
El Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo de Prehistoria en 1928
1929
, ISBN 1989-508 , 32 p.
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Edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2013
[page-n-3]
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EL SERVICIO
DE
Y SU MUSEO DE PREHISTORIA
Tirada aparte de la Memoria reglamentaria de l a Secretaría
de l a Diputaoión, oorrespondlente a 1928
VALENCIA
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EI, SEKVICIO DE INVESTIGACION PKEH I S T ~ K I C ADE N LTESTRA DIPUTBCION,
,
Y SU MUSEO DE PREHISTORIA
Hace ya bastantes años que los estudios de investigación prehistórica van mereciendo cada vez
más, no sólo la atención, sino la decidida y alentadora ayuda del Estado y de las Corporaciones públicas. La Junta Superior de Excavaciones y la
Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Piehistóricas, creadas por aqukl; las Diputaciones catalanas organizando dentro de su .Institut d' estudis
catalans >> el Servicio de Investigaciones Arqueológicas; las vascas de uno y otro lado del Pirineo prestando ayuda ecoiiórnica a las excavaciones que
dispone la Sociedad de Estudios Vascos; las provincias gallegas subvencionando el Seminario de
Estudios gallegos, en el que se hace labor de investigación prehistórica, y la de Orense ayudando es-
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que de SUB 1 , b ~ r a Lavts*&&n vienen realhanBe
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7
1
1
Artes en Roma y recientemente con otros de diver
sas Facultades, también para el extranjero, impo
nian a la Diputación el deber de coadyuvar al estudio de la prehistoria general y especialmente a la
d e su región. A final de 1927 creó el Servicio de
Investigación Prehistórica con las secciones de excavaciones, laboratorio y biblioteca especializada,
Museo y publicaciones.
En el pasado año se han realizado ya los siguien,
tes trabajos: Se ha terminado la exploración de
2
'
concesonario D. Fernando Pbnsell. Éste y D. Luis
Pericot exploraron también un yacimiento eneolíti,
co en Cuatretorideta (Alicante). Los yacimientos
, paleolíticos d e e Cova del Parpallán y Coves del
;
Llop. (Gandía), fueron exploradas por el Sr. Perii.- cot. La « Cova de la Sarsa», estación eneolltica, por
el Sr. Ponsell, quien recogió, además, en Balones,
fragmentos de unas N bichas» . El yacimiento paleolitico de la ~ C o v a
Negra*, de Serragrosa, ha comenzado a excavarse por D. Gonzalo Viñes. El esfuerzo
principal del Servicio dedicose al extenso poblado
ibérico de «La Bastida de Les Alcuses» (Mogente),
cuyas excavaciones, en extremo fecundas, se han
efectuado bajo la dirección de la del Servicio, poniéndose al frente de ellas D. Mariano Jornet, eficazmente auxiliado por los Sres. Pericot y Viñes.
Del material obtenido en tales trabajos nos ocuparemos al hablar del Museo.
El Laboratorio del Servicio, aunque provisional-(
F,
,
'
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9
actualmente ocupado, con las piezas fronteras del entresuelo del propio palacio, existiendo espacio suficiente para las instalciones diversas de un museo que,
como los de esta clase, no exige grandes locales. En
él han ingresado los fondos obtenidos en la última
campaña de excavacionnes, instalándose en 17 vitrinas. Avalora la importancia de este material, el proceder todo de trabajos efectuados por el personal del
Servicio, no habiefldo pieza alguna de precedencia incierta ni de cuyo allazgo no se tengan los necesarios
datos.
Tal es el estado a que ha llegado este servicio al
año aproximadamente de su creación.
x,
Damos a continuación resumida relación de los
fondos que integran actualmente el Museo y de las estaciones de que proceden, tomando los necesarios antecedentes del laboratorio del Servicio; relación que
hemos de procurar sirva como de vulgarizador avance
de la guía de aquél.
dad Peileolitica o de la Piedra tallada.
Esta época remotisima en que el homdre, dedicado a la caza como principal medio de vida, no conoce
más armas y útiles hasta nosotros llegados que 'piedras
duras aguzadas a golpes o lascas retocadas hasta conseguir formas convenientes, se divide en dos periodos,
paleolítico inferior o más antiguo, que comprende los
grados cheleme, achedelizse, y 7rtust'eriease, y el superior o
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10
m6s moderno integrado por el aurz'ñaciense, so
y ~lzagdalenieuse,grados todos ellos determinadores d
sucesivos progresos en el desarrollo de la cultura hu
mana.
Al paleolítico superior corresponde el admirabl
arte pictórico cuyo conocin~iento se iniciara con
descubrimiento de la Cueva de Altamira (Santandei.),
y al misnio parecen pertenecer la mayoría de las pinturas halladas en Levante, en abrigos de las rocas tatales como los de Tirig y Albocácer y las de la Cova
de Ia Arana, en Bicorp. En nuestra región, como en
la mayoría del territorio español, durante el paleolítico superior semejan cruzarse dos grandes culturas, la
antes indicada, con otra más pobre de origen
la capsiense. Los más comedidos autores calocan el
nal del paleolítico a unos 10.ooo años de la epoca ac
tual.
Estas culturas tan remotas están representadas en
el Museo por las sigiiieiltes estaciones.
Cevsn Negra [JIátiva).
Mdiprid kifico. Buen ntímero de raederas, p u n t a y
perhmdanrs, can caractmfstifcas retoques escalerifarrne~,
haehitsas de mano bien tallada y diversas 'litil'es
atipico~, gran cantidad de lgscas; toda de- pedercon
nal, Los tipos guedeo cla~slficarse m o rnu5tmieslsig;s.
a
RLS~O.~
de ~sima6c;"s. a cantidad de dientes de
h
mbdio y de ciervo, abtenidm en e1 nivd superior.
Del inferior pmeden; un rnstar de E4qhas mtipw y
racim, ya de leche ya de? adulicm, tia &h&lircd~os Mer-
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Ir
r Obermaier. Otros restos dseas
Cova del Parpalló (Garidía)
La ligera exploración de esta cueva, en que hallara el abate Breuil el grabado de un lince (?) en una
placa de caliza, ha dado el siguiente material: un rascador, un buril, una lámina de tipo magdaleniense,
varios núcleos y algunas lascas, de pedernal; y tabas y
otros huesos indeterrninables, viéndose en alguno, rayas probablemente intencionales. El escaso material
hallado no permite aventurar una clasificación.
Edad Eneolitica o del Cobre.
Periodo de transición entre la edad de la piedra
pulimentada y la primera industrialización del metal,
del cobre, que.comienza a usarse en pequeños litiles
junto con el material perfeccionado propio del periodo neolítico (hachas de piedra pulimentada, cuchillos
y puntas de flechas de tipos perfectos y variados, todo trabajado en silex) y a los que va sustituyendo,
primero, imitando los tipos liticos y luégo dwarrollando otros nuevos hasta desalojar y sustituir a aquellos,
La civilización ha alcanzado ya gran perfeccidn. En
Levante vive el hombre en poblados, algunos situados
en altozanos fortificados, desarrollando, no sabemos si
por influencia inmediata o por razones etnológicas, la
cultura que florecía en el S. E., lllmada cultura nlineriense, suponiéndose a111 el foco de que irradiara aquélla por ser desde hace muchos arios donde primera y
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rn8s manifiestamente se mostrara, gracias fi tos trabajos realizados en el último tercio del siglo anterior gor
los ingenieros belgas hermanos H. y L. Siret, labar
digna de todo encomio. El Profesor H. Schmidt hace
llegar esta edad al 2 5 0 c j a. J. C.;
afirma la tendencia a rebajar
De este periodo existe en el Museo el siguiente
material:
Un lote de pulseras de pectúnculo, algunas de tamaño pequeño, y numerosos fragmentos de otras. Todo ello parece constituía un dep6sito. Es &te, matarial poco frecuente.
Tambikn se hallaron junto al depósito dicho algunos fragmentos cerámicas de aspecto neolítico.
Cova de La Sama (Bocairente).
De la ligera exploración de este yacimiento procede:
Cerámica. Gran cantidzd de fragmentos de vasos
cardiales, o sea con variada y rica ornamentacidn conseguida por el hombre primitivo con tan modesto útil
como la valva de un cardiurn, con Ia que adornaba
las paredes del vaso, en blando, mediante combinaciones diversas de impresiones producidas, ya con e1 bordo ondulado ya con el envés o con el natis de tal concha. Esta cerámica aparece conviviendo con otra de
decoración incisa, también rica, con la embellecida
mediente cordones resaltadas adornados can impresio-
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.
nes digitales y con alguna lisa. Los fragmentos cardiales {existen algunos vasos casi completos), acusan
formas de casquete esférico, ovales y esfericos con cue110 cilíndrico. Es notable la variedad d e .tipos de asas,
casi todos profusamente ornados: tubulares horizontales, otras con saliente reborde en que estribar el dedo,
unas que se levantan sobre el borde, otras en hngulo
agudo, verticales con doble taladro, etc.
De hzkeso: 36 punzones; 6 espátulas más o menos
completas; una pieza rota que pudiera ser cuchara;
otra alargada plano convexa con una incisión; y un
fragmento tubular bien cortado por un extremo.
Restos humanos. Parte de un craneo y diversos
huesos.
Restos de a%imaZts: 3 candiles de ciervo y 2 colmillos de jabalí.
Colzchas: Dos pequefias de cardium y 3 de ciprea
agujereadas en uno de sus extremos para colgarlas
tal vez de un collar.
Depied~a:
Un hacha fragmentada; dos trozos de
alisadores o aguzadores; tres fragmentos casi sernicirculares de brazaletes de pizarra ( 2 ) ) alguno con taladro
en su extremo; otro, más ancho y grueso, en piedra
floja azulada verdosa, también con taladro; 2 1 cuchillos de pedernal, generalmente pequeños y toscos, un
fragmento perteneciente a otro de buen tamaño y con
el extremo redondeado con perfe'eocibn; I 5 fragmentos
y lajas; un canto redonda aplanado, de mediano tamaño; y una piedra caliza discoide, de I 2 centímetros
de diámetro, con ancho taladro en el centro.
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14
Esta interesante estación representa una modalidad cultural eneolítica que parece haberse desenvwelto en todo el levante de la península y muy merecedora de detenido estudio.
Edad de Bronce.-Grado de1 Argar.
El cobre, que se industrializara dando lugar a la
cultura eneolítica, mezclóse tal vez por' acaso con el
estaño, mostrando al hombre, mediante esta aleación,
un nuevo metal de mayor dureza, graduable; y con tal
.avance industrial se crea la nueva cultura. En Levante no es esta más que prosecución evolutiva de la civilización desarrollada en ei periodo anterior; continuando dominando la cultura almeriense que está representada en dicho periodo por la estación tipo del
Argar.
A él aproximadamente pertenece
Mas de Menente (Alcoy)
Pequeño poblado (mejor diríamos caserío) con habitaciones rectangulares, de paredes de piedra recibida en barro y con enlucido de éste, que se alza en la
cresta de un altozano naturalmente defendido por un
lado con escarpes rocosos y por el resto con una nluralla de la que aún quedan indicios. Fué su excavación fecunda en extremo, pues arrimados a las pare'des d e las habitaciones encontráronse gran número
de vasos.
Proceden de este yacimiento:
Ciento cincuenta y nueve vasos de barro de color,
P
i
1
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15.
geheralmente gris amarillento o rojizo, poco pulidos
y hechos a mano. Predominan las formas de casquetes
y semiecféricas, entre las ovoidales, cilíndricas esféricas con cuello casi recto y la de tulipa desarrollada
en el Argar.
Algunas piezas llevan pequeñas asas cilíndricas o
planas, gruesos mamelones, o taladros en los bordes
ensailchados, para suspensión de aquellas.
De barro poco cocho son cuatro piezas elipsoidales de telar (?), una con dos agujeros y con cuatro las
restantes; y tres piezas, aproximadamente tronconcónicas, con un hoyo circular a un lado como para sostener un travesaño, que hacen pensar en unos rnorillos.
Parte del solado de una casa, con- la impronta del
fondo de un capa.zo o cesta. Recuerda los fragmentos
hallados en «Cova Fredax de Collbató.
Uno de los vasos encontrados apareció en parte
lleno de trigo que se conserva.
Conchas: se hallaron tres de e pechina » y una de
ciprea con dos agujeros a cada extremo.
f1zdesos: Uno, completo hasta las articulaciones,
decorado con sendas fajas incisas cerca de aquellas,
formadas por paralelas entre las que corren Iíneas en
zig-zag. Punzones y espátiilas en mal estado de conservación.
De madera se halla una larga vara ligeramente
curvada como para servir de hoz llevando montadas
en su parte cóncava sobre una ranura, las sierrecillas
b e pedernal encontradas a s u lado.
Hachas de piedm. Dió esta estación I 3; dos gran-
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I6
des,. aproxiínadamente rectangulares (1 2 a I g centimetros) s610 desbastadas por el talbn y las restantes
de rocas diversas, mereciendo citarse una pequeña de
fibrolita clara y otra con nervatura.
Di6 la misma estación gran número de sierrecillas
de pedernal, pequeños cuchillitos toscos y lascas, restos de afiladores y percutores varios, y muchos molinos oblongos a mano con sus elementos activos, mereciendo entre aquellos mencionarse uno de gran tamaño (68 centimetroc).
Cobrs: Un hacha plana trapezoidal, de corte ligeramente curvo y con los extremos muy revueltos; dos
pequeños pufiales triangulares, uno con lengüeta y
otro con un par de clctvillos para la enmangadura, y
un fragmento de sierra.
Los perfiles de los vasos, entre los que apenas se
inicia el de tulipa, su escaso pulido y su color, dan
a esta estación el aspecto de pertenecer al eneolítico final. También los pequeños puñales parecen corroborarlo. Sólo el tipo de hacha, ya muy evolucionado, induce a una datación argárica. El conjunto
dála impresión de la cultura del Argar infiltrándose
en otra de ambiente más arcáico.
Cultura Ibérica.
Se desenvuelve esta cultura a lo largo de la edad
del hierro y llega hasta la romanización (siglos 1 1
11 . a. de J. C.) fructificando expléndidamente du1
rante ella en Levante las semillas que fueron dejan.do las civilizaciones orientales mediterráneas, espe-
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=7
cialmente la griega focense que influye directamente
con sus colonias (en nuestra costa Hemeroskopeión,
hoy Denia). Existen en las llanuras o en las sierras
(M-a) ciudades importantes, según la nombradía
que tuvieron, y poblados asentados en cabezw de
fácil defensa completada con fortificaciones adecuadas ( e Covalta~,« Charpolar~, «El Puig de Alcoy»,
<
Bastida de les Alcuses*, etc.), en especial establecidos sobre las vías naturales y los puntos estratégicos. Se conoce algo de sus santuxrios, donde
los creyentes depositan exvotbs que representan
orantes u oferentes en estátuas de piedra (Cerrode
los Santos), o en figuritas de cerámica (La Serreta),
o de bronce (La Luz de Murcia, y Segorbe y Tabernes de Valldigna, de donde se conocen algunas);
otras veces ofrendan partes del cuerpo humano sobre las que se consiguió o se busca el favor de la divinidad (pechos, manos, piernas, falos....), práctica
llegada hasta nuestros días. Agrupan los enterramientos constituyendo cementerios, practicándose
la incineración, colocando el cadáver en la pira con
sus armas, sus útiles y sus joyas, y depositándose
luégo los restos en urnas cerámicas, en holos+yalguna vez bajo construcciones cuadradas de piedra
en seco (necrópoli de la Casa del Monte; Albacete). Tuvo la escultura desarrollo e ~ t r a o r ~ n a r i ilas
o:
representaciones de animales fántásticos, 'al*estilo
de a
oriental; vulgarmente llamados ~ b k h a s * ~ ~ ( lBalazote, las esfinges de Agost, el toro del mismo punto, el de RedovAn y el de Petrel, -los leones de Bo-
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18
cairente y Sagunto gr los fragmentos de Balones);
las bellas esculturas de Elche, sobre todo la llamada
Dama, para cuya obra debió servir de modelo una
levantina de aquellos tiempos; las estátuas del Cerro de los Santos y las figuritas de La Serreta, en
las que también se notan las influencias griegas, son,
entre otras muchas obras de imposible enumeración
aquí, patente muestra del sentido artístico de nuestros antepasados. n orfebrería produjo joyas como
la diadema de oro ávea y las del llamado 6a
Tesoro
de Cheste, y otras Be menos importancia, como el
fragmento, probablemente de diadema, de Covalta,
el pendiente de oro del mismo punto, los dos pares
de La Bastida y las piezas de bronce con incrustaciones de plata de uno y otro poblado. La cerámica,
ya a torno, de este periodo, es por demás interesante, siendo variadísimas sus formas (Archena, Elche y
sobre todo La Bastida) y notable su ornamentación
pintada con motivos geométricos (series de líneas
onduladas, rombos, conbinaciones de círculos y semiclrculos concéntricos), florales bellamente estilizado~,
animales tambíén en estilización y algunas veces con tendencias a un realismo no conseguido (Archena, Amarejo, Elche, La Serreta, el Charpolar),
y otros dibújase la figura humana con bien escaso
acierto (Archena, La Serreta y Oliva). Han llegado
hasta nosotros algunos documentos escritos, lápidas,
estelas y principalmente laminillas de plomo (Castellón, la Cerreta, la Bastida y fragmentos del Cabezo y
deCovalta) documentos escritos en el alfabeto o los
k
!
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a9
alfabetos instrumentos de expresicin de esta cultiura,
sin que podamos p enetrar en el espíritu del .pueblo
íbero, plasmado en su lenguaje esorito, porque desgraciadamente, a pesar de los muchos años que es
conocido, aun fundadamente hemos de seguir llamándole como antes nQ2beto de Zttraf desconotidas.
A esta cultura pertenece el material del Museo,
procedente de las siguientes estaciones:
Poblado situado en la «Val1 de Gallinera>, en
la cima de un elevado cerro que le dá nombre, divisoria de las términos de Margarida y Alcalá, altura
que atalaya los vallejos inmediatos, obligados pasos
de la Marina, y el extremo N, del Condado de Cocentaina. La población se extendió por la pequeña
meseta, defendiéndola por un lado inaccesibles escarpes y por la restante fuerte muralla, Se han
practicado catas explotatorias que mostraron la fecundidad del estrato, como evidencian los objetos
hallados.
Ce~dmica.Veinticuatro vasos y fragmentos de
otras piezas. Un plato y fondo de otro pertenecen a
la especi&aniana con palmetas impresas.~ritre
la cerámica indígena figuran: una vasija en forma de
maceta, otra esférica con cuello en embudo, un vas;' bitroncocónico con asa, varios más o menos ovoides y factura más tosca; un jarrito con asa; varios vasitos finos, uno de ellos del tipo caliciforme que suele mostrarse en las estaciones avanzadas de este pe-
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[page-n-23]
21
Y un fragmento de fibula de doble resorte de los
que se conocen ejernplaes en la estación 'citada, en
Villaricos y en San Antonio de Calaceite.
Tambikn abundan los objetos de kzirrro. Una pieza
rectangular agujereada en su centro, que parece de
aplicación. Un como podón, con tubo para enmangar.
Fragmento de otro útil (cubo y parte de la IAmina).
Un instrumento parecido a una piqueta, roto en parte,
Una llave de las llamadas de Laconia. Una varilla de
cabre z centfmetros, curvada por ambos extremos en
el mismo sentido. Una espada falcata mal conservada.
Y un probable dogal, formado por laminas curvadas
casi en sernicfrculo, articuladas entre si por uno de
sus extremos y terminando en los otros en gruesas
anillas planas coincidentes; siendo este Util igual, en
lo fundamental, y aparte la natural diferencia de tamafios, a otro que se supone esposa, encontrada en
Calatariazor.
Dos piezas, actíva y pasiva, de un molino a mano
de los típicos en esta época.
Aparte otras razones de datación, la cerámica
campaniana permite afirmar que el Charpolar vivid
cuando menos hasta el siglo 1 1 a. J. C.
1
Lsi Bastida de les Alcuses.
Las sierras, en algun-s puntos abruptas, que separan el valle de Albaida del rio Cáfioles, pierden altura y se fraccionan en pequeños y aislados montículos al llegar a tierras del Alfori, por un lado y d e h s
Alcuses de Mogente por otro. En uno de esos cerros
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des, alguno con grupo de palrnetas impresas en un
círculo radiado; y gran cantidad de fragmentos -de este típo cerámica.
La cersEmirn a'7r?diguza,
toda hecha a torno, pobre
en cuanto a decoracibn, tiene extraordinaria riqueza
de formas, algunas nuevas, como se vé por la siguiente relación: Un vaso de barro gris, con restos de decoración pintada (rombos y series d e segmentos de
círculo), perfil de ánfora, sin pié, y con asas rectas que
bajan d e boca a vientre y rematan en doble voluta.
Una tinaja de mediano tamaño y barro negro, ornada
cerca del cuello con doble línea de rayas incisas. Otra
tinaja de buen tamaño y barro grisáceo. Dos grandes
vasijas de barro rojo y perfil semiesfkrico que se cierra para formar ancha boca de borda exvasado. Anfora del mismo color y hechura de odre, con cuello cilíndrico apenas iniciado y pueñas asas verticales en
farma de anilla. Un gran vaso de cuerpo cilíndrico horizontal, cuyos extremos se cierran con casquetes esféricos que llevan dos apendices a manera de muñones
en la parte superior y entre ellos la boca de la pieza
formada por un cuello cilíndrico cop bordes salientes,
y correspondiéndose con aquella, un agujero circular
en el fondo. Dos vasos de parecido tipo, aunque más
pequeños y sin taladro en el fondo, uno de ellos con
dos asas en forma de anilla. Una original pieza de mediano tarnafio y forma gIobular aplanada, con el gollete roto, que sale de la parte más estrecha. Tres vasijas en forma de botella de cuerpo oval con grandes
cuellos acamprr;nadcrs.Tres m%@ de for'mas que parecen
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24
evolución de la anterior, dos de cuerpo más redondeado y la otra de perfil bitroncocónico. Cuatro vasos de
vientre más o menos troncocónico que se estrecha
por bajo para formar el fondo y por arriba el cuello de
bordes muy salientes, piezas adornadas con motivos
geométricos (líneas de puntos, series de semicírculos).
Tres platos con decoración parecida a la anterior.
Tres oenochoes, una grande de barro rojo y cuerpo cilindrico y los otros dos más gris, cuerpo esferoidal y
decoración también geométrica. Un vaso bitroncocónico, bajo y ancho, con gollete cilíndrico y decoración
de fajas horizontales pintadas. Otros pequefios de forma globular aplanada, uno sin pié ni cuello y otro
con ellos. Once platos de mediano tamaño y copas de
pié bajo, reducción de aquellas; otra sin pié y una de
perfil rectangular quebrado. Tres copitas en forma de
hueveras. Cuatro cazoletas muy pequeñas. Nueve pequeñosvasos caliciformes generalmente de barro oscuro o gris y UQO más claro decorado con fajas horizontales. Dos de parecido tamaño y barro, uno de cuerpo
ancho y cuello recto y otro de perfil en zig-zag. Siete
vasitos de color oscuro, vientre bitroncocónico y cue:
110 agolletado; sólo uno de ellos, de color más claro,
está decorado con fajas horizontales. Dos pequeñas
piezas con pié, consistentes en un disco con reborde
poco pronunciado.
De barro más basto, aunque también a torno.
Nueve vasijas de diversos tamaños (entre 22 y 10
centímetros) en forma de ollas, salvo dos, una muy
apuntada de fondo y otra con alto cuello. Una orcita
[page-n-27]
25
con cinta resaltada, ornada con lfnen irtcisa en zig-mg.
Dos tapaderas del mismo barro.
Otros ob~ikos cerdmka, Una delgada placa, ligede
ramente cóncava y de forma aproximadomente eirculas, con gran número de agujerítos simétricamente
dispuestos, lo que le d&aspecto de criba o colador.
Dos piezas cilíndricas para sostener vasos. Una pequeña cazoleta plana y cuadrada. Un curioso cuello d~
gran vasija con parte de Ias paredes de ésta reco~tadas de tal tnodo que da al fracmento figura de corona
almenada, Varias otras piezas de dificil cIasiEcacidn.
Las ficsayukas prociedentes de este yacimien to son
numerosas, predominando las formas esférica, trancacóilica y bitroncocSnica; muchas ornadas con líneas incisas o puntilladas.
Buen nfimero deyesos dt tedar (20 de eIlos apilados en una casa). Son de forma prismática, can tendencia a piramida1 y generalmente de barro basto y
mal hecho.
Otros diversos objetos cer4micos, completos o rotos, de dudosa clasificación .
De bronce o cobre, Sobre 4.0 fibulas hisprzlnicas y una
de la Téne x, adernas de numerosos fragmentos de
aquellas. Pequeña asa alargada. Pulseras y brazaletes,
en su mayorfa incompletos, filiforme&de seccibn cuadrada unos y circular y más gruesos otros, Unos 27
anillos-aretes y tres surtijas, Cinccl piezas troncocánicas
(hay otras de'plomo), con taladro en el eje, objetos
que se vienen supaniendo pesas, fundándose en una
serie con pesos proporcionales hallados en Covalta.Tres
pinzas, una con anilla de suspensiún. Cinco agujas de
[page-n-28]
26
gruesos distintos. Seis anillas de diversos tamafios y
secciones. Dos platillos d e balanza, de dimensiones diferentes, uno con cuatro y otro con tres agujeritos en
en el borde, para su suspensión. Otra pieza también en
forma de disco, ligeramente cóncavo, con un taladro en
el centro y decorada en su cara interior con dos zonas
circulares con motivos rectilíneos incisos. Dos grandes
botones, uno con esvástica y otro con ornamentación
calada y fragmento de otro de imposible descripción.
Uri hilo doblado en forma semicircular que por un extremo se curva hacia afuera hasta cerrar el doblez, del
que pende otro hilillo curvado. Un tintinábulo o cainpanilla, de perfi! cónico, conservando el badajo. Una
plancheta rectangular, ligeraixente curvada, con sendos agujeros también rectangulares cerca de los lados
menores. Dos chsp3s, eleiilentos activos de broclies de
cinturón de tipo rectangular, una decorada con incrustaciones de plata y motivos incisos, y el otro sólo con
éstos; un fragmento de la misma clase de pieza; y un
elemeto hembra del mismo tipo de broche. Diversos
fragmentos de objetos indeterminnbles.
PEanzo. Algunas grandes piezas discoides con el
borde ligeramente levantado y que hxn sufrido un principio de fusión. Tres vasijas de forma aproximadamente serniesféricas. Varias piezas troncoeánicas, con taladro en el centro, semejantes a las de bronce, antes citadas, y estiniadas como pesas; y bastantes pequefios
discos agujereados de igual modg. Diversas chapas de
formas distintas, que, a juzgar por los agujeros que llevan, deben ser piezas Se aplicación,
[page-n-29]
27
El nfimero y diversidad de o&ekos de hierro obli-
..
.
,
,
. - _
.
gan a una referencia arin más ligera. Merecen mencionarse 4 lanzas, varias jabalinas de distintos tipos y una
cama curvada de freno. La parte central de u n b c a t e .
Dos asideros de escudos, uno de ellos casi completo, y
numerosos clavos cortos y de ancha cabeza en forma
de casquete, hallados con el último. Doce cuchillos y
2 2 fragmentos de otras láminas cortantes. Cuatro hoces
y dos podones. Azadón, azueIa, zapapico, hachitas y
otros útiles semejantes. Unas trébedes de forma circular, con aro incompleto. Gran cantidad de clavos de
variados tamnfios y tipos. Numerosas anillas de diámetro y secciones distintas, algunas enlazadas entre sí formando dos series a la vez pendientes de la misma anilla, una de bronce unida a otra de hierro y varias articuladas a piezas de distintas clases. Un anillo de sección
cuadrada de 5 milímetros y 90 de diámetro, que secuerda alguna pieza de eje de carro. Algunos fragmentos
de llaves. Numerosos punzones y diversos regatones de
lanzn, uno de estos compuesto de un tubo a cuyo extremo ajusta un grueso clavo. Una lámina cortante triangular con tubo para enmangarla; una varilla terminada en espiral y un fragmento de sierra. Gran cantidad de 1Atninas de variadas formas, secciones y medidas (alguna llega a 92 centímetros de largo), unidas por
roblones. Buen número de objetos de aplicación desconocida y cuya descripción haría prolija esta referencia.
De piedra. Un hacha pulimentada y fragmentos de
otras. Varias piezas, fijas y mdviles, de molinos discoides a brazo, propios da esta época, algunos de los cua-
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28
les fueron encontrada im sita en las habitaciones del
poblada. Cuezo o pileta mediana, corno las que suelen
destinarse para dar la comida a las cerdos. Loseta de
asperon que &eencontrb montada horizontalmente en
el angerlo de un departamento destinado al parecer a
cocina, y que lleva largm ranuras producidas con el
reiterado afilamiento de fitiIes cortantes. Pequeña piedra eiipsoidral aplanada, coa perforacidn in teneional
iniciada en el centro. N ~ m e r ~ s cantos rodados, proos
bables balas de hondd.
Redm dc azimcade~.
C~lmillos jabalí, candiles de
de
ciervo y cuernos de cabra, elgunos pare-cietldo haber
servido de mango" dientes de todos ellos y gfan número de huecoiil de otras aninlales dotnésticos.
Alg~~nos
mI$lk?res o ~ ~ Z C F X O ~ S
de hueso, con decoraci&riincisa, de tipo eovaltino. Un ak/I£Eekroroto, tambitn de hueso, conservando su taponcito de la misma
materia,
P~~EQ;
d a$d8cnciÓ%, de hueso- o marfil y de forma
e
rectangular alargada, ornada en toda su superficie con
agujeros sim6triearnente dispuestos y circunscritos en
pequefios círuulos incisos secantes entre si; mide r r 2
miIíni&trosde larga y lleva dos taladros mayores, cercade las extremos dentados, para su sujecidn coa clavillos prohablemente.
Una I~tmixikkta, mar& de 33 mitimetros de largo
de
y perfil ligeramente trcl-pezoidal, %rota por su lado
menor.
Gran níimero de conk:&m, especialmente de cpechina,, y cccaudiurn*; y un segmeilta tiiangular, del
[page-n-31]
47
.
.
-
centrd al borde, da un pectm, intencibnalmente canado y con los bordes desgastados por fi'rot-'acibn.
Una cacha de madera, ornada con incmtaciones
de hilo de hierro terminadas en espimIm, pertcneciente a espada o puAa1 con espiga plana de perfil ondulado y remate semicircular, tipo muy semejante al de
la empuihdura de Ia espada de IHora y de o t r a halladas en la mgsetas castellana,
Un par de ccretes k OTQ, con hilillo@ arrolIadas en
espiral a suc extremos, ejemplares parecidos a otros
que con frecuencia dan las excavaciones de Ibiza. U
un par de pendimtes muy parecido$, pero no iguales
y.
entre S$, ambos de perfil ~amorcillado* terminando
en cada extrmo con dobles anillitas rígid-; pero uno
de ellos es de swción redondeada< el otra paligonal,
y
conservando aquel, aunque muy oxidada, el pamdor
que debid ser de cobre o bronce, Las cuat ra piezas se
encontraron juntas en una habítacibn, formando un peUna elefgadia Zdwiaa rectangular de plomo gue
mide I 8 c~ntimetms largo por de ancho, escuita
de
al pautado de lineas horizontales incisas, aproximadamente equidista~tes.Se er%eribio derecha e izquierde
da, h ~ aIgumas renglones egcritos en parte y separay
das las fmses cQn líneas perpendicu~amsde puntm.
Lleva en total 273 signas, 177 en una cava y 96 enla
otra. En el texto de una de ellas, compu'~~;sto dipor
~ersas
notas esc'ritas algunas veces &in más-separación
que las citadas líneas de puntos, o b d ~ a v ~ particula
[page-n-32]
30
lalidad de que dgunas de las fiases han sido tachadas
can una raya horizontal menos recta y profunda que
las del pautado, dejando en cambio subsistentes otras
frases, alguna en medio de las tachadas; lo que desde
el principio hizo pensar que el aludido texto ne sea sino una serie de apunta.
Se ha116 esta iámina arrollada, en espiral aplanada, en posición horizontal y asomando un extremo
entre el material que servía de asiento a un molino
a brazo existente en una vivienda, dando la impresión de haberse dejado allí intencionalrnente. Las
circunstancias del hallazgo permiten atribuir a tan
interesante documento la fecha de destruccion del
poblado y con ella darle una ctonologia que avalora su importancia cientffica.
Balaneél.
En unos campos inmediatos a este pueblo, situado al norte de la provincia de Alicante, fueron
hallados algunos fragmentos de estatuas de animales
en piedra, de estilo oriental. Los restos más importantes son uno que comprende la mayor parte
del trasero de un pequeño cuadrúpedo indeterminable y casi todo el cuerpo de otra estátua semejante, acéfala y súr piernas, profundamente marcados
en el cuello los pliegues de la papada y taladrada ésta como pasa haber llevado prendida una campanilla.
Abundan especialmente en Levante, como es
sabido, estas estátuas de estilo oriental, supaniéndose sirvieron, sobre todo los toros y leones, de
hitos o mojones.
*
ik lk
[page-n-33]
31
El Servicio de Investig~ciónPrehistbrica, y el
Museo, consecuencia del mismo, creado en 1ga7,e
instalado el segundo, como se ha dicho, en el Palacio n'e Ztz GmeraZidad, son objeto de la mayor atencibn, por parte de todos los señores Diputadas.
En el Presupuesto de 1929, se ha elevado a
2 5 .aso pesetas la consignacidn que al Servicio se
destina en el Capítulo X, art. 1 1 .
El sefior Presidente de la DiputacBán, solicitb
a su tiempo, del Excmo. Si-. Ministro de Instrucción Phblica y Bellas Artes, se le autorizara para
excavar y explorar en distintas partes de la provincia, y por R, O. de 2 3 de Abril corriente (rgzg), se
ha facullada a esta Diputación, para practicar excavaciones arqueológicas, en lo8 yacimientos:
Cona Negra, termino de Bellas. Cova d1?2
ParpaLid, término de Gandía, partido de ficbggzaera.
C o m del LEO$,término de Gandía, partido de Mavc&akpaem. Ak6i de F o ~ t a a a ~ et$rmino.de Jhtiva. La
s,
Bastidu, termino de Mogente, partido de LesAdms8s.
Pero esta decidida proteccirjn, prestada a1 S r vicio d~ 1~vestigreE.e'Úa
Priaki~t612'ca,
por la Difiutacián
provincial,-no hubiera conseguido la máxima eficacia obtenida, si no hubiera estado al frente de tal
labor, persona tan culta, entusia~ta especializay
da en prehistoria levantina, como D. Isidro Ballester Tormo, Director del Servicio y Museo. L Dia
[page-n-34]
33
putad8n le debe gratitud, que procura hacer patente en cada molmelato.
Justo ES tarrabien citar a 10s eruditos colaboradores del camplejs y constaate trabajo que rediza
la Directribn.
Figura En primer lugar, el publieista y Profesor
de la Facultad de Fdasafia y Letras de esta Universidad, D. Luis Pericort ~ a r i i a al que la Dipri,
taGidn ha nombrado Subdirector de1 Smoi&~.
También ha concedido d nombramiento de Colabaradore%,a las qzze de hecho lo son desde que
comenzaran los primeras habajo%; referimos a
nos
D. Fernando Ponsell ÍlortcCs, D. Marimo Jornet
Perale8 y D, C ~ t ~ z aViñeg; entusiastas y campel~1
ttorítes arqueblog~s.
Todas ellos, sin dejar de atender a sus habituales ocupacianes, vienen imponilzndose d sacrificio
de ayudar a la Diputacidn en esta labor por la cultura vaiendana, actuando en las excamciones, en
el laboratoi~s,en el Museo y en la redacción del
Anuario.
Otro distin@do valenciano, D. Emilio Gandla
Ortegq C~nscnradar Museo de la Ciud~dela
dd
o
del Parque de Barcelona, pratigiam excavrador de
Amp¿irias, ha prestado su eficaz ayuda e ilustrado
con~ejo, Jo que respecta a la orgarxización del
en
Servicio. Esta Dlputacíirn le ha nombrada Conser
vador hr-rnomrio de BU A2fst.o dc?f i ~ k i g t o r t a ,
[page-n-35]
[page-n-36]
[page-n-37]
[page-n-2]
Edición digital: Museu de Prehistòria de València, 2013
[page-n-3]
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IÓN PROVINCIAL DE VALENCIA
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8
[page-n-4]
[page-n-5]
EL SERVICIO
DE
Y SU MUSEO DE PREHISTORIA
Tirada aparte de la Memoria reglamentaria de l a Secretaría
de l a Diputaoión, oorrespondlente a 1928
VALENCIA
[page-n-6]
[page-n-7]
EI, SEKVICIO DE INVESTIGACION PKEH I S T ~ K I C ADE N LTESTRA DIPUTBCION,
,
Y SU MUSEO DE PREHISTORIA
Hace ya bastantes años que los estudios de investigación prehistórica van mereciendo cada vez
más, no sólo la atención, sino la decidida y alentadora ayuda del Estado y de las Corporaciones públicas. La Junta Superior de Excavaciones y la
Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Piehistóricas, creadas por aqukl; las Diputaciones catalanas organizando dentro de su .Institut d' estudis
catalans >> el Servicio de Investigaciones Arqueológicas; las vascas de uno y otro lado del Pirineo prestando ayuda ecoiiórnica a las excavaciones que
dispone la Sociedad de Estudios Vascos; las provincias gallegas subvencionando el Seminario de
Estudios gallegos, en el que se hace labor de investigación prehistórica, y la de Orense ayudando es-
[page-n-8]
que de SUB 1 , b ~ r a Lavts*&&n vienen realhanBe
da $desorg~nismw,
cdde;n.rab el gran h p d m daPis a la ciil"nda p m h h ~ r i e a 10%
en
iiltirnos afiw.
han ccai5t~ibdde ella a r g w i m d ~exmv&t=Faaa .
y remienda el 1~aterial sus MIPC~WS
ea
&acectgu.y;
La Dip~&f&nprovfl"rciB1de ValenciaJ cabe@
de una rt&&n3s i a p r c rica par aw, suelo, que re&
blem de mado &recita y &a S-rmndn infiuwonla
d i t e r r b ~ oh~kxfa &@
~
preomparw tambi
de pí-lntmsen 1m Cmzwx de k k a E a
cirentm d w ~ b r b i m t ode: e:&aciane~d e epacrsrs
~
ditrerrs-sy l frnda8m t-rcavacio~c- p a c e a d m
a
aW&mcnt% y can tacia. clase de wcrifieim, por
piersona benm&14s; laa h d l q a s mualm, e ~ m a
los de las j a y de C%mte3el tesar~)de JB~ctzty
Dama de Rchg, ~ & F P e iatmmmte b ~ ~mpatria~
t o
da de un3 Ievm~-na aig1,m aDtes de Jt%u]4;ri&a;
de
toda demestraba b e d e r m t e rigurtctt
ca tiel 3.11~11~3 n a a t r z r&bn, ~ p e n mexplorade,
de
E3lrr y su propb bkt&dbn eultxzrktl bien cizaledada;
de m u e b &m h can
pen&o~ad.srs B ~ i h
de
.
id
[page-n-9]
7
1
1
Artes en Roma y recientemente con otros de diver
sas Facultades, también para el extranjero, impo
nian a la Diputación el deber de coadyuvar al estudio de la prehistoria general y especialmente a la
d e su región. A final de 1927 creó el Servicio de
Investigación Prehistórica con las secciones de excavaciones, laboratorio y biblioteca especializada,
Museo y publicaciones.
En el pasado año se han realizado ya los siguien,
tes trabajos: Se ha terminado la exploración de
2
concesonario D. Fernando Pbnsell. Éste y D. Luis
Pericot exploraron también un yacimiento eneolíti,
co en Cuatretorideta (Alicante). Los yacimientos
, paleolíticos d e e Cova del Parpallán y Coves del
;
Llop. (Gandía), fueron exploradas por el Sr. Perii.- cot. La « Cova de la Sarsa», estación eneolltica, por
el Sr. Ponsell, quien recogió, además, en Balones,
fragmentos de unas N bichas» . El yacimiento paleolitico de la ~ C o v a
Negra*, de Serragrosa, ha comenzado a excavarse por D. Gonzalo Viñes. El esfuerzo
principal del Servicio dedicose al extenso poblado
ibérico de «La Bastida de Les Alcuses» (Mogente),
cuyas excavaciones, en extremo fecundas, se han
efectuado bajo la dirección de la del Servicio, poniéndose al frente de ellas D. Mariano Jornet, eficazmente auxiliado por los Sres. Pericot y Viñes.
Del material obtenido en tales trabajos nos ocuparemos al hablar del Museo.
El Laboratorio del Servicio, aunque provisional-(
F,
,
'
[page-n-10]
[page-n-11]
9
actualmente ocupado, con las piezas fronteras del entresuelo del propio palacio, existiendo espacio suficiente para las instalciones diversas de un museo que,
como los de esta clase, no exige grandes locales. En
él han ingresado los fondos obtenidos en la última
campaña de excavacionnes, instalándose en 17 vitrinas. Avalora la importancia de este material, el proceder todo de trabajos efectuados por el personal del
Servicio, no habiefldo pieza alguna de precedencia incierta ni de cuyo allazgo no se tengan los necesarios
datos.
Tal es el estado a que ha llegado este servicio al
año aproximadamente de su creación.
x,
Damos a continuación resumida relación de los
fondos que integran actualmente el Museo y de las estaciones de que proceden, tomando los necesarios antecedentes del laboratorio del Servicio; relación que
hemos de procurar sirva como de vulgarizador avance
de la guía de aquél.
dad Peileolitica o de la Piedra tallada.
Esta época remotisima en que el homdre, dedicado a la caza como principal medio de vida, no conoce
más armas y útiles hasta nosotros llegados que 'piedras
duras aguzadas a golpes o lascas retocadas hasta conseguir formas convenientes, se divide en dos periodos,
paleolítico inferior o más antiguo, que comprende los
grados cheleme, achedelizse, y 7rtust'eriease, y el superior o
[page-n-12]
10
m6s moderno integrado por el aurz'ñaciense, so
y ~lzagdalenieuse,grados todos ellos determinadores d
sucesivos progresos en el desarrollo de la cultura hu
mana.
Al paleolítico superior corresponde el admirabl
arte pictórico cuyo conocin~iento se iniciara con
descubrimiento de la Cueva de Altamira (Santandei.),
y al misnio parecen pertenecer la mayoría de las pinturas halladas en Levante, en abrigos de las rocas tatales como los de Tirig y Albocácer y las de la Cova
de Ia Arana, en Bicorp. En nuestra región, como en
la mayoría del territorio español, durante el paleolítico superior semejan cruzarse dos grandes culturas, la
antes indicada, con otra más pobre de origen
la capsiense. Los más comedidos autores calocan el
nal del paleolítico a unos 10.ooo años de la epoca ac
tual.
Estas culturas tan remotas están representadas en
el Museo por las sigiiieiltes estaciones.
Cevsn Negra [JIátiva).
Mdiprid kifico. Buen ntímero de raederas, p u n t a y
perhmdanrs, can caractmfstifcas retoques escalerifarrne~,
haehitsas de mano bien tallada y diversas 'litil'es
atipico~, gran cantidad de lgscas; toda de- pedercon
nal, Los tipos guedeo cla~slficarse m o rnu5tmieslsig;s.
a
RLS~O.~
de ~sima6c;"s. a cantidad de dientes de
h
mbdio y de ciervo, abtenidm en e1 nivd superior.
Del inferior pmeden; un rnstar de E4qhas mtipw y
racim, ya de leche ya de? adulicm, tia &h&lircd~os Mer-
[page-n-13]
Ir
r Obermaier. Otros restos dseas
Cova del Parpalló (Garidía)
La ligera exploración de esta cueva, en que hallara el abate Breuil el grabado de un lince (?) en una
placa de caliza, ha dado el siguiente material: un rascador, un buril, una lámina de tipo magdaleniense,
varios núcleos y algunas lascas, de pedernal; y tabas y
otros huesos indeterrninables, viéndose en alguno, rayas probablemente intencionales. El escaso material
hallado no permite aventurar una clasificación.
Edad Eneolitica o del Cobre.
Periodo de transición entre la edad de la piedra
pulimentada y la primera industrialización del metal,
del cobre, que.comienza a usarse en pequeños litiles
junto con el material perfeccionado propio del periodo neolítico (hachas de piedra pulimentada, cuchillos
y puntas de flechas de tipos perfectos y variados, todo trabajado en silex) y a los que va sustituyendo,
primero, imitando los tipos liticos y luégo dwarrollando otros nuevos hasta desalojar y sustituir a aquellos,
La civilización ha alcanzado ya gran perfeccidn. En
Levante vive el hombre en poblados, algunos situados
en altozanos fortificados, desarrollando, no sabemos si
por influencia inmediata o por razones etnológicas, la
cultura que florecía en el S. E., lllmada cultura nlineriense, suponiéndose a111 el foco de que irradiara aquélla por ser desde hace muchos arios donde primera y
[page-n-14]
rn8s manifiestamente se mostrara, gracias fi tos trabajos realizados en el último tercio del siglo anterior gor
los ingenieros belgas hermanos H. y L. Siret, labar
digna de todo encomio. El Profesor H. Schmidt hace
llegar esta edad al 2 5 0 c j a. J. C.;
afirma la tendencia a rebajar
De este periodo existe en el Museo el siguiente
material:
Un lote de pulseras de pectúnculo, algunas de tamaño pequeño, y numerosos fragmentos de otras. Todo ello parece constituía un dep6sito. Es &te, matarial poco frecuente.
Tambikn se hallaron junto al depósito dicho algunos fragmentos cerámicas de aspecto neolítico.
Cova de La Sama (Bocairente).
De la ligera exploración de este yacimiento procede:
Cerámica. Gran cantidzd de fragmentos de vasos
cardiales, o sea con variada y rica ornamentacidn conseguida por el hombre primitivo con tan modesto útil
como la valva de un cardiurn, con Ia que adornaba
las paredes del vaso, en blando, mediante combinaciones diversas de impresiones producidas, ya con e1 bordo ondulado ya con el envés o con el natis de tal concha. Esta cerámica aparece conviviendo con otra de
decoración incisa, también rica, con la embellecida
mediente cordones resaltadas adornados can impresio-
[page-n-15]
.
nes digitales y con alguna lisa. Los fragmentos cardiales {existen algunos vasos casi completos), acusan
formas de casquete esférico, ovales y esfericos con cue110 cilíndrico. Es notable la variedad d e .tipos de asas,
casi todos profusamente ornados: tubulares horizontales, otras con saliente reborde en que estribar el dedo,
unas que se levantan sobre el borde, otras en hngulo
agudo, verticales con doble taladro, etc.
De hzkeso: 36 punzones; 6 espátulas más o menos
completas; una pieza rota que pudiera ser cuchara;
otra alargada plano convexa con una incisión; y un
fragmento tubular bien cortado por un extremo.
Restos humanos. Parte de un craneo y diversos
huesos.
Restos de a%imaZts: 3 candiles de ciervo y 2 colmillos de jabalí.
Colzchas: Dos pequefias de cardium y 3 de ciprea
agujereadas en uno de sus extremos para colgarlas
tal vez de un collar.
Depied~a:
Un hacha fragmentada; dos trozos de
alisadores o aguzadores; tres fragmentos casi sernicirculares de brazaletes de pizarra ( 2 ) ) alguno con taladro
en su extremo; otro, más ancho y grueso, en piedra
floja azulada verdosa, también con taladro; 2 1 cuchillos de pedernal, generalmente pequeños y toscos, un
fragmento perteneciente a otro de buen tamaño y con
el extremo redondeado con perfe'eocibn; I 5 fragmentos
y lajas; un canto redonda aplanado, de mediano tamaño; y una piedra caliza discoide, de I 2 centímetros
de diámetro, con ancho taladro en el centro.
[page-n-16]
14
Esta interesante estación representa una modalidad cultural eneolítica que parece haberse desenvwelto en todo el levante de la península y muy merecedora de detenido estudio.
Edad de Bronce.-Grado de1 Argar.
El cobre, que se industrializara dando lugar a la
cultura eneolítica, mezclóse tal vez por' acaso con el
estaño, mostrando al hombre, mediante esta aleación,
un nuevo metal de mayor dureza, graduable; y con tal
.avance industrial se crea la nueva cultura. En Levante no es esta más que prosecución evolutiva de la civilización desarrollada en ei periodo anterior; continuando dominando la cultura almeriense que está representada en dicho periodo por la estación tipo del
Argar.
A él aproximadamente pertenece
Mas de Menente (Alcoy)
Pequeño poblado (mejor diríamos caserío) con habitaciones rectangulares, de paredes de piedra recibida en barro y con enlucido de éste, que se alza en la
cresta de un altozano naturalmente defendido por un
lado con escarpes rocosos y por el resto con una nluralla de la que aún quedan indicios. Fué su excavación fecunda en extremo, pues arrimados a las pare'des d e las habitaciones encontráronse gran número
de vasos.
Proceden de este yacimiento:
Ciento cincuenta y nueve vasos de barro de color,
P
i
1
[page-n-17]
15.
geheralmente gris amarillento o rojizo, poco pulidos
y hechos a mano. Predominan las formas de casquetes
y semiecféricas, entre las ovoidales, cilíndricas esféricas con cuello casi recto y la de tulipa desarrollada
en el Argar.
Algunas piezas llevan pequeñas asas cilíndricas o
planas, gruesos mamelones, o taladros en los bordes
ensailchados, para suspensión de aquellas.
De barro poco cocho son cuatro piezas elipsoidales de telar (?), una con dos agujeros y con cuatro las
restantes; y tres piezas, aproximadamente tronconcónicas, con un hoyo circular a un lado como para sostener un travesaño, que hacen pensar en unos rnorillos.
Parte del solado de una casa, con- la impronta del
fondo de un capa.zo o cesta. Recuerda los fragmentos
hallados en «Cova Fredax de Collbató.
Uno de los vasos encontrados apareció en parte
lleno de trigo que se conserva.
Conchas: se hallaron tres de e pechina » y una de
ciprea con dos agujeros a cada extremo.
f1zdesos: Uno, completo hasta las articulaciones,
decorado con sendas fajas incisas cerca de aquellas,
formadas por paralelas entre las que corren Iíneas en
zig-zag. Punzones y espátiilas en mal estado de conservación.
De madera se halla una larga vara ligeramente
curvada como para servir de hoz llevando montadas
en su parte cóncava sobre una ranura, las sierrecillas
b e pedernal encontradas a s u lado.
Hachas de piedm. Dió esta estación I 3; dos gran-
[page-n-18]
I6
des,. aproxiínadamente rectangulares (1 2 a I g centimetros) s610 desbastadas por el talbn y las restantes
de rocas diversas, mereciendo citarse una pequeña de
fibrolita clara y otra con nervatura.
Di6 la misma estación gran número de sierrecillas
de pedernal, pequeños cuchillitos toscos y lascas, restos de afiladores y percutores varios, y muchos molinos oblongos a mano con sus elementos activos, mereciendo entre aquellos mencionarse uno de gran tamaño (68 centimetroc).
Cobrs: Un hacha plana trapezoidal, de corte ligeramente curvo y con los extremos muy revueltos; dos
pequeños pufiales triangulares, uno con lengüeta y
otro con un par de clctvillos para la enmangadura, y
un fragmento de sierra.
Los perfiles de los vasos, entre los que apenas se
inicia el de tulipa, su escaso pulido y su color, dan
a esta estación el aspecto de pertenecer al eneolítico final. También los pequeños puñales parecen corroborarlo. Sólo el tipo de hacha, ya muy evolucionado, induce a una datación argárica. El conjunto
dála impresión de la cultura del Argar infiltrándose
en otra de ambiente más arcáico.
Cultura Ibérica.
Se desenvuelve esta cultura a lo largo de la edad
del hierro y llega hasta la romanización (siglos 1 1
11 . a. de J. C.) fructificando expléndidamente du1
rante ella en Levante las semillas que fueron dejan.do las civilizaciones orientales mediterráneas, espe-
[page-n-19]
=7
cialmente la griega focense que influye directamente
con sus colonias (en nuestra costa Hemeroskopeión,
hoy Denia). Existen en las llanuras o en las sierras
(M-a) ciudades importantes, según la nombradía
que tuvieron, y poblados asentados en cabezw de
fácil defensa completada con fortificaciones adecuadas ( e Covalta~,« Charpolar~, «El Puig de Alcoy»,
<
los creyentes depositan exvotbs que representan
orantes u oferentes en estátuas de piedra (Cerrode
los Santos), o en figuritas de cerámica (La Serreta),
o de bronce (La Luz de Murcia, y Segorbe y Tabernes de Valldigna, de donde se conocen algunas);
otras veces ofrendan partes del cuerpo humano sobre las que se consiguió o se busca el favor de la divinidad (pechos, manos, piernas, falos....), práctica
llegada hasta nuestros días. Agrupan los enterramientos constituyendo cementerios, practicándose
la incineración, colocando el cadáver en la pira con
sus armas, sus útiles y sus joyas, y depositándose
luégo los restos en urnas cerámicas, en holos+yalguna vez bajo construcciones cuadradas de piedra
en seco (necrópoli de la Casa del Monte; Albacete). Tuvo la escultura desarrollo e ~ t r a o r ~ n a r i ilas
o:
representaciones de animales fántásticos, 'al*estilo
de a
oriental; vulgarmente llamados ~ b k h a s * ~ ~ ( lBalazote, las esfinges de Agost, el toro del mismo punto, el de RedovAn y el de Petrel, -los leones de Bo-
[page-n-20]
18
cairente y Sagunto gr los fragmentos de Balones);
las bellas esculturas de Elche, sobre todo la llamada
Dama, para cuya obra debió servir de modelo una
levantina de aquellos tiempos; las estátuas del Cerro de los Santos y las figuritas de La Serreta, en
las que también se notan las influencias griegas, son,
entre otras muchas obras de imposible enumeración
aquí, patente muestra del sentido artístico de nuestros antepasados. n orfebrería produjo joyas como
la diadema de oro ávea y las del llamado 6a
Tesoro
de Cheste, y otras Be menos importancia, como el
fragmento, probablemente de diadema, de Covalta,
el pendiente de oro del mismo punto, los dos pares
de La Bastida y las piezas de bronce con incrustaciones de plata de uno y otro poblado. La cerámica,
ya a torno, de este periodo, es por demás interesante, siendo variadísimas sus formas (Archena, Elche y
sobre todo La Bastida) y notable su ornamentación
pintada con motivos geométricos (series de líneas
onduladas, rombos, conbinaciones de círculos y semiclrculos concéntricos), florales bellamente estilizado~,
animales tambíén en estilización y algunas veces con tendencias a un realismo no conseguido (Archena, Amarejo, Elche, La Serreta, el Charpolar),
y otros dibújase la figura humana con bien escaso
acierto (Archena, La Serreta y Oliva). Han llegado
hasta nosotros algunos documentos escritos, lápidas,
estelas y principalmente laminillas de plomo (Castellón, la Cerreta, la Bastida y fragmentos del Cabezo y
deCovalta) documentos escritos en el alfabeto o los
k
!
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a9
alfabetos instrumentos de expresicin de esta cultiura,
sin que podamos p enetrar en el espíritu del .pueblo
íbero, plasmado en su lenguaje esorito, porque desgraciadamente, a pesar de los muchos años que es
conocido, aun fundadamente hemos de seguir llamándole como antes nQ2beto de Zttraf desconotidas.
A esta cultura pertenece el material del Museo,
procedente de las siguientes estaciones:
Poblado situado en la «Val1 de Gallinera>, en
la cima de un elevado cerro que le dá nombre, divisoria de las términos de Margarida y Alcalá, altura
que atalaya los vallejos inmediatos, obligados pasos
de la Marina, y el extremo N, del Condado de Cocentaina. La población se extendió por la pequeña
meseta, defendiéndola por un lado inaccesibles escarpes y por la restante fuerte muralla, Se han
practicado catas explotatorias que mostraron la fecundidad del estrato, como evidencian los objetos
hallados.
Ce~dmica.Veinticuatro vasos y fragmentos de
otras piezas. Un plato y fondo de otro pertenecen a
la especi&aniana con palmetas impresas.~ritre
la cerámica indígena figuran: una vasija en forma de
maceta, otra esférica con cuello en embudo, un vas;' bitroncocónico con asa, varios más o menos ovoides y factura más tosca; un jarrito con asa; varios vasitos finos, uno de ellos del tipo caliciforme que suele mostrarse en las estaciones avanzadas de este pe-
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21
Y un fragmento de fibula de doble resorte de los
que se conocen ejernplaes en la estación 'citada, en
Villaricos y en San Antonio de Calaceite.
Tambikn abundan los objetos de kzirrro. Una pieza
rectangular agujereada en su centro, que parece de
aplicación. Un como podón, con tubo para enmangar.
Fragmento de otro útil (cubo y parte de la IAmina).
Un instrumento parecido a una piqueta, roto en parte,
Una llave de las llamadas de Laconia. Una varilla de
cabre z centfmetros, curvada por ambos extremos en
el mismo sentido. Una espada falcata mal conservada.
Y un probable dogal, formado por laminas curvadas
casi en sernicfrculo, articuladas entre si por uno de
sus extremos y terminando en los otros en gruesas
anillas planas coincidentes; siendo este Util igual, en
lo fundamental, y aparte la natural diferencia de tamafios, a otro que se supone esposa, encontrada en
Calatariazor.
Dos piezas, actíva y pasiva, de un molino a mano
de los típicos en esta época.
Aparte otras razones de datación, la cerámica
campaniana permite afirmar que el Charpolar vivid
cuando menos hasta el siglo 1 1 a. J. C.
1
Lsi Bastida de les Alcuses.
Las sierras, en algun-s puntos abruptas, que separan el valle de Albaida del rio Cáfioles, pierden altura y se fraccionan en pequeños y aislados montículos al llegar a tierras del Alfori, por un lado y d e h s
Alcuses de Mogente por otro. En uno de esos cerros
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des, alguno con grupo de palrnetas impresas en un
círculo radiado; y gran cantidad de fragmentos -de este típo cerámica.
La cersEmirn a'7r?diguza,
toda hecha a torno, pobre
en cuanto a decoracibn, tiene extraordinaria riqueza
de formas, algunas nuevas, como se vé por la siguiente relación: Un vaso de barro gris, con restos de decoración pintada (rombos y series d e segmentos de
círculo), perfil de ánfora, sin pié, y con asas rectas que
bajan d e boca a vientre y rematan en doble voluta.
Una tinaja de mediano tamaño y barro negro, ornada
cerca del cuello con doble línea de rayas incisas. Otra
tinaja de buen tamaño y barro grisáceo. Dos grandes
vasijas de barro rojo y perfil semiesfkrico que se cierra para formar ancha boca de borda exvasado. Anfora del mismo color y hechura de odre, con cuello cilíndrico apenas iniciado y pueñas asas verticales en
farma de anilla. Un gran vaso de cuerpo cilíndrico horizontal, cuyos extremos se cierran con casquetes esféricos que llevan dos apendices a manera de muñones
en la parte superior y entre ellos la boca de la pieza
formada por un cuello cilíndrico cop bordes salientes,
y correspondiéndose con aquella, un agujero circular
en el fondo. Dos vasos de parecido tipo, aunque más
pequeños y sin taladro en el fondo, uno de ellos con
dos asas en forma de anilla. Una original pieza de mediano tarnafio y forma gIobular aplanada, con el gollete roto, que sale de la parte más estrecha. Tres vasijas en forma de botella de cuerpo oval con grandes
cuellos acamprr;nadcrs.Tres m%@ de for'mas que parecen
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24
evolución de la anterior, dos de cuerpo más redondeado y la otra de perfil bitroncocónico. Cuatro vasos de
vientre más o menos troncocónico que se estrecha
por bajo para formar el fondo y por arriba el cuello de
bordes muy salientes, piezas adornadas con motivos
geométricos (líneas de puntos, series de semicírculos).
Tres platos con decoración parecida a la anterior.
Tres oenochoes, una grande de barro rojo y cuerpo cilindrico y los otros dos más gris, cuerpo esferoidal y
decoración también geométrica. Un vaso bitroncocónico, bajo y ancho, con gollete cilíndrico y decoración
de fajas horizontales pintadas. Otros pequefios de forma globular aplanada, uno sin pié ni cuello y otro
con ellos. Once platos de mediano tamaño y copas de
pié bajo, reducción de aquellas; otra sin pié y una de
perfil rectangular quebrado. Tres copitas en forma de
hueveras. Cuatro cazoletas muy pequeñas. Nueve pequeñosvasos caliciformes generalmente de barro oscuro o gris y UQO más claro decorado con fajas horizontales. Dos de parecido tamaño y barro, uno de cuerpo
ancho y cuello recto y otro de perfil en zig-zag. Siete
vasitos de color oscuro, vientre bitroncocónico y cue:
110 agolletado; sólo uno de ellos, de color más claro,
está decorado con fajas horizontales. Dos pequeñas
piezas con pié, consistentes en un disco con reborde
poco pronunciado.
De barro más basto, aunque también a torno.
Nueve vasijas de diversos tamaños (entre 22 y 10
centímetros) en forma de ollas, salvo dos, una muy
apuntada de fondo y otra con alto cuello. Una orcita
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25
con cinta resaltada, ornada con lfnen irtcisa en zig-mg.
Dos tapaderas del mismo barro.
Otros ob~ikos cerdmka, Una delgada placa, ligede
ramente cóncava y de forma aproximadomente eirculas, con gran número de agujerítos simétricamente
dispuestos, lo que le d&aspecto de criba o colador.
Dos piezas cilíndricas para sostener vasos. Una pequeña cazoleta plana y cuadrada. Un curioso cuello d~
gran vasija con parte de Ias paredes de ésta reco~tadas de tal tnodo que da al fracmento figura de corona
almenada, Varias otras piezas de dificil cIasiEcacidn.
Las ficsayukas prociedentes de este yacimien to son
numerosas, predominando las formas esférica, trancacóilica y bitroncocSnica; muchas ornadas con líneas incisas o puntilladas.
Buen nfimero deyesos dt tedar (20 de eIlos apilados en una casa). Son de forma prismática, can tendencia a piramida1 y generalmente de barro basto y
mal hecho.
Otros diversos objetos cer4micos, completos o rotos, de dudosa clasificación .
De bronce o cobre, Sobre 4.0 fibulas hisprzlnicas y una
de la Téne x, adernas de numerosos fragmentos de
aquellas. Pequeña asa alargada. Pulseras y brazaletes,
en su mayorfa incompletos, filiforme&de seccibn cuadrada unos y circular y más gruesos otros, Unos 27
anillos-aretes y tres surtijas, Cinccl piezas troncocánicas
(hay otras de'plomo), con taladro en el eje, objetos
que se vienen supaniendo pesas, fundándose en una
serie con pesos proporcionales hallados en Covalta.Tres
pinzas, una con anilla de suspensiún. Cinco agujas de
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gruesos distintos. Seis anillas de diversos tamafios y
secciones. Dos platillos d e balanza, de dimensiones diferentes, uno con cuatro y otro con tres agujeritos en
en el borde, para su suspensión. Otra pieza también en
forma de disco, ligeramente cóncavo, con un taladro en
el centro y decorada en su cara interior con dos zonas
circulares con motivos rectilíneos incisos. Dos grandes
botones, uno con esvástica y otro con ornamentación
calada y fragmento de otro de imposible descripción.
Uri hilo doblado en forma semicircular que por un extremo se curva hacia afuera hasta cerrar el doblez, del
que pende otro hilillo curvado. Un tintinábulo o cainpanilla, de perfi! cónico, conservando el badajo. Una
plancheta rectangular, ligeraixente curvada, con sendos agujeros también rectangulares cerca de los lados
menores. Dos chsp3s, eleiilentos activos de broclies de
cinturón de tipo rectangular, una decorada con incrustaciones de plata y motivos incisos, y el otro sólo con
éstos; un fragmento de la misma clase de pieza; y un
elemeto hembra del mismo tipo de broche. Diversos
fragmentos de objetos indeterminnbles.
PEanzo. Algunas grandes piezas discoides con el
borde ligeramente levantado y que hxn sufrido un principio de fusión. Tres vasijas de forma aproximadamente serniesféricas. Varias piezas troncoeánicas, con taladro en el centro, semejantes a las de bronce, antes citadas, y estiniadas como pesas; y bastantes pequefios
discos agujereados de igual modg. Diversas chapas de
formas distintas, que, a juzgar por los agujeros que llevan, deben ser piezas Se aplicación,
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27
El nfimero y diversidad de o&ekos de hierro obli-
..
.
,
,
. - _
.
gan a una referencia arin más ligera. Merecen mencionarse 4 lanzas, varias jabalinas de distintos tipos y una
cama curvada de freno. La parte central de u n b c a t e .
Dos asideros de escudos, uno de ellos casi completo, y
numerosos clavos cortos y de ancha cabeza en forma
de casquete, hallados con el último. Doce cuchillos y
2 2 fragmentos de otras láminas cortantes. Cuatro hoces
y dos podones. Azadón, azueIa, zapapico, hachitas y
otros útiles semejantes. Unas trébedes de forma circular, con aro incompleto. Gran cantidad de clavos de
variados tamnfios y tipos. Numerosas anillas de diámetro y secciones distintas, algunas enlazadas entre sí formando dos series a la vez pendientes de la misma anilla, una de bronce unida a otra de hierro y varias articuladas a piezas de distintas clases. Un anillo de sección
cuadrada de 5 milímetros y 90 de diámetro, que secuerda alguna pieza de eje de carro. Algunos fragmentos
de llaves. Numerosos punzones y diversos regatones de
lanzn, uno de estos compuesto de un tubo a cuyo extremo ajusta un grueso clavo. Una lámina cortante triangular con tubo para enmangarla; una varilla terminada en espiral y un fragmento de sierra. Gran cantidad de 1Atninas de variadas formas, secciones y medidas (alguna llega a 92 centímetros de largo), unidas por
roblones. Buen número de objetos de aplicación desconocida y cuya descripción haría prolija esta referencia.
De piedra. Un hacha pulimentada y fragmentos de
otras. Varias piezas, fijas y mdviles, de molinos discoides a brazo, propios da esta época, algunos de los cua-
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28
les fueron encontrada im sita en las habitaciones del
poblada. Cuezo o pileta mediana, corno las que suelen
destinarse para dar la comida a las cerdos. Loseta de
asperon que &eencontrb montada horizontalmente en
el angerlo de un departamento destinado al parecer a
cocina, y que lleva largm ranuras producidas con el
reiterado afilamiento de fitiIes cortantes. Pequeña piedra eiipsoidral aplanada, coa perforacidn in teneional
iniciada en el centro. N ~ m e r ~ s cantos rodados, proos
bables balas de hondd.
Redm dc azimcade~.
C~lmillos jabalí, candiles de
de
ciervo y cuernos de cabra, elgunos pare-cietldo haber
servido de mango" dientes de todos ellos y gfan número de huecoiil de otras aninlales dotnésticos.
Alg~~nos
mI$lk?res o ~ ~ Z C F X O ~ S
de hueso, con decoraci&riincisa, de tipo eovaltino. Un ak/I£Eekroroto, tambitn de hueso, conservando su taponcito de la misma
materia,
P~~EQ;
d a$d8cnciÓ%, de hueso- o marfil y de forma
e
rectangular alargada, ornada en toda su superficie con
agujeros sim6triearnente dispuestos y circunscritos en
pequefios círuulos incisos secantes entre si; mide r r 2
miIíni&trosde larga y lleva dos taladros mayores, cercade las extremos dentados, para su sujecidn coa clavillos prohablemente.
Una I~tmixikkta, mar& de 33 mitimetros de largo
de
y perfil ligeramente trcl-pezoidal, %rota por su lado
menor.
Gran níimero de conk:&m, especialmente de cpechina,, y cccaudiurn*; y un segmeilta tiiangular, del
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47
.
.
-
centrd al borde, da un pectm, intencibnalmente canado y con los bordes desgastados por fi'rot-'acibn.
Una cacha de madera, ornada con incmtaciones
de hilo de hierro terminadas en espimIm, pertcneciente a espada o puAa1 con espiga plana de perfil ondulado y remate semicircular, tipo muy semejante al de
la empuihdura de Ia espada de IHora y de o t r a halladas en la mgsetas castellana,
Un par de ccretes k OTQ, con hilillo@ arrolIadas en
espiral a suc extremos, ejemplares parecidos a otros
que con frecuencia dan las excavaciones de Ibiza. U
un par de pendimtes muy parecido$, pero no iguales
y.
entre S$, ambos de perfil ~amorcillado* terminando
en cada extrmo con dobles anillitas rígid-; pero uno
de ellos es de swción redondeada< el otra paligonal,
y
conservando aquel, aunque muy oxidada, el pamdor
que debid ser de cobre o bronce, Las cuat ra piezas se
encontraron juntas en una habítacibn, formando un peUna elefgadia Zdwiaa rectangular de plomo gue
mide I 8 c~ntimetms largo por de ancho, escuita
de
al pautado de lineas horizontales incisas, aproximadamente equidista~tes.Se er%eribio derecha e izquierde
da, h ~ aIgumas renglones egcritos en parte y separay
das las fmses cQn líneas perpendicu~amsde puntm.
Lleva en total 273 signas, 177 en una cava y 96 enla
otra. En el texto de una de ellas, compu'~~;sto dipor
~ersas
notas esc'ritas algunas veces &in más-separación
que las citadas líneas de puntos, o b d ~ a v ~ particula
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lalidad de que dgunas de las fiases han sido tachadas
can una raya horizontal menos recta y profunda que
las del pautado, dejando en cambio subsistentes otras
frases, alguna en medio de las tachadas; lo que desde
el principio hizo pensar que el aludido texto ne sea sino una serie de apunta.
Se ha116 esta iámina arrollada, en espiral aplanada, en posición horizontal y asomando un extremo
entre el material que servía de asiento a un molino
a brazo existente en una vivienda, dando la impresión de haberse dejado allí intencionalrnente. Las
circunstancias del hallazgo permiten atribuir a tan
interesante documento la fecha de destruccion del
poblado y con ella darle una ctonologia que avalora su importancia cientffica.
Balaneél.
En unos campos inmediatos a este pueblo, situado al norte de la provincia de Alicante, fueron
hallados algunos fragmentos de estatuas de animales
en piedra, de estilo oriental. Los restos más importantes son uno que comprende la mayor parte
del trasero de un pequeño cuadrúpedo indeterminable y casi todo el cuerpo de otra estátua semejante, acéfala y súr piernas, profundamente marcados
en el cuello los pliegues de la papada y taladrada ésta como pasa haber llevado prendida una campanilla.
Abundan especialmente en Levante, como es
sabido, estas estátuas de estilo oriental, supaniéndose sirvieron, sobre todo los toros y leones, de
hitos o mojones.
*
ik lk
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31
El Servicio de Investig~ciónPrehistbrica, y el
Museo, consecuencia del mismo, creado en 1ga7,e
instalado el segundo, como se ha dicho, en el Palacio n'e Ztz GmeraZidad, son objeto de la mayor atencibn, por parte de todos los señores Diputadas.
En el Presupuesto de 1929, se ha elevado a
2 5 .aso pesetas la consignacidn que al Servicio se
destina en el Capítulo X, art. 1 1 .
El sefior Presidente de la DiputacBán, solicitb
a su tiempo, del Excmo. Si-. Ministro de Instrucción Phblica y Bellas Artes, se le autorizara para
excavar y explorar en distintas partes de la provincia, y por R, O. de 2 3 de Abril corriente (rgzg), se
ha facullada a esta Diputación, para practicar excavaciones arqueológicas, en lo8 yacimientos:
Cona Negra, termino de Bellas. Cova d1?2
ParpaLid, término de Gandía, partido de ficbggzaera.
C o m del LEO$,término de Gandía, partido de Mavc&akpaem. Ak6i de F o ~ t a a a ~ et$rmino.de Jhtiva. La
s,
Bastidu, termino de Mogente, partido de LesAdms8s.
Pero esta decidida proteccirjn, prestada a1 S r vicio d~ 1~vestigreE.e'Úa
Priaki~t612'ca,
por la Difiutacián
provincial,-no hubiera conseguido la máxima eficacia obtenida, si no hubiera estado al frente de tal
labor, persona tan culta, entusia~ta especializay
da en prehistoria levantina, como D. Isidro Ballester Tormo, Director del Servicio y Museo. L Dia
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putad8n le debe gratitud, que procura hacer patente en cada molmelato.
Justo ES tarrabien citar a 10s eruditos colaboradores del camplejs y constaate trabajo que rediza
la Directribn.
Figura En primer lugar, el publieista y Profesor
de la Facultad de Fdasafia y Letras de esta Universidad, D. Luis Pericort ~ a r i i a al que la Dipri,
taGidn ha nombrado Subdirector de1 Smoi&~.
También ha concedido d nombramiento de Colabaradore%,a las qzze de hecho lo son desde que
comenzaran los primeras habajo%; referimos a
nos
D. Fernando Ponsell ÍlortcCs, D. Marimo Jornet
Perale8 y D, C ~ t ~ z aViñeg; entusiastas y campel~1
ttorítes arqueblog~s.
Todas ellos, sin dejar de atender a sus habituales ocupacianes, vienen imponilzndose d sacrificio
de ayudar a la Diputacidn en esta labor por la cultura vaiendana, actuando en las excamciones, en
el laboratoi~s,en el Museo y en la redacción del
Anuario.
Otro distin@do valenciano, D. Emilio Gandla
Ortegq C~nscnradar Museo de la Ciud~dela
dd
o
del Parque de Barcelona, pratigiam excavrador de
Amp¿irias, ha prestado su eficaz ayuda e ilustrado
con~ejo, Jo que respecta a la orgarxización del
en
Servicio. Esta Dlputacíirn le ha nombrada Conser
vador hr-rnomrio de BU A2fst.o dc?f i ~ k i g t o r t a ,
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[page-n-37]