TOTAL
,
tr. quad. un.
2
1
1
1
2
1
1
1
2
1
2
1
1
1
%
4
1
12
1
1
1
2
1
1
1
1
3
1
2
1
1
7
4
3
1
1
6
2
2
1
1
5
1
5
1
.
8'69
2'17
26'08
2'17
2'17
2'17
1
3
2
1
tot.
1
2
ae
4
1+5F
sem.
5
4
1
1
1
6
4'34
2'17
2'17
2'17
6'52
2'17
4'34
2'17
2'17
15'21
6'52
2'17
2'17
2'17
Roma no modifica apenas su porcentaje dentro de la masa monetaria, manteniendo el mismo número de ejemplares. La única diferencia que merece la pena destacar es el aumento de la cantidad de AR,
aunque de ellos 5 son forrados.
[page-n-422]
42 1
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
Los contactos con la franja costera Norte hasta Saguntum parecen debilitarse ligeramente con respecto al período anterior ya que
únicamente poseemos 7 piezas de Saguntum que, dentro del total de
la masa monetaria, representa el 15'2 1%. Esta notable presencia tiene su paralelismo en Ilici, donde se iguala en cantidad con las piezas
que aporta Roma. No existe ninguna moneda de Valentia ni de Saitabi.
Se dispone, por el contrario, de una abundancia de numario de los
talleres de la Cuenca del Ebro, cuyo conjunto de ocho cecas se reparte
el 26'08%; notoria cantidad si se considera que en el período 195-133
a.c., no se conoce ninguna.
Vemos, por tanto, que mientras se mantiene el aprovisionamiento
de Roma, disminuye el de las cecas costeras valencianas y el de las
del Sur de Hispania a la vez que se encuentra ausente la ceca de Ebusus. Ante esta situación, dado que cuantivamente se sostiene el mismo
aprovisionamiento, parece sumamente lógico que la zona supla sus
necesidades monetarias con las acufiaciones de los talleres de la zona
de la Cuenca del Ebro.
Volviendo a las cecas extrapeninsulares y dejando de lado a Roma, llama la atención particularmente las piezas de Egipto por su rareza en los hallazgos esporádicos peninsulares (112),aunque dadas
las amplias relaciones que mantuvo la costa africana con Hispania
( 1 13), bien pudieron llegar indirectamente a través del Norte de Africa (1 14).
den.
as
sem.
2 +lF
Roma
Kelse
- Calagurris
Carthago Nova
Castulo
Asido
Carteia
TOTAL
3
tot.
2
- 101
ae
2
3
1
5
8
2
1
1
23
1
5
1
7
8
1
1
1
11
2
%
8'69
13'04
-
21'73
4'34 26,08
21'73
34'78
78'26
8'69
4'34 8.69
4'34
(112) Se conoce una sola pieza hallada en Castillón Roy, de la que se ignora su cronología.
(113) BALIL, 1956, p. 114; DIODORO, V-16.
(114) MUÑOZ, 1968, pp. 136-137.
[page-n-423]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
422
El volumen del numario circulante es en este período bastante
más reducido que en los anteriores. La cantidad de monedas por año
es ahora de 0'5 1. Es probable que al tratarse de un monetario, la recesión general que en estas fechas estamos observando, como consecuencia inmediata de la revuelta sertoriana, quede bastante suavizada, aun cuando no oculta.
La distinta cronología de las piezas contenidas en el período no
permite matizar entre el aprovisionamiento eftsctuado durante el segundo y tercer cuarto de siglo, ya que ambos se encuentran equilibrados. La procedencia geográfica del numario (mapa 32) es bastante similar a la de los años 133-72 a.c., con la diferencia que la posición
que tenía Arse la ocupa ahora Carthago Nova, en razón de ser la ceca
más próxima que surte monetariamente la zona geográfica que comentamos, en la que ocupa el 21'73%.
La presencia del Valle del Ebro viene de la mano de Calagurris,
cuyas piezas se acuñaron pocos años antes del 27 a.c. y con toda probabilidad no llegaron a circular en este período; si ello fuera así, quedaría notablemente mermada la representación de la zona, y con una
mayor representación porcentual las restantes cecas.
Las acuñaciones de Roma son todas ellas de la segunda mitad del
siglo y no ejerce, como sucede en Ilici, el papel relevante que había tenido en los años anteriores.
Por último, encontramos a faltar la presencia de las últimas emisiones de Saitabi, tanto ibérica como bilingüe (115).
La mayor densidad de moneda en circulación se registra en este
período. Las monedas emitidas entre el 27 a.c. y el 41 d.C. pueden
verse en el cuadro de la página siguiente.
El numario circulante se encuentra fundamentalmente constituido por las acuñaciones de las cecas hispano-romanas (mapa 33), las
cuales aportan el 94'39%, quedando el restante 5'60%para las extrapeninsulares.
Dentro del primer tipo de acuñaciones, destaca Carthago Nova
con el 42'05% y en relación con ello nos sorprende que Ilici en esta
muestra Únicamente aporte el 7'47%. Esto nos inclina a pensar que la
ceca de Ilici desempeñó una función relativamente modesta fuera de
su propia ciudad, ya que sería de esperar que por encontrarse esta ceca dentro de la zona de donde proceden las monedas, detentase el nú( 115)
Nos referimos a los tipos VIVES, XX-9 a 11.
[page-n-424]
423
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
mero máximo de ellas; sin embargo, la dispersión de los hallazgos esporádicos (mapa 34) ratifica la cantidad numérica con la que aparece
en esta muestra.
.27 a.c.-41 d.C.
Roma
Nemausus
P arium
Emporion
Ilerda
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Segobriga
Ilici
Carthago Nova
Col. Patricia
Romula
Abdera
Carteia
Traducta
Italica
Emerita
TOTAL
as
sem. quad.
ae
3
2
1
2
1
10
5
1
5
2
3
2
2
4
27
3
1
1
1
1
4
18
1
1
2
2
2
79
26
1
1
tot.
'
%
3
2'80
2
1'86 5'60
1
0'93
1'86
2
1
0'93
9'34
10
5
4'67
23.36
1
0'93
6
5'60
2
1'86
3
2'80
2
1'86 7'47
3
2'80
8
7'47
49,53
45 42'05
4
3'73
1
0'93
1
0'93
1
0'93 12'14
2
1'86
2
1'86
2
1'86
107
El segundo grupo de cecas que destaca por su volumen es el de la
Cuenca del Ebro que aporta un 23'36%, y entre los seis talleres que
componen el conjunto, destacan Celsa y Calagurris. El nivel de presencia que tiene la Cuenca del Ebro es en este período exactamente similar al que tenía entre los años 72-27 a.c., y documenta unas relaciones con esta zona a partir de estas fechas, que es probable que no
se cercenaran durante los años 72-27 a.c., sino que el colapso que sufrieron las cecas de la Cuenca del Ebro dificultaría su detección; y en
el momento en que se produce la reapertura de los talleres, nuevamente llegan sus acuñaciones siendo una fuente importante para la
alimentación monetaria del área litoral alicantina.
Con un nivel de aprovisionamiento análogo al de los períodos an-
[page-n-425]
424
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
teriores, se encuentran las cecas de la Betica y Lusitania que en conjunto aportan el 12'14%.
El resto de las cecas entran a formar parte de la masa monetaria
de un modo muy marginal. Entre ellas se encuentran las extrapeninsulares que lo hacen con el 5'60%, cantidad semejante a la que se documenta en Ilici, pudiéndose destacar la ceca de Nemausus, por su
relativa frecuencia de aparición en las zonas litorales de la Tarraconense y la de Parium por su lejanía.
MUSEO DE ALACANT
Mapa 33. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la zona de Alcant,
según la composición del Monetario del Museo de Alcant, durante los años 27 a.c. y 41 d.C.:
1, Emporion; 2, Ilerda; 3, Celsa; 4, Caesaraugusta; 5, Graccunis; 6, Calagurris; 7, Tunaso;
8, Cascantum; 9, Clunia; 10, Bilbilis; 11, Ercavica; 12, Segobriga; 13, Ilici; 14, Carthago Nova; 15, Abdera; 16, Col. Patricia; 17, Emerita; 18, Italica; 19, Romula; 20, Carteia; 21, Traducta. Clave de simbolos en pág. 524.
La relación de monedas por año es de 1'57, considerable si se
compara con la evolución del aprovisionamiento monetario visto hasta ahora, ya que al menos duplica la máxima registrada.
Por lo que respecta al período del reinado de Claudio 1, la relación
de monedas por año baja a 1'23. Nuevamente, como sucede en Ilici, el
aprovisionamiento que se recibe con este emperador se encuentra
[page-n-426]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
425
Mapa 34. - Dispersión de la ceca de Ilici: 1, Museo de Girona; 2, Museo de Manresa; 3,
Museo de Tarragona; 4, Moleta dels Frares; 5, Museo de Alcoi; 6, Alacant; 7, Elx; 8, Región
de Murcia; 9, Menorca.
dentro de lo que viene siendo normal o incluso por debajo. Ante ello,
cabría preguntarse si realmente existía en la zona penuria monetaria
o, por el contrario, el volumen de moneda circulante procedente del
reinado de los anteriores emperadores satisfaría las necesidades de la
[page-n-427]
426
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
zona, en la que se encuentra la ciudad de Ilici que, con un aprovisionamiento registrado mucho menor, durante el reinado de este emperador, se encontró en una situación similar.
as
Roma
Local
Inciertas
total
%
6
8
6
37'5
50
12'5
2
8
2
La distribución del numario de Claudio según su tipo de taller, da
un mayor predomonio de las acuñaciones locales frente a las oficiales
de Roma, aunque volvemos a encontrarnos con poca cantidad de piezas para poder establecer la verdadera importancia de cada una de
ellas dentro de la masa monetaria.
ILICI (LfAlcudia, Alacant)
Ilici es un te11 situado a unos tres kilómetros al Sur de la actual
ciudad de Elx, formado por ciudades ibéricas y romanas. El conjunto documental de que se dispone para su estudio se debe, en su mayor
parte, a las excavaciones arqueológicas sistemáticas que en él realizó
A. Ramos Folqués a partir de 1935.
Dentro de la época que nos interesa se han identificado 3 fases. La
primera de ellas corresponde al nivel VI con materiales que pueden
situarse entre los siglos I V y 1 1a.c. A continuación, el nivel V con ce1
rámicas ibéricas del estilo Elx-Archena, campanienses A y cerámicas
de Gnatia, cuya cronología oscilaría entre los años finales del siglo I V
e inicios del 1 a.c. Por último, el nivel IV ofrece una composición he1
terogénea de materiales que se encuadran entre el siglo 1 a.c. y los
1
inicios del siglo 1 d.C. ( 1 16).
En la estratigrafía general del yacimiento, los estratos que nos
afectan directamente son los E, D y C, y a consecuencia de la amplitud que éstos denotan, hemos considerado más conveniente el análisis
de los hallazgos numismáticos siguiendo los períodos con los que estamos trabajando.
La circulación monetaria de la ciudad ha sido analizada someramente por E. A. Llobregat (117) y R. Ramos Fernández (118). Noso( 1 16) Para una mayor información sobre el yacimiento, véase el estudio de conjunto
realizado por RAMOS FERNANDEZ, 1975, y el que años antes hiciera LLOBREGAT, 1972,
pp. 142-144. Ambos incluyen estudios numismáticos sobre la ciudad.
( 1 17) LLOBREGAT, 1972, PP. 142-144.
(118) RAMOS FERNANDEZ, 1975, PP. 267-269.
[page-n-428]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
427
tros ahora pretendemos profundizarlo, estableciendo períodos más
cortos de modo que se pueda ver con mayor precisión cronológica las
monedas que circularon en las distintas épocas, en virtud del espectacular avance que en los últimos años han experimentado los estudios
numismáticos, especialmente en la datación de las series ibéricas.
Para el estudio de la circulación monetaria de la ciudad de Ilici,
disponemos de un total de 134 monedas procedentes en su gran mayoría de las excavaciones arqueológicas realizadas en el te11 y en una
mínima parte de su territorio circundante. Las monedas se distribuyen del siguiente modo:
%
d a
ae
tot.
%
6
66'66
2
2
1
22'22
total
--- - - - - - - -
as
Roma
Hispano-cart.
Castulo
6 (?)
1
11'11
El tipo de moneda que circula en este período es el que lo hace en
general en otros yacimientos, aunque quizás éste se encuentre ligeramente afectado por su posición en una zona extrema, en el Sur de
nuestro marco geográfico como parecen querer apuntar la presencia
de AE púnicos y el as de Castulo, del tipo Vives, 69- 11 (mapa 35).
No obstante, la ceca que adquiere una mayor relevancia es Roma;
pero este dato debe ser considerado con precaución ya que las monedas se han situado en este periodo cronológico con criterio metrológicos, por tratarse de un as libra1 y 5 ases de peso sextantal.
La relación de monedas por año es, en comparación con lo que se
ha visto hasta ahora, sensiblemente alto ya que se sitúa en 0'21.
La masa monetaria aumenta numéricamente queriendo indicar
[page-n-429]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
428
Mapa 35. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilici, según los haiiazgos esporádicos, durante los años 195-27 a.c.: 1, Sekisanos; 2, Segobriga; 3, Arse; 4, Valentia; 5, Saiti; 6, Carthago Nova; 7, Castulo; 8, Irippo; 9, Malaca;lO, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
un uso más frecuente de la moneda en la vida de la ciudad, dado que,
en todos los casos, se trata de acuñaciones de bronce. Sin embargo, la
relación de monedas por año no se incrementa de modo apreciable, situándose en 0'29, debiéndose concluir que la masa monetaria se
mantuvo cuantitativamente inalterada.
195-133 a.c.
Roma
Saitabi
Castulo
Malaca
TOTAL
as
sem.
8 (?)
6
1
2
15
2
sext.
1
1
tot.
.%
8
8
1
1
18
44'44
44'44
5'55
5'55
La ceca de Roma junto con el aprovisionamiento que proporciona
la de Saitabi, mantienen las cifras más altas de representación, con 8
ejemplares cada una y un porcentaje del 44'44%,respectivamente. Es
[page-n-430]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
42 9
curioso ver cómo la ceca de Saitabi en estos momentos desempeña
una función importante dentro del aprovisionamiento monetario de la
ciudad, indicando quizás un momento álgido en la expansión de ésta
(mapa 35).
Por lo que se refiere a la ceca de Roma, al igual que en el período
anterior, los 8 ases que se clasifican dentro de estas fechas lo han sido
con criterios metrológicos.
den.
Roma
Sekisanos
Arse
Valentia
Saitabi
as
5
-
sem. quad.
1
6
2
2
%
6
1
1 (?)
total
35'29
5'88
35'29
11'76
11'76
6
2
2
Dentro de la relevante posición que venía manteniendo Roma se
produce ahora un cambio sustancial, al estar acuñadas sobre plata 5
de las 6 piezas que se conocen. En este tipo de metal no se conocía en
el yacimiento ningún ejemplar acuñado.
Sin embargo, el aspecto que salta a la vista inmediatamente es el
aprovisionamiento monetario mayoritario que porporcionan a la ciudad las tres cecas de la franja costera valenciana, lo cual pone de manifiesto una clara orientación de la ciudad hacia las tierras situadas
al Norte de la misma (mapa 35). De estas cecas destaca Arse, representando el 35%,y todas sus piezas son divisores de tipo quadrans.
Valentia y Saiti con dos ejemplares cada una, aportan a la masa monetaria el 11'76% respectivamente. La diferenci'a en la presencia de
los ejemplares de Saiti, en relación con el período anterior, hay que
buscarla en una disminución de la cantidad de moneda que ahora
acuña; al menos, el número de hallazgos esporádicos que se conocen
en nuestro marco geográfico, correspondientes a emisiones de estos
años, así lo parece indicar (119).
Los posibles indicios de una mayor relación de la ciudad con el
Sur peninsular que parecían quererse insinuar en el período anterior,
quedan ahora totalmente descartados ante la ausencia de monedas
de la Betica y de Castulo.
( 1 19) Aunque sería de desear un estudio de cuños, sin embargo, entre las piezas que nosotros hemos podido recoger procedentes de hallazgos esporádicos y de Museos, sólo conocemos 4 ejemplares del tipo VIVES, XX-1,mientras que del tipo XX-2,son 31.
[page-n-431]
430
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La relación de monedas por año es de 0'27. Por tanto, se mantiene
inmutable el ritmo de alimentación de la ciudad.
den.
Roma
Segobriga
Carthago Nova
Irippo
as
sem.
total
16
1
16
1
1
1
1
1
%
5'26
5'26
84'21
5'26
La falta de numario que se viene registrando en este período a nivel peninsular afecta de igual modo a Ilici, a pesar de que su número
total de monedas sea considerable (mapa 35).
Si descompusiéramos o tratáramos de ver de modo más exacto
cómo se distribuye cronológicamente el numario recogido, veríamos
que, a excepción de la moneda de Irippo que posee una cronología incierta pero con posibilidad de haber sido acuñada durante el segundo
cuarto del siglo 1 a.c., y el as de Segobriga con leyenda SECOBRIS,
que por su próximo parecido con una de las emisiones de Konterbia
hace problemática su inclusión en el período de las acuñaciones bilingües (120),la gran parte de la masa monetaria, el 84'2 1%,se encuentra formada por acuñaciones de Carthago Nova, que comienza a emitir a partir del año 57 a.c. ( 12 1). Incluso el denario republicano que
conocemos se acuñó en el año 48 a.c. De este modo comprobamos que
la alimentación de la ciudad se produjo de forma desequilibrada entre
el segundo y tercer cuarto de este siglo 1a.c., siendo paliada su necesidad monetaria con las acuñaciones hispano-romanas de Carthago
Nova.
Parece evidente que en los primeros años de este período el aprovisionamiento monetario se retrae considerablemente, lo cual debe de
conllevar una disminución del uso monetario para las transacciones.
Por otro lado, conviene matizar que las nuevas piezas que entran en
circulación no son valores altos sino que en un 89'47% se trata de semis, con lo que sólo se van a ver favorecidas las pequeñas transacciones, aunque también podían complementar la masa de numario en el
caso probable de que continuasen circulando las monedas anteriores.
Merece la pena destacar la ausencia de Saitabi y Arse frente a la
presencia mayoritaria que ostentaban en el período anterior, motiva(120) VILLARONGA, 1979-a, compárese su núm. 590 con el núm. 589.
(121) BELTRAN MARTINEZ, 1952, PP. 9-40.
[page-n-432]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
43 1
do, sin duda, por la retracción que existe en los hallazgos de las monedas que ahora acuñan, lo cual provoca en una muestra considerablemente pequeña que no aparezcan.
La relación de monedas por año es de 0'42; no obstante, cabe decir que lo que pudiera parecer un considerable aumento, ya que esta
cifra dobla las cantidades anteriores, no debe ser considerado estrictamente en su valor numérico puesto que las monedas que ahora poseemos son nominalmente valores más pequeños.
La ciudad de Ilici, convertida en colonia probablemente desde los
últimos años del período anterior (122), experimenta una elevación
considerable de su masa monetaria. Durante los períodos de Augusto,
Tiberio y Calígula se registran los siguientes hallazgos:
27 a.c.-54 d.C.
den.
Roma
Tarraco
Celsa
Osca
Caesaraugusta
Calagurris
Clunia
Ilici
Carthago Nova
Traducta
TOTAL
1
as
sem. quad. sext.
1
1
ae
tot.
%
1
4
5'97
1'49
4'47
1'49
5'97
1'49
1'49
43'28
32'83
1'49
1
1
3
1
4
1
1
29
22
1
67
1
3
3
1
10
7
1
25
1
1
1
19
12
1
36
3
3
1
13,43
76,1
Según se deduce de este cuadro, las acufiaciones de Roma ocupan
un porcentaje muy débil, el 5'97%, y en él se debe reflejar la dificultad
que tiene la ceca senatorial y las imperiales para abastecer las necesidades del Imperio y la floración de cecas municipales y coloniales que
tienen lugar, de modo generalizado, a partir del reinado de Augusto.
La ceca de la propia ciudad abastece a la misma con una proporción mayoritaria sobre el resto de las cecas, el 43'28%, seguida a una
corta distancia de las que proceden de Carthago Nova, con un
32'83%. La utilización de una cantidad importante de numario de esta última ceca, se encuentra condicionada fundamentalmente por su
proximidad y su potencia de acuñación, toda vez que en estos momentos la ciudad de Ilici debió quedar bajo la influencia económica
de Carthago Nova o, por el contrario, los vínculos de relación que le
unían a ésta fueron muy estrechos.
(122)
BELTRAN LLORIS, M. y BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 66 y nota 1.
[page-n-433]
432
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A pesar de la posición marítima de la ciudad, la Numismática no
parece informarnos de unas relaciones orientadas en ese sentido. Lo
que sucede es todo lo contrario, después de las acuñaciones de Carthago Nova, el p p o más importante de numario lo aportan las cecas
del Valle del Ebro, que representan el 13'43%.El restante 4'47% de la
masa monetaria se distribuye entre las cecas de Tarraco, Clunia y
Traducta, encontrándose ausentes las acuñaciones de Saguntum realizadas durante el reinado de Tiberio (mapa 36).
La relación de monedas por año es de 0'98, lo que constituye una
notable cantidad si se la compara con las anteriores. Sin embargo, se
debe hacer la advertencia, como lo hicimos en el período anterior, que
a pesar de que los valores que integran la masa monetaria se encuentran bastante repartidos, existe todavía un alto porcentaje de divisores que alcanzan el 59'70%.
El aprovisionamiento no es uniforme en los tres reinados en los
que se agrupa el numario, sino que el más elevado es el que se aporta
Mapa 36. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilici, según los hallazgos esporádicos, durante los años 27 a.c.-41 d.C.: 1, Calagurris; 2, Osca; 3, Clunia; 4, CaeSaraugusta; 5 , Celsa; 6, Ilici; 7, Carthago Nova. Clave de simbolos e n pág. 524.
[page-n-434]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
433
durante el período de Augusto, con 1'07 d a , superior a la media establecida; durante Tiberio se sitúa éste ligeramente por debajo, con
0'95 d a , y finalmente el que se registra con Calígula es muy inferior,
alcanzando sólo la cantidad de 0'25 d a .
El reinado de Claudio 1 no representa ningún cambio sustancial
por cuanto que no se documenta ningún alza sorprendente, como
cabría esperar. Unicamente conocemos la existencia de 4 monedas,
que por no estar ilustradas, ignoramos si se trata de acuñaciones locales o de Roma. La relación de monedas por año se sitúa en 0'30,
bastante inferior al de los reinados de Augusto y Tiberio y ligeramente
superior al de Calígula.
En términos generales se puede observar que el numario recuperado en este último período, en su variedad de valores dentro de las
acuñaciones de bronce, refleja la utilización de la moneda como medio de cambio dentro de la vida de la ciudad, lo cual se ve apoyado
por la necesidad de moneda fraccionaria, a cuya satisfacción irán
destinadas las primeras acuñaciones que realice su taller durante el
reinado de Augusto, preferentemente constituidas por semis ( 123 ).
La diversa proporción en la que entran en juego las distintas acuñaciones monetarias se comprueba en el siguiente cuadro, en el que
se han agrupado las acuñaciones datables entre el 195 y el 27 a.c.
Roma
Untikesken
Sekisanos
Segobriga
Arse
Valentia
Saitabi
Carthago Nova
Castulb
Irippo
Malaca
Ebusus
20
1
1
1
6
10
15
1
1
1
1
33'33
5 %
55 %
66'66
5 %
1'66
i
Comprobamos que la ciudad ante la inexistencia de ceca propia, si
exceptuamos la rara y controvertida emisión de C. Salvius y Q. Terent. Mont., se alimentó fundamentalmente de las acuñaciones de la
((reggio))
que entran a formar parte de la masa monetaria en un 55%.
(123) VIVES, CXXXIII-1 a 5.
[page-n-435]
434
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El segundo gran aporte lo efectúa la ceca de Roma, cuya proporción
es del 33'33%.Las restantes cecas en ningún caso adquieren una importancia relevante, repartiéndose el 11' 66% entre siete talleres.
En el período siguiente, 27 a.c.-54 d.C., las emisiones de la ciudad
tienden a ocupar en la masa monetaria el porcentaje que las cecas circundantes, relativamente próximas, suministraban. Y en los aiios del
reinado de los dos últimos emperadores, el crecimiento monetario de
la ciudad es sensiblemente inferior al que tuvo anteriormente.
CABEZO AGUDO (La Unión, Murcia)
En el término municipal de La Unión se encuentra el poblado r i
nnero de Cabezo Agudo (124).Este queda emplazado en una pequeña
elevación situada a unos 180 m. sobre el nivel del mar.
En este poblado se han encontrado un número no despreciable de
monedas que, por su homogeneidad, resultan aún más interesantes,
dando a nuestro juicio una visión bastante aceptable de la circulación
monetaria de un yacimiento situado en el límite Sur de nuestro marco
geográfico.
Las monedas encontradas constituyen un conjunto de 25 piezas
que deben fecharse, en su totalidad, dentro del siglo 11 a.c.
den.
Roma
Numidia
Untikesken
Arekoratas
Arse
Castulo
Gades
as
5
6
sem. quad.
5
ae
1
1
2
1
1
1
1
1
tot.
%
17
1
2
2
1
1
1
68
4
8
8
4
4
4
Lo más destacable es el predominio que ostenta la ceca de Roma,
que aporta a la circulación monetaria el 70183%, una equilibrada
con
distribución de valores, múltiplos y divisores. La llegada de estas piezas no se produjo inmediatamente después del asentamiento de los romanos en Hispania, sino que aparecen en su práctica totalidad en la
segunda mitad del siglo 11 a.c., como lo demuestra la pieza más antigua que se emitió en el d o 154, y corresponde a un denario tipo RRC
20 1, 1, y la más moderna, el denario tipo RRC 28 1, 1, en el 119 a.c.
El aprovisionamiento mayoritario que mantiene la ceca de Roma
(124)
FERNANDEZ AVILES, 1942,
PP. 136-152.
[page-n-436]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
43 5
en esta zona debe tener su explicación al ser el yacimiento un centro
minero y estar, a su vez, dentro de la zona de Carthago Nova, significativa también en el campo de la minería ( 12 5) cuya explotación va a
quedar en manos de los romanos.
El resto de la masa monetaria se diluye entre cecas que tienen
muy poca representación cada una de ellas (mapa 37). Sin embargo,
el abanico de talleres a que pertenece, insinúa la orientación de aprovisionamiento que se había observado en Ilici y en el monetario del
Museo de Alacant.
La situación del yacimiento en un punto de fácil comunicación
con la costa africana, justifica la existencia de una pieza de Numidia.
Esta misma situación va a ser la que, sin duda, motivó la pérdida del
influjo en la masa monetaria de los talleres de Saitabi, Arse y Valentia, que a pocos kilómetros al Norte, en la zona alicantina, entraban a
CABEZO AGUDO
Mapa 37. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado minero de
Cabezo Agudo, según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Arse; 3, Castulo; 4, Gades.
No se cartea Arekoratas. Clave de simbolos en phg. 524.
(125) ESTRABON, 111, 2, 20.
[page-n-437]
436
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
formar parte de la circulación monetaria con una considerable cantidad. De todos ellos, sólo Arse se encuentra presente y lo hace con una
moneda del tipo bilingüe (Vives, 17-3) acuñada hacia los últimos años
del siglo 1 a.c.
1
Las acuñaciones peninsulares más antiguas proceden del área
Sur. Se trata de Castulo, cuya moneda tipo Vives, 68- 11, se emitió durante los años 195-179 a.c. (126), y de la que cabría esperar por su
proximidad y potencia de emisiones, una mayor cantidad de monedas; y por otra parte, Gades, con el tipo Vives, 74-3, que como muy
tarde habría que situarla a mediados del siglo 1 a.c. El aprovisiona1
miento que se recibe con posterioridad, procede de la mitad Norte de
Hispania, entre el que destacan Untikesken y Arekorata.
La estructura del aprovisionamiento monetario del yacimiento
que parece deducirse de todo lo dicho anteriormente, es una alimentación monetaria por parte de los talleres del Sur, durante la primera
1
mitad del siglo 1 a.c. y un cambio de dirección del mismo hacia los
del área Norte de Hispania, a partir de mediados de este siglo. Evidentemente, esto debe ser tenido en cuenta con reservas, dada la precariedad del volumen de monedas procedentes de cecas peninsulares.
En líneas generales, este aprovisionamiento coincide con la muestra que poseemos en la zona interior de Murcia, a excepción del fuerte
componente que en ella tiene la ceca de Castulo, con sus emisiones de
ases con símbolo mano y los semis con reverso toro, creciente y L, fechados entre la mitad del siglo 1 y principios de 1a.c. Vemos con sor1
presa que en el Cabezo Agudo no se registra ningún ejemplar de estos
tipos, motivado quizás por una posición litoral fuera del circuito de
circulación de las emisiones de cecas interiores de la Betica y Castulo.
En una situación similar se encontraría la franja costera valenciana entre el Xúquer y el Millars en donde Castulo está poco representada y, en cambio, en su interior, en el yacimiento de Los Villares, las
emisiones de esta época representan el 31'35% (mapa 38).
REGION INTERIOR DE MURCIA (Murcia)
El conjunto numisrnático que pasamos seguidamente a comentar,
compuesto por 407 monedas, procede de la colección numismática de
doña Pilar de la Canal, viuda de Blaya. En la actualidad se encuentra depositada en el Gabinete Numismática del Medagliere Vaticano (127). Se
ignora la procedencia de cada una de las monedas; no obstante, a
través del análisis cuantitativo de las cecas presentes en la colección
(126) GARCIA BELLIDO, 1982, pp. 141-165.
(127) GIORNALE, 1928-1952, p. 408; RIPOLLES, 1981-a, pp. 87-154.
[page-n-438]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
-
43 7
Mapa 38. Dispersión de la ceca de Castulo: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Solsona; 4, Moih;
5, Museo de Girona; 6, Museo de Manresa; 7, Granoliers; 8, Sabadeii; 9, Burriac; 10, Comarca de El Penedés; 11, Museo de Tarragona; 12, Museo de Logroiio; 13, Cerro Bámbola; 14,
Azaila; 15, La Balaguera; 16, Sagunt; 17, Cova dels Estudiants; 18, El MolÓn y La Vereda;
19, Los Viliares; 20, Los Corrales de Utiel; 21, Xarpolar; 22, Museo de Alcoi; 23, Alcoi; 24,
Museo de Alacant; 25, Elx; 26, Región de Murcia; 27, Cabezo Agudo; 28, Menorca; 29, Maó.
Clave de símbolos e n pág. 524.
[page-n-439]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
438
-como se va a poder apreciar en el transcurso de este comentario- la
mayor parte de las piezas deben poseer una procedencia local. A ello
debemos añadir que existen múltiples tipos repetidos y bastantes piezas en mal estado de conservación, lo que permite suponer que nos
hallamos frente a una colección formada, en su mayor parte, por piezas encontradas en la zona de Murcia, en donde lógicamente va a tener una mayor densidad de presencia aquellas cecas que tienen una
aparición más frecuente en los-hallazgos esporádicos.
No queremos en ningún caso erradicar la posibilidad de existencia de piezas que no pertenezcan a hallazgos esporádicos efectuados
en la región. A pesar de ello consideramos que, en cualquier caso, va a
ser la hipótesis sobre la circulación monetaria de la zona que más se
adecúe a la realidad, por el hecho de ser éste el lote, cuantitativamente, más importante que se conoce de monedas atribuible a la zona de
Murcia, ya que en ella existe un enorme vacío de información de hallazgos numismáticos.
La colección, a su entrada en el Medagliere Vaticano, fue separada en bloques y, como consecuencia de ello, no disponemos de las
acuñaciones de cecas extrapeninsulares tanto en lo que se refiere a
las griegas, en su acepción más amplia, como a las romanas, imposibilitándonos apreciar la cantidad de monedas que éstas aportan a la
circulación monetaria de la supuesta zona a la que atribuimos la
-muestra.
La distribución de las monedas por períodos cronológicos (128),
mantiene los ritmos de presencia que vienen siendo habituales.
-
total
%
mla
En el conjunto del numario de este período la mayor proporción la
aporta, como cabía esperar por su posición geográfica, las acuñaciones hispanocartaginesas. ~ecuérdese densidad de tesoros con mola
nedas bárquidas que se registran en esta zona durante el período de la
( 1 28)
Un análisis sucinto de las monedas agrupadas en períodos amplios puede verse en
RIPOLLES, 1981-a, pp. 90-92.
[page-n-440]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
439
Segunda Guerra Púnica. El porcentaje con el que entran a formar parte de la circulación monetaria es del 88'88%.
drac.
Emporion
.Hispano-cart.
Castulo
sem.
ae
tot.
%
16
1
16
1
5'55
88'88
5'55
1
1
El resto de las cecas son Emporion, de la que conocemos una
dracma, y Castulo, representada por un semis del tipo MAN 52. Por lo
que se refiere a la primera, puede parecernos extraña su presencia a
causa de su rareza en los hallazgos esporádicos, aunque su inclusión
en los tesoros de Cheste, La Plana de Utiel y Moixent, acercan bastante hacia el Sur su área de dispersión. Respecto de Castulo quizás se
pudiera haber esperado una mayor representación de las emisiones
anteriores al 195 a.c. (129),habida cuenta de su presencia en otros
puntos bastante más alejados del centro emisor (130).
La relación de monedas por año es alta a pesar del desconocimiento de las emisiones romanas que pudiera incluir, situándose el
aprovisionamiento en 0'42. No obstante, hay que tener en cuenta que
la cantidad de ejemplares que ahora manejamos es notablemente elevada, y ello se va a ver consecuentemente reflejado en todos los períodos.
El aprovisionamiento monetario cuantitativamente m% importante que recibe esta zona procede de la parte más occidental de la Citerior y de la Ulterior. De todas ellas, Castulo, con 22 ejemplares, representa el 5 1' 16%de la masa monetaria. Dentro de los valores que
de esta ceca circulan predominan los semis que, con 17 piezas, constituyen el 77'27% de las monedas que aporta esta ceca. Ello da idea de
la necesidad que tenía la zona de moneda divisionaria como consecuencia de su temprano desarrollo; sería ésta la única zona peninsular que, en fechas tan altas, registra tal cantidad de divisores, el
39'43% del numario total del período.
(129) Nos referimos, siguiendo a GARCIA BELLIDO, 1982, a los tipos VIVES, LXVIII1 a 6; LXIX-5y 1 1 ; LXX-2.
(130) Monedas de los tipos citados en la nota anterior han aparecido además en Ilici y
Arse. Se conoce también 1 semis en el Museo de Tarragona, del que se ignora su procedencia.
[page-n-441]
440
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
195-133 a.c.
Kese
Ikalkusken
Obulco
Castulo
Ilturir
Urso
Uli a
Ilipense
Carmo
Gades
Sexi
Malaca
. TOTAL
den.
as
1
1
sem. quad.
1
3
1
5
1
1
1
1
1
2
17
1
3
2
2
tot.
3
23
17
1
4
1
22
1
1
1
1
1
4
2
3
43
%
4'65
9'30
2'32
51'16
58,13
2'32
2'32
2'32
2'32
2'32 27'90
9'30
4'65
6'97
Los tipos de monedas de Castulo que se han incluido en este período, distinguiendo sus cantidades, son:
as
as
as
semis
semis
símbolo KO
símbolo delfin
SACAL ISCER
símbolo S y M
VOC STF-CN FVL CN
V.
V.
V.
V.
V.
68- 1 1
2 ejempl.
9'09 %
69-6
1 ejempl.
4'54 %
70-13 2 ejempl. (131) 9'09 %
68-12
4ejempl.
18'18 %
7 1-2
13ejempl.
59'09%
El tipo más frecuente es, por tanto, el Vives, 71-2, cuya acuñación, a raíz de estos datos, se puede presuponer la más numerosa.
Las cecas de la Ulterior son, en extremo, variadas pero ninguna
de ellas adquiere la importancia de Castulo, aportando a la masa monetaria en su conjunto el 32'55%,destacando entre ellas las de Gades,
Sexi y Malaca.
Por último, las dos cecas que cabe mencionar son Ikalkusken y
Kese, cuya distinta frecuencia parece encontrarse en relación con la
ubicación geográfica de sus talleres, .aunque se desconozca para la
primera de las dos su emplazamiento exacto, que bien pudo estar situada en la zona limítrofe de la Meseta entre Murcia y Cuenca. Por
otro lado, estas dos cecas, excluyendo a Roma, son las que aportan en
estas fechas las únicas monedas de AR acuñadas en la Península.
La relación de monedas por año es de 0'69, lo cual supone un
avance considerable con respecto al período anterior, aunque se sitúa
dentm del crecimiento que es normal en la mayor parte de las ciudades.
(13
1) En contra de la inclusión de este as y del semis, VIVES, LXXI-2, véase GUADAN,
1969, p. 143 y GARCIA BELLiDO, 1978, p. 344.
[page-n-442]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
44 1
En este período se mantiene, en líneas generales, el predominio
que había ejercido la ceca de Castulo en la etapa anterior. Su porcentaje de participación en la circulación monetaria desciende a causa
del mayor volumen de piezas que constituyen la circulación monetaria, aunque la cantidad de monedas dobla en número a la que se registró en el período anterior. En suma, continúa siendo Castulo la ceca y la ciudad peninsular que mayor influencia debió ejercer sobre la
zona interior de Murcia.
133-72 a.c.
Iltirta
Kelse
Saltuie
Orosis
Bolskan
Sekia
Barskunes
Turiasu
Titiakos
Sekaisa
Konterbia
B elaiskom
Belikiom
Ekualakos
Arekoratas
Sekobirikes
Arse
Valentia
Saitabi
Obulco
Castulo
Lastigi
Carmo
Osset
Corduba
Carteia
Abdera
Ebusus
TOTAL
den.
4
1
as
3
2
2
1
1
1
1
1
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
4
33
sem. quad. ae
-
11
1
2
4
2
1
76
%
3
2
2
1
5
1
2
5
tot.
16
2
1
3
2
2
1
5
1
2
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
1
2
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
44
1
1
2
2
4
2
1
100
44
1
1
2
2
4
2
1
28
3
8
48
12
[page-n-443]
442
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Nuevamente, la abundancia de monedas de Castulo nos permite
distinguir entre los tipos que adquieren una mayor representación.
as
as
as
semis
símbolo mano
símbolo creciente
incierta
símbolo L
V. 70-8,9 22ejempl.
V. 69-8,10 6 ejempl.
7 ejempl.
V. 70-1 1 11 ejempl.
47'82 %
13'04 %
15'2 1 %
23'91 %
Tal como se puede apreciar en el cuadro, ha cambiado la correlación de valores que de esta ceca circula en estos momentos, ya que
los semis frente al 77'27% del período anterior, ahora ocupan sólo el
23'91%. También cambia la relación de los divisores con respecto a la
masa total de numario circulante, siendo en este período bastante
más baja.
Desciende en estas fechas el numario procedente de la Ulterior
mientras que, en contrapartida, aparece la amplia gama de cecas que
entran en funcionamiento en la Cuenca del Ebro y que constituyen el
28%de la masa monetaria; entre ellas destaca Bolskan con 4 denarios
y 1 as.
Las cecas de la Contestania y la Edetania se encuentran muy poco
representadas, lo cual nos indica que la zona se sitúa fuera del área
de predominio de circulación de sus monedas. También están ausentes las cecas del litoral catalán.
El aprovisionamiento monetario que se deduce de la muestra es,
con respecto a los anteriores, muy alto, alcanzando la cifra de 1'63
monedas por año.
72-27 a.c.
Como consecuencia de la existencia de un menor número de talleres monetarios, parece lógico que el aprovisionamiento monetario y
con ello la masa monetaria que a partir del 72 a.c. se pone en circulación, es menor. A todo esto se une, además, el que los talleres que continúan funcionando lo hagan con una menor intensidad.
Durante el segundo cuarto de este siglo el aprovisionamiento procede, en su mayor parte, de las cecas de la Betica y de Castulo que, en
conjunto, van a representar el 45% de la masa monetaria y, por separado, el 25 y 20%, respectivamente. Se aprecia en estas cantidades
una pérdida de presencia del numario de Castulo como consecuencia
de una menor actividad de su taller.
Dentro de las cecas de la Betica existe una variedad de talleres
cuyos hallazgos, dentro de nuestro marco geográfico, son extremada-
[page-n-444]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
443
mente raros y jusitifican su aparición en esta zona por ser casi colindante con la Betica.
Por lo que se refiere al aprovisionamiento que recibe a partir de
mediados de siglo, se ha de poner de relieve que, una vez puesto en
funcionamiento el taller de Carthago Nova, éste va a proporcionar a
la zona interior de Murcia un considerable volumen de numario compuesto en su totalidad por semis -no acuña otra cosa- y él solo va a
representar el 27'5%.
72-27 a.c.
Emporion
Kese
Lepida
Osca
Bilbilis
Calagurris
Segobriga
Carthago Nova
Castulo
Lascuta
Asido
Ituci
Orippo
Carteia
Sacili
Acinipo
Irippo
TOTAL
as
sem.
1
3
2
1
1
2
1
6
11
2
1
1
1
1
1
3
2
1
1
2
1
11
8
1
1
1
1
1
1
1
3
25
total
15
1
1
1
3
40
%
2'5
7'5
5
2'5
2'5
5
2'5
27'5
20
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
7'5
10
15
'
30
45
Las restantes cecas proceden todas de la mitad Nororiental de la
Península, predominando las situadas en la Cuenca del Ebro que en
total agrupan el 15%del total del numario circulante del período. Algunas de estas emisiones fueron realizadas años antes del 27 a.c., con
lo que existe la posibilidad de que no llegaran a circular dentro de este
período. En cualquier caso es significativo el hecho de que las primeras emisiones de las cecas hispano-romanas formen parte de la muestra, denotando su poder de atracción sobre ellas.
El aprovisionamiento cambia sustancialmente y dependerá, en
gran medida, de la distinta situación en que se encuentran las cecas
(mapa 39). Estas se muestran en el cuadro de la pág. 445.
[page-n-445]
444
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las cecas de la Betica, aunque no se encuentra la ceca de Castulo
en funcionamiento, forman un núcleo importante de acuñaciones que
suponen el 17'47% del total. De entre ellas destacan, por su cantidad,
la de Colonia Patricia e Iulia Traducta.
REGlON DE MURCIA
Mapa 39. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la zona interior de
Murcia, según la composición del Monetario de la Bib. Apost. Vaticana, durante los años 27
a.c.-41d.C.: 1, Emporion; 2, Osca; 3, Graccurris;4, Calagurris; 5, Cascantum; 6, Turiaso; 7,
Caesaraugusta; 8, Celsa; 9, Ilerda; 10, Dertosa; 11, Clunia; 12, Bilbilis; 13,Ercavica; 14, Saguntum; 15, Segobriga; 16, Emerita; 17, Ilici; 18, Carthago Nova; 19, Acci; 20, Patricia; 2 l ,
Italica; 22, Romula; 23, Carteia; 24, Iulia Traducta. Clave de símbolos en pág. 524.
En general, se observa lo que se ha venido produciendo en los anteriores períodos. El aprovisionamiento mayoritario procede de las
cecas asentadas en su entorno más inmediato. Así, la ceca que más se
destaca por su participación en la masa monetaria es C arthago Nova,
con 52 ejemplares y el 25'24%. La que sigue a continuación es Ilici,
con 23 piezas y el 11' 15%;en ambas, la relación de ases y semis es similar, encontrándose representados una amplia variedad de tipos
(véase el inventario, Capitulo 1, apartado b).
Las cecas de la Cuenca del Ebro, en su conjunto, alcanzan en estas
fechas su máxima representación, el 34'95%; entre ellas destacan por
[page-n-446]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
27 a.c.-41 d.C.
Emporion
Dertosa
Ilerda
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Cascantum
Graccurris
Clunia
Ercavica
Segobriga
Saguntum
Ilici
Carthago Nova
Acci
Patricia
Romula
Carteia
Traducta
Italica
Emerita
TOTAL
dup.
as
sem. quad.
1
1
1
1
1
13
10
16
2
11
10
1
1
4
3
3
1
10
25
5
5
2
1
3
5
2
3
135
1
1
4
1
2
13
27
3
4
1
4
4
1
66
2
2
tot.
1
1
1
13
10
16
3
12
14
2
1
,4
3
5
1
23
52
8
10
4
6
9
3
4
206
44 5
%
0'48
o,g7
0'48
0'48
6'31
4'85
7'76
1'45
5'82 34'95
6'79
0'97
0'48
1'94
1'45 5'82
2'42
0'48
11'16
40.77
25'24
3'88
4'85
1'94
2'91
17r47
4'36
1'45
1'94
su cantidad las de Celsa, Bilbilis, Turiaso, Calagurris y Caesaraugusta.
La relación de monedas por año adquiere una espectacular alza al
situarse en 3'02; no obstante, conviene matizar la cantidad de numario que recibe de cada uno de los tres emperadores. Durante Augusto
la relación es inferior a la media con 2'8; en cambio, el que recibe durante Tiberio es superior con 3'56; por último, la zona experimenta
un aporte de moneda no documentado en ningún otro lugar, dado que
el que recibe con Claudio se iguala al de Tiberio al ser de 3'5 monedas
por año.
Lamentablemente, el desconocimiento de las acuiiaciones romanas que contenía la colección no ha permitido el poder comprobar en
qué proporción entran a formar parte de la circulación monetaria de
[page-n-447]
446
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
la zona, siendo difícil suplir este vacío mediante la extrapolación de
los datos que puedan aportar los conjuntos de localidades próximas, a
causa de la estructura peculiar de la masa monetaria circulante. En
ésta, Castulo y las cecas de la Ulterior desempeñan un rol muy importante durante los años 195-27 a.c. y luego, aun manteniendo su alto
índice de presencia, la preponderancia va a pasar a las cecas de Carthago Nova, Ilici y, en menor medida, las de la Cuenca del Ebro.
MENORCA
La circulación monetaria de la isla de Menorca ha sido estudiada
para todo el período de la antigüedad por M. Campo en dos publicaciones distintas (132),a través de las monedas depositadas en el Museo Provincial de Bellas Artes de Maó. La primera de ellas, en el año
1976, analiza el aprovisionamiento monetario de la isla durante la
época imperial; y la segunda, en 1980, estudia el aprovisionamiento
de la época republicana y de los años anteriores a ésta, desde la aparición de la moneda en la isla.
Para el análisis de la circulación monetaria que vamos a realizar
disponemos de monedas procedentes del Museo de Bellas Artes de
Maó (133), al que además se han añadido los hallazgos esporádicos
efectuados en la isla que, con toda certeza, no se encontraban incluidos en él. En total, el número de monedas asciende a 130.
El mal estado de conservación de los ases romano republicanos ha
motivado que, excepto 1 ejemplar, en su totalidad no hayan podido
ser clasif"icados, desconociéndose su fecha de emisión, y las peculiares circunstancias que rodean a la romanización de esta isla, conquistada por Metello en una fecha tardía con respecto a la Península Ibérica. Este hecho nos ha obligado a no poder distinguir, de forma segura, entre las acuñaciones realizadas antes y después del 133 a.c. En
consecuencia, los grupos cronológicos en los que se encuadran los hallazgos son los siguientes:
total
%
'
d a
(132) CAMPO, 1976-b, pp. 61-71; id., 1979-b, pp. 97-1 10.
(133) La información sobre el contenido de este monetario la debemos a la amabilidad
de M. Campo, quien nos ha facilitado los negativos y la ficha técnica de las monedas.
[page-n-448]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
300-19 5 a.c.
uncia
Antioquía
Roma
Cerdeña
Carthago
Gades
ae
total
1
1
1
2
2
1
1
1
1
1
%
16'66
16'66
33'33
16'66
16'66
33,33
66'66
El numario que se ha expuesto en el cuadro superior procede de to1
do el siglo 1 1a.c., sin que exista una concentración de cecas en unas
fechas determinadas. Se trata de acuñaciones aisladas en el tiempo y
en el espacio. No obstante, existe un predomonio de las acuñaciones
procedentes de talleres de filiación púnica, ya que las cecas de Gades,
Carthago y Cerdeña, en conjunto, aportan el 66'66%, y ello debe ser
tenido en cuenta como indicador del tipo de cultura con la que se
podía relacionar la isla o a través de la cual se realizaban las importaciones y exportaciones.
Con respecto a la función que en la isla podían desempeñar esta
escasa cantidad de monedas, nos sumamos a la opinión de M. Campo
(134) cuando afirma que probablemente no fueron utilizadas como
medio de cambio, sino que debieron ser tenidas como ((objetosexóticos sin utilidad práctica).
En líneas generales, el aprovisionamiento monetario que recibe la
isla, según se desprende del cuadro de la página siguiente, procede de
la ceca de Roma y de las cecas ibéricas peninsulares. La más importante es la de Roma que aporta a la masa de numario el 57' 14%,cifra
muy considerable si se tiene en cuenta que se trata de una sola ceca.
Los talleres peninsulares (mapa 40) se encuentran representados
con bastante variedad y, en conjunto, aportan el 35'71%. Excepto la
ceca de Kese, que tiene documentados 2 ases, el resto de las cecas sólo posee una moneda cada una, lo cual, unido a su ubicación dispersa,
no nos induce a pensar en la posibilidad de la existencia de una zona
geográfica concreta dentro de la Citerior con la que mantuviera unas
relaciones predominantes, aunque el porcentaje con que entran a formar parte de la circulación monetaria pone de relieve unos contactos
bastante estrechos con la Península Ibérica.
(134) CAMPO, 1979-b,p. 97.
[page-n-449]
448
,
195-72a.c.
Roma
Numidia
Untikesken
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Tabaniu
Arse
Saitabi
Corduba
Ebusus
TOTAL
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
den. as
1+2F 13
sem. quad. ae
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
3
20
1
2
1
2
tot.
%
16 57'14
1 3'57
3'57
1
2 7'14
1
3'57
3'57
1
14,28
1 3'57
1
3'57
1 3'57
7.14
1 3'57
1 3'57
1 3'57
28
Un aspecto que quisiéramos destacar es la mínima cantidad con
que se encuentra representada la ceca de Ebusus, si se tiene en cuenta
que paralelamente a estas fechas e incluso en el siglo anterior, se encuentra documentado un notorio tráfico comercial con Ebusus según
se desprende de la aparición en Cales Coves y en el pecio de Binisafuller de una considerable cantidad de vasos anfóricos ebusitanos ( 135).
Una vez esbozado el panorama de la circulación en este período,
quisiéramos precisar algunos aspectos cronológicos de las monedas
que contiene. Por lo que a Roma se refiere, la pieza más antigua que
se conoce es un as emitido en los años 169-158a.c. y la que le sigue
en antigüedad es ya un denario de Q. Metello del 125 a.c.; del resto
de los ases no se han podido identificar sus tipos, por deficiente estado
de conservación, pero es probable que hubiesen entrado en la isla a
partir del 123 a.c., momento éste en el que la conquista Metello ( 136).
Similares puntualizaciones se precisan hacer sobre el numario peninsular, ya que, salvo los dos ases de Kese, el resto de las monedas
en ningún caso tienen una fecha de emisión anterior al año 133 a.c.,
lo cual marca claramente el momento en que Menorca comienza a alimentarse de numario peninsular, el cual debe estar relacionado presumiblemente con la llegada de la mayor parte de A romano-repuE
blicano del mismo modo que lo está, con toda seguridad, con la de las
acuñaciones republicanas de AR.
Si con la conquista de la isla se implanta en ella una masa monetaria foránea, es normal que la mayor parte de ésta corresponda con
( 135) FERNANDEZ MIRANDA-BELEN, 1977, Cales Coves: pp. 2 1-67 ; Pecio Binisafuller: pp. 69-81. RAMON, 1981, pp. 80-82.
(136) LIVIO, Per. LX.
[page-n-450]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
449
acuñaciones del momento y una cierta cantidad pertenezca a antiguas emisiones todavía en circulación. Por ello no es aventurado pensar
que durante la primera mitad del siglo 11 a.c., Menorca se encontraría en una situación monetaria similar a la del siglo 111 a.c.
Mapa 40. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la isla de Menorca,
según los hallazgos esporádicos: 1, Untikeskeq/Emporion; 2, Bolskan; 3, Calagunis; 4, Clunia; 5, Turiaso; 6, Caesaraugusta;7, Iltirtahierda; 8, KelseICelsa; 9, Kese; 10, Segobriga; 11,
Arse; 12, Saiti; 13, Ilici; 14, Carthago Nova; 15, Castulo; 16, Cordubflatricia; 17, Emerita;
18, Carteia; 19, Iulia Traducta; 20, Ebusus. No se cartea Tabaniu. Clave símbolos pág. 524.
Dentro de este período se sitúa un interesante tesoro compuesto
por 383 monedas de bronce, de las que 380 son republicanas. Se trata
del tesoro de Torelló d'en Cintes, al que ya nos hemos referido en el
capítulo anterior ( 137)y del que consideramos que debió formar parte
de la masa de numario que se importó después de la conquista roman a en el 123 a.c.
La relación de monedas por año es de 0'22.No puede considerarse destacada ya que, ciertamente, si aumenta lo hace muy débilmente. Además, no representa a la totalidad del período, pues como ya se
ha dicho, son pocas las monedas emitidas antes del 133 a.c. y en su
(137) Véase la pagina 294.
[page-n-451]
450
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
inmenss mayoría lo fueron después de esta fecha con lo que el numario que circuló, únicamente a partir del 133 a.c., se reparte entre todo
el período, desde el 195 a.c., desvirtuando el verdadero nivel de aprovisionamiento.
El aprovisionamiento monetario que se registra durante este
período es mínimo, descendiendo tanto el que recibe de Roma como
de la Península Ibérica, tal como se aprecia en este cuadro:
den.
Roma
Castulo
as
total
1
2
1
2
La situación por la que parece atravesar la isla no es exclusiva de
ella, sino que es similar a la que en estas mismas fechas tiene Ebusus
y otros puntos de la Península Ibérica, y que en nuestra opinióqse debería al cierre de la mayor parte de las cecas ibéricas de la Citerior
una vez sojuzgada la rebelión sertoriana.
El cuadro con las monedas emitidas entre el 27 a.c. y e1 41 d.C. es
bastante similar al de los años 195-72 a.c. en lo que se refiere a ladistribución de la masa monetaria por talleres (mapa 40).
El numario circulante procede básicamente de la ceca de Roma,
que aporta el 48'43%, y de las cecas peninsulares que lo hacen con el
39'06%; tanto el aprovisionamiento de la primera como de las segundas, después de la crisis de los años 72-27 a.c., recuperan el rol desempeñado en la circulación monetaria con anterioridad. La novedad
que se introduce en el período es la presencia de la ceca de Nemausus
que como ceca es la que, después de Roma, se halla presente con una
mayor participación en la masa monetaria, el 10'93%.Su hallazgo no
es en ningún caso accidental, ya que se documenta una importante
cantidad en Pollentia y en diversos puntos de la costa oriental de la
Península Ibérica (138), debiéndose considerar como una ceca habitual en la circulación monetaria de las zonas señaladas.
La procedencia del numario peninsular, según las distintas cecas,
poco difiere de lo que se ha visto en la etapa de los años 195-72 a.c., y
al igual que entonces, no existe un área concreta ni ceca que predomine sobre las demás.
(138) Véase el mapa núm. 7.
[page-n-452]
45 1
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
Como hechos más destacables hay que señalar el aumento en la
circulación del número de cecas del Sur peninsular y la ausencia de
Tarraco que, ante la existencia de diversas piezas de Kese (139) en
años anteriores y su proximidad a la isla, debiera de haber estado representada.
as
Roma
Lugdunum
Nemausus
Emporion
Ilerda
Celsa
Caesaraugusta
Turiaso
Calagurris
Clunia
Segobriga
Ilici
Carthago Nova
Patricia
Traducta
Emerita
Carteia
TOTAL
"
sem. quad.
2
2
1
2
55
tot.
1
27
1
7
1
2
1
1
3
3
1
1
ae
3
1
3
31 48'43
1'56 60'93
1
7 10'93
1'56
1
3'12
2
1'56
1
1'56 15'62
1
4'68
3
4'68
3
1'56 3I12
1
1'5ti
1
1'56
1
6'25
4'68
3
3'12
2
1'56 1215
1
3'12
2
4'68
3
64
1
1
3
5
%
La relación de monedas por año es de 0'94. Al parecer, el numario
circulante en la isla se encuentra a un nivel que, comparativamente
con el resto de las muestras, se puede considerar como dentro de lo
que viene siendo normal. Es, con todo, el más alto aprovisionamiento
registrado hasta ahora en los períodos que hemos comentado.
Durante el reinado de Augusto el aporte que realizan las cecas peninsulares es del 51'42%' superior al de la ceca de Roma e incluso al
que aporta esta Última con Lugdunum y Nemausus; la relación de monedas por año es 0'85. En cambio, en el período de Tiberio la alimentación que la isla recibe de ambos tipos de cecas se modifica sustancialmente debido a que, ahora, Roma aporta el 73'07% de la masa
monetaria y las cecas peninsulares lo hacen con el 26'42%, siendo la
(139) Además de los dos ases que se incluyen en los cuadros, se han catalogado dos más
en los que no hay restos del símbolo, con lo cual no ha sido posible determinar su fecha de
emisión.
[page-n-453]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
452
relación de monedas por año de 1'3. Tampoco es despreciable por su
escaso número el que recibe de Calígula, ya que su etapa en el poder
es breve; el aprovisionamiento es de 0'75 monedas por año, procediendo en su totalidad de la ceca de Roma.
En la sucesiva evolución del numario que aporta la ceca de Roma
se manifiesta claramente que dicho aprovisionamiento va sucesivamente desplazando, a partir de Augusto, al que proviene de la Península Ibérica hasta que en el reinado de Calígula desaparece dehitivamente, procediendo todo el que se registra de Roma, fenómeno que
con cierto retraso se generalizará en la Península Ibérica.
En cuanto al aporte de numario que se realiza bajo el reinado de
Claudio 1, tenemos ahora la oportunidad de poder establecer la relación existente entre las acuñaciones procedentes de la ceca de Roma
y las de carácter local de imitación.
sest.
dup.
as.
total
%
1
2
8
18
8
21
27'58
72'41
- --
Roma
Local
La relación de circulación de las imitaciones de Claudio 1 es, con
mucho, superior a las que proceden de la ceca de Roma. Los tipos que
predominan dentro de las imitaciones son:
--
-
RIC
64
66
67
68
69
?
tot.
El predominio que detenta el tipo RIC 66, que en las diversas
muestras que se conocen suelen superar ampliamente el 60% (140),
no se encuentra reflejado con la misma intensidad en el lote que tenemos de Menorca, donde los tipos que aportan las imitaciones se encuentran bastante repartidos, siendo el porcentaje del tipo 66 del
38'09%.
El aumento que experimenta el aprovisionamiento monetario durante el reinado de Claudio es muy considerable, ya que de 0'94 monedas por año se pasa a 2'33.
La procedencia de las monedas de imitación debe ser, como indica M. Campo (141), de origen peninsular ya que, careciendo de ceca
(140) GURT, 1978,p. 215.
(141) CAMPO, 1976-b, 63.
p.
[page-n-454]
ANALiSIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
453
propia, parece lógico que no tuviera experiencia de acuñación y las
monedas poseen una factura muy elaborada y correcta. Además, siguiendo a esta autora, lo más razonable es que penetraran en la isla
mediante los canales habituales, por medio de los cuales lo hicieron
las hispano-romanas que, como se ha visto, fluyen regularmente a la
isla.
POLLENTIA (L'Alcudia, Mallorca)
tuvo lugar en el 123 a.c.,
La fundación de la colonia de ~ollentia
después de que Q. C. Metello sometiera a las Baleares con el fin de suprimir las correrías que los piratas realizaban, teniendo como refugio
estas islas (142). Mallorca y Menorca, a partir de este momento, se
engloban en la Hisparia Citerior. Metello en la mayor de las Baleares
funda dos colonias de derecho romano, Pollentia y Palma, transportando 3.000 personas desde Hispania.
Recientemente, ha sido publicado un estudio sobre la circulación
monetaria de la Colonia por E. Manera y O. Granados (143),partiendo de las monedas depositadas en el Museo de Mallorca, procedentes
de hallazgos esporádicos y de las excavaciones arqueológicas -llevadas a cabo por Llabrés e Isasi hasta 1931.
La muestra que nosotros vamos a utilizar consta de 228 monedas,
cuya procedencia es en parte distinta. Nos basamos en los hallazgos
esporádicos publicados por Mateu y Llopis; en los materiales de las
excavaciones de L. Amorós, publicadas también por Mateu y Llopis, y
la relación de hallazgos de las excavaciones de Llabrés e Isasi, correspondientes a las campañas de los años 1930-193 1.
Inconvenientes similares a los que tuvimos en Menorca, al no poder determinar a través de la publicación de las monedas, por falta de
detalles, la exactitud y la cronología no sólo de las acuñaciones republicanas sino también de las ibéricas, nos han forzado a encuadrar los
hallazgos (144) anteriores al 27 a.c. dentro de un mismo grupo. Así
pues, el numario se reparte cronológicamente de este modo:
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
total
123
77
28
d a
53'94 0'73
33'77 1'13
12'28 2'15
%
(142) ESTRABON, 1 1 5, 1; OROSIO, 5, 13, 1.
1,
(143) MANERA-GRANADOS, 1979-b, pp. 40-45.
( 144) Las monedas del monetario del Museo de Mallorca, procedentes de Pollentia, están siendo estudiadas por E. Manera y no nos ha sido posible obtener un avance del mismo
antes de su publicaci6n.
[page-n-455]
454
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes de comenzar el análisis de los períodos cronológicos, queremos incidir en la ausencia que se habrá pociido comprobar de mone1
das cuya fecha de emisión es anterior a la primera mitad del siglo 1
a.c. Este hecho no debe parecer extraño debido a que la muestra procede de la ciudad de Pollentia, y su fundación, en el año 123 a.c., motiva el que la circulación monetaria que se implanta en ella esté condicionada por la masa monetaria extenor que trajeron las personas
que en ella se establecieron.
La diferencia que se observa con respecto a Menorca, en donde
aparecen monedas emitidas a fines del siglo 111, obedece a que los hallazgos monetarios no se refieren a una ciudad en concreto, sino que
pertenecen a la globalidad de la isla.
den. as sem. tr. quad. sext.
Roma
Vienne
Tingis
Leptis Magna
Untikesken
Kese
Lauro
Iltirta
Kelse
Seteisken
Belikiom
Ebusus
TOTAL
14
61
1
2
1
3
ae
1
1
1
10
18
1
3
1
1
1
1
97
3
1
14
1
4
1
3
tot.
%
82 66'66
1 0'81
1 0'81
1 0'81
12 9'75
18 14'63
1 0'81
3 2'43
1 0'81
1 0'81
1 0'81
1 0'81
123
En la cantidad de numario que recibe Pollentia se pueden distinguir dos grandes bloques, formados por las acuñaciones de Roma y
las de las cecas peninsulares, repitiendo el panorama de circulación
que se ha individualizado en Menorca, con leves modificaciones en el
porcentaje en el que entran a formar parte de la masa monetaria ambos bloques.
Las acuñaciones de la ceca de Roma fueron las que circularon con
mayor profusión dentro de la colonia. Se conocen 82 piezas que representan el 66'66%. Es un hecho totalmente lógico que careciendo la
ciudad y la isla en general de ceca que pudiera abastecer sus necesidades, la colonia tenga que nutrirse con las piezas que proceden del
I
[page-n-456]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
45 5
exterior. Ahora bien, la distinta procedencia de ella nos va a poner frente a unas fuentes de aprovisionamiento concreto, en este caso, el de
las monedas republicanas, es el que posee un porcentaje más elevado.
Una situación similar se detecta en este mismo yacimiento unos
pocos años más tarde, según se ha señalado en una reciente publicación (145)en la que se pone de relieve que los porcentajes de las cerámicas sigillatas sudgálicas e hispánicas se encuentran por debajo de
las aretinas. La explicación que para este fenómeno se da es el distinto gusto de las gentes de Pollentia con respecto a la Península Ibérica,
o bien que ((10scanales comerciales baleáricos estaban en mejor relación con Italia que con la Península Ibérica)).En nuestra opinión, entendemos que el predominio de las acuñaciones de Roma debe tener
explicaciones análogas, seduciéndonos la segunda opción, por parecemos que se adecúa, en mayor medida, a la realidad.
El otro bloque importante por la cantidad de numario que aporta
es el que está compuesto por las cecas peninsulares (mapa 41). Estas
representan el 30'08% del total del numario del período. La repartición del mismo, según cecas y áreas de la Península Ibérica, manEesta la alta representación que tienen los talleres litorales ubicados al
Norte del río Ebro, que aportan el 25'20%,y entre los que cabe destacar Kese y Untikesken.
Con mucha menor cuantía e importancia se encuentran a continuación las cecas de la Cuenca del Ebro que, en el conjunto de la masa monetaria, ocupan el 4'87% y entre ellas, tan sólo destaca Iltirta, lo
cual se explicaría por la facilidad de comunicación que tiene con Kese
por medio de la vía que une ambas ciudades (146). No obstante, se
comprueba que el resto de las cecas del Valle del Ebro poseen todas
ellas una ubicación en su parte más oriental; se trata de Belikiom,
Kelse y Seteisken.
A tenor de la orientación que reflejan los hallazgos de acuñaciones peninsulares en Pollentia, con una clara inclinación hacia la costa
de la actual Catalunya, manifestada también en la muestra que de la
ciudad de Pollentia y del área rural presentan Manera-Granados
(147), quizás no resulte aventurado pensar que el contingente de
3.000 personas venidas de Hispania y asentadas en las Baleares por
Mete110 ( 148)pudiera proceder de esta zona, la cual detenta un predominio monetario considerable dentro del aprovisionamiento que recibe de las cecas peninsulares.
TARRADELL-ARRIBAS-ROSELLO,
1978,p. 143.
(146) ROLDAN, 1975,pp. 97-98.
p.
p.
(147) MANERA-GRANADOS, 1979-a, 95;id., 1979-b, 41.
(148) ESTRABON, 1 1 5, 1.
1,
( 145)
[page-n-457]
456
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 41. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Pollentia, según los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken/Emporion;2, Lauro; 3, Iltirta; 4, Turiaso; 5, KelseICelsa; 6, Seteisken; 7, Belikiom; 8, Kese; 9, Emerita; 10, Ebusus; 1 1, Carthago Nova; 12, Acci.
Clave de símbolos en pág. 524.
En otro orden de cosas, Ia ceca de Ebusus continúa siendo de interés al haberse encontrado un sólo ejemplar que, junto con dos más
hallados en el resto de la isla, son los únicos que se conocen en Mallorca. Es evidente que la moneda ebusitana se difundió muy poco en Mallorca y Menorca. M. Campo considera que se debe a que la cultura
talayótica perduró hasta la conquista romana y, en muy poca medida,
hizo uso de la moneda con anterioridad a la época imperial (149).En
cambio, si en Mallorca a duras penas existía circulación monetaria,
es normal que los hallazgos no sean de moneda divisionaria sino de
unidades de un módulo y apariencia de mayor entidad. Sin embargo,
esta mínima presencia no se corresponde con el resto de materiales
ebusitanos que se documentan en algunos puntos de la isla, como son
entre otros, el pecio del Sec y la colonia de Sant Jordi (150).
(149) CAMPO, 1976-a, pp. 97-98.
(150) Información tomada de RAMON, 1981, pp. 77-80.
[page-n-458]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
457
En suma, se repite una estructura de circulación similar a la que
tiene Menorca, con la salvedad de que en ésta no existe ceca ni zona
geográfica predominante de donde proceda una cantidad significativa de numario, y en cambio, en Pollentia la orientación hacia un área
determinada de la Península Ibérica queda patentizada de un modo
muy elocuente a través de la numerosa cantidad de monedas procedente del litoral entre las ciudades de Kese y Emporion, ambas comprendidas.
Los hallazgos en el área rural ( 151) mantienen una semejanza con
la muestra que hemos presentado de Pollentia, documentándose en
unos niveles análogos los porcentajes en los que entran a formar parte
de la masa d~ nurnario, las acuñaciones de Roma y las que proceden
de las cecas peninsulares. La única diferencia la encontramos en la
distinta repartición en cecas del lote de monedas hispánicas. Así, en el
área, aunque se mantiene la importancia de los talleres de la zona litoral catalana, cambia la importancia de las cecas dado que en esta
muestra rural, es Untikesken, con 12 monedas, quien supera ampliamente a Kese, que sólo tiene 1.
No obstante, la mayor diferencia se encuentra en la presencia de
un número considerable de piezas de Castulo que se registra en los hallazgos del área rural, en contraposición con Pollentia no sólo con
nuestra muestra, sino también con la que presentan Manera-Granados (152). En relación con esta ceca conviene traer a colación una noticia que dio M. Campo (153) sobre la existencia, en dos colecciones
privadas de Menorca, de 10 monedas de Castulo de las primeras series. En este caso, tan apreciable cantidad no se corresponde con la
muestra existente en el monetario de Menorca, al igual que la abundante cantidad de Castulo en el área rural no queda ratificada en las
muestras de que disponemos de Pollentia. De todo ello debería desprenderse una importante circulación de las monedas de esta ceca en
las Baleares, que momentáneamente no se encuentra muy bien documentada (154).
Todo el numario que disponemos de Pollentia es evidente que, a
priori, no debió circular con anterioridad al 123 a.c., fecha en la que
se funda la ciudad, dado que el nivel estratigráfico más antiguo co(151)
(152)
(1531
(154)
estén bien
MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 95.
MANERA-GRANADOS, 1979-b, p. 41.
CAMPO, 1979-b, p. 98.
MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 91, expresan su temor de que estas piezas no
clasificadas.
[page-n-459]
458
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
rresponde a la fundación romana, y en él raramente existen materiales con una antigüedad superior al año 100 a.c. (155).
De todas las monedas que hemos podido manejar y de las que conocemos su cronología cierta -que son muy pocas-sólo 5 fueron acuñadas con toda seguridad antes del 123 a.c. Se trata de 2 denarios
emitidos en el 148 y el 130 a.c., y 2 ases y 1 semis de Untikesken para
los que se propone una datación en la primera mitad del siglo 11 a.c.
(156),
que circularon en Pollentia bastantes años después de su acuñación, formando parte posiblemente de una masa monetaria importada.
La relación de monedas por año, si la establecemos entre el 123
hasta el 27 a.c., es de 1'28. Esta cantidad de numario recuperado se
sitúa en un nivel de aprovisionamiento importante que indica que,
con la fundación de la ciudad de Pollentia, se creó un centro de vida
urbano que debió llevar aparejada, al menos, una mínima economía
de mercado.
sest.
Roma
Inc. Imper.
Nemausus
Emporion
Turiaso
Carthago Nova
Acci
Emerita
TOTAL
as
1
1
6
4
30
9
1
1
1
1
53
2
sem.
ae
tot.
1
19
8
24
30
10
1
2
1
1
77
1
1
1
21
%
10'38
31'16 80'51
38'96
12'98
1'29
2'59
19.48
1'29
1'29
El momento de mayor plenitud de la ciudad se sitúa en el Alto Imperio. En la época que nos atañe, el aprovisionamiento monetario es
variable aunque mantiene una tendencia alcista.
En esta muestra, del mismo modo que sucede con la que presenel
tan para estos mismos años Manera-Granados (157), aprovisionamiento según las acuñaciones de los distintos emperadores es muy variado por cuanto que del total de 77 monedas, sin contar con las pie1978,p. 3 16.
(155) TARRADELL-ARRIBAS-ROSELLO,
p.
(156) VILLARONGA, 1977-a, 31.
(157) MANERA-GRANADOS, 1979-b,p. 42.
[page-n-460]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
459
zas de Emporion que es difícil atribuir a un emperador determinado,
pertenecen a Augusto 59 piezas, y a Tiberio y Calígula tan sólo 5 y 3,
respectivamente.
La procedencia del numario se amplía a la ceca Gala de Nemausus que alcanza un porcentaje muy elevado, el 38'96%. En ningún
otro lugar de nuestro marco geográfico se ha detectado una presencia
tan participativa de este taller en la circulación monetaria.
Los talleres hispano-romanos (mapa 41) reducen su participación
con respecto a los años anteriores, ahora ocupan el 19'48%,y el único
que mantiene una notoria representación es Emporion insinuando
una continuación de las relaciones que ya existían en los años anteriores, atestiguadas por el numario de Untikesken.
El aprovisionamiento de la ceca de Roma, incluso contando las inciertas imperiales que son muy abundantes, se encuentra por debajo
de lo que venía siendo habitual en esta isla, en Menorca y en la muestra de Pollentia que presentan Manera-Granados (158)' en donde la
cantidad normal que suele aportar se sitúa en torno al 50%.Otro nuevo punto de similitud entre Mallorca y Menorca es el elevado número
de monedas de consagración de Augusto, emitidas por Tiberio. Así,
en la muestra de Pollentia de Manera-Granados de 7 piezas, sólo 1
no es de consagración. En la nuestra, ninguna moneda es estrictamente de Tiberio, siendo los ases también de consagración de Augusto
y el sestercio de Druso. Por último, en el monetario del Museo de Bellas Artes de Maó, de 18 piezas que se conocen acuñadas durante el
período de Tiberio, 14 son de consagración de Augusto y las 4 restantes son de Agrippa.
De todo lo anteriormente dicho, lo más remarcable es la presencia
de Nemausus que en pocos lugares alcanza una cantidad dentro de la
masa monetaria digna de tener en cuenta; es por ello que esta alimentación particular propia de Mallorca y Menorca no puede dejar de
sorprendernos por cuanto que esta ceca de Nemausus (159)era colonial y no imperial.
Una característica que merece ser destacada es que Pollentia es
uno de los pocos yacimientos en el que, junto con Emporion, aparece
una cantidad de monedas partidas que merecen tenerse en consideración. Se han recuperado 22 monedas que representan el 9'64%del numario total de las piezas conocidas de la ciudad. Pertenecen a las siguientes cecas:
(158) MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 95; id., 197941, p. 41.
(159) Sobre esta ceca véase los estudios más recientes de Giard, 1971, pp. 68-73; id.,
1971-1972, PP. 47-60.
[page-n-461]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
46 1
desde la isla costaba un día de navegación llegar a Iberia y que algo
más, día y medio, la ruta contraria hacia Libia (163).
Ebusus tuvo desde una temprana edad, cuando apenas circulaba
la moneda en la Península Ibérica, su propio taller de acuiíaciones
con cuya producción cubrirá, desde el 300 a.c. hasta los últimos aiios
de la república, en casi su totalidad, las necesidades monetarias de la
isla en cuya masa monetaria las acuñaciones extrapeninsulares van a
tener poco peso específico.
La circulación monetaria de la isla ha sido estudiada, en diversas
ocasiones, por M. Campo (164),y en lo referente a las acuiiaciones
ibéricas encontradas en la isla, por Fernández Gómez ( 165),utilizando en todos ellos períodos cronológicos amplios. Nosotros ahora nos
proponemos desmenuzar un poco más el aprovisionamiento que recibe y la masa monetaria que en ella circula mediante la utilización par a su análisis de períodos cronológicos más cortos. En todos los casos;
el material numisrnático utilizado procedía del monetario del Museo
Arqueológico de Eivissa (166),que se ha nutrido de los hallazgos recuperados en las diversas excavaciones arqueológicas efectuadas en la
isla; de ahí que, aunque no sepamos en la inmensa mayoría a qué yacimiento corresponde, se tiene la completa seguridad de que todos
ellos proceden de la isla.
Hemos utilizado para nuestro estudio 1.488 monedas ( 167)que se
agrupan en los siguientes períodos:
total
%
d a
(163) DIODORO, V, 16.
(164) CAMPO, 1976-a, pp. 93-98; id. 1979-c; id., 1979-a, pp. 111-116.
(165) FERNANDEZ GOMEZ, 1976, pp. 49-57.
(166) Deseamos expresar nuestro agradecimiento a M. Campo, quien gentilmente ha
facilitado nuestra labor, poniendo a nuestra disposición las fichas de las monedas del Museo
Arqueológico de Eivissa.
(167) La diferencia entre la cantidad de monedas que se puede apreciar entre el estudio
de CAMPO, 1980-a, y el que ahora nosotros realizamos, obedece a criterios de clasificación
ya que esa diferencia corresponde a piezas que consideramos dudosas o inclasificables y, por
ello, no las incluimos en este estudio. Las ilustraciones pueden verse en las láminas.
[page-n-462]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Roma Republica
Nemausus
Emporion
7
10
5
Desconocemos los pesos de la gran mayoría de ellas con lo que no
se puede precisar a cuál de los dos momentos en los que se parten las
monedas pertenecen, si al de los años 20 a.c. o al de los 30140 d.C.
( 160); aunque el tipo de cecas que tienen monedas partidas, indica que
se debieron partir en los dos períodos mencionados. Los ases romano
republicanos y, probablemente, algunos de Nemausus se parten en el
20 a.c. para adaptarlos al peso de 10 g. instituido por Augusto para
los ases, y los de Emporion, en el 30140, para proveerse de divisores.
Para terminar, el aprovisionamiento que se recibe del reinado de
Claudio 1 es de 27 monedas de AE y 1 de AR. Supone una puesta en
circulación de una considerable cantidad de numario cuya relación
de monedas por año será la más alta registrada en la ciudad hasta
ahora, 2'15.
Tanto en esta ciudad como en la isla de Menorca, el aprovisionamiento que tiene lugar en estos años va a ser importante, y estará destinado a paliar la penuria monetaria que debía existir en ellas dado
que, durante los reinados de Tiberio y Calígula, el nivel de las nuevas
incorporaciones a la masa monetaria había descendido de manera ostensible.
EBUSUS (Eivissa)
Ebusus fue, según Diodoro de Sicilia ( 16 11, una fundación cartaginesa que tuvo lugar en torno al 654 a.c. Su excelente y estratégica posición en el Mediterráneo fue el motivo del asentamiento de una colonia cartaginesa, ya que la isla se encontraba en un punto en el que la
dirección de las corrientes marinas posibilitaba, en cualquier momento, la navegación a las costas de Africa y del Este peninsular (162).
Puntualizando sobre este particular, sabemos por Diodoro que
(160) BUTTREY, 1972, pp. 3 1-48; RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-90; véase, además, lo que se ha dicho sobre este tipo de monedas en la página 348.
(161)
(162)
DIODORO, V, 16-8.
BALIL, 1956, p. 114.
[page-n-463]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La amplitud cronológica de esta etapa se encuentra determinada
por la cronología que M. Campo (168) atribuye al primer período de
acuiiaciones de la ceca de Ebusus que, en líneas generales, se distribuye a lo largo de todo el siglo 111 a.C: El período absorbe la mayor
parte del numario de que se dispone, el 87'63%, aun cuando se trata
de un período muy temprano y ello no suele ser habitual.
La ceca que mayor cantidad de piezas aporta a la masa de numario circulante es, como era de esperar, Ebusus, aunque pueda sorprender su muy elevado porcentaje, el 98'15%, con 1.280 piezas. Se
ha de tener en cuenta que esta elevada densidad puede quedar explicada por la poca motnlidad que el numario podía tener en estas fechas, el reducido número de talleres que emiten en el Mediterráneo
Occidental y, sobre todo, la insularidad de la isla que dificulta tanto la
entrada de monedas de otras cecas como la dispersión de sus piezas
de las que con plena certeza, fuera de la isla sólo conocemos su aparición en Emporion y en Cabezo Lucero (Guardamar, Alacant).
El resto de las cecas, que ni tan siquiera aportan e12%de la circulación monetaria, si que permite la subdivisión entre las monedas emitidas con anterioridad al 237, y las que lo hicieron entre esta fecha y el
195 a.c. Esta matización va a permitirnos distinguir la procedencia
1
del numario durante el transcurso del siglo 1 1 a.c.
Al primer grupo pertenecen:
Siracusa
Sicilia
Cerdeña
Carthago
Púnicas inciertas
2
6
8
1
2
La orientación que parece tener la isla en estos primeros momentos
en que se documenta la utilización de la moneda, es doble; por un lado, con la metrópolis Carthago, y por otro, con los centros púnicos de
Sicilia y Cerdeña. Las monedas de Siracusa, aunque no son de filiación púnica, indican unas relaciones en la última dirección señalada.
Sobre esta expansión, M. Campo sugiere con acierto que es del todo
lógica si se considera que Ebusus es una colonia cartaginesa, y, en
(168)
CAMPO, 1976-a, pp. 88-90.
[page-n-464]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
463
consecuencia, es normal que mantenga relaciones comerciales y económicas con zonas culturalmente afines.
En el grupo de monedas emitidas después del 237 a.c. se observa
que las relaciones con la Península Ibérica se encuentran ahora documentadas numismáticamente por la presencia de acuñaciones
hispano-cartaginesas y de Gades. Por último, no se puede considerar
que el numario de la metrópolis, Carthago, desempeñase un rol decisivu en la circulación monetaria de la colonia, ya que sólo se limitaba a
mantener una presencia mínima pero constante. Y en una circunstancia similar se va a encontrar posteriormente Roma. El cuadro con las
acuñaciones de este segundo grupo es:
-----
~
den.
Roma
Carthago
Hispano-cart.
Gades
- --
ae
total
1
2
1
1
2
1
1
1
A todo lo anteriormente dicho se puede aiíadir que se encuentran
ausentes las cecas de las islas del Mediterráneo Central, tan profusamente representadas en el grupo anterior. Es lógico deducir de ello
que los contactos con la zona quedaron truncados después de la pérdida de Sicilia y Cerdeña por los cartagineses en los años 241 y 237
a.c., respectivamente. Sin embargo, la inexistencia de acuñaciones de
otras cecas ubicadas en Sicilia o del tipo monetario acuñado en Cerdeñ a a partir del 2 16 a.c., con reverso toro y estrella ( 169),hace pensar
que al menos momentáneamente así ocurrió.
La relación de monedas por año es de 12'4 1. Es una cifra altísima
y al mismo tiempo única entre las diversas muestras monetarias tanto
de las Baleares como de la Península Ibérica, y sitúan a Ebusus en una
fase muy avanzada de una economía de mercado para la que, sin lugar a dudas, estarían destinadas sus acuñaciones de pequeños bronces y de AR. En relación con estas últimas, no debe pasar inadvertida
su ausencia en los hallazgos esporádicos, quizás como consecuencia
de su corta emisión.
(169)
ACQUARO, 1974, núms. 1.525-1.678.
[page-n-465]
464
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
195-133 a.c.
El número total de monedas que en este período la ceca de Ebusus
aporta a la masa monetaria, desciende considerablemente con respecto al período anterior, y a su vez, también es menor el porcentaje
de presencia en lo relativo a las demás cecas, que ahora es del
88'79%. La explicación a este notable descenso la encuentra M. Campo (170)en la procedencia del numario que, según ella, han sido mucho más abundantes y numerosas las excavaciones arqueológicas en
yacimientos de los siglos N-111 a.c., lo que ha motivado que se disponga de mucho más material perteneciente a estas fechas que no a
los períodos de los siglos 1 y 1a.c. Añade, además, que el volumen de
1
acuñación de la ceca de Ebusus no desciende a partir del 195 a.c. De
este período se conocen dos ocultaciones en la isla, la de Ereso y la de
Talamanca, ambas compuestas por monedas de bronce ebusitanas.
Las cecas extrapeninsulares manifiestan que Ebusus posee una
fuerte inclinación peninsular. De entre el numario del período, es Roma la ceca que mayor cantidad de piezas aporta, entre las que existen
5 denarios, lo cual indica la fuerte penetración romana en el Mediterráneo Occidental después de la Segunda Guerra Púnica. La presencia de Roma en la isla, más que a través de la Numismática, se detenta en una mayor afluencia de cerámicas campanienses a la isla ya que
la abundancia de circulación de moneda propia debió ser un freno a
la introducción en masa del numario extrainsular.
A continuación son las cecas de de la Península Ibérica (mapa 42)
las que destacan en segundo lugar, y a excepción de Ikalkusken, las
(170)
CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-466]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
465
cecas son todas costeras, predominando las de la Citerior. Es en este
momento y en un punto cercano a la costa de Alacant cuando se documenta el único tesoro compuesto en su totalidad por monedas ebusitanas, hallado en la Península Ibérica.
Mapa 42. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la isla de Eivissa,
selos hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Bolskan; 3, Iltirta; 4, Lauro; 5, ilturo; 6,
Laiesken; 7, Kese; 8, Sekobirikes; 9, h e ; 10, Emerita; 11, Ikalkusken; 12, Corduba; 13,
Carthago Nova; 14, Abdera; 15, Malaca; 16, Ebusus.No se cartea Abariltur. Clave de s h bolos en pbg. 524.
En general, el descenso de la masa monetaria-en circulación es
muy considerable. La relación de monedas por año se sitúa en 1'87.
Como contraposición a este descenso se ha de señalar que son las emisiones realizadas en estos años las que adquieren una mayor difusión
fuera de la isla (17 1). Nosotros admitimos la explicación que motivaría este descenso, dada por M. Campo (172),en el sentido de que
casi todos los yacimientos que se han excavado en la isla pertenecen a
1
los siglos V-IV y la primera mitad del siglo 1 1 a.c.; pero cuesta creer
(171) VBase el mapa de la dispersión de las monedas de Ebusus, de CAMPO, 1979-c.
(172) CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-467]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
466
que pueda deberse en su totalidad a ello por cuanto que aumentan las
emisiones peninsulares que circularon conjuntamente con ellas.
133-72 a.c.
El aprovisionamiento que recibe este período contiene dos aspectos distintos; por un lado, las cecas peninsulares continúan en aumento, entre éstas hay que destacar la presencia notoria de cecas del litoral catalán que, por lo general, tienen un área de difusión muy reducida, que no suele sobrepasar el marco estrictamente local. Estas cecas
aportan a la circulación monetaria el 11' 11%; siguen a continuación
las del Valle del Ebro, con lo cual se amplia el espectro de cecas con
respecto al período anterior, este grupo aporta el 6'66%. El resto está
formado por cecas aisladas que no indican nada.
den.
Roma
Ebusitanu ?
Untikesken
Ilturo
Laiesken
Lauro
Abariltur
Iltirta
Bolskan
Sekobirikes
Arse
Corduba
Ebusus
TOTAL
as sem. quad. ae
1
tot.
3
1 +l?
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
,
1
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
3
7
2
1
30
32
30
45
%
6'66
2'22
2'22
2'22
2'22 11'11
2'22
2'22
2'22
6f66
4'44
2'22
2'22
2'22
66'66
El segundo aspecto es el descenso que continúa produci&ndose
en el aporte que la ceca de Ebusus suministra a la masa monetaria.
Ahora esta cifra es de 66'66% y tan sólo conocemos 30 piezas. A esta
rarefacción se añade la retracción de la difusión de sus monedas fuera de la isla, conociéndose hallazgos del grupo XIX,en Emporion y en
el Sur de Francia (173).
Los tesoros que han aparecido en la isla y que se datan en estas fechas son el de Xarraca y Joan d'en Cauna que, en su totalidad, están
compuestos por acuñaciones ebusitanas, excepto el último que contiene 1 moneda de 101, lo cual pone de relieve la selección del tesauriza(173)
CAMPO, 1976-a, p. 83.
[page-n-468]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
467
dor en un momento en el que teóricamente la ceca de Ebusus ocupa
algo más de la mitad de la masa monetaria.
La ceca de Roma continúa siendo la ceca extrainsular que mayor
cantidad de piezas aporta a la circulación, siendo además característica su presencia con algún ejemplar de AR.
La relación de monedas por. año sigue descendiendo, ésta se sitúa
en 0'73.La evolución que se ha venido observando en la relación de
monedas por año y, en consecuencia, con el número total de piezas de
cada período, se aparta de la estructura de circulación monetaria detectada en la Península Ibérica en donde este período es el que pone
en circulación una mayor cantidad de numario. Esta misma estructur a es la que se observa en la isla con el numario extrainsular, si apartamos las acuñaciones de su propia ceca que desvirtúan totalmente la
estructura del aprovisionamiento exterior.
Se puede decir, por tanto, que mientras en la Península Ibérica
con anterioridad al 27 a.c. la circulación monetaria alcanza su zénit
de acuñación y circulación en el período 133-72a.c., en Ebusus este
zénit se detenta en el período 300195 a.c., sin perjuicio de que el vertiginoso descenso que se observa a partir de estas fechas, pueda quedar mitigado por la permanencia en circulación de la gran masa de
bronce acuñado en su primer período de funcionamiento, o bien que
el zénit se vea incrementado por una mayor prospección de los yaci1
mientos más antiguos del siglo I V y 1 1 a.c., como indica M. Campo
(174).
den.
Roma
Massalia
Siga
101
ae
total
1
1
1
1
1
1
1
1
La isla acusa al igual que la Península Ibérica la crisis que al parecer se detecta en este período y que, por el momento y en toda su generalidad, atribuimos a las medidas tomadas por Roma después de la
derrota de Sertorio. Esta depresión queda reflejada en la relación de
monedas por año que es de 0'08. La ceca de Ebusus deja de funcionar
(174) CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-469]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
469
De entre las cecas extrainsulares destacan las acuiiaciones de Roma y Lugdunum, que cubren el 26'31%. De las que proceden de la
Península Ibérica, en su totalidad corresponden a cecas ubicadas en
la mitad Sur y representan el 15'78%.
POMPAELO Y SU REGION
Para el análisis de la circulación monetaria del extremo Noroccidental de nuestro marco geográfico, disponemos de dos lotes de monedas procedentes, el primero, de las excavaciones arqueológicas de
Pompaelo y, el segundo, de una zona bastante más amplia sin que se
pueda determinar los puntos exactos de hallazgo.
Por lo que al primer lote se refiere, se compone de un total de 1 1
monedas que deben distribuirse a lo largo de un período cronológico
muy extenso. Los hallazgos del periodo republicano son:
Baskunes
Vasconia
Inciertas Ibér.
1
1
1
Con anterioridad al 27 a.c. sólo conocemos 3 monedas de las que
se ha podido identificar una pieza de Baskunes, emitida con posterioridad al 133 a.c. Las excavaciones arqueológicas que han tenido lugar en el solar de la ciudad han proporcionado en el Arcedianato y en
la plaza de San José, fragmentos de cerámica campaniense de tipo A
tardío y B y un pavimento de opus signium de época republicana. Estos
materiales no desechan la posibilidad de que los hallazgos numismáticos fechados antes del 27 a.c. llegasen a manos de sus poseedores en
el momento de su emisión o pocos años después, ratificando la idea de
Mezquíriz, quien propugna que la ciudad fue fundada por Pompeio y
el establecimiento de un primer campamento romano en el primer
cuarto del siglo 1 a.c. (177).
Con posterioridad al 27 a.c. y hasta el 54 d.C., las excavaciones
han dado a la luz muy pocos hallazgos monetarios, aunque superiores
en número a los de los años anteriores.
La moneda más antigua se acuñó durante el reinado de Tiberio,
estando, por tanto, ausentes las de Augusto. El período que más canti(177) MEZQUIRIZ, 1978, pp. 16, 19.
[page-n-470]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
468
(175)desde el 75 a.c. hasta el 14 d.C. y la masa monetaria no se renueva.
Las relaciones con la Península Ibérica debieron situarse en un nivel inferior al que tuvo en los años anteriores, y ello queda ratificado
no sólo por el argumento nurnismático a través de la ausencia de acuñaciones, lo cual pudiera estar influido por la menor cantidad de talleres que se encuentran en funcionamiento, sino también por la dispersión de las ánforas ebusitanas en la Península Ibérica (176).
La heterogeneidad del numario con que nos encontramos en estas
fechas, no debe ser sobrevalorada ya que creemos que se trata de la
normal presencia de piezas de Africa y, en este caso, de Massalia, que
se ha venido registrando en períodos anteriores y que en éste, por la
ausencia de las acuñaciones peninsulares, aparecen con mayor relieve y protagonismo.
El período imperial no supone ningún cambio importante en la isla y la reapertura de su taller en ningún caso va a suponer la paralización de la tendencia de deterioro de la situación monetaria de la misma. Los hallazgos que conocemos son:
r
27a.C.-54d.C.
Roma
Lugdunum
Carthago Nova
Abdera
Emerita
Ebusus
TOTAL
den. dup.
as
sem.
ae
tot
%
11
11
1
4
1
1
1
11
19
5'26
21'05
5'26
5'26
5'26
57'89
1
3
1
1
1
1
3
1
3
1
26,3
Continúa el descenso cuantitativo y porcentual de las monedas de
Ebusus con respecto a la masa monetaria del período (mapa 42). Son
11 las monedas que de esta ceca conocemos y representan algo más
de la mitad del numario circulante.
A pesar de que el período tenga un aprovisionamiento de 0'23 monedas por año, superior al de los años 72-27 a.c., no podemos considerar que sea ni mucho menos destacada.
(175)
(176)
CAMPO, 1976-a, p. 91.
RAMON, 1981, p. 125.
[page-n-471]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
470
dad de moneda aporta es el de Claudio, con 6 piezas, lo cual va a suponer el 54'54% del total del numario recogido en la ciudad hasta el
54 d.C. Las cecas peninsulares únicamente aportan dos monedas y
proceden de talleres del Valle del Ebro.
27 a.c.-54 d.C.
as
ae
total
Roma
Caesaraugusta
Calagurris
3
3
1
1
6
1
1
Ante tal exigua cantidad de piezas recuperadas, no nos queda
más que esperar a que se amplíe el número de las prospecciones arqueológicas en la ciudad de Pompaelo y, con ello, se aclare el panorama de su circulación monetaria que por el momento no es posible establecer.
El segundo lote de monedas tiene una localización mucho más
amplia. Está formado por las piezas que se encuentran depositadas en
el Museo de la Catedral de Pamplona. Según Mateu y Llopis (178),de
quien tomamos los datos de las monedas que vamos a analizar, el monetario está formado por 6.678 piezas. La colección de este Museo se
ha ido incrementando desde que en 1782, Francisco Javier de Cruzat,
marqués de Góngora, hiciera donación a la Catedral de su monetario.
De estos hechos, Mateu y Llopis deduce que las piezas tienen una procedencia local. Las monedas ibéricas que esta colección contiene se
pueden observar en el cuadro de la página siguiente.
La muestra requiere, ante la inusual abundancia de acuñaciones
de AR, una consideración previa respecto a la posibilidad de que puedan proceder de una colección o de un tesorillo sin menoscabo de una
procedencia local.
La procedencia de cecas que refleja el cuadro nos sitúa, dada la
amplitud numérica de la muestra, ante un aprovisionamiento fundamentalmente local, en la que también tienen una representación considerable las cecas ubicadas en las áreas limítrofes (mapa 43). En
consecuencia, las cecas vasconas aportan el 54'18%, de entre las que
es importante la cantidad de numario con el que están representadas
Baskunes y Arsaos.
(178)
MATEU y LLOPIS, 1944, pp. 217-218.
[page-n-472]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
47 1
Las restantes zonas geográficas tienen una representación mucho
más modesta aunque diversas cecas aisladas entran a formar parte
de la circulación monetaria en unos porcentajes muy altos, en relación con la distribución del numario, como sucede con Sekobirikes,
Bolskan y Turiasu, que lo hacen con el 13'79, 10'34 y el 9'56%' respectivamente. En este caso, la importante cantidad se justifica por la
potencia emisora que estas cecas tuvieron durante el último tercio del
1
siglo 1 y el primer cuarto del 1 a.c., en especial durante la estancia de
Sertorio en la Península Ibérica.
den.
Ilturo
Bolskan
Iaka
Sekia
Baskunes
Bentian
Arsaos
Tamaniu
Kaiskata
Turiasu
Sekaisa
Bilbilis
Belikiom
Sekotias
Titiakos
Ekualakos
Oilaunikos
Arekoratas
Orosis
Sekobirikes
TOTAL
17
1
25
3
10
21
6
16
99
as
1
1O
7
12
23
12
38
1
2
3
4
7
6
1
2
6
1
1
3
10
150
ae
2
total
1
27
7
13
50
15
48
1
2
24
4
7
6
2
1
2
6
1
7
3
26
251
%
0'39
10'75
2'78
5'17
19'92
5'97 54'18
19'12
0'39
0'79
9'56
1'59 16,33
2'78
2'39
0'39
0'79
2'39 6'77
0'39
2'78
1'19
10'35
Es considerable también el numario en circulación procedente de
las cecas del Valle del Jalón y de la Celtiberia, estando ausentes, por
el contrario, los talleres sedetanos.
Aunque desconozcamos la cronología de las piezas que componen
este segundo lote, el funcionamiento de la mayor parte de las cecas en
él representadas durante un período cronológico muy determinado,
que se sitúa entre el 133 y el 72 a.c., nos precisan en el tiempo los años
[page-n-473]
472
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
en los que puede la muestra ser representativa de una circulación monetaria en el área Noroeste de la Cuenca del Ebro.
Mapa 43. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Pamplona, según la composición del Monetario del Museo de la Catedral de Pamplona: 1, Baskunes;
2, Arsaos; 3, Tamaniu; 4, Bentian; 5, Iaka; 6, Titiakos; 7 , Kaiskata; 8, Bolskan; 9, Sekia; 10,
Twiasu; 11, Ekualakos; 12, Ilturo; 13, Bilbilis; 14, Sekotias; 15, Sekaisa; 16, Belikiom; 17,
~ekobirikes;l8,
Orosis. No se cartean Arekoratas y 0ilaunikos.Clave de símbolos en pág. 524.
MUSEO DE L O G R O ~ O
La colección de monedas que guarda el Museo de Logroño sera
objeto de nuestra atención, en virtud de la escasez de conjuntos monetarios que se conocen atribuibles a la Vasconia.
Este monetario fue catalogado por M. A. Martín Bueno y publicado en 1974 ( 179), y consta de 115 monedas acuñadas con anterioridad al año 54 d.C. El principal problema para el estudio de la circulación monetaria a través de estas monedas lo constituye su proceden(179) MARTIN BUENO, 1974-b, pp. 67-68.
[page-n-474]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
473
cia ya que se desconoce el lugar de hallazgo de la totalidad de las mismas. Según Martín Bueno (180) proceden en parte de donaciones
efectuadas por antiguos coleccionistas y también de compras diversas.
Nuestra intención es la de su análisis, encaminado a detectar si se
adecúa al esquema básico de circulación que se ha encontrado a lo
largo de los yacimientos hasta ahora comentados, para lo que nos servirán de modo especial los porcentajes en los que enfran a formar
parte de la masa monetaria determinadas cecas o grupos de ellas,
según las asociaciones habituales que venimos realizando, y con ello,
otorgarles una procedencia local o, por el contrario, inhabilitarlas para su utilización como representativas de una circulación local amplia.
Aunque la publicación de este monetario es cuidadosa y aporta todos los elementos necesarios para su posible encuadre dentro de
períodos cronológicos cortos, se ha considerado más oportuno englobarlos en uno más amplio, que comprenda las acufiaciones realizadas
entre el 195 y el 27 a.c., debido a que será posible establecer comparaciones de modo más ajustado con otras muestras.
La primera consideración a realizar atañe a la ceca de Roma, de
la que se dispone un aporte muy elevado, un 21181%, alcanzado
no
por ningún otro yacimiento de la Cuenca del Ebro.
Por lo que se refiere a las cecas peninsulares (mapa 44), se ha de
tener presente que en el caso de que se tratara de monedas con una
procedencia- local, la zona se ubicaría dentro de la Vasconia que, a
priori, debería aportar la máxima cantidad de numario, con'una notable diferencia respecto a las otras cecas; sin embargo, sólo aporta el
18' 18%,situándose por debajo del que se ha detectado en la muestra
de la región de Pompaelo, donde lo hace con un 54' 18%,y de la de Calagurris,. con el 40%.Llama la atención este bajo porcentaje, aún más
cuando se observa que aunque es el más elevado, se encuentra a poca
distancia del que aportan las de la Alta Andalucía, Obulco y Castulo
con el 16'36%,y que el resto de las cecas de la Betica entran a formar
parte de la masa monetaria con una fuerte proporción que alcanza el
9'09%.
Los talleres celtibéricos de la Meseta tienen una mínima representación a pesar de su vecindad; en cambio, los que se asientan en el
P.
(180) MARTIN BUENO, 1974-b, 65.
[page-n-475]
474
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Valle del Ebro si que mantienen una cierta relación con los de la Vasconia.
En suma, entendemos que aunque parte de las monedas hayan
podido ser halladas en la zona, existe una buena proporción que no lo
debieron ser, desvirtuando el conjunto hasta unos límites que no pueden ser aceptados de ningún modo.
195-27a.c.
den.
Roma
Untikesken
KelseILep.
Bolskan
Sekia
Baskunes
C alagurris
Turiasu
Belikiom
Bilbilis
Sekaisa
Clunia
Konterbia
Sekobirikes
Castulo
Obulco
Corduba
Carmo
XPPO
Carteia
Bailo
Ebusus
TOTAL
12
1
1
as
2
4
1
1
6
2
2
1
2
1
1
2
1
1
1
sem. quad.
ae
12
2
4
1
1
7
2
2
2
1
4
1
1
1
1
1
1
4
29
tot.
4
3
1
5
2
1
1
2
2
4
5
1
1
1
1
1
1
55
%
21'81
3'63
7'27
1'81
18
'1
12'72 18'18
3'63
3'63
'81'
10'90
3 63
18
'1
1'81
3'63 9'09
3'63
7'27
16,36
9'09
1'81
1'81
18
' 1 9'09
18
'1
18
'1
1'81
La menor cantidad de cecas en funcionamiento en la Vasconia, en
este período, va a amortizar la detección de posibles anomalías en la
estructura que debe observar la circulación monetaria de la zona, lo
cual va a ser bastante más difícil por carecer de unas cuantiosas
muestras de procedencia segura de la zona.
[page-n-476]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
475
De entre las cecas representadas, la que tiene un mayor volumen
es Calagurris que, dada su proximidad y la abundancia de hallazgos
que de esta ceca se conocen (mapa 45),nos parece normal que así sea.
MUSEO DE LOGROÑO
Mapa 44. - Cecas peninsulares que integran la composicibn del Monetario del Museo de
Logroño: 1, Untikesken; 2, Baskunes; 3, Calagurris; 4, Turiaso; 5, Sekia; 6, BolskanIOsca; 7,
Caesaraugusta; 8, Bilbilis; 9, Clunia; 10, Sekaisa; 11, Belikiom; 12, KelseICelsa; 13, Ercavica; 14, SekobirikesISegobriga; 15, Carthago Nova; 16, Emerita; 17, CordubaPaticia; 18,
Castulo; 19, Obulco; 20, Italica; 21, Irippo; 22, Carmo; 23, Carteia; 24, Traducta; 25, Bailo;
26, Ebusus. No se cartea Konterbia Karbika. Clave de símbolos en pág. 524.
A continuación se encuentran en igualdad de presencia las acuñaciones de Caesaraugusta y de Emerita. Si el aporte que realiza la primera puede parecer normal y encontrarse dentro de lo que cabría esperar, a nuestro juicio no lo es tanto el de Emerita aunque existan algunos ejemplares documentados en la Cuenca del Ebro, ya que difícilmente pueden aportar a la circulación monetaria de la zona una proporción semejante o poco inferior a la de Caesaraugusta o Calagurris.
Además, no sólo la Lusitania se encuentra bien representada, sino
que las cecas de la Betica, con un total de 12'ejemplares, aportan el
[page-n-477]
476
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
20% a la masa monetaria. Este último porcentaje de participación nos
parece excesivamente alto.
Mapa 45. - Dispersión de la ceca de Calagurris: 1 EmpUries; 2,Museo de Girona; 3, Mo,
ja; 4, Museo de Manresa; 5, Museo de Tarragona; 6,Pamplona; 7,Museo de Logroño; 8, Calahorra; 9,Inestrillas; 10,Ablitas; l l Cerro Bámbola; 12,Tamarite de Litera; 13,Bajo Ara,
gón; 14, Sagunt; 15,La Reana; 16,Zona Norte de Valencia; 17,Bordell; 18, Valencia; 19,
Museo de Alcoi; 20, Museo de Alacant; 21, Elx; 22, Región de Murcia; 23, Menorca.
Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-478]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
477
El resto de las cecas de la Cuenca del Ebro no tienen una participación considerable. Así, ni tan siquiera Turiaso, que siendo el taller
más próximo después de Calagurris sólo aporta una pieza y los talleres que tienen más, Celsa y Bilbilis, lo hacen con 3.
27 a.c.-54 d.C.
Aug.
Lugdunum
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Segobriga
Carthago Nova
Patricia
Italica
Carteia
Iulia Traducta
Emerita
TOTAL
2
3
3
Tib.
Cal.
tot.
1
3
3
3
1
2
8
7
1
1
2
2
5
1
6
1
1
1
1
4
4
1
3
4
5
38
2
13
2
1
1
4
4
1
3
4
7
53
%
5'66
5'66
5'66
3'77
15'09
13'20
1'88
1'88
1'88
7'54
7'54
1'88
5'66
7'54
13'20
45'28
5'66
43'39
A
El aprovisionamiento de la ceca de Roma sí que coincide con las
proporciones habituales encontradas en otros yacimientos de la Cuenca. No obstante, hay que señalar que no es exclusivo de ésta, sino que
es general en toda la Tarraconense Mediterránea. También el aprovisionamiento que va a recibir con Claudio 1 presenta ciertos visos de
credibilidad en cuanto a que representa un aumento respecto al aprovisionamiento de acuñaciones romano-imperiales de los anteriores
emperadores. De Claudio 1 se conocen 6 ases y 1 quadrans.
De todo cuanto se ha visto en éste y en el anterior período, debemos concluir que el monetario del Museo de Logroño contiene un número abundante de ejemplares de cecas del Sur de la Península, por
lo que creemos posible deducir que éste se ha formado con la incorporación de una o quizás varias colecciones formadas en el Sur o con
acuñaciones procedentes de esta zona, que enturbian el componente
de monedas de posible procedencia local. Por lo tanto, no es posible
[page-n-479]
478
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
extraer de este monetario ningún tipo de información que pueda ser
mantenida con una mínima solidez.
CALAGURRIS ( Calahorra, Logroño)
Calagurris fue una ciudad vascona ( 181) que emitió monedas con
leyenda ibérica Kalakorikos a fines del siglo 1 y principios del 1 a.c.
1
(182). Estuvo emplazada junto al río Cidacos y en las proximidades
del río Ebro, en su curso superior y en la zona que ocupa la actual provincia de Logroño. Durante la época de Cesar se le otorgó el status de
municipio, pasando a denominarse Calagurris Iulia Nassica y la referencia que de ella da el Itinerario Antonino, la sitúa en la vía que va
desde Caesaraugusta a Verovesca, distante de Cascanto XXIX m.p.
(183).
La razón por la que se ha creído conveniente analizar las 11 monedas que de esta ciudad se conocen, todas ellas procedentes de hallazgos esporádicos, que por añadidura se encuentran desigualmente
repartidas entre los años anteriores y posteriores al 27 a.c., se debe a
que no consideramos que se pueda desechar cualquier mínima información que se posea de la Cuenca del Ebro, a causa de la escasez que
en ella se da de conjuntos numismáticos. Además, también es importante por su posición extrema en el curso superior del río Ebro y
por haber realizado la ciudad acuñaciones ibéricas y latinas.
Del total de las 1 1 monedas conocidas, 10 pertenecen a acuñaciones efectuadas.durante el período republicano, existiendo, por tanto,
un enorme vacío de información para los años iniciales del Imperio en
los que sólo se conoce una moneda.
Las acuñaciones que pueden ser consideradas, en líneas generales, emitidas entre el 195 y 27 a.c., pertenecen a las siguientes cecas:
Usekerte
Barskunes
Arsaos
Bilbilis
Belikiom
Sekisanos
Sekobirikes
1
3
1
1
1
1
2
10
30
1O
10
10
10
20
(181) PTOLOMEO, 11, 6, 66; ESTRABON, 111, I V , 10.
(182) Para las acuilaciones de Calagurris, véase RUIZ TRAPERO, 1968; DOMINGUEZ,
1979-a, pp. 111-1 15.
(183) ROLDAN, 1975, p. 42.
[page-n-480]
El primer aspecto que llama la atención es la inexistencia de monedas acuñadas en la propia ciudad con el epígrafe Kalakorikos. Esta
ausencia debe buscarse en el limitado número de acuñaciones que el
taller debió realizar, como lo demuestra el total desconocimiento de
hallazgos de estas monedas y el bajo nivel de representación que tienen en las colecciones y monetarios de .Museos y Gabinetes munismáticos.
La distribución del nurnario de que se dispone (mapa 46) refleja el
aprovisionamiento que parece lógico que debiera tener, atendiendo a
su situación geográfica. De este modo, las acuñaciones de las cecas
vasconas aportan el 40%,porcentaje inferior que el que se registra en
la muestra atribuible a la zona de Pompaelo, .aunque comprensible
por su ubicación en un punto bastante aislado hacia el sur de la zona
84).
de máxima ubicación de cecas vasconas (1
Mapa 46. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Calagurris, segiin los
hallazgos esporádicos: 1, Arsaos; 2, Baskunes; 3, Sekisanos; 4, Calagurris; 5, Usekerte; 6,
Bilbilis; 7, Belikiom; 8, Sekobirikes.,Clave de simbolos en pág. 524.
(184) DOMINGUEZ, 1979-a, p. 346, mapa 1 .
[page-n-481]
480
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El resto de las cecas procede de puntos bastante diseminados aunque de circulación habitual en el curso superior del Ebro, como son
las monedas de Bilbilis o incluso las de Sekobirikes, que en la muestra
de la región de Pompaelo alcanza también un destacado porcentaje,
siendo de circulación frecuente en la zona media y superior del Ebro,
como queda ratificado por su presencia en la composición de algunos
tesoros del primer tercio del siglo 1a.c. -recuérdese el de Borja, Casetas y Maluenda.
En definitiva, se observa una circulación monetaria basada en las
piezas de talleres situados en la zona medio-superior de la Cuenca del
Ebro, detentando, en comparación con la zona de Pompaelo, unos
porcentajes superiores en cecas cuyos hallazgos son comunes en ambas.
En estas fechas sólo se conoce el hallazgo de un as de Calagurris.
Es evidente que bajo ningún concepto se puede aceptar esta precariedad de hallazgos, sobre todo si se tiene en cuenta no ya que el municipio tuvo taller de acuñación, por cuanto que podía suceder como en
los años anteriores en que no existe ninguna moneda de Kalakorikos,
sino que sus emisiones van a adquirir ahora una enorme difusión (mapa 45) fuera del Valle del Ebro, advirtiendo de forma clara que realizó
unas abundantes emisiones que ponen de relieve la importancia de la
ciudad.
ARCOBRIGA (Monreal de Ariza, Zaragoza).
En el término municipal de Monreal de Ariza, situado al Sudeste
íie
de la provincia de Zaragoza, próximo al lmt con la provincia de Soria, se encuentra el cerro Villar en cuya parte más alta existe una
acrópolis ibero-romana ( 185) que fue excavada en 1911 por el marqués de Cerralbo.
El poblado, por su situación, participa de la geografía propia de la
Meseta, mientras que a través del valle del río Jalón se encuentra vinculado al Valle del Ebro; y a esto se debe añadir el paso junto a él de
la vía romana que desde Caesaraugusta se dirigía a Emerita (186).
Con todo ello se va a comprender que el yacimiento detente una ubicación estratégica privilegiada, ya que controla las comunicaciones
(185) Para el estudio del yacimiento véase AGUILERA y GAMBOA, s/a; MARINE, 1978,
pp. 371-392; BELTRAN MARTINEZ, 1978, pp. 315-317; VIDAL, 1981.
(186) ROLDAN, 1975, PP. 86-87.
[page-n-482]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
48 1
que a través de la vía se desarrollan y es receptora de las múltiples influencias que por ella circularon.
En la actualidad, después de las excavaciones del marqués de Cerralbo, se acepta la identificación del cerro Villar con Arcobriga, aunque tradicionalmente se haya ubicado en Arcos del Jalón.
Los materiales recuperados pasaron a formar parte del MAN, en
1940; entre ellos, los hallazgos monetarios que han sido publicados
por J. Mas Vida1 (187)y sobre los que nosotros vamos a realizar nuestro análisis, se componen de un total de 1 12 monedas distribuidas en1
tre el siglo 1 a.c. y el IV d.C., y de las que sólo 63 se encuadran dentro
del marco cronológico que estudiamos. Se agrupan así:
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
Total
94
m/a
1
4
18
2
25
13
63
1'58
6'34
28'57
3'17
39'68
20'63
0'06
0'29
0'04
0'36
1'00
Antes del 1 95 a.C
.
Del conjunto de monedas recuperadas en el yacimiento se destaca
una pieza de Castulo que, al parecer, por el tipo al que pertenece
(188),debió ser acuñada con anterioridad al 195 a.c. Esta pieza, aun
en el supuesto caso de que no llegase al yacimiento dentro de las fechas que abarca el período, refleja la pronta dispersión y la extensa
circulación de las acuñaciones de Castulo que no debe extrañar dado
que la presencia de esta ceca la encontramos en los restantes períodos.
El aprovisionamiento que recibe durante estos años no denota
una preferencia hacia un área geográfica determinada (mapa 47). La
ceca extrapeninsular de Roma aporta una pieza de A que se ha inE
(187) VIDAL, 1981.
(188) Tenemos una razonable duda de que esta moneda pertenezca al tipo VIVES,
LXVIII-3, pues, aunque no hayamos visto la ilustración, su.peso, de 9'30 g., es muy bajo para
el tipo de moneda que se supone que es, cuyo promedio se sitúa en torno a los 20'25 g.,
según GARCIA BELLIDO, 1976, pp. 105-109.
[page-n-483]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
482
cluido en este período con cierta reserva, ya que se trata de un as anónimo de 27 g. Conviene poner de relieve que éste es uno de los pocos
ejemplares que se conocen de moneda republicana, datable con anterioridad al 133, en los hallazgos esporádicos de la Cuenca del Ebro.
Su hallazgo en este yacimiento se deberá, en gran medida, a su prospección exhaustiva y a su situación estratégica en un punto de intenso
tráfico, lo que no obsta para deducir que la moneda republicana circulaba con muy poca intensidad.
as
Roma
Untikesken
Sesars
Castulo
sem. tot.
%
1
25
25
25
25
1 (?)
1
1
1
1
1
1
Las restantes cecas que componen la masa monetaria son de procedencia diversa e indican una circulación heterogénea propia, por
demás, de años en los que no existe gran variedad de talleres en funcionamiento. Por ello, nos llama la atención que, si realmente existe
una demanda o necesidad de metal acuñado, no estén presentes las
acuñaciones de Sekaisa que se encuentra relativamente próxima y de
la que, pertenecientes a estos aiios, conocemos una pieza en la ciudad
de Bilbilis y otras en los campamentos numantinos ( 189)y, en cambio,
existan piezas de lugares mucho más alejados como son Untikesken o
Castulo.
La relación de monedas por año es de 0'06%, esta cantidad insinúa el uso de la moneda en fechas tempranas a pesar de su situación
en un punto bastante interior de la Península Ibérica.
La circulación monetaria va a adquirir un auge importante nutriéndose fundamentalmente con las emisiones de la gran variedad de
cecas que entrarán en funcionamiento en la Cuenca del Ebro. Los talleres a que pertenecen se exponen en la página siguiente.
De nuevo se observa que la ceca de Roma interviene en la circulación monetaria de un modo marginal ya que, si bien como en los años
anteriores aporta un solo ejemplar, desciende el porcentaje en el que
entra a formar parte en la masa monetaria que es del 3'70%. Ello nos
extraña dado que no se va a reflejar con una puesta en circulación de
(189)
ROMAGOSA, 1972,
PP. 84-94.
[page-n-484]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIüDADES
483
mayor cantidad de numario en el período anterior con motivo de las
campañas de la Celtiberia, especialmente los años 140-130 a.c., ni en
este período las luchas sertorianas cuando la zona en la que se encuentra la ciudad se sitúa próxima al teatro de operaciones de ambos
acontecimientos.
Las monedas peninsulares pertenecen a un amplio abanico de cecas y no se manifiesta un dominio claro de las cecas situadas en su entorno inmediato, como sería lógico pensar (mapa 47). Así, la ceca que
mayor cantidad de ejemplares aporta es, a pesar de su lejanía, Kelse,
que con 7 piezas alcanza el 25'92% y es la única ceca de la Sedetania.
Por el contrario, de la Celtiberia están ausentes las de Sekotias y Lutiakos, situadas en sus proximidades, sin duda a causa de su escasa
potencia de acuñación y de su excesiva circulación local, aunque Arekoratas, con 3 denarios, aporta el 11'11%.
Una mayor representación tienen las cecas del grupo de los celtíberos asentados en el Valle del Ebro, con el 22'22%, de las que destaca Turiasu; las de la Vasconia y del valle del río Jalón, estas dos Últimas zonas con el 11'1 1% de la masa de numario circulante.
A excepción de las dos monedas del Sur peninsular, Castulo y Sexi,no se han registrado hallazgos de cecas del área catalana ni del litoral valenciano.
[page-n-485]
484
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Entre los valores en circulación hay que destacar la notoria presencia de denarios que constituyen el 25'92% de la masa monetaria
del periodo y de los que, excepto 1 denario romano republicano, el
resto procede de talleres peninsulares. La existencia de pocos divisores del as nos advierte de la utilización de la moneda para un uso no
muy popular o de pequeñas transacciones, para las que se continuaría
utilizando el trueque, sin que quiera decirse con ello que para los intercambios de mayor consideración fuera la moneda el medio exclusivo.
Mapa 47. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Arcobriga, se@ los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Arsaos; 3, Titiakos; 4, Calagurris; 5, KaiskatdCascantum; 6, Turiasu; 7, Sekia; 8, Bolskan; 9, Sesam; 10, Caesaraugusta; 11, Bílbilis; 12, Sekaisa; 13, Kelse/Celsa; 14, Ercavica; 15, Sekobiies; 16, Emerita; 17, Castulo; 18, Sexi. No se
cartean Terkakom y Arekoratas. Clave de símbolos en pág. 524.
De todo ello se desprende que el tipo de numario circulante en la
ciudad era en extremo variado, propio.de zonas en las que existe un
intenso tráfico que dificulta la formación de circuitos cerrados de circulación monetaria local y motivado, sin duda, por el paso junto a ella
de la vía mencionada de Emerita-Caesaraugusta.
[page-n-486]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
485
La relación de monedas por año es de 0'29. Aumenta en relación
con el período anterior y ello, junto con la variedad de talleres que
presentan, pone en evidencia la expansión monetaria peninsular que
en otros tantos yacimientos litorales se ha podido observar en estas
fechas.
El yacimiento acusa obviamente el descenso de cecas en funcionamiento y de producción monetaria. El numario recuperado se reduce a 2 ases y fue acuñado en los últimos años del período, con toda seguridad, después del 45 a.c. Se trata de 1 as de Segobriga del tipo Vives, 135-3, y de otro de Turiasu, Vives, 155-1 (mapa 47).
La escasez de numario no se suple con el que acuña Roma, que debió llegar muy poco, ni con las emisiones hispanas bilingües anteriores al 45 a.c.
El aprovisionamiento durante este período vuelve a situarse, en 1íneas generales, en el nivel que obtuvo durante los años 133-72 a.c.,
aunque ahora no se conoce ninguna acuñación de AR.
Las monedas emitidas entre el 27 a.c. y el 41 d.C. pertenecen a
las siguientes cecas:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Celsa
Bilbilis
Calagurris
Caesaraugusta
Cascantum
Ercavica
Emerita
Total
as
sem.
ae
2
7
1
1
1
1
4
20
2
7
3
2
3
tot.
2
3
3
3
4
1
1
4
25
%
8
28
12
12
16
4
4
16
72
La cantidad de moneda que recibe durante estos tres emperadores, aunque desigual numéricamente, es similar si se valora a través
del promedio de monedas que se ponen en circulación anualmente.
Durante el reinado de Augusto recibe 15 piezas que suponen 0'36 monedas por año. Con Tiberio la cantidad disminuye a 9, pero, en cambio, aumenta la relación a 0'39; y durante Calígula se documenta una
moneda y la relación es de 0'25.
[page-n-487]
486
LA CTRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El numario de Roma se mantiene dentro de la tónica de lo que se
ha podido apreciar hasta ahora, desempeñando un rol muy marginal.
Con 2 piezas, aporta el 8%,de las cuales ninguna de ellas es de Augusto, lo que ratifica la idea de lo escasa que debió ser su circulación si se
tiene en cuenta que la última moneda romana conocida hasta las de
este período, es un denario RRC, 305,1, de los años 109 ó 108 a.c.
La masa monetaria se encuentra formada, por tanto, con el aporte de las cecas peninsulares que cubren el 92% (mapa 47). En su mayoría pertenecen al Valle del Ebro y del Jalón. De todas ellas destaca
Celsa que repite el papel predominante que tuvo en los años 133-72
a.c. y que aporta el 28%.Las demás tienen una representación que se
halla acorde con la proximidad al yacimiento y su importancia como
taller de acuñación; de este modo, Bilbilis aporta el 12%y Caesaraugusta el 16%.
Tiene importancia el hallazgo en el yacimiento de 4 piezas de
Emerita, que suponen el 16%de la masa de numario, dado que va a
contribuir a dar validez a algunas colecciones formadas con hallazgos
locales no precisados, como puede ser el caso del lote de monedas de
la zona de Huesca que publica E. Collantes (190).El hecho de que sea
ésta la única ceca procedente de la mitad Sur de la Península y de la
zona litoral Este, se explica por la facilidad de comunicación que con
la capital de la Lusitania tenía Arcobriga, al encontrarse situada sobre la vía que unía aquélla con Caesaraugusta ( 19l ).
El aprovisionamiento que se recibe durante el reinado de Claudio
1 es muy superior al de los anteriores emperadores. Aporta 13 monedas que suponen una relación de monedas por año de 1. Esta alimentación no supone un alza considerable aunque, en nuestra opinión, las
relaciones de aprovisionamiento del período imperial se encuentran
dentro de la estructura de las ciudades, para las que el numario de
Claudio representó un alivio y una necesidad a causa del desarrollo
de su economía de mercado.
BILBILIS (Cerro Bámbola, Calatayud, Zaragoza)
La ciudad ibérica de Bilbilis se asienta sobre el cerro Bámbola, de
7 11 m., en la confluencia del río Jalón y el Ribota, a unos 6 Km. de la
ciudad de Calatayud, dominando la vía natural de penetración desde
el Valle del Ebro hacia la Meseta. El yacimiento ha sido recientemente
(190) COLLANTES, 1979-a.
(191) ROLDAN, 1975, PP. 86-87.
[page-n-488]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
487
excavado y estudiado por M. A. Martín Bueno, a quien se debe el conocimiento más actual y completo del mismo (192).
La ciudad, según datos de este autor, remonta su existencia a comienzos del siglo 1 a.c. y perdura hasta época visigoda y medieval,
1
alcanzando su máximo esplendor durante el periodo Alto Imperial
(193).
Los materiales no numismáticos han aportado un conocimiento
considerablemente superior al que pudiera desprenderse de estos últimos, a causa de la precariedad de sus hallazgos. Para el análisis de la
circulación monetaria de la ciudad disponemos de muy pocos hallazgos ya que tan sólo conocemos 30 monedas que proceden de hallazgos
esporádicos y de las excavaciones arqueológicas. El numario recogido, distribuido en períodos cronológicos amplios, se agrupa del siguiente modo:
Total
%
d a
El número de monedas recogidas que pertenecen a estos años es
muy reducido, aunque pudiera ser mínimamente representativo de lo
que fue el numario circulante en Bilbilis, a pesar de lo escasa que es,
si se tiene en cuenta la importancia de la ciudad y la amplia dispersión que tuvieron sus monedas (mapa 48).
195-27a.c.
Roma
Turiasu
Bilbilis
Sekaisa
Castulo
Total
den.
as
tot.
2
6(1:?) 3
1
8
6
1
1
2
9
1
14
1
1
(192) MARTIN BUENO, 1975.
(193) MARTIN BUENO, 1975, PP. 292-318.
%
7'14
7'14
14'28 78,57
64'28
7'14
[page-n-489]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 48. - Dispersión de la ceca de Bilbilis: 1, Les Carrerelles; 2, Empfiries; 3, Museo de
Giona; 4, Museo de Manresa; 5, Comarca de El PenedBs; 6, Tarragona; 7 , Corbins; 8, Huesca; 9, Región de Pamplona; 10, Museo de Logroño; 11, Calahorra; 12, Ablitas; 13, Cerro
Bámbola; 14, Azaila; 15, El Poyo; 16, Morella; 17, Sagunt; 18, El Molón; 19, Torrella; 20,
Museo de Alcoi; 21,Museo de Alacant; 22,Región de Murcia. Clave d e símbolos e n pág. 524.
[page-n-490]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
489
No parece lógico que tratándose de una ciudad que emitió moneda aunque sólo fuera en un momento posterior al 133 a.c., sus acuñaciones únicamente aporten a la circulación monetaria el 14'28%,y, en
cambio, el predominio lo detente otra ceca, Sekaisa, con el 64'28%.En
este caso puede comprenderse su notable volumen a causa de su proximidad y de las sucesivas y cuantiosas emisiones que realizó. Estando así las cosas, si se da una cierta validez a la sucinta muestra de hallazgos, podemos argumentar que por la proximidad de Sekaisa con
una potente fuerza emisora, esta ceca alimentó en una cuantía considerable a Bilbilis, siendo importante incluso el volumen de su circulación en esta ciudad durante el período en que tuvo taller de acuñación, es decir, a fines del siglo 11 y principios del 1 a.c. No desechamos
la idea de que exista un vacío de información que afectase a la representación de los hallazgos de la propia ceca, aunque con ello no es
probable que eclipsara la frecuencia de circulación que debió tener la
ceca de Sekaisa en esta ciudad (mapa 49).
Mapa 49. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Bilbilis, según los hallazgos esporádicos: 1, Calagurris; 2, Turiaso; 3, Caesaraugusta; 4, Bübilis; 5, Sekaisa; 6, Ercavica; 7, Castulo. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-491]
490
LA CIRGULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La presencia de 1 as de Castulo no debe extrañar, pues hemos visto que su aparición es frecuente en diversas zonas de la Cuenca del
Ebro como son Huesca, Azaila y Arcobriga, en el curso alto del Jalón.
Como contraposición, se ha de decir que no se conocen hallazgos de
monedas de Bilbilis en la zona de Sierra Morena (194) ni tan siquiera
en la abundante muestra de monedas de la zona interior de Murcia
(195).Como explicación de esta mínima difusión hacia el Sur, Martín
Valls y Martín Bueno (196)proponen que la ausencia de acuñaciones
de A en el taller de Bilbilis, será la que va a impedir que lleguen conR
juntamente con ellas las de AE a una zona eminentemente productora
de este mismo metal.
En relación con la circulación de monedas de AR en la ciudad, la
ceca que detenta un mayor predominio, según los hallazgos que conocemos, es Sekaisa, aunque también se ha de señalar la presencia de
un denario de Turiasu. La circulación de estas piezas se justifica por
su proximidad, ya que ante la ausencia de acuñaciones de A la ciuR
dad debe buscarlas fuera de ella y por estar Bilbilis, según Martín
Bueno, estrechamente ligada por motivos económicos con las ciudades vecinas, las cuales con sus acuñaciones de A equilibrarían la auR
sencia de éstas en Bilbilis en virtud de la asociación de esta ciudad
con sus vecinas, que este autor ha detectado (197).
La cronología de las piezas de las que se dispone de una completa
identificación de los tipos, indica que sólo 1 moneda fue acuñada con
anterioridad al 133 a.c. y corresponde a 1 as de Sekaisa. Esta temprana difusión de su numario es totalmente normal por cuanto que
realizó una abundante serie de emisiones (198),y su presencia se en1
cuentra atestiguada en los campamentos numantinos de Renieblas 1 1
(199).
Sin embargo, el grupo más numeroso de monedas fue acuñado entre el 133 y el 72 a.c., en donde Sekaisa continúa manteniendo la preen
ponderancia (200), este caso con 6 denarios, de los que 1 es dudoso; también de Turiasu se conoce 1 denario. La última ceca representada es la de Bilbilis, cuya presencia se encuentra atestiguada por 2
ases.
(194) MARTIN VALLS, 1967, p. 104; MARTIN BUENO, 1975, p. 109.
(195) Véase los cuadros de las pp. 440-441.
(1961 Véase la nota 194.
(197) MARTIN BUENO, 1975, pp. 110-111.
(198) Consideramos emitidas con anterioridad al 133 los tipos de VIVES, LXIV-1 a 10.
(199) HAEBERLIN, 1929, pp. 235-243.
(200) Ratificando el predominio de estas acuñaciones, MATEU Y LLOPIS, en su Hallazgo Monetario 368, nos informa de la existencia de numerosos denarios de Sekaisa en una colección particular de Calatayud, de procedencia local.
[page-n-492]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
49 1
Ciñéndonos estrictamente al reducido número de monedas de este
período, observamos que se confirman las hipótesis de Martín Bueno
al ser las ciudades vecinas con las que tendría una identidad económica, las que suministran las acuñaciones de AR, abasteciendo su
propio taller las necesidades de moneda de AE.
Con posterioridad al 72 a.c. y hasta el 27 a.c., es cuando se conoce la única moneda republicana, 1 denario de M. Antonio acuñado entre el 32-3 1 a.c., lo cual implica además una cierta dificultad para
que circulase o llegase a la ciudad durante estas fechas, máxime
cuando se tiene atestiguada la circulación de estas acuñaciones legionarias durante todo el período de Augusto, como lo demuestra el que
de 20 tesoros ocultados en este reinado, los denarios legionarios de M.
Antonio constituyen más del 10% de la composición total (201).
Las monedas recuperadas entre el 27 a.c. y el 4 1 d.C., aunque son
mucho más numerosas que las que se conocen para los años anteriores, poseen una estructura radicalmente distinta. Las cecas son:
27 a.c.-41 d.C.
as
Bilbilis
Caesaraugusta
Calagurris
Ercavica
Total
sem. quad. ae
11
1
1
1
13
1
2
1
1
2
tot.
11
4
1
1
17
%
64'70
23'52 94'11
5'88
5'88
La ceca de la ciudad adquiere ahora la preponderancia que no obtuvo en los años anteriores. Aporta el 74'70% de la masa monetaria,
siendo este porcentaje similar al de otras ciudades que durante este
período tienen taller propio, como es el caso de Ilici, Saguntum, Tarraco, Emporion y, en menor medida, Osca.
Las restantes cecas se encuentran ubicadas a una distancia muy
próxima y de ellas se destaca Caesaraugusta, que es la capital del
convento al que pertenece la ciudad y que tuvo una intensa actividad
emisora durante los reinados de los tres primeros emperadores. Tam.
bién se explica la presencia de Ercavica por encontrarse próxima al
Jiloca y ser éste una vía de tránsito importante que pone en comunicación la franja litoral valenciana con el Valle del Ebro.
-
-
-
(201)
KUNISZ, 1976, p. 108 y tabla 1.
[page-n-493]
492
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las acuñaciones de la ceca de Roma se encuentran totalmente ausentes, registrándose sólo el hallazgo de una moneda durante el período de Claudio 1.
De todo ello se desprende que la circulación en la ciudad de Bilbilis fue bastante local (mapa 49), ya que en la muestra que disponemos
no están presentes las acuñaciones de la franja litoral mediterránea
ni del Sur peninsular, sin menoscabo de que fuese en esta época, posterior al 27 a.c., cuando se remodelara en su totalidad una parte importante de la ciudad, confiriéndole a partir de Augusto una estructura de ciudad imperial (-202).
En relación con la ausencia de las cecas del Sur peninsular, hay
que decir que en la colección Domínguez, depositada en el Museo de
Calatayud (203),para la que en buena parte se presupone una procedencia comarcal, existen diversas piezas hispano-romanas de cecas
de la Betica, concretamente de Carteia y de Iulia traducta, que contradicen la composición de los hallazgos de la ciudad de Bilbilis; observamos, además, con sorpresa que no existe en la colección ni una
sola moneda de la ceca de Bilbilis tanto ibérica como latina.
Por nuestra parte, admitimos la posibilidad de que las piezas de la
colección Domínguez pudieran circular en la zona de Bilbilis, ya que
en la muestra A de Osca (204) también hay un pequeño grupo de monedas pertenecientes a la Betica y Lusitania; no obstante, la información que aportan las monedas de la colección debe ser utilizada con
precaución, dada la inseguridad que presenta la filiación de las monedas de esta colección.
CABEZO DE LAS MINAS (Botorrita, Zaragoza).
El poblado celtibérico de Cabezo de las Minas se encuentra situado dentro del término municipal de Botorrita. Se extiende a lo largo
de las laderas del Cabezo, en el interfluvio del río Huerva y el barranco Vicario, y su emplazamiento domina un punto estratégico que ejerce el control de las comunicaciones que se establecen entre AzuaraBelchite y el río Jalón.
Entre los materiales arqueológicos recuperados, los más significativos son, aparte de las cerámicas ibéricas, las campanienses, en las
que predominan las del tipo B, en especial la forma 3 de Lamboglia.
También se han encontrado fragmentos de ánfora del tipo Dressel 1,
(202) MARTIN BUENO, 1975, PP. 316-317.
(203) MARTIN BUENO-REDONDO, 1979.
(204) Véase la página 501.
[page-n-494]
ANALiSIS DE LA MASA MONETABIA DE LAS CIUDADES
493
Lamboglia A. El yacimiento, al párecer, fue destruido en el 49 a.c.,
aunque con posterioridad perduró un pequeño núcleo de habitantes
fuera del recinto fortificado, como parece demostrarlo la aparición de
cerámicas comunes romanas y fragmentos de terra sig illata hispánica
y sudgálica (205).
En la actualidad, se pretende identificar el yacimiento con la antigua ciudad de Konterbia Belaiska, en base a los hallazgos monetarios
esporádicos de la ciudad, a su situación estratégica en unas vías importantes próximas al Ebro, a las evidencias epigráficas inequívocas
(206)y a que las circunstancias que rodean a Konterbia Belaisca cuadran con la ubicación de Cabezo de las Minas (207).
Los hallazgos monetarios recuperados en las excavaciones y procedentes también de hallazgos esporádicos, son bastante escasos. Conocemos 34 ejemplares que, por ignorar los tipos exactos de que se
trata, los hemos agrupado en un período cronológico que va desde el
195 al 27 a.c., aunque con toda seguridad muy pocos debieron ser
acuñados con anterioridad al 133 a.c. y con posterioridad al 72 a.c.,
en que dejaron de funcionar la mayor parte de las cecas peninsulares.
Las cecas a las que pertenecen los hallazgos son:
(205) MARTIN BUENO, 1970, pp. 685-692; BELTRAN MARTINEZ, 1978, pp. 327-330;
id., 1974-a, pp. 73-85.
(206) BELTRAN LLORIS, M., 1976-b, pp. 71-79: FATAS, 1980, especialmente las páginas 46-57.
(207) BELTRAN LLORIS, M. 1976-b, PP. 71-84.
[page-n-495]
494
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El primer aspecto a destacar es la ausencia de monedas republicanas tanto de AE como de AR, lo cual ratifica el modesto rol desempeñado por esta ceca en la circulación monetaria del Valle del Ebro
que se viene observando en los yacimientos hasta ahora comentados.
El taller del que se tiene una mayor representación es Kontebakom Bel, que con 10 monedas representa el 29'41%. Esta importante
cantidad y el porcentaje en el que esta ceca entra a formar parte de la
circulación monetaria, es el más alto registrado hasta el momento en
un yacimiento, siendo unitarios la mayor parte del resto de los hallazgos de esta ceca (mapa 50).Bajo un punto de vista estrictamente numismático, nos parece evidente que la localización de esta ceca bien
pudo situarse en Cabezo de las Minas, hipótesis mantenida desde hao,
ce tiempo por A. Beltrán y M. Beltrán (208), por lo menos en la actualidad, es el que más posibilidad tiene a tenor de la cantidad de hallazgos esporádicos de Kontebakom Bel.
Con respecto al porcentaje con que esta ceca participa en la circulación monetaria no alcanza el 50% ni tampoco se encuentra muy próximo, como es de esperar en las ciudades que tienen ceca propia; pero
se ha de tener en cuenta que ello depende de la cantidad de emisiones
en ella realizadas, y las de este taller son muy escasas, confirmándolo
la mínima cantidad de piezas recuperadas no sólo en la franja litoral
sino también en la misma Cuenca del Ebro. Un caso similar a éste pudiera ser el de Kelin, cuya ceca participa en la masa monetaria del yacimiento de Los Villares con el 35% (209).
El yacimiento de Cabezo de las Minas recibe de los talleres más
próximos las mayores cantidades de numario, como es el caso de Nertobis y Belikiom. No debe ser casualidad que después de Konterbakom Bel, las cecas que se encuentran más representadas pertenezcan
a las zonas de Belchite y Azuara y del Jalón-Jiloca, entre las cuales se
encuentra el Cabezo de las Minas, cuya comunicación entre ambas
controla.
La circulación monetaria de la ciudad puede decirse que es bastante local, reduciéndose su nurnario a las cecas de las zonas que
ponía en circulación (mapa 51) dado que, a excepción de una moneda
de Ebusus que conviene resaltar, las restantes pertenecen todas a talleres del Ebro Medio, incluidos los del Jalón-Jiloca, y están totalmente ausentes los de la Vasconia y los de la Celtiberia interior.
El gráfico de número de monedas por Km. de distancia de l a ceca
al lugar del hallazgo (fig. 10)es muy elocuente puesto que el 69'56%
(208) BELTRAN LLORIS, M., 1976-b, pp. 83-84; BELTRAN MARTINEZ, 1978, p. 327.
(209) Véase la página 406.
[page-n-496]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
-
495
A INDETERM.
Mapa 50. - Dispersión de las cecas de Konterbia Karbica, Kontebakom Be1 e indeterminadas: 1, Sant Miquel de Sorba; 2, La Salut; 3, Caldetes; 4, Pacs; 5, Museo de Tarragona; 6,
Museo de Logroño; 7, Museo de Huesca; 8, Zaragoza; 9, Dehesa de Ibarz; 10, Cabezo de las
Minas; 11, Azaila; 12, Aragón; 13, Museo de Alcoi; 14, Museo de Alacant; 15, Región de
Murcia. Clave de símbolos en pAg. 524.
[page-n-497]
49 6
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
de la masa monetaria procede de los talleres cuya distancia máxima
del yacimiento es de unos 30 Km., y por lo que se refiere a las restantes cecas, la cantidad de numario que aportan se encuentra en relación con la distancia que las separa de su lugar de emisión.
Mapa 51. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en el Cabezo de las Minas, según los hallazgos esportídicoa: l , Bolskan; 2, Saltuie; 3, Iitirta; 4, Nertobis; 5, Kontebakom Bel; 6, Bilbilis; 7, Sekaisa; 8, Belikiom; 9, Ebusus. No se cartea Borneskon. Clave
de símbolos e n pág. 524.
REGION DE HUESCA
La circulación monetaria de la región de Huesca ha sido estudiada por E. Collantes (2 10) a través de una colección hecha a lo largo de
los años por un médico, residente en Huesca, con hallazgos del área
rural que frecuentaba.
A. Domínguez ha publicado recientemente las monedas antiguas
del monetario del Museo Provincial de Huesca (211), para los que
(210) COLLANTES, 1979-a, pp. 117-124.
(211) DOMiNGUEZ, 1979-a, pp. 25-34.
[page-n-498]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
497
tampoco se conoce el lugar exacto de hallazgo ni tan siquiera unos mínimos indicios de procedencia local. La publicación de estos fondos
nos va a posibilitar el análisis de los mismos, su comparación con la
muestra que publicó Collantes y determinar la homogeneidad o no de
ambas, para con ello despejar en cierto modo si cabe la inseguridad
de pertenencia a la zona que éstas pueden tener.
CABEZO
Salluie Belikiom
Nertobis
Kontebakom-Bal
D E L A 5 MINAS
Bolskan Iltirta
Ebusus
Pig. 10. Relación entre el número de hallazgos en el yacimiento de El Cabezo de las Minas y
la distancia, en Km., a la que se encuentran los talleres monetarios a que pertenecen.
La cantidad de monedas de que se dispone, perteneciente al Museo de Huesca y emitida con anterioridad al 54 a.c., asciende a 43, de
las que excepto 1 denario republicano acunado en el 134 a.c., ninguna moneda rebasa con anterioridad la fecha del 133 a.c., y tan sólo 1
moneda de la que se desconoce su tipo exacto pudo ser emitida después del 72 a.c.
El panorama que ofrece la colección que publica Collantes es similar en lo que se ha podido comprobar, dado que sólo 3 piezas se batieron entre el 195 y el 133 a.c., y 1 antes del 195. Todas ellas son de talleres peninsulares y su presencia se debe, probablemente, a la mayor
amplitud numérica de la muestra.
[page-n-499]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
498
Las monedas del Museo de Huesca se agrupan cronológicamente
del siguiente modo:
total
%
d a
La distribución de las cecas que posee el monetario de Huesca,
que denominaremos B, repite la estructura básica de la colección que
publica Collantes a la que llamaremos A.
Si comparamos las dos muestras, observamos que la ceca de Bolskan en la A ocupa el 39'44% y en la B el 57'14%; la diferencia dentro
del predominio que esta ceca tiene sobre todas las restantes, puede estar motivada por la pertenencia de la A a una zona geográfica mucho
más amplia.
La segunda ceca que destaca en importancia es Roma, que en la A
aporta a la masa monetaria el 14'67%y en la B el 10'7 1%.Estas cantidades nos llaman la atención si recordamos el bajo nivel de circulación de las acuñaciones republicanas que se desprende de los hallazgos esporádicos en todos los lotes comentados, procedentes de la
de
Cuenca del ~ b r o ' y los tesoros. Para explicar esta elevada proporción quizás haya que buscar la capitalidad que en Bolskan implantó
Sertorio a partir del 82 a.c. cuando cayó en su poder, y es de suponer
que en esta ciudad existiera una circulación más intensa de numario
republicano, procedente del tesoro sertoriano, formando en parte por
los fondos que Sertorio se trajo de Italia en el 83 a.c., los que recibió
en Mauritania en el 81-80 a.c. y los que posteriormente aportó su lugarteniente Peperna (212).
Las restantes cecas en la muestra A están mínimamente representadas, aunque mantienen la semejanza en lo que se refiere a la zona
geográfica que, después de la propia ceca y la de Roma, ocupan el tercer lugar; nos referimos a las cecas vasconas que, en la muestra A,
aportan el 11'02 y en la B el 7'14%.
(212)
GAGGERO, 1976, pp. 58-59; PLUTARCO, Sert. 9, 11; 6, 5-6; 15, 1.
[page-n-500]
ANALISIS.DE LA MASA MONETARIA DE LAS CNDADES
499
También son similares las proporciones entre las monedas de A
R
procedentes de las cecas ibéricas y de la de Roma, por cuanto que en
la muestra A es de 63'88% para las ibéricas y del 36'1 1%para las republicanas, y en la B es de 75 y 25%, respectivamente.
Baskunes
Arsaos
Tamaniu
Bilbilis
Turiasu
Konterbia (sic)
Ekualakos
Arekoratas
Titiakos
Letaisama
Sekobirikes
Arse
Castulo
Obulco
Carteia
6
1
2
3
2
1
2
2
1
2
2
2
1
1
5'50
0'9 1
1'83
2'75
1'83
0'9 1
1'83
1'83
0'9 1
1'83
1'83
1'83
0'9 1
0'9 1
1
3'57
1
1
3'57
3'57
2
7'14
En conclusión, para este periodo comprendido entre el 195 y el 27
a.c., son semejantes ambas muestras y es posible aplicar a la B, dentro de la elasticidad y amplitud que es necesaria, las consideraciones
[page-n-501]
500
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que Collantes hizo sobre el porcentaje que aporta la propia ceca a la
circulación monetaria y la proporción con que lo hace la de Roma.
Estando así las cosas, consideramos que el grupo de monedas de
la muestra A emitidas en este período refleja el tipo de moneda y, con
un margen de oscilación, las distintas proporciones con que éstas debieron circular en Bolskan y su entorno (la dispersión de cecas de ambas muestras se puede observar en el mapa 52).
Mapa 52. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Huesca,
según la composición de las muestras Osca-A y Osca-B, durante los años 195-27 a.c.: 1, Arsaos; 2, Baskunes; 3, Tamaniu; 4, Iaka; 5, Sesars; 6, Bolskan; 7 , Sekia; 8, Turiasu; 9, Titiakos; 10, Letaisama; 11, Ekualakos; 12, Bilbilis; 13, Kontebakom Bel; 14, Saltuie; 15, Belikiom; 16, Kelse; 17, Arketurki; 18, Iltirta; 19,Ausesken; 20, Ilturo; 21, Kese; 22, Seteisken;
23, Arse; 24, Sekobiikes; 25, Castulo; 26, Obulco; 27, Carteia. No se cartea Konterbia Karbika y Arekoratas. Clave d e símbolos e n pág. 524.
Después del 27 a.c., el aprovisionamiento monetario que debió
llegar a la zona, no se encuentra bien documentado en la muestra del
[page-n-502]
Museo de Huesca. Sólo se conocen 6 piezas emitidas entre el 27 a.c. y
el 41 d.c., pertenecientes a:
27 a.c.-41 d.C.
den.
Celsa
Caesaraugusta
Osca
1
as
total
2
2
2
2
1
2
El bajo número de piezas que se conocen no permite realizar excesivos comentarios, aunque se debe destacar que, dentro del bajo nivel
de representación, existen 3 cecas que tienen una proporción que, aun
cuando sólo sea casualmente, va a coincidir en parte con los porcentajes de la muestra A. Esta última, por ser mucho más completa, nos
servirá para analizar el periodo. Las acuñaciones que, según este autor, se emitieron entre el 27 a.c. y el 41 d.C., pertenecen a las siguientes cecas:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Nemausus
Lugdunurn
Tarraco
Celsa
Bilbilis
Turiasu
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Carthago Nova
Patricia
Carteia
Emerita
Total
Aug.
1
1
2
Tib.
1
Calig.
tot.
%
1
3
6
1
2
1
1
1
1
1
1
1
9
1
3
3
3
1
1
2
1
29
1
1
13
8
12
2
2
2
2
4
1
9
2
4
4
16
1
15
1
1
2
1
1
1
32
2
72
30
2
4
4
2 1 4
2
5O
En realidad, esta muestra no ofrece variaciones sustanciales con
el cuadro de hallazgos del período anterior, ya se trate de la muestra
A como de la B.
[page-n-503]
502
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En primer lugar, Roma mantiene en los mismos límites el aporte
que realiza a la masa monetaria, el cual se reparte entre las acuñaciones de la ceca de Roma y la de Lugdunum.
Las cecas peninsulares que circulan en la zona en estas fechas tienen una distribución similar a la del período anterior, repitiendo, a
excepción de Caesaraugusta, las mismas cecas aunque ahora lo hacen
con tipos hispano-romanos y de ellas ninguna aporta más de 2 ejemplares (mapa 53).
REGION
DE HUESCA
Mapa 53. - Cecas peninsulares que integran la masa mmetaria en la región de Huesca,
según la composición de las muestras Osca-A y Osca-B, durante los años 27 a.c.-41d.C.: 1,
Calagurris; 2, O S C ~ 3, Ciunia; 4, Turiaso; 5, Caesaraugusta; 6, Bilbilis; 7, Celsa; 8, Tarraco;
;
9, Ercavica; 10, Emerita; 11, Patricia; 12, Carthago Nova; 13, Carteia. Clave de simb010s
en pág. 524.
La ceca de Osca representa el 3 2%, desciende por tanto el porcentaje con que lo hacía durante el período de acuñación con tipos ibéricos y leyenda Bolskan. Con poca diferencia con respecto a esta ceca se
encuentra la de Caesaraugusta, que aporta el 30%y cuya mínima di-
[page-n-504]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
503
ferencia con respecto a Osca debe estar motivada por la gran cantidad de emisiones que realizó la ceca, por su condición de capital del
convento jurídico y por estar ambas ciudades unidas directamente
por una vía (213).
No debe pasar desapercibida la presencia de las cecas de la mitad
y del Sur peninsular, en especial, las monedas de la ceca de Emerita
de la que se han encontrado diversos ejemplares en el umbral de la
Cuenca del Ebro, en el yacimiento de Arcobriga, y en el Monetario del
Museo de Logroño, estas últimas sin procedencia conocida.
El aprovisionamiento que recibe durante el reinado de Claudio 1
es importante en ambas muestras aunque desigual, comparado con
las cantidades de numario que aportan los anteriores emperadores.
En la muestra A se conocen 2 sestercios y 1 as de acuñación oficial y 4
ases de imitación local y en la muestra B no es posible concretar esta
diferencia, siendo 9 los ases que contiene.
En suma, la alimentación monetaria se realiza predominantemente por el aporte, en términos cuantitativamente similares, de las acuñaciones que realizan los talleres de Osca y Caesaraugusta. Sigue a
continuación el que proporciona Roma que, aunque escaso, no es despreciable; y el resto de la masa de numario circulante procede de una
pléyade de cecas ubicadas en la geografia peninsular, de las que evidentemente sobresalen las de la Cuenca del Ebro.
CABEZO DE ALCALA DE AZAILA (Azaila, Teruel).
El yacimiento arqueológico de Alcalá de Azaila se encuentra dentro de la Dehesa de los Pedriiiales, en el término municipal de Azaila,
al Norte de la provincia de Teruel. En el exhaustivo estudio que M.
Beltrán Lloris ha dedicado recientemente a este yacimiento, ha dado
a conocer la existencia de tres ciudades que se superponen cronológicamente desde el siglo VI1 a.c. hasta el año 49 a.c., en que fue destruida la última y con ella sobrevino el abandono total del emplazamiento.
La primera ciudad se fecha desde el siglo VI1 hasta los últimos
años del siglo 111 a.c., en que se destruirá violentamente como consecuencia de los acontecimientos bélicos de la Segunda Guerra Púnica;
(213)
ROLDAN, 1975, p. 97.
[page-n-505]
504
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sus habitantes pertenecen a la cultura hallstáttica que a mediados del
siglo IV recibirá las primeras influencias de la cultura ibérica. La segunda ciudad se construyó sobre la primera y cronológicamente ocu1
pará todo el siglo 1 hasta el 76-72 a.c., momento éste en el que volverá a ser destruida como consecuencia de las luchas sertorianas; culturalmente corresponde al momento pleno de la iberización y al E c i o
de la romanización en los primeros años de la vida de la ciudad. Nuevamente la ciudad volvió a ser reconstruida, manteniéndose gran
parte de la estructura urbana, aunque se realizaron nuevas construcciones que denotan una fuerte influencia romana; fue destruida poco
después de la batalla de Ilerda, en el año 49 a.c. y ya no volvió jamás
a ser reconstruida ( 214).
Los hallazgos esporádicos de monedas que se han realizado en el
yacimiento, dejando aparte los tesoros de monedas de bronce que han
sido comentados en el capítulo anterior (215), lo fueron, excepto 3
piezas, en el transcurso de las excavaciones que en El Cabezo realizó
J. Cabré (216).
El total de piezas conocidas asciende a 64, que van a ser analizadas globalmente ante la imposibilidad de poder determinar su fecha
de emisión. A pesar de ello podemos asegurar que ninguna de las piezas se remonta a lo sumo a los inicios del siglo 1 a.c. y muy pocas de1
bieron ser batidas en los años posteriores al 72 a.c. Aunque esta cronología corresponda, en líneas generales, con la vida de la ciudad 1
1
de Azaila, no podemos de ningún modo garantizar que no circulasen
1
en la ciudad 1 1cuando, por el contrario, debió ser lo que sucedió. Las
monedas que conocemos véanse en el cuadro de la página siguiente.
Los hallazgos de este cuadro manifiestan una circulación monetaria bastante menos concentrada y piramidal que la reflejan los tesoros.
Sobre las posibles discrepancias entre la información que propor1
ciona el lote 1 y los hallazgos esporádicos, se ha de tener siempre presente que el primero indica las piezas que tienen una validez de circu(214) Toda esta información ha sido extraída de BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp.
23, 251-256.
(215) Véanse las pp. 307-308.
(216) CABRE, 1921.
[page-n-506]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
50 5
lación en un momento cronológico determinado, o de lo contrario no
se atesorarían, y los segundos nos informan de las monedas que estuvieron en circulación en un período de tiempo más amplio y que luego
se extraviaron. Sobre ambas muestras se ha de decir que la aplicación
del test X2 sobre ellas indica que no pertenecen a la misma población
diferenciándose el carácter de cada una de ellas (217).
den.
Untikesken
Kese
Iltirkesken
Iltirta
Arketurki
Eso
Kelse
Seteisken
Lakine
Belikiom
Orosis
Bolskan
Sekia
Sekobirikes
Valentia
Castulo
Total
as
sem.
ae
tot.
%
1
12
1
6
1
1
8
1
12
1
6
1
1
8
4
5
7
1
10
2
1'56
18'75
1'56
9'37
1'56
1'56
12'5
6'25
7'81
10'93
1'56
15'62
3'12
3'12
1'56
3'12
4
5
1
7
1
8
2
1
1
1
2
1
2
2
1
2
59
1
2
64
,
21'87
12'5
26'56
7'81
El aprovisionamiento que se desprende del cuadro, según las distintas áreas geográficas (mapa 54), pone de relieve que las cecas de la
1
Sedetania no ostentan la primacía que tenían en el lote 1 del tesoro de
Azaila, en donde aportaban una cantidad en torno al 50% sino que se
encuentran muy por debajo de esta cifra, aproximadamente a la mitad, dulcificando la dispersión territorial de las cecas presentes en la
masa 'monetaria.
La escasez de aprovisionamiento y circulación de las monedas del
litoral catalán que se desprende del lote 11, no queda ratificada en los
.(217)
VILLARONGA, 1979-C, p. 35.
[page-n-507]
506
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
hallazgos esporádicos en cuya masa monetaria ocupan el 2 1'87% de
los que destaca de modo muy notorio Kese, con 12 monedas, número
éste que se sitúa en el primer lugar del aprovisionamiento que realiza
una ceca individualmente por encima incluso del que aporta Kelse,
con 8 piezas; el que realizan las dos restantes es muy insignificante.
Mapa 54. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Azaila, según los hallazgos esporldicos: 1, Untikesken; 2, Iltirkesken; 3, Eso; 4, Bolskan; 5, Sekia; 6, Lakine; 7 ,
Arketurki; 8, Iitirta; 9, Belikiom; 10, Kelse; 11, Seteisken; 12,Kese; 13, Orosis; 14, Sekobikes; 15, Valentia; 16, Castulo. Clave de símbolos en pág. 524.
Otro elemento de discordia relativo al lote 1 se establece con el
1
aprovisionamiento de la ceca de Bolskan, que frente al bajo nivel que
tuvo en el tesoro, ahora lo aumenta considerablemente pasando de
4'05% que tenía en el lote 11, a 10'93% en los hallazgos esporádicos.
Es dificil decidir cuál de los dos porcentajes es el que más se ajusta a
la realidad de su circulación monetaria en la ciudad. Y si se da una
[page-n-508]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
cierta validez a la muestra de hallazgos esporádicos, habrá que concluir que la presencia de Bolskan fue bastante más numerosa en proporción que lo que lo fue en el lote 11, y viceversa sucedería con respecto a la de Kelse.
Son importantes también las cecas de la zona ilergete, representadas por Iltirta y Arketurki, que lo son a la vez en la composición del
1
lote 1 y que indican una clara orientación de estas gentes hacia el
Ebro y; como sugiere M. Beltrán Lloris (218),la primera desarrollaría
una labor mediatizadora con las gentes indiketes y laietanas. Tampoco deben dejar de reseñarse los hallazgos de Castulo y Sekobirikes
que, aunque en muy pocos yacimientos adquieren una notoria participación, mantienen en muchos de ellos una presencia constante, como
es ahora el caso de Azaila.
Y finalmente, nos parece interesante la presencia de una moneda
de Valentia que se explicaría por encontrarse Azaila en un lugar a
través del cual entraría en comunicación el Valle del Ebro con la franja litoral valenciana, cruzando la comarca de El Maestrat castellonense por Morella y Forcall (219), y por Teruel a Valencia directamente, zona ésta de donde recibió los primeros motivos decorativos
que aplicó a la cerámica ibérica (220).
La ausencia de moneda republicana en estos hallazgos casuales se
encuentra en consonancia con la composición que tienen los lotes 11 y
1 de los tesoros de Azaila, a los que pertenecen 8 y 5 AE respectivamente. El panorama que ofrece esta ciudad en relación con la circulación de estas piezas es similar al que se ha venido observando en las
distintas muestras comentadas de la Cuenca del Ebro, ratificando de
nuevo la mínima introducción de este numario, que en el caso de
Azaila como en otros yacimientos, contrasta con la presencia de importaciones de cerámicas campanienses (221) de las cuales, si la A es
escasa, la B es bastante más abundante.
En relación con la circulación de monedas de plata en el yacimiento, M. Beltrán opina que, citamos textualmente: ((Enla época de
la destrucción de la ciudad de Azaila circulaba la plata normalmente
y el hecho de que no haya aparecido no demuestra sino que los habi(218)
(219)
(220)
(221)
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, p. 434.
CHABRET, 1978, PP. 45-47.
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 261-264, 267-268, 273 y 284.
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 186-193 y 181-186.
[page-n-509]
508
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tantes del poblado en el momento de su huida se llevaron consigo toda
la plata y a ello obedece que no hayamos encontrado ejemplares de
dichas características y que las presentes sean las comentadas de baja categoría)) (222).
Es muy probable que esto ocurriera de este modo, dado que fue
muy importante el volumen de acuñaciones de A que se puso en cirR
1
culación a fines del siglo 1 y primer tercio del siglo 1a.c., y además,
1
si por ejemplo en el lote 1 las piezas de AE de Belikiom constituyen
una considerable cantidad, no vemos por qué no deban llegar los denarios de esta misma ceca. El hecho de que los denarios que hayan
aparecido sean forrados se explica, en parte, por el bajo poder liberatorio que tenían, como parece demostrarlo el que los que forman parte de los tesoros de Azaila también lo sean, asimilándose éstos probablemente al valor de las piezas de bronce.
La dispersión de los talleres que están representados en los hallazgos esporádicos de Azaila, ofrecen una evidente apertura y orientación de sus relaciones en torno al Valle medio del Ebro y hacia el litoral mediterráneo, motivado por su posición en un punto del curso inferior del Ebro. Las cecas vasconas y del valle del Jalón están mínimamente representadas tanto en los hallazgos esporádicos como en
los tesoros, siendo limitados los contactos que debió mantener con estas áreas.
REGION DE LLEIDA (Lleida)
El lote de monedas que seguidamente pasamos a comentar no se
puede adscribir estrictamente a la ciudad de Ilerda por cuanto que,
buena parte de ellas, poseen como única referencia de procedencia su
región. A pesar de esta amplia filiación, la muestra no debe despreciarse al pertenecer a un punto medio inferior del curso del río Segre
a través del cual, el Valle del Ebro entraría en contacto con las gentes
del interior y del litoral catalán, y'para el que no se dispone de otro tipo de información para poder analizar la clase de moneda en circulación en estas tierras.
La cantidad de monedas recogidas es bastante pobre, ascendiendo a 55 el número total de piezas que conocemos, siendo además las
referencias a los tipos con frecuencia fragmentarias y parciales, lo
(222) BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, p. 369.
[page-n-510]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
509
que ha motivado que en el análisis de los períodos cortos no hayan sido utilizadas más que 52 piezas, que se agrupan del siguiente modo:
total
%
m/a
A través de las monedas que fueron acuñadas en estas fechas, se
destaca la existencia de una masa monetaria alimentada fundamentalmente con las emisiones de las cecas ilergetes, de Iltirta e Iltirkesken, y en la que tiene una incidencia muy débil el aporte de las cecas
foráneas que se reducen a los talleres de Kese, Ikalkusken y Ebusus; y
aunque existen muy pocas cecas funcionando en la Cuenca del Ebro,
con anterioridad al 1 3 3 a.c., de ninguna de ellas se ha encontrado
pieza alguna (mapa 55).
No debe pasar desapercibida la presencia de un A de Ebusus, a
E
causa de la poca cantidad de ejemplares hallados en el interior de la
Cuenca del Ebro, ya que sólo se conoce procedente de esta zona otro
en Botomita, ni la ausencia de piezas republicanas tanto de AE como
de AR.
Esta repartición de cecas no indica más que la zona podía autoabastecerse monetariamente en una considerable medida tanto en lo
que se refiere a las acuñaciones de AR como de AE, ya que ambas fueron abundantes y denotan unas relaciones con el área del litoral mediterráneo, es decir, hacia la zona E-NE de la zona de Ilerda.
den.
Kese
Iltirkesken
Iltirta
Ikalkusken
Ebusus
as
ae
tot.
%
1
1
9
8
1
1
5
45
40
5
5
1
9
8
1
Los porcentajes con que entran a formar parte de la circulación
monetaria las cecas de Iltirta e Iltirkesken son del orden del 40 y 45%,
[page-n-511]
5 10
LA CIRCULACION MONETARiA DE LA TARRACONENSE
respectivamente; no debe parecer anormal debido a que la muestra
excede el marco estrictamente local de la ciudad de Ilerda y la última
de las dos cecas fue también ilergete ubicándose al Norte de la primer a (223).
Mapa 55. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Lleida,
según los hallazgos espoddicos: 1, Bolskan; 2, iitirta; 3, Iltirkesken; 4, Kese;5, Ikalhsken;
6, Ebusus. Clave de símbolos en phg. 524.
Tampoco debe sorprender la rápida incorporación de estas gentes
al uso de la moneda, si se recuerda que estos mismos acuiiaron a fines
1
1
del siglo 1 1 e inicios del 1 a.c. imitaciones de óbolos massaliotas,
dracmas de imitación ampuritana con leyenda Iltirtasalir e Iltirtar,
que auvieron una amplia circulación como se desprende de su inclusión en los tesoros de Cheste, Tivisa y Valeria; y en la primera mitad
(223)
VILLARONGA, 1961-a, pp. 61-66.
[page-n-512]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
511
del siglo 1 a.c., denarios con leyenda Iltirtasalirban (224),de los que
1
no conocemos ninguno en la muestra de monedas de estas fechas, estando presente, en cambio, un dehario de Ikalkusken.
La relación de monedas por aiío es de 0'38. No obstante, a pesar
de ser mayor de los que se dan en algunos yacimientos de la Cuenca
del Ebro, por pertenecer en este caso a una amplia región, no es comparable.
Una mayor dificultad de interpretación presenta la muestra de este período, debido a que se aleja de la estructura básica que se observa en los distintos yacimientos que disponen de taller de acufiación
propio y las áreas en torno a las mismas. Los hallazgos conocidos pertenecen a:
133-72 a.c.
Iltirta
Bolskan
den.
as
total
6
9
15
21
9
En el cuadro se aprecia que, en contra de lo que es usual, la ceca
de Bolskan supera ampliamente el aporte que realiza la ceca de Iltirta. También debería deducirse la reducción del espectro de cecas que
componen la circulación monetaria de la zona en donde ni tan siquier a se encuentran representados los talleres de Kelse y Kese (mapa 55).
Ante esta situación no cabe más que pensar que la muestra no es representativa, debiéndose desechar el extraer cualquier deducción por
su mínima solidez. Lo normal sería que Iltirta se encontrara bastante
más representada que Bolskan y que, tratándose de un período en el
que se mantienen las cecas que se encontraban en producción con anterioridad al 133 a.c. y entran en funcionamiento otras nuevas, parecería lógico que hubiese una mayor cantidad de ellas; entre otros motivos por su posición en un punto en el que se articulaban las comunicaciones y contactos entre el Valle del Ebro y el interior y litoral de
Catalunya.
Sólo cabe pensar que fuera probable que Bolskan alimentara un
numario de plata a Iltirta y a su región, ante la ausencia de acuñacio(224)
VILLARONGA, 1978-a, p. 43.
[page-n-513]
512
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nes de AR en estas fechas tanto en la ceca de Iltirta como de Iltirkesken, aunque suponemos que no formaría parte de la masa monetaria
de la zona en la proporción que se desprende del cuadro.
Con posterioridad al año 72 a.c. no disponemos de monedas hasta
el reinado de Augusto, al que sólo se pueden atribuir dos piezas, una
de las cuales es de ceca incierta y la otra de Ilerda. Ante esta mínima
cantidad no es posible realizar ningún comentario y se tendrá que esperar a disponer de datos m8s abundantes.
[page-n-514]
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
En el transcurso de este estudio creemos que se ha logrado determinar la evolución monetaria de la Tarraconense Mediterránea desde
el siglo V a.c., en que se incorpora a la circulación monetaria, hasta el
año 54 d.C.
El análisis global de los hallazgos monetarios de la zona geográfica elegida y, en particular, de algunas de las ciudades en ella ubicadas,
proporciona, por un lado, las líneas generales de circulación monetaria que han permitido individualizar zonas con similares comportamientos y sus interrelaciones, y por otro, se ha podido matizar cómo
se aprovisiona la masa monetaria de estas últimas, atendiendo a condicionamientos especiales, tal como su ubicación dentro del marco
geográfico, o bien a la existencia o no de taller monetario y, en este
último. caso, la proximidad a uno de ellos.
A continuación vamos a efectuar una exposición cronológica de
los puntos más sobresalientes de la evolución monetaria de la Tarraconense Mediterránea. Los hallazgos esporádicos y los tesoros más
antiguos que hasta ahora conocemos dan a entender que el uso, expansión y generalización de la moneda se desarrollaron de un modo
gradual a partir de un foco concreto, que tendría como centro Emporion.
En cuanto a la filiación de las primeras monedas acuñadas en la
,
Península Ibérica, es totalmente lógico que éstas, en un p ~ c i p i ocopien los tipos de Auriol y presenten una metrología similar a éstos, ya
[page-n-515]
514
LA CIRCULAClON MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que cuando una ciudad siente la necesidad de acuñar moneda y no
posee una tradición de acuñación, entonces copia aquellas monedas
que conoce, que tienen un prestigio y con las cuales se intentará que
tengan una paridad de cambio. No menos lógico resulta el lugar de
acuñación, en este caso la ciudad de Emporion, colonia comercial focense, ya que las primeras monedas tienen, a nuestro entender, un
origen comercial en orden a facilitar los intercambios y para el pago
de servicios dentro del emporio.
Las acuñaciones más tempranas de Emporion, fechables en la segunda mitad del siglo V a.c., se difunden progresivamente por el litoral catalán y valenciano, sin que se produzca ningún tipo de penetración hacia el interior de la Península Ibérica, es decir, mantienen una
dispersión netamente costera que, sin duda, habrá que poner en relación con el comercio ampuritano.
Por lo que se refiere a las acuñaciones de monedas extrapeninsulares anteriores a la segunda mitad del siglo V a.c., hemos de decir
que son suficientemente exiguas como para poder suponer que ejercieran un rol considerable en la difusión del conocimiento de la moneda.
La cronología de los tesoros más antiguos documentados hasta
ahora se sitúa en el siglo I V a.c. y su lugar de hallazgo es litoral; de su
composición se deduce que en todos los casos se trata de acuñaciones
de A de pequeño módulo. Sin embargo, una información importante
R
que nos proporcionan los tesoros que consideramos formados en la
Península Ibérica -Emporion, Morella y Pont de Molins- es la que se
deduce de la composición de la masa monetaria circulante que ellos
reflejan, en la que tienen un lugar preeminente las fraccionarias ampuritanas; el segundo orden en importancia lo ocupan las piezas massaliotas, y a continuación suelen aparecer una serie de piezas de la
Magna Grecia y de la Grecia del Este, cuyos hallazgos son raros en la
Península Ibérica y suponemos que llegaron a través del comercio
marítimo y, en ningún momento, en los tres tesoros citados constituyen un volumen considerable.
1
En los primeros años del siglo 1 1a.c. va a surgir otro foco de difusión y acuñación de monedas, distinto del de la zona NE de 1a.Península, ubicado en la isla de Ebusus, que condicionado por la insularidad sólo verá circular sus emisiones del siglo 1 1a.c. dentro de la isla,
1
siendo muy escasas las piezas que logren traspasar el marco insular.
Son quizás otros motivos de la insularidad de estas primeras emisiones, el que sean piezas de AE y tengan por ello poca aceptación en la
Península Ibérica, en donde la moneda que circulaba era casi por
[page-n-516]
CONCLUSIONES
515
completo de AR, y el que sean reducidos los yacimientos peninsulares
que hacen uso de la misma en esta época.
1
Con anterioridad al último tercio del siglo 1 1 a.c. serán todavía
pocos los yacimientos que dispongan de un fuerte componente monetario que haga verosímil su uso como medio de cambio habitual, siendo lo usual que tan sólo conozcamos un número mínimo de piezas. Su
ubicación es evidentemente litoral, jalonando casi siempre puntos de
hábitat importantes.
La generalización del conocimiento y uso de la moneda se produ1
cirá a partir del último tercio del siglo 1 1a.c. como consecuencia de
la Segunda Guerra Púnica, poniéndose en circulación una ingente
cantidad de metal acuñado destinado a financiar los gastos de guerra
originados por la contienda. Por tanto, van a ser causas militares las
que ensanchen el ámbito de uso y circulación de la moneda, a diferencia de las motivaciones comerciales que presumiblemente impulsaron
el inicio de la acuñación en la Península Ibérica durante el siglo V a.c.
Esta confrontación militar va a servir para divulgar diversos tipos
monetarios, a través de los cuales se cubrieron las necesidades económicas de la contienda. En estos años se observa que el taller de Emporion trabaja a pleno rendimiento, acuñando las dracmas con reverso
pegaso que van a tener un volumen de emisión y una dispersión hasta
ahora no conocida. Estas acuñaciones y las que se importan de Roma,
que en ningún caso van a ser importantes, según dejan entrever los
hallazgos esporádicos y los tesoros, constituirán el apoyo económico
del que se servirán los romanos para financiar la contienda.
éstos se van
Por lo que respecta a los gastos del campo~cartaginés,
a financiar íntegramente con las acuñaciones hispano-cartaginesas
salidas en su mayoría de Carthago Nova, siendo de destacar la escasa
incidencia que tuvieron las acuñaciones de Carthago y Ebusus en la
circulación monetaria peninsular. Tampoco tuvieron una significación especial en la masa monetaria de la época los talleres recientemente creados de Arse, Saitabi, Kese y Castulo.
En consecuencia, esta gran actividad emisora en la zona de la
franja mediterránea que acabamos de señalar, será la que impulse de
modo acelerado el uso de la moneda. Este hecho es claramente perceptible en el aumento de los hallazgos y en la amplia dispersión de
los mismos. Se observa que las acuñaciones tienen una circulación
predominante en las áreas de dominio de las respectivas fuerzas militares que dieron origen a su acuñación, y aun cuando la composición
de los tesoros indica una inexistencia de límites drásticos en su circu-
[page-n-517]
516
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
lación, éstos sí reflejan una debilidad de presencia conforme nos alejamos del centro emisor.
La inestabilidad que registra la Península Ibérica durante los
anos de la Guerra Púnica y en los subsiguientes, en los que se producen levantamientos ibéricos, hasta el 195 a.c. en que Caton los somete, será la causa de la no recuperación de un abundante número de
ocultaciones que aportan una información valiosa para el estudio de
la masa monetaria del período. Todos los hallazgos se ubican en la
franja costera a excepción del de Los Villares y la Plana de Utiel, que
junto con el de Valeria y Drieves, en la Meseta y con una composición
similar, parecen jalonar una vía de penetración hacia el interior.
La distinta repartición de los hallazgos, ante la existencia de un
nuevo centro de acuñación en el Sur de nuestro marco geográfico, dominado por los cartagineses, rompe la estructura anterior de máxima
concentración de hallazgos monetarios en el Noreste y progresiva disminución de su densidad conforme nos alejamos hacia el Sur. Ahora,
la franja mediterránea se encuentra dividida, a grandes rasgos, en
dos áreas de influencia monetaria que de modo arbitrario podrían ser
delimitadas en la línea del Ebro, aunque de ningún modo la separación es drástica. Al Norte del río existe un predominio de las acuñaciones de Emporion, mientras que en el Sur lo detenta las emisiones
hispano-cartaginesas.
En relación con el resto de las áreas geográficas, las Baleares quedan todavía fuera de esta dinámica por cuanto que tuvieron una intervención muy secundaria en el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica. Por un lado, Mallorca y Menorca se encuentran fuera del circuito monetario por tener una estructura social incapaz por el momento
de utilizar tal medio de cambio; y de otro, Ebusus que, aunque dispone de una economía monetaria, se encuentra vinculada con más intesidad, al menos monetariamente, con otros puntos de comercio púnico mediterráneo que con la Península Ibérica.
Por último, la Cuenca del Ebro, al igual que Mallorca y Menorca,
no hace uso de la moneda como se desprende de la ausencia de tesoros del período de la Segunda Guerra Púnica y los levantamientos ibéricos y por ser prácticamente inexistentes los hallazgos esporádicos.
A partir del siglo 1 a.c. la masa monetaria de la Citerior medite1
rránea se modifica sustancialmente ya que, en términos generales,
aumenta la circulación de moneda de AE y desciende la de AR, sin dejar de estar presente esta última en ningún momento. Parece bastante
normal que suceda de este modo al ser distintas las causas que motivaron la acuñación de moneda en ambos períodos. Ahora, en la pri-
[page-n-518]
CONCLUSIONES
517
mera mitad del siglo 11,la moneda recobra su utilización como medio
de cambio, aunque también desempeña una importante función de
pago de impuestos.
La normalización de la situación política y social en el ámbito mediterráneo de la Citerior, produce una menor movilidad de los ejércitos y de las gentes en general, que repercute en la limitación del área
de circulación de las acuñaciones, aunque la existencia de un número
reducido de talleres provoca la ampliación de su área normal de circulación, y en la disminución de la presencia de las acuñaciones extrapeninsulares, entre las cuales, a partir de ahora, Roma ocupará el
primer lugar, siendo su presencia en lo sucesivo una constante dentro
de la circulación monetaria de la Península Ib6rica.
El nivel de circulación de las emisiones republicanas tanto de AR
como de AE es, en general, bajo, si se compara con el volumen de acuñaciones peninsulares que circulan junto a ellas. Según la información que proporcionan los tesoros y los hallazgos esporádicos, el aprovisionamiento de este tipo de numario sólo adquiere una cierta intensidad a partir de los años 170-160 a.c. Su área de circulación se circunscribe prioritariamente a la franja litoral donde alcanza los más
altos índices de presencia, siendo minimos en la Cuenca del Ebro y en
las Baleares.
1
Durante el siglo 1 a.c. la masa monetaria en circulación en las
ciudades del área catalana, que ha sido posible analizar, tiene una alt a participación de las acuñaciones peninsulares y el aprovisionamiento que proviene de la ceca de Roma es débil. En contraposición,
en las Tierras Valencianas la presencia de Roma' es alta, llegando a
ocupar el 49% en Kelin (Los Villares). En Ebusus dominan netamente
las acuiiaciones de su propio taller y, sobre éste, se ha de destacar la
extraordinaria dispersión y aceptación que sus monedas tienen en este siglo, en toda la zona costera de la cuenca occidental mediterránea,
con máximas concentraciones dentro de la Península Ibérica en la
costa catalana, en especial en el entorno de Emporion, y en la costa
alicantina. Quizás debamos ver en ello, por un lado la compatibilidad
de sistemas monetarios al generalizese en la Península Ibéricahla circulación de monedas de bronce, y por otro el que Ebusus se erija en
continuadora del comercio cartaginés, después de la derrota que
1
éstos sufren en la 1 Guerra Púnica.
En las ciudades que tienen taller de acuñación propio, la estructur a de la masa monetaria suele ser en parte distinta al de las que no lo
poseen, por cuanto en aquéllas su propio taller aporta entre un 30 y
un 50% a la masa monetaria circulante del período. Su distinta parti-
[page-n-519]
518
.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
cipación se va a ver condicionada por la importancia de la ceca, en
este caso estimada por su volumen de acuñación. Este fenómeno se
repetirá, siempre que la muestra sea vtilida, en la estructura de la
masa monetaria de la ciudad de los períodos cronológicos siguientes,
inclusive con las acuñaciones hispano-romanas.
Una transformación importante se produce a partir del último tercio del siglo 11 a.c., al entrar en funcionamiento un considerable número de talleres, en su mayor parte situados en el Valle del Ebro, que
impulsarán de modo extraordinario la incorporación definitiva de esta zona a la utilización de la moneda, a la vez que dificultará la llegada de acuñaciones republicanas, manteniéndose la situación anterior
en lo referente a la debilidad de presencia de estas acuñaciones.
La masa monetaria registra, en todas las ciudades estudiadas, su
mayor nivel de alimentación, pudiéndose decir que es durante los
aiios siguientes a la pacificación de la Celtiberia y hasta el fin de la re:
vuelta sertoriana, cuando las cecas peninsulares ponen en circulación
un mayor número de piezas. Como excepción a esta norma sólo cabe
señalar la ciudad de Emporion que, condicionada por la producción
de su ceca, en estos años su volumen de acuñación es sensiblemente
inferior al que puso en circulación durante los años 195-133 a.c. ; Kelin que se encuentra en unas condiciones similares, al dejar de funcionar su taller a partir de la segunda mitad del siglo 11 a.c., y Ebusus,
que tiene una estructura monetaria diferente a la de los yacimientos
peninsulares, e incluso, al de las otras dos islas.
La movilidad de las acuñaciones durante los años 133-72 a.c.
presenta rasgos característicos ya que se produce un flujo considerable de acuñaciones procedentes del Valle del Ebro hacia la franja litoral tanto catalana como valenciana; en cambio, apenas si seproduce
el fenómeno inverso, siendo dentro de la precariedad mayor el que
desde la zona catalana se introduce en la Cuenca del Ebro. La masa
monetaria del Valle del Ebro se encuentra constituida, por tanto, fundamentalmente, por sus propias acuñaciones.
Las ocultaciones que se registran en estos aiios obedecen en su inmensa mayoría a dos focos de inestabilidad cronológicarnente distintos y que
afectan a zonas geográficas diferentes. El primero de ellos corresponde a
la inseguridad que produjo la invasión de los cimbrios en el 104 a.c., con
la que se ponen en relación una serie de tesoros, todos ellos ubicados en la
zona de Catalunya, y en los que las acuñaciones republicanas de AR constituyen una parte importante de los mismos.
El segundo grupo de tesoros tiene un área de dispersión muy circunscrita a la Cuenca del Ebro y en su composición son práctica-
[page-n-520]
CONCLUSIONES
519
mente exclusivas las acuñaciones de talleres del Valle del Ebro. La fecha de ocultación de este grupo de tesoros se debe poner en relación
con la revuelta sertoriana, aunque la inexistencia de acuñaciones republicanas en la mayoría de ellos, junto con la amplia datación que se
atribuye a las emisiones ibéricas que los componen, hacen un poco
imprecisa la atribución a esta causa.
Por lo que se refiere a la estructura de la masa monetaria de .las
distintas ciudades estudiadas, se comprueba una repartición similar a
la que se ha venido observando, con una composición predominante
de las acuñaciones ibéricas y una débil intervención de las acuiiaciones
republicanas. Entre las ciudades peninsulares en las que se ha podido
detectar este porcentaje, se destacan nuevamente las del área valenciana, como las que tienen un índice más elevado de presencia de
acuñaciones republicanas. No obstante, conviene matizar que en su
conjunto los hallazgos de la zona catalana son más numerosos y el
aprovisionamiento que reflejan estos últimos se ajusta con bastante
similitud a la circulación monetaria italiana, a diferencia del que se
documenta en la zona del País Valenciano y Murcia, que en absoluto
coincide, registrando máximos y mínimos en momentos distintos.
Un hecho importante a destacar dentro de las acuñaciones republicanas es la existencia, en la circulación monetaria de estos aiios, de
una considerable cantidad de denarios forrados que, si bien no son
exclusivos de estas fechas, es ahora cuando van a detentar el máximo
índice de presencia.
La única excepción que con toda claridad se aparta de esta estructura básica es la que poseen Pollentia y, en general, Mallorca y
Menorca, que disponen de un 50%de la masa monetaria constituida
por acuñaciones republicanas, lo cual, junto con la existencia del tesoro de Torelló d'en Cintes (Menorca),único que se conoce compuesto
por ases republicanos en su práctica totalidad, permite suponer una
orientación y relación importante de ambas islas con la Península
Itálica.
El alcance que adquieren las acuñaciones de la Cuenca del Ebro
es, en parte, consecuencia de la política de Sertorio en orden a financiar su revuelta. Sertorio potenciará las acuñaciones del Valle del
Ebro al realizar sus acuñaciones con tipos ibéricos, persiguiendo con
ello la asimilación de los indígenas a su causa, lo cual consiguió hasta
tal punto que, tras su.muerte, dejaron de funcionar la mayor parte de
las cecas ibéricas, particularmente las del Valle del Ebro. Entre las cecas que de un modo más evidente gozaron de un favor especial, se encontrarían Bolskan, cuyas abundantes acuñaciones de AR conocen
[page-n-521]
520
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
una enorme difusión por toda la Península Ibéricalsylas de Sekobirikes.
Al igual que la circulación monetaria de la Tarraconense Medite1
rránea alcanza su cénit en el último tercio del siglo 1 y primero del 1
a.c., siendo un fenómeno que se produce de un modo general, también después de la muerte de Sertorio, en todo nuestro marco geográfico incluyendo las islas, se detectará un importante descenso de la
moneda que se pone en circulación hasta el principado de Augusto.
Nosotros hemos visto en ello medidas represivas a consecuencia del
apoyo que dieron las gentes ibéricas a la causa de Sertorio, aunque
también se podría pensar en el mantenimiento en circulación de una
masa monetaria elevada que pudo provocar la existencia en la circulación de un número mayor de piezas de las que en general precisaba
la sociedad, lo cual haría innecesaria la acuñación de nuevas monedas.
La relación de monedas por año que se documenta en las distintas
ciudades depende, en gran medida, de la cuantía de la muestra, ya
que será menor o inexistente en aquellas en que la cantidad total de
piezas sea más débil y mayor eh las que ésta sea más amplia.
El análisis pormenorizado de las muestras de ciudades en las que
se ha detectado un mínimo aprovisionamiento, desde la muerte de
Sertorio hasta el 27 a.c., se comprueba que las dos terceras partes de
la masa monetaria se puso en circulación a partir de los años 50 a.c.,
y ello en lugares tan alejados como pudieran ser Emporion e Ilici. Para la Cuenca del Ebro no disponemos de una muestra suficientemente
amplia, diversa y bien conocida en la que sea posible el análisis minucioso de este período, aunque es de suponer que la estructura del
aprovisionamiento sea la misma.
En líneas generales, la masa monetaria durante este período (7227 a.c.) no se renueva, y ante la menor producción monetaria de los
talleres ibéricos, tampoco se observa que la ceca de Roma intente suplir esta falta o escasez, ya que los hallazgos esporádicos no indican
un mayor aprovisionamiento a pesar de la existencia de dos importantes masas monetales en la composición de los tesoros de Fuente
Alamo y Llíria.
Por todo ello, parece lógico que en los años de la segunda mitad
del siglo 1 a.c., la Península Ibérica padeciera una situación de penuria monetaria al ser incapaz el taller y el estado de Roma de abastecer
las necesidades de Hispania; como consecuencia de ello se explicaría
la apertura de numerosos talleres de acmiación durante el reinado de
Augusto.
[page-n-522]
CONCLUSIONES
521
El reducido nivel de participación que durante el período republicano ha tenido la ceca de Roma en la mayor parte de las ciudades, se
mantiene durante los reinados de los julio-claudios, e incluso, en la
mayor parte de ellas desciende considerablemente, poniendo de relie-,
ve que la masa monetaria en circulación se alimentaba preferentemente con las acufiaciones hispano-romanas, a las que no se les puede
sustraer de su función económica, aun cuando algunas de ellas pudieran tener un origen conmemorativo o fundacional.
La dinámica de circulación referida a la difusión y composición
de la masa monetaria continúa siendo la misma, existiendo también
algunos talleres que por su potencia de emisión y por estar situados
estratégicamente, ostentan una dispersión que excede su entorno estrictamente local. El resto participa de una circulación circunscrita a
un ámbito bastante restringido. En relación a este aspecto, hay que
señalar que se mantiene el grado notable de participación del numario de los talleres de la Cuenca del Ebro en la composición de la masa
monetaria de la franja mediterránea, que no suele situarse por debajo
del 20%,y la ausencia al mismo nivel del fenómeno inverso, es decir,
la penetración del numario de la franja costera hacia el interior.
Tampoco varía la distinta repartición de la masa monetaria dentro de las ciudades, manifestando unas proporciones similares a las
del período republicano en las que poseen taller de acuñación, y en las
que no lo tienen, la única diferencia que existe se refiere a la ceca de
Roma que alcanza un índice de presencia bastante más bajo, ordinariamente inferior al 15%.
Las únicas excepciones importantes referidas a la participación
de la ceca de Roma, anteriormente señalada, que a su vez enlazan
con el período republicano, las constituyen la masa monetaria de Pollentia y de Menorca, en donde el aprovisionamiento extrapeninsular
sobrepasa en ambos casos el 60% de participación, lo cual indica que
la alimentación monetaria se realizaba por unos canales distintos de
los peninsulares, en donde en ningún caso se observa esta tan alta
participación del numario oficial romano y galo.
En la cirkulación de los distintos metales se observa que el AR no
1
recobra el grado de participación de fines del siglo 1 e inicios del 1
a.c., debiéndose ver en ello que se amplía el uso de la moneda para
pequeñas transacciones que no requerían la utilización necesaria de
las piezas de AR. La existencia de escasos tesoros con acuñaciones de
AR imperiales y el conocimiento dentro de nuestro marco geográfico
de dos únicos tesoros, ambos de AE, sería un dato a favor de la restringida circulación de AR, aun cuando existan o se atribuyan diver-
[page-n-523]
522
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sas acuñaciones de cecas imperiales de AR en la Península Ibérica, en
Emerita, Caestiraugusta y Colonia Patricia, que según hemos podido
comprobar tienen escasa repercusión dentro de la circulación monetaria peninsular.
Dentro del período que nos ocupa, la última alza considerable en
el aprovisionamiento se registra durante el reinado de Claudio, aunque se ha de señalar que el fenómeno no se ha detectado en todos los
yacimientos estudiados, a causa de la precariedad de sus muestras.
Unicamente en la colección del monetario del Museo de Alacant y en
la ciudad de Ilici el aprovisionamiento, según la relación de monedas
por año que reciben durante el reinado de Claudio, es importante, pero no mayor del que tenían anteriormente. Quizás se deba buscar la
explicación a estas excepciones en la proximidad del taller de Carthago Nova y la presencia en una de ellas de la ceca de Ilici, cuyas producciones contribuirán de modo importante a satisfacer las necesidades de numario y ello motivaría el descenso de la demanda de acuñaciones durante el reinado de Claudio 1.
La diferenciación en el numario de este emperador de las emisiones de talleres locales u oficiales, se ha visto dificultada, dada la reciente atención que la investigación espaiiola ha dedicado al tema,
por la imposibilidad de poder volver a revisar todas las noticias concernientes a los hallazgos de Claudio 1 Aun así, en los seis yacimien.
tos en que este aspecto se ha podido analizar o ya se había realizado
previamente, se observa que, excluyendo las piezas dudosas, las locales superan el 30% en un yacimiento; dos se sitúan por encima del
50%y tres lo hacen con más del 70%.
En suma, de la visión global que se desprende de los análisis realizados, nos parece interesante resaltar dos aspectos. El primero de
ellos se refiere al origen y a las causas que influyen decisivamente en
el conocimiento y uso de la moneda en nuestro marco geográfico. Sobre este aspecto consideramos que las primeras acuñaciones tienen
motivaciones que podríamos denominar como comerciales o relacionadas con esta actividad. A continuación, se suceden una serie he
acuiiaciones realizadas por causas militares que van a generalizar el
uso de la moneda, con la puesta en circulación de una ingente cantidad de piezas. Dentro de este último tipo se podrían situar las que tienen lugar durante la Segunda Guerra Púnica, las que se debieron poner en circulación durante la conquista de la Celtiberia y las del Valle
del Ebro con motivo de la revuelta de Sertorio. Por último, las acuñaciones hispano-romanas que tuvieron lugar durante los reinados de la
dinastía julio-claudia, excepto en algún caso, carecen de connotacio-
[page-n-524]
CONCLUSIONES
523
nes militares y se realizaron en orden a satisfacer las necesidades de
moneda que la sociedad tenía planteadas en virtud de su estructura
mucho más evolucionada.
El segundo y último aspecto es el que se desprende de la distinta
composición de la masa monetaria de las ciudades estudiadas y de los
hallazgos tanto esporádicos como de tesoros. A partir de ellos, se
aprecia que el marco geográfico elegido no se mueve al unísono sino
que accede al uso de la moneda en momentos distintos y tendrán una
trayectoria en el aprovisionamiento y circulación monetaria diferente
en cada una de ellas. Esquematizando mucho se podría decir que estas zonas son: la franja litoral, pudiéndose distinguir entre la zona
Norte y Sur del Ebro, el Valle del Ebro, la isla de Ebusus y las de Mallorca y Menorca.
Estas serían, a nuestro entender, las consideraciones más importantes que se pueden entresacar del análisis de los hallazgos monetarios. Se habrá podido comprobar que, en ocasiones, en el transcurso
del análisis de las ciudades, la cantidad de piezas con las que se opera
no alcanza el niimero indispensable para que la información que de
ellas se desprende sea sólida, pudiendo suceder que una reducida
cantidad de nuevos hallazgos hiciera variar, en parte, la procedencia
geográfica de la masa monetaria de algunas de las ciudades en un
periodo cronológico. Por ello, queremos reiterar que se ha intentado
realizar la aproximación más probable a la evolución monetaria de la
Tarraconense Mediterránea, a través de la información de que se dispone y el estado actual de la investigación.
[page-n-525]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CLAVE DE SIMBOLOS UTILIZADOS
EN LOS MAPAS
O
@
r
i
A
.
= 1
=
- @ @ A .
ejemplar
2-4 ejemplares
= 5-10 ejemplares
A
= 11-20 ejemplares
@A
@.
=-
de 50 ejemplares
=
=
hallazgo muy probable
=
[)
hallazgo seguro
hallazgo dudoso
=
localización dudosa
=
tesoro
[page-n-526]
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[page-n-548]
INDICE GEOGRAFICO
INDICES
1. INDICE GEOGRAFICO
Este índice no recoge los nombres de las provincias, en su sentido
espacial administrativo, cuando éstas únicamente aparecen acompañando y delimitando a los lugares de hallazgo. Los nombres en cursiva corresponden a los topónimos antiguos.
Ablitas
Ador
Afric a
Ager-Blancafort
Agres
Aixadons
Aitona
Alacant
Alagón
Alayor
Albacete
AlbocAsser
Albufereta, La
[page-n-549]
548
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Alcalá de Xivert
Alcaniz
Alcoi
Alcudia, L'
Alella
Alfafara
Algemesí
Algendar
Alguaire
Almedíjar
Almenara
Alpicat
Alquería de Castelló
Alt Emporda
Alto Aragón
Altura
Aluenda
Amer
Ametlla del Vallés
Ampurias
Andalucía
Anguesa
Ansies, Les
Antigón
Aragón
Aras de Alpuente
Archena
~rcobriga
Arcos del Jalón
Arcs
Arenys de Mar
Argentona
Arse
Asia Menor
Asín
Avinyonet
[page-n-550]
INDICE GEOGRAFICO
Ayora
Azaila
Azuara
Bacarot
Badalona
Baetulo
Baix Llobregat
Bajo Aragón
Balaguer
Balaguera, La
Baleares, Islas
Balsareny
Banyoles
Bañales, Los
Barcelona
~arcino
Bárdena del Caudillo
Barranco de Cuerna
Barranco de Valdecarro
Barroca, La
Bas
Báscara
Begur
Belchite
Bélgida
Belianes
Belmonte
Bell-lloch
Bellvei
Benassal
Benicató
Benidorm
Benilloba
549
[page-n-551]
550
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Benissa
Benissanet
Benllach
Besalú
Besos, río
Betica
Betxi
Bil bilis
Bimpanatx
Binisafuller
Bisbal del Penedés, La
Blanes
Bleda, La
Bobalar
Bóbila
Bocairent
Bolbax
Bolskan
Borde11
Borja
Borriana
Borriol
Botorrita
Bujaraloz
Buñol
Burgo de Ebro
Burriac
Cabanes
Cabañas de Ebro
Cabeqo de Mariula
Cabezo Agudo
Cabezo de las Minas
Cabezo de Muel
Cabezo Lucero
Cabezuelo
Cabrera
[page-n-552]
INDICE GEOGRAFICO
Cabrera de Mar
Cabrils
Caesaraugusta
Calabuig
Cala de Benidorm
Cala dlHort
Calagurris
Calahorra
Calanda
Cala Tarida
C alatayud
Cala Vedella
Calcena
Caldes de Malavella
Caldes de Montbuí
Caldes d'Estrac
Caldetes
Cales Coves
C iilig
C alp
Cambrillas
Campillo, El
Campo de Rebate
Camporrobles
Ca Na Jondala
Can Butinyii
Can Cotoliu
Can Curt
Can Fabregas
Can Fatjó
Can Forn
Can Gotlla
Can Joan d'en Cauna
Can Majoral
Ciinoves
Can Rampuixa
Can Rodón de 1'Hort
Can Roques
Can Rosell
Can Sabina
551
[page-n-553]
552
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Can Sala
C antavieja
Ca N'Ursul
Can Xammar
Canyada
Capsanes
C aputxins
C arcaixent
C ardúes
Carencia, La
Carrerelles, Les
Carsel, El
Cartagena
Cartella
Carthago
Carthago Nova
Cascanto
Casetas, Las
Casinos
Castell, El
Castellar, El
Castellar Colorat, El
Castellazos
Castell d'Ambra
Castell de Begur
Castell de Gimenells
Castell de Meca, El
Castell de Montesa
Castell de Xativa
C astellet de B anyoles
Castellet i Gornal
C astellfort
Castellnou de Seana
Castelló
Castelló dlEmpúries
Castelló de Rugat
C astell-Palamós
C astelltersol
Castell Ve11
Castellví
Castelnovo
Castillejo, El
[page-n-554]
INDICE GEOGRAFICO
Castillo de Loarre
Castillo de Sora
C astillonroy
Castulo
Cas Vildo
C atalunya
C atania
Cau de la Figuera
Caudete de las Fuentes
Centellas
C erdanyola
Cerdanyola del Vallés
Cerdeiía
Cerro Bámbola
Cerro Castellar
Cerro de San Cristóbal
Cerro Lucena
Cervera
Cervera del río Alhama
Chalamera
Cheste
Cillas
Citerior
Cocentaina
Collbató
Coll de Cala d1Hort
Coll del Moro
~onimbriga
Contestania
Corbins
Córdoba
Coronela, La
Corrales de Utiel, Los
Corromput
[page-n-555]
554
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Cortes de Pallás
Coscojuela de Fantova
Cova de les Encantades
Cova de les Meravelles
Cova dels Estudiants
Cova des Cuieram
Cova Foradada
Creueta, La
Crevillent
Cuenca
Cuesta del Rosario, La
Cullera
Darró
Dehesa de Ibarz
Dehesa de los Pedriñales
Denia
Dertosa
Doñana
Drieves
Durance
Ebro, río, valle, cuenca
Ebusus
Ecija
Edetania
Eivissa
Ejea de los Caballeros
Elda
[page-n-556]
INDICE GEOGRAFICO
Elx
Emerita
Emporda
Emporion
Enguera
Enserune
Ereso
Ermita del Cid
Ermita de Sant Quirze
Ermita de Sant Feliu
Ermita de Zaragoza la Vieja
Escala, La
Escatrón
Escuera, La
Esparraguera
Espartal
Estanys, Els
Estinglells
Estivella
Etruria
Favaritx
Ferrerías
Figueras
Floresta
Fluvia, río
Font Cuitora
Font de N'Horta
Fontllonga
Forcall
Forques, Les
555
[page-n-557]
556
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Fosal6
Fosca, La
Fraga
Francia
Fruitera, La
Fuente Alamo
Fuentes de Ebro
Fullola
Galia
Gallur
Gandesa
Gandia
Gardeny
Garriga, La
Gélida
Gilet
Gimenells
Girona
Godall
Granja dlEscarp
Granollers
Graus
Grau Ve11
Grossa
Guardamar del Segura
Híjar
Hispania
Horta
Hort de Morand
Hort Gran
Hostalric
Huerva, río
Huesca
Idanha-a-Velha
Ifac
[page-n-558]
INDICE GEOGRAFICO
Iglesuela del Cid
Igualada
Ilerda
11 ici
Illa de Cullera, L'
Illa d'en Reixac, L'
Illa Pedrosa, L'
Iltirta
Ilturo
Iluro
Inestrillas
Italia
Jaén
Jalón, río
Játiva
Jávea
Jebut
Jijona
Jiloca, río
Juncosa de las Garrigas
Juneda
Kelin
Kese
Laperdiguera
Lécera
Libia
Liria
Llacuna, La
Llampaies
Lleida
Llémena
Llinars del Vallés
Llíria
Llívia
5 57
[page-n-559]
558
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
26, 286, 289, 290, 291, 323.
104, 122.
95, 104, 132, 273, 325, 377, 414.
104, 292, 325, 328, 399.
104.
105.
105, 280, 283, 291, 293, 304, 305,
324-326, 328, 332, 399, 437, 472,
475-478, 495, 503.
Long ares
42.
Luesia
107.
408, 424, 475, 486, 492.
~usitania
Macastre
66, 107.
Madrigal
107, 169, 328, 414.
Maella
107, 163.
Maestrat, El
389, 507.
Magna Grecia
92, 254, 514.
Mailhac
342.
Malió
107, 275.
Mallorca
12, 280-282, 312, 317, 318, 453,
456, 459, 516, 519, 522.
23, 42, 287, 297, 300, 304-307, 310,
Maluenda
480.
107, 292, 304, 328, 358, 377, 399,
Manresa
414, 425, 437, 476, 488.
Maó
54, 104, 109, 112, 174, 235, 326,
437, 446, 459.
Margalef
109, 292.
Martis
33.
Mas de Can Rodó de Ullastrell 109, 160.
Masnou
110, 121, 328.
Massalia
393.
70, 78-80, 110, 136, 162, 304, 363,
Mataró
365, 367.
Maures, mzo.
25 1.
Mauritania
498.
44, 252, 263, 264, 267, 275.
Mazarrón
63, 110, 272;
Meca
Mediana de Aragón
81, 110.
110.
Mediona
12, 110, 274, 275, 280-283, 288,
Menorca
292, 294, 295, 304, 312, 317, 318,
Llobregat
Lloma de les Clotxes
Lloret de Mar
Lluchmajor
Llumassana
Loarre
Logroño
[page-n-560]
INDICE GEOGRAFICO
Meseta, La
Millars, río
Minas de Cartagena
Mineo
MoiA
Moixent
Moja
Moleta dels Frares, La
Molins de Rei
Molón, El
Monastil, El
Moncada
Moncayo
Mongó
Monjos
Monreal de Ariza
Montanyar
Montemolín
Montesa
Montllaures
Montornés
Montserrat
Monzón
Morella
Muel
Muela, La
Munda, batalla de
Munebrega
Muntanya de Sant Miquel
Murcia
559
[page-n-561]
560
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
N aquera
Narbonense
Navarra
Nucia, La
Nules
Numancia
Ocata
Odena
Olérdola
Olesa de Montserrat
Oliete
Oliva, La
Olivar d'Alqueríes
Olocau de Carraixet
Olriols
Orihuela
Orpesa
Osca
P acs
Padrets, Els
Pais Valenciano
Palancia, rio
Palau, El
P alau d' Anglesola
Palenzuela
Pallaruelo des Monegros
Palma
Palomar, El
Pamplona
Panticosa
Pardines
Parpalló
Pedreguer
Pedrís
Pego
[page-n-562]
INDICE GEOGRAFICO
Penedés, El
Penes Roges
Pico de los Ajos
Piedra Tajada
Pineda de Mar
Pirineos
Pisuerga, rio
Pla de l'Arc
Pla de les Lloses
Plana de Utiel, La
Pobla de Mafumet
Pobla de Vallbona
Pobla Tornesa, La
Pola
~ollentia
Pompaelo
Pont de Molins
Pontbn, El
Porporas
Porqueres
Poyo, El
Prades
Priorato
Provenza
Puebla de Híjar.
Puig Castellar
Puig Castellet
Puigcerda
Puig d'en Canals
Puig d'en Valls
Puig de Sant Andreu
Puig des Molins
Puiggracibs
Punta de l'illa
Pyrenaeum
Quart
Quatre Pilans
Quatretonda
561
[page-n-563]
5 62
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Querola, La
Ragusa
Rápita, La
Rascaiia
Reana, La
Reclau Viver
Recodo de Mariola
Regalfari
Regenta, La
Requena
Reus
Rhodanum
Rhode
RhGne
Ribota, rio
Riera, La
Riera de Sant Simó
Roma
Roses
R ouffiac
Rovira Roja, La
Rubí
Ruscino
Sabadell
Sa Borda
Sagunt
Sagunto
Saguntum
Saitabi
Salamanca
Sallent
Saltigi
Salut, La
San San Agustín
Sa Nitja
San Juan de la Peña
Sans
Sansellas
Santa Bárbara
Santa Coloma de Gramanet
[page-n-564]
INDICE GEOGRAFICO
Santa Creu d'0lorda
Sant Agusti
Santa Magdalena
Santa María de 1'Estany
Sant Andreu de la Barca
Sant Andreu de Llavaneres
Santes Creus
Sant Feliu de Sabassona
Sant Fulgenci
Sant Ginés de Vilassar
Sant Gregori
Sant Jordi
Sant Julia d'Andorra
Sant Julia de Ramis
Sant Llop
Sant Marcal
Sant Marti de Cartellas
Sant Martí Sarroca
Sant Miquel de Llíria
Sant Miquel de Sorba
Sant Miquel de Vinebre
Sant Pere de Molanta
Sant Roc
Sant Vicenq de Camós
Sa Pleta
Sa Porrasa
Sarria
Sástago
Satarenya
Saucejo
Scogletti
Sebendumnum
Sec, pecio
Seca de Sant Pere
Seco, rio
~edetania
Segaró
Segorbe
Segre, rio
Segura, rio
[page-n-565]
564
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sena
Serinya
Serra de Font Calent
Serra de la Llena
Serra de l'Espasa
Serreta, La
Seu dlUrgell
Sicilia
Sierra de San Cristóbal
Sierra Martés
Sierra Morena
Siete Aguas
S'Illot
Sinarcas
Siracusa
Socarrada, La
Soleies, Les
Sollana
Soller
Solsona
Som, El
Sonacassana
Son Oms
Sort
Sorba
Soses
~uessetania
Tafalla
Talamanca
Talatí de Dalt
Tamarite de Litera
Tarazona
Tarraco
Tarraconense
Tarragona
[page-n-566]
INDICE GEOGRAFICO
Tarrasa
Tatatí
Tavertet
Terrer
Teya
Tiana
Tierg a
Tierras Valencianas
Tirao, El
Tivenys
Tivissa
Tona
Torelló d'en Cintes
Torís
Toro, El
Torre, La
Torre Chueca
Torre del Cap del Pont
Torre del Mal Paso
Torre del Mur
Torre del Rei
Torre drOnda
Torregrossa
Torrella
Torre Llauder
Torrent de la Paret Nova
Torre Roja
Torres del Valle
Torres del Segre
Torre Seca
Torre Viladegut
Tortosa
T ossa
Tossal de la Cala
Tossal de l'Assut
Tossal de les Tenalles
Tossal de Manises
Tossal de Polop
565
[page-n-567]
566
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Tossalet, El
Tossal Gort
Trapucó
Trasovares
Travesa
Tricio
Tudela
Turia, rio
Turiasu
Turó de can Oliver
Turó de la Rovira
Turó dels Encantats
mis
Ullastret
Ulterior
Uncastillo
~ndica
Unión, La
Utiel
Valdespartera
Valencia
Valentia
Valeria
Vallada
Vali dlAlmonesir
Val1 de Gallinera
Vallfogona de Balaguer
Vallromanes
Vareia
Vasconia
Vaticano
Ve1icassis
Vendrell
Verdú
Vereda, La
Verovesca
Vic
Vicario, barranco
[page-n-568]
INDICE GEOGRAFICO
Vida d'Ordi
Vieille Toulouse
Vilafamés
Vilafranca del Cid
Vilafranca del Penedés
Vila Grassa
Vila Joiosa, La
Vilanova del Cami
Vilanova i la Geltrfr, La
Vilar, El
Vilarreal
Vilassar de Mar
Vilavella, La
Villar del Alamo
Villar del Arzobispo
Villar del Met
Villares, Los
Villares de Campo Arcis
Villena
Vilobí del Penedés
Vinarós
Vinarragell
Vinebre
Virgen de la Alegría
Volterra
Xabia
Xarpolar, El
Xarraca
Xativa
Xilxes
Xixona
Xúquer, rio
Yátova
Záforas
Zaragoza
Zuera
[page-n-569]
568
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11. INDICE DE CECAS
16, 71, 72, 90, 246, 358, 360, 363, 465,
466.
20, 67, 118, 135, 157, 159, 181, 223,
Abdera
231, 246, 339, 340,418,419,423,424,
441, 465, 468.
120, 130, 159, 213, 444, 445, 456,458.
Acci
20, 118, 156, 212, 443.
Acinipo
Acuñaciones locales (Claudio 1) 63, 66, 67, 69, 74, 76, 99, 107, 112, 125,
135, 138, 149, 168, 171, 190, 200, 214,
232, 233, 241, 324, 328, 330, 368, 379,
398, 426, 433, 452.
41, 93, 105, 152, 177, 185.
Africa
17, 24, 72, 123, 172, 298.
Alaun
Antioquía
235, 447.
Antipolis
343.
Apulia
150.
Arados
215.
20, 22, 29, 32, 61, 62, 69, 73, 74, 105,
Arekoratas
117, 123, 124, 132, 155, 172, 220, 286,
293, 297, 419, 434-436, 441, 471, 472,
483. 484, 499, 500.
Arkailikos
172.
16, 24, 63, 86, 163, 180, 298, 337,
Arketurki
339, 340, 348, 499, 500, 505-507.
17, 22, 30, 61, 64, 75, 90, 102, 104,
Arsaos
123, 124, 155, 194, 285, 286, 297,
301, 319, 470-472, 478, 479, 483,
484, 499, 500.
17, 24, 33, 53, 57, 60,68, 69,72,73,
Arse
81, 82, 86, 88, 89, 92, 94, 100, 102,
104, 111, 114, 115, 117, 124, 137,
138, 141, 143, 144, 149, 155, 161,
163, 166, 167, 169, 170, 171, 181,
188, 194, 205-207, 212, 220, 246,
263, 265, 269-272, 277-279, 284,
298, 339, 340, 347, 360, 362, 363,
375, 376, 382, 383, 384, 390-393,
395-397, 402, 403, 406, 407, 410412, 419, 420, 422, 428-430, 433-
Abariltur
[page-n-570]
INTIICE D E CECAS
Asido
Atenas
Auriol
Ausesken
Bailo
Baitolo
Baria
Ba(r)skunes
Balaiskom
Belikiom
Bentian
Béziers
Bilbilis
Bolskan
569
[page-n-571]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Borneskon
Bursau
Caesaraugusta
Caesarea
C alagurris
Carnarina
Carissa
Carmo
Carteia
[page-n-572]
INDICE DE CECAS
Carthago
Carthago Nova
Cascantum
C astulo
Celsa
Cerdeña
Chios
Cibyra
571
[page-n-573]
572
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Clunia
Corduba
Corinto
Cos
Crotron
Cyrenaica
Dertosa/Ilercavonia
Ebora
Ebusitanu
Ebusus
Egipto
Ekualakos
Emerita
Emporion
[page-n-574]
INDICE DE CECAS
Ercavica
Eso
Etokisa
Etruria
Eusti/Eustibaikula
Fenicia
Fócida
Gades
Galia
Galia Cisalpina
Galia Transalpina
Graccurris
Hispania
Hispano-cartaginés, taller
573
118, 123, 126-129, 139-141, 152,
157, 160, 161, 164, 165, 169, 177,
178, 182, 186, 188, 189, 200, 224,
237, 249-251, 253-266, 270, 272,
273, 277, 286, 288, 289, 297, 300,
311, 335, 336, 341-355, 356, 358,
365, 366, 374, 380, 388, 389, 400,
405, 423, 424, 439, 443-445, 449,
451, 456, 458-460, 491, 516, 518.
62, 68, 84, 106, 119, 125, 138, 159,
197, 226, 384, 385, 397, 400, 423,
424, 444, 445, 475, 477, 484, 485,
489, 491, 501, 502.
19, 24, 61, 63, 80, 181, 298, 339,
340, 364, 365, 505, 506.
54.
34, 185, 250, 259.
16, 24, 27, 31, 65, 66,72,83,92, 94,
113, 121, 143, 154, 162, 168, 170,
188, 286, 290, 298, 339, 340, 360,
362-365, 370, 372, 382,406,407.
233.
45, 249, 259.
16, 73, 83, 91, 94, 108, 111, 118,
131, 132, 147, 157, 161, 163-165,
181, 188, 195, 200, 213, 223, 237,
246, 265, 267, 337, 339, 340, 354,
370, 372, 375, 376, 418, 419, 434436, 440, 447, 463.
37, 46, 95, 150, 176, 184, 263, 335.
93, 152, 185.
93, 152, 185.
119, 159, 197, 226, 424, 444, 445.
100, 152, 177, 185.
16, 32, 36,44,46, 59,82,85,91,94,
104, 107, 111, 115, 116, 133, 142,
144, 147, 148, 165, 166, 168, 178,
186, 217, 218, 245, 263, 265-267,
269, 270, 272, 275, 335, 354, 374,
394, 401, 405, 416, 417, 427, 439,
463, 515, 516.
[page-n-575]
574
Iaka
Ieso
Ikalkusken
Ilercavonia
Ilerda
Ilici
Ilipense
Iltirkesalir
Iltirkesken
Iltirta
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
17, 60, 91, 99, 123, 155, 162, 181,
319, 343, 344, 364-366, 471, 472,
499, 500.
16, 72, 96, 123, 154, 180, 188, 339,
340, 343, 344, 362, 363.
17, 34, 36, 72, 90, 103, 115, 117, 156,
208, 221, 246, 286, 294, 298, 313,
314, 337, 362, 363, 391, 406, 407,
409, 418, 419, 440, 464, 465, 509511.
Cf.: Dertosa
17, 65, 66, 78, 80- 82, 84, 103, 108,
113, 115, 118, 123, 147-149, 157,
168, 189, 224, 237, 291, 346, 347,
360, 365, 366, 368, 371, 372, 376,
378, 379, 385, 388, 391, 392, 423,
424, 444, 445, 449, 451, 512.
18, 59, 91, 99-101, 109, 111-113,
120, 159, 197, 213, 227, 238, 294,
388, 389, 415, 422-425, 428, 431,
432, 444-446, 449, 451, 522.
20, 118, 156, 440.
355.
16,24, 27,31,34,63,64,67,71,72,
83, 85, 87, 89,91,98,103, 108, 113,
145, 147, 154, 160, 162, 164, 188,
234, 286, 298, 339, 340, 358-360,
362-365, 505, 506, 509, 510, 512.
17, 24, 27, 37, 53, 58, 60, 61, 63-66,
70, 71, 73, 77,80,82,83,88,90,92,
94, 95-99, 102-104, 107, 109, 110,
113-116, 122, 124, 125, 127, 128,
131, 132, 134, 136, 138, 140, 141,
143, 145-147, 153, 160-162, 164,
167, 169, 170, 179, 180, 187, 218,
236, 245, 277-279, 284, 286, 290292, 298, 300, 308, 320, 337, 339,
340, 360, 362-365, 370, 372, 375,
376, 382-384, 387, 388, 391, 402,
403, 419, 420, 441, 448, 449, 454456, 465, 466, 493, 496, 497, 499,
500, 505-507, 509-512.
[page-n-576]
INDICE DE CECAS
Iltukoite
Ilturir
Ilturo
Imitaciones ibéricas de
Irippo
Italia
Italica
Ituci
Iulia Traducta
Judea
Kaisesa
Kaiskata
Kalakoritkos
Karaues
Kelin
Kelse
575
[page-n-577]
576
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Kese
Kesse
Kili
Kontebakom Be1
Konterbia Karbika
Kueliokos
Kyme
Laiesken
L akine
Lascuta
L astigi
Lauro
[page-n-578]
INDICE DE CECAS
Leontini
Lepida, colonia
Leptis Magna
Lesbos
Letaisama
Lipara
Longostales
Lucania
Lugdunum
Lutiakos
Lycia
Macedonia
Malaca
Masonsa
Massalia
Mauritania
Messana
Metaponto
Mileto
Mytilene
Narbomarbona
Neapolis
Nemausus
577
[page-n-579]
578
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Neronken
Nertobis
Numidia
Obulco
Oilaunes
Oilaunikos
Ore
O rippo
Orosis
Osca
Osicerda
Osset
Otobesken
Palestina
P anticapeum
Parium
Patricia, colonia
Pax Iulia
Persia
Populonia
Reggio
Rhode
Rodas
Roma
[page-n-580]
INDICE DE CECAS
Romula, colonia
Sacili
Saguntum
Saltuie
Sardinia
579
[page-n-581]
580
Segobriga
Sekaisa
Sekia
Sekisanos
Sekobirides
Sekotias
Selinus
Sesars
Seteisken
Sexi
Sicilia
Siga
Siracusa
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
[page-n-582]
ZNDICE DE CECAS
Siria
Tabaniu
Tarnaniu
Tanusia
Tarento
Tarraco
Teos
Terkakom
Thourion
Tingis
Titiakos
Titum
Toleto
Treveris
Turiaso
Turiasu
Uarakos
Uirouias
Ulia
Untikesken
581
[page-n-583]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Urkesken
Urso
Usekerte
Valentia
Velia
Vienne
Volcae Arecomici
[page-n-584]
[page-n-585]
Ldmina I. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-586]
LAM. 11
Lámina II. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-587]
LAM. 111
,dmina IIZ. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:
[page-n-588]
LAM. IV
Lámina IV. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-589]
Lámina V. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-590]
LAM. VI
Ldmina VI. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0 8 : .
'7l
[page-n-591]
Lámina V I I . Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-592]
LAM. VI11
Ldrnina VIII. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-593]
Lámina IX. Monedas núms. 138-143: Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l. Monedas
núms. 1-10: Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-594]
LAM. X
Lámina X. Monedas halladas en Los Villáres (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 :1
[page-n-595]
Lámina XI. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-596]
LAM. XII
Lámina XII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-597]
LAM. XIII
Lámina XIII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia).E. 1 : l .
[page-n-598]
LAM. XIV
Lámina XIV. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-599]
LAM. XV
Lámina XV. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-600]
LAM. XVI
Lámina XVI. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-601]
LAM. XVII
Ldmina XVII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencial. E. 1 : l .
[page-n-602]
LAM. XVIII
Lámina XVIII. Monedas núms. 166- 188: Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia).E.
1 : l . Monedas núms. 1-3:.Museo de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-603]
LAM. XIX
Lámina XZX. Monedas del Museo Municipal d e Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-604]
LAM. XX
Lámina XX. Monedas del Museo Municipal de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-605]
LAM. XXI
Lámina XXI. Monedas del Museo Municipal de Alcoi (Alacantl. E. 1:l
[page-n-606]
LAM. XXII
Ldmina XXII. Monedas del Museo Mul licipal de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-607]
LAM. XXIII
Lámina XXIII. Monedas del Museo Municipal d e Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-608]
LAM. XXIV
Lámina XXIV. Monedas núms. 66-69: Museo Municipal de Alcoi (Alacant).E. 1 : l . Monedas
núms. 1 - 1 3: Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-609]
LAM. XXV
Lámina XXV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-610]
LAM. XXVI
Lámina XXVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-611]
m.XXVII
Lámina XXVII. Monedas de! Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-612]
LAM. XXVIII
Lámina XXVIIZ. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-613]
LAM. XXIX
Lámina XXIX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-614]
LAIJL. XXX
Lámina XXX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-615]
LAM. XXXI
Lámina XXXI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-616]
LAM. XXXII
Lámina XXXII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-617]
LAM. XXXIII
Lámina XXXIII: Monedas del Museo Provincial de Alcant. R. 1 : l .
[page-n-618]
LAM. XXXIV
Ldrnina XXXZV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-619]
LAIVI. XXXV
Lámina XXXV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-620]
LAM. XXXVI
Lámina XXXVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-621]
LAM. XXXVII
Lámina XXXVII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-622]
LAM. XXXVIII
Lámina XXXVIII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-623]
LAM. XXXIX
Ldmina XXXIX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-624]
Lámina XL. ~ o n e d a del Museo &ovincial de Alacant. E. 1 : l .
s
[page-n-625]
LAM. XLI
Lámina XLZ. Monedas del Museo Provincial d e Alacant. E.
[page-n-626]
LAM. XLII
Lámina XLII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-627]
LAM. XLIii
Lámina XLIZI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-628]
LAM. XLIV
Lém ina XLIV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-629]
LAM. XLV
qina XLV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-630]
LAM. XLVI
Lámina XLVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-631]
LAM. XLVII
Lámina XLVII. Monedas.de1 Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-632]
Ldmina XLVIII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-633]
LAIVI. XLIX
Lamina XLIX. Monedas núms. 382-383: Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l . Monedas
núms. 1 - 1 3: Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-634]
Lámina L. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-635]
LAM. L I
Lámina LZ. Monedas del Museo d e Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-636]
LAM. LII
Lámina LZZ. Monedas del Museo de Bellas Artes de Maó (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-637]
P . P. RIPOLLÉS
Lámina LIII. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 :1
LAM. LIII
[page-n-638]
LAM. LIV
Lámina LIV. Monedas del Museo de Bellas Artes d e Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-639]
LAM. LV
Lamzna LV. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-640]
LAM. LVI
Lámina LVI. Monedas del Museo de Be11'as Artes de Ma6 (Menorca)
[page-n-641]
P. P. RIPOLLÉS
Lámina LVII. Monedas del Museo d e Bellas Artes d e Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
m.LVII
[page-n-642]
IIIA'I 'INV'I
[page-n-643]
LAM. LM
Lámina LZX. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-644]
P. P RIPOUÉS
.
LAM. LX
Lámina LX. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-645]
LAM. LXI
Lámina LXI. Monedas del Museo Arqueológico d e Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-646]
m.LXII
Lámina LXIZ. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-647]
LAM. LXIII
Lámina LXIII. Monedas halladas en el poblado ibérico de üllastret (Girona).E. 1 : l .
[page-n-648]
[page-n-649]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 77
CIRCULACION MONETARIA
EN LA
TARRACONENSE MEDITERRANEA
Por
PERE PAU RIPOLLÉS ALEGRE
OBRA EDITADA CON LA COLABORACION
DEL
DEPARTAMENTO DE PREHISTOWA Y ARQUEOLOGIA
DE LA
FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA
DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA
VALENCLA
1982
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 77
CIRCULACION MONETARIA
EN LA
TARRACONENSE MEDITERRANEA
Por
PERE PAU RIPOLLÉS ALEGRE
OBRA EDITADA CON LA COLABORACION
DEL
DEPARTAMENTO DE PREHISTOWA Y ARQUEOLOGIA
DE LA
FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA
DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA
VALENCLA
1982
[page-n-5]
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA - INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL CONSEJO SUPERIOR
DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Niim. 77
l.S 6.N: 84-500-8390-7.
- I.S.S.N.: 0 2 1 1-2264. - Dep. Leg.: V. 431-1983
Editorral Fedenco Domenech, S. A
- Gremis. 4
Valencia
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2010 — ISSN 1989-0540
[page-n-6]
Als meus pares
[page-n-7]
Esta publicación constituye la tesis doctoral del autor. Ha sido realizada
con una Ayuda de Tesis Doctoral del Instituto de Asistencia y Promoción del
Estudiante del Ministerio de Educación y Ciencia y fue presentada en la
Facultad de Geografíae Historia de la Universidad de Valencia en 1982, ante
el siguiente tribunal:
Dr. D. Francisco Presedo Velo, presidente.
Dr. D. Marün Almagro-Gorbea, director.
Dr. D. Francisco J. Fernández Nieto, ponente.
Dr. D. Felipe Mateu y Llopis.
Dr. D. Lorenzo Abad Casal, secretario.
Dr. D. Santiago Sebastián, suplente.
Obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.
[page-n-8]
INDICE GENERAL
INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CRONOLOGIA ...........................................
CORPUS DE HALLAZGOS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA ...................................
a ) Tesoros ....................................
b) Hallazgos esporádicos ......................
c) Nuevos datos ...............................
Emporion (La Escala. Girona)
1.
a ) Gabinete Numismático de Catalunya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Museo Arqueológico de Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Museo Arqueológico Provincial de Gi1.
1
rona ............................
Monedas halladas en el poblado ibérico de Ullastret . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 1 Los Villares (Caudete de las Fuentes.
1.
Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
IV . Museo Municipal de Alcoi (Alacant)
V.
Museo Arqueológico Provincial de
Alacant . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI . Museo Provincial de Bellas Artes de
Maó . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
VI1. Museo Arqueológico de Eivissa . . .
ANALISIS DE LOS TESOROS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA ...................................
Período 1 (S. V-237 a.c.) ......................
Período 1 (237-195 a.c.) ......................
1
Periodo 1 1 (195-133 a.c.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
Período IV (133-70 a.c.) .......................
Período V (70-27 a.c.) ..........................
Período VI (27 a.c.-54 d.c.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
[page-n-9]
1 1 ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE ALGUNAS
1.
CIUDADES DE LA TARRACONENSE MEDITERRANEA.
Emporion (La Escala. Girona) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ullastret (Girona) ...................... . . . . . .
.
Ilturo (Burriac. Cabrera de Mar. Barcelona) ...
Iluro (Mataró. Barcelona) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Barcino (Barcelona) ............................
Kese-Tarraco (Tarragona) .....................
Serra de 1'Espasa (Capsanes. Tarragona); Sant Mique1 (Vinebre. Tarragona); La Comarca de El Penedés (Barcelona) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Moleta dels Frares (Forcall. Castelló) .......
Morella (Castelló) ..............................
Arse-Saguntum (Sagunt. Valencia) . . . . . . . . . . . . .
Valentia (Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Kelin (Los Villares. Caudete de las Fuentes.
Valencia) ......................................
Saitabi (Xativa. Valencia) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Museo de Alacant (Alacant) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ilici (L'Alcudia. Elx. Alacant) . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo Agudo (La Unión. Murcia) . . . . . . . . . . . . .
Región Interior de Murcia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Menorca ......................................
Pollentia (L'Alcudia. Mallorca)
...............
Ebusus (Eivissa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Pompaelo y su Región (Pamplona) . . . . . . . . . . . . .
Museo de Logroño (Logroño) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Calagurris (Calahorra. Logroño) . . . . . . . . . . . . . . . .
Arcobriga (Monreal de Ariza. Zaragoza) .......
Bilbilis (Calatayud. Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo de las Minas (Botorrita. Zaragoza) . . . . .
Región de Huesca (Huesca) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cabezo de Alcalá de Azaila (Azaila. Teruel) . . . .
Región de Lleida (Lleida) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Clave de símbolos utilizados en los mapas . . . . . . . . . . . . . .
Abreviaturas bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Indices
1 Indice geográfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
1 . Indice de cecas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1
[page-n-10]
Las nuevas directrices de la investigación numismática se orientan cada día con más intensidad hacia los análisis de las monedas que
circularon en períodos cronológicos concretos, especificándose de qué
talleres proceden y en qué proporción éstos entran a formar parte de
la masa monetaria circulante.
Las bases que hacen que en la actualidad sea factible este tipo de
análisis en la Península Ibérica se debe, en gran medida, a los esfuerzos realizados por el profesor F. Mateu y Llopis, quien desde 1942 ha
estado inventariando y comentando los hallazgos numismáticos de la
época antigua. Sobre ellos, preferentemente, Martín Valls realizó un
ensayo importante de circulación monetaria ibérica, publicado en
1967, en el que ofrecía un estudio de dispersión de hallazgos y áreas
de circulación peninsular de las monedas de los distintos talleres ibéricos.
No menos importante fue el estudio de E. A. Llobregat sobre la circulación monetaria en la costa alicantina a través de las monedas
existentes en el Monetario del Museo Arqueológico de Alacant, interesándose en el análisis e identificación de la masa monetaria circulante en una zona amplia que tendría como centro Alacant.
El análisis de la circulación monetaria se encuentra vinculado a
la publicación de fondos monetarios de museos o a los hallazgos monetarios procedentes de excavaciones arqueológicas en las ciudades
destacadas. En este sentido, conviene señalar la publicación, en 1974,
del estudio de la circulación monetaria de la ciudad de Conimbriga.
[page-n-11]
1O
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Una muestra concluyente del creciente interés que despiertan los
estudios de circulación monetaria, son los dos Simposia de Numismática celebrados en Barcelona, el primero dedicado a la circulación
monetaria y el segundo a las relaciones franco-hispánicas, y el estudio que publicamos en 1980 sobre la circulación monetaria de las Tierras Valencianas. Estos estudios van a suponer, en parte, la interconexión de la moneda y su uso con otros fenómenos de índole arqueológica, histórica o económica y con una dimensión espacial hasta ahora, en pocas ocasiones, suficientemente valorada.
Así pues, nuestro trabajo se enmarca dentro de esta orientaciónque,
muy brevemente, se podría defmir como el intento de establecer cuál
es el ámbito de circulación de los distintos talleres y cómo se encuenla
tra ~ompuesta masa monetaria a lo largo de los diversos períodos
en los que se han compartimentado los años que abarca este estudio,
tanto a nivel de la totalidad del ámbito geográfico elegido, como particular de las ciudades y zonas restringidas para las que se posee documentación de hallazgos monetarios.
La información numismqtica que nos ha servido para poder realizar este estudio ha sido obtenida de dos fuentes básicas. Por un lado,
los hallazgos monetarios ya publicados y, por otro, las monedas inéditas que se encuentran en los fondos de los museos ubicados en la zona
que comprende el marco geográfico de nuestro estudio, tengan o no
procedencia conocida, ya que su posterior análisis y comparación con
la estructura quc presentan otros yacimientos, se encargará de demostrar si pueden considerarse de procedencia local o, por el contrario, si se trata de una muestra selectiva desconectada de su entorno
inmediato.
Por lo que respecta a los datos bibliográficos ha sido necesario, en
muchos casos, reconvertir referencias bibliográficas en desuso a catálogos y repertorios actuales, como resultado de la aparición de nuevos
estudios con dataciones más ajustadas que modifican sustancialmente las cronologías que tradicionalmente se habían atribuido a las monedas. Esta revisión de la datación ha sido un aspecto importante en
lo que respecta a los tesoros monetarios, ya que todos ellos se fechan
por medio de las acuñaciones romanas que ordinariamente aparecen
en los mismos y, teniendo en cuenta que a partir de 1974 M.H.
Crawford ha establecido una nueva datación para la aparición del denario
romano, admitida por la práctica totalidad de los investigadores, todas las publicaciones de tesoros anteriores a esta fecha deben ser corregidas. Por esta causa se ha producido un corrimiento de fechas hacia el siglo 111 a.c. para las ocultaciones más antiguas, influyendo por
t n o en la datación atribuida a las adaciones ibéricas y en la vinculaat
.
[page-n-12]
INTRODUCCION
11
ción de las ocultaciones a unos acontecimientos históricos determinados.
En relación con los períodos cronológicos utilizados en este trabajo
nos parece interesante señalar que, teniendo en cuenta que el marco
cronológico comprende desde el inicio del uso de la moneda en la
i
Península Ibérica a partir del siglo V a.c. hasta el fn de las acuñaciones peninsulares a mediados del siglo 1d.C., se hace imprescindible la
agrupación del numario en unos períodos cronológicos cortos para poder apreciar, en cada momento, el predominio de unos talleres sobre
otros, cómo se refleja su actividad o inactividad y poder captar con
todo detalle la circulación monetaria que, de otro modo, sin los períodos mencionados, quedarían todos los pormenores muy diluidos en el
tiempo.
Hemos considerado que son seis los períodos cronológicos que nos
permitirán observar con detalle la circulación monetaria de la Tarraconense. El primer período, agrupa las acuñaciones anteriores al 237
a.c., fecha en la que los ejércitos cartagineses desembarcan en la
Península Ibérica. El segundo período engloba los años de presencia
púnica hasta su derrota y la pacificación de los levantamientos ibéricos por Catón. El tercer período comprende las acuñaciones efectuadas entre el 195 a.c. y el 133 a.c., momento este último que corresponde a la toma de Numancia y que coincide con cierta aproximación
con la reducción del as uncial republicano y con la apertura de la mayor parte de las cecas del Valle del Ebro. El cuarto agrupa las emisiones realizadas entre el 133 y el final delas guerras sertorianas, en el
72/70 a.c. El quinto se extiende desde el año 72/70a.c. hasta el principado de Augusto, en el 27 a.c. Y finalmente, el sexto agrupará las
acuñaciones de los emperadores Augusto, Tiberio, Calígula y Claudio
1 (41-54 d.c.).
Los criterios en los que nos hemos b a s ~ d o
para el establecimiento
de estos períodos son históricos y numismáticos, de tal modo que ambos se complementen permitiéndonos operar con períodos válidos
desde el punto de vista histórico y que, a la vez, no ofrezcan dificultad
en el momento de la agrupación cronológica de los distintos hallazgos,
al datarse las emisiones ibéricas por períodos y no con fechas puntuales.
Las dificultades más notorias con las que nos hemos encontrado
para llevar a cabo este estudio, derivan de la poca precisión y parcialidad de datos en algunas publicaciones de monedas, lo cual junto con
una frecuente ausencia de ilustración de las piezas, nos ha imposibilitado el matizar la atribución de las piezas a un tipo de emisión deter-
[page-n-13]
12
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
minada y con ello incidir en aspectos anteriormente no contemplados
y en consecuencia otorgarles una cronología más precisa.
Otro factor que ha supuesto una seria dificultad, habida cuenta de
la estructura de periodos cronológicos con la que se ha querido realizar este estudio, se encuentra en la existencia, todavía en la actualidad, de numerosos interrogantes y del desconocimiento de la cronología de un número considerable de emisiones monetarias que no disponen de estudios monográficos.
Es evidente que nos hubiese gustado analizar la circulación monetaria según la aparición estratigráfica de las monedas en los diversos
yacimientos arqueológicos; no obstante, muy a pesar nuestro, esto no
ha sido posible dada la carencia de un número suficiente de monedas
en las que el análisis se pueda llevar a cabo siguiendo estas pautas,
siendo mucho más numerosa la información que procede de hallazgos
sin contexto arqueológico preciso; en consecuencia, hemos tenido que
agrupar las monedas en períodos cronológicos atendiendo a la fecha
de su emisión, con el riesgo implícito y posible de que algunas de ellas no
circulasen en el período en el que han sido incluidas.
El margo geográfico elegido, sobre el que se va a realizar el estudio que nos hemos propuesto, se circunscribe a la vertiente mediterránea de la provincia Tarraconense que se extiende desde Rhode hasta
Carthago Nova y se adenta por la Cuenca del Ebro. Se incluyen también las Islas Baleares con el fin de comprobar hasta qué punto éstas
participan de la dinámica monetaria de la Península Ibérica y se interrelacionan con ella.
La razón por la que se ha elegido este marco geográfico obedece a
la necesidad obvia de limitar la extensión del trabajo que, de otro modo, hubiese sido excesivamente amplio a causa del tratamiento pormenorizado que se ha realizado de la circulación monetaria.
Además, sin tener la pretensión de querer justificar ni demostrar
que la zona geográfica elegida constituye en su conjunto una unidad,
porque no sucede de este modo, si diremos que está constituida por diversos núcleos más o menos delimitados que se encuentran comprendidos dentro del marco geográfico elegido, como pudieran ser a grandes rasgos el entorno de Emporion y Tarraco, la Meseta, el Norte y
Sur de las Tierras Valencianas, la Cuenca del Ebro, el Sudeste, las islas de Mallorca y Menorca y la de Ebusus.
La estructura de la Obra consta de tres capítulos; en el primero de
ellos se realiza una exposición de toda la documentación que ha servido para el análisis de la circulación monetaria que se efectúa en los
dos capítulos siguientes. Constituye, pues, un Corpus que se ha intentado que sea lo más exhaustivo, ordenando alfabéticamente los luga-
[page-n-14]
INTRODUCCION
13
res de hallazgo. Este corpus se encuentra dividido en tres apartados;
en el primero se han inventariado los hallazgos de tesoros; en el segundo, los hallazgos esporádicos, y en el tercero se ofrece la catalogación de algunos monetarios que se encuentran inéditos.
El capítulo 1 intentará ofrecer una v i s i h del desarrollo numis1
mático peninsular, sirviendo de base para ello los tesoros y teniendo
en cuenta las variaciones cronológicas que la nueva datación del denario romano impone para ellos. El análisis se efectuará a través de
los períodos cronológicos señalados. Se estudia también el rol desempeñado por la ceca de Roma en el aprovisionamiento monetario que
proporciona a la Península Ibérica y su circulación a través de su presencia en los tesoros, información ésta que es parangonada con los
hallazgos esporádicos de esta misma ceca.
En el tercer y último capítulo se estudia la masa monetaria de las
ciudades o zonas geográficas en las que ello ha sido posible o se ha
creído conveniente, aún cuando la información monetaria recogida
haya sido escasa. El objeto de este análisis se encuentra en la concreción en un punto geográfico determinado de la masa monetaria circulante en él hallada, determinando la evolución cuantitativa de la misma a través del tiempo y la composición de las cecas, con la información que este último aspecto conlleva sobre las relaciones que mantiene la ciudad con las zonas en las que se encuentran los centros emisores.
La bibliografía se indica mediante el primer apellido del autor, el
año de publicación y las páginas a las que se hace referencia. Si se da
el caso en el que dos autores tengan el mismo apellido, se les añade el
segundo para su distinción. De igual modo, si un autor ha publicado
en un mismo año más de un libro o artículos, éstos se distinguen adjuntando al año letras del alfabeto. Al final de este-libro se incluye una
lista bibliográfica de los libros y artículos citados. La elección de este
sistema bibliográfico se ha llevado a cabo después de analizar todos
los posibles, considerando que es el que mejor se adapta al tipo de trabajo que hemos realizado, en particular para el corpus que presentamos, por comodidad y ahorro de espacio.
Finalmente, queremos señalar el empeño puesto en la realización
de un estudio lo más exhaustivo y completo posible, tanto en lo que se
refiere a la recopilación de documentación como al tratamiento posterior de la misma. En este sentido, consideramos que el análisis y las
conclusiones que de ella se deducen no son definitivas ni en absoluto
permanentes, sino que se encuentran condicionadas por el estado actual de la investigación y los vacíos evidentes en la información de hallazgos numismáticos que hoy en día existen.
[page-n-15]
14
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En consecuencia, hemos querido trazar el panorama monetario de
la Península Ibérica según los datos de que se dispone en la actualidad, pensando que va a ser el que más se aproxime a la realidad, aun
cuando pueda estar todavía muy lejos de ella.
Para terminar, queremos dejar constancia de las personas que
han colaborado en la realización de esta tesis en muy diversos aspectos, expresándoles nuestro más sincero agradecimiento:
E. Acquaro. Istituto di Storia Antica. Bologna.
C. Aranegui. Departamento de Prehistoria y Arqueología de la
Universidad de Valencia.
R. Arropo. Valencia.
L. Avellá. Museo Arqueológico Nacional. Madrid.
M. Campo. Gabinete Numismática de Catalunya. Barcelona.
D. Fletcher. Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
F. Gabaldón. Caudete de las Fuentes.
R. Gabaldón. Caudete de las Fuentes.
M. P. Garcia y Bellido. Universidad de Salamanca.
M. Gil-Mascarell. Departamento de Prehistoria y Arqueología de
la Universidad de Valencia.
E. A. Llobregat. Museo Arqueológico de Alacant.
M. A. Martín. Museo Arqueológico de Girona.
B. Marti Oliver. Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
J. C. M. Richard. CNRS. Saint Guilhem le Désert.
F. Rubio. Museo Arqueológico de Alcoi.
M. J. Sánchez. Valencia.
N. Tarradell. Universidad de Barcelona.
L. Villaronga. Barcelona.
V. Villaverde. Departamento de Prehistoria y Arqueología de la
Universidad de Valencia.
Una mención especial debemos dedicar al Profesor Dr. Martín
Almagro-Gorbea, director de esta tesis, quien desde el inicio nos ha
alentado en su realización, se ha preocupado de nuestra formación y
ha seguido la elaboración de la misma con interés y espíritu crítico.
Por último, tan sólo nos queda expresar nuestro agradecimiento a
D. Enrique Pla Ballester, Director del Servicio de Investigación Prehistórica de valencia, por haber hecho realidad la publicación de este
estudio en la serie Trabajos Varios.
[page-n-16]
CRONOLOGIA
CRONOLOGIA
Las conclusiones que van a desprenderse del análisis de los materiales que se realiza en los Capítulos 11 y 111, tal y como se ha estructurado el presente trabajo, van a quedar bastante mediatizadas por la
cronología que se le otorgue a cada una de las emisiones. Esta cuestión se va a ver más claramente reflejada en las acuiíaciones ibéricas,
cuya sistematización, aunque en la actualidad se encuentra en un estado avanzado, tiene todavía planteados serios interrogantes con respecto a la datación de algunas emisiones y, ante ellos, los investigadores mantienen algunas posiciones divergentes. Es por esto que consideramos de sumo interés hacer una detallada exposición de la cronología utilizada para la datación de las emisiones de las distintas cecas
y de esta forma clarificar nuestro punto de partida.
En principio, como norma, se ha aceptado la cronología propuesta
por los estudios monográficos referidos a una ceca o grupo de ellas,
por considerar a priori que estos investigadores son los más capacitados para emitir juicios de cronología, aunque en la medida en que han
avanzado los estudios sobre la misma y nuestros conocimientos nos lo
han permitido, se han modificedo algunos criterios cronológicos con
respecto a algunas emisiones, defendiendo posiciones personales.
Una cuestión previa que conviene poner de relieve es la utilización de la información cronológica que proporcionan los tesoros para
la datación de las emisiones cuyo análisis, realizado en el Capítulo 11,
ha revertido en el estudio de la circulación monetaria que se desamolla en el Capítulo 1 1
1.
[page-n-17]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
16
Las acuñaciones extrapeninsulares no han supuesto un grave problema ya que, por lo general, a excepción de Roma, han sido escasos
los ejemplares que se han manejado y, salvo las acuñaciones de la Galia, el resto se encuentra bastante bien sistematizado.
Roma
Catalogación y datación: Crawford, 1974.
En cuanto a la catalogación y datación de las acuñaciones peninsulares, se han utilizado las siguientes publicaciones.
Rhode y Emporion
Catalogación: Guadán, 1968-70; Campo, 1972.
Datación: La que se desprende del estudio de los tesoros en los dos
primeros períodos del Capitulo 11.
Hispano-cartaginesas
Catalogación y datación: Villaronga, 1973-a.
Gades
Catalogación: Vives, 1926; Guadán, 1963.
Datación: Guadán, 1963, a excepción de los tipos:
Vives, LXXIV-1-13: siglo 11 a.c., antes del 133 a.c.
Vives, LXXIX-6: inicio del siglo 1 a.c.
Untikesken
Catalogación y datación: Villaronga, 1977-a.
Ausesken, Eustibaikula, Arketurki, Ilturo y Ore
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1973-b y 1980-c.
Laiesken, Iltirkesken, Ilturo, Lauro, Baitolo e Ieso
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1974-a y 1980-c.
Abariltur
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Campo, 1974-a.
Kese
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, Les monedes iberiques de Kese, en preparación, y 1980-c.
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CRONOLOGIA
17
Alaun, Arsaos, Ba(r)skunes, Belikiom, Bentian, Bolskan, Bursau, Kaiskata, Karaues, Kelse, Tamaniu, Iaka, Nertobis, Saltuie, Seteisken,
Sekia, Terkakom y Turiasu
Catalogación: Vives, 1926; Domínguez, 1979-a.
Datación: Domínguez, 1979-a, a excepción de las siguientes piezas:
Kelse Vives LXI-6: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Kelse Vives LXI-3: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Sesars (AE): primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Barskunes Vives XLV-9: primer tercio del siglo 1 a.c.
Arsaos Vives XLVII-12: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Seteisken Vives XXXVIII-4: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Tamaniu Vives XXXVII-2: antes del 72 a.c.
Belikiom: fines del siglo 1 y años antes del 72 a.c.
1
Bentian Vives XLIV-3: primer tercio del siglo 1 a.c.
Terkakom Vives XLVIII-1 y 2: antes del 72 a.c.
Kalakorikos/Calagurris
Catalogación: Ruiz Trapero, 1968.
Datación: Ruiz Trapero, 1968; Domínguez, 1979-a.
iltirta/Ilerda
Catalogación y datación: Villaronga, 1978-a; Vives, 1926.
Arse/Saguntum
Catalogación: Villaronga, 1967-a.
Datación: Villaronga, 1967-a y 1980-c, a excepción de la clase X,
tipo 1 que fechamos según Beltriln Lloris, F., 1980, pp. 382-383.
1
Kelin, Ikalkusken y Urkesken
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Villaronga, 1980-d.
Castulo
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: García Bellido, M.P.,1982. Sobre estas piezas se ha
de advertir que las monedas de las series VIa y VIb, que esta autora
fecha entre el 165-80 y 150-80, respectivamente, nosotros en los
períodos que establecemos para el análisis de la circulación monetaria de las ciudades, las hemos incluido en el que agrupa los años 13372 a.c., aunque en ocasiones pueda no ajustarse estrictamente a su
circulación real, ya que era prioritario mantener la estructura de
períodos que utilizamos.
[page-n-19]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
18
Para las emisiones latinas se ha seguido la siguiente cronología:
Vives LXX-13
Vives LXXI-2 y 3 Mediados del siglo 11 a.c.
)
Vives
Vives
Vives
Vives
Vives
Vives
LXX- 14
LXXI-1
1
LXXI-4
Siglo 1 a.c. (post. 72 a.c.)
LXXI-7
LXXI-9
LXXI- 1 3 y 14 1
CordubalPatricia
Catalogación: Vives, 1926; Chaves, 1977.
Datación: Chaves, 1977.
Ebusus
Catalogación y datación: Campo, 1976-a.
Tarraco
Catalogación: Vives, 1926; Villaronga, 1977-b.
Datación: Villaronga, 1977-b.
Caesaraugusta
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Martinez, 1956; Trillmich, 1973.
Ilici
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Villagrasa, 1972, pp. 136-153.
Carthago Nova
Catalogación: Vives, 1926.
Datación: Beltrán Martínez, 1952.
Ebora, Iulia Traducta y Colonia Romula
Catalogación: Vives, 1926; Chaves, 1979-c.
Datación: Chaves, 1979-c.
Italica
Catalogación y datación: Chaves, 1978.
Emerita
Catalogación: Vives, 192 6 ; Gil Farrés, 1946.
Datación: Gil Farrés, 1946.
[page-n-20]
CRONOLOGIA
19
Hasta aquí se han enumerado las cecas para las que se dispone de
una monografía o estudio pormenorizado que se ocupa de la fijación
cronológica de determinadas emisiones. No obstante, quedan aún
muchos talleres y emisiones para los que no se dispone de ningún ensayo en el que se trate más o menos detenidamente este tema.
En lo relativo a la datación de estas Últimas se han consultado los
estudios de Richard-Villaronga, 1973, y de Villaronga, 1979-a, en los
que se proponen, de un modo más general, dataciones de gran cantidad de emisiones de cecas de la Galia y de Hispania. En aquellos casos en los que recientemente se haya realizado algún estudio de cronología, la que se propone en el mismo ha desplazado a la que plantean Richard-Villaronga, 1973, excepto en los casos en los que se haya indicado lo contrario. Se han tenido en cuenta también las dataciones que propone Guadán, 1969.
A continuación daremos una relación de algunas cecas y emisiones peninsulares del período republicano para las que no se dispone
de estudios concretos y a las que les hemos atribuido una cronología
que, en algunos casos, puede parecer subjetiva, aunque a nuestro entender nos parece la más razonable, según el estado actual de la investigación. Por lo que respecta a las emisiones hispano-romanas,
éstas no presentan dificultades para su atribución al período de uno u
otro emperador.
No es posible razonar en este trabajo el porqué de la atribución de
una determinada cronología a cada una de las emisiones ya que excede, con mucho, el objeto de este estudio, aún cuando constituye una
parte importante del mismo. Tan s61o diremos que han sido tenidos en
cuenta para su establecimiento criterios metrológicos, los estudios
que se realizan en diversas publicaciones de índole general y la información que se desprende de su inclusión en la composición de los tesoros, según la cronología que se les otorga en este trabajo.
Así pues, para las cecas y emisiones que se relacionan a continuación, hemos utilizado las siguientes dataciones:
Eso, Vives, XXXVI-1:primer tercio del siglo 1 a.c.
Iltukoite, Vives, XXX-1: primer tercio del siglo 1 a.c.
Karaues, Vives, LIX-1: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Orosis, Vives, XLIX-1, 2: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
Kontebakom-Bel, Vives, XXXIX-7, segunda mitad del siglo 1
8:
1
a.c.
Sekaisa, Vives, LXIV-1-8: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Kaiskata, Vives, LIII-3: inicios del siglo 1 a.c.
Titiakos, Vives, LVII-1, 5, 10: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
[page-n-21]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Titum, Vives, LIX-1: fines del siglo 11-inicios del 1 a.c.
Arekoratas, Vives, XL-7, 12: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Ekualakos, Vives, LV-2, 4: fines del siglo 1 a.c.
1
Konterbia Karbika, Vives, XXXIX- 1 ci 3: fines del siglo 1 a.c.-ini1
cios del 1 a.c.
Konterbia Karbika, Vives, XXXIX-4: siglo 1. a.c. (post 72).
1
Kueliokos, Vives, L-1: fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
Letaisama, Vives, LX-1: siglo 1 a.c. (post 72).
Sekobirikes, Vives, XXXVII-3: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Valentia, Vives, CXXV: entre el 127 y el 75 a.c.
Saiti, Vives, XX-2 y 3: antes del 133 a.c.
Saiti, Vives, XX-1: segunda mitad del siglo 1 a.c. (post 133).
1
Saiti, Vives, XX-9: primera mitad del siglo 1 a.c.
Saiti, Vives, XX-10: mediados del siglo 1 a.c.
Obulco, Vives, XCIV-5: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Obulco, Vives, XCVI-5-10: segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
Obulco, Vives, XCVIII-4: segunda mitad del siglo 1 a.c.
Malaca, tipo Vulcano-Sol: antes del 133 a.c.
Malaca, Vives, LXXXVII-12: siglo 1 a.c. (antes del 133).
1
1
Malaca, Vives, LXXXVI-1-3: siglo 1 a.c. (antes del 133).
Malaca, tipo Vulcano-estrella: siglo 1 a.c. (antes del 72).
1
Sexi, Vives, LXXXII-1, 2: fines del siglo 1 1 a.c.
Sexi, leyenda dentro de cartela: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Sexi, Vives, LXXXIII-12, 13: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Sexi, leyenda latina: fines del siglo 1 a.c.
1
Abdera, Vives, LXXXI-6, 13, 15: fines del siglo 1 a.c.
1
Abdera, Vives, LXXXI-2, 3: inicios del siglo 1 a.c.
Asido, Vives, XC-4: primera mitad del siglo 1 a.c.
Lascuta, Vives, XCII-4: siglo 1 a.c. (post 72).
Acinipo, Vives, CV-2: posterior al 72 a.c.
Carissa, Vives, CXVII-7: siglo 1 a.c. (post 72).
1
Carmo, Vives, C-6: mediados del siglo 1 a.c.
Carmo, Vives, CI-5: fines del siglo 1 a.c.
1
Ilipense, Vives, CVII-1, 2: mediados del siglo 1 a.c.
1
Irippo, Vives, CX- 1, 2 : primer tercio del siglo 1 a.c.
Irippo, Vives, CX-3 y SS.: después del 72 a.c.
Ituci, Vives, LXXXVIII-3: siglo 1 a.c.
Lastigi, Vives, CIV-3, 7: inicios del siglo 1 a.c.
Ulia, Vives, XCIX-1, 3-5: primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Urso, Vives, CXII-3, 5-6: mediados del siglo 1 a.c.
1
[page-n-22]
CORPUS: TESOROS
CORPUS DE HALLAZGOS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA (1)
a) Tesoros.
La descripción de los tesoros se ha efectuado por orden alfabético,
indicando las circunstancias de su hallazgo, su composición, cronologla propuesta y bibliografía de los autores que se han ocupado del
mismo.
ABLITAS (Navarra)
Hacia 1925 apareció en Ablitas un tesoro de bronces ibéricos e ibero-romanos.
Una parte del hallazgo pasó a la Diputación Foral de Navarra, siendo estudiada por
F. Mateu y Llopis.
Composición.
Bilbilis ibérica: 3.
Bilbilis hispano-romana, con lanza: 5.
Bilbilis hispano-romana, con laúrea: 14.
Kelse ibérica: 2.
(1) Los tesoros de EmpÚries (información N. TARRADELL); Sarril (VILLARONGA,
1982-a); Tortosa (DESPUIG, 1981) y Trasovares (información N. TARRADELL); así como los
hallazgos esporádicos de Emphries (MONRAVAL, 1981); Arcobriga (VIDAL BARDAN, 1982);
Baetulo (GURT, 1978);Buñol (RIPOLLES, 198 1-b);Caesaraugusta (BELTRAN LLORIS, 1979b); Can Majoral (CLARIANA ROIG, 1981(; Castelló (FALOMIR-VICENT, 1978); Els Padrets
(VILA et alii, 1977-78);Pineda de Mar (ESTOL, 1980)y Tarragona (SOLSONA, 19541, constituían el ({Addendaet Corrigendm de nuestra Tesis y, en consecuencia, no se encuentran reflejados en los mapas de dispersión, aunque hayan podido ser utilizados en el estudio de los materiales que se realiza en los Capitulas 1 y 1 1
1
1.
[page-n-23]
22
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Colonia Lepida: 2.
Celsa: 27.
Caesaraugusta: 26.
Turiasu: 2.
Osca: 2.
Calagurris: 17.
Frustras, enteras y fragmentos: 4.
Cronología.
Antes del 1 4 a.c.
Bibliografía.
MATEU Y LLOPIS, 1945, p. 694, láms. 1 y 1 .
1
ALAGON (Zaragoza)
A principios de 1970 apareció en unos escombros depositados junto al río Ebro,
en el término de Alagón, un tesorillo de denarios ibéricos. Los escombros procedían
de las tierras altas, donde se construyó la base aérea americana.
Aparecieron 125 monedas, unidas y formando una piña, de las que sólo se han
podido recuperar y estudiar 10T.
Composición.
39 denarios de Baskunes. Vives, XLVII-1.
26 denarios de ARSAOS. Vives, XLVIII-1.
14 denarios de Turiasu. Vives, LI-3 y 7.
25 denarios de Arekorata. Vives, XL-10 y 11.
Cronología.
En torno al 72 a.c. (2).
Bibliografia.
BELTRAN MARTINEZ, 1974-b, pp. 201-214; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 256;
C. H., 1976, núm. 122.
ALT EMPORDA (Girona)
En un lugar indeterminado de la comarca del Alt Emporda, apareció en 1928 un
tesoro compuesto por algo más de 1.161 monedas de plata.
Composición.
8 dracmas arnpuritanas. Guadán, clase VIII, tipo V.
1 dracma ampuritna. Guadán, clase XI, tipo 11, símbolo abeja.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase Xí, tipo XVIII, símbolo timón y letras P 1.
10 denarios de Kese. Vives, XXXI-11.
1.130 denarios romano-republicanos, de los que el tipo más reciente es MN.
AQVIL. MN. F. MN. N. (RRC, 401, 1).
Cronologia.
En torno al 71 a.c. (3).
Bibliografi a.
VILARET, 1976, pp. 47-60.
(2) A. Beltrh Martinez considera que la inexistencia de denarios de Bolskan y de Sekobirikes en el tesoro, tan abundantes en los hallazgos de época sertoriana, indica que el tesoro
tiene una cronología posterior a este periodo.
(3) El autor considera que el denario más moderno, fechado en el 71 a.c. por M. H.
Crawford, debe retroceder cronológicamente al aiio 73 a.c.
[page-n-24]
CORPUS: TESOROS
ALUENDA (Zaragoza)
Cf.: Maluenda (4).
AMPURIAS (La Escala, Girona)
Cf.: Empúries.
ANSIES, LES (Girona)
Tesoro aparecido en 1872, a 30 kilómetros al N.W. de Girona, en Les Ansies. Se
encontraba depositado en una vasija de bronce y su contenido fue recogido por Pujol y Camps.
Composición.
1 divisor ampuritano. Guadán, clase XIII, tipo 1, grupo VIII.
3 dracmas de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo,IV, grupo XL.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XV.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase X, símbolo deIfin.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo IV, grupo
XVII.
1 dracma de imitación ampuritana. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1.
1 dracma ampuritana, con símbolo creciente. Posible Guadán, clase XII,
tipo 11, grupo 1.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase IX,tipo 11, grupo 1.
6 dracmas ampuritanas del tipo 1 1 de Amorós.
1
120 denarios romano-republicanos, con reverso Dioscuros.
La mayor parte de ellos sin símbolos y anónimos; los que no lo son, poseen los siguientes símbolos:
Caduceo. RRC 60.
Espiga. RRC 72.
Hoja de lanza. RRC 83 u 88.
Rueda. RRC 79.
Creciente. RRC 57.
Victoria. RRC 61.
Ancora. RRC 50.
Delfín. RRC 80.
Hacha. RRC 73.
Asta nudosa. RRC 78.
Ramo. RRC 68.
Letra C. RRC 107.
Monograma C. VAR. RRC 74.
Cronología.
Ultimos años del siglo 1 1 a.c.
1
Bibliografía.
PUJOL Y CAMPS, 1873, pp. 170-183; ZOBEL, 1878, pp. 138-139; GOMEZ
MORENO, 1949, p. 181; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN, 1968, pp. 98103; VILLARONGA, 1968-b, pp. 24-25; CRAWFORD,1969-alnúm. 104;
THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.337; MARCHETTI, 1978, p. 367.
AZAILA (Teruel)
En las excavaciones del poblado ibérico de ~zaila:aparecieron, hacia el aiio
(4) Siguiendo a HERNANDEZ, 1980, pp. 119-118, consideramos que el hallazgo de
Aluenda es una parte del de Maluenda en el que se ha confundido la toponimia.
[page-n-25]
24
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1920,dos lotes de monedas de bronce, en su mayor parte ibéricas. El primero de
ellos, según nos cuenta Cabré use halló a 90 cm. de profundidad, en uno de los rincones de una estancia destinada indudablemente a cocina u hog m... El segundo lote
de monedas estaba guardado en una hornacina, construida en el muro de una casa,
nicho que se hizo al terminarse el zócalo de la pared...#. Ante tal disposición de los
tesoros y por su contenido, se considera que el primero corresponde a un botín itinerante, quizhs de un soldado, y el segundo a un tesoro de ahorro de un habitante del
poblado.
Composición.
Lote I
Untikesken
Eusti
Ilturo
Laiesken
Kese-Kesse
Iltirkesken
Eso
Otobesken
Iltukoite
Arketurki
Iltirta
Kelse
Seteisken
Lakine
Saltuie
Alaun
Orosis
Belikiom
Bolskan
Sekia
Nertobis
Bursau
Sesars
Bilbilis
Kontebakom
Sekaisa
Tamaniu
Terkakom
Kaisesa
Sekobirikes
Tabaniu
Oilaunikos
Arse
Saiti
Ikalkusken
Valentia
Ebusus
Castulo
Lote 11
[page-n-26]
CORPUS: TESOROS
Corduba
Carmo
~etica
Massalia
Roma
Carthago
1
2
-
1
-
5
1
1
6
-
+ 2 sin clasificar
Cronología.
Período de las Guerras Sertorianas (5).
Bibliografia.
CABRE, 1921, pp. 25-33; BELTRAN VILLAGRASA, 1945, pp. 135-179;
BELTRAN MARTINEZ, 1964, pp. 79-86; MATEU Y LLOPIS, 1949, p. 218;
AMOROS, 1957, p. 61 ; VILLARONGA, 1962-a, p. 21 ;UNTERMANN, 1964,
p.121 ;CRAWFORD,1969-a, núm. 220; MAVASCUES, 1971, pp. 37-56; ROMAGOSA, 1971-a, pp. 79-81; GIL FARRES, 1966, p. 168; BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 314-371; BELTRAN LLORIS, M., 1978, pp. 93-125; VILLARONGA, 1977-C, PP. 37-44.
AZUARA (Zaragoza)
De este término municipal proceden tres lotes de tesoros hallados en distintas
ocasiones.
1.
Se trata del tesoro que Zóbel publicó como procedente de Zuera. L. Villaronga,
que ha conseguido localizar 262 denarios del total de 300 que componían el hallazgo, sugiere la posibilidad de que pudiera proceder de Hfjar.
Composición
77 denarios de Belikio, símbolo Bel.
146 denarios de Belikio, símbolo Be.
39 denarios de Bolskan, símbolo Bon.
Cronología
80-72 a.c.
Bibliografía
DELGADO, 1876, 111, PP. 317-318; ZOBEL, 1878, p. 198; HILL, 1931, p.
147; UNTERMANN, 1964, p. 159; VILLARONGA, 1968-a, pp. 225-236; M.
BELTRAN LLORIS, 1976-a; pp. 378-379; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 260.
1.
1
Hallado en 1891, por un labriego, mientras realizaba labores agrícolas.
Composición.
400 denarios de Bolskan.
9 denarios de Belikiom.
1 denario romano republicano. RRC 328.
Cronología.
1
Ultimo cuarto del siglo 1 y primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía
PUJOL Y CAMPS, 1891, pp. 516-517; VILLARONGA, 1968-a, p. 225;
CRAWFORD,1969-a, núm.204;GUADAN,1969, núm. 10; M. BELTRAN LLORIS, 1976-a, p. 379; DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 260-261.
(5) Véase la nota 169 del Capitulo 11.
[page-n-27]
26
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11
1.
Hallado en 1969. Según M. Beltrán Lloris, se trata de un lote de denarios de los
que no se especifica su ceca. Se vendieron en Zaragoza.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografia.
M. BELTRAN LLORIS, 1976-a, p. 379.
BAIX LLOBREGAT (Barcelona)
Hacia 1937, apareció en un lugar indeterminado, al sur del río Llobregat, uri tesoro de monedas de plata. Del hallazgo, cuyo contenido total se desconoce, se han
estudiado 117 denarios. romanos. Los ejemplares más modernos corresponden a:
M. CIPI M. F. RRC 289, 1.
M.N. AEMILIO LEP. RRC 291.
L. FLAMINI CILO. RRC 302.
Cronología.
En torno al 104 a.c.
Bibliografia.
C. H., 1975, núm. 157; VILLARONGA, 1975, pp. 50-51. VILLARONGA,
1977-e, pp. 871-876; C. H., 1979, núm. 93.
BALSARENY (Barcelona)
Hacia 1953se encontró, en un bosque situado por los términos municipales de
Balsareny o Sallent, un conjunto de 420 ases ibéricos de bronce.
Composición.
Kese.
primer período.
busto imberbe y sin símbolo: 7.
símbolo palma: 3.
segundo período.
slmbolo caduceo: 2.
haz de rayos: 1.
lanza: 12.
ánfora: 6.
clava: 3.
crátera: 2.
proa de nave: 18.
cornucopia: 7.
timón: 15.
casco: 1.
signo ibérico Ti: 5.
Ta: 1.
indeterminada: 1.
Laiesken.
1 emisión. Vives XXV- 1: 4.
2.'
inédita: 2.
3.O
lanza. Vives XXV-7: 14.
4.'
Vives XXV-4.
5.'
Inédita: 2.
."
[page-n-28]
CORPUS: TESOROS
Eusti-Eustibaikula,
2." emisión. Eusti-cerdo. Vives XXIII-1: 18.
3."
Eusti-ánfora. Vives XXIII-4: 18
4."
Eustibaikula. Vives XXIII-5: 2.
Ilturo.
2." emisión. Sin simbolo. Vives XXIV-4: 1.
Vives XXIV-10: 41.
3
Iltirkesken-Iltirkes.
1.a emisión. Vives XXVI-1: 12.
A.N.E., 1960, núm. 211: 10.
2.'
3."
Vives XXVI- 1: 10.
4."
Iltirkes: 34.
Iltirta.
1.a emisión. Vives XXVII-3: 1.
Vives XXVII-12 y 13: 4.
2
Lauro.
símbolo caduceo. Vives XXI-1, 2 y 7: 30.
cetro. Vives XXI-8: 6.
palma. Vives XXI-5: 5.
Ausesken.
grandes bronces con efigie a derecha. Simbolo cerdo. Vives XXII-4: 1.
bronces con Ke antigua. Vives XXII-8: 24.
bronces con Ke moderna. Vives XXII-9: 23.
Ore.
símbolo toro. Vives XXIII: 9.
Indeterminadas: 23.
Desconocidas: 9.
Cronologia.
En torno al 104 a.c.
Bibliografía.
VILLARONGA, 1961, PP. 9-102.
."
."
BARROCA, L (Girona)
A
En torno al a80 1953, se hall6 un tesoro de monedas de plata; según las referencias que se recogieron, procedía de las comarcas montañosas próximas a Girona,
mAs concretamente, en los montes llamados de LaBarroca o de Sant Roc, enclavados entre los valles de Llémena y Amer.
Composición.
1 dracma ampuritana (núm. 30). Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 1.
5 dracmas ampuritanas (núms. 2, 7, 17, 18 y 3 1). Guadán, clase VIII, tipo
111, grupo 1 .
1
1 dracma ampuritana (núm. 25). Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 1.
5 dracmas ampuritanas (núms. 3, 5, 14, 26 y 40). Guadán, clase VIII, tipo
IV, grupo 11.
12 dracmas ampuritanas (niims. 10, 11, 20-23, 24, 27, 36, 37, 39 y 41).
Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 1 1
1.
17 dracmasampuritanas(núms.1,4, 6, 8 , 9 , 12, 13, 15, 16, 19,28,29,3235 y 38). Guadán, clase VIII, tipo VI grupo 1
.
1 dracma ampuritana (núm. 15). Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1 .
1
1 denario de Kese. Vives XXXI-11.
[page-n-29]
28
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 denario de Turiasu. Vives LI-7.
denarios romano-republicanos
1 RRC 75, l a ; Sicilia; 209-208 a.c.
2 RRC 76, 1; Sicilia; 209-208 a.c.
3 RRC 167, 1; Roma; 179-170 a.c.
4 RRC 167, 1; Roma; 179-170 a.c.
5 RRC 162, 2a; Roma; 179-170 a.c.
6 RRC 163, 1; Roma; 179-170 a.c.
7 RRC 134, l b ; Roma; 194-190 a.c.
8 RRC 154, 1; Roma; 189-180 a.c.
9 RRC 153, 1 ; Roma; 189-180 a.c.
10 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
11 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
12 RRC 197, l a ; Roma; 157-156 a.c.
13 RRC 205, 1; Roma; 151 a.c.
14 RRC 208, 1; Roma; 149 a.c.
15 RRC 220, 1; Roma; 145 a.c.
16 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
17 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
18 RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
19 RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
20 RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.
21 RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.
22 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
23 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
24 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
25 RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
26 RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
27 RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
28 RRC 276, 1 ; Roma; 122 a.c.
29 RRC 187, 1; Roma; 158 a.c.
30 RRC 231, 1; Roma; 138 a.c.
31 RRC 232, 1; Roma; 138 a.c.
32 RRC 237, lb; Roma; 136 a.c.
33 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
34 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
35 RRC 238, l a ; Roma; 136 a.c.
36 RRC 233, 1; Roma; 138 a.c.
37 RRC 235, lc; Roma; 137 a.c.
38 RRC 235, lc; Roma; 137 a.c.
39 RRC 235, l c ; Roma; 137 a.c.
40 RRC 248, 1; Roma; 133 a.c.
41 RRC 253, 1; Roma; 131 a.c.
42 RRC 253, 1; Roma; 131 a.c.
43 RRC 263, l a ; Roma; 127 a.c.
44 RRC 263, l b ; Roma; 127 a.c.
45 RRC 264, 1; Roma; 127 a.c.
46 RRC 243, 1 ; Roma; 134 a.c.
47 RRC 262, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-30]
CORPUS: TESOROS
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
RRC
262,
245,
245,
270,
270,
260,
282,
239,
281,
281,
281,
281,
281,
280,
286,
285,
285,
284,
289,
289,
291,
291,
291,
290,
290,
296,
296,
1; Roma; 128 a.c.
1; Roma; 134 a.c.
1; Roma; 134 a.c.
1; Roma; 125 a.c.
1; Roma; 125 a.c.
1; Roma; 128 a.c.
5; Roma; 118 a.c.
1; Roma; 136 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 119 a.c.
1; Roma; 120 a.c.
1; Roma; 116-115 a.c.
1; Roma; 116-115 a.c.
2; Roma; 116-115 a.c.
l a ; Roma; 117-116 a.c.
1; Roma; 115-114 a.c.
1; Roma; 115-114 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
1; Roma; 114-113 a.c.
le; Roma; 112-111 a.c.
l h ; Roma; 112-111 a.c.
Cronologia.
1
Ultima década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
ALMAGRO BASCH-OLIVA PRAT, 1960, PP. 145-169; MATEU Y LLOPIS,
1960, p. 150; GUADAN, 1968, pp. 164-167;CRAWFORD,1969-a;nÚm. 175;
GUADAN, 1969, p. 92; DOMINGUEZ, 1979-a,pp. 262-263.
BELMONTE (Zaragoza)
En un despoblado próximo a Belmonte y situado al sur de Calatayud, apareció
un tesorillo de denarios de Sekaisa.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografla.
BELTRAN VILLAGRASA, 1972, p. 203.
BORJA (Zaragoza)
En esta localidad apareció un tesoro de 1.700 denarios dentro de una vasUa; de
estos, Clarisa M i l l b estudió 146 piezas.
Composición.
31 denarios de Baskunes. Domínguez, 1979-a, tipos A y B.
45 denarios de Arekoratas.
45 denarios de Turiasu. Domínguez, 1979-a, serie 2.
[page-n-31]
30
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11 denarios de Sekobirikes.
14 denarios de Arsaos.
Cronología.
Fines del siglo 11 a.c. (7)
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; H. M. 371; MILLAN, 1953, pp. 433-442;
AMOROS, 1957, p. 61 ; UNTERMANN, 1964, p. 159; GUADAN, 1969, núm.
16; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 263.
BURGO DE EBRO (Zaragoza)
En la finca La Cabañeta aparecieron más da 400 monedas de la ceca de Bolskan. No existe un estudio detallado de cada una de las piezas.
Cronología.
Segunda mitad del siglo ii a.c. (7).
~ibliografía.
GALiAY, 1946, p. 55; BELTRAN MARTINEZ, 1974, p. 203; C. H., 1977, núm.
62; DOMiNGUEZ, 1979-a, p. 263.
CALATAYUD (Zaragoza)
En la zona de Calatayud, sin que se pueda precisar su lugar exacto, aparecieron
700 denarios de Bolskan y 3 de Belikiom.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
H. M. 503.
CALIG (Castelló)
En el año 1868 se encontró una vasija con más de 10.000 monedas romanas, republicanas e imperiales.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
SARTHOU, d a , p. 206; H. M. 1310 y 518.
CAMPO DE REBATE (Orihuela, Alacant)
En 1850 apareció un tesorillo que se componía de 43 piezas sin acuñar y 24
acuñadas, todas ellas de cobre. Un primer grupo está formado por trocitos cilíndricos, mal cortados y lisos, de 4 y 7 mm. de diámetro y 3 de alto. A un segundo grupo
corresponden 3 piezas fundidas, su peso oscila entre un gramo y menos de un cuarto de gramo. Este segundo grupo, en el anverso posee algo ahusado y encima EN retrógrado; en el reverso lo que pudiera ser un perro y, posado sobre su lomo, un pájaro. El tercer grupo comprende 21 ejemplares, cuyo diámetro oscila entre los 6 y 7
mm. y su peso es de 0'3 gramos; por un lado repiten lo anteriormente dicho y por el
otro una cuadrícula con puntos intermedios.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 160; LLOBREGAT, 1972, p. 136; RIPOLLES,
1980-a, p. 129.
[page-n-32]
CORPUS: TESOROS
CAN JOAN D'EN CAUNA (Eivissa)
En esta finca se encontró un tesoro de monedas de bronce.
Composición.
1 moneda de 101. Mazard, 1955, núm. 548.
120 monedas de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
Cronologia.
Fines del siglo 11 e inicios del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
ALMAGRO GORBEA, M. J., 1967, pp. 12-23; CAMPO, 1976-a, pp. 63-64.
CANOVES (Barcelona)
En una fecha anterior a 1967, cuando unos trabajadores limpiaban de maleza un
bosque cercano al ~Molú), apartar unas piedras, descubrieron un conjunto de 41
al
monedas de bronce que, por su disposición, parece ser que estuvieron contenidas en
una bolsa de material perecedero.
Composición.
1 as de Laiesken. Vives XXV-7.
1 as de Ilturo. Vives XXTV-10.
20 ases de Lauro. 15: Vives XXT-4; 4: Vives XXI-8; 1: Vives XXi-1.
1 semis de Lauro. Vives XXI-3.
5 ases de Ausesken. 4: Vives XXII-8; 1: Vives XXII-9.
4 ases de Eusti. 3: Vives XXiiI-4; 1: Vives XXIII-1.
1 as de Eustibaikula. Vives XXIII-5.
2 ases de Iltirkesken. Vives XXVI-l.
1 semis de Iltirkesken. Vives XXVI-5.
5 monedas no vistas.
Cronologia.
En torno al 104 a.c.
Bibliograña.
ESTRADA-VILLARONGA, 1967, P. 136; ROMAGOSA, 1971-b, pp. 79-80.
CARTELLA (Girona)
Hacia 1867, en la localidad de Carteiia, ubicada junto a Casteiió d'Empuries,
aparecieron más de 30 dracmas, de las que se pudieron examinar algo más de 20.
Todas ellas eran dracmas ampuritanas con reverso pegaso-cabiro y leyenda normal; sólo cuatro de ellas poseían símbolo. Pujol y Camps, en su catálogo, describe
cuatro monedas que afirma proceden de este haiiazgo.
Composición.
De este hallazgo sólo se conocen las siguientes monedas:
Dracma núm. 52 de Pujol y Camps. Símbolo corona con cintas. Gnadán, clase
XI, tipo IX.
Dracma núm. 59 de Pujol y Camps. ¿Símbolo lobo y clava? Guadán, clase XI, tipo XII (?).
~racma
núm. 62 de Pujol y Camps. Símbolo antorcha. Guadán, clase XI, tipo
m.
Dracma núm. 63 de Pujol y Camps. Símbolo punta de lanza. Guadán, clase XI,
tipo M.
El resto de dracmas, que carecían de símbolo, Guadán considera que
podrían ser piezas clasiñcables dentro de la clase Vm, tipo IV, grupo IV.
[page-n-33]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Cronología.
1
Siglo 1 a.c. (?)
Bibliografía.
PUJOL Y CAMPS, 1873, pp. 9 , 4 2 y SS.;ZOBEL, 1878, pp. 137-138;
AMOROS, 1933-a, p. 33; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN, 1968,
pp. 88-90; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.343.
CASETAS, LAS (Zaragoza)
Hallazgo efectuado, en 1862, en la localidad de Las Casetas, en las proximidades de Zaragoza. Estaba formado por denarios de Arekoratas y Sekobirikes.
Cronología.
80-72 a.c. (7)
Bibliografía.
GUADAN, 1969, núm. 45.
CHESTE (Valencia)
En un campo situado a 870 metros del pueblo, en la partida de la Zafa, apareció
en 1864 una vasija de ceremica cubierta con una tapa de plata, en su interior contenía 48 monedas de plata, un torques con dos colgantes, vn broche de oro, tres brazaletes, tres aniilos de plata y un gran nfmero de barritas de plata fundidas. Posteriormente, se encontró en el mismo lugar otra vasija llena de monedas.
Composición.
4 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza femenina y caballo parado
con cabeza vuelta. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IA.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado con
cabeza vuelta. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IB.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado con
palmera. Villaronga, 1973-a, XI-111-1.
2 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado y
palmera. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB.
5 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado,
palmera y letra ((zayin)).Villaronga, 1973-a, XI-1-VII.
1 moneda hispano-cartaginesa, con cabeza varonil y caballo parado, palmera y glóbulo entre los pies del caballo. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIA.
2 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
3 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza varonil y caballo parado, encima ureus. Villaronga, 1973-a, V.
6 monedas hispano-cartaginesas, con cabeza femenina y caballo saltando,
encima estrella. Villaronga, 1973-a, VII-1.
3 dracmas ampuritanas, con pegaso, cabiro, del tipo ibero-heleno de Guadán (6).
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 11 de Guadán.
2 dracmas de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 22 de Guadh.
1 fragmento de dracma de imitación ampuritana, con leyenda ibérica, núm. 42
de Guadán.
2 óbolos massaliotas, del tipo rueda con las letras MA y creciente.
(6) MARCHETTI, 1978, p. 360, señala que no se trata de dracmas con la cabeza del cabiro, sino que, por el contrario, poseen el'tipo normal de pegaso.
[page-n-34]
CORPUS: TESOROS
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 21.
1 denario romano-republicano. RRC 44, 5.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y primera década del 1 a.c. .
1
1
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 162; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 301; AMOROS,
1933-a, p. 32; GOMEZ MORENO, 1949, p. 181; GUADAN, 1955, p. 14; VILLARONGA, 1967-a, pp. 86-87; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 273; GUADAN, 1968, pp. 80-86; GUAIIAN, 1969, p. 90; VILLARONGA, 1973-a, PP.
74-75; MARCHETTI, 1978, pp. 359-361.
COLL DEL MORO (Gandesa, Tarragona)
Tesoro hallado en 1969, en el poblado ibérico Col1 del Moro, situado en el término municipal de Gandesa.
Composición.
1 dracma de Emporion. Guadán, clase X, símbolo delfín.
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda Olosortin. Guadán, clase
XII, tipo IV, grupo XL.
1 dracma de Ebusus, con símbolo caduceo. Campo, 1976-a, grupo XVII.
1 denario romano-republicano. RRC 80, l a .
Cronología.
Ultima década del siglo 1 1 y primera del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
AVELLA, 1978, pp. 150-156; C. H., 1979, núm. 40.
CORONELA, LA (Elx, Alacant)
En la partida La Coronela, en el cruce con el canal de riegos, se tiene noticia del
hallazgo de un tesorillo compuesto por 27 semis republicanos. Se desconocen los tipos de que se trata.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografia.
RAMOS FOLQUES, 1953, p. 347; RAMOS FERNANDEZ, 1975, p. 27.
CORROMPUT (Tarragona)
En 1850, en la cantera del Corromput, situada en las cercanías de Tarragona,
aparecieron más de mil ases de Kese. La mayor parte de ellos poseían leyenda con
Ke del tipo intermedio y alguna con Ke antiguo.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 278; VILLARONGA, 1971, p. 57.
COVA DE LES ENCANTADES (Martis, Girona)
L. Villaronga d a una breve noticia de un tesoro hallado en la Cova de les Encantades, junto al río Fluvia.
Composición.
3 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 42.
1 as de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 45.
[page-n-35]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
34
2 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 40.
1 semis de Iltirkesken. Villaronga, 1974-a, emisión 2a 1.
Cronología.
Segunda mitad del siglo 11 a.c.
Bibliografia.
RIPOLL-NUM-VILLARONGA, 1980, p. 181.
CREVILLENT (Alacant)
En la Fonteta del Sarso, en el término municipal de Crevillent, apareció un tesoro de 22 denarios, de los que sólo se conocen 7 piezas.
Composición.
1 denario romano-republicano. RRC 235, la-lc.
1 denario romanodrepublicano. RRC 286, 1.
1 denario romano-republicano. RRC 296, la-11.
1 denario romano-republicano. RRC 3 16, 1.
1 denario romano-republicano. RRC 329.
1 denario de Ikalkusken.
1 denario no identificado.
Cronología.
Primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
H. M. 350; GONZALVEZ, 1975, pp. 162-163.
EMPURIES (La Escala, Girona)
1.
Mientras se realizaba una excavación junto a un edificio de la vía mayor de la
Neapolis, se encontró en un recipiente cerámico 894 piezas de plata, de pequeño tamaño.
Composición:
702 fraccionarias ampuritanas, del tipo lechuza. Guadán, clase 111, tipo 1,
grupo m.
10 pequeñas monedas atribuidas a Emporion.
8 imitaciones de monedas de Emporion.
1 moneda de Heraclea en Lucania, hacia 380 a.c. Amorós, 1934, fig. 16.
Copias locales de tipos de Etruria, Cyrenaica, Lycia y Atenas. Amorós,
1934, figs. 19, 26, 29, 37.
Moneda de tipo Auriol. Amorós, 1934, figs. 12, g2.
Moneda de Teos. Amorós, 1934, fig. 2.
El resto, inclasificable.
Cronología.
Mediados del siglo IV a.c.
Bibliografía.
AMOROS, 1933-b, pp. 1-24; AMOROS, 1934, pp. 48-49; GUADAN, 1968,
pp. 132-136; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 295; THOMPSON et alii,
1973, núm. 2.315; FURTWANGLER, 1971, pp. 13-21; FURTWANGLER, 1978,
pp. 44-47.
11.
En el transcurso de las excavaciones del Cementerio Martí se halló, en el año
1947, en una escombrera que cubre la tierra arcillosa rojiza inmediata al suelo rocoso, dos grupos de monedas, de los que uno de ellos puede considerarse un tesoro.
[page-n-36]
[page-n-37]
36
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Bibliografía.
ROMAN, 1906, pp. 27-28; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.331
ESCUERA, LA (Sant Fulgenci, Alacant)
En la finca del Molar, situada en las proximidades del poblado ibérico de La Escuera, un campesino encontró, mientras labraba la tierra, un tesoro de monedas
que, por las impresiones de urdimbre que poseían las monedas, debió estar metido
dentro de una bolsa confeccionada con un material fibroso.
Composición.
7 monedas de bronce, con anverso Tanit y reverso cabeza de caballo y letra ((alef)).Villaronga, 1973-a, VIII-11-IB.
2 monedas inormes e ilegibles.
43 monedas de broncen con anverso Tanit y reverso casco. Villaronga,
1973-a, VIII-11-11.
Pegote de monedas inclasificable.
Cronología.
Inicios del siglo 1 o fines del 1 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
LLOBREGAT, 1966, pp. 71-75; NORDSTROM, 1967, p. 51; LLOBREGAT,
1972, p. 136; VILLARONGA, 1973-a, p. 83.
FUENTE ALAMO (Murcia)
En la localidad de Fuente Alamo aparecieron 1.269 denarios, de los que uno era
de Ikalkusken y el resto romano-republicanos. La fecha de emisión de alguno de
ellos alcanzaba la segunda mitad del siglo 1 a.c.
Cronología.
Siglo 1 a.c.
Bibliografía.
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; VILLARONGA, 1962-a, p. 2 1.
GIRONA
En torno a los años 1850-53, un platero compró a un campesino una gran cantidad de monedas que encontró en el campo. Todas ellas eran de Emporion, dracmas
del pegaso y divisores anepígrafos. La mayor parte de las piezas del hallazgo se fundieron y sólo se han podido identificar las monedas que estudió Pujo1 y Camps.
Composición.
2 dracmas ampuritanas. GuadBn, clase IX, tipo 11, grupo 1.
1 divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán, clase XIII, tipo 1, grupo VIII.
1 divisor ampuritano, con reverso delfines.
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 o primera década del 1 a.c.
Bibliografía.
DELGADO, 1876,111, pp. 195, figs. 80, 81 y 101; AMOROS, 1934, pp. 5051; GUADAN, 1955, pp. 13-14; GUADAN, 1968, pp. 75-76.
HOSTALRIC (Girona)
La composición de este hallazgo ofrece tres variantes. Según Mateu y Llopis se
hallaron en esta localidad, en el interior de una vasija:
60 denarios de Sesars.
[page-n-38]
CORPUS: TESOROS
37
19 denarios de Iltirtasalirban.
1 denario de Iltirta.
Por otra parte, Guadán afirma que no procede del mismo Hostalric, sino de un
lugar cercano, y que fue a parar a manos de un joyero de Tarrasa. Según este autor,
su contenido estaba formado por:
2 denarios de Kese.
3 denarios de Iltirta.
87 denarios de Iltirtasalirban.
1 denario de Bolskan.
La tercera información, distinta en parte a las anteriores, nos la proporciona L.
Villaronga, quien afirma que el hallazgo procede de la provincia de Lleida, de donde
un campesino lo llevó a Tarrasa, pasando posteriormente al comercio. Según este
autor el tesoro, para el que propone el nombre de LLEIDA, se componía de:
2 denarios de Kese.
3 denarios de Iltirta.
170 denarios de Iltirtasalirban.
60 denarios de Sesars.
1 denario de Bolskan, ¿leyenda circular?
Cronología.
¿Años antes del 133 a.c.?
Bibliografía.
H. M., 444; UNTERMANN, 1964, p. 159; GUADAN, 1969, núm. 41; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 262; VILLARONGA, 1978-a, pp. 32-33.
HUESCA
De este hallazgo, que apareció en 1931, sólo se posee una sucinta noticia dada
por Mateu y Llopis.
Composición.
2.000 denarios de Bolskan.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
H. M., XXIV; MARTIN VALLS, 1967, p. 133; GUADAN, 1969; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 266.
ILLA PEDROSA, L' (Girona)
Se trata de un conjunto de 16 monedas, algunas de ellas inéditas y de ceca incierta, procedentes de la excavación de un pecio, por lo que podemos considerarlas
como un conjunto cerrado.
Composición.
a) Monedas de Kaiantolos.
2 monedas. La Tour, lám. VI, núm. 2.416.
b) Monedas de Massalia.
1 pequeño bronce, con toro embistiendo. La Tour, lám. IV.
4 pequeños bronces, con toro embistiendo. La Tour, lám. VI.
1 pequeño bronce, con delfin. La Tour, lám. IV,núm. 2.086.
C) Moneda de Roma.
1 as uncial.
d) Moneda de Neapolis.
[page-n-39]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 moneda de bronce, con toro androcéfalo. Sambon, 1903, núm. 698;
S. N. G. American Numismatic Society, 1, núm. 502-505.
e) Monedas de ceca incierta.
2 pequeños bronces con leyenda XVRA . 3'56 y 4'80 g.
1 pequeño bronce, con reverso Victoria y leyenda -ZAN o 't A 9
4'21 g.
1 pequeño bronce, con reverso ratón. 2'59 g.
1 pequeño bronce, con reverso manos entrelazadas. 4'21 g.
1 pequeño bronce, con reverso Cantharo. 0'65 g.
Cronología.
Principios del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
RICHARD-VILLARONGA, 1975, pp. 73-78; C. H., 1976, núm. 119.
.
LECERA (Zaragoza)
Hacia 1910-1920 apareció en la localidad de Lécera un tesoro de denarios ibéricos de Bolskan, de los cuales se han podido recuperar 10 ejemplares.
Cronología.
Primer tercio del siglo 1 a.c.
Bibliografia.
ORENSANZ, 1971-72, p. 149.
LIRIA (Valencia)
Cf.: Llíria.
LLIRIA (Valhcia)
El día 3 1 de octubre de 1806, apareció, en Liíria, un tesoro de denarios romanorepublicanos dentro de una jarrita de cerámica que contenía 982 ejemplares. En la
actualidad, una p&e de este tesoro se encuentra depositada en el Monetario de la
Biblioteca Universitaria de Valencia y en el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la misma Universidad.
Composición.
1 denario ibérico de ceca desconocida.
1 victoriato romano. RRC, 53, 1; Roma; después del 211 a.c.
1 denario romano.
RRC, 217, 1; Roma; 147 a.c.
1 denario romano.
RRC, 22 1, 1; Roma; 144 a.c.
1 denarioromano.
RRC,226, 1a;Roma; 141 a.c.
1 denario romano.
RRC, 228, 2; Roma; 140 a.c.
1 denarioromano. RRC, 229, 1b;Roma; 139 a.c.
1 denario romano.
RRC, 231, 1; Roma; 138 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 235, lc; Roma; 137 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 236, lc; Roma; 137 a.c.
1 denario romano.
RRC, 237, 1 ; Roma; 136 a.c..
1 denario romano.
RRC, 237, l a ; Roma; 136 a.c.
9 denarios romanos. RRC, 238, 1; Roma; 136 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 244, 1; Roma; 134 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 245, 1; Roma; 134 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 249, 1; Roma; 132 a.c.
7 denarios romanos. RRC, 257, 1; Roma; 130 a.c.
1 denario romano. RRC, 261, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-40]
CORPUS: TESOROS
3 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
1 denario romano.
5 denarios romanos.
1 denario romano.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
8 denarios romanos.
3 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
4 denarios romanos.
13 denarios romanos.
4 denarios romanos.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
5 denarios romanos.
g denarios romanos.
2 denarios romanos.
g denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
4 denarios romanos.
10 denarios romanos.
30 denarios romanos.
21 denarios romanos.
1 denario romano.
19 denarios romanos.
4 denarios romanos.
RRC, 270, 1; Roma; 125 a.c.
RRC, 274, 1; Roma; 123 a.c.
RRC, 275, l a ; Roma; 123 a.c.
RRC, 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC, 279, 1; Roma; 121 a.c.
RRC, 280, 1; Roma; 120 a.c.
RRC, 281, 1; Roma; 119 a.c.
RRC, 282, 1; Narbo, 118 a.c.
RRC, 282, 4; Narbo; 118 a.c.
RRC, 283, l a ; Roma; 118-1 17 a.c.
RRC, 284, l a ; Roma; 117-116 a.c.
RRC, 284, lb; Roma; 117-116 a.c.
RRC, 285, 2; Roma; 116-1 15 a.c.
RRC, 286, 1 ; Roma; 116-1 15 a.c.
RRC, 289, l a ; Roma; 115-114 a.c.
RRC, 289, lc; Roma; 115-114 a.c.
RRC, 290, 1; Roma; 114-1 13 a.c.
RRC, 291, 1; Roma; 114-113 a.c.
RRC, 292, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 293, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 295, 1; Roma; 113-112 a.c.
RRC, 299, l a ; Roma; 111-110 a.c.
RRC, 299, l b ; Roma; 111-110 a.c.
RRC, 300, 1; Roma; 110-109 a.c.
RRC, 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
RRC, 303, 1; Roma; 109-108 a.c.
RRC, 306, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC, 308, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC, 31 1, l a ; Roma; 106 a.c.
RRC, 312, 1; Roma; 106 a.c.
RRC, 313, lc; Roma; 106 a.c.
RRC, 3 16, 1; Roma; 105 a.c.
RRC, 317, 2; Roma; 104 a.c.
RRC, 318, lb; Roma; 104 a.c.
RRC, 319, 1; Roma; 103 a.c.
RRC, 320, 1; Roma; 103 a.c.
RRC, 322, l a ; Roma; 102 a.c.
RRC, 324, 1; Roma; 101 a.c.
RRC, 325, l a ; Roma; 101 a.c.
RRC, 328, 1; Roma; 100 a.c.
RRC, 330, l a ; Roma; 100 a.c.
RRC, 335, 3d; Roma; ? 96 a.c.
RRC, 335, 9; Roma; ? 96 a.c.
RRC, 336, l a ; Roma; 92 a.c.
RRC, 337, 3; Roma; 91 a.c.
RRC, 340, 1; Roma; 90 a.c.
RRC, 341, 1; Roma; 90 a.c.
RRC, 342, 3a; Roma; 90 a.c.
RRC, 342, 4a; Roma; 90 a.c.
RRC, 344, lc; Roma; 89 a.c.
[page-n-41]
40
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1
1
1
2
1
2
13
21
8
7
7
2
1
6
5
11
19
denario romano.
denario romano.
denario romano.
denarios romanos.
denario romano.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denario romano.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
denarios romanos.
7 denarios romanos.
4 denarios romanos.
6 denarios romanos.
4 denarios romanos.
4 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
2 denarios romanos.
4 denarios romanos.
7 denarios romanos.
2 denarios romanos.
10 denarios romanos.
4 denarios romanos.
16 denarios romanos.
2 denarios romanos.
6 denarios romanos.
1 denario romano.
7 denarios romanos.
4 denarios romanos.
3 denarios romanos.
7 denarios romanos.
2 denarios romanos.
2 denarios romanos.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
3 denarios romanos.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
7 denarios romanos.
1 denario romano.
1 denario romano.
3 denarios romanos.
1 denario romano.
RRC, 344, 2b; Roma; 89 a.c.
RRC, 344, 2c; Roma; 89 a.c.
RRC, 344, 3; Roma; 89 a.c.
RRC, 346, 1a; Roma; 88 a.c.
RRC, 348, 1; Roma; 87 a.c.
RRC, 349, 1; Roma; 87 a.c.
RRC, 350, A; Roma; 86 a.c.
RRC, 352, lc; Roma; 85 a.c.
RRC, 353, l a ; Roma; 85 a.c.
RRC, 354, 1; Roma; 84 a.c.
RRC, 357, 2; Roma; 83 a.c.
RRC, 359, 2; móvil con Sulla; 84-83 a.c.
RRC, 360, lb; Roma; 82 a.c.
RRC, 361, lb; Roma; 82 a.c.
RRC, 362, 1 ; Roma; 82 a.c.
RRC, 363, Id; Roma; 82 a.c.
RRC, 364, l a ; Roma; 83-82 a.c.
RRC, 366, l a ; Norte de Italia y EspaÍía; 82-81 a.c.
RRC, 367, 3; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC, 367, 5; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC, 372, 1; Roma; 81 a.c.
RRC, 372, 2; Roma; 81 a.c.
RRC, 374, 1; Norte de Italia; 81 a.c.
RRC, 374, 2; Norte de Italia; 8 1 a.c.
RRC, 378, l c ; Roma; 81 a.c.
RRC, 379, 1; Roma; 80 a.c.
RRC, 379, 2; Roma; 80 a.c.
RRC, 380, 1; Roma; 80 a.c.
RRC, 382, 1a; Roma; 79 a.c.
RRC, 382, lb; Roma; 79 a.c.
RRC, 383, 1; Roma; 79 a.c.
RRC, 384, 1; Roma; 79 a.c.
RRC, 385, 1; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 2; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 3; Roma; 78 a.c.
RRC, 385, 4; Roma; 78 a.c.
RRC, 386, 1; Roma; 78 a.c.
RRC, 387, 1; Roma; 77 a.c.
RRC, 388, 1; Roma; 77 a.c.
RRC, 389, 1; Roma; 76 a.c.
RRC, 390, lb; Roma; 76 a.c.
RRC, 391, 3; Roma; 75 a.c.
RRC, 392, 1; Roma; 75 a.c.
RRC, 392, lb; Roma; 75 a.c.
RRC, 393, lb; quizás Hispania; 76-75 a.c.
RRC, 394, 1; Roma; 74 a.c.
RRC, 395, 1; Roma; 74 a.c.
RRC, 399, l a Roma; 72 a.c.
RRC, 401, 1; Roma; 71 a.c.
RRC, 403, 1; Roma; 70 a.c.
[page-n-42]
CORPUS: TESOROS
1 denario romano. RRC, 406, 1; Roma; 69 a.c.
10 denarios romanos. RRC, 407, 1; Roma; 68 a.c.
1 denario romano. RRC, 407, 2; Roma; 68 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 409, 1; Roma; 67 a.c.
3 denarios romanos., RRC, 409, 2; Roma; 67 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 410, 2; Roma; 66 a.c.
1 denario romano. RRC, 412, 1; Roma; 64 a.c.
5 denarios romanos. RRC, 413, 1 ; Roma; 63 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 414, 1; Roma; 63 a.c.
18 denarios romanos. RRC, 415, 1; Roma; 62 a.c.
14 denarios romanos. RRC, 416, l a ; Roma; 62 a.c.
1 denario romano. RRC, 417, 1; Roma; 62 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 420, 2; Roma; 60 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 421, 1; Roma; 59 a.c.
4 denarios romanos. RRC, 422, l a ; Roma; 58 a.c.
19 denarios romanos. RRC, 422, lb; Roma; 58 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 423, 1; Roma; 57 a.c.
8 denarios romanos., RRC, 425, 1; Roma; 56 a.c.
1 denario romano. RRC, 426, 1 ; Roma; 56 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 427, 1; Roma; 56 a.c.
1 denario romano. RRC, 428, 2 ; Roma; 55 a.c.
1 denario romano. RRC, 428, 3; Roma; 55 a.c.
5 denarios romanos. RRC, 429, 1; Roma; 55 a.c.
1 denario romano. RRC, 430, 1; Roma; 55 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 432, 1; Roma; 55 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 433, 1; Roma; 54 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 433, 2; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 434, 1; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 434, 2; Roma; 54 a.c.
1 denario romano. RRC, 438, 1 ; Roma; 51 a.c.
1 denario romano. RRC, 440, 1; Roma; 50 a.c.
6 denarios romanos. RRC, 442, 1; Roma; 49 a.c.
134 denarios romanos. RRC, 443, 1; móvil con César; 49-48 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 444, l a ; móvil Pompeio, 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 445, 2; Apollonia; 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 446, 1; móvil Pompeio; 49 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 446, l a ; móvil Pompeio; 49 a.c.
1 denario romano. RRC, 448, 3; Roma; 48 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 449, l a ; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 449, 2; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 450, 2; Roma; 48 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 450, 3; Roma; 48 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 45 1, 1; Roma; 48 a.c.
1 denario romano. RRC, 455, 1 ; Roma; 47 a.c.
7 denarios romanos. RRC, 458, 1; Africa, 47-46 a.c.
10 denarios romanos. RRC, 459, 1; Africa, 47-46 a.c.
9 denarios romanos. RRC, 461, 1; Africa; 47-46 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 462, 1a; Africa; 47-46 a.c.
2 denarios romanos. RRC, 462, 2; Africa; 47-46 a.c.
1 denario romano. RRC, 463, l a ; Roma; 46 a.c.
[page-n-43]
LA CrRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
42
11
1
1
2
3
1
3
4
3
1
1
65
11
17
1
2
6
denarios romanos. RRC, 463, lb; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 463, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 464, 1; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 2; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 464, 4; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 464, 5; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 465, lb; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 465, 3; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 465, 4; Roma; 46 a.c.
denario romano. RRC, 465, 5; Roma; 46 a.c.
denarios romanos. RRC, 468, 1; Hispania; 46-45 a.c.
denarios romanos. RRC, 468, 2; Hispania; 46-45 a.c.
denarios romanos. RRC, 469, 1; Hispania; 46-45 a.c.
denario romano. RRC, 472, 1; Roma; 45 a.c.
denarios romanos. RRC, 474, 1; Roma; 45 a.c.
denarios romanos. RRC, 477, 1; Hispania; 45-44 a.c.
3 denarios romanos. RRC, 480, 13; Roma; 44 a.c.
1 denario romano. RRC, 480, 17; Roma; 44 a.c.
Cronología.
En torno al 44 a.c.
Bibliografia.
MATEU Y LLOPIS, 1943, pp. 224; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 282;
MATEU Y LLOPIS, 1975-a, pp. 45-47; FALOMIR, 1980; Manuscrito núm.
190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia.
LONGARES (Zaragoza)
En el segundo cuarto del siglo XVII, apareció en esta localidad un tesoro monetario, compuesto por 2.000 piezas con reverso jinete lancero.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
LASTANOSA, 1645, p. 210.
MALUENDA (Zaragoza)
En 19 15, al sur de Calatayud y cerca de Maluenda, apareció un tesoro de denarios romano-republicanos e ibéricos, al realizar obras de allanamiento en una finca.
El hallazgo estaba formado por unas 200 monedas.
Composición.
62 denarios romano-republicanos.
RRC 139, 1; Roma; 157-156 a.c.
2 RRC 232, 1; Roma; 138 a.c.
RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
RRC 244, 1; Roma; 134 a.c.
RRC 250, 1; Roma; 132 a.c.
RRC 255, 1; Roma; 130 a.c.
RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC 284, l b ; Roma; 117-116 a.c.
RRC 285, 2; Roma; 116-1 15 a.c.
[page-n-44]
CORPUS: TESOROS
RRC 291, 1; Roma; 114-113 a.c.
RRC 299, l b ; Roma; 111-110 a.c.
RRC 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
2 RRC 304, 1 ; Roma; 109-108 a.c.
RRC 306, 1; Roma; 108-107 a.c.
RRC 316, 1 ; Roma; 105 a.c.
RRC 317, 3b; Roma; 104 a.c.
RRC 328, 1 ; Roma; 100 a.c.
2 RRC 334, 1; Roma; 97 (?) a.c.
2 RRC 337, 3; Roma; 91 a.c.
4 RRC 340, 1; Roma; 90 a.c.
2 RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.
2 RRC 341, 2; Roma; 90 a.c.
2 RRC 342, 5b; Roma; 90 a.c.
RRC 344, l a ; Roma; 89 a.c.
RRC 344, l b ; Roma; 89 a.c.
2 RRC 344, 3: Roma; 89 a.c.
RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.
RRC 348, 1; Roma; 87 a.c.
2 RRC 348, 2; Roma; 87 a.c.
RRC 352, l a ; Roma; 85 a.c.
RRC 356, l a ; Roma; 84 a.c.
RRC 357, lb; Roma; 83 a.c.
RRC 359, 2; móvil con Sulla; 84-83 a.c.
RRC 364, Id; Roma; 83-82 a.c.
RRC 365, l c ; Massalia; 82 a.c.
2 RRC 367, 3; móvil con Sulla; 82 a.c.
RRC 372, 2; Roma; 81 a.c.
2 RRC 374, 2; Norte de Italia; 81 a.c.
RRC 380, 1 ; Roma; 80 a.c.
3 RRC 382, l b ; Roma; 79 a.c.
RRC 383, 1 ; Roma;]79 a.c.
RRC 384, 1; Roma; 79 a.c.
RRC 385, 1; Roma; 78 a.c.
RRC 387, 1 ; Roma; 77 a.c.
No identificado.
Denario de Sekobirikes. Vives XXXVII-2.
116 denarios de Bolskan, de los cuales:
32 pertenecen al grupo 1 de Jenkins ( 1 posible).
72 al grupo 11-111 de Jenkins.
9 al grupo IV de Villaronga.
3 sin determinar.
Cronología.
En torno al d o 76 a.c. (7)
Bibliografia.
H. M. CLV; VILLARONGA, 1964-65, pp. 165-169; CRAWFORD, 1969-a, p.
97, núm. 259; HERNANDEZ, 1980, pp. 119-128.
(71 Esta datación tendría que rebajarse al aiío 74 a.c. si se diluyeran las posibles dudas
de la pertenencia a Maluenda del lote de monedas que publica CRAWFORD, 1969-a, núm.
3 0 7 , que atribuye con reservas a Aluenda.
[page-n-45]
44
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
MAZARRON (Murcia)
En 1861 se encontró en las proximidades de Mazarrón, situado a 30 Km. al W.
de Cartagena, un tesoro de monedas de plata hispano-cartaginesas.
Composición.
1 Ar. Villaronga, 1973-a, IX-1.
Mas de 50 Ar. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IA.
De 16 á 8 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-111-IA.
2 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 26 y 129.
2 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 33 y 34.
7 Ar. Villaronga, 1973-a, núm. 38.
6 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB.
1 Ar. Villaronga, 1973-a, XI-1-V.
Cronologia.
1
Ultimo tercio del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
ZOBEL, 1878, p. 157; GUADAN, 1969, p. 93; THOMPSON et alii, 1973, núm.
2.325; VILLARONGA, 1973a, pp. 73-74; MARCHETTI, 1978, pp. 365-366,
MINAS DE CARTAGENA (Murcia)
En el año 1866 se encontraron, según Heiss, tres piezas de plata en unas minas
abandonadas. Zóbel considera que en la atribución de las piezas hubo una confusión, debiendo ser las dos primeras del hallazgo de Tortosa.
Composición.
1 dracma ampuritana, del tipo caballo parado.
1 Ar de Ebusus, con un peso de 10 gr.
1 shekel cartaginés. Müller, 108.
Cronologia.
1
Mediados del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
HEISS, 1870, p. 44, fig. 1 , 2 y 3; GUADAN, 1968, pp. 87-88; VILLARONGA,
1973-a, pp. 75-76.
MOIXENT (Valencia)
Tesoro aparecido en 1910. En la actualidad se conservan 21 monedas en el
I.V.D.J. de Madrid y 7 en el British Museum, el resto se dispersó.
Composición.
4 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-B.
1 moneda hispano-cartaginesa, Villaronga, 1973-a, núm. 30.
1-1
3 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 1 11 .
2 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 1 11 1
1-1.
18 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
2 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIB.
26 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, 111-IV.
39 monedas hispano-cartaginesas. Viilaronga, 1973-a, XI-1-ID.
4 monedas hispano-cartaginesas. Vilaronga, 1973-a, VIII-1-IB.
2 monedas hispano-cartaginesas. Viilaronga, 1973-a, VIII-1-IC.
7 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-VII.
4 monedas hispano-cartaginesas. Villaronga, 1973-a, XI-1-IIA.
Un número indeterminado de monedas hispano-cartaginesas, de la serie
del cabalio parado. Villaronga, 1973-a, XI-1-IC.
[page-n-46]
CORPUS: TESOROS
1
1
3
24
2
2
1
Moneda hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, VII-1.
hemióbolo de ceca incierta. Vives, XI-8.
dracmas ampuritanas, con reverso pegaso-cabiro.
divisores ampuritanos, con reverso pegaso a la derecha.
divisores ampuritanos, con reverso pegaso a la izquierda.
dracmas de Ebusus. Vives, XI-6 y 7.
medio victoriato, posible Sydenham 114 (RRC, 95; ceca incierta; 21 1208 a.c.).
1 dracma de Hieron 1 de Siracusa. BMC, Sicily, núm. 533.
1
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 y primera década del siglo 1 a.c.
Bibliografía.
GESTOSO, 1910, pp. 460-465; ALMARCHE, 1918, p. 125; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 302; GARm y BELLIDO, 1948, p. 225; GUADAN,
1955, PP. 16-17; VILLARONGA, 1967-a, p. 92; BELTRAN MARTINEZ,
1968, p. 275; GUADAN, 1968, pp. 117-125;CRAWFORD, 1969-a, num. 91;
W O , 1972, p. 22; VILLARONGA,1973-a,pp. 76-77; CAMPO, 1976-a, pp.
64-65; MARCHETTI, 1978, pp. 361-364; RIPOLLES, 1980-a, pp. 59 y 131.
MONGO (Dénia, Alacant)
En las vertientes meridionales de Mongó, a la altura de Col1 de Pons, apareció
un recipiente con monedas y joyas de plata, que en total pesaban 1 kilogramo.
Composición.
1 tetradracma de Messana. Hacia 400 a.c.
1 tetradracma de Leontini. Hacia 422 a.c.
1 tetradracma de Selinus. Hacia 420 a.c.
1 estátera arcaica de Corinto. Hacia 480 a.c.
1 fragmento de tetradracma de Siracusa. Hacia 450 a.c.
1 óbolo de Carthago. Hacia 300 a.c.
3 óbolos massaliotas, con rueda y MA.
1 óbolo massaliota, con rueda y M.
5 fraccionarias ampuritanas anteriores a las dracmas, de los tipos Guadán, 91-93, 70 y 71.
1 moneda incierta.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
CHABAS, 1891, p. 59; DANVILA, 1891, p. 167; ALMARCHE, 1918, p. 105;
AMOROS, 1934, p. 5 1; FIGUERAS, 1945, pp. 6-7; BELTRAN VILLAGRASA,
1945-46, p. 295; GARCIA Y BELLIDO, 1948, pp. 224-225; GUADAN, 1955,
p. 16; VILLARONGA, 1967-a, pp. 91-92; GUADAN, 1968, pp. 110-115;
BELTRAN MARTINEZ, 1968, pp. 271-272; RIPOLLES, 1980-a, pp. 63 y
129-130.
MORELLA (Castelló)
Hacia 1862, apareció en los alrededores de Morella un pequeño tesoro de monedas.
Composición.
Monedas de la Fócida, de fines del siglo VI a.c. Tipos Muret, 494 y 495.
Fraccionarias ampuritanas. Amorós, 1934, fig. 49; 64 y 76, núm. 83.
[page-n-47]
46
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Obolos de Massalia.
Monedas de tipo Auriol. Muret, 493.
Moneda de Tarento. Amorós, 1934, fig. 17.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, p. 11; GARCIA Y BELLIDO, 1936, pp. 115-156; GARCIA Y
BELLIDO, 1948, p. 224; BELTRAN MARTINEZ, 1968, p. 272; GUADAN,
1968, p. 78-79; GUADAN, 1969, p. 95; FURTWANGLER, 1971, p. 15.
PALOMAR DE OLIETE (Oliete, Teruel)
En las excavaciones arqueológicas realizadas en este poblado se ha encontrado,
recientemente, un conjunto de 103 monedas de plata y bronce (8).
Composición.
94 denarios de Bolskan.
1 denario romano republicano.
8 ases de bronce mal conservados.
Cronología.
No se puede fijar por desconocer momentáneamente el tipo exacto de las
monedas.
Bibliografía.
DOMINGUEZ, 1979-a, p. 96.
PEDREGUER (Alacant)
Hallazgo de 100 monedas púnico-ebusitanas, del tipo Bes. Grupo XVIII, de M.
Campo, 1976-a.
Cronología.
1
Primera mitad del siglo 1 a.c. (7)
Bibliografía.
MARTIN AVILA, 1968, p. 53; CAMPO, 1976-a, p. 65; H. M., 1.393.
PLANA DE UTIEL (Valencia)
En 1972, en un lugar indeterminado de la comarca de la Plana de Utiel, mientras se realizaban labores agricolas, se encontró un tesoro integrado en su totalidad
por monedas de plata.
Composición.
2 quinarios romano-republicanos anónimos. RRC, 47, l a ; ceca incierta; a
partir del 2 1 1 a.c.
3 &bolosmassaliotas, con reverso rueda y MA. La Tour, 687 y 681.
1 divisor de dracma ampuritana, con reverso pegaso. Campo, 1972,111-1.
1 114 de shekel cartaginés de ceca italiana (forrado). S.N.G. D.N.M., vol.
43, núm. 369.
7 monedas galas ((A la c r o h , de peso comprendido entre 3'23 y 3'44 g.
2 monedas de plata, probables ((a la croh).
4 divisores galos de imitación ampuritana, con reverso pegaso, de peso
comprendido efitre O' 11 y 0' 15 g.
1 hemióbolo de la Cyrenaica (71, con cabeza masculina y estrella.
(8) Información facilitada gentilmente por P. Atrian, directora del Museo de Teniel, lugar éste en donde se encuentran depositadas las monedas.
[page-n-48]
CORPUS: TESOROS
Cronología.
1
1
Fines del siglo 1 1 y primera década del 1 a.c.
Bibliografia.
RIPOLLES, 1980-C,pp. 15-27; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
POBLA DE MAFUMET, L (Tarragona)
A
El 12 de enero de 1872, en el transcurso de unos trabajos agrícolas que se realizaban en una viña, situada en las inmediaciones del pueblo La Pobla de Mafumet,
apareció, en el interior de un ánfora, un conjunto de 250 monedas de Claudio 1, de
las que 150 pasaron al Museo Arqueológico Provincial de Tarragona.
Composición.
17 sestercios. RIC 60, leyenda D. (1 posible.)
107 sestercios. RIC 64, leyenda D. (1 posible.)
11 sestercios. RIC 67, leyenda D. (2 posibles.)
7 sestercios. RIC 78, leyenda D. (1 posible.)
3 sestercios. RIC 61. (1 posible.)
2 sestercios. RIC 64, leyenda E.
1 dupondio. RIC 67, leyenda E.
4 sestercios. RIC 79, leyenda E.
Cronologia.
41-42 d.C.
Bibliografía.
CAMPO-RICHARD-KAENEL, 1981.
PONT DE MOLINS (Girona)
En las proximidades de Figueras apareció, en 1868, un recipiente conteniendo
unas 60 monedas y diversos fragmentos y barras de plata.
Composición.
Dracma de Kyme, con leyenda retrógrada. 480-423 a.c.
2 fragmentos de tetradracmas de Atenas. 480-407 a.c.
Fragmento de esttítera de Metaponto. 550-470 a.c.
Fragmento de moneda griega sin atribución cierta. 450-350 a:C.
Moneda de pequeño módulo atribuida a Mytilene. 400-350 a.c.
Algunos óbolos massaliotas (tau crabe, y con reverso rueda. Amorós,
1934, fig. 9.
5 monedas de tipo Auriol. Amorós, 1934, fig. 12, a l , a2, g l y fig. 13, a l y
a2.
Un numeroso grupo de monedas fraccionarias ampuritanas, Zóbel,
1878, tipos 1-4; 6-14; 16-18; 20-21; 27-29; 30-33 y 36.
Cronologia.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
ZOBEL, 1878, pp. 113-117; PUJOL, 1873, pp. 16-20; DELGADO, 1876, III,
pp. 174, 179 y 194; AMOROS, 1934, pp. 49 y SS.; GARCIA Y BELLIDO,
1948, pp. 223-224; GUADAN, 1968, pp. 90-96; THOMPSON et alii, 1973,
núm.2.313; FURTWANGLER, 1971, p. 14.
PUIG CASTELLAR (Santa Coloma de Gramanetl
En 1942 apareció en el poblado ibérico de Puig Castellar, en Santa Coloma de
[page-n-49]
48
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Gramanet, un tesoro formado, según Guadán, por más de 150 dracmas y 50 divisores de plata ampuritanos. L. Pericot pudo recoger y estudiar 14 dracmas y 39 divisores con reverso pegaso y delfines. Guadán, posteriormente, logró identificar el
resto de los ejemplares del tesoro, dispersos entre distintas colecciones privadas.
Composición conocida.
dracmas ampuritanas. Guadán, núms. 211, 217, 219, 235, 240-243, 268,
288 (?), 394, 398, 404, 406, 407, 408, 413-415, 419-420, 422-436, 438446, 448-486, 488a-493, 495, 498-504, 51 1, 513-528, 530-532, 534-542,
544-552, 552a-562, 565-573, 574-a, 576-579, 582-583, 587, 589-591,
603-606, 608-614, 616-646, 648-650, 655, 658-672, 675-681, 684-687,
689-698, 799-811, 821-824, 839, 853, 854, 927, 931-932, 935-936, 939940, 942-944, 947-948, 956, 963-964, 968-971.
divisores ampuritanos con reverso pegaso. Campo, 1972, núms. 48, 51, 5759, 61, 75, 78, 92, 102, 106, 109-110, 112, 115, 119, 124, 126, 130, 136,
137, 141-142, 150, 155-156, 158.
divisores ampuritanos con reverso delfines. Campo, 1972, núms. 72-73,
168-169, 171-172, 182-183, 185, 190, 191 y 209.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y primera decada del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
PERICOT, 1943, pp. 302-303; PERICOT, 1944, pp. 323-327; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp. 3 11-315; GUADAN, 1968, pp. 144-150; GUADAN, 1969, p. 96; THOMPSON et &, 1973, núm. 2.340; MARCHETTI,1978,
p. 357.
'
ROSES (Girona)
Hacia 1850 apareció en las cercanías de Roses un hallazgo formado, excepto algunas piezas dudosas, por fraccionarias ampuritanas anteriores a las dracmas. El
hallazgo se vendió a un anticuario y posteriormente se dispersó, por lo cual se desconoce su exacta composición y algunas de las piezas que se atribuyen a este hallazgo pueden ser dudosas.
Composición.
Según Zóbel constaba de los siguientes tipos:
1. Delgado, 125-50; Amorós, 1934, núm. 47.
2. Delgado, 125-41 ; Amorós, 1934, núm. 38.
3. Semejante a la anterior, con leyenda MX.
4. Delgado, 125-46; Amorós, 1934, núm. 34.
5. Delgado, 125-45; Amorós, 1934, núm. 33.
6. Delgado, 125-47; Amorós, 1934, núm. 65.
7. Delgado, 125-48; Amorós, 1934, núm. 35.
8. Delgado, 125-35; Amorós, 1934, núm. 76.
9. Delgado, 128-105; Amorós, 1934, núm. 77.
10. Delgado, 124-14; Amorós, 1934, núm. 85.
11. Delgado, 125-29; Amorós, 1934, núm. 40.
12. Delgado, 124-19; Amorós, 1934, núm. 23.
13. Delgado, 124-20; Amorós, 1934, núm. 24.
14. Delgado, 125-27; Amorós, 1934, núm. 27.
15. Delgado, 125-37; Amorós, 1934, núm. 56.
16. Delgado, 125-33; Amorós, 1934, núm. 70.
17. Delgado, 126-53; Amorós, 1934, núm. 73.
[page-n-50]
CORPUS: TESOROS
18. Delgado, 126-54; Amorós, 1934, núm. 74.
19. Delgado, 142-310; Amorós, 1934, núm. 60.
20. Semejante, con jinete a la izquierda.
21. Delgado, 124-21; Amorós, 1934, núm. 57.
22. Amorós, 1934, núm. 88.
23. Amorós, 1934, núm. 89.
24. Guadán, 957.
Se atribuyen también a este hallazgo:
a. Delgado, 125-34; Amorós, 1934, núm. 63.
b. Delgado, 125-49; Amorós, 1934, núm. 46.
c. Delgado, 125-51; Amorós, 1934, núm. 48 (9).
d. Delgado, 126-55; Amorós, 1934, núm. 62.
e. Amorós, 1934, núm. 58; Guadán, 74.
Cronología.
Inicios del siglo 1 1 a.c.
1
Bibliografía.
GAILLARD, 1854, n í í . 367, 377-385; ZOBEL,1878, pp. 109-1 13; DELGADO,
1876,111, pp. 175, 179 y 194; AMOROS, 1934, p. 50; GARCIA Y BELLIDO,
1948, p. 223; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 294; GUADAN, 1969, p.
97; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.318.
SANT LLOP (Girona)
En las cercanías de Girona, en las montaiías de Sant Llop se encontró, hacia
1951, un número indeterminado de dracmas con naverso de Diana y reverso pegaso chrisaor y leyenda griega, una de ellas con símbolo láurea; un divisor ampuritano, con leyenda EM, y un denario romano (RRC, 282; Narbo; 118 a.c.).
Cronología.
En torno al 100 a.c. (?) (10).
Bibliografía.
DELGADO, 1876, 1 1 p. 194; ZOBEL, 1878, p. 138; AMOROS, 1933-a, p.
1,
32; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp. 303-304; GUADAN, 1955, p. 14;
GUADAN, 1968, pp. 76-78; GUADAN, 1969, pp. 97-98, CAMPO, 1972, p.
23; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.347.
SARRIA (Barcelona)
En el año 1870 se encontró un tesorillo de 400 denarios republicanos, mientras
se reaIizaban unas obras en una casa de la calle Major. De éstos se han podido estudiar 50 piezas, y la más moderna de ellas es un denario RRC 308, 1 del año 108-107
a.c.
Bibliografía.
VILLARONGA, 1982-a, pp. 24-30.
SEGAR0 (Girona)
Hallazgo realizado en la montaiía La Mare de Deu, situada en el término municipal de Segaró. El tesoro apareció entre los aiíos 1880-1881 y su contenido era de
1.015 monedas de plata, de las que 50 eran denarios romano-republicanos.
(9) Esta moneda, según GUADAN, 1970, p. 38, no existe.
(10)Algunos autores piensan que la presencia del denario romano es una intrusión, por
lo que carecería de valor cronológico.
[page-n-51]
50
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
l
Composición.
2 denarios ibéricos de Kese. Vives, XXi-11 (?l.
15 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo 11; Delgado, tipo 82.
64 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 1; Delgado, tipo 86.
226 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo IV, grupo IV; Delgado,
tipo 93 y anverso 116.
354 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo V, grupo 1; Delgado, tipo
89 y anverso 125.
58 dracmas ampuritanas. Guadán, clase VIII, tipo 111, grupo 11; Delgado, tipo 91.
1 dracma ampuritana. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 11, núm. 788.
6 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo VII.
9 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XI.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clabe XI, tipo XVII.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XIII.
9 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XIV.
6 dracmas ampuritanas, con símbolo atiin (según Guadán, este ejemplar
no existe y por lo tanto debe de tratarse de un error de Pujol).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y Victoria en reverso
(según Guadán, este tipo no existe y debe de tratarse de un caso similar
al anterior).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y círculo en reverso
(caso similar a los anteriores, según Guadán esta moneda debe incluirse
con las dracmas con símbolo círculo).
1 dracma ampuritana, con símbolo atún en anverso y lanza en reverso (el
tipo no existe).
8 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XVI.
6 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo 1.
2 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo XV.
8 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo 1 1
1.
11 dracmas ampuritanas. Guadán, clase XI, tipo IX.
50 denarios romano-republicanos, de los cuales únicamente conocemos una
relación de tipos, pero no la cantidad numérica que pertenece a cada uno
de ellos.
RRC, 127; Incierta; 206-200 a.c.
RRC, 132, 2; Roma; 194-190 a.c.
RRC, 204, 1; Roma; 152 a.c.
RRC, 207, 1; Roma; 150 a.c.
RRC, 210, 1; Roma; 149 a.c.
RRC, 224, 1; Roma; 141 a.c.
RRC, 234, 1; Roma; 137 a.c.
RRC, 237, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 238, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 239, 1; Roma; 136 a.c.
RRC, 243, 1; Roma; 134 a.c.
RRC, 254, 1; Roma; 131 a.c.
RRC, 256, 1; Roma; 130 a.c.
RRC, 261, 1; Roma; 128 a.c.
[page-n-52]
CORPUS: TESOROS
RRC, 262, 1; Roma; 128 a.c.
RRC, 269, 1; Roma; 125 a.c.
RRC, 273, 1; Roma; 124 a.c.
RRC, 276, 1; Roma; 122 a.c.
RRC, 278, 1 ; Roma; 121 a.c.
RRC, 281, 1; Roma; 119 a.c.
RRC, 285, 2; Roma; 116 ó 115 a.c.
RRC, 286, 1; Roma; 116 6 115 a.c.
RRC, 289, 1 ; Roma; 116 6 115 a.c.
RRC, 290, 1 ; Roma; 113 6 114 a.c.
RRC, 292, 1; Roma; 113 6 112 a.c.
RRC, 298, 1; Roma; 112 6 111 a.c.
Cronología.
Ultimos años del siglo 1 a.c.
1
Bibliograña.
PUJOL, 1881, pp. 142-162; AMOROS, 1933-a, pp. 27-32; GOMEZ MORENO, 1949, p. 181; GUADAN,1955, pp. 15-16; CRAWFORD, 1969-a, n~ím.180.
SERINYA (Girona)
En 1943, mientras se realizaban excavaciones arqueológicas en l a cueva de
Reclau-Viver, en el término municipal de SerinyA, se encontró un lote de 12 monedas ampuritanas de plata.
Composición.
8 dracmas ampuritanas.
2 Guadán, clase VI, tipo 1, grupo 1(núm. 167-168).
1 Guadán, clase VI, tipo 1, grupo 1 (núm. 176).
1
1 Guadán; clase VI, tipo 11, grupo 1(núm. 192).
2 Guadán, clase VI, tipo 11, grupo 1 (núm. 196, 199).
1
2 Guadán, clase VIII, tipo 1, grupo 1(núm. 258, 260).
4 divisores ampuritanos.
2 Campo, 1972, clase 1, tipo 1, grupo 1 (núm. 3, 9).
1
2 Campo, 1972, clase 1, tipo IV (núm. 36 y 37).
Cronología.
En torno al 241 a.c.
Bibliografía.
COROMINAS, 1944, pp. 327-329; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, pp.
295-299; AMOROS, 1955, pp. 9-16; GUADAN, 1955, p. 20; GUADAN, 1968,
pp. 153-155; GUADAN, 1969, pp. 98-99.
TALAMANCA (Eivissa)
En la necrópolis de Talamanca, en la isla de Eivissa, se encontró, con anterioridad a 1906, una vasija que contenía 191 monedas de Ebusus.
Composición.
1R9 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XII.
Cronología.
' Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
Bibliograña.
ROMAN, 1906, p. 29; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.322; CAMPO,
1 9 7 6 - w . 65.
[page-n-53]
52
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
TAMARITE DE LITERA (Huesca)
Hallazgo muy antiguo, citado por Lastanosa, y como todos ellos está insuficientemente descrito su contenido. No obstante, al parecer, estaba formado por denanos ibéricos, de los que algunos eran de Bolskan.
Cronología.
Desconocida.
Bibliografía.
LASTANOSA, 1645, pp. 98-99; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 275.
TARRAGONA
Con anterioridad a 1870, apareció en la provincia de Tarragona un tesoro de
monedas de plata, que Zóbel dio a conocer, y del que se ignora la localidad en la que
se produjo el hallazgo.
Composición.
16 óbolos massaliotas, con reverso cangrejo o rueda.
1 litra de Selinus.
1 posible litra de Carnarina.
2 1 fraccionarias ampuritanas.
ltipo 1 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo 1 1 grupo 11.
1,
1,
1 tipo 2 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo 11, grupo 1 .
1
1 tipo 3 de Zóbel. Guadán, clase 1 , tipo 1 1 grupo 1.
1
1,
1 tipo 4 de Zóbel. Guadán, clase 1 ,tipo 11,grupo 1 1
1
1.
1 tipo 5 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo IV, grupo IV.
1,
4 tipo 6-7 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo IV, grupo 1.
1,
1 tipo 8 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo IV, grupo VIII.
6 tipo 9 de Zóbel. Guadán, clase 111, tipo IV, grupo VII.
5 tipo 10 de Zóbel. Guadán, clase 1 1 tipo 1 1 grupo 1 1
1,
1,
1.
Cronología.
Fines del siglo IV a.c.
Bibliografía.
DELGADO, 1876, 1 1 pp. 179 y 194; ZOBEL, 1878, pp. 119-121; VIVES,
1,
1926,I, p. 24; AMOROS, 1934, pp. 40-50; GUADAN, 1955, p. 15; GUADAN,
1968, pp. 96-98; GUADAN, 1969, p. 99; THOMPSON et alii, 1973, n.O
2.314.
TERRER (Zaragoza)
En l a localidad de Terrer, próxima a Calatayud, apareció un tesoro formado por
denarios de Bolskan, del que no se poseen más referencias.
Cronología.
Desconocida.
BibliografIa.
ZOBEL, 1878, p. 196; GOMEZ MORENO, 1949, p. 183; MATEUY LLOPIS,
1949, p. 217; UNTERMANN, 1964, p. 159; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 275.
TIVISSA (Tarragona)
Lote 1
Las noticias sobre este hallazgo son escuetas. Rafols nos dice que «el 29 dB enero
de 19 13 se depositó en el Museo Arqueológico de Tarragona un lote compuesto por
varias joyas de oro y plata, un mango de espejo de bronce y veintinueve monedas de
plata)).
[page-n-54]
CORPUS: TESOROS
53
Composición.
2 dracmas de Emporion. Guadán, clase M, tipo 111, grupo 11.
2 dracmas de tipo ibérico. Guadán, clase XII, tipo 111, grupo 1 1 (núms.
1
789-790).
6 dracmas de imitación ampuritana y leyenda ibérica Iltirtar. Guadán,
clase XII, tipo IV, grupo XXXIX (núms. 875-878).
3 dracmas de imitación ampuritana y leyenda O Y . Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XLIV (núms. 899 y 903).
3 dracmas de imitación ampuritana y leyenda Kertekune. Guadán, clase
XII, tipo IV, grupo XXXVI (núms. 867-868).
1 dracma de imitación ampuritana y leyenda ibérica núm. 33 de Guadán.
Guadán, clase XII, tipo IV, grupo XLI (núm. 891).
1 dracma de imitación ampuritana y leyenda 10 bis de Guadán, clase XII,
tipo IV, grupo XIV (núm. 830).
2 dracmas de Arse con leyenda Arskitar, con toro corriendo y toro androcéfalo.
1,
Villaronga, 1967-a, clase 11,tipo 1, núm. 2 1 ;y clase 1 1 tipo 1, núm. 25.
2 óbolos de imitación massaliota con reverso rueda y M A.
4 denarios romanos. RRC, 44, 5 ; Roma; a partir del 21 1 a.c.
1 denario romano, con símbolo áncora. RRC, 50, 2; Roma; 209-208 a.c.
1 denario romano, con símbolo Victoria. RRC, 61, 1 ; Italia central; 21 1208 a.c.
1 denario romano, con letra C. RRC, 107; ~ E t r u r i a ? 209-208 a.c.
;
Cronología.
1
Ultima década del siglo 1 1 a.c.
Bibliografía.
BOSCH, 1915, pp. 856-858; SERRA RAFOLS, 1941, p. 2 1; GOMEZ MORENO, 1949, pp. 178-179; GUADAN, 1955, p. 17; GUADAN, 1968, pp. 126131; GUADAN, 1969, pp. 99-100; RADDATZ, 1969, pp. 258-259; CRAWFORD, 1969-a, núm. 94; MARCHETTI, 1978, p. 358.
Lote 1
1
Por lo que respecta al segundo hallazgo, éste se produjo en 1925, y se componía
de tres monedas y diversos objetos de bronce.
Composición.
1 denario romano del tipo de los Diocuros y leyenda Roma.
1 dracma de imitación ampuritana, con leyenda Iltirta.
1 as de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
Cronología.
Es evidente que no puede extraerse de este hallazgo ninguna conclusión cronológica. Nos parece acertado lo que ya se ha señalado por otros autores, en el seiitido de la posible intrusión de la pieza de bronce ibérica.
Bibliografia.
SERRA, 1941, p. 21; GUADAN, 1968, pp. 126-131.
Lote 1 1
1
Recientemente ha sido publicado, por L. Villaronga, la noticia del hallazgo de
un tercer lote de monedas de Tivissa, que casi con toda seguridad debe de corresponder a una parte desgajada del lote 1.
Composición.
9 dracmas de imitacihn ampuritana: 1 de Iltirtar; 1 de Kertekunte; 2 de
[page-n-55]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
o y ; 1 con delfin y O y ; 1 de Etokisa; 1 con símbolo eskella; 1 con pegas0 a la izquierda; 1 incierta.
2 didracmas romanas. RRC, 29, 3; incierta; 225-214 a.c.
3 victoriatos romanos. RRC, 44, 1; Roma; a partir del 2 11 a.c.
2 victoriatos romanos. RRC, 53, 1; Roma; después del 21 1 a.c.
1 denario romano. RRC, 53, 2; Roma; después del 211 a.c.
Cronología.
1
Ultima década del siglo 1 1 a.c.
Bibliografia.
C.H., 1976, núm. 192.
TORELLO D'EN CINTES (Menorca)
En 1958, en las excavaciones realizadas en el Torelló d'en Cintes, a 4 kilómetros
de Maó, apareció, en el interior de un recinto circular, un tesoro de 383 monedas de
bronce.
Composición.
Ases romano-republicanos:
2 RRC 50, 3; Roma; 209-208 a.c.
1 RRC 58, 3; Roma; 207 a.c.
1 RRC 80, 2; Sicilia (7); 209-208 a.c.
5 RRC 114, 2; Roma; 206-195 a.c.
1 RRC 117B, 1; Roma; 206-195 a.c.
1 RRC 118, 1; Roma; 206-195 a.c.
3 RRC 124, 3; Roma; 206-195 a.c.
2 RRC 134, 2; Roma; 194-190 a.c.
1 RRC 137, 2; Roma; 194-190 a.c.
1 RRC 141, 2a; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 142, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 144, 1; Roma; 189-180 a.c.
3 RRC 145, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 147, 2; Roma; 189-180 a.c.
3 RRC 150, 1; Roma; 189-180 a.c.
1 RRC 159, 3; Roma; 179-170 a.c.
2 RRC 160, 1; Roma; 179-170 a.c.
4 RRC 162, 3; Roma; 179-170 a.c.
1 RRC 174, 1; Roma; 169-158 a.c.
1 RRC 176, 1; Roma; 169-158 a.c.
21 RRC 177, 1; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 178, 1; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 180, 1; Roma; 169-158 a.c.
3 RRC 183, 1; Roma; 169-158 a.c.
17 RRC 184, l a ; Roma; 169-158 a.c.
4 RRC 185, 1; Roma; 169-158 a.c.
8 RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c.
4 RRC 189, 1; Roma; 169-158 a.c.
55 RRC 190, 1; Roma; 169-158 a.c.
3 RRC 191, 1; Roma; 169-158 a.c.
10 RRC 193, 1; Roma; 169-158 a.c.
7 RRC 194, 1; Roma; 169-158 a.c.
6 RRC 195, 1; Roma; 169-158 a.c.
[page-n-56]
CORPUS: TESOROS
5 RRC 196, 1 ; Roma; 169-158 a.c.
2 RRC 199, 2; Roma; 155 a.C.f
4 RRC 200, 2; Roma; 155 a.c.
2 RRC 201, 2; Roma; 154 a.c.
3 RRC 203, 1; Roma; 153 a.c.
8 RRC 204, 2; Roma; 152 a.c.
3 RRC 205, 2; Roma; 151 a.c.
5 RRC 206, 2; Roma; 150 a.c.
7 RRC 210, 2; Roma; 149 a.c.
1 RRC, 212, 1; Roma; 155-149 a.c.
3 RRC 213, 1; Roma; 155-149 a.c.
11 RRC 214, 2a; Roma; 148 a.c.
9 RRC 215, 2; Roma; 148 a.c.
3 RRC 216, 2a; Roma; 148 a.c.
4 RRC 217, 2; Roma; 147 a.c.
1 RRC 296, 2; Roma; 111 6 11'2 a.c.
32 RRC 197-198B, l b ; Roma; 157-156 a.c.
149 monedas inclasificables.
Otras acuiíaciones:
1 as de Untikesken. Vives, XV-4.
1 as de Obulco. Vives, XCVI-5.
1 moneda de Populonia. SNG, American Society, Etruria-Callabria, n.O
92.
Cronología.
Fines del siglo 1 y primera década del siglo 1 a.c.
1
Bibliografia.
TARRADELL FONT, 1981.
.
.
TORTOSA (Tarragona)
1.
Hacia 1863 se encontró, en las inmediaciones de Tortosa, un escaso número de
monedas de plata.
Composición ( 1 1).
3 dracmas de Rhode.
2 dracmas de Emporion, con reverso caballo parado.
1 moneda de plata de Ebusus, de 10 g.
Cronología.
En torno al 240 a.c. (7)
Bibliografia.
ZOBEL, 1878, p. 64; GUADAN, 1955, p. 14; GUADAN, 1968, pp. 79-80;
GUADAN, 1969, p. 100; THOMPSON et alü, 1973, núm. 2.322; CAMPO,
1976-a, pp. 65-66.
1.
1
Tesoro compuesto por un número indeterminado de denarios. Se conocen tres
denarios RRC 443, 1.
-
(11) En opinión de Zobel, Heiss se confundió y atribuyó al hallazgo de Las Minas de Cartagena la dracma ampuritana de 5'06 g. y la moneda de Ebusus.
[page-n-57]
56
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Bibliografía.
DESPUIG, C., 1981: Los col.loquis de la insigne ciutat de TortoSa. Barcelona. P. 141.
TRASOVARES (Moncayo)
En el siglo XVIII, cerca de las minas de plata de Calcena aparecieron 130 denarios de Bolskan.
Información: N. Tarradell.
ULLASTRET (Girona)
En el transcurso de las excavaciones arqueológicas que se realizaron, en el año
1964, en el poblado ibérico de Ullastret, en la zona denominada Campo Triangular
apareció un importante lote de monedas de plata.
Composición.
8 dracmas ampuritanas:
1 Amorós, tipo 1, Ca.
2 Amorós, tipo 111, Aa.
1 Amorós, tipo 111, Ca.
1 Amorós, tipo 1 Ca-1 Cb.
1 Arnorós, tipo 111, Ba.
1,
1 Amorós, tipo 1 1 Ca.
1 Amorós, Cc.
3 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 11, tipo 1,
grupo 1 (núms. 39, 43-44).
4 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo I a (núms. 49, 54-55, 60).
2 divisores arnpuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo IIa (núms. 69-70).
2 divisores ampuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 11, tipo
11, grupo IIb (núms. 7 1, 74).
17 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo, 1972, clase 111,tipo 1
(núms. 86, 88, 93-96, 103, 104, 108, 114, 122, 132, 133, 140, 151, 153
y 157).
1 divisor ampuritano, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 1 1 tipo 11,
1,
grupo 1 (núm. 173).
9 divisores ampuritanos, con reverso delfines. Campo, 1972, clase 111, tipo
11, grupo 1 (núms. 176, 179, 180, 184, 186, 187, 189, 192, 193).
1
1 divisor ampuritano, con reverso delfín. Campo, 1972, clase 111, tipo 111,
grupo 1 (núm. 195).
1
3 divisores ampuritanos, con reverso pegaso. Campo 1972, clase IV, tipo 1
(núms. 197, 199, 200).
3 divisores ampuritanos, con reverso dos peces. Campo, 1972, clase IV, ti1,
1
po 1 1 grupo 1 1 (núms. 215-217).
1 divisor ampuritano, con reverso delfines, no clasificable por su mal estado de conservacibn.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 o comienzos del 1 a.c.
1
1
Bibliografía.
MALUQUER-OLIVA, 1965, pp. 85-123; OLIVA, 1970; CAMPO, 1972, pp.
23-24; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.339.
[page-n-58]
CORPUS: TESOROS
57
VALLADA (Valencia)
(iEn el término de Vallada se encontró una vasija de barro con más de mil monedas de plata anteriores al predominio de los romanos en nuestra península, a excepción de dos victoriatos, todas ellas pertenecen a griegos y cartagineses, dominando
por su número las dracmas y divisionarias de Ampurias, las Baleares y las que Zóbel
denomina púnico-hispanas, lo que supone un tesoro de fecha remota.))
Cronología.
1
Fines del siglo 1 1 a.c. (?)
Bibliografia.
MARTINEZ ALOY, 1910, p. 89; RIPOLLES, 1980-a, pp. 56 y 132.
VALL D'ALMONESIR (Castelló)
En el año 1920, apareció un tesorillo de monedas de plata, compuesto por 24 a
30 dracmas de Arse, de las que 18 quedaron en poder de dos campesinos.
Composición.
1 dracma de Arse Villaronga, 1967-a, núm. 33.
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 50.
3 dracmas de Ame. Villaronga, 1967-a, núm. 67.
3 dracmas de Arse. Villaronga, 1967-a, núm 55.
1 dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 58.
9 dracmas de Arse. Villaronga, 1967-a. núm. 43.
Cronología.
Siglo 1 a.c.
1
Bibliografía.
VILLARONGA, 1967-a, pp. 90-9 1.
VILLARES, LOS (Caudete de las Fuentes, Valencia)
En la campaña de excavaciones arqueológicas de 1957 apareció un tesorillo de
monedas dentro de una pequeña vasija, oculta en un rincón de la habitación 3. El
recipiente contenía anillos de oro y plata, pendientes de oro, pequeños fragmentos
de laminillas de oro y cuatro monedas.
Composición.
1 didracma romana. RRC, 28, 3; Roma; 225-212 a.c. (utilizada como botón).
1 dracma ampuritana. Guadán, clase VIII, tipo IV.
2 dracmas ampuritanas partidas.
Cronología.
Fines del siglo 1 1 y principios del 1 a.c.
1
1
Bibliografia.
LABOR SIP, 1964, p. 53; PLA BALLESTER, 1962, p. 236; RADDATZ, 1969,
p. 206; MARCHETTI, 1978, p. 357; PLA BALLESTER, 1980, p. 34; RIPOLLES, 1980-a, p. 106, núm. 1-4.
XARRACA (Eivissa)
Hacia 1891, se encontró en Cala Xarraca un tesoro compuesto por más de 400
monedas de Ebusus. El conjunto se dividió en dos lotes, uno de ellos lo compraron
los Padres Escolapios de Barcelona, desapareciendo a causa del saqueo de los conventos que hubo en esta ciudad en 1909.
Composición.
124 monedas de bronce. Campo, 1976-a, grupo XIX.
[page-n-59]
LA CIRCULAClON MONETARIA D E LA TARRACONENSE
58
2 monedas de plata. Campo, 1976-a, grupo XVII.
Cronologia.
1
Fines de1 siglo 1 y primera mitad del 1 a.c.
Bibliografia.
ROMAN, 1906, p. 167; PEREZ CABRERO, 1911, pp. 33-34; VIVES, 1926, p.
CXCII; CAMPO, 1976-a, p. 66.
b) Hallazgos esporádicos
L a descripción de los hallazgos esporádicos ha sido ordenada alfabéticamente, concretando el lugar de hallazgo, de tal forma que si
conocemos el nombre del yacimiento arqueológico, de la partida o de
la finca en la que se ha realizado el hallazgo, éste lo encabeza. Para
facilitar la utilización de este corpus se ha creído conveniente la realización de una doble entrada de información, concretamente por municipios. De este modo, los hallazgos que en el corpus estén insertos
dentro del nombre del yacimiento, en el lugar alfabético que corresp o n d a situar el término municipal al que pertenecen, se indicará éste
y se remitirá a todos los lugares concretos en los que se ubican los hallazgos del término municipal.
ADOR (Valencia)
Bronces ibéricos saguntinos.
H. M. 544.
AGER-BLANCAFORT (Lleida)
H. M. 852.
Denario de Bolskan.
AGRES (Alacant)
Cf.: Cabeco de Mariola.
AIXADONS (Aitona, Lleida)
H. M. 799 y 800.
((Dupondiouibérico de Iltirta.
AITONA (Lleida)
Pita, 1953, p. 104; H. M. 1.148.
As de Iltirta. Jinete con palma.
Cf.: Aixadons, Penes Roges.
ALACANT
Garcia y Bellido, 1952, p. 449;
Campo, 1976-a, p. 67.
15 monedas de Ebusus.
H. M. 381; Llobregat, 1972, p. 139;
Villaronga, 1973-a, p. 84.
En la muralla de la ciudad:
Denario de la familia Pinaria. RRC 200, 1; Roma; 155 a.c. o RRC 208, 1-;
Roma; 149 a.c.
Denario de la famiEa ~ e r e n i a RRC 308, l a 6 lb; Roma; 108 6 107 a.c.
.
[page-n-60]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Varios ases de Saiti.
En la ciudad vieja:
Bronces de Carthago Nova e Ilici.
H. M. 935.
Pequeiios bronces ebusitanos del tipo Bes.
Monedas cartaginesas.
Cf.: Albufereta, La; Bacarot; Serra de Font Calent; Tossal de Manises; Valencia
i Alacant.
ALAYOR (Menorca)
As uncial romano-republicano.
H. M. 857.
ALBOCASSER (Castelló)
H. M. 1.582; Ripollés, 1980-a,
p. 108.
Denario romano-republicano. RRC 44, 5; Roma; a partir del 211 a.c.
Cf.: Castellar, El.
ALBUFERETA, LA (Alacant)
Figueras, 1956, pp. 107, 144, 145 y
148; Campo, 1976-a, p. 73.
Moneda de Ebusus.
2 monedas de Augusto.
4 monedas clasificables como cartaginesas.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1973, p. 10; Llobregat, 1974-a, p.
144; Llobregat, 1974-b, p. 92.
Moneda de plata bárquida. Robinson, 7i y 7k.
Lafuente, 1957, p. 53; H. M. 426;
Campo, 1976-a, p. 72.
Monedas púnicas de Eivissa, del tipo Bes. De Carthago Nova con la palma y el
toro; y de Cádiz con el delfin.
Llobregat, 1974-b, p. 92.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
H. M. 381; Llobregat, 1972, p. 139;
Viliaronga, 1973-a, p. 84; Campo,
1976-a, p. 73.
((14monedas de los bhrquidas acuiladas en Ibiza, del tipo Bes.))CIase XII de M.
Campo.
ALCALA DE XIVERT (Casteiló)
Ripoilés, 1980-a, p. 88.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
Cf. : Tossalet, El; Almedfjar.
ALCABIZ (Teruel)
Delgado, 1876, 1 1 p. 309.
1,
As de Masonsa.
ALCOI (Alacant)
Llobregat, 1974-b, pp. 93-94.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-4.
[page-n-61]
60
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Dupondio de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11.
ALCUDIA, L' (Elx, Alacant)
Cf.: Iiici.
ALCUDIA, L' (Mallorca)
Cf. : Polientia.
ALELLA (Barcelona)
H. M. 1.496.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Ilturo. Vives, XXIV- 10, vte.
Semis de Laiesken. Vives, XXV-5.
H. M. 1.273.
Semis de Baitolo.
Semis de Laiesken. Vives, XXV-6.
As de Iltirta, con loba a la derecha.
H. M. 1.549.
As de Carthago Nova, de Caligula. Vives, CXXXII-7.
ALFAFARA (Alacant)
Cf.: Cabeqo de Mariola.
ALGENDAR (Ferrerías, Menorca)
H. M. 750.
Triens romano-republicano.
ALGUAIRE (Lleida)
H. M. 895.
Dracma ibérica de Iltirta.
ALMEDIJAR (Alcalá de Xivert, Castelló)
Valcárcel, 1852, pp. 6-7; Delgado,
1871, p. 369; H. M. 517.
En este despoblado:
Varios ases de Titum.
As de Titum. Vives, LLIX-17
Trióbolo de Arse. Vives, ¿VI-67
ALMENARA (Castelió)
Cf.: Estanys, Els.
ALQUERIA DE CASTELLO (Pego, Aiacant)
H. M. 1.126.
As de Valentia. Vives CXXV-2.
ALTO ARAGON
Delgado, 1876, 111, p. 226.
Varios ases de Iaka.
ALTURA (Castelió)
H. M. 1.585,
Denario romano-republicano. RRC, 249, 1; Roma; 132 a.c.
[page-n-62]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
61
AMETLLA DEL VALLES (Barcelona)
Almagro et alü, 1945, pp. 34 y 35.
Moneda ibérica.
H. M. 334.
Divisor de bronce de Baitolo.
H. M. 551.
Moneda púnica.
Cf.: Can Forn.
ANGüESA (Torres de Segre, Lleida)
H. M. 236.
As de Iltirta.
ANTIGON (Villar del Arzobispo, Valencia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 162.
As de Obulco. Posible Vives, XCIV-1.
ARAGON
Mateu y Llopis, 1953-c, p. 216.
Denarios de Turiasu, Arekoratas, Sekobirikes, Bolskan y Baskunes; y ases de
Kontebakom, Bolskan, Titiakos, Arsaos, Seteisken, Kelse, Kese, Eso y Sekia, hallados en las inmediaciones de Zaragoza, Calatayud y Tarazona.
Delgado, 1876, 111, pp. 255-425.
Varios bronces de Ekualakos.
Varios ases de Orosis.
ARAS DE ALPUENTE (Valencia)
H. M. 1.205.
Varias monedas ibéricas del jinete.
ARCOBRZGA (Monreal de Ariza, Zaragoza)
Vida1 Bardán, 1981.
Denario. RRC 305, 1; Roma; 109 6 108.
Denario republicano frustro.
As republicano anónimo (27 g.).
Semis de Untikesken. Vives, XIV-7.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3.
As de Sesars. Vives, XLIII-3.
As de Sekia. Vives, XLII-6.
5 ases de Kelse. Vives, LXI-7.
2 ases de Kelse. Vives, LXI-8.
As de Terkakom. Vives, XLVIII-1.
Semis de Sekaisa. Vives, LXV-9.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-3.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7.
As de Turiasu. Vives, LI-9.
As de Turiasu. Vives, LI- 11.
As de Turiasu.
Semis de Kaiskata. Vives, LiiI-2.
As de Arsaos.
As de Titiakos. Vives, LVII-5.
[page-n-63]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
62
As de Titiakos. Vives, LVII-3.
Denario de Sekobirikes.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-3.
2 ases de Arekoratas. Vives, XL-10.
As de Arekoratas. Vives, XL-1 l.
As de Castulo. Vives, LXIX-1.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
As de Castulo. Vives, LXVIII-3 (9'30 gr.) (sic).
Divisor de Sed. Vives, LXXXII-12.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
Somis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-1.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-11.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8.
As de Celsa, de Augusto, frustro.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-10.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-2.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5, 6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-7 (sic).
Semis de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-4.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-3.
2 ases de Emerita, de Tiberio. Vives, CXtV-8.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-3.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-6.
Ae de Roma, de Augusto.
Ae de Roma, de Calígula.
Ae de Roma, de Antonia.
12 Ae de Roma, de Claudio.
ARCS (Estivena, ValBncia)
Monzb, 1946, p. 72; Llobregat,
1972, p. 66.
As romano-republicano.
ARENYS DE MAR (Barcelona)
H. M. 506.
As de Lauro. Vives, XXI-5.
As de Untikesken. Vives, XV-10 vte.
Denario forrado de M. Licinius Macer.
Cf.: Turó dels Encantats.
ARGENTONA (Barcelona)
As de Ilturo.
[page-n-64]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
ASIN (Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 61.
2 Ae de Sekia.
AVINYONET (Girona)
Cf.: Carrerelles, Les.
AYORA (Valencia).
Cf.: Meca.
AZAILA (Teruel)
As de Valentia.
Beltrán Lloris, M., 1976-a, pp. 3 16318 y 345.
9
3
6
8
5
4
8
2
7
2
2
Moneda de Untikesken.
Moneda de Eso.
monedas de Kese.
monedas de Kesse.
Moneda de Arketurki.
monedas de Iltirta.
Moneda de Iltirkesken.
monedas de Kelse.
monedas de Lakine.
monedas de Seteisken.
monedas de Bolskan.
monedas de Sekia.
monedas de Belikiom,
Moneda de Orosis.
monedas de Sekobirikes (1 denario y 1 semis).
monedas de Castulo.
En las excavaciones de 1971:
As de Bolskan.
Denario forrado de Bolskan.
AZUARA (Zaragoza)
M a r a Bueno-Rupérez, 1971-72,
p. 177.
As de Bilikiom. Vives, XLIV-2 6 3.
BACAROT (Alacant)
Llobregat, 1974-b, p. 95.
Denario de Augusto de ¿Colonia Patricia? BMC 417-423; 19-16 6 15 a.c.
BAETULO (Badalona)
Ribas, 1973, p. 170.
5 monedas de Ilturo.
Gurt, 1978, PP. 217-218.
45 ases y 1 dupondio locales de Claudio 1, de los tipos:
29 piezas RIC 66.
1 pieza RIC: 67.
5 piezas RIC 68.
[page-n-65]
64
LA CIRCULACION MONETARTA DE LA TARRACONENSE
3 piezas ilegibles.
H. M. 202.
As de Iltirta.
As de ceca incierta.
H. M. 278.
As romano de Antonia.
H. M. 337.
As de Arsaos.
H. M. 451.
As de Laiesken.
H. M. 497.
As de Baitolo.
H. M. 896.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
Quadrans de Baitolo. Vives, M M - 6 .
As de Emporion, partido.
H. M. 1.076.
Denario republicano forrado. RRC 203, l a ; Roma; 153 a.c.
H. M. 1.283-87.
As de Baitolo.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Claudio. C. 84.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
4 ases de Kese.
Nuix, 1962, p. 280.
G. B. de Claudio. C. 47.
En las excavaciones de El Clos de la Torre Vella, del año 1955, apareció una
cantidad considerable de monedas ibéricas y romanas.
Cf.: Can Butinyh, Gélida.
BADALONA (Barcelona)
Cf.: Baetulo; Can Butinyh; GBlida.
BAJO ARAGON
H. M. 813.
De la colección particular de Félix López de Alcañiz, hallados en yacimientos situados en el Bajo Aragón, son las siguientes monedas:
As de Iltirkesken.
As de Iltirta.
2 ases de Kese.
As de Seteis.
As de Lakine.
As de Saiti.
Denario de Baskunes-Benkota.
3 ases de Osicerda, de Tiberio.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7, 8.
BALAGUER (Lleida)
H. M. 525.
As de Iltirta.
H. M. 527.
[page-n-66]
CORPUS: HALLAZGOS ESFORADICOS
As de Ilerda.
As de Iltirta.
BALAGUERA, LA (Pobla Tornesa, Castelló)
Almarche, 1918, p. 147.
Monedas autónomas.
JordB, 1952, pp. 293-294; H. M.
489.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Kese. Vives, XXXIII-10.
As de Kese. Vives, XXXV-1.
Semis romano-republicano.
BANYOLES (Girona)
H. M. 239.
As de Celsa.
As de Untikesken.
As de Kelse.
H. M. 335.
As de Kese. Vives, IWIIII-18.
Cf.: Castell Vell; Sant Vicenq de Camós; Santa Magdalena.
BAÑALES,LOS (Uncastillo, Zaragoza)
Galiay Sarañana, 1944, pp. 22-23;
Galiay Sarañana, 1949, pp. 17-18.
(Entre las monedas vistas, formando un lote de más de treinta, propiedad de
los familiares de los cultivadores de la finca, se encuentran ocho hispano-romanas de Salduba, Osca, Celsa y Segea...n
BARCELONA
1,
Delgado, 1876, 1 1 p. 351.
Varias monedas de Arse.
BARCINO
H. M. 491.
Moneda púnica. Hallada en el torrente llamado Valle Hebrón.
H. M. 500.
As de Obulco. Hallado entre los acarreos del siglo XVIII en obras del Buen
Suceso.
Pedrals y Moliné, 1880, pp. 47072; Pujol, 1886, pp. 133-38: Roda
de Mayer, 1974, pp. 37-44.
En la segunda mitad del siglo pasado, aparecieron en la calle de l'Arc de Sant
Ramón del Coll, dos bronces:
A: Cabeza barbada a la derecha; delante $ ; detrás 6 YY/\jV
R: Estrella de ocho puntas.
H. M. 499 y 815.
As de Iltirta, tipo loba. Hallado en el Barrio Gótico.
As de Eusti. Hallado en la plaza de San Ivo.
Tintó, 1976, pp. 117-128; CampoGranados, 1978, pp. 232-233.
[page-n-67]
66
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona se encuentran, procedentes de las diversas excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo, las
siguientes monedas:
Semis romano-republicano. RRC 313, 3 ; Roma; 106 a.c. Hallado en la plaza
del Rey.
As de Gades. Vives, LXXIV-1, 3. Hallado en el Salón Tinell.
As de Ausesken. Villaronga, Act. Núm. 111, 41-F.
As de Eusti. Vives, XXIII-4. Hallado en la plaza de San Miguel, sector C.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-6. Hallado en la plaza de San Miguel, sector B.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11, 12. Hallado en los sótanos del
Salón Tinell.
Denario de Lugdunum, de Augusto. RIC 350.
As de Roma, de Augusto. Hallado en la plaza de la Villa de Madrid.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Hallados en la plaza del Rey y
en los sótanos del Salón Tinell.
Denario de Lugdunum. RIC 3. Hallado en la plaza de la Villa de Madrid.
Dupondio de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 8. Hallado en la
pIaza del Angel.
As de Roma de Germánico. RIC (Calígula) 44. Hallado en la plaza de la Villa
de Madrid.
As de Roma de Claudio 1. Hallado en el Tinell.
As de ¿Roma?, de Claudio 1. RIC 69. Hallado junto al Museo Marés.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 71. Hallado en la calle Tapinería.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 7 1-72.
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 66. Hallado en la plaza de la Villa de
Madrid ( = H. M. 901 ).
2 ases de acuñación local, de Claudio 1. RIC 68. Uno de ellos, hallado en la plaza Villa de Madrid.
BARDENA DEL CAUDILLO (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 118.
As de Sekia. Beltrán Lloris, grupo 11-Da.
BARRANCO DE CUERNA (Macastre, Valencia)
H. M. XIII.
As sextantario de Roma.
BARRANCO DE VALDECARRO (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 64.
As de Tiberio.
As de Calígula.
BAS (Juneda, Lleida)
H. M. 653.
Dupondio de Iltirta.
As de Iltirta, tipo jinete.
BAS (Girona)
H. M. 1.153.
As de Emporion. Vives, CXXII-?
[page-n-68]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
BASCARA (Girona)
Cf.: Calabuig.
BEGUR (Girona)
H. M. 604.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-1, 2.
Pericot, 1942, p. 234.
As ampuritano. Hill, 1Bm. 11-3.
Cf.: Castell de Begur.
BELGIDA (Valencia)
Jornet, 1930, p. 204; Jornet, 1946,
pp. 258, 260 y 267.
Denario de C. Vibio Pansa. RRC 449; Roma; 48 a.c.
Mediano bronce de Claudio 1.
BELIANES [Lleida)
H. M. 244.
Moneda de Claudio 1.
H. M. 613.
Moneda de bronce de Kese.
Mateu y Llopis, 1949, p. 2 18.
Denarios de Bolskan.
BELL-LLOCH (Lleida)
H. M. 811; H. M. 526.
As de Iltirkesken.
BELLVEI (Barcelona)
H. M. 945.
Semis de Kese.
Semis de Bolskan.
Mediano bronce de Tarraco, de Tiberio.
Mediano bronce republicano.
BENASSAL (Castelló)
Cf.: Bobalar, El.
BENICATO (Nules, Castelló)
Ripollés, 1977-b, pp. 145-146; Ripollks, 1980-a, pp. 96-97.
As
As
As
As
As
de ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
romano-republicano. (22'25 g.)
de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
de la Colonia Lepida. Vives, CLX- l.
de Celsa, de Augusto, Vives, CLXI-2.
BENIDORM (Alacant)
H. M. 1.409; Llobregat, 1974-a, p.
315; Campo, 1976-a, p. 68.
Semis de Abdera.
Ae de Ebusus. Vives, C m V - 4 .
Cf.: Cala de Benidorm; Tossal de la Cala.
[page-n-69]
68
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
BENILLOBA (Alacant)
H. M. 1.553.
Trióbolo de Arse. Vives, T. 1, p. 30.
BENISSA E IFAC (Alacant)
Amorós, 1934, p. 63; Garcia y Bellido, 1948, p. 225; Guadán, 1968,
PP. 125-126.
((Importantes hallazgos de monedas griegas)).
BENISSANET (Tivissa, Tarragona)
H. M. 488.
As de Seteisken.
BENLLOCH (Castelló)
Cf.: Cau de la Figuera.
BESALU (Girona)
Cf. : Sebendumnum.
BETXI (Castelló)
Almarche, 1918, p. 74.
Monedas ibéricas y romanas.
BILBILIS (Cerro Bámbola, Calatayud, Zaragoza)
Lafuente, 1969, p. 35.
Monedas de Bolskan, Kelse y Turiaso.
H. M. 161.
As de Castulo.
Chabret, 1897, p. 463.
As hispano-romano de Bilbilis.
Sentenach, 1918, p. 20.
10 monedas imperiales de Bilbilis, Caesaraugusta y otras localidades.
Martín Bueno, 1971, pp. 150-153.
Denario romano-republicano. RRC 544, ~ 3 0 7 móvil con M. Antonio; 32-31
;
a.c.
Denario de Turiasu, forrado. Vives, LI-7.
As de Sekaisa. Vives, LXIV-6.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-10.
As hispano-romano de ~Bilbilis?
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-1.
As de-Bilbilis, de Tiberio. Vives, CXXXIX-6.
As de Bilbilis, de Tiberio. Vives, CXXXIX-8.
Semis 'hispano-romano frustro.
As de Calagunis, de Augusto. Vives, CLVII-1.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
Quadrans de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-9.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-3.
Aureo de Roma, de Claudio 1. C. 86.
Martin Bueno, 1974-a, pp. 153154.
[page-n-70]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As ibérico de Bilbilis.
3 ases hispano-romanos de Bilbilis.
BISBAL DEL PENEDES, L (Tarragona)
A
H. M. 228.
3 medianos bronces de Claudio 1.
BLANES (Girona)
Cf.: Padrets, Els.
BLEDA, LA (Barcelona)
H. M. 501.
As de Baitolo. Vives, XXIX-2.
BOBALAR (Benassal, CasteIló)
H. M. IV.
Semis de Arse. Vives, VI-17.
BOBILA (Vilassar de Mar, Barcelona)
Guardiola y Prim, 1956, p. 85.
((1 monedas de bronce, una de ellas con la inscripción "Augusto" claramen6
te legible.))
BOCAIRENT (Valencia)
Gañart, 1975, p. 34.
Moneda de Saiti.
Cf.: Cabeqo de Mariola.
BOLBAX (Murcia)
Lillo-Garcia-González, 1980, pp.
161-162.
Estátera de Lesbos. Jenkins, 1972, p. 34; 500-480 a.c.
BORDELL (Moncada, Valencia)
H. M. 662.
Mediano bronce de Calagurris.
BORJA (Zaragoza)
H. M. 241.
As
As
As
As
de
de
de
de
Bolskan.
Bentian.
Arekoratas.
Belikiom.
BORRIANA (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
En la calle Vfctor Padera:
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 69.
Cf.: Sant Gregori; Tirao, El; Torre d'onda; Regenta, La; Vinarragell-Secá.
BORRIOL (Castelló)
Cf.: Forques, Les; Tossal de 1'Assut.
BOTORRITA (Zaragoza)
Cf.: Cabezo de las Minas; Záforas.
[page-n-71]
70
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
BUJARALOZ (Zaragoza)
Ae de Claudio 1.
BUROL (Valencia)
Ripollés, 1981, pp. 11-13.
Ar pequeño con anverso Tanit y reverso caduceo.
BURRIAC (Cabrera de Mar, Barcelona)
Ribas, 1964, p. 68.
Ae de Ore.
H. M. 345.
7 ases de Ilturo.
4 denarios de Bolskan.
5 ases de Bolskan.
H. M. 502.
«En el antiguo poblado de Ilturo, se tiene noticia del hallazgo de monedas ibéricas de Ampurias, Sagunto, Tarragona, Ausesken,Kaiskata, Bolskan, Lauro,
Ilturo, un as de Baitolo, as de Sekaisa y un as de Tarraco, de Augusto.))Vives,
CLXIX-11.
H. M. 606.
As de Ilturo (colección Villaronga)
H. M. 812.
As de Lauro. Vives, XXI-4.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-8.
H. M. 1.019 y 970.
En el Museo Municipal de Matar6 se encuentran depositados:
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1, vte.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-10, vte.
H. M. 1.020-1.021.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As ibérico, con leyenda frustra, probablemente de Laiesken.
Quadrans de Lauro.
H. M. 1.034.
As de Untikesken. Vives, XV-7.
As de Untikesken. Vives, XVI-6, vte.
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5 (12).
Semis ibérico, leyenda frustra, ~Kesse?
H. M. 1.557 y 1.413 (13).
Monedas ibéricas de Bolskan.
H. M. 1.510.
(12) Probablemente se trata de la misma moneda que posteriormente publicó BONAMUSA, 1979-b, PP. 181-182.
(13) Noticia procedente de la Agencia Logos. Consideramos que no debe ser tenida en
cuenta, puesto que puede hacer referencia a anteriores hallazgos.
[page-n-72]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
71
Procedentes de excavaciones realizadas por D. M. Ribas y conservadas en
el Museo de Mataró:
Triens romano-republicano. Hallado en los niveles correspondientes a los siglos 111-11.
Divisor de bronce de Abariltur. Campo, 1974-a, clase 111, D (14).
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1, vte.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
Villaronga, 1973-a, p. 85.
En las excavaciones que se realizan en el lugar, ha aparecido una moneda de
bronce cartaginesa. Mülier, 11, 99, núm. 242-244; SNG DN. North Africa,
413.
Ribas, 1973, pp. 168-169.
En diversas ocasiones, se han haliado en el yacimiento de Burriac:
36 monedas de Ilturo (15).
Ribas, 1964, p. 43; Campo, 1976-a,
p. 68.
Moneda de Ebusus del grupo XII.
Bonamusa, 1976-a, pp. 20-21.
As de Ausesken. Vives, XXII-¿S?. Hallado en el tercer sector, en el espacio
existente entre el H-36 y E-37.
A continuación damos una relación de los sucesivos hallazgos que se han producido en Burriac y que M. Ribas remitia al señor L. Villaronga (16).
Ae de CarEhago. Müller, 11, p. 99, núms. 242-244.
Triens romano-republicano. RRC 35, 3a; Roma; 225-217 a.c.
Victoriato romano-republicano. Forrado (?)
Denario romano-republicano. RRC 318, l b ; Roma; 104 a.c.
As de Neronken.
Ae de Massalia. Sans 355.
Ae de Treveris (?). La Tour, 9.248.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-39.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-45.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 11-47.
Moneda de Untikesken, sin referencia.
Quadrans de Iltirta. Viliaronga, 1978-a, núm. 25.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 28.
Moneda de Iltirta, sin referencia.
Moneda de Kese, con simbolo casco.
As de Kese. Vives, XXXV-1.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
(14) Se trata de la misma moneda que publica CAMPO, 1974-a, p. 228.
(15) Es importante seiialar que el n k e r o total de monedas que recoge es de 39; nosotros
hemos deducido de esta cantidad una moneda existente en la col. L. Viilaronga, publicada
por MATEU Y LLOPIS, H. M.606, y dos piezas que este mismo autor publicó en H. M. 1.O19 y
970.
(16) Parte de estas piezas están publicadas en los hallazgos precedentes y por -ASLLADO, 1977-78, pp. 172 y 176. La mayor precisión que nos ofrece esta información nos
obliga a utilizarla para el estudio de la circuiacibn monetaria de Burriac, en vez de la que nos
ofrecen los hallazgos anteriormente mencionados.
[page-n-73]
72
LA CIRCULAGION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Semis de Kese. Vives, XXXIV- 13.
2 monedas de Kese, con símbolo X.
As de Kese. Vives, XXXVI-4.
2 semis de Kesse. Vives, XXXVI-5.
Quadrans de Kesse. Vives, XXXVI-3.
Moneda de Kese, con símbolo.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-7.
Moneda de Kese, sin referencia.
Moneda de Kesse, sin referencia.
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-8.
As de Ausesken. Vives, XXII-9.
2 ases de Eusti. Vives, XXIII-1.
Moneda de Eusti u Ore, sin referencias.
3 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
3 ases de Ilturo, del tipo de leyenda con L. moderna. Hallados en el interior de
un silo.
5 ases de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hallado en la habitación núm. 30.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hallado en la habitación núm. 34.
Quadrans de Ilturo. Hallado en la habitación núm. 35.
Moneda de Ilturo, sin referencia.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-2.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3. HaIlado en la habitación núm. 35.
As de Baitolo, sin referencia. Hallado en la habitación núm. 30.
Moneda de Baitolo, sin referencia.
Moneda de Ieso, sin referencia.
Ae de Abariltur. Campo, 1974-a, 111-D.
Moneda de Kelse.
Moneda de Kelse. Hallada en la habitación núm. 34.
2 ases de Seteisken. Domínguez, 1979-a, serie 3.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
Moneda de Kaiskata, sin referencia.
As de Sekaisa, con reverso jinete lancero y anverso dos delfines.
2 quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-111.
Moneda de Ikalkusken, sin referencia.
Moneda de Castulo, con magistrados latinos.
4 monedas frustras.
CABAÑAS EBRO (Zaragoza)
DE
Lostal, 1973, p. 119.
As de Alaun. Vives, XXX-1 6 2.
CABECO DE MARIOLA (Agres, Alfafara, Bocairent, Alacant-Valencia)
Visedo, 1959, p. 71.
4 monedas saguntinas.
As republicano.
[page-n-74]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Moneda de Claudio 1.
Moneda de Tiberio.
Moneda autónoma de Saetabis.
Ripollés, 1980-a, p. 116.
As romano-republicano (34'75 g.).
As romano-republicano. RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c. (Museo de Alcoi).
CABEZO AGUDO (La Unión, Murcia)
Femández Avilés, 1942, pp. 148150; H. M. XLIX; H. M. 358.
En las excavaciones arqueol6gicas realizadas en este poblado minero:
7 ases romano-republicanos, de los que 6 son de peso uncial y 1 sextantario.
Uno de ellos, RRC, 2 14; Roma; 148 a.c.
5 semis romano-republicanos. 4 unciales y 1 semiuncial. RRC 261, 2; Roma;
128 a.c.; RRC 256, 2a; Roma; 130 a.c.
~Quadrans?
uncial.
Denario romano-republicano. RRC 215, 1; Roma; 148 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 201, 1; ;Roma; 154 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 281, 1; Roma; 119 a.c.
Denario romano-republicano, RRC 266, 1; Roma; 126 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
2 ases de Untikesken. Uno de ellos, Vives, XIII-1.
As de Arse. Vives, XVII-3.
Denario de Arekoratas. Vives, XL-10.
As de ~Arekoratas?
As de Castulo. Vives, LXVIII-11.
As de Gades. Vives, LXXIV-3.
Ae de Micipsa. Müller 25.
CABEZO DE LAS MINAS (Botorrita, Zaragoza)
Pamplona, 1957, p. 150.
u...ocho monedas iberas en estado ilegible.,
Martín Bueno, 1970, p. 687; Beltrhn Martínez, 1974-a, p. 74.
8 ases de Kontebakom.
3 ases de Nertobis.
As de Belikiom.
As de Bilbilis (ibérico).
Semis frustro.
Beltrán Martínez, 1974-a, p. 74;
Campo, 1976-a, p. 68.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
Beltrán Lloris, M., 1976-a, p. 381.
2 ases de Belikiom.
Beltrán Martínez, 1980-a, slp.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4 6 5.
As de Iltirta.
As de Borneskon. Vives, XLVIII-~47
As de Saltuie. Vives, XXX-1 6 2.
2 ases de Nertobis. Vives, L-1, 2 6 3.
[page-n-75]
74
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 ases de Sekaisa. Uno de ellos, Vives, LXV-6, 7, 11 6 13.
2 ases de Kontebakom. Vives, XXXIX-7 ú 8.
CABEZO DE MUEL (Escatrón, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 174; Blasco, 1972,
p. 99.
As de Bolskan. Es probable que se trate del ejemplar, Vives, XLIII-5.
CABEZUELO (Gallur, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969-70, p. 105;
Lostal, 1978, p. 73.
En la zona del Cabezuelo o Razazol, a unos 2 kilómetros de Gallur, se encontró,
según Escolano, una moneda de Augusto.
CABRERA (Baleares)
H. M. 848.
As de Malaca. A.: Vulcano; R.: Sol con radios.
CABRERA DE MAR (Barcelona)
Nuix, 1964-65, p. 265.
As de Saiti. Vives, XX-2.
H. M. 430.
Ases y semis de Ilturo.
Ribas, 1973, pp. 168-170.
12 monedas de Ilturo halladas en el término municipal (17).
Cf.: Burriac; Can Rodon de 1'Hort; Torrent de la Paret Nova.
Bonamusa, 1979-b, pp. 281-282.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As local de Claudio 1. RIC 66.
CABRILS (Barcelona)
H. M. 616.
3 ases de Ilturo.
Ribas, 1973, p. 170.
9 monedas de Ilturo.
CAESARAUGUSTA
H. M. 856; Beltrán Martínez, 1955a, pp. 251-252.
Hallazgos en el Templo del Pilar:
de Arekoratas.
de Tiberio.
de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXVII-3.
de Caesaraugusta, de Caligula. Vives, CLIV-2 ó 3.
Beltrán Lloris, M. 1979-b, p. 953.
En la casa-palacio de los Pardo se han recuperado una veintena de monedas
de entre las cuales se detallan:
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-4-6.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As
As
As
As
(17) Se ha descontado una moneda que ha sido incluida en Can Rodon de 1'Hort.
[page-n-76]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CALABUIG (Báscara, Girona)
H. M. 246.
Denario de Kese (Museo Palamós).
CALA DE BENIDORM (Benidomi Alacant)
H. M. 1.155; Llobregat, 1972, p.
138; Campo, 1976-a, p. 68.
Monedas de Saiti.
Ae de Ebusus. Vives, XII-7.
Sextans de Malaca. Vives, LXXXVI-5.
Denario ron;ano de L. Marcius Censorinus. B. 11, núm. 24; RIC 363,l; Roma;
82 a.c.
CALA D'HORT (Eivissa)
Román, 1 9 1 8 , pp. 1 7 y 2 2 ;
Tarradell-Font, 1975, p. 84; Campo, 1976-a, p. 68.
En las excavaciones de 1917 se encontraron en esta necrópolis 17 monedas
de Ebusus, de las que sólo se han podido identificar 8:
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
2 Ae frustras.
CALAGURRIS (Calahorra, Logro301
H. M. 1.305.
As de Calagurris. Vives, CLVII-5.
Martfn V d s , 1967, pp. 129, 131133, 149, 155.
As de Arsaos. Vives, XLVII-7.
As de Barskunes.
2 ases de Barskunes. Vives, XLV-9.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Sekisanos. Vives, LX-1.
As de Sekobirikes. Vives, XXX4II-3.
As de Usekerte. Vives, LXXII-2.
CALAHORRA (Logroiio)
Cf. : Calagurris.
CALANDA (Teniel)
Cf.: Coll del Moro.
CALA TARIDA (Eivissa)
En las excavaciones de
2 Ae de Ebusus. Campo,
9 Ae de Ebusus. Campo,
2 Ae de Ebusus. Campo,
Ae de Ebusus. Campo,
Romhn, 1 9 2 2 , pp. 1 0 y 3 2 ;
Tarradell-Font, 1975, p. 90; Campo, 1976-a, p. 68.
1921 se encontraron en esta necrópolis 23 monedas:
1976-a, núm. 7.
1976-a, núm. 8.
1976-a, núm. 15.
1976-a, niim. 69.
[page-n-77]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
76
5 Ae de Ebusus.
4 Ae frustros.
CALATAYLJD (Zaragoza)
Marth Valls, 1967, p. 148.
4 denarios de Sekaisa.
Varios ases de Sekaisa.
H. M. 368.
Numerosos denarios de Sekaisa. En una colección particular de procedencia
local.
Martín Bueno-Andrés Rupérez,
1971-72, pp. 168-169, nota 2.
En la desembocadura del Jiloca en el Jalón se ha encontrado alguna moneda
de Bilbilis.
Martin Bueno-Redondo Veintemilias, 1979.
Museo.
Las monedas que a continuación se detallan se encuentran depositadas en el
Museo de Calatayud, procedentes de la Colección Dominguez. Se desconoce
el lugar del hallazgo particular de cada pieza, aunque las referencias orales
les atribuyen una localización comarcal.
Uncia romano-republicana. RRC 38, 6; Roma; 2 17-215 a.c.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As $e Celsa. Vives, CLX-1 l .
Semis de Caesaraugusta. Vives, CXLIX-7.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2.
As de Traducta. Vives, CLXIV-13.
Semis de Traducta. Vives, CLXIV-14.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
2 ases locales, de Claudio 1. RIC 66.
As local, de Claudio 1. RIC 68.
3 ases locales, de Claudio 1. RIC 69.
Cf. : Bilbilis.
CALA VEDELLA (Eiuissa)
En
Ae
Ae
2 Ae
Ae
5 Ae
Román, 1922, p. 33; Canipo, 1976a, p. 69.
las excavaciones efectuadas en 1921 se encontraron 10 monedas:
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 63.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
de Ebusus.
frustros.
CALDES DE MALAVELLA (Girona)
H. M. 205.
As ibérico frustro.
Ae de Nemausus.
Ae de Augustd, restitución de Tiberio.
[page-n-78]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CALDES DE MONTBUI (Barcelona)
H. M. 826.
En las excavaciones de las termas romanas:
As semiuncial.
Divisor de bronce, ~uncia?
H. M. 1.307.
As de Bolskan.
H. M. 1.309.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
CALDES D'ESTRAC (Barcelona)
Ribas, 1973, pp. 168-170.
3 monedas de Ilturo.
CALDETES (Barcelona)
H. M. 117.
As de Iltirta, con reverso jinete con palma y cltímide.
H. M. 121.
As de Kontebakom.
H. M. 492.
Dracma de Emporiton.
CALP (Alacant)
Almarche, 1918, p. 86.
Monedas ibéricas.
CAMBRILLAS (Cheste, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 107.
As de Claudio 1, frustro.
CAMPILLO, EL (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, p. 212.
As de Kelse. Vives, LXII-7.
CAMPORROBLES (Valencia)
Cf.: Molón, El; Campillo, El; Vereda, La.
C N JONDALA (Eivissa)
A A
En
3 Ae
2 Ae
5 Ae
Ae
Ae
Román, 1920, p. 10; Campo, 1976a, p. 69.
las excavaciones de 1918 se encontraron 12 monedas de las que:
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
de Ebusus.
frustro.
CAN BUTINYA (La Socarrada, Badalona, Barcelona)
Sayol-Vega, 1962, p. 282.
Moneda de Augusto.
Varias monedas ibéricas.
[page-n-79]
78
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CAN COTOLIU (Vilobf del Penedés, Barcelona)
Giró, 1978, pp. 91-92; Rafael,
1979, PP. 15-20.
Semis ibérico de Ilerda.
CAN FABREGAS (Tiana, Barcelona)
H. M. 1.251.
Denario romano-republicano del siglo 1 a.c.
CAN FATJO (Rubi, Barcelona)
Balil, 1956, p. 111; Campo, 1976-a,
p. 69.
En el campo de silos:
Moneda de Ebusus.
CAN FORN (Ametlla del Vallés, Barcelona)
H. M. 243.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI-12.
CAN GOTLLA (Vilobi del Penedés, Barcelona)
H. M. 130.
Aureo de Roma, de Augusto. C. 229.
CAN MAJORAL (Mataró, Barcelona)
Clariana Roig, 1981, pp. 84, 92, 99
v 107.
As de Lauro (11'95 g.), Vives, XXI-1.
As partido de Lakine (?)
As partido incierto.
As semiuncial incierto.
Sextans de Untikesken. Guadán, 1969, núm. 46.
CAN RAMPUIXA (Eivissa)
Román, 1921, p. 13; Campo, 1976a, p. 69.
En las excavaciones de 1919 se encontraron en esta necrópolis nueve monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87.
2 Ae cartagineses.
Moneda romano-imperial.
5 monedas fi-ustras.
CAN RODON DE L'HORT (Cabrera de Mar, Barcelona)
Bonamusa, 1979-a, pp. 181-182.
Sextans de Kese. Vives, XXXLI-6 6 12.
Ribas, 1973, p. 169.
Moneda de Ilturo.
Bonamusa, 1979-b, pp. 281-282.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
As de Kese.
2 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c.
Divisor de dracma ampuritana.
[page-n-80]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
79
CAN ROQUES (Eivissa)
Román, 1920, p. 9; Campo, 1976-a,
p. 70.
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis doce monedas:
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
3 Ae frustros.
CAN ROSELL (Llinars del Vallés, Barcelona)
Estrada Garriga, 1956, p. 112.
2 monedas de Laiesken.
2 monedas de Kese.
CAN SABINA (Eivissa)
Román, 1921, p. 14; Campo, 1976a, p. 70.
En las excavaciones de 1919 se encontraron en esta necrópolis ocho monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
5 monedas romano-imperiales.
2 monedas frustras.
CAN SALA (Eivissa)
Román, 1921, pp. 14-17; Campo,
1976-a, p. 70.
En las excavaciones de 1919 aparecieron:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae frustro.
CANTAVIEJ A (Teme11
Segura Barreda, 1868, p. 287; H.
M. 1.165.
Ae de Dertosa.
C N'URSUL (Eivissa)
A
3
3
3
6
3
Román, 1921, p. 15; Campo, 1976a, p. 70.
En la campaña de excavaciones de 1919 se encontraron en esta necr6polis:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XViII-B.
Ae fnistros de ceca incierta.
CAN XAMMAR (Mataró, Barcelona)
Gusi, 1976, p. 68.
En el casco antiguo de Matar6 se haliaron en el solar de la mansión llamada
de (Can Xammm:
[page-n-81]
80
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de la serie de los procuradores de Judea, acuñados durante el reinado de
Augusto (6-14 d.C.1 y Calígula (40-41).
CANYADA 1 CARDUES, LA (Gandia, Valencia)
Llopis Llopis, 1948, p. 54.
Denario de la familia Acilia.
CAPSANES [Tarragona)
Cf.: Serra de 1'Espasa.
CAPUTXINS (Mataró, Barcelona)
Martí Garcia, 1979, pp. 231-232.
As romano-republicano, partido (8'67 g.). Núm. 812.122.
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5. Núm. 1012.124.
As de Eso. Vives, XXXVI-1. Hallada en el sector H. 6-A, nivel V. Norte. Núm.
2012.593.
As de Sekia, partido. Vives, XLII-9-10 (?l. Hallada en el sector H. 7-A. Nivel
1 . Núm. 3012.594.
1
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c. Hallada en el sector H. 3-C. Nivel
v.
As de Bolskan. Dominguez, 1979-a, tipo c. Hallado en el sector Este. Nivel V.
As de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 38-39. Hallado en el sector H. 3-B. Ni1.
vel 1 1
Quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28-122. Hallado en el sector H. 6-A. Sector Sur. Nivel V.
As de Ilerda, de Augusto. Hallado en el sector H. 3-C, nivel V.
As de Ilerda, de Augusto. Hallado en el sector H. 6-A. Sector Norte. Nivel V.
.
1.
As de Roma, de Claudio 1 RIC 69. Hallado en el sector H. 7-8. Nivel 1 1
CARCAIXENT (Valencia)
H. M. 1.417.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
CARENCIA, LA (Toris, Valencia)
Martínez Aloy, 1912.
Mediano bronce de Saiti.
Almarche, 1918, p. 153.
Moneda ibérica sin reTerencia.
Gómez Serrano, 1932, p. 220.
Mediano bronce de Claudio 1.
H. M. 1.256.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
H. M. 1,257.
As de Kili.
H. M. 1.258.
Mediano bronce de Turiaso, de Tiberio.
As de Saiti.
Pla Ballester, 1966, pp. 292-293.
Varias monedas de Saiti.
Monedas de Sagunt. Quadrans.
Monedas romanas de Valentia.
Ripollés, 1980-a, p. 107.
[page-n-82]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
81
As romano-republicano. RRC L 124, 37; Roma; 206-1957
Denario de Paullus Lepidus. RRC 415, 1; Roma; 62 a.c. Depositados en el
Museo de Prehistoria de Valencia.
CARRERELLES, LES (Avinyonet, Girona)
H. M. 655.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
CARSEL, EL (Sagunt, Valencia)
Monzó, 1946, p. 74.
Quadrans de Arse.
CASINOS (Valencia)
Cf.: Torre Seca.
CASTELL, EL (La Fosca, Girona)
Pericot, 1952, pp. 127-128.
Durante la campaiía de excavaciones de 1948 aparecieron en la cabaiía
núm. 4 de este poblado ibérico:
2 ases de Untikesken.
((Medio as de Lérida (Ilerda) (7)) (Sic).
Moneda romana-republicana.
H. M. 329.
Obolo de Emporion. Vives, 11-2.
Campo, 1976-a, p. 71.
Moneda de Ebusus.
CASTELLAR, EL (AlbocAsser, Castell6)
Ripollés, 1975, p. 191.
Quadrans de Arse.
CASTELLAR COLORAT, EL (Crevillent, Alacant)
Gonzhlvez, 1975, p. 165.
Denario de Q. Cassius. RRC 428, 1-3; Roma; 55 a.c.
CASTELLAZOS (Mediana de Aragón, Zaragoza)
Martin Bueno, 1969-70, p. 175.
En el Cabezo:
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Semis ibérico incierto.
En sus proximidades:
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
CASTELL D'AMBRA (Pego, Alacant)
H. M. 1.127.
As de Claudio 1.
CASTELL DE BEGUR (Begur, Girona)
Pericot, 1942, p. 234; Pericot,
1952, p. 106.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9, núm. 45.
GASTELL DE GIMENELLS (Alpicat, Lleida)
Diez-Coronel, 1968, p. 334.
Monedas ibéricas.
[page-n-83]
82
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CASTELL DE MONTESA (Montesa, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 110.
As de Saiti. Vives, XX- 1.
CASTELL DE XATIVA (Xativa, Valencia)
H. M. 354.
Uncia de Lípara.
CASTELLET DE BANYOLES (Tivissa, Tarragona)
Serra Rafols, 1949, pp. 200-20 1.
As romano-republicano (37'5 g. ).
Triens romano-republicano (9'9 g.).
Vilaseca-Serra Rafols-Brull, 1949,
p. 44.
Pequeño bronce de Massalia, con reverso toro embistiendo.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-9.
CASTELLET 1 GORNAL (Sant Marcal, Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de ceca incierta, de Tiberio.
CASTELLFORT (Castelió)
H. M. 1.419.
As de Dertosa, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
CASTELLNOU DE SEANA (Lleida)
H. M. 1.172.
As de Ilerda, de Augusto.
CASTELLO (Museo)
Falomir-Vicent, 1978, pp. 333-358.
Procedentes de la colección Alloza se encuentran depositadas en el Museo de
Bellas Artes de Castelló las siguientes monedas:
Acuñaciones griegas y galas
Obolo de Filippo 11. Seltrnan XLVI-14.
Dracma massaliota (2'82 g.).
Ar a la croix. Tipo cabeza de ((Negro))(1'8 g.).
Acuñaciones hispánicas.
Ae hispano-cartaginés. Viilaronga, 1973-a, VIII-1-IIb.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, XI-1-111.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 95.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 20.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 75.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 16.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Belikiom. Vives, XLIV-7.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Belikiom. Vives, XLIV-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
[page-n-84]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 ases de Bolskan. Vives, XLIII-4 (1 variante).
2 ases de Castulo. Vives, LXIX-6 vte.
As de Castulo. Vives, LXIX-3, vte.
As de Castulo. Vives, LXIX-8, vte.
3 ases de Kelse. Vives, LXII-5 (1 vte.).
As de Kelse. Vives, LXII- 11.
As de Kese. Vives, XXXII-1, vte.
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
4 ases de Kese. Vives, XXXIV-1.
As de Kese. Vives, XXXIV-10 (sic).
As de Tabaniu. Vives, LIV-1.
2 ases de Tamaniu. Vives, XXXVII-1.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-2.
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-1.
3 ases de Gades. Vives, LXXIV-1.
As de Gades. Vives, LXXIV-2.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
Semis de Iltirta. Vives, XXVII-3.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
2 ases de Saiti. Vives, XX-2.
2 ases de Sekaisa. Vives, LXV-6.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-1.
As de Sekobirikes. Vives, XXVII-3.
As de Titiakos. Vives, LVII-l.
As de Titiakos. Vives, LVII-10.
As de Turiasu. Vives, LI-14.
As de Untikesken. Vives, XIII- 1.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16.
Indeterminadas.
3 ases.
Semis.
Acuñaciones romano-republicanas.
Ouadrans.
Semis. RRC 112, 6a; Roma; 206-195 a.c.
As. RRC 162, 3; Roma; 179-170 a.c.
As. S. 143.
Denario. RRC 414, 1; Roma; 63 a.c.
Denario. RRC 243, l a ; Roma; 134 a.c.
Denario. RRC 31 1, l a ; Roma; 106 a.c.
Denario. RRC 469, l a ; Hispania; 46-45 a.c.
Victoriato. S. 137.
Denario. RRC 401 ; Roma; 7 1.
Denario. RRC 422; Roma; 58 a.c.
Denario. RRC 350A; Roma; 86 a.c.
Denario. RRC 364; Roma; 83-82 a.c.
Denario. RRC 219, le; Roma; 146 a.c.
Semis. S. 73 (?).
Triens. S. 143b (?l.
1 Ae indeterminado.
[page-n-85]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
84
2
2
2
2
3
2
5
4
2
4
2
2
2
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXM-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-5.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLIX-9.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-7.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
As de Caesaraugusta, de Tiberio.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLI-1.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-6.
As de Calagurris, de Augusto. Ruiz Trapero, 1968, núm. 13.
As de Calagurris, de Tiberio. Ruiz Trapero, 1968, núm. 24.
ases de Calagurris, de Augusto. Ruiz-Trapero, 1968, núm. 11
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-11.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 601.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-3.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-4.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-11.
ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
ases de Dertosa, de Tiberio. Vives, CIMV-4.
As de Dertosa. Vives, CIMV-1.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 107.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Ercavica, de Caligula. Vives, CLXII-9.
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-1.
As de Bilbilis. Rev. jinete y leyenda ITALICA.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Osicerda, de Tiberio. Vives, CLIX-1.
ases de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 113.
ases de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
As de Saguntum, de Tiberio.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-4.
ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXXI-5.
ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-l.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
Indeterminadas.
ases de Tiberio.
As de Dertosa.
[page-n-86]
85
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
CASTELLO (Provincia)
Monedas de Tamaniu.
Monedas de Titum.
Delgado, 1876, 111, pp. 11 1, 369.
CASTELLO (Término)
H. M. 1.315.
Moneda de Claudio 1.
CASTELLO DE RUGAT (Valencia)
Labor S.I.P., 1967, p. 84; Pla Ballester, 1966, p. 314; H. M. 1.170;
Pastor, 1972, p. 238.
Moneda de Kelse.
CASTELL-PALAMOS (Girona)
Cf.: Castell, El.
CASTELLTERSOL (Barcelona)
H. M. 232.
Varios bronces de Ausesken y Bolskan.
CASTELL VELL (Banyoles, Girona)
H. M. 522.
Ae hispano-cartaginés. Vives, VIII- 12.
CASTELL VELL (Solsona, Lleida)
H. M. 514.
6 monedas de Iltirkes.
Serra Vilaró, 1920, pp. 10-1 1.
Semis de Kese.
As ibérico, con leyenda frustra, del tipo del jinete con palma al hombro.
Denario romano-republicano. RRC 342; Roma; 90 a.c.
CASTELLVI (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Baltolo. Vives, XXIX-2.
CASTELNOVO (Castelló)
Cf.: Torre del Mal Paso.
CASTILLEJO, EL (Puebla de Rijar, Teruel)
Beltrán Lloris, M., 1979-a, pp. 9192.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-5.
CASTILI,O DE LOARRJI ( ~ o k eHuesca)
.
Galiay, 1946, p. 64; ~
13.
~
~ t p. l
1977, ~
Monedas ibéricas y romanas.
CASTILLO DE SORA (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969-70, p. 100.
As de Osca, de Tiberio. Resello D D.
As de Osca, de Calígula.
Monbda de Sekia.
,
[page-n-87]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
86
CASTILLONROY (Huesca)
H. M. 630.
Pequeño bronce de Ptolomeo; en anverso dos bustos a la derecha; en reverso,
cornucopia.
CAS VILDO (Eivissa)
Román, 1920, pp. 6 y 14; Campo,
1976-a, p. 70.
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis tres monedas :
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 116.
2 monedas romano-imperiales.
CATALUNYA
Delgado, 1876, iii, pp. 18, 30, 255.
Varios ases de Arketurki.
Varios ases de Ausesken.
Varios ases de Orosis.
CAU DE L FIGUERA (Benlloch, Castelló)
A
H. M. 1.300.
As de Augusto. C. 228 (acuñado por Tiberio).
CAUDETE DE LAS FUENTES (Valencia)
Almarche, 1918, p. 89.
( E una colección que posee un vecino de esta villa existen abundantes moneCn
das de Saetabis, Sagunto, Segóbriga y Valentia.))
H. M. V.
As bilingüe de Arse-Saguntum. Vives, XVII-4.
H. M. 1.173.
As romano de Valentia.
H. M. 1.422.
Denario de Man. Acilius Balbus. RRC 271; Roma; 125 a.c.
Cf.: Villares, Los.
CENTELLAS (Barcelona)
Cf.: Sant Marti de Cartellas.
CERDANYOLA DEL VALLES (Barcelona)
H. M. 507.
Moneda de Ilturo.
CERDANYOLA-HORTA (Barcelona)
H. M. 263.
As de Dertosa.
CERRO BAMBOLA (Calatayud, Zaragoza)
Cf. : Bilbilis.
CERRO CASTELLAR (Villar del Arzobispo, Val~ncia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 163.
As de Kelse.
CERRO DE SAN CRISTOBAL (Sinarcas, Valencia)
RipollBs, 1979-b, pp. 133-134.
[page-n-88]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases de Kelin. Vives,LXVII-l.
Cano, 1979, p. 21.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
CERRO LUCENA (Enguera, Valencia)
Labor S.I.P., 1973, p. 102.
Moneda ibérica de bronce.
Labor S.I.P., 1969, p. 90; Labor
S.I.P., 1971, p. 119; Pla, 1972, p.
291.
Moneda de Saguntum.
As de Saiti.
CERVERA (Lleida)
Martin Valls, 1967, p. 143.
As de Iltirkesken.
CERVERA DEL RIO ALHAMA (LogroÍio)
Cf. : Inestrillas.
CHALAMERA (Huesca)
Cf.: Pontón, El.
CHESTE (Valencia)
Cf. : Cambrillas.
CILLAS (Coscojuela de Fantova, Huesca)
Arco, 1921, p. 13.
En las excavaciones de 1920 aparecieron:
Moneda ibérica de Bolskan.
2 monedas romano-republicanas.
Moneda de la familia Manlia. RRC 367.
Mediano bronce de Augusto.
COCENTAINA (Alacant)
Cf.: Ouerola, La.
COLLBATO (Barcelona)
Cf.: Soleies, Les.
COLL DE CALA D'HORT (Eivissa)
Román, 1920, p. 8; Tarradell-Font,
1975, p. 85; Campo, 1976-a, p. 71
En las excavaciones de 1918 se encontraron en esta necrópolis trece monedas:
Ae-de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
5 monedas frustras.
Moneda romano-imperial.
RomBn, 1921, p. 11; TarradellFont, 1975, p. 85; Campo, 1976-a,
p. 71.
En las excavaciones de/ 1919 se encontraron diez monedas:
[page-n-89]
LA CIRCULACION MONETARIA DE %A TARRACONENSE
88
3 Ae
Ae
Ae
2 Ae
Ae
Ae
Ae
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
de Ebusus.
frustro.
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
Campo,
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
1976-a, núm.
8.
13.
58.
XVIII-B.
XIX-H.
XIX-1.
COLL DEL MORO (Gandesa, Tarragona)
Avellá, 1978, pp. 147-156.
Quadrans de Arse.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
Semis de Turiasu. Vives, LI-1.
Semis de Kese. Vives, XXXVI-2.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-1, 2 6 3.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4 ó 5.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
Sextans romano-republicano. RRC 42, 3; Sicilia; 2 14-212 a.c.
Sextans romano-republicano. RRC 64, 6a; Sardinia; 210 a.c.
Sextans romano-republicano. RRC 56, 6; Roma; después del 211 a.c.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-l. Museo Arqueológico de Tarragona, núm. inventario 7.73 1.
As de Valentia. Vives, CXXV-1. Museo Arqueológico de Tarragona, núm. invent ario 8.1 15.
COLL DEL MORO (Calanda, Teniel)
H. M. 1.306.
Denario romano-republicano. En anverso X.
CORBINS (Lleida)
H. M. 494.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-1, 3 ó 4.
CORRALES DE UTIEL (Utiel, Valencia)
H. M. 628.
As de Castulo. Vives, LXX-9.
As de Saguntum de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
CORTES DE PALLAS (Valencia)
Cf.: Pico de los Ajos.
COSCOJUELA DE FANTOVA (Huesca)
Cf.: Cillas.
C V DE LES MERAVELLES (Gandia, Valencia)
OA
Pla Ballester, 1945, p. 198; H. M.
822.
Moneda de Carthago Nova, de Calígula.
4 monedas de Claudio 1.
COVA DELS ESTUDIANTS (Naquera, Valencia)
H. M. 973; Donat, 1959, p. 210.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
[page-n-90]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
89
COVA DES CUIERAM (Eivissa)
Esponellá, 1969, p. 141; Aubet,
1969, pp. 40-41; Campo, 1976-a, p.
7 1.
En las excavaciones de 1965 aparecieron dos monedas de Ebusus.
También procede de esta cueva un ejemplar existente en la colección de D. J.
de la Vega. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Almagro Gorbea-Fortuny, 1969-70,
p. 15.
Ae de Ebusus, con reverso toro avanzando a la izquierda. Período 1 de M.
Campo, 1976-a.
1
5 Ae de Ebusus, con reverso toro embistiendo a la izquierda. Período 1 de M.
Campo, 1976-a.
1
Ae de Ebusus, con reverso de leyenda púnica. Período 1 1 de M. Campo,
1976-a.
Ae de Ebusus, ¿de Tiberio?
COVA FORADADA (Liíria, Valencia)
Labor S.I.P., 1976, p. 47; H. M.
1.596.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
Moneda de Arse.
CREUETA (Ouart, Girona)
Pericot, 1952, p. 95.
Dracma de Emporion, del tipo Chrysaor.
CULLERA (Valencia)
Cf.: Punta de 1'Illa.
DARRO (Vilanova i la Geltni, Barcelona)
Ferrer, 1978, pp. 27-28.
As de Untikesken.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
Quadrans de Iltirkes.
Posible dracma ampuritana.
3 monedas de bronce ibéricas indeterminadas.
DEHESA DE IBARZ (Muel, Zaragoza)
Burillo, 1980, p. 50, lám. 41, 1.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXIX-7.
DENIA (Alacant)
Delgado, 1876, 111, p. 113.
Moneda de Tamaniu.
Llobregat, 1974-b, p. 96.
Moneda de bronce. Anverso cabeza hercúlea con la piel del le6n de Nemea
como tocado. Reverso, la misma cabeza diminuta de frente; encima tres líneas en caracteres griegos que se leen GorgiodGorgionos/Ery.
Cf.: Hort de Morand.
[page-n-91]
90
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
DONANA (Utiel, Valencia)
H. M. XII.
As de Kelin. Vives, LXVII-l.
EIVISSA
Campo, 1974-c, p. 147.
Moneda con leyenda EB. (Ebusitanu).
Museo.
1080
103
30
11
Fernández Gómez, 1976, pp. 53-56.
Procedentes de los hallazgos efectuados en la isla, sin poderse determinar su
exacta localización, son las siguientes monedas:
As de Untikesken. Vives, XV-4.
As de Untikesken. Vives, XV-13.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As de Arsaos. Vives, XLVII-6 (18).
As de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
Semis de Abariltur. Vives, LXVII- 1.
As de Laiesken. Vives, XXV-4.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII- 1.
Denario de Ikalkusken. Vives, LXVI-1.
Campo, 1976-a, pp. 109-141.
monedas de Ebusus, del período 1 de M. Campo, 1976-a.
1
monedas de Ebusus, del período 1 de M. Campo, 1976-a.
monedas de Ebusus, del período 1 1 de M. Campo, 1976-a.
1
monedas de Ebusus, del período IV de M. Campo, 1976-a.
EJEA DE LOS CABALLEROS (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, pp. 116,
118, 119, nota 6; BeltránLloris, M.,
1969-70, p. 100, nota 48.
En el casco antiguo de la ciudad:
Denario de Sekia. Vives, XLII-2.
Denario de Sekia. Vives, XLII-2; MAN 2.701-2.703.
4 ases de Sekia. M. Beltrán, 1969, grupo 11-D.
As de Arsaos.
Molinos, 1977, pp. 1.075-1.077.
As de Baskunes. Vives, XLV-4 var.
As de Sekia. Vives, XLII-10.
As de Sekia. Vives, XLII-9 var.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
As de Claudio 1. C. 47.
Cf.: Barranco de Valdecarro; Castillo de Sora; Piedra Tajada; Torre del Mur,
La.
ELDA (Alacant)
Cf.: Monastil, El.
(18)Consideramos que esta moneda no es de Arsaos, sino de Bolskan.
[page-n-92]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
91
ELX (Alacant)
Ramos Folqués, 1959, p. 137.
En la calle Corredera:
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.176.
As libral.
4 ases sextantarios.
4 ases uncidos.
Cf.: Alcudia, L'; Ilici; Verdú.
EMPORION (La Escala, Girona)
Cf.: Empúries.
EMPURIES (La Escala, Girona) (19)
H. M. XLII.
Dracma de Emporion. Vives, 111-2.
Semis de Iltirkes. Vives, XXVI-2.
Ae de Gades. Vives, IX-13.
H. M. LXXIII.
Dracma de Atenas, siglo V-IV a.c.
Ae de Cibyra (Frigia), siglo 1 a.c.
Ae de Panticapeum, Chersoneso Taúrico, siglo 1 1 a.c.
1
Ae de Chios. Siglo 1 a.c.
Ae de Ebusus. Vives, XI-2.
Didracma hispano-cartaginesa. Vives, VII-2.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI-3.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-4.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2.
Triens de Baitolo. Vives, XXIX-3.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16.
As de Iaka. Vives, XLIX-3.
Denario de, Bolskan. Vives, XLIII-3.
2
As de 1 colonia Lepida. Vives, CLX-5.
H. M. 229.
Hallazgos esporádicos:
2 dracmas griegas (~Emporiton?).
As de Roma de la serie uncial.
Ae de la familia Rubria. 83 a.c.
Denario de la familia Fonteia. 88 a.c.
( 19) No se incluyen en este inventario las monedas publicadas por MATEU Y LLOPIS en
los Hallazgos Monetarios núms. 222,230,231,330,505,897,903,
1.009,1.399;
por CAZURRO Y GANDIA, 1913-14, 667;por ALMAGRO BASCH, 1953,pp. 32-33,171,281,292p.
293, 295,349,351; 1955,pp. 27-29,124-126y 220;por ALMAGRO GORBEA, 1962,p.
id.,
230;por RIPOLL-NUM-VILLARONGA, 1974,pp. 77-81; por NUIX-VILLARONGA, 1974,pp.
83-84.Todos estos hallazgos que mencionamos se encuentran incluidos entre las monedas
procedentes de las excavaciones de Empúries que se encuentran depositadas en el MAB y
GNC y cuya relación se expondrá en el apartado c de este Capítulo 1.
[page-n-93]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
92
4
3
7
3
2
3
8
21
8
6
Denario de la familia Domitia.
Pequeño bronce de la familia Apronia. 12 a.c.
Semivictoriato romano-republicano.
Semis de Untikesken. Vives, XVI-4.
ases de Untikesken (uno partido).
Sextans de Untikesken. Vives, XVI-14.
As de Kese. Vives, XXXIV-10.
ases de Iltirta. Vives, XXVIII-13; Vives, XXVII-3 (uno de ellos, partido).
Semis de Eusti. Vives, XXVIII-13.
ases de Emporiae. Vives, CXXI-1 y 9; CXXII-2 y 6 y CXXIII-3, 4 y 6.
As de Emporiae, partido. Vives, CXXIII-9.
Mediano bronce de Agrippa.
Mediano bronce de Claudio.
H. M. 331.
As de Bilbilis.
H. M. 542.
Hallazgos esporádicos:
pequeños bronces de Massalia, con reverso águila.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-2.
As de Emporiae, (resello P. B.))
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6.
Semis de la Magna Grecia, probablemente de Tourion, frustro.
Quinario de M. Cato Porcia.
Pequeño bronce de Claudio.
Semis romano-republicano.
H. M. 937.
Aureo de Lugdunum, de Tiberio. RIC 3.
H. M. 1.043.
Hallado en la playa:
Quadrans de Bursau. Vives, LIII-4.
Martín Valls, 1967, p. 154.
semis de Untikesken. Vives, XIV-11 y XVI-4. Pertenecientes a la colección Collantes.
Maluquer, 1966-a, pp. 133-164;
Maluquer, 1967, pp. 126-149; Maluquer, 1969.
Colección ((Víctor Catalá)) (20).
Monedas halladas en su totalidad en Empúries.
Acuñaciones galas:
dracmas massaliotas, con reverso león (núm. 104106).
óbolos massaliotas, con reverso rueda (núms. 107-114).
pequeños bronces massaliotas, con reverso toro embistiendo (núms. 1 15135).
pequeños bronces massaliotas, con anverso Apolo y reverso león (núms. 136143).
pequeños bronces massaliotas, con anverso Hermes y reverso león (núms.
144-149).
(20) Se excluyen: medio victonato romano, núm. 387; medio as romano, núm. 389, y u11
recorte amorfo con pegaso, núm. 409.
[page-n-94]
[page-n-95]
94
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Acuiiaciones hispánicas:
2 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso cabra.
(núm. 1-2).
3 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso macho
cabrío (núm. 3-5).
12 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas, con reverso jinete
(núms. 6-17).
20 dracmas amporitanas, sin símbolo y con símbolo delfin, círculo, antorcha,
pulpo y estrella (núms. 18-37. La moneda núm. 35 es forrada).
51 divisores ampuritanos, con reverso pegaso (núms. 38-88).
15 divisores ampuritanos, con reverso dos delfines.
42 ases de Untikesken. 2: Villaronga, 1977-a, serie 9-42 (núms. 219-260).
2 ases de Untikesken, partidos (núms. 388 y 392).
15 semis de Untikesken, con anverso toro embistiendo y reverso caballo marino.
1: Villaronga, 1977-a, serie 8-43 (núms. 261-275).
de
4 ~semis? Untikesken. Villaronga, 1977-a; serie 4-22 (núms. 276-279).
16 quadrans de Untikesken, con reverso león. 2: Viliaronga, 1977-a, serie 7-37;
7: Villaronga, 1977-a, serie 3-17 (núm. 280-295).
5 quadrans de Untikesken, con reverso gallo. Villaronga, 1977-a, serie 4-23
(núms. 296-300).
3 Ae hispano-cartagineses (núms. 462-464).
Denario de Kese. Vives, XXXI-11 (núm. 423).
As de Kese. Vives, XXXIII-15 (núm. 424).
As de Kese. Vives, XXXV- 11 (núm. 425).
2 ases de Kese. Vives, F - 9 , 10 (núm. 426-427).
Semis de Kese. Vives, XXX-13 (núm. 428).
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-4 (núms. 429-430).
As de Iltirta. Vives, XXVIII-11 (núms. 433).
2 Ae de Iltirta, con reverso loba (núms. 431-432).
2 ases de Baitolo. Vives, XXE-4 (núms. 434-435).
2 ases de Ilturo (uno partido) (núms. 436 y 405).
As de Lauro. Vives, XXI-8 (núm. 437).
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-4 (núm. 442).
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-12 (núm. 438).
Denario forrado de Bolskan.
2 ases de Bolskan. Vives, XLIII-5 (núms. 440-441).
3 quadrans de Arse. Vives, XM- 15 (núm. 455-457).
Ae de Gades (núm. 461 ).
Ae de Sexi. Vives, LXXXIII-10 (núm. 459).
Ae de Malaca con anverso y reverso estrella (núm. 460).
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 58.
3 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, XVIII-b.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 85.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a,XM-1.
2 ases ibéricos, indeterminados, partidos (núms. 394-398).
Acuñaciones hispano-romanas:
54 ases de Emporion. 1: Villaronga, 1977-a, serie 17-69 (núms. 301-355).
12 ases de Emporion, partidos o recortados (núms. 390, 391, 396, 397, 399,
400, 402, 403, 404, 406, 407 y 408).
[page-n-96]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
.
95
31 quadrans y sextans de Emporion (núms. 356-386).
9 quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28- 122 (núm. 410-418).
Sernis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2 (núm. 458).
As de Segobriga (núm. 465).
As de Turiaso. Vives, CLVII-1 (núm. 466).
Acuñaciones romano-imperiales:
6 ases de Nemausus (2 partidos) (núms. 419-422, 401 y 393).
As de Claudio 1, partido (núm. 395).
Monraval, 1981, pp. 523-527.
Ae galo incierto (BA). SNG ANS 1, núm. 774.
ENGUERA (Valencia)
Cf.: Cerro Lucena.
ERMITA DEL CID (Iglesuela del Cid, Teruel)
H. M. 1.041.
As de Orosis. Vives, XLIX-2.
ERMITA DE SAN QUIRZE (Lloret de Mar, Barcelona)
H. M. 132.
As de Tarraco, de Augusto. Delgado, CLXXVII-69.
ERMITA DE SANT FELIU (XAtiva, Valencia).
Aranegui, 1975, p. 727
As de Saiti. Vives, XX-9.
As de Saiti. Vives, XX-2.
As de Saiti.
3 ases ibéricos de la serie del jinete.
ERMITA DE ZARAGOZA LA VIEJA (Fuentes de Ebro, Zaragoza)
Domínguez, 1979-a, p. 98.
As de Bolskan.
ESCALA, LA (Girona)
Cf.: EmpÚries.
ESCATRON (Zaragoza)
Cf.: Cabezo de Muel.
ESPARRAGUERA (Barcelona)
H. M. 601.
Quadrans de Untikesken. Vives, XIV-3.
ESPARTAL (Sena, Huesca)
Lostal, 1977, p. 88.
Monedas ibéricas y romanas.
ESTANYS, ELS (Almenara, Castelló)
Mesado, 1966, p. 196.
2 monedas romano-republicanas.
ESTINGLELLS (Verdú, Lleida)
Moneda de Iltirta.
[page-n-97]
96
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Moneda de Ieso.
Moneda de Kesse.
4 monedas ibéricas, de las que una es de Iltirta, otra de Ieso y otra de Kesse.
ESTIVELLA (Valencia)
Cf.: Arcs.
FAVARITX (Menorca)
Fernández Miranda-Belén, 1977, p.
100.
Ae de Siria, de Antíoco 1. BMC, Syria, pp. 10-11.
FERRERIAS (Menorca)
Cf. : Algendar.
FLORESTA (Lleida)
«Gran bronce de Iltirta)).
FONT CUITORA (La Llacuna, Vilafranca, Barcelona)
H. M. 122.
As de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-8.
FONT DE N'HORTA (Tarragona)
Genera-Campo, 1980, pp. 203-209.
As de Ilercavonia. Vives, CXXV-1.
Quadrans de Ilercavonia.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de ceca incierta, de Augusto.
As de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 12 1.
FONTLLONGA (Lleida)
H. M. 513.
¿Denario? de Ausesken. Vives XXII-1 ó 2 (?).
FORCALL (Castelló)
Cf.: Moleta dels Frares.
FORQUES (Borriol, Castelló)
Ripollés, 1975, p. 191.
Victoriato romano-republicano. RRC pp. 25, 53.
FOSALE (Huesca, Ciudad)
Lostal, 1980, p. 50.
Monedas ibéricas de Bolskan.
FOSCA, LA (Girona)
Cf.: Castell, El.
FRAGA (Huesca)
Cf.: Torre Chueca.
FRUITERA, LA (Eivissa)
R o m á n , 1 9 0 6 , XXI-2; Campo,
1976-a, p. 74.
[page-n-98]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
97
En la finca La Fruitera, en la isla de Eivissa, apareció, en 1891, una moneda
de Ebusus, de Claudio 1. Campo, 1976-a, núm. 124.
FUENTES DE EBRO (Zaragoza)
Cf.: Ermita de Zaragoza la Vieja.
FULLOLA (Entre Tortosa y El Perelló, Tarragona)
H. M. 760.
As de Kese. Vives, XXXII-14.
GANDESA (Tarragona)
Cf.: Col1 del Moro.
GANDIA (Valencia)
Cf.: Cañada i Cardúes; Cova de les Meravelles; Parpalló.
GARDENY (Lleida)
H. M. 236.
Denario de Bolskan.
GARRIGA, LA (Barcelona)
H. M. 607.
Ae de Claudio 1.
H. M. 898.
As de Iltirta.
2 ases ibéricos, con reverso jinete con palma de ceca indeterminada.
Mediano bronce de Tarraco, de Augusto.
GELIDA (Badalona, Barcelona)
H. M. 202.
Dupondio de Antonia. C. 6.
GIMENELLS (Lleida)
H. M. 894.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-9.
GIRONA
Romagosa, 1974, pp. 215-22 1.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7 vte.
Denario de Belikiom. Vives, XLIV-6.
Moneda de plata de 4'07 g., posible imitación local del denario de M. Aurelius Cota. RRC 229; Roma; 139 a.c.
Cf.: Bas.
GODALL (Cerca de Tortosa, Tarragona)
H. M. 1.184.
As ibérico de Iltirta, del tipo loba.
GRANJA D'ESCARP (Lleida)
Pita, 1962, p. 326.
Ae de Iltirta.
GRANOLLERS (Barcelona)
H. M. LIV.
En el Museo de Granollers:
[page-n-99]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
98
8 denarios de Bolskan.
Denario de Sekobirikes.
2 denarios de Turiasu.
As de Saiti.
As de Castulo.
As de Iltirkesken.
As de Bolskan.
As de Iltirta.
H. M. 553.
As de Barskunes.
Vegué, 1951, p. 199.
Procedentes del casco urbano:
Semis de Bolskan.
Semis de Iltirta.
GRAUS (Huesca)
Lostal, 1977, p. 20.
Junto con restos de enterrarnientos romanos, aparecieron en las afueras de la
ciudad monedas hispano-romanas e imperiales.
GRAU VELL (Sagunt, Valencia)
Aranegui, 1976, p. 44; Aranegui,
1980, PP. 60-61.
En el nivel V:
Ae de Carthago. Müller, 3 11.
Semis romano-republicano anónimo, no oficial, de ceca itálica. RRC p. 565.
GROSSA (Vilagrasa, Reus, Tarragona)
H. M. 17.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-4.
HORT DE MORAND (Dénia, Alacant)
Martínez Martínez, 1928, p. 757;
Garcia y Bellido, 1948, p. 226 ;Guadán, 1968, p. 139.
2 monedas griegas.
Martín, 1970, p. 19.
Monedas celtibéricas.
HORT GRAN (Santes Creus, Tarragona)
H. M. 906.
As de Kese.
HUESCA (Ciudad)
Cf.: Fosalé.
HUESCA (Provincia)
H. M. 369.
Denarios de Barskunes y Turiasu.
Denario romano-republicano de Lucius Sentius. RRC 325; Roma; 101 a.c.
Domínguez, 1976, p. 134.
[page-n-100]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Celsa, de Augusto. 23 a.c. Vives, CLXI-2.
Domínguez, 1979-b, pp. 25-31.
Museo:
En el monetario del Museo Provincial de Huesca se encuentran depositadas,
sin ningún dato relativo a su procedencia, las siguientes monedas:
Acuñaciones romano-republicanas:
Denario romano-republicano. RRC 244; Roma; 134 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 266, 1; Roma; 126 a.c.
Acuñaciones hispánicas:
As de Iltirta. Vives, XXVIII-13.
As de Kese. Vives, XXXIII-15 vte.
5 denarios de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 110.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 118.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 121.
5 ases de Bolskan. Domínguez, 1979-a, núm. 116.
4 ases de Bolskan. Mala conservación.
As de Iaka. Vives, XLIX-1.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXM-8.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
2 denarios de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Celsa, de Augusto. Banti VII, núm. 1.43011.
As de Osca, de Tiberio. Banti X, núm. 56711.
As de Osca, de Calígula. Banti XIII, núm. 202.
Denario de Caesaraugusta, de Augusto. Banti VI núm. 674.
As de Caesaraugusta?, de Tiberio. Vives, LCLII-2?
Acuñaciones romano-imperiales.
6 ases de Claudio 1, uno de ellos de Roma. Banti XV, núm. 47417.
3 ases de Claudio 1, uno de ellos local. Banti XV, núm. 55511.
IFAC (Alacant)
Cf.: Benissa e Ifac.
IGLESUELA DEL CID (Teruel)
Cf.: Ermita del Cid.
IGUALADA (Barcelona)
H. M. 281.
2 medianos bronces de Roma, de Tiberio.
Ae de Dertosa.
ILICI (Elx,
Alacant)
As de Saiti. Vives, XX-2.
Semis de Ilici. Vives CXXXIII-4.
H. M. 380.
Semis cartaginés.
As de Sagunt.
Quadrans romano.
As romano.
Ramos Folqués, 1949, p. 205; Llobregat, 1974-c, p. 317; Campo,
1976-a, p. 73.
[page-n-101]
100
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ae de Ebusus.
Ramos Folqués, 1953, p. 337.
13 monedas de cobre, de las que una es de Carthago Nova.
Ramos Folqués, 1959, pp. 143-148.
Semis de Tarraco, de época de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
As de Clunia, de Tiberio.
As romano, partido. En el reverso, sobre una proa, una M.
Semis romano uncial reducido (8 g.).
3 quadrans de Arse.
As de Saiti. Vives, XX-2.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
3 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
As de Sekisanos.
Ramos Folqués, 1966, p. 73.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
Ramos Folqués, 1970, p. 31.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Semis de Ilici. Vives, CXXXIII-4.
As de Valentia, Vives, CXXV-1.
Ramos Fernández-Ramos Folqués,
1976, PP. 23, 37-39.
As sextantal reducido.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
As de Castulo. Vives, LXIX- 11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CXLIX-8.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-5.
Semis romano republicano.
Llobregat, 1974-b, p. 96.
As de LOLGC~, Tiberio. BMC 157-158.
de
Ramos Fernández, 1975, p. 146,
147, 150-151, 157, 178-181.
Estrato E
As de Saiti. Vives, XX-1.
4 ases de Saiti. Vives, XX-2.
2 semis de Saiti. Vives, XX-3.
As de Saiti. Vives, XX-9.
As de Castulo. Vives, LXM-6.
Sextante de Malaca. Vives, LXXXVII-12.
2 Ae de Carthago Nova. Villaronga, 1973-a, clase VIII.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-S.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
As de Valentia. Vives, CXXI-1.
3 quadrans de Sagunt.
As de Untikesken.
Denario de la familia Herenia. RRC, 308, l a ; Roma; 108-107 a.c.
Denario de la familia Iunia. RRC, 337; Roma; 91 a.c.
Denario delafamilia Annia. RRC, 366, 1; Norte Italia e Hispania; 82-81 a.c.
Denario de la familia Licinia. RRC, 354, 1; Roma; 84 a.c.
Sestercio de C. Gallo Lupercus. BMC, 171; Roma; 22 a.c.
Ouadrans romano-republicano.
[page-n-102]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4 ases romano-republicanos (19, 26, 28 y 31 g.).
As republicano de la familia ~Fulvia?
Semis romano-republicano.
Estrato D
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
2 semis de Ilici, de Augusto.
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2, vte.
Semis de ~lici, Tiberio.
de
4 ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10.
2 semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-11.
4 ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-13.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXTII-2.
2 semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2, vte.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-8.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII, vte. del núm. 10.
3 semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXX-7.
Semis de Carthagd Nova. Vives, CXXX-15.
2 semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-15.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-9.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
2 ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-8.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9.
2 ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Caahago Nova, de Tiberio. Vives, CXMCI-14.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI- 15.
As de Carthago Nova, de Caiígula. Vives, CXXXII-8.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-10.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-9.
Semis de Calagurris, de Aujpto. Vives, CLVIII-10.
Semis de 1. Traducta, de Augusto. Vives, CIXIV-13.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-1.
Semis de Osca, de Tiberio. Vives, CXXXVII-4.
((Moneda de bronce, con baño de plata, de Augusto...))
Denario de la familia Sentia. RRC, 325, la-b; Roma; 101 a.c.
Denario de la familia Hostilia. RRC, 448; ceca Roqa; 48 a.c.
Denario de la familia Servilia.
Mediano bronce de Tiberio.
Mediano bronce de Germánico.
Mediano bronce de Antonia.
[page-n-103]
102
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mediano bronce de Claudio 1.
Pequeño bronce de Claudio 1.
Estratos D y C
Semis de Carthago Nova. Vives, c~XX-6.
Semis de Irippo. Vives, CX-2.
Quadrans de Carthago Nova. Vives, CXXX-4.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Moneda de Segobriga.
ILLA DE CULLERA, L' (Cullera, Valencia)
Mateu y Llopis, 1972-a, p. 246; H.
M. 917.
En la campaña de excavaciones arqueológicas de 1955:
Fragmento de divisor de Arse. Vives, ¿XIX-18?
Fragmento de divisor de Kese. Vives, XXXIV-6 y 13.
INESTRILLAS (Logroño)
Taracena, 1926, pp. 139-140.
2 ases de Kueliokos. Vives, L-l.
Semis de Turiasu. Vives, LiI-l.
As de Karaues. Vives, LIX-l.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
Denario de Bolskan.
Taracena, 1942, p. 26.
As de Kueliokos. Vives, L-l.
As de Arsaos. Vives, XLVII-9.
As de Belaiskom.
2 ases romano-republicanos, unciales.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
Martín Valls, 1967, p. 131.
Ae de Barskunes.
JATIVA (Valencia)
Cf.: Xativa.
JAVEA (Alacant)
Cf.: XAbia.
Semis de Iltirta.
((Gran bronce de Celsa)).
((Dupondio de Iltirta)).
As de Iltirta.
JIJONA (Alacant)
CE: Xixona.
JUNEDA (Lleida)
Cf.: Bas.
[page-n-104]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
LAPERDIGUERA (Huesca)
Lostal, 1977, p. 40.
Denario de Augusto.
LLACUNA, LA (Barcelona)
Cf.: Font Cuitora.
LLAMPAIES (Girona)
H. M. 1.045.
Dupondio de Tarraco, de Augusto, restituido por Tiberio. Vives, CLXX-2.
LLEIDA
H. M 6.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
H. M. 8.
En el Castell de Lleida:
As de Ilerda. Vives, CXXXIV-3.
H. M. 9.
13 ases de Bolskan.
Denario de Bolskan.
H. M. 236.
Varios ases de Bolskan.
H. M. 376.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-7. Hallado en el castillo de Lleida.
H. M. 442.
As de Iltirta. Hallado al construir el cuartel de la Policía Nacional.
H. M. 498.
As de Iltirkes.
H. M. 524.
2 ases de Iltirta. Hallados en el solar del actual cuartel de la Policía Nacional.
H. M. 725.
«Monedas de AR del tiempo de Augusto)).Halladas en una casa de la plaza de
San Juan.
H. M. 1.595.
As de Kese. Vives, XXXV-3.
H. M. 10; Villaronga, 1962-a, p. 23.
Denario de Ikalkusken. Vives, LXVI- 1 y 3.
H. M. 1; Campo, 1976-a, p. 74.
Ar de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVII.
Cf. : Torre Viladegut.
LLEIDA (Región)
H. M. 384.
7 ases de Iltirta. Vives, XXVII-3.
8 ases de Iltirta. Vives, XXVII-12.
9 ases de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
LLINARS DEL VALLES (Barcelona)
Cf.: Can Rosell.
[page-n-105]
104
LA CIRCULACION MONETABIA DE LA TARRACONENSE
LLIRIA (Valencia)
Mateu y Llopis, 1953-a, p. 231.
2 ases de Seteisken.
H. M. 1.201.
Ae romano de la serie sextantal.
H. M. 1.200; Villaronga, 1973-a, p.
84.
As de Malaca, tipo Sol y Vulcano.
3 Ae púnicos anepígrafos. Vülaronga, 1973-a, clase VIII y X.
H. M. 1.198.
Ouadrans de Saiti.
H. M. 356.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Cf.: Sant Miquel; Cova Foradada.
LLIVIA (Girona)
H. M. 493; Delcor, 1976, p. 149.
As de Arsaos.
2 monedas de Augusto.
Moneda de Tiberio.
Moneda de Herodes Agrippa.
LLOMA DE LES CLOTXES (Olocau de Carraixet, Valencia)
Ripollés, 1980-a, p. 109.
As de Arse. Villaronga, 1973, núm. 70.
LLORET DE MAR (Girona)
H. M. 249.
As de Saiti.
Ae de Ebusus.
H. M. 487.
Dracma ibérica de imitación ampuritana. LARBECA?
H. M. 873.
As de Nemausus, partido.
H. M. 1.016.
As arnpuritano, frustro.
LLUCHMAJOR (Mallorca)
H. M. 865.
As romano-republicano ( 17'62 g.).
Denario de Marco Antonio. 32-31 a.c.
Denario de la familia Porcia. RRC 282; Narbo; 118 a.c.
As de Iltirta.
As de Carmo. Vives, C-6 vte.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12 vte.
Denario de Lugdunum, de Cayo y Lucio.
2 ases de Claudio 1. RIC 66.
As de Claudio 1. RIC 68.
As de Claudio 1, frustro.
LLUMASSANA (Maó, Menorca)
H. M. 748.
Moneda romano-republicana Luncia?
[page-n-106]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
LOARRE (Huesca)
Cf.: Castillo de Loarre.
LOGROÑO
Delgado, 1876, 111, pp. 22, 262.
Varias monedas de Arekoratas.
Varias monedas de Oilaunikos.
2
2
2
2
2
Martín Bueno, 1974-a, pp. 67-80.
Museo.
No se conoce la procedencia de ninguna de las piezas, aunque se considera
que corresponden, en parte, a hallazgos efectuados en la región.
Acuñaciones romano-republicanas.
Denario. Rolland 6 15.
Denario. RRC 218, 1; Roma; 147 a.c.
Denario. RRC 244, 1; Roma; 134 a.c.
Denario. RRC 297, 1; Roma; 112-111 a.c.
Denario. RRC 342; Roma; 90 a.c.
Denario. RRC 348, 1; Roma; 87 a.c.
Denario. RRC 372, 1; Roma; 81 a.c.
Denario. RRC 403, 1; Roma; 70 a.c.
Denario. RRC 422, l a ; Roma; 58 a.c.
Denario. RRC 458, 1; Africa; 47-41 a.c.
denarios. Polland 222.
Denario, con reverso Victoria sobre cuádriga a la derecha.
Acuñaciones hispánicas.
ases de Untikesken. Vives, XV-13.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
As de Kelse. Vives, LXII-7, vte.
As de Sesars. Vives, XLII-6.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
Denario de Baskunes. Vives, XLV-2.
As de Baskunes. Vives, XLV-3.
As de Baskunes. Vives, XLV-4.
ases de Baskunes. Vives, XLV-9.
As de Baskunes. Vives, XLV-11.
As de Baskunes. Vives, XLV.
As de Turiasu. Vives, LII-4.
As de Sekaisa. Vives, XLV-11.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-4.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-3.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-8.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII- l .
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
Ae de Obulco. Vives, XCIV-7.
Ae de Obulco. Vives, XCIV-6.
Ae de Obulco. Vives, XCV-5.
As de Obulco.
As de Castulo. Vives, LXX-8.
semis de Castulo. Vives. LXXI-2.
[page-n-107]
106
3
5
3
3
3
4
2
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Quadrans de Castulo. Vives, LXXI-3.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-14.
Quadrans de Bailo. Posible Vives, XCI-4.
As de Carmo. Vives, CI-2.
As de Carmo.
Quadrans de Corduba. Vives, CXVIII- l.
Semis de Irippo. Vives, CX-1 vte.
As ibérico incierto.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-2.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX- 11.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-3,
ases de Bilbilis. Vives, CXXXIX-4.
As de Turiaso. Vives, CLV-2.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-6.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-~6?
As de Calagurris. Vives, CLVII-3.
As de Calagurris. Vives, CLVII-7.
As de Calagurris. Vives, CLVIII-9.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2.
ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLM-5.
Semis de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-7.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVII-3.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-7.
Sernis de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-8.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLIX-2 6 3.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLM-5.
As de Caesar~ligusta.Vives, CLII-3.
As de Caesaraugusta. Vives, CLIV-6.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Clounioq. Vives, CLXiII-1.
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-3.
As de Segobriga, de Caligula. Vives, CXXXV-9.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
As de la Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de la Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-6, uno de ellos, dudoso.
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVIII-9.
semis de Carteia. Vives, CXXUL-2.
ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-4.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-15.
ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXLII-3.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLIII-5.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-3.
[page-n-108]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As incierto.
Acuñaciones romano-imperiales.
As de Lugdunum, de Tiberio. C. 37.
Denario de Lugdunum, de Augusto. BMC 538.
Denario de Lugdunum, de Augusto. C. 42.
2 asei de Roma, de Claudio 1. C. 84.
As de acuñación local, de Claudio 1. C. 84.
As de Roma, de Claudio 1. C. 47.
2 ases de Roma, de Claudio 1. C. 14.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. C. 73.
LUESIA (Zaragoza)
Suman, sla.
Moneda de Sesars.
MACASTRE (Valencia)
Cf.: Barranco de Cuerna.
MADRIGAL (Vilarreal, Castelló)
Doñate, 1969, pp. 216-219.
As bilingüe de Saiti. Vives, XX-11.
Dupondio de Claudio 1. C. 13.
As de Claudio 1. C. 100.
As de Claudio 1. RIC 68.
MAELLA (Zaragoza)
Cf.: Tossal Gort.
MAL10 (Cerca de Vilafranca del Penedés, Barcelona)
H. M. 115.
Ae hispano-cartaginés.
MANRESA (Barcelona)
H. M. 967.
As de Claudio 1. RIC 68.
Datzira, 1980, pp. 183-194.
Museo.
El Monetario del Museo Comarcal de Manresa se formó con la aportación de
una colección de monedas ofrecidas en el año 1896 por el obispo de Vic, doctor Josep Morgades i Gili, al entonces recién nacido Museo Municipal de
Manresa. Probablemente se trataba de duplicados del Museo de Vic. Posteriormente, en el año 1939, la colección numismática de este museo se incrementó con la incorporación de los fondos del Museo Arqueológico del Centro
Excursionista de Montserrat.
En la actualidad, el Monetario del Museo Comarcal de Manresa posee
ciento veintidós monedas ibéricas e hispano-romanas, de las cuales no se conoce su procedencia.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 12.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 6.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, núm. 67.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-12.
[page-n-109]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
108
2
2
3
2
2
Semis de Kese. Vives, XXXII-3.
As de Kese. Vives, XXXIII-4.
ases de Kese. Vives, XXXII-14.
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
As de Kese. Vives, XXXIII-18.
As de Kese. Vives, XXXIV-4.
As de Kese. Vives, XXXIV-11.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
ases de Kese. Vives, &-l.
As de Ilturo. Vives, XXIV-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-1.
As de Iltirkesken. Vives, .XXVI-6.
As de Lauro. Vives, XXI-8.
As de Lauro. Vives, XXI-4.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-4.
As de Bolskan. Vives, XIII-5.
As de Bolskan. MAN 1.425.
As de Barskunes. Vives, XLV-9.
As de Sekaisa. Vives, LXV-2; MAN 2.479.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-1.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-2; Domínguez, 1979-a, núm. 206.
As de Saiti. Vives, XX-2; MAN 2.402.
As de Urkesken. Vives, LXVII-2.
As de Obulco. Vives, XCVI-1.
As de Obulco. Vives, XCVI-5.
As de Obulco. Vives, XC~I-2.
ases de Castulo. Vives, LXVIII- 11.
Vives, LXX-8.
ases de ~adtulo.
Semis de Castulo. Vives, LXX-3.
As de Castulo. Vives, LXX- 1.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Carmo. Vives, C-6.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2.
As de Malaca. vives, LXXXV- 11.
As de Malaca. Vives, LXXXVI-12.
As de Gadir. Vives, LXXIV-1.
Quadrans de Gadir. Vives, LXXIV-6.
As de Gades. Vives, LXXIX-6 vte.; Guadán, 1963, núm. 92.
Quadrans de Gades. Vives, LXXUC-7.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 110 A.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, núm. 109.
As de Ilerda. Vives, CXXXIV-8.
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 20.
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 23.
[page-n-110]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Tarraco. Villaronga, 1977-b, núm. 24.
As de Dertosa. Vives, CXXV-4.
4 ases de Celsa. Vives, CXLI-2,.
As de Bilbilis. Vives, CXXXIX-6.
2 ases de Bilbilis. Vives, C m - 4 .
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-8.
As de Turiaso. Vives; CLVII-1.
As de Calagurris. Vives, CLVIII-2.
As de Calagurris. Vives, CLIX-4.
As de Calagurris. Vives, CLIX-5.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVII-7.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-L.
As de Caesaraugusta. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta. Vives, CL-12.
As de Cascantum. Vives, CLXI-1.
As de Cascantum. Vives, CLXI-2.
3 ases de Clunia. Vives, CLXIII-2.
As de Segobriga. Vives, CXXXVI-6.
As de Ilici. Vives, CXXXIII-10.
2 semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
Nova. Vives, CXXXI-10.
As de ~ a r t h a g o
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXXI-12.
As de Carthago Nova. Vives, CXXXII-1.
Dupondio de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-2.
6 ases de la Cdionia Patricia. Vives, CLXV-3.
2 semis de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-4.
Quadrans de la Colonia Patricia. Vives, CLXV-7.
As de Italica. Vives, CLVIII-9.
Sernis de Italica. Vives, CLm-12.
3 dupondios de Romula. Chaves, 1979-c, núms. 53-63 y 64.
Semis de Carteia. Vives, CXXVIII-14.
As de Traducta. Vives, CLXIV-13.
Denario forrado de Emerita. Vives, CXL-4.
2 ases de Emerita. Vives, CXL-14.
As de Emerita. Vives, CXLI-6.
2 ases de Emerita. Vives, CXLV-3.
Moneda indeterminada.
MAO (Menorca)
H. M. 859.
As de Augusto, restituido por Tiberio.
As de Castulo.
MARGALEF (Lleida)
H. M. 524.
((Dupondio))de Iltirta.
MAS DE CAN RODO DE ULLASTRELL (Tarrasa, Barcelona)
Gorina Gabarro,
Moneda de Tarraco, de Tiberio.
[page-n-111]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
110
MASNOU (Barcelona)
H. M. 276.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.018.
As de Lauro.
Cf.: Ocata; Teya.
MATAR0 (Barcelona)
H. M. 345.
En el Camp deEsports: as de Ilturo.
En la Iglesia de Santa María: as de Bolskan.
En las inmediaciones: ases ibéricos de Kelse; Kese; Ilürta; Bilbilis y Belikiom.
H. M. 615.
10 ases de Ilturo. Hallados en distintos lugares de la población.
Almagro Basch et alii, 1945, pp.
134-138.
En la antigua casa Jofre: moneda de Claudio 1.
En la calle del Prat: monedas romanas y una ibérica de «Baetulo,.
Ribas, 1973, p. 170.
20 monedas de Ilturo. Haliadas en Matar6, comprendido el término municipal.
Bonamusa, 1976, pp. 30-31.
En este artículo, el autor recoge le inventario confeccionado en 1952 por M.
Ribas, en el que consta la aparici6n de dieciocho monedas de Ilturo en el término municipal de Matar6 (21).
Fado-Soler, 1978, p. 92.
Moneda de Ilturo. Hallada en la calle Floridablanca.
Prat-Ribas, 1980, p. 305.
As de Lauro. Hallado en el campo de fútbol.
Cf.: Can Majoral; Can Xammar; Caputxins; Riera de Sant Simó; Torre Llauder.
MECA (Ayora, Valhcia)
Escolano, 1610, col. 985; Cavanilles, 1797,II, p. 7; H. M. LII; H. M.
LIII; Almarche, 1918, p. 71.
As romano libral.
As de Ilturo.
MEDIANA DE ARAGON (Zaragoza)
Cf. : Castellazos.
MEDIONA (Barcelona)
H. M. CXXV.
Denario romano republicano de la familia Iunia.
MENORCA
H. M. 623; Campo, 1976-a, p. 75.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
(2 1) Probablemente esta noticia y la anterior están basadas en las mismas fuentes y por
consiguiente las monedas deben ser las mismas, aunque, en el anterior, el número total de
piezas con respecto a éste excede en dos unidades.
[page-n-112]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases romano-republicanos, unciales.
Sestercio local de Claudio 1. C. 85.
H. M. 705.
As romano-republicano, uncial.
As de Nemausus.
H. M. 741-743.
As de Kese.
As de Tabaniu.
Monedas griegas. Una de Atenas, con cabeza de Minema y lechuza.
As de Cayo y Lucio, caesares.
Denarios de Q. Cecilio Metelo. RRC 269; Roma; 125 a.c.
H. M. 745-746.
4 Ae hispano-cartagineses.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
H. M. 747.
As de Roma, de Augusto.
As de Emporiae.
As de Gades.
2 ases de Ilerda, con reverso loba.
Moneda de Ilici, de Augusto.
As de Carthago Nova, de ~Caligula?
Ae de Micipsa.
As de Saiti.
Ouadrans de Arse.
As de Tiberio.
H. M. 749.
As romano-republicano.
Denario republicano, con X en anverso.
Semis romano-republicano.
H. M. 752.
As de Agrippa.
As de Claudio.
As de Claudio. RIC 69.
Moneda de Roma, de C. Cassius.
Moneda de Roma, de C. Asinius Gallus.
Moneda de Roma, de C. 1. Piso.
Moneda de Roma, de Plotius Rufus.
Moneda de Roma, de L. Surdinus.
Moneda de Roma, de P. Lurius Agrippa.
3 Ae de Augusto, restitución de Tiberio.
Ae de Lugdunum, de Augusto.
As de Roma, de Druso.
Denarios de Julio César, con reverso elefante y atributos sacerdotales.
2 Ae de Roma, de Tiberio.
H. M. 755.
Ae de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
H. M. 757.
Dupondio de Claudio 1. RIC 67.
As de Claudio 1. RIC 68.
[page-n-113]
112
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Claudio 1. RIC 69.
H. M. 758.
2 ases de Calígula, de Roma. Uno de ellos, RIC 30.
Campo, 1976-b, p. 69.
En el Museo de Menorca se encuentran depositadas las monedas siguientes
(22):
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2. Uno de ellos con contramarca
de cabeza de águila.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
As de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
2 ases de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
As de Roma, de Augusto. RIC 74.
As de Roma, de Augusto. RIC 78.
5 monedas inciertas del período de Augusto.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-l.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-10. Con contramarca A.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI- 1 1.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1.
As de Divus Augustus, acuñado por Tiberio. RIC 1.
2 ases de Roma, de Divus Auaustus, acuñados por Tiberio. RIC 2.
2 ases de Roma, de Divus Augustus, acuñados por Tiberio. RIC 3.
4 ases de Roma, de Divus Augustus, acuñados por Tiberio. RIC 6.
4 ases de Roma, de Agrippa. RIC 32.
As de Roma, de Calígula. RIC 30.
As de Roma, de Calígula. RIC 31 ó 32.
Quadrans de Roma, de Calígula. RIC 39.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
3 ases de Roma, de Claudio 1. RIC 68.
2 ases de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 64.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 67.
11 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 66.
3 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 68.
3 ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 69.
2 monedas inciertas de Claudio 1.
As de ceca incierta, de Antonia.
MOIA (Barcelona)
H. M. 347.
2 ases de Ausesken. Vives, XXII-9 y 8.
(22) Consideramos necesario hacer un pequeño resumen de estas monedas, aun cuando
presentemos en el Capitulo 1 c) el catelogo completo del Monetario del Museo Provincial de
Bellas Artes de Ma6.
[page-n-114]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Eusti. Vives, XXIII-1.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-2.
As de Bolskan. Vives, XLIII-4.
Semis de Castulo. Vives, LXVIII-12.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8.
Dupondio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-3.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
Denario de L. F. Philus. RRC 281; Roma; 119 a.c.
Mediano bronce de Antonia.
Mediano bronce de Claudio 1.
MOJA (Barcelona)
H. M. 124.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9.
MOLETA DELS FRARES (Forcall, Castelló)
H. M. 957.
Denario de L. Saufeius. RRC 204, 1; Roma; 152 a.c.
Denario de M. Tullius. RRC 280, 1; Roma; 120 a.c.
Denario de M. Porcius Cato. RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.
Denario de Cn. Cornelius Lentulus. RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.
Denario de Q. Sicinio. RRC 444, l a ; móvil con Pompeyo; 49 a.c.
Denario de M. Antonio. RRC 544, 15; móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
Denario ibérico de Bolskan. Vives, XLIII-2.
As ibérico de Bolskan. Vives, XLIII-5.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Ilercavonia.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-5
Semis de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-1..
Quinario de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-12.
Ae de Augusto.
Semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-9.
Sestercio de Claudio. C. 83.
As de Claudio. RIC 66.
As de Claudio. RIC 69.
H. M. 1.038.
As de Emporion. Vives, CXXI-2.
As de Iltirta.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
H. M. 1.039.
Denario de Bolskan.
As de Kelse.
Denario de Man. ~ o r d i u s
Rufus. RRC 463; Roma; 46 a.c.
Denario de L. Porcius Licinius. RRC 282; Narbo; 118 a.c.
As de Claudio 1.
H. M. 1.326.
Ae de Claudio 1.
Pla Ballester, 1968.
Denarios con ia leyenda Roma y los dioscuros.
[page-n-115]
114
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ases de P. Cornelio Lentulo Marcelino. RRC ~ 3 2 9 1 Roma; 100 a.c.
;
Ases de Saitabi.
Ases de Saltuie.
Ases de Bolskan.
Ases imperiales de Tarraco, de Augusto.
Ases imperiales de Saguntum, de Tiberio.
Monedas romanas de Augusto.
Ripollés, 1980-a, p. 87.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
MOLINS DE RE1 (Barcelona)
Cf.: Santa Creu dlOlorda.
MOLON, EL (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, pp. 2 10-2 1 1
y 214; H. M. 1.590; Ripollés, 1980a, pp. 110-111.
As de Kelse. Vives, LXI-8 vte.
As de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Bilbilis. Vives, LXIIi-9.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-6.
As de Sekaisa (?), frustro.
As de Sekaisa. Vives, IXV-6.
MONASTIL (Elda, Alacant)
H. M. 1.178.
Ae de Carthago Nova. Vives, CXXX-7.
H. M. 1.431.
Ae de Nemausus, partido.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1974-a, p. 145; Llobregat, 1974-b,
p. 99.
As romano-republicano.
As de Sexi.
Denario de la familia Antonia.
4 ases de Saiti.
7 monedas hispano-latinas de Carthago Nova.
Quadrans de Kese.
2 ases de Kelse.
As de Bilbilis. .
Quadrans romano.
As de Arse.
114 de (tuncia romana)).
As de Nemausus.
MONJOS (Barcelona)
Cf.: Riera, La.
MONREAL DE ARIZA (Zaragoza)
cf. : Arcobriga.
[page-n-116]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
115
MONTANYAR (Xhbia, Alacant)
Figueras, 1945, p. 8.
<...centenares de monedas romanas... algunos ejemplares de Augusto...))
MONTESA (Valencia)
Cf.: Castell de Montesa.
MONTORNES (Barcelona)
Cf.: Muntanya de Sant Miquel.
MONTSERRAT (Barcelona)
As de Baitolo.
MONZON (Huesca)
Cf.: Virgen de la Alegría.
MORELLA (Castelló)
H. M. 814.
((Moneda de bronce cuyo anverso ostenta un busto de Minema y el reverso jinete con inscripción ibérica o fenicia.,
H. M. 1.049.
Quadrans de Arse. Vives, WC-6.
H. M. 1.050; Villaronga, 1973-a, p.
84.
3
2
2
2
2
«Ae hispano-cartaginés. Cabeza femenina a la izquierda. Reverso caballo
quiescente.))
H. M. 1.051.
As de Iltirta.
Quadrans de Arse. Vives, WC-6.
ases de Bolskan.
As de Kese.
H. M. 1.052.
ases de Ikalkusken.
ases de Orosis, con delfines.
Denario de Bolskan.
As de Untikesken. Vives, XIII (sic).
H. M. 1.053.
As de Ilerda, de Augusto.
ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
ases de Dertosa, de Tiberio.
En la casa Palau:
As de Bilbilis, de Augusto.
H. M. 1.054.
Denario de Man. Aemilius Lepidus. RRC 291, 1; Roma; 114-115 a.c.
Ae de Agrippa.
As de Claudio 1. RIC 66.
En la plaza Arciprestal:
As de Claudio 1. RIC 66.
H. M. 1.092.
[page-n-117]
116
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En el castillo:
As de Kelse.
H. M. 1.213.
Semis republicano. B. 1, p. 63. 13'50 g.
MUEL (Zaragoza)
Cf.: Dehesa de Ibarz.
MUELA, LA (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1976-a, p. 382.
Semis de Belikiom. Beltrán Lloris 3c. Delgado, CLVI-4.
MUNEBREGA (Zaragoza)
Lostal, 1980, pp. 208-281.
((Setiene noticias del hallazgo de monedas que por su descripción deben pertenecer a cecas ibéricas...))
MUNTANYA DE SANT MIQUEL (Vallromanes-Montornés, Barcelona)
Barberá-Pascual, 1969-70; p. 28 1,
fig. 9.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, clase VIII.
MURCIA (Región)
Ripollés, 1982, pp. 87-144.
En diciembre de 1949, el Medagliere de la Biblioteca Apostólica del Vaticano
engrosó sus fondos con una colección formada por 3.760 monedas donadas
por la señora Pilar de la Canal, viuda de Blaya, residente en la ciudad de
Murcia. La composición del conjunto de las monedas acuñadas en la Península durante la antigüedad nos hace suponer que, en suma, la colección se
formó con aportes de la región.
3
5
4
2
2
2
2
3
Acuñaciones hispánicas.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1-11 ¿A? Vat. Ap. 2 1.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, VIII-1-11 B. Vat. Ap. 22.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, VIII-11-1 ¿A? Vat. Ap. 25-27.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, VIII-11-1 B. Vat. Ap. 23, 24, 2830.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, X-1-1. Vat. Ap. 12, 14-16.
Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, X-1-III. Vat. Ap. 1 1, 13.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, XI-111-11. Vat. Ap. 18.
Dracma de Emporiton. Guadán, núm. 543. Vat. Ap. 31.
ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núm. 2 1. Vat. Ap. 42, 43.
As de Iltirta. Vives, XXVIII- 12. Vat. Ap. 44.
Denario de Kese. Vives, XXXI-11. Vat. Ap. 46.
As de Kese. Vives, XXXIII-10. MAN 1786. Vat. Ap. 48.
As de Kese. Vives, XXXIV-5. MAN 1806. Vat. Ap. 47.
As de Kelse. Vives, LXI-7. Domínguez, 1979-a, serie 2c. Vat. Ap. 85.
As de Kelse. MAN 1528. Domínguez, 1979-a, serie 2. Vat. Ap. 87.
ases de Kelse. Vives, LXII-7. Domínguez, 1979-a, serie 3. Vat. Ap. 83, 84.
ases de Saltuie. Vives, XXX-1. MAN 2.454. Vat. Ap. 45, 59.
As de Orosi. Vives, XLIX-1. MAN 2.355. Vat. Ap. 76.
denarios de Bolskan (uno, forrado). Villaronga, 1979-a, niun. 485. Vat. Ap.
62, 64, 65.
[page-n-118]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3
3
2
3
2
2
4
20
2
2
3
11
2
13
5
4
117
Denario de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo A. MAN 1.175. Vat. Ap. 63.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo B. Vat. Ap. 66.
As de Sekia. MAN 2.675. Domínguez, 1979-a, serie 3, tipo B. Vat. Ap. 61.
ases de Belikiom. Domínguez, 1979-a, serie 1. Vat. Ap. 71, 73, 74.
As de Barskunes. Domínguez, 1979-a, serie 2, tipo B-a. Vat. Ap. 75.
Denario de Turiasu. Vives, LI-7. MAN 2.794. Vat. Ap. 77.
As de Turiasu. Vives, LI-14. MAN 2.841. Vat. Ap. 78.
As de Titiakos. Vives, LVII-10. Vat. Ap. 81.
As de Titiakos. Vives, LVII-12. Vat. Ap. 80.
ases de Sekaisa. Vives, LXV-6 (?). Vat. Ap. 87-89.
As de Kontebakom-Karbika. Vives, XXXIX-3. Vat. Ap. 57.
As de Kontebakom-Karbikom. Vives, XXXIX-11. MAN 1921. Vat. Ap. 58.
As de Belaiskom. Vives, XLVIII-1 (?). Vat. Ap. 72.
As de Ekualakos. Vives, LV-2. MAN 1.994. Vat. Ap. 79.
As de Arekorata. Vives, XL-12. MAN 574. Vat. Ap. 60.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3. Vat. Ap. 50.
ases de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 84. Vat. Ap. 36, 37.
As de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 87. Vat. Ap. 35.
As de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 108 (?l. Vat. AP. 34.
As de Valentia. Vives, CXXV-1 á 3. Vat. Ap. 206.
ases de Saiti. Vives, XX-2. Vat. Ap. 39-41.
Denario de Ikalkusken. MAN 2.058. Vat. Ap. 90.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-6. MAN 2.079. Vat. Ap. 92.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-7 (?l. Vat. Ap. 91.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-9. MAN 2.108. Vat. Ap. 93.
As de Obulco. Vives, XCV-5. Vat. Ap. 186.
ases de Obulco. Vives, XCVI-5. Vat. Ap. 186, 187.
As de Obulco. Vives, XCVI-6. Vat. Ap. 188.
As de Obulco. Vives, XCVI-7. MAN 890. Vat. Ap. 189. .
Semis de Castulo. Vives, LXVIII-5. Vat. Ap. 164.
ases de Castulo. Vives, LXVIII-11. MAN 52. Vat. Ap. 94, 130.
semis de Castulo. Vives, LXVIII-12. Vat. Ap. 136-138, 163.
As de Castulo. Vives, LXIX-6. Vat. Ap. 126.
ases de Castulo. Vives, LXX-8 ó 9. Vat. Ap. 97, 99, 103-120.
ases de Castulo. Vives, LXX-8. Vat. Ap. 101, 102.
ases de Castulo. Vives, LXIX-8. Vat. Ap. 96, 121, 123.
As de Castulo. Vives, LXXI-1. Vat. Ap. 134.
ases de Castulo. Vives, LXIX-10. Vat. Ap. 122, 124, 125.
semis de Castulo. Vives, LXX-11. Vat. Ap. 139-148, 165.
ases de Castulo. Vives, LXX-13. Vat. Ap. 132-133.
semis de Castulo. Vives, LXXI-2. Vat. Ap. 149-160, 166.
ases de Castulo. Vat. Ap. 95, 127-129, 131.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-7. Vat. Ap. 162.
Semis de Castulo. Vives, LXXI-9. Vat. Ap. 161.
ases de Castulo. Vives, LXXI-14. Vat. Ap. 167-169, 169-a.
As de Castulo. Vives, LXX-14. Vat. Ap. 135.
As de Ilturir. Vives, LXXIII-7. MAN 615. Vat. Ap. 100.
Semis de Lascuta. Vives, XCII-4. Vat. Ap. 184.
Semis de Asido. Vives, XC-4. Vat. Ap. 183.
As de Urso. Vives, CXII-5 6 6. Vat. Ap. 205.
[page-n-119]
118
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Ulia. Vives, XCIX- 1, 3-5. Vat. Ap. 190.
As de Ilipense. Vives, CVII-1. Vat. Ap. 195.
As de Ituci. Vives, LXXXVIII-3. Vat. Ap. 182.
Semis de Lastigi. Vives, CIV-2. Vat. Ap. 193.
As de Carmo. Vives, C-6. Vat. Ap. 192.
As de Carmo. Vives, CI-5. Vat. Ap. 191.
As de Orippo. Vives, CX-3. Vat. Ap. 199.
2 ases de Osset. Vives, CXI-8. Vat. Ap. 200, 201.
2 quadrans de Corduba. Vives, CXVIII-1. Vat. Ap. 202, 203.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 720. Vat. Ap. 212.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 124, serie B. Vat. Ap. 2 11.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 129, serie A. Vat. Ap. 210.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 433. Vat. Ap. 209.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 477. Vat. Ap. 208.
As de Sacili. Vives, CXIII-5. Vat. Ap. 17.
As de Acinipo. Vives, CV-2. Vat. Ap. 194.
3 ases de Irippo. Vives, CX-1. Vat. Ap. 196-198.
As de Gades. Vives, LXXIV-1 6 3. Vat. Ap. 17 1.
As de Gades. Vives, LXXIV-1. Guadán, 1963, núms. 52-58. Vat. Ap. 170.
As de Gades. Vives, LXXIV-1. Guadán, 1963, núm. 53. Vat. Ap. 173.
Quadrans de Gades. Vives, LXXIV-10 (7). Guadán, 1963, núm. 76. Vat. Ap.
174.
As de Sexi. Vives, LXXXIII-10. Vat. Ap. 178.
As de Sexi. Vives, LXXXII-4. Vat. Ap. 172.
As de Malaca. Vives, LXXXV-1. Vat. Ap. 181.
2 ases de Malaca. Vives, LXXXVI-14. Vat. Ap. 179, 180.
As de Abdera. Vives, LXIMI-3. Vat. Ap. 176.
As de Abdera. Vives, LXXXI-2. Vat. Ap. 175.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX. Vat. Ap. 177.
Acuñaciones hispano-romanas.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 17-69. Vat. Ap. 33.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 25-107. Vat. Ap. 32.
'As de Ilerda, de Augusto. Vives, m - 3 . Vat. Ap. 306.
As de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4. Vat. Ap. 207.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-1. Vat. Ap. 365.
As de Col. Lepida. Pérez, 1957, núm. 30. Vives, CLX-5. Vat. Ap. 366.
As de Celsa. Vives, CLX-11. Vat. Ap. 367.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12. Pérez, 1957, núm. 37. Vat. Ap.
368, 369.
6 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2. Pérez, 1957, núm. 38. Vat. Ap. 370375.
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8. Pérez, 1957, núm. 43. Vat. Ap. 376,
377.
2 ases de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-9. Pérez, 1957, núm. 44. Vat. Ap. 378,
378a.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-4. Vat. Ap. 307.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-7. Vat. Ap. 308.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-8. Vat. Ap. 309.
3 ases de Bilbilis, Augusto. Vives, CXXXIX-l. Vat. Ap. 314-3 16.
4 ases de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4. Vat. Ap. 310-313.
[page-n-120]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As de Bilbilis, de Tiberio. Vives, C m - 6 . Vat. Ap. 317.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-3. Vat. Ap. 335.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-7. Vat. Ap. 336.
2 ases de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-10. Vat. Ap. 337, 338.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-5. Vat. Ap. 339.
3 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7. Vat. Ap. 340-342.
4 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11. Vat. Ap. 343-346.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-12. Vat. Ap. 347.
3 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1. Vat. Ap. 348-350.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-3. Vat. Ap. 68.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-4. Vat. Ap. 67.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-9. Vat. Ap. 69.
Semis de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-10. Vat. Ap. 70.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-5. Ruiz, 1968, núm. 12. Vat. Ap.
351.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-7. Ruiz, 1968, núm. 9. Vat. Ap.
352.
As de Calagunis, de Augusto. Vives, CLVIII-3. Ruiz, 1968, núm. 13. Vat. Ap.
353.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9. Ruiz, 1968, núm. 16. Vat.
Ap. 354, 355.
Semis de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-10. Ruiz, 1968, núm. 19. Vat.
Ap. 356.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLM-1. Ruiz, 1968, núm. 21, vte. b.
Vat. Ap. 357, 358.
3 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4. Ruiz, 1968, núm. 23. Vat. Ap.
359-361.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLM-5. Ruiz, 1968, núm. 24. Vat. Ap.
362.
2 ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6. Ruiz, 1968, núm. 25. Vat. Ap.
363, 364.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-1. Vat. Ap. 322.
2 semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-9. Vat. Ap. 323, 324.
2 ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1. Vat. Ap. 325, 326.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7. Vat. Ap. 328.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8. Vat. Ap. 330.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-6. Vat. Ap. 327.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10. Vat. AP. 329.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-5. Vat. Ap. 331.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-12. Vat. Ap. 332.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-4. Vat. Ap. 334.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIII-l. Trillmich, 1973, serie 111,
tipo 5. Vat. Ap. 97.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Trillmich, 1973, serie 1 ,tipo 4. Vat. Ap. 333.
1
2 ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-l. Vat. Ap. 381, 382.
As de Ercavica, de Tiberio. Vives, CLXII-5. Vat. Ap. 383.
As de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-1. Vat. Ap. 379.
Semis de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-4. Vat. Ap. 380.
As de Gracurris, de Tiberio. Vives, CLXIII-1. Vat. Ap. 388.
2 ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-2. Vat. Ap. 384, 385.
[page-n-121]
120
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
'
2
4
6
4
2
5
5
2
3
6
5
2
2
3
2
3
3
2
7
4
6
3
2
5
4
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-3. Vat. Ap. 386.
As de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-4. Vat. Ap. 387.
As de Segobriga. Vives, CXXXV-3. Vat. Ap. 51.
As de Segobriga, de Augusto. Vives, CXXXV-4. Vat. Ap. 52.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5 (7). Vat. Ap. 56.
semis de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-7. Vat. Ap. 53, 54.
As de Segobriga, de Calígula. Vives, CXXXV-9. Vat. Ap. 55.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 117. Vat. Ap. 38.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2. Vat. Ap. 283-286.
semis de Iiici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4. Vat. Ap. 287-292.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-6. Vat. Ap. 293.
Semis de Iiici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-7. Vat. Ap. 294.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10. Vat. Ap. 295-298.
semis de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXTII-11. Vat. Ap., 299, 300.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXTII-13. Vat. Ap. 301-305.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2. Vat. Ap. 221.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5. Vat. Ap. 223-227.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-1. Vat. Ap. 219, 220.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-7. Vat. Ap. 228-230.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-9. Vat. Ap. 23 1.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-3. Vat. Ap. 222.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-1. Vat. Ap. 236.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10. Vat. Ap. 245-250.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12. Vat. Ap. 251-255.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXX-16. Vat. Ap. 234, 235.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-8. Vat. Ap. 240-241.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-9. Vat. Ap. 242-244.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15. Vat. Ap. 232, 233.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5. Vat. Ap. 237-239.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-14. Vat. Ap. 256-258.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-15. Vat. Ap. 259, 260.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1. Vat. Ap. 261-267.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-2. Vat. Ap. 268.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-3. Vat. Ap. 269-272.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-4. Vat. Ap. 273.
ases de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-7-10. Vat. Ap. 274-279.
semis de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-11. Vat. Ap. 280-282.
As de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-5. Vat. Ap. 409.
Semis de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-6. Vat. Ap. 410.
Semis de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-6. Vat. Ap. 411.
As de Acci, de Tiberio. Vives, CLXVI-8. Vat. Ap. 412.
As de Acci, de Tiberio. Vives, CLXVI-8 (?). Vat. Ap. 413.
Semis de Acci (?l. Vives, CLXVI-9 6 CLXVII-2. Vat. Ap. 414.
ases de Acci, de Calígda. Vives, CLXVI-12, Vat. Ap. 415, 416.
Dupondio de Col. Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2. Vat. Ap. 397.
ases de Col. Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3. Vat. Ap. 398-402.
semis de Col. Patricia, de Augusto. Villaronga, 1979-a, núm. 1.004. Chaves,
1977, núm. 625. Vat. Ap. 404-407.
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVm-9. Chaves, 1978, serie III, p. 134. Vat.
Ap. 422.
[page-n-122]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
121
As de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVm-9. Chaves, 1978, núm. 125. Vat. Ap. 421.
Semis de Italica. Vives, CIXVIII-12. Chaves, 1978, serie IV, p. 140. Vat. Ap. 423.
Dupondio de Col. Romula, de Tiberio. Chaves, 1979-b, núm. 207. Vat. Ap. 417.
As de Col. Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-3. Chaves, 1979-b, núm. 356 (?).
Vat. Ap. 419.
As de Col. Romula, de Tiberio. Chaves, 1979-b, núm. 372. Vat. Ap. 418.
Semis de Col. Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-4. Chaves, 1979-b, núm. 433.
Vat. Ap. 420.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.414. Vat. Ap. 217.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.444. Vat. Ap. 21 5.
Semis de Carteia. Chaves, 1979-a, núm. 1.487. Vat. Ap. 216.
Semis de Carteia. Vives, CXXIX-2. Vat. Ap. 218.
Quadrans de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 156. Vat. Ap. 213.
Quadrans de Carteia. Chaves, 1979-a, p. 156. Vat. Ap. 214.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXiV-13. Chaves, 1979-b, núm. 362.
Vat. Ap. 389.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-3. Chaves, 1979-b, núm. 417. Vat.
Ap. 403.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXiV-13. Vat. Ap. 392.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13. Chaves, 1979-b, núm. 383.
Vat. Ap. 390.
As de Traducta, de Augusto. Vives, CWV-13. Vat. Ap. 391.
Semis de Traducta, de Augusto. Vives, CWV-15. Chaves, 1979-b,núm. 596. Vat.
Ap. 394.
2 semis de Traducta, de Augusto. Chaves, 1979-b, núm. 594. Vat. Ap. 393,
395.
Semis de Traducta, de Augusto. Chaves, 1979-b, núm. 566. Vat. Ap. 396.
2 ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-15. Gil, 1946, núm. 34. Vat. Ap.
318, 319.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-7 (?). Vat. Ap. 320.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9. Vat. Ap. 321.
As de Ebora, de Augusto. Vives, CLXV-2. Chaves, 1979-b, núm. 66. Vat. Ap.
408.
NAQUERA (Valencia)
Cf.: Cova dels Estudiants; Satarenya; Reana, La.
NUCIA, L (Alacant)
A
Almarche, 1918, p. 125.
(c.. .monedas ibéricas. ..»
NULES (Castelló)
Cf.: Benicató.
OCATA (Masnou, Barcelona)
As ibérico de Eusti.
Semis de Untikesken. Vives, XIV- 11.
As ibérico de Lauro.
ODENA (Barcelona)
Nuix, 1964-65, p. 272.
As de Kese.
[page-n-123]
122
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
OLERDOLA (Barcelona)
Martin Valls, 1967, p. 138.
Ae de Kese.
OLESA DE MONTSERRAT (Barcelona)
H. M. 139.
Dracma sasánida de Sapor 1, de Persia.
OLIETE (Teruel)
Cf.: Palomar, El.
OLIVAR D'ALQUERIES (Elx, Alacant)
Ramos Folqués, 1953, p. 344.
Medio bronce de Carthago Nova, de Augusto.
OLOCAU DE CARRAiXET (Valencia)
Cf.: Lloma de Les Clotxes.
OLRIOLS (Tamarite de Litera, Huesca)
Domínguez, 1979-a, pp. 25-31
As de Iltirta. Vives, XXVIII-11.
ORPESA (Castelló)
Cf.: Torre del Rei.
OSCA (Huesca)
Cf.: Fosalé.
PACS (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-3.
PADRETS, ELS (Blanes, Girona)
Vila et alii, 1977-78, pp. 222, 227,
235, 236, 239 y 240.
Corte G/1 encima tejas.
«Medio as muy desgastado. Reverso proa de nave.»
Corte G/l nivel tejas.
Quinario. RRC 333, 1; Roma; 97 a.c.
As romano-republicano.
As de Kese, sin determinar.
Corte G/O estrato bajo tejas.
Medio as de bronce.
Semis de Untikesken.
2 ases de Untikesken.
Corte G/l estrato bajo tejas.
As de Lugdunum, de Augusto.
Corte G/O G/1 limpieza agujeros del pavimento.
3 ases de Untikesken.
PAIS VALENCIANO
Delgado, 1876, 1 1 pp. 86, 244,
1,
248, 351.
Ases de Kelin.
[page-n-124]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
2
5
3
3
Monedas de Kili.
Monedas de Ieso.
monedas de Kelin.
Moneda de Tabaniu.
Moneda de Tamaniu.
monedas de Alaun.
monedas de Saitabi.
monedas de Saguntum.
monedas de Valentia.
Moneda de Titum.
Moneda de Bilbilis.
PALAU, EL (Sant Andreu de la Barca, Barcelona)
Clopas Batlle, 1956, p. 153.
Ae de Claudio 1.
PALAU D'ANGLESOLA (Lleida)
Ae de LEmporion?
PALLARUELO DE MONEGROS (Huesca)
H. M. 236.
As de Ilerda, de Augusto.
PALOMAR, EL (Oliete, Teruel)
Beltrán Martínez, 1958, p. 3 1.
2 monedas ibéricas del jinete.
PAMPLONA (Región)
16
21
15
6
1
24
3
10
11
7
H. M. LXXVI.
En el Museo Arqueológico de Pamplona:
Denario de Bolskan.
Denario de Sekobirikes.
As de Sekia.
As de Orosis.
Denario de Baskunes.
As de Barskunes.
As de Bentian.
As de Tamaniu.
Algunas monedas de Baskunes.
Mateu y Llopis, 1944, pp. 2 17-22 1.
En el Monetario de la Catedral:
denarios de Bolskan.
denarios de Turiasu.
denarios de Sekobirikes.
denarios de Arekoratas.
denario de Sekia.
denarios de Baskunes.
denarios de Bentian.
denarios de Arsaos.
ases de Bolskan.
ases de Iaka.
[page-n-125]
124
11
7
6
6
4
3
2
1
2
2
1
1
10
38
12
10
1
11
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ases de Sekia.
ases de Bilbilis.
ases de Belikiom.
ases de Ekualakos.
ases de Sekaisa.
ases de Turiasu.
ases de Kaiskata.
as de Arekoratas.
ases de Titiakos.
ases de Orosis.
as de Sekotias.
as de Ilturo.
ases de Sekobirikes.
ases de Arsaos.
ases de Barskunes.
ases de Baskunes.
as de Oilaunikos.
ases de Bentian.
PANTICOSA (Huesca)
Beltrán Martínez, 1954, p. 139;
Lostal, 1977, pp. 9-10; H. M. 740.
Hallazgos efectuados en el balneario:
As de Arse. Vives, XVIII-3, 2.
As de Celsa, de Tiberio.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
Semis frustro.
Quadrans frustro.
PARDINES (Algemesí, Valencia)
H. M. 1.601; Ripollés, 1980-a, p.
20.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
PARPALLO (Gandia, Valencia)
R. M. 1.518.
As romano-republicano sextantal.
PEDRIS (VaUfogona de Balaguer, Lleida)
H. M. 652.
Dupondio de Iltirta.
PEGO (Alacant)
Cf.: Alquería de Castelló; Castell d'Ambra.
PENEDES, EL (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
En esta comarca se han recogido los siguientes hallazgos:
As de Lauro. Vives, XXI-5.
2 ases de Kese. Vives, XXXIII-4.
2 ases de Kese. Vives, XXXLTI-15.
As de Kese. Vives, XXXIV-10.
As de Kese, Vives, XXXV-10.
[page-n-126]
CORPPS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4 ases de Kese.
2 ases del grupo centro catalán.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-9.
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
As de Sekotias. Vives, LM-1.
Semis de Castulo. Vives, LXX- 11.
As de Castulo. Vives, LXXI.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
Dupondio de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-4.
Dupondio de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXXI-1.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
As de Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-3.
As de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-?
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX- 1.
Triens romano-republicano del S.E. de Italia. RRC 85, 4; 211-210 a.c.
As romano-republicano, RRC 2 15, 2a; Roma; 148 a.c.
As romano-republicano. RRC 113, 2 ; Roma; 206-195 a.c.
Denario de ((Italia)),de Augusto. RIC 33.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. RIC 64.
.
PENES ROGES (Aitona, Lleida)
H. M. 891.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-3, vte.
PICO DE LOS AJOS (Yátova-Cortes de Pallás, Val6ncia)
Ripollés, 1979-b, p. 134.
As de Kelin. Vives, LXVII-1.
PIEDRA TAJADA (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 119, not a 7.
As de Iltirta, con reverso jinete con palma.
PINEDA DE MAR (Barcelona)
Soler Casellas, 1979, p. 283.
Denario. RRC 278, 1; Roma; 121 a.c.
Estol, 1980.
As de Col. Lepida. Vives, CLX-5.
PLA DE L'ARC (Cabanes, Castelló)
Ripollés, 1975, p. 191.
As de Roma, de Calígula. BMC 72-73; 40 d.C.
Ripollés, 1980-a, p. 91.
Semis de Lugdunum, de Tiberio. BMC 588 (?l.
As de ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
As de Saguntum, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, núm. 12 1.
PLA DE LES LLOSES (Tona, Barcelona)
H. M. 1.252.
En una sepultura ibérica:
[page-n-127]
126
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Ausesken.
Semis de Ausesken.
POBLA DE VALLBONA (Valencia)
Almarche, 1918, p. 131.
Moneda de Kili.
POBLA TORNESA (Castelló)
H. M. 1.448.
As de Kelse. Vives, LXI-7.
Cf.: Balaguera, La.
POLA (Tossa, Girona)
Zuchitello, 1978, p. 37.
As romano-republicano uncial.
3 ases de Untikesken.
POLLENTIA (Alcudia, Mallorca)
H. M. 543.
Denario romano-republicano de L. Semp. Pitio.
As de Claudio 1 RIC 66.
.
H. M. 639.
Procedentes de las excavaciones realizadas por J. Amorós son las monedas
que, a continuación, se relacionan:
Departamento B. Sector B. Nivel inferior.
As uncial romano. 36 g. Núm. 23.
As uncial romano. 27 g. Núm. 24.
As uncial romano. 27 g. Núm. 25.
As uncial romano. 25 g. Núm. 26.
As uncial romano. 20 g. Núm. 27.
Departamento B. Sector B. Nivel medio.
As uncial romano. 29 g. Núm. 53.
As uncial romano. 22 g. Núm. 54.
As uncial romano. 22 g. Núm. 55.
Mediano bronce de Augusto. Núm. 50.
As de Claudio. Núm. 62.
Departamento A y B. Sector H. Nivel medio e inferior.
As uncial romano. 3 1 g. Núm. 40.
As partido de Empúries. Núm. 42.
As de Claudio 1. Núm. 43.
Departamento A. Sector B. Nivel medio.
As de Empúries. Núm. 57.
As de Emerita, de Augusto. Núm. 56.
P. posterior. Sector B. NiveI superior.
As semiuncial romano. 18 g. Núm. 43.
Semis de Untikesken. Núm. 44.
Línea de puntos de la figura 2. Nivel medio.
As uncial romano. 23 g. Núm. 69.
As uncial romano. 22 g. Núm. 68.
Sestercio de Roma, de Druso, acuñado por Tiberio. Núm. 64.
As de Calígula. Núm. 66.
As de Untilresken. Núm. 62.
[page-n-128]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
4
9
16
7
21
Sector H. Dep. Impluvium.
As uncial romano. 26 g. Núm. 35.
As semiuncial romano. 7 g. Núm. 36.
Departamento D. Sector B. Nivel superior.
Triens uncial romano. 8 gr. Núm. 29.
Departamento C. Sector B.
Denario romano-republicano. RRC ¿464?Núm. 7 1.
Denario romano-republicano. R.
Núm. 70.
Ae de Claudio. Núm. 72.
N. M. Sector D.
As de Untikesken. Núm. 46.
Dupondio de Iltirta. Núm. 48.
Departamento F. Sector A.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa, partido. Núm. 58.
Grupo vario
As de Belikiom. Núm. 14.
H. M. 667.
Hallazgos esporádicos recogidos en el Museo de Alcudia.
As de Seteisken. Resello E. M.
As de Emporion, partido.
As de Claudio 1.
As de Carthago Nova. Reacuiiado.
H. M. 668; Amorós-Almagro-Arribas, 1954, pp. 290-292.
Hallazgos en el teatro:
As de Untikesken. Vives, XII-5.
As de Kese.
As de Nemausus, de Augusto.
As de Roma, de Augusto.
As de Claudio 1. RIC 66.
ases de Claudio 1. R I C 68.
H. M. 671.
ases de Untikesken.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24, núm. 100.
Semis de Tingis.
Pequeiio bronce de Leptis Magna.
ases de Nemausus, de Augusto.
ases de Kese.
As de Iltirta.
denarios consulares.
H. M. 672; Campo, 1976-a, p. 76.
As uncial republicano.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 96.
Llabrés-Jsasi, 1934, p. 28.
Hallazgos de las campañas de excavación de 1930 y 193 1.
Ar romano-republicano de L. Rubrius.
Ar de Claudio 1.
monedas ((greca-ibéricas)).
Alguna pieza de ~ m p ú r i e s .
[page-n-129]
128
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Además, se relacionan los siguientes hallazgos:
Ases de familia y anónimos.
Quadrans de familia y anónimos.
Nemausus.
Augusto.
Agrippa.
Claudio 1.
H. M. 673.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. l . " capa P. 2 .
Sextans romano-republicano. Núm. 16.
3 ases ampuritanos, partidos. Núms. 1 , 2 y 3.
As ampuritano, frustro. Núm. 4.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. 2." capa. P. 3.
As uncial partido. Núm. 10.
As de Claudio (?) frustro. Núm. 11.
As ibérico, frustro. Núm. 12.
Corte 3. Lado Oeste de la muralla. 3." capa. P. 3.
2 ases de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. Núm. 1.
Ae frustro. Núm. 2.
As de Iltirta con reverso loba. Núm. 5 .
Denario republicano de la familia Capito Fonteia S.F. Núm. 8.
Corte 3 . Lado Oeste de l a muralla. 4.a capa. P. 5.
As uncial romano, 27'5 g. Núm. 1 .
As de Untikesken. Vives XIV-6. Núm. 2.
Ae de César. S. 1.025; RRC 476; incierta; 4 5 a.c. Núm. 3.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-6. Núm. 4.
As de Roma, de Augusto. Núm. 5.
As de Nemausus, partido. Resello M., en reverso. Núm. 6.
As de Nemausus, partido. Núm. 7.
Divisor de bronce, de época de Augusto. Núm. 8.
Corte 3. Lado Oeste de la Muralla. 5." capa. P. 6 .
As de Kese. Núm. 1.
Corte sur. 2." capa. P. 9.
As de Roma, de Augusto. Núm. 1.
Corte Sur. 3.a capa. P. 10.
As de Lauro. Vives, XXI-5. Núm. 1.
As de Untikesken. Núm. 4 .
As de Emporion. Núm. 5.
Corte Sur. 4.a capa. P. 11.
Mediano bronce de Augusto. Núm. 3.
As de Tiberio (?), frustro. Núm. 4.
Corte sur. 5." capa A. P. 12.
As republicano. 19 g. Núm. 1.
Superficie.
As de Agrippa. Núm. 1.
[page-n-130]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
As romano-republicano. 20 g. Núm. 2.
As ampuritano, partido. Núm. 7.
As de la Betica, partido. Núm. 8.
Superficie. P. 7.
As republicano. 27 g. Núm. 2.
Moneda de Augusto. Núm. 9.
Denario de César. Núm. 10.
Corte 4. Capa A. P. 17.
Sestercio de Augusto. Núm. 1.
As de Carthago Nova, de Caiígula. Vives, CXXXII-8. Núm. 2.
Quadrans de Untikesken. Vives, XV-2. Núm. 3.
2 ases romanos, partidos. Núm. 4.
As romano-republicano, partido, uncial. Núm. 5.
Corte 4. Capa B. P. 18.
As romano-republicano. 23 g. Núm. 1.
As de Claudio 1. Resello NCAPR, en el anverso. Núm. 2.
2 ases de Augusto. Núms. 3 y 4.
As romano-republicano. 20 g. Núm. 6.
As romano, partido. Núm. 7.
Semis romano-republicano. 7 g. Núm. 9.
Corte 4. 3.a capa.
As uncial. 27 g. Núm. 1.
As uncial. 22 g. Núm. 2.
As de Germánico. Núm. 3.
As de Emporion. Núm. 4.
As de Germánico (?). Núm. 5.
As de Claudio 1 (?). Núm. 7.
As uncial, partido. Núm. 9.
Corte 4. 4.a capa. P. 16.
Mediano bronce, frustro. Núm. 1.
Denario de Augusto, de ceca móvil. RRC ¿497?; 42 a.c. Núm. 2.
Ae ibérico, partido. Núm. 3.
Corte 4. 5.a capa. P. 19.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa. Núm. 1.
As de Emporion. Núm. 2.
As semiuncial, partido. Núm. 3.
5 ases unciales. Núms. 4 y 8.
Semis uncial reducido. 8 g. Núm. 9.
Semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12. Núm. 10.
As de Nemausus, partido. Núm. 11.
Corte 4. 7.a capa. P. 20.
As de Kelse. Núm. 1.
Corte 4. 8." capa. P. 21.
As de Untikesken. Núm. 1.
H. M. 722.
Ae de Vienne.
Almagro-Amorós, 1953-54, p. 245.
Necrópolis romana de Pollentia (23):
(23) Probablemente se trata de la misma moneda que publica MATEU Y LLOPIS,en H.
M. 627.
[page-n-131]
130
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sepultura núm. 24: as de Augusto, rest. de Tiberio. C. 228.
Sepultura núm. 39: as de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-2.
Tarradell-Arribas-Roselló, 1978,
pp. 215, 225, 240.
Casa de los Tesoros.
1
Habitación A. Nivel 1 .
Moneda de Nemausus, de Augusto.
Atrio y habitaciones del Sur y Oeste.
En el área Este:
Moneda de Nemausus, de Augusto.
Denario de C. Rubrius Dossenus.
En el área Norte:
Medio bronce de Nemausus, de Augusto.
Ae de Claudio.
En el área Oeste:
Medio bronce de Nemausus, de Augusto.
Habitación VI1 y IX.
Ae dorado de Claudio 1.
As de Sextus.
Complejo Este de habitaciones.
Habitación 1 . Nivel 1 1
1
1.
2 Ae ibéricos.
Habitación XI. Nivel 1 1
1.
Moneda de Augusto.
Casa Noroeste.
Habitación Al-A2. Nivel 1.
Moneda de Calígula.
Habitación D.
Moneda de Claudio. ((En plata dorada)) (sic).
Casa del norte de la de los dos tesoros.
En el ámbito XIV. Nivel 1 1
1.
2 medios bronces de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
2 Ae republicanos, de Sextus. 187-155 a.c.
Habitación XIII-VI.
Moneda de bronce de Sextus.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa, partidos.
POMPAELO (Pamplona)
Mezquíriz, 1958, pp. 23, 73, 94,
116, 214.
Hallazgos efectuados antes de 1956 en el solar del actual Colegio de Jesuitas
de Pamplona:
As de Claudio 1. R. ((Victoria Augusta)).
Moneda de Claudio 1, frustra.
En las excavaciones de 1956, aparecieron las siguientes monedas:
Estrato V. Sector C.
Moneda ibérica de Vasconia.
As de Baskunes.
Estrato VII. Sector C.
Ae de Germánico.
[page-n-132]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Estrato VII. Sector G.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-6.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Claudio 1. RIC 66.
As de Claudio 1. RIC 69.
Moneda ibérica indeterminada.
Mezquíriz, 1978, p. 208.
En las excavaciones de la plaza de San José, en el estrato V:
Moneda de Claudio 1.
PONTON, EL (Chalamera, Huesca)
Domínguez, 1975, p. 195; Lostal,
1977, pp. 80-81.
As de Bolskan. Domínguez, 1979-a, tipo B.
As de Bolskan, frustro.
Denario de Bolske.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1978-a, núms. 23a y 31b.
12 ases ibéricos frustros.
PORPORAS (Reus, Tarragona)
H. M. 51.
As de Carthago Nova, de Augusto. vives, CXXXI-10.
As de Gades. Vives, LXXIV-3.
3 bronces de Claudio 1.
H. M. 75.
As ibérico.
PORQUERES (Girona)
H. M. 1.227.
Semis de Untikesken. Vives, XV-5.
H. M. 1.365.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-7-8.
As frustro de UntikeskerdEmporion.
Denario de Q. Lutatius Cerco..
POYO, EL (Teruel)
H. M. 958.
As ibérico de Bilbilis, con anverso M.
As de Kelse, con anverso delfines.
As de Bilbilis, de Augusto, partido.
As de Claudio 1. RIC 66.
As de Caesaraugusta, de Calígula.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-2.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-12.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-4.
As de Celsa, de Augusto, Vives, CLXI-8.
2 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-12.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-7.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-1O
.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
[page-n-133]
132
LA CIRCULACION MONETARíA DE LA TARRACONENSE
PRADES (Tarragona)
Sanz, 1971-72, p. 75, fig. 3 y 4.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII- 1 y 2.
PRIORATO (Tarragona)
Cf.: Serra de la Llena.
PUEBLA DE HIJAR (Teruel)
Cf.: Castillejo, El.
PUIG CASTELLAR (Santa Coloma de Gramanet, Barcelona)
H. M. 809.
Dracma de imitación ampuritana. Anepígrafa.
Nuix, 1964-65, p. 276.
As de Baitolo. Vives, XXM-4.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
PUIG CASTELLET (Lloret de Mar, Girona)
H. M. 454.
As de Kese.
H. M. 457; Campo, 1976-a, p. 76.
As de Gades.
As romano-republicano. 32 g.
2 triens romano-republicanos. 10 y 8 g.
As de Cascantum.
As de Arekoratas.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
PUIGCERDA (Girona)
Padró, 1976, pp. 142-143.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Viveg. CL-2.
PUIG D'EN CANALS (Soller, Mallorca)
H. M. 598.
Didracma campaniense.
As romano uncial.
As mauritano, de Tamuda.
As de Iltirta.
As de Kese.
Denario romano-republicano. RRC 3 16, 1; Roma; 105 a.c.
Denario romano-republicano, frustro.
PUIG D'EN VALLS (Eivissa)
Román, 1906, p. XIX, 7 y 8; Campo,
1976-a, p. 77.
En este yacimiento apareció una moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm.
13.
Campo, 1976-a, p. 77.
Hallazgos esporádicos de veintidós monedas:
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 7.
5 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
[page-n-134]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
3
3
7
PUIG
5
4
4
4
2
3
6
9
,
12
11
4
6
14
5
4
2
5
2
2
4
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
monedas frustras.
DES MOLINS (Eivissa)
Román, 1906, p. IV, 2 d 6; Campo,
1976-a, p. 77.
Procedentes de la necrópolis se conoce la existencia de seis monedas:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Moneda frustra.
Román, 1922, p. 38; Campo, 1976a, p. 77.
En las excavaciones de 1921 se encontraron cuarenta y nueve monedas de
Ebusus:
Román, 1923, p. 24; Campo, 1976a, p. 77.
En las excavaciones de 1923 se encontraron cincuenta y siete monedas de
bronce :
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1.976-a-, núm. 4.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 5.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 6.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 123.
Ae de Ebusus.
monedas hispano-cartaginesas.
Moneda romano-republicana.
monedas frustras.
monedas romano-imperiales,
Román, 1926, pp. 10, 29; Tarradell, 1974-a, pp. 227-228; Tarradell, 1974-b, pp. -264-265; Campo,
1976-a, p. 77.
En las excavaciones de 1924 se encontró un número, no determinado, de
monedas de Ebusus.
Campo, 1976-a, p. 77.
En las excavaciones de 1946 se encontraron noventa y una monedas de
Ebusus:
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, niun. 7.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae de Ebusiis. Campo, 1976-a, núm. XIX-l.
Ae de Ebusus.
Moneda hispano-romana.
monedas cartaginesas.
[page-n-135]
134
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
10 monedas romano-imperiales.
28 monedas frustras.
2 monedas modernas.
Moneda de Fernando VII.
Campo, 1976-a, p. 77.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 124. Existente en la colección de J.
Ramón, de Eivissa.
Fernández, 1976, pp. 35-36.
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII- l .
PUIGGRACIOS (Puiggraciós de Montmany, Barcelona)
H. M. 605.
2 ases de Kese. Vives, XXXIII-18; Vives, XXXIV-10.
PUIGGRACIOS DE MONTMANY (Barcelona)
Cf. : Puiggraciós.
PUNTA DE L'ILLA (Cullera, Valencia)
Cf.: Illa de Cullera, L'.
QUART (Girona)
Cf.: Creueta, La.
QUATRE PILANS (Lleida)
Cf.: Torre Viladegut.
QUATRETONDA (Valencia)
H. M. 1.467.
As de Caesaraugusta, de Augusto.
QUEROLA, L (Cocentaina, Alacant)
A
Visedo, 1959, p. 72.
Varias monedas autónomas de Saetabis.
RAPITA, LA (Barcelona)
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As ibérico de ceca incierta.
H. M. 118.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-12.
RASCARA(Segorbe, Castelló)
H. M. 1.377.
((Cuatromedallas encontradas en el Campo de Segorbe y en el montecillo de
Rascaña, cuyas medallas tienen grabadas el toro y la media luna creciente
encima de los cuernos del toro.,
REANA, L (Naquera, Valencia)
A
H. M. 359.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2 ó 3.
RECODO DE MARIOLA (Alfafara, Alacant)
Martínez Aloy, 1913, p. 265.
Moneda autónoma de ((Játiva)).
[page-n-136]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
REGALFARI ( Alcalá de Xivert, Casteiló)
Ripollés, 1980-a, p. 88.
En esta partida:
As de Baitolo. Vives, XXIX-1.
REGENTA, L (Borriana, Castelló)
A
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de acuñación local, de Claudio 1. RIC 69.
REQUENA (Valencia)
Cf.: Villares de Campo.
REUS (Tarragona)
Cf. : Grossa; Pórporas.
RHODE (Roses, Girona)
Gurt, 1977, p. 105; Gurt, 1979-a,
pp. 39-44.
2
3
2
5
3
Acuñaciones hispánicas.
As de Saiti. Vives, XX-9.
ases de Castulo. Vives, LXX-8.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-2.
ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-2.
As de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de Carteia, del período de Augusto.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-2.
Acuñaciones romano-imperiales:
Denario de Lugdunum, de Tiberio. RIC 3.
ases de imitación local, de Claudio 1. RIC 66.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 67.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 68.
As de imitación local, de Claudio 1. RIC 69.
dupondios, de Claudio 1 ¿Roma?
Martín-Nieto-Nolla, 1979, p. 265.
Durante las campaiías de excavaciones de 1976 y 1977, apareció en la habitación 04:
As de Kese.
Maluquer, 1966-b, p. 70.
Monedas de bronce de Rhode halladas en las diversas excavaciones efectuadas por el Instituto de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Museo Arqueológico de Girona.
A) Monedas de cobre o bronce con módulo y tipo de dracmas.
Zona del Hospital. Corte 2. Sector IV.
Ae de Rhode. 5'85 g. A. Cabeza femenina a izquierda. R. Rosa vista por encima. Reacuñada. Hill, lám. 1-4.
Corte 13. Estrato 11. Inventario núm. 8.
Ae de Rhode. 5'35 g. Semejante a la anterior. Reacuñada.
Corte 14. Estrato 1 . Inventario núm. 2 1.
1
Ae de Rhode. 4'27 g. Semejante a la anterior. Reacuiiada.
Calle N. Estrato III.
[page-n-137]
136
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Ae de Rhode. 3'60 g. Semejante a la anterior. Reacuñada.
Calle IV. Estrato 1 1
1.
Ae de Rhode. 3'1 7 g. Semejante a la anterior. Reacuiíada.
B) Monedas a cobre o bronce con reverso rosa de perfil.
1.
Calle frente a H. 19, algo más al norte. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 1'41 g. A. Cabeza con ¿casco? R. Rosa de perfil.
Calle frente a H. 19. Estrato 111.
Ae de Rhode. 1'18 g. Semejante a la anterior.
Hallazgo superficial en tierras removidas.
Ae de Rhode. 1'08 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. frustro.
Hallazgo frente a H. 19. Estrato 1 1
1.
Ae de Rhode. 1'00 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. Rosa de perfil.
1.
Calle frente a H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'83 g. Semejante a la anterior.
Hallazgo superficial en el campo de fútbol de la ciudadela.
Ae de Rhode. 0'83 g. Semejante a la anterior. A la izquierda de la rosa, la letra griega P.
1.
Interior de H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'81 g. Semejante a la anterior. Sin letra griega en el reverso.
1.
H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'78 g. Semejante a la anterior.
1.
Corte B. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'76 g. Semejante a la anterior.
1.
Calle frente a H. 19. Estrato 1 1
Ae de Rhode, 0'72 g. A. Cabeza ~diademada? la derecha. R. Rosa de Perfil.
a
1.
Calle Norte. Cardo. Estrato 1 1
Ae de Rhode. 0'70 g. A. Cabeza femenina a derecha. R. Rosa de perfil.
Corte 15. Estrato IIb. Inventario núm. 101.
Ae de Rhode. 0'42 g. Sebejante a la anterior.
RIERA, L (Monjas, Barcelona)
A
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Iltirta. Vives, XXVII-12.
H. M. 119.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-1.
RIERA DE SANT SIMO (Matarb, Barcelona)
Almagro et alii, 1945, pp. 134-138.
En los alrededores de su parte baja se han hallado muchos restos romanos..,
sin faltar las monedas, entre las que se encuentra una de plata de Rhode.
ROSES (Girona)
Cf.: Rhode.
ROVIRA ROJA, L (Barcelona)
A
Rafel, 1979, pp. 15-20.
As de Kese. Vives, XXXIII-10.
As del grupo centro catalán.
H. M. 654.
As de Kese. Vives, XXXII-18.
[page-n-138]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
RUBI (Barcelona)
Cf.: Can Fatjó.
SABADELL (Barcelona)
As de Castulo. Vives, LXX-9.
As de Kelse.
As de Kese.
Cf.: Salut, La.
SAGUNT (Valencia)
Delgado, 1876, 111, p. 351.
Monedas de Arse-Saguntum.
Escrig, 1966, pp. 11-12.
Monedas de Plata de Arse. ~Villaronga,1967-a, clase VI?; H. M. 1.368.
As uncial de Roma.
As semiuncial de Roma.
As de Castulo. Vives, LXVIII-3.
As de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-?
Vera, 1970, pp. 19-22.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, VII-111-1.
Ae de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1974, pp. 24-26.
Ae de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1976, p. 40.
As de Saguntum, de Tiberio.
Vera, 1977, p. 28.
Mediano bronce de Saguntum, de Tiberio.
González, 1927, pp. 19-20.
En el Castillo:
Moneda de Arse.
Monedas bilingües de Sagunt.
Monedas hispano-romanas de Saguntum.
Moneda autónoma de Bilbilis.
Quadrans de Arse.
Vera, 1967, pp. 19-20; Villaronga,
1973-a, p. 85.
En el Castillo:
Moneda siculo-púnica. BMC Sicily, p. 225, núm. 1.
H. M. 1.064.
En el Teatro romano:
Ouadrans de Arse.
Beltrán Villagrasa, 1954-1955, p.
149.
As de Sagunturn, de Tiberio. Villaronga, 1967-a, XII-111-V.
Cf.: Carsel, El; Grau Vell.
Ripollés, 1977-a, pp. 244-253.
Museo.
El Monetario del Museo Arqueológico de Sagunt, cuyas piezas no poseen ninguna indicación referente a su lugar de hallazgo, está formado, en su mayor
parte, por las piezas aparecidas en antiguas excavaciones y por las donacio-
[page-n-139]
138
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nes de los vecinos de Sagunt. Por lo tanto, pueden considerarse como hallazgos efectuados dentro de su término municipal.
Acuñaciones romano-republicanas:
Denario de la familia Satriena. RRC 388, lb; Roma; 77 a.c.
Acuñaciones hispánicas:
As de Untikesken.
As de Kelse. Vives, LXI-7.
As de Sekaisa. Vives, LXV-2.
As de Lakine. Vives, XXX-1.
As de Ekualakos. Vives, LV-2.
As de Saiti. Vives, XX-2.
Dracma de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 2.
As de Arse. Vives, XIX-2.
As bilingüe de Arse-Saguntum. Villaronga, 1967-a, núm. 84.
2 ases bilingües de Arse-Saguntum.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6. Villaronga, 1967-a, núm. 76.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, clase VIII.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-10.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 94.
4 quadrans de Arse, dudosos.
Sextans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm, 82.
As de Valentia.
As de Obulco. Vives, XCVI-5.
As de Castulo. Vives, LXX-9.
Acuñaciones hispano-romanas:
2 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-8 vte.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, C m - 1 .
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-7.
As de Calagurris, de Augusto. Ruiz Trapero, 1968, núm. 23.
6
As de Caesaraugusta, de Augusto. Gil Farrés, 1951, núm. L á 19.
2 ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-3 y 1.
4 ases de Saguntum, de Tiberio. Dos de ellos, Villaronga, 1967-a, núms. 113 y
120.
Acuñaciones romano-imperiales:
7 ases de Nemausus, de Augusto y Agrippa.
2 sestercios de Roma, de Claudio 1. Uno de ellos, BMC, 124.
2 ases de Roma, de Claudio 1. BMC 149 y 140.
2 ases de acuñación local, de Claudio 1. BMC 149.
SALLENT (Barcelona)
As de Lauro.
2 monedas de Lauro.
Moneda de Iltirta.
SALUT,L (Sabadell, Barcelona)
A
As de Kontebakom.
As de Ilturo. Vives, XXIV-4.
[page-n-140]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
SAN AGUSTIN (Teruel)
H. M. 909.
As de Cascantum, de Augusto.
As de Augusto, frustro.
SA NITJA (Menorca)
As de Untikesken.
SAN JUAN DE LA
PERA (Huesca)
Lastanosa, 1645, p. 57.
Ae de Bhskunes.
SANS (Barcelona)
H. M. 138.
En tierras de escombros:
Moneda de Segobriga, de Caiígula.
SANSELLAS (Mallorca)
H. M. 1.027.
As de Emporion. Resello pescado raya. Vives, CXXIII-7.
As de Sextus Pompeius. S. 1.044.
SANTA BARBARA (Xixona, Alacant)
Llobregat, 1974-a, p. 144; Llobregat, 1974-b, pp. 98-99.
As de Saiti. Vives, XX-2.
SANTA CREU D'OLORDA (Molins de Rei, Barcelona)
H. M. 443.
As de Ilturo.
SANT AGUSTI (Eivissa)
Román, 1922, pp. 16-19; Campo,
1976-a, p. 78.
En las excavaciones de 192 1 aparecieron cincuenta y cinco monedas de
bronce, que proceden de dos yacimientos, Sa Borda y Can Curt, no pudiéndose distinguir qué monedas pertenecen a cada uno de los yacimientos.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 1.
Ae de Ebusus. Campo, ,1976-a, núm. 3.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 4.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 8.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 10.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 63.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B.
Ae frustras.
.
6
13
5
9
3
15
SANTA MAGDALENA (Banyoles, Girona)
H. M. 521.
As de Emporion. Vives, C m - 3 .
As ibérico incierto.
[page-n-141]
140
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
SANTA MARIA DE L'ESTANY (L'Estany, Barcelona)
H. M. 536.
Denario romano-republicano.
SANT ANDREU DE LA BARCA (Barcelona)
Cf.: Palau, El.
SANT ANDREU DE LLAVANERES (Barcelona)
H. M. 452.
Dracma griega ~ampuritana?
Amorós, 1950, p. 123, fig. 5.
Tetradracma de Siracusa, de Pirro, forrada. l.a mitad del siglo 1 1 (G.N.C.).
1
SANTES CREUS (Tarragona)
Cf.: Hort Gran.
SANT FELIU DE SABASSONA (Lleida)
H. M. 851.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
SANT GINES DE VILASSAR (Vilassar de Mar, Barcelona)
Ribas, 1970, p. 170.
5 monedas de Ilturo.
SANT GREGORI (Borriana, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As romano-republicano. 34'95 g.
SANT JULIA D'ANDORRA (Andorra)
H. M. 239.
8 ases de Bolskan.
As de Belikiom.
Semis de Celsa.
5 ases ibéricos fmstros.
Denario romano-republicano.
Denario de Augusto.
SANT JULIA DE RAMIS (Girona)
Pericot, 1952, p. 99.
En las excavaciones practicadas en este poblado ibérico:
Dracma de Emporion, del tipo Chrysaor.
SANT MARCAL (Barcelona)
Cf.: Castellet i Gornal; S q t Pere de Molanta; Vida d'Ordi.
SANT MARTI DE CARTELLAS (Centelles, Barcelona)
H. M. 979.
As de Laiesken. Vives, XXV-7.
As de Kese. Vives, XXXII-2.
SANT MARTI SARROCA (Barcelona)
En los alrededores del Castillo:
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
[page-n-142]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
141
Mediano bronce de Calígula (?)
Pascua1 Guasch, 1964-1965, pp.
273-274.
Semis de Kese. Vives, XXXI-9.
2 ases de Kese.
SANT MIQUEL (Vinebre, Tarragona)
Campo, 1978-b, pp. 49-53.
Conjunto de monedas.halladas en el poblado ibérico de Sant Miquel, durante
las campañas de 1977-78 y 79.
As de Kese. Villaronga, 1979-a, núm. 769; 158-137 a.c.
As de Iltirta. Villaronga, 1979-a, núm. 36; 80-72 a.c.
2 ases de Iltirta. Villaronga, 1979-a, núm. 34; 104-80 a.c.
As de Kese. Villaronga, 1979-a, núm. 808; l a a
mitad del siglo 1.
As de Kese. No se aprecia el símbolo.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 94; 120-85 a.c.
As de Kelse. Villaronga, 1979-a, núm. 641; fines del siglo 1 a.c.
1
As de Bolskan. Villaronga, 1979-a, núm. 489; 105-80172 a.c.
As de Barskunes. Vives, XLV-9; 105-80 a.c.
Fragmento de as ibérico.
SANT MIQUEL (Llíria, Valencia)
H. M. 1 .
1
Ae de Carthago. Vives, 1, p. 41.
H. M. 427.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Untikesken.
H. M. 328; Ballester, 1949, p. 134;
Pla Ballester, 1957, p. 203; Guadán, 1968, pp. 159-160.
Fraccionaria ampuritana anterior a las dracmas. Guadán, 1970, clase 111,
tipo IV, grupo 1, núm. 75.
H. M. 515; Villaronga, 1973-a, p.
84; Campo, 1976-a, p. 74.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
2 Ae cartagineses de Africa. Vives, 1, p. 41.
Ae de Ebusus.
As romano-republicano semiuncial, partido.
As de Valentia. Vives, CXXV-1.
Moneda ibérica.
H. M. 540.
As romano de Emporion. Vives, CXXI-7 6 9.
Labor SIP, 1954, p. 40; Pla Bailester, 1957, p. 204; H. M. 721.
2 quadrans de Arse.
H. M. 965.
Ae massaliota.
H. M. 1.450; Uriel, 1924, pp. 82-83.
As de Untikesken.
Denario de Bolskan.
As bilingüe de Arse-Saguntum.
[page-n-143]
142
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As bilingüe de Saiti-Saetabi.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-9.
Labor SIP, 1954, p. 40.
Moneda de Celsa.
Moneda hispano-cartaginesa.
SANT MiQUEL DE SORBA (Sorba, Barcelona)
Serra Vilaró, 1922, pp. 38-40.
En las campañas de excavaciones efectuadas en este poblado ibérico, durante los años 1920-1921, apareció:
Denario de Bolskan.
As de Orosi. Vives, XLIX-2 (?)
As de Kontebakom. Vives, XXXIX-7-8.
As de Kese.
4 ases ibéricos frustros.
SANT PERE DE MOLANTA (Sant Marqal, Barcelona)
H. M, 656.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5.
SANT VICENC DE CAMOS (Banyoles, Girona)
H. M. 648.
c
de
SA PLETA (Mallorca)
H. M. 557.
As romano-republicano de Sulla.
SA PORRASA (Mallorca)
H. M. 595.
As de Nemausus, de Augusto y Agrippa. Resello DD.
SASTAGO (Zaragoza)
Heiss, 1870, p. 150.
As de Seteisken.
Semis de Seteisken.
Quadrans de Seteisken.
SATARENYA (Naquera, Valencia)
H. M. CXXXVI.
Denario de Augusto.
SEBENDUMNUM (Besalii, Girona)
H. M. 1.078; H. M. 1.031.
Denario de C. Publicius Malleolus. B. 11, p. 333, núm. 8.
SECA DE SANT PERE (Lleida)
H. M. 854.
As de Bolskan.
As de Kesse.
SEGORBE (Castelló)
Denario de Bolskan.
[page-n-144]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 Ae de Claudio 1.
H. M. 1.068.
As de Saiti.
Cf.: Rascaña.
SENA (Huesca)
Cf. : Espartal.
SERRA DE FONT CALENT (Alacant)
Llobregat, 1974-b, p. 97.
As de Roma, de Tiberio. BMC 140; 36-37 d.C.
Llobregat, 1972, p. 139; Llobregat,
1974-a, p. 145; Llobregat, 1974-b,
p. 97.
As de Tamaniu.
A
SERRA DE L LLENA (Priorato, Tarragona)
H. M. 496.
As de Kese.
SERRA DE L'ESPASA (Capsanes, Tarragona)
H. M. 48.
9 ases ibéricos frustros, con reverso jinete con palma.
13 ases de Kese, de los cuales:
7 sin letra perceptible.
1 con símbolo clava. Vives XXXIII-4.
1 con símbolo Tu. Vives, XXXV-5.
3 con símbolo Ku. Vives, XXXV-1.
1 con símbolo timón. Vives, XXXII-8.
2 semis de Kese. Vives, XXXII-10.
Semis de Kese.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-10 vte.
7 ases de Kese, de los cuales:
1 con letra Ku. Vives, XXXV-l.
1 «con letra CON(sic).
2 con letra Ta. Vives, XXXIV-12.
1 con letra Te. Vives, XXXVI- 1.
2 sin marca perceptible.
As de Iltirta. Vives, XXVII- 13 vte.
As de Kelse. Vives, LXI-6.
2 ases de Eusti.
As de Saltuie. Vives, XXX-2.
As de Uarakos. Vives, XLVI-7.
Quadrans de Arse. Vives, XM-19.
2 denarios de Bolskan.
Semis de Ebusus. Vives, LXXX-9 (24).
Denario romano-republicano, con signo de valor X.
Didracma campaniense, forrada.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
(24) Esta moneda es la misma que menciona CAMPO, 1976-a, p. 78, y BALIL, 1956, p.
111.
[page-n-145]
144
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
SERRETA, LA (Alcoi, Alacant)
Visedo Moltó, 1921, p. 20; Visedo
Moltó, 1959, p. 68; H. M. 1395;
Llobregat, 1972, p. 138; Ripollés,
1980-a, p. 117.
En el poblado:
3 Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, núm. 123 A.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
En el Santuario:
Semis romano-republicano. RRC 69, 3a; Sicilia; 211-208 a.c.
SEU D'URGELL, LA (Lleida)
As de Tanusia.
SIERRA DE SAN CRISTOBAL (Villena, Alacant)
Soler, 1952, p. 98.
2 quadrans ibéricos de Arse.
SIERRA MARTES (Yátova, Valencia)
Gómez Serrano, 1945, p. 69.
((Abundantes monedas púnicas, ibéricas y romano-valencianas.))
SIETE AGUAS (Valencia)
H. M. XVI.
Denario de L. Antestius. RRC 238; Roma; 136 a.c.
Denario de O. Lutatius Cerco. LRRC 305; Roma; 109-108 a.c.?
S'ILLOT (Mallorca)
Frey, 1968, p. 75; Campo, 1976-a,
p. 78.
Moneda de Ebusus.
SINARCAS (Valencia)
Palomares, 1966, p. 246.
As de Kelin.
As de Kelse.
As romano-republicano.
As de Valentia.
2 medios bronces de Claudio 1.
Cf.: Cerro de San Cristóbal.
SOCARRADA, LA (Badalona, Barcelona)
Cf.: Can Butinya.
SOLEIES, LES (Collbató, Barcelona)
Semis de Kesse. Vives, XXXVI-5.
SOLLANA (Valencia)
Cf.: Travesa.
SOLLER (Mallorca)
Cf.: Puig d'en Canals.
[page-n-146]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
145
SOLSONA (LIeida)
H. M. 5 14.
En los alrededores de esta localidad:
Una treintena de monedas de bronce ibéricas del jinete, de Iltirkes e Iltirkesken; una de Ausesken; un denario de Bolskan y un as de Kese.
H. M. XI.
En el Museo Arqueológico Diocesano de Solsona:
As de Orosi, reverso jinete con lanza.
H. M. 387.
2 ases de Kese.
Semis de Kese.
As de Sagunto.
As de Bolskan.
Denario de Bolskan.
As de Castulo.
As de Iltirta.
Sernis de Iltirta.
As de Lauro.
2 ases de Ilturo.
H. M. 1.243.
Ases ibéricos de Iltirkesken, hallados en diferentes ocasiones.
H. M. 1.378.
As de Ausesken.
As de Ore.
Cf.: Castell Vell.
SOM, EL (Tivenys, Tarragona)
H. M. 612.
As uncial de Roma. 35 g.
Dracma ibérica de tipo ampuritano con leyenda l o ] r s ~ ~ í .
H. M. 719.
As ibérico del tipo del jinete.
Sextans romano-republicano. 7'80 g.
H. M. 816.
Triens ibérico de Kese. Vives, XXXII- 1 1.
H. M. 1.181.
Denario de Bolskan.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
As de Claudio 1. RIC 66.
H. M. 759.
As de Kese. Vives, XXXIII- 18.
SONACASSANA (Menorca)
H. M. 12; Campo, 1976-a, p. 742.
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX.
SON OMS (Mallorca)
Campo, 1976-a, p. 79.
En este yacimiento se encontró una moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm.
XVIII-B.
[page-n-147]
LA CIRCULACION MONETARLA DE LA TARRACONENSE
146
SORBA (Barcelona)
Cf.: Sant Miquel de Sorba.
SORT (Lleida)
H. M. 534.
Ae de Tarraco, de Augusto.
SOSES (Lleida)
Pita, 1953, p. 103; H. M. 1.244.
As de Kelse.
Cf.: Jebut.
TAFALLA (Navarra)
Delgado, 1876, 111, p. 271.
16 monedas de Barskunes.
TALATI DE DALT (Menorca)
H. M. 756;H. M. 831.
As de Augusto.
TAMARITE DE LITERA (Huesca)
Lostal, 1977,p. 48.
2 denarios republicanos.
H. M. 1.574.
As de Bolskan.
As de Calagurris, de Augusto.
As de Turiaso, de Tiberio.
Quadrans de Roma, de Claudio 1. C. 70.
As frustro de Claudio o Nerva.
As de Roma, de Claudio 1.
As de Roma, de Claudio 1. RIC ¿66?
As de Claudio 1. RIC 68.
Cf.: Olriols.
TARRACO (Tarragona)
Serra Vilaró, 1932, pp. 112-116.
Durante la campaña de excavaciones del año 1930,realizada en la ciudad de
Tarragona, en la zona delimitada por las calles del Gasómetro, Fortuny, Gobernador González y Colón, se da noticia de los hallazgos monetarios efectuados en el transcurso de la misma, así como de otros, realizados esporádicamente, de los cuales se desconoce su exacta localización (25).
As de Bolskan. Hallado en la cloaca de la calle romana, manzana E.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-8. Hallado en el departamento C de la figura 2.
As de Bilbilis. Hallado en el fondo del departamento C de la figura 2.
As de Kese. Vives, XXXIV-8.
Hallado en el oeste del departamento G de la fig.
2.
As de Kese. Hallado en la manzana G.
As de Kese. Vives, XXXV-8. Hallado en la manzana B.
Quadrans de Kese. Vives, XXXI-16.Hallado en la manzana G.
(25) Los lugares de hallazgo van referidos, según lo hace el autor, siguiendo su plani-
metria.
[page-n-148]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
5
2
8
11
3
2
17
4
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-11. Hallado en el silo 13.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2. Hallado en la fig. 2 D.
As ibérico incierto. Hallado en la manzana G.
As ibérico incierto. Hallado en el silo 13.
Gran bronce de Roma, de Claudio 1. RIC 64. Hallado en el rincón de la taberna que hay frente al intercolumnio R.
As de Claudio 1. RIC 66. Hallado en el silo 14.
Mediano bronce de Claudio 1. Hallado en el silo 13.
Mediano bronce de Claudio 1 (?l. Hallado en el silo 14.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. Hallado en la taberna, frente al intercolumnio R., fig. 24.
Hallazgos esporádicos:
Moneda de bronce, en el anverso cabeza de Hércules con barba y láurea, a la
derecha; en el reverso, un elefante marchando a la derecha. ~Hispano-cartaginesa? (26).
Ae de Gades, en el anverso cara de frente; en el reverso, delfín y leyendas.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, ¿período II?
Pequefio bronce de Massalia, con reverso toro embistiendo.
As de Baitolo. Vives, XXXIX-l.
ases de Kese, en mal estado de conservación.
ases de Kese. Vives, XXXV-l.
As de Kese. Vives, XXXV-5.
Semis de Kese. Vives, XXXV-6.
Semis de Kese. Vives, XXXII-2.
Semis de Kese.
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11.
ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
As de Claudio 1. RIC 69.
As de LClaudio I? RIC 66.
ases ibéricos frustros.
H. M. 204.
Ae de Tarraco, de Augusto.
H. M. 279.
Aureo de Lugdunum, de Augusto. C. 42.
H. M. 450.
As de Iltirta o Iltirkesken.
H. M. 1.481.
En los jardines de la Catedral:
As de Kese. Vives, XXXIII-15.
Tulla-Beltrán-Oliva, 1927, pp. 7778.
En las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la necrópolis paleocristiana, durante los años 1923- 1924, aparecieron:
ases de Kese.
monedas de Kese.
Semis de Kese.
Divisor de Kese.
(26) Esta es la misma moneda que reseña VILLARONGA, 1973-a, p. 85.
[page-n-149]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
148
As ibérico.
Moneda de Augusto divinizado.
Monedas de ((Calígula con Agrippa)).
19
11
4
9
Serra, 1928, p. 93.
En las excavaciones realizadas en la necrópolis paleo-cristiana, durante los
años 1926-1927, aparecieron:
Divisor ibérico.
Moneda jgriega?
Ae de Claudio 1.
Solsona, 1954, p. 280.
Monedas de Claudio 1.
Serra, 1929, pp. 135-138.
En la necrópolis paleo-cristiana, en las excavaciones llevadas a cabo en el
año 1928, se recuperaron las siguientes monedas:
Mediano bronce autónomo, tipo caballo, leyenda Cose (?l.
monedas autónomas en pésimo estado de conservación. Entre ellas:
Moneda de Kese.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-6, 7 y 9.
Quadrans de Malaca.
Del resto se distinguen los tipos de la cabeza y el caballo o jinete.
Algunas monedas de Augusto.
Serra, 1935, pp. 78, 80-81; Campo,
1976-a, p. 79.
Procedentes de las excavaciones de la necrópolis paleo-cristiana:
(Pequeño bronce griego. A. Cabeza barbada con casco a izquierda. R. Planta
o escorpión.))
ases ibéricos.
Quadrans ibérico.
quadrans de Kese. Uno de ellos, Vives, XXXIII-13.
Sextans de Kese.
Ae de Ebusus.
As bilingüe Kelse-Cel. Vives, LXII- 10.
Semis de Ilerda, de Augusto.
As de Bilbilis, de Augusto.
Semis de Tarraco, del período de Tiberio.
Mediano bronce de Claudio 1.
Pequeño bronce de Claudio 1.
pequeños bronces frustros.
Avellá, 1979, núm. 1-56.
En esta tesis de Licenciatura se recopilan todos los hallazgos monetarios (27)
efectuados en la necrópolis de Tarragona. De ellos, los que se insertan dentro
de nuestro marco cronológico, son los siguientes:
Sextans romano-republicano. RRC 63, 6; Sardinia; 211 a.c.
As romano-republicano. Anónimo. 28'65 g.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, tipo VIII.
Semis de Kese. Vives, XXXI-4.
As de Kese. Vives, XXXIII-4.
(27) Estos hallazgos han sido estudiados por L. AVELLACO~ precisibn mucho mayor
una
que lo que fueron en las publicaciones antiguas, que también incluimos.
[page-n-150]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
2
7
2
2
3
2
2
2
6
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-7.
As de Kese. Vives, XXXIV-8 (?).
Semis de Kese. Vives, XXXIV-9.
semis de Kese. Vives, XXXV-4.
ases de Kese. Vives, XXXV-1.
As de Kese. Vives, XXXV-5.
ases de Kese, sin referencia.
As de Kese, sin referencia.
Semis de Kese, sin referencia.
quadrans de Kese, sin referencia.
Sextans de Kese, sin referencia.
As bilingüe de Kelse. Vives, LXII-9.
Quadrans de Arse.
Ae de Ebusus.
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, QWCnr-3.
semis de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Roma, de Augusto. RIC 186.
Dupondio de Roma (?), de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 7,
As de Roma, de Claudio 1. RIC 66.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
ases de Roma (?), de Claudio 1. RIC 66 6 69.
quadrans de Roma, de Claudio 1. RIC 72.
As local, de Claudio 1. RIC 69.
As local, de Claudio 1. RIC 66 6 69.
ases locales de Claudio 1. RIC 68.
As local, de Claudio 1. RIC 66.
As local, de Claudio 1.
Ae ibéricos inclasificables.
TARRAGONA
Richard, 1977, pp. 71-78; Richard,
1983 (en prensa).
Museo Arqueológico Provincial (28).
El Monetario de este Museo guarda una importante colección de monedas galas, romano-republicanas, ibéricas e ibero-romanas. SU casi totalidad no posee procedencia, aunque el autor considera que, probablemente, buena parte
de ellas han sido halladas en la misma ciudad de Tarragona, sin descartar la
posibilidad de que algunas provengan del comercio.
1
Obolo massaliota con reverso rueda y MA. La Tour, pl. 1 687; núm. inv.
2.767.
Dracma massaliota. La Tour, pl. 111; núm. inv. 2.766.
8 pequeños bronces massaliotas con reverso toro embistiendo; núm. inv. 3.304,
875, 1.841, 1.865, 2.248, 2.249,3.793 y 3.794. Los dos últimos han sido hallados en el Foro.
(28) Queremos dejar constancia de la gentileza de J. C. M. Richard, al habernos facilitado la relación de monedas ibbricas e hispano-romanas y autorizar su utilización para nuestro
estudio.
[page-n-151]
[page-n-152]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2
3
2
2
2
2
3
2
Denario. RRC 204, 1; Roma; 152 a.c.; núm. inv. 27.
Denario. RRC 205, 1 ; Roma; 151 a.c.; núm. inv. 2.495.
Dqnario. RRC 2 16, 1; Roma; 148 a.c.; núm. inv. 2.487.
Denario. RRC 220, 1; Roma; 145 a.c.; núm. inv. 2.471.
Denario. RRC 235, l a ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 2.493.
Denario. RRC 236, 1 ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 3.574 (forrado).
Denario. RRC 236, l e ; Roma; 137 a.c.; núm. inv. 2.482.
Denario. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.; núm. inv. 2.477.
denarios. RRC 249, 1 ; Roma; 132 a.c.; núm. inv. 902 y 2.462.
Denario. RRC 259, 1; Roma; 129 a.c.; núm. inv. 3.611.
Denario. RRC 273, 1; Roma; 124 a.c.; núm. inv. 2.475.
Denario. RRC 274, 1; Roma; 123 a.c.; núm. inv. 2.483.
Denario. RRC 275, 1; Roma; 123 a.c.; núm. inv. 5.991.
denarios. RRC 276, 1; Roma; 122 a.c.; núm. inv. 2.03 1, 2.496 y 5.978 (forrado).
Denario. RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.; núm. inv. 5.990.
Denario. RRC 28 1, 1; Roma; 119 a.c. ; núm. inv. 2.039.
Denario. RRC 282, 1; Narbo; 118 a.c.; núm. inv. 2.473 (forrado).
denarios. RRC 282, 4; Narbo; 118 a.c.; núms. inv. 2.465 y 2.466.
Denario. RRC 283, lb; Roma; 118-117 a.c.; núm. inv. 2.047.
denarios. RRC 284, l a ; Roma; 117-116 a.c.; núms. inv. 2.037 y 2.043.
Denario. RRC 284, l b ; Roma; 117-116 a.c.; núm. inv. 2.054.
Denario. RRC 289, 1 ; Roma; 115-114 a.c.; núm. inv. 3.654.
Denario. RRC 291, 1; Roma; 114-113 a.c.; núm. inv. 2.502.
Denario. RRC 297, l a ; Roma; 112-111 a.c.; núm. inv. 2.046.
denarios. RRC 299, l a ; Roma; 111-110 a.c.; núms. inv. 2.045 y 3.655 (forrado).
denarios. RRC 299, l b ; Roma; 111-1 10 a.c.; niirns. inv. 914 y 5.542.
Denario. RRC 300; Roma; 110-109 a.c.; núm. inv. 2.498.
Denario. RRC 302, 1 ; Roma; 109-108; núm. inv. 2.489.
Denario. RRC 316, 1 ; Roma; 105 a.c.; núm. inv. 2.491.
Denario. RRC 317, 3a; Roma; 104 a.c.; núm. iny. 2.494.
denarios. RRC 317,2-3; Roma; 104 a.c.; núms. inv: 29, 189,3.084 (forrado).
Denario. RRC 322, l b ; Roma; 102 a.c.; núm. inv. 3.160 (forrado).
Denario. RRC 324, 1; Roma; 101 a.c.; núm. inv. 2.038.
Denario. RRC 328, 1; Roma; 100 a.c.; núm. inv. 2.040.
Quinario. RRC 333, 1 ; Roma; 97 a.c.; núm. inv. 2.509.
Denario. RRC 335, 3d; Roma (?); 96 a.c.; núm. inv. 2.050.
Denario. RRC 340, 1; Roma; 90 a.c. 15 RRC 408, 1; Roma; 67 a.c.; núm. inv.
5.979 (forrado).
Denario. RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.; núm. inv. 5.992.
denarios. RRC 342, 5a-b; Roma; 90 a.c.; núms. inv. 2.027 y 2.467.
Denario. RRC 344, l b ; Roma; 89 a.c.; núm. inv. 2.490.
Denario. RRC 344, 2; Roma; 89 a.c.; núm. inv. 2.488.
Denario. RRC 345, 1; Roma; 88 a.c.; núm. inv. 2.507.
Quinario. RRC 345, 2; Roma; 88 a.c.; núm. inv. 2.460.
Denario. RRC 350A, 2; Roma; 86 a.c.; núm. inv. 2.512.
Denario. RRC 353, l a ; Roma; 85 a.c.; núm. inv. 2.048.
Denario. RRC 363, Id; Roma; 82 a.c.; núm. inv. 2.034.
Denario. RRC 364, Id; Roma; 83-82 a.c.; núm. inv. 2.468.
[page-n-153]
152
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
3
2
4
3
2
2
Denario. RRC 367, 5; móvil con Sulla; 82 a.c.; núm. inv. 2.503.
Denario. RRC 374, 2; Norte de Italia; 81 a.c.; núm. inv. 2.042.
Denario. RRC 379, 2; Roma; 80 a.c.; núm. inv. 2.486.
Denario. RRC 380, 1; Roma; 80 a.c.; núm. inv. 2.052 (forrado).
Denario. RRC 382, l b ; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.055.
Denario. RRC 383, 1; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.030.
Denario. RRC 384, 1; Roma; 79 a.c.; núm. inv. 2.036.
Denario. RRC 386, 1 ; Roma; 78 a.c.; núm. inv. 2.485.
Denario. RRC 387, 1; Roma; 77 a.c.; núm. inv. 2.470.
Denario. RRC 392, l a ; Roma; 75 a.c.; núm. inv. 2.511 (forrado).
Denario. RRC 401, 1; Roma; 71 a.c.; núm. inv. 2.024.
Denario. RRC 405, 5; Roma; 69 a.c.; núm. inv. 2.461.
Denario. RRC 406, 1; Roma; 69 a.c.; núm. inv. 2.508.
Denario. RRC 408, lb-138-169; Roma; 67 a.c.; núm. inv. 2.035.
Denario. RRC 409, 1; Roma; 67 a.c.; núm. inv. 2.464.
denarios. RRC 422, lb; Roma; 58 a.c.; núms. inv. 2.041, 2.476 y 2.504.
denarios. RRC 425, 1; Roma; 56 a.c.; núm. inv. 2.049 y 5.993.
Denario. RRC 427, 1; Roma; 56 a.c.; núm. inv. 2.022.
Denario. RRC 428, 3; Roma; 55 a.c.; núm. inv. 6.800 (incompleta).
Denario. RRC 429, 2a; Roma; 55 a.c.; núm. inv. 23.
Denario. RRC 433, 2; Roma; 54 a.c.; núm. inv. 1792 (forrado).
Denario. RRC 436, 1 ; Roma; 52 a.c.; núm. inv. 2.5 10 (partido).
Denario. RRC 437, 2b; Roma; 51 a.c.; núm. inv. 2.479.
denarios. RRC 443, 1;móvil con César; 49-48 a.c.; núms. inv. 2.440, 3. 656,
3.657 y 3.658 (forrados).
Denario. RRC 448, l a ; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.051.
Denario. RRC 448, 2a; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.053.
Denario. RRC 449, l a ; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.513.
Denario. RRC 450, 3a; Roma; 48 a.c.; núm. inv. 2.478.
Denario. RRC 459, 1 ; Africa; 47-46 a.c.; núm. inv. 2.033.
Quinario. RRC 462, 2; Africa; 47-46 a.c. ; núm. inv. 2.044.
Denario. RRC 464, 5; Roma; 46 a.c.; núm. inv. 2.026.
denarios. RRC 468, 1; Hispania; 46-45 a.c.; núms. inv. 24,3.660 y 3.659 (forrados).
Quinario. RRC 489, 4; Galia Transalpina y Cisalpina; 43-42 a.c.; núm. inv.
2.484.
Denario. RRC 502, 2; mbvil con Bruto; 43-42 a.c.; núm. inv. 2.500 (forrado).
Acuñaciones hispánicas:
dracmas de Emporion. Vives, 111-1.
Dracma de Emporion. Vives, 111-1l .
ases de Untikesken. Vives, XIII-1.
As de Untikesken. Vives, XIII-8.
Quadrans de Untikesken. Vives, XIV-2.
As de Untikesken. Vives, XIV-4.
As de Untikesken. Vives, XIV-5.
As de Untikesken. Vives, XIV-6.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-8.
Semis de Untikesken. Vives, XV-5.
Quadrans de Untikesken. Vives, XVI- 12.
Ae de Untikesken. sin referencia.
[page-n-154]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
3 ases de Iltirta. Vives, XXVII-12.
6 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-l.
4 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-2.
As de Iltirta. Vives, XXVIII-7.
2 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-8.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-10.
4 ases de Iltirta. Vives, XXVIII-11.
11 ases de Iltirta. Vives, XXVIII- 12.
3 denarios de Kese. Vives, XXXI-11.
As de Kese, jinete con palma.
As de Kesse. Vives, XXXVI-7.
5 ases de Kesse. Vives, XXXVI-4.
2 ases de Kesse. Vives, XXXVI-1.
6 ases de Kese, jinete con palma.
3 ases de Kese. Vives, XXXV- 11.
As de Kese. Vives, XXXV-10.
2 ases de Kese. Vives, XXXV-9.
As de Kese. Vives, XXXV-8.
8 ases de Kese. Vives, XXXV-7.
5 ases de Kese. Vives, XXXV-5.
6 ases de Kese. Vives, XXXV-3.
9 ases de Kese. Vives, XXXV-1.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-12.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-11.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-10.
4 ases de Kese. Vives, XXXIV-8.
7 ases de Kese. Vives, XXXIV-4.
2 ases de Kese. Vives, XXXIV-1.
17 ases de Kese. Vives, XXXIII-18.
4 ases de Kese. Vives, XXXIII-15.
6 ases de Kese, Vives, XXXIII-10.
6 ases de Kese. Vives, XXXIII-4.
5 ases de Kese. Vives, XXXII-14.
As de Kese. Vives, XXXII-8.
2 ases de Kese. Vives, XXXII-2.
2 ases de Kese. Vives, XXII-1.
As de Kese. Vives, XXXI-13.
2 ases de Kese. Vives, XXXI-3.
2 semis de Kese. Vives, XXXVI-5.
Semis de Kese, sin referencia.
Semis de Kese. Vives, XXXV-6.
Semis de Kese. Vives, XXXV-2.
3 semis de Kese. Vives, XXXIV-13.
Semis de Kese. Vives, XXXTV-6.
2 semis de Kese. Vives, XXXIII-19.
Semis de Kese. Vives, XXXI-8.
Ouadrans de Kese. Vives, MMI-9.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-10.
2 semis de Kese. Vives, XXXI-5.
Sextans de Kese. Vives, XXXI-7.
[page-n-155]
154
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 semis de Kese. Vives, XXXI-14.
5 triens de Kese. Vives, XXXI-15.
2 quadrans de Kese. Vives, XXXI-16.
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17.
4 semis de Kese. Vives, XXXII-3.
3 quadrans de Kese. Vives, XXXII-5.
Quadrans de Kese. Vives, XXXII-11.
Semis de Kese. Vives, XXXII- 15.
Sextans de Kese. Vives, XXXIII-3.
4 semis de Kese. Vives, XXXIII-5.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-6.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-7.
3 quadrans de Kese. Vives, XXXIII-9.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-11.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-13.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16 (?l.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIII-17 (?l.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-14 (?l.
Quadrans de Kese. Vives, XXXVI-6.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-7.
2 quadrans de Kese, sin referencia.
3 ases de Ausesken. Vives, XXII-8.
Semis de Ausesken. Vives, XXII-10.
As de Ausesken. Vives, XXII-12.
Quadrans de Eustibaikula. Vives, XXIII-3.
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-5.
3 ases de Eusti. Vives, XXIII-1.
2 ases de Ore. Vives, XXIII-1.
7 ases de Ilturo. Vives, XXIV-10.
As de Ilturo. Vives, XXIV-8.
Quadrans de Ilturo. Vives, XXIV-9.
2 ases de Laiesken. Vives, XXV-l.
3 ases de Iltirkesken. Vives, =VI-1.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-5.
2 ases de Iltirkesken. Vives, XXVI-6.
As de Iltirkes. Vives, XXVI-1.
Semis de Lauro. Vives, XXI-3.
3 ases de Baitolo. Vives, XXM-1.
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3.
Quadrans de Baitolo. Vives, XW(-6.
As de Ieso. Vives, XXIX-2.
2 ases de Ieso. Vives, XXIX-3.
As de Kelse. Vives, LXI-3.
As de Kelse. Vives, LXI-11.
As de Kelse. Vives, LXII-2.
As de Kelse. Vives, LXII-9.
As de Kelse. Vives, LXII-11.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-4.
As de Seteisken. Vives, XXXVIII-5.
[page-n-156]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4
3
2
3
5
8
2
2
3
4
2
3
2
3
2
ases de Saltuie. Vives, XXX-l.
ases de Lakine. Vives, XXX-1.
ases de Orosis. Vives, XLIX-l.
ases de Sesars. Vives, XLIII-3.
Semis de Sesars. Vives, XLIII-5.
denarios de Bolskan. Vives, XLIII-2.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-4.
ases de Bolskan. Vives, XLIII-5.
semis de Bolskan. Vives, XLIII-6.
Quadrans de Bolskan. Vives, XLIII-7.
As de Iaka. Vives, XLIX-2.
ases de Iaka. Vives, XLIX-3.
ases de Belikiom. Vives, XLIV-2.
As de Sekia. Vives, XLII-6.
As de Sekia. Vives, XLII-9.
Denario de Baskunes. Vives, XLV-2.
As de Baskunes. Vives, XLV-3.
As de Bentian. Vives, XLIV-3.
Quadrans de Arsaos. Vives, XLVII- 12.
Semis de Turiasu. Vives, LII- 1.
ases de Turiasu. Vives, LII-4.
As de Kueliokos. Vives, L-l.
As de Titum. Vives, LIX-l.
As de Sekaisa. Vives, LXIV-3.
ases de Sekaisa. Vives, LXV-6.
As de Sekaisa. Vives, LXV-7.
Quadrans de Sekaisa. Vives, LXV-10.
ases de Sekaisa. Vives, LXV- 11.
As de Konterbia-Karbika. Vives, XXXIX-3.
As de Kontebakom-Bel. Vives, XXXIX-7.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-4.
ases de Bilbilis. Vives, LXIII-5.
As de Bilbilis. Vives, LXIII-9.
As de Tamaniu. Vives, XXXVII-l.
As de Tabaniu. Vives, LIV-2.
As de Ekualakos. Vives, LV-2.
As de Ekualakos. Vives, LV-4.
As de Nertobis. Vives, L-l.
As de Nertobis. Vives, L-2.
As de Arekoratas. Vives, XL-7.
As de Uirouias. Vives, LV-3.
As de Titiakos. Vives, LVII-l.
As de Titiakos. Vives, LVII-5.
As de Letaisama. Vives, LX-l.
denarios de Sekobirikes. Vives, XXXVII- 1.
Denario de Sekobirikes. Vives, XXXVII-2.
As de Sekobirikes. Vives, XXXVII-3.
As de Arse. Vives, XIX-l.
Quadrans de Arse. Vives, XIX-6.
[page-n-157]
156
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Kili. Vives, XXI-l.
As de Valentia. Vives, CXXV-1.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
2 ases de Saiti. Vives, XX-2.
As de Ikalkusken. Vives, LXVI-5.
2 ases de Ikalkusken. Vives, LXVI-6.
As de Obulco. Vives, XCV-4.
As de Obulco. Vives, XCV-5.
As de Obulco. Vives, XCV-6.
2 ases de Obulco. Vives, XCV-7.
As de Obulco. Vives, XCVI-7.
Semis de Obulco. Vives, XCVIII-2.
Quadrans de Obulco. Vives, XCVIII-7.
Semis de Castulo. Vives, LXIX-5.
As de Castulo. Vives, LXVIII-11.
4 semis de Castulo. Vives, LXVIII-12.
As de Castulo. Vives, LXIX-3.
3 ases de Castulo. Vives, LXX-1.
Semis de Castulo. Vives, LXX-6.
4 ases de Castulo. Vives, LXX-8.
As de Castulo. Vives, LXX-10.
Semis de Castulo. Vives, LXX-11.
As de Castulo. Vives, LXX-13.
3 semis de Castulo. Vives, LXXI-2.
As de Castulo. Vives, LXXI-14.
2 semis de Castulo, sin referencia.
As de Castulo, sin referencia.
As de Asido. Vives, XC-1.
2 semis de Asido. Vives, XC-4.
As de Urso. Vives, CXII-6 (?l.
As de Ulia. Vives, XCIX-4.
2 ases de ilipense. Vives, CVII-1.
As de Lastigi. Vives, CIV-3.
As de Carmo. Vives, C-5.
As de Carmo. Vives, C-6.
2 ases de Carmo. Vives, CI-5.
As de Orippo. Vives, CX-2.
As de Osset. Vives, CXI-7.
2 ases de Osset. Vives, CXI-8.
Divisor de Osset. Vives, CXI-11.
2 quadrans de Corduba. Vives, CXVIII-1.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-13.
Semis de Carteia. Vives, CXXVI-14.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-8.
Quadrans de Carteia. Vives, CXXVIII- 1O.
Semis de Acinipo. Vives, CV-1.
Semis de Acinipo. Vives, CV-5.
Semis de Acinipo. Vives, CV-12.
As de Irippo. Vives, CX-2.
As de Irippo. Vives, CX-4.
[page-n-158]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
2 ases de Irippo. Vives, CX-5.
As de Irippo. Vives, CX-6.
Semis de Carissa. Vives, C m - 5 .
Ae de Gades. Vives, IX-4.
Ae de Gades. Vives, IX-7.
Ae de Gades. Vives, IX-10.
2 Ae de Gades. Vives, X-9.
Ae de Gades. Vives, X-24.
Ae de Gades. Vives, X-29 (?).
Ae de Gades. Vives, X-16 (?).
As de Gades. Vives, LXXIV-1.
Semis de Gades. Vives, LXXIV-5.
Quadrans de Gades. Vives, LXXIV-7.
2 semis de Gades. Vives, LXXIX-6.
As de Sexi. Vives, LXXXIII-1.
2 ases de Malaca. Vives, LXXXV-6.
Semis de Malaca. Vives, LXXXV-9.
Semis de Malaca. Vives, LXXXV- 1 1.
As de Abdera. Vives, LXXXI-3.
Sernis de Abdera. Vives, LXXXI-6.
2 Ae de Ebusus. Vives, XI-2 (?).
6 Ae de Ebusus. Vives, XI-13.
9 Ae de Ebusus. Vives, XI-12.
Ae de Ebusus. Vives, XI- 17 (?).
17 Ae de Ebusus. Vives, XII-?
3 Ae de Ebusus. Vives, LXXX-4.
Ae de Ebusus. Vives, LXXX-7.
2 Ae de Ebusus. Vives, LXXX-11.
Acuñaciones hispano-romanas:
As de Emporion. Vives, CXXI- 1.
As de Emporion. Vives, CXXI-2.
As de Emporion. Vives, CXXII-3.
As de Emporion. Vives, CXXII-7.
2 ases de Emporion. Vives, CXXIII-2.
As de Emporion. Vives, CXXIII-7.
4 ases de Emporion. Vives, CXXIII-8.
3 Ae de Emporion, sin referencia.
7 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2.
10 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
2 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-4.
2 ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-6.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-1.
2 semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-2.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-3.
Semis de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-4.
6 ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 11.
Quadrans de Tarraco. Vives, CLXIX-7.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-7 ú 8.
15 ases de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-12.
2 semis de Tarraco, del período de Tiberio. Vives, CLXIX-5.
[page-n-159]
158
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-1.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-3.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-6.
4 dupondios de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-1.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-2.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-4.
7 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5.
7 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
13 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-8.
2 ases de Ilercavonia. Vives, CXXV-1.
4 ases de Ilercavonia, de Tiberio. Vives, CXXV-4.
Ae de Ilercavonia, sin referencia.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX- 1.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-3.
2 ases de Colonia Lepida. Vives, CLX-4.
As de Colonia Lepida. Vives, CLX-5.
3 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-9.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-10.
As de Celsa, de Augusto. Vives, CLX-12.
6 ases de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-2.
Semis de Celsa, de Augusto. Vives, CLXI-5.
2 ases de Celsa, de Tiberio. Vives, CLXI-9.
As de Bilbilis. Vives, CXXXVIII-1.
3 ases de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-1.
Semis de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-3.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXIX-4.
As de Bilbilis, de Calígula. Vives, CXXXIX-10.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-9.
As de Turiaso, de Augusto. Vives, CLV-10.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-6.
2 ases de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVI-11.
As de Turiaso, de Tiberio. Vives, CLVII-1.
As de Osca, de Augusto. Vives, CXXXVI-9.
,
2 ases de ~ s c a de Tiberio. Vives, CXXXVI-12.
Semis de Osca, de Tiberio. Vives, CXXXVII-2.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-3.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVII-4.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-3.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-5.
2 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-9.
2 semis de Calagurris, de Augusto. Vives, CLVIII-10.
4 ases de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-2.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4.
5 ases de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-5.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-7.
2 semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII-9.
Ouadrans de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVII- 1 1.
2 ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-1.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-3.
[page-n-160]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
4
2
3
2
2
2
2
5
4
2
2
4
5
2
2
2
2
6
3
2
3
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-4.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-5.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-7.
semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-8.
ases de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
Semis de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-12.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CXLIX-8.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-5.
Semis de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL-7.
Dupondio de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CL- 11.
As de Caesaraugusta, de Tiberio. Vives, CLII-2.
As de Caesaraugusta, del período de Calígula. Vives, CLIII-1 y 3.
ases de Ercavica, de Augusto. Vives, CLXII-1.
As de Ercavica, de Tiberio. Vives, CLXII-5.
As de Cascantum, de Tiberio. Vives, CLXI-1.
ases de Gracurris, de Tiberio. Vives, CLXIII-1.
ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-2.
ases de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXUI-3.
Semis de Clunia, de Tiberio. Vives, CLXIII-6.
As de Segobriga, de Tiberio. Vives, CXXXV-5.
As de Saguntum, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-2.
semis de Ilici, de Augusto. Vives, CXXXIII-4.
ases de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-10.
As de Ilici, de Tiberio. Vives, CXXXIII-13.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-2.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-5.
semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-15.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-16.
semis de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-5.
ases de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
semis de Carthago. Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-12.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-16.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1.
semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-2.
ases de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-3.
ases de Carthago Nova, de Caligula. Vives, CXXXII-10.
As de Acci, de Augusto. Vives, CLXVI-5.
dupondios de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-2.
ases de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-3.
semis de Colonia Patricia, de Augusto. Vives, CLXV-4.
As de Italica, de Augusto. Vives, CIXMI-2.
ases de Italica, de Tiberio. Vives, CLXVIII-9.
Dupondio de Colonia Romula, de Tiberio. Vives, CLXVII-2.
As de Colonia Romula, de Tiberio. Vives, CIXVZI-3.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-1.
As de Abdera, de Tiberio. Vives, CXXIV-3.
Quadrans de Carteia. Vives, CXXIX-5.
semis de Carteia. Vives, C X m - 2 .
Quadrans de Carteia. Vives, CXXVIII-14.
[page-n-161]
160
LA CIRCULACION MONETARíA DE LA TARRACONENSE
5 ases de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-13.
3 semis de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-14.
Semis de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-15.
Ouadrans de Iulia Traducta, de Augusto. Vives, CLXIV-16.
5 ases de Emerita, de Augusto. Vives, CXL-14.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-4.
As de Emerita, de Augusto. Vives, CXLI-6.
Dupondio de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-7.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLIII-9.
4 ases de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLV-9.
As de Emerita, de Tiberio. Vives, CXLVI-9.
As de Ebora, de Augusto. Vives, CLXV-2.
Ae de Ebusus, de Tiberio. Vives, CXXIV-l.
Delgado, 1876, 111, p. 396.
Muchas monedas de Kesse.
Cf. : Tarraco.
TARRASA (Barcelona)
H. M. 123.
As de Ausesken.
2 Ae de Emporion.
Ae de Emporion, partido.
H.
2 denarios romano-republicanos. Uno de M.
H.
As de Iltirta.
H.
As de Claudio 1. RIC 66.
3 ases partidos.
Cf.: Mas de Can Rodó de Ullastrell.
M. 126.
Antonio.
M. 1.247.
M. 1.482.
TATATY (Menorca)
H. M. 1.022.
As uncial romano-republicano.
TAVERTET (Vic, Barcelona)
H. M. 987.
Ae de Claudio 1.
TEYA (Masnou, Barcelona)
H. M. 247.
Denario de Iltirkes.
TIANA (Barcelona)
Cf. : Can Fabreg'as.
TTERGA (Zaragoza)
As de Terkakom.
TIRAO, EL (Borriana, Casteíló)
As de Saiti. Vives, XX-1.
[page-n-162]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
TIVENYS (Tarragona)
Cf.: Som, El.
TIVISSA (Tarragona)
H. M. 559.
Gran bronce de Iulia Augusta.
Cf.: Benissanet; Castellet de Banyoles.
TONA (Barcelona)
Cf.: Pla de les Lloses.
TORIS (Valencia)
Cf.: Carencia, La.
TORO, EL (Castelló)
H. M. 910.
As hispánico, con reverso toro.
TORRE, LA (Villar del Arzobispo, Valencia)
H. M. 905; Llatas, 1957, p. 174
Denario de Kese.
TORRE CHUECA (Fraga, Huesca)
Moneda de Claudio.
Pita, 1956.
TORRE DEL CAP DEL PONT (Vic, Barcelona)
Almagro et alii, 1945, p. 223.
Moneda de Claudio 1.
TORRE DEL MAL PASO (Castelnovo, Castelló)
Fletcher, 1954, p. 197; H. M. 774.
As de Arse-Saguntum con reverso proa.
TORRE DEL RE1 (Orpesa, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 9 0 ; H. M.
1.57 1
As de Emporion. Vives, CXXIII-3.
As de Gades. Vives, LXXIV-1.
As de Celsa. Vives, CLX-1 y 2.
Quadrans de Roma, de Lamia-Silius-Annius. BMC 200.
TORRE DE MUR (Ejea de los Caballeros, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 64.
Moneda de Claudio 1.
TORRE D'ONDA (Borriana, Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de Kelse. Vives, LXII-5.
TORREGROSSA (Lleida)
Dupondio de Iltirta.
TORRELLA (Xativa, Valencia)
H. M. 1.577.
[page-n-163]
162
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Saiti.
As de Bilbilis, de Augusto. Vives, CXXXVIII-1.
As de Tarraco, de Tiberio.
TORRE LLAUDER (Mataró, Barcelona)
Ribas, 1966, p. 38; Ribas, 1972, p.
139; Campo, 1976-a, p. 80; MartiBonamusa, 1976, pp. 88-92.
Procedentes de esta villa romana y depositados en el Museo de Mataró, se conocen los hallazgos de las siguientes monedas:
Semis de Iltirkes.
As de Eusti. Núm. 5.60 1.
As de Seteisken. Guadán, 1969, núm. 345. Núm. 5.602.
As de Iaka. Guadán, 1969, núm. 377. Núm. 5.603.
As de Neronken. Núm. 5.604.
4 semis ibéricos ilegales. Núms. 5.605-5.607 y 5.660.
Ae de Ebusus.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, período 1 1 Núms. 5.681 y 5.682.
1.
Denario romano-republicano, forrado. RRC 393; ceca Hispania (?); 76-75
a.c. Núm. 5.608.
Quinario romano-republicano. RRC 341, 3; Roma; 90 a.c. Núm. 5.610.
Denario de M. Antonio. RRC 544, 20; ceca móvil con M. Antonio; 32-3 1 a.c.
Núm. 5.609.
Denario romano-republicano frustro. Núm. 5.654.
Semis de Carthago Nova. Guadán, 1969, p. 104. Núm. 5.61 1.
2 ases de Tarraco, de Tiberio. Vives, 171-5. Uno de ellos dudoso. Núms. 5.6 12
y 5.646.
As de Claudio 1. Núm. 5.683.
TORRENT DE LA PARET NOVA (Cabrera de Mar, Barcelona)
Bonamusa, 1979-a, pp. 181-182.
As de Ilturo. Vives, XXIV- 10.
TORRE ROJA (Caldes de Montbuí, Barcelona)
Montes-Sala, 1962, p. 104.
Monedas de Ilturo, Eusti y Kese.
TORRES DEL VALLE (Zaragoza)
Beltrán Lloris, M., 1969, p. 118.
Denario de Sekia. Navascués, 2.701, 2.703. M. Beltrán, grupo 11-C, 1.
TORRES DE SEGRE (Lleida)
Cf.: Anguesa.
TORRE SECA (Casinos, Valencia)
Almarche, 1918, p. 87.
Monedas ibéricas.
TORRE VILADEGUT (Quatre Pilans, Lleida)
H. M. 892.
As de Iltirta del tipo Loba.
[page-n-164]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
163
TORTOSA (Tarragona)
Delgado, 1876, pp. 18, 291, 551
Varios ases de Arketurki.
As de Iltukoite.
Varias monedas de Arse.
Heiss, 1870, p. 428; Campo, 1974c, p. 147.
Moneda con leyenda EB (Ebusitanu).
TOSSA (Girona)
Cf.: Pola.
TOSSAL DE LA CALA (Benidorm, Alacant)
Llobregat, 1972, pp. 138-139.
3 monedas de Gadir.
As de Ilturo.
As de Kesse.
As de Bilbilis.
Triens romano.
Quadrans romano frustro.
Quadrans de Arse, de Aiubas.
TOSSAL DE L'ASSUT (Borriol, Castelló)
Senent, 1920, p. 5; H. M. 355.
Ases ibéricos de Kelse.
Monedas romano-republicanas.
TOSSAL DE MANISES (Alacant)
Vidal, 1944, pp. 131-136.
Denario de Scribonius. RRC 201, 1; Roma; 154 a.c.
H. M. 737.
Moneda griega de Cos. 400-300 a.c.
Figueras, 1971, pp. 210-211.
Monedas ibéricas.
Llobregat, 1974-b, p. 100.
As de Roma, de Germánico. BMC 49; 37-41 d.C.
TOSSALET (Alcalá de Xivert, Castelló)
Almarche, 1918, p. 58.
Algunas monedas ibéricas.
TOSSAL GORT (Maellas, Zaragoza)
Lostal, 1980, p. 186.
Moneda de Bolskan.
TRAPUCO (Menorca)
As de Sekaisa.
TRAVESA (Sollana, Valencia)
H. M. 1.479.
Ae de Claudio 1.
Mediano bronce de Caiígula.
[page-n-165]
164
LA CIRCULACION MONETARiA DE LA TARRACONENSE
TUDELA (Navarra)
H. M. 483.
Semis de Bolskan. Vives, XLIII-6.
Delgado, 1876, 111, p. 368.
As de Titum.
TURO DE CAN OLIVE (Cerdanyola, Barcelona)
Barberá-Pascual-Caballb-Rovira,
1962, p. 155.
Hallazgos procedentes de este yacimiento:
Cata IX.
As ibérico frustro.
~arberá-Pascual-Caballé-Rovira,
1960-1961, p. 195.
Habitación 1.
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4 ó 6.
1.
Habitación 1 1
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-6.
TURO DE LA ROVIRA (Barcelona)
Colominas, 1946, p. 207; Balil,
1956, p. 111; Campo, 1976-a, p.
80.
En un silo:
Moneda de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 17.
TURO DELS ENCANTATS (Arenys de Mar, Barcelona)
Batista-Martín, 1959, p. 275; H. M.
888; Campo, 1976-a, p. 79.
Ae de Gades. Vives, X-26.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Quadrans de Emporion. Vives, LXXIII- 12 vte.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-4.
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVIII-5 vte.
Ribas, 1973, pp. 168-170.
9 monedas de Ilturo.
H. M. 458.
Ases de Laiesken e Ilturo.
Denario romano-republicano de la familia Fabia.
Quadrans de Kese.
Serra Rafols, 1956, lám. 55.
As de Laiesken. Vives, XXV-l.
ULLASTRET (Girona)
Oliva, 1955, pp. 71-72, 89-90.
Procedentes de este yacimiento y conservados en el Museo Arqueológico Provincial de Girona:
Estrato 1.
As de Claudio. RIC 66. Núm. inv. 8.006.
Estrato 1 .
1
Semis de Untikesken. Vives, XVI-2. Villaronga, 1977-a, serie 4, núm. 22.
Núm. inv. 8.009.
[page-n-166]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
165
Estrato 1 1 de la cabaña del camino núm. 2.
1
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.01 1.
Hallazgo esporádico.
Semis de Untikesken. Vives, XIV-1.
Oliva, 1956-1957, pp. 56, 57 y 58.
Muralla Oeste Sagrera. Estrato 1 .
1
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.012.
1
Calle 2. Segunda ampliación. Estrato 1 . Sector P. Q.
Ae de Ebusus. Vives, XII-18. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B. Núm. inv. 8.013.
Sin localización.
Dracma de Emporion. Vives, 111-1-2 ó 7-10. Núm. inv. 8.014.
Predio de Reixac.
As de Untikesken. Vives, XIII-4. Núm. inv. 8.015.
Oliva, 1958, pp. 14-15; H. M. 1542;
Oliva, 1959, p. 384.
Ae de Gades. Vives, IX-6. Núm. inv. 8.017.
2 Ae hispano-cartagineses. Villaronga, 1973-a, clase X, tipo 1, grupo 1 1 Núms.
1.
inv. 8.018 y 8.019.
Ae de Ebusus. Vives, XI-12. Campo, 1976-a, núm. 15. Núm. inv. 8.022.
1.
Corte Y. Estrato 1 1
Ae hispano-cartaginés. Vives, VIII-12. Villaronga, 1973-a, VIII-1-IIA. Núm.
inv. 8.020.
Corte X. Estrato 1 1
1.
Dracma de Emporion.
Oliva, 1959, núms. 18-23.
1
Corte L5. Estrato 1 .
fxs de Kese. Núm. inv. 8.024.
Primer bancal Subirana.
Ae hispano-cartaginés, con reverso protomo de caballo. Núm. inv. 8.023 (29).
Habitación núm. 3 de la izquierda de la calle núm. 1, en el estrato 1 - 1 .
11 1
Didracma hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, XI-1-IB. Núm. inv.
8.025.
Corte interior Frigoleta núm. 3. Estrato 11.
As uncial romano-republicano. Núm. inv. 8.026.
1.
Corte interior Frigoleta núm. 3. Estrato 1 1
Divisor ampuritano con reverso pegaso. Núm. inv. 8.027.
1
Corte Frigoleta núm. 1-2. Estrato 1 .
Divisor ampuritano con reverso pegaso. Núm. inv. 8.028.
Oliva, 1960, pp. 71-72.
Corte interior de la Torre Frigoleta núm. 2.
Pequeño bronce. A. Busto de perfil a la derecha, con casco. R. Dos delfines
contrapuestos, uno encima de otro. ¿Sircausa? Núm. inv. 2.740.
Corte interior de la Torre Frigoleta núm. 2. Sector Sur. Estrato 1 1
1.
As de Untikesken. Núm. inv. 2.741.
UNCASTILLO(Zaragoza)
Cf.: Bañales, Los.
(29) Según VILLARONGA, 1973-a, p. 85, esta moneda no parece hispánica.
[page-n-167]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
166
UNDICA
Cf.: Empiiries.
UTIEL (Valencia)
Cf.: Dofiana; Corrales de Utiel.
VALDESPARTERA (Zaragoza)
Burillo, 1980, p. 28.
Moneda de Saltuie.
VALENCIA (Provincia)
Delgado, 1876, 111, p. 111, 255,
274, 351.
Monedas
Monedas
Monedas
Monedas
de
de
de
de
Tamaniu.
Orosis.
Ilturo.
Arse-Saguntum.
VALENCIA (Región)
H. M. 357.
Denario de L. Antestio. RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
VALENCIA (Zona norte)
H. M. 360.
As de Calagurris.
H. M. 1.544.
Moneda de plata hispano-cartaginesa. Villaronga, 1973-a, núms. 76-79
VALENCIA 1 ALACANT
M a r t h Valls, 1967, p. 142.
Varios bronces de Ilturo.
VALENTIA
H. M. 1.489.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
Gómez Serrano, 1941, p. 487 ; G6mez Serrano, 1946, pp. 269 y 297;
Mateu y Llopis, 1952-a, p. 218;
Fletcher, 1963, p. 203; H. M. 556;
H. M. 610.
En la calle de Serranos:
Moneda de Calagurris.
Mediano bronce de Claudio 1.
En la plaza de la Virgen:
Quadrans de Arse.
Moneda de Valentia.
As romano-republicano de la familia Iunia. RRC ~ 2 1 0 Roma; 149 a.c.?
;
Santandreu, 1961, pp. 178-179; H.
M. 991; H. M. 992.
En el cauce del río Turia:
2 ases de Valentia. Vives, CXXV-1.
Monedas de Carthago Nova. Vives, VIII-12.
[page-n-168]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
Denario de C. Flaminius Cilo. RRC 302, 1; Roma; 109-108 a.c.
Denario de O. Minutius Thermus. RRC 319, 1; Roma; 103 a.c.
H. M. 990; 993; 1.387.
En el cauce del río Turia:
Ae de Carthago Nova. Vives, VIII-12.
As de Valentia.
As de Valentia partido.
As de Valentia. Vives, CXXV-2.
Bru y Vidal, 1966, p. 224; H. M.
1.262.
En el fosarete de la Catedral:
As de Kelse. Vives, LXI-11.
H. M. 1.261.
En la calle Caballeros:
As de Saiti.
H. M. 1.578.
En el Miquelet:
As de Valentia.
H. M. 1.605.
2 quadrans de Arse. Vives, XIX-3 y 4.
Semis de Kese. Vives, XXXIII-16.
Semis de Iltirta. Vives, XXVIII-3.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives, CXLVIII-10.
As de Caesaraugusta, de Calígula. Vives, CLIV-7.
As de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXII-1.
As de Carthago Nova, de Calígula. Vives, CXXXII-9.
VALL DE GALLINERA (Alacant)
Cf.: Xarpolar, El.
VALLFOGONA DE BALAGUER (Lleida)
Cf. : Pedrís.
VALLROMANES (Barcelona)
Cf.: Muntanya de Sant Miquel.
VENDRELL (Tarragona)
H. M. 223.
Aureo de Roma, de Claudio 1. RIC 30.
Rafel, 1979, pp. 15-20.
Semis de Kese. Vives, XXXII-3.
As de Kese. Vives, XXXIII-18.
As de Kese. Vives, XXXIV-12.
As de Tarraco, de Augusto.
VERDU (Elx, Alacant)
Ramos Folqués, 1953, p. 354; Ramos
Fernández, 1975, p. 40.
Semis de Carthago Nova. Vives, CXXX-3.
VERDU (Lleida)
Cf. : Estingells.
[page-n-169]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
168
VEREDA, LA (Camporrobles, Valencia)
Ripollés-Gómez, 1978, p. 2 12.
As de Castulo. Vives, LXIX-8.
VIC (Barcelona)
H. M. 245.
En el Museo Episcopal de Vic:
8 ases de Eusti.
7 ases de Lauro.
6 ases de Baitolo.
H. M. 277.
En un pozo de una finca situada en las proximidades de Vic:
20 monedas de Claudio y Nerón.
H. M. 988.
Ae de Claudio 1.
H. M. 1.392.
Denario de Ausesken. Vives, XXII-l.
Almagro et alii, 1945, p. 222.
Numerosos hallazgos de monedas de Ausesken.
Cf.: Tavertet; Torre del Cap del Pont.
VIDA D'ORDI (Sant Marcal, Barcelona)
H. M. 978.
2 medianos bronces de ~Claudio?
As de Kese. Vives, XXXV-10.
VILAFAMES (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 88.
En este término municipal:
2 ases romano-republicanos. 33'45 y 27'40 g.
Ae hispano-cartaginés. Villaronga, 1973-a, nfim. 1 16a.
As de Roma, de Agrippa. BMC 161-166.
As de Claudio 1, ¿local? RIC 69.
VILAFRANCA DEL CID (Castelló)
Arasa, 1977, p. 264.
En las cercanías del Mas del Carro:
2 monedas, al parecer, ibéricas.
En el bancal situado entre el Mas y el Río Seco, junto al pueblo:
As de Celsa. Vives, CLXI-2.
VILAFRANCA DEL PENEDES (Barcelona)
H. M. 120.
As de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-3.
H. M. 131.
Denario de Augusto.
H. M. 206.
c
H. M. 225.
Denario de «Italia», de Augusto. RIC 33.
[page-n-170]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
VILA GRASSA (Reus, Tarragona)
Cf.: Grossa.
VILA JOIOSA, LA (Alacant)
Gómez Serrano, 1943, p. 107; GÓmez Serrano, 1945, p. 63; Llobre
gat, 1972, p. 139; Campo, 1976-a,
p. 80.
Pequeñas monedas, posiblemente, púnicas.
Ae de Ebusus de Bes.
VILANOVA DEL CAMI (Barcelona)
Cf.: Villar del Met.
VILANOVA 1 LA GELTRU, LA (Barcelona)
H. M. 327.
En el Museo Balaguer:
6 dracmas de Emporion.
Cf.: Darró.
VILAR, EL (La Bisbal del Penedés, Tarragona)
H. M. 226.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9.
Quadrans de Kese. Vives, XXXII-5.
VILARREAL (Castelló)
H. M. VII.
As de Iltirta, reverso jinete con palma.
H. M. 1.607.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10.
Cf.: Madrigal, El.
VILASSAR DE MAR (Barcelona)
H. M. 825.
Denario de Lugdunum, de Tiberio.
Cf.: Sant Ginés de Vilassar; Bóbila.
VILAVELLA, LA (Castelló)
Ripollés, 1980-a, p. 109.
As de Roma, de Claudio 1. RIC 69.
Domingo et alii, 1977, pp. 147- 148.
En el cerro del Castillo:
As ibérico de Bilbilis.
2 quadrans de Arse.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 95.
VILLAR DEL ARZOBISPO (Valencia)
Cf.: Cerro Castellar; Torre, La; Antigón.
VILLAR DEL MET (Vilanova del Camí, Barcelona)
Borrás Quadres, 1956, p. 168.
9 monedas de cobre:
1 de Tarraco, de Tiberio.
[page-n-171]
170
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
1 de Dertosa.
H. M. 129; H. M. 383.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-7.
2 ases de Kese.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXX-3.
As de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX- 1 1.
H. M. 385.
2 Ae de Tiberio.
VILLARES, LOS (Caudete de las Fuentes, Valencia)
Almarche, 1.918, p. 89.
Monedas ibéricas.
Pla Ballester, 1962, p. 236.
Moneda de Sagunt, con leyenda SAGV.
As de Kelin.
Pla Ballester, 1961, p. 235.
Moneda de Arse.
Moneda de Obulco o Castulo.
H. M, 952.
As de Saiti.
H. M. 1.174.
((Dupondio de Iltirta, del jinete con palma y delfines.))
As de Claudio 1.
Ripollés, 1979-b, pp. 131-133; Ripollés, 1980-a, pp. 112-1 16.
Colecciones particulares de Rafael y Francisco Gabaldón, de Caudete de
las Fuentes:
11 ases romano-republicanos. 37'87, 32'07, 28'44, 26'85, 24'84, 24'80, 23'73,
23'02, 21'3, 19'72 y 15'84 g.
Denario romano-republicano. RRC 44, 5 ; Roma; a partir del 21 1 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 206, 1 ; Roma; 150 a.c.
Denario romano-republicano. RRC 224, 1 ; Roma; 141 a.c.
Denario romano-republicano, forrado. RRC 239, 1; Roma; 136 a.c.
As de Valentia. Vives, CXXV-3.
2 ases de Valentia. Vives, CXXV-1.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 74a.
As de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 83.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, clase VIII.
9 ases de Kelin. Vives, LXVII-1. Uno de ellos, frustro.
Denario de Bolskan. Vives, XLIII-3 (?).
As de Bolskan. Vives, XLIII-5.
Semis de Kelse. Vives, LXII-8 vte.
As de Lauro. Vives, XXI-5 vte.
As de Sekaisa. Vives, LXV- 1 1.
Semis de Eustibaikula. Vives, XXIII-2.
As de Saiti. Vives, XX-1.
As de Kaiskata. Vives, LIII-1 ó 3.
As de Castulo. 21'67 g. Muy gastado.
As de Castulo. Vives, LXIX-3.
2 ases de Castulo. Vives, LXIX-8.
a
[page-n-172]
CORPUS: HALLAZGOS ESPORADICOS
171
As de
Semis
As de
As de
3
2
39
2
Castulo. Vives, LXX-9.
de Obulco o Castulo. Muy gastado. Reverso toro y creciente.
Colonia Lepida. Vives, CLX-2.
ceca local, de Claudio 1. RIC 66.
Ripollés, 1980-a, pp. 106-107.
En el Museo de Prehistoria de Valencia:
ases romano-republicanos. 33'58, 26'95 y 20'44 g.
Villaronga, 1967-a, clase ¿M?
ases de ~ A r s e ?
As de Arse. Villaronga, 1967-a, jclase IX, tipo I ?
As de Kelin. Vives, LXVII-1.
Ripollés, 1980-b, pp. 16-18.
ases de Kelin. Vives, LXVII-l.
semis de Kelin. Vives, LXVII-2.
VILLARES DE CAMPO DE ARCIS (Requena, Valencia)
Pla Ballester, 1977, p. 6.
Monedas de Germánico.
VILLENA (Alacant)
Cf.: Sierra de San Cristóbal.
VILOBI DEL PENEDES (Barcelona)
Cf.: Can Cotoliu; Can Gotlla.
VINAROS (Castelló)
H. M. 1.072.
As de Carthago Nova, de Calígula.
VINARRAGELL-SECA (Boniana, Casteiló)
Ripollés, 1980-a, p. 105.
As de Iltukoite. Vives, XXX-1.
VINEBRE (Tarragona)
Cf.: Sant Miquel.
VIRGEN DE LA ALEGRIA (Monzón, Huesca)
Domínguez, 1979-a, p. 99.
7 monedas de Bolskan.
XABIA ( Alacant)
Bover, 1944, p. 271.
En la colección de Bover Bertomeu:
27 monedas púnico-ebusitanas de cobre. Campo, 1975-a, grupos XVIII-XM.
Cf. : Ivíontanyar.
XARPOLAR (Val1 de Gallinera, Alacant)
Visedo, 1959, pp. 73-74; H. M.
1.225; Llobregat, 1972, p. 138.
As uncial romano.
As de Castulo. Vives, LXXII-1.
Ripollés, 1980-a, pp. 116-1 17.
As romano-republicano. 2 1'97 g.
As romano-republicano. RRC 179, 1; Roma; 169-158 a.c.
(Museo de Alcoi)
[page-n-173]
172
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
XATIVA (Valencia)
H. M. 1.546.
Monedas ibéricas de Saiti.
Cf.: Castell de Xativa; Torrella; Ermita de Sant Feliu.
XiLXES (Castelló)
Almar et aiii, 1965, p. 11.
((Semiuncian romano-republicana.
XMONA (Alacant)
Cf.: Santa Bárbara.
YATOVA (Valencia)
Cf.: Serra Martés, Pico de los Ajos.
ZAFORAS (Botorrita, Zaragoza)
Beltrán Martínez, 1955-b, p. 191;
H. M. 855; Beltrán Lloris, M.,
1976-a, p. 381.
As de Belikiom. Vives, XLIV-3.
As de Caesaraugusta de Calígula. Vives, CLIV-6.
ZARAGOZA (Provincia)
Delgado, 1876, 111, pp. 13, 14, 22,
102, 410.
Ases de Alaun.
Ases y semis de Arkailikos.
Monédas de Arekoratas.
Monedas de Kontebakom.
Ases de Turiasu.
ZARAGOZA (Término municipal)
Cf. : Caesaraugusta; Valdespartera.
c) Nuevos datos
En este apartado presentamos las monedas inéditas que hemos
podido estudiar procedentes de los fondos de Museos y de algunas colecciones privadas que, por su enorme interés y conocerse su procedencia de hallazgo, hemos creído conveniente su análisis.
Excepto en dos casos, el resto de las colecciones y monetarios que
se analizan tienen una procedencia cierta, aunque en algunos casos la
atribución espacial no es puntual, sino que procede de una zona amplia circundante.
Los monetarios y colecciones que se han estudiado son los siguientes:
1.-~abinete ~ u m i s m á t i c ode Catalunya y Museo ~rqueológicode
Barcelona.
Los hallazgos numismáticos procedentes de las excavaciones
practicadas en la ciudad de Emporion se encuentran en la actualidad
[page-n-174]
LA CIRCüLACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
173
depositados en el GNC y el MAB. Del primero de ellos la relación que
presentamos (30)corresponde a los hallazgos de las excavaciones realizadas en la Neapolis, desde sus inicios en el año 1908 hasta el 1939.
Y la del segundo (31) engloba los hallazgos efectuados en el transcurso de las excavaciones, preferentemente en la Ciudad Romana, desde
1940 hasta la actualidad.
11.-Museo Arqueológico Provincial de Girona (32).
Se han analizado del Monetario de este Museo 145 piezas de las
que en su gran mayoría predominan las procedentes de compra, desconociéndose su lugar de hallazgo. Podemos a f i i a r , sin lugar a dudas, que las características que presenta el lote, en cuanto a las cecas
que contiene y su representación numérica, no permiten atribuirle
una procedencia local.
Presentamos además un pequeño grupo de monedas, procedentes
de las excavaciones del oppidum de Ullastret que, aunque en su mayoría fueron dadas a conocer por M. Oliva Prat, hemos creído conveniente estudiarlas de nuevo, ofreciendo su ilustración y ficha técnica.
111.-Colecciones de R. Gabalddn y F. Gabaldón (33).
De ambas colecciones se han catalogado 188 piezas que se añaden a las publicadas anteriormente por nosotros (34),procedentes del
poblado ibérico de Los Villares (Kelin), en Caudete de las Fuentes.
1V.-Museo Municipal de Alcoi (35).
Las piezas con procedencia cierta de este Museo fueron ya publicadas por nosotros (36); ahora presentamos las que carecen de ella,
por proceder todas de compra. La presencia de monedas falsas de AR
y la inadecuación de la muestra a lo que podríamos denominar una
circulación normal, atendiendo a las cecas que concurren en la zona
(30) Agradecemos a M. Campo la autorización para poder consultar la relación de hallazgos de las excavaciones de Empúries, de los anos 1908-1934, que se encuentran depositados en este Gabinete.
(31) Las piezas que de este Monetario se relacionan, han sido facilitadas por L. Villaronga. Estas monedas aunque nunca han sido publicadas en su totalidad de forma detallada, se
han utilizado para la realización de diversos estudios que sobre Empoiion han hecho E. Ripoli, J. M. Nuix y L. Viliaronga.
(32) Queremos expresar nuestro agradecimiento a su directora, la doctora Aurora
Martín, quien nos ha dado toda clase de facilidades para efectuar el estudio de estas monedas.
(33) Agradecemos a ambos el habernos permitido el acceso a sus colecciones.
(34) RIPOLLES, 1980-a, pp. 112-116.
(35) Agradecemos a su director, Federico Rubio, y a J. M.' Segura el haber puesto a
nuestra disposición el Monetario de este Museo para su estudio.
(36) RIPOLLES, 1980-a, pp. 116-121.
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174
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
en la que se encuentra, nos lleva a creer que, a las 69 piezas que catalogamos, no se les puede otorgar una procedencia local.
V.-Museo Arqueológico Provincial de Alacant (37).
Pertenecientes al período cronológico que nos ocupa se han analizado 387 piezas, de las que sólo una pequeña parte procede de las adquisiciones recientes de la colección Isidro Albert y la colección Quiles. El resto constituye los antiguos fondos del Museo, que se fueron
engrosando con los hallazgos procedentes de las excavaciones de El
Tossal de Manises, El Tossal de la Cala de Benidorm y La Escuera de
San Fulgencio; de donaciones y de los fondos de la colección de la Escuela Moderna de Alacant.
VI.-Museo Provincial de Bellas Artes de Ma6 (38).
Han sido catalogadas del Monetario de este Museo 130 monedas,
que se enmarcan dentro de nuestro cuadro cronológico, para las que
se presupone una procedencia isleña.
VI1.-Museo Arqueológico de Eivissa ( 3 9 ) .
Los hallazgos monetarios recuperados en las diversas excavaciones arqueológicas efectuadas en la isla, constituyen los fondos de su
Monetario. Nosotros catalogamos las piezas de todas las cecas, con la
excepción de las 1.424 monedas del taller de Ebusus, que ya lo han sido, pormenorizadarnente, por M. Campo (40). Comprendidas las que
han sido emitidas hasta el año 54 d.C. suman un total de 72 piezas.
NOTA.
En la descripción de las monedas de este apartado indicamos la denominaci6n de los datos mediante las siguientes abreviaturas, P.: peso; M.: m6dulo; P.C.: posición de cuño; C.:
Conservación (F.C.: flor de cuiio; S.G.: sin gastar; A.G.: algo gastada; B.G.: bastante gastada;
M.G.: muy gastada; F.: frustra); R.: referencia bibliográfica y si tiene número de inventario
se expresa: núm. inv.
(37) Expresamos nuestra gratitud a su director, el Dr. E. A. Llobregat, quien con toda
amabilidad nos permitió el acceso al Monetario de este Museo.
(38) La composición y ficha técnica de las monedas, tanto del Monetario de este Museo
como del de Eivissa, la debemos a la doctora M. Campo, quien de buen agrado nos facilitó dicha información.
(39) Véase la nota anterior.
(40) CAMPO, 1976-a.
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GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
1. EMPORION
a) Gabinete Numismática de Catalunya.
ACU~~ACIONES
.GRIEGAS, PUNICAS Y GALAS
Moneda de Ae griega. GNC 14.435.
2 monedas ¿griegas? GNC 19.433; 19.466.
12 monedas de Ae ¿griegas? GNC 14.433; 14.187; 14.546; 19.488; 19.174;
19.153; 19.144; 14.629; 14.583; 14.580; 14.308; 14.252.
Ae de Mileto. BMC, 14, 194, 138-140. Siglos 11-1a.c. GNC 19.141.
Ar de Siracusa, de Philistis (14'96 g.). 265-216 a.c. GNC 14.339.
A de Carthago (14'96 g.). Reverso caballo parado con la cabeza vuelta. Acquae
ro, 1974, 1.518. GNC 13.969.
2 Ae de Cerdeña. Acquaro, 1974, 1.571 (var.). 216 a.c. GNC 19.422; 19.752.
Ae de Carthago. Weber 111, 1Bm. 315, 8.503-8.504. Antes del 195 a.c. GNC
14.467.
Ae de Carthago (?), reverso caballo parado y detras palmera. Antes del 195 a.c.
GNC 14.413.
Ae de Carthago, reverso prótomo de caballo. Antes del 195 a.c. GNC 13.936.
Ae de Carthago (5'28 g.). SNG DNM, l b . 12, 307-325. Antes del 195 a.c. GNC
13.977.
Ae de Carthago (4'96 g.). SNG DNM, l b . 10, 261-268. Antes del 195 a.c. GNC
13.932.
Ae de Carthago (6'98 g.). SNG DNM, l b . 12. Reverso caballo parado a la derecha, con la cabeza vuelta; detras palmera. Antes del 195 a.c. GNC 13.971.
Ae de Carthago (7). GNC 19.273.
Moneda de Mauritania. GNC 13.835.
Ae de Cyrenaica, de Ptolomeus 1 (7'16 g.). BMC 7, 76, 83. 204-193 a.c. GNC
19.723.
Ar de Numidia, de Iuba 1. Mazard, 1955, 50, 84. 60-46 a.c. GNC 14.630.
Ae de 101(4'16 g.). Müller, 1860, 177,286 (var.);Mazard, 1955, 168,548 (var.).
Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.497.
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176
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de Caesarea. Mazard, 1955, 171, 562. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC
14.458; 19.148.
Ar u& la croim, en el reverso, en los dos cuadrantes visibles, anillo elíptico y creciente (2 g.). Richard, 1972, pp. 55-56. Siglo 1 a.c.
1
Ae de Massalia (2'37 g.). La Tour, lárn. IV, 2.071 (var.1. Siglos 1 - a.c. GNC
11
19.875.
Ae de Massalia. Blanchet, 1905, fig. 94. Siglos 1 - a.c. GNC 19.802.
11
2 Ae de Massalia, reverso toro embistiendo a la derecha. Siglos 11-1 a.c. GNC
19.464.
Ae de Massalia, reverso toro embistiendo a la derecha; arriba
; debajo
M A S 2 A . La Tour, lárn. IV. Siglos 11-1 a.c. GNC 13.9 13.
Ae de Massalia (2'24 g.). La Tour, lám. IV, 1972 (var.). Siglo 1a.c. GNC 19.858.
Ae de Massalia (2'83 g.), reverso caduceo. Siglo 1 a.c. GNC 19.435.
2 Ae de Massalia (uno de ellos 1'21 g.). GNC 13.920; 14.159.
2 Ae de Narbona/Béziers, de Bitovios. Hill, 1930, lám. V-5,6. Rirchard, 1972, pp.
53-54 y 58-59. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.947; 19.370.
As de Neronken. Beltrán Martinez, 1950, figs. 449-45 1. Primera mitad del siglo
1 a.c. GNC 19.587.
As de Neronken. Heiss, 1870, pp. 434-437, lám. LXV; Richard, 1972, pp. 57-58.
Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.274.
As de Beziers. Blanchet, 1905, pp. 273-274. Richard, 1972, pp. 56-57. Primera
mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.240.
Ae de los Volcae Arecomici (2'33 g.) Blanchet, 1905, p. 435, fig. 475. Primera
mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.862.
Ae de los Bituriges (3'62 g.). La Tour, l b . XXXII, 7.988-7.981.
Ar de los Coriosolites (6'85 g.). Richard, 1972, p. 55. 75-70 a.c. GNC 14.099.
Potín. Mala conservación (3'1 1 g.). GNC 19.861.
ACUÑACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
2
2
2
2
Didracma. S. 64. GNC 14.194.
Triens. RRC 35,3; Roma; 225-217 a.c. GNC 14.019.
Uncia. RRC 41,lO; Roma; 215-212 a.c. GNC 19.447.
As. RRC 56; Roma; 207 a.c. GNC 13.970.
sextans. RRC 64,6b; Sardinia; 210 a.c. GNC 14.102; 14.103.
triens. RRC 65,4; Sardinia; 209 a.c. GNC 19.489; 19.809.
Quadrans. RRC 65,5; Sardinia; 209 a.c. GNC 19.434.
Sextans. RRC 69; Sicilia; 211-208 a.c. GNC 19.136.$
Sextans. RRC 87,5; S.E. de Italia; 211-210 a.c. GNC 19.425.
Semis. RRC 113,3 (?); Roma; 206-195 a.c. GNC 19.612.
ases. RRC 136,2; Roma; 194-190 a.c. GNC 19.550; 19.552.
Semis. RRC 136,3; Roma; 194-190 a.c. GNC 13.924.
Semis. RRC 143,3; Roma; 189-180 a.c. GNC 19.316.
As. RRC 176,l; Roma; 169-158 a.c. GNC 13.831.
Triens. RRC 200,4; Roma; 155 a.c. GNC 14.108.
As. RRC 203,2; Roma; 153 a.c. GNC 19.342.
As. RRC 215,2; Roma; 148 a.c. GNC 19.586.
Denario. RRC 234,l; Roma; 137 a.c. GNC 19.671.
denarios. RRC 243,l; Roma;. 134 a.c. GNC 1.9.695; 19.706.
Denario. RRC 271,l; Roma; 125 a.c. GNC 14.109.
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GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
2
2
2
8
2
24
6
17
4
2
6
3
8
Denario. RRC 273,l; Roma; 124 a.c. GNC 19.446.
Denario. RRC 297,la; Roma; 112-111 a.c. GNC 19.674.
Denario. RRC 314; Roma; 105 a.c. GNC 19.667.
Denario, forrado. RRC 317,2; Roma; 104 a.c. GNC 14.573.
Denario, forrado. RRC 319,l; Roma; 103 a.c. GNC 14.574.
Quinario. RRC 340,2; Roma; 90 a.c. GNC 19.675.
Denario. RRC,344,lb; Roma; 89 a.c. GNC 13.962.
As. RRC 344,4; Roma; 89 a.c. GNC 14.526.
Denario, forrado, RRC 352,l; Roma; 85 a.c. GNC 13.928.
Denario. RRC 366,3a-b; Norte de Italia e Hispania; 80-81 a.c. GNC 14.489.
denarios, forrados. RRC 372,2; Roma; 81 a.c. GNC 19.175; 14.026.
Denario, forrado. RRC 380,l; Roma; 80 a.c. GNC 19.767.
Denario. RRC 391,3; Roma; 75 a.c. GNC 19.708.
Denario. RRC 394,l; Roma; 74 a.c. GNC 19.617.
Denario. RRC 396,la; Roma; 74 a.c. GNC 13.933.
Quinario, forrado. RRC 462; Africa; 47-46 a.c. GNC 19.514.
Quinario. RRC 506,3; móvil con Bruto; 43-42 a.c. GNC 19.679.
denarios, forrados. RRC 544 (1: núm. 24); móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
GNC 19.463; 19.745.
G.B. de César y Octavio. C. 3 var. Después del 40 a.c. GNC 19.386.
victoriatos. GNC 14.115; 14.286.
Victoriato, forrado. GNC 14.391.
Medio victoriato (7). GNC 14.190.
Quinario. GNC 19.791.
denarios. GNC 14.068; 13.870; 14.189; 14.427; 19.127; 19.399; 19.407;
19.707.
Denario, forrado. GNC 19.501.
ases (46'65 y 37'67 g.). GNC 14.077; 14.078.
ases. GNC 19776; 19.714; 19.627; 19.540; 19.535; 19.530; 14.662; 14.638;
14.445; 14.417; 14.376; 14.322; 14.258; 14.220; 13.966; 13.968; 19.519;
13.832; 13.915; 14.079; 14.080; 14.081; 14.082; 14.183.
ases, partidos. GNC 13.991; 14.111; 19.193; 19.369; 19.628; 19.654.
semis. GNC 13.964; 13.978; 13.981; 14.184; 14.448; 14.454; 14.518; 14.592;
14.651; 14.672; 19.419; 19.420; 19.429; 19.496; 19.697; 19.733 19.763.
triens. GNC 13.965; 19.212; 19.443; 19.731.
quadrans. GNC 13.833; 14.186.
sextans (dos dudosos). GNC 13.939; 13.956; 19.415; 19.423; 19.431; 19.559.
uncias (una dudosa). GNC 13.918; 13.922; 14.586.
monedas de Ae romanas republicanas. GNC 14.076; 14.185; 14.188; 14.195;
14.463; 14.671; 19.383; 19.874.
ACUNACIONES HISPANICAS
Ae de Rhode. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 14.271.
1
1
Dracma de Emporiton. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.157.
1
Dracma de Emporiton. Guadán, 294. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.669.
1
3 dracmas de Emporiton. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 14.064; 19.7 10; 19.792.
1
Dracma de Emporiton, ¿forrada? Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.159.
2 dracmas de ¿imitación ampuritana? Fines del siglo 1 1e inicios del 1 a.c. GNC
1
1
13.845.
[page-n-179]
178
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 divisores ampuritanos. Vives 111-3 y 14. Fines del siglo 1 1 a.c. GNC 19.698;
1
19.711.
Divisor ampuritano. Vives 11-27, Fines del siglo 111 a.c. GNC 19.833.
Didracma hispano-cartaginesa. Vives VII-7 var. A partir del 218 a.c. GNC
19.762.
Ae hispano-cartaginés. Beltrán, 1950, p. 296, fig. 357. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
GNC 19.652.
2 Ae hispano-cartagineses. Vives VIII-12 y 10 u 11. A partir del 22 1 a.c. GNC
19.151; 19.572.
As de Untikesken. Vives XIII-3 var. Después del 195 a.c. GNC 13.803.
4 ases de Untikesken. Vives XIII-4. Después del 195 a.c. GNC 13.850; 19.286;
19560; 19.634.
3 ases de Untikesken. Vives XIII-5. Después del 195 a.c. GNC 13.906; 14.083;
19.521.
2 ases de Untikesken. VivesXIII-6. Después del 195 a.c. GNC 13.804; 13.818.
As de Untikesken. Vives XIII-7. Después del 195 a.c. GNC 13.855.
2 ases de Untikesken. Vives XIII-8. Después del 195 a.c. GNC 14.669; 19.600.
As de Untikesken. Vives XIV-1. Después del 195 a.c. GNC 14.544.
3 quadrans de Untikesken. Vives XIV-2. Después del 195 a.c. GNC 13. 952;
19.744; 19.805.
3 sextans de Untikesken. Vives XIV-3. Después del 195 a.c. GNC 13.940;
14.200; 19.800.
2 ases de Untikesken. Vives XIV-4. Después del 195 a.c. GNC 13.905; 19.541.
2 ases de Untikesken. Vives XIV-4,6. Después del 195 a.c. GNC 13.904; 19.558.
7 ases de Untikesken. Vives XIV-6. Después del 195 a.c. GNC 13.819; 13.873;
13.907; 13.908; 19.526; 19.548; 19.624.
Semis de Untikesken. Vives XIV-7. Después del 195 a.c. GNC 14.350.
4 semis de Untikesken. Vives XIV-9. Después del 195 a.c. GNC 14.029; 14.096;
14.634; 19.150.
Semis de Untikesken. Vives XIV- 10. Después de1 195 a.c. GNC 14.097.
Semis de Untikesken. Vives XIV-11. Después del 195 a.c. GNC 13.863.
3 ases de Untikesken. Vives XV-1. Después del 195 a.c. GNC 13.843; 19.169;
19,.746.
2 quadrans de Untikesken. Vives XV-2. Después del 195 a.c. GNC 14.658;
19.655.
3 sextans de Untikesken. Vives XV-3. Después del 195 a.c. GNC 13.802; 19.461 ;
19.571.
3 ases de Untikesken. Vives XVI-1. Después del 195 a.c. GNC 13.854; 19.291;
19.329.
Quadrans de Untikesken. Vives XVI-3. Después del 195 a.c. GNC 13.963.
2 semis de Untikesken. Vives XVI-4. Después del 195 a.c. GNC 19.485; 19.760.
3 ases de Untikesken. Vives XVI-6. Después del 195 a.c. GNC 13.9 16; 14.370;
19.680.
As de Untikesken. Vives XVI-6, 7. Después del 195 a.c. GNC 19.373.
3 semis de Untikesken. Vives XVI-7. Después del 195 a.c. GNC 14.640; 19.7 16;
19.756.
2 ases de Untikesken. Vives XVI-8 var. Después del 195 a.c. GNC 13.849;
13.907.
6 semis de Untikesken. VivesXVI-10. Después del 195 a.c. GNC 13.800; 13.801;
14.439; 19.325; 19.341; 19.739.
[page-n-180]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
179
4 semis de Untikesken. Vives XVI-11. Después del 195 a.c. GNC 14.095; 19.147 ;
19.471; 19.813.
2 quadrans de Untikesken. Vives XVI-12. Después del 195 a.c. GNC 19.455;
19.623.
6 quadrans de Untikesken. Vives XVI-13. Después del 195 a.c. GNC 13.8 12;
13.972; 14.385; 19.130; 19.483; 19.797.
2 sextans de Untikesken. Vives XVI-14. Después del 195 a.c. GNC 14.525;
19.128.
3 ases de Untikesken. Vives XIV-5. 1691158 a.c. GNC 19.594; 19.665; 19.764.
4 semis de Untikesken. Vives XIV-8. 1691158 a.c. GNC 13.948; 14.230; 14.234;
19.743.
9 ases de Untikesken. Vives XV-4 (seis variantes). 1691158 a.c. GNC 13.805;
13.910; 14.014; 14.018; 14.071; 19.531; 19.607; 19.796; 19,835.
3 semis de Untikesken. Vives XV-5 (dos variantes). 1691158 a.c. GNC 14.101;
14.198; 19.681.
As de Untikesken. Vives XV-6 var. 1691158 a.c. GNC 13.901.
2 ases de Untikesken. Vives XV-7 (uno variante). 1691158 a.c. GNC 14.378;
19.203.
As de Untikesken. Vives XV-11 var. Después del 143 a.c. GNC 14.222.
As de Untikesken. Vives XV-12. Después del 91 a.c. GNC 19.272.
23 ases de Untikesken. Vives XV-13 (trece variantes). Después del 91 a.c. GNC
13.851; 13.852; 13.877; 13.880; 13.886; 13.887; 13.893; 13.894; 13.895;
13.896; 13.902; 13.897; 13.898; 13.890; 13.911; 14.017; 14.206; 19.319;
19.525; 19.661; 19.682; 19.692; 19.754.
123 ases de Untikesken. GNC 13.806; 13.817; 13.840; 13.844; 13.848; 13.853;
13.856; 13.857; 13.858; 13.872; 13.874; 13.875; 13.876;13.878; 13.879;
13.881-13.885; 13.888; 13.892; 13.903; 13.938; 13.975;13.979; 13.982;
13.984-13.986; 13.988; 14.008; 14.009; 14.01 1; 14.021 ; 14.023; 14.027;
14.072-14.074; 14.084-14.087; 14.089; 14.094; 14.118; 14.205; 14.209;
14.210; 14.211; 14.214; 14.215; 14.217; 14.224; 14.229; 14.272; 14.291;
14.273; 14.317; 14.327; 14.347; 14.373; 14.377; 14.403; 14.409; 14.424;
14.432; 14.434; 14.522; 14.540; 14.564; 14.589; 14.644; 19.180; 19.187;
19.188; 19.196; 19.198; 19.199; 19.204-19.207; 19.211; 19.278; 19.290;
19.345; 19.347; 19.350; 19.352; 19.354; 19.375-19.377; 19.393; 19.396;
19.397; 19.400; 19.517; 19.518; 19.520; 19.524; 19.534; 19.537; 19.543;
19.544; 19.546; 19.547; 19.549; 19.613; 19.614; 19.616; 19.631; 19.636;
19.646; 19.648; 19.650; 19.657; 19.659; 19.684; 19.742; 19.771.
25 ases de Untikesken, partidos. GNC 13.912; 13.934; 14.094; 14.005; 14.006;
14.197; 14.207; 14.227; 14.297; 14.301; 14.363; 14.365; 14.374; 14.591;
19.191; 19.254; 19.257; 19.332; 19.365; 19.529; 19.532; 19.658; 19.672;
19.786.
7 semis de Untikesken. GNC 13.841; 14.030; 14.362; 14.371; 19.161; 19.391;
19.508.
Triens de Untikesken. GNC 14.645.
4 quadrans de Untikesken. GNC 13.976; 14.199; 14.278; 19.416.
As de Iltirta. Vives XXVII-3. Después del 195 y antes del 1551133 a.c. GNC
19.522.
Semis de Iltirta. Vives XXVII-6 var. Después del 195 y antes del 155/133 a.c.
GNC 14.130.
[page-n-181]
180
2
3
2
2
2
9
2
2
2
2
7
2
3
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Iltirta. Vives XXVII-13 var. Después del 143 y antes del 104 a.c. GNC
14.131.
As de Iltirta. Vives XXVII-12. 80-72 a.c. GNC 14.173.
As de Iltirta. Vives XXVIII-12. 80-72 a.c. GNC 19.499.
Semis de Iltirta. Vives XXVIII-16 var. 80-72 a.c. GNC 19.765.
As de Iltirta. GNC 14.028.
As de Kese. Vives XXXI-13. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.693.
1
1
As de Kese. Vives XXXII-2. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.126.
As de Kese. Vives XXXII-14. Principios del siglo 11 a.c. GNC 19.300.
Quadrans de Kese. Vives XXXII-16. Principios del siglo 11 a.c. GNC 14.177.
As de Kese. Vives XXXIII-4. Principios del siglo 1 a.c. GNC 13.899.
1
1
As de Kese. Vives XXXIII-10. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.175.
Sextans de Kese. Vives XXXIII-14. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.174.
1
Semis de Kese. Vives XXXIII-16 var. Principios del siglo 1 a.c. GNC 14.588.
1
semis de Kese. Vives XXXIV-9. Principios del siglo i a.c. GNC 14.562; 14.176.
3
ases de Kese. Vives XXXV-1. 158-137 a.c. GNC 13.834; 13.942; 13.961.
ases de Kese. Vives XXXV-5. 158-137 a.c. GNC 14.239; 19.651.
As de Kesse. Fines del siglo 11 e inicios del siglo 1 a.c. GNC 19.454.
As de Kese. Vives XXXIV-6. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.142.
ases de Kese. Vives XXXV-7. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.943;
19.221.
As de Kese. Vives XXXV-8. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.967.
As de Kese. Vives XXXV-10. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.127.
ases de Kese. Vives XXXV-11. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.954;
14.475.
ases de Kese (uno dudoso). GNC 14.128; 14.468; 14.515; 19.242; 19.302;
19.344; 19.356; 19.388; 19.511.
semis de Kese. GNC 19.472; 19.502.
quadrans de Kese. GNC 14.201 ; 14.323.
As de Ausesken. Vives XXII-9. Desde la mitad del siglo 11 hasta el 104 a.c.
GNC 13.937.
ases de Ausesken. GNC 14.135; 14.361.
As de Ore. Vives XXIII-1. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
1
13.941.
1
ases de Ilturo. Vives XXIV-10 (uno variante). Mediados del siglo 1 hasta el 104
a.c. GNC 14.469; 19.215.
ases de Ilturo. Vives XXIV-8. Hacia el 104 a.c. GNC 13.842; 14.129; 19.201;
19.327; 19.585; 19.604; 19.638.
As de Ilturo. Vives XXIV-? GNC 14.369.
ases de Laiesken. Vives XXV-? GNC 14.120; 19.305.
As de Lauro. GNC 14.124.
1
As de Baitolo. Vives XXIX-1. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
14.015.
1
As de Baitolo. Vives XXIX-2. Desde la mitad del siglo 1 hasta el 104 a.c. GNC
14.172.
ases de Ieso. Vives XXIX- 1 (uno variante). Desde la mitad del siglo 1 hasta el
1
104 a.c. GNC 19.238; 19.523; 14.552.
Divisor de Ae, de Arketurki. Vives XXV-¿3? 195-1551133 a.c. GNC 14.125.
As de Arketurki, partido. Vives XXV-4. 124-92 a.c. GNC 13.997.
1
As de Kelse. Vives LXI-6. Primera mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.251.
[page-n-182]
GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
181
2 ases de Kelse. Vives LXII-2. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 13.944;
1
19.626.
As de Kelse. Vives LXII-5, 6. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.2 18.
1
2 ases de Eso. Vives XXXVI-~l?
105-82 a.c. GNC 13.836; 14.119.
1
As de Bolskan. Vives XLIII-3. Segunda mitad del siglo 1 a. C. GNC 14.264.
1
As de Bolskan. Vives XLIII-6. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.133.
Denario de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.631.
1
As de Iaka. Vives XLIX-2. Mediados del siglo 1 a.c. GNC 14.171.
Denario de Turiasu. Vives LI-3. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1a.c. GNC
1
19.713.
1
As de Sekaisa. Vives LXV-2. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 14.181.
Ouadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-111. 133-120 a.c. GNC 19.849.
Sextans de Arse. Villaronga, 1967-a, VIII-111-IV. 133-120 a.c. GNC 14.132.
3 quadrans de Arse. 133-83 a.c. GNC 14.270; 14.459; 19.486.
As de Saiti. Vives XX-2. Antes del 133 a.c. GNC 13.974.
As de Castulo. Vives WCsl4. Primer tercio del siglo 1 a.c. GNC 14.485.
As de Castulo. Vives LXXI-14. Después del 72 a.c. GNC 14.643.
2 ases de Castulo. GNC 19.184; 19.536.
Semis de Castulo. GNC 19.160.
As de Ilturir. GNC 19.244.
1
Quadrans de Corduba. Vives CXVIII-1 var. Desde la segunda mitad del siglo 1
hasta el 78 a.c. GNC 19.152.
Semis de Carteia. Vives CXXVI-14 var. 104 a.c. GNC 19.167.
2 semis de Carteia. Vives CXXVII-5, 6. 90 a.c. GNC 19.491; 19.505.
Semis de Carteia. Vives CXXVII-6. 90 a.c. GNC 19.815.
Semis de Carteia, reverso C.Vib. 65-50 a.c. GNC 19.660.
Semis de Carteia, reverso proa, S y CARTEIA. Antes del 72 a.c. GNC 19.315.
Semis de Carteia. Vives CXXVI-? Antes del 72 a.c. GNC 19.322.
As de Gades. Vives LXXIV-2. Antes del 133 a.c. GNC 14.348.
Ae de Gades. Vives LXXIX-6. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.154.
GNC 14.228; 14.565.
2 Ae de ~Gades?
As de Abdera. Vives LXXXI-2. Principios del siglo 1 a.c. GNC 19.673.
Quadrans de Malaca. Vives LXXXV-5 var. Principios del siglo 1 a.c. GNC
14.180.
Quadrans de Malaca. GNC 19.633.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 3. 300-214 a.c. GNC 14.152.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 13. 300-214 a.c. GNC 19.410.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 15. 214-150 a.c. GNC 19.479; 19.577.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 53. 214-1 50 a.c. GNC 19.439.
4 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. XVIII-B. 214-150 a.c. GNC 13.980;
14.148; 14.157; 14.262.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 71; 214-150 a.c. GNC 13.914.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 76. 125-75 a.c. GNC 19.637.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 86. 125-75 a.c. GNC 19.155.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87. 125-75 a.c. GNC 14.650.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 87 u 81. 125-75 a.c. GNC 19.738.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 91. 125-75 a.c. GNC 19.493.
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 99. 125-75 a.c. GNC 14.137; 19.296.
Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 101. 125-75 a.c. GNC 19.691.
[page-n-183]
182
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2 Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, núm. 107. 125-75 a.c. GNC 14.179; 14.136.
GNC 19.793.
Ae de ~Ebusus?
ACUÑACIONESHISPANO-ROMANAS
11 ases de Emporion. Vives CXXI-1 (tres variantes). 44-27 a.c. GNC 13.808;
13.973; 14.098; 14.162; 14.539; 19.223; 19.338; 19.387; 19.603; 19.640.
5 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXI-2. Después del 27 a.c. GNC
13.987; 14.012; 19.220; 19.557; 19.606.
3 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXI-7. Después del 27 a.c. GNC
14.219; 19.457; 19.758.
2 ases de Emporion. Vives CXXI-9 var. Después del 27 a.c. GNC 13.838 ; 19.617.
As de Emporion. Vives CXXI-9, 10. Después del 27 a.c. GNC 19.394.
As de Emporion. Vives CXXII-1. Después del 27 a.c. GNC 19.807.
As de Emporion, partido. Vives CXXII-2. Después del 27 a.c. GNC 13.999.
As de Emporion. Vives CXXII-3. Después del 27 a.c. GNC 19.225.
As de Emporion. Vives CXXII-4. Después del 27 a.c. GNC 19.683.
As de Emporion. Vives CXXII-5 var. Después del 27 a.c. GNC 14.337.
As de Emporion. Vives CXXII-6 (resello). Después del 27 a.c. GNC 14.674.
4 ases de Emporion (uno partido). Vives CXXII-7. Después del 27 a.c. GNC
14.675; 19.294; 19.618; 19.701.
As de Emporion. Vives CXXII-7-9 var. Después del 27 a.c. GNC 19.677.
As de Emporion. Vives CXXII-8. Después del 27 a.c. GNC 19.666.
As de Emporion. Vives CXXII-10. Después del 27 a.c. GNC 19.374.
As de Emporion. Vives CXXIII-4 var. Después del 27 a.c. GNC 13.809.
2 ases de Emporion. Vives CXXIII-5. Después del 27 a.c. GNC 14.163; 19.595.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-9. Después del 27 a.c. GNC 14.202.
2 quadrans de Emporion. Vives CXXIII-10. Después del 27 a.c. GNC 19.146;
19.158.
2 quadrans de Emporion. Vives CXXIII-11 var. Después del 27 a.c. GNC 19.452 ;
19.450.
2 ases de Emporion. Vives CXXIII-7 (uno variante). 30 d.C. GNC 19.576; 19.592.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-12. Después del 30 d.C. GNC 14.156.
12 ases de Emporion. Vives CXXIII-6 (tres variantes). 30-35 d.C. GNC 13.807;
13.810; 13.995; 14.164-14.166; 14.367; 14.673; 19.326; 19.609; 19.664;
19.722.
20 ases de Emporion. Vives CXXIII-8 (once variantes). Después del 35 d.C. GNC
14.090; 14.091; 14.092; 14.110; 14.464; 19.456; 19.527; 19.556; 19.564;
19.566; 19.568; 19.578; 19.580; 19.582; 19.583; 19.584; 19.591; 19.663;
19.688; 19.747.
Quadrans de Emporion. Vives CXXIII-9-12. 27-41 (7) d.C. GNC 19.729.
66 ases de Emporion. GNC 13.815; 13.820; 13.837; 13.839; 14.093; 14.16714.170; 14.193; 14.221; 14.225; 14.226; 14.266; 14.277; 14.284; 14.346;
14.372; 14.418; 14.446; 14.477; 14.534; 14.538; 14.548; 14.566; 14.577;
14.648; 19.194; 19.195; 19.197; 19.200; 19.202; 19.241; 19.250; 19.269;
19.271; 19.276; 19.279; 19.282; 19.297; 19.310; 19.318; 19.320; 19.330;
19.353; 19.355; 19.366-19.368; 19.371; 19.372; 19.379; 19.382; 19.384;
19.385; 19.392; 19.395; 19.398; 19.574; 19.596; 19.598; 19.702; 19.721;
19.726; 19.735; 19.810.
51 ases de Emporion, partidos. GNC 13.868; 13.993; 14.000; 14.025; 14.036;
14.066; 14.282; 14.315; 14.316; 14.331; 14.358; 14.557; 14.576; 14.581;
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GABINETE NUMISMATICO DE CATALUNYA
2
2
2
2
183
14.593; 14.667; 19.192; 19.222; 19.228-19.230; 19.232; 19.234; 19.236;
19.245; 19.255; 19.256; 19.258-19.261; 19.263; 19.266; 19.293; 19.298;
19.299; 19.301; 19.307; 19.308; 19.311-19.313; 19.401-19.404; 19.567;
19.696; 19.699; 19.717; 19.790.
quadrans de Emporion. GNC 14.508; 19.482.
sextans de Emporion. GNC 19.41 1; 19.785.
ases de Ilerda, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.323; 19.378.
As de Tarraco, de Augusto. Vives CLXIX-11. 2 a.c.-4 d.C. GNC 19.295.
Sestercio de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXX-3. 15 d.C. GNC 14.599.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Después del 15 d.C. GNC 13.816.
As de Ilercavonia. Vives CXXV-2. Antes del 27 a.c. GNC 19.133.
As de Caesaraugusta, de Augusto. Vives CXLVII-7. 25-12 a.c. GNC 19.247.
As de Caesaraugusta, de Augusto, partido. Vives, CXLVIII-1. 12-8 a.c. GNC
14.571.
As de Toleto. Vives CXXXIV-1. Segunda mitad del siglo 1 a.c. GNC 19.685.
As de Saguntum, de Tiberio. 14-20 d.C. GNC 19.533.
As de Carthago Nova, de Augusto. Vives, CXXXI-10, 11. 12 a.c. GNC 19.442.
quadrans de la Colonia Patricia, de Augusto. 13-12 a.c. GNC 19.135; 19.509.
As de Pax Iulia, de Augusto. Vives, CLXVII-2. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.134.
Denario de l a Colonia Patricia, de Augusto. C. 21 GNC 14.642.
ACU~~ACIONES
ROMANO-IMPERIALES
3 ases de Lugdunum (?), de Octavio. RIC, 1, p. 43; C. 734. 40-28 a.c. GNC
13.958; 19.757; 31.177.
2 pequeños bronces de Treveris (?). Blanchet, 1912, p. 95, fig. 130. 27 a.c.-14
d.C. GNC 19.705; 19.449.
As de Vienne. Blanchet, 1912, fig. 132 vte. RIC, 1, p. 43. 40-28 .a.c. GNC
19.343.
7 ases de Nemausus, de Augusto (tres partidos). 27 a.c.-14/15 d.C. GNC 19.264;
19.265; 19.324; 19.335; 19.390; 19.718; 19.720.
2 denarios de Lugdunum, de Augusto. BMC 513. 2 a.c.-11 d.C. GNC 19.503;
19.709.
2 ae de Judea, acuñados bajo el período de Tiberio. Madden, 142-4. 14-37 d.C.
GNC 19.441; 19.487.
As de Roma, de Augusto. C. 369. 22 a.c. GNC 14.428.
Ouadrans de Roma, de Augusto. Bab. 11, 523, 29. 5 a.c. GNC 14.521.
As de Roma, de Augusto. C. 436. 22 a.c. GNC 14.191.
Denario de Roma, de Augusto, ¿forrado? C. 495. 18 a.c. GNC 19.51 5.
partido. 27 a.c.-14 d.C. GNC 14.484.
Sestercio de Roma, de ~Augusto?,
As de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C. GNC 19.231.
Denario de Lugdunum, de Tiberio. 14-37 d.C. GNC 19.405.
As de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 6. 14-37 d.C. GNC 19.2 10.
As de Roma, de Augusto, acuñado por Tiberio. RIC 3. 14-37 d.C. GNC 19.859.
As de Roma, de Agrippa. BMC 170. 14-37 d.C. GNC 19.213.
5 ases de Roma, de Agrippa. RIC 32. 14-37 d.C. GNC 13.813; 14.107; 14.598;
19.749; 19.750.
.Sestercio de Roma, de Caligula. 37-41 d.C. GNC 14.106.
t
[page-n-185]
184
LA CIRCULACION MONETAñTA DE LA TARRACONENSE
2 sestercios de Claudio 1. 41-54 d.C. GNC 14.138; 14.473 (41).
30 ases de Claudio 1. RIC 66. 41-54 d.C. GNC 14.104; 14.105; 14.145; 14.213;
14.321; 14.407; 19.209; 19.216; 19.249; 19.252; 19.268; 19.270; 19.275;
19.281; 19.287; 19.317; 19.334; 19.593; 19.561; 19.562; 19.602; 19.605;
19.610; 19.611; 19.615; 19.686; 19.700; 19.804; 19.867; 19.748.
9 ases de Claudio 1. RIC 68. 41-54 d.C. GNC 13.828; 13.949; 14.1 14; 14.141;
14.149; 14.150; 14.250; 19.217; 19.381.
21 ases de Claudio 1. RIC 69. 41-54 d. C. GNC 13.814; 13.829; 14.139; 14.140;
14.336; 14.426; 14.530; 14.531; 14.532; 14.604; 14.611; 19.235; 19.248;
19.277; 19.380; 19.495; 19.555; 19.590; 19.719; 19.795; 19.857.
Ouadrans de Claudio 1. C. 71. 41-54 d.C. GNC 14.112.
2 quadrans de Claudio 1. C. 72. 41-54 d.C. GNC 13.923; 19.621.
8 ases de Claudio 1. GNC 14.113; 14.232; 14.466; 14.610; 14.666; 19.284;
19.622; 19.798.
3 dupondios de Roma, de Antonia. C. 6.41-54 d.C. GNC 14.146; 19.283; 19.872.
b) Museo Arqueológico de Barcelona.
A C ~ A C I O N EGRIEGAS Y GALAS
S
3
42
4
4
2
4
2
Ae de Populonia. Siglo 1 1 (7).
1
Ae de Kroton. Siglo 1 1 (1).
1
Ae de Kamarina. Siglo 1 1 (?l.
1
Ae de Carthago.
Ae de Siracusa.
Ae de Cerdeña.
Obolo massaliota con rev. rueda. A partir del siglo IV a.c.
Dracma de Massalia, forrada. A partir del siglo 1 1 a.c.
1
pequeños bronces de Massalia. Siglo 11-1a.c.
Moneda ((Ala c r o h , con crecientes y en un cuadrante un punto. Fines del siglo
1 1 a.c.
1
monedas de bronce, con reverso delfín y BA (42).
monedas de Neronken. Siglos 11-1 a.c.
monedas de Langostaletes. Siglos 11-1 a.c.
monedas galas indeterminadas.
monedas de Nemausus. Blanchet, 1905, fig. 477; Giard, 1971-1972, tipo núm.
7, 44-42 a.c.
ACUNACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
Denario, forrado, RRC 44, 5; Roma; a partir del 211 a.c.
3 ases, RRC 56, 2; Roma; después del 211 a.c.
Semis, RRC 56, 3; Roma; después del 2 11 a.c.
Triens, RRC 56, 4; Roma; después del 2 11 a.c.
Quadrans, RRC 56, 5; Roma; después del 211 a.c.
(41) Es dudoso que esta pieza sea un sestercio. RIC, p. 129 considera que se tratd de un
as del tipo 66 acuilado sobre un flan de mayor módulo.
(42) Sobre este tipo de acuñaciones, véase MONRAVAL, 1981, pp. 523-527.
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MUSEO ARQUEOLOGICO DE BARCELONA
2
2
2
2
2
2
2
8
Sextans, RRC 85, 6; SE. de Italia; 211-210 a.c.
As, RRC 106, 4; ~Etruria?,
208 a.c.
Denario, RRC 111; ceca incierta; 2 11-208 a.c.
Denario, RRC 115; Roma; 206-195 a.c.
As, RRC 150, 1; Roma; 189-180 a.c.
Triens, RRC 173, 3; Roma; 169-158 a.c.
Triens, RRC 182, 4; Roma; 169-158 a.c.
As, RRC 183, 1; Roma; 169-158 a.c.
As, RRC 186, 1; Roma; 169-158 a.c.
Moneda de bronce, RRC 196; Roma; 169-158 a.c.
Denario, forrado, RRC 207, 1; Roma; 150 a.c.
As, RRC 214, 2; Roma; 148 a.c.
As, RRC 215, 2a; Roma; 148 a.c.
Denario, RRC 223, 1; Roma; 142 a.C:
denarios, RRC 238, 1; Roma; 136 a.c.
Denario, RRC 239, 1; Roma; 136 a.c.
Quadrans, RRC 243, 4; Roma; 134 a.c.
Denario, forrado, RRC 249, 1; Roma; 132 a.c.
Denario, forrado, RRC 277, 1; Roma; 122 a.c.
Denario, RRC 281, 1; Roma; 119 a.c.
Denario, RRC 284, l a ; Roma; 117 6 116 a.c.
Denario, RRC 290, 1; Roma; 114 6 113 a.c.
Denario, RRC 296, 1; Roma; 112 6 111 a.c.
Denario, RRC 324, 1; Roma; 101 a.c.
Denario, forrado, RRC 325, l b ; Roma; 101 a.c.
denarios, forrados, RRC 326; Roma; 101 a.c.
Quinario, RRC 326, 2; Roma; 101 a.c.
Denario, forrado, RRC 330, l a ; Roma; 100 a.c.
Quinario, RRC 332, l a ; Roma; 98 a.c.
quinarios, RRC 333, 1; Roma; 97 a.c.
Denario, forrado, RRC 334, 1; Roma; ?97 a.c.
Denario, forrado, RRC 341, 1; Roma; 90 a.c.
Denario, RRC 344, lc; Roma; 89 a.c.
Denario, RRC 344, 2c; Roma; 89 a.c.
denarios, forrados, RRC 364, 1; Roma; 83-82 a.c.
Denario, RRC 392, lb; Roma; 75 a.c.
denarios, RRC 422, l a ; Roma; 58 a.c.
Denario, RRC 430, 1; Roma; 55 a.c.
Denario, forrado, RRC 434, 2; Roma; 54 a.c.
Denario, RRC 444, l a ; ceca móvil con Pompeio; 49 a.c.
Denario, RRC 450, l a ; Roma; 48 a.c.
denarios, RRC 458, 1; Africa; 47-46 a.c.
Quinario, RRC 462, 2; Africa; 47-46 a.c.
Denario, RRC 465, 4; Roma; 46 a.c.
As, RRC 471, 1; Hispania; 46-45 a.c.
Quinario, RRC 489, 5; Gallia Transalpina y Cisalpina; 43-42 a.c.
Denario, RRC 544, 15; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
Denario, RRC 544,?; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
denarios, forrados, RRC 544,?; ceca móvil con M. Antonio; 32-31 a.c.
fragmentos de monedas indeterminadas.
[page-n-187]
186
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
20 ases frustros.
14 semis frustros.
Triens frustro.
2 quadrans frustros.
Uncia frustra.
ACUNACIONES HISPANICAS
Ae de Rhode. Siglo 1 1 a.c.
1
3 fraccionarias anteriores a las dracmas ampuritanas. Amorós, 1934, núms. 27,
74 y 76. Siglos V-IV a.c.
Dracma ampuritana. Guadán, 314. Siglo 1 1 a.c.
1
Dracma ampuritana. Amorós, VI. Siglo 1 1 a.c.
1
Dracma ampuritana, forrada. Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán 925. Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán 937. Siglo IiI a.c.
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Guadán, 949; Campo, 1972, núm. 31.
1
Siglo 1 1 a.c.
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Campo, 1972, núm. 12. Siglo 1 1a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso pegaso. Campo, 1972, núm. 21. Siglo 1 1a.c.
1
2 divisores ampuritanos, con reverso ~pegaso?
Siglo 1 1 a.c.
1
Divisor ampuritano, con reverso dos delfines. Siglo 1 1 a.c.
1
3 divisores ampuritanos, con reverso un delfín. Siglo 1 1 a.c.
1
6 monedas hispano-cartaginesas. Ultimo tercio del siglo 1 1 a.c.
1
6 ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 1-1. Después del
195 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-2. Después del 195 a.c.
2 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-3. Después del 195 a.c.
7 ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 1-5. Después del
195 a.c.
7 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-6. Después del 195 a.c.
9 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-7. Después del 195 a.c.
4 sextans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-8. Después del 195 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 1-9. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-11. Después del 195 a.c.
8 ases de Untikesken (uno partido]. Villaronga, 1977-a, serie 2-12. Después del
195 a.c.
4 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-13. Después del 195 a.c.
5 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-15. Después del 195 a.c.
8 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-16. Después del 195 a.c.
3 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 3-17. Después del 195 a.c.
2 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-19. Después del 195 a.c.
5 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 2-20. Después del 195 a.c.
14 semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-22. Después del 195 a.c.
7 quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 4-23. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 5-25. Después del 195 a.c.
Ae de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 5-26. Después del 195 a.c.
6 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-27. Después del 195 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-30. Después del 195 a.c.
3 ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-31. Después del 195 a.c.
[page-n-188]
MUSEO ARQUEOLOGICO D E BARCELONA
3
4
5
3
11
3
3
4
2
5
4
12
3
6
3
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18
69
2
8
4
2
2
4
3
187
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 6-32. Después del 195 a.c.
quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 7-37. Después del 195 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-39. Alrededor del 1691158 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-40. Alrededor del 1691158
a.c.
Quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 8-41. Alrededor del
1691158 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-42. Alrededor del 1691158 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-43. Alrededor del 1691158 a.c.
Quadrans de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 9-44. Alrededor del
1691158 a.c.
ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 9-45. Alrededor del
1691158 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 10-46. Después del 143 a. C.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 11-49. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-53. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-54. Después del 143 a.c.
ases de Untikesken (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 12-55. Después del
143 a.c.
Semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 12-56. Después del 143 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 13-59. Después del 91 a.c.
As de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 13-60. Después del 91 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 14-61. Después del 91 a.c.
semis de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 14-62. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-65. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-66. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken. Villaronga, 1977-a, serie 16-67. Después del 91 a.c.
ases de Untikesken (seis partidos). Villaronga, 1977-a, serie 16-68. Después
del 91 a.c.
monedas de Untikesken inclasificables (diecinueve partidas y una recortada).
As de Iltirta. Vives, XXVII-3. Después del 195 y antes del 155-133 a.c.
monedas de Iltirta, con reverso jinete. Siglos 11-1 a.c.
monedas de Iltirta, con reverso loba. Siglos 11-1a.c.
Triens de Kese. Vives, XXXI-15. Principios del siglo 1 a.c.
1
Uncia de Kese. Vives, XXXI-17. Principios del siglo 1 a.c.
1
As de Kese. Vives, XXXIII-10. Segunda mitad del siglo 11 e inicios del siglo 1
a.c.
As de Kese. Vives, XXXIII-15. Principios del siglo 11 a.c.
As de Kese. Vives, XXXIII-4, 10, 15 6 18. Segunda mitad del siglo 1 e inicios
1
del siglo 1 a.c.
Semis de Kese. Vives, XXXII-9. 158-137 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXIII-18. 158-137 a.c.
Quadrans de Kese. Vives, XXXIV-14. 158-137 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-1. 158-137 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXV-7. Principios del siglo 1 a.c.
ases de Kese. Vives, XXXV-10. Principios del siglo 1 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-9, 10 u 11. Principios del siglo 1 a.c.
As de Kese. Vives, XXXV-11. Principios del siglo 1 a.c.
monedas de Kese, sin referencia.
ases de Ausesken. Vives, XXII-3 a 5. 195-1551137 a.c.
[page-n-189]
188
4
2
2
3
6
6
8
3
39
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
As de Eustibaikula. Vives, XXIII-5. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Ilturo. Vives, XXIV-10. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
ases de Ilturo. Vives, XXIV-8. Hacia el 104 a.c.
quadrans de Ilturo. Vives, XXIV-9. Hacia el 104 a.c.
Quadrans de Laiesken. Vives, XXV-3. 195-1551137 a.c.
As de Laiesken. Vives, XXV-7. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Iltirkesken. Vives, XXVI-4. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
Semis de Iltirkesken. Vives, XXVI-5. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
Quadrans de Baitolo. Vives, XXIX-3. Mediados del siglo 1 hasta el 104 a.c.
1
As de Ieso. Vives, XXIX-3. Primera mitad del siglo 1 a.c.
ases de Kelse, con reverso jinete. Siglos 11-1a.c.
Denario de Bolskan, forrado. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1
1
a.c.
ases de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1 a.c.
1
Quadrans de Bolskan. Segunda mitad del siglo 1 y principios del siglo 1 a.c.
1
As de Arse, con reverso proa. Antes del 72 a.c.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 77. 133-120 a.c.
Quadrans de Arse. Villaronga, 1967-a, núm. 80. 133-120 a.c.
Quadrans de Arse. 133-~83?
a.c.
Moneda de Saiti. Siglos 11-1 a.c.
Denario de Ikalkusken. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
monedas de Ae de Ebusus. Campo, 1976-a, grupo XIX. 125-75 a.c.
monedas de Ae de Ebusus. Vives, XII-? 214-150 a.c.
As de Gades. Vives, LXXIV-l. 206-133 a.c.
Semis de Gades. Vives, LXXIV-5. Mediados del siglo 1 a.c.
1
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-5. 90 a.c.
Semis de Carteia. Vives, CXXVII-12. 85 a.c.
Moneda de Carteia. Siglos 11-1 a.c.
As de Irippo. Vives, CX-6. Mediados del siglo 1 a.c.
monedas ibéricas inciertas, con reverso jinete (1:recortada).
monedas ibéricas inciertas, con reverso caballo.
Moneda ibérica incierta, con reverso prótomo.
monedas ibéricas, partidas.
ACUNACIONES HISPANO-ROMANAS
14 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 17-69. Entre el 44 y
el 27 a.c.
7 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 18-72. Después del
27 a.c.
6 ases de Emporion (tres partidos). Villaronga, 1977-a, serie 19-73. Después del
27 a.c.
7 ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 19-75. Después del
27 a.c.
5 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-76. Después del 27 a.c.
Sextans de Emporion. Viliaronga, 1977-a, serie 19-77. Después del 27 a.c.
5 Sextans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-78. Después del 27 a.c.
3 Ae de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-77, 78, 79. Después del 27 a.c.
3 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 19-80. Después del 27 a.c.
11 ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 20-81. Después del 27 a.c.
[page-n-190]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE BARCELONA
2
5
4
2
2
3
2
4
2
2
5
2
2
12
5
6
7
65
10
73
2
189
Ae de Emporion, partida. Villaronga, 1977-a, serie 20-81, 82. Después del 27
a.c.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 21-83. Después del 27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 21-84. Después del 27
a.c.
sextans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 21-87. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 21-88. Después del
27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 22-89. Después del 27
a.c.
As de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 23-90. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 23-91. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 23-93. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 24-94. Después del
27 a.c.
ases de Emporion (dos partidos). Villaronga, 1977-a, serie 24-95. Después del
27 a.c.
As de Emporion, partido. Villaronga, 1977-a, serie 24-94. Después del 27 1a.C.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-99. Después del 27 a.c.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-100. Después del 27 a.c.
monedas de Emporion (tres partidas). Villaronga, 1977-a, serie 24-901100.
Después del 27 a.c.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 24-102. Después del 27
a.c.
ases de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 24-105. Después del 27 a.c.
As de Emporion, partido. Villaronga, 1977-a, serie 24-106. Después del 27 a.c.
ases de Emporion (cinco partidos). Villaronga, 1977-a, serie 25-107. Alrededor
del 30 a.c.
quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 25-108. Alrededor del 30
d.C.
ases de Emporion, partidos. Villaronga, 1977-a, serie 25-109. Alrededor del
30 a.c.
ases de Emporion (uno partido). Villaronga, 1977-a, serie 26-1 10. ~ 3 7 - 4 1 d.C.
1
ases de Emporion (veintiuno partidos). Villaronga, 1977-a, serie 26-1 11. ~ 3 7 41? d. C.
quadrans de Emporion. Villaronga, 1977-a, serie 28-122. 1 4 - ~ 4 1 d.C.
1
monedas de Emporion, i n ~ l a s ~ c a b l (cuarenta y siete partidas).
es
ases de Ilerda, de Augusto. Vives, CXXXIV-2. 27-23 a.c.
Moneda de Ilerda, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C.
As de Tarraco, de Tiberio. Vives, CLXXI-5. Después del 15 d.C.
Quadrans de Tarraco, de Augusto. Vives, CLXIX-7. 4-14 d.C.
Quadrans de Tarraco. Vives, CLXIX-10. Epoca augústea.
As de la Colonia Lepida. Vives, CLX-2. 44-42136-35 a.c.
As de Celsa. Vives, CLX-9. 36-27 a.c.
As de Calagurris, de Augusto. Vives, CLIX-4; Ruiz Trapero, 1968, núm. 23. 2
a.c.-14 d.C.
As de Calagurris, de Tiberio. Vives, CLIX-6; Ruiz Trapero, 1968, núm. 25. 1437 d.C.
[page-n-191]
190
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Moneda de Calagurris. 27 a.c.-37 d.C.
As de Segobriga, de Augusto. Vives, CXXXV-4. 23 aX.-14 d.C.
As de Saguntum, de Tiberio. Viiiaronga, 1967-a, núm. 120 6 121. 14-20 d.C.
Semis de Carthago Nova, de Tiberio. Vives, CXXXI-13 á 16. 19 d.C.
2 quinarios de Emerita (uno forrado). 25-23 a.c.
Sestercio de Emerita. 25 a.c.-37 d.C.
ACUI\IACIONES
ROMANO-IMPERIALES
6 ases de la proa, de Octavio (tres partidos). RIC, 1, p. 43; C. 737. 40-28 a.c.
2 ases de Lugdunum, del tipo Divos Iulios (uno partido). RIC, 1,p. 43; RRC, 535,
1. ?38 a.c.
16 monedas de bronce de Nemausus (nueve partidas). 27 a.c.-15 d.C.
2 monedas de Vienne, partidas. Antes de 27 a.c.
Denario de Lugdunum, de Augusto. RIC, 352. 27 a.c.-14 d.C.
2 denarios de Lugdunum, de Tiberio, forrados. RIC, 3. 14-37 d.C.
Denario de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C.
Sestercio de Roma, de Augusto, partido. 27 a.c.-14 d.C.
2 ases de Roma, de Augusto. 27 a.c.-14 d.C.
Dupondio de Roma, de Tiberio. 14-37 d.C:
12 ases de Roma, de Tiberio. 14-37 d.C.
Denario de Roma, de Caligula, forrado. 37-41 d.C.
Sestercio de Roma, de Caligula. 37-41 d.C.
3 quadrans de Roma, de Calígula. 37-41 d.C.
Sestercio de Roma, de Claudio 1. 41-54 d.C.
5 dupondios locales, de Claudio 1. 41-54 d.C.
77 ases locales, de Claudio 1. 41-54 d.C.
12 quadrans de Roma, de Claudio 1 41-54 d.C.
.
Moneda de bronce de Judea, de Augusto. 8-9 d.C.
9 monedas de bronce de Judea, de Tiberio. 15-17 d.C.
Moneda de bronce de Palestina, de Herodes 1. 37-4 a.c.
Moneda de bronce de Palestina, de Herodes Achelaos. 4 a.c.-6 d.C.
[page-n-192]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
11. MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA.
(Láminas 1-IX)
Núm. 1.
ROMA. Denario. 194-190 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 137, 1; núm. inv.
29454.
Núm. 2. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 33'55 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 178, 1; núm.
inv. 29498.
Núm. 3. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.:22'20g.;M.:30mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC191,l:r;núm.inv.
Núm. 4.
Núm. 5.
Núm. 6.
Núm. 7.
Núm. 8.
Núm. 9.
29.500.
ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'94 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RRC 201, 1; núm. inv.
29450.
ROMA. Denario. 152 a.c.
P.: 3'62 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: RRC 204, 1; núm. inv.
29455.
ROMA. As. 150 a.c.
P.: 22'24 g.; M.: 30'5 mm.;
P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 206, 2; núm.
inv. 29499.
ROMA. Denario. 150 a.c.
P.: 3'50g.;M.: 17'50mm.;P.C. 9-10 h.;C.:A.G.;R.:RRC207, 1;nÚm.
inv. 29459.
ROMA. Denario. 145 a.c.
P.: 4 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 220, 1; núm. inv.
29452.
ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'94 g.; M.: 18 rnm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 233, 1 ; núm. inv.
29449.
[page-n-193]
192
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 10. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 236, l e ; nÚm.inv.
29466.
Núm. 11. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'72 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 256, 1 ; núm.
inv. 29468.
Núm. 12 ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'82g.;M.: 18mm.;P.C.: 5-6h.;C.:A.G.;R.:RRC26O1 1;núm.inv.
29460.
Núm. 13. ROMA. Denario. 127 a.c.
P.: 3'74g.;M.: 16'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC264,
1;nÚm.inv.
29470.
Núm. 14. ROMA. Denario. 126 a.c.
P.: 3'75 g.;M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: S.G.; R.: RRC 267, 1;núm.inv.
2945 1.
Núm. 15. ROMA. Denario. 124 a.c.
P.: 3'87 g.; M.: 18 m.;
P.C.: 6 h.; C.: S.G.; R.: RRC 273, 1 ; núm. inv.
29465.
Núm. 16. ROMA. Denario. 123 a.c.
P.: 3'74g.;M.: 16'5mm.;P.C.:4h.; C.:A,G.;R.:RRC274, 1;nÚm.inv.
29462.
Núm. 17. ROMA. Denario. 123 a.c.
P.: 3'77 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 275, 1; núm.
inv. 29464.
Núm. 18. ROMA. Denario. 122 a.c.
P.: 3'85 g.;M.: 16'5mm.;P.C.: 7 h.; C.:B.G.;R.: RRC 277, 1;núm.inv.
29453.
Núm. 19. ROMA. Denario. 119 a.c.
P.: 3'66 g.; M.: 17 m.;
P.C.: 6 h.; C.: B.G.; RRC 281, 1; núm. inv.
R.:
2947 1.
Núm. 20. ROMA. Denario. 118 ó 117 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 17'5 m.;
P.C.: 1 1 h.; C.: S.G.; R.: RRC 283, l b ; núm.
inv. 29463.
Núm. 21. ROMA. Denario. 117 6 116 a.c.
P.: 3'87 g.;M.: 17 -.;P.C.:
7 h.; C.: A.G.; R.:RRC284, 1a;núm.inv.
29456.
Núm. 22. ROMA. Denario. 116 6 115 a.c.
P.: 3'85g.;M.: 16'5mm.;P.C.: 6h.;C.:S,G.;R.:RRC286, 1;nÚm.inv.
29469.
Núm. 23. ROMA. Denario. 109-108 a.c.
P.: 3'83 g.: M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 302, 1; núm. inv.
29457.
Núm. 24. ROMA. Denario. 104 a.c.
P.: 3'82 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 317, 3a; núm.
inv. 29467.
Núm. 25. ROMA. Denario. 101 a.c.
P.: 3'77g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 3ha;C.:A.G.;R.:RRC324, 1;nÚm.inv.
2946 1.
[page-n-194]
MUSEO
ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GR N
IOA
193
Núm. 26. ROMA. Denario. 90 a.c.
P.: 3'94g.;M.: 17'2mm.;P.C.:3h.;C.:A.G.;R.:RRC341,
1;núm.inv.
29473.
Núm. 27. ROMA. Denario, serratus. 82 a.c.
P.: 3'63 g.;M.: 17'5mm.;P.C.: 11-12 h.;C.:B.G.;R.:RRC362, 1 ; n ú m .
inv. 29475.
Núm. 28. ROMA. Denario, serratus. 79 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 384, 1;núm. inv.
29476.
Núm. 29. ROMA. Denario. 78 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15'30 mm.;.P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 385, 4; núm.
inv. 29472.
Núm. 30. ROMA. Denario. 77 a.c.
P.: 3'53 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: RRC 387, 1; núm. inv.
29458.
Núm. 3 1. ROMA. Denario. 67 a.c.
P.: 4 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: RRC409, 2 ; núm. inv.
29474.
Núm. 32. CECA MOVIL CON JULIO CESAR. Denario. 49-48 a.c.
P.: 3 g.; M.: 17'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: S.G.; R.: RRC 443, 1 ; núm. inv.
29477.
Núm. 33. CECA MOVIL CON M. ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'11 g.; M.: 17mm.;P.C.: 3 h.; C.: A.G.;R.:RRC 544, 36;núm.inv.
29478.
Núm. 34. CECA MOVIL CON M. ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'16 g.; M.: 16mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 544, 36;nÚm.inv.
29479.
ACU~~ACIONES
HISPANICAS
Núm. 35. SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'96 g.; M.: 24'5 rnm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 3; núm. inv. 29359.
1
Núm. 36. SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: g134g.;M.: 23mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Dominguez,
1979-a,serie 3; núm. inv. 29368.
1
Núm. 37. SALTUIE. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
P.: 8'83g.;M.:24'5rnm.;P.C.:7h.;C.:B,G.;R.:Domínguez,
1979-a,tipo A; núm. inv. 29355.
Núm. 38. OROSI. As. 133-82 a.c.
P.: 8'51 g.;M.:22'5mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,XLIX-1,2;núm.
inv. 29363.
Núm. 39. OROSI. As. 133-82 a.c.
P.: 10'62 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XLIX-1, 2;
núm. inv. 29362.
Núm. 40. BOLSKAN. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8g.;M.: 22'5mm.;P.C.: 3-4h.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,tipo B; núm. inv. 29365.
[page-n-195]
194
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 41. BOLSKAN. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'55 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
tipo B; núm. inv. 29364.
1
Núm. 42. SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
P.: 7'40g.;M.: 22'5mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:Domínguez,
1979,serie 2; núm. inv. 29358.
Núm. 43. SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'85 g.; M.: 25'5mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.:Domínguez, 1979-a,
serie 3; núm. inv. 29367.
1
Núm. 44. ARSAOS. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 9'22 g.;M.: 23'3mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,
tipo C; núm. inv. 29366.
Núm. 45. KUELIOKOS. As. 80-72 a.c.
P.: 13'51 g.; M.: 25 mrn.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, L-2; núm. inv.
29359.
Núm. 46. BILBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'94 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXIII-1; núm.
inv. 29352.
Núm. 47. TAMANIU. As. ¿Primer tercio del siglo 1 a.C.1
P.: 7'75 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 4, tipo A; núm. inv. 29356.
1
Núm. 48. EKUALAKOS. As. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 8'31 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LV-2; núm. inv.
29350.
Núm. 49. SEKOBIRIKES. As. 105-82 a.c.
P.: 9'25 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXVII-3; núm.
inv. 29357.
Núm. 50. SECOBRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 6'14 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, C m - 1 ; núm.
inv. 29412.
Núm. 51. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'06 g.; M.: 14 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a VIII111-111; núm. inv. 29382.
Núm. 52. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 16'2 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11; núm. inv. 29381.
Núm. 53. ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 2'87 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-1; núm. inv. 29380.
Núm. 54. VALENTIA. As. Ultimo tercio del siglo SI a.c.
P.: 11'13g.;M.:26'5rnm.;P.C.:7h.;C.
II.G.;R.:Vives,CXXV-1;núm.
inv. 29408.
1
Núm. 55. SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 14'77g.;M.:25mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XX-2;núm.inv.
29361.
1
Núm. 56. CASTiJLO. As. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 10'44 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-9; núm.
inv. 29379.
Núm. 57. OBiJLCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
[page-n-196]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
Núm. 58.
Núm. 59.
Núm. 60.
Núm. 61.
Núm. 62.
Núm. 63.
Núm. 64.
Núm. 65.
Núm. 66.
Núm. 67.
Núm. 68.
Núm. 69.
Núm. 70.
Núm. 71.
Núm. 72.
Núm. 73.
195
P.: 9'20 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R:: Vives, XCVI-7; núm.
inv. 29407.
GADES. As. Siglo 1 a.c. Resello delfín en el reverso.
1
P.: 10'70 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-1;
núm. inv. 29360.
GADES. As. Siglo 1 a.c. Resello delfin en el reverso.
1
P.: 9'34 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3;
núm. inv. 29386.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 11'61 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h.;C.:M.G.;R.:Vives,LXXIV-3;nÚm.
inv. 29384.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: g130g.;M.: 25mm.;P.C.: 3 h.;C.:A.G.;R.:Vives,LXXIV-1,3;nÚm.
inv. 29385.
GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 11'12 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3;
núm. inv. 29383.
GADES. Divisor de Ae. Siglo 1 a.c.
1
P.:6'24g.;M.: 19'3mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIV-5;núm.
inv. 29375.
1
GADES. Divisor de Ae. Siglo 1 a.c.
P.: 4'54 g.; M.: 19'20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXIV-5;
núm. inv. 29376.
GADES. Divisor de Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 6'12g.;M.: 19'3mm.;P.C.: 3 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIX-6;núm.
inv. 29377.
1
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 11'45 g.; M.: 24mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, IXXXV-1;
núm. inv. 29387.
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 8'14 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXXV-6; núm.
inv. 29388.
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 8'35 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LMU(VI1-6;
núm. inv. 29390.
1
MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 13'07 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXXVI-15;
núm. inv. 29389.
MALACA. Divisor de Ae. Primera &tad del siglo 1 a.c.
P.: 7'85 g.;M.: 20mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXXV-11;núm.
inv. 29370.
CARMO. ¿As? Inicios del siglo 1 a.c.
P.: g155g.;M.: 25mm.;P.C.: 6-7h.;C.:M.G.;R.:Vives,CI-5;nÚm.inv.
29392.
CARTEIA. Semis. 102 a.c. 9." emisión; serie B.
P.: 8'03 g.; M.: 21'50; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, ':XXVII-8; núm.
inv. 29394.
CARTEIA. Quadrans. 45 a.c. 22.a emisión.
P.: 4'86 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vivi!., CXXVIII-10;
núm. inv. 29395.
[page-n-197]
196
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 74. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1.a.C.
P. : 4'83 g. ; M. : 22 mm. ; P.C. : 9 h. ; C. : B.G. ; R. : Vives, CX-3 (variante);
núm. inv. 29373.
Núm. 75. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 4'76g.;M.: 22mm.;~.~.~9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CX-3;nÚm.inv.
29393.
Núm. 76. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 2'86 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CX-4; núm. inv.
29374.
Núm. 77. IRIPPO. Ae. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 4'12 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CX-3; núm.
inv. 29372.
Núm. 78. EBUSUS. Ae. 125-75 a.c.
P.:4'90g.;M.: 19'5mm.;P.C.:3 h.;C.:B.G.;R.:Campo, 1976-a,grupo
XIX; núm. inv. 29353.
AC~ACIONES
HISPANO-ROMANAS
Núm. 79. COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c.
P.: 12'12 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-1; núm.
inv. 29429.
Núm. 80. COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c.
P.: 12'37g.;M.:29mm.;P.C.:5h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLX-3;nUm.inv.
29430.
Núm. 81. CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 12'25g.;M.: 27'8mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives, CLX-1l;nÚm.
inv. 2943 1.
Núm. 82. CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: g114g.;M.: 26'5mm.;P.C.: lOh.;C.:M.G.;R.:Vives,CLX-1l;núm.
inv. 29432.
Núm. 83. BILBILIS. As. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 13'36g.;M.:27'8mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXVIII-8;
núm. inv. 29418.
Núm. 84. BILBILIS. As. 23 a.c.?-14 d.C.
P.: 10f30g.;M.:25'25mm.;P.C.: 11 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXVIII8 ; núm. inv. 29351.
Núm. 85. BILBILIS. As. 37-41 d.C.
P.: 12'52 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 1.131; núm. inv. 29419.
Núm. 86. OSCA. As. Después del 2 a.c.
P.: 10'54 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: 3.G.; R.: Vives, CXXXVI-9;
núm. inv. 29417.
Núm. 87. OSCA. As. Después del 2 a.c.
P.: 11'30 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXVI-9;
núm. inv. 29416.
Núm. 88. CALAGURRIS. As. 2 a.c.
P.: 11'40 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Ruiz Trapero, 1968,
22 var.; núm. inv. 29428.
Núm. 89. CAESARAUGUSTA. Semis. 8 a.c.
P.: 5'75g.;M.: 19'50mm.;P.C.: 7h.;C.:M.G.;R.:GilFarrés, 1951,4345; núm. inv. 29421.
[page-n-198]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
197
Núm. 90. CAESARAUGUSTA. As. 12-8 a.c.
P.: 9'76 g.;M.: 27'2mm.;P.C.: 11 h.; C.: A.G.;R.: GilFarrés, 1951,2628; núm. inv. 29422.
Núm. 9 1. CAESARAUGUSTA. As. 12 d.C.
P.: 12'10g.;M.:25'5mm.;P.C.:2h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXLIX-4;núm.
inv. 29423.
Núm. 92. CAESARAUGUSTA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'32 g.;M.: 26'8mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXLM9;núm.
inv. 29424.
Núm. 93. CAESARAUGUSTA. AS. 3 1-32 d.C.
P.: 11'96 g.; M.: 26'75 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CL-12:núm.
inv. 29426.
Núm. 94. CAESARAUGUSTA. As. 14-37 d.C.
P.: 10'81 g.;M.: 27'5mm.;P.C.: 1 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLII-3;nÚm.
inv. 29427.
Núm. 95. CAESARAUGUSTA. As. Julio 37-Junio 3 8 d.C.
P.: 11f20g.;M.: 27'8mm.;P.C.: lOh.;C.:S.G.;R.:Trillmich,
1973,serie 1, 3; núm. inv. 29425.
Núm. 96.ERCAVICA. As. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 8'47 g.; M.: 25'2 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXII-1, 3;
núm. inv. 29435.
Núm. 97. CASCANTUM. As. 14-37 d.C.
P.: 11'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-1; núm.
inv. 29433.
Núm. 98. CASCANTUM. As. 14-37 d.C. Reselio cabeza de águila en anverso.
P.: 14'12 g.;M.: 28'2mm.;P.C.: 5 h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLXI-2;nÚm.
inv. 29434.
Núm. 99. GRACURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 10'12 g.; M.: 25'8 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-1; núm.
inv. 29438.
Núm. 100. CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'80 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXIII-2;
núm. inv. 29436.
Núm. 101. CLUNIA. As. 14-37 d.C. Resellos jabalí en el anverso y reverso.
P.: 10'34 g.; M.: 26'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIII-4;
núm. k v . 29437.
Núm. 102. SEGOBRIGA. As. 27 a.c.-14 d.C. Resello cabeza de águila en el anverso.
P.: 11'52 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C.:M.G.;R.:Vives,CXXXV-4;núm.
inv. 29413.
Núm. 103. SEGOBSIGA. Semis. 14-37 d.C.
P.: 6'12 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXV-7;
núm. inv. 29415.
Núm. 104. SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'07 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXV-¿o?;
núm. inv. 29414.
Núm. 105. ILICI. Semis. 12-13 d.C.
P.: 6'87 g.; M.: 21'40 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-4;
núm. 29410.
Núm. 106. ILICI. As. 14-37 d.C. 3.8 emisión.
[page-n-199]
198
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
P.: 11'34 g.; M.: 25'7 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-13;
núm. inv. 2941 1.
107. CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 4'30 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXX-5; núm.
inv. 29443.
108. CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 7'52 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-5; núm.
inv. 29442.
109. CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 13'10 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 2-3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10;
núm. inv. 29445.
110. CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12.* emisión.
P.: 12'62g.;M.:26'4mm.;P.C.:3h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-8;núm.
inv. 29444.
111. CARTHAGO NOVA. As. 37-41 d.C.
P.: 13'54 g.; M.: 27'8 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-7,
10; núm. inv. 29448.
112. CARTHAGO NOVA. As. 37-41 d.C.
P.: 9'53 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-7, 10;
núm. inv. 29447.
113. COLONIA PATRICIA. Dupondio. 13-12 a.c.
P.: 24'98g.;M.:31 mm.;~.~.:4-5h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXV-2;núm.
inv. 29439.
114. COLONIA PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 5'04g.;M.: 20mm.;P.C.:2h.;C.:A.G.;R.:Chaves, 7 , g m p o I d e
197
semis; núm. inv. 29440.
115. COLONIA PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P,:4'20g.;M.: 2013mrn.;P.C.: 5-6h.;C.:B,G.;R.:Chaves,
1977,grupo
1 de semis; núm. inv. 29441.
1
116. ITALICA. AS. 15-16 d.C.
P.: 13'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: l l i h . ; C.: B.G.; R.: Chaves, 1978, pp.
134-137; núm. inv. 29404.
117. ITALICA. Semis. 18-19 d.C.
P.: 6'84 g.; M.: 21'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1978, p.
138; núm. inv. 29405.
Núm. 118. ROMULA. Dupondio. 14-37 d.C.
P.: 23'86 g.; M.: 31'50 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXVII-2;
núm. inv. 29406.
Núm. 119. CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27.a emisión.
P.: 3'27g.;M.: 17mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:Chaves,
1979-a,pp. 148149; núm. inv. 29409.
Núm. 120. CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27.a emisión.
P.: 5'35 g.; M.: 16'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
148-149;ñúm. inv. 29371.
Núm. 12 1. CARTEIA. Semis. ¿Fin del siglo 1 a.c. y comienzos del 1d.c.? 29." emisión.
P.: 7'22 g.;M.: 20rn~1,;P.C.:1 h.;C.:B.G.;R.: Chaves, 1979-a,pp. 151156; núm. inv. 29397.
Núm. 122. CARTEIA. Quadrans. 15 d.C. 30." emisión.
[page-n-200]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE GIRONA
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
199
P.:4'20g.;M.: 17mm.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:Chaves, 1979-a,pp. 156159; núm. inv. 29396.
123. IULIA TRADUCTA. As. 2 a.c.
P.: 11'77 g.; M.: 23'50 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIV-13;
núm. inv. 29378.
124. IULIA TRADUCTA. Dupondio. Hacia el 2 a.c.
P.: 23'37 g.; M.: 30'2 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIV-12;
núm. inv. 29403.
125. EMERITA. As. En torno al 23 a.c.
P.: 9'44 g.; M.: 23'7 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXL-14; núm.
inv. 29398.
126. EMERITA. As. En torno al 23 a.c.
P.: 11'18 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXL-15; núm.
inv. 29399.
127. EMERITA. As. Después del 2 a.c.
P.: 10'44 g.; M.: 23 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: GilFarrés, 1946, 46;
núm. inv. 29400.
128. EMERITA. As. Después del 2 a.c.
P.: 8'34 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Gil Farrés, 1946, 5055; núm. inv. 29401.
129. EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 13'15 g.; M.: 25'5 mm.;P.C.: 2-3 h.; C.: A.G.; R.: GilFarrés, 1946,
143; núm. inv. 29354.
130. EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 8'90 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Gil Farrés, 1946, 143;
núm. inv. 29402.
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 131. ROMA. Augustq. Dupondio. 22 a.c.
P.: 8'44 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 158-159; núm.
iny. 29501.
Núm. 132. ROMA. Augusto. Denario. Desde el 2 a.c. hasta el 11 d.C.
P.:3'70g.;M.: 18'7mm.;P.C.: 11h.;C.:A.G.;R.:BMCI519-535;núm.
inv. 29480.
Núm. 133. ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo periodo de Tiberio?
P.: 10'57 g.;M.: 27'2mm.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:BMC, 157-158;núm.
inv. 29502.
Núm. 134. ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'28 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 161-166; núm.
inv. 29503.
Núm. 135. ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'26 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 161-166; núm.
inv. 29504.
Núm. 136. ROMA. Germánico. As. 37-38 d.C.
P.: 8'66g.;M.: 26'6mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:BMC149-51;núm.inv.
29505.
Núm. 137. ROMA. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 12'77 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; núm. inv. 29506.
Núm. 138. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.d.
[page-n-201]
200
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
P.: 11'93 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
29511.
139. LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'45 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
29510.
140. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 13'63;M.:27mm.;P.C.: 7h.;C.:A.G.;R.:RIC1 68;núm.inv. 29508.
141. ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'97 g.; M.: 27'5 m.;
P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
29507.
142. ROMA. Claudio. AS. 41-54 d.C.
P.: 9'26 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
29509.
143. ROMA. Antonia. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 13'23 g.; M.: 27'20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 166; núm.
inv. 29512.
MONEDAS HALLADAS EN EL POBLADO
IBERICO DE ULLASTRET
(Lámina LXIII)
Núm. 1. MASSALIA. Obolo. Mediados del siglo V a.c.
P.: 0'74 g.; M.: 10 mm.; C.: A.G.; R.: Scheers, 1975, núm. 9.
Núm. 2 EMPORION. Fraccionaria. Siglos V-IV a.c.
P.: 0'37 g.; M.: 10 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Guadán 55.
1
Núm. 3. EMPORION. Dracma. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 4'52 g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 8h.;C.: S.G.;R.:Guadán, 206;zonaexterior del istmo de l a muralla Este. Sector D-E. Estrato 1 1
1.
1
Núm. 4. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'48 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.: Campo, 1972, 11-11-Ib;
núm. inv. 8027. Publicada en Oliva, 1959.
1
Núm. 5. EMPORION. Divisor. Segunda Mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'45 g.; M.: 12 m . ; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972, 11-11;
núm. inv. 8028. Publicada en Oliva, 1959.
1
Núm. 6. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
P.: 0'43 g.; M.: 9'5 mm.; P.C.: 12,h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972, 1-IV.
Núm. 7. EMPORION. Divisor. Segunda mitad del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 0'17 g.; M.: 8 m . ; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1972,II-11-IIa;
núm. inv. 2740.
Núm. 8. GADES. Ae. 236-206 a.c.
P.: 3'15 g.; M.: 17'5 mm.; C.: F.-M.G.; R.: Vives, IX-6;nÚm. inv. 8017.
Publicada en Oliva, 1958.
Núm. 9. EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'16 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.:Campo, 1976-a, grupo
XVIII; núm. inv. 8013. Publicada en Oliva, 1956-57.
Núm. 10. EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII (?); núm. inv. 8022. Publicada en Oliva, 1958.
Núm. 11. EMPORION. As. En torno al 30 d.C.
P.: 8'22 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G. (partida); R.: Villaronga,
1977-a, serie 25-107b; zona istmo, encima habitación, lado escalera Torre 111, E. 1.
[page-n-202]
LOS VILLARES
111. LOS VILLARES (Caudete de las Fuentes).
Colecciones de R. Gabaldón y F. Gabaldón.
(Laminas IX-XVIII)
ACUÑACIONES GALAS
Núm. 1.
Núm. 2.
MASSALIA. Pequeño bronce.
P.: 2'30g.;M.: 13mm.;P.C.:
91.
MASSALIA. Pequeño bronce.
P.: 1150g.;M.: 13mm.;P.C.:
Siglos 11-1 a.c.
11-12 h.;C.:M.G.;R.:Blanchet, 1905,fig.
Siglos 11-1a.c.
1 h.;C.:M.G.;R.:Blanchet, 1905,fig. 91.
ACUÑACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
ROMA. Denario. Después del 2 11 a.c.
P.: 4'55 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; huellas d e cincel e n el anverso; R.: RRC 44, 5.
4. ROMA. Quinario. Después del 211 a.c.
P.: 2'18 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 44, 6.
5. ROMA. Denario. Después del 2 1 1 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 53, 2.
6. ROMA. Denario. 207 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 57, 2.
7. ROMA. As. 207 a.c.
P.: 47'07 g.; M.: 3 5 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 57, 3.
8. ITALIA CENTRAL. Denario. 21 1-208 a.c.
P.: 4'40 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 60, l a .
9. ITALIA CENTRAL. Denario. 2 1 1-208 a.c.
P.: 4'16 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: RRC 60, l a .
10. SICILIA. Victoriato. 2 1 1-208 a.c.
P.: 2'60 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: RRC 71, l a .
Núm. 3.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
[page-n-203]
202
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 11. SICILIA. Denario. 209-208 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 75, la.
Núm. 12. INCIERTA. Denario. 21 1-208 a.c.
P.: 3'95 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: RRC 110, l b .
Núm. 13. ¿ROMA? Victoriato. Inicios del siglo 1 a.c.
1
P.: 2'60 g.; M.: 16'7 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 14. ROMA. Denario. 179-170 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.: C.: B.G.; R.: RRC 163, 1.
Núm. 15. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 25'90 g, M.: 30 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC 174, 1.
Núm. 16. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 29'20-g.; M.: 32 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC 180, 1.
Núm. 17. ROMA. Denario. 169-158 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 187, 1.
Núm. 18. ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 17'70 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 194, 1.
Núm. 19. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 197, la.
Núm. 20. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 4'18 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 197, lb.
Núm. 21. ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 197, l b .
Núm. 22. ROMA. As. 157-156 a.c.
P.: 16'20g.;M.: 26'5mm.;P.C.: 12 h.;C.: B.G.;R.:RRC 197-198B/lb.
Núm. 23. ROMA. As. 155 a.c.
P.: 18'95 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC 200, 2.
Núm. 24. ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 201, 1.
Núm. 25. ROMA. Denario. 153 a.c.
P.: 3'78 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: RRC 203, l a .
Núm. 26. ROMA. Denario. 152 a.c.
P.: 3'90 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 204, 1.
Núm. 27. ROMA. As. 152 a.c.
P.: 22'85 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; R.: RRC 204, 2.
Núm. 28. ROMA. Denario. 151 a.c.
P.: 3'70 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: RRC 205, 1.
Núm. 29. ROMA. Denario. 149 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 1 8 m . ; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 210, 1.
' Núm. 30. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'93 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC 214, la.
Núm. 31. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 1 8 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: RRC 215, 1.
Núm. 32. ROMA. As. 148 a.c.
P.: 23'12 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC 215, 2a.
Núm. 33. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC 216, 1.
Núm. 34. ROMA. Denario. 148 a.c.
P.: 3'18 g.; M.: 19 m . ; P.C.: 1 0 h.; C.: B.G.; R.: RRC 216, 1.
Núm. 35. ROMA. As. 147 a.c.
P.: 25'50 g.; M.: 3 0 mm.;
P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC 217, 2.
[page-n-204]
LOS VILLARES
203
Núm. 36. ROMA. Denario. 146 a.c.
P.: 3'78 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: RRC 219, le.
Núm. 37. ROMA. Denario. 140 a.c.
P.: 3'87 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: RRC 228, 2.
Núm. 38. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 231, 1.
Núm. 39. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'90 g.; M.: 17 m.;P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: RRC 231, 1.
Núm. 40. ROMA. Denario. 138 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 232, 1.
Núm. 41. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'86 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 235, lc.
Núm. 42. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'82 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC 235, 1 a-c.
Núm. 43. ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: RRC 236, le.
Núm. 44. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'77 g.; M.: 20 m . ; P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: RRC 238, 1.
Núm. 45. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 238, 1.
Núm. 46. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'74 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 239, 1.
Núm. 47. ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC 239, 1.
Núm. 48. ROMA. Denario. 135 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: RRC 240, l a .
Núm. 49. ROMA. Denario. 132 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 249, 1.
Núm. 50. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: RRC 256, 1.
Núm. 51. ROMA. Denario. 130 a.c.
P.: 3'65 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 256, 1.
Núm. 52. ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'89 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: RRC 260, 1.
Núm. 53. ROMA. Denario. 128 a.c.
P.: 3'83 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: RRC 261, 1.
Núm. 54. ROMA. Denario. 126 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 4 h.; C.: A.G.; R.: RRC 266, 1.
Núm. 55. ROMA. Denario. 122 a.c.
P.: 4 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC 277, 1.
Núm. 56. ROMA. Quadrans. ?97 a.c.
P.: 7'60 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 334, 5.
Núm. 57. ¿ROMA? As. 206-195 a.c.
P.: 41'12 g.; M.: 34 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 58. ¿ROMA? As. Después del 195 a.c.
P.: 35'25; M.: 32 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 59. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 35'24 g.; M.: 33 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 60. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 32'18 g.; M.: 31 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
[page-n-205]
204
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 61. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'75 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 62. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'17 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 63. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 31'12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 64. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 30'30 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 65. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 26'10 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 66. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 25'80 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 67. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 23'60 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 68. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 22'80 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 69. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 21'15 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 70. ¿ROMA? As. 195-146 a.c.
P.: 17'15 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 71. ¿ROMA? As. En torno al 91 a.c.
P.: 10'20 g.; M.: 26 mm.; C.: M. G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 72. ¿ROMA? Semis. 195-146 a.c.
P.: 10'45 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 73. ¿ROMA? Semis. 195-146 a.c.
P.: 8'40 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G. (fragmentada);R.: RRC, p.
596.
Núm. 74. ¿ROMA? Semis. En torno al 91 a.c.
P.: 6'80 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 75. ¿ROMA? Semis. En torno al 91 a.c.
P.: 5'17 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núms. 76-86. ¿ROMA? Ases. 195-146 a.c.
P.: 40'81; 40'40; 35'70; 33'07; 31'96; 28'25; 27'50; 26'15; 25'72;
20'50; 20 g.
Núm. 87. UNTIKESKEN. As. Alrededor del 1691158 a.c.
P.: 24'50g.;M.: 30mm.;P,C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,XIV-5;Villaronga, 1977-a, serie 8-39.
Núm. 88. UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a, serie
¿ 13-59?
Núm. 89. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.:4'06g.;M.: 19mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán,
1980, núm. 375.
Núm. 90. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'60 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives,XXXI-11; Guadán, 1980, núm. 375.
Núm. 91. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
[page-n-206]
LOS VILLARES
205
P.: 3'95g.;M.: 19mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 92. KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.:8h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-ll;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 93 KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'80g.;M.: 17mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-ll;Guadán,
1980, núms. 376-377.
Núm. 94 KESE. Denario. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'45g.;M.: 18mm.;P.C.: 2 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXI-11;Guadán.
1980, núms. 376-377.
Núm. 95 KESE. As. ¿Antes del 133 a.c.?
P.: 11'95 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXXIV-¿8?
Núm. 96 BOLSKAN. Denario. 133-105 a.c.
P.: 3'35 g.; M.: 19 mrn.; P.C.: 12 h.; C.: B.G (agujero); R.: Villaronga,
1979-a, núm. 483.
Núm. 97 BOLSKAN. Denario. 80-72 a.c.
P.: 4'08 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 12-1 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 486.
Núm. 98 BOLSKAN. Denario. 80-72 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 486.
Núm. 99 TURIASU. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 13'80 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
serie 7; Vives, LII-4.
Núm.lOO SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'35 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXV-6 ú 11.
Núm. 101 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13'45 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.102 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.103 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 37 mm.; P.C. 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.104 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'80 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-l.
Núm. 105 KLLI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'18 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
NÚm.106 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'80 g.; M.: 24 mm,; P.C.: 9-10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-l.
Núm.107 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'70 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.108 KILI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11'68 g.; M.: 25 m . ; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXI-1.
Núm.109 ARSE. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 12'17 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VII-111-11.
Núm.110 ARSE. As. 120 a.c.
P.: 32'04 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-11.
[page-n-207]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
206
Núm. 111 ARSE. As. 120 a.c.
P.: 26'20 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VII-11.
Núm. 112 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 20'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IX1.
Núm. 113 ARSE. As, Después del 120 a.c.
P.: 22'15g.;M.:28mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 114 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21185g.;M.: 29mm.;P.C.: 6h.;C.:B,G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 115 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'60 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IX11-1.
Núm. 1 16 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'50 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11-1.
Núm. 117 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'50 g.; M.: 29'5 mm.;P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11.
Núm. 118 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21'35 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
IX-11-1.
Núm. 119 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 20'70g.;M.: 29mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,IX11-1.
Núm. 120 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 17'50g.;M.: 29mm.;P.C.:9h.;C.: M.G.;R.:Villaronga, 1967-a,IX11-1.
Núm. 121 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 17'20 a.c.; M.: 30 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
m-11-1.
Núm. 122 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 1 7 g . ; M . : 29mm.;P.C.:7-8h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,=11.
Núm. 123 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 14'18g.;M.: 28mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,1967-a,IX11-1.
B
Núm. 124 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 16'34g.; M.: 29mm.;P.C.: 7 h . ; C.:B.G.;R.:Villaronga, 1967-a,=1.
Núm. 125 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.:3'60g.;M.: 17mm.;P.C.: lh.;C.:A.G.;R.:Villaronga,
1967-a,VIII1111-11.
Núm. 126 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 4'68 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11.
[page-n-208]
LOS VILLARES
207
Núm. 127 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
Núm. 128 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'75 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 129 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 5'60 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 130 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 3'35 g.; M.: 15'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-111.
Núm. 131 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 4'40g.;M.: 15'5mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,
m-VI.
Núm. 132 LARSE? Quadrans. 85-83 a.c. (?).
P.: 2'90 g.; M.: 16'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 133 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 21'70 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 134 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 21 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 135 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'22 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 136 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 137 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'10 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 138 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 18'38 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 139 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 18 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 140 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'86 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 141 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 15'32 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-l.
Núm. 142 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 14'80 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 143 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 7 5 a.c.
P.: 14 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1.
Núm. 144 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 25'20 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 145 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 25 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 146 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'80 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-2.
Núm. 147 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'95 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-3.
Núm. 148 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 17'60 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 10-11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-3.
[page-n-209]
208
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 149 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 12'60 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: B.G. (fragmentada);R.: Vives,
CXXV-3.
Núm. 150 IKALKUSKEN. Denario. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'30 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G. (fragmentada).
Núm. 151 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 10'80 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
núm. 314.
Núm. 152 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 10'60 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.
Núm. 153 IKALKUSKEN. Semis. ¿Mediados del siglo 1 a.c.?
1
M.: 17 mm.; C.: A.G.; R.: Vives,LXVII-2.
Núm. 154 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 20'80 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Guadán, 1980, núm.
244.
Núm. 155 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 19'80 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 156 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 18'15 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 157 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17'90 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Guadán, 1980, núm.
241.
Núm. 158 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17'15 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 159 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 16'50 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 4-5 mm.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 160 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 16'10 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 161 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 162 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'10 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 163 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 12 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 164 CASTULO. As. 165-80 a . ~ :
P.: 11'50 g.; M.: 25 mm,; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 165 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10'90 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-9.
Núm. 166 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10 g.; M.: 30mm.; P.C.: 4 h . ; C.: B.G. (fragmentada);R.:Vives,LXX8.
Núm. 167 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'40 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8.
Núm. 168 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 9'75 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-¿8?
h'úm. 169 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 15'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-1.
Núm. 170 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 12'25 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-1.
[page-n-210]
LOS VILLARES
Núm. 17 1 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 16'70 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.
Núm. 172 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 14'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.
1
Núm. 173 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
P.: 11'86 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G. (fragmentada).
Núm. 174 CASTULO. As. ¿Fines del siglo 1 a.c.?
1
P.: 11'20 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.
Núm. 175 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 6'18 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 1 h.; C.: S.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 176 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 5'95 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-12.
Núm. 177 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 5 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 178 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'90 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 179 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'65 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 180 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'32 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11 ó 12.
Núm. 181 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'30 g.; M.: 17 m.;
P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11.
a.c.?
Núm. 182 CASTULO. Semis. ~ 1 5 0 - 8 0
P.: 3'70 g.; M.: 18 mm.; P.C. 7 h.; C.: M.G.
Núm. 183 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'25 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.
Núm. 184 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'08 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.
Núm. 185 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 4'90 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.
Núm. 186 CASTULO. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 4 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 187 OBULCO. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 29'10 g.; M.: 29 m.;C.: M.G.; R.: Delgado, LVII-34.
Núm. 188 OBULCO. As. Antes del 91 a.c.
P.: 12'13 g.; M.: 29 mrn.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCVI-5.
[page-n-211]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
IV. MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI.
(Láminas XVIII-XXIV)
ACUÑACIONES
ROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 1 ROMA. As. 194-190 a.c.
P.: 26'56g.;M.: 35mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.: RRC 134, 2;núm.inv.
1319.
Núm. 2 ROMA. Denario. 157-156 a.c.
P.:3'63g.;M.: 19mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:RRC7 , ~ l b ? ; n ú m , i n v .
19
1316.
Núm. 3 ROMA. Denario. 152 a.c. (7).
P.: 3'76 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC 204, 1; núm. inv.
1330.
Núm. 4 ROMA. Denario. 135 a.c.
P.: 3'79g.;M.: 19'5mm.;P.C.:9 h.;C.:S.G.;R.:RRC242, 1;núm.inv.
1339.
Núm. 5 ROMA. Denario. 126 a.c. Falsa.
P.: 3'09 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: S.G.; R.: RRC 266, 1; núm. inv.
1333.
Núm. 6 ROMA. Denario. 126 a.c. Falsa.
P.: 2'72 g.; M.: 18 mm.;P.C.: 7 h.; C.: S.G.;R.: RRC 266, 1;núm.inv.
1340.
Núm. 7 ROMA. Denario. 125 a.c.
P.: 3'88g.;M.: 18mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:RRC270, 1;nÚm.inv.
1337.
Núm. 8 ROMA. Denario. 119 a.c. Falsa.
P.: 3'90g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 5 h.;C.: S.G.;R.:RRC281, 1;nÚm.inv.
1329.
[page-n-212]
MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI
Núm. 9
Núm. 10
Núm. 11
Núm. 12
Núm. 13
Núm. 14
211
ROMA. Denario. 119 a.c. Falsa.
P.: 2'71 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 5 h.; C.: S.G.; R.: RRC 281, 1; núm. inv.
1335.
ROMA. Denario. 118-1 17 a.c.
P.: 3'78g.;M.: 20mm.;P.C.: 3h.;C.:B,G.;R.:RRC283, 1a;nÚm.inv.
1334.
ROMA. Denario. 116 6 115 a.c.
P.: 3'28g.;M.: 17mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:RRC286, 1;núm.inv.
1338.
ROMA. Denario. 118-117 a.c.
P.: 3'42 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.;R.: RRC 309, 1; núm. inv.
1326.
MOVIL CON MARCO ANTONIO. Denario. 32-31 a.c.
P.: 3'57 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: RRC544,21;núm.
inv. 1341.
1
ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.:25'63g.;M.:33mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RRCp.596;nÚm.inv.
1318.
AGUNACIONES HISPANICAS
Núm. 15 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: g176g.;M.: 27mm.;P.C.: 9 h . ; C.:M.G.;R.:Villaronga, 1977-a, serie 16-67; núm. inv. 1262.
1
Núm. 16 KESE. Semis. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 5'24g.;M.: 21 =.;P.C.:
1 h.;C.:M.G.;R.:Vives,XXXIII-5;nÚm.
inv. 2538.
Núm. 17 KESE. As. 158-137 a.c.
P.: 12'71 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: Vives,XXXV-1; núm.
inv. 1270.
Núm. 18 KELSE. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 1Z194g.;M.: 27mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives1IXI-6,Domínguez, 1979-a, serie 3, tipo B ; núm. inv. 2532.
Núm. 19 BOLSKAN. Denario. 105-80/72 a.c.
P.: 4'06 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
485; núm. inv. 2534.
Núm. 20 BOLSKAN. Denario. 105-80172 a.c.
P.: 2'72 g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1979-a,
485; núm. inv. 2535.
Núm. 21 BOLSKAN. As. 133-105 a.c.
P.: 9'73 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
488; núm. inv. 2533.
Núm. 22 BASKUNES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'26 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: S.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
513; Dominguez, 1979-a, tipo B; núm. inv. 2537.
Núm. 23 TITIAKOS. As. Siglos 11-1a.c.
P.: 11'51 g.;M.: 25mm.;P.C.: 11 h.; C.:B.G.;R.:Vives,LVII-1O;nÚm.
inv. 1269.
Núm. 24 KUELIOKOS. As. 105-80172 a.c.
P.: 8'85 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, L-1; núm. k v .
1282.
[page-n-213]
212
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 25 KONTEBAKOM-KARBIKOM. As. Siglos 11-1 a.c.
P.:8'89g.;M.: 26mm.;P.C.: 11-12h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1979-a,
595; Vives, CLXXII-2; núm. inv. 1265.
Núm. 26 BILBILIS. As. Cambio siglos 11-1 a.c.
P.: 11167g.;M.: 27mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.:Vives,LXIII-9;núm.
inv. 1279.
1
Núm. 27 SEKOBIRIKES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 2'71 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,
anverso 691 y reverso 690; núm. inv. 2536.
1
Núm. 28 SEKOBIRIKES. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'97 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: S.G.; R.: Vives, XMVII-3;
núm. inv. 1280.
1
Núm. 29 ARSE. As. Mediados del siglo 1 a.c.
P.: 13'38g.;M.: 27mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,
VII-111-11; núm. inv. 1281.
Núm. 30 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: Z134g.;M.: 17mm.;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,VII111-1; núm. inv. 2541.
Núm. 31 ARSE. Quadrans. 133-120 a.c.
P.: 4'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-11; núm. inv. 2540.
Núm. 32 SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 14'10 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2; núm.
inv. 2539.
Núm. 33 SAITI. As. Mediados del siglo 11 a.c.
P.: 11'93 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2; núm.
inv. 1278.
Núm. 34 SAITI. As. Mediados del siglo 1 a.c.
1
P.: 11f68g.;M.: 24mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.;R.:Vives,XX-2(?);núm.
inv. 1261.
Núm. 35 VALENTIA. As. Después del 127 y antes del 75 a.c.
P.: 19'14 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXV-1;núm.
inv. 1271.
Núm. 36 OBULCO. As. Antes del 140 a.c.
P.: 18'44 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XCV-4; núm.
inv. 1277.
Núm. 37 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 10'77 g.; M.: 27 mm.;P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXX-9; núm.
inv. 1259.
Núm. 38 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXX-11; núm.
inv. 1283.
Núm 39 CARMO. As. Inicios del siglo 1 a.c.
P.: 8'03 g.; M.: 25mm.;P.C.: 7-8 h.; C.: M.G.;R.:Vives, CI-5 (?);núm.
inv. 1286.
Núm. 40 ACINIPO. Semis. Siglo 1 a.c.
P.: 7'53 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CV-2; núm.
inv. 1287.
Núm. 41 ASIDO. Semis. Siglo 1 a.c.
[page-n-214]
MUSEO MUNICIPAL DE ALCOI
213
P.: 6'94g.;M.: 21mm.;P.C.: 12h.;C.:M,G.;R.:Vives,XC-4;núm.inv.
1260.
1
Núm. 42 GADES. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'82 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXIV-1; núm.
inv. 1266.
ACUÑACIONES HISPANO-ROMANAS
Núm. 43 CELSA. Augusto. As. Después del 23 a.c.
P.: 9'68 g.; M.: 29 mm.;
P.C.: 10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXI-2; núm.
inv. 2530.
Núm. 44 CELSA. Augusto. As. 6 a.c.
P.: 10'99 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-8; núm.
inv. 1258.
Núm. 45 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c.-14 d.C.
P.: 12'26 g.;M.: 29 mm.;P.C.: 1 h.; C.: A.G.;R.:VivesCLM-1; Ruiz
Trapero, 1968, 21 vte. b; núm. inv. 1274.
Núm. 46 CAESARAUGUSTA. Augusto. As. 8 a.c. 7.a emisión.
P.: 13'87 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: B.G.; R.: Vives CXLVIII-7;
núm. inv. 2531.
Núm. 47 CAESARAUGUSTA. Tiberio. As. 3 4 d.C.
P.: 18'84g.;M.: 30mm.;P.C.: 7-8h.;C.:M,G.;R.:VivesCLI-6;núm.
inv. 1268.
Núm. 48 CASCANTUM. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 12'95 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 11-12h.; C.: B.G.; R: VivesCLXI-2;núm.
inv. 1276.
Núm. 49 ILICI. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11155g.;M.: 28mm.;P.C.:2h.;C.:A.G.;R.:VivesCXXXIII-10:núm.
inv. 1273.
Núm. 50 ILICI. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 12'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives CXXXIII-8;
núm. inv. 1343.
Núm. 51 CARTHAGO NOVA. Semis. 57 a.c. 1." emisión.
P.: 7'79 g.; M.: 24mm.;P.C.: 9 h.; C.: S.G.; R.:VivesCLXXIII-8;nÚm.
inv. 1264.
Núm. 52 CARTHAGO NOVA. Tiberio. As. 29 d.C.
P.: 10159g.;M.: 27mm.;P.C.: 8h.;C.:A.G.;R.:VivesCXXXII-1;núm.
inv. 1267.
Núm. 53 ACCI. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 18'66 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 12-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives CLXVI-12;
núm. inv. 1285.
Núm. 54 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 11103g.;M.:27mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:VivesCLXV-3;Chaves
1977, núm. 319, núm. inv. 2529.
Núm. 55 COL. PATRICIA. Augusto. Semis. 13- 12 a.c.
P.: 4'33 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXV-6; Chaves,
1977, núm. 627; núm. inv. 1275.
Núm. 56 COL. ROMULA. Augusto. Dupondio. 14-37 d.C.
P.: 18'29 g.; M.: 33 mm.; P.C.: 4-5 h.; C.: B.G.; R.: Vives CLXVII-2;
núm. inv. 1272.
[page-n-215]
2 14
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 57 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1a.c.? Comienzos del siglo 1d.C.7 29 emisión.
P.: 5'99g.;M.:22mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:VivesCXXM-2;Chaves,
1979-a, p. 151; núm. inv. 1263.
Núm. 58 EMERITA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 9'85 g.;M.: 28mm.;P.C.: 4h.;C.:B.G.;R.: GilFarrés, 1946, 156159; núm. inv. 1284.
,
ACUÑACIONES
ROMANO-IMPERIALES
Núm. 59 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C.
P.: 3'74; M.: 19'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: BMC 521; núm. inv.
1327.
Núm. 60 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C. Falsa.
P.: 3'25g.;M.: 18mm.;P.C.: 11-12 h.;C.: S.G.;R.:BMC540;núm. inv.
1325.
Núm. 61 ROMA. Augusto. As. 27-14 d.C.
P.: 9'34 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: M.G.; núm. inv. 1303.
Núm. 62 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C. Falsa.
P.: 2'88 g.; M.: 18 m . ; P.C.: 3 h.; C.: S.G.; R.: BMC 34; núm. inv.
1299.
Núm. 63 ROMA. Tiberio. As. Ultimo período de Tiberio?
P.: 10'99 g.; M.: 30 m . ; P.C.: 6-7 h.; C: A.G.; R.: BMC 149; núm.
inv. 2543.
Núm. 64 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.:8'99g.;M.:28mm.;P.C.:7h.;C.:B.G.;R.:RIC32;nÚm.inv.
1309.
Núm. 65 ROMA. Caligula. As. 37-38 d.C.
P.: 10'71 g.; M.: 28 m . ; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC 45; núm. inv.
1300.
Núm. 66 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:9'95g.;M.:30mm.;P.C.:
6h.;C.:B.G.;R.:RIC66;nÚm.inv.
1293.
Núm. 67 ¿ROMA? Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'34 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC 68; núm. mv.
1321.
Núm. 68 IMITACION LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.7
P.: 8'59 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC 69; núm. inv.
1322.
Núm. 69 ROMA. Antonia. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 10'10 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: BMC 166; núm. inv.
1292.
[page-n-216]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
V. MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT.
(Láminas XXIV-XLIX)
ACUÑACIONES GRIEGAS Y PUNICAS
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
1 ARADOS. Ae. Siglos U-1 a.c.
P.: 6'10 g.; M.: 20mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: SNG-DNM. Phoenicia,
núm. 37. Col. Isidro.
2 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88a.c.
P.: 7'07 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
3 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88 a.c.
P.: 6'80 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
4 EGIPTO. Ptolomeo ¿X? 106-88 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: M.G.
5 EGIPTO. Ptolomeo LX? 106-88 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 20 mm.; C.: M.G.
6 MACEDONIA. Filipo V. 221-179 a.c.
P.: 9'20 g.;M.: 22mm.;P.C.: 1 h.; C.:B.G.: R.: SNGGreciaEvelpidis,
núm. 1475-76.
7 NEAPOLIS. Ae. 270-240 a.c.
P.:5'50g.;M.:19'5mm.;P.C.:9h.;C.:A.G.;R.:Sambon,núm.664(?).
Col. Isidro.
Núm. 8 SIRACUSA. Ae. 287-279 a.c.
P.: 8'35 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Mini, 1977,núm.
286-290.
1
Núm. 9 SICILIA. Ae. Fines del siglo IV y principios del 1 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
193-324.
Núm. 10 CARTHAGO. Ae. 221-210 a.c.
P.:'7 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
1518-1521.Col. Isidro.
[page-n-217]
216
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 11 CARTHAGO. Ae. 221-210 a. C.
P.: 5'80 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,núm.
1518-1521.
Núm. 12 TINGIS. Ae. Fines del siglo 1 a.c.
1
P.: 3'80 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 1 h.; C.: A.G.; R.: Mazard, núm. 601.
Núm. 13 IOL. Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Mazard, núm. 550 ó
553.
Núm. 1 4 IOL. Ae. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'40g.;M.: 1g15mm.;P.C.: 12h.;C.: M.G.; R.: Mazard,nÚm. 551.
ACUNACIONES ROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 15 ROMA. As. 209-208 a.c. (?).
P.: 31 g.; M.: 31'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.;R.: RRC,50,3 (?). Col. Isidro.
Núm. 16 ROMA. As. Después del 211 a.c.
P.: 45 g.; M.: 36 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 56-2. Col. Isidro.
Núm. 17 ROMA. As. Después del 211 a.c.
P.: 38 g.; M.: 33 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 56,2.
Núm. 18 ROMA. As. Después del 2 1 1 a.c.
P.: 40g.;M.: 36mm.;P.C.: 5 h . ; C.: A,G.;R.:RRC,56,2 (?l. Col. Isidro.
Núm. 19 ROMA. Semis. Después del 21 1 a.c.
P.: 16'40g.;M.:27mm.;P.C.:2h.;C.:B.G.;R.:RRC,56,3.Col.Isidro.
Núm. 20 ROMA. Denario. 179-170 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 162, 2a.
Núm. 21 ROMA. Triens. 157-156 a.c.
P . : 4 ' 8 0 g . ; M . : 18'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:RRC,
197-198,3.Col.
Isidro.
Núm. 22 ROMA. Denario. 147 a.c.
P.: 3'20g.; M.: 17'5mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G. (dosagujeros);R.:RRC,
218,l.
Núm. 23 ROMA. As. 146 a.c.
P.: 23'25 g.; M . : 3 0 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 219,2.
Núm. 24 ROMA. Denario. 114-1 13 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 291,l.
Núm. 25 ROMA. Denario (forrado). 108-107 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC,308,la.
Núm. 26 ROMA. Denario (forrado). 101 a.c.
P.: 2'50 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G., fragmentada. R.: RRC,
324,l.
Núm. 27 ROMA. Denario (forrado). 101 a.c.
P.: 3 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 324,l.
Núm. 28 ROMA. (Forrada.) 100 a.c.
P.: 2'80 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 3 2 8 , l .
Núm. 29 ROMA. Triens. 91 a.c.
P.: 3'80 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 339,3.
Niim. 30 ROMA. Denario (forrado). 90 a.c.
P.: 1'80 g.; M.: 19'5 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, 342,3.
N Ú ~ 31 ROMA. Quinario. 89 a.c.
.
P.: 1'90 g.; M.: 13 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: RRC, 343,2b.
[page-n-218]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
217
Núm. 32 ROMA. Quinario. ¿88 a.c.?
P.: 1'80 g.; M.: 1 5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 345,2(?).
Núm. 33 ROMA. Denario. 8 6 a.c.
P.: 3'40 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 350 A, 2. Col.
Quiles.
Núm. 34 ROMA. Denario (forrado). 70 a.c.
No disponemos de los datos ténicos de la pieza. R.: RRC 4 0 4 , l .
Núm. 35 ROMA. Denario. 62 a.c.
P.: 3'30 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC, 4 1 6 , l .
Núm. 36 ROMA. Denario. 5 4 a.c.
P.: 3'45 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 4 3 3 , l .
Núm. 37 ROMA. Denario (forrado). 50 a.c.
P.: 3'60g.;M.: 19'5mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:RRC, 439,l.Col.Quiles.
Núm. 38 ROMA. Denario (forrado). Antes de los aiios 130 a.c.
P.: 4'0 g.: M.: 18 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.
Núm. 39 ROMA. As. Siglo ¿II? a.c.
P.: 4 0 g.; M.: 33'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R: RRC, p. 596.
Núm. 40 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 18'40 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 41 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 19'10; M.: 3 0 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
1
Núm. 42 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 23'40 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 43 ROMA. As. Siglo 11 a.c.
P.: 22'50 g.; M.: 3 0 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 4 4 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 25 g.; M.: 31 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 4 5 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 27'70 g.; M.: 30 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 46 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'45 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 47 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'35 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 5 h . ; C.: B.G.; R.: RRC, p. 596.
Núm. 48 ROMA. Sextans. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'10 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596.
ACUNACIONES HISPANICAS
Núm. 49 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 18 a.c.
P.: 8'75 g.; M.:22'5 mm.;P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11, núm. 110, A.
Núm. 50. HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 18 a.c.
P.: 7'60 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11.
Núm. 51 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 221-2 18 a.c.
P.: 5'30 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
VIII-1-11. Col. Isidro.
[page-n-219]
218
LA CIRMACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 52 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 8'90 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 116,B. Col. Isidro.
Núm. 53 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-218 a.c.
P.: 8 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1973-a,núm.
115. Col. Isidro.
Núm. 54 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 9'10 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 122.
.
Núm. 55 HISPANO-CARTAGINESA. ~ e 22 1-2 1 8 a.c.
P.: 6'70 g.; M.: 21 m . ; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973-a,
núm. 122.
Núm. 56 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. 22 1-218 a.c.
P.:7'55g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1973-a,X-11
Núm. 57 BARIA. Ae. Desuués del 206 a.c.
P.: 17 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1973-a, XII1.
1
Núm. 58 UNTIKESKEN. As. Después del 195 a.c.
P.: 23 g.; M.: 31'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 13.
Núm. 59 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 14'60g.;M.:28mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1977-a,serie 16.
1
Núm. 60 KESE. Quadrans. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 7'85 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXIII-4;
MAN, 1710. Col. Isidro.
Núm. 61 KESE. Quadrans. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: 1'90 g.; M.: 13'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.;R.: VivesXXXIII-6. Col.
Isidro.
1
Núm. 62 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
P.: 14'80 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXII-4.
Núm. 63 KESSE. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 13'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXXVI-4. Col.
Isidro.
Núm. 64 ILTURO. Años antes del 104 a.c.
P.: 1 3 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; Vives, XXIV-8; MAN 2127.
Núm. 65 ILTIRTA. Unidad. 80-72 a.c.
P.: 5'65g.;M.: 19'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:A.G.;R.:Villaronga,
1978-a,
núm. 39-A.
Núm. 66 ILTIRTA. Unidad. 80-72 a.c.
P.: 5'25 g.; M.: 20 mm.; C.: M.G./F.; R.: Vives, XXVIII, ~ 1 ó1 12?
1
Núm. 67 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 12'30 g.; M.: 27 a.c.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives,~x1-7, Col.
8.
Isidro.
Núm. 68 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a. C.
1
1979P.: 12'50g.;M.:27'5mm.;P.C.: 1 1 h.;C.:M.G.;R.:Domínguez,
a, ~ 1 2 - 1 8 0 1
Núm. 69 KELSE. As. Después del 72 a.c.
[page-n-220]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
Núm. 70
Núm. 71
Núm. 72
Núm. 73
Núm. 74
Núm. 75
Núm. 76
Núm. 77
Núm. 78
Núm. 79
Núm. 80
Núm. 81
Núm. 82
Núm. 83
Núm. 84
Núm. 8 5
Núm. 86
219
P.: 12'15 g.; M.: 26'5mm.; P.C.: 2 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
12-185.
SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'80 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
18-239. Col. Isidro.
SETEISKEN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'65 g.; M.: 23'5mm.;P.C.: 3 h . ; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
18-~2391
SALTUIE. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 13 g.; M.: 24 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 17229. Col. Isidro.
1
SESARS. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 11140g.;M.: 25mm.;P.C.: 11 h.; C.:B.G.;R.:Domínguez, 1979-a,
20-268.
BOLSKAN. As. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 10 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 7117. Col. Isidro.
1
BOLSKAN. As. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
P.: 6'65 g.; M.: 23 mm.;P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a, 7120.
BOLSKAN. As. Ultimo tercio de1 siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 7'27g.;M.:23mm.;P.C.: llh.;C.:B.G.;R.:Domínguez,
1979-a,7124-125.
BOLSKAN. Semis. Ultimo tercio del siglo 1 y primero del 1 a.c.
1
P.: 4'50 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XLIII-6.
BELIKIOM. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 7'20 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
5-80. Col. Isidro.
SEKIA. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 7'10g.;M.: 24mm.;P.C.:1 h.;C.:A.G.;R.:Domínguez,l979-a,serie 3, tipo c. Col. Isidro.
1
SEKIA. Semis. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 5 g . ; M . : 19mm.;P.C.:4h.;C.: M.G.;R.:Domínguez, 1979-a,serie
1. Col. Isidro.
KUELIOKOS. As. En torno a 105-72 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, L-1; MAN,
1959.
SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 9'30 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXV-6.
SEKAISA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'80 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: MAN, 2512.
KONTERBIA KARBIKA. As. ¿ 133-72 a.c.?
P.: 12'15 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XXXIX-12. Col.
Isidro.
KONTERBIA KARBIKA.As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 10130g.;M.:231nn1,;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXXIX-3;MAN,
1878. Col. Isidro.
KONTERBIA KARBIKA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 8'05 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XXXIX-3.
[page-n-221]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
220
Núm. 87 BILBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 11'50 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: MAN, 1032.
Núm. 88 BiLBILIS. As. Fines del siglo 1 e inicios del 1 a.c.
1
P.: 11 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXIII-11. Col. Isidro.
Núm. 89 TAMANIU. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 8'20 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
13-209. Col. Isidro.
Núm. 90 TAMANIU. As. Primer tercio del siglo 1 a.c.
P.: 7'70 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Domínguez, 1979-a,
13-204. Col. Isidro.
Núm. 91 AREKORATA. As. Primer tercio del siglo 1 a.c. (?).
P.:7'60 g.; M.: 22'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XL-12; MAN,
574. Col. Isidro.
Núm. 92 ARSE. Semis. 133-120 a.c.
P.: 3'60 g.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
VIII-111-1.
Núm. 93 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 14'70 g.; M.: 30 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
M-11-1.
Núm., 9 4 ARSE. As. Después del 120 a.c.
P.: 21 g.; M.: 29mm.;P.C.: 7h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1967-a,núm.
89.
Núm. 95 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 3'30 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Villaronga, 1967-a, IXS
IV.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
Núm.
96 ARSE. Quadrans. Después del 120 a.c.
P.: 3'55g.;M.: 17mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.;R.:Villaronga, 1967-a,IXIV.
97 ARSE. As. Después del 85-83 a.c.?
P.: 16'70g.;M.: 31 mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:Villaronga,
1967-a,X1-11 (?).
98 ARSE. As. Después del 83 a. C.?
P.: 19'50 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1967-a,
XI-1. Col. Isidro.
99 ARSE. Quadrans. Después del 83 a. C.?
P.: 2'75 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.
100 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 14'50 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2-1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
101 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 13'15 g.; M.: 27'5 mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
102 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 12'50 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XX-2.
103 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 12'30 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
104 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11'30 g.; M.: 26 m.;
P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
105 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11'20 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9-10 h.; C.: A.G.; R.: Vives, XX-2.
[page-n-222]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
221
Núm. 106 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 11 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 107 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 10'5g.;M.:25'5mm.;P.C.: lOh.;C.:A.G.;R.:Vives,XX-2.Col.Isidro.
Núm. 108 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 9'90 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 109 SAITI. As. Antes del 133 a.c.
P.: 8'35 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XX-2.
Núm. 110 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 9'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXVI-¿6?
1
Núm. 111 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 8'60 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: MAN, 2065.
1
Núm. 112 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P. : 8' 10 g. ; M. : 24 mm. ;P.C. : 1 h.; C.: M.G. ; R. : Vives, LXVI-7. Col. Isidro.
1
Núm. 113 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 6'70 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: MAN, 2079.
Núm. 114 IKALKUSKEN. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 9 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXVI-¿6? Col. Isidro.
Núm. 115 OBULCO. As. Antes de1 140 a.c.
P.: 16'40g.;M.: 26'5mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Vives,XCV-¿4?Col.
Quiles.
Núm. 116 OBULCO. As. Antes del 140 a.c.
P.: 16'10 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCV-4.
Núm. 117 OBULCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 16 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives,XCVI-6. Col. Isidro.
Núm. 118 OBULCO. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 16 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XCVI-6. Col. Isidro.
Núm. 119 OBULCO. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 3'5g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 2h.;C.:B.G.;R.:MAN,956.Col.Isidro.
Núm. 120 CASTULO. As. 195-179 a.c.
P.: 29'10 g.; M.: 32'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXVIII-11;
MAN, 59.
Núm. 121 CASTULO. As. 150-80 a.c.
P.: 1 6 g . ; M.: 24'5mm.; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: Vives,LXIX-8. Col.Isidro.
Núm. 122 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 17 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-8; MAN,
195. Col. Isidro.
Núm. 123 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 14'10 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 5 h.; C.: S.G.; R.: Vives, LXX-9; MAN,
203. Col. Isidro.
Núm. 124 CASTULO. As. 165-80 a.c.
P.: 13'5g.;M.: 26'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXX-9;MAN,
205. Col. Isidro.
[page-n-223]
222
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 125 CASTULO. Semis. Mediados del siglo 11 a.c.
P.: 9'80 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXI-2.
1
Núm. 126 CASTULO. Semis. mediados del siglo 1 a.c.
P.: 8'6 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-2.
Núm. 127 CASTULO. As. ~ S e g u n d a
mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 19 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; Col. Isidro.
mitad del siglo 1 a.c.?
1
Núm. 128 CASTULO. As. ~ S e g u n d a
P.: 15 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; Col. Isidro.
Núm. 129 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 11'65 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
1
Núm. 130 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
P.: 1 3 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.
Núm. 131 CASTULO. As. ¿Segunda mitad del siglo 1 a.c.?
1
P.: 6'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.
Núm. 132 CASTULO. Semis. 165-150 a.c.
P.: 5'6 g.; M.: 19'5mm.; P.C.: 11-12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-3. Col.
Isidro.
Núm. 133 CASTULO. Semis. 165-150 a.c.
P.: 3'7 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-3. Col. Isidro.
Núm. 134 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.: 4'4 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXX-11.
Núm. 135 CASTULO. Semis. 150-80 a.c.
P.:4g.;M.: 16mm.;P.C.: 1 h.;C.: M.G.;R.:Vives,LXX-12. Col.Isidro.
Núm. 136 CASTULO. As. Después del 72 a.c.
P.: 13'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, LXXI-14. Col.
Isidro.
Núm. 137 CASTULO. As. Después del 72 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-14.
Núm. 138 CASTULO. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 6'1 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXI-9.
Núm. 139 CASTULO. Semis.
P.: 7'6 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 140 ASIDO. Unidad. Después del 72 a.c.
P.: 6'15 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, XC-4.
1
Núm. 141 CARMO. Unidad. Fines del siglo 1 a.c.
P.: 6'85 g.; M.: 23 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CI-5.
Núm. 142 CORDUBA. Quadrans. 80-79 a.c.
P.:5'2g.;M.: 18mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Chaves,
1977,p. 155;Vives, CXVIII- 1.
Núm. 143 CARTEIA. Semis. Principios del siglo 1 a.c. 13 emisión.
P.: 6'4 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
138-139; Vives, CXXVIII-6.
Núm. 144 CARTEIA. Semis. 50 a.c. 21 .a emisión.
P.: 7'65 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
138- 139 ; Vives, CXXVIII-6.
Núm. 145 CARISSA. Semis. Después del 72 a.c.
P.: 4 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXVII-7. Col. Isidro.
[page-n-224]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
223
Núm. 146 GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 15'8 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3.
Núm. 147 GADES. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 14'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6-7 h.; C.: M.G.; R.: Vives,LXXIV-1, 3.
1
Núm. 148 GADES. As. Siglo 1 a.c.
P.: 13'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, LXXIV-1, 3.
Núm. 149 GADES. Semis. ¿Inicios del siglo 1 a.c.?
P.:4'8g.;M.: 19mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXIX-6.Col.Isidro.
Núm. 150 MALACA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 10'90g.;M.: 24mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXXVI-12.
Col.
Isidro.
1
Núm. 151 MALACA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 7'8 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.
Núm. 152 MALACA. Semis. ¿Inicios del siglo 1 a.c.?
P.: 4'9 g.; M.: 19'5 mm.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXV-13. Col. Isidro.
1
Núm. 153 ABDERA. As. Siglo 1 a.c. En Anv., reacuñada la figura de un pez, y en
Rev., un rostro masculino.
P.: 12 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXXI-13-15. Hallad a en Polop.
Núm. 154 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 1'2 g.; M.: 9'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, núm.
3. Col. Isidro.
Núm. 155 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 0'95 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
IV.
Núm. 156 EBUSUS. Ae. 300-214 a.c.
P.: 2'10 g.; M.: 12 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a,grupo
IV.
Núm. 157 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII. Col. Isidro.
Núm. 158 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 3'2 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 159 EBUSUS. Ae. 2 14-150 a.c.
P.: 3'1 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.;R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 160 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'8 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 161 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'65 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 162 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'6 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo
XII.
Núm. 163 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2g.;M.: 16mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:Campo,
1976-a,grupoXII.
[page-n-225]
224
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 164 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'85 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 165 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'8 g.; M.: 15 mm.; C.: A.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 166 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'5 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII. Col.
Isidro.
Núm. 167 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'8 g.; M.: 16 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, grupo XVIII.
Núm. 168 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 1'6 g.; M.: 1 5 mm.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976-a, período 11.
A C ~ A C I O N E SHISPANO-ROMANAS
Núm. 169 EMPORION. As. Después del 27 a.c.
P.: 5'8 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 4-5 h.; C.: B.G., partida; R.: Villaronga,
1977-a, núm. 93.
Núm. 170 EMPORION. As. 30-35 d.C. Contramarca DD en anverso y reverso.
P.: 9'8 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 112-d.
Núm. 171 ILERDA. As. 27-23 a.c.
P.: 7'3 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1-2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIV-3.
Núm. 172 COLONIA LEPIDA. As. 44-42136-35 a.c. Resello cabeza de águila en
anverso.
P.: 16 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2-1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLX-1.
Núm. 173 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-12.
Núm. 174 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 11'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 7-8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLX-12. Col.
Isidro.
Núm. 175 CELSA. As. 27-23 a.c.
P.: 11'5 g.; M.: 29'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CLX-12.
Núm. 176 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-2.
Núm. 177 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 11'7 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 8 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CLXI-2. Col. Isidro.
Núm. 178 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 11 g.;M.:28'5mm.;P.C.: lOh.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXI-2.Col.Isidro.
Núm. 179 CELSA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 10'25 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-2.
Núm. 180 CELSA. Sernis. 23 a.c.-14 d.c.
P.:~'~~.;M.:~~'~~~.;P.C.:~~.;C.:B.G.;R.:V~~~S,CLXI-~.
dro.
Núm. 181 CELSA. As. 5 a.c. ~ e s e l l o @ e n reverso.
P.: 11'20 g.; M.: 27'5 mm P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-8.
en el reverso.
Núm. 182 CELSA. As. 5 a.c. Resello
P.: 10'80 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 183 CELSA. As. 5 a.c.
P.: 10'5 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
.
@
[page-n-226]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
225
Núm. 184 CELSA. As. 5 a.c. Resello indeterminado en el reverso.
P.: 10'5 g.; M.: 27'5 m . ; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 185 CELSA. As. 5 a.c.
P.: g19g.;M.: 26mm.;P.C.: 3 h.;C.:B.G.; R.:Vives,CLXI-8. Col.Isidro.
Núm. 186 CELSA. As. 5 a.c. Resello @ en el reverso.
P.: 9'10 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-8.
Núm. 187 CELSA. As. 14-37 d.C.
P.: 12'25 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXI-9.
Núm. 188 BILBILIS. As. En torno ai 23 a.c.
P.: ~ ~ ' ~ ~ . ; M . : ~ ~ ~ ~ . ; P . C . : ~ ~ . ; C . : B . G . ; R . : V ~ ~ ~ ~ , C X X X V I I I Isidro.
Núm. 189 BILBILIS. As. En torno al 2 a.c.
P.: 13'6 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 3-4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXM-l.
Núm. 190 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 12'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 191 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 192 BILBILIS. As. 2 a.c.
P.: 10 g.; M.: 27 m..; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-4.
Núm. 193 BILBILIS. As. 14-37 d.C.
P.: 8'1 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIX-8.
Núm. 194 TURIASO. As. Después del 2 a.c.
P.: 12g.;M.:29'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:Vives,CLV-10.Col.Isidro.
Núm. 195 TURIASO. As. 14-37 d.C.
P.: 1 0 g . ; M . : 25'5mm.;P.C.: 4-5 h.; C.:B.G.;R.:Vives,CLVI-10.
Col.
Isidro.
Núm. 196 TURIASO. As. 14-37 d.C. Resello L en reverso.
P.: 14g.;M.: 30mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-1.Col.Isidro.
Núm. 197 TURIASO. As. 14-37 d.C.
P.: 10'4 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-1.
Núm. 198 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12'8 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLVII-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 199 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 9'6 g.; M,: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 200 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12'1 g.; M.: 27'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-5;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 12.
Núm. 201 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVIII-2; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 7.
Núm. 202 CALAGURRIS. As. Antes del 27 a.c.
P.: 7'55g.;M.: 27mm.;P.C.: 9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVII-3;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 10.
Núm. 203 CALAGURRIS. Semis. 27-2 a.c.
P.: 5'45 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLVIII-10;
Ruiz Trapero, 1968, núm. 19.
[page-n-227]
226
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 204 CALAGURRIS. As. 2 a.c.-14 d.C.
P.: 13 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLM-1; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 2 1.
Núm. 205 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 11'9 g.; M.: 25'5 m . ; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLIX-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 24.
Núm. 206 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C. Resello ilegible en el reverso.
P.: 12 g.;M.: 26mm.;P.C.: 7 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLIX-5;RuizTrapero, 1968, núm. 24.
Núm. 207 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: g19g.;M.: 2 6 m n ~ ; P . C . 1 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLIX-5;RuizTra:
pero, 1968, núm. 24.
Núm. 208 CALAGURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 9'6 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLIX-5; Ruiz
Trapero, 1968, núm. 24.
Núm. 209 CAESARAUGUSTA. As. 23 a.c. l.a emisión.
P.: 15'7g.;M.:29'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:Vives,CXLVII-1.Col.
Isidro.
Núm. 2 10 CAESARAUGUSTA. As. 14-13 a.c. 4.a emisión.
P.: 12'5 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXLVII-7.
Núm. 21 1 CAESARAUGUSTA. As. 37-41 d.C.
P.: 10 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLIV-6.
Núm. 212 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c.
P.: 10'8 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-l.
Núm. 213 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c.
P.: 10'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-1.
Núm 214 ERCAVICA. As. Después del 23 a.c. Resello en reverso.
P.: 9'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXII-l.
Núm. 215 CASCA3\TTUM. As. 14-37 d.C.
P.: 11f50g.;M.:25'5mm.;P.C.: 3-4h.; C.:B.G.;R.:Vives,CLXI-2.Col.
Isidro.
Núm. 216 GRACURRIS. As. 14-37 d.C.
P.: 10 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIII-1. Col.
Isidro.
Núm. 217 CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 1 4 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXIII-2.
Núm. 218 CLUNIA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'8 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXIII-2.
Núm. 219 SEGOBRIGA. As. A partir del 23 a.c.
P.: 10'8 g.; M.: 25 mm.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-4. Col. Isidro.
Núm. 220 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 14'50g.;M.: 30mm.;P.C.: 12 h.; C.: A.G.;R.:Vives,CXXXV-5. Col.
Isidro.
Núm. 221 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 10 g.; M.: 27 rnm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-5.
Núm. 222 SEGOBRIGA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXV-¿5?
Núm. 223 SEGOBRIGA. Semis. 14-37 d.C.
P.: 8'2 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXV-7.
[page-n-228]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
227
Núm. 224 SEGOBRIGA. As. 37-41 d.C.
P.: 12'4g.;M.:26'5mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXV-9.Col.
Isidro.
Núm. 225 ILICI. Semis. A partir del 23 a. C.
P.:5'25g.;M.: 18'5mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXIII-4.Col.
Isidro.
Núm. 226 ILICI. Semis. A partir del 23 a.c.
P.: 5'4 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-4.
Núm. 227 ILICI. Semis. A partir del 23 a.c.
P.: 5'90 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-4.
Núm. 228 ILICI. Semis. 14-37 d.C.
P.: 7'20 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-7.
Núm. 229 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXTII-8.
Núm. 230 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 10'50 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-8.
Núm. 231 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 13 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 3 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-10.
Núm. 232 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'4g.;M.: 27mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXIII-10.Col.
Isidro.
Núm. 233 ILICI. Semis. 14-37 d.A.
P.: 4'8 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-11:
Col. Isidro.
Núm. 234 ILICI. As. 14-37 d.C.
P.: 12'5 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXIII-13.
Núm. 235 ILICI. As. -14-37 d.C.
P.: 10'8 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXIII-13.
Col. Isidro.
Núm. 236 ILICI. Semis. 14-37 d.C.
P.: 6'1 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXIII-12.
Núm. 237 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 3'60 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 238 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 4'2 g.; M.: 17'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 239 CARTHAGO NOVA. Semis. 52 a.c. 2.a emisión.
P.: 4'3 R.; M.: 16'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-2.
Núm. 240 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 7'4 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-1. Col.
Isidro.
Núm. 241 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'9 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-1.
Núm. 242 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'10 g.; M.: 21 mm.; P.C. : 7 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-1.
Núm. 243 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 6'1 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-l.
Núm. 244 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 5'8 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-5.
Núm. 245 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4.a emisión.
P.: 5'6 g.; M.: 19'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CXXX-5.
[page-n-229]
228
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 246 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4." emisión.
P.: 6'6 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 2-3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-6. Col.
Isidro.
Núm. 247 CARTHAGO NOVA. Semis. 42 a.c. 4." emisión.
P.: 5'1 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-6. Col. Isidro.
Núm. 248 CARTHAGO NOVA. Semis. 37 a.c. 5." emisión.
Col.IsiP.: 6g.;M.: 23'5mm.;P.C.: 12h.; C.:B.G.;R.:Vives,CXXX-7.
dro .
Núm. 249 CARTHAGO NOVA. Semis. 27 a.c. 7." emisión.
P.: 5'3 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-10. Col.
Isidro.
Núm. 250 CARTHAGO NOVA. Semis. 27 a.c. 7." emisión.
P.: 5'15 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXX-10.
Núm. 251 CARTHAGO NOVA. Semis. 22 a.c.
P.: 3'85 g.; M.: 20'5 mm.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-3.
Núm. 252 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 15 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 253 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9.a emisión.
P.: 14'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 254 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 14'3 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 255 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 1 4 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G. Agujero; R.: Vives, CXXXI10. Col. Isidro.
Núm. 256 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 13'4 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 257 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9.* emisión.
P.: 13'3 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G., R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 258 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 12'5g.;M.: 2g15mm.;P.C.: 5-6 h.;C.:B.G.;R.:Vives, CXXXI-10.
Núm. 259 CARTHAGO NOVA. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 12'1 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-10.
Núm. 260 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." eniisión.
P.: 7'85 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 261 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 7'2 g.; M.: 22'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 262 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 6'2 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 263 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'95 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 5 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Num. 264 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'65 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 265 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'6 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 266 CARTHAGO NOVA. Semis. 12 a.c. 9." emisión.
P.: 5'5 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-12.
Núm. 267 CARTHAGO NOVA. Semis. 7 a.c. 10." emisión.
p.: 4'55 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-16.
[page-n-230]
MUSEO ARQUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
229
Núm. 268 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12." emisión.
Col.
P.: 11 g.;M.: 26mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-8. Isiaro.
Núm. 269 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 9'3 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-8.
Núm. 270 CARTHAGO NOVA. As. 4 d.C. 12." emisión.
P.: 9'25 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3-4 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-8.
Núm. 27 1 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 8 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 272 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 8'55 g.; M.: 22'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, C m - 9 .
Núm. 273 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 6'9 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 274 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 6'6g.;M.: 21 mm.;P.C.: 12h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-9.Col.Isiaro.
Núm. 275 CARTHAGO NOVA. Semis. 4 d.C. 12.a emisión.
P.: 5'85 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-9.
Núm. 276 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13.a emisión.
P.: 6'3 g.; M.: 20'5 m . ; P.C.: 9-10 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
NÚm: 277 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 5'7 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
Núm. 278 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 4'85 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-)5.
Núm. 279 CARTHAGO NOVA. Semis. 9 d.C. 13." emisión.
P.: 4'5 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXX-15.
Núm. 280 CARTHAGO NOVA. Semis, 1 4 d.C. 14.a emisión.
P.: 6'45 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 281 CARTHAGO NOVA. Semis. 14 d.C. 14." emisión.
P.: 6'2g.;M.: 19'5mm.;P.C.:3-4h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXI-5.Col.
Isidro.
Núm. 282 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 5'05 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 283 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'8 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 284 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14.a emisión.
P.: 4'8 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 285 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'7 g.; M.: 19'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 286 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'6 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 287 CARTHAGO NOVA. Semis. 1 4 d.C. 14." emisión.
P.: 4'4 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 288 CARTHAGO NOVA. Semis. 14 d.C. 14.a emisión.
P.: 4 g.; M.: 19 m , ; P.C.: 1-2 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5.
Núm. 289 CARTHAGO NOVA. Semis. 19 d.C. 15.a emisión.
P.: 4'9 g.; M.: 18'5mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.;R.:Vives,CXXXI-14. Col.
Isidro.
Núm. 290 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 12 g.; M.: 29 mm.; P.C.: 8-9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII-1.
[page-n-231]
230
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 291 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11'7 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 5-6 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-l.
Núm. 292 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 10'3 g.; M.: 28'5 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Vives, CXXXII-l.
Núm. 293 CARTHAGO NOVA. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11 g.; M.: 26 mm.;P.C.: 5-6 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-l. Col.
Isidro.
Núm. 294 CARTHAGO NOVA. Semis. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 7 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-2.
Núm. 295 CARTHAGO NOVA. Semis. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 4 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII-2.
Núm. 296 CARTHAGO NOVA. As. 34 d.C. 18." emisión.
P.: 11'75 g.; M.: 29'5 mm.;P.C.: 2 h.; C.: B.G.: deforme; R.: Vives,
CXXXII-3.
Núm. 297 CARTHAGO NOVA. Semis. 34 d.C. 18." emisión.
P. : 4'8 g. ; M. : 20 mm. ; P.C.: 5 h.; C. : M.G. ; R. : Vives, CXXXII-4. Col. Isidro.
Núm. 298 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 16'2 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXII, 710.
Núm. 299 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19.a emisión.
P.: 12'7 g.; M.: 26'5 mm.; C.: B.G.; Vives, CXXXII, 7-10.
Núm. 300 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 12'3 g.; M.: 28'5; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXTI, 7-10.
Núm. 301 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: ~ ~ ' ~ ~ . ; M . : ~ ~ ' ~ ~ ~ . ; P . C . : ~ ~ . ; C . : M . G . ; 10. : V ~ V ~ S , C X X X
R.
Núm. 302 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19." emisión.
P.: 10'5 g.; M.: 26'5 rnm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXII-7 a
10.
Núm. 303 CARTHAGO NOVA. As. 39 d.C. 19.a emisión.
P.: 10g.;M.: 25'5mm.;P.C.:4-5h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXXII-7a10.
Col. Isidro.
Núm. 304 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 11'1 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves, 1977, núm. 195 (?l.
Núm. 305 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 1015g.;M.: 25mm.;P.C.: ?h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLXV-3;Chaves,
1977, p. 167.
Núm. 306 COL. PATRICIA. As. 13-12 a.c.
P.: 7'25 g.;M.: 24'5mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1977, p. 167.
Núm. 307 COL. PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 4'2 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Chaves, 1977, núm. 538.
Col. Isidro.
Núm. 308 COL. PATRICIA. Semis. 13-12 a.c.
P.: 3 g.; M.: 21 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1977, pp. 175-181.
Núm. 309 ITALICA. As. 15-16 d.C.
P.: 16'4g.;M.: 27'5mm.;P.C.: 11 h.;C.:B.G.;R.: Chaves, 1978,núm.
120 A'. Col. Isidro.
Núm. 310 ITALICA. As. 15-16 d.C.
[page-n-232]
MUSEO AROUEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
Núm. 31 1
Núm. 312
Núm. 313
Núm. 314
Núm. 3 15
Núm. 316
Núm. 3 17
Núm. 318
Núm. 3 19
Núm. 320
Núm. 321
Núm. 322
Núm. 323
231
P.: 12g.;M.: 28mm.;P.C.: 7 h . ; C.: M.G.;R.:Chaves, 1978,p. 134;Vives, CLXVIII-9 (?).
ITALICA. As. 15-16 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1978, núm.
191A; Vives, CLXVIII-9.
ROMULA. As. 14-37 d.C.
P.: 11 g.; M.: 18'5 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXVII-3.
ABDERA. As. 14-37 d.C.
P.: 8'2 g.; M.: 27mm.;P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.:Vives, CXXIV-2, 3.
CARTEIA. Quadrans. 20 a.c. 27." emisión.
P.: 3'5 g.; M.: 16 mm.; C.: F.1M.G.; R.: Chaves, 1978, pp. 148 y SS.
CARTEIA. Semis. Fines del siglo 1 a.c. y comienzos del 1 d.C. 29." emisión.
P.: 7 g . ; M . : 2 1 -.;P.C.:
1 h.;C.:M.G.;R.:Chaves, 1979-a,pp. 151 y
SS.; Col. Isidro.
CARTEIA. Semis. Fines del siglo 1 a.c. y comienzos del 1d.C. 29." emisión.
P.: 6'6 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
151 y SS. Col. Isidro.
CARTEIA. Quadrans. 19 d.C. 30." emisión.
P.: 4 g.; M.: 17'5 m.;
P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: Chaves, 1979-a, pp.
156-159. Col. Isidro.
IVLIA TRADUCTA. As. 11-10 a.c.
P.: 9 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Chaves, 1979-b, núm.
359 (?); Vives, CLXIV-13.
IVLIA TRADUCTA. As. 11- 10 a.c.
P.: 6'4g.; M.: 22 -.;P.C.:
9 h . ; C.: B.G.;R.: Chaves, 1979-b,p. 38, 2B.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 13'8 g.; M.: 26mm.; P.C.: 5 h.; C.: A.G.; R.: GilFarrés, 1946,núm.
144. Col. Isidro.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 11'3 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.: GilFarrés, 1946,núm.
144.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 11 g.;M.: 26mm.;P.C.: lOh.;C.:M.G.;R.:GilFarrés, 1946,nÚms.
143-144. Col. Isidro.
EMERITA. As. 14-37 d.C.
P.: 9 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: GilFarrés, 1946, núm.
144 (?).
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES Y OTRAS COLONIALES
Núm. 324 NEMAUSUS. As. 28127-9 a.c.
P.: 15'10g.;M.:27mm.;P.C.:3h.;C.:M.G.;R.:Giard,1971-72,nÚm.
9 (?).
Núm. 325 NEMAUSUS. As. 28127-9 a.c.
P.: g16g.;M.: 25mm.;P.C.: 8 h.; C.:B.G.;R.: Giard, 1971-72,núm. 9.
Núm. 326 PARIUM. Ae. 27 a.c.-14 d.C.
P.:4'65g.;M.: 16mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:CREAM,nÚm.
1.202.
[page-n-233]
232
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 327 ROMA. Tiberio. As. 10-11 a.c.
P.: 10'30 g.; M.: 27 m . ; P.C.: 7 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 271; RIC, 220.
Col. Isidro.
Núm. 238 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 11'50 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 11 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 3.
Núm. 329 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 9'4 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6.
Núm. 330 ROMA. Tiberio. As. ¿Ultimo período de Tiberio?
P.: 8'35 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6.
Núm. 331 ROMA. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
P.:30'5g.;M.:34mm.;P.C.:7h.;C.:A.G.;R.:BMC,
124.Col.Isidro.
Núm. 332 ROMA (?l. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
Carecemos de los datos técnicos.
Núm. 333 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 1Z15g.;M.:28mm.;P.C.: 6h.;C.:A.G.;R.:BMC, 145-146.Col.Isidro.
Núm. 334 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'8 g.; M.: 26'5 m . ; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 145-146. Col.
Isidro.
Núm. 335 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'15 g.; M.: 28'5 rnm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC 66. Col. Isidro.
Núm. 336 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'35 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 337 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'7 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 338 ROMA. Claudio. Quadrans. 41-54 d.C.
P.: 2'4 g.; M.: 17 m . ; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: BMC, 197.
Núm. 339 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 9'2 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 67.
Núm. 340 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10f15g.;M.: 24mm.;P.C.: 7 h.;C.:B.G.;R.:RIC, 66. Col.Isidro.
Núm. 341 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'5 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Isidro.
Núm. 242 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'65 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 243 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Isidro.
Núm. 344 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'8 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66. Col. Ouiles.
Núm. 345 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'4 g.; M.: 24'5 m . ; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66.
Núm. 346 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 347 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'8 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 348 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'55 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68.
Núm. 349 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'8 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
[page-n-234]
MTJSEO AR(1UEOLOGICO PROVINCIAL DE ALACANT
233
Núm. 350 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'7 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Quiles.
Núm. 351 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 13 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68. Col. Isidro.
Núm. 352 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'5 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69.Col. Isidro.
Núm. 353 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'5 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69.
Núm. 354 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'15 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69. Col. Isidro.
Núm. 255 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'15 g.; M.: 27 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 356 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'1 g.; M.: 25 mm.; C.: F.1M.G. Col. Isidro.
Núm. 357 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 7'25 g.; M.: 27 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 358 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'45 g.; M.: 24'5 mm.; C.: F.1M.G.
ACUI\IACIONESINCIERTAS, NO CLASIFICADAS
Núm. 359 ¿ROMA? As.
P.: 46 g.; M.: 33 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 360 Ae.
P.: 17'3 g.; M.: 30'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 361 Ae.
P.: 13 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.
Núm. 362 ¿MACEDONIA? Ae.
P.: 8 g.; M.: 22 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 363 Ae.
P.: 6'6 g.; M.: 18'5 mm.; C.: M.G.
Núm. 364 LSICILIA? Ae.
P.: 6'15 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G. Col. Isidro.
Núm. 365 Ae.
P.: 5 g.; M.: 22 mm.; C.: B.G. Col. Isidro.
Núm. 366 Ae.
P.: 4 3 g. ; M. : 20 mm. ; C. : M.G. Col. Isidro.
'
Núm. 367 LBRUTTII?Ae.
P.: 4'05 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 1 1 h.; C.: B.G.
Núm. 368 ¿FENICIA? Ae.
P.: 3'4 g.; M.: 1 mm.; C.: B.G. Col. Isidro.
4
Núm. 369 Ae.
'
P.: 3 2 g.; M.: 15'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 370 Ae.
P.: 2'65 g.; M.: 12 mm.; C.: B.G.
Núm. 371 Ae.
P.: 2'35 g.; M.: 15 mm.; C.: M.G. Col. Isidro.
Núm. 372 Ae.
P.: 13 g.; M.: 1 1 mm.; C.: F.1M.G.
'
Núm. 373 Ae.
P.: 1 g.; M.: 11'5 mm.; C.: B.G.
[page-n-235]
234
LA GIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 3 7 4 LILTIRKESKEN?As.
P.: 13'6 g.; M.: 2 8 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
Núm. 375 ,$ESE? As
P.: 10'7 g.; M.: 2 5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.
Núm. 376 LKESE?As.
P.: 10'6 g.; M.: 2 5 mm.;
P.C.: 3 h.; C.: F.1M.G.;procedente del Tossal de
Polop.
Núm. 377 Ae ibérico.
P.: 6'9 g.; M.: 2 2 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.
Núm. 378 Ae.
P.: 6'25 g.; M.: 2 0 mm.; C.: M.G.
Núm. 379 Semis
P.: 4'95 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.
Núm. 3 8 0 Ae.
P.: 8'6 g . ; M.: 23'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 381 Ae. ¿As? Resello O E (71,en reverso.
P.: 7'7 g . ; M.: 27'5 mm.; C.: F.1M.G.
Núm. 382 Ae.
P.: 4'65 g . ; M.: 17'5 mm.;C.: M.G.
Núm. 383 Ae.
P.: 3'9 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.
[page-n-236]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
VI. MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES DE MAO.
(Láminas XLIX-LVII)
ACUÑACIONES GRIEGAS Y PUNICAS
Núm. 1 ANTIOQUIA. Antioco 1. Ae, unidad. 286-261 a.c.
P.: 3'50 g.; M.: lOmm.;P.C.: 6 h.; C.:B.G.;R.:Newell, 1977,pp. 112113, lám. XiX-27, 28.
Publicada en Fernández Miranda-Belén, 1977, p. 100.
Núm. 2 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'57g.;M.: 19mm.;P.C.: 6 h.; C.:B.G.; R.: Guido, 1977,nÚms. 2734; Acquaro, 1974, p. 31; núm. inv. 4.
Núm. 3 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'57 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, p. 31;
núm. inv. 3.
Núm. 4 CARTHAGO. Ae. 210-202 a.c.
P.: 5'83 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1979, núm.
38; num. inv. 1.
Núm. 5 NUMIDIA. Ae. 208-148 a.c.
P.: 12'71 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Mazard, núm. 50;
Acquaro, 1979, pp. 19-20; núm. inv. 2.
ACUÑACIONESROMANO-REPUBLICANAS
Núm. 6 ROMA. Uncia. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 4'51 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RRC 39, 4 vte.; núm.
inv. 42.
Núm. 7 ROMA. As. 169-158 a.c.
P.: 20146g.;M.: 30mm.;P.C.:4h.;C.:B.G.;R.:RRC 1;núm.inv.
191,
8.
Núm. 8 ROMA. Denario. 103 a.c.
P.: 2'20g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h . ; C.: M.G.;R.: RRC319, 1;nÚm.inv.
48.
[page-n-237]
236
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 9 ROMA. Denario. 81 a.c.
P.: 3'64g.;M.: 19mm.;P.C.: 11 h.;C.:M.G.;R.:RRC372,2;nÚm.inv.
320.
Núm. 10 ROMA. Denario. 57 a.c.
P.: 2'57 g.; M.: 17 mm.; C.: M.G.; dos agujeros; R.: RRC 423, 1; núm.
inv. 17.
Núm. 11 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 31'72 g.; M.: 32 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 14.
Núm. 12 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 27'83 g.;M.: 30-33mm.;P.C.: 3 h.;C.:M.G.;R.: RRC,p.596;núm.
inv. 13.
Núm. 13 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 26'08 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm.
inv. 6.
Núm. 14 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 23'23 g.; M.: 30 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; num. inv. 11.
Núm. 15 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 22'57g.;M.:32mm.;C.:M.G.;R.:RRC,p.596;núm.inv.9.Hallada en Talatí de Dalt.
1
Núm. 16 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 22'38 g.; M.: 31 mm.; P.C.: 4 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; num.
inv. 7 10. HaIlada en Bimpanatx.
Núm. 17 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 21'79 g.; M.: 30 m . ; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 15.
Núm. 18 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 21'62 g.; M.: 29'5 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 5.
1
Núm. 19 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 21'27 g.; M.: 30 mm.; C.: F.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 16.
1
Núm. 20 ROMA, As. Siglo 1 a.c.
P.: 21'19 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm.
inv. 10.
Núm. 21 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
1
P.: 19'68 g.; M.: 29-32 mm.; C.: M.G.; R.: RRC, p. 596; núm. inv. 12.
1
Núm. 22 ROMA. As. Siglo 1 a.c.
P.: 19'51 g.;M.: 3115mm.;P.C.: 3h.;C.:M.G.;R.: RRC,p. 596;núm.
inv. 7.
ACUÑACIONES HISPANICAS
Núm. 23 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 11'06 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
núm. 59; núm. inv. 29.
Núm. 24 ILTIRTA. As. 80-72 a.c.
P.: 4'77 g.; M.: 21 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1978-a,
núm. 39; M.A.N. 2242; núm. inv. 33.
Núm. 25 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c. (?).
1
P.: 8'30g.;M.: 22mm.;P.C.: gh.;C.:M.G.;R.:M.A.N., 1743(?);nÚm.
inv. 23.
Núm. 26 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.: g190g.;M.: 25mm.;P.C.:3h.;C.:MJI.G.;R.:Vives,XXXI1I-10;nÚm.
inv. 20.
[page-n-238]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
237
Núm. 27 KESE. As.
P.: 7'16 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; núm. inv. 25.
Núm. 28 KESE. As.
P.: 12'02 g.; M.: 26 m.;P.C.: 4 h.; C.: M.G.; núm. inv. 2 i .
Núm. 29 BOLSKAN. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 8'62 g.;M.: 24mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Dominguez,
1979-a,
núm. 120; núm. inv. 24.
1
Núm. 30 KELSE. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.: 16'87 g.; M.: 28'5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, LXI-11;
M.A.N. 1568; núm. inv. 22.
Núm. 3 1 CASTULO. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
P.: 11133g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,LXXI-14.Hallada en Son CarlA.
Núm. 32 CORDUBA. Ouadrans. Segunda mitad del siglo 1 y antes del 78 a,C.
1
P.: 4'64g.;M.: 19mm.;P.C.: 12 h.; C.:M.G.;R.:Vives,CXVIII-1;Chaves, 1977, p. 155; núm. inv. 46.
Núm. 33 GADES. Ae. 237-206 a.C (?l.
P.:4'67g.;M.: 17mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Guadán,
1963,lám.II28, 29 (?); núm. inv, 18.
Núm. 34 EBUSUS. Ae. 214-150 a.c.
P.: 2'52 g.; M.: 17 mm.; P.C.; 10 h.; C.: M.G.; R.: Campo, 1976, núm.
15; núm. inv. 19.
ACUÑACIONESHISPANO-ROIVLANAS
Núm. 35 EMPORION. As. Después del 27 a.c.
P.: 10'83 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 3 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
serie 24; num. inv. 28.
Núm. 36 ILERDA. Augusto. Unidad. Ae. 27 a.c.-14 d.C.
P.: 4'51 g.; M.: 19-23 m . ; C.: M.G.; rota; núm. inv. 34.
Núm. 37 CELSA. Augusto. As. Después del 23 a.c.
P.: 8'44 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLXI-2; núm.
inv. 35.
Núm. 38 CAESARAUGUSTA. Augusto. As. 4 a.c. 4.a emisión.
P.: 12 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXLVIII-10; núm.
inv. 36.
Núm. 39 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11'06 g.;M.: 26mm.;P.C.:9h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLVI-1O;nÚm.
inv.41.
Núm. 40 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 7'92 g.; M.: 24mm.;P.C.: 1 h.; C.:M.G.;R.:Vives, CLVI-1l;nÚm.
inv. 39.
Núm. 41 TURIASO. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 11'85 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 5 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLVII-1;
núm. inv. 37.
Núm. 42 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c. Resello cabeza de águila en anverso.
P.: 14'44g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CLIX-2;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 22 vte.; núm. inv. 40.
Núm. 43 CALAGURRIS. Augusto. As. 2 a.c.
P.: 11'36g.;M.:26'5mm.;P.C.:5h.;C.:M.G.;R.:Vives,CLIX-2;Ruiz
Trapero, 1968, núm. 22 vte.; núm. inv. 38.
[page-n-239]
238
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 4 4 CLUNIA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 10'51 g.; P.C.: 6 h.; R.: Vives, CLXIII-2; núm. inv. 258.
Núm. 45 SEGOBRIGA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 13'03 g.; M.: 29'5 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXXV-5;
núm. inv. 88.
Núm. 46 ILICI. Augusto. Semis. Después del 23 a.c.
P.: 6'67g.;M.: 23mm.;P.C.: 7 h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXIII-2;núm.
inv. 63.
Núm. 47 CARTHAGO NOVA. Augusto. As. 12 a.c. 9." emisión.
P.:8'81g.;M.:27mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:Vives,CXXXI-lO;núm.
inv. 71.
Núm. 48 CARTHAGO NOVA. Augusto. Semis. 14 d.C. 14.a emisión.
P.: 4'76 g.; M.: 18 mm.;
P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXXXI-5; núm.
inv. 73.
Núm. 49 CARTHAGO NOVA. Tiberio. As. 29 d.C. 17." emisión.
P.: 11'57 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Vives, CXXXII-1;
núm. 126.
Núm. 50 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 10'78 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves, 1977, p. 167; núm. inv. 72.
Núm. 51 COL. PATRICIA. Augusto. As. 13-12 a.c.
P.: 8'53 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 4 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CLXV-3; Chaves,
1977, núm. 360; núm. inv. 84.
Núm. 52 TRADUCTA. Augusto. As. Después del 15-14 a.c.
P.: 13'56g.;M.: 25mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:Vives,CLXIV-13;núm.
inv. 78.
Núm. 53 EMERITA. Augusto. As. En t o n o al 23 a.c.
P.: 9'26 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 8 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXI-14; Gil
Farrés, 1946, núm. 26; núm. inv. 58.
Núm. 54 EMERITA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 9'49 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, CXLV-9; Gil
Farrés, 1946, núm. 144; núm. inv. 43.
Núm. 55 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29."
emisión.
P.: 7'76 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 6 h.; C.; B.G.; R.: Vives, CXXIX-2; Chaves,
1979-a, núm. 1.575; núm. inv. 4 .
4
Núm. 56 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1 a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29.a
emisión.
P.: 6'84g.;M.: 22'5mm.;P.C.: lh.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXIX-2;Chaves, 1979-a, núm. 1.413; núm. inv. 45.
Núm. 57 CARTEIA. Semis. Fin del siglo 1 a.c.?-Comienzos del siglo 1 d.C.? 29."
emisión.
P.:4'77g.;M.: 21 mm.;P.C.: 3h.;C.:B.G.;R.:Vives,CXXIX-2;
Chaves,
1979-a, núm. 1.580; núm. inv. 47.
ACUNACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 58 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-9 a.c.
P.: 11'03 g.; M.: 24 mm.; P.C.: 10 h.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72,
núm. 9; núm. inv. 56.
[page-n-240]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
239
Núm. 59 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-9 a.c.
P.: 10'55g.;M.: 26mm.;P.C.: 5h.;C.:M.G.;R.:Giard, 1971-72,nÚm.
9; num. inv. 57.
Núm. 60 NEMAUSUS. Augusto. As. 8-3 (7)a.c.
P.: 11'03-g.;M.: 25mm.;P.C.: 9 h.;C.:M.G.;R.:Giard, 1971-72,nÚm.
10; núm. inv. 53.
Núm. 61 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 10'66 g.;M.: 25 mm.;P.C.: 9 h.; C.: M.G.;R.: Giard, 1971-72,nÚm.
9-10; núm. 55.
Núm. 62 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 10'09 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72,
núm. 9-10; núm. 50.
Núm. 63 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (?) a.c.
P.: 7'26g.;M.: 25mm.;P.C.: 12 h.; C.: M.G.;R.: Giard, 1971-72,núm.
9-10; núm. 54.
Núm. 64 NEMAUSUS. Augusto. As. 28127-3 (7)a.c.
P.: 11'93 g.; M.: 25 mm.; C.: M.G.; R.: Giard, 1971-72, núm. 9-10;
núm. inv. 52.
Núm. 65 ROMA. Augusto. As. 23 a.c.
P.:9'39g.;M.:25mm.;P.C.:lh.;C.:M.G.;R.:RIC,74;núm.inv.67.
Núm. 66 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.: 10'21 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 78; púm. inv.
66.
Núm. 67 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.:9'56g.;M.:25mm.;P.C.:7h.;C.:M.G.;R.:RIC,78;núm.inv.
68.
Núm. 68 ROMA. Augusto. As. 22 a.c.
P.: 6'41 g.; M.: 22'5 mm.; C.: M.G.; R.: RIC, 78; núm. inv. 81.
Núm. 69 ROMA. Augusto. As. 7 a.c.
P.: 9'09 g.; M.: 24'5 mm.; C.: M.G.; R.: RIC, 192; núm. inv. 76.
Núm. 70 ROMA. Tiberio. As. 10-1 1 d.C.
P.: 8'11 g.;M.: 26mn1,;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RICI220;nÚm.inv.
86.
Núm. 7 1 ROMA. Augusto. As. 27 a.c.- 14 d.C.
P.: 10'97 g.; M.: 29'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 49.
Núm. 72 ROMA. Tiberio. As. Ultimo período de Tiberio.
P.: 9'82 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; M.G.; R.: RIC, 1 ; núm. inv. 62.
Núm. 73 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'72g.;M.:27'5mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.:RIC,2;nÚm.inv.
64.
Núm. 74 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 8'30 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 2; núm. inv. 60.
Núm. 75 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 10'21 g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:B.G.;R.: RIC,3;núm.inv. 65.
Núm. 76 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del rinado de Tiberio.
P.: 10'14g.;M.:26'5mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:RIC,3;núm.inv.
74.
Núm. 77 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
82.
P.: 8'90g.;M.: 25mm.;P.C.: 1 h.;C.:M.G.;R.:RIC,3;nÚm.inv.
Núm. 78 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'46 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 6; núm. inv. 61.
Núm. 79 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'22 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6;núm. inv. 70.
[page-n-241]
240
1.A CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 80 ROMA. Tiberio. As. Ultirnos años del reinado de Tiberio.
P.: 9'05g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C . : M.G.;R.:RIC, 6;núm.inv. 75.
Núm. 81 ROMA. Tiberio. As. Ultirnos años del reinado de Tiberio.
P.: 8'31 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 6 ; núm. inv. 80.
Núm. 82 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.:9'41 g.;M.: 25'5mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,6;núm.inv.
79.
Kúm. 83 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 7'25g.;M.: 27mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.: RIC, 6 ; n ú m . i n v . 77.
Núm. 84 ROMA. Tiberio. As. Ultimos años del reinado de Tiberio.
P.: 7'07 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 6; núm. inv. 83.
Núm. 85 ROMA. Tiberio. As. 34-36 d.C.
P.: 9'69 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 7 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 40; núm. inv.
69.
Núm. 86 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'36 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6 h . ; C.: B.G.; R.: RIC, 3 2 ; n Ú m . h ~91.
.
Núm. 87 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'34g.;M.:27mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,32;núm.hv.90.
Núm. 88 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'19g.;M.: 28mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC,32;núrn.h~.
92.
Núm. 89 ROMA. Agrippa. As. 14-37 d.C.
P.: 10'12g.;M.:26mm.;P.C.:6h.;C.:B.G.;R.:RIC,32;núm.hv.95.
Núm. 90 ROMA. Calígula. As. 37-41 d.C.
P.: 6'90 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 30; núm. inv. 98.
Núm. 91 ROMA. Caligula. As. 37-41 d.C.
P.: 8'81 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 31-32; núm. inv.
102.
Núm. 92 ROMA. Calígula. Ouadrans. 37-41 d.C.
P.:3'16g.;M.: 15'5mm.;P.C.:7h.;C.:B.G.;R.:RIC,39;núm.inv.
89.
Núm. 93 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'89 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 7 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
114.
Núm. 94 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'05 g.; M.: 27'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
116.
Núm. 95 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'07 g.;M.: 25mm.;P.C.: 6 h . ; C.: M.G.; R.: RIC, 66;núm.inv. 97.
Núm. 96 ROMA. Claucüo. As. 41-54 d.C.
P.: 8'06g.;M.: 25mm.;P.C.: 7h.;C.:M.G.;tresseagujeros;R.:RIC,
66; núm. inv. 110.
Núm. 97 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'09 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
115.
Núm. 98 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'53 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
123.
Núm. 99 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'29 g.; M.: 27 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
107.
[page-n-242]
MUSEO PROVINCIAL DE MAO
241
Núm. 100 ROMA. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'25 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
118.
Núm. 101 LOCAL. Claudio. Sestercio. 41-54 d.C.
P.: 14'15g.;M.:31mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,64;núm.inv.96.
Núm. 102 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 12'51 g.; M.: 28 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 66; núm. inv.
106.
Núm. 103 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'24g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.94.
Núm. 104 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'82 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.: B.G.; R.: RIC, 66;núm.inv. 109.
Núm. 105 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'72 g.;M.: 26mm.;P.C.: 6h.;C.: M.G.;R.:RIC, 66;núm.inv. 99.
Núm. 106 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: g166g.;M.:26mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC,66;nÚm.inv.
100.
Núm. 107 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:8'02g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
101.
Núm. 108 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.:7'08g.;M.:25mm.;P.C.:6h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
120.
Núm. 109 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'41 g.;M.:25mm.;P.C.:7h.;C.:M.G.;R.:RIC,66;núm.inv.
108.
. Núm. 110 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 10165g.;M.:27mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:RIC,67;núm.inv.
59.
Núm. 111 LOCAL. Claudio. Dupondio. 41-54 d.C.
P.: 7'82g.;M.: 25mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;R.:RIC, 67;núm.inv. 93.
Núm. 112 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'19 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RRC, 68; núm. inv.
113.
Núm. 113 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'63 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
104.
Núm. 114 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 10'47 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
124.
Núm. 115 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'29 g.; M.: 23'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: RIC, 68; núm. inv.
103.
Núm. 116 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 8'72g.;M.: 24mm.;P.C.: 6h.;C.:B.G.;R.:RIC, 68;núm.inv. 125.
Núm. 117 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 11'15 g.; M.: 26'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: RIC, 69; núm. inv.
117.
Núm. 118 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: g189g.;M.: 27mm.;P.C.: 6 h . ; C.:B.G.;R.: RIC, 6 9 ; n ú m . h ~ 105.
.
Núm. 119 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 9'71 g.; M.: 26 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 119.
Núm. 120 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.C.
P.: 6'40 g.; M.:*24 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 122.
Núm. 121 LOCAL. Claudio. As. 41-54 d.c..
P.: 10'05 g.; M.: 25'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 112.
[page-n-243]
242
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ACUNACIONES DE CECA INCIERTA
Núm. 122 AS IBERICO.
P.: 7'40 g . ; M.: 2 5 rnm.;
P.C.: 6 h.; C.: M.G.; núm. inv. 30.
Núm. 123 AS IBERICO.
P.: 11'34 g.; M.: 2 6 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 26.
Núm. 1 2 4 AS IBERICO.
P.: 10'22 g.; M.: 2 5 mm.; P.C.: 6 h . ; C.: M.G.; núm. inv. 32.
Núm. 125 AS IBERICO.
P.: 7'78 g . ; M.: 2 5 mm.; P.C.: 9 h.; C.: M.G.; núm. inv. 27.
Núm. 126 AS IBERICO.
P.: 9'24 g.; M.: 23'5 mm.; C.: M.G.; núm. inv. 31.
Núm. 127 FRUSTRA.
P.: 13'76 g . ; M.: 2 6 mm.; C.: F.;núm. inv. 51.
[page-n-244]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
VII. MUSEO AROUEOLOGICO DE EIVISSA.
(Láminas LVIII-LXII)
ACUÑACIONESGRIEGAS Y PUNICAS
Núm. 1 SIRACUSA. Ae. 317-310 a.c.
P.: 8'40 g.; M.: 22 mm.; P.C.: 1 h.; C.: M.G.; R.: Mini, 1977, núm. 96101; M.A.I. 1452.
1
Núm. 2 SIRACUSA. Hieron 1 . Ae. 275-215 a.c.
P.: 11'65 g.; M.: 25'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Mini, 1977, núm.
347-363; M.A.I. 1450.
1
Núm. 3 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 5'95 g.; M.: 16 mm.; P.C.: 6 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974, 111;
M.A.I. 162 1. Hallada en Puig des Molins. 1946.
1
Núm. 4 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 3'80g.;M.: lOmm.;P.C.: 1 1 h.;C.:B.G.;R.:Acquaro, 1974,pp. 1317; M.A.I. 1306. Hallada e n Puig des Molins. 1923.
Núm. 5 SICILIA (?). Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 3'35 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 1 h.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974,pp. 1317; M.A.I. 1307. Hallada en Puig des Molins. 1923.
1
Núm. 6 SICILIA !?). Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 3'15 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 11 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 109.
1
Núm. 7 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
P.: 2'75 g.; M.: 13'5mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 1622; Hallada en Puig des Molins. 1946.
Núm. 8 SICILIA (?l. Ae. Fin del siglo IV e inicios del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 2'22 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974, pp.
13-17; M.A.I. 977.
Núm. 9 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 5'60 g.; M.: 20mm.;P.C.: 6 h.; C.: M.G.;R.:Acquaro, 1974, p. 31;
M.A.I. 1109. Hallada en Puig des Molins.
[page-n-245]
244
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 10 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 5'37 g.; M.: 20 mm.; C.: B.G.; R.: Acquaro, 1974, pp. 31-45; M.A.I.
78.
Núm. 11 CERDEÑA. Ae. 300-264 a.c.
P.: 4'37 g.; M.: 19'5rnm.;P.C.: 12 h.; C.:M.G., agujereada;R.: Acquaro, 1974, pp. 31-45; M.A.I. 978.
Núm. 12 CERDEÑA.Ae. 300-264 a.c.
P.: 3'08 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G., agujereada; R.: Acquaro,
1974, pp. 31-45; M.A.I. 1456.
Núm 13 CERDEÑA. Ae. 300-264 a.c.
P.: 2'25 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.,rota; R.: Acquaro, 1974,
pp. 31-45; M.A.I. 1319. Hallada en Puig des Molins. 1923.
Núm. 1 4 CERDEÑA. Ae. 264-241 a.c.
P.: 7'98 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 3 h.; C.: B.G., agujereada; R. : Acquaro,
1974, 763-773; M.A.I. 1451.
Núm. 15 MASSALIA. Ae. 49-27 a.c.
P.: 2'45 g.; M.: 11 mm.; P.C.: 10 h.; C.: B.G.; R.: SNG DNM, SpainGaul, 835; M.A.I. 1108.
Núm. 16 CARTHAGO~
Ae. 264-241 a.c.
P.: 3'22 g.; M.: 20'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Acquaro, 1974,
núm. 986-987; M.A.I. 976.
Núm. 17 CARTHAGO. Ae. 221-210 a.c.
P.: 3'75g.;M.: 21 mm.;P.C.: 12 h.;C.:M.G.;R.:Müller,II, 201;M.A.I.
79.
Núm. 18 CARTHAGO. Ae. 200-146 a.c.
P.: 1'75 g.; M.: 15 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1308. Hallada en
el Puig des Molins. 1923. R.: SNG, North Africa, Syrtica-Mauritania,
núm. 414.
Núm. 19 NUMIDIA. Ae. 208-148 a.c.
P.: 12'50g.;M.: 28mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Mazard, 31-39;Acquaro, 1979, 67-71; M.A.I. 73.
Núm. 20 IOL. Ae. Antes del 49 a.c.
P.: 6'95 g.; M.: 21'5 mm.; P.C.: 6 h.; C.: A.G.; R.: Mazard, 548; M.A.I.
77.
Núm. 21 SIGA. Ae. 49-33 a.c.
P.: 7'70 g.; M.: 2 4 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Mazard, 107; M.A.I.
76.
Núm. 22 ROMA. Denario. Desde el 21 1 a.c. (?l.
P.: 3'45 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: RRC,44, 5 (?);Museo
del Puig des Molins, 102.
Núm. 23 ROMA. Denario. 154 a.c.
P.: 3'95 g.;M.: 18mm.;P.C.: 6 h . ; C.: S.G.;R.: RRC, 201, 1;Museodel
Puig des Molins, 95.
Núm. 24 ROMA. Denario. 148 a.c.
P . : 3 ' 9 8 g . ; M . : 19mm.;P.C.:2h.;C.:S.G.;R.:RRC,216,1;Museodel
Puig des Molins, 101.
[page-n-246]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
245
Núm. 25 ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.:9h.;C.:S.G.;R.:RRC,235,
1c;Museodel
Puig des Molins, 96.
Núm. 26 ROMA. Denario. 137 a.c.
P.: 3'80g.;M.: 18mm.;P.C.: 9h.;C.:A.G.;R.:RRC,236 1e;Museodel
Puig des Molins, 97.
Núm. 27 ROMA. Denario. 136 a.c.
P.: 3'90g.;M.: 19mm.;P.C.: 7h.;C.:A.G.;R.:RRC,238, 1;Museodel
Puig des Molins, 99.
Núm. 28 ROMA. Semis. 125 a.c. (?).
P.: 7'65 g.;M.: 21 mm.;P.C.: 3 h.; C.: B.G.; R.: RRC, 271, 2 (?);Museo
del Puig des Molins, 81.
Núm. 29 ROMA. Denario. 119 a.c.
P.: 5'90g.;M.: 19mm.;P.C.: 10h.;C.: S.G.;R.:RRC,281, 1;Museodel
Puig des Molins, 98.
Núm. 30 ROMA. Denario. 67 a.c.
P.: 3'60g.;M.: 18mm.;P.C.: 6h.;C.:B,G.;R.:RRC,409, 1;Museodel
Puig des Molins, 100.
Núm. 31 ROMA. Denario (forrado). Siglo 1 a.c.
1
P.: 2'60 g.; M.: 12 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1320.
Núm. 32 ROMA. Semis. Siglos 11-1 a.c.
P.: 5'2 g.; M.: 21 m . ; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; Museo de la plaza Catedral
de Ibiza, 73.
Núm. 3 3 ROMA. Quadrans. Siglos 11-1 a.c.
P.: 6'65 g.;M.: 20mm.;P.C.: 11 h.; C.:M.G.;MuseodelPuigdesMolins, 103.
ACUÑACIONES HISPANICAS
Núm. 3 4 HISPANO-CARTAGINESA (?). Ae. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 12'12 g.; M.: 24mm.;P.C.: 6 h . ; C.:B.G.;R.: Villaronga, 1973-a,p.
171, inciertas B., M.A.I. 75.
Núm. 35 HISPANO-CARTAGINESA. Ae. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
P.: 13'30 g.; M.: 24'5 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1973a , clase X; M.A.I. 74.
Núm. 3 6 UNTIKESKEN. As. En torno a 169-158 a.c.
P.: 19'40 g.; M.: 36 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1977-a,
serie 9-42; Museo del Puig des Molins, 72.
Núm. 37 UNTIKESKEN. As. Después del 91 a.c.
P.: 11'20g.;M.: 26mm.;P.C.:9h.;C.:B.G.;R.:Villaronga,
1977-a,serie 16-65; Museo plaza de la Catedral, 72.
Núm. 38 ILTIRTA. As. Después del 143 y antes del 104 a.c.
P.: 10'50 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Villaronga, 1978-a,
serie 6-23; Museo plaza de la Catedral, 71.
Núm. 39 KESE. As. 158-137 a.c.
P.: g190g.;M.: 26mm.;P.C.: 3 h.;C.:A.G.;R.:Vives,XXXIV-12;Museo del Puig des Molins, 88.
Núm. 40 KESE. As. Principios del siglo 1 a.c.
1
P.:g175g.;M.: 25mrn.;P.C.: 1 h.;C.:A.G.;R.:Vives,XXXIV-8;M.A.N.
1767: Museo del Puig des Molins, 89.
[page-n-247]
246
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Núm. 41 LAIESKEN. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
1
P.: g160g.;M.: 26mm.;P.C.: 10 h.;C.: M.G.;R.:Vives,XXV-7;Museo
del Puig des Molins, 87.
1
Núm. 42 ILTURO. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
P.: 11'85 g.; M.: 25 mm.; P.C.: 12 h.; C.: B.G.; R.: Vives, XXIV-10;
M.A.N. 2145; Museo de la plaza de la Catedral, 70.
Núm. 43 LAURO. As. Mediados del siglo 1 y antes del 104 a.c.
1
P.: 10f90g.;M.: 26mm.;P.C.: 12 h.;C.:B.G.;R.:Vives,XXI-8(?);Museo del Puig des Molins, 85.
Núm. 4 4 ABARILTUR. Ae. Siglo 1 a.c.
1
P.: 5'55 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 9 h.; C.: B.G.; R.: Campo, 1974-a, clase
111; Vives, LXVII-1; Museo del Puig des Molins, 90.
Núm. 45 BOLSKAN. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.: 4'10 g.; M.: 17 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: Villaronga, 1979-a,p.
169, grupo 1; Museo del Puig des Molins, 92.
1
Núm. 46 BOLSKAN (?l. As. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
P.:4'90g.;M.:21mm.;P.C.: 12h.;C.:M.G.;R.:Vives,XLIII-5(?);Museo Puig des Molins, 86.
Núm. 47 SEKOBIRIKES. Denario. Segunda mitad del siglo 1 a.c.
1
P.:3'62g.;M.: 19mm.;P.C.:6h.;C.:A.G.;R.:M.A.N.2606;Museodel
Puig des Molins, 94.
Núm. 48 ARSE. As. Antes del 8 3 a.c. (?).
P.: 17'60 g.; M.: 32 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; M.A.I. 974.
Núm. 49 IKALKUSKEN. Denario. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
P.:3'60g.;M.: 17mm.;P.C.: 9h.;C.:S,G.;R.:Villaronga,
1962-a,tipo
1; M.A.N. 2052; Museo del Puig des Molins, 93.
Núm. 50 CORDUBA. Ouadrans. 80-79 a.c.
P.: 7'40g.;M.: 19mm.;P.C.: 6h.;C.:M,G.;R.:Vives, CXVIII-1;Chaves, 1977, p. 155; Museo del Puig des Molins, 91.
Núm. 51 MALACA. As. Primera mitad del siglo 1 a.c.
1
_
P.:~'~~~.;M.:~~~~.;P.C.:~~.;C.:B.G.;R.:V~V~~,LXXXVI-IO
seo del Puig des Molins, 83.
Núm. 52 GADES. Ae. 237-206 a.c.
P.:0160g.;M.: 10mm.;P.C.: 6h.;C.:A.G.;R.:Guadán, 1963,núm.36;
Museo del Puig des Molins, 80.
ACUÑACIONES HISPANO-ROMANAS
Núm. 53 CARTHAGO NOVA (?l. Semis. 14-37 d.C.
P.: 4'25 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 106.
Núm. 54 EMERITA. Tiberio I?). As. 14-37.
P.: 10'25 g.; M.: 26 mm.; P.C.: 12 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXLV-9; Gil
Farrés, 1946, núm. 144; Museo del Puig des Molins, 84.
Núm. 55 ABDERA. Tiberio. As. 14-37 d.C.
P.: 10'35 g.; M.: 28 mm.;
P.C.: 9 h.; C.: M.G.; R.: Vives, CXXIV-3;
M.A.I. 82.
ACUÑACIONES ROMANO-IMPERIALES
Núm. 56 ROMA. Augusto. Dupondio. 22 a.c.
P.: 7'35 g.; M.: 27 -.;P.C.:
6 h.; C.: M.G.;R.:BMC 173;M.A.I. 1625.
Hallada en Puig des Molins, 1946.
[page-n-248]
MUSEO ARQUEOLOGICO DE EIVISSA
247
Núm. 57 LUGDUNUM. Augusto. As. 10-6 a.c. Reverso semejante al anverso, invertido e incuso.
P.: 1 1'25 g. ; M.: 28 mm.; C. : B.G.; R.: anverso semejante a BMC, 550;
M.A.I. 1626. Hallada en Puig des Molins. 1946.
Núm. 58 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-1 1 d.C.
P.: 3'78 g.;M.: 19mm.;P.C.: 12h.;C.: S.G.;R.:BMC, 519 yss.;Museo
del Puig des Molins, 1 1 1.
Núm. 59 LUGDUNUM. Augusto. Denario. 2 a.c.-11 d.C.
P.: 3'85 g.; M.: 20 mm.; P.C.: 9 h.; C.: S.G.; R.: BMC, 540-543; Museo
del Puig des Molins.
Núm. 60 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C.
P.: 3'75g.;M.: 18'5mm.;P.C.: 12h.;C.:A.G.;R.:BMC,45;Museodel
Puig des Molins, 114.
Núm. 61 LUGDUNUM. Tiberio. Denario. 14-37 d.C.
P.: 5'95 g.; M.: 18 mm.; P.C.: 12 h.; C.: A.G.; R.: BMC, 44; Museo del
Puig des Molins, 113.
ACUÑACIONES NO CLASIFICADAS
-
Núm. 62 Ae.
P.: 4'38 g.; M.: 18-20 mm.; C.: B.G., agujereada; M.A.I. 1623. Hallada
en Puig des Molins.
Núm. 63 Ae.
P.: 2'70 g.; M.: 1 8 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 107.
Núm. 64 Ae.
P.: 5'90 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G.; M.A.I. 1458.
Núm. 65 Ae.
P.:4'18g.;M.: 19mm.; C.:M.G.;M.A.I. 1322,HalladaenelPuigdes
Molins.
Núm. 66 Ae.
P.: 5'90g.;M.:22mm.;P.C.: 6h.;C.:M.G.;M.A.I. 1321.Halladaenel
Puig des Molins.
Núm. 67 Ae.
P.: 7'70 g.; M.: 23 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 104.
Núm. 68 Ae.
P.: 6'48 g.; M.: 24 mm.; C.: M.G.; Museo del Puig des Molins, 105.
ACUI\TACIONES DUDOSAS
Núm. 69 SARDO-PUNICA. Ae. 300-264 a.c. (7).
P.: 3'90 g.; M.: 19 mm.; C.: M.G., agujereada; M.A.I. 1454.
Núm. 70 SARDO-PUNICA. Ae. 300-264 a.c. (7).
P.: 3'28 g.; M.: 19 mm.; P.C.: 6 h.; C.: M.G.; M.A.I. 1445.
Núm. 7 1 PUNICA (7). Ae.
P.: 8'95 g.; M.: 24 mm.; C.: M.G.; M.A.I. 110.
Núm. 72 PUNICA (7). Ae.
P.: 3'10 g.; M.: 19 mm.; C.: M. G.; M.A.I. 108.
[page-n-249]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ANALISIS DE LOS TESOROS DE LA TARRACONENSE
MEDITERRANEA
PERIODO 1 (S. V-237 a.c.)
Los más antiguos hallazgos numismáticos de la Península Ibérica
se encuentran envueltos en un halo de incertidumbre, y resulta muy
dificil estudiarlos dado que los más importantes se produjeron durante el siglo pasado y, en contadas ocasiones, se pudo llegar a conocer el
número total de monedas de que constaba el hallazgo, al tiempo que
en los estudios que de ellos se realizaron, no siempre se ilustraron las
piezas, para las que, en su mayor parte, se desconoce su actual paradero, motivando el que no puedan ser estudiadas de nuevo.
Entre los que realizaron la pionera labor de publicación de los tesoros de las monedas más antiguas peninsulares, hay que mencionar
a A. Heiss (1)y a J. Zóbel (21, a partir de cuyas publicaciones surge la
información más importante para el estudio del inicio de las acuñaciones y la circulación monetaria peninsular.
La incorporación de la Península Ibérica al uso de la moneda está
motivada por factores externos, entre los cuales, el más importante lo
constituye la colonización focense más o menos directa. Por ello, se va
(1)
(2)
HEISS, 1870.
ZOBEL, 1878.
[page-n-250]
ANALISIS DE LOS TESOROS
249
a comprender rápidamente el que los primeros en utilizarlas y acuñarlas sean los habitantes de las colonias fundadas por los focenses.
Durante el siglo V a.c., no conocemos la existencia de ningún tesoro, y entre los hallazgos esporádicos cuya fecha de emisión se sitúa
en este siglo, únicamente conocemos dos ejemplares, exceptuadas las
monedas que forman parte de los tesoros ocultos en el siglo I V y que
no van a ser consideradas en este período. Así pues, de estos dos ejemplares, el primero de ellos es un óbolo massaliota con reverso rueda
(3), acuñado en la segunda mitad de este siglo y hallado en las excavaciones de la ciudad ibérica de Ullastret. El segundo corresponde a
una estátera de Lesbos con fecha de acuñación entre el 500 y el 480
a.c. y hallada, según parece ser, en Bolbax (Murcia). Nosotros nos
mostramos un tanto escépticos a la vez que advertimos la posibilidad
de que esta pieza no llegase a Bolbax durante este siglo V.
Dentro de este primer período llama la atención el casi inexistente
conocimiento de hallazgos esporádicos, es decir, no atesorados, y por
ello el conocimiento de la circulación monetaria se encuentra basado
casi exclusivamente por los datos que nos aportan los tesoros.
1
Con anterioridad a la segunda mitad del siglo 1 1 a.c. conocemos
seis tesoros que pueden ser agrupados en dos momentos cronológicos;
el primero, englobaría las ocultaciones del siglo IV y el segundo los de
la primera mitad del siglo 111, no sin algunos inconvenientes. En el
primer grupo cabe encuadrar los tesoros de Emporion, Morella, Pont
de Molins y Mongó. Este último será analizado separadamente de los
otros tres en razón de su distinta composición, en la que son inexistentes las monedas de Auriol y están poco representadas las acuñaciones
peninsulares de fraccionarias ampuritanas.
Los tres primeros tesoros se distinguen por estar formada su composición, predominantemente, por monedas de pequeño módulo en
O
C>
9;
4'3
2.;:
a
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8
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Emporion
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2
+g
Morella
+2
1
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2
1
Pont de Molins
1
(3)
SCHEERS, 1975, núm. 9.
m
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1
167 894
1
1
2
1
1
1
+43
+10
[page-n-251]
250
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
las que dominan las acuñaciones realizadas en la Península Ibérica, y
sólo una mínima parte se pueden considerar importaciones.
La fisonomía de los tipos de estas acuñaciones con su marcado paralelismo con las acuñaciones aparecidas en el tesoro de Auriol, motivó el que se les denominara monedas de tipo Auriol. Sin embargo, las
recientes investigaciones llevadas a cabo por E. A. Furtwangler (41,
con un minucioso análisis, concluye que existe un solo tipo de moneda
presente en las acuñaciones de ambas zonas geográficas y la consideración de que las acuñaciones de la Provenza son distintas de las que
se realizan en la Península Ibérica, aun cuando no se olvide que, en
ocasiones, algunas de ellas sirvieron de prototipo a éstas. Por esta razón, y siguiendo a este mismo autor, únicamente encuadraremos dentro del término Auriol aquellas monedas que se encuentran también
en este tesoro (5).
La composición de estos tres tesoros señala el fuerte componente
de las acuñaciones que, en la actualidad, la investigación numismática considera locales (6) y que sin atribuirlas a un taller, en un primer
momento pudieron ser acuñadas tanto en Emporion como en Rhode.
La utilización de este tipo de acuñación dentro de la cubeta occidental mediterránea en tres zonas muy delimitadas, como son Etruria, Provenza y la mitad norte de la costa peninsular y la mínima presencia de las acuñaciones de cada uno de estos puntos en los dos restantes, pone de manif"1esto la afirmación de Furtwangler, según la
cual, estas economías monetarias se inscriben dentro de un circuito
restringido (7). Todas ellas debieron tener un principio teórico semejante, detentado por los promotores de estas acuñaciones; por tanto,
según se desprende de su pequeño módulo y de su limitada área de
utilización, estas monedas se acuñaron para facilitar el comercio. Por
ello, la presencia de este tipo de moneda, que en su mayor parte se encuentra constituida por acuñaciones locales, no demuestra ni sirve
para documentar el comercio marítimo focense (8)en el período de su
apogeo, desfasado ya en el tiempo con respecto a las monedas que nos
ocupan, sino la pervivencia de un modo de acuñar y la existencia de
una determinada estructura económica y comercial en la que no
cabían los valores de gran módulo y peso.
La utilización de este tipo de módulo y peso la explica Furtwan(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
FURTWANGLER, 1978, PP. 44-45.
FURTWANGLER, 1978, tipos OeIQf.
FURTWANGLER, 1971, pp. 18-19; Id., 1978, p. 45.
FURTWANGLER, 1976, PP. 72-73.
BREGLIA, 1970, PP. 153-165.
[page-n-252]
ANALISIS DE LOS TESOROS
251
gler (9),
referido a las acuñaciones de tipo Auriol y al área de Massalia, por:
- El desinterés por parte de esta colonia de acuñar valores altos
con el fin de evitar las concentraciones de capital en su hinterland y cuya existencia hubiera podido favorecer la formación
de organizaciones comerciales fuera del control de Massalia.
- La existencia de un hinterland subdesarrollado y con un comercio mal organizado que precisaba de un sistema de penetración adaptado a ello.
Estas puntualizaciones entendemos que pueden ser perfectamente extrapolables a la Península Ibérica que, en estos momentos, posee
una estructura de asentamiento similar, una estrecha relación con
Massalia, por su posición en el extremo occidental y por ser, esta ultima, un punto importante de escala en la vía comercial marítima y
porque llegará a ejercer una labor colonizadora análoga en un período más avanzado.
Por lo que respecta a la ubicación de los tres tesoros mencionados
(mapa 1), el de Emporion, como su nombre indica, fue hallado dentro
de la misma colonia. El de Pont de Molins se encuentra a pocos kilómetros de distancia con respecto a Rhode y Emporion. Tan sólo el de
Morella está situado a una considerable distancia de las colonias
mencionadas. Estas ubicaciones muestran la penetración hacia el interior del influjo económico de Emporion en el que Morella constituiría un punto muy alejado, lo que supondría una intensa movilidad
en los intercambios, ya que parece, a todas luces, improbable que
pueda ser la zona de Morella considerada como un punto colonizador
o colonizado desde la costa inmediata. El actual estado de la investigación arqueológica no permite estos supuestos.
Parece evidente, por tanto, que estas acuñaciones se realizaron no
sólo para el uso de las colonias asentadas en la Península Ibérica, sino
que fueron utilizadas por habitantes indígenas del entorno inmediato
tal y como vemos que ocurre en Massalia ( l o ) ,donde este tipo de acunaciones se extiende desde el litoral hasta el Durance y desde el Rh6ne hasta e1 macizo de Maures; y en Etruria (1l ) , en donde el circuito
de circulación se limitaba a algunas poblaciones etrusco-jonias y su
hinterland. Visto todo ello llama la atención la considerable distancia
a que se encuentra Morella de Emporion, hipotético centro emisor de
parte de las acuñaciones que integran este tesoro.
(9) FURTWANGLER, 1978, PP. 306-307.
(10) FURTWANGLER, 1978, p. 46.
( 11) FURTWANGLER, 1976, pp. 72-73.
[page-n-253]
252
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
En cuanto a la cronología de estas ocultaciones, dada la lejanía
temporal en la que se produjeron los hallazgos y la poca y parcial documentación que de las circunstancias del hallazgo y de su composi-
Mapa 1. - Dispersión de los tesoros cuya fecha de ocultación se encuentra entre el siglo
IV y el año 195 a.c.: 1, Roses; 2, Pont de Molins; 3, Serinya; 4, Les Ansies; 5, Girona; 6,
Ullastret; 7, Empúries; 8, Puig Castellar; 9, Tarragona; 10; Tivissa; 11, Coll del Moro; 12, Morella; 13, Tortosa; 14, La Plana de Utiel; 15, Los Villares; 16, Cheste; 17, Moixent; 18, Vallada; 19, Mongó; 20, La Escuera; 21, Minas de Cartagena; 22, Mazarrón.
[page-n-254]
ANALISIS DE LOS TESOROS
253
ción se posee, resulta particularmente difícil establecer para ellos una
fecha de ocultación concreta. Las cronologías más importantes que se
han atribuido a estos hallazgos son las siguientes:
Amor6s ( 1 2)
Emporion
Morella
Pont de Molins
Guadán (13)
360-300
520-500 400-300
á
En torno a 350
490-460i 300
i
460-440
470 330-310
Furtwhgler (14)
Mediados s. IV
Fines s. IV
Hacia 300
Por nuestra parte, suscribimos las dataciones propuestas por
Furtwangler, aunque conviene señalar que para algunas de las piezas
presentes en estos tesoros, su fecha de emisión se remonta a la segunda mitad del siglo VIen la que cabe incluir algunas acuñaciones locales anepígrafas, el tipo de Auriol ((tetede belier))( 15)y los óbolos massaliotas ((au trabe)) (16); además de algunas importaciones de Asia
Menor cuya fecha de emisión se sitúa a fines del siglo V I como es el caso de los tipos 494 y 495 de Muret (17),
pertenecientes al tesoro de
Morella o el fragmento de estátera de Metaponto datado entre el 550
y el 470 a.c.
De este modo, conviene señalar la desincronía entre los hallazgos
de Volterra ( 18), fechados en torno a la primera mitad del siglo VI y
Auriol (19),para el que se propone una datación en torno a los años
460-455 y los de la Península Ibérica, con los que existe una diferencia cronológica, como mínimo, de un siglo. La consecuencia más directa es la apertura del espectro de las cecas en ellos representadas y
el no poder establecer un paralelismo con aquéllos en un intento de
analizar las diferencias y peculiaridades de su circulación monetaria.
De la composición de los tres tesoros peninsulares parece poder
deducirse, según la cantidad de monedas de Massalia que en ellos
existe y por la ampliación progresiva de la composición de monedas
de diversas cecas en ellos representadas, que conforme avanza el
tiempo el componente cualitativo se va ampliando, lo que sin duda demuestra una mayor apertura de la Península Ibérica. El mayor índice
de relación con Massalia, como parece indicar la presencia de sus monedas, posibilitaría además la llegada de monedas de cecas de la
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
( 17)
(18)
(19)
AMOROS, 1934, PP. 48-50.
GUADAN, 1968, pp. 79, 96, 136 y 168.
FURTWANGLER, 1971, PP. 14-15.
FURTWANGLER, 1978, tipo Qe/Qf.
AMOROS, 1934, p. 13, fig. 8.
MüRET-CHABOUILLET, 1889.
CRISTOFANI MARTELLI, 1977, p. 101.
FURTWANGLER, 1978, p. 84.
[page-n-255]
254
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Magna Grecia, Atenas y Asia Menor, funcionando como punto de
reexpedicibn.
Por lo que se refiere a las restantes cecas que componen estos tesoros, merece la pena destacar la presencia constante de acuñaciones
de Massalia ocupando siempre el segundo orden en importancia, bien
sea a través de los tipos de Auriol, bien sea con las acuñaciones propiamente massaliotas. De este modo, en el tesoro de Emporion sólo
existe una pieza de Auriol; en el de Morella son más de cinco los ejemplares que contenía del tipo rueda y una moneda de Auriol; en el de
Pont de Molins se documentan también más de nueve piezas de los tipos «au trabe)) y rueda. Lo mismo sucede en el Mongó, que veremos a
continuación, en donde son cuatro las piezas de esta ceca, todas ellas
con reverso rueda. La cantidad es, pues, considerable en relación con
la totalidad de monedas del hallazgo, siendo en todos los casos, excepto en Emporion, superior al 25%.
En relación con el tipo de circulación monetaria que se desarrolla
en el centro de la cubeta mediterránea (20),en particular, en Sicilia y
el Sur de Italia en donde las acuñaciones de Atenas y, posteriormente
las de Corinto adquieren una ostensible participación, hemos de señalar que la presencia de estas acuñaciones en nuestros tesoros es mínima (dos fragmentos de tetradracmas arcaicas de Atenas y una estátera de tipo arcaico de Corinto) y, a nuestro modo de ver, pone de manifiesto la escasa circulación que estas monedas tuvieron en la Península Ibérica, a pesar de la existencia de una fraccionaria ampuritana
(21) que copia el simbolismo de Atenea originario del Atica.
Evidentemente, el hecho de copiar este simbolismo denota el conocimiento del mismo y del tipo de moneda que lo utiliza, poseyendo
por demás un gran prestigio. Ante la inexistencia de una mínima cantidad de ejemplares atenienses en la Península Ibérica, es muy probable que el conocimiento de su importancia se produjese, como opina
Amorós (22), a través de los mercenarios ibéricos que luchan junto a
Siracusa durante el siglo IV, en cuya isla en estas fechas circulaba
una abundante cantidad de piezas atenienses (23).Tampoco se debe
olvidar que la colonia de Velia acuñó estos mismos motivos entre los
años 500-450 a.c. (24)y a la que, según Guadán (25),debe considerarse como etapa intermedia de la llegada de estos tipos.
(20) LANGHER, 1969, pp. 167-173.
(211 AMOROS, 1933-b,
pp. 6 y 7, figs. 2-3.
(22) AMOROS, 1933-b,p. 16.
(231 Véase la nota 20.
para las que propone
(24) SEAR, 1978, núm. 251; GROSE, 1979,núm. 1.408-1.413,
una cronología de 500-400 a.c.
(251 GUADAN,. 1968, pp. 248-249 y nota 20.
[page-n-256]
255
ANALISIS DE LOS TESOROS
Por otra parte, y en contraposición con lo que se acaba de decir,
nos encontramos con que a lo largo de los siglos V-IV a.c. se produce
una considerable importación de cerámica ática. Estando así las cosas, esta situación nos lleva a pensar que las tentativas de monopolio
que los atenienses pretendieron imponer en el Mediterráneo Occidental, al que se opondría más tarde el mismo intento por parte de Sicilia,
no llegó al menos a la Península Ibérica en contra de lo que parece indicar C. Langher (26),cuya identificación de estos monopolios la realiza a través de la distinta composición y cronología de los hallazgos.
El último tesoro que se podría incluir en este primer grupo es el
del Mongó, cuya composición es:
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Mongó
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Este tesoro muestra una composición heterogénea en la que se encuentran presentes una variedad considerable de cecas, al igual que el
tesoro de Pont de Molins. En cambio, llama la atención la presencia
bastante minimizada de las acuñaciones peninsulares representadas
por Emporion que, en el contexto del tesoro, sólo alcanza el 3 1'25% a
diferencia de los anteriores tesoros en los que en el de Emporion era
del 80'98% y en Pont de Molins del 60'46%.
Otro punto importante a señalar es la considerable cantidad de
acuñaciones procedentes de Sicilia y la presencia, como se está viendo hasta ahora, de las amonedaciones de Massalia que la une inexorablemente al inicio del uso de la moneda en nuestra Península, señalando una vez más las relaciones mantenidas por Massalia con el litoral mediterráneo peninsular.
El momento de la ocultación de este tesoro nos viene dado por una
pequeña moneda de AR cartaginesa, cuyo anverso describe Chabas
(27) como una cabeza de Ceres a izquierda. Dada la imposibilidad de
la existencia de este tipo, ya que no se conoce acuñado sobre plata,
(26) LANGHER, 1969, pp. 168-169 y 197.
(27) CHABAS, 1891, p. 62, núm. 15.
;
~
[page-n-257]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
256
consideramos que se trata de la moneda SNG North Africa (28),núm.
74, cuyo anverso es una palmera, y que al encontrarse el cuño de la
moneda del tesoro del Mongó desplazado puede dar pie a pensar que
el anverso sea en vez de una palmera una cabeza. La cronología del tipo de moneda que nosotros creemos identificar es, según Jenkins, del
siglo IV a.c. De este modo, si aceptamos la fecha de acuñación de este
óbolo cartaginés como término post quem para la datación del tesoro,
ante la imposibilidad de una mayor precisión por parte de las acuñaciones de Massalia, consideramos que el tesoro puede situarse dentro
de la segunda mitad del siglo IV, datación en la que coinciden a grandes rasgos otros investigadores.
Las dataciones más importantes hasta ahora propuestas han sido
formuladas por Amorós (29),quien considera que la ocultación tuvo
lugar entre los años 350 y 300 a.c., utilizando como término post
quem las dataciones de las monedas massaliotas. P. Beltrán (30),por
su parte, basándose como el anterior en las acuñaciones massaliotas,
eleva esta cronología sugiriendo que la ocultación pudo tener lugar a
principios del siglo IV, aunque admite un margen que puede alcanzar
hasta el segundo tercio de este mismo siglo. Guadán ( 31) elige para la
datación del tesoro la moneda de plata cartaginesa atribuyéndole la
cronología más tardía propuesta por Head para las acuñaciones sículo púnicas y; con ello, lo sitúa en torno al 300 a.c.
La diversidad en la composición del tesoro y la reducida presencia de las acuñaciones peninsulares parecen indicar que o bien el tesoro, en su mayor parte, se formó fuera de la Península Ibérica, o bien
por su alejamiento de Emporion y la carencia de acuñaciones propias
en esta zona, existiría una circulación de piezas más heterogéneas, indicando en este caso, probablemente, unas relaciones bastante estrechas con la isla de Sicilia.
Guadán (32) considera que en esta acumulación de plata acuñada, las piezas griegas son fruto de alguna campaña de mercenarios
ibéricos explicando, de este modo, el componente monetario extrapeninsular. Ciertamente, la presencia de mercenarios ibéricos combatiendo en Sicilia, ampliamente documentada por Diodoro (33),puede
(28)
(29)
(30)
(31)
(32)
(33)
JENKINS,
AMOROS,
BELTRAN
GUADAN,
GUADAN,
1969, lfím. 4.
1934, p. 51.
VILLAGRASA, 1972, p. 97,
1968, pp. 113-114 y nota 214.
1968, p. 115.
No debe olvidarse que durante el siglo V y principios del I V a.c., se documenta la
presencia de mercenarios ibéricos en Sicilia: DIODORO, XI, 1; XIII, 54, 1 ; XIII, 62, 1 ; XIII,
85, 1; XIII, 80, 2; XIII, 110, 4; XIV, 75, 8. Es interesante también para este tema el estudio
de GARCIA Y BELLIDO, 1939, pp. 71-125.
[page-n-258]
ANALISIS DE LOS TESOROS
257
ser el motivo de la existencia de estas acuñaciones que, de forma aislada y en reducido número, suelen aparecer en la Península Ibérica y
que en este tesoro lo hacen de forma relativamente numerosa. El tesoro, a nuestro entender, pone de manifiesto un hecho importante que
se repetirá en la estructura de la circulación monetaria ibérica. Se
trata de la aceptación y atesoramiento de los metales nobles, preferentemente de AR, con independencia del taller monetario del que
procedan y de su período cronológico de circulación (34),como lo pone de manifiesto la larga pervivencia y grado de desgaste de algunos
ejemplares del tesoro..
Los hallazgos esporádicos de los que se tiene conocimiento, cuya
fecha de emisión se encuadra en el siglo IV, ofrecen una mayor variedad de tipos, ya que el pasillo costero peninsular se incorpora en este
siglo, y de un modo acelerado, al uso de la moneda. La composición
de estos hallazgos no se aparta de la que nos muestran los tesoros.
Predominan, evidentemente, las acuñaciones peninsulares, que son
prácticamente las exclusivas y de las que se contabilizan 24 ejemplares, todas ellas fraccionarias anteriores a las dracmas. El resto está
formado por una moneda de Kos, otra de Siracusa y un número menor de 9 óbolos massaliotas con reverso rueda.
Por otra parte, hay que señalar que son estas monedas más antiguas de la Numismática peninsular las más difíciles de datar y las que
mayor diversidad de tipos presentan, lo que repercute en la mala clasificación y deficiente atribución. Además, poseemos una serie de notas bibliográficas correspondientes a hallazgos de Populonia, Thourion, Kamarina y Lipara de las que únicamente se da una sucinta descripción y se les atribuye una cronología que abarca, en la mayor parte de los casos, dos siglos; y un numeroso grupo de monedas catalogadas groseramente bajo el epígrafe de ((griegas)), no van a ser utilique
zadas en nuestros comentarios.
El área de dispersión de estos hallazgos, en su casi totalidad, se
circunscribe a la ciudad de Empúries. Las fraccionarias anteriores a
las dracmas, proceden de Emporion y únicamente dos no lo hacen,
perteneciendo una a la vecina ciudad de Ullastret y la otra al poblado
ibérico de Sant Miquel de Llíria. La moneda de Kos se encontró en el
Tossal de Manises (Alacant)y la moneda de Siracusa procede de Ei(34) Evidentemente, este fenómeno no es exclusivo de la Península Ibérica ni de estas
fechas concretas. Y por no citar un ejemplo peninsular, en Catania, el tesoro de Mineo, datado en el siglo 1 1a.c., contiene piezas de Siracusa, Reggio y Atenas, acuñadas durante el s. V
1
a.c. Y más sorprendente aún es el de Scogletti, en Ragusa, en donde junto con monedas de
Atenas, Reggio, Siracusa (s. V-IV a.c.), Corinto, apareció un denario republicano (LANGHER,
1969, p. 173).
'
[page-n-259]
258
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
vissa, quizás sea esta última el preludio de las relaciones posteriores
que mantendrá esta isla con el Sur de Italia.
Podemos señalar que a través de los hallazgos comentados, se
desprende que la incorporación de la Península Ibérica al circuito monetario de un modo continuado, comenzó en la ciudad de Emporion
desde donde irradió, siguiendo los contactos y redes comerciales de
las factorias focense-ampuritanas, por toda la costa del actual País
Valenciano e, incluso, probablemente de Murcia (35).
Emporion se asimiló al uso de la moneda y, en un corto período
de tiempo, comenzó sus propias acuñaciones que fueron anepígrafas,
en un principio, y posteriormente puso las primeras letras de su nombre. Desde esta ciudad se difundió el uso de la moneda, en un sentido
restringido, a su hinterland y a la mitad Norte de la zona costera
mediterránea de la Península, como queda bien evidenciado por los
hallazgos monetarios.
Ya dentro del siglo 1 1a.c., en sus inicios, hay dos tesoros que co1
mo nota distintiva carecen de acuñaciones de tipo Auriol. Se trata de
los hallazgos de Roses y Tarragona. Ambos tesoros mantienen, como
los anteriores, en su composición, un neto predominio de las acuñaciones de Emporion. En este caso, las monedas que podríamos calificar de tipos exóticos y anepígrafos están relativamente poco representados, dominando los tipos más tardíos que Guadán (36)denomina
(tfraccionarias propiamente ampuritanas))y para las que propone una
datación entre el 400 y el 300 a.c., que aparecen en escasa proporción en los tres tesoros anteriormente citados.
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3
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Roses
Tarragona
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El componente de cecas extrapeninsulares es desigual en ambos
tesoros. El de Tarragona mantiene una estructura semejante, en parte, al de Pont de Molins, con la existencia de un considerable número
( 3 5 ) ALMAGRO GORBEA, 189 1-a, en prensa.
( 3 6 ) GUADAN, 1968, PP. 73-74.
[page-n-260]
ANALISIS DE LOS TESOROS
259
de monedas massaliotas y una pieza de Selinus, cuya fecha de emisión se sitúa en el 41 5 y que tanto por la perforación que presenta como por su estado de conservación, requiere como medida previa el
aumento del lapso de tiempo transcurrido entre su emisión y su tesaurización.
Es por esta estrecha semejanza y por la datación de esta moneda
de Selinus por lo que es posible que pudiera datarse a fines del siglo
IV, aunque nosotros somos partidarios de su inclusión de los inicios
1
del siglo 1 1 a.c., en razón de la distinta composición de tipos de las
monedas de Emporion, ya que mientras en Pont de Molins las acuñaciones locales anepígrafas atribuidas a Emporion se encuentran presentes, en Tarragona están ausentes, existiendo una mayor cantidad
de piezas presumiblemente más tardías. Por otro lado, conviene recordar que en Pont de Molins se encontraron varias monedas con una
fecha de emisión considerablemente alta, como pudiera ser la dracma
de Kyme con leyenda retrógrada, para la que se propone una fecha
entre el 480 y el 423 a.c. ;y en cambio, el tesoro se fecha a fines del siglo I V a.c.
En cuanto al segundo tesoro de este grupo, el de Roses, su composición (37)difiere notablemente del anterior, por cuanto que carece de
acuñaciones de cecas extrapeninsulares, si exceptuamos tres monedas que pueden ofrecer alguna duda en cuanto a su inclusión dentro
del grupo de las primeras acuñaciones anepígrafas peninsulares, y
que mientras no se demuestre lo contrario, consideramos acuñadas
en la Península Ibérica sin descartar la posibilidad de que se encuentren inspiradas en amonedaciones de la Focida, Cyrenaica o Etruria,
lugares éstos de donde Guadán (38)considera probable que procedan.
Están, por tanto, ausentes las acuñaciones de Massalia; y por lo
que respecta a los tipos de Emporion representados, son similares a
los de Tarragona, siendo bastantes las concomitancias de tipos en uno
y otro tesoro.
No es posible que se pueda concluir de esta ausencia de monedas
de Massalia, una disminución de los contactos con esta colonia por
cuanto que este tesoro de Roses ofrece dificultades en su datación, en
parte, por la inexistencia de monedas extrapeninsulares datables y la
homogeneidad de su contenido. Por otro lado, la muestra que del tesoro se posee es incompleta, y sólo se conocen las piezas que Gaillard
(37) En cuanto a la posibilidad de que las piezas 8, 9 y 24 no pertenezcan a este hallazgo, véase BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 294; GUADAN, 1968, p. 74, considera como
procedente del hallazgo la núm. 8 y sitúa como dudosas las núms. 9 y 24.
(38) GUADAN, 1968, pp. 73-74.
[page-n-261]
260
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
publicó en su catálogo, las cuales después de dispersarse, Zóbel las
buscó una a una por los gabinetes numismáticos extranjeros a los que
fueron a parar (39).Es por ello que consideramos muy arriesgado intentar extraer conclusiones sólidas a partir de la composición de este
hallazgo.
La situación geográfica de estos hallazgos mantienen su ubicación
costera al igual que los anteriores, sin que se amplíe el marco geográfico delimitado por ellos dentro del ámbito comercial focense-ampuritan0 de la costa Este peninsular (mapa 1).
Unas características muy distintas presentan las ocultaciones que
se fechan a mediados del siglo 111 y el primer decenio de la segunda
mitad de este siglo. A través de ellos se documentan las acuñaciones
peninsulares que aumentan el número de talleres y acuñan unidades
de mayor peso.
Los tesoros que pertenecen a estos momentos son los de Tortosa y
Minas de Cartagena (mapa l ) , cuya composición es bastante similar y
se encuentran relacionados por una problemática que excede a su
composición intrínseca, y que se ciñe sobre la verdadera composición
de este último.
Emporion Rhode
Tortosa
M. Cartagena
2
1
3
Ebusus Carthago
1
1
Total
6
1
3
Por lo que se refiere al tesoro de Tortosa, por primera vez encontramos la presencia de monedas de AR de Rhode en un tesoro, conjuntamente con dracmas de Emporion con el tipo del caballo parado y
una didracma de Ebusus, que M. Campo (40)clasifica dentro del grupo de monedas dudosas de esta ceca.
La datación del tesoro debe situarse con anterioridad al año 241237 a.c., en el que, con motivo de la pérdida por Carthago de la Primera Guerra Púnica, Emporion dejará de acuñar las dracmas con el
reverso del caballo parado, tipo que refleja la influencia cartaginesa
sobre esta ciudad (41). Como consecuencia, Guadán (42) considera
que la ocultación debió realizarse entre los años 250-241 a.c.
(39)
(40)
(41)
p. 99.
(42)
ZOBEL, 1 8 7 8 , p. 109.
CPMPO, 1976-a, p. 1 4 1 , núm. 1.
AMOROS,1933-a, pp. 29-42; GUADAN, 1968, pp. 267-272; VILLARONGA, 1979-a,
GUADAN, 1 9 6 8 , p. 8 0 .
[page-n-262]
ANALISIS DE LOS TESOROS
261
Si la cantidad de piezas que constituyen la ocultación es pequeña,
no por ello deja de tener interés, ya que nos va a proporcionar un término ante quem para la datación de las dracmas de Rhode, para las
que convendría pensar en un período de circulación circunscrito a la
1
primera mitad del siglo 1 1 a.c., como parece deducirse de su ausen1
cia en tesoros de los inicios del siglo 1 1a.c. y en los que están formados por dracmas de Emporion con reverso pegaso.
De características similares, aunque con la ausencia de las acuñaciones de Rhode, es el de las Minas de Cartagena. No vamos a entrar
en la discusión sobre su exacta composición (43),ya que no poseemos
suficientes elementos de juicio y lo cierto es que como ya vio Guadán
(44),este conjunto es perfectamente posible. Por ello, nosotros nos limitamos a analizar el conjunto que minuciosamente describió Heiss
(45).
El tesoro según este autor, conjuga acuñaciones de Ebusus, de
Emporion con caballo parado y una didracma cartaginesa, tipo Müller 108 (46).De todas ellas, la Última es la pieza clave para la datación del conjunto, para la que Jenkins (47) propone una datación de
1
principios del siglo 1 1 a.c., con lo que aceptando el transcurso de un
lapso de tiempo desde su acuñación hasta su tesaurización, el tesoro
puede datarse en torno a los años 250-240 a.c. Esta misma cronología propone Guadán (48)basándose en la datación que de la pieza
púnica da Heiss.
Se ratifica, de ser cierta la composición del tesoro, el momento de
acuñación de las dracmas de Emporion con el tipo del caballo parado
anterior al 241 -237 a.c., y por extrapolación de estas deducciones al
tesoro de Tortosa, el momento de acuñación y circulación de las dracmas de Rhode.
PERIODO 1 (237-195 a.c.)
1
En el último tercio del siglo 111, la Península Ibérica sufre una serie de guerras, motivadas por el desarrollo en su suelo de los acontecimientos bélicos de la Segunda Guerra Púnica. La pérdida de Sicilia y
Cerdeña, como consecuencia de la derrota sufrida por los cartagineses en la guerra anterior y el pago de una fuerte indemnización de
guerra a Roma, empujará a aquéllos a buscar en Hispania una com(43)
(44)
(45)
(46)
Una clara noción de la misma se podrtí obtener en AMOROS, 1933-a, pp. 39-42.
GUADAN, 1968, p. 88.
HEISS, 1870, p. 44.
MULLER, 1860.
(47) JENKINS, 1969, lám. 6, núm. 142.
(48) GUADAN, 1968, p. 88.
[page-n-263]
262
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
pensación a tales pérdidas (49).La Península Ibérica podía ofrecerles
riquezas minerales y agrícolas, a la vez que podía enrolar en ella numerosos efectivos de mercenarios.
Los acontecimientos bélicos se van a desarrollar de modo favorable a los romanos y, una vez expulsados los cartagineses de Hispania,
aquéllos intentarán consolidar sus posiciones en la Península. La nueva situación de los romanos como invasores, las múltiples exigencias
de dinero y el incumplimiento de los tratados por parte de Roma serán las causas de nuevas inestabilidades en el país. Se van a originar
sucesivas sublevaciones que protagonizarán las tribus ibéricas encabezadas, en su mayoría, por los príncipes ilergetes Indibil y Mandonio. Estos levantamientos se produjeron en los años 206 (50),205 (51)
y 197 a.c. (52).Este último fue el más importante, ya que se extendió
por las dos provincias de Hispania recientemente establecidas, y se
necesitó para sofocarlo la venida, en el 195 a.c., del cónsul M. Porcio
Catón y un ejército consular (53).
Entre los años 237 y el 195 a.c. se abre uno de los períodos más
prolíficos en cuanto a la recuperación de tesoros se refiere y, por otro
lado, será también el último período en el que, debido a las circunstancias históricas que durante este tiempo se desarrollan, existe una
amplia variedad de piezas de cecas extrapeninsulares atesoradas.
Durante estos años va a tener lugar la Segunda Guerra Púnica y diversos levantamientos de las tribus ibéricas contra los romanos. Como consecuencia de esta inestabilidad se va a producir un aumento
muy importante en la cantidad de ocultaciones monetarias.
Los hallazgos de tesoros monetarios que conocemos pueden observarse en el cuadro de la página siguiente.
Una de las consecuencias más importantes que se deduce del estudio de los tesoros, es el establecimiento del término ante quem para
la emisión de las piezas que lo componen. En este sentido, durante este período podemos observar que, por un lado, aparecen nuevas emisiones de cecas ya existentes y, por otro, van a detectarse emisiones
de cecas cuyo funcionamiento debuta en estos instantes.
De este modo, observamos que la ceca de Emporion durante este
1
último tercio del siglo 1 1acuña las dracmas con el tipo de pegaso con
cabeza normal y con cabeza transformada en el joven que se coge los
(49)
(50)
(51)
(52)
(53)
DION CASIO, XII, 48; BLAZOUEZ, 1961, pp. 21-36.
LIVIO, XXVIII, 32-34; APIANO, Iber, 37.
LIVIO, XXIII, 1-3.
LIVIO, XXXIII, 21, 44.
LIVIO, XXXIII, 43.
[page-n-264]
ANALISIS DE LOS TESOROS
263
pies con las manos. Este cambio parece claro que se produce por la
pérdida de la influencia que los cartagineses debieron ejercer durante
1
la primera mitad del siglo 1 1 a.c. Lógicamente, cabe pensar que los
divisores con reverso pegaso se acuñaron paralelamente a las acuñaciones de las dracmas con este mismo reverso. La inexistencia de estas acuñaciones en los tesoros anteriores, en particular, en los de Tortosa y Minas de Cartagena, cuya ocultación se sitúa a mediados del si1
glo 1 1 a.c., parecen ratificar esta afirmación en contrade la opinión
de M. Campo, quien afirma que estos divisores con.reverso pegaso comenzaron a acuñarse a fines del siglo IV o comienzos del 1 1a.c. (54).
1
-
(54) CAMPO, 1972, p. 28. Esta autora a f m a que todas las dracmas y divisores son de la
primera fase, del tipo pegaso sin la cabeza modificada, pasando por alto la existencia en él de
dos dracmas con cabeza modificada, núms. 6 y 7 de COROMINAS, 1944.
[page-n-265]
264
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las acuñaciones de dracmas con reverso pegaso de esta ceca tienen un alto índice de presencia en los tesoros de la zona que estudiamos; sólo dos, los tesoros de Mazarrón y La Escuera, no los contienen.
La extraordinaria abundancia de estas acuñaciones y el hecho de ser
Emporion la ciudad en la que desembarcó Escipion (55)y a partir de
la cual se produciría la expansión romana en la Península Ibérica
que, por otra parte, no estuvo nunca en poder de los cartagineses, da
a entender que las acuíiaciones poseen ahora una motivación distinta
a las del período anterior con acuñaciones de dracmas con reverso
caballo parado, mucho menos prolijas.
En este sentido, Marchetti (56)considera que todo el monedaje de
Emporion se realizó a favor de la expedición romana en Hispania y
para el financiamiento de la misma. Por nuestra parte, pensamos que,
ciertamente, durante los años posteriores al 218 a.c., el ejército romano se sirvió del taller de acufiación de Emporion para financiar los
esfuerzos de guerra, aunque conviene restringir los tipos concretos
que se usaron para materializar esta ayuda y que para nosotros
serían únicamente las dracmas y divisores con reverso pegaso.
Las imitaciones ibéricas de las dracmas ampuritanas se encuentran también presentes en estas ocultaciones, mostrándonos un amplio espectro de leyendas y, en ocasiones, de símbolos. Consideramos
que no queda la menor duda de la ubicación cronológica de estas emisiones durante este momento, y por lo que respecta a la finalidad de
las mismas, Guadán (57)considera que en su mayor parte fueron emitidas por los ilergetes y sus coaligados para financiar sus levantamientos contra los romanos y los pueblos de la costa que él considera
aliados naturales de éstos; aunque debido a la cronología que mantiene, estima su período de acuñación entre el 175 y el 133 a.c. (58).Villaronga (59)opina, al igual que Guadán, que sirvieron para financiar
los levantamientos ibéricos contra los romanos establecidos en la
Península Ibérica después de la Segunda Guerra Púnica, aunque con
la diferencia de que restringe notablemente el período de emisión, si1
1
tuándolo a fines del siglo 1 1 y primer lustro del siglo 1 a.c.
Las primeras cecas peninsulares que ahora comienzan a funcionar lo hacen de un modo que podríamos definir como tímido, teniendo
en cuenta el poco peso específico que debieron tener a juzgar por el
(55)
(56)
(57)
(58)
(59)
POLIBIO, 111, 7 1 , 1; LIVIO, XXI, 60; APIANO, Iber, 14.
MARCHETTI, 1978, p. 385.
GUADAN, 1968, pp. 359 y 361.
GUADAN, 1968, p. 175.
VILLARONGA, 1979-a, p. 113; VILLARONGA, 1982-b, en prensa.
[page-n-266]
ANALISIS DE LOS TESOROS
265
reducido número de piezas que de ellas se han encontrado en los tesoros.
En primer lugar, las acuñaciones peninsulares de la ceca de Arse
son todas ellas de AR y Únicamente conocemos la existencia de cinco
1 1
ejemplares de las series 1 y 1 1de Villaronga (60);dos en el tesoro de
Tivisa 1;uno en el de Cheste y, fuera ya del marco de nuestro estudio,
dos en Valeria. A través de los tesoros no es posible recomponer el momento exacto en el que principian estas acuñaciones. Para V i l l a r ~ n g ~ ,
que ha estudiado detenidamente estas acuñaciones, el inicio sería
posterior al 2 12, momento en el que la ciudad pasó a manos de los romanos y estas primeras acuñaciones se mantendrían hasta una fecha
que podría alcanzar el 195 a.c. o pocos años después (61); en contra
de esta opinión, Marchetti (62)considera que las primeras acuñaciones de Arse, representadas por la serie 1de Villaronga, deben situarse
con anterioridad al 218 a.c.
La segunda ceca peninsular cuyo funcionamiento comienza en estos momentos es Saitabi y ello queda demostrado por la presencia de
una didracma en el tesoro de Valeria. Estas acuñaciones debieron ser
muy limitadas por cuanto que es pieza única y de esta serie sólo se conoce
además una sola hemidracma (63).
Entre las cecas de las que se conocía su existencia se encuentra
Ebusus cuyas acuñaciones de AR, aunque modestas en número, vuelven a aparecer en las ocultaciones de Col1 del Moro, Moixent y Valeria y, presumiblemente en Vallada, aunque no es seguro. Se trata en
todos los casos de dracmas del grupo XVII de M. Campo (64),producto del momento de expansión bárquida.
El último contingente de acuñaciones importantes realizadas en
la Península, pero de origen cartaginés, y que es tan o más irnportante
que el que representan las realizadas en Emporion y las de la ceca de
Roma, son las que se denominan hispano-cartaginesas. La financiación de las tropas cartaginesas con este tipo de moneda no deja lugar
a dudas sobre la importancia que debió tener este numario (65).
Se ha de señalar la ausencia en estos tesoros de la Tarraconense
Mediterránea de las acuñaciones de Gades, que como se desprende de
la composición del tesoro de la zona de Gades (66),en estos momentos
(60)
(61)
(62)
(63)
(64)
(65)
(66)
VILLARONGA, 1967-a.
VILLARONGA, 1967-a, pp. 114-115.
MAFCHETTI, 1978, pp. 386-394.
MAN, 499. Hemidracma de 1'49 g.
CAMPO, 1976-a, Moixent: núm. 30, p. 126; VALERIA: núm. 41, p. 127.
Sobre estas acuñaciones, véase el trabajo monográfico VILLARONGA, 1973-a.
VLLLARONGA, 1973-a, p. 78.
[page-n-267]
266
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ac-uñaba dracmas, hemidracmas y pequeños divisores de AR, junto
con monedas de AE anepígrafas. Y también están ausentes los denarios ibéricos que todavía no habían comenzado a acuñarse; sobre esta
última cuestión conviene destacar, por su aislamiento, la opinión de
Marchetti, quien considera que los primeros denarios de Kese, con un
peso correspondiente al del denario romano reducido, comenzaron a
acuñarse antes del 206 a.c. (67).
La comparación de las diversas cantidades de monedas que componen los tesoros, dada la circunstancia histórica que motivó su ocultación y el funcionamiento de todos los talleres monetarios, casi con
toda seguridad como consecuencia de la contienda bélica, debe señalarnos la importancia que jugó cada ceca en este aprovisionamiento,
atendiendo también a la proximidad del tesoro con el centro emisor.
Entre la variedad de cecas presentes destacan claramente tres, cuya
actividad fue sin duda la más importante durante el transcurso de toda la contienda. Emporion, con 345 piezas, es la ceca que mayor cantidad de ejemplares posee repartidos entre los distintos tesoros; sigue
a continuación las acuñaciones hispano-cartaginesas, con 275 monedas, y finalmente Roma con 142 piezas. De hecho, el número de cuiíos
que se conocen y la estimación del volumen de las emisiones pone a
Emporion en un nivel incluso superior al de las emisiones hispanocartaginesas (68).
Si situamos los hallazgos en sus localizaciones y distinguimos su
composición, queda muy patente la distribución territorial de las dos
fuerzas en combate y las proximidades de las cecas. Así apreciamos
que los tesoros en los que el componente de acuñaciones de Roma y
Emporion es dominante, se sitúan en la zona Noreste, por encima del
río Ebro, única zona, en ocasiones, de dominio romano, a la que se debieron replegar en el año 2 12 a.c., tras la muerte de Publio y Gneo Escipion (69). Entre los que contienen acuñaciones ampuritanas, los
más importantes son los de Puig Castellar, compuesto en su totalidad
por dracmas y divisores de esta ceca, con más de 200 ejemplares. Son
también importantes el de Ullastret y el de Serinya, compuestos también por este tipo de moneda exclusivamente, con 54 y 12 ejemplares,
respectivamente.
Por debajo de la línea del Ebro merece la pena destacar, por el
elevado contenido de monedas de esta ceca, los de Moixent y La Pla(671 MARCHETTI, 1978, p. 426.
(68) VILLARONGA, 1982-b, en prensa; frente a 343 cuños de dracmas de Emporion se
han observado 317 para las monedas de A hispano-cartaginesas.
R
(69) LIVIO, XXV, 32-36.
[page-n-268]
ANALISIS D E LOS TESOROS
267
na de Utiel con 29 y 3 1 ejemplares, respectivamente, aunque en ambos el porcentaje sobre el contenido total del tesoro es muy distinto,
pues mientras en el primero representa el 19'72%,en el segundo es el
60'78%.
En definitiva, esta distribución no hace sino ratificar en parte el
principio según el cual la cantidad de hallazgos es inversamente proporcional a la distancia entre el centro emisor y el lugar del hallazgo.
Por ello, son bastante escasas estas acuñaciones en los tesoros de la
zona andaluza (70) y las máximas concentraciones se sitúan en las
proximidades de la ceca, en las zonas comerciales y no de guerra. Esto mismo va a condicionar la dispersión de los hallazgos de monedas
hispano-cartaginesas, cuyas series más numerosas serían acuñadas
en la zona de Cartagena (71).
En esta misma línea, aunque con una menor cantidad total de piezas, las acuñaciones romanas siguen las pautas de las amonedaciones
emporitanas, ya que del mismo modo, los tesoros en los que existe una
importante cantidad de estas monedas se encuentran al Norte del río
Ebro. Sólo uno, el de Les Ansies, posee una considerable cantidad de
piezas, 120 ejemplares que representan en el conjunto de tesoros el
57'59%; los otros dos tesoros, con una cantidad no despreciable, son
los hallazgos de Tivissa 1y 111, con 7 y 8 ejemplares respectivamente y
con un porcentaje del 25 y 47'05%.
Por otra parte, no conocemos ningún tesoro situado al Norte del
río Ebro en el que existan en su contenido monedas hispano-púnicas;
todos ellos se sitúan en la parte Sur y, por lo general, constituyen un
porcentaje muy elevado y en alguno de ellos exclusivo, como se puede
apreciar a continuación:
Cheste ...............................
Moixent .............................
Escuera .............................
Mazarrón ...........................
ZonadeGades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cuesta del Rosario ...................
Granada. ............................
67'56 %
7 6'8 7 %
100 %
100 %
56'25%(72)
100 % (73)
100 % (74)
Unicamente se apartan de esta estructura los tesoros de Valeria
(70) VILLARONGA, 1982-b, prensa.
en
(71) VILLARONGA, 1973-a, 93.
p.
(72) Véase la nota 66.Conviene señalar que el 25 por ciento está formado por monedas
de Ebusus y Gades, con lo que el significado propiamente púnico es muy predominante.
(73) FERNANDEZ CHICARRO, 1952, PP. 63-70.
(74) GOMEZ MORENO, 1949, p. 175.
[page-n-269]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
268
(75) y Drieves (76),localizados en la zona interior, en las provincias
de Cuenca y Guadalajara, en los que las acuñaciones hispano-púnicas
tienen una menor entidad si los comparamos con las acuñaciones romanas o con la totalidad del conjunto denotando, quizás, el alejamiento del marco geográfico estricto del conflicto. De estos dos, el
más meridional tiene un porcentaje más elevado de acuñaciones
hispano-púnicas ( 13' 15 sobre 5'55%)y por el contrario un porcentaje
inferior de acuñaciones romanas ( 31'57 sobre 72'22%).
Las cecas extrapeninsulares de nuestros tesoros, cuantitativamente, no constituyen una cantidad importante, pero nos parece significativo el hecho de encontrarse bien representadas las acuñaciones
de la mitad superior de la cubeta occidental mediterránea. De todas
ellas, con excepción de Roma que por su_grotagonismo en el conflicto
bélico tenía por necesidad que ser la ceca extrapeninsular más y mejor representada, son las acuñaciones de la Galia las que, concretamente las monedas «& la c r o h y las massaliotas, alcanzan un mayor porcentaje. Sobre este particular, si observamos lo que ocurre en
Andalucía comprobamos que las acuñaciones de la Galia estan completamente ausentes de los tesoros.
Los textos clásicos nos relatan que algunas naves marsellesas estuvieron al servicio de los romanos acompañando a su armada (77)y
sirviendo de avanzadilla (78)para la inspección de los efectivos militares de que disponían los cartagineses. Otro pasaje importante que
nos revela la presencia de gentes galas en la Península Ibérica, lo debemos a Tito Livio (79),quien nos informa de la presencia de soldados
galos en Hispania luchando junto con el ejército cartaginés, y nos dice
que los romanos después de la batalla de Jaén, en el 2 14 a.c., recogieron un botín compuesto de despojos galos, torques de oro y un número
considerable de brazaletes; además perdieron la vida en ella dos régulos galos llamados Moenicoepto y Vismaro.
Dejando a un lado los contactos comerciales que mantenían los
massaliotas con los ampuritanos, ya documentados en la etapa anterior a través de los tesoros, ahora los textos citados nos indican que en
el primero de estos hechos pueden explicarse, en gran medida, los hallazgos de monedas massaliotas, compuestas generalmente por óbolos, y al segundo hecho podría deberse la presencia de monedas « A la
(75) ALMAGRO BASCH y ALMAGRO GORBEA, 1964, pp. 25-47; CRAWFORD, 1969-a,
núm. 109.
(76)
(77)
(78)
(79)
MILLAN, 1945, pp. 36-39; CRAWFORD, 1969-a, núm. 107.
LIVIO XXVI, 19, 13.
LIVIO XXII, 19, 5; POLIBIO, 1 1 95, 3-5.
1,
LIVIO XXIV, 42, 8.
[page-n-270]
ANALISIS DE LOS TESOROS
269
croix)). Una explicación de este tipo, motivada por algo más que por
contactos comerciales es la que, entendemos, debe buscarse al menos
para lo que se refiere a los hallazgos meseteños de Valeria y Drieves.
El resto de las cecas extrapeninsulares es cuantitativamente de
poca consideración, limitándose a una moneda italo-cartaginesa, a
dos piezas dudosamente atribuidas a la Cyrenaica y a una de Siracusa
y a otra de Rodas (Valeria).
La determinación exacta de la fecha de ocultación de los tesoros
de este momento es, a nuestro entender, poco menos que imposible ya
que es difícil discernir si la ocultación se debió a la contienda de la Segunda Guerra Púnica, a los levantamientos de las tribus ibéricas habidos durante los años 206, 205 y 197 a.c. (80), o fue totalmente accidental. Y aún más, en qué momento concreto dentro del lapso de tiempo de estos dos acontecimientos. A todo ello se añade que en aquellos
tesoros en los que aparecen las emisiones romanas, por lo general,
éstas son anónimas y el margen de datación que poseen, según Crawford (81), es bastante amplio y no permite pormenoridades.
Sobre esta cuestión, Villaronga (82) propone la posible detección
de dos grupos de ocultaciones debidos a los dos momentos de inestabilidad citados con anterioridad, y cuya individualización vendría establecida por la presencia o no en ellos de dracmas ibéricas de imitación
ampuritana, de Arse y Saiti que coincide con la presencia o ausencia
de monedas hispano-cartaginesas. El autor establece que los hallazgos que no posean estas últimas acuñaciones son anteriores al 206
a.c., y los que las contienen se datarían a partir de esta última fecha.
Nosotros, en principio, aceptamos parcialmente este razonamiento, ya que admitimos que las dracmas ibéricas de imitación ampuritana, se acuñaron para financiar los levantamientos ibéricos y es por
ello evidente que los tesoros que los contengan pertenecerán a este
período. No obstante, introducimos un elemento de duda para los tesoros que no las contengan, ya que entendemos que el razonamiento
no es totalmente reversible y la variación cronológica es excesivamente corta entre unos y otros.
Como consecuencia de todo ello podemos deducir que la circulación monetaria en la Península Ibérica no se realizaba de un modo totalmente estanco y, aunque las acuñaciones hispano-cartaginesas no
se encuentren en los tesoros del Norte, en multitud de tesoros situados
por debajo del río Ebro conviven las acuñaciones que debieron finan(80) Véase las notas 50, 51 y 52.
(81) CRAWFORD, 1974.
(82) V'LLARONGA, 1973-a, p. 88.
[page-n-271]
2 70
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ciar los esfuerzos de guerra romanos, representadas por Emporion y
Roma y las que acuñaron los cartagineses.
La utilización y atesoramiento indistinto de las acuñaciones que
circulan en este momento en Hispania vienen además facilitados por
una intercambiabilidad de los valores acuñados. Esta homologación
se aprecia claramente si observamos los patrones monetarios bajo los
cuales acuñaron monedas los principales pueblos del Mediterráneo
Occidental y que se podrían esquematizar del siguiente modo:
ROMA (83)
Primeras acuñaciones de plata con ROMANO y ROMA, que se inician
con un peso de 7'20 g., generalizándose después el de 6'75 g. Del 280
al 226 a.c.
Quadrigatus: 6'75 g. y su mitad, 3'38 g. Del 225 al 212 a.c.
Victoriato pesado: de 3'40 g. Desde el 21 1 a.c.
Victoriato ligero: de 2'40 g. Muy a principios del siglo 1 a.c.
1
Denario pesado: de 4'50 g. Creado el 21 1 a.c.
Denario ligero: de 3'98 g. Muy a principios del siglo 1 a.c.
1
GALIA (84)
Monedas A la croix: de peso 3'40 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
MASSALIA (85)
Dracma pesada: de 3'75 g. Siglo IV a.c.
Obolo de la rueda y MA: de 0'63 g. Siglo IV-111 a.c.
Dracma ligera: de Z160/2'70 g. Entre la Segunda Guerra Púnica y
1
principios del siglo 1 hasta el 85-82 a.c.
HISPANIA (86)
Dracma de Rhode y de Emporion, de caballo parado: de 4'70 g., pri1
mera mitad del siglo 1 1 a.c.
Dracmas de Emporion del pegaso: fines del siglo 1 1y muy a comien1
r
1
zos del siglo 1 a.c.
Emisiones hispano-púnicas, iniciadas con un shekel: de 7'14 g. Del
237 al 206 a.c.
Ultimas emisiones hispano-púnicas, con shekel: 6'70/6'08/6'99 g.
Hasta el 206 a.c.
Dracma de Arse pesada: de 3'14 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
Didracma de Saitabietar: de 6'85 g. Fines del siglo 1 1 a.c.
1
(83) CRAWFORD, 1974.
(841 RIPOLLES, 1980-a, pp. 15-27; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
(851 BRENOT-CALLU, 1978; BARRANDON-BRENOT, 1978, pp. 637-665.
(86) VILLARONGA, 1973-a; id. 1967-a; GUADAN, 1968.
[page-n-272]
ANALISIS DE LOS TESOROS
271
CARTEAGO (87)
Shekel: de 6'7917'3 1 g. Levantamiento libio del 241-238 a.c.
Medio shekel: de 3'6313'80 g. de ceca italiana. Del 215 al 205 a.c.
IMITACIONES MASSALIOTAS DE ITALIA SEPTENTRIONAL (88)
Imitación de la dracma pesada, tipo «alpha»:de 3'9013'50 g. Hacia el
230 a.c.
Imitaciones de la dracma ligera: de 2'70 g. A partir del 200 a.c.
De esta relación de patrones monetarios se aprecia que el gran nivel
de relación de estos pueblos hace que las unidades que acuñan se vayan
adaptando unas a otras. De tal modo que, como algún autor ha señalado
(89), el peso del shekel fenicio se reduce hasta hacerse intercambiable con
el quadrigatus, peso con el que coincidirá además la didracma de Saitabietar; el denario pesado con las dracmas ampuritanas; el victoriato pesado con la dracma pesada de Arse; el denario ligero con la dracma massaliota pesada y aún se podrían establecer bastantes más relaciones.
La situación de los hallazgos es, en la zona a que se ciñe nuestro
estudio, completamente litoral (mapa 1), adentrándose muy poco hacia las tierras del interior. En general, repite la franja de emplazamiento de los años anteriores. Unicamente cabe hacer la salvedad del
hallazgo de La Plana de Utiel y de Los Villares (SO),ubicado en una
zona bastante interior y que junto a los tesoros de Valeria y Drieves,
con los que a través de su composición poseen un estrecho paralelismo (9l),parecen jalonar una vía de penetración hacia el interior de la
Meseta desde la franja litoral.
Los tesoros que de este periodo se encuentran en Andalucía se
adentran bastante más hacia el interior, como lo demuestran los hallazgos de Montemolín (92), La Cuesta del Rosario (93) y Granada
(94),como consecuencia del dominio de los cartagineses de una franja
(87) JENKINS, 1969.
(88) PAUTASSO, 1966.
(89) VIZLARONGA, 1979-a,p. 118; RIPOLLES-VILLARONGA, 1981, pp. 29-40.
(90) Este tesoro se incluye generalmente en el grupo de las ocultaciones producidas durante la Segunda Guerra Púnica (RADDATZ, 1969,p. 206;MARCHETTI, 1978,p. 357).En
un trabajo nuestro anterior (RIPOLLES, 1980-a, 135)defendíamos una cronología más
p.
tardía, en base a su estado de desgaste, a la perforación y reutilización del quadrigetus como
botón, previamente a su tesaurización; ahora no estamos tan seguros de ello y, aunque con
reservas, lo adscribimos al conjunto de ocultaciones de los años de la Segunda Guerra Púnica.
(91)En especial por contener las únicas monedas ((A la c r o k aparecidas en los tesoros
de la Península Ibérica.
(92) DELGADO, 1871, p. 119.
(93) FERNANDEZ CHiCARRO, 1952, pp. 63-70.
(94) GOMEZ MORENO, 1949, p. 175.
[page-n-273]
272
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
mucho más extensa de terreno, en cuyo interior se encontraban los
principales yacimientos mineros que éstos explotaban.
Los hallazgos esporádicos de monedas que conocemos, cuya emisión se realizó con seguridad (95) en estas fechas, no modifican sustancialmente el grado de importancia de cada taller ni la distinta repartición territorial de cada una de las cecas, como queda evidenciado en el siguiente cuadro, en el que se agrupan los hallazgos de las
principales cecas en amplias áreas geográficas:
Emporion
Hispano-cartag.
AR
Catalunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
Baleares
AR
130
3
1
2
AE
Roma
?
AR
18
1
6
31
36
1
1
11
9
2
1
1
2
AE
Se excluyen de este cuadro los hallazgos de Ebusus para los que la
cronología que M. Campo (96) propone, antes del 214 y después del
2 14 para el primer y segundo período respectivamente, no permite su
inclusión con certeza en estas fechas, aunque en este momento en el
que comenzaba a introducirse y circular su numario en la Península
Ibérica (téngase en cuenta que de las emisiones del primer período,
datadas entre el 300-214 a.c., tan sólo conocemos en la Península 3
AE en el Museo de Alacant, de procedencia regional, y otros 3 aparecidos en las excavaciones de Emporion (97))debe de funcionar por la
cantidad de hallazgos aparecidos en los tesoros, de un modo similar a
la de Saitabi, de la que no conocemos ningún ejemplar procedente de
hallazgos esporádicos, y a la de Arse, de la que únicamente conocemos 1, aparecido en la propia ciudad.
A través del cuadro, se puede comprobar que los hallazgos esporádicos se ajustan con bastante similitud a la información que nos suministran los tesoros. En él podemos ver que los hallazgos de la ceca
de Emporion se circunscriben, de un modo muy preponderante, en un
(95) Excluimos del cuadro las monedas del Monetario de Tarragona, éstas pueden verse
E
en el cuadro de la página 760. Tampoco se incluyen 9 A republicanos hallados en Ilici, Liíria, Meca y Parpalló, que las publicaciones califican de sextantales y que podrían haber sido
acuñadas durante este período.
(96) CAMPO, 1976-a, pp. 89-90.
(97) Es un lapso la afirmación que hace CAMPO, 1976-a, p. 88, en la que dice que los
hallazgos que aparecen fuera de la isla son siempre de los grupos XI, XVII, XVIII y XIX.
[page-n-274]
ANALISIS DE LOS TESOROS
273
Mapa 2. - Dispersión de las cecas de Emporion, inciertas ampuritanas y Rhode: 1, Alt
Emporda; 2, Roses; 3 Segaró; 4, Serinyl; 5, Les Ansies; 6, Empúries; 7, Sant Juliá de Ramis;
8, L a Barroca; 9, Girona 1; 10, Girona 2; 1 1, La Creueta; 12, Ullastret; 13, Ullastret (tesoro);
14, El Castell; 15, Lloret de Mar; 16, Cartelll; 17, Pont de Molins; 18, Sant Llop; 19, Caldetes; 20, Riera de Sant Simó; 21, Can Rodon de l'Hort; 22, Puig Castellar; 23, Vilanova i la
Geltní; 24, Tarragona; 25, Tivissa 1, l y m; 26, Coll del Moro; 27, El Som; 28, Tortosa; 29,
i
Sant Miquel (Llíria);30, Los Villares; 31, La Plana de Utiel; 32, Cheste; 33, Vallada; 34, Moixent; 35, Mongó; 36, Región de Murcia; 37, Minas de Cartagena.
Clave de símbolos en
pág. 524.
[page-n-275]
2 74
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
área situada al Norte del río Ebro y siempre en la zona estrictamente
litoral (mapa 2). Tan sólo un ejemplar procede de la zona de Murcia.
La única discrepancia que cabe señalar en relación con los tesoros es
que en la composición de éstos no se ofrecía una diferenciación tan
marcada, aunque su predominio en intensidad y cantidad en la zona
Norte era muy evidente.
La dispersión de los hallazgos de monedas hispano-cartaginesas
difieren, en alguna medida, de lo que nos mostraban los tesoros ya
que han aparecido por toda el área litoral mediterránea (mapa 3),
manteniendo una mayor densidad en la zona del actual País Valenciano y Murcia. Esta circulación un tanto indistinta que ofrecen los
hallazgos esporádicos, se encuentra en contradicción con la composición de los tesoros en los que estas acuñaciones están ausentes de las
ocultaciones recuperadas en la zona Norte de la desembocadura del
río Ebro. Fuera de este marco dominante de hallazgos, cabe señalar la
aparición de dos monedas de A en Ebusus y una moneda en la localiE
dad de Graus.
La presencia indistinta de las acuñaciones republicanas en los tesoros tanto de la zona Norte como Sur de nuestro marco, aunque con
exclusiva localización en la primera zona de los tesoros en los que es
predominante en su composición, y cuya cantidad total se encuentra
mediatizada por su presencia considerable en el tesoro de Les Ansies,
ve ratificada ahora su dispersión por medio de los hallazgos esporádicos (98)que se reparten por toda la franja litoral predominando cuantitativamente la mitad Norte. En las Baleares sólo se documentan tres
piezas ( 1 denario en Ebusus; 1 uncia en Menorca y 1 didracma en Soller) y en la cuenca del Ebro una (Calatayud, Museo).
De todo cuanto se ha dicho de los hallazgos esporádicos se desprende que se ratifica la información que ofrecen los tesoros y que la
ausencia de ocultaciones en el interior de la Cuenca del Ebro no es
producto del mero azar, sino que se debería a una utilización muy débil de la moneda, como se desprende del desconocimiento de hallazgos
de acuñaciones ampuritanas y de la mínima presencia en estas tierras
de las monedas hispano-cartaginesas y romano-republicanas; aunque
no debemos olvidar que las gentes de la parte oriental de esta cuenca
acuñaron en los últimos años una parte de las dracmas ibéricas de
imitación ampuritana.
(98) Los hallazgos se localizan en: Empúries, Burriac, Col1 del Moro, Penedés, El Som,
Tarragona, Albocasser, Alacant, La Carencia, Elx,Grau Vell, Ilici, Llíria, Meca, Parpalló, Alcoi y Viliares.
[page-n-276]
ANALISIS DE LOS TESOROS
275
A PUNIC. INDET.
Mapa 3. - Dispersión de las acuñaciones hispano-cartaginesas, de Carthago, de Baria y
púnicas indeterminadas: 1, EmpÚries; 2, CasteU Ven; 3, Ullastret; 4, Graus; 5, B d a c ; 6,
Ametlla del Vaiiés; 7, Muntanya de Sant Miquel (Vallromanes);8, Barcelona; 9, Vilafranca
del Penedés; 10, Malió; 11, Tarragona; 12, Azaila; 13, Morelia; 14, Vilafamés; 15, Zona Norte de Valencia; 16, Grau Vell; 17, Sant Miquel (Llíria); 18, La Plana de Utiel; 19, Sierra
Martés; 20, Cheste; 21, Valencia; 22, Moixent; 23, Valiada; 24, La Serreta; 25, Mongó; 26,
Vila Joiosa; 27, Albufereta; 28, Alacant; 29, Elx; 30, La Escuera; 31, Región de Murcia; 32,
Mazwón; 33, Minas de Cartagena; 34, Eivissa; 35, Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-277]
276
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En general, podemos concluir que este período se nos presenta como un momento en el que a consecuencia del conflicto bélico entran
en movimiento todos los pueblos situados en el litoral mediterráneo,
desde Hispania hasta Italia, y para el que consideramos que la moneda como instrumento de pago debió circular en virtud de su contenido
metálico, como lo demuestra sobradamente, la composición de los tesoros fechados en este período. Además, un tesoro en el que su composición se encuentra formada por una considerable variedad de cecas,
sólo se pudo formar en un momento de intensas relaciones en el que
las respectivas acuñaciones, por la gran demanda existente de metales preciosos (no se olvide que la circulación monetaria se encuentra
basada en la acuiíación de plata) y el trasiego constante de tropas,
traspasan el marco geográfico de circulación que le era propio. Cabe
pensar que los mercenarios debieron aceptar, en pago a sus servicios,
cualquier tipo de moneda siempre que su peso y ley se adecuaran al
valor establecido para ella.
PERIODO 1 1 (195-133 a.c.)
1
Una vez sofocados los levantamientos ibéricos del 197 por el cónsul Caton en el 195 a.c., la zona geográfica que nos ocupa va a entrar
en un período de larga paz en el que, en parte y como consecuencia de
ello, se van a producir transformaciones importantes en la naturaleza
de la circul?ción monetaria, tales como la aparición de nuevas cecas,
la generalización y aumento de la circulación de monedas de AE y
una menor movilidad territorial de las acuñaciones. en general.
Los hallazgos de tesoros de que disponemos, que son encuadrables dentro de este período, son algunos de ellos problemáticos como
consecuencia de las noticias parciales o fragmentarias que de ellas se
poseen y por la escasa cantidad de acuñaciones romano-republicanas
que entran en la composición de éstos, de la que en su mayor parte está formada por amonedaciones en AE.
Exponemos en la página siguiente el cuadro de tesoros que consideramos pertenecen a este período y las cecas que los componen.
Antes que nada nos parece oportuno explicar el porqué de la colocación de los tesoros de Cartella y Hostalric, cuya datación es conflictiva. El primer tesoro es el de Cartella, compuesto por dracmas ampuritanas con reverso pegaso, con cabeza transformada, cuatro de ellas
con símbolos. La ausencia en este tesoro de monedas republicanas y
el tipo de las dracmas, proporciona serias dudas para su inclusión en
el período anterior e incluso en éste. Jenkins (99) considera que su
(99) Opinión recogida de THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.343.
[page-n-278]
ANALISIS DE LOS TESOROS
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O
3
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277
5
-4
cd
V)
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5
V)
R
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Talamanca
.
Ereso
19 1
6
ocultación se efectuó durante el siglo 1 a.c. Villaronga (100) y, si1
guiendo a éste, Sanmartí (101)retrasan su ocultación al año 104, relacionándolo con el paso de los cimbrios.
Por lo que se refiere al tesoro de Hostalric, su exacta composición
y su emplazamiento fue rectificado por Villaronga (102)en 1966.En
cuanto a su localización, este autor averiguó que no procedía de Hostalric, sino que fue a parar a manos de un joyero de Tarrasa, a quien
se lo llevó un campesino de la provincia de Lleida. Esta nueva procedencia evidentemente se encuentra más acorde con su defmitiva composición, en la que los denarios de Iltirtasalirban entran a formar parte con un 72'03%; los de Iltirta con 1'27%;los de Sesars con 25'42%;
los de Kese con 0'84% y el de Bolskan con 0'42%. Era del todo lógico
( 1 0 0 ) ESTRADA-VILLARONGA, 1 9 6 7 , p. 1 3 9 ; VILLARONGA, 1979-a, p. 8 4 .
( 1 0 1 ) SANMARTI, 1 9 7 3 , p. 1 4 , nota 2 0 .
( 1 0 2 ) VILLARONGA, 1 9 6 6 , p. 3 0 3 ; VILLARONGA, 1978-a, pp. 3 2 y 3 3 .
[page-n-279]
278
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que de no ser que se tratase de un tesoro itinerante, era muy dificil
comprender y encuadrar el hallazgo de este tesoro dentro de la circulación monetaria de la zona Norte del litoral catalán.
En cuanto a su cronología, que es la cuestión por la que estamos
deteniéndonos, creemos que debe situarse pocos años antes del 133
a.c., o a lo sumo, pocos años después, de ser cierta la presencia en él
del denario de Bolskan con leyenda curva. En este sentido, la presencia importante en el tesoro de los denarios de Iltirtasalirban y Sesars
(ambos representan el 97'43%),acuriados durante la primera mitad
del siglo 1 a.c. ( 103)y la ausencia de la gran masa de amonedaciones
1
del Valle del Ebro, hacen verosímil que el único denario de Bolskan
que esté presente en el tesoro, pertenezca al primer tipo de denarios
de Bolskan ( 104).
La cronología que proponemos para cada uno de los tesoros nos
indica la inexistencia de un período cronológico concreto en el que se
agrupen estas ocultaciones. Se aprecia que su ocultación se produjo
1
de un modo escalonado a través de todo el siglo 1 a.c., con lo que se
descarta la existencia de posibles inestabilidades generalizadas en el
marco geográfico en el que se realiza nuestro estudio.
Parece evidente que en los años posteriores al 195 a.c. la Península Ibérica y, en mucha menor medida, las Baleares no van a precisar
de la misma cantidad de A acuñada que la que necesitaron durante
R
R
la Segunda Guerra Púnica. Es por ello que el abastecimiento de A romano se debió restringir enormemente, máxime si tenemos en cuenta
la existencia de diversas acuñaciones ibéricas sobre plata durante la
1
primera mitad de este siglo 1 a.c. (105)y que a partir de la segunda
mitad se van a ver notablemente incrementadas con las acuñaciones
del Valle del Ebro (106).
Sobre este tema es interesante destacar los esfuerzos que están
realizando diversos investigadores ingleses, preocupados por la fecha
del inicio y la finalidad de las acuñaciones ibéricas de AR, cuyos planteamientos difieren de los de la investigación peninsular, especialmente por la datación alta que propugnan para las acuñaciones de
Bolskan. Entre éstos, cabe señalar a Jenkins (107),quien a través del
(103)DOMINGUEZ, 1979-a, p. 282; VILLARONGA, 1978-a, p. 43.
(104)Se trata del tipo que VILLARONGA, 1979-a, p. 169, denomina grupo 0, en relación
con la ordenación que de las emisiones de esta ceca establece JENKINS, 1958-a y b. Sobre
esta ordenación, DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 90-91, no la admite ni tampoco que el denario
con leyenda curva sea anterior al grupo 1 de Jenkins.
1105) Ausesken: VIVES, 22-1,2; Kese: VIVES, 3 1 - 1 1 ; Iltirtasalirban: VIVES, 26-2; Sesars, 43-1,2; Arse: series 111-VI1 de VILLARONGA, 1967-a.
(106)DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 282-283.
(107)JENKINS, 1958-a, pp. 57-58.
[page-n-280]
ANALISIS DE LOS TESOROS
279
estudio del tesoro de Córdoba considera que el inicio de las acuñaciones ibéricas podría colocarse en torno al 175 a.c. Crawford (108),por
su parte, retomando el argumento del ((argentum oscense))y a través
de la metrología y el desgaste de las monedas, considera que la fecha
del inicio podría retrotraerse hasta el 197 a.c. Por último, Knapp
(109),usando argumentos similares a los de Crawford, sitúa en el 200
a.c. el momento del posible inicio de la acuñación de A ibérica entre
R
cuyas cecas estarían Kese, Iltirta y Bolskan.
La investigación española, evidentemente, no acepta en su totalidad estos planteamientos. En primer lugar, porque niega la posibilidad de que la referencia de Livio sobre el ((argentumoscense))( 110)se
refiera a los denarios de Bolskan, para los que se propone la fecha del
inicio de sus primeras emisiones en el 133 a.c., por lo cual sugiere la
posibilidad de que las menciones de Livio se refieran a las dracmas
ibéricas de imitación ampuritana y sitúa el comienzo del denario ibérico dentro de la primera mitad del siglo 1 a.c., hacia sus inicios. No
1
existe una total unanimidad en el establecimiento de una fecha concreta para la que, a nuestro modo de ver, si se rechaza el argumento
del ((argentumoscense))en relación con los denarios ibéricos, momentáneamente no existen sólidos argumentos.
El bronce amonedado romano, que se documenta a partir de la
mitad de este siglo II a.c. en dos tesoros aparecidos en Empúries,
ciertamente entra en muy escasa proporción. No consideramos que se
pueda concluir ninguna consecuencia sólida de estos dos conjuntos
referidos al mayor o menor índice de circulación de monedas de A
E
republicanas. Ahora bien, la escasa cantidad en la que aparecen en
los tesoros de la ciudad de Emporion y la ausencia en el resto, sí que
nos puede advertir sobre el bajo nivel de aprovisionamiento de AE republicano que poseía en estos momentos la Tarraconense Mediterránea, motivado con toda probabilidad por la existencia de abundantes
acuñaciones entre las que por su potencia emisora podríamos destacar a Untikesken, Kese, Iltirta y Arse.
Como contrapunto al fenómeno que acabamos de señalar en la
Tarraconense Mediterránea, convendría decir que los hallazgos de tesoros de la Betica nos muestran que el componente de acuiiaciones republicanas es comparativamente muy alto. Así, en el tesoro de bron(108)CRAWFORD, 1969-b, p. 82.
( 109) KNAPP, 1977, p. 12. Véase también la recensi6n que de este articulo hace VILLA-
RONGA en Acta Numismdtica VIII, 1978, pp. 274-275.
(110) LIVIO, m I V , 1 0 , 4 ; XXXIV, 46,2 y XL, 43. Sobre este tema, y en relación con él,
el inicio del denario ibérico, véase la amplia bibliografía que proporciona DOMINGUEZ,
1979-a, pp. 192-195 y nota 547 y VILLARONGA, 1977-d, pp. 11-17.
[page-n-281]
280
LA CIRCULACION MONETARlA D E LA TARRACONENSE
ces de Ecija (111) de un total de 15 monedas, 9 son republicanas; en
el de Saucejo ( 112) esta proporción es un poco inferior ya que de un
total de 9 piezas, 4 son republicanas.
En conclusión para la Betica, como han apuntado F. Chaves y M.
P. García Bellido, se documenta una abundante circulación de acuñaciones oficiales republicanas en relación con las indígenas, cuyo abas1
tecimiento fue abundante durante la primera mitad del siglo 1 a.c., y
disminuirá a partir de mediados de este siglo como consecuencia de la
apertura de nuevos talleres ( 113).
Abundando en lo que se está diciendo, los hallazgos esporádicos
de monedas republicanas en conjunto y para todo nuestro marco geográfico, aumentan su volumen con respecto al período anterior, aunque conviene matizar las zonas en las que este numario se reparte y la
agrupación que de ellas se puede hacer, según la cronología de las
piezas clasificadas con toda certeza.
El conjunto de hallazgos esporádicos republicanos ( 114), según
las áreas geográficas en las que se ha creído conveniente agruparlas,
son:
A
R
Catalunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
AE
TOTAL
14
25 (8?)
38
41
1
82(68?)
3 (?)
123
4
5
1
1 (?)
30 (29?)
15 (13?)
6
31
15
V)
Eivissa
a Mallorca
,
Menorca
4
.
Es conveniente considerar que en este cuadro, y concretamente
dentro de las acuñaciones de AE, se han incluido las piezas cuya atribución a este período se ha realizado con criterios metrológicos (cantidad entre paréntesis y con interrogante), según el estandard de pesos
señalado por Crawford (115), aun a sabiendas de que este sistema
(111)CHAVES-GARCIA BELLIDO, 1980, PP. 171-174.
(112)VILLARONGA, 1980-a, pp. 175-179.
(113)CHAVES-GARCIA BELLIDO, 1980, PP. 173-174.
(114) Se excluyen las acuñaciones de los Museos de Tmagona, Logroño, Girona y Alcoi.
(115)CRAWFORD, 1974, PP. 595-596.
[page-n-282]
ANALISIS DE LOS TESOROS
281
puede en ocasiones no ser válido, habida cuenta de la amplia variación de pesos dentro de la acuñación de un mismo tipo (116).
La comparación de este cuadro con el que reflejaba la cantidad de
estas mismas acuñaciones en el período anterior, nos muestra un aumento en la masa monetaria aportada por este tipo de acuñaciones,
aunque la proporción en la que entran las acuñaciones de AR y AE
queda mucho más igualada.
Al Sur de la línea del Ebro, la cantidad de estas acuñaciones aumenta ostensiblemente con respecto al período anterior y referido a
ambos tipos de metales. El total de ejemplares que ahora conocemos
modifica bastante el que se conocía en un estudio nuestro anterior
( 117),en donde documentábamos 6 A y 40 AE. Ahora las acuñacioR
nes de AR alcanzan la mitad de la cifra con que lo hacen las de AE, lo
que ratifica aún más la pronta romanización de esta zona, no sólo limitada a su fachada litoral sino también hacia el interior, como se
desprende de la importante cantidad de hallazgos procedentes del poblado ibérico de los Villares, en Caudete de las Fuentes.
En la zona de la actual Catalunya la cantidad numérica se mantiene inmutable, aunque ahora existe un cambio en la distinta repartición de las acuñaciones. Aumentadas acuiiaciones de AR y disminuyen las de AE.
Un aumento muy patente es el que se produce en estos momentos
en las islas, especialmente de AE en Menorca y Mallorca, como consecuencia de la inexistencia en ellas de ceca propia; en cambio, en Ebusus la cantidad es despreciable, un solo ejemplar, siendo esta isla la
que mayor cantidad de AR registra. Esta distinta composición está
motivada, sin duda, por la existencia en Ebusus de un taller monetario muy prolijo en acuñaciones de AE que abasteció las necesidades
de moneda divisionaria para las pequeñas transacciones internas.
Por lo que respecta a la Cuenca del Ebro, los hallazgos conocidos
son muy exiguos, patentizando la escasa circulación que en esta zona
y en esta época tuvieron las acuñaciones romano-republicanas.
Conviene también establecer si el aprovisionamiento de acuñaciones republicanas se efectúa en este período de un modo regular durante todos los años que éste comprende o, por el contrario, se agrupa
en unas determinadas fechas. En consecuencia, la agrupación de las
acuñaciones, cuya fecha de emisión se puede establecer con seguridad, se aprecia en la figura núm. 1.
( 116) HILDEBRANDT, 1979, PP. 259-264.
( 117) RIPOLLES, 1980-a, p. 136.
[page-n-283]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
C a t a l u n y a
C u e n c a
-
Ebro
..
v
M a l l o r c a
M e n o r c a
A ñ o s 2 0 0
Fig.
....
-
1
'190
I
180
170
160
.
,
...s..
1
150
. ....
...v....
1
140
, ....
.
;
Y..
.
.......
130
1. Monedas romano-republicanas fechadas con seguridad entre los aiíos 200-130
a.c., halladas en las zonas geográficas que se indica.
Esta representación muestra que el aprovisionamiento monetario
en la costa oriental peninsular comienza a realizarse de un modq continuo en la zona Norte de la línea del Ebro, sin alcanzar altas cotas;
mientras que en la zona Sur adquiere una notable densidad a partir
de la década de los años 160 a.c., existiendo naturalmente algunas
piezas emitidas con anterioridad, aunque son cantidades mínimas
dentro del conjunto.
Es interesante resaltar el alza relativa que se produce en la franja
litoral, tanto al Norte como al Sur del Ebro, durante los años 139-130
a.C., que también se registra en la composición del Alt Empordá ( 118)
y que debió estar motivado, casi con toda seguridad, por los conflictos
bélicos habidos en la Celtiberia, la toma de Numancia, ya que el volumen de acuñaciones de la ceca de Roma (119)en esta década no presenta un alza con respecto a la década posterior, a la que se le pudiera
atribuir esta mayor presencia (120).
Los datos que refleja el cuadro referido a las Baleares deben ser
tomados con mucha precaución, ya que ha quedado fuera del mismo
la considerable cantidad de acuñaciones de A que hemos atribuido a
E
( 1 18)
VBase esto en la fig. 3 de la phg. 300.
( 119) CRAWFORD, 1974, PP. 696-707.
(120) Véase la fig. 5 de la phg. 316.
[page-n-284]
ANALISIS DE LOS TESOROS
283
este período en virtud de su pertenencia a un estandard metrológico y,
además, en el caso concreto de Menorca en absoluto se corresponde
con la información que nos ofrece la composición del tesoro del Tore1 ó d'en Cintes (12 1). S que es probable que se adapten a la realidad
1
í
los hallazgos de la isla de Ebusus, en cuyos tesoros nunca se han encontrado las acuñaciones republicanas.
Por lo que respecta a la Cuenca del Ebro, como se habrá comprobado, sólo han quedado fuera de este último cuadro las monedas de
bronce (3ejemplares) que, junto con el denario, constituyen la totalidad de las piezas que conocemos de este período, y aún debemos insistir en su baja cronología ya que el denario procedente de la zona de
Huesca se fecha en el 134 a.c. Añadiremos que, aunque no han sido
tenidos en cuenta los dos denarios existentes en el Monetario del Museo de Logroño, por su dudosa procedencia, conviene decir que su
emisión se realizó en los años 137 y 134 a.c. respectivamente. Con
ello nos reafirmamos en el escaso rol que desempeñaron estas acuñaciones y el momento tardío en el que éstas debieron comenzar a introducirse. En este sentido, los hallazgos de los campamentos numantinos (122)en los que las piezas republicanas tienen una considerable
antigüedad y un elevado grado de desgaste y se encuentran presentes, además, las acuñaciones de la Cuenca del Ebro junto con otras de
insinúe que, en el
la franja costera, dan pie para que Crawford (123)
período que nos encontramos, las tropas republicanas en Hispania recibirían una buena parte de su paga con acuñaciones ibéricas, no
existiendo todavía un flujo regular de dinero republicano hacia Hispania. Todo esto explicaría la exigua cantidad de moneda republicana
en el Valle del Ebro en un momento en el que éste sirve de ruta segura
para el acceso de las tropas romanas a la Celtiberia, como lo demuestra el camino que eligió Escipion para llegar a Numancia (124).
De todo lo dicho anteriormente se desprende que la alimentación
por parte de la ceca de Roma, durante el siglo 11 a.c., se efectúa de
forma desigual atendiendo a las necesidades y cantidad de talleres
monetarios que poseía cada zona; aquellas en las que los talleres locales funcionaban con regularidad registran una menor circulación de
las piezas republicanas y en los lugares en donde las acuñaciones propias no abastecían las necesidades, éstas son cubiertas por las emisiones republicanas.
(121)Véase l p. 286.
a
HEABERLIN, 1929,pp. 235-246;
CRAWFORD, 1969-a,
núms. 118,557y 558;RO(122)
MAGOSA, 1972, pp, 88-94;
HILDEBRANDT, 1979, pp. 238-271.
CRAWFORD, 1969-b, . 80.
p
(123)
DUPRE, 1973, PP. 151-152.
(124)
[page-n-285]
284
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En nuestro caso, en la Tarraconense Mediterránea, el abastecimiento monetario de Roma es importante pero no predominante debido a una temprana incorporación a la circulación monetaria, una
pronta aparición de talleres monetarios ibéricos con acuñaciones de
1
AR y AE, a principios del siglo 1 a.c. y un desarrollo considerable de
éstos durante la primera mitad de este mismo siglo.
La amplitud del marco geográfico y el escalonamiento cronológico
en el que se ordenan los hallazgos, no permite el establecimiento de
los tipos monetarios que circulan en toda su amplitud. No obstante, la
composición de los tesoros nos autoriza a hacer algunas consideraciones de interés. Los tesoros de Empúries 2 y 4 y el de la Cova de les Encantades, situados todos ellos en Empúries y su hinterland, poseen,
a excepción de las piezas de Roma, una composición exclusiva de monedas de Untikesken. Los tesoros de Talamanca, Ereso y Pedreguer
tan sólo se componen de monedas de Ebusus, y conviene señalar que
el hallazgo de la Península Ibérica se ubica en una zona de densa dispersión de hallazgos monetarios esporádicos ebusitanos (125).El hallazgo de Val1 dfAlmonesir, a menos de 50 kilómetros de Arse, en la
vía de penetración desde la costa hasta el interior a través del valle
del río Palancia, presenta una composición exclusiva de dracmas de
Arse. El tesoro de Hostalric, rozando ya el fin de este período, amplía
el marco geográfico de recepción de ejemplares y junto a la abundancia de acuñaciones de iltirtasalirban, contiene también una considerable cantidad de denarios de Sesars, anunciando ya la fantástica
eclosión de cecas que se va a producir a partir del 133 a.c.
Existe, pues, una circulación muy local. Su característica más importante se encuentra en la escasa movilidad que poseen las acuñaciones. Naturalmente, no cabe pensar que ellas tuvieran el rango de
las acuñaciones del período anterior, pero contrasta la considerable
retracción que se observa en la dispersión geográfica de los hallazgos
a juzgar por los tesoros.
Merece la pena volver a tomar como punto de comparación lo que
paralelamente sucede en la Betica. Aquí, en los tesoros de monedas de
bronce ya citados en Ecija y Saucejo, se puede comprobar la circulación restringida que acabamos de señalar para la Tarraconense Mediterránea. En el primero, las acuñaciones hispánicas están representadas por Urso, Castulo y Carmo; y en el segundo, por Castulo y Carmo.
Es, por tanto, éste, un fenómeno que nos invita a pensar en que estas
(125) Véase la dispersión de hallazgos de esta ceca en CAMPO, 1979-c, en donde se distinguen los diversos períodos de acufiación. Para el contexto arqueológico de los hallazgos,
vbase LLOBREGAT, 1972.
[page-n-286]
ANALISIS DE LOS TESOROS
285
acuñaciones locales, durante el siglo 1 a.c., no habían sobrepasado el
1
marco estrictamente regional o también que el tesaurizador prefería
atesorar la moneda más conocida rechazando la foránea. Esto último
nos cuesta creerlo ya que, en la mayoría de los casos, se trata de tesoros formados con piezas de poco valor, y por ello no pensamos que debió existir una selección de las piezas integrantes de los mismos.
La dispersión geográfica de los tesoros ofrece pocas variantes con
respecto al período anterior (mapa 4); quizás una de las más notorias
sea la aparición, por vez primera, de dos tesoros en la isla de Ebusus,
en la que los hallazgos esporádicos de cecas extrainsulares entran a
formar parte de la circulación monetaria en una cantidad muy reducida ( 126), además de las acuñaciones propias de su ceca. Conviene
destacar con respecto a Ebusus el grado de aceptación que sus monedas tienen en la Península Ibérica (en la costa oriental), como parece
indicar el hallazgo del tesoro de monedas de bronce de Pedreguer y la
dispersión en la Península de los hallazgos esporádicos pertenecientes
1
al período 1 de M. Campo (127). Esto demuestra la importancia de las
relaciones mantenidas con la Península y la orientación en este mismo sentido de gran parte de sus intercambios, documentados también
a través de la dispersión de su producción de ánforas PE 17 (128).Durante el siglo 11, por lo general, observamos el predominio de una distribución costera, a excepción del hallazgo de Hostalric. Casi con toda
seguridad este tesoro no es el exponente de lo que debió ser la circulación monetaria en las tierras del interior que, a juzgar por los tesoros
prácticamente inexistentes, deberíamos deducir su bajo nivel.
Sin embargo, el funcionamiento de cecas como Arsaos, Kelse, Seteisken, Sesars y Sekaisa, en los últimos años de este período nos da
pie para pensar que se habían incorporado a la circulación monetaria,
con una menor intensidad que en la zona costera y que, como indica
la composición de todos los tesoros que conocemos atribuibles al
período, el ámbito de circulación de las acuñaciones, por lo general,
no debió sobrepasar una demarcación relativamente próxima, siendo,
como es lógico, mayor para la plata que para el bronce.
La relativa abundancia de hallazgos de acuñaciones de la Cuenca
del Ebro en la Celtiberia, debe buscarse en el rol importante desempeñado por el ejército romano en la difusión de la moneda ibkrica.
(126) Véase el cuadro de la p. 277.
(127) CAMPO, 1976-a.
(128) RAMON, 1981, PP. 105-106 y 82-92.
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286
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
PERIODO I V (133-70 a.c.)
Ante la amplitud que supone las fechas elegidas para este período,
dada la considerable cantidad de tesoros que en estas fechas se enmarcan, se ha considerado conveniente agruparlos en tres grupos
cronológicos. El primero de éstos engloba las ocultaciones efectuadas
entre el 133 y el 92 a.c.; el segundo, entre el 92 y el 70 a.c., y el tercero agrupa a aquellos tesoros que por no podérseles atribuir una cronología más o menos puntual, se considera que su fecha de ocultación se
debió situar a fmes del siglo 1 e inicios del 1a.c. Este es el caso de los
1
tesoros que por estar mal descritos y no ilustrados no se ha podido estudiar su contenido, o de aquellos otros que están compuestos por
acuñaciones de una sola ceca y cuya datación se establece en períodos bastante amplios, como pudiera ser el caso de Ebusus.
Grupo 1."
En la visualización del cuadro que presentamos a continuación,
nos llama la atención la existencia de unos grupos de tesoros que con
una composición sim'ilar, en cuanto a las cecas que contienen, se circunscriben sobre un marco geográfico determinado, relativamente
Torelló d'en Cmtes
reducido (mapa 4). Se trata de los tesoros ubicados en el extremo Nordeste, en las proximidades de Empúries, en cuyo contenido se encuentran dracmas ampuritanas; y los que lo hacen en la zona situada entre el río Llobregat y el Besós, de los cuatro que se conocen, dos tienen
una composición muy similar de monedas de bronce procedentes de
[page-n-288]
ANALISIS DE LOS TESOROS
287
Mapa 4. - Dispersión de los tesoros cuya fecha de ocultación se sitúa entre los años 195
a.c.-54 d.C.: 1, Segaró; 2, Alt Emporda; 3, Illa Pedrosa; 4, Empúries; 5, Cova de les Encantades; 6, Sant Llop; 7, La Barroca; 8, Canoves; 9, Cartella; 10, Balsareny; 11, Baix Llobregat;
12, Hostalric; 13, Pobla de Mafumet; 14, Tamarite de Litera; 15, Huesca; 16, Azaila; 17,
Azuara; 18, Lbcera; 19, Maluenda; 20, Temer; 21, Calatayud; 22, Las Casetas; 23, Burgo de
Ebro; 24, Alagón; 25, Borja; 26, Ablitas; 27, Vall d'Almenesir; 28, Liiria; 29, Pedreguer; 30,
Crevillent; 31, Fuente Alamo; 32, Talamanca; 33, Can Joan d'en Cauna; 34, Xarraca; 35,
Ereso; 36, Torelló d'en Cintes.
[page-n-289]
288
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
las cecas locales y de la región, y los otros dos de denarios romano-republicanos. Los que pertenecen al Valle del Ebro se componen de acuñaciones realizadas exclusivamente en las cecas ubicadas en su cuenca. Finalmente, quedan dos zonas geográficas con acuñaciones de cecas totalmente diferentes a las anteriores y a la vez entre sí, que son
la parte Sur de las tierras valencianas y la isla de Menorca.
El primer grupo de tesoros lo forman Sant Llop, Segaró y La Barroca. De éstos, los dos últimos tienen una representación de cecas
idéntica ya que en ambas están presentes las acuñaciones de Roma
(AR),Emporion (AR) y Kese (AR),aunque cuantitativamente existen
diferencias notables con respecto a la ceca de Emporion en cada uno
de los tesoros.
De estos tesoros lo más notable es la existencia de dracmas emporitanas, dado que mantenemos al igual que otros investigadores que
las acuñaciones de AR de Emporion cesaron muy a principios del siglo
1 a.c. ( 129).Por otra parte, el término post quem para su datación e
1
inclusión en este período es, para dos de ellos, bastante seguro y se
encuentra avalado por una abundante presencia de denarios republicanos (130).Es por todo ello por lo que suponemos que estas dracmas
que ya no se acuñaban tenían un poder liberatorio y su validez era vigente bien por el valor monetario que representaban o por el valor
intrínseco del metal que contenían ( 131). Si esto no fuera de este modo no entenderíamos el hecho de su tesaurización, máxime cuando ha
pasado tanto tiempo desde su acuñación.
Por otro lado, hay que señalar que el presentar el mismo tipo en el
reverso de pegaso a la derecha, las dracmas de las últimas emisiones
de Emporion y los ases de Untikesken, ha podido provocar el mantenimiento en la circulación de estas dracmas como múltiplos, adecuándose, en cada momento, a un determinado cambio. Favorecería esta
última explicación el hecho de la proximidad del hallazgo de estos tesoros a Emporion, zona en la que las acuñaciones de esta ciudad circularon profusamente (mapa 2).
(129) RICHARD-ViLLARONGA, 1973, pp. 90-92; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 187; VILLARONGA, 1979-a, pp. 99-100 y 11 1-1 14; WLLARONGA, 1981, pp. 42-44. En contra, AMOROS, 1933-a, pp. 43-51; BELTRAN VILLAGRASA, 1945-46, p. 317; BELTRAN MARTINEZ,
1968, p. 284; GUADAN, 1968, pp. 170-175; MARCHETTI, 1978, p. 385-386.
(130) Estos tesoros, cuyo término post quem para el de La Barroca lo proporciona la moneda RRC, 296 y para el de Segar6 la RRC, 292, constituyen uno de los argumentos más importantes para establecer la fecha del final de las acuñaciones de AR de Emporion, utilizado
por los investigadores partidarios de la cronología baja, citados en la segunda parte de la nota anterior.
( 13 1) En una circunstancia similar pudo encontrarse el hallazgo de Cartella.
[page-n-290]
ANALISIS DE LOS TESOROS
289
En estos mismos tesoros la ceca de Roma aparece con una importante cantidad que, en el caso de La Barroca es predominante, y es
conveniente indicar que en la zona de nuestro estudio no se había registrado una presencia tan abundante de AR republicano desde el
período de ocultación correspondiente a la Segunda Guerra Púnica.
Del análisis cronológico de los denarios romanos pertenecientes a
los dos únicos tesoros, el de Segaró y La Barroca (fig. 2) de los que se
posee una más detallada relación de los tipos y cantidades que los
componían, se desprende que fue a partir de la década de los años
140-130 hasta la de los años 120-110 cuando estos dos tesoros referidos recibieron el mayor aporte de denarios. Aunque aparece algún
ejemplar datado con anterioridad al año 200 (132)y desde esta fecha
hasta el 140, son mínimas las emisiones representadas.
Si a estos datos añadimos que entre las monedas halladas en las
excavaciones de Emporion que se emitieron entre el 195 y el 133 a.c.,
únicamente conocemos, en la muestra del Gabinete Numismática de
Catalunya, 5 denarios republicanos sobre un total para este período
de 175 monedas, y en la muestra del Museo Arqueológico de Barcelona, 3 denarios sobre un total de 143 piezas y ninguna de ellas posee
una fecha de emisión anterior al 150 a.c. (133), en consecuencia podemos deducir que se trata de tesoros familiares que comenzaron a
1
1
formarse a fines del siglo 1 1o inicios del 1 a.c. y que el cese de acunaciones de AR de Emporion unido a la escasez de denarios republicanos durante la primera mitad del siglo 11, impidió que engrosaran su
contenido de un modo apreciable, rejuveneciéndose su composición a
partir del 140 a.c., aproximadamente, momento en que en la zona de
Emporion comenzó a circular con bastante mayor abundancia la AR
republicana (compárese la estricta afinidad entre el aprovisionamiento que recibe el tesoro y el volumen de emisiones de AR de Roma. Fig.
5). No nos parece factible que estos tesoros se formaran a mediados
de siglo y que las piezas con una cronología anterior, en especial las
dracmas ampuritanas, estuvieran todavía en circulación, hecho que
no posibilitaría ni explicaría su abundante presencia en estos tesoros,
pues debe tenerse en cuenta, por ejemplo, que el tesoro de Segaró contenía 834 piezas.
El segundo grupo de tesoros se encuentra ubicado entre los ríos
Besós y Llobregat, y lo constituyen los tesoros de Baix Llobregat, Sarria, Balsareny y Canoves. Su composición no es similar en todos
ellos, ya que mientras los dos primeros están formados por denarios
(132)Barroca: RRC, 7 5 , l a y 76'1; Segarb: RRC, 1 2 7 , l .
(133)MAB: RRC, 2 0 7 , l ( 1 ) ; 2 2 3 , l ( 1 ) ; 2 3 8 , l ( 2 ) ; 2 3 9 , l ( 1 ) ; GNC: 234.1 ( 1 ) ; 2 4 3 , l (2).
[page-n-291]
290
Fig.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
2. Composición de denarios romano-republicanos del tesoro de La Barroca.
republicanos y ratifican el aumento importante en la alimentación
monetaria de denarios republicanos a partir de la segunda mitad del
1
siglo 1 a.c. en la actual Catalunya, como anteriormente hemos visto
que se desprendía de los tesoros de Segaró y La Barroca.
Los otros dos hallazgos de esta zona están compuestos por acuñaciones de bronce (134) en su totalidad. Las cecas presentes en ellos
proceden, sin excepción, de talleres próximos situados en el caso de
Balsareny, los más alejados como Kese e Iltirta, a unos 100 Kms.; en
cambio, los talleres que componen el tesoro de Canoves se encuentran
todos ellos dentro de un radio de 50 Kms., estando ausentes las piezas
de los talleres de Kese e Iltirta, que ahora en el cambio de siglo mantienen una acuñación abundante.
L. Villaronga, a quien debemos la realización del estudio y publicación de estos importantes tesoros, señaló ya la extrema localidad de
la circulación monetaria que refleja la composición del hallazgo de
Canoves que, según él, estaría motivado por la falta de vías de comunicación intercomarcal, lo que a su vez condicionaría que las corrientes comerciales en esta zona interior fuese mínima (135).Con respecto
a este mismo tesoro deduce la existencia de unas relaciones con los
ausetanos y los de ((Eusti,).
Por lo que se rufiere al tesoro de Balsareny, este mismo autor puso
de relieve en su publicación (136) la mayor apertura de horizontes y
el mayor nivel de relación que se encontraban implícitos en la composición del mismo. Sugiere que, en este caso, la composición del tesoro
reflejaría un comercio mayor que el anterior, pero propio de un lugar
alejado de las rutas comerciales importantes.
La ubicación de este último tesoro junto al curso medio del río Llo( 1 34) Sobre algunas consideraciones previas al estudio de tesoros de bronce, véase TARRADELL FONT, 1981, en prensa.
(135)ESTRADA-VILLARONGA, 1967, pp. 138-139.
(136; VILLARONGA, 1961-a, p. 35.
[page-n-292]
ANALISIS DE LOS TESOROS
29 1
bregat unida a su composición, da pie (137)para pensar que el tesoro
se ha formado como consecuencia de ese comercio intercomarcal que
se articularía a través del río Llobregat, y que como puntos más lejanos de relación con los que mantendrían contacto están Kese, cuya alta cantidad de ejemplares se explicaría por una relativa facilidad de
acceso y por unas importantes emisiones monetarias, e Iltirta cuyo
escaso número de ejemplares, a pesar de batir en este momento unas
abundantes emisiones, debe ser consecuencia de la mayor lejanía real
del lugar de hallazgo y por ser ésta una zona en la que la influencia
ilergete tropezaría necesariamente con Kese, que capitalizaría la mayor parte de los intercambios (mapas 2 1 y 5).
Nos sorprende ver en relación con estos tesoros de acuñaciones de
bronce la total ausencia de monedas de Untikesken. Con respecto a
ello, en diversos trabajos se ha propuesto repetidamente como explicación a esta ausencia el hecho de que el comercio de Emporion por
C atalunya se dirigió hacia Ilerda, pero no por vía terrestre, sino marítima y fluvial, remontando el curso del Ebro (138). Ciertamente poseemos referencias en los textos antiguos que señalan la navegabilidad del Ebro en los dos sentidos, desde Tortosa a Vareia, en las proximidades de Logroño (139).No obstante, a juzgar por la dispersión de
las cecas de Iltirta y Untikesken se observa que, a pesar de la influencia arnpuritana que pudiera suponer la utilización de los tres delfines
en las emisiones de Iltirta durante los siglos 11-1 a.c., todos los hallazgos son costeros y no existe ningún hallazgo de monedas de Untikesken en la región de Lleida; no siendo así el caso del otro taller, Iltirta,
que sí posee numerosas monedas documentadas en Emporion. Además, la ubicación de los hallazgos de Iltirta, en su proyección hacia la
parte oriental de la actual Catalunya, parece indicar una utilización
bastante más frecuente de la vía de comunicación terrestre que unía
Kese con Iltirta, en contraposición con la fluvial que no está documentada por hallazgos de Untikesken y únicamente lo está por pocos
ejemplares de Iltirta, sin menoscabo de otros posibles itinerarios.
El tercer grupo de tesoros que hemos individualizado es el perteneciente a la demarcación del Valle del Ebro (mapa 4), que, por otra
parte, son los primeros que se documentan en esta área. A ella pertenecen los tesoros de Borja, Azuara 2 y Burgo de Ebro. Su composición
se encuentra formada por denarios de cecas ubicadas en la Cuenca
del Ebro, a excepción de un denario republicano en Azuara 2. Refleja,
(137) Véase la nota anterior.
(138)VILLARONGA, 1961-a, p. 35; id. 1962-b, pp. 5 y 12; ESTRADA-VILLARONGA,
1967, p. 139.
(139)JUSTIN, XLIV, 1 ; PLINIO, N.H., 111-3, 2 1.
[page-n-293]
292
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Mapa 5. - Dispersión de la ceca de Iltirta: 1, Empfiries; 2, Hostalric; 3, Turó dels Encantats: 4, Caldetas; 5, Bumiac; 6, La Garriga; 7, Granollers; 8, Caputxins; 9, Alella; 10, Badalona; 11, Barcelona; 12, Tarrasa; 13, Balsareny ;14, Sallent ; 15, Museo de Manresa; 16, Solsona; 17, La Riera; 18, Can Cotoliu; 19, La Rhpita; 20, Tarragona; 21, Prades; 22, Sema de
I'Espasa; 23, Castellet de Banyoles; 24, Piedra Tajada; 25, Museo de Huesca; 26, Cabezo de
las Minas; 27, Azaila; 28, Bajo Aragón; 29, Olriols; 30, Alguaire; 31, Gimenells; 32, Granja
dlEscarp; 33, Jebut; 34, Región de Lleida; 35, Balaguer; 36, Pedrís; 37, Estinglells; 38, Torregrossa; 39, Lleida y Torre Viladegut; 40, Bas; 41, Floresta; 42, Margalef; 43, Anguesa;
44, Penes Roges, Aixadons y Aitona; 45, Sant Miquel (Vinebre);46, Col1 del Moro; 47, Moleta
dels Frares; 48, Morella; 49, Vilarreal; 50, Los Villares; 51, Valencia; 52, Museo de Alacant;
53, Región de Murcia; 54, Eivissa; 55, Lluchmajor; 56, Puig d'en Canals; 57, L'Alcudia; 58,
Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-294]
ANALISIS DE LOS TESOROS
293
por tanto, una estructura muy similar a la de los tesoros de este mismo período, en los que su alimentación se realiza con aportes de las
cecas más próximas, distinguiéndose en cada uno de ellos la composición de las cecas, según su situación geográfica dentro del Valle del
Ebro. Así, el de Borja, con una posición más occidental, posee un espectro más amplio de cecas representadas a causa de la mayor cantidad de talleres; las acuñaciones más numerosas pertenecen a Turiasu, Arekoratas y Baskunes. En cambio, Azuara 2 y Burgo de Ebro quizás por su posición más oriental en la zona de gran influencia de la ceca de Bolskan, poseen una aplastante mayoría de piezas de este taller.
La contraposición que reflejan estos hallazgos con respecto a la
franja litoral mediterránea, en lo referente a las acuñaciones de plata
republicana, se aprecia en estas fech.as un considerable aumento en el
nivel de su aprovisionamiento. Casi con toda seguridad no se debe a
una selección de las piezas que los componen sino a una escasez de dicha moneda republicana por cuanto que los hallazgos esporádicos de
este tipo de moneda conocidos y encuadrables en estas fechas son
muy reducidos. Solamente poseemos contancia del hallazgo de dos
denarios en Huesca (1 de ellos procedente del Museo Provincial de localización desconocida), uno en Arcobriga y finalmente otro en el
Monetario del Museo de Logroño. Sería irrisorio por nuestra parte
pretender que éstos sean los únicos hallazgos de moneda republicana
realizados en el Valle del Ebro durante estas fechas, ya que somos
conscientes que tan sólo llegamos a conocer una mínima parte de los
hallazgos que se producen. Aun así consideramos que, salvando algunas distancias, esta escasez de hallazgos esporádicos de moneda republicana sumada al hecho de su mínima representación en los tesoros de este momento, nos revela la escasa proporción en la que esta
moneda entraba a formar parte de la circulación monetaria del Valle
del Ebro.
Nada debemos deducir de la exclusiva composición de A de estos
R
tesoros por cuanto que es, en estas fechas, cuando se produce una
fantástica eclosión de talleres que acuñan abundante numario en
bronce (140),y porque, además, entendemos que el acceso a la posesión de acuñaciones de AR debía estar muy restringida por el valor
que representaba cada pieza que dependía, en gran medida, del rol
social que desempeñaría cada individuo. Nos encontramos de este
modo personas que únicamente tendrían acceso a las acuñaciones de
bronce, de ahí que el hipotético tesoro que pueden formar se tendría
(140)DOMINGUEZ, 1979-a, p. 284.
[page-n-295]
294
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
que limitar a estas acuñaciones. Si a ello añadimos el factor circunstancial de que la muerte no distingue entre los tesaurizadores cuyo nivel social les permite atesorar plata o bronce, nos vamos a encontrar
con que en una buena parte de los casos, exceptuándose aquellos en
los que sea la única moneda circulante, la recuperación de un determinado tipo de tesoro, ya sea de plata o de bronce, no nos va a indicar
que el metal más utilizado en la circulación sea el de la o'cultación si
no se encuentra además refrendado por los hallazgos esporádicos.
Los dos últimos grupos de tesoros pertenecen a dos áreas geográficas distintas y tan sólo lo componen dos tesoros. El primero de ellos
es el de Crevillent, en la actual provincia de Alacant, compuesto por
2 2 denarios, de los que sólo se han podido estudiar 7, perteneciendo 5
a Roma, 1 a Ikalkusken y el otro inclasificable. Es interesante este tesoro porque nos revela la presencia de acuñaciones de AR republicanas, que si bien no son tan numerosas como en los tesoros del Baix
Llobregat, Segaró y La Barroca, al menos nos dejan constancia de su
presencia. Los hallazgos esporádicos situados al Sur del río Ebro y
distribuidos uniformemente ( 141) ponen de manifiesto una ligera reducción de la presencia de acuñaciones de denarios republicanos desde el Ebro hasta el poblado ibérico del Cabezo Agudo en la Unión.
El último de los tesoros de este grupo 1.O es el de Torelló d'en Cintes, en Menorca. Se trata de un conjunto de 380 monedas romano-republicanas de bronce, 1 as de Untikesken, 1 as de Obulco y 1 moneda
de Populonia. Forma el primer gran tesoro de bronces republicanos
hallados en Hispania, aunque ya en el período anterior se tuvieran documentados algunos tesoros como el de Ecija, Saucejo y Empúries 2 y
4, en los que aparecieron bronces republicanos siempre en una proporción más baja y con un número total de piezas mucho menor.
Es evidente que dado el componente casi exclusivo de bronces republicanos, el comentario y la información que nos aporta se centra
también exclusivamente en dicha ceca, en relación a su vez con la isla
de Menorca. Para ello, como certeramente señala N. Tarradell (142),
autora de su estudio, se requiere previamente observar la proporción
en la que aparecen en la isla los hallazgos esporádicos de monedas de
bronce, con el fin de ver si el tesoro se adecúa a las circulación monetaria que estos últimos reflejan. Los datos que sobre este particular
hemos podido reunir (143)son ciertamente escasos; no obstante, vamos a exponerlos globalmente. En el período comprendido entre el
-
(141)Han aparecido denarios republicanos emitidos entre el 124 y el 92 a.c., en: La Moleta dels Frares, Morella, Valentia, Los Villares, Siete Aguas, Alacant, Iiici y Cabezo Agudo.
Sobre esta misma cuestión, con una muestra menor, RIPOLLES, 1980-a, pp. 136 y 142.
(142)TARRADELL-FONT, 1981, en prensa.
(143)Véase el cuadro de la p. 830.
[page-n-296]
ANALISIS DE LOS TESOROS
295
195 y el 72 a.c. se tienen documentadas 28 monedas de las que 16 corresponden a acuñaciones de Roma, y concretamente el grupo de los
ases está formado por 13 unidades. El porcentaje que corresponde a
esta ceca es del 57'14%. Estas cantidades que acabamos de &xponer
coinciden con lo que concluye N. Tarradell en referencia a la circulación monetaria de la isla, ya que ésta señala que las monedas de la ceca de Roma representan más o menos la mitad (144).
Bajo esta distribución por cecas del numario circulante es evidente, y así lo señala también N. Tarradell, que no se puede admitir que
el tesoro sea representativo de la composición de las cecas que constituyen la circulación monetaria, puesto que la presencia de Roma en
los hallazgos esporádicos debería ser superior al 90%.
La explicación de este tipo de circulación en la que la ceca de Roma representa la mitad o más del total del numario circulante, se encuentra en la situación propia de la isla, carente de taller de acuñaciones, que como consecuencia de ello debería importar todo el metal
acuñado circulante. En el caso particular de Menorca, es evidente
que su insularidad limitará la llegada de numario peninsular, y Roma
se va a ver en la necesidad de cubrir sus necesidades monetarias con
sus propias acuñaciones.
En cuanto a la causa de la ocultación de los tesoros de este grupo
1.O ( 133-92 a.c.), para parte de ellos, en concreto para los del área catalana, se han atribuido las invasiones de los cimbrios y teutones y las
devastaciones e inseguridades que éstos debieron producir. En este
sentido las fuentes (145) nos dicen que: (Cimbri vastatis omnibus
quae inter Rhodanum et Pyrenaeum sunt per saltum in Hispaniam
transgressi ibique multa loca populati a Celtiberis fugati sunt reversique in Gall iam in Velicassis se Teutonis coiunxerunt.)> desarrollo que
~l
de estos hechos realiza Schulten (146)sitúa el lugar de paso de los Pirineos por Puigcerda, y después de remontar el río Ebro y su afluente
el Jalón, fueron en este lugar derrotados por los celtíberos. Los tesoros que se ponen en relación con estos acontecimientos son el de La
Barroca, Sarria, Baix Llobregat, Segaró, Balsareny y Canoves, pudiendo pertenecer también a este momento los de Cartella y Sant
Llop, aunque no es seguro. El mayor defensor de este momento de inseguridad como causa de estas ocultaciones es Villaronga quien, a
través de los tesoros de Balsareny y Canoves, sitúa un hito importante
para el estudio de las acuñaciones de AE en el Nordeste peninsular.
(144) TARRADELL FONT, 1981, en prensa.
(145) LIVIO, Per. 67.
(146) SCHULTEN, 1937, p. 147.
[page-n-297]
296
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Según este autor, la ubicación de estos tesoros delimita, grosso modo,
el itinerario (147)seguido por estas invasiones que se aproxima notablemente a la interpretación que de la penetración de estas invasiones
realizó Schulten.
Otro acontecimiento que produce una importante inestabilidad
que, como era de esperar, produce un considerable número de ocultaciones de tesoros en Hispania, son los levantamientos reprimidos por
el cónsul T. Didio y producidos en torno a los años 98-94 a.c. en la Citerior, y por P. Craso en la Ulterior durante los años 96-94 a.c. (148).
Sin embargo, la delimitación del área de inseguridad quedó totalmente fuera de nuestro marco geográfico (149).
Sobre el resto de tesoros de nuestro primer grupo, aquellos que
poseen un momento de ocultación posterior al 105 a.c., no se puede
señalar ninguna relación en cuanto a la posibilidad de que mantengan
una causa común. Muy por el contrario, su gran dispersión por todo el
territorio que estudiamos, inclusive las Baleares, nos indica la aleatoriedad que supone su hallazgo al situarse en una zona tan amplia, y la
desvinculación de los mismos a cualquier acontecimiento común determinado.
Grupo 2 . O
Englobamos aquí los tesoros cuya cronología de ocultación se
sitúa entre el 92 y el 70 a.c. Quedan, por tanto, dentro de este g
todos los tesoros cuya causa de su no recuperación se debe a la guer
civil entre Mano y Sila, que tuvo como principal escenario Hispania,
(véase en el cuadro de la página 297).
Durante este período comprendido entre el 92 y el 70 a.c., la zona
geográfica que estudiamos se comporta de distinto m'odo, pudiéndose
distinguir en ella dos demarcaciones en las que la circulación monetaria se va a desarrollar de diferente manera, atendiendo a los hechos
históricos que van a tener lugar en ellas. Nos referimos a las guerras
sertorianas que en su mayor parte van a afectar al Valle del Ebro. Por
esta razón, en el conjunto de tesoros que para estas fechas poseemos,
se destaca una abrumadora mayoría en el Valle del Ebro; y pertene-
y
(147)VILLARONGA, 1979-a, fig. 172; id. 1982-a, pp. 24-30. Para ello se apoya, además,
en la posibilidad de que la muralla de Emponon (SANMARTI, 1973, p. 14) y Baetulo (GUITART, 1976, pp. 239 y SS.)se construyeran por este motivo y en la coincidencia con estas fechas del momento final del poblado del Tossal de les Tenalles (BARBERA, 1964-65, p. 62).
(148)SCHULTEN, 1937, pp. 149-152.
(149)El tesoro de La Oliva que algunos autores sitúan en la provincia de Valencia (RICHARD, 1972, p. 74, mapa 11, núm. 38; VILLARONGA, 1979-a, p. 82, fig. 168 y p. 84) pertenece a la de Jaén (MOMMSEN, 1863, p. 15).
[page-n-298]
ANALISIS DE LOS TESOROS
297
ciente a la franja litoral mediterránea, únicamente se registra un hallazgo en el extremo Nordeste, en la zona del Emporda (mapa 4).
Los aspectos más sobresalientes de esta ocultación, cuyo término
post quem se sitúa en el 7 1 a.c., enlazan y ratifican aspectos sobre la
circulación monetaria que ya han sido señalados con motivo del comentario de los tesoros del grupo 1." de este período.
El tesoro del Alt Emporda pone de manifiesto la abundante cantidad de acuñaciones de plata republicana que se encontraba en circulación en el momento de su ocultación y la regular alimentación que
la zona en la que se produjo el hallazgo debió tener. Del total de 1.140
monedas de plata republicanas que componen el tesoro, las que fueron emitidas con anterioridad al año 150 a.c. representan el 5'35%;
y,
las que lo fueron entre esta fecha y el 100 a.c. alcanzan el 40135%,
finalmente, desde el 100 hasta el 7 1 a.c., el 53'1 5%.Sin olvidar que es
imposible que las monedas que circulaban en la primera mitad del siglo 11 se hayan mantenido numéricamente inmutables hasta el primer
tercio del siglo 1 a.c., la distinta distribución cronológica de las acuñaciones republicanas de este tesoro nos manifiesta un brusco corte
entre las monedas en circulación durante la primera y segunda mitad
del siglo 11 a.c. En lo que concierne al aparente aumento proporcional
entre la última mitad del siglo 11 a.c. y el primer tercio del siglo 1 a.c.,
hay que tener en cuenta la menor cantidad de años en los que se debe
repartir esta proporción. Esto se puede observar mucho más claramente si estas cantidades las convertimos en monedas por año, ya
[page-n-299]
298
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Composición de los tesoros de Azaila, según Viiiaronga, 1979-c. (Entre paréntesis, hallazgos
esporzídicos.)
[page-n-300]
ANALISIS DE LOS TESOROS
299
que para el primer grupo señalado, la cantidad es de 1 moneddaño;
para el segundo, 9'2 monedas/año, y para el tercero, 20'89 monedas/año.
Es lógico que el tesoro contenga mayor proporción de monedas
más modernas y que esta cantidad decrezca conforme nos alejamos
en el tiempo. No obstante, a nuestro modo de ver, y aunque con una
diferencia de unos 30 años, este tesoro, al igual que los de Segaró, La
Barroca, SarriA y Baix Llobregat, ratifica el bajo nivel de circulación
1
de AR republicana, que a partir de mediados del siglo 1 comienza a
incrementarse notablemente. Con respecto a la información que sobre
el aprovisionamiento de A republicana nos ofrece el tesoro del Alt
R
EmpordA hemos de señalar que, como se habrá podido comprobar,
supera ampliamente el que se documenta durante la última mitad del
siglo anterior, y a nuestro entender no es probable que se deba en su
totalidad al natural escarceo que el tiempo inevitablemente produce.
En un reciente trabajo realizado por Villaronga (150) en el que
compara la composición del tesoro del Alt EmpordA e Idanha-a-Velha
con el volumen de emisiones de A de Roma, establecido por CrawR
ford ( 151), mediante el test X2 llega a la conclusión del estrecho parangón existente entre las emisiones de Roma y el tesoro del Alt Emporda, a través de lo cual deduce que este último concuerda con la
circulación monetaria italiana, mientras que el de Idanha-a-Velha, en
el Sur de la Península Ibérica, no lo es tanto diferenciándose en el
aprovisionamiento que ambos reciben entre los años 139-126 a.c.
El histograma de la composición del tesoro agrupado en décadas
R
(p. 3001, si lo comparamos con el volumen de acuñaciones de A de
Roma, teniendo en cuenta que la composición del tesoro del Alt EmpordA tendrá forzosamente mitigada la presencia de acuñaciones que
se encontraban todavía en circulación anteriores a los últimos años
de su ocultación, comprobamos que existe un estrecho paralelismo
entre ambos, en los que se encuentran muy bien representadas las
emisiones de los años 89-80 a.c., alcanzando una menor intensidad
las restantes. De este modo queda reforzado el paralelismo entre las
acuñaciones romanas y la cantidad que de éstas se recibe en la Tarraconense estrictamente litoral. Y como se ha dicho anteriormente, el
pequeño aumento correspondiente a los años 139-130 a.c., que se refleja en la composición de este tesoro, debió estar motivada por una
mayor necesidad de A a causa de las guerras en la Celtiberia.
R
Otro punto de similitud con los tesoros de Segaró y La Barroca se
(150)
VILLARONGA, 1980-b,
PP. 103-114.
(151)
CRAWFORD, 1974,PP. ,696-707.
[page-n-301]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
300
m
Barroca
1
o
5
300
A l t
Ernporda
; 100
Años
Fig.
200
3. Composición de denarios romano-republicanos de los tesoros de Maluenda, La Barroca y el Alt Empordh.
encuentra en la composición en este tesoro de acuñaciones de dracmas ampuritanas, fruto, sin duda, de la circulación residual, y denarios de Kese. Para la presencia de las dracmas puede deducirse en
parte lo que ya se dijo para los tesoros citados (152), y para los denarios de Kese se ha de pensar que, a pesar de la considerable distancia
que media entre el centro emisor y el lugar de hallazgo, es ésta, junto
con Iltirta, la única ceca con un volumen de acuñación importante
1
que emite durante la primera mitad del siglo 1 a.c.,y que el circuito
de circulación de la plata es bastante más amplio que el del bronce,
dado que la primera sería para transacciones de mayor envergadura,
en gran medida interurbano. El bronce, por el contrario, quedaría limitado a un marco más estrictamente urbano y destinado a un comercio de menor altura.
Todas estas consideraciones sobre el tipo de circulación monetaria creemos que pueden extrapolarse al resto de la franja costera de
la Tarraconense Mediterránea y coinciden con las que sobre este particular mantiene Gaggero ( 153),
según el cual, esta zona costera se en(152)Véase la p. 288.
(153) GAGGERO, 1976, p. 73.
[page-n-302]
ANALISIS DE LOS TESOROS
30 1
contraba muy interesada en la circulación de la moneda republicana,
señalando como posibles causas de este interés los frecuentes contactos con Italia y el asentamiento en la zona de una considerable cantidad de gentes romanas e itálicas con deseos de enriquecerse.
En este mismo sentido, señala un punto interesante referido a la
escasa repercusión que tuvo la rebelión sertoriana en la dinámica
emisora de las cecas ibéricas de la franja costera oriental (154).Y,
ciertamente, ninguno de estos talleres acuñó monedas de plata,'como
se supone hubiera debido ser en el supuesto caso que hubiesen ejercido una función relevante dentro de la organización monetaria que,
parece ser, promovió Sertorio. Con lo cual podemos concluir que esta
zona quedó, en gran medida, desconectada de los acontecimientos
políticos y bélicos que se desarrollaron en el interior de la Península
Ibérica.
La dispersión de los hallazgos esporádicos pertenecientes a las cecas ibéricas del interior, particularmente las del Valle del Ebro, indica
que existe un importante incremento con respecto al período anterior,
muy normal si se tiene en cuenta que eran muy pocos los talleres existentes, pudiéndose citar únicamente algunas emisiones de Sesars, Arsaos, Kelse, Sekaisa y Seteisken (155),entrando a formar parte de la
circulación monetaria de las tierras valencianas con un 2 1' 17%( 156).
Este aumento es probable que no nos indique unas relaciones que en
los años anteriores no se producían sino que la aparición de un elevado número de talleres en el Valle del Ebro, algunos de los cuales acuñan gran cantidad de ejemplares, hace que ahora sea más evidente a
nivel numisrnático, pudiendo cuantificarse de algún modo, aunque
pueda ser algo impreciso. En resumen, consideramos que el rol desempeñado por las acuñaciones ibéricas del interior tanto en lo referente a las piezas de plata como de bronce no deben minimizarse, considerando que no sólo afectaron su circulación de un modo marginal,
sino que, por el contrario, fue mayor que el que desempeñaron las cecas litorales en el interior, como se desprende de la dispersión de las
cecas de ambas zonas geográficas. Esta descompensación quizás pudiera explicarse por la atracción unilateral que debía suponer para
las gentes del interior la franja litoral, a través de la cual se articulaba el comercio marítimo.
La Cuenca del Ebro, durante estos años, en especial a partir de la
(154) GAGGERO, 1976, p. 74.
(155) DOMINGUEZ, 1979-a, p. 284.
(156) RIPOLLES, 1980-a, p. 140.
[page-n-303]
302
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
llegada de Sertorio (157), posee una circulación monetaria condicionada por su presencia y, sin duda, la finalidad de estas acuñaciones
fue la de financiar los gastos de guerra originados por la contienda. Es
por ello que a la irrupción de este tipo de acuñaciones destinadas a
cubrir las necesidades bélicas, se contrapone el equilibrado y regular
funcionamiento de los talleres del litoral que, en su mayor medida, se
limitaban a proveer de moneda divisionaria de bronce para la pequeñas transacciones, ya que la plata parece ser que era suministrada
con notable regularidad por la ceca de Roma.
Sertorio va a mantener en funcionamiento las cecas que ya lo
hacían antes de su llegada, e incluso, les va a dar un nuevo e importante impulso. En este sentido se ha puesto numerosas veces de relieve la ausencia de AR republicana acuñadas en Hispania por parte de
Sertorio (158),realizándose todas con tipos ibéricos, mientras que el
bando contrario sí las realizaba (159) según las necesidades ya que
estaban destinadas a sufragar los gastos que ocasionaba el despliegue
de los ejércitos.
Casi con toda seguridad, la actuación de Sertorio con respecto a
las cecas indígenas, en el sentido de realizar sus propias acuñaciones
con los tipos ibéricos, persigue la asimilación de los indígenas a su
causa, intentando acortar con ellos las posibles diferencias y hacer
una causa común en contra de Mete110 y Pompeio. De tal modo esto
fue así, que una vez sofocada la rebelión fueron suprimidas estas acuñaciones (160)que Sertorio supo tan bien identificar con su causa y a
la que sirvieron de soporte, debiéndose pagar el stipendium a partir
de este momento con denarios republicanos.
Como explicación a este hecho, Schulten ( 161) proponía que Sertorio no deseaba la total ruptura con Roma que supondría el realizar
unas emisiones monetarias que no hubiesen sido autorizadas por el
Senado. Rechazando esta opinión de Schulten, afirma Gaggero (162)
que no es posible admitir esta teoría ya que el haber constituido un
Senado alternativo al de Roma, el nombramiento de pretores y questores, el pacto de alianza con Mitrídates del Ponto y la consideración,
por su parte, de representar el gobierno legítimo de la República, de(157)Sobre Sertorio véase SCHULTEN, 1949, y la bibliografia que se cita en GAGGERO,
1976, p. 55, nota 1.
(158)CRAWFORD, 1969-b, p. 84; GAGGERO, 1976, p. 57.
(159)RRC, 366 y 393.
(160)CRAWFORD, 1969-b, p. 84.
(161)SCHULTEN, 1926, p. 83, según GAGGERO, 1976, p. 57.
(162)GAGGERO, 1976, PP. 57-58.
[page-n-304]
ANALISIS DE LOS TESOROS
303
muestra de modo irrefutable que no puede ser admitido algo inexistente.
Las acuñaciones de AR que ahora encontrarnos en las ocultaciones
del Valle del Ebro, en líneas generales, están compuestas por una escasa variedad de cecas entre las que sobresale, por su abundancia de
piezas, la de Bolskan (mapa 6). No obstante, por la referencia incompleta y la falta de ilustración de alguno de ellos no es posible identificar en los mismos la presencia de las emisiones propias del período
sertoriano, que Jenkins ( 163),para la ceca de Bolskan, ha individualizado en su grupo IV. Este autor nos indica que sólo son reconocibles a
través del estilo, metrología y estado de conservación. La necesidad
de un análisis tan sofisticado para individualizar las acuñaciones de
este período, nos sugiere pensar que éstas y las anteriores acuñaciones de la ceca de Bolskan debieron ser difícilmente discernibles por la
gran masa de los indígenas.
Además, en la actualidad, exceptuado el caso de Bolskan, resulta
complicado establecer qué emisiones pertenecen concretamente a estos años, y si lo es para las de AR para las que contamos con una notoria cantidad de tesoros distribuidos por toda la Península Ibérica, mucho más lo será para las de bronce, de las que exclusivamente se
cuenta con el tesoro de Azaila, con una cronología muy discutida,
aunque, eso sí, con una gran abundancia de ejemplares.
El único tesoro con una cierta variedad de cecas es el de Alagón,
cuyo lugar de hallazgo se encuentra, a nuestro modo de ver, desplazado del centro geográfico que debería tener atendiendo a su composición, dado que la ceca más próxima es Turiasu, a unos 50 Km., y en
su composición total tan sólo representa el 13'46%,mientras que Baskunes, a unos 120 km., alcanza un porcentaje del 37'5%. Además, están ausentes las acuñaciones de Bolskan. Esta ausencia la explica A.
Beltrán (164) considerando que el tesoro es posterior a la época sertoriana, y deduciendo con ello que las cecas presentes en el tesoro siguieron acuñando denarios ibéricos después del año 72 a.c.
El otro tesoro importante es el de Azuara, con una composición
mayoritaria de denarios de Belikiom (223 piezas) y una mínima cantidad de Bolskan, entre los que existen denarios del tipo IV de Jenkins
correspondientes al período sertoriano. La composición de este tesoro
refuerza las hipótesis de ubicación de Belikiom en Belchite, manteni(163) JENKINS, 1958-a y 1958-b.
(164) BELTRAN MARTINEZ, 1974-b, p. 206.
[page-n-305]
304
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 6. - Dispersión de la ceca de Bolskan/Osca: 1, Región de Pamplona; 2, Sant Juliá d'Andorra; 3, Empúries; 4, Museo de Girona; 5, MoiB; 6, Castelltersol; 7, Solsona; 8, Sant Miquel
de Sorba; 9, Museo de Manresa; 10, Hostauic; 11, Granollers; 12, Caldes de Montbd; 13,
Mataró; 14, Buniac y Can Rodon de l'Hort; 15, Alella; 16, Barcelona; 17, Comarca de El Penedés; 18, Bellvei; 19, Tarragona; 20, Serra de 1'Espasa; 21, Museo de Logroño; 22, Inestrillas; 23, Tudela; 24, Castillo de Sora; 25, Ablitas; 26, Borja; 27, Huesca; 27 bis, Cillas; 28,
Ager-Blancafort; 29, Belianes; 30, Juncosa de las Garrigas; 31, Gardeny; 32, Lleida; 33, El
Pontón; 34, Tamarite de Litera; 35, Monzón; 36, Aragón; 37, Burgo de Ebro; 38, Ermita de
Zaragoza la Vieja; 39, Castellazos; 40, Lécera; 41, Cabezo de las Minas; 42, Calatayud; 43,
Temer; 44, Maluenda; 45, Azuara; 46, Azaila; 47, Cabezo de Muel; 48, Palomar de Oliete;
49, Tossal Gort; 50, Sant Miquel (Vinebre); 51, Coll del Moro; 52, Moleta dels Frares; 53, Morella; 54, Segorbe; 55, Sant Miquel (Lliria); 56, Los Villares; 57, Museo de Alcoi; 58, Museo
de Alacant; 59, Eix; 60, Región de Murcia; 61, Eivissa; 62, Menorca. Clave de símbolos e n
pág. 524.
[page-n-306]
ANALISIS DE LOS TESOROS
305
da con criterios de homofonía (165),lo cual explicaría la gran cantidad de monedas de esta ceca frente a la de Bolskan, por encontrarse
el lugar del hallazgo muy cerca del centro emisor.
En cuanto a las acuñaciones de plata republicana cuyos hallazgos
en tesoros habíamos visto que eran muy raros durante el período anterior (133-92 a.c.) y de los que sólo vimos que había aparecido un
ejemplar en el lote 1 de Azuara, ahora conocemos un tesoro en el que
su cantidad es bastante superior. Se trata del tesoro de Maluenda, en
el Valle del Jalón. La existencia de esta considerable cantidad ha servido para que se afirmase que junto al numario indígena, en este caso
representado por los denarios de Bolskan, circulaba en el Valle del
Ebro un gran número de moneda romana (166).Nosotros consideramos que la existencia de un único tesoro, entre los que componen el
conjunto de ocultaciones de este período, conteniendo denarios republicanos (véase el cuadro de la pág. 297) no es un elemento suficientemente convincente para realizar tal afirmación ya que, por otro lado,
los hallazgos esporádicos correspondientes a acuñaciones de moneda
republicana emitida durante los años 9 2-70 a.c. son prácticamente
inexistentes, localizándose únicamente un denario en Cillas y tres en
el Museo de Logroño, con procedencia desconocida; puede, además,
aducirse que entre los hallazgos esporádicos de Azaila no se documenta ningún hallazgo de moneda republicana (167).
El análisis de la estructura de la composición de los denarios republicanos del tesoro de Maluenda (Fig. 3) también nos advierte de la
relativa juventud de la muestra de este tesoro. En este sentido hemos
de señalar que la pieza más antigua se remonta a los años 157-156
a.c., siendo el ejemplar más antiguo que le sigue del año 138. Las acuñaciones datables en la segunda mitad del siglo 1 representan el
1
33'87%, cifra más baja que el que se documenta en el tesoro del Alt
Empordh; mientras que las que lo fueron en el primer tercio del siglo
1,por el contrario, alcanzan una mayor proporción, el 64'51%. La regular alimentación anual que posee este tesoro nos hace pensar en un
tesaurizador con acceso a estas acuñaciones, que evidentemente debieron llegar al Valle del Ebro, aunque suponemos que en número reducido al menos a partir del último tercio del siglo 11, como lo demuestra la composición conjunta en este tesoro de Maluenda. A una
menor escala, en cuanto a la cantidad de ejemplares, este tesoro ma(165) MATEU Y LLOPIS, 1947, pp. 60-6 l ; BELTRAN MARTINEZ, 1950, p. 326; UNTERMANN, 1964, p. 133; id. 1975, p. 225; MARTIN VALLS, 1967, p. 32; BELTRAN LLORIS, M . ,
1976-a, p. 376; id. 1978, pp. 96-101, propone la posibilidad de su ubicación en Azaila.
(166) HERNANDEZ, 1980, p. 126.
(167)H. M., 287; BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 316-318.
[page-n-307]
306
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nifiesta un aprovisionamiento similar al del Alt Emporda para los intervalos que son comunes en ambos.
De todo ello se podría afirmar, si la fase de su constitución se realizó in situ, que cuando comenzó a formarse el tesoro no existían en
circulación denarios republicanos correspondientes a la primera mitad del siglo 1 a.c., y que los de la segunda mitad lo hacían en menor
1
medida de la que lo hicieron los del Nordeste peninsular. También se
podría pensar en un corto período de formación. Con todo, entendemos que la moneda republicana de AR durante este período jugó un
papel bastante modesto y en absoluto decisivo dentro de la circulación monetaria del Valle del Ebro, cuya presencia estaría en posesión
de muy pocas manos, como se deduce de la escasez de hallazgos, exceptuado este tesoro de Maluenda.
Conviene tener en cuenta que las acuñaciones de AR de la zona
catalana y valenciana, especialmente de Kese, que se encuentran en
la composición de algunos tesoros de la franja litoral datados a partir
del 133 a.c., probablemente con carácter residual puesto que hacía
tiempo que habían dejado de acuñarse, no aparecen en los tesoros del
Valle del Ebro, quizás por este mismo carácter de residualidad manteniéndose en las zonas en las que circularon, ya que durante el siglo 1
1
a.c. estas acuñaciones debieron tener una penetración muy débil, como lo demuestra el total desconocimiento de hallazgos de denarios de
esta ceca. Sin embargo, como se podrá comprobar a través de los tesoros de Azaila y sus hallazgos esporádicos, sí que se documenta una
modesta entrada de acuñaciones de AE de la franja costero-oriental.
Dentro de estas acuñaciones de AR ibéricas no deben olvidarse los
denarios de Sekobirikes que ejercieron también una función probablemente muy importante dentro de la financiación de la revuelta sertoriana, con cuyos tipos se acuñó también una gran masa de metal. Sobre este particular, Jenkins ( 168),a partir del tesoro de Palenzuela en
el que esta ceca posee una extraordinaria representación, consideró
que Bolskan no fue la principal ceca que acuñó la plata sertoriana, sino que Sertorio realizó una descentralización de acuñaciones debiendo abastecer cada una a un territorio determinado, aunque la importancia de algunas cecas pudiera hacer que su numario sobrepasara
estas demarcaciones. La dispersión de las acuñaciones de Sekobirikes
sobre la Península Ibérica y, en especial, la de los tesoros de este
período que las contienen, nos delimitan una zona ubicada fundamentalmente fuera del Valle del Ebro, en una demarcación limitada por el
Alto Duero, el Pisuerga y el Ebro. Por ello su presencia en el Valle del
(168)
JENKINS, 1958-a,pp. 62-63.
[page-n-308]
ANALISIS DE LOS TESOROS
307
Ebro es bastante marginal, situándose éste fuera de su área de mayor
influencia, habiendo aparecido estas acuñaciones únicamente en los
tesoros de Maluenda y Borja, ambos en la margen derecha del río
Ebro, con 1 y 11 ejemplares, respectivamente, y cuya proporción dentro de la composición de los tesoros es de 0'56 y 7'53%.
El estudio de la Numismática perteneciente al período sertoriano,
lleva implícito el tratar sobre uno de los dilemas más importantes que
tiene planteados hoy día la Numismática Ibérica. Se trata de los dos
lotes de monedas de bronce de Azaila. Sobre su cronología, harto discutida, no existe unanimidad entre todos los investigadores numismáticos, tanto españoles como extranjeros, que se han ocupado de los
mismos. En este trabajo, analizando las dos posiciones más importantes en cuanto a su datación, se ha considerado más verosímil su ocultación durante el período de las guerras sertorianas (169).
No vamos a extendernos excesivamente en el comentario de este
tesoro ya que recientemente se ha puesto una especial atención en él y
nosotros no haríamos sino repetir lo que ya se encuentra publicado.
Por esta razón sólo nos limitaremos a señalar sucintamente aquellos
aspectos que para nuestro tema sean más sobresalientes.
El análisis de los dos lotes del tesoro revela, en primera instancia,
el carácter de tesoro itinerante para el primero de ellos, y de formación local para el segundo.
Por tanto, el primer lote, compuesto por 110 monedas no va a ser
considerado como representativo del tipo de moneda usual que en estos momentos circulaba en Azaila y su entorno. En su composición
se encuentran representadas una gama mayor de talleres monetarios,
algunos de ellos situados a una considerable distancia del lugar de hallazgo, tales como Massalia y Carthago; pero el rasgo más sobresaliente, y diríamos más, alarmante, de este carácter itinerante es el hecho de la distinta proporción de monedas en las que las diversas cecas
están representadas, dándose el caso de que las cecas más próximas
no son las que ofrecen un mayor índice de presencia. La evidencia
más clara de ello nos la ofrece Kelse, que siendo la ceca más cercana
en este lote 1 sólo cuenta con 1 pieza mientras que en el lote 11, que veremos a continuación, alcanza el máximo número con 223 piezas; en
(169)Mantienen esta cronología CABRE, 192 1, pp. 25-33; VILLARONGA, 1962-a, p. 2 1;
CRAWFORD, 1969-a, núm. 220; ROMAGOSA, 1971-a, pp. 79-81; VILLARONGA, 1977-c,pp.
37-44; THOMPSON et alii, 1973, núm. 2.349; CHAVES, 1977, p. 85. En favor de una datación en torno al 45 a.c. : BELTRAN VILLAGRASA, 1945, pp. 135 y SS. ; BELTRAN MARTINEZ, 1964, pp. 79-86; BELTRAN LLORIS, M., 197 6-a, pp. 314-371; BELTRAN LLORIS, M.,
1978, pp. 93-125; DOMINGUEZ, 1979-a, p. 260.
[page-n-309]
308
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
general, esta contraposición se mantiene de un modo muy acentuado
en lo que se refiere a las cecas de la Sedetania.
El lote 1 es una muestra modélica representativa de una circula1
ción estrictamente local. Tiene, por tanto, un carácter totalmente diferente al anterior. En cuanto a su composición están presentes la mayor parte de las cecas de la Cuenca del Ebro, observándose que, en
gran medida, su cantidad se encuentra en relación con la proximidad
del centro emisor, y en el caso de algunas cecas como Kelse e Iltirta,
es ésta la única explicación para tan alta presencia en el tesoro, que
probablemente no estaría justificada sólo con su potencia de acuñación. En relación con esto, merece la pena traer a colación la observación que realizó Gaggero (170) sobre el importante número de monedas de Kelse en el sentido que, excepto en este tesoro y en los hallazgos de Numancia, en ningún caso su presencia en un tesoro supera los
tres ejemplares, lo que favorecería la causa de la proximidad. A esto
podríamos añadir que la ceca de Bolskan, que en estos momentos poseía una importante cantidad de numario en circulación, con lo que
podría ser comparable con Kelse, sólo aparece en el tesoro con 25 piezas, cantidad que es superada o igualada por cecas de las que se conocen en hallazgos esporádicos muy pocos ejemplares, y cuya presencia
dentro de la circulación monetaria del Valle del Ebro tuvo sin lugar a
dudas una menor entidad (17 1).
Las cecas hispánicas cuya localización se encuentra fuera de la
Cuenca del Ebro están, en el lote 11, muy poco representadas, hasta el
punto que los talleres de los que se encuentra un mayor número de
ejemplares no sobrepasan las 2 piezas, lo que viene a representar con
respecto al total de piezas del lote, el 0132%,como es el caso de Kese.
Con 1 ejemplar se encuentran las cecas más alejadas de Castulo y una
acuñación indeterminada de la Bética.
Las acuñaciones de la ceca de Roma, tanto en lo que se refiere al
primer lote como al segundo, no alcanzan dentro de su composición
un nivel de representación notorio, sino que, por el contrario, el primer lote únicamente contiene 5 piezas y el segundo 8. La escasa cantidad de moneda republicana motiva que no puedan ser utilizadas por
ellas mismas como una prueba concluyente de la cronología de tesoro, puesto que pueden tratarse de una circulación residual, habida
cuenta del largo periodo cronológico en que estuvieron los ases repu(1701 GAGGERO, 1976, p. 69 y nota 56.
(17 1) Compárese la dispersi6n de Bolskan (mapa 6) con la de Seteisken, Lakine y Belikion,
en los mapas núms. 16, 14, 17 y 5 de DOMINGUEZ, 1979-a.
[page-n-310]
ANALISIS DE LOS TESOROS
309
blicanos en circulación y, por ello, cabe la posibilidad de que no refleje el momento cronológico en que fueron acuñados.
De este modo las piezas republicanas que contiene el tesoro por
representar una mínima cantidad, dan a entender que en Azaila la
moneda republicana de bronce circulaba poco y, por otro lado, esta
misma impresión la ratifican los hallazgos esporádicos de monedas
del yacimiento en los que se encuentran totalmente ausentes.
Grupo 3."
Dentro del período 133-70 a.c. quedan comprendidos una serie
de tesoros cuya datación no es segura, bien a causa de su deficiente
conocimiento por la antigüedad de su reseña, bien porque el tipo de
monedas que contienen no poseen una cronología muy definida o puntual, a lo que ordinariamente se une la carencia de otras acuñaciones
datables con más precisión.
Los tesoros que a nuestro entender pueden ser colocados dentro
de este período son:
m
k
a
,
.A
N
Empúries 3
1. Pedrosa
1
Tarnarite de Litera
Calatayud
Can Joan d'en Cauna
Xarraca
x
=
6
2
x
6
1
6
x
700 3
120 1
+126
cantidad desconocida
Este conjunto de tesoros en general no modifica sustancialmente
lo que para este período se ha dicho a partir de las ocultaciones pertenecientes a los grupos 1.O y 2.O, sino que en la mayor parte de los casos
lo ratifican y complementan (mapa 4). Así, por ejemplo, el tesoro de
Empúries 3, formado por una escasa cantidad de monedas de Untikesken, no varía lo que ya se conocía en las ocultaciones de esta zona.
Basta recordar la composición de los lotes 2 y 4, de los que únicamente se distingue por no poseer acuñaciones republicanas. La inclusión
[page-n-311]
310
L CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A
en este período se fundamenta por la datación, post 143 a.c., que para el tipo Vives 15-1 1 propone Villaronga (172).
Una nueva información nos proporciona el lote de monedas de
bronce hallado en el pecio de Illa Pedrosa, en las costas de Girona.
Consiste en un conjunto de 16 monedas, ninguna de las cuales se encuentra acuñada en Hispania. La nave, según las monedas que contiene, procedería de las costas occidentales de Italia, como parece indicar la presencia de acuñaciones de Neapolis, y se dirigiría a Hispania
mediante una navegación de cabotaje, explicando de este modo la
presencia de piezas emitidas en Massalia y NarbondBéziers ( 173) y la
ausencia de monedas de las islas. Este hallazgo nos sitúa frente a un
modo por medio del cual, probablemente, entraron si no la mayor, sí
al menos buena parte de las acuñaciones extrapeninsulares, es decir,
por vía marítima.
Esto nos pone ante la evidencia de que de no haber naufragado la
nave, parte de las monedas hubiesen quedado en Hispania como pago
de cualquier pequeño servicio a sus tripulantes -téngase presente que
las monedas son de bronce-, enriqueciendo el espectro de cecas de la
ciudad portuaria en la que se quedaran y que, por lo tanto, alguna de
ellas no tiene el porqué indicar un comercio directo con sus lugares de
emisión y sí, en cambio, una corriente comercial que, por otra parte,
la que nos indican las monedas es totalmente cierta para las fechas en
que nos encontramos. Probablemente nos hallamos frente a un lote tipico de circulación marítima mediterránea formado por las monedas
de los puertos frecuentados por las naves.
De los dos hallazgos de la Cuenca del Ebro, el de Calatayud ratifica con mayor énfasis la preponderancia de las acuñaciones de la ceca
de Bolskan en esta zona del Valle del Jalón, como ya se había observado en la composición del tesoro de Maluenda.
Por último, se incorpora a este período la isla de Ebusus. Dos son
los tesoros que conocemos hipotéticamente datables a fines del siglo
1 a.c. y principios de 1a.c. El primero es Can Joan d'en Cauna, com1
puesto por 120 monedas de AE de Ebusus y 1 de 101. El segundo, el de
Xarraca que contenía 126 monedas de Ebusus, de las que 2 son de
AR. Sobre este último tesoro, M. Campo (174)manifestó sus dudas en
cuanto a la pertenencia al mismo de las dos piezas de plata, debido a
las circunstancias confusas en las que se produjo el hallazgo, y a la
distinta cronología que media entre la acuñación de éstas y las que
(172) VILLARONGA, 1977-a, p. 57, serie 12, núm. 55 y p. 3 1
(173) RICHARD-VILLARONGA, 1975; p. 73.
(174) CAMPO, 1976-a, p. 95.
[page-n-312]
ANALISIS DE LOS TESOROS
311
constituyen el grueso de la ocultación. No nos parece que deba extrañar el hecho de que estas monedas de plata estén en circulación o se
encuentren atesoradas un siglo después de su acuñación, dado el valor que adquiere la plata. Recuérdense por nombrar algunos, los tesoros de Sant Llop y La Barroca en cuyo contenido existían acuñaciones
de Emporion emitidas probablemente durante la Segunda Guerra Púnica. En cambio, sí que nos llama la atención la composición mixta de
acuñaciones de AR y AE, que como se habrá podido comprobar hasta
ahora no es frecuente.
En la isla de Ebusus el atesoramiento de monedas de pequeño módulo, tanto en este período como en el anterior, se nos presenta como
una constante que define el carácter de su circulación monetaria. Su
insularidad y la posesión de un taller monetario va a condicionar, de
un modo extraordinario, el autoabastecimiento y circulación casi exclusiva de su propia moneda. Así al menos parece deducirse de todos
los tesoros hasta ahora conocidos, en cuya composición sólo cabe señalar la existencia de una moneda de 101, y de la abrumadora proporción en la que aquéllas entran a formar parte de la circulación monetaria de la isla según los hallazgos esporádicos.
El amplio margen cronológico en el que se supone se acuñaron los
tipos más modernos de estas monedas, que según M. Campo ( 175)deben situarse entre el 125 y el 75 a.c., no permite la búsqueda de una
situación polígico-social en que se puedan inscribir los tesoros.
Con respecto al período anterior, notamos la inexistencia en Hispania de tesoros en los que se encuentren representadas las acuñaciones de Ebusus, con la sola excepción del lote 1 de Azaila, de carácter
itinerante, que contiene 1 ejemplar. Esta retracción de la expansión
de las acuñaciones de Ebusus queda también ratificada por los hallazgos esporádicos del grupo XIX de M. Campo (176), que son los que
ahora se acuñan y circulan.
No queremos cerrar este período sin antes observar cómo se distribuyen cronológicamente los hallazgos esporádicos de monedas de
AR y AE republicanos. La agrupación por décadas, según su fecha de
emisión (Fig. 41, nos ofrece en la franja costera, en donde el número
de hallazgos puede ser tenido en cuenta, dos zonas con una notable
diferencia. Al Norte de la línea del Ebro el aprovisionamiento monetario parece ser regular y muestra una progresiva tendencia ascendente
hasta que culmina en los años 89-80 a.c. En cambio, en la franja Sur
del Ebro, la alimentación es irregular y con un volumen menor que el
(175) CAMPO, 1976-a, pp. 90-91.
(176) CAMPO, 1976-a, pp. 132-139.
[page-n-313]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
C u e n c a
1
E b r o
Eivissa
L
m
M a l l o r c a
0
-
m
m
M e n o r c a
Año
Fig.
S
4. Monedas romano-republicanasfechadas con seguridad entre los años 130-70 a.c.,
haliadas en las zonas geográficas que se indica.
anterior, alternándose máximos y mínimos en décadas sucesivas, sin
coincidir el máximo de esta zona, que se sitúa en el 109-100 a.c., con
el de la zona catalana. En el resto de las áreas la Cuenca del Ebro y
Baleares, las cantidades de hallazgos no permiten el realizar este tipo
de comparación ya que únicamente registran mínimos y ausencias.
Estando así las cosas, lo más notable que se desprende de esta situación es que la circulación y aprovisionamiento monetario de mo-
[page-n-314]
ANALISIS DE LOS TESOROS
313
nedas republicanas en la zona de la actual Catalunya coincide, salvando las distancias, con el volumen de acuñaciones de la ceca de Roma (177),que nosotros hemos agrupado también en décadas para hacerlo parangonable dado que éste posee una estructura similar, ascendente a partir del 129-120 a.c. y que alcanzará su punto máximo
de acuñaciones durante los años 89-80 a.c.; y difiere con semejante
intensidad con el aprovisionamiento de la franja costera, al Sur del
Ebro. De todo ello podemos deducir que la zona de Catalunya poseía
un tipo de circulación monetaria de acuñaciones republicanas semajante a la italiana, ratificando lo que había observado Villaronga
(178)en la comparación pormenorizada que este autor realiza entre
los tesoros del Alt Emporda e Idanha-a-Velha y el volumen de acuñaciones de A republicana, en donde concluye que la composición del
R
tesoro del Alt Emporda es muy concordante con la circulación italiana.
En cambio, en la zona costera que ocupa el actual País Valenciano
y la provincia de Murcia, el volumen de hallazgos no coincide con el
volumen de acuñaciones de la ceca de Roma, lo cual nos indica que, si
la muestra que poseemos es representativa, la alimentación monetaria se realizaba de un modo independiente y completamente al margen, sin poderse comparar con la circulación monetaria italiana, ya
que aquélla registra máximos y mínimos en momentos distintos de los
que lo hace ésta.
PERIODO V (70-27 a.c.)
La Península Ibérica, después de la revuelta sertoriana, entrará
en un período de calma hasta que se vea afectada de nuevo por el desarrollo, que en ella tendrá lugar, de la guerra civil entre Pompeio y
sus hijos contra Cesar (179),a partir del 49 y hasta el 45 a.c. Pertenecientes a este período sólo conocemos dos tesoros, el de Llíria y el de
Fuente Alamo.
Roma Ikalkusken
Incierta Ibérica
Llíria
Fuente Alamo
(177)CRAWFORD, 1974, pp. 696-707.
(178)VILLARONGA, 1980-b, p. 113.
(179) HARMAND, 1970, pp. 183-203, con abundante bibliografia sobre el tema. Con respecto a la campaña de Africa puede verse ADCOCK, 1971, pp. 680-690.
[page-n-315]
314
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes que nada, hemos de decir que nos llama poderosamente la
atención el tipo de tesoro que para los años de este período se posee, y
que contrasta vivamente con la variedad de cecas existentes en los diversos tesoros del período anterior que reflejaban, aunque algunas
veces de un modo exiguo, la existencia de numerosas cecas.
Los dos Únicos tesoros que poseemos están compuestos, en su
práctica totalidad, por acuñaciones de AR republicana y tan sólo se
documenta en ellos un denario ibérico de Ikalkusken en el tesoro de
Fuente Alamo y otro en el de Llíria, del que se desconoce su ceca a
causa de la deficiente descripción que de la pieza se realiza (180).
No creemos que no circulara otro tipo de moneda que la republicana como pudiera deducirse de la composición de los tesoros. Por el
contrario, hallazgos más tardíos como el del tesoro de Villar del Alamo (Cuenca)( 181) nos indica que en época de Augusto todavía tenían
poder liberatorio los denarios ibéricos de Bolskan y Kese, lo cual se
explicaría por la buena calidad de la plata y por tener un peso idéntico al del denario romano.
La muerte de Sertorio en el año 72 a.c. y, como consecuencia, el
fin de la revuelta que éste promovió, tuvieron repercusiones en la
política monetaria de la Península Ibérica. La mayor parte de las cecas ibéricas dejaron de acuñar y las pocas que continuaron haciéndolo, emitieron monedas de bronce de baja calidad, con un arte muy degenerado que en ningún caso recuerda las anteriores emisiones. No
obstante, en Hispania debió quedar una considerable cantidad de moneda en circulación, que junto con la moneda republicana, debieron
satisfacer en parte las necesidades monetarias.
La estructura de los dos tesoros señalados es similar dentro de lo
que puede llegar a conocerse. Ignoramos la composición detallada de
la gran cantidad de denarios que constituían la ocultación de Fuente
Alamo, cuya escueta noticia de su hallazgo y composición nos ha llegado a través de Gómez Moreno (182).Por lo que respecta al de Llíria,
conocemos su composición a través del Manuscrito 190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia y por una publicación en la que Mommsen (183) daba noticia de él. En este tesoro las acuñaciones de la se(180)
Manuscrito 190 de la Biblioteca Universitaria de Valencia. Lo describe del siguiente
modo: «anverso, cabeza de un joven: reverso, jinete. Letras desconocidas)).
(181)
VILLARONGA, 1971-72, 305-320.Según una informacibn oral facilitada por el
pp.
profesor Martin Almagro Gorbea, este tesoro no es de Albacete, sino que procede de Villar del
Alamo, en la provincia de Cuenca.
(182)
GOMEZ MORENO, 1949, p. 183.
(183)
MOMMSEN, 1863, pp. 69-75.
[page-n-316]
ANALISIS DE LOS TESOROS
315
gunda mitad del siglo 1 a.c. (184),representan el 17'01%;los de la
1
primera mitad del siglo 1, el 48'53% y los que se acuñaron entre el 50
y el 44 a.c., fecha esta última de la moneda más moderna, el 34'23%.
Por lo que se refiere al porcentaje de monedas por aíío, para el primer
grupo es de 3'26; para el segundo es de 9'3 y para los seis años del
tercer grupo, el número de monedas es exorbitante, situándose en
54'66. En ninguno de los tesoros hasta ahora vistos en los que las acuñaciones republicanas poseen una considerable presencia, tan pocos
años han alcanzado un porcentaje tan elevado ni, por otra parte, han
desnivelado con respecto a los anteriores, ya que éste quintuplica ampliamente el porcentaje de monedas por año correspondiente a la primera mitad del siglo 1 a.c. Es obvio, por tanto, que este tesoro se incrementó notablemente con estas acuñaciones recientes, de entre las
que conviene destacar que el tipo RRC 443, 1, emitido por Cesar, alcanza él sólo el 13'98%de la composición total del tesoro. Estas monedas pertenecen a la primera emisión militar de Cesar, siendo de taller
móvil (185).
Las emisiones de AR atribuidas a Hispania representan el 10f33%,
distrihuyéndose un 7'93% para las realizadas por Cesar y un 2'44%
para las del campo pompeiano. Esta distinta y clara distribución de
las acuñaciones que componen el tesoro, en el que dominan las acuñaciones de Cesar y el término post quem establecido por el denario
RRC 480, 17 en el 44 a.c., dan pie para poder aventurar la posibilidad
de que se trate de una bolsa de una persona del bando cesariano o
muy relacionada con él, que ha visto incrementada considerablemente su fortuna con las acuñaciones de este período de la guerra civil, al
cual pertenece un tercio de la cantidad total del tesoro.
En el histograma adjunto (Fig. 6) de la composición del tesoro
comprobamos, si se compara con el del Alt Empordii (Fig. 3) y con el
del volumen de acuñaciones de AR de la ceca de Roma (Fig. 5), que
existe una estrecha semejanza con ambos, coincidiendo en todos ellos
los intervalos que les son comunes, con una mayor densidad de acuñaciones en los años 89-80 a.c. En el tesoro que nos ocupa, la distancia cronológica entre la fecha de ocultación y el intervalo mencionado, sumado a la abundancia de emisiones que se acuñaron en tiempos
de Cesar, van a ser la causa de que el volumen de los años 89-80 a.c.
pase a segundo término y sea en el 49-44 a.c. cuando alcanza su ma(184)Rectificamos el error cometido por nosotros en un trabajo anterior, RIPOLLES,
1980-a, al colocar como monedas más antiguas de este tesoro dos denarios RRC, 134,la,
siendo lo correcto el tipo RRC 53,l.
(185)CRAWFORD, 1974, p. 89.
[page-n-317]
316
Fig.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
5. Volumen de las acuñaciones romano-republicanas, según CRAWFORD, 1974.
Llíria
; 3000 zoo0
;1 0 0 1
Fig.
6. Composición de denarios romano-republicanos del tesoro de
Lliria.
yor presencia. También se hace notar, a pesar del tiempo transcurrido, el aprovisionamiento de los años 139-130, que se ha venido detectando en los hallazgos esporádicos y tesoros de toda la franja costera.
Es difícil encontrar el origen de estas ocultaciones, pero es probable que el hallazgo de Fuente Alamo pudiera ponerse en relación con
la presencia de Cesar en Hispania en su lucha contra los pompeianos,
aunque no son más que meras conjeturas dado que desconocemos el
término post quem. Por lo que se refiere al tesoro de Llíria, la presencia relativamente abundante de acuñaciones emitidas en Hispania
niega cualquier posibilidad de formación extrapeninsular. Sobre su
ocultación, en un momento en el que había finalizado la guerra civil,
no nos atrevemos a buscarle una causa porque quizás no la tenga, tratándose simplemente de la muerte inesperada de su tesaurizador.
La localización de estos tesoros se sitúa en la franja costero-oriental, en este caso en el tercio Sur de la Tarraconense Mediterránea
(mapa 4). Una constante que se habrá podido observar en todos los
períodos cronológicos hasta ahora comentados y en el que sigue, es la
existencia de algún tesoro en esta zona.
[page-n-318]
ANALISIS DE LOS TESOROS
317
La presencia de estas ocultaciones, en las que aparece un elevado número de A republicano, se encuentra dentro de lo que parece ser
R
normal en la franja litoral, a partir del último tercio del siglo 11 a.c.
A partir de la composición de los dos tesoros, podríamos deducir
una abundante circulación y aprovisionamiento de plata republicana
durante este período. Sin embargo, nos parece importante ver qué información nos proporcionan los hallazgos esporádicos de monedas republicanas para comprobar si el aumento en el aprovisionamiento
que parecen querer indicar los tesoros que conocemos, se paraleliza
con estos últimos o, por el contrario, la existencia de estas masas monetales no constituye un reflejo de la cantidad de este tipo de numario, que llegaba y circulaba al menos en la franja costera, al Sur del
río Ebro.
El total de hallazgos casuales de monedas republicanas que conocemos queda expuesto en el siguiente cuadro:
2
A
R
Ca talunya
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
35
A
E
5
11
1
V)
2
4
Fp
Eivissa
~all&ca
Menorca
1
5
3
6
En primer lugar, comprobamos la reducción en el volumen de la
masa de este tipo de acuñaciones en relación con el período anterior,
y que porcentualmente se sitúa aproximadamente por debajo del 50%,
para todas las zonas de comentamos, con la única excepción de Mallorca, que adquiere un ligero incremento, dentro de unas cantidades
muy modestas.
El aprovisionamiento que ahora se documenta en las distintas zonas no ofrece ningún cambio con respecto al período anterior, si exceptuamos el descenso señalado. En la Cuenca del Ebro nos encontramos con 1 solo hallazgo, un denario acuñado por M. Antonio y hallado
en Bilbilis. En la franja mediterránea, los denarios romanos se documentan de Norte a Sur, encontrándose bastante repartidos y en unas
cantidades que dependen de la importancia y prospecciones realizadas en los distintos yacimientos arqueológicos. Por lo tanto, todo pa-
[page-n-319]
318
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
rece indicar que en la Cuenca del Ebro la circulación del denario romano fue siempre débil en comparación con la franja costero-oriental, debiéndose componer ahora el grueso de su circulación monetaria
de acuñaciones efectuadas en el período anterior.
Los hallazgos esporádicos de moneda republicana (Fig. 7) con cronología segura agrupados según su fecha de emisión, nos indican la
existencia de un máximo de aprovisionamiento con acuñaciones durante los años 49-40 a.c., que se aprecia claramente en las tres zonas
en las que éste adquiere una cierta representación, como es el caso de
toda la franja litoral y la isla de Mallorca.
Con respecto a la representatividad o no de estos tesoros de la circulación monetaria de la franja mediterránea, ahora que disponemos
P a í s V a l e n c i a n o
y M u r c i a
Catalunya
C u e n c a
Ebro
i
Eivissa
m
M a l l o r c a
I
m
a
2
M e n o r c a
A ñ o s
Fig.
1
70
60
5O
4O
1
3O
1
2O
7. Monedas romano-republicanas fechadas con seguridad entre los anos 70-30 a.c.,
halladas en las zonas geográficas que se indica.
[page-n-320]
ANALISIS DE LOS TESOROS
319
de la composición detallada de1 tesoro de Llíria podemos comprobar
que es precisamente en los años 49-40 a.c. cuando engrosan notablemente su contenido, alcanzando las acuñaciones de estos años el 34%
del total. Sin embargo, el tipo de aprovisionamiento que refleja este
tesoro se acerca más al que se documenta en la franja costera desde
Emporion a Dertosa, que a la que se extiende desde Dertosa a Carthago Nova, por cuanto que en esta última, en los hallazgos esporádicos
no se registra la tónica alcista desde el 50 al 80 a.c., y tampoco se establece el máximo absoluto de aprovisionamiento en los años 89-80
a.c. En consecuencia, podemos decir que el aprovisionamiento monetario en el pasillo costero entre Dertosa y Carthago Nova, en pocas
ocasiones se corresponde con el volumen de acuñaciones de la ceca de
Roma, a diferencia de la zona comprendida entre Emporion y Dertosa
en donde coinciden a partir del 150 a.c. los tesoros, los hallazgos esporádicos y las emisiones de Roma.
En otro orden de cosas, una cuestión importante que nos plantea
este período es si las acuñaciones propiamente ibéricas se continuaron emitiendo o, por el contrario, los vencedores de Sertorio cerraron
todos los talleres del interior y de la costa. Sobre esta cuestión no existe
un estudio concreto, siendo además un problema de dificil solución,
aunque una cosa sí que es evidente y es el hecho de que durante este
período posterior al 70 a.c. no se volvió a acuñar AR ibérica. En el Valle del Ebro muchas cecas que en el período anterior tuvieron una producción muy prolija, ahora se encuentran cerradas, documentándose
según Dominguez (186) el funcionamiento de algunas cecas, en su
mayor parte de escasa importancia como son las emisiones de Arsaos
(187), Iaka (1881, Bentian (189) y Kelse (190).
En el Nordeste, para la ceca de Untikesken, Villaronga (191) no
sitúa en este período ninguna emisión, debiéndose acuñar a partir del
44 a.c. las series con leyenda latina. Las acuñaciones del grupo centro catalán y ausetano tampoco parece que siguieran acuñando (192).
(186)DOMINGUEZ, 1979-a, pp. 282-284. Incluye además de los que se citan, a Tamaniu: VIVES, 37-2 y Terkakom: VIVES, 48-1,2, que por estar en Azaila, creemos que se acuiiaron antes del 72 a.c. También sitúa en este período a Belikiom: VIVES, 44-6; sobre estas acunaciones VILLARONGA, 1979-a, p. 170, considera que los denarios con marca Be1 son anteriores a los que llevan Be y que estos Últimos son coethneos de los grupos prepalenzuela y palenzuela de Bolskan.
(187)VIVES, 49-1, 3 y 4.
(188)VIVES, 49-1.
(189)VIVES, 44-1, 7.
(190) VIVES, 62-7 y las bilingües 9-1 1.
(191 VILLARONGA, 1977-a, pp. 28, 31.
(192)VILLARONGA, 1973-b, p. 35 y 1974-a, p. 30.
[page-n-321]
320
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A la ceca de Kese es posible que puedan atribuirsele con posterioridad
al 70 a.c. las emisiones con símbolo palma; 1 L; Ti N; A; 1S (193).En
condiciones similares se encuentra Iltirta, para la que Villaronga
(194) sitúa entre el 80-72 a.c. unas emisiones de mala calidad y que
es posible que sobrepasasen el marco cronológico por él establecido.
La ceca de Valentia cierra con toda seguridad antes del 70 a.c. (195).
Las de Saitabi y Kili, con acuñaciones bilingües (196),continúan funcionando aunque en una fecha que desconocemos y con unas acuñaciones muy cortas, a juzgar por el escaso número de ejemplares que
han sido recuperados.
No podemos dejar de mencionar las opiniones vertidas al respecto
por Crawford y Gaggero (197),quienes consideran que las acuñaciones ibéricas fueron suprimidas después de la derrota de Sertorio, y las
que años antes publicaran A. Beltrán y M. Valls ( 198)en sentido contrario, situando el fin de las acuñaciones ibéricas en el 45 a.c., después de la batalla de Munda, aunque ambos investigadores no consideran que esta fecha pueda ser extensible a todas las cecas, como
quiere hacer creer Gaggero ( 199).
Independientemente del cierre de las cecas ibéricas, el otro hecho
importante que acontece en este período es el fin de las acuñaciones
en las que aparece el alfabeto ibérico, representadas estas últimas
emisiones por las acuñaciones que son bilingües, para las que los investigadores numismáticos admiten unánimemente la fecha límite de los
años 45-44 a.c. (200),habiendo sido alguna de ellas atribuida a los
pompeianos ( 2 01).
En resumen, nos encontramos con que la gran producción de moneda ibérica se paralizó, y sólo parece documentarse unas emisiones
para las que es difícil establecer con seguridad la fecha de su acuñación por falta de tesoros, que pudieron surgir para paliar de algún modo el brusco corte en la emisión de moneda ibérica pero que, en
ningún caso, tuvieron una importancia decisiva dentro de la circulación monetaria ibérica.
( 1 93) Villaronga, en su estudio sobre la ceca de Kese, aún inédito, sitúa estas acuiaciones
a principios del siglo 1 a.c.
(194) VILLARONGA, 1978-a, p. 44.
(195)BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 25.
(196) VIVES, 20-10 y 21-2.
(197) CRAWFORD, 1969-b, p. 84; GAGGERO, 1976, p. 61.
(198)Véase la nota 196.
(199) GAGGERO, 1976, p. 61, nota 20.
(200)BELTRAN MARTINEZ, 1950, p. 3 17; MARTIN VALLS, 1967, p. 1 1 ; VILLARONGA,
1979-a, p. 229; BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 23-24.
(201)VILLARONGA, 1967-b, pp. 133-142.
[page-n-322]
ANALISIS DE LOS TESOROS
321
Por otro lado, se ha visto que el aprovisionamiento monetario que
se detecta a través de los hallazgos esporádicos de A republicanos
R
indica un ostensible retroceso. Así pues, a pesar de que continuaran
circulando las acuñaciones del período anterior, el descenso de alimentación de moneda republicana unido a la reducida cantidad de
talleres que ahora emiten producirá una penuria monetaria que, ante
la imposibilidad de Roma de abastecer las necesidades de Hispania,
explica la apertura de los talleres de acuñaciones hispano-romanas
ubicados en municipios y colonias.
PERIODO VI (27 a.c.-54 d.c.)
Con la dinastía Julio-Claudia va a dar comienzo el último gran
período de acuñaciones peninsulares (202)de la antigüedad. Durante
este tiempo se va a desarrollar una fase completa, con un principio y
un fin muy bien delimitados. Con Augusto se va a producir una floración extraordinaria de talleres monetarios que únicamente es comparable a la que se produjo durante los siglos Ii-1 a.c. Con el resto de emperadores la actividad es variable en cuanto al número de cecas que
funcionan; con Tiberio aumentan y con Calígula disminuyen hasta
desaparecer, con este emperador, toda actividad de acuñación en
Hispania. Queda el caso excepcional de Ebusus que, parece ser, acuña
durante el reinado de Claudio 1,quizás a causa de la insularidad o por
ser ésta una ((insula foederata)) (203).
El carácter autónomo que van a tener las acuñaciones de bronce
de Hispania, implica que su área de circulación se encontraba restringida teóricamente a un área local, detentando solamente la prerrogativa de la libre circulación por todo el Imperio, las acuñaciones de los
talleres senatoriales e imperiales. Dentro de las imperiales habría que
situar las emisiones de A atribuidas a Hispania (204).
R
A pesar del carácter de circulación restringida de las emisiones
hispano-romanas, éstas van a desempeñar una función muy importante cuantitativamente dentro de la circulación monetaria de Hispania, lo cual refrendaría la razón económica de estas acuñaciones
(205) que tendrían por objeto resolver el problema de la escasez de
(202)Sobre estas acufiaciones hispano-romanas, véase BELTRAN MARTINEZ, 1977, pp.
35-53, en donde se incluye una exhaustiva bibliografía, a la que s610 cabria añadir, VILLARONGA, 1979-a, pp. 253 y SS.;y los importantes estudios de BELTRAN LLORIS, F., 1978, pp.
169-211; BELTRAN LLORIS, M-BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 9-98.
(203) CAMPO, 1976-c, p. 159; BELTRAN MARTINEZ, 1977 p. 38.
(204)BMC, 1, pp. CVIII-CXII; GIARD, 1976, pp. 45-49; WALKER, 1976, pp. 8, 9 y 23.
(205) GRANT, 1946, pp. 295-301 y en las pp. 290-294, argumenta motivos fundacionales
para la acuñación de algunas monedas. Véase en torno a estas opiniones el comentario de
BELTRAN LLORIS, F., 1978, PP. 170-171.
[page-n-323]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
322
moneda de bronce (206) que la Península Ibérica debía padecer, al
existir muy pocas cecas en funcionamiento y al no ser capaz el estado
rornano de alimentar monetariamente sin dificultad a un imperio en
constante expansión (207).
Los tesoros que durante este período conocemos que afecten directamente a nuestra exposición, se reducen a dos: el de Ablitas, en
Tudela, y el de La Pobla de Mafumet, cerca de Tarragona (mapa 4).
i
(d
u
-E:
'L>
e
(d
C>
.g
cd
(d
J
u
3
2 5
M
2
g
cn
.r<
2
k
.
2
2
g
t
:
-2
2
H
3
Ablitas
Pobla de
Mafumet
19
2
29 26
2
2
17
4
250
I
El primero de ellos, mal conocido en cuanto a que se ignoran las
referencias bibliográficas de las monedas que contenía la ocultación,
posee según Mateu y Llopis un término post quem situable dentro del
reinado de Augusto. Con esta datación y con una localización bastante septentrional dentro del curso del río Ebro, podría pensarse en unas
posibles relaciones con los acontecimientos bélicos de las Guerras
Cántabras (208), aunque no existe ninguna seguridad para poderlo
afirmar.
La composición de las cecas y el tipo de acuñaciones que lo integran nos indican la circulación en esta época de las acuñaciones ibéricas conjuntamente con las hispano-romanas, fenómeno éste que no es
sorprendente por inesperado, ya que se había comprobado con anterioridad la larga pervivencia de las acuñaciones ibéricas en el tiempo.
En este sentido, fuera de nuestro marco geográfico también se documenta esta circulación tardía de acuñaciones ibéricas, como es el caso del tesoro de Villar del Alamo (209)en el que el 24'38% de su com(206)
BELTRAN MARTINEZ, 1977, p. 36.
(207)
BELTRAN LLORIS, F., 1978, p. 171.
Para este tema véase RODRIGUEZ COLMENERO, 1979.
(208)
VILLARONGA, 1971-72,pp. 305-320.Véase la nota 181.
(209)
[page-n-324]
ANALISIS DE LOS TESOROS
323
posición estaba formada por denarios de Bolskan y también contenía
1 denario de Kese; en una situación similar se encuentra el tesoro de
Tricio (21O).
La distinta composición numérica en la que entran a formar parte
del tesoro de Ablitas las distintas cecas, nos indicará la importancia
de éstas dentro de la circulación monetaria del alto Valle del Ebro. No
obstante, por poseer un único hallazgo, estos datos tienen que ser considerados con cautela. La ceca con el porcentaje más elevado corresponde a Lepida-Celsa, con un 27'88%.De similar importancia, aunque
situada mucho más cerca del lugar del hallazgo, se encuentra Caesaraugusta que representa el 25%. Las otras dos cecas que poseen una
presencia notable son Bilbilis y Calagurris, con un 18'26 y 16'34%,
respectivamente. Las acuñaciones ibéricas no tienen un considerable
peso ya que tan sólo alcanzan el 4'80%. De todo ello, se comprueba la
importancia de las acuñaciones de Celsa que, a pesar de encontrarse
a una distancia mucho mayor que Caesaraugusta, Bilbilis y Calagurris, entra a formar parte del tesoro con una cantidad ligeramente superior a las cecas citadas.
Las tres cecas mencionadas anteriormente van a ser también importantes y constituirán puntos fuertes sobre los que se asentará la
circulación monetaria, no sólo del Valle del Ebro, sino que estas acuñaciones se proyectarán hacia la franja costera, en especial la zona situada al Sur del río Llobregat, que se encontraba falta de talleres con
una fecunda producción monetaria capaz de atender sus necesidades.
Esto se comprueba fácilmente si tenemos en cuenta que en la zona de
Levante (211), durante este período, las cecas de la Cuenca del Ebro,
entre las que destacan por orden de importancia Caesaraugusta, Celsa y Bilbilis, constituyen el 23'27% del total del numario aportado por
las cecas peninsulares. En algunas zonas de Catalunya también se documenta este aporte importante de las cecas de la Cuenca del Ebro,
como es el caso de la comarca de El Penedés (212), en donde estas
acuñaciones aportan el 50% del numario total.
Un hecho que no debe pasar desapercibido es la inexistencia de
acuñaciones imperiales extrapeninsulares en el tesoro de Ablitas, lo
cual no nos produce ningún tipo de extrañeza por cuanto que el tesoro
es de bronce, y dada la gran producción de este tipo de moneda que se
está acuñando en estas fechas, parece lógico que no las contenga.
Por otro lado, los hallazgos esporádicos de moneda imperial
(210) GOMEZ MORENO, 1949, p. 183.
(211) RIPOLLES, 1980-a, PP. 149-151.
(212) RAFEL, 1979, p. 19.
[page-n-325]
324
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
extrapeninsular agrupados para la totalidad de la Cuenca del Ebro, son
muy elocuentes (mapas 7, 8, 9 y 10) y de ellos podemos realizar el siguiente cuadro (2i 3 ):
Augusto
Tiberio
Calígula
Claudio
AR
AE
¿
1
A
U
2
4
2
4
4
11
19
1
TOTAL
7
4
2
5
11
22
3
La visualización del cuadro inmediato, aunque no se cuente con el
total de monedas de cecas peninsulares para poderlo comparar con él
y de este modo establecer el porcentaje con el que participan en la circulación monetaria, nos indica la escasa intensidad de su presencia.
Una situación análoga es la que nos presenta la zona de Catalunya
(mapas 7, 8, 9 y 1O), como se puede apreciar en el cuadro siguiente,
en el que se excluyen los datos relativos a Emporion (214).
A
U
Augusto
Tiberio
Calígula
Claudio
AR
AE
?
1
3
3
16
9
2
1
1
13
18
29
23
TOTAL
21
12
2
14
18
52
Estas cantidades si las traducimos a monedas por año podemos
considerar que son parangonables entre sí y con las que se obtienen
en el País Valenciano y Murcia (215).
Vemos, en consecuencia, que el aprovisionamiento durante el
período de Tiberio decae en el País Valenciano y Murcia y en la Cuen(213)En el cuadro no se incluyen las monedas del Museo de Logroiio (MARTIN BUENO,
1974-b, PP. 67-80).
(214) Los datos de esta ciudad por su excesiva abundancia no se incluyen para no distorsionar los porcentajes. Estos se pueden ver en la p. 722 y los comentarios sobre el aprovisionamiento de Claudio 1 en la p. 724.
(215)RIPOLLES, 1980-a, p. 153.
[page-n-326]
ANALISIS DE LOS TESOROS
NEMAUSUS
325
-*
r PARIUM
ITALIA
A LUGDUNUM
INCIERTA
Mapa 7. - Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Augusto: 1, EmpUries; 2,
Museo de Girona; 3, Caldes de Malavella; 4, Lloret de Mar; 5, Can Xammar; 6, Burriac; 7,
Caldes de Montbuí; 8, Bóvila; 9, Can Butinya; 10, Barcelona; 11, Comarca de E1 Penedés; 12,
Font de N'Horta; 13, Tarragona; 14, Museo de Logroño; 15, Cabezuelo; 16, Laperdiguera;
17, Cillas; 18, Moleta dels Frares; 19, Torre del Rei; 20, San Agustín; 21, Sagunt; 22, Llíria;
23, Satarenya; 24, Museo de Alcoi; 25, Monastil; 26, La Albufereta; 27, Museo de Alacant;
28, Elx; 29, Eivissa; 30, Lluchmajor; 31, L'Alcudia; 32, Sa Porrasa; 33, Menorca; 34, Talati
de Dalt. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-327]
326
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 8. - Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Tiberio: 1, Liívia; 2, Roses; 3, Empúries; 4, Museo de Girona; 5, Caides de MalaveUa; 6, Vilassar de Mar; 7, Barcelona; 8, Igualada; 9, Vilanova del Carní; 10, Castellet i Gornal; 11, Museo de Tarragona; 12,
Tivissa; 13, Museo de Logroño; 14, Barranco de Valdecarro; 15, Zaragoza; 16, Morella; 17,
Cau de la Figuera; 18, Pla de 1'Arc; 19, Vilafamés; 20, Cabeco de Mariola; 21, Museo de Alcoi; 22, Museo de Alacant; 23, Serra de Font Calent; 24, Elx; 25, Eivissa; 26, L'Alcudia; 27,
Menorca; 28, Maó. Clave d e símbolos en pág. 524.
[page-n-328]
ANALISIS DE LOS TESOROS
327
-
Mapa 9. Dispersión de las acuñaciones extrapeninsulares de Caiígula: 1, Empúries, 2,
Museo de Girona; 3, Barranco de Valdecarro; 4, Can Xammar; 5, Sant Marti Sarroca; 6, Pla
de 1'Arc; 7, ~ravesa; Museo de Alcoi; 9, L'Alcudia; 10, Menorca. Clave de simbolos en
8,
pág. 524.
ca del Ebro, quizás motivado por la intensa política monetaria que va
a promover este emperador (216), ya que de trece cecas que se encontraban en funcionamiento en la Citerior durante el reinado de Augus(216) BELTRAN LLORIS, M.-BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 34.
[page-n-329]
328
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 10. - Dispersión de las acuñaciones de Claudio 1: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Vic; 4,
Museo de Girona; 5, Ullastret; 6, Moia; 7, Manresa; 8, La Garriga; 9, Tarrasa; 10, Cabrera
de Mar; 11, Caputxins; 12, Masnou; 13, Badalona; 14, Barcelona; 15, E1 Palau; 16, Belianes;
17, Pobla de Mafumet; 18, La Bisbal del Penedés; 19, Vida d'ordi; 20, Comarca de El P e
nedés; 21, Vendrell; 22, Tarragona; 23, Pórporas; 24, Pamplona; 25, Museo de Logroño; 26,
La Torre del Mur; 27, Museo de Huesca; 28, Tamarite de Litera; 29, Cerro Bámbola y Museo
de Calatayud; 30, Bujaraloz; 31, Torre Chueca; 32, El Som; 33, El Poyo; 34, Moleta dels Frares; 35, Morella; 36, Vilafamés; 37, Pla de l'Arc; 38, Castelló; 39, Madrigal; 40, La Regenta;
41. Segorbe; 42, La Vilavella; 43, Benicató; 44, Sagunt; 45, Smarcas; 46, Los Villares; 47,
Cambrillas; 48, La Carencia; 49, Travesa; 50, BBlgida; 51, Cova de les Meravelles; 52, Cabeqo de Mariola; 53, Castell d'Ambra; 54, Museo de Alcoi; 55, Museo de Alacant; 56, Elx; 57,
Lluchmajor; 58, L'Alcudia; 59, Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-330]
ANALISIS DE LOS TESOROS
329
to, con Tiberio van a pasar a ser diecinueve, y de ellas ocho están situadas en la Cuenca del Ebro. Se debió incrementar, por tanto, el volumen de moneda circulante de procedencia local, que como consecuencia produciría un retraimiento en el aprovisionamiento por parte
de las cecas imperiales y senatoriales.
Catalunya
Augusto
Tiberio
C alígula
Claudio
0'52
0'52
0'50
6'4 1
País Valenciano
y Murcia
Cuenca del Ebro
-
0'49
0'34
1'50
4'2 3
0'2 1
0'1 7
0'50
2'92
En cambio, el porcentaje para la globalidad de Catalunya se mantiene durante la época de Tiberio en el mismo nivel que durante el reinado de Augusto; ello se podría explicar por la existencia de un menor
número de cecas que se ubican en esta zona, aunque la vecindad del
Valle del Ebro mitigara esta falta, y por la proximidad a la Galia de
donde le llegaría un mayor número de acuñaciones imperiales y senatoriales (véase cómo afecta esta proximidad en la dispersión de estas
acuñaciones en los mapai 7, 8 y 10).
En el corto período del reinado de Calígula se ve claramente cómo
el aprovisionamiento de las cecas oficiales, en general, aumenta de un
modo considerable. Este incremento quizás se encuentre relacionado
con la supresión de un número importante de talleres que éste
efectúa, quedando únicamente en servicio siete de ellos, situados todos en la Tarraconense. Sin embargo, el corto período de su mandato
y la retirada de sus monedas de la circulación después de muerto,
pueden alterar sustancialmente los datos que poseemos que, aún así,
son considerablemente altos.
El cierre de los talleres hispano-romanos a fines del reinado de
Caligula (217) y la no apertura de los mismos durante el reinado de
Claudio 1, será la causa de la importante alza en el aprovisionamiento
de monedas por año que en todas ellas se aprecia, aunque no exista
una cierta unanimidad en las tres zonas geográficas señaladas. Las
necesidades monetarias tendrán que ser cubiertas a partir de ahora
por las emisiones oficiales, y si se tiene en cuenta que la ceca senatorial de Roma estuvo cerrada gran parte del reinado de Claudio, se en(217)
GRANT, 1950,p. 271. Para sus causas, véase también ETIENNE, 1958,pp. 437438; RODEWALD, 1976, pp. 70-71.
[page-n-331]
330
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tiende que no sean capaces de abastecer la demanda monetaria que
existía en el imperio, no siendo una excepción Hispania, produciéndose en ellas las imitaciones locales con circulación lega1 (218)de los tipos acuñados en la ceca senatorial de Roma, que se documenta en
otras partes del Imperio (219).
Dentro de este último período de la dinastía Julio-Claudia es donde se sitúa la segunda ocultación que conocemos. Se trata del tesoro
de la Pobla de Mafumet (220),el cual está formado por 250 piezas de
bronce de Claudio 1, de las que 150 se conservan en el Museo Arqueológico Provincial de Tarragona y han podido ser estudiados 152 ejemplares. La datación de las monedas que lo integran se ha situado, casi
con toda seguridad, en el año 41-42 d.C.
La nueva situación monetaria en la que se va a encontrar Hispania, en la que teóricamente todo el aprovisionamiento monetario va a
proceder del exterior, al no volver a funcionar los talleres municipales
y coloniales, se nos presenta ahora, en los primeros años del reinado
,
de Claudio 1 como un hecho consolidado al encontrarnos con un tesoro homogéneo de monedas de bronce acuñadas en Roma, que por el
estado de conservación y por la fecha de emisión de las monedas, va a
poner de relieve la rapidez con la que llega el aprovisionamiento monetario desde la capital del Imperio.
Sin embargo, la existencia de acuñaciones locales de las emisiones de este emperador, casi con toda seguridad realizadas en Hispania (22l ) ,cambian sustancialmente esta situación, en menor medida
para los valores altos de bronce, como son los sestercios y dupondios,
que para los ases. En un reciente estudio sobre la circulación de las
monedas de Claudio en Hispania, se ha observado que los primeros
valores citados fueron menos imitados que el segundo. Los porcentajes de las monedas de imitación son del 16 y 25%para los sestercios y
dupondios y del 90%, aproximadamente, para los ases (222).
(218) BOST-PEREIRA, 1974, pp. 167-181 ; CAMPO, 1974-b, pp. 155-1 63; GURT, 1975,
pp. 109-125; id., 1978, pp. 213-219; VILLARONGA, 1979-d, pp. 172-173.
(219) SUTHERLAND, 1935; GIARD, 1970, pp. 31-61 ; id., 1975, pp. 81-1 12.
(220) Sobre este tesoro, véase la reciente publicación de CAMPO-RICHARD-KAENEL,
1981.
(221) Véase la nota 218.
(222) CAMPO-RICHARD-KAENEL, 198 1 , PP. 70-73.
[page-n-332]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
ANALISIS DE LA M A S A MONETARIA DE ALGUNAS
CIUDADES DE LA TARRACONENSE MEDITERRANEA
El análisis de la circulación monetaria de las ciudades se va a
centrar, preferentemente, en los hallazgos esporádicos efectuados en
ellas. Por lo general, la información no es muy abundante, quedando
condicionada esta relativa escasez a la periodicidad y frecuencia con
que se han realizado sondeos en los diversos yacimientos arqueológicos. En este sentido, se debe destacar que aquellas ciudades en las
que el hábitat no se ha abandonado hasta la actualidad son las que
menor cantidad de hallazgos nos proporcionan, aunque se tenga constancia de múltiples hallazgos efectuados al margen de excavaciones
arqueológicas y que, por otra parte, nunca han sido publicados.
No se ha producido una elección a priori de las ciudades y zonas
geográficas que van a ser analizadas (mapa 11), sino que nos henios
visto forzados a detenernos en el estudio de aquellas ciudades para
las que se cuenta con unas cantidades de monedas que, en ocasiones
-hemos de admitirlo- se encuentran por debajo del mínimo aconsejable para que las conclusiones tengan la solidez deseable. Por ello, de
ordinario, no se corresponde la importancia que tuvieron las ciudades, durante la etapa cronológica que comprende nuestro estudio, con
la cuantía de la muestra de hallazgos de monedas que de ellas se conoce en la actualidad; ejemplo de ello pueden ser Valentia, Saitabi,
[page-n-333]
332
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 11. - Localización de las zonas y ciudades en las que se analiza la circulación monetaria: 1,Emporion; 2, Ullastret; 3, Iluro (Mataró);4, ilturo (Burriac);5, Barcino; 6, Comarca de El Penedés; 7, Kese-Tarraco; 8, Serra de I'Espasa; 9, Sant Miquel (Vinebre);10, Morella; 11, Moleta dels Frares; 12, Arse-Saguntum; 13, Valentia; 14, Kelin (LosVillares); 15, Saitabi; 16, Zona de Alacant; 17, Ilici; 18, Zona de Murcia; 19, Cabezo Agudo; 20, Menorca; 21,
Pollentia; 22, Ebusus; 23, Zona de Pamplona; 24, Museo de Logroño; 25, Calagurris; 26, Arcobriga; 27, Bilbilis; 28, Cabezo de las Minas; 29, Zona de Huesca; 30, Azaila; 31, zona de
Lleida.
[page-n-334]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
333
Bilbilis y Calagurris. Por esta misma razón nos hemos visto obligados
a no poder estudiar, por una insuficiente información, el comportamiento monetario de ciudades tan importantes como lo fueron Iltirta,
Turiasu, Dertosa, Caesaraugusta, Llíria (LEdeta?)y Carthago Nova,
bien durante el período republicano, imperial o en ambos.
El estudio que a continuación se presenta, intenta apurar al máximo la clasificación cronológica de las piezas que conocemos siempre y
cuando ello pueda ser posible. Se entenderá, pues, que la elección de
los períodos cronológicos que engloban los materiales numismáticos
estará motivada por el grado de exactitud de la información sobre los
hallazgos monetarios producidos en cada una de ellas, en especial,
por el que aporta su publicación.
La estructura de los períodos cronológicos a través de los cuales
se visualizará, en la medida de lo posible, la evolución de la circulación monetaria es, salvo pequeñas modificaciones, la que ya utilizamos en un anterior trabajo relacionado con el aprovisionamiento monetario del actual País Valenciano. El único cambio que merece la pena ser destacado es el de la fecha final del período 111, que entonces
situábamos en el 140 mediante criterios puramente numismáticos, y
que ahora consideramos que se encuentra un poco desligada de los
acontecimientos históricos de la Península Ibérica. Actualmente creemos que la fecha del 133 se adapta mejor para clausurar el período,
englobando de este modo dentro del mismo la etapa de las guerras de
la Celtiberia y delimita, con mayor precisión, el inicio de la mayoría
de las acuñaciones del Valle del Ebro.
EMPORION (Empúries, La Escala, Gikona)
La ciudad de Emporion no necesita ningún tipo de presentación
por ser una de las ciudades más importantes y mejor conocidas de
nuestro territorio peninsular (1). Recientemente, sobre el análisis de
la circulación monetaria de esta ciudad se han dedicado un número
considerable de estudios por un equipo de investigadores compuesto
que
por E. Ripoll, J. M.a Nuix y L. Villaronga (2), nos han proporcionado una visión de la ciudad a través de las monedas recuperadas en las
excavaciones llevadas a cabo por el Museo Arqueológico de Barcelona, principalmente en la Ciudad Romana, a partir de 1940.
En todos los casos, los períodos cronológicos utilizados en el estudio
de la etapa republicana son amplios, englobando las acuñaciones rea(1) ALMAGRO BASCH, 1951.
(2) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-90; id., 1976, pp. 59-66; id., 1979, pp.
45-55; id., 1980, pp. 175-181; RIPOLL-VILLARONGA-NUM, 1979, pp. 241-258.
[page-n-335]
334
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
lizadas entre el 195 y el 27 a.c., lo que justifica que nosotros retomemos el material que, gentilmente, ha sido facilitado por L. Villaronga,
y lo agrupemos en períodos más cortos para con ello aproximarnos
más al momento cronológico en que debieron circular en la ciudad,
aunque, en ocasiones, pudiera ser un mero planteamiento teórico.
A esta muestra de monedas, añadiremos la información que hemos recogido en los inventarios del Gabinete Numismático de Catalunya (3), correspondientes a las excavaciones que en Emporion tuvieron lugar entre 1908 y 1939, y cuya área principal de excavación
se localizó en la Neapolis.
Las dos muestras serán presentadas conjuntamente dentro del
mismo cuadro pero manteniendo su independencia, dado que la aplicación del test X2 (4)sobre la totalidad de piezas de ambas muestras
emitidas entre el 195 y el 27 a.c., indica que no existen suficientes similitudes para poder concluir que forman parte de la misma población ni, por otro lado, se observa en ellas las suficientes discrepancias
para deducir que puedan ser diferentes.
La relación de los hallazgos esporádicos realizados en la ciudad,
no comprendidos en estas dos muestras, se encontrarán en el corpus
del Capítulo 1, apartado b.
El numario del Gabinete Numismático de Catalunya y del Museo
Arqueológico de Barcelona (5) se agrupa en períodos cronológicos del
siguiente modo:
GNC
MAB
1
tot
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
2 7 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
%
d a
tot
%
m/a
55
143
102
36
240
76
652
8'43
21'93
15'64
5'52
36'80
11'65
2'30
1'67
0'80
3'52
5'84
47
175
163
55
337
95
872
5'38
20'06
18'69
6'30
38'64
10'89
2'82
2'67
1'22
4'95
7'30
(3) No se ha podido ver directamente debido a que, en el momento en que efectuábamos
este trabajo, se estaba trasladando desde el Parque de la Ciudadela al Palacio de la Virreina.
(4) Agradecemos al señor L. Villaronga la realización de estas operaciones.
(5) La diferencia numérica que pueda apreciarse en algunas cecas o, incluso, en la cartidad total de piezas recogidas, que otras publicaciones citan, obedece a que por su mal estado o por no disponer de una información lo bastante precisa, como ocurre con algunas piezas
del GNC, no se ha podido precisar su tipo y cronología.
[page-n-336]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
335
Antes del 195 a.C.
La antigüedad de la ciudad y la temprana acuñación de monedas
de A a partir de la segunda mitad del siglo V a.c., con los tipos de
R
imitación de Auriol y de los que se denominan fraccionarias ampuritanas, se contradice con los hallazgos esporádicos que resultan muy
pobres hasta la segunda mitad del siglo 1 1a.c. Sólo a partir de la Se1
gunda Guerra Púnica éstas van a tener una entidad notable, debiéndose concluir que en estas fechas aumentó de modo extraordinario la
circulación monetaria, por ser Emporion la base de Roma en su lucha
con Carthago en la PenínsuIa Ibérica.
Las dos muestras que presentamos a continuación no son homogéneas y tampoco pertenecen a la misma población, aunque no se
debe olvidar que el período en el que se enmarcan los hallazgos es
muy amplio y las acuñaciones detentan una cronología muy variada.
GNC
Roma
Carthago
Sicilia
Cerdeña
C yrenaica
Siracusa
P opulonia
Kamarina
Krotone
Massalia
la croix»
Hisp.-Carth.
Emporion
Rhode
Ebusus
Griegas (?)
TOTAL
%
12 21'81
8 14'54
2
1
1
3'63
1'81
1'81
4
7'27
9 16'36
1 1'81
2
3'63
15 27'27
55
MAB
%
- 11
23'40
1
2'12
1 2'12
3
6'38
1 2'12
1 2'12
1
2'12
2
4'25
1
2'12
6 12'76
18 38'29
1 2'12
47
Tot.
%
23 20'53
9 8'82
1 0'98 15'68
5 4'90
1 0'98
1 0'98
1 0'98
3r92
10'98
1 0'98
2 1'96 2'94
1 0'98
10 9'80
27 26'47 40'19
2 1'96
2 1'96
15 14'70
102
De entre los talleres que en ambas muestras son comparables,
únicamente podemos señalar los de Roma y Rhode, aunque también
pudiera aceptarse una cierta semejanza en las cantidades de piezas
que provienen de los talleres hispano-cartagineses y de la zona del
Mediterráneo Central. El resto de las zonas y cecas, en primera instancia, no forman parte de la masa monetaria de un modo homogéneo,
[page-n-337]
336
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ya que existen diferencias muy notables como las que atañen a la presencia de los talleres africanos, los de la Galia o las piezas que aportan las cecas de Emporion Ebusus, aunque las cantidades con que
están representadas son mínimas y pueden ser insuficientes para realizar tales apreciaciones.
La estructura de la circulación monetaria ante una muestra tan
viarable y hasta cierto punto contradictoria, no es posible determinarla ya que en ella, como elemento más significativo, no coincide el
aprovisionamiento que aporta la propia ciudad que, a nuestro entender, debería agrupar el mayor porcentaje con una diferencia con respecto a las restantes. Tampoco es posible establecer una discrepancia,
no ya radical sino ligera, entre el lote de piezas recuperadas en la
Neapolis y en la Ciudad Romana. Quizás la diferencia más notoria se
encuentre en la mayor cantidad de monedas procedentes de Africa,
en especial de Carthago, que han aparecido en la Neapolis y que quizás pudiera tener relación con la influencia cartaginesa que llevó a los
ampuritanos a emitir las dracmas del tipo caballo parado, a mediados
del siglo 111 a.c.
En este período conocemos el hallazgo de un tesoro que se fecha a
mediados del siglo IV a.c. Fue encontrado en la Neapolis, en 1926, y estaba compuesto por una abrumadora mayoría de fraccionarias ampuritanas. Este tesoro evidencia la temprana aptitud de la ciudad para
emitir moneda y la existencia de una circulación monetaria, el menos,
en el ámbito de la ciudad.
Las diferencias anteriormente observadas van a ser mínimas durante este período y sólo se registrarán en cecas que van a tener una
incidencia marginal dentro de la circulación monetaria de la ciudad.
Las cecas a las que pertenecen las monedas recogidas se pueden apreciar en el cuadro adjunto.
Las dos muestras pueden comentarse simultáneamente ya que la
única diferencia entre ellas estriba en la cantidad de monedas que reciben de Ebusus y la Cuenca del Ebro, que en ningún caso ocupan un
porcentaje importante dentro de la masa monetaria.
La procedencia del aprovisionamiento en estos años (mapa 12)
cambia totalmente respecto al período anterior. La ceca de Untikesken va a proporcionar en torno a las tres cuartas partes del numario
circulante, lo que significa que el taller comenzó, desde sus inicios, a
emitir con una intensidad tal, que hizo casi innecesaria la incorporación de otro tipo de numario. Un factor que, sin duda, contribuye a
elevar el porcentaje en el que entran a formar parte de la masa mone-
[page-n-338]
337
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
195-133 a.c.
Roma
Untikesken
Laiesken
Ausesken
. Kese
Iltirta
Arketurki
Kelse
Saitabi
Ikalkusken
Gades
Ebusus
TOTAL
GNC
11
103
%
7'69
72'02
15
2
1
1
1
10'48
1'39
0'69
0'69
0'69
1
8
143
0'69
5'59
MAB
%
Tot.
25
8
243
80
1
0'57
3
1'71
6'85 27
3
0'57
1
1
1
1
1
0'57
2- 1'14
3
1
0'57
9
175
3 18
14
140
1
3
12
1
%
7'86
76'41
0'31
0'94
_ 8'49
0'94
0'31
0'31
0'31
0'31
0'94
2'83
86,16
0'62
0.62
Mapa 12. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos esporildicos: 1, Untikesken; 2, Ausesken; 3, Laiesken; 4, Arketurki; 5, iltirta; 6,
Kelse; 7 , Kese; 8, Ebusus; 9, Saiti; 10, Ikaikuaken; 11,Gades.Clave de stmbolos en ptíg. 524.
[page-n-339]
338
LA CIRCULACTON MONETARIA DE LA TARRACONENSE
taria las acuñaciones de Untikesken, se encuentra en la reducida cantidad de cecas operantes en la Península Ibérica durante este período,
lo que condicionará las distintas representaciones.
Los valores que de esta ceca se acuñaron y que se han recuperado, con abundancia de divisores -semis y quadrans- indican que estas emisiones estaban destinadas a ser utilizadas para la realización
de pequeñas transacciones, lo que a su vez evidenciaría la existencia
de una economía de mercado en unas fechas muy tempranas en comparación con el resto de la Península Ibérica y que se justificaría por
tratarse de la ciudad de Emporion, la cual cuenta con unos antecedentes comerciales y de emisión de moneda de todos conocidos.
Los tesoros recuperados en la ciudad pertenecientes a este período ratifican, en especial el lote número 4, el rol predominante de las
acuñaciones de Untikesken en la ciudad.
El grupo de acuñaciones que ocupa el segundo lugar en la masa
monetaria es el de las cecas del área catalana, entre las que destaca
Kese, en ambas muestras, con acuñaciones exclusivamente de AE.
El resto de las cecas peninsulares, tanto las que se ubican en la
Cuenca del Ebro como las que lo hacen en el resto del territorio, intervienen en la circulación de modo marginal ya que todas en conjunto
sólo representan el 9'79% en la muestra del GNC y el 2'85% en la del
MAB. Esta baja proporción debe estar condicionada, en parte, por la
existencia de un número reducido de talleres.
Finalmente, las acuñaciones de Roma no intervienen en la masa
monetaria en la cuantía que tenía en años anteriores y que en relación
con el resto de las cecas es bastante débil, evidenciando tal vez la
temprana pérdida del papel de cabeza de puente de Roma en Hispania tras la fundación de Kese que pasa a ocupar su lugar.
La relación de monedas por año es de 2'30 en el GNC y de 2'82 en
el MAB. La desigualdad existente entre las dos muestras, como se verá en las sucesivas relaciones, obedece a que cuantitativamente esta
última muestra es ligeramente más numerosa. Estas cantidades ponen de manifiesto no sólo las excavaciones sistemáticas que se vienen
realizando en el yacimiento, sino que también denotan el considerable
uso de la moneda que la ciudad hizo en un momento en que, en la mayor parte de la Península Ibérica, no se utilizaba como medio habitual
de cambio o, a lo sumo, comenzaba tímidamente su utilización en este
período.
El aprovisionamiento que documentan los hallazgos en este período es menor en cuanto a la cantidad de hallazgos y, en cambio, el es-
[page-n-340]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
339
pectro de cecas representadas es bastante superior (mapa 13)' especialmente en la muestra del GNC. El numario recogido se reparte del
modo siguiente:
133-72 a.c.
Mileto
Roma
Massalia
Neronken
Longostaletes
Untikesken
Kese
Ausesken
Ore
Ilturo
Baitolo
Laiesken
Iltirkesken
Eustibaikula
Ieso
Eso
Arketurki
Iltirta
Kelse
Bolskan
Turiasu
Sekaisa
Arse
Corduba
Abdera
Malaca
C arteia
Gades
Ebusus
101
TOTAL
GNC
%
1
17
0'98
16'66
25
1
1
1
10
2
24'50
0'98
0'98'
0'98
9'80
1'96
3
2
1
4
3
3
1
1
5
1
1
1
6
1
10
1
102
2'94
1'96
0'98
3'92
2'94
2'94
0'98
0'98
4'90
0'98
0'98
0'98
5'88
0'98
9'80
0'98
MAB
%
22
42
4
2
64
13'49
25'76
2'45
1'22
39'26
7
1
1
2
1
4'29
0'61
0'61
1'22
0'61
Tot.
1
39
42
4
2
89
1
1
1
17
3
1
2
1
3
5
3'06
4
2'45
2
1'22
6
3'68
163
2
1
4
3
8
1
1
9
1
1
1
8
1
16
1
265
%
0'37
14'71
15'84
1'50 18'11
0'75
33'58
0'37
0'37
0'37
6'41
1'13 44'90
0'37
0'75
0'37
1'13
0'75
0'37
1'50
1'13
7'54
3'01
0'37
0'37
3'39
0'37
0'37
0'37
4'52
3'01
0'37
6'03
0'37
Las dos muestras no presentan una uniformidad muy definida por
cuanto que, como en el período de los años anteriores al 195 a.c., el
porcentaje de acuñaciones que aporta Untikesken oscila de forma notable en ambos lotes, siendo en el del GNC de 24'50% y en el del MAB
[page-n-341]
340
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
de 39'26%. También presentan diferencias el aporte que realizan las
cecas y grupos de cecas de las distintas áreas en las que se han englobado, especialmente el de la Galia. El aporte que procede de Roma es
el único que puede ser considerado equiparable en ambas muestras.
Mapa 13. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Ilturo; 3, Baitolo; 4, Ausesken; 5, Eusti; 6, Ore; 7,
Iltirkesken; 8, Laiesken; 9, Ieso; 10, Arketurki; 11, Iltirta; 12, Kese; 13, Bolskan; 14, Turiasu; 15, Sekaisa; 16, Kelse; 17, Arse; 18, Ebusue; 19, Corduba; 20, Abdera; 21, Malaca; 22,
Carteia; 23, Gades; 24, Eso. Clave d e símbolos e n pág. 524.
En líneas generales, la muestra del GNC correspondiente a la Neapolis manifiesta que el aprovisionamiento que realiza Untikesken ocupa un cuarto del total y el resto se reparte en unas cantidades considerables que oscilan en torno al 15%, a excepción del que procede de
Afi-ica y Ebusus. En cambio, en el lote de monedas procedentes de la
Ciudad Romana, Untikesken ocupa casi la mitad de la masa circulante; Roma mantiene el mismo porcentaje que en el GNC y el resto aporta una cantidad bastante menor. La única espectacular alza la protagoniza el numario que p:ocede de la Galia que constituye el 29'44%.
En cualquier caso, y a pesar de estas discrepancias, creemos posible concluir que la ceca de Untikesken, aunque ahora desciende su
[page-n-342]
ANALISrS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
34 1
participación a menos de la mitad respecto a los años 195-133 a.c.,
sigue manteniendo el predominio en la circulación monetaria de la
ciudad.
La ceca de Roma en este período obtiene no sólo un aumento
numérico sino que pasa a detentar una posición porcentual más elevada, en la que hay que destacar que de los dos valores con que se encuentra representada, existe un predomonio casi absoluto de la moneda de AR, aunque de ella una buena proporción es forrada.
Dentro de las cecas del área de la actual Cataluña nos parece digno reseñar que el predominio que anteriormente ejercía la ceca de Kese queda ahora reducido a una mínima presencia. El número de cecas
representadas es bastante más variado y el predominio de todas ellas
lo ostenta Ilturo; el porcentaje que aporta esta área respecto a la del
periodo anterior no varía de modo sustancial.
En ambas muestras, aunque con distinta proporción, pero siempre en mayor medida que en los años 195-133 a.c., circula un número más elevado de piezas de todas las áreas en las que se han englobado las cecas; e incluso en el GNC existe una pieza africana. Es posible
que esta presencia de mayor cantidad de moneda exterior se encuentre en relación con un descenso en la producción monetaria de Untikesken, o dicho de otro modo, con un mayor número de talleres peninsulares en funcionamiento. Es importante destacar, además, que en
las dos muestras el aprovisionamiento que recibe, exceptuada la propia ceca y Roma, coincide con el aprovisionamiento que detentan las
cecas de Ilturo y Ebusus.
Quizás no sea muy arriesgado pensar que las dos muestras indican dos orientaciones diferentes, al ser cada una de ellas de lugares
distintos. La de la Neapolis dispone de una mayor cantidad de acuñaciones peninsulares; está presente Africa y ausentes las de la Galia.
En cambio, la de la Ciudad Romana tiene un alto porcentaje de monedas de la Galia y las peninsulares una participación muy débil en la
masa monetaria.
Con respecto a la importancia del aporte de las cecas de la Galia,
en especial de Massalia, admitimos la posibilidad de que circulasen o
algunas se acuñasen con posterioridad al año 72 a.c., a causa de la
poca seguridad existente en su datación. A pesar de ello, creemos que
no modificarían sustancialmente el esquema dado que pasarían a engrosar el apartado de acuñaciones procedentes de esta zona en el
período siguiente, hecho éste que no dejaría de ser también significativo.
Además, la expansión del numario de Emporion en la Galia Nar-
[page-n-343]
342
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
bonense (6) es importante como lo demuestra su dispersión (7),de la
que convendría destacar los hallazgos aparecidos en Ruscino (8)donde en la masa monetaria del período republicano ocupan el 36'41% y
en la del período imperial el 34'01%; en Enserune (9), en Vieille Toulouse ( l o ) ,en Montllaures, Mailhac, Rouffiac-Pomas (11)y en Béziers
(12).
La relación de monedas por año es de 1'67 en la muestra del GNC
y de 2'67 para la del MAB. Como se podrá observar se mantiene la diferencia entre las dos muestras que ya se había manifestado en los
años anteriores. Estas relaciones están por debajo de las que se han
registrado en el período precedente. Ante ello, sólo nos cabe pensar
que, si bien no se puede concluir que la masa monetaria en circulación descendiera de nivel por cuanto que parte de la anterior se encontraría en circulación, sí, al menos, no se rejuveneció en la misma
medida con que lo hiciera en los años anteriores; y tal vez pudiera ser
considerado esto como un síntoma de un estancamiento de la actividad comercial de la ciudad.
El distanciamiento entre las dos muestras se hace cada vez más
patente y la asimetría es casi total. Los hallazgos de este período (mapa 14) pertenecen a las siguientes cecas:
Tal y como se aprecia en el cuadro, las dos colecciones mantienen una notoria diferencia en cuanto a la procedencia de la masa del
numario circulante, según las áreas geográficas en las que se han
agrupado, a causa quizás del asentamiento cesariano en la Ciudad
Romana.
Las dos muestras proporcionan una información, en parte, bastante distinta; la del GNC dispone de una alimentación de cecas peninsulares, exceptuando a Emporion, bastante superior a la del MAB,
mientras que, como contrapartida, es mucho menor el que recibe de
la Galia y de la propia Roma. De esta última ceca predominan en ambas muestras las piezas de AR en las que ahora disminuye la proporción de piezas forradas.
Se podría pensar, como en el período anterior, que la orientación
SOUTOU, 1963, pp. 323-330; CAMPO, 1978-a, pp. 251-256.
(7) MARTIN VALLS, 1967, mapa XXIII.
(8) RICHARD-CLAUSTRES, 1980, tablas 1 y 11.
(9) JANNORAY, 1955, p. 419.
(10) SAVES-VILLARONGA, 1976, p. 1 18.
(6)
(1 1)
(12)
GRAU, 1962, PP. 308-309.
ALMAGRO BASCH, 1949, p. 199.
[page-n-344]
343
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
de las relaciones que se desprenden de las dos muestras es en parte
distinta al predominar en la muestra del MAB (Ciudad Romana) las
piezas de cecas extrapeninsulares, siendo mayor el numario que aporta Roma que el que ha sido recuperado de la ceca de Emporion. Ello
aboga por el hecho de que fueran estas gentes las que controlaran el
comercio con la Galia y Roma. Y también que su presencia, como opina J. C. Richard ( 13), se deba al continuo tráfico de tropas que se establece entre las dos zonas con posterioridad a la conquista romana de
la Narbonense, en especial durante el período sertoriano, en el cual
Pompeio tenía establecidos en la Narbonense sus cuarteles de invierno y, como consecuencia de ello, tienen mayor incidencia estas acuñaciones extrapeninsulares en esta muestra por pertenecer a la Ciudad Romana. De esta última forma se explicaría también la elevada
presencia de acuñaciones galas durante el período anterior.
Roma
Antipolis
Vienne
Nemausus
Lugdunum
Volcae Arec.
Emporion
Kese
Ilercavonia
Ieso
Lep/Celsa
Iaka
Toleto
Castulo
Carteia
Irippo
Caesarea
TOTAL
5
13'88
1
2'77
3
1
11
7
1
8'33
2'77
30'55
19'44
2'77
%
1
1
2
1
Tot.
16
1
2
2
8
2
14
6
29'09
1'8 1
3'63
3'63
14'54
3'63
25'45
10'90
1'8 1
3'63
1'8 1
21
1
3
2
11
3
25
13
1
1
2
1
1
2
1
1
2
91
2'77
2'77
5'55
2'7 7
2
36
%
1
GNC
MAB
1
2
72-27 a.c.
5'55
55
%
23'07
1'09
3:29
2'19 21'97
12'08
3'29
27'47
14'28
43.95
1'09
1'09
2'19
3,29
1'09
1'09
2'19
1'09
2.19
1'09
2'19
Por el contrario, la muestra del GNC dispone de una mayor cantidad de numario peninsular en circulación y el porcentaje de la Galia y
Roma es bastante menor, situándose por debajo de la mitad con que
están representados en el MAB, deduciéndose una orientación predominantemente peninsular.
(13) RICHARD, 1972, p. 86.
[page-n-345]
344
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 14. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos espor8dicos: 1, Emporion; 2, Iaka; 3, Ieso; 4, Col. Lepida; 5, Kese; 6, Ilercavonia;
7 , Toleto; 8, Castuio; 9, Irippo; 10, Carteia. Clave de símbolos en pkg. 524.
La cantidad de hallazgos recuperados en este período y la distinta
cronología de su emisión.dentro del mismo, pone de relieve que la ciudad, con posterioridad al 72 a.c. y hasta el 50 a.c., recibió muy pocas
acuñaciones. En la muestra del GNC el 28'57% es anterior al año 50
a.c., y el 7 1'42%,posterior, y en la del MAB, el 20% es anterior y el
80%posterior, pudiéndose ver en esta distinta repartición el asentamiento de veteranos. Por tanto, la ciudad va a experimentar un descenso brusco en la alimentación monetaria que, por otra parte, y adelantando lo que se podrá apreciar en el transcurso de la exposición de
las distintas muestras de la Tarraconense Medite~~ánea, un fenóserá
[page-n-346]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
345
meno generalizado como consecuencia de las guerras sertorianas, cuya mayor o menor cantidad de monedas dependerá de factores tales
como la existencia o no de taller que emita en este período y la importancia de la ciudad en sí misma.
La relación de monedas por año es de 0'8 en el GNC y de 1'22 en
el MAB. En ambas continúa descendiendo respecto a los dos períodos
anteriores, y no hace sino poner de manifiesto que la ciudad se encuentra atravesando un período de penuria monetaria, que no es exclusiva de Emporion sino que afectará a todo el marco geográfico y
que tendrá su causa en la crisis Sertorio-Pompeio, que motivó el cierre de la mayoría de los talleres monetarios. La diferencia entre las
dos relaciones es debida, como en períodos precedentes, a la cuantía
de piezas que contiene cada una de las dos colecciones, siempre más
numerosa hasta ahora la del MAB.
La plena identidad que existe entre las dos muestras, garantizada
por la aplicación del test X2, nos permite poder comentarlas conjuntamente, ya que tanto una como otra nos ofrecen una misma información en lo que respecta a su participación porcentual dentro de la masa del numario circulante. Véanse ambas muestras en el cuadro de la
pág. 346.
En primer lugar consideramos que es significativo que coincidan
plenamente en el test X2,en un 96%,las monedas recogidas en la Ciudad Romana y en la Neapolis; ello pone de manifiesto que no existe la
división o diferencia, en ocasiones muy amplia, que se ha observado
para la globalidad de los años 195-27 a.c., y más en particular a partir del 133 a.c., indicando quizás que la ciudad no actuaba como un
todo unido sino que tenía en su seno orientaciones distintas. Sólo a
partir del 27 a.c. parece ser que los documentos numismáticos eliminan cualquier diferencia.
El aprovisionamiento que se desprende del cuadro, según las distintas cecas, sitúa claramente el aporte que realiza cada una de ellas
(mapa 15).En este sentido, la ceca de la propia ciudad, Emporion, es
sobre la que descansa básicamente la circulación monetaria del período, al entrar a formar parte de la misma, con casi cuatro quintas partes del total del período. Similar unanimidad en ambas muestras y tan
elevado porcentaje, sólo lo obtuvo esta ceca en sus inicios con la acuñación de monedas con leyenda Untikesken.
Sigue a continuación en orden de mayor participación, la de Roma, que a todas luces puede considerarse marginal, ya que un porcentaje del 6% nunca puede matizar la circulación monetaria.
[page-n-347]
346
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La expansión y el mayor nivel de relaciones que desde siempre ha
mantenido Emporion con las tierras de la Galia Narbonense, queda
bien patente en este período al aportar a la masa monetaria una cantidad de numario muy similar a la de Roma.
27 a.c.--41 d.C.
GNC
%
Roma
Palestina
Nemausus
Treveris
L ugdunum
Emporion
Tarraco
Ilerda
Celsa
Caesaraugusta
Calagurris
Segobriga
Saguntum
Carthago Nova
Patricia
Pax Ulia
Emerita
Inciertas
L
TOTAL
15
2
7
2
4
189
3
2
1
2
6'25
0'83
2'91
0'83
1'66
78'75
1'25
0'83
0'41
0'83
1
1
2
1
1
7
24 0
0'41
0'41
0'83
0'41
0'41
2'91
MAB
%
21
12
16
6'23
3'56
4'74
4
268
3
3
1'18
79'52
0'89
0'89
4
1
1
1
1'18
0'29
0'29
0'29
3
0'89
337
Tot.
%
36
6'23
14
2'42
23
3'98
5'71
2
0'34
8
1'38
457 79'20
80,24
6
1'03
5
0'86
1
0'17
2.07
2
0'34
4
0'69
1
0'1 /
2
0'34
2
0'34
2
0'34
1'21
1
0'17
4
0'69
7
1'21
577
El resto del aporte monetario, compuesto por el que proviene de
las cecas del área catalana, Cuenca del Ebro, Meseta, Litoral Valenciano y la Betica, es todavía mucho más marginal que el que aporta
Roma y la Galia, ya que en conjunto todas ellas aportan el 5'83% en la
muestra del GNC y el 4'74% en la del MAB.
De entre los talleres de los que procede el aprovisionamiento comentado, no destaca ninguna ceca lo suficiente como para ser comentada detenidamente; con la única excepción, por su rareza y lejanía
de procedencia, de las piezas de Judea/Palestina, para las cuales
Ripoll-Nuix-Villaronga ( 14) proponen como hipótesis para explicar su
presencia, la existencia de una comunidad judía, desechando motivos
comerciales y los desplazamientos militares.
La relación de monedas por año es de 3'52 para el conjunto de
monedas recogidas en la Neapolis y de 4'95 para las de la Ciudad Ro(14) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1976, pp. 59-66.
[page-n-348]
347
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
mana. Esta elevación de la cantidad de numario circulante junto con
la aparición del fenómeno de la partición de monedas, a nuestro modo
de ver, es síntoma de la existencia de una economía de mercado desarrollada.
Mapa 15. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Emporion, según los
hallazgos espor8dicos: 1, Emporion; 2, Calagurris; 3, Caesaraugusta; 4, Celsa; 5, Ilerda; 6,
Tarraco; 7, Arse; 8, Segobriga; 9, Emerita; 10, Pax Iulia; 1 1, Col. Patricia; 12, Carthago Nova. Clave de simbolos en ptíg. 524.
Durante el período del reinado de Claudio 1,el aprovisionamiento
que recibe la ciudad, en relación con su duración, es muy elevado,
quedando muy por encima del que se documenta durante los reinados
de los primeros emperadores. La relación de este aprovisionamiento
es la que sigue:
41-54 d.C.
sest.
dup.
1
1
5
5
GNC
MAB
TOTAL
as
76
77
153
quad.
tot.
%
76
12
12
44'44
95
171
55'55
[page-n-349]
348
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Como se ve, la cantidad recibida asciende a 5'84 monedas por año
en la muestra del GNC y de 7'30 en la del MAB. En relación con este
tema, aunque carecemos de una estimación precisa sobre las monedas que en el GNC son de imitación de Claudio, sabemos que gran parte de las del MAB sí lo son (15).
Otras consideraciones
No vamos a detenernos en todas las consideraciones adicionales
que conlleva el estudio de la circulación monetaria de esta ciudad, debido a que la mayor parte de ellas se producen después del año 27
a.c., y han sido comentadas ya por Ripoll, Nuix y Villaronga ( 16 1, agotando los temas. Además, ambas muestras son en este período similares y la información esencial es la misma.
Nos referiremos a las monedas partidas para las que estos autores
( 17),analizando las que se encuentran en el MAB, establecen dos momentos claves para su partición; el primero en el año 20 a.c., que tuvo como objetivo la adaptación a ases de 1011l g. de las monedas de
Roma, Lugdunum, Vienne y Nemausus de peso alto; y el segundo se
situaría en torno a los años 30-40 d.C. y estaría motivado por la penuria monetaria de valores divisionarios, en especial, de semis. Las monedas partidas que se han encontrado en el GNC, y que vienen a unirse a las ya conocidas del MAB, pertenecen a:
195-27 a.c.
Roma
Untikesken
Arketurki
Ilturir
Nemausus
Emporion
Caesaraugusta
6
27 a.c.-41 d.C. total
2
26
1
1
3
56
1
8
26
1
1
3
56
1
%
8'33
27'08
1'04
1'04
3'12
58'33
1'04
Se excluyen las inciertas (59 ejemplares)
En relación con esta partición, se ha de señalar que en la Península Ibérica y en las Baleares, únicamente se documenta la aparición de
un importante número de monedas partidas en Emporion y en Pollen( 15) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1979, p. 49 ; RIPOLL-VILLARONGA-NUM, 1979,
pp. 253-254. Véase además sobre la hispanidad de las monedas de imitación de Claudio 1 halladas en Rispania, los estudios de CAMPO, 1974-b; BOST-PEREIRA, 1974, pp. 171-173; VILLARONGA, 1979-b, pp. 172-173 y CAMPO-RICHARD-KAENEL, 1981, pp. 69-73.
(16) Véase la nota 2.
(17) RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-88.
[page-n-350]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
349
tia, evidenciando la existencia de un número de personas dedicadas
al sector servicios y de una economía de mercado, para la que era imprescindible la moneda divisionaria en las pequeñas transacciones.
El segundo y último aspecto que queremos comentar es el de las
monedas forradas (18),que, por tratarse de una muestra numerosa,
pueden dar lugar a extraer algunas conclusiones generales.
Las piezas forradas no republicanas pertenecen a las siguientes
cecas:
1 dracma
Y las republicanas de ambas muestras, a las que se añaden las
existentes en la colección Víctor Catalá ( 19),tienen la siguiente cronología:
GNC
Antes del 195
195-133
133-72
72-3 1 a.c.
TOTAL
MAB
V. Catalá
total
%
6
1
1
10
3
15
1
2
11
3
17
2
3
27
4'87
7'31
65'85
21'95
3
9
9
41
El perfil que ofrece la distribución por décadas de las monedas republicanas de plata forradas (Fig. 8), indica que su circulación a fines
del siglo 1 1y durante la primera mitad del 1 a.c. fue muy débil, co1
1
menzando a incrementar su presencia a partir de la década de los
años 109-100 a.c., en los cuales se sitúa el segundo intervalo más importante, para alcanzar en 8.9-80 a.c. el punto máximo de emisión;
con posterioridad y hasta los años 50-31 a.c., las alzas que se registran en ningún caso van a ser como las anteriores.
Aunque el numario forrado de que se dispone para la ciudad de
Emporion o, en general, para la Tarraconense Mediterránea sea, a
priori, insuficiente para poderlo comparar con los datos que presenta
( 18) Sobre el origen de estas acuñaciones el9sten en la actualidad dos opiniones contrapuestas; por un lado, CRAWFORD, 1968, pp. 55-59, considera que fueron acufiadas por falsarios, y por otro, PETRILLO, 1970, pp. 9-28, sostiene que la mayor parte de estas emisiones
proceden de talleres oficiales. En ellos, se encontrará además una completa relación de los
anteriores estudios y sus posiciones frente a esta cuestión.
(19) MALUQUER, 1969.
[page-n-351]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
350
Emporion
5
5o
1 O0
Anos
2 10
150
50
1 o0
Años
Fig.
8. Histograma superior: denarios roniano-republicanos forrados, hallados en Empii-
ries. Histograma inferior: muestra de denarios romano-republicanosforrados recogidos en Italia, según PETRILLO, 1970.
P. Petrillo, recogidos en Italia (20),el parecido que presentan ambas
es significativo y, en líneas generales, se puede aceptar que éstas presentan un inicio del fenómeno de forma más numerosa a partir del
160 a.c., que coinciden en los intervalos de mayor densidad de los
años 109-100 a.c. y en el espectacular descenso que, a continuación,
en ellos se documenta. No se aprecia, en cambio, en la muestra de
Emporion el alza de los años 79-70, correspondientes a los años de la
(20) PETRILLO, 1970, PP. 21-28.
[page-n-352]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
351
crisis Sertorio-Pompeio, con la misma intensidad. Estas similitudes
nos llevan a pensar que este numario forrado de Emporion y, en general, el de la Tarraconense Mediterránea, pueda provenir de Italia, pero con factores económicos locales o atribuibles a Hispania en su conjunto, que modifican la identidad del aprovisionamiento.
A NEXO
Tabla de aplicación de la X2 a las acuñaciones de los años 195-27
a.c.
Grupos realizados:
1: Roma y Galia.
2 : UntikeskedEmporion.
3 : Acuñaciones de la zona catalana.
4: Otras ibéricas.
5: Edetania.
6: Ulterior.
7: Ebusus.
X = GNC
Y = MAB
FRECUENCIA ESPERADA
1) FRECUENCIA OBSERVADA
S(1)
1) X(I)
1
2
3
4
5
6
7
1)
1
2
3
4
5
6
7
151.
299.
66.
15.
6.
15.
19.
O000
O000
O000
O000
O000
O000
0000
Y(I)
170.
301.
49.
8.
5.
6.
12.
O000
O000
O000
O000
O000
O000
O000
X CUADRADO = 10.9504257975
GRADOS DE LIBERTAD = 6
163.
305.
58.
11.
5.
10.
15.
T(I)
157.
294.
56.
11.
5.
10.
15.
PROBABILIDAD DE LA X CUADRADO
N =
6
10.9504257975) =
8.99207200643E-2
P (X
>
3610
3476
5250
7050
5980
6872
7763
6390
6524
4750
2950
4020
3128
2237
[page-n-353]
352
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Tabla de aplicación de la X2 a las acuñaciones de los años 27 a.c.41 d.C.
Grupos realizados:
1: Roma
2: Galia
3: Emporion
4: Acuñaciones de la zona catalana
5: Valle del Ebro y Meseta
6: Resto (Edetania y Ulterior)
1) FRECUENCIA OBSERVADA
1) X(I)
1
1.5.O000
2
3
4
5
6
13. 0000
189. O000
5. o000
3. 0000
6. O000
FRECUENCIA ESPERADA
S(1)
14. 9568
13. 7104
189. 8687
4. 5701
3. 3237
4. 5781
X CUADRADO = .958430181544
GRADOS DE LIBERTAD = 5
PROBABILIDAD DE L X CUADRADO
A
N =
5
P (X > .958430181544)=
.9658484987
ULLASTRET (Girona)
El Oppidum ibérico de Ullastret (21) se encuentra situado en el
Puig de Sant Andreu, dentro del término municipal de Ullastret. El yacimiento constituye uno de los mayores núcleos de población indígena
que se conocen en la actualidad dentro de la zona Nordeste de la
Península Ibérica.
(21) Sobre este yacimiento véase MARTIN ORTEGA, 1980, y la bibliografía que en éI se
cita en las pp. 55-58.
[page-n-354]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
353
A pesar de que se hayan encontrado en él materiales que ponen de
relieve un asentamiento en el periodo de transición entre la Edad del
Bronce y la del Hierro, a fines del siglo VII, e incluso materiales mu1
cho más antiguos pertenecientes al 1 1milenio, su ocupación con estructuras no se produjo hasta la primera mitad del siglo VI a.c. El Oppidum tuvo su período de esplendor a fines del siglo V y principios del
I V a.c., fecha en la cual se documenta la mayor cantidad de importa1
ciones de cerámica ática (22).El siglo 1 1a.c. va a constituir una época de recesión en la vida de la ciudad atribuible a causas económicas
que derivarían a su vez de la proximidad a que se encontraba de Emporion, bajo cuyo dominio posiblemente quedó a partir del siglo IV
a.c. La permanencia del hábitat en el yacimiento se extingue a princi1
pios del siglo 1 a.c., al menos en la acrópolis, aunque es posible que
en los barrios bajos se mantuviera el poblamiento.
Las monedas que de este yacimiento se conocen proceden, en su
casi totalidad, de las excavaciones arqueológicas que desde el año
1947 realizó M. Oliva y, en una mínima parte, de hallazgos esporádicos superficiales. Su número es muy reducido debido a que se abandonó el yacimiento o su población se vio sensiblemente disminuida
justamente cuando comienza a generalizarse el uso de la moneda.
total
Antes del 237
237-195
195-133
2
10
8
Antes del 237 a. C
.
Massalia
Emuorion
1
1
Las piezas más antiguas que se han encontrado se remontan al siglo V-IV a.c. y corresponden a un óbolo massaliota con reverso rueda
y a una fraccionaria ampuritana con reverso cabra. No puede considerarse que sean suficientes para un análisis, aunque tampoco se puede dejar de incidir en ellas ya que, al margen de que indiquen una cir(22) PICAZO, 1977, p. 126.
[page-n-355]
354
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
culación de las monedas fuera de sus centros de emisión, en territorios indígenas, su llegada se produjo en unas fechas en las que el yacimiento recibió la mayor cantidad de cerámicas importadas con las
cuales deben de estar relacionadas, procediendo de talleres ubicados
en las ciudades en las que este comercio posiblemente debió recalar,
de modo especial, en Ampurias cuya presencia también se explicaría
sin más, por su proximidad.
Es éste, pues, un momento en el que, en general, el uso de la moneda no se encuentra plenamente establecido en los poblados ibéricos, y la abundancia y plenitud que adquiere la ciudad de Ullastret en
estas fechas no se ve refrendada por la utilización de este medio de
cambio. Los intercambios se efectuarían quizás con otros productos
como pudieran ser los cereales, para cuyo almacenamiento estarían
destinados los innumerables silos que se han encontrado (23).
La influencia que ejerce Emporion sobre este oppidum se manifiesta en este período no sólo por los hallazgos esporádicos, en los que
puede encontrarse un poco enmascarada, sino también a través del
tesoro de monedas de A de Emporion estudiado por J. Maluquer y
R
M. Oliva (24).
La distribución de las cecas que conforman la masa monetaria
ofrecen un aspecto extraño por el importante componente de las acunaciones de carácter púnico, ya que dentro de la mínima cantidad de
piezas que se conocen, las hispano-cartaginesas ocupan un elevado
porcentaje cuya presencia es difícil de explicar, puesto que iguala la
cantidad de la muestra que se tiene de Empúries en el GNC y es superada en dos ejemplares por la del MAB.
237-195 a.c.
ar
ae tot.
Emporion
Hispano-cartag.
Gades
5
1
5 50
3 4 4 0
1
1 10
%
El carácter púnico no termina en estas acuñaciones sino que, además, encontramos un A de Gades y es probable que si no todas, alguE
nas de las piezas de Ebusus que incluimos en el período siguiente, cir( 2 3 ) MARTIN ORTEGA, 1980, p. 15.
( 2 4 ) MALUQUER-OLIVA, 1965.
[page-n-356]
ANALISIC DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDAIIES
355
culasen en el oppidum a fines de éste. En suma, de los hallazgos esporádicos se desprende un fuerte componente púnico que no acertamos
a comprender si no se explica por la existencia de un comercio con el
área púnica, lo cual se encuentra refrendado por el hallazgo de vasos
anfóricos, también de origen púnico.
La mejor información que se puede obtener de la circulación monetaria en el yacimiento, procede, sin duda, del hallazgo de un tesoro
de monedas de A ampuritanas durante la campaña de excavaciones
R
de 1964, compuesto por 8 dracmas y 46 divisores. La cronología de su
ocultación, según Maluquer, no rebasaría la primera década del siglo
1 a.c. Este hallazgo es un claro exponente de que la moneda ampuri1
tana acuñada en estos momentos exclusivamente sobre AR, sería la
que circulase en el yacimiento con una abrumadora proporción, como
cabría esperar por su proximidad y por encontrarse este oppidum bajo su influencia y probable dominio.
A esto se añade que en esta época no funcionaba en sus proximidades ningún otro taller si se descarta las dracmas de Iltirkesalir (25).
Nos parece interesante la observación que sobre el mismo hicieran
Maluquer-Oliva en el sentido de que la utilización y circulación de estas pequeñas monedas de AR, con un valor liberatorio muy bajo, pone
1
de manifiesto que a fines del siglo 1 1a.c. ((...laestructura de la sociedad indígena debió de haberse transformado radicalmente...)) (26).
La existencia de hallazgos monetarios que se puedan incluir dentro de este período cronológico sin poderse determinar, a ciencia cierta, en qué momento concreto del mismo se emitieron, ratifica la creencia en la perduración del hábitat en los barrios periféricos del oppidum (27).
Untikesken
Ebusus
(25) Véase sobre esta ceca y su posible datación a fines del siglo 111 a.c.;VILLARONGA,
1979-b, PP. 43-56.
(26) MALUQUER-OLIVA, 1965, p. 18.
(27) MALUQUER-OLIVA, 1965, PP. 16-17.
[page-n-357]
356
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La precariedad de hallazgos puede matizar el bajo nivel de poblamiento con que contaría el oppidum ya que, de lo contrario, quedaría
reflejada la mayor actividad emisora que durante este período se registra en la Península Ibérica y en el cual se inician las acuñaciones
propiamente ibéricas.
Se ha de recordar lo que se dijo en el período anterior sobre las
acuñaciones de Ebusus que, como consecuencia de que su período de
emisión lo sitúa M. Campo (28)entre el 2 14 y el 150 a.c., hemos considerado más oportuno incluirlo en éste y no en el anterior, aunque
sin excluir la posibilidad de que llegasen a circular en este último.
Al igual que sucede con el nurnario de los años anteriores, nos llama la atención el reducido número de monedas de Untikesken y a la
vez, en comparación con éstas, el elevado número de piezas de Ebusus -ello ratifica el componente púnico anterior-, en mayor medida
cuando sabemos que fue en estos años, 195-133a.c., cuando las acunaciones de la ciudad de Emporion alcanzaron una de las cotas más
altas de participación dentro de la masa monetaria, e incluso, de cantidad de monedas recuperadas en números absolutos. Por lo tanto,
parecería normal que Emporion aprovisionara de numario a los habitantes que quedaron en el oppidum y a los de l'Illa d'en Reixac, con
una proporción superior al de los otros talleres.
No clasificadas
Ofrecemos a continuación una relación de las monedas que no h a
sido posible determinar su cronología a causa de su deficiente estado
de conservación.
-
as
Siracusa (?)
Carthago (?)
Untikesken
Kese
ae tot.
1
1
1
1
1
1
1
1
27 a.c.-54 d.C.
No conocemos con posterioridad a los años 195-133 a.c. ningún
hallazgo numismática que pueda pertenecer al lapso de tiempo que va
entre esta última fecha y el 30 d.C. El yacimiento, después del último
período comentado, parece ser que dejó de ser frecuentado, como mí(28) CAMPO, 1976-a, p. 90.
[page-n-358]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
357
nimo, hasta el 30 d.C. Desde esta última fecha y hasta el 54 d.C.,
período del que además no se tienen documentados en la actualidad
materiales arqueológicos que pudieran demostrar lo contrario, sólo
conocemos dos monedas, una de ellas es un as de la ceca de Roma
acuñado por Claudio y la otra, un as partido de Emporion.
ILTURO (Burriac, Cabrera de Mar, Barcelona)
El poblado ibérico de Burriac (29)se encuentra situado en el término municipal de Cabrera de Mar. La ocupación del mismo está
atestiguada desde los inicios de la cultura ibérica, y como materiales
más antiguos se han encontrado cerámicas hallstátticas y cerámicas
griegas del siglo VI a.c. Sin dejar de estar ocupado, el yacimiento se
renovará de modo sustancial a partir de los inicios del siglo 11 a.c. en
el que la romanización le dará un impulso notable en todos los órdenes, entre los cuales, por citar el que más nos interesa, se encuentra la
acuñación de moneda que con leyenda Ilturo va a realizar Burriac
(30).
El estudio de su circulación monetaria resulta particularmente
dificil a causa de la repetición de las noticias de hallazgos en diversas
publicaciones, siendo muy escasas y recientes aquellas ocasiones en
las que se proporciona una completa ficha técnica e ilustración de las
piezas. Las monedas que han sido utilizadas para la realización de este ensayo de circulación monetaria del yacimiento proceden de la relación de hallazgos de M. Ribas (31) y de las monedas publicadas en
diversos artículos que no están contenidos en ella, desechando su inclusión en caso de duda.
Conocemos del yacimiento un total de 133 monedas que proceden
tanto de hallazgos esporádicos como de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en él. El comentario por períodos cortos que vamos a realizar nos ha obligado a no poderlas utilizar en su totalidad
ya que se desconoce el tipo exacto de muchas de ellas y, por tanto, su
cronología; aunque al final incluiremos un cuadro que englobe las
acuñaciones anteriores al 27 a.c. con su comentario correspondiente.
pp.
y
(29) Sobre el yacimiento véase RIBAS-LLADO, 1977-78, 15 1-180; la bibliografía
que s e cita e n BONAMUSA, 1980, pp. 356-358.
(30) VIVES, 1926, lám. XXIV, ccca 7.
(31) Véase esta relación e n las pp. 71-72.
[page-n-359]
358
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes del 195 a.c.
Con anterioridad al año 195 a.c., únicamente disponemos de un
triens romano-republicano acuñado entre el 225 y el 217 a.c. Esto
nos da idea de lo escaso que fue el uso de la moneda y tratándose de
una pieza aislada no creemos que sea significativa. La circulación
1
monetaria en esta zona durante el último tercio del siglo 1 1a.c. debió
ser muy reducida como lo evidencia la ausencia de acuñaciones de estas fechas en su entorno inmediato; así, por ejemplo, entre los hallazgos de la zona de Iluro sólo se conoce un A de Rhode que se fecha
R
bastantes años antes.
1
Con el siglo 1 a.c. el yacimiento queda inmerso ya dentro de la
circulación monetaria, hasta el punto de que muy pronto va a disponer de taller de acuñación propio (32).En relación con este hecho se
ha de señalar que no conocemos hallazgos de esta ceca que puedan
ser incluidos en este período, aunque debe tenerse en cuenta que del
total de 57 monedas que de este taller se tiene noticia, sólo conocemos
el tipo exacto a que corresponden 13 de ellas y ninguna pertenece a
los tipos Vives 24-1 á 7. No obstante, y a modo de justificación de esta
ausencia, debemos añadir que de todos los tipos anteriormente citados únicamente conocemos una pieza en el Museo de Manresa de procedencia desconocida y otra en La Salut (Sabadell),ambas del tipo 4,
lo cual atenúa en parte, la contradicción que supone el que no se haya
encontrado ninguna pieza en la ciudad en que se acuñaron. Las cecas
a las que pertenecen las acuñaciones son las siguientes:
1195-133 a.c.
Carthago
Untikesken
Kese
Iltirkesken
Abariltur
Saitabi
Ebusus
TOTAL
1
as
sem
ae
tot.
1
%
-
1
2
2
1
1
1
1
3
1
1
6
(32) VILLARONGA, 1973-b,pp. 33-35.
3
1
6
1
3
6
2
1
1
1
15
6'66
20
40
13'33
6'66
6'66
6'66
80
[page-n-360]
ANALISIS DE LA MASA MONETARTA DE LAS CIUDADES
359
La distribución de las cecas que constituyen la masa monetaria se
circunscribe a los talleres de la zona Norte del área litoral Este de la
Península y a Ebusus, estando ausentes las acuñaciones del Sur, de la
Cuenca del Ebro y de Roma. La mayor representación la ostenta la ceca de Kese con el 40%,como consecuencia de su potencia emisora en
series de bronce y por la orientación de sus relaciones preferentemente hacia el Norte (mapa 2 1).A continuación, en orden de importancia,
se encuentran las acuñaciones de Untikesken e Iltirkesken. Todas las
cecas hasta ahora comentadas pertenecen al área catalana y constituyen, en su conjunto, el 80%del total del numario circulante. El resto
de cecas carece de importancia aunque convendría citar el hallazgo
de un AE de Carthago que pudo llegar probablemente a través de Ebusus, de la que también se tiene atestiguada su presencia con una pieza.
La relación de monedas por año es de 0'24, cantidad que se encuentra dentro de lo que será normal, en líneas generales, en las diversas muestras de las ciudades que hemos podido manejar para todo
el marco geográfico elegido.
El auge que en estas fechas experimentan las acuñaciones ibéricas con la aparición de nuevas cecas o con una producción más intensa en las que ya funcionaban, junto a la tendencia que los hábitats
ibéricos tenían hacia una economía ciudadana, va a ser la causa de
que el yacimiento experimente una mayor heterogeneidad de talleres
representados y un considerable aumento en la cantidad numérica de
la masa monetaria, cuya relación de monedas por año es de 0'81,
considerablemente superior a la de los años anteriores.
El aprovisionamiento, esquemáticamente y agrupado por áreas
geográficas, varía muy poco con respecto al que se registró en los
años anteriores, debiéndose atribuir las alteraciones, entre otras causas, a la aparición de talleres en áreas en donde antes eran inexistentes. La mayor participación del numario de talleres de las otras áreas
geográficas manifiesta un movimiento de personas y creemos también que de productos, que será lo que motive que se abran más que
en los años anteriores los circuitos de circulación monetaria, afectando también en ello su situación dentro del mismo. En consecuencia,
en Burriac, el porcentaje global de acuñaciones que circulan de talleres del área catalana es del 58%, cifra que desciende c m relación al
de los años 195-133, aunque aumente el número de piezas que aporta
y los talleres de donde proceden. De ellas, la ceca de la propia ciudad
en estos años mantiene el predominio con respecto a las demás cecas,
,
[page-n-361]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
360
con el 26%. En relación con este bajo porcentaje se ha de recordar lo
que anteriormente se ha dicho sobre el importante número de piezas
que no ha sido posible datar y que si pudieran serlo, aumentarían sin
duda y de un modo importante este porcentaje.
133-72a.c.
den.
Roma
Neronken
-.Massalia (?)
Untikesken
Kese
Ausesken
Eusti
Ilturo
Laiesken
Iltirkes
Lauro
Baitolo
Iltirta
Seteisken
Bolskan
Sekaisa
Arse
Saitabi
TOTAL
as
sem. quad.
1
1
1
3
2
13
2
2
tot.
1
1
1
ae
1
1
1
1
1
1
4
1
1
2
2
5
1
1
1
2
5
1
36
3
5
1
4
3
2
13
2
1
1
2
3
2
9
1
2
1
50
%
2
2
2
8
6
4
26
4
2
2
4
6
4
18
2
2
4
58
30
6
Del resto de las cecas del área catalana, las únicas que merecen
ser destacadas son Kese, de la que ya se había dicho en el período anterior que proporcionaba el mayor aporte, y Ausesken.
En segundo lugar circula el aprovisionamiento que procede de la
Cuenca del Ebro, que supone el 30% de la masa monetaria. De las cecas de esta zona la que más destaca es la de Bolskan que, de modo individual, aporta el 18%. La presencia en orden decreciente de importancia de las monedas de las cecas de Iltirta y Seteisken y probablemente Kelse, nos lleva a pensar que las relaciones entre la región en la
que se encuentra Burriac y el Valle del Ebro se establecerían a través
del Valle del río Segre, dado que las que se dan entre Ilerda y el Valle
del Ebro, en este período, se encuentran plenamente atestiguadas a
través de la composición del lote 1 de los tesoros de Azaila (33).
1
(33) Véase su composición en las pp. 24-25.
[page-n-362]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
361
Las dos zonas restantes que intervienen en el aprovisionamiento
son la Galia, con el 4%,cuya presencia se explicaría por las mismas
razones que lo hacen en Emporion, aunque en el caso de Burriac acusaría, por su posición más hacia el Sur, una pérdida en intensidad de
hallazgos y circulación.
Roma interviene ahora de un modo muy marginal con el 2% del
total del numario del período, después de su ausencia en el período
anterior, que contrasta con la romanización que se produce en el yacimiento en el que las cerámicas campanienses aparecen profusamente.
En estas fechas, 133-72 a.c., Burriac recibe la mayor alimentación monetaria, como bien pone de manifiesto la relación de monedas
por año que se sitúa en 0'81.
El nivel de aprovisionamiento desciende considerablemente hasta
el punto que sólo conocemos dos piezas del taller de Kese -no se debe
olvidar que durante este período funcionaron muy pocos talleres-. No
se tiene noticia de hallazgos de monedas romanas que pertenezcan a
estas fechas ni tampoco de las primeras acuñaciones bilingües. En lo
sucesivo, Ilturo en ningún momento volverá a recuperar el nivel de
alimentación que tuvo durante los años 133-72 a.c.
Parece evidente que Burriac, no ya en estas fechas, sino en el
período anterior, habría perdido probablemente la casi totalidad de
sus habitantes, ya que del hallazgo de dos monedas de AE, una de
t otra de Tarraco de este mismo emperador, no
Treveris de ~ u ~ u sy o
puede desprenderse el mantenimiento del hábitat en el yacimiento,
indicando únicamente que no dejó de ser frecuentado por la causa
que fuere.
A continuación ofrecemos el cuadro de los hallazgos agrupados en
un período que engloba las acuñaciones efectuadas entre el 195 y el
27 a.c., para dar cabida a todas las piezas de las que se desconoce su
exacta cronología, aun cuando muy pocas debieron ser acuñadas después del 72 a.c. (mapa 16).
[page-n-363]
362
195-27a.c.
Carthago
Roma
Neronken
Massalia
Untikesken
Kese
Ausesken
Eusti
Eusti u Ore
Ilturo
Laiesken
Iltirkes/ken
Lauro
Baitolo
Ieso
Abariltur
Iltirta
Kelse
Seteisken
Bolskan
Kaiskata
Seltaisa
Arse
Saitabi
Ikalkusken
Castulo
Ebusus
Inciertas
Total
LA CIRCULACION MONETARIA DE
LA TARRACONENSE
den. vict. as sem. quad. ae
1
1
1(F)
1
4
3
3
2
13
3
1
1
1
1
42
2
1
1
2
4
3
2
1
3
1
1
6
1
1
1
1
1
2
2
5
1
1
2
1
5
1 4 3
6
9
1
1
1
4
66
tot
% 15
'
10'76
2 1'53
1 0'76
10'76
6 4'61
1 10'76
4
3 2'30
2 1'53
10'76
57 43'84
3 2'30 73'8
3 2'30
2 1'53
3 2'30
10'76
1 0'76
4 3'07
2 1'53
2 1'53
9 6'92 14'6
10'76
1 0'76
2 1'53
1 0'76 3'0
1 0'76
10'76
10'76
4 3'07
130
En el cuadro que ahora comentamos se aprecia que la mitad de la
masa monetaria circulante procede de su propia ceca, que cubre el
43'51%. Debido a la inclusión en el cuadro de las piezas no datadas,
aumenta de modo importante el porcentaje que aporta la ceca de Ilturo y el de las que se ubican en el área de la actual Catalunya. En orden de importancia siguen las de la Cuenca del Ebro y de la zona valenciana. El resto de las zonas y cecas, entre las que se encuentran las
de la Galia y Roma, continúan siendo escasas y marginales.
[page-n-364]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
363
Mapa 16. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilturo (Burriac),según
los hallazgos esporádicos, durante los años 195-27 a.C: 1, Untikesken; 2, Eusti; 3, Ausesken;
4, Iltirkesken; 5, Laiesken; 6, Lauro; 7, ilturo; 8, Baitolo; 9, Kese; 10, Ieso; 11, iltirta; 12, Seteisken; 13, Kelse; 14, Bolskan; 15, Kaiskata; 16, Sekaisa; 17, Arse; 18, Saiti; 19, Ikalkusken; 20, Castulo; 21, Ebusus. No se cartea Abariltur. Clave de símbolos en pág. 524.
ILURO (Mataró, Barcelona)
La antigua ciudad de Iluro se encuentra enclavada en el solar de
la actual Mataró y muy próxima a Cabrera de Mar, en cuyo término
se ubica Ilturo (Burriac). Sobre los orígenes de Iluro no existe una
coincidencia de pareceres, situando su fundación en momentos muy
diversos que van desde el siglo 111 a.c. hasta la época augústea (34).
La muestra de monedas que hemos podido reunir procede de diversos puntos de su término municipal, incluida lógicamente su propia ciudad, como son Torre Llauder, Can Xammar, Riera de Sant Simó o Caputxins. El número total de monedas de que disponemos para
los años en que centramos nuestro estudio es de 63, que se distribuyen del siguiente modo:
(34)
Sobre esta cuestión véase CMRiANA, 1977,p. 57; y la bibliograña que en él se cita
[page-n-365]
3 64
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tot.
Antes del 195
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
%
1 1'58
52 82'53
8 12'69
2
3'17
mla
0'30
0'11
0'15
Antes del 195 a.C.
Sin querer entrar en la discusión sobre el momento de la fundación de Iluro, el hallazgo de una moneda de A de Rhode, cuya acuR
ñación se realizó probablemente a principios del siglo 1 1 a.c., puede
1
ser un indicio de la existencia de un poblamiento en la zona, aunque
la aparición de una sola pieza no es en modo alguno significativa.
La estructura de aprovisionamiento de la zona introduce algunas
diferencias en relación con las que presenta Ilturo, ya que el porcentaje con que algunas zonas entran a formar parte de la circulación
monetaria difiere en unas cantidades que no son nada desdeñables.
Las cecas a las que pertenecen las piezas recuperadas son:
,195-27 a.c.
Roma
Neronken
Kese
Eusti
Ilturo
Iltirkes
Lauro
Baitolo
Iltirta
Kelse
Seteisken
Eso
Bolskan
Iaka
Belikiom
Sekia
Bilbilis
Ebusus
Inciertas
TOTAL
den. quin.
3
1
as
1
1
1
1
11
sem.
ae
1
10
1
1
1
2
1
1
1
3
1
1
1
1
3
3
1
28
4
6
14
tot.
5
1
2
1
21
1
1
1
2
1
1
1
3
1
1
1
1
3
4
52
%
9'61
1'92
3'84
1'92
40'38
51192
1'92
1'92
1'92
3'84
1'92
1'92
1'92
5'76 23'07
1'92
1'92
1'92
1'92
5'76
7'69
[page-n-366]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CNDADES
365
Por lo que se refiere a las distintas cecas que constituyen la masa
monetaria (mapa 171, se ha de señalar previamente que, en su gran
parte, sólo están representadas por un ejemplar y la ceca que más lo
hace, exceptuada Ilturo, es Roma, con 5 piezas. Estando así las cosas,
los talleres que más sobresalen son Ilturo, que detenta el 40'38%; a
continuación, Roma con el 9'61%, seguida de Bolskan y Ebusus, aportando cada una de ellas el 5'76%.
Mapa 17. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Iluro (Mataró),
según
los hallazgos esporldicos: 1, Iaka; 2, Eso; 3, Eusti; 4, Emporion; 5, Lauro; 6, Iltirkesken; 7,
Bolskan; 8, Sekia; 9, Iitirtablerda; 10, Baitolo; 11, ilturo; 12, KeselTarraco; 13, Seteisken;
14, Kelse; 15, Bilbilis; 16, Belikiom; 17, Carthago Nova; 18, Ebusus. Clave de símbolos en
pág. 524.
En relación con el cuadro de Ilturo que agrupa las acuñaciones de
los años 195-27 a.c., se puede comprobar que la participación de las
cecas del área catalana en Iluro es mucho menor que en Ilturo, ya que
en esta última las cecas de Kese y Untikesken tenían una fuerte participación en la circulación monetaria, mientras que en la muestra que
ahora comentamos, Kese sólo aporta 2 piezas y Untikesken se encuentra ausente. Además, la segunda posición en orden de importancia la
mantiene el taller de Bolskan, situado fuera del área catalana. Tam-
[page-n-367]
366
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
bién la participación de la ceca de Roma y de Ebusus difiere notablemente de una a otra muestra.
En cuanto al aprovisionamiento agrupado por zonas geográficas,
aunque no se modifican las posiciones de orden en Ilturo e Iluro, sí
que se alteran los porcentajes obteniendo una mayor participación las
cecas de la Cuenca del Ebro y de Roma, a costa de la disminución de
la representación de los talleres del área catalana. .
Es interesante poner de relieve en relación con el aporte de las cecas catalanas, la mínima representación que tiene la ceca de Baitolo
tanto en Iluro como en Ilturo, a pesar de su extrema proximidad y de
la orientación de su dispersión hacia el Norte, en donde se encuentran
ambas ciudades, motivado quizás por la circulación local de sus acunaciones (mapa 18) y la brevedad de las mismas.
De las 52 monedas que constituyen el período sólo conocemos con
seguridad la cronología de 16 y, de ellas, ninguna remonta su fecha
de emisión a los años anteriores al 133 a.c. Unicamente dos lo hacen
con posterioridad al 72 a.c., tratándose estas Últimas de un as de Iaka
y un denario legionario de M. Antonio.
Las monedas que conocemos emitidas durante estos años son
numéricamente inferiores a las que disponíamos para los años anteriores, lo mismo sucede con la relación de monedas por aiío que en el
período 195-27 a.c. era de 0'30 y ahora es de 0'1 1 para los años 27
a.c. y 4 d.C.
1
27 a.c.-41 d.C.
Palestina
Emporion
T arraco
Ilerda
Carthago Nova
*
as
sem. quad.
2
2
1
tot.
%
2
1
ae
2
1
2
2
1
25
12'5
25
25
12'5
El aprovisionamiento queda limitado a las cecas más próximas
dentro de la Tarraconense (mapa 17).Se documenta la presencia de
las acuñaciones de Emporion hasta ahora ausentes, y a los contactos
mantenidos con esta ciudad, que no debieron ser muy prolijos, tiene
que atribuirse probablemente la presencia de las 2 piezas de Palestina, las cuales dentro de esta última ciudad y dentro de su rareza, detentan una participación apreciable.
[page-n-368]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
367
Mapa 18, - Dispedón de la ceca de Baitolo: 1, Empúries; 2, Vic; 3, Ametlla del Vallb; 4,
Alella; 5, Burriac: 6, Mataró; 7, Badalona; 8, Tur6 de Can Oliver; 9, Puig Castellar; 10, Montserrat; 11, Castellvi; 12, La Bleda; 13,Tmagona;14,Regalfari. Clave de símbolos en pbg. 524.
La zona de la Cuenca del Ebro que en los años precedentes tenian
una amplia gama de cecas representadas, se va a ver sensiblemente
reducida y va a mantener, aunque ello se deba a la pura casualidad,
el mismo porcentaje de representación que en aiios anteriores.
[page-n-369]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
368
La deficiente alimentación que tuvo la zona de acuñaciones
romano-imperiales se advierte, con su ausencia, tanto en esta muestra como en la de Ilturo, aunque no consideramos por ello que no pueda admitirse una modesta alimentación, que sólo será mayor en aquellas ciudades en las que por sus funciones e importancia estuvieron
más vinculadas con Roma.
El numario recogido durante el reinado de Claudio 1se reduce a 2
ases, de los que 1 es de Roma y del otro se ignora si es local u oficial.
La estructura que posee Iluro, con una relación de monedas por año
de 0' 15 y con un mínimo aumento con respecto a los reinados de los
tres primeros emperadores, no se ajusta al que presentan los lugares
de población con una relativa importancia, en los que el alza que se
registra en el aprovisionamiento durante Claudio suele ser considerable. De ello podría desprenderse que, aunque la precariedad de monedas fuese similar a la de otros yacimientos, las necesidades que de
ella tuvo la ciudad destinada a una economía de mercado fueron bastante más reducidas.
Ha sido publicado recientemente un estudio por J. M. Gurt, en el
que se analizan los hallazgos monetarios de época imperial procedentes del área rural comprendida entre Iluro y Baetulo (35);parte de los
hallazgos que presenta y del área geográfica sobre la que se efectúa el
estudio, son concurrentes con la que hemos presentado, referida exclusivamente a Iluro. Las acuñaciones que se citan en el referido trabajo, acuñadas entre el 27 a.c. y el 54 d.C., son las siguientes:
Aug.
27 a.c.-54 d.C.
Roma
Local
Lugdunum
Carthago Nova
Emerita
Ilerda
Tarraco
TOTAL
b
Tib. Claud. tot.
4
3
10
1
1
i
10
1
1
1
4
4
10
7
6
11
1
4
13
10
34
%
20'58
29'41
2'94
2'94
2'94
11'76
29'41
Entre esta muestra y la que nosotros hemos presentado de Iluro
para estos mismos años existen diferencias considerables que, sin lugar a dudas, provienen de la precariedad de ambas muestras. Quizás
entre las consideraciones más importantes que pueden entresacarse
(35)
GURT, 1979-b,pp. 71-81.
[page-n-370]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
369
del cuadro es, por un lado, la importancia del aprovisionamiento que
realiza el taller de Tarraco que nosotros sólo habíamos visto insinuarse. Por otra parte, la participación del numario romano-imperial es, a
nuestro entender, excesivamente elevado en relación con lo que se ha
visto en Emporion y lo que se apreciará en las distintas ciudades de
nuestro marco geográfico, excluidas las Baleares.
Por último, el aprovisionamiento de Claudio 1, aunque bastante
superior al que nosotros hemos registrado como comenta su autor, se
encuentra todavía por debajo del alza que se registra durante este
emperador en la ciudad de Baetulo (36)y en otras ciudades peninsulares, atribuyéndolo, y nosotros compartimos su opinión, a la procedencia rural o semirural de las monedas del cuadro presentado.
BARCINO (Barcelona)
La Colonia Iulia Augusta Paterna Faventina Barcino (37)se fundó
en época de Augusto y en ella, al igual que en el resto de las colonias
augústeas de Hispania, se asentaron veteranos de las Guerras Cántabras, aunque se desconoce a qué legión o legiones pertenecían los que
lo hicieron en Barcino.
La fundación de la colonia ex novo, a priori presenta múltiples
problemas ya que, como apunta Balil, el establecimiento de una colonia en el mundo romano no va aparejado necesariamente con la implantación de personas en un lugar deshabitado, sino que se escogían
con preferencia zonas con la existencia de una mínima urbanización
(38).
Dentro de la problemática de la existencia o no de una población
anterior a la fundación de la colonia que utilizara el apelativo de Barcino, Barcilo o Barkeno, se circunscriben las distintas noticias que de
ella nos dan los textos literarios antiguos (39)y la existencia de dracmas ibéricas de imitación ampuritana (40).
Las 28 monedas que se conocen proceden, en su mayor parte, de
las excavaciones realizadas en el casco antiguo de Barcelona, y se
encuentran depositadas en el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona. La circulación monetaria de la colonia ha sido estudiada concienzudamente, en dos ocasiones, por M. Campo y J. O. Granados
(36)
(37)
(38)
(39)
(40)
GURT, 1979-b, p. 72; compruébese este extremo en GURT, 1978, pp. 213-219.
BALIL, 1964; CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 225, nota 2.
BALIL, 1964, pp. 43-44.
AVIENO, 520; AUSONIO, ep. XXVII-68.
GUADAN, 1970, clase XII-IV-XXIV, núm. 864-847; JENKINS, 1979, núm. 646.
[page-n-371]
370
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
(41).Por ello, nosotros sólo vamos a realizar algunas consideraciones
ya que, básicamente, vamos a utilizar la misma muestra de hallazgos
y no vamos a repetir lo que ya se ha dicho. Las monedas que componen la muestra se agrupan del modo siguiente:
tot.
Antes del 195
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
1
10
10
7
28-
%
mía
3'57
35'71 0'05
35'71 0'18
25
0'53
-
Antes del 195 a.C
.
Con anterioridad a la primera década del siglo 1 a.c. se conoce
1
una moneda (cpúnica)),de la que se ignoran mayores detalles; no obstante su aparición, pertenezca a la ceca de filiación púnica que sea, no
es anormal ya que en una posición mucho más al Norte y a la vez
abundante, se encuentran los hallazgos de monedas de esta filiación
en Emporion y Ullastret.
195-27 a.c.
as
Roma
Eusti
Ausesken
Iltirta
Bolskan
Obulco
Gades
TOTAL
2
1
2
1
1
1
8
I
sem.
ae
1
1
1
1
tot.
%
1
3
1
2
1
1
1
10
1O
30
10
20
10
lo
10
40
30
20
*
En la información que nos proporciona el cuadro, llama la atención la inexistencia de las cecas situadas en su entorno más inmediato, como pudieran ser Laiesken, Ilturo y Baitolo o, incluso ampliando
el marco, Kese, y que sólo estén representadas Eusti y Ausesken, a pesar de que el cuadro pueda parecer que ofrece un aprovisionamiento
(41) CAMPO-GRANADOS, 1979, pp. 57-69; id., 1978, pp. 221-240, en donde se encontrará una detallada explicación sobre el contexto arqueológico de los hallazgos e histórico de
la ciudad.
[page-n-372]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
37 1
normal, debido a que las cecas catalanas aportan un 40% de la masa
monetaria y las pertenecientes a la zona de la Cuenca del Ebro, el
30%. Estos últimos porcentajes se encuentran en la línea de lo que
hasta ahora se ha visto en las muestras de Ilturo e Iluro, aunque aquí,
en Barcino, el porcentaje con que están representadas estas últimas
es bastante más elevado (42).
Esta procedencia peculiar del aprovisionamiento (mapa 19) nos
induce a pensar en la posible falta de representación de la muestra, lo
cual no se encontraría en contradicción con la idea de Campo-Granados (43), quienes afirman que estas piezas constituyen una circulación residual, aunque, aun así, no sabemos si se podría explicar la disparatada presencia de cecas en la masa monetaria, en la que del área
catalana están ausentes los talleres más próximos y más potentes.
El aprovisionamiento es, durante este período, más numeroso que
en el anterior, como lo pone de manifiesto la relación de monedas por
año que era de 0'05 y ahora pasa a ser de 0'18 para los años 27 a.c.41 d.C., y de 0'53 durante el reinado de Claudio 1. Las cecas en las
que se distribuyen las acuñaciones de los tres primeros emperadores
son las siguientes:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Lugdunum
Tarraco
Ilerda
Inciertas
den.
dup.
as
1
quad.
ae
tot.
%
1
2
2
2
3
1
2
20
20
30
10
20
2
3
1
La muestra ratifica la importancia que adquiere Tarraco en el
aprovisionamiento de la zona (mapa 19) que lógicamente debería tener una mayor participación conforme nos acercamos hacia el Sur y,
a la vez, contrasta con su ausencia en época republicana.
La alimentación que se observa procedente de Roma es muy importante ya que, si a la de esta ceca unimos la que proviene del taller
imperial de Lugdunum, en conjunto aportan el 40%de la masa mone(42) Nos parece excesivo el protagonismo que la muestra concede a las cecas de la
Cuenca del Ebro. Sin embargo, este protagonismo se ve todavía elevado a unos límites insospechados en el lote de monedas.de la zona de Granollers, incluyendo las que se encuentran
depositadas en el Museo (véase la relación de estas monedas en la página 98).
(43) CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 230; id., 1979, p. 59.
[page-n-373]
372
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
taria de los años 27 a.c.-41 d.C. Estos porcentajes sólo pueden explicarse por la precariedad de la muestra, aunque admitimos la posibilidad de una participación notable de este numario.
Mapa 19. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Barcino, según los hallazgos esporádicos: 1, Eusti; 2, Ausesken; 3, Bolskan; 4, iitirtahlerda; 5, Tarraco; 6, Obulco;
7, Gades. Clave de símbolos en pág. 524.
La colonia de Barcino no puede considerarse, según se desprende
de los hallazgos numismáticos, como un punto con actividad y circulación monetaria importante ni en los años anteriores a su constitución como colonia ni durante la primera mitad del siglo 1 d.C., sino
que para ello habrii que esperar al siglo 11 d.C. (44),periodo éste al
que pertenecen los hallazgos arqueológicos de mayor. relieve.
KESE-TARRACO (Tarragona)
La ciudad de Kese-Tarraco, situada al Norte de la desembocadura
del río Ebro, quedó bajo control romano poco tiempo después de su
desembarco de la Península Ibérica, recibiendo el apelativo de Scipionis Opus (45). Durante el periodo de César adquiere la condición de
(44) CAMPO-GRANADOS, 1978, p. 230; id., 1979, p. 59.
(45) PLINIO, N.H., 111, 3, 21.
[page-n-374]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
373
Colonia, denominándose Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, y en el reinado de Augusto pasará a detentar la capitalidad de la Provincia Tarraconense (46).La vida de la ciudad, desde entonces, no se ha extinguido en ningún momento.
En la actualidad disponemos para el análisis de su circulación
monetaria de dos muestras. La primera de ellas está compuesta por
los hallazgos efectuados en las excavaciones realizadas en el subsuelo
de la ciudad (47),a los que se han añadido los hallazgos esporádicos
publicados por Mateu y Llopis, y a la que denominaremos Urbs. La segunda engloba las acuñaciones recuperadas en el transcurso de las
excavaciones de la necrópolis paleocristiana de Tarraco (48),que ha
sido recientemente objeto de su estudio numismática por L. Avellá
(49).
Además de estos dos lotes, existe un tercero formado por las monedas que se encuentran depositadas en el Museo Provincial de Tarragona, sin procedencia conocida, las cuales, ante las distintas proporciones en las que intervienen los diversos aprovisionarnientos monetarios de cecas y áreas geográficas y la ausencia de una muestra
numerosa de la propia Kese-Tarraco o de un lugar próximo, hemos
considerado que en su totalidad no pertenecen ni a la ciudad ni a la
zona circundante y, por esto mismo, no se van a incluir en el análisis
de la circulación monetaria de la ciudad; aunque al final daremos en
un anexo las cantidades con que están representadas las cecas y zonas geográficas según mejor convenga, ya que la relación detallada se
puede encontrar en el inventario, en la voz Tarragona.
Las monedas procedentes de la Urbs y de la necrópolis no ofrecen
una suficiente cantidad como para poder ser analizado el período republicano posterior al 195 a.c. en diversos grupos. Por lo tanto, las
acuñaciones recuperadas se enrnarcan del siguiente modo:
tot.
Antes del 195 a.c.
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
TOTAL
(46)
(47)
(48)
(49)
%
d a
3
53
21
19
96
3'12
55'20
21'87
19'79
0'31
0'30
1'46
BALIL, 1966, PP. 625-626.
SERRA VILARO, 1932.
SERRA VILARO, 1928, 1929 y 1935; TULLA-BELTRAN-OLIVA, 1927.
AVELLA, 1979, pp. 52-76. Reiteramos nuestro agradecimiento a esta investigado-
ra por haber podido disponer del estudio inédito del catálogo de las monedas en ella aparecidas.
[page-n-375]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
374
Antes del 195 a.C.
Las piezas más antiguas que han aparecido en los hallazgos esporádicos se remontan a los últimos años del siglo 111 a.c. y pertenecen
a emisiones relacionadas con los acontecimientos de la Segunda Guerra Púnica. Las cecas a que pertenecen son:
Roma
Hispano-cart.
Kese
1
.
Necrópolis
total
1
1
Urbs
1
1
1
La cantidad de piezas recuperadas es mínima pero ilustra la distinta repartición de las cecas que circularon en estas fechas en la ciudad. Al hablar de este período es obligado hacer mención de la supuesta acuñación de las dracmas ibéricas de imitación ampuritana
con leyenda Kose (50)y Taraconsalir (51);de esta última no se conoce
en la actualidad ningún ejemplar con el que se pueda verificar su
existencia, considerándola Guadán (52) como un tipo de acuñación
inexistente. Con respecto a la dracma con leyenda Kose, Villaronga
(53)recientemente ha presentado la misma pieza que conoce Guadán
(54)y por delante del signo Ko lee el signo Ti, concluyendo que la leyenda completa es Tikose, debiéndose desvincular ambas definitivamente de la ciudad de Kese.
En suma, con anterioridad a la Segunda Guerra Púnica no conocemos ningún tipo de hallazgo esporádico, aunque sí tuvieron conocimiento de la moneda como lo demuestra el hallazgo del tesoro de Tarragona, de principios del siglo 111 a.c., compuesto en su mayor parte
por fraccionarias ampuritanas y óbolos massaliotas. Se debe pensar
por consiguiente, que el uso de la moneda debió ser escaso y tan sólo a
partir de estos acontecimientos bélicos fue cuando la moneda adquiere una significación notoria, hasta el punto de que a fines de este siglo
111 a.c. la ciudad abrirá su propio taller (55).
En este período la ciudad va a adquirir un despegue inusitado en
(50)
(51)
(52)
(53)
(54)
(55)
GUADAN, 1970, núm. 865.
DELGADO, 1876, lám. CXXXI-150.
GUADAN, 1968, pp. 322, 338, 352 y 368.
VILLARONGA, 1979-a,p. 113, núm. 240.
GUADAN, 1970, núm. 865.
VILLARONGA, 1971, pp. 51-70;MARCHETTI, 1978, pp. 399-405.
[page-n-376]
375
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
el que se incrementará la producción de su taller de acuñación, abierto pocos años antes del 195 a.c. Las 52 piezas halladas emitidas en
este período pertenecen a:
195-27 a.c.
Roma
Massalia
Kese
Baitolo
Iltirta
Kelse
Bolskan
Bilbilis
Arse
Gades
Ebusus
TOTAL
Urbs
Necrópolis
1
2
18
1
1
23
1
1
1
1
1
1
26
1
27
tot.
1
2
41
1
1
1
1
1
1
1
2
53
%
1'88
3'77
77'35 79,24
1'88
1'88
1'88 7154
1'88
1'88
1'88
1'88
3'77
La presencia de cecas extrapeninsulares es míñima; está representada exclusivamente por las cecas de Roma y Massalia, con un
ejemplar y dos ejemplares, respectivamente, y porcentualmente el
aporte es despreciable. No queremos tampoco af"mar que estas proporciones, en especial la de la ceca de Roma, se ajusten estrictamente
a la realidad, aunque sí que consideramos que debe ser tomado como
una orientación sobre el precario aprovisionamiento que esta ceca debió aportar a la ciudad cuyo numario, acuñado abundantemente, satisfizo, en una elevada proporción, sus necesidades. Como punto de
comparación se puede tomar el numario republicano recogido en Serra de 1'Espasa (56), en donde éstas aportan el 2'27%.
De entre las cecas peninsulares (mapa 20), como es lógico, la ceca
de la ciudad es la que acapara y proporciona la mayor cantidad de la
masa de nurnario circulante, con el 77'35%, cantidad ésta que se encuentra condicionada por la amplia variedad de emisiones y la cantidad de moneda que se batió de cada una de ellas. La expansión prioritaria que esta ceca adquiere hacia el área de la actual Catalunya (mapa 2 l ) , no se encuentra correspondida por una circulación de acuñaciones de talleres de esta misma zona, que ni tan siquiera es débil, por
cuanto que sólo se conoce un ejemplar de Baitolo (57).
(56) Véase la página 382.
(57) Compárese la dispersión de la ceca de Kese en el mapa 21, con la presencia de cecas del área catalana en esta ciudad durante los años 195-27 a.c., en el mapa 20.
[page-n-377]
376
LA CiRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Queremos hacer notar la ausencia de acuñaciones de AR de Kese
que, aunque la cantidad de piezas que se acunaron con este metal fuer a relativamente corta (58),
debieron de circular lógicamente en la
ciudad en la que se emitieron. También hemos de señalar la existencia de un elevado número de divisores que se han recuperado y que la
ceca acuñó dentro de una serie completa de valores que manifiestan
con toda claridad una función de medio de cambio, no sólo para grandes transacciones sino también para modestas y pequeñas que no hubiesen tenido objeto de ser sino hubiera existido previamente una mínima necesidad de ellas.
Mapa 20. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de KeselTarraco, según
los hallazgos espor&dicos: 1, Bolskan; 2, Iltirtahierda; 3, Baitolo; 4, Bilbilis; 5, Kelse; 6, Kesenarraco; 7 , Arse; 8, Carthago Nova; 9, Gades; 10, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
La segunda y última zona que aporta una cantidad de numario
que merece ser destacada es la de la Cuenca del Ebro, con el 7'54%.
Ninguna de las cuatro cecas representadas tiene un mayor predominio sobre las demás, ni tan siquiera Iltirta y Kelse a través de las cuase
(58) Según estimaciones de VILLARONGA, 1982-b, conocen en la actualidad 34 cuños diferentes de denarios de Kese frente a 68 de Iltirta.
[page-n-378]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
377
Mapa 21. - Dispersión de la ceca Kese/Kesse: 1, Calabuig; 2, Roses; 3, EmpÚnes; 4, Segaró;
5, Alt Empardi; 6, Banyoles; 7, La Barroca; 8, üksiret; 9, Lloret de Mar; 10, Hostalric; 11,
Solsona; 12, Balsareny; 13, Sant Miquel de Sorba; 14, Museo de Manresa; 15, Sant Martí de
Cartellas; 16, Puiggraciós; 17, Torre Roja; 18, Odena; 19, Las Soleyas; 20, Villar del Met; 21,
Sabadell; 22, Can Rosell; 23, Burriac y Can Rodon de 1'Hort; 24, Caputxins; 25, Badalona;
26, Comarca de El Penedés; 27, La Rovira Roja; 28, Hort Gran; 29, El Vilar; 30, Vendrell; 31,
Vida d'0rdi; 32, Sant Marti Sarroca; 33, Bellvei; 34, Darró; 35, Olérdola; 36, Huesca; 37,
Aragon; 38, Estinglells; 39, Secá de Sant Pere y Lleida; 40, Belianes; 41, Serra de la Llena;
42, Azaila; 43, Bajo Aragón; 44, Coll del Moro; 45, Sant Miquel (Vinebre); 46, Serra de 1'Espasa; 47, Tarragona; 48, El Som; 49, Fullola; 50, Morena; 51, La Balaguera; 52, La Torre;
53, Los Villares; 54, Valencia; 55, L'Illa de Cullera; 56, Museo de Alcoi; 57, Tossal de la Cala;
58, Museo de Alacant; 59, El Monastil; 60, Región de Murcia; 61, Eivissa; 62, Puig d'en Canals; 63, L'Alcudia; 64, Menorca.
[page-n-379]
378
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
les se articularía la penetración de la ciudad de Kese hacia el interior
y viceversa del Valle del Ebro a la costa mediterránea.
Al igual que ocurre con las cecas extrapeninsulares, el resto de los
talleres ubicados fuera del área catalana y de la Cuenca del Ebro, intervienen en la circulación monetaria de un modo muy marginal, de
entre ellas destaca Ebusus.
A tenor de lo que antecede podemos deducir, siempre y cuando
nuevos datos no demuestren lo contrario, que la circulación monetaria en Kese durante este periodo estuvo sustentada básicamente con
sus propias acuñaciones, como también tiende a ratificarlo el hallazgo
del tesoro de la cantera de Corromput, compuesto por 1.000 ases de
Kese, y cuya potencia de acuñación fue una de las más importantes
razones por las que se impidió la entrada en la circulación de otro tipo
de numario y jiistificaría, muy probablemente, la ausencia de otros
talleres en un entorno considerablemente amplio, en especial, a lo largo de la franja mediterránea.
La evolución de la ciudad debió ser de continua expansión desde
los últimos años del período republicano, en que Cesar la convierte en
colonia, y durante los primeros años del Imperio, en que con Augusto
se convierte en capital de la Provincia Tarraconense, como a priori
dejan intuir estos acontecimientos. Sin embargo, los hallazgos numismáticos manifiestan un mantenimiento de la cantidad de numario
que recibe la ciudad que, durante los años 27 a.c.-41 d.c., se concreta
en las siguientes cecas (mapa 20):
Urbs
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Lugdunum
Tarraco
Ilerda
Bilbilis
TOTAL
Necrópolis
2
total
2
1
11
1
1
i
4
1
15
3
1
13
9
%
9'0913.63
4'54
68'18
13'63
18.18
4'54
22
2
Después del cese de la actividad del taller de la ciudad en la primera mitad del siglo 1 a.c., se inician de nuevo las acuñaciones bajo
Augusto a partir del 2 a.c., en que este emperador recibe el título de
Pater Patriae, esta vez con leyenda latina, como le correspondia en
virtud de su situación jurídica. La cantidad de numario que aporta la
ceca de la ciudad, Tarraco, desciende en relación a la de los años an-
[page-n-380]
379
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
teriores aunque, según la muestra, continúa siendo la ceca que con
mucho predomina dentro de la circulación monetaria con el 68' 18%.
A continuación se encuentran las acuñaciones de la Cuenca del
Ebro representadas por Ilerda y Bilbilis, que aportan el 18'18%. La
mayor participación de esta zona en la masa monetaria de Tarraco
podría ser parangonable con la elevada proporción con que esta zona
forma parte del numario circulante en la comarca de El Penedés (59),
hecho que se explicaría por encontrarse Tarraco frente a una vía de
salida del Valle del Ebro hacia el litoral mediterráneo.
El numario romano tanto imperial como senatorial detenta, en este período, una posición bastante más elevada que en el anterior y
quizás pudiera explicarse por tener una vinculación mucho más directa con Roma, como consecuencia del emplazamiento en ella de la
capitalidad de la provincia.
Conviene precisar que en el aprovisionamiento de estos años (27
a.c.-41 d.c.) están ausentes las acuñaciones de Caligula; que del reinado de Tiberio sólo se conocen 4 ejemplares ( 18' 18%) del de Augusy
to 18 (81'8 1%).Con ello, se observa que la cadencia de alimentación
durante estos tres reinados del Imperio no es, ni con mucho, regular.
La muestra más próxima con la gue se podría comparar es la de la comarca de El Penedés (60), donde las proporciones, aunque manifiestan también un predominio mayor del aprovisionamiento con acuñaciones de Augusto, estas cantidades son menos extremas, perteneciendo el 33'33% a Tiberio y el 66'66% a Augusto.
Con Claudio 1 la ciudad rejuvenece su numario de modo importante y supera ampliamente la alimentación que hasta ahora se había
registrado, como queda bien patente en la relación de monedas por
año, que durante los años 27 a.c.-41 d.C, era de 0'30, y durante el reinado de Claudio asciende a 1'46. Por lo que se refiere a la distinta circulación de emisiones de Roma y locales, la escasez de monedas de
las que con certeza se ha realizado esta distinción, no permite extraer
conclusiones sólidas aunque predominen las locales. Las piezas se reparten del siguiente modo:
41-54 d.C.
Roma
Local
Dudosas
TOTAL
( 5 9 ) Véase la página 3 8 5 .
( 6 0 ) Véase la página 385.
Urbs
Necropolis
total
%
4
6
4
6
9
19
21'05
31'57
47'3 6
7
2
7
12
[page-n-381]
380
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ANEXO
E1 Monetario del Museo Provincial de Tarragona.
A continuación vamos a exponer un cuadro resumen referente a
cada uno de los periodos con que se agrupan las acuñaciones realizadas con anterioridad al 195 a.c., del 195 al 27 a.c. y del 27 a.c. al 41
d.C., a título orientativo de la composición del mencionado monetario.
Como anteriormente se ha dicho en los diversos análisis y comparaciones con otras muestras, hemos intentado abstraer las cantidades
con que deberían entrar a formar parte de la masa monetaria de la
ceca de la ciudad, la de Roma y la de las distintas áreas geográficas.
Ante la realidad que presenta la muestra del Museo de Tarragona,
que se podrá apreciar en los cuadros adjuntos, es posible deducir, como hizo J. C. Richard al estudiar las acuñaciones galas y republicanas
de este Museo, que el conjunto de monedas no puede ser utilizado par a el estudio de la circulación monetaria de Tarraco, aunque una buena parte de las piezas pueden ser de procedencia local.
Antes del 195 a.c.
Roma
Emporion
Kese
Sur Peninsular
- TOTAL
total
21
3
3
8
35
.195-27 a.c.
110
24
171
52
129
12
76
41
615
6O
8'57
8'57
22'85
total
Roma
Galia
Kese
Area Catalana
Cuenca Ebro y Meseta
Levante
Sur
Ebusus
TOTAL
%
40
%
17'88
3'90
27'80
8'45
20'97
1'95
12'35
6'66
21.78
78'21
[page-n-382]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
27 a.c.-41 d.C. (61)
total
%
Tarraco
Area Catalana
Cuenca Ebro y Meseta
Levante
Sur
Ebusus
TOTAL
66
18
103
36
45
1
269
381
24'53
6'69
38'28
13'38
16'72
0'3 7
SERRA DE L'ESPASA (Capasanes, Tarragona), SANT MIQUEL
(Vinebre, Tarragona) y L COMARCA DE EL PENEDES (BarceloA
na).
Junto con el yacimiento de Capsanes vamos a incluir un corto comentario de los hallazgos efectuados en el poblado ibérico de Sant Mique1 de Vinebre y de los que se han recogido en la comarca de El Penedés, como consecuencia de la debilidad numérica y la parcialidad
cronológica que estas muestras presentan.
El poblado ibérico de Serra de 1'Espasa (62) se encuentra a unos
100 metros al Norte de Capsanes, en la provincia de Tarragona. Los
restos de materiales arqueológicos que se conocen del yacimiento están depositados en el Museo Municipal de Reus y proceden de hallazgos superficiales y de un reducido número de catas realizadas en determinados lugares del mismo.
La cronología del yacimiento se encuentra bastante insegura, debido a la inexistencia de unas excavaciones efectuadas con un método
científico y de un estudio actual de los materiales. Aun así, al yaci1
miento se le otorga un período de existencia entre el siglo 1 1 y el 1
a.c., aunque han aparecido urnas de orejetas que podrían hacer remontar su cronología inicial y, en otros puntos de La Serra, tegulas romanas y cerámicas sigillatas.
Las 46 monedas recuperadas (63)proceden de hallazgos esporádicos efectuados en diversos puntos de La Serra. Excepto una didracma campaniense forrada y una moneda de Tarraco de Augusto, el
(61) No se incluyen las acufiaciones de Nemausus ni las romanas imperiales y senatoriales.
(62) VILASECA, 1958.
(63) Estas monedas han sido consideradas como un tesoro por GAGGERO, 1976, p. 68,
nota 49; cuando MATEU Y LLOPIS, H. M. 48, de donde toma la información Gaggero, dice:
((Halladosdispersos en un mismo lugar en el curso de diferentes búsquedas y excavaciones)).
Y por otra parte, VILASECA, 1958, p. 29 señala: c..
casi todas lo fueron al azar a lo largo de
varios años y dispersas en distintos puntos de la Serra)).
[page-n-383]
382
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
resto de las piezas se enmarcan en su totalidad dentro del período
195-27 a.c. y pertenecen a las siguientes cecas (mapa 22):
1 195-27 a.c. 1
Roma
Kese
Eusti
Iltirta
Kelse
Saltuie
Bolskan
Uarakos
Arse
Ebusus
Iber. Inciert.
TOTAL
den. as sem.quad.sext. ae tot.1
1
20
2
1
1
1
3
1
2
1
1
3
3
9
5
3
1
1
%
1 2'27
2 4 54'54
59,09
4'54
2
1 2'27
1 2'27
1 2'27 13'63
4'54
2
1
2'27
1
2'27
1
1 2'27
9 20'45
1 4 4
SERRA DE L'ESPASA
Mapa 22. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibérico de
Serra de l'Espasa, según los hallazgos esporldicos: 1 , Uarakos; 2, Bolskan; 3, Eusti; 4, Saltuie; 5, Iltirta; 6, Kelse; 7, Keseflarraco; 8, Arse; 9, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
I
[page-n-384]
La consideración más importante que se deduce del cuadro es que
el taller de Kese ocupa un puesto importante dentro de la masa de numario circulante en el yacimiento, con el 54'54%.Sin embargo, y pese
a la proximidad del yacimiento con Kese, las cecas de la Cuenca del
Ebro ocupan un porcentaje que no es en modo alguno despreciable, situándose, con el 13'63%,en segundo lugar. El resto de las cecas, entre
las que se encuentra Roma, mantiene una mínima representación que
en ningún caso excede de una pieza, correspondiéndoles el 2'27% de
la masa monetaria.
En relación con la paulatina disminución de influencia del numario de Kese, conforme nos adentramos hacia el interior en dirección al
Valle del Ebro, es interesante incidir sobre un lote de monedas recientemente publicadas por M. Campo (64)procedentes de las excavaciones de Sant Miquel de Vinebre (Tarragona),en donde todavía a una
distancia relativamente próxima de Kese, se invierten los porcentajes
de participación que habíamos visto en Capsanes. Como se podrá
apreciar en el cuadro inferior, las cecas de la Cuenca del Ebro aportan el 54'54% de la masa monetaria y la ceca de Kese tan sólo alcanza
el 27'27%.
195-27 a.c.
as
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Barskunes
Arse
Iber. Inciert.
TOTAL
3
3
1
1
1
quad. total
3
3
1
1
27'27
27'27
1
1
1
1
10
%
9'09
9'09
9'09
9'09
1
1
11
9'09
54.54
La situación hacia el litoral Norte en la muestra de monedas recogidas en la comarca de El Penedés (65),publicada por N. Rafel, aunque se encuentra de KeseITarraco a una distancia bastante comparable a la de Sant Miquel de Vinebre, la composición del numario es mucho más similar a la de La Serra de l'Espasa. Las monedas recuperadas en la comarca de El Penedés, acuñadas durante los años 195-27
a.c., pertenecen a las siguientes cecas (mapa 23):
(64) CAMPO, 1978-b, pp. 49-53.
(65) RAFEL, 1979, pp. 15-20. En él estudia las monedas inéditas de la colección Giró
Romeu, recogidas en la comarca, a las cuales ha añadido los hallazgos esporádicos ya publicados, procedentes de la misma comarca.
[page-n-385]
384
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Roma
a
r
ae
Kese
Lauro
Baetulo
Iltirta
Seteisken
Bolskan
Konterbia
Sekotias
Inciertas
2
16
1
1
14'2 %
14'2 %
51'42%
2
1
68'57 %
1
14'28 %
1
1
6
2'85 %
17'14 %
17'14 %
El cuadro pone de manifiesto que la expansión monetaria de Kese
y su influencia se ejerció de modo más intenso, a la misma distancia
hacia la zona litoral te que hacia el interior y el Sur de Hispania
(mapa 21). En relación con esta Última zona, debe tenerse presente
COMARCA DE EL PENEDES
Mapa 23. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la Comarca de El Penedés, según los hallazgos esporádicos: 1, Bolskan; 2, Lauro; 3, Caesaraugusta; 4, Seteisken;
5, Kesemarraco; 6, Bilbilis; 7, Sekotias; 8, Ercavica; 9, Castulo; 10, Romula.
Clave de
símbolos en pág. 524.
[page-n-386]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
385
que en Morella, la ceca de Kese ocupa el 6%de la masa monetaria de
los años 195-27 a.c. y que en la Moleta dels Frares se encuentra ausente.
De los años 27 a.c.-41 d.C., tan sólo de la comarca de El Penedés
se dispone de un número mínimo de piezas para poder ser comentada.
En el aprovisionamiento que tiene la zona, se observa que Tarraco no
tiene la preponderancia que en años anteriores tuvo con las emisiones
ibéricas, hasta el punto que Caesaraugusta casi iguala el porcentaje
que aporta Tarraco, y las acuñaciones de la Cuenca del Ebro, en su
conjunto, ocupan el 44'44% de la masa monetaria.
Por lo que se refiere a la circulación de las acuñaciones romanoimperiales, ésta es débil, manifestando nuevamente que hasta el 41
d.C. en ningún momento tuvieron una participación ni tan siquiera
considerable, realizando el mayor aporte de numario las acuiíaciones
tanto ibéricas como hispano-romanas. Según N. Rafel, el nurnario recogido es el siguiente:
En definitiva, la difusión del numario de Kese/Tarraco es bastante
más importante en lo que se refiere a las emisiones con leyenda ibérica que latina; y se orienta de modo más predominante hacia la franja
litoral, situada al Norte de su ciudad que hacia el Sur, especialmente
por debajo de la línea de Ebro, y hacia el interior, por cuanto que conforme nos adentramos en dirección a la Cuenca del Ebro, la densidad
de hallazgos va disminuyendo sensiblemente.
[page-n-387]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
386
L MOLETA DELS FRARES (Forcall, Castelló)
A
El poblado ibérico de La Moleta dels Frares (66)se encuentra situado en una muela con una altitud de 9 10 metros en el término municipal de Forcall, al Noroeste de la provincia de Castelló.
El yacimiento se encuentra en un punto estratégico, a partir del
cual se dominaba la vía natural de penetración desde el litoral valenciano al Valle del Ebro (67).Tuvo una larga perduración ya que, en
los niveles más profundos, se documenta una población datable en los
últimos tiempos de la primera Edad del Hierro que evolucionará ha1
cia la cultura Ibérica, alcanzando su cénit a mediados del siglo 1
a.c.; y posteriormente se romanizará, extinguiéndose la vida del yacimiento durante el siglo IV d.C.
Las monedas que vamos a utilizar para el análisis numisrnático
del poblado ibérico proceden en su mayoría de hallazgos esporádicos
superficiales efectuados en La Moleta, a excepción de un pequeño lote
de monedas que fueron recuperadas en las excavaciones que en este
poblado realizó E. Pla Ballester, en el año 1960. Disponemos de 39
piezas útiles para nuestro estudio, cuya distribución por períodos cronológicos es la siguiente:
total
41-54 d.C.
TOTAL
%
d a
5
39
12'82
0'38
La moneda más antigua que se ha encontrado hasta el presente y la
única que puede ser incluida en este período, es un denario romano tipo RRC, 204, 1, acuñado en el 152 a.c. Hemos de deducir forzosamente que si no existe un vacío de información, este poblado accedió
en un momento relativamente tardío a la utilización de la moneda como medio de cambio. Quizás sea más lógico inclinarse por la primera
opción, ya que en la franja costera mediterránea el uso de la moneda
1
se encontraba generalizado a partir de la primera mitad del siglo 1
a.c.
(66)
(67)
BALLESTER, 1968.
CHABRET, 1978, pp. 45-47.
PLA
[page-n-388]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
387
Los primeros síntomas de la utilización de la moneda van a aparecer definitivamente a partir del 133 a.c., y los valores de que se dispone son relativamente elevados, ases y denarios. Por consiguiente cabe
pensar que la utilización del numario se realizaría en unos niveles
muy reducidos, al no poder ser utilizado para las transacciones corrientes. Las cecas que están presentes en la masa monetaria del
período son:
133-72 a.c.
den
as
total
%
Roma
Saltuie
Bolskan
Iltirta
De todas las cecas, es Roma la que aporta mayor cantidad de piezas con una cronología de emisión distribuida a lo largo de todo el
período, sin existir ningún tipo de agrupación en unas fechas determinadas. Dentro de las acuñaciones de esta ceca destaca la mayor cantidad de monedas de A que de AE.
R
El resto de las cecas del período pertenecen en su totalidad a la
Cuenca del Ebro (mapa 24), que suponen dentro de la masa monetaria
el 57'14%; de ellas, sobresale Bolskan con 5 piezas, de las que 2 son
de AR. De esto se desprendería que el yacimiento se encontraría dentro de la órbita de circulación monetaria del Valle del Ebro, manteniendo unos contactos más extensos con esta zona que con el litoral.
Las monedas que no han podido ser incluidas dentro de los distintos
períodos no hacen más que ratificar esta inclinación hacia el Valle del
Ebro, aumentando su proporción en la masa monetaria puesto que se
trata de un as de Iltirta y un as de Kelse; 2 ases de Roma y 2 ases de
Saitabi.
En la composición de las cecas peninsulares encontramos a faltar
las cecas del litoral catalán, en particular la de Kese, que por su proximidad y abundancia de emisiones entendemos que debiera de estar
representada.
En los anos siguientes al 72 a.c. y hasta el 49 a.c., en que se fecha
la moneda más antigua de este período, no se conoce en el yacimiento
ningún tipo de numario. Las pocas piezas que se han recogido han sido acuñadas en su totalidad entre los años 49 y 27 a.c. Estas se redu-
[page-n-389]
388
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
cen a dos cecas, Roma, de la que se poseen 3 denarios, y Dertosa, de
la que la inclusión de un semis en estas fechas es dudosa aunque posible. Es evidente que el período de recesión que se documenta en la actividad de los pocos talleres peninsulares que continúan acuñando en
estas fechas, afecta más a las muestras más débiles numéricamente y
a las zonas con una economía menos desarrollada y éste puede ser
nuestro caso.
MOLETA DELS FRARES
Mapa 24. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibbrico de la
Moleta dels Frares, según los hallazgos esporádicos: 1, Emporion; 2, Bolskan/Osca; 3, Saltuie/Caesaraugusta; 4, Iltirt.a/Ilerda; 5, Tarraco; 6, Dertosa; 7, Arse; 8, Ilici; 9, Emerita.
Clave de símbolos en pág. 524.
En este período, durante los años 27 a.c.-41 d.c.,el yacimiento
muestra una orientación hacia la zona litoral (mapa 24), ya que el
predominio casi absoluto que detentaban las cecas del Valle del Ebro,
ahora no se manifiesta con la intensidad que cabía suponer después
de lo que se había observado en años anteriores.
El aprovisionamiento que se recibe en este período es distinto
según se trate del reinado de Augusto o Tiberio, y conviene matizarlo
[page-n-390]
389
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
porque la diferencia es notoria. A titulo meramente comparativo, la
relación de monedas por año es, durante el reinado de Augusto, de
0'29; mientras que el de Tiberio es de 0' 13.
L
27 a.c.-41 d.C.
as
Emporion
Tarraco
Ilerda
Osca
Caesaraugusta
Saguntum
Ilici
Emerita
Inciertas
TOTAL
1
3
1
1
1
sem.
ae
?
1
3
1
1
2
2
1
1
1
9
total
2
2
2
2
1
2
1
1
3
15
%
6'66
20
6'66
13'3 3
6'66
13'33
6'66
6'66
20
Por último, del período de Claudio 1existen 5 monedas que desconocemos si partenecen a emisiones oficiales o a imitaciones locales.
Puede ser significativo de un aumento de aprovisionamiento monetario, que dentro de la precaridad numérica de la muestra, se hayan encontrado estos ejemplares.
MORELLA (Castelló)
Morella se encuentra situada en las tierras altas del Noroeste de
la provincia de Castelló, en la comarca de El Maestrat, junto al límite
con la provincia de Teruel.
La construcción del impresionante castillo que se encuentra en lo
alto de la muela, ha impedido la conservación de restos de estructuras anteriores pertenecientes a las etapas ibéricas y romana, aunque
el poblamiento de estos años queda probado por la existencia de cerámicas ibéricas y de elementos constructivos romanos reutilizados en
la construcción del castillo.
La cantidad de monedas de que se dispone para analizar la circulación monetaria de Morella durante el período cronológico que nos
interesa, es mínima, 19 piezas procedentes todas ellas de hallazgos
esporádicos efectuados fuera de todo contexto arqueológico. Véase la
distribución cronológica en el cuadro de la pág. 390.
Con anterioridad al año 195 a.c. se posee una moneda hispanocartaginesa. Su presencia es significativa de la generalización de este
tipo de numario bárquida. Durante el período siguiente, 195-133 a.c.,
no se conoce ninguna pieza datada con seguridad y únicamente es po-
[page-n-391]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
total
41-54 d.C.
TOTAL
%
2
19
10'52
sible que pertenezca a él un semis republicano que tiene un peso de
13'50 g.
Es tan sólo a partir del 133 cuando comienza a registrarse un número escaso de monedas recuperadas, pero no por ello menos importante dentro de la cantidad total de la muestra; con ello se podría pensar que fue a partir de este momento cuando en Morella más se generaliza el uso de la moneda. El denario romano que incluimos en este
período es el tipo RRC 29 1, 1, cuya emisión se data en el 1 14-113 a.c.
Este primer y único denario aparece en una fecha bastante más
tardía con que lo hace en el poblado ibérico de La Moleta, a pocos kilómetros al Oeste de Morella.
Dentro de las pocas monedas conocidas en el período 133-72 a.c.
destaca, como en La Moleta dels Frares, la ceca de Bolskan con 4
ejemplares de los que uno es de AR. También se incluyen en este grupo dos quadrans de Arse.
E desconocimiento de monedas a partir del 72 a.c. y hasta el 27
!
a.c. nos lleva a considerar que la muestra de monedas de que disponemos se encuentra muy por debajo del nivel habitual, ya que están
ausentes las acuñaciones de las cecas más próximas como pudieran
ser LepidaICelsa, Kese o Dertosa.
En la página siguiente exponemos el cuadro con el numario eniitido entre el 195 y el 27 a.c., en el que se incluyen los hallazgos que no
ha sido posible encuadrar dentro de ningún período concreto, a causa
de la poca información que de ellos se proporciona y la imposibilidad
de determinar el tipo exacto.
El cuadro no indica más que la zona de Morella recibe el 50% de
su aprovisionamiento de las cecas del Valle del Ebro, cantidad similar
que pone de relieve una evia la de La Moleta dels Frares (57'14%),
dente orientación de la zona hacia el Valle del Ebro. Las acuñaciones
romano-republicanas entran a formar parte de la circulación monetaria en una cuantía muy modesta, en mayor medida si se tiene en
cuenta que la zona no dispone de taller de acuñación propio. De las
[page-n-392]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIüDADES
r
195-27a.c.
den.
Roma
Untikesken
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Orosis
Arse
Ikalkusken
TOTAL
1
1
as
sem. quad. tot.
1
1
1
1
1
3
2
2
2
2
11
1
2
2
1
1
1
1
4
2
2
2
1
6
391
%
12'5
6'25
6'25
6'25
6'25
25
12'50
12'50
12'50
.
12,5
50
25
cecas litorales situadas al Norte del Ebro, únicamente están presentes
aquellas que tienen una difusión que suele sobrepasar un marco estrictamente local, como es el caso de Kese y Untikesken (mapa 25).
Mapa 25. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Morella, según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Bolskan; 3, Bilbis; 4, Kelse; 5, iitirta/Ilerda; 6, Kese/~arraco; Dertosa; 8, Orosis; 9, ~&se/~a~unt&; ,~kikusken; Carthago ~ o v (púni5,
1
0
11,
a
ca). Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-393]
392
LA CIRCULACION MONhTARIA DE LA TARRACONENSE
El aprovisionamiento monetario sólo vuelve a estar presente a
partir del reinado de Augusto y Tiberio y muestra, como en el caso de
La Moleta, una mayor circulación de las monedas emitidas en los talleres de la costa, en este caso sus más inmediatas cecas, Tarraco y
Dertosa, sin menospreciar el que aportan las de la Cuenca del Ebro.
La distribución de este numario (mapa 25), correspondiente a los años
27 a.c.-41 d.C., se observa en el cuadro siguiente:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Bilbilis
Tarraco
Ilerda
Dertosa
as
ae
1
1
3
1
2
total
%
1
12'5
12'5
37'5
12'5
25
1
3
1
2
Las acuñaciones de Claudio 1 también están presentes con 2 ases
de los que se ignora a qué tipo de acuñación pertenecen, si local u oficial.
Quede claro que la cantidad de piezas con las que se han realizado
tanto este análisis como el de La Moleta dels Frares, no proporciona
ningún tipo de solidez a las opiniones vertidas anteriormente sino que,
en todo caso, de trata de hipótesis que nuevos hallazgos deberán corroborar, aunque los datos analizados en ambas son en parte coincidentes, lógicos y, por tanto, a nuestro entender, aceptables.
ARSE-SAGUNTUM (Sagunt, Valencia)
La ciudad de Arse-Saguntum (68) se encuentra situada en la desembocadura del río Palancia, a pocos kilómetros al Norte de Valencia. De esta ciudad se han podido recoger 76 hallazgos, algunos de los
cuales proceden de excavaciones arqueológicas y se encuentran depositados, en su mayor parte, en el Museo Arqueológico de Sagunt, sin
que se pueda saber el lugar exacto de su hallazgo, aunque conste que
la formación del Monetario se realizó con aportes de piezas aparecidas en la propia ciudad, la actual Sagunt, y su término municipal.
Es obvio que, en primera instancia, la cifra de hallazgos monetarios de que se dispone no se encuentra a la altura de lo que se supone
que debió ser y significar la ciudad dentro del ámbito mediterráneo
(68) Sobre esta ciudad véase la bibliografía que se cita en VILLARONCA, 1967-a, pp.
25-30; en BELTRAN LLORIS, F., 1980, pp. 403-404; y los artículos del volumen 1 2 de la revista Saguntum.
[page-n-394]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
393
en el que se ubica. Los hallazgos globales con cronología cierta (69)se
agrupan por períodos del siguiente modo:
%
d a
7'14
11'42
37'14
0'1 2
0'42
35'71
8'57
0'36
0'46
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
5
8
26
O
25
6
70
TOTAL
Antes del 195 a.c.
ar
as
sem.
ae
tot
%
Sicilia
Carthago
Roma
Arse
Castulo
Existe un corto número de piezas halladas que se pueden encuadrar en este período; no obstante, su procedencia es muy variada. Los
hallazgos extrapeninsulares indican su apertura hacia tres zonas que,
por otro lado, eran las más importantes en este momento. En primer
lugar hacia Italia y Sicilia, lo cual a nivel de hallazgo no sirve para ratificar la idea de Villaronga (70), en el sentido de que las primeras
emisiones monetarias de Arse tuvieron influencia Suditálica, aunque
es evidente que tipológicamente sí la tuvieron, lo que no obsta para
que puedan tener influencias metrológicas massaliotas, como pretende Marchetti (71)y, siguiendo a éste, F. Beltrán Lloris (72).El primero de estos dos utiliza la supuesta influencia massaliota como el
testimonio de los intercambios comerciales entre Arse y Massalia, lo
cual a través de los hallazgos esporádicos no se encuentra en absoluto
documentado.
(69) Se han excluido 5 monedas de Arse-Saguntum, por desconocer si son del período
republicano o imperial y, por la misma causa, 1 de Bilbilis.
(70) VILLARONGA, 1967-a, PP. 104 y 139.
(71) MARCHETTI, 1978, PP. 393-394.
(72) BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 380.
[page-n-395]
394
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sobre la pieza de Carthago se podrá comprender su existencia,
aparte de su posible venida, sin tener nada que ver con las gentes que
la emitieron, si se tiene en cuenta que la ciudad estuvo durante la Segunda Guerra Púnica en poder de los cartagineses, entre los años
2 1912 18 y 2 12 a.c. (73).Nos cuesta comprender, por el contrario, el
total desconocimiento de hallazgos de piezas hispano-cartaginesas
después de su tan larga presencia en la ciudad. A titulo de curiosidad,
hemos de señalar que esta última moneda y la de Roma fueron halladas ambas en unas recientes excavaciones llevadas a cabo en el antiguo puerto de la ciudad, denominado en la actualidad Grau Vell (741,
lo cual pone en relación las monedas extrapeninsulares con los puertos y, por consiguiente, con el medio de transporte marítimo (75),a
través del cual debieron alcanzar la Península Ibérica la mayor parte
de las mismas. De ello se desprendería que las manos que difundirían
estas monedas hacia el interior no serían, sin ningún tipo de dudas,
las que las trajeron.
El resto de las monedas que aparecen en este período procede de
talleres peninsulares. Una de ellas es la de la ceca de la propia ciudad
y pertenece a la primera emisión, siendo de destacar su rareza. El hecho de estar acuñadas las primeras emisiones sobre plata y ser las
piezas conocidas de A muy raras, quizás sean los motivos más imE
portantes para explicar la reducida presencia de estas acuñaciones
que, además, según se desprende de su presencia en los tesoros de este período, no se acuñaron en grandes cantidades.
El otro taller peninsular es el de Castulo que, según las referencias
que de la pieza poseemos, pertenece a las acuñaciones más antiguas
de Castulo, al tipo Vives, 68-3, para el que M. P. Garcia Bellido (76)
propone una fecha anterior al 195 a.c. para su acuñación. Es interesante la presencia de esta última ceca porque probablemente indica la
rápida difusión de su numario y unas conexiones de nuestra ciudad
con la Alta Andalucía que, como se verá a continuación, no se verá interrumpida a lo largo de los períodos sucesivos.
El numario recogido que se acuñó entre estas fechas es el siguiente:
(73) LIVIO, MU,5-16 6 24-42; POLIBIO, 111, 17.
(74) ARANEGUI, 1976, pp. 41-46; id., 1980, pp. 59-86.
(75) Recuérdese sobre este particular, el conjunto de monedas del pecio de l'Illa Pedrosa, comentado en la página 310.
(76) GARCIA BELLIDO, 1982, PP. 141-165.
[page-n-396]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
195-133 a.c.
ar
as
total
395
%
Roma
Sekaisa
Arse
Saitabi
Castulo
No existe un sensible aumento en la cantidad de nurnario que disponemos para este período. No obstante, dentro de la modestia de
nuestra muestra, intentaremos extraer algunas líneas de comportamiento monetario de la ciudad.
El taller propio de la ciudad es el que, dentro del conjunto de cecas que integran la circulación monetaria, mayor porcentaje alcanza,
proporcionando el 50% con acuñaciones de AR y AE, lo cual sería un
indicio a favor de la representatividad de la muestra a pesar de su
exigüedad.
El resto de las cecas están representadas con un sólo ejemplar cada una y todas ellas, a excepción de Roma, son peninsulares. Hacia el
Sur se encuentran representadas las de Saitabi y Castulo. La tercera
ceca es la de Sekaisa que, con una posición interior dentro de la Cuenca del Ebro y apenas iniciadas sus acuñaciones, aparece ahora en
Arse-Saguntum dando prueba, a menor escala que Castulo, de la difusión de las monedas de esta ceca.
Las acuñaciones de cecas extrapeninsulares ejercen un rol muy
insignificante ya que solamente conocemos 1 ejemplar de AE de la ceca de Roma, y no existe una total certeza de que pertenezca a este
período. No podemos soslayar, en relación con esta ceca, la contraposición que existe con el poblado ibérico de Los Villares, en donde la ceca de Roma durante este período representa el 49'05% del numario
circulante. La cantidad de monedas por año es muy baja, situándose
en 0'12.
Durante este período se registra un alza en el número de cecas representadas y en la cantidad de hallazgos del taller de la ciudad.
Dado el período de que se trata, no debe extrañar el relativo aumento que ahora se registra, ya que es en este momento cuando funciona un mayor número de talleres. La ceca de Arse-Saguntum adquiere la mayor representación, alcanzando el porcentaje del 65'38%,
con 17 ejemplares. El resto de las cecas únicamente poseen 1 ejem-
.
[page-n-397]
396
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
plar cada una, y si bien ello pudiera parecer normal para los talleres
más distantes como Untikesken, Kelse, Castulo y Obulco, en cambio
no lo es para Valentia, ni tampoco se explica la ausencia de monedas
de Saitabi y, sobre todo, de Kili en el período anterior, cuyo centro
emisor una parte de la bibliografía numismática la sitúa en las cercanías de Sagunt, concretamente en Gilet (77).
133-72 a.c.
den.
Roma
Untikesken
Kelse
Lakine
Ekualakos
Arse
Valentia
C astulo
Obulco
1
TOTAL
1
.
as quad. sext.
ae
l(?)
1
1
1
1
3
11
1
2
1
1
1
11
11
1
2
tot
%
2 7'69
1 3'84
1 3'84 7169
1 3'84
1 3'84
17 65'38 69,23
1 3'84
1 3'84 7169
1 3'84
26
La procedencia de numario de la Cuenca del Ebro se incrementa
cuantitativamente en este penodo con respecto al anterior, pero porporcionalmente desciende su grado de participación en la circulación
monetaria.
Castulo, como se ha visto en los dos períodos anteriores, manifiesta su presencia constante, aunque es evidente que no es comparable
con la frecuencia con que aparece en Los Villares, y desempefia un rol
muy modesto dentro de la masa monetaria de Arse-Saguntum.
Las acuiíaciones de Roma se mantienen en una situación poco distinta de la que se encontraba hasta ahora ya que, aunque pasa a tener
2 piezas, una de las cuales es de plata, su porcentaje de 7'69% se sitúa
por debajo del que tenía en el 195-133 a.c.
La relación de monedas por año se sitúa en 0'42, lo que supone,
dentro de la modestia de la muestra, un aumento considerable.
Desconocemos la presencia o hallazgo de cualquier ejemplar que
pudiera ser ubicado dentro de ambas fechas ya sean de cecas hispánicas o de Roma. La única explicación que consideramos que pueda
darse es la de la debilidad de la muestra que poseemos, que hace que
el nivel de representación descienda considerablemente en todos los
( 7 7 ) BELTRAN MARTTNEZ, 1980-b, p. 43; MARTIN VALLS, 1967, p. 47
[page-n-398]
ANALTSIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
397
períodos. Además, no hemos encontrado ningún ejemplar de Arse con
leyenda M. SAG, que según los últimos estudios de F. Beltrán Lloris
(78) debe situarse su fecha de acuñación entre el 56 a.c. y el 30127
a.c. También es probable que algunos tipos de las acuñaciones bilingües, cuya fecha final de las monedas de la clase X y XI queda un tanto provisional (79),pudieron ser acuñadas con posterioridad al año 72
a.c.
La alimentación monetaria aparece ahora con una intensidad similar como lo fue en el 133-72 a.c., según va a quedar patente en los
siguientes cuadros. El primero de ellos agrupa las acuñaciones de Augusto y Tiberio -no conocemos ninguna moneda acuñada bajo el reinado de Calígula- y el segundo las de Claudio.
27 a.c.-41 d.C.
as
total
Nemausus
Celsa
Bilbilis
Turiaso
C alagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Saguntum
TOTAL
7
2
1
1
1
1
2
10
25
2
1
1
1
1
2
10
25
7
%
28
8
4
4
4
4
8
40
24
El taller de la ciudad aporta el 40% del numario circulante, cantidad que si bien es menor que la del periodo 133-72 a.c., entendemos
que es bastante considerable dado que el período de emisión durante
el reinado de Tiberio fue, según la opinión de Villaronga (80),relativamente corto, debiéndose acuñar, según este autor, entre el 14 y el 20
d.C.
La segunda ceca en importancia es Nemausus, con el 28%y 7 piezas. Esto sitúa a Saguntum en uno de los primeros lugares de hallazgo
de este tipo de moneda junto a Emporion, Pollentia y Menorca (mapa
7),
poniendo de relieve una difusión predominantemente maritima.
Un aspecto interesante a remarcar en el aprovisionamiento de los
reinos de Augusto y Tiberio es la importante presencia de las acuña(78) BELTRAN LLORIS, F., 1980, PP. 382-384.
(79) VILLARONGA, 1967-a, pp. 114-1 15.
(80) VILLARONGA, 1967-a, p. 133.
[page-n-399]
398
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
ciones procedentes del Valle del Ebro cuya suma total se sitúa en el
24%, de entre los cuales se destaca mínimamente Celsa. Esta decidida
utilización del numario del Valle del Ebro con un cierto predominio de
la ceca de LepiddCelsa (mapa 26), se comprueba también en hallazgos próximos como son Llúia y la villa romana de Benicató (Nules)
(81).Ciertamente su situación en la desembocadura el río Palancia, a
través del cual se alcanzaría el Valle del Jiloca y, por consiguiente, el
Valle del Ebro, explicaría la abundancia de acuñaciones de esta zona,
que sorprendentemente no se ve correspondida con ningún hallazgo
de piezas de Saguntum acuñadas por Tiberio (mapa 27).
La relación de monedas por año es ligeramente inferior a la del
período 133-72 a.c., situándose en 0'36, aunque viendo el aprovisionamiento de cada emperador se aprecia que durante Augusto la relación es de 0'36; durante Tiberio aumenta a 0'43; y naturalmente, el
desconocimiento de numario de Calígula hace descender la cifra en la
relación global.
Durante el reinado de Claudio 1 se conocen en la ciudad los siguientes hallazgos:
41-54 d.C.
Roma
Local
sest.
as
total
2
2
2
4
2
En realidad no representa ningún cambio sustancial con lo que se
ha venido observando hasta ahora. Predominan las acuñaciones de
Roma en los valores altos y en los ases la repartición se encuentra
equilibrada.
En líneas generales, el aprovisionamiento que aporta la propia ceca nunca es menor del 40% del total del numario circulante, excepto
en los momentos iniciales de funcionamiento del taller. También se
desprende el insignificante puesto que parece ser que adquirieron las
acuñaciones republicanas dentro de la masa monetaria, puesto que
entre los distintos periodos desde el 195 al 27 a.c., el máximo porcentaje que alcanzan es de 12'5%.Y, por último, en época imperial la circulación monetaria de la ciudad se alimenta de modo apreciable con
numario procedente de talleres de la Cuenca del Ebro.
(81) Véase el mapa núm. 26, en donde se puede apreciar que también desempeñan un
papel importante en la parte Sur del País Valenciano y Murcia.
[page-n-400]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
399
Mapa 26. - Dispersión de la ceca Lepida/Celsa: 1 Roses; 2, Empúries; 3,Banyoles; 4,
,
Museo de GKona; 5,Begur; 6, Moia; 7,Museo de Manresa; 8,Font Cuitora; 9,Museo de Tarragona; 10,Museo de Logroño; l l Ablitas; 12,Los Bañales; 13,Caiatayud; 14,Panticosa;
,
15,Huesca; 16,Sant Juliá &Andorra; 17,Jebut; 18,Coll del Moro; 19,El Poyo; 20,Vilafranca del Cid; 21,Torre del Rei; 22,Benicató; 23, Sagunt; 24,Sant Miquel (Liíria);25,Los Villares; 26,Museo de Alcoi; 27,Museo de Alacant; 28,Elx; 29,Región de Murcia; 30,Lluchmajor; 31, Menorca. Clave de símbolos en p&g. 524.
[page-n-401]
400
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
Mapa 27. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Arse-Saguntum,
según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Calagurris; 3, Lakine; 4, Turiasu; 5, Caesaraugusta; 6, Ekualakos; 7 , Bilbilis; 8, Kelse; 9, Sekaisa; 10, Ercavica; 11, Saguntum; 12,
Valentia; 13, Saiti; 14, Castulo; 15, Obulco. Clave de símbolos en pág. 524.
VALENTIA (Valencia)
La ciudad romana de Valentia se estableció en la desembocadura
del río Turia. Las únicas referencias escritas sobre su fundación se
deben a T. Livio (82),quien nos dice que: ((IuniusBrutus cos. is., qui
sub Viriatho militaverant, agros et oppidum dedit, quod vocatum est
Valentia)).No obstante, en la actualidad, la información que se deriva
de este texto plantea múltiples problemas, existiendo por tanto diversas interpretaciones del mismo (83). Hay además una controversia
adicional referente a la supuesta identificación de la Tyris que cita
(82) LIVIO, per. LV-35.
(83) Para estos problemas, véase la introducción de PEREIRA, 1979, y la completa bibliografía que da en la p. 7, nota 2.
[page-n-402]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
40 1
Avieno (84) con un poblamiento prerromano anterior a la fundación
de Valentia, que no se encuentra avalado por ninguna de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo hasta el presente (85).
Los hallazgos de monedas realizados en la ciudad son, lamentablemente, muy escasos, sólo 27 piezas datables hasta el año 54 d.C.;
de éstas, algunas proceden de las excavaciones arqueológicas realizadas en el Palau de la Generalitat, en la plaza de la Virgen y en la calle
de Serranos; las otras han aparecido al efectuarse obras de construcción dentro del recinto antiguo de la ciudad y en el cauce del río Turia.
Las monedas recuperadas, según su fecha de emisión, se agrupan
en los siguientes períodos:
total
%
Es evidente que la existencia de 3 monedas de A hispano-cartaE
ginesas, datadas con anterioridad al año 195 a.c., entra en plena contradicción con los materiales arqueológicos recuperados hasta la fecha ya que, en ningún caso, sobrepasan los últimos años del siglo 11
a.c. (86). La explicación de su presencia puede buscarse en la desigualdad de su circulación, aunque su fecha de acuiiación nos parece
muy antigua para ello y el período de mantenimiento en la circulación
monetaria es muy amplia para tratarse de una acuñación de AE. No
obstante, teniendo en cuenta la perdurabilidad de la moneda en general, la limitada muestra de que se dispone y ante la ausencia de cerámicas de importación datables con anterioridad al último tercio del
siglo 11 a.c., se ha de admitir que se trata de piezas residuales o cabe
la posibilidad de que un poblamiento indígena disperso, como en algu(84)
(85)
(86)
RRANO,
AVIENO, 481-482.
FLETCHER, i953, pp. 291-300; TARRADELL, 1962, pp. 10-14.
MARTIN AVILA, 1962, pp. 89-104; MATA et alii, 1980, pp. 137-185; GOMEZ SE1946, pp. 269-297.
[page-n-403]
402
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
na ocasión señaló Tarradell(87),utilizara el curso del río Turia como
medio de comunicación y transporte -las monedas de estos años han
sido halladas en el cauce del río-.
También anteriores al 138 a.c., fecha fundacional de Valentia,
aunque con fechas de emisión más próximas a ella, conocemos la aparición de 2 monedas; la primera es un denario de la familia Iunia, posiblemente emitido en el 149 a.c., y la segunda es un semis de Kese
con símbolo casco, cuya acuñación sitúa Villaronga (88)en la primera
mitad del siglo 1 a.c. Para estas piezas es bastante más aceptable el
1
considerar que pudieran llegar a la ciudad con posterioridad al 138
a.c., si no se considera el poblamiento disperso anteriormente seiíalado.
133-72 a.C.
Es en este período cuando se dispone de una mayor cantidad de
monedas, lo cual resulta, en principio, lógico si se tiene en cuenta que
la fundación romana tuvo lugar pocos años antes del 133 a.c.
La ciudad mantiene, a pesar de la poca cantidad de monedas, la
estructura de la circulación monetaria característica de las poblaciones que disponen de taller de acuñación propio.
133-72 a.c.
den
Roma
Iltirta
Kelse
Arse
Valentia
TOTAL
2
as
quad
total
%
2
1
1
13'33
6'66
6'66
13'33
3
3
20
53'33
73'33
3
8
15
1
1
2
8
10
Se sobreentiende que consideramos que fue dentro de este período
cuando se realizaron las acuñaciones de Valentia. En consecuencia,
su taller, según la muestra, aporta a la circulación monetaria algo
más que la mitad del total del numario circulante (mapa 28).
En orden de importancia sigue la ceca de Arse, lo cual parece razonable si se tiene en cuenta que escasamente dista 25 kilómetros.
(87) TARRADELL, 1962, p. 12.
( 8 8 ) VILLARONGA, Las monedas de Kese (en preparación).
[page-n-404]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
403
Por lo que se refiere a las acuñaciones republicanas, todas ellas son
denarios desconociéndose acuñaciones en este metal de cualquier
otra ceca; quizás sea aventurado pensar que ante la no acuñación de
monedas de A en la ceca de la ciudad, sus necesidades de este metal
R
tendrían que ser cubiertas con numario foráneo que en este caso, la
muestra parece apuntar hacia Roma, lo cual puede ser perfectamente
posible.
Mapa 28. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la ciudad de Valentia,
segim los hallazgos esporádicos: 1, Calagurris; 2, Caesaraugusta; 3, Lltirta; 4, Kelse; 5, Kese;
6, Arse; 7, Valentia; 8, Saiti; 9, Carthago Nova.
La debilidad de la información numismática de que se dispone, se
hace patente en el desconocimiento de monedas emitidas durante los
años 72-27 a.c., al igual que sucedía en Arse/Saguntum, y en el que
ahora pasamos a comentar ya que en este período, que a nivel penin-
[page-n-405]
404
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sular suele ser el momento en el que circula mayor cantidad de monedas, se encuentra bastante por debajo del nivel de aprovisionamiento
que obtuvo durante los años 133-72 a.c. Las monedas recogidas en
este período son:
27 a.c.-41 d.C.
as
C alagurris
Caesaraugusta
Carthago Nova
2
2
ae
total
1
1
2
2
Como se puede apreciar, las piezas conocidas no señalan un aprovisionamiento disparatado (mapa 28), ya que las cecas representadas
tienen una dispersión notaria y habitual dentro de las tierras valencianas. Lo único que encontramos a faltar son las piezas de Saguntum, hecho que atribuimos a la parcialidad de las piezas recuperadas,
acuiiadas en estas fechas. Del reinado de Claudio 1sólo se conoce una
moneda de bronce.
En resumen, el numario recogido es tan mínimo que permite muy
pocos comentarios, a excepción del aprovisionamiento que se registra
en los años 133-72 a.c., que sí parece reflejar la estructura de la circulación monetaria de la ciudad.
KELIN (Los Villares, Caudete de las Fuentes, Valencia)
El poblado ibérico de Los Villares (89)se encuentra situado junto
a la carretera general de Madrid-Valencia, a su paso por el término
municipal de Caudete de las Fuentes. En la actualidad se realizan excavaciones arqueológicas en este yacimiento, a cargo del Servicio de
Investigación Prehistórica de Valencia.
Se tiene documentada, en este yacimiento, la aparición de 299
monedas que en su mayor parte proceden de la reiterada prospección
superficial que en él realizan, desde hace muchos años, dos vecinos de
Caudete de las Fuentes.
(89) Los resultados de sus excavaciones han sido publicados por PLA BALLESTER,
1962, pp. 233-239; id., 1980.
[page-n-406]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CILTDADES
Antes de2 195 a.C.
den.
Roma
vict.
quin.
as
total
8
1
1
2
12
El numario recogido, encontrado con anterioridad al año 195
a.c., pertenece en su totalidad a acuñaciones romano-republicanas, y
los valores que predominan son los que se acuiian sobre plata; en particular es el denario el que predomina, alcanzando este valor los dos
tercios de la totalidad del numario.
La inexistencia de otro tipo de ceca presente en el yacimiento durante este periodo no debe inducirnos en este caso concreto a negar la
inexistencia teórica de otros tipos de amonedaciones, ya que en este
poblado se encontró un pequeño tesorillo cuya ocultación se atribuye
a la Segunda Guerra Púnica y que contenía dracmas ampuritanas.
Además, en esta zona se encontró también el tesoro de la Plana de
Utiel, cuyo contenido refleja la tipica circulación monetaria del período de la Segunda Guerra Púnica o de pocos años después.
Hasta el presente no conocemos la existencia de ninguna moneda
hispano-cartaginesa, lo cual junto con una presencia mayoritaria de
las acuñaciones de Emporion en el tesoro de la Plana de Utiel por una
parte, y la sola existencia en él de una moneda de filiación cartaginesa, acuñada en Italia, por otro lado, puede hacernos pensar en un dominio romano de la zona.
Podemos afirmar que el poblado ibérico Los Villares comenzó a
hacer uso de la moneda a partir de los años de la 11 Guerra Púnica. Un
hecho en parte sorprendente es su rápida incorporación a la circulación monetaria motivada, sin duda, por el avanzado estado urbano
1
del mismo, que se comprueba en su estrato 1 correspondiente al poblado ibérico pleno (90),en el que han aparecido un número abundante de cerámicas importadas áticas y protocampanienses.
Antes de pasar a comentar este período hemos de decir que la inclusión de las monedas de Castulo es problemática, ya que la datación
que utilizamos para ellas no siempre se adapta al margen cronológico
de los períodos que utilizamos (91).
(90) PLA BALLESTER, 1980, pp. 73-74.
(911 Véase la página 11.
[page-n-407]
406
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Así pues, teniendo siempre en cuenta que la cantidad de monedas
de esta ceca pudo ser algo mayor de lo que refleja el cuadro siguiente,
las atribuibles a este período son:
195-133a.c.
den. vict. as
sem. tot.
-
Roma
Untikesken
Kese
Eustibaikula
Arse
Kili
Kelin
Ikalkusken
Obulco
Castulo
TOTAL
30
1
6
8 +37(?)2(?)
2
1
1
1
1
37
1
8
54
2
1
1
115
2
1
6
%
-
78 49'05
2
1'25
7
4'40
1
0'62
1
0'62
8
5'03
56 35'22
4
2'51
1
0'62
1
0'62
159
6'28
43'39
1125
Lo mas sorprendente de la representación que alcanzan las diversas cecas es la importante cantidad de piezas romano-republicanas
halladas en el poblado. Hemos de advertir, no obstante, que dentro de
las piezas de AE, una gran cantidad de ellas se han incluido en estas
fechas con criterios metrológicos, lo cual no es siempre un método seguro. Aun así, dada la considerable cantidad de denarios pertenecientes a este período, parece normal que junto con ellos viniera una cantidad no menos considerable de moneda de AE. En el peor de los casos, el grado de participación no varía ostensiblemente si se hace tabla rasa y se agrupan todas las acuñaciones durante un margen cronológico que abarca entre el 195 y el 27 a.c. (92).
La distribución del numario republicano en décadas (Fig. 9)nos
indica que después de la relativa abundancia de piezas que se registró
durante el período anterior, existe un brusco corte durante las dos
primeras décadas, y a partir del 170 a.c. el aprovisionamiento se incrementa paulatinamente hasta alcanzar un máximo importante durante la década de los años 130 a.c., motivado, como se ha señalado
en múltiples ocasiones, por las insurrecciones que en estos años tienen lugar en el Nordeste de la Celtiberia y no por ser reflejo de un mayor volumen de acuñaciones de la ceca de Roma.
La segunda ceca en importancia es la de Kelin, a la que nosotros
(92) Esto puede verse en RIPOLLES, 1980-b, pp. 9-22, en especial el cuadro de la página 1 1 .
'
[page-n-408]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
.
20
1
LOS VILLARES
200
190
180
170
160
150
140
130
120
110
1 O0
90
Arios
Fig.
9. Distribución cronológica de los haiiazgos de moneda romano-republicana del po-
blado ibérico Los Villares.
hemos dedicado diversos estudios (93) y de la que consideramos que
se han disipado todas las posibles incógnitas sobre su localización en
el poblado ibérico que ahora estamos comentando (mapa 29).
Mapa 29. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado ibérico de
Los villares (Kelin), se*
los haiiazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Eustibaikuia; 3, Lauro;
4, Kaiskata; 5, Turiasu; 8, Bolskan; 7, Kese; 8, Sekaisa; 9, Kili; 10, Arse; 11, Kelin; 12, Valentia; 13, Saiti; 14, Ikalkusken; 15, ,Castulo; 16, Obulco. Clave de símbolos en pág. 524.
pp. 127-136; id., 1980-b,
pp. 9-22.
(93) RIPOLLES, 1979-b,
[page-n-409]
408
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El hecho de que siendo Kelin la ceca propia del yacimiento, no alcance un porcentaje de presencia mayor que el que adquiere Roma,
puede parecer paradójico; no obstante, existen diversas causas que
pueden, a nuestro modo de entender, explicar estos porcentajes. La
más importante de ellas es su potencia de acuñación, la cual como se
podrá apreciar en su mapa de dispersión de las piezas conocidas (mapa 30), es muy reducida a diferencia de otras cecas que con una dispersión mucho mayor y una cantidad de emisiones muy superior,
pongamos por caso a Bolskan o a Castulo (94), nunca llegan a abastecer a sus propias ciudades en cantidades superiores al 50%.Estando
así las cosas parece normal que, dada la modestia de la ceca y la particular presión de la moneda romana por la causa indicada, Kelin
aprovisione a su propia ciudad en este preciso instante, en un 35%.
La ceca de Kili, cuya presencia se encuentra por debajo de los talleres anteriormente citados, S@embargo es interesante a causa de su
extrema rareza en los hallazgos esporádicos. Aporta a la circulación
monetaria un 5'03%, cantidad ésta que es superior al resto de las cecas que se encuadran en este período, incluso las de localización más
cercana.
Las restantes cecas que aparecen documentadas, entre las que cabe señalar la ausencia de las primeras emisiones de las cecas de la
Cuenca del Ebro, pertenecen al área litoral catalana y a la zona de la
Alta Andalucía. En general, no aportan ninguna gran cantidad de
ejemplares aunque la presencia de estas piezas nos indique en este yacimiento, que casi se puede considerar del interior dado su alejamiento de la costa y su ubicación en los inicios de la Meseta castellana, que
por su posición estratégica en un lugar de paso obligado para los que
desde el litoral valenciano se dirijan hacia el interior de la Celtiberia,
estuvo abierta al tráfico de gentes e importaciones.
El porcentaje de monedas por año de este período es de 2'56, bastante más elevado que el que se registra en el anterior, que tomando
los límites de la fecha de emisión de la moneda más antigua, se situaba en 0'75 monedas por aíío.
El aprovisionamiento monetario en estos años cambia radicalmente; la estrategia militar pasa al Ebro, a la Celtiberia superior y a
la Lusitania (mapa 29). La ceca de la propia ciudad no acuña, con lo
cual el lugar que ocupaba esta ceca en la circulación monetaria ten(94) Véase nuestros mapas núms. 6 y 38, y los que presenta MARTIN VALLS, 1967,
mapas IX y XXIII.
[page-n-410]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
.
409
Mapa 30. - Dispersión de la ceca de Kelin e Ikaikusken: 1, Empúries; 2, Burriac; 3, Museo de Tarragona; 4, Lleida; 5, Azaila; 6, Morena; 7, Tierras Valencianas; 8, Cerro de San
Cristóbal; 9, Doiiana; 10, Los Villares; 11, Pico de los qjos; 12, Museo de Alacant; 13, Creviiient; 14, Región de Murcia; 15, Fuente Alamo. Clave de simbolos en pág. 524.
[page-n-411]
41O
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
drá que ser cubierto con una mayar presencia de las cecas más próximas.
Nuevamente las acuñaciones republicanas son centro de interés
por cuanto que, en relación con el aprovisionamiento del período anterior, su presencia se reduce considerablemente, alcanzando el
11'01%. Ni tan siquiera se encuentra representada la década de los
anos 89-80, en que el volumen de la ceca de Roma es muy elevado y
queda reflejado en la composición de casi todos los tesoros en los que
este intervalo, por la cronología que abarcan, se encuentra presente.
En general, se aprecia que a partir de la década de los años 130 a.c., en
que se documenta una importante alimentación, ésta baja sensiblemente hasta el punto que sólo se registran 4 ejemplares en los años
129-120 a.c. y 1 en el 99-90 a.c.
En contraposición con el descenso y ausencia de las cecas antes
citadas, se documenta ahora un espectacular incremento de las cecas
del litoral valenciano, en especial de Valentia y Arse, representando el
19'49 y el 25'42%, respectivamente. Por el contrario, la ceca de Saitabi posee una mínima presencia, en contra de lo que cabría esperar
por su relativa proximidad, conociéndose 1 sólo ejemplar datado con
seguridad en estas fechas.
Quizás estas diferencias de presencia de las cecas litorales valencianas deba buscarse en las facilidades de expansión que tenían la
primeras -Arse y Valentia- hacia el interior de Hispania a través de
una vía prerromana (95)por donde discurre, en la actualidad, la ca(95) ALMAGRO GORBEA, 1981-b, pp. 9 6 - 1 0 0 , fig. 2.
[page-n-412]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
41 1
rretera nacional 1 1en la provincia de Valencia; mientras que la ubi1
cación geográfica de la ciudad de Saitabi dificulta la penetración hacia la Meseta por donde lo hacían Valentia y Arse, expansionándose
en mayor medida hacia el Sur de la Contestania, donde se carecía de
taller de acuiíación.
Otra ceca que, como las dos anteriormente citadas, posee una
cantidad importante dentro del numario circulante del poblado, es
Castulo, que aporta el 31'35%. Del mismo modo que los anteriores,
quizás su elevada presencia se encuentre motivada además de por su
relativa proximidad y la potencia de emisión de la ceca (sus hallazgos
poseen una amplia dispersión por toda la Península Ibérica),por estar
Los Villares en una zona de paso obligado para los que desde la zona
minera de Castulo se dirijan hacia el Valle del Ebro a través de Saltigi,
El Castell de Meca, la Plana de Utiel y el Valle del río Jiloca (96).Los
tipos que han aparecido son:
r
as
as
as
as
semis
semis
símbolo C
símbolo C
símbolo mano
incierto
incierto
símboloLu
*
V. 69-8
V. 70-1
V. 70-8, 9
V. 70-11,12
2 ejempl.
2 ejempl.
16 ejempl.
5 ejempl.
5ejempl.
7ejempl.
5'40 %
5'40 %
43'24%
13'51 %
13'51%
18'91%
b
Las cecas de la Cuenca del Ebro tienen una menor importancia,
aportando el 7'75 %, y entre ellas, cabe destacar la presencia de 4 denarios de Bolskan.
La relación de monedas por año es de 1'93, cantidad sensiblemente inferior a la del período anterior. Sin embargo, en la evolución que
existe entre uno y otro período se comprueba que la cantidad de divisores del valor del semis y quadrans es en el período 133-72 a.c. sensiblemente mayor, lo cual indica que aunque la cantidad de numario
circulante se redujera un poco en términos teóricos, debe pensarse
que debieron circular la mayor parte de los ejemplares emitidos en el
período anterior. La existencia de una mayor cantidad de divisores es
uno de los elementos que más indica la existencia de una economía de
mercado, en la que este tipo de valores era imprescindible a la hora
de realizar las pequeñas transacciones.
Resumiendo, los cambios más notables entre el período anterior y
(96) SILLIERES, 1977, pp. 31-83; MOROTE, 1979; ALMAGRO BASCH, 1952, pp. 179180; DUPRE, 1973, pp. 133-175.
[page-n-413]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
412
el que ahora nos ocupa, se pueden apreciar claramente en el esquema
que sigue:
195
a.c.
Kelin 35%
Roma 49%
Castulo 1%
Valentia-Arse 45%
Roma
11%
Castulo
31%
A partir del año 72 a.c. la vida del poblado se retrae ostensiblemente hasta el punto de que únicamente se han encontrado 2 monedas: 1 semis de Kelse y 1 as de la Colonia Lepida. No conocemos
ningún hallazgo de moneda republicana.
Por lo que se refiere a la información que pudiera proporcionarnos la Arqueología, lamentablemente las excavaciones que hasta ahora se han realizado lo han sido en la parte alta de la colina, la cual ha
sufrido una serie de transformaciones para el cultivo agrícola que han
barrido los niveles superiores y, en la actualidad, todavía no se sabe
con certeza la fecha final o el período de pleno hábitat del poblado
(97).
Los únicos materiales encontrados en este nivel superficial, compuesto por tierras revueltas, que propugnan una cronología más o menos segura, es una moneda de Arse del primer cuarto del siglo 1 a.c. y
restos de un ánfora ibérica que se fecha en los.siglos 11-1a.c. En algunos lugares de la ladera del poblado, donde la configuración del
terreno -en la actualidad, abancalado- lo ha permitido, han aparecido en diversas ocasiones gruesas capas de cenizas y tierra cocida que
parecen demostrar la existencia de un nivel de destrucción que, sin
duda, sería el fin del poblado.
Los materiales numismáticos de que disponemos nos indican que,
con toda probabilidad, la vida del poblado como tal no sobrepasó la
mitad del siglo 1 a.c., lo cual se corresponde con el estudio de los materiales del Museo de Caudete de las Fuentes (98), y aún más, nos
atreveríamos a proponer que el poblado fue destruido como consecuencia de las guerras sertorianas, en torno al 72 a.c., de cuya destrucción no se volverá a recuperar, reduciéndose su limitado hábitat
a ocupar las partes bajas de la ladera.
( 9 7 ) PLA BALLESTER, 1980, p. 75.
( 9 8 ) RIBERA, 1980, pp. 77-92.
[page-n-414]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
413
La vida del poblado no se restablecerá durante estos años. Sólo se
conoce una moneda que pertenece a una acuiíación local de Claudio 1.
SAITABI (Xdtiva, Valencia)
La antigua ciudad de Saitabi, citada por los autores clásicos por
su industria textil de lino (99), se encuentra situada en el lugar que
ocupa la actual Xdtiva, concretamente en la zona de El Castell. Su emplazamiento en él ha dificultado el conocimiento material de la ciudad, a causa de haber sufrido múltiples fortificaciones a lo largo de su
historia. Estas dificultades, junto con la falta de unas prospecciones
sistematizadas, han determinado que en la actualidad sean muy escasos los restos materiales conocidos (100).
Esta línea de pobreza material afecta de igual modo a los hallazgos numismáticos que de ella conocemos. No obstante, la causa que
nos mueve a decir lo poco que se sabe se encuentra en el hecho de que
la ciudad fue sede de una ceca importante, que aprovisionó monetariamente a la Contestania (mapa 3 1).
Conocemos repartidas entre el período republicano e imperial,
hasta Claudio 1, 12 monedas. Esta mínima cantidad nos obliga a establecer períodos largos, en los que se va a agrupar el numario encontrado.
Antes del 195 a.c.
Con anterioridad al 195 a.c. conocemos el hallazgo de una moneda de Lípara, de la que la información que se posee no excede a la que
nosotros repetimos.
as
Saitabi
Ibéricas inc.
ae
total
%
4
3
2
6
3
66'66
33'33
La cantidad de piezas de que se dispone en este largo período es
sumamente insignificante. De ellas, como cabría esperar, aunque la
exigüidad de la muestra hubiera podido indicar otra cosa, el 66'66%
pertenece a las acuñaciones del taller de la ciudad. El resto de las pie1,
H
(99) ESTRABON, 1 1 4, 9; PLINIO, N. . XIX-9.
(100) CHOCOMELI, 1940, pp. 6-10; ARANEGUI, 1975, pp. 723-728; LLOBREGAT,
1972, PP. 131-145.
[page-n-415]
414
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
-
Mapa 31. Dispersión de la ceca de Saitabi: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Museo de Girona;
4, Lloret de Mar; 5, Museo de Manresa; 6, Granollers; 7, Burriac; 8, Museo de Tarragona; 9,
Azaila; 10, Bajo Aragón; 11, Moleta dels Frares; 12, Madrigal; 13, E1 Tirao; 14, Segorbe; 15,
Sagunt; 16, Sant Miquel (Liíria); 17, Valbncia; 18, Los Villares; 19, La Carencia; 20, Tierras
Valencianas; 21, Cerro Lucena; 22, Xativa; 23, Casteii de Montesa; 24, Recodo de Mariola;
25, Bocairent; 26, Cabeqo de Mariola; 27, La Querola; 28, Museo de Alcoi; 29, Cala de Benidorm; 30, Santa Bárbara; 31, Aiacant; 32, El Monastil; 33, Elx; 34, Región de Murcia; 35,
Menorca. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-416]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
415
zas son ibéricas, aunque no se ha podido identificar la ceca. Lamentablemente, este tipo de monedas en mal estado no suelen ilustrarse,
perdiéndose la posibilidad de su identificación, aunque sólo fuese por
aproximación tipológica.
27 a.c.-54 d.C.
as
Bilbilis
Tarraco
total
1
1
1
1
La escasez de la muestra no permite, de nuevo, ningún tipo de comentario, máxime cuando están ausentes las acuñaciones de la propia zona como son Saguntum, Ilici o Carthago Nova; y, en cambio, están presentes talleres como Bilbilis y Tarraco cuya dispersión no es
frecuente en la parte Sur de nuestro marco geográfico, especialmente
la segunda.
Ante tal desoladora situación, lo único que podemos hacer es admitir nuestra ignorancia sobre todos los aspectos materiales acerca
de la que fue una gran ciudad contestana.
MUSEO DE ALACANT (Alacant)
El monetario del Museo de Alacant fue objeto de un interesante
estudio de circulación monetaria realizado por E. A. Llobregat ( 1O 1).
En él se clasificaron las monedas en dos grandes grupos; en el primero, se incluyeron las acuñaciones anteriores a las emisiones coloniales
o municipales hispano-romanas y en el segundo estas últimas. En el
tiempo transcurrido desde la realización de este estudio, la investigación numismática ha avanzado enormemente y ello nos permite retomar los datos que años antes manejara este autor para agruparlos en
períodos cronológicos más cortos, y de esta forma matizar el aprovisionamiento monetario que se desprende de la muestra, teniendo presente que se mantienen en vigor las conclusiones que este autor dedujo de los períodos largos.
La procedencia local de la muestra no deja lugar a dudas y se demuestra ampliamente en el citado estudio de E. A. Llobregat (102) a
pesar de que en él admite un pequeño margen de error que nosotros,
evidentemente, también admitimos. El área geográfica que cubren los
hallazgos abarca desde Benidorm hasta la desembocadura del río Segura.
(101)
(102)
LLOBREGAT, 1968, pp. 91-106; id., 1972, pp. 140-142.
LLOBREGAT, 1968, p. 92.
[page-n-417]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
416
Recientemente el monetario se ha visto incrementado por la aporde
tación de la colección numismática de Isidro Albert (103), cuyas
monedas se desconoce su lugar de hallazgo. E. A. Llobregat deduce de
la estancia de su propietario en las ciudades de Albacete, Murcia y
Alacant, la posible procedencia de estos lugares de la mayor parte de
las piezas, aunque pone en duda el valor histórico y testimonial de la
colección para poder estudiar la circulación monetaria.
Ante este hecho, nuestro estudio se va a ceñir al primitivo conjunto del monetario, dejando aparte la colección Isidro Albert por la inseguridad que ofrecen sus piezas.
Del primitivo conjunto del monetario, disponemos para nuestro
estudio de un total de 251 monedas procedentes de excavaciones arqueológicas en el Tossal de Manises, en el Tossal de la Cala de Benidorm y en la Escuera de San Fulgencio; de donaciones y de los fondos
Estas se rede la colección de la Escuela Moderna de Alacant (104).
parten cronológicamente del siguiente modo:
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54d.C.
%
d a
12
47
46
23
107
16
4'78
18'72 0'75
18'32 0'75
9'16 0'51
42'63 1'57
6'37 1'23
ae
total
%
1
1
1
1
1
1
1
3
4
1
12
8'33
8'33
8'33
8'33
25
33'33
8'33
Antes del 195 a.C
.
as
Sicilia
Siracusa
Carthago
Roma
Ebusus
Hispano-cart.
Baria
TOTAL
(103)
(104)
1
1
LLOBREGAT, 1978, PP. 565-568.
LLOBREGAT, 1968, p. 92.
3
4
1
11
25
66'66
[page-n-418]
ANALISIS DE 1.A MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
41 7
La amplia cronología de los hallazgos nos permite distinguir entre
las acuñaciones anteriores a la Primera Guerra Púnica y las que tuvieron su origen en el transcurso de la Segunda. Dentro del primer
apartado se encontrarían las monedas de Siracusa y Sicilia, esta última de filiación púnica. Estos hallazgos no se encuentran aislados e inconexos sino que cabria ponerlos en relación con otros que se han producido en la zona litoral como es el caso de Saguntum, Emporion y
Ebusus, sin olvidar la presencia cercana a esta zona del tesoro de
Mongó que, con mayor antigüedad, pone de relieve unos contactos
con la isla de Sicilia y la llegada de algunas de sus acuñaciones a
través del ámbito púnico.
En este sentido, conviene señalar que estas acuñaciones son de
AE, lo cual indica que no sirvieron para el pago de grandes transacciones sino que, probablemente y por lo general, deben de ponerse en
relación con el numario heterogéneo de cecas extrapeninsulares que
debía circular en los lugares de comercio costeros traído por los navegantes.
En nuestro segundo apartado aparecen las cecas que habitualmente confguran el numario circulante durante la Segunda Guerra
Púnica, con un nivel de representación adecuado a su ubicación espacial. En consecuencia, es alto el índice de las acuñaciones de filiación
púnica, particularmente el que denominamos hispano-cartaginesas.
Cabe atribuir a esta circunstancia espacial la presencia de una moneda de Baria cuya única particularidad es su rareza fuera de su centro
emisor.
La novedad que se produce en este período es la presencia de 3
monedas de AE de Ebusus que, en relación con el reducido número de
monedas de que se dispone, consigue alcanzar un 25%. La dispersión
de este tipo de moneda es muy reducida y sólo se conoce su aparición
fuera de la isla, en la ciudad de Emporion (104 bis). Estas monedas, a
nuestro entender, preludian lo que va a ser influjo monetario ebusitano en las costas alicantinas como consecuencia de unas relaciones
mantenidas entre ambas, que según Llobregat, a través de otro tipo
de materiales, puede remontarse al siglo V a.c. (105).
Las acuñaciones de este período denotan un casi exclusivo dominio monetario púnico que contrasta con el que se produce en la ciudad
de Ilici, donde la mayor cantidad de monedas la ostenta Roma (106).
(104 bis) Recientemente han aparecido 3 piezas del período Ia de M. Campo en Cabezo
Lucero (Guardamar del Segura, Alacanti. ARANEGUI et alii, 1982, M.C.V., XVIIVI, pp.
t.
427-436.
(105) LLOBREGAT, 1974-C,PP. 291-320.
(106) Véase la página 427.
[page-n-419]
418
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las impresiones que a primera instancia produce este cuadro, son
múltiples. En primer lugar, destacaremos que la zona de la que procede el numario no tiene ceca y ante ello, teóricamente, la ceca de Roma
debería alcanzar el 50% aproximadamente (108). No sucede de este
modo y Roma, aunque aporta la máxima cantidad, no representa más
que el 25'53% y aun así, las piezas de AE han sido incluidas en este
período con criterios metrológicos, lo que da un posible error en la
clasificación.
A continuación, y en igualdad de importancia, se encuentran Saitabi y Ebusus, con el 2 1'27% respectivamente. Por lo que se refiere a
la primera de ellas, esta ceca desempeñaba un rol importante en Ilici
durante este período deduciéndose, ante la pobreza de sus acuñaciones en la zona Norte del río Xúquer, que la ceca de Saitabi se orientó y
vio circular su moneda con mayor profusión en la zona Sur de su propia ciudad. En cuanto a la segunda, Ebusus, encontramos que su presencia en el período se ve en estos momentos consolidada, ya que el
porcentaje senalado la sitúa a un nivel de influencia teórico semejante a Saitabi, venciendo el handicap de su situación insular. Se hace
imprescindible, además, recordar que es en este período cuando se
data el tesoro de Pedreguer, compuesto exclusivamente por moneda
ebusitana y cuyo lugar de hallazgo se encuentra en esta zona alicantina (mapa 32). El considerable número de moneda ebusitana que se
( 107) Las monedas que se incluyen en este apartado se sitúan cronológicamente,según
CAMPO, 1976-a, entre el 214 y el 150.
(108) COLLANTES, 1979-b, p. 163.
[page-n-420]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
419
encuentra en este monetario, no lo hace por puro azar, sino que refleja monetariamente las relaciones mantenidas con la isla de Ebusus,
puestas de relieve en su aspecto numismática por A. Balil(lO9)y M.
Campo (1lo),y a través de otros materiales por E. A. Llobregat (111).
Mapa 32. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la zona de Alcant,
según el Monetario del Museo de Alacant. Años 195-27 a.c.: 1, Untikesken; 2, Ilturo; 3, Kese;
4, Iltirta; 5, Seteisken; 6, Belikiom; 7, Sekaisa; 8, Bilbilis; 9, Kelsebepida; 10, Sesars; 11,
Bolskan; 12, Saltuie; 13, Sekia; 14, Tamaniu; 15, Calagurris; 16, Arse; 17, Saiti; 18, Ikalkusken; 19, Carthago Nova; 20, Castulo; 21, Obulco; 22, Corduba; 23, Carmo; 24, Gades; 25,
Asido; 26, Carteia; 27, Malaca; 28, Abdera; 29, Ebusus. No se cartean Kueliokos, Konterbia,
Arekoratas y Carissa. Clave de símbolos en pág. 524.
Otro aspecto importante que se deduce es la abundancia de cecas
ubicadas en la mitad Sur de Hispania, las más próximas son interiores
y las más lejanas costeras. En contraposición, las acuñaciones de la
costa catalana y su hinterland son muy pobres y las de la Cuenca del
Ebro están ausentes. Esta misma estructura la encontramos en la
(109) BALIL, 1956, PP. 111-114.
(110) CAMPO, 1976-a, p. 96.
(111) LLOBREGAT, 1974-C, pp. 291-320.
[page-n-421]
420
LA CTRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
composición de las cecas de la ciudad de Ilici, aunque menos matizada por ser la muestra más reducida.
Entre las monedas de cecas extrapeninsulares no romanas, en cada período suele aparecer una o varias, según la entidad de la muestra. Excepto las piezas procedentes de cecas del Mediterráneo Occidental, para el resto consideramos que no es aplicable al 100 por 100
la información que la moneda conlleva. Este es el caso de la moneda
de bronce de Macedonia que hemos incluido en este período.
La relación de monedas por año es de 0'75, cantidad que supone
un avance considerable con respecto a la etapa anterior, y el incremento contrasta con la estabilización de la masa de numario circulante que se registra en Ilici.
133-72 a.c.
La masa monetaria durante este período no se incrementa sino
que se mantiene en el mismo nivel que en el período anterior, con 0'75
monedas por año; en cambio, se aprecian variaciones sustanciales en
cuanto a la procedencia del numario peninsular.
den. quin. as
Egipto
Tingis
-Roma
Untikesken
Kese
.Ilturo
Iltirta
Kelse
Seteisken
Sesars
Bolskan
Bilbilis
Sekaisa
Kontebakom
Kueliokos
Arse
Castulo
Carmo
Corduba
Carteia
TOTAL
,
tr. quad. un.
2
1
1
1
2
1
1
1
2
1
2
1
1
1
%
4
1
12
1
1
1
2
1
1
1
1
3
1
2
1
1
7
4
3
1
1
6
2
2
1
1
5
1
5
1
.
8'69
2'17
26'08
2'17
2'17
2'17
1
3
2
1
tot.
1
2
ae
4
1+5F
sem.
5
4
1
1
1
6
4'34
2'17
2'17
2'17
6'52
2'17
4'34
2'17
2'17
15'21
6'52
2'17
2'17
2'17
Roma no modifica apenas su porcentaje dentro de la masa monetaria, manteniendo el mismo número de ejemplares. La única diferencia que merece la pena destacar es el aumento de la cantidad de AR,
aunque de ellos 5 son forrados.
[page-n-422]
42 1
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
Los contactos con la franja costera Norte hasta Saguntum parecen debilitarse ligeramente con respecto al período anterior ya que
únicamente poseemos 7 piezas de Saguntum que, dentro del total de
la masa monetaria, representa el 15'2 1%. Esta notable presencia tiene su paralelismo en Ilici, donde se iguala en cantidad con las piezas
que aporta Roma. No existe ninguna moneda de Valentia ni de Saitabi.
Se dispone, por el contrario, de una abundancia de numario de los
talleres de la Cuenca del Ebro, cuyo conjunto de ocho cecas se reparte
el 26'08%; notoria cantidad si se considera que en el período 195-133
a.c., no se conoce ninguna.
Vemos, por tanto, que mientras se mantiene el aprovisionamiento
de Roma, disminuye el de las cecas costeras valencianas y el de las
del Sur de Hispania a la vez que se encuentra ausente la ceca de Ebusus. Ante esta situación, dado que cuantivamente se sostiene el mismo
aprovisionamiento, parece sumamente lógico que la zona supla sus
necesidades monetarias con las acufiaciones de los talleres de la zona
de la Cuenca del Ebro.
Volviendo a las cecas extrapeninsulares y dejando de lado a Roma, llama la atención particularmente las piezas de Egipto por su rareza en los hallazgos esporádicos peninsulares (112),aunque dadas
las amplias relaciones que mantuvo la costa africana con Hispania
( 1 13), bien pudieron llegar indirectamente a través del Norte de Africa (1 14).
den.
as
sem.
2 +lF
Roma
Kelse
- Calagurris
Carthago Nova
Castulo
Asido
Carteia
TOTAL
3
tot.
2
- 101
ae
2
3
1
5
8
2
1
1
23
1
5
1
7
8
1
1
1
11
2
%
8'69
13'04
-
21'73
4'34 26,08
21'73
34'78
78'26
8'69
4'34 8.69
4'34
(112) Se conoce una sola pieza hallada en Castillón Roy, de la que se ignora su cronología.
(113) BALIL, 1956, p. 114; DIODORO, V-16.
(114) MUÑOZ, 1968, pp. 136-137.
[page-n-423]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
422
El volumen del numario circulante es en este período bastante
más reducido que en los anteriores. La cantidad de monedas por año
es ahora de 0'5 1. Es probable que al tratarse de un monetario, la recesión general que en estas fechas estamos observando, como consecuencia inmediata de la revuelta sertoriana, quede bastante suavizada, aun cuando no oculta.
La distinta cronología de las piezas contenidas en el período no
permite matizar entre el aprovisionamiento eftsctuado durante el segundo y tercer cuarto de siglo, ya que ambos se encuentran equilibrados. La procedencia geográfica del numario (mapa 32) es bastante similar a la de los años 133-72 a.c., con la diferencia que la posición
que tenía Arse la ocupa ahora Carthago Nova, en razón de ser la ceca
más próxima que surte monetariamente la zona geográfica que comentamos, en la que ocupa el 21'73%.
La presencia del Valle del Ebro viene de la mano de Calagurris,
cuyas piezas se acuñaron pocos años antes del 27 a.c. y con toda probabilidad no llegaron a circular en este período; si ello fuera así, quedaría notablemente mermada la representación de la zona, y con una
mayor representación porcentual las restantes cecas.
Las acuñaciones de Roma son todas ellas de la segunda mitad del
siglo y no ejerce, como sucede en Ilici, el papel relevante que había tenido en los años anteriores.
Por último, encontramos a faltar la presencia de las últimas emisiones de Saitabi, tanto ibérica como bilingüe (115).
La mayor densidad de moneda en circulación se registra en este
período. Las monedas emitidas entre el 27 a.c. y el 41 d.C. pueden
verse en el cuadro de la página siguiente.
El numario circulante se encuentra fundamentalmente constituido por las acuñaciones de las cecas hispano-romanas (mapa 33), las
cuales aportan el 94'39%, quedando el restante 5'60%para las extrapeninsulares.
Dentro del primer tipo de acuñaciones, destaca Carthago Nova
con el 42'05% y en relación con ello nos sorprende que Ilici en esta
muestra Únicamente aporte el 7'47%. Esto nos inclina a pensar que la
ceca de Ilici desempeñó una función relativamente modesta fuera de
su propia ciudad, ya que sería de esperar que por encontrarse esta ceca dentro de la zona de donde proceden las monedas, detentase el nú( 115)
Nos referimos a los tipos VIVES, XX-9 a 11.
[page-n-424]
423
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
mero máximo de ellas; sin embargo, la dispersión de los hallazgos esporádicos (mapa 34) ratifica la cantidad numérica con la que aparece
en esta muestra.
.27 a.c.-41 d.C.
Roma
Nemausus
P arium
Emporion
Ilerda
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Segobriga
Ilici
Carthago Nova
Col. Patricia
Romula
Abdera
Carteia
Traducta
Italica
Emerita
TOTAL
as
sem. quad.
ae
3
2
1
2
1
10
5
1
5
2
3
2
2
4
27
3
1
1
1
1
4
18
1
1
2
2
2
79
26
1
1
tot.
'
%
3
2'80
2
1'86 5'60
1
0'93
1'86
2
1
0'93
9'34
10
5
4'67
23.36
1
0'93
6
5'60
2
1'86
3
2'80
2
1'86 7'47
3
2'80
8
7'47
49,53
45 42'05
4
3'73
1
0'93
1
0'93
1
0'93 12'14
2
1'86
2
1'86
2
1'86
107
El segundo grupo de cecas que destaca por su volumen es el de la
Cuenca del Ebro que aporta un 23'36%, y entre los seis talleres que
componen el conjunto, destacan Celsa y Calagurris. El nivel de presencia que tiene la Cuenca del Ebro es en este período exactamente similar al que tenía entre los años 72-27 a.c., y documenta unas relaciones con esta zona a partir de estas fechas, que es probable que no
se cercenaran durante los años 72-27 a.c., sino que el colapso que sufrieron las cecas de la Cuenca del Ebro dificultaría su detección; y en
el momento en que se produce la reapertura de los talleres, nuevamente llegan sus acuñaciones siendo una fuente importante para la
alimentación monetaria del área litoral alicantina.
Con un nivel de aprovisionamiento análogo al de los períodos an-
[page-n-425]
424
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
teriores, se encuentran las cecas de la Betica y Lusitania que en conjunto aportan el 12'14%.
El resto de las cecas entran a formar parte de la masa monetaria
de un modo muy marginal. Entre ellas se encuentran las extrapeninsulares que lo hacen con el 5'60%, cantidad semejante a la que se documenta en Ilici, pudiéndose destacar la ceca de Nemausus, por su
relativa frecuencia de aparición en las zonas litorales de la Tarraconense y la de Parium por su lejanía.
MUSEO DE ALACANT
Mapa 33. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de la zona de Alcant,
según la composición del Monetario del Museo de Alcant, durante los años 27 a.c. y 41 d.C.:
1, Emporion; 2, Ilerda; 3, Celsa; 4, Caesaraugusta; 5, Graccunis; 6, Calagurris; 7, Tunaso;
8, Cascantum; 9, Clunia; 10, Bilbilis; 11, Ercavica; 12, Segobriga; 13, Ilici; 14, Carthago Nova; 15, Abdera; 16, Col. Patricia; 17, Emerita; 18, Italica; 19, Romula; 20, Carteia; 21, Traducta. Clave de simbolos en pág. 524.
La relación de monedas por año es de 1'57, considerable si se
compara con la evolución del aprovisionamiento monetario visto hasta ahora, ya que al menos duplica la máxima registrada.
Por lo que respecta al período del reinado de Claudio 1, la relación
de monedas por año baja a 1'23. Nuevamente, como sucede en Ilici, el
aprovisionamiento que se recibe con este emperador se encuentra
[page-n-426]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
425
Mapa 34. - Dispersión de la ceca de Ilici: 1, Museo de Girona; 2, Museo de Manresa; 3,
Museo de Tarragona; 4, Moleta dels Frares; 5, Museo de Alcoi; 6, Alacant; 7, Elx; 8, Región
de Murcia; 9, Menorca.
dentro de lo que viene siendo normal o incluso por debajo. Ante ello,
cabría preguntarse si realmente existía en la zona penuria monetaria
o, por el contrario, el volumen de moneda circulante procedente del
reinado de los anteriores emperadores satisfaría las necesidades de la
[page-n-427]
426
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
zona, en la que se encuentra la ciudad de Ilici que, con un aprovisionamiento registrado mucho menor, durante el reinado de este emperador, se encontró en una situación similar.
as
Roma
Local
Inciertas
total
%
6
8
6
37'5
50
12'5
2
8
2
La distribución del numario de Claudio según su tipo de taller, da
un mayor predomonio de las acuñaciones locales frente a las oficiales
de Roma, aunque volvemos a encontrarnos con poca cantidad de piezas para poder establecer la verdadera importancia de cada una de
ellas dentro de la masa monetaria.
ILICI (LfAlcudia, Alacant)
Ilici es un te11 situado a unos tres kilómetros al Sur de la actual
ciudad de Elx, formado por ciudades ibéricas y romanas. El conjunto documental de que se dispone para su estudio se debe, en su mayor
parte, a las excavaciones arqueológicas sistemáticas que en él realizó
A. Ramos Folqués a partir de 1935.
Dentro de la época que nos interesa se han identificado 3 fases. La
primera de ellas corresponde al nivel VI con materiales que pueden
situarse entre los siglos I V y 1 1a.c. A continuación, el nivel V con ce1
rámicas ibéricas del estilo Elx-Archena, campanienses A y cerámicas
de Gnatia, cuya cronología oscilaría entre los años finales del siglo I V
e inicios del 1 a.c. Por último, el nivel IV ofrece una composición he1
terogénea de materiales que se encuadran entre el siglo 1 a.c. y los
1
inicios del siglo 1 d.C. ( 1 16).
En la estratigrafía general del yacimiento, los estratos que nos
afectan directamente son los E, D y C, y a consecuencia de la amplitud que éstos denotan, hemos considerado más conveniente el análisis
de los hallazgos numismáticos siguiendo los períodos con los que estamos trabajando.
La circulación monetaria de la ciudad ha sido analizada someramente por E. A. Llobregat (117) y R. Ramos Fernández (118). Noso( 1 16) Para una mayor información sobre el yacimiento, véase el estudio de conjunto
realizado por RAMOS FERNANDEZ, 1975, y el que años antes hiciera LLOBREGAT, 1972,
pp. 142-144. Ambos incluyen estudios numismáticos sobre la ciudad.
( 1 17) LLOBREGAT, 1972, PP. 142-144.
(118) RAMOS FERNANDEZ, 1975, PP. 267-269.
[page-n-428]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
427
tros ahora pretendemos profundizarlo, estableciendo períodos más
cortos de modo que se pueda ver con mayor precisión cronológica las
monedas que circularon en las distintas épocas, en virtud del espectacular avance que en los últimos años han experimentado los estudios
numismáticos, especialmente en la datación de las series ibéricas.
Para el estudio de la circulación monetaria de la ciudad de Ilici,
disponemos de un total de 134 monedas procedentes en su gran mayoría de las excavaciones arqueológicas realizadas en el te11 y en una
mínima parte de su territorio circundante. Las monedas se distribuyen del siguiente modo:
%
d a
ae
tot.
%
6
66'66
2
2
1
22'22
total
--- - - - - - - -
as
Roma
Hispano-cart.
Castulo
6 (?)
1
11'11
El tipo de moneda que circula en este período es el que lo hace en
general en otros yacimientos, aunque quizás éste se encuentre ligeramente afectado por su posición en una zona extrema, en el Sur de
nuestro marco geográfico como parecen querer apuntar la presencia
de AE púnicos y el as de Castulo, del tipo Vives, 69- 11 (mapa 35).
No obstante, la ceca que adquiere una mayor relevancia es Roma;
pero este dato debe ser considerado con precaución ya que las monedas se han situado en este periodo cronológico con criterio metrológicos, por tratarse de un as libra1 y 5 ases de peso sextantal.
La relación de monedas por año es, en comparación con lo que se
ha visto hasta ahora, sensiblemente alto ya que se sitúa en 0'21.
La masa monetaria aumenta numéricamente queriendo indicar
[page-n-429]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
428
Mapa 35. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilici, según los haiiazgos esporádicos, durante los años 195-27 a.c.: 1, Sekisanos; 2, Segobriga; 3, Arse; 4, Valentia; 5, Saiti; 6, Carthago Nova; 7, Castulo; 8, Irippo; 9, Malaca;lO, Ebusus. Clave de símbolos en pág. 524.
un uso más frecuente de la moneda en la vida de la ciudad, dado que,
en todos los casos, se trata de acuñaciones de bronce. Sin embargo, la
relación de monedas por año no se incrementa de modo apreciable, situándose en 0'29, debiéndose concluir que la masa monetaria se
mantuvo cuantitativamente inalterada.
195-133 a.c.
Roma
Saitabi
Castulo
Malaca
TOTAL
as
sem.
8 (?)
6
1
2
15
2
sext.
1
1
tot.
.%
8
8
1
1
18
44'44
44'44
5'55
5'55
La ceca de Roma junto con el aprovisionamiento que proporciona
la de Saitabi, mantienen las cifras más altas de representación, con 8
ejemplares cada una y un porcentaje del 44'44%,respectivamente. Es
[page-n-430]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
42 9
curioso ver cómo la ceca de Saitabi en estos momentos desempeña
una función importante dentro del aprovisionamiento monetario de la
ciudad, indicando quizás un momento álgido en la expansión de ésta
(mapa 35).
Por lo que se refiere a la ceca de Roma, al igual que en el período
anterior, los 8 ases que se clasifican dentro de estas fechas lo han sido
con criterios metrológicos.
den.
Roma
Sekisanos
Arse
Valentia
Saitabi
as
5
-
sem. quad.
1
6
2
2
%
6
1
1 (?)
total
35'29
5'88
35'29
11'76
11'76
6
2
2
Dentro de la relevante posición que venía manteniendo Roma se
produce ahora un cambio sustancial, al estar acuñadas sobre plata 5
de las 6 piezas que se conocen. En este tipo de metal no se conocía en
el yacimiento ningún ejemplar acuñado.
Sin embargo, el aspecto que salta a la vista inmediatamente es el
aprovisionamiento monetario mayoritario que porporcionan a la ciudad las tres cecas de la franja costera valenciana, lo cual pone de manifiesto una clara orientación de la ciudad hacia las tierras situadas
al Norte de la misma (mapa 35). De estas cecas destaca Arse, representando el 35%,y todas sus piezas son divisores de tipo quadrans.
Valentia y Saiti con dos ejemplares cada una, aportan a la masa monetaria el 11'76% respectivamente. La diferenci'a en la presencia de
los ejemplares de Saiti, en relación con el período anterior, hay que
buscarla en una disminución de la cantidad de moneda que ahora
acuña; al menos, el número de hallazgos esporádicos que se conocen
en nuestro marco geográfico, correspondientes a emisiones de estos
años, así lo parece indicar (119).
Los posibles indicios de una mayor relación de la ciudad con el
Sur peninsular que parecían quererse insinuar en el período anterior,
quedan ahora totalmente descartados ante la ausencia de monedas
de la Betica y de Castulo.
( 1 19) Aunque sería de desear un estudio de cuños, sin embargo, entre las piezas que nosotros hemos podido recoger procedentes de hallazgos esporádicos y de Museos, sólo conocemos 4 ejemplares del tipo VIVES, XX-1,mientras que del tipo XX-2,son 31.
[page-n-431]
430
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La relación de monedas por año es de 0'27. Por tanto, se mantiene
inmutable el ritmo de alimentación de la ciudad.
den.
Roma
Segobriga
Carthago Nova
Irippo
as
sem.
total
16
1
16
1
1
1
1
1
%
5'26
5'26
84'21
5'26
La falta de numario que se viene registrando en este período a nivel peninsular afecta de igual modo a Ilici, a pesar de que su número
total de monedas sea considerable (mapa 35).
Si descompusiéramos o tratáramos de ver de modo más exacto
cómo se distribuye cronológicamente el numario recogido, veríamos
que, a excepción de la moneda de Irippo que posee una cronología incierta pero con posibilidad de haber sido acuñada durante el segundo
cuarto del siglo 1 a.c., y el as de Segobriga con leyenda SECOBRIS,
que por su próximo parecido con una de las emisiones de Konterbia
hace problemática su inclusión en el período de las acuñaciones bilingües (120),la gran parte de la masa monetaria, el 84'2 1%,se encuentra formada por acuñaciones de Carthago Nova, que comienza a emitir a partir del año 57 a.c. ( 12 1). Incluso el denario republicano que
conocemos se acuñó en el año 48 a.c. De este modo comprobamos que
la alimentación de la ciudad se produjo de forma desequilibrada entre
el segundo y tercer cuarto de este siglo 1a.c., siendo paliada su necesidad monetaria con las acuñaciones hispano-romanas de Carthago
Nova.
Parece evidente que en los primeros años de este período el aprovisionamiento monetario se retrae considerablemente, lo cual debe de
conllevar una disminución del uso monetario para las transacciones.
Por otro lado, conviene matizar que las nuevas piezas que entran en
circulación no son valores altos sino que en un 89'47% se trata de semis, con lo que sólo se van a ver favorecidas las pequeñas transacciones, aunque también podían complementar la masa de numario en el
caso probable de que continuasen circulando las monedas anteriores.
Merece la pena destacar la ausencia de Saitabi y Arse frente a la
presencia mayoritaria que ostentaban en el período anterior, motiva(120) VILLARONGA, 1979-a, compárese su núm. 590 con el núm. 589.
(121) BELTRAN MARTINEZ, 1952, PP. 9-40.
[page-n-432]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
43 1
do, sin duda, por la retracción que existe en los hallazgos de las monedas que ahora acuñan, lo cual provoca en una muestra considerablemente pequeña que no aparezcan.
La relación de monedas por año es de 0'42; no obstante, cabe decir que lo que pudiera parecer un considerable aumento, ya que esta
cifra dobla las cantidades anteriores, no debe ser considerado estrictamente en su valor numérico puesto que las monedas que ahora poseemos son nominalmente valores más pequeños.
La ciudad de Ilici, convertida en colonia probablemente desde los
últimos años del período anterior (122), experimenta una elevación
considerable de su masa monetaria. Durante los períodos de Augusto,
Tiberio y Calígula se registran los siguientes hallazgos:
27 a.c.-54 d.C.
den.
Roma
Tarraco
Celsa
Osca
Caesaraugusta
Calagurris
Clunia
Ilici
Carthago Nova
Traducta
TOTAL
1
as
sem. quad. sext.
1
1
ae
tot.
%
1
4
5'97
1'49
4'47
1'49
5'97
1'49
1'49
43'28
32'83
1'49
1
1
3
1
4
1
1
29
22
1
67
1
3
3
1
10
7
1
25
1
1
1
19
12
1
36
3
3
1
13,43
76,1
Según se deduce de este cuadro, las acufiaciones de Roma ocupan
un porcentaje muy débil, el 5'97%, y en él se debe reflejar la dificultad
que tiene la ceca senatorial y las imperiales para abastecer las necesidades del Imperio y la floración de cecas municipales y coloniales que
tienen lugar, de modo generalizado, a partir del reinado de Augusto.
La ceca de la propia ciudad abastece a la misma con una proporción mayoritaria sobre el resto de las cecas, el 43'28%, seguida a una
corta distancia de las que proceden de Carthago Nova, con un
32'83%. La utilización de una cantidad importante de numario de esta última ceca, se encuentra condicionada fundamentalmente por su
proximidad y su potencia de acuñación, toda vez que en estos momentos la ciudad de Ilici debió quedar bajo la influencia económica
de Carthago Nova o, por el contrario, los vínculos de relación que le
unían a ésta fueron muy estrechos.
(122)
BELTRAN LLORIS, M. y BELTRAN LLORIS, F., 1980, p. 66 y nota 1.
[page-n-433]
432
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
A pesar de la posición marítima de la ciudad, la Numismática no
parece informarnos de unas relaciones orientadas en ese sentido. Lo
que sucede es todo lo contrario, después de las acuñaciones de Carthago Nova, el p p o más importante de numario lo aportan las cecas
del Valle del Ebro, que representan el 13'43%.El restante 4'47% de la
masa monetaria se distribuye entre las cecas de Tarraco, Clunia y
Traducta, encontrándose ausentes las acuñaciones de Saguntum realizadas durante el reinado de Tiberio (mapa 36).
La relación de monedas por año es de 0'98, lo que constituye una
notable cantidad si se la compara con las anteriores. Sin embargo, se
debe hacer la advertencia, como lo hicimos en el período anterior, que
a pesar de que los valores que integran la masa monetaria se encuentran bastante repartidos, existe todavía un alto porcentaje de divisores que alcanzan el 59'70%.
El aprovisionamiento no es uniforme en los tres reinados en los
que se agrupa el numario, sino que el más elevado es el que se aporta
Mapa 36. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Ilici, según los hallazgos esporádicos, durante los años 27 a.c.-41 d.C.: 1, Calagurris; 2, Osca; 3, Clunia; 4, CaeSaraugusta; 5 , Celsa; 6, Ilici; 7, Carthago Nova. Clave de simbolos e n pág. 524.
[page-n-434]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
433
durante el período de Augusto, con 1'07 d a , superior a la media establecida; durante Tiberio se sitúa éste ligeramente por debajo, con
0'95 d a , y finalmente el que se registra con Calígula es muy inferior,
alcanzando sólo la cantidad de 0'25 d a .
El reinado de Claudio 1 no representa ningún cambio sustancial
por cuanto que no se documenta ningún alza sorprendente, como
cabría esperar. Unicamente conocemos la existencia de 4 monedas,
que por no estar ilustradas, ignoramos si se trata de acuñaciones locales o de Roma. La relación de monedas por año se sitúa en 0'30,
bastante inferior al de los reinados de Augusto y Tiberio y ligeramente
superior al de Calígula.
En términos generales se puede observar que el numario recuperado en este último período, en su variedad de valores dentro de las
acuñaciones de bronce, refleja la utilización de la moneda como medio de cambio dentro de la vida de la ciudad, lo cual se ve apoyado
por la necesidad de moneda fraccionaria, a cuya satisfacción irán
destinadas las primeras acuñaciones que realice su taller durante el
reinado de Augusto, preferentemente constituidas por semis ( 123 ).
La diversa proporción en la que entran en juego las distintas acuñaciones monetarias se comprueba en el siguiente cuadro, en el que
se han agrupado las acuñaciones datables entre el 195 y el 27 a.c.
Roma
Untikesken
Sekisanos
Segobriga
Arse
Valentia
Saitabi
Carthago Nova
Castulb
Irippo
Malaca
Ebusus
20
1
1
1
6
10
15
1
1
1
1
33'33
5 %
55 %
66'66
5 %
1'66
i
Comprobamos que la ciudad ante la inexistencia de ceca propia, si
exceptuamos la rara y controvertida emisión de C. Salvius y Q. Terent. Mont., se alimentó fundamentalmente de las acuñaciones de la
((reggio))
que entran a formar parte de la masa monetaria en un 55%.
(123) VIVES, CXXXIII-1 a 5.
[page-n-435]
434
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El segundo gran aporte lo efectúa la ceca de Roma, cuya proporción
es del 33'33%.Las restantes cecas en ningún caso adquieren una importancia relevante, repartiéndose el 11' 66% entre siete talleres.
En el período siguiente, 27 a.c.-54 d.C., las emisiones de la ciudad
tienden a ocupar en la masa monetaria el porcentaje que las cecas circundantes, relativamente próximas, suministraban. Y en los aiios del
reinado de los dos últimos emperadores, el crecimiento monetario de
la ciudad es sensiblemente inferior al que tuvo anteriormente.
CABEZO AGUDO (La Unión, Murcia)
En el término municipal de La Unión se encuentra el poblado r i
nnero de Cabezo Agudo (124).Este queda emplazado en una pequeña
elevación situada a unos 180 m. sobre el nivel del mar.
En este poblado se han encontrado un número no despreciable de
monedas que, por su homogeneidad, resultan aún más interesantes,
dando a nuestro juicio una visión bastante aceptable de la circulación
monetaria de un yacimiento situado en el límite Sur de nuestro marco
geográfico.
Las monedas encontradas constituyen un conjunto de 25 piezas
que deben fecharse, en su totalidad, dentro del siglo 11 a.c.
den.
Roma
Numidia
Untikesken
Arekoratas
Arse
Castulo
Gades
as
5
6
sem. quad.
5
ae
1
1
2
1
1
1
1
1
tot.
%
17
1
2
2
1
1
1
68
4
8
8
4
4
4
Lo más destacable es el predominio que ostenta la ceca de Roma,
que aporta a la circulación monetaria el 70183%, una equilibrada
con
distribución de valores, múltiplos y divisores. La llegada de estas piezas no se produjo inmediatamente después del asentamiento de los romanos en Hispania, sino que aparecen en su práctica totalidad en la
segunda mitad del siglo 11 a.c., como lo demuestra la pieza más antigua que se emitió en el d o 154, y corresponde a un denario tipo RRC
20 1, 1, y la más moderna, el denario tipo RRC 28 1, 1, en el 119 a.c.
El aprovisionamiento mayoritario que mantiene la ceca de Roma
(124)
FERNANDEZ AVILES, 1942,
PP. 136-152.
[page-n-436]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
43 5
en esta zona debe tener su explicación al ser el yacimiento un centro
minero y estar, a su vez, dentro de la zona de Carthago Nova, significativa también en el campo de la minería ( 12 5) cuya explotación va a
quedar en manos de los romanos.
El resto de la masa monetaria se diluye entre cecas que tienen
muy poca representación cada una de ellas (mapa 37). Sin embargo,
el abanico de talleres a que pertenece, insinúa la orientación de aprovisionamiento que se había observado en Ilici y en el monetario del
Museo de Alacant.
La situación del yacimiento en un punto de fácil comunicación
con la costa africana, justifica la existencia de una pieza de Numidia.
Esta misma situación va a ser la que, sin duda, motivó la pérdida del
influjo en la masa monetaria de los talleres de Saitabi, Arse y Valentia, que a pocos kilómetros al Norte, en la zona alicantina, entraban a
CABEZO AGUDO
Mapa 37. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria del poblado minero de
Cabezo Agudo, según los hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Arse; 3, Castulo; 4, Gades.
No se cartea Arekoratas. Clave de simbolos en phg. 524.
(125) ESTRABON, 111, 2, 20.
[page-n-437]
436
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
formar parte de la circulación monetaria con una considerable cantidad. De todos ellos, sólo Arse se encuentra presente y lo hace con una
moneda del tipo bilingüe (Vives, 17-3) acuñada hacia los últimos años
del siglo 1 a.c.
1
Las acuñaciones peninsulares más antiguas proceden del área
Sur. Se trata de Castulo, cuya moneda tipo Vives, 68- 11, se emitió durante los años 195-179 a.c. (126), y de la que cabría esperar por su
proximidad y potencia de emisiones, una mayor cantidad de monedas; y por otra parte, Gades, con el tipo Vives, 74-3, que como muy
tarde habría que situarla a mediados del siglo 1 a.c. El aprovisiona1
miento que se recibe con posterioridad, procede de la mitad Norte de
Hispania, entre el que destacan Untikesken y Arekorata.
La estructura del aprovisionamiento monetario del yacimiento
que parece deducirse de todo lo dicho anteriormente, es una alimentación monetaria por parte de los talleres del Sur, durante la primera
1
mitad del siglo 1 a.c. y un cambio de dirección del mismo hacia los
del área Norte de Hispania, a partir de mediados de este siglo. Evidentemente, esto debe ser tenido en cuenta con reservas, dada la precariedad del volumen de monedas procedentes de cecas peninsulares.
En líneas generales, este aprovisionamiento coincide con la muestra que poseemos en la zona interior de Murcia, a excepción del fuerte
componente que en ella tiene la ceca de Castulo, con sus emisiones de
ases con símbolo mano y los semis con reverso toro, creciente y L, fechados entre la mitad del siglo 1 y principios de 1a.c. Vemos con sor1
presa que en el Cabezo Agudo no se registra ningún ejemplar de estos
tipos, motivado quizás por una posición litoral fuera del circuito de
circulación de las emisiones de cecas interiores de la Betica y Castulo.
En una situación similar se encontraría la franja costera valenciana entre el Xúquer y el Millars en donde Castulo está poco representada y, en cambio, en su interior, en el yacimiento de Los Villares, las
emisiones de esta época representan el 31'35% (mapa 38).
REGION INTERIOR DE MURCIA (Murcia)
El conjunto numisrnático que pasamos seguidamente a comentar,
compuesto por 407 monedas, procede de la colección numismática de
doña Pilar de la Canal, viuda de Blaya. En la actualidad se encuentra depositada en el Gabinete Numismática del Medagliere Vaticano (127). Se
ignora la procedencia de cada una de las monedas; no obstante, a
través del análisis cuantitativo de las cecas presentes en la colección
(126) GARCIA BELLIDO, 1982, pp. 141-165.
(127) GIORNALE, 1928-1952, p. 408; RIPOLLES, 1981-a, pp. 87-154.
[page-n-438]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
-
43 7
Mapa 38. Dispersión de la ceca de Castulo: 1, Roses; 2, Empúries; 3, Solsona; 4, Moih;
5, Museo de Girona; 6, Museo de Manresa; 7, Granoliers; 8, Sabadeii; 9, Burriac; 10, Comarca de El Penedés; 11, Museo de Tarragona; 12, Museo de Logroiio; 13, Cerro Bámbola; 14,
Azaila; 15, La Balaguera; 16, Sagunt; 17, Cova dels Estudiants; 18, El MolÓn y La Vereda;
19, Los Viliares; 20, Los Corrales de Utiel; 21, Xarpolar; 22, Museo de Alcoi; 23, Alcoi; 24,
Museo de Alacant; 25, Elx; 26, Región de Murcia; 27, Cabezo Agudo; 28, Menorca; 29, Maó.
Clave de símbolos e n pág. 524.
[page-n-439]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
438
-como se va a poder apreciar en el transcurso de este comentario- la
mayor parte de las piezas deben poseer una procedencia local. A ello
debemos añadir que existen múltiples tipos repetidos y bastantes piezas en mal estado de conservación, lo que permite suponer que nos
hallamos frente a una colección formada, en su mayor parte, por piezas encontradas en la zona de Murcia, en donde lógicamente va a tener una mayor densidad de presencia aquellas cecas que tienen una
aparición más frecuente en los-hallazgos esporádicos.
No queremos en ningún caso erradicar la posibilidad de existencia de piezas que no pertenezcan a hallazgos esporádicos efectuados
en la región. A pesar de ello consideramos que, en cualquier caso, va a
ser la hipótesis sobre la circulación monetaria de la zona que más se
adecúe a la realidad, por el hecho de ser éste el lote, cuantitativamente, más importante que se conoce de monedas atribuible a la zona de
Murcia, ya que en ella existe un enorme vacío de información de hallazgos numismáticos.
La colección, a su entrada en el Medagliere Vaticano, fue separada en bloques y, como consecuencia de ello, no disponemos de las
acuñaciones de cecas extrapeninsulares tanto en lo que se refiere a
las griegas, en su acepción más amplia, como a las romanas, imposibilitándonos apreciar la cantidad de monedas que éstas aportan a la
circulación monetaria de la supuesta zona a la que atribuimos la
-muestra.
La distribución de las monedas por períodos cronológicos (128),
mantiene los ritmos de presencia que vienen siendo habituales.
-
total
%
mla
En el conjunto del numario de este período la mayor proporción la
aporta, como cabía esperar por su posición geográfica, las acuñaciones hispanocartaginesas. ~ecuérdese densidad de tesoros con mola
nedas bárquidas que se registran en esta zona durante el período de la
( 1 28)
Un análisis sucinto de las monedas agrupadas en períodos amplios puede verse en
RIPOLLES, 1981-a, pp. 90-92.
[page-n-440]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
439
Segunda Guerra Púnica. El porcentaje con el que entran a formar parte de la circulación monetaria es del 88'88%.
drac.
Emporion
.Hispano-cart.
Castulo
sem.
ae
tot.
%
16
1
16
1
5'55
88'88
5'55
1
1
El resto de las cecas son Emporion, de la que conocemos una
dracma, y Castulo, representada por un semis del tipo MAN 52. Por lo
que se refiere a la primera, puede parecernos extraña su presencia a
causa de su rareza en los hallazgos esporádicos, aunque su inclusión
en los tesoros de Cheste, La Plana de Utiel y Moixent, acercan bastante hacia el Sur su área de dispersión. Respecto de Castulo quizás se
pudiera haber esperado una mayor representación de las emisiones
anteriores al 195 a.c. (129),habida cuenta de su presencia en otros
puntos bastante más alejados del centro emisor (130).
La relación de monedas por año es alta a pesar del desconocimiento de las emisiones romanas que pudiera incluir, situándose el
aprovisionamiento en 0'42. No obstante, hay que tener en cuenta que
la cantidad de ejemplares que ahora manejamos es notablemente elevada, y ello se va a ver consecuentemente reflejado en todos los períodos.
El aprovisionamiento monetario cuantitativamente m% importante que recibe esta zona procede de la parte más occidental de la Citerior y de la Ulterior. De todas ellas, Castulo, con 22 ejemplares, representa el 5 1' 16%de la masa monetaria. Dentro de los valores que
de esta ceca circulan predominan los semis que, con 17 piezas, constituyen el 77'27% de las monedas que aporta esta ceca. Ello da idea de
la necesidad que tenía la zona de moneda divisionaria como consecuencia de su temprano desarrollo; sería ésta la única zona peninsular que, en fechas tan altas, registra tal cantidad de divisores, el
39'43% del numario total del período.
(129) Nos referimos, siguiendo a GARCIA BELLIDO, 1982, a los tipos VIVES, LXVIII1 a 6; LXIX-5y 1 1 ; LXX-2.
(130) Monedas de los tipos citados en la nota anterior han aparecido además en Ilici y
Arse. Se conoce también 1 semis en el Museo de Tarragona, del que se ignora su procedencia.
[page-n-441]
440
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
195-133 a.c.
Kese
Ikalkusken
Obulco
Castulo
Ilturir
Urso
Uli a
Ilipense
Carmo
Gades
Sexi
Malaca
. TOTAL
den.
as
1
1
sem. quad.
1
3
1
5
1
1
1
1
1
2
17
1
3
2
2
tot.
3
23
17
1
4
1
22
1
1
1
1
1
4
2
3
43
%
4'65
9'30
2'32
51'16
58,13
2'32
2'32
2'32
2'32
2'32 27'90
9'30
4'65
6'97
Los tipos de monedas de Castulo que se han incluido en este período, distinguiendo sus cantidades, son:
as
as
as
semis
semis
símbolo KO
símbolo delfin
SACAL ISCER
símbolo S y M
VOC STF-CN FVL CN
V.
V.
V.
V.
V.
68- 1 1
2 ejempl.
9'09 %
69-6
1 ejempl.
4'54 %
70-13 2 ejempl. (131) 9'09 %
68-12
4ejempl.
18'18 %
7 1-2
13ejempl.
59'09%
El tipo más frecuente es, por tanto, el Vives, 71-2, cuya acuñación, a raíz de estos datos, se puede presuponer la más numerosa.
Las cecas de la Ulterior son, en extremo, variadas pero ninguna
de ellas adquiere la importancia de Castulo, aportando a la masa monetaria en su conjunto el 32'55%,destacando entre ellas las de Gades,
Sexi y Malaca.
Por último, las dos cecas que cabe mencionar son Ikalkusken y
Kese, cuya distinta frecuencia parece encontrarse en relación con la
ubicación geográfica de sus talleres, .aunque se desconozca para la
primera de las dos su emplazamiento exacto, que bien pudo estar situada en la zona limítrofe de la Meseta entre Murcia y Cuenca. Por
otro lado, estas dos cecas, excluyendo a Roma, son las que aportan en
estas fechas las únicas monedas de AR acuñadas en la Península.
La relación de monedas por año es de 0'69, lo cual supone un
avance considerable con respecto al período anterior, aunque se sitúa
dentm del crecimiento que es normal en la mayor parte de las ciudades.
(13
1) En contra de la inclusión de este as y del semis, VIVES, LXXI-2, véase GUADAN,
1969, p. 143 y GARCIA BELLiDO, 1978, p. 344.
[page-n-442]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
44 1
En este período se mantiene, en líneas generales, el predominio
que había ejercido la ceca de Castulo en la etapa anterior. Su porcentaje de participación en la circulación monetaria desciende a causa
del mayor volumen de piezas que constituyen la circulación monetaria, aunque la cantidad de monedas dobla en número a la que se registró en el período anterior. En suma, continúa siendo Castulo la ceca y la ciudad peninsular que mayor influencia debió ejercer sobre la
zona interior de Murcia.
133-72 a.c.
Iltirta
Kelse
Saltuie
Orosis
Bolskan
Sekia
Barskunes
Turiasu
Titiakos
Sekaisa
Konterbia
B elaiskom
Belikiom
Ekualakos
Arekoratas
Sekobirikes
Arse
Valentia
Saitabi
Obulco
Castulo
Lastigi
Carmo
Osset
Corduba
Carteia
Abdera
Ebusus
TOTAL
den.
4
1
as
3
2
2
1
1
1
1
1
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
4
33
sem. quad. ae
-
11
1
2
4
2
1
76
%
3
2
2
1
5
1
2
5
tot.
16
2
1
3
2
2
1
5
1
2
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
1
2
2
3
2
1
3
1
1
1
4
1
3
44
1
1
2
2
4
2
1
100
44
1
1
2
2
4
2
1
28
3
8
48
12
[page-n-443]
442
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Nuevamente, la abundancia de monedas de Castulo nos permite
distinguir entre los tipos que adquieren una mayor representación.
as
as
as
semis
símbolo mano
símbolo creciente
incierta
símbolo L
V. 70-8,9 22ejempl.
V. 69-8,10 6 ejempl.
7 ejempl.
V. 70-1 1 11 ejempl.
47'82 %
13'04 %
15'2 1 %
23'91 %
Tal como se puede apreciar en el cuadro, ha cambiado la correlación de valores que de esta ceca circula en estos momentos, ya que
los semis frente al 77'27% del período anterior, ahora ocupan sólo el
23'91%. También cambia la relación de los divisores con respecto a la
masa total de numario circulante, siendo en este período bastante
más baja.
Desciende en estas fechas el numario procedente de la Ulterior
mientras que, en contrapartida, aparece la amplia gama de cecas que
entran en funcionamiento en la Cuenca del Ebro y que constituyen el
28%de la masa monetaria; entre ellas destaca Bolskan con 4 denarios
y 1 as.
Las cecas de la Contestania y la Edetania se encuentran muy poco
representadas, lo cual nos indica que la zona se sitúa fuera del área
de predominio de circulación de sus monedas. También están ausentes las cecas del litoral catalán.
El aprovisionamiento monetario que se deduce de la muestra es,
con respecto a los anteriores, muy alto, alcanzando la cifra de 1'63
monedas por año.
72-27 a.c.
Como consecuencia de la existencia de un menor número de talleres monetarios, parece lógico que el aprovisionamiento monetario y
con ello la masa monetaria que a partir del 72 a.c. se pone en circulación, es menor. A todo esto se une, además, el que los talleres que continúan funcionando lo hagan con una menor intensidad.
Durante el segundo cuarto de este siglo el aprovisionamiento procede, en su mayor parte, de las cecas de la Betica y de Castulo que, en
conjunto, van a representar el 45% de la masa monetaria y, por separado, el 25 y 20%, respectivamente. Se aprecia en estas cantidades
una pérdida de presencia del numario de Castulo como consecuencia
de una menor actividad de su taller.
Dentro de las cecas de la Betica existe una variedad de talleres
cuyos hallazgos, dentro de nuestro marco geográfico, son extremada-
[page-n-444]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
443
mente raros y jusitifican su aparición en esta zona por ser casi colindante con la Betica.
Por lo que se refiere al aprovisionamiento que recibe a partir de
mediados de siglo, se ha de poner de relieve que, una vez puesto en
funcionamiento el taller de Carthago Nova, éste va a proporcionar a
la zona interior de Murcia un considerable volumen de numario compuesto en su totalidad por semis -no acuña otra cosa- y él solo va a
representar el 27'5%.
72-27 a.c.
Emporion
Kese
Lepida
Osca
Bilbilis
Calagurris
Segobriga
Carthago Nova
Castulo
Lascuta
Asido
Ituci
Orippo
Carteia
Sacili
Acinipo
Irippo
TOTAL
as
sem.
1
3
2
1
1
2
1
6
11
2
1
1
1
1
1
3
2
1
1
2
1
11
8
1
1
1
1
1
1
1
3
25
total
15
1
1
1
3
40
%
2'5
7'5
5
2'5
2'5
5
2'5
27'5
20
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
2'5
7'5
10
15
'
30
45
Las restantes cecas proceden todas de la mitad Nororiental de la
Península, predominando las situadas en la Cuenca del Ebro que en
total agrupan el 15%del total del numario circulante del período. Algunas de estas emisiones fueron realizadas años antes del 27 a.c., con
lo que existe la posibilidad de que no llegaran a circular dentro de este
período. En cualquier caso es significativo el hecho de que las primeras emisiones de las cecas hispano-romanas formen parte de la muestra, denotando su poder de atracción sobre ellas.
El aprovisionamiento cambia sustancialmente y dependerá, en
gran medida, de la distinta situación en que se encuentran las cecas
(mapa 39). Estas se muestran en el cuadro de la pág. 445.
[page-n-445]
444
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las cecas de la Betica, aunque no se encuentra la ceca de Castulo
en funcionamiento, forman un núcleo importante de acuñaciones que
suponen el 17'47% del total. De entre ellas destacan, por su cantidad,
la de Colonia Patricia e Iulia Traducta.
REGlON DE MURCIA
Mapa 39. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la zona interior de
Murcia, según la composición del Monetario de la Bib. Apost. Vaticana, durante los años 27
a.c.-41d.C.: 1, Emporion; 2, Osca; 3, Graccurris;4, Calagurris; 5, Cascantum; 6, Turiaso; 7,
Caesaraugusta; 8, Celsa; 9, Ilerda; 10, Dertosa; 11, Clunia; 12, Bilbilis; 13,Ercavica; 14, Saguntum; 15, Segobriga; 16, Emerita; 17, Ilici; 18, Carthago Nova; 19, Acci; 20, Patricia; 2 l ,
Italica; 22, Romula; 23, Carteia; 24, Iulia Traducta. Clave de símbolos en pág. 524.
En general, se observa lo que se ha venido produciendo en los anteriores períodos. El aprovisionamiento mayoritario procede de las
cecas asentadas en su entorno más inmediato. Así, la ceca que más se
destaca por su participación en la masa monetaria es C arthago Nova,
con 52 ejemplares y el 25'24%. La que sigue a continuación es Ilici,
con 23 piezas y el 11' 15%;en ambas, la relación de ases y semis es similar, encontrándose representados una amplia variedad de tipos
(véase el inventario, Capitulo 1, apartado b).
Las cecas de la Cuenca del Ebro, en su conjunto, alcanzan en estas
fechas su máxima representación, el 34'95%; entre ellas destacan por
[page-n-446]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
27 a.c.-41 d.C.
Emporion
Dertosa
Ilerda
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Cascantum
Graccurris
Clunia
Ercavica
Segobriga
Saguntum
Ilici
Carthago Nova
Acci
Patricia
Romula
Carteia
Traducta
Italica
Emerita
TOTAL
dup.
as
sem. quad.
1
1
1
1
1
13
10
16
2
11
10
1
1
4
3
3
1
10
25
5
5
2
1
3
5
2
3
135
1
1
4
1
2
13
27
3
4
1
4
4
1
66
2
2
tot.
1
1
1
13
10
16
3
12
14
2
1
,4
3
5
1
23
52
8
10
4
6
9
3
4
206
44 5
%
0'48
o,g7
0'48
0'48
6'31
4'85
7'76
1'45
5'82 34'95
6'79
0'97
0'48
1'94
1'45 5'82
2'42
0'48
11'16
40.77
25'24
3'88
4'85
1'94
2'91
17r47
4'36
1'45
1'94
su cantidad las de Celsa, Bilbilis, Turiaso, Calagurris y Caesaraugusta.
La relación de monedas por año adquiere una espectacular alza al
situarse en 3'02; no obstante, conviene matizar la cantidad de numario que recibe de cada uno de los tres emperadores. Durante Augusto
la relación es inferior a la media con 2'8; en cambio, el que recibe durante Tiberio es superior con 3'56; por último, la zona experimenta
un aporte de moneda no documentado en ningún otro lugar, dado que
el que recibe con Claudio se iguala al de Tiberio al ser de 3'5 monedas
por año.
Lamentablemente, el desconocimiento de las acuiiaciones romanas que contenía la colección no ha permitido el poder comprobar en
qué proporción entran a formar parte de la circulación monetaria de
[page-n-447]
446
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
la zona, siendo difícil suplir este vacío mediante la extrapolación de
los datos que puedan aportar los conjuntos de localidades próximas, a
causa de la estructura peculiar de la masa monetaria circulante. En
ésta, Castulo y las cecas de la Ulterior desempeñan un rol muy importante durante los años 195-27 a.c. y luego, aun manteniendo su alto
índice de presencia, la preponderancia va a pasar a las cecas de Carthago Nova, Ilici y, en menor medida, las de la Cuenca del Ebro.
MENORCA
La circulación monetaria de la isla de Menorca ha sido estudiada
para todo el período de la antigüedad por M. Campo en dos publicaciones distintas (132),a través de las monedas depositadas en el Museo Provincial de Bellas Artes de Maó. La primera de ellas, en el año
1976, analiza el aprovisionamiento monetario de la isla durante la
época imperial; y la segunda, en 1980, estudia el aprovisionamiento
de la época republicana y de los años anteriores a ésta, desde la aparición de la moneda en la isla.
Para el análisis de la circulación monetaria que vamos a realizar
disponemos de monedas procedentes del Museo de Bellas Artes de
Maó (133), al que además se han añadido los hallazgos esporádicos
efectuados en la isla que, con toda certeza, no se encontraban incluidos en él. En total, el número de monedas asciende a 130.
El mal estado de conservación de los ases romano republicanos ha
motivado que, excepto 1 ejemplar, en su totalidad no hayan podido
ser clasif"icados, desconociéndose su fecha de emisión, y las peculiares circunstancias que rodean a la romanización de esta isla, conquistada por Metello en una fecha tardía con respecto a la Península Ibérica. Este hecho nos ha obligado a no poder distinguir, de forma segura, entre las acuñaciones realizadas antes y después del 133 a.c. En
consecuencia, los grupos cronológicos en los que se encuadran los hallazgos son los siguientes:
total
%
'
d a
(132) CAMPO, 1976-b, pp. 61-71; id., 1979-b, pp. 97-1 10.
(133) La información sobre el contenido de este monetario la debemos a la amabilidad
de M. Campo, quien nos ha facilitado los negativos y la ficha técnica de las monedas.
[page-n-448]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
300-19 5 a.c.
uncia
Antioquía
Roma
Cerdeña
Carthago
Gades
ae
total
1
1
1
2
2
1
1
1
1
1
%
16'66
16'66
33'33
16'66
16'66
33,33
66'66
El numario que se ha expuesto en el cuadro superior procede de to1
do el siglo 1 1a.c., sin que exista una concentración de cecas en unas
fechas determinadas. Se trata de acuñaciones aisladas en el tiempo y
en el espacio. No obstante, existe un predomonio de las acuñaciones
procedentes de talleres de filiación púnica, ya que las cecas de Gades,
Carthago y Cerdeña, en conjunto, aportan el 66'66%, y ello debe ser
tenido en cuenta como indicador del tipo de cultura con la que se
podía relacionar la isla o a través de la cual se realizaban las importaciones y exportaciones.
Con respecto a la función que en la isla podían desempeñar esta
escasa cantidad de monedas, nos sumamos a la opinión de M. Campo
(134) cuando afirma que probablemente no fueron utilizadas como
medio de cambio, sino que debieron ser tenidas como ((objetosexóticos sin utilidad práctica).
En líneas generales, el aprovisionamiento monetario que recibe la
isla, según se desprende del cuadro de la página siguiente, procede de
la ceca de Roma y de las cecas ibéricas peninsulares. La más importante es la de Roma que aporta a la masa de numario el 57' 14%,cifra
muy considerable si se tiene en cuenta que se trata de una sola ceca.
Los talleres peninsulares (mapa 40) se encuentran representados
con bastante variedad y, en conjunto, aportan el 35'71%. Excepto la
ceca de Kese, que tiene documentados 2 ases, el resto de las cecas sólo posee una moneda cada una, lo cual, unido a su ubicación dispersa,
no nos induce a pensar en la posibilidad de la existencia de una zona
geográfica concreta dentro de la Citerior con la que mantuviera unas
relaciones predominantes, aunque el porcentaje con que entran a formar parte de la circulación monetaria pone de relieve unos contactos
bastante estrechos con la Península Ibérica.
(134) CAMPO, 1979-b,p. 97.
[page-n-449]
448
,
195-72a.c.
Roma
Numidia
Untikesken
Kese
Iltirta
Kelse
Bolskan
Tabaniu
Arse
Saitabi
Corduba
Ebusus
TOTAL
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
den. as
1+2F 13
sem. quad. ae
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
3
20
1
2
1
2
tot.
%
16 57'14
1 3'57
3'57
1
2 7'14
1
3'57
3'57
1
14,28
1 3'57
1
3'57
1 3'57
7.14
1 3'57
1 3'57
1 3'57
28
Un aspecto que quisiéramos destacar es la mínima cantidad con
que se encuentra representada la ceca de Ebusus, si se tiene en cuenta
que paralelamente a estas fechas e incluso en el siglo anterior, se encuentra documentado un notorio tráfico comercial con Ebusus según
se desprende de la aparición en Cales Coves y en el pecio de Binisafuller de una considerable cantidad de vasos anfóricos ebusitanos ( 135).
Una vez esbozado el panorama de la circulación en este período,
quisiéramos precisar algunos aspectos cronológicos de las monedas
que contiene. Por lo que a Roma se refiere, la pieza más antigua que
se conoce es un as emitido en los años 169-158a.c. y la que le sigue
en antigüedad es ya un denario de Q. Metello del 125 a.c.; del resto
de los ases no se han podido identificar sus tipos, por deficiente estado
de conservación, pero es probable que hubiesen entrado en la isla a
partir del 123 a.c., momento éste en el que la conquista Metello ( 136).
Similares puntualizaciones se precisan hacer sobre el numario peninsular, ya que, salvo los dos ases de Kese, el resto de las monedas
en ningún caso tienen una fecha de emisión anterior al año 133 a.c.,
lo cual marca claramente el momento en que Menorca comienza a alimentarse de numario peninsular, el cual debe estar relacionado presumiblemente con la llegada de la mayor parte de A romano-repuE
blicano del mismo modo que lo está, con toda seguridad, con la de las
acuñaciones republicanas de AR.
Si con la conquista de la isla se implanta en ella una masa monetaria foránea, es normal que la mayor parte de ésta corresponda con
( 135) FERNANDEZ MIRANDA-BELEN, 1977, Cales Coves: pp. 2 1-67 ; Pecio Binisafuller: pp. 69-81. RAMON, 1981, pp. 80-82.
(136) LIVIO, Per. LX.
[page-n-450]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
449
acuñaciones del momento y una cierta cantidad pertenezca a antiguas emisiones todavía en circulación. Por ello no es aventurado pensar
que durante la primera mitad del siglo 11 a.c., Menorca se encontraría en una situación monetaria similar a la del siglo 111 a.c.
Mapa 40. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la isla de Menorca,
según los hallazgos esporádicos: 1, Untikeskeq/Emporion; 2, Bolskan; 3, Calagunis; 4, Clunia; 5, Turiaso; 6, Caesaraugusta;7, Iltirtahierda; 8, KelseICelsa; 9, Kese; 10, Segobriga; 11,
Arse; 12, Saiti; 13, Ilici; 14, Carthago Nova; 15, Castulo; 16, Cordubflatricia; 17, Emerita;
18, Carteia; 19, Iulia Traducta; 20, Ebusus. No se cartea Tabaniu. Clave símbolos pág. 524.
Dentro de este período se sitúa un interesante tesoro compuesto
por 383 monedas de bronce, de las que 380 son republicanas. Se trata
del tesoro de Torelló d'en Cintes, al que ya nos hemos referido en el
capítulo anterior ( 137)y del que consideramos que debió formar parte
de la masa de numario que se importó después de la conquista roman a en el 123 a.c.
La relación de monedas por año es de 0'22.No puede considerarse destacada ya que, ciertamente, si aumenta lo hace muy débilmente. Además, no representa a la totalidad del período, pues como ya se
ha dicho, son pocas las monedas emitidas antes del 133 a.c. y en su
(137) Véase la pagina 294.
[page-n-451]
450
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
inmenss mayoría lo fueron después de esta fecha con lo que el numario que circuló, únicamente a partir del 133 a.c., se reparte entre todo
el período, desde el 195 a.c., desvirtuando el verdadero nivel de aprovisionamiento.
El aprovisionamiento monetario que se registra durante este
período es mínimo, descendiendo tanto el que recibe de Roma como
de la Península Ibérica, tal como se aprecia en este cuadro:
den.
Roma
Castulo
as
total
1
2
1
2
La situación por la que parece atravesar la isla no es exclusiva de
ella, sino que es similar a la que en estas mismas fechas tiene Ebusus
y otros puntos de la Península Ibérica, y que en nuestra opinióqse debería al cierre de la mayor parte de las cecas ibéricas de la Citerior
una vez sojuzgada la rebelión sertoriana.
El cuadro con las monedas emitidas entre el 27 a.c. y e1 41 d.C. es
bastante similar al de los años 195-72 a.c. en lo que se refiere a ladistribución de la masa monetaria por talleres (mapa 40).
El numario circulante procede básicamente de la ceca de Roma,
que aporta el 48'43%, y de las cecas peninsulares que lo hacen con el
39'06%; tanto el aprovisionamiento de la primera como de las segundas, después de la crisis de los años 72-27 a.c., recuperan el rol desempeñado en la circulación monetaria con anterioridad. La novedad
que se introduce en el período es la presencia de la ceca de Nemausus
que como ceca es la que, después de Roma, se halla presente con una
mayor participación en la masa monetaria, el 10'93%.Su hallazgo no
es en ningún caso accidental, ya que se documenta una importante
cantidad en Pollentia y en diversos puntos de la costa oriental de la
Península Ibérica (138), debiéndose considerar como una ceca habitual en la circulación monetaria de las zonas señaladas.
La procedencia del numario peninsular, según las distintas cecas,
poco difiere de lo que se ha visto en la etapa de los años 195-72 a.c., y
al igual que entonces, no existe un área concreta ni ceca que predomine sobre las demás.
(138) Véase el mapa núm. 7.
[page-n-452]
45 1
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
Como hechos más destacables hay que señalar el aumento en la
circulación del número de cecas del Sur peninsular y la ausencia de
Tarraco que, ante la existencia de diversas piezas de Kese (139) en
años anteriores y su proximidad a la isla, debiera de haber estado representada.
as
Roma
Lugdunum
Nemausus
Emporion
Ilerda
Celsa
Caesaraugusta
Turiaso
Calagurris
Clunia
Segobriga
Ilici
Carthago Nova
Patricia
Traducta
Emerita
Carteia
TOTAL
"
sem. quad.
2
2
1
2
55
tot.
1
27
1
7
1
2
1
1
3
3
1
1
ae
3
1
3
31 48'43
1'56 60'93
1
7 10'93
1'56
1
3'12
2
1'56
1
1'56 15'62
1
4'68
3
4'68
3
1'56 3I12
1
1'5ti
1
1'56
1
6'25
4'68
3
3'12
2
1'56 1215
1
3'12
2
4'68
3
64
1
1
3
5
%
La relación de monedas por año es de 0'94. Al parecer, el numario
circulante en la isla se encuentra a un nivel que, comparativamente
con el resto de las muestras, se puede considerar como dentro de lo
que viene siendo normal. Es, con todo, el más alto aprovisionamiento
registrado hasta ahora en los períodos que hemos comentado.
Durante el reinado de Augusto el aporte que realizan las cecas peninsulares es del 51'42%' superior al de la ceca de Roma e incluso al
que aporta esta Última con Lugdunum y Nemausus; la relación de monedas por año es 0'85. En cambio, en el período de Tiberio la alimentación que la isla recibe de ambos tipos de cecas se modifica sustancialmente debido a que, ahora, Roma aporta el 73'07% de la masa
monetaria y las cecas peninsulares lo hacen con el 26'42%, siendo la
(139) Además de los dos ases que se incluyen en los cuadros, se han catalogado dos más
en los que no hay restos del símbolo, con lo cual no ha sido posible determinar su fecha de
emisión.
[page-n-453]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
452
relación de monedas por año de 1'3. Tampoco es despreciable por su
escaso número el que recibe de Calígula, ya que su etapa en el poder
es breve; el aprovisionamiento es de 0'75 monedas por año, procediendo en su totalidad de la ceca de Roma.
En la sucesiva evolución del numario que aporta la ceca de Roma
se manifiesta claramente que dicho aprovisionamiento va sucesivamente desplazando, a partir de Augusto, al que proviene de la Península Ibérica hasta que en el reinado de Calígula desaparece dehitivamente, procediendo todo el que se registra de Roma, fenómeno que
con cierto retraso se generalizará en la Península Ibérica.
En cuanto al aporte de numario que se realiza bajo el reinado de
Claudio 1, tenemos ahora la oportunidad de poder establecer la relación existente entre las acuñaciones procedentes de la ceca de Roma
y las de carácter local de imitación.
sest.
dup.
as.
total
%
1
2
8
18
8
21
27'58
72'41
- --
Roma
Local
La relación de circulación de las imitaciones de Claudio 1 es, con
mucho, superior a las que proceden de la ceca de Roma. Los tipos que
predominan dentro de las imitaciones son:
--
-
RIC
64
66
67
68
69
?
tot.
El predominio que detenta el tipo RIC 66, que en las diversas
muestras que se conocen suelen superar ampliamente el 60% (140),
no se encuentra reflejado con la misma intensidad en el lote que tenemos de Menorca, donde los tipos que aportan las imitaciones se encuentran bastante repartidos, siendo el porcentaje del tipo 66 del
38'09%.
El aumento que experimenta el aprovisionamiento monetario durante el reinado de Claudio es muy considerable, ya que de 0'94 monedas por año se pasa a 2'33.
La procedencia de las monedas de imitación debe ser, como indica M. Campo (141), de origen peninsular ya que, careciendo de ceca
(140) GURT, 1978,p. 215.
(141) CAMPO, 1976-b, 63.
p.
[page-n-454]
ANALiSIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
453
propia, parece lógico que no tuviera experiencia de acuñación y las
monedas poseen una factura muy elaborada y correcta. Además, siguiendo a esta autora, lo más razonable es que penetraran en la isla
mediante los canales habituales, por medio de los cuales lo hicieron
las hispano-romanas que, como se ha visto, fluyen regularmente a la
isla.
POLLENTIA (L'Alcudia, Mallorca)
tuvo lugar en el 123 a.c.,
La fundación de la colonia de ~ollentia
después de que Q. C. Metello sometiera a las Baleares con el fin de suprimir las correrías que los piratas realizaban, teniendo como refugio
estas islas (142). Mallorca y Menorca, a partir de este momento, se
engloban en la Hisparia Citerior. Metello en la mayor de las Baleares
funda dos colonias de derecho romano, Pollentia y Palma, transportando 3.000 personas desde Hispania.
Recientemente, ha sido publicado un estudio sobre la circulación
monetaria de la Colonia por E. Manera y O. Granados (143),partiendo de las monedas depositadas en el Museo de Mallorca, procedentes
de hallazgos esporádicos y de las excavaciones arqueológicas -llevadas a cabo por Llabrés e Isasi hasta 1931.
La muestra que nosotros vamos a utilizar consta de 228 monedas,
cuya procedencia es en parte distinta. Nos basamos en los hallazgos
esporádicos publicados por Mateu y Llopis; en los materiales de las
excavaciones de L. Amorós, publicadas también por Mateu y Llopis, y
la relación de hallazgos de las excavaciones de Llabrés e Isasi, correspondientes a las campañas de los años 1930-193 1.
Inconvenientes similares a los que tuvimos en Menorca, al no poder determinar a través de la publicación de las monedas, por falta de
detalles, la exactitud y la cronología no sólo de las acuñaciones republicanas sino también de las ibéricas, nos han forzado a encuadrar los
hallazgos (144) anteriores al 27 a.c. dentro de un mismo grupo. Así
pues, el numario se reparte cronológicamente de este modo:
195-27 a.c.
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
total
123
77
28
d a
53'94 0'73
33'77 1'13
12'28 2'15
%
(142) ESTRABON, 1 1 5, 1; OROSIO, 5, 13, 1.
1,
(143) MANERA-GRANADOS, 1979-b, pp. 40-45.
( 144) Las monedas del monetario del Museo de Mallorca, procedentes de Pollentia, están siendo estudiadas por E. Manera y no nos ha sido posible obtener un avance del mismo
antes de su publicaci6n.
[page-n-455]
454
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Antes de comenzar el análisis de los períodos cronológicos, queremos incidir en la ausencia que se habrá pociido comprobar de mone1
das cuya fecha de emisión es anterior a la primera mitad del siglo 1
a.c. Este hecho no debe parecer extraño debido a que la muestra procede de la ciudad de Pollentia, y su fundación, en el año 123 a.c., motiva el que la circulación monetaria que se implanta en ella esté condicionada por la masa monetaria extenor que trajeron las personas
que en ella se establecieron.
La diferencia que se observa con respecto a Menorca, en donde
aparecen monedas emitidas a fines del siglo 111, obedece a que los hallazgos monetarios no se refieren a una ciudad en concreto, sino que
pertenecen a la globalidad de la isla.
den. as sem. tr. quad. sext.
Roma
Vienne
Tingis
Leptis Magna
Untikesken
Kese
Lauro
Iltirta
Kelse
Seteisken
Belikiom
Ebusus
TOTAL
14
61
1
2
1
3
ae
1
1
1
10
18
1
3
1
1
1
1
97
3
1
14
1
4
1
3
tot.
%
82 66'66
1 0'81
1 0'81
1 0'81
12 9'75
18 14'63
1 0'81
3 2'43
1 0'81
1 0'81
1 0'81
1 0'81
123
En la cantidad de numario que recibe Pollentia se pueden distinguir dos grandes bloques, formados por las acuñaciones de Roma y
las de las cecas peninsulares, repitiendo el panorama de circulación
que se ha individualizado en Menorca, con leves modificaciones en el
porcentaje en el que entran a formar parte de la masa monetaria ambos bloques.
Las acuñaciones de la ceca de Roma fueron las que circularon con
mayor profusión dentro de la colonia. Se conocen 82 piezas que representan el 66'66%. Es un hecho totalmente lógico que careciendo la
ciudad y la isla en general de ceca que pudiera abastecer sus necesidades, la colonia tenga que nutrirse con las piezas que proceden del
I
[page-n-456]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
45 5
exterior. Ahora bien, la distinta procedencia de ella nos va a poner frente a unas fuentes de aprovisionamiento concreto, en este caso, el de
las monedas republicanas, es el que posee un porcentaje más elevado.
Una situación similar se detecta en este mismo yacimiento unos
pocos años más tarde, según se ha señalado en una reciente publicación (145)en la que se pone de relieve que los porcentajes de las cerámicas sigillatas sudgálicas e hispánicas se encuentran por debajo de
las aretinas. La explicación que para este fenómeno se da es el distinto gusto de las gentes de Pollentia con respecto a la Península Ibérica,
o bien que ((10scanales comerciales baleáricos estaban en mejor relación con Italia que con la Península Ibérica)).En nuestra opinión, entendemos que el predominio de las acuñaciones de Roma debe tener
explicaciones análogas, seduciéndonos la segunda opción, por parecemos que se adecúa, en mayor medida, a la realidad.
El otro bloque importante por la cantidad de numario que aporta
es el que está compuesto por las cecas peninsulares (mapa 41). Estas
representan el 30'08% del total del numario del período. La repartición del mismo, según cecas y áreas de la Península Ibérica, manEesta la alta representación que tienen los talleres litorales ubicados al
Norte del río Ebro, que aportan el 25'20%,y entre los que cabe destacar Kese y Untikesken.
Con mucha menor cuantía e importancia se encuentran a continuación las cecas de la Cuenca del Ebro que, en el conjunto de la masa monetaria, ocupan el 4'87% y entre ellas, tan sólo destaca Iltirta, lo
cual se explicaría por la facilidad de comunicación que tiene con Kese
por medio de la vía que une ambas ciudades (146). No obstante, se
comprueba que el resto de las cecas del Valle del Ebro poseen todas
ellas una ubicación en su parte más oriental; se trata de Belikiom,
Kelse y Seteisken.
A tenor de la orientación que reflejan los hallazgos de acuñaciones peninsulares en Pollentia, con una clara inclinación hacia la costa
de la actual Catalunya, manifestada también en la muestra que de la
ciudad de Pollentia y del área rural presentan Manera-Granados
(147), quizás no resulte aventurado pensar que el contingente de
3.000 personas venidas de Hispania y asentadas en las Baleares por
Mete110 ( 148)pudiera proceder de esta zona, la cual detenta un predominio monetario considerable dentro del aprovisionamiento que recibe de las cecas peninsulares.
TARRADELL-ARRIBAS-ROSELLO,
1978,p. 143.
(146) ROLDAN, 1975,pp. 97-98.
p.
p.
(147) MANERA-GRANADOS, 1979-a, 95;id., 1979-b, 41.
(148) ESTRABON, 1 1 5, 1.
1,
( 145)
[page-n-457]
456
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 41. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria de Pollentia, según los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken/Emporion;2, Lauro; 3, Iltirta; 4, Turiaso; 5, KelseICelsa; 6, Seteisken; 7, Belikiom; 8, Kese; 9, Emerita; 10, Ebusus; 1 1, Carthago Nova; 12, Acci.
Clave de símbolos en pág. 524.
En otro orden de cosas, Ia ceca de Ebusus continúa siendo de interés al haberse encontrado un sólo ejemplar que, junto con dos más
hallados en el resto de la isla, son los únicos que se conocen en Mallorca. Es evidente que la moneda ebusitana se difundió muy poco en Mallorca y Menorca. M. Campo considera que se debe a que la cultura
talayótica perduró hasta la conquista romana y, en muy poca medida,
hizo uso de la moneda con anterioridad a la época imperial (149).En
cambio, si en Mallorca a duras penas existía circulación monetaria,
es normal que los hallazgos no sean de moneda divisionaria sino de
unidades de un módulo y apariencia de mayor entidad. Sin embargo,
esta mínima presencia no se corresponde con el resto de materiales
ebusitanos que se documentan en algunos puntos de la isla, como son
entre otros, el pecio del Sec y la colonia de Sant Jordi (150).
(149) CAMPO, 1976-a, pp. 97-98.
(150) Información tomada de RAMON, 1981, pp. 77-80.
[page-n-458]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
457
En suma, se repite una estructura de circulación similar a la que
tiene Menorca, con la salvedad de que en ésta no existe ceca ni zona
geográfica predominante de donde proceda una cantidad significativa de numario, y en cambio, en Pollentia la orientación hacia un área
determinada de la Península Ibérica queda patentizada de un modo
muy elocuente a través de la numerosa cantidad de monedas procedente del litoral entre las ciudades de Kese y Emporion, ambas comprendidas.
Los hallazgos en el área rural ( 151) mantienen una semejanza con
la muestra que hemos presentado de Pollentia, documentándose en
unos niveles análogos los porcentajes en los que entran a formar parte
de la masa d~ nurnario, las acuñaciones de Roma y las que proceden
de las cecas peninsulares. La única diferencia la encontramos en la
distinta repartición en cecas del lote de monedas hispánicas. Así, en el
área, aunque se mantiene la importancia de los talleres de la zona litoral catalana, cambia la importancia de las cecas dado que en esta
muestra rural, es Untikesken, con 12 monedas, quien supera ampliamente a Kese, que sólo tiene 1.
No obstante, la mayor diferencia se encuentra en la presencia de
un número considerable de piezas de Castulo que se registra en los hallazgos del área rural, en contraposición con Pollentia no sólo con
nuestra muestra, sino también con la que presentan Manera-Granados (152). En relación con esta ceca conviene traer a colación una noticia que dio M. Campo (153) sobre la existencia, en dos colecciones
privadas de Menorca, de 10 monedas de Castulo de las primeras series. En este caso, tan apreciable cantidad no se corresponde con la
muestra existente en el monetario de Menorca, al igual que la abundante cantidad de Castulo en el área rural no queda ratificada en las
muestras de que disponemos de Pollentia. De todo ello debería desprenderse una importante circulación de las monedas de esta ceca en
las Baleares, que momentáneamente no se encuentra muy bien documentada (154).
Todo el numario que disponemos de Pollentia es evidente que, a
priori, no debió circular con anterioridad al 123 a.c., fecha en la que
se funda la ciudad, dado que el nivel estratigráfico más antiguo co(151)
(152)
(1531
(154)
estén bien
MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 95.
MANERA-GRANADOS, 1979-b, p. 41.
CAMPO, 1979-b, p. 98.
MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 91, expresan su temor de que estas piezas no
clasificadas.
[page-n-459]
458
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
rresponde a la fundación romana, y en él raramente existen materiales con una antigüedad superior al año 100 a.c. (155).
De todas las monedas que hemos podido manejar y de las que conocemos su cronología cierta -que son muy pocas-sólo 5 fueron acuñadas con toda seguridad antes del 123 a.c. Se trata de 2 denarios
emitidos en el 148 y el 130 a.c., y 2 ases y 1 semis de Untikesken para
los que se propone una datación en la primera mitad del siglo 11 a.c.
(156),
que circularon en Pollentia bastantes años después de su acuñación, formando parte posiblemente de una masa monetaria importada.
La relación de monedas por año, si la establecemos entre el 123
hasta el 27 a.c., es de 1'28. Esta cantidad de numario recuperado se
sitúa en un nivel de aprovisionamiento importante que indica que,
con la fundación de la ciudad de Pollentia, se creó un centro de vida
urbano que debió llevar aparejada, al menos, una mínima economía
de mercado.
sest.
Roma
Inc. Imper.
Nemausus
Emporion
Turiaso
Carthago Nova
Acci
Emerita
TOTAL
as
1
1
6
4
30
9
1
1
1
1
53
2
sem.
ae
tot.
1
19
8
24
30
10
1
2
1
1
77
1
1
1
21
%
10'38
31'16 80'51
38'96
12'98
1'29
2'59
19.48
1'29
1'29
El momento de mayor plenitud de la ciudad se sitúa en el Alto Imperio. En la época que nos atañe, el aprovisionamiento monetario es
variable aunque mantiene una tendencia alcista.
En esta muestra, del mismo modo que sucede con la que presenel
tan para estos mismos años Manera-Granados (157), aprovisionamiento según las acuñaciones de los distintos emperadores es muy variado por cuanto que del total de 77 monedas, sin contar con las pie1978,p. 3 16.
(155) TARRADELL-ARRIBAS-ROSELLO,
p.
(156) VILLARONGA, 1977-a, 31.
(157) MANERA-GRANADOS, 1979-b,p. 42.
[page-n-460]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
459
zas de Emporion que es difícil atribuir a un emperador determinado,
pertenecen a Augusto 59 piezas, y a Tiberio y Calígula tan sólo 5 y 3,
respectivamente.
La procedencia del numario se amplía a la ceca Gala de Nemausus que alcanza un porcentaje muy elevado, el 38'96%. En ningún
otro lugar de nuestro marco geográfico se ha detectado una presencia
tan participativa de este taller en la circulación monetaria.
Los talleres hispano-romanos (mapa 41) reducen su participación
con respecto a los años anteriores, ahora ocupan el 19'48%,y el único
que mantiene una notoria representación es Emporion insinuando
una continuación de las relaciones que ya existían en los años anteriores, atestiguadas por el numario de Untikesken.
El aprovisionamiento de la ceca de Roma, incluso contando las inciertas imperiales que son muy abundantes, se encuentra por debajo
de lo que venía siendo habitual en esta isla, en Menorca y en la muestra de Pollentia que presentan Manera-Granados (158)' en donde la
cantidad normal que suele aportar se sitúa en torno al 50%.Otro nuevo punto de similitud entre Mallorca y Menorca es el elevado número
de monedas de consagración de Augusto, emitidas por Tiberio. Así,
en la muestra de Pollentia de Manera-Granados de 7 piezas, sólo 1
no es de consagración. En la nuestra, ninguna moneda es estrictamente de Tiberio, siendo los ases también de consagración de Augusto
y el sestercio de Druso. Por último, en el monetario del Museo de Bellas Artes de Maó, de 18 piezas que se conocen acuñadas durante el
período de Tiberio, 14 son de consagración de Augusto y las 4 restantes son de Agrippa.
De todo lo anteriormente dicho, lo más remarcable es la presencia
de Nemausus que en pocos lugares alcanza una cantidad dentro de la
masa monetaria digna de tener en cuenta; es por ello que esta alimentación particular propia de Mallorca y Menorca no puede dejar de
sorprendernos por cuanto que esta ceca de Nemausus (159)era colonial y no imperial.
Una característica que merece ser destacada es que Pollentia es
uno de los pocos yacimientos en el que, junto con Emporion, aparece
una cantidad de monedas partidas que merecen tenerse en consideración. Se han recuperado 22 monedas que representan el 9'64%del numario total de las piezas conocidas de la ciudad. Pertenecen a las siguientes cecas:
(158) MANERA-GRANADOS, 1979-a, p. 95; id., 197941, p. 41.
(159) Sobre esta ceca véase los estudios más recientes de Giard, 1971, pp. 68-73; id.,
1971-1972, PP. 47-60.
[page-n-461]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
46 1
desde la isla costaba un día de navegación llegar a Iberia y que algo
más, día y medio, la ruta contraria hacia Libia (163).
Ebusus tuvo desde una temprana edad, cuando apenas circulaba
la moneda en la Península Ibérica, su propio taller de acuiíaciones
con cuya producción cubrirá, desde el 300 a.c. hasta los últimos aiios
de la república, en casi su totalidad, las necesidades monetarias de la
isla en cuya masa monetaria las acuñaciones extrapeninsulares van a
tener poco peso específico.
La circulación monetaria de la isla ha sido estudiada, en diversas
ocasiones, por M. Campo (164),y en lo referente a las acuiiaciones
ibéricas encontradas en la isla, por Fernández Gómez ( 165),utilizando en todos ellos períodos cronológicos amplios. Nosotros ahora nos
proponemos desmenuzar un poco más el aprovisionamiento que recibe y la masa monetaria que en ella circula mediante la utilización par a su análisis de períodos cronológicos más cortos. En todos los casos;
el material numisrnático utilizado procedía del monetario del Museo
Arqueológico de Eivissa (166),que se ha nutrido de los hallazgos recuperados en las diversas excavaciones arqueológicas efectuadas en la
isla; de ahí que, aunque no sepamos en la inmensa mayoría a qué yacimiento corresponde, se tiene la completa seguridad de que todos
ellos proceden de la isla.
Hemos utilizado para nuestro estudio 1.488 monedas ( 167)que se
agrupan en los siguientes períodos:
total
%
d a
(163) DIODORO, V, 16.
(164) CAMPO, 1976-a, pp. 93-98; id. 1979-c; id., 1979-a, pp. 111-116.
(165) FERNANDEZ GOMEZ, 1976, pp. 49-57.
(166) Deseamos expresar nuestro agradecimiento a M. Campo, quien gentilmente ha
facilitado nuestra labor, poniendo a nuestra disposición las fichas de las monedas del Museo
Arqueológico de Eivissa.
(167) La diferencia entre la cantidad de monedas que se puede apreciar entre el estudio
de CAMPO, 1980-a, y el que ahora nosotros realizamos, obedece a criterios de clasificación
ya que esa diferencia corresponde a piezas que consideramos dudosas o inclasificables y, por
ello, no las incluimos en este estudio. Las ilustraciones pueden verse en las láminas.
[page-n-462]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Roma Republica
Nemausus
Emporion
7
10
5
Desconocemos los pesos de la gran mayoría de ellas con lo que no
se puede precisar a cuál de los dos momentos en los que se parten las
monedas pertenecen, si al de los años 20 a.c. o al de los 30140 d.C.
( 160); aunque el tipo de cecas que tienen monedas partidas, indica que
se debieron partir en los dos períodos mencionados. Los ases romano
republicanos y, probablemente, algunos de Nemausus se parten en el
20 a.c. para adaptarlos al peso de 10 g. instituido por Augusto para
los ases, y los de Emporion, en el 30140, para proveerse de divisores.
Para terminar, el aprovisionamiento que se recibe del reinado de
Claudio 1 es de 27 monedas de AE y 1 de AR. Supone una puesta en
circulación de una considerable cantidad de numario cuya relación
de monedas por año será la más alta registrada en la ciudad hasta
ahora, 2'15.
Tanto en esta ciudad como en la isla de Menorca, el aprovisionamiento que tiene lugar en estos años va a ser importante, y estará destinado a paliar la penuria monetaria que debía existir en ellas dado
que, durante los reinados de Tiberio y Calígula, el nivel de las nuevas
incorporaciones a la masa monetaria había descendido de manera ostensible.
EBUSUS (Eivissa)
Ebusus fue, según Diodoro de Sicilia ( 16 11, una fundación cartaginesa que tuvo lugar en torno al 654 a.c. Su excelente y estratégica posición en el Mediterráneo fue el motivo del asentamiento de una colonia cartaginesa, ya que la isla se encontraba en un punto en el que la
dirección de las corrientes marinas posibilitaba, en cualquier momento, la navegación a las costas de Africa y del Este peninsular (162).
Puntualizando sobre este particular, sabemos por Diodoro que
(160) BUTTREY, 1972, pp. 3 1-48; RIPOLL-NUIX-VILLARONGA, 1974, pp. 75-90; véase, además, lo que se ha dicho sobre este tipo de monedas en la página 348.
(161)
(162)
DIODORO, V, 16-8.
BALIL, 1956, p. 114.
[page-n-463]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La amplitud cronológica de esta etapa se encuentra determinada
por la cronología que M. Campo (168) atribuye al primer período de
acuiiaciones de la ceca de Ebusus que, en líneas generales, se distribuye a lo largo de todo el siglo 111 a.C: El período absorbe la mayor
parte del numario de que se dispone, el 87'63%, aun cuando se trata
de un período muy temprano y ello no suele ser habitual.
La ceca que mayor cantidad de piezas aporta a la masa de numario circulante es, como era de esperar, Ebusus, aunque pueda sorprender su muy elevado porcentaje, el 98'15%, con 1.280 piezas. Se
ha de tener en cuenta que esta elevada densidad puede quedar explicada por la poca motnlidad que el numario podía tener en estas fechas, el reducido número de talleres que emiten en el Mediterráneo
Occidental y, sobre todo, la insularidad de la isla que dificulta tanto la
entrada de monedas de otras cecas como la dispersión de sus piezas
de las que con plena certeza, fuera de la isla sólo conocemos su aparición en Emporion y en Cabezo Lucero (Guardamar, Alacant).
El resto de las cecas, que ni tan siquiera aportan e12%de la circulación monetaria, si que permite la subdivisión entre las monedas emitidas con anterioridad al 237, y las que lo hicieron entre esta fecha y el
195 a.c. Esta matización va a permitirnos distinguir la procedencia
1
del numario durante el transcurso del siglo 1 1 a.c.
Al primer grupo pertenecen:
Siracusa
Sicilia
Cerdeña
Carthago
Púnicas inciertas
2
6
8
1
2
La orientación que parece tener la isla en estos primeros momentos
en que se documenta la utilización de la moneda, es doble; por un lado, con la metrópolis Carthago, y por otro, con los centros púnicos de
Sicilia y Cerdeña. Las monedas de Siracusa, aunque no son de filiación púnica, indican unas relaciones en la última dirección señalada.
Sobre esta expansión, M. Campo sugiere con acierto que es del todo
lógica si se considera que Ebusus es una colonia cartaginesa, y, en
(168)
CAMPO, 1976-a, pp. 88-90.
[page-n-464]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
463
consecuencia, es normal que mantenga relaciones comerciales y económicas con zonas culturalmente afines.
En el grupo de monedas emitidas después del 237 a.c. se observa
que las relaciones con la Península Ibérica se encuentran ahora documentadas numismáticamente por la presencia de acuñaciones
hispano-cartaginesas y de Gades. Por último, no se puede considerar
que el numario de la metrópolis, Carthago, desempeñase un rol decisivu en la circulación monetaria de la colonia, ya que sólo se limitaba a
mantener una presencia mínima pero constante. Y en una circunstancia similar se va a encontrar posteriormente Roma. El cuadro con las
acuñaciones de este segundo grupo es:
-----
~
den.
Roma
Carthago
Hispano-cart.
Gades
- --
ae
total
1
2
1
1
2
1
1
1
A todo lo anteriormente dicho se puede aiíadir que se encuentran
ausentes las cecas de las islas del Mediterráneo Central, tan profusamente representadas en el grupo anterior. Es lógico deducir de ello
que los contactos con la zona quedaron truncados después de la pérdida de Sicilia y Cerdeña por los cartagineses en los años 241 y 237
a.c., respectivamente. Sin embargo, la inexistencia de acuñaciones de
otras cecas ubicadas en Sicilia o del tipo monetario acuñado en Cerdeñ a a partir del 2 16 a.c., con reverso toro y estrella ( 169),hace pensar
que al menos momentáneamente así ocurrió.
La relación de monedas por año es de 12'4 1. Es una cifra altísima
y al mismo tiempo única entre las diversas muestras monetarias tanto
de las Baleares como de la Península Ibérica, y sitúan a Ebusus en una
fase muy avanzada de una economía de mercado para la que, sin lugar a dudas, estarían destinadas sus acuñaciones de pequeños bronces y de AR. En relación con estas últimas, no debe pasar inadvertida
su ausencia en los hallazgos esporádicos, quizás como consecuencia
de su corta emisión.
(169)
ACQUARO, 1974, núms. 1.525-1.678.
[page-n-465]
464
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
195-133 a.c.
El número total de monedas que en este período la ceca de Ebusus
aporta a la masa monetaria, desciende considerablemente con respecto al período anterior, y a su vez, también es menor el porcentaje
de presencia en lo relativo a las demás cecas, que ahora es del
88'79%. La explicación a este notable descenso la encuentra M. Campo (170)en la procedencia del numario que, según ella, han sido mucho más abundantes y numerosas las excavaciones arqueológicas en
yacimientos de los siglos N-111 a.c., lo que ha motivado que se disponga de mucho más material perteneciente a estas fechas que no a
los períodos de los siglos 1 y 1a.c. Añade, además, que el volumen de
1
acuñación de la ceca de Ebusus no desciende a partir del 195 a.c. De
este período se conocen dos ocultaciones en la isla, la de Ereso y la de
Talamanca, ambas compuestas por monedas de bronce ebusitanas.
Las cecas extrapeninsulares manifiestan que Ebusus posee una
fuerte inclinación peninsular. De entre el numario del período, es Roma la ceca que mayor cantidad de piezas aporta, entre las que existen
5 denarios, lo cual indica la fuerte penetración romana en el Mediterráneo Occidental después de la Segunda Guerra Púnica. La presencia de Roma en la isla, más que a través de la Numismática, se detenta en una mayor afluencia de cerámicas campanienses a la isla ya que
la abundancia de circulación de moneda propia debió ser un freno a
la introducción en masa del numario extrainsular.
A continuación son las cecas de de la Península Ibérica (mapa 42)
las que destacan en segundo lugar, y a excepción de Ikalkusken, las
(170)
CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-466]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
465
cecas son todas costeras, predominando las de la Citerior. Es en este
momento y en un punto cercano a la costa de Alacant cuando se documenta el único tesoro compuesto en su totalidad por monedas ebusitanas, hallado en la Península Ibérica.
Mapa 42. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la isla de Eivissa,
selos hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Bolskan; 3, Iltirta; 4, Lauro; 5, ilturo; 6,
Laiesken; 7, Kese; 8, Sekobirikes; 9, h e ; 10, Emerita; 11, Ikalkusken; 12, Corduba; 13,
Carthago Nova; 14, Abdera; 15, Malaca; 16, Ebusus.No se cartea Abariltur. Clave de s h bolos en pbg. 524.
En general, el descenso de la masa monetaria-en circulación es
muy considerable. La relación de monedas por año se sitúa en 1'87.
Como contraposición a este descenso se ha de señalar que son las emisiones realizadas en estos años las que adquieren una mayor difusión
fuera de la isla (17 1). Nosotros admitimos la explicación que motivaría este descenso, dada por M. Campo (172),en el sentido de que
casi todos los yacimientos que se han excavado en la isla pertenecen a
1
los siglos V-IV y la primera mitad del siglo 1 1 a.c.; pero cuesta creer
(171) VBase el mapa de la dispersión de las monedas de Ebusus, de CAMPO, 1979-c.
(172) CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-467]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
466
que pueda deberse en su totalidad a ello por cuanto que aumentan las
emisiones peninsulares que circularon conjuntamente con ellas.
133-72 a.c.
El aprovisionamiento que recibe este período contiene dos aspectos distintos; por un lado, las cecas peninsulares continúan en aumento, entre éstas hay que destacar la presencia notoria de cecas del litoral catalán que, por lo general, tienen un área de difusión muy reducida, que no suele sobrepasar el marco estrictamente local. Estas cecas
aportan a la circulación monetaria el 11' 11%; siguen a continuación
las del Valle del Ebro, con lo cual se amplia el espectro de cecas con
respecto al período anterior, este grupo aporta el 6'66%. El resto está
formado por cecas aisladas que no indican nada.
den.
Roma
Ebusitanu ?
Untikesken
Ilturo
Laiesken
Lauro
Abariltur
Iltirta
Bolskan
Sekobirikes
Arse
Corduba
Ebusus
TOTAL
as sem. quad. ae
1
tot.
3
1 +l?
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
,
1
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
3
7
2
1
30
32
30
45
%
6'66
2'22
2'22
2'22
2'22 11'11
2'22
2'22
2'22
6f66
4'44
2'22
2'22
2'22
66'66
El segundo aspecto es el descenso que continúa produci&ndose
en el aporte que la ceca de Ebusus suministra a la masa monetaria.
Ahora esta cifra es de 66'66% y tan sólo conocemos 30 piezas. A esta
rarefacción se añade la retracción de la difusión de sus monedas fuera de la isla, conociéndose hallazgos del grupo XIX,en Emporion y en
el Sur de Francia (173).
Los tesoros que han aparecido en la isla y que se datan en estas fechas son el de Xarraca y Joan d'en Cauna que, en su totalidad, están
compuestos por acuñaciones ebusitanas, excepto el último que contiene 1 moneda de 101, lo cual pone de relieve la selección del tesauriza(173)
CAMPO, 1976-a, p. 83.
[page-n-468]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
467
dor en un momento en el que teóricamente la ceca de Ebusus ocupa
algo más de la mitad de la masa monetaria.
La ceca de Roma continúa siendo la ceca extrainsular que mayor
cantidad de piezas aporta a la circulación, siendo además característica su presencia con algún ejemplar de AR.
La relación de monedas por. año sigue descendiendo, ésta se sitúa
en 0'73.La evolución que se ha venido observando en la relación de
monedas por año y, en consecuencia, con el número total de piezas de
cada período, se aparta de la estructura de circulación monetaria detectada en la Península Ibérica en donde este período es el que pone
en circulación una mayor cantidad de numario. Esta misma estructur a es la que se observa en la isla con el numario extrainsular, si apartamos las acuñaciones de su propia ceca que desvirtúan totalmente la
estructura del aprovisionamiento exterior.
Se puede decir, por tanto, que mientras en la Península Ibérica
con anterioridad al 27 a.c. la circulación monetaria alcanza su zénit
de acuñación y circulación en el período 133-72a.c., en Ebusus este
zénit se detenta en el período 300195 a.c., sin perjuicio de que el vertiginoso descenso que se observa a partir de estas fechas, pueda quedar mitigado por la permanencia en circulación de la gran masa de
bronce acuñado en su primer período de funcionamiento, o bien que
el zénit se vea incrementado por una mayor prospección de los yaci1
mientos más antiguos del siglo I V y 1 1 a.c., como indica M. Campo
(174).
den.
Roma
Massalia
Siga
101
ae
total
1
1
1
1
1
1
1
1
La isla acusa al igual que la Península Ibérica la crisis que al parecer se detecta en este período y que, por el momento y en toda su generalidad, atribuimos a las medidas tomadas por Roma después de la
derrota de Sertorio. Esta depresión queda reflejada en la relación de
monedas por año que es de 0'08. La ceca de Ebusus deja de funcionar
(174) CAMPO, 1979-a, p. 112.
[page-n-469]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
469
De entre las cecas extrainsulares destacan las acuiiaciones de Roma y Lugdunum, que cubren el 26'31%. De las que proceden de la
Península Ibérica, en su totalidad corresponden a cecas ubicadas en
la mitad Sur y representan el 15'78%.
POMPAELO Y SU REGION
Para el análisis de la circulación monetaria del extremo Noroccidental de nuestro marco geográfico, disponemos de dos lotes de monedas procedentes, el primero, de las excavaciones arqueológicas de
Pompaelo y, el segundo, de una zona bastante más amplia sin que se
pueda determinar los puntos exactos de hallazgo.
Por lo que al primer lote se refiere, se compone de un total de 1 1
monedas que deben distribuirse a lo largo de un período cronológico
muy extenso. Los hallazgos del periodo republicano son:
Baskunes
Vasconia
Inciertas Ibér.
1
1
1
Con anterioridad al 27 a.c. sólo conocemos 3 monedas de las que
se ha podido identificar una pieza de Baskunes, emitida con posterioridad al 133 a.c. Las excavaciones arqueológicas que han tenido lugar en el solar de la ciudad han proporcionado en el Arcedianato y en
la plaza de San José, fragmentos de cerámica campaniense de tipo A
tardío y B y un pavimento de opus signium de época republicana. Estos
materiales no desechan la posibilidad de que los hallazgos numismáticos fechados antes del 27 a.c. llegasen a manos de sus poseedores en
el momento de su emisión o pocos años después, ratificando la idea de
Mezquíriz, quien propugna que la ciudad fue fundada por Pompeio y
el establecimiento de un primer campamento romano en el primer
cuarto del siglo 1 a.c. (177).
Con posterioridad al 27 a.c. y hasta el 54 d.C., las excavaciones
han dado a la luz muy pocos hallazgos monetarios, aunque superiores
en número a los de los años anteriores.
La moneda más antigua se acuñó durante el reinado de Tiberio,
estando, por tanto, ausentes las de Augusto. El período que más canti(177) MEZQUIRIZ, 1978, pp. 16, 19.
[page-n-470]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
468
(175)desde el 75 a.c. hasta el 14 d.C. y la masa monetaria no se renueva.
Las relaciones con la Península Ibérica debieron situarse en un nivel inferior al que tuvo en los años anteriores, y ello queda ratificado
no sólo por el argumento nurnismático a través de la ausencia de acuñaciones, lo cual pudiera estar influido por la menor cantidad de talleres que se encuentran en funcionamiento, sino también por la dispersión de las ánforas ebusitanas en la Península Ibérica (176).
La heterogeneidad del numario con que nos encontramos en estas
fechas, no debe ser sobrevalorada ya que creemos que se trata de la
normal presencia de piezas de Africa y, en este caso, de Massalia, que
se ha venido registrando en períodos anteriores y que en éste, por la
ausencia de las acuñaciones peninsulares, aparecen con mayor relieve y protagonismo.
El período imperial no supone ningún cambio importante en la isla y la reapertura de su taller en ningún caso va a suponer la paralización de la tendencia de deterioro de la situación monetaria de la misma. Los hallazgos que conocemos son:
r
27a.C.-54d.C.
Roma
Lugdunum
Carthago Nova
Abdera
Emerita
Ebusus
TOTAL
den. dup.
as
sem.
ae
tot
%
11
11
1
4
1
1
1
11
19
5'26
21'05
5'26
5'26
5'26
57'89
1
3
1
1
1
1
3
1
3
1
26,3
Continúa el descenso cuantitativo y porcentual de las monedas de
Ebusus con respecto a la masa monetaria del período (mapa 42). Son
11 las monedas que de esta ceca conocemos y representan algo más
de la mitad del numario circulante.
A pesar de que el período tenga un aprovisionamiento de 0'23 monedas por año, superior al de los años 72-27 a.c., no podemos considerar que sea ni mucho menos destacada.
(175)
(176)
CAMPO, 1976-a, p. 91.
RAMON, 1981, p. 125.
[page-n-471]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
470
dad de moneda aporta es el de Claudio, con 6 piezas, lo cual va a suponer el 54'54% del total del numario recogido en la ciudad hasta el
54 d.C. Las cecas peninsulares únicamente aportan dos monedas y
proceden de talleres del Valle del Ebro.
27 a.c.-54 d.C.
as
ae
total
Roma
Caesaraugusta
Calagurris
3
3
1
1
6
1
1
Ante tal exigua cantidad de piezas recuperadas, no nos queda
más que esperar a que se amplíe el número de las prospecciones arqueológicas en la ciudad de Pompaelo y, con ello, se aclare el panorama de su circulación monetaria que por el momento no es posible establecer.
El segundo lote de monedas tiene una localización mucho más
amplia. Está formado por las piezas que se encuentran depositadas en
el Museo de la Catedral de Pamplona. Según Mateu y Llopis (178),de
quien tomamos los datos de las monedas que vamos a analizar, el monetario está formado por 6.678 piezas. La colección de este Museo se
ha ido incrementando desde que en 1782, Francisco Javier de Cruzat,
marqués de Góngora, hiciera donación a la Catedral de su monetario.
De estos hechos, Mateu y Llopis deduce que las piezas tienen una procedencia local. Las monedas ibéricas que esta colección contiene se
pueden observar en el cuadro de la página siguiente.
La muestra requiere, ante la inusual abundancia de acuñaciones
de AR, una consideración previa respecto a la posibilidad de que puedan proceder de una colección o de un tesorillo sin menoscabo de una
procedencia local.
La procedencia de cecas que refleja el cuadro nos sitúa, dada la
amplitud numérica de la muestra, ante un aprovisionamiento fundamentalmente local, en la que también tienen una representación considerable las cecas ubicadas en las áreas limítrofes (mapa 43). En
consecuencia, las cecas vasconas aportan el 54'18%, de entre las que
es importante la cantidad de numario con el que están representadas
Baskunes y Arsaos.
(178)
MATEU y LLOPIS, 1944, pp. 217-218.
[page-n-472]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
47 1
Las restantes zonas geográficas tienen una representación mucho
más modesta aunque diversas cecas aisladas entran a formar parte
de la circulación monetaria en unos porcentajes muy altos, en relación con la distribución del numario, como sucede con Sekobirikes,
Bolskan y Turiasu, que lo hacen con el 13'79, 10'34 y el 9'56%' respectivamente. En este caso, la importante cantidad se justifica por la
potencia emisora que estas cecas tuvieron durante el último tercio del
1
siglo 1 y el primer cuarto del 1 a.c., en especial durante la estancia de
Sertorio en la Península Ibérica.
den.
Ilturo
Bolskan
Iaka
Sekia
Baskunes
Bentian
Arsaos
Tamaniu
Kaiskata
Turiasu
Sekaisa
Bilbilis
Belikiom
Sekotias
Titiakos
Ekualakos
Oilaunikos
Arekoratas
Orosis
Sekobirikes
TOTAL
17
1
25
3
10
21
6
16
99
as
1
1O
7
12
23
12
38
1
2
3
4
7
6
1
2
6
1
1
3
10
150
ae
2
total
1
27
7
13
50
15
48
1
2
24
4
7
6
2
1
2
6
1
7
3
26
251
%
0'39
10'75
2'78
5'17
19'92
5'97 54'18
19'12
0'39
0'79
9'56
1'59 16,33
2'78
2'39
0'39
0'79
2'39 6'77
0'39
2'78
1'19
10'35
Es considerable también el numario en circulación procedente de
las cecas del Valle del Jalón y de la Celtiberia, estando ausentes, por
el contrario, los talleres sedetanos.
Aunque desconozcamos la cronología de las piezas que componen
este segundo lote, el funcionamiento de la mayor parte de las cecas en
él representadas durante un período cronológico muy determinado,
que se sitúa entre el 133 y el 72 a.c., nos precisan en el tiempo los años
[page-n-473]
472
LA CIRCULACION MONETARIA D E LA TARRACONENSE
en los que puede la muestra ser representativa de una circulación monetaria en el área Noroeste de la Cuenca del Ebro.
Mapa 43. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Pamplona, según la composición del Monetario del Museo de la Catedral de Pamplona: 1, Baskunes;
2, Arsaos; 3, Tamaniu; 4, Bentian; 5, Iaka; 6, Titiakos; 7 , Kaiskata; 8, Bolskan; 9, Sekia; 10,
Twiasu; 11, Ekualakos; 12, Ilturo; 13, Bilbilis; 14, Sekotias; 15, Sekaisa; 16, Belikiom; 17,
~ekobirikes;l8,
Orosis. No se cartean Arekoratas y 0ilaunikos.Clave de símbolos en pág. 524.
MUSEO DE L O G R O ~ O
La colección de monedas que guarda el Museo de Logroño sera
objeto de nuestra atención, en virtud de la escasez de conjuntos monetarios que se conocen atribuibles a la Vasconia.
Este monetario fue catalogado por M. A. Martín Bueno y publicado en 1974 ( 179), y consta de 115 monedas acuñadas con anterioridad al año 54 d.C. El principal problema para el estudio de la circulación monetaria a través de estas monedas lo constituye su proceden(179) MARTIN BUENO, 1974-b, pp. 67-68.
[page-n-474]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
473
cia ya que se desconoce el lugar de hallazgo de la totalidad de las mismas. Según Martín Bueno (180) proceden en parte de donaciones
efectuadas por antiguos coleccionistas y también de compras diversas.
Nuestra intención es la de su análisis, encaminado a detectar si se
adecúa al esquema básico de circulación que se ha encontrado a lo
largo de los yacimientos hasta ahora comentados, para lo que nos servirán de modo especial los porcentajes en los que enfran a formar
parte de la masa monetaria determinadas cecas o grupos de ellas,
según las asociaciones habituales que venimos realizando, y con ello,
otorgarles una procedencia local o, por el contrario, inhabilitarlas para su utilización como representativas de una circulación local amplia.
Aunque la publicación de este monetario es cuidadosa y aporta todos los elementos necesarios para su posible encuadre dentro de
períodos cronológicos cortos, se ha considerado más oportuno englobarlos en uno más amplio, que comprenda las acufiaciones realizadas
entre el 195 y el 27 a.c., debido a que será posible establecer comparaciones de modo más ajustado con otras muestras.
La primera consideración a realizar atañe a la ceca de Roma, de
la que se dispone un aporte muy elevado, un 21181%, alcanzado
no
por ningún otro yacimiento de la Cuenca del Ebro.
Por lo que se refiere a las cecas peninsulares (mapa 44), se ha de
tener presente que en el caso de que se tratara de monedas con una
procedencia- local, la zona se ubicaría dentro de la Vasconia que, a
priori, debería aportar la máxima cantidad de numario, con'una notable diferencia respecto a las otras cecas; sin embargo, sólo aporta el
18' 18%,situándose por debajo del que se ha detectado en la muestra
de la región de Pompaelo, donde lo hace con un 54' 18%,y de la de Calagurris,. con el 40%.Llama la atención este bajo porcentaje, aún más
cuando se observa que aunque es el más elevado, se encuentra a poca
distancia del que aportan las de la Alta Andalucía, Obulco y Castulo
con el 16'36%,y que el resto de las cecas de la Betica entran a formar
parte de la masa monetaria con una fuerte proporción que alcanza el
9'09%.
Los talleres celtibéricos de la Meseta tienen una mínima representación a pesar de su vecindad; en cambio, los que se asientan en el
P.
(180) MARTIN BUENO, 1974-b, 65.
[page-n-475]
474
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Valle del Ebro si que mantienen una cierta relación con los de la Vasconia.
En suma, entendemos que aunque parte de las monedas hayan
podido ser halladas en la zona, existe una buena proporción que no lo
debieron ser, desvirtuando el conjunto hasta unos límites que no pueden ser aceptados de ningún modo.
195-27a.c.
den.
Roma
Untikesken
KelseILep.
Bolskan
Sekia
Baskunes
C alagurris
Turiasu
Belikiom
Bilbilis
Sekaisa
Clunia
Konterbia
Sekobirikes
Castulo
Obulco
Corduba
Carmo
XPPO
Carteia
Bailo
Ebusus
TOTAL
12
1
1
as
2
4
1
1
6
2
2
1
2
1
1
2
1
1
1
sem. quad.
ae
12
2
4
1
1
7
2
2
2
1
4
1
1
1
1
1
1
4
29
tot.
4
3
1
5
2
1
1
2
2
4
5
1
1
1
1
1
1
55
%
21'81
3'63
7'27
1'81
18
'1
12'72 18'18
3'63
3'63
'81'
10'90
3 63
18
'1
1'81
3'63 9'09
3'63
7'27
16,36
9'09
1'81
1'81
18
' 1 9'09
18
'1
18
'1
1'81
La menor cantidad de cecas en funcionamiento en la Vasconia, en
este período, va a amortizar la detección de posibles anomalías en la
estructura que debe observar la circulación monetaria de la zona, lo
cual va a ser bastante más difícil por carecer de unas cuantiosas
muestras de procedencia segura de la zona.
[page-n-476]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
475
De entre las cecas representadas, la que tiene un mayor volumen
es Calagurris que, dada su proximidad y la abundancia de hallazgos
que de esta ceca se conocen (mapa 45),nos parece normal que así sea.
MUSEO DE LOGROÑO
Mapa 44. - Cecas peninsulares que integran la composicibn del Monetario del Museo de
Logroño: 1, Untikesken; 2, Baskunes; 3, Calagurris; 4, Turiaso; 5, Sekia; 6, BolskanIOsca; 7,
Caesaraugusta; 8, Bilbilis; 9, Clunia; 10, Sekaisa; 11, Belikiom; 12, KelseICelsa; 13, Ercavica; 14, SekobirikesISegobriga; 15, Carthago Nova; 16, Emerita; 17, CordubaPaticia; 18,
Castulo; 19, Obulco; 20, Italica; 21, Irippo; 22, Carmo; 23, Carteia; 24, Traducta; 25, Bailo;
26, Ebusus. No se cartea Konterbia Karbika. Clave de símbolos en pág. 524.
A continuación se encuentran en igualdad de presencia las acuñaciones de Caesaraugusta y de Emerita. Si el aporte que realiza la primera puede parecer normal y encontrarse dentro de lo que cabría esperar, a nuestro juicio no lo es tanto el de Emerita aunque existan algunos ejemplares documentados en la Cuenca del Ebro, ya que difícilmente pueden aportar a la circulación monetaria de la zona una proporción semejante o poco inferior a la de Caesaraugusta o Calagurris.
Además, no sólo la Lusitania se encuentra bien representada, sino
que las cecas de la Betica, con un total de 12'ejemplares, aportan el
[page-n-477]
476
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
20% a la masa monetaria. Este último porcentaje de participación nos
parece excesivamente alto.
Mapa 45. - Dispersión de la ceca de Calagurris: 1 EmpUries; 2,Museo de Girona; 3, Mo,
ja; 4, Museo de Manresa; 5, Museo de Tarragona; 6,Pamplona; 7,Museo de Logroño; 8, Calahorra; 9,Inestrillas; 10,Ablitas; l l Cerro Bámbola; 12,Tamarite de Litera; 13,Bajo Ara,
gón; 14, Sagunt; 15,La Reana; 16,Zona Norte de Valencia; 17,Bordell; 18, Valencia; 19,
Museo de Alcoi; 20, Museo de Alacant; 21, Elx; 22, Región de Murcia; 23, Menorca.
Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-478]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
477
El resto de las cecas de la Cuenca del Ebro no tienen una participación considerable. Así, ni tan siquiera Turiaso, que siendo el taller
más próximo después de Calagurris sólo aporta una pieza y los talleres que tienen más, Celsa y Bilbilis, lo hacen con 3.
27 a.c.-54 d.C.
Aug.
Lugdunum
Celsa
Bilbilis
Turiaso
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Segobriga
Carthago Nova
Patricia
Italica
Carteia
Iulia Traducta
Emerita
TOTAL
2
3
3
Tib.
Cal.
tot.
1
3
3
3
1
2
8
7
1
1
2
2
5
1
6
1
1
1
1
4
4
1
3
4
5
38
2
13
2
1
1
4
4
1
3
4
7
53
%
5'66
5'66
5'66
3'77
15'09
13'20
1'88
1'88
1'88
7'54
7'54
1'88
5'66
7'54
13'20
45'28
5'66
43'39
A
El aprovisionamiento de la ceca de Roma sí que coincide con las
proporciones habituales encontradas en otros yacimientos de la Cuenca. No obstante, hay que señalar que no es exclusivo de ésta, sino que
es general en toda la Tarraconense Mediterránea. También el aprovisionamiento que va a recibir con Claudio 1 presenta ciertos visos de
credibilidad en cuanto a que representa un aumento respecto al aprovisionamiento de acuñaciones romano-imperiales de los anteriores
emperadores. De Claudio 1 se conocen 6 ases y 1 quadrans.
De todo cuanto se ha visto en éste y en el anterior período, debemos concluir que el monetario del Museo de Logroño contiene un número abundante de ejemplares de cecas del Sur de la Península, por
lo que creemos posible deducir que éste se ha formado con la incorporación de una o quizás varias colecciones formadas en el Sur o con
acuñaciones procedentes de esta zona, que enturbian el componente
de monedas de posible procedencia local. Por lo tanto, no es posible
[page-n-479]
478
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
extraer de este monetario ningún tipo de información que pueda ser
mantenida con una mínima solidez.
CALAGURRIS ( Calahorra, Logroño)
Calagurris fue una ciudad vascona ( 181) que emitió monedas con
leyenda ibérica Kalakorikos a fines del siglo 1 y principios del 1 a.c.
1
(182). Estuvo emplazada junto al río Cidacos y en las proximidades
del río Ebro, en su curso superior y en la zona que ocupa la actual provincia de Logroño. Durante la época de Cesar se le otorgó el status de
municipio, pasando a denominarse Calagurris Iulia Nassica y la referencia que de ella da el Itinerario Antonino, la sitúa en la vía que va
desde Caesaraugusta a Verovesca, distante de Cascanto XXIX m.p.
(183).
La razón por la que se ha creído conveniente analizar las 11 monedas que de esta ciudad se conocen, todas ellas procedentes de hallazgos esporádicos, que por añadidura se encuentran desigualmente
repartidas entre los años anteriores y posteriores al 27 a.c., se debe a
que no consideramos que se pueda desechar cualquier mínima información que se posea de la Cuenca del Ebro, a causa de la escasez que
en ella se da de conjuntos numismáticos. Además, también es importante por su posición extrema en el curso superior del río Ebro y
por haber realizado la ciudad acuñaciones ibéricas y latinas.
Del total de las 1 1 monedas conocidas, 10 pertenecen a acuñaciones efectuadas.durante el período republicano, existiendo, por tanto,
un enorme vacío de información para los años iniciales del Imperio en
los que sólo se conoce una moneda.
Las acuñaciones que pueden ser consideradas, en líneas generales, emitidas entre el 195 y 27 a.c., pertenecen a las siguientes cecas:
Usekerte
Barskunes
Arsaos
Bilbilis
Belikiom
Sekisanos
Sekobirikes
1
3
1
1
1
1
2
10
30
1O
10
10
10
20
(181) PTOLOMEO, 11, 6, 66; ESTRABON, 111, I V , 10.
(182) Para las acuilaciones de Calagurris, véase RUIZ TRAPERO, 1968; DOMINGUEZ,
1979-a, pp. 111-1 15.
(183) ROLDAN, 1975, p. 42.
[page-n-480]
El primer aspecto que llama la atención es la inexistencia de monedas acuñadas en la propia ciudad con el epígrafe Kalakorikos. Esta
ausencia debe buscarse en el limitado número de acuñaciones que el
taller debió realizar, como lo demuestra el total desconocimiento de
hallazgos de estas monedas y el bajo nivel de representación que tienen en las colecciones y monetarios de .Museos y Gabinetes munismáticos.
La distribución del nurnario de que se dispone (mapa 46) refleja el
aprovisionamiento que parece lógico que debiera tener, atendiendo a
su situación geográfica. De este modo, las acuñaciones de las cecas
vasconas aportan el 40%,porcentaje inferior que el que se registra en
la muestra atribuible a la zona de Pompaelo, .aunque comprensible
por su ubicación en un punto bastante aislado hacia el sur de la zona
84).
de máxima ubicación de cecas vasconas (1
Mapa 46. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Calagurris, segiin los
hallazgos esporádicos: 1, Arsaos; 2, Baskunes; 3, Sekisanos; 4, Calagurris; 5, Usekerte; 6,
Bilbilis; 7, Belikiom; 8, Sekobirikes.,Clave de simbolos en pág. 524.
(184) DOMINGUEZ, 1979-a, p. 346, mapa 1 .
[page-n-481]
480
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El resto de las cecas procede de puntos bastante diseminados aunque de circulación habitual en el curso superior del Ebro, como son
las monedas de Bilbilis o incluso las de Sekobirikes, que en la muestra
de la región de Pompaelo alcanza también un destacado porcentaje,
siendo de circulación frecuente en la zona media y superior del Ebro,
como queda ratificado por su presencia en la composición de algunos
tesoros del primer tercio del siglo 1a.c. -recuérdese el de Borja, Casetas y Maluenda.
En definitiva, se observa una circulación monetaria basada en las
piezas de talleres situados en la zona medio-superior de la Cuenca del
Ebro, detentando, en comparación con la zona de Pompaelo, unos
porcentajes superiores en cecas cuyos hallazgos son comunes en ambas.
En estas fechas sólo se conoce el hallazgo de un as de Calagurris.
Es evidente que bajo ningún concepto se puede aceptar esta precariedad de hallazgos, sobre todo si se tiene en cuenta no ya que el municipio tuvo taller de acuñación, por cuanto que podía suceder como en
los años anteriores en que no existe ninguna moneda de Kalakorikos,
sino que sus emisiones van a adquirir ahora una enorme difusión (mapa 45) fuera del Valle del Ebro, advirtiendo de forma clara que realizó
unas abundantes emisiones que ponen de relieve la importancia de la
ciudad.
ARCOBRIGA (Monreal de Ariza, Zaragoza).
En el término municipal de Monreal de Ariza, situado al Sudeste
íie
de la provincia de Zaragoza, próximo al lmt con la provincia de Soria, se encuentra el cerro Villar en cuya parte más alta existe una
acrópolis ibero-romana ( 185) que fue excavada en 1911 por el marqués de Cerralbo.
El poblado, por su situación, participa de la geografía propia de la
Meseta, mientras que a través del valle del río Jalón se encuentra vinculado al Valle del Ebro; y a esto se debe añadir el paso junto a él de
la vía romana que desde Caesaraugusta se dirigía a Emerita (186).
Con todo ello se va a comprender que el yacimiento detente una ubicación estratégica privilegiada, ya que controla las comunicaciones
(185) Para el estudio del yacimiento véase AGUILERA y GAMBOA, s/a; MARINE, 1978,
pp. 371-392; BELTRAN MARTINEZ, 1978, pp. 315-317; VIDAL, 1981.
(186) ROLDAN, 1975, PP. 86-87.
[page-n-482]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
48 1
que a través de la vía se desarrollan y es receptora de las múltiples influencias que por ella circularon.
En la actualidad, después de las excavaciones del marqués de Cerralbo, se acepta la identificación del cerro Villar con Arcobriga, aunque tradicionalmente se haya ubicado en Arcos del Jalón.
Los materiales recuperados pasaron a formar parte del MAN, en
1940; entre ellos, los hallazgos monetarios que han sido publicados
por J. Mas Vida1 (187)y sobre los que nosotros vamos a realizar nuestro análisis, se componen de un total de 1 12 monedas distribuidas en1
tre el siglo 1 a.c. y el IV d.C., y de las que sólo 63 se encuadran dentro
del marco cronológico que estudiamos. Se agrupan así:
total
Antes del 195
195-133
133-72
72-27
27 a.c.-41 d.C.
41-54 d.C.
Total
94
m/a
1
4
18
2
25
13
63
1'58
6'34
28'57
3'17
39'68
20'63
0'06
0'29
0'04
0'36
1'00
Antes del 1 95 a.C
.
Del conjunto de monedas recuperadas en el yacimiento se destaca
una pieza de Castulo que, al parecer, por el tipo al que pertenece
(188),debió ser acuñada con anterioridad al 195 a.c. Esta pieza, aun
en el supuesto caso de que no llegase al yacimiento dentro de las fechas que abarca el período, refleja la pronta dispersión y la extensa
circulación de las acuñaciones de Castulo que no debe extrañar dado
que la presencia de esta ceca la encontramos en los restantes períodos.
El aprovisionamiento que recibe durante estos años no denota
una preferencia hacia un área geográfica determinada (mapa 47). La
ceca extrapeninsular de Roma aporta una pieza de A que se ha inE
(187) VIDAL, 1981.
(188) Tenemos una razonable duda de que esta moneda pertenezca al tipo VIVES,
LXVIII-3, pues, aunque no hayamos visto la ilustración, su.peso, de 9'30 g., es muy bajo para
el tipo de moneda que se supone que es, cuyo promedio se sitúa en torno a los 20'25 g.,
según GARCIA BELLIDO, 1976, pp. 105-109.
[page-n-483]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
482
cluido en este período con cierta reserva, ya que se trata de un as anónimo de 27 g. Conviene poner de relieve que éste es uno de los pocos
ejemplares que se conocen de moneda republicana, datable con anterioridad al 133, en los hallazgos esporádicos de la Cuenca del Ebro.
Su hallazgo en este yacimiento se deberá, en gran medida, a su prospección exhaustiva y a su situación estratégica en un punto de intenso
tráfico, lo que no obsta para deducir que la moneda republicana circulaba con muy poca intensidad.
as
Roma
Untikesken
Sesars
Castulo
sem. tot.
%
1
25
25
25
25
1 (?)
1
1
1
1
1
1
Las restantes cecas que componen la masa monetaria son de procedencia diversa e indican una circulación heterogénea propia, por
demás, de años en los que no existe gran variedad de talleres en funcionamiento. Por ello, nos llama la atención que, si realmente existe
una demanda o necesidad de metal acuñado, no estén presentes las
acuñaciones de Sekaisa que se encuentra relativamente próxima y de
la que, pertenecientes a estos aiios, conocemos una pieza en la ciudad
de Bilbilis y otras en los campamentos numantinos ( 189)y, en cambio,
existan piezas de lugares mucho más alejados como son Untikesken o
Castulo.
La relación de monedas por año es de 0'06%, esta cantidad insinúa el uso de la moneda en fechas tempranas a pesar de su situación
en un punto bastante interior de la Península Ibérica.
La circulación monetaria va a adquirir un auge importante nutriéndose fundamentalmente con las emisiones de la gran variedad de
cecas que entrarán en funcionamiento en la Cuenca del Ebro. Los talleres a que pertenecen se exponen en la página siguiente.
De nuevo se observa que la ceca de Roma interviene en la circulación monetaria de un modo marginal ya que, si bien como en los años
anteriores aporta un solo ejemplar, desciende el porcentaje en el que
entra a formar parte en la masa monetaria que es del 3'70%. Ello nos
extraña dado que no se va a reflejar con una puesta en circulación de
(189)
ROMAGOSA, 1972,
PP. 84-94.
[page-n-484]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIüDADES
483
mayor cantidad de numario en el período anterior con motivo de las
campañas de la Celtiberia, especialmente los años 140-130 a.c., ni en
este período las luchas sertorianas cuando la zona en la que se encuentra la ciudad se sitúa próxima al teatro de operaciones de ambos
acontecimientos.
Las monedas peninsulares pertenecen a un amplio abanico de cecas y no se manifiesta un dominio claro de las cecas situadas en su entorno inmediato, como sería lógico pensar (mapa 47). Así, la ceca que
mayor cantidad de ejemplares aporta es, a pesar de su lejanía, Kelse,
que con 7 piezas alcanza el 25'92% y es la única ceca de la Sedetania.
Por el contrario, de la Celtiberia están ausentes las de Sekotias y Lutiakos, situadas en sus proximidades, sin duda a causa de su escasa
potencia de acuñación y de su excesiva circulación local, aunque Arekoratas, con 3 denarios, aporta el 11'11%.
Una mayor representación tienen las cecas del grupo de los celtíberos asentados en el Valle del Ebro, con el 22'22%, de las que destaca Turiasu; las de la Vasconia y del valle del río Jalón, estas dos Últimas zonas con el 11'1 1% de la masa de numario circulante.
A excepción de las dos monedas del Sur peninsular, Castulo y Sexi,no se han registrado hallazgos de cecas del área catalana ni del litoral valenciano.
[page-n-485]
484
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Entre los valores en circulación hay que destacar la notoria presencia de denarios que constituyen el 25'92% de la masa monetaria
del periodo y de los que, excepto 1 denario romano republicano, el
resto procede de talleres peninsulares. La existencia de pocos divisores del as nos advierte de la utilización de la moneda para un uso no
muy popular o de pequeñas transacciones, para las que se continuaría
utilizando el trueque, sin que quiera decirse con ello que para los intercambios de mayor consideración fuera la moneda el medio exclusivo.
Mapa 47. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Arcobriga, se@ los
hallazgos esporádicos: 1, Untikesken; 2, Arsaos; 3, Titiakos; 4, Calagurris; 5, KaiskatdCascantum; 6, Turiasu; 7, Sekia; 8, Bolskan; 9, Sesam; 10, Caesaraugusta; 11, Bílbilis; 12, Sekaisa; 13, Kelse/Celsa; 14, Ercavica; 15, Sekobiies; 16, Emerita; 17, Castulo; 18, Sexi. No se
cartean Terkakom y Arekoratas. Clave de símbolos en pág. 524.
De todo ello se desprende que el tipo de numario circulante en la
ciudad era en extremo variado, propio.de zonas en las que existe un
intenso tráfico que dificulta la formación de circuitos cerrados de circulación monetaria local y motivado, sin duda, por el paso junto a ella
de la vía mencionada de Emerita-Caesaraugusta.
[page-n-486]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
485
La relación de monedas por año es de 0'29. Aumenta en relación
con el período anterior y ello, junto con la variedad de talleres que
presentan, pone en evidencia la expansión monetaria peninsular que
en otros tantos yacimientos litorales se ha podido observar en estas
fechas.
El yacimiento acusa obviamente el descenso de cecas en funcionamiento y de producción monetaria. El numario recuperado se reduce a 2 ases y fue acuñado en los últimos años del período, con toda seguridad, después del 45 a.c. Se trata de 1 as de Segobriga del tipo Vives, 135-3, y de otro de Turiasu, Vives, 155-1 (mapa 47).
La escasez de numario no se suple con el que acuña Roma, que debió llegar muy poco, ni con las emisiones hispanas bilingües anteriores al 45 a.c.
El aprovisionamiento durante este período vuelve a situarse, en 1íneas generales, en el nivel que obtuvo durante los años 133-72 a.c.,
aunque ahora no se conoce ninguna acuñación de AR.
Las monedas emitidas entre el 27 a.c. y el 41 d.C. pertenecen a
las siguientes cecas:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Celsa
Bilbilis
Calagurris
Caesaraugusta
Cascantum
Ercavica
Emerita
Total
as
sem.
ae
2
7
1
1
1
1
4
20
2
7
3
2
3
tot.
2
3
3
3
4
1
1
4
25
%
8
28
12
12
16
4
4
16
72
La cantidad de moneda que recibe durante estos tres emperadores, aunque desigual numéricamente, es similar si se valora a través
del promedio de monedas que se ponen en circulación anualmente.
Durante el reinado de Augusto recibe 15 piezas que suponen 0'36 monedas por año. Con Tiberio la cantidad disminuye a 9, pero, en cambio, aumenta la relación a 0'39; y durante Calígula se documenta una
moneda y la relación es de 0'25.
[page-n-487]
486
LA CTRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El numario de Roma se mantiene dentro de la tónica de lo que se
ha podido apreciar hasta ahora, desempeñando un rol muy marginal.
Con 2 piezas, aporta el 8%,de las cuales ninguna de ellas es de Augusto, lo que ratifica la idea de lo escasa que debió ser su circulación si se
tiene en cuenta que la última moneda romana conocida hasta las de
este período, es un denario RRC, 305,1, de los años 109 ó 108 a.c.
La masa monetaria se encuentra formada, por tanto, con el aporte de las cecas peninsulares que cubren el 92% (mapa 47). En su mayoría pertenecen al Valle del Ebro y del Jalón. De todas ellas destaca
Celsa que repite el papel predominante que tuvo en los años 133-72
a.c. y que aporta el 28%.Las demás tienen una representación que se
halla acorde con la proximidad al yacimiento y su importancia como
taller de acuñación; de este modo, Bilbilis aporta el 12%y Caesaraugusta el 16%.
Tiene importancia el hallazgo en el yacimiento de 4 piezas de
Emerita, que suponen el 16%de la masa de numario, dado que va a
contribuir a dar validez a algunas colecciones formadas con hallazgos
locales no precisados, como puede ser el caso del lote de monedas de
la zona de Huesca que publica E. Collantes (190).El hecho de que sea
ésta la única ceca procedente de la mitad Sur de la Península y de la
zona litoral Este, se explica por la facilidad de comunicación que con
la capital de la Lusitania tenía Arcobriga, al encontrarse situada sobre la vía que unía aquélla con Caesaraugusta ( 19l ).
El aprovisionamiento que se recibe durante el reinado de Claudio
1 es muy superior al de los anteriores emperadores. Aporta 13 monedas que suponen una relación de monedas por año de 1. Esta alimentación no supone un alza considerable aunque, en nuestra opinión, las
relaciones de aprovisionamiento del período imperial se encuentran
dentro de la estructura de las ciudades, para las que el numario de
Claudio representó un alivio y una necesidad a causa del desarrollo
de su economía de mercado.
BILBILIS (Cerro Bámbola, Calatayud, Zaragoza)
La ciudad ibérica de Bilbilis se asienta sobre el cerro Bámbola, de
7 11 m., en la confluencia del río Jalón y el Ribota, a unos 6 Km. de la
ciudad de Calatayud, dominando la vía natural de penetración desde
el Valle del Ebro hacia la Meseta. El yacimiento ha sido recientemente
(190) COLLANTES, 1979-a.
(191) ROLDAN, 1975, PP. 86-87.
[page-n-488]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
487
excavado y estudiado por M. A. Martín Bueno, a quien se debe el conocimiento más actual y completo del mismo (192).
La ciudad, según datos de este autor, remonta su existencia a comienzos del siglo 1 a.c. y perdura hasta época visigoda y medieval,
1
alcanzando su máximo esplendor durante el periodo Alto Imperial
(193).
Los materiales no numismáticos han aportado un conocimiento
considerablemente superior al que pudiera desprenderse de estos últimos, a causa de la precariedad de sus hallazgos. Para el análisis de la
circulación monetaria de la ciudad disponemos de muy pocos hallazgos ya que tan sólo conocemos 30 monedas que proceden de hallazgos
esporádicos y de las excavaciones arqueológicas. El numario recogido, distribuido en períodos cronológicos amplios, se agrupa del siguiente modo:
Total
%
d a
El número de monedas recogidas que pertenecen a estos años es
muy reducido, aunque pudiera ser mínimamente representativo de lo
que fue el numario circulante en Bilbilis, a pesar de lo escasa que es,
si se tiene en cuenta la importancia de la ciudad y la amplia dispersión que tuvieron sus monedas (mapa 48).
195-27a.c.
Roma
Turiasu
Bilbilis
Sekaisa
Castulo
Total
den.
as
tot.
2
6(1:?) 3
1
8
6
1
1
2
9
1
14
1
1
(192) MARTIN BUENO, 1975.
(193) MARTIN BUENO, 1975, PP. 292-318.
%
7'14
7'14
14'28 78,57
64'28
7'14
[page-n-489]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Mapa 48. - Dispersión de la ceca de Bilbilis: 1, Les Carrerelles; 2, Empfiries; 3, Museo de
Giona; 4, Museo de Manresa; 5, Comarca de El PenedBs; 6, Tarragona; 7 , Corbins; 8, Huesca; 9, Región de Pamplona; 10, Museo de Logroño; 11, Calahorra; 12, Ablitas; 13, Cerro
Bámbola; 14, Azaila; 15, El Poyo; 16, Morella; 17, Sagunt; 18, El Molón; 19, Torrella; 20,
Museo de Alcoi; 21,Museo de Alacant; 22,Región de Murcia. Clave d e símbolos e n pág. 524.
[page-n-490]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
489
No parece lógico que tratándose de una ciudad que emitió moneda aunque sólo fuera en un momento posterior al 133 a.c., sus acuñaciones únicamente aporten a la circulación monetaria el 14'28%,y, en
cambio, el predominio lo detente otra ceca, Sekaisa, con el 64'28%.En
este caso puede comprenderse su notable volumen a causa de su proximidad y de las sucesivas y cuantiosas emisiones que realizó. Estando así las cosas, si se da una cierta validez a la sucinta muestra de hallazgos, podemos argumentar que por la proximidad de Sekaisa con
una potente fuerza emisora, esta ceca alimentó en una cuantía considerable a Bilbilis, siendo importante incluso el volumen de su circulación en esta ciudad durante el período en que tuvo taller de acuñación, es decir, a fines del siglo 11 y principios del 1 a.c. No desechamos
la idea de que exista un vacío de información que afectase a la representación de los hallazgos de la propia ceca, aunque con ello no es
probable que eclipsara la frecuencia de circulación que debió tener la
ceca de Sekaisa en esta ciudad (mapa 49).
Mapa 49. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Bilbilis, según los hallazgos esporádicos: 1, Calagurris; 2, Turiaso; 3, Caesaraugusta; 4, Bübilis; 5, Sekaisa; 6, Ercavica; 7, Castulo. Clave de símbolos en pág. 524.
[page-n-491]
490
LA CIRGULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
La presencia de 1 as de Castulo no debe extrañar, pues hemos visto que su aparición es frecuente en diversas zonas de la Cuenca del
Ebro como son Huesca, Azaila y Arcobriga, en el curso alto del Jalón.
Como contraposición, se ha de decir que no se conocen hallazgos de
monedas de Bilbilis en la zona de Sierra Morena (194) ni tan siquiera
en la abundante muestra de monedas de la zona interior de Murcia
(195).Como explicación de esta mínima difusión hacia el Sur, Martín
Valls y Martín Bueno (196)proponen que la ausencia de acuñaciones
de A en el taller de Bilbilis, será la que va a impedir que lleguen conR
juntamente con ellas las de AE a una zona eminentemente productora
de este mismo metal.
En relación con la circulación de monedas de AR en la ciudad, la
ceca que detenta un mayor predominio, según los hallazgos que conocemos, es Sekaisa, aunque también se ha de señalar la presencia de
un denario de Turiasu. La circulación de estas piezas se justifica por
su proximidad, ya que ante la ausencia de acuñaciones de A la ciuR
dad debe buscarlas fuera de ella y por estar Bilbilis, según Martín
Bueno, estrechamente ligada por motivos económicos con las ciudades vecinas, las cuales con sus acuñaciones de A equilibrarían la auR
sencia de éstas en Bilbilis en virtud de la asociación de esta ciudad
con sus vecinas, que este autor ha detectado (197).
La cronología de las piezas de las que se dispone de una completa
identificación de los tipos, indica que sólo 1 moneda fue acuñada con
anterioridad al 133 a.c. y corresponde a 1 as de Sekaisa. Esta temprana difusión de su numario es totalmente normal por cuanto que
realizó una abundante serie de emisiones (198),y su presencia se en1
cuentra atestiguada en los campamentos numantinos de Renieblas 1 1
(199).
Sin embargo, el grupo más numeroso de monedas fue acuñado entre el 133 y el 72 a.c., en donde Sekaisa continúa manteniendo la preen
ponderancia (200), este caso con 6 denarios, de los que 1 es dudoso; también de Turiasu se conoce 1 denario. La última ceca representada es la de Bilbilis, cuya presencia se encuentra atestiguada por 2
ases.
(194) MARTIN VALLS, 1967, p. 104; MARTIN BUENO, 1975, p. 109.
(195) Véase los cuadros de las pp. 440-441.
(1961 Véase la nota 194.
(197) MARTIN BUENO, 1975, pp. 110-111.
(198) Consideramos emitidas con anterioridad al 133 los tipos de VIVES, LXIV-1 a 10.
(199) HAEBERLIN, 1929, pp. 235-243.
(200) Ratificando el predominio de estas acuñaciones, MATEU Y LLOPIS, en su Hallazgo Monetario 368, nos informa de la existencia de numerosos denarios de Sekaisa en una colección particular de Calatayud, de procedencia local.
[page-n-492]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
49 1
Ciñéndonos estrictamente al reducido número de monedas de este
período, observamos que se confirman las hipótesis de Martín Bueno
al ser las ciudades vecinas con las que tendría una identidad económica, las que suministran las acuñaciones de AR, abasteciendo su
propio taller las necesidades de moneda de AE.
Con posterioridad al 72 a.c. y hasta el 27 a.c., es cuando se conoce la única moneda republicana, 1 denario de M. Antonio acuñado entre el 32-3 1 a.c., lo cual implica además una cierta dificultad para
que circulase o llegase a la ciudad durante estas fechas, máxime
cuando se tiene atestiguada la circulación de estas acuñaciones legionarias durante todo el período de Augusto, como lo demuestra el que
de 20 tesoros ocultados en este reinado, los denarios legionarios de M.
Antonio constituyen más del 10% de la composición total (201).
Las monedas recuperadas entre el 27 a.c. y el 4 1 d.C., aunque son
mucho más numerosas que las que se conocen para los años anteriores, poseen una estructura radicalmente distinta. Las cecas son:
27 a.c.-41 d.C.
as
Bilbilis
Caesaraugusta
Calagurris
Ercavica
Total
sem. quad. ae
11
1
1
1
13
1
2
1
1
2
tot.
11
4
1
1
17
%
64'70
23'52 94'11
5'88
5'88
La ceca de la ciudad adquiere ahora la preponderancia que no obtuvo en los años anteriores. Aporta el 74'70% de la masa monetaria,
siendo este porcentaje similar al de otras ciudades que durante este
período tienen taller propio, como es el caso de Ilici, Saguntum, Tarraco, Emporion y, en menor medida, Osca.
Las restantes cecas se encuentran ubicadas a una distancia muy
próxima y de ellas se destaca Caesaraugusta, que es la capital del
convento al que pertenece la ciudad y que tuvo una intensa actividad
emisora durante los reinados de los tres primeros emperadores. Tam.
bién se explica la presencia de Ercavica por encontrarse próxima al
Jiloca y ser éste una vía de tránsito importante que pone en comunicación la franja litoral valenciana con el Valle del Ebro.
-
-
-
(201)
KUNISZ, 1976, p. 108 y tabla 1.
[page-n-493]
492
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Las acuñaciones de la ceca de Roma se encuentran totalmente ausentes, registrándose sólo el hallazgo de una moneda durante el período de Claudio 1.
De todo ello se desprende que la circulación en la ciudad de Bilbilis fue bastante local (mapa 49), ya que en la muestra que disponemos
no están presentes las acuñaciones de la franja litoral mediterránea
ni del Sur peninsular, sin menoscabo de que fuese en esta época, posterior al 27 a.c., cuando se remodelara en su totalidad una parte importante de la ciudad, confiriéndole a partir de Augusto una estructura de ciudad imperial (-202).
En relación con la ausencia de las cecas del Sur peninsular, hay
que decir que en la colección Domínguez, depositada en el Museo de
Calatayud (203),para la que en buena parte se presupone una procedencia comarcal, existen diversas piezas hispano-romanas de cecas
de la Betica, concretamente de Carteia y de Iulia traducta, que contradicen la composición de los hallazgos de la ciudad de Bilbilis; observamos, además, con sorpresa que no existe en la colección ni una
sola moneda de la ceca de Bilbilis tanto ibérica como latina.
Por nuestra parte, admitimos la posibilidad de que las piezas de la
colección Domínguez pudieran circular en la zona de Bilbilis, ya que
en la muestra A de Osca (204) también hay un pequeño grupo de monedas pertenecientes a la Betica y Lusitania; no obstante, la información que aportan las monedas de la colección debe ser utilizada con
precaución, dada la inseguridad que presenta la filiación de las monedas de esta colección.
CABEZO DE LAS MINAS (Botorrita, Zaragoza).
El poblado celtibérico de Cabezo de las Minas se encuentra situado dentro del término municipal de Botorrita. Se extiende a lo largo
de las laderas del Cabezo, en el interfluvio del río Huerva y el barranco Vicario, y su emplazamiento domina un punto estratégico que ejerce el control de las comunicaciones que se establecen entre AzuaraBelchite y el río Jalón.
Entre los materiales arqueológicos recuperados, los más significativos son, aparte de las cerámicas ibéricas, las campanienses, en las
que predominan las del tipo B, en especial la forma 3 de Lamboglia.
También se han encontrado fragmentos de ánfora del tipo Dressel 1,
(202) MARTIN BUENO, 1975, PP. 316-317.
(203) MARTIN BUENO-REDONDO, 1979.
(204) Véase la página 501.
[page-n-494]
ANALiSIS DE LA MASA MONETABIA DE LAS CIUDADES
493
Lamboglia A. El yacimiento, al párecer, fue destruido en el 49 a.c.,
aunque con posterioridad perduró un pequeño núcleo de habitantes
fuera del recinto fortificado, como parece demostrarlo la aparición de
cerámicas comunes romanas y fragmentos de terra sig illata hispánica
y sudgálica (205).
En la actualidad, se pretende identificar el yacimiento con la antigua ciudad de Konterbia Belaiska, en base a los hallazgos monetarios
esporádicos de la ciudad, a su situación estratégica en unas vías importantes próximas al Ebro, a las evidencias epigráficas inequívocas
(206)y a que las circunstancias que rodean a Konterbia Belaisca cuadran con la ubicación de Cabezo de las Minas (207).
Los hallazgos monetarios recuperados en las excavaciones y procedentes también de hallazgos esporádicos, son bastante escasos. Conocemos 34 ejemplares que, por ignorar los tipos exactos de que se
trata, los hemos agrupado en un período cronológico que va desde el
195 al 27 a.c., aunque con toda seguridad muy pocos debieron ser
acuñados con anterioridad al 133 a.c. y con posterioridad al 72 a.c.,
en que dejaron de funcionar la mayor parte de las cecas peninsulares.
Las cecas a las que pertenecen los hallazgos son:
(205) MARTIN BUENO, 1970, pp. 685-692; BELTRAN MARTINEZ, 1978, pp. 327-330;
id., 1974-a, pp. 73-85.
(206) BELTRAN LLORIS, M., 1976-b, pp. 71-79: FATAS, 1980, especialmente las páginas 46-57.
(207) BELTRAN LLORIS, M. 1976-b, PP. 71-84.
[page-n-495]
494
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
El primer aspecto a destacar es la ausencia de monedas republicanas tanto de AE como de AR, lo cual ratifica el modesto rol desempeñado por esta ceca en la circulación monetaria del Valle del Ebro
que se viene observando en los yacimientos hasta ahora comentados.
El taller del que se tiene una mayor representación es Kontebakom Bel, que con 10 monedas representa el 29'41%. Esta importante
cantidad y el porcentaje en el que esta ceca entra a formar parte de la
circulación monetaria, es el más alto registrado hasta el momento en
un yacimiento, siendo unitarios la mayor parte del resto de los hallazgos de esta ceca (mapa 50).Bajo un punto de vista estrictamente numismático, nos parece evidente que la localización de esta ceca bien
pudo situarse en Cabezo de las Minas, hipótesis mantenida desde hao,
ce tiempo por A. Beltrán y M. Beltrán (208), por lo menos en la actualidad, es el que más posibilidad tiene a tenor de la cantidad de hallazgos esporádicos de Kontebakom Bel.
Con respecto al porcentaje con que esta ceca participa en la circulación monetaria no alcanza el 50% ni tampoco se encuentra muy próximo, como es de esperar en las ciudades que tienen ceca propia; pero
se ha de tener en cuenta que ello depende de la cantidad de emisiones
en ella realizadas, y las de este taller son muy escasas, confirmándolo
la mínima cantidad de piezas recuperadas no sólo en la franja litoral
sino también en la misma Cuenca del Ebro. Un caso similar a éste pudiera ser el de Kelin, cuya ceca participa en la masa monetaria del yacimiento de Los Villares con el 35% (209).
El yacimiento de Cabezo de las Minas recibe de los talleres más
próximos las mayores cantidades de numario, como es el caso de Nertobis y Belikiom. No debe ser casualidad que después de Konterbakom Bel, las cecas que se encuentran más representadas pertenezcan
a las zonas de Belchite y Azuara y del Jalón-Jiloca, entre las cuales se
encuentra el Cabezo de las Minas, cuya comunicación entre ambas
controla.
La circulación monetaria de la ciudad puede decirse que es bastante local, reduciéndose su nurnario a las cecas de las zonas que
ponía en circulación (mapa 51) dado que, a excepción de una moneda
de Ebusus que conviene resaltar, las restantes pertenecen todas a talleres del Ebro Medio, incluidos los del Jalón-Jiloca, y están totalmente ausentes los de la Vasconia y los de la Celtiberia interior.
El gráfico de número de monedas por Km. de distancia de l a ceca
al lugar del hallazgo (fig. 10)es muy elocuente puesto que el 69'56%
(208) BELTRAN LLORIS, M., 1976-b, pp. 83-84; BELTRAN MARTINEZ, 1978, p. 327.
(209) Véase la página 406.
[page-n-496]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
-
495
A INDETERM.
Mapa 50. - Dispersión de las cecas de Konterbia Karbica, Kontebakom Be1 e indeterminadas: 1, Sant Miquel de Sorba; 2, La Salut; 3, Caldetes; 4, Pacs; 5, Museo de Tarragona; 6,
Museo de Logroño; 7, Museo de Huesca; 8, Zaragoza; 9, Dehesa de Ibarz; 10, Cabezo de las
Minas; 11, Azaila; 12, Aragón; 13, Museo de Alcoi; 14, Museo de Alacant; 15, Región de
Murcia. Clave de símbolos en pAg. 524.
[page-n-497]
49 6
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
de la masa monetaria procede de los talleres cuya distancia máxima
del yacimiento es de unos 30 Km., y por lo que se refiere a las restantes cecas, la cantidad de numario que aportan se encuentra en relación con la distancia que las separa de su lugar de emisión.
Mapa 51. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en el Cabezo de las Minas, según los hallazgos esportídicoa: l , Bolskan; 2, Saltuie; 3, Iitirta; 4, Nertobis; 5, Kontebakom Bel; 6, Bilbilis; 7, Sekaisa; 8, Belikiom; 9, Ebusus. No se cartea Borneskon. Clave
de símbolos e n pág. 524.
REGION DE HUESCA
La circulación monetaria de la región de Huesca ha sido estudiada por E. Collantes (2 10) a través de una colección hecha a lo largo de
los años por un médico, residente en Huesca, con hallazgos del área
rural que frecuentaba.
A. Domínguez ha publicado recientemente las monedas antiguas
del monetario del Museo Provincial de Huesca (211), para los que
(210) COLLANTES, 1979-a, pp. 117-124.
(211) DOMiNGUEZ, 1979-a, pp. 25-34.
[page-n-498]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
497
tampoco se conoce el lugar exacto de hallazgo ni tan siquiera unos mínimos indicios de procedencia local. La publicación de estos fondos
nos va a posibilitar el análisis de los mismos, su comparación con la
muestra que publicó Collantes y determinar la homogeneidad o no de
ambas, para con ello despejar en cierto modo si cabe la inseguridad
de pertenencia a la zona que éstas pueden tener.
CABEZO
Salluie Belikiom
Nertobis
Kontebakom-Bal
D E L A 5 MINAS
Bolskan Iltirta
Ebusus
Pig. 10. Relación entre el número de hallazgos en el yacimiento de El Cabezo de las Minas y
la distancia, en Km., a la que se encuentran los talleres monetarios a que pertenecen.
La cantidad de monedas de que se dispone, perteneciente al Museo de Huesca y emitida con anterioridad al 54 a.c., asciende a 43, de
las que excepto 1 denario republicano acunado en el 134 a.c., ninguna moneda rebasa con anterioridad la fecha del 133 a.c., y tan sólo 1
moneda de la que se desconoce su tipo exacto pudo ser emitida después del 72 a.c.
El panorama que ofrece la colección que publica Collantes es similar en lo que se ha podido comprobar, dado que sólo 3 piezas se batieron entre el 195 y el 133 a.c., y 1 antes del 195. Todas ellas son de talleres peninsulares y su presencia se debe, probablemente, a la mayor
amplitud numérica de la muestra.
[page-n-499]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
498
Las monedas del Museo de Huesca se agrupan cronológicamente
del siguiente modo:
total
%
d a
La distribución de las cecas que posee el monetario de Huesca,
que denominaremos B, repite la estructura básica de la colección que
publica Collantes a la que llamaremos A.
Si comparamos las dos muestras, observamos que la ceca de Bolskan en la A ocupa el 39'44% y en la B el 57'14%; la diferencia dentro
del predominio que esta ceca tiene sobre todas las restantes, puede estar motivada por la pertenencia de la A a una zona geográfica mucho
más amplia.
La segunda ceca que destaca en importancia es Roma, que en la A
aporta a la masa monetaria el 14'67%y en la B el 10'7 1%.Estas cantidades nos llaman la atención si recordamos el bajo nivel de circulación de las acuñaciones republicanas que se desprende de los hallazgos esporádicos en todos los lotes comentados, procedentes de la
de
Cuenca del ~ b r o ' y los tesoros. Para explicar esta elevada proporción quizás haya que buscar la capitalidad que en Bolskan implantó
Sertorio a partir del 82 a.c. cuando cayó en su poder, y es de suponer
que en esta ciudad existiera una circulación más intensa de numario
republicano, procedente del tesoro sertoriano, formando en parte por
los fondos que Sertorio se trajo de Italia en el 83 a.c., los que recibió
en Mauritania en el 81-80 a.c. y los que posteriormente aportó su lugarteniente Peperna (212).
Las restantes cecas en la muestra A están mínimamente representadas, aunque mantienen la semejanza en lo que se refiere a la zona
geográfica que, después de la propia ceca y la de Roma, ocupan el tercer lugar; nos referimos a las cecas vasconas que, en la muestra A,
aportan el 11'02 y en la B el 7'14%.
(212)
GAGGERO, 1976, pp. 58-59; PLUTARCO, Sert. 9, 11; 6, 5-6; 15, 1.
[page-n-500]
ANALISIS.DE LA MASA MONETARIA DE LAS CNDADES
499
También son similares las proporciones entre las monedas de A
R
procedentes de las cecas ibéricas y de la de Roma, por cuanto que en
la muestra A es de 63'88% para las ibéricas y del 36'1 1%para las republicanas, y en la B es de 75 y 25%, respectivamente.
Baskunes
Arsaos
Tamaniu
Bilbilis
Turiasu
Konterbia (sic)
Ekualakos
Arekoratas
Titiakos
Letaisama
Sekobirikes
Arse
Castulo
Obulco
Carteia
6
1
2
3
2
1
2
2
1
2
2
2
1
1
5'50
0'9 1
1'83
2'75
1'83
0'9 1
1'83
1'83
0'9 1
1'83
1'83
1'83
0'9 1
0'9 1
1
3'57
1
1
3'57
3'57
2
7'14
En conclusión, para este periodo comprendido entre el 195 y el 27
a.c., son semejantes ambas muestras y es posible aplicar a la B, dentro de la elasticidad y amplitud que es necesaria, las consideraciones
[page-n-501]
500
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que Collantes hizo sobre el porcentaje que aporta la propia ceca a la
circulación monetaria y la proporción con que lo hace la de Roma.
Estando así las cosas, consideramos que el grupo de monedas de
la muestra A emitidas en este período refleja el tipo de moneda y, con
un margen de oscilación, las distintas proporciones con que éstas debieron circular en Bolskan y su entorno (la dispersión de cecas de ambas muestras se puede observar en el mapa 52).
Mapa 52. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Huesca,
según la composición de las muestras Osca-A y Osca-B, durante los años 195-27 a.c.: 1, Arsaos; 2, Baskunes; 3, Tamaniu; 4, Iaka; 5, Sesars; 6, Bolskan; 7 , Sekia; 8, Turiasu; 9, Titiakos; 10, Letaisama; 11, Ekualakos; 12, Bilbilis; 13, Kontebakom Bel; 14, Saltuie; 15, Belikiom; 16, Kelse; 17, Arketurki; 18, Iltirta; 19,Ausesken; 20, Ilturo; 21, Kese; 22, Seteisken;
23, Arse; 24, Sekobiikes; 25, Castulo; 26, Obulco; 27, Carteia. No se cartea Konterbia Karbika y Arekoratas. Clave d e símbolos e n pág. 524.
Después del 27 a.c., el aprovisionamiento monetario que debió
llegar a la zona, no se encuentra bien documentado en la muestra del
[page-n-502]
Museo de Huesca. Sólo se conocen 6 piezas emitidas entre el 27 a.c. y
el 41 d.c., pertenecientes a:
27 a.c.-41 d.C.
den.
Celsa
Caesaraugusta
Osca
1
as
total
2
2
2
2
1
2
El bajo número de piezas que se conocen no permite realizar excesivos comentarios, aunque se debe destacar que, dentro del bajo nivel
de representación, existen 3 cecas que tienen una proporción que, aun
cuando sólo sea casualmente, va a coincidir en parte con los porcentajes de la muestra A. Esta última, por ser mucho más completa, nos
servirá para analizar el periodo. Las acuñaciones que, según este autor, se emitieron entre el 27 a.c. y el 41 d.C., pertenecen a las siguientes cecas:
27 a.c.-41 d.C.
Roma
Nemausus
Lugdunurn
Tarraco
Celsa
Bilbilis
Turiasu
Osca
Calagurris
Caesaraugusta
Ercavica
Clunia
Carthago Nova
Patricia
Carteia
Emerita
Total
Aug.
1
1
2
Tib.
1
Calig.
tot.
%
1
3
6
1
2
1
1
1
1
1
1
1
9
1
3
3
3
1
1
2
1
29
1
1
13
8
12
2
2
2
2
4
1
9
2
4
4
16
1
15
1
1
2
1
1
1
32
2
72
30
2
4
4
2 1 4
2
5O
En realidad, esta muestra no ofrece variaciones sustanciales con
el cuadro de hallazgos del período anterior, ya se trate de la muestra
A como de la B.
[page-n-503]
502
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
En primer lugar, Roma mantiene en los mismos límites el aporte
que realiza a la masa monetaria, el cual se reparte entre las acuñaciones de la ceca de Roma y la de Lugdunum.
Las cecas peninsulares que circulan en la zona en estas fechas tienen una distribución similar a la del período anterior, repitiendo, a
excepción de Caesaraugusta, las mismas cecas aunque ahora lo hacen
con tipos hispano-romanos y de ellas ninguna aporta más de 2 ejemplares (mapa 53).
REGION
DE HUESCA
Mapa 53. - Cecas peninsulares que integran la masa mmetaria en la región de Huesca,
según la composición de las muestras Osca-A y Osca-B, durante los años 27 a.c.-41d.C.: 1,
Calagurris; 2, O S C ~ 3, Ciunia; 4, Turiaso; 5, Caesaraugusta; 6, Bilbilis; 7, Celsa; 8, Tarraco;
;
9, Ercavica; 10, Emerita; 11, Patricia; 12, Carthago Nova; 13, Carteia. Clave de simb010s
en pág. 524.
La ceca de Osca representa el 3 2%, desciende por tanto el porcentaje con que lo hacía durante el período de acuñación con tipos ibéricos y leyenda Bolskan. Con poca diferencia con respecto a esta ceca se
encuentra la de Caesaraugusta, que aporta el 30%y cuya mínima di-
[page-n-504]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
503
ferencia con respecto a Osca debe estar motivada por la gran cantidad de emisiones que realizó la ceca, por su condición de capital del
convento jurídico y por estar ambas ciudades unidas directamente
por una vía (213).
No debe pasar desapercibida la presencia de las cecas de la mitad
y del Sur peninsular, en especial, las monedas de la ceca de Emerita
de la que se han encontrado diversos ejemplares en el umbral de la
Cuenca del Ebro, en el yacimiento de Arcobriga, y en el Monetario del
Museo de Logroño, estas últimas sin procedencia conocida.
El aprovisionamiento que recibe durante el reinado de Claudio 1
es importante en ambas muestras aunque desigual, comparado con
las cantidades de numario que aportan los anteriores emperadores.
En la muestra A se conocen 2 sestercios y 1 as de acuñación oficial y 4
ases de imitación local y en la muestra B no es posible concretar esta
diferencia, siendo 9 los ases que contiene.
En suma, la alimentación monetaria se realiza predominantemente por el aporte, en términos cuantitativamente similares, de las acuñaciones que realizan los talleres de Osca y Caesaraugusta. Sigue a
continuación el que proporciona Roma que, aunque escaso, no es despreciable; y el resto de la masa de numario circulante procede de una
pléyade de cecas ubicadas en la geografia peninsular, de las que evidentemente sobresalen las de la Cuenca del Ebro.
CABEZO DE ALCALA DE AZAILA (Azaila, Teruel).
El yacimiento arqueológico de Alcalá de Azaila se encuentra dentro de la Dehesa de los Pedriiiales, en el término municipal de Azaila,
al Norte de la provincia de Teruel. En el exhaustivo estudio que M.
Beltrán Lloris ha dedicado recientemente a este yacimiento, ha dado
a conocer la existencia de tres ciudades que se superponen cronológicamente desde el siglo VI1 a.c. hasta el año 49 a.c., en que fue destruida la última y con ella sobrevino el abandono total del emplazamiento.
La primera ciudad se fecha desde el siglo VI1 hasta los últimos
años del siglo 111 a.c., en que se destruirá violentamente como consecuencia de los acontecimientos bélicos de la Segunda Guerra Púnica;
(213)
ROLDAN, 1975, p. 97.
[page-n-505]
504
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sus habitantes pertenecen a la cultura hallstáttica que a mediados del
siglo IV recibirá las primeras influencias de la cultura ibérica. La segunda ciudad se construyó sobre la primera y cronológicamente ocu1
pará todo el siglo 1 hasta el 76-72 a.c., momento éste en el que volverá a ser destruida como consecuencia de las luchas sertorianas; culturalmente corresponde al momento pleno de la iberización y al E c i o
de la romanización en los primeros años de la vida de la ciudad. Nuevamente la ciudad volvió a ser reconstruida, manteniéndose gran
parte de la estructura urbana, aunque se realizaron nuevas construcciones que denotan una fuerte influencia romana; fue destruida poco
después de la batalla de Ilerda, en el año 49 a.c. y ya no volvió jamás
a ser reconstruida ( 214).
Los hallazgos esporádicos de monedas que se han realizado en el
yacimiento, dejando aparte los tesoros de monedas de bronce que han
sido comentados en el capítulo anterior (215), lo fueron, excepto 3
piezas, en el transcurso de las excavaciones que en El Cabezo realizó
J. Cabré (216).
El total de piezas conocidas asciende a 64, que van a ser analizadas globalmente ante la imposibilidad de poder determinar su fecha
de emisión. A pesar de ello podemos asegurar que ninguna de las piezas se remonta a lo sumo a los inicios del siglo 1 a.c. y muy pocas de1
bieron ser batidas en los años posteriores al 72 a.c. Aunque esta cronología corresponda, en líneas generales, con la vida de la ciudad 1
1
de Azaila, no podemos de ningún modo garantizar que no circulasen
1
en la ciudad 1 1cuando, por el contrario, debió ser lo que sucedió. Las
monedas que conocemos véanse en el cuadro de la página siguiente.
Los hallazgos de este cuadro manifiestan una circulación monetaria bastante menos concentrada y piramidal que la reflejan los tesoros.
Sobre las posibles discrepancias entre la información que propor1
ciona el lote 1 y los hallazgos esporádicos, se ha de tener siempre presente que el primero indica las piezas que tienen una validez de circu(214) Toda esta información ha sido extraída de BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp.
23, 251-256.
(215) Véanse las pp. 307-308.
(216) CABRE, 1921.
[page-n-506]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
50 5
lación en un momento cronológico determinado, o de lo contrario no
se atesorarían, y los segundos nos informan de las monedas que estuvieron en circulación en un período de tiempo más amplio y que luego
se extraviaron. Sobre ambas muestras se ha de decir que la aplicación
del test X2 sobre ellas indica que no pertenecen a la misma población
diferenciándose el carácter de cada una de ellas (217).
den.
Untikesken
Kese
Iltirkesken
Iltirta
Arketurki
Eso
Kelse
Seteisken
Lakine
Belikiom
Orosis
Bolskan
Sekia
Sekobirikes
Valentia
Castulo
Total
as
sem.
ae
tot.
%
1
12
1
6
1
1
8
1
12
1
6
1
1
8
4
5
7
1
10
2
1'56
18'75
1'56
9'37
1'56
1'56
12'5
6'25
7'81
10'93
1'56
15'62
3'12
3'12
1'56
3'12
4
5
1
7
1
8
2
1
1
1
2
1
2
2
1
2
59
1
2
64
,
21'87
12'5
26'56
7'81
El aprovisionamiento que se desprende del cuadro, según las distintas áreas geográficas (mapa 54), pone de relieve que las cecas de la
1
Sedetania no ostentan la primacía que tenían en el lote 1 del tesoro de
Azaila, en donde aportaban una cantidad en torno al 50% sino que se
encuentran muy por debajo de esta cifra, aproximadamente a la mitad, dulcificando la dispersión territorial de las cecas presentes en la
masa 'monetaria.
La escasez de aprovisionamiento y circulación de las monedas del
litoral catalán que se desprende del lote 11, no queda ratificada en los
.(217)
VILLARONGA, 1979-C, p. 35.
[page-n-507]
506
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
hallazgos esporádicos en cuya masa monetaria ocupan el 2 1'87% de
los que destaca de modo muy notorio Kese, con 12 monedas, número
éste que se sitúa en el primer lugar del aprovisionamiento que realiza
una ceca individualmente por encima incluso del que aporta Kelse,
con 8 piezas; el que realizan las dos restantes es muy insignificante.
Mapa 54. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en Azaila, según los hallazgos esporldicos: 1, Untikesken; 2, Iltirkesken; 3, Eso; 4, Bolskan; 5, Sekia; 6, Lakine; 7 ,
Arketurki; 8, Iitirta; 9, Belikiom; 10, Kelse; 11, Seteisken; 12,Kese; 13, Orosis; 14, Sekobikes; 15, Valentia; 16, Castulo. Clave de símbolos en pág. 524.
Otro elemento de discordia relativo al lote 1 se establece con el
1
aprovisionamiento de la ceca de Bolskan, que frente al bajo nivel que
tuvo en el tesoro, ahora lo aumenta considerablemente pasando de
4'05% que tenía en el lote 11, a 10'93% en los hallazgos esporádicos.
Es dificil decidir cuál de los dos porcentajes es el que más se ajusta a
la realidad de su circulación monetaria en la ciudad. Y si se da una
[page-n-508]
ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
cierta validez a la muestra de hallazgos esporádicos, habrá que concluir que la presencia de Bolskan fue bastante más numerosa en proporción que lo que lo fue en el lote 11, y viceversa sucedería con respecto a la de Kelse.
Son importantes también las cecas de la zona ilergete, representadas por Iltirta y Arketurki, que lo son a la vez en la composición del
1
lote 1 y que indican una clara orientación de estas gentes hacia el
Ebro y; como sugiere M. Beltrán Lloris (218),la primera desarrollaría
una labor mediatizadora con las gentes indiketes y laietanas. Tampoco deben dejar de reseñarse los hallazgos de Castulo y Sekobirikes
que, aunque en muy pocos yacimientos adquieren una notoria participación, mantienen en muchos de ellos una presencia constante, como
es ahora el caso de Azaila.
Y finalmente, nos parece interesante la presencia de una moneda
de Valentia que se explicaría por encontrarse Azaila en un lugar a
través del cual entraría en comunicación el Valle del Ebro con la franja litoral valenciana, cruzando la comarca de El Maestrat castellonense por Morella y Forcall (219), y por Teruel a Valencia directamente, zona ésta de donde recibió los primeros motivos decorativos
que aplicó a la cerámica ibérica (220).
La ausencia de moneda republicana en estos hallazgos casuales se
encuentra en consonancia con la composición que tienen los lotes 11 y
1 de los tesoros de Azaila, a los que pertenecen 8 y 5 AE respectivamente. El panorama que ofrece esta ciudad en relación con la circulación de estas piezas es similar al que se ha venido observando en las
distintas muestras comentadas de la Cuenca del Ebro, ratificando de
nuevo la mínima introducción de este numario, que en el caso de
Azaila como en otros yacimientos, contrasta con la presencia de importaciones de cerámicas campanienses (221) de las cuales, si la A es
escasa, la B es bastante más abundante.
En relación con la circulación de monedas de plata en el yacimiento, M. Beltrán opina que, citamos textualmente: ((Enla época de
la destrucción de la ciudad de Azaila circulaba la plata normalmente
y el hecho de que no haya aparecido no demuestra sino que los habi(218)
(219)
(220)
(221)
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, p. 434.
CHABRET, 1978, PP. 45-47.
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 261-264, 267-268, 273 y 284.
BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, pp. 186-193 y 181-186.
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LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
tantes del poblado en el momento de su huida se llevaron consigo toda
la plata y a ello obedece que no hayamos encontrado ejemplares de
dichas características y que las presentes sean las comentadas de baja categoría)) (222).
Es muy probable que esto ocurriera de este modo, dado que fue
muy importante el volumen de acuñaciones de A que se puso en cirR
1
culación a fines del siglo 1 y primer tercio del siglo 1a.c., y además,
1
si por ejemplo en el lote 1 las piezas de AE de Belikiom constituyen
una considerable cantidad, no vemos por qué no deban llegar los denarios de esta misma ceca. El hecho de que los denarios que hayan
aparecido sean forrados se explica, en parte, por el bajo poder liberatorio que tenían, como parece demostrarlo el que los que forman parte de los tesoros de Azaila también lo sean, asimilándose éstos probablemente al valor de las piezas de bronce.
La dispersión de los talleres que están representados en los hallazgos esporádicos de Azaila, ofrecen una evidente apertura y orientación de sus relaciones en torno al Valle medio del Ebro y hacia el litoral mediterráneo, motivado por su posición en un punto del curso inferior del Ebro. Las cecas vasconas y del valle del Jalón están mínimamente representadas tanto en los hallazgos esporádicos como en
los tesoros, siendo limitados los contactos que debió mantener con estas áreas.
REGION DE LLEIDA (Lleida)
El lote de monedas que seguidamente pasamos a comentar no se
puede adscribir estrictamente a la ciudad de Ilerda por cuanto que,
buena parte de ellas, poseen como única referencia de procedencia su
región. A pesar de esta amplia filiación, la muestra no debe despreciarse al pertenecer a un punto medio inferior del curso del río Segre
a través del cual, el Valle del Ebro entraría en contacto con las gentes
del interior y del litoral catalán, y'para el que no se dispone de otro tipo de información para poder analizar la clase de moneda en circulación en estas tierras.
La cantidad de monedas recogidas es bastante pobre, ascendiendo a 55 el número total de piezas que conocemos, siendo además las
referencias a los tipos con frecuencia fragmentarias y parciales, lo
(222) BELTRAN LLORIS, M., 1976-a, p. 369.
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ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
509
que ha motivado que en el análisis de los períodos cortos no hayan sido utilizadas más que 52 piezas, que se agrupan del siguiente modo:
total
%
m/a
A través de las monedas que fueron acuñadas en estas fechas, se
destaca la existencia de una masa monetaria alimentada fundamentalmente con las emisiones de las cecas ilergetes, de Iltirta e Iltirkesken, y en la que tiene una incidencia muy débil el aporte de las cecas
foráneas que se reducen a los talleres de Kese, Ikalkusken y Ebusus; y
aunque existen muy pocas cecas funcionando en la Cuenca del Ebro,
con anterioridad al 1 3 3 a.c., de ninguna de ellas se ha encontrado
pieza alguna (mapa 55).
No debe pasar desapercibida la presencia de un A de Ebusus, a
E
causa de la poca cantidad de ejemplares hallados en el interior de la
Cuenca del Ebro, ya que sólo se conoce procedente de esta zona otro
en Botomita, ni la ausencia de piezas republicanas tanto de AE como
de AR.
Esta repartición de cecas no indica más que la zona podía autoabastecerse monetariamente en una considerable medida tanto en lo
que se refiere a las acuñaciones de AR como de AE, ya que ambas fueron abundantes y denotan unas relaciones con el área del litoral mediterráneo, es decir, hacia la zona E-NE de la zona de Ilerda.
den.
Kese
Iltirkesken
Iltirta
Ikalkusken
Ebusus
as
ae
tot.
%
1
1
9
8
1
1
5
45
40
5
5
1
9
8
1
Los porcentajes con que entran a formar parte de la circulación
monetaria las cecas de Iltirta e Iltirkesken son del orden del 40 y 45%,
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5 10
LA CIRCULACION MONETARiA DE LA TARRACONENSE
respectivamente; no debe parecer anormal debido a que la muestra
excede el marco estrictamente local de la ciudad de Ilerda y la última
de las dos cecas fue también ilergete ubicándose al Norte de la primer a (223).
Mapa 55. - Cecas peninsulares que integran la masa monetaria en la región de Lleida,
según los hallazgos espoddicos: 1, Bolskan; 2, iitirta; 3, Iltirkesken; 4, Kese;5, Ikalhsken;
6, Ebusus. Clave de símbolos en phg. 524.
Tampoco debe sorprender la rápida incorporación de estas gentes
al uso de la moneda, si se recuerda que estos mismos acuiiaron a fines
1
1
del siglo 1 1 e inicios del 1 a.c. imitaciones de óbolos massaliotas,
dracmas de imitación ampuritana con leyenda Iltirtasalir e Iltirtar,
que auvieron una amplia circulación como se desprende de su inclusión en los tesoros de Cheste, Tivisa y Valeria; y en la primera mitad
(223)
VILLARONGA, 1961-a, pp. 61-66.
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ANALISIS DE LA MASA MONETARIA DE LAS CIUDADES
511
del siglo 1 a.c., denarios con leyenda Iltirtasalirban (224),de los que
1
no conocemos ninguno en la muestra de monedas de estas fechas, estando presente, en cambio, un dehario de Ikalkusken.
La relación de monedas por aiío es de 0'38. No obstante, a pesar
de ser mayor de los que se dan en algunos yacimientos de la Cuenca
del Ebro, por pertenecer en este caso a una amplia región, no es comparable.
Una mayor dificultad de interpretación presenta la muestra de este período, debido a que se aleja de la estructura básica que se observa en los distintos yacimientos que disponen de taller de acufiación
propio y las áreas en torno a las mismas. Los hallazgos conocidos pertenecen a:
133-72 a.c.
Iltirta
Bolskan
den.
as
total
6
9
15
21
9
En el cuadro se aprecia que, en contra de lo que es usual, la ceca
de Bolskan supera ampliamente el aporte que realiza la ceca de Iltirta. También debería deducirse la reducción del espectro de cecas que
componen la circulación monetaria de la zona en donde ni tan siquier a se encuentran representados los talleres de Kelse y Kese (mapa 55).
Ante esta situación no cabe más que pensar que la muestra no es representativa, debiéndose desechar el extraer cualquier deducción por
su mínima solidez. Lo normal sería que Iltirta se encontrara bastante
más representada que Bolskan y que, tratándose de un período en el
que se mantienen las cecas que se encontraban en producción con anterioridad al 133 a.c. y entran en funcionamiento otras nuevas, parecería lógico que hubiese una mayor cantidad de ellas; entre otros motivos por su posición en un punto en el que se articulaban las comunicaciones y contactos entre el Valle del Ebro y el interior y litoral de
Catalunya.
Sólo cabe pensar que fuera probable que Bolskan alimentara un
numario de plata a Iltirta y a su región, ante la ausencia de acuñacio(224)
VILLARONGA, 1978-a, p. 43.
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512
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
nes de AR en estas fechas tanto en la ceca de Iltirta como de Iltirkesken, aunque suponemos que no formaría parte de la masa monetaria
de la zona en la proporción que se desprende del cuadro.
Con posterioridad al año 72 a.c. no disponemos de monedas hasta
el reinado de Augusto, al que sólo se pueden atribuir dos piezas, una
de las cuales es de ceca incierta y la otra de Ilerda. Ante esta mínima
cantidad no es posible realizar ningún comentario y se tendrá que esperar a disponer de datos m8s abundantes.
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CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
En el transcurso de este estudio creemos que se ha logrado determinar la evolución monetaria de la Tarraconense Mediterránea desde
el siglo V a.c., en que se incorpora a la circulación monetaria, hasta el
año 54 d.C.
El análisis global de los hallazgos monetarios de la zona geográfica elegida y, en particular, de algunas de las ciudades en ella ubicadas,
proporciona, por un lado, las líneas generales de circulación monetaria que han permitido individualizar zonas con similares comportamientos y sus interrelaciones, y por otro, se ha podido matizar cómo
se aprovisiona la masa monetaria de estas últimas, atendiendo a condicionamientos especiales, tal como su ubicación dentro del marco
geográfico, o bien a la existencia o no de taller monetario y, en este
último. caso, la proximidad a uno de ellos.
A continuación vamos a efectuar una exposición cronológica de
los puntos más sobresalientes de la evolución monetaria de la Tarraconense Mediterránea. Los hallazgos esporádicos y los tesoros más
antiguos que hasta ahora conocemos dan a entender que el uso, expansión y generalización de la moneda se desarrollaron de un modo
gradual a partir de un foco concreto, que tendría como centro Emporion.
En cuanto a la filiación de las primeras monedas acuñadas en la
,
Península Ibérica, es totalmente lógico que éstas, en un p ~ c i p i ocopien los tipos de Auriol y presenten una metrología similar a éstos, ya
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514
LA CIRCULAClON MONETARIA DE LA TARRACONENSE
que cuando una ciudad siente la necesidad de acuñar moneda y no
posee una tradición de acuñación, entonces copia aquellas monedas
que conoce, que tienen un prestigio y con las cuales se intentará que
tengan una paridad de cambio. No menos lógico resulta el lugar de
acuñación, en este caso la ciudad de Emporion, colonia comercial focense, ya que las primeras monedas tienen, a nuestro entender, un
origen comercial en orden a facilitar los intercambios y para el pago
de servicios dentro del emporio.
Las acuñaciones más tempranas de Emporion, fechables en la segunda mitad del siglo V a.c., se difunden progresivamente por el litoral catalán y valenciano, sin que se produzca ningún tipo de penetración hacia el interior de la Península Ibérica, es decir, mantienen una
dispersión netamente costera que, sin duda, habrá que poner en relación con el comercio ampuritano.
Por lo que se refiere a las acuñaciones de monedas extrapeninsulares anteriores a la segunda mitad del siglo V a.c., hemos de decir
que son suficientemente exiguas como para poder suponer que ejercieran un rol considerable en la difusión del conocimiento de la moneda.
La cronología de los tesoros más antiguos documentados hasta
ahora se sitúa en el siglo I V a.c. y su lugar de hallazgo es litoral; de su
composición se deduce que en todos los casos se trata de acuñaciones
de A de pequeño módulo. Sin embargo, una información importante
R
que nos proporcionan los tesoros que consideramos formados en la
Península Ibérica -Emporion, Morella y Pont de Molins- es la que se
deduce de la composición de la masa monetaria circulante que ellos
reflejan, en la que tienen un lugar preeminente las fraccionarias ampuritanas; el segundo orden en importancia lo ocupan las piezas massaliotas, y a continuación suelen aparecer una serie de piezas de la
Magna Grecia y de la Grecia del Este, cuyos hallazgos son raros en la
Península Ibérica y suponemos que llegaron a través del comercio
marítimo y, en ningún momento, en los tres tesoros citados constituyen un volumen considerable.
1
En los primeros años del siglo 1 1a.c. va a surgir otro foco de difusión y acuñación de monedas, distinto del de la zona NE de 1a.Península, ubicado en la isla de Ebusus, que condicionado por la insularidad sólo verá circular sus emisiones del siglo 1 1a.c. dentro de la isla,
1
siendo muy escasas las piezas que logren traspasar el marco insular.
Son quizás otros motivos de la insularidad de estas primeras emisiones, el que sean piezas de AE y tengan por ello poca aceptación en la
Península Ibérica, en donde la moneda que circulaba era casi por
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CONCLUSIONES
515
completo de AR, y el que sean reducidos los yacimientos peninsulares
que hacen uso de la misma en esta época.
1
Con anterioridad al último tercio del siglo 1 1 a.c. serán todavía
pocos los yacimientos que dispongan de un fuerte componente monetario que haga verosímil su uso como medio de cambio habitual, siendo lo usual que tan sólo conozcamos un número mínimo de piezas. Su
ubicación es evidentemente litoral, jalonando casi siempre puntos de
hábitat importantes.
La generalización del conocimiento y uso de la moneda se produ1
cirá a partir del último tercio del siglo 1 1a.c. como consecuencia de
la Segunda Guerra Púnica, poniéndose en circulación una ingente
cantidad de metal acuñado destinado a financiar los gastos de guerra
originados por la contienda. Por tanto, van a ser causas militares las
que ensanchen el ámbito de uso y circulación de la moneda, a diferencia de las motivaciones comerciales que presumiblemente impulsaron
el inicio de la acuñación en la Península Ibérica durante el siglo V a.c.
Esta confrontación militar va a servir para divulgar diversos tipos
monetarios, a través de los cuales se cubrieron las necesidades económicas de la contienda. En estos años se observa que el taller de Emporion trabaja a pleno rendimiento, acuñando las dracmas con reverso
pegaso que van a tener un volumen de emisión y una dispersión hasta
ahora no conocida. Estas acuñaciones y las que se importan de Roma,
que en ningún caso van a ser importantes, según dejan entrever los
hallazgos esporádicos y los tesoros, constituirán el apoyo económico
del que se servirán los romanos para financiar la contienda.
éstos se van
Por lo que respecta a los gastos del campo~cartaginés,
a financiar íntegramente con las acuñaciones hispano-cartaginesas
salidas en su mayoría de Carthago Nova, siendo de destacar la escasa
incidencia que tuvieron las acuñaciones de Carthago y Ebusus en la
circulación monetaria peninsular. Tampoco tuvieron una significación especial en la masa monetaria de la época los talleres recientemente creados de Arse, Saitabi, Kese y Castulo.
En consecuencia, esta gran actividad emisora en la zona de la
franja mediterránea que acabamos de señalar, será la que impulse de
modo acelerado el uso de la moneda. Este hecho es claramente perceptible en el aumento de los hallazgos y en la amplia dispersión de
los mismos. Se observa que las acuñaciones tienen una circulación
predominante en las áreas de dominio de las respectivas fuerzas militares que dieron origen a su acuñación, y aun cuando la composición
de los tesoros indica una inexistencia de límites drásticos en su circu-
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516
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
lación, éstos sí reflejan una debilidad de presencia conforme nos alejamos del centro emisor.
La inestabilidad que registra la Península Ibérica durante los
anos de la Guerra Púnica y en los subsiguientes, en los que se producen levantamientos ibéricos, hasta el 195 a.c. en que Caton los somete, será la causa de la no recuperación de un abundante número de
ocultaciones que aportan una información valiosa para el estudio de
la masa monetaria del período. Todos los hallazgos se ubican en la
franja costera a excepción del de Los Villares y la Plana de Utiel, que
junto con el de Valeria y Drieves, en la Meseta y con una composición
similar, parecen jalonar una vía de penetración hacia el interior.
La distinta repartición de los hallazgos, ante la existencia de un
nuevo centro de acuñación en el Sur de nuestro marco geográfico, dominado por los cartagineses, rompe la estructura anterior de máxima
concentración de hallazgos monetarios en el Noreste y progresiva disminución de su densidad conforme nos alejamos hacia el Sur. Ahora,
la franja mediterránea se encuentra dividida, a grandes rasgos, en
dos áreas de influencia monetaria que de modo arbitrario podrían ser
delimitadas en la línea del Ebro, aunque de ningún modo la separación es drástica. Al Norte del río existe un predominio de las acuñaciones de Emporion, mientras que en el Sur lo detenta las emisiones
hispano-cartaginesas.
En relación con el resto de las áreas geográficas, las Baleares quedan todavía fuera de esta dinámica por cuanto que tuvieron una intervención muy secundaria en el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica. Por un lado, Mallorca y Menorca se encuentran fuera del circuito monetario por tener una estructura social incapaz por el momento
de utilizar tal medio de cambio; y de otro, Ebusus que, aunque dispone de una economía monetaria, se encuentra vinculada con más intesidad, al menos monetariamente, con otros puntos de comercio púnico mediterráneo que con la Península Ibérica.
Por último, la Cuenca del Ebro, al igual que Mallorca y Menorca,
no hace uso de la moneda como se desprende de la ausencia de tesoros del período de la Segunda Guerra Púnica y los levantamientos ibéricos y por ser prácticamente inexistentes los hallazgos esporádicos.
A partir del siglo 1 a.c. la masa monetaria de la Citerior medite1
rránea se modifica sustancialmente ya que, en términos generales,
aumenta la circulación de moneda de AE y desciende la de AR, sin dejar de estar presente esta última en ningún momento. Parece bastante
normal que suceda de este modo al ser distintas las causas que motivaron la acuñación de moneda en ambos períodos. Ahora, en la pri-
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CONCLUSIONES
517
mera mitad del siglo 11,la moneda recobra su utilización como medio
de cambio, aunque también desempeña una importante función de
pago de impuestos.
La normalización de la situación política y social en el ámbito mediterráneo de la Citerior, produce una menor movilidad de los ejércitos y de las gentes en general, que repercute en la limitación del área
de circulación de las acuñaciones, aunque la existencia de un número
reducido de talleres provoca la ampliación de su área normal de circulación, y en la disminución de la presencia de las acuñaciones extrapeninsulares, entre las cuales, a partir de ahora, Roma ocupará el
primer lugar, siendo su presencia en lo sucesivo una constante dentro
de la circulación monetaria de la Península Ib6rica.
El nivel de circulación de las emisiones republicanas tanto de AR
como de AE es, en general, bajo, si se compara con el volumen de acuñaciones peninsulares que circulan junto a ellas. Según la información que proporcionan los tesoros y los hallazgos esporádicos, el aprovisionamiento de este tipo de numario sólo adquiere una cierta intensidad a partir de los años 170-160 a.c. Su área de circulación se circunscribe prioritariamente a la franja litoral donde alcanza los más
altos índices de presencia, siendo minimos en la Cuenca del Ebro y en
las Baleares.
1
Durante el siglo 1 a.c. la masa monetaria en circulación en las
ciudades del área catalana, que ha sido posible analizar, tiene una alt a participación de las acuñaciones peninsulares y el aprovisionamiento que proviene de la ceca de Roma es débil. En contraposición,
en las Tierras Valencianas la presencia de Roma' es alta, llegando a
ocupar el 49% en Kelin (Los Villares). En Ebusus dominan netamente
las acuiiaciones de su propio taller y, sobre éste, se ha de destacar la
extraordinaria dispersión y aceptación que sus monedas tienen en este siglo, en toda la zona costera de la cuenca occidental mediterránea,
con máximas concentraciones dentro de la Península Ibérica en la
costa catalana, en especial en el entorno de Emporion, y en la costa
alicantina. Quizás debamos ver en ello, por un lado la compatibilidad
de sistemas monetarios al generalizese en la Península Ibéricahla circulación de monedas de bronce, y por otro el que Ebusus se erija en
continuadora del comercio cartaginés, después de la derrota que
1
éstos sufren en la 1 Guerra Púnica.
En las ciudades que tienen taller de acuñación propio, la estructur a de la masa monetaria suele ser en parte distinta al de las que no lo
poseen, por cuanto en aquéllas su propio taller aporta entre un 30 y
un 50% a la masa monetaria circulante del período. Su distinta parti-
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518
.
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
cipación se va a ver condicionada por la importancia de la ceca, en
este caso estimada por su volumen de acuñación. Este fenómeno se
repetirá, siempre que la muestra sea vtilida, en la estructura de la
masa monetaria de la ciudad de los períodos cronológicos siguientes,
inclusive con las acuñaciones hispano-romanas.
Una transformación importante se produce a partir del último tercio del siglo 11 a.c., al entrar en funcionamiento un considerable número de talleres, en su mayor parte situados en el Valle del Ebro, que
impulsarán de modo extraordinario la incorporación definitiva de esta zona a la utilización de la moneda, a la vez que dificultará la llegada de acuñaciones republicanas, manteniéndose la situación anterior
en lo referente a la debilidad de presencia de estas acuñaciones.
La masa monetaria registra, en todas las ciudades estudiadas, su
mayor nivel de alimentación, pudiéndose decir que es durante los
aiios siguientes a la pacificación de la Celtiberia y hasta el fin de la re:
vuelta sertoriana, cuando las cecas peninsulares ponen en circulación
un mayor número de piezas. Como excepción a esta norma sólo cabe
señalar la ciudad de Emporion que, condicionada por la producción
de su ceca, en estos años su volumen de acuñación es sensiblemente
inferior al que puso en circulación durante los años 195-133 a.c. ; Kelin que se encuentra en unas condiciones similares, al dejar de funcionar su taller a partir de la segunda mitad del siglo 11 a.c., y Ebusus,
que tiene una estructura monetaria diferente a la de los yacimientos
peninsulares, e incluso, al de las otras dos islas.
La movilidad de las acuñaciones durante los años 133-72 a.c.
presenta rasgos característicos ya que se produce un flujo considerable de acuñaciones procedentes del Valle del Ebro hacia la franja litoral tanto catalana como valenciana; en cambio, apenas si seproduce
el fenómeno inverso, siendo dentro de la precariedad mayor el que
desde la zona catalana se introduce en la Cuenca del Ebro. La masa
monetaria del Valle del Ebro se encuentra constituida, por tanto, fundamentalmente, por sus propias acuñaciones.
Las ocultaciones que se registran en estos aiios obedecen en su inmensa mayoría a dos focos de inestabilidad cronológicarnente distintos y que
afectan a zonas geográficas diferentes. El primero de ellos corresponde a
la inseguridad que produjo la invasión de los cimbrios en el 104 a.c., con
la que se ponen en relación una serie de tesoros, todos ellos ubicados en la
zona de Catalunya, y en los que las acuñaciones republicanas de AR constituyen una parte importante de los mismos.
El segundo grupo de tesoros tiene un área de dispersión muy circunscrita a la Cuenca del Ebro y en su composición son práctica-
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CONCLUSIONES
519
mente exclusivas las acuñaciones de talleres del Valle del Ebro. La fecha de ocultación de este grupo de tesoros se debe poner en relación
con la revuelta sertoriana, aunque la inexistencia de acuñaciones republicanas en la mayoría de ellos, junto con la amplia datación que se
atribuye a las emisiones ibéricas que los componen, hacen un poco
imprecisa la atribución a esta causa.
Por lo que se refiere a la estructura de la masa monetaria de .las
distintas ciudades estudiadas, se comprueba una repartición similar a
la que se ha venido observando, con una composición predominante
de las acuñaciones ibéricas y una débil intervención de las acuiiaciones
republicanas. Entre las ciudades peninsulares en las que se ha podido
detectar este porcentaje, se destacan nuevamente las del área valenciana, como las que tienen un índice más elevado de presencia de
acuñaciones republicanas. No obstante, conviene matizar que en su
conjunto los hallazgos de la zona catalana son más numerosos y el
aprovisionamiento que reflejan estos últimos se ajusta con bastante
similitud a la circulación monetaria italiana, a diferencia del que se
documenta en la zona del País Valenciano y Murcia, que en absoluto
coincide, registrando máximos y mínimos en momentos distintos.
Un hecho importante a destacar dentro de las acuñaciones republicanas es la existencia, en la circulación monetaria de estos aiios, de
una considerable cantidad de denarios forrados que, si bien no son
exclusivos de estas fechas, es ahora cuando van a detentar el máximo
índice de presencia.
La única excepción que con toda claridad se aparta de esta estructura básica es la que poseen Pollentia y, en general, Mallorca y
Menorca, que disponen de un 50%de la masa monetaria constituida
por acuñaciones republicanas, lo cual, junto con la existencia del tesoro de Torelló d'en Cintes (Menorca),único que se conoce compuesto
por ases republicanos en su práctica totalidad, permite suponer una
orientación y relación importante de ambas islas con la Península
Itálica.
El alcance que adquieren las acuñaciones de la Cuenca del Ebro
es, en parte, consecuencia de la política de Sertorio en orden a financiar su revuelta. Sertorio potenciará las acuñaciones del Valle del
Ebro al realizar sus acuñaciones con tipos ibéricos, persiguiendo con
ello la asimilación de los indígenas a su causa, lo cual consiguió hasta
tal punto que, tras su.muerte, dejaron de funcionar la mayor parte de
las cecas ibéricas, particularmente las del Valle del Ebro. Entre las cecas que de un modo más evidente gozaron de un favor especial, se encontrarían Bolskan, cuyas abundantes acuñaciones de AR conocen
[page-n-521]
520
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
una enorme difusión por toda la Península Ibéricalsylas de Sekobirikes.
Al igual que la circulación monetaria de la Tarraconense Medite1
rránea alcanza su cénit en el último tercio del siglo 1 y primero del 1
a.c., siendo un fenómeno que se produce de un modo general, también después de la muerte de Sertorio, en todo nuestro marco geográfico incluyendo las islas, se detectará un importante descenso de la
moneda que se pone en circulación hasta el principado de Augusto.
Nosotros hemos visto en ello medidas represivas a consecuencia del
apoyo que dieron las gentes ibéricas a la causa de Sertorio, aunque
también se podría pensar en el mantenimiento en circulación de una
masa monetaria elevada que pudo provocar la existencia en la circulación de un número mayor de piezas de las que en general precisaba
la sociedad, lo cual haría innecesaria la acuñación de nuevas monedas.
La relación de monedas por año que se documenta en las distintas
ciudades depende, en gran medida, de la cuantía de la muestra, ya
que será menor o inexistente en aquellas en que la cantidad total de
piezas sea más débil y mayor eh las que ésta sea más amplia.
El análisis pormenorizado de las muestras de ciudades en las que
se ha detectado un mínimo aprovisionamiento, desde la muerte de
Sertorio hasta el 27 a.c., se comprueba que las dos terceras partes de
la masa monetaria se puso en circulación a partir de los años 50 a.c.,
y ello en lugares tan alejados como pudieran ser Emporion e Ilici. Para la Cuenca del Ebro no disponemos de una muestra suficientemente
amplia, diversa y bien conocida en la que sea posible el análisis minucioso de este período, aunque es de suponer que la estructura del
aprovisionamiento sea la misma.
En líneas generales, la masa monetaria durante este período (7227 a.c.) no se renueva, y ante la menor producción monetaria de los
talleres ibéricos, tampoco se observa que la ceca de Roma intente suplir esta falta o escasez, ya que los hallazgos esporádicos no indican
un mayor aprovisionamiento a pesar de la existencia de dos importantes masas monetales en la composición de los tesoros de Fuente
Alamo y Llíria.
Por todo ello, parece lógico que en los años de la segunda mitad
del siglo 1 a.c., la Península Ibérica padeciera una situación de penuria monetaria al ser incapaz el taller y el estado de Roma de abastecer
las necesidades de Hispania; como consecuencia de ello se explicaría
la apertura de numerosos talleres de acmiación durante el reinado de
Augusto.
[page-n-522]
CONCLUSIONES
521
El reducido nivel de participación que durante el período republicano ha tenido la ceca de Roma en la mayor parte de las ciudades, se
mantiene durante los reinados de los julio-claudios, e incluso, en la
mayor parte de ellas desciende considerablemente, poniendo de relie-,
ve que la masa monetaria en circulación se alimentaba preferentemente con las acufiaciones hispano-romanas, a las que no se les puede
sustraer de su función económica, aun cuando algunas de ellas pudieran tener un origen conmemorativo o fundacional.
La dinámica de circulación referida a la difusión y composición
de la masa monetaria continúa siendo la misma, existiendo también
algunos talleres que por su potencia de emisión y por estar situados
estratégicamente, ostentan una dispersión que excede su entorno estrictamente local. El resto participa de una circulación circunscrita a
un ámbito bastante restringido. En relación a este aspecto, hay que
señalar que se mantiene el grado notable de participación del numario de los talleres de la Cuenca del Ebro en la composición de la masa
monetaria de la franja mediterránea, que no suele situarse por debajo
del 20%,y la ausencia al mismo nivel del fenómeno inverso, es decir,
la penetración del numario de la franja costera hacia el interior.
Tampoco varía la distinta repartición de la masa monetaria dentro de las ciudades, manifestando unas proporciones similares a las
del período republicano en las que poseen taller de acuñación, y en las
que no lo tienen, la única diferencia que existe se refiere a la ceca de
Roma que alcanza un índice de presencia bastante más bajo, ordinariamente inferior al 15%.
Las únicas excepciones importantes referidas a la participación
de la ceca de Roma, anteriormente señalada, que a su vez enlazan
con el período republicano, las constituyen la masa monetaria de Pollentia y de Menorca, en donde el aprovisionamiento extrapeninsular
sobrepasa en ambos casos el 60% de participación, lo cual indica que
la alimentación monetaria se realizaba por unos canales distintos de
los peninsulares, en donde en ningún caso se observa esta tan alta
participación del numario oficial romano y galo.
En la cirkulación de los distintos metales se observa que el AR no
1
recobra el grado de participación de fines del siglo 1 e inicios del 1
a.c., debiéndose ver en ello que se amplía el uso de la moneda para
pequeñas transacciones que no requerían la utilización necesaria de
las piezas de AR. La existencia de escasos tesoros con acuñaciones de
AR imperiales y el conocimiento dentro de nuestro marco geográfico
de dos únicos tesoros, ambos de AE, sería un dato a favor de la restringida circulación de AR, aun cuando existan o se atribuyan diver-
[page-n-523]
522
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
sas acuñaciones de cecas imperiales de AR en la Península Ibérica, en
Emerita, Caestiraugusta y Colonia Patricia, que según hemos podido
comprobar tienen escasa repercusión dentro de la circulación monetaria peninsular.
Dentro del período que nos ocupa, la última alza considerable en
el aprovisionamiento se registra durante el reinado de Claudio, aunque se ha de señalar que el fenómeno no se ha detectado en todos los
yacimientos estudiados, a causa de la precariedad de sus muestras.
Unicamente en la colección del monetario del Museo de Alacant y en
la ciudad de Ilici el aprovisionamiento, según la relación de monedas
por año que reciben durante el reinado de Claudio, es importante, pero no mayor del que tenían anteriormente. Quizás se deba buscar la
explicación a estas excepciones en la proximidad del taller de Carthago Nova y la presencia en una de ellas de la ceca de Ilici, cuyas producciones contribuirán de modo importante a satisfacer las necesidades de numario y ello motivaría el descenso de la demanda de acuñaciones durante el reinado de Claudio 1.
La diferenciación en el numario de este emperador de las emisiones de talleres locales u oficiales, se ha visto dificultada, dada la reciente atención que la investigación espaiiola ha dedicado al tema,
por la imposibilidad de poder volver a revisar todas las noticias concernientes a los hallazgos de Claudio 1 Aun así, en los seis yacimien.
tos en que este aspecto se ha podido analizar o ya se había realizado
previamente, se observa que, excluyendo las piezas dudosas, las locales superan el 30% en un yacimiento; dos se sitúan por encima del
50%y tres lo hacen con más del 70%.
En suma, de la visión global que se desprende de los análisis realizados, nos parece interesante resaltar dos aspectos. El primero de
ellos se refiere al origen y a las causas que influyen decisivamente en
el conocimiento y uso de la moneda en nuestro marco geográfico. Sobre este aspecto consideramos que las primeras acuñaciones tienen
motivaciones que podríamos denominar como comerciales o relacionadas con esta actividad. A continuación, se suceden una serie he
acuiiaciones realizadas por causas militares que van a generalizar el
uso de la moneda, con la puesta en circulación de una ingente cantidad de piezas. Dentro de este último tipo se podrían situar las que tienen lugar durante la Segunda Guerra Púnica, las que se debieron poner en circulación durante la conquista de la Celtiberia y las del Valle
del Ebro con motivo de la revuelta de Sertorio. Por último, las acuñaciones hispano-romanas que tuvieron lugar durante los reinados de la
dinastía julio-claudia, excepto en algún caso, carecen de connotacio-
[page-n-524]
CONCLUSIONES
523
nes militares y se realizaron en orden a satisfacer las necesidades de
moneda que la sociedad tenía planteadas en virtud de su estructura
mucho más evolucionada.
El segundo y último aspecto es el que se desprende de la distinta
composición de la masa monetaria de las ciudades estudiadas y de los
hallazgos tanto esporádicos como de tesoros. A partir de ellos, se
aprecia que el marco geográfico elegido no se mueve al unísono sino
que accede al uso de la moneda en momentos distintos y tendrán una
trayectoria en el aprovisionamiento y circulación monetaria diferente
en cada una de ellas. Esquematizando mucho se podría decir que estas zonas son: la franja litoral, pudiéndose distinguir entre la zona
Norte y Sur del Ebro, el Valle del Ebro, la isla de Ebusus y las de Mallorca y Menorca.
Estas serían, a nuestro entender, las consideraciones más importantes que se pueden entresacar del análisis de los hallazgos monetarios. Se habrá podido comprobar que, en ocasiones, en el transcurso
del análisis de las ciudades, la cantidad de piezas con las que se opera
no alcanza el niimero indispensable para que la información que de
ellas se desprende sea sólida, pudiendo suceder que una reducida
cantidad de nuevos hallazgos hiciera variar, en parte, la procedencia
geográfica de la masa monetaria de algunas de las ciudades en un
periodo cronológico. Por ello, queremos reiterar que se ha intentado
realizar la aproximación más probable a la evolución monetaria de la
Tarraconense Mediterránea, a través de la información de que se dispone y el estado actual de la investigación.
[page-n-525]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
CLAVE DE SIMBOLOS UTILIZADOS
EN LOS MAPAS
O
@
r
i
A
.
= 1
=
- @ @ A .
ejemplar
2-4 ejemplares
= 5-10 ejemplares
A
= 11-20 ejemplares
@A
@.
=-
de 50 ejemplares
=
=
hallazgo muy probable
=
[)
hallazgo seguro
hallazgo dudoso
=
localización dudosa
=
tesoro
[page-n-526]
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[page-n-547]
[page-n-548]
INDICE GEOGRAFICO
INDICES
1. INDICE GEOGRAFICO
Este índice no recoge los nombres de las provincias, en su sentido
espacial administrativo, cuando éstas únicamente aparecen acompañando y delimitando a los lugares de hallazgo. Los nombres en cursiva corresponden a los topónimos antiguos.
Ablitas
Ador
Afric a
Ager-Blancafort
Agres
Aixadons
Aitona
Alacant
Alagón
Alayor
Albacete
AlbocAsser
Albufereta, La
[page-n-549]
548
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Alcalá de Xivert
Alcaniz
Alcoi
Alcudia, L'
Alella
Alfafara
Algemesí
Algendar
Alguaire
Almedíjar
Almenara
Alpicat
Alquería de Castelló
Alt Emporda
Alto Aragón
Altura
Aluenda
Amer
Ametlla del Vallés
Ampurias
Andalucía
Anguesa
Ansies, Les
Antigón
Aragón
Aras de Alpuente
Archena
~rcobriga
Arcos del Jalón
Arcs
Arenys de Mar
Argentona
Arse
Asia Menor
Asín
Avinyonet
[page-n-550]
INDICE GEOGRAFICO
Ayora
Azaila
Azuara
Bacarot
Badalona
Baetulo
Baix Llobregat
Bajo Aragón
Balaguer
Balaguera, La
Baleares, Islas
Balsareny
Banyoles
Bañales, Los
Barcelona
~arcino
Bárdena del Caudillo
Barranco de Cuerna
Barranco de Valdecarro
Barroca, La
Bas
Báscara
Begur
Belchite
Bélgida
Belianes
Belmonte
Bell-lloch
Bellvei
Benassal
Benicató
Benidorm
Benilloba
549
[page-n-551]
550
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Benissa
Benissanet
Benllach
Besalú
Besos, río
Betica
Betxi
Bil bilis
Bimpanatx
Binisafuller
Bisbal del Penedés, La
Blanes
Bleda, La
Bobalar
Bóbila
Bocairent
Bolbax
Bolskan
Borde11
Borja
Borriana
Borriol
Botorrita
Bujaraloz
Buñol
Burgo de Ebro
Burriac
Cabanes
Cabañas de Ebro
Cabeqo de Mariula
Cabezo Agudo
Cabezo de las Minas
Cabezo de Muel
Cabezo Lucero
Cabezuelo
Cabrera
[page-n-552]
INDICE GEOGRAFICO
Cabrera de Mar
Cabrils
Caesaraugusta
Calabuig
Cala de Benidorm
Cala dlHort
Calagurris
Calahorra
Calanda
Cala Tarida
C alatayud
Cala Vedella
Calcena
Caldes de Malavella
Caldes de Montbuí
Caldes d'Estrac
Caldetes
Cales Coves
C iilig
C alp
Cambrillas
Campillo, El
Campo de Rebate
Camporrobles
Ca Na Jondala
Can Butinyii
Can Cotoliu
Can Curt
Can Fabregas
Can Fatjó
Can Forn
Can Gotlla
Can Joan d'en Cauna
Can Majoral
Ciinoves
Can Rampuixa
Can Rodón de 1'Hort
Can Roques
Can Rosell
Can Sabina
551
[page-n-553]
552
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Can Sala
C antavieja
Ca N'Ursul
Can Xammar
Canyada
Capsanes
C aputxins
C arcaixent
C ardúes
Carencia, La
Carrerelles, Les
Carsel, El
Cartagena
Cartella
Carthago
Carthago Nova
Cascanto
Casetas, Las
Casinos
Castell, El
Castellar, El
Castellar Colorat, El
Castellazos
Castell d'Ambra
Castell de Begur
Castell de Gimenells
Castell de Meca, El
Castell de Montesa
Castell de Xativa
C astellet de B anyoles
Castellet i Gornal
C astellfort
Castellnou de Seana
Castelló
Castelló dlEmpúries
Castelló de Rugat
C astell-Palamós
C astelltersol
Castell Ve11
Castellví
Castelnovo
Castillejo, El
[page-n-554]
INDICE GEOGRAFICO
Castillo de Loarre
Castillo de Sora
C astillonroy
Castulo
Cas Vildo
C atalunya
C atania
Cau de la Figuera
Caudete de las Fuentes
Centellas
C erdanyola
Cerdanyola del Vallés
Cerdeiía
Cerro Bámbola
Cerro Castellar
Cerro de San Cristóbal
Cerro Lucena
Cervera
Cervera del río Alhama
Chalamera
Cheste
Cillas
Citerior
Cocentaina
Collbató
Coll de Cala d1Hort
Coll del Moro
~onimbriga
Contestania
Corbins
Córdoba
Coronela, La
Corrales de Utiel, Los
Corromput
[page-n-555]
554
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Cortes de Pallás
Coscojuela de Fantova
Cova de les Encantades
Cova de les Meravelles
Cova dels Estudiants
Cova des Cuieram
Cova Foradada
Creueta, La
Crevillent
Cuenca
Cuesta del Rosario, La
Cullera
Darró
Dehesa de Ibarz
Dehesa de los Pedriñales
Denia
Dertosa
Doñana
Drieves
Durance
Ebro, río, valle, cuenca
Ebusus
Ecija
Edetania
Eivissa
Ejea de los Caballeros
Elda
[page-n-556]
INDICE GEOGRAFICO
Elx
Emerita
Emporda
Emporion
Enguera
Enserune
Ereso
Ermita del Cid
Ermita de Sant Quirze
Ermita de Sant Feliu
Ermita de Zaragoza la Vieja
Escala, La
Escatrón
Escuera, La
Esparraguera
Espartal
Estanys, Els
Estinglells
Estivella
Etruria
Favaritx
Ferrerías
Figueras
Floresta
Fluvia, río
Font Cuitora
Font de N'Horta
Fontllonga
Forcall
Forques, Les
555
[page-n-557]
556
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Fosal6
Fosca, La
Fraga
Francia
Fruitera, La
Fuente Alamo
Fuentes de Ebro
Fullola
Galia
Gallur
Gandesa
Gandia
Gardeny
Garriga, La
Gélida
Gilet
Gimenells
Girona
Godall
Granja dlEscarp
Granollers
Graus
Grau Ve11
Grossa
Guardamar del Segura
Híjar
Hispania
Horta
Hort de Morand
Hort Gran
Hostalric
Huerva, río
Huesca
Idanha-a-Velha
Ifac
[page-n-558]
INDICE GEOGRAFICO
Iglesuela del Cid
Igualada
Ilerda
11 ici
Illa de Cullera, L'
Illa d'en Reixac, L'
Illa Pedrosa, L'
Iltirta
Ilturo
Iluro
Inestrillas
Italia
Jaén
Jalón, río
Játiva
Jávea
Jebut
Jijona
Jiloca, río
Juncosa de las Garrigas
Juneda
Kelin
Kese
Laperdiguera
Lécera
Libia
Liria
Llacuna, La
Llampaies
Lleida
Llémena
Llinars del Vallés
Llíria
Llívia
5 57
[page-n-559]
558
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
26, 286, 289, 290, 291, 323.
104, 122.
95, 104, 132, 273, 325, 377, 414.
104, 292, 325, 328, 399.
104.
105.
105, 280, 283, 291, 293, 304, 305,
324-326, 328, 332, 399, 437, 472,
475-478, 495, 503.
Long ares
42.
Luesia
107.
408, 424, 475, 486, 492.
~usitania
Macastre
66, 107.
Madrigal
107, 169, 328, 414.
Maella
107, 163.
Maestrat, El
389, 507.
Magna Grecia
92, 254, 514.
Mailhac
342.
Malió
107, 275.
Mallorca
12, 280-282, 312, 317, 318, 453,
456, 459, 516, 519, 522.
23, 42, 287, 297, 300, 304-307, 310,
Maluenda
480.
107, 292, 304, 328, 358, 377, 399,
Manresa
414, 425, 437, 476, 488.
Maó
54, 104, 109, 112, 174, 235, 326,
437, 446, 459.
Margalef
109, 292.
Martis
33.
Mas de Can Rodó de Ullastrell 109, 160.
Masnou
110, 121, 328.
Massalia
393.
70, 78-80, 110, 136, 162, 304, 363,
Mataró
365, 367.
Maures, mzo.
25 1.
Mauritania
498.
44, 252, 263, 264, 267, 275.
Mazarrón
63, 110, 272;
Meca
Mediana de Aragón
81, 110.
110.
Mediona
12, 110, 274, 275, 280-283, 288,
Menorca
292, 294, 295, 304, 312, 317, 318,
Llobregat
Lloma de les Clotxes
Lloret de Mar
Lluchmajor
Llumassana
Loarre
Logroño
[page-n-560]
INDICE GEOGRAFICO
Meseta, La
Millars, río
Minas de Cartagena
Mineo
MoiA
Moixent
Moja
Moleta dels Frares, La
Molins de Rei
Molón, El
Monastil, El
Moncada
Moncayo
Mongó
Monjos
Monreal de Ariza
Montanyar
Montemolín
Montesa
Montllaures
Montornés
Montserrat
Monzón
Morella
Muel
Muela, La
Munda, batalla de
Munebrega
Muntanya de Sant Miquel
Murcia
559
[page-n-561]
560
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
N aquera
Narbonense
Navarra
Nucia, La
Nules
Numancia
Ocata
Odena
Olérdola
Olesa de Montserrat
Oliete
Oliva, La
Olivar d'Alqueríes
Olocau de Carraixet
Olriols
Orihuela
Orpesa
Osca
P acs
Padrets, Els
Pais Valenciano
Palancia, rio
Palau, El
P alau d' Anglesola
Palenzuela
Pallaruelo des Monegros
Palma
Palomar, El
Pamplona
Panticosa
Pardines
Parpalló
Pedreguer
Pedrís
Pego
[page-n-562]
INDICE GEOGRAFICO
Penedés, El
Penes Roges
Pico de los Ajos
Piedra Tajada
Pineda de Mar
Pirineos
Pisuerga, rio
Pla de l'Arc
Pla de les Lloses
Plana de Utiel, La
Pobla de Mafumet
Pobla de Vallbona
Pobla Tornesa, La
Pola
~ollentia
Pompaelo
Pont de Molins
Pontbn, El
Porporas
Porqueres
Poyo, El
Prades
Priorato
Provenza
Puebla de Híjar.
Puig Castellar
Puig Castellet
Puigcerda
Puig d'en Canals
Puig d'en Valls
Puig de Sant Andreu
Puig des Molins
Puiggracibs
Punta de l'illa
Pyrenaeum
Quart
Quatre Pilans
Quatretonda
561
[page-n-563]
5 62
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Querola, La
Ragusa
Rápita, La
Rascaiia
Reana, La
Reclau Viver
Recodo de Mariola
Regalfari
Regenta, La
Requena
Reus
Rhodanum
Rhode
RhGne
Ribota, rio
Riera, La
Riera de Sant Simó
Roma
Roses
R ouffiac
Rovira Roja, La
Rubí
Ruscino
Sabadell
Sa Borda
Sagunt
Sagunto
Saguntum
Saitabi
Salamanca
Sallent
Saltigi
Salut, La
San San Agustín
Sa Nitja
San Juan de la Peña
Sans
Sansellas
Santa Bárbara
Santa Coloma de Gramanet
[page-n-564]
INDICE GEOGRAFICO
Santa Creu d'0lorda
Sant Agusti
Santa Magdalena
Santa María de 1'Estany
Sant Andreu de la Barca
Sant Andreu de Llavaneres
Santes Creus
Sant Feliu de Sabassona
Sant Fulgenci
Sant Ginés de Vilassar
Sant Gregori
Sant Jordi
Sant Julia d'Andorra
Sant Julia de Ramis
Sant Llop
Sant Marcal
Sant Marti de Cartellas
Sant Martí Sarroca
Sant Miquel de Llíria
Sant Miquel de Sorba
Sant Miquel de Vinebre
Sant Pere de Molanta
Sant Roc
Sant Vicenq de Camós
Sa Pleta
Sa Porrasa
Sarria
Sástago
Satarenya
Saucejo
Scogletti
Sebendumnum
Sec, pecio
Seca de Sant Pere
Seco, rio
~edetania
Segaró
Segorbe
Segre, rio
Segura, rio
[page-n-565]
564
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Sena
Serinya
Serra de Font Calent
Serra de la Llena
Serra de l'Espasa
Serreta, La
Seu dlUrgell
Sicilia
Sierra de San Cristóbal
Sierra Martés
Sierra Morena
Siete Aguas
S'Illot
Sinarcas
Siracusa
Socarrada, La
Soleies, Les
Sollana
Soller
Solsona
Som, El
Sonacassana
Son Oms
Sort
Sorba
Soses
~uessetania
Tafalla
Talamanca
Talatí de Dalt
Tamarite de Litera
Tarazona
Tarraco
Tarraconense
Tarragona
[page-n-566]
INDICE GEOGRAFICO
Tarrasa
Tatatí
Tavertet
Terrer
Teya
Tiana
Tierg a
Tierras Valencianas
Tirao, El
Tivenys
Tivissa
Tona
Torelló d'en Cintes
Torís
Toro, El
Torre, La
Torre Chueca
Torre del Cap del Pont
Torre del Mal Paso
Torre del Mur
Torre del Rei
Torre drOnda
Torregrossa
Torrella
Torre Llauder
Torrent de la Paret Nova
Torre Roja
Torres del Valle
Torres del Segre
Torre Seca
Torre Viladegut
Tortosa
T ossa
Tossal de la Cala
Tossal de l'Assut
Tossal de les Tenalles
Tossal de Manises
Tossal de Polop
565
[page-n-567]
566
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Tossalet, El
Tossal Gort
Trapucó
Trasovares
Travesa
Tricio
Tudela
Turia, rio
Turiasu
Turó de can Oliver
Turó de la Rovira
Turó dels Encantats
mis
Ullastret
Ulterior
Uncastillo
~ndica
Unión, La
Utiel
Valdespartera
Valencia
Valentia
Valeria
Vallada
Vali dlAlmonesir
Val1 de Gallinera
Vallfogona de Balaguer
Vallromanes
Vareia
Vasconia
Vaticano
Ve1icassis
Vendrell
Verdú
Vereda, La
Verovesca
Vic
Vicario, barranco
[page-n-568]
INDICE GEOGRAFICO
Vida d'Ordi
Vieille Toulouse
Vilafamés
Vilafranca del Cid
Vilafranca del Penedés
Vila Grassa
Vila Joiosa, La
Vilanova del Cami
Vilanova i la Geltrfr, La
Vilar, El
Vilarreal
Vilassar de Mar
Vilavella, La
Villar del Alamo
Villar del Arzobispo
Villar del Met
Villares, Los
Villares de Campo Arcis
Villena
Vilobí del Penedés
Vinarós
Vinarragell
Vinebre
Virgen de la Alegría
Volterra
Xabia
Xarpolar, El
Xarraca
Xativa
Xilxes
Xixona
Xúquer, rio
Yátova
Záforas
Zaragoza
Zuera
[page-n-569]
568
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
11. INDICE DE CECAS
16, 71, 72, 90, 246, 358, 360, 363, 465,
466.
20, 67, 118, 135, 157, 159, 181, 223,
Abdera
231, 246, 339, 340,418,419,423,424,
441, 465, 468.
120, 130, 159, 213, 444, 445, 456,458.
Acci
20, 118, 156, 212, 443.
Acinipo
Acuñaciones locales (Claudio 1) 63, 66, 67, 69, 74, 76, 99, 107, 112, 125,
135, 138, 149, 168, 171, 190, 200, 214,
232, 233, 241, 324, 328, 330, 368, 379,
398, 426, 433, 452.
41, 93, 105, 152, 177, 185.
Africa
17, 24, 72, 123, 172, 298.
Alaun
Antioquía
235, 447.
Antipolis
343.
Apulia
150.
Arados
215.
20, 22, 29, 32, 61, 62, 69, 73, 74, 105,
Arekoratas
117, 123, 124, 132, 155, 172, 220, 286,
293, 297, 419, 434-436, 441, 471, 472,
483. 484, 499, 500.
Arkailikos
172.
16, 24, 63, 86, 163, 180, 298, 337,
Arketurki
339, 340, 348, 499, 500, 505-507.
17, 22, 30, 61, 64, 75, 90, 102, 104,
Arsaos
123, 124, 155, 194, 285, 286, 297,
301, 319, 470-472, 478, 479, 483,
484, 499, 500.
17, 24, 33, 53, 57, 60,68, 69,72,73,
Arse
81, 82, 86, 88, 89, 92, 94, 100, 102,
104, 111, 114, 115, 117, 124, 137,
138, 141, 143, 144, 149, 155, 161,
163, 166, 167, 169, 170, 171, 181,
188, 194, 205-207, 212, 220, 246,
263, 265, 269-272, 277-279, 284,
298, 339, 340, 347, 360, 362, 363,
375, 376, 382, 383, 384, 390-393,
395-397, 402, 403, 406, 407, 410412, 419, 420, 422, 428-430, 433-
Abariltur
[page-n-570]
INTIICE D E CECAS
Asido
Atenas
Auriol
Ausesken
Bailo
Baitolo
Baria
Ba(r)skunes
Balaiskom
Belikiom
Bentian
Béziers
Bilbilis
Bolskan
569
[page-n-571]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Borneskon
Bursau
Caesaraugusta
Caesarea
C alagurris
Carnarina
Carissa
Carmo
Carteia
[page-n-572]
INDICE DE CECAS
Carthago
Carthago Nova
Cascantum
C astulo
Celsa
Cerdeña
Chios
Cibyra
571
[page-n-573]
572
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Clunia
Corduba
Corinto
Cos
Crotron
Cyrenaica
Dertosa/Ilercavonia
Ebora
Ebusitanu
Ebusus
Egipto
Ekualakos
Emerita
Emporion
[page-n-574]
INDICE DE CECAS
Ercavica
Eso
Etokisa
Etruria
Eusti/Eustibaikula
Fenicia
Fócida
Gades
Galia
Galia Cisalpina
Galia Transalpina
Graccurris
Hispania
Hispano-cartaginés, taller
573
118, 123, 126-129, 139-141, 152,
157, 160, 161, 164, 165, 169, 177,
178, 182, 186, 188, 189, 200, 224,
237, 249-251, 253-266, 270, 272,
273, 277, 286, 288, 289, 297, 300,
311, 335, 336, 341-355, 356, 358,
365, 366, 374, 380, 388, 389, 400,
405, 423, 424, 439, 443-445, 449,
451, 456, 458-460, 491, 516, 518.
62, 68, 84, 106, 119, 125, 138, 159,
197, 226, 384, 385, 397, 400, 423,
424, 444, 445, 475, 477, 484, 485,
489, 491, 501, 502.
19, 24, 61, 63, 80, 181, 298, 339,
340, 364, 365, 505, 506.
54.
34, 185, 250, 259.
16, 24, 27, 31, 65, 66,72,83,92, 94,
113, 121, 143, 154, 162, 168, 170,
188, 286, 290, 298, 339, 340, 360,
362-365, 370, 372, 382,406,407.
233.
45, 249, 259.
16, 73, 83, 91, 94, 108, 111, 118,
131, 132, 147, 157, 161, 163-165,
181, 188, 195, 200, 213, 223, 237,
246, 265, 267, 337, 339, 340, 354,
370, 372, 375, 376, 418, 419, 434436, 440, 447, 463.
37, 46, 95, 150, 176, 184, 263, 335.
93, 152, 185.
93, 152, 185.
119, 159, 197, 226, 424, 444, 445.
100, 152, 177, 185.
16, 32, 36,44,46, 59,82,85,91,94,
104, 107, 111, 115, 116, 133, 142,
144, 147, 148, 165, 166, 168, 178,
186, 217, 218, 245, 263, 265-267,
269, 270, 272, 275, 335, 354, 374,
394, 401, 405, 416, 417, 427, 439,
463, 515, 516.
[page-n-575]
574
Iaka
Ieso
Ikalkusken
Ilercavonia
Ilerda
Ilici
Ilipense
Iltirkesalir
Iltirkesken
Iltirta
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
17, 60, 91, 99, 123, 155, 162, 181,
319, 343, 344, 364-366, 471, 472,
499, 500.
16, 72, 96, 123, 154, 180, 188, 339,
340, 343, 344, 362, 363.
17, 34, 36, 72, 90, 103, 115, 117, 156,
208, 221, 246, 286, 294, 298, 313,
314, 337, 362, 363, 391, 406, 407,
409, 418, 419, 440, 464, 465, 509511.
Cf.: Dertosa
17, 65, 66, 78, 80- 82, 84, 103, 108,
113, 115, 118, 123, 147-149, 157,
168, 189, 224, 237, 291, 346, 347,
360, 365, 366, 368, 371, 372, 376,
378, 379, 385, 388, 391, 392, 423,
424, 444, 445, 449, 451, 512.
18, 59, 91, 99-101, 109, 111-113,
120, 159, 197, 213, 227, 238, 294,
388, 389, 415, 422-425, 428, 431,
432, 444-446, 449, 451, 522.
20, 118, 156, 440.
355.
16,24, 27,31,34,63,64,67,71,72,
83, 85, 87, 89,91,98,103, 108, 113,
145, 147, 154, 160, 162, 164, 188,
234, 286, 298, 339, 340, 358-360,
362-365, 505, 506, 509, 510, 512.
17, 24, 27, 37, 53, 58, 60, 61, 63-66,
70, 71, 73, 77,80,82,83,88,90,92,
94, 95-99, 102-104, 107, 109, 110,
113-116, 122, 124, 125, 127, 128,
131, 132, 134, 136, 138, 140, 141,
143, 145-147, 153, 160-162, 164,
167, 169, 170, 179, 180, 187, 218,
236, 245, 277-279, 284, 286, 290292, 298, 300, 308, 320, 337, 339,
340, 360, 362-365, 370, 372, 375,
376, 382-384, 387, 388, 391, 402,
403, 419, 420, 441, 448, 449, 454456, 465, 466, 493, 496, 497, 499,
500, 505-507, 509-512.
[page-n-576]
INDICE DE CECAS
Iltukoite
Ilturir
Ilturo
Imitaciones ibéricas de
Irippo
Italia
Italica
Ituci
Iulia Traducta
Judea
Kaisesa
Kaiskata
Kalakoritkos
Karaues
Kelin
Kelse
575
[page-n-577]
576
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Kese
Kesse
Kili
Kontebakom Be1
Konterbia Karbika
Kueliokos
Kyme
Laiesken
L akine
Lascuta
L astigi
Lauro
[page-n-578]
INDICE DE CECAS
Leontini
Lepida, colonia
Leptis Magna
Lesbos
Letaisama
Lipara
Longostales
Lucania
Lugdunum
Lutiakos
Lycia
Macedonia
Malaca
Masonsa
Massalia
Mauritania
Messana
Metaponto
Mileto
Mytilene
Narbomarbona
Neapolis
Nemausus
577
[page-n-579]
578
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Neronken
Nertobis
Numidia
Obulco
Oilaunes
Oilaunikos
Ore
O rippo
Orosis
Osca
Osicerda
Osset
Otobesken
Palestina
P anticapeum
Parium
Patricia, colonia
Pax Iulia
Persia
Populonia
Reggio
Rhode
Rodas
Roma
[page-n-580]
INDICE DE CECAS
Romula, colonia
Sacili
Saguntum
Saltuie
Sardinia
579
[page-n-581]
580
Segobriga
Sekaisa
Sekia
Sekisanos
Sekobirides
Sekotias
Selinus
Sesars
Seteisken
Sexi
Sicilia
Siga
Siracusa
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
[page-n-582]
ZNDICE DE CECAS
Siria
Tabaniu
Tarnaniu
Tanusia
Tarento
Tarraco
Teos
Terkakom
Thourion
Tingis
Titiakos
Titum
Toleto
Treveris
Turiaso
Turiasu
Uarakos
Uirouias
Ulia
Untikesken
581
[page-n-583]
LA CIRCULACION MONETARIA DE LA TARRACONENSE
Urkesken
Urso
Usekerte
Valentia
Velia
Vienne
Volcae Arecomici
[page-n-584]
[page-n-585]
Ldmina I. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-586]
LAM. 11
Lámina II. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-587]
LAM. 111
,dmina IIZ. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:
[page-n-588]
LAM. IV
Lámina IV. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-589]
Lámina V. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-590]
LAM. VI
Ldmina VI. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0 8 : .
'7l
[page-n-591]
Lámina V I I . Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-592]
LAM. VI11
Ldrnina VIII. Monedas del Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l.
[page-n-593]
Lámina IX. Monedas núms. 138-143: Museo Provincial de Girona. E. 0'87:l. Monedas
núms. 1-10: Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-594]
LAM. X
Lámina X. Monedas halladas en Los Villáres (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 :1
[page-n-595]
Lámina XI. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-596]
LAM. XII
Lámina XII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-597]
LAM. XIII
Lámina XIII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia).E. 1 : l .
[page-n-598]
LAM. XIV
Lámina XIV. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-599]
LAM. XV
Lámina XV. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-600]
LAM. XVI
Lámina XVI. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia). E. 1 : l .
[page-n-601]
LAM. XVII
Ldmina XVII. Monedas halladas en Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencial. E. 1 : l .
[page-n-602]
LAM. XVIII
Lámina XVIII. Monedas núms. 166- 188: Los Villares (Caudete de las Fuentes, Valencia).E.
1 : l . Monedas núms. 1-3:.Museo de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-603]
LAM. XIX
Lámina XZX. Monedas del Museo Municipal d e Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-604]
LAM. XX
Lámina XX. Monedas del Museo Municipal de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-605]
LAM. XXI
Lámina XXI. Monedas del Museo Municipal de Alcoi (Alacantl. E. 1:l
[page-n-606]
LAM. XXII
Ldmina XXII. Monedas del Museo Mul licipal de Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-607]
LAM. XXIII
Lámina XXIII. Monedas del Museo Municipal d e Alcoi (Alacant). E. 1 : l .
[page-n-608]
LAM. XXIV
Lámina XXIV. Monedas núms. 66-69: Museo Municipal de Alcoi (Alacant).E. 1 : l . Monedas
núms. 1 - 1 3: Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-609]
LAM. XXV
Lámina XXV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-610]
LAM. XXVI
Lámina XXVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-611]
m.XXVII
Lámina XXVII. Monedas de! Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-612]
LAM. XXVIII
Lámina XXVIIZ. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-613]
LAM. XXIX
Lámina XXIX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-614]
LAIJL. XXX
Lámina XXX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-615]
LAM. XXXI
Lámina XXXI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-616]
LAM. XXXII
Lámina XXXII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-617]
LAM. XXXIII
Lámina XXXIII: Monedas del Museo Provincial de Alcant. R. 1 : l .
[page-n-618]
LAM. XXXIV
Ldrnina XXXZV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-619]
LAIVI. XXXV
Lámina XXXV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-620]
LAM. XXXVI
Lámina XXXVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-621]
LAM. XXXVII
Lámina XXXVII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-622]
LAM. XXXVIII
Lámina XXXVIII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-623]
LAM. XXXIX
Ldmina XXXIX. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-624]
Lámina XL. ~ o n e d a del Museo &ovincial de Alacant. E. 1 : l .
s
[page-n-625]
LAM. XLI
Lámina XLZ. Monedas del Museo Provincial d e Alacant. E.
[page-n-626]
LAM. XLII
Lámina XLII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-627]
LAM. XLIii
Lámina XLIZI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-628]
LAM. XLIV
Lém ina XLIV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-629]
LAM. XLV
qina XLV. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-630]
LAM. XLVI
Lámina XLVI. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-631]
LAM. XLVII
Lámina XLVII. Monedas.de1 Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-632]
Ldmina XLVIII. Monedas del Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l .
[page-n-633]
LAIVI. XLIX
Lamina XLIX. Monedas núms. 382-383: Museo Provincial de Alacant. E. 1 : l . Monedas
núms. 1 - 1 3: Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-634]
Lámina L. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-635]
LAM. L I
Lámina LZ. Monedas del Museo d e Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-636]
LAM. LII
Lámina LZZ. Monedas del Museo de Bellas Artes de Maó (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-637]
P . P. RIPOLLÉS
Lámina LIII. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 :1
LAM. LIII
[page-n-638]
LAM. LIV
Lámina LIV. Monedas del Museo de Bellas Artes d e Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-639]
LAM. LV
Lamzna LV. Monedas del Museo de Bellas Artes de Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
[page-n-640]
LAM. LVI
Lámina LVI. Monedas del Museo de Be11'as Artes de Ma6 (Menorca)
[page-n-641]
P. P. RIPOLLÉS
Lámina LVII. Monedas del Museo d e Bellas Artes d e Ma6 (Menorca). E. 1 : l .
m.LVII
[page-n-642]
IIIA'I 'INV'I
[page-n-643]
LAM. LM
Lámina LZX. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-644]
P. P RIPOUÉS
.
LAM. LX
Lámina LX. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-645]
LAM. LXI
Lámina LXI. Monedas del Museo Arqueológico d e Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-646]
m.LXII
Lámina LXIZ. Monedas del Museo Arqueológico de Eivissa. E. 1 : l .
[page-n-647]
LAM. LXIII
Lámina LXIII. Monedas halladas en el poblado ibérico de üllastret (Girona).E. 1 : l .
[page-n-648]
[page-n-649]