Cova Negra. Xàtiva. 1950
20-09-195027-09-1950Luis Pericot García
La excavación de esta importante cueva musteriense estaba interrumpida desde el verano de 1933. Las deficientes condiciones científicas en que fueron recuperados por el S.I.P. los materiales y notas de excavaciones hacía imprescindible la reanudación de los trabajos para que, a la luz de los nuevos hallazgos, pudieran revalorizarse los antiguos y revisarse las secuencias estratigráficas atribuidas al yacimiento, ya que la riqueza de su estrato fértil, permitía acometer la tarea con la certeza de proporcionar los datos suficientes para el estudio de la evolución del Paleolítico medio en nuestra Región. Después de la pasada campaña, se pueden concretar algunos extremos, que 'estaban algo confusos por las razones antedichas, y fijar ciertos extremos estratigráficos. La excavación de este verano, se llevó a cabo en la parte central de la Cueva, junto a la antigua área excavada por Gonzalo Viñes. Después de limpiar la zona, se abrieron dos amplios sectores, B y C. En ambos sectores, la profundidad alcanzada sobrepasó los cinco metros. La parte superior del estrato ha proporcionado abundantes objetos de sílex.
Por debajo de esta capa aparece un ligero manto de tobas descompuestas que cubren una capa de limo rosado de unos cuarenta centímetros de espesor medio, en el que se hallaron buenas piezas de sílex que establecen el nexo entre los materiales inferiores y los primeros momentos del Paleolítico superior; así lo confirma una serie de útiles que permiten marcar la transición a un Auriñaciense típico. Por debajo de este nivel, corre otra capa de tobas, volviendo el estrato fértil a aparecer inmediatamente al encontrarse otra capa de limo rosado, cruzada, esta vez, por bolsas de distinta coloración, siendo las más interesantes las de color achocolatado, con aspecto graso, que pueden ser consideradas como posibles restos de hogares, pues en ellas se encontraron la mayoría de los sílex, el espesor de este estrato es de unos cuarenta centímetros, y su industria típicamente Musteriense.
Un nuevo nivel estéril cubre otra capa rica en hallazgos: aquella de unos setenta y cinco centímetros de espesor medio, y ésta de dos metros. En ella pueden distinguirse cuatro zonas de diversa coloración, revelando la industria lítica una lenta evolución de formas, aunque todas ellas caigan dentro del Musteriense. A partir de esta zona fértil, se tropieza con una capa de margas verdosas y otra de arcilla, completamente estériles, y que parecen descansar sobre la roca que forma el piso de la Cueva. La visión de conjunto que se obtiene de la excavación, es la existencia de dos estratos amplios, con seis posibles niveles, encuadrados todos ellos dentro del Musteriense, hasta llegar a los inicios del Auriñaciense.
(La Labor del SIP y su Museo en el pasado año 1950, p. 22).
Por debajo de esta capa aparece un ligero manto de tobas descompuestas que cubren una capa de limo rosado de unos cuarenta centímetros de espesor medio, en el que se hallaron buenas piezas de sílex que establecen el nexo entre los materiales inferiores y los primeros momentos del Paleolítico superior; así lo confirma una serie de útiles que permiten marcar la transición a un Auriñaciense típico. Por debajo de este nivel, corre otra capa de tobas, volviendo el estrato fértil a aparecer inmediatamente al encontrarse otra capa de limo rosado, cruzada, esta vez, por bolsas de distinta coloración, siendo las más interesantes las de color achocolatado, con aspecto graso, que pueden ser consideradas como posibles restos de hogares, pues en ellas se encontraron la mayoría de los sílex, el espesor de este estrato es de unos cuarenta centímetros, y su industria típicamente Musteriense.
Un nuevo nivel estéril cubre otra capa rica en hallazgos: aquella de unos setenta y cinco centímetros de espesor medio, y ésta de dos metros. En ella pueden distinguirse cuatro zonas de diversa coloración, revelando la industria lítica una lenta evolución de formas, aunque todas ellas caigan dentro del Musteriense. A partir de esta zona fértil, se tropieza con una capa de margas verdosas y otra de arcilla, completamente estériles, y que parecen descansar sobre la roca que forma el piso de la Cueva. La visión de conjunto que se obtiene de la excavación, es la existencia de dos estratos amplios, con seis posibles niveles, encuadrados todos ellos dentro del Musteriense, hasta llegar a los inicios del Auriñaciense.
(La Labor del SIP y su Museo en el pasado año 1950, p. 22).