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HENRI GUITER
(Perpignan)
SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
El V Congreso Internacional de Estudios Pirenaicos se celebró en
Pamplona por septiembre de 1966. Ya conocíamos Pamplona desde
bastantes años: en cambio nuestro colega y amigo René Lafon venía
allí por primera vez. Le preguntamos si quería leer una inscripción ibérica bastante larga, y, después de su contestación no sólo·afirmativa
sino también entusiasta, le condujimos a la Columna de los Fueros,
delante de la Diputación de Navarra. Se sabe que aquella columna
presenta tres textos, el primero en castellano, el segundo en vascuence
escrito con caracteres ibéricos. El tercer texto detenía nuestro interés;
pero se leía con cierta dificultad porque el redactor había querido
sacar un alfabeto del silabario ibérico.
René Lafon concluía que este texto ·representaba una doble estafa
moral, porque daba a los caracteres valores que no eran los suyos, y
también, decía él, porque los caracteres ibéricos no habían servido
nunca para notar el vascuence. La primera crítica era objetiva e incontestable; a la segunda faltaba la posibilidad de una demostración. El
mismo René Lafon había escrito (1): «Poseemos, gracias a las inscripciones en caracteres ibéricos o griegos, y a los apellidos que figuran en
las inscripciones latinas, o son citados por autores griegos y latinos,
(1) R. LAFON: «Noma de lleu et noma de peraonnea basquea et ibm,a: 'tat actuel des probl~me&ll,
Revue Internationale d'Onomsatlque~>, Paria, 1966, pág. 81.
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HENRI GUITBR
2
aproximadamente un. millar de palabras de esa lengua {ibérica). Una
cuarentena de ellas se parecen a palabras vascas. Pero sólo cinco o seis
podrían ser verdaderamente relacionadas... » A lo menos esas «cinco o
seis» son palabras vascas notadas con caracteres ibéricos. Quizá quería
decir Lafon que inscripciones ibéricas no se encontraban en el País
Vasco actual; eso es otra cuestión.
Nosotros habíamos visto la cosa de otro modo. Escribíamos (2):
«Aquellas poblaciones no conocían la escritura. Palabras vascas no
aparecen sino a medida que nacen contactos con recién venidos detentores de silabario o alfabeto. Con el silabario ibérico leemos la inscripción famosa gudua deistea, "la guerra, la llamada", del vaso de Liria,
cerca de Valencia (3). Algimos siglos más tarde, el alfabeto latino permite a las inscripciones aquitanas la revelación de unas cuantas palabras, cison "hombre", sembe "hijo", berri "nuevo", etc., casi idénticas
a sus correspondientes vascas actuales (4). Algunos siglos más tarde,
el ogam irlandés será aprovechado en los grabados de los vascos de
Escocia» (5).
Claro está que las palabras vascas de las inscripciones de Aquitania
tienen un volumen muy reducido en el conjunto de los escritos latinos;
lo mismo puede decirse de los monumentos de Escocia con respecto a
la producción orgámica irlandesa. Pues, por poco que sea, podemos
esperar que algo de vascuence salga a la luz entre las numerosas inscripciones ibéricas, y con tanta más probabilidad cuanto más largo fue
el contacto de lenguas por la costa levantina.
Vamos a ver si algunos plomos pueden interpretarse por el vascuence; escogemos textos breves en publicaciones recientes.
Texto Orleyl 1 (6).
Pensamos que el texto tiene que leerse bustrófedon, empezando
por la derecha las líneas impares y por la izquierda las líneas pares.
bir: «dos». El numeral vasco bi posee un genitivo en -ren y un
dativo en -ri (biren, biri), exactamente como los números siguientes
iru(r) «tres» (iruren, irun) o -lau(r) «cuatro» (lauren, laun). Presenta
(2) H. GUITER: «Anc:lena reooUl'l au buque dana lealittératurea romanea», Revue de Lfngui8tlque Romane, Paria, 1977, («),pág. 61.
(S) P . BELTRAN VILLAGRASA, en «La labor del Servicio de Inveatipci6n Prebiat6rica y au
Museo en el puado llllo 1984», Valencia, 1985, pág. 62.
<•> J . SACAZE: «
(5) H . Guri'ER: «La langue delPictea», Boletín de la Real Sociedad Vuconpda de loa Amigoa
del Paíu, lll1o XXIV, cuaderno~ S.• y • ••, Sen Sebaatián, 1968, ~p. 281-321.
(6) D. FLETCHER VALLS: «Nul!vu inacripcionea ~ricaa de la re¡ión valenciana», Archivo de
Prehlatorla Levantina,
Valenc:ia, 1972, p'c. 109.
xm.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAB
S
pues una r final caduca, cuyo mantenimiento se podía esperar delante
de vocal, más especialmente i.
ildarr: «ciudadano». Vasco moderno irritar. La forma antigua de
iri era üi. El sufijo -tar/dar significa «natural de». El escriba había
notado primero dos r suaves, y añadiendo después una rr fuerte.
urri: «escaso, miserable». El trozo de signo ala izquierda podría ·
ser de ba o de u. La i más baja parece añadida después de la rr.
errtz: «orilla, borde». Mod. ertz.
abarr: «ramaje, rama». Mod. abar con r fuerte.
iatan: «ya». Por el mal estado del plomo el escriba esparció
los signos.
arrban: «de leña». Mod. arba «leña». La n final indica un genitivo
(o un inesivo).
sali(r): «pago, importe». Mod. sari. No conocemos el papel exacto
de la r final. La l intervocálica había de dar r en vasco moderno.
biderr: «vez». Mod. bider. La rr final, primero escrita sobre una
rotura del plomo, fue reproducida más abajo.
-te: sufijo que indica época, temporada.
bide: «camino, medio». Mod. bide.
gabe: «sin, desprovisto». Mod. gabe.
-an: sufijo significando «en el, en la, en lo».
an: «allí». Mod. an.
dan: «que es», da «es» seguido de n relativo.
bal: «haces, fajos».
eus: variante de eutsi «asir, agarrar».
indake: «dará>>; de inda, flexión de conjugación de un verbo cuyo
infinitivo está en desuso, y -ke, elemento de conjugación que se aglutina inmediatamente después del núcleo verbal e indica el futuro. Leemos el primer signo (a la derecha) de la última línea i (y no n) después
de mirar atentamente la foto correspondiente. La n aislada más abajo
(donde había sitio) puede colmar un olvido entre i y da.
orr[e]: «enebro».
Proponemos pues la traducción siguiente (intentando conservar el
orden de los sintagmas):
< de pagar lB leña siendo cortos de medios, se ase el haz que está allí; se
dará enebro.».
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HENRI GurrBR
Texto Orleyl ll (7).
Leemos de la izquierda a la derecha las dos líneas de este
plomo.
gan: «arriba». Variante de gain, frecuente en toponimia pirenáica.
guti: «poco».
zai: «raíz». Variante de zain.
bokal(e): «portillo del cauce del molino, desembocadura».
au: «este».
bakan: «rara vez».
alkarr: «mutuamente, entre sÍ>>
.
-z: sufijo que denota manera, modo y vale como la preposición castellana «por, de, a» o la terminación adverbial «-mente». Habríamos
tenido propensión a leer s el signo que encontramos aquí. Pero s no ·
funciona como sufijo, y las confusiones de sibilantes resultan frecuentes (8).
ideke: «igualará». La secuencia nd- inicial de palabra es muy
improbable. En la foto nos parece que la n podría ser una i, aunque el
trazo suplementario es mucho menos profundo. Mod. ide «igual». Los
trazos finales en la rotura podrían corresponder a ke, indicación
de futuro.
El conjunto presenta un aspecto de proverbio;
«Por arriba, pocas raíces; rara vez este acceso será intercambiable».
Texto Orleyl ll (9).
Esta inscripción parece más clara leyéndose de la derecha a la
izquierda.
·
uki: «tacto, tocar, aludir».
ate: «puerta».
izki: «un poquito, pretexto, esperanza». Aquí también creemos
que hay que leer i (y no n) el primer signo, no sólo porque da una
secuencia consonántica más natural, sino también porque la foto
parece indicar una i en aquel sitio bastante estropeado del plomo.
zelu: «cielo». Mod. zeru con rotacismo de la l. La opinión corriente
es que vasco zeru es tomado del latín caelu, cuando el diptongo ae se
había reducido a e breve (princ. siglo 1), la u breve todavía no había
pasado a o, ni la e breve al diptongo ie (fin. siglo lll). Pero en aquel
(7) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota anterior, J)4c. 113.
(8) J. SILES RUIZ: ccUber die aibüanten in Iberiacher Schrift», Actas del n Coloquio sobre Lenguu y culturas prerromanaa de la Penúulula Ibúica (Tübin¡en, 1976), Salamanca, 1979, p6p. 81-99.
(9) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota 6, pác. 114.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mBRICAS
6
entonces la e seguida de vocal anterior se había palatalizado sin llegar
al estado muy tardío de z. Cuando el vascuence tom6 del romance el
latín caepulla (esp. cebolla, fr. ciboule) fue bajo la forma tipu.lct,; la p
todavía no se había sonorizado (fin. siglo IV), la a no había pasado a o
(fin. siglo ID), y la e (+e) estaba al grado ty de su evoluci6n: K 1 ky 1 ty 1
ts 1 dz 1 z. Pues, un préstamo contemporáneo, como el de caelu,
hubiera dado un vacuence *tiru, y no zeru. La hip6tesis de una etimología latina no puede convenir.
Notemos de otra parte que el latín caelu no pertenece al fondo
indo-europeo de la lengua: «En breve, s6lo tenemos hip6tesis incier•
tas. Ningún nombre semejante del "cielo" es conocido ...» (10). Caelu
tiene que ser palabra substrática, probablemente del mismo substrato
emparentado con el vasco, que evidenciamos en otra ocasi6n (11). Es
posible que caelu y zeru tengan un orígen común, muy lejano, y que se
haya producido entre este y oeste una escisi6n del tipo centum/
satem.
uka: negaci6n, variante de uko.
Las tres acepciones posible de izki nos permiten considerar tres
traducciones, todas con aspecto de proverbio.
«La esperanza llega a la puerta; al cielo, no». La esperanza que
uno puede tener en el pensamiento no pasa de su puerta; el cielo
la desconoce.
«El pretexto llega a la puerta; al cielo, no». Uno puede engañarnos
con una mentira; no engaña a Dios.
«Toca tu puerta un poquito; el cielo, no». Intenta hacer las cosas a
tu abasto; las imposibles, no.
Texto Monravana 1 (12).
Esta inscripci6n se lee en un fragmento de borde de Kalathos. El
material de cerámica deja suponer que estaba destinado a contener
vino y no trigo.
irrta: «la salida».
dun: «que tiene». El antecedente del relativo es la palabra que
le sigue.
bati: «a uno».
(lO) A. ERNOUT et A. MEILLET: 4
~g. 84.
(11) H. GUITER: «Une catt§gorie de mota subttratiquea dana le voeabulaire lat:ln», Actas del V
Con¡reao Internacional de LingQíatica Mediterránea, Madrid, 1977, ~g. 636.
(12) FLETCHER VALLS, op. cit. en la nota 6, ~· 117.
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8
HENRl GUITER
Lo que sigue no se puede discernir. La traducción es muy
fácil:
< Texto Serreta V (13).
La inscripción se lee en una planchuela ·de plomo.
bazi: «palidez».
bez: «por abajo». Sufijo de la palabra precedente.
gaba: «la noche».
«Por abajo de la palidez, la noche». Cuando la luz del día se vuelve
más pálida, entra la noche.
Texto A Pico de las Ajos I (14).
Leemos la inscripción de izquierda ~ derecha.
lan: «trabajo».
igoka: «subiendo». Verbo igo «subir» y sufijo modal -ka que
denota acción y se traduce por un gerundio.
gugaz: «con nosotros». Pronombre gu «nosotros» y sufijo -gaz,
relativo de nombres animados que significa «con». A decir verdad, una
rotura del plomo deja sólo el trazo inicial de ga y los dos trazos finales
de z. Pero el sitio que hay en la rotura parece conveniente para
los dos signos.
.
atun: «hábito, manera de obrar».
e(í)din: «coger». Pensamos que esta palabra tiene que leerse edin,
forma que se repite dos veces más en el texto mismo.
dtituten: «que le consultan». Si el verbo itun (o itundu) «consultar»
tuvo una conjugación sintética, su tercera persona plural con régimen
de tercera persona singular, habría de ser datute al indicativo presente. El sufijo -n es un elemento de conjugación que pone en relación
el verbo conjugado con el que sigue, en este caso unas letras numerales (J).
gau.r: «hoy». En vasco mod.la rfinal es fuerte, pero las confus1ones
de r son frecuentes en los textos ibéricos.
bai: «sÍ>>. El último signo podría ser unan, pero una rotura del
plomo no permite precisar. Optamos por la i. Siguen letras
numerales.
(18) FLETCHER VALLS, op. cit. en la nota, 6, pág, 119.
(14) D. FLETCHER VALLS: «Loe plomoe iWricoe de Y'tova (Valencia)», Serie de~
Varioe del Servicio de Investigación Prehiat6rica, núm. 66, Valencia, 1980, pág. 10.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
7
ator: «ven». Antes del signo to, en la parte estropeada del plomo,
hay sitio para otro signo; los trazos de una a hubieran facilitado la pérdida de materia. Como lo notamos en el caso de gaur, también es fuerte
la r del radical tor.
edin: «coger». Siguen letras numerales.
bale: «si viniera». Ba es un prefijo que denota el modo supositivo; l
representa en este modo la tercera persona; e es el radical del verbo
jen «venir».
[e)le: «ganado». Es posible que elle inicial se apoye en la e de la
palabra precedente.
laur: «cuatro».
edin: «coger». Siguen letras numerales.
sali: «pago, importe». Mod. sari.
uda: «verano».
ibar: «vega». No vemos otro signo entre la palabra precedente
y ésta.
txerrki: «carne de cerdo». El sufijo -ki con nombres de animales
significa «carne»; aquí parece añadido a txerri «cerdo».
gutxi: «poco». El rombo del primer signo presenta algo dentro, y
tendría así el valor de gu.
ata: «ganso».
atorr: «ven». Los dos trazos verticales de izquierda quizá pertenecen a un signo to. Antes de la rotura del plomo podía tener sitio
una a.
giderrka: «sin mango grande». El primer signo podría leerse i, si no
fuera atravesado por el trazo central; gider (con r fuerte) significa
«mango grande». Sufijado a un nombre, -ka es privativo. Sigue una
letra numeral (?).
gu: «nosotros».
eli: «enfermo». Mod. eri.
leke: «vendría». La sílaba le es la misma que encontramos más
arriba, con l de tercera persona de condicional, e radical de jen
«venir»; -ke es sufijo de futuro. No vemos motivo de considerar ke
como uno de los numerales que siguen.
El sentido de este texto, interrumpido seis veces por signos que
podrían ser letras numerales, se presenta así:
«Subiendo con nosotros se coge el hábito de trabajar. Que le consultan... Hoy sí... Ven a coger... Si viniera, (hay que) coger cuatro cabezas de ganado ... En la vega el verano es provechoso por la carne de
cerdo, poco por los gansos. Ven sin aperos... (Si fuéramos) nosotros
enfermos, vendría... ».
Esta larga inscripción, referida a actividades agrícolas, parece for-326 -
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8
HENRI GUITER
mada de partes independientes. La primera parte está encuadrada
entre líneas rectas, y llega hasta «ganado» de la traducción·. La
segunda parte es la frase siguiente hasta «gansos». La tercera parte,
escrita con signos más grandes, se limita a «Ven sin aperos...» Y la
parte final va escrita con signos más pequeños.
Texto B Pico de los Ajos 1 (15).
Es una sola línea escrita en sentido inverso en el borde superior
del mismo plomo que lleva el texto precedente.
lau.rr: «corto». Mod. laur con r fuerte se distingue de laur «cuatro»
con r suave.
berton: «aquí mismo, en seguida».
-te: sufijo que indica época, temporada.
arrts: «comienzo de la noche».
[lau]rr: «corto». Falta un trozo de la lámina. La palabra terminada
por rr podría ser laurr repetido.
edin(e): «coger». La n añadida por arriba podría ser una coiTección
de la e.
Nos parece, una vez más, una especie de proverbio:
«(A quién) el instante presente (parece) corto, la noche llega
pronto».
Texto D Pico de las Ajos 1 (16).
De los textos sobrepuestos aquí, nos interesamos a la parte cuyo
desglose figura en la página 30. De la lectura general, coiTesponde al
final de la línea 3, al comienzo de la línea 6 y a la línea 9.
ba: «si».
itze: «clavo».
-ki: sufijo que denota materia, fragmento. Mirando la foto coiTespondiente, nos parece que se trata de ki, y no de l.
dunkagu: «lo golpeamos». Indicativo presente, con paciente de
tercera persona singular y agente de primera persona plural, del verbo
junkatu «golpear».
guri: «a nosotros». El segundo signo bien podría ser una a, pero la
lectura r suave conviene más para el sentido.
degun: «que tenemos». Formado de degu «lo tenemos», más n
relativo cuyo antecedente le sigue.
atzarr: «vigilancia, atención». Mod. atzar-eman «estar alerta»,
atzarri «atento, vigilante».
(16) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota anterior, pág. 17.
(16) FLETC'HER VALLS, op. cit. en las dos notaa anteriores, pág. 30.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES IBERICAS
9
ungi: «bien, beneficio».
El sentido de esta primera fase, que parece proverbio, es muy
claro:
«Si golpeamos algún clavo, la vigilancia que tenemos nos será
benéfica».
ul: <
dida(r): «me lo ha, me lo tiene».
ebatsi(r): «robar, hurtar».
«Quien me lo ha quitado, me lo ha robado». El papel de lar fmal
podría ser el de substantivar la forma verbal precedente; pero no hay
nada semejante en vasco moderno.
eki: «sol». El segundo signo puede ser n o ki.
bedigu: «que sea a nosotros». El último signo nos parece gu más
que rr.
abeguni: «intervalo». Mod. abegune.
duerrgu: «lo enturbiamos, lo manchamos». Presente del verbo
uhertu «enturbiar, manchar». El primer signo nos parece du más
que u.
«Deseamos el sol; pronto lo ocultamos». No estamos nunca satisfechos de lo que habíamos deseado y alcanzado. O bien, cuando alcanzamos cierta felicidad, nosotros mismos la destrozamos.
Así, el texto desglosado de la página 30 consta de tres breves
proverbios.
Texto A Pico de los Ajos m (17).
Este texto es bastante difícil, quizá porque faltan algunos finales
de líneas.
berr: «nuevamente». Mod. berri «nuevo». La forma apocopada
berr se encuentra en berrogei «nuevamente veinte» o sea «cuarenta».
dekerr-ari-gu: «nos ocupamos en examinar». Del verbo ikertu
«reconocer, examinar, podemos esperar una forma sintética dekerrgu
«lo examinamos»; ari añade ·el sentido de «ocuparse en».
galia: «el trigo». Mod. garia, con lavar. fonética gal en compuestos,
cuando la l no es intervocálica. Leemos a, en vez de r, el signo
fmal.
bidar-2-te: «al momento que». Mod. bidar «vez»; sufijo z «por»;
sufijo te que indica época, temporada.
di(gu] : «nos lo ha». La sílaba di puede empezar una forma de la fle-
(17) FLETCHER VALLS, op. cit. en laa notas llDteriOft!l, pág. 68.
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10
HENRI GurrBR
xión objetivo-receptiva en presente de indicativo. El sentido convida a
añadir gu (perdido con la parte rota del plomo).
laurr: «breve».
berton: «aquí mismo, en seguida».
ar[i): «ocupar-se en». La misma secuencia laurr berton ari se
encuentra más abajo con una i final, que añadimos aquí.
li... : podría ser una primera sOaba de condicional, tercera persona
singular transitiva (cf. litu.ke, liguke, ...) o intransitiva (cf. liteke, litzake, ... ). No podemos decidir.
geldi: «quieto, lento».
belez-ka: «escogiendo». Mod. berezi «separar, elegir»; ka, sufijo
modal que denota acción y se traduce por un gerundio.
guti: «poco».
dugu: «lo tenemos».
zu: «vosotros»: Entonces debía de tener valor del plural. Quizás
alocutivo de la forma verbal precedente.
bazi(r): «palidez, pálido»(?). Lar final hace dificultad. ¿Sería una
a, y tendríamos una forma determinada?
derru[xan): «que lo escupa», del verbo erruxatu «escupir». La inicial d supone una forma verbal, y hay pocos verbos que tengan -rru- en
su radical.
bale: «si viniera». Prefijo ba que denota el modo supositivo; l
indica una tercera persona; e es radical del verbo jen «venir».
laurr: «breve».
berton: «aquí mismo, en seguida».
ari: «ocupar-se en, ocupación».
guti: «poco».
dugu: «lo tenemos».
begi: «hágalo». Imperativo tercera persona de egin. El examen de
la foto más bien que una s nos parece enseñar be y gi.
orla: «de ese modo».
guti: «poco». El segundo signo parece ti.
itun: «consejar, arreglar». El segundo signo parece tu más que U.
eri: <~especie, clase».
[e]berte(r): «hacia el mediodía».
geldi: «quieto, lento».
belez-ka: «escogiendo». Visto poco más arriba.
[ijan: <
ater: «sereno, tiempo seco». Mod. ateri.
-ter: «estar a punto de».
balelau: «si lo pudiera traer». Tercera persona del supositivo del
potencial condicionado del verbo eraugi «traer».
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
11
[daJigu: «lo hacemos, lo damos». Tercera persona del presente de
indicativo de un verbo de núcleo i que significa «dar, hacer». Restituimos el signo inicial más probable da.
galtz(e): «pérdida, daño».
otz: «frío».
erea: «el anverso». Leemos a el último signo.
ligurki(r): «esperaría, aguardaría». Condicional de mod. eguriki
«esperar, aguardar». Al final de línea aparecen, l, i y gu. El final acostumbrado de condicional es ke.
galia: «el trigo». Mod. garia.
Intentamos construir el discurso:
«Nuevamente nos ocupamos en examinar el trigo en el momento
en que aquí mismo lo encontramos corto. Escogiendo un poco, (os)
tenemos quietud... Pálido (??). Que escupa, si viniera. Aquí mismo
tenemos poca ocupación. Hágalo poco, de ese modo arreglado para la
especie, hacie el mediodía. Escogiendo la quietud, si el trabajo
pudiera traerse a punto de tiempo seco, lo hacemos. Al contrario, con
frío, un daño aguardaría el trigo».
Nos contentaremos provisionalmente con los nueve textos escogidos. Bastan para demostrar que el vascuence interviene en algunas de
las inscripciones escritas con signos ibéricos. Todas las traducciones
de palabras que damos, figuran en el diccionario de Azkue (18).
Tomamos en cuenta las modificaciones fonéticas ocurridas en la
historia de la lengua. La sonorización de las oclusivas sordas iniciales
de palabras no hace problema, puesto que el silabario ibérico no introduce fa oposición de sonorización. El hecho más notable es el rotacismo de la l sencilla intervocálica: üi/ui, sali/sari, zelu/zeru, eli/eri,
gali/gari, elaugi/eraugi. Pero, si las l intervocálicas antiguas son representadas por r, todas las r modernas no representan l antiguas.
Encontramos bastantes formas verbales sintéticas: ideke, datuten,
ator, leke, dunkagu, duergu, dekergu, derruxan, bale, begi, balelau,
daigu, ligurki; es natural que, en el curso de la vida de una lengua, formas auxiliadas tiendan a suplir formas sintéticas. El vasco moderno
sólo tiene una decena de verbos conjugados sintéticamente; eran más
numerosos en el siglo XVI. Los auxiliares modernos tienen su valor
significativo lleno: dan, dun, degun, dida, bedigu, digu, dugu. (El
(18) R. M. DE AZKUE: «Diccionario vuco-español·francéa». Reedici6n, Bilbao, 1969.
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HENRI. Guri'ER
indoeuropeo no tenía las formaciones en -bam, -bo del latín; y el latín
no tenía los futuros y condicionales en -e, (a del romance, aún menos
las formas compuestas o perifrásticas).
A veces el verbo se presenta bajo su forma de supino o de radical:
eus, uki, edin, ul, ebatsi, ari, itun. También los substantivos a menudo
se encuentran bajo la forma indeterminada. Eso se entiende en el
estilo de proverbios: vasc. mod. geiegi baño aski obe «que demasiado
suficiente mejor». Pero puede ser debido al uso del vascuence por un
escriba que no dominaba perfectamente la lengua, porque no era su
lengua natural.
En el conjunto estudiado notamos ocho proverbios y tres narraciones campesinas, historias sencillas de leña, ganado o trigo. No diremos
que todo siempre resulta muy claro, más que más con las roturas del
plomo; pero parece difícil no reconocer que se trata de textos antiguos
en vascuance.
. ......
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HENRI GUITER
(Perpignan)
SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
El V Congreso Internacional de Estudios Pirenaicos se celebró en
Pamplona por septiembre de 1966. Ya conocíamos Pamplona desde
bastantes años: en cambio nuestro colega y amigo René Lafon venía
allí por primera vez. Le preguntamos si quería leer una inscripción ibérica bastante larga, y, después de su contestación no sólo·afirmativa
sino también entusiasta, le condujimos a la Columna de los Fueros,
delante de la Diputación de Navarra. Se sabe que aquella columna
presenta tres textos, el primero en castellano, el segundo en vascuence
escrito con caracteres ibéricos. El tercer texto detenía nuestro interés;
pero se leía con cierta dificultad porque el redactor había querido
sacar un alfabeto del silabario ibérico.
René Lafon concluía que este texto ·representaba una doble estafa
moral, porque daba a los caracteres valores que no eran los suyos, y
también, decía él, porque los caracteres ibéricos no habían servido
nunca para notar el vascuence. La primera crítica era objetiva e incontestable; a la segunda faltaba la posibilidad de una demostración. El
mismo René Lafon había escrito (1): «Poseemos, gracias a las inscripciones en caracteres ibéricos o griegos, y a los apellidos que figuran en
las inscripciones latinas, o son citados por autores griegos y latinos,
(1) R. LAFON: «Noma de lleu et noma de peraonnea basquea et ibm,a: 'tat actuel des probl~me&ll,
Revue Internationale d'Onomsatlque~>, Paria, 1966, pág. 81.
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HENRI GUITBR
2
aproximadamente un. millar de palabras de esa lengua {ibérica). Una
cuarentena de ellas se parecen a palabras vascas. Pero sólo cinco o seis
podrían ser verdaderamente relacionadas... » A lo menos esas «cinco o
seis» son palabras vascas notadas con caracteres ibéricos. Quizá quería
decir Lafon que inscripciones ibéricas no se encontraban en el País
Vasco actual; eso es otra cuestión.
Nosotros habíamos visto la cosa de otro modo. Escribíamos (2):
«Aquellas poblaciones no conocían la escritura. Palabras vascas no
aparecen sino a medida que nacen contactos con recién venidos detentores de silabario o alfabeto. Con el silabario ibérico leemos la inscripción famosa gudua deistea, "la guerra, la llamada", del vaso de Liria,
cerca de Valencia (3). Algimos siglos más tarde, el alfabeto latino permite a las inscripciones aquitanas la revelación de unas cuantas palabras, cison "hombre", sembe "hijo", berri "nuevo", etc., casi idénticas
a sus correspondientes vascas actuales (4). Algunos siglos más tarde,
el ogam irlandés será aprovechado en los grabados de los vascos de
Escocia» (5).
Claro está que las palabras vascas de las inscripciones de Aquitania
tienen un volumen muy reducido en el conjunto de los escritos latinos;
lo mismo puede decirse de los monumentos de Escocia con respecto a
la producción orgámica irlandesa. Pues, por poco que sea, podemos
esperar que algo de vascuence salga a la luz entre las numerosas inscripciones ibéricas, y con tanta más probabilidad cuanto más largo fue
el contacto de lenguas por la costa levantina.
Vamos a ver si algunos plomos pueden interpretarse por el vascuence; escogemos textos breves en publicaciones recientes.
Texto Orleyl 1 (6).
Pensamos que el texto tiene que leerse bustrófedon, empezando
por la derecha las líneas impares y por la izquierda las líneas pares.
bir: «dos». El numeral vasco bi posee un genitivo en -ren y un
dativo en -ri (biren, biri), exactamente como los números siguientes
iru(r) «tres» (iruren, irun) o -lau(r) «cuatro» (lauren, laun). Presenta
(2) H. GUITER: «Anc:lena reooUl'l au buque dana lealittératurea romanea», Revue de Lfngui8tlque Romane, Paria, 1977, («),pág. 61.
(S) P . BELTRAN VILLAGRASA, en «La labor del Servicio de Inveatipci6n Prebiat6rica y au
Museo en el puado llllo 1984», Valencia, 1985, pág. 62.
<•> J . SACAZE: «
del Paíu, lll1o XXIV, cuaderno~ S.• y • ••, Sen Sebaatián, 1968, ~p. 281-321.
(6) D. FLETCHER VALLS: «Nul!vu inacripcionea ~ricaa de la re¡ión valenciana», Archivo de
Prehlatorla Levantina,
Valenc:ia, 1972, p'c. 109.
xm.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAB
S
pues una r final caduca, cuyo mantenimiento se podía esperar delante
de vocal, más especialmente i.
ildarr: «ciudadano». Vasco moderno irritar. La forma antigua de
iri era üi. El sufijo -tar/dar significa «natural de». El escriba había
notado primero dos r suaves, y añadiendo después una rr fuerte.
urri: «escaso, miserable». El trozo de signo ala izquierda podría ·
ser de ba o de u. La i más baja parece añadida después de la rr.
errtz: «orilla, borde». Mod. ertz.
abarr: «ramaje, rama». Mod. abar con r fuerte.
iatan: «ya». Por el mal estado del plomo el escriba esparció
los signos.
arrban: «de leña». Mod. arba «leña». La n final indica un genitivo
(o un inesivo).
sali(r): «pago, importe». Mod. sari. No conocemos el papel exacto
de la r final. La l intervocálica había de dar r en vasco moderno.
biderr: «vez». Mod. bider. La rr final, primero escrita sobre una
rotura del plomo, fue reproducida más abajo.
-te: sufijo que indica época, temporada.
bide: «camino, medio». Mod. bide.
gabe: «sin, desprovisto». Mod. gabe.
-an: sufijo significando «en el, en la, en lo».
an: «allí». Mod. an.
dan: «que es», da «es» seguido de n relativo.
bal: «haces, fajos».
eus: variante de eutsi «asir, agarrar».
indake: «dará>>; de inda, flexión de conjugación de un verbo cuyo
infinitivo está en desuso, y -ke, elemento de conjugación que se aglutina inmediatamente después del núcleo verbal e indica el futuro. Leemos el primer signo (a la derecha) de la última línea i (y no n) después
de mirar atentamente la foto correspondiente. La n aislada más abajo
(donde había sitio) puede colmar un olvido entre i y da.
orr[e]: «enebro».
Proponemos pues la traducción siguiente (intentando conservar el
orden de los sintagmas):
< de pagar lB leña siendo cortos de medios, se ase el haz que está allí; se
dará enebro.».
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HENRI GurrBR
Texto Orleyl ll (7).
Leemos de la izquierda a la derecha las dos líneas de este
plomo.
gan: «arriba». Variante de gain, frecuente en toponimia pirenáica.
guti: «poco».
zai: «raíz». Variante de zain.
bokal(e): «portillo del cauce del molino, desembocadura».
au: «este».
bakan: «rara vez».
alkarr: «mutuamente, entre sÍ>>
.
-z: sufijo que denota manera, modo y vale como la preposición castellana «por, de, a» o la terminación adverbial «-mente». Habríamos
tenido propensión a leer s el signo que encontramos aquí. Pero s no ·
funciona como sufijo, y las confusiones de sibilantes resultan frecuentes (8).
ideke: «igualará». La secuencia nd- inicial de palabra es muy
improbable. En la foto nos parece que la n podría ser una i, aunque el
trazo suplementario es mucho menos profundo. Mod. ide «igual». Los
trazos finales en la rotura podrían corresponder a ke, indicación
de futuro.
El conjunto presenta un aspecto de proverbio;
«Por arriba, pocas raíces; rara vez este acceso será intercambiable».
Texto Orleyl ll (9).
Esta inscripción parece más clara leyéndose de la derecha a la
izquierda.
·
uki: «tacto, tocar, aludir».
ate: «puerta».
izki: «un poquito, pretexto, esperanza». Aquí también creemos
que hay que leer i (y no n) el primer signo, no sólo porque da una
secuencia consonántica más natural, sino también porque la foto
parece indicar una i en aquel sitio bastante estropeado del plomo.
zelu: «cielo». Mod. zeru con rotacismo de la l. La opinión corriente
es que vasco zeru es tomado del latín caelu, cuando el diptongo ae se
había reducido a e breve (princ. siglo 1), la u breve todavía no había
pasado a o, ni la e breve al diptongo ie (fin. siglo lll). Pero en aquel
(7) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota anterior, J)4c. 113.
(8) J. SILES RUIZ: ccUber die aibüanten in Iberiacher Schrift», Actas del n Coloquio sobre Lenguu y culturas prerromanaa de la Penúulula Ibúica (Tübin¡en, 1976), Salamanca, 1979, p6p. 81-99.
(9) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota 6, pác. 114.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mBRICAS
6
entonces la e seguida de vocal anterior se había palatalizado sin llegar
al estado muy tardío de z. Cuando el vascuence tom6 del romance el
latín caepulla (esp. cebolla, fr. ciboule) fue bajo la forma tipu.lct,; la p
todavía no se había sonorizado (fin. siglo IV), la a no había pasado a o
(fin. siglo ID), y la e (+e) estaba al grado ty de su evoluci6n: K 1 ky 1 ty 1
ts 1 dz 1 z. Pues, un préstamo contemporáneo, como el de caelu,
hubiera dado un vacuence *tiru, y no zeru. La hip6tesis de una etimología latina no puede convenir.
Notemos de otra parte que el latín caelu no pertenece al fondo
indo-europeo de la lengua: «En breve, s6lo tenemos hip6tesis incier•
tas. Ningún nombre semejante del "cielo" es conocido ...» (10). Caelu
tiene que ser palabra substrática, probablemente del mismo substrato
emparentado con el vasco, que evidenciamos en otra ocasi6n (11). Es
posible que caelu y zeru tengan un orígen común, muy lejano, y que se
haya producido entre este y oeste una escisi6n del tipo centum/
satem.
uka: negaci6n, variante de uko.
Las tres acepciones posible de izki nos permiten considerar tres
traducciones, todas con aspecto de proverbio.
«La esperanza llega a la puerta; al cielo, no». La esperanza que
uno puede tener en el pensamiento no pasa de su puerta; el cielo
la desconoce.
«El pretexto llega a la puerta; al cielo, no». Uno puede engañarnos
con una mentira; no engaña a Dios.
«Toca tu puerta un poquito; el cielo, no». Intenta hacer las cosas a
tu abasto; las imposibles, no.
Texto Monravana 1 (12).
Esta inscripci6n se lee en un fragmento de borde de Kalathos. El
material de cerámica deja suponer que estaba destinado a contener
vino y no trigo.
irrta: «la salida».
dun: «que tiene». El antecedente del relativo es la palabra que
le sigue.
bati: «a uno».
(lO) A. ERNOUT et A. MEILLET: 4
(11) H. GUITER: «Une catt§gorie de mota subttratiquea dana le voeabulaire lat:ln», Actas del V
Con¡reao Internacional de LingQíatica Mediterránea, Madrid, 1977, ~g. 636.
(12) FLETCHER VALLS, op. cit. en la nota 6, ~· 117.
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8
HENRl GUITER
Lo que sigue no se puede discernir. La traducción es muy
fácil:
< Texto Serreta V (13).
La inscripción se lee en una planchuela ·de plomo.
bazi: «palidez».
bez: «por abajo». Sufijo de la palabra precedente.
gaba: «la noche».
«Por abajo de la palidez, la noche». Cuando la luz del día se vuelve
más pálida, entra la noche.
Texto A Pico de las Ajos I (14).
Leemos la inscripción de izquierda ~ derecha.
lan: «trabajo».
igoka: «subiendo». Verbo igo «subir» y sufijo modal -ka que
denota acción y se traduce por un gerundio.
gugaz: «con nosotros». Pronombre gu «nosotros» y sufijo -gaz,
relativo de nombres animados que significa «con». A decir verdad, una
rotura del plomo deja sólo el trazo inicial de ga y los dos trazos finales
de z. Pero el sitio que hay en la rotura parece conveniente para
los dos signos.
.
atun: «hábito, manera de obrar».
e(í)din: «coger». Pensamos que esta palabra tiene que leerse edin,
forma que se repite dos veces más en el texto mismo.
dtituten: «que le consultan». Si el verbo itun (o itundu) «consultar»
tuvo una conjugación sintética, su tercera persona plural con régimen
de tercera persona singular, habría de ser datute al indicativo presente. El sufijo -n es un elemento de conjugación que pone en relación
el verbo conjugado con el que sigue, en este caso unas letras numerales (J).
gau.r: «hoy». En vasco mod.la rfinal es fuerte, pero las confus1ones
de r son frecuentes en los textos ibéricos.
bai: «sÍ>>. El último signo podría ser unan, pero una rotura del
plomo no permite precisar. Optamos por la i. Siguen letras
numerales.
(18) FLETCHER VALLS, op. cit. en la nota, 6, pág, 119.
(14) D. FLETCHER VALLS: «Loe plomoe iWricoe de Y'tova (Valencia)», Serie de~
Varioe del Servicio de Investigación Prehiat6rica, núm. 66, Valencia, 1980, pág. 10.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
7
ator: «ven». Antes del signo to, en la parte estropeada del plomo,
hay sitio para otro signo; los trazos de una a hubieran facilitado la pérdida de materia. Como lo notamos en el caso de gaur, también es fuerte
la r del radical tor.
edin: «coger». Siguen letras numerales.
bale: «si viniera». Ba es un prefijo que denota el modo supositivo; l
representa en este modo la tercera persona; e es el radical del verbo
jen «venir».
[e)le: «ganado». Es posible que elle inicial se apoye en la e de la
palabra precedente.
laur: «cuatro».
edin: «coger». Siguen letras numerales.
sali: «pago, importe». Mod. sari.
uda: «verano».
ibar: «vega». No vemos otro signo entre la palabra precedente
y ésta.
txerrki: «carne de cerdo». El sufijo -ki con nombres de animales
significa «carne»; aquí parece añadido a txerri «cerdo».
gutxi: «poco». El rombo del primer signo presenta algo dentro, y
tendría así el valor de gu.
ata: «ganso».
atorr: «ven». Los dos trazos verticales de izquierda quizá pertenecen a un signo to. Antes de la rotura del plomo podía tener sitio
una a.
giderrka: «sin mango grande». El primer signo podría leerse i, si no
fuera atravesado por el trazo central; gider (con r fuerte) significa
«mango grande». Sufijado a un nombre, -ka es privativo. Sigue una
letra numeral (?).
gu: «nosotros».
eli: «enfermo». Mod. eri.
leke: «vendría». La sílaba le es la misma que encontramos más
arriba, con l de tercera persona de condicional, e radical de jen
«venir»; -ke es sufijo de futuro. No vemos motivo de considerar ke
como uno de los numerales que siguen.
El sentido de este texto, interrumpido seis veces por signos que
podrían ser letras numerales, se presenta así:
«Subiendo con nosotros se coge el hábito de trabajar. Que le consultan... Hoy sí... Ven a coger... Si viniera, (hay que) coger cuatro cabezas de ganado ... En la vega el verano es provechoso por la carne de
cerdo, poco por los gansos. Ven sin aperos... (Si fuéramos) nosotros
enfermos, vendría... ».
Esta larga inscripción, referida a actividades agrícolas, parece for-326 -
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8
HENRI GUITER
mada de partes independientes. La primera parte está encuadrada
entre líneas rectas, y llega hasta «ganado» de la traducción·. La
segunda parte es la frase siguiente hasta «gansos». La tercera parte,
escrita con signos más grandes, se limita a «Ven sin aperos...» Y la
parte final va escrita con signos más pequeños.
Texto B Pico de los Ajos 1 (15).
Es una sola línea escrita en sentido inverso en el borde superior
del mismo plomo que lleva el texto precedente.
lau.rr: «corto». Mod. laur con r fuerte se distingue de laur «cuatro»
con r suave.
berton: «aquí mismo, en seguida».
-te: sufijo que indica época, temporada.
arrts: «comienzo de la noche».
[lau]rr: «corto». Falta un trozo de la lámina. La palabra terminada
por rr podría ser laurr repetido.
edin(e): «coger». La n añadida por arriba podría ser una coiTección
de la e.
Nos parece, una vez más, una especie de proverbio:
«(A quién) el instante presente (parece) corto, la noche llega
pronto».
Texto D Pico de las Ajos 1 (16).
De los textos sobrepuestos aquí, nos interesamos a la parte cuyo
desglose figura en la página 30. De la lectura general, coiTesponde al
final de la línea 3, al comienzo de la línea 6 y a la línea 9.
ba: «si».
itze: «clavo».
-ki: sufijo que denota materia, fragmento. Mirando la foto coiTespondiente, nos parece que se trata de ki, y no de l.
dunkagu: «lo golpeamos». Indicativo presente, con paciente de
tercera persona singular y agente de primera persona plural, del verbo
junkatu «golpear».
guri: «a nosotros». El segundo signo bien podría ser una a, pero la
lectura r suave conviene más para el sentido.
degun: «que tenemos». Formado de degu «lo tenemos», más n
relativo cuyo antecedente le sigue.
atzarr: «vigilancia, atención». Mod. atzar-eman «estar alerta»,
atzarri «atento, vigilante».
(16) FLETC'HER VALLS, op. cit. en la nota anterior, pág. 17.
(16) FLETC'HER VALLS, op. cit. en las dos notaa anteriores, pág. 30.
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES IBERICAS
9
ungi: «bien, beneficio».
El sentido de esta primera fase, que parece proverbio, es muy
claro:
«Si golpeamos algún clavo, la vigilancia que tenemos nos será
benéfica».
ul: <
ebatsi(r): «robar, hurtar».
«Quien me lo ha quitado, me lo ha robado». El papel de lar fmal
podría ser el de substantivar la forma verbal precedente; pero no hay
nada semejante en vasco moderno.
eki: «sol». El segundo signo puede ser n o ki.
bedigu: «que sea a nosotros». El último signo nos parece gu más
que rr.
abeguni: «intervalo». Mod. abegune.
duerrgu: «lo enturbiamos, lo manchamos». Presente del verbo
uhertu «enturbiar, manchar». El primer signo nos parece du más
que u.
«Deseamos el sol; pronto lo ocultamos». No estamos nunca satisfechos de lo que habíamos deseado y alcanzado. O bien, cuando alcanzamos cierta felicidad, nosotros mismos la destrozamos.
Así, el texto desglosado de la página 30 consta de tres breves
proverbios.
Texto A Pico de los Ajos m (17).
Este texto es bastante difícil, quizá porque faltan algunos finales
de líneas.
berr: «nuevamente». Mod. berri «nuevo». La forma apocopada
berr se encuentra en berrogei «nuevamente veinte» o sea «cuarenta».
dekerr-ari-gu: «nos ocupamos en examinar». Del verbo ikertu
«reconocer, examinar, podemos esperar una forma sintética dekerrgu
«lo examinamos»; ari añade ·el sentido de «ocuparse en».
galia: «el trigo». Mod. garia, con lavar. fonética gal en compuestos,
cuando la l no es intervocálica. Leemos a, en vez de r, el signo
fmal.
bidar-2-te: «al momento que». Mod. bidar «vez»; sufijo z «por»;
sufijo te que indica época, temporada.
di(gu] : «nos lo ha». La sílaba di puede empezar una forma de la fle-
(17) FLETCHER VALLS, op. cit. en laa notas llDteriOft!l, pág. 68.
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10
HENRI GurrBR
xión objetivo-receptiva en presente de indicativo. El sentido convida a
añadir gu (perdido con la parte rota del plomo).
laurr: «breve».
berton: «aquí mismo, en seguida».
ar[i): «ocupar-se en». La misma secuencia laurr berton ari se
encuentra más abajo con una i final, que añadimos aquí.
li... : podría ser una primera sOaba de condicional, tercera persona
singular transitiva (cf. litu.ke, liguke, ...) o intransitiva (cf. liteke, litzake, ... ). No podemos decidir.
geldi: «quieto, lento».
belez-ka: «escogiendo». Mod. berezi «separar, elegir»; ka, sufijo
modal que denota acción y se traduce por un gerundio.
guti: «poco».
dugu: «lo tenemos».
zu: «vosotros»: Entonces debía de tener valor del plural. Quizás
alocutivo de la forma verbal precedente.
bazi(r): «palidez, pálido»(?). Lar final hace dificultad. ¿Sería una
a, y tendríamos una forma determinada?
derru[xan): «que lo escupa», del verbo erruxatu «escupir». La inicial d supone una forma verbal, y hay pocos verbos que tengan -rru- en
su radical.
bale: «si viniera». Prefijo ba que denota el modo supositivo; l
indica una tercera persona; e es radical del verbo jen «venir».
laurr: «breve».
berton: «aquí mismo, en seguida».
ari: «ocupar-se en, ocupación».
guti: «poco».
dugu: «lo tenemos».
begi: «hágalo». Imperativo tercera persona de egin. El examen de
la foto más bien que una s nos parece enseñar be y gi.
orla: «de ese modo».
guti: «poco». El segundo signo parece ti.
itun: «consejar, arreglar». El segundo signo parece tu más que U.
eri: <~especie, clase».
[e]berte(r): «hacia el mediodía».
geldi: «quieto, lento».
belez-ka: «escogiendo». Visto poco más arriba.
[ijan: <
-ter: «estar a punto de».
balelau: «si lo pudiera traer». Tercera persona del supositivo del
potencial condicionado del verbo eraugi «traer».
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SOBRE ALGUNAS INSCRIPCIONES mERICAS
11
[daJigu: «lo hacemos, lo damos». Tercera persona del presente de
indicativo de un verbo de núcleo i que significa «dar, hacer». Restituimos el signo inicial más probable da.
galtz(e): «pérdida, daño».
otz: «frío».
erea: «el anverso». Leemos a el último signo.
ligurki(r): «esperaría, aguardaría». Condicional de mod. eguriki
«esperar, aguardar». Al final de línea aparecen, l, i y gu. El final acostumbrado de condicional es ke.
galia: «el trigo». Mod. garia.
Intentamos construir el discurso:
«Nuevamente nos ocupamos en examinar el trigo en el momento
en que aquí mismo lo encontramos corto. Escogiendo un poco, (os)
tenemos quietud... Pálido (??). Que escupa, si viniera. Aquí mismo
tenemos poca ocupación. Hágalo poco, de ese modo arreglado para la
especie, hacie el mediodía. Escogiendo la quietud, si el trabajo
pudiera traerse a punto de tiempo seco, lo hacemos. Al contrario, con
frío, un daño aguardaría el trigo».
Nos contentaremos provisionalmente con los nueve textos escogidos. Bastan para demostrar que el vascuence interviene en algunas de
las inscripciones escritas con signos ibéricos. Todas las traducciones
de palabras que damos, figuran en el diccionario de Azkue (18).
Tomamos en cuenta las modificaciones fonéticas ocurridas en la
historia de la lengua. La sonorización de las oclusivas sordas iniciales
de palabras no hace problema, puesto que el silabario ibérico no introduce fa oposición de sonorización. El hecho más notable es el rotacismo de la l sencilla intervocálica: üi/ui, sali/sari, zelu/zeru, eli/eri,
gali/gari, elaugi/eraugi. Pero, si las l intervocálicas antiguas son representadas por r, todas las r modernas no representan l antiguas.
Encontramos bastantes formas verbales sintéticas: ideke, datuten,
ator, leke, dunkagu, duergu, dekergu, derruxan, bale, begi, balelau,
daigu, ligurki; es natural que, en el curso de la vida de una lengua, formas auxiliadas tiendan a suplir formas sintéticas. El vasco moderno
sólo tiene una decena de verbos conjugados sintéticamente; eran más
numerosos en el siglo XVI. Los auxiliares modernos tienen su valor
significativo lleno: dan, dun, degun, dida, bedigu, digu, dugu. (El
(18) R. M. DE AZKUE: «Diccionario vuco-español·francéa». Reedici6n, Bilbao, 1969.
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12
HENRI. Guri'ER
indoeuropeo no tenía las formaciones en -bam, -bo del latín; y el latín
no tenía los futuros y condicionales en -e, (a del romance, aún menos
las formas compuestas o perifrásticas).
A veces el verbo se presenta bajo su forma de supino o de radical:
eus, uki, edin, ul, ebatsi, ari, itun. También los substantivos a menudo
se encuentran bajo la forma indeterminada. Eso se entiende en el
estilo de proverbios: vasc. mod. geiegi baño aski obe «que demasiado
suficiente mejor». Pero puede ser debido al uso del vascuence por un
escriba que no dominaba perfectamente la lengua, porque no era su
lengua natural.
En el conjunto estudiado notamos ocho proverbios y tres narraciones campesinas, historias sencillas de leña, ganado o trigo. No diremos
que todo siempre resulta muy claro, más que más con las roturas del
plomo; pero parece difícil no reconocer que se trata de textos antiguos
en vascuance.
. ......
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