Entre pedagogía y parodia, la prehistoria en el cómic francófono.
Didier Pasamonik
2016
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Este libro se editó con motivo de la
exposición temporal «Prehistoria y
Cómic», inaugurada en junio de 2016.
DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Presidente
Jorge Rodríguez Gramage
Animaciones 3D
Ángel Sánchez Molina
Audiovisuales
Grabación, edición y montaje
Render Comunicación, SL
Empresas colaboradoras de la producción
Diputado de Cultura
Xavier Rius i Torres
Diseño gráfico de la exposición
Vanesa Mora Casanova
MUSEO DE PREHISTORIA DE VALENCIA
Diseño del material impreso
Marc Granell Artal
Directora
Helena Bonet Rosado
Jefe de la Unidad de Difusión, Didáctica y
Exposiciones
Santiago Grau Gadea
EXPOSICIÓN
Proyecto expositivo
Museo de Prehistoria de Valencia
Comisariado
Helena Bonet Rosado
Álvaro Pons Moreno
Equipo de trabajo
Francisco Chiner Vives
Eva Ferraz García
Santiago Grau Gadea
Vanesa Mora Casanova
Begoña Soler Mayor
Con la colaboración de
Josep Lluís Pascual Benito
Bernat Martí Oliver
Alfred Sanchis Serra
Diseño, instalación y montaje
Francisco Chiner Vives
Imagen del cartel y cubierta del catálogo
Paco Roca
Didáctica
Laura Fortea Cervera
Eva Ripollés Adelantado
Ayudante de montaje
Amadeo Moliner Blay
Fondos expuestos
Museo de Prehistoria de Valencia
Colección Helena Bonet Rosado
Emmanuel Roudier
Miguel Quesada
Antonio Fraguas «Forges»
Mikel Begoña e Iñaki Martínez «Iñaket»
Ortifus
Mireia Pérez
Philuc
Museo Arqueológico Municipal Camil
Visedo Moltó de Alcoi
Impresión del material de difusión
Imprenta Provincial de la Diputación de
Valencia
Transporte de la obra
TTI
Seguros
Muñiz y Asociados. Generali Seguros
Traducciones inglés y francés
Lambe & Nieto
Marc Tiffagom
Producción
Museo de Prehistoria de Valencia
Reinadecorazones Espacios para el Ocio y
la Cultura
PUBLICACIÓN
Proyecto editorial y coordinación
Museo de Prehistoria de Valencia
Agradecimientos
Cecilio Alonso Alonso
Emili Aura Tortosa
Jorge Iván Arguiz
Suresh Ariaratnam
Gilles Bourgarel
Adam Brockbank
Maggie Calt
Chantal Chéret
Lora Fountain & Associates
Judit Foz Povill
Gloria García
Manuel Gozalbes Fernández de Palencia
Manel Granell
Ben Haggarty
Tanino Liberatore
Cristina Rihuete
Jose María Segura Martí
Museu Arqueològic Son Fornés
Dude Comics
Editorial Toxosoutos
El Patio editorial
Grupo Planeta
Nota de los editores
Los autores y los editores de este libro
comunican a los derechohabientes de las
ilustraciones o de otro tipo de imágenes
no encontradas, que pueden ponerse en
contacto con la editorial para acreditar su
propiedad intelectual o de otra índole.
Contacto: Museo de Prehistoria de Valencia,
tel: 963 883 627 y gestio.exposicio@dival.es.
Equipo de edición
Joaquín Abarca Pérez
ISBN: 978-84-7795-762-1
Autores de los artículos
Helena Bonet Rosado
Ernestina Badal García
Santiago Grau Gadea
Antoni Guiral Conti
Vicky Menor Cuenca
Didier Pasamonik
Álvaro Pons Moreno
Pedro Porcel Torrens
Emmanuel Roudier
Gonzalo Ruiz Zapatero
Begoña Soler Mayor
Joaquín Soler Navarro
© de los textos: los autores, 2016.
Traducción al valenciano y corrección
Unitat de Normalització Lingüística de la
Diputació de València
Diseño y maquetación
Marc Granell Artal
Impresión
Pentagraf
DL: V 1292-2016
© de las imágenes: los autores, 2016.
© de la edición: Museo de Prehistoria de
Valencia. Diputación de Valencia, 2016.
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presentación
Helena Bonet Rosado
Prehistoria y cómic: La magia de la imagen
Helena Bonet Rosado
Primero la ciencia… después, la ficción
Ernestina Badal García y Joaquín Soler Navarro
Ilustración prehistórica y tebeo de prehistoria:
¿Caminos divergentes o convergentes?
Gonzalo Ruiz Zapatero
La prehistoria en el tebeo infantil
Antoni Guiral Conti
BARBAS, GARROTES Y DINOSAURIOS:
LOS CAVERNÍCOLAS DE PAPEL
Pedro Porcel Torrens
Prehistoria en los cómics americanos
Álvaro Pons Moreno
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN
EL CÓMIC FRANCÓFONO
Didier Pasamonik
¡GRACIAS LUCY!
Begoña Soler Mayor
El cómic como recurso didáctico para el
aprendizaje de la prehistoria en los museos
Santiago Grau Gadea
Conversaciones con Emmanuel Roudier
Helena Bonet Rosado
Catálogo de selección de cómics
Vicky Menor Cuenca
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150
Didier Pasamonik
La representación de la prehistoria en el cómic franco-belga es inseparable
de la evolución de la historia cultural de la nación francesa. Nacida en el
siglo xix, la historiografía de la prehistoria en Francia se esfuerza en asentar,
durante el Segundo Imperio y la Tercera República, una identidad que se
remonta a los galos, e incluso más allá, con el fin de reafirmar la unión de
una nación que, sin embargo, toma su nombre de una tribu de invasores:
los francos.
Este corpus histórico es contemporáneo a los trabajos sobre el legado de
Charles Darwin (El origen de las especies, 1859) que creó el desconcierto
y el escepticismo al afirmar la posibilidad de que el hombre descendiese
del mono. Los caricaturistas le atribuyeron inmediatamente rasgos de primate y este sincretismo se asentó durante mucho tiempo en el imaginario
colectivo
1
. Los sucesivos descubrimientos de fósiles diferentes a los del
Homo sapiens, el hombre de Neandertal en Alemania (1856) y el hombre de
Cromañón en Francia (1868), popularizaron este periodo de la historia que
confirmaron la intuición de Darwin.
Este corpus va acompañado también de la gestación de una «teoría de las
razas» popularizada por los trabajos de Joseph-Arthur de Gobineau (Ensayo
sobre la desigualdad de las razas humanas, 1853) donde se daba una justificación seudocientífica al destino de los pueblos civilizados, supuestamente
dominadores de los pueblos salvajes, a los que consideraban muy próximos
a los primeros homínidos. Con el pretexto del triunfo de la razón, este embrollo científico no solo preparó el terreno de un racismo criminal sino que,
de forma más prosaica, también sirvió de pretexto moral para la aventura
colonial europea en Asia, África y en las Américas, dándole a Occidente la
posición de mascarón de proa de la civilización.
El cómic, gran creador de tópicos, difunde muy bien estos clichés porque
1
Caricatura de Charles Darwin como un
mono en la portada de la revista satírica
francesa La Petite Lune, 1878.
se enmarca en una tradición escolar que, siguiendo las recomendaciones
del filósofo David Hume, utiliza la imagen para la educación de los jóvenes.
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
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Didier Pasamonik
El reconocimiento del noveno arte* se asentó progresivamente, como es
bien sabido, en los años cincuenta. Primero, con la demostración de su valor
educativo en la primera mitad del siglo xx. Esto era imprescindible, dado que
los primeros maestros de la escuela pública -los famosos «húsares negros de
la República»- consideraban que el cómic «desaprendía a leer». Después, con
el reconocimiento de su calidad artística, en los años 1960-1970 (primeras
exposiciones, primeros festivales, etc.). Y, finalmente, por su transcendencia
política a partir de 1970 (Hara Kiri, Charlie Hebdo, etc.). No se puede analizar
ninguna de estas producciones sin hacer referencia a este contexto editorial,
artístico y político.
De En busca del fuego
a Tarzán
En el campo de la ficción, la influencia del novelista belga J.-H. Rosny aîné, con
su obra más conocida, La guerre du feu (1909), tuvo un papel determinante en
la definición icónica del hombre prehistórico. El autor sitúa su trama 100.000
años atrás, en el tiempo de los «hombres de las cavernas». Confronta a dos
héroes: Naoh, hijo del Leopardo, altivo, fino, esbelto y refinado, que hace
frente a Aghoo, hijo del Uro, descrito como un bruto «peludo», de aspecto
simiesco. Otro modelo se superpone a esta representación: es el personaje
de Edgar Rice Burroughs, Tarzan of the Apes (1912), «el hombre mono», cuya
publicación es contemporánea a Lost World (El mundo perdido, 1912) de
Arthur Conan Doyle. Ya lo encontramos, por ejemplo, en Tumak, hijo de la
Selva de Raymond Poïvet y Georges Fronval, adaptación de una película de
Hollywood**, el Intrépido, de 1948.
La novela de J.-H. Rosny aîné ha sido adaptada tanto por el belga Fred Funcken en la revista L’Explorateur (1948)
Zorro (1950)
3
2
como por el francés René Pellos en
. Si bien el belga nos da una visión prehistórica de Tarzán,
como lo evidencia el taparrabos de piel de leopardo, la versión de Pellos -un
dibujante muy popular no solo por sus dibujos deportivos sino también por
Pieds nickelés que él había retomado en 1934, tras la muerte de su creador
Louis Forton- se distingue por una caracterización en consonancia con las
ideologías del siglo xix: Naoh es una especie de kurós imberbe y reflexivo,
cuyo perfil apolíneo no deja de ser una evocación a la estatuaria fascista, en
contraposición a los seres peludos y encorvados, estúpidos y agresivos, más
próximos a los grandes monos que al Homo erectus.
* ¿Por qué el noveno arte? El redactor jefe de Spirou, Yvan Delporte, lo explica en la introducción de
una Historia de las historias en imágenes (Spirou n.° 1.392, 17 de diciembre de 1964), retomando los
grandes nombres del cómic, sobre todo del americano: habiendo alcanzado el cine el séptimo lugar,
tras la arquitectura, la pintura, la escultura, la música, la poesía y las artes dramáticas, la televisión
se adjudicó el octavo. El cómic se atribuyó entonces el noveno, aunque, como precisa Delporte,
precede objetivamente al cine y a la televisión, sin que ni siquiera haga falta tomar como referencia
la Columna Trajana y las pinturas egipcias que ya son, según Delporte, «historias en imágenes».
** One Million B.C. de Hal Roach y Hal Roach Jr. (1940).
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
La ley francesa «para la protección de la juventud», votada el 3 de julio de 1949
con 422 votos a favor y 181 en contra (comunistas y afines), fue promulgada el
El enfoque
seudohistórico
16 de julio de 1949 tras largas discusiones y algunos cambios políticos bastante
escandalosos. De allí surgió una «Comisión de Vigilancia y Control» presidida
por un consejero de estado y compuesta por miembros, nombrados para dos
años, en representación de seis ministerios, la educación pública y privada,
el poder judicial, la Asamblea, los movimientos juveniles, la Unión Nacional
de Asociaciones de Familias y solo seis miembros de la prensa. Empezó a
trabajar en marzo de 1950 y estaba controlada por católicos y comunistas,
principales editores de la prensa juvenil.
En su artículo 2, esta ley estipula que toda publicación destinada a la juventud no podrá incluir «...ninguna ilustración, ningún relato, ninguna crónica, ninguna rúbrica, ningún anuncio que presente una imagen a favor del
vandalismo, la mentira, el robo, la pereza, la cobardía, el odio, el libertinaje
o todos aquellos actos calificados como crímenes o delitos con tendencia a
desmoralizar a la infancia o la juventud».
En la práctica, esta ley establece un proteccionismo, sobre todo, contra el
cómic americano para gran disgusto de Paul Winkler, el creador de Journal de
Mickey, jefe de Opera Mundi y el representante en Europa de los sindicatos
americanos. Activo oponente a esta ley, difundió un informe a cada diputado de la Asamblea Nacional denunciando, entre otros temas, la política de
cuotas que la determinaba.
De este modo, la prensa infantil y juvenil debía tener su cuota de autores
franceses (25%) en artículos en relación con el número de cómics en el periódico. La Comisión decidía si la moralidad de las publicaciones era conforme
La guerre du feu de Fred Funcken
publicada en la revista L’Explorateur,1948.
2
La guerre du feu de René Pellos
publicada en el semanario Zorro, 1950.
3
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Didier Pasamonik
Les Timour. La tribu de l’homme rouge, de
Sirius y guión de Xavier Snoeck.
Images de l’histoire du monde.
Ed. Dupuis,1953.
a la ley. Su poder se extendía igualmente a los álbumes. Todos estos libros
debían de tener un depósito de ejemplares en el Ministerio de Justicia, que
los remitía a la Comisión para su «control».
Esta nueva situación provoca una intensa producción de cómics muy instructiva, en particular los históricos, como Les histoires de l’oncle Paul en el
semanario Spirou o Les Histoires vraies en Le Journal de Tintin. El escritor
Xavier Snoeck, que proporcionaba relatos históricos para Spirou, inspira la
serie de Les Timour (1953)
4
, cuyo linaje de generaciones cuenta la historia
del mundo. La primera narración relata las aventuras de «la tribu del hombre
rojo». La lucha entre clanes por la comida acaba en una masacre. El joven
guerrero pelirrojo Timour y un joven asaltante herido, Naoûm, deciden unirse
para sobrevivir. Se enfrentan a diversos animales salvajes (mamuts, uros, osos
gigantes, etc.), al mismo tiempo que descubren a sus congéneres: pescadores
de los pantanos, tribus trogloditas… Es la lucha por la supervivencia de forma
permanente, en un contexto relativamente realista.
Esta secuencia, que solo aparece en un volumen puesto que a la familia de
los Timour le quedan muchos siglos por descubrir; a Édouard Aidans, le dio
4
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
la idea de lanzar en 1962, en el Diario de Tintín, la serie Tounga. Se inspira
claramente, una vez más, en la novela de J.-H. Rosny aîné. Tounga, el más
valiente guerrero de la horda de los ghmours, defiende a los suyos de las tribus
enemigas, de los mamuts, los tigres dientes de sable (o esmilodones), los uros,
los gorilas gigantes e incluso de un tiranosaurio (!). El dibujo es más realista
que el de Les Timour, pero ese verismo evoluciona hacia una atmósfera más
fantástica bajo la influencia de Rahan, que le sucederá algunos años más tarde.
Creado para el número uno de Pif Gadget del 3 de marzo de 1969, es decir
siete años después de Tounga, Rahan, «el hijo de los tiempos feroces», es
El hijo de los
tiempos feroces
dibujado por el ingenioso André Chéret que fue el introductor en el cómic
francés de las anatomías enérgicas del cómic americano, como el Tarzán de
Hogarth o los Fantastic Four de Jack Kirby.
Debido al contexto de su publicación, este cómic tuvo un impacto rotundo
en el público francófono. Pif Gadget, y este dato es poco conocido, estuvo
financiado por el Partido Comunista Francés, cuyo electorado todavía era
muy importante en esa época. El PCF había decidido relanzar su semanario
para la juventud, Vaillant, bajo un nuevo nombre: Pif ‘narigón’ o ‘narizotas’, adjuntándole un gadget ‘artilugio’. La imaginación de los creadores del
periódico hizo maravillas: las ventas de Pif Gadget se estabilizaron en más
de 500.000 ejemplares por semana, alcanzando a veces el millón, muy por
encima de los otros títulos de prensa para jóvenes. El guionista de la serie,
Roger Lécureux, se afanó en infundir en la serie los valores educativos y sociales defendidos por el Partido Comunista: colectivismo de buena calidad,
eminencia del progreso, demonización del lucro capitalista, etc.
Con un físico desarrollado, cabellos rubios y grandes sentimientos, Rahan
combatía el oscurantismo, el inmovilismo, la estupidez, las supersticiones,
las ideas del pasado. Es uno de los cómics más difundidos en los años 1970;
el personaje tenía derecho a su propia edición mensual, acompañada, como
debe ser, de su artilugio adecuado: el machete o el collar de dientes de fiera,
de plástico. Chéret, excelente dibujante de animales, reúne a la mayoría de
las criaturas del bestiario prehistórico que describe con una gran fuerza gráfica y narrativa. La serie no repara demasiado en consideraciones históricas;
Rahan se lava con jabón y se afeita con su machete. Aborda el tema del lucro
corrupto, del feminismo o incluso de los efectos nocivos de la droga. Aflora
cierta sexualidad, que algunos calificaron de «Homo erótico», pero sin llegar
jamás a caer en la vulgaridad.
Rahan fue el modelo imperante durante un largo período, pero con los años
este tipo de cómic clásico quedó un poco desfasado. Primero por su grafismo,
El enfoque
histórico
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Didier Pasamonik
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
luego por sus referencias historiográficas. La aparición por un lado del cómic documental, la influencia del cómic americano y, finalmente, el cine de
Hollywood con El Señor de los Anillos, especialmente, o La guerre du feu de
Jean-Jacques Annaud, César a la mejor película y al mejor director en Cannes
en 1982, modificaron la percepción estética de la Edad de Piedra.
El trabajo de Emmanuel Roudier contribuyó enormemente a esta renovación. Nacido en 1971 en la región de París, diplomado en artes, Roudier,
apasionado de la arqueología, trabaja en un primer momento como ilustrador para jóvenes. Pronto se pasa al cómic con el ciclo de Vo’hounâ (Soleil,
2002-2005) paralelamente al ciclo Néandertal (tres álbumes de la editorial
Delcourt, 2007-2011). Su trabajo recibe diversos premios y se expone en el
Museo Arqueológico Nacional de Saint-Germain-en-Laye, en el Museo de
Neanderthal de Mettmann en Alemania, en el Museo del Hombre y en el
Museo Nacional de Prehistoria de Les Eyzies en Francia. También a él se
le debe una inevitable adaptación de En busca del fuego (tres volúmenes,
Delcourt, 2012-2014).
Destaca en la producción francesa una serie de obras con un enfoque más
romántico, menos documental. La idea central es la del «buen salvaje» o la del
El enfoque
romántico
«noble salvaje», es decir el hombre en su estado natural, sin la corrupción de
la civilización, tal y como lo definió Rousseau en su Discurso sobre el origen
y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres (1755). Dos ejemplos
ilustran esta temática: L’âge de raison, de Matthieu Bonhomme (Carabas,
2002), y Les chasseurs de l’aube, de Hausman (Dupuis, 2003).
René Hausman, un dibujante de animales fuera de lo común, ya había tocado
el tema de la prehistoria con Saki et Zunie en Spirou, en 1958
5
. Saki es un
chico solitario, abandonado y en búsqueda de su alma gemela. Es un hábil
jovencito capaz de domar a varios mamuts, un tigre y un mono. En su viaje,
conoce a Zunie que trata de reencontrar a su horda y que se convierte en su
amiga. Las primeras aventuras tienen ese tono pedagógico que volveremos
a encontrar durante algunos años en Rahan: los inventos sirven de pretexto
para crear las historias. Es una serie ecológica que se adelanta a su tiempo:
la naturaleza juega un papel central y debe respetarse.
Hausman retoma el tema de la prehistoria cuarenta y cinco años más tarde con
Les chasseurs de l’aube (Dupuis)
6
. Aquí, siguiendo la tendencia del momento,
la técnica gráfica es más pictórica, lo que le permite captar ambientes dignos
del alba de la humanidad. En ella, de nuevo, un joven guerrero encuentra a
una chica cuya convivencia con los animales la ha convertido en salvaje. El
joven trata de seducirla, como el Principito con el zorro, pues la civilización
debe obligatoriamente suplantar a la bestialidad.
Saki et Zunie, de Hausman,
publicado en la revista Spirou, 1958.
5
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Didier Pasamonik
6
Les chasseurs de l’aube, de René Hausman.
Ed. Dupuis, 2003.
L’âge de raison de Matthieu Bonhomme.
Ed. Carabas, 2002.
L’âge de raison de Matthieu Bonhomme (Carabas, 2002)
7
se inspira cla-
ramente, por sus personajes que esbozan un lenguaje articulado, en la
película La guerre de feu (1981) de Jean-Jacques Annaud basada en la novela de Rosny aîné, cuyo cartel dibujado por Philippe Druillet
8
, anuncia
toda la dimensión expresionista. Este álbum completamente mudo seduce
por su dinamismo y su capacidad de conseguir que el lector se identifique
con esos primeros hombres. La urgencia de su realización, impuesta por
los imperativos económicos, contribuye a su éxito. La experiencia supera
todas sus expectativas: la obra se hace con el premio al Primer Álbum 2003
en Angulema.
Estos dos ejemplos son la prueba de que los creadores de cómic no pueden
librarse de ciertas imágenes bíblicas: Adán y Eva subyacen implícitamente,
expulsados desnudos del Edén, es la pareja original. Este reencuentro inesperado, y probablemente inconsciente, entre el historicismo científico,
surgido del positivismo, y la espiritualidad ancestral bíblica demuestra que
el hombre occidental no puede, en sus representaciones ficticias, escapar a
los procesos de identificación en la construcción de su personalidad.
7
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
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8
Didier Pasamonik
Cartel de la película La guerre du feu
de Jean-Jacques Annaud, 1981.
El enfoque paródico
y deconstructivo
Afortunadamente, el cómic, que se ha desarrollado mucho en el campo
humorístico, se ha ocupado muy pronto en deconstruir la historia. Todos
conocemos la representación del hombre prehistórico tirando del pelo a su
mujer. ¿De dónde viene ese cliché? Al igual que el de la mujer que corre y
amenaza con un rodillo, se pierde en la noche de los tiempos.
Desde Astérix (1959), los autores de cómics han aprendido, afortunadamente,
a distanciarse de la historia. En las aventuras del galo, el menhir juega un papel
importante, puesto que es el complemento favorito de Obélix
9
. No obstante,
sabemos que el menhir no es galo sino mucho anterior, probablemente de
origen celta, preexistente en más de siete siglos a los contemporáneos de
Vercingétorix, es decir, a finales de la prehistoria.
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161
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
René Goscinny escribe: «Recientemente, durante una corta estancia en un
país rico en restos arqueológicos, me han sorprendido los comentarios de
los guías turísticos por lo imprecisos y poéticos (…) Hay que decir que sus
explicaciones están basadas en conclusiones de historiadores que poco
pueden decir en cuanto a documentación rigurosa e irrefutable se refiere.
Los muy infelices se han visto obligados a reconstruir una verdad histórica
a partir de bajorrelieves apenas visibles, de restos de estatuas mutiladas, de
migajas de manuscritos casi ilegibles, de fragmentos de huesos y de utensilios
misteriosos, además de otros desechos. Pienso que el maya medio, el inca
de la calle y el señor Don Nadie azteca quedarían estupefactos al escuchar
la historia que sus lejanos descendientes cuentan de su vida cotidiana.»***.
Por tanto, la licencia poética, cuando está claramente asumida, permite todo
tipo de libertades, sobre todo desde que la Comisión de censura cerró sus
puertas a principios de los años setenta del siglo pasado.
Figura de Obélix,
tallador de mehnires.
Mientras que en los Estados Unidos es muy popular que la prehistoria sea
objeto de burla, quizás por la influencia de los creacionistas, tanto en los
comic strips (B. C. de Johnny Hart, 1958) como en los dibujos animados
(The Flintstones, 1960), el cómic franco-belga tardará algún tiempo en
entrar en ese registro. En Spirou: Le voyageur du Mésozoïque (1960)
10
, el
conde de Champignac encuentra un huevo intacto de dinosaurio, lo que
da lugar a la aparición de una de esas encantadoras bestias en un mundo
moderno, como ocurriría más tarde con el pterodáctilo en Adèle BlancSec de Jacques Tardi (1976)
11
, inspirado a su vez en Gloves, una estampa
de Alfred Kubin.
Las primeras representaciones del hombre prehistórico en Francia son
esencialmente humorísticas. Se menciona generalmente Les Aventures de
Ra et Ta écoliers de la préhistoire de Maurice Cuvillier (1928), Mitou et Toti à
travers les âges de Alain Saint-Ogan.
En 1948, el dibujante Jean Huet, llamado Jean Ache, concibió Archibald, le
costaud sentimental que se convirtió en Archibald, l’homme de la préhistoire
en Pilote, en 1965
12
. La serie destacó entre los lectores pero, al contrario de
otras publicaciones, ningún álbum alcanzó el éxito, de ahí que cayera en el
olvido. Dirigida en un principio al público adulto, esta parodia no molesta
por la historicidad.
La mayoría de las creaciones posteriores son más de lo mismo, ya sea Nabuchodinosaure, Prélude à l’apeupréhistoire (1991, Dargaud)
13
de Roger
*** «Suivez le guide», en L’humeur de René Goscinny, Le Figaro Littéraire, 14 de agosto de 1976.
El humor, principal
canalizador del
cliché prehistórico
9
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162
10
Didier Pasamonik
Le voyageur de Mésozoïque de Franquin.
Les aventures de Spirou et Fantasio, n.º 13.
Ed. Dupuis, 1960.
Widenlocher (dibujos) y Herlé (guión), donde el héroe Nab descubre todas
las maravillas de la civilización, desde la escritura (con tinta de pulpo) hasta
el teléfono móvil (un loro), o ya sea Larh-Don, fils de l’âge bête de Didier Cas-
11
Adèle et la Bête de Jacques Tardi. Les aventures
extraordinaires de Adèle Blanc-Sec.
Ed. Casterman, 1976.
segrain, Dav et Vatine (Soleil, 2012), una especie de Titeuf de las cavernas, que
traspasa las travesuras infantiles a un mundo de dinosaurios, que se hicieron
muy populares desde Jurassic Park (1992).
La Vallée des Merveilles de Joann Sfar (Dargaud, 2006)
14
se asemeja a
toda la obra de este dibujante, procedente de L’Association, marca por
excelencia de la autobiografía y de la autoficción. Dibujándose, muy a
menudo, como un ingenuo con una curiosidad de niño, Sfar narra la
vida cotidiana de su familia desde una ficción histórica humorística
impregnada de ironía.
Silex AND
the city
Pero el mayor éxito en este género es indiscutiblemente Silex and the City
de Jul (Dargaud, 2009)
15
. Muy popular gracias a su adaptación como se-
rie de television en la cadena franco-alemana Arte, que está en la cuarta
temporada en 2015. Esta maravilla de anacronismo delirante asume todos
los deslices semánticos y todos los choques temporales. Jul nos cuenta las
[page-n-166]
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
163
aventuras de la familia Dotcom, de sus amigos y vecinos, captando con
Archibald, l’homme de la préhistoire. Pilote.
Le journal d’Asterix et Obelix, 1965.
12
Nabuchodinosaure. Prélude à l’apeuprehistoire...,
tomo 1 de Herlé y Widenlocher.
Ed. Dargaud, 1991.
13
destreza los iconos de nuestro tiempo -esencialmente procedentes del cine
y de la televisión-, jugando maravillosamente con los patronímicos para
generar argumentos para un guión que, partiendo de lo más absurdo, va
ganando en coherencia. El árbol genealógico pasa por Julius Dotcom «un
ex del Mayo de 68000 antes de Jesucristo» y por Madame Finkelstein, una
amiga arqueoyidis de Julius, hasta llegar a esta familia de Homo erectus con
hijos alterdarwinista radicales que son los Dotcom. La hija de la pareja, Web
Dotcom, quiere casarse con Rahan de la Pétaudière, una especie de hijo de
Sarkozy de buen barrio, pero su padre, Crao de la Pétaudière****, aristosapiens auténtico, trata de impedir este matrimonio desigual. No sabríamos
enumerar aquí todas las sutilidades de esta serie, cuya traducción debe ser
un verdadero quebradero de cabeza, que se lee y relee con tanto placer que
cada relectura nos descubre nuevas joyas.
No me gustaría concluir sin evocar el interés que tienen los autores de cómics
por el arte rupestre, considerado por algunos historiadores como el origen
del noveno arte. Destaca L’art préhistorique en bande dessinée de Éric Le Brun
**** El padre de Rahan, de Chéret et Lécureux, también se llamaba Crao: el homenaje es evidente.
El arte
prehistórico
[page-n-167]
164
14
Didier Pasamonik
La vallée des merveilles. Chasseur-cueilleur
de Joann Sfar.
Ed. Dargaud, 2006.
(Glénat, 2012), que restituye la creatividad de los primeros hombres con un
extraordinario ingenio, ya sea en el ámbito del dibujo como de la escultura,
los adornos y la música. En el segundo tomo se visitan los yacimientos emblemáticos del arte prehistórico, como la célebre cueva de Lascaux, y abunda
en anécdotas sobre la vida cotidiana de estos primeros artistas.
[page-n-168]
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
165
Una mención especial para Rupestres, obra de un colectivo impulsado por
Silex and the City, tomo 1 de Jul.
Ed. Dargaud, 2009.
David Prudhomme y constituido por Étienne Davodeau, Emmanuel Guibert,
Marc-Antoine Mathieu, un grupo que, durante dos años, visitó regularmente
las cuevas decoradas del Paleolítico para observarlas y dibujarlas. El álbum
relata su periplo y el diálogo, a pesar de los siglos, con los creadores de estas obras milenarias que, como decía André Malraux en Les voix du silence
(Gallimard, 1951), «arrancan a las nebulosas el canto de las constelaciones».
15
[page-n-169]
[page-n-150]
Este libro se editó con motivo de la
exposición temporal «Prehistoria y
Cómic», inaugurada en junio de 2016.
DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Presidente
Jorge Rodríguez Gramage
Animaciones 3D
Ángel Sánchez Molina
Audiovisuales
Grabación, edición y montaje
Render Comunicación, SL
Empresas colaboradoras de la producción
Diputado de Cultura
Xavier Rius i Torres
Diseño gráfico de la exposición
Vanesa Mora Casanova
MUSEO DE PREHISTORIA DE VALENCIA
Diseño del material impreso
Marc Granell Artal
Directora
Helena Bonet Rosado
Jefe de la Unidad de Difusión, Didáctica y
Exposiciones
Santiago Grau Gadea
EXPOSICIÓN
Proyecto expositivo
Museo de Prehistoria de Valencia
Comisariado
Helena Bonet Rosado
Álvaro Pons Moreno
Equipo de trabajo
Francisco Chiner Vives
Eva Ferraz García
Santiago Grau Gadea
Vanesa Mora Casanova
Begoña Soler Mayor
Con la colaboración de
Josep Lluís Pascual Benito
Bernat Martí Oliver
Alfred Sanchis Serra
Diseño, instalación y montaje
Francisco Chiner Vives
Imagen del cartel y cubierta del catálogo
Paco Roca
Didáctica
Laura Fortea Cervera
Eva Ripollés Adelantado
Ayudante de montaje
Amadeo Moliner Blay
Fondos expuestos
Museo de Prehistoria de Valencia
Colección Helena Bonet Rosado
Emmanuel Roudier
Miguel Quesada
Antonio Fraguas «Forges»
Mikel Begoña e Iñaki Martínez «Iñaket»
Ortifus
Mireia Pérez
Philuc
Museo Arqueológico Municipal Camil
Visedo Moltó de Alcoi
Impresión del material de difusión
Imprenta Provincial de la Diputación de
Valencia
Transporte de la obra
TTI
Seguros
Muñiz y Asociados. Generali Seguros
Traducciones inglés y francés
Lambe & Nieto
Marc Tiffagom
Producción
Museo de Prehistoria de Valencia
Reinadecorazones Espacios para el Ocio y
la Cultura
PUBLICACIÓN
Proyecto editorial y coordinación
Museo de Prehistoria de Valencia
Agradecimientos
Cecilio Alonso Alonso
Emili Aura Tortosa
Jorge Iván Arguiz
Suresh Ariaratnam
Gilles Bourgarel
Adam Brockbank
Maggie Calt
Chantal Chéret
Lora Fountain & Associates
Judit Foz Povill
Gloria García
Manuel Gozalbes Fernández de Palencia
Manel Granell
Ben Haggarty
Tanino Liberatore
Cristina Rihuete
Jose María Segura Martí
Museu Arqueològic Son Fornés
Dude Comics
Editorial Toxosoutos
El Patio editorial
Grupo Planeta
Nota de los editores
Los autores y los editores de este libro
comunican a los derechohabientes de las
ilustraciones o de otro tipo de imágenes
no encontradas, que pueden ponerse en
contacto con la editorial para acreditar su
propiedad intelectual o de otra índole.
Contacto: Museo de Prehistoria de Valencia,
tel: 963 883 627 y gestio.exposicio@dival.es.
Equipo de edición
Joaquín Abarca Pérez
ISBN: 978-84-7795-762-1
Autores de los artículos
Helena Bonet Rosado
Ernestina Badal García
Santiago Grau Gadea
Antoni Guiral Conti
Vicky Menor Cuenca
Didier Pasamonik
Álvaro Pons Moreno
Pedro Porcel Torrens
Emmanuel Roudier
Gonzalo Ruiz Zapatero
Begoña Soler Mayor
Joaquín Soler Navarro
© de los textos: los autores, 2016.
Traducción al valenciano y corrección
Unitat de Normalització Lingüística de la
Diputació de València
Diseño y maquetación
Marc Granell Artal
Impresión
Pentagraf
DL: V 1292-2016
© de las imágenes: los autores, 2016.
© de la edición: Museo de Prehistoria de
Valencia. Diputación de Valencia, 2016.
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presentación
Helena Bonet Rosado
Prehistoria y cómic: La magia de la imagen
Helena Bonet Rosado
Primero la ciencia… después, la ficción
Ernestina Badal García y Joaquín Soler Navarro
Ilustración prehistórica y tebeo de prehistoria:
¿Caminos divergentes o convergentes?
Gonzalo Ruiz Zapatero
La prehistoria en el tebeo infantil
Antoni Guiral Conti
BARBAS, GARROTES Y DINOSAURIOS:
LOS CAVERNÍCOLAS DE PAPEL
Pedro Porcel Torrens
Prehistoria en los cómics americanos
Álvaro Pons Moreno
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN
EL CÓMIC FRANCÓFONO
Didier Pasamonik
¡GRACIAS LUCY!
Begoña Soler Mayor
El cómic como recurso didáctico para el
aprendizaje de la prehistoria en los museos
Santiago Grau Gadea
Conversaciones con Emmanuel Roudier
Helena Bonet Rosado
Catálogo de selección de cómics
Vicky Menor Cuenca
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[page-n-153]
150
Didier Pasamonik
La representación de la prehistoria en el cómic franco-belga es inseparable
de la evolución de la historia cultural de la nación francesa. Nacida en el
siglo xix, la historiografía de la prehistoria en Francia se esfuerza en asentar,
durante el Segundo Imperio y la Tercera República, una identidad que se
remonta a los galos, e incluso más allá, con el fin de reafirmar la unión de
una nación que, sin embargo, toma su nombre de una tribu de invasores:
los francos.
Este corpus histórico es contemporáneo a los trabajos sobre el legado de
Charles Darwin (El origen de las especies, 1859) que creó el desconcierto
y el escepticismo al afirmar la posibilidad de que el hombre descendiese
del mono. Los caricaturistas le atribuyeron inmediatamente rasgos de primate y este sincretismo se asentó durante mucho tiempo en el imaginario
colectivo
1
. Los sucesivos descubrimientos de fósiles diferentes a los del
Homo sapiens, el hombre de Neandertal en Alemania (1856) y el hombre de
Cromañón en Francia (1868), popularizaron este periodo de la historia que
confirmaron la intuición de Darwin.
Este corpus va acompañado también de la gestación de una «teoría de las
razas» popularizada por los trabajos de Joseph-Arthur de Gobineau (Ensayo
sobre la desigualdad de las razas humanas, 1853) donde se daba una justificación seudocientífica al destino de los pueblos civilizados, supuestamente
dominadores de los pueblos salvajes, a los que consideraban muy próximos
a los primeros homínidos. Con el pretexto del triunfo de la razón, este embrollo científico no solo preparó el terreno de un racismo criminal sino que,
de forma más prosaica, también sirvió de pretexto moral para la aventura
colonial europea en Asia, África y en las Américas, dándole a Occidente la
posición de mascarón de proa de la civilización.
El cómic, gran creador de tópicos, difunde muy bien estos clichés porque
1
Caricatura de Charles Darwin como un
mono en la portada de la revista satírica
francesa La Petite Lune, 1878.
se enmarca en una tradición escolar que, siguiendo las recomendaciones
del filósofo David Hume, utiliza la imagen para la educación de los jóvenes.
[page-n-154]
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
151
[page-n-155]
152
Didier Pasamonik
El reconocimiento del noveno arte* se asentó progresivamente, como es
bien sabido, en los años cincuenta. Primero, con la demostración de su valor
educativo en la primera mitad del siglo xx. Esto era imprescindible, dado que
los primeros maestros de la escuela pública -los famosos «húsares negros de
la República»- consideraban que el cómic «desaprendía a leer». Después, con
el reconocimiento de su calidad artística, en los años 1960-1970 (primeras
exposiciones, primeros festivales, etc.). Y, finalmente, por su transcendencia
política a partir de 1970 (Hara Kiri, Charlie Hebdo, etc.). No se puede analizar
ninguna de estas producciones sin hacer referencia a este contexto editorial,
artístico y político.
De En busca del fuego
a Tarzán
En el campo de la ficción, la influencia del novelista belga J.-H. Rosny aîné, con
su obra más conocida, La guerre du feu (1909), tuvo un papel determinante en
la definición icónica del hombre prehistórico. El autor sitúa su trama 100.000
años atrás, en el tiempo de los «hombres de las cavernas». Confronta a dos
héroes: Naoh, hijo del Leopardo, altivo, fino, esbelto y refinado, que hace
frente a Aghoo, hijo del Uro, descrito como un bruto «peludo», de aspecto
simiesco. Otro modelo se superpone a esta representación: es el personaje
de Edgar Rice Burroughs, Tarzan of the Apes (1912), «el hombre mono», cuya
publicación es contemporánea a Lost World (El mundo perdido, 1912) de
Arthur Conan Doyle. Ya lo encontramos, por ejemplo, en Tumak, hijo de la
Selva de Raymond Poïvet y Georges Fronval, adaptación de una película de
Hollywood**, el Intrépido, de 1948.
La novela de J.-H. Rosny aîné ha sido adaptada tanto por el belga Fred Funcken en la revista L’Explorateur (1948)
Zorro (1950)
3
2
como por el francés René Pellos en
. Si bien el belga nos da una visión prehistórica de Tarzán,
como lo evidencia el taparrabos de piel de leopardo, la versión de Pellos -un
dibujante muy popular no solo por sus dibujos deportivos sino también por
Pieds nickelés que él había retomado en 1934, tras la muerte de su creador
Louis Forton- se distingue por una caracterización en consonancia con las
ideologías del siglo xix: Naoh es una especie de kurós imberbe y reflexivo,
cuyo perfil apolíneo no deja de ser una evocación a la estatuaria fascista, en
contraposición a los seres peludos y encorvados, estúpidos y agresivos, más
próximos a los grandes monos que al Homo erectus.
* ¿Por qué el noveno arte? El redactor jefe de Spirou, Yvan Delporte, lo explica en la introducción de
una Historia de las historias en imágenes (Spirou n.° 1.392, 17 de diciembre de 1964), retomando los
grandes nombres del cómic, sobre todo del americano: habiendo alcanzado el cine el séptimo lugar,
tras la arquitectura, la pintura, la escultura, la música, la poesía y las artes dramáticas, la televisión
se adjudicó el octavo. El cómic se atribuyó entonces el noveno, aunque, como precisa Delporte,
precede objetivamente al cine y a la televisión, sin que ni siquiera haga falta tomar como referencia
la Columna Trajana y las pinturas egipcias que ya son, según Delporte, «historias en imágenes».
** One Million B.C. de Hal Roach y Hal Roach Jr. (1940).
[page-n-156]
153
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
La ley francesa «para la protección de la juventud», votada el 3 de julio de 1949
con 422 votos a favor y 181 en contra (comunistas y afines), fue promulgada el
El enfoque
seudohistórico
16 de julio de 1949 tras largas discusiones y algunos cambios políticos bastante
escandalosos. De allí surgió una «Comisión de Vigilancia y Control» presidida
por un consejero de estado y compuesta por miembros, nombrados para dos
años, en representación de seis ministerios, la educación pública y privada,
el poder judicial, la Asamblea, los movimientos juveniles, la Unión Nacional
de Asociaciones de Familias y solo seis miembros de la prensa. Empezó a
trabajar en marzo de 1950 y estaba controlada por católicos y comunistas,
principales editores de la prensa juvenil.
En su artículo 2, esta ley estipula que toda publicación destinada a la juventud no podrá incluir «...ninguna ilustración, ningún relato, ninguna crónica, ninguna rúbrica, ningún anuncio que presente una imagen a favor del
vandalismo, la mentira, el robo, la pereza, la cobardía, el odio, el libertinaje
o todos aquellos actos calificados como crímenes o delitos con tendencia a
desmoralizar a la infancia o la juventud».
En la práctica, esta ley establece un proteccionismo, sobre todo, contra el
cómic americano para gran disgusto de Paul Winkler, el creador de Journal de
Mickey, jefe de Opera Mundi y el representante en Europa de los sindicatos
americanos. Activo oponente a esta ley, difundió un informe a cada diputado de la Asamblea Nacional denunciando, entre otros temas, la política de
cuotas que la determinaba.
De este modo, la prensa infantil y juvenil debía tener su cuota de autores
franceses (25%) en artículos en relación con el número de cómics en el periódico. La Comisión decidía si la moralidad de las publicaciones era conforme
La guerre du feu de Fred Funcken
publicada en la revista L’Explorateur,1948.
2
La guerre du feu de René Pellos
publicada en el semanario Zorro, 1950.
3
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154
Didier Pasamonik
Les Timour. La tribu de l’homme rouge, de
Sirius y guión de Xavier Snoeck.
Images de l’histoire du monde.
Ed. Dupuis,1953.
a la ley. Su poder se extendía igualmente a los álbumes. Todos estos libros
debían de tener un depósito de ejemplares en el Ministerio de Justicia, que
los remitía a la Comisión para su «control».
Esta nueva situación provoca una intensa producción de cómics muy instructiva, en particular los históricos, como Les histoires de l’oncle Paul en el
semanario Spirou o Les Histoires vraies en Le Journal de Tintin. El escritor
Xavier Snoeck, que proporcionaba relatos históricos para Spirou, inspira la
serie de Les Timour (1953)
4
, cuyo linaje de generaciones cuenta la historia
del mundo. La primera narración relata las aventuras de «la tribu del hombre
rojo». La lucha entre clanes por la comida acaba en una masacre. El joven
guerrero pelirrojo Timour y un joven asaltante herido, Naoûm, deciden unirse
para sobrevivir. Se enfrentan a diversos animales salvajes (mamuts, uros, osos
gigantes, etc.), al mismo tiempo que descubren a sus congéneres: pescadores
de los pantanos, tribus trogloditas… Es la lucha por la supervivencia de forma
permanente, en un contexto relativamente realista.
Esta secuencia, que solo aparece en un volumen puesto que a la familia de
los Timour le quedan muchos siglos por descubrir; a Édouard Aidans, le dio
4
[page-n-158]
155
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
la idea de lanzar en 1962, en el Diario de Tintín, la serie Tounga. Se inspira
claramente, una vez más, en la novela de J.-H. Rosny aîné. Tounga, el más
valiente guerrero de la horda de los ghmours, defiende a los suyos de las tribus
enemigas, de los mamuts, los tigres dientes de sable (o esmilodones), los uros,
los gorilas gigantes e incluso de un tiranosaurio (!). El dibujo es más realista
que el de Les Timour, pero ese verismo evoluciona hacia una atmósfera más
fantástica bajo la influencia de Rahan, que le sucederá algunos años más tarde.
Creado para el número uno de Pif Gadget del 3 de marzo de 1969, es decir
siete años después de Tounga, Rahan, «el hijo de los tiempos feroces», es
El hijo de los
tiempos feroces
dibujado por el ingenioso André Chéret que fue el introductor en el cómic
francés de las anatomías enérgicas del cómic americano, como el Tarzán de
Hogarth o los Fantastic Four de Jack Kirby.
Debido al contexto de su publicación, este cómic tuvo un impacto rotundo
en el público francófono. Pif Gadget, y este dato es poco conocido, estuvo
financiado por el Partido Comunista Francés, cuyo electorado todavía era
muy importante en esa época. El PCF había decidido relanzar su semanario
para la juventud, Vaillant, bajo un nuevo nombre: Pif ‘narigón’ o ‘narizotas’, adjuntándole un gadget ‘artilugio’. La imaginación de los creadores del
periódico hizo maravillas: las ventas de Pif Gadget se estabilizaron en más
de 500.000 ejemplares por semana, alcanzando a veces el millón, muy por
encima de los otros títulos de prensa para jóvenes. El guionista de la serie,
Roger Lécureux, se afanó en infundir en la serie los valores educativos y sociales defendidos por el Partido Comunista: colectivismo de buena calidad,
eminencia del progreso, demonización del lucro capitalista, etc.
Con un físico desarrollado, cabellos rubios y grandes sentimientos, Rahan
combatía el oscurantismo, el inmovilismo, la estupidez, las supersticiones,
las ideas del pasado. Es uno de los cómics más difundidos en los años 1970;
el personaje tenía derecho a su propia edición mensual, acompañada, como
debe ser, de su artilugio adecuado: el machete o el collar de dientes de fiera,
de plástico. Chéret, excelente dibujante de animales, reúne a la mayoría de
las criaturas del bestiario prehistórico que describe con una gran fuerza gráfica y narrativa. La serie no repara demasiado en consideraciones históricas;
Rahan se lava con jabón y se afeita con su machete. Aborda el tema del lucro
corrupto, del feminismo o incluso de los efectos nocivos de la droga. Aflora
cierta sexualidad, que algunos calificaron de «Homo erótico», pero sin llegar
jamás a caer en la vulgaridad.
Rahan fue el modelo imperante durante un largo período, pero con los años
este tipo de cómic clásico quedó un poco desfasado. Primero por su grafismo,
El enfoque
histórico
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156
Didier Pasamonik
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157
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
luego por sus referencias historiográficas. La aparición por un lado del cómic documental, la influencia del cómic americano y, finalmente, el cine de
Hollywood con El Señor de los Anillos, especialmente, o La guerre du feu de
Jean-Jacques Annaud, César a la mejor película y al mejor director en Cannes
en 1982, modificaron la percepción estética de la Edad de Piedra.
El trabajo de Emmanuel Roudier contribuyó enormemente a esta renovación. Nacido en 1971 en la región de París, diplomado en artes, Roudier,
apasionado de la arqueología, trabaja en un primer momento como ilustrador para jóvenes. Pronto se pasa al cómic con el ciclo de Vo’hounâ (Soleil,
2002-2005) paralelamente al ciclo Néandertal (tres álbumes de la editorial
Delcourt, 2007-2011). Su trabajo recibe diversos premios y se expone en el
Museo Arqueológico Nacional de Saint-Germain-en-Laye, en el Museo de
Neanderthal de Mettmann en Alemania, en el Museo del Hombre y en el
Museo Nacional de Prehistoria de Les Eyzies en Francia. También a él se
le debe una inevitable adaptación de En busca del fuego (tres volúmenes,
Delcourt, 2012-2014).
Destaca en la producción francesa una serie de obras con un enfoque más
romántico, menos documental. La idea central es la del «buen salvaje» o la del
El enfoque
romántico
«noble salvaje», es decir el hombre en su estado natural, sin la corrupción de
la civilización, tal y como lo definió Rousseau en su Discurso sobre el origen
y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres (1755). Dos ejemplos
ilustran esta temática: L’âge de raison, de Matthieu Bonhomme (Carabas,
2002), y Les chasseurs de l’aube, de Hausman (Dupuis, 2003).
René Hausman, un dibujante de animales fuera de lo común, ya había tocado
el tema de la prehistoria con Saki et Zunie en Spirou, en 1958
5
. Saki es un
chico solitario, abandonado y en búsqueda de su alma gemela. Es un hábil
jovencito capaz de domar a varios mamuts, un tigre y un mono. En su viaje,
conoce a Zunie que trata de reencontrar a su horda y que se convierte en su
amiga. Las primeras aventuras tienen ese tono pedagógico que volveremos
a encontrar durante algunos años en Rahan: los inventos sirven de pretexto
para crear las historias. Es una serie ecológica que se adelanta a su tiempo:
la naturaleza juega un papel central y debe respetarse.
Hausman retoma el tema de la prehistoria cuarenta y cinco años más tarde con
Les chasseurs de l’aube (Dupuis)
6
. Aquí, siguiendo la tendencia del momento,
la técnica gráfica es más pictórica, lo que le permite captar ambientes dignos
del alba de la humanidad. En ella, de nuevo, un joven guerrero encuentra a
una chica cuya convivencia con los animales la ha convertido en salvaje. El
joven trata de seducirla, como el Principito con el zorro, pues la civilización
debe obligatoriamente suplantar a la bestialidad.
Saki et Zunie, de Hausman,
publicado en la revista Spirou, 1958.
5
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158
Didier Pasamonik
6
Les chasseurs de l’aube, de René Hausman.
Ed. Dupuis, 2003.
L’âge de raison de Matthieu Bonhomme.
Ed. Carabas, 2002.
L’âge de raison de Matthieu Bonhomme (Carabas, 2002)
7
se inspira cla-
ramente, por sus personajes que esbozan un lenguaje articulado, en la
película La guerre de feu (1981) de Jean-Jacques Annaud basada en la novela de Rosny aîné, cuyo cartel dibujado por Philippe Druillet
8
, anuncia
toda la dimensión expresionista. Este álbum completamente mudo seduce
por su dinamismo y su capacidad de conseguir que el lector se identifique
con esos primeros hombres. La urgencia de su realización, impuesta por
los imperativos económicos, contribuye a su éxito. La experiencia supera
todas sus expectativas: la obra se hace con el premio al Primer Álbum 2003
en Angulema.
Estos dos ejemplos son la prueba de que los creadores de cómic no pueden
librarse de ciertas imágenes bíblicas: Adán y Eva subyacen implícitamente,
expulsados desnudos del Edén, es la pareja original. Este reencuentro inesperado, y probablemente inconsciente, entre el historicismo científico,
surgido del positivismo, y la espiritualidad ancestral bíblica demuestra que
el hombre occidental no puede, en sus representaciones ficticias, escapar a
los procesos de identificación en la construcción de su personalidad.
7
[page-n-162]
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
159
[page-n-163]
160
8
Didier Pasamonik
Cartel de la película La guerre du feu
de Jean-Jacques Annaud, 1981.
El enfoque paródico
y deconstructivo
Afortunadamente, el cómic, que se ha desarrollado mucho en el campo
humorístico, se ha ocupado muy pronto en deconstruir la historia. Todos
conocemos la representación del hombre prehistórico tirando del pelo a su
mujer. ¿De dónde viene ese cliché? Al igual que el de la mujer que corre y
amenaza con un rodillo, se pierde en la noche de los tiempos.
Desde Astérix (1959), los autores de cómics han aprendido, afortunadamente,
a distanciarse de la historia. En las aventuras del galo, el menhir juega un papel
importante, puesto que es el complemento favorito de Obélix
9
. No obstante,
sabemos que el menhir no es galo sino mucho anterior, probablemente de
origen celta, preexistente en más de siete siglos a los contemporáneos de
Vercingétorix, es decir, a finales de la prehistoria.
[page-n-164]
161
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
René Goscinny escribe: «Recientemente, durante una corta estancia en un
país rico en restos arqueológicos, me han sorprendido los comentarios de
los guías turísticos por lo imprecisos y poéticos (…) Hay que decir que sus
explicaciones están basadas en conclusiones de historiadores que poco
pueden decir en cuanto a documentación rigurosa e irrefutable se refiere.
Los muy infelices se han visto obligados a reconstruir una verdad histórica
a partir de bajorrelieves apenas visibles, de restos de estatuas mutiladas, de
migajas de manuscritos casi ilegibles, de fragmentos de huesos y de utensilios
misteriosos, además de otros desechos. Pienso que el maya medio, el inca
de la calle y el señor Don Nadie azteca quedarían estupefactos al escuchar
la historia que sus lejanos descendientes cuentan de su vida cotidiana.»***.
Por tanto, la licencia poética, cuando está claramente asumida, permite todo
tipo de libertades, sobre todo desde que la Comisión de censura cerró sus
puertas a principios de los años setenta del siglo pasado.
Figura de Obélix,
tallador de mehnires.
Mientras que en los Estados Unidos es muy popular que la prehistoria sea
objeto de burla, quizás por la influencia de los creacionistas, tanto en los
comic strips (B. C. de Johnny Hart, 1958) como en los dibujos animados
(The Flintstones, 1960), el cómic franco-belga tardará algún tiempo en
entrar en ese registro. En Spirou: Le voyageur du Mésozoïque (1960)
10
, el
conde de Champignac encuentra un huevo intacto de dinosaurio, lo que
da lugar a la aparición de una de esas encantadoras bestias en un mundo
moderno, como ocurriría más tarde con el pterodáctilo en Adèle BlancSec de Jacques Tardi (1976)
11
, inspirado a su vez en Gloves, una estampa
de Alfred Kubin.
Las primeras representaciones del hombre prehistórico en Francia son
esencialmente humorísticas. Se menciona generalmente Les Aventures de
Ra et Ta écoliers de la préhistoire de Maurice Cuvillier (1928), Mitou et Toti à
travers les âges de Alain Saint-Ogan.
En 1948, el dibujante Jean Huet, llamado Jean Ache, concibió Archibald, le
costaud sentimental que se convirtió en Archibald, l’homme de la préhistoire
en Pilote, en 1965
12
. La serie destacó entre los lectores pero, al contrario de
otras publicaciones, ningún álbum alcanzó el éxito, de ahí que cayera en el
olvido. Dirigida en un principio al público adulto, esta parodia no molesta
por la historicidad.
La mayoría de las creaciones posteriores son más de lo mismo, ya sea Nabuchodinosaure, Prélude à l’apeupréhistoire (1991, Dargaud)
13
de Roger
*** «Suivez le guide», en L’humeur de René Goscinny, Le Figaro Littéraire, 14 de agosto de 1976.
El humor, principal
canalizador del
cliché prehistórico
9
[page-n-165]
162
10
Didier Pasamonik
Le voyageur de Mésozoïque de Franquin.
Les aventures de Spirou et Fantasio, n.º 13.
Ed. Dupuis, 1960.
Widenlocher (dibujos) y Herlé (guión), donde el héroe Nab descubre todas
las maravillas de la civilización, desde la escritura (con tinta de pulpo) hasta
el teléfono móvil (un loro), o ya sea Larh-Don, fils de l’âge bête de Didier Cas-
11
Adèle et la Bête de Jacques Tardi. Les aventures
extraordinaires de Adèle Blanc-Sec.
Ed. Casterman, 1976.
segrain, Dav et Vatine (Soleil, 2012), una especie de Titeuf de las cavernas, que
traspasa las travesuras infantiles a un mundo de dinosaurios, que se hicieron
muy populares desde Jurassic Park (1992).
La Vallée des Merveilles de Joann Sfar (Dargaud, 2006)
14
se asemeja a
toda la obra de este dibujante, procedente de L’Association, marca por
excelencia de la autobiografía y de la autoficción. Dibujándose, muy a
menudo, como un ingenuo con una curiosidad de niño, Sfar narra la
vida cotidiana de su familia desde una ficción histórica humorística
impregnada de ironía.
Silex AND
the city
Pero el mayor éxito en este género es indiscutiblemente Silex and the City
de Jul (Dargaud, 2009)
15
. Muy popular gracias a su adaptación como se-
rie de television en la cadena franco-alemana Arte, que está en la cuarta
temporada en 2015. Esta maravilla de anacronismo delirante asume todos
los deslices semánticos y todos los choques temporales. Jul nos cuenta las
[page-n-166]
ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
163
aventuras de la familia Dotcom, de sus amigos y vecinos, captando con
Archibald, l’homme de la préhistoire. Pilote.
Le journal d’Asterix et Obelix, 1965.
12
Nabuchodinosaure. Prélude à l’apeuprehistoire...,
tomo 1 de Herlé y Widenlocher.
Ed. Dargaud, 1991.
13
destreza los iconos de nuestro tiempo -esencialmente procedentes del cine
y de la televisión-, jugando maravillosamente con los patronímicos para
generar argumentos para un guión que, partiendo de lo más absurdo, va
ganando en coherencia. El árbol genealógico pasa por Julius Dotcom «un
ex del Mayo de 68000 antes de Jesucristo» y por Madame Finkelstein, una
amiga arqueoyidis de Julius, hasta llegar a esta familia de Homo erectus con
hijos alterdarwinista radicales que son los Dotcom. La hija de la pareja, Web
Dotcom, quiere casarse con Rahan de la Pétaudière, una especie de hijo de
Sarkozy de buen barrio, pero su padre, Crao de la Pétaudière****, aristosapiens auténtico, trata de impedir este matrimonio desigual. No sabríamos
enumerar aquí todas las sutilidades de esta serie, cuya traducción debe ser
un verdadero quebradero de cabeza, que se lee y relee con tanto placer que
cada relectura nos descubre nuevas joyas.
No me gustaría concluir sin evocar el interés que tienen los autores de cómics
por el arte rupestre, considerado por algunos historiadores como el origen
del noveno arte. Destaca L’art préhistorique en bande dessinée de Éric Le Brun
**** El padre de Rahan, de Chéret et Lécureux, también se llamaba Crao: el homenaje es evidente.
El arte
prehistórico
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Didier Pasamonik
La vallée des merveilles. Chasseur-cueilleur
de Joann Sfar.
Ed. Dargaud, 2006.
(Glénat, 2012), que restituye la creatividad de los primeros hombres con un
extraordinario ingenio, ya sea en el ámbito del dibujo como de la escultura,
los adornos y la música. En el segundo tomo se visitan los yacimientos emblemáticos del arte prehistórico, como la célebre cueva de Lascaux, y abunda
en anécdotas sobre la vida cotidiana de estos primeros artistas.
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ENTRE PEDAGOGÍA Y PARODIA, LA PREHISTORIA EN EL CÓMIC FRANCÓFONO
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Una mención especial para Rupestres, obra de un colectivo impulsado por
Silex and the City, tomo 1 de Jul.
Ed. Dargaud, 2009.
David Prudhomme y constituido por Étienne Davodeau, Emmanuel Guibert,
Marc-Antoine Mathieu, un grupo que, durante dos años, visitó regularmente
las cuevas decoradas del Paleolítico para observarlas y dibujarlas. El álbum
relata su periplo y el diálogo, a pesar de los siglos, con los creadores de estas obras milenarias que, como decía André Malraux en Les voix du silence
(Gallimard, 1951), «arrancan a las nebulosas el canto de las constelaciones».
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