El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada (Gáldar, Gran Canaria)
Carmen Gloria Rodríguez Santana
José Ignacio Sáenz Sagasti
2014
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EL LIDERAZGO CULTURAL EN LA GESTIÓN TURÍSTICA
DEL MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA
(GÁLDAR, GRAN CANARIA)
Carmen Gloria Rodríguez Santana y José Ignacio Sáenz Sagasti
PATRIMONIO CULTURAL Y TURISMO…
TODO ES SEGÚN EL COLOR / DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA
Antes de empezar a desgranar ideas sobre la compleja relación existente en
ese binomio patrimonio cultural/turismo, es preciso prevenir a la lectora, o
al lector, de que quienes escriben1 lo hacen desde un punto de vista que no
es en absoluto inocente (en realidad, nunca lo es), como expresó Ramón de
Campoamor. Somos desconocedores de la complejidad del tejido turístico
que acrisola intereses de la más variada naturaleza y que desborda, en mucho, el simple calificativo de “sector turístico” –de hecho, a pesar del abuso
de esta última etiqueta, se va imponiendo el de “actividad transversal” para
definir el proceso de producción turística, fraccionada entre múltiples actores, tanto públicos como privados, y vinculada a territorios concretos (VV.
AA., 2008: 21). Pero de lo que sí podemos hablar es de lo que supone construir
valor a partir de un espacio de enorme significación histórica y simbólica: el
yacimiento Cueva Pintada. Este enclave patrimonial ha sido objeto de uno de
los más ambiciosos proyectos de valorización emprendidos en la Comunidad
Autónoma de Canarias y, en él, el capítulo dedicado a la musealización –simplificamos con este contestado término el complejo proceso de hacer accesible el yacimiento a los públicos que lo visitan– ha tenido la misma relevancia
que los de investigación y conservación.
1
Quienes firman son conservadores de museos del Cabildo de Gran Canaria, adscritos al Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Han trabajado en este yacimiento desde los albores
del proyecto con distintos papeles y responsabilidades a lo largo de los años.
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En un reciente artículo (Onrubia et al., en prensa), señalábamos cómo la
museografía, disciplina que puede y debe ser entendida como una técnica más
de construcción patrimonial, posee en el Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada un papel esencial, en la medida en que no se trata de un espacio para
mostrar cosas, sino para “exhibir” personas; se trata, en efecto, de un lugar donde, junto a los objetos, se ha pretendido “exponer” los cuerpos y las mentes de
los hombres y mujeres que los fabricaron, utilizaron y amortizaron. Porque,
por encima de todo, lo que se ha pretendido en Cueva Pintada es representar,
encarnando y trayendo al presente ideas y emociones, otra forma histórica de
ver y de estar en el mundo, otra manera de vivir en sociedad, otro modo concreto de habitar, poblándolo con gentes tan diferentes y tan parecidas a nosotros
mismos, ese país extraño que, como dice la conocidísima frase que introduce
la célebre novela de Leslie P. Hartley The Go-Between (1953), solemos llamar
pasado. Este afán tiene que ver, sobre todas las cosas, con la gente de la isla
que siente como suyo ese yacimiento arqueológico, con la sociedad que busca
su pasado, su memoria, su identidad. Por ello, hemos querido que en el título
que aglutina estas páginas quede explícita la idea de que el liderazgo de este
proyecto ha sido siempre cultural (entendido este adjetivo en su más amplio
sentido) y, a partir de ahí, se procura articular una gestión turística sostenible.
Si bien es cierto que el concepto de turismo nace esencialmente vinculado
a la Cultura (no hay manual en torno a este moderno fenómeno de masas que
no mencione como un precedente innegable el Grand Tour, ese viaje iniciático en el que confluía formación, esparcimiento y diletantismo); no es menos
cierto que hoy es muy complejo atraer al turista hacia la Cultura, en especial,
hacia los espacios en los que se ha creado valor a partir del Patrimonio Cultural. Es importante matizar este último aspecto pues, dado el marco en el
que estas reflexiones ven la luz, subrayamos de forma plenamente consciente
ese esfuerzo que se ha llevado a cabo en muchos espacios patrimoniales para
crear valor, para conservar, investigar y hacer accesible a la sociedad los valores que, se supone, atesora por sí mismo.
En el caso del archipiélago canario, que ha promocionado a lo largo de décadas una imagen basada en las ventajas de las cálidas temperaturas, de una
“eterna primavera” en un entorno en el que se combinan las playas de arena
blanca, los paisajes de lava y, eventualmente, un mundo rural por descubrir,
no es en modo alguno sencillo. Además, las últimas tentativas desde el sector
turístico se centran en añadir a estos valores seguros, el derivado de la prác-
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tica de toda suerte de deportes náuticos, el golf y el turismo de salud. Si se
visita, por ejemplo, la web oficial de Turismo de Gran Canaria2, las pestañas
que encuentra la persona que a ella accede son, por este orden: Playas, Náutica, Naturaleza, Deportes, Salud, Golf, Cultura y Meetings. El lugar reservado
a Cultura, es ya revelador de dónde están las prioridades institucionales en
relación a la oferta turística grancanaria.
El desesperado intento por la re-invención turística de Canarias, en donde
los valores patrimoniales jueguen un papel relevante, llega desde los Ayuntamientos y esencialmente de aquéllos que no poseen paradisíacas playas como
atractivo principal. En estos casos, el mil veces cacareado “efecto Guggenheim” se extiende a pequeños municipios que consideran que un nuevo museo
temático o un yacimiento visitable tendrán la capacidad de dinamizar la economía de los municipios en los que se sitúan. Y el “espejismo Guggenheim”
acaba en un profundo desencanto pues esta creación de valor de los espacios
patrimoniales, que buscaba ante todo atraer visitantes, no ha llevado aparejado
el desarrollo de una estrategia multidisciplinar (en muchos casos, ni siquiera
estrategia) en la que profesionales especialistas en los distintos sectores que
engloba en definitiva el Turismo puedan vehicular ese ansiado desarrollo local.
Por otro lado, no conviene olvidar que el objetivo fundamental de todo
equipamiento turístico es obtener beneficios económicos, esencial para la supervivencia, la consolidación y, eventualmente, la expansión de la iniciativa
empresarial. Sin embargo, el objetivo esencial de un equipamiento cultural
que custodia la memoria tangible de la sociedad (en nuestro caso un yacimiento arqueológico y los bienes muebles en él recuperados) no es la de obtener beneficios económicos (que también), sino conservar, investigar y acercar
a la ciudadanía ese legado. Es aquí donde se sitúan las prioridades del Museo y
Parque Arqueológico Cueva Pintada, y es también desde esa premisa desde la
que se pretende, de forma decidida, ofrecer un recurso turístico de excelencia.
EL MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA O
LA CREACIÓN DE VALOR DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
Son varias las publicaciones que dan cuenta de las características del yacimiento de la Cueva Pintada, así como de la génesis y evolución del proyecto
que culmina con la apertura del museo y parque arqueológico (entre otros:
2
http://www.grancanaria.com/patronato_turismo [Consultado el 20 de mayo de 2014]
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Martín et al., 1993; Onrubia et al., 1999; Sáenz y Antona, 2006 y Onrubia et
al., 2007). No nos detendremos, pues, en este punto pero sí es pertinente
recordar que la Cueva Pintada, descubierta en 1862, es una cámara excavada
en la toba volcánica, decorada con un friso de motivos geométricos (figura
1) que constituye un testimonio excepcional de la cultura prehispánica de
Gran Canaria. Fueron las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo entre
1987 y 2005 las que transformaron lo que era un aislado, aunque singular,
elemento patrimonial en un yacimiento extenso, complejo y no exento de
espectacularidad. Fue justamente la relevancia de estos descubrimientos
la que propició la modificación del planteamiento inicial del proyecto de
parque arqueológico pues ya no sólo se trataba de abrir la Cueva Pintada
al público una vez solventados sus acuciantes problemas de conservación,
sino de abordar la musealización de un caserío que formó parte del antiguo
Agáldar prehispánico.
Es así como el proyecto museológico pudo asumir el reto de contar, de forma rigurosa aunque no rígida, una historia singular en la que los protagonis-
Figura 1. La Cueva Pintada, cámara artificial excavada en la toba y decorada con un
friso pintado con motivos geométricos. Foto: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada – Javier Betancor.
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tas, son gente excepcional en el contexto de Europa y, aún hoy, unos grandes
desconocidos. Estas poblaciones, originarias de África del Norte, y que se comunicaban en una lengua emparentada con las hablas y dialectos bereberes
actuales, permanecieron en un aislamiento relativo hasta que la conquista de
la isla trajo consigo su aculturación y asimilación en esa sociedad de frontera
que se instala en Gran Canaria a finales del siglo xv y principios del siglo xvi.
En este conglomerado mestizo de castellanos, portugueses, italianos… irá disolviéndose, hasta desaparecer con relativa celeridad, la identidad étnica de
los últimos indígenas canarios (Onrubia et al., en prensa).
La densidad de las estructuras localizadas y la marcada topografía de la
zona arqueológica de la Cueva Pintada impusieron una compleja y audaz intervención arquitectónica (Zarandieta et al., 2007) imbricada en un proyecto
que, si bien consideraba irrenunciable la contemplación directa de la cámara
decorada, pretendía ir más allá en la construcción de un discurso histórico y
patrimonial (Onrubia et al., 1999; Sáenz y Antona, 2006). La voluntad era la
de introducir al visitante en un escenario histórico, invitarle a viajar al pasado
para adentrarse en uno de los momentos más apasionantes de la historia de la
isla, contando para ello con el gran potencial simbólico de los restos conservados in situ. Esta aproximación se consideraba esencial para que el discurso,
el qué se cuenta, fuera accesible a toda la sociedad.
Pero la evocación de ese momento pasado debía contar también con recursos interpretativos y comunicativos en donde esa narrativa histórica fuera
verdaderamente la protagonista. Son estas reflexiones y esta aspiración las
que explican la importancia que alcanzaron los audiovisuales, concebidos
como los instrumentos idóneos para la concreción museográfica del proyecto Cueva Pintada. Cautivar la atención del público era uno de los objetivos
prioritarios del museo y, con absoluta seguridad, la introducción de dos formatos innovadores (proyecciones estereoscópica en HD y panorámica) ha
sido fundamental para lograr este fin. Al tiempo se era consciente de que en
virtud de este planteamiento, el equipamiento Cueva Pintada sería, sin duda,
uno de los más espectaculares de la isla para adentrarse en su singular historia, de ahí que se impusiera, desde el mismo momento de su concepción, su
traducción a tres idiomas (alemán, inglés y francés).
Aunque la visita constituye el servicio esencial de Cueva Pintada, en el
momento de su apertura ya se disponía del proyecto didáctico en el que se
establecían las líneas estratégicas en materia de comunicación (ya difusión, ya
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promoción). Éste era uno más de los capítulos esenciales del proyecto museográfico, es decir, no se consideró jamás como un asunto menor, sino que, bien
al contrario, formaba parte de los cimientos de la arquitectura museográfica.
Este proyecto se ha encauzado a través de programas públicos y educativos
que, a su vez, se han ido enriqueciendo con el tiempo, en buena medida a
partir de los estudios de público llevados a cabo, así como de la constatación
de las necesidades de los públicos de proximidad –los estudios de público y la
evaluación del equipamiento se han llevado a cabo desde la apertura del museo cuyos resultados se han reflejado en varias publicaciones pero, para una
visión de conjunto, puede consultarse Sáenz et al., 2010, así como Asensio et
al., 2012. Es así como se han ido sucediendo representaciones de títeres, visitas en familia, conciertos, cuentacuentos, talleres, itinerarios temáticos, cursos, conferencias… y, por supuesto, publicaciones dirigidas a diversos tipos de
público. En este punto, es importante señalar que el museo se planteó desde
esos momentos la necesidad de ir creando un equipo con profesionales de la
enseñanza, la investigación, la comunicación, la dramaturgia, la literatura, la
promoción, las nuevas tecnologías… con el objetivo de diseñar acciones innovadoras en todos estos campos, contribuyendo a hacer de la praxis museística
un banco permanente para la investigación y la innovación.
Es cierto que algunas de estas propuestas están muy condicionadas por
la disponibilidad presupuestaria. En los últimos años se han priorizado los
programas destinados a público infantil y familiar, así como algunas acciones
que destacan por su novedad en contextos arqueológicos.
Esta permanente aspiración por incorporar programas innovadores siempre ha estado presente en Cueva Pintada. Destacamos dos acciones por la
trascendencia alcanzada en los públicos. La primera, desarrollada entre diciembre de 2007 y enero de 2008, se refiere a la campaña de comunicación
y promoción del programa destinado al público infantil y familiar. En ella se
combinaron acciones muy variadas, entre las que destaca el enorme dibujo
de Arminda realizado en la arena de la Playa de Las Canteras en Las Palmas
de Gran Canaria (figura 2).
La última, la visita nocturna celebrada en abril de 2013, en la que, además
de recorrer el museo y parque arqueológico, haciendo partícipe al público de
una mirada más libre y evocadora de Cueva Pintada, se salpicó el itinerario
con piezas de danza contemporánea, a cargo de la Compañía Natalia Medina
(figura 3). Esta insólita conexión persigue indagar nuevos territorios e ir más
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Figura 2. Dibujo realizado en la arena de la Playa de Las Canteras. Esta acción de
promoción (casi de marketing callejero) fue diseñada por Mixtura-Gabinete de
comunicación y el Ojo de arena. Foto: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada
– Gustavo Martín.
Figura 3. Danza contemporánea en el recinto del parque arqueológico durante una
visita nocturna a Cueva Pintada. Compañía Natalia Medina. Foto: Museo y Parque
Arqueológico Cueva Pintada – Felipe Medina.
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allá en la interesante vía que propicia, desde una auténtica visión transdisciplinar de la Cultura, llevar las artes escénicas a los escenarios arqueológicos.
UNA CUESTIÓN DE LIDERAZGO CULTURAL,
PERO TAMBIÉN DE CIFRAS
Intentemos entrar en materia. Hace ya años que Cultura y Turismo ensayan
un acercamiento que resulta difícil pues ambos agentes buscan soluciones
que resuelvan problemáticas coyunturales que esconden, en realidad, graves deficiencias estructurales. Estas aproximaciones se emprenden desde
la academia –las asignaturas que abordan este asunto están presentes ya en
los planes de estudio de muchos Grados relacionados con estos contenidos,
así como en todo Máster de Gestión cultural, patrimonial o turística que se
precie–, pero esencialmente desde las instituciones interesadas en propiciar
ese buen entendimiento entre Turismo y Cultura. Las publicaciones que dan
cuenta de ello son cada vez más numerosas, una de las más recientes es la
obra Museos y Turismo: expectativas y realidades (Arrieta, 2012). También
desde el ámbito de la cooperación cultural se hacen esfuerzos por ofrecer
herramientas que ayuden a desentrañar esa enigmática ecuación: Cultura +
Turismo = Desarrollo (Moragues, 2006). En cualquier caso, la literatura sobre
este asunto ya va siendo abundante en este siglo xxi. Desde nuestra perspectiva cotidiana sólo podemos aspirar a ofrecer un estudio de caso que, es
preciso advertirlo, no es en modo alguno exhaustivo puesto que la valoración
que pueda llevarse a cabo aún carece de indicadores que permitan alcanzar
afirmaciones concluyentes. Vayamos desgranando aspectos para intentar, al
final, realizar una lectura global.
LA INVERSIÓN DE RECURSOS: LA CREACIÓN DE UN EQUIPAMIENTO Y
SU CONSOLIDACIÓN PRESUPUESTARIA
La inversión realizada en Cueva Pintada se inició en el año 1987, cuando se
empezó a desarrollar el plan de investigación arqueológica en este yacimiento. Como señalamos en el primer epígrafe, la espectacularidad de los hallazgos supuso un cambio radical en la dimensión del proyecto inicial y veinte
años de trabajos continuados culminaron con la apertura, el 26 de julio de
2006, del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Una de las preguntas más frecuentes al hablar de este centro es ¿cuánto
costó este proyecto? Y la respuesta es 8.150.000 euros, que incluyen la adqui-
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sición y expropiación de los terrenos (9.000 m2), las investigaciones arqueológicas y de conservación, así como el proyecto museológico (arquitectura y
museografía).
¿Quién lo ha financiado? Las administraciones públicas, tanto canarias,
como estatales. En el figura 4 se aprecia cuál ha sido la contribución de cada
una de ellas y vemos claramente que el Cabildo de Gran Canaria asumió la
mayor responsabilidad financiera del proyecto.
Una vez abierto el museo, la institución se incorpora al Servicio de Museos del Cabildo para su gestión, participando de la distribución presupuestaria con la que contaba la Consejería de Cultura. Los dos primeros años,
impulsados por las acciones emprendidas para la inauguración, Cueva Pintada contó con una aportación económica sustancial para el inicio de la gestión integral del equipamiento, más aún teniendo en cuenta que muchos
servicios eran de nueva creación.
Es preciso señalar en este punto que la apertura de este museo supuso la
implantación de un nuevo modelo de gestión que podemos denominar mixto, pues combina la gestión pública –sin independencia jurídica, pues a día
Figura 4. Cuantías de las aportaciones económicas realizadas por las distintas
administraciones implicadas en el Proyecto de Parque Arqueológico Cueva Pintada.
El total fue de 8.150.000 euros. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Elaboración propia.
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de hoy el Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria no se ha transformado en Fundación, Organismo Autónomo, Ente Público Empresarial…– y la
participación de empresas y otros organismos públicos que ofrecen servicios
especializados, bien mediante convenios, bien mediante contratos de prestación de servicios. Por lo que se refiere a los convenios, éstos han sido firmados
con Universidades (ULPGC, UAM o UCLM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además de éstos, vinculados con la investigación y/o
la prestación de servicios técnicos, se firman otros que tienen por objeto el
patrocinio de programas concretos.
Detengámonos unas líneas para aclarar esta cuestión, en absoluto menor
dado el tema que nos ocupa, que mucho tiene que ver con la gestión. Esta
apuesta por la externalización de determinadas áreas responde a un planteamiento que se rige por el principio de interés general y servicio público,
explicitado en un conjunto de objetivos establecidos desde la institución y
que son de obligado cumplimiento de acuerdo a las competencias establecidas en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias 4/1999, de 15 de marzo.
La razón de ser de la externalización de servicios es que ésta aporte, a través
de empresas especializadas, innovación, calidad y eficiencia a los proyectos
a los que se incorpora, garantizada por la adecuada evaluación por parte del
propio organismo público3. La planificación estratégica y el diseño general se
desarrollan desde el museo con los técnicos de la administración especializados en esas áreas. Para la implementación de los programas, se ha buscado la
participación de empresas y organismos que han tenido que ir adaptando los
servicios a las necesidades del museo que, desde los nuevos planteamientos
museológicos, ya explicitados previamente, se encuentran con la ausencia de
perfiles especializados dentro de las RPT de las administraciones públicas.
La colaboración con estas empresas en la gestión cotidiana del equipamiento es básica para poder corregir y mejorar el servicio público. No se trata de
desarrollar servicios “estándares”, que se puedan implementar en cualquier
museo, se trata, al contrario, de encontrar soluciones a las necesidades de
cada centro, y donde el personal participe de forma activa y aplique su conocimiento a las características del centro (este planteamiento es desarrollado
en Sáenz et al., 2010).
3
Remitimos, por su interés en este aspecto, a la obra coordinada por Lluis Bonet i Agustí a
propósito de la externalización de los servicios culturales públicos (2008), especialmente a la
presentación de Lluís Noguera i Jordana y al artículo de Àngel Mestres, en los que se plantean
sugerentes ideas para abordar este, aún, peliagudo asunto.
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A estas novedades en el modelo de gestión, se añadían otros cambios significativos, como el pago de una entrada por acceder al museo. A la postre,
este modelo se ha mostrado más flexible, adaptativo y, en suma, sostenible,
más aún teniendo en cuenta que la realidad económica, y las prioridades políticas, han supuesto que a lo largo de los siete años de vida del centro, las
asignaciones presupuestarias se hayan visto considerablemente disminuidas
y alcanzan, en el año 2012, una reducción acumulada del 72,8% (figura 5).
La actual realidad presupuestaria de Cueva Pintada, dentro del contexto
de los museos de Gran Canaria, lo sitúa en sexto lugar, con 750.000 euros.
El equipamiento que posee mayor asignación es el Centro Atlántico de Arte
Moderno, que supera los 2.000.000 euros (figura 6).
La “rentabilidad” que se exige a un equipamiento de esta naturaleza, no
podría medirse con criterios exclusivamente económicos puesto que los ingresos brutos del centro en modo alguno pueden cubrir los mínimos gastos
de gestión de las colecciones, públicos y mantenimiento de las instalaciones.
En la figura 7 se detalla la evolución de los ingresos de Cueva Pintada en
concepto de venta de entradas (el resto de aportaciones es menos relevante,
basta ver en la tabla 1 las correspondientes al año 2012 para constatarlo) y es
fácil comprobar que los ingresos anuales nunca permitirían cumplir con los
Figura 5. Evolución de los presupuestos recibidos por el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, referido a los capítulos 2, 4 y 6. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
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principales mandatos exigibles al museo y parque arqueológico: garantizar la
transmisión de este legado a futuras generaciones al tiempo que se procura
el disfrute de los mismos por la sociedad actual. De ahí que el concepto de
“sostenibilidad” deba ser bien matizado en los contextos patrimoniales y huir
de una visión meramente economicista.
Figura 6. Gráfica en la que se comparan las asignaciones presupuestarias de los
museos en la isla de Gran Canaria. En tonos claros están los museos dependientes
del Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria, y se destaca el lugar ocupado
por Cueva Pintada. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Elaboración propia.
Figura 7. Evolución de los ingresos del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en concepto de venta de entradas. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada. Elaboración propia.
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CONCEPTOS
INGRESOS BRUTOS (€)
Venta de entradas
112.190
Canon explotación tienda
3.560
Canon explotación máquinas
962
TOTAL
116.712
Tabla 1. Cuadro de ingresos del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada para el
año 2012. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD LOCAL EN EL CONTEXTO INSULAR
En el caso del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, ubicado en Gáldar, –municipio con una superficie de 67,6 km2 situado en el Norte de la isla de
Gran Canaria– es preciso puntualizar qué entendemos por comunidad local.
El hecho diferencial canario es, por excelencia, la insularidad. El mar
constituye una frontera que delimita claramente un territorio y que condiciona
no sólo aspectos tan elementales como las posibilidades de movilidad
–exclusivamente aérea y marítima hacia el exterior y terrestre, por carretera,
en el interior– o de organización administrativa. La gestión del Patrimonio
Histórico corresponde al Cabildo de Gran Canaria, administración insular de la
que depende el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Entre los valores
que defiende este museo, destaca el de proximidad, entendida tanto en relación
al municipio, pero también y de forma destacada, a la comunidad insular. Hay
que tener en cuenta que la Cueva Pintada constituye un referente identitario de
alto valor simbólico para la sociedad canaria (Martín de Guzmán et al., 1993).
Este hecho queda patente en la mayoritaria respuesta del público de la isla a
la pregunta: “¿Por qué visita el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada?:
porque soy canario”. Por ello, la comunicación y promoción está siempre
enfocada a este público insular y muestra de ello es que incluso en acciones
generalmente destinadas a público más próximo (por ejemplo, los talleres
infantiles de verano), asistan personas de otros municipios (hasta un radio de
25 km) aunque es evidente que las del entorno próximo son mayoritarias.
LA REPERCUSIÓN TURÍSTICA DE CUEVA PINTADA
No resulta sencillo evaluar la repercusión turística real, en términos de rentabilidad económica de las inversiones realizadas en este equipamiento. Sin
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embargo, hay que intentar hacer hablar a los datos de los que disponemos. Sí
es preciso detallar que al hablar de “inversión”, empleamos el término en su
más amplia acepción, puesto que, en nuestro caso, no sólo se refiere a los costes derivados de la ejecución del proyecto museológico (desde la arquitectura
a la museografía), sino que aludimos asimismo a todos aquellos esfuerzos
que se inician con la propia investigación arqueológica, y que posibilitan la
construcción de conocimiento, esto es, de un relato que trasladar al público.
Pero volvamos a la pregunta inicial: ¿cómo medir la eficacia y eficiencia
de Cueva Pintada desde el punto de vista de los públicos y el desarrollo local?
Tanto la declarada inserción del proyecto Cueva Pintada en una práctica de
arqueología pública digna de ese nombre, como la concepción integral de
lo que debía suponer la valorización de este espacio arqueológico singular,
llevaron a situar, desde un primer momento, la evaluación como un eje transversal en su gestión, tal y como se ha mencionado anteriormente. Por ello, la
profunda convicción de que es la propia sociedad (los públicos, en definitiva)
la que constituye la auténtica prioridad de este esfuerzo, se tradujo en la temprana puesta en marcha de los estudios de público y las evaluaciones de exposiciones y programas. En este trabajo sólo destacaremos algunos aspectos en
relación con el número de visitantes, los perfiles de público y el impacto que
en ellos produce transitar por el museo.
Es un hecho que Cueva Pintada ha atraído a más de 350.000 personas a
lo largo de los siete años en los que el equipamiento ha estado en funcionamiento (tabla 2 y figura 9). Las personas que han visitado el museo y parque
arqueológico se han trasladado a un municipio que tiene algo más de 24.000
habitantes, está alejado de los principales enclaves turísticos así como de las
rutas más significativas organizadas por turoperadores. Esta realidad no es en
absoluto irrelevante.
Si analizamos la procedencia de los públicos que visitan Cueva Pintada
apreciamos de forma inmediata cómo es un museo volcado en la comunidad
local insular (figura 10). El peninsular es el que le sigue en importancia, incluso más que el del resto de las islas, pero llama la atención que el porcentaje
esmuy similar al número de visitantes procedentes de Alemania, sin duda
uno de los países de origen más significativo en el contexto de Canarias, pero
lo que es realmente relevante es que es, con diferencia, el más interesado
en la búsqueda de otras alternativas turísticas tales como la cultural o de la
naturaleza.
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Público
General
Público de centros
docentes
Participantes en
programas
TOTAL
2006
28.684
5.161
771
34.616
2007
50.530
23.965
2.749
77.244
2008
38.449
15.073
3.887
57.409
2009
28.132
11.880
799
40.811
2010
30.144
14.924
282
45.350
2011
35.292
13.930
1.233
50.455
2012
33.780
13.376
894
48.050
TOTAL
245.011
98.309
10.615
353.935
Tabla 2. Cuadro con el número de personas que visitan, y participan en programas,
en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en el año 2012. Se desglosan los
visitantes procedentes de centros docentes. Fuente: Museo y Parque Arqueológico
Cueva Pintada.
En los datos referidos a Gran Canaria, conviene no olvidar que también
están incluidas las visitas que realizan los centros docentes que, lógicamente,
son en su mayoría de esta isla. Los centros del resto del Archipiélago, especialmente Tenerife, incluyen la visita a Cueva Pintada en sus programaciones;
en este sentido, es importante señalar que la existencia del Fast Ferry que
conecta, en poco más de una hora, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife con
el de Agaete (en el Norte de Gran Canaria, a ocho km de Gáldar) supone un
refuerzo en la movilidad interinsular.
A pesar del porcentaje considerable de público local, la evolución de
las cifras pone de relieve que la afluencia al museo es sensible a los ciclos
que afectan a las dinámicas turísticas en la isla (figura 11). Las fluctuaciones
experimentadas en la visita de turistas nacionales y extranjeros a Gran
Canaria, tiene un correlato inmediato en las cifras de Cueva Pintada. Además,
la importancia de las visitas escolares es palmaria evidenciada en el descenso
de visitas experimentado en el año 2008, directamente relacionado con un
conflicto entre el personal docente y el Gobierno de Canarias que supuso la
adopción de medidas como la suspensión de actividades extraescolares por
parte del profesorado.
En relación a la “presión” por parte de los responsables políticos, tanto
del ayuntamiento galdense, como de la corporación insular, para que estas
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Figura 9. Representación gráfica del número de visitantes o participantes en programas en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en los años 2006 a 2012.
Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Elaboración propia.
Figura 10. Representación gráfica de la evolución del número de turistas y de visitantes a Cueva Pintada. Se representa la variación del porcentaje interanual Fuente:
ISTAC (Gobierno de Canarias) – Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Elaboración propia.
130
[page-n-17]
El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
cifras de visitantes se incrementen, no podemos soslayar que, en efecto,
hay un sector que reclama, cada cierto tiempo, un cambio en las estrategias
dirigidas a la captación de públicos con el objetivo claro de que sean más
las personas que acuden a esta zona norte. Independientemente de que
siempre es posible mejorar las estrategias de promoción del equipamiento,
aunque no son estos los mejores tiempos para contar con los necesarios
presupuestos en las partidas dedicadas a comunicación, sí conviene señalar algunos aspectos que pueden explicar (que no justificar) esta situación.
Cueva Pintada apostó en su momento por un modelo en el que combina la contemplación del bien original con la protección de este excepcional bien patrimonial –el visitante contempla la cámara decorada original
desde una “burbuja” de cristal. El protocolo de conservación establecido
para alcanzar este objetivo supone la apertura de la Cueva Pintada 14
veces al día y existe un número limitado de personas que pueden visitar
el museo en el día: 500. Esta restricción es un condicionante importante
para los grandes turoperadores pero ello no impide que sea, hoy por hoy,
el elemento más sugestivo para las personas que hacen turismo en la isla
y desean conocer su historia.
Figura 11. Representación porcentual de la procedencia del público visitante al Museo y Parque Arqueológico (2007-2012). Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada. Elaboración propia.
131
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
El municipio galdense cuenta con otros atractivos patrimoniales pero no
ha logrado aún consolidar una oferta turística que atraiga a visitantes y consiga “atraparlos” en el entorno próximo, convirtiendo Gáldar en un auténtico
destino, y no en un lugar “de paso”.
En esta línea, vamos a realizar un ejercicio de comparación con el Museo
de Altamira, con el que, de hecho, se nos asimila en muchas ocasiones desde la
prensa insular, puesto que se trata de un centro museístico que gira también en
torno al arte rupestre (quizás podemos atrevernos a comentar que “las comparaciones, realmente, son siempre odiosas”). Haciendo una valoración de los municipios en donde se encuentran estos dos centros, y en lo que a planta alojativa
se refiere, Santillana del Mar cuenta, en un radio de cinco km, con 46 establecimientos de diversa categoría frente a uno en el municipio galdense. Por otro
lado, la oficina de turismo del Ayuntamiento de Santillana el Mar recibe unas
64.000 visitas al año, frente a las 6.000 del galdense, a pesar de que la distancia
a la capital, Las Palmas de Gran Canaria, es menor en el supuesto insular y ésta
posee una población mayor, al igual que el número de turistas que la visitan.
Pero siguiendo con este estudio de caso, en la tabla 3 se aprecia el listado de museos estatales y el posicionamiento de cada uno de ellos, así como
de Cueva Pintada, en función del número de visitantes, pero, también, de la
relación de este dato con el número de habitantes de los municipios donde
se enclavan todos estos equipamientos museísticos. Es una lectura diferente,
que puede resultar reveladora en algunos casos. Es evidente que Cueva Pintada sale airosa de la prueba (de eso se trata cuando la presión se ejerce valorando exclusivamente el dato desnudo del número total de visitantes de un
centro de esta naturaleza). Huelga decir que no entramos en las comparaciones con los recursos económicos y humanos de los distintos equipamientos,
que, aseguramos, cumplen con los niveles de eficiencia requeridos.
Si bien la información cuantitativa es importante para valorar el éxito del
equipamiento, estamos convencidos de que la búsqueda del dato cualitativo
es irrenunciable en un espacio patrimonial de estas características. Ya se ha
comentado la voluntad de evaluar por parte de Cueva Pintada y la importancia que se concede a esta tarea para la que se cuenta con una planificación
estratégica en la que, además, la acumulación de datos desde 2006 constituye
un valor añadido a la evaluación en sí misma.
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
Museos nacionales ordenados
por número de visitantes
Municipios y número de
habitantes
1
Museo Sefardí
295.889
Granada
2
Museo de Altamira
256.227
Santillana del
Mar
3
Museo Nacional de Arte Romano
4
5
Ranking*
239.017
1,238
5
4.022
63,706
1
58.164
3,288
2
191.233
Mérida
Museo del Greco
174.434
Toledo
84.019
2,076
3
Museo Sorolla
173.420
Madrid
3.233.527
0,054
8
6
Museo Nacional de Escultura
145.606
Valladolid
311.501
0,467
5
7
Museo Nacional de Cerámica
111.464
Valencia
797.028
0,14
7
8
Museo Arqueológico Nacional {año 2011}
107.227
Madrid
3.233.527
0,033
11
9
Museo Nacional del Romanticismo
88.944
Madrid
3.233.527
0,028
12
10
Museo del Traje
86.541
Madrid
3.233.527
0,027
13
11
Museo Nacional de Arqueología Subacuática
77.566
Cartagena
216.655
0,358
5
12
Museo Cerralbo
69.045
Madrid
3.233.527
0,021
14
13
Museo de América
63.715
Madrid
3.233.527
0,02
15
14
Museo Nacional de Antropología
51.923
Madrid
3.233.527
0,016
16
15
Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada
48.052
Gáldar
24.361
1,972
4
16
Museo Nacional de Artes Decorativas
35.858
Madrid
3.233.527
0,011
17
17
Museo Casa de Cervantes
311.501
0,037
10
383.343
0,523
11.577
Valladolid
Museos del Cabildo de Gran Canaria
Casa de Colón
200.571
Las Palmas de
Gran Canaria
Casa Museo León y Castillo
33.031
Telde
101.375
0,326
Casa Museo Tomás Morales
8.889
Moya
8.089
1,099
Casa Museo Antonio Padrón
14.621
Gáldar
24.361
0,6
* En las dos columnas correspondientes a “Ranking”, la de la izquierda expresa el índice obtenido a partir del número de visitantes a los museos / número de habitantes del municipio; y la
de la derecha su ordenación en función de este criterio.
Tabla 3. Tabla comparativa del número de visitantes a los museos de titularidad
estatal y a Cueva Pintada. Se establece una relación con el número de habitantes de
los municipios en los que se encuentran los distintos museos. En recuadro independiente, se incluye el resto de museos dependiente del Servicio de Museos del Cabildo
de Gran Canaria. Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deportes – Cabildo de
Gran Canaria. Elaboración propia.
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
En la figura 12 aparecen los resultados de los principales ítems incluidos
en el estudio de satisfacción correspondientes al año 2010. No hay duda de
que, en general, el equipamiento es valorado por el público de forma muy
positiva, siempre por encima de ocho en los aspectos vinculados con la presentación de contenidos y algo menor en lo relativo a los servicios básicos
(señalética, taquilla, horarios…).
La alta puntuación concedida a aspectos tales como el museo en general,
el montaje, los audiovisuales, la calidad de la visita guiada… constituye un
estímulo y una baza que permite afianzar los criterios de actuación. Parece
que la decidida apuesta realizada en su momento sobre el modo en el que
este yacimiento debía ser “contado” posee el beneplácito de la mayoría de las
personas que lo visitan y pensamos que se debe, en buena medida, a la fuerza
que Cueva Pintada tiene a la hora de evocar vivencias y emociones. Pero es
más, para la población local es especialmente sugerente e impactante ver cobrar vida a unos personajes que, en muchos casos, ya pueblan su imaginario y
que complementan un entorno arqueológico cuya imagen les es, precisamente por su carácter de icono patrimonial, mucho más familiar.
Figura 12. Valoración resultante de los cuestionarios de satisfacción realizados en
Cueva Pintada (año 2010). Se incluyen los principales ítems evaluados. Estudio de
público realizado por Mikel Asensio (UAM).
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
CONSTRUCCIÓN SOCIAL E IDENTIDAD DEL DESTINO TURÍSTICO
A lo largo de estas páginas se ha ido desgranando un corolario de ideas y de
datos que intentan afianzar la idea de que el liderazgo cultural debe presidir
las actuaciones en materia de patrimonio histórico y, sólo desde esa perspectiva se podrá generar la identidad turística de este destino “cultural”. Hemos
escrito mirando a través del cristal de la Cultura porque la creación de valor de este espacio arqueológico que conocemos y gestionamos nace como
proyecto de investigación y con la voluntad de preservar la memoria de una
colectividad, la que conforma la sociedad grancanaria.
La relación entre Cultura y Turismo es siempre desigual y hay que asumirlo. La razón es sencilla: las escalas en las que se mueven (presupuestos, volumen de “negocio”, prioridades, sectores implicados…) son radicalmente distintas. Además… ¿para qué engañarnos? En el archipiélago canario el atractivo
del clima, el factor de estabilidad sociopolítica de este territorio, las playas,
el mar… son rivales demasiado potentes, más aún para un turismo que procede mayoritariamente de Europa, en donde los espacios patrimoniales son
enormemente significativos. Esta afirmación, que puede parecer contundente, no implica que no creamos firmemente que desde la cultura se puede ofrecer un valor añadido seguro: identidad. Una identidad cultural que necesitan
los destinos turísticos para ser competitivos. El mundo se llena de ofertas de
estancias en rincones en los que el sol y las playas son un refugio seguro para
huir de la agobiante cotidianeidad. Pero esos destinos también quedan desdibujados por unas infraestructuras tan estandarizadas que despersonalizan los
lugares en los que se encuentran. Por otro lado, los establecimientos hoteleros
intentan convencer al cliente de que pueden satisfacer todas sus necesidades
sin abandonar, ni un solo minuto, su recinto. Pero, algo es seguro, no pueden
satisfacer las necesidades de experiencias diferentes, únicas, cargadas de esa
autenticidad que sólo puede ofrecerse desde la cultura. Frente a un volumen
de personas que prefiere un “todo incluido” que le permita olvidar su rutina
diaria (aunque es cierto que en determinados momentos ésta puede ser la opción personal idónea) siempre habrá quienes deseen buscar y conocer esa singularidad del lugar que visita, y es ahí donde está el reto de los equipamientos
culturales, ser capaces de absorber esta demanda con propuestas atractivas,
innovadoras, sugerentes… llenas, en suma, de identidad.
Para ello es necesario trabajar con otros profesionales expertos en visibilizar
y promocionar los espacios patrimoniales. En suma, se trata de crear grupos
135
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
de trabajo multidisciplinares en los que “el saber-hacer” de las distintas áreas
permita diseñar líneas estratégicas de actuación conjunta porque no es fácil vertebrar todos los elementos que confluyen en crear un destino turístico cultural.
Cuando conseguimos un producto cultural como el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en el que ya se concibe desde la misma fase de proyecto su
potencial como producto turístico, una buena parte del camino ya se ha recorrido. De ese planteamiento deriva que se consideraran irrenunciables determinados aspectos: la completa accesibilidad al museo y al parque arqueológico; la
irrenunciable contemplación de la Cueva Pintada original; la traducción a otros
idiomas de las principales unidades expositivas, la atención al público por parte
de personal con un perfil que permite aunar conocimiento de los contenidos y
dominio experto de esos idiomas; un modelo de gestión que favorece la visita
personalizada y de calidad (que busca, de esta forma, equilibrar las restricciones
que impone el plan de conservación de la Cueva Pintada)...
Después de siete años de experiencia directa con el público que traspasa
cada día el umbral del museo, conocemos algunas de las expectativas de ese
visitante interesado por la cultura. Como anfitriones debemos procurar que
los agentes implicados en este complejo proceso seamos capaces de conjugar,
en las actuaciones que se lleven a cabo, el perfil de destino cultural que busca
el turista con la identidad social del lugar, tomando en consideración el singular patrimonio galdense, en el que este yacimiento ocupa un lugar de excepción. En definitiva, sin perder el mandato esencial de legar este patrimonio
único a las generaciones futuras, conseguir que Cueva Pintada sea un factor
de desarrollo económico y social para Gáldar, y, en general, para Gran Canaria.
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136
[page-n-23]
El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
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(Cuadernos de Patrimonio Histórico, 7), Cabildo de Gran Canaria, 219-250.
137
[page-n-24]
5
EL LIDERAZGO CULTURAL EN LA GESTIÓN TURÍSTICA
DEL MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA
(GÁLDAR, GRAN CANARIA)
Carmen Gloria Rodríguez Santana y José Ignacio Sáenz Sagasti
PATRIMONIO CULTURAL Y TURISMO…
TODO ES SEGÚN EL COLOR / DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA
Antes de empezar a desgranar ideas sobre la compleja relación existente en
ese binomio patrimonio cultural/turismo, es preciso prevenir a la lectora, o
al lector, de que quienes escriben1 lo hacen desde un punto de vista que no
es en absoluto inocente (en realidad, nunca lo es), como expresó Ramón de
Campoamor. Somos desconocedores de la complejidad del tejido turístico
que acrisola intereses de la más variada naturaleza y que desborda, en mucho, el simple calificativo de “sector turístico” –de hecho, a pesar del abuso
de esta última etiqueta, se va imponiendo el de “actividad transversal” para
definir el proceso de producción turística, fraccionada entre múltiples actores, tanto públicos como privados, y vinculada a territorios concretos (VV.
AA., 2008: 21). Pero de lo que sí podemos hablar es de lo que supone construir
valor a partir de un espacio de enorme significación histórica y simbólica: el
yacimiento Cueva Pintada. Este enclave patrimonial ha sido objeto de uno de
los más ambiciosos proyectos de valorización emprendidos en la Comunidad
Autónoma de Canarias y, en él, el capítulo dedicado a la musealización –simplificamos con este contestado término el complejo proceso de hacer accesible el yacimiento a los públicos que lo visitan– ha tenido la misma relevancia
que los de investigación y conservación.
1
Quienes firman son conservadores de museos del Cabildo de Gran Canaria, adscritos al Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Han trabajado en este yacimiento desde los albores
del proyecto con distintos papeles y responsabilidades a lo largo de los años.
115
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
En un reciente artículo (Onrubia et al., en prensa), señalábamos cómo la
museografía, disciplina que puede y debe ser entendida como una técnica más
de construcción patrimonial, posee en el Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada un papel esencial, en la medida en que no se trata de un espacio para
mostrar cosas, sino para “exhibir” personas; se trata, en efecto, de un lugar donde, junto a los objetos, se ha pretendido “exponer” los cuerpos y las mentes de
los hombres y mujeres que los fabricaron, utilizaron y amortizaron. Porque,
por encima de todo, lo que se ha pretendido en Cueva Pintada es representar,
encarnando y trayendo al presente ideas y emociones, otra forma histórica de
ver y de estar en el mundo, otra manera de vivir en sociedad, otro modo concreto de habitar, poblándolo con gentes tan diferentes y tan parecidas a nosotros
mismos, ese país extraño que, como dice la conocidísima frase que introduce
la célebre novela de Leslie P. Hartley The Go-Between (1953), solemos llamar
pasado. Este afán tiene que ver, sobre todas las cosas, con la gente de la isla
que siente como suyo ese yacimiento arqueológico, con la sociedad que busca
su pasado, su memoria, su identidad. Por ello, hemos querido que en el título
que aglutina estas páginas quede explícita la idea de que el liderazgo de este
proyecto ha sido siempre cultural (entendido este adjetivo en su más amplio
sentido) y, a partir de ahí, se procura articular una gestión turística sostenible.
Si bien es cierto que el concepto de turismo nace esencialmente vinculado
a la Cultura (no hay manual en torno a este moderno fenómeno de masas que
no mencione como un precedente innegable el Grand Tour, ese viaje iniciático en el que confluía formación, esparcimiento y diletantismo); no es menos
cierto que hoy es muy complejo atraer al turista hacia la Cultura, en especial,
hacia los espacios en los que se ha creado valor a partir del Patrimonio Cultural. Es importante matizar este último aspecto pues, dado el marco en el
que estas reflexiones ven la luz, subrayamos de forma plenamente consciente
ese esfuerzo que se ha llevado a cabo en muchos espacios patrimoniales para
crear valor, para conservar, investigar y hacer accesible a la sociedad los valores que, se supone, atesora por sí mismo.
En el caso del archipiélago canario, que ha promocionado a lo largo de décadas una imagen basada en las ventajas de las cálidas temperaturas, de una
“eterna primavera” en un entorno en el que se combinan las playas de arena
blanca, los paisajes de lava y, eventualmente, un mundo rural por descubrir,
no es en modo alguno sencillo. Además, las últimas tentativas desde el sector
turístico se centran en añadir a estos valores seguros, el derivado de la prác-
116
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
tica de toda suerte de deportes náuticos, el golf y el turismo de salud. Si se
visita, por ejemplo, la web oficial de Turismo de Gran Canaria2, las pestañas
que encuentra la persona que a ella accede son, por este orden: Playas, Náutica, Naturaleza, Deportes, Salud, Golf, Cultura y Meetings. El lugar reservado
a Cultura, es ya revelador de dónde están las prioridades institucionales en
relación a la oferta turística grancanaria.
El desesperado intento por la re-invención turística de Canarias, en donde
los valores patrimoniales jueguen un papel relevante, llega desde los Ayuntamientos y esencialmente de aquéllos que no poseen paradisíacas playas como
atractivo principal. En estos casos, el mil veces cacareado “efecto Guggenheim” se extiende a pequeños municipios que consideran que un nuevo museo
temático o un yacimiento visitable tendrán la capacidad de dinamizar la economía de los municipios en los que se sitúan. Y el “espejismo Guggenheim”
acaba en un profundo desencanto pues esta creación de valor de los espacios
patrimoniales, que buscaba ante todo atraer visitantes, no ha llevado aparejado
el desarrollo de una estrategia multidisciplinar (en muchos casos, ni siquiera
estrategia) en la que profesionales especialistas en los distintos sectores que
engloba en definitiva el Turismo puedan vehicular ese ansiado desarrollo local.
Por otro lado, no conviene olvidar que el objetivo fundamental de todo
equipamiento turístico es obtener beneficios económicos, esencial para la supervivencia, la consolidación y, eventualmente, la expansión de la iniciativa
empresarial. Sin embargo, el objetivo esencial de un equipamiento cultural
que custodia la memoria tangible de la sociedad (en nuestro caso un yacimiento arqueológico y los bienes muebles en él recuperados) no es la de obtener beneficios económicos (que también), sino conservar, investigar y acercar
a la ciudadanía ese legado. Es aquí donde se sitúan las prioridades del Museo y
Parque Arqueológico Cueva Pintada, y es también desde esa premisa desde la
que se pretende, de forma decidida, ofrecer un recurso turístico de excelencia.
EL MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA O
LA CREACIÓN DE VALOR DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
Son varias las publicaciones que dan cuenta de las características del yacimiento de la Cueva Pintada, así como de la génesis y evolución del proyecto
que culmina con la apertura del museo y parque arqueológico (entre otros:
2
http://www.grancanaria.com/patronato_turismo [Consultado el 20 de mayo de 2014]
117
[page-n-4]
CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
Martín et al., 1993; Onrubia et al., 1999; Sáenz y Antona, 2006 y Onrubia et
al., 2007). No nos detendremos, pues, en este punto pero sí es pertinente
recordar que la Cueva Pintada, descubierta en 1862, es una cámara excavada
en la toba volcánica, decorada con un friso de motivos geométricos (figura
1) que constituye un testimonio excepcional de la cultura prehispánica de
Gran Canaria. Fueron las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo entre
1987 y 2005 las que transformaron lo que era un aislado, aunque singular,
elemento patrimonial en un yacimiento extenso, complejo y no exento de
espectacularidad. Fue justamente la relevancia de estos descubrimientos
la que propició la modificación del planteamiento inicial del proyecto de
parque arqueológico pues ya no sólo se trataba de abrir la Cueva Pintada
al público una vez solventados sus acuciantes problemas de conservación,
sino de abordar la musealización de un caserío que formó parte del antiguo
Agáldar prehispánico.
Es así como el proyecto museológico pudo asumir el reto de contar, de forma rigurosa aunque no rígida, una historia singular en la que los protagonis-
Figura 1. La Cueva Pintada, cámara artificial excavada en la toba y decorada con un
friso pintado con motivos geométricos. Foto: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada – Javier Betancor.
118
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
tas, son gente excepcional en el contexto de Europa y, aún hoy, unos grandes
desconocidos. Estas poblaciones, originarias de África del Norte, y que se comunicaban en una lengua emparentada con las hablas y dialectos bereberes
actuales, permanecieron en un aislamiento relativo hasta que la conquista de
la isla trajo consigo su aculturación y asimilación en esa sociedad de frontera
que se instala en Gran Canaria a finales del siglo xv y principios del siglo xvi.
En este conglomerado mestizo de castellanos, portugueses, italianos… irá disolviéndose, hasta desaparecer con relativa celeridad, la identidad étnica de
los últimos indígenas canarios (Onrubia et al., en prensa).
La densidad de las estructuras localizadas y la marcada topografía de la
zona arqueológica de la Cueva Pintada impusieron una compleja y audaz intervención arquitectónica (Zarandieta et al., 2007) imbricada en un proyecto
que, si bien consideraba irrenunciable la contemplación directa de la cámara
decorada, pretendía ir más allá en la construcción de un discurso histórico y
patrimonial (Onrubia et al., 1999; Sáenz y Antona, 2006). La voluntad era la
de introducir al visitante en un escenario histórico, invitarle a viajar al pasado
para adentrarse en uno de los momentos más apasionantes de la historia de la
isla, contando para ello con el gran potencial simbólico de los restos conservados in situ. Esta aproximación se consideraba esencial para que el discurso,
el qué se cuenta, fuera accesible a toda la sociedad.
Pero la evocación de ese momento pasado debía contar también con recursos interpretativos y comunicativos en donde esa narrativa histórica fuera
verdaderamente la protagonista. Son estas reflexiones y esta aspiración las
que explican la importancia que alcanzaron los audiovisuales, concebidos
como los instrumentos idóneos para la concreción museográfica del proyecto Cueva Pintada. Cautivar la atención del público era uno de los objetivos
prioritarios del museo y, con absoluta seguridad, la introducción de dos formatos innovadores (proyecciones estereoscópica en HD y panorámica) ha
sido fundamental para lograr este fin. Al tiempo se era consciente de que en
virtud de este planteamiento, el equipamiento Cueva Pintada sería, sin duda,
uno de los más espectaculares de la isla para adentrarse en su singular historia, de ahí que se impusiera, desde el mismo momento de su concepción, su
traducción a tres idiomas (alemán, inglés y francés).
Aunque la visita constituye el servicio esencial de Cueva Pintada, en el
momento de su apertura ya se disponía del proyecto didáctico en el que se
establecían las líneas estratégicas en materia de comunicación (ya difusión, ya
119
[page-n-6]
CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
promoción). Éste era uno más de los capítulos esenciales del proyecto museográfico, es decir, no se consideró jamás como un asunto menor, sino que, bien
al contrario, formaba parte de los cimientos de la arquitectura museográfica.
Este proyecto se ha encauzado a través de programas públicos y educativos
que, a su vez, se han ido enriqueciendo con el tiempo, en buena medida a
partir de los estudios de público llevados a cabo, así como de la constatación
de las necesidades de los públicos de proximidad –los estudios de público y la
evaluación del equipamiento se han llevado a cabo desde la apertura del museo cuyos resultados se han reflejado en varias publicaciones pero, para una
visión de conjunto, puede consultarse Sáenz et al., 2010, así como Asensio et
al., 2012. Es así como se han ido sucediendo representaciones de títeres, visitas en familia, conciertos, cuentacuentos, talleres, itinerarios temáticos, cursos, conferencias… y, por supuesto, publicaciones dirigidas a diversos tipos de
público. En este punto, es importante señalar que el museo se planteó desde
esos momentos la necesidad de ir creando un equipo con profesionales de la
enseñanza, la investigación, la comunicación, la dramaturgia, la literatura, la
promoción, las nuevas tecnologías… con el objetivo de diseñar acciones innovadoras en todos estos campos, contribuyendo a hacer de la praxis museística
un banco permanente para la investigación y la innovación.
Es cierto que algunas de estas propuestas están muy condicionadas por
la disponibilidad presupuestaria. En los últimos años se han priorizado los
programas destinados a público infantil y familiar, así como algunas acciones
que destacan por su novedad en contextos arqueológicos.
Esta permanente aspiración por incorporar programas innovadores siempre ha estado presente en Cueva Pintada. Destacamos dos acciones por la
trascendencia alcanzada en los públicos. La primera, desarrollada entre diciembre de 2007 y enero de 2008, se refiere a la campaña de comunicación
y promoción del programa destinado al público infantil y familiar. En ella se
combinaron acciones muy variadas, entre las que destaca el enorme dibujo
de Arminda realizado en la arena de la Playa de Las Canteras en Las Palmas
de Gran Canaria (figura 2).
La última, la visita nocturna celebrada en abril de 2013, en la que, además
de recorrer el museo y parque arqueológico, haciendo partícipe al público de
una mirada más libre y evocadora de Cueva Pintada, se salpicó el itinerario
con piezas de danza contemporánea, a cargo de la Compañía Natalia Medina
(figura 3). Esta insólita conexión persigue indagar nuevos territorios e ir más
120
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
Figura 2. Dibujo realizado en la arena de la Playa de Las Canteras. Esta acción de
promoción (casi de marketing callejero) fue diseñada por Mixtura-Gabinete de
comunicación y el Ojo de arena. Foto: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada
– Gustavo Martín.
Figura 3. Danza contemporánea en el recinto del parque arqueológico durante una
visita nocturna a Cueva Pintada. Compañía Natalia Medina. Foto: Museo y Parque
Arqueológico Cueva Pintada – Felipe Medina.
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
allá en la interesante vía que propicia, desde una auténtica visión transdisciplinar de la Cultura, llevar las artes escénicas a los escenarios arqueológicos.
UNA CUESTIÓN DE LIDERAZGO CULTURAL,
PERO TAMBIÉN DE CIFRAS
Intentemos entrar en materia. Hace ya años que Cultura y Turismo ensayan
un acercamiento que resulta difícil pues ambos agentes buscan soluciones
que resuelvan problemáticas coyunturales que esconden, en realidad, graves deficiencias estructurales. Estas aproximaciones se emprenden desde
la academia –las asignaturas que abordan este asunto están presentes ya en
los planes de estudio de muchos Grados relacionados con estos contenidos,
así como en todo Máster de Gestión cultural, patrimonial o turística que se
precie–, pero esencialmente desde las instituciones interesadas en propiciar
ese buen entendimiento entre Turismo y Cultura. Las publicaciones que dan
cuenta de ello son cada vez más numerosas, una de las más recientes es la
obra Museos y Turismo: expectativas y realidades (Arrieta, 2012). También
desde el ámbito de la cooperación cultural se hacen esfuerzos por ofrecer
herramientas que ayuden a desentrañar esa enigmática ecuación: Cultura +
Turismo = Desarrollo (Moragues, 2006). En cualquier caso, la literatura sobre
este asunto ya va siendo abundante en este siglo xxi. Desde nuestra perspectiva cotidiana sólo podemos aspirar a ofrecer un estudio de caso que, es
preciso advertirlo, no es en modo alguno exhaustivo puesto que la valoración
que pueda llevarse a cabo aún carece de indicadores que permitan alcanzar
afirmaciones concluyentes. Vayamos desgranando aspectos para intentar, al
final, realizar una lectura global.
LA INVERSIÓN DE RECURSOS: LA CREACIÓN DE UN EQUIPAMIENTO Y
SU CONSOLIDACIÓN PRESUPUESTARIA
La inversión realizada en Cueva Pintada se inició en el año 1987, cuando se
empezó a desarrollar el plan de investigación arqueológica en este yacimiento. Como señalamos en el primer epígrafe, la espectacularidad de los hallazgos supuso un cambio radical en la dimensión del proyecto inicial y veinte
años de trabajos continuados culminaron con la apertura, el 26 de julio de
2006, del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Una de las preguntas más frecuentes al hablar de este centro es ¿cuánto
costó este proyecto? Y la respuesta es 8.150.000 euros, que incluyen la adqui-
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
sición y expropiación de los terrenos (9.000 m2), las investigaciones arqueológicas y de conservación, así como el proyecto museológico (arquitectura y
museografía).
¿Quién lo ha financiado? Las administraciones públicas, tanto canarias,
como estatales. En el figura 4 se aprecia cuál ha sido la contribución de cada
una de ellas y vemos claramente que el Cabildo de Gran Canaria asumió la
mayor responsabilidad financiera del proyecto.
Una vez abierto el museo, la institución se incorpora al Servicio de Museos del Cabildo para su gestión, participando de la distribución presupuestaria con la que contaba la Consejería de Cultura. Los dos primeros años,
impulsados por las acciones emprendidas para la inauguración, Cueva Pintada contó con una aportación económica sustancial para el inicio de la gestión integral del equipamiento, más aún teniendo en cuenta que muchos
servicios eran de nueva creación.
Es preciso señalar en este punto que la apertura de este museo supuso la
implantación de un nuevo modelo de gestión que podemos denominar mixto, pues combina la gestión pública –sin independencia jurídica, pues a día
Figura 4. Cuantías de las aportaciones económicas realizadas por las distintas
administraciones implicadas en el Proyecto de Parque Arqueológico Cueva Pintada.
El total fue de 8.150.000 euros. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Elaboración propia.
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
de hoy el Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria no se ha transformado en Fundación, Organismo Autónomo, Ente Público Empresarial…– y la
participación de empresas y otros organismos públicos que ofrecen servicios
especializados, bien mediante convenios, bien mediante contratos de prestación de servicios. Por lo que se refiere a los convenios, éstos han sido firmados
con Universidades (ULPGC, UAM o UCLM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además de éstos, vinculados con la investigación y/o
la prestación de servicios técnicos, se firman otros que tienen por objeto el
patrocinio de programas concretos.
Detengámonos unas líneas para aclarar esta cuestión, en absoluto menor
dado el tema que nos ocupa, que mucho tiene que ver con la gestión. Esta
apuesta por la externalización de determinadas áreas responde a un planteamiento que se rige por el principio de interés general y servicio público,
explicitado en un conjunto de objetivos establecidos desde la institución y
que son de obligado cumplimiento de acuerdo a las competencias establecidas en la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias 4/1999, de 15 de marzo.
La razón de ser de la externalización de servicios es que ésta aporte, a través
de empresas especializadas, innovación, calidad y eficiencia a los proyectos
a los que se incorpora, garantizada por la adecuada evaluación por parte del
propio organismo público3. La planificación estratégica y el diseño general se
desarrollan desde el museo con los técnicos de la administración especializados en esas áreas. Para la implementación de los programas, se ha buscado la
participación de empresas y organismos que han tenido que ir adaptando los
servicios a las necesidades del museo que, desde los nuevos planteamientos
museológicos, ya explicitados previamente, se encuentran con la ausencia de
perfiles especializados dentro de las RPT de las administraciones públicas.
La colaboración con estas empresas en la gestión cotidiana del equipamiento es básica para poder corregir y mejorar el servicio público. No se trata de
desarrollar servicios “estándares”, que se puedan implementar en cualquier
museo, se trata, al contrario, de encontrar soluciones a las necesidades de
cada centro, y donde el personal participe de forma activa y aplique su conocimiento a las características del centro (este planteamiento es desarrollado
en Sáenz et al., 2010).
3
Remitimos, por su interés en este aspecto, a la obra coordinada por Lluis Bonet i Agustí a
propósito de la externalización de los servicios culturales públicos (2008), especialmente a la
presentación de Lluís Noguera i Jordana y al artículo de Àngel Mestres, en los que se plantean
sugerentes ideas para abordar este, aún, peliagudo asunto.
124
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
A estas novedades en el modelo de gestión, se añadían otros cambios significativos, como el pago de una entrada por acceder al museo. A la postre,
este modelo se ha mostrado más flexible, adaptativo y, en suma, sostenible,
más aún teniendo en cuenta que la realidad económica, y las prioridades políticas, han supuesto que a lo largo de los siete años de vida del centro, las
asignaciones presupuestarias se hayan visto considerablemente disminuidas
y alcanzan, en el año 2012, una reducción acumulada del 72,8% (figura 5).
La actual realidad presupuestaria de Cueva Pintada, dentro del contexto
de los museos de Gran Canaria, lo sitúa en sexto lugar, con 750.000 euros.
El equipamiento que posee mayor asignación es el Centro Atlántico de Arte
Moderno, que supera los 2.000.000 euros (figura 6).
La “rentabilidad” que se exige a un equipamiento de esta naturaleza, no
podría medirse con criterios exclusivamente económicos puesto que los ingresos brutos del centro en modo alguno pueden cubrir los mínimos gastos
de gestión de las colecciones, públicos y mantenimiento de las instalaciones.
En la figura 7 se detalla la evolución de los ingresos de Cueva Pintada en
concepto de venta de entradas (el resto de aportaciones es menos relevante,
basta ver en la tabla 1 las correspondientes al año 2012 para constatarlo) y es
fácil comprobar que los ingresos anuales nunca permitirían cumplir con los
Figura 5. Evolución de los presupuestos recibidos por el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, referido a los capítulos 2, 4 y 6. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
principales mandatos exigibles al museo y parque arqueológico: garantizar la
transmisión de este legado a futuras generaciones al tiempo que se procura
el disfrute de los mismos por la sociedad actual. De ahí que el concepto de
“sostenibilidad” deba ser bien matizado en los contextos patrimoniales y huir
de una visión meramente economicista.
Figura 6. Gráfica en la que se comparan las asignaciones presupuestarias de los
museos en la isla de Gran Canaria. En tonos claros están los museos dependientes
del Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria, y se destaca el lugar ocupado
por Cueva Pintada. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Elaboración propia.
Figura 7. Evolución de los ingresos del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en concepto de venta de entradas. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada. Elaboración propia.
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
CONCEPTOS
INGRESOS BRUTOS (€)
Venta de entradas
112.190
Canon explotación tienda
3.560
Canon explotación máquinas
962
TOTAL
116.712
Tabla 1. Cuadro de ingresos del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada para el
año 2012. Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
EL CONCEPTO DE COMUNIDAD LOCAL EN EL CONTEXTO INSULAR
En el caso del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, ubicado en Gáldar, –municipio con una superficie de 67,6 km2 situado en el Norte de la isla de
Gran Canaria– es preciso puntualizar qué entendemos por comunidad local.
El hecho diferencial canario es, por excelencia, la insularidad. El mar
constituye una frontera que delimita claramente un territorio y que condiciona
no sólo aspectos tan elementales como las posibilidades de movilidad
–exclusivamente aérea y marítima hacia el exterior y terrestre, por carretera,
en el interior– o de organización administrativa. La gestión del Patrimonio
Histórico corresponde al Cabildo de Gran Canaria, administración insular de la
que depende el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Entre los valores
que defiende este museo, destaca el de proximidad, entendida tanto en relación
al municipio, pero también y de forma destacada, a la comunidad insular. Hay
que tener en cuenta que la Cueva Pintada constituye un referente identitario de
alto valor simbólico para la sociedad canaria (Martín de Guzmán et al., 1993).
Este hecho queda patente en la mayoritaria respuesta del público de la isla a
la pregunta: “¿Por qué visita el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada?:
porque soy canario”. Por ello, la comunicación y promoción está siempre
enfocada a este público insular y muestra de ello es que incluso en acciones
generalmente destinadas a público más próximo (por ejemplo, los talleres
infantiles de verano), asistan personas de otros municipios (hasta un radio de
25 km) aunque es evidente que las del entorno próximo son mayoritarias.
LA REPERCUSIÓN TURÍSTICA DE CUEVA PINTADA
No resulta sencillo evaluar la repercusión turística real, en términos de rentabilidad económica de las inversiones realizadas en este equipamiento. Sin
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
embargo, hay que intentar hacer hablar a los datos de los que disponemos. Sí
es preciso detallar que al hablar de “inversión”, empleamos el término en su
más amplia acepción, puesto que, en nuestro caso, no sólo se refiere a los costes derivados de la ejecución del proyecto museológico (desde la arquitectura
a la museografía), sino que aludimos asimismo a todos aquellos esfuerzos
que se inician con la propia investigación arqueológica, y que posibilitan la
construcción de conocimiento, esto es, de un relato que trasladar al público.
Pero volvamos a la pregunta inicial: ¿cómo medir la eficacia y eficiencia
de Cueva Pintada desde el punto de vista de los públicos y el desarrollo local?
Tanto la declarada inserción del proyecto Cueva Pintada en una práctica de
arqueología pública digna de ese nombre, como la concepción integral de
lo que debía suponer la valorización de este espacio arqueológico singular,
llevaron a situar, desde un primer momento, la evaluación como un eje transversal en su gestión, tal y como se ha mencionado anteriormente. Por ello, la
profunda convicción de que es la propia sociedad (los públicos, en definitiva)
la que constituye la auténtica prioridad de este esfuerzo, se tradujo en la temprana puesta en marcha de los estudios de público y las evaluaciones de exposiciones y programas. En este trabajo sólo destacaremos algunos aspectos en
relación con el número de visitantes, los perfiles de público y el impacto que
en ellos produce transitar por el museo.
Es un hecho que Cueva Pintada ha atraído a más de 350.000 personas a
lo largo de los siete años en los que el equipamiento ha estado en funcionamiento (tabla 2 y figura 9). Las personas que han visitado el museo y parque
arqueológico se han trasladado a un municipio que tiene algo más de 24.000
habitantes, está alejado de los principales enclaves turísticos así como de las
rutas más significativas organizadas por turoperadores. Esta realidad no es en
absoluto irrelevante.
Si analizamos la procedencia de los públicos que visitan Cueva Pintada
apreciamos de forma inmediata cómo es un museo volcado en la comunidad
local insular (figura 10). El peninsular es el que le sigue en importancia, incluso más que el del resto de las islas, pero llama la atención que el porcentaje
esmuy similar al número de visitantes procedentes de Alemania, sin duda
uno de los países de origen más significativo en el contexto de Canarias, pero
lo que es realmente relevante es que es, con diferencia, el más interesado
en la búsqueda de otras alternativas turísticas tales como la cultural o de la
naturaleza.
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
Público
General
Público de centros
docentes
Participantes en
programas
TOTAL
2006
28.684
5.161
771
34.616
2007
50.530
23.965
2.749
77.244
2008
38.449
15.073
3.887
57.409
2009
28.132
11.880
799
40.811
2010
30.144
14.924
282
45.350
2011
35.292
13.930
1.233
50.455
2012
33.780
13.376
894
48.050
TOTAL
245.011
98.309
10.615
353.935
Tabla 2. Cuadro con el número de personas que visitan, y participan en programas,
en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en el año 2012. Se desglosan los
visitantes procedentes de centros docentes. Fuente: Museo y Parque Arqueológico
Cueva Pintada.
En los datos referidos a Gran Canaria, conviene no olvidar que también
están incluidas las visitas que realizan los centros docentes que, lógicamente,
son en su mayoría de esta isla. Los centros del resto del Archipiélago, especialmente Tenerife, incluyen la visita a Cueva Pintada en sus programaciones;
en este sentido, es importante señalar que la existencia del Fast Ferry que
conecta, en poco más de una hora, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife con
el de Agaete (en el Norte de Gran Canaria, a ocho km de Gáldar) supone un
refuerzo en la movilidad interinsular.
A pesar del porcentaje considerable de público local, la evolución de
las cifras pone de relieve que la afluencia al museo es sensible a los ciclos
que afectan a las dinámicas turísticas en la isla (figura 11). Las fluctuaciones
experimentadas en la visita de turistas nacionales y extranjeros a Gran
Canaria, tiene un correlato inmediato en las cifras de Cueva Pintada. Además,
la importancia de las visitas escolares es palmaria evidenciada en el descenso
de visitas experimentado en el año 2008, directamente relacionado con un
conflicto entre el personal docente y el Gobierno de Canarias que supuso la
adopción de medidas como la suspensión de actividades extraescolares por
parte del profesorado.
En relación a la “presión” por parte de los responsables políticos, tanto
del ayuntamiento galdense, como de la corporación insular, para que estas
129
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
Figura 9. Representación gráfica del número de visitantes o participantes en programas en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en los años 2006 a 2012.
Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada. Elaboración propia.
Figura 10. Representación gráfica de la evolución del número de turistas y de visitantes a Cueva Pintada. Se representa la variación del porcentaje interanual Fuente:
ISTAC (Gobierno de Canarias) – Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada.
Elaboración propia.
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
cifras de visitantes se incrementen, no podemos soslayar que, en efecto,
hay un sector que reclama, cada cierto tiempo, un cambio en las estrategias
dirigidas a la captación de públicos con el objetivo claro de que sean más
las personas que acuden a esta zona norte. Independientemente de que
siempre es posible mejorar las estrategias de promoción del equipamiento,
aunque no son estos los mejores tiempos para contar con los necesarios
presupuestos en las partidas dedicadas a comunicación, sí conviene señalar algunos aspectos que pueden explicar (que no justificar) esta situación.
Cueva Pintada apostó en su momento por un modelo en el que combina la contemplación del bien original con la protección de este excepcional bien patrimonial –el visitante contempla la cámara decorada original
desde una “burbuja” de cristal. El protocolo de conservación establecido
para alcanzar este objetivo supone la apertura de la Cueva Pintada 14
veces al día y existe un número limitado de personas que pueden visitar
el museo en el día: 500. Esta restricción es un condicionante importante
para los grandes turoperadores pero ello no impide que sea, hoy por hoy,
el elemento más sugestivo para las personas que hacen turismo en la isla
y desean conocer su historia.
Figura 11. Representación porcentual de la procedencia del público visitante al Museo y Parque Arqueológico (2007-2012). Fuente: Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada. Elaboración propia.
131
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
El municipio galdense cuenta con otros atractivos patrimoniales pero no
ha logrado aún consolidar una oferta turística que atraiga a visitantes y consiga “atraparlos” en el entorno próximo, convirtiendo Gáldar en un auténtico
destino, y no en un lugar “de paso”.
En esta línea, vamos a realizar un ejercicio de comparación con el Museo
de Altamira, con el que, de hecho, se nos asimila en muchas ocasiones desde la
prensa insular, puesto que se trata de un centro museístico que gira también en
torno al arte rupestre (quizás podemos atrevernos a comentar que “las comparaciones, realmente, son siempre odiosas”). Haciendo una valoración de los municipios en donde se encuentran estos dos centros, y en lo que a planta alojativa
se refiere, Santillana del Mar cuenta, en un radio de cinco km, con 46 establecimientos de diversa categoría frente a uno en el municipio galdense. Por otro
lado, la oficina de turismo del Ayuntamiento de Santillana el Mar recibe unas
64.000 visitas al año, frente a las 6.000 del galdense, a pesar de que la distancia
a la capital, Las Palmas de Gran Canaria, es menor en el supuesto insular y ésta
posee una población mayor, al igual que el número de turistas que la visitan.
Pero siguiendo con este estudio de caso, en la tabla 3 se aprecia el listado de museos estatales y el posicionamiento de cada uno de ellos, así como
de Cueva Pintada, en función del número de visitantes, pero, también, de la
relación de este dato con el número de habitantes de los municipios donde
se enclavan todos estos equipamientos museísticos. Es una lectura diferente,
que puede resultar reveladora en algunos casos. Es evidente que Cueva Pintada sale airosa de la prueba (de eso se trata cuando la presión se ejerce valorando exclusivamente el dato desnudo del número total de visitantes de un
centro de esta naturaleza). Huelga decir que no entramos en las comparaciones con los recursos económicos y humanos de los distintos equipamientos,
que, aseguramos, cumplen con los niveles de eficiencia requeridos.
Si bien la información cuantitativa es importante para valorar el éxito del
equipamiento, estamos convencidos de que la búsqueda del dato cualitativo
es irrenunciable en un espacio patrimonial de estas características. Ya se ha
comentado la voluntad de evaluar por parte de Cueva Pintada y la importancia que se concede a esta tarea para la que se cuenta con una planificación
estratégica en la que, además, la acumulación de datos desde 2006 constituye
un valor añadido a la evaluación en sí misma.
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
Museos nacionales ordenados
por número de visitantes
Municipios y número de
habitantes
1
Museo Sefardí
295.889
Granada
2
Museo de Altamira
256.227
Santillana del
Mar
3
Museo Nacional de Arte Romano
4
5
Ranking*
239.017
1,238
5
4.022
63,706
1
58.164
3,288
2
191.233
Mérida
Museo del Greco
174.434
Toledo
84.019
2,076
3
Museo Sorolla
173.420
Madrid
3.233.527
0,054
8
6
Museo Nacional de Escultura
145.606
Valladolid
311.501
0,467
5
7
Museo Nacional de Cerámica
111.464
Valencia
797.028
0,14
7
8
Museo Arqueológico Nacional {año 2011}
107.227
Madrid
3.233.527
0,033
11
9
Museo Nacional del Romanticismo
88.944
Madrid
3.233.527
0,028
12
10
Museo del Traje
86.541
Madrid
3.233.527
0,027
13
11
Museo Nacional de Arqueología Subacuática
77.566
Cartagena
216.655
0,358
5
12
Museo Cerralbo
69.045
Madrid
3.233.527
0,021
14
13
Museo de América
63.715
Madrid
3.233.527
0,02
15
14
Museo Nacional de Antropología
51.923
Madrid
3.233.527
0,016
16
15
Museo y Parque Arqueológico Cueva
Pintada
48.052
Gáldar
24.361
1,972
4
16
Museo Nacional de Artes Decorativas
35.858
Madrid
3.233.527
0,011
17
17
Museo Casa de Cervantes
311.501
0,037
10
383.343
0,523
11.577
Valladolid
Museos del Cabildo de Gran Canaria
Casa de Colón
200.571
Las Palmas de
Gran Canaria
Casa Museo León y Castillo
33.031
Telde
101.375
0,326
Casa Museo Tomás Morales
8.889
Moya
8.089
1,099
Casa Museo Antonio Padrón
14.621
Gáldar
24.361
0,6
* En las dos columnas correspondientes a “Ranking”, la de la izquierda expresa el índice obtenido a partir del número de visitantes a los museos / número de habitantes del municipio; y la
de la derecha su ordenación en función de este criterio.
Tabla 3. Tabla comparativa del número de visitantes a los museos de titularidad
estatal y a Cueva Pintada. Se establece una relación con el número de habitantes de
los municipios en los que se encuentran los distintos museos. En recuadro independiente, se incluye el resto de museos dependiente del Servicio de Museos del Cabildo
de Gran Canaria. Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deportes – Cabildo de
Gran Canaria. Elaboración propia.
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
En la figura 12 aparecen los resultados de los principales ítems incluidos
en el estudio de satisfacción correspondientes al año 2010. No hay duda de
que, en general, el equipamiento es valorado por el público de forma muy
positiva, siempre por encima de ocho en los aspectos vinculados con la presentación de contenidos y algo menor en lo relativo a los servicios básicos
(señalética, taquilla, horarios…).
La alta puntuación concedida a aspectos tales como el museo en general,
el montaje, los audiovisuales, la calidad de la visita guiada… constituye un
estímulo y una baza que permite afianzar los criterios de actuación. Parece
que la decidida apuesta realizada en su momento sobre el modo en el que
este yacimiento debía ser “contado” posee el beneplácito de la mayoría de las
personas que lo visitan y pensamos que se debe, en buena medida, a la fuerza
que Cueva Pintada tiene a la hora de evocar vivencias y emociones. Pero es
más, para la población local es especialmente sugerente e impactante ver cobrar vida a unos personajes que, en muchos casos, ya pueblan su imaginario y
que complementan un entorno arqueológico cuya imagen les es, precisamente por su carácter de icono patrimonial, mucho más familiar.
Figura 12. Valoración resultante de los cuestionarios de satisfacción realizados en
Cueva Pintada (año 2010). Se incluyen los principales ítems evaluados. Estudio de
público realizado por Mikel Asensio (UAM).
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El liderazgo cultural en la gestión turística del museo y parque arqueológico Cueva Pintada
CONSTRUCCIÓN SOCIAL E IDENTIDAD DEL DESTINO TURÍSTICO
A lo largo de estas páginas se ha ido desgranando un corolario de ideas y de
datos que intentan afianzar la idea de que el liderazgo cultural debe presidir
las actuaciones en materia de patrimonio histórico y, sólo desde esa perspectiva se podrá generar la identidad turística de este destino “cultural”. Hemos
escrito mirando a través del cristal de la Cultura porque la creación de valor de este espacio arqueológico que conocemos y gestionamos nace como
proyecto de investigación y con la voluntad de preservar la memoria de una
colectividad, la que conforma la sociedad grancanaria.
La relación entre Cultura y Turismo es siempre desigual y hay que asumirlo. La razón es sencilla: las escalas en las que se mueven (presupuestos, volumen de “negocio”, prioridades, sectores implicados…) son radicalmente distintas. Además… ¿para qué engañarnos? En el archipiélago canario el atractivo
del clima, el factor de estabilidad sociopolítica de este territorio, las playas,
el mar… son rivales demasiado potentes, más aún para un turismo que procede mayoritariamente de Europa, en donde los espacios patrimoniales son
enormemente significativos. Esta afirmación, que puede parecer contundente, no implica que no creamos firmemente que desde la cultura se puede ofrecer un valor añadido seguro: identidad. Una identidad cultural que necesitan
los destinos turísticos para ser competitivos. El mundo se llena de ofertas de
estancias en rincones en los que el sol y las playas son un refugio seguro para
huir de la agobiante cotidianeidad. Pero esos destinos también quedan desdibujados por unas infraestructuras tan estandarizadas que despersonalizan los
lugares en los que se encuentran. Por otro lado, los establecimientos hoteleros
intentan convencer al cliente de que pueden satisfacer todas sus necesidades
sin abandonar, ni un solo minuto, su recinto. Pero, algo es seguro, no pueden
satisfacer las necesidades de experiencias diferentes, únicas, cargadas de esa
autenticidad que sólo puede ofrecerse desde la cultura. Frente a un volumen
de personas que prefiere un “todo incluido” que le permita olvidar su rutina
diaria (aunque es cierto que en determinados momentos ésta puede ser la opción personal idónea) siempre habrá quienes deseen buscar y conocer esa singularidad del lugar que visita, y es ahí donde está el reto de los equipamientos
culturales, ser capaces de absorber esta demanda con propuestas atractivas,
innovadoras, sugerentes… llenas, en suma, de identidad.
Para ello es necesario trabajar con otros profesionales expertos en visibilizar
y promocionar los espacios patrimoniales. En suma, se trata de crear grupos
135
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CARMEN GLORIA RODRÍGUEZ SANTANA Y JOSÉ IGNACIO SÁENZ SAGASTI
de trabajo multidisciplinares en los que “el saber-hacer” de las distintas áreas
permita diseñar líneas estratégicas de actuación conjunta porque no es fácil vertebrar todos los elementos que confluyen en crear un destino turístico cultural.
Cuando conseguimos un producto cultural como el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en el que ya se concibe desde la misma fase de proyecto su
potencial como producto turístico, una buena parte del camino ya se ha recorrido. De ese planteamiento deriva que se consideraran irrenunciables determinados aspectos: la completa accesibilidad al museo y al parque arqueológico; la
irrenunciable contemplación de la Cueva Pintada original; la traducción a otros
idiomas de las principales unidades expositivas, la atención al público por parte
de personal con un perfil que permite aunar conocimiento de los contenidos y
dominio experto de esos idiomas; un modelo de gestión que favorece la visita
personalizada y de calidad (que busca, de esta forma, equilibrar las restricciones
que impone el plan de conservación de la Cueva Pintada)...
Después de siete años de experiencia directa con el público que traspasa
cada día el umbral del museo, conocemos algunas de las expectativas de ese
visitante interesado por la cultura. Como anfitriones debemos procurar que
los agentes implicados en este complejo proceso seamos capaces de conjugar,
en las actuaciones que se lleven a cabo, el perfil de destino cultural que busca
el turista con la identidad social del lugar, tomando en consideración el singular patrimonio galdense, en el que este yacimiento ocupa un lugar de excepción. En definitiva, sin perder el mandato esencial de legar este patrimonio
único a las generaciones futuras, conseguir que Cueva Pintada sea un factor
de desarrollo económico y social para Gáldar, y, en general, para Gran Canaria.
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