Sima de la Pedrera. Benicull. 1973.
19731973
El día 17 de noviembre de 1973, la maestra nacional de Benicull, entidad de población a dos kilómetros y medio de Poliñá del Júcar, pero oficialmente barrio de esta villa, comunicó a don Felipe V. Garín Llombart, Director del Museo de Bellas Artes Provincial, el descubrimiento de unos fragmentos de cerámica decorada hallados en una cavidad de la "Muntanyeta de Benicull", que es como antiguamente se llamaba el actual caserío. El señor Garín, acompañando a doña María del Carmen Ezquer Borrás, se puso en contacto con la dirección del Servicio de Investigación Prehistórica, la que, a la vista de los fragmentos mostrados, consideró de alto interés el posible yacimiento y de inmediata urgencia la salvación de la covacha y la recuperación de los materiales que se hubieren extraído, encargando al señor Aparicio Pérez para que realizara una visita y emitiera un informe.
El enterramiento colectivo eneolítico se hallaba en una pequeña sima de unos siete metros cuadrados de superficie, y presentaba un aspecto caótico a causa de las remociones de las tierras. Del cribado de éstas se recuperaron los siguientes materiales: fragmentos de diversos vasos campaniformes, algunos de los cuales casaban con otros recogidos por los niños de la escuela de Benicull anteriormente y que habían sido depositados por la señorita Ezquer en el S. I. P.; fragmentos de otros varios cuencos cerámicas; un puñalito de cobre; una punta de flecha de aletas y pedúnculo de sílex, un punzón de cobre; dos botones cónicos con perforación en V; una cuenta de collar cilíndrica, de piedra y otras varias de hueso; numerosos huesos humanos en muy mal estado de conservación, entre los que se distinguían partes de varios cráneos, y un asta de cérvido.
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1973, pp. 108-109).
El enterramiento colectivo eneolítico se hallaba en una pequeña sima de unos siete metros cuadrados de superficie, y presentaba un aspecto caótico a causa de las remociones de las tierras. Del cribado de éstas se recuperaron los siguientes materiales: fragmentos de diversos vasos campaniformes, algunos de los cuales casaban con otros recogidos por los niños de la escuela de Benicull anteriormente y que habían sido depositados por la señorita Ezquer en el S. I. P.; fragmentos de otros varios cuencos cerámicas; un puñalito de cobre; una punta de flecha de aletas y pedúnculo de sílex, un punzón de cobre; dos botones cónicos con perforación en V; una cuenta de collar cilíndrica, de piedra y otras varias de hueso; numerosos huesos humanos en muy mal estado de conservación, entre los que se distinguían partes de varios cráneos, y un asta de cérvido.
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1973, pp. 108-109).