Cueva y Torre del Mal-Paso. Castellnovo. 1947

18-08-194723-08-1947
En continuidad a la campaña de 1946, se explora hasta la misma descripción de los dos corredores y, la parte del orientado a la izquierda. "A todo lo largo de lo excavado, se vió algún resto evidentemente ibérico, pero principalmente, a partir del final del segundo sector, se descubrió un no muy profundo estrato ibero-romano (con alguna mezcla de morisco) que probablemente fué en el que efectuara sus rebuscas el señor Martí Garcerán; zona ésta que resultó menos fecunda de lo que se esperaba. De este sector ibero-romano pueden mencionarse: tiestos ibéricos, como los del Sr. Martí, y uno con decoración pintada compuesta principalmente de un ave que parece pichón; fragmentos de campaniense; anillos de hierro y laminillas de cobre; sortija y botones pasadores de lo mismo; pieza de telar con líneas de puntos incisos; piezas de hueso a manera de alfileres y de estilos; moneda romana imperial de bronce; y, por último, cerca de todo ello se descubrió parte de una cadenita de oro formada por largos eslabones de delgados hilos con simples dobleces en sentidos opuestos, en los extremos, enlazándose así los elementos inmediatos, salvo una vez que lo hacen a una esferilla de oro con cuatro aplanamientos en diámetros opuestos, perfilados por finas líneas, pieza cuya simplicidad y escasez de elementos ornamentales dificultan su clasificación.
Además de lo expuesto, se practicó una ligera exploración de las ruinas existentes en la meseta del cerro, cerca de la cueva; ruinas rodeadas de escarpes por dos lados y tierras de cultivo por los otros, restos denominados «Torreta del Mal-Paso>>, mereciendo de ellos destacarse los de una pequeña torre circular, cuyos muros miden actualmente dos metros y medio de altura, tiene 8'70 de diámetro y parece construída de piedra en seco, sin que se haya podido comprobar; así como la base en ruinas de otra torre cuadrada, de sobre 9'15 por 9'50 mts., de la que por estar la planta enterrada y verse claramente sólo los ángulos, poco más puede decirse, si no es que rodéanla restos de paredes y parte de una habitación en que hace años practicaran catas D. Baltasar Rull y D. Francisco Ruiz, Juez de Instrucción y Registrador de la Propiedad, respectivamente, de Segorbe. El S. I. P. continuó ahora tal exploración, hallando el Sr. Fletcher cerámica negra, posiblemente romana; algunos tiestos ibéricos de decoración geométrica, dos sostenes de vasos en forma de medias lunas (uno de piedra y otro de barro), un mortero de piedra desfondado por el uso, menudo disco agujereado y una pieza de hierro oxidado que parece pico. Hasta que las futuras excavaciones, que dirigirá Fletcher, no den más luz sobre estas ruinas, puede sostenerse provisionalmente que se trata de construcciones ibero-romanas.

(La Labor del SIP y su Museo en el pasado año, 1949; 25-26).
Back to top