La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Consuelo Martín Piera
Yolanda Fons Grau
2006
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La Biblioteca del Servicio de Investigación
Prehistórica
Consuelo Martín Piera, Yolanda Fons Grau
y Mary Luz Ivorra Folgado
Biblioteca. Servicio de Investigación Prehistórica
Cuando en 1927 D. Isidro Ballester crea el Servicio de
Investigación Prehistórica y se convierte en su primer director, una de las
secciones que confiere identidad al SIP es la biblioteca especializada a la
que se dedicarán, en años sucesivos, los esfuerzos personales y de presupuesto que la convertirán en referente para los estudios de Prehistoria y
Arqueología valencianas. En 1924 se había creado el Laboratorio de
Arqueología de la Universidad de Valencia y en 1927 llega como profesor de la Facultad de Filosofía y Letras D. Lluís Pericot, quien a instancias de I. Ballester es nombrado subdirector del Servicio (años después
sería nombrado director honorario); y los alumnos de la Facultad se
incorporarán al SIP, excavando, publicando y utilizando su biblioteca.
Formar una colección, organizarla y conservarla son retos que se
afrontan inmediatamente y aunque sobre la organización de los fondos
tenemos pocos datos, éstos están reflejados en las Memorias del SIP, en
documentos de la época como facturas, informes, cartas... y en el libro de
registro de la biblioteca. Por las Memorias sabemos que en 1932 varias
alumnas de la Cátedra de Prehistoria han catalogado la Biblioteca (Pericot,
1932) o que entre 1935-1939 se completó el fichero bibliográfico y la
Dirección del SIP inició el fichero de materias, aunque no se concluyó en
esta etapa. Las facturas aportan datos sobre la conservación de unos fondos que se encuadernan cuidadosamente y se instalan en un mobiliario descrito en algunas de ellas, así la de un taller de carpintería (14 de junio de
1929) al que se adquieren «dos librerías con cristales y herraje pulimentados al natural con cinco estantes», u otra (1 de abril de 1937) por la compra de «una librería con puertas de cristal»; también cuentan anécdotas
como que Domingo Fletcher y Enrique Pla (quien tenía 15 años en ese
momento) fueron contratados por un periodo de seis meses para completar
el fichero bibliográfico por un salario de 150 y 75 pesetas al mes respectivamente. En cuanto al libro de registro, tras varios intentos, se inicia el 1 de
septiembre de 1950, asignándosele el número 1 a la obra de Mariano Jornet
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Bélgida y su término municipal, registrándose, a continuación, todos los
volúmenes que hay en ese momento en la biblioteca y especificando si se
han obtenido por compra o intercambio y si están encuadernados.
Hoy toda esta documentación nos permite hacer un recorrido por
los libros que los arqueólogos vinculados al SIP hasta 1950 consideraron que debían formar parte de su biblioteca y analizar porqué los querían y cómo los consiguieron.
Formación de la colección
La biblioteca inicia su fondo bibliográfico por medio de donaciones y compras, puesto que hasta 1929 no se edita el número I de Archivo
de Prehistoria Levantina y no se dispone de publicaciones para intercambiar con otras instituciones. A finales de 1930 y con 350 obras y folletos en la Biblioteca, I. Ballester se siente orgulloso de la colección y
según él con tales elementos bibliográficos y el numeroso material del
museo, bien fácil ha de ser desenvolver sus actividades en Valencia, a
quien sienta vocación por estos estudios (Ballester, 1931).
El 6 de diciembre de 1937 la Dirección del Servicio en respuesta a la
solicitud de la Comisaría de Cultura, redacta un anexo a la memoria
anual sobre las actividades del SIP desde su creación y sobre la conveniencia de su continuación. En este informe se dice que la Biblioteca se ha
venido formando con las obras capitales de la especialidad en todas las
lenguas cultas, unas veces mediante compras, otras por regalos de sus
autores, bastantes con el cambio de publicaciones establecido con otros
centros dedicados al mismo estudio.
Portada del libro de
Mariano Jornet: Bélgida
y su término municipal.
1932.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Durante todos estos años el incremento de la colección se verá afectado no sólo por la trayectoria del SIP como institución y su fluctuación presupuestaria sino también por el convulso período histórico que se vive. A
una etapa inicial de crecimiento de la asignación económica le sigue otra de
estancamiento e incluso, desde el advenimiento de la II República hasta los
primeros años de la siguiente década, de retroceso presupuestario. Estas
dificultades se reflejan en la memoria de 1932 en la que se lee cómo la
Biblioteca se acrecienta con las obras más indispensables, las revistas a las
que el Servicio se halla suscrito y las que se reciben por intercambio, no siendo posible adquirir las obras importantes que la Biblioteca necesita, sobre
todo publicaciones recientes, cuyo conocimiento es tan preciso en una ciencia que, como la Prehistoria, está en constante renovación. Lo propio decimos de las revistas de la especialidad, avanzada de esas apuntadas novedades. Comenzamos por tener las más importantes de Europa y alguna de
América para que los estudiosos valencianos hallaran medios de estar al
corriente de toda innovación en esta disciplina, pero poco a poco han tenido que ir disminuyéndose hasta quedar reducidas a las más indispensables
(Pericot, 1932). Será en 1945, con la subvención del CSIC, cuando se incrementen significativamente los recursos económicos pero el conflicto bélico
europeo y el posterior aislamiento al que fue sometido el país afectó en gran
medida a los intercambios y a la posibilidad de compras en el extranjero.
En 1950 de un total de 1.542 volúmenes que forman el fondo
bibliográfico, el 36,8% son monografías, el 33,7% volúmenes de revista y el 29,4% separatas o folletos.
La colección procede básicamente de España (35,2%), Francia
(14,9%), Portugal (6,9%), Alemania (4,3%), Italia (4,3%), Gran
Bretaña (4,0%) y USA (3,6%). El resto de volúmenes (26,8%) se distribuye entre un numeroso grupo de países: Argentina, Dinamarca,
México, Hungría, Irlanda, Checoslovaquia…
En cuanto a las revistas, cuando termina el periodo de dirección de
I. Ballester, la biblioteca cuenta con 74 títulos y 519 volúmenes. Éstos
son mayoritariamente de procedencia española (63,7%), seguida de
Francia (13,1%), Portugal (5,4%), Italia (4,6%), Gran Bretaña (4,6%),
Alemania (4,2%), USA (3,4%). Por títulos, de España proceden 44,
seguida de Portugal (7), Francia (6), Italia (6), Alemania (5), Gran
Bretaña (3) y Estados Unidos (3).
Las compras
En 1950 las compras suponen el 31,2% del fondo bibliográfico, de
ellas 2/3 son monografías y 1/3 volúmenes de revista. Por países básicamente se compra en España (50,1%), Francia (32,4%), Alemania
(6,0%), e Italia (3,7%).
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Factura de compra del
Durante estos años de formación de la Biblioteca, las adquisiciones
de monografías se realizan en función de cubrir tres necesidades informativas básicas: las consultas a obras generales o de referencia, el conocimiento de los estudios de Prehistoria y Arqueología anteriores a la creación del SIP y las últimas tendencias de la investigación. Con este criterio se incorporan títulos como Historia de España editada por Ramón
Menéndez Pidal, Essai sur l’Art et l’Industrie de l’Espagne Primitive, de
Pierre Paris o las obras de Pere Bosch Gimpera, Henri Breuil, Hugo
Obermaier o Adolf Schulten. Tenemos documentada la adquisición puntual de dos obras de Arturo Pérez Cabrero sobre arqueología ebusitana
que se realiza con ocasión de la compra a su viuda, de su colección de
material púnico por parte del SIP.
volumen II de la obra
Numantia de Adolf
Schulten. 1930.
De los 17 títulos de revistas que se compran y que suponen un total
de 149 volúmenes, 10 son españoles (89 v.), entre ellos Archivo Español
de Arte y Arqueología, Cuadernos del Seminario de Historia Primitiva del
Hombre, Emerita, Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura o El
Archivo. Entre las revistas extranjeras hay 4 títulos franceses (57 v.), 2 de
ellos, L’Anthropologie y el Bulletin de la Societé Préhistorique Française,
se siguen recibiendo en el año 2006. Muchos de los títulos que se suscribían por compra, tanto en España como en el extranjero, pasaron pronto
a recibirse por intercambio, caso del Boletín de la Sociedad Castellonense
de Cultura, Ampurias y Boletín del Seminario de Arqueología de
Valladolid (de estos dos últimos sólo se compra el primer volumen).
Para las compras se acudía a librerías españolas y extranjeras, tradicionales o de viejo. Disponemos de gran variedad de facturas y correspondencia con distintos proveedores de libros: Librería y Papelería
Maraguat de Ambrosio Huici, Librería Nacional y Extranjera; Carl Krah,
Buch-und Kunstantiquariat; Josep Porté, Llibres rars antics i moderns...
La compra de libros al extranjero era un proceso lento y costoso, sobre
todo en el período que ocupa la II Guerra Mundial, puesto que sólo algunas librerías tenían licencia de importación y había que pedir a los editores las facturas pro forma según las normas que regían la importación de
libros extranjeros; cuando se recibían eran presentadas a la Junta de
Intercambio de Libros en Madrid para su autorización de entrada y en
cuanto se le concedía al librero un cupo de divisas (remitidos por adelantado sus importes) se procedía a realizar el pedido. Los plazos de entrega
dependían de la situación de cada país. En esta época hay escasez de
papel lo que produce un aumento de los precios de los libros que también
varían cada día dependiendo de la oferta y demanda. La compra se realiza a través de catálogos de libros o prospectos que, una vez seleccionado el material, se devuelven a las librerías. También existe la compra
directa realizada por algunos miembros del SIP a algunas librerías. Los
pagos se efectúan mediante factura, transferencia o contra reembolso.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Tomos de El Archivo,
publicación fundada
y dirigida por Roque
Chabás. 1886-1893.
Los intercambios bibliográficos
Desde el principio se tuvo claro que crear una red de intercambios
suponía tanto aumentar el número de ejemplares de la Biblioteca como
dar a conocer las publicaciones propias del SIP. En 1930 ya hay un
amplio sistema de canje y Ballester en la Memoria del SIP de dicho año
señala: «Ha sido criterio de Diputación el dedicar cierto número de
ejemplares a la venta, haciendo así asequible la publicación, hoy y en lo
futuro, a quien interesen estos estudios; y buena parte de aquellos han
sido regalados a Centros científicos y a personalidades destacadas en el
campo de la Prehistoria, tanto nacionales como extranjeras, así como a
las revistas especializadas de más fama con las que, como se ha dicho,
se ha intentado el cambio; alcanzando también el reparto a esfera más
modesta dentro de estos estudios, pero de gran eficacia para su desarrollo en Valencia, o sea a cuantas personas han demostrado su afición o su
interés por las investigaciones prehistóricas; sementera eficaz ésta, especialmente entre las personas de carrera que residen en los pueblos, ya
que en ellos han de ser centinelas avanzados ante todo descubrimiento
ocasional» (Ballester, 1931).
En principio el Archivo de Prehistoria Levantina (al que se denominaba anuario por la intencionalidad que había de que lo fuera) iba a
ser la publicación con la que se iban a realizar los intercambios, pero las
dificultades económicas por las que atravesó el SIP hicieron que transcurrieran 16 años entre la publicación del primer y el segundo volumen.
Por ello, durante estos años, será la Memoria Anual (La Labor del
Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el año...) la que se
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Portada del libro escrito
utilice como cambio con otros organismos y personalidades.
Conscientes de su importancia como testimonio de la investigación científica realizada, se ilustran cada vez con un mayor número de láminas.
A partir de 1937 la nueva publicación monográfica Sèrie de Treballs
Solts, denominada desde 1942 Serie de Trabajos Varios, se distribuirá
entre la amplia red de intercambios. La II Guerra Mundial también afectó a las relaciones institucionales dificultando la distribución de libros.
Cuando en 1942 el CSIC publica La Cova del Parpalló (Gandia):
Excavaciones del SIP de la Excma. Diputación Provincial de Valencia de
Lluís Pericot, según el autor «apenas hemos podido difundir la obra por
el extranjero, pues varios ejemplares que intentamos enviar a los arqueólogos franceses se han perdido» (Pericot, 1946), sólo Gordon Childe
publicará un comentario del libro en la revista Antiquity.
por Juan Vilanova y Piera:
Origen, naturaleza y
antigüedad del hombre.
1872
De los 1.030 volúmenes que se reciben durante estos años por
intercambio, el 20,3% son monografías, el 36,3% volúmenes de revista
y el 43,4 % son separatas o folletos. La alta proporción de separatas
indica la estrecha relación que mantenía el SIP con personalidades de la
Arqueología que se ocupaban de enviar sus artículos a la Biblioteca.
El mayor número de intercambios se realizan con instituciones
españolas (58,5%), portuguesas (9,6%), francesas (7,7%), inglesas
(4,8%), estadounidenses (4,7%), italianas (4,7%) y alemanas (3,7%).
De procedencia española se ingresan en la Biblioteca 603 volúmenes
por intercambio: 130 monografías, 244 volúmenes de revista (44 títulos)
y 229 separatas. La mayoría de las 130 monografías proceden de la Junta
para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (37), la
Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas y Antigüedades (23),
Alto Comisionado Español en Marruecos (5) y del Seminario de Historia
Primitiva de la Universidad de Madrid (4). En el caso de las revistas, en
gran medida provienen de Madrid (105 volúmenes de 8 títulos): Boletín
de la Real Academia de la Historia (29 v.), Memorias de la Junta Superior
de Excavaciones y Antigüedades (19 v.), Boletín de la Sociedad Española
de Excursiones (17 v.), Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (15 v.),
Investigación y Progreso (13 v.) y Memorias de Museos Arqueológicos
Provinciales (7 v.) entre otros. Le sigue Valencia con 64 volúmenes (8 títulos), destacando Anales del Centro de Cultura Valenciana (16 v.), Boletín
de la Sociedad Castellonense de Cultura (9 v.) y Saitabi (7 v.). De Cataluña
llegan 23 volúmenes (6 títulos), entre ellos Ampurias (9 v.), Anuari de
l’Institut d’Estudis Catalans (7 v.) y el Butlletí de l’Associació Catalana
d’Antropologia (4 v.). Los 19 volúmenes que envía Galicia son en su
mayoría del Boletín de la Real Academia Gallega. De Castilla se recibe
básicamente el Boletín del Seminario de Arqueología de Valladolid (15 v.).
Desde el resto de comunidades llegan publicaciones puntualmente.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Por lo que respecta a separatas, de las 229 que recibimos por intercambio 88 son de miembros del SIP: L. Pericot (28), I. Ballester (13),
Domingo Fletcher (11), Julian San Valero (11), Manuel Vidal y López
(6), Francisco Jordá (4), Enrique Pla (3), Camilo Visedo (2), José Alcácer
(2), Fernando Ponsell (2), Gonzalo Viñes (1), José Chocomeli (1),
Mariano Jornet (1), Juan Bautista Porcar (1), Ernesto Jiménez (1). Los
investigadores españoles que visitan el SIP nos envían 69 separatas, entre
ellos destacan Antonio García y Bellido (14), P. Bosch Gimpera (8),
Florentino López Cuevillas (7), Julio Martínez Santa-Olalla (7), Nicolau
Primitiu Gómez Serrano (5), Octavio Gil Farrés (5).
Portugal es el país extranjero que más volúmenes envía (99), de éstos
la mayoría son separatas (66) de autores como Eugénio Jalhay (13) y
Afonso do Paço (12). Los 29 volúmenes de revistas se aglutinan en 6 títulos,
entre ellos: Comunicaçoes dos Serviços Geológicos de Portugal (6 v.), O
Archeologo Portugues (4 v.), Arquivo de Beja (4 v.). Hay 4 monografías,
una de ellas de Mendes Correa. De Francia obtenemos 79 volúmenes, 57 de
ellos separatas de autores como: H. Breuil (11), Jean Bouyssonie (9); 2 títulos de revistas: Revue Archeologique (8 v.) y Préhistorie Spéléologie
Ariégeoises (3 v.) y 11 monografías de autores como P. Paris, Leon HenryMartin, André Cheynier y H. Breuil. De Gran Bretaña se reciben 51 volúmenes, de los que 23 pertenecen a 2 títulos de revistas: Antiquity (14 v.) y
Proceeding of the Society of Antiquaries of Scotland (9 v.); 17 monografías
que proceden principalmente del British Museum (4 guías), William Petrie
(3) y G. Childe (2), quien también envía muchas de las 11 separatas. Son 48
los volúmenes enviados por Italia, de los que 23 pertenecen a 5 títulos de
revistas, entre ellos Rivista di Studi Liguri (10 v.) y Rivista Ingauna e
Intemelia. Nuova serie (3 v.), ambas del Istituto di Studi Liguri; entre los
autores de las 21 separatas, se encuentran Raffaello Battaglia (7) y Piero
Barocelli (6); se ingresan también 4 monografías italianas. Estados Unidos
envía sobre todo monografías (destacan 20 de la serie Papers of the
Peadbody Museum of America y 2 de Hispanic Society of America sobre
Historia de España) y revistas del Bulletin of the American School of
Oriental Research (13 v.). Entre las separatas (7) destacan las de Dorothy
Garrod (3); Alemania envía 38 volúmenes, de ellos 22 pertenecen a 5 revistas como Ipek (10 v.), Bericht der Römisch-Germanischen Kommission (5
v.) o Vorgeschichtliche Jahrbuch (4 v.). Las 15 separatas son en gran parte
de Adolf Schulten (6) y Herbert Kühn (3); sólo hay 1 monografía.
Portada del Corpus
Vasorum Hispanorum.
Cerámica del Cerro de
San Miguel de Liria. 1954.
Con los investigadores que recibe el SIP para consultar sus materiales o para visitar sus yacimientos se procura establecer intercambio. Entre
los extranjeros resaltaremos las separatas recibidas de: H. Breuil (18), A.
Schulten (11), G. Childe (9), Germaine Henri-Martín (8), Massimo
Pallotino (5), Philippe Helena (3), D. Garrod (3), H. Kühn (3), Fernando
Russell (3).
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Las donaciones
El libro de registro de 1950 y las memorias anuales cuando indican
la forma de adquisición de cada publicación señalan únicamente las
compras y los intercambios, incluyendo las donaciones puntuales en este
apartado, pero hay constancia de su existencia porque se conserva la
copia de una solicitud de publicaciones al Ministerio de Instrucción
Pública realizada a principios de 1928 cuyo contenido es:
«Acordado por la Excelentísima Diputación Provincial de
Valencia la creación de una biblioteca especializada, que sirva de eficaz auxiliar a su recién creado Servicio de Investigación Prehistórica,
está sobradamente justificado pida al Estado fomente dicha biblioteca con todas aquellas obras que publican sus diversos Centros sobre
dicha materia y con las que, editadas por particulares, figuran entre
los fondos del Ministerio de Instrucción Publica. Interesan entre
otras:
- La serie más completa posible de las Memorias y Boletines de la
Real Academia de la Historia.
- Todas las Memorias publicadas, así mismo por la Junta Superior de
Excavaciones y Antigüedades (van publicadas 92 hasta el año 1925-26).
- Todas las Memorias y Notas que lleva publicadas la Comisión de
Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas (Junta para la Ampliación
de Estudios). Son muchas e interesantes.
Todo ello es publicado con fondos del Estado.
- Y de los fondos de libros del Ministerio, todas cuántas obras tengan relación con los estudios prehistóricos. Entre éstas es de gran interés,
por ser de reciente publicación la Moneda Hispánica».
Portada de la
Memoria de los trabajos
llevados a cabo por la
Sociedad Arqueológica
Valenciana durante
el año 1872.
102
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Portada del libro de Henri
Le Hon: L’Homme Fossile.
1868.
De lo anteriormente solicitado, se había logrado obtener en 1930
según la Memoria de dicho año, la colección completa de las Memorias
de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, y poco después, tal
y como se refleja en la memoria de 1931, «la Comisión de Investigaciones
Paleontológicas y Prehistóricas ha regalado al SIP la serie completa de sus
publicaciones» (Ballester, 1931). La publicación La moneda hispánica
también se encuentra entre los fondos de la biblioteca.
La colección
En 1950 la biblioteca ya ha logrado reunir, pese a las vicisitudes por
las que atraviesa el país y, en concreto el SIP, una colección de calidad. Así,
se consigue adquirir algunas obras que podríamos considerar auténticas
joyas bibliográficas como es el caso de Origen, Naturaleza y Antigüedad del
Hombre (Juan Vilanova y Piera, 1872 ), Las Primeras Edades del Metal en
el Sudeste Español (Louis y Henri Siret, 1890), L’Homme Fossile en Europe
(Henri Le Hon, 1868), Antigüedades prehistóricas de Andalucía (Manuel de
Góngora y Martínez, 1868), Les Âges préhistoriques de l’Espagne et du
Portugal (Emile Cartailhac, 1886), Sagunto (Antonio Chabret, 1888), La
antigua civilización ibérica en el Reino de Valencia (Francisco Almarche,
1918). También destacamos algunas obras de referencia como: Dictionnaire
des Antiquités grecques et romaines, dirigido por Daremberg y Saglio,
Reallexikon der Vorgeschichte editado por Ebert, o aquellas sin las cuales
no se podría realizar una historia de la arqueología valenciana, tal es el caso
de: Geografía General del Reino de Valencia, bajo la dirección de F.
Carreras Candi. Cabe realzar asimismo, el Corpus Vasorum Antiquorum,
serie internacional de la que poseemos 51 volúmenes (3,3% del total de la
103
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
colección). Sobresalen, además, las obras que sobre arte rupestre, edita
l’Institut de Paléontologie Humaine (creado por el mecenazgo del Príncipe
Alberto I de Mónaco): La Caverne d’Altamira, La Pileta, La Pasiega, Les
Peintures Rupestres Schemàtiques de la Péninsule Iberique (4 v.), Les
Combarelles, Les Cavernes de la Région Cantabrique, etc. Contamos también con publicaciones sobre las historias locales de distintas ciudades:
Dénia, Sagunt, Tortosa, Alcoi, o Altea. Una temática repetitiva es la de
Numancia, de la que tenemos publicaciones adquiridas tanto por compra
(de A. Schulten y Blas Taracena) como por intercambio (de autores como
Julio Gómez Santacruz, Friedrich Behn, Ernst Pfretschner o A. Schulten,)…
Páginas interiores del libro
de Luis y Enrique Siret:
Las primeras Edades del
Metal en el Sudeste
de España. 1890.
En cuanto a las revistas, destacamos la existencia de algunas prácticamente completas: L’Anthropologie, Bulletin de la Société Préhistorique
Française, Antiquity, Proceedings of the Society of Antiquaries of
Scotland, El Archivo, Actas y Memorias de la Sociedad Española de
Antropología, Etnografía y Prehistoria, Butlletí de l’Associació Catalana
d’Antropologia, Etnologia i Prehistòria, Archivo Español de Arte y
Arqueología, Anales del Centro de Cultura Valenciana, Emerita, Boletín
de Trabajo del Seminario de Arqueología de Valladolid, y otras muchas.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación
Prehistórica
Consuelo Martín Piera, Yolanda Fons Grau
y Mary Luz Ivorra Folgado
Biblioteca. Servicio de Investigación Prehistórica
Cuando en 1927 D. Isidro Ballester crea el Servicio de
Investigación Prehistórica y se convierte en su primer director, una de las
secciones que confiere identidad al SIP es la biblioteca especializada a la
que se dedicarán, en años sucesivos, los esfuerzos personales y de presupuesto que la convertirán en referente para los estudios de Prehistoria y
Arqueología valencianas. En 1924 se había creado el Laboratorio de
Arqueología de la Universidad de Valencia y en 1927 llega como profesor de la Facultad de Filosofía y Letras D. Lluís Pericot, quien a instancias de I. Ballester es nombrado subdirector del Servicio (años después
sería nombrado director honorario); y los alumnos de la Facultad se
incorporarán al SIP, excavando, publicando y utilizando su biblioteca.
Formar una colección, organizarla y conservarla son retos que se
afrontan inmediatamente y aunque sobre la organización de los fondos
tenemos pocos datos, éstos están reflejados en las Memorias del SIP, en
documentos de la época como facturas, informes, cartas... y en el libro de
registro de la biblioteca. Por las Memorias sabemos que en 1932 varias
alumnas de la Cátedra de Prehistoria han catalogado la Biblioteca (Pericot,
1932) o que entre 1935-1939 se completó el fichero bibliográfico y la
Dirección del SIP inició el fichero de materias, aunque no se concluyó en
esta etapa. Las facturas aportan datos sobre la conservación de unos fondos que se encuadernan cuidadosamente y se instalan en un mobiliario descrito en algunas de ellas, así la de un taller de carpintería (14 de junio de
1929) al que se adquieren «dos librerías con cristales y herraje pulimentados al natural con cinco estantes», u otra (1 de abril de 1937) por la compra de «una librería con puertas de cristal»; también cuentan anécdotas
como que Domingo Fletcher y Enrique Pla (quien tenía 15 años en ese
momento) fueron contratados por un periodo de seis meses para completar
el fichero bibliográfico por un salario de 150 y 75 pesetas al mes respectivamente. En cuanto al libro de registro, tras varios intentos, se inicia el 1 de
septiembre de 1950, asignándosele el número 1 a la obra de Mariano Jornet
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Bélgida y su término municipal, registrándose, a continuación, todos los
volúmenes que hay en ese momento en la biblioteca y especificando si se
han obtenido por compra o intercambio y si están encuadernados.
Hoy toda esta documentación nos permite hacer un recorrido por
los libros que los arqueólogos vinculados al SIP hasta 1950 consideraron que debían formar parte de su biblioteca y analizar porqué los querían y cómo los consiguieron.
Formación de la colección
La biblioteca inicia su fondo bibliográfico por medio de donaciones y compras, puesto que hasta 1929 no se edita el número I de Archivo
de Prehistoria Levantina y no se dispone de publicaciones para intercambiar con otras instituciones. A finales de 1930 y con 350 obras y folletos en la Biblioteca, I. Ballester se siente orgulloso de la colección y
según él con tales elementos bibliográficos y el numeroso material del
museo, bien fácil ha de ser desenvolver sus actividades en Valencia, a
quien sienta vocación por estos estudios (Ballester, 1931).
El 6 de diciembre de 1937 la Dirección del Servicio en respuesta a la
solicitud de la Comisaría de Cultura, redacta un anexo a la memoria
anual sobre las actividades del SIP desde su creación y sobre la conveniencia de su continuación. En este informe se dice que la Biblioteca se ha
venido formando con las obras capitales de la especialidad en todas las
lenguas cultas, unas veces mediante compras, otras por regalos de sus
autores, bastantes con el cambio de publicaciones establecido con otros
centros dedicados al mismo estudio.
Portada del libro de
Mariano Jornet: Bélgida
y su término municipal.
1932.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Durante todos estos años el incremento de la colección se verá afectado no sólo por la trayectoria del SIP como institución y su fluctuación presupuestaria sino también por el convulso período histórico que se vive. A
una etapa inicial de crecimiento de la asignación económica le sigue otra de
estancamiento e incluso, desde el advenimiento de la II República hasta los
primeros años de la siguiente década, de retroceso presupuestario. Estas
dificultades se reflejan en la memoria de 1932 en la que se lee cómo la
Biblioteca se acrecienta con las obras más indispensables, las revistas a las
que el Servicio se halla suscrito y las que se reciben por intercambio, no siendo posible adquirir las obras importantes que la Biblioteca necesita, sobre
todo publicaciones recientes, cuyo conocimiento es tan preciso en una ciencia que, como la Prehistoria, está en constante renovación. Lo propio decimos de las revistas de la especialidad, avanzada de esas apuntadas novedades. Comenzamos por tener las más importantes de Europa y alguna de
América para que los estudiosos valencianos hallaran medios de estar al
corriente de toda innovación en esta disciplina, pero poco a poco han tenido que ir disminuyéndose hasta quedar reducidas a las más indispensables
(Pericot, 1932). Será en 1945, con la subvención del CSIC, cuando se incrementen significativamente los recursos económicos pero el conflicto bélico
europeo y el posterior aislamiento al que fue sometido el país afectó en gran
medida a los intercambios y a la posibilidad de compras en el extranjero.
En 1950 de un total de 1.542 volúmenes que forman el fondo
bibliográfico, el 36,8% son monografías, el 33,7% volúmenes de revista y el 29,4% separatas o folletos.
La colección procede básicamente de España (35,2%), Francia
(14,9%), Portugal (6,9%), Alemania (4,3%), Italia (4,3%), Gran
Bretaña (4,0%) y USA (3,6%). El resto de volúmenes (26,8%) se distribuye entre un numeroso grupo de países: Argentina, Dinamarca,
México, Hungría, Irlanda, Checoslovaquia…
En cuanto a las revistas, cuando termina el periodo de dirección de
I. Ballester, la biblioteca cuenta con 74 títulos y 519 volúmenes. Éstos
son mayoritariamente de procedencia española (63,7%), seguida de
Francia (13,1%), Portugal (5,4%), Italia (4,6%), Gran Bretaña (4,6%),
Alemania (4,2%), USA (3,4%). Por títulos, de España proceden 44,
seguida de Portugal (7), Francia (6), Italia (6), Alemania (5), Gran
Bretaña (3) y Estados Unidos (3).
Las compras
En 1950 las compras suponen el 31,2% del fondo bibliográfico, de
ellas 2/3 son monografías y 1/3 volúmenes de revista. Por países básicamente se compra en España (50,1%), Francia (32,4%), Alemania
(6,0%), e Italia (3,7%).
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Factura de compra del
Durante estos años de formación de la Biblioteca, las adquisiciones
de monografías se realizan en función de cubrir tres necesidades informativas básicas: las consultas a obras generales o de referencia, el conocimiento de los estudios de Prehistoria y Arqueología anteriores a la creación del SIP y las últimas tendencias de la investigación. Con este criterio se incorporan títulos como Historia de España editada por Ramón
Menéndez Pidal, Essai sur l’Art et l’Industrie de l’Espagne Primitive, de
Pierre Paris o las obras de Pere Bosch Gimpera, Henri Breuil, Hugo
Obermaier o Adolf Schulten. Tenemos documentada la adquisición puntual de dos obras de Arturo Pérez Cabrero sobre arqueología ebusitana
que se realiza con ocasión de la compra a su viuda, de su colección de
material púnico por parte del SIP.
volumen II de la obra
Numantia de Adolf
Schulten. 1930.
De los 17 títulos de revistas que se compran y que suponen un total
de 149 volúmenes, 10 son españoles (89 v.), entre ellos Archivo Español
de Arte y Arqueología, Cuadernos del Seminario de Historia Primitiva del
Hombre, Emerita, Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura o El
Archivo. Entre las revistas extranjeras hay 4 títulos franceses (57 v.), 2 de
ellos, L’Anthropologie y el Bulletin de la Societé Préhistorique Française,
se siguen recibiendo en el año 2006. Muchos de los títulos que se suscribían por compra, tanto en España como en el extranjero, pasaron pronto
a recibirse por intercambio, caso del Boletín de la Sociedad Castellonense
de Cultura, Ampurias y Boletín del Seminario de Arqueología de
Valladolid (de estos dos últimos sólo se compra el primer volumen).
Para las compras se acudía a librerías españolas y extranjeras, tradicionales o de viejo. Disponemos de gran variedad de facturas y correspondencia con distintos proveedores de libros: Librería y Papelería
Maraguat de Ambrosio Huici, Librería Nacional y Extranjera; Carl Krah,
Buch-und Kunstantiquariat; Josep Porté, Llibres rars antics i moderns...
La compra de libros al extranjero era un proceso lento y costoso, sobre
todo en el período que ocupa la II Guerra Mundial, puesto que sólo algunas librerías tenían licencia de importación y había que pedir a los editores las facturas pro forma según las normas que regían la importación de
libros extranjeros; cuando se recibían eran presentadas a la Junta de
Intercambio de Libros en Madrid para su autorización de entrada y en
cuanto se le concedía al librero un cupo de divisas (remitidos por adelantado sus importes) se procedía a realizar el pedido. Los plazos de entrega
dependían de la situación de cada país. En esta época hay escasez de
papel lo que produce un aumento de los precios de los libros que también
varían cada día dependiendo de la oferta y demanda. La compra se realiza a través de catálogos de libros o prospectos que, una vez seleccionado el material, se devuelven a las librerías. También existe la compra
directa realizada por algunos miembros del SIP a algunas librerías. Los
pagos se efectúan mediante factura, transferencia o contra reembolso.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Tomos de El Archivo,
publicación fundada
y dirigida por Roque
Chabás. 1886-1893.
Los intercambios bibliográficos
Desde el principio se tuvo claro que crear una red de intercambios
suponía tanto aumentar el número de ejemplares de la Biblioteca como
dar a conocer las publicaciones propias del SIP. En 1930 ya hay un
amplio sistema de canje y Ballester en la Memoria del SIP de dicho año
señala: «Ha sido criterio de Diputación el dedicar cierto número de
ejemplares a la venta, haciendo así asequible la publicación, hoy y en lo
futuro, a quien interesen estos estudios; y buena parte de aquellos han
sido regalados a Centros científicos y a personalidades destacadas en el
campo de la Prehistoria, tanto nacionales como extranjeras, así como a
las revistas especializadas de más fama con las que, como se ha dicho,
se ha intentado el cambio; alcanzando también el reparto a esfera más
modesta dentro de estos estudios, pero de gran eficacia para su desarrollo en Valencia, o sea a cuantas personas han demostrado su afición o su
interés por las investigaciones prehistóricas; sementera eficaz ésta, especialmente entre las personas de carrera que residen en los pueblos, ya
que en ellos han de ser centinelas avanzados ante todo descubrimiento
ocasional» (Ballester, 1931).
En principio el Archivo de Prehistoria Levantina (al que se denominaba anuario por la intencionalidad que había de que lo fuera) iba a
ser la publicación con la que se iban a realizar los intercambios, pero las
dificultades económicas por las que atravesó el SIP hicieron que transcurrieran 16 años entre la publicación del primer y el segundo volumen.
Por ello, durante estos años, será la Memoria Anual (La Labor del
Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo en el año...) la que se
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Portada del libro escrito
utilice como cambio con otros organismos y personalidades.
Conscientes de su importancia como testimonio de la investigación científica realizada, se ilustran cada vez con un mayor número de láminas.
A partir de 1937 la nueva publicación monográfica Sèrie de Treballs
Solts, denominada desde 1942 Serie de Trabajos Varios, se distribuirá
entre la amplia red de intercambios. La II Guerra Mundial también afectó a las relaciones institucionales dificultando la distribución de libros.
Cuando en 1942 el CSIC publica La Cova del Parpalló (Gandia):
Excavaciones del SIP de la Excma. Diputación Provincial de Valencia de
Lluís Pericot, según el autor «apenas hemos podido difundir la obra por
el extranjero, pues varios ejemplares que intentamos enviar a los arqueólogos franceses se han perdido» (Pericot, 1946), sólo Gordon Childe
publicará un comentario del libro en la revista Antiquity.
por Juan Vilanova y Piera:
Origen, naturaleza y
antigüedad del hombre.
1872
De los 1.030 volúmenes que se reciben durante estos años por
intercambio, el 20,3% son monografías, el 36,3% volúmenes de revista
y el 43,4 % son separatas o folletos. La alta proporción de separatas
indica la estrecha relación que mantenía el SIP con personalidades de la
Arqueología que se ocupaban de enviar sus artículos a la Biblioteca.
El mayor número de intercambios se realizan con instituciones
españolas (58,5%), portuguesas (9,6%), francesas (7,7%), inglesas
(4,8%), estadounidenses (4,7%), italianas (4,7%) y alemanas (3,7%).
De procedencia española se ingresan en la Biblioteca 603 volúmenes
por intercambio: 130 monografías, 244 volúmenes de revista (44 títulos)
y 229 separatas. La mayoría de las 130 monografías proceden de la Junta
para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (37), la
Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas y Antigüedades (23),
Alto Comisionado Español en Marruecos (5) y del Seminario de Historia
Primitiva de la Universidad de Madrid (4). En el caso de las revistas, en
gran medida provienen de Madrid (105 volúmenes de 8 títulos): Boletín
de la Real Academia de la Historia (29 v.), Memorias de la Junta Superior
de Excavaciones y Antigüedades (19 v.), Boletín de la Sociedad Española
de Excursiones (17 v.), Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (15 v.),
Investigación y Progreso (13 v.) y Memorias de Museos Arqueológicos
Provinciales (7 v.) entre otros. Le sigue Valencia con 64 volúmenes (8 títulos), destacando Anales del Centro de Cultura Valenciana (16 v.), Boletín
de la Sociedad Castellonense de Cultura (9 v.) y Saitabi (7 v.). De Cataluña
llegan 23 volúmenes (6 títulos), entre ellos Ampurias (9 v.), Anuari de
l’Institut d’Estudis Catalans (7 v.) y el Butlletí de l’Associació Catalana
d’Antropologia (4 v.). Los 19 volúmenes que envía Galicia son en su
mayoría del Boletín de la Real Academia Gallega. De Castilla se recibe
básicamente el Boletín del Seminario de Arqueología de Valladolid (15 v.).
Desde el resto de comunidades llegan publicaciones puntualmente.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Por lo que respecta a separatas, de las 229 que recibimos por intercambio 88 son de miembros del SIP: L. Pericot (28), I. Ballester (13),
Domingo Fletcher (11), Julian San Valero (11), Manuel Vidal y López
(6), Francisco Jordá (4), Enrique Pla (3), Camilo Visedo (2), José Alcácer
(2), Fernando Ponsell (2), Gonzalo Viñes (1), José Chocomeli (1),
Mariano Jornet (1), Juan Bautista Porcar (1), Ernesto Jiménez (1). Los
investigadores españoles que visitan el SIP nos envían 69 separatas, entre
ellos destacan Antonio García y Bellido (14), P. Bosch Gimpera (8),
Florentino López Cuevillas (7), Julio Martínez Santa-Olalla (7), Nicolau
Primitiu Gómez Serrano (5), Octavio Gil Farrés (5).
Portugal es el país extranjero que más volúmenes envía (99), de éstos
la mayoría son separatas (66) de autores como Eugénio Jalhay (13) y
Afonso do Paço (12). Los 29 volúmenes de revistas se aglutinan en 6 títulos,
entre ellos: Comunicaçoes dos Serviços Geológicos de Portugal (6 v.), O
Archeologo Portugues (4 v.), Arquivo de Beja (4 v.). Hay 4 monografías,
una de ellas de Mendes Correa. De Francia obtenemos 79 volúmenes, 57 de
ellos separatas de autores como: H. Breuil (11), Jean Bouyssonie (9); 2 títulos de revistas: Revue Archeologique (8 v.) y Préhistorie Spéléologie
Ariégeoises (3 v.) y 11 monografías de autores como P. Paris, Leon HenryMartin, André Cheynier y H. Breuil. De Gran Bretaña se reciben 51 volúmenes, de los que 23 pertenecen a 2 títulos de revistas: Antiquity (14 v.) y
Proceeding of the Society of Antiquaries of Scotland (9 v.); 17 monografías
que proceden principalmente del British Museum (4 guías), William Petrie
(3) y G. Childe (2), quien también envía muchas de las 11 separatas. Son 48
los volúmenes enviados por Italia, de los que 23 pertenecen a 5 títulos de
revistas, entre ellos Rivista di Studi Liguri (10 v.) y Rivista Ingauna e
Intemelia. Nuova serie (3 v.), ambas del Istituto di Studi Liguri; entre los
autores de las 21 separatas, se encuentran Raffaello Battaglia (7) y Piero
Barocelli (6); se ingresan también 4 monografías italianas. Estados Unidos
envía sobre todo monografías (destacan 20 de la serie Papers of the
Peadbody Museum of America y 2 de Hispanic Society of America sobre
Historia de España) y revistas del Bulletin of the American School of
Oriental Research (13 v.). Entre las separatas (7) destacan las de Dorothy
Garrod (3); Alemania envía 38 volúmenes, de ellos 22 pertenecen a 5 revistas como Ipek (10 v.), Bericht der Römisch-Germanischen Kommission (5
v.) o Vorgeschichtliche Jahrbuch (4 v.). Las 15 separatas son en gran parte
de Adolf Schulten (6) y Herbert Kühn (3); sólo hay 1 monografía.
Portada del Corpus
Vasorum Hispanorum.
Cerámica del Cerro de
San Miguel de Liria. 1954.
Con los investigadores que recibe el SIP para consultar sus materiales o para visitar sus yacimientos se procura establecer intercambio. Entre
los extranjeros resaltaremos las separatas recibidas de: H. Breuil (18), A.
Schulten (11), G. Childe (9), Germaine Henri-Martín (8), Massimo
Pallotino (5), Philippe Helena (3), D. Garrod (3), H. Kühn (3), Fernando
Russell (3).
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
Las donaciones
El libro de registro de 1950 y las memorias anuales cuando indican
la forma de adquisición de cada publicación señalan únicamente las
compras y los intercambios, incluyendo las donaciones puntuales en este
apartado, pero hay constancia de su existencia porque se conserva la
copia de una solicitud de publicaciones al Ministerio de Instrucción
Pública realizada a principios de 1928 cuyo contenido es:
«Acordado por la Excelentísima Diputación Provincial de
Valencia la creación de una biblioteca especializada, que sirva de eficaz auxiliar a su recién creado Servicio de Investigación Prehistórica,
está sobradamente justificado pida al Estado fomente dicha biblioteca con todas aquellas obras que publican sus diversos Centros sobre
dicha materia y con las que, editadas por particulares, figuran entre
los fondos del Ministerio de Instrucción Publica. Interesan entre
otras:
- La serie más completa posible de las Memorias y Boletines de la
Real Academia de la Historia.
- Todas las Memorias publicadas, así mismo por la Junta Superior de
Excavaciones y Antigüedades (van publicadas 92 hasta el año 1925-26).
- Todas las Memorias y Notas que lleva publicadas la Comisión de
Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas (Junta para la Ampliación
de Estudios). Son muchas e interesantes.
Todo ello es publicado con fondos del Estado.
- Y de los fondos de libros del Ministerio, todas cuántas obras tengan relación con los estudios prehistóricos. Entre éstas es de gran interés,
por ser de reciente publicación la Moneda Hispánica».
Portada de la
Memoria de los trabajos
llevados a cabo por la
Sociedad Arqueológica
Valenciana durante
el año 1872.
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La Biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica
Portada del libro de Henri
Le Hon: L’Homme Fossile.
1868.
De lo anteriormente solicitado, se había logrado obtener en 1930
según la Memoria de dicho año, la colección completa de las Memorias
de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, y poco después, tal
y como se refleja en la memoria de 1931, «la Comisión de Investigaciones
Paleontológicas y Prehistóricas ha regalado al SIP la serie completa de sus
publicaciones» (Ballester, 1931). La publicación La moneda hispánica
también se encuentra entre los fondos de la biblioteca.
La colección
En 1950 la biblioteca ya ha logrado reunir, pese a las vicisitudes por
las que atraviesa el país y, en concreto el SIP, una colección de calidad. Así,
se consigue adquirir algunas obras que podríamos considerar auténticas
joyas bibliográficas como es el caso de Origen, Naturaleza y Antigüedad del
Hombre (Juan Vilanova y Piera, 1872 ), Las Primeras Edades del Metal en
el Sudeste Español (Louis y Henri Siret, 1890), L’Homme Fossile en Europe
(Henri Le Hon, 1868), Antigüedades prehistóricas de Andalucía (Manuel de
Góngora y Martínez, 1868), Les Âges préhistoriques de l’Espagne et du
Portugal (Emile Cartailhac, 1886), Sagunto (Antonio Chabret, 1888), La
antigua civilización ibérica en el Reino de Valencia (Francisco Almarche,
1918). También destacamos algunas obras de referencia como: Dictionnaire
des Antiquités grecques et romaines, dirigido por Daremberg y Saglio,
Reallexikon der Vorgeschichte editado por Ebert, o aquellas sin las cuales
no se podría realizar una historia de la arqueología valenciana, tal es el caso
de: Geografía General del Reino de Valencia, bajo la dirección de F.
Carreras Candi. Cabe realzar asimismo, el Corpus Vasorum Antiquorum,
serie internacional de la que poseemos 51 volúmenes (3,3% del total de la
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Arqueología en blanco y negro. La labor del SIP: 1927-1950
colección). Sobresalen, además, las obras que sobre arte rupestre, edita
l’Institut de Paléontologie Humaine (creado por el mecenazgo del Príncipe
Alberto I de Mónaco): La Caverne d’Altamira, La Pileta, La Pasiega, Les
Peintures Rupestres Schemàtiques de la Péninsule Iberique (4 v.), Les
Combarelles, Les Cavernes de la Région Cantabrique, etc. Contamos también con publicaciones sobre las historias locales de distintas ciudades:
Dénia, Sagunt, Tortosa, Alcoi, o Altea. Una temática repetitiva es la de
Numancia, de la que tenemos publicaciones adquiridas tanto por compra
(de A. Schulten y Blas Taracena) como por intercambio (de autores como
Julio Gómez Santacruz, Friedrich Behn, Ernst Pfretschner o A. Schulten,)…
Páginas interiores del libro
de Luis y Enrique Siret:
Las primeras Edades del
Metal en el Sudeste
de España. 1890.
En cuanto a las revistas, destacamos la existencia de algunas prácticamente completas: L’Anthropologie, Bulletin de la Société Préhistorique
Française, Antiquity, Proceedings of the Society of Antiquaries of
Scotland, El Archivo, Actas y Memorias de la Sociedad Española de
Antropología, Etnografía y Prehistoria, Butlletí de l’Associació Catalana
d’Antropologia, Etnologia i Prehistòria, Archivo Español de Arte y
Arqueología, Anales del Centro de Cultura Valenciana, Emerita, Boletín
de Trabajo del Seminario de Arqueología de Valladolid, y otras muchas.
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