Serie de Trabajos Varios 54
Taller de ánforas romanas de Oliva (Valencia)
Rosa Enguix Alemany
Carmen Aranegui Gascó
1977
, ISBN 84-500-1987-7
978-84-500-1987-2 , 58 p.
[page-n-1]
SERV ICIO DE INVESTIGAC ION PREH IST OR ICA
OIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIO S
Nilm.
54
TALLER . DE
ANFORAS ROMANAS
DE OLIVA
(Valencia)
po,
ROSA ENGUIX AlEMANY y CARMEN ARANEGU I GASCO
con l. colaboración dd
Dr. D. JUAN ALONSO PAS<,;UAl
50 AN IVE RSA lt lO
DE LA FUNDACION DEL SERVICIO
DE lNVESTIOACION PREHI6TQRICA
VALENC I A
19 77
[page-n-2]
[page-n-3]
SERVICIO DE INVESTlGACION PREHISTORICA
D1PUTAClON PROVINCIAL DE VALENCIA
SER I! DE TRABAJOS VARIOS
Ndm. 54
TALLER DE
ANFORAS ROMANAS
DE OLIVA
(Valencia)
po,
ROSA ENGUIX ALEMANY y CARMEN ARANEGUI GASCO
con 1, colaboración del
Dr. O. JUAN ALONSO PASCUAL
11 ANIVD8AJUO
DS LA 1I'trNDACIOK DEL BB:RVIOIO
DB INVB8TIGACION PRBB1STORICA
VALENCIA
1917
[page-n-4]
Dm.1TAClON PR01llNClAL DE vAL..ENaA
-
IHST1TUCION ALfONSO EL MAONANIMO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
S!CelON De PREHISTORIA EN VALENCIA DEL CONn,JO SUPBJOR DE INVESTlCAOONES
CIENTIflCAS
SERIE DE TRABAJOS
VARIOS
NOm. 54
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2012 -- ISSN 1989-0540
l.a .IUI. 1f.6OI>1"· 7. _
1Mn.
I)ep6elIo 1.eoQaI: V. , .... ,171
Editorial F. 0_ . . . .,
a. A.
w... :'1
V~
[page-n-5]
1
ANTECEDENTES
Habiéndose notificado al Servicio de Investigación Prehist6rica a mediados del mes de julio de 1976 por parte de don Salvador Cardona Mira..
llea. alcalde de Oliva, la aparición de numerosos fragment08 de eerimica
en 108 hoyos de cimentación de una vivienda dentro del casco urbano de
la ciudad, la dirección de dicho Servicio aconsejó la recolección de cuantos fragmentos se presentaran y comisionó a la doctora Gil-Maacare1l
para que realizara una visita al Jugar y elevara un informe de 108 hallazgos acaecidos, a cuya vista, pudo comprobarse que se trataba de
restos exclusivamente de Anfaras romanas y que aparecfan en gran cantidad. A continuación fue solicitado UD permiso de excavación con carácter
de urgencia, bajo la direcciÓD del director del S. l . P. y poniendo al frente
de 108 trabajos de campo a dofia Rosa En~ix Alemany.
De este modo, y contando con la eficaz colaboraci6n de) Ayuntamiento
de Oliva que proporcionó los obreros necesarios, con don Salvador Climent a la cabeza, y gestionó la autorización del duef\o del solar y del
constructor de la obra, Be inició una excavación de salvamento el 26 de
julio de 1976 ya que la. situación del lugar y la contrata de obras sen~
tenciaban la destrucción del yacimiEllto.
[page-n-6]
"'
al
\c:pJ--.--1--l4 ••
•
.•
:;
.
al
I--------~ u
'.
'""<'.
al
"'
..
¡;
~
~
[page-n-7]
'I'.A.LotU •
ÁHJ'O.... De OUYA
7
El terreno en cuesti6n queda al NE del centro urbano de Oliva, a
unos S kilómetros del mar, y está ubicado en la calle Angel del AlcAzar,
nt1mero 7 (plano 1), propiedad de don Salvador Gisbert. Antes de ser conaiderada eata zona como urbana, era conocida por el Huerto del Santiaimo, junto al cual corda un pequef'io barranco en dirección al mar que
hoy, aunque quedan muestras de su paso, ha desaparecido. Se encuentra
entre parcelas edificadas y sus dimensiones son de 17 X 16'60 metros.
Queremos expresar nuestro agradecimiento al sefior Cardona Miralles por el gran interés que en esta y otras ocasiones ha mostrado por
salvaguardar el patrimonio cultural de la ciudad de que es alcalde, colaborando con las entidades que tienen a su ~ la responsabilidad pro.fesional imprescindible para llevar a buen ténnino ]os estudios pertinentes
en cada caso; a¡T&decemos asimismo la ayuda prestada por el funci~
nario municipal sefior Climent que en todo momento nos ha facilitado
los trabajos en curso y, finalmente, la colaboración que, en el transcurso
de nuestros trabajos, hemos tenido del propietario del solar, don Salvador Gisbert y del constructor del edificio.
[page-n-8]
[page-n-9]
n
LQS TRABAJOS DE EXPLQRACION
y EXCAVACION
Cuando dimos comienzo a loa trabajos de recuperación de materiales
.y excavación, le hablan practicado con pala meeinica 20 pozos de eimen·
taci6n distribuidos por todo el solar (lám. 1,1) . Sua dimenlionea eI'al\
aproximadamente de 1'60 metros de lado por 2 metros de profundidad
(plano 2), dado lo cual coDsideramos oportuno orientar 108 trabajos en
un doble sentido: recoger 108 datos que la simple observación de loa
hoyos proporcionaba, separando los materiales que, procedentes de cada
uno de ellos, hablan sido respetados, y efectuar un sondeo estratigráf.ieo
en el sector que se presentase como mú idóneo. Los hoyos mostraban
potentes acumulaciones de cascotes eerámieoa alternando con arcilla roja,
aparentemente decantada, untoaa y muy fina, y vetas amarillentas menos
¡importantes, mezcladas oeaaion8Jmente Con fragmeótoa, siet?
la monoton1a de los materiales de interés arqueológico (Um. 1,2) .
Se aDotaron también las infonnacionea de hallugoa similares a loa
de la excavación procedentes de la fincas colindantes, que denotaron la
prolonp.ci6n del testar por las área8 contiguas, aunque no pudimos eooocer lo que en otro tiempo habla lIido extraido ni hacer comprobacionea
[page-n-10]
10
XVIII
XII
XVII
II
XVI
B B G
I I I
- -- -.
IV
111
----
IV
V
XI
BG
----
VI
I
VII
VIII
......
. 80IIr de . . ....,.e.,..".
----
IX
X
[page-n-11]
11
precisas. Destaca la afirmación de la existencia de un borno de planta
eireular en la vecina caUe del Santisimo el cual, por la descripción obtenida, pudo haber formado parte del conjunto al que pertenecen laa ánforas. Como sobre el solar en que estuvo hay una finca, tampoco en este
caso pudieron hacerse comprobaciones.
El segundo cometido de nuestro trabajo 86 eifr6 en efectuar una cata
estratigráfica. Al no vislumbrarse restos constructivos ni otros indicios
que dieran mayor valor como punto de partida a un determinado sector,
la cata fue situada entre los hoyos I y n, porque en ell08 los amontonamientos de cerimica eran mis densos; su trazado abarOO 2 X 0'86 m~
tros procediéndose a realizar una secuencia estratigrUiea por capas con
objeto de precisar la potencia de las cerámicas y BU posible seriación
tipolótico-eronológica.
La relación estratigrifica, tanto en los hoyos de cirr.entaci6n como
en el sondeo estratirrifico, se manifiesta como 8i~e :
l.-Huta 0'80 m.: cal 'f portland utllisadoe para la clment.ael6n de la cua
Undante.
0'80 • 1'10 rn.: arcilla roj • .
1'10 • 2'70 m. : oedmleu.
lI.-Huta 0'80 m.: clmJento. cua lindante.
0'80 a 1'20 m.: ardUa roja con fttu amarillu.
1'20 a 2"0 m. : eerimieu.
IIL-Huta 0"0 m.: Uena ngetaL
0"0 a 1'10 m. : eer6mieu.
1'10 a 1'10 m.: arcllla muy oecura.
~.-Huta 0"0 m.: Uerra veptal.
0"0 a 0'80 m. : arciUa roja con "fetu amariJlu.
0'80 a l'SO m.: capa de aluvión.
V.-Huta 0'80 m.: Uerra veptal.
O'SO a 0'70 m.: estrato de eerimica.
0'70 m. en adelante: Ue.rra utAriL
VI.-Huta 0'80 m.: relleno de. 6poca actual.
0'80 a l'SO m.: ardUa amariUenta con una capa de. cerimJea.
1'&0 a 2'80 m.: ardUa roja muy levigada..
VJI.-Hasta 0'60 m.: relleno de 6poca actual.
0'60 a 0'80 m.: arcilla muy 0KUl'&.
0'80 a 1"0 m.: arcilla amarillenta con cerimica.
1"0 a 2 m.: ardlla OKura aln c:edmiea.
\ lJI.-Huta 0'70 m.: relleno de 6poca actuaL
0'70 a 0'90 m. : ardUa mesel&da con aren.u.
0'90 a l'S! m.: arcilla amarillenta con cerimJcu.
1'86 a 2 m.: arcilla roja OKUrL
IX._Huta 0'80 m.: relleno de 6poca actual.
·0'80 ·.. 1'16 m.: ardUa MCur&.
1'16 a 2 m.: capa de eerimiea.
2 m. en adelante: Uerra oecura.
X.-Huta 0'90 m.: rellebO de 6poca actual.
O'IKI a 1"0 m.: arciUa con lmpuresu.
l'to a 2 m.: arcllla amarlllenta y gruuo nt"ftd de ce.rimicu.
2 a 2'&0 m. : ardlla OKura, muy Ie'ripda.
[page-n-12]
12
"poca
XI.-Huta 1'20 m..: rellano de
actual.
1'20 • 1'80 m.: arcilla amarillenta entre la que aaUenm ladrillo. '1 loanjel
........,..
XII.-Huta 0'60 m.: hllello de 'poca actual
0'60 • 1'70 m.: arcilla rojiu. con Vfltu amarill.. '1 a1runoe 1ragmentol de
XIIl.-Huta 0'60 m. : relleno aetual.
0'60 • 1'50 m. : al"dlla I"Ojisa con wtu amarlllu.
1'60 • 2'80 m.: niftl m41riL
XJV.-Buta 0'80 m.: relleno de '!'poca actual con unja en medio que busa huta
lo. 0'60 m.
0'80 • 1 m.: ardUa amarillenta con tn¡mento. eeri.mieoe..
1 • 2 m.. : eant.o. de rio con pava. mU pequeftu '1 nivel eahil
XV.-Haata 0'80 m..: relleno de 6poca actual.
0'80 • 0'60 m..: ardlla roj. OKUra.
0'60 • 0'90 m..: eatrato de cerimJea.
0'90 • 1 m.: cantol de no y nivel estéril.
XVI.-Huta 0'80 m.. : tierra "~taL
0'80 • Z m.: ard Ua roja con vetaa amulllu.
XVII.-Baata 0'80 m.: tierra veptal
0'80 • 1'60 m.. : Ill'clUa roja con impuruu.
XVIU_Huta 1 m..: tierra veptaL
XIX.-EÑ bo:yo utaba relleno de honDig6n cuando c:omenumoe loe trabajOl pero
de " _ hablan reco¡ido cedmieu que formaban, como en los euoa ant&
nona, un nI,..l eompaeto al c:om1enso del eual tueron halladoll 8 tn.gmentol
de tena 1icI11ata audPUea.
XL-Eate ho)'O repite el C&IIO del uterlor, otredendo, entre loe material. que
proporcionó, cerim1eu :fin.u.
Coru ..trotignlfko : Huta 0'29 m.: tierra veptal buundo hacia el centro d e
l. cata en donde abnsa una potencia de 0'409 m. de eapuor, deade aM, '1 huta
loa ~'80 m. aparece una capa de tierra roja muy apelmazada con fra¡mentoa de
oerimlca que deacanaa .obre un nivel de final eat6.rU.
Se recogieron muestras de las arcillas para que fueran analiza:das
junto con las cerimicas ya que el aspecto de las tierras parecía indicar,
sobre todo cuando se mostraban sin impurezas, que no obedecian a un
amontonamiento natural sino intencionado. Se clasificaron todos los ma~
teriales extraidos que estaban compuestoa, al igual que los procedentes
de los pozos de cimentación, 1iDica y exclusivamente por fragmentos de
6.nforas romanas de dos tipos bi8icos -que luego se estudiarin- mezclados en il1lales proporciones a lo largo de toda la potencia del nivel
fértil y, viendo que aparecfan trozos quemados, otros bajos de cocción
y algunas piezas deformadas por una cocción defectuosa, el yacimiento
quedó considerado como una escombrera de altar dedicado a la produ~
clón de Antoras ya que sólo algún fragmento de desecho de COnstrucclÓD
(pozo XI) y 9 fragmento. de cerimicas finas (po%OIl XIX y XX), frente
a fragmentos de ,ntoras que necesitaron mú de 800 sacos grandes para
ser embalados, romplan la constante rePetición de loa hallazgos.
Los materiales se depoeitaron, etiquetados, en un amplio loes] cedido
por el Ayuntamiento de Oliva y, con poeterioridad, procedimos a
la~
vado y estudio que aquf presentamos.
"U
[page-n-13]
III
LOS
MATERIALES
Como la excavación ha afectado a un sector del basurero de un alfar.
debemos considerar lo que de .ella pueda desprenderse como una muestra
a partir de la cual es poaible iniciar un estudio, muestra de caracterf&.
ticas suficientemente amplias como para permitir un conocimiento cientifieo de las DOtas distintivas que posee.
Vamos a comenzar la deseripclÓll del material por aquéllo que es numéricamente menos importante para puar a continuación al tratamiento
amplio de las Woraa, piezas centrales de este hallazgo.
1.~m:t.micaa
li'fIIJA
Proceden todas ellas de la primera capa fértil de loa pozos XIX y XX,
estando, según se nos dijo, al eomienso del amontonamiento de fragmentos de ánfora. Se trata de:
- 4. trqmentos que unen correspondientes a un pie de plato de tena
,t~llata de buena calidad, rodada, con reatos muy perdidos de una marea
en cartela rectangular de dificil lectura por laa desconchaduras producidas en el relieve de los trazos, vi'ndoae OF con ~l&ridad. seguido de
[page-n-14]
..
A y de P o B, con mAl probabilidad la primera, y un signo muy dudoso
por su estado de conservaci6n, que podrla leerse R o E, con Jo que ~
drfamo8 asimilar eata marca a APER (OF APE... u OF APR .. ,). del
taller galo de La Graufesenque, activo en la época comprendida entre
Claudio y Vespuiano. El pie ea anular de tendencia oblicua. La cara
interna del fondo presenta dos surtos que forman dos circunferencias
concéntricas y su centro estA realzado en donde aparece la estampilla.
Corresponde a UDa forma Drag. 18 (fig. 1,6, Lim. In, 6) .
r
2
-
3
6
(1/1)
- Borde de la misma pasta y barniz que los fra.¡'lDentoa anteriores
y correspondiente a la misma forma (fig. l,S).
- Borde de la forma Drag. 27 de terra aigiUata audpliea (fil'. 1,4).
- Pequefto fragmento filÚllimo de borde con una moldura hacia el
interior que estA incompleta y una estria en el exterior que puede
corresponder a UDa forma 7 de Hayes (Goudineau 89), fechada entre
el 20 y el 46 en la Stoa Sur de Corinto (J. W. Hayea, 1978). de aigillata
aretina. (fig. 1,2) .
- Fragmento pequefio de la pared de un vaso de terra sigillata muy
tina y de buena calidad que presenta una Unea de vir¡ulas en relieve en
la cara externa (ti¡'. 1,5).
- Pequef10 trqmento de lucerna decorado con una circunferencia
inciaa que sefiala el paso del disco al hombro que esti adornado con una
teona . de ovas eatampllladu rellenaa de pintura vinoaa. La pasta ea
clara, amarillenta y fina y 10 fraamentario de SU estado dificulta 8U
[page-n-15]
.. '.~'.... •
_ T.ü.lZJl "
.ÁHJ'OIWl PI: OLIVA
16
segura elasificación tipol6¡iea aunque podría, con reservas, ineluirse en
el tipo 1I de Vindonissa (S. Loeschcke, 1919) o en el ~upo IV D de Deneauve (J. Deneauve, 1969), pareciéndose también al námero 169 de
Szentléleky (T. Szentléleky, 1969), frecuentes en el segundo y tereer
euarlo del oiglo 1 (tig. 1).
Con esto queda completada la liata de las c.erim.icaa finas euyas feehas se sitúan en 108 tres primeros euartos del siglo 1 de la Era, eron~
logia que puede tomarse como punto de refereneia para la eonsidera<:ión
del resto de loa materiales.
Las piezas de eeri.miea com6n están formadas por fra¡mentos de reeipientea eneuadrables dentro de las cerámicas asi denominadas torre.
pondientes a época romana, claramente diferenciables de las que perlenecen a la eultura ibérica de las que solamente un fragmento pintado
ha sido recogido en el yacimiento. Son morteros, ollas de borde vuelto,
grandes urou, jarros. tapaderas y vasijas de gran tamafto alaunas de las
cuales fueron fabrie:adas en el mismo alfar ya que han sido encontradas
crudas. Todas aquéllas que presentan formas han sido dibujadu (fig. 2)
e insistimos en que significan una parte minima de 108 fragmentos hallados. Parecen. piezas de uso subsidiario al del alfar porque no repto-ducen las formas mAs tfpicas de las vajillas de \UK) 'culinario propias
de los ajuares romanos. Su an&1isis nos planteó un problema que reflejamos aqul y que es el de la posible atribución de algunos fondoa (fi¡'. 2,
núms. 24. y 26) a 'nforas de ba8e plana (Dr. 28) ya que dos pies, uno
eoeido y otro sin eoeer, podrían ser etasifie:adoa como tales, dejando esta
posibilidad abierta aunque sin pruebas concluyentes, muy dificiles de
aportar cuando se opera con un material tan fragmentado eomo el que
tenemos entre manos.
Dos fragmentos de dudosa asignación ponen fin a este apartado. Uno
estA formado por un cilindro maci%o de cerAmica de 15 cms. de longitud
que se abre con tendencia discoidal en sus dos extremos y que estA roto.
sin que pueda decirse qué es, y el otro es un fraamento eomo de pared
de urna que, en su cara interna, tiene unos resaltes. a modo de pegotes,
que pueden ser tanto accidentales eomo funcionales, pero cuyo cometido
des<:onocern08.
8.-ELmumttn 44 comtrucci6n
En el poZO XCdel yacimientA) fueron recuperados algunos elementos
de derribo de eonstrucción que no formaban ntnruna estructura sino
que estaban sueltos. Son 108 siguientes:
[page-n-16]
1
2
{
r.~(f
t
[
J;:
,.
17
r.
}:
FIg. ~ come.t.. N6nw. 1• • 23 I •
21 f.2
(II)tI . . . . . . . . .
<1
-r.
N6m. 21. . . cooer
't 1•• 21•• 1/2)
(1 •
1/4)
l' •
[page-n-17]
,
17
-
Un loaanje de barro cocido, amarillento de 11 X 7'6 X ('6 ema.
lAulrilIoa de 12 X 19 ema. de lado, y S'6 ema. de altura, de barro
marrón
-
OIC:UJ'().
Fraamentos de tejaa planas romanu, liaaa por las doa caras, con
huel1aa de caftaa por la parte de apoyo, o con di¡itaciooe8 dialOnalea
por ambas caras.
- Placas cerimieu de revestimiento, planu, de las que ninguna se
conserva entera por lo que no pueden darse su dimensiones.
- Muchas peUsa de barro cocido con huellas como de dos dedos,
llresumiblemente producto de desecho del torneado de las piezas.
".-Las án/oT41
Del total de fragmentos ~dos se ha podido contabilizar un total
de 681 Anforaa, a baae de aislar 108 elementos que, fragmentariamente,
denotan la existencia de uno de estos envaaes. Cuellos, asas, pies y fra&'·
mentos grandes de cuerpo han servido para detectar este cómputo que,
como se ha dicho, afecta a un sector del baaurero del alfar y que, por
lo tanto. no n08 da mú que una apreciaci6n parcial del mismo.
Loa fragmentos se hallaban revueltos y entremezclados, como al hubiesen ido siendo depoaitad08 simultáneamente. El aspecto de BUS paataa.
que han sido 80metidaa a un estudio de laboratorio, ea homOl'éneo, con
una coloración anaranjada o rosácea, correapondiente a las gamas B y e
del código de A. Cailleux y G. Taylor, con matisacionea debidas al de&igua1 punto de coe<:i6n. Hay fragmentos deformados por el exceso de
la misma, y entonces presentan una coloraci6n griúeea. Otros no alcanzan la temperatura idónea, se diluyen al 281 mojados y dan una coloración anaranjada más viva, pero, los que están bien cocid08, 80n ros6.ceoa.
Su pasta se muestra bien depurada, sin granos de deaengraaante visibles
a simple vista y con la cocci6n uniforme en toda su secci6n.
NiniÚn ejemplar ha sido recuperado integro ni ha sido posible IIU
reconstruce16n. Se trata de un amontonamiento de tiestos de gran envergadura, a excepei6n de un 'niora que se ha1l6 caai entera (Lim. I1) .
En este estado de cosas, eJ puar a una descripción tipol6srlca estricta
tiene sus dificultades pero, dado que el material es abundante y muestra
unas tendencias f6.cilmente recooociblea, vamos a tratar de ir deqlosando
su signl1icado para proceder a su ordenaci6n.
En principio las 'nioras pueden dividirse en d08 grupoll: unu son
de cueJlo alto, forma alargada, pie largo, de tendencia cónica con una
lonaitud media de 7 ema., o cilíndrica, llep.ndo entonces a 108 17 ema.,
asas rectas y dobles y borde engrosado, con variantes. Las otras son de
•
[page-n-18]
,
18
CNGUn:-.u.m:aUl
cuello corto, cuerpo en forma de tonelete, pie eorto y asas arQueadas
simples de sección circular. con el borde también engrosado. En ambos
casos las asas parten de debajo del labio y se unen al hombro del AnIora
que, en las alargadaa, está bien delimitado.
Como casos esporidicoa hay que sefiaJar J~ presencia de una boca que
pertenece claramente a 188 fon:nas Dr. 7-11, con resalte debajo del borde
y 1\88. de cinta con estria. y otras dos que, o bien poddan incluirse en
este grupo, o hahrian de ser relacionadas con el tipo 28 de Dres.sel, con
base plana, atendiendo al hallazgo de algunos pies anulares antes referido (fig. 8, nÚUl.8. 1, 2 Y S) . .
--,
FIg. 3.-1 : IOCII de infon Dr. 7-11; 2 y ' 3, boc. eh Woras Dr. 7-11 o Dr. 28
(1/2)
Hemos tenido en cuenta la posibilidad de que, entre 108 abundantes
fragmentos, existieran algunos intru808, no correspondientes a la producción local que aqu( se evidencia, pero tenemos que sefialar que la
textura y coloración de las pastas son uniformes y que 108 trozos analizados han dado una composición similar aunque, concretamente este
borde atribuible a la forma 7~11, no ha sido tratado en laboratorio por
lo que, pese a que nuestra impresión es que cuadra dentro de este altar,
dejamos abierta la posibilidad de que proceda de otro, quid. de alguno
de la B6tiea especi&lizado en fabricar estas. ánforas de salsas. Sin embargo, la probabilidad de constatar una elaboración local de ánforas 7~1l
o Dr. 28 D08 parece del mayor interés ya que se ha apuntado la veroaimilitud de BU imitación en Hispania pero, como se trata de tres 6niCOlli
[page-n-19]
,.
fragmentos, nos -limitamos a indicarlos aquf, a dar 8U8 perfiles y, dado
, que no contamos con estampillas ni referencias complementarias, los dejamos fuera de Iaa fabricaciones mayoritarias de este taller.
Hechas : estas precisiones, pasamos a deacribir 108 tipos genéricoa '\
del alfar, dindoles unas nomenclaturas que faciliten 8U adscripción a las
fOJ¡f1l88 de 'nforas normalmente aceptadas.
4.1.-Anfora.a d. ctUlW 11 Pie largos
:'
·Dentro de este grupo ¡eperal hemos contabilizado un total de 818
ánforas que imitan las formas Dr. 2-4. La observación de: 8U8 cuaetel'(sticas morfológicas nos ha permitido ordenarlas de Ja manéra siguiente:
.
.
OLIVA. 1 (fl, . 4, nAme. i-6): Son WOl'U con ' el borde .bul~o de 1eCd6n
triln¡'Ular pendiente..... doblN formadas por 00. dntu, de 16Ccl6n lflmiclreular
o rectan,ular, acepto en una ocaal6n en la que verDOl utIo ua con utda central
otra en Ja .que tenema. un 'doble cordón circular. Lu aiaa parten: de debajo del
bio Y. en au punto de flu:ión. UeJlen una acanaladura en IU parte Inferior q'Q8
tadUta IU luapenal6n i trall8Curren en direed.ón vertical para unirle por encima del
hombro que Mti mareado de manera anguloea "1 limpia. Calculamo.· que la- altura
de ut.o. tJ~ 0Ki1a entre lo. 76 cma. y el metro, dimenaf6n un tanto aventurada
DO contando con nin,-6n ejemplar completo, con una amplitud de bOca de aproxl·rudamente 18 ema. y pie alargado con tendencia cónica no exoeal.... ment.e prolonaado
(entre 7 y lO. cma.) (Ltm. III, 1).
. La Uenica de fabricación deja ver una aeril! de acanaladuru én 1.. paredM
Int.ernu del cuello "1 hombro, f alguna eItrla de juntura en el cuello o en la carena
que da puo • la panaL Bay diferenci.. de detall, en !al diatfntu plesu eatudlad ..
ya que la i!IeeOón del labio, de 1
......, ete.., no lIempre c:olnclden, peTO puede aflrmal'M que lItI trata de reclpient.eB a¡TUpablea dentro de un mJamo a~rtado.
·GuJindonOl por la tendencia de 101 labio. y pOr !al caraeterlatJcU de 101 cuello.
aillalDOl, con tl~ eatriet.amente tJpol6gitol, un lubtJpo.
'
.
r.
,
OLIVA l,a (fig. 5, n6.ma. 1-8) cormitu.ido por I~ eJemplaru en 101 que IIC obllern
una le.. tendencia a la apertura del cuello que eoJncide con un engroeamJento de
101 labio. y con la delaparición de 101 bordea r.ndientee. Son muy 19ualea a lu
anterlorel pero con una diferenciación de detal e que juatffica IU particular conllderad6n. Su .... IO n I¡ampre doblea, de eeeclón aemlcircular o de doble cordón
y clileurren paralelamente al cuello. . .
. __ . . _.. ,_.. .•.. . .
,
,OLIVA. (fJp. 6 y 7, nCUna.. l-5): El el ¡TUpo mú numeroao dentro de Id
'nfor.. de cuello y pie largos. Preaenta loa bordea engroaado., con cuello largo de
tendencia cónica y .... a1empre de I;ioble cordón, con ~ó n circular. Dan la
Imprulón de tener la arilta del~ hombro menOfl IItIftaiada que 1 de tipO 1, o al
..
menOl eao H dtllprende del CUHAo de b tra¡pnenloll grandea. que noII dan el perfil
~ la boca a la panza. ~n mú II"Hndel que 1
.. del tipo 1 por lo que la carena
queda mú alta y IU pie tII, ·aa1miamO, mb. largo (entre U y 17 c:nlI:);cólf ten"denda
clllndrica en su parte maclsa (Um. ni, a) .
. ReprodudlnOl un ejemplar (fi,. 6) que tiene una fllt.ampllla rectanaular en
la parte Inferior del cuello, que el Ueg:lble ,. que en todo cuo darla eablcIa a una
IOla letra; .610 .. encuentra en uta pieza . porque estu infor.. yan marcad.., la
maY01'- de !al ~, en el pivote.. Se manifieAan WIa .me de dlferenclu d. detalle
que collltituyen una de 1.. c:ancterlstieu de e8te alfar.
[page-n-20]
20
CNGIJIX· A&ANmUJ
--1
.......
-
tonn. OUVA 1
(1,2 Y S. 1/4)
(4 Y I .1/2)
[page-n-21]
21
--.a
,
..
-
3
FJe. 6.
Al . . . . . . . forme OLIVA ,.
('/3)
[page-n-22]
' ' - - - r - -"
••
,
•
,, .'
'o,
..
......... .....
• ,
' , ...... -
'
,,
•
........... ,
.. • •
00
O
•
1
.,-
o
I
,
o
o
.
•,
,
i
•I I
,
,
•
.1 •
•
•
,
O
>
,
.; J
·
·
'. I
J ;J
o
o
"
j ,;;
,
.'
,
,
•
,
,
,
\
· ',:
,
,
,
·
¡ '
•, ,
•
,,
•• ,•
•
,•
,
'
;
,, •
1
•
Ag. t.-I"rototIpo •
6nfora fom'lll 0lNA 2
(1'4)
[page-n-23]
,,
,I
,
1
-
..
_
. ._
-
I -3
-
..
-
fV. 7.-Anfor'a de la ..... OUVA Z
(1/Zl
[page-n-24]
f
2
-e.....
~_,--_. . . . .
. Al . . . .
tam. OLIVA 3
(1 2 Y 3 • 1/2)
(~., •
• 1/4)
[page-n-25]
1
2
•
3
•
(,f2)
•
[page-n-26]
.. ..t.-Anforas d.e CtUllo 11 pie corto,
Un número de 218 ánforas queda comprendido dentro de este grupo
que nos sugirió en principio, dado 10 troceado del material, la presencia
de ánforas Dr. 20, que tuvimos que rectificar ante la consideración de
108 fragmentos mú grandes que proporcionaban el perfil de la panza,
pies (Iig. 9, 1, 2, S y 6), etc. Es un grupo mú homogéneo que el anterior
que da lugar al tipo :
OLIVA 8 (fl... 8, nClm8. 1-6) : Con labio redondeado, cuello corto, pansa en forma
de tonelete ovalado, pivote corto, en ocuionea en forma de bot6n, .... arquead..
cito eeccl6n cilfndrlca ---meno. en una ocaalón en que eon de doble cordón- que
arrancan de debajo del labio '1 le Unfln al comlenso de la cansa dueribiendo un areo
de tres eual'tiM de circulo, con una altura que puede caleu arae por debajo del metro.
Reproducen una forma que no ha rnereddo por parte de 101 e.peclaUatu tanta aten·
ción como 1.. inforu para vino tlpieu lo que da ciertamente un.. poIibiUdad_
do Interpretación mú 1'Mtringtdaa. En n\le.lt.ra opbúón le ajustan a la forma Dr. 25
\, pero guardan tambiú RmeJanu con lu Woru de Brindefl (v. F . Benolt, 19&6,
\ fi ... 2. 15 '1 A. Tebemia, 1968-70, Iil '1 a.) o. por ejemplo, con el infora de Palam6a
',(Clemente Vldal '1 Pucoal Guuch, 1871, 117-128) que conatJtuye un tipo uoclado a
1.. lmJtadoMl de 1.. Wor.. Dr. 2-f, que puede ayudarno. a valorar .su pruenda
en OUva (Lim. 1I1, 2).
[page-n-27]
IV
ESTUDIO DE WS TIPOS
El hallazgo conjunto de las formas descritas confirma la fabricaci6n
en Oliva de los tipos que nos ocupan, coetánea según todos 108 indicios.
Las puntualizaciones sobre el carácter y cronologia de las Anforas
Dr. 2-4 son numerosas. Se las considera en la linea de las ánforas grecoitilicas, adoptadas por los alfareros itálicos para el envase de vinos a
partir de los años 30-16 a. C. (R. Etienne, 1976, 809), con un auge centrado en la época de Augusto en la que reemplazan a las Anioras Dr. 1.
e imitadas en otros puntos del occidente del Mediterráneo entre los que
destacan los talleres situados en la Tarraconense y en la Bética. Han
sido objeto de un estudio muy completo por parte Tchernia (A. Tchernia, 1971, 88-86), Tchernia y Zevi (A. Tcbernia y F. Zevi, 1972, 86-67),
dando a conocer su fabricación en diversos puntos de Catalufia, Pascual
Guasch (R. Pascual Guascb., 1962, 384-846) y Beltrán Llarla, últimamente,
en Andalucía (Colloque de I'Ecole Fran~i8e de Rome, 27-29 de mayo
de 1974, en prensa) todo lo cual ha servido para que se reconociera la
fabricaci6n fuera de Italia de estos tipos, su exportación y algunos de
sus rasgos morfolÓgicos distintivos; de ahl que, hoy, podamos hacer
referencia concreta a. por ejemplo~ 19.8 ánforas Pascual 1, o a una de-
[page-n-28]
28
terminada estampilla sobre inforas Dr. 2-4 localizada en alrún taller
de la Tarraconense, con Jo que se van sentando las baaea para el estudio
de 1aa ireaa de producci6n de loa vinoa hisptnicoa y de su diatribuc.i6n.
El estado de la c::uesti6n sobre loa alfares (mapa 1) que hicieron 4nforas Dr. 2-4 en la Tarraconense es el siguiente: Puc::ual Gua.seh (R. Pa.
cual Guaaeh, 1968, 67-79) sefiaJa hornos cerimicoa dedicados parcialmente a fabricarlas en Playa de Aro, Calel1a, Llavanerea, Caldea de
MontbuJ y Reus, cuyas escombreras fonnan parte de ~des vi1laa
rtístleaa feehablea aproximadamente entre loa siglos 1 y 1I; de ellos, el
de la calle de Balmea de Caldea de MontbuI que utilizó la estampilla
M'CN sobre el pivote, produjo fundamentalmente el tipo que nos ocupa
(A. Tchernia, 1971, 60) . También el taller próximo a Mataró que usó la
eatampiDa L. VOLTElLiva ]as fabricó, 881 com~el de la villa de la
Torre Llauder (Mataró) con estampilla L. HER. OPT. (A. Tehemia, 1971,
61) I repitiéndose la marca de VOLTEILiv8 en el alfar de Sant Vicent
de Montalt (Barcelona), sobre el mismo tipo Dr. 2-4, según noa ha c~
municado Pascual Guasch.
En el valle del Ebro, en L' Aumedina, cerca de Tivisa, parece poder
localizarse el taller que utiliz6 la estampilla TmISI (A. Tchemia, 1978,
68 y 88.) que aparece sobre distintos tipos de inforas entre loa cuales,
loa que correaponden a 6nforaa 2-4, 80D muy parecidos a los de Oliva.
Se cita una última marca, ANTR, conocida en Barcelona y Ampuriu,
(A. Tchernia, 1971, 65 y 88.) que en una ocasión aparece sobre una pie%&.
Dr. 2-4 en esta última localidad y que es considerada como una marca
tarraconense que se presenta sobre distintos tipos, 108 Dr. 2-4 entre ell08.
BeJtrf.n Llorla ha atestiguado en un trabajo reciente, en prensa, la
fabricación de los mismos tipos en El RinconciUo de AJgeclraa, en el
horno de Puente Carranque
Cádlz), habiéndonos comunicado esta noticia, que constituye una novedad, en espera de su publicación que dad los detalles oportunos.
A esta lista cabe ahora aftadir el alfar de Oliva (Valencia), situado
también en la Tarraconense, que muestra la producción conjunta de
varios tipos de Anfora. cada uno con variantes, y que utilizó una estam·
pilla con la letra F en relieve y otras mareas a modo de grafitos que se
estudian a continuación. Intere8ante resulta la coincidencia de que tambl6n los talleres de VOLTEILivs. MeN, TIBISI Y. tal vez, ANTR, tuvieran una producción repartida entre diversas fonnaa de ánforas lo que,
de entrada, nos estA indicando la ausencia de monocultivo en estas zonas
ya que IOn varias las vilJaa que, junto a 138 inforaa para vino, preciaan
de otros tipoe cuyos porcentajes y contenidos estarnoa lejos de conocer.
Junto a laa Dr. 2-4, aparecen repetidas veces inforaa de forma no bien
[page-n-29]
[page-n-30]
80
a«ID1X·AaANmUI
identificada que, en los talleres catalanes, estA bien repreae.ntada por
el Antora de Pa1amÓl, habiendo propuesto Tchernia (A. Tehernia, 1971,
69) para las mismas cierta semejanza o un «falso aire de familia. con
el tipo Dr. lO, alertando a la prudencia en euanto a las deducciones sobre
8U contenido. Nosotros, en el C880 de Oliva, nos inclinamos a relacionar
el perfil del Antora OLIVA 8 con la forma Dr. 26, si bien consideramos
que la cuestión se inscribe dentro de la panorimiea que presentan 108
talleres antes citados.
Pormenorizando sobre el asunto de 108 tipos, hay que hacer algunas
indicaciones a propÓsito de las ánforas de cuello y pie largos de Oliva
y seHalar que, si bien se engloban dentro de las formas 2-4, existen algunOB detallea que pueden ser cotejados con alguna de las meHtiplea
variantes de Isa Anforaa Dr. l. Asi, nuestro tipo OLIVA 1 ofrece una
relación de parentesco con la fonna Dr. 1, Lamboa'lia A (Benon III A"o
de la primera mitad del sil'10 1), de la miama manera que ante la forma
OLIVA la podemos evocar el tipo 4 de la forma lA de Uell%e (O. Uenze,
1968), procedente de Capo Mele -y que se ha asimilado a la forma IC
de Lamboglia-, o con la forma 77 de Loesc.heke, presente en Haltero,
'l'rier y Oberaden, con fechas que abarcan los primeros afios de la Era,
siendo el tipo OLIVA 2 el que claramente reproduce la forma Dr. 2-4 cuyas
variantes, en los C8808 de imitaciones como las presentes, puedan ser
bastan te numerosas.
Para el problema cronológico carecemos de valorea estratigrifieoa
que sean útiles para establecer una evolución relativa de los tipos y
contamos, por una parte, con los elementos fechables que proporcionó
el hallaz¡o y, por otra, con los estudios generales que se plantean el
periodo de vigencia de las inforas Dr. 2-4 basándose en observaciones
concretas. De entre ellos destacamos el de Zevi (F. Zevi, 1966, 208-247)
que considera las fecw consu1ares que aparecen en los tituli picti del
yacimiento próximo al Castro Pretorio excavado por Dresael, datado
en la primera mitad del siglo 1, y el de Tchernia y Zevi, ya citado,
(pig. 68), que plantea la posibilidad de distinguir grupos de diferente
origen de idoras Dr. 2-4 mediante el estudio de las caracteristicas
de sus pastas cerámicas y teniendo en cuenta su distribución en 1aa estrati¡raffas de las es.sa.s de las Pa.redes Amarüla.s y de las Tctrmaa de Neptuno de Ostia que demuestran que las inforaa 2-4 campaniensea y tarraconenses eatin siempre presentes entre Tiberio y los F1avi08.
Otro argumento es el que proporcionan loa documentos escritos. Los
autores cliaicoa que tratan de los vinos hispAnicos denotan que loa
tarraconenses y lauronenses, según Etienne (R. Etienne, 1976, 812), no
eran importantes en Italia antes de los Flavioa pero, existiendo inioras
con la indicación LAVR y mareas que corresponden a la Tarraconense
[page-n-31]
'1
en yacimientos que remontan esa fecha, habrfa que contrastar el criterio
que Be desprende de J08 textos y el que aporta la Arqueologfa, estudiando
las Areaa de dispersión de las ánforas. para lo cual un anAlida sistemático
de 8U8 formas y paataa se hace imprescindible.
Los pocos fragmentos fechablea que ofreció la excavación se sit6an.
en conjunto, en época navia y fueron hallados sobre el nivel de cerAmlcas
si bien. son tan esporidicoa, que no pasan de aportar un elemento digno
de ser tenido en cuenta pero DO necesariamente definitivo, mAxime
cuando sólo UDa parte del basurero ha sido excavada. Teniendo en cuenta
que las árttoras Dr. 2-4 se imponen en la Campania y en el Lacio en
época de Augusto y que Juego se imitan. perdurando hasta el siglo 11,
y quizá. más Oa estampilla L HER. OPT. seria sintomática de esa perduración según 1 datos que aportan las tégulaa) I centrarfamoB la fabri08
caci6n de ánforas de Oliva en el siglo 1 de la Era, quid. en BU primera
mitad, por el aapeeto tipológico que el conjunto presenta y sin poder
llegar a mayores precisiones.
De momento, el úea de distribución de esta producción es dificil
de sefialar. Nosotros DOS hemos limitado a observar las colecciones pro.
ximas al lugar del hallazgo y hemos constatado que ni en el Museo de
Prehistoria de Valencia, ni en el Arqueológico Provincial de Allcante, ni
en el del Castillo de Denia, aparecen expuestos ejemplares útiles para
188 piezas que estudiamos. J. Aparicio nos dio la noticia de que en AlcaidU2: (Gandia) se encontró un pie de Antora con una F eatampillada como
188 de Oliva, lo que ea muy probable dada 1& proximidad del lugar;
también se nos ha comunicado que en el Castillo de Sagunto han a~
cido pivotes de f.nlora con efes grafitadas. En el Museo Etnográfico de
Jivea (Alicante) hemos visto dos cuellos de la forma 2-4 que pertenecen
al alfar que DOS ocupa y que fueron peacados en la bahfa de esa ciudad.
Procedentes de la excavación de la Punta de J'Arenal de Jivea (G . Martín
y Maria D. Senes, 1970, 71, Lám. XXXI) se citan tres Woru; una
se clasifica como Dr. 20 aunque pensamos que corresponde mé.a bien al
tipo OLIVA 8 Y las otras son asimilables a laa formas 2-4 de Oliva, aunque este es un dato que no hemos podido verificar. En la misma publi.
cación se recogen las ánforas de la colección Navarro Rubio entre las
cuales hay algunas que podrían estar en el mismo caso (pAg. 106,
núm. 1S, fig. 58 y pAg. 108, nÚIDB. 17 y 18), a partir de lo cual es licito
afinnar que fueron objeto de cierto tráfico. Esperamos que con la presentación de las formas caracteristicas de este taller y el an'lisis de
sus putas cerimicaa aparezcan para1elos que contribuyan a completar
este cuadro.
[page-n-32]
[page-n-33]
v
LAS MARCAS
Entre todos los fragmentos clasificados se dan 209 pies que presentan
algún tipo de marca, a 108 cualeS hay que sumar una marca estampillada
sobre el comienzo de la panza de un ánfora OLIVA 2 (fig. 6). dos signos
esgrafiados sobre dos cuellos de !nforas de este mismo tipo (fig. 7,
núm. 1). un grafito en un cuello de un ánfora OLIVA 1 (fiz. 4, nÍlm. 8)
y una incisi6n digitada sobre el arranque de la panza de un Antora OLIVA 8
(fig. 8, núm. 2) .
Como es obvio, no todaa estas sefiales tienen un mismo valor. Las
estampillas propiamente dichas sólo se registran en dos ocasiones sobre
pies de ánforas del tipo 2 (Um. IV, 1 y 2) que dan la lectura F. y en
UDa tercera, ilegible, ya mencionada. Lo demás son grafitos o marcas de
alfarero, corrientes en la producción de un horno y que obedecen a di&-
tintos motivos.
La marca F no ha sido hasta ahora sei\alada en los repertorios, lo
'Cual nos llev6 a prestarle una especial atenci6n en el capitulo de loa
aniliaia de las pastas eerimicaa, obteniendo la comprobación de que se
da sobre piezas hechas in situ, con utilización de las arcillas que apare-cieron en la exeavaci6n. En un pie se lee normalmente, de arriba abajo,
y en el otro la lectura eati invertida.
•
[page-n-34]
.
Las estampillu de una sola letra son consideradas por Callender
(M. H. Callender, 1966, XXVll) como propias de una fecha temprana Y.
en un sentido amplio, de origen itilico, datAndolas, en loa ejemplos que
concretamente cita, al final del siglo I a. C. o en los primeros aftos
de la Era, por loa contextos en que apareeen. Hay ocasiones en que estampillaa de una sola letra han sido feclladaa más tarde. Tchemia (A.
Tchernia, 1969, (99) registra estampillas descuidadas de una sola letra
sobre aaas, o unión de 8sa y panza, de AnfOlas 7·11 a lu que da una ero-nolo¡ia de 108 tres primeros tercios del siglo 1 y BeltrAn (M. Beltrán
l..1ori8, 1970). al citar loa hallazgos de la Penfnsula, indica 108 siguientes
ejemplos:
A,
B,
M,
N.
en Azaila (M. Beltrán, marca 1) .
en el Museo de Mataró (marea (3).
en la necrópolis de San Fructuoso de Tanagona (marca 261).
en la necrópolis de San Fructuoso de Tarra¡ona, de ~poca tardía
(marca 818) .
O, en Ampurlas (marca 340) .
P, sobre un pivote (marea 360).
R, en estampilla circular, en la necrópolis de San Fructuoso de Ta·
rragona (marca 412), en Torre de Ares (marea 418) y, digitada, en
Ampurlas, sobre pivote (marca 414) .
S, en Mataró (marea 424).
T, en El Puig, Valencia (marca 466).
A loa que hay que sumar esta F en estampilla reetaIll'Ular y en relieve
de Oliva.
Loa ....afitos encontrados son muy variados (IAms. IV, V y VI) .
Damos un cuadro esquemático (fig. 10) de aquéUos que se presentan
80bre loa pies y reproducimos gri.ficamente los demAa, que IOn esporf...
dicos. El hecho de que aparezcan grafitoa simples sobre ánforas es rorriente por lo que puede deducirse de la publicación más o menos detallada de hornos de este tipo o de ánforas sueltas. Estas marcas se logran,
o por estampillado, caso de los clreul08, o mediante incisiones hechas con
un instrumento de punta aguda, o por medio de digitaeiones, siempre
antes de la cocción. Su raz6n obedece al mareado de lotes de piezas que
corresponden al trabajo de un operario o al pedido de un cliente, siendo,
por lo tanto, mareaa de alfar. En Oliva hemos identificado 146 pies de
Anforas de cuello y pie largos marcadas de esta manera y SS que -pertenecen a Anforas de cuello corto. Como puede verse, hay aignos que
aparecen sobre los dos grupos indistintamente y otros que sólo se ven
en uno de los grupos dominantes. Sin embargo, no es posible sacar
conclusiones definitivas a partir de esta observación ya que operamos
[page-n-35]
tUIICAS
"
LARGO
'"
MAR CA'
CO,\TO
. ,1
,
[f
,
~
,
;{
1
1
•
V
1
4
1
V
3
2
V
2
•
•
,
2
12
3
"
.
.. t
,. ~
"
"
•
X
17
•
IX
1
,.
"
"
1-
-I
11
"
~
Y
J
COIITO
1
6
3
1
1
1
1
1
(
24
O
1
@4\c.cao
16
9
2
1
"
18
r1
(p
"
LARGO
12
13
"
O
2
I(
2
.,c§) :J>
3
O(f))
18
7
Ú@6i)
4
7
148
83
. J
.A
.. Al
"
"
1
"
1
TOTAL
[page-n-36]
.
IObre un material parcial. Pueden leerse seg6n la orientación vertical
del Antara o al revés y nosotros loa hemos representado tal como aparecen . Pueden &el' interpretados:
- Como letras latinas (n6ms. 2 a 5). destacando como dato curioso
la repetición de la letra F, que es la de la estampilla, en fonna de ¡rrafito.
- Como numerales latin08 (núrns. 6 a 12) .
- Como signos convencionales, de entre 1011 cuales, el que más abunda, es el de Joa elreul08.
Hay paralelos de este fenómeno en otros alfares de la Penfnsula. En
el de Puerto Real (Maria J . Jiménez de Cisnel'08, 1958, 471, núms. 1, 2.
6, )9, 26 y 86) loa vemos con un aspecto semejante sobre inforas del
tipo 1 de salazones de M. Beltrán. Hay también un ejemplar con marca
en el pivote en forma de e citado en la publicación de UDa escombrera
de alfar de ánforas en tomo a Caldea de MontbuY (R. Pascual, 1962,
884-346) habiéndonos comunicado R. Pascual el hallazgo de un grafito
en forma de posible F en la Torre Llauder de Mataró, que no se parece
a loa de Oliva. Carela y Bellido seflala la presencia de un grafito en
fonna de P invertida en una contera de 6.nfora hallada en las excavacionea del templo romano de Córdoba (A. Gareia y Bellido, 1970, fig. 45, 16)
Y Beltrin (M. Beltrán Lloris, 1969, fig'. 4, núm. 6) indica una V sobre
un asa de una Dr. 12 procedente del Area del Monasterio del Santo ~
pulcro de la muralla romana de Zaragoza. También en el Museo Etnogrifico de Jbea hay unos numerales sobre pivotes de Wora que fueron
encontrados en las proximidades de la desemboeadura del rio Gorgos,
por todo lo cual, puede decirse que estos grafitos son relativamente frecuentes, tanto en la Peninsula como fuera de ella ya que, por ejemplo,
Pélichet (E. Pélichet, 1946, 199) ofrece con los números 24, 25 y 87 signos equivalentes a letras grabados a punzón antes de la cocci6n sobre
puntas de 6nforaa, CODsideré.ndolos cgraffith, O. y J. Taffanel también
registran algún caso similar procedente de Cayla de Mailhac (O. y J .
Talfanel, 1947, 14S.146), pudiéndose multiplicar los paralelos. De momento no son susceptibles de una valoración cronol6gica por sl mismos,
siendo aparentemente un indicio de la organización de la producción del
altar, pero se insertan sin nigún problema dentro de la época comprendida entre Auguato y el final del siglo 1 ~paeio temporal que asignamoa al taller de Oliva- y, al aparecer mayoritariamente sobre los pies,
cumplen una de las caracterfstieas que se han predicado como propias
de las imitaciones tarraconenses de 188 fonnas Dr. 2-4, de entre las cuales,
las que están hechas de carcilla con puntos blancos», han dado una A
grafitada en un ejemplar con estampilla TROP de Hereulano (A. Tehernia y F. Zevi, 1972, 65, nota 8) .
[page-n-37]
VI
ANALISIS DE LAS PASTAS CERAMICAS
La obteneión de determinaciones de laboratorio, en el caso del estudio
de la ceri.rnica, constituye una exigencia que la investipci6n debe a.su~
mir, sobre todo en el caso de loa hornos que denotan una fabricación
loCal, porque, de otro modo, la. posterior consideraci6n de la distribución
de esos materiales, se hace muy dificil y queda sometida al criterio de
autoridad de quien ]a suscribe, sumamente peligroso por su subjetividad.
Con relación a las 'ntoras, los análisis de pastaa cerimicaa han sido
tenidos en cuenta algunas veces aunque, quizá, sin las precauciones debidas, haciendo prevaJeeer el earActer tipológico sobre el cerámico y
utilizando las comprobaciones -muy escasas para confirmar una tesis
previa de] autor para lo cual una simple difractometrfa o un examen
al microscopio han sido aeeptados como suficientes cuando, en realidad,
la problemática de ]sa eerf.mieaa es mAs compleja y lo que en un
examen primario parece tLomologable, arbitrando métodos más 8Ofiati·
cad08 puede mostrar diferencias importantes. Un ejemplo reciente es
el que exponen Tchernia y Zevi (ob. cit.) quienes, en baae al estudio de
dos infoI'88 procedentes del sur de Franeia, definen las earaeterfsticu
de la eerámiea de un grupo de lu infOI'88 vinariu tarraconenses, en
[page-n-38]
88
donde hay bastantes hornos que, basta ahora, no han sido objeto de
estudios monográficos, por 10 que no sabemos cuAl fue el que estuvo
relacionado con el centro de producci6n que se distin¡ui6 por el empleo
de la cceriÚniea con puntos blancos_ que, no obstante, es sintomática
de una especial manera de hacer y que alcanzó una dispersión ¡eográfi.ca
notable.
Nosotros, durante loa trabajos de excavación, pudimos apreciar que
n08 encontrábamos ante un centro de producción de eerimiea : ]08 amontonamientos de arcillas, más o menos depurad08, por un lado, y los fragmentos de inforu, por otro. además de la noticia de un horno en las
proximidades. permitian ese juicio. De ahf que nos plante&ramos verificar en el laboratorio si realmente podía establecerse UDa ecuación entre
ambos elementos Y. a la vez, quisiéramos conocer las caracter(sticas de
las pastas cerámicas.
Estos anAlisis han sido posibles gracias a la colaboraci6n con el doctor
Juan Alonso Paacual, quien no sólo puso a nuestra disposici6n el Laboratorio de Resistencia de Materiales de la Universidad Politécnica de
Valencia sino que también nos interpretó los resultados obtenidos, al
mismo tiempo que los confirmaba con otros anilisis de mayor precisi6n,
realizados a través del Instituto de Edafologla del Consejo Superior de
Investigaciones Cientltieaa de Madrid y de .Investigaci6n y Ap1icaci~
nes, S. L.». Desde aqul deseamos testimoniarle nuestro agradecimiento
y nuestra intenci6n de que esta co]aboraci6n pueda seruir siendo tan
fructltera.
A medida que lbamos obteniendo los resultados de los anAlisis y viendo las poaibilidades de los mismos, fueron surgiendo una serie de cuestiones, conectadas con el proeeso de fabricación. Asf, tras un primer
anAlisis de tierras y cerAmieaa, se planteó el problema de que algunos
elementos mineraI6~C08. presentes en las arcillas, no se velan en los
fragmentos de Anforas, aun teniendo en cuenta 108 cambios qutmicos
propios de la cocci6n; sin embargo, después de un anAlisis mAs complejo
y completo, se demostró que el empaquetado de cristales de los elementos
mú fuertes impedla ]a visi6n de los otros y que, sólo destruyendo esa
trama cristalina, era posible detectar los restantes, confinnAndose que
las arcillas encontradas entre los restos cerAmicos hablan intervenido
en la elaboraci6n de ]os mismos.
Otro punto que fue complicado, fue el de la apreciaci6n clara de
minerales de la arcilla (caolinitas, ilitas. montmorillonitas...), que se
empiezan a tranafonnar sobre los 600- C. de cocci6n, -en fragmentos cocidos a: una temperatura superior, para cuya soluci6n recurrimos a la
teais de Grim (R. E . Grim, 1968 2.") que explica cómo, debido al medio
[page-n-39]
Si
en que las arcillas calentadas han estado, puede existir un proceso de
l'erudrataeión de las mismas que da lugar a eate fenómeno.
También aplicamos a nueatras cerámicas el anAliaia externo con mieroscopio óptico por reflexión, examen que da la definición adecuada de
SUB superficies, con la mención de 108 componentes que a ellaa afloran
y los aspectos que presentan. El WIO sistemático de eate tipo de análisis
clarificarla conceptos de enl'Obes, bruftid08, ete.
Laa rnuestraa elegidaa para los aniliais fueron obtenidas en el pozo
Vlll porque ofrecía una variedad de arcillas amplia y porque dio cerimieas de cocción desigual y, por tanto, de aspectos cromáticos distintos.
Se seleccionaron trea muestras de tierra: una del eatrato comprendido
entre Jos 0'70 y 0'90 metros, otra del situado entre 108 0'90 y 1'86 metros
y la tercera del nivel final. Del mismo agujero se tomaron las muestraa
de cerAmica, seleccionando 108 tres tipos de coloración que se repiten
en el yacimiento, entre lu que se incluyó la que tenia la marca F y
un fra¡mento del hiora que apareció deformada por la cocción (LAm. nI,
n6m. 4) .
1.-AndliIis por di/nutometrfo. de RO/l/O' X; técnica, po11l0; radiación
e" K«
(filtro de Ni)
Este es el sistema de an'lisis mis corriente. La preparación de las
muestras consiste en triturarlas en un mortero de . .ata para coIl8el'Uir
un polvo homogéneo que se coloca en el portamuestras. La muestra se
somete a una radiación de Cu Xot, sufriendo una difracción los rayoa
incidentes. Un registrador seguir' todo el proceso que dar' como resultado un diagrama; en él, en abcisas, se indican los ingulos 2 8 o el formado por el incidente y refractado, y, en ordenadas, 18.8 intensidades
relativas. A partir de estos resultados, facilitados por el Difract6metro
de Rayos X, podemos hallar en las tablas correspondientes las distancias
entre planos cristalogrificos para cada valor de una intensidad relativa.
Esto DOS daré. una lista de valores, las distancias entre los planos crístalogrificos e intensidades relativas, 10 que identifica los minerales constituyentes de la muestra, ya que, cada mineral, estA. identificado por un
conjunto de valores y, si ea un elemento constitutivo de la muestra, sus
valores estarán incluidos en el diagrama obtenido.
Los resultados conseguidos por este método que utilif.amos en primer
lugar para tierras y cerimicaa son similarea, pero mAs pobres, a los que
se citan a continuación por lo que, para evitar repeticiones, loa expondremos mis adelante.
[page-n-40]
.
La difractometrla por Rayoa X ea idónea para el análisia de areillas
en estado natural e igualmente informativa del resultado final que a
la8 muestras imprime el proceso de cocción, pero, por mdltlples razones
debe ser completado por microscopia.
!.-And.lifte por Microscopi(l Elflctr6nico tU troftlmift6n PhiUip' 800
del l ... tiMo d. Edofologla d.to¡ C. S . l . C. d.to Modrid
Este sistema ea mis preciso en cuanto que pennite ver loe componentes del mineral arcilloso que pueden presentarse con dificultades de
interpretación en las cerámicas por las variaciones que experimentan a
lo largo de la cocción. Para efectuarlo tambi~n se tritura la muestra haciéndose con ella, a continuación, una dispersión en agua, desazrePndo1a
con ultrasonido. Una gota de la suspensión se deposita sobre una rejilla
patrón de Cu, que tiene encima una pelieul. de carbono transparente.
Se coloca luea'O bajo una lAmpara de infrarrojo, que evapora el agua, y
quedan depositadas laa partfculas de la arcilla. Según este anAlisis, los
resultados conseguidos
800:
TWrro J : llit.• , mieu, cloritu, eaolinitu '1 abundante hlerro ptblUeo acicular
'1 en macla eab'ellada, a vecu eD glom6rulos. Apan!Cen micaa heteromltricu con dM
morfologtu predominantes: anguloua. treeeu y grandea. y cintlformea o pajuelu. La
montmorillonita aUpica apance frecuentemente adouda. como bandu, a otl'Oll rnjneralel y el ..to, muy 0KUl'a, a 1M electrones. Apal'eten salM, algunu poeiblu
l uUatoL
7'ierrG .: Netu cloritu J caolinjtu. con predominio de en- 61Umu; mlc:u
anguloua, freKU, lrregularu '1 algun.. adntad.. ; iUta¡ hierro ¡oet.hltico adcular
y en macla eatrellada; netoI bioearbonatoL PreMnta una compoaci6n '1 arader.
tlcu diatintu de la anterior.
TWrro 1: llita¡ micu heteromirtricu 'T heteromorf.. ; posIblM cloritas 'T caollnltu¡ hierro turftico y ucu.a goetbita acicular; 1& montmorillo,nita apuece dudoaa.
Cent",ioG J : El rupado y quid. el preparado para la preparación produce un
erecto de alteradón, excepto en 101 blocarbonatol que permaneeen fl'e.lefM¡ miCU¡
clorita; montmorillonlta, alterada 'T normal; aalea; la mica, neta, al Igual que la
caollnita. Efta muutra u muy .emejante a la mUdtra. 1 de tierra.
Centmü:G J: Senudón de que el rupado de la plesa y, o, la cocci6n altero en
parte la muestra original, pero sigue relad.onindOM con 1& tierra 2. Aparecen do-ritu, m.lcu de bordu netoI y banda Interferenclales. La temperatura de cocci6n
quid. bOl la
proporci6n que en la ceri.mica anterior¡ tu micaa ... Ten muy bien., 101 Mocarbonatol ¡Tan"- 'T corrofdos. Parece tener melcla de alguna arcilla mil ¡Tu. que
1.. anaUsadaa.
Cft'd1llioo. 1 : M.lcaa bueu ., agudu¡ salee delrupado, opaeu e tndeterm1nablea¡
paree. que le hubluen a6adldo una meseta que tU. . tenclenda \'UtIÚculftiu¡ lUlfa~
hexagonalea y una motmorillonlta alargada atlplca.
[page-n-41]
"
" .-At&dliÑ con Micf'O.copio E~ctr6nico d.e bGrrido (.cann.ing) y
analizador tU ~ dilperriva ck flvorUcnc1aa d, Ravo. X. (lAíts
AMR-l000)
Este aparato tiene la ventaja de que barre la superficie y permite
visualizar UD sector de la muestra y de que, al tener aeoplado un uaU·
zador de eneraia dlspersiva de Rayos X. la composición de cualquier
elemento dudoso que pudiera presentarse, puede ser despejada, por lo
que no da lu¡ar a errores de interpretación.
Con este procedimiento se ' analizaron solamente eerimicas, tomAndoae tres nuevos fragmentos de ]oa aspectos standard en el yacimiento,
ya que Isa muestras anteriores hablan sido consumidas, logrindose resultados que se ajustan a loa obtenidos previamente y loa superan en pre<:18160, con lo que nuestro propósito de establecer una relaeión entre las
arcillaa de la excavación y las cérimicas, queda eonfinnado poaitivamente. Las fotografías (Lima. VII y VIll) a 16.000, 4.000 y 8.680 aumentos, han sido obtenidas con este mieroacopio.
Agradecemos a «Investigación y Aplicaciones:., de Madrid, ]81 facilidades prestado al Dr. AlOMO Pascual para la realisaci6n de estos
aniUsis que dieron los reaultados siguientes :
Cerd",i.» 1 : Iluatra muy fina y homogénea en la que . . . .n núcu, !Uta. l'
uollnlt.u. A peu.r de lo antarionnente dicho, la dilpoaici6n de componente. produce abundantal microporw. También . . . .n aguJ .. de ealcita l' de hierro (fotonafta a 16.000 aumentM). A meno. aumento e. poe:Ible reconoeer, en otraa aonu,
fu Uminu de mica e JUta y, en el fondo, nreo. paralelo. (foto a 41.000 aumento.)
(Llm.. VII, 1 y 2).
Cerdmioo .: Muatra arclUou, con micropol"Oll l' una t.utura que 1M recop en
la fotogralla 8 (a 41.000 aumento.) y form .. de JMO Y ac6mulo. no tranaformadotl
de arclI1L (Um. VIlJ, 8.)
Cerdfllioa 3: Pareeen m.ú 'Iueltau 1.. laminlll.. de IUta, mica y clollnlta que
.
en 1 . .nterio.... (fotoantla a 11.680 .umento.), en .te a.Ipecto 1M parece al¡o a la
Ctlr'mica 1. Se pruentan miCl'OlTOmboedrol de calcita baatante bien couervadoa.
(Um. VIII, 41.)
".-Análiria del a"pecto e:derno tU l4 cerdmica., NalUad
CerdmioG 1 : A) Can. interior : puta muy fini, color Ilena-oere claro en la
que parece dominar, 6pt1camente, la fraccl6n .rena fina, llmo, y en la que frecuen.
temente datac&n ¡rano. muy betarom6trico. de calcita y cuanD, ...... 6lUmo nI>angular. Aparecen punt.uacionea nepu de macnet.ita y. frecuentemente, alpna
pirita. Todo eato utl cubierto de una pelIcula acan.meJ.ada. cuarteada, COD abundant.el elIorucenclu.
B) Cara ute.rior: Puta muy fina de color Iúnonltico, con &Onu m.ú l.iuI ,.
ciar.. ricu en efl.ol'8Kl8ncl.. 'T mie:rogranuladonea eakItieu. enu. 1u que cte.tacan
punt.uaclonea nesru de JIl.I.&'Mt..Ita y calcopirita.
•
[page-n-42]
.
C~ . : A) Cara interior: le apreda en eata IUporficle • 80 aumento. lo
que en la anterior apareda • 100. Color entre amarillo y ocre. Entre la matrla
ardlloaa ap&1"flCen rniCJ'OCl'&Dulaclonu blaneu de calcita, aalM ., aJg{In c:uano J PUDtuaclonu feniferu opacu mú o meDOS brillantel. ".YOI' heteromebia en la puta.
Todo le perdbe. mejor ai le rompe el primer mm. exterior.
B) Cara exterior: jlUlto • Uneu de aliaamiento de la puta cte.taean tonene10Ml oert.eeu que le deben a granoa me~, de cuano y dolomita, '1 altendonu
de 101 eompuuto. de hierro.
C,,",micG. ,,: Al rnicroeeopio, no le disUn¡ue cuil el la cara interior 1 cuil la
exterior. I.. puta el mú amarillenta, núerogranulou, con aliumleDt.os en forma
de inplo -rudo y grinulo. opaeol, de hierro, alterad_. de mayor tamaAo que l .
apandcto. huta ahora. En uno de 1011 ladoII aparecen mancha. mil oc:ru cM pocu
eIJpUOr, eon upec:to mú acaramelado con efloreeeendu.
Eate _ un trozo de cedmfca correllpondlent.e .. un inlora defectuoumente
cocida y ello explica la ImpoalbllJdad de diferenciar IUII car.. externa ti Interna ya
que, en 1 eSo. anterioJ'U, en la externa, le observa el prooedirnJento de acabado que
..
lIJe realiurla dMpu6e de la primera cocci6n que, en la tercera, al alltal' quemada, no
tuvo lugar (Lim. IJI, 4).
Vistos loa resultados de 108 análisis, hay que sefialar que las circunstancias en que se han hecho han sido muy favorables puesto que
se han anall%ado tierras y arcillas de un lugar en donde se fabricaba
cerimica. As1 se ha podido comprobar que los elementos de la fracción
arcilla analiqda en las tierras 1 y 2, persiste en sus caracteres morfol~
gicoa en las ee.rimicas 1 y 2, con la desaparici6n de la ilita que se de&hidrata entre 108 600 y 660- C., mucho antes que los demú elementos
de la fracción arcilla. El hierro goeth1tico acicular también persiste en
la cerimlca analisada y seria interesante saber su temperatura de fusi6n,
a la que no se ha llegado en la cocción de estas piezas, pero, al ser un
elemento que sólo aporta impurezas a la arcilla, no parece haber mer.
cido excesiva atenci6n por parte de los especialistas y no nos ha sido
posible conocer ese dato.
[page-n-43]
VII
CONSIDERACIONES FINALES
Para terminar, parece conveniente efectuar algunos comentarios acerca de aquello que una parte de estas inforas denota: el envasado de vinos.
Oliva, en el extremo sur de la provincia de Valencia, debió girar en
época romana en la órbita de Denia -Dianivm-, ciudad estipendiarla.
en tiempo de PUnio (N. B ., 26) y, más tarde. municipio romano (CIL n,
a580 y Suppl. 6961), con una población en torno, dispersa, articulada a
partir de viilaa de 188 que hallazgos de monedas, inscripciones y cerAmicas romanaa son testimonio (G. Martin, 1970 b) . A este respecto, en
el término de Oliva, Elca. San José y la propia eiudad son 108 puntos
mÁS representaUvos.
También sabemos que en toda esta zona la romanización real tiene
lupr bajo Au&'Usto descendiendo la población a las A.reaa llansa y difun.J
diéndose -loa modos de vida propios de la romanizaci6n. Es entonces
cuando se ponen en funcionamiento 188 factoriaa peaqueraa de la vecina
costa de Alicante, que tienen 8U ejemplo mú septentrional en la Punta
de l'Almadraba, en la desembocadura del no Vergel, pr6ximo a la ciudad
de OJiva (M. Ponsieh y M. TarradeU, 1965, y G. Martfn, 1970 a) y, &Si-
[page-n-44]
«
mismo, cuando debió cobrar importancia la producción de vino sobre lo
que, huta ahora, no exi.5t1an pruebas arqueológicamente evidentes.
Relacionar estos vinos con 108 eitad08 por loa textos elúieoa es
algo para lo que se requiere más cautela porque, esas citas, suponen, en
muchos easoa, que dichos vinos fueran conocidos más allA de su región
de origen, es decir, que fueran objeto de un trAfico comercial organisado
y deben encontrarse pruebas fehacientes que demuestren este requisito.
Sin embargo. entre IOB calificativos eitados por Plinio (N. B., XIV, 71)
para loa vinos hispAnicos -leetan08, tarraconenses, batd.rieoa y lauronenaes- el de tarraconense, tomando el término en un sentido amplio
y no t1nicamente restringido al conventus tarraconensis, podrla incidir 80bre esta producción que está. situada en la provineia tarraconense pero,
dentro de ella, en el conventus carthaginensis. Si se admite esta posibilidad, prolon~ar1amos hacia el sur el área de elaboración de 108 vinos
tarraconenses que, no obstante, manifiestan una proliferación de centros
de elaboración. en eatalufia. en donde se envasaron en &nioras Pascual 1
y Dr. 2-4 de fabricación local.
El calificativo de lauronense ofrece una mayor riqueza dI:! atribuciones para su consideración. Aparece eitado con elogio por Plinio y, a la
vez, se ha enoontrado, abreviado (C. PaneDa, 1970), sobre ánforu de
1& forma Dr. 2-4 en Roma, Pompeya, Castro Pretorio, Ostia y el segundo
muro de Carl.a¡o (A. Tchernia, 1971, 78), en varias ocasiones sobre
ejemplares hec::h08 oon cpasta con puntos blanc::oa. que ea lo que ha dado
pie a Tc::hernia y Zevi para c::olocar la Lauro produetora de vinos en Catalufia, si bien sus argumentos no descansan sobre una base suficientemente sólida c::omo para despejar de manera definitiva la eueatión.
Lauro, c::omo topónimo, dentro de Hispania, es su.aceptible de distintas Joc::aUzacioo.es y también de diferentes acepc::ionea, en el tiempo y en
el espado. Parece indudable la exist.eneia de una Lauro andaluza (pauly
Wisowa, XXllI; Floro, IV, 2) y una o varias en 'la Tarrac::onenae (Floro, nI,
28), y, en cuanto a los motivos de su mención, habria que tratar por
separado el asunto de la cita de la bataDa de Lauro y el de los vinos
Illuronenaea, afiadiendo a c::ontinuaeiÓll ]a documentación procedente del
estudio de las monedas de la c::eea de Lauro, para c::omprobar lu ooincidenciu o divergeneias que puedan evidenciarse.
Para la época de Sertorio y ]a bataUa de Lauro, distintos autores
se han pronunciado a favor de localizaciones dentro del Pafs Valenciano,
entre el Palaneia y Valencia, siguiendo a Ol'08io (6. 23. 6) y seftalando
eJ Cerro de La Pedrera del Puig (A. Schulten, 1987, 197-198) o Liria
(F. Mateu y LlopÍ8, 1961, 218-219) c::omo posibles lurares del eneuentro.
La'localisación de la Lauro de Sertorio en Villajoi088 (M. Marc::hetti. 1922.
[page-n-45]
.
854) o al W de Denia (Y. Besnier, 1914), ha tenido últimamente menos
partidarios.
lA. inscripci6n hallada en Sagunto que dice:
CIL. JI, 8.876
BAEBIA
CN L
TAVACCA LAVB
que se conserva, también ha suscitado problemas re1acionad08 con la
Lauro valenciana si bien hay que advertir que, aunque en principio fue
completada Tavacea Lavr(onensis), Pio Beltrán ya vio que eataban escritaa las dos palabras juntas (p. Beltrán, 1968, 167) y pensó que Tavaccalavr era un nombre ibérico, en lo que le si¡ui6 A. Beltrin (BeltrAn.
1969, 618-622) quien, sin embargo, separa Tavacca y Lavr, vocablos entre
108 que, de hecho, no hay separación en la inscripción. No obstante el
asunto no está definitivamente zanjado ya que G. Alf
provisional de la onolllÁBtiea epigráfica 88¡'UDtina, que hemos podido consuUar. selecciona Tavaea como un cognomen y no Tavaeealavr todo junto.
Si a esto afiadim08 la conservación de la palabra Lauro en la toponimia local tendríamos que decir que, en el término de Caatell6n de Rupt
(Caatell6 de Jes Genes, en la Vall d'A1baida)
le
conserva exactamente
este nombre en una partida en donde, curiosamente, aparecieron reatos
de una villa romana (E. Pastor Alberola, 1978, 141) .
Para las monedas, la investipci6n ha preferido una localización en
Catalufia, atendiendo al &rea de diapersión de los hallulO8 (11. Tarra-deJ], 1965, 9-18 y 1. Estrada y L. ViJlaro.aa, 1967, 186-191), lo cual
parece l~co.
En cuanto a los vinos, nos encontramos con lTandes dificultades ya
que ni tan siquiera tenemos elementos de juicio que nos permitan saber
a ciencia cierta si los vinos lauronensea tenian su centro de producción
en la Tarraconense o en la Bética, o si puede hablarse de mú de un
centro productor.
Las Anforas que hemos estudiado no pueden aportar datoa para solventar este problema; no contamos con mareas expUcitas ni con tittcU
picti que completen nuestras informaciones a este reepeeto y, como hemos
visto, la Lauro valenciana mejor documentada ea la de época aertoriana
que tendríamos que situar al norte de la ciudad de Valencia aerún loa
argumentoa tJ.cticoa que reflejan 108 movimientos de Sertorio frente a
Pompeyo. Por lo tanto, en este estado de eo&a8, parece mú oportuno en-
[page-n-46]
••
cuadrar estos vinos de Oliva. dentro de una producción local, que es
importante y que coloea a esta ciudad a la altura de otras que en época
romana se incorporaron a la economía romana de una manera activa.
pl'Odueión que quid. pudiera caber dentro de la denominación de tarraconenae y cuyas VÍ88 de distribución aerá preciso desde este momento
tener en cuenta.
.
[page-n-47]
VIII
BIBLIOGRAFIA
A. BELTRAN 1969. - eLa IlUIOipcl6n lb6riea de BlnU.1' en el MU8eO de Hueteu.
Xl CNA (K6rida, 1968), Zuagou.
M. BELTRAN LLORlS 1969. - el.... inforu del Museo Arqueol6gico de ZaragoUlt.
X CNA (Kah6n, lM7), Zaragou.
lino. - cLu in!Ol'U l'Omanu en Eapaftu, Zaragou..
P . BELTRAN VILLAGRASA 1968. _ a.o. tato. IbiriCOl de Liriu, RevUt.a de
Filologia Valenciana IIJ, Valencia.
lo', BENOtT 1966. - «Epave. de la c6te de Provenc:e, Typologie del &JrIpborea.
GallIa XIV. Paria.
1967. _ cTypologte et. 6pJII'aphle ampbonque. Lea marque. de Seatiua.
R. S. L. xxm, 8-4, Bordighera.
1952. cNouvellee 'pana de Provence 111». Oama XX, Parla.
H . BESNIER 1914. - cLe.x!que de (Uographie Anclenne», C. Klincltaieek, Parla.
M. H. CALLENDER 1966. - cRoman Amphol'ae», Orlord Univeralt,- Preu, London.
J. DENEAUVE 1969. - cLampe8 de Cartagho. CNRS, Paria.
J, ESTRADA y L. VILLARONGA 1967. - d.a ''Lauro'' monetal y el ballasgo de
Clno1'eD. Ampuri .. XXIX, Barcelona.
&. ETIENNE 1976. - cA pl'O~ du 'Vil'! PompiieDll, Neue Fonchungen iD PompeJi,
Deut.ebel Archlologi.lchel In.ItJ.tut.
A. GARCLA y BELLIDO uno. - «Loe halla..zgQI c:erimlCOI del bu del templo
romano de C6rdobu. Aneja. al A. Eap. A.o V, Hadrid.
R. E . GRIK 1968 2.". - ceta,. MineraICItJYlJ. McG:raw-HUl Book Company, U. S. A.
J . W. BAYES 19'78. - cRoman pottery from tM Soutb Stoa .t Corinthlt. Buperla
XLII. 4. New Jene,..
[page-n-48]
.
JI. JrKENEZ crSNEROS 1t58. - cBeobachtunpn in elnen rlimlKhen Tliplerbe!dril: bet Puerto Reab. Germania. XXXVI, BerUn.
N. LAMBOGLlA 1m. - .Bulla cronologia del!• •n/ore romane di BU. RepubUcana (11-1 -=010 • • C.)It. R. S . 1.., XXI. a.., Bo~bera.
s.
LOESCHCKE 1111. -
.Lampen aUl Vindontuu, Zllrich.
K . KARCHETl'I 1922. - cHlapantu, en Dis. Epi¡r. di AIIt. Rom., de E . de
Runiero (relmpreaión de 1962).
G. IfARTIN 1970&. - cw pelqUerf. . romanu de la co.ta de Alkantu, P. L A. V.,
lO, ValenclL
1970b. - cDianhmu, InA. A1!ouo el lIap'nimo, V.leDcla,
- J MARIA D. BERRES 1970. - .La faetorfa peequera de l. Punta de l'Arenal,
Ji'fU (Alicante)., T. V. del S. L P., 88, Valencia.
F MATEU , LLOPIS 1951. - .Sobre l. locallsacl6n de Lauro». Ampurtu XIII,
Barcelona.
C. PANELLA 1970. - cO.u. n •. StudJ Jrlfseellane1 r 16, Roma.-r,p, 182-188, explica
e6mo el deaarroUo de LAVR en lauroneDll. (y no en aurentanum) el la
Intel'pl"llucl6n mú comida "1 la iinica poalble.
R, PASCUAL GUASCR 1962. - cCentl'Oll de producci6n y dffuai6n reorriftea d.
un tipo d. 'nfora•. VII CNA (Barcelona, lDeI), Zuacou.
1968. - Algunoa upectoe del comercio antiguo aeg6n lu 'nforu. P. 1.. A. V.,
6, Valencia.
E . PASTOR ALBEROLA 1978. - cCutell6n de Rupb, Valencia.
n. S. P. PEACOCK 1970. - cThe lIclentWc analyall 01 anclent. ceramJce : a rev:!ew..
World Archaeolol7, 1, 8.
E. PELICHET 1948. - cA pl'Opoa del amphol'll romainee t.rouv6el l Nyorut, Zelt.ICbrift IUr SchweileJilCbe ArchI.oJ.osie und KunatgMCh1cht.e. VIII.
M. PONSICH y M. TARRADELL 1966. - cGarum el; induatrlea anUquee de uJaJ·
80n dane la MecHt.erran6e Occidentaln. BibL Eco1e Haute. Etudel Hi..
panlques. XXXVI, P. U. F., Parla.
A. SCHULTEN 1987. - F . B . A., IV, Barcelona.
T SZENTLELEKY 1969. _ cA.nclent. Lampa», Chicago.
O. y J . TAFFANEL 1947. - clIarquea d 'amphore. t.ro~ l Caya de MaJlhac
(Aude)., GallJa, V, Parla.
M. TARRADELL 1986. - cContrtbucl6n a la Iocallud6n de la oec:a de LaUl'Olf.
Numlam.a, 78, Madrid.
A. TCHERNlA 1964. - cAmpbon. el; ntarquea d'amphol'll l Pornp61 et l St.abien,
M. E. F . R., Pub.
1969. - cllechuehel 8Oua-mar!neu, GalUa XXVII, Puta.
1968·70. - cPremiera r6aultatl del louillCIII de 1968 IU%' 1'6pave a de PI...
nlen, E. Cl. IU.
19'11. - cLN ampbol'Ol vinairu de Tarraconatae el; Ieur exportaUOD au
d6but de I'EmpJre», A. El¡). A., «. Madrid.
- y F. ZEVI 1972. - c.Amphorel vlnairea de CampanJe et de Tarraconalle l O.ue»,
Recherchea aU%' lea ampborea romainee, Ecole Fra~aJae de Rome, Parla.
cFrUhriimhlche Ampboren ala Zeltmarken In Spit.lat.ene»,
O. UENZE 1968. Marbu1'8'.
C. VIDAL SOLA)' R. PASCUAL GUASCH 1971. - cEI peclo de Palam6A,. Actea
du UUme. Con¡rU d'Archéolog:l.e Sousmarlne (Barcelona, 1161), BorGlghera.
J~. ZEVI 1968. cA.ppunU lulle anfore romane». Arc.heologia Cl. .lca, XVlU, 2,
Roma.
[page-n-49]
INDleE
l . ANTECEDENTES.. ...... . ..... . ...... ..... .......
n.
LOS TRABAJOS DE EXPLORACJON y EXCAVACJON
III. LOS MATERIALES ... ... ... ...
9
13
1. Cerámicas finas .. . .. . .. . .. .
2. Cerimieas comunea ... .. . ... ...
8. Elementos de construcción .. . ... ...
4. Las ánforas ... ... ...... .. . .. . ...
4.1. Anforas de cuello y pie largos
4.2. Antoras de cuello y pie cortos
18
16
16
...
IV. ESTUDIO DE LOS TIPOS ........ .
V. LAS MARCAS .. . ... ... ... .. . .. .
VI.
6
17
19
26
27
33
ANALISIS DE LAS PASTAS CERAMICAS
37
1. Análisia por difractometrfa de Rayos X .,. ...
2. AnAlisia por microscopio electrónico de transmisión
Pbl1lips 800 ......
S. Análisis por microscopio electrónico de barrido y
analizador de energía diapersiva de fluorescencias de
89
o . ....
Rayos X ...
O "
o• •
o• •
• • •
o • •
o ••
o ••
o •••••
o..
......
40
•••
41
4. Análisis del aspecto externo de la ced.mica, realizado
con microscopio óptico, por retJexi6n
41
VII.
CONSIDERACIONES FINALES .. . ... .. . ...
48
VIII.
BIBLIOGRAFIA .................. ..... . ...
,
o ••
o •••••••••••
o ••• , .
... ...
47
[page-n-50]
[page-n-51]
LAMINAS
[page-n-52]
[page-n-53]
ENGUIX-ARANEGUI._ Taller de lInlaras de Oliva
LAM. I
[page-n-54]
ENGUIX-ARANEGUI.-Taller de 6nforas de Oliva
LAM. 11
,~
O
~
•
•
•
;;
e
•
,•
ª
,S
•
u
ji
I
~
«
,
.'
I
~,
.'
~~
[page-n-55]
ENGUI X-ARANEGUI.- Taller de 'nforal de Oliva
LAM. 111
\
2
Núm. 1. 'nfora de la forma OLIVA 1; IlÚm. 2. {¡nfora de la forma OLIVA 3; núm. 3.
Anfora d. la forma OLIVA 2; IlÚm. 4, AnfOfa quemada; núm. 5. fondo d. terra IIgUlat8
s udgi :k:a
[page-n-56]
ENGUI X-ARANEGUI._Taller de án foras de Oliva
LAM. IV
.1
;
I
Mareas y grafitos .obre pie. de 6nfora.
(1 / 2)
[page-n-57]
ENGUIX-A RANEGUI.- Taner de 'nloras de Oliva
LAM. V
Grafitos sobre pies de ánfor.s
11/ 2)
[page-n-58]
ENGUIX-ARANEGUI. -Taller da ánforas de Oliva
LAM. VI
7
I
__ 1
Grafit os sobre piH de ánforas
<1/ Z)
[page-n-59]
ENGUI X·ARANEGUI._ Taller de lInloras de Oliva
1
Núm. 1. cerémles 1 (a 18.000 BUmentos) ; núm. 2, certmlc:a 1 (a 4.000 aumlntoa)
LAM. VII
[page-n-60]
[page-n-61]
SERV ICIO DE INVESTIGAC ION PREH IST OR ICA
OIPUTACION PROVINCIAL DE VALENCIA
SERIE DE TRABAJOS VARIO S
Nilm.
54
TALLER . DE
ANFORAS ROMANAS
DE OLIVA
(Valencia)
po,
ROSA ENGUIX AlEMANY y CARMEN ARANEGU I GASCO
con l. colaboración dd
Dr. D. JUAN ALONSO PAS<,;UAl
50 AN IVE RSA lt lO
DE LA FUNDACION DEL SERVICIO
DE lNVESTIOACION PREHI6TQRICA
VALENC I A
19 77
[page-n-2]
[page-n-3]
SERVICIO DE INVESTlGACION PREHISTORICA
D1PUTAClON PROVINCIAL DE VALENCIA
SER I! DE TRABAJOS VARIOS
Ndm. 54
TALLER DE
ANFORAS ROMANAS
DE OLIVA
(Valencia)
po,
ROSA ENGUIX ALEMANY y CARMEN ARANEGUI GASCO
con 1, colaboración del
Dr. O. JUAN ALONSO PASCUAL
11 ANIVD8AJUO
DS LA 1I'trNDACIOK DEL BB:RVIOIO
DB INVB8TIGACION PRBB1STORICA
VALENCIA
1917
[page-n-4]
Dm.1TAClON PR01llNClAL DE vAL..ENaA
-
IHST1TUCION ALfONSO EL MAONANIMO
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
S!CelON De PREHISTORIA EN VALENCIA DEL CONn,JO SUPBJOR DE INVESTlCAOONES
CIENTIflCAS
SERIE DE TRABAJOS
VARIOS
NOm. 54
© de la edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2012 -- ISSN 1989-0540
l.a .IUI. 1f.6OI>1"· 7. _
1Mn.
I)ep6elIo 1.eoQaI: V. , .... ,171
Editorial F. 0_ . . . .,
a. A.
w... :'1
V~
[page-n-5]
1
ANTECEDENTES
Habiéndose notificado al Servicio de Investigación Prehist6rica a mediados del mes de julio de 1976 por parte de don Salvador Cardona Mira..
llea. alcalde de Oliva, la aparición de numerosos fragment08 de eerimica
en 108 hoyos de cimentación de una vivienda dentro del casco urbano de
la ciudad, la dirección de dicho Servicio aconsejó la recolección de cuantos fragmentos se presentaran y comisionó a la doctora Gil-Maacare1l
para que realizara una visita al Jugar y elevara un informe de 108 hallazgos acaecidos, a cuya vista, pudo comprobarse que se trataba de
restos exclusivamente de Anfaras romanas y que aparecfan en gran cantidad. A continuación fue solicitado UD permiso de excavación con carácter
de urgencia, bajo la direcciÓD del director del S. l . P. y poniendo al frente
de 108 trabajos de campo a dofia Rosa En~ix Alemany.
De este modo, y contando con la eficaz colaboraci6n de) Ayuntamiento
de Oliva que proporcionó los obreros necesarios, con don Salvador Climent a la cabeza, y gestionó la autorización del duef\o del solar y del
constructor de la obra, Be inició una excavación de salvamento el 26 de
julio de 1976 ya que la. situación del lugar y la contrata de obras sen~
tenciaban la destrucción del yacimiEllto.
[page-n-6]
"'
al
\c:pJ--.--1--l4 ••
•
.•
:;
.
al
I--------~ u
'.
'""<'.
al
"'
..
¡;
~
~
[page-n-7]
'I'.A.LotU •
ÁHJ'O.... De OUYA
7
El terreno en cuesti6n queda al NE del centro urbano de Oliva, a
unos S kilómetros del mar, y está ubicado en la calle Angel del AlcAzar,
nt1mero 7 (plano 1), propiedad de don Salvador Gisbert. Antes de ser conaiderada eata zona como urbana, era conocida por el Huerto del Santiaimo, junto al cual corda un pequef'io barranco en dirección al mar que
hoy, aunque quedan muestras de su paso, ha desaparecido. Se encuentra
entre parcelas edificadas y sus dimensiones son de 17 X 16'60 metros.
Queremos expresar nuestro agradecimiento al sefior Cardona Miralles por el gran interés que en esta y otras ocasiones ha mostrado por
salvaguardar el patrimonio cultural de la ciudad de que es alcalde, colaborando con las entidades que tienen a su ~ la responsabilidad pro.fesional imprescindible para llevar a buen ténnino ]os estudios pertinentes
en cada caso; a¡T&decemos asimismo la ayuda prestada por el funci~
nario municipal sefior Climent que en todo momento nos ha facilitado
los trabajos en curso y, finalmente, la colaboración que, en el transcurso
de nuestros trabajos, hemos tenido del propietario del solar, don Salvador Gisbert y del constructor del edificio.
[page-n-8]
[page-n-9]
n
LQS TRABAJOS DE EXPLQRACION
y EXCAVACION
Cuando dimos comienzo a loa trabajos de recuperación de materiales
.y excavación, le hablan practicado con pala meeinica 20 pozos de eimen·
taci6n distribuidos por todo el solar (lám. 1,1) . Sua dimenlionea eI'al\
aproximadamente de 1'60 metros de lado por 2 metros de profundidad
(plano 2), dado lo cual coDsideramos oportuno orientar 108 trabajos en
un doble sentido: recoger 108 datos que la simple observación de loa
hoyos proporcionaba, separando los materiales que, procedentes de cada
uno de ellos, hablan sido respetados, y efectuar un sondeo estratigráf.ieo
en el sector que se presentase como mú idóneo. Los hoyos mostraban
potentes acumulaciones de cascotes eerámieoa alternando con arcilla roja,
aparentemente decantada, untoaa y muy fina, y vetas amarillentas menos
¡importantes, mezcladas oeaaion8Jmente Con fragmeótoa, siet?
Se aDotaron también las infonnacionea de hallugoa similares a loa
de la excavación procedentes de la fincas colindantes, que denotaron la
prolonp.ci6n del testar por las área8 contiguas, aunque no pudimos eooocer lo que en otro tiempo habla lIido extraido ni hacer comprobacionea
[page-n-10]
10
XVIII
XII
XVII
II
XVI
B B G
I I I
- -- -.
IV
111
----
IV
V
XI
BG
----
VI
I
VII
VIII
......
. 80IIr de . . ....,.e.,..".
----
IX
X
[page-n-11]
11
precisas. Destaca la afirmación de la existencia de un borno de planta
eireular en la vecina caUe del Santisimo el cual, por la descripción obtenida, pudo haber formado parte del conjunto al que pertenecen laa ánforas. Como sobre el solar en que estuvo hay una finca, tampoco en este
caso pudieron hacerse comprobaciones.
El segundo cometido de nuestro trabajo 86 eifr6 en efectuar una cata
estratigráfica. Al no vislumbrarse restos constructivos ni otros indicios
que dieran mayor valor como punto de partida a un determinado sector,
la cata fue situada entre los hoyos I y n, porque en ell08 los amontonamientos de cerimica eran mis densos; su trazado abarOO 2 X 0'86 m~
tros procediéndose a realizar una secuencia estratigrUiea por capas con
objeto de precisar la potencia de las cerámicas y BU posible seriación
tipolótico-eronológica.
La relación estratigrifica, tanto en los hoyos de cirr.entaci6n como
en el sondeo estratirrifico, se manifiesta como 8i~e :
l.-Huta 0'80 m.: cal 'f portland utllisadoe para la clment.ael6n de la cua
Undante.
0'80 • 1'10 rn.: arcilla roj • .
1'10 • 2'70 m. : oedmleu.
lI.-Huta 0'80 m.: clmJento. cua lindante.
0'80 a 1'20 m.: ardUa roja con fttu amarillu.
1'20 a 2"0 m. : eerimieu.
IIL-Huta 0"0 m.: Uena ngetaL
0"0 a 1'10 m. : eer6mieu.
1'10 a 1'10 m.: arcllla muy oecura.
~.-Huta 0"0 m.: Uerra veptal.
0"0 a 0'80 m. : arciUa roja con "fetu amariJlu.
0'80 a l'SO m.: capa de aluvión.
V.-Huta 0'80 m.: Uerra veptal.
O'SO a 0'70 m.: estrato de eerimica.
0'70 m. en adelante: Ue.rra utAriL
VI.-Huta 0'80 m.: relleno de. 6poca actual.
0'80 a l'SO m.: ardUa amariUenta con una capa de. cerimJea.
1'&0 a 2'80 m.: ardUa roja muy levigada..
VJI.-Hasta 0'60 m.: relleno de 6poca actual.
0'60 a 0'80 m.: arcilla muy 0KUl'&.
0'80 a 1"0 m.: arcilla amarillenta con cerimica.
1"0 a 2 m.: ardlla OKura aln c:edmiea.
\ lJI.-Huta 0'70 m.: relleno de 6poca actuaL
0'70 a 0'90 m. : ardUa mesel&da con aren.u.
0'90 a l'S! m.: arcilla amarillenta con cerimJcu.
1'86 a 2 m.: arcilla roja OKUrL
IX._Huta 0'80 m.: relleno de 6poca actual.
·0'80 ·.. 1'16 m.: ardUa MCur&.
1'16 a 2 m.: capa de eerimiea.
2 m. en adelante: Uerra oecura.
X.-Huta 0'90 m.: rellebO de 6poca actual.
O'IKI a 1"0 m.: arciUa con lmpuresu.
l'to a 2 m.: arcllla amarlllenta y gruuo nt"ftd de ce.rimicu.
2 a 2'&0 m. : ardlla OKura, muy Ie'ripda.
[page-n-12]
12
"poca
XI.-Huta 1'20 m..: rellano de
actual.
1'20 • 1'80 m.: arcilla amarillenta entre la que aaUenm ladrillo. '1 loanjel
........,..
XII.-Huta 0'60 m.: hllello de 'poca actual
0'60 • 1'70 m.: arcilla rojiu. con Vfltu amarill.. '1 a1runoe 1ragmentol de
0'60 • 1'50 m. : al"dlla I"Ojisa con wtu amarlllu.
1'60 • 2'80 m.: niftl m41riL
XJV.-Buta 0'80 m.: relleno de '!'poca actual con unja en medio que busa huta
lo. 0'60 m.
0'80 • 1 m.: ardUa amarillenta con tn¡mento. eeri.mieoe..
1 • 2 m.. : eant.o. de rio con pava. mU pequeftu '1 nivel eahil
XV.-Haata 0'80 m..: relleno de 6poca actual.
0'80 • 0'60 m..: ardlla roj. OKUra.
0'60 • 0'90 m..: eatrato de cerimJea.
0'90 • 1 m.: cantol de no y nivel estéril.
XVI.-Huta 0'80 m.. : tierra "~taL
0'80 • Z m.: ard Ua roja con vetaa amulllu.
XVII.-Baata 0'80 m.: tierra veptal
0'80 • 1'60 m.. : Ill'clUa roja con impuruu.
XVIU_Huta 1 m..: tierra veptaL
XIX.-EÑ bo:yo utaba relleno de honDig6n cuando c:omenumoe loe trabajOl pero
de " _ hablan reco¡ido cedmieu que formaban, como en los euoa ant&
nona, un nI,..l eompaeto al c:om1enso del eual tueron halladoll 8 tn.gmentol
de tena 1icI11ata audPUea.
XL-Eate ho)'O repite el C&IIO del uterlor, otredendo, entre loe material. que
proporcionó, cerim1eu :fin.u.
Coru ..trotignlfko : Huta 0'29 m.: tierra veptal buundo hacia el centro d e
l. cata en donde abnsa una potencia de 0'409 m. de eapuor, deade aM, '1 huta
loa ~'80 m. aparece una capa de tierra roja muy apelmazada con fra¡mentoa de
oerimlca que deacanaa .obre un nivel de final eat6.rU.
Se recogieron muestras de las arcillas para que fueran analiza:das
junto con las cerimicas ya que el aspecto de las tierras parecía indicar,
sobre todo cuando se mostraban sin impurezas, que no obedecian a un
amontonamiento natural sino intencionado. Se clasificaron todos los ma~
teriales extraidos que estaban compuestoa, al igual que los procedentes
de los pozos de cimentación, 1iDica y exclusivamente por fragmentos de
6.nforas romanas de dos tipos bi8icos -que luego se estudiarin- mezclados en il1lales proporciones a lo largo de toda la potencia del nivel
fértil y, viendo que aparecfan trozos quemados, otros bajos de cocción
y algunas piezas deformadas por una cocción defectuosa, el yacimiento
quedó considerado como una escombrera de altar dedicado a la produ~
clón de Antoras ya que sólo algún fragmento de desecho de COnstrucclÓD
(pozo XI) y 9 fragmento. de cerimicas finas (po%OIl XIX y XX), frente
a fragmentos de ,ntoras que necesitaron mú de 800 sacos grandes para
ser embalados, romplan la constante rePetición de loa hallazgos.
Los materiales se depoeitaron, etiquetados, en un amplio loes] cedido
por el Ayuntamiento de Oliva y, con poeterioridad, procedimos a
la~
vado y estudio que aquf presentamos.
"U
[page-n-13]
III
LOS
MATERIALES
Como la excavación ha afectado a un sector del basurero de un alfar.
debemos considerar lo que de .ella pueda desprenderse como una muestra
a partir de la cual es poaible iniciar un estudio, muestra de caracterf&.
ticas suficientemente amplias como para permitir un conocimiento cientifieo de las DOtas distintivas que posee.
Vamos a comenzar la deseripclÓll del material por aquéllo que es numéricamente menos importante para puar a continuación al tratamiento
amplio de las Woraa, piezas centrales de este hallazgo.
1.~m:t.micaa
li'fIIJA
Proceden todas ellas de la primera capa fértil de loa pozos XIX y XX,
estando, según se nos dijo, al eomienso del amontonamiento de fragmentos de ánfora. Se trata de:
- 4. trqmentos que unen correspondientes a un pie de plato de tena
,t~llata de buena calidad, rodada, con reatos muy perdidos de una marea
en cartela rectangular de dificil lectura por laa desconchaduras producidas en el relieve de los trazos, vi'ndoae OF con ~l&ridad. seguido de
[page-n-14]
..
A y de P o B, con mAl probabilidad la primera, y un signo muy dudoso
por su estado de conservaci6n, que podrla leerse R o E, con Jo que ~
drfamo8 asimilar eata marca a APER (OF APE... u OF APR .. ,). del
taller galo de La Graufesenque, activo en la época comprendida entre
Claudio y Vespuiano. El pie ea anular de tendencia oblicua. La cara
interna del fondo presenta dos surtos que forman dos circunferencias
concéntricas y su centro estA realzado en donde aparece la estampilla.
Corresponde a UDa forma Drag. 18 (fig. 1,6, Lim. In, 6) .
r
2
-
3
6
(1/1)
- Borde de la misma pasta y barniz que los fra.¡'lDentoa anteriores
y correspondiente a la misma forma (fig. l,S).
- Borde de la forma Drag. 27 de terra aigiUata audpliea (fil'. 1,4).
- Pequefto fragmento filÚllimo de borde con una moldura hacia el
interior que estA incompleta y una estria en el exterior que puede
corresponder a UDa forma 7 de Hayes (Goudineau 89), fechada entre
el 20 y el 46 en la Stoa Sur de Corinto (J. W. Hayea, 1978). de aigillata
aretina. (fig. 1,2) .
- Fragmento pequefio de la pared de un vaso de terra sigillata muy
tina y de buena calidad que presenta una Unea de vir¡ulas en relieve en
la cara externa (ti¡'. 1,5).
- Pequef10 trqmento de lucerna decorado con una circunferencia
inciaa que sefiala el paso del disco al hombro que esti adornado con una
teona . de ovas eatampllladu rellenaa de pintura vinoaa. La pasta ea
clara, amarillenta y fina y 10 fraamentario de SU estado dificulta 8U
[page-n-15]
.. '.~'.... •
_ T.ü.lZJl "
.ÁHJ'OIWl PI: OLIVA
16
segura elasificación tipol6¡iea aunque podría, con reservas, ineluirse en
el tipo 1I de Vindonissa (S. Loeschcke, 1919) o en el ~upo IV D de Deneauve (J. Deneauve, 1969), pareciéndose también al námero 169 de
Szentléleky (T. Szentléleky, 1969), frecuentes en el segundo y tereer
euarlo del oiglo 1 (tig. 1).
Con esto queda completada la liata de las c.erim.icaa finas euyas feehas se sitúan en 108 tres primeros euartos del siglo 1 de la Era, eron~
logia que puede tomarse como punto de refereneia para la eonsidera<:ión
del resto de loa materiales.
Las piezas de eeri.miea com6n están formadas por fra¡mentos de reeipientea eneuadrables dentro de las cerámicas asi denominadas torre.
pondientes a época romana, claramente diferenciables de las que perlenecen a la eultura ibérica de las que solamente un fragmento pintado
ha sido recogido en el yacimiento. Son morteros, ollas de borde vuelto,
grandes urou, jarros. tapaderas y vasijas de gran tamafto alaunas de las
cuales fueron fabrie:adas en el mismo alfar ya que han sido encontradas
crudas. Todas aquéllas que presentan formas han sido dibujadu (fig. 2)
e insistimos en que significan una parte minima de 108 fragmentos hallados. Parecen. piezas de uso subsidiario al del alfar porque no repto-ducen las formas mAs tfpicas de las vajillas de \UK) 'culinario propias
de los ajuares romanos. Su an&1isis nos planteó un problema que reflejamos aqul y que es el de la posible atribución de algunos fondoa (fi¡'. 2,
núms. 24. y 26) a 'nforas de ba8e plana (Dr. 28) ya que dos pies, uno
eoeido y otro sin eoeer, podrían ser etasifie:adoa como tales, dejando esta
posibilidad abierta aunque sin pruebas concluyentes, muy dificiles de
aportar cuando se opera con un material tan fragmentado eomo el que
tenemos entre manos.
Dos fragmentos de dudosa asignación ponen fin a este apartado. Uno
estA formado por un cilindro maci%o de cerAmica de 15 cms. de longitud
que se abre con tendencia discoidal en sus dos extremos y que estA roto.
sin que pueda decirse qué es, y el otro es un fraamento eomo de pared
de urna que, en su cara interna, tiene unos resaltes. a modo de pegotes,
que pueden ser tanto accidentales eomo funcionales, pero cuyo cometido
des<:onocern08.
8.-ELmumttn 44 comtrucci6n
En el poZO XCdel yacimientA) fueron recuperados algunos elementos
de derribo de eonstrucción que no formaban ntnruna estructura sino
que estaban sueltos. Son 108 siguientes:
[page-n-16]
1
2
{
r.~(f
t
[
J;:
,.
17
r.
}:
FIg. ~ come.t.. N6nw. 1• • 23 I •
21 f.2
(II)tI . . . . . . . . .
<1
-r.
N6m. 21. . . cooer
't 1•• 21•• 1/2)
(1 •
1/4)
l' •
[page-n-17]
,
17
-
Un loaanje de barro cocido, amarillento de 11 X 7'6 X ('6 ema.
lAulrilIoa de 12 X 19 ema. de lado, y S'6 ema. de altura, de barro
marrón
-
OIC:UJ'().
Fraamentos de tejaa planas romanu, liaaa por las doa caras, con
huel1aa de caftaa por la parte de apoyo, o con di¡itaciooe8 dialOnalea
por ambas caras.
- Placas cerimieu de revestimiento, planu, de las que ninguna se
conserva entera por lo que no pueden darse su dimensiones.
- Muchas peUsa de barro cocido con huellas como de dos dedos,
llresumiblemente producto de desecho del torneado de las piezas.
".-Las án/oT41
Del total de fragmentos ~dos se ha podido contabilizar un total
de 681 Anforaa, a baae de aislar 108 elementos que, fragmentariamente,
denotan la existencia de uno de estos envaaes. Cuellos, asas, pies y fra&'·
mentos grandes de cuerpo han servido para detectar este cómputo que,
como se ha dicho, afecta a un sector del baaurero del alfar y que, por
lo tanto. no n08 da mú que una apreciaci6n parcial del mismo.
Loa fragmentos se hallaban revueltos y entremezclados, como al hubiesen ido siendo depoaitad08 simultáneamente. El aspecto de BUS paataa.
que han sido 80metidaa a un estudio de laboratorio, ea homOl'éneo, con
una coloración anaranjada o rosácea, correapondiente a las gamas B y e
del código de A. Cailleux y G. Taylor, con matisacionea debidas al de&igua1 punto de coe<:i6n. Hay fragmentos deformados por el exceso de
la misma, y entonces presentan una coloraci6n griúeea. Otros no alcanzan la temperatura idónea, se diluyen al 281 mojados y dan una coloración anaranjada más viva, pero, los que están bien cocid08, 80n ros6.ceoa.
Su pasta se muestra bien depurada, sin granos de deaengraaante visibles
a simple vista y con la cocci6n uniforme en toda su secci6n.
NiniÚn ejemplar ha sido recuperado integro ni ha sido posible IIU
reconstruce16n. Se trata de un amontonamiento de tiestos de gran envergadura, a excepei6n de un 'niora que se ha1l6 caai entera (Lim. I1) .
En este estado de cosas, eJ puar a una descripción tipol6srlca estricta
tiene sus dificultades pero, dado que el material es abundante y muestra
unas tendencias f6.cilmente recooociblea, vamos a tratar de ir deqlosando
su signl1icado para proceder a su ordenaci6n.
En principio las 'nioras pueden dividirse en d08 grupoll: unu son
de cueJlo alto, forma alargada, pie largo, de tendencia cónica con una
lonaitud media de 7 ema., o cilíndrica, llep.ndo entonces a 108 17 ema.,
asas rectas y dobles y borde engrosado, con variantes. Las otras son de
•
[page-n-18]
,
18
CNGUn:-.u.m:aUl
cuello corto, cuerpo en forma de tonelete, pie eorto y asas arQueadas
simples de sección circular. con el borde también engrosado. En ambos
casos las asas parten de debajo del labio y se unen al hombro del AnIora
que, en las alargadaa, está bien delimitado.
Como casos esporidicoa hay que sefiaJar J~ presencia de una boca que
pertenece claramente a 188 fon:nas Dr. 7-11, con resalte debajo del borde
y 1\88. de cinta con estria. y otras dos que, o bien poddan incluirse en
este grupo, o hahrian de ser relacionadas con el tipo 28 de Dres.sel, con
base plana, atendiendo al hallazgo de algunos pies anulares antes referido (fig. 8, nÚUl.8. 1, 2 Y S) . .
--,
FIg. 3.-1 : IOCII de infon Dr. 7-11; 2 y ' 3, boc. eh Woras Dr. 7-11 o Dr. 28
(1/2)
Hemos tenido en cuenta la posibilidad de que, entre 108 abundantes
fragmentos, existieran algunos intru808, no correspondientes a la producción local que aqu( se evidencia, pero tenemos que sefialar que la
textura y coloración de las pastas son uniformes y que 108 trozos analizados han dado una composición similar aunque, concretamente este
borde atribuible a la forma 7~11, no ha sido tratado en laboratorio por
lo que, pese a que nuestra impresión es que cuadra dentro de este altar,
dejamos abierta la posibilidad de que proceda de otro, quid. de alguno
de la B6tiea especi&lizado en fabricar estas. ánforas de salsas. Sin embargo, la probabilidad de constatar una elaboración local de ánforas 7~1l
o Dr. 28 D08 parece del mayor interés ya que se ha apuntado la veroaimilitud de BU imitación en Hispania pero, como se trata de tres 6niCOlli
[page-n-19]
,.
fragmentos, nos -limitamos a indicarlos aquf, a dar 8U8 perfiles y, dado
, que no contamos con estampillas ni referencias complementarias, los dejamos fuera de Iaa fabricaciones mayoritarias de este taller.
Hechas : estas precisiones, pasamos a deacribir 108 tipos genéricoa '\
del alfar, dindoles unas nomenclaturas que faciliten 8U adscripción a las
fOJ¡f1l88 de 'nforas normalmente aceptadas.
4.1.-Anfora.a d. ctUlW 11 Pie largos
:'
·Dentro de este grupo ¡eperal hemos contabilizado un total de 818
ánforas que imitan las formas Dr. 2-4. La observación de: 8U8 cuaetel'(sticas morfológicas nos ha permitido ordenarlas de Ja manéra siguiente:
.
.
OLIVA. 1 (fl, . 4, nAme. i-6): Son WOl'U con ' el borde .bul~o de 1eCd6n
triln¡'Ular pendiente..... doblN formadas por 00. dntu, de 16Ccl6n lflmiclreular
o rectan,ular, acepto en una ocaal6n en la que verDOl utIo ua con utda central
otra en Ja .que tenema. un 'doble cordón circular. Lu aiaa parten: de debajo del
bio Y. en au punto de flu:ión. UeJlen una acanaladura en IU parte Inferior q'Q8
tadUta IU luapenal6n i trall8Curren en direed.ón vertical para unirle por encima del
hombro que Mti mareado de manera anguloea "1 limpia. Calculamo.· que la- altura
de ut.o. tJ~ 0Ki1a entre lo. 76 cma. y el metro, dimenaf6n un tanto aventurada
DO contando con nin,-6n ejemplar completo, con una amplitud de bOca de aproxl·rudamente 18 ema. y pie alargado con tendencia cónica no exoeal.... ment.e prolonaado
(entre 7 y lO. cma.) (Ltm. III, 1).
. La Uenica de fabricación deja ver una aeril! de acanaladuru én 1.. paredM
Int.ernu del cuello "1 hombro, f alguna eItrla de juntura en el cuello o en la carena
que da puo • la panaL Bay diferenci.. de detall, en !al diatfntu plesu eatudlad ..
ya que la i!IeeOón del labio, de 1
......, ete.., no lIempre c:olnclden, peTO puede aflrmal'M que lItI trata de reclpient.eB a¡TUpablea dentro de un mJamo a~rtado.
·GuJindonOl por la tendencia de 101 labio. y pOr !al caraeterlatJcU de 101 cuello.
aillalDOl, con tl~ eatriet.amente tJpol6gitol, un lubtJpo.
'
.
r.
,
OLIVA l,a (fig. 5, n6.ma. 1-8) cormitu.ido por I~ eJemplaru en 101 que IIC obllern
una le.. tendencia a la apertura del cuello que eoJncide con un engroeamJento de
101 labio. y con la delaparición de 101 bordea r.ndientee. Son muy 19ualea a lu
anterlorel pero con una diferenciación de detal e que juatffica IU particular conllderad6n. Su .... IO n I¡ampre doblea, de eeeclón aemlcircular o de doble cordón
y clileurren paralelamente al cuello. . .
. __ . . _.. ,_.. .•.. . .
,
,OLIVA. (fJp. 6 y 7, nCUna.. l-5): El el ¡TUpo mú numeroao dentro de Id
'nfor.. de cuello y pie largos. Preaenta loa bordea engroaado., con cuello largo de
tendencia cónica y .... a1empre de I;ioble cordón, con ~ó n circular. Dan la
Imprulón de tener la arilta del~ hombro menOfl IItIftaiada que 1 de tipO 1, o al
..
menOl eao H dtllprende del CUHAo de b tra¡pnenloll grandea. que noII dan el perfil
~ la boca a la panza. ~n mú II"Hndel que 1
.. del tipo 1 por lo que la carena
queda mú alta y IU pie tII, ·aa1miamO, mb. largo (entre U y 17 c:nlI:);cólf ten"denda
clllndrica en su parte maclsa (Um. ni, a) .
. ReprodudlnOl un ejemplar (fi,. 6) que tiene una fllt.ampllla rectanaular en
la parte Inferior del cuello, que el Ueg:lble ,. que en todo cuo darla eablcIa a una
IOla letra; .610 .. encuentra en uta pieza . porque estu infor.. yan marcad.., la
maY01'- de !al ~, en el pivote.. Se manifieAan WIa .me de dlferenclu d. detalle
que collltituyen una de 1.. c:ancterlstieu de e8te alfar.
[page-n-20]
20
CNGIJIX· A&ANmUJ
--1
.......
-
tonn. OUVA 1
(1,2 Y S. 1/4)
(4 Y I .1/2)
[page-n-21]
21
--.a
,
..
-
3
FJe. 6.
Al . . . . . . . forme OLIVA ,.
('/3)
[page-n-22]
' ' - - - r - -"
••
,
•
,, .'
'o,
..
......... .....
• ,
' , ...... -
'
,,
•
........... ,
.. • •
00
O
•
1
.,-
o
I
,
o
o
.
•,
,
i
•I I
,
,
•
.1 •
•
•
,
O
>
,
.; J
·
·
'. I
J ;J
o
o
"
j ,;;
,
.'
,
,
•
,
,
,
\
· ',:
,
,
,
·
¡ '
•, ,
•
,,
•• ,•
•
,•
,
'
;
,, •
1
•
Ag. t.-I"rototIpo •
6nfora fom'lll 0lNA 2
(1'4)
[page-n-23]
,,
,I
,
1
-
..
_
. ._
-
I -3
-
..
-
fV. 7.-Anfor'a de la ..... OUVA Z
(1/Zl
[page-n-24]
f
2
-e.....
~_,--_. . . . .
. Al . . . .
tam. OLIVA 3
(1 2 Y 3 • 1/2)
(~., •
• 1/4)
[page-n-25]
1
2
•
3
•
(,f2)
•
[page-n-26]
.. ..t.-Anforas d.e CtUllo 11 pie corto,
Un número de 218 ánforas queda comprendido dentro de este grupo
que nos sugirió en principio, dado 10 troceado del material, la presencia
de ánforas Dr. 20, que tuvimos que rectificar ante la consideración de
108 fragmentos mú grandes que proporcionaban el perfil de la panza,
pies (Iig. 9, 1, 2, S y 6), etc. Es un grupo mú homogéneo que el anterior
que da lugar al tipo :
OLIVA 8 (fl... 8, nClm8. 1-6) : Con labio redondeado, cuello corto, pansa en forma
de tonelete ovalado, pivote corto, en ocuionea en forma de bot6n, .... arquead..
cito eeccl6n cilfndrlca ---meno. en una ocaalón en que eon de doble cordón- que
arrancan de debajo del labio '1 le Unfln al comlenso de la cansa dueribiendo un areo
de tres eual'tiM de circulo, con una altura que puede caleu arae por debajo del metro.
Reproducen una forma que no ha rnereddo por parte de 101 e.peclaUatu tanta aten·
ción como 1.. inforu para vino tlpieu lo que da ciertamente un.. poIibiUdad_
do Interpretación mú 1'Mtringtdaa. En n\le.lt.ra opbúón le ajustan a la forma Dr. 25
\, pero guardan tambiú RmeJanu con lu Woru de Brindefl (v. F . Benolt, 19&6,
\ fi ... 2. 15 '1 A. Tebemia, 1968-70, Iil '1 a.) o. por ejemplo, con el infora de Palam6a
',(Clemente Vldal '1 Pucoal Guuch, 1871, 117-128) que conatJtuye un tipo uoclado a
1.. lmJtadoMl de 1.. Wor.. Dr. 2-f, que puede ayudarno. a valorar .su pruenda
en OUva (Lim. 1I1, 2).
[page-n-27]
IV
ESTUDIO DE WS TIPOS
El hallazgo conjunto de las formas descritas confirma la fabricaci6n
en Oliva de los tipos que nos ocupan, coetánea según todos 108 indicios.
Las puntualizaciones sobre el carácter y cronologia de las Anforas
Dr. 2-4 son numerosas. Se las considera en la linea de las ánforas grecoitilicas, adoptadas por los alfareros itálicos para el envase de vinos a
partir de los años 30-16 a. C. (R. Etienne, 1976, 809), con un auge centrado en la época de Augusto en la que reemplazan a las Anioras Dr. 1.
e imitadas en otros puntos del occidente del Mediterráneo entre los que
destacan los talleres situados en la Tarraconense y en la Bética. Han
sido objeto de un estudio muy completo por parte Tchernia (A. Tchernia, 1971, 88-86), Tchernia y Zevi (A. Tcbernia y F. Zevi, 1972, 86-67),
dando a conocer su fabricación en diversos puntos de Catalufia, Pascual
Guasch (R. Pascual Guascb., 1962, 384-846) y Beltrán Llarla, últimamente,
en Andalucía (Colloque de I'Ecole Fran~i8e de Rome, 27-29 de mayo
de 1974, en prensa) todo lo cual ha servido para que se reconociera la
fabricaci6n fuera de Italia de estos tipos, su exportación y algunos de
sus rasgos morfolÓgicos distintivos; de ahl que, hoy, podamos hacer
referencia concreta a. por ejemplo~ 19.8 ánforas Pascual 1, o a una de-
[page-n-28]
28
terminada estampilla sobre inforas Dr. 2-4 localizada en alrún taller
de la Tarraconense, con Jo que se van sentando las baaea para el estudio
de 1aa ireaa de producci6n de loa vinoa hisptnicoa y de su diatribuc.i6n.
El estado de la c::uesti6n sobre loa alfares (mapa 1) que hicieron 4nforas Dr. 2-4 en la Tarraconense es el siguiente: Puc::ual Gua.seh (R. Pa.
cual Guaaeh, 1968, 67-79) sefiaJa hornos cerimicoa dedicados parcialmente a fabricarlas en Playa de Aro, Calel1a, Llavanerea, Caldea de
MontbuJ y Reus, cuyas escombreras fonnan parte de ~des vi1laa
rtístleaa feehablea aproximadamente entre loa siglos 1 y 1I; de ellos, el
de la calle de Balmea de Caldea de MontbuI que utilizó la estampilla
M'CN sobre el pivote, produjo fundamentalmente el tipo que nos ocupa
(A. Tchernia, 1971, 60) . También el taller próximo a Mataró que usó la
eatampiDa L. VOLTElLiva ]as fabricó, 881 com~el de la villa de la
Torre Llauder (Mataró) con estampilla L. HER. OPT. (A. Tehemia, 1971,
61) I repitiéndose la marca de VOLTEILiv8 en el alfar de Sant Vicent
de Montalt (Barcelona), sobre el mismo tipo Dr. 2-4, según noa ha c~
municado Pascual Guasch.
En el valle del Ebro, en L' Aumedina, cerca de Tivisa, parece poder
localizarse el taller que utiliz6 la estampilla TmISI (A. Tchemia, 1978,
68 y 88.) que aparece sobre distintos tipos de inforas entre loa cuales,
loa que correaponden a 6nforaa 2-4, 80D muy parecidos a los de Oliva.
Se cita una última marca, ANTR, conocida en Barcelona y Ampuriu,
(A. Tchernia, 1971, 65 y 88.) que en una ocasión aparece sobre una pie%&.
Dr. 2-4 en esta última localidad y que es considerada como una marca
tarraconense que se presenta sobre distintos tipos, 108 Dr. 2-4 entre ell08.
BeJtrf.n Llorla ha atestiguado en un trabajo reciente, en prensa, la
fabricación de los mismos tipos en El RinconciUo de AJgeclraa, en el
horno de Puente Carranque
A esta lista cabe ahora aftadir el alfar de Oliva (Valencia), situado
también en la Tarraconense, que muestra la producción conjunta de
varios tipos de Anfora. cada uno con variantes, y que utilizó una estam·
pilla con la letra F en relieve y otras mareas a modo de grafitos que se
estudian a continuación. Intere8ante resulta la coincidencia de que tambl6n los talleres de VOLTEILivs. MeN, TIBISI Y. tal vez, ANTR, tuvieran una producción repartida entre diversas fonnaa de ánforas lo que,
de entrada, nos estA indicando la ausencia de monocultivo en estas zonas
ya que IOn varias las vilJaa que, junto a 138 inforaa para vino, preciaan
de otros tipoe cuyos porcentajes y contenidos estarnoa lejos de conocer.
Junto a laa Dr. 2-4, aparecen repetidas veces inforaa de forma no bien
[page-n-29]
[page-n-30]
80
a«ID1X·AaANmUI
identificada que, en los talleres catalanes, estA bien repreae.ntada por
el Antora de Pa1amÓl, habiendo propuesto Tchernia (A. Tehernia, 1971,
69) para las mismas cierta semejanza o un «falso aire de familia. con
el tipo Dr. lO, alertando a la prudencia en euanto a las deducciones sobre
8U contenido. Nosotros, en el C880 de Oliva, nos inclinamos a relacionar
el perfil del Antora OLIVA 8 con la forma Dr. 26, si bien consideramos
que la cuestión se inscribe dentro de la panorimiea que presentan 108
talleres antes citados.
Pormenorizando sobre el asunto de 108 tipos, hay que hacer algunas
indicaciones a propÓsito de las ánforas de cuello y pie largos de Oliva
y seHalar que, si bien se engloban dentro de las formas 2-4, existen algunOB detallea que pueden ser cotejados con alguna de las meHtiplea
variantes de Isa Anforaa Dr. l. Asi, nuestro tipo OLIVA 1 ofrece una
relación de parentesco con la fonna Dr. 1, Lamboa'lia A (Benon III A"o
de la primera mitad del sil'10 1), de la miama manera que ante la forma
OLIVA la podemos evocar el tipo 4 de la forma lA de Uell%e (O. Uenze,
1968), procedente de Capo Mele -y que se ha asimilado a la forma IC
de Lamboglia-, o con la forma 77 de Loesc.heke, presente en Haltero,
'l'rier y Oberaden, con fechas que abarcan los primeros afios de la Era,
siendo el tipo OLIVA 2 el que claramente reproduce la forma Dr. 2-4 cuyas
variantes, en los C8808 de imitaciones como las presentes, puedan ser
bastan te numerosas.
Para el problema cronológico carecemos de valorea estratigrifieoa
que sean útiles para establecer una evolución relativa de los tipos y
contamos, por una parte, con los elementos fechables que proporcionó
el hallaz¡o y, por otra, con los estudios generales que se plantean el
periodo de vigencia de las inforas Dr. 2-4 basándose en observaciones
concretas. De entre ellos destacamos el de Zevi (F. Zevi, 1966, 208-247)
que considera las fecw consu1ares que aparecen en los tituli picti del
yacimiento próximo al Castro Pretorio excavado por Dresael, datado
en la primera mitad del siglo 1, y el de Tchernia y Zevi, ya citado,
(pig. 68), que plantea la posibilidad de distinguir grupos de diferente
origen de idoras Dr. 2-4 mediante el estudio de las caracteristicas
de sus pastas cerámicas y teniendo en cuenta su distribución en 1aa estrati¡raffas de las es.sa.s de las Pa.redes Amarüla.s y de las Tctrmaa de Neptuno de Ostia que demuestran que las inforaa 2-4 campaniensea y tarraconenses eatin siempre presentes entre Tiberio y los F1avi08.
Otro argumento es el que proporcionan loa documentos escritos. Los
autores cliaicoa que tratan de los vinos hispAnicos denotan que loa
tarraconenses y lauronenses, según Etienne (R. Etienne, 1976, 812), no
eran importantes en Italia antes de los Flavioa pero, existiendo inioras
con la indicación LAVR y mareas que corresponden a la Tarraconense
[page-n-31]
'1
en yacimientos que remontan esa fecha, habrfa que contrastar el criterio
que Be desprende de J08 textos y el que aporta la Arqueologfa, estudiando
las Areaa de dispersión de las ánforas. para lo cual un anAlida sistemático
de 8U8 formas y paataa se hace imprescindible.
Los pocos fragmentos fechablea que ofreció la excavación se sit6an.
en conjunto, en época navia y fueron hallados sobre el nivel de cerAmlcas
si bien. son tan esporidicoa, que no pasan de aportar un elemento digno
de ser tenido en cuenta pero DO necesariamente definitivo, mAxime
cuando sólo UDa parte del basurero ha sido excavada. Teniendo en cuenta
que las árttoras Dr. 2-4 se imponen en la Campania y en el Lacio en
época de Augusto y que Juego se imitan. perdurando hasta el siglo 11,
y quizá. más Oa estampilla L HER. OPT. seria sintomática de esa perduración según 1 datos que aportan las tégulaa) I centrarfamoB la fabri08
caci6n de ánforas de Oliva en el siglo 1 de la Era, quid. en BU primera
mitad, por el aapeeto tipológico que el conjunto presenta y sin poder
llegar a mayores precisiones.
De momento, el úea de distribución de esta producción es dificil
de sefialar. Nosotros DOS hemos limitado a observar las colecciones pro.
ximas al lugar del hallazgo y hemos constatado que ni en el Museo de
Prehistoria de Valencia, ni en el Arqueológico Provincial de Allcante, ni
en el del Castillo de Denia, aparecen expuestos ejemplares útiles para
188 piezas que estudiamos. J. Aparicio nos dio la noticia de que en AlcaidU2: (Gandia) se encontró un pie de Antora con una F eatampillada como
188 de Oliva, lo que ea muy probable dada 1& proximidad del lugar;
también se nos ha comunicado que en el Castillo de Sagunto han a~
cido pivotes de f.nlora con efes grafitadas. En el Museo Etnográfico de
Jivea (Alicante) hemos visto dos cuellos de la forma 2-4 que pertenecen
al alfar que DOS ocupa y que fueron peacados en la bahfa de esa ciudad.
Procedentes de la excavación de la Punta de J'Arenal de Jivea (G . Martín
y Maria D. Senes, 1970, 71, Lám. XXXI) se citan tres Woru; una
se clasifica como Dr. 20 aunque pensamos que corresponde mé.a bien al
tipo OLIVA 8 Y las otras son asimilables a laa formas 2-4 de Oliva, aunque este es un dato que no hemos podido verificar. En la misma publi.
cación se recogen las ánforas de la colección Navarro Rubio entre las
cuales hay algunas que podrían estar en el mismo caso (pAg. 106,
núm. 1S, fig. 58 y pAg. 108, nÚIDB. 17 y 18), a partir de lo cual es licito
afinnar que fueron objeto de cierto tráfico. Esperamos que con la presentación de las formas caracteristicas de este taller y el an'lisis de
sus putas cerimicaa aparezcan para1elos que contribuyan a completar
este cuadro.
[page-n-32]
[page-n-33]
v
LAS MARCAS
Entre todos los fragmentos clasificados se dan 209 pies que presentan
algún tipo de marca, a 108 cualeS hay que sumar una marca estampillada
sobre el comienzo de la panza de un ánfora OLIVA 2 (fig. 6). dos signos
esgrafiados sobre dos cuellos de !nforas de este mismo tipo (fig. 7,
núm. 1). un grafito en un cuello de un ánfora OLIVA 1 (fiz. 4, nÍlm. 8)
y una incisi6n digitada sobre el arranque de la panza de un Antora OLIVA 8
(fig. 8, núm. 2) .
Como es obvio, no todaa estas sefiales tienen un mismo valor. Las
estampillas propiamente dichas sólo se registran en dos ocasiones sobre
pies de ánforas del tipo 2 (Um. IV, 1 y 2) que dan la lectura F. y en
UDa tercera, ilegible, ya mencionada. Lo demás son grafitos o marcas de
alfarero, corrientes en la producción de un horno y que obedecen a di&-
tintos motivos.
La marca F no ha sido hasta ahora sei\alada en los repertorios, lo
'Cual nos llev6 a prestarle una especial atenci6n en el capitulo de loa
aniliaia de las pastas eerimicaa, obteniendo la comprobación de que se
da sobre piezas hechas in situ, con utilización de las arcillas que apare-cieron en la exeavaci6n. En un pie se lee normalmente, de arriba abajo,
y en el otro la lectura eati invertida.
•
[page-n-34]
.
Las estampillu de una sola letra son consideradas por Callender
(M. H. Callender, 1966, XXVll) como propias de una fecha temprana Y.
en un sentido amplio, de origen itilico, datAndolas, en loa ejemplos que
concretamente cita, al final del siglo I a. C. o en los primeros aftos
de la Era, por loa contextos en que apareeen. Hay ocasiones en que estampillaa de una sola letra han sido feclladaa más tarde. Tchemia (A.
Tchernia, 1969, (99) registra estampillas descuidadas de una sola letra
sobre aaas, o unión de 8sa y panza, de AnfOlas 7·11 a lu que da una ero-nolo¡ia de 108 tres primeros tercios del siglo 1 y BeltrAn (M. Beltrán
l..1ori8, 1970). al citar loa hallazgos de la Penfnsula, indica 108 siguientes
ejemplos:
A,
B,
M,
N.
en Azaila (M. Beltrán, marca 1) .
en el Museo de Mataró (marea (3).
en la necrópolis de San Fructuoso de Tanagona (marca 261).
en la necrópolis de San Fructuoso de Tarra¡ona, de ~poca tardía
(marca 818) .
O, en Ampurlas (marca 340) .
P, sobre un pivote (marea 360).
R, en estampilla circular, en la necrópolis de San Fructuoso de Ta·
rragona (marca 412), en Torre de Ares (marea 418) y, digitada, en
Ampurlas, sobre pivote (marca 414) .
S, en Mataró (marea 424).
T, en El Puig, Valencia (marca 466).
A loa que hay que sumar esta F en estampilla reetaIll'Ular y en relieve
de Oliva.
Loa ....afitos encontrados son muy variados (IAms. IV, V y VI) .
Damos un cuadro esquemático (fig. 10) de aquéUos que se presentan
80bre loa pies y reproducimos gri.ficamente los demAa, que IOn esporf...
dicos. El hecho de que aparezcan grafitoa simples sobre ánforas es rorriente por lo que puede deducirse de la publicación más o menos detallada de hornos de este tipo o de ánforas sueltas. Estas marcas se logran,
o por estampillado, caso de los clreul08, o mediante incisiones hechas con
un instrumento de punta aguda, o por medio de digitaeiones, siempre
antes de la cocción. Su raz6n obedece al mareado de lotes de piezas que
corresponden al trabajo de un operario o al pedido de un cliente, siendo,
por lo tanto, mareaa de alfar. En Oliva hemos identificado 146 pies de
Anforas de cuello y pie largos marcadas de esta manera y SS que -pertenecen a Anforas de cuello corto. Como puede verse, hay aignos que
aparecen sobre los dos grupos indistintamente y otros que sólo se ven
en uno de los grupos dominantes. Sin embargo, no es posible sacar
conclusiones definitivas a partir de esta observación ya que operamos
[page-n-35]
tUIICAS
"
LARGO
'"
MAR CA'
CO,\TO
. ,1
,
[f
,
~
,
;{
1
1
•
V
1
4
1
V
3
2
V
2
•
•
,
2
12
3
"
.
.. t
,. ~
"
"
•
X
17
•
IX
1
,.
"
"
1-
-I
11
"
~
Y
J
COIITO
1
6
3
1
1
1
1
1
(
24
O
1
@4\c.cao
16
9
2
1
"
18
r1
(p
"
LARGO
12
13
"
O
2
I(
2
.,c§) :J>
3
O(f))
18
7
Ú@6i)
4
7
148
83
. J
.A
.. Al
"
"
1
"
1
TOTAL
[page-n-36]
.
IObre un material parcial. Pueden leerse seg6n la orientación vertical
del Antara o al revés y nosotros loa hemos representado tal como aparecen . Pueden &el' interpretados:
- Como letras latinas (n6ms. 2 a 5). destacando como dato curioso
la repetición de la letra F, que es la de la estampilla, en fonna de ¡rrafito.
- Como numerales latin08 (núrns. 6 a 12) .
- Como signos convencionales, de entre 1011 cuales, el que más abunda, es el de Joa elreul08.
Hay paralelos de este fenómeno en otros alfares de la Penfnsula. En
el de Puerto Real (Maria J . Jiménez de Cisnel'08, 1958, 471, núms. 1, 2.
6, )9, 26 y 86) loa vemos con un aspecto semejante sobre inforas del
tipo 1 de salazones de M. Beltrán. Hay también un ejemplar con marca
en el pivote en forma de e citado en la publicación de UDa escombrera
de alfar de ánforas en tomo a Caldea de MontbuY (R. Pascual, 1962,
884-346) habiéndonos comunicado R. Pascual el hallazgo de un grafito
en forma de posible F en la Torre Llauder de Mataró, que no se parece
a loa de Oliva. Carela y Bellido seflala la presencia de un grafito en
fonna de P invertida en una contera de 6.nfora hallada en las excavacionea del templo romano de Córdoba (A. Gareia y Bellido, 1970, fig. 45, 16)
Y Beltrin (M. Beltrán Lloris, 1969, fig'. 4, núm. 6) indica una V sobre
un asa de una Dr. 12 procedente del Area del Monasterio del Santo ~
pulcro de la muralla romana de Zaragoza. También en el Museo Etnogrifico de Jbea hay unos numerales sobre pivotes de Wora que fueron
encontrados en las proximidades de la desemboeadura del rio Gorgos,
por todo lo cual, puede decirse que estos grafitos son relativamente frecuentes, tanto en la Peninsula como fuera de ella ya que, por ejemplo,
Pélichet (E. Pélichet, 1946, 199) ofrece con los números 24, 25 y 87 signos equivalentes a letras grabados a punzón antes de la cocci6n sobre
puntas de 6nforaa, CODsideré.ndolos cgraffith, O. y J. Taffanel también
registran algún caso similar procedente de Cayla de Mailhac (O. y J .
Talfanel, 1947, 14S.146), pudiéndose multiplicar los paralelos. De momento no son susceptibles de una valoración cronol6gica por sl mismos,
siendo aparentemente un indicio de la organización de la producción del
altar, pero se insertan sin nigún problema dentro de la época comprendida entre Auguato y el final del siglo 1 ~paeio temporal que asignamoa al taller de Oliva- y, al aparecer mayoritariamente sobre los pies,
cumplen una de las caracterfstieas que se han predicado como propias
de las imitaciones tarraconenses de 188 fonnas Dr. 2-4, de entre las cuales,
las que están hechas de carcilla con puntos blancos», han dado una A
grafitada en un ejemplar con estampilla TROP de Hereulano (A. Tehernia y F. Zevi, 1972, 65, nota 8) .
[page-n-37]
VI
ANALISIS DE LAS PASTAS CERAMICAS
La obteneión de determinaciones de laboratorio, en el caso del estudio
de la ceri.rnica, constituye una exigencia que la investipci6n debe a.su~
mir, sobre todo en el caso de loa hornos que denotan una fabricación
loCal, porque, de otro modo, la. posterior consideraci6n de la distribución
de esos materiales, se hace muy dificil y queda sometida al criterio de
autoridad de quien ]a suscribe, sumamente peligroso por su subjetividad.
Con relación a las 'ntoras, los análisis de pastaa cerimicaa han sido
tenidos en cuenta algunas veces aunque, quizá, sin las precauciones debidas, haciendo prevaJeeer el earActer tipológico sobre el cerámico y
utilizando las comprobaciones -muy escasas para confirmar una tesis
previa de] autor para lo cual una simple difractometrfa o un examen
al microscopio han sido aeeptados como suficientes cuando, en realidad,
la problemática de ]sa eerf.mieaa es mAs compleja y lo que en un
examen primario parece tLomologable, arbitrando métodos más 8Ofiati·
cad08 puede mostrar diferencias importantes. Un ejemplo reciente es
el que exponen Tchernia y Zevi (ob. cit.) quienes, en baae al estudio de
dos infoI'88 procedentes del sur de Franeia, definen las earaeterfsticu
de la eerámiea de un grupo de lu infOI'88 vinariu tarraconenses, en
[page-n-38]
88
donde hay bastantes hornos que, basta ahora, no han sido objeto de
estudios monográficos, por 10 que no sabemos cuAl fue el que estuvo
relacionado con el centro de producci6n que se distin¡ui6 por el empleo
de la cceriÚniea con puntos blancos_ que, no obstante, es sintomática
de una especial manera de hacer y que alcanzó una dispersión ¡eográfi.ca
notable.
Nosotros, durante loa trabajos de excavación, pudimos apreciar que
n08 encontrábamos ante un centro de producción de eerimiea : ]08 amontonamientos de arcillas, más o menos depurad08, por un lado, y los fragmentos de inforu, por otro. además de la noticia de un horno en las
proximidades. permitian ese juicio. De ahf que nos plante&ramos verificar en el laboratorio si realmente podía establecerse UDa ecuación entre
ambos elementos Y. a la vez, quisiéramos conocer las caracter(sticas de
las pastas cerámicas.
Estos anAlisis han sido posibles gracias a la colaboraci6n con el doctor
Juan Alonso Paacual, quien no sólo puso a nuestra disposici6n el Laboratorio de Resistencia de Materiales de la Universidad Politécnica de
Valencia sino que también nos interpretó los resultados obtenidos, al
mismo tiempo que los confirmaba con otros anilisis de mayor precisi6n,
realizados a través del Instituto de Edafologla del Consejo Superior de
Investigaciones Cientltieaa de Madrid y de .Investigaci6n y Ap1icaci~
nes, S. L.». Desde aqul deseamos testimoniarle nuestro agradecimiento
y nuestra intenci6n de que esta co]aboraci6n pueda seruir siendo tan
fructltera.
A medida que lbamos obteniendo los resultados de los anAlisis y viendo las poaibilidades de los mismos, fueron surgiendo una serie de cuestiones, conectadas con el proeeso de fabricación. Asf, tras un primer
anAlisis de tierras y cerAmieaa, se planteó el problema de que algunos
elementos mineraI6~C08. presentes en las arcillas, no se velan en los
fragmentos de Anforas, aun teniendo en cuenta 108 cambios qutmicos
propios de la cocci6n; sin embargo, después de un anAlisis mAs complejo
y completo, se demostró que el empaquetado de cristales de los elementos
mú fuertes impedla ]a visi6n de los otros y que, sólo destruyendo esa
trama cristalina, era posible detectar los restantes, confinnAndose que
las arcillas encontradas entre los restos cerAmicos hablan intervenido
en la elaboraci6n de ]os mismos.
Otro punto que fue complicado, fue el de la apreciaci6n clara de
minerales de la arcilla (caolinitas, ilitas. montmorillonitas...), que se
empiezan a tranafonnar sobre los 600- C. de cocci6n, -en fragmentos cocidos a: una temperatura superior, para cuya soluci6n recurrimos a la
teais de Grim (R. E . Grim, 1968 2.") que explica cómo, debido al medio
[page-n-39]
Si
en que las arcillas calentadas han estado, puede existir un proceso de
l'erudrataeión de las mismas que da lugar a eate fenómeno.
También aplicamos a nueatras cerámicas el anAliaia externo con mieroscopio óptico por reflexión, examen que da la definición adecuada de
SUB superficies, con la mención de 108 componentes que a ellaa afloran
y los aspectos que presentan. El WIO sistemático de eate tipo de análisis
clarificarla conceptos de enl'Obes, bruftid08, ete.
Laa rnuestraa elegidaa para los aniliais fueron obtenidas en el pozo
Vlll porque ofrecía una variedad de arcillas amplia y porque dio cerimieas de cocción desigual y, por tanto, de aspectos cromáticos distintos.
Se seleccionaron trea muestras de tierra: una del eatrato comprendido
entre Jos 0'70 y 0'90 metros, otra del situado entre 108 0'90 y 1'86 metros
y la tercera del nivel final. Del mismo agujero se tomaron las muestraa
de cerAmica, seleccionando 108 tres tipos de coloración que se repiten
en el yacimiento, entre lu que se incluyó la que tenia la marca F y
un fra¡mento del hiora que apareció deformada por la cocción (LAm. nI,
n6m. 4) .
1.-AndliIis por di/nutometrfo. de RO/l/O' X; técnica, po11l0; radiación
e" K«
(filtro de Ni)
Este es el sistema de an'lisis mis corriente. La preparación de las
muestras consiste en triturarlas en un mortero de . .ata para coIl8el'Uir
un polvo homogéneo que se coloca en el portamuestras. La muestra se
somete a una radiación de Cu Xot, sufriendo una difracción los rayoa
incidentes. Un registrador seguir' todo el proceso que dar' como resultado un diagrama; en él, en abcisas, se indican los ingulos 2 8 o el formado por el incidente y refractado, y, en ordenadas, 18.8 intensidades
relativas. A partir de estos resultados, facilitados por el Difract6metro
de Rayos X, podemos hallar en las tablas correspondientes las distancias
entre planos cristalogrificos para cada valor de una intensidad relativa.
Esto DOS daré. una lista de valores, las distancias entre los planos crístalogrificos e intensidades relativas, 10 que identifica los minerales constituyentes de la muestra, ya que, cada mineral, estA. identificado por un
conjunto de valores y, si ea un elemento constitutivo de la muestra, sus
valores estarán incluidos en el diagrama obtenido.
Los resultados conseguidos por este método que utilif.amos en primer
lugar para tierras y cerimicaa son similarea, pero mAs pobres, a los que
se citan a continuación por lo que, para evitar repeticiones, loa expondremos mis adelante.
[page-n-40]
.
La difractometrla por Rayoa X ea idónea para el análisia de areillas
en estado natural e igualmente informativa del resultado final que a
la8 muestras imprime el proceso de cocción, pero, por mdltlples razones
debe ser completado por microscopia.
!.-And.lifte por Microscopi(l Elflctr6nico tU troftlmift6n PhiUip' 800
del l ... tiMo d. Edofologla d.to¡ C. S . l . C. d.to Modrid
Este sistema ea mis preciso en cuanto que pennite ver loe componentes del mineral arcilloso que pueden presentarse con dificultades de
interpretación en las cerámicas por las variaciones que experimentan a
lo largo de la cocción. Para efectuarlo tambi~n se tritura la muestra haciéndose con ella, a continuación, una dispersión en agua, desazrePndo1a
con ultrasonido. Una gota de la suspensión se deposita sobre una rejilla
patrón de Cu, que tiene encima una pelieul. de carbono transparente.
Se coloca luea'O bajo una lAmpara de infrarrojo, que evapora el agua, y
quedan depositadas laa partfculas de la arcilla. Según este anAlisis, los
resultados conseguidos
800:
TWrro J : llit.• , mieu, cloritu, eaolinitu '1 abundante hlerro ptblUeo acicular
'1 en macla eab'ellada, a vecu eD glom6rulos. Apan!Cen micaa heteromltricu con dM
morfologtu predominantes: anguloua. treeeu y grandea. y cintlformea o pajuelu. La
montmorillonita aUpica apance frecuentemente adouda. como bandu, a otl'Oll rnjneralel y el ..to, muy 0KUl'a, a 1M electrones. Apal'eten salM, algunu poeiblu
l uUatoL
7'ierrG .: Netu cloritu J caolinjtu. con predominio de en- 61Umu; mlc:u
anguloua, freKU, lrregularu '1 algun.. adntad.. ; iUta¡ hierro ¡oet.hltico adcular
y en macla eatrellada; netoI bioearbonatoL PreMnta una compoaci6n '1 arader.
tlcu diatintu de la anterior.
TWrro 1: llita¡ micu heteromirtricu 'T heteromorf.. ; posIblM cloritas 'T caollnltu¡ hierro turftico y ucu.a goetbita acicular; 1& montmorillo,nita apuece dudoaa.
Cent",ioG J : El rupado y quid. el preparado para la preparación produce un
erecto de alteradón, excepto en 101 blocarbonatol que permaneeen fl'e.lefM¡ miCU¡
clorita; montmorillonlta, alterada 'T normal; aalea; la mica, neta, al Igual que la
caollnita. Efta muutra u muy .emejante a la mUdtra. 1 de tierra.
Centmü:G J: Senudón de que el rupado de la plesa y, o, la cocci6n altero en
parte la muestra original, pero sigue relad.onindOM con 1& tierra 2. Aparecen do-ritu, m.lcu de bordu netoI y banda Interferenclales. La temperatura de cocci6n
quid. bOl la
1.. anaUsadaa.
Cft'd1llioo. 1 : M.lcaa bueu ., agudu¡ salee delrupado, opaeu e tndeterm1nablea¡
paree. que le hubluen a6adldo una meseta que tU. . tenclenda \'UtIÚculftiu¡ lUlfa~
hexagonalea y una motmorillonlta alargada atlplca.
[page-n-41]
"
" .-At&dliÑ con Micf'O.copio E~ctr6nico d.e bGrrido (.cann.ing) y
analizador tU ~ dilperriva ck flvorUcnc1aa d, Ravo. X. (lAíts
AMR-l000)
Este aparato tiene la ventaja de que barre la superficie y permite
visualizar UD sector de la muestra y de que, al tener aeoplado un uaU·
zador de eneraia dlspersiva de Rayos X. la composición de cualquier
elemento dudoso que pudiera presentarse, puede ser despejada, por lo
que no da lu¡ar a errores de interpretación.
Con este procedimiento se ' analizaron solamente eerimicas, tomAndoae tres nuevos fragmentos de ]oa aspectos standard en el yacimiento,
ya que Isa muestras anteriores hablan sido consumidas, logrindose resultados que se ajustan a loa obtenidos previamente y loa superan en pre<:18160, con lo que nuestro propósito de establecer una relaeión entre las
arcillaa de la excavación y las cérimicas, queda eonfinnado poaitivamente. Las fotografías (Lima. VII y VIll) a 16.000, 4.000 y 8.680 aumentos, han sido obtenidas con este mieroacopio.
Agradecemos a «Investigación y Aplicaciones:., de Madrid, ]81 facilidades prestado al Dr. AlOMO Pascual para la realisaci6n de estos
aniUsis que dieron los reaultados siguientes :
Cerd",i.» 1 : Iluatra muy fina y homogénea en la que . . . .n núcu, !Uta. l'
uollnlt.u. A peu.r de lo antarionnente dicho, la dilpoaici6n de componente. produce abundantal microporw. También . . . .n aguJ .. de ealcita l' de hierro (fotonafta a 16.000 aumentM). A meno. aumento e. poe:Ible reconoeer, en otraa aonu,
fu Uminu de mica e JUta y, en el fondo, nreo. paralelo. (foto a 41.000 aumento.)
(Llm.. VII, 1 y 2).
Cerdmioo .: Muatra arclUou, con micropol"Oll l' una t.utura que 1M recop en
la fotogralla 8 (a 41.000 aumento.) y form .. de JMO Y ac6mulo. no tranaformadotl
de arclI1L (Um. VIlJ, 8.)
Cerdfllioa 3: Pareeen m.ú 'Iueltau 1.. laminlll.. de IUta, mica y clollnlta que
.
en 1 . .nterio.... (fotoantla a 11.680 .umento.), en .te a.Ipecto 1M parece al¡o a la
Ctlr'mica 1. Se pruentan miCl'OlTOmboedrol de calcita baatante bien couervadoa.
(Um. VIII, 41.)
".-Análiria del a"pecto e:derno tU l4 cerdmica., NalUad
que parece dominar, 6pt1camente, la fraccl6n .rena fina, llmo, y en la que frecuen.
temente datac&n ¡rano. muy betarom6trico. de calcita y cuanD, ...... 6lUmo nI>angular. Aparecen punt.uacionea nepu de macnet.ita y. frecuentemente, alpna
pirita. Todo eato utl cubierto de una pelIcula acan.meJ.ada. cuarteada, COD abundant.el elIorucenclu.
B) Cara ute.rior: Puta muy fina de color Iúnonltico, con &Onu m.ú l.iuI ,.
ciar.. ricu en efl.ol'8Kl8ncl.. 'T mie:rogranuladonea eakItieu. enu. 1u que cte.tacan
punt.uaclonea nesru de JIl.I.&'Mt..Ita y calcopirita.
•
[page-n-42]
.
C~ . : A) Cara interior: le apreda en eata IUporficle • 80 aumento. lo
que en la anterior apareda • 100. Color entre amarillo y ocre. Entre la matrla
ardlloaa ap&1"flCen rniCJ'OCl'&Dulaclonu blaneu de calcita, aalM ., aJg{In c:uano J PUDtuaclonu feniferu opacu mú o meDOS brillantel. ".YOI' heteromebia en la puta.
Todo le perdbe. mejor ai le rompe el primer mm. exterior.
B) Cara exterior: jlUlto • Uneu de aliaamiento de la puta cte.taean tonene10Ml oert.eeu que le deben a granoa me~, de cuano y dolomita, '1 altendonu
de 101 eompuuto. de hierro.
C,,",micG. ,,: Al rnicroeeopio, no le disUn¡ue cuil el la cara interior 1 cuil la
exterior. I.. puta el mú amarillenta, núerogranulou, con aliumleDt.os en forma
de inplo -rudo y grinulo. opaeol, de hierro, alterad_. de mayor tamaAo que l .
apandcto. huta ahora. En uno de 1011 ladoII aparecen mancha. mil oc:ru cM pocu
eIJpUOr, eon upec:to mú acaramelado con efloreeeendu.
Eate _ un trozo de cedmfca correllpondlent.e .. un inlora defectuoumente
cocida y ello explica la ImpoalbllJdad de diferenciar IUII car.. externa ti Interna ya
que, en 1 eSo. anterioJ'U, en la externa, le observa el prooedirnJento de acabado que
..
lIJe realiurla dMpu6e de la primera cocci6n que, en la tercera, al alltal' quemada, no
tuvo lugar (Lim. IJI, 4).
Vistos loa resultados de 108 análisis, hay que sefialar que las circunstancias en que se han hecho han sido muy favorables puesto que
se han anall%ado tierras y arcillas de un lugar en donde se fabricaba
cerimica. As1 se ha podido comprobar que los elementos de la fracción
arcilla analiqda en las tierras 1 y 2, persiste en sus caracteres morfol~
gicoa en las ee.rimicas 1 y 2, con la desaparici6n de la ilita que se de&hidrata entre 108 600 y 660- C., mucho antes que los demú elementos
de la fracción arcilla. El hierro goeth1tico acicular también persiste en
la cerimlca analisada y seria interesante saber su temperatura de fusi6n,
a la que no se ha llegado en la cocción de estas piezas, pero, al ser un
elemento que sólo aporta impurezas a la arcilla, no parece haber mer.
cido excesiva atenci6n por parte de los especialistas y no nos ha sido
posible conocer ese dato.
[page-n-43]
VII
CONSIDERACIONES FINALES
Para terminar, parece conveniente efectuar algunos comentarios acerca de aquello que una parte de estas inforas denota: el envasado de vinos.
Oliva, en el extremo sur de la provincia de Valencia, debió girar en
época romana en la órbita de Denia -Dianivm-, ciudad estipendiarla.
en tiempo de PUnio (N. B ., 26) y, más tarde. municipio romano (CIL n,
a580 y Suppl. 6961), con una población en torno, dispersa, articulada a
partir de viilaa de 188 que hallazgos de monedas, inscripciones y cerAmicas romanaa son testimonio (G. Martin, 1970 b) . A este respecto, en
el término de Oliva, Elca. San José y la propia eiudad son 108 puntos
mÁS representaUvos.
También sabemos que en toda esta zona la romanización real tiene
lupr bajo Au&'Usto descendiendo la población a las A.reaa llansa y difun.J
diéndose -loa modos de vida propios de la romanizaci6n. Es entonces
cuando se ponen en funcionamiento 188 factoriaa peaqueraa de la vecina
costa de Alicante, que tienen 8U ejemplo mú septentrional en la Punta
de l'Almadraba, en la desembocadura del no Vergel, pr6ximo a la ciudad
de OJiva (M. Ponsieh y M. TarradeU, 1965, y G. Martfn, 1970 a) y, &Si-
[page-n-44]
«
mismo, cuando debió cobrar importancia la producción de vino sobre lo
que, huta ahora, no exi.5t1an pruebas arqueológicamente evidentes.
Relacionar estos vinos con 108 eitad08 por loa textos elúieoa es
algo para lo que se requiere más cautela porque, esas citas, suponen, en
muchos easoa, que dichos vinos fueran conocidos más allA de su región
de origen, es decir, que fueran objeto de un trAfico comercial organisado
y deben encontrarse pruebas fehacientes que demuestren este requisito.
Sin embargo. entre IOB calificativos eitados por Plinio (N. B., XIV, 71)
para loa vinos hispAnicos -leetan08, tarraconenses, batd.rieoa y lauronenaes- el de tarraconense, tomando el término en un sentido amplio
y no t1nicamente restringido al conventus tarraconensis, podrla incidir 80bre esta producción que está. situada en la provineia tarraconense pero,
dentro de ella, en el conventus carthaginensis. Si se admite esta posibilidad, prolon~ar1amos hacia el sur el área de elaboración de 108 vinos
tarraconenses que, no obstante, manifiestan una proliferación de centros
de elaboración. en eatalufia. en donde se envasaron en &nioras Pascual 1
y Dr. 2-4 de fabricación local.
El calificativo de lauronense ofrece una mayor riqueza dI:! atribuciones para su consideración. Aparece eitado con elogio por Plinio y, a la
vez, se ha enoontrado, abreviado (C. PaneDa, 1970), sobre ánforu de
1& forma Dr. 2-4 en Roma, Pompeya, Castro Pretorio, Ostia y el segundo
muro de Carl.a¡o (A. Tchernia, 1971, 78), en varias ocasiones sobre
ejemplares hec::h08 oon cpasta con puntos blanc::oa. que ea lo que ha dado
pie a Tc::hernia y Zevi para c::olocar la Lauro produetora de vinos en Catalufia, si bien sus argumentos no descansan sobre una base suficientemente sólida c::omo para despejar de manera definitiva la eueatión.
Lauro, c::omo topónimo, dentro de Hispania, es su.aceptible de distintas Joc::aUzacioo.es y también de diferentes acepc::ionea, en el tiempo y en
el espado. Parece indudable la exist.eneia de una Lauro andaluza (pauly
Wisowa, XXllI; Floro, IV, 2) y una o varias en 'la Tarrac::onenae (Floro, nI,
28), y, en cuanto a los motivos de su mención, habria que tratar por
separado el asunto de la cita de la bataDa de Lauro y el de los vinos
Illuronenaea, afiadiendo a c::ontinuaeiÓll ]a documentación procedente del
estudio de las monedas de la c::eea de Lauro, para c::omprobar lu ooincidenciu o divergeneias que puedan evidenciarse.
Para la época de Sertorio y ]a bataUa de Lauro, distintos autores
se han pronunciado a favor de localizaciones dentro del Pafs Valenciano,
entre el Palaneia y Valencia, siguiendo a Ol'08io (6. 23. 6) y seftalando
eJ Cerro de La Pedrera del Puig (A. Schulten, 1987, 197-198) o Liria
(F. Mateu y LlopÍ8, 1961, 218-219) c::omo posibles lurares del eneuentro.
La'localisación de la Lauro de Sertorio en Villajoi088 (M. Marc::hetti. 1922.
[page-n-45]
.
854) o al W de Denia (Y. Besnier, 1914), ha tenido últimamente menos
partidarios.
lA. inscripci6n hallada en Sagunto que dice:
CIL. JI, 8.876
BAEBIA
CN L
TAVACCA LAVB
que se conserva, también ha suscitado problemas re1acionad08 con la
Lauro valenciana si bien hay que advertir que, aunque en principio fue
completada Tavacea Lavr(onensis), Pio Beltrán ya vio que eataban escritaa las dos palabras juntas (p. Beltrán, 1968, 167) y pensó que Tavaccalavr era un nombre ibérico, en lo que le si¡ui6 A. Beltrin (BeltrAn.
1969, 618-622) quien, sin embargo, separa Tavacca y Lavr, vocablos entre
108 que, de hecho, no hay separación en la inscripción. No obstante el
asunto no está definitivamente zanjado ya que G. Alf
Si a esto afiadim08 la conservación de la palabra Lauro en la toponimia local tendríamos que decir que, en el término de Caatell6n de Rupt
(Caatell6 de Jes Genes, en la Vall d'A1baida)
le
conserva exactamente
este nombre en una partida en donde, curiosamente, aparecieron reatos
de una villa romana (E. Pastor Alberola, 1978, 141) .
Para las monedas, la investipci6n ha preferido una localización en
Catalufia, atendiendo al &rea de diapersión de los hallulO8 (11. Tarra-deJ], 1965, 9-18 y 1. Estrada y L. ViJlaro.aa, 1967, 186-191), lo cual
parece l~co.
En cuanto a los vinos, nos encontramos con lTandes dificultades ya
que ni tan siquiera tenemos elementos de juicio que nos permitan saber
a ciencia cierta si los vinos lauronensea tenian su centro de producción
en la Tarraconense o en la Bética, o si puede hablarse de mú de un
centro productor.
Las Anforas que hemos estudiado no pueden aportar datoa para solventar este problema; no contamos con mareas expUcitas ni con tittcU
picti que completen nuestras informaciones a este reepeeto y, como hemos
visto, la Lauro valenciana mejor documentada ea la de época aertoriana
que tendríamos que situar al norte de la ciudad de Valencia aerún loa
argumentoa tJ.cticoa que reflejan 108 movimientos de Sertorio frente a
Pompeyo. Por lo tanto, en este estado de eo&a8, parece mú oportuno en-
[page-n-46]
••
cuadrar estos vinos de Oliva. dentro de una producción local, que es
importante y que coloea a esta ciudad a la altura de otras que en época
romana se incorporaron a la economía romana de una manera activa.
pl'Odueión que quid. pudiera caber dentro de la denominación de tarraconenae y cuyas VÍ88 de distribución aerá preciso desde este momento
tener en cuenta.
.
[page-n-47]
VIII
BIBLIOGRAFIA
A. BELTRAN 1969. - eLa IlUIOipcl6n lb6riea de BlnU.1' en el MU8eO de Hueteu.
Xl CNA (K6rida, 1968), Zuagou.
M. BELTRAN LLORlS 1969. - el.... inforu del Museo Arqueol6gico de ZaragoUlt.
X CNA (Kah6n, lM7), Zaragou.
lino. - cLu in!Ol'U l'Omanu en Eapaftu, Zaragou..
P . BELTRAN VILLAGRASA 1968. _ a.o. tato. IbiriCOl de Liriu, RevUt.a de
Filologia Valenciana IIJ, Valencia.
lo', BENOtT 1966. - «Epave. de la c6te de Provenc:e, Typologie del &JrIpborea.
GallIa XIV. Paria.
1967. _ cTypologte et. 6pJII'aphle ampbonque. Lea marque. de Seatiua.
R. S. L. xxm, 8-4, Bordighera.
1952. cNouvellee 'pana de Provence 111». Oama XX, Parla.
H . BESNIER 1914. - cLe.x!que de (Uographie Anclenne», C. Klincltaieek, Parla.
M. H. CALLENDER 1966. - cRoman Amphol'ae», Orlord Univeralt,- Preu, London.
J. DENEAUVE 1969. - cLampe8 de Cartagho. CNRS, Paria.
J, ESTRADA y L. VILLARONGA 1967. - d.a ''Lauro'' monetal y el ballasgo de
Clno1'eD. Ampuri .. XXIX, Barcelona.
&. ETIENNE 1976. - cA pl'O~ du 'Vil'! PompiieDll, Neue Fonchungen iD PompeJi,
Deut.ebel Archlologi.lchel In.ItJ.tut.
A. GARCLA y BELLIDO uno. - «Loe halla..zgQI c:erimlCOI del bu del templo
romano de C6rdobu. Aneja. al A. Eap. A.o V, Hadrid.
R. E . GRIK 1968 2.". - ceta,. MineraICItJYlJ. McG:raw-HUl Book Company, U. S. A.
J . W. BAYES 19'78. - cRoman pottery from tM Soutb Stoa .t Corinthlt. Buperla
XLII. 4. New Jene,..
[page-n-48]
.
JI. JrKENEZ crSNEROS 1t58. - cBeobachtunpn in elnen rlimlKhen Tliplerbe!dril: bet Puerto Reab. Germania. XXXVI, BerUn.
N. LAMBOGLlA 1m. - .Bulla cronologia del!• •n/ore romane di BU. RepubUcana (11-1 -=010 • • C.)It. R. S . 1.., XXI. a.., Bo~bera.
s.
LOESCHCKE 1111. -
.Lampen aUl Vindontuu, Zllrich.
K . KARCHETl'I 1922. - cHlapantu, en Dis. Epi¡r. di AIIt. Rom., de E . de
Runiero (relmpreaión de 1962).
G. IfARTIN 1970&. - cw pelqUerf. . romanu de la co.ta de Alkantu, P. L A. V.,
lO, ValenclL
1970b. - cDianhmu, InA. A1!ouo el lIap'nimo, V.leDcla,
- J MARIA D. BERRES 1970. - .La faetorfa peequera de l. Punta de l'Arenal,
Ji'fU (Alicante)., T. V. del S. L P., 88, Valencia.
F MATEU , LLOPIS 1951. - .Sobre l. locallsacl6n de Lauro». Ampurtu XIII,
Barcelona.
C. PANELLA 1970. - cO.u. n •. StudJ Jrlfseellane1 r 16, Roma.-r,p, 182-188, explica
e6mo el deaarroUo de LAVR en lauroneDll. (y no en aurentanum) el la
Intel'pl"llucl6n mú comida "1 la iinica poalble.
R, PASCUAL GUASCR 1962. - cCentl'Oll de producci6n y dffuai6n reorriftea d.
un tipo d. 'nfora•. VII CNA (Barcelona, lDeI), Zuacou.
1968. - Algunoa upectoe del comercio antiguo aeg6n lu 'nforu. P. 1.. A. V.,
6, Valencia.
E . PASTOR ALBEROLA 1978. - cCutell6n de Rupb, Valencia.
n. S. P. PEACOCK 1970. - cThe lIclentWc analyall 01 anclent. ceramJce : a rev:!ew..
World Archaeolol7, 1, 8.
E. PELICHET 1948. - cA pl'Opoa del amphol'll romainee t.rouv6el l Nyorut, Zelt.ICbrift IUr SchweileJilCbe ArchI.oJ.osie und KunatgMCh1cht.e. VIII.
M. PONSICH y M. TARRADELL 1966. - cGarum el; induatrlea anUquee de uJaJ·
80n dane la MecHt.erran6e Occidentaln. BibL Eco1e Haute. Etudel Hi..
panlques. XXXVI, P. U. F., Parla.
A. SCHULTEN 1987. - F . B . A., IV, Barcelona.
T SZENTLELEKY 1969. _ cA.nclent. Lampa», Chicago.
O. y J . TAFFANEL 1947. - clIarquea d 'amphore. t.ro~ l Caya de MaJlhac
(Aude)., GallJa, V, Parla.
M. TARRADELL 1986. - cContrtbucl6n a la Iocallud6n de la oec:a de LaUl'Olf.
Numlam.a, 78, Madrid.
A. TCHERNlA 1964. - cAmpbon. el; ntarquea d'amphol'll l Pornp61 et l St.abien,
M. E. F . R., Pub.
1969. - cllechuehel 8Oua-mar!neu, GalUa XXVII, Puta.
1968·70. - cPremiera r6aultatl del louillCIII de 1968 IU%' 1'6pave a de PI...
nlen, E. Cl. IU.
19'11. - cLN ampbol'Ol vinairu de Tarraconatae el; Ieur exportaUOD au
d6but de I'EmpJre», A. El¡). A., «. Madrid.
- y F. ZEVI 1972. - c.Amphorel vlnairea de CampanJe et de Tarraconalle l O.ue»,
Recherchea aU%' lea ampborea romainee, Ecole Fra~aJae de Rome, Parla.
cFrUhriimhlche Ampboren ala Zeltmarken In Spit.lat.ene»,
O. UENZE 1968. Marbu1'8'.
C. VIDAL SOLA)' R. PASCUAL GUASCH 1971. - cEI peclo de Palam6A,. Actea
du UUme. Con¡rU d'Archéolog:l.e Sousmarlne (Barcelona, 1161), BorGlghera.
J~. ZEVI 1968. cA.ppunU lulle anfore romane». Arc.heologia Cl. .lca, XVlU, 2,
Roma.
[page-n-49]
INDleE
l . ANTECEDENTES.. ...... . ..... . ...... ..... .......
n.
LOS TRABAJOS DE EXPLORACJON y EXCAVACJON
III. LOS MATERIALES ... ... ... ...
9
13
1. Cerámicas finas .. . .. . .. . .. .
2. Cerimieas comunea ... .. . ... ...
8. Elementos de construcción .. . ... ...
4. Las ánforas ... ... ...... .. . .. . ...
4.1. Anforas de cuello y pie largos
4.2. Antoras de cuello y pie cortos
18
16
16
...
IV. ESTUDIO DE LOS TIPOS ........ .
V. LAS MARCAS .. . ... ... ... .. . .. .
VI.
6
17
19
26
27
33
ANALISIS DE LAS PASTAS CERAMICAS
37
1. Análisia por difractometrfa de Rayos X .,. ...
2. AnAlisia por microscopio electrónico de transmisión
Pbl1lips 800 ......
S. Análisis por microscopio electrónico de barrido y
analizador de energía diapersiva de fluorescencias de
89
o . ....
Rayos X ...
O "
o• •
o• •
• • •
o • •
o ••
o ••
o •••••
o..
......
40
•••
41
4. Análisis del aspecto externo de la ced.mica, realizado
con microscopio óptico, por retJexi6n
41
VII.
CONSIDERACIONES FINALES .. . ... .. . ...
48
VIII.
BIBLIOGRAFIA .................. ..... . ...
,
o ••
o •••••••••••
o ••• , .
... ...
47
[page-n-50]
[page-n-51]
LAMINAS
[page-n-52]
[page-n-53]
ENGUIX-ARANEGUI._ Taller de lInlaras de Oliva
LAM. I
[page-n-54]
ENGUIX-ARANEGUI.-Taller de 6nforas de Oliva
LAM. 11
,~
O
~
•
•
•
;;
e
•
,•
ª
,S
•
u
ji
I
~
«
,
.'
I
~,
.'
~~
[page-n-55]
ENGUI X-ARANEGUI.- Taller de 'nforal de Oliva
LAM. 111
\
2
Núm. 1. 'nfora de la forma OLIVA 1; IlÚm. 2. {¡nfora de la forma OLIVA 3; núm. 3.
Anfora d. la forma OLIVA 2; IlÚm. 4, AnfOfa quemada; núm. 5. fondo d. terra IIgUlat8
s udgi :k:a
[page-n-56]
ENGUI X-ARANEGUI._Taller de án foras de Oliva
LAM. IV
.1
;
I
Mareas y grafitos .obre pie. de 6nfora.
(1 / 2)
[page-n-57]
ENGUIX-A RANEGUI.- Taner de 'nloras de Oliva
LAM. V
Grafitos sobre pies de ánfor.s
11/ 2)
[page-n-58]
ENGUIX-ARANEGUI. -Taller da ánforas de Oliva
LAM. VI
7
I
__ 1
Grafit os sobre piH de ánforas
<1/ Z)
[page-n-59]
ENGUI X·ARANEGUI._ Taller de lInloras de Oliva
1
Núm. 1. cerémles 1 (a 18.000 BUmentos) ; núm. 2, certmlc:a 1 (a 4.000 aumlntoa)
LAM. VII
[page-n-60]
[page-n-61]