Ereta del Pedregal. Navarres. 1977
20-07-197706-08-1977Francisco Javier Fortea Pérez
En el límite entre los cuadros K-5 y L-5 y extendiéndose por la parte nord-oriental del L-5, aparecía una costra de tierra cocida que podría asimilarse a un nivel de fondos de cabaña, que se hallaba a una profundidad aproximada de 1'10 metros, si bien según la estratigrafía conocida del yacimiento, tal nivel se situaría alrededor de los 1 '25 metros.
Por ello, el objetivo principal de la presente campaña era la comprobación de la extensión de dicha costra y su levantamiento parcial. Para tal finalidad se procedió a abrir tres nuevos cuadros de 1 m2 de superficie, al norte de los ya en excavación, a los que denominamos J-5, J-6 y J-7, a la vez que se proseguían los trabajos en los cuadros K-5 y L-5.
La excavación de K-5 y L-5, proporcionó un corte en el que se observaba, bajo la delgada capa de tierra cocida, abundantes semillas de cereales y pequeños carbones que se extendían por gran parte de ambos cuadros y se reflejaban bien en los cortes S. y W. Este resultado parece alejar de inmediato el nivel de fondos de cabañas, acercándolo a la profundidad de 1'25 m. a que ya nos hemos referido.
En los nuevos cuadros abiertos, la excavación de la llamada "capa dura", formada por tierras muy concrecionadas, proporcionó abundantes materiales arqueológicos, en especial pequeñas puntas de flecha de sílex y fragmentos de vasos cerámicos sin decorar. La observación atenta de la parte final de este estrato, puso de manifiesto una notable acumulación de piedras con las que se mezclaban fragmentos de tierra cocha, a los que cabe considerar como restos de edificaciones, y que, en conjunto, harían viable pensar que en este nivel se hallaría el primero de habitación a partir del cual se habría formado la costra que se extiende por la parte occidental de "La Ereta".
Con objeto de ir comparando los resultados de las nuevas campañas de excavaciones con las anteriores, se procedió a limpiar dos sectores del corte norte correspondiente a la amplia zona excavada. En el primero se observó la presencia de una alineación de piedras que pudieran corresponder también a elementos de construcción relacionables con el nivel de fondos de cabaña situado en la parte inferior de la "capa dura". En el segundo sector mencionado, debe destacarse como de máxima importancia la existencia de un potente hogar a una profundidad de un metro.
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1977, pp. 23-24).
Por ello, el objetivo principal de la presente campaña era la comprobación de la extensión de dicha costra y su levantamiento parcial. Para tal finalidad se procedió a abrir tres nuevos cuadros de 1 m2 de superficie, al norte de los ya en excavación, a los que denominamos J-5, J-6 y J-7, a la vez que se proseguían los trabajos en los cuadros K-5 y L-5.
La excavación de K-5 y L-5, proporcionó un corte en el que se observaba, bajo la delgada capa de tierra cocida, abundantes semillas de cereales y pequeños carbones que se extendían por gran parte de ambos cuadros y se reflejaban bien en los cortes S. y W. Este resultado parece alejar de inmediato el nivel de fondos de cabañas, acercándolo a la profundidad de 1'25 m. a que ya nos hemos referido.
En los nuevos cuadros abiertos, la excavación de la llamada "capa dura", formada por tierras muy concrecionadas, proporcionó abundantes materiales arqueológicos, en especial pequeñas puntas de flecha de sílex y fragmentos de vasos cerámicos sin decorar. La observación atenta de la parte final de este estrato, puso de manifiesto una notable acumulación de piedras con las que se mezclaban fragmentos de tierra cocha, a los que cabe considerar como restos de edificaciones, y que, en conjunto, harían viable pensar que en este nivel se hallaría el primero de habitación a partir del cual se habría formado la costra que se extiende por la parte occidental de "La Ereta".
Con objeto de ir comparando los resultados de las nuevas campañas de excavaciones con las anteriores, se procedió a limpiar dos sectores del corte norte correspondiente a la amplia zona excavada. En el primero se observó la presencia de una alineación de piedras que pudieran corresponder también a elementos de construcción relacionables con el nivel de fondos de cabaña situado en la parte inferior de la "capa dura". En el segundo sector mencionado, debe destacarse como de máxima importancia la existencia de un potente hogar a una profundidad de un metro.
(La labor del Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el pasado año 1977, pp. 23-24).