Cova del Volcán del Faro. Cullera. 1969

Se llevó a cabo una segunda campaña de excavaciones aunque los primeros trabajos se dedicaron a la limpieza de una zona, que se denominó Sector A, de piedra y maleza; una vez realizada esta tarea previa, se marcó un cuadro de 5 metros de lado, dividido en 25 cuadrículas de un metro cuadrado, numeradas del 1 al 25, las cuales fueron ampliándose conforme se profundizaba y ensanchaba la zona de excavación hacia la pared del abrigo. En las cuadrículas 28 a 33 se levantaron cuatro capas, con una profundidad máxima de 1'77 metros, mientras que en las cuadrículas externas sólo se llegó a los 0'80 metros. De estas cuatro capas, las tres primeras lo fueron de acuerdo con las distintas coloraciones del terreno, mientras que la última, sin cambio de coloración, que sirviera para delimitarla, fue de 0'22 metros.
En la primera capa, de tierra negra mantillosa y grandes bloques de piedra desprendidos de la bóveda (Labor, 1971, p. 89). En la segunda capa a partir de la cuadrícula 18 se subdivide en a) y b), siendo la tierra de coloración marrón, más oscura la parte alta que la baja. En la tercera capa en la cuadrícula 7 de tierra marrón con pegotes blancos y durísimos, en la cuadrícula 13 se halló media punta de cara plana, que podría encuadrarse en la etapa Solutrense, finalmente en las cuadrículas de la 28 a 33 de tierra marrón rojiza, como la de los niveles paleolíticos del sector excavado el año anterior. En la cuarta y última capa sólo se alcanzó en las cuadriculas 28 a 33 presentando características similares a la anterior, tanto por coloración de la tierra como por los materiales que proporcionó.

(Fletcher, Aparicio; ;p. 10-12).