La necróplis megalítica del Argilagar del Mas de García (Morella, Castellón)
Norbert Mesado Oliver
Joaquín Andrés Bosch
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ARCHIVO DE PREHISTORJA LEVANTINA
Vol. XXIII (Valencia. 1999)
NORBERTO M ESADO 0 LIVER* Y JOAQUÍN A NDRÉS B OSCH**
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DEL'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA
(MORELLA, CASTELLÓN)
"Por toda la península son bien conocidas las Uamadas construcciones megalíticas, pero precisamente en estas tierras valencianas no aparecen, sin que podamos explicarnos satisfactoriament.e por qué en el mapa mega)(tico español queda en blanco la región valenciana. en la que no
entran estas edificaciones que la bordean. ¿Hemos de pensar en razones geológicas, religiosas,
políticas, sociales o económicas? Cualquiera que sea la causa, Jo cierto es que todavía no hemos
podido dar con una construcción de esta índole en los montes valencianos, pero confiamos en que
llegará el día en que nos veremos gratamente sorprendidos por el descubrimiento de algún
dolmen que, aun siendo modestito, nos permita ganar la apuesta que se mantiene en pie con los
arqueólogos que niegan la posibilidad de tales hallazgos en el reino de Valencia. Hasta que llegue
este momento no nos queda más remedio que justificar la falta de construcciones megalíticas por
la escasez de prospecciones adecuadas" (1).
LA VEGA DEL MOLL, EL MARCO GEOGRÁFICO Y SU PAISAJE ARQUEOLÓGICO
Como resultado de la sistemáticas prospecciones en la comarca de "Els Ports", han sido localizados un importante número de yacimientos cuya carta arqueológica ha publicado el SIP
(Andrés, J. 1994 ). Un buen grupo de ellos se ubican en la Vega del MoJI, estirado paraje morellano encajado entre las sierras de 1' Águila y deis Llivis, atravesado de E a O por el río Calders,
tributario del Bergantes y paso natural de las penetraciones humanas desde el Bajo Aragón y
Valle del Ebro. Corredor con ligera pendiente continuada hacia el O, solamente interrumpida por
• Museu Arq~e Comatca1 de la Plana Baixa -Buniana.
•ESPEMO» ·Morella.
( 1) FLETCHER. D.: Avances y problemas de la prehistoria valenciana en los últimos vcintieineoallos". Disc:unodeAbenura.
Curso de 1952 a 1953. Anales del Cenlto de Cultura Valeociana. ?:' tpoea, Ailo XJV, Núm. 3 l . Valencia. 1953.
•• Cenlte Espeleolbgic
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las elevaciones de la Sem del Mas de Martí cuya cota es de 961 m.s.n.m., punto en el que se
asienta un poblado Ibérico; y el Tossalet del Moll, de 974 m. de cota, con cerámicas atribuibles
al Bronce y Altomedievales. Altiplano perteneciente al Cretácico Superior en su fase Bedouliense
(la propia cubeta de la Vega), escoltado por calizas, margas, margocalizas y areniscas pertenecientes al Hauteriviense-Barremiense Superior (2).
En la actualidad la Vega del Moll es una de las áreas más desarrolladas y productivas del término de Morella. Su relevancia agrícola viene atestiguada desde la antigUedad a través de los
asentamientos humanos localizados en los últimos años (fig. 1), caracterizándose su suelo por la
fertilidad y frescura, con unas precipitaciones medias, anuales, de 650 mm., y un desnivel de
apenas el 5%. La actividad agropecuaria se centra en el cultivo de cereales y en la ganadería de
ovicápridos, complementándose con alguna granja de porcino y alguna cabeza de ganado vacuno
(Gamundi, 1991 ). La cobertura vegetal autóctona está compuesta por pequeños bosques de
encina con algún solitario roble, y un monte bajo de enebros y sabinas degradadas, aliagas,
tomillo, romero etc.
L' Argilagar, topónimo con el que se conoce el yacimiento arqueológico objeto del presente
estudio, queda en las tierras de arriendo del Mas de García, las cuales vienen siendo explotadas
por D. Salutor y Gernino Segura, transmitidas, igualmente por arriendo, de su abuelo paterno
D. Pedro Salutor, apodado "El Dol~o", persona de 92 años (en 1994) que, según relataba sobre
el propio yacimiento en sus asiduas visitas mientras duraron los trabajos de campo, nunca habfa
conocido ni labores agrícolas ni excavaciones intencionadas sobre el propio Argilagar. hecho que
confirman las escasas sabinas y rebrotes de encinas, de las que perdura un menudo bosque en su
zona más NO., amen del matorral con predominio de la Genista scorpius, o "argelaga", la cual,
por su abundancia dio nombre al yacimiento, piedemonte del Tossal de García a modo de
pequeña terraza sobre la bella vega del MoU. topónimo derivado de la calidad agrícola de unas
tierras "mollares" sobresalientes en una dura geologfa de componente Secundario.
El Argilagar del Mas de García está situado en el propio centro geográfico de la Vega, sobre
una plataforma de areniscas, arcillas y margas, elevada unos 5 m. sobre los inmediatos campos
de cultivo, al N de las masfas de El Dol~ y de Garcfa, campo arropado de los fríos vientos invernales por el Tossal del Dol~o y el Tossal de les Roques de Garcfa, por cuyo pie se expande tan
singular estación (fig. 2). Coordenadas: 400, 35', 15" de latitud N; y 00, 6', 50" de longitud o
según el Mapa Top. Nacional, Hoja de "Morella", Edic. de 1972.
Su existencia fue comunicada por D. Salutor Segura y su hijo Gérnino a uno de nosotros
(J.A.), a ambos, pues, nuestro agradecimiento, que hacemos llegar públicamente a oa Laura
Ripollés, propietaria del Mas de García y sus tierras de labor, por su atención y amabilidad al solicitarle el preceptivo permiso para Llevar a cabo los trabajos de campo, agradecimiento que
hacemos extensivo a la Consellerfa de Cultura de la G.V. por habemos facilitado tanto el Permiso
Oficial de Excavación como haber sufragado tales trabajos (3).
Si alcanzarnos el yacimiento ascendiendo por la corta pista que nace en las proximidades del
km. 7 de la carretera que une la Nacional N° 232, ya en las proximidades de Morella, con AresVillafranca y Cinctorres, de apenas 220 m. de recorrido, dicho vial agrícola finaliza sobre unas
{2) Mapa Geológico de Espalla. E. 1:50.000. "Mcxella". hoja S4S. J0.21. MiniSICrio de Industria. Madrid 1973.
(3) La eJCeavaci6n seña autorizada por la ConseUcria de Cultura con fecha 9 de mayo de 1994. dotandosc: con una subvcn·
ci6n de 127 ..SOO pU.. quedando inclujda dcotro de las Exeavaciooes Arqueológicas Ordinarias.
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L'ARGLLAGAR
•
Neo-Eneolítico
@ Edad del Bronce
•
Edad del Hierro
@ Ibérico
•
Romano
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Medieval
Fl.g. 1.- La Vep cid MoU (Mordla), c:oo la sdalizacióo de sus prindpeles yac:imientos arq~ LG.C. Hoja 545. Ed. 1971.
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Fil. 1.- Secdón N-S de la Vega deJ Moll. l. Tossal de Les Roques; 1. L' Al'8lla1ar del Mas de Garda;
3. Campos de labor; 4. Carretera de MoreDa a Clnctorres; S. Mas de Garcla; 6. Rlu Caldes; 7. Les Deveses.
construcciones megalíticas -auténticos "Dólmenes de Valle"- que hemos denominado
«Monumento 1» a la más oriental, y «Monumento Il» a la ubicada hacia poniente. Sus enhiestas
rocas, intencionadamente en distribución poligonal la estructura 1, habían sido ya de antiguo
observadas por el masovero Salutor en el diario pastoreo de su ganado, el cual, estacionalmente,
queda estabulado sobre el propio yacimiento arqueológico.
Distinguiremos en el yacimiento tres tipos de restos arqueológicos: el constituido por las
SEPULTURAS MEGALfTICAS (Monumentos 1 y 11); el fonnado por un conjunto de 24
menudas AGRUPACIONES DE ROCAS, desperdigadas por toda la terraza (de las cuales hao
sido excavadas las agrupaciones n° IV, V y VI); y, finalmente, los PETROGLIFOS ubicados en
el extremo más oriental de la terraza (n° ill), zona de configuración apuntada que delimita las tierras de labor que por el SE., en un plano de menor cota, se extienden hasta la carretera precitada,
que conduce, en dirección O, a Cinctorres (fig. 3).
LAS CONSTRUCCIONES MEGAÚTICAS
MONUMENTOI
Iniciamos los trabajos de campo por la agrupación de lajas más orientales, por el simple
hecho de que habían quedado descamadas en buena parte por ocupar una suave pendiente por las
que discurren las aguas de lluvia (lám. 1), iniciándose en este punto un regajo que, por el S, configura el propio campo arqueológico delimitándolo de otro de labor a unos tres metros de desnivel. También, y por la misma causa. hace escasos años, a 15 m. del Monumento O se excavó
una balsa de retención pluvial para el ganado.
Dada la importancia que para la arqueología del País tienen estas construcciones dolménicas,
e iniciada ya la recopilación de material arqueológico para el Museo de la Valltorta, tratamos con
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Ag. J•• Planta del yacimiento con .. situadcSn de lol cl6lmeaa (1 y D),
agrupadones pEtrus (o, IVNI) y petrogllfoe (DI).
su Director y amigo R. Martfnez su traslado para la conservación de tales estructuras, iniciando
la excavación por el vaciado del vaso dolménico del Monumento I. con el objeto de que las lajas,
asentadas poligonalmente, quedasen "in situ". Los trabajos de campo dieron comienzo en el mes
de Julio de 1994.
La excavadón
Comenzado el rebaje de tierras, de coloración rojiza con nódulos de greda verdosos y
menudas piedras provenientes del arrastre de la descomposición de los bancos denudados del
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propio Tossal de Garcfa, se detectó una agrupación de rocas, de unos 20 cm. de eje, contra el
paramento de levante de la losa 0 ° 1 (fig. 4), las cuales, ubicadas en un solo plano horizontal, prolongábanse hacia el N. en ligero arco, en una zona hoy sin lajas verticales, como queriendo delimitar el círculo del propio monumento, pero quedando aun un espacio de unos 90 cm. sin cerramiento, pudiendo indicar que en este punto N estaría el acceso a la cámara dolménica. puesto que
no parece que este conj unto organizado haya tenido corredor. Dicho solado de rocas pudieran
haber pertenecido al relleno del túmulo que, de tenerlo, habrían sido recicladas para la fábrica de
los ribazos cercanos y, en parte, para el levantamiento del muro medianero, o de propiedad. que
de S a N corta 1•Argilagar por su centro.
Retiradas las rocas procedimos con el rebaje horizontal del propio vaso, excavándose a punta
de navaja para observar cualquier indicio arqueológico por insignificante que fuere y así poderse
cartografiar en cualquiera de las posiciones en que fuese encontrado. Nada contenfan estas tierras de relleno, de tonalidad roja. Tras alcanzar tos 50/65 cm. de profundidad, y ya prácticamente
sobre las bases de las cuatro lajas que delimitan por el O, SO y S el recinto dolménico, empastados en un apelmazado suelo de nódulos acanninados y verdosos, producto de la descomposición de los elementos menores de las rocas de la propia montaña, dimos con el único hallazgo
que, con seguridad, albergaba esta caja o recipiente funerario: los restos de dos personas inhumadas en un mismo plano cuyos esqueletos aparecían en posición lateral encogida y cuidadosamente encarados, equidistando los cráneos, ubicados hacia el SE, 45 cm. (láms. D y ill).
Observados los paquetes osteológicos vimos que estaban inmersos en un durísimo horizonte
deposicional, posiblemente por la natural presión de las tierras compactadas que se les superponían o por el peso del propio túmulo (si es que lo tuvo) hoy perdido. Tales restos se encontraban
en tan deplorable estado de conservación que su craquelamiento -que alcanzaba hasta un estado
pulvurulento blanquecino-. hacía inviable cualquier recuperación anatómica (lám. IV). alguno de
cuyos fragmentos mayores fueron remitidos al Depto. de Anatomía Patológica del Hospital
Universitario "La Fe", Valencia, para la valoración de su tejido óseo (ANEXO
El cráneo del
individuo del lado E, por estar mejor conservado, lo trasladamos al gabinete de restauración del
a
Museu Arqueológic de L Plana Baixa - Burriana, para, conjuntamente con el paquete de tierra
interno (que sirve hoy de sostén a los miles de fragmentos óseos), su consolidación (lám. V y VI).
De haber tenido ajuar funerario el M-1, o bien estuvo compuesto por materias perecederas
(propias de comunidades pastoriles), o el monumento fue violado ya en época antigua. puesto que
en el interior del cráneo recuperado, como puede apreciarse en la lám. V, vemos clavado debajo
del maxilar inferior un fragmento de húmero, claro exponente de algún tipo de remoción osteológica "post mortem".
n.
Elementos arquitectónicos
Las lajas ortostáticas utilizadas en la construcción de este dolmen, proceden del contiguo
cerro denominado "Tossal de les Roques". Placas que hemos enumeramos de O a SE. y que aparecen, intencionadamente, de mayor a menor (fig. 5).
Losa n° 1.- Se encontraba hincada verticalmente, estando acuñada en la zona basal de su cara
exterior por una pequeña laja apuntada. Mientras en su base tangencia con la laja 2•, en su cima
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L:AitQ ILAQAit- Merelle
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Flg. 4.- Planta y sección del Monumento l .
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presentaba una separación de 46 cm., haciéndolo tan solo de 18 cm. en una profundidad de 35
cm., hecho debido a su oblicuo perfil. Medidas, 100 x 100 x 10 cm. Orientación, 300.
Losa n° 2.- Se halla recostada unos 100 hacia el SO. Medidas, 67 x 90 x 9 cm. Orientación,
330 °.
Losa n° 3.- Hincada verticalmente. Medidas, 47 x 64 x 9 cm. Orientación, 315 °. Su separación de la Josa precedente es de 23 cm., motivo por el cual se complementaria su cerramiento con
una laja de 17 cm. de eje. Aparece acuñada en su cara exterior por otra losa de 49 cm. y un grosor
de 12 cm.
Losa n° 4.- Es la última de las piezas verticales, con un perfil superior, descendente, hacia
el E. Medidas, 50 x 55 x 17 cm.
El muro de cerramiento.- Tras las losas precedentes la construcción funeraria se prolongaba en un arco cuya cuerda era de 162 cm. (láms. VD y VID). existiendo una roca suelta, de 33
cm. de eje, a 42 cm. de su extremo más oriental, como queriendo demarcar la planta circular del
monumento, en busca de las rocas aparecidas a solo 26 cm. de la cabecera de la laja 1•, conjunto
posiblemente conservado al amparo de esta gran losa ortostática, y perteneciente, según creemos,
al relleno del túmulo perdido. El eje máximo de las rocas mayores pertenecientes al sector SE del
egando las mayores a alcanzar
M-1, acostadas sobre sus caras más estables, rebasan los 35 cm .• U
los 53 cm. El cráneo más occidental se hallaba contra una roca alargada, de 6 1 cm. de eje, con
una orientación de 500. Su opuesto lo estaba contra otra de perfil rectangular. Ambas. pues.
debieron proteger las cabezas de las personas inhumadas (lám. IX).
Pese a rebasar el nivel de la base de los ortostatos que delimitaban este recinto funerario, D.
Marcos Roca. destacado restaurador incorporado al equipo, igualmente con navaja y espátula fue
levantando el resto del lecho esqueletal, quedando sorprendidos por un fondo con marcada concavidad desplazada hacia la losa n° 1, bacino que presentaba una superficie refinada Oám. X).
Esta concavidad seguía ubicada en el aquí potente manto de ardUas rojizas sumamente apelmazadas, por Jo que la excavación no alcanzó la plataforma o losa de arenisca verdosa que subyace
como paleosuelo a solo 65 cm. de profundidad en el Monumento n. prueba de su señalado buzamiento en el emplazamiento del Monumento l.
Es innegable, pues, que la fabrica de este dolmen funerario de cámara poligonal simple, se
inició "modelando" sobre el barro un cuidado bacino basal, sobre el que se extendió una masa,
posiblemente pastada, con la inclusión de menudos cantos gredosos, "lecho" de los dos individuos inhumados, para cuantos estábamos en Jos trabajos de campo, al unísono. Se tratarla, pues,
de un "matrimonio", hecho ya señalado en otros monumentos megalfticos, por Jo que es muy probable que uno de ambos fue sacrificado para acompañar, "post mortem", a su pareja, con lo que
los rituales que pudieron efectuarse sobre las piquetas y sus desagües en las contiguas losas con
petroglifos (fig. 3, punto III). (rudo arte simbólico vinculado al mundo de la muerte (ConcepciónBlasco, 1997, pág. 52)). pudieran haber llegado hasta el sacrificio de vidas humanas, hecho que
hace más verosímil la exposición que en este sentido hicimos al tratar de otras insculturas, relativamente cercanas, como son las de Las proximidades de Cantaviej a, las cuales contienen un grao
cuchillo de carnicero junto a dos entrantes semicirculares en los que encajan las piernas de una persona genunexa, dándose la "coincidencia" que si en tal posición reposamos la cabeza sobre La losa,
el filo del cuchillo "secciona" nuestro cuello (Mesado y Viciano, 1994, pág. 254, fig. 19, n° 3).
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Flg. 5.- Ortostatos d. la cámara poligonal del M-1.
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En el plano inferior de los inhumados del Monumento 1 de 1 Argilagar, se asentaron las losas
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que perduran ·' in situ" prácticamente con s u verticaUdad inicial, cerrándose esta planta poligonal
(abierta por el N) con medianas rocas, algunas de las cuales subsisten. Cubierto el vaso sepulcral
pudieron amontonarse rocas para demarcar el túmulo, denunciándose este, si es que le pertenecen, por el solado de pequeñas piedras que aparecían contra la losa n° J apenas iniciada la excavación. Con posterioridad, la erosión o la repetida rebusca que estos campos del Moll recibieron
para demarcar propiedades así como la propia fábrica de ribazos. pudieron haber hecho desaparecer los túmulos, fáciles canteras para una arquitectura rural ingente que cubre y personaliza, a
modo de red. el paisaje de Els Ports; aunque tampoco creemos que estos trabajos hayan podido
mermar en exceso tales monumentos puesto que L pobreza tecnológica de su campesinado
a
"hubiera hecho dudosamente rentable el esfuerzo de desmontar una estructura megaLítica con el
fin de obtener unos cuantos metros cuadrados más de superficie de tierra arable" (Diez, 1994,
pág. 56).
Tampoco hemos advertido en este monumento, como igualmente va a ocurrir en el n° D. círculo o "crómlech" exterior, posiblemente por no haberlo tenido nunca.
Es preciso incidir en el extraordinario deterioro de los escasos restos esqueletales de los dos
individuos inhumados que conten(a la cámara funeraria, estado de destrucción y erosión que llega
hasta las piezas dentales, craqueladas aunque completas, con un acenruado desgaste mecánico
masticatorio en ambos cráneos, deformados por la presión del manto de tierra que los cubría.
Ambos habían perdido los huesos más blandos (vértebras, costillas, coxis, omóplatos, esternones,
falanges.), y grandes fragmentos de los huesos duros de las extremidades, todos ellos carentes por
descomposición de sus articulaciones, posiblemente por la erosión hfdrica y acidez del propio
subsuelo.
La inhumación simultánea, caso de la registrada en nuestro M-l, como apuntó M. Garcfa y
J.C. Spahni para la registrada en dólmenes de L región de Gorafe (Granada), ..exige la práctica
a
de sacrificios forzados" (García, 1959, pág. 105).
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MONUMENTO O
Se ubica al O del Monumento I, equidistando 3 1 m. (fig. 3). Antes de comenzar los trabajos
de campo sólo se apreciaban los inicios o testeros de las losas 1, 2, 3 y 4 (láms. X1 y XII), pera
maneciendo ocultas las 5, 6 y 7, exhumadas conforme avanzaba la excavación. En este sector L
terraza presenta un declive hacia el S, de unos 6° .
La excavación
Tras una capa de 20 cm. de potencia, de tierras rojizas, apelmazadas, conteniendo menudos
cantos (fig. 6, Nivel 1), surge otra (Nivel 0), producto de la descomposición de las losas de areniscas micáceas, de tonalidad verdosa, provenientes de los arrastres erosivos de los cerros TossaJ
de Garcfa y Tossal de Les Roques, sedimentación de unos 50 cm. asentada sobre un paleosuelo
fósil, gredoso, de igual coloración y textura, que se desliza a una profundidad media de 70 cm.
(Nivel ill), plataforma que configurará el subsuelo del propio Argilagar, que aflora y delimita por
el S el propio yacimiento arqueológico. Las losas perimetrales n°S. I, 4, 5 y 6, aparecían plegadas
hacia el N puesto que habían sufrido un corrimiento basal hacia el S. suponemos que por el
propio drenaje de la capa freática que corre sobre la losa del subsuelo y el peso de la cubierta del
propio monumento (láms. XIII, XVI y XVII), aunque tampoco podemos negar que su derrumbe
pueda deberse a una violación en busca de un ajuar que no encontrarnos; y las n°s 2 y 3, del
mismo anillo perimetral, lo estaban hacia el E (lám. XlV).
Levantada la losa n° 1, advertimos que su plano superior o cabezal, con un grueso máximo
de 25 cm., había sido rebajado horizontalmente basta tener una superficie lisa en la que se
advierten las incisiones de los punzones o escoplos empleados, con el objeto de servir de asiento
y dar horizontalidad a la cubierta, indicativo de que el círculo ortostático era vertical (véase un
levantamiento o sección hipotética en la fig . 7). Del mismo modo habíase escotado por ambos
extremos la base, con el fin de apuntar la losa para su mejor (?) anclaje en la plataforma basal del
lugar. Su cara N estaba recostada sobre otra arenisca -losa n° 7- de 20 cm. de grosor, techo del
Monumento ll que aparecía totalmente troceado y en parte descompuesto, deterioro sufrido por
la craquelación geológica de unas rocas frágiles ante un clima extremado y húmedo como es el
del Ports, pues no hay que olvidar que por tratarse de la cubierta fue la losa más expuesta al
medio ambiente (láms. XV y XVI). Su grosor máximo se presentaba recto (vertical) en su lado
O, arco del conjunto dolménico sin losas de cierre, detalle que apunta a que era en este frente
(lám. XVII), donde estuvo la entrada. Retirados Jos plurales fragmentos de la cubierta, procedimos al rebaje de la estructura hasta alcanzar la base de la gran losa caliza n° 4 , para cuyo asiento
habíase taladrado, en un diámetro de 150 cm., el paleosuelo o roca basal del yacimiento (láms.
XVID y XIX). E1 monumento no exhumó, como hemos dicho, material arqueológico; tam. oco
p
advertimos huellas de restos óseos.
La losa caliza n° 4 era de perfil trapecial (fig. 8), alcanzando una altura de 14S cm. y un ancho
máximo de 90 cm. en su zona basal, con objeto de presentar una mayor estabilidad. Al levantarla
advertimos que cubría a otras dos, las D0 S y 6, las cuales cerraban el perímetro del monumento por
su cara N, alcanzando unas alturas de 130 y 100 cm. respectivamente, por lo que el total de ortostatos verticales era de seis, estando las menores (n°s 3 y 6), en sus propias bases, asentadas o rec~
cidas con piedras de calza de unos 30 cm. de eje. Las piezas n°S. 4 y S son de caliza numulítica de
coloración gris, siendo las restantes de arenisca amarilla. Ambas calidades son propias del lugar,
pudiéndolas observar en los contiguos cerros del Tossal del Dol~o y de les Roques de Garc(a.
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I:AitQILAGAit - M•,.ll•
MEQALI TO NI 11
Fig. 6.- Planta y secdón dd MonUJMnto O.
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Fig. 7.- AJzado bJpotitico del M-U.
CARGILAGAR - Morella
Flg. 8.- Ortostatos del M·ll.
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De las pequeñas rocas internas del monumento, destacamos dos areniscas (con probabilidad
pertenecientes a una misma pieza aunque no unan), que presentan pocetas en cuyas paredes se
advierte la labor del punzón (fig. 9; lám. XX), instrumento que bien pudo ser lítico dado lo blando
de estas areniscas verdosas en estado hidratado, objetos para la percusión que se hacen abundantes a partir del Neolítico ( Piel-Descuisseaux, 1989, pág. 185). Una mide 32 cm. de altura, 25
de ancho y 13 de grosor, presentando una poceta de lO cm. por 5 de ancho y 3,5 cm. de profundidad. En su lado izquierdo posee otra cavidad circular de 5 cm. de diámetro.
La segunda de las areniscas mide 39 x 36 x 13 cm., comportando una sola concavidad de 5,5
cm de diámetro por 2,5 cm. de profundidad. De relacionarse ambas piedras con los petroglifoides, tendríamos que paralelizarlas con las inscuJturas del propio ArgiJagar, hecho que daría
unidad cultural al conjunto plural de la estación, con cuyo hallazgo y estudio irrumpe el megalitismo prehistórico en el País Valenciano.
Interpretación del Monumento D
No dudamos de que este conjunto megalítico tuvo en sus inicios enhiestas, en planta semicircular, sus 6 lajas de cierre, sirviendo la mayor, la caliza n° 4, de pilar central o columna para
dar a la cubierta una mayor estabilidad. Las diversas alturas basales de las lajas menores (n°s 3 y
6) se corrigieron asentándolas sobre pequeñas rocas, y, a su vez, sobre el paleosuelo o losa basal
la gruesa pieza n° 1, haciéndolo Las mayores (n°s. 2, 4 y 5) sobre el fondo de la cubeta o concavidad excavada en la propio losa basal cuya profundidad se encuentra hoy a unos 70 cm. de la
superficie del campo. Fue, pues, un monumento circuJoide, cubierto, de escaso diámetro, abierto
al O, no habiéndose detectado indicios. de tenerlo en origen, del posible túmulo, a no ser que las
rocas menores que observamos, internamente, contra los ortostatos 2 y 3 (lám. XV), le pertenezcan (4). Su demJmbe parece haber sido violento y primitivo, por el hecho de su propio plegado -tangenciaban todas sus losas- y por el detalle de que la fracturada losa de cierre (n° 7),
"atrapaba" o · ~mzcaba" su propio cabezal (fig. 6, reticulado compacto), detaUes indicativos de
que en el momento de su desplome la cámara no aparecía terraplenada por un proceso lento de
sedimentación.
Otro inconveniente del M-U ha sido el de carecer de un claro vaso inhumatorio, caso del
Monumento 1, y no contener resto alguno, tanto esqueléticos como de ajuar, aunque para hincar
los ortostatos mayores -ya se comentó- fue preciso taladrar, en un círculo de 150 cm., el lftico
subsuelo del lugar. Pero si tenemos en cuenta el mal estado de los restos óseos del Monumento
1 hay que sospechar que la corriente subterránea de las aguas de lluvia, las mismas que pudieron
,
forzar el plegamiento de sus calizas, han debido descomponer y reducir a la nada sus posibles
restos esqueletales, caso de tratarse de un monumento funerario. Tal corriente freática la hemos
podido comprobar tras las fuertes Lluvias dél mes de octubre de 1994. Colmados ambos sondeos,
el Monumento 1 aun permanecía con agua transcurrido un mes de la última precipitación
(lám. XXI). mientras que el U aparecía seco a los 15 días de los aguaceros, por lo que pudimos
proseguir su excavación.
(4) Recordemos en tal senlido las detectadas en el M·l contra la losa l. al socaire de los arrasiJ'eS del agua de lluviA desccndenc del propio Tossal de Gart'Ca.
c
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Fig. 9.- Material lftko de superlide y armiscas con cavidades ftCOgldas en d M-U.
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LAS AGRUPACIONES PÉTREAS
Esparcidas por la superficie del yacimiento Uaman poderosamente la atención varias agrupaciones de pequeñas rocas cuyas superficies enrasan con la del propio campo (láms. x.xn y
XXIII), formando mayormente círculos que, salvo excepciones, apenas alcanzan los 70 cm. de
diámetro. Se han contabilizado 24 agrupaciones, habiéndose excavado las n°S IV, V y VI. La primera, a 19 m. hacia el SE de los Petroglifos (lám. XXIV), casi junto al campo de labor (fig. 3,
punto [V). Aparece formada por la agrupación de 7 rocas, fragmentos ortostáticos colocadas verticalmente, los cuales reposan sobre el banco del subsuelo de J'Argilagar, hecho que comprobamos al excavar las tierras de su alrededor. aquí solamente con una potencia de 20 cm. (láms.
XXV y X:XVl).
Todo este grupo de rocas t.angenciaban arropando a la central, la cual tenía una altura de 45
cm. La losa mayor, la más septentrional del conjunto, tiene un eje de 75 cm. y un grosor de 13
cm. Tal agrupamiento formaba un seudocuadrado de 90 cm. de lado, no conteniendo evidencia
arqueológica alguna (fig. 10).
Las agrupaciones de piedras, sin orden alguno, que señalizamos ella zona NE (de la fig. 3)
delimitando el propio campo de labor, parecen debidas a simples majanos, caso del punto excavado n° V; pero no hallamos explicación para las pequeñas agrupaciones del interior del propio
yacimiento si es que no pensamos en sepulturas para infantes, cuyos restos habrlanse perdido tras
su pronta descomposición.
LOS MATERIALES LÍTICOS
No habiendo dado ningún tipo de ajuar las construcciones megalíticas de 1'Argilagar, nos
dedicamos a explorar minuciosamente las superficies del yacimiento. Mientras su zona más
oriental, por su ligero gradiente hacia el S, apenas dio alguna evidencia lftica (pese a ubicarse
en ella los dólmenes y las insculturas), en la zona a poniente del muro que divide de N a S el
Argilagar, en especial su área NO, allí donde existe un menudo bosque degradado de encinas
(fig. 3), se recogió un buen número de ellos. Y es que este sector del yacimiento, por su propia
configuración, nunca pudo sufrir el fuerte barrido erosivo del agua de lluvia procedente del
Tossal de les Roques, puesto que entre ambos se configura una torrentera. El total de evidencias
lfticas producto de una industria de talla "in situ", dedicando unas dos horas de rastreo, ha sido
de 116 fragmentos de sflex blanco, aunque en roturas más o menos recientes la coloración puede
ser melada. Se hao recogido, también, 5 núcleos sobre cantos de sOex, muy agotados, puesto
que sus ejes no rebasan los 32 mm., prueba clara de que estamos en una zona sin canteras. Sus
mtíltiples y pequeños planos de percusión abogan por una industria microHtica de hojitas, de las
cuales se han listado 10 fragmentos cuyas secciones suelen ser trapezoidales (fig. 9, 3/11 ).
Como pieza más destacada valoramos un segmento de círculo (fig. 9, 1), de s flex blanco, cuyo
dorso presenta un biselado bifacial realizado con la técnica del retoque plano, "técnica que se
está confirmando como una constante de los ajuares dolménicos" (Vegar, 1992, pág. 27). Por
rotura falta uno de sus extremos y presenta fal sas muescas en su ftlo. Altura, 17 mm. De cerámica (a mano) solo advertimos dos fragmentos muy rodados, cuyos ejes miden 14 y 26 mm. respectivamente.
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Fig. 10.- Planta y sección de la agrupación ~tml n• 1v.
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La cronologfa de los escasos sílex del Argilagar encaja bien en un Neolftico de Llanura, posiblemente tras el Neolítico de las cerámicas incisas e impresas no cardiales de Bruixes y Fosca.
cuyo paralelo más cercano sería el yacimiento burrianense al aire libre de El Tirao, estación a orillas del Riu Sec, a dos kilómetros del Mediterráneo (Mesado, 1969). Responde, también. a ese
alto número de yacimientos de superficie, sin estructuras, que se vienen detectando por los aledaños de las barrancadas con Arte Rupestre Naturalista, caso del conjunto "de plaoeUs" de la
Valltorta (del Puntal, Calyades del Mata, Cova de Trenc, etc.); o de la propia GasuUa, aunque en
ellos no han sido detectados enterramientos dolménicos similares a los del Argilagar. Aquf, un
yacimiento cercano, de superficie, con segmentos y hojitas, es el de "La Mola del Solanet", delimitando por el O el propio nacimiento de la Vega del Moll .
Es curioso observar la dependencia, puesta de manifiesto por Fábregas, entre el utillaje lítico
y la propia fábrica de los monumentos funerarios, puesto que llega a la conclusión de que los
microlitos geométricos "son mucho más abundantes en las sepulturas de cámara poligonal
simple", caso de la denunciada en 1' ArgiJagar, que en el resto de las tipologías dolménicas
(Fábregas, 1991 , pág. 242). Pudiera ser que la llegada de tal corriente culturall al norte del País,
en una fecha temprana (con probabilidad Neolítica (5)), provenga del área catalanoaragonesa,
como volveremos a comentar.
LOS PETROGLIFOS
A tan sólo un centenar de metros al SE del Monumento 1 (fig. 3, III), en el extremo apuntado
del yacimiento, allf donde se inicia el gradiente hacia el campo de labor, la plataforma gredosoarenisca que configura el fondo del propio Argilagar aparece denudada, habiéndose empleado su
porción más oriental, en tiempos prehistóricos. para prácticas esotéricas como lo demuestran sus
petroglifoides, esa manifestación rupestre grabada que recientemente hemos detectado en el país
y que J. Abelanet la relaciona con el "mundo megalítico pirenaico", pero cuyo registro cubre
Europa, en especial sus motivos más universales: cazoletas con "desagUes" serpentiformes y
cruces antropomorfas. Estos temas se expanden en el Argilagar sobre dos tipos de soportes: uno,
que por ocupar las terrazas naturales, allí donde los bancos ortostáticos aparecen fracturados,
denominamos "plataformas"; y los segundos, que por aparecer sobre los pei'lascos sueltos, ya desplazados de su ubicación de origen, llamamos, simplemente, "rocas" (fig. 11 ).
PLATAFORMA 1
Como hemos comentado, el subsuelo del Argilagar aflora en su perímetro más oriental. Aquí,
tal plataforma -de arenisca grisácea con mica- presenta una inclinación de unos 4° hacia levante
por lo que sus surcos, grabados con un instrumento agudo, drenan con facilidad hacia su desembocadura, que lo hace a canto de losa (fig. 12 y lám. XXVII). Las insculturas vienen a cubrir unos
7 ml., midiendo su eje mayor, con dirección N, 3 m. En la cota superior de la plataforma, advertiremos una cavidad rectangular, de perfecto contorno, que va a quedar en buena parte dividida
por un estrecho murete de 22 cm. de largo por solo 5 de ancho. igualmente bien dibujado, que
(S) Hc:mos remitido al Labonnorio de: Dlltaeión por Radiocarbono de: la Faculllld de: Química de: la Uni versidad de: Barcelona. 3
00 gr. de: materia ósea. estando a la espera del resultado.
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Flg. 11.- 1'Argllagar. Situación del coi\Junto de inscuJturas.
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Fig. lZ.- Plataforma l.
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arranca de su lado O, cavidad que en la que desembocan en su perfil N dos cortos surcos, ambos
paralelos a otro mayor de 53 cm. de eje que termina dibujando una especie de "ojal". La piqueta
tiene una longitud total de 74 cm. por 35 de ancha y 8 cm. de honda. De su lateral E van a drenar
varios surcos, de perfiJ semicircular, erosionados, cuyo eje mayor alcanza los 118 cm., teniendo
en mitad de su recorrido un apéndice lateral derecho, de 33 cm. de longitud. y una balsilla rectangular con las esquinas redondeadas, de 23 x 20 cm. y una profundidad de JO cm .• siendo la
más honda de las cavidades (lám. XXVID). A su derecha, como podemos observar en la fig. 12
y lám. XXIX, otros surcos se personalizan por tener dos de ellos un nacimiento en "cayado" o en
"hoz" hacia la izquierda (motivo que también se ha interpretado como un "comiforme" (Royo y
Gómez, 1991 , pág.29 fig. 2, A) , con una poceta circular en su mitad el primero, existiendo entre
ambos el canal mejor labrado, con un recorrido de 125 cm., una sección en " U" de 6 cm. de ancho
y una profundidad de casi 3 cm .. surco que nace de una piqueta cuadrada, de 20 x 16 x 6 cm.
Otros canales, con un curso "laberintiforme", podemos ver en el lateral izquierdo de la plataforma, los cuales tiene nacimiento en la piqueta principal, de labra escuadrada, que recuerda la
que vimos en la cumbre del gran peñedo de "Los Cerradicos de la Masía de Casagranja",
Cantavieja (Mesado y Viciano, 1994, pág.252, fig. 18 -1). Estas cavidades de planos rectos, bien
trazados, hacen pensar en el encaste de alguna estructura o "mesa" de madera sobre las que
pudieron practicarse ritos cbamánicos, con posibles degüellos humanos.
ROCA U
A sólo 50 cm. de la plataforma precedente, existe el segundo conjunto de petrogUfos de
m. Se trata de una roca arenisca, amarillenta, de forma prismática, de 150
cm. de eje máximo, con una anchura media dé 60 cm. y un grosor de 35 cm. En su cara o perfil
E se aprecia una lámina ferruginosa que coincide con la que presenta la plataforma basal del yacimiento en el perímetro sobre la que hace asiento, por lo que la roca parece subida ex profeso del
propio linde de la terraza. La cara insculturada drena ahora hacia el O, iniciándose, también, con
una piqueta de 30 x 20 x 10 cm. labrada en su ángulo SE, de la que nacen dos canalillos que van
en busca de sendos entrantes naturales que t.iene la roca en su perímetro O. Otras cupulillas en
"constelación" quedan unidas por surcos que igualmente van a los regajos erosionados del perfil
O del ortostato (fig. 13 y lám. XXX)
1'Argilagar (fig. ll.
ROCAS ID YIV
En la recortada plataforma arenisca de la terraza, la cual delimita en este punto el yacimiento,
y a solo 2 m. al S de las insculturas precedentes, en el propio declive hacia el campo de labor y
junto a los restos de un refugio circular (fig. 11 , m y IV), veremos un frente de arenisca grisácea
procedentes de las fallas que va presentando el borde del paleosuelo de 1'Argitagar. Sus caras
aparecen erosionadas y atacadas por seculares mantos de lJquenes, dos de cuyas rocas, con una
separación de 11 5 cm., presentan sendos potroglifoides antropomórficos muy alterados por la
descomposición lítica superficial (6): uno en "phi", de 26 cm de altura (Roca IV) (fig. 14 y lám.
(6) Para la conservación de las insculturas O ym dado su escaso volumen. hemos propuesto su tras.lado a los muscos de Morel
.
la o al de la propia V
alhona.
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Fig. 13.- Roca
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n.
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Fig, 14.- Rocas m y IV.
XXXll), y el segundo en forma de una cruz de doble brazos, de 29 cm (Roca ill) (fig. 14 y lám.
XXXIU). Los paralelos más cercanos para el primer grabado lo tendríamos en la Mola Remigia
(Mesado y Viciano, 1994, fig. 13 no 2); para el segundo, en la Cova de les Bruixes y en el
Roquedal de los Cerradicos de la Masía de Casagranja (Ibídem, figs. 12 n° 5, y 19 n° 1). evidentes
ideogramas de la figura humana, Jos cuales cubren un macroterritorio peninsular que se expande
desde Andalucía hasta la vertiente francesa del Pirineo oriental, como podemos apreciar en el
yacimiento de "Roe de les Creus", Nobedes, puesto que ambas figuras aparecen sobre una misma
losa (Abelanet, 1990. pág. 23, fig. 9).
La representación en "phi'', también denominada "de brazos en asa", es el "mas reproducido
en número de cuantos motivos-tipo pueden dividirse las figuraciones humanas dentro del fenómeno esquemático" (Acosta, 1968, pág. 28), con gran incidencia en la pintura rupestre de Sierra
Morena, quedando el motivo cruciforme (nuestra losa IV) inscrito dentro de los "ramjformes" por
sus miembros superiores múltiples, "posible idea gráfica de poderío", con incidencia, igualmente,
en la mitad meridional española (Ibídem, págs. 124 y 216). No sería raro que ambas figuras, físicamente cercanas en sus representaciones, respondiesen a sexos diferentes: las formas en "phi",
por su ideograma circular partido, eqwvaldría al sexo femenino, mientras que los ramiformes
serían la representación del mascutino, pudiendo haber tenido en origen (cuanto menos las losas
de 1'Argilagar), la función de "estelas mortuorias". mientras que la Plataforma 1 y la Roca U
pudieron ser las piedras rituales o mesas sacrales sobre las que practicar los ritos chamánicos
(Jordán y López, 1995, pág. 253), pudiendo llegar al sacrificio de vidas humanas. Recordemos a
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los dos individuos del Monumento 1que fueron inhumados al unísono, prueba evidente de que por
lo menos uno fue sacrificado para acompañar a quien pudo haber fallecido de muerte natural.
Las insculturas vasculares de las plataformas de nuestro yacimiento, especialmente las rectangulares (siempre de mayor capacidad, dominantes topográficamente, y en las que suelen tener
nacimiento los canales), quedarán inmersas en el propio lenguaje esotérico del hacer de estas tierras norteñas, puesto que apenas las conocemos fuera de él. La técnica empleada en la confección de los grabados de 1'Argjlagar, como las de todo el conjunto de insculturas que hemos estudiado, fue la del piqueteado (más o menos compacto) de las superficies areniscas utilizando un
percutor de punta, completándose el trabajo, en especial para dar anchura a los surcos de drenaje
{que igual pueden ser de sección semicircular como en U), con un proceso abrasivo por lo que
los impactos de la percusión directa solo se aprecian, si lo hacen, en sus fondos, "motivos tradicionalmente identificados con verdaderas serpientes" (Diez, 1993, pág. 67), y, por ello, ''signo
creador de vida"; pero, a su vez, "portador de muerte" (Morales, 1986, pág. 302).
Por su propia singularidad Jos grabados de las Rocas rn y IV tendrían una cronología
Eneolftica, no pudiéndose modernizar más por el simple hecho de que nada semejante existe en
los innumerables pobladillos rupestres de la Edad del Bronce que conocemos (7), no ocurriendo
lo mismo con los motivos cupuliformes y canalillos, temas con una enorme profundidad cronológica puesto que igualmente podemos observarlos sobre las propias losas dolménicas, caso de
las existentes en 1'Alt EmpordA ("La Taula dels U adres" comporta 25 cazoletas en su mayorfa
unidas por surcos, y el dolmen del "Pia del Dijous" tiene una complicada red de diminutos cupuliformes intercomunicados (Casanovas, 1985, págs. 138/140), como encima de monumentos cristianos modernos (8), temas que tampoco hemos observado en la provincia de Castellón en yacimientos de la segunda mitad del no milenio a. C. Abelanet los observará, igualmente, sobre 15
cubiertas dolménicas del Pirineo Oriental (Abelanet, 1989).
Desde que por primera vez entramos en contacto con el Argjlagar del Mas de García. uno de
los problemas que se nos planteó fue el de si las insculturas y los monumentos funerarios eran coetáneos o no, puesto que bacinos y drenajes rupestres abundan en la Vega del MoU. En su inicio, por
el E, ya los observamos en la cumbre del poblado ibérico de La Serrn del Mas de Martf (Mesado
y Viciano, 1994, pág. 218), y junto al propio Argilagar, si rebasamos la menuda torrentera que deHmita el yacimiento por el NO, a unos 200 m., en la propia base del cerro, hallaremos un enonne
peñedo con cupuliformes y canales semejantes a los anteriores de La Serrn. También advertiremos
pequeftas piquetas si abandonando el Argilagar ascendemos por las laderas del Tossal de les
Roques de Garcfa, cavidades fáciles de encontrar en los bancos fracturados o rellanos de ladera de
las curvas de nivel. Por tal causa, no sabremos si el contexto arqueológico de nuestro yacimiento
es paralelo o no. Ahogarla por el primer supuesto el hecho de haberse recogido en el interior del
Monumento U las dos rocas con pocetas, aunque tampoco podemos asegurar que su función fue la
misma que la de las insculturas al aire libre, puesto que presentan una superficie irregular y no comportan señales de drenaje ni de desgaste, aunque ello pueda deberse a su propio ocultamiento; pero
ahogarla por una cronología paralela a la manifestación dolménica de 1'Argilagar, el hecho de que
en un elevado porcentaje de dólmenes peninsulares (también Mediterráneos), monumentos y cupu(7) Pese a dio. como ya dijimos. cncmos que la mayor 11131Úfestaci6n eulwal puesll de manifies1o por la 1
6:nica del repicado
sobre areniscas al am libre se produce duran~e el Rimo 1 (Mesado y Viciano. 1994. pjgs. 24S y 246).
(8) A la salida de Vi llbella (1" Alcalalen). en su bajada al "Pia··. edSie una eruz de támino que pre.w:nla sobre el ~lteO
gmdeño varias poc:etas con sus pertinen1cs canales de desagüe.
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liformes intercomunicados por surcos son una manifestación común que pudo tener relación con
un mundo de ultratumba ligado al sol y al agua (Áivarez, 1982).
CONCLUSIÓN
De todos es conocida la pluralidad del registro dolménico peninsular cuyas secuencias materiales abarcan desde el Neolítico Final hasta la romanización, hecho que evidencia el dilatado uso
que con el paso del tiempo dio el hombre a estas construcciones ciclópeas, nacidas como auténticos panteones familiares de clan, cuya cronología más amplia queda centrada en el horizonte
Eneolítico precampaniforme (Mujicka, 1992, pág. 19). En algunos puntos de este mapa dolm~
nko, caso del VaHe de Gorafe en Córdoba o el de Liébana en Cantabria (citados simplemente por
ser aéreas extremas), sus agrupaciones van " a responder a razones fundamentalmente económicas" (A. Diez, 1994, pág. 56), por ser valles idóneos para "el desarrollo del pastizal de diente",
medios orográficos que presentan unas estribaciones con una orientación predominante en sentido
E - O, hallándose sus megalitos dominando las valladas de Mediodía. Es lo que ha venido a denominarse "orientación tipo" (A. Diez, 1994, pág. 56), posiblemente fijada por su mayor insolación,
microclima que a v a incidir directamente en el pastizal y en la agricultura inicial de secano, lugares
óptimos para asentamientos humanos semejante a los del Argilagar del Mas de García.
En los estudios sobre el fenómeno dolménico se viene incidiendo en la propia pobreza de los
ajuares, que no los presentan un alto porcentaje, e incluso en la carencia de restos esqueléticos en
sus vasos inhumatorios o núcleos funerarios , hecho que tanto puede deberse a los robatorios
como a la descomposición de los propios depósitos. Al estudiarse los megalitos galaico-portugueses ya se apunta que es "secular y casi universal'' su violación (Fábregas, 1991 , pág. 226). y
al estudiarse el gerundense Dolmen del Doctor Pericot se anota que no registró ni un sólo fragmento de resto antropológico, hecho que sus excavadores atribuyen "a la constitución geológica
del terreno que consume los restos oseos" (Esteva y Tarrús, 1982, pág.49), monumento que sólo
tributaría, fuera de la cámara. un cuchillo de sílex, y en su interior un disco de cuarzo de "tipo
paleolftico". Pese a tales carencias los denominados "dólmenes, tumbas" son, en el contiguo
suelo aragonés, "el elemento (formal) más característico" (Beltrán-Liorís, 1985, pág. 43).
También comportaba "El Dolmen del Doctor Pericot", de planta poligonal, las consabidas
cuñas para asegurar la estabilidad de los ortostatos, siendo su uso plural en los megalitos gerundenses (Esteva y Tarrús, J982, pág. 48). 1 si recordamos este dolmen es por el hecho de tener, a
sólo 12 m., unas losas inclinadas, con cazoletas y canalillos intercomunicándolas, por lo que se
inscribe dentro del importante conjunto dolménico de Las Gabarras, aunque tenga los ortostados
hincados en la arcilla (como nuestro Monumento 1), mientras el resto de los gerundenses lo hacen
encastando las losas sobre regatas abiertas en la roca natural (Ibídem. pág. 5 1).
Posiblemente por violados, los monumentos de 1' Argilagar no han proporcionado ajuar,
aunque tampoco están excavados íntegramente con objeto de mantener " in situ", hasta su traslado, los ortostatos, pues hay que recordar que el Dtr. Esteve, en los apuntes que amablemente
nos ha enseñado de sus prospecciones en el Baix Ebre, encontraba -aunque no siempre- los
ajuares que acompañaban a las sepulturas, de cámara poligonal simple, colindando por el exterior con los propios vasos dolménicos, hecho que debemos i11terpretar como un ocultamiento claramente intencionado para que no fuese encontrado por fos violadores de tumbas, puesto que los
monumentos serían visualmente dominantes en los valles que los albergan (fig. 2).
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No considerarnos piezas de ajuar las areniscas con cazoletas del Monumento U, pues más
bien parecfan piedras de relleno. Fábregas, al estudiarlas, recuerda que solamente el dolmen de
Carvalhas Alvas tributó en el interior de la cámara una de estas piezas. habiéndose recogido el
resto: o bien en la superficie de los túmulos del NO peninsular (seis ejemplares), o entre las tierras de los inicios de los corredores (las dos piedras con cazoletas del Monte Pirleo 2), anotando
igualmente que pudiera tratarse de un simple material de relleno (Fábregas, 1991, pág. 206). No
disponiendo en la Península de otros paralelos cita los de diversos monumentos británicos, donde
también aquf las piedras con cazoletas suelen recogerse en los "cairns" o cfrculos externos, por
cuanto "es difícil plantearse la cronología de estos artefactos" (Ibídem, págs. 206 y 207).
Parece evidente que el megaUtismo constituyó una moda, que nacida en la costa Atlántica
(en la Bretaña Francesa las dataciones por el C- 14 la elevan alrededor del 4000 a. C. (9)) se
expande con fuerza por el resto de los Horizontes Culturales Europeos, impactando sobre el
mundo Eneolftico y alcanzando en la Cultura de Los Millares e12430 a.C. (Beltrán-Liorfs, 1987,
pág. 43), y, como ha sido dicho, sería "el resultado de un sistema de creencias y necesidades culturales" que, prácticamente, cubre Europa (Mujika, 1992, pág. 11 )
La Comunidad Valenciana venía distinguiéndose del resto peninsular por la carencia de
construcciones megalíticas, vacío que era atribuido a "una originalidad de la Prehlstória reciente
en nuestras tierras". suponiendo que el " fuerte substrato Neolítico impidió, o cuanto menos obstaculizó el desarroJJo que venfa produciéndose en otras áreas peninsulares" (Bemabeu 1988, pág.
41 ). Y es que las similitudes intrínsecas entre el mundo megalítico -en general- y el que se refl eja
en los enterramientos múltiples de los hipogeos valencianos durante el Eneolítico es el mismo
(Tarradell, 1965, pág. 57). Ello parece cierto para un momento tan avanzado, pero estamos convencidos de que el megalitismo reflejado en el Argilagar de Morella entronca mucho mejor. ya
lo hemos comentado, con ese horizonte Neolítico detectado por el Dr. Esteve Gálvez en el Baix
Ebre, con enterramientos similares al de nuestro Monumento l (de cámara poligonal simple),
entre cuyo ajuar, también escaso, destaca un vaso globular -hoy en su colección particular- que
presenta como única decoración moldurada, en los arranques de sus acintadas asillas, "bigotis".
De tales trabajos, que permanecen inéditos, aunque terminan de cederse para su revisión y publicación al Servicio Arqueológico del Museo de Amposta, se conoce el haJJazgo del Pla
d 'Empurics, Arnposta-Tarragona. En él, junto a tres losas verticales cuyas dimensiones "oscilan
entre 68 y 55 cm. de ancho y 52 y 70 de alto'', hincadas poligonalmentc, fueron detectados "despojos humanos. muy alterados y meteorizados". Tal era su descomposición que no se pudo
"deducir con absoluta claridad la exacta posición del cadáver''. Su ajuar lo componía un collar,
encontrado "in situ", formado por 33 piezas discoidales de pizarra y 18 de calaira, más "un vaso
cerámico ovoide, con alto cuello cilíndrico, que en su tercio superior lleva a modo de asas dos
pequeños tetones perforados en sentido vertical", sepultura megalítica que el Dtr. Esteve sitúa
alrededor del 3000 a. d. C. (Esteve-Gálvez, 1952, págs. 18 y 19), cuyos paralelos han sido recientemente señalados en la Necrópolis de la Mina de Vallfera (Mequinenza, Zaragoza), correspondiente al "neolítico medio-fmal'', con dos sepulcros de inhumación con cámaras de aspecto circular (sepultura 1) y poligonal simple (sepulLUra 2), "formadas por grandes losas calizas delimi(9) Tambiin ha.brunos de tc:nc:.r pre5tnte las datociooes radiocarbónicas obtenidas en monumentos de la rase antigua. con cáma.r
as poUgonales simples. del NO pe.ninsul:u' (As Rolas. Chan da Cruz o PeiUI Mosqueiru). en tomo al G
llimo tercio dcl lv- milenio a C.
(F4bregas. 1991 . p4g.2S8). c.ronología que crttmos válida. cuanto menos. para nuestro Monumento l.
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tando espacios de 2 m. de diámetro" (Beltrán-Lloris, 1985, pág. 37). El sepulcro 2 posefa una
inhumación doble (adulto y niño) con un ajuar compuesto por cuentas de "dentalium" y discoideas de "cardium", brazaletes de pecten, hachas líticas y materiales cerámicos (Beltrán-Lloris,
1985, pág. 37; Royo, 1986, pág. 21 y SS.).
También en Aragón se incide en la "extrema pobreza" de los ajuares que comportan los conjuntos dolménicos (Beltrán, 1985, pág. 48), y cuando se enumeran los restos antropológicos tan
sólo son listados los de "Piedra Vasar" (varios huesos y un diente), "Cueva de Tella" (fragmentos
de cráneo), y "restos" de tres individuos en "La Caseta de la Bruja" (Ibídem, pág. 49). También
en el importante conjunto de "Les Gabarres" se comprobó "la ausencia casi absoluta (de restos
antropológicos) pues solamente encontramos dos fragmentos minúsculos en el sepulcro n° 25.
Incluso las piezas dentarias que tanta resistencia ofrecen a la descomposición. han desaparecido"
(Esteva, 1965, pág. 12). Tal pobreza se viene atribuyendo a poblaciones pastoriles "de hábitos
ciertamente sencillos" (lbfdem, pág. 49), sencillez que contrasta con la monumentalidad de sus
panteones. No va a ocurrir Jo mismo en la región de Gorafe (Granada). en donde excavados 198
dólmenes se registraron restos de 224 individuos. hecho que pudiera deberse a una clara
influencia de Los Millares (Garcfa, 1959, pág. 108). Para este último investigador. la falta de
ajuar, unido al tipo sencillo de los monumentos (el de planta poligonal sin corredor), se debería
a un "cierto grado de arcaísmo" (Ibídem, pág. 107).
Por novedoso, llamamos la atención del bacioo moldeado en el subsuelo del Monumento l,
cuyo fondo máximo estaba desplazado hacia la losa 0° l . Ignoramos cual sería su fin, aunque
pudiéramos pensar en un receptáculo que pudo servir para facilitar a la pareja inhumada el tránsito de esta vida hacia una prolongación telúrica subterránea; o en un simple drenaje de las humedades de la cámara funeraria, hacia el exterior. Nada parecido hemos encontrado en la extensa
bibliografía sobre excavaciones dolménicas a no ser que pueda tener paralelos rituales con
algunos bacioos labrados en la roca de los fondos dolménicos, caso del encontrado en el dolmen
de Canet d 'Adrí o de la Mota {Esteva, 1985, pág. 95).
En Castellón pudiera darse un hecho ya observado en el Alto Aragón, en donde se presentan
dos áreas claramente delimitadas: una en el prepirineo ribagorzano con cotas inferiores a los setecientos metros en donde se dan las coosuucciones megalíticas de mayor tamaño; y otra en el foco
pirenaico, alrededor de los mil m.s.n.m., en donde se concentran las construcciones megalíticas
menores (Beltrán, 1985, pág. 45). En la zona Norte de nuestra Comunidad, ocurre algo similar,
pues mientras en 1'Argilagar, con cotas de unos mil metros, tales monumentos son de "cariz
menor'', en Almenara (La Plana Baixa) , a escasos kilómetros del Mediterráneo, el conjunto de
bloques pétreos organizados que tenemos en estudio es de "cariz mayor". Tal distinción pudiera
ser aquf casual, puesto que el grupo dolménico de Amposta, con cotas similares a las de
Almenara, presenta unas consuucciones semejantes a las del Argilagar. Tampoco habríamos de
olvidar el menhir oculado ( denominado popularmente La Pedra de Santa Anna), de Vilafamés
(La Plana Alta), hoy en el "Museo del Vino" de esta población (Mesado y Viciano, 1994, pág.
212, fig. 9 n° 1), cuyo primigenio emplazamiento habríamos de rastrear por si en sus aledaños
existen otros restos megalíticos. Son, pues, tres los puntos (Morella, Almenara y posiblemente
Vilafames) que se adentran hacia el corazón valenciano, en donde habríamos de prospectar
enclaves geográficos similares en busca de estas novedosas ' aquf, construcciones dolménicas,
siempre emplazadas por áreas geográficas pródigas en recursos agricologanaderos, puntos de
seculares vfas de comunicación y de transhumancia. En este sentido tendremos que recordar la
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LA NECRÓPOUS MEGALfnCA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARC(A
111
cista megalftica de "L'Aixebe", en término del municipio de Sagunto, donde en 1956, aJ roturar
un campo de algarrobos, a un metro de profundidad, se encontró una "fosa formada por cinco
irregulares Josas de rodeno, dos de elJas, de 1,70 m. de largo por 1 metro de ancho, que junto con
otras dos de 1,30 por 1 metro. formaban los lados de la sepultura, de traza rectangular, y la quinta
losa, partida en dos porciones irregulares, tapaba la fosa". Su interior contenía un par de esqueletos superpuestos, encogidos, poseyendo como ajuar cuatro hachas de piedra pulida (Hemández,
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ANEXO l. ESTUDIO HISTOLóGICO DE LOS ESQUELETOS PROCEDENTES
DE LA CÁMARA N• l DEL "ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA",
por Lufs VTE. TAMARIT MONTESINOS*
Diferentes muestras de los huesos largos de los esqueletos marcados NE y SO fueron descalcificadas con ácidos minerales diluidos (nítrico y clorhídrico), neutralizadas e incluidas en
parafina, previo procesamiento con un aparato automático VIP 2000 de Bayer.
Los cortes efectuados a 5 Mu fueron teñidos con Hematoxilina-Eosina, tricrómico de
Masson, técnicas de plata (reticulioa y meteoamina) y azul directo, variante Picrosirius de
Junqueira (l) para luz polarizada. Los resultados se exponen a continuación.
Histológicamente, a juzgar por la buena lamelación del tejido óseo compacto y de las líneas
de cementación observadas no se objetivan lesiones ante-mortero en las muestras analizadas. Las
osteonas, salvando los artefactos producidos por la degradación post-mortem (diagenesis) muestran una estructuración dentro de límites normales. También se aprecia perfectamente la lamelación del tejido óseo compacto en las fotos con luz polarizada (fig. 9 y JO) espacialmente, así
como en la tinción de plata-metenamina (fig. 9). Las llamadas líneas de cementación, más o
menos rectilíneas o con ligeras muescas, indican que el proceso de remodelación ósea por las
Unidades Básicas Multicelulares (BMU) (2) es normal. En las tinciones de Hematoxilina-Eosina
se ven en imagen positiva (fig. 2 y 3), mientras que en las tinciones de plata en imagen negativa
(fig. 5, 7 y JO).
Los cambios post-mortero son los más importantes encontrados en los huesos estudiados.
Las diferencias observadas en las muestras NE y SO son más bien de grado, ya que los huesos
NE muestran una mayor degradación o desintegración por los efectos de los agentes externos
(fenómenos de tunelizacióo fúngica osteoclásica, recristalización, etc.), en los que intervienen
también factores tales como la acidez del suelo o condiciones del terreno (vegetación, etc.), factores mediambientales (humedad, temperatura, etc.). Todos ellos importantes en el proceso de
recristalización y fosilización del tejido óseo.
El proceso de diagenesis puede afectar tanto a la materia orgánica (fermentación de aminoazúcares por hongos y bacterias, tunelización fúngica osteoclásica), como a la materia mineral
("cristalización-recristalización", "cracking").
El "cracking" (3) no es más que el resultado de la degradación química del hueso debido a
la neofonnación de cristales de fosfato cálcico y/o pirofosfato como consecuencia de la hidrólisis
ácida inicial de la hidroxiapatita y la recristalización por intercambio de iones fosfato con iones
ferroso-férricos para formar cristales de fosfato férrico hidratado (Fe3 [HP04] x8 H20 ), Llamados
• Deparwneoto de Aoatomla Patológica. Hospital La Fe de V
aleocia.
(1 ) L C.U. JUNQUEIRA: ''Diffcn:ntial bistoJogic diagnosis o( osteoid. A study of buman ostcosan:oma coUqeo by lbe
bistocbemical picrosirius polariz.atioo method~. J. Palbol. 148: 189-196, 1986.
(2) P. BALDET. C. MARCELU y G. LÓPEZ: ~Le coocepc de Remodelage Ossewt". En L TEOT. J. VIDAL y J. OOSSA
(eds.): Le 1Wue Osseux. Sauramps Mcdlcal. Mompellicr. 1989. pp. 62-64.
(3) G. GRUPE y U. DRESSES·WER.R.INGLOER: "Decomposiúoo Pbeoomeoa in tbin sectioos of excavatcd human booes".
En G. GRUPE y A.N. OARLAND (eds.): Histology of ancitnt human bones: methods and dia1nosis. Springer· V
crlaa. Berlín. 1993.
pp. 27-36.
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NORBERTO MESADO OUVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
cristaJes de "vivianita", fenómeno que suele acompañar al del "cracking". Es este un proceso de
diagenesis químico, pero también se asocian procesos ffsico-químicos tales como la formación
de los llamados "compuestos de inclusión" que no es más que un intercambio no iónico de cristales de minerales del suelo que se encajan mutuamente entre sí y con los que quedan en el tejido
óseo aprovechando los huecos que previamente ocupaban los de la hidroxiapatita hidrolizada.
Estos fenómenos de "recristaJización" tanto iónicos como no iónicos son muy importantes
en el proceso de fosilización del tej ido óseo, que lógicamente depende del tiempo, además de los
factores mencionados.
En los cortes his tológicos la ''recristalización" se ve bien especialmente en la superficie cortical, que está en contacto directo con el medio ambiente (fig. 2, 6 y 12).
En resumen, los huesos NE (fig. 1 a 9) muestran una mayor activ idad diagenética organornineral que los SO, sobre todo por hidrólisis ácida debida a la acción fungo-bacteriana, mientras
que los SO no presentan cristales de pirofosfato en tanta cantidad, aunque sí fenómenos de "cracking" por interacción química con iones ferroso-férricos y consiguiente formación de cristales de
" vivianita".
Los fenómenos reparativos de recristaJización bao sido más efectivos en los huesos SO (fig.
lO a 13), quizás por el mayor drenaje de zonas húmedas y ácidas del propio lecho donde yacían
los huesos. Lo que ha permitido que éstos conservaran un menor grado de humedad y, por tanto,
de acidez.
La estructura histológica y biológica ante-mortero, a j uzgar por el patrón estructural de los
sistemas de Havers y de la remodelación básica multice1ular (BMU) está dentro de límites normales en ambos huesos NE y SO.
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3
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6
Fig. J•• Ártb de desmmcrlllt/actón de la hidroxtapaull por hidrólisis
ácida fungo.bactcrinna alrededor de los cooduc:tO> de Jla,crs coa la const·
gutcnrc rccn>tthzxión de kx fO
éstos (ptrofosfat~).
Fig. 2 ) J .. lmá¡cnc Mmtlares a la fig. l. En la fig. 3 se 'en la.> hncu
de ttmcntaeión tcillda> postti\·amcnte coa H-E cnue dos canalc~ va\CUl~
Fig. ~-· Tunehu.ctón fúngica ostcoclá>ic.a y áreas de rardacctón 6>ea
por ptrdid3 de matcna Ol'piiO-mineral. La franJa central se ha rono;ervado en
mejor ~lado (Tricrómiro de Masson.)
Fi¡¡. S.· Mtcrocavitattón mcfactiva que reme degradación organo-mincrol rontemcndo probablemente "compuestos de inclu·
sión" cristalinos. Una 1 de cetncntación atraviesa a lo l11rg0 de unatrabkula
Cnc3
Piata·mctcnanuna).
dtl hueso compacto. C\idcnciada en lindón negatt\a C
Fig. 6 y 7.• lm;i¡enc\ ~imitares a las figuras 1, 2 ) 3. 1 bien con unciones diferente>· la fi¡. 6 ron plata-metenamina. y la fig. 7 con tinción de
plata para rettcuhna En t-.1.1 se 'en algunas lineas de ccmcntactón
7
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'ORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUI
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ANDRÉS BOSCH
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Pig. 8 y 9.- TeJocJo c\,co comp•octo noo>tnndo rnrefacción org~no-nuneral por tunclización fúngo~a O\teocl•hoca ahcmando con
10nru. cJen.a~. opacas a la lul polanLllda que repre,~ntan producto\ de recri\lnhucoón.
fig. 1O Tuoelo7acoon fúngoca 0\tetructuro lamelar. En el
.·
centro un canal ,.a~ular ei"O'oonado por doagene~os O<"gano-maneral. Una linea eJe ccmentacoón ;epara la onterfa\C de rcmodelacoón trab«ular.
fig. 11.· "Cracl..ing") fi\Ur;Aeoón dellejodo óseo por fonnacoón de cmtalc' de vovoanJta.
fig. U.- Doagcne\is moneral con recnstal11acaón. procc>O cJe:.cnto en la log. 1
Pig. 13.- ~hcrocavicación rarcl~cuva. >imilar al de la fig. 5. Junto a fenómeno' eJe recriscalozac•ón. Un pequei\o trn)eclo eJe la
>Uperficoc exccma muc,cr:\ un frence eJe cJe,mmcralización por la ero\IÓil moneralo-diagenétJca.
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ANEXO O. RELACIÓN DE LAS PIEZAS DENTALES PROCEDENTES
DEL ESQUELETO S.O. DE LA CÁMARA N'" 1 DEL "ARGILAGAR DEL MAS
DE GARCÍA", por J. Feo. BAU.ESTER
Procedente de las excavaciones efectuadas por el Departamento de Arqueología del Museu
Arqueologic Comarcal de la Plana Baixa, en el "Monumento 1 del Argilagar del Mas de García de
"
Morella, se nos entregan, para su simple cataJogación, 18 piezas dentales, distribuidas como sigue:
- Un incisivo central superior derecho (11), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un incisivo lateral superior derecho ( 12), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un canino inferior izquierdo (43), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un canino superior derecho (13), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
-Cinco premolares, con ausencia de caries y abrasión Tipo U.
- Nueve molares, cuatro superiores y cinco inferiores. El único molar íntegro es el 18, por lo
que hay que suponer que nunca erupcionó, por cuanto tendríamos dos hipótesis: que pudiera tratarse
de un cordal incluido, o que el individuo inhumado aquí murió antes de Jos 20 años. En los tres
molares superiores hay ausencia de caries, presentando una abrasión del Tipo 1; en los cinco inferiores ocurre Jo mismo, aunque la abrasión es del Tipo U, según la clasificación de Herd y Péóer.
En líneas generales todas L piezas presentan un proceso erosivo post-mortem muy maras
cado, habiendo perdido el esmalte coronario y el cemento de la dentina radicular. Tanto coronas
como raíces. a simple vista, aparecen con alteraciones morfol6gicac; producidas por múltiples
corredores laberínticos colmatados por concreciones térreas, efecto de la abrasión erosiva debida,
posiblemente, a la falta de una cubierta en esta arquitectura de cariz dolménico, por cuanto Jos
esqueletos de sus dos inhumados han perdido grandes zonas óseas.
Otros datos a destacar son el uniforme desgaste oclusal de las piezas, indicativo de una masticación correcta aunque rica en silicatos, dieta propia de un horizonte Neolítico que ha incorporado masivamente las gramíneas molturadas en molinos cuyo desgaste introduce arena en la
harina integral resultante; y que ninguna de las 18 piezas presentan patologías, estando libres de
caries, tanto éstas como las piezas del cráneo del individuo contiguo, hecho que pudiera deberse
a una dieta muy baja en azúcares elaborados.
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NORBERTO MESAOO OUVBR Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
ANNEX m DATACIÓ RADIOCARBÜNICA D'OSSOS HUMANS DEL DOLMEN
1 DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCIA, per JoAN S. MESTRES 1TORRES*
Arnb la fmalítat de procedir a la seva dataci6, el Laboratori de Dataci6 per Radiocarboni de
la Universitat de Barcelona ha rebut del senyor Norberto Mesado Oliver del Museu Arqueologic
de la Plana Baixa una mostra de material ossi d'origen huma provinent del jaciment aoomeoat
L'Argilagar del Mas de Garcia situat a MoreiJa (Els Ports).
l. OBJECfE DE LA DATACIÓ 1 DESCRIPCIÓ DEL MATERIAL REBUT
El material ossi datat prové de la cambra sepulcral ocupada per les restes de dos individus
del Dolmen l. Per l'estructura del dolmen i el material Htíc trobat en el context arqueologic,
aquestes pot atribuir a finals del Neolftíc. L'objecte de la dataci6 per radio-carboni és dones datar
aquest moment cronocultural alhora que el megalitisme al nord del País Valencia.
El material va arribar en dues porcions corresponents a sengles trameses, de 297 i 295 g, i
estava constitu"it per fragments d' ossos de longirud inferior als 15 cm coberts d' una fina capa de
terra fortament adherida a la seva superficie.
l. TRACI'AMENT DEL MATERIAL
Els materials objecte de dataci6 se sotmeten a un tractament que té per fmalitat eliminar els
components aliens a la seva propia oaturalesa i la contaminaci6 procedent de !'exterior causada
per compostos químics d 'edat no definida i conservar, ambla major integritat possible, els coostítuents representatíus de l' edat del material datat En el cas del material ossi, at~ que el col·lagen
no és susceptible de bescanvi de carboni amb el medi exterior, és un constituent que compleix
aqueUs requisits. En consequencia. la finalitat del tractaroent químic del material ossi és l'extracci6 del col·lagen i la seva recuperaci6 amb un grau de puresa tan elevat com sigui possible. En
tractar la primera porci6 del material presentes va observar que el contingut de col·lagen era molt
baix i per aquest motiu es va intentar també la dataci6 d'altres fraccions del material ossi: els carbonats i la mat~ria orghnica no proteica. Tot i reconeixent el risc que aquestes fraccions estiguessin
contaminades i que la contarnioaci6 no es pogués eliminar, es va intentar la seva dataci6 per tenir
dates altematives en cas d'impossibilitat de l' tís del col·lagen per la seva escassetat o bé per
refo~ar el valor de la data obtinguda del coJ.lagen en cas d 'obtenir un resultat poc precís.
Els fragments d ' ossos es van raspallar superficialrnent amb un raspall metAl·lic per eliminar
la pAtina adherida a la seva superficie i els fragments es van fracturar per tal de detectar la possible pre~ncia de terra, arrels o altres elements estranys en el seu interior. El material net procedent de cadascuna de les porcions, amb un pes de 289 i 277 g, es va moldre a una granulometria
inferior a 250 mm. El material molt procedent de la primera porci6 es va tractar amb acid clor-
• l.aboratori de Dat~eió per Radioc:arboni. Universitat de BU'Cdona.
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LA NECRÓPOU S MEGALfTICA DEL' ARGD.AGAR DEL MAS DE GARCfA
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hfdric 2M per tal d'elimioar la fracció mineral i els possibles carbonats procedeots de la circulació d'aigUes. El residu insoluble, constituit majoriWiament per col·lagen, la resta de mat~ria
orgW1ica i les perites restes de terra que poguessin romaodre a la trama trabecular de les epífisis,
es va tractar arnb solució reguladora a pH 3 a 90 OC duraot 18 hores amb la fmalitat de produir
la hidr~lisi del coHageo a gelatina i aconseguir així la seva dissolució. Finalment, evaporaot la
solució resultant de la hidrolisi es va obtenir un residu constitu'it per gelatina. apte pera la datació.
La quantitat de gelatina recuperada va ser de 3,1 g que representa un rendiment de només un 1%.
Davant del baix rendiment en gelatina, es va reservar també per a la datació el residu insoluble
de la hidrolisi del col·lagen a gelatina que conté la mat~ria orglnica no proteica.
El material molt proceden! de la segona porció es va utilitzar també pera la datació de la fracció
carbonat per a la qual cosa es va atacar en un reciote tancat i previarnent evacuat amb ~cid fosfOric
2M i es va recollir el dioxid de carboni resultaot de la descomposició dels carbonats. El residu de
l'atac arnb ~cid fosfbric es va rentar fins a la neutralitat i seguint el mateix procediment descrit pera
la primera fracció es va extreure el col·lagen i es va reservar el residu de la seva hidrolisi.
3. PREPARACIÓ DE LA MESURA RADIOMETRICA. SfNTESI DEL BENzE
At~ que
la mesura del contingut de radiocarboni no és possible efectuar-la directament sobre
les fraccions de l'os previarnent separades, aquestes es transformen en un compost químic adequat
que permeti dur a terme la mesura de l'activitat per escintil·lació líquida. A continuació es descriu
el procediment químic que condueix a la prepara-ció d'aquest compost quírnic: el benze.
Els respectius residus de mat~ria organica resultants de l'extracció del coJ.lagen i els de gelatina resultants de l'evaporació de la solució resultant de la hidrolisi del col·la-gen procedents de
cadascuna de les porcions es van reunir i es van cremar en tub de combustió sota corrent d'oxigen. El dioxid de carboni resultant de la descomposició deis carbonats i el dioxid de carboni
resultant de les combustions, convenientment puriñcat i sec, es va deixar un mes en espera
perqu~ es produfs el decaünent radioactiu del 222Rn que el pogués acompanyar. Traoscorregut
aquest temps, es va mesurar l'abundlncia isotopica del 13C del material per espectrometria de
masses en una petita mostra de diO-xid de carboni. Posteriorment, el dioxid de carboni restant es
va reduir arnb liti metal·lic a carbur de liti, aquest es va hidrolitzar a acetil~ arnb aigua de baix
contingut de triti i, finalment, l 'acetil~ es va trimeritzar catalfticament a benze.
4. MESURES RADIOMETRIQUES
La mesura del contingut de radiocarboni present en el benze producte de les sfntesis descrites
es realitza mitjan~t una t~ nica radiom~trica. l'escintil·lació lfquida. Per tal de mesurar l'activitat del benze es prepara la solució de mesura, pesant-ne 5,00 ml que s'afegeixen a vials de vidre
de baix contingut en potassi juntameot amb les quantitats adequades deis escintil·ladors Bu-PBD
i Bis-MSB en forma solida. previament pesades. Si la quantitat de benre obtinguda de la síntesi
és insuficieot, el benze producte de la síntesi es dilueix gravim~tricament amb benz~ inactiu grau
a
Reactiu Analftic fins a 5,3 mi i amb aquesta meseta bom prepara la solució per a L mesura de
l'activitat de la manera explicada previameot
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NORBERTO MESADO OLlVER Y JOAQllfN ANDRés BOSCH
Com a substancia patró pera la mesura de I' activitat inicial s'utilitza Acid Oxalic 11, subministrat pel Nationallnstitute of Standards and Tecbnology (USA), el qual s' oxjda a dioxjd de carboni amb solució de permanganat pothsic i posteriorment es transforma en benze de manera
id~ntica a la de les mostres (1 ). La preparació de la solució pera la mesura de l'activitat inicial
es duu a terme també de manera id~ntica a la de les mostres.
El valor del fons associat a cada vial es determina a través de la mesura de dos blancs de
referencia preparats de manera id~ntica a La de les mostres pero utilitzant benze inactiu per a la
solució de mesura.
Les mostres, dos patrons d'activitat inicial i els dos blancs de referencia pera la mesura del
fons es compten durant un temps mínim de 36 bores cadascun, dividides en intervals de 40
minuts en un comptador de centeU
eig líquid LKB-Wallac 1217 Rackbeta. L'efici~ncia de la
mesura es determina per a cada interval a través d ' una corba de cali-bratge de l ' efici~ncia en
funció de l' extinció, pr~viament establerta amb patrons d ' activitat similars a les mostres i preparats al mateix laboratori ( 1).
S. RESULTATS 1 DISCUSSlÓ DE LA MESURA RADIOMETRICA
Els resultats de la mesura de )'abundancia isotopica del 1JC (d13C) i els resultats del compte
i La mesura de la radioactivitat, juntament amb la seva incertesa expressada en forma d' una
vegada la desviació típica (1), pera cadascuoa de les fraccions es presenten a la Taula l. Tot i que
els valors de l'abundancia isotopica del 1lC sóo normals pera les fraccions carbonat i col·lagen
(2), l'activitat del radiocarboni en aquesta fracció és més gran que en les altres dues fraccions.
Aixo demostra 1' exist~ncia de bescanvi isotopic entre els ions carbonat de 1' os i els del medi exterior dissolts en les aigUes d ' acord ambles apre-ciacions fetes en !' informe de l'estudi bistologic
(3) i també la presencia de ma~ria orgaruca més jove adquirida a través de processos post-deposicionals. Aquests fets inhabiliten les fraccions no proteiques pera la datació i aquesta s'bawi de
basar exclusivament en el resultat de l' anllisi del coJ.lagen.
TAULAI
(J)
'llwde
IIIOitra(1), AaN
(L)
'llwde
de compCe
oormalltuda
delbem
oormalltzada
ddbenU
petnS(l), AoN
(~)
(cpm/J)
(cpm/J)
Foas
Quaatltat
debma
mesurada
(cpm)
(cpm)
(cpm)
decompte
Carbonat
·1
0.59 3.6359
25.43 tO,II 2.956t0.046 22.48 t 0.12
72.899 t0.01
2
8.23St0,1)13
1
0.862t0,1)19
Col·la¡eo
·21.17 1
.6247
10,270t0.068 3.020t0.046 7,2Sito.083
72.9032t0,0053 6,074t0.069
1
0.862t0,1)19
Malma
·23.40 O.Sl383
S,81StO,OSI 2.934t0.046 2.880t0.069
72.901St0.0074 7,66 t0,18
1
0.862t0,1)19
cqinica
no proteica
-
120 -
[page-n-121]
LA NECRÓPOUS MEGAÚTICA DE L'ARGlLAGAR DEL MAS DE GARC{A
121
El catcuJ de l'edat radiocarbOnica es basa en els resuJtats experimentaJs mostrats en aquesta
taula i respon a l'equació següent:
R = (TI/2 nn2) X ln (AoN IAsN)
L'aplicació d'aquesta equació als resultats de la mesura radiom~trica de la fracció col·lagen
permet calcular la data radiocarbOnica. EJ resuJtat de la datació (6) i el codi del resuJtat, assignat
pel Laboratori, es el següent:
Ossos humans
procedents del Dolmen 1
UBAR-520
4670 ± 100 BP
Els presents resultats només donen fe de les mostres rebudes.
6. CALmRATGE DE LES DATES RADIOCARBQNIQUES
La datació per radiocarboni es basa en una hipetesi fonamental que és la suposició que
el contingut especffic de radiocarboni presenten els materials susceptibles de datació s'ha mantingut constant en el rranscurs del temps. Com que aquesta hipetesi no és totaJment exacta. sinó
que hi ha hagut fluctuacions d'aquest contingut, les edats calculades sobre la base d'aquesta hipOtesi tenen un carncter convencional, ja que presenten desviacions respecte les edats expressades
en la escala cronologica solar i defineixen l'anomenada escala cronolbgica radiocarbOnica.
Mesurant l'edat radiocarbOnica d'anells d'arbres d'edat coneguda a través de la dendrocronologia, s'han establert unes corbes, que actualment abasten els darrers 11.390 anys, que relacionen
l'edat radiocarbOnica convencional amb l'edat expressada en !'escala cronolbgica solar. Aquestes
corbes, anomenades corbes de calibratge, no són monbtones i no estableixen una relació biunívoca entre !'escala cronolbgica radiocarbOnica i !'escala cronolbgica solar, sinó que a cada data
radiocarbOnica pot correspondre més d' una data solar.
A causa del caracter no lineal i de la complexitat de la corba de calibratge, la distribució
de probabilitat de la veritable data calibrada a l'entom de la data calibrada experimental no és
normal, com és el cas de la distribució de probabilitat de la veritable data radiocarbOnica a l'entom de la data radiocarbbnica experimental. La distribució de probabilitat de la veritable data
calibrada és una distribució de probabilitat asim~trica i complexa que pot presentar distintes
modes a l'entom de les quals es defineixen un o diversos intervals de probabilitat, la suma deis
quals és igual a una probabilitat del68,3% o bé del95,4%. S'escullen aquests valors per analogia
amb la distribució de probabilitat de la data radiocarbOnica i corresponen a la probabilitat que la
veritable data radiocar-bbnica caigui en un interval de temps que centrat en la data radiocarbOnica experimental tingui una amplada equivalent a una o dues vegades la desviació típica, respectivament (4).
La Taula ll mostra els resultats del calibratge (7) aplicat a la data radiocarbOnica present,
essent el significat de les columnes el que s' indica a continuació:
Columna A:
Codi de la data radiocarbOnica assignat pel Laboratori.
-121-
[page-n-122]
122
NORBERTO MESADO OUVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Columna B:
Data radiocarbOnica amb la seva incertesa expressada com la desviació
típica.
Columna C:
Dates caJibrades experimentals corresponents a les interseccions de la data
radiocarlxmica experimental amb la corba de caJibratge (5). Corresponen
a les modes maximes de la distribució de probabiJitat de la data calibrada.
Columnes O i E:
lntervals de la data calibrada centrats en les modes de la distribució de probabilitat correspooents a una probabilitat total del 68,3% i probabiUtat
associada a cada interval, respectivament.
Columnes F i G:
lntervals de la data calibrada centrats en les modes de la distribució de probabilitat corresponents a una probabilitat total del 95,4% i probabilitat
associada a cada interval, respectivament.
TAULAD
Callbntge de la dahl ndiocarbl>nka
A
UBAR-520
B
e
D
E
F
G
4670J:IOO BP
cal BC 3496
cal BC 3462
caiBC 3376
cal BC 3625-3565
cal BC 3540-3340
1
2,3%
56.0%
cal BC 3645-3260
caiBC 3245·3100
81.1%
14.3%
La Figura 1 presenta una porció de la corba de calibratge que iJ.lustra el chlcul de la data
calibrada experimental coro la intersecció de la data radiocarbOnica amb la corba i mostra la seva
forma en aquesta regió particular. La Figura 2 mostra la corba de probabilitat acumulada que
permet calcular la probabilitat que la veritable data calibrada es trobi en un interval de temps com
la diferencia entre les ordenades corresponents a l'extrem de l'interval. Finalment, la Figura 3
mostra la distribució de probabilitat de la veritable data calibrada, que perrnet apreciar els intervals amb més alta probabilitat i els intervals indicats a les columnes O i F de la Taula 11.
El Laboratori de Datació desitja recordar que a causa de la seva mateixa naturale-sa, el metode
de datació per radiocarboni data la formació deis materials arqueologics i no els esdeveniments
arqueologics en que participen aquests materials. En el cas de la datació d ' ossos, la data mesurada es refereix al moment de la rnort de l' individu d' on procedeixen els ossos, pero no es refereix a la deposició d'aquests en el nivell arqueolO-gic que es pretén datar.
Barcelona, 15 de febrer de 1999.
- 122 -
[page-n-123]
123
LA NECRÓPOLIS MEGAÚI1CA DEL' ARGILAGAR DEL MAS DE GARdA
5000
o
VBAJt-520
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2800
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f1a. 2.- Cort. de probabilitat IICUJDulada de .. veritable data calibrada.
-123 -
2700
[page-n-124]
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQU(N ANDR~ BOSCH
124
D
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3 1 00
3000
29 00
2800
o &l BC
Fl¡. 3.- Distribud6 de probabffitat deis valon verttables de la data calibrada.
NOTES 1 REFERENCIES
1) MESTRES, J.S.; J.F. GARclA 1 G. RAURET, 1991 : 'The Radiocarbon Laboratory at the
Uruversity of Barcelona". Radiocarbon 31( 1), p. 23-34.
2) STUlVER, M. 1 H. POLACH, 1977: "Reporting of 14c Data". Radiocarbon 19(3), p. 358
3) TAMARIT, L.V., 1998: "Estudio Histológico de los esqueletos del Dolmen de MoreiJa".
Hospital Uruversitari "La Fe", Servei Valencia de la Salut. Val~ncia.
4 ) STUlVER, M. 1 P.J. RBIMER, 1993: "Extended 14C Data Base and revised CALm 3.0 ·~ Age
Calibration Program". Radiocarbon 35(1), p. 215-230
5) STUIVER, M. 1 G.W. PEARSON, 1993: "High-Precision Bidecadal Calibration of the
Radiocarbon Time Scale AD, 195-500 se and 2500-6000 se". Radiocarbon 35(1), pp. 1-23.
6) BP (before present): S'utilitza per representar una data expressada en l'escala cronologica
radiocarbOnica que pren coma origen l'any 1950 OC. Sempre s'acompanya de la seva incertesa expressada com la desviació típica corresponent al conjunt de les mesures radiometriques.
7) cal BC (before Christ): S'utilitza per representar una data calibrada procedent d'una data
radiocarbOnica, expressada en anys abans de Crist.
-
124 -
[page-n-125]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGTLAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. 1.- L' Ar gilagar. El monumento dolménico n• 1 con anterioridad a su excavación.
Señalizamos los ortost atos 1, 2, 3 y la losa-cuña " a".
-125-
125
[page-n-126]
126
'ORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. 11.- L' ArgiJagar. Interior del vaso dol ménico. Se señalan las losas 1, 3 y 4.
-126-
[page-n-127]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L" ARGrLAGAR DEL MAS DE GARCÍA
127
-
::;
-
127-
[page-n-128]
128
NORBERTO MESADO OLLVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. fV.- L'ArgiJagar. Detalle de los restos csqueletales del M-I, tras ser retirada la losa "e".
Obsér vese el estado de descomposición de los huesos.
-
128 -
[page-n-129]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGILAGAR DEL M>\S DE GARCIA
Lám. V.- L'Argllagar. M·l. Visión frontal del cráneo del esqueleto NE. Obsér,ese su gran craquelaci6n
) el fragmento de húmero cla\ ado junto al ma\ilar inferior ('1;).
-
129 -
129
[page-n-130]
130
NORBERTO MESADO OLI VER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. VI.- L'Argitagar. Visión lateral derecha del cráneo NE. El núcleo arcilloso sirve de soporte a sus fragmentos.
-
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LA NECRÓPOLIS MEGALfTICA DE L'ARGILAGAR Dl::.L MAS DE GARCIA
Lá m. VU.- L'Argllngar. Sector SE del sepulcro dolménico. Obsén·ese la losa oblicua "e'',
junto al cráneo del esqueleto NE.
-131-
131
[page-n-132]
132
NORBLRTO MESADO OLIVER Y JOAQLll\ ANDRÉS BOSCII
Lám. VIII.-
L'A rgila~ar.
Sector E del círculo lítico del Monumento l.
-
132 -
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1 A NECRÓPOLIS Ml:.GALÍTICA DEL ARGJL\GAR DEL M \S Df' GARCÍA
Um. IX.- L'Argilagar. Centro de la cámara funeraria dell\1-1, con lo~ dos cráneo~ exhumados,
ambos protegidos por las lo~as "b") ·•e".
-
133 -
133
[page-n-134]
134
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDRF-5 BOSCII
Lám. X.- 1.' Argihtgnr. 1'rns ser retirado el lecho esq ucletal del Dolmen 1, advet·tlrhunos un bacino
- b uzado hacia In losa 1- modelado en la arcilla del subsuelo.
-13~ -
[page-n-135]
LA NECRÓPOLIS ~IF.GALfTICA DE L' ARGILAGAR Del MAS DE GARCÍA
Lám. XI.- L'Argilagar. F.s1ado del i\looumcnlo 11 con anterioridad a ser e:-.ca,·ado.
Inicios de las losn!> 1, 2, 3 y 4.
-
135 -
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136
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCII
Lám. XII.- L'Argilagar. El 1-U en período de excavación. Al fondo la Vega del Moll
y la Serra deis Llivis. En "x" el Mas de Ga ..cía.
-
136-
[page-n-137]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XUI.- L'•\ rgilaga r. Estado del M·ll tras retirarse el Nh·ell.
Se señala n los ortostatos 1, 2, 3, 4 ) la losa de cubierta 7.
-l37 -
137
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NORBERTO MESADO OLI YER Y JOAQUÍN ANDR~S BOSCH
Lám. XIV.- Perspectjva SE del M-U en curso de exca,ación.
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LA ' ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCIA
Lám. XV.- L'Argilagar. Desde el O una 'isi6n dell\1-11.
Obsér,ensc la acumuJaci6n de rocas contra la cara interna de los ortostntos 2 y 3.
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139
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140
1\0RBFRTO MESADO O U VER Y JOAQL 11' ANDRÉS BOSCII
Lám. XV I.- L' Argilngur. Visión del M-n. Obsér·vese como en este frente no posee losas de cierre,
posiblemente por estar la entrndu.
-
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LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L" \RGLLAGA R DEL MAS DF GARCÍA
Lám. XV II.- L' Argilu¡:;ar. E..<,tudo en
fJUC
141
se encontraba la cubierta del M-Il (losa 7), tra11 retirarse la losa J.
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NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDR~S BOSCH
Lilm. XVlli.- L'Argilagar. Levantada la losa 4, obsérvese
la disposición cónica en abanico del resto de los ortostatos.
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LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA
Lám. XIX.- L'Argilagar. Desde el M-Il una panorámica invernal sobre la Vega.
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NORB ERTO MESADO OLJ VER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
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Lá m. XX.- L' Argilaga r. Areniscas con bacín os halladas en el interior del M-ll.
-
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LA NECRÓPOLIS MEGALfTICA DE L" ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XXI.- L'Argilagar. Estado del 1\1-I tras los aguaceros del mes de octubre de 1994.
-
145-
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[page-n-146]
Lám. XXU.- L'Argilagar. Dos de las 24 agrupaciones de rocas "ordenadas" existentes en el yacimiento.
[page-n-147]
Lám.
xxm.- L'Argílagar. Dos ll UC\'OS ejemplos de tales a¡;rupaciones.
[page-n-148]
148
NORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lá m. XXIV.- L ' Ar gilagar. Grupo de rocas n• IV (lig. 3) con antclnción a su excavación.
-
148 -
[page-n-149]
LA NECRÓPOLIS ~ I EGALITICA DE L'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCLA
Lám. XXV.- L ' Argílagar. Vista frontal de la agrupación IV una vez excavada.
-
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149
[page-n-150]
150
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Um. XXVI.- L 'Argilagar. Visión lateral de la agru1>ación IV.
como reposan sobre el paleosuclo litico del yuclmiento.
Obsérve~te
-
150 -
[page-n-151]
LA NECRÓPOI IS MEGALiTICA DE L. ARGILAGAR DEl MAS DE GARCÍA
Lám. XXVII.- L'Argilagar. Petroglifnirlcs d e la Plataforma l.
-15 1 -
151
[page-n-152]
152
NORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍ
ANDRÉS BOSCI-I
Lám. XXVIII.- L'Argilagar. Detalle central de las lnsculturas de P-1.
-
152-
[page-n-153]
LA 1ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L"ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XXIX.- L' Argilagar. Detalle NE de las insculturas de P-1.
-
153 -
153
[page-n-154]
154
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Lám. XXX.- L' Argilagar. Pctroglifos de la Roca 11. Obsér vese la ··constelación" central.
-154 -
[page-n-155]
LA
ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGTLAGAR DEL MAS DE GARCrA
Lám. XXXI.- L'Argilagar. lnscuJtura antropomorfa «femenina• sobre la Roca 111.
-155-
155
[page-n-156]
156
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUf
ANDRÉS BOSCH
Lám. XXXII.- L 'Argllagar.Inscultura antropomorfa «masculina» sobre la Roca IV.
-
156 -
[page-n-157]
ARCHIVO DE PREHISTORJA LEVANTINA
Vol. XXIII (Valencia. 1999)
NORBERTO M ESADO 0 LIVER* Y JOAQUÍN A NDRÉS B OSCH**
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DEL'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA
(MORELLA, CASTELLÓN)
"Por toda la península son bien conocidas las Uamadas construcciones megalíticas, pero precisamente en estas tierras valencianas no aparecen, sin que podamos explicarnos satisfactoriament.e por qué en el mapa mega)(tico español queda en blanco la región valenciana. en la que no
entran estas edificaciones que la bordean. ¿Hemos de pensar en razones geológicas, religiosas,
políticas, sociales o económicas? Cualquiera que sea la causa, Jo cierto es que todavía no hemos
podido dar con una construcción de esta índole en los montes valencianos, pero confiamos en que
llegará el día en que nos veremos gratamente sorprendidos por el descubrimiento de algún
dolmen que, aun siendo modestito, nos permita ganar la apuesta que se mantiene en pie con los
arqueólogos que niegan la posibilidad de tales hallazgos en el reino de Valencia. Hasta que llegue
este momento no nos queda más remedio que justificar la falta de construcciones megalíticas por
la escasez de prospecciones adecuadas" (1).
LA VEGA DEL MOLL, EL MARCO GEOGRÁFICO Y SU PAISAJE ARQUEOLÓGICO
Como resultado de la sistemáticas prospecciones en la comarca de "Els Ports", han sido localizados un importante número de yacimientos cuya carta arqueológica ha publicado el SIP
(Andrés, J. 1994 ). Un buen grupo de ellos se ubican en la Vega del MoJI, estirado paraje morellano encajado entre las sierras de 1' Águila y deis Llivis, atravesado de E a O por el río Calders,
tributario del Bergantes y paso natural de las penetraciones humanas desde el Bajo Aragón y
Valle del Ebro. Corredor con ligera pendiente continuada hacia el O, solamente interrumpida por
• Museu Arq~e Comatca1 de la Plana Baixa -Buniana.
•ESPEMO» ·Morella.
( 1) FLETCHER. D.: Avances y problemas de la prehistoria valenciana en los últimos vcintieineoallos". Disc:unodeAbenura.
Curso de 1952 a 1953. Anales del Cenlto de Cultura Valeociana. ?:' tpoea, Ailo XJV, Núm. 3 l . Valencia. 1953.
•• Cenlte Espeleolbgic
M
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las elevaciones de la Sem del Mas de Martí cuya cota es de 961 m.s.n.m., punto en el que se
asienta un poblado Ibérico; y el Tossalet del Moll, de 974 m. de cota, con cerámicas atribuibles
al Bronce y Altomedievales. Altiplano perteneciente al Cretácico Superior en su fase Bedouliense
(la propia cubeta de la Vega), escoltado por calizas, margas, margocalizas y areniscas pertenecientes al Hauteriviense-Barremiense Superior (2).
En la actualidad la Vega del Moll es una de las áreas más desarrolladas y productivas del término de Morella. Su relevancia agrícola viene atestiguada desde la antigUedad a través de los
asentamientos humanos localizados en los últimos años (fig. 1), caracterizándose su suelo por la
fertilidad y frescura, con unas precipitaciones medias, anuales, de 650 mm., y un desnivel de
apenas el 5%. La actividad agropecuaria se centra en el cultivo de cereales y en la ganadería de
ovicápridos, complementándose con alguna granja de porcino y alguna cabeza de ganado vacuno
(Gamundi, 1991 ). La cobertura vegetal autóctona está compuesta por pequeños bosques de
encina con algún solitario roble, y un monte bajo de enebros y sabinas degradadas, aliagas,
tomillo, romero etc.
L' Argilagar, topónimo con el que se conoce el yacimiento arqueológico objeto del presente
estudio, queda en las tierras de arriendo del Mas de García, las cuales vienen siendo explotadas
por D. Salutor y Gernino Segura, transmitidas, igualmente por arriendo, de su abuelo paterno
D. Pedro Salutor, apodado "El Dol~o", persona de 92 años (en 1994) que, según relataba sobre
el propio yacimiento en sus asiduas visitas mientras duraron los trabajos de campo, nunca habfa
conocido ni labores agrícolas ni excavaciones intencionadas sobre el propio Argilagar. hecho que
confirman las escasas sabinas y rebrotes de encinas, de las que perdura un menudo bosque en su
zona más NO., amen del matorral con predominio de la Genista scorpius, o "argelaga", la cual,
por su abundancia dio nombre al yacimiento, piedemonte del Tossal de García a modo de
pequeña terraza sobre la bella vega del MoU. topónimo derivado de la calidad agrícola de unas
tierras "mollares" sobresalientes en una dura geologfa de componente Secundario.
El Argilagar del Mas de García está situado en el propio centro geográfico de la Vega, sobre
una plataforma de areniscas, arcillas y margas, elevada unos 5 m. sobre los inmediatos campos
de cultivo, al N de las masfas de El Dol~ y de Garcfa, campo arropado de los fríos vientos invernales por el Tossal del Dol~o y el Tossal de les Roques de Garcfa, por cuyo pie se expande tan
singular estación (fig. 2). Coordenadas: 400, 35', 15" de latitud N; y 00, 6', 50" de longitud o
según el Mapa Top. Nacional, Hoja de "Morella", Edic. de 1972.
Su existencia fue comunicada por D. Salutor Segura y su hijo Gérnino a uno de nosotros
(J.A.), a ambos, pues, nuestro agradecimiento, que hacemos llegar públicamente a oa Laura
Ripollés, propietaria del Mas de García y sus tierras de labor, por su atención y amabilidad al solicitarle el preceptivo permiso para Llevar a cabo los trabajos de campo, agradecimiento que
hacemos extensivo a la Consellerfa de Cultura de la G.V. por habemos facilitado tanto el Permiso
Oficial de Excavación como haber sufragado tales trabajos (3).
Si alcanzarnos el yacimiento ascendiendo por la corta pista que nace en las proximidades del
km. 7 de la carretera que une la Nacional N° 232, ya en las proximidades de Morella, con AresVillafranca y Cinctorres, de apenas 220 m. de recorrido, dicho vial agrícola finaliza sobre unas
{2) Mapa Geológico de Espalla. E. 1:50.000. "Mcxella". hoja S4S. J0.21. MiniSICrio de Industria. Madrid 1973.
(3) La eJCeavaci6n seña autorizada por la ConseUcria de Cultura con fecha 9 de mayo de 1994. dotandosc: con una subvcn·
ci6n de 127 ..SOO pU.. quedando inclujda dcotro de las Exeavaciooes Arqueológicas Ordinarias.
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L'ARGLLAGAR
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Neo-Eneolítico
@ Edad del Bronce
•
Edad del Hierro
@ Ibérico
•
Romano
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Medieval
Fl.g. 1.- La Vep cid MoU (Mordla), c:oo la sdalizacióo de sus prindpeles yac:imientos arq~ LG.C. Hoja 545. Ed. 1971.
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Fil. 1.- Secdón N-S de la Vega deJ Moll. l. Tossal de Les Roques; 1. L' Al'8lla1ar del Mas de Garda;
3. Campos de labor; 4. Carretera de MoreDa a Clnctorres; S. Mas de Garcla; 6. Rlu Caldes; 7. Les Deveses.
construcciones megalíticas -auténticos "Dólmenes de Valle"- que hemos denominado
«Monumento 1» a la más oriental, y «Monumento Il» a la ubicada hacia poniente. Sus enhiestas
rocas, intencionadamente en distribución poligonal la estructura 1, habían sido ya de antiguo
observadas por el masovero Salutor en el diario pastoreo de su ganado, el cual, estacionalmente,
queda estabulado sobre el propio yacimiento arqueológico.
Distinguiremos en el yacimiento tres tipos de restos arqueológicos: el constituido por las
SEPULTURAS MEGALfTICAS (Monumentos 1 y 11); el fonnado por un conjunto de 24
menudas AGRUPACIONES DE ROCAS, desperdigadas por toda la terraza (de las cuales hao
sido excavadas las agrupaciones n° IV, V y VI); y, finalmente, los PETROGLIFOS ubicados en
el extremo más oriental de la terraza (n° ill), zona de configuración apuntada que delimita las tierras de labor que por el SE., en un plano de menor cota, se extienden hasta la carretera precitada,
que conduce, en dirección O, a Cinctorres (fig. 3).
LAS CONSTRUCCIONES MEGAÚTICAS
MONUMENTOI
Iniciamos los trabajos de campo por la agrupación de lajas más orientales, por el simple
hecho de que habían quedado descamadas en buena parte por ocupar una suave pendiente por las
que discurren las aguas de lluvia (lám. 1), iniciándose en este punto un regajo que, por el S, configura el propio campo arqueológico delimitándolo de otro de labor a unos tres metros de desnivel. También, y por la misma causa. hace escasos años, a 15 m. del Monumento O se excavó
una balsa de retención pluvial para el ganado.
Dada la importancia que para la arqueología del País tienen estas construcciones dolménicas,
e iniciada ya la recopilación de material arqueológico para el Museo de la Valltorta, tratamos con
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Ag. J•• Planta del yacimiento con .. situadcSn de lol cl6lmeaa (1 y D),
agrupadones pEtrus (o, IVNI) y petrogllfoe (DI).
su Director y amigo R. Martfnez su traslado para la conservación de tales estructuras, iniciando
la excavación por el vaciado del vaso dolménico del Monumento I. con el objeto de que las lajas,
asentadas poligonalmente, quedasen "in situ". Los trabajos de campo dieron comienzo en el mes
de Julio de 1994.
La excavadón
Comenzado el rebaje de tierras, de coloración rojiza con nódulos de greda verdosos y
menudas piedras provenientes del arrastre de la descomposición de los bancos denudados del
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propio Tossal de Garcfa, se detectó una agrupación de rocas, de unos 20 cm. de eje, contra el
paramento de levante de la losa 0 ° 1 (fig. 4), las cuales, ubicadas en un solo plano horizontal, prolongábanse hacia el N. en ligero arco, en una zona hoy sin lajas verticales, como queriendo delimitar el círculo del propio monumento, pero quedando aun un espacio de unos 90 cm. sin cerramiento, pudiendo indicar que en este punto N estaría el acceso a la cámara dolménica. puesto que
no parece que este conj unto organizado haya tenido corredor. Dicho solado de rocas pudieran
haber pertenecido al relleno del túmulo que, de tenerlo, habrían sido recicladas para la fábrica de
los ribazos cercanos y, en parte, para el levantamiento del muro medianero, o de propiedad. que
de S a N corta 1•Argilagar por su centro.
Retiradas las rocas procedimos con el rebaje horizontal del propio vaso, excavándose a punta
de navaja para observar cualquier indicio arqueológico por insignificante que fuere y así poderse
cartografiar en cualquiera de las posiciones en que fuese encontrado. Nada contenfan estas tierras de relleno, de tonalidad roja. Tras alcanzar tos 50/65 cm. de profundidad, y ya prácticamente
sobre las bases de las cuatro lajas que delimitan por el O, SO y S el recinto dolménico, empastados en un apelmazado suelo de nódulos acanninados y verdosos, producto de la descomposición de los elementos menores de las rocas de la propia montaña, dimos con el único hallazgo
que, con seguridad, albergaba esta caja o recipiente funerario: los restos de dos personas inhumadas en un mismo plano cuyos esqueletos aparecían en posición lateral encogida y cuidadosamente encarados, equidistando los cráneos, ubicados hacia el SE, 45 cm. (láms. D y ill).
Observados los paquetes osteológicos vimos que estaban inmersos en un durísimo horizonte
deposicional, posiblemente por la natural presión de las tierras compactadas que se les superponían o por el peso del propio túmulo (si es que lo tuvo) hoy perdido. Tales restos se encontraban
en tan deplorable estado de conservación que su craquelamiento -que alcanzaba hasta un estado
pulvurulento blanquecino-. hacía inviable cualquier recuperación anatómica (lám. IV). alguno de
cuyos fragmentos mayores fueron remitidos al Depto. de Anatomía Patológica del Hospital
Universitario "La Fe", Valencia, para la valoración de su tejido óseo (ANEXO
El cráneo del
individuo del lado E, por estar mejor conservado, lo trasladamos al gabinete de restauración del
a
Museu Arqueológic de L Plana Baixa - Burriana, para, conjuntamente con el paquete de tierra
interno (que sirve hoy de sostén a los miles de fragmentos óseos), su consolidación (lám. V y VI).
De haber tenido ajuar funerario el M-1, o bien estuvo compuesto por materias perecederas
(propias de comunidades pastoriles), o el monumento fue violado ya en época antigua. puesto que
en el interior del cráneo recuperado, como puede apreciarse en la lám. V, vemos clavado debajo
del maxilar inferior un fragmento de húmero, claro exponente de algún tipo de remoción osteológica "post mortem".
n.
Elementos arquitectónicos
Las lajas ortostáticas utilizadas en la construcción de este dolmen, proceden del contiguo
cerro denominado "Tossal de les Roques". Placas que hemos enumeramos de O a SE. y que aparecen, intencionadamente, de mayor a menor (fig. 5).
Losa n° 1.- Se encontraba hincada verticalmente, estando acuñada en la zona basal de su cara
exterior por una pequeña laja apuntada. Mientras en su base tangencia con la laja 2•, en su cima
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L:AitQ ILAQAit- Merelle
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Flg. 4.- Planta y sección del Monumento l .
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presentaba una separación de 46 cm., haciéndolo tan solo de 18 cm. en una profundidad de 35
cm., hecho debido a su oblicuo perfil. Medidas, 100 x 100 x 10 cm. Orientación, 300.
Losa n° 2.- Se halla recostada unos 100 hacia el SO. Medidas, 67 x 90 x 9 cm. Orientación,
330 °.
Losa n° 3.- Hincada verticalmente. Medidas, 47 x 64 x 9 cm. Orientación, 315 °. Su separación de la Josa precedente es de 23 cm., motivo por el cual se complementaria su cerramiento con
una laja de 17 cm. de eje. Aparece acuñada en su cara exterior por otra losa de 49 cm. y un grosor
de 12 cm.
Losa n° 4.- Es la última de las piezas verticales, con un perfil superior, descendente, hacia
el E. Medidas, 50 x 55 x 17 cm.
El muro de cerramiento.- Tras las losas precedentes la construcción funeraria se prolongaba en un arco cuya cuerda era de 162 cm. (láms. VD y VID). existiendo una roca suelta, de 33
cm. de eje, a 42 cm. de su extremo más oriental, como queriendo demarcar la planta circular del
monumento, en busca de las rocas aparecidas a solo 26 cm. de la cabecera de la laja 1•, conjunto
posiblemente conservado al amparo de esta gran losa ortostática, y perteneciente, según creemos,
al relleno del túmulo perdido. El eje máximo de las rocas mayores pertenecientes al sector SE del
egando las mayores a alcanzar
M-1, acostadas sobre sus caras más estables, rebasan los 35 cm .• U
los 53 cm. El cráneo más occidental se hallaba contra una roca alargada, de 6 1 cm. de eje, con
una orientación de 500. Su opuesto lo estaba contra otra de perfil rectangular. Ambas. pues.
debieron proteger las cabezas de las personas inhumadas (lám. IX).
Pese a rebasar el nivel de la base de los ortostatos que delimitaban este recinto funerario, D.
Marcos Roca. destacado restaurador incorporado al equipo, igualmente con navaja y espátula fue
levantando el resto del lecho esqueletal, quedando sorprendidos por un fondo con marcada concavidad desplazada hacia la losa n° 1, bacino que presentaba una superficie refinada Oám. X).
Esta concavidad seguía ubicada en el aquí potente manto de ardUas rojizas sumamente apelmazadas, por Jo que la excavación no alcanzó la plataforma o losa de arenisca verdosa que subyace
como paleosuelo a solo 65 cm. de profundidad en el Monumento n. prueba de su señalado buzamiento en el emplazamiento del Monumento l.
Es innegable, pues, que la fabrica de este dolmen funerario de cámara poligonal simple, se
inició "modelando" sobre el barro un cuidado bacino basal, sobre el que se extendió una masa,
posiblemente pastada, con la inclusión de menudos cantos gredosos, "lecho" de los dos individuos inhumados, para cuantos estábamos en Jos trabajos de campo, al unísono. Se tratarla, pues,
de un "matrimonio", hecho ya señalado en otros monumentos megalfticos, por Jo que es muy probable que uno de ambos fue sacrificado para acompañar, "post mortem", a su pareja, con lo que
los rituales que pudieron efectuarse sobre las piquetas y sus desagües en las contiguas losas con
petroglifos (fig. 3, punto III). (rudo arte simbólico vinculado al mundo de la muerte (ConcepciónBlasco, 1997, pág. 52)). pudieran haber llegado hasta el sacrificio de vidas humanas, hecho que
hace más verosímil la exposición que en este sentido hicimos al tratar de otras insculturas, relativamente cercanas, como son las de Las proximidades de Cantaviej a, las cuales contienen un grao
cuchillo de carnicero junto a dos entrantes semicirculares en los que encajan las piernas de una persona genunexa, dándose la "coincidencia" que si en tal posición reposamos la cabeza sobre La losa,
el filo del cuchillo "secciona" nuestro cuello (Mesado y Viciano, 1994, pág. 254, fig. 19, n° 3).
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Flg. 5.- Ortostatos d. la cámara poligonal del M-1.
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En el plano inferior de los inhumados del Monumento 1 de 1 Argilagar, se asentaron las losas
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que perduran ·' in situ" prácticamente con s u verticaUdad inicial, cerrándose esta planta poligonal
(abierta por el N) con medianas rocas, algunas de las cuales subsisten. Cubierto el vaso sepulcral
pudieron amontonarse rocas para demarcar el túmulo, denunciándose este, si es que le pertenecen, por el solado de pequeñas piedras que aparecían contra la losa n° J apenas iniciada la excavación. Con posterioridad, la erosión o la repetida rebusca que estos campos del Moll recibieron
para demarcar propiedades así como la propia fábrica de ribazos. pudieron haber hecho desaparecer los túmulos, fáciles canteras para una arquitectura rural ingente que cubre y personaliza, a
modo de red. el paisaje de Els Ports; aunque tampoco creemos que estos trabajos hayan podido
mermar en exceso tales monumentos puesto que L pobreza tecnológica de su campesinado
a
"hubiera hecho dudosamente rentable el esfuerzo de desmontar una estructura megaLítica con el
fin de obtener unos cuantos metros cuadrados más de superficie de tierra arable" (Diez, 1994,
pág. 56).
Tampoco hemos advertido en este monumento, como igualmente va a ocurrir en el n° D. círculo o "crómlech" exterior, posiblemente por no haberlo tenido nunca.
Es preciso incidir en el extraordinario deterioro de los escasos restos esqueletales de los dos
individuos inhumados que conten(a la cámara funeraria, estado de destrucción y erosión que llega
hasta las piezas dentales, craqueladas aunque completas, con un acenruado desgaste mecánico
masticatorio en ambos cráneos, deformados por la presión del manto de tierra que los cubría.
Ambos habían perdido los huesos más blandos (vértebras, costillas, coxis, omóplatos, esternones,
falanges.), y grandes fragmentos de los huesos duros de las extremidades, todos ellos carentes por
descomposición de sus articulaciones, posiblemente por la erosión hfdrica y acidez del propio
subsuelo.
La inhumación simultánea, caso de la registrada en nuestro M-l, como apuntó M. Garcfa y
J.C. Spahni para la registrada en dólmenes de L región de Gorafe (Granada), ..exige la práctica
a
de sacrificios forzados" (García, 1959, pág. 105).
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MONUMENTO O
Se ubica al O del Monumento I, equidistando 3 1 m. (fig. 3). Antes de comenzar los trabajos
de campo sólo se apreciaban los inicios o testeros de las losas 1, 2, 3 y 4 (láms. X1 y XII), pera
maneciendo ocultas las 5, 6 y 7, exhumadas conforme avanzaba la excavación. En este sector L
terraza presenta un declive hacia el S, de unos 6° .
La excavación
Tras una capa de 20 cm. de potencia, de tierras rojizas, apelmazadas, conteniendo menudos
cantos (fig. 6, Nivel 1), surge otra (Nivel 0), producto de la descomposición de las losas de areniscas micáceas, de tonalidad verdosa, provenientes de los arrastres erosivos de los cerros TossaJ
de Garcfa y Tossal de Les Roques, sedimentación de unos 50 cm. asentada sobre un paleosuelo
fósil, gredoso, de igual coloración y textura, que se desliza a una profundidad media de 70 cm.
(Nivel ill), plataforma que configurará el subsuelo del propio Argilagar, que aflora y delimita por
el S el propio yacimiento arqueológico. Las losas perimetrales n°S. I, 4, 5 y 6, aparecían plegadas
hacia el N puesto que habían sufrido un corrimiento basal hacia el S. suponemos que por el
propio drenaje de la capa freática que corre sobre la losa del subsuelo y el peso de la cubierta del
propio monumento (láms. XIII, XVI y XVII), aunque tampoco podemos negar que su derrumbe
pueda deberse a una violación en busca de un ajuar que no encontrarnos; y las n°s 2 y 3, del
mismo anillo perimetral, lo estaban hacia el E (lám. XlV).
Levantada la losa n° 1, advertimos que su plano superior o cabezal, con un grueso máximo
de 25 cm., había sido rebajado horizontalmente basta tener una superficie lisa en la que se
advierten las incisiones de los punzones o escoplos empleados, con el objeto de servir de asiento
y dar horizontalidad a la cubierta, indicativo de que el círculo ortostático era vertical (véase un
levantamiento o sección hipotética en la fig . 7). Del mismo modo habíase escotado por ambos
extremos la base, con el fin de apuntar la losa para su mejor (?) anclaje en la plataforma basal del
lugar. Su cara N estaba recostada sobre otra arenisca -losa n° 7- de 20 cm. de grosor, techo del
Monumento ll que aparecía totalmente troceado y en parte descompuesto, deterioro sufrido por
la craquelación geológica de unas rocas frágiles ante un clima extremado y húmedo como es el
del Ports, pues no hay que olvidar que por tratarse de la cubierta fue la losa más expuesta al
medio ambiente (láms. XV y XVI). Su grosor máximo se presentaba recto (vertical) en su lado
O, arco del conjunto dolménico sin losas de cierre, detalle que apunta a que era en este frente
(lám. XVII), donde estuvo la entrada. Retirados Jos plurales fragmentos de la cubierta, procedimos al rebaje de la estructura hasta alcanzar la base de la gran losa caliza n° 4 , para cuyo asiento
habíase taladrado, en un diámetro de 150 cm., el paleosuelo o roca basal del yacimiento (láms.
XVID y XIX). E1 monumento no exhumó, como hemos dicho, material arqueológico; tam. oco
p
advertimos huellas de restos óseos.
La losa caliza n° 4 era de perfil trapecial (fig. 8), alcanzando una altura de 14S cm. y un ancho
máximo de 90 cm. en su zona basal, con objeto de presentar una mayor estabilidad. Al levantarla
advertimos que cubría a otras dos, las D0 S y 6, las cuales cerraban el perímetro del monumento por
su cara N, alcanzando unas alturas de 130 y 100 cm. respectivamente, por lo que el total de ortostatos verticales era de seis, estando las menores (n°s 3 y 6), en sus propias bases, asentadas o rec~
cidas con piedras de calza de unos 30 cm. de eje. Las piezas n°S. 4 y S son de caliza numulítica de
coloración gris, siendo las restantes de arenisca amarilla. Ambas calidades son propias del lugar,
pudiéndolas observar en los contiguos cerros del Tossal del Dol~o y de les Roques de Garc(a.
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MEQALI TO NI 11
Fig. 6.- Planta y secdón dd MonUJMnto O.
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Fig. 7.- AJzado bJpotitico del M-U.
CARGILAGAR - Morella
Flg. 8.- Ortostatos del M·ll.
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De las pequeñas rocas internas del monumento, destacamos dos areniscas (con probabilidad
pertenecientes a una misma pieza aunque no unan), que presentan pocetas en cuyas paredes se
advierte la labor del punzón (fig. 9; lám. XX), instrumento que bien pudo ser lítico dado lo blando
de estas areniscas verdosas en estado hidratado, objetos para la percusión que se hacen abundantes a partir del Neolítico ( Piel-Descuisseaux, 1989, pág. 185). Una mide 32 cm. de altura, 25
de ancho y 13 de grosor, presentando una poceta de lO cm. por 5 de ancho y 3,5 cm. de profundidad. En su lado izquierdo posee otra cavidad circular de 5 cm. de diámetro.
La segunda de las areniscas mide 39 x 36 x 13 cm., comportando una sola concavidad de 5,5
cm de diámetro por 2,5 cm. de profundidad. De relacionarse ambas piedras con los petroglifoides, tendríamos que paralelizarlas con las inscuJturas del propio ArgiJagar, hecho que daría
unidad cultural al conjunto plural de la estación, con cuyo hallazgo y estudio irrumpe el megalitismo prehistórico en el País Valenciano.
Interpretación del Monumento D
No dudamos de que este conjunto megalítico tuvo en sus inicios enhiestas, en planta semicircular, sus 6 lajas de cierre, sirviendo la mayor, la caliza n° 4, de pilar central o columna para
dar a la cubierta una mayor estabilidad. Las diversas alturas basales de las lajas menores (n°s 3 y
6) se corrigieron asentándolas sobre pequeñas rocas, y, a su vez, sobre el paleosuelo o losa basal
la gruesa pieza n° 1, haciéndolo Las mayores (n°s. 2, 4 y 5) sobre el fondo de la cubeta o concavidad excavada en la propio losa basal cuya profundidad se encuentra hoy a unos 70 cm. de la
superficie del campo. Fue, pues, un monumento circuJoide, cubierto, de escaso diámetro, abierto
al O, no habiéndose detectado indicios. de tenerlo en origen, del posible túmulo, a no ser que las
rocas menores que observamos, internamente, contra los ortostatos 2 y 3 (lám. XV), le pertenezcan (4). Su demJmbe parece haber sido violento y primitivo, por el hecho de su propio plegado -tangenciaban todas sus losas- y por el detalle de que la fracturada losa de cierre (n° 7),
"atrapaba" o · ~mzcaba" su propio cabezal (fig. 6, reticulado compacto), detaUes indicativos de
que en el momento de su desplome la cámara no aparecía terraplenada por un proceso lento de
sedimentación.
Otro inconveniente del M-U ha sido el de carecer de un claro vaso inhumatorio, caso del
Monumento 1, y no contener resto alguno, tanto esqueléticos como de ajuar, aunque para hincar
los ortostatos mayores -ya se comentó- fue preciso taladrar, en un círculo de 150 cm., el lftico
subsuelo del lugar. Pero si tenemos en cuenta el mal estado de los restos óseos del Monumento
1 hay que sospechar que la corriente subterránea de las aguas de lluvia, las mismas que pudieron
,
forzar el plegamiento de sus calizas, han debido descomponer y reducir a la nada sus posibles
restos esqueletales, caso de tratarse de un monumento funerario. Tal corriente freática la hemos
podido comprobar tras las fuertes Lluvias dél mes de octubre de 1994. Colmados ambos sondeos,
el Monumento 1 aun permanecía con agua transcurrido un mes de la última precipitación
(lám. XXI). mientras que el U aparecía seco a los 15 días de los aguaceros, por lo que pudimos
proseguir su excavación.
(4) Recordemos en tal senlido las detectadas en el M·l contra la losa l. al socaire de los arrasiJ'eS del agua de lluviA desccndenc del propio Tossal de Gart'Ca.
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Fig. 9.- Material lftko de superlide y armiscas con cavidades ftCOgldas en d M-U.
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LAS AGRUPACIONES PÉTREAS
Esparcidas por la superficie del yacimiento Uaman poderosamente la atención varias agrupaciones de pequeñas rocas cuyas superficies enrasan con la del propio campo (láms. x.xn y
XXIII), formando mayormente círculos que, salvo excepciones, apenas alcanzan los 70 cm. de
diámetro. Se han contabilizado 24 agrupaciones, habiéndose excavado las n°S IV, V y VI. La primera, a 19 m. hacia el SE de los Petroglifos (lám. XXIV), casi junto al campo de labor (fig. 3,
punto [V). Aparece formada por la agrupación de 7 rocas, fragmentos ortostáticos colocadas verticalmente, los cuales reposan sobre el banco del subsuelo de J'Argilagar, hecho que comprobamos al excavar las tierras de su alrededor. aquí solamente con una potencia de 20 cm. (láms.
XXV y X:XVl).
Todo este grupo de rocas t.angenciaban arropando a la central, la cual tenía una altura de 45
cm. La losa mayor, la más septentrional del conjunto, tiene un eje de 75 cm. y un grosor de 13
cm. Tal agrupamiento formaba un seudocuadrado de 90 cm. de lado, no conteniendo evidencia
arqueológica alguna (fig. 10).
Las agrupaciones de piedras, sin orden alguno, que señalizamos ella zona NE (de la fig. 3)
delimitando el propio campo de labor, parecen debidas a simples majanos, caso del punto excavado n° V; pero no hallamos explicación para las pequeñas agrupaciones del interior del propio
yacimiento si es que no pensamos en sepulturas para infantes, cuyos restos habrlanse perdido tras
su pronta descomposición.
LOS MATERIALES LÍTICOS
No habiendo dado ningún tipo de ajuar las construcciones megalíticas de 1'Argilagar, nos
dedicamos a explorar minuciosamente las superficies del yacimiento. Mientras su zona más
oriental, por su ligero gradiente hacia el S, apenas dio alguna evidencia lftica (pese a ubicarse
en ella los dólmenes y las insculturas), en la zona a poniente del muro que divide de N a S el
Argilagar, en especial su área NO, allí donde existe un menudo bosque degradado de encinas
(fig. 3), se recogió un buen número de ellos. Y es que este sector del yacimiento, por su propia
configuración, nunca pudo sufrir el fuerte barrido erosivo del agua de lluvia procedente del
Tossal de les Roques, puesto que entre ambos se configura una torrentera. El total de evidencias
lfticas producto de una industria de talla "in situ", dedicando unas dos horas de rastreo, ha sido
de 116 fragmentos de sflex blanco, aunque en roturas más o menos recientes la coloración puede
ser melada. Se hao recogido, también, 5 núcleos sobre cantos de sOex, muy agotados, puesto
que sus ejes no rebasan los 32 mm., prueba clara de que estamos en una zona sin canteras. Sus
mtíltiples y pequeños planos de percusión abogan por una industria microHtica de hojitas, de las
cuales se han listado 10 fragmentos cuyas secciones suelen ser trapezoidales (fig. 9, 3/11 ).
Como pieza más destacada valoramos un segmento de círculo (fig. 9, 1), de s flex blanco, cuyo
dorso presenta un biselado bifacial realizado con la técnica del retoque plano, "técnica que se
está confirmando como una constante de los ajuares dolménicos" (Vegar, 1992, pág. 27). Por
rotura falta uno de sus extremos y presenta fal sas muescas en su ftlo. Altura, 17 mm. De cerámica (a mano) solo advertimos dos fragmentos muy rodados, cuyos ejes miden 14 y 26 mm. respectivamente.
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Fig. 10.- Planta y sección de la agrupación ~tml n• 1v.
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La cronologfa de los escasos sílex del Argilagar encaja bien en un Neolftico de Llanura, posiblemente tras el Neolítico de las cerámicas incisas e impresas no cardiales de Bruixes y Fosca.
cuyo paralelo más cercano sería el yacimiento burrianense al aire libre de El Tirao, estación a orillas del Riu Sec, a dos kilómetros del Mediterráneo (Mesado, 1969). Responde, también. a ese
alto número de yacimientos de superficie, sin estructuras, que se vienen detectando por los aledaños de las barrancadas con Arte Rupestre Naturalista, caso del conjunto "de plaoeUs" de la
Valltorta (del Puntal, Calyades del Mata, Cova de Trenc, etc.); o de la propia GasuUa, aunque en
ellos no han sido detectados enterramientos dolménicos similares a los del Argilagar. Aquf, un
yacimiento cercano, de superficie, con segmentos y hojitas, es el de "La Mola del Solanet", delimitando por el O el propio nacimiento de la Vega del Moll .
Es curioso observar la dependencia, puesta de manifiesto por Fábregas, entre el utillaje lítico
y la propia fábrica de los monumentos funerarios, puesto que llega a la conclusión de que los
microlitos geométricos "son mucho más abundantes en las sepulturas de cámara poligonal
simple", caso de la denunciada en 1' ArgiJagar, que en el resto de las tipologías dolménicas
(Fábregas, 1991 , pág. 242). Pudiera ser que la llegada de tal corriente culturall al norte del País,
en una fecha temprana (con probabilidad Neolítica (5)), provenga del área catalanoaragonesa,
como volveremos a comentar.
LOS PETROGLIFOS
A tan sólo un centenar de metros al SE del Monumento 1 (fig. 3, III), en el extremo apuntado
del yacimiento, allf donde se inicia el gradiente hacia el campo de labor, la plataforma gredosoarenisca que configura el fondo del propio Argilagar aparece denudada, habiéndose empleado su
porción más oriental, en tiempos prehistóricos. para prácticas esotéricas como lo demuestran sus
petroglifoides, esa manifestación rupestre grabada que recientemente hemos detectado en el país
y que J. Abelanet la relaciona con el "mundo megalítico pirenaico", pero cuyo registro cubre
Europa, en especial sus motivos más universales: cazoletas con "desagUes" serpentiformes y
cruces antropomorfas. Estos temas se expanden en el Argilagar sobre dos tipos de soportes: uno,
que por ocupar las terrazas naturales, allí donde los bancos ortostáticos aparecen fracturados,
denominamos "plataformas"; y los segundos, que por aparecer sobre los pei'lascos sueltos, ya desplazados de su ubicación de origen, llamamos, simplemente, "rocas" (fig. 11 ).
PLATAFORMA 1
Como hemos comentado, el subsuelo del Argilagar aflora en su perímetro más oriental. Aquí,
tal plataforma -de arenisca grisácea con mica- presenta una inclinación de unos 4° hacia levante
por lo que sus surcos, grabados con un instrumento agudo, drenan con facilidad hacia su desembocadura, que lo hace a canto de losa (fig. 12 y lám. XXVII). Las insculturas vienen a cubrir unos
7 ml., midiendo su eje mayor, con dirección N, 3 m. En la cota superior de la plataforma, advertiremos una cavidad rectangular, de perfecto contorno, que va a quedar en buena parte dividida
por un estrecho murete de 22 cm. de largo por solo 5 de ancho. igualmente bien dibujado, que
(S) Hc:mos remitido al Labonnorio de: Dlltaeión por Radiocarbono de: la Faculllld de: Química de: la Uni versidad de: Barcelona. 3
00 gr. de: materia ósea. estando a la espera del resultado.
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Flg. 11.- 1'Argllagar. Situación del coi\Junto de inscuJturas.
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Fig. lZ.- Plataforma l.
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arranca de su lado O, cavidad que en la que desembocan en su perfil N dos cortos surcos, ambos
paralelos a otro mayor de 53 cm. de eje que termina dibujando una especie de "ojal". La piqueta
tiene una longitud total de 74 cm. por 35 de ancha y 8 cm. de honda. De su lateral E van a drenar
varios surcos, de perfiJ semicircular, erosionados, cuyo eje mayor alcanza los 118 cm., teniendo
en mitad de su recorrido un apéndice lateral derecho, de 33 cm. de longitud. y una balsilla rectangular con las esquinas redondeadas, de 23 x 20 cm. y una profundidad de JO cm .• siendo la
más honda de las cavidades (lám. XXVID). A su derecha, como podemos observar en la fig. 12
y lám. XXIX, otros surcos se personalizan por tener dos de ellos un nacimiento en "cayado" o en
"hoz" hacia la izquierda (motivo que también se ha interpretado como un "comiforme" (Royo y
Gómez, 1991 , pág.29 fig. 2, A) , con una poceta circular en su mitad el primero, existiendo entre
ambos el canal mejor labrado, con un recorrido de 125 cm., una sección en " U" de 6 cm. de ancho
y una profundidad de casi 3 cm .. surco que nace de una piqueta cuadrada, de 20 x 16 x 6 cm.
Otros canales, con un curso "laberintiforme", podemos ver en el lateral izquierdo de la plataforma, los cuales tiene nacimiento en la piqueta principal, de labra escuadrada, que recuerda la
que vimos en la cumbre del gran peñedo de "Los Cerradicos de la Masía de Casagranja",
Cantavieja (Mesado y Viciano, 1994, pág.252, fig. 18 -1). Estas cavidades de planos rectos, bien
trazados, hacen pensar en el encaste de alguna estructura o "mesa" de madera sobre las que
pudieron practicarse ritos cbamánicos, con posibles degüellos humanos.
ROCA U
A sólo 50 cm. de la plataforma precedente, existe el segundo conjunto de petrogUfos de
m. Se trata de una roca arenisca, amarillenta, de forma prismática, de 150
cm. de eje máximo, con una anchura media dé 60 cm. y un grosor de 35 cm. En su cara o perfil
E se aprecia una lámina ferruginosa que coincide con la que presenta la plataforma basal del yacimiento en el perímetro sobre la que hace asiento, por lo que la roca parece subida ex profeso del
propio linde de la terraza. La cara insculturada drena ahora hacia el O, iniciándose, también, con
una piqueta de 30 x 20 x 10 cm. labrada en su ángulo SE, de la que nacen dos canalillos que van
en busca de sendos entrantes naturales que t.iene la roca en su perímetro O. Otras cupulillas en
"constelación" quedan unidas por surcos que igualmente van a los regajos erosionados del perfil
O del ortostato (fig. 13 y lám. XXX)
1'Argilagar (fig. ll.
ROCAS ID YIV
En la recortada plataforma arenisca de la terraza, la cual delimita en este punto el yacimiento,
y a solo 2 m. al S de las insculturas precedentes, en el propio declive hacia el campo de labor y
junto a los restos de un refugio circular (fig. 11 , m y IV), veremos un frente de arenisca grisácea
procedentes de las fallas que va presentando el borde del paleosuelo de 1'Argitagar. Sus caras
aparecen erosionadas y atacadas por seculares mantos de lJquenes, dos de cuyas rocas, con una
separación de 11 5 cm., presentan sendos potroglifoides antropomórficos muy alterados por la
descomposición lítica superficial (6): uno en "phi", de 26 cm de altura (Roca IV) (fig. 14 y lám.
(6) Para la conservación de las insculturas O ym dado su escaso volumen. hemos propuesto su tras.lado a los muscos de Morel
.
la o al de la propia V
alhona.
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Fig. 13.- Roca
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n.
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Fig, 14.- Rocas m y IV.
XXXll), y el segundo en forma de una cruz de doble brazos, de 29 cm (Roca ill) (fig. 14 y lám.
XXXIU). Los paralelos más cercanos para el primer grabado lo tendríamos en la Mola Remigia
(Mesado y Viciano, 1994, fig. 13 no 2); para el segundo, en la Cova de les Bruixes y en el
Roquedal de los Cerradicos de la Masía de Casagranja (Ibídem, figs. 12 n° 5, y 19 n° 1). evidentes
ideogramas de la figura humana, Jos cuales cubren un macroterritorio peninsular que se expande
desde Andalucía hasta la vertiente francesa del Pirineo oriental, como podemos apreciar en el
yacimiento de "Roe de les Creus", Nobedes, puesto que ambas figuras aparecen sobre una misma
losa (Abelanet, 1990. pág. 23, fig. 9).
La representación en "phi'', también denominada "de brazos en asa", es el "mas reproducido
en número de cuantos motivos-tipo pueden dividirse las figuraciones humanas dentro del fenómeno esquemático" (Acosta, 1968, pág. 28), con gran incidencia en la pintura rupestre de Sierra
Morena, quedando el motivo cruciforme (nuestra losa IV) inscrito dentro de los "ramjformes" por
sus miembros superiores múltiples, "posible idea gráfica de poderío", con incidencia, igualmente,
en la mitad meridional española (Ibídem, págs. 124 y 216). No sería raro que ambas figuras, físicamente cercanas en sus representaciones, respondiesen a sexos diferentes: las formas en "phi",
por su ideograma circular partido, eqwvaldría al sexo femenino, mientras que los ramiformes
serían la representación del mascutino, pudiendo haber tenido en origen (cuanto menos las losas
de 1'Argilagar), la función de "estelas mortuorias". mientras que la Plataforma 1 y la Roca U
pudieron ser las piedras rituales o mesas sacrales sobre las que practicar los ritos chamánicos
(Jordán y López, 1995, pág. 253), pudiendo llegar al sacrificio de vidas humanas. Recordemos a
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los dos individuos del Monumento 1que fueron inhumados al unísono, prueba evidente de que por
lo menos uno fue sacrificado para acompañar a quien pudo haber fallecido de muerte natural.
Las insculturas vasculares de las plataformas de nuestro yacimiento, especialmente las rectangulares (siempre de mayor capacidad, dominantes topográficamente, y en las que suelen tener
nacimiento los canales), quedarán inmersas en el propio lenguaje esotérico del hacer de estas tierras norteñas, puesto que apenas las conocemos fuera de él. La técnica empleada en la confección de los grabados de 1'Argjlagar, como las de todo el conjunto de insculturas que hemos estudiado, fue la del piqueteado (más o menos compacto) de las superficies areniscas utilizando un
percutor de punta, completándose el trabajo, en especial para dar anchura a los surcos de drenaje
{que igual pueden ser de sección semicircular como en U), con un proceso abrasivo por lo que
los impactos de la percusión directa solo se aprecian, si lo hacen, en sus fondos, "motivos tradicionalmente identificados con verdaderas serpientes" (Diez, 1993, pág. 67), y, por ello, ''signo
creador de vida"; pero, a su vez, "portador de muerte" (Morales, 1986, pág. 302).
Por su propia singularidad Jos grabados de las Rocas rn y IV tendrían una cronología
Eneolftica, no pudiéndose modernizar más por el simple hecho de que nada semejante existe en
los innumerables pobladillos rupestres de la Edad del Bronce que conocemos (7), no ocurriendo
lo mismo con los motivos cupuliformes y canalillos, temas con una enorme profundidad cronológica puesto que igualmente podemos observarlos sobre las propias losas dolménicas, caso de
las existentes en 1'Alt EmpordA ("La Taula dels U adres" comporta 25 cazoletas en su mayorfa
unidas por surcos, y el dolmen del "Pia del Dijous" tiene una complicada red de diminutos cupuliformes intercomunicados (Casanovas, 1985, págs. 138/140), como encima de monumentos cristianos modernos (8), temas que tampoco hemos observado en la provincia de Castellón en yacimientos de la segunda mitad del no milenio a. C. Abelanet los observará, igualmente, sobre 15
cubiertas dolménicas del Pirineo Oriental (Abelanet, 1989).
Desde que por primera vez entramos en contacto con el Argjlagar del Mas de García. uno de
los problemas que se nos planteó fue el de si las insculturas y los monumentos funerarios eran coetáneos o no, puesto que bacinos y drenajes rupestres abundan en la Vega del MoU. En su inicio, por
el E, ya los observamos en la cumbre del poblado ibérico de La Serrn del Mas de Martf (Mesado
y Viciano, 1994, pág. 218), y junto al propio Argilagar, si rebasamos la menuda torrentera que deHmita el yacimiento por el NO, a unos 200 m., en la propia base del cerro, hallaremos un enonne
peñedo con cupuliformes y canales semejantes a los anteriores de La Serrn. También advertiremos
pequeftas piquetas si abandonando el Argilagar ascendemos por las laderas del Tossal de les
Roques de Garcfa, cavidades fáciles de encontrar en los bancos fracturados o rellanos de ladera de
las curvas de nivel. Por tal causa, no sabremos si el contexto arqueológico de nuestro yacimiento
es paralelo o no. Ahogarla por el primer supuesto el hecho de haberse recogido en el interior del
Monumento U las dos rocas con pocetas, aunque tampoco podemos asegurar que su función fue la
misma que la de las insculturas al aire libre, puesto que presentan una superficie irregular y no comportan señales de drenaje ni de desgaste, aunque ello pueda deberse a su propio ocultamiento; pero
ahogarla por una cronología paralela a la manifestación dolménica de 1'Argilagar, el hecho de que
en un elevado porcentaje de dólmenes peninsulares (también Mediterráneos), monumentos y cupu(7) Pese a dio. como ya dijimos. cncmos que la mayor 11131Úfestaci6n eulwal puesll de manifies1o por la 1
6:nica del repicado
sobre areniscas al am libre se produce duran~e el Rimo 1 (Mesado y Viciano. 1994. pjgs. 24S y 246).
(8) A la salida de Vi llbella (1" Alcalalen). en su bajada al "Pia··. edSie una eruz de támino que pre.w:nla sobre el ~lteO
gmdeño varias poc:etas con sus pertinen1cs canales de desagüe.
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liformes intercomunicados por surcos son una manifestación común que pudo tener relación con
un mundo de ultratumba ligado al sol y al agua (Áivarez, 1982).
CONCLUSIÓN
De todos es conocida la pluralidad del registro dolménico peninsular cuyas secuencias materiales abarcan desde el Neolítico Final hasta la romanización, hecho que evidencia el dilatado uso
que con el paso del tiempo dio el hombre a estas construcciones ciclópeas, nacidas como auténticos panteones familiares de clan, cuya cronología más amplia queda centrada en el horizonte
Eneolítico precampaniforme (Mujicka, 1992, pág. 19). En algunos puntos de este mapa dolm~
nko, caso del VaHe de Gorafe en Córdoba o el de Liébana en Cantabria (citados simplemente por
ser aéreas extremas), sus agrupaciones van " a responder a razones fundamentalmente económicas" (A. Diez, 1994, pág. 56), por ser valles idóneos para "el desarrollo del pastizal de diente",
medios orográficos que presentan unas estribaciones con una orientación predominante en sentido
E - O, hallándose sus megalitos dominando las valladas de Mediodía. Es lo que ha venido a denominarse "orientación tipo" (A. Diez, 1994, pág. 56), posiblemente fijada por su mayor insolación,
microclima que a v a incidir directamente en el pastizal y en la agricultura inicial de secano, lugares
óptimos para asentamientos humanos semejante a los del Argilagar del Mas de García.
En los estudios sobre el fenómeno dolménico se viene incidiendo en la propia pobreza de los
ajuares, que no los presentan un alto porcentaje, e incluso en la carencia de restos esqueléticos en
sus vasos inhumatorios o núcleos funerarios , hecho que tanto puede deberse a los robatorios
como a la descomposición de los propios depósitos. Al estudiarse los megalitos galaico-portugueses ya se apunta que es "secular y casi universal'' su violación (Fábregas, 1991 , pág. 226). y
al estudiarse el gerundense Dolmen del Doctor Pericot se anota que no registró ni un sólo fragmento de resto antropológico, hecho que sus excavadores atribuyen "a la constitución geológica
del terreno que consume los restos oseos" (Esteva y Tarrús, 1982, pág.49), monumento que sólo
tributaría, fuera de la cámara. un cuchillo de sílex, y en su interior un disco de cuarzo de "tipo
paleolftico". Pese a tales carencias los denominados "dólmenes, tumbas" son, en el contiguo
suelo aragonés, "el elemento (formal) más característico" (Beltrán-Liorís, 1985, pág. 43).
También comportaba "El Dolmen del Doctor Pericot", de planta poligonal, las consabidas
cuñas para asegurar la estabilidad de los ortostatos, siendo su uso plural en los megalitos gerundenses (Esteva y Tarrús, J982, pág. 48). 1 si recordamos este dolmen es por el hecho de tener, a
sólo 12 m., unas losas inclinadas, con cazoletas y canalillos intercomunicándolas, por lo que se
inscribe dentro del importante conjunto dolménico de Las Gabarras, aunque tenga los ortostados
hincados en la arcilla (como nuestro Monumento 1), mientras el resto de los gerundenses lo hacen
encastando las losas sobre regatas abiertas en la roca natural (Ibídem. pág. 5 1).
Posiblemente por violados, los monumentos de 1' Argilagar no han proporcionado ajuar,
aunque tampoco están excavados íntegramente con objeto de mantener " in situ", hasta su traslado, los ortostatos, pues hay que recordar que el Dtr. Esteve, en los apuntes que amablemente
nos ha enseñado de sus prospecciones en el Baix Ebre, encontraba -aunque no siempre- los
ajuares que acompañaban a las sepulturas, de cámara poligonal simple, colindando por el exterior con los propios vasos dolménicos, hecho que debemos i11terpretar como un ocultamiento claramente intencionado para que no fuese encontrado por fos violadores de tumbas, puesto que los
monumentos serían visualmente dominantes en los valles que los albergan (fig. 2).
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No considerarnos piezas de ajuar las areniscas con cazoletas del Monumento U, pues más
bien parecfan piedras de relleno. Fábregas, al estudiarlas, recuerda que solamente el dolmen de
Carvalhas Alvas tributó en el interior de la cámara una de estas piezas. habiéndose recogido el
resto: o bien en la superficie de los túmulos del NO peninsular (seis ejemplares), o entre las tierras de los inicios de los corredores (las dos piedras con cazoletas del Monte Pirleo 2), anotando
igualmente que pudiera tratarse de un simple material de relleno (Fábregas, 1991, pág. 206). No
disponiendo en la Península de otros paralelos cita los de diversos monumentos británicos, donde
también aquf las piedras con cazoletas suelen recogerse en los "cairns" o cfrculos externos, por
cuanto "es difícil plantearse la cronología de estos artefactos" (Ibídem, págs. 206 y 207).
Parece evidente que el megaUtismo constituyó una moda, que nacida en la costa Atlántica
(en la Bretaña Francesa las dataciones por el C- 14 la elevan alrededor del 4000 a. C. (9)) se
expande con fuerza por el resto de los Horizontes Culturales Europeos, impactando sobre el
mundo Eneolftico y alcanzando en la Cultura de Los Millares e12430 a.C. (Beltrán-Liorfs, 1987,
pág. 43), y, como ha sido dicho, sería "el resultado de un sistema de creencias y necesidades culturales" que, prácticamente, cubre Europa (Mujika, 1992, pág. 11 )
La Comunidad Valenciana venía distinguiéndose del resto peninsular por la carencia de
construcciones megalíticas, vacío que era atribuido a "una originalidad de la Prehlstória reciente
en nuestras tierras". suponiendo que el " fuerte substrato Neolítico impidió, o cuanto menos obstaculizó el desarroJJo que venfa produciéndose en otras áreas peninsulares" (Bemabeu 1988, pág.
41 ). Y es que las similitudes intrínsecas entre el mundo megalítico -en general- y el que se refl eja
en los enterramientos múltiples de los hipogeos valencianos durante el Eneolítico es el mismo
(Tarradell, 1965, pág. 57). Ello parece cierto para un momento tan avanzado, pero estamos convencidos de que el megalitismo reflejado en el Argilagar de Morella entronca mucho mejor. ya
lo hemos comentado, con ese horizonte Neolítico detectado por el Dr. Esteve Gálvez en el Baix
Ebre, con enterramientos similares al de nuestro Monumento l (de cámara poligonal simple),
entre cuyo ajuar, también escaso, destaca un vaso globular -hoy en su colección particular- que
presenta como única decoración moldurada, en los arranques de sus acintadas asillas, "bigotis".
De tales trabajos, que permanecen inéditos, aunque terminan de cederse para su revisión y publicación al Servicio Arqueológico del Museo de Amposta, se conoce el haJJazgo del Pla
d 'Empurics, Arnposta-Tarragona. En él, junto a tres losas verticales cuyas dimensiones "oscilan
entre 68 y 55 cm. de ancho y 52 y 70 de alto'', hincadas poligonalmentc, fueron detectados "despojos humanos. muy alterados y meteorizados". Tal era su descomposición que no se pudo
"deducir con absoluta claridad la exacta posición del cadáver''. Su ajuar lo componía un collar,
encontrado "in situ", formado por 33 piezas discoidales de pizarra y 18 de calaira, más "un vaso
cerámico ovoide, con alto cuello cilíndrico, que en su tercio superior lleva a modo de asas dos
pequeños tetones perforados en sentido vertical", sepultura megalítica que el Dtr. Esteve sitúa
alrededor del 3000 a. d. C. (Esteve-Gálvez, 1952, págs. 18 y 19), cuyos paralelos han sido recientemente señalados en la Necrópolis de la Mina de Vallfera (Mequinenza, Zaragoza), correspondiente al "neolítico medio-fmal'', con dos sepulcros de inhumación con cámaras de aspecto circular (sepultura 1) y poligonal simple (sepulLUra 2), "formadas por grandes losas calizas delimi(9) Tambiin ha.brunos de tc:nc:.r pre5tnte las datociooes radiocarbónicas obtenidas en monumentos de la rase antigua. con cáma.r
as poUgonales simples. del NO pe.ninsul:u' (As Rolas. Chan da Cruz o PeiUI Mosqueiru). en tomo al G
llimo tercio dcl lv- milenio a C.
(F4bregas. 1991 . p4g.2S8). c.ronología que crttmos válida. cuanto menos. para nuestro Monumento l.
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tando espacios de 2 m. de diámetro" (Beltrán-Lloris, 1985, pág. 37). El sepulcro 2 posefa una
inhumación doble (adulto y niño) con un ajuar compuesto por cuentas de "dentalium" y discoideas de "cardium", brazaletes de pecten, hachas líticas y materiales cerámicos (Beltrán-Lloris,
1985, pág. 37; Royo, 1986, pág. 21 y SS.).
También en Aragón se incide en la "extrema pobreza" de los ajuares que comportan los conjuntos dolménicos (Beltrán, 1985, pág. 48), y cuando se enumeran los restos antropológicos tan
sólo son listados los de "Piedra Vasar" (varios huesos y un diente), "Cueva de Tella" (fragmentos
de cráneo), y "restos" de tres individuos en "La Caseta de la Bruja" (Ibídem, pág. 49). También
en el importante conjunto de "Les Gabarres" se comprobó "la ausencia casi absoluta (de restos
antropológicos) pues solamente encontramos dos fragmentos minúsculos en el sepulcro n° 25.
Incluso las piezas dentarias que tanta resistencia ofrecen a la descomposición. han desaparecido"
(Esteva, 1965, pág. 12). Tal pobreza se viene atribuyendo a poblaciones pastoriles "de hábitos
ciertamente sencillos" (lbfdem, pág. 49), sencillez que contrasta con la monumentalidad de sus
panteones. No va a ocurrir Jo mismo en la región de Gorafe (Granada). en donde excavados 198
dólmenes se registraron restos de 224 individuos. hecho que pudiera deberse a una clara
influencia de Los Millares (Garcfa, 1959, pág. 108). Para este último investigador. la falta de
ajuar, unido al tipo sencillo de los monumentos (el de planta poligonal sin corredor), se debería
a un "cierto grado de arcaísmo" (Ibídem, pág. 107).
Por novedoso, llamamos la atención del bacioo moldeado en el subsuelo del Monumento l,
cuyo fondo máximo estaba desplazado hacia la losa 0° l . Ignoramos cual sería su fin, aunque
pudiéramos pensar en un receptáculo que pudo servir para facilitar a la pareja inhumada el tránsito de esta vida hacia una prolongación telúrica subterránea; o en un simple drenaje de las humedades de la cámara funeraria, hacia el exterior. Nada parecido hemos encontrado en la extensa
bibliografía sobre excavaciones dolménicas a no ser que pueda tener paralelos rituales con
algunos bacioos labrados en la roca de los fondos dolménicos, caso del encontrado en el dolmen
de Canet d 'Adrí o de la Mota {Esteva, 1985, pág. 95).
En Castellón pudiera darse un hecho ya observado en el Alto Aragón, en donde se presentan
dos áreas claramente delimitadas: una en el prepirineo ribagorzano con cotas inferiores a los setecientos metros en donde se dan las coosuucciones megalíticas de mayor tamaño; y otra en el foco
pirenaico, alrededor de los mil m.s.n.m., en donde se concentran las construcciones megalíticas
menores (Beltrán, 1985, pág. 45). En la zona Norte de nuestra Comunidad, ocurre algo similar,
pues mientras en 1'Argilagar, con cotas de unos mil metros, tales monumentos son de "cariz
menor'', en Almenara (La Plana Baixa) , a escasos kilómetros del Mediterráneo, el conjunto de
bloques pétreos organizados que tenemos en estudio es de "cariz mayor". Tal distinción pudiera
ser aquf casual, puesto que el grupo dolménico de Amposta, con cotas similares a las de
Almenara, presenta unas consuucciones semejantes a las del Argilagar. Tampoco habríamos de
olvidar el menhir oculado ( denominado popularmente La Pedra de Santa Anna), de Vilafamés
(La Plana Alta), hoy en el "Museo del Vino" de esta población (Mesado y Viciano, 1994, pág.
212, fig. 9 n° 1), cuyo primigenio emplazamiento habríamos de rastrear por si en sus aledaños
existen otros restos megalíticos. Son, pues, tres los puntos (Morella, Almenara y posiblemente
Vilafames) que se adentran hacia el corazón valenciano, en donde habríamos de prospectar
enclaves geográficos similares en busca de estas novedosas ' aquf, construcciones dolménicas,
siempre emplazadas por áreas geográficas pródigas en recursos agricologanaderos, puntos de
seculares vfas de comunicación y de transhumancia. En este sentido tendremos que recordar la
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LA NECRÓPOUS MEGALfnCA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARC(A
111
cista megalftica de "L'Aixebe", en término del municipio de Sagunto, donde en 1956, aJ roturar
un campo de algarrobos, a un metro de profundidad, se encontró una "fosa formada por cinco
irregulares Josas de rodeno, dos de elJas, de 1,70 m. de largo por 1 metro de ancho, que junto con
otras dos de 1,30 por 1 metro. formaban los lados de la sepultura, de traza rectangular, y la quinta
losa, partida en dos porciones irregulares, tapaba la fosa". Su interior contenía un par de esqueletos superpuestos, encogidos, poseyendo como ajuar cuatro hachas de piedra pulida (Hemández,
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ANEXO l. ESTUDIO HISTOLóGICO DE LOS ESQUELETOS PROCEDENTES
DE LA CÁMARA N• l DEL "ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA",
por Lufs VTE. TAMARIT MONTESINOS*
Diferentes muestras de los huesos largos de los esqueletos marcados NE y SO fueron descalcificadas con ácidos minerales diluidos (nítrico y clorhídrico), neutralizadas e incluidas en
parafina, previo procesamiento con un aparato automático VIP 2000 de Bayer.
Los cortes efectuados a 5 Mu fueron teñidos con Hematoxilina-Eosina, tricrómico de
Masson, técnicas de plata (reticulioa y meteoamina) y azul directo, variante Picrosirius de
Junqueira (l) para luz polarizada. Los resultados se exponen a continuación.
Histológicamente, a juzgar por la buena lamelación del tejido óseo compacto y de las líneas
de cementación observadas no se objetivan lesiones ante-mortero en las muestras analizadas. Las
osteonas, salvando los artefactos producidos por la degradación post-mortem (diagenesis) muestran una estructuración dentro de límites normales. También se aprecia perfectamente la lamelación del tejido óseo compacto en las fotos con luz polarizada (fig. 9 y JO) espacialmente, así
como en la tinción de plata-metenamina (fig. 9). Las llamadas líneas de cementación, más o
menos rectilíneas o con ligeras muescas, indican que el proceso de remodelación ósea por las
Unidades Básicas Multicelulares (BMU) (2) es normal. En las tinciones de Hematoxilina-Eosina
se ven en imagen positiva (fig. 2 y 3), mientras que en las tinciones de plata en imagen negativa
(fig. 5, 7 y JO).
Los cambios post-mortero son los más importantes encontrados en los huesos estudiados.
Las diferencias observadas en las muestras NE y SO son más bien de grado, ya que los huesos
NE muestran una mayor degradación o desintegración por los efectos de los agentes externos
(fenómenos de tunelizacióo fúngica osteoclásica, recristalización, etc.), en los que intervienen
también factores tales como la acidez del suelo o condiciones del terreno (vegetación, etc.), factores mediambientales (humedad, temperatura, etc.). Todos ellos importantes en el proceso de
recristalización y fosilización del tejido óseo.
El proceso de diagenesis puede afectar tanto a la materia orgánica (fermentación de aminoazúcares por hongos y bacterias, tunelización fúngica osteoclásica), como a la materia mineral
("cristalización-recristalización", "cracking").
El "cracking" (3) no es más que el resultado de la degradación química del hueso debido a
la neofonnación de cristales de fosfato cálcico y/o pirofosfato como consecuencia de la hidrólisis
ácida inicial de la hidroxiapatita y la recristalización por intercambio de iones fosfato con iones
ferroso-férricos para formar cristales de fosfato férrico hidratado (Fe3 [HP04] x8 H20 ), Llamados
• Deparwneoto de Aoatomla Patológica. Hospital La Fe de V
aleocia.
(1 ) L C.U. JUNQUEIRA: ''Diffcn:ntial bistoJogic diagnosis o( osteoid. A study of buman ostcosan:oma coUqeo by lbe
bistocbemical picrosirius polariz.atioo method~. J. Palbol. 148: 189-196, 1986.
(2) P. BALDET. C. MARCELU y G. LÓPEZ: ~Le coocepc de Remodelage Ossewt". En L TEOT. J. VIDAL y J. OOSSA
(eds.): Le 1Wue Osseux. Sauramps Mcdlcal. Mompellicr. 1989. pp. 62-64.
(3) G. GRUPE y U. DRESSES·WER.R.INGLOER: "Decomposiúoo Pbeoomeoa in tbin sectioos of excavatcd human booes".
En G. GRUPE y A.N. OARLAND (eds.): Histology of ancitnt human bones: methods and dia1nosis. Springer· V
crlaa. Berlín. 1993.
pp. 27-36.
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NORBERTO MESADO OUVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
cristaJes de "vivianita", fenómeno que suele acompañar al del "cracking". Es este un proceso de
diagenesis químico, pero también se asocian procesos ffsico-químicos tales como la formación
de los llamados "compuestos de inclusión" que no es más que un intercambio no iónico de cristales de minerales del suelo que se encajan mutuamente entre sí y con los que quedan en el tejido
óseo aprovechando los huecos que previamente ocupaban los de la hidroxiapatita hidrolizada.
Estos fenómenos de "recristaJización" tanto iónicos como no iónicos son muy importantes
en el proceso de fosilización del tej ido óseo, que lógicamente depende del tiempo, además de los
factores mencionados.
En los cortes his tológicos la ''recristalización" se ve bien especialmente en la superficie cortical, que está en contacto directo con el medio ambiente (fig. 2, 6 y 12).
En resumen, los huesos NE (fig. 1 a 9) muestran una mayor activ idad diagenética organornineral que los SO, sobre todo por hidrólisis ácida debida a la acción fungo-bacteriana, mientras
que los SO no presentan cristales de pirofosfato en tanta cantidad, aunque sí fenómenos de "cracking" por interacción química con iones ferroso-férricos y consiguiente formación de cristales de
" vivianita".
Los fenómenos reparativos de recristaJización bao sido más efectivos en los huesos SO (fig.
lO a 13), quizás por el mayor drenaje de zonas húmedas y ácidas del propio lecho donde yacían
los huesos. Lo que ha permitido que éstos conservaran un menor grado de humedad y, por tanto,
de acidez.
La estructura histológica y biológica ante-mortero, a j uzgar por el patrón estructural de los
sistemas de Havers y de la remodelación básica multice1ular (BMU) está dentro de límites normales en ambos huesos NE y SO.
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LA NECRÓPOLIS MEGAUTICA DE L'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
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2
3
5
6
Fig. J•• Ártb de desmmcrlllt/actón de la hidroxtapaull por hidrólisis
ácida fungo.bactcrinna alrededor de los cooduc:tO> de Jla,crs coa la const·
gutcnrc rccn>tthzxión de kx fO
Fig. 2 ) J .. lmá¡cnc Mmtlares a la fig. l. En la fig. 3 se 'en la.> hncu
de ttmcntaeión tcillda> postti\·amcnte coa H-E cnue dos canalc~ va\CUl~
Fig. ~-· Tunehu.ctón fúngica ostcoclá>ic.a y áreas de rardacctón 6>ea
por ptrdid3 de matcna Ol'piiO-mineral. La franJa central se ha rono;ervado en
mejor ~lado (Tricrómiro de Masson.)
Fi¡¡. S.· Mtcrocavitattón mcfactiva que reme degradación organo-mincrol rontemcndo probablemente "compuestos de inclu·
sión" cristalinos. Una 1 de cetncntación atraviesa a lo l11rg0 de unatrabkula
Cnc3
Piata·mctcnanuna).
dtl hueso compacto. C\idcnciada en lindón negatt\a C
Fig. 6 y 7.• lm;i¡enc\ ~imitares a las figuras 1, 2 ) 3. 1 bien con unciones diferente>· la fi¡. 6 ron plata-metenamina. y la fig. 7 con tinción de
plata para rettcuhna En t-.1.1 se 'en algunas lineas de ccmcntactón
7
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'ORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUI
8
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ANDRÉS BOSCH
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Pig. 8 y 9.- TeJocJo c\,co comp•octo noo>tnndo rnrefacción org~no-nuneral por tunclización fúngo~a O\teocl•hoca ahcmando con
10nru. cJen.a~. opacas a la lul polanLllda que repre,~ntan producto\ de recri\lnhucoón.
fig. 1O Tuoelo7acoon fúngoca 0\te
.·
centro un canal ,.a~ular ei"O'oonado por doagene~os O<"gano-maneral. Una linea eJe ccmentacoón ;epara la onterfa\C de rcmodelacoón trab«ular.
fig. 11.· "Cracl..ing") fi\Ur;Aeoón dellejodo óseo por fonnacoón de cmtalc' de vovoanJta.
fig. U.- Doagcne\is moneral con recnstal11acaón. procc>O cJe:.cnto en la log. 1
Pig. 13.- ~hcrocavicación rarcl~cuva. >imilar al de la fig. 5. Junto a fenómeno' eJe recriscalozac•ón. Un pequei\o trn)eclo eJe la
>Uperficoc exccma muc,cr:\ un frence eJe cJe,mmcralización por la ero\IÓil moneralo-diagenétJca.
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ANEXO O. RELACIÓN DE LAS PIEZAS DENTALES PROCEDENTES
DEL ESQUELETO S.O. DE LA CÁMARA N'" 1 DEL "ARGILAGAR DEL MAS
DE GARCÍA", por J. Feo. BAU.ESTER
Procedente de las excavaciones efectuadas por el Departamento de Arqueología del Museu
Arqueologic Comarcal de la Plana Baixa, en el "Monumento 1 del Argilagar del Mas de García de
"
Morella, se nos entregan, para su simple cataJogación, 18 piezas dentales, distribuidas como sigue:
- Un incisivo central superior derecho (11), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un incisivo lateral superior derecho ( 12), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un canino inferior izquierdo (43), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
- Un canino superior derecho (13), con ausencia de caries y abrasión Tipo m.
-Cinco premolares, con ausencia de caries y abrasión Tipo U.
- Nueve molares, cuatro superiores y cinco inferiores. El único molar íntegro es el 18, por lo
que hay que suponer que nunca erupcionó, por cuanto tendríamos dos hipótesis: que pudiera tratarse
de un cordal incluido, o que el individuo inhumado aquí murió antes de Jos 20 años. En los tres
molares superiores hay ausencia de caries, presentando una abrasión del Tipo 1; en los cinco inferiores ocurre Jo mismo, aunque la abrasión es del Tipo U, según la clasificación de Herd y Péóer.
En líneas generales todas L piezas presentan un proceso erosivo post-mortem muy maras
cado, habiendo perdido el esmalte coronario y el cemento de la dentina radicular. Tanto coronas
como raíces. a simple vista, aparecen con alteraciones morfol6gicac; producidas por múltiples
corredores laberínticos colmatados por concreciones térreas, efecto de la abrasión erosiva debida,
posiblemente, a la falta de una cubierta en esta arquitectura de cariz dolménico, por cuanto Jos
esqueletos de sus dos inhumados han perdido grandes zonas óseas.
Otros datos a destacar son el uniforme desgaste oclusal de las piezas, indicativo de una masticación correcta aunque rica en silicatos, dieta propia de un horizonte Neolítico que ha incorporado masivamente las gramíneas molturadas en molinos cuyo desgaste introduce arena en la
harina integral resultante; y que ninguna de las 18 piezas presentan patologías, estando libres de
caries, tanto éstas como las piezas del cráneo del individuo contiguo, hecho que pudiera deberse
a una dieta muy baja en azúcares elaborados.
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NORBERTO MESAOO OUVBR Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
ANNEX m DATACIÓ RADIOCARBÜNICA D'OSSOS HUMANS DEL DOLMEN
1 DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCIA, per JoAN S. MESTRES 1TORRES*
Arnb la fmalítat de procedir a la seva dataci6, el Laboratori de Dataci6 per Radiocarboni de
la Universitat de Barcelona ha rebut del senyor Norberto Mesado Oliver del Museu Arqueologic
de la Plana Baixa una mostra de material ossi d'origen huma provinent del jaciment aoomeoat
L'Argilagar del Mas de Garcia situat a MoreiJa (Els Ports).
l. OBJECfE DE LA DATACIÓ 1 DESCRIPCIÓ DEL MATERIAL REBUT
El material ossi datat prové de la cambra sepulcral ocupada per les restes de dos individus
del Dolmen l. Per l'estructura del dolmen i el material Htíc trobat en el context arqueologic,
aquestes pot atribuir a finals del Neolftíc. L'objecte de la dataci6 per radio-carboni és dones datar
aquest moment cronocultural alhora que el megalitisme al nord del País Valencia.
El material va arribar en dues porcions corresponents a sengles trameses, de 297 i 295 g, i
estava constitu"it per fragments d' ossos de longirud inferior als 15 cm coberts d' una fina capa de
terra fortament adherida a la seva superficie.
l. TRACI'AMENT DEL MATERIAL
Els materials objecte de dataci6 se sotmeten a un tractament que té per fmalitat eliminar els
components aliens a la seva propia oaturalesa i la contaminaci6 procedent de !'exterior causada
per compostos químics d 'edat no definida i conservar, ambla major integritat possible, els coostítuents representatíus de l' edat del material datat En el cas del material ossi, at~ que el col·lagen
no és susceptible de bescanvi de carboni amb el medi exterior, és un constituent que compleix
aqueUs requisits. En consequencia. la finalitat del tractaroent químic del material ossi és l'extracci6 del col·lagen i la seva recuperaci6 amb un grau de puresa tan elevat com sigui possible. En
tractar la primera porci6 del material presentes va observar que el contingut de col·lagen era molt
baix i per aquest motiu es va intentar també la dataci6 d'altres fraccions del material ossi: els carbonats i la mat~ria orghnica no proteica. Tot i reconeixent el risc que aquestes fraccions estiguessin
contaminades i que la contarnioaci6 no es pogués eliminar, es va intentar la seva dataci6 per tenir
dates altematives en cas d'impossibilitat de l' tís del col·lagen per la seva escassetat o bé per
refo~ar el valor de la data obtinguda del coJ.lagen en cas d 'obtenir un resultat poc precís.
Els fragments d ' ossos es van raspallar superficialrnent amb un raspall metAl·lic per eliminar
la pAtina adherida a la seva superficie i els fragments es van fracturar per tal de detectar la possible pre~ncia de terra, arrels o altres elements estranys en el seu interior. El material net procedent de cadascuna de les porcions, amb un pes de 289 i 277 g, es va moldre a una granulometria
inferior a 250 mm. El material molt procedent de la primera porci6 es va tractar amb acid clor-
• l.aboratori de Dat~eió per Radioc:arboni. Universitat de BU'Cdona.
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LA NECRÓPOU S MEGALfTICA DEL' ARGD.AGAR DEL MAS DE GARCfA
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hfdric 2M per tal d'elimioar la fracció mineral i els possibles carbonats procedeots de la circulació d'aigUes. El residu insoluble, constituit majoriWiament per col·lagen, la resta de mat~ria
orgW1ica i les perites restes de terra que poguessin romaodre a la trama trabecular de les epífisis,
es va tractar arnb solució reguladora a pH 3 a 90 OC duraot 18 hores amb la fmalitat de produir
la hidr~lisi del coHageo a gelatina i aconseguir així la seva dissolució. Finalment, evaporaot la
solució resultant de la hidrolisi es va obtenir un residu constitu'it per gelatina. apte pera la datació.
La quantitat de gelatina recuperada va ser de 3,1 g que representa un rendiment de només un 1%.
Davant del baix rendiment en gelatina, es va reservar també per a la datació el residu insoluble
de la hidrolisi del col·lagen a gelatina que conté la mat~ria orglnica no proteica.
El material molt proceden! de la segona porció es va utilitzar també pera la datació de la fracció
carbonat per a la qual cosa es va atacar en un reciote tancat i previarnent evacuat amb ~cid fosfOric
2M i es va recollir el dioxid de carboni resultaot de la descomposició dels carbonats. El residu de
l'atac arnb ~cid fosfbric es va rentar fins a la neutralitat i seguint el mateix procediment descrit pera
la primera fracció es va extreure el col·lagen i es va reservar el residu de la seva hidrolisi.
3. PREPARACIÓ DE LA MESURA RADIOMETRICA. SfNTESI DEL BENzE
At~ que
la mesura del contingut de radiocarboni no és possible efectuar-la directament sobre
les fraccions de l'os previarnent separades, aquestes es transformen en un compost químic adequat
que permeti dur a terme la mesura de l'activitat per escintil·lació líquida. A continuació es descriu
el procediment químic que condueix a la prepara-ció d'aquest compost quírnic: el benze.
Els respectius residus de mat~ria organica resultants de l'extracció del coJ.lagen i els de gelatina resultants de l'evaporació de la solució resultant de la hidrolisi del col·la-gen procedents de
cadascuna de les porcions es van reunir i es van cremar en tub de combustió sota corrent d'oxigen. El dioxid de carboni resultant de la descomposició deis carbonats i el dioxid de carboni
resultant de les combustions, convenientment puriñcat i sec, es va deixar un mes en espera
perqu~ es produfs el decaünent radioactiu del 222Rn que el pogués acompanyar. Traoscorregut
aquest temps, es va mesurar l'abundlncia isotopica del 13C del material per espectrometria de
masses en una petita mostra de diO-xid de carboni. Posteriorment, el dioxid de carboni restant es
va reduir arnb liti metal·lic a carbur de liti, aquest es va hidrolitzar a acetil~ arnb aigua de baix
contingut de triti i, finalment, l 'acetil~ es va trimeritzar catalfticament a benze.
4. MESURES RADIOMETRIQUES
La mesura del contingut de radiocarboni present en el benze producte de les sfntesis descrites
es realitza mitjan~t una t~ nica radiom~trica. l'escintil·lació lfquida. Per tal de mesurar l'activitat del benze es prepara la solució de mesura, pesant-ne 5,00 ml que s'afegeixen a vials de vidre
de baix contingut en potassi juntameot amb les quantitats adequades deis escintil·ladors Bu-PBD
i Bis-MSB en forma solida. previament pesades. Si la quantitat de benre obtinguda de la síntesi
és insuficieot, el benze producte de la síntesi es dilueix gravim~tricament amb benz~ inactiu grau
a
Reactiu Analftic fins a 5,3 mi i amb aquesta meseta bom prepara la solució per a L mesura de
l'activitat de la manera explicada previameot
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NORBERTO MESADO OLlVER Y JOAQllfN ANDRés BOSCH
Com a substancia patró pera la mesura de I' activitat inicial s'utilitza Acid Oxalic 11, subministrat pel Nationallnstitute of Standards and Tecbnology (USA), el qual s' oxjda a dioxjd de carboni amb solució de permanganat pothsic i posteriorment es transforma en benze de manera
id~ntica a la de les mostres (1 ). La preparació de la solució pera la mesura de l'activitat inicial
es duu a terme també de manera id~ntica a la de les mostres.
El valor del fons associat a cada vial es determina a través de la mesura de dos blancs de
referencia preparats de manera id~ntica a La de les mostres pero utilitzant benze inactiu per a la
solució de mesura.
Les mostres, dos patrons d'activitat inicial i els dos blancs de referencia pera la mesura del
fons es compten durant un temps mínim de 36 bores cadascun, dividides en intervals de 40
minuts en un comptador de centeU
eig líquid LKB-Wallac 1217 Rackbeta. L'efici~ncia de la
mesura es determina per a cada interval a través d ' una corba de cali-bratge de l ' efici~ncia en
funció de l' extinció, pr~viament establerta amb patrons d ' activitat similars a les mostres i preparats al mateix laboratori ( 1).
S. RESULTATS 1 DISCUSSlÓ DE LA MESURA RADIOMETRICA
Els resultats de la mesura de )'abundancia isotopica del 1JC (d13C) i els resultats del compte
i La mesura de la radioactivitat, juntament amb la seva incertesa expressada en forma d' una
vegada la desviació típica (1), pera cadascuoa de les fraccions es presenten a la Taula l. Tot i que
els valors de l'abundancia isotopica del 1lC sóo normals pera les fraccions carbonat i col·lagen
(2), l'activitat del radiocarboni en aquesta fracció és més gran que en les altres dues fraccions.
Aixo demostra 1' exist~ncia de bescanvi isotopic entre els ions carbonat de 1' os i els del medi exterior dissolts en les aigUes d ' acord ambles apre-ciacions fetes en !' informe de l'estudi bistologic
(3) i també la presencia de ma~ria orgaruca més jove adquirida a través de processos post-deposicionals. Aquests fets inhabiliten les fraccions no proteiques pera la datació i aquesta s'bawi de
basar exclusivament en el resultat de l' anllisi del coJ.lagen.
TAULAI
(J)
'llwde
IIIOitra(1), AaN
(L)
'llwde
de compCe
oormalltuda
delbem
oormalltzada
ddbenU
petnS(l), AoN
(~)
(cpm/J)
(cpm/J)
Foas
Quaatltat
debma
mesurada
(cpm)
(cpm)
(cpm)
decompte
Carbonat
·1
0.59 3.6359
25.43 tO,II 2.956t0.046 22.48 t 0.12
72.899 t0.01
2
8.23St0,1)13
1
0.862t0,1)19
Col·la¡eo
·21.17 1
.6247
10,270t0.068 3.020t0.046 7,2Sito.083
72.9032t0,0053 6,074t0.069
1
0.862t0,1)19
Malma
·23.40 O.Sl383
S,81StO,OSI 2.934t0.046 2.880t0.069
72.901St0.0074 7,66 t0,18
1
0.862t0,1)19
cqinica
no proteica
-
120 -
[page-n-121]
LA NECRÓPOUS MEGAÚTICA DE L'ARGlLAGAR DEL MAS DE GARC{A
121
El catcuJ de l'edat radiocarbOnica es basa en els resuJtats experimentaJs mostrats en aquesta
taula i respon a l'equació següent:
R = (TI/2 nn2) X ln (AoN IAsN)
L'aplicació d'aquesta equació als resultats de la mesura radiom~trica de la fracció col·lagen
permet calcular la data radiocarbOnica. EJ resuJtat de la datació (6) i el codi del resuJtat, assignat
pel Laboratori, es el següent:
Ossos humans
procedents del Dolmen 1
UBAR-520
4670 ± 100 BP
Els presents resultats només donen fe de les mostres rebudes.
6. CALmRATGE DE LES DATES RADIOCARBQNIQUES
La datació per radiocarboni es basa en una hipetesi fonamental que és la suposició que
el contingut especffic de radiocarboni presenten els materials susceptibles de datació s'ha mantingut constant en el rranscurs del temps. Com que aquesta hipetesi no és totaJment exacta. sinó
que hi ha hagut fluctuacions d'aquest contingut, les edats calculades sobre la base d'aquesta hipOtesi tenen un carncter convencional, ja que presenten desviacions respecte les edats expressades
en la escala cronologica solar i defineixen l'anomenada escala cronolbgica radiocarbOnica.
Mesurant l'edat radiocarbOnica d'anells d'arbres d'edat coneguda a través de la dendrocronologia, s'han establert unes corbes, que actualment abasten els darrers 11.390 anys, que relacionen
l'edat radiocarbOnica convencional amb l'edat expressada en !'escala cronolbgica solar. Aquestes
corbes, anomenades corbes de calibratge, no són monbtones i no estableixen una relació biunívoca entre !'escala cronolbgica radiocarbOnica i !'escala cronolbgica solar, sinó que a cada data
radiocarbOnica pot correspondre més d' una data solar.
A causa del caracter no lineal i de la complexitat de la corba de calibratge, la distribució
de probabilitat de la veritable data calibrada a l'entom de la data calibrada experimental no és
normal, com és el cas de la distribució de probabilitat de la veritable data radiocarbOnica a l'entom de la data radiocarbbnica experimental. La distribució de probabilitat de la veritable data
calibrada és una distribució de probabilitat asim~trica i complexa que pot presentar distintes
modes a l'entom de les quals es defineixen un o diversos intervals de probabilitat, la suma deis
quals és igual a una probabilitat del68,3% o bé del95,4%. S'escullen aquests valors per analogia
amb la distribució de probabilitat de la data radiocarbOnica i corresponen a la probabilitat que la
veritable data radiocar-bbnica caigui en un interval de temps que centrat en la data radiocarbOnica experimental tingui una amplada equivalent a una o dues vegades la desviació típica, respectivament (4).
La Taula ll mostra els resultats del calibratge (7) aplicat a la data radiocarbOnica present,
essent el significat de les columnes el que s' indica a continuació:
Columna A:
Codi de la data radiocarbOnica assignat pel Laboratori.
-121-
[page-n-122]
122
NORBERTO MESADO OUVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Columna B:
Data radiocarbOnica amb la seva incertesa expressada com la desviació
típica.
Columna C:
Dates caJibrades experimentals corresponents a les interseccions de la data
radiocarlxmica experimental amb la corba de caJibratge (5). Corresponen
a les modes maximes de la distribució de probabiJitat de la data calibrada.
Columnes O i E:
lntervals de la data calibrada centrats en les modes de la distribució de probabilitat correspooents a una probabilitat total del 68,3% i probabiUtat
associada a cada interval, respectivament.
Columnes F i G:
lntervals de la data calibrada centrats en les modes de la distribució de probabilitat corresponents a una probabilitat total del 95,4% i probabilitat
associada a cada interval, respectivament.
TAULAD
Callbntge de la dahl ndiocarbl>nka
A
UBAR-520
B
e
D
E
F
G
4670J:IOO BP
cal BC 3496
cal BC 3462
caiBC 3376
cal BC 3625-3565
cal BC 3540-3340
1
2,3%
56.0%
cal BC 3645-3260
caiBC 3245·3100
81.1%
14.3%
La Figura 1 presenta una porció de la corba de calibratge que iJ.lustra el chlcul de la data
calibrada experimental coro la intersecció de la data radiocarbOnica amb la corba i mostra la seva
forma en aquesta regió particular. La Figura 2 mostra la corba de probabilitat acumulada que
permet calcular la probabilitat que la veritable data calibrada es trobi en un interval de temps com
la diferencia entre les ordenades corresponents a l'extrem de l'interval. Finalment, la Figura 3
mostra la distribució de probabilitat de la veritable data calibrada, que perrnet apreciar els intervals amb més alta probabilitat i els intervals indicats a les columnes O i F de la Taula 11.
El Laboratori de Datació desitja recordar que a causa de la seva mateixa naturale-sa, el metode
de datació per radiocarboni data la formació deis materials arqueologics i no els esdeveniments
arqueologics en que participen aquests materials. En el cas de la datació d ' ossos, la data mesurada es refereix al moment de la rnort de l' individu d' on procedeixen els ossos, pero no es refereix a la deposició d'aquests en el nivell arqueolO-gic que es pretén datar.
Barcelona, 15 de febrer de 1999.
- 122 -
[page-n-123]
123
LA NECRÓPOLIS MEGAÚI1CA DEL' ARGILAGAR DEL MAS DE GARdA
5000
o
VBAJt-520
4669 :
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4 900
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C&1 C \ U ' - 1
A
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3200
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3000
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2800
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f1a. 2.- Cort. de probabilitat IICUJDulada de .. veritable data calibrada.
-123 -
2700
[page-n-124]
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQU(N ANDR~ BOSCH
124
D
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K
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11BAR-620
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3 200
3 1 00
3000
29 00
2800
o &l BC
Fl¡. 3.- Distribud6 de probabffitat deis valon verttables de la data calibrada.
NOTES 1 REFERENCIES
1) MESTRES, J.S.; J.F. GARclA 1 G. RAURET, 1991 : 'The Radiocarbon Laboratory at the
Uruversity of Barcelona". Radiocarbon 31( 1), p. 23-34.
2) STUlVER, M. 1 H. POLACH, 1977: "Reporting of 14c Data". Radiocarbon 19(3), p. 358
3) TAMARIT, L.V., 1998: "Estudio Histológico de los esqueletos del Dolmen de MoreiJa".
Hospital Uruversitari "La Fe", Servei Valencia de la Salut. Val~ncia.
4 ) STUlVER, M. 1 P.J. RBIMER, 1993: "Extended 14C Data Base and revised CALm 3.0 ·~ Age
Calibration Program". Radiocarbon 35(1), p. 215-230
5) STUIVER, M. 1 G.W. PEARSON, 1993: "High-Precision Bidecadal Calibration of the
Radiocarbon Time Scale AD, 195-500 se and 2500-6000 se". Radiocarbon 35(1), pp. 1-23.
6) BP (before present): S'utilitza per representar una data expressada en l'escala cronologica
radiocarbOnica que pren coma origen l'any 1950 OC. Sempre s'acompanya de la seva incertesa expressada com la desviació típica corresponent al conjunt de les mesures radiometriques.
7) cal BC (before Christ): S'utilitza per representar una data calibrada procedent d'una data
radiocarbOnica, expressada en anys abans de Crist.
-
124 -
[page-n-125]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGTLAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. 1.- L' Ar gilagar. El monumento dolménico n• 1 con anterioridad a su excavación.
Señalizamos los ortost atos 1, 2, 3 y la losa-cuña " a".
-125-
125
[page-n-126]
126
'ORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. 11.- L' ArgiJagar. Interior del vaso dol ménico. Se señalan las losas 1, 3 y 4.
-126-
[page-n-127]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L" ARGrLAGAR DEL MAS DE GARCÍA
127
-
::;
-
127-
[page-n-128]
128
NORBERTO MESADO OLLVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. fV.- L'ArgiJagar. Detalle de los restos csqueletales del M-I, tras ser retirada la losa "e".
Obsér vese el estado de descomposición de los huesos.
-
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[page-n-129]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGILAGAR DEL M>\S DE GARCIA
Lám. V.- L'Argllagar. M·l. Visión frontal del cráneo del esqueleto NE. Obsér,ese su gran craquelaci6n
) el fragmento de húmero cla\ ado junto al ma\ilar inferior ('1;).
-
129 -
129
[page-n-130]
130
NORBERTO MESADO OLI VER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lám. VI.- L'Argitagar. Visión lateral derecha del cráneo NE. El núcleo arcilloso sirve de soporte a sus fragmentos.
-
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[page-n-131]
LA NECRÓPOLIS MEGALfTICA DE L'ARGILAGAR Dl::.L MAS DE GARCIA
Lá m. VU.- L'Argllngar. Sector SE del sepulcro dolménico. Obsén·ese la losa oblicua "e'',
junto al cráneo del esqueleto NE.
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131
[page-n-132]
132
NORBLRTO MESADO OLIVER Y JOAQLll\ ANDRÉS BOSCII
Lám. VIII.-
L'A rgila~ar.
Sector E del círculo lítico del Monumento l.
-
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1 A NECRÓPOLIS Ml:.GALÍTICA DEL ARGJL\GAR DEL M \S Df' GARCÍA
Um. IX.- L'Argilagar. Centro de la cámara funeraria dell\1-1, con lo~ dos cráneo~ exhumados,
ambos protegidos por las lo~as "b") ·•e".
-
133 -
133
[page-n-134]
134
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDRF-5 BOSCII
Lám. X.- 1.' Argihtgnr. 1'rns ser retirado el lecho esq ucletal del Dolmen 1, advet·tlrhunos un bacino
- b uzado hacia In losa 1- modelado en la arcilla del subsuelo.
-13~ -
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LA NECRÓPOLIS ~IF.GALfTICA DE L' ARGILAGAR Del MAS DE GARCÍA
Lám. XI.- L'Argilagar. F.s1ado del i\looumcnlo 11 con anterioridad a ser e:-.ca,·ado.
Inicios de las losn!> 1, 2, 3 y 4.
-
135 -
[page-n-136]
136
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCII
Lám. XII.- L'Argilagar. El 1-U en período de excavación. Al fondo la Vega del Moll
y la Serra deis Llivis. En "x" el Mas de Ga ..cía.
-
136-
[page-n-137]
LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XUI.- L'•\ rgilaga r. Estado del M·ll tras retirarse el Nh·ell.
Se señala n los ortostatos 1, 2, 3, 4 ) la losa de cubierta 7.
-l37 -
137
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138
NORBERTO MESADO OLI YER Y JOAQUÍN ANDR~S BOSCH
Lám. XIV.- Perspectjva SE del M-U en curso de exca,ación.
-
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LA ' ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L' ARGILAGAR DEL MAS DE GARCIA
Lám. XV.- L'Argilagar. Desde el O una 'isi6n dell\1-11.
Obsér,ensc la acumuJaci6n de rocas contra la cara interna de los ortostntos 2 y 3.
-
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139
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140
1\0RBFRTO MESADO O U VER Y JOAQL 11' ANDRÉS BOSCII
Lám. XV I.- L' Argilngur. Visión del M-n. Obsér·vese como en este frente no posee losas de cierre,
posiblemente por estar la entrndu.
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LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L" \RGLLAGA R DEL MAS DF GARCÍA
Lám. XV II.- L' Argilu¡:;ar. E..<,tudo en
fJUC
141
se encontraba la cubierta del M-Il (losa 7), tra11 retirarse la losa J.
-141-
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NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUÍN ANDR~S BOSCH
Lilm. XVlli.- L'Argilagar. Levantada la losa 4, obsérvese
la disposición cónica en abanico del resto de los ortostatos.
-
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LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCÍA
Lám. XIX.- L'Argilagar. Desde el M-Il una panorámica invernal sobre la Vega.
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NORB ERTO MESADO OLJ VER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
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Lá m. XX.- L' Argilaga r. Areniscas con bacín os halladas en el interior del M-ll.
-
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LA NECRÓPOLIS MEGALfTICA DE L" ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XXI.- L'Argilagar. Estado del 1\1-I tras los aguaceros del mes de octubre de 1994.
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Lám. XXU.- L'Argilagar. Dos de las 24 agrupaciones de rocas "ordenadas" existentes en el yacimiento.
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Lám.
xxm.- L'Argílagar. Dos ll UC\'OS ejemplos de tales a¡;rupaciones.
[page-n-148]
148
NORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍN ANDRÉS BOSCH
Lá m. XXIV.- L ' Ar gilagar. Grupo de rocas n• IV (lig. 3) con antclnción a su excavación.
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LA NECRÓPOLIS ~ I EGALITICA DE L'ARGILAGAR DEL MAS DE GARCLA
Lám. XXV.- L ' Argílagar. Vista frontal de la agrupación IV una vez excavada.
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150
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Um. XXVI.- L 'Argilagar. Visión lateral de la agru1>ación IV.
como reposan sobre el paleosuclo litico del yuclmiento.
Obsérve~te
-
150 -
[page-n-151]
LA NECRÓPOI IS MEGALiTICA DE L. ARGILAGAR DEl MAS DE GARCÍA
Lám. XXVII.- L'Argilagar. Petroglifnirlcs d e la Plataforma l.
-15 1 -
151
[page-n-152]
152
NORBERTO MESADO OLJVER Y JOAQUÍ
ANDRÉS BOSCI-I
Lám. XXVIII.- L'Argilagar. Detalle central de las lnsculturas de P-1.
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[page-n-153]
LA 1ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L"ARGILAGAR DEL MAS DE GARCfA
Lám. XXIX.- L' Argilagar. Detalle NE de las insculturas de P-1.
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153 -
153
[page-n-154]
154
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUfN ANDRÉS BOSCH
Lám. XXX.- L' Argilagar. Pctroglifos de la Roca 11. Obsér vese la ··constelación" central.
-154 -
[page-n-155]
LA
ECRÓPOLIS MEGALÍTICA DE L'ARGTLAGAR DEL MAS DE GARCrA
Lám. XXXI.- L'Argilagar. lnscuJtura antropomorfa «femenina• sobre la Roca 111.
-155-
155
[page-n-156]
156
NORBERTO MESADO OLIVER Y JOAQUf
ANDRÉS BOSCH
Lám. XXXII.- L 'Argllagar.Inscultura antropomorfa «masculina» sobre la Roca IV.
-
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[page-n-157]