
Serie de Trabajos Varios 35
La Ereta del Castellar (Villafranca del Cid, Castellón)
Jorge Arnal
Henri Prades
Domingo Fletcher Valls
1968
, ISBN 84-00-01459-6
978-84-00-01459-9 , 36 p.
[page-n-1]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVI N CIA L DE VALE N CI A
S E R I E DE TRABA JOS
VAR I O S
Nú m. 35
LA ERETA
DEL
CASTELLAR
(Villafranca del Cid, Castell6n)
por
J. ARNAL. H. PRADES
y D. FLETCHER
VA L ENC I A
1 968
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SERV ICIO DE INVES TI GAC ION PREHI ST OR ICA
DI PUT AC IO N PRO VI NC IAL DE VA LE NCI A
S ERIE
DE TRABAJOS
V AR I O S
Núm. 35
LA ERETA
DEL
CASTELLAR
(Villafranca del Cid, Castell6n)
por
J.
ARNAL. H. PRADES y D. FLETCHER
VALENC I A
1 968
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ISSN 1989-0540
ISSN 1989-0540
DlPUTAOON PROVINCIAL DE VALENCIA -
INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERV ICIO DE INVESTIGACION P R EH 1ST O R I CA
INSTIT U T O ESPAI'ilOl DE ARQUE O LOGIA RODRIGO CARO
DEl C. S. 1. C .
S ECCION DE: V Al EN e
SERIE
DE TRABAJOS
N~m .
JA
VARIOS
35
Depólito Legal v, 4328 - 1968. _ FEDSA, V.leDCi.
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EL DESCUBRIMIENTO
Durante el verano de 1956, estando de vacaciones uno de nosotros
(Prades) en Villafranca del Cid, provincia de Castellón de la Plana (figura 1), tuvo noticia, por mediación de la señorita Narcisa Colomer, de la
existencia de abundantes restos cerámicos de aspecto prehistórico en un
campo denominado ERETA DEL CASTELLAR, noticia que fue amplia
por Sl. padre, cultivador de dicho campo, informando que .Ios fragmentos
parecían «más negros y de peor calidad» cuando se les sacaba de capas
más profundas (1).
En la visita al lugar, comprobamos la realidad de la existencia de
numerosos restos cerámicos, comprendiendo la necesidad de una pron'a
exploración, la cual fue amablemente autorizada por el dueño del terreno .
Efectuando un sondeo con resultados altamente satisfactorios, IUJ>ron informados inmediatamente los Delegados de Excavaciones de Castellón y Valencia, acordándose con e) Director del S. 1. P. (Fletche,) la
realización de una campaña de excavaciones para e) verano siguiente,
la que tuvo .Iugar, previa la oportuna autorización de la Superioridad,
de) día 17 de agosto al 6 de septiembre de 1957, ingresándos. los 'nae
teria.les obtenidos en el Museo de Prehistoria de Valencia, efectuándose
el estudio de los mismos por los firmantes de este trabajo.
Múltiples circunstancias ajenas por completo a la voluntad de los
(1) H. PRADES: uPrise de date sur La Ereta. Villafranca del Cid". Bullerin de la
Société Prehistorique Frant¡:aise LII. París" 1955, pág. 577.
E. PLA: "Actividades del Servicio de Investigación Prehistórica (1956-1960)". Archivo
de Prehistoria Levantina IX. Valencia, 1961. pág. 217.
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6
ARNAL. PRADES y FLETCHER
autores, entre ellas .Ia riada del año 1957 y el mucho tiempo necesar io
para la .Iimpi eza, reconstrucción y estudio de los materiales, han retrasado hasta ahora la presen tación de los resultados .
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FIl'. l .-Mapa de la región valenciana. con indicaetón del elllPlazamiento de
Vlllafranca del Cid
[page-n-8]
II
EL LUGAR
El yacimiento está situado aproximadamente a un Km . del pueblo,
en el paraje denominado Tancades, polígono 46, parcela 15 (fig . 2) .
Es un abrupto promontorio sobre un riachuelo muy profundo (Lám .
1, 1 Y 2; Lám . 11, 1) . Se llega al yacimiento por un istmo relativamente
estrecho, cerrado por un enorme montón de piedras. Por la parte orien-
tal, una rápida pendiente permite llegar a una gruta con dos entradas,
cuyo acceso está cerrado por los derrumbamientos . Debajo del istmo
existió o1-ra gruta cuya puerta ha desaparecido.
Aj pie del acantilado, totalmente inaccesible, que flanquea el. pro··
montario por el este , algunos agujeros de pequenas dimensiones sem~
jan haber tenido, en el pasado, restos.
Se encont raron en otro tiempo «muñecos de piedra » (¿) I con los que
los niños se di vi rt ie ron du ran te mucho tiempo, habiéndose perdido en
la actuaHdad.
Hacia el sur el acan tilado es de difícil acceso, siendo más practica·
ble por el oeste, aunque la pendiente es muy fuerte. El promontorio
presenta, por e.1 norte, su punto más débil cosa que vieron sus habitan
tes pre históricos, puesto que amontonaron bloques ciclópeos para refo'·
zar este lado, reservándose un paso, fre nte al camino de Villafranca.
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8
ARN AL. PRADES y FLETCHE R
N
FIl'. 2.-Emplazamlento de la Ereta del Castellar
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111
LA EXCAVACION
Diversos muros dividen el yacimiento en cuatro parcelas, llevándose
a cabo la excavación en la parcela 2 (P 2), con cinco cuadros alineados
y numerados del 1 aJ 5 y, posteriormente , en su prolongación , un son-
deo en el denominado Cuadro 0 , más cercano al muro central (Hg . 3
y 4 ; Lám . 11, 2, 3 y 4) .
El descub ri miento de muros en este sector nos hizo ampliar la zona
de trabajo, siguiendo aquellos, que eran de arcilla y piedra, excavando
las que denominamos, Habitaciones 1, 11 y 111.
La disposición de los pliegues de.l terreno, orientados aproximada ·
mente a.1 norte, hace que en el sentido este-oeste la profundidad del
suelo varíe rápidamente . En P 1 no existe, prácticamente , nada de tierra . A si mismo, contra el muro norte¡ el espesor de la capa arable deja
pocas esperanzas de hallar los objetos «in situ ». Por e. contrario, en
1
P 4 , la contención efectuada por los muros occidental es, permite COn -
fiar en una protección suficiente de los niveles, reafirmando esta pro·
babilidad la constante elevación de estos muros para evitar pérdida de
tierra .
Aunque .la capa arabl e, actualmente cultivada , sea de débil espesor
(20 cm. por término medio), contiene varios nive les arqueo.lógicos (Lám.
111 , 5), aflorando los fragmentos aun antes del comienzo de las exca"a-
2
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10
ARNAL, PRADES y FLETCHER
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Fjg. S.-Plan t a del yacimiento d e la Ereta
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F1c. f'-Planta de la zona excavada
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ARNAL, PRADES y FLETCHER
12
ciones y, tan pronto pasada esta capa oscura (Lám. IV, 1), se encuen tran en algunos lugares los vasos rotos en el sitio del nivel primero.
Sólo subsiste de éste, algunos trozos (fig. 5); no mucho más de.1 segundo, que está muy próximo, separados por una capa de arcilla cenizosa
roja, El espesor de) nivel segundo, cuando lo hemos encontrado intacto,
cubierto por el nivel primero, no sobrepasa los 35 cm,
Excavaciones posteriores, especialmente en P 4, permitirán, sin duda,
aportar precisiones más concretas. Por el momento, contentémonos con
señalar la existencia de grandes vasos decorados con cordones aplicados,
con borde exvasado y perfi l en S, con una altura de cerca del metro
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ARCILLA AMARILLA
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CAPA DE INCENDIO
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CAPA OSCURA SOBRE lA ROCA
CANTOS y GRAVAS
LOSAS
Fig. 5.-Corte estratigl'áfico de la excavación
y la re. ativa abundancia de muelas en piedra dura, de 35 cm , por térl
mino medio.
Estos dos primeros nive,les están separados del tercero por una capa
de 1/. cm , de arcilla amarillenta,
El nivel tercero descansa sobre un enlosado de 7 cm . de espesor me dio, en e.1 que algunas losas son visibles (Lám , IV, 6) . No difiere mc;cho
en su contenido de .los dos anteriores niveles.
El nivel cuarto parece el más interesante. Está perfectament, de e
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ERETA DEL CASTELLAR
13
limitado por las losas de.l tercero. Las habitaciones con muros de arcilla
(fig . 4). así como el muro de piedra en seco (Lám. 111, 4), correspon den a este nivel. Los pisos son variados, encontrándose unas veces losas
del tipo del nivel tercero (Lám. IV, 5) y otras cantos pequeños, coma
sucede en T7. En la Habitación I se encuentran sue.los de arcilla batida
depositada y nivelada múltiples veces. Lo más interesante de este nivel
son los grandes vasos de TI y T2, de .los que más adelante se habla.
En e.1 último nivel, el quinto, que descansa sobre las anfractuosidades de la roca, existen trazas de la existencia de un estrato más antigL:o
que, a juzgar por los restos, no debió ser muy potente. La tierra es oscura y rica en cenizas, apareciendo escasos objetos.
En resumen, los niveles l ." y 2 ." han dejado pocos vestigios. El 3:
se caracteriza por e.1 en.losado y .Ios grandes vasos con cordones aplicados. EJ 4." corresponde a .Ias Habitaciones 1 1I y 111, con muros de arcilla
,
y adobes y un número relativamente elevado de depósi tos. El S." y último ha dejado muy pocas trazas.
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IV
LOS MATERIALES
A) .-HALLAZGOS DE SUPERFICIE
Numerosos fragmentos, muy destrozados por el cultivo, se hallan
esparcidos por el suelo. Se encuentran también lascas y .laminillas de
silex, siendo los más destacados hallazgos : una pequeña hacha de fib ' olita (L.ám . VI , 6) y tres puntas de flecha (Lám . VI, 5, 7 y 10) .
B) .-HALLAZGOS EN LA EXCAVACION
CUADRO I
a l.-Estratigrafía
Nive)
Nivel
Niv. l
e
Nivel
Nivel
1.-Capa cultivada, de 15 cm . de espesor.
2 .-Capa dura arcillo-cenizosa, de 15 cm . d. espesor.
e
3 .-Piso de tierra batida muy dura.
4 .-Capa de piedras, de 20 cm . espesor.
5 .-Capa muy delgada de cenizas, en contacto con las rocas,
salvo en los hoyos .
bl.-Mobilíario
Entre los niveles 3 y 4 aparecen gran cantidad de granos de trigo
ca le inadas.
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BRETA DEL CASTELLAR
15
De,l nive, 4, entre dos piedras, muchos fragmentos de una gran
l
«quesera» (Lám. XVIII, 2) y dos fragmentos de vasos carenados,
Del nive,l 5 son una laminilla dentada, que presenta , l lustre del
e
uso (Lám. VII, 9), dos laminillas más gruesas (fig. 7, núm. 14 y Lám.
VI, 1) y dos cuernecillos (Lám. VIII, 1 y 6) .
CUADRO 2
a) -Estratigrafía
El espesor no alcanza un metro. Por debajo de .la capa laborable
apar,e cen cenizas, arcilla y a,lgunas piedras. El nive,l 3, de tierra batida
está bien construido; también es de arcilla roja batida e. nive.1 4. Las
1
trazas de fuego, las cenizas, el carbón, son más abundantes que en el
Cuadro 1. Aparece parte de un muro de arcilla (muro A de ,la fig. 4) .
b)-Mobiliario
El nivel primero proporcionó un gran vaso con decoración de cordones apJica
De,l ángulo sud-oeste, en e, nivel 4, aparecen varias lascas de silex
l
e
en ma,l estado, como si hubi, ran sufrido la acción del fuego. Del mismo
nivel es un vaso carenado, de mediano tamaño, roto «in sitw), que debió cpntener otros vasos más pequeños, uno carenado, con alimentos,
pues s. encuentran huesos calcinados; según todas las apari~ncias, se
e
trata de un depósito análogo a los que encontramos en otros puntos de
la excavación y que en este caso debió estar apoyándose contra el
muro A.
CUADRO 3
a) .-Estratigrafía
El nive.1 3 tiende cada vez más a un piso de piedra, mezclada con
tierra y cenizas; desgraciadamente, ha sido destrozado por el arado, por
lo que únicamente el nivel 4 presenta verdadero interés.
b) .-Mobiliario
Veinticinco silex, finamente d. ntados, aparecieron agrupados en un
e
espacio reducido por lo que puede tratarse de una hoz abandonada «in
situ», cuya armadura ha desaparecido (Lám. IV, 4) . Sobre ellos había
un «peso de telar», de 4 cm. de espesor, atravesado por cuatro agujeres
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16
ARNAL, PRADES y FLETCHER
verticales y cuya pasta, de mala cocción, con tie ne numerosos granos 't
bellotas. Encontramos estas piezas en todos los depós itos del nivel 4 .
(Lám XII , 1.)
Muy cerca del muro E (Iig . 4) , prolongación del A, encontróse un
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CANTOS y GRAVAS
6.-Cortes estratigráficos de los depósitos TI, T2, T6 y T7
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ERETA DEL CASTELLAR
17
pequeño punzón de cobre (analisis de Marecha.l), de seCClon cuadrada
(Lám. VIII , núm. 19). El hecho de que se conserve un enlucido en .las
paredes de.1 muro A, hace suponer que el hueco entre estos dos muros
no es accidental ni posterior, sino que debió existir un paso o puerta,
suposición que confi rmaría la presencia de una gran losa delante de la
abertura, aunque también pudiera tratarse de un resto del enlosado del
nive.l inferior (Lám. IV, 5). De cerámica son fragmentos de un gran vaso
con adornos aplicados, con impresiones digitales; parte de un vaso de
tamaño mediano, de fondo redondeado y asas horizontales cerca del bor de (Lám . XVI I, 2) y otros más pequeños, varios de los cuales, ca renados.
CUADRD 4
a l.-Estratigrafía
Nivel 1.-Cu.ltivado, de 15 a 20 cm . de espesor .
Nivel 3 .-Capa de cenizas y arcilla de diversos colores, de unos 20
cm. de espesor . Aparece un enlosado, de 5 a 7 cm . de
espesor.
Nivel 4.-Una capa de unos 35 cm. de espesor, de arcilla amarillocenicienta roja. Es el nivel más rico en hallazgos (Lán-,.
111, 2; Lám . IV, 2 y 3). A este nivel han de atribuirse
los muros de arcilla A y B, (Lám. 111, 1, 2 y 3) . Un hogar
rico en carbón y cenizas, apareció sobre un piso bien
aplanado y, finalmente, una capa de arcilla amarilla para
el acondicionamiento del nivel.
Nivel 5 .-Débi,l capa de cenizas, en contacto con la roca .
b) - Mobiliario
Del nive.1 3 es un vaso carenado, con pequeño fondo plano y betón
sobre la carena (Lám. XIII, 4) .
Del nive. 4, correspondiendo a TI , es un gran vaso, roto «in sitw,
l
(Lám. IV, 2), cuyo borde presenta abultami. ntos, algunos centímetros
e
más abajo de unas protuberancias dirig idas hacia arriba unidas por un
cordón ap.licado, con impresion. s digitales. El cuello así formado ¡Judo
e
servir para transportar el vaso. Un vaso carenado (Lám . XII I, 3) ; dos
cuencos hemiesféricos (Lám . XIV, 1 y 2) ; fragmentos de un vaso COn asa,
muy ancho de boca y de base, redondeada (Lám . XV, 2). Sobre un frag mento cerámico se halló un «peso de te.lan> (Lám . XI I, 3) .
Del nivel 5 es un silex negro (fig . 7, núm . 15) .
3
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18
ARNAL, PRADES y FLBTCHER
CUADRO 5
a l.-Estratigrafía
Na hay diferencias notables respecto al cuadro anterior, Sin , mbargrJ,
e
en algunos lugares, e,l , nlosado de base de,l nivel 3 está recubierto de
e
guijarros formando un piso grosero,
El cuadro está atravesado diagonalmente por eJ mura 8, que ya afloraba en el ánguJo del cuadro anterior; mide unos 30 cm , de anch'J,
2'90 m , de .largo y 45 cm , de a,lto, No es un simple bloque de arci!!.,
pues contiene en la masa cierto número de piedras medianas dispuestas
sin orden aparente, estando recubierto de una costra de arcilla endur~
cida en sus partes laterales, como en gran parte de la superficie supe rior.
b)-Mobiliario
De superficie es un núc,leo piramidal de silex, de 8 cm , de ancho
en la base y 6'5 de aJto (fig, 7, núm, 2),
En el limite entre los nivel, s 2 y 3, una lasca ,l aminar retocada (Lám,
e
VI , 3) ,
Del nivel 3 es un vaso muy deteriorado, a causa de su deficiente
cocción, con fondo redondeado, pero sin poder determinarse su perfil.
Se halló también un fragmento informe de cobre oxidado (Lám, VIII , 14 ) ,
En el niveJ 4 se encontró un silex lamelar dentado, cuya coloración
pasa de bJanco a amarillento y después a rojo, Lleva una muesca en eJ
lado opuesto del borde dentado (Lám , VII, 16),
HABITACION I
aL-Estratigrafía
Después de hechos los oportunos sondeos en los Cuadros anteriormente descritos, se procedió a excavar las áreas delimitadas por ,los rnuros de arcilla A y 8, que en aquellos se 10ca,Iizaron, El más orienta,l (8)
está orientado a 15,' NNW, mientras que eJ occidentaJ (A) lo , stá a
e
20,' NNW, por lo que la distancia que Jos separa varía de 0'70 m, al
sur a 0'95 m, al norte, En IlJ muro A, se encuentra, como hemos indicado
al habJar del Cuadro 3, una puerta o paso,
Aunque no pueden atribuirse estos muros más que al niveJ 4, no
parece que daten, en su aspecto definitivo de la ocupación de .la «Habitacióm>, porque por algunos puntos el piso deJ nivel 4 pasa por debai",
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ERETA DEL CASTELLAR
19
El sue,lo ha sido hecho con abundantes capas de arcilla cuidadosamente
niveladas, lo que le da una apariencia hojosa , a causa de las diferencias
en el coJorido, Hacia el norte la estratigrafía está perturbada por el r!l ciente enterramiento de un mulo, habiendo destruido el muro B hasta el
nivel 3 inclusive, Al extremo norte de este muro, un nuevo pasillo debió
permitir e! acceso a la «Habitación 11», situada más al este ,
La «Habitación h> termina, hacia e.l norte, sobre un muro de piedra
en seco (muro C) que corta Jos muros A y B casi en ángulo recto; es
de muy buena factura (Lám , 111, 4), siendo d ifícil su datación, aunque
por algunos de sus caracteres y la presencia de depósitos, Jo situamos en
el nivel 4, p!lro por las disposiciones deJ conjunto, parece más reciente,
Da la sensación de que hubo un muro muy antiguo que fue reparado
posteriormente , En algunos puntos eJ enlosado del nive,l 3 está bien con servado,
b) ,-Mobiliario
De superficie es una pequ!lña lasca (fig. 7, núm. 6) y por !lncima del
nive, 3 apareció una punta de punzón de hueso (Lám. VIII, 9) .
l
Ya del nive, 3 son tres «pesos de telan>, con cuatro perforaciones. En
l
su interior se encontraron diferent~s granos calcinados, entre ellos trigo
y bellotas.
De,l nivel 4, fijada en el muro A, una punta de flecha de cobre (análisis Marechal), de punta redondeada y una aleta queda bien destacada
(Lám . VIII, 15 y 21) . Un «peso» (Lám. XII, 2) y junto a él un vaso entero, todo contra la pared interior de dicho muro A (Lám . XIV, 3) . En e,
mismo sector un «peso» puesto verticalmente (Lám XII, 4), apoyándose
en otro de tipo diferente, más largo (Lám . 111,3) . Por debajo se encontró un minúsculo fragmento informe de cobre (Lám. VIII, 20) y al .Iado
un fragmento de vaso con cordón aplicado, con impresiones digitales.
Aproximadamente en el eje de la «Habitacióm>, dos fragmentos de mue la naviforme, rota «in situ», Contra .la rotura apoya un vaso geminad.J,
intacto (Lám . XIV, 4) . En el extremo norte deJ muro B, en un lugar que
parece haber sido un pasillo, una pequeña moledora de mano parece ser
el comp,l emento natura,l de la ant!ls citada muela rota .
En el niveJ 5 se halló una laminilla de silex muy gruesa (fig . 7, nú mero 19) .
El fondo de la «Habitacióm> está señaJado por dos piedras puesTOs
de canto, groseramente triangulares, con la punta más grande, la de la
derecha, sobrepasando ligeramente el nivel superior de los muros de arcilla. Estas dos piedras forman parte de dos depósitos diferentes, designados con ,las siglas T2 y T3 (fig . 4), Jos que describimos a continuación .
[page-n-21]
20
ARNAL, PRADES y FLETCHER
Depósito T2 (fig . 6)
Detras de las piedras antes citadas hay otras dos puestas de canto
y apoyándose sobre el muro e que fue modificado, por no decir des'
truido. para ello. El conjunto está perfectamente cerrado por e.1 enlosado
Fig 7.-Piezas de dhersos niveles:
Nivel 1 y superficie
1, 2, 3, 4 y 6
Nivel 3 = 5, 7 y 9.
Nivel 4 = 8, 11, 12 y 13.
Nivel 5 = lO, 14, 15, 16, 17, 18 y 19.
=
(t. D.)
de.1 nive.l 3. Está constituido por un gran vaso conteniendo otros medianos y pequeños. Todos .105 fondos son redondeados; un vaso, a.l meno>,
era del tipo de. d. la Lám. XVI, 1 Ó XVII, 3.
1 e
Un vaso mediano, globular, de cuello corto provisto de un sistel . a
o
[page-n-22]
ERETA DEL CASTELLAR
21
funicu.lar de asas verticales, conteniendo una cierta cantidad de c. rea.l es
e
y algarrobas carbonizados.
Un fragmento de "peso» y algunos huesos calcinados.
Un vaso hemiesférico mediano (Lám. XV, 1) y otro pequeño (Lám.
XIV, 5) y un vaso carenado (Lám . XIII, 1).
Un fragmento sumamente interesante lleva aJ nivel deJ asa, desap. ··
recida, adosada por su cara interna, una cazoleta (Lám . XX, 1) .
Depósito T3
También está protegido por múltiples piedras, muchas de I cuales
.as
se apoyaban sobre e.1 muro de piedra en seco. Aparte de la cerámica,
contenía una defensa de jabali, trigo, huesos quemados, una concha, ce nizas, un percutor, silex finos (entre ellos medio disco). un fragmento
de «peso», una hojita dentada, d. silex rojo y blanco, y algunas laminie
llas de silex grisáceo. De cerámica son un gran vaso del tipo como Lám .
XVII, 3, conteníendo otro del típo Lám. XVII, 2, que a su vez contenía abundante trigo, (véanse Apéndices 1 y 11) . Un vaso bajo de ampJia
boca (Lám . XV, 4) . Un vaso de.1 tipo Lám . XV, 1. Un vaso carenado. Un
soporte en forma de bobina (Lám. XIII, 2) .
Depósito T4
Aunque se halla fuera de la "Habitación 1», entre los muros A y C
y el Cuadro 1, lo describímos aquí, por . star en relación con la citada
e
«Habitación ».
El nivei 3, que aquí no está en.losado, pero está bien hecho, dio '11últiples conchas marinas.
El nivel. 4 es relativamente más de.lgado que en .Ia "Habitación» .
Está protegido e.1 depósito por seis piedras groseramente dispuestas en
circulo, dando la impresión de que el vaso principaJ se colocó sobre el
nivel 4, .I igeramente excavado para as. gurarle eJ equilibrio, reforzándolo,
e
además, con gruesas pi.e dras a.lrededor.
Los objetos son semejantes a los hallados en T3: Un vaso globular
de cuello corto ligeramente exvasado y asa rojiza; un cuenco hemiesferico bajo, casi como una escudilla; una copa carenada; una taza de fondo redondeado, borde reentrante, pequeña asa muy regular (Lám. XIX, 1).
Entre T3 y T4, en e.1 nivel 4, apareció un largo punzón de sección
redondeada (Lám. VIII, 16), ¡::te 78 mm. de largo, en cobre (análisis
Marechal) adosado al muro A, en el interior de .Ia "Habitacióm> y c. re
cano a un fragmento de vaso de características como el de Lám. XVI, 1.
[page-n-23]
22
ARNAL, PRADES y FLETCHER
HABITACION 11
Se comunica con la «Habitación 1», por estrecho pasillo cercano al
muro de piedra en seco. Las dimensiones de esta segunda habitación
son reducidas (1 '60 x 1'60 m.) y no sería difícil que en algunos puntos
pasase por debajo deJ muro B que, de haber sido originariamente ambas
habitaciones una sola, habría sido levantado a.1 fin deJ nivel 4 , lo que
parece confirmar el hecho de que los dos enlosados (Lám. IV, 5) se distinguen c, aramente en estratigrafía, con tres suelos secundarios interl
medios, acondicionados sobre lechos de arcilla amarilla y un .Iecho de
arcilla roja . En diversos niveles y paralelamente al muro NO.-SE., existen suficientes trazas de adobe para que pueda afirmarse que esta habitación ha sido removida en múltiples ocasiones. Contra eJ muro C se
encuentran otros dos depósitos, T5 y T6, cuyo estudio efectuamos dentro del de esta habitación.
Ei estrato, en genera.!, s, conserva bastante bien, apareciendo inmee
diatamente debajo de la tierra cu. tivada y algunos materiales están "i"
l
sitw) (Lám. 111, 5 y Lám. IV, 1), aunque está parcialmente destruido
por el enti. rro <::le un mulo, según ya hemos dicho. Cerca deJ muro B
e
aparece un gran vaso (Lám. X), de fondo ligeramente umbilicado, provisto de dos asas situadas ligeramente por debajo de su parte central,
decorado con cordones aplicados formando grandes ángu.los paralelos delimitados arriba y abajo por cordones que circundan e.1 vaso, quedando
el tercio superior de.1 mismo sin decorar. La base se halló (
un soporte de arcilla mal cocida, de forma ciJíndrica, que se adapta exac·
tamente a.1 fondo del vaso (Lám. IV, 1, parte central); a su Jado se hallaron un segundo vaso (Lám. 111, 5, a.1 lado deJ capazo), una muela oval
entera (Lám. IV, 1) y un silex (Lám. VII, 2) .
Los límites de la habitación a .Ia altura deJ nive.1 4 están claros, pero
ofrece pocos materiales, salvo a lo Jargo de los muros; entre e.1 enterramiento de] mulo y e.1 depósito T6 apareció parte de un gran vaso de
forma indeterminada, con Justre de ref.lejos rosados; contra eJ muro B,
un vaso carenado, con asa más gruesa que de ordinario; cuatro silex
rojos (fig . 7, núm. 13, Lám. VII, 10 y 12), que parecen deJ mismo núcleo que otra pieza de T5, iban con un punzón ligeramente curvo. Un
vaso ovoide de cuello estrangulado y una cazuela con asa y botón (Lám.
XVI, 2 y XV, 5) .
El. nivel 5 es muy pobre, pero indiscutible. Puede citarse un trozo
de concha con perforación natural, que pudo ser utilizada como cuer,!a
do collar, y algunos siJex (fig. 7, núm . 16, 17 y 18).
Dentro de esta habitación encuadramos los depósitos T5 y T6 cuyo
estudio realizamos a continuación.
[page-n-24]
ERETA DEL CASTELLAR
23
Depósito T5
Está cerrado por el enlosado del nivel 3. Ofreció un fragmento de
«peso», un silex dentado (Lam. VII, 18), un guijarro plano, que pudo
servir de bruñidor, restos de cereales dentro de un vaso de fondo plano.
decorado con cordón aplicado con impresiones digitales paralelo al borde
al que está unido por cuatro pequeños cordones del mismo tipo, sens ible ·
mente verticales (Um. XVII, 3) ; en .Ios puntos de unión d el borde dal
vaso y del cordón inferior, pres. nta unos abultamientos que lo relacioe
nan con el vaso de la Lám. XVI, 1. Un fragmento de vaso carenado; un
vaso esférico de borde ligeramente ondulado y, como otros muchos vasos de este yacimiento, provisto de tetones de prehensión; un vaso esférico de cuello muy corto, provisto de asas verticales (Lám. XVIII, 1).
Detrás de.1 depósito está el muro parcialmente demol ido, s'iendo difícil seguir la estratigrafía, pero el nive.1 5 es indiscutible, a pesar de
su gran pobreza, habiendo proporcionado una lasca de si lex blanco ·
rosado, otra gruesa de siJex rosa, un punzón roto y un fragmento de
«quesera » (Lám . VIII, 8 y 11).
Depósito T6
Situado en eJ ángulo formado por .Ios muros e y e.1 de arcilla más oriental (!ruro F) . Está perfectamente aislado del . mpedrado de.1 nive.14 por una
e
capa de arcilla silicea y flanqueado a la derecha por una losa vertical y a
la izquierda por múltip.les guijarros gruesos.
El depósito en sí está formado por un gran vaso vueJto hacia abajo descansando sobre una losa horizontaJ. EJ contenido está d ispuesto en d iversos
nive.les que proporcionar:'l una curiosa micro- estratigrafía, ocasionada, sin
duda, por reutilización después de un incendio. Dentro del vaso (fig. 6)
la capa intermedia, b, está formada por cenizas; aunque no hayamos re-
cogido nada en las capas a y b, el hecho en si mismo es interesante porquE
confirma el reacondicionamiento y reutil ización de la Habitación 11.
E.I vaso lleva cuatro asas verticales cerca del borde, dos más altas
que las otras dos, y además otras dos en la panza (Lám . XVII, 1) . Faltan .Ios cereaJes y los «pesos», pero han sido halladas algunas bellotas
calcinadas, un punzón (?), un cuerno de 12 cm ., un hacha pulimentada
(Lám. V, 6) y una laminilla de si.lex de 28 mm . (fig. 7, núm. 11) . En las
inmediaciones del vaso, en el nivel 4, aparecieron 6 elementos dentados
de hoz . (LárT' VI, 12 a 17) . Por encima del vaso, un fragmento de laminilla de 48 mm. (Lám . VII, 17) y un molar de rumiante, un cuernecillo en
maJ estado, atribuible a.1 nive.1 3 (Lám . VIII, 7) y otro de.! nivel 4 (Lám .
VIII , 10) y fragmentos de vasos carenados y hemiesféricos, con botón
de prehensión, de.1 tipo de Lám . XV, 1.
[page-n-25]
24
ARNAL, PRADES y FLETCHER
Depósito T7
Fuera de,l ámbito de la " Habitación 11 », se halla bajo un amontan. ·
miento de piedras, procedentes del muro C. Está cerrado por losas de
gres V rodeado totalmente por bloques calcáreos. Descansa sobre un fino
empedrado que lo separa del nive.1 5 y está separado del enlosado su·
perior por una t ierra oscura arcillosa . Contiene un gra n vaso caído de
lado, con la abertura al este (fig . 6) . Se hall ó trigo, fragmentos de " pe·
SOS }),
un silex amarillo por transparencia , de 35 mm .¡ que Incluimos en
eJ nivel 3 (fig . 7, núm. 5), tres laminillas d entadas, de las cuales, una
de sección triangular, de 68 mm. lleva el lustre de l uso, un fragmento
de borde de vaso, con el corte horizontal de l labio decorado con punteado vertica,l y, finalmente, dentro de,l vaso, otro de forma globular
ovoide (Lám . VII , 3 y 4 y Lám . VI , 4) .
HABITACIOM 111
En esta zona las cosas quedan más confusas, pero encontramos, sin
embargo, trazas muy abundantes de muros, uno de los cua,les, el D,
de piedra en seco, está orientado E.-SE. De) muro F, que debió ser pero
pendicular al muro e, sólo queda un fragmento, cerca de un trozo de
poste quemado.
La estratigrafía está destruida en numerosísimos puntos, pero a pesar
de este aspecto negativo, debido en parte a que no resta más de 0'75 m.
de espesor tota,l, hemos llegado a establecer un corte estratigráfico que
permite comprender mejor e,l yacimiento.
Este sector nos fuerza a pensar, no obstante los destrozos efectua ..
dos, que existieron (y puede que todavía existan , n algún punto deJ yae
cimiento) dos niveles más recientes que eJ 3 . Efectivamente, .la parte
derecha de,l corte estratigráfico no puede dejar lugar a dudas; hay dos
hogares por encima del enlosado del nivel 3 .
En A- 1 (fig. 4) el nivel 3 dio, además de un silex anaranjado, de
28 mm., un vaso esférico de bordes ligeramente ondulados, provisto de
un asa bien destacada (Lám . VI, 8 y Lám XI X, 2) .
En A-2, dos grandes vasos de técnica semejante. Uno (Lám XI) lleva
la parte media decorada con cordones ap,lícados ligeramente inclinados.
E.I otro (Lám. IX) lleva cordones verticales más finos, más numerosos
y de m. nor altura, delimitándose .Ia zona decorada, por su parte supee
rior, con cuatro botones equidistantes. Uno y otro vaso llevan dos asas
verticales sobre la panza. Junto a ellos, un vaso de bordes incHnados
(Lám. XV, 3) . Contra e. muro D, un fragmento de vaso carenado, un
1
fragmento de cuello, con asa vertical, un guijarro redondo y un vaso
[page-n-26]
ERETA DEL CASTELLAR
25
ovoide con mamelones (Lám . XVI, 3) . De diversos puntos varios pecten; .
Todo ello atribuible al nive.1 3 . Del nivel 4, algunas piedras, que pudieron servir de molederas (Lám . V, 1 a 5) .
SONDEOS
Hemos real izado dos pequeños sondeos entre el Cuadro 1 y . l muro
e
centra.1 de superficie que separa P2 de P3 (fig . 3). observando que el
enlosado recubría directamente una capa oscura fina en contacto con
la roca .
El primer sondeo dio un borde decorado con puntos, algún hueso que mado, entre los que destaca un medio punzón, y un fragmento de hacha
pulida en roca verde .
En e.1 segundo sondeo, sobre el en.losado, apareció un disco de tierra
cacha, con agujero oblicuo (Lám. VIII, 3). un botón de latón (Lám . VIII,
17 y 18). y bajo el enlosado, ya en el nivel 5, un fragmento carenado
y un silex negro atípico .
•
[page-n-27]
v
RESUMEN
La Ereta de.1 Castellar queda claramente encuadrada en e.1 conjunto
de poblados de la denominada «Edad del Bronce Valenciano», ofreciendo
fuertes paralelismos con Pic deJs Corbs (2), Castillarejo de .Ios Moros (3),
La Ata layuela (4), Montanyeta Cabrera (5), TossaJ Red6 (6), Mas de Menente (7), San Antonio (8), etc. etc.
De manera general, las cerámicas de La Ereta del Castellar, con sus
fondos redondeados señalan una tradici6n eneolítica, mientras que los
(2) M. VEGA RISET : "Treinta y cinco siglos os contemplan desde el Pie deis Corbs".
Arse VIII, 7. Sagunto, 1964, pág. 10.
(3) D. FLETCHER y J. ALCACER : "El Castillarejo de los Moros (Andi1la, Valencia)". Archivo de Prehistoria Levantina VII. Valencia, 1958. ~K. 93.
(4) J. ALCACER: "Dos estaciones argáricas de la región levantina". Archivo de
Prehistoria Levantina 11. Valencia, 1945, pág. 15l.
(5) D . FLETCHER y E. PLA : fiEl poblado de la Edad del Bronce de la Montanyeta
de Cabrera (Vedat de Torrente, Valencia)", Serie de Trabajos Vacios del Servicio de Investigación Prehistórica, núm. 18. Valencia, 1956.
(6) M. T ARRADELL : "El Tossal Redó. y el Tossal del Caldero, dos .poblados de la
Edad del Bronce en término de Bellús", Archivo de Prehistoria Levantina VII. Valencia,
1958, pág. 111.
(7) L. PERlCOT y F. PONSELL: "El poblado de Mas de Menente (Alcoy)". Archivo de Prehistoria Levantina l. Valencia, 1928, pág, 101.
(8) Padre FURGUS: "Edat prehistórica en Oriola (necrópolis de San Antonio)", Serie
de Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, núm, 5, Valencia, 1937,
[page-n-28]
ERETA DEL CASTELLAR
27
vasos de fondo plano se orientan netamente hacia e, Argar; sus carena s
l
finas, la "huevera» (Lám. XIII, 2), etc. así .10 hacen pensar. Las asas muy
destacadas (Lám . XIII, 1; XV, 2; XIX, I y 2) nos están recordando la
cultura de La Polada, pero sin serlo en realidad.
Entre las formas bicónicas, una muy típica (Lám. XVII, 3), decorada
con botones unidos por cordones, con impresiones digitaJes, recuerda la
«Rhone culture» de Sandars (9), constantemente asociada a los productos
poladienses en el mediodía de Francia, y de los que el comienzo puede
fijarse aJrededor deJ 1800 a . C. según Jos resultados obtenidos mediante
el C14. Otra urna bicónica, ornada de cordones con impresiones digitales (Lám . XVI, 1), aunque de aspecto muy original, pertenece al mismo
grupo.
Las urnas de la Lám. XVII, I y 2, a pesar de su fondo redondeado,
forman parte morfológicamente de.1 Bronce antiguo y medio español; .Ia
primera, con sus asas verticales sobre el cuello y las horizontales sobre
la panza, es típica; los vasos de la Vinya de Giralt (Villafranca deJ Pa nadésl y de cueva 1 del F.lare (La Llacuna) (10) tienen característica;
comunes muy próximas, aunque la segunda esté ornada de incisiones y
sea de fondo plano.
Las bellas ánforas, de las que reproducimos tres (Lám. IX, X Y XII,
tienen puntos de contacto con los vasos similares de la gruta de Montou
(Corbére .Ies Cabanes, Pyr. Or.) desgraciadamente todavía inéditas; los
ejemplares franceses tienen un reborde menos abierto y más variedad en
las asas. Más identidad ofrecen . as grandes tinajas, también inéditas, del
I
poblado de Pic deJs Corbs (Sagunto) , yacimiento, cuya datación, mediante ej C14, dio .la fecha de 1581 ± 100 a. C. (11).
En las capas profundas (4 y 5) nada hay que decir d. .Ios pequeños
e
cuencos comunes a todas las civi.lizaciones. El vaso dobJ.e (Lám. XIV, 4)
recuerda el calcolítico ita.liano (<
les de cobre con remaches (12), pero el tipo no es extraño en la p. níne
sula Ibérica.
La «quesera», de gran asa (Lám. XVIII, 2) recuerda mucho, por su
forma, una taza calcolítica de .la Perte du Cros (Sailhac, Lot.) (13), pero
ta.1 vez pueda ello deberse a una mera convergencia debido a una época
(9) N. K. SANDARS; "The Bronze Age Culture in France". Cambridge, 1958 ,
(10) Vistos en el Museo de Villafranca del Panadés por uno de nosotros (Arnal).
(11) E. PLA BALLESTER: "Algunos datos para la cronología absoluta de la prehistoria valenciana". Crónica del IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid. 1965).
Zaragoza. 1966, pág. 81.
V. nota 2.
(12) De próxima publicación en Gallia-Prehistoire.
(13) "Piocola Guida della Preistoria italiana". Firenze~ 1962.
[page-n-29]
28
ARNAL, PRADES y FLETCHER
común. Las «queseras» son frecuentes en los poblados de.1 bronce valen ciano citados anteriormente.
Las grandes cazuelas (Lám. XV, 2 a 5) recuerdan tipos de.!. Meditecentral (14) . La a.l ternancia de asa y botón (Lám . XV, 5) halla su
rép.lica en La Atalayue.la (15) .
Especial interés ofrece e. fragmento de vasija con cazoleta interna,
1
pues se trata de un tipo raro. Encontramos esta modal idad en e.!. Assud
de AJmazora y Castell d 'Alman~or, en la provincia d. Castellón (16);
e
otra en Castillarejo de los Moros, en la provincia de Valencia (17); otra
en la necrópolis de San Antonio, en la de Alicante (18) y, finalmente ,
otra procedente d~ la provincia de Jaén (19); es decir, que só.lo conocemos hasta la fecha seis ejemplares, que se encuadran cronológicamente
en la Edad de.1 Bronce y geográficamente a .10 .Iargo de .Ia zona ori. ntal
e
de la Península Ibérica, Jo que hace suponer, mientras no pueda allegarse una solución más convincente, que se trata d~ una modalidad que
pudo llegar por vía marítima; es digno de s. ñalar la simi.l itud de estas
e
cazoletas con los «kourilnitza» (túmulos) de la «catacombnoi koultoun"
cuya area geográfica va del Dnieper al Ural y del Cáucaso al Valga medio,
e
y cronológicamente, desde el eneoJítico a .Ia Edad del Hi. rro. Se ha surrán~o
puesto que estas cazoletas pudieran servir para contener ingre~ientes aro máticos, pero nos parece más probable, a. menos para .Ios recipientes es1
pañoles, .la hipótesis sustentada por Esteve Galv~z, según la cua.!. sirvieron
de protección al «dedo pulgar aislándolo de.1 contenido de .la vasija cuan ·
do se apoyaba contra el borde al cogerla por el asa» (20) (Lám . XX) .
Los llamados «pesos» o «panes», estudiados detenidamente por uno
d~ nosotros (21), se encuentran en otros muchos poblados coetáneos;
sobre estas piezas hizo el P. Furgus .Ias siguientes interesantes observaciones: «Como perten~cen a .Ia industria de este tiempo, citamos aquí
algunos panes de ti~rra cocha que aparecíeron en diversas tumbas. Son
(14) L. BERNABO BREA: "Civiltá preistoriche delle isole eolie". Archivo de Prehistoria Levantina III. Valencia 1952, ¡roig. 69.
(15) V. nota 4.
(16) F. ESTEVE GALVEZ : "Fl abrigo rupesue del Assud de Almazora y su yacimiento arqueológico", Archivo de Prehistoria Levantina XII. Valencia, 1968.
(17) J. ALCACER : "Una interesante pieza cerámica del bronce valenciano". Libro
Homenaje al Conde de la Vega del Sella. Oviedo. 1956" pág. 23l.
V. nota 3.
(18) V. nota 8.
(19) M. C. G. : "Cuenco de la Edad del Bronce". Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales XVI-XVIII. Madrid, 1960, pág. 29.
(20) V. nota 16.
(21) H. PRADES: "Des gallettes au CJJ.alcolithique?". Bulletin de la Société Prehistorique Francaise, LV. París, 1958, pág. 157.
[page-n-30]
ERETA DEL CASTELLAR
29
de forma circular o rectangular, con los extremos redondeados. Llevan
dos o tres y, generalmente, cuatro agujeros. En las excavaciones de lo.
señores Siret se recogieron muchos y parece ser que los arqueólogos
convienen en que son pesos de te,lan> (22) .
Los ~ientes de hoz son de frecuente hallazgo en los yacimientos
de est,e período, I() mísmo que las puntas de flecha de sil ex, punzones
de hueso, molederas, etc. etc. En La Ereta del Castellar aparecen los
dientes de hoz en todos sus niveles, pudiendo considerarse como un verdadero fós ;'1 director del Bronce antiguo y medio (23) .
Cerea les (cebada, «tri"ticum aestivum» , etc.) se señaJan . n Montae
nyeta de Cabrera, Pic deIs Corbs, Els Trencalls (24). etc. etc.
El análisis de ,los objetos de metal de La Ereta d,e,l Castellar muestra que son de cobre, como sucede con otros yacimientos de esta époC.1
en España (25) . En Francia , .la cueva de la Marsa (Beauregard, Lot) ha
dado objetos de cobre en un estrato del bronce antiguo, por arriba del
eneolítico y por debajo del bronce medio (26) . EJ botón de .latón, hallado
en , ,l segundo sondeo, es cJaramente moderno.
e
En e.1 Tossal Redó (Bellús, Valencia). estudiado por Tarradell (27)
la cerámica presenta muchas analogías con nuestro yacimiento, aunque
faltan .Ias bellas tinajas; pero tiene «pesos» con dos agujeros y, sobre
todo, eJementos de hoz dentados muy particulares, de forma generalmente rectangular.
En el Castillarejo de los Moros encontramos también un conjunto ho mogéneo; cerámica semejante, Con cuenco de cazoleta interna, «pesos) ,
puñales con dos remaches, en cobre, y algún fragmento de cerámica
incisa.
En Mas de Menente, eJ ajuar puede relaciona rse con eJ de otras eStaciones sim ilares; cerámica de fondo redondeado, mas raramente de fondo plano, c()n o sin asas; falta .Ia cerámica con impresiones digita.les; los
«pesos» tienen cuatro agujeros y son de forma muy alargada y en cuanto a las piezas de metal , son de cobre. Destaca la presencia de una hoz
de madera, a rmada con múlt'iples hojitas de silex dentadas.
(22) V. nota 8.
(23) E. PLA B~ESTER : "La covacha de Ribera (Cullera, Valencia)". Archivo de
Prehistoria Levantina VIL Valencia, 1958, pág. 28.
(24) Hallazgo pendiente de estudio.
(25) B. M . BLANCE : "Estudio espectrográfico de algunos objetos metálicos del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia". Archivo de Prehistoria Levantina VIII.
Valencia, 1959, pág. 163.
(26) A . GALAN : L a grotte de la Marsa (Beauregard , Lot)". Gallia-Prehistoire IV.
París, 1961, pág. 91.
(27) V. nota 6.
[page-n-31]
30
ARNAL, PRADES y FLETCHER
En e, Puntal de Cambra se encuentran recipient, s ceramlCOS care l
e
nados y dos tinajas, una adornada con cordones verticales y cuatro pe -
queñas asas cerca de.1 cuello, que es liso. No hay metal, circunstancia
que bien pudiera deberse a causas fortuitas; entre los objetos de silex,
se sefiaJan dos groseros eJementos de hoz .
Podríamos ir fijando paraJelismos con otros muchos yacimientos va lencianos de este período, pero como resumen de todo lo anteriormente
expuesto podemos sintetizar .las características básicas de todos ellos
como sigue :
l.-La cerámica generalmente s in decorar con vasos carenados. de
pasta muy fina ; urnas bicónicas, bellas tinajas fusiformes, de cuello liso
y panza decorada con cordon!!s; vasos de cuatro asas y botones, dispues ·
tos de manera original; fondos redondeados y planos, en proporción di sI
tinta, según el yacimiento.
2 .-La existencia de «pesos» perforados.
3 .-Las hojitas de silex dentadas, elementos de hoz , de forma muy
homogénea .
4.-Los útiles y armas de metaJ son de cobre, con formas utilizadas
en .Ia Edad de.1 Bronce antiguo.
5.-La cronología reJativa, se sitúa entre el ~neo1ftico, con vaso cam panifurme, y eJ fin deJ bronce medio (argárico en el S. E. de Españal.
La . stratigrafía de La Ereta del Castellar es muy sugestiva y viene
e
a confirmar dichos límites; los niveles 5 y 4 se presentan como !!neolítico evolucionado, terminando en eJ nivel superior en un bronce medi~;
es decir estratigrafía sem. jante a .Ia de otros yacimientos va.lencianos,
e
como, por ejemplo, el Castillarejo de los Moros.
En cuanto a la datación obtenida por e.1 C14 para Pic d. ls Corbs,
e
1581 ± 100 a . c., puede muy bien aplicarse a.1 nivel de .Ias grandes
tinaja; de nuestro yacimi, nto, cuyos comienzos podrían situarse alredee
dor del 1800 a. c., coincidiendo p.l enamente con la cronología atribuid.,
por medios estrictamente arqueológicos, a los pob.lados de Montanyet~
de Cabrera y Castillarejo de los Moros (28) .
Los materiales, que h~mos revisado sucintamente, forman un con -
junto extremadamente homogéneo. Se trata de una verdadera civilizoClon en el sentido que puede darse a un grupo cultura.1 prehistórico.
Son necesarias muchas más excavaciones d. habitats con estratlgra ·
e
(28) Para Montanyeta de Cabrera, v. nota 5. en cuya pág. 56 se da como "fecha aproximada la de hacia 1600 a. C.". Para Castillarejo de los Moros, v. nota 3. pág. 110. donde
se sitúa el comienzo del poblado en el uánsito del eneolítico al Bronce y terminaría, aproximadamente. de 1700 a 1600 8 . e ..
[page-n-32]
ERETA DEL CASTELLAR
31
fia , descubrir las necrópolis, fijar .las fronteras de tiempo y espacio y,
cuando esto se haya .logrado y se tenga una amplia y clara visi ón de este
complejo cultural, será el momento de darle un nombre, . ligiendo un
e
yacimiento epónimo. Muchos prehistoriadores se lamentan de la gran
cantidad de denominaciones, pero una ape.1aciÓn se justifica o no, inde-
pendientemente del número de ellas.
De todos modos, si no se toma .la decisión, ésta se tomará por si
misma y será de un t'ipo descriptivo, es decir, mala; tenemos nume rosos
ejempJos de ~lIo: «neolítico primario», «pastores de mesetas», etc., que
a veces termina por reducciones, «TRB culture» I por ejemplo, lo que
todavia es más confuso. La e.lección de un sitio epónimo presenta rnúl-
tip.les dificultades que exigen mucha circunspecci ón, pero ello no es óbi ce para dejar de hacer . 0 que es necesario.
1
Un estu9io . xhaustivo o una tesis, serán ocasión para bautiza r esta
e
ci vilización que durante siglos ha ocupado .las tierras valencianas. Hasta
que llegue ese momento, nosotros, de acuerdo con la escue.la valenciana
de prehistoria, seguimos denominando provisionalmente este complejo cultural con e.1 nombre de «Bronce VaJenciano», con eJ propósito de distinguirlo del «Bronc. argárico» con el que presenta tantas diferencias (29 ).
e
(29) La escuela valenciana de prehistoria viene clasificando de antiguo con el nombre
de "Bronce Valenciano" una serie de poblados de dicha época que, por sus características,
no pueden ser adscritos al denominado "Bronce Argárico". Véase a este respecto
D. FLET CHER: "Avances y ·problemas de la prehistoria valenciana en los últimos
veinticinco años". Valencia, 1953, pág. 22.
D. FLETCHER y E. PLA : "El Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de
la D iputación Provincial de Valencia". Zaragoza, 19 53~ pág. 18.
[page-n-33]
APENDICE I
ANALlSIS DE UNA MUESTRA DE CEREALES EFECTUADO POR M. HELBAEK,
(COPENHAGUEN)
.. Habiendo examinado los fragmentos y granos hallados por usted en ViJlafranco,
tengo el placer de informarle del resultado de mis descubrimientos . Debo manifestarle
que los granos están extremadamente mal conservados y han estado sometidos a .presión cuando se carbonizaron y la mayor parte de ellos están deformados . Por ello no
ha sido posible referirse mós que comparati vamente o pocos especies y los dimensiones
dados son solamente aproximadas.
La mayor parte de los gronos son de trigo (trigo ordinario) con una menor pro~
porción de Emmer (espelta almidonero). La exacto proporción nO puede ¡Ser establecido
por las rOzones más arriba expuestas. Algunos de los granos parecen centeno, lo cual ,
desde luego, es imposible, si su datación es correcta. También puede haber dos granos
de cebada, pero de ello nO puedo estor seguro.
De los bellotas no puedo decir nodo especial. Estos semillas son imposible de identificar cuando estón fuero de la cóscora. El grano encontrado en la "galleta" es Emmer
(espelta almidonera) .
Algunos de los granos mejor conservados dan las siguientes dimensiones :
Largo
Trigo ord inario . .. . ..
Espelt;J almidonero .. .
Ancho
4 ,15-5,50
4,15-5,65
3, 10-3,65
2,40-3,10
2,75-3, 10 mm .
2,20-2,55 mm.
Esto es, siento decírselo, todo cuanto yo puedo decir sobre el particular y no mucho
más ... "
1 noviembre 1958
[page-n-34]
APENDICE "
ANALISIS DE UNA MUESTRA DE GRANOS EFECTUADA POR M. KIRIANOV
(MOSCU)
"Lo muestra enviada para ser estudiada se compone de 2.000 granos y un gran
nÚmfi>fO de granas destruidos que constituyen alrededor del 35 / 40 % de los materialli's.
Estos grano5 son una mezcla de dos especies de trigo: trigo duro (tritic.um dUnlm
Desf) o/ trigo turgido o "inglés" (triticum turgidum L) con un ligero predominio de
los tipos duros. Actualmente la especie túrgido se cultiva en los países de lo zona
.mediterráneo (Africa del Norte, Asia Menor, Europa Meridional) y hay una fuerte ex pansión hacia los países mediterráneo-atlánticos (España y Portugal) .
Entre los granos de trigo se han descubierto dos granos de centeno (leca le cereale
L) que no se cultivaba en eso época independientemente siendo evidentemente casual
en los sembrados de trigo .
Los granos de centeno en débil cantidad se encuentran casi siempre en los masas
de granos encontrados en los excavaciones de yacimientos antiguos del litoral septentrional del Mor del Norte desde los últimos siglos antes de nuestro ero o los primeros
de lo ero. En- este coso, lo presencio de granos de centeno se considera como ::osual
·en los sembrados de trigo y cebado. Entre los granos de trigo se han descubierto gra nos de plantas adventicias : un grano de galio (cuajaleche) (nepex porura-Gal ium tri_
carne With) 'Y un grano de centinodia trepadora (polygonum conyolyuluJ L trepadora)"
Moscú 1 octubre 1959
5
[page-n-35]
[page-n-36]
IN DICE GENERAL
Pág .
l.-EL DESCUBRIMIENTO
II.-EL LUGAR ... ... . ..
5
7
III.-LA EXCAVAClON
9
IV.-LOS MATERIALES
14
V.-RESUMEN ... ... . ..
26
APENDICE I .............. .
32
APENDICE II .... .. .. ... ...... .
33
[page-n-37]
[page-n-38]
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l.-El promontorio donde ~e asienta el yacimiento. visto desd e e l Sur.
2.- Barranco de la Fos. Panor á mi ca desde el yacimiento.
(Foto Prades )
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1: Acc eso y murallas lado oeste. - 2: Murallas interiores del ciene y la cabaña actea!. En.tre las dos. a la derecha, la Parcela 2.
donde se efectuaron excavaciones. - 3: Vista interior (lel yacimi.ento, a la d erecha P2; a la izquierd a P3. - 4: Camino de Villa fran c a a la Ereta ; el de la iZQuierda ll eva a las f uentes del valle: a la d erec ha P4 .
(Fo tos Prad es)
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1 Muro d e arc illa en Hab. 1. nive l 4.
Muro B. nivel 4.
3 Muro B · en Hab. 1, nivel 4.
4 Muro e y '.f3. nivel 4.
5 Grandes vasos del niv el 3. cerca de la superficie. en Hab. 11.
(Fotos Prades )
2
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[page-n-41]
i\RNi\L - PRADES - FLE'l'CHER. -
1
2
3
4
5
Ereta
Li\M . IV
Hab. n. Soporte del vaso de la Lám. X .
Cuadro 4, 'fl, nivel 4.
Sosté n de vaso, roto .
Grupo de hojitas de silex, del c uadro 3. nivel 4.
y 6: En losados, niveles 3 y 4. cerrando un depósito.
(Fotos Prad es)
[page-n-42]
ARNAL - PRAIlES - FLETCHER. -
Ereta
1 a 5: Muelas de la Hab. 111 , A2, ni vel" (l / 5).
6: Hac ha pulime ntada de T6. nivel 4. ( t . n.)
LAM . V
[page-n-43]
ARNAL - PRADES - FLE'l'CHER. -
LAM . VI
Ereta
1: Cu adro 1. nivel 5.
2, 5, 6, 7. 9, 10 y 11: Hallazgos de s up erfic ie.
3: Cuadro 5. límite ent.re ni veles 2 y 3.
4: T7 , nivel 4.
8: Rab. 111. Al. ni vel 3.
12 a 17 : 'l'G. nivel 4.
(1. n . )
[page-n-44]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Erota
LAM . VII
3
1. 5. 6. 7. 3. 11 , 13. 14 y 15: Superficie.
2 : Hab. 11. nivel 1.
3 y 4.: T7. nive.l 4.
!) : Cuadro 1. nivel 5.
4
la y 12: Bab. 11: nivel 4. ,
16 Cuadro 5, nivel 4.
17 T 6, nivel 4.
18 T 5. nivel 4.
el.
n .)
[page-n-45]
ARNAL - PRADES - FLE'l 'CH ER . -
Ere ! .
1 y 6: Cu a dro 1, ni vel 5.
2, 4, 5, 12 y 13: De zonas revue ltas.
3, 17 y 18: Seg undo sond eo. nivel 3.
7: T6, nivel 3.
B y 11 : TS, ni vel 5.
9: Ha b. J, nivel 2.
LAM . VIII
10: '1'6. nivel 4.
14: Cuadro 5, ni vel 3.
15, 20 y 2 1 ( Qu e forma p arte del 15):
Ha b. 1, nivel 4.
16 : Entre T 3 y T4. nive l 4.
19: Cu adro 3, nivel 4.
(2/ 3)
[page-n-46]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
LAM. IX
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Hab. 111. A2. Vaso del nive l] (a lt. 78 cm .. diam . boca 44 cm .)
7
[page-n-47]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Erela
Hab . 11. Vaso del nivel 1 (alt. i4 cm ., diám , boca 48 cm .)
LAM . X
[page-n-48]
ARNAL - PRADES - FLETCHt:R. -
Ereta
LAM. XI
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Hab. 111, A2. Vaso del nivel 1 (alt. 80 cm .. diam. boca 44 CIn. )
[page-n-49]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
«Pesos» de barro.
1: Cuadro 3, nivel 4.
2 y 4: Hab. l . nivel 4.
3: Cuadro 4, nivel 4.
LAM. XII
(\ / 2)
[page-n-50]
ARNAL - PRADES - FLE'1'CHER. -
Ereta
Vasos y apoyo.
I '1'2. (10 x 13' 7)
2 '1'3. 03 x 10 )
3 Cuadro 4, nivel 4. <1 2 x 7)
4 Cuadro 4. ni"el 3. (11'2 x 15'5 )
LAM. xm
[page-n-51]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
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LAM . XIV
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ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
LAM. XV
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1 T 2.
2 Cuadro 4) nivel 4.
3 Hab . III .
4 : T3.
5: Hab . 11.
( 1/ 4)
[page-n-53]
ARNAL - PRADES - F LETCHER. -
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LAM . X VI
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[page-n-54]
ARNAI. - PRAD ES - FLETCHER. -
Ere!.
LAM . XVII
1 T6, nivel 4.
2 Cuadro 3, ni ve l 4.
3 '1'5. nivel 4.
(1 / 4)
8
[page-n-55]
AJtNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
LAM. XV'"
1: T5, nivel 4.
2: Cuadro 1, nivel 4.
(1 / 2)
[page-n-56]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ere!a
LAM . XIX
1: T4 , nivel 4.
2: Hab. III. Al .
( 1/ 2)
[page-n-57]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
1
Ere!.
LAM.XX
2: Fragmentos de cuencos con cazoleta interior, de La Ereta , T 2 (4/ 5) y Castillarejo de los Moros (2/ 3).
3: Cuenco con cazoleta interior (kourilnitza) procedente de El Cáucaso.
y
[page-n-58]
[page-n-59]
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
DIPUTACION PROVI N CIA L DE VALE N CI A
S E R I E DE TRABA JOS
VAR I O S
Nú m. 35
LA ERETA
DEL
CASTELLAR
(Villafranca del Cid, Castell6n)
por
J. ARNAL. H. PRADES
y D. FLETCHER
VA L ENC I A
1 968
[page-n-2]
[page-n-3]
[page-n-4]
SERV ICIO DE INVES TI GAC ION PREHI ST OR ICA
DI PUT AC IO N PRO VI NC IAL DE VA LE NCI A
S ERIE
DE TRABAJOS
V AR I O S
Núm. 35
LA ERETA
DEL
CASTELLAR
(Villafranca del Cid, Castell6n)
por
J.
ARNAL. H. PRADES y D. FLETCHER
VALENC I A
1 968
[page-n-5]
ISSN 1989-0540
ISSN 1989-0540
DlPUTAOON PROVINCIAL DE VALENCIA -
INSTITUCION ALFONSO EL MAGNANIMO
SERV ICIO DE INVESTIGACION P R EH 1ST O R I CA
INSTIT U T O ESPAI'ilOl DE ARQUE O LOGIA RODRIGO CARO
DEl C. S. 1. C .
S ECCION DE: V Al EN e
SERIE
DE TRABAJOS
N~m .
JA
VARIOS
35
Depólito Legal v, 4328 - 1968. _ FEDSA, V.leDCi.
[page-n-6]
EL DESCUBRIMIENTO
Durante el verano de 1956, estando de vacaciones uno de nosotros
(Prades) en Villafranca del Cid, provincia de Castellón de la Plana (figura 1), tuvo noticia, por mediación de la señorita Narcisa Colomer, de la
existencia de abundantes restos cerámicos de aspecto prehistórico en un
campo denominado ERETA DEL CASTELLAR, noticia que fue amplia
parecían «más negros y de peor calidad» cuando se les sacaba de capas
más profundas (1).
En la visita al lugar, comprobamos la realidad de la existencia de
numerosos restos cerámicos, comprendiendo la necesidad de una pron'a
exploración, la cual fue amablemente autorizada por el dueño del terreno .
Efectuando un sondeo con resultados altamente satisfactorios, IUJ>ron informados inmediatamente los Delegados de Excavaciones de Castellón y Valencia, acordándose con e) Director del S. 1. P. (Fletche,) la
realización de una campaña de excavaciones para e) verano siguiente,
la que tuvo .Iugar, previa la oportuna autorización de la Superioridad,
de) día 17 de agosto al 6 de septiembre de 1957, ingresándos. los 'nae
teria.les obtenidos en el Museo de Prehistoria de Valencia, efectuándose
el estudio de los mismos por los firmantes de este trabajo.
Múltiples circunstancias ajenas por completo a la voluntad de los
(1) H. PRADES: uPrise de date sur La Ereta. Villafranca del Cid". Bullerin de la
Société Prehistorique Frant¡:aise LII. París" 1955, pág. 577.
E. PLA: "Actividades del Servicio de Investigación Prehistórica (1956-1960)". Archivo
de Prehistoria Levantina IX. Valencia, 1961. pág. 217.
[page-n-7]
6
ARNAL. PRADES y FLETCHER
autores, entre ellas .Ia riada del año 1957 y el mucho tiempo necesar io
para la .Iimpi eza, reconstrucción y estudio de los materiales, han retrasado hasta ahora la presen tación de los resultados .
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FIl'. l .-Mapa de la región valenciana. con indicaetón del elllPlazamiento de
Vlllafranca del Cid
[page-n-8]
II
EL LUGAR
El yacimiento está situado aproximadamente a un Km . del pueblo,
en el paraje denominado Tancades, polígono 46, parcela 15 (fig . 2) .
Es un abrupto promontorio sobre un riachuelo muy profundo (Lám .
1, 1 Y 2; Lám . 11, 1) . Se llega al yacimiento por un istmo relativamente
estrecho, cerrado por un enorme montón de piedras. Por la parte orien-
tal, una rápida pendiente permite llegar a una gruta con dos entradas,
cuyo acceso está cerrado por los derrumbamientos . Debajo del istmo
existió o1-ra gruta cuya puerta ha desaparecido.
Aj pie del acantilado, totalmente inaccesible, que flanquea el. pro··
montario por el este , algunos agujeros de pequenas dimensiones sem~
jan haber tenido, en el pasado, restos.
Se encont raron en otro tiempo «muñecos de piedra » (¿) I con los que
los niños se di vi rt ie ron du ran te mucho tiempo, habiéndose perdido en
la actuaHdad.
Hacia el sur el acan tilado es de difícil acceso, siendo más practica·
ble por el oeste, aunque la pendiente es muy fuerte. El promontorio
presenta, por e.1 norte, su punto más débil cosa que vieron sus habitan
tes pre históricos, puesto que amontonaron bloques ciclópeos para refo'·
zar este lado, reservándose un paso, fre nte al camino de Villafranca.
[page-n-9]
8
ARN AL. PRADES y FLETCHE R
N
FIl'. 2.-Emplazamlento de la Ereta del Castellar
[page-n-10]
111
LA EXCAVACION
Diversos muros dividen el yacimiento en cuatro parcelas, llevándose
a cabo la excavación en la parcela 2 (P 2), con cinco cuadros alineados
y numerados del 1 aJ 5 y, posteriormente , en su prolongación , un son-
deo en el denominado Cuadro 0 , más cercano al muro central (Hg . 3
y 4 ; Lám . 11, 2, 3 y 4) .
El descub ri miento de muros en este sector nos hizo ampliar la zona
de trabajo, siguiendo aquellos, que eran de arcilla y piedra, excavando
las que denominamos, Habitaciones 1, 11 y 111.
La disposición de los pliegues de.l terreno, orientados aproximada ·
mente a.1 norte, hace que en el sentido este-oeste la profundidad del
suelo varíe rápidamente . En P 1 no existe, prácticamente , nada de tierra . A si mismo, contra el muro norte¡ el espesor de la capa arable deja
pocas esperanzas de hallar los objetos «in situ ». Por e. contrario, en
1
P 4 , la contención efectuada por los muros occidental es, permite COn -
fiar en una protección suficiente de los niveles, reafirmando esta pro·
babilidad la constante elevación de estos muros para evitar pérdida de
tierra .
Aunque .la capa arabl e, actualmente cultivada , sea de débil espesor
(20 cm. por término medio), contiene varios nive les arqueo.lógicos (Lám.
111 , 5), aflorando los fragmentos aun antes del comienzo de las exca"a-
2
[page-n-11]
10
ARNAL, PRADES y FLETCHER
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Fjg. S.-Plan t a del yacimiento d e la Ereta
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F1c. f'-Planta de la zona excavada
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[page-n-13]
ARNAL, PRADES y FLETCHER
12
ciones y, tan pronto pasada esta capa oscura (Lám. IV, 1), se encuen tran en algunos lugares los vasos rotos en el sitio del nivel primero.
Sólo subsiste de éste, algunos trozos (fig. 5); no mucho más de.1 segundo, que está muy próximo, separados por una capa de arcilla cenizosa
roja, El espesor de) nivel segundo, cuando lo hemos encontrado intacto,
cubierto por el nivel primero, no sobrepasa los 35 cm,
Excavaciones posteriores, especialmente en P 4, permitirán, sin duda,
aportar precisiones más concretas. Por el momento, contentémonos con
señalar la existencia de grandes vasos decorados con cordones aplicados,
con borde exvasado y perfi l en S, con una altura de cerca del metro
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ARCILLA AMARILLA
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CAPA DE INCENDIO
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ROCA DEL FONDO
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TIERRA CULTIVADA
TIERRA ARCILLO-CENfCIENTA-GRIS
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CAPA OSCURA SOBRE lA ROCA
CANTOS y GRAVAS
LOSAS
Fig. 5.-Corte estratigl'áfico de la excavación
y la re. ativa abundancia de muelas en piedra dura, de 35 cm , por térl
mino medio.
Estos dos primeros nive,les están separados del tercero por una capa
de 1/. cm , de arcilla amarillenta,
El nivel tercero descansa sobre un enlosado de 7 cm . de espesor me dio, en e.1 que algunas losas son visibles (Lám , IV, 6) . No difiere mc;cho
en su contenido de .los dos anteriores niveles.
El nivel cuarto parece el más interesante. Está perfectament, de e
[page-n-14]
ERETA DEL CASTELLAR
13
limitado por las losas de.l tercero. Las habitaciones con muros de arcilla
(fig . 4). así como el muro de piedra en seco (Lám. 111, 4), correspon den a este nivel. Los pisos son variados, encontrándose unas veces losas
del tipo del nivel tercero (Lám. IV, 5) y otras cantos pequeños, coma
sucede en T7. En la Habitación I se encuentran sue.los de arcilla batida
depositada y nivelada múltiples veces. Lo más interesante de este nivel
son los grandes vasos de TI y T2, de .los que más adelante se habla.
En e.1 último nivel, el quinto, que descansa sobre las anfractuosidades de la roca, existen trazas de la existencia de un estrato más antigL:o
que, a juzgar por los restos, no debió ser muy potente. La tierra es oscura y rica en cenizas, apareciendo escasos objetos.
En resumen, los niveles l ." y 2 ." han dejado pocos vestigios. El 3:
se caracteriza por e.1 en.losado y .Ios grandes vasos con cordones aplicados. EJ 4." corresponde a .Ias Habitaciones 1 1I y 111, con muros de arcilla
,
y adobes y un número relativamente elevado de depósi tos. El S." y último ha dejado muy pocas trazas.
[page-n-15]
IV
LOS MATERIALES
A) .-HALLAZGOS DE SUPERFICIE
Numerosos fragmentos, muy destrozados por el cultivo, se hallan
esparcidos por el suelo. Se encuentran también lascas y .laminillas de
silex, siendo los más destacados hallazgos : una pequeña hacha de fib ' olita (L.ám . VI , 6) y tres puntas de flecha (Lám . VI, 5, 7 y 10) .
B) .-HALLAZGOS EN LA EXCAVACION
CUADRO I
a l.-Estratigrafía
Nive)
Nivel
Niv. l
e
Nivel
Nivel
1.-Capa cultivada, de 15 cm . de espesor.
2 .-Capa dura arcillo-cenizosa, de 15 cm . d. espesor.
e
3 .-Piso de tierra batida muy dura.
4 .-Capa de piedras, de 20 cm . espesor.
5 .-Capa muy delgada de cenizas, en contacto con las rocas,
salvo en los hoyos .
bl.-Mobilíario
Entre los niveles 3 y 4 aparecen gran cantidad de granos de trigo
ca le inadas.
[page-n-16]
BRETA DEL CASTELLAR
15
De,l nive, 4, entre dos piedras, muchos fragmentos de una gran
l
«quesera» (Lám. XVIII, 2) y dos fragmentos de vasos carenados,
Del nive,l 5 son una laminilla dentada, que presenta , l lustre del
e
uso (Lám. VII, 9), dos laminillas más gruesas (fig. 7, núm. 14 y Lám.
VI, 1) y dos cuernecillos (Lám. VIII, 1 y 6) .
CUADRO 2
a) -Estratigrafía
El espesor no alcanza un metro. Por debajo de .la capa laborable
apar,e cen cenizas, arcilla y a,lgunas piedras. El nive,l 3, de tierra batida
está bien construido; también es de arcilla roja batida e. nive.1 4. Las
1
trazas de fuego, las cenizas, el carbón, son más abundantes que en el
Cuadro 1. Aparece parte de un muro de arcilla (muro A de ,la fig. 4) .
b)-Mobiliario
El nivel primero proporcionó un gran vaso con decoración de cordones apJica
l
e
en ma,l estado, como si hubi, ran sufrido la acción del fuego. Del mismo
nivel es un vaso carenado, de mediano tamaño, roto «in sitw), que debió cpntener otros vasos más pequeños, uno carenado, con alimentos,
pues s. encuentran huesos calcinados; según todas las apari~ncias, se
e
trata de un depósito análogo a los que encontramos en otros puntos de
la excavación y que en este caso debió estar apoyándose contra el
muro A.
CUADRO 3
a) .-Estratigrafía
El nive.1 3 tiende cada vez más a un piso de piedra, mezclada con
tierra y cenizas; desgraciadamente, ha sido destrozado por el arado, por
lo que únicamente el nivel 4 presenta verdadero interés.
b) .-Mobiliario
Veinticinco silex, finamente d. ntados, aparecieron agrupados en un
e
espacio reducido por lo que puede tratarse de una hoz abandonada «in
situ», cuya armadura ha desaparecido (Lám. IV, 4) . Sobre ellos había
un «peso de telar», de 4 cm. de espesor, atravesado por cuatro agujeres
[page-n-17]
16
ARNAL, PRADES y FLETCHER
verticales y cuya pasta, de mala cocción, con tie ne numerosos granos 't
bellotas. Encontramos estas piezas en todos los depós itos del nivel 4 .
(Lám XII , 1.)
Muy cerca del muro E (Iig . 4) , prolongación del A, encontróse un
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CAPA OSCURA SOBRE LA ROCA
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CANTOS y GRAVAS
6.-Cortes estratigráficos de los depósitos TI, T2, T6 y T7
[page-n-18]
ERETA DEL CASTELLAR
17
pequeño punzón de cobre (analisis de Marecha.l), de seCClon cuadrada
(Lám. VIII , núm. 19). El hecho de que se conserve un enlucido en .las
paredes de.1 muro A, hace suponer que el hueco entre estos dos muros
no es accidental ni posterior, sino que debió existir un paso o puerta,
suposición que confi rmaría la presencia de una gran losa delante de la
abertura, aunque también pudiera tratarse de un resto del enlosado del
nive.l inferior (Lám. IV, 5). De cerámica son fragmentos de un gran vaso
con adornos aplicados, con impresiones digitales; parte de un vaso de
tamaño mediano, de fondo redondeado y asas horizontales cerca del bor de (Lám . XVI I, 2) y otros más pequeños, varios de los cuales, ca renados.
CUADRD 4
a l.-Estratigrafía
Nivel 1.-Cu.ltivado, de 15 a 20 cm . de espesor .
Nivel 3 .-Capa de cenizas y arcilla de diversos colores, de unos 20
cm. de espesor . Aparece un enlosado, de 5 a 7 cm . de
espesor.
Nivel 4.-Una capa de unos 35 cm. de espesor, de arcilla amarillocenicienta roja. Es el nivel más rico en hallazgos (Lán-,.
111, 2; Lám . IV, 2 y 3). A este nivel han de atribuirse
los muros de arcilla A y B, (Lám. 111, 1, 2 y 3) . Un hogar
rico en carbón y cenizas, apareció sobre un piso bien
aplanado y, finalmente, una capa de arcilla amarilla para
el acondicionamiento del nivel.
Nivel 5 .-Débi,l capa de cenizas, en contacto con la roca .
b) - Mobiliario
Del nive.1 3 es un vaso carenado, con pequeño fondo plano y betón
sobre la carena (Lám. XIII, 4) .
Del nive. 4, correspondiendo a TI , es un gran vaso, roto «in sitw,
l
(Lám. IV, 2), cuyo borde presenta abultami. ntos, algunos centímetros
e
más abajo de unas protuberancias dirig idas hacia arriba unidas por un
cordón ap.licado, con impresion. s digitales. El cuello así formado ¡Judo
e
servir para transportar el vaso. Un vaso carenado (Lám . XII I, 3) ; dos
cuencos hemiesféricos (Lám . XIV, 1 y 2) ; fragmentos de un vaso COn asa,
muy ancho de boca y de base, redondeada (Lám . XV, 2). Sobre un frag mento cerámico se halló un «peso de te.lan> (Lám . XI I, 3) .
Del nivel 5 es un silex negro (fig . 7, núm . 15) .
3
[page-n-19]
18
ARNAL, PRADES y FLBTCHER
CUADRO 5
a l.-Estratigrafía
Na hay diferencias notables respecto al cuadro anterior, Sin , mbargrJ,
e
en algunos lugares, e,l , nlosado de base de,l nivel 3 está recubierto de
e
guijarros formando un piso grosero,
El cuadro está atravesado diagonalmente por eJ mura 8, que ya afloraba en el ánguJo del cuadro anterior; mide unos 30 cm , de anch'J,
2'90 m , de .largo y 45 cm , de a,lto, No es un simple bloque de arci!!.,
pues contiene en la masa cierto número de piedras medianas dispuestas
sin orden aparente, estando recubierto de una costra de arcilla endur~
cida en sus partes laterales, como en gran parte de la superficie supe rior.
b)-Mobiliario
De superficie es un núc,leo piramidal de silex, de 8 cm , de ancho
en la base y 6'5 de aJto (fig, 7, núm, 2),
En el limite entre los nivel, s 2 y 3, una lasca ,l aminar retocada (Lám,
e
VI , 3) ,
Del nivel 3 es un vaso muy deteriorado, a causa de su deficiente
cocción, con fondo redondeado, pero sin poder determinarse su perfil.
Se halló también un fragmento informe de cobre oxidado (Lám, VIII , 14 ) ,
En el niveJ 4 se encontró un silex lamelar dentado, cuya coloración
pasa de bJanco a amarillento y después a rojo, Lleva una muesca en eJ
lado opuesto del borde dentado (Lám , VII, 16),
HABITACION I
aL-Estratigrafía
Después de hechos los oportunos sondeos en los Cuadros anteriormente descritos, se procedió a excavar las áreas delimitadas por ,los rnuros de arcilla A y 8, que en aquellos se 10ca,Iizaron, El más orienta,l (8)
está orientado a 15,' NNW, mientras que eJ occidentaJ (A) lo , stá a
e
20,' NNW, por lo que la distancia que Jos separa varía de 0'70 m, al
sur a 0'95 m, al norte, En IlJ muro A, se encuentra, como hemos indicado
al habJar del Cuadro 3, una puerta o paso,
Aunque no pueden atribuirse estos muros más que al niveJ 4, no
parece que daten, en su aspecto definitivo de la ocupación de .la «Habitacióm>, porque por algunos puntos el piso deJ nivel 4 pasa por debai",
[page-n-20]
ERETA DEL CASTELLAR
19
El sue,lo ha sido hecho con abundantes capas de arcilla cuidadosamente
niveladas, lo que le da una apariencia hojosa , a causa de las diferencias
en el coJorido, Hacia el norte la estratigrafía está perturbada por el r!l ciente enterramiento de un mulo, habiendo destruido el muro B hasta el
nivel 3 inclusive, Al extremo norte de este muro, un nuevo pasillo debió
permitir e! acceso a la «Habitación 11», situada más al este ,
La «Habitación h> termina, hacia e.l norte, sobre un muro de piedra
en seco (muro C) que corta Jos muros A y B casi en ángulo recto; es
de muy buena factura (Lám , 111, 4), siendo d ifícil su datación, aunque
por algunos de sus caracteres y la presencia de depósitos, Jo situamos en
el nivel 4, p!lro por las disposiciones deJ conjunto, parece más reciente,
Da la sensación de que hubo un muro muy antiguo que fue reparado
posteriormente , En algunos puntos eJ enlosado del nive,l 3 está bien con servado,
b) ,-Mobiliario
De superficie es una pequ!lña lasca (fig. 7, núm. 6) y por !lncima del
nive, 3 apareció una punta de punzón de hueso (Lám. VIII, 9) .
l
Ya del nive, 3 son tres «pesos de telan>, con cuatro perforaciones. En
l
su interior se encontraron diferent~s granos calcinados, entre ellos trigo
y bellotas.
De,l nivel 4, fijada en el muro A, una punta de flecha de cobre (análisis Marechal), de punta redondeada y una aleta queda bien destacada
(Lám . VIII, 15 y 21) . Un «peso» (Lám. XII, 2) y junto a él un vaso entero, todo contra la pared interior de dicho muro A (Lám . XIV, 3) . En e,
mismo sector un «peso» puesto verticalmente (Lám XII, 4), apoyándose
en otro de tipo diferente, más largo (Lám . 111,3) . Por debajo se encontró un minúsculo fragmento informe de cobre (Lám. VIII, 20) y al .Iado
un fragmento de vaso con cordón aplicado, con impresiones digitales.
Aproximadamente en el eje de la «Habitacióm>, dos fragmentos de mue la naviforme, rota «in situ», Contra .la rotura apoya un vaso geminad.J,
intacto (Lám . XIV, 4) . En el extremo norte deJ muro B, en un lugar que
parece haber sido un pasillo, una pequeña moledora de mano parece ser
el comp,l emento natura,l de la ant!ls citada muela rota .
En el niveJ 5 se halló una laminilla de silex muy gruesa (fig . 7, nú mero 19) .
El fondo de la «Habitacióm> está señaJado por dos piedras puesTOs
de canto, groseramente triangulares, con la punta más grande, la de la
derecha, sobrepasando ligeramente el nivel superior de los muros de arcilla. Estas dos piedras forman parte de dos depósitos diferentes, designados con ,las siglas T2 y T3 (fig . 4), Jos que describimos a continuación .
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20
ARNAL, PRADES y FLETCHER
Depósito T2 (fig . 6)
Detras de las piedras antes citadas hay otras dos puestas de canto
y apoyándose sobre el muro e que fue modificado, por no decir des'
truido. para ello. El conjunto está perfectamente cerrado por e.1 enlosado
Fig 7.-Piezas de dhersos niveles:
Nivel 1 y superficie
1, 2, 3, 4 y 6
Nivel 3 = 5, 7 y 9.
Nivel 4 = 8, 11, 12 y 13.
Nivel 5 = lO, 14, 15, 16, 17, 18 y 19.
=
(t. D.)
de.1 nive.l 3. Está constituido por un gran vaso conteniendo otros medianos y pequeños. Todos .105 fondos son redondeados; un vaso, a.l meno>,
era del tipo de. d. la Lám. XVI, 1 Ó XVII, 3.
1 e
Un vaso mediano, globular, de cuello corto provisto de un sistel . a
o
[page-n-22]
ERETA DEL CASTELLAR
21
funicu.lar de asas verticales, conteniendo una cierta cantidad de c. rea.l es
e
y algarrobas carbonizados.
Un fragmento de "peso» y algunos huesos calcinados.
Un vaso hemiesférico mediano (Lám. XV, 1) y otro pequeño (Lám.
XIV, 5) y un vaso carenado (Lám . XIII, 1).
Un fragmento sumamente interesante lleva aJ nivel deJ asa, desap. ··
recida, adosada por su cara interna, una cazoleta (Lám . XX, 1) .
Depósito T3
También está protegido por múltiples piedras, muchas de I cuales
.as
se apoyaban sobre e.1 muro de piedra en seco. Aparte de la cerámica,
contenía una defensa de jabali, trigo, huesos quemados, una concha, ce nizas, un percutor, silex finos (entre ellos medio disco). un fragmento
de «peso», una hojita dentada, d. silex rojo y blanco, y algunas laminie
llas de silex grisáceo. De cerámica son un gran vaso del tipo como Lám .
XVII, 3, conteníendo otro del típo Lám. XVII, 2, que a su vez contenía abundante trigo, (véanse Apéndices 1 y 11) . Un vaso bajo de ampJia
boca (Lám . XV, 4) . Un vaso de.1 tipo Lám . XV, 1. Un vaso carenado. Un
soporte en forma de bobina (Lám. XIII, 2) .
Depósito T4
Aunque se halla fuera de la "Habitación 1», entre los muros A y C
y el Cuadro 1, lo describímos aquí, por . star en relación con la citada
e
«Habitación ».
El nivei 3, que aquí no está en.losado, pero está bien hecho, dio '11últiples conchas marinas.
El nivel. 4 es relativamente más de.lgado que en .Ia "Habitación» .
Está protegido e.1 depósito por seis piedras groseramente dispuestas en
circulo, dando la impresión de que el vaso principaJ se colocó sobre el
nivel 4, .I igeramente excavado para as. gurarle eJ equilibrio, reforzándolo,
e
además, con gruesas pi.e dras a.lrededor.
Los objetos son semejantes a los hallados en T3: Un vaso globular
de cuello corto ligeramente exvasado y asa rojiza; un cuenco hemiesferico bajo, casi como una escudilla; una copa carenada; una taza de fondo redondeado, borde reentrante, pequeña asa muy regular (Lám. XIX, 1).
Entre T3 y T4, en e.1 nivel 4, apareció un largo punzón de sección
redondeada (Lám. VIII, 16), ¡::te 78 mm. de largo, en cobre (análisis
Marechal) adosado al muro A, en el interior de .Ia "Habitacióm> y c. re
cano a un fragmento de vaso de características como el de Lám. XVI, 1.
[page-n-23]
22
ARNAL, PRADES y FLETCHER
HABITACION 11
Se comunica con la «Habitación 1», por estrecho pasillo cercano al
muro de piedra en seco. Las dimensiones de esta segunda habitación
son reducidas (1 '60 x 1'60 m.) y no sería difícil que en algunos puntos
pasase por debajo deJ muro B que, de haber sido originariamente ambas
habitaciones una sola, habría sido levantado a.1 fin deJ nivel 4 , lo que
parece confirmar el hecho de que los dos enlosados (Lám. IV, 5) se distinguen c, aramente en estratigrafía, con tres suelos secundarios interl
medios, acondicionados sobre lechos de arcilla amarilla y un .Iecho de
arcilla roja . En diversos niveles y paralelamente al muro NO.-SE., existen suficientes trazas de adobe para que pueda afirmarse que esta habitación ha sido removida en múltiples ocasiones. Contra eJ muro C se
encuentran otros dos depósitos, T5 y T6, cuyo estudio efectuamos dentro del de esta habitación.
Ei estrato, en genera.!, s, conserva bastante bien, apareciendo inmee
diatamente debajo de la tierra cu. tivada y algunos materiales están "i"
l
sitw) (Lám. 111, 5 y Lám. IV, 1), aunque está parcialmente destruido
por el enti. rro <::le un mulo, según ya hemos dicho. Cerca deJ muro B
e
aparece un gran vaso (Lám. X), de fondo ligeramente umbilicado, provisto de dos asas situadas ligeramente por debajo de su parte central,
decorado con cordones aplicados formando grandes ángu.los paralelos delimitados arriba y abajo por cordones que circundan e.1 vaso, quedando
el tercio superior de.1 mismo sin decorar. La base se halló (
tamente a.1 fondo del vaso (Lám. IV, 1, parte central); a su Jado se hallaron un segundo vaso (Lám. 111, 5, a.1 lado deJ capazo), una muela oval
entera (Lám. IV, 1) y un silex (Lám. VII, 2) .
Los límites de la habitación a .Ia altura deJ nive.1 4 están claros, pero
ofrece pocos materiales, salvo a lo Jargo de los muros; entre e.1 enterramiento de] mulo y e.1 depósito T6 apareció parte de un gran vaso de
forma indeterminada, con Justre de ref.lejos rosados; contra eJ muro B,
un vaso carenado, con asa más gruesa que de ordinario; cuatro silex
rojos (fig . 7, núm. 13, Lám. VII, 10 y 12), que parecen deJ mismo núcleo que otra pieza de T5, iban con un punzón ligeramente curvo. Un
vaso ovoide de cuello estrangulado y una cazuela con asa y botón (Lám.
XVI, 2 y XV, 5) .
El. nivel 5 es muy pobre, pero indiscutible. Puede citarse un trozo
de concha con perforación natural, que pudo ser utilizada como cuer,!a
do collar, y algunos siJex (fig. 7, núm . 16, 17 y 18).
Dentro de esta habitación encuadramos los depósitos T5 y T6 cuyo
estudio realizamos a continuación.
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ERETA DEL CASTELLAR
23
Depósito T5
Está cerrado por el enlosado del nivel 3. Ofreció un fragmento de
«peso», un silex dentado (Lam. VII, 18), un guijarro plano, que pudo
servir de bruñidor, restos de cereales dentro de un vaso de fondo plano.
decorado con cordón aplicado con impresiones digitales paralelo al borde
al que está unido por cuatro pequeños cordones del mismo tipo, sens ible ·
mente verticales (Um. XVII, 3) ; en .Ios puntos de unión d el borde dal
vaso y del cordón inferior, pres. nta unos abultamientos que lo relacioe
nan con el vaso de la Lám. XVI, 1. Un fragmento de vaso carenado; un
vaso esférico de borde ligeramente ondulado y, como otros muchos vasos de este yacimiento, provisto de tetones de prehensión; un vaso esférico de cuello muy corto, provisto de asas verticales (Lám. XVIII, 1).
Detrás de.1 depósito está el muro parcialmente demol ido, s'iendo difícil seguir la estratigrafía, pero el nive.1 5 es indiscutible, a pesar de
su gran pobreza, habiendo proporcionado una lasca de si lex blanco ·
rosado, otra gruesa de siJex rosa, un punzón roto y un fragmento de
«quesera » (Lám . VIII, 8 y 11).
Depósito T6
Situado en eJ ángulo formado por .Ios muros e y e.1 de arcilla más oriental (!ruro F) . Está perfectamente aislado del . mpedrado de.1 nive.14 por una
e
capa de arcilla silicea y flanqueado a la derecha por una losa vertical y a
la izquierda por múltip.les guijarros gruesos.
El depósito en sí está formado por un gran vaso vueJto hacia abajo descansando sobre una losa horizontaJ. EJ contenido está d ispuesto en d iversos
nive.les que proporcionar:'l una curiosa micro- estratigrafía, ocasionada, sin
duda, por reutilización después de un incendio. Dentro del vaso (fig. 6)
la capa intermedia, b, está formada por cenizas; aunque no hayamos re-
cogido nada en las capas a y b, el hecho en si mismo es interesante porquE
confirma el reacondicionamiento y reutil ización de la Habitación 11.
E.I vaso lleva cuatro asas verticales cerca del borde, dos más altas
que las otras dos, y además otras dos en la panza (Lám . XVII, 1) . Faltan .Ios cereaJes y los «pesos», pero han sido halladas algunas bellotas
calcinadas, un punzón (?), un cuerno de 12 cm ., un hacha pulimentada
(Lám. V, 6) y una laminilla de si.lex de 28 mm . (fig. 7, núm. 11) . En las
inmediaciones del vaso, en el nivel 4, aparecieron 6 elementos dentados
de hoz . (LárT' VI, 12 a 17) . Por encima del vaso, un fragmento de laminilla de 48 mm. (Lám . VII, 17) y un molar de rumiante, un cuernecillo en
maJ estado, atribuible a.1 nive.1 3 (Lám . VIII, 7) y otro de.! nivel 4 (Lám .
VIII , 10) y fragmentos de vasos carenados y hemiesféricos, con botón
de prehensión, de.1 tipo de Lám . XV, 1.
[page-n-25]
24
ARNAL, PRADES y FLETCHER
Depósito T7
Fuera de,l ámbito de la " Habitación 11 », se halla bajo un amontan. ·
miento de piedras, procedentes del muro C. Está cerrado por losas de
gres V rodeado totalmente por bloques calcáreos. Descansa sobre un fino
empedrado que lo separa del nive.1 5 y está separado del enlosado su·
perior por una t ierra oscura arcillosa . Contiene un gra n vaso caído de
lado, con la abertura al este (fig . 6) . Se hall ó trigo, fragmentos de " pe·
SOS }),
un silex amarillo por transparencia , de 35 mm .¡ que Incluimos en
eJ nivel 3 (fig . 7, núm. 5), tres laminillas d entadas, de las cuales, una
de sección triangular, de 68 mm. lleva el lustre de l uso, un fragmento
de borde de vaso, con el corte horizontal de l labio decorado con punteado vertica,l y, finalmente, dentro de,l vaso, otro de forma globular
ovoide (Lám . VII , 3 y 4 y Lám . VI , 4) .
HABITACIOM 111
En esta zona las cosas quedan más confusas, pero encontramos, sin
embargo, trazas muy abundantes de muros, uno de los cua,les, el D,
de piedra en seco, está orientado E.-SE. De) muro F, que debió ser pero
pendicular al muro e, sólo queda un fragmento, cerca de un trozo de
poste quemado.
La estratigrafía está destruida en numerosísimos puntos, pero a pesar
de este aspecto negativo, debido en parte a que no resta más de 0'75 m.
de espesor tota,l, hemos llegado a establecer un corte estratigráfico que
permite comprender mejor e,l yacimiento.
Este sector nos fuerza a pensar, no obstante los destrozos efectua ..
dos, que existieron (y puede que todavía existan , n algún punto deJ yae
cimiento) dos niveles más recientes que eJ 3 . Efectivamente, .la parte
derecha de,l corte estratigráfico no puede dejar lugar a dudas; hay dos
hogares por encima del enlosado del nivel 3 .
En A- 1 (fig. 4) el nivel 3 dio, además de un silex anaranjado, de
28 mm., un vaso esférico de bordes ligeramente ondulados, provisto de
un asa bien destacada (Lám . VI, 8 y Lám XI X, 2) .
En A-2, dos grandes vasos de técnica semejante. Uno (Lám XI) lleva
la parte media decorada con cordones ap,lícados ligeramente inclinados.
E.I otro (Lám. IX) lleva cordones verticales más finos, más numerosos
y de m. nor altura, delimitándose .Ia zona decorada, por su parte supee
rior, con cuatro botones equidistantes. Uno y otro vaso llevan dos asas
verticales sobre la panza. Junto a ellos, un vaso de bordes incHnados
(Lám. XV, 3) . Contra e. muro D, un fragmento de vaso carenado, un
1
fragmento de cuello, con asa vertical, un guijarro redondo y un vaso
[page-n-26]
ERETA DEL CASTELLAR
25
ovoide con mamelones (Lám . XVI, 3) . De diversos puntos varios pecten; .
Todo ello atribuible al nive.1 3 . Del nivel 4, algunas piedras, que pudieron servir de molederas (Lám . V, 1 a 5) .
SONDEOS
Hemos real izado dos pequeños sondeos entre el Cuadro 1 y . l muro
e
centra.1 de superficie que separa P2 de P3 (fig . 3). observando que el
enlosado recubría directamente una capa oscura fina en contacto con
la roca .
El primer sondeo dio un borde decorado con puntos, algún hueso que mado, entre los que destaca un medio punzón, y un fragmento de hacha
pulida en roca verde .
En e.1 segundo sondeo, sobre el en.losado, apareció un disco de tierra
cacha, con agujero oblicuo (Lám. VIII, 3). un botón de latón (Lám . VIII,
17 y 18). y bajo el enlosado, ya en el nivel 5, un fragmento carenado
y un silex negro atípico .
•
[page-n-27]
v
RESUMEN
La Ereta de.1 Castellar queda claramente encuadrada en e.1 conjunto
de poblados de la denominada «Edad del Bronce Valenciano», ofreciendo
fuertes paralelismos con Pic deJs Corbs (2), Castillarejo de .Ios Moros (3),
La Ata layuela (4), Montanyeta Cabrera (5), TossaJ Red6 (6), Mas de Menente (7), San Antonio (8), etc. etc.
De manera general, las cerámicas de La Ereta del Castellar, con sus
fondos redondeados señalan una tradici6n eneolítica, mientras que los
(2) M. VEGA RISET : "Treinta y cinco siglos os contemplan desde el Pie deis Corbs".
Arse VIII, 7. Sagunto, 1964, pág. 10.
(3) D. FLETCHER y J. ALCACER : "El Castillarejo de los Moros (Andi1la, Valencia)". Archivo de Prehistoria Levantina VII. Valencia, 1958. ~K. 93.
(4) J. ALCACER: "Dos estaciones argáricas de la región levantina". Archivo de
Prehistoria Levantina 11. Valencia, 1945, pág. 15l.
(5) D . FLETCHER y E. PLA : fiEl poblado de la Edad del Bronce de la Montanyeta
de Cabrera (Vedat de Torrente, Valencia)", Serie de Trabajos Vacios del Servicio de Investigación Prehistórica, núm. 18. Valencia, 1956.
(6) M. T ARRADELL : "El Tossal Redó. y el Tossal del Caldero, dos .poblados de la
Edad del Bronce en término de Bellús", Archivo de Prehistoria Levantina VII. Valencia,
1958, pág. 111.
(7) L. PERlCOT y F. PONSELL: "El poblado de Mas de Menente (Alcoy)". Archivo de Prehistoria Levantina l. Valencia, 1928, pág, 101.
(8) Padre FURGUS: "Edat prehistórica en Oriola (necrópolis de San Antonio)", Serie
de Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, núm, 5, Valencia, 1937,
[page-n-28]
ERETA DEL CASTELLAR
27
vasos de fondo plano se orientan netamente hacia e, Argar; sus carena s
l
finas, la "huevera» (Lám. XIII, 2), etc. así .10 hacen pensar. Las asas muy
destacadas (Lám . XIII, 1; XV, 2; XIX, I y 2) nos están recordando la
cultura de La Polada, pero sin serlo en realidad.
Entre las formas bicónicas, una muy típica (Lám. XVII, 3), decorada
con botones unidos por cordones, con impresiones digitaJes, recuerda la
«Rhone culture» de Sandars (9), constantemente asociada a los productos
poladienses en el mediodía de Francia, y de los que el comienzo puede
fijarse aJrededor deJ 1800 a . C. según Jos resultados obtenidos mediante
el C14. Otra urna bicónica, ornada de cordones con impresiones digitales (Lám . XVI, 1), aunque de aspecto muy original, pertenece al mismo
grupo.
Las urnas de la Lám. XVII, I y 2, a pesar de su fondo redondeado,
forman parte morfológicamente de.1 Bronce antiguo y medio español; .Ia
primera, con sus asas verticales sobre el cuello y las horizontales sobre
la panza, es típica; los vasos de la Vinya de Giralt (Villafranca deJ Pa nadésl y de cueva 1 del F.lare (La Llacuna) (10) tienen característica;
comunes muy próximas, aunque la segunda esté ornada de incisiones y
sea de fondo plano.
Las bellas ánforas, de las que reproducimos tres (Lám. IX, X Y XII,
tienen puntos de contacto con los vasos similares de la gruta de Montou
(Corbére .Ies Cabanes, Pyr. Or.) desgraciadamente todavía inéditas; los
ejemplares franceses tienen un reborde menos abierto y más variedad en
las asas. Más identidad ofrecen . as grandes tinajas, también inéditas, del
I
poblado de Pic deJs Corbs (Sagunto) , yacimiento, cuya datación, mediante ej C14, dio .la fecha de 1581 ± 100 a. C. (11).
En las capas profundas (4 y 5) nada hay que decir d. .Ios pequeños
e
cuencos comunes a todas las civi.lizaciones. El vaso dobJ.e (Lám. XIV, 4)
recuerda el calcolítico ita.liano (<
sula Ibérica.
La «quesera», de gran asa (Lám. XVIII, 2) recuerda mucho, por su
forma, una taza calcolítica de .la Perte du Cros (Sailhac, Lot.) (13), pero
ta.1 vez pueda ello deberse a una mera convergencia debido a una época
(9) N. K. SANDARS; "The Bronze Age Culture in France". Cambridge, 1958 ,
(10) Vistos en el Museo de Villafranca del Panadés por uno de nosotros (Arnal).
(11) E. PLA BALLESTER: "Algunos datos para la cronología absoluta de la prehistoria valenciana". Crónica del IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid. 1965).
Zaragoza. 1966, pág. 81.
V. nota 2.
(12) De próxima publicación en Gallia-Prehistoire.
(13) "Piocola Guida della Preistoria italiana". Firenze~ 1962.
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28
ARNAL, PRADES y FLETCHER
común. Las «queseras» son frecuentes en los poblados de.1 bronce valen ciano citados anteriormente.
Las grandes cazuelas (Lám. XV, 2 a 5) recuerdan tipos de.!. Meditecentral (14) . La a.l ternancia de asa y botón (Lám . XV, 5) halla su
rép.lica en La Atalayue.la (15) .
Especial interés ofrece e. fragmento de vasija con cazoleta interna,
1
pues se trata de un tipo raro. Encontramos esta modal idad en e.!. Assud
de AJmazora y Castell d 'Alman~or, en la provincia d. Castellón (16);
e
otra en Castillarejo de los Moros, en la provincia de Valencia (17); otra
en la necrópolis de San Antonio, en la de Alicante (18) y, finalmente ,
otra procedente d~ la provincia de Jaén (19); es decir, que só.lo conocemos hasta la fecha seis ejemplares, que se encuadran cronológicamente
en la Edad de.1 Bronce y geográficamente a .10 .Iargo de .Ia zona ori. ntal
e
de la Península Ibérica, Jo que hace suponer, mientras no pueda allegarse una solución más convincente, que se trata d~ una modalidad que
pudo llegar por vía marítima; es digno de s. ñalar la simi.l itud de estas
e
cazoletas con los «kourilnitza» (túmulos) de la «catacombnoi koultoun"
cuya area geográfica va del Dnieper al Ural y del Cáucaso al Valga medio,
e
y cronológicamente, desde el eneoJítico a .Ia Edad del Hi. rro. Se ha surrán~o
puesto que estas cazoletas pudieran servir para contener ingre~ientes aro máticos, pero nos parece más probable, a. menos para .Ios recipientes es1
pañoles, .la hipótesis sustentada por Esteve Galv~z, según la cua.!. sirvieron
de protección al «dedo pulgar aislándolo de.1 contenido de .la vasija cuan ·
do se apoyaba contra el borde al cogerla por el asa» (20) (Lám . XX) .
Los llamados «pesos» o «panes», estudiados detenidamente por uno
d~ nosotros (21), se encuentran en otros muchos poblados coetáneos;
sobre estas piezas hizo el P. Furgus .Ias siguientes interesantes observaciones: «Como perten~cen a .Ia industria de este tiempo, citamos aquí
algunos panes de ti~rra cocha que aparecíeron en diversas tumbas. Son
(14) L. BERNABO BREA: "Civiltá preistoriche delle isole eolie". Archivo de Prehistoria Levantina III. Valencia 1952, ¡roig. 69.
(15) V. nota 4.
(16) F. ESTEVE GALVEZ : "Fl abrigo rupesue del Assud de Almazora y su yacimiento arqueológico", Archivo de Prehistoria Levantina XII. Valencia, 1968.
(17) J. ALCACER : "Una interesante pieza cerámica del bronce valenciano". Libro
Homenaje al Conde de la Vega del Sella. Oviedo. 1956" pág. 23l.
V. nota 3.
(18) V. nota 8.
(19) M. C. G. : "Cuenco de la Edad del Bronce". Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales XVI-XVIII. Madrid, 1960, pág. 29.
(20) V. nota 16.
(21) H. PRADES: "Des gallettes au CJJ.alcolithique?". Bulletin de la Société Prehistorique Francaise, LV. París, 1958, pág. 157.
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ERETA DEL CASTELLAR
29
de forma circular o rectangular, con los extremos redondeados. Llevan
dos o tres y, generalmente, cuatro agujeros. En las excavaciones de lo.
señores Siret se recogieron muchos y parece ser que los arqueólogos
convienen en que son pesos de te,lan> (22) .
Los ~ientes de hoz son de frecuente hallazgo en los yacimientos
de est,e período, I() mísmo que las puntas de flecha de sil ex, punzones
de hueso, molederas, etc. etc. En La Ereta del Castellar aparecen los
dientes de hoz en todos sus niveles, pudiendo considerarse como un verdadero fós ;'1 director del Bronce antiguo y medio (23) .
Cerea les (cebada, «tri"ticum aestivum» , etc.) se señaJan . n Montae
nyeta de Cabrera, Pic deIs Corbs, Els Trencalls (24). etc. etc.
El análisis de ,los objetos de metal de La Ereta d,e,l Castellar muestra que son de cobre, como sucede con otros yacimientos de esta époC.1
en España (25) . En Francia , .la cueva de la Marsa (Beauregard, Lot) ha
dado objetos de cobre en un estrato del bronce antiguo, por arriba del
eneolítico y por debajo del bronce medio (26) . EJ botón de .latón, hallado
en , ,l segundo sondeo, es cJaramente moderno.
e
En e.1 Tossal Redó (Bellús, Valencia). estudiado por Tarradell (27)
la cerámica presenta muchas analogías con nuestro yacimiento, aunque
faltan .Ias bellas tinajas; pero tiene «pesos» con dos agujeros y, sobre
todo, eJementos de hoz dentados muy particulares, de forma generalmente rectangular.
En el Castillarejo de los Moros encontramos también un conjunto ho mogéneo; cerámica semejante, Con cuenco de cazoleta interna, «pesos) ,
puñales con dos remaches, en cobre, y algún fragmento de cerámica
incisa.
En Mas de Menente, eJ ajuar puede relaciona rse con eJ de otras eStaciones sim ilares; cerámica de fondo redondeado, mas raramente de fondo plano, c()n o sin asas; falta .Ia cerámica con impresiones digita.les; los
«pesos» tienen cuatro agujeros y son de forma muy alargada y en cuanto a las piezas de metal , son de cobre. Destaca la presencia de una hoz
de madera, a rmada con múlt'iples hojitas de silex dentadas.
(22) V. nota 8.
(23) E. PLA B~ESTER : "La covacha de Ribera (Cullera, Valencia)". Archivo de
Prehistoria Levantina VIL Valencia, 1958, pág. 28.
(24) Hallazgo pendiente de estudio.
(25) B. M . BLANCE : "Estudio espectrográfico de algunos objetos metálicos del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia". Archivo de Prehistoria Levantina VIII.
Valencia, 1959, pág. 163.
(26) A . GALAN : L a grotte de la Marsa (Beauregard , Lot)". Gallia-Prehistoire IV.
París, 1961, pág. 91.
(27) V. nota 6.
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30
ARNAL, PRADES y FLETCHER
En e, Puntal de Cambra se encuentran recipient, s ceramlCOS care l
e
nados y dos tinajas, una adornada con cordones verticales y cuatro pe -
queñas asas cerca de.1 cuello, que es liso. No hay metal, circunstancia
que bien pudiera deberse a causas fortuitas; entre los objetos de silex,
se sefiaJan dos groseros eJementos de hoz .
Podríamos ir fijando paraJelismos con otros muchos yacimientos va lencianos de este período, pero como resumen de todo lo anteriormente
expuesto podemos sintetizar .las características básicas de todos ellos
como sigue :
l.-La cerámica generalmente s in decorar con vasos carenados. de
pasta muy fina ; urnas bicónicas, bellas tinajas fusiformes, de cuello liso
y panza decorada con cordon!!s; vasos de cuatro asas y botones, dispues ·
tos de manera original; fondos redondeados y planos, en proporción di sI
tinta, según el yacimiento.
2 .-La existencia de «pesos» perforados.
3 .-Las hojitas de silex dentadas, elementos de hoz , de forma muy
homogénea .
4.-Los útiles y armas de metaJ son de cobre, con formas utilizadas
en .Ia Edad de.1 Bronce antiguo.
5.-La cronología reJativa, se sitúa entre el ~neo1ftico, con vaso cam panifurme, y eJ fin deJ bronce medio (argárico en el S. E. de Españal.
La . stratigrafía de La Ereta del Castellar es muy sugestiva y viene
e
a confirmar dichos límites; los niveles 5 y 4 se presentan como !!neolítico evolucionado, terminando en eJ nivel superior en un bronce medi~;
es decir estratigrafía sem. jante a .Ia de otros yacimientos va.lencianos,
e
como, por ejemplo, el Castillarejo de los Moros.
En cuanto a la datación obtenida por e.1 C14 para Pic d. ls Corbs,
e
1581 ± 100 a . c., puede muy bien aplicarse a.1 nivel de .Ias grandes
tinaja; de nuestro yacimi, nto, cuyos comienzos podrían situarse alredee
dor del 1800 a. c., coincidiendo p.l enamente con la cronología atribuid.,
por medios estrictamente arqueológicos, a los pob.lados de Montanyet~
de Cabrera y Castillarejo de los Moros (28) .
Los materiales, que h~mos revisado sucintamente, forman un con -
junto extremadamente homogéneo. Se trata de una verdadera civilizoClon en el sentido que puede darse a un grupo cultura.1 prehistórico.
Son necesarias muchas más excavaciones d. habitats con estratlgra ·
e
(28) Para Montanyeta de Cabrera, v. nota 5. en cuya pág. 56 se da como "fecha aproximada la de hacia 1600 a. C.". Para Castillarejo de los Moros, v. nota 3. pág. 110. donde
se sitúa el comienzo del poblado en el uánsito del eneolítico al Bronce y terminaría, aproximadamente. de 1700 a 1600 8 . e ..
[page-n-32]
ERETA DEL CASTELLAR
31
fia , descubrir las necrópolis, fijar .las fronteras de tiempo y espacio y,
cuando esto se haya .logrado y se tenga una amplia y clara visi ón de este
complejo cultural, será el momento de darle un nombre, . ligiendo un
e
yacimiento epónimo. Muchos prehistoriadores se lamentan de la gran
cantidad de denominaciones, pero una ape.1aciÓn se justifica o no, inde-
pendientemente del número de ellas.
De todos modos, si no se toma .la decisión, ésta se tomará por si
misma y será de un t'ipo descriptivo, es decir, mala; tenemos nume rosos
ejempJos de ~lIo: «neolítico primario», «pastores de mesetas», etc., que
a veces termina por reducciones, «TRB culture» I por ejemplo, lo que
todavia es más confuso. La e.lección de un sitio epónimo presenta rnúl-
tip.les dificultades que exigen mucha circunspecci ón, pero ello no es óbi ce para dejar de hacer . 0 que es necesario.
1
Un estu9io . xhaustivo o una tesis, serán ocasión para bautiza r esta
e
ci vilización que durante siglos ha ocupado .las tierras valencianas. Hasta
que llegue ese momento, nosotros, de acuerdo con la escue.la valenciana
de prehistoria, seguimos denominando provisionalmente este complejo cultural con e.1 nombre de «Bronce VaJenciano», con eJ propósito de distinguirlo del «Bronc. argárico» con el que presenta tantas diferencias (29 ).
e
(29) La escuela valenciana de prehistoria viene clasificando de antiguo con el nombre
de "Bronce Valenciano" una serie de poblados de dicha época que, por sus características,
no pueden ser adscritos al denominado "Bronce Argárico". Véase a este respecto
D. FLET CHER: "Avances y ·problemas de la prehistoria valenciana en los últimos
veinticinco años". Valencia, 1953, pág. 22.
D. FLETCHER y E. PLA : "El Museo del Servicio de Investigación Prehistórica de
la D iputación Provincial de Valencia". Zaragoza, 19 53~ pág. 18.
[page-n-33]
APENDICE I
ANALlSIS DE UNA MUESTRA DE CEREALES EFECTUADO POR M. HELBAEK,
(COPENHAGUEN)
.. Habiendo examinado los fragmentos y granos hallados por usted en ViJlafranco,
tengo el placer de informarle del resultado de mis descubrimientos . Debo manifestarle
que los granos están extremadamente mal conservados y han estado sometidos a .presión cuando se carbonizaron y la mayor parte de ellos están deformados . Por ello no
ha sido posible referirse mós que comparati vamente o pocos especies y los dimensiones
dados son solamente aproximadas.
La mayor parte de los gronos son de trigo (trigo ordinario) con una menor pro~
porción de Emmer (espelta almidonero). La exacto proporción nO puede ¡Ser establecido
por las rOzones más arriba expuestas. Algunos de los granos parecen centeno, lo cual ,
desde luego, es imposible, si su datación es correcta. También puede haber dos granos
de cebada, pero de ello nO puedo estor seguro.
De los bellotas no puedo decir nodo especial. Estos semillas son imposible de identificar cuando estón fuero de la cóscora. El grano encontrado en la "galleta" es Emmer
(espelta almidonera) .
Algunos de los granos mejor conservados dan las siguientes dimensiones :
Largo
Trigo ord inario . .. . ..
Espelt;J almidonero .. .
Ancho
4 ,15-5,50
4,15-5,65
3, 10-3,65
2,40-3,10
2,75-3, 10 mm .
2,20-2,55 mm.
Esto es, siento decírselo, todo cuanto yo puedo decir sobre el particular y no mucho
más ... "
1 noviembre 1958
[page-n-34]
APENDICE "
ANALISIS DE UNA MUESTRA DE GRANOS EFECTUADA POR M. KIRIANOV
(MOSCU)
"Lo muestra enviada para ser estudiada se compone de 2.000 granos y un gran
nÚmfi>fO de granas destruidos que constituyen alrededor del 35 / 40 % de los materialli's.
Estos grano5 son una mezcla de dos especies de trigo: trigo duro (tritic.um dUnlm
Desf) o/ trigo turgido o "inglés" (triticum turgidum L) con un ligero predominio de
los tipos duros. Actualmente la especie túrgido se cultiva en los países de lo zona
.mediterráneo (Africa del Norte, Asia Menor, Europa Meridional) y hay una fuerte ex pansión hacia los países mediterráneo-atlánticos (España y Portugal) .
Entre los granos de trigo se han descubierto dos granos de centeno (leca le cereale
L) que no se cultivaba en eso época independientemente siendo evidentemente casual
en los sembrados de trigo .
Los granos de centeno en débil cantidad se encuentran casi siempre en los masas
de granos encontrados en los excavaciones de yacimientos antiguos del litoral septentrional del Mor del Norte desde los últimos siglos antes de nuestro ero o los primeros
de lo ero. En- este coso, lo presencio de granos de centeno se considera como ::osual
·en los sembrados de trigo y cebado. Entre los granos de trigo se han descubierto gra nos de plantas adventicias : un grano de galio (cuajaleche) (nepex porura-Gal ium tri_
carne With) 'Y un grano de centinodia trepadora (polygonum conyolyuluJ L trepadora)"
Moscú 1 octubre 1959
5
[page-n-35]
[page-n-36]
IN DICE GENERAL
Pág .
l.-EL DESCUBRIMIENTO
II.-EL LUGAR ... ... . ..
5
7
III.-LA EXCAVAClON
9
IV.-LOS MATERIALES
14
V.-RESUMEN ... ... . ..
26
APENDICE I .............. .
32
APENDICE II .... .. .. ... ...... .
33
[page-n-37]
[page-n-38]
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l.-El promontorio donde ~e asienta el yacimiento. visto desd e e l Sur.
2.- Barranco de la Fos. Panor á mi ca desde el yacimiento.
(Foto Prades )
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1: Acc eso y murallas lado oeste. - 2: Murallas interiores del ciene y la cabaña actea!. En.tre las dos. a la derecha, la Parcela 2.
donde se efectuaron excavaciones. - 3: Vista interior (lel yacimi.ento, a la d erecha P2; a la izquierd a P3. - 4: Camino de Villa fran c a a la Ereta ; el de la iZQuierda ll eva a las f uentes del valle: a la d erec ha P4 .
(Fo tos Prad es)
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1 Muro d e arc illa en Hab. 1. nive l 4.
Muro B. nivel 4.
3 Muro B · en Hab. 1, nivel 4.
4 Muro e y '.f3. nivel 4.
5 Grandes vasos del niv el 3. cerca de la superficie. en Hab. 11.
(Fotos Prades )
2
....
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[page-n-41]
i\RNi\L - PRADES - FLE'l'CHER. -
1
2
3
4
5
Ereta
Li\M . IV
Hab. n. Soporte del vaso de la Lám. X .
Cuadro 4, 'fl, nivel 4.
Sosté n de vaso, roto .
Grupo de hojitas de silex, del c uadro 3. nivel 4.
y 6: En losados, niveles 3 y 4. cerrando un depósito.
(Fotos Prad es)
[page-n-42]
ARNAL - PRAIlES - FLETCHER. -
Ereta
1 a 5: Muelas de la Hab. 111 , A2, ni vel" (l / 5).
6: Hac ha pulime ntada de T6. nivel 4. ( t . n.)
LAM . V
[page-n-43]
ARNAL - PRADES - FLE'l'CHER. -
LAM . VI
Ereta
1: Cu adro 1. nivel 5.
2, 5, 6, 7. 9, 10 y 11: Hallazgos de s up erfic ie.
3: Cuadro 5. límite ent.re ni veles 2 y 3.
4: T7 , nivel 4.
8: Rab. 111. Al. ni vel 3.
12 a 17 : 'l'G. nivel 4.
(1. n . )
[page-n-44]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Erota
LAM . VII
3
1. 5. 6. 7. 3. 11 , 13. 14 y 15: Superficie.
2 : Hab. 11. nivel 1.
3 y 4.: T7. nive.l 4.
!) : Cuadro 1. nivel 5.
4
la y 12: Bab. 11: nivel 4. ,
16 Cuadro 5, nivel 4.
17 T 6, nivel 4.
18 T 5. nivel 4.
el.
n .)
[page-n-45]
ARNAL - PRADES - FLE'l 'CH ER . -
Ere ! .
1 y 6: Cu a dro 1, ni vel 5.
2, 4, 5, 12 y 13: De zonas revue ltas.
3, 17 y 18: Seg undo sond eo. nivel 3.
7: T6, nivel 3.
B y 11 : TS, ni vel 5.
9: Ha b. J, nivel 2.
LAM . VIII
10: '1'6. nivel 4.
14: Cuadro 5, ni vel 3.
15, 20 y 2 1 ( Qu e forma p arte del 15):
Ha b. 1, nivel 4.
16 : Entre T 3 y T4. nive l 4.
19: Cu adro 3, nivel 4.
(2/ 3)
[page-n-46]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
LAM. IX
L
•
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Hab. 111. A2. Vaso del nive l] (a lt. 78 cm .. diam . boca 44 cm .)
7
[page-n-47]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Erela
Hab . 11. Vaso del nivel 1 (alt. i4 cm ., diám , boca 48 cm .)
LAM . X
[page-n-48]
ARNAL - PRADES - FLETCHt:R. -
Ereta
LAM. XI
•
•
•
•
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•
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IL
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L
Hab. 111, A2. Vaso del nivel 1 (alt. 80 cm .. diam. boca 44 CIn. )
[page-n-49]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
«Pesos» de barro.
1: Cuadro 3, nivel 4.
2 y 4: Hab. l . nivel 4.
3: Cuadro 4, nivel 4.
LAM. XII
(\ / 2)
[page-n-50]
ARNAL - PRADES - FLE'1'CHER. -
Ereta
Vasos y apoyo.
I '1'2. (10 x 13' 7)
2 '1'3. 03 x 10 )
3 Cuadro 4, nivel 4. <1 2 x 7)
4 Cuadro 4. ni"el 3. (11'2 x 15'5 )
LAM. xm
[page-n-51]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ere!a
LAM . XIV
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[page-n-52]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
LAM. XV
Ere!.
1 T 2.
2 Cuadro 4) nivel 4.
3 Hab . III .
4 : T3.
5: Hab . 11.
( 1/ 4)
[page-n-53]
ARNAL - PRADES - F LETCHER. -
EI·e t a
LAM . X VI
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[page-n-54]
ARNAI. - PRAD ES - FLETCHER. -
Ere!.
LAM . XVII
1 T6, nivel 4.
2 Cuadro 3, ni ve l 4.
3 '1'5. nivel 4.
(1 / 4)
8
[page-n-55]
AJtNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ereta
LAM. XV'"
1: T5, nivel 4.
2: Cuadro 1, nivel 4.
(1 / 2)
[page-n-56]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
Ere!a
LAM . XIX
1: T4 , nivel 4.
2: Hab. III. Al .
( 1/ 2)
[page-n-57]
ARNAL - PRADES - FLETCHER. -
1
Ere!.
LAM.XX
2: Fragmentos de cuencos con cazoleta interior, de La Ereta , T 2 (4/ 5) y Castillarejo de los Moros (2/ 3).
3: Cuenco con cazoleta interior (kourilnitza) procedente de El Cáucaso.
y
[page-n-58]
[page-n-59]