
El proceso de domesticación animal en el Próximo Oriente. Planteamiento y evolución
Manuel Pérez Ripoll
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
Vol. XXIV(Valcncia,200l)
MANUEL P ÉREZ RIPOLL *
EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE.
PLANTEAMIENTO Y EVOLUCIÓN
Resumen: Desde el natufiense se han evidenciado prácticas selectivas por edad y sexo que se aproximan
a los inicios del proceso de domesticación. Pero las manifestaciones más claras se sitúan en el
PPNB medio y en algunos yacimientos incluso en el PPNB antiguo. Los criterios empleados
se basan en la valoración de las pautas selectivas y, en ciertos yacimientos, en las variaciones
morfológicas. No obstante, todos los investigadores no están de acuerdo con estos planteamientos, lo que ha suscitado la existencia de visiones opuestas en la valoración de la información osteológica.
l. INTRODUCC IÓN
El proceso de domesticación de los animales se encuentra inmerso en el tránsito del sistema
económico cazador y recolector al productor. La complejidad del mismo se inscribe en la capacidad de adaptación de los humanos a las distintas áreas titogeográfícas para obtener el mayor
rendimiento de los recursos animales alli existentes, dando lugar a respuestas diferenciadas no
sólo por las potencialidad alimenticia sino también por la organización social que posibilita la
explotación de los recursos según las necesidades de cada momento. Mientras en unos asentamientos sus habitantes iniciaban la domesticación, en otros aún practicaban la caza. La apropiación de la reproducción artificial da inicio al proceso, que supone un aumento de la rentabilidad
animal al ser controlada la cría de los animales, con lo que se accede al control de la producción
(Saña, 1999; Vigne, 2000). Estos momentos iniciales están estrechamente conectados con el sis-
• Dcpanamcnt d' Arqueología i Prehistoria. Facullat de Geogr.úia i Historia. Universilllt de Valencia.
Manuet.perez@uv.es
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• CATAl. HO'tCII<
Fig. 1.- Localización geogr áfica de los yaci.nUentos citados en el texto.
tema productivo agrario con el que guarda un estrecho equi librio; los subproductos agócolas son
reciclados y transformarlos en proteínas cárnicas, aumentando al máximo la utilidad de los productos agrarios. Esta orientación es clave para entender la problemática del proceso.
El origen de la domesticación en el Próximo Oriente presenta unos planteamientos poco claros en el orden conceptual y muy polémicos en el interpretativo. Cabe añadir, además, que la
valoración cronológica de cada yacimiento y la correlación de los distintos niveles es complicada y a veces sometida a confusión.
Por ello, presentamos en primer lugar el marco cronológico (sometido a reserva), en segundo lugar el planteamiento conceptual, en tercer lugar abordamos los criterios que sirven para
detectar la presencia de animales domésticos y finalmente ofrecemos una visión general del estado de la cuestión.
2. LA CRONOLOGÍA
El sistema cronológico que seguimos es el de Cauvin. El periodo crucial que marca el cambio es el PPNB. Ahora bien, s u cronología es muy larga (unos 1.500 años) y es necesario reali-
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zar un seguimiento de los yacimientos que van a ser clave en el proceso de domesticación: Abu
Hureyra, Tell Aswad, Nevali <;ori, Ain Ghazal, Ghoraifé, Halula, Cay6nü Tepesi, Ganj Dareh y
Ali Kosb (Cuadro 1). Las correLaciones entre los distintos yacimientos son aproximadas.
BP
Periodo 1
Periodo2
Pcriodo3
Natuficusc
PPNA
PPNB ant.
l2.000-1
0.300 10.300-9.600 9.600-9.000
Pcriodo3
PPNB mcd.
Pcriodo 4
PPND rcc.
9.000-8.500
8..500-8.000
Fazael V
El-Wad
Hayonim Ca.
Hayonim Te.
Salibiya 1
Mallaba
Hatoula
Nahal Oren
Netív Hagdud
Jericó
Tcll Aswad
Mureybet
Aín Ohazal
Abu Hureyra
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Ghoraifé
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Abu Gosh
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Ganj Darch
Alí Kosh
Fase!
Fase 11
Fase 111
Cuadro 1.- Cronologia aproximada de los yacimientos mencion ados en el texto en BP sin calibrar.
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3. LADOMESTlCAClÓN. ACLARACIÓN CONCEPTUAL
Habitualmente se emplea el término domesticación sin que previamente se explique qué es
y qué procesos intervienen en su caracterización. Por ello, es importante responder a estas cuestiones de forma precisa. Para delimitar adecuadamente su contenido, aportamos los puntos de
vista de Uerpmann ( 1996), Helmer ( 1992), Garrard (1984), Gautier ( 1992), Boessneck (1987),
Vigne (2000), Saña ( 1999) y Bokonyi ( 1976); también introducimos apreciaciones personales.
La domesticación se puede definir como el control de una población animal a partir del aislamiento de un grupo de individuos, que son sometidos a una selección artificial para controlar
directamente la reproducción de los animales y para obtener unos caracteres específicos que convienen a los grupos humanos con el fin de satisfacer sus necesidades, ya sea alimenticias o ya
sea de materias primas. En una selección inicial aún puede haber una cierta independencia con
los humanos, pero en una selección avanzada, los animales dependen de ellos, tanto en su alimentación, como en la reproducción y protección. Por ello, a partir de una presión selectiva controlada aparecen cambios morfológicos en los animales, que podrían producirse de un modo
rápido; Bokonyi ( 1976) calcula que después de unas 30 generaciones, las cabras y ovejas, sometidas a presión selectiva, pueden manifestar los cambios deseados en el transcurso de unos 150
años. Pero veremos que no tienen por qué producirse tan aceleradamente y que su manifestación
se mostrará de una manera lenta.
Esta definición es muy general y precisa de una mayor concreción para evitar posibles confusiones. Por ello, la domesticación se determina por los procesos que caracterizan a los cuatro
apartados siguientes:
- Captura y aislamiento de un grupo de animales, siempre a partir de individuos
jóvenes.
- Ruptura del comportamiento biológico natural, fundamentalmente a tres niveles:
a) A nivel reproductivo. La selección natural es sustituida por la selección artificial, que
posibilita que se manifiesten los caracteres que no tendrían éxito en una selección natural,
abriendo los caminos hacia la aparición de una gran variedad de estos últimos y de un control de
los cambios genéticos.
En una selección natural, los machos fuertes dejan su carga genética. En una selección ganadera no sucede así, el macho que se guarda para reproducir será el más dócil. Se evita el más
poderoso porque puede representar un peligro para el pastor o para el control del ganado. No obstante, cuando los animales regresan a un estado de libertad, se puede producir una reversión de
caracteres (el ejemplo más claro es el muflón de Córcega, que se considera descendiente de las
primeras ovejas que llegaron a la isla con las poblaciones neolíticas; algunas de ellas lograron
vivir en libertad y reproducir nuevamente las condiciones naturales - Vigne, 1984-).
La alteración del ciclo reproductivo natural da inicio a una transformación de la madurez
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sexual, del periodo de celo y de la gestación. Los machos jóvenes/subadultos en condiciones
naturales no tienen posibilidades de cubrir a las hembras porque los machos adultos lo impiden
según las jerarquías marcadas en la época de celo. En un ciclo reproductivo artificial se elimina
la competencia y los jóvenes/subadultos participan en el cubrimiento de las hembras. Además,
se puede alterar el periodo de celo y elegir la estación adecuada. En defmitiva, todas estas modificaciones completan gradualmente el proceso de la domesticación. En los estudios actuales de
sociedades ganaderas tradicionales, los vínculos con los ciclos naturales aún existen. Un ejemplo ilustrativo lo tenemos en la comunidad Pomaka (Tracia, Grecia); la estación de celo, la gestación y el parto de las cabras y ovejas siguen los ritmos naturales de las poblaciones salvajes,
debido a la estrecha adaptación de la reproducción de los animales a los ciclos estacionales para
aprovechar mejor los recursos del medio ambiente.
b) A nivel de protección. Desaparece el control regulador natural de la población por parte
de los animales depredadores. Por un lado, la población humana intenta eliminar a estos últimos,
y por el otro el ganado es protegido de su acción por medio de vallas y por la utilización de los
perros como animales de protección. De este modo, se reduce el comportamiento de autodefensa que en condiciones naturales las hembras desarrollan en sus crías para hacer frente a los depredadores. Las reacciones de defensa de un animal doméstico ante un depredador son inferiores a
las de un animal salvaje. Por ello, la dependencia con los humanos es fuerte.
e) A nivel de alimentación. Se regulan los movimientos migratorios naturales de la población. El rebaño se conduce a los lugares de pasto, según la estación de cada año. Si es necesario, se suministra alimento que proviene de la agricultura. Consecuentemente, el régimen alimenticio está controlado, aunque no es una condición imprescindible. Pueden haber animales
domésticos en estado de semilibcrtad.
- Se reguJan artificialmente las pautas de selección de edad y sexo:
a) La mayor parte de los machos y un número reducido de hembras se sacrifican. De los
primeros sólo se dejan unos pocos para que aseguren la reproducción y regeneración del rebaño.
De las hembras se sacrifican aquéllas que por enfermedad o vejez no pueden reproducir, o las
que no son necesarias para formar el núcleo estable del ganado. Consecuentemente, las hembras
y unos pocos machos forman el rebaño estable.
b) La reproducción del núcleo estable del rebaño guarda equilibrio con la producción de
carne para la subsistencia humana. Esta finalidad se puede lograr por medio de una selección
adecuada de la edad de los animales. El límite del sacrificio de los machos se sitúa en el momento en que éstos están en condiciones de enfrentarse a los restantes machos en la época de celo.
Normalmente, esta circunstancia tiene lugar cuando los jóvenes/subadultos alcanzan el mayor
tamaño corporal, entre un año y dos años en las cabras y ovejas, y su permanencia en el rebaño
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no es necesaria para la reproducción. Según informaciones etnográficas, se necesitan dos o tres
machos para cubrir a 100 hembras, de ahí la necesidad de eliminar los restantes machos.
Consecuentemente, los perfiles de sacrificio de una explotación ganadera que pretende obtener
carne se caracterizan, por un Lado por la abundancia de animales jóvenes y subadultos, correspondientes a los machos eliminados y a las hembras que no son necesarias para asegurar el ciclo
reproductor, y por el otro, por La menor importancia de los adultos, constituidos básicamente por
las hembras y los pocos machos reproductores.
- La domesticación no se puede entender como un proceso en sí mismo. Su desarrollo
es la consecuencia de la propia dinámica social y por ello forma parte de las manifestaciones humanas:
a) Sociales. El proceso de domesticación se integra en la organización social y es la respuesta a las necesidades que se plantean en una comunidad. La apropiación de las técnicas selectivas puede tener un principio comunitario, familiar o de propiedad privada. Por ello, el control
de la reproducción puede ser la respuesta a la capacidad de aumentar la producción de alimentos y posibilita la emergencia de una división social. En cronologías más avanzadas, además del
control reproductor se sumaría la apropiación de otras técnicas selectivas con el fin de obtener
distintos productos y controlar y aprovechar la fuerza de ciertos animales. Por otro lado, algunos
animales por sí mismos adquieren rango de prestigio, como el caballo. Otros se convierten en
animal de compafíía, como el perro o el gato.
b) Económicas. La domesticación implica una integración del animal en el sistema productivo humano:
-Agricultura. Los animales domésticos, cabra, oveja, cerdo y bovinos se integran en el sistema productivo agrícola con el fin de aprovechar los subproductos al reciclarlos y transformarlos en proteínas. En este sentido y en términos generales, la ganadería surge después de la aparición de la agricultura y la producción ganadera se complementa con la agrícola al convertirse
en un banco de reservas de alimentos para hacer frente a la inestabilidad cíclica del sistema agrícola.
-Fuerza. La utili.zación de la fuerza de los bovinos, asnos, mulos y camellos abre amplias
posibilidades al proceso productivo al posibilitar la utilización del arado y el empleo de estos animales en trabajos de carga (acarreo de productos agrícolas, Leña, estiércol).
-Transporte. Por otro lado, la utilización de las capacidades de los animales de fuerza, incluyendo el caballo, hizo posible el desarrollo del transporte y, consecuentemente, del comercio
masivo a larga distancia de productos de diversa procedencia.
-Vigilancia. Uno de los objetivos principales del perro fue la labor de control y vigilancia
del ganado. Este animal aparece siempre relacionado con la ganadería, como se puede comprobar en los yacimientos arqueológicos en los que se ha tenido la precaución de estudiar las mar-
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cas que indican la presencia de este carnívoro, no sólo por la aparición directa de sus restos óseos
sino también por la existencia de huesos mordidos o digeridos.
-ComensaJismo. La agricultura trajo consigo la aparición de animales comensales. Su existencia se comprueba por la aparición de un buen número de huesos mordidos por roedores, en
contraste con la escasez o inexistencia de huesos con estas marcas en los yacimientos de economía cazadora y recolectora. Por ello, la domesticación del gato ten1a una importante fmalidad, la
de limitar las plagas de roedores que podían mermar la producción de una cosecha.
e) Culturales. Las sociedades agropastoriles o pastoriles crean sus propios rasgos de identidad en el proceso de domesticación, de modo que las técnicas empleadas se configuran como una
manifestación cultural.
4. SECUENCIA DEL PROCESO DE DOMESTICACIÓN
El proceso de la domesticación fue muy lento de acuerdo con las necesidades, experiencias
y conocimientos humanos. Las fases iniciales de la domesticación pretendieron, según los estudios realizados en diversos yacimientos, producir carne; para ello no es necesaria la selección de
caracteres concretos y voluntarios. De haberse llevado a cabo de una forma voluntaria, con el
paso de 30 generaciones los cambios genéticos serian evidentes, como ya se ha mencionado
anteriormente. Es más bien un proceso lento e involuntario que pretende realizar un control
directo de la reproducción de los animales capturados con el fin de obtener alimentos, sin que
sea necesario el ejercicio de una selección planificada para obtener unas variedades específicas.
Consecuentemente, los tamaños de los animales son parecidos aJ de los salvajes, y tan sólo
podremos determinar su estado doméstico por los patrones de selección de edad y sexo. Este proceso abre la posibilidad del control de la producción de carne y de su activación en los momentos de necesidad.
Las primeras apreciaciones de cambios genéticos se detectan con posterioridad al control
artificial de la reproducción y se manifiestan directamente en una reducción de la cornamenta en
los machos y en una disminución del tamaño corporal de los animales. Estos cambios morfológicos constituyen la prueba directa de la existencia de unas prácticas selectivas que tienen como
objetivo conseguir los caracteres más ventajosos para los humanos. A partir de aquí, la selección
es ya voluntaria y la domesticación coevoluciona con la propia dinámica socioeconómica humana. El control de los animales supone un aislamiento genético con respecto a los animales salvajes, de modo que los cambios morfológicos introducidos se mantienen. Aunque este periodo
es largo y la ganadería está plenamente integrada en la agricultura, se abren las posibilidades
hacia una ganadería especializada en la producción de leche, materias primas (lana, cuero, pelo)
y en el aprovechamiento de su fuerza.
Consecuentemente con lo expuesto, podemos hablar de una cronología del proceso de la
domesticación.
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S. CRONOLOGÍA DEL PROCESO DE DOMESTICACIÓN
La literatura especializada habitualmente distingue tres fases en el proceso de domesticación:
-Primera Fase: Los animales que se domesticaron en primer lugar fueron el perro, la cabra
y la oveja. El perro fue el primero en domesticarse, durante el natufiense. Los ovicaprinos,
durante el PPNB medio.
-Segunda Fase: Posteriormente se domesticaron los bovinos y el cerdo, durante el PPNB tardío y final.
-Tercera Fase: Se domesticaron el camello y el asno. El caballo se domesticó en las estepas
de Ucrania. Así mismo, tuvo lugar la transformación de los productos secundarios, según
Sherratt ( 1997): leche y derivados, lana y pelo, aunque todos no están de acuerdo con su teoria.
Se utilizan los bovinos, junto a los asnos, como animales de fuerza y transporte. Esta transformación tuvo lugar en el neolítico fmal y el calcolftico.
Actualmente está empezando a cuestionarse este planteamiento cronológico. Es muy dificil
determinar la existencia de un foco único a partir del cual se difundió la domesticación. Más bien
cabe hablar de diversos focos situados tanto en los Zagros, como en los Tauros y en el Levante
(Vigne, 2000). Las pruebas iniciales que demuestren la presencia de una ganadería para cada
yacimiento son muy controvertidas por la existencia de criterios divergentes en el tratamiento del
propio concepto de domesticación, de ahl que los argumentos que se utilizan para demostrar su
presencia son distintos y sometidos a crítica. Por ello, vamos a abordar los argumentos que son
empleados para detectar el origen de la domesticación.
6. CRIT..;RIOS QUE PERMITEN DETECTAR LA PRESENCIA DE ANIMALES
DOMESTICOS
Las prácticas selectivas, que anteriormente hemos detallado, conducen a unas alteraciones
de la vida natural de las especies y a unas modificaciones anatómicas. La determinación de una
o varias de estas prácticas nos aproximan a una precisión cronológica del proceso y a su localización geográfica. Los rasgos identificativos del proceso de domesticación utilizados por distintos investigadores se apuntan seguidamente.
6.1. Variaciones drásticas en las frecuencias taxonómicas
Este criterio se basa en la variación de la tendencia o la aparición por primera vez de una
especie que no es propia del ambiente correspondiente a una zona concreta. En el Levante la
especie representativa es la gacela, que aparece omnipresente a lo largo del natufiense, PPNA y
PPNB antiguo. A partir del PPNB medio surge un cambio en la representación faunistica; el predominio pasa ahora a la cabra. Asilo podemos observar en Jericó, Ain Ghazal y Munhatta 3-6.
En Abu Hureyra el cambio no es tan evidente, porque los ovicaprinos pasan de un 6% en el
natufiense (constituidos exclusivamente por ovejas) a un 12-14% en el PPNB medio (-Nivel 2Aconstituidos mayoritariamente por ovejas; sólo hay unos pocos huesos de cabra), aunque para
Legge esta variación es significativa, y piensa, junto a criterios métricos, que son animales
domésticos (Gráficos 1, 2 y 3).
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Naturicnsc
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PPNB
PPNB
PPNB
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medio
reciente
Gráfico 1.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica mediterrá nea.
Natufiense: 1.· W. Hammeh. 2.-Saübiya. 3.- RatouJa. 4.· MaUaha. 5.- Yiftabel. 6.Fazael. 7.- Hayanim Cueva. 8.- Hayonim Terraza. 9.- Nabal Oren. PPNA: JO.- Nahal
Oren. 11.· Hatula. 12.- Netiv Hagdud. 13.- Jericó. PPNB antiguo: 14.- Nahal Oren. 15.Rorval Galil. 16.- Aswad l. PPNB medio: 17.- Jericó. 18.- Aswad ll. 19.- Ain Gbazal.
20.- Ghoraifé l. 21.- Halula. 22.- Abu Hureyra. PPNB reciente: 23.- Abu Hureyra. 24.Gboraifé U. 25.- Beisamun. 26.- Abu gosh. 27.- Ain Ghazal. 28.- HaJula.
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PPNB
medio
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11
PPNB
reciente
Gráfico 2.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica irano-turoniaoa.
Natufiense y tránsito al PPNA: 1.- Rosh Horesh.a. 2.- Abu Salero. 3.- Ramat Harif. 4.Shuhat Harif. 5.- Khallat Anaza. 6.- Beidha. PPNB medio: 7.- Beidha. 8.- Ganj Dareh.
PPNB reciente: 9.- Basta. 10.- Wadi Tbeik. 11.- Ujrat el Mehed.
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PPN8
rccieotc
q,ip!llcoUiico
Ncoltico tWfo
Gráfico 3.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica saharo-arabiana.
Epipaleolítico: 1.- Kharaneh. 2.- Uwaynid. 3.- Jilat 6. 4.- Jilat 22. 5.- Azraq 18. 6.- K.
Anaza. PPNB antiguo/medio: 7.- Jilat7. 8.- Jilat 32. PPNB reciente: 9.- Azraq 31. 10.Duweila. Neolítico tardfo: 11.- Jilat 25. 12.- Jilat 13. 14.- Burqu. 15.- Dhuweila.
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(PPNB reciente)
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Niveles inferiores
(PPNB antiguo/medio)
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G
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S
(
Gráfico 4.- Representación de la fa una de los yacimientos de G horaifé y <;aylinü.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=Gazella. Ce=Cervus. S=Sus. E=Equus.
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En Tell Halula la presencia de cabras en las fases de ocupación más antiguas (de la 1 a la 5)
del PPNB medio es significativa, y pueden hacer pensar, junto a otros criterios, que una parte de
las cabras eran criadas (Saña, 1999).
En tell Aswad (Ducos, 1993) predomina la cabra desde los niveles más antiguos, lo mismo
que en Beidba (Hecker, 1982), en ambos no hay ovejas. Aunque no se aprecia un cambio en la
representación taxonómica, otros criterios (selección por edades y la osteomctría) han inducido
a Legge ( 1996) y a Ducos (1 993) a hablar de domesticación de la cabra (Ducos prefiere hablar
de protodomesticación).
Jericó muestra una importante variación en los ovicaprinos entre los niveles del PPNA y los
del PPNB, que ha llevado a Clutton-Brock (1979) a hablar de su domesticación.
Con respecto a la oveja, los cambios en sus valores a partir del PPNB medio hacen pensar
que su domesticación tuvo lugar en estos momentos cronológicos. En llalula se encuentra a partir de la fase de ocupación 8, tal vez introducida en un estado doméstico (Saña, 1999). Ghoraifé
está muy cerca de Tell Aswad y por esa razón, atendiendo a razones ambientales, la oveja no
debería de estar presente, sin embargo es la tercera especie en importancia en el PPNB medio y
es predominante en el PPNB tardío (Gráfico 4). Si prestamos atención a la localización de Jericó,
la oveja es una especie que no corresponde al ambiente circundante al yacimiento, sin embargo,
hay algunos restos en los niveles del PPNB, que tanto Uerpmann como Clutton-Brock (CiuttonBrock y Uerpmann, 1974; Clutton-Brock, 1979) no descartan que sean introducidos como animales domésticos.
En el PPNB reciente los ovicaprinos prevalecen en todos los yacimientos. Pero si en el
PPNB medio la cabra predominaba sobre la oveja, en estos momentos la oveja se sitúa por delante, iniciando el patrón de representación típico del neolítico cerámico del Próximo Oriente
(Cuadro 2) y del Mediterráneo.
.Ratio a favor de la oveja
Tell Aswad
Tcll Es Sinn
Bouqras
Gri!illc
<;:ay6nü. Niveles superiores
Ghoraifé 11
Tell Rarnad
Basta
3:1
2:1
4:1
3:1
2:1
3:1
3:1
2:3
Cuadro 2.- Ratio Ovis/Capra. Yacimientos correspondientes al PPNB reciente.
Los criterios expuestos pueden ser válidos para las zonas fitogeográficas mediterráneas y
irano-turonianas; sin embargo en los yacimientos situados en las zonas saharo-arabianas la ganadería se instala posteriormente, en el PPNB reciente, y aún asf la presencia de animales salvajes
es muy importante (Gráficos 1, 2 y 3).
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6.2. Prácticas selectivas
a) Selección por edad. La selección de animales por edad puede significar la existencia de
una cóa artificial de animales si se cumplen los requisitos mencionados más arriba. Ha sido un
criterio que habitualmente se ba utilizado para establecer la existencia de una práctica selectiva
de tipo ganadero. La abundancia de restos óseos inmaduros de ovejas en Zawi Chemi Sbanidar
y Shanidar Bl hizo suponer a Perkins (1964) que ésta era la evidencia de La domesticación de
este rumiante. Sin embargo, la utilización de este criterio por sí mismo no es suficiente, porque
los yacimientos natufienses del Levante tienen unas elevadas proporciones de gacelas inmaduras, que son el resultado de unas prácticas selectivas de caza, en consonancia con una población
sedentaria que pretende obtener la mayor rentabilidad posible a los recursos explotados
(Tchernov, 1993). Por esta razón la selección por edad es común en gacelas y ovicaprinos de
momentos cronológicos distintos (Gráfico 5) y es necesario emplear otros criterios para asegurar el estado doméstico de una población animal.
Los patrones de selección son muy parecidos tanto en las cabras (Ganj Dareh - Hesse, 1984y Aswad -Ducos, 1993-) como en las ovejas (Ghoraifé - Ducos, 1993- ) del PPNB medio y del
PPNB tardío (Gritille B, Assouad, Ras Sharnra YC - Hesse, 1992- ). Estos perfiles son indicativos de la presencia de la domesticación (que se corrobora con la osteometria), con una finalidad
productora de carne.
b) Selección por sexo. El estudio de la determinación sexual ósea no es muy corriente en las
publicaciones, ya sea por la escasez de material óseo, o porque se encuentra muy deteriorado, o
porque no se le concede la suficiente atención. Sin embargo, su rea1ización es importante, junto
con los estudios de edad, para establecer las pautas selectivas que pueden separar una sociedad
cazadora de otra productora. Los yacimientos estudiados en esta dirección son escasos. No obstante, la información suministrada es muy reveladora.
Los restos óseos de gacelas de algunos yacimientos natufienses, como Hayonim, Mallaba,
y Hatoula muestran una elevado número de machos sacrificados. Las proporciones son variadas
según los huesos uti 1izados. Cope ( 1991) atribuye esta selección a una práctica que se acerca a
la domesticación, pues con ella se pretende eliminar a los machos que no son necesarios en la
reproducción y se preservan las hembras como una garantía de la estabilidad de las manadas.
Este tipo de selección contrasta con el perftl catastrófico que Campana y Crabtree ( 1990.) atribuyen a una estrategia de caza masiva y estacional de las gacelas de Salibiya 1 en sus migraciones estacionales, que ha sido muy criticada por Evans (1991) yRowley-Conwy (t991) y, además, no encaja con la elevada selección de los machos de los yacimientos antes citados y con los
resultados cementocronológicos de Hayonim que indican que la caza no era estacional, sino más
bien repartida a lo largo del año. Estas pautas selectivas recuerdan las efectuadas en Asiab con
los ovicaprinos (Bokonyi, 1977), en donde la mayor parte de huesos pertenecen a machos (95%).
Lo que da a entender que las prácticas selectivas de los cazadores del Levante y de los Zagros
serían muy parecidas (Gráfico 4).
Podemos observar que las prácticas selectivas sexuales se acercan a las efectuadas en una
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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Selecd6n por sexo. Gacelas (excepto Aslab).% de mac.-hos.
Asiab. Capra
Netiv Hagdud
Hatula. PPNA
Hatula. Natufteose
Malla ha
Hayonim T.
Hayonim C.
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Selecdón por edades. Gacelas. % de Inmaduros.
Netiv Hagdud
Aswad
Murcybet. PPNA
Salibiya 1
N.Oren. PPNA
N. Oren. Natutiense
Hatula. PPNA
Malla ha
Hayonjm T.
Hayonim C.
Selecci6n por edades. Cabra y oveja. % de Inmaduros
CayonU. PPNB 4.0v/Ca
<;ayonü. PPNB 3.0v/Ca
Beidha. Capra
Aswad. Capra
Abu Hureyra. Ov/Ca
Ghoraifé. Ovis
Z. Ch. Shanidar. Ovis
Shanidar B l. Ovis
Shanidar 81. Capra
Z. Ch. Shanidar. Capra
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Gráfico 5.- Selección por sexo y edades.
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explotación ganadera; las diferencias son pequeñas y basadas en la selección de las edades de los
machos, como podemos comprobar a continuación.
Entre el natufiense y el PPNA parece que no ha habido cambios significativos; los datos de
Netiv Hagdud así lo evidencian. Sólo en Hallan <;:emi (del PPNA) aparecen vestigios de una
selección de edad y sexo en suídos, que según los autores del estudio de este yacimiento se acercan a una domesticación de esta especie (Rosenberg et al., 1998). Por el contrario, en el PPNB
antiguo surgen una serie de transformaciones. El aumento de la representación de los caprinidos
en Nevali <;ori con respecto a los niveles del PPNA de Gobeckü y Cafer, junto a unas pautas de
selección por edad y sexo a favor de machos jóvenes, inducen a pensar en una reproducción en
cautividad en el PPNB antiguo (Vigne, 2000). La edad de sacrificio de los suídos y bovinos de
<;:ayoyü desde los niveles del PPNB antiguo y medio, también son indicios de la domesticación
inicial de estos animales (Óksüz, citado por Vigne, 2000; Hongo y Meadow, 1998). Serían los
vestigios más antiguos de domesticación.
En el PPNB medio, las medidas de los huesos de A in Ghazal señalan una disminución del
tamaño de la mayor parte de la muestra ósea, que Kohler-RoUefson ( 1989) atribuye a una
selección sexual. La mayor parte de los huesos (que tienen estas medidas pequeñas) corresponden a hembras, y constituyen el ganado base reproductor. Los machos son escasos porque
fueron sacrificados cuando eran inmaduros. Esto mismo se observa en el yacimiento de Abu
Hureyra (Legge, 1996) y Ganj Dareh (Hesse, 1984). A diferencia del oatufiense, en el que los
machos se cazaban adultos, ahora se sacrifican cuando son inmaduros. Las pautas selectivas
por edad y sexo reafirman que estamos frente a unas prácticas ganaderas en estos tres yacimientos.
También hay que citar el yacimiento de Asikli; si bien los huesos de cabras y ovejas tienen
unas medidas comparables a las de los animales salvajes (Helmer1 1992), sin embargo la selección por edades corresponde a una caza muy especializada (Buitenhuis, 1997) o incluso a una
reproducción artificial de estos animales (Vigoe y Buitenhuis, en prensa, citado por Vigne,
2000).
6.3. Modificaciones anatómicas
a) Cambio en la forma y tamaño de los cuernos. Es una consecuencia de la selección de los
machos que son utilizados para la reproducción. Se evitan aquéllos que tienen un gran desarrollo de la cornamenta para evitar un peligro. De este modo, se selecciona un carácter que no tendría éxito en un comportamiento naturaL Esta característica fue resaltada por Bokonyi ( 1977)
para demostrar que las cabras del yacimento de Asiab se encontraban inmersas en un proceso inicial de domesticación al presentar unas morfologías intermedias entre los cuernos de cabras salvajes y las de cabras plenamente domésticas. Clutton-Brock (1979) utilizó el mismo argumento
para demostrar la domesticación de las cabras de Jericó en el PPNB; en este yacimiento, además
de los cuernos con morfologías intermedias, aparecieron dos cuernos con morfologías claramente domésticas. Hesse ( 1984) también señala que los cuernos de las cabras de Ganj Dareh
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muestran unas morfologías que son indicativas del proceso de cambio, aunque no confía en ellas
como un elemento de diagnóstico seguro.
Este criterio en sí mismo no es muy fiable, pues en poblaciones naturales pueden aparecen
estas morfologías.
Respecto a la oveja, la domesticación posibilita la aparición de un carácter recesivo, como
es el cráneo de hembras sin cornamenta. En Ali Kosh, fase Bus Mordeh, de un total de 128 huesos que se podían determinar como cabra o como oveja, tan sólo uno pertenecía a oveja y los restantes a cabra (flannery, 1969). Este resto era un cráneo que no tenía desarrollada la cornamenta; justamente apareció en la base inicial del poblado. Flannery adujo que este hueso era la prueba de que la domesticación de este rumiante se inició en los momentos iniciales del poblado.
Actualmente se admite que un solo hueso no es prueba suficiente para demostrar la domesticación, ya que en condiciones naturales de vez en cuando aparecen hembras sin cuernos.
b) Disminución de/tamaño de los animales. La disminución del tamaño es un criterio sólido para poder afirmar la existencia de un proceso de domesticación. La selección natural prima
a los tamaños corporales grandes para cada especie por vía de los machos, que se dilucida en los
rangos jerárquicos que se establecen entre éstos y se consolida en el periodo de celo, cuando los
machos más poderosos cubren a las hembras. La selección artificial rompe con esta modalidad
de selección e introduce la posibilidad de primar los tamaños corporales más pequeños.
Este criterio fue empleado por Davis (1981) para poder confirmar la existencia de perros en
los yacimientos natufienses de Hayonim y MaUaha. Las cabras y ovejas de Nevali <;::ori (PPNB
antiguo) presentan una disminución del tamaño de los huesos que, conjuntamente con las pautas
selectivas de edad y sexo, son indicios serios de domesticación (Vigne, 2000).
Utilizando este criterio, los bovinos de Cayonü también muestran una reducción de los
tamaños desde el PPNB antiguo (l·Iongo y Meadow, 1998). Los de Murcybct TV - PPNB antiguo- (Oucos, 1978) se encuentran en un estado de protodomesticación, en terminología del
autor, basándose en los patrones de selección por edad. Ha sido un método válido empleado por
Helmer ( 1989, 1992), Helmer y Saña ( 1996) y Saña ( 1999) para establecer la domesticación del
vacuno y también de los cerdos.
Según los estudios de Saña ( 1999) en Ha lula el descenso de los valores métricos de los huesos a partir de la fase de ocupación 19 perteneciente al PPNB reciente indicarla que los bovinos
estarían sometidos a una cría artificial y que los momentos iniciales se situarían entre las fases 8
a la 17 (PPNB medio y reciente), momento en el que aún no se habría producido una reducción
de la talla. Los escasos restos de Sus hacen dificil conocer el status de estos huesos, pero la autora señala que la reducción de las medidas de los huesos de la fase 11 (PPNB reciente) y La selección a favor de animales jóvenes inducen a pensar que su cría artificial podría situarse en el
PPNB medio, paralelamente al Bos.
Helmer sitúa la domesticación del Bos y Sus en el norte del Levante. En los yacimientos de
Ras Shamra V, Abu Gosh, Bouqras, Tell es Sinn y Gritille. Según este autor, el Bos aparece
doméstico en unos momentos correspondientes al PPNB tardío y fmal. El cerdo lo encontramos
en Ras Sbamra, Abu Gosh y Assouad, también en el mismo periodo. Ahora bien, los recientes
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M ANUEL P~RP.Z RIPOL.I,
estudios remontan la domesticación de ambas especies al PPNB antiguo, como hemos visto anteriormente.
Con respecto a Capra y Ovis, el seguimiento del. proceso de domesticación a partir de la
osteometría es mayor que en las especies anteriores. Uerpmann ( 1978) estudió las medidas de
diferentes yacimientos del Próximo Oriente del PPNB y logró detectar la existencia de una disminución del tamafio de los huesos a partir de estos momentos, tanto para la cabra como para la
oveja. Sin embargo, Legge (1996) criticó el método empleado porque englobó en un mismo
periodo los niveles que correspondían a momentos cronológicos distintos del PPNB, resaltando
la necesidad de presentar la información por separado (PPNB antiguo, medio, reciente y fmal)
para precisar los momentos iniciales de la domesticación.
La domesticación de la cabra se detecta en el yacimiento de Nevali <;:ori en el PPNB antiguo, utilizando los criterios de reducción del tamaño de los huesos y las pautas selectivas por
edad y sexo (Vigne, 2000). Posiblemente en Tell Aswad la domesticación tuvo lugar desde los
momentos iniciales del Precerámico, es decir, desde los momentos fina les del PPNA y comienzos del PPNB antiguo, coincidiendo con las primeras evidencias de la existencia de La domesticación de los cereales (Legge, 1996). Legge ha estudiado los valores métricos de otros yacimientos y de acuerdo con ellos ha establecido la domesticación de la cabra en los yacimientos
de Ganj Daren, Beidha, Jericó y Abu Hureyra durante el PPNB medio (Legge, 1.996).
En cuanto a tell Halula, los datos osteométricos indican que la cabra fue domesticada desde
la fase 3 (PPNB medio), es decir, desde los momentos iniciales de la ocupación del yacimiento.
Las fases 1 y 2 presentan poco material óseo y no ha podido ser utilizado en los análisis discriminatorios (Saña, 1999).
Con respecto a la oveja, las medidas de los huesos de Ganj Dareb (Resse, 1984) no muestran evidencias de domesticación. EnAliKosb fase Bus Mordeh sólo hay un hueso de esta especie, como ya hemos visto (un cráneo), y con toda probabilidad pertenece a un muflón. Los huesos de yacimientos del Asia Menor, Cafer, <;:ayonü niveles inferiores, son de mutlones (Helmer,
1989 y 1992; Lawrence, 1982). Las evidencias más antiguas de ovejas domésticas las encontramos en Nevali <;:ori del PPNB antiguo (Vigne, 2000). En otros yacimientos, como Abu Hureyra
(Legge, 1996), Tell Halula (Helmer y Saña, 1996; Saña, 1999) y Gboraifé (Ducos, 1993), su
domesticación se sitúa en el PPNB medio, utilizando como criterios los valores métricos y la
selección por edades, aunque Ducos prefiere hablar de protodomesticación. A partir del PPNB
reciente la oveja aparece en la mayor parte de los yacimientos del Próximo Oriente.
7. OTROS CRITERIOS ÚTILES EN EL ESTUDIO DEL PROCESO DE LA DOMESTICACIÓN
Los criterios anteriormente analizados son los más habituales en los estudios sobre domesticación animal Sin embargo, hay otros que pueden aportar una valiosa información que, cotejada conjuntamente, proporcionan apreciaciones sólidas.
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANrMAL EN EL PRÓXIMO ORJENTE
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7.1. Fracturación ósea
Los estudios tafonómicos son importantes para conocer el grado de fragmentación de una
muestra ósea, junto a las marcas de impactos de fracturas para extracción de la médula y las marcas dejadas por los perros (además de otras tipologías de marcas). La fragmentación de un conjunto perteneciente a una economía cazadora y recolectora es muy elevada, mientras que no lo
es tanto en yacimientos de economía productora (Pérez Ripoll, J 992). Consecuentemente, el
estudio del grado de fragmentación y las marcas serían de gran utilidad en la caracterización de
una muestra ósea.
Según Da vis ( 1989) la fragmentación elevada de muestras pertenecientes a yacimientos
paleolíticos se debe al aprovechamiento máximo de los recursos animales. Los huesos enteros
son excepcionales. Por el contrario, vió que eo el yacimiento de Beisamoun (PPNB tardío) era
frecuente encontrar huesos enteros. Este cambio era indicativo de las transfom1aciones que
habían ocurrido. Con la domesticación de los ungulados el aporte cárnico era seguro y no bacía
falta aprovechar intensamente los recursos faunisticos. Era una forma indirecta de sugerir la existencia de la domesticación.
Saña ha estudiado la fragmentación ósea de HaJula y ha comprobado que el material no se
halla muy afectado, especialmente en los espacios interiores de las estrucuras, cuya causa
habría que buscarla fundamentaJmente en la actividad antrópica en relación con "el aprovechamiento de los recursos de las unidades anatómicas (Saña, 1999). Evidentemente, sería un indicio de la actuación humana en consonancia con la actividad económica de una sociedad productora.
7.2. Huesos digeridos
Un apartado importante de un estudio tafonómico es la determinación de fracturas y huesos
digeridos por los perros. La valoración global de estas marcas, conjuntamente con el grado de
fragmentación, proporciona una información vaJiosa para caracterizar el estado ftnal de una
muestra (Pérez Ripoll, 1992).
Davis utilizó el potencial informativo que tienen Los huesos digeridos por perros en el yacimiento natufiense de Hatoula, para demostrar que este animal se domesticó en el natufiense
(Davis, 1985). Helmer hizo lo mismo con los restos óseos del nivel 1A de Mureybet, en el que
confirmó el punto de vista de Da vis (Helmer, 1991 ). De este modo, cobraba evidencia que el
esqueleto de un cachorro encontrado en una tumba de Mallaha y otra de Hoyonirn podría pertenecer a perro (Da vis, 1991 ).
Saña indica que los huesos aJterados por los perros en Halula son numerosos en toda la
secuencia, circunstancia que se complementa con el grado de fragmentación de la muestra y
refuerza el carácter doméstico del conjunto.
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M ANUEL PÉR.EZ. RIPOLL
7.3. La aparición de estercoleros
La microsedimentología ofrece una estimable fuente de información a la arqueologla, entre
la que destaca la determinación y estudio de los restos minerales procedentes de la alimentación
y digestión de los rumiantes, que indica la estancia y estabulación de ganado (Brochier et al.,
1992).
Brocbier ( 1993) ha observado en el yacimiento de <;ayonü la presencia de estiércol acumulado por La estancia de cabras y ovejas en los niveles superiores (PPNB tardío). En los niveles
inferiores no ha detectado tales formaciones. Consiguientemente, es una prueba que concuerda
con los datos faunisticos y viene a certificar la presencia de animales domésticos eo estos
momentos cronológicos.
Sin embargo, estos estudios están en sus balbuceos y en un futuro pueden contribuir a clarificar el proceso de la domesticación.
7.4. Patologías en huesos
En los yacimientos arqueológicos de economía productora suelen aparecer huesos pertenecientes a las patas que tienen fracturas, posteriormente soldadas, producidas por accidentes y
malformaciones óseas debidas a enfermedades. En el yacimiento de Sarab (Bokonyi, 1977) hay
varios huesos de ovicaprinos que tienen exóstosis. También se han determinado dichas malformaciones en las falanges primera y segunda de la cabra del yacimiento de Ain Gbazal, situadas
en niveles del PPNB (Kohler, Gillespie y Metzger, 1988). Estas patologías provocan cojeras en
los animales. Si las poblaciones fuesen naturales, serían presa de los carnívoros, que eran abundantes según el registro faunístico de los distintos yacimientos. Los depredadores como el lobo,
leopardo, zorro, chacal, oso y hiena eran comunes en el Próximo Oriente y se encargarían de
cazar a las presas enfermas y con malformaciones. La aparición de las patología'> descritas son
una prueba clara de que las cabras y las ovejas estaban sometidas a una protección humana y,
consiguientemente, son indicativas de la presencia de una ganadería.
7.5. Marcas de improntas
En adobes del nivel D de Ganj Dareb se han encontrado improntas de pezuñas de cabras y
ovejas, circunstancia que indica que estos animales estuvieron encerrados o transitaron por el
poblado.
8. INTERPRETACIÓN CONJUNTA
Aunando las características analizadas anteriormente, deberíamos concluir que los inicios de
la domesticación se puede establecer hacia el PPNB antiguo y se consolida en el PPNB medio,
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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tanto en el Levante como en el Éufrates y los Zagros. Sólo los datos de Aswad y Hallan <;;emi
sugieren la existencia de indicios de domesticación en cronologías del PPNA.
En la zona de los Zagros, anterior al 9.000 BP no hay indicios de domesticación. Zawi
Shemi Shanidar y Shanidar Bl muestran una especialización en la caza de ovicaprinos, especialmente ovejas en Zawi Shemi Shanidar y cabras en Shanidar B 1, y una proporción de inmaduros elevada (Perkins, 1964). No obstante, no son evidencias suficientes para establecer su
domesticación. Además, las medidas de los huesos no sefialan una reducción de tamaños
(Uerpmann, 1978).
Respecto a Asiab (Bokonyi, 1977) y Nemrik 9 (Lasota-Moskalewska, L
994) la caza de animales adultos predomina sobre los inmaduros. No obstante, Lasota-Moskalewska indica que los
ovicaprinos y los suídos aparecen domésticos a lo largo de las fases T, 11 y ID, sin aportar prueba alguna. Los bovinos se domesticaron a partir de la fase TI por la abundancia de sus restos y
porque los huesos son de animales adultos, argumento que contradice la selección ganadera que
siempre es a favor de animales inmaduros (Gráfico 6).
Los primeros indicios claros de la domesticación en los Zagros y valle de Kermanshab aparecen en Ganj Dareh y Ali Kosh (Gráfico 7). En el primer yacimiento, la disminución del tamaño de los huesos y el sacrificio de los machos en edad joven y subadulta son argumentos sólidos
a favor de la domesticación de la cabra; la oveja de Ganj Darh es salvaje y en Ali Kosh fase Bus
Mordeh sólo hay un resto. En el segundo yacimiento, el argumento que se utiliza es la selección
de animales jóvenes y subadultos en proporicones semejantes a las de Ganj Dareh.
En Anatolia occidental, Nevali <;ori y <;;ayonü (Gráfico 4) son los yacimientos más antiguos
que tienen animales domésticos (PPNB antiguo); cabras, ovejas y cerdos en el primer yacimiento, bovinos y cerdos en el segundo. En Mureybet IV Ducos habla de la protodomesticación de
los bovinos. En Hallan <;emi (PPNA), la fauna está muy diversificada (Rosenberg y Davis,
1992), aunque se apunta la reproducción artificial de Jos suídos (Rosenberg et al., 1998).
En Anatolia central y oriental la domesticación es algo posterior. Como ya hemos visto en
Asikli, la reproducción artificial de las cabras y ovejas se sitúa en unos momentos correspondientes al PPNB medio, aunque el tamaño de los huesos son semejantes a los salvajes. Los estudios realizados en otro yacimiento del PPNB medio, Cafer Hoyük, por ahora parecen indicar que
este yacimiento no contiene fauna doméstica (Helmer, 1989, 1992).
Los yacimientos de Anatolia del PPNB reciente tienen fauna doméstica: Can Hassan lll,
Suberde, Gritille, Hacilar y <;;atal Hüyük. Aunque para éste último Ducos prefiere hablar de protodomesticación de los bovinos y suídos (Ducos, 1988), para Perkins los bovinos están domesticados {Pcrkins, 1969).
En el Levante, son varios Jos yacimientos que muestran indicios de domesticación a partir
del PNB medio, Jericó, Munhatta 3-6, Ain Ghazal, Aswad, Halula, Goraifé y Beidha. Aquí se utiLizan varios argumentos:
J. - El cambio de rrecuencia de las especies representadas a favor de los ovicaprinos: Jericó,
Munhatta 3-6, posiblemente Nabal Oren, Halula y Abu Hureyra.
2.- Existencia de ovicaprinos en áreas propicias a la gacela: Munbatta 3-6, Jericó, Ain
Ghazal, tal vez Ghoraifé.
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Gráfico 6.- Representación de la fauna de los yacimientos de Asiab y Nemrik 9.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=GazeUa. Ce=Cervus. D= Dama. S=Sus. A=Antilopinos. E=Equus. Cr=Carnívoros.
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Gráfico 7.- Representación de la fauna de los yacimientos de Ganj Dareh y Ali Kosb.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=Gazella. S=Sus. E=Equus. Cr=Carnívoros.
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MANUEL PÉREZ RlPOLL
3.- Disminución del.tamaiio de los huesos: Abu Hureyra, Ain Ghazal, Beidha, Halula,
Ghoraifé y tal vez Aswad.
4.- Selección a favor de los inmaduros y probablemente machos: Ain Gbazal, Abu Hureyra,
Gboraifé, Halula, Aswad.
5.- Las evidencias más claras de la domesticación de Jos bovinos y suídos se encuentran en
el Levante norte durante el PPNB tardío, aunque probablemente se criarían artificialmente
durante el PPNB medio.
9. LA POLÉMICA EN TORNO A LA DOMESTICACIÓN
La discrepancia en la valoración de la información registrada en el material óseo de los distintos yacimientos evidencia la falta de un criterio unitario entre los investigadores. Las posiciones encontradas se observan en la propia valoración del natufiense, que es necesario realizar
como premisa imprescindible para estudiar el paso de una economía cazadora y recolectora a
otra productora
La gacela constituye la especie dominante en la representación faunística de los yacimientos situados en el Levante. Los criterios utilizados en la evaluación de esta especie se basan en
el estudio de los perfiles de edad y en Jos análisis de los valores osteométricos.
Con el natufiense asistimos a unos momentos de cambio, cuya valoración es calificada de
un modo distinto. Hay un punto de partida común, sobre el que se edifican las distintas argumentaciones, basado en la relevancia que se da a la vida sedentaria detectada en los yacimientos
más importantes, como premisa inicial del comienzo del proceso de la domesticación.
Campana y Crabtree ( 1990) hablan de caza comunal de gacelas en el natufiense (Cuadro 3),
que resulta del modelo de organización social desarrollado según las proposiciones de Testart.
La sociedad adquiere un nivel de integración superior al meramente familiar. El líder local toma
decisiones en la recolección intensiva y en la caza comunal; en ella participan varones, mujeres
y niños para conducir los animales a una trampa, tal vez una red, según se infiere de los modelos etnográficos que son empleados para justificar la caza comunal. Este modelo se infiere del
patrón de edad de las gacelas, que según los autores describe un perfil catastrófico. Siguiendo
fielmente la interpretación de los perftles de edad de Cruz-Uribe "un perfil catastrófico implica
el uso de un método de caza, tal como la conducción comunal" hacia una trampa. Los perfiles
de edad de Cruz-Uribe son modelos construidos a partir de ejemplos etnográficos recientes y en
concreto el perfil catastrófico ha sido empleado por Speth (1983) para interpretar la caza masiva de bisontes, por sus costumbres migratorias en las que este gran bóvido se desplaza en masa
a lo largo de centenares de kilómetros. Sin embargo, pensamos que el ·modelo de caza comunal
es muy dudoso aplicado a la gacela, porque no es el método más adecuado para obtener el máximo rendimiento y porque supone la muerte de todo el conjunto de animales que han caído en la
trampa, con lo que no sería posible la caza selectiva que, como hemos observado, es característica del natufiense. Es más apropiado denominar caza especializada a este patrón selectivo,
siguiendo las propuestas de Edwards ( 1991 ).
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
Campana y Crabtree
Natufiense
Caza comunal
Tchemov
Natufiense
Caza selectiva
Evans
Natufiense
Caza especializada
Legge, A.J.
Natufiense
Domesticación de la gacela
Cope
Natufiense
Protodomesticación de la gacela
Horwitz
Natutiense
Caza generalizada
Horwitz
PPNA-PPNB ant.
Caza generalizada
Horwitz
PPNB medio
Caza intensiva. B 1
1-lorwitz
PPNB tardío
Caza intensiva. 82
Horwitz
PPNB fmai-NC
Domesticación
Ducos
PPNB medio/fmal
Protodomesticación
Hcckcr
PPNB medio
Control cultural
Kohler-Rollefson
PPNB medio
Domesticación incipiente
Legge, T.
PPNB medio
Domesticación
Aelmer
PPNB medio
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Domesticación
Cuadro 3.- Los planteamientos diferenciados aportados por diversos investigadores en la evaluación de los procesos del tratamiento animal ba dado lugar al empleo de términos distintos para
explicar dichos procesos desde el natufiense al PPNB.
Hay algunos investigadores que llegan a posiciones más extremas al hablar incluso de la
domesticación de las gacelas, como sería el caso de A.J. Legge ( 1972). Cope ( 1991) llega a
detectar una disminución del tamaño de los huesos como consecuencia de los procesos selectivos por edad y sexo. Estas prácticas se acercan a la domesticación y este autor las califica de protodomesticación. Sin embargo, Dayan y Simberloff (1995) no encuentran motivos métricos para
hablar de una reducción del tamaño de los huesos de la gacela, y consecuentemente no hay evidencias morfológicas de su domesticación. La gacela no se pudo domesticar debido al comportamiento natural de esta especie, que no soporta los espacios cerrados (Uerpmann, 1996).
Tchemov ( 1993) enfatiza que a lo largo del natufiense se produjo una caza selectiva de la
gacela en el Levante, con unos patrones a favor de los machos y de los animales inmaduros. Este
tipo de caza continuó en el PPNA y fue paralelo a un incremento de fauna pequeña, especialmente liebres, perdices y peces. El reemplazo de la gacela por los ovicaprinos en el PPNB hay
que enjuiciarlo como un cambio en las preferencias de caza debido a la sobreexplotación de las
gacelas, como el efecto de un prolongado sedentarismo. Por esa razón, el cambio de frecuencia
de la gacela a los ovicaprinos no debe de interpretarse como una prueba de domesticación.
Horwitz (1993) prefiere hablar de caza generalizada en el natuficnse, PPNAy PPNB anti-
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MANUEL PEREZ RlPOLL
guo. El cambio de especies representado a partir del PPNB medio (sustitución de gacelas por
ovicaprinos) se interpreta como una caza intensiva de ovicaprinos. No se puede hablar de domesticación porque no se aprecia una disminución en los tamaños de estos rumiantes. Este tipo de
caza significa el inicio de la fase de la domesticación (estadio Bl, según su terminología). En el
PPNB tardío todavía persiste la caza intensiva, pero supone un paso más en el proceso de incipiente domesticación al producirse el aislamiento de grupos de ovicaprinos (estadio B2). La
domesticación tiene l ugar en el PPNB final y el Neolítico Cerámico.
L.K. Horwitz y P. Ducos indican que las primeras pruebas evidentes de cambios morfológicos en los ovicaprinos no se tienen hasta el PPNB final. La crítica más sistematizada procede de
P. Ducos (1994, 1998), cuyos argumentos son los siguientes:
1.- A lo largo del PPNB medio no hay una ruptura del status natural de los ovicaprinos.
2.- Los desplazamientos de las agrupaciones animales son naturales.
3.- La selección por edad es dificil de realizar a distancia por los cazadores. Por ello, las curvas de edad son aleatorias.
4 .- Aunque predominan los huesos adultos de hembras, ello no quiere decir que es una práctica selectiva ganadera, sino que, y en el caso concreto de Aswad y Ain Ghazal, los cazadores
perseguían a las manadas de hembras.
5.- Las puntas de flecha indican una sociedad cazadora, no ganadera.
6.- Las evidencias morfológicas de cambio aparecen de un modo inmediato a su captura y
reproducción artificial. Es a partir del PPNB reciente o del Neolítico Cerámico cuando se constatan los cambios genéticos.
Ducos en todo momento habla de protodomesticación. Los bovinos de Mureybet IV están
en una fase de protodomesticación ( 1978), asi como los ovicaprinos de Aswad y Ghoraifé
(Ducos, 1993). tncluso usa el mismo término para definir los ovicaprinos, suídos y bovinos de
Abu Gosh. Para él este término implica una especialización de la caza y una selección por edad
y sexo.
Estos dos últimos autores serían los representantes de los criterios puramente zoológicos,
que no tienen en cuenta que la domesticación es el resultado de un proceso de producción de las
diversas comunidades, que según sus necesidades se apropian de la cría artificial de animales sin
que necesariamente se manifiesten cambios morfológicos (Sañ.a, 1999; Vigne, 2000). Consecuentemente, otros autores enfatizan el proceso desde el punto de vista cultural y social, sería el
caso de T. Legge, 1. Kohler-Rollefson, G.O. Rollefson, J. Clutton-Brock, B. Hesse, D. Helmer.
J.-D. Vigne y M.a Saña.
Para Hecker (1982) las cabras de Beidha no muestran rasgos morfológicos de domesticación. Sin embargo, los patrones de selección por edad son semejantes a los de Ali Kosb. Este
investigador emplea el término de control cultural de las cabras para defirnir la relación estrecha que se establece entre ellas y los buma1_1os.
Kobler-Rollefson habla de domesticación incipiente para explicar las pautas selectivas de
los ovicaprinos de Ain Ghazal. Reconoce que no hay evidencias morfológicas que avalen su
domesticación plena, pero las prácticas selectivas demuestran que la domesticación se ha iniciado ya, pero aún no se han producido los cambios morfológicos (K.OhJer-Rollefson, 1989; KohlerRollefson, Gillespie y Metzger, 1988).
-90-
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
91
T. Legge y Helmer no tienen dudas en hablar de domesticación de los ovicaprinos desde el
PPNB medio, utilizando argumentos métricos referidos al tamaño de los huesos.
Los criterios de estos últimos investigadores se refuerzan con los resultados de las recientes
excavaciones efectuadas en Chipre. El poblamiento inicial se sitúa en el 10.600 BP a ra{z del descubrimiento de Akrotiri-Aekremnos, lugar utilizado como hábitat por grupos humanos que cazaron hipopótamos (95% del total) y elefantes pigmeos (aunque hay autores que piensan que estos
mamíferos ya se habían extinguido con la llegada de los primeros pobladores), además de recolectar moluscos, pescar y cazar aves (Mandel y Simmons, 1997). Posteriormente llegaron las primeras sociedades agrícolas y ganaderas. Las recientes excavaciones realizadas en Sbillourokambos muestran que este yacimiento corresponde al poblamiento neolítico más antiguo de la
isla, contemporáneo al PPNB antiguo del Levante; la fauna está constituida por ovejas, cabras,
bovinos, cerdos y dama mesopotámica. Fueron introducidos como animales domésticos, excepto la dama (Guilaine et al., 1996) y aunque el tamaño de los huesos es parecido al de los respectivos animales salvajes, las pautas selectivas a favor de machos jóvenes y subadultos sugieren una reproducción ganadera. Consecuentemente, su status ya estaba previamente establecido,
al carecer la isla de los agriotipos. La difusión de estos animales se realizaría desde el Éufrates
o las costas mediterráneas y formaría parte de la expansión generalizada de las comunidades productoras a partir del PPNB (Vigne, 2000).
10. CONCLUSIONES
Durante el natufiense se puso en práctica un modelo de caza que tenía la pretensión de intensificar y racionalizar la explotación de los recursos animales por medio de la aplicación de unos
patrones de selección de edad y sexo, que en parte son una respuesta a la vida sedentaria, al
aumento de la población y a una complejidad cultural detectada en varios yacimientos. En el
PPNA los valores representativos de los distintos taxones no eran muy diferentes a los del natufiense, aunque ya se observan los primeros indicios de reproducción artificial en Hallam <;emi y
Aswad. Los síntomas de cambio se dieron en Nevali <;ori, <;ayonü, Mureybet, Ganj Dareh y
Aswad en el PPNB antiguo, pero no se registraron transformaciones genéticas, los tamaños son
idénticos a los de los animales salvajes, y el seguimiento del proceso sólo fue perceptible a partir de las pautas de selección por edad y sexo. En Shillourokambos la explotación ganadera era
evidente desde los momentos iniciales del poblamiento, correspondiente al PPNB antiguo, afectando a los bovinos, cabras, ovejas y cerdos. En üneas generales, el proceso de domesticación
sólo pasa por el control de la reproducción artificial de los animales. La selección está dirigida
hacia esta fmalidad y los cambios genéticos, de producirse, son involuntarios (Cuadro 4).
Durante el PPNB medio se produjeron cambios importantes en el proceso, que se reflejaron
no sólo en las curvas de edad y sexo, sino también en la representación de los taxones y en el
registro de las primeras variaciones genéticas, documentadas en algunos yacimientos a partir de
Las medidas de los buesos, que experimentan una reducción de los tamaños. En estos momentos,
se puede afirmar que las comunidades humanas comienzan a practicar el control genético, selec-
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MANUEL P ÉREZ RIPOLL
Indicios de domesticación
Comienzo de la domesticación
Domesticación
Selección por ednd y sexo
Volwuario
------Control gcn~tico
In vol un trui o
--------
PPNA
PPNB antiguo
Volunuuio
PPNB med io
PPNB reciente
Cuadro 4.- Evolución del proceso de domesticación.
cionando aquellos caracteres que consideran más idóneos, de modo que la dinámica sociaJ y económica coevoluciona con el proceso de domesticación, ya que los caracteres seleccionados sólo
persistirán si los animales se encuentran bajo el control humano. Estos ensayos se dan a lo largo
de una periodo que cubre unos 600 años, en el que aún persisten ganados cuyos animales no
manifiestan manipulaciones genéticas.
En el PPNB reciente, la domesticación se generaliza a la práctica totalidad de los yacim ientos del Próximo Oriente. La reducción de los tamaños de los huesos es común en los registros
óseos de la gran mayoría de yacimientos, evidenciando el progreso de los cambios genéticos.
No obstante, los planteamientos empleados por los distintos investigadores son divergentes
en la valoración de los criterios utilizados en sus estudios. Unos son puramente zoológicos, como
los de Ducos y Horwitz, que se contraponen a los criterios culturales y sociales de Helmer,
K<>hler-Rollefson, Vigne, Saña, Legge o B<>konyi, entre otros. La argumentación utilizada conduce a los investigadores a proponer cronologías distintas en el inicio de la domesticación. Para
los primeros, las pruebas osteológicas aseguran que la domesticación solamente se encuentra en
el PPNB fi nal o incluso en el Neolítico cerámico. Para los segundos, la domesticación inicial,
verificada a partir de las pautas selectivas y la osteometría, se encuentra en el PPNB antiguo o
medio. Así pues, la disminución de tamaños en una primera etapa aún no se había producido,
aspecto que da la razón a Davis, quién indica que los cambios morfológicos pudieron haber tenido lugar en los momentos posteriores a la cría artificial de los animales (Da vis, 1989), y, consiguientemente, hubo un periodo inicial en el que los tamaños eran parecidos a los de los animales salvajes.
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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ARCHIVO DE PREHISTORIA LEVANTINA
Vol. XXIV(Valcncia,200l)
MANUEL P ÉREZ RIPOLL *
EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE.
PLANTEAMIENTO Y EVOLUCIÓN
Resumen: Desde el natufiense se han evidenciado prácticas selectivas por edad y sexo que se aproximan
a los inicios del proceso de domesticación. Pero las manifestaciones más claras se sitúan en el
PPNB medio y en algunos yacimientos incluso en el PPNB antiguo. Los criterios empleados
se basan en la valoración de las pautas selectivas y, en ciertos yacimientos, en las variaciones
morfológicas. No obstante, todos los investigadores no están de acuerdo con estos planteamientos, lo que ha suscitado la existencia de visiones opuestas en la valoración de la información osteológica.
l. INTRODUCC IÓN
El proceso de domesticación de los animales se encuentra inmerso en el tránsito del sistema
económico cazador y recolector al productor. La complejidad del mismo se inscribe en la capacidad de adaptación de los humanos a las distintas áreas titogeográfícas para obtener el mayor
rendimiento de los recursos animales alli existentes, dando lugar a respuestas diferenciadas no
sólo por las potencialidad alimenticia sino también por la organización social que posibilita la
explotación de los recursos según las necesidades de cada momento. Mientras en unos asentamientos sus habitantes iniciaban la domesticación, en otros aún practicaban la caza. La apropiación de la reproducción artificial da inicio al proceso, que supone un aumento de la rentabilidad
animal al ser controlada la cría de los animales, con lo que se accede al control de la producción
(Saña, 1999; Vigne, 2000). Estos momentos iniciales están estrechamente conectados con el sis-
• Dcpanamcnt d' Arqueología i Prehistoria. Facullat de Geogr.úia i Historia. Universilllt de Valencia.
Manuet.perez@uv.es
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MA:-!UEL PER RlPOLL
EZ
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• CATAl. HO'tCII<
Fig. 1.- Localización geogr áfica de los yaci.nUentos citados en el texto.
tema productivo agrario con el que guarda un estrecho equi librio; los subproductos agócolas son
reciclados y transformarlos en proteínas cárnicas, aumentando al máximo la utilidad de los productos agrarios. Esta orientación es clave para entender la problemática del proceso.
El origen de la domesticación en el Próximo Oriente presenta unos planteamientos poco claros en el orden conceptual y muy polémicos en el interpretativo. Cabe añadir, además, que la
valoración cronológica de cada yacimiento y la correlación de los distintos niveles es complicada y a veces sometida a confusión.
Por ello, presentamos en primer lugar el marco cronológico (sometido a reserva), en segundo lugar el planteamiento conceptual, en tercer lugar abordamos los criterios que sirven para
detectar la presencia de animales domésticos y finalmente ofrecemos una visión general del estado de la cuestión.
2. LA CRONOLOGÍA
El sistema cronológico que seguimos es el de Cauvin. El periodo crucial que marca el cambio es el PPNB. Ahora bien, s u cronología es muy larga (unos 1.500 años) y es necesario reali-
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORJENTE
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zar un seguimiento de los yacimientos que van a ser clave en el proceso de domesticación: Abu
Hureyra, Tell Aswad, Nevali <;ori, Ain Ghazal, Ghoraifé, Halula, Cay6nü Tepesi, Ganj Dareh y
Ali Kosb (Cuadro 1). Las correLaciones entre los distintos yacimientos son aproximadas.
BP
Periodo 1
Periodo2
Pcriodo3
Natuficusc
PPNA
PPNB ant.
l2.000-1
0.300 10.300-9.600 9.600-9.000
Pcriodo3
PPNB mcd.
Pcriodo 4
PPND rcc.
9.000-8.500
8..500-8.000
Fazael V
El-Wad
Hayonim Ca.
Hayonim Te.
Salibiya 1
Mallaba
Hatoula
Nahal Oren
Netív Hagdud
Jericó
Tcll Aswad
Mureybet
Aín Ohazal
Abu Hureyra
Bcidha
<;ayt:>nU
Ghoraifé
Halula
Beísamun
lA lB 11
1
-lB
lA
m
IVA
---- -- --- -
11
VB
IIB
IIA
~ ---
lA
IV
113
11
11
lA
Basta
Abu Gosh
Zawi Chcmí Sh.
ShanídarBI
Asiab
Nemrík 9
Ganj Darch
Alí Kosh
Fase!
Fase 11
Fase 111
Cuadro 1.- Cronologia aproximada de los yacimientos mencion ados en el texto en BP sin calibrar.
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68
MANUEL P~R EZ R IPOLL
3. LADOMESTlCAClÓN. ACLARACIÓN CONCEPTUAL
Habitualmente se emplea el término domesticación sin que previamente se explique qué es
y qué procesos intervienen en su caracterización. Por ello, es importante responder a estas cuestiones de forma precisa. Para delimitar adecuadamente su contenido, aportamos los puntos de
vista de Uerpmann ( 1996), Helmer ( 1992), Garrard (1984), Gautier ( 1992), Boessneck (1987),
Vigne (2000), Saña ( 1999) y Bokonyi ( 1976); también introducimos apreciaciones personales.
La domesticación se puede definir como el control de una población animal a partir del aislamiento de un grupo de individuos, que son sometidos a una selección artificial para controlar
directamente la reproducción de los animales y para obtener unos caracteres específicos que convienen a los grupos humanos con el fin de satisfacer sus necesidades, ya sea alimenticias o ya
sea de materias primas. En una selección inicial aún puede haber una cierta independencia con
los humanos, pero en una selección avanzada, los animales dependen de ellos, tanto en su alimentación, como en la reproducción y protección. Por ello, a partir de una presión selectiva controlada aparecen cambios morfológicos en los animales, que podrían producirse de un modo
rápido; Bokonyi ( 1976) calcula que después de unas 30 generaciones, las cabras y ovejas, sometidas a presión selectiva, pueden manifestar los cambios deseados en el transcurso de unos 150
años. Pero veremos que no tienen por qué producirse tan aceleradamente y que su manifestación
se mostrará de una manera lenta.
Esta definición es muy general y precisa de una mayor concreción para evitar posibles confusiones. Por ello, la domesticación se determina por los procesos que caracterizan a los cuatro
apartados siguientes:
- Captura y aislamiento de un grupo de animales, siempre a partir de individuos
jóvenes.
- Ruptura del comportamiento biológico natural, fundamentalmente a tres niveles:
a) A nivel reproductivo. La selección natural es sustituida por la selección artificial, que
posibilita que se manifiesten los caracteres que no tendrían éxito en una selección natural,
abriendo los caminos hacia la aparición de una gran variedad de estos últimos y de un control de
los cambios genéticos.
En una selección natural, los machos fuertes dejan su carga genética. En una selección ganadera no sucede así, el macho que se guarda para reproducir será el más dócil. Se evita el más
poderoso porque puede representar un peligro para el pastor o para el control del ganado. No obstante, cuando los animales regresan a un estado de libertad, se puede producir una reversión de
caracteres (el ejemplo más claro es el muflón de Córcega, que se considera descendiente de las
primeras ovejas que llegaron a la isla con las poblaciones neolíticas; algunas de ellas lograron
vivir en libertad y reproducir nuevamente las condiciones naturales - Vigne, 1984-).
La alteración del ciclo reproductivo natural da inicio a una transformación de la madurez
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sexual, del periodo de celo y de la gestación. Los machos jóvenes/subadultos en condiciones
naturales no tienen posibilidades de cubrir a las hembras porque los machos adultos lo impiden
según las jerarquías marcadas en la época de celo. En un ciclo reproductivo artificial se elimina
la competencia y los jóvenes/subadultos participan en el cubrimiento de las hembras. Además,
se puede alterar el periodo de celo y elegir la estación adecuada. En defmitiva, todas estas modificaciones completan gradualmente el proceso de la domesticación. En los estudios actuales de
sociedades ganaderas tradicionales, los vínculos con los ciclos naturales aún existen. Un ejemplo ilustrativo lo tenemos en la comunidad Pomaka (Tracia, Grecia); la estación de celo, la gestación y el parto de las cabras y ovejas siguen los ritmos naturales de las poblaciones salvajes,
debido a la estrecha adaptación de la reproducción de los animales a los ciclos estacionales para
aprovechar mejor los recursos del medio ambiente.
b) A nivel de protección. Desaparece el control regulador natural de la población por parte
de los animales depredadores. Por un lado, la población humana intenta eliminar a estos últimos,
y por el otro el ganado es protegido de su acción por medio de vallas y por la utilización de los
perros como animales de protección. De este modo, se reduce el comportamiento de autodefensa que en condiciones naturales las hembras desarrollan en sus crías para hacer frente a los depredadores. Las reacciones de defensa de un animal doméstico ante un depredador son inferiores a
las de un animal salvaje. Por ello, la dependencia con los humanos es fuerte.
e) A nivel de alimentación. Se regulan los movimientos migratorios naturales de la población. El rebaño se conduce a los lugares de pasto, según la estación de cada año. Si es necesario, se suministra alimento que proviene de la agricultura. Consecuentemente, el régimen alimenticio está controlado, aunque no es una condición imprescindible. Pueden haber animales
domésticos en estado de semilibcrtad.
- Se reguJan artificialmente las pautas de selección de edad y sexo:
a) La mayor parte de los machos y un número reducido de hembras se sacrifican. De los
primeros sólo se dejan unos pocos para que aseguren la reproducción y regeneración del rebaño.
De las hembras se sacrifican aquéllas que por enfermedad o vejez no pueden reproducir, o las
que no son necesarias para formar el núcleo estable del ganado. Consecuentemente, las hembras
y unos pocos machos forman el rebaño estable.
b) La reproducción del núcleo estable del rebaño guarda equilibrio con la producción de
carne para la subsistencia humana. Esta finalidad se puede lograr por medio de una selección
adecuada de la edad de los animales. El límite del sacrificio de los machos se sitúa en el momento en que éstos están en condiciones de enfrentarse a los restantes machos en la época de celo.
Normalmente, esta circunstancia tiene lugar cuando los jóvenes/subadultos alcanzan el mayor
tamaño corporal, entre un año y dos años en las cabras y ovejas, y su permanencia en el rebaño
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MANUEL P ÉREZ RJPOt.l
no es necesaria para la reproducción. Según informaciones etnográficas, se necesitan dos o tres
machos para cubrir a 100 hembras, de ahí la necesidad de eliminar los restantes machos.
Consecuentemente, los perfiles de sacrificio de una explotación ganadera que pretende obtener
carne se caracterizan, por un Lado por la abundancia de animales jóvenes y subadultos, correspondientes a los machos eliminados y a las hembras que no son necesarias para asegurar el ciclo
reproductor, y por el otro, por La menor importancia de los adultos, constituidos básicamente por
las hembras y los pocos machos reproductores.
- La domesticación no se puede entender como un proceso en sí mismo. Su desarrollo
es la consecuencia de la propia dinámica social y por ello forma parte de las manifestaciones humanas:
a) Sociales. El proceso de domesticación se integra en la organización social y es la respuesta a las necesidades que se plantean en una comunidad. La apropiación de las técnicas selectivas puede tener un principio comunitario, familiar o de propiedad privada. Por ello, el control
de la reproducción puede ser la respuesta a la capacidad de aumentar la producción de alimentos y posibilita la emergencia de una división social. En cronologías más avanzadas, además del
control reproductor se sumaría la apropiación de otras técnicas selectivas con el fin de obtener
distintos productos y controlar y aprovechar la fuerza de ciertos animales. Por otro lado, algunos
animales por sí mismos adquieren rango de prestigio, como el caballo. Otros se convierten en
animal de compafíía, como el perro o el gato.
b) Económicas. La domesticación implica una integración del animal en el sistema productivo humano:
-Agricultura. Los animales domésticos, cabra, oveja, cerdo y bovinos se integran en el sistema productivo agrícola con el fin de aprovechar los subproductos al reciclarlos y transformarlos en proteínas. En este sentido y en términos generales, la ganadería surge después de la aparición de la agricultura y la producción ganadera se complementa con la agrícola al convertirse
en un banco de reservas de alimentos para hacer frente a la inestabilidad cíclica del sistema agrícola.
-Fuerza. La utili.zación de la fuerza de los bovinos, asnos, mulos y camellos abre amplias
posibilidades al proceso productivo al posibilitar la utilización del arado y el empleo de estos animales en trabajos de carga (acarreo de productos agrícolas, Leña, estiércol).
-Transporte. Por otro lado, la utilización de las capacidades de los animales de fuerza, incluyendo el caballo, hizo posible el desarrollo del transporte y, consecuentemente, del comercio
masivo a larga distancia de productos de diversa procedencia.
-Vigilancia. Uno de los objetivos principales del perro fue la labor de control y vigilancia
del ganado. Este animal aparece siempre relacionado con la ganadería, como se puede comprobar en los yacimientos arqueológicos en los que se ha tenido la precaución de estudiar las mar-
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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cas que indican la presencia de este carnívoro, no sólo por la aparición directa de sus restos óseos
sino también por la existencia de huesos mordidos o digeridos.
-ComensaJismo. La agricultura trajo consigo la aparición de animales comensales. Su existencia se comprueba por la aparición de un buen número de huesos mordidos por roedores, en
contraste con la escasez o inexistencia de huesos con estas marcas en los yacimientos de economía cazadora y recolectora. Por ello, la domesticación del gato ten1a una importante fmalidad, la
de limitar las plagas de roedores que podían mermar la producción de una cosecha.
e) Culturales. Las sociedades agropastoriles o pastoriles crean sus propios rasgos de identidad en el proceso de domesticación, de modo que las técnicas empleadas se configuran como una
manifestación cultural.
4. SECUENCIA DEL PROCESO DE DOMESTICACIÓN
El proceso de la domesticación fue muy lento de acuerdo con las necesidades, experiencias
y conocimientos humanos. Las fases iniciales de la domesticación pretendieron, según los estudios realizados en diversos yacimientos, producir carne; para ello no es necesaria la selección de
caracteres concretos y voluntarios. De haberse llevado a cabo de una forma voluntaria, con el
paso de 30 generaciones los cambios genéticos serian evidentes, como ya se ha mencionado
anteriormente. Es más bien un proceso lento e involuntario que pretende realizar un control
directo de la reproducción de los animales capturados con el fin de obtener alimentos, sin que
sea necesario el ejercicio de una selección planificada para obtener unas variedades específicas.
Consecuentemente, los tamaños de los animales son parecidos aJ de los salvajes, y tan sólo
podremos determinar su estado doméstico por los patrones de selección de edad y sexo. Este proceso abre la posibilidad del control de la producción de carne y de su activación en los momentos de necesidad.
Las primeras apreciaciones de cambios genéticos se detectan con posterioridad al control
artificial de la reproducción y se manifiestan directamente en una reducción de la cornamenta en
los machos y en una disminución del tamaño corporal de los animales. Estos cambios morfológicos constituyen la prueba directa de la existencia de unas prácticas selectivas que tienen como
objetivo conseguir los caracteres más ventajosos para los humanos. A partir de aquí, la selección
es ya voluntaria y la domesticación coevoluciona con la propia dinámica socioeconómica humana. El control de los animales supone un aislamiento genético con respecto a los animales salvajes, de modo que los cambios morfológicos introducidos se mantienen. Aunque este periodo
es largo y la ganadería está plenamente integrada en la agricultura, se abren las posibilidades
hacia una ganadería especializada en la producción de leche, materias primas (lana, cuero, pelo)
y en el aprovechamiento de su fuerza.
Consecuentemente con lo expuesto, podemos hablar de una cronología del proceso de la
domesticación.
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MANUEL PÉREZ RIPOLL
S. CRONOLOGÍA DEL PROCESO DE DOMESTICACIÓN
La literatura especializada habitualmente distingue tres fases en el proceso de domesticación:
-Primera Fase: Los animales que se domesticaron en primer lugar fueron el perro, la cabra
y la oveja. El perro fue el primero en domesticarse, durante el natufiense. Los ovicaprinos,
durante el PPNB medio.
-Segunda Fase: Posteriormente se domesticaron los bovinos y el cerdo, durante el PPNB tardío y final.
-Tercera Fase: Se domesticaron el camello y el asno. El caballo se domesticó en las estepas
de Ucrania. Así mismo, tuvo lugar la transformación de los productos secundarios, según
Sherratt ( 1997): leche y derivados, lana y pelo, aunque todos no están de acuerdo con su teoria.
Se utilizan los bovinos, junto a los asnos, como animales de fuerza y transporte. Esta transformación tuvo lugar en el neolítico fmal y el calcolftico.
Actualmente está empezando a cuestionarse este planteamiento cronológico. Es muy dificil
determinar la existencia de un foco único a partir del cual se difundió la domesticación. Más bien
cabe hablar de diversos focos situados tanto en los Zagros, como en los Tauros y en el Levante
(Vigne, 2000). Las pruebas iniciales que demuestren la presencia de una ganadería para cada
yacimiento son muy controvertidas por la existencia de criterios divergentes en el tratamiento del
propio concepto de domesticación, de ahl que los argumentos que se utilizan para demostrar su
presencia son distintos y sometidos a crítica. Por ello, vamos a abordar los argumentos que son
empleados para detectar el origen de la domesticación.
6. CRIT..;RIOS QUE PERMITEN DETECTAR LA PRESENCIA DE ANIMALES
DOMESTICOS
Las prácticas selectivas, que anteriormente hemos detallado, conducen a unas alteraciones
de la vida natural de las especies y a unas modificaciones anatómicas. La determinación de una
o varias de estas prácticas nos aproximan a una precisión cronológica del proceso y a su localización geográfica. Los rasgos identificativos del proceso de domesticación utilizados por distintos investigadores se apuntan seguidamente.
6.1. Variaciones drásticas en las frecuencias taxonómicas
Este criterio se basa en la variación de la tendencia o la aparición por primera vez de una
especie que no es propia del ambiente correspondiente a una zona concreta. En el Levante la
especie representativa es la gacela, que aparece omnipresente a lo largo del natufiense, PPNA y
PPNB antiguo. A partir del PPNB medio surge un cambio en la representación faunistica; el predominio pasa ahora a la cabra. Asilo podemos observar en Jericó, Ain Ghazal y Munhatta 3-6.
En Abu Hureyra el cambio no es tan evidente, porque los ovicaprinos pasan de un 6% en el
natufiense (constituidos exclusivamente por ovejas) a un 12-14% en el PPNB medio (-Nivel 2Aconstituidos mayoritariamente por ovejas; sólo hay unos pocos huesos de cabra), aunque para
Legge esta variación es significativa, y piensa, junto a criterios métricos, que son animales
domésticos (Gráficos 1, 2 y 3).
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Naturicnsc
PPNA
PPNB
PPNB
PPNB
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medio
reciente
Gráfico 1.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica mediterrá nea.
Natufiense: 1.· W. Hammeh. 2.-Saübiya. 3.- RatouJa. 4.· MaUaha. 5.- Yiftabel. 6.Fazael. 7.- Hayanim Cueva. 8.- Hayonim Terraza. 9.- Nabal Oren. PPNA: JO.- Nahal
Oren. 11.· Hatula. 12.- Netiv Hagdud. 13.- Jericó. PPNB antiguo: 14.- Nahal Oren. 15.Rorval Galil. 16.- Aswad l. PPNB medio: 17.- Jericó. 18.- Aswad ll. 19.- Ain Gbazal.
20.- Ghoraifé l. 21.- Halula. 22.- Abu Hureyra. PPNB reciente: 23.- Abu Hureyra. 24.Gboraifé U. 25.- Beisamun. 26.- Abu gosh. 27.- Ain Ghazal. 28.- HaJula.
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MANUEL PERfZ RlPOLL
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11
PPNB
reciente
Gráfico 2.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica irano-turoniaoa.
Natufiense y tránsito al PPNA: 1.- Rosh Horesh.a. 2.- Abu Salero. 3.- Ramat Harif. 4.Shuhat Harif. 5.- Khallat Anaza. 6.- Beidha. PPNB medio: 7.- Beidha. 8.- Ganj Dareh.
PPNB reciente: 9.- Basta. 10.- Wadi Tbeik. 11.- Ujrat el Mehed.
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q,ip!llcoUiico
Ncoltico tWfo
Gráfico 3.- Evolución de la fauna correspondiente a la zona fitogeográfica saharo-arabiana.
Epipaleolítico: 1.- Kharaneh. 2.- Uwaynid. 3.- Jilat 6. 4.- Jilat 22. 5.- Azraq 18. 6.- K.
Anaza. PPNB antiguo/medio: 7.- Jilat7. 8.- Jilat 32. PPNB reciente: 9.- Azraq 31. 10.Duweila. Neolítico tardfo: 11.- Jilat 25. 12.- Jilat 13. 14.- Burqu. 15.- Dhuweila.
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MANUEl. PI';REZ RI POLL
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Ghoraifé
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(PPNB reciente)
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Niveles inferiores
(PPNB antiguo/medio)
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Ov
G
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S
(
Gráfico 4.- Representación de la fa una de los yacimientos de G horaifé y <;aylinü.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=Gazella. Ce=Cervus. S=Sus. E=Equus.
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En Tell Halula la presencia de cabras en las fases de ocupación más antiguas (de la 1 a la 5)
del PPNB medio es significativa, y pueden hacer pensar, junto a otros criterios, que una parte de
las cabras eran criadas (Saña, 1999).
En tell Aswad (Ducos, 1993) predomina la cabra desde los niveles más antiguos, lo mismo
que en Beidba (Hecker, 1982), en ambos no hay ovejas. Aunque no se aprecia un cambio en la
representación taxonómica, otros criterios (selección por edades y la osteomctría) han inducido
a Legge ( 1996) y a Ducos (1 993) a hablar de domesticación de la cabra (Ducos prefiere hablar
de protodomesticación).
Jericó muestra una importante variación en los ovicaprinos entre los niveles del PPNA y los
del PPNB, que ha llevado a Clutton-Brock (1979) a hablar de su domesticación.
Con respecto a la oveja, los cambios en sus valores a partir del PPNB medio hacen pensar
que su domesticación tuvo lugar en estos momentos cronológicos. En llalula se encuentra a partir de la fase de ocupación 8, tal vez introducida en un estado doméstico (Saña, 1999). Ghoraifé
está muy cerca de Tell Aswad y por esa razón, atendiendo a razones ambientales, la oveja no
debería de estar presente, sin embargo es la tercera especie en importancia en el PPNB medio y
es predominante en el PPNB tardío (Gráfico 4). Si prestamos atención a la localización de Jericó,
la oveja es una especie que no corresponde al ambiente circundante al yacimiento, sin embargo,
hay algunos restos en los niveles del PPNB, que tanto Uerpmann como Clutton-Brock (CiuttonBrock y Uerpmann, 1974; Clutton-Brock, 1979) no descartan que sean introducidos como animales domésticos.
En el PPNB reciente los ovicaprinos prevalecen en todos los yacimientos. Pero si en el
PPNB medio la cabra predominaba sobre la oveja, en estos momentos la oveja se sitúa por delante, iniciando el patrón de representación típico del neolítico cerámico del Próximo Oriente
(Cuadro 2) y del Mediterráneo.
.Ratio a favor de la oveja
Tell Aswad
Tcll Es Sinn
Bouqras
Gri!illc
<;:ay6nü. Niveles superiores
Ghoraifé 11
Tell Rarnad
Basta
3:1
2:1
4:1
3:1
2:1
3:1
3:1
2:3
Cuadro 2.- Ratio Ovis/Capra. Yacimientos correspondientes al PPNB reciente.
Los criterios expuestos pueden ser válidos para las zonas fitogeográficas mediterráneas y
irano-turonianas; sin embargo en los yacimientos situados en las zonas saharo-arabianas la ganadería se instala posteriormente, en el PPNB reciente, y aún asf la presencia de animales salvajes
es muy importante (Gráficos 1, 2 y 3).
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6.2. Prácticas selectivas
a) Selección por edad. La selección de animales por edad puede significar la existencia de
una cóa artificial de animales si se cumplen los requisitos mencionados más arriba. Ha sido un
criterio que habitualmente se ba utilizado para establecer la existencia de una práctica selectiva
de tipo ganadero. La abundancia de restos óseos inmaduros de ovejas en Zawi Chemi Sbanidar
y Shanidar Bl hizo suponer a Perkins (1964) que ésta era la evidencia de La domesticación de
este rumiante. Sin embargo, la utilización de este criterio por sí mismo no es suficiente, porque
los yacimientos natufienses del Levante tienen unas elevadas proporciones de gacelas inmaduras, que son el resultado de unas prácticas selectivas de caza, en consonancia con una población
sedentaria que pretende obtener la mayor rentabilidad posible a los recursos explotados
(Tchernov, 1993). Por esta razón la selección por edad es común en gacelas y ovicaprinos de
momentos cronológicos distintos (Gráfico 5) y es necesario emplear otros criterios para asegurar el estado doméstico de una población animal.
Los patrones de selección son muy parecidos tanto en las cabras (Ganj Dareh - Hesse, 1984y Aswad -Ducos, 1993-) como en las ovejas (Ghoraifé - Ducos, 1993- ) del PPNB medio y del
PPNB tardío (Gritille B, Assouad, Ras Sharnra YC - Hesse, 1992- ). Estos perfiles son indicativos de la presencia de la domesticación (que se corrobora con la osteometria), con una finalidad
productora de carne.
b) Selección por sexo. El estudio de la determinación sexual ósea no es muy corriente en las
publicaciones, ya sea por la escasez de material óseo, o porque se encuentra muy deteriorado, o
porque no se le concede la suficiente atención. Sin embargo, su rea1ización es importante, junto
con los estudios de edad, para establecer las pautas selectivas que pueden separar una sociedad
cazadora de otra productora. Los yacimientos estudiados en esta dirección son escasos. No obstante, la información suministrada es muy reveladora.
Los restos óseos de gacelas de algunos yacimientos natufienses, como Hayonim, Mallaba,
y Hatoula muestran una elevado número de machos sacrificados. Las proporciones son variadas
según los huesos uti 1izados. Cope ( 1991) atribuye esta selección a una práctica que se acerca a
la domesticación, pues con ella se pretende eliminar a los machos que no son necesarios en la
reproducción y se preservan las hembras como una garantía de la estabilidad de las manadas.
Este tipo de selección contrasta con el perftl catastrófico que Campana y Crabtree ( 1990.) atribuyen a una estrategia de caza masiva y estacional de las gacelas de Salibiya 1 en sus migraciones estacionales, que ha sido muy criticada por Evans (1991) yRowley-Conwy (t991) y, además, no encaja con la elevada selección de los machos de los yacimientos antes citados y con los
resultados cementocronológicos de Hayonim que indican que la caza no era estacional, sino más
bien repartida a lo largo del año. Estas pautas selectivas recuerdan las efectuadas en Asiab con
los ovicaprinos (Bokonyi, 1977), en donde la mayor parte de huesos pertenecen a machos (95%).
Lo que da a entender que las prácticas selectivas de los cazadores del Levante y de los Zagros
serían muy parecidas (Gráfico 4).
Podemos observar que las prácticas selectivas sexuales se acercan a las efectuadas en una
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Selecd6n por sexo. Gacelas (excepto Aslab).% de mac.-hos.
Asiab. Capra
Netiv Hagdud
Hatula. PPNA
Hatula. Natufteose
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Hayonim T.
Hayonim C.
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Selecdón por edades. Gacelas. % de Inmaduros.
Netiv Hagdud
Aswad
Murcybet. PPNA
Salibiya 1
N.Oren. PPNA
N. Oren. Natutiense
Hatula. PPNA
Malla ha
Hayonjm T.
Hayonim C.
Selecci6n por edades. Cabra y oveja. % de Inmaduros
CayonU. PPNB 4.0v/Ca
<;ayonü. PPNB 3.0v/Ca
Beidha. Capra
Aswad. Capra
Abu Hureyra. Ov/Ca
Ghoraifé. Ovis
Z. Ch. Shanidar. Ovis
Shanidar B l. Ovis
Shanidar 81. Capra
Z. Ch. Shanidar. Capra
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Gráfico 5.- Selección por sexo y edades.
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60
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explotación ganadera; las diferencias son pequeñas y basadas en la selección de las edades de los
machos, como podemos comprobar a continuación.
Entre el natufiense y el PPNA parece que no ha habido cambios significativos; los datos de
Netiv Hagdud así lo evidencian. Sólo en Hallan <;:emi (del PPNA) aparecen vestigios de una
selección de edad y sexo en suídos, que según los autores del estudio de este yacimiento se acercan a una domesticación de esta especie (Rosenberg et al., 1998). Por el contrario, en el PPNB
antiguo surgen una serie de transformaciones. El aumento de la representación de los caprinidos
en Nevali <;ori con respecto a los niveles del PPNA de Gobeckü y Cafer, junto a unas pautas de
selección por edad y sexo a favor de machos jóvenes, inducen a pensar en una reproducción en
cautividad en el PPNB antiguo (Vigne, 2000). La edad de sacrificio de los suídos y bovinos de
<;:ayoyü desde los niveles del PPNB antiguo y medio, también son indicios de la domesticación
inicial de estos animales (Óksüz, citado por Vigne, 2000; Hongo y Meadow, 1998). Serían los
vestigios más antiguos de domesticación.
En el PPNB medio, las medidas de los huesos de A in Ghazal señalan una disminución del
tamaño de la mayor parte de la muestra ósea, que Kohler-RoUefson ( 1989) atribuye a una
selección sexual. La mayor parte de los huesos (que tienen estas medidas pequeñas) corresponden a hembras, y constituyen el ganado base reproductor. Los machos son escasos porque
fueron sacrificados cuando eran inmaduros. Esto mismo se observa en el yacimiento de Abu
Hureyra (Legge, 1996) y Ganj Dareh (Hesse, 1984). A diferencia del oatufiense, en el que los
machos se cazaban adultos, ahora se sacrifican cuando son inmaduros. Las pautas selectivas
por edad y sexo reafirman que estamos frente a unas prácticas ganaderas en estos tres yacimientos.
También hay que citar el yacimiento de Asikli; si bien los huesos de cabras y ovejas tienen
unas medidas comparables a las de los animales salvajes (Helmer1 1992), sin embargo la selección por edades corresponde a una caza muy especializada (Buitenhuis, 1997) o incluso a una
reproducción artificial de estos animales (Vigoe y Buitenhuis, en prensa, citado por Vigne,
2000).
6.3. Modificaciones anatómicas
a) Cambio en la forma y tamaño de los cuernos. Es una consecuencia de la selección de los
machos que son utilizados para la reproducción. Se evitan aquéllos que tienen un gran desarrollo de la cornamenta para evitar un peligro. De este modo, se selecciona un carácter que no tendría éxito en un comportamiento naturaL Esta característica fue resaltada por Bokonyi ( 1977)
para demostrar que las cabras del yacimento de Asiab se encontraban inmersas en un proceso inicial de domesticación al presentar unas morfologías intermedias entre los cuernos de cabras salvajes y las de cabras plenamente domésticas. Clutton-Brock (1979) utilizó el mismo argumento
para demostrar la domesticación de las cabras de Jericó en el PPNB; en este yacimiento, además
de los cuernos con morfologías intermedias, aparecieron dos cuernos con morfologías claramente domésticas. Hesse ( 1984) también señala que los cuernos de las cabras de Ganj Dareh
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muestran unas morfologías que son indicativas del proceso de cambio, aunque no confía en ellas
como un elemento de diagnóstico seguro.
Este criterio en sí mismo no es muy fiable, pues en poblaciones naturales pueden aparecen
estas morfologías.
Respecto a la oveja, la domesticación posibilita la aparición de un carácter recesivo, como
es el cráneo de hembras sin cornamenta. En Ali Kosh, fase Bus Mordeh, de un total de 128 huesos que se podían determinar como cabra o como oveja, tan sólo uno pertenecía a oveja y los restantes a cabra (flannery, 1969). Este resto era un cráneo que no tenía desarrollada la cornamenta; justamente apareció en la base inicial del poblado. Flannery adujo que este hueso era la prueba de que la domesticación de este rumiante se inició en los momentos iniciales del poblado.
Actualmente se admite que un solo hueso no es prueba suficiente para demostrar la domesticación, ya que en condiciones naturales de vez en cuando aparecen hembras sin cuernos.
b) Disminución de/tamaño de los animales. La disminución del tamaño es un criterio sólido para poder afirmar la existencia de un proceso de domesticación. La selección natural prima
a los tamaños corporales grandes para cada especie por vía de los machos, que se dilucida en los
rangos jerárquicos que se establecen entre éstos y se consolida en el periodo de celo, cuando los
machos más poderosos cubren a las hembras. La selección artificial rompe con esta modalidad
de selección e introduce la posibilidad de primar los tamaños corporales más pequeños.
Este criterio fue empleado por Davis (1981) para poder confirmar la existencia de perros en
los yacimientos natufienses de Hayonim y MaUaha. Las cabras y ovejas de Nevali <;::ori (PPNB
antiguo) presentan una disminución del tamaño de los huesos que, conjuntamente con las pautas
selectivas de edad y sexo, son indicios serios de domesticación (Vigne, 2000).
Utilizando este criterio, los bovinos de Cayonü también muestran una reducción de los
tamaños desde el PPNB antiguo (l·Iongo y Meadow, 1998). Los de Murcybct TV - PPNB antiguo- (Oucos, 1978) se encuentran en un estado de protodomesticación, en terminología del
autor, basándose en los patrones de selección por edad. Ha sido un método válido empleado por
Helmer ( 1989, 1992), Helmer y Saña ( 1996) y Saña ( 1999) para establecer la domesticación del
vacuno y también de los cerdos.
Según los estudios de Saña ( 1999) en Ha lula el descenso de los valores métricos de los huesos a partir de la fase de ocupación 19 perteneciente al PPNB reciente indicarla que los bovinos
estarían sometidos a una cría artificial y que los momentos iniciales se situarían entre las fases 8
a la 17 (PPNB medio y reciente), momento en el que aún no se habría producido una reducción
de la talla. Los escasos restos de Sus hacen dificil conocer el status de estos huesos, pero la autora señala que la reducción de las medidas de los huesos de la fase 11 (PPNB reciente) y La selección a favor de animales jóvenes inducen a pensar que su cría artificial podría situarse en el
PPNB medio, paralelamente al Bos.
Helmer sitúa la domesticación del Bos y Sus en el norte del Levante. En los yacimientos de
Ras Shamra V, Abu Gosh, Bouqras, Tell es Sinn y Gritille. Según este autor, el Bos aparece
doméstico en unos momentos correspondientes al PPNB tardío y fmal. El cerdo lo encontramos
en Ras Sbamra, Abu Gosh y Assouad, también en el mismo periodo. Ahora bien, los recientes
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M ANUEL P~RP.Z RIPOL.I,
estudios remontan la domesticación de ambas especies al PPNB antiguo, como hemos visto anteriormente.
Con respecto a Capra y Ovis, el seguimiento del. proceso de domesticación a partir de la
osteometría es mayor que en las especies anteriores. Uerpmann ( 1978) estudió las medidas de
diferentes yacimientos del Próximo Oriente del PPNB y logró detectar la existencia de una disminución del tamafio de los huesos a partir de estos momentos, tanto para la cabra como para la
oveja. Sin embargo, Legge (1996) criticó el método empleado porque englobó en un mismo
periodo los niveles que correspondían a momentos cronológicos distintos del PPNB, resaltando
la necesidad de presentar la información por separado (PPNB antiguo, medio, reciente y fmal)
para precisar los momentos iniciales de la domesticación.
La domesticación de la cabra se detecta en el yacimiento de Nevali <;:ori en el PPNB antiguo, utilizando los criterios de reducción del tamaño de los huesos y las pautas selectivas por
edad y sexo (Vigne, 2000). Posiblemente en Tell Aswad la domesticación tuvo lugar desde los
momentos iniciales del Precerámico, es decir, desde los momentos fina les del PPNA y comienzos del PPNB antiguo, coincidiendo con las primeras evidencias de la existencia de La domesticación de los cereales (Legge, 1996). Legge ha estudiado los valores métricos de otros yacimientos y de acuerdo con ellos ha establecido la domesticación de la cabra en los yacimientos
de Ganj Daren, Beidha, Jericó y Abu Hureyra durante el PPNB medio (Legge, 1.996).
En cuanto a tell Halula, los datos osteométricos indican que la cabra fue domesticada desde
la fase 3 (PPNB medio), es decir, desde los momentos iniciales de la ocupación del yacimiento.
Las fases 1 y 2 presentan poco material óseo y no ha podido ser utilizado en los análisis discriminatorios (Saña, 1999).
Con respecto a la oveja, las medidas de los huesos de Ganj Dareb (Resse, 1984) no muestran evidencias de domesticación. EnAliKosb fase Bus Mordeh sólo hay un hueso de esta especie, como ya hemos visto (un cráneo), y con toda probabilidad pertenece a un muflón. Los huesos de yacimientos del Asia Menor, Cafer, <;:ayonü niveles inferiores, son de mutlones (Helmer,
1989 y 1992; Lawrence, 1982). Las evidencias más antiguas de ovejas domésticas las encontramos en Nevali <;:ori del PPNB antiguo (Vigne, 2000). En otros yacimientos, como Abu Hureyra
(Legge, 1996), Tell Halula (Helmer y Saña, 1996; Saña, 1999) y Gboraifé (Ducos, 1993), su
domesticación se sitúa en el PPNB medio, utilizando como criterios los valores métricos y la
selección por edades, aunque Ducos prefiere hablar de protodomesticación. A partir del PPNB
reciente la oveja aparece en la mayor parte de los yacimientos del Próximo Oriente.
7. OTROS CRITERIOS ÚTILES EN EL ESTUDIO DEL PROCESO DE LA DOMESTICACIÓN
Los criterios anteriormente analizados son los más habituales en los estudios sobre domesticación animal Sin embargo, hay otros que pueden aportar una valiosa información que, cotejada conjuntamente, proporcionan apreciaciones sólidas.
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANrMAL EN EL PRÓXIMO ORJENTE
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7.1. Fracturación ósea
Los estudios tafonómicos son importantes para conocer el grado de fragmentación de una
muestra ósea, junto a las marcas de impactos de fracturas para extracción de la médula y las marcas dejadas por los perros (además de otras tipologías de marcas). La fragmentación de un conjunto perteneciente a una economía cazadora y recolectora es muy elevada, mientras que no lo
es tanto en yacimientos de economía productora (Pérez Ripoll, J 992). Consecuentemente, el
estudio del grado de fragmentación y las marcas serían de gran utilidad en la caracterización de
una muestra ósea.
Según Da vis ( 1989) la fragmentación elevada de muestras pertenecientes a yacimientos
paleolíticos se debe al aprovechamiento máximo de los recursos animales. Los huesos enteros
son excepcionales. Por el contrario, vió que eo el yacimiento de Beisamoun (PPNB tardío) era
frecuente encontrar huesos enteros. Este cambio era indicativo de las transfom1aciones que
habían ocurrido. Con la domesticación de los ungulados el aporte cárnico era seguro y no bacía
falta aprovechar intensamente los recursos faunisticos. Era una forma indirecta de sugerir la existencia de la domesticación.
Saña ha estudiado la fragmentación ósea de HaJula y ha comprobado que el material no se
halla muy afectado, especialmente en los espacios interiores de las estrucuras, cuya causa
habría que buscarla fundamentaJmente en la actividad antrópica en relación con "el aprovechamiento de los recursos de las unidades anatómicas (Saña, 1999). Evidentemente, sería un indicio de la actuación humana en consonancia con la actividad económica de una sociedad productora.
7.2. Huesos digeridos
Un apartado importante de un estudio tafonómico es la determinación de fracturas y huesos
digeridos por los perros. La valoración global de estas marcas, conjuntamente con el grado de
fragmentación, proporciona una información vaJiosa para caracterizar el estado ftnal de una
muestra (Pérez Ripoll, 1992).
Davis utilizó el potencial informativo que tienen Los huesos digeridos por perros en el yacimiento natufiense de Hatoula, para demostrar que este animal se domesticó en el natufiense
(Davis, 1985). Helmer hizo lo mismo con los restos óseos del nivel 1A de Mureybet, en el que
confirmó el punto de vista de Da vis (Helmer, 1991 ). De este modo, cobraba evidencia que el
esqueleto de un cachorro encontrado en una tumba de Mallaha y otra de Hoyonirn podría pertenecer a perro (Da vis, 1991 ).
Saña indica que los huesos aJterados por los perros en Halula son numerosos en toda la
secuencia, circunstancia que se complementa con el grado de fragmentación de la muestra y
refuerza el carácter doméstico del conjunto.
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M ANUEL PÉR.EZ. RIPOLL
7.3. La aparición de estercoleros
La microsedimentología ofrece una estimable fuente de información a la arqueologla, entre
la que destaca la determinación y estudio de los restos minerales procedentes de la alimentación
y digestión de los rumiantes, que indica la estancia y estabulación de ganado (Brochier et al.,
1992).
Brocbier ( 1993) ha observado en el yacimiento de <;ayonü la presencia de estiércol acumulado por La estancia de cabras y ovejas en los niveles superiores (PPNB tardío). En los niveles
inferiores no ha detectado tales formaciones. Consiguientemente, es una prueba que concuerda
con los datos faunisticos y viene a certificar la presencia de animales domésticos eo estos
momentos cronológicos.
Sin embargo, estos estudios están en sus balbuceos y en un futuro pueden contribuir a clarificar el proceso de la domesticación.
7.4. Patologías en huesos
En los yacimientos arqueológicos de economía productora suelen aparecer huesos pertenecientes a las patas que tienen fracturas, posteriormente soldadas, producidas por accidentes y
malformaciones óseas debidas a enfermedades. En el yacimiento de Sarab (Bokonyi, 1977) hay
varios huesos de ovicaprinos que tienen exóstosis. También se han determinado dichas malformaciones en las falanges primera y segunda de la cabra del yacimiento de Ain Gbazal, situadas
en niveles del PPNB (Kohler, Gillespie y Metzger, 1988). Estas patologías provocan cojeras en
los animales. Si las poblaciones fuesen naturales, serían presa de los carnívoros, que eran abundantes según el registro faunístico de los distintos yacimientos. Los depredadores como el lobo,
leopardo, zorro, chacal, oso y hiena eran comunes en el Próximo Oriente y se encargarían de
cazar a las presas enfermas y con malformaciones. La aparición de las patología'> descritas son
una prueba clara de que las cabras y las ovejas estaban sometidas a una protección humana y,
consiguientemente, son indicativas de la presencia de una ganadería.
7.5. Marcas de improntas
En adobes del nivel D de Ganj Dareb se han encontrado improntas de pezuñas de cabras y
ovejas, circunstancia que indica que estos animales estuvieron encerrados o transitaron por el
poblado.
8. INTERPRETACIÓN CONJUNTA
Aunando las características analizadas anteriormente, deberíamos concluir que los inicios de
la domesticación se puede establecer hacia el PPNB antiguo y se consolida en el PPNB medio,
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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tanto en el Levante como en el Éufrates y los Zagros. Sólo los datos de Aswad y Hallan <;;emi
sugieren la existencia de indicios de domesticación en cronologías del PPNA.
En la zona de los Zagros, anterior al 9.000 BP no hay indicios de domesticación. Zawi
Shemi Shanidar y Shanidar Bl muestran una especialización en la caza de ovicaprinos, especialmente ovejas en Zawi Shemi Shanidar y cabras en Shanidar B 1, y una proporción de inmaduros elevada (Perkins, 1964). No obstante, no son evidencias suficientes para establecer su
domesticación. Además, las medidas de los huesos no sefialan una reducción de tamaños
(Uerpmann, 1978).
Respecto a Asiab (Bokonyi, 1977) y Nemrik 9 (Lasota-Moskalewska, L
994) la caza de animales adultos predomina sobre los inmaduros. No obstante, Lasota-Moskalewska indica que los
ovicaprinos y los suídos aparecen domésticos a lo largo de las fases T, 11 y ID, sin aportar prueba alguna. Los bovinos se domesticaron a partir de la fase TI por la abundancia de sus restos y
porque los huesos son de animales adultos, argumento que contradice la selección ganadera que
siempre es a favor de animales inmaduros (Gráfico 6).
Los primeros indicios claros de la domesticación en los Zagros y valle de Kermanshab aparecen en Ganj Dareh y Ali Kosh (Gráfico 7). En el primer yacimiento, la disminución del tamaño de los huesos y el sacrificio de los machos en edad joven y subadulta son argumentos sólidos
a favor de la domesticación de la cabra; la oveja de Ganj Darh es salvaje y en Ali Kosh fase Bus
Mordeh sólo hay un resto. En el segundo yacimiento, el argumento que se utiliza es la selección
de animales jóvenes y subadultos en proporicones semejantes a las de Ganj Dareh.
En Anatolia occidental, Nevali <;ori y <;;ayonü (Gráfico 4) son los yacimientos más antiguos
que tienen animales domésticos (PPNB antiguo); cabras, ovejas y cerdos en el primer yacimiento, bovinos y cerdos en el segundo. En Mureybet IV Ducos habla de la protodomesticación de
los bovinos. En Hallan <;emi (PPNA), la fauna está muy diversificada (Rosenberg y Davis,
1992), aunque se apunta la reproducción artificial de Jos suídos (Rosenberg et al., 1998).
En Anatolia central y oriental la domesticación es algo posterior. Como ya hemos visto en
Asikli, la reproducción artificial de las cabras y ovejas se sitúa en unos momentos correspondientes al PPNB medio, aunque el tamaño de los huesos son semejantes a los salvajes. Los estudios realizados en otro yacimiento del PPNB medio, Cafer Hoyük, por ahora parecen indicar que
este yacimiento no contiene fauna doméstica (Helmer, 1989, 1992).
Los yacimientos de Anatolia del PPNB reciente tienen fauna doméstica: Can Hassan lll,
Suberde, Gritille, Hacilar y <;;atal Hüyük. Aunque para éste último Ducos prefiere hablar de protodomesticación de los bovinos y suídos (Ducos, 1988), para Perkins los bovinos están domesticados {Pcrkins, 1969).
En el Levante, son varios Jos yacimientos que muestran indicios de domesticación a partir
del PNB medio, Jericó, Munhatta 3-6, Ain Ghazal, Aswad, Halula, Goraifé y Beidha. Aquí se utiLizan varios argumentos:
J. - El cambio de rrecuencia de las especies representadas a favor de los ovicaprinos: Jericó,
Munhatta 3-6, posiblemente Nabal Oren, Halula y Abu Hureyra.
2.- Existencia de ovicaprinos en áreas propicias a la gacela: Munbatta 3-6, Jericó, Ain
Ghazal, tal vez Ghoraifé.
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MANUEL P~REZ R.lPOLL
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Gráfico 6.- Representación de la fauna de los yacimientos de Asiab y Nemrik 9.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=GazeUa. Ce=Cervus. D= Dama. S=Sus. A=Antilopinos. E=Equus. Cr=Carnívoros.
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Ali Kosh
Fase Bus Mordeh
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Gráfico 7.- Representación de la fauna de los yacimientos de Ganj Dareh y Ali Kosb.
B=Bos. Ca=Capra. Ov=Ovis. G=Gazella. S=Sus. E=Equus. Cr=Carnívoros.
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MANUEL PÉREZ RlPOLL
3.- Disminución del.tamaiio de los huesos: Abu Hureyra, Ain Ghazal, Beidha, Halula,
Ghoraifé y tal vez Aswad.
4.- Selección a favor de los inmaduros y probablemente machos: Ain Gbazal, Abu Hureyra,
Gboraifé, Halula, Aswad.
5.- Las evidencias más claras de la domesticación de Jos bovinos y suídos se encuentran en
el Levante norte durante el PPNB tardío, aunque probablemente se criarían artificialmente
durante el PPNB medio.
9. LA POLÉMICA EN TORNO A LA DOMESTICACIÓN
La discrepancia en la valoración de la información registrada en el material óseo de los distintos yacimientos evidencia la falta de un criterio unitario entre los investigadores. Las posiciones encontradas se observan en la propia valoración del natufiense, que es necesario realizar
como premisa imprescindible para estudiar el paso de una economía cazadora y recolectora a
otra productora
La gacela constituye la especie dominante en la representación faunística de los yacimientos situados en el Levante. Los criterios utilizados en la evaluación de esta especie se basan en
el estudio de los perfiles de edad y en Jos análisis de los valores osteométricos.
Con el natufiense asistimos a unos momentos de cambio, cuya valoración es calificada de
un modo distinto. Hay un punto de partida común, sobre el que se edifican las distintas argumentaciones, basado en la relevancia que se da a la vida sedentaria detectada en los yacimientos
más importantes, como premisa inicial del comienzo del proceso de la domesticación.
Campana y Crabtree ( 1990) hablan de caza comunal de gacelas en el natufiense (Cuadro 3),
que resulta del modelo de organización social desarrollado según las proposiciones de Testart.
La sociedad adquiere un nivel de integración superior al meramente familiar. El líder local toma
decisiones en la recolección intensiva y en la caza comunal; en ella participan varones, mujeres
y niños para conducir los animales a una trampa, tal vez una red, según se infiere de los modelos etnográficos que son empleados para justificar la caza comunal. Este modelo se infiere del
patrón de edad de las gacelas, que según los autores describe un perfil catastrófico. Siguiendo
fielmente la interpretación de los perftles de edad de Cruz-Uribe "un perfil catastrófico implica
el uso de un método de caza, tal como la conducción comunal" hacia una trampa. Los perfiles
de edad de Cruz-Uribe son modelos construidos a partir de ejemplos etnográficos recientes y en
concreto el perfil catastrófico ha sido empleado por Speth (1983) para interpretar la caza masiva de bisontes, por sus costumbres migratorias en las que este gran bóvido se desplaza en masa
a lo largo de centenares de kilómetros. Sin embargo, pensamos que el ·modelo de caza comunal
es muy dudoso aplicado a la gacela, porque no es el método más adecuado para obtener el máximo rendimiento y porque supone la muerte de todo el conjunto de animales que han caído en la
trampa, con lo que no sería posible la caza selectiva que, como hemos observado, es característica del natufiense. Es más apropiado denominar caza especializada a este patrón selectivo,
siguiendo las propuestas de Edwards ( 1991 ).
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
Campana y Crabtree
Natufiense
Caza comunal
Tchemov
Natufiense
Caza selectiva
Evans
Natufiense
Caza especializada
Legge, A.J.
Natufiense
Domesticación de la gacela
Cope
Natufiense
Protodomesticación de la gacela
Horwitz
Natutiense
Caza generalizada
Horwitz
PPNA-PPNB ant.
Caza generalizada
Horwitz
PPNB medio
Caza intensiva. B 1
1-lorwitz
PPNB tardío
Caza intensiva. 82
Horwitz
PPNB fmai-NC
Domesticación
Ducos
PPNB medio/fmal
Protodomesticación
Hcckcr
PPNB medio
Control cultural
Kohler-Rollefson
PPNB medio
Domesticación incipiente
Legge, T.
PPNB medio
Domesticación
Aelmer
PPNB medio
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Domesticación
Cuadro 3.- Los planteamientos diferenciados aportados por diversos investigadores en la evaluación de los procesos del tratamiento animal ba dado lugar al empleo de términos distintos para
explicar dichos procesos desde el natufiense al PPNB.
Hay algunos investigadores que llegan a posiciones más extremas al hablar incluso de la
domesticación de las gacelas, como sería el caso de A.J. Legge ( 1972). Cope ( 1991) llega a
detectar una disminución del tamaño de los huesos como consecuencia de los procesos selectivos por edad y sexo. Estas prácticas se acercan a la domesticación y este autor las califica de protodomesticación. Sin embargo, Dayan y Simberloff (1995) no encuentran motivos métricos para
hablar de una reducción del tamaño de los huesos de la gacela, y consecuentemente no hay evidencias morfológicas de su domesticación. La gacela no se pudo domesticar debido al comportamiento natural de esta especie, que no soporta los espacios cerrados (Uerpmann, 1996).
Tchemov ( 1993) enfatiza que a lo largo del natufiense se produjo una caza selectiva de la
gacela en el Levante, con unos patrones a favor de los machos y de los animales inmaduros. Este
tipo de caza continuó en el PPNA y fue paralelo a un incremento de fauna pequeña, especialmente liebres, perdices y peces. El reemplazo de la gacela por los ovicaprinos en el PPNB hay
que enjuiciarlo como un cambio en las preferencias de caza debido a la sobreexplotación de las
gacelas, como el efecto de un prolongado sedentarismo. Por esa razón, el cambio de frecuencia
de la gacela a los ovicaprinos no debe de interpretarse como una prueba de domesticación.
Horwitz (1993) prefiere hablar de caza generalizada en el natuficnse, PPNAy PPNB anti-
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MANUEL PEREZ RlPOLL
guo. El cambio de especies representado a partir del PPNB medio (sustitución de gacelas por
ovicaprinos) se interpreta como una caza intensiva de ovicaprinos. No se puede hablar de domesticación porque no se aprecia una disminución en los tamaños de estos rumiantes. Este tipo de
caza significa el inicio de la fase de la domesticación (estadio Bl, según su terminología). En el
PPNB tardío todavía persiste la caza intensiva, pero supone un paso más en el proceso de incipiente domesticación al producirse el aislamiento de grupos de ovicaprinos (estadio B2). La
domesticación tiene l ugar en el PPNB final y el Neolítico Cerámico.
L.K. Horwitz y P. Ducos indican que las primeras pruebas evidentes de cambios morfológicos en los ovicaprinos no se tienen hasta el PPNB final. La crítica más sistematizada procede de
P. Ducos (1994, 1998), cuyos argumentos son los siguientes:
1.- A lo largo del PPNB medio no hay una ruptura del status natural de los ovicaprinos.
2.- Los desplazamientos de las agrupaciones animales son naturales.
3.- La selección por edad es dificil de realizar a distancia por los cazadores. Por ello, las curvas de edad son aleatorias.
4 .- Aunque predominan los huesos adultos de hembras, ello no quiere decir que es una práctica selectiva ganadera, sino que, y en el caso concreto de Aswad y Ain Ghazal, los cazadores
perseguían a las manadas de hembras.
5.- Las puntas de flecha indican una sociedad cazadora, no ganadera.
6.- Las evidencias morfológicas de cambio aparecen de un modo inmediato a su captura y
reproducción artificial. Es a partir del PPNB reciente o del Neolítico Cerámico cuando se constatan los cambios genéticos.
Ducos en todo momento habla de protodomesticación. Los bovinos de Mureybet IV están
en una fase de protodomesticación ( 1978), asi como los ovicaprinos de Aswad y Ghoraifé
(Ducos, 1993). tncluso usa el mismo término para definir los ovicaprinos, suídos y bovinos de
Abu Gosh. Para él este término implica una especialización de la caza y una selección por edad
y sexo.
Estos dos últimos autores serían los representantes de los criterios puramente zoológicos,
que no tienen en cuenta que la domesticación es el resultado de un proceso de producción de las
diversas comunidades, que según sus necesidades se apropian de la cría artificial de animales sin
que necesariamente se manifiesten cambios morfológicos (Sañ.a, 1999; Vigne, 2000). Consecuentemente, otros autores enfatizan el proceso desde el punto de vista cultural y social, sería el
caso de T. Legge, 1. Kohler-Rollefson, G.O. Rollefson, J. Clutton-Brock, B. Hesse, D. Helmer.
J.-D. Vigne y M.a Saña.
Para Hecker (1982) las cabras de Beidha no muestran rasgos morfológicos de domesticación. Sin embargo, los patrones de selección por edad son semejantes a los de Ali Kosb. Este
investigador emplea el término de control cultural de las cabras para defirnir la relación estrecha que se establece entre ellas y los buma1_1os.
Kobler-Rollefson habla de domesticación incipiente para explicar las pautas selectivas de
los ovicaprinos de Ain Ghazal. Reconoce que no hay evidencias morfológicas que avalen su
domesticación plena, pero las prácticas selectivas demuestran que la domesticación se ha iniciado ya, pero aún no se han producido los cambios morfológicos (K.OhJer-Rollefson, 1989; KohlerRollefson, Gillespie y Metzger, 1988).
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
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T. Legge y Helmer no tienen dudas en hablar de domesticación de los ovicaprinos desde el
PPNB medio, utilizando argumentos métricos referidos al tamaño de los huesos.
Los criterios de estos últimos investigadores se refuerzan con los resultados de las recientes
excavaciones efectuadas en Chipre. El poblamiento inicial se sitúa en el 10.600 BP a ra{z del descubrimiento de Akrotiri-Aekremnos, lugar utilizado como hábitat por grupos humanos que cazaron hipopótamos (95% del total) y elefantes pigmeos (aunque hay autores que piensan que estos
mamíferos ya se habían extinguido con la llegada de los primeros pobladores), además de recolectar moluscos, pescar y cazar aves (Mandel y Simmons, 1997). Posteriormente llegaron las primeras sociedades agrícolas y ganaderas. Las recientes excavaciones realizadas en Sbillourokambos muestran que este yacimiento corresponde al poblamiento neolítico más antiguo de la
isla, contemporáneo al PPNB antiguo del Levante; la fauna está constituida por ovejas, cabras,
bovinos, cerdos y dama mesopotámica. Fueron introducidos como animales domésticos, excepto la dama (Guilaine et al., 1996) y aunque el tamaño de los huesos es parecido al de los respectivos animales salvajes, las pautas selectivas a favor de machos jóvenes y subadultos sugieren una reproducción ganadera. Consecuentemente, su status ya estaba previamente establecido,
al carecer la isla de los agriotipos. La difusión de estos animales se realizaría desde el Éufrates
o las costas mediterráneas y formaría parte de la expansión generalizada de las comunidades productoras a partir del PPNB (Vigne, 2000).
10. CONCLUSIONES
Durante el natufiense se puso en práctica un modelo de caza que tenía la pretensión de intensificar y racionalizar la explotación de los recursos animales por medio de la aplicación de unos
patrones de selección de edad y sexo, que en parte son una respuesta a la vida sedentaria, al
aumento de la población y a una complejidad cultural detectada en varios yacimientos. En el
PPNA los valores representativos de los distintos taxones no eran muy diferentes a los del natufiense, aunque ya se observan los primeros indicios de reproducción artificial en Hallam <;emi y
Aswad. Los síntomas de cambio se dieron en Nevali <;ori, <;ayonü, Mureybet, Ganj Dareh y
Aswad en el PPNB antiguo, pero no se registraron transformaciones genéticas, los tamaños son
idénticos a los de los animales salvajes, y el seguimiento del proceso sólo fue perceptible a partir de las pautas de selección por edad y sexo. En Shillourokambos la explotación ganadera era
evidente desde los momentos iniciales del poblamiento, correspondiente al PPNB antiguo, afectando a los bovinos, cabras, ovejas y cerdos. En üneas generales, el proceso de domesticación
sólo pasa por el control de la reproducción artificial de los animales. La selección está dirigida
hacia esta fmalidad y los cambios genéticos, de producirse, son involuntarios (Cuadro 4).
Durante el PPNB medio se produjeron cambios importantes en el proceso, que se reflejaron
no sólo en las curvas de edad y sexo, sino también en la representación de los taxones y en el
registro de las primeras variaciones genéticas, documentadas en algunos yacimientos a partir de
Las medidas de los buesos, que experimentan una reducción de los tamaños. En estos momentos,
se puede afirmar que las comunidades humanas comienzan a practicar el control genético, selec-
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MANUEL P ÉREZ RIPOLL
Indicios de domesticación
Comienzo de la domesticación
Domesticación
Selección por ednd y sexo
Volwuario
------Control gcn~tico
In vol un trui o
--------
PPNA
PPNB antiguo
Volunuuio
PPNB med io
PPNB reciente
Cuadro 4.- Evolución del proceso de domesticación.
cionando aquellos caracteres que consideran más idóneos, de modo que la dinámica sociaJ y económica coevoluciona con el proceso de domesticación, ya que los caracteres seleccionados sólo
persistirán si los animales se encuentran bajo el control humano. Estos ensayos se dan a lo largo
de una periodo que cubre unos 600 años, en el que aún persisten ganados cuyos animales no
manifiestan manipulaciones genéticas.
En el PPNB reciente, la domesticación se generaliza a la práctica totalidad de los yacim ientos del Próximo Oriente. La reducción de los tamaños de los huesos es común en los registros
óseos de la gran mayoría de yacimientos, evidenciando el progreso de los cambios genéticos.
No obstante, los planteamientos empleados por los distintos investigadores son divergentes
en la valoración de los criterios utilizados en sus estudios. Unos son puramente zoológicos, como
los de Ducos y Horwitz, que se contraponen a los criterios culturales y sociales de Helmer,
K<>hler-Rollefson, Vigne, Saña, Legge o B<>konyi, entre otros. La argumentación utilizada conduce a los investigadores a proponer cronologías distintas en el inicio de la domesticación. Para
los primeros, las pruebas osteológicas aseguran que la domesticación solamente se encuentra en
el PPNB fi nal o incluso en el Neolítico cerámico. Para los segundos, la domesticación inicial,
verificada a partir de las pautas selectivas y la osteometría, se encuentra en el PPNB antiguo o
medio. Así pues, la disminución de tamaños en una primera etapa aún no se había producido,
aspecto que da la razón a Davis, quién indica que los cambios morfológicos pudieron haber tenido lugar en los momentos posteriores a la cría artificial de los animales (Da vis, 1989), y, consiguientemente, hubo un periodo inicial en el que los tamaños eran parecidos a los de los animales salvajes.
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EL PROCESO DE DOMESTICACIÓN ANIMAL EN EL PRÓXIMO ORIENTE
93
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