Serie de Trabajos Varios 61
Vinarragell (Burriana, Castellón). II
Norbert Mesado Oliver
Oswaldo Arteaga
1979
, ISBN 84-00-04377-4
978-84-00-04377-3 , 80 p.
[page-n-1]
SERVICIO DE INVESTIGACION P R EH I ST O RIC A
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SE RIE DE TRABA JOS VARI OS
Núm. 61
VINARRAGELL
(BURRIANA, CASTELLON)
II
POR
NO RBERTO MESADO OLIVER
y
OSWALDO ARTEAGA MATUTE
VALENCIA
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SERVICIO DE INVESTIGACION P R EH I ST O RIC A
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SE RIE DE TRABA JOS VARI OS
Núm. 61
VINARRAGELL
(BURRIANA, CASTELLON)
II
POR
NO RBERTO MESADO OLIVER
y
OSWALDO ARTEAGA MATUTE
VALENCIA
19 7 9
[page-n-5]
ISSN 1989-0540
DIPUTAC ION PROVINCI..I_L DE VALENCIA -
SERVICIO DE
IN STITUC ION ALFONSO EL MA GNAN IM O
INVE ST IGA C ION PREHISTORICA
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL C.S.I.c.
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 61
!.S.B.N. 8 4 -(10.04371_4 . - OeJ>ÓIIIO LI\l11 V. 313 - 1979
2479. - Edltorl.1 f . Oom.nedl. S. A. _ M.r. 31 _ V.I.ncl.
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NOTA PRELIMINAR
Al preparar esta nueva campaña en un yacimiento de la transcendencia de Vinarragell. quisimos -bajo el beneplácito del Director
de las excavaciones, Domingo Fletcher Valls- que colaborase con nosotros el amigo Oswaldo Arteaga, el cual lo habla hecho ya al redactar, para la publicación de las campañas precedentes, el informe dedicado a los restos óseos de la 111 Campaña llevada a cabo en 1968.
En dicha publicación (1) ya se anunciaba, en la nota n ,o 93. un estu dio comparativo entre los Saladares de Orihuela y Vinarragell .
Por esto la intervención directa de Arteaga aquí, irla, a buen seguro, en beneficio de los resultados a obtener tanto de la presente
campaña - la IV- como del estudio comparativo anunciado.
El trabajo quedó repartido de la siguiente forma :
o, Arteaga dirigió los trabajos del Corte 4 hasta finalizar la alzada 15, haciéndolo nosotros hasta la 22 (fi.g , 9), El Corte 5, con sólo 5
alzadas (fig, 11), era llevado íntegramente por Arteaga mientras que
en la interesante limpieza de los hastiales del viejo pozo 1, sólo corría
a su· cargo el nivel de humus,
En los intervalos, que no actudbamos en la dirección de los cortes, colaboramos, junto con los estudiantes D . Manuel G6mez, D , Ma (11 N. MESADO OUVER: .Vinarr agell (Bumana, Castel16n)•. Serie de Trabajos Va rios
del Servicio de Investigación Pre bistórica de la Diputación de Valencia, núm. 46. Valencia,
1974. Los autores tienen en preparación ava nzad a un estudio de estratigrafla comparada,
entre 105 yacimie ntos de Vinarragell (Burriana-Castellón) y de Los Saladares (Oribuela-Alicantel, que por la situación geográfica de los mismos apona datos del mayor interés para el
conocimiento de la proto-historia de la región vale nciana.
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•
raSADO-AlI.ttAGA
nuel Tarancón, D. Vicente Pitarch y D. Manuel Bodl, en los trabajos
de limpieza, restauración y fichaje, que dirigía Maria Remedios Ser-
na en la provisional oficina instalada en el casal sito junto al yacimiento; favor debido, unu vez mds. a su propietario D. Ramón Huguet y a su nuevo capataz D. Agustín Isaach Giral.
Para el presente estudio. dado que los resultados de nuestras anteriores campañas estaban en prensa, brindamos a Arteaga la labor
intelectual con objeto de que nuevos puntos de vista redundaran en
beneficio del yacimiento; ya que lo único importante es una mayor
aproximación a los hechos reales que cuajaron, a través del tiempo,
en esta estación del estuario del río de Millars.
También fueron suyos los sistemas técnicos empleados en los
CDrtes 4 y 5.
A nuestro cargo estuvo la realización de las 26 figuras - excepto
las n.O 1 y de la 5 a la 11 inclusive-, así como la confección, junto
con el respectivo positivado, de las ldminas fotogrdficas, incluyendo
también la rutinaria labor del ineludible inventario descriptivo de los
materiales exhumados.
Por lo dicho, pues, las opiniones de toda índole vertidas por nuestro buen amigo deben entenderse como juicio personal suyo.
Por fin queremos advertir la errata del Capítulo XII - pdg. 145-,
de la primera publicación, ya que se incluyen, formando grupo con el
,Perlado del Hierro 1», niveles del ,Perlodo de influencia fenicia» de
la 11 y 111 Campaña. los cuales han sustituido por ello, a los niveles
l/O de ambas campañas.
N. MESADO
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1
lNTRODUCCION
La secuencia estratigráfica de Vinarragell se encuentra localizada en un paraje que se abre haciD la costa mediterránea, en el litoral
oriental de la Peninsula Ibérica lfig. 1),
Sus depósitos arqueológicos se acumularon durante varios siglos.
a causa de la destrucción de los diversos dlabitats» que aquí se sucedieron. llegando a formar UD monUculo artificial, que se eleva unos
tres metros sobre las tierras circundantes de la Plana, en la ribera
derecha del ria Mijares y a poco más de tres kilómetros de su actual
desembocadura lfig. 2).
El sitio del yacimiento forma parte de UDa extensa finca horUcala., que Don Ramón Buguet Cabrera posee en la partida de Santa Bárbara, antaño llamada de Vinarragell (2). Pertenece al término de Bumana, ciudad de la que dista cinco kilómetros y con la cual se comunica por el antiguo camino de .Santa PSUJ lfig. 3).
Su gran importancia ha sido comprobada, gracias a las excavaciones que en él se realizaron, durante los años de 1968 a 1970, con
la subvención del Ayuntamiento de Bumana, bajo la dirección de
Don Domingo Fletcher Valls, encargéndose de los trabajos uno de nosotros (Mesado) (fig. 4).
(21 Sobre el topónimo VinorrageU. véase el informe del Pror. PIERRE GUICHARD . publicado en MESADO OUVER. Op. cit. nota l . pága. g, a 12.
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MESADO-ARTEAGA
Las primeras noticias sobre estas campañas fueron publicadas
por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, en los años 1969, 1970 Y 1973 (3).
Los resultados parciales del excavador fueron llevados posteriormente a la imprenta, por la Excma. Diputación Provincial de Valencia, en la Serie de Trabajos Varios del S. 1. P. (4).
La campaña de excavaciones que aquí presentamos se llevó a cabo durante la primavera' de 1972, siendo subvencionada íntegramente por el Ayuntamiento de Burriana. Los trabajos estaban bajo la dirección de D. Domingo Fletcher, encontrándose al frente de los mismos un equipo formado por los que flrman el presente estudio.
No queremos cerrar estas lineas sin cumplir con el grato deber de
manifestar nuestro profundo agradecimiento, a todas aquellas personas e instituciones, que de diversas maneras han hecho posible la
realización de los trabajos, que cristalizan en esta memoria (S).
En primer lugar tenemos el gusto de hacer mención de la Excma.
Diputación Provincial de Valencia y del Servicio de Investigación
Prehistórica por el respaldo que en todo momento nos ha sido brindado . Una mención especial merece el Ayuntamiento de Burriana por la
subvención económica que, ejemplarmente, ha continuado aportando , en bien de que los trabajos en el yacimiento no se vean interrumpidos.
Nos sentimos especialmente en deuda con María R. Serna, por
llevar a cabo la ordenación preliminar de los hallazgos y por su eflciente ayuda en la elaboración del catálogo de los mismos.
Agradecemos a María Dolores Fernández-Posse, del Departamento de Arqueología de la Universidad de Granada, algunos de los
dibujos que presentamos en estas páginas (fig. 1 Y S/ 11), y los que ha
tenido la amabilidad de confeccionar para las que se encuentran en
preparación.
Por la gentileza que han tenido, respondiendo desinteresadamente a las diversas peticiones que les hemos formulado. en bien de
nuestros estudios comparativos. queremos hacer mención de las siguientes personas:
( J ) .La Labor del S. 1. P. Y su Museo en el pasado ano de 1967•. Valencia. 1969. pág.
90-91. .La Labor del S. I. P. Y su Museo en el pesado año de 1968 •. Valencia. 1970. pAgo
81/ 82 . E. PLA BALLESTER : «Actividades del Servicio de Investigación Prehistórica 09661970jl. Archivo de Prehistoria Levantina. XIII. Valencia, 1972 , pág. 289-291. con bibliografia anterior a las excavaciones.
(4) Op. cit. nota 1.
(5) El estudio critico de la presente campaña (197Z ) se publicará por separado, encontrándose su . preparación bastante avanzada.
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VINAP.P.AGELL
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Prof. Dr. W. Kimmig y Dr. E. Gersbach, de la Universidad de Tübingen, actuales excavadores en el poblado de cHeuneburg» (Alemania); Prof. Dr. Pedro de Palol Sa1ellas, de la Universidad de Barcelo na, excavador de la Necrópolis de Agullana (Gerona ); Dr. Bergés y D.
M. Ferrer, del Museo de Tarragona, excavadores del Coll del Moro ;
Dr. F. Esteve Gálvez y D. Juan Sabaté, del Museo de Amposta.
A ellos, de nuevo , graci~s.
Tübingen-Burriana, diciembre de 1974
[page-n-15]
II
SISTEMAS TECNICOS DE LA EXCA VACION
El propósito fundamental de la presente campaña era el de obtener una documentación comparativa: entre las estructuras que se
pudieran señalar en la secuencia del montículo y los resultados estratigráficos que aquí se venían conociendo desde los trabajos anteriores , efectuados por uno de nosotros.
PRIMER SISTEMA
Para los efectos se delimitó el área del Corte 4 , que ocupaba una
superficie de 5 x 5 metros.
Estaba delimitado por los perflles Alfa, Beta, Delta. Gamma ; y dividido interiormente en dos rectángulos iguales (A y BI, mediante la
conservación de un testigo central (fig. 5 Y LAm. 1).
Para lograr mayores seguridades en las decisiones técnicas durante los trabajos se planteó el Corte 4 lindando con el sector excavado en las campañas anteriores. De tal manera que pudiéramos estudiar antes de nuestra excavación y controlar durante la misma las
diversas características de los depósitos estratificados.
Ganábamos así una referencia de no pequena importancia y una
indudable garantia metodológica.
No explicaremos en detalle la forma como se excavaba, puesto
que el sistema inicial hubo de suspenderse nada más comenzado.
Después de haber retirado las dos primeras alzadas de tierra, cu-
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en la figura número 6 con ordinales romanos 1 y 11 (Ll1m. II).
De esa manera, cuando apenas comenzaba a insinuarse el primer
estrato cin situ», luego cortado por nuestra alzada n.O 3 (Ver perfil Alfa), hubo de procederse a variar el plan de trabajo, de la manera en
que se co ntinuó la excavación hasta la tierra virgen y que expondremos a continuación.
SEGUNDO SISTEMA
Se comenzó por retirar una capa horizontal, pareja a todo el COf·
te, hasta lograr un nivel uniforme antes de retirar la capa n .O 3, con
la que darfamos comienzo a nuestro segundo sistema.
Hecho esto último dividimos el área excavable en cuatro cuadrantes (A , B. C. y DI. mediante la demarcación de otro testigo central . que con el anterior formaba una cruz (fig. 7).
De esa manera quedaba resguardado el Pozo 1 dentro del Cua drante cA•. mientras que el Pozo n se aislaba en el Cuadrante «ll»
IUm. IIJ.
El pozo del Cuadrante «A. se excavó hasta su casi total profundidad , observándose la destrucción de la secuencia, por lo que de ahora en adelante renunciaremos a tomarla en cuenta para nada.
La posibilidad de que pudiera ocurrir lo mismo con el Pozo n del
Cuadrante «D. limitaba las esperanzas de la campaña a lo que pudiera obtenerse en la excavación del Cuadrante «lb .. que a todas luces
ofrecia mayores garantias.
Como veremos más adelante, aqui apareció un estrato «in sitw. al
que ya hicimos mención, que aseguraba la normal situación de todo
lo infrapuesto.
.
Al mismo tiempo se resolvió el planteamiento de otro corte (el número 5 de Vinarragelll. por delante del llamado Sondeo 1 (fig. 41. en
el cual se encontraron a flor de tieITa los estratos más antiguos del
yacimiento, como habremos de explicar más adelante.
La limitación del espacio excavable en el Corte 4. quedó al fmal
compensada por la obtención de unos resultados estructurales bastante aceptables. que aqui presentaremos como punto de partida pa161 En Vinarragelllos estratos superiores de la secuencia aparecen totalmente revuelo
tos. por las remociones que tanto en época medieval como moderna se han llevado a cabo en
el mont.lculo. Sin embargo, para benencio de nuestros resultados. en el área del Corte 4
( 1912) la potencia de estos di5turblos ha sido sensiblemente menor, si se comparan con.a
que alcanza ron en el sector de los trabajos anteriores.
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ra los necesarios trabajos de ampliación que en el yacimiento habrán
de realizarse algún dia.
METODO DE EXCAVACION EMPLEADO
EN EL CUADRANTE «11. DEL CORTE 4
Antes de iniciar la exposición del método técnico empleado que remos aclarar. para evitar cualquier confusión. que al comenzar el
segundo sistema de excavación hemos trasladado las denominaciones de «perfil Alfa. Beta, Delta y Gamma» (que en principio hubieran
servido para enmarcar al Corte 4 en general) a los perfiles que delimitan nuestro Cuadrante «B» (fig. 8).
Hecha esta anotación empezaremos por decir que la excavación
en el Cuadrante «B» se llevó a cabo por el sistema de alzadas artificiales. niveladas rigurosamente desde un punto cero relativo, fijo para
todo el área del yacimiento.
La horizontalidad observada en la mayoría de los depósitos, gracias al estudio de las paredes del sector excavado entre 1968 y 1970,
nos permitia una seguridad rrelativB», como para intentar este método de extracción.
Las capas retiradas en cada alzada de tierra recibían una potencia variable, puesto que sus cortes en profundidad se detenían o con tinuaban según requiriesen las siguientes necesidades de documenta ción.
al Los clUDbiol de tierra . Ciertamente dificilel de apreciar en este yacimiento, donda la
mayorfa de 101 estratos estAn formados por la descomposición de estructuras de adobe.
bl Estructuras de edificaciones. Visibles al comenzar IU afloramiento en la rasante del
suelo. o en la lectura de su vertical reflejada en cualquiera de los peñues. Para facilita r esta
labor captativa se cortaban y repasaban muy meticulosamente, atomizando con agua la generalidad del corte. ganando unas mejores posibilidades ópticas aotes de la retirada de cada
capa de tierra.
cl Horilontes apisooados o pavimentos. Estos son realmente abundantes en Vinarragell y compensan grandemente las dificultades que presentan al excavador sus depOsitos arcillosos IUm. IIII.
Algunas veces hemos delimitado la profundidad de una alzada y
el comienzo de la próxima, por las causas siguientes:
al Por la aparición de ¡ropas de piedras. Puesto que en principio nunca se sabe si van
a estar dispuestas formando estructuras, si van a resultar sueltes, o si procederán de cons·
trucciones delTUmbadas parcialmente.
La lógica permite suponer. salvo que pudieran aparecer mezcladas dentro de una foso o
en un estrato revuelto, que en su deposición o calda necesitasen de un -plano. para asentarse : que seria el borizonte a documentar.
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bl Por haber controlado previamente en la pared vecina, de 185 excavaciones antiguas,
la exlst.encia de alguna estructura, estrato, o Ilnea de pavimcntaciÓn.
Cuando se trataba de pavimentos se det.enia la excavación unos centlmetros por encima
de la prorundidad controlada, para extraer con la proxlma capa de tierra los objetos que pudieran hallarse depositrdos sobre los mismos.
cl Por haber excavado varios 'centlmetros en tierTa completamente estéril. Puesto que
la documentación de .horizontes. estériles permit.e establecer verdaderos precintos de seguridad a lo largo de la secuencia, que luego raciliten la separación de aquellos objetos que
ullimamente bublesen aparccido, con respecto a los que pudieran continuar saliendo a mayor prorundidad.
En general cada capa de tierra se retiraba gradualmente desde
un perfil hacia el que le quedase en frente ,
De esa manera se llevaba un control visual de la vertical de su
corte, por si pudiese aparecer en ella una separación de tierra no observada en la superficie.
En caso de que eso ocurriera se podla proceder a la lenta extracción de la tierra superpuesta, que lógicamente se tendria que encontrar más relacionada con la que se hubiese cortado en la alzada anterior,
En los casos de «bolsadas», detectadas de esta misma fonna o que
se hubiesen visto como cuna manchaJ en la superficie, delimitábamos
primero su potencia. profundizando hasta que fuese ne cesario en la
capa que se fuese retirando, para observarla en la vertical de lo cortado y retirarla con todas las garantías de una segura separación.
Después de la retirada de cada capa de tierra. para las aplicaciones documentales que luego veremos, tratábamos de dejar una superficie completamente nivelada. antes de comenzar con la siguiente.
Todo lo que se pudiera percibir en estos «horizontes artificiales.
quedaba dibujado en un plano, hecho a propósito, que se levantaba a
escala y color.
La base de las alzadas se indicaba en los cuatro ángulos del cuadrante (yen los perfiles si lo impedlan en dichos ángulos algún muro
o perfLl de relación interior), mediante puntillas metáli cas que después se pudieran unir entre si con un hilo tenso. De tal manera proyectábamos sobre los perfiles los dados» de cada uno de los planos
dibujados. para el estudio de las relaciones de tierras.
Al final de la excavación se dibujaron los cuatro permes, se documentaron todos los objetos que por aparecer próximos a ellos se
habían ido marcando en los mismos, y se estudió de manera directa
lo que cada capa había cortado durante los trabajos de extracción.
De esa manera , pues, hemos obtenido la documentación que respalda al presente trabajo, de una forma comparada, entre las estruc-
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22
MESADO-AII.TEAGA
turas, los estratos, las alzadas que los cortaron y los hallazgos a ellos
asociados.
El poco material obtenido recibe 851 una muy alta significación
(cualifican te», ya que no cuantitativa, gracias a las seguridades básicas del método empleado.
En el catálogo correspondiente conservamos estrictamente la
agrupación de los materiales según las alzadas en que aparecieron.
Las interpretaciones que aquI expondremos, dadas las mismas limitaciones que supone una excavación tan parcial como la que hemos pOdido hacer, no se pueden tomar con un peso «definitivo».
Los autores tienen grandes esperanzas sin embargo en cuanto a
que las lineas más generales de la secuencia estén ya captadas.
El esquema que aqui presentamos, que repite mucho de lo que
venfamos observando en las campañas anteriores, podría variar muy
poco al efectuarse más excavaciones, pero no asf los cmatices internos» de cada horizonte. De aquila prudencia con que nos vemos obligados a obrar.
Mientras tanto, las consideraciones de carácter general surgen,
pues, obligadamente; mientras que la captación en profundidad se
nos resiste, puesto que los elementos tipológicos tienen en Vinarragell
una utilidad limitada: todavia por su poca cantidad (7).
171 Para nuestras deducciones sobre los hallazgo. nos apoyaremos principalmente en
su condición de conjunto. (cerámica a mano, cerámica a tomo, cerámica de importación re·
nicia, cerámica ibérica etc.!. yen muy segundo término trataremos de extender nuestros paralelismos tipológicos en bese e elementos suficientemente claros, sin prej m:ger definitivamente sobre sus posibilidades de s.ignificación e.tadlltica (cuestión lamentable, pero obligada l.
Dado que. por las razone. aducidu, el.ondeo le ba reducido en gran parte, presentamos
en las flguru 18 a 28 y Lámina. vm a XV, con el objeto de proporcionar la mayor información posible, aquel material procedente del corte principal de e.ta campaAa, no estudiado en
el texto.
[page-n-24]
III
.8.
ANA LISIS ESTRATIGRAFICO y ESTRUCTURAL
DEL CUADRANTE
(CORTE 41
Una vez dado a conocer el método que hemos utilizado durante la
excavación, pasaremos a resumir las observaciones estructurales del
Corte 4, según los perflles de su Cuadrante «13» (figs. 9 y 101.
Para facilitarnos la lectura arqueológica de dichos perfiles, y para
que el lector pueda irla comparando también de una manera gráfica
mientras repasa nuestro texto, presentamos en la Unea centro· vertical del perfil Alfa (fig . 91 una columna numerada desde abajo hacia
arriba y del 1 al 25 . En ella indicamos, pues, el orden que habremos
de seguir en la exposición analitica que ofrecemos a continuación.
ANALlS IS ES TR UCTURAL DEL COR TE f
1. Suelo virgen: Compuesto de limo. gravas y cantos rodados.
El conjunto de estos sedimentos se puede explicar atendiendo a la
proximidad del río Mijares (8), ya que estos terrenos forman parte de
su llanura de inundación (fig. 3 l.
iS) El yacimiento se encuentra enclavado a sólo SO metros del n 9 Mijares. El cauce de
este no debió tener en aquellos tiempos un buen caudal. como lo demuestran los restos de
construcciones hidráulicas que se conocen en su curso. Por su situación, VinarrageU j ugarla
obligadamente un papel destacado como cabeza de puellle, tanto para lo procedente de desembarcos como para el trAnsito te rrestre de no pocos objetos comerciales ; cuando no también para la difusión de elementos de mayor estimulo culturizante. Sus proyecciones desde
la región abierta del Bajo Mijaras podrlan iluminar lo que paralelamente habrla de suceder
en la desembocadura del Ebro ; donde los datos actuales permiten vislumbrar un importante
d oco. de estudios. Para edificaciones hidráulicas en el Mijares, véase op. CiL nota l . pAgs_
163 - 164.
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MESADO-ARTEACA
Esta tendría que haber sido, poco más o menos , la superficie que
habrían encontrado los más antiguos pobladores del sitio; que hasta
el momento se encuentran representados por los hallazgos materiales
que se superponen a estos sedimentos, sin que se pueda argumentar
para el «poblamiento» una fechación más alta que la que ellos pudieran ofrecer .
2, 3 Y 4. Fajas de pequeños estratos: Limosos, orgánicos y bolsadas de ceniza con carbones abundantes. Se producen por la destrucción de las viviendas más antiguas. Estas edificaciones, cuyas
plantas se desconocen por el momento, estarían hechas de materiales
muy perecederos.
Este dato se ha comprobado en las campañas anteriores (9), y también en el pequeño corte que durante los trabajos de 1972 hemos excavado delante del llamado Sondeo 1 UD), donde estos estratos se
hallaron a flor de tierra Ul), presentando a su vez una potencia mayor que la observada en el Corte 4 . Alli se pudieron apreciar, junto
con claros restos de incendio, grandes masas de barro endurecidas
por el fuego. Algunos trozos conservaban improntas de cañas atadas
entre si. que en parte nos dan una idea sobre cómo serían las estructuras de las viviendas a que pertenecieron.
Tendríamos aquí el primer punto importante a comparar: las posibles características del poblado básico de Vinarragell, con la superioridad técnica que nos muestran las edificaciones superpuestas, que
luego estudiaremos.
Son horizontes de pavimentación, fuertemente compactos y completamente estériles. Debieron de nivelarse después de
retirar una gran capa de los depósitos más antiguos, a fm de obtener
la horizontalidad que presentan. Esa serla la causa de que los estratos del primer momento de Vinarragell presenten tan escasa potencia
en el Corte 4.
Según se puede apreciar en el corte del perfil Beta, el primero de
estos pavimentos (n.o 5 del perfil Alfa) se encontraba relacionado con
el horizonte de habitación del muro I, con cuyo reboco se empalma
de una manera continuada (Lám. lil.
5. 6 Y 7.
19) Op. clt. nota 1. NivelO. pé.g. 103 .
110) Véase nuestro capitulo IV . donde DOS referimos al Corte 5 de Vinarragell n.
111 ) Los desmontes ocurridos en tiempos modernos han re tirado todos los demé.s estratos superpuestos. Este sector se puede apreciar en op. cit. nota l . ng. 2 , entre Sondeo 1 yel
Pozo q ue alU se seilalan.
[page-n-26]
19
20
FASE 1
21
FIRME
22
I m.
PIg. 9 .-Con.e 4 : El ptlrfiI cAlfu del Cuadrante &lb
[page-n-27]
ESTRATOS Y ESTRUCTURAS
V "",VI
FASE IV
m.
FASE III
--,".-:_-
....
_._.
FASE II
FASE 1
FIRME
O~I~;;~~~_~;1~1m~--------~==~~~
.
Fig. IO ,-Corte 4 : El peñll dJato del Cuaclranta dI»
[page-n-28]
VINARRAGELL
"
Los pavimentos siguientes (núms. 6 y 7 del perfil Alfa), según se
puede estudiar en el perfil Beta, pertenecerían al horizonte «relativa·
mente posterior» de los muros I1·III ; que se suponen contemporáneos
entre si, por asentarse sobre un mismo pavimento. y por presentar
identidades claras en sus materiales constructivos.
La «anterioridad relativa) que concedemos a la edificación del mu ro I con respecto a la de los muros U-Ul se puede argumentar de la
siguiente manera :
al Por la mencionada separación. y subsecuente superposición de los pavimentos respectivos ; pudiéndose hacer notar que los muros 11 -111 se asientan por encima de l pa vimento
n.O 5. propio del muro l.
bl Porque en el reboco del muro l. y por lo tan to antes de que se depositara la tierra
que lo separa de los otros dos muros. quedaron reOejadas huellas de incendio: cosa que no
tenia que haber ocurrido si su edificación hubiese sido temporalmente paralela a la de los
muros II-I IJ .
el Por la dire rente coloración que presenta n los materiales constructivos de ambas edificaciones. si se comparan entre 51.
El muro 1 está hecho con adobes de color claro. unidos con barro de LOnalidad oscura.
mientras que por el contrario los muros U-nI están hechos con adobes de color más oscuro.
y el balTO que los une es de tonalidad clara, Además de esta contrariedad se ha podido a preciar que las cuatro tonalidades mencionadas difieren e ntre si.
Sin que podamos precisar, dada la limitación del área excavada.
las características generales de estas edificaciones, así como la lar·
gura de la separación temporal que suponemos entre ambas. anotaremos algunas deducciones y datos provisionales.
En primer lugar, tal vez se pueda pensar que las edificaciones, que
se asientan por encima de los estratos de Vinarragell 1, tuvieran una
planta rectangular (12).
Sus paredes eran rectas y estaban alzadas a base de adobes. Estos
se fabricaban mediante una mezcla de barro, podían alcanzar unas
medidas de 45 x 40 cm. y un espesor de 12 cm.
Según se puede observar en el perfil Beta, el muro III podría ser
un banco corrido, en el interior de la habitación, que por esa parte
enmarcarla la pared r epresentada por el muro II ILám. IV }.
Las paredes de estas edificaciones, que señalamos desde aauí como un punto de partida para Vinarragell U, se asentaban sobre el ni·
1121 Hasta el presente todos los restos de viviendas localizados en la secuencia de Vi
narragell tiene n trazados rectos. En esta campaña del 72 se pudo aislar un tramo de muro.
en los estratos de Vinarragellll. que nos recuerda los sistemas constructivos documentados
en el yacimiento de Cortes de Navarra. por el Prof, Maluquer de Motes.
[page-n-29]
28
MESADQ·,uTEAGA
ve! del suelo, previamente apis onado ; ya que no se detectan en ellas
zóca los de piedra, ni fosas de construcción (3),
La edificación r epresentada por el muro t , por las razones que se
desprend en del análisis que de ella acabamos de hacer. no tiene en el
Corte 4 h allazgos materiales representativos.
En su conjunto, las edificaciones iniciales de Vinarragell Il representan un notable adelanto con r especto a 10 que se supone que
tendrían que haber sido las del poblado bási co, que denominamos Vi narragell l.
8 . Horizonte de destrucción : Representado. en una potencia
de 70 cenúmetros, por el derrumbe de la edificación a que pertenecieron los muros lI-IIl.
La misma limitación del Corte 4 (Cuadrante ca») no nos permite prejuzgar si fa destrucción señalada obedeClo a un heeDO muy parC o
Ial,
si alcanzó una mayor amplitud en el érea poblada.
Los hallazgos cerámicos, totalmente fabricados a mano, se comenzaron a documentar desde la part~ inferior de la alzada n .O 19, que
fue la que se cortó en las tierras superpuestas al pavimento n.O 7;
mientras que la parte superior de esta misma capa, así como las alzadas 17 Y 18, resultaba completamente estéril.
La falta de hallazgos en estas capas queda explicada porque fueron las que se cortaron en los adobes del derrumbe propiamente dicho.
Puede decirse por esto que la cerámica a mano retirada en la base
de la capa n .O 19 se relacionaba, si no con los momentos de la ruina
de la edificación (14), con un horizonte temporal anterior a su derrumbe definitivo.
1131 El sistema de dosas de construcción» puede alcanzar una gran importancia dife·
renciadoril en Vinarragell. puesto que las edificaciones conocidas en su fa se II no parecen
utilizarlas. mie ntras q ue el ejemplo más claro se documenta en la fase III. Au nque la suposi.
ción nos parezca toda vla muy poco estable, no estarla de más recordar la coincidencia de
este sistema con el momento en que CTecen las importaciones fenicias en el yacimiento. Las
construcciones sustentadas a base de t:brocales' no faltan en la urbllnlstica prolO·hist.órica
mediterrénea, siendo conocida su utiliucl6n en las factorias recientemente excavadas en el
mediodla peninsular: ver, por ej .: H. SCHUBART, H. G. NIEMEYER Y M. PELLICER CATA·
LAN : _Toscanos». Exc. Arq. Esp. n.· 66. Madrid 1969, dibujo 9. La'falta de UD material como
parativo mb abundante en la Pen1nsula nos obliga, sin embargo, a contempla r la cuestión
con muchas reservas.
0 41 No se puede saber con absoluta seguridad si el edificio permaneció en ruina duo
nnte un cieno tiempo, antes de que se desplomaran defLOiUvamenle sus paredes, aunque
{:sto nos parezca Jo mb probable. En un espacio temporal como ese se podrían haber intro·
ducido los fragmentos de vasijas rotas en otro lugar del poblado.
[page-n-30]
VIN AIUtAG ELL
"
9, Horizonte de pavimentación : Fuertemente compacto, de color verdoso, con aspecto limoso, y en relación directa con la edificación a que perteneda el muro IV.
AquJ solamente valdría la pena señalar que el sistema empleado
en la presente construcción se mantiene dentro de la linea técnlca observada en las estructuras de los estratos infrapuestos. La cer ámica
que con ella se relaciona, retirada en la capa n .O 15, estaba fabricada
a mano, y asegurada en su estratificación por la capa n.o 14, que se
superpone completame.nte estéril.
Puede considerarse este horizonte como un ter cer momento dentro
de Vinarragell n,
10. Estrato de relleno , cortado como hemos dicho anteriormente por las alzadas 14-15. Su depósito ocurrió después de la destrucción, si no del abandono temporal (15), de la edificación a que perteneció el muro. Está formado por una masa de tierra compacta, como
si se hubiese decantado lentamente, confundiéndose prácticamente
co n el color amarronado de los adobes que se conservan del muro citado.
11 . Horizonte de pavimentación: Muy compacto, de color
verde-grisáceo, y de aspecto limoso. No se halló visiblem ente asocia·
do a ninguna edificación en pie, aunque los sedimentos que se le superponen demuestran que éstas existieron. Su horizontalidad señala
un cuarto momento dentro de Vinarragell n.
12 , Estrato muy compacto, de potencia variable según su buzamiento. Se asienta sobre la superficie plana del pavimento n.o 11, tiene color amarronado y aspecto arcilloso. Parece haberse formado
por la destrucción de una estructura de adobes, cuyos restos expuestos durante un cierto tiempo a la intemperie, y al tránsito de los habitantes del poblado, quedarlan apelmazados, sin que se pueda observar en ellos nada más especial.
En cuanto a la cerámica que aparece, aquí mezcl ada vale la pena
se ñalar, además del predominio de la cerámica fabricada a mano, la
presencia del fragmento de torno más profundo del Corte 4. (fig. 16.
n.o 16).
' 151 Los sedimentos que aquí documentamos, estratificados en capas estériles muy fi ·
nlS. a mane ra de fcosliJlau a largadas, sirven para probar la vecindad de una estructura de
adob~ destruida, cuyos restos de muros hubieron de queda r expuestos a la intemperie, durante tiempos muy ll uviosos.
[page-n-31]
MUADO-ARTEAGA
Este fragmento sirve por s1 mismo para demostrar que las relaciones que explican su presencia en el poblado se comenzaron a hacer
patentes desde un momento en que, todavía, funcionaba el sistema
técnico que señalamos como propio de las estructuras de adobe dc
Vinarragell JI {l61.
13. Estrato compacto, de color amarronado, algo más claro que
el que acabamos de describir. Se encuentra cruzado por varias bandas de sedimentos de coloración más tenue, que se formaron debido
a la dilución de presumibles estructuras de adobe. Destacamos aqtú
la continuada presencia de la cerámica fabricada a mano, retirada
mediante las alzadas n.O 10 y 11 , que se infraponen n la Unea del pavimento n.O 14.
Horizonte de pavimentación: Extendido hacia la parte derecha del perfll Alfa, y hacia la izquierda del perfi1 Beta. Presenta color verdoso, aspecto limoso, y se hallaba relacionado con el zócalo de
piedras que indicamos con el número
(Lám . Vl.
Este zócalo sirve para señalar el inicio de Vinarragell 111 (según el
Corte 4), y se encuentra reflejado en los perflles Alfa-Beta, situados el
uno frente al otro. Es decir, que cruzaba el Cuadrante cH, (tám. VII.
Llegado este momento queremos hacer observar (como lo muestran los perfiles) la escasa estratificación de estructuras pétreas por
debajo de este horizonte; y sin embargo su abundancia en los estratos que continúan hacia arriba.
El mismo zócalo de piedras que aquí tratamos representa una innovación, si nos atenemos a lo que. veníamos observando en los estratos anteriores, donde las edificaciones de adobe se alzaban sin ninguna cimentación diferente.
También se puede estudiar ahora la presencia de una fosa de construcción, previa a la disposición de las piedras del zócalo, que se trataban al mismo tiempo con una mezcla de barro V ~ravas. (Ver perfiles Alfa y Beta). A partir de estos verdaderos brocales se alzaba la pared, a base de adobes, como se deduce de los restos que se hallaban
estratificados por encima del pavimento.
14.
,v,
15. Estrato arcilloso, procedente de la destrucción de la estructura de adobes que completarla la altura de la construcción anterior(161 Este dato se tiene que poner en relación con otros asuntos. de orden estrictamente
cultural, que en parte hablamos veD.ido apuntando en las notas 12 y 13 . En 51 n:..ismo nos sirve para conocer el estadio cultural que en Vinarragell Il funcionaria como foco receptol de
los Inn~os representados por la cimportacióru de certmlca feni cia.
[page-n-32]
"
mente m eDcion9.da. Destaca aqul la presenci.a, relativamente abundante, de la cerámica fabricada a to::co, importada del mundo rcmcio.
La aparición de este grupo cerámico, que ya hicimos notar desde
la capa n.O13, parece coincidir con el momento en que cambian los
sistemas constructivos que hemos observado .
16. Estrato revuelto, con piedras mezcladas. de unos 20 centímetros de potencia, color marrón oscuro, y abundantes trozos de caro
bón. También se observan por primera vez en el Corte 4 fragmentos
de adobe, y de pavimento, de coloración rojiza, como si hubiesen estado sometidos al fuego. En su superficie (capa 7) se documenta la
última cerámica fenicia del corte.
17. Estrato arcilloso. que contrasta ciaramente con el anterior.
Tiene una potencia de 16 cent1metros. Destacamos en él la presencia
de cerámica fabricada a mano, perfectamente estratificada gracias o.
la superposición de un horizonte completamente estéril, que forma
parte de la alzada n. O 5.
18. Horizonte de tierra apisonada: De color rojizo. Presenta in·
dicios de haberse formado por la descomposición de algunos adobes,
que habrían estado expuestos al fuego.
En la parte lindante con el perfil Beta, y luego cortada p or este
mismo perfil, la capa rojiza se hacia más compacta. ALU estaba formada por una mezcla de barro y gravas dispuesta intencionadamente. Presentaba una forma más o menos circular, de unos 70 cm. de
diámetro, y su superficie estaba completamente alisada.
Estas pequeñas zonas, que siempre parecen haber estado expues·
tas al fuego, no eran desconocidas en Vinarragell, ya que se habían
documentado en anteriores campañas de excavación, interpretándose como «suelos de hornos» (1 7).
El presente nivel, representado por la base de nuestra alzada n .O 5,
sirve perfectamente para separar el conjunto de materiales que se
superponen en los estratos de encima, donde continúan apareciendo
«pisos cocidos» como el que acabamos de describir mostrándono3
múltiples reconstrucciones del chorno. en un mismo sitio.
Queremos hacer notar que, según el Corte que aquf estudiamos, la
cerámica ibérica comienza a aparecer desde estos estratos.
(17} Ver al respecto op. cit. en nota 1, págs. 94 y 95, donde se hace nferencia a los
mismos y o su renovación muchas veces «in sitw, cemo ocurre con los que documentaIn05
cn esta campatl.a del 72.
[page-n-33]
"
MESADQ-AlI.TEACA
Este hecho parece coincidir con la presencia de los «hornos de cocci6m que aquí venimos señalando ; que a su vez nos marcan el punto
de partida para una nueva etapa en el yacimiento : la ibérica propiamente dicha .
19 Y 20. Son dos estratos de color marrón rojizo, que en la zona
contigua con el peñu Beta se hallan asociados a varias capas superpuestas, de barro mezclado con grava, sumamente compactas, y con
muestras de cocción como la que hemos observado en el nivel anterior. Estos estralos se unificaron en nuestra alzada n ,O 5 por las siguientes razones:
al Porque gran parte del estrato 19 (perfil Alfal. sobre todo en su base. era completamente estéril; y la unificación no afecta nada.
bl Porque varios fragmentos cerámicol y óseos estaban hincados, fonnando parte de
los dos estralos,
En todo caso puede decirse qua los hallazgos de la capa 5 perteneclan mb al estrato 20
que no al 19, y que este último asegura la ¡eparación da los ballugos, que ya hablamos notado a partir del horizonte apisonado n,· 18 del perfil Alfa ¡que ya bemos estudiadol,
Al encontrarse los estratos que aquf tratamos, intercalados entra la mencionada capa n,"
18 (que como vimos era también esl.l!rill y el pavimento n,· 21 que se superpone, queda asegurada la estratificación de la primera cerAmica ibérica conocida en el cone, pinlada a
.bandas estrechas- mayormente.
Estos estratos no se formaron en un tiempo muy cono, como lo permiten deducir las va·
rias superposiciones de csuelos de hornos. a que se haUan ssociados. (Ver perfil Beta.)
Este dato puede ser muy imponente, de cara a las deducciones c ronológicas que después
trataremos de establecer.
21. Horizonte de pavimentación : Fuertemente compacto, de color verdoso, relacionado a un zócalo de piedras (perfil Alfa) y completamente estéril. (Lám. Vil).
22 . Estrato arcilloso, de color amarronado , formado por la destrucción de algunas estructuras de adobe, como la que se alzaría sobre el zócalo de piedras que anteriormente hemos mencionado.
La parte superior de este estrato, completamente removida en
tiempos medievales, se retiró mediante la capa n.O2, has t~ encontrar
una nivelación en tierras intactas ; para seguridad de la próxima alzada.
Las tierras que se retiraron con la capa n.O 3, que se hallaban sin
remover, estaban depositadas directamente sobre el zócalo de piedras, y contenían cerámica ibérica pintada con motivos geométricos.
Con la localización de este horizonte ibérico quedaba en su momento garantizada la conservación «in sitw de los estratos infrapuestos, cuya secuencia hemos venido presentando en este análisis.
[page-n-34]
VINARRAGELL
33
23. Junto con el ordinal 24 del perfll Alfa: Estratos revueltos,
tanto en tiempos medievales como modernos. Aparecen aqui mezcladas las cerámicas ibéricas de todos los tipos , junto con las de la Edad
Media, así como restos de carácter más reciente: ladrillos, cascotes
de vidrio, trozos de tejas. etc.
25. Estrato superficial. De color negruzco. con mezclas como
las que anteriormente hemos apuntado.
[page-n-35]
IV
INVENTARIO DESCRIPTIVO DEL CORTE 5
La excavación de este pequeño corte, de 3 x 2' 50 m . !lig. 11). tema
por objeto comprobar la potencia de los niveles que pudieran quedar
depositados por delante del11amado .Sondeo b (18),
Como se explica detenidamente en la publicación de las campañas
precedentes (19), los estratos que se depositan en este sector, pertenecientes a las fases superiores del poblado, han sido muy alterados,
y en gran parte desmontados, por los trabajos de UDa edificación moderna, cuyas ruinas pueden conocerse todavía, y por la profunda
perforación de un pozo, que es la que le da nombre al eSondeo h.
ILAm. XVI}.
Esto ha motivado que los estratos excavados en el Corte 5 se encontraran casi a flor de tierra, pero al mismo tiempo sin ninguna po-
sibilidad de ser relacionados documentalmente, por su aislamiento,
con la estratificación general del yacimiento, mediante la conservación de un perfil-testigo.
Solamente mediante la comparación de los hallazgos, y a tenor de
que sus depósitos se hallaron directamente superpuestos a la tierra
virgen, se puede asegurar que la secuencia del Corte 5 pertenece al
horizonte que aquí hemos venido llamando Vinarragel 1.
Como ya se habia observado en las campañas anteriores, estos depósitos se encuentran formados por tierra arcillosa, algunas fajas li(181 Op. cit. nota 1, lig. 2.
ti 91 Op. cit. nota 1, págs. 35 y 36. sobre el Sondeo 1.
[page-n-36]
ALFA
CORTE 5
r------------ - - - - - - - - - - I
I
I
I
I
I
TESTIGO
I
BETA
FI RME
PERFIL
DE l TA
Fig. I l .-Corte 5: xl perfil .otlta.
[page-n-37]
"
MESADO · ARTEAGA
masas de color verdoso, trozos de barro endurecido por el fuego, carbones y cenizas.
No se puede decir nada todavía en tomo a la forma que tendrian
las plantas de las edificaciones fundacionales de Vinarragell 1. Se supone que sus estructuras estarfan alzadas a base de materiales deleznables, resultando por tanlo muy perecederas.
En este horizonte lo único que queda claro es que la arcilla. como
en los demás momentos del poblado. jugaba el principal papel dentro
de los materiales constructivos y que la piedra parecía utilizada muy
secundariamente. Lamentablemente no se puede asegurar si la utilización de la arcilla en Vinarragell 1 quedaba comportada en las técni cas propias de la edificación de adobes, de tapial, o si servía simplemente para cubrir estructuras alzadas a base de troncos , cañas, y
ramaje. Todo lo que se diga, como puede comprenderse, queda dentro de la más pura suposición.
Puede asegurarse que los estratos de Vinarragell r alcanzaron en
este sector del Corte 5 una potencia mayor que la documentada en el
Corte 4 , donde las edificaciones de Vinarragell II se construyen después de retirar sus tierras para lograr la nivelación, bastante hori zontal. de los pavimentos.
Los materiales del Corte 5 tienen que considerarse globalmente,
hasta que otros trabajos consigan una matización más amplia. Los
presentaremos de todas maneras agrupados según las alzadas con
que fueron retirados, para lograr al menos una ordenación preliminar.
Dentro de cada alzada indicaremos los fragmentos de cerámica, y
otros objetos, cuya estratificación no es válida. Se encontraron lindando con la fosa rellena de piedras que presentamos en la fig. 11 , Y
por lo tanto proceden de horizontes posteriores.
Hecha esta aclaración, pasamos a la descripción del material seleccionado del Corte 5.
Presentamos las alzadas en orden inverso al que fu eron retiradas.
Es decir, desde la capa que se asentaba sobre la tierra virgen hacia la
que se encontró depositada superficialmente.
Indicaremos la potencia de cada alzada para que el lector pueda
compararla con el dibujo del perfll que presentamos en la fig . 11 . Las
anotaciones sobre la profundidad se hicieron según el punto cero relativo, general a toda la excavación de 1972 (20).
¡20} Dentro de la relatividad de las medidas. y a pesar dI! la separación existente entre
nuestros cortes 4 y 5. resulta curiosa la gran horizontalidad que e.ziste entre los niveles básicos de ambos. Puede decirse que el primer asentamiento no encontró una zona elevada para
su planteamiento estratégico. Por el contrario se hallarla integrado en la Plana misma, si
bien en un sitio de tránsito obligado.
[page-n-38]
VINAP.RAGELL
"
AUADA S
Excavada en una potencia de 38 cm. Por debajo de un horizonte li moso de color verde, general a todo el corte, y por encima de la tierra
virgen. Puede decirse que es el estrato más antiguo de Vin arragell.
Su tierra es arcillosa y presentó dos grandes bolsadas de carbón y cenizas, completamente estériles en hallazgos. Toda la cer ámica se en cuentra hecha a mano.
Cerámica
Cerámica
Cer ámica
Cerámica
grosera de superficies asperas ....
grosera de superficie lisa .........
de superficie espatulada .. ........
de superficie bruñida ............
.
.
.
.
28 fragmentos.
4 fragmentos.
3 fragmentos.
Total . ........................ .
36 fr agmentos .
1
fragmento.
Fueron seleccio nados los siguientes fragm entos, que presentamos
en la fig . 12.
l . Fragmento de borde. perteneciente a una vasija de cuello indicado. te nuemente
abierto y con el labio liso. ligeramente aristado. Rotura con cara interior negra y exterior
ocre· rojizo. Superficie eñerior siena-negruzca y de calidad brutlida e interna neg ra y alisa·
d,.
2. Fragme nto de borde. con el labio aplanado_ Pertenecía a una vasija de cuello indica·
do. Su rotura es neg ra y las superficies se entllentran requemadas. Calidad grosera de superficie éspera.
3. Borde con el labio algo aplanado y remarcado hacia el exterior. Su cara superior se
halla decorada mediante pequeñas muescas transversales. Rotura sieno-negruzca. Superfi cies reque madas_ Calidad grose ra de 5uperficie alisada.
4. Pequetlo fra gmento con cordón digi tado. Rotura sieno·neg r u:.:ca y superficies
madas. Calidad ¡¡rase ra de superficie áspera.
rcq u~
5 Fragmento dc fuente. con carena roma. típica de Vinarragelll. Rotura ocre ·rojiza.
superficies ocre-negruzcas_ Calidad espatulada.
AUAOA 4
Cortada hasta que comenzó a aflorar un horizonte limoso de color
verde que se retiró en limpio, resultando completamente estéril De
todas maneras sus tierras continuaban siendo como las que describi remos en la alzada 3; propias de la descomposición y apelmazamiento de estructuras arcillosas.
[page-n-39]
,
2
4
9
,1
10
¡'hll'!lI'j'"lllilll'illllll'jililil"T"'!lIIT"lllill""llilll'lIIl'iI'U
13
11
D-30
Fig. 12.-Corte 5 : Hallll..lgOI de la. wada. 5, 4 , 3 Y 2
[page-n-40]
VtNA1UlAGELL
"
Cerámica grosera de superficies ásperas
Cerámica espatulada ...................... .
Cerámica espatulada , con brillo casi de bruñido
6 fragmentos.
2 fragmentos,
3 fragmentos,
Total ..... , . , , . , , , , , , , , , , . , .. , .
11 fragmentos.
Fueron seleccionados los fragmentos siguientes, que se dibujan en
la fig, 12 .
6· 7. Bocas de borde vuelto, de labio ovoide liso. pertenecientes a vasijas de cuerpo po_
siblemente panzudo. Rotura marrón-claro. Superficies negrUJ:cas. Calidad espatulada, con
bas tante brillo.
8. Pequer\o rragmento de fuente, con inicios de carena roma, lIpico de Vinarragelll.
Rotura negra. Superficie exterior 5iena-d aro. Calidad espatulada, casi fina .
AUAOA 3
Cortada en tierras arcillosas, muy compactas, que contrastan cla+
r amente con las de la capa superior, que como vimos eran más sueltas y con abundantes restos de carbón y cenizas. Su nivelación se logró entre los 2'20 y los 2'30 metros con respecto al punto cero relati vo. Toda la cerámica de la capa continúa siendo a mano. Aparecen
fragmentos de terracotas, formadas por la exposición accidental de
arcilla al fuego .
Cerámica grosera de superficie áspera ...... .
8 fragmentos.
Cerámica espatulada .. . ................. . . .
5 fragmentos.
Cerámica espatulada, casi bruñida ......... .
1 fragmento.
Total ......................... . 14 fragmentos.
Fueron seleccionados los siguientes fragmentos, que se presentan
en la fig . 12 , asI como el trozo de metal n.O 12 de estratificación nula.
9.
Fragmento de boca de una vasija abierta (¿fuente?). Rotura negro-grisácea . Superfi-
cie exterior ocre-negruzca. Ca!ldad espatuIada rUla, ("(Jn brillo.
10. Borde perteneciente a un cuen("(J pequedo. Rotura negra. Superficies requemadas.
Calidad grosera de superficies Asperas.
11 . Fragmento bucal pert.cneciente a una vasija de cuello indicado. con digitaciones en
el labio. Rotura sieno·grisácea. Superficie exterior requemada. Calidad grosera de superficies Asperas.
12. Garfio. probablemente de hebilla de cinturOn. Salvo su extremo curvo. bien conser
vado, con decoraci6n incisa de trié..ngulos y segmentos inclinados, el resto se encuentra descompuesto. Lamentablemente su estratificaci6n debe tomarse como nula. por ser bailado en
contacto con la rosa indicada en el dibujo de la fig . 11 .
[page-n-41]
!O{ESADO·ARTEAGA
ALZADA 2
Se retiró en su totalidad en las tierras sueltas de un estrato ceniciento con partículas de carbón. Aparecen también varios fragmentos
de terracotas, uno de ellos con improntas de cañas atadas entre sí. Se
supone que estas pellas de arcilla cocida se formaran por su exposición accidental al fuego. El material cerámico, que apareció en un
amontonamiento en el centro del corte, está he cho a mano y no presenta caracteres tipológicos de interés especial, pues aunque numerosos en su mayoría es amorfo y grosero. Las medidas de nivelación de
esta alzada quedaron fijadas entre los 2'02 y los 2'20 metros del punto cero relativo.
Cerámica grosera de superficie áspera ... . .. . 23 fragm entos.
Cerámica espatulada, casi brufiida . . . ... . .. .
1 fra gmento.
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
24 fragmentos .
Solamente ha sido seleccionado el fragmento que presentamos a
continuación, que se dibuja en la fig . 12 .
13. Fragmento buca1liso y abierto. Rotura siena·tostada. Cara exte rna negra bien es·
patulada tendiendo al bruñido.
ALZADA I
Cortada irunediatamente a partir de haber retirado el estrato superficial. Constituye un estrato de aspecto arcilloso, con numerosas
fajas de sedimentos cenicientos, de muy fá cil corte. Toda la cerámica
se encuentra fabricada a mano. Vale la pena recalcar entre ellos la
presencia del fragmento n.O 20, que es el primero que permite emparentar cerámica del Corte 5 con la que aparece indicada como de Vinarragell II en el Corte 4. Es interesante observar que el estrato en
que se encuentra es el depósito más superior del Corte 5, hallado «in
situ» por debajo del que aquf llamamos superficial por presentar mezclas evidentes de tiempos modernos.
La potencia de esta capa, y por consiguiente la de su estrato, quedó nivelada entre los 1' 62 Y los 2'02 metros con respecto al punto cero relativo.
Cerámica grosera de superficie tosca ....... . 42 fragmentos .
3 fragmentos .
Cerámica grosera de superficie alisada ...... .
1 fragm ento.
Cerámica de superficie lisa, con ligero brillo ..
2 fragmentos.
Cerámica espatulada y bruñida ............ .
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
48 fragmentos.
[page-n-42]
VJ NARRA(;ELL
41
Han sido se leccionados los fragmentos de la fig. 13, que describimos a continuación.
14 . Borde de labio, apla nado, decorado con fuertes incisiones angulares. Rotura
grisáceo-negruzca. Cara enerior siena-naranja. Calidad grosera de superficie lisa.
15. Fragmento bucal. perteneciente a un recipiente de cuello indicado, con labio digi.
tado. Rotura negruzca y superficie exterior ocre-negr uzco. Calidad grose ra de superficie ás·
pera.
16. Borde de una vasija de cuello indicado. Rotura con alma grlsécea y laterales de color ocre. Superficie exterior ocre-negr uzca_ Calidad grosera de superficie lisa.
17 Fragme ntos con' cordón pseudo-digitado, casi plano. Rotura ocre-neg ruzco y superficie exterior ahumada. Calidad grosera de superficie ás pera.
18. Tiesto perteneciente al hombro de una vasija de cuerpo globular, con decoración
de fmas incisiones, hechas antes de la cocción. Rotura negruzca, ligeramente gris. Superficie
exterior negruzca y brul'lida.
19. Fragmento decorado con un menudo acanalado horizontal. Rotu ra sieno-gristicea.
Cara exterior grisécea con manchas negras. Calidad alisada con ligero brillo.
20. Fragmento de vasija con solero &hado, e n forma de anillo de paredes verticales.
Rqtura ${risácea. Superficie nara..qja-negruzca. Calidad br udida. Su presencia en este estrato
inicial del Corte 5 el una de lu pocu pruebu con que contamOl para bUlCer parentescos en
el grupo cerámico que en el Corte 4 identificamos con Vinsrragell Ji.
ALZADA DE SUPERFI CIE
Los materiales de este estrato, retirado mediante la alzada super ficial, pudieran pertenecer en su mayoría a los estr atos de VinarrageU Antiguo . Por seguridad, se separan en la idea de que pudieran
en contrarse posibilidades de alteración; como 10 indica la aparición
de un fragmento a torno medieval.
Cerámica grosera de superfiCie áspera .. . .. . 17 fragmentos.
1 fragmento.
Cerámica espatulada de calidad media .... .
Cerámica espatulada de calidad fina ...... .
2 fragmentos,
Cerámica a torno, medieval ... . , ......... .
1 fragmento.
Total ............. _......... .
21 fragmentos.
Fueron seleccionados los fragmentos descritos a continuación,
que se dibujan en la fig . 14.
21 . Fragmento de cuenco con paredes ligeramente entrantes. Rotura siena-tostado.
Superficies requemadas. Calidad grosera de superficie tosca.
22. Borde ligeramente abierto, perteneciente a una vasija concoid.. 1. Rotura ocre-gri·
sicea. Superficie exterior sieno-negruzca. Calidad grosera de superficie áspera.
[page-n-43]
44
17
1
!
,
"
,
/
20
Fig. 13.-CoIU 15 : 8&11ul01 de l. aluda I
[page-n-44]
21
22
24
.. ..
"" "
,~"'"
.. ",,,., ......................................... .
28
0-16
PI¡. 14.-Corte 5: Hallazgo. d, 1, alude d, luperfide
[page-n-45]
"
MESADO- ART EACA
23. Borde d e vasija panzuda con cuello cerrado. LabIo plano. Rotura ocre rojiza. Cara
exterior ahu mada. Calidad grosera de superficie ás pera .
24. Base de cuello con cordoncillo digitado. Rotura marrón-oscuro. Cara exterior enneg recid a. Calid ad grosera de s uperficie lisa.
25. Fragme nto de hombro con suave escocia en su base. Rotura negfo grisácea. Superficie exte rior grisácea. Calidad espatuJada fina.
26. Junto con los frogmentos 27 y 28. Fragmentos de fondo plano. Roturas neg ruzcas.
Superficies exteriores negro-a marronadas. Calidad grosera.
[page-n-46]
v
CONCLUSIONES SOBRE LOS RESULTADOS
DE VINARRAGELL 72
Según el estudio comparativo realizado entre los estratos, los ha llazgos asociados y la secuencia estructural, trataremos de resumir
en un cuadro esquemático los resultados más generales del conjunto
excavado en 1912.
Sobre su esqueleto literal reflejaremos también las igualaciones
estratigráficas de his campañas anteriores (211 y señalaremos los
complejos cerámicos más representativos de cada fase, después de
individualizar los fragmentos seleccionados en un inventario descriptivo.
Este inventario ha sido elaborado respetando estrictamente las
agrupaciones por alzadas que se hicieron durante la excavación ; por
las razones técnicas explicadas en otros capítulos.
La numeración de los fragmentos descritos es la misma con la
que se ordenan sus respectivos dibujos, para fa cilitar una rápida y
precisa identificación.
De esta manera esperamos, en suma, adelantar a la investigación
interesada una idea clara sobre el estado actual de los conocimientos
que viene aportando Vinarragell, para el estudio de los tiempos cpreromanos» en la región del Bajo Mijares.
~21)
Ver op. d t. nota 1, flg. 83 Y págs. 145· 147 .
[page-n-47]
..
MESADO·A1\TEAGA
Según el resultado parcial de nuestros Cortes 4 y 5, el desarrollo
material del yacimiento se tendría que establecer de la siguiente manera :
VINARRAGELL 1
Retirado, como hemos dicho. mediante las alzadas n ,O 21 y 22 del
Cuadrante «lb (Corte 4). La n,o 22 resultó estéril porque se excavó en
la tierra virgen, para asegurar el agotamiento arqueológico de la secuencia. La n.o 21 brindó algunos hallazgos materiales en el sedimento n.O 4 (ver perfil Alfa), mientras que los sedimentos n ,O 2 y 3 no estratificaban absolutamente ningún objeto.
Por todo lo apuntado y por el hecho de que los hallazgos del sedimento n.O 4 se hallaran inmediatamente debajo del pavimento n, o 5
del perfil Alfa. podemos decir que en el Corte 4 los estratos de Vina rragell inicial no ofrecieron cerámica característica; más que de su
momento fmal, si acaso no de un horizonte menos avanzado de su vida (22) .
El conocimiento de Vinarragell 1, en la campaña de 1972 , tiene
que completarse con los resultados del Corte 5, donde sus estratos al canzaron una mayor potencia y brindaron un número relativamente
más elevado de hallazgos.
Cerdmica de la alzada n." 21-sedimento n." 4
Todos los fragmentos estaban hechos a mano . Pueden agruparse,
según la calidad que presenten, de la siguiente manera :
1 fragmento.
Cerámica de superficie grosera .. ..........
Cerámica de superficie alisada. . . . . . . . . . . . .
1 fragmento.
1 fragmento.
Cerámica de superficie espatulada . , . . . . . . . .
Cerámica de superficie bruñida .. ",.......
1 fragmento.
Total ....... , , , . , ... , . . . . . . . . . .
4 fragmentos.
A su vez fueron seleccionados, por su minima posibilidad tipológica, los fragmentos que describimos a continuación, que se dibujan
en la fig. 15.
l . Peque¡\o fragmento de borde bucal. 11so y abierto. Rotura gristicea y superficies
sien o-negruzcas. Calidad brui\ida.
(221 Se presume con muchas posibilidades de acierto. que para construir las edillcaciones de Vmarragell n fueron retiradas para nivel u el terreno, varias capas del depOsito mAs
antiguo. en algUDos sectores del Area poblada.
[page-n-48]
9
8
11
14
13
12 .
l ""I''''!'''''''''I''''I''''!''''I''''I''''I''''I''''1"'1 ''''I''''I'''''''''J
Fig. 15.-ColU 4 , Cuadrete &lb : nallugo. de 1 ab:adu 21 , 20, 19 Y 10
..
[page-n-49]
.
MESAOO· ARTEAGA
2. Borde biselado por el interior y revertido hacia afuera. Rotura ocre·negruzca y su·
perfi cies de color marro n oscuro. Calidad espalulllda.
3. Fragmento de borde, liso. Rotura negruzca con multiples inclusiones blancas, superfi cie ocre claro y calidad grosera.
CO NCLUSIONES SOBRE VINARRAGELL 1
Vinarragell 1 puede relacionarse a Igrosso modo» con el nivel «Q»
de la II y IJI campañas. Aunque podría subdividirse estratigráficamente quedará por ahora comprendido en su idea más general ; en
espera de que las futuras campañas de excavación garanticen una
matización más segura que la que aquí pudiéramos intentar.
Los materiales cerámicos, totalmente hechos a mano, aparece n
en una cantidad bastante reducida e imposibilitan con su fragmentación las apreciaciones tipológica s de detalle.
La calidad de las pastas y los tratamientos superfici ales observados no permiten aportar nada nu evo a lo que se había publicado con
respecto a las anteriores campañas (23).
Este poblado inicial, fundado a campo abierto, se destruyó por in cendio, como lo comprueba hasta ahora la generalización de los restos de «barro cocido», carbones y cenizas, que se documentan en sus
sedimentos.
Por las diferencias básicas de los poblados que en su región se
clasifi can dentro del Bronce Valenciano (24), como también por los
paralelismos que su cerámica más caracteristica venía encontrando
en otros importantes poblados «proto-históricos» de la Península (25),
puede asegurarse que la fase de Vinarragell inicial entraba cronológicamente dentro del marco final de la Edad del Bronce (26).
123) Ver op. cit. nota 1, pág. 139 Y comienzo de la 140.
(24) Ver op. cito nota 1, «comen tarios al primer perIodo•. pág. 146 .
125) Ver, entre otros. M. PELLICER y W. SCBULE : tEl Cerro del Real. Galera (Granada) •. Excavaciones Arqueológicas en EspaiJa. 12. Madrid. 1962 . M. PELLICER CATALAN y
W. SCHULE: «El Cel'TO del Real IGalera, Granada). El Corte estratigráfico lX». Excavaciones
Arqueológicas en Esp~a. 52. Madrid, 1966. M. A. GARCIA GUINEA y J. A. SAN MIGUEL
RUIZ: ,Poblado ibérico de El Macalón {Albacete)•. Excavaciones Arqueológicas en España.
25. Madrid. 1964. A. ARRIBAS Y otros: .Excavaciones en el poblado de la Edad del Bronce
Cerro de la Encina. MonachH ¡Granada). IEI Corte estratigráfico n.- 3).. Excavaciones ArqueológIcas en EspaiJa. 81. Madrid. 1974. O. ARTEAGA y M. R. SERNA: «Die Ausgrabungen
von Los Saladares. Prov. Alicante•. Madrider Mitteilungen, 15. Madrid. 1974. págs. 108121. O. ARTEAGA y M. R. SERNA : «Los Saladares 19711. Noticiario Arqueológico Hispanico. Arqueologla 3. Ma drid. 1915. págs. 7- 140.
1261 Del estudio de relaciones entre este periodo del Bronce Final y los estratos iniciales de Vinal'Tagell nos ocupamos en un trabajo critico. que sobre el yacimiento lenemos en
oreparaciÓn bastante avanzada .
[page-n-50]
VINAJUtAGELL
.,
Este dato resulta sumamente importante dada la situación del
yacimiento en la comarca castellonense donde esta época se encuentra prácticamente sin estudiar; y de cara al problema de la perduración que se le había venido concediendo a la mencionada cultura del
Bronce Valenciano.
VINARRAGELL
n
Cortado en nuestro Cuadrante «lb por las alzadas que van desde
la n.O 14 hasta la n.O 20, ambas incluidas.
Cerdmica de la alzada n.O 20
Encontrada sobre el suelo verdoso que se relaciona con los muros
U-III en el perfLl Alfa. Todos los fragmentos cerámicos de esta alzada
estaban hechos a mano. Los que permitían una cierta posibilidad de
estudio quedaron agrupados de la siguiente manera :
Cerámica grosera de superficie áspera. . . . . .
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie lisa. . . . . . . . .
8 fragmentos.
3 fragmentos.
Cerámica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
Total ........ . ......... , . . . . . . .
15 fragmentos.
Fueron seleccionados para el dibujo los que presentamos en la
fig. 15 Y que describimos a continuación:
4. Fragmento del borde de una cazuela, con el la bio casi perdido. Rotura con nucleo
sieno-negruzco y laterales anaranjados. Superficies rojizo-negruzcas y calidad espatulada.
5. Tiesto con cord6n horizontal, digitado. Rotura negruzca y superlicies sieno-ne¡ruzca,. Calidad algo gros,era. Superficie alisada.
6. Fragmento amoño, con estrecho cord6n aristado, pseudo digitado. Rotura negra y
superficies sleno.neg ruzcas. Calidad grosera y superficie lisa.
7. Tiesto perteneciente al tercio inferior del llplco recipiente indlgena de fondo pla no.
Rotura con n(¡clco negruzco y laterales algo rojizos. Superficies siena· anaranjadas. Calidad
grosera y superficie exterior algo alisada.
Cerdmica de la alzada n.O 19
Materiales procedentes de su porción media-inferior y por lo tanto relacionados con los muros n-Ill del perfLl Alfa. Totalmente a ma -
no , quedando agrupada como sigue :
Cerámica de superficie áspera ....... ... .. .
Cerámica de superficie lisa ............... .
3 fragmentos.
2 fragmentos.
Total ............... . ......... .
6 fragmentos.
[page-n-51]
MESADO· ARTEAGA
Fueron seleccionados los que se dibujan en la fig . 15, que son los
que describimos a continuación:
8.
Pequer\o rragmento amorfo, con cordoncillo aristado. Rotu ra con núcleo negruu:o
y laterales rojizos. Superficie externa negruzca. Calidad grose ra de superficie lisa.
9. Fragmento de fondo plano. Rotura con nucleo negrutco y laterales rojitos. Superfi·
cies negruzcas y calidad grosera.
Cerdmica de la alzada n.O 18
Completamente estéril, por haber sido cortada en el cuerpo del
derrumbe de los muros 11-111, que señalamos con el n .O 8 de nuestro
perfil Alfa.
Cerdmica de la alzada n,g 1 7
Completamente estéril, como la anterior, por haberse cortado en la
capa de derrumbe de los muros 11-111 del perfil Alfa.
Cer dmica de la alzada n.g 16
Esta capa se cortó directamente encima del pavimento n.O9 del
perfil Alfa, por lo que su cer€lmica pertenece a un nuevo momento de
Vinarragell, pos'..erior al que significanan los muros U-lIT anteriormente mencionados.
Los fragmentos han sido agrupados de la siguiente manera:
Cerámica grosera de superficie áspera ..... .
Cerámica de superficie espatulada fin a , ... .
16 fragmentos.
1 fragmento.
Total .. . ........... "" . . , .... .
17 fragmentos.
Fueron seleccionados los que se dibujan en la fig . 15, que describiremos a continuación :
10. Fragmento de cuello, algo vertical, de labio tén uemente vuelto, romo, y decorado
con espaciadas incisiones en su cara superior. Rotura ocre·rojiza, superficie exterior ahuma·
da y calidad grosera.
11 · 12.
Fragmentos semejantes al anteriormente descrito. Pudieran pertenecer al mis·
mo vaso.
13 . Fragmento correspondiente al peTimetra mtximo de un recipiente cen rotura neo
grutca. Superficie exterior sieno·negrutca y calidad algo grosera.
[page-n-52]
VlNARRAGEU
"
14 . Fragmento cerémico de tabique vertical. Rotura roji;to·amllITonada . Cara externa
beige neg ruzco e interna ahumada. Calidad espatulada.
Cerámica de la alzada n ,O 15
Cortada todavla en el estrato n ,o 10 del perfil Alfa, por lo que se
corresponde con el mismo momento de Vinarragell que significábamos con la anterior. La cerámica está totalmente hecha a mano, y ha
sido agrupada como sigue :
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie áspera ..... ,
1 fra gmento.
Cerámica grosera de superficie espatulada .,
Total , , , , ' , , ' , , , .............. .
5 fragmentos .
Todos ellos eran amorfos y sin ninguna particularidad dign a de
mención, por lo que no se presentan en selección ni en dibuj o. Unica·
mente remarcamos su hechura a mano, porque resultará interesante
de cara a la aparición de la cer ámica a torno en los horizontes supe·
riores.
Cerá mica de la alzada n .O 14
Esta capa se cortó en el estrato n.O 10 del perfil Alfa. por debajo
del nivel apisonado n.O 11 que allí se observa. r es ultando completa·
mente estéril .
En si misma representa la mayor garantia que podemos aportar
en cuanto a la separación de los hallazgos entre Vin arragell n y TII,
como habremos de ha cer notar más adelante.
CONCLUSIONES SOBRE VINARRAGELL 11
La presente fase del yacimiento puede quedar igualada a .grosso
modo» con los estratos I·K·M de la 11 y ITI campañas de excavación.
Las sub-divisiones estructurales sobre las que quedarían refleja·
dos sus aspectos materiales serian las siguientes:
VINARRAGELL 11
a.
Qu e se justifica problemáticamente según el horizonte que pudier an representar el pavimento n.O5 del perfil Alfa y el muro 1 que con
él se asocia.
[page-n-53]
52
MESADO· A.RTEAGA
Las edificaciones que se sucedieron, representadas por los muros
lI -IIl del perfil Alfa , no nos permitieron observar hallazgos estratifi -
cados.
VIN ARRAGELL JI b.
Momento 1:
Representado por el horizonte de habitación que
queda significado en la separación del pavimento n.O 6 y por los muros U-IlI anteriormente
Momento 2:
Presente en el potente estrato de destrucción .
que indicamos con el n.O 8 de nuestro perfil guía
y que pertenece a l derrumbe de los muros U-U! ,
resultando por eso mismo sin hallazgos cerámicos. Los únicos que hemos obtenido se tienen que
asociar con el momento anterior. puesto que se
retiraron todos en nuestra alzada 19 del inven tario.
mencionados.
VINARRAGELL JI c.
Momento 1:
Horizonte de habitación indica do por el pavimento n.O 9 y por el muro IV, del perfil Alfa .
Momento 2: Justificado por la forma ción del estrato n.O10 de
dicho perfil, que se deposita sobre la dest.rucción
del muro IV y que ofreció los hallazgos cerámi cos que agrupamos en nuestras alzadas 16- 15.
En lineas generales y atendiendo, pues, a los materiales de la
iguala ción que hemos hecho con los estratos I-K-M de las anteriores
campañas de excavación, podemos hacer hincapié en las siguientes
consideraciones, que pueden resumirse como p:opias de Vinarra{!cll
II:
a l Continúan apareciendo los mismos tipos de la cerámica grosera, que venlamos ob·
servando desde los estratos de VinarragelJ inicial. Destacan sobre todo las v,sijas variqble·
mente panzudas, con cuello ligeramente cerrado, que a veces se decora Clm un cordón digi.
lado.
Esta forma de recipiente presenta sie.-"pre un fondo plano (2 7] y t'!lcuer.:ra nu:::ero'iCS
paralelos dentro de los complejos propios delllronce Tar dEo peninsular. Son d i¡n~s tic m!!n·
c ión los bordes de vasijas que se decoran con incisic::es transveru ll':$ y piclS (2e).
(271 Los .rondos planos- a que hacemos referencia son aquellos que prcsen,an en la si·
lueta de su peñll una especie de rta!ón.., fuerume ote marcado; que nada tie ne que v~r con
los fondos de vasijas que lIamaMamos .aplanados., que son bs n:b comenlRs en otras épo·
cas pre·históricas.
1281 Ver en op. cit. nota 1. figs . 36 (353), 38 (4231. 39 (44 2 Y 4521, 54 (1 ), 731101. ctc.
[page-n-54]
VINARRAGEll
"
Puede suponerse que la estratificación continuada de la cerámica grosera, que aq uí ~ .
"alamas, tal ve: pudiera significar una cien a proyección m3terial de VinarragelJ 1 en los estadios de Vinarragell Il 1291.
bl Por el contrario. desaparecen de[m¡tivamente en Vinarragell 11 los tipos más repre·
Sflntativos de la cerámica cuidada de Vinarragell inicial, como por ejemplo las vasijas careo
nadas en forma de fuente acampanada [301. Este hecho de dife renciación tan notable tiene
una importancia muy grande, para los estudios ti pológicos comparativos, entre las dos fa ses
más antiguas del yacimiento.
c l Se hacen mucho més patentes 13 11 los hallazgos de cerámica que mejor podemos
emparentar con los estlmulos procedentes del mundo de los Campos de Urnas 1321 ; con lo
que obtenemos una posible razón para comprender el cambio significado en la desaparición
fle los tipos de la cerámica cuidada, que hemos señalado anteriormente.
Puede decirse, en suma que la personalidad material de Vinarragell 1I resulta sensiblemente diferente de la que apreciábamos en la
fase precedente. Ahora se hace también muy marcado el contraste
entre las edificaciones del nuevo horizonte , construidas a base de
grandes adobes, dispuestos formando paredes de trazado recto, y las
que suponemos propias del poblado fundacional , fabricadas con ma ·
teriales perecederos y técnicas mucho más rudimentarias.
Todo parece indicar que Vinarragell ha quedado arropado por la
llamada Civilización de los Campos de Urnas (331, quedando así com prendida la configuración material de su fase n.
(291 En el estudio critico que anunciamos en la nOla 26, nos extendemos en torno 111
problema de la .continuidad. o nuplantaciÓn~ (parcial o totall de la población de Vinarrage!l
1; en u na discusión sobre los cambios ma teriales tan notables que observamos en la cultura
material de Vinarragell 11 .
(30t Ver op. cit. nOla 1, los ejemplares de la lig. 57 .
(3 11 Segun los d¡¡tos de las primeras campañas y lo que hemos doc:,¡menlado en 13 a l·
zada n.e 20 de nuestro cuadrante _B_, los pudiéramos llamar «tipos cerámicos nuevos» se co·
mienzan a hace r notar desde un cierto memento de VinarrageU I.
[321 Ve r sobre todo en op. cit. nota 1,Ia vasija con decoración de a canalados de lo tig.
1S, 1; las que tienen decoración de triángulos excisos, de la tig. 55, 8 y ng. 72, 2. Ta mbién,
entre otros ejemplos, la que presenta pie alto y pito rro en la panza, de la Cig. 59, 2.
[331 Pa ra el térmi no _Civilizaciónl. referido a los Campos de Urnas, asl como parll
otros problemas de carActer gene ral. ver entre otros: P. BOSCn GI MP ERA : tEtnologla de In
Península Ibérica.. Barcelona 193 2; P. BOSCn GIMPERA : _Los celIas de la cultura de las
W1las en Espaflu. Anuario del Cuel1'O Fac. de Arch. Bibl. Y Arq. VIlI , Madrid, 1936 ; W.
DEI:IN : cKatalog Kreuznach, 7, West und Síiddeutscher Altertumssa·mmlungen, 19411, con
abundante bibliografla ; J . MALUQUER DE MOTES : _Las culturas hallstA tticas de Catal uña..
Ampurias VII-VlJI. Barcelona 1946 ; M. ALMAGRO: d.a [ ' pafia de las invasiones céllica s.t,
en Hist. Esp. R. Menéndez Pidal, Madrid 1952; W. KIMMIG : . 01,1 en estl' Etude de la Civili·
sation des Champs d'Umes en Franee ...• , Dijon 1951 ·S3 ; w. KIMMIG : cZur Urnenfelde r
Kultur in Síidwesteuropa». Festschrift fiir Peter Goessler, Stuttgan 19S4; J . ARNAL et H.
PRADES: cA propos de la civilisation des cl:amps d·urnesl. Rev. Arch. de rE. et du C.·E., VII,
1956 ; M. LO UIS et O. et J . TAFFANEL: de premier Age du Fer La nguedocielU, 2éme. Par·
tie, Bordighera. Mcntpe!.lier 1958 ; P. PALOL: da necrópolis hallastáttica de Agtllla na (Gero·
na).. Bibl. Praeh. Hisp. Vol. 1, Madrid 1958.
[page-n-55]
.
MESADO· ARTEAGA
El tope epost-queJIU para el apogeo de esta Fase II de Vinarragell
tiene que desprenderse de las deducciones que nos permitan otros
yacimientos de Cataluña y del Valle del Ebro ; mientras que la fechaci6n cante-queInJ debe discutirse en relación con los nuevos estímulos mediterráneos que veremos reflejarse en la fase posterior.
En general, el hecho que ella nos traduce resulta sumamente importante de cara al problema que gira en torno a la expansión de los
estimulas de la Cultura de los Campos de Urnas, hacia esta parte de
la Península.
VINARRAGELL III
Ha sido excavado en el Cuadrante «lb de nuestro Corte 4 median te las alzadas n.O6 a 13 , ambas incluidas. El inventario de los hallaz -
gos cerámicos más representativos queda repartido entre ellas de la
siguiente manera:
Cerdmica de la alzada n .O 13
Ha sido retirada del estrato n.O 12 del perfil Alfa, que se separa
fácilmente de los niveles inferiores gracias al apisonado n.O 11 del
mismo peñll. Pueden señalarse los siguientes grupos :
Cerámica grosera de superficies ásperas ,.,.
8 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie alisada , ....
2 fra~mentos ,
Cerámica de superficie espatulada . , , . __ . _..
1 fragmento,
Cerámica fabricada a torno (anforoides) ",. 15 fragmentos.
Total _.' , , . _, ... ... .... . .. , . , .. 26 fragmentos.
Resulta interesante resaltar en este momento la presencia de la
cerámica fabricada a torno, procedente del comercio fenicio, alternando con la que se continúa haciendo a mano en este poblado (34).
Los primeros ejemplares que se documentan en el Cuadrante eB»
pertenecieron a vasijas en forma de ánforas, que debieron importarse por lo que contenian, siendo después utilizadas como .:recipientes»
seguramente. Fue seleccionado el fragmento que describimos a continuación, ya que los demás no merecian la pena (fig. 16).
16. Fragmento de bombro carenado do la lIpica ánfora piriforme fenicia , que conserva
parte del &sa (do sección circularJ. Rotura con nücleo gris y laterales algo rojizos. Superficie
exterior sien o-nara nja, Pasta con dimin utos puntos yesosos y arenilla.
(3 41 Ver igualmente en op. cit nota l. los comentarios al que llamarnos segundo periodo, en pégs. 146 y 14 7.
[page-n-56]
16
,
I
22
23
,¡ •. ,.
I.lillljo"il"illlllll'ilillilll""lliI1!"lIlillIl'"lllIill"III""1
Fig. 16 .- Cc rte 4 , Cuadrante db : Hallazgo. da 1 alud.. 13 , 12, 10 Y 9
11
:-lii¡
I
[page-n-57]
MESADO-AATE.A.GA
"
Cerdmica de la alzada n.O 12
Cortada esta capa en la horizontal de seguridad que separa los
estratos n.O 12 y 13 de nuestro perfil Alfa. solamente ofreció un fragmento de cerámica fabricada a torno, muy diminuto , y otro hecho a
mano , que dibujaremos en la fig . 16 Y que describimos a continuación.
17 . Borde ligeramente abierto, de labio algo aplanado. ROlura de color negro-amarronado. Superficie siena clara. grosera y algo alisada.
Cerdmica de la alzada n. O 11
Cortada todavía en el estrato n ,O 13 del perfil Alfa, que presenta
fajas de sedimentos lavados, posiblemente de los adobes de una edificación destruida en sitio vecino. Esta serfa la explicación de su pobreza en materiales. Se encontró un fragmento amorfo de cerAmica hecha 8 mano que no valla la pena dibujar.
Cerdmica de la alzada n. o
la
Pertenecfa esta capa al mismo estrato 13 que anteriormente hemos mencionado. Ofreció en la parte que linda con el Angula izquier·
do del Cuadrante (perflles Alfa-Gammal unos cuantos fragmentos de
cerAmica hecha a mano, que describimos a continuación.
3 fragmentos.
Cerámica de superficie áspera .............
CerArnica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
1 fragmento.
Total ............ , . , , . . . . . . . . . .
4 fragmentos.
En la limpieza para el dibujo del perfll Gamma se observó, incrustado en éste. un trozo de cerAmica a torno. que referimos para
dejar constancia de su presencia en el estrato, asociado con la cerámica hecha a mano . De esta última (fig. 16) se seleccionan los siguientes fragmentos :
18. Robusto borde enasado. de superficie elplltullldll. Rotura sieno·blancuzca. con ca·
TIS e.unons de COIOT negro.
19. Tiesto con cordón digitado. Rotura ocre·rojiza, superficies sieno·blancuzC
ramente ahumadas, algo groseras.
[page-n-58]
"
VINARRAGEU,
Cerdmica de la alzada n .O 9
Se retiró en limpio sobre el estrato n .O 15 del perfll Alfa. Este estrato se deposita sobre el pavimento n.O14. que a su vez se relaciona
con el muro V de dicho peñLl. Puede agruparse de la siguiente manera :
Cerámica groser a de superficie áspera ... . . . 16 fragmentos.
Cerámica de superficie alisada ............ .
1 fragmento.
Cerámica de superficie espatulada ......... .
2 fragmentos .
Cerámica fenicia 8 torno. tipo anforoide ... . 17 fragmentos.
Cerámica fenicia. con decoración pintada ".
2 fragmentos.
Total , ................ , .. , .... .
Total ........................ .
19 a mano.
19 a torno.
Fueron seleccionados los fragmentos dibujados en la fig. 16 que
describimos seg uidamente :
20. Borde exvasado. de labio plano. becho a mano. Caras exteriores de color negro.
igual que su rotura.
21 . Fragmento a to rno, perteneciente a una vasija decorada con ancha banda ocre-roj iza y metes neg ros. Rotu ra con ligero núcleo gris claro, entre laterales siena-claro. Cara exterior con anoramiento de las tIpicas inclusiones de esta cerámica importada del mundo fenicio.
22. Fragmento de cerámica fabricada a tomo. con restos de una banda ancha de color
sieno-carmín, limitada con rayas negras. Rotura de color gris claro, con lateral extemo ocre
claro. Pasta con inclusiones de arenilla negruu:a. tIpica de la cerámica importada en el yacImiento.
23. Hombro carenado de lImora piriforme, con el arranque de un asa de sección circular. Rotura gris. laterales ocre·rojizos. Superficie color ocre claro. con afloramiento de mica
y arenilla.
24. Fondo plano de vasija hecha a mano. Rotura negra. Superficie algo alisada, de co·
lor negro con wna alta sleno-grlsllcea.
Cerdmica de la alzada n.O 8
Esta capa fue cortada en el estrato revuelto que numeramos con
el ordinal 16 de nuestro peñLl Alfa. No ofreció tipo16gicamente
ningún ejemplar seleccionable. Expondremos las agrupaciones del
conj unto para dejar constancia de que también en este horizonte se
dan asociadas las cerámicas hech as a mano en el poblado con las que
se importan del mundo fenicio. fabricadas a torno.
[page-n-59]
"
MESADO· ARTEAGA
Cerámica grosera de superficie áspera ..... .
Cerámica grosera de superficie lisa ........ .
Cerámica fenicia fabricada a torno ........ .
Total ....... , ..... .. ....... . .. .
Total .... . ..........•..... .• ...
2 fragmentos.
3 fragm entos.
14 fragmentos .
5 a mano.
14 a torno ,
Cerdmica de la alzada n." 7
Esta capa fue aislada para asegurar la separación de algunos
materiales de los estratos n.O16 y 17 del perfll Alfa. Siendo una alza da de seguridad nos brindó una abundancia relativa de hallazgos.
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie áspera . . . . . .
Cerámica grosera de superficie alisada . ....
9 fragmentos.
Cerámica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
1 fragmento.
Cerámica fenicia a torno, anforoide ........
1 fragmento.
Total ..................... . ... .
Total .. ........ , .. , ....... , . , , .
14 a mano.
1 a torno.
El fragmento anforoide que acabamos de mencionar es el último
que se documenta en la secuencia del Cuadrante ub,
Aunque de esta alzada solamente seleccionaremos un fragm ento
a mano (en la deSCripción y en los dibujos publicados), hemos visto
cómo aparecen otros trece del mismo tipo, que aseguran el desconocimiento de la rueda de alfarero en este horizonte.
Este dato pudiera ser muy importante de cara a la aparición de
la cerámica ibérica en el sitio de Vinarragell ; y también con respecto
al problema de si los feni cios pudieron promover con sus esUm ulos
un desarrol1o local de dicha cerámica.
El fragmento seleccionado (fig, 17) es el siguiente :
2S. Borda suavemente abierto. con el labio aplanado. Rotura de color negruzco a md
rronado. Superfi cie de color idéntico y calidad grosera. algo alisada.
Cerámica de la alzada n.o 6
Retirada esta capa para leva ntar en limpio el estrato n.O 17 del
perfil Alfa. Este nivel. que nos ha servido para delimitar un segundo
momento dentro de este horizonte, se encontraba depositado por de
bajo del apisonado n.O 18 del mismo perfil
Tenemos que hacer hincapié en el hecho de que no apareciera
ningún fragmento de cerámica fabricada a torno . Es decir, qu e todos
estaban hechos a mano,
[page-n-60]
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25
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[page-n-61]
Podemos dejar apuntado que tras la desaparición de la cerámica
importada fenicia , al parecer repentinamente 135 1, continuaron estratificándose en los niveles del Cuadrante «13.. las cerámi cas hechas
a mano; como indicando la perduración de aquellos estadios materiales que pudieron haberse venido significando como indígenas.
La agrupación de este complejo cerámico del estrato n.O 17 quedaria como sigue:
Cerámica grosera de superficie áspera ..... . 18 fragm entos.
Cerámica grosera de superficie alisada .... . 14 fragmentos.
Total ... .... , ................. .
32 fragmentos.
Fueron seleccionados los que presentamos en la fig . 17 Y descri bimos a continuación.
26. Fragmento de borde de cera mica hecha a mano, con labio liso, rotura siena nc·
gruzca, superficies rojizas, ahumadas y ligeramente alisadas.
27 ·28. Fragmentos de borde. posiblemente de la misma vasija, hechos a mono. con lo ·
bio aplanado, rotura negruzca y superficies requemadas. Estén ligeramente alisados.
29. Fragmento de un fondo plano, de vasija hecha a mano, con superficie alisada y del
mismo color que la rotura. que es rojiza.
CONCLUSIONES SOBRE VINARRAGElJ. III
La fase III de nuestro Corte 4 se puede equiparar de una manera
muy general con los estratos D-E-F-G de la 11 y 111 campañas.
Las sub-divisiones estructurales de la misma pueden establecerse
de la siguiente manera :
VINARRAGELL III a
Momento 1:
Momento 2 :
Representado por el estrato de adobes descompuestos que señalamos con el n.o 12 en nuestro
perfil Alfa , asi como por el apisonado n.O 11 sobre el cual se hallaba depositado.
J ustificado por la forma ción del estrato y fajas
de sedimentos que indicamos con el n.O 13 en
nuestro mencionado perfil guia.
t351 Un asunto que podemos comenzar a discutir ~ si la cerámica fenicia continua
apareciendo hasta darse asociada con la cerámica ibérica más antigua tcomo parece des·
prenderse de los multados anteriormente publicados!. o si por el contrario habla dejado de
importarse cuando la ibérica tomaba cuerpo cuantitativo en los estratos. como parece obser·
varse en Ios"resultados de la campada de 1972.
[page-n-62]
38
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iWriu d, la fo •• 1 (y, U.m. ZI
[page-n-63]
44
PI¡. 19.-Corte 4, Cuadrante t.b: Cerámica. ib6riCh de la abada 4 ('l. LAm. Xl
[page-n-64]
VINAlUlACEll
VINARRAGELL lU b
Momento 1:
Momento 2:
"
Horizonte de habitación representado por el pri·
mer zócalo de piedras que se docqmenta en la
secuencia. Este se indica con el número V en el
perfIl Alfa. Con él se halla relacionado el pavi·
mento n.O 14 del mismo perfil.
Justificado por la estratificación del nivel n.O 15,
sobre la destrucción del edificio representado
por dicho muro V.
VINARRAGELL 111 e
Momento 1:
Momento 2:
Estrato completamente revuelto desde antiguo
(arcilla, piedras, adobe descompuesto, carbón,
etc. l. Estaba depositado por debajo del horizonte
de separación que logramos aislar mediante
nuestra capa n.O 7.
Estrato retirado en limpio con nuestra alzada n.O
6, gracias a la separación garantizada por el api·
sonado n.O 18 del peñll Alfa.
La estratificación de los hallazgos cerámicos que hemos presen·
tado permite apuntar algunas consideraciones, de notable importan·
da para los estudios pre·ihéricos de la región. Ellas pueden, al mismo
tiempo, desprenderse de dos resultados fundamentales :
al La continuidad dentro de Vinarragell nI de los complejos ce·
rámicos, hechos a mano, que se conocfan como propios de la fase 80·
terior.
bl La aparición repentina, en los estratos de esta fase nI, de la
cerámica fabricada a torno, importada del mundo fenicio .
Vinarragell III representa, por lo tanto, la prolongación temporal
del substrato de Vinarragell n, fuertemente relacionado con la cultu·
ra material de los Campos de Urnas, hasta ponerse en contacto con
los nuevos estímulos mediterráneos abocados por los fenicios.
La cierta complejidad del «elemento recepton se conjuga con la
clara identidad de los «nuevos portadores de influjos». por primera
vez en una estratificación de esta parte de la Península (36), para ca·
racterizar de una manera «sui·géneris» B la que pudieramos llamar
Fase Pre-lbérica del yacimiento.
(361 Vinanagell es ciertamente el primer yacimiento estntlgrMico peninsular que
aglu tina esto, dos feDómeno, ; que hasta ahora se han venido conslderaodo deDtro de la
_é poca de las colonizacloDeSl, sin que se hubieran podido comparar uno frente al otro.
[page-n-65]
.
MESADO·AP.TEAGA
Las grandes posibilidades comparativas que estos resultados encierran permitirán, sin duda alguna, proyectar mucha luz sobre los
problemas de la «culturlzaci6ru del Este peninsular, durante los tiem pos anteriores a la eclosión de la Cultura Ibérica; y también al cono·
cimiento de otros desarrollos históricos externos, que enmarcaríamos
cronológicamente entre la fundación de Ibiza (371 por los «fenicios~
(38) y las de Marsella y Ampurias, por los griegos (39).
VINARRAGELL IV
Los estratos de esta IV fase de Vinarragell se retiraron en el Cua drante «B,. mediante las alzadas n.O 3, 4 Y 5 de nuestro perfil Alfa.
La primera de ellas se cortó mediante nuestro primer sistema de
excavación, aportando cerámica ibérica, predominantemente pinta da con motivos geométricos. La n,o 4 resultó estéril, por excavarse
para retirar en limpio el pavimento n,o 21. La n,O 5 ofreció los primeros hallazgos ibéricos de la secuencia y es la que a continuación presentamos,
Cerámica de la alzada n .O 5
Fue retirada de la parte superior del estrato n .O 20, en su mayoría
fabricada a torno, representando la aparición repentina de la que con
seguridad podemos llamar cerámica ibérica del yacimiento, según
los datos que nos ofrece el Corte 4.
(37) La fecha reconocida para la fundación de Ibiza. en el año 654 a . C.. podrla ser en
principio el mejor tope que considerarlamos, en función del comiemo de las importaciones
fenicias en el Nor-este peninsu1ar, hasta que no se demostrase algo más preciso. Mientras
tanto vale la pena leer el trabajo citado en nuestra próxima nota. debido al Pror. J .·Maluquer de Motes, y también: A. GARCIA y BELLIDO : ú'eniciOl y Cartagineses en Occidente•.
Madrid 1942 . A este respecto conviene recordar lo escrito por M. TARRADELL Y M. FONT:
d:ivissa Cartaginesa.. Biblioteca de Cu1tura Catalana. 13. Barcelona, 1975. págs. 73 y 74,
en las que seilalan la falta de cerámicas fenicias y cartaginesas de los siglos VIl-VI en Ibiza.
1381 La fundación de un establecimiento propiamente fenicio en la isla de Ibiza ha sido
una posibilidad poco explotada hasta el presente. Para una visiÓn reciente de esta cuestión
vale la pena ver: J. MALUQUER DE MOTES: cLos Fenicios en Cataluña•. Tartenos, V.
Symp. Int. Prah. Pen .. (Jerez de la Frontera 19681. Barcelona, 1969, págs. 241 · 250 ; E. A.
LLOBREGAT CONESA: d.as rela ciones con Ibiza en la protohistoria valenciana.. IV Sympo·
sium de Prehistoria. Barcelona, 1974. págs. 291 -320.
1391 MALUQUER. op. cit. nota 38 sobre todo págs. 242-244. También en: M. ALMAGRO : eLas necrópolis de Ampuriau, 1, 1951 Y11, 1955 ; F. VIll.ARD: «La cerárnique gr6{:que
de MarseilleJ, Parls 1960 ; F. BENOIT: «R.écherches sur fhellenlssti on du Midi de la Gaulet.
Aix-en-Provence 1965 ; G. TRIAS : «Cerámicas griegas de la PenJnsula lbé ricllt. Valencia
1967 .
[page-n-66]
-12
46
47
•
¡
•
PI¡. 20.-Corte 4: HallUJOI de 101 01.,,-, di '\lperflcillc.d.mln lhft1ca, IIl.ldJ"al blscochacbl f• • Um.
>11
[page-n-67]
51
0-24
53
52
PI¡. 21 .-Corte 4 : Hallugo. d. lo. ni ...... d. 'lIptrflcie (pequ160 pllto IWrico, coa lal,dro. y (rago_Dto,
m.cUeval.., ,1 \\ltlmo d, 1110-.10. dor.do~( • . Lim.. XII
[page-n-68]
VINARRAGEll.
"
Su agrupación puede quedar de la siguiente manera:
Cerámica fabricada a mano, grosera, de superficie
alisada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 fragmentos.
Cerámica ibérica con bandas y metes pintados
5 fragmentos.
Cerámica ibérica con fIletes y flecos pintados
9 fragmentos.
Cerámica ibérica sin ninguna decoración . . . .
3 fragmentos.
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
22 fragmentos.
Han sido seleccionados los fragmentos que dibujamos en la fig .
17 Y que des cribimos a continuación:
30. Boca de vasija o tomo, con el tlpico perfil en forma de «cabeza de ánade•. Sobre la
escocia y arranque del cuerpo presenta banda cslrecha pintada de color ocre-rojizo. Rotura
de núcleo gris claro con lateral interno a naranjado y cl externo ocre amarillento. Buena calidad.
3 1. Tiesto deco rado con flecos verticales de color ocre. Rotu ra con delgado nucleo grlséceo. con late ral externo ocre blancuzco y el interno ligeramente onaranjodo. Bueno cali·
dod.
32. Tiesto con aguada de cubierta color beige. decorada con lInens pintadas paralelas
de color ocre-rojizo. Rotura con zono exterior ocre amarillenta e interior ligeramente gris.
Muy buena calidod.
33. Asa de cinta, con suave escocia en su cara superior. Sobre los restos del recipiente
presenta bandas de color ocre·rojizo. Rotura a naranjada. Superficie exterior blancuzca .
Muy buena calidad.
34.
Tejo de cerámica. Rotura siena-rojiza. Calidad media.
La ordenación estructural de esta fase quedaría por ahora resuelta, según los datos del Cuadrante «lb, de la manera siguiente :
VINARRAGELL IV a
Momento 1:
Momento 2:
Representado por el estrato n.O 19, indicado en
el perfll Alfa, que resultó précticamente estéril .
Justificado por la estratificación del nivel 20.
cuya separación estaba asegurada , como la de la
cerámica ibérica que contenia. gracias a la superposición del pavimento n.O 21 de nuestro perfil guia y por el estrato estéril n .O 19 subyacente.
[page-n-69]
"
VJNARRAGELL IV b
Momento 1:
Momento 2:
Significado por el muro VI (zócalo de piedras)
del perfil Alfa y por el pavimento n,O 21 a él asociado.
Representado por el estrato 22, que se superpone al muro VI mencionado anteriormente.
Estos momentos de la fase IV, que acabamos de exponer diferenciados entre si, pueden relacionarse prudentemente con los estratos
«eH» y «CR-D» de las anteriores campañas. Otras equiparaciones nos
parecen más problemáticas, puesto que en aquellos trabajos las remociones medievales y modernas alcanzaron mayores proporciones
en los niveles superficiales del montículo (40) .
La fase VinarragelllV puede, pues, considerarse IBERICA. según
los hallazgos de la cerámica asociada.
Como hemos podido observar, se encuentra sub·dividida por dos
estratos, perfectamente separados entre si. El más profundo (n.o 20
del perfil Alfa) ofreció cerámica con perflles caracterlsticos de la cerámica ibérica que se decora a mandas estrechas. (411, que tanta posibilidad comparativa encuentran en los ambientes más antiguos de
esta cultura (42).
El más superficial (n.o 22 de dicho peñll) nos brindó contados
fragmentos de vasijas en las que destaca la decoración geométrica,
alternando con las «bandas estrechas», como suele ocurrir en no pocos poblados ibéricos, que se fechan por las cerámicas de figuras ro·
jas y pre-campanienses (43).
1401 Ver en op. cit. nota L pAgs. 54, 76 Y figs. 24, 4 1 Y 61, la gran mezcolanza que
existe entre los estratos A-B-C; y también en algunos sitios hasta alca nzar los estratos . ca.·
_CH-D., según se apunta en la págs. 143 y 144, en razÓD de Intromisiones de cerAmica me·
dieval.
(411 Ver por ejemplo en op. cit. nota 1, la vasija decorada con bandas estrechas y file les, en pág. 37, fig . 15.
1421 Vale la pena destacar, entre otras, las que se han encontrado en las ricas necrópo·
lis del Bajo Ebro ILa Oriola, La Palma. Mianes, etc. l. También en necrópolis mas conocidas
como las de La SoliveUa y el Molar. Con respecto a estos dos complejos, hoy conservados en
los museos de CasteUón y Alicante, ver: J. SENENT IBASEZ : «Excavaciones en la necrópolis
de El Molan, Mem. Junt. Supo Exc. Antig .. n.- 107, Madrid 1930 ; D. FLETCHER VALLS : «La
necrópolis ibérica de la Solivella IAlcalá de Chivert, CasteIlÓnl" Serie de Trabajos Varios del
Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, n.· 32 , Valencia 1965.
1431 Ver por ejemplo, citando dos de los más importantes y manejados por la bibliograna : V. PASCUAL PEREZ:.:EI poblado ibérico de El Puig IAlcoyl. , Archivo Prehistoria levantina IIJ, Valencia 1952, pAgs. 135-146 ; D. FLETCHER VALLS, E. PLA, J . ALCACER : «la
Bastida de les Alcuses (Mogente.Valencial». Serie de Trabajos Varios del Servicio de Investi·
gación Prehistórica de la Diputación de Valencia D.- 24, Valencia 1965, y n.- 25, Valencia
1969.
[page-n-70]
55
56
58
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62
61
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l",.t"" !"IIJ""I,m1tl"l'l lIJ1 l11j1m1
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FI,. 22 .-Corte 4: MUlrial.. ntlrado. d,l, Po.. n J d,.u. Cu.adrante d)a (fragmll1lO'" car.lmlca. muo
coo .,. y tetón; plato de Clrtmfca ¡rl. J tnll borda. med.i.,..l.. bl.lcochadOl. d.condo. en Dep'o-CI'lÜIO¡
ttjuIlo d, Clrtmica' ¡• . Lim. IlVI
[page-n-71]
70
MESADO·AII.TEACA
No existe, pues, ninguna duda en que los mencionados estratos
representan sendos horizontes de lo ibérico y, en suma, la cristalización de esta cultura en el Levante Peninsular.
Sin embargo, el conocimiento anterior se tiene que poner en comparación con otros datos que el mismo yacimiento ofrece, para formular ciertas preguntas, sobre la forma en que ha de considerarse el
origen de la Cultura Ibérica en esta región.
En las lineas precedentes comenzábamos a hacer notar cómo la
cerámica propiamente ibérica (44) no aparece en el Corte 4 basta
después de la desaparición de la cerámica fenicia; y posteriormente a
la estratificación de un nivel con cerámicas totalmente hechas a mano.
Luego hemos visto como nuestra primera cerámica ibérica, documentada en Vinarragell IV a (Momento 2), se encontraba una vez
más separada de los contextos materiales de Vinarragell TII e, por la
deposi ción del estrato n.O 19, que resultó completamente estéril.
Aunque la misma presencia de la cerámica a mano pudiera permitirnos suponer la proyección de ciertos estadios de cultura material. como los que ellas representan, basta una vecindad muy próxima con el tiempo de nuestras primeras cerámicas ibéricas, tenemos
que tomar con muchisimas reservas el resultado obtenido, en un área
tan reducida como la de nuestro Cuadrante lB». Por lo que aquí bemas visto tendrlamos que señalar la implantación repentina del torno
ibérico en la región del Bajo 1I.fijares (45 l.
{441 La cerámica ibérica de VinlUTagell presenta una pasta sumamen~ depurada y IU
cocciÓn resulta francamente buena, emitiendo 1 fragmentos un l onido muy especial al ser
01
golpeados. Se aparta claramente de la cerámica fenicia, de cocción más irregular y pasta altamente esquistosa. Todo ello sin tomar en cuente les diferencias de decoraciÓn.
{45} Vale la pena recordar que en la zona del Ebro, por ejemplo, exislen imitaciones
Indlgenas, hechas a mano, sobre fOfmas propiamente Ibéricas ; como si estas cerámicas (en
calidad prototlpica) se hubiesen extendido por las tierras cercanal a la costa, más expuestas
a los estlmulos externos tanto fenicios , como griegos, etc., encontrándose todavla con ambientes donde no se habla generalizado el uso del torno. Este dato seria digno de tener en
cuenta, cara a VinlUTagell. Puede citarse concretamente el caso de Can Canys: S. VILASECA
ANGUERA, J . M.O SOLE CASELLES, y R. MAAE GUELL: d.a necrópolis de Can Canyis
(Banyeres-Tarragona)•. Trabajos de Prehistoria VIII, Madrid, 1963 . En las tierras de penetración hacia el interior de la Peninsula el fenómeno de la relación entre los complejos locales con cerámica a mano y los menos importado!», bien lIIan del tipo feni cio, griego, etrusco, ibérico antiguo, etc. etc.. parece que se puede asegurar. Estos ambientes con cerámica a
mano representarlan el dlorlzonte recepton {en estal regiones}, por cuyas rutas de comunicaciÓ establecidas se propagarlan los nuevos elementos ellóticos. Por esto m.ismo la periodin
zaciÓn costera de los grupos cerámicos que acabamos de mencionar aportarla no pocas proyecciones cronológicas para la estructuración pre-ibérlce del .segundo Hlnterlantb. Por lo
pronto vale la pena esperar la publiceciOD da los resultedos obtenidos por Bergés y Ferrer
(M\LI8O de TlIIT8gonal en lo!II ültimos tTabt\joe que vieD8D rea.lizando en la oea6polis de ColI
ael Moro. Lguannente aleCCIOnadores resultan los dltlla que a n ae nace mas uempo V1ena
[page-n-72]
"·INAP.il.AC:E!..l.
"
No queremos , pues, definirnos concluyentemente : afirmando si
este hecho, perfectamente documcnt:!do (461, se explica por un accidente de deposición p arcial (47) ; o si realmente alcanza una documentación generalizable a toda el área poblada , reclamándonos por
lo tanto una contemplación de «carácter histórico» (48).
Las futuras investigaciones arqueológicas de Vinarragell, como
también las que se realicen en otros yacimientos de su región y de la
zona oriental en general, tendrlan definitivamente que aportarnos la
última palabra.
Por ahora nos limitaremos a barajar algunas de las posibilidades
que se nos ocurren, sin ir más allá del dato concreto y sin agotar la
necesidad de otras preeuntas sobre el mismo tema.
Según lo que hasta ahora tenemos excil\'ado supondríamos, pues:
a) Que en el área de las futuras campañas pudiera lleear a documentarse una secuencia sin «interrupciones», que nos obligase a
aporta.r::do la necrG
polis de Agullana [Gerona}, donde la certunica de la tumba n." 184, según
nuestro modo do ver, refleja cuando menos la circulación de ciertas rormas do vasijas
renido- púnicas, en un momento prácticamente anterior [por inmediato que este sealala generaliucilin del uso de la cerámica ibérica propiamente dicha ; que basta el momento actual
no se halla preseote en la oecrópolis. a pesar de que se documeota en Gerooa (Muralla N_ E.
do Aropurias, por ejemplol y en el Sur de Francia, por lo menos desde principios de la segunda mitad de l VI a. C., y que Agullana se supooga en una zona de comunicación obJ:gada. entro ambas vertientes del Pirineo Oriental. Ver al respecto: PALOL, op. cit. nota 33. pago 11 .
situación RooRráfica v eo lám. XV eS,Dllcialmente las urnas n." 1, 9, 11 Y 12, que hoy le conservan en el Museo ArqueológiCO de Baroe1ona. También resulta muy importante. de cua a 10
quo aqul hemos venido tratando : ·W. SCHULE: IProbleme der Eisemeit auf der Ibcrisd:en
Halbinselt en Jerh. d. Rom·Germ. Zentralmuseums Mainz. VII. 1960 ; W. SCHULE : .Varfor·
men ...on Fusszier und Armbrustkonstruktion, der Hallstatt -D- 'F!bell!.. MadJider ML!tellunt:en. 2. Madrid 1961, pi!.gs. 55· 69, Abb. 9, etc.; W. SCHULE: .Recenciones a la llecrópolis
HaJls táttica de Agullana.., de Pedro de Palol, y a da Regi6n Vacceu, de Federico Wa ttenberf. en Ge rmanla, Jahrgang 39, 1961. págs. 234· 239 .
(461 Mucbas veces la buena documentación de un corte no justifl.ca r¡ue los detaUes de
alguno do los datos observados se puedan generalizar como re!ultado II teila el i!. rell excavable.
(47] Mientras que no se realicen excevaclones horizontales de mi!.9 envergadura. con
el objeto de conocer las caracteristicas propias de cada uno de los momentos de la secuencio, nos encontraremos pendientes de la presente duda. Por 10 tanto, de cara a las futuras
campatlas. su esclarecimiento resulter1a uno de los objetos fundamentales.
(481 La comprobación de que la cerAmica ibérica ap9l"eCe repentinamente en el yacimiento colocarla a le región. coa mucbas posibilidades, dentro de los territorios que la misma abarcarla con su expasión, tal y como algunos autores se hablan adelantado eo suponer.
En este caso concreto. siempre que se descartaran derm.ltivamente otros posibles rocos creadores. como por ejemplo en torno a los golfos de Rosas y de León (o en el Bajo Ebro]. la procedencia de las cerámicas ibéricas más antigues de la Costa valenciana se temirla que alargar desde ambientes mAs meridionales de la Pen1na:ula, donde los estimulos externos que foment3ba:t IUS procesos de aparición. principalmente procedentes del mundo reniclo. se encontraban presionando durante todo el siglo VU a. e .• cuando menos.
[page-n-73]
,
Fig. Z3 .-Cortll 4: Cerámica ibérica de la lIhada 2 1111 al Sector lA.t y .lb, teg¡l.D el primer
ciODel Iv. Um. xm¡
,l.tema de ezca".-
[page-n-74]
VINARRAGELL
-,
66
Fig. 24.-Corte 4 : Fragmento de tinaja con decoración liena tOltada, reUrado en la abada 2. Debajo del
na, . chorreado» de la lIplca aguadl coloreada de la cubierta propil de la cerámica policroma ibérica importlda, comu eD el yacimieoto Iv. Lim. XIllI
[page-n-75]
MESADO-ARTEAGA
valorar un desarrollo más fluido entre el abandono de la cerámica
hecha a mano y la adopción de la cerámica ibérica, fabricada a torno.
b) Que no existiera un proceso de asimilación gradual, entre
otras cosas, porque hubiera existido un verdadero trasplante del conocimiento (49), capaz de no permitir la «huella de ensayos locales»;
con lo que se tendría que observar una identidad muy fuerte entre
las primeras cerámicas a torno del sitio y sus prototipos.
cl Que los esUmulos llegados con la importación de la cerámica fenicia se hubieran cortado repentinamente, como hasta ahora
podría pensarse que ocurrió, sin que se llegaran a traducir en una
asimilación técnica del torno, de manera progresiva o violenta_
d) Que por demostración del fenómeno anteriormente apuntado, al que tendría que buscársele explicaciones seguramente «mediterráneas», pasáramos a considerar que la cerámica ibérica y las
técnicas de su fabricación llegaron a Vinarragell totalmente procesadas, desde otros lugares de su región o de fuera de ella (50).
Como se puede entrever, la cuestión principal del problema se
centra en la necesidad de concluir si la adopción del torno de alfarero se debió, en esta parte de la Península, al impulso decisivo de los
(49) Una sola persona, por tomor un caso cualquiera, cambiándose de una comunidad
a otra, por la causa que fuese, podrla muy bien llevarse consigo unos conocimientos !.écnicos
determinados e implantarlos en el nuevo sitio sin dejar nada perceptible por nuestros métodos arqueológicos. Las múltiples posibilidades .del ctránsito. de las ideas. auedan I!eneralm"nte muy minimixadas por el rigor d" nuestros razonamientos deductivos, siempre basados
en la evidencia material.
(50) Hasta el presente las opiniones sobre la expansión de la cerá mica ibérica, cuando
no también de la cultura en general, S8 encuentran divididas entre los que la suponen desde
el sur hacia el norte y los que defienden la posibilidad contraria_ Para el respaldo de esta
i:ltima consideración parcela resultar muy contundente la temprana presencia de los griegos
en torno a los golfos de Roses y de León; mientras que para no pocos investigadores el impacto de lo .clásico. pudiera haberse convertido, en ticITas como las del Sudene y Andalucia, en el principal estimulo para el nacimiento de esta cultura. Mientras tanto resultaba
inoompnmsible una difu.g6n desde el Sur y a trnvé!l de la Región valenciana cullDdo que en esta
última los complejos cerámicos más antiguos se podlan fechar desde finales del siglo V a C
como mucho, remontándose hasta el siglo VI a. C. en el Languedoc, que en todo caso sena el
extremo de toda propagación meridional. Como era de esperar, encontréndose latente la po
sibilidad, se podla desprender algún criterio sobre el origen de esta cerámica en los actuale'
territorios franceses, como de hecho ha ocurrido; comprendiéndose desde alllla difusión ha
tia la Penlnsula. Hoy podemos cuando menos observar, y para ello VwarrageU es importante, que si el criterio de sur a norte pudiera establecerse, como respaldando a los autores que
proponen esta trayectoria, tendrla que puntualizarse que los elementos representativos de la
misma no son precisamente los que se pueden haUar estratificados en los yacimientos del tipo de la Bastida de Mogente, sino seguramente más antiguos. Con lo cual no tendnan por
qué considerarse des rasados con respecto a las fechaciones del Sur de Francia, a las que,
por el contrario, pudieran más bien explicar.
[page-n-76]
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Pi¡. 25.-Corte 4 : Cerámicat med.ievalet procedent" de la FOla 1 (de IOlllÚDleros 73 al 76, vidriadol¡
[page-n-77]
"
MESADO·ARTUGA
fenicios , de los griegos. o de otros ambientes indIgenas adelantados
en la asimilación del conocimiento.
Esta seria, por 10 que hasta abora nos es permisible, la sugestiva
panorámica que adelantaríamos en relación con el comienzo de la
Fase IV (IBERICAJ de Vinarragell.
Un aporte estratigráfico como el que Vinarragell 111 c/IV a nos
pudiera brindar se convertirfa en el paso más fll1Tlc hacia el esclarecimiento de los orígenes de la Cultura Ibérica en la costa oriental de
la Peninsula. Mientras tanto. los asuntos más profundos de su trama
compleja, donde la cerámica juega solamente un papel identificador
y por 10 tanlo no el más importante. se tienen que quedar flotando;
aunque tal vez en un punto más adecuado para su tratamiento.
VINARRAGELL V-VI
Con la contemplación conjunta de estas dos fases terminaremos
la presentación resumida de nuestros resultados de 1972.
Las mismas quedarán establecidas de manera problemática. como una solución de compromiso provisional. en previsión de los resultados más precisos que pudieran ofrecernos las futuras campañas
de excavación.
En estos niveles. como se recordará , aparecen las cerámicas ibéricas , de diferentes épocas. completamente mezcladas con otros materiales medievales y modernos, que hasta ahora no se han podido disociar.
En cuanto a las posibilidades del estudio actual parece que algunas de esas cerámicas ibéricas podrlan aceptar la denominación de
Vinarragell V. Sus caracteres decorativos, propios de unos momentos
más tardíos dentro de lo ibérico, como otros hallazgos importados
que bien pudieran asociarse, así parecen recomendarlo. De esta manera quedaría despejada la denominación de Vinarragell VI para los
materiales medievales (51).
Los materiales ibéricos, anteriormente mencionados, están siendo sometidos a un estudio muy detenido y su comparación con otros
complejos cerámicos, conocidos en su misma región, nos viene ofreciendo resultados altamente reveladores. Puede decirse que nuestro
hipotético Vinarragell V en nada se verla minusvalorado, apesar de
la importancia que encierran las fases que hasta ahora estábamos
tratando.
!SU
Ver por ejemplo, en op. ciL nota I algunos fragmentos ibéricos de las figuras 26,
4 5. 67. etc.
[page-n-78]
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reUloo d, 1, Foel 1 Iv. Lim. mi
[page-n-79]
78
MESADO·AlI.TEACA
Por lo pronto vale la pena adelantar que frente a otros poblados
ibéricos, generalmente fortificados y emplazados en sitios de mucha
más altura, una Fase V en Vinarragell nos obligaría a preguntar:
l . SI existió una continuidad del «habitat» entre ella y los estratos de VinarrageU IV; con lo cual se documentarla la presencia de un
núcleo ibérico asentado en tierras llanas , contemporáneo con los
mencionados poblados de altura (52).
2. Si existió, apesar de la superposición, un hiatus entre estos
dos horizontes estratigráficos; y por eso mismo una cierta sucesión
temporal entre Vinarragell IV y otros yacimientos, antes de que se
volvieran a depositar materiales en el sitio.
1'10 en vano , pues, la estratificación de Vinarragel1, contemplada
desde sus niveles más profundos hasta los má s superficiales, tiene
que considerarse como una de las má.s importantes aportaciones que ,
durante las últimas décadas , nos viene brindando la arqueología de
campo, a todo lo largo de las fach adas mediterránea y atlántica de la
Pen(nsula Ibérica .
(521 Pa ra estas cuestiones, véase : M. GIL-MASCARELL BaSCA: ..Yacimientos ibéricos
en la región Valenciana. (Estudio del poblamiento).. Resume n de la tesis doctoral. Valencia
197 1 págs. 9 y 10.
[page-n-80]
INDIC E
Pág.
NOTA PRELIMINAR .................. . ........... ... ...
5
I.-INTRODUCCION ... ........... ...............•.•...
7
n .-SISTEMAS TECNICOS DE LA EXCAVACION .... .... ... 14
Primer sistema .................. , . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Segundo Sistema ... " .......... . . .. ........ ,....... 16
Método de excav&ci6n empleado en el Cuadrante «B» del
Corte 4 ................................ ,.,........ 19
III.-ANJ\LISIS ESTRATIGRAFICO y ESTRUCTURAL DEL CUADRANTE cB. ICORTE 41 .... . ........... . .. . ........ 23
IV .-INVENTARIO DESCRIPTIVO DEL CORTE 5 .. . ........
34
Alzada 5 . .. .............. . .. . ..... .. .......... . .. .
37
Alzada
Alzada
Alzada
Alzada
Alzada
37
39
4
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superficie ..... . ......... ,................
V .-C ONCLUSIONES SOBRE LOS RESULTADOS DE
VNARRAGELL-72 ........ . . .. . . ... .. ..... . . ....... ..
Vinarrsgell 1 ... ,........ . . ........................
Vinarragell n ....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Vinarragell nI .....................................
Vinarragell IV ............................... ... ...
Vinarragell V-VI ... . . ... . ......... .. . ..............
40
40
41
45
46
49
54
64
76
[page-n-81]
[page-n-82]
LAMINAS
[page-n-83]
[page-n-84]
MESADO-ARTEAGA.-VinlUTa.eU
Corta 4 .-Mea delim1tade
[page-n-85]
MESADO-ARTEAGA_ VLDanagell
-
LAM.
11
Corte 4 , Sector clb, demarcación dal Cuadra.nte di_ y .01 ; al fondo el zócalo VI y en el primer t41rmino la
Po.. U
[page-n-86]
MESADO-ARTEAGA.-VinarrageU
LAM .
III
Corte 4 , Cuadrante dl •. - panorimica de 101 murol 1, 11 Y 111 Y fmne de color verde del pavimento 5
[page-n-87]
MESADO-ARTEACA .-Vl.narralaU
LAM.
IV
[page-n-88]
MESADO-ART~AGA .- VinalTaaell
Corte 4 , Cuadrante ,B.: Vina rrontal del zócalo V
LAM .
v
[page-n-89]
MESAOO-ARTEAGA .-VIDlrrI8ell
LAM .
Corte 4 , CUldrante _B.: Vilta literal del z6calo de d>olo.. (m uro VI que trua el Cuadrante
VI
[page-n-90]
MESADO -ARTEAGA. - Vinlrugell
LAM .
VII
Co rte 4, Cuadrante "B.: 1I0rilonlll de pavimentación de la aLuda 4 con L indicación de sus lerracotas
a
(hornol! y del Wca lo VI pegado al perfil ALfa
[page-n-91]
LAM . VIII
MESADO· ART EAGA.-Vin a rragell
Co rte 4 : Zócal o de habitac ión ibé ri ca a 0 ' 50 m. de profundidad , a par ecida e n los Cuadra ntes .A..·.C.
Iv. fig. "6 y 71
[page-n-92]
ME SADO -ARTEAGA __ Vinlrrlgell
Corte 4 : Det.Ue de u.no de 101 mW'OI de II "mini I nterior
LAM .
IX
[page-n-93]
MESADO-ARTEAGA.-VinarngeU
Corte 4, Cuadrante Lb: Cerámica de la alzada 9 y 4 Iv. fig . 19 Y 191
LAM.
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[page-n-94]
MESADO-ARTEAGA.-Vinarng.U
LAM.
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[page-n-95]
MESADO-ARTEACA.-Vinar!'agell
LAM . XII
Corte 4, Cuadrll.nte Lb Molino barquiforme . In . Itu, aparecido sobre Wl amontonamiento de tbolop
Iv. Iig. 26 pina luperiorl
[page-n-96]
MESADO-ARTlAGA.-VlnanaseU
LAM , Xlii
•
Corte 4 : Cerámic.. ib6ric .. de la alzada 2 Iv.
rJl. 23
y 241
[page-n-97]
MESAOQ-ARTEAGA.-Vin.rr.geU
LAM.
XIV
Corte 4 , Cuadrante .. DI: Borde de cer'mica ibérica .re.i ...nte; borde con " . de recipiente a m.no; fug
mento de patera de ceramica gril ; parte de tap.dera ib4Irica y nlltOI de cuenco medieval (v. fig . 221
[page-n-98]
MESADO-ARTEAGA.-Vinarra,eU
LAM.
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[page-n-99]
MESADO _ARTEAGA._VinarrageU
Corte 5 junto al viejo Sondeo 1, con ta indicaci6n de su Fosa
LAM.
XVI
[page-n-100]
[page-n-101]
SERVICIO DE INVESTIGACION P R EH I ST O RIC A
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SE RIE DE TRABA JOS VARI OS
Núm. 61
VINARRAGELL
(BURRIANA, CASTELLON)
II
POR
NO RBERTO MESADO OLIVER
y
OSWALDO ARTEAGA MATUTE
VALENCIA
19 7 9
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
SERVICIO DE INVESTIGACION P R EH I ST O RIC A
DIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SE RIE DE TRABA JOS VARI OS
Núm. 61
VINARRAGELL
(BURRIANA, CASTELLON)
II
POR
NO RBERTO MESADO OLIVER
y
OSWALDO ARTEAGA MATUTE
VALENCIA
19 7 9
[page-n-5]
ISSN 1989-0540
DIPUTAC ION PROVINCI..I_L DE VALENCIA -
SERVICIO DE
IN STITUC ION ALFONSO EL MA GNAN IM O
INVE ST IGA C ION PREHISTORICA
SECCION DE PREHISTORIA EN VALENCIA DEL C.S.I.c.
SERIE DE TRABAJOS VARIOS
Núm. 61
!.S.B.N. 8 4 -(10.04371_4 . - OeJ>ÓIIIO LI\l11 V. 313 - 1979
2479. - Edltorl.1 f . Oom.nedl. S. A. _ M.r. 31 _ V.I.ncl.
[page-n-6]
NOTA PRELIMINAR
Al preparar esta nueva campaña en un yacimiento de la transcendencia de Vinarragell. quisimos -bajo el beneplácito del Director
de las excavaciones, Domingo Fletcher Valls- que colaborase con nosotros el amigo Oswaldo Arteaga, el cual lo habla hecho ya al redactar, para la publicación de las campañas precedentes, el informe dedicado a los restos óseos de la 111 Campaña llevada a cabo en 1968.
En dicha publicación (1) ya se anunciaba, en la nota n ,o 93. un estu dio comparativo entre los Saladares de Orihuela y Vinarragell .
Por esto la intervención directa de Arteaga aquí, irla, a buen seguro, en beneficio de los resultados a obtener tanto de la presente
campaña - la IV- como del estudio comparativo anunciado.
El trabajo quedó repartido de la siguiente forma :
o, Arteaga dirigió los trabajos del Corte 4 hasta finalizar la alzada 15, haciéndolo nosotros hasta la 22 (fi.g , 9), El Corte 5, con sólo 5
alzadas (fig, 11), era llevado íntegramente por Arteaga mientras que
en la interesante limpieza de los hastiales del viejo pozo 1, sólo corría
a su· cargo el nivel de humus,
En los intervalos, que no actudbamos en la dirección de los cortes, colaboramos, junto con los estudiantes D . Manuel G6mez, D , Ma (11 N. MESADO OUVER: .Vinarr agell (Bumana, Castel16n)•. Serie de Trabajos Va rios
del Servicio de Investigación Pre bistórica de la Diputación de Valencia, núm. 46. Valencia,
1974. Los autores tienen en preparación ava nzad a un estudio de estratigrafla comparada,
entre 105 yacimie ntos de Vinarragell (Burriana-Castellón) y de Los Saladares (Oribuela-Alicantel, que por la situación geográfica de los mismos apona datos del mayor interés para el
conocimiento de la proto-historia de la región vale nciana.
[page-n-7]
•
raSADO-AlI.ttAGA
nuel Tarancón, D. Vicente Pitarch y D. Manuel Bodl, en los trabajos
de limpieza, restauración y fichaje, que dirigía Maria Remedios Ser-
na en la provisional oficina instalada en el casal sito junto al yacimiento; favor debido, unu vez mds. a su propietario D. Ramón Huguet y a su nuevo capataz D. Agustín Isaach Giral.
Para el presente estudio. dado que los resultados de nuestras anteriores campañas estaban en prensa, brindamos a Arteaga la labor
intelectual con objeto de que nuevos puntos de vista redundaran en
beneficio del yacimiento; ya que lo único importante es una mayor
aproximación a los hechos reales que cuajaron, a través del tiempo,
en esta estación del estuario del río de Millars.
También fueron suyos los sistemas técnicos empleados en los
CDrtes 4 y 5.
A nuestro cargo estuvo la realización de las 26 figuras - excepto
las n.O 1 y de la 5 a la 11 inclusive-, así como la confección, junto
con el respectivo positivado, de las ldminas fotogrdficas, incluyendo
también la rutinaria labor del ineludible inventario descriptivo de los
materiales exhumados.
Por lo dicho, pues, las opiniones de toda índole vertidas por nuestro buen amigo deben entenderse como juicio personal suyo.
Por fin queremos advertir la errata del Capítulo XII - pdg. 145-,
de la primera publicación, ya que se incluyen, formando grupo con el
,Perlado del Hierro 1», niveles del ,Perlodo de influencia fenicia» de
la 11 y 111 Campaña. los cuales han sustituido por ello, a los niveles
l/O de ambas campañas.
N. MESADO
[page-n-8]
1
lNTRODUCCION
La secuencia estratigráfica de Vinarragell se encuentra localizada en un paraje que se abre haciD la costa mediterránea, en el litoral
oriental de la Peninsula Ibérica lfig. 1),
Sus depósitos arqueológicos se acumularon durante varios siglos.
a causa de la destrucción de los diversos dlabitats» que aquí se sucedieron. llegando a formar UD monUculo artificial, que se eleva unos
tres metros sobre las tierras circundantes de la Plana, en la ribera
derecha del ria Mijares y a poco más de tres kilómetros de su actual
desembocadura lfig. 2).
El sitio del yacimiento forma parte de UDa extensa finca horUcala., que Don Ramón Buguet Cabrera posee en la partida de Santa Bárbara, antaño llamada de Vinarragell (2). Pertenece al término de Bumana, ciudad de la que dista cinco kilómetros y con la cual se comunica por el antiguo camino de .Santa PSUJ lfig. 3).
Su gran importancia ha sido comprobada, gracias a las excavaciones que en él se realizaron, durante los años de 1968 a 1970, con
la subvención del Ayuntamiento de Bumana, bajo la dirección de
Don Domingo Fletcher Valls, encargéndose de los trabajos uno de nosotros (Mesado) (fig. 4).
(21 Sobre el topónimo VinorrageU. véase el informe del Pror. PIERRE GUICHARD . publicado en MESADO OUVER. Op. cit. nota l . pága. g, a 12.
[page-n-9]
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[page-n-13]
MESADO-ARTEAGA
Las primeras noticias sobre estas campañas fueron publicadas
por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, en los años 1969, 1970 Y 1973 (3).
Los resultados parciales del excavador fueron llevados posteriormente a la imprenta, por la Excma. Diputación Provincial de Valencia, en la Serie de Trabajos Varios del S. 1. P. (4).
La campaña de excavaciones que aquí presentamos se llevó a cabo durante la primavera' de 1972, siendo subvencionada íntegramente por el Ayuntamiento de Burriana. Los trabajos estaban bajo la dirección de D. Domingo Fletcher, encontrándose al frente de los mismos un equipo formado por los que flrman el presente estudio.
No queremos cerrar estas lineas sin cumplir con el grato deber de
manifestar nuestro profundo agradecimiento, a todas aquellas personas e instituciones, que de diversas maneras han hecho posible la
realización de los trabajos, que cristalizan en esta memoria (S).
En primer lugar tenemos el gusto de hacer mención de la Excma.
Diputación Provincial de Valencia y del Servicio de Investigación
Prehistórica por el respaldo que en todo momento nos ha sido brindado . Una mención especial merece el Ayuntamiento de Burriana por la
subvención económica que, ejemplarmente, ha continuado aportando , en bien de que los trabajos en el yacimiento no se vean interrumpidos.
Nos sentimos especialmente en deuda con María R. Serna, por
llevar a cabo la ordenación preliminar de los hallazgos y por su eflciente ayuda en la elaboración del catálogo de los mismos.
Agradecemos a María Dolores Fernández-Posse, del Departamento de Arqueología de la Universidad de Granada, algunos de los
dibujos que presentamos en estas páginas (fig. 1 Y S/ 11), y los que ha
tenido la amabilidad de confeccionar para las que se encuentran en
preparación.
Por la gentileza que han tenido, respondiendo desinteresadamente a las diversas peticiones que les hemos formulado. en bien de
nuestros estudios comparativos. queremos hacer mención de las siguientes personas:
( J ) .La Labor del S. 1. P. Y su Museo en el pasado ano de 1967•. Valencia. 1969. pág.
90-91. .La Labor del S. I. P. Y su Museo en el pesado año de 1968 •. Valencia. 1970. pAgo
81/ 82 . E. PLA BALLESTER : «Actividades del Servicio de Investigación Prehistórica 09661970jl. Archivo de Prehistoria Levantina. XIII. Valencia, 1972 , pág. 289-291. con bibliografia anterior a las excavaciones.
(4) Op. cit. nota 1.
(5) El estudio critico de la presente campaña (197Z ) se publicará por separado, encontrándose su . preparación bastante avanzada.
[page-n-14]
VINAP.P.AGELL
"
Prof. Dr. W. Kimmig y Dr. E. Gersbach, de la Universidad de Tübingen, actuales excavadores en el poblado de cHeuneburg» (Alemania); Prof. Dr. Pedro de Palol Sa1ellas, de la Universidad de Barcelo na, excavador de la Necrópolis de Agullana (Gerona ); Dr. Bergés y D.
M. Ferrer, del Museo de Tarragona, excavadores del Coll del Moro ;
Dr. F. Esteve Gálvez y D. Juan Sabaté, del Museo de Amposta.
A ellos, de nuevo , graci~s.
Tübingen-Burriana, diciembre de 1974
[page-n-15]
II
SISTEMAS TECNICOS DE LA EXCA VACION
El propósito fundamental de la presente campaña era el de obtener una documentación comparativa: entre las estructuras que se
pudieran señalar en la secuencia del montículo y los resultados estratigráficos que aquí se venían conociendo desde los trabajos anteriores , efectuados por uno de nosotros.
PRIMER SISTEMA
Para los efectos se delimitó el área del Corte 4 , que ocupaba una
superficie de 5 x 5 metros.
Estaba delimitado por los perflles Alfa, Beta, Delta. Gamma ; y dividido interiormente en dos rectángulos iguales (A y BI, mediante la
conservación de un testigo central (fig. 5 Y LAm. 1).
Para lograr mayores seguridades en las decisiones técnicas durante los trabajos se planteó el Corte 4 lindando con el sector excavado en las campañas anteriores. De tal manera que pudiéramos estudiar antes de nuestra excavación y controlar durante la misma las
diversas características de los depósitos estratificados.
Ganábamos así una referencia de no pequena importancia y una
indudable garantia metodológica.
No explicaremos en detalle la forma como se excavaba, puesto
que el sistema inicial hubo de suspenderse nada más comenzado.
Después de haber retirado las dos primeras alzadas de tierra, cu-
[page-n-16]
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Vos materiales se encontraban totalmente revueltos (6) , tuvimos todavía que lamentar la aparición de dos grandes pozos que indicamos
en la figura número 6 con ordinales romanos 1 y 11 (Ll1m. II).
De esa manera, cuando apenas comenzaba a insinuarse el primer
estrato cin situ», luego cortado por nuestra alzada n.O 3 (Ver perfil Alfa), hubo de procederse a variar el plan de trabajo, de la manera en
que se co ntinuó la excavación hasta la tierra virgen y que expondremos a continuación.
SEGUNDO SISTEMA
Se comenzó por retirar una capa horizontal, pareja a todo el COf·
te, hasta lograr un nivel uniforme antes de retirar la capa n .O 3, con
la que darfamos comienzo a nuestro segundo sistema.
Hecho esto último dividimos el área excavable en cuatro cuadrantes (A , B. C. y DI. mediante la demarcación de otro testigo central . que con el anterior formaba una cruz (fig. 7).
De esa manera quedaba resguardado el Pozo 1 dentro del Cua drante cA•. mientras que el Pozo n se aislaba en el Cuadrante «ll»
IUm. IIJ.
El pozo del Cuadrante «A. se excavó hasta su casi total profundidad , observándose la destrucción de la secuencia, por lo que de ahora en adelante renunciaremos a tomarla en cuenta para nada.
La posibilidad de que pudiera ocurrir lo mismo con el Pozo n del
Cuadrante «D. limitaba las esperanzas de la campaña a lo que pudiera obtenerse en la excavación del Cuadrante «lb .. que a todas luces
ofrecia mayores garantias.
Como veremos más adelante, aqui apareció un estrato «in sitw. al
que ya hicimos mención, que aseguraba la normal situación de todo
lo infrapuesto.
.
Al mismo tiempo se resolvió el planteamiento de otro corte (el número 5 de Vinarragelll. por delante del llamado Sondeo 1 (fig. 41. en
el cual se encontraron a flor de tieITa los estratos más antiguos del
yacimiento, como habremos de explicar más adelante.
La limitación del espacio excavable en el Corte 4. quedó al fmal
compensada por la obtención de unos resultados estructurales bastante aceptables. que aqui presentaremos como punto de partida pa161 En Vinarragelllos estratos superiores de la secuencia aparecen totalmente revuelo
tos. por las remociones que tanto en época medieval como moderna se han llevado a cabo en
el mont.lculo. Sin embargo, para benencio de nuestros resultados. en el área del Corte 4
( 1912) la potencia de estos di5turblos ha sido sensiblemente menor, si se comparan con.a
que alcanza ron en el sector de los trabajos anteriores.
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19
ra los necesarios trabajos de ampliación que en el yacimiento habrán
de realizarse algún dia.
METODO DE EXCAVACION EMPLEADO
EN EL CUADRANTE «11. DEL CORTE 4
Antes de iniciar la exposición del método técnico empleado que remos aclarar. para evitar cualquier confusión. que al comenzar el
segundo sistema de excavación hemos trasladado las denominaciones de «perfil Alfa. Beta, Delta y Gamma» (que en principio hubieran
servido para enmarcar al Corte 4 en general) a los perfiles que delimitan nuestro Cuadrante «B» (fig. 8).
Hecha esta anotación empezaremos por decir que la excavación
en el Cuadrante «B» se llevó a cabo por el sistema de alzadas artificiales. niveladas rigurosamente desde un punto cero relativo, fijo para
todo el área del yacimiento.
La horizontalidad observada en la mayoría de los depósitos, gracias al estudio de las paredes del sector excavado entre 1968 y 1970,
nos permitia una seguridad rrelativB», como para intentar este método de extracción.
Las capas retiradas en cada alzada de tierra recibían una potencia variable, puesto que sus cortes en profundidad se detenían o con tinuaban según requiriesen las siguientes necesidades de documenta ción.
al Los clUDbiol de tierra . Ciertamente dificilel de apreciar en este yacimiento, donda la
mayorfa de 101 estratos estAn formados por la descomposición de estructuras de adobe.
bl Estructuras de edificaciones. Visibles al comenzar IU afloramiento en la rasante del
suelo. o en la lectura de su vertical reflejada en cualquiera de los peñues. Para facilita r esta
labor captativa se cortaban y repasaban muy meticulosamente, atomizando con agua la generalidad del corte. ganando unas mejores posibilidades ópticas aotes de la retirada de cada
capa de tierra.
cl Horilontes apisooados o pavimentos. Estos son realmente abundantes en Vinarragell y compensan grandemente las dificultades que presentan al excavador sus depOsitos arcillosos IUm. IIII.
Algunas veces hemos delimitado la profundidad de una alzada y
el comienzo de la próxima, por las causas siguientes:
al Por la aparición de ¡ropas de piedras. Puesto que en principio nunca se sabe si van
a estar dispuestas formando estructuras, si van a resultar sueltes, o si procederán de cons·
trucciones delTUmbadas parcialmente.
La lógica permite suponer. salvo que pudieran aparecer mezcladas dentro de una foso o
en un estrato revuelto, que en su deposición o calda necesitasen de un -plano. para asentarse : que seria el borizonte a documentar.
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VINARRAGELL
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bl Por haber controlado previamente en la pared vecina, de 185 excavaciones antiguas,
la exlst.encia de alguna estructura, estrato, o Ilnea de pavimcntaciÓn.
Cuando se trataba de pavimentos se det.enia la excavación unos centlmetros por encima
de la prorundidad controlada, para extraer con la proxlma capa de tierra los objetos que pudieran hallarse depositrdos sobre los mismos.
cl Por haber excavado varios 'centlmetros en tierTa completamente estéril. Puesto que
la documentación de .horizontes. estériles permit.e establecer verdaderos precintos de seguridad a lo largo de la secuencia, que luego raciliten la separación de aquellos objetos que
ullimamente bublesen aparccido, con respecto a los que pudieran continuar saliendo a mayor prorundidad.
En general cada capa de tierra se retiraba gradualmente desde
un perfil hacia el que le quedase en frente ,
De esa manera se llevaba un control visual de la vertical de su
corte, por si pudiese aparecer en ella una separación de tierra no observada en la superficie.
En caso de que eso ocurriera se podla proceder a la lenta extracción de la tierra superpuesta, que lógicamente se tendria que encontrar más relacionada con la que se hubiese cortado en la alzada anterior,
En los casos de «bolsadas», detectadas de esta misma fonna o que
se hubiesen visto como cuna manchaJ en la superficie, delimitábamos
primero su potencia. profundizando hasta que fuese ne cesario en la
capa que se fuese retirando, para observarla en la vertical de lo cortado y retirarla con todas las garantías de una segura separación.
Después de la retirada de cada capa de tierra. para las aplicaciones documentales que luego veremos, tratábamos de dejar una superficie completamente nivelada. antes de comenzar con la siguiente.
Todo lo que se pudiera percibir en estos «horizontes artificiales.
quedaba dibujado en un plano, hecho a propósito, que se levantaba a
escala y color.
La base de las alzadas se indicaba en los cuatro ángulos del cuadrante (yen los perfiles si lo impedlan en dichos ángulos algún muro
o perfLl de relación interior), mediante puntillas metáli cas que después se pudieran unir entre si con un hilo tenso. De tal manera proyectábamos sobre los perfiles los dados» de cada uno de los planos
dibujados. para el estudio de las relaciones de tierras.
Al final de la excavación se dibujaron los cuatro permes, se documentaron todos los objetos que por aparecer próximos a ellos se
habían ido marcando en los mismos, y se estudió de manera directa
lo que cada capa había cortado durante los trabajos de extracción.
De esa manera , pues, hemos obtenido la documentación que respalda al presente trabajo, de una forma comparada, entre las estruc-
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22
MESADO-AII.TEAGA
turas, los estratos, las alzadas que los cortaron y los hallazgos a ellos
asociados.
El poco material obtenido recibe 851 una muy alta significación
(cualifican te», ya que no cuantitativa, gracias a las seguridades básicas del método empleado.
En el catálogo correspondiente conservamos estrictamente la
agrupación de los materiales según las alzadas en que aparecieron.
Las interpretaciones que aquI expondremos, dadas las mismas limitaciones que supone una excavación tan parcial como la que hemos pOdido hacer, no se pueden tomar con un peso «definitivo».
Los autores tienen grandes esperanzas sin embargo en cuanto a
que las lineas más generales de la secuencia estén ya captadas.
El esquema que aqui presentamos, que repite mucho de lo que
venfamos observando en las campañas anteriores, podría variar muy
poco al efectuarse más excavaciones, pero no asf los cmatices internos» de cada horizonte. De aquila prudencia con que nos vemos obligados a obrar.
Mientras tanto, las consideraciones de carácter general surgen,
pues, obligadamente; mientras que la captación en profundidad se
nos resiste, puesto que los elementos tipológicos tienen en Vinarragell
una utilidad limitada: todavia por su poca cantidad (7).
171 Para nuestras deducciones sobre los hallazgo. nos apoyaremos principalmente en
su condición de conjunto. (cerámica a mano, cerámica a tomo, cerámica de importación re·
nicia, cerámica ibérica etc.!. yen muy segundo término trataremos de extender nuestros paralelismos tipológicos en bese e elementos suficientemente claros, sin prej m:ger definitivamente sobre sus posibilidades de s.ignificación e.tadlltica (cuestión lamentable, pero obligada l.
Dado que. por las razone. aducidu, el.ondeo le ba reducido en gran parte, presentamos
en las flguru 18 a 28 y Lámina. vm a XV, con el objeto de proporcionar la mayor información posible, aquel material procedente del corte principal de e.ta campaAa, no estudiado en
el texto.
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III
.8.
ANA LISIS ESTRATIGRAFICO y ESTRUCTURAL
DEL CUADRANTE
(CORTE 41
Una vez dado a conocer el método que hemos utilizado durante la
excavación, pasaremos a resumir las observaciones estructurales del
Corte 4, según los perflles de su Cuadrante «13» (figs. 9 y 101.
Para facilitarnos la lectura arqueológica de dichos perfiles, y para
que el lector pueda irla comparando también de una manera gráfica
mientras repasa nuestro texto, presentamos en la Unea centro· vertical del perfil Alfa (fig . 91 una columna numerada desde abajo hacia
arriba y del 1 al 25 . En ella indicamos, pues, el orden que habremos
de seguir en la exposición analitica que ofrecemos a continuación.
ANALlS IS ES TR UCTURAL DEL COR TE f
1. Suelo virgen: Compuesto de limo. gravas y cantos rodados.
El conjunto de estos sedimentos se puede explicar atendiendo a la
proximidad del río Mijares (8), ya que estos terrenos forman parte de
su llanura de inundación (fig. 3 l.
iS) El yacimiento se encuentra enclavado a sólo SO metros del n 9 Mijares. El cauce de
este no debió tener en aquellos tiempos un buen caudal. como lo demuestran los restos de
construcciones hidráulicas que se conocen en su curso. Por su situación, VinarrageU j ugarla
obligadamente un papel destacado como cabeza de puellle, tanto para lo procedente de desembarcos como para el trAnsito te rrestre de no pocos objetos comerciales ; cuando no también para la difusión de elementos de mayor estimulo culturizante. Sus proyecciones desde
la región abierta del Bajo Mijaras podrlan iluminar lo que paralelamente habrla de suceder
en la desembocadura del Ebro ; donde los datos actuales permiten vislumbrar un importante
d oco. de estudios. Para edificaciones hidráulicas en el Mijares, véase op. CiL nota l . pAgs_
163 - 164.
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"
MESADO-ARTEACA
Esta tendría que haber sido, poco más o menos , la superficie que
habrían encontrado los más antiguos pobladores del sitio; que hasta
el momento se encuentran representados por los hallazgos materiales
que se superponen a estos sedimentos, sin que se pueda argumentar
para el «poblamiento» una fechación más alta que la que ellos pudieran ofrecer .
2, 3 Y 4. Fajas de pequeños estratos: Limosos, orgánicos y bolsadas de ceniza con carbones abundantes. Se producen por la destrucción de las viviendas más antiguas. Estas edificaciones, cuyas
plantas se desconocen por el momento, estarían hechas de materiales
muy perecederos.
Este dato se ha comprobado en las campañas anteriores (9), y también en el pequeño corte que durante los trabajos de 1972 hemos excavado delante del llamado Sondeo 1 UD), donde estos estratos se
hallaron a flor de tierra Ul), presentando a su vez una potencia mayor que la observada en el Corte 4 . Alli se pudieron apreciar, junto
con claros restos de incendio, grandes masas de barro endurecidas
por el fuego. Algunos trozos conservaban improntas de cañas atadas
entre si. que en parte nos dan una idea sobre cómo serían las estructuras de las viviendas a que pertenecieron.
Tendríamos aquí el primer punto importante a comparar: las posibles características del poblado básico de Vinarragell, con la superioridad técnica que nos muestran las edificaciones superpuestas, que
luego estudiaremos.
Son horizontes de pavimentación, fuertemente compactos y completamente estériles. Debieron de nivelarse después de
retirar una gran capa de los depósitos más antiguos, a fm de obtener
la horizontalidad que presentan. Esa serla la causa de que los estratos del primer momento de Vinarragell presenten tan escasa potencia
en el Corte 4.
Según se puede apreciar en el corte del perfil Beta, el primero de
estos pavimentos (n.o 5 del perfil Alfa) se encontraba relacionado con
el horizonte de habitación del muro I, con cuyo reboco se empalma
de una manera continuada (Lám. lil.
5. 6 Y 7.
19) Op. clt. nota 1. NivelO. pé.g. 103 .
110) Véase nuestro capitulo IV . donde DOS referimos al Corte 5 de Vinarragell n.
111 ) Los desmontes ocurridos en tiempos modernos han re tirado todos los demé.s estratos superpuestos. Este sector se puede apreciar en op. cit. nota l . ng. 2 , entre Sondeo 1 yel
Pozo q ue alU se seilalan.
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19
20
FASE 1
21
FIRME
22
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PIg. 9 .-Con.e 4 : El ptlrfiI cAlfu del Cuadrante &lb
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ESTRATOS Y ESTRUCTURAS
V "",VI
FASE IV
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FASE III
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FASE II
FASE 1
FIRME
O~I~;;~~~_~;1~1m~--------~==~~~
.
Fig. IO ,-Corte 4 : El peñll dJato del Cuaclranta dI»
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VINARRAGELL
"
Los pavimentos siguientes (núms. 6 y 7 del perfil Alfa), según se
puede estudiar en el perfil Beta, pertenecerían al horizonte «relativa·
mente posterior» de los muros I1·III ; que se suponen contemporáneos
entre si, por asentarse sobre un mismo pavimento. y por presentar
identidades claras en sus materiales constructivos.
La «anterioridad relativa) que concedemos a la edificación del mu ro I con respecto a la de los muros U-Ul se puede argumentar de la
siguiente manera :
al Por la mencionada separación. y subsecuente superposición de los pavimentos respectivos ; pudiéndose hacer notar que los muros 11 -111 se asientan por encima de l pa vimento
n.O 5. propio del muro l.
bl Porque en el reboco del muro l. y por lo tan to antes de que se depositara la tierra
que lo separa de los otros dos muros. quedaron reOejadas huellas de incendio: cosa que no
tenia que haber ocurrido si su edificación hubiese sido temporalmente paralela a la de los
muros II-I IJ .
el Por la dire rente coloración que presenta n los materiales constructivos de ambas edificaciones. si se comparan entre 51.
El muro 1 está hecho con adobes de color claro. unidos con barro de LOnalidad oscura.
mientras que por el contrario los muros U-nI están hechos con adobes de color más oscuro.
y el balTO que los une es de tonalidad clara, Además de esta contrariedad se ha podido a preciar que las cuatro tonalidades mencionadas difieren e ntre si.
Sin que podamos precisar, dada la limitación del área excavada.
las características generales de estas edificaciones, así como la lar·
gura de la separación temporal que suponemos entre ambas. anotaremos algunas deducciones y datos provisionales.
En primer lugar, tal vez se pueda pensar que las edificaciones, que
se asientan por encima de los estratos de Vinarragell 1, tuvieran una
planta rectangular (12).
Sus paredes eran rectas y estaban alzadas a base de adobes. Estos
se fabricaban mediante una mezcla de barro, podían alcanzar unas
medidas de 45 x 40 cm. y un espesor de 12 cm.
Según se puede observar en el perfil Beta, el muro III podría ser
un banco corrido, en el interior de la habitación, que por esa parte
enmarcarla la pared r epresentada por el muro II ILám. IV }.
Las paredes de estas edificaciones, que señalamos desde aauí como un punto de partida para Vinarragell U, se asentaban sobre el ni·
1121 Hasta el presente todos los restos de viviendas localizados en la secuencia de Vi
narragell tiene n trazados rectos. En esta campaña del 72 se pudo aislar un tramo de muro.
en los estratos de Vinarragellll. que nos recuerda los sistemas constructivos documentados
en el yacimiento de Cortes de Navarra. por el Prof, Maluquer de Motes.
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28
MESADQ·,uTEAGA
ve! del suelo, previamente apis onado ; ya que no se detectan en ellas
zóca los de piedra, ni fosas de construcción (3),
La edificación r epresentada por el muro t , por las razones que se
desprend en del análisis que de ella acabamos de hacer. no tiene en el
Corte 4 h allazgos materiales representativos.
En su conjunto, las edificaciones iniciales de Vinarragell Il representan un notable adelanto con r especto a 10 que se supone que
tendrían que haber sido las del poblado bási co, que denominamos Vi narragell l.
8 . Horizonte de destrucción : Representado. en una potencia
de 70 cenúmetros, por el derrumbe de la edificación a que pertenecieron los muros lI-IIl.
La misma limitación del Corte 4 (Cuadrante ca») no nos permite prejuzgar si fa destrucción señalada obedeClo a un heeDO muy parC o
Ial,
si alcanzó una mayor amplitud en el érea poblada.
Los hallazgos cerámicos, totalmente fabricados a mano, se comenzaron a documentar desde la part~ inferior de la alzada n .O 19, que
fue la que se cortó en las tierras superpuestas al pavimento n.O 7;
mientras que la parte superior de esta misma capa, así como las alzadas 17 Y 18, resultaba completamente estéril.
La falta de hallazgos en estas capas queda explicada porque fueron las que se cortaron en los adobes del derrumbe propiamente dicho.
Puede decirse por esto que la cerámica a mano retirada en la base
de la capa n .O 19 se relacionaba, si no con los momentos de la ruina
de la edificación (14), con un horizonte temporal anterior a su derrumbe definitivo.
1131 El sistema de dosas de construcción» puede alcanzar una gran importancia dife·
renciadoril en Vinarragell. puesto que las edificaciones conocidas en su fa se II no parecen
utilizarlas. mie ntras q ue el ejemplo más claro se documenta en la fase III. Au nque la suposi.
ción nos parezca toda vla muy poco estable, no estarla de más recordar la coincidencia de
este sistema con el momento en que CTecen las importaciones fenicias en el yacimiento. Las
construcciones sustentadas a base de t:brocales' no faltan en la urbllnlstica prolO·hist.órica
mediterrénea, siendo conocida su utiliucl6n en las factorias recientemente excavadas en el
mediodla peninsular: ver, por ej .: H. SCHUBART, H. G. NIEMEYER Y M. PELLICER CATA·
LAN : _Toscanos». Exc. Arq. Esp. n.· 66. Madrid 1969, dibujo 9. La'falta de UD material como
parativo mb abundante en la Pen1nsula nos obliga, sin embargo, a contempla r la cuestión
con muchas reservas.
0 41 No se puede saber con absoluta seguridad si el edificio permaneció en ruina duo
nnte un cieno tiempo, antes de que se desplomaran defLOiUvamenle sus paredes, aunque
{:sto nos parezca Jo mb probable. En un espacio temporal como ese se podrían haber intro·
ducido los fragmentos de vasijas rotas en otro lugar del poblado.
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VIN AIUtAG ELL
"
9, Horizonte de pavimentación : Fuertemente compacto, de color verdoso, con aspecto limoso, y en relación directa con la edificación a que perteneda el muro IV.
AquJ solamente valdría la pena señalar que el sistema empleado
en la presente construcción se mantiene dentro de la linea técnlca observada en las estructuras de los estratos infrapuestos. La cer ámica
que con ella se relaciona, retirada en la capa n .O 15, estaba fabricada
a mano, y asegurada en su estratificación por la capa n.o 14, que se
superpone completame.nte estéril.
Puede considerarse este horizonte como un ter cer momento dentro
de Vinarragell n,
10. Estrato de relleno , cortado como hemos dicho anteriormente por las alzadas 14-15. Su depósito ocurrió después de la destrucción, si no del abandono temporal (15), de la edificación a que perteneció el muro. Está formado por una masa de tierra compacta, como
si se hubiese decantado lentamente, confundiéndose prácticamente
co n el color amarronado de los adobes que se conservan del muro citado.
11 . Horizonte de pavimentación: Muy compacto, de color
verde-grisáceo, y de aspecto limoso. No se halló visiblem ente asocia·
do a ninguna edificación en pie, aunque los sedimentos que se le superponen demuestran que éstas existieron. Su horizontalidad señala
un cuarto momento dentro de Vinarragell n.
12 , Estrato muy compacto, de potencia variable según su buzamiento. Se asienta sobre la superficie plana del pavimento n.o 11, tiene color amarronado y aspecto arcilloso. Parece haberse formado
por la destrucción de una estructura de adobes, cuyos restos expuestos durante un cierto tiempo a la intemperie, y al tránsito de los habitantes del poblado, quedarlan apelmazados, sin que se pueda observar en ellos nada más especial.
En cuanto a la cerámica que aparece, aquí mezcl ada vale la pena
se ñalar, además del predominio de la cerámica fabricada a mano, la
presencia del fragmento de torno más profundo del Corte 4. (fig. 16.
n.o 16).
' 151 Los sedimentos que aquí documentamos, estratificados en capas estériles muy fi ·
nlS. a mane ra de fcosliJlau a largadas, sirven para probar la vecindad de una estructura de
adob~ destruida, cuyos restos de muros hubieron de queda r expuestos a la intemperie, durante tiempos muy ll uviosos.
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MUADO-ARTEAGA
Este fragmento sirve por s1 mismo para demostrar que las relaciones que explican su presencia en el poblado se comenzaron a hacer
patentes desde un momento en que, todavía, funcionaba el sistema
técnico que señalamos como propio de las estructuras de adobe dc
Vinarragell JI {l61.
13. Estrato compacto, de color amarronado, algo más claro que
el que acabamos de describir. Se encuentra cruzado por varias bandas de sedimentos de coloración más tenue, que se formaron debido
a la dilución de presumibles estructuras de adobe. Destacamos aqtú
la continuada presencia de la cerámica fabricada a mano, retirada
mediante las alzadas n.O 10 y 11 , que se infraponen n la Unea del pavimento n.O 14.
Horizonte de pavimentación: Extendido hacia la parte derecha del perfll Alfa, y hacia la izquierda del perfi1 Beta. Presenta color verdoso, aspecto limoso, y se hallaba relacionado con el zócalo de
piedras que indicamos con el número
(Lám . Vl.
Este zócalo sirve para señalar el inicio de Vinarragell 111 (según el
Corte 4), y se encuentra reflejado en los perflles Alfa-Beta, situados el
uno frente al otro. Es decir, que cruzaba el Cuadrante cH, (tám. VII.
Llegado este momento queremos hacer observar (como lo muestran los perfiles) la escasa estratificación de estructuras pétreas por
debajo de este horizonte; y sin embargo su abundancia en los estratos que continúan hacia arriba.
El mismo zócalo de piedras que aquí tratamos representa una innovación, si nos atenemos a lo que. veníamos observando en los estratos anteriores, donde las edificaciones de adobe se alzaban sin ninguna cimentación diferente.
También se puede estudiar ahora la presencia de una fosa de construcción, previa a la disposición de las piedras del zócalo, que se trataban al mismo tiempo con una mezcla de barro V ~ravas. (Ver perfiles Alfa y Beta). A partir de estos verdaderos brocales se alzaba la pared, a base de adobes, como se deduce de los restos que se hallaban
estratificados por encima del pavimento.
14.
,v,
15. Estrato arcilloso, procedente de la destrucción de la estructura de adobes que completarla la altura de la construcción anterior(161 Este dato se tiene que poner en relación con otros asuntos. de orden estrictamente
cultural, que en parte hablamos veD.ido apuntando en las notas 12 y 13 . En 51 n:..ismo nos sirve para conocer el estadio cultural que en Vinarragell Il funcionaria como foco receptol de
los Inn~os representados por la cimportacióru de certmlca feni cia.
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"
mente m eDcion9.da. Destaca aqul la presenci.a, relativamente abundante, de la cerámica fabricada a to::co, importada del mundo rcmcio.
La aparición de este grupo cerámico, que ya hicimos notar desde
la capa n.O13, parece coincidir con el momento en que cambian los
sistemas constructivos que hemos observado .
16. Estrato revuelto, con piedras mezcladas. de unos 20 centímetros de potencia, color marrón oscuro, y abundantes trozos de caro
bón. También se observan por primera vez en el Corte 4 fragmentos
de adobe, y de pavimento, de coloración rojiza, como si hubiesen estado sometidos al fuego. En su superficie (capa 7) se documenta la
última cerámica fenicia del corte.
17. Estrato arcilloso. que contrasta ciaramente con el anterior.
Tiene una potencia de 16 cent1metros. Destacamos en él la presencia
de cerámica fabricada a mano, perfectamente estratificada gracias o.
la superposición de un horizonte completamente estéril, que forma
parte de la alzada n. O 5.
18. Horizonte de tierra apisonada: De color rojizo. Presenta in·
dicios de haberse formado por la descomposición de algunos adobes,
que habrían estado expuestos al fuego.
En la parte lindante con el perfil Beta, y luego cortada p or este
mismo perfil, la capa rojiza se hacia más compacta. ALU estaba formada por una mezcla de barro y gravas dispuesta intencionadamente. Presentaba una forma más o menos circular, de unos 70 cm. de
diámetro, y su superficie estaba completamente alisada.
Estas pequeñas zonas, que siempre parecen haber estado expues·
tas al fuego, no eran desconocidas en Vinarragell, ya que se habían
documentado en anteriores campañas de excavación, interpretándose como «suelos de hornos» (1 7).
El presente nivel, representado por la base de nuestra alzada n .O 5,
sirve perfectamente para separar el conjunto de materiales que se
superponen en los estratos de encima, donde continúan apareciendo
«pisos cocidos» como el que acabamos de describir mostrándono3
múltiples reconstrucciones del chorno. en un mismo sitio.
Queremos hacer notar que, según el Corte que aquf estudiamos, la
cerámica ibérica comienza a aparecer desde estos estratos.
(17} Ver al respecto op. cit. en nota 1, págs. 94 y 95, donde se hace nferencia a los
mismos y o su renovación muchas veces «in sitw, cemo ocurre con los que documentaIn05
cn esta campatl.a del 72.
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MESADQ-AlI.TEACA
Este hecho parece coincidir con la presencia de los «hornos de cocci6m que aquí venimos señalando ; que a su vez nos marcan el punto
de partida para una nueva etapa en el yacimiento : la ibérica propiamente dicha .
19 Y 20. Son dos estratos de color marrón rojizo, que en la zona
contigua con el peñu Beta se hallan asociados a varias capas superpuestas, de barro mezclado con grava, sumamente compactas, y con
muestras de cocción como la que hemos observado en el nivel anterior. Estos estralos se unificaron en nuestra alzada n ,O 5 por las siguientes razones:
al Porque gran parte del estrato 19 (perfil Alfal. sobre todo en su base. era completamente estéril; y la unificación no afecta nada.
bl Porque varios fragmentos cerámicol y óseos estaban hincados, fonnando parte de
los dos estralos,
En todo caso puede decirse qua los hallazgos de la capa 5 perteneclan mb al estrato 20
que no al 19, y que este último asegura la ¡eparación da los ballugos, que ya hablamos notado a partir del horizonte apisonado n,· 18 del perfil Alfa ¡que ya bemos estudiadol,
Al encontrarse los estratos que aquf tratamos, intercalados entra la mencionada capa n,"
18 (que como vimos era también esl.l!rill y el pavimento n,· 21 que se superpone, queda asegurada la estratificación de la primera cerAmica ibérica conocida en el cone, pinlada a
.bandas estrechas- mayormente.
Estos estratos no se formaron en un tiempo muy cono, como lo permiten deducir las va·
rias superposiciones de csuelos de hornos. a que se haUan ssociados. (Ver perfil Beta.)
Este dato puede ser muy imponente, de cara a las deducciones c ronológicas que después
trataremos de establecer.
21. Horizonte de pavimentación : Fuertemente compacto, de color verdoso, relacionado a un zócalo de piedras (perfil Alfa) y completamente estéril. (Lám. Vil).
22 . Estrato arcilloso, de color amarronado , formado por la destrucción de algunas estructuras de adobe, como la que se alzaría sobre el zócalo de piedras que anteriormente hemos mencionado.
La parte superior de este estrato, completamente removida en
tiempos medievales, se retiró mediante la capa n.O2, has t~ encontrar
una nivelación en tierras intactas ; para seguridad de la próxima alzada.
Las tierras que se retiraron con la capa n.O 3, que se hallaban sin
remover, estaban depositadas directamente sobre el zócalo de piedras, y contenían cerámica ibérica pintada con motivos geométricos.
Con la localización de este horizonte ibérico quedaba en su momento garantizada la conservación «in sitw de los estratos infrapuestos, cuya secuencia hemos venido presentando en este análisis.
[page-n-34]
VINARRAGELL
33
23. Junto con el ordinal 24 del perfll Alfa: Estratos revueltos,
tanto en tiempos medievales como modernos. Aparecen aqui mezcladas las cerámicas ibéricas de todos los tipos , junto con las de la Edad
Media, así como restos de carácter más reciente: ladrillos, cascotes
de vidrio, trozos de tejas. etc.
25. Estrato superficial. De color negruzco. con mezclas como
las que anteriormente hemos apuntado.
[page-n-35]
IV
INVENTARIO DESCRIPTIVO DEL CORTE 5
La excavación de este pequeño corte, de 3 x 2' 50 m . !lig. 11). tema
por objeto comprobar la potencia de los niveles que pudieran quedar
depositados por delante del11amado .Sondeo b (18),
Como se explica detenidamente en la publicación de las campañas
precedentes (19), los estratos que se depositan en este sector, pertenecientes a las fases superiores del poblado, han sido muy alterados,
y en gran parte desmontados, por los trabajos de UDa edificación moderna, cuyas ruinas pueden conocerse todavía, y por la profunda
perforación de un pozo, que es la que le da nombre al eSondeo h.
ILAm. XVI}.
Esto ha motivado que los estratos excavados en el Corte 5 se encontraran casi a flor de tierra, pero al mismo tiempo sin ninguna po-
sibilidad de ser relacionados documentalmente, por su aislamiento,
con la estratificación general del yacimiento, mediante la conservación de un perfil-testigo.
Solamente mediante la comparación de los hallazgos, y a tenor de
que sus depósitos se hallaron directamente superpuestos a la tierra
virgen, se puede asegurar que la secuencia del Corte 5 pertenece al
horizonte que aquí hemos venido llamando Vinarragel 1.
Como ya se habia observado en las campañas anteriores, estos depósitos se encuentran formados por tierra arcillosa, algunas fajas li(181 Op. cit. nota 1, lig. 2.
ti 91 Op. cit. nota 1, págs. 35 y 36. sobre el Sondeo 1.
[page-n-36]
ALFA
CORTE 5
r------------ - - - - - - - - - - I
I
I
I
I
I
TESTIGO
I
BETA
FI RME
PERFIL
DE l TA
Fig. I l .-Corte 5: xl perfil .otlta.
[page-n-37]
"
MESADO · ARTEAGA
masas de color verdoso, trozos de barro endurecido por el fuego, carbones y cenizas.
No se puede decir nada todavía en tomo a la forma que tendrian
las plantas de las edificaciones fundacionales de Vinarragell 1. Se supone que sus estructuras estarfan alzadas a base de materiales deleznables, resultando por tanlo muy perecederas.
En este horizonte lo único que queda claro es que la arcilla. como
en los demás momentos del poblado. jugaba el principal papel dentro
de los materiales constructivos y que la piedra parecía utilizada muy
secundariamente. Lamentablemente no se puede asegurar si la utilización de la arcilla en Vinarragell 1 quedaba comportada en las técni cas propias de la edificación de adobes, de tapial, o si servía simplemente para cubrir estructuras alzadas a base de troncos , cañas, y
ramaje. Todo lo que se diga, como puede comprenderse, queda dentro de la más pura suposición.
Puede asegurarse que los estratos de Vinarragell r alcanzaron en
este sector del Corte 5 una potencia mayor que la documentada en el
Corte 4 , donde las edificaciones de Vinarragell II se construyen después de retirar sus tierras para lograr la nivelación, bastante hori zontal. de los pavimentos.
Los materiales del Corte 5 tienen que considerarse globalmente,
hasta que otros trabajos consigan una matización más amplia. Los
presentaremos de todas maneras agrupados según las alzadas con
que fueron retirados, para lograr al menos una ordenación preliminar.
Dentro de cada alzada indicaremos los fragmentos de cerámica, y
otros objetos, cuya estratificación no es válida. Se encontraron lindando con la fosa rellena de piedras que presentamos en la fig. 11 , Y
por lo tanto proceden de horizontes posteriores.
Hecha esta aclaración, pasamos a la descripción del material seleccionado del Corte 5.
Presentamos las alzadas en orden inverso al que fu eron retiradas.
Es decir, desde la capa que se asentaba sobre la tierra virgen hacia la
que se encontró depositada superficialmente.
Indicaremos la potencia de cada alzada para que el lector pueda
compararla con el dibujo del perfll que presentamos en la fig . 11 . Las
anotaciones sobre la profundidad se hicieron según el punto cero relativo, general a toda la excavación de 1972 (20).
¡20} Dentro de la relatividad de las medidas. y a pesar dI! la separación existente entre
nuestros cortes 4 y 5. resulta curiosa la gran horizontalidad que e.ziste entre los niveles básicos de ambos. Puede decirse que el primer asentamiento no encontró una zona elevada para
su planteamiento estratégico. Por el contrario se hallarla integrado en la Plana misma, si
bien en un sitio de tránsito obligado.
[page-n-38]
VINAP.RAGELL
"
AUADA S
Excavada en una potencia de 38 cm. Por debajo de un horizonte li moso de color verde, general a todo el corte, y por encima de la tierra
virgen. Puede decirse que es el estrato más antiguo de Vin arragell.
Su tierra es arcillosa y presentó dos grandes bolsadas de carbón y cenizas, completamente estériles en hallazgos. Toda la cer ámica se en cuentra hecha a mano.
Cerámica
Cerámica
Cer ámica
Cerámica
grosera de superficies asperas ....
grosera de superficie lisa .........
de superficie espatulada .. ........
de superficie bruñida ............
.
.
.
.
28 fragmentos.
4 fragmentos.
3 fragmentos.
Total . ........................ .
36 fr agmentos .
1
fragmento.
Fueron seleccio nados los siguientes fragm entos, que presentamos
en la fig . 12.
l . Fragmento de borde. perteneciente a una vasija de cuello indicado. te nuemente
abierto y con el labio liso. ligeramente aristado. Rotura con cara interior negra y exterior
ocre· rojizo. Superficie eñerior siena-negruzca y de calidad brutlida e interna neg ra y alisa·
d,.
2. Fragme nto de borde. con el labio aplanado_ Pertenecía a una vasija de cuello indica·
do. Su rotura es neg ra y las superficies se entllentran requemadas. Calidad grosera de superficie éspera.
3. Borde con el labio algo aplanado y remarcado hacia el exterior. Su cara superior se
halla decorada mediante pequeñas muescas transversales. Rotura sieno-negruzca. Superfi cies reque madas_ Calidad grose ra de 5uperficie alisada.
4. Pequetlo fra gmento con cordón digi tado. Rotura sieno·neg r u:.:ca y superficies
madas. Calidad ¡¡rase ra de superficie áspera.
rcq u~
5 Fragmento dc fuente. con carena roma. típica de Vinarragelll. Rotura ocre ·rojiza.
superficies ocre-negruzcas_ Calidad espatulada.
AUAOA 4
Cortada hasta que comenzó a aflorar un horizonte limoso de color
verde que se retiró en limpio, resultando completamente estéril De
todas maneras sus tierras continuaban siendo como las que describi remos en la alzada 3; propias de la descomposición y apelmazamiento de estructuras arcillosas.
[page-n-39]
,
2
4
9
,1
10
¡'hll'!lI'j'"lllilll'illllll'jililil"T"'!lIIT"lllill""llilll'lIIl'iI'U
13
11
D-30
Fig. 12.-Corte 5 : Hallll..lgOI de la. wada. 5, 4 , 3 Y 2
[page-n-40]
VtNA1UlAGELL
"
Cerámica grosera de superficies ásperas
Cerámica espatulada ...................... .
Cerámica espatulada , con brillo casi de bruñido
6 fragmentos.
2 fragmentos,
3 fragmentos,
Total ..... , . , , . , , , , , , , , , , . , .. , .
11 fragmentos.
Fueron seleccionados los fragmentos siguientes, que se dibujan en
la fig, 12 .
6· 7. Bocas de borde vuelto, de labio ovoide liso. pertenecientes a vasijas de cuerpo po_
siblemente panzudo. Rotura marrón-claro. Superficies negrUJ:cas. Calidad espatulada, con
bas tante brillo.
8. Pequer\o rragmento de fuente, con inicios de carena roma, lIpico de Vinarragelll.
Rotura negra. Superficie exterior 5iena-d aro. Calidad espatulada, casi fina .
AUAOA 3
Cortada en tierras arcillosas, muy compactas, que contrastan cla+
r amente con las de la capa superior, que como vimos eran más sueltas y con abundantes restos de carbón y cenizas. Su nivelación se logró entre los 2'20 y los 2'30 metros con respecto al punto cero relati vo. Toda la cerámica de la capa continúa siendo a mano. Aparecen
fragmentos de terracotas, formadas por la exposición accidental de
arcilla al fuego .
Cerámica grosera de superficie áspera ...... .
8 fragmentos.
Cerámica espatulada .. . ................. . . .
5 fragmentos.
Cerámica espatulada, casi bruñida ......... .
1 fragmento.
Total ......................... . 14 fragmentos.
Fueron seleccionados los siguientes fragmentos, que se presentan
en la fig . 12 , asI como el trozo de metal n.O 12 de estratificación nula.
9.
Fragmento de boca de una vasija abierta (¿fuente?). Rotura negro-grisácea . Superfi-
cie exterior ocre-negruzca. Ca!ldad espatuIada rUla, ("(Jn brillo.
10. Borde perteneciente a un cuen("(J pequedo. Rotura negra. Superficies requemadas.
Calidad grosera de superficies Asperas.
11 . Fragmento bucal pert.cneciente a una vasija de cuello indicado. con digitaciones en
el labio. Rotura sieno·grisácea. Superficie exterior requemada. Calidad grosera de superficies Asperas.
12. Garfio. probablemente de hebilla de cinturOn. Salvo su extremo curvo. bien conser
vado, con decoraci6n incisa de trié..ngulos y segmentos inclinados, el resto se encuentra descompuesto. Lamentablemente su estratificaci6n debe tomarse como nula. por ser bailado en
contacto con la rosa indicada en el dibujo de la fig . 11 .
[page-n-41]
!O{ESADO·ARTEAGA
ALZADA 2
Se retiró en su totalidad en las tierras sueltas de un estrato ceniciento con partículas de carbón. Aparecen también varios fragmentos
de terracotas, uno de ellos con improntas de cañas atadas entre sí. Se
supone que estas pellas de arcilla cocida se formaran por su exposición accidental al fuego. El material cerámico, que apareció en un
amontonamiento en el centro del corte, está he cho a mano y no presenta caracteres tipológicos de interés especial, pues aunque numerosos en su mayoría es amorfo y grosero. Las medidas de nivelación de
esta alzada quedaron fijadas entre los 2'02 y los 2'20 metros del punto cero relativo.
Cerámica grosera de superficie áspera ... . .. . 23 fragm entos.
Cerámica espatulada, casi brufiida . . . ... . .. .
1 fra gmento.
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
24 fragmentos .
Solamente ha sido seleccionado el fragmento que presentamos a
continuación, que se dibuja en la fig . 12 .
13. Fragmento buca1liso y abierto. Rotura siena·tostada. Cara exte rna negra bien es·
patulada tendiendo al bruñido.
ALZADA I
Cortada irunediatamente a partir de haber retirado el estrato superficial. Constituye un estrato de aspecto arcilloso, con numerosas
fajas de sedimentos cenicientos, de muy fá cil corte. Toda la cerámica
se encuentra fabricada a mano. Vale la pena recalcar entre ellos la
presencia del fragmento n.O 20, que es el primero que permite emparentar cerámica del Corte 5 con la que aparece indicada como de Vinarragell II en el Corte 4. Es interesante observar que el estrato en
que se encuentra es el depósito más superior del Corte 5, hallado «in
situ» por debajo del que aquf llamamos superficial por presentar mezclas evidentes de tiempos modernos.
La potencia de esta capa, y por consiguiente la de su estrato, quedó nivelada entre los 1' 62 Y los 2'02 metros con respecto al punto cero relativo.
Cerámica grosera de superficie tosca ....... . 42 fragmentos .
3 fragmentos .
Cerámica grosera de superficie alisada ...... .
1 fragm ento.
Cerámica de superficie lisa, con ligero brillo ..
2 fragmentos.
Cerámica espatulada y bruñida ............ .
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
48 fragmentos.
[page-n-42]
VJ NARRA(;ELL
41
Han sido se leccionados los fragmentos de la fig. 13, que describimos a continuación.
14 . Borde de labio, apla nado, decorado con fuertes incisiones angulares. Rotura
grisáceo-negruzca. Cara enerior siena-naranja. Calidad grosera de superficie lisa.
15. Fragmento bucal. perteneciente a un recipiente de cuello indicado, con labio digi.
tado. Rotura negruzca y superficie exterior ocre-negr uzco. Calidad grose ra de superficie ás·
pera.
16. Borde de una vasija de cuello indicado. Rotura con alma grlsécea y laterales de color ocre. Superficie exterior ocre-negr uzca_ Calidad grosera de superficie lisa.
17 Fragme ntos con' cordón pseudo-digitado, casi plano. Rotura ocre-neg ruzco y superficie exterior ahumada. Calidad grosera de superficie ás pera.
18. Tiesto perteneciente al hombro de una vasija de cuerpo globular, con decoración
de fmas incisiones, hechas antes de la cocción. Rotura negruzca, ligeramente gris. Superficie
exterior negruzca y brul'lida.
19. Fragmento decorado con un menudo acanalado horizontal. Rotu ra sieno-gristicea.
Cara exterior grisécea con manchas negras. Calidad alisada con ligero brillo.
20. Fragmento de vasija con solero &hado, e n forma de anillo de paredes verticales.
Rqtura ${risácea. Superficie nara..qja-negruzca. Calidad br udida. Su presencia en este estrato
inicial del Corte 5 el una de lu pocu pruebu con que contamOl para bUlCer parentescos en
el grupo cerámico que en el Corte 4 identificamos con Vinsrragell Ji.
ALZADA DE SUPERFI CIE
Los materiales de este estrato, retirado mediante la alzada super ficial, pudieran pertenecer en su mayoría a los estr atos de VinarrageU Antiguo . Por seguridad, se separan en la idea de que pudieran
en contrarse posibilidades de alteración; como 10 indica la aparición
de un fragmento a torno medieval.
Cerámica grosera de superfiCie áspera .. . .. . 17 fragmentos.
1 fragmento.
Cerámica espatulada de calidad media .... .
Cerámica espatulada de calidad fina ...... .
2 fragmentos,
Cerámica a torno, medieval ... . , ......... .
1 fragmento.
Total ............. _......... .
21 fragmentos.
Fueron seleccionados los fragmentos descritos a continuación,
que se dibujan en la fig . 14.
21 . Fragmento de cuenco con paredes ligeramente entrantes. Rotura siena-tostado.
Superficies requemadas. Calidad grosera de superficie tosca.
22. Borde ligeramente abierto, perteneciente a una vasija concoid.. 1. Rotura ocre-gri·
sicea. Superficie exterior sieno-negruzca. Calidad grosera de superficie áspera.
[page-n-43]
44
17
1
!
,
"
,
/
20
Fig. 13.-CoIU 15 : 8&11ul01 de l. aluda I
[page-n-44]
21
22
24
.. ..
"" "
,~"'"
.. ",,,., ......................................... .
28
0-16
PI¡. 14.-Corte 5: Hallazgo. d, 1, alude d, luperfide
[page-n-45]
"
MESADO- ART EACA
23. Borde d e vasija panzuda con cuello cerrado. LabIo plano. Rotura ocre rojiza. Cara
exterior ahu mada. Calidad grosera de superficie ás pera .
24. Base de cuello con cordoncillo digitado. Rotura marrón-oscuro. Cara exterior enneg recid a. Calid ad grosera de s uperficie lisa.
25. Fragme nto de hombro con suave escocia en su base. Rotura negfo grisácea. Superficie exte rior grisácea. Calidad espatuJada fina.
26. Junto con los frogmentos 27 y 28. Fragmentos de fondo plano. Roturas neg ruzcas.
Superficies exteriores negro-a marronadas. Calidad grosera.
[page-n-46]
v
CONCLUSIONES SOBRE LOS RESULTADOS
DE VINARRAGELL 72
Según el estudio comparativo realizado entre los estratos, los ha llazgos asociados y la secuencia estructural, trataremos de resumir
en un cuadro esquemático los resultados más generales del conjunto
excavado en 1912.
Sobre su esqueleto literal reflejaremos también las igualaciones
estratigráficas de his campañas anteriores (211 y señalaremos los
complejos cerámicos más representativos de cada fase, después de
individualizar los fragmentos seleccionados en un inventario descriptivo.
Este inventario ha sido elaborado respetando estrictamente las
agrupaciones por alzadas que se hicieron durante la excavación ; por
las razones técnicas explicadas en otros capítulos.
La numeración de los fragmentos descritos es la misma con la
que se ordenan sus respectivos dibujos, para fa cilitar una rápida y
precisa identificación.
De esta manera esperamos, en suma, adelantar a la investigación
interesada una idea clara sobre el estado actual de los conocimientos
que viene aportando Vinarragell, para el estudio de los tiempos cpreromanos» en la región del Bajo Mijares.
~21)
Ver op. d t. nota 1, flg. 83 Y págs. 145· 147 .
[page-n-47]
..
MESADO·A1\TEAGA
Según el resultado parcial de nuestros Cortes 4 y 5, el desarrollo
material del yacimiento se tendría que establecer de la siguiente manera :
VINARRAGELL 1
Retirado, como hemos dicho. mediante las alzadas n ,O 21 y 22 del
Cuadrante «lb (Corte 4). La n,o 22 resultó estéril porque se excavó en
la tierra virgen, para asegurar el agotamiento arqueológico de la secuencia. La n.o 21 brindó algunos hallazgos materiales en el sedimento n.O 4 (ver perfil Alfa), mientras que los sedimentos n ,O 2 y 3 no estratificaban absolutamente ningún objeto.
Por todo lo apuntado y por el hecho de que los hallazgos del sedimento n.O 4 se hallaran inmediatamente debajo del pavimento n, o 5
del perfil Alfa. podemos decir que en el Corte 4 los estratos de Vina rragell inicial no ofrecieron cerámica característica; más que de su
momento fmal, si acaso no de un horizonte menos avanzado de su vida (22) .
El conocimiento de Vinarragell 1, en la campaña de 1972 , tiene
que completarse con los resultados del Corte 5, donde sus estratos al canzaron una mayor potencia y brindaron un número relativamente
más elevado de hallazgos.
Cerdmica de la alzada n." 21-sedimento n." 4
Todos los fragmentos estaban hechos a mano . Pueden agruparse,
según la calidad que presenten, de la siguiente manera :
1 fragmento.
Cerámica de superficie grosera .. ..........
Cerámica de superficie alisada. . . . . . . . . . . . .
1 fragmento.
1 fragmento.
Cerámica de superficie espatulada . , . . . . . . . .
Cerámica de superficie bruñida .. ",.......
1 fragmento.
Total ....... , , , . , ... , . . . . . . . . . .
4 fragmentos.
A su vez fueron seleccionados, por su minima posibilidad tipológica, los fragmentos que describimos a continuación, que se dibujan
en la fig. 15.
l . Peque¡\o fragmento de borde bucal. 11so y abierto. Rotura gristicea y superficies
sien o-negruzcas. Calidad brui\ida.
(221 Se presume con muchas posibilidades de acierto. que para construir las edillcaciones de Vmarragell n fueron retiradas para nivel u el terreno, varias capas del depOsito mAs
antiguo. en algUDos sectores del Area poblada.
[page-n-48]
9
8
11
14
13
12 .
l ""I''''!'''''''''I''''I''''!''''I''''I''''I''''I''''1"'1 ''''I''''I'''''''''J
Fig. 15.-ColU 4 , Cuadrete &lb : nallugo. de 1 ab:adu 21 , 20, 19 Y 10
..
[page-n-49]
.
MESAOO· ARTEAGA
2. Borde biselado por el interior y revertido hacia afuera. Rotura ocre·negruzca y su·
perfi cies de color marro n oscuro. Calidad espalulllda.
3. Fragmento de borde, liso. Rotura negruzca con multiples inclusiones blancas, superfi cie ocre claro y calidad grosera.
CO NCLUSIONES SOBRE VINARRAGELL 1
Vinarragell 1 puede relacionarse a Igrosso modo» con el nivel «Q»
de la II y IJI campañas. Aunque podría subdividirse estratigráficamente quedará por ahora comprendido en su idea más general ; en
espera de que las futuras campañas de excavación garanticen una
matización más segura que la que aquí pudiéramos intentar.
Los materiales cerámicos, totalmente hechos a mano, aparece n
en una cantidad bastante reducida e imposibilitan con su fragmentación las apreciaciones tipológica s de detalle.
La calidad de las pastas y los tratamientos superfici ales observados no permiten aportar nada nu evo a lo que se había publicado con
respecto a las anteriores campañas (23).
Este poblado inicial, fundado a campo abierto, se destruyó por in cendio, como lo comprueba hasta ahora la generalización de los restos de «barro cocido», carbones y cenizas, que se documentan en sus
sedimentos.
Por las diferencias básicas de los poblados que en su región se
clasifi can dentro del Bronce Valenciano (24), como también por los
paralelismos que su cerámica más caracteristica venía encontrando
en otros importantes poblados «proto-históricos» de la Península (25),
puede asegurarse que la fase de Vinarragell inicial entraba cronológicamente dentro del marco final de la Edad del Bronce (26).
123) Ver op. cit. nota 1, pág. 139 Y comienzo de la 140.
(24) Ver op. cito nota 1, «comen tarios al primer perIodo•. pág. 146 .
125) Ver, entre otros. M. PELLICER y W. SCBULE : tEl Cerro del Real. Galera (Granada) •. Excavaciones Arqueológicas en EspaiJa. 12. Madrid. 1962 . M. PELLICER CATALAN y
W. SCHULE: «El Cel'TO del Real IGalera, Granada). El Corte estratigráfico lX». Excavaciones
Arqueológicas en Esp~a. 52. Madrid, 1966. M. A. GARCIA GUINEA y J. A. SAN MIGUEL
RUIZ: ,Poblado ibérico de El Macalón {Albacete)•. Excavaciones Arqueológicas en España.
25. Madrid. 1964. A. ARRIBAS Y otros: .Excavaciones en el poblado de la Edad del Bronce
Cerro de la Encina. MonachH ¡Granada). IEI Corte estratigráfico n.- 3).. Excavaciones ArqueológIcas en EspaiJa. 81. Madrid. 1974. O. ARTEAGA y M. R. SERNA: «Die Ausgrabungen
von Los Saladares. Prov. Alicante•. Madrider Mitteilungen, 15. Madrid. 1974. págs. 108121. O. ARTEAGA y M. R. SERNA : «Los Saladares 19711. Noticiario Arqueológico Hispanico. Arqueologla 3. Ma drid. 1915. págs. 7- 140.
1261 Del estudio de relaciones entre este periodo del Bronce Final y los estratos iniciales de Vinal'Tagell nos ocupamos en un trabajo critico. que sobre el yacimiento lenemos en
oreparaciÓn bastante avanzada .
[page-n-50]
VINAJUtAGELL
.,
Este dato resulta sumamente importante dada la situación del
yacimiento en la comarca castellonense donde esta época se encuentra prácticamente sin estudiar; y de cara al problema de la perduración que se le había venido concediendo a la mencionada cultura del
Bronce Valenciano.
VINARRAGELL
n
Cortado en nuestro Cuadrante «lb por las alzadas que van desde
la n.O 14 hasta la n.O 20, ambas incluidas.
Cerdmica de la alzada n.O 20
Encontrada sobre el suelo verdoso que se relaciona con los muros
U-III en el perfLl Alfa. Todos los fragmentos cerámicos de esta alzada
estaban hechos a mano. Los que permitían una cierta posibilidad de
estudio quedaron agrupados de la siguiente manera :
Cerámica grosera de superficie áspera. . . . . .
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie lisa. . . . . . . . .
8 fragmentos.
3 fragmentos.
Cerámica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
Total ........ . ......... , . . . . . . .
15 fragmentos.
Fueron seleccionados para el dibujo los que presentamos en la
fig. 15 Y que describimos a continuación:
4. Fragmento del borde de una cazuela, con el la bio casi perdido. Rotura con nucleo
sieno-negruzco y laterales anaranjados. Superficies rojizo-negruzcas y calidad espatulada.
5. Tiesto con cord6n horizontal, digitado. Rotura negruzca y superlicies sieno-ne¡ruzca,. Calidad algo gros,era. Superficie alisada.
6. Fragmento amoño, con estrecho cord6n aristado, pseudo digitado. Rotura negra y
superficies sleno.neg ruzcas. Calidad grosera y superficie lisa.
7. Tiesto perteneciente al tercio inferior del llplco recipiente indlgena de fondo pla no.
Rotura con n(¡clco negruzco y laterales algo rojizos. Superficies siena· anaranjadas. Calidad
grosera y superficie exterior algo alisada.
Cerdmica de la alzada n.O 19
Materiales procedentes de su porción media-inferior y por lo tanto relacionados con los muros n-Ill del perfLl Alfa. Totalmente a ma -
no , quedando agrupada como sigue :
Cerámica de superficie áspera ....... ... .. .
Cerámica de superficie lisa ............... .
3 fragmentos.
2 fragmentos.
Total ............... . ......... .
6 fragmentos.
[page-n-51]
MESADO· ARTEAGA
Fueron seleccionados los que se dibujan en la fig . 15, que son los
que describimos a continuación:
8.
Pequer\o rragmento amorfo, con cordoncillo aristado. Rotu ra con núcleo negruu:o
y laterales rojizos. Superficie externa negruzca. Calidad grose ra de superficie lisa.
9. Fragmento de fondo plano. Rotura con nucleo negrutco y laterales rojitos. Superfi·
cies negruzcas y calidad grosera.
Cerdmica de la alzada n.O 18
Completamente estéril, por haber sido cortada en el cuerpo del
derrumbe de los muros 11-111, que señalamos con el n .O 8 de nuestro
perfil Alfa.
Cerdmica de la alzada n,g 1 7
Completamente estéril, como la anterior, por haberse cortado en la
capa de derrumbe de los muros 11-111 del perfil Alfa.
Cer dmica de la alzada n.g 16
Esta capa se cortó directamente encima del pavimento n.O9 del
perfil Alfa, por lo que su cer€lmica pertenece a un nuevo momento de
Vinarragell, pos'..erior al que significanan los muros U-lIT anteriormente mencionados.
Los fragmentos han sido agrupados de la siguiente manera:
Cerámica grosera de superficie áspera ..... .
Cerámica de superficie espatulada fin a , ... .
16 fragmentos.
1 fragmento.
Total .. . ........... "" . . , .... .
17 fragmentos.
Fueron seleccionados los que se dibujan en la fig . 15, que describiremos a continuación :
10. Fragmento de cuello, algo vertical, de labio tén uemente vuelto, romo, y decorado
con espaciadas incisiones en su cara superior. Rotura ocre·rojiza, superficie exterior ahuma·
da y calidad grosera.
11 · 12.
Fragmentos semejantes al anteriormente descrito. Pudieran pertenecer al mis·
mo vaso.
13 . Fragmento correspondiente al peTimetra mtximo de un recipiente cen rotura neo
grutca. Superficie exterior sieno·negrutca y calidad algo grosera.
[page-n-52]
VlNARRAGEU
"
14 . Fragmento cerémico de tabique vertical. Rotura roji;to·amllITonada . Cara externa
beige neg ruzco e interna ahumada. Calidad espatulada.
Cerámica de la alzada n ,O 15
Cortada todavla en el estrato n ,o 10 del perfil Alfa, por lo que se
corresponde con el mismo momento de Vinarragell que significábamos con la anterior. La cerámica está totalmente hecha a mano, y ha
sido agrupada como sigue :
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie áspera ..... ,
1 fra gmento.
Cerámica grosera de superficie espatulada .,
Total , , , , ' , , ' , , , .............. .
5 fragmentos .
Todos ellos eran amorfos y sin ninguna particularidad dign a de
mención, por lo que no se presentan en selección ni en dibuj o. Unica·
mente remarcamos su hechura a mano, porque resultará interesante
de cara a la aparición de la cer ámica a torno en los horizontes supe·
riores.
Cerá mica de la alzada n .O 14
Esta capa se cortó en el estrato n.O 10 del perfil Alfa. por debajo
del nivel apisonado n.O 11 que allí se observa. r es ultando completa·
mente estéril .
En si misma representa la mayor garantia que podemos aportar
en cuanto a la separación de los hallazgos entre Vin arragell n y TII,
como habremos de ha cer notar más adelante.
CONCLUSIONES SOBRE VINARRAGELL 11
La presente fase del yacimiento puede quedar igualada a .grosso
modo» con los estratos I·K·M de la 11 y ITI campañas de excavación.
Las sub-divisiones estructurales sobre las que quedarían refleja·
dos sus aspectos materiales serian las siguientes:
VINARRAGELL 11
a.
Qu e se justifica problemáticamente según el horizonte que pudier an representar el pavimento n.O5 del perfil Alfa y el muro 1 que con
él se asocia.
[page-n-53]
52
MESADO· A.RTEAGA
Las edificaciones que se sucedieron, representadas por los muros
lI -IIl del perfil Alfa , no nos permitieron observar hallazgos estratifi -
cados.
VIN ARRAGELL JI b.
Momento 1:
Representado por el horizonte de habitación que
queda significado en la separación del pavimento n.O 6 y por los muros U-IlI anteriormente
Momento 2:
Presente en el potente estrato de destrucción .
que indicamos con el n.O 8 de nuestro perfil guía
y que pertenece a l derrumbe de los muros U-U! ,
resultando por eso mismo sin hallazgos cerámicos. Los únicos que hemos obtenido se tienen que
asociar con el momento anterior. puesto que se
retiraron todos en nuestra alzada 19 del inven tario.
mencionados.
VINARRAGELL JI c.
Momento 1:
Horizonte de habitación indica do por el pavimento n.O 9 y por el muro IV, del perfil Alfa .
Momento 2: Justificado por la forma ción del estrato n.O10 de
dicho perfil, que se deposita sobre la dest.rucción
del muro IV y que ofreció los hallazgos cerámi cos que agrupamos en nuestras alzadas 16- 15.
En lineas generales y atendiendo, pues, a los materiales de la
iguala ción que hemos hecho con los estratos I-K-M de las anteriores
campañas de excavación, podemos hacer hincapié en las siguientes
consideraciones, que pueden resumirse como p:opias de Vinarra{!cll
II:
a l Continúan apareciendo los mismos tipos de la cerámica grosera, que venlamos ob·
servando desde los estratos de VinarragelJ inicial. Destacan sobre todo las v,sijas variqble·
mente panzudas, con cuello ligeramente cerrado, que a veces se decora Clm un cordón digi.
lado.
Esta forma de recipiente presenta sie.-"pre un fondo plano (2 7] y t'!lcuer.:ra nu:::ero'iCS
paralelos dentro de los complejos propios delllronce Tar dEo peninsular. Son d i¡n~s tic m!!n·
c ión los bordes de vasijas que se decoran con incisic::es transveru ll':$ y piclS (2e).
(271 Los .rondos planos- a que hacemos referencia son aquellos que prcsen,an en la si·
lueta de su peñll una especie de rta!ón.., fuerume ote marcado; que nada tie ne que v~r con
los fondos de vasijas que lIamaMamos .aplanados., que son bs n:b comenlRs en otras épo·
cas pre·históricas.
1281 Ver en op. cit. nota 1. figs . 36 (353), 38 (4231. 39 (44 2 Y 4521, 54 (1 ), 731101. ctc.
[page-n-54]
VINARRAGEll
"
Puede suponerse que la estratificación continuada de la cerámica grosera, que aq uí ~ .
"alamas, tal ve: pudiera significar una cien a proyección m3terial de VinarragelJ 1 en los estadios de Vinarragell Il 1291.
bl Por el contrario. desaparecen de[m¡tivamente en Vinarragell 11 los tipos más repre·
Sflntativos de la cerámica cuidada de Vinarragell inicial, como por ejemplo las vasijas careo
nadas en forma de fuente acampanada [301. Este hecho de dife renciación tan notable tiene
una importancia muy grande, para los estudios ti pológicos comparativos, entre las dos fa ses
más antiguas del yacimiento.
c l Se hacen mucho més patentes 13 11 los hallazgos de cerámica que mejor podemos
emparentar con los estlmulos procedentes del mundo de los Campos de Urnas 1321 ; con lo
que obtenemos una posible razón para comprender el cambio significado en la desaparición
fle los tipos de la cerámica cuidada, que hemos señalado anteriormente.
Puede decirse, en suma que la personalidad material de Vinarragell 1I resulta sensiblemente diferente de la que apreciábamos en la
fase precedente. Ahora se hace también muy marcado el contraste
entre las edificaciones del nuevo horizonte , construidas a base de
grandes adobes, dispuestos formando paredes de trazado recto, y las
que suponemos propias del poblado fundacional , fabricadas con ma ·
teriales perecederos y técnicas mucho más rudimentarias.
Todo parece indicar que Vinarragell ha quedado arropado por la
llamada Civilización de los Campos de Urnas (331, quedando así com prendida la configuración material de su fase n.
(291 En el estudio critico que anunciamos en la nOla 26, nos extendemos en torno 111
problema de la .continuidad. o nuplantaciÓn~ (parcial o totall de la población de Vinarrage!l
1; en u na discusión sobre los cambios ma teriales tan notables que observamos en la cultura
material de Vinarragell 11 .
(30t Ver op. cit. nOla 1, los ejemplares de la lig. 57 .
(3 11 Segun los d¡¡tos de las primeras campañas y lo que hemos doc:,¡menlado en 13 a l·
zada n.e 20 de nuestro cuadrante _B_, los pudiéramos llamar «tipos cerámicos nuevos» se co·
mienzan a hace r notar desde un cierto memento de VinarrageU I.
[321 Ve r sobre todo en op. cit. nota 1,Ia vasija con decoración de a canalados de lo tig.
1S, 1; las que tienen decoración de triángulos excisos, de la tig. 55, 8 y ng. 72, 2. Ta mbién,
entre otros ejemplos, la que presenta pie alto y pito rro en la panza, de la Cig. 59, 2.
[331 Pa ra el térmi no _Civilizaciónl. referido a los Campos de Urnas, asl como parll
otros problemas de carActer gene ral. ver entre otros: P. BOSCn GI MP ERA : tEtnologla de In
Península Ibérica.. Barcelona 193 2; P. BOSCn GIMPERA : _Los celIas de la cultura de las
W1las en Espaflu. Anuario del Cuel1'O Fac. de Arch. Bibl. Y Arq. VIlI , Madrid, 1936 ; W.
DEI:IN : cKatalog Kreuznach, 7, West und Síiddeutscher Altertumssa·mmlungen, 19411, con
abundante bibliografla ; J . MALUQUER DE MOTES : _Las culturas hallstA tticas de Catal uña..
Ampurias VII-VlJI. Barcelona 1946 ; M. ALMAGRO: d.a [ ' pafia de las invasiones céllica s.t,
en Hist. Esp. R. Menéndez Pidal, Madrid 1952; W. KIMMIG : . 01,1 en estl' Etude de la Civili·
sation des Champs d'Umes en Franee ...• , Dijon 1951 ·S3 ; w. KIMMIG : cZur Urnenfelde r
Kultur in Síidwesteuropa». Festschrift fiir Peter Goessler, Stuttgan 19S4; J . ARNAL et H.
PRADES: cA propos de la civilisation des cl:amps d·urnesl. Rev. Arch. de rE. et du C.·E., VII,
1956 ; M. LO UIS et O. et J . TAFFANEL: de premier Age du Fer La nguedocielU, 2éme. Par·
tie, Bordighera. Mcntpe!.lier 1958 ; P. PALOL: da necrópolis hallastáttica de Agtllla na (Gero·
na).. Bibl. Praeh. Hisp. Vol. 1, Madrid 1958.
[page-n-55]
.
MESADO· ARTEAGA
El tope epost-queJIU para el apogeo de esta Fase II de Vinarragell
tiene que desprenderse de las deducciones que nos permitan otros
yacimientos de Cataluña y del Valle del Ebro ; mientras que la fechaci6n cante-queInJ debe discutirse en relación con los nuevos estímulos mediterráneos que veremos reflejarse en la fase posterior.
En general, el hecho que ella nos traduce resulta sumamente importante de cara al problema que gira en torno a la expansión de los
estimulas de la Cultura de los Campos de Urnas, hacia esta parte de
la Península.
VINARRAGELL III
Ha sido excavado en el Cuadrante «lb de nuestro Corte 4 median te las alzadas n.O6 a 13 , ambas incluidas. El inventario de los hallaz -
gos cerámicos más representativos queda repartido entre ellas de la
siguiente manera:
Cerdmica de la alzada n .O 13
Ha sido retirada del estrato n.O 12 del perfil Alfa, que se separa
fácilmente de los niveles inferiores gracias al apisonado n.O 11 del
mismo peñll. Pueden señalarse los siguientes grupos :
Cerámica grosera de superficies ásperas ,.,.
8 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie alisada , ....
2 fra~mentos ,
Cerámica de superficie espatulada . , , . __ . _..
1 fragmento,
Cerámica fabricada a torno (anforoides) ",. 15 fragmentos.
Total _.' , , . _, ... ... .... . .. , . , .. 26 fragmentos.
Resulta interesante resaltar en este momento la presencia de la
cerámica fabricada a torno, procedente del comercio fenicio, alternando con la que se continúa haciendo a mano en este poblado (34).
Los primeros ejemplares que se documentan en el Cuadrante eB»
pertenecieron a vasijas en forma de ánforas, que debieron importarse por lo que contenian, siendo después utilizadas como .:recipientes»
seguramente. Fue seleccionado el fragmento que describimos a continuación, ya que los demás no merecian la pena (fig. 16).
16. Fragmento de bombro carenado do la lIpica ánfora piriforme fenicia , que conserva
parte del &sa (do sección circularJ. Rotura con nücleo gris y laterales algo rojizos. Superficie
exterior sien o-nara nja, Pasta con dimin utos puntos yesosos y arenilla.
(3 41 Ver igualmente en op. cit nota l. los comentarios al que llamarnos segundo periodo, en pégs. 146 y 14 7.
[page-n-56]
16
,
I
22
23
,¡ •. ,.
I.lillljo"il"illlllll'ilillilll""lliI1!"lIlillIl'"lllIill"III""1
Fig. 16 .- Cc rte 4 , Cuadrante db : Hallazgo. da 1 alud.. 13 , 12, 10 Y 9
11
:-lii¡
I
[page-n-57]
MESADO-AATE.A.GA
"
Cerdmica de la alzada n.O 12
Cortada esta capa en la horizontal de seguridad que separa los
estratos n.O 12 y 13 de nuestro perfil Alfa. solamente ofreció un fragmento de cerámica fabricada a torno, muy diminuto , y otro hecho a
mano , que dibujaremos en la fig . 16 Y que describimos a continuación.
17 . Borde ligeramente abierto, de labio algo aplanado. ROlura de color negro-amarronado. Superficie siena clara. grosera y algo alisada.
Cerdmica de la alzada n. O 11
Cortada todavía en el estrato n ,O 13 del perfil Alfa, que presenta
fajas de sedimentos lavados, posiblemente de los adobes de una edificación destruida en sitio vecino. Esta serfa la explicación de su pobreza en materiales. Se encontró un fragmento amorfo de cerAmica hecha 8 mano que no valla la pena dibujar.
Cerdmica de la alzada n. o
la
Pertenecfa esta capa al mismo estrato 13 que anteriormente hemos mencionado. Ofreció en la parte que linda con el Angula izquier·
do del Cuadrante (perflles Alfa-Gammal unos cuantos fragmentos de
cerAmica hecha a mano, que describimos a continuación.
3 fragmentos.
Cerámica de superficie áspera .............
CerArnica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
1 fragmento.
Total ............ , . , , . . . . . . . . . .
4 fragmentos.
En la limpieza para el dibujo del perfll Gamma se observó, incrustado en éste. un trozo de cerAmica a torno. que referimos para
dejar constancia de su presencia en el estrato, asociado con la cerámica hecha a mano . De esta última (fig. 16) se seleccionan los siguientes fragmentos :
18. Robusto borde enasado. de superficie elplltullldll. Rotura sieno·blancuzca. con ca·
TIS e.unons de COIOT negro.
19. Tiesto con cordón digitado. Rotura ocre·rojiza, superficies sieno·blancuzC
[page-n-58]
"
VINARRAGEU,
Cerdmica de la alzada n .O 9
Se retiró en limpio sobre el estrato n .O 15 del perfll Alfa. Este estrato se deposita sobre el pavimento n.O14. que a su vez se relaciona
con el muro V de dicho peñLl. Puede agruparse de la siguiente manera :
Cerámica groser a de superficie áspera ... . . . 16 fragmentos.
Cerámica de superficie alisada ............ .
1 fragmento.
Cerámica de superficie espatulada ......... .
2 fragmentos .
Cerámica fenicia 8 torno. tipo anforoide ... . 17 fragmentos.
Cerámica fenicia. con decoración pintada ".
2 fragmentos.
Total , ................ , .. , .... .
Total ........................ .
19 a mano.
19 a torno.
Fueron seleccionados los fragmentos dibujados en la fig. 16 que
describimos seg uidamente :
20. Borde exvasado. de labio plano. becho a mano. Caras exteriores de color negro.
igual que su rotura.
21 . Fragmento a to rno, perteneciente a una vasija decorada con ancha banda ocre-roj iza y metes neg ros. Rotu ra con ligero núcleo gris claro, entre laterales siena-claro. Cara exterior con anoramiento de las tIpicas inclusiones de esta cerámica importada del mundo fenicio.
22. Fragmento de cerámica fabricada a tomo. con restos de una banda ancha de color
sieno-carmín, limitada con rayas negras. Rotura de color gris claro, con lateral extemo ocre
claro. Pasta con inclusiones de arenilla negruu:a. tIpica de la cerámica importada en el yacImiento.
23. Hombro carenado de lImora piriforme, con el arranque de un asa de sección circular. Rotura gris. laterales ocre·rojizos. Superficie color ocre claro. con afloramiento de mica
y arenilla.
24. Fondo plano de vasija hecha a mano. Rotura negra. Superficie algo alisada, de co·
lor negro con wna alta sleno-grlsllcea.
Cerdmica de la alzada n.O 8
Esta capa fue cortada en el estrato revuelto que numeramos con
el ordinal 16 de nuestro peñLl Alfa. No ofreció tipo16gicamente
ningún ejemplar seleccionable. Expondremos las agrupaciones del
conj unto para dejar constancia de que también en este horizonte se
dan asociadas las cerámicas hech as a mano en el poblado con las que
se importan del mundo fenicio. fabricadas a torno.
[page-n-59]
"
MESADO· ARTEAGA
Cerámica grosera de superficie áspera ..... .
Cerámica grosera de superficie lisa ........ .
Cerámica fenicia fabricada a torno ........ .
Total ....... , ..... .. ....... . .. .
Total .... . ..........•..... .• ...
2 fragmentos.
3 fragm entos.
14 fragmentos .
5 a mano.
14 a torno ,
Cerdmica de la alzada n." 7
Esta capa fue aislada para asegurar la separación de algunos
materiales de los estratos n.O16 y 17 del perfll Alfa. Siendo una alza da de seguridad nos brindó una abundancia relativa de hallazgos.
4 fragmentos.
Cerámica grosera de superficie áspera . . . . . .
Cerámica grosera de superficie alisada . ....
9 fragmentos.
Cerámica de superficie espatulada . . . . . . . . . .
1 fragmento.
Cerámica fenicia a torno, anforoide ........
1 fragmento.
Total ..................... . ... .
Total .. ........ , .. , ....... , . , , .
14 a mano.
1 a torno.
El fragmento anforoide que acabamos de mencionar es el último
que se documenta en la secuencia del Cuadrante ub,
Aunque de esta alzada solamente seleccionaremos un fragm ento
a mano (en la deSCripción y en los dibujos publicados), hemos visto
cómo aparecen otros trece del mismo tipo, que aseguran el desconocimiento de la rueda de alfarero en este horizonte.
Este dato pudiera ser muy importante de cara a la aparición de
la cerámica ibérica en el sitio de Vinarragell ; y también con respecto
al problema de si los feni cios pudieron promover con sus esUm ulos
un desarrol1o local de dicha cerámica.
El fragmento seleccionado (fig, 17) es el siguiente :
2S. Borda suavemente abierto. con el labio aplanado. Rotura de color negruzco a md
rronado. Superfi cie de color idéntico y calidad grosera. algo alisada.
Cerámica de la alzada n.o 6
Retirada esta capa para leva ntar en limpio el estrato n.O 17 del
perfil Alfa. Este nivel. que nos ha servido para delimitar un segundo
momento dentro de este horizonte, se encontraba depositado por de
bajo del apisonado n.O 18 del mismo perfil
Tenemos que hacer hincapié en el hecho de que no apareciera
ningún fragmento de cerámica fabricada a torno . Es decir, qu e todos
estaban hechos a mano,
[page-n-60]
~-.
25
, ---
27
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30
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c:::l
[page-n-61]
Podemos dejar apuntado que tras la desaparición de la cerámica
importada fenicia , al parecer repentinamente 135 1, continuaron estratificándose en los niveles del Cuadrante «13.. las cerámi cas hechas
a mano; como indicando la perduración de aquellos estadios materiales que pudieron haberse venido significando como indígenas.
La agrupación de este complejo cerámico del estrato n.O 17 quedaria como sigue:
Cerámica grosera de superficie áspera ..... . 18 fragm entos.
Cerámica grosera de superficie alisada .... . 14 fragmentos.
Total ... .... , ................. .
32 fragmentos.
Fueron seleccionados los que presentamos en la fig . 17 Y descri bimos a continuación.
26. Fragmento de borde de cera mica hecha a mano, con labio liso, rotura siena nc·
gruzca, superficies rojizas, ahumadas y ligeramente alisadas.
27 ·28. Fragmentos de borde. posiblemente de la misma vasija, hechos a mono. con lo ·
bio aplanado, rotura negruzca y superficies requemadas. Estén ligeramente alisados.
29. Fragmento de un fondo plano, de vasija hecha a mano, con superficie alisada y del
mismo color que la rotura. que es rojiza.
CONCLUSIONES SOBRE VINARRAGElJ. III
La fase III de nuestro Corte 4 se puede equiparar de una manera
muy general con los estratos D-E-F-G de la 11 y 111 campañas.
Las sub-divisiones estructurales de la misma pueden establecerse
de la siguiente manera :
VINARRAGELL III a
Momento 1:
Momento 2 :
Representado por el estrato de adobes descompuestos que señalamos con el n.o 12 en nuestro
perfil Alfa , asi como por el apisonado n.O 11 sobre el cual se hallaba depositado.
J ustificado por la forma ción del estrato y fajas
de sedimentos que indicamos con el n.O 13 en
nuestro mencionado perfil guia.
t351 Un asunto que podemos comenzar a discutir ~ si la cerámica fenicia continua
apareciendo hasta darse asociada con la cerámica ibérica más antigua tcomo parece des·
prenderse de los multados anteriormente publicados!. o si por el contrario habla dejado de
importarse cuando la ibérica tomaba cuerpo cuantitativo en los estratos. como parece obser·
varse en Ios"resultados de la campada de 1972.
[page-n-62]
38
~i=fTt3
= :::.
•
______5
_______
lO
37
.
cm
0-10
39
ria. 18.--Com 4, Cuaclrant. Lb: Hall...OII al.. alud.. 13,7,9 (rtdplaatl hecho. mano!, ceramica
iWriu d, la fo •• 1 (y, U.m. ZI
[page-n-63]
44
PI¡. 19.-Corte 4, Cuadrante t.b: Cerámica. ib6riCh de la abada 4 ('l. LAm. Xl
[page-n-64]
VINAlUlACEll
VINARRAGELL lU b
Momento 1:
Momento 2:
"
Horizonte de habitación representado por el pri·
mer zócalo de piedras que se docqmenta en la
secuencia. Este se indica con el número V en el
perfIl Alfa. Con él se halla relacionado el pavi·
mento n.O 14 del mismo perfil.
Justificado por la estratificación del nivel n.O 15,
sobre la destrucción del edificio representado
por dicho muro V.
VINARRAGELL 111 e
Momento 1:
Momento 2:
Estrato completamente revuelto desde antiguo
(arcilla, piedras, adobe descompuesto, carbón,
etc. l. Estaba depositado por debajo del horizonte
de separación que logramos aislar mediante
nuestra capa n.O 7.
Estrato retirado en limpio con nuestra alzada n.O
6, gracias a la separación garantizada por el api·
sonado n.O 18 del peñll Alfa.
La estratificación de los hallazgos cerámicos que hemos presen·
tado permite apuntar algunas consideraciones, de notable importan·
da para los estudios pre·ihéricos de la región. Ellas pueden, al mismo
tiempo, desprenderse de dos resultados fundamentales :
al La continuidad dentro de Vinarragell nI de los complejos ce·
rámicos, hechos a mano, que se conocfan como propios de la fase 80·
terior.
bl La aparición repentina, en los estratos de esta fase nI, de la
cerámica fabricada a torno, importada del mundo fenicio .
Vinarragell III representa, por lo tanto, la prolongación temporal
del substrato de Vinarragell n, fuertemente relacionado con la cultu·
ra material de los Campos de Urnas, hasta ponerse en contacto con
los nuevos estímulos mediterráneos abocados por los fenicios.
La cierta complejidad del «elemento recepton se conjuga con la
clara identidad de los «nuevos portadores de influjos». por primera
vez en una estratificación de esta parte de la Península (36), para ca·
racterizar de una manera «sui·géneris» B la que pudieramos llamar
Fase Pre-lbérica del yacimiento.
(361 Vinanagell es ciertamente el primer yacimiento estntlgrMico peninsular que
aglu tina esto, dos feDómeno, ; que hasta ahora se han venido conslderaodo deDtro de la
_é poca de las colonizacloDeSl, sin que se hubieran podido comparar uno frente al otro.
[page-n-65]
.
MESADO·AP.TEAGA
Las grandes posibilidades comparativas que estos resultados encierran permitirán, sin duda alguna, proyectar mucha luz sobre los
problemas de la «culturlzaci6ru del Este peninsular, durante los tiem pos anteriores a la eclosión de la Cultura Ibérica; y también al cono·
cimiento de otros desarrollos históricos externos, que enmarcaríamos
cronológicamente entre la fundación de Ibiza (371 por los «fenicios~
(38) y las de Marsella y Ampurias, por los griegos (39).
VINARRAGELL IV
Los estratos de esta IV fase de Vinarragell se retiraron en el Cua drante «B,. mediante las alzadas n.O 3, 4 Y 5 de nuestro perfil Alfa.
La primera de ellas se cortó mediante nuestro primer sistema de
excavación, aportando cerámica ibérica, predominantemente pinta da con motivos geométricos. La n,o 4 resultó estéril, por excavarse
para retirar en limpio el pavimento n,o 21. La n,O 5 ofreció los primeros hallazgos ibéricos de la secuencia y es la que a continuación presentamos,
Cerámica de la alzada n .O 5
Fue retirada de la parte superior del estrato n .O 20, en su mayoría
fabricada a torno, representando la aparición repentina de la que con
seguridad podemos llamar cerámica ibérica del yacimiento, según
los datos que nos ofrece el Corte 4.
(37) La fecha reconocida para la fundación de Ibiza. en el año 654 a . C.. podrla ser en
principio el mejor tope que considerarlamos, en función del comiemo de las importaciones
fenicias en el Nor-este peninsu1ar, hasta que no se demostrase algo más preciso. Mientras
tanto vale la pena leer el trabajo citado en nuestra próxima nota. debido al Pror. J .·Maluquer de Motes, y también: A. GARCIA y BELLIDO : ú'eniciOl y Cartagineses en Occidente•.
Madrid 1942 . A este respecto conviene recordar lo escrito por M. TARRADELL Y M. FONT:
d:ivissa Cartaginesa.. Biblioteca de Cu1tura Catalana. 13. Barcelona, 1975. págs. 73 y 74,
en las que seilalan la falta de cerámicas fenicias y cartaginesas de los siglos VIl-VI en Ibiza.
1381 La fundación de un establecimiento propiamente fenicio en la isla de Ibiza ha sido
una posibilidad poco explotada hasta el presente. Para una visiÓn reciente de esta cuestión
vale la pena ver: J. MALUQUER DE MOTES: cLos Fenicios en Cataluña•. Tartenos, V.
Symp. Int. Prah. Pen .. (Jerez de la Frontera 19681. Barcelona, 1969, págs. 241 · 250 ; E. A.
LLOBREGAT CONESA: d.as rela ciones con Ibiza en la protohistoria valenciana.. IV Sympo·
sium de Prehistoria. Barcelona, 1974. págs. 291 -320.
1391 MALUQUER. op. cit. nota 38 sobre todo págs. 242-244. También en: M. ALMAGRO : eLas necrópolis de Ampuriau, 1, 1951 Y11, 1955 ; F. VIll.ARD: «La cerárnique gr6{:que
de MarseilleJ, Parls 1960 ; F. BENOIT: «R.écherches sur fhellenlssti on du Midi de la Gaulet.
Aix-en-Provence 1965 ; G. TRIAS : «Cerámicas griegas de la PenJnsula lbé ricllt. Valencia
1967 .
[page-n-66]
-12
46
47
•
¡
•
PI¡. 20.-Corte 4: HallUJOI de 101 01.,,-, di '\lperflcillc.d.mln lhft1ca, IIl.ldJ"al blscochacbl f• • Um.
>11
[page-n-67]
51
0-24
53
52
PI¡. 21 .-Corte 4 : Hallugo. d. lo. ni ...... d. 'lIptrflcie (pequ160 pllto IWrico, coa lal,dro. y (rago_Dto,
m.cUeval.., ,1 \\ltlmo d, 1110-.10. dor.do~( • . Lim.. XII
[page-n-68]
VINARRAGEll.
"
Su agrupación puede quedar de la siguiente manera:
Cerámica fabricada a mano, grosera, de superficie
alisada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 fragmentos.
Cerámica ibérica con bandas y metes pintados
5 fragmentos.
Cerámica ibérica con fIletes y flecos pintados
9 fragmentos.
Cerámica ibérica sin ninguna decoración . . . .
3 fragmentos.
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
22 fragmentos.
Han sido seleccionados los fragmentos que dibujamos en la fig .
17 Y que des cribimos a continuación:
30. Boca de vasija o tomo, con el tlpico perfil en forma de «cabeza de ánade•. Sobre la
escocia y arranque del cuerpo presenta banda cslrecha pintada de color ocre-rojizo. Rotura
de núcleo gris claro con lateral interno a naranjado y cl externo ocre amarillento. Buena calidad.
3 1. Tiesto deco rado con flecos verticales de color ocre. Rotu ra con delgado nucleo grlséceo. con late ral externo ocre blancuzco y el interno ligeramente onaranjodo. Bueno cali·
dod.
32. Tiesto con aguada de cubierta color beige. decorada con lInens pintadas paralelas
de color ocre-rojizo. Rotura con zono exterior ocre amarillenta e interior ligeramente gris.
Muy buena calidod.
33. Asa de cinta, con suave escocia en su cara superior. Sobre los restos del recipiente
presenta bandas de color ocre·rojizo. Rotura a naranjada. Superficie exterior blancuzca .
Muy buena calidad.
34.
Tejo de cerámica. Rotura siena-rojiza. Calidad media.
La ordenación estructural de esta fase quedaría por ahora resuelta, según los datos del Cuadrante «lb, de la manera siguiente :
VINARRAGELL IV a
Momento 1:
Momento 2:
Representado por el estrato n.O 19, indicado en
el perfll Alfa, que resultó précticamente estéril .
Justificado por la estratificación del nivel 20.
cuya separación estaba asegurada , como la de la
cerámica ibérica que contenia. gracias a la superposición del pavimento n.O 21 de nuestro perfil guia y por el estrato estéril n .O 19 subyacente.
[page-n-69]
"
VJNARRAGELL IV b
Momento 1:
Momento 2:
Significado por el muro VI (zócalo de piedras)
del perfil Alfa y por el pavimento n,O 21 a él asociado.
Representado por el estrato 22, que se superpone al muro VI mencionado anteriormente.
Estos momentos de la fase IV, que acabamos de exponer diferenciados entre si, pueden relacionarse prudentemente con los estratos
«eH» y «CR-D» de las anteriores campañas. Otras equiparaciones nos
parecen más problemáticas, puesto que en aquellos trabajos las remociones medievales y modernas alcanzaron mayores proporciones
en los niveles superficiales del montículo (40) .
La fase VinarragelllV puede, pues, considerarse IBERICA. según
los hallazgos de la cerámica asociada.
Como hemos podido observar, se encuentra sub·dividida por dos
estratos, perfectamente separados entre si. El más profundo (n.o 20
del perfil Alfa) ofreció cerámica con perflles caracterlsticos de la cerámica ibérica que se decora a mandas estrechas. (411, que tanta posibilidad comparativa encuentran en los ambientes más antiguos de
esta cultura (42).
El más superficial (n.o 22 de dicho peñll) nos brindó contados
fragmentos de vasijas en las que destaca la decoración geométrica,
alternando con las «bandas estrechas», como suele ocurrir en no pocos poblados ibéricos, que se fechan por las cerámicas de figuras ro·
jas y pre-campanienses (43).
1401 Ver en op. cit. nota L pAgs. 54, 76 Y figs. 24, 4 1 Y 61, la gran mezcolanza que
existe entre los estratos A-B-C; y también en algunos sitios hasta alca nzar los estratos . ca.·
_CH-D., según se apunta en la págs. 143 y 144, en razÓD de Intromisiones de cerAmica me·
dieval.
(411 Ver por ejemplo en op. cit. nota 1, la vasija decorada con bandas estrechas y file les, en pág. 37, fig . 15.
1421 Vale la pena destacar, entre otras, las que se han encontrado en las ricas necrópo·
lis del Bajo Ebro ILa Oriola, La Palma. Mianes, etc. l. También en necrópolis mas conocidas
como las de La SoliveUa y el Molar. Con respecto a estos dos complejos, hoy conservados en
los museos de CasteUón y Alicante, ver: J. SENENT IBASEZ : «Excavaciones en la necrópolis
de El Molan, Mem. Junt. Supo Exc. Antig .. n.- 107, Madrid 1930 ; D. FLETCHER VALLS : «La
necrópolis ibérica de la Solivella IAlcalá de Chivert, CasteIlÓnl" Serie de Trabajos Varios del
Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia, n.· 32 , Valencia 1965.
1431 Ver por ejemplo, citando dos de los más importantes y manejados por la bibliograna : V. PASCUAL PEREZ:.:EI poblado ibérico de El Puig IAlcoyl. , Archivo Prehistoria levantina IIJ, Valencia 1952, pAgs. 135-146 ; D. FLETCHER VALLS, E. PLA, J . ALCACER : «la
Bastida de les Alcuses (Mogente.Valencial». Serie de Trabajos Varios del Servicio de Investi·
gación Prehistórica de la Diputación de Valencia D.- 24, Valencia 1965, y n.- 25, Valencia
1969.
[page-n-70]
55
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l",.t"" !"IIJ""I,m1tl"l'l lIJ1 l11j1m1
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FI,. 22 .-Corte 4: MUlrial.. ntlrado. d,l, Po.. n J d,.u. Cu.adrante d)a (fragmll1lO'" car.lmlca. muo
coo .,. y tetón; plato de Clrtmfca ¡rl. J tnll borda. med.i.,..l.. bl.lcochadOl. d.condo. en Dep'o-CI'lÜIO¡
ttjuIlo d, Clrtmica' ¡• . Lim. IlVI
[page-n-71]
70
MESADO·AII.TEACA
No existe, pues, ninguna duda en que los mencionados estratos
representan sendos horizontes de lo ibérico y, en suma, la cristalización de esta cultura en el Levante Peninsular.
Sin embargo, el conocimiento anterior se tiene que poner en comparación con otros datos que el mismo yacimiento ofrece, para formular ciertas preguntas, sobre la forma en que ha de considerarse el
origen de la Cultura Ibérica en esta región.
En las lineas precedentes comenzábamos a hacer notar cómo la
cerámica propiamente ibérica (44) no aparece en el Corte 4 basta
después de la desaparición de la cerámica fenicia; y posteriormente a
la estratificación de un nivel con cerámicas totalmente hechas a mano.
Luego hemos visto como nuestra primera cerámica ibérica, documentada en Vinarragell IV a (Momento 2), se encontraba una vez
más separada de los contextos materiales de Vinarragell TII e, por la
deposi ción del estrato n.O 19, que resultó completamente estéril.
Aunque la misma presencia de la cerámica a mano pudiera permitirnos suponer la proyección de ciertos estadios de cultura material. como los que ellas representan, basta una vecindad muy próxima con el tiempo de nuestras primeras cerámicas ibéricas, tenemos
que tomar con muchisimas reservas el resultado obtenido, en un área
tan reducida como la de nuestro Cuadrante lB». Por lo que aquí bemas visto tendrlamos que señalar la implantación repentina del torno
ibérico en la región del Bajo 1I.fijares (45 l.
{441 La cerámica ibérica de VinlUTagell presenta una pasta sumamen~ depurada y IU
cocciÓn resulta francamente buena, emitiendo 1 fragmentos un l onido muy especial al ser
01
golpeados. Se aparta claramente de la cerámica fenicia, de cocción más irregular y pasta altamente esquistosa. Todo ello sin tomar en cuente les diferencias de decoraciÓn.
{45} Vale la pena recordar que en la zona del Ebro, por ejemplo, exislen imitaciones
Indlgenas, hechas a mano, sobre fOfmas propiamente Ibéricas ; como si estas cerámicas (en
calidad prototlpica) se hubiesen extendido por las tierras cercanal a la costa, más expuestas
a los estlmulos externos tanto fenicios , como griegos, etc., encontrándose todavla con ambientes donde no se habla generalizado el uso del torno. Este dato seria digno de tener en
cuenta, cara a VinlUTagell. Puede citarse concretamente el caso de Can Canys: S. VILASECA
ANGUERA, J . M.O SOLE CASELLES, y R. MAAE GUELL: d.a necrópolis de Can Canyis
(Banyeres-Tarragona)•. Trabajos de Prehistoria VIII, Madrid, 1963 . En las tierras de penetración hacia el interior de la Peninsula el fenómeno de la relación entre los complejos locales con cerámica a mano y los menos importado!», bien lIIan del tipo feni cio, griego, etrusco, ibérico antiguo, etc. etc.. parece que se puede asegurar. Estos ambientes con cerámica a
mano representarlan el dlorlzonte recepton {en estal regiones}, por cuyas rutas de comunicaciÓ establecidas se propagarlan los nuevos elementos ellóticos. Por esto m.ismo la periodin
zaciÓn costera de los grupos cerámicos que acabamos de mencionar aportarla no pocas proyecciones cronológicas para la estructuración pre-ibérlce del .segundo Hlnterlantb. Por lo
pronto vale la pena esperar la publiceciOD da los resultedos obtenidos por Bergés y Ferrer
(M\LI8O de TlIIT8gonal en lo!II ültimos tTabt\joe que vieD8D rea.lizando en la oea6polis de ColI
ael Moro. Lguannente aleCCIOnadores resultan los dltlla que a n ae nace mas uempo V1ena
[page-n-72]
"·INAP.il.AC:E!..l.
"
No queremos , pues, definirnos concluyentemente : afirmando si
este hecho, perfectamente documcnt:!do (461, se explica por un accidente de deposición p arcial (47) ; o si realmente alcanza una documentación generalizable a toda el área poblada , reclamándonos por
lo tanto una contemplación de «carácter histórico» (48).
Las futuras investigaciones arqueológicas de Vinarragell, como
también las que se realicen en otros yacimientos de su región y de la
zona oriental en general, tendrlan definitivamente que aportarnos la
última palabra.
Por ahora nos limitaremos a barajar algunas de las posibilidades
que se nos ocurren, sin ir más allá del dato concreto y sin agotar la
necesidad de otras preeuntas sobre el mismo tema.
Según lo que hasta ahora tenemos excil\'ado supondríamos, pues:
a) Que en el área de las futuras campañas pudiera lleear a documentarse una secuencia sin «interrupciones», que nos obligase a
aporta.r::do la necrG
polis de Agullana [Gerona}, donde la certunica de la tumba n." 184, según
nuestro modo do ver, refleja cuando menos la circulación de ciertas rormas do vasijas
renido- púnicas, en un momento prácticamente anterior [por inmediato que este sealala generaliucilin del uso de la cerámica ibérica propiamente dicha ; que basta el momento actual
no se halla preseote en la oecrópolis. a pesar de que se documeota en Gerooa (Muralla N_ E.
do Aropurias, por ejemplol y en el Sur de Francia, por lo menos desde principios de la segunda mitad de l VI a. C., y que Agullana se supooga en una zona de comunicación obJ:gada. entro ambas vertientes del Pirineo Oriental. Ver al respecto: PALOL, op. cit. nota 33. pago 11 .
situación RooRráfica v eo lám. XV eS,Dllcialmente las urnas n." 1, 9, 11 Y 12, que hoy le conservan en el Museo ArqueológiCO de Baroe1ona. También resulta muy importante. de cua a 10
quo aqul hemos venido tratando : ·W. SCHULE: IProbleme der Eisemeit auf der Ibcrisd:en
Halbinselt en Jerh. d. Rom·Germ. Zentralmuseums Mainz. VII. 1960 ; W. SCHULE : .Varfor·
men ...on Fusszier und Armbrustkonstruktion, der Hallstatt -D- 'F!bell!.. MadJider ML!tellunt:en. 2. Madrid 1961, pi!.gs. 55· 69, Abb. 9, etc.; W. SCHULE: .Recenciones a la llecrópolis
HaJls táttica de Agullana.., de Pedro de Palol, y a da Regi6n Vacceu, de Federico Wa ttenberf. en Ge rmanla, Jahrgang 39, 1961. págs. 234· 239 .
(461 Mucbas veces la buena documentación de un corte no justifl.ca r¡ue los detaUes de
alguno do los datos observados se puedan generalizar como re!ultado II teila el i!. rell excavable.
(47] Mientras que no se realicen excevaclones horizontales de mi!.9 envergadura. con
el objeto de conocer las caracteristicas propias de cada uno de los momentos de la secuencio, nos encontraremos pendientes de la presente duda. Por 10 tanto, de cara a las futuras
campatlas. su esclarecimiento resulter1a uno de los objetos fundamentales.
(481 La comprobación de que la cerAmica ibérica ap9l"eCe repentinamente en el yacimiento colocarla a le región. coa mucbas posibilidades, dentro de los territorios que la misma abarcarla con su expasión, tal y como algunos autores se hablan adelantado eo suponer.
En este caso concreto. siempre que se descartaran derm.ltivamente otros posibles rocos creadores. como por ejemplo en torno a los golfos de Rosas y de León (o en el Bajo Ebro]. la procedencia de las cerámicas ibéricas más antigues de la Costa valenciana se temirla que alargar desde ambientes mAs meridionales de la Pen1na:ula, donde los estimulos externos que foment3ba:t IUS procesos de aparición. principalmente procedentes del mundo reniclo. se encontraban presionando durante todo el siglo VU a. e .• cuando menos.
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,
Fig. Z3 .-Cortll 4: Cerámica ibérica de la lIhada 2 1111 al Sector lA.t y .lb, teg¡l.D el primer
ciODel Iv. Um. xm¡
,l.tema de ezca".-
[page-n-74]
VINARRAGELL
-,
66
Fig. 24.-Corte 4 : Fragmento de tinaja con decoración liena tOltada, reUrado en la abada 2. Debajo del
na, . chorreado» de la lIplca aguadl coloreada de la cubierta propil de la cerámica policroma ibérica importlda, comu eD el yacimieoto Iv. Lim. XIllI
[page-n-75]
MESADO-ARTEAGA
valorar un desarrollo más fluido entre el abandono de la cerámica
hecha a mano y la adopción de la cerámica ibérica, fabricada a torno.
b) Que no existiera un proceso de asimilación gradual, entre
otras cosas, porque hubiera existido un verdadero trasplante del conocimiento (49), capaz de no permitir la «huella de ensayos locales»;
con lo que se tendría que observar una identidad muy fuerte entre
las primeras cerámicas a torno del sitio y sus prototipos.
cl Que los esUmulos llegados con la importación de la cerámica fenicia se hubieran cortado repentinamente, como hasta ahora
podría pensarse que ocurrió, sin que se llegaran a traducir en una
asimilación técnica del torno, de manera progresiva o violenta_
d) Que por demostración del fenómeno anteriormente apuntado, al que tendría que buscársele explicaciones seguramente «mediterráneas», pasáramos a considerar que la cerámica ibérica y las
técnicas de su fabricación llegaron a Vinarragell totalmente procesadas, desde otros lugares de su región o de fuera de ella (50).
Como se puede entrever, la cuestión principal del problema se
centra en la necesidad de concluir si la adopción del torno de alfarero se debió, en esta parte de la Península, al impulso decisivo de los
(49) Una sola persona, por tomor un caso cualquiera, cambiándose de una comunidad
a otra, por la causa que fuese, podrla muy bien llevarse consigo unos conocimientos !.écnicos
determinados e implantarlos en el nuevo sitio sin dejar nada perceptible por nuestros métodos arqueológicos. Las múltiples posibilidades .del ctránsito. de las ideas. auedan I!eneralm"nte muy minimixadas por el rigor d" nuestros razonamientos deductivos, siempre basados
en la evidencia material.
(50) Hasta el presente las opiniones sobre la expansión de la cerá mica ibérica, cuando
no también de la cultura en general, S8 encuentran divididas entre los que la suponen desde
el sur hacia el norte y los que defienden la posibilidad contraria_ Para el respaldo de esta
i:ltima consideración parcela resultar muy contundente la temprana presencia de los griegos
en torno a los golfos de Roses y de León; mientras que para no pocos investigadores el impacto de lo .clásico. pudiera haberse convertido, en ticITas como las del Sudene y Andalucia, en el principal estimulo para el nacimiento de esta cultura. Mientras tanto resultaba
inoompnmsible una difu.g6n desde el Sur y a trnvé!l de la Región valenciana cullDdo que en esta
última los complejos cerámicos más antiguos se podlan fechar desde finales del siglo V a C
como mucho, remontándose hasta el siglo VI a. C. en el Languedoc, que en todo caso sena el
extremo de toda propagación meridional. Como era de esperar, encontréndose latente la po
sibilidad, se podla desprender algún criterio sobre el origen de esta cerámica en los actuale'
territorios franceses, como de hecho ha ocurrido; comprendiéndose desde alllla difusión ha
tia la Penlnsula. Hoy podemos cuando menos observar, y para ello VwarrageU es importante, que si el criterio de sur a norte pudiera establecerse, como respaldando a los autores que
proponen esta trayectoria, tendrla que puntualizarse que los elementos representativos de la
misma no son precisamente los que se pueden haUar estratificados en los yacimientos del tipo de la Bastida de Mogente, sino seguramente más antiguos. Con lo cual no tendnan por
qué considerarse des rasados con respecto a las fechaciones del Sur de Francia, a las que,
por el contrario, pudieran más bien explicar.
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69
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1""1''''1'''''''''1"",11111''"1 11111111"111 1111'' '11111111111
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1 ' ! I ! J "
Pi¡. 25.-Corte 4 : Cerámicat med.ievalet procedent" de la FOla 1 (de IOlllÚDleros 73 al 76, vidriadol¡
[page-n-77]
"
MESADO·ARTUGA
fenicios , de los griegos. o de otros ambientes indIgenas adelantados
en la asimilación del conocimiento.
Esta seria, por 10 que hasta abora nos es permisible, la sugestiva
panorámica que adelantaríamos en relación con el comienzo de la
Fase IV (IBERICAJ de Vinarragell.
Un aporte estratigráfico como el que Vinarragell 111 c/IV a nos
pudiera brindar se convertirfa en el paso más fll1Tlc hacia el esclarecimiento de los orígenes de la Cultura Ibérica en la costa oriental de
la Peninsula. Mientras tanto. los asuntos más profundos de su trama
compleja, donde la cerámica juega solamente un papel identificador
y por 10 tanlo no el más importante. se tienen que quedar flotando;
aunque tal vez en un punto más adecuado para su tratamiento.
VINARRAGELL V-VI
Con la contemplación conjunta de estas dos fases terminaremos
la presentación resumida de nuestros resultados de 1972.
Las mismas quedarán establecidas de manera problemática. como una solución de compromiso provisional. en previsión de los resultados más precisos que pudieran ofrecernos las futuras campañas
de excavación.
En estos niveles. como se recordará , aparecen las cerámicas ibéricas , de diferentes épocas. completamente mezcladas con otros materiales medievales y modernos, que hasta ahora no se han podido disociar.
En cuanto a las posibilidades del estudio actual parece que algunas de esas cerámicas ibéricas podrlan aceptar la denominación de
Vinarragell V. Sus caracteres decorativos, propios de unos momentos
más tardíos dentro de lo ibérico, como otros hallazgos importados
que bien pudieran asociarse, así parecen recomendarlo. De esta manera quedaría despejada la denominación de Vinarragell VI para los
materiales medievales (51).
Los materiales ibéricos, anteriormente mencionados, están siendo sometidos a un estudio muy detenido y su comparación con otros
complejos cerámicos, conocidos en su misma región, nos viene ofreciendo resultados altamente reveladores. Puede decirse que nuestro
hipotético Vinarragell V en nada se verla minusvalorado, apesar de
la importancia que encierran las fases que hasta ahora estábamos
tratando.
!SU
Ver por ejemplo, en op. ciL nota I algunos fragmentos ibéricos de las figuras 26,
4 5. 67. etc.
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FI¡. 2e.-Corta 4 : Mol.i.Qo. d, rodeno del Cu.clTele Lb; el .u~rior ~rt'Dec. ,1, PaN m y ,1 inferior al
reUloo d, 1, Foel 1 Iv. Lim. mi
[page-n-79]
78
MESADO·AlI.TEACA
Por lo pronto vale la pena adelantar que frente a otros poblados
ibéricos, generalmente fortificados y emplazados en sitios de mucha
más altura, una Fase V en Vinarragell nos obligaría a preguntar:
l . SI existió una continuidad del «habitat» entre ella y los estratos de VinarrageU IV; con lo cual se documentarla la presencia de un
núcleo ibérico asentado en tierras llanas , contemporáneo con los
mencionados poblados de altura (52).
2. Si existió, apesar de la superposición, un hiatus entre estos
dos horizontes estratigráficos; y por eso mismo una cierta sucesión
temporal entre Vinarragell IV y otros yacimientos, antes de que se
volvieran a depositar materiales en el sitio.
1'10 en vano , pues, la estratificación de Vinarragel1, contemplada
desde sus niveles más profundos hasta los má s superficiales, tiene
que considerarse como una de las má.s importantes aportaciones que ,
durante las últimas décadas , nos viene brindando la arqueología de
campo, a todo lo largo de las fach adas mediterránea y atlántica de la
Pen(nsula Ibérica .
(521 Pa ra estas cuestiones, véase : M. GIL-MASCARELL BaSCA: ..Yacimientos ibéricos
en la región Valenciana. (Estudio del poblamiento).. Resume n de la tesis doctoral. Valencia
197 1 págs. 9 y 10.
[page-n-80]
INDIC E
Pág.
NOTA PRELIMINAR .................. . ........... ... ...
5
I.-INTRODUCCION ... ........... ...............•.•...
7
n .-SISTEMAS TECNICOS DE LA EXCAVACION .... .... ... 14
Primer sistema .................. , . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Segundo Sistema ... " .......... . . .. ........ ,....... 16
Método de excav&ci6n empleado en el Cuadrante «B» del
Corte 4 ................................ ,.,........ 19
III.-ANJ\LISIS ESTRATIGRAFICO y ESTRUCTURAL DEL CUADRANTE cB. ICORTE 41 .... . ........... . .. . ........ 23
IV .-INVENTARIO DESCRIPTIVO DEL CORTE 5 .. . ........
34
Alzada 5 . .. .............. . .. . ..... .. .......... . .. .
37
Alzada
Alzada
Alzada
Alzada
Alzada
37
39
4
3
2
1
de
........ . .......... ...... ,................
..........................................
.................. .... •• .. •...............
. . . . . . ....................................
superficie ..... . ......... ,................
V .-C ONCLUSIONES SOBRE LOS RESULTADOS DE
VNARRAGELL-72 ........ . . .. . . ... .. ..... . . ....... ..
Vinarrsgell 1 ... ,........ . . ........................
Vinarragell n ....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Vinarragell nI .....................................
Vinarragell IV ............................... ... ...
Vinarragell V-VI ... . . ... . ......... .. . ..............
40
40
41
45
46
49
54
64
76
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LAMINAS
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MESADO-ARTEAGA.-VinlUTa.eU
Corta 4 .-Mea delim1tade
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MESADO-ARTEAGA_ VLDanagell
-
LAM.
11
Corte 4 , Sector clb, demarcación dal Cuadra.nte di_ y .01 ; al fondo el zócalo VI y en el primer t41rmino la
Po.. U
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MESADO-ARTEAGA.-VinarrageU
LAM .
III
Corte 4 , Cuadrante dl •. - panorimica de 101 murol 1, 11 Y 111 Y fmne de color verde del pavimento 5
[page-n-87]
MESADO-ARTEACA .-Vl.narralaU
LAM.
IV
[page-n-88]
MESADO-ART~AGA .- VinalTaaell
Corte 4 , Cuadrante ,B.: Vina rrontal del zócalo V
LAM .
v
[page-n-89]
MESAOO-ARTEAGA .-VIDlrrI8ell
LAM .
Corte 4 , CUldrante _B.: Vilta literal del z6calo de d>olo.. (m uro VI que trua el Cuadrante
VI
[page-n-90]
MESADO -ARTEAGA. - Vinlrugell
LAM .
VII
Co rte 4, Cuadrante "B.: 1I0rilonlll de pavimentación de la aLuda 4 con L indicación de sus lerracotas
a
(hornol! y del Wca lo VI pegado al perfil ALfa
[page-n-91]
LAM . VIII
MESADO· ART EAGA.-Vin a rragell
Co rte 4 : Zócal o de habitac ión ibé ri ca a 0 ' 50 m. de profundidad , a par ecida e n los Cuadra ntes .A..·.C.
Iv. fig. "6 y 71
[page-n-92]
ME SADO -ARTEAGA __ Vinlrrlgell
Corte 4 : Det.Ue de u.no de 101 mW'OI de II "mini I nterior
LAM .
IX
[page-n-93]
MESADO-ARTEAGA.-VinarngeU
Corte 4, Cuadrante Lb: Cerámica de la alzada 9 y 4 Iv. fig . 19 Y 191
LAM.
x
[page-n-94]
MESADO-ARTEAGA.-Vinarng.U
LAM.
XI
N
~
O
N
~
i
i
1
[page-n-95]
MESADO-ARTEACA.-Vinar!'agell
LAM . XII
Corte 4, Cuadrll.nte Lb Molino barquiforme . In . Itu, aparecido sobre Wl amontonamiento de tbolop
Iv. Iig. 26 pina luperiorl
[page-n-96]
MESADO-ARTlAGA.-VlnanaseU
LAM , Xlii
•
Corte 4 : Cerámic.. ib6ric .. de la alzada 2 Iv.
rJl. 23
y 241
[page-n-97]
MESAOQ-ARTEAGA.-Vin.rr.geU
LAM.
XIV
Corte 4 , Cuadrante .. DI: Borde de cer'mica ibérica .re.i ...nte; borde con " . de recipiente a m.no; fug
mento de patera de ceramica gril ; parte de tap.dera ib4Irica y nlltOI de cuenco medieval (v. fig . 221
[page-n-98]
MESADO-ARTEAGA.-Vinarra,eU
LAM.
xv
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[page-n-99]
MESADO _ARTEAGA._VinarrageU
Corte 5 junto al viejo Sondeo 1, con ta indicaci6n de su Fosa
LAM.
XVI
[page-n-100]
[page-n-101]