
Acerca de los nombres de Cartagena en la Edad Antigua
Antonio Beltrán Martínez
[page-n-299]
ISSN 1989-508
ANTONIO BELTRAN
l'Icuca de lo!> nombre!> de Cartagena
en la edad antigua
La ciudad que hoy lleva el nombre de Carlagena. [o ha mudado
numerosas veces, porque siendo plaza de imponanci:l estratégica,
militar y económicamente, por su puerto y por sus minas, ha sido
codiciada por los numerosos pueblos que han intervenido en la
Historia antigua de España. Y así la vemos sucesivamente, avanzada del imperio Tartcssio, capital del imperio púnico del SE. y de
UDU de las zonas romanas de la Citerior y auo, más tarde, capital de
108 Imperiales en sus vanos propósitos de reconstrucción del Imperio meditcrr:íneo romano.
MASTI A
Corresponde este nombre a la ciudad anterromana situada, \"crosímilmentc, en la cumbre del aclual cerro de [3 Concepción, según
la conocida descripción del Periplo de Avieno en los versos 449 y ss .
que. corresponden a la parte más antigua de la redacción, que se remonta -según Schulten- al :lño 530.
El precioso texto diec: «El puerro Namn:ltio se curva cerca de
la dudad de los M:lssienos desde alta 01:11', y en 10 profundo del gol.
fa surge con sus :lltas murallas la ciudad Massiena .. ,» (1).
En los autores clásicos encontramos una pequeñ:1 divergenci:l
gráfica. del nombre de la ciudad. Se reconoce, en efecto, el nombre
Massia en la Ora Marítima y en Teopompo (Filípica, Esteban de
Bizancio), mientras Que Polibio (3, 24, 1) y Herodaro de Heraclca
se inclinan por Mastia, que prevaleció.
Coinciden los autores en admitir que Mastia o Massia, es nombre anliguo e indígena. seguramente tarlessio, ya que independientemente de Que la tribu que le dió su nombre fuese una extensión
(1) FHA. l. pdp. 71 Y 116. llNamnatlu:; inde portus oppldwn prope/ se Mass1et.um curvat alto ab aequore/ slnuque- in ¡mo surgit altls moenlbusl urbs Masslena ...J
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ANTONIO 8ElTRAN
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de los larlcssios para dominar :l los almerienses. al final del Bronce
(Hosch Cimpera), es lo cierto que la ciudad y su tribu estuvo incluíd .• en la parte Sur dcllimcs far/rsiorulll, esto es, Hcrn:I, en la desembocadura del Vinalopó par:l unos, seguramente entre Hcrna e
Il erda al Norte del río Guadales!.
Que Mastia no estuviera en el solar actual de Cartagena, soJaIllt!nte es afirmado, que sepamos, por dos autores cuyas opiniones
entran más en lo pintoresco que en lo científico. en el estado actual
.JI eI,nodon de 101 Jnr/¡"ttluoj
l~raJ
cI~
Io.s
R,a/~J
Ca-
clp rJPo.nQ
de la ciencia histórica . Son el eminente polígrafo Joaquín Costa (1),
que daba la bahía de Carla~c na y el islotc de Escombreras como
sede de Tartcssos, )' D ~ Eulogio Sa3voora y Pércz de Meca, que defendía, fundado en razones de homofonía, que Mastia era Mazarrón
y que Cartagena era la antigua Tartesso ~ (2).
El nombre y la ciudad de Masl;a ~c desenvolvieron entre los si~ll¡entes términos cronológicos conocidos:
Hacia 530, citado por el periplo de Avieno.
El afio 348, citada por Polihio (3, 24, 1) en el segundo tratado
romano-cartaginés, formando p:lrt.c ya del reino cartaginés, pero
nombrad;) como parte integrante de] decaído Tarlcssos (Mastia 1i'11
TOTSis).
Finalmente tenemos por cierta la fecha de 230 en que fué fundada la ciudad púnica.
Existen hipótesis divers;ls acerca de la suerte de Mastin bajo los
púnicos; fué destruida para la fundación de la nueva ciudad (Schulte u) o simplemente absorbida por ella (Carda y Bellido). Como
Quiera que fuese, el nombre se perdió y no solamente en la capital.
sino en la tribu, diversificada en grupos de Bastetanos, Deitanos y
Cunteslanos.
(1)
(2)
cEstudlos IbérlcOo'a. pé.g. 14.
cMastta y Tarteso:t. Murcia, 1929.
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ACSN CJ. DE LOS NO.\\E\R E. ·DE GARTAGE..N A E~ LA EDAD ,\N TI C UA
3
CART-HADASAT
Asdrúbal fund6 en el afio 230 la ciudad que había de ser c:lpital
del Imperio cartaginés del SE., sustituyendo a Akra-I.cuke con venlaj.J. La fundación fué recogida por Polibio (2, 13, J), Zonaras (8,
19), y la nu eva poblaci6n recibió el nombre de Ciudad NIIC~!(I, siendo este apelativo por Polibio (K'J,'»t'i~o"a.), Cjue la llama otras "eces
:\:i ..... K"?lU¡~O Y:r.
E l nombre, pues, original, de Cartagena fué Cil/dad Nl/c'vlI '! ;'lsí
se advierte en l;ls monedas latinas nds antig uas, como "cremos seguidamentc. Solamente los romanos, en tiempos avanzados. utilizaron la redundanci3 Car/hago Nova, Que encontramos también
escrita.
El nombre púnico lo llevó la ciudad durante muy poco tiempo
y 110 se encuentra en ninguna rC'Íerencia directa. Establecido, scgún
queda dicho, e n e l :Iño 230, perduró hasta el 209, en que Publio 1':scipión , en una campaña sin precedentes en la Historia, se apoder6
de la ciudad m~ís fuerte de f-Jispania, tras un solo día de asedio.
CARTHAGO-NOVA
Los.romanos :Iplicaron este nomhre, rom:lI1izando a su modo e l
púnico, y añadiéndole otros títulos que conocemos.
!=;egún teslimonio de Vele¡o PJlterculo (n, Cart:1gena fué la l"oloni!! más antigua fund:'!da por los romanos fuera de Italia. Los autores han supuesto, con cierta ligereza, que fué fundada por César,
dt; quien recibió el nomb re, después de haber derrotado a los bijas
d\! r)ompeyo; pero lo cierto es que C;J.nagena acuiiaba moneda local antes de' esa fecha. Y'si nflS atenemos a los numerosos teslimonios que apOrlan las ·:Icuñacioncs de Lépida, Illici y Carthago Nova,
habremos de concluir que la fundación de la Colonia cartaginense
será lo antigua que se quiera, pero Que el nombre de 1ulia Que
ostentó lo recibió después del año 45, fecha de la batalla de Munda,
de los miembros del segundo triunvi~ato, como las dos ciudades
antes citadas .
Antes de entrar en la solución del problema del nombre romano
de Cartagena en las monedas, es preciso h:lcer una pequeña disgresi6n acerC:1 del nombre de Oinusa ,
(1)
Delgado. Nuevo Método. W. C8J'tba¡o Nov&.
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ANTO!\IO 8ELTRAN
~plicado
a un punto de la bahía de Cartagclla por el ProL Carda y
Bell;do (1).
Dice el repetido tratadista que, aunque con muchas dudas, ~ería
posible que la discutida Oinussa coincidiese con Cartagcna, en cuyo
caso podría ser una factoría de los alrededores y 1,1.10 más probable
es Que hubiese estado a la entrada de la ll1agnífic:1 bahía de Cartager.a, frente a la Isla de Escombrera»).
No estimamos posible esta ubicación, sólo :1poyada en un texto
d(; Poliaeno (VIII, 16, 6), que dice textualmente; «!-I:lbiendo Escipión tomado por asalto la ciud:1d de Oinuss:1 en ESP:lñ:l, los sol da dos que la saquearon le prest.!nlaro n un:1 joven de ex traordinaria
bel!eza, etc.» Se refiere, por t:mIO, :d conocido episodio de la conti?letlda de Esdpióll narrado por Po libio 00, 19, 3), Li vio (26, SO),
Dio:"! Cassio (57,42), Frontino (2, 11,5), Floro (1,22,38), Cornelio
Nepote (De vir, il. 49), VaJerio Máximo (4,3,1) y Aula Gelio (7,
8. 3), que unánimemente afirman que 1:1 doncella estaba entre los
prisioneros que le fueron entregados después de la toma de Cartagena; debe tratarse, pues, de un error de Poliaeno, ya que no cabe
suponer que hecha prisionera en Cartagena, fuera llevada a presencia de Escipión en Oinussa. Schulten hace notar que Oinussa, en
lugar de Cartagena, se da solnmente aquí y la identifica con Peñíscola.
Pero además hay textos de Tito Livio que aclaran totalmente ia
cuestión y que hacen imposible que Oinussa pueda ser Ca rtagena
Son ellos:
«De Cádiz volvió a sus cuarteles de Cartagena. Partiendo de
aquí, pasando por delante de Onusa, ll egó, siguiendo la costa al
Ebro, (XXI, 22, 5).
«Dirigiéndose entonces co n las naves a Onusa, desembarcaron,
tommon la ciudad y después de saquearla pusieron rumbo a Cartagena» (XXTI, 20, 3)
Si a esto añadimos que en el códice de Tito Livio aparece el
nomb~e de Omissam y Que ta corrección en Onusa no está totalmente justificada, advertiremos cu:ín prudentes son las dudas del sabio
catedrático de la Universidad de Madrid, y por nuestra parte creemos que corresponde a una ciudad cerC:1 del Ebro, al Sur del río,
que tampoco debe ser confundida con la interpretada .. Etovisliam»
sobre la base de los textos de Ptolomeo (Il, 6, 22), ni ser puesta en
relación con la ciudad Que acuñó monedas con el rótulo ibérico
O-to-be-s-ken (Tibisa, meior que Oropesa).
(ll «Le coloniZación Phókala en Espafia, desde tos origencs hasta. la. batalln
de AtalIe». (Siglo Vl!.{i35) en Ampurlas 0, pág. 73.
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ACERCA DE LOS NO:rtaRE OE c;'RTAGENA EN LA EDAn ANTICUA
tí
El NOMBRE DE CARTAGENA EN lOS EPIGRAfES MONETALES
En las monedas de Cartagena emitidas por los romanos, aparecen, a veces, las sigl:Js C. V. 1. N. o C. V. 1. N. K. o p:lrte de ellas.
Vamos .. dar una interpretación que se hace ahora por primera vez,
y expondrcmos luego I.. s bases numismáticas en que la fund:lOlOs.
1
2
e v
3
1
4
N
5
K
1. No plantea ninguna dihcult .. d y h:l sido interpretada unánimemente C(olonia). Sobre ella hemos dicho lo pertinente.
2. Interprctada comunmcnte y hasta la fecha V(ictrix) como en
otras cecas cspaí'iol::ts, debe ser leída VHJJS. L.:! lectur.:! Victrix se
advierte en las monedas de Osca Vrbs Victrix. Lepida (Colonia Victrix Julia Lepida), luego Cclsa y análogamenie se leía Coloni;l Vic!rix Triunphalis Tarraco, que también debe ser rectificada .
3. Se explic:l como lulia. Ya hemos dicho que siguiendo el parecer de Flórez, se 1:1 supuso fundada por César, pero Que en realid:ld e l nomb re le fué dado por los triunviros cua ndo :1 Elche y a
Lcpida, en el año 45 ó tal vez en e l 43.
4-5. El nombre Nov:l K:lrrhago es la I:ltinización del púnico, re.pitiendo que la sigla 5 le fué añadida m:ís moderna .mente.
De esta forma Queda el nombre de Cartagena, antigu:l Carthagioe, COLONIA URBS IULIA NOVA. Veamos ahora las pruebas
de esta aserción (1).
En la Serie de monedas latinas de Cart.:!gena , Que hemos ordenado cronológicamente de la 1 a la 44, OCUp:l el núm. S. siendo por
lo tanto de las más antiguas, un}! moneda de bronce, como las demás, Que tiene la siguiente descripción :
A) Busto a derecha de Palas, con pelo Ootante, casco adornado con crines y égida en el pecho.
(1)
Estos argumentos y muy extensas consideraciones sobre 106 mismo." los
('xponemos en nuestra obra Inédita. «Arqueología de Cartagenall (T. 1, Arqueologia, plallO arqueol6glco y topogrofia; T. n, NumLsmáttca y Eptgrafia).
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ANl'Ol'{IÓ BIl:L TRAN
R) Venus en pie, sobre cipo. con la mano extendida y en eIJa
una paloma. A los lados CV-IN.
ES la moneda, mal estudiada como todas las latinas de Carlagena , fué a trib uída hasta Flórcz a Norb3, y po r este autor a Carlagena, comprobándose su atribución por Delg:ldo. La discusión e nlre
los partida rios de la tesis antigua (Pell eri n, Combe, Scslini, Mionnct, Catálogo Ga rcía de la Torre y H eiss) y los de la nueva, motivó la apa rición de algunas piezas que tcní.:l.n además de las cuat ro
[etnlS citadas, una K grabada a buril, que se encuentra en varios
ejempla res. p. e. algunos de la Colección Lorichs. r.os Que atribuían ia pieza a Norba, se fundaban en la falta, precisamente, d e
la K(arthago), contra lo Que argumcnt6 FI6rcz que pudiera no ha·
ber c.. bido en el cospel. Delgado, observa nd o que los ejemplares
aparecen en la costa orient.. 1 y repitiendo el argumento de que C:lrthago sign ifica ciudad WICt'tI, y Jos romanos, al d .. rl c nombre :. esta
colonia, no hicieron nuís que traducirlo, :lUnq uc después, perdido
. el conocimiento del lenguaje car taginés, le añadiesen el Nova.
Como dice bien Delgado, I::! mismn redundancia empleamos hoy a l
decir el P uente de Alcántara.
Esta m oneda enlaza con las acuñaciones pompeyanas y debe ser
inmediata a la colonización, ya que todavía no lleva nombres de
qui nq uenales.
La lecturn de las siglas no queda pro bad a con Cti t:l m o nedll, en
la cual hemos visto 110s01ros po r primera vez la paloma Que lleva
la figura del rev. que identi ficamos con Venus.
Las monedas a las que damos los núms. 32 a 36 tienen e n el anverso un templo letrastilo, co n el nombre de AVGVSTVS en el
nrquitrabe, y en el reverso una cuad ri ga diri giéndose hacia un vexi.
110; adem:ís figuran los nombres de M .POSTVrniu s ALBTNVS
qui nquennal por segunda vez y P.TVRVLLIO Qu inquenna l y las si·
glas de la ciudad en las siguien tes formas:
VR. 1. N. K. = Urbs lulia Nova Karthago
V. 1. N. K. = Urbs lulia Nova Karlha go
V. N. K.
= Urbs Nova Karlh ago
Las dos últimas no tienen tanta impo rtancia como la primera,
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ACERCA. DE LOS NO.\lCRE DE CARTACENA EN LA EDAD ANTIGUA
7
que es un lIrgumento decisivo en favor de nuestra tesis. Apllrece dicha pieza publicada en las obras de I-Ieiss (XXXVI, 22) y Catálogo
Viclal-Quadras Ram ón núm. 689. No obstante, Bei ss siguió leyendo Victrix y lo mismo los demás autores que h:ln estudiado la obra
de Ileiss; así en la p;tg. 272 dice el aludido Alois Heiss que 13 lectura es Victrix.
Para los que pudieran juzg:Jr VR una incorrecci6n de las monedas, cosa equivocada, existe. a mayor abundamiento, Olro testimonio.
liemos dicho antes que también debía rcctificarse la lectura Colonia Victrix Triunphalis T:nraco, fundándonos en una inscripción
aparecida en Tarragona, dedicada a Carllcalla, cortad:! po r el final
de las lineas, que s:¡Jió en la Necrópolis romano-cristiana como
!:Ip:1 de un sepuJero, midiendo 225 x 20 cms. y correspondiente al
:Iño 217 (1).
imp. caes.m.
Antonino.o
invicto et
part.ii.mllx
germ.OlllX.pO
trib.pot.xx.imp
procos palri
(aurclio
(io felici
(ma"xim.aug
(briwnn.max.
(ntif.max.
(1Il.cos.iv
(patriae
COL.IVL.VRBS.TR (iuophalis
TARR.de\'ol!ss!ma (num.cius
Esta lectura cs, pues, 1:1 corrccl:1, 1:11110 para Tarraco como para
Carthago, cuyas monedas con Tiberio como cmper:lClor y Caligula
como quinQucn:d, llevan lIún I:ls mism
veces III K en KAR.
el)
Fué publicada y resUtlúda por Plo Beltrán a los pocos dlas dI" :lpareeer
de Tarragcn,u, y per Serra VUaró ("In tns McmoJ"!as de In Junta
Superiot· de EXC:l.Vílclones d~ 1917, sepulcro 82, pág. 49.
('n el
~Dhulo
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ANTONIO BELTRAN
OTROS NOMBRES DE CARTAGENA BAJO LOS ROMANOS
Recibió Cartagena el sobrenombre de Sparlaria a consccucnci¡1
de la gr:m cantidad de atocha o esparto que en sus :tlrcdedorcs se
cultivuba, habiendo sido introducido por los fenicios y :Iprovcchado en gran escala por los cartagineses, a juzgar por las c:1midadcs
enormes que h'lbía en los almacenes :JI tomar Escipi6n 1:1 plaza.
Apiailo (lber. ]0) habi.J de l\aI:'l\l'~O"(;t ~T;";'~«rlvi¡ ; igualmente se
refiere :1 ello Livio (XXJI, 20, 3) y Estrabó n (160). Así se delimi.
taba el llamado Campus .~p(lrtarim que rodeaba a Cartagcna y tenía
J50 kms. de largo .po r 45 de ancho; se exportaba, al parecer,:.I td,das las parles del mundo. Más 00ll('ia5 sobre el origen e importan.
cia del csp:lrto español (de Cartagcna) (enemas en Plinio XIX, 30;
Pomponio Mela 11 , 86, y hasta en el edic to de precios de Diodc.
ciano.
Bajo los romanos de Oriente, durante el medio siglo aproxima.
do Que dominarO!l en Cartagena. recibió el nombre de Justina (1).
Este nombre no prev:lIeció y en lo sucesivo conse rvó el nombre
Carthago-N ova con bs necesarias modificaciones producidas por el
tiempo hasl:1 la aClllaJ corrupción Cartagcna .
•
•
(1) Procoplo. His. b174 p. 2. n De Aooltlcils lib. VT cap. V cCarLhngo dlcta
Justlna ...•
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l'Icuca de lo!> nombre!> de Cartagena
en la edad antigua
La ciudad que hoy lleva el nombre de Carlagena. [o ha mudado
numerosas veces, porque siendo plaza de imponanci:l estratégica,
militar y económicamente, por su puerto y por sus minas, ha sido
codiciada por los numerosos pueblos que han intervenido en la
Historia antigua de España. Y así la vemos sucesivamente, avanzada del imperio Tartcssio, capital del imperio púnico del SE. y de
UDU de las zonas romanas de la Citerior y auo, más tarde, capital de
108 Imperiales en sus vanos propósitos de reconstrucción del Imperio meditcrr:íneo romano.
MASTI A
Corresponde este nombre a la ciudad anterromana situada, \"crosímilmentc, en la cumbre del aclual cerro de [3 Concepción, según
la conocida descripción del Periplo de Avieno en los versos 449 y ss .
que. corresponden a la parte más antigua de la redacción, que se remonta -según Schulten- al :lño 530.
El precioso texto diec: «El puerro Namn:ltio se curva cerca de
la dudad de los M:lssienos desde alta 01:11', y en 10 profundo del gol.
fa surge con sus :lltas murallas la ciudad Massiena .. ,» (1).
En los autores clásicos encontramos una pequeñ:1 divergenci:l
gráfica. del nombre de la ciudad. Se reconoce, en efecto, el nombre
Massia en la Ora Marítima y en Teopompo (Filípica, Esteban de
Bizancio), mientras Que Polibio (3, 24, 1) y Herodaro de Heraclca
se inclinan por Mastia, que prevaleció.
Coinciden los autores en admitir que Mastia o Massia, es nombre anliguo e indígena. seguramente tarlessio, ya que independientemente de Que la tribu que le dió su nombre fuese una extensión
(1) FHA. l. pdp. 71 Y 116. llNamnatlu:; inde portus oppldwn prope/ se Mass1et.um curvat alto ab aequore/ slnuque- in ¡mo surgit altls moenlbusl urbs Masslena ...J
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de los larlcssios para dominar :l los almerienses. al final del Bronce
(Hosch Cimpera), es lo cierto que la ciudad y su tribu estuvo incluíd .• en la parte Sur dcllimcs far/rsiorulll, esto es, Hcrn:I, en la desembocadura del Vinalopó par:l unos, seguramente entre Hcrna e
Il erda al Norte del río Guadales!.
Que Mastia no estuviera en el solar actual de Cartagena, soJaIllt!nte es afirmado, que sepamos, por dos autores cuyas opiniones
entran más en lo pintoresco que en lo científico. en el estado actual
.JI eI,nodon de 101 Jnr/¡"ttluoj
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de la ciencia histórica . Son el eminente polígrafo Joaquín Costa (1),
que daba la bahía de Carla~c na y el islotc de Escombreras como
sede de Tartcssos, )' D ~ Eulogio Sa3voora y Pércz de Meca, que defendía, fundado en razones de homofonía, que Mastia era Mazarrón
y que Cartagena era la antigua Tartesso ~ (2).
El nombre y la ciudad de Masl;a ~c desenvolvieron entre los si~ll¡entes términos cronológicos conocidos:
Hacia 530, citado por el periplo de Avieno.
El afio 348, citada por Polihio (3, 24, 1) en el segundo tratado
romano-cartaginés, formando p:lrt.c ya del reino cartaginés, pero
nombrad;) como parte integrante de] decaído Tarlcssos (Mastia 1i'11
TOTSis).
Finalmente tenemos por cierta la fecha de 230 en que fué fundada la ciudad púnica.
Existen hipótesis divers;ls acerca de la suerte de Mastin bajo los
púnicos; fué destruida para la fundación de la nueva ciudad (Schulte u) o simplemente absorbida por ella (Carda y Bellido). Como
Quiera que fuese, el nombre se perdió y no solamente en la capital.
sino en la tribu, diversificada en grupos de Bastetanos, Deitanos y
Cunteslanos.
(1)
(2)
cEstudlos IbérlcOo'a. pé.g. 14.
cMastta y Tarteso:t. Murcia, 1929.
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CART-HADASAT
Asdrúbal fund6 en el afio 230 la ciudad que había de ser c:lpital
del Imperio cartaginés del SE., sustituyendo a Akra-I.cuke con venlaj.J. La fundación fué recogida por Polibio (2, 13, J), Zonaras (8,
19), y la nu eva poblaci6n recibió el nombre de Ciudad NIIC~!(I, siendo este apelativo por Polibio (K'J,'»t'i~o"a.), Cjue la llama otras "eces
:\:i ..... K"?lU¡~O Y:r.
E l nombre, pues, original, de Cartagena fué Cil/dad Nl/c'vlI '! ;'lsí
se advierte en l;ls monedas latinas nds antig uas, como "cremos seguidamentc. Solamente los romanos, en tiempos avanzados. utilizaron la redundanci3 Car/hago Nova, Que encontramos también
escrita.
El nombre púnico lo llevó la ciudad durante muy poco tiempo
y 110 se encuentra en ninguna rC'Íerencia directa. Establecido, scgún
queda dicho, e n e l :Iño 230, perduró hasta el 209, en que Publio 1':scipión , en una campaña sin precedentes en la Historia, se apoder6
de la ciudad m~ís fuerte de f-Jispania, tras un solo día de asedio.
CARTHAGO-NOVA
Los.romanos :Iplicaron este nomhre, rom:lI1izando a su modo e l
púnico, y añadiéndole otros títulos que conocemos.
!=;egún teslimonio de Vele¡o PJlterculo (n, Cart:1gena fué la l"oloni!! más antigua fund:'!da por los romanos fuera de Italia. Los autores han supuesto, con cierta ligereza, que fué fundada por César,
dt; quien recibió el nomb re, después de haber derrotado a los bijas
d\! r)ompeyo; pero lo cierto es que C;J.nagena acuiiaba moneda local antes de' esa fecha. Y'si nflS atenemos a los numerosos teslimonios que apOrlan las ·:Icuñacioncs de Lépida, Illici y Carthago Nova,
habremos de concluir que la fundación de la Colonia cartaginense
será lo antigua que se quiera, pero Que el nombre de 1ulia Que
ostentó lo recibió después del año 45, fecha de la batalla de Munda,
de los miembros del segundo triunvi~ato, como las dos ciudades
antes citadas .
Antes de entrar en la solución del problema del nombre romano
de Cartagena en las monedas, es preciso h:lcer una pequeña disgresi6n acerC:1 del nombre de Oinusa ,
Delgado. Nuevo Método. W. C8J'tba¡o Nov&.
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ANTO!\IO 8ELTRAN
~plicado
a un punto de la bahía de Cartagclla por el ProL Carda y
Bell;do (1).
Dice el repetido tratadista que, aunque con muchas dudas, ~ería
posible que la discutida Oinussa coincidiese con Cartagcna, en cuyo
caso podría ser una factoría de los alrededores y 1,1.10 más probable
es Que hubiese estado a la entrada de la ll1agnífic:1 bahía de Cartager.a, frente a la Isla de Escombrera»).
No estimamos posible esta ubicación, sólo :1poyada en un texto
d(; Poliaeno (VIII, 16, 6), que dice textualmente; «!-I:lbiendo Escipión tomado por asalto la ciud:1d de Oinuss:1 en ESP:lñ:l, los sol da dos que la saquearon le prest.!nlaro n un:1 joven de ex traordinaria
bel!eza, etc.» Se refiere, por t:mIO, :d conocido episodio de la conti?letlda de Esdpióll narrado por Po libio 00, 19, 3), Li vio (26, SO),
Dio:"! Cassio (57,42), Frontino (2, 11,5), Floro (1,22,38), Cornelio
Nepote (De vir, il. 49), VaJerio Máximo (4,3,1) y Aula Gelio (7,
8. 3), que unánimemente afirman que 1:1 doncella estaba entre los
prisioneros que le fueron entregados después de la toma de Cartagena; debe tratarse, pues, de un error de Poliaeno, ya que no cabe
suponer que hecha prisionera en Cartagena, fuera llevada a presencia de Escipión en Oinussa. Schulten hace notar que Oinussa, en
lugar de Cartagena, se da solnmente aquí y la identifica con Peñíscola.
Pero además hay textos de Tito Livio que aclaran totalmente ia
cuestión y que hacen imposible que Oinussa pueda ser Ca rtagena
Son ellos:
«De Cádiz volvió a sus cuarteles de Cartagena. Partiendo de
aquí, pasando por delante de Onusa, ll egó, siguiendo la costa al
Ebro, (XXI, 22, 5).
«Dirigiéndose entonces co n las naves a Onusa, desembarcaron,
tommon la ciudad y después de saquearla pusieron rumbo a Cartagena» (XXTI, 20, 3)
Si a esto añadimos que en el códice de Tito Livio aparece el
nomb~e de Omissam y Que ta corrección en Onusa no está totalmente justificada, advertiremos cu:ín prudentes son las dudas del sabio
catedrático de la Universidad de Madrid, y por nuestra parte creemos que corresponde a una ciudad cerC:1 del Ebro, al Sur del río,
que tampoco debe ser confundida con la interpretada .. Etovisliam»
sobre la base de los textos de Ptolomeo (Il, 6, 22), ni ser puesta en
relación con la ciudad Que acuñó monedas con el rótulo ibérico
O-to-be-s-ken (Tibisa, meior que Oropesa).
(ll «Le coloniZación Phókala en Espafia, desde tos origencs hasta. la. batalln
de AtalIe». (Siglo Vl!.{i35) en Ampurlas 0, pág. 73.
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ACERCA DE LOS NO:rtaRE OE c;'RTAGENA EN LA EDAn ANTICUA
tí
El NOMBRE DE CARTAGENA EN lOS EPIGRAfES MONETALES
En las monedas de Cartagena emitidas por los romanos, aparecen, a veces, las sigl:Js C. V. 1. N. o C. V. 1. N. K. o p:lrte de ellas.
Vamos .. dar una interpretación que se hace ahora por primera vez,
y expondrcmos luego I.. s bases numismáticas en que la fund:lOlOs.
1
2
e v
3
1
4
N
5
K
1. No plantea ninguna dihcult .. d y h:l sido interpretada unánimemente C(olonia). Sobre ella hemos dicho lo pertinente.
2. Interprctada comunmcnte y hasta la fecha V(ictrix) como en
otras cecas cspaí'iol::ts, debe ser leída VHJJS. L.:! lectur.:! Victrix se
advierte en las monedas de Osca Vrbs Victrix. Lepida (Colonia Victrix Julia Lepida), luego Cclsa y análogamenie se leía Coloni;l Vic!rix Triunphalis Tarraco, que también debe ser rectificada .
3. Se explic:l como lulia. Ya hemos dicho que siguiendo el parecer de Flórez, se 1:1 supuso fundada por César, pero Que en realid:ld e l nomb re le fué dado por los triunviros cua ndo :1 Elche y a
Lcpida, en el año 45 ó tal vez en e l 43.
4-5. El nombre Nov:l K:lrrhago es la I:ltinización del púnico, re.pitiendo que la sigla 5 le fué añadida m:ís moderna .mente.
De esta forma Queda el nombre de Cartagena, antigu:l Carthagioe, COLONIA URBS IULIA NOVA. Veamos ahora las pruebas
de esta aserción (1).
En la Serie de monedas latinas de Cart.:!gena , Que hemos ordenado cronológicamente de la 1 a la 44, OCUp:l el núm. S. siendo por
lo tanto de las más antiguas, un}! moneda de bronce, como las demás, Que tiene la siguiente descripción :
A) Busto a derecha de Palas, con pelo Ootante, casco adornado con crines y égida en el pecho.
(1)
Estos argumentos y muy extensas consideraciones sobre 106 mismo." los
('xponemos en nuestra obra Inédita. «Arqueología de Cartagenall (T. 1, Arqueologia, plallO arqueol6glco y topogrofia; T. n, NumLsmáttca y Eptgrafia).
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6
ANl'Ol'{IÓ BIl:L TRAN
R) Venus en pie, sobre cipo. con la mano extendida y en eIJa
una paloma. A los lados CV-IN.
ES la moneda, mal estudiada como todas las latinas de Carlagena , fué a trib uída hasta Flórcz a Norb3, y po r este autor a Carlagena, comprobándose su atribución por Delg:ldo. La discusión e nlre
los partida rios de la tesis antigua (Pell eri n, Combe, Scslini, Mionnct, Catálogo Ga rcía de la Torre y H eiss) y los de la nueva, motivó la apa rición de algunas piezas que tcní.:l.n además de las cuat ro
[etnlS citadas, una K grabada a buril, que se encuentra en varios
ejempla res. p. e. algunos de la Colección Lorichs. r.os Que atribuían ia pieza a Norba, se fundaban en la falta, precisamente, d e
la K(arthago), contra lo Que argumcnt6 FI6rcz que pudiera no ha·
ber c.. bido en el cospel. Delgado, observa nd o que los ejemplares
aparecen en la costa orient.. 1 y repitiendo el argumento de que C:lrthago sign ifica ciudad WICt'tI, y Jos romanos, al d .. rl c nombre :. esta
colonia, no hicieron nuís que traducirlo, :lUnq uc después, perdido
. el conocimiento del lenguaje car taginés, le añadiesen el Nova.
Como dice bien Delgado, I::! mismn redundancia empleamos hoy a l
decir el P uente de Alcántara.
Esta m oneda enlaza con las acuñaciones pompeyanas y debe ser
inmediata a la colonización, ya que todavía no lleva nombres de
qui nq uenales.
La lecturn de las siglas no queda pro bad a con Cti t:l m o nedll, en
la cual hemos visto 110s01ros po r primera vez la paloma Que lleva
la figura del rev. que identi ficamos con Venus.
Las monedas a las que damos los núms. 32 a 36 tienen e n el anverso un templo letrastilo, co n el nombre de AVGVSTVS en el
nrquitrabe, y en el reverso una cuad ri ga diri giéndose hacia un vexi.
110; adem:ís figuran los nombres de M .POSTVrniu s ALBTNVS
qui nquennal por segunda vez y P.TVRVLLIO Qu inquenna l y las si·
glas de la ciudad en las siguien tes formas:
VR. 1. N. K. = Urbs lulia Nova Karthago
V. 1. N. K. = Urbs lulia Nova Karlha go
V. N. K.
= Urbs Nova Karlh ago
Las dos últimas no tienen tanta impo rtancia como la primera,
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ACERCA. DE LOS NO.\lCRE DE CARTACENA EN LA EDAD ANTIGUA
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que es un lIrgumento decisivo en favor de nuestra tesis. Apllrece dicha pieza publicada en las obras de I-Ieiss (XXXVI, 22) y Catálogo
Viclal-Quadras Ram ón núm. 689. No obstante, Bei ss siguió leyendo Victrix y lo mismo los demás autores que h:ln estudiado la obra
de Ileiss; así en la p;tg. 272 dice el aludido Alois Heiss que 13 lectura es Victrix.
Para los que pudieran juzg:Jr VR una incorrecci6n de las monedas, cosa equivocada, existe. a mayor abundamiento, Olro testimonio.
liemos dicho antes que también debía rcctificarse la lectura Colonia Victrix Triunphalis T:nraco, fundándonos en una inscripción
aparecida en Tarragona, dedicada a Carllcalla, cortad:! po r el final
de las lineas, que s:¡Jió en la Necrópolis romano-cristiana como
!:Ip:1 de un sepuJero, midiendo 225 x 20 cms. y correspondiente al
:Iño 217 (1).
imp. caes.m.
Antonino.o
invicto et
part.ii.mllx
germ.OlllX.pO
trib.pot.xx.imp
procos palri
(aurclio
(io felici
(ma"xim.aug
(briwnn.max.
(ntif.max.
(1Il.cos.iv
(patriae
COL.IVL.VRBS.TR (iuophalis
TARR.de\'ol!ss!ma (num.cius
Esta lectura cs, pues, 1:1 corrccl:1, 1:11110 para Tarraco como para
Carthago, cuyas monedas con Tiberio como cmper:lClor y Caligula
como quinQucn:d, llevan lIún I:ls mism
el)
Fué publicada y resUtlúda por Plo Beltrán a los pocos dlas dI" :lpareeer
de Tarragcn,u, y per Serra VUaró ("In tns McmoJ"!as de In Junta
Superiot· de EXC:l.Vílclones d~ 1917, sepulcro 82, pág. 49.
('n el
~Dhulo
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ANTONIO BELTRAN
OTROS NOMBRES DE CARTAGENA BAJO LOS ROMANOS
Recibió Cartagena el sobrenombre de Sparlaria a consccucnci¡1
de la gr:m cantidad de atocha o esparto que en sus :tlrcdedorcs se
cultivuba, habiendo sido introducido por los fenicios y :Iprovcchado en gran escala por los cartagineses, a juzgar por las c:1midadcs
enormes que h'lbía en los almacenes :JI tomar Escipi6n 1:1 plaza.
Apiailo (lber. ]0) habi.J de l\aI:'l\l'~O"(;t ~T;";'~«rlvi¡ ; igualmente se
refiere :1 ello Livio (XXJI, 20, 3) y Estrabó n (160). Así se delimi.
taba el llamado Campus .~p(lrtarim que rodeaba a Cartagcna y tenía
J50 kms. de largo .po r 45 de ancho; se exportaba, al parecer,:.I td,das las parles del mundo. Más 00ll('ia5 sobre el origen e importan.
cia del csp:lrto español (de Cartagcna) (enemas en Plinio XIX, 30;
Pomponio Mela 11 , 86, y hasta en el edic to de precios de Diodc.
ciano.
Bajo los romanos de Oriente, durante el medio siglo aproxima.
do Que dominarO!l en Cartagena. recibió el nombre de Justina (1).
Este nombre no prev:lIeció y en lo sucesivo conse rvó el nombre
Carthago-N ova con bs necesarias modificaciones producidas por el
tiempo hasl:1 la aClllaJ corrupción Cartagcna .
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(1) Procoplo. His. b174 p. 2. n De Aooltlcils lib. VT cap. V cCarLhngo dlcta
Justlna ...•
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