Una nueva modalidad genética. La Cueva de la Judía (Barcheta)
José Donat Zopo
Miguel Ángel Navarro Cuéllar
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JOSE DONAT ZOPO
MIGUEL A. NAVARRO CUELLAR
{Valencia)
UNA NUEVA MODALIDAD GENETICA.
LA CUEVA DE LA .lUDIA
(Barcheta)
I
INTRODUCCION
La provincia de Valencia, dentro de la confluencia de dos regiones
tectónicas opuestas -ibérica y prebética-, debe de ser considerada
comó un pa:fs de fosas.
Su número es bastante elevado y su desarrollo muy importante,
ya que éstas, además de constituir en ocasiones frontera geológica entre regiones distintas, o simplemente entre zonas de influencia diversa, facilitan la formación de pliegues en el manto externo y afectan a
la hidrología, tanto superficial como subterránea.
Estas fosas, según Rosso de Luna, alcanzan gran profundidad y
son capaces de imprimir su huella sobre los estratos suprayacentes y
sirven de válvula de escape a los materiales infrayacentes del Trias
superior o Keuper, los cuales, afectos por una especial plasticidad,
aprovechan la existencia de fracturas en las capas superiores para introducirse por ellas y en movimiento ascensional ocasionar arrastres,
leVantando los bordes de las capas contiguas a las fracturas y creando estructuras tipo anticlinal, las cuales suelen ser erosionadas y desmanteladas con mayor facilidad.
Esta anormal aparición del Keuper, con sus derivaciones tectónicas, produce, dentro del ámbito· del mundo de ras cavernas, una serie
de cavidades que inicialmente, partiendo de las que hasta la fecha nos
ha sido posible conocer, hemos clasificado en dos grupos especiales:
a) Cavidades cársticas constituidas sobre terrenos extrusivos.
b) Cavidades tectónicas desarrolladas sobre terrenos autóctonos inmediatos a los bordes de diapiro y afectados por éstos.
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Corresponden al primer grupo, entre otras cavernas valencianas,
el Túnel del Sumidor, de Vallada, y la Cueva del Yeso, de Quesa. Pertenecen al segundo grupo, también entre otras cavidades, la Cueva de
la Judía, de Barcheta, y la Cava Fresca, de Bárig.
II
LA TECTONICA PROVINCIAL VALENCIANA EN RELACION
CON LA CUEVA DE LA JUDIA
En <
éstos, en la provincia de Valencia, reunían, entre otras características, la de ser frontera geológica entre las regiones ibérica y prebética,
sirviendo especialmente como talla fosa meridional valenciana, con
su prosecución a través del valle triásico de Barcheta y la fosa de
Valldigna.
En forma independiente de las regiones anteriores, aunque influenciada por ambas, en el ángulo interno formado por la intersección de las formaciones ibéricas descendentes y las prebéticas ascendentes, la zona central valenciana, restando tan sólo al oeste de la
provincia, y al amparo también de fosas triásicas -canal de Ayorauna zona marginal de estructura de tipo Meseta Central.
En este encuadre general, bastante simplificado, dentro de lamanifiesta complejidad tectónica de la provincia de Valencia, aparecen
los valles triásicos, tectóniCos, con Wl acompa.fta.miento secundario de
orden muy variado: trastorno de las capas suprayacentes; hidrologías
subterráneas estancadas; ordenación especial de las redes fluviales
de superficie; amortiguamiento de presiones tectónicas, facilidad a la
deformación; cársticas especiales en yesos, etc.
Uno de estos valles triásicos, de origen semidiapírico, es el de Barchata, que se prolonga en dirección al mar a través de la Valldigna,
planteando una serie de accidentes secundarios, laterales o marginales, entre los que se halla envuelto el Cerro de la Judía, en el cual se
centra nuestro estudio.
Así, en conjunto, se puede señalar que la prolongación de la fosa
meridional valenciana, se establece, en su margen septentrional, que
es el que ahora nos ocupa, a través de una serie de fallas longitudinales, paralelas a la fosa, y que comprenderían desde la Cava Colombo y
Racó de Juana, en Tabernas de Valldigna, hasta la Llama del Baladre,
en Játiva.
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
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Fig. 1.-1: Túnel del Sumldor¡ 2: Cueva del Yeso; 3: Cueva de La Judía; 4: Cova Fresca.
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En cuanto al Cerro de la Judía, situado en ese margen septentrio
nal de la fosa meridional valenciana es tectónicamente algo más complejo de lo señalado en estudios geológicos anteriores, hecho normal si
se considera la necesidad de detalle de cada uno de los trab~os consultados.
4
III
GEOGRAFIA ESTRATIGRAFICA EN TORNO
AL VALLE DE BARCHETA
El valle de Barcheta se extiende por el sur de la provincia de Valencia y de la población del mismo nombre. Tiene forma rectan~ular
y en su totalidad se halla representado en la Hoja núm. 770 (Alciral
del Mapa Geológico Nacional, a escala 1 :50.000; se encuentra comprendido entre los meridianos 3° 13' y 3° 18' 50" de longitud este y
los paralelos 39° 1' 20" y los'39° de latitud norte.
Longitudinalmente, por su zona· septentrional, es cruzado po.r el
rlo Barcheta, que se inicia inmediatamente al este del valle, en la zona
de Plá de Corrals, por la· aportación de los barrancos que confluYen a
dicho punto. Normalmente su cauce está seco o con escaso caudal.
Cruza el valle de este a oeste, sale a los llanos cuaternarios de
Lloch Nou de Fenollet y por ellos, en las proximidades de la población de Enova, desemboca en el río Albaida.
La estratigrafia dominante en el valle de Barcheta, prescindiendo
de ligeras coberturas cuaternarias, es del Trias superior, el cual aparece con los materiales típicos de este piso en la provincia de Valencia. Lo constituyen yesos en formas variadas, una veces bajo la forma
cristalina, incolora y en conglomerados desordenados; otras, en láminas cristalinas, traslú,cidas; también en masas compactas, cristalinas,
nljo-brillantes y con profusión de jacintos de compostela en su interior o en bancos de colores negros, grises o blanquecinos, compactos o
sacaroideos, y con frecuencia industrialmente explotados.
Alternados con los yesos, aunque en anárquica disposición, las
margas, muy deleznables algunas veces; otras, compactas y duras;
ora con tonalidades irisadas, con predominio del gris verdoso, ora,
con coloraciones rojizas, fuerte tonalidad y muy uniforme, y oc~sio
nahnente cruzados por alguna delgada veta azulada.
Dentro de su aparente anarquía parece, no obstante, seguir a
grandes rasgos y dentro de la verticalidad de sus estratos, la linea de
contacto Trias-Cretáceo.
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
Fig. 2.-Situación del Cen-o de La Judía y de la cueva del mismo nllmbte, en relación al pue·
blo de Barcheta.
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Aparecen también bancos de areniscas, similares en su aspecto a
las del Bunt, pero de colores menos vivos, algo más blandas de textura y menos micáceas.
En algunos lugares, cubriendo el Trias, hemos hallado restos fragroen;tados de una capa horizontal de unos 2 cms. de espesor, constituida por cristales de cuarzo hialino. cementados entre sí y muy desgastados. Su horizontalidad les asigna un carlicter muy posterior el mo~
vimiento semidíapírlco.
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El cuaternario aparece en diversos lugares recubriendo al Trias.
En torno al río Ba:rcheta, contacto además de Trías-Cretáceo, se dis-tinguen dos capas. La inferior, formada por productos residuales del
Trias, y la superior, formada pQl' tarra :rossa, procedentes de la erosión de las calizas del Cretáceo. Aterrazamientos laterales nos hablan
de moVimientos del cauce.
Ligeramente más al norte, en forma de cerros de escasa elevación
podemos señalar dos frentes: el occidental y el centro-oriental.
El occidental está oonstituido por molasas del Helveciense, las
cuales fueron objeto de explotación industrial en diversas canteras,
hoy abandonadas. Superficialmente la molasa es muy dura, si bien se
halla descompuesta por ellajamiento. Debajo de ella aparece otra menos dura y más arenisca que, insensiblemente pasa a convertirse en
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
7
una arenisca muy disgregable. En ellas, Darder Pericás, señala la presencia de: «Clypeaster marginatus» Lamk., «Flabellipecten incrassatus» Part. y Mosén Viñas seiiala también la existencia de: «Odontaspis
cuspidata» Ag., «Odontaspis cuntortidens» Ag., «Oxyrina» sp., «Sphaerodus parvus?» Ag.
En estas areniscas, al igual que Darder Pericás, hemos podido obtener: <
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Fig. 4.-Cortes da la Sarreta da Barchata, sagWI Dardar Paricél.
1 : 'Calizaa compactas grlsas.
2: Calil!las margosas con «micrasten.
Entre los cerros de Cueva de la Pedrera y Cueva Negra aparece
una zona constituida por cantos angulosos, calizos, cementados entre
sí y procedentes de la erosión del Cretáceo y que señalan un posible
Vindoboniense.
En el cerro de Cueva Negra, precisamente en el interior de lascovachas alli existentes, entre las blandas areniscas helvecienses, pudimos señalar la presencia de «Clypeaster», sp.
El frente centro-oriental, más ancho y profundo que el anterior, se
inicia al norte de la mancha vindoboniense y se extiende por el Alto de
Pérez, la Rabosa, la Barchilla y la Penya Ro~ a. entre otros lugares y
constituye un ramal montuoso, al parecer discordante, sito entre los
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montes de la Barraca (Sierra de Corbera) y la fosa de los montes del
Turó. En él aflora el Cretáceo, con distintos pisos estratigráficos, surgentes, casi todos ellos, al amparo de las múltiples fracturas que bordean el margen septentrional de la fosa de Valldigna.
El Turonense-Senonense inferior, formado por bancos de gran espesor, está representado por unas calizas muy compactas, de color
gris en superficie y en avanzado grado de lenarización y ocupa prácticamente todo el cerro de la Judia, en la que se aloja nuestra caverna
en estudio. Está flanqueado septentrionalmente por el Maestrichten:.
se, amparado por un juego de fracturas que hacen que este último piso aparezca hundido en forma de fosa.
Las calizas turonenses, tipicas en la carstificación valenciana,
aparecen marmorizadas, en fonna de grandes y potentes bancos, como se puede aprecia:r en las explotaciones abandonadas de las mismas. Al gris de las calizas en superficie, sucede en fractura un rosáceo
o sepia. Con frecuencia estas calizas, algo margosas, engloban una
abundante granulación cuarcffera de pequeño tamaño y que podria
representar una fase neritica. Algunos pequeftos fragmentos recogidos tenfan aspecto fosillfero, pero sus formas y caracteristicas eran
demasiado imprecisas y poco detenninativas.
El Maestrichtense aparece en la pequefta fosa fallada inmediatamente al norte del cerro de la Judía, entr_e éste y el Racó de la Penya.
Otra mancha, ocupando una correcta posición estratigráfica, aparece
coronando el citado Racó de la Penya y el Alto de Pérez. F;stá inte~
grado por calizas, margas y arcillas sabulosas, con abundante fauna
fosil. En ellas Meseguer Pardo indica haber recogido: «Exogyra Mat~
heroDiana>~, d'Orb., «Exogyra decussata», Coq., «Pycnodonta vesícula~
riS)l, Lam.
Cerrando el fondo del frente norte, envolviendo algunas de estas
manchas el Maesttichtense, aparece el Campaniense, con una extensión superficial muy superior a la de los anteriores. Está constituido
por calizas grises y descompuestas, calizas margosas, margas y arci~
llas, oon rica y abundante fauna fósil, entre la que Meseguer Pardo
señala: «Mitrocaprina.», sp., «Vaccinites Archiaci», Math. (var. majar,
Toncas), «Vaccinites latus», Math., «Exogyra decussata», d'Orb.,
«Exogyra Matheroniana», d'Orb., «Pycnodonta vesicularis», Lam.
Sobre el caserío nuevo de la Liga, en la visita originada al confeccionar este trabajo, se han recogido: «Exogyra decussata>~, d'Orb.,
«Cardium)), sp., «Pecteru, sp., «Neitheas 7», «Radiolitidos», «Pleurotomaria)), sp. según detemúnac:ión de Indalecio Quintero, de la Sección de P8leontología del Instituto Geológico y Minero de España y cuyo conjunto parece
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
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atribuir dicho terreno al Campaniense y que concuerda bastante con la fauna
recogida por Nickles en Cuatretonda.
Cerrando el frente oriental del valle de Barcheta podemos señalar
el Santonense-Campaniense inferior que envuelve a su vez otra mancha del Campaniense inferior, en cuyo centro se encuentra ubicado el
Plá de Corrals, de un cuaternario arcilloso y cantos cretáceos, procedente de la erosión de las calizas de los contornos y constituyendo una
cubeta muy rica en aguas subterráneas, de las que se verifica una importante explotación. Más a occidente, siguiendo por el sur el valle de
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Fig. 5.-l: Campanianse. Calizas grisáceas y callzaa margoaaa, marga. y arcillas.
2: Maestricbtense. Caliza& y margae.
3: Turonanse~ Calizas compactaa, marmorizadaa.
4: Keuper. Margas abigarradas, arcillas y yeaos.
5: Cuava de La Judia.
6: Cuaternario.
Barcheta, aparecen los cerros del Buscarró, de violenta estructura y
famosos por sus calizas mannóreas, rosadas, amarillentas o rojizas.
En estos cerros, en dirección a 1' Alt de l'Edra, aparecen lineales con
tectónica semidiapírica y niveles hidrológicos.
Más al oeste, cerrando por el sur el valle de Barcheta, aparece el
clásico tap valenciano, constituido por margas blanquecinas, bastante impermeables y descansando sobre el Keuper.
Finalmente la zona oeste se cierra en Genovés, con modernísimo
Cuaternario que probablemente recubre la fosa unida de la Canal de
Navarrés y Barcheta.
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IV
ANTECEDENTES GEOLOGICOS EN TORNO
AL CERRO DE LA JUDIA
En el mapa que Brinkmann acompaña a su trabajo «Las cadenas
béticas y celtibéricas del sureste de España», a escala 1/150.000, no
figura el cerro de la Judia. No obstante, su espacio geográfico aparece
cubierto por el Camparúense, en contacto con el Keuper del valle de
Barcheta, y separado de éste por una falla vertical del orden de 7 5 a
100°. Considera al cretáceo como hundido contra un horst de Keuper,
Darder Pericás, en su «Estudio geológico del sur de la provincia de
Valencia y norte de la de Alicante», seiiala, en relación con este cerro
y del que nos presenta un corte transversal, que «en contacto anormal
con e:l Trías hay una caliza marmórea blanca, explotada como mérmol, y sobre ella una caliza margosa de tonos ocráceos, en los que se
han hallado equinidos en mal estado, pero que por su forma recuerdan los Micraster». Identifica a estas calizas como pertenecientes al
Campaniense.
En la hoja :húm. 770, Alcira, cuya Memoria fue redactada por Meseguer Pardo, aparecen en forma sucesiva y de norte a sur el Campaniense, el Maestrichtense, el Turonense y el Keuper. Unos y otros separados entre si por fallas y con el Maestrichtense hundido entre el
Campaniense y el Turonense. Quizá la diferencia estratigráfica entre
los trabajos de Meseguer Pardo y los de Brinkmann o Darder Perlcás
esté principalmente basada en la cuestión de detalle existente entre
unos y otros trabajos.
Nos otros hemos coincidido en la apreciación estratigráfica de Meseguer Pardo y confirmada parcialmente por las determinaciones de
Indalecio Quintero. En cuanto a la tectónica, sin diferir con lo establecido en la Hoja de Alcira, llegamos a una situación algo más compleja
al establecer, dentro del Turonense, una serie de fracturas o fallas
que multiparten longitudinalmente el cerro de la Judía.
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Fig B.-Corto tnnsvursaJ dpioo do la Cueva de La JlliÜa.
J: Juntas de tensión.
2: Diaclasas de estratificación.
3; Falla de ostratificaclón.
4: Posición de las dlaclasas de inclinación.
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V
SITUACION DE LA CAVIDAD
La cueva de la Judía se encuentra ubicada en el término municipal de Barcheta, en la comarca de Játiva (Valencia), en el extremo
nordeste de dicho ténnino y en el lugar denominado cerro de la Judía,
sito al norte del valle del río Barcheta, antes de cruzar por esta población y de su confluencia con el rio de Albaida.
La cavidad se halla situada en la ladera meridional del antes citado cerro y su boca se halla semioculta por pinos y matorrales. Se encuentra próxima a una zona de canteras abandonadas y por debajo
de ellas.
Sus dos bocas, abiertas a unos 160 metros sobre el nivel del mar,
dominan la carretera en un tramo sito aproximadamente a mitad del
espacio comprendido entre los Kms. 9 y lO, en dirección a Simat de
Valldigna. Ambas distan entre si unos 5 metros. Una de ellas, la utilizada normaimente para penetrar en la caverna, adopta forma longitudinal; la otra, de forma circular, sita a la derecha de la anterior, es
de más difícil penetración.
La situación geográfica aproximada es de 3° 17' 40" de longitud
este y de 39° l' 35" de latitud norte.
VI
DESCRIPCION DE LA CAVERNA
Como antes se ha indicado posee dos bocas de acceso, sitas una
junto a la otra, siendo la más comúnmente utilizada la occidental. Esta se abre sobre una linea de diaclasación orientada aproximadamente N.-S.; es de bastante amplitud y sita a ras del suelo.
La segunda de las bocas es de forma circular y da acceso a un pozo erosionado sobre una linea de diaclasación que facilitó su origen.
Utilizando la primera de las bocas citadas se accede a un pequeño
pozo de fácil descenso, apoyándose en los agarres del mismo, que tendrá unos 5 6 6 metros de profundidad, a cuyo ténnino y en la cara
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
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oriental, dan al pórtico de entrada de la caverna (galerla). A partir de
este punto y al objetO de facilitar su descripción dividiremos la caverna en dos sectores y varios subsectores.
Sector oriental:
a) Vestíbulo. -Se inicia en el pórtico antes citado y tras formar
inicialmente un corto tramo de galerla se abre formando un salón de
unos 12'50 metros de longitud por unos 10 metros de anchura en su
fondo. Todo el suelo se encuentra recubierto de bloques elásticos de
pequeño tamaño formando una pronunciada pendiente hacia el interior y bajo de los cuales se sumergen las coladas que descienden por
las paredes.
La pared del fondo de esta estancia denuncia la existencia de una
diaclasa que, en su extremo norte, profundiza la pared en forma de
grieta impracticable, y en el sur facilitó la genética de la segunda boca de acceso a la cueva. También la pared del fondo de esta estancia
permite observar la aguda estratificación existente, con buzamiento
al norte y rwnbo este-oeste.
Es interesante señalar que, junto al pórtico de entrada, e igualmente más adelante, a unos dos metros, a la izquierda de ambos, a linea con el suelo actual, existen dos pequeñas bocas que ponen en comunicación los sectores oriental y occidental.
b) Galería Oriental, tramo l. -Sigue la orientación de la fractura que originó la caverna presentando con-ello formas con manifiesta
preponderancia de la verticalidad sobre la horizontalidad. El suelo,
con pendiente más pronunciada todavía que el vestlbulo y apuntando
hacia el interior, sigue recubierto por los bloques elásticos, alóctonos,
bajo los cuales se siguen también sumergiendo los recubrimientos parietales. Es más potente el enmascaramiento litológico de las paredes
de la izquierda que los de la derecha.
Al término de este tramo se observa otra linea de diaclasación
norte-sur, normal a la caverna.
e) Galerla Oriental, tramo II. - Se inicia en un estrechamiento
del anterior y mantiene las mismas caracterlsticas del anterior. En el
lado derecho de la galería, a nivel del- suelo, en el sentido del buzamiento, aparece una pequeña galería. Al término de este tramo, también en el mismo lado, se forma un gran anchurón motivado por la
presencia de fracturas transversales a la caverna y que aprovechadas
por las aguas de infiltración han dado lugar a bellisimos y estilizados
tubos erosivos con coalescencia morfológica entre ellos.
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d) Galeria Oriental, tramo fmal. - Se inicia con un estrechamiento de la galería al final del II tramo y unas coladas de mayor desarrollo que invadiendo el su81o y elevando su nivel tuvieron la virtud
de detener el deslizamiento de los materiales elásticos alóctonos e ifnped\r su progresión hacia el final de la caverna.
Detrá.s de esta barrera se abre una corta y estrecha galería que
conduce a una pequeña estancia. Esta posee el suelo recubierto de sedimentos arcillosos y seftales en las paredes, a unos 2'20 metros de altura, de haber actuado como depósito hidrico con carácter de larga
permanencia.
Sector occidental:
a) Accesos. - Regresando al vestíbulo de la caverna y por las
pequeiias bocas existentes en el mismo, anteriormente citadas, tras
un grueso bloque elástico, se pasa a este sector. Se inicia con una pendiente descendente, también con bloques elásticos, muy baja de techos y de unos tres metros de longitud.
Un segundo acceso al sector occidental fue hallado en los trabajos
de campo en los que se preparaban estas notas y sobre la base de desobstruir una linea de diaclasación.
b) Sala de las Formaciones. - Se abre al término de los accesos
anteriores y es una pequeña estancia en la que los recubrimientos parietales invaden techo y paredes, alcanzando incluso los suelos con
recubrimientos y diminutos «gourgs».
Gran número de las formas observadas pendientes de lq. bóveda
tienen un aspecto mamilar, blanco y por su textura parecen próximas
a un «mond milch».
e) Sala de la Arena. -Al término de la Sala de las Formaciones,
tras cruzar un breve pasadizo, aparece la de la Arena, denominación
que recibe por el material depositado en su suelo. El carácter siempre
descendente de la cavidad varfa y en este lugar pasa a ascendente. El
fondo de la sala lo cOnstituye un muro formado por calizas muy trituradas y arcillas, destacando su color más violento sobre el resto del
salón: Las paredes se muestran muy erosionadas, permitiendo ver la
roca viva del terreno, en este lugar bastante fragmentada. Antiguas
formaciones litoquimicas, de gran desarrollo, dan muestras de haber
sufrido un posterior y potente proceso erosivo.
d) Pequeftas galerias. -A derecha e izquierda del salón anterior
se abren una serie de pequeños divertículos y cortas galerfas de formas muy variadas, en las que se aprecia también un antiguo desarrollado proceso reconstructivo y otro más moderno de erosión.
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VII
CLASIFICACION DE LAS FRACTURAS
DE LA CUEVA DE LA JUDIA
Al ser la cueva de la Judía esencialmente tectónica en su genética,
es lógico presumir que la mayor parte de su desarrollo esté condicionado por la existencia de fracturas.
La más importante de ellas es la que forma el eje longitudinal de
la caverna (Línea imaginaria· VII-IV del plano), la cual cae de pleno en
el concepto de falla, al darse la existencia de fractura con deslizamiento de una o dos masas contiguas. A su vez, dentro de la ca1illcación de falla, hay que clasificarla como abierta y de estratificación, ya
que su desarrollo es paralelo a la estratificación de las rocas. Existen
otras líneas importantes de rotura (Líneas G, K-J, o M-L del plano)
que constituyen diaclasas de inclinación al poseer un rumbo paralelo
a la dirección hacia la que se inclina la estratificación. Son normales a
la dirección de las diaclasas de estratificación y en el caso concreto de
esta cueva son de tipo vertical.
Finalmente se pueden señalar las diaclasas de estratificación, paralelas a la estructura de la caliza, y sobre cuyos planos se produjo el
resbalamiento de la zona que dio origen a la falla de estratificación.
Estas diaclasas, apoyadas en juntas de tensión, facilitaron los desplomes de la pared-bóveda.
VIII
EVOLUCIÓN MORFOLOGICA
Establecido que el levantamiento del cerro de la Jud.ia es producto
de la orogenia triásica, ocurrida durante la segunda fase estaírica,
nos encontramos entonces con un cerro emergido y desbordado, en la
línea de fractura del valle de Barcheta, por la masa ascendente de los
yesos y margas del Trlas.
En dicho momento la caverna, en su estructura básica, linea de
falla y diaclasas transversales, está creada.
Posteriormente el valle de Barcheta sufrió una fuerte erosión, especialmente en los blancos materiales del Keuper, con la consiguiente
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LA·CUEVA DE LA
JUDíA
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profundización del valle y una traslación del cauce del río Barcheta
que en sentido longitudinal cruza dicho valle.
Durante un tiempo de ese periodo el cauce del rlo Barcheta coincidió con el eje longitudinal de la cueva de la Judía, es decir, con la linea de falla, y apoyado en las diaclasas transversales abrió las dos bocas que actualmente posee e inundó la caverna, tal vez erosionando
ya antiguas formaciones.
Nuevos y posteriores desplazamientos del cauce del rlo Barcheta
dejan colgada la cavidad en las épocas en que el río lleva menor aporte de agua, actuando sólo como sumidero en las épocas de crecidas.
Conforme el valle y por consiguiente el cauce del rlo fueran profundizándose, iria perdiendo intensidad esta fase, pasando solamente a filtraciones a través de las fisuraciones de la caliza, hasta que llegado
cierto momento, por exceso de hundimiento del cauce, separación de
la cavidad, etc. deja de existir conexión práctica entre ambos.
IX
DATACION
El cerro de la Judia se encuentra instalado en el interior de la fosa
meridional valenciana, no obstante, el levantamiento de sus estratos
lo atribuimos a un periodo orogénico mucho más moderno y vinculado a la orogenia semidiapírica del Keuper.
Así pues, dado que la cueva de la Judía está basada genéticamente en los mismos movimientos semidiapfricos que trastornaron el cerro
de la Judia, su cronología será idéntica a la de éste en su estructura
actual.
Del Eoceno al Oligoceno la comarca de Barcheta estuvo emergida,
pero posteriormente, durante el Mioceno, se produce una inmersión
de la zona, como lo demuestran los restos fosillferos del Burdigalense
y del- Vindoboniense que en la misma se encuentran.
Posteriormente al Vindoboniense se producen dos hechos importantes para la cronología de la cavidad. La segunda orogenia estafrica
y la emersión de la zona con el Pontiense. En este perlado es cuando
debió producirse la fase diapírica que provocó el levantanriento del
cerro de la Judía y la falla tectónica que motivó el origen de la
caverna.
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X
SISTEMATICA EN TORNO A LAS CAVIDADES
TIPO CUEVA DE LA JUDIA
El primer problema que, tras el estudio y conocimiento de la cueva de la Judía y su especial origen tectónico, se nos planteaba era el
de la determinación de la facilidad o rareza con que este tipo de caverna en borde de diapiro se nos podia presentar.
Un análisis detallado de cierto tipo de cavernas nos permitió establecer una primera lista de cavidades en las que concurrian estas circunstancias. Esta lista estaba formada, aparte de por la cueva de la
Judía, por las siguientes cavernas:
Cava Fresca (Bárig).
Cueva del Lobo (Navarrés).
Sima de Viñ.as I (Chiva).
Sima de Vifias II (Chiva).
Sima de Viñas III (Chiva).
existiendo otras posibles cavidades en estudio o determinación.
A continuación se nos presentaba el problema de establecerr si era
posible, dentro de este tipo de cavidades, una siteillática de formas.
Dado que P,entro del tipo de cavernas de borde de diapiro se pueden
presentar -y se nos presentaron- ciertas variantes, interesaba analizar la cavidad con otra de características similares. Esto se consiguió
con el concurso de la Cava Fresca, de Bárig, situada en el mismo valle, pero en su margen opuesta, lo que debiera motivar, formas simila·
res pero en posición contraria.
A través de la Comparación de ambas cuevas se estableció el siguiente resumen de conclusiones generales:
a) Que el eje de las cavernas puede estar constituido por fallas.
b) Presencia abundante de diaclasas perpendiculares al plano
de falla.
el Que la falla sea de tipo anticlinical y abierta en el interior.
d) Que los cortes transversales de la misma tiendan a las formas
_triangulares.
e) El lado próximo al diapiro es el bloque movido de la falla.
fJ El lado próximo al diapiro se convierte en piso-pared.
g) El lado opuesto al diapiro se convierte en pared-bóveda.
h) Proceso elástico desarrollado especialmente a expensas del
lado de la falla opuesto a la linea de diapiro.
-
342 -
[page-n-343]
LA CUEVA DE LA JUDÍA
"
Circunstancias que se producirán cuando en la cavidad estudiada
el buzamiento del lado del diapiro sea superior al del lado opuesto, ya
que de ser similares (cueva del Lobo, Navarrés), las formas derivadas
serán completamente distintas.
XI
ADICION BIOLOGICA
Con ocasión del estudio geotectónico de la cueva de la Judia hemos tenido ocasión de realizar algunas observaciones de tipo biológico las cuales transcribimos para su constancia.
Flora. - En zona de penumbra, en el fondo de la sima de acceso y
entrada a la caverna, en diversas ocasiones, se ha determinado la
presencia de gran can.tidad de ejemplares de la «Capsella bursa pastoris». La última de las veces en el mes de febrero. Ejemplares de esta
especie se han encontrado en otras cavidades y en condiciones de vida muy distintas, así se les ha localizado en el Túnel del Sumidor (VaDada), a gran profundidad, en zona de oscuridad total, sobre terrenos
yesosos y con gran cantidad de humedad. Parece que estas -plantas,
en estas condiciones, no llegan a completar su ciclo biológico.
Quirópteros. - Fue localizado un ejemplar del «Rhinolophus
ferrum-equinum», vulgarmente denominado murciélago de herradura. Era macho, pendia de las paredes-bóveda y se hallaba solitario.
Coleópteros.- Fue capturado-un ejemplar de «Blaps Gigas>), Lin.,
del grupo «Polyphagm>, de la familia de los Tenebriónidos. Esta especie está extendida al parecer por toda la región valenciana. En la colección entomológica Torres Sala, figuran ejemplares capturados en
Valencia, Bétera, Buñol, Casas de Herrero, Burjasot, Alcira, Pego y
Altura.
XII
RESUMEN
A través de la cueva de la Judia (Barcheta) se estudia por vez primera una nueva modalidad genética basada en la formación tectónica de cavernas en los terrenos levantados por los diapiros. Se identifican dentro de la provincia de Valencía algunas cavidades de análogas
características genéticas y se establece para ellas una breve tipología
arquitectónica.
-
343 -
[page-n-344]
20
J. DONAT ZOPO y .M. A. NAVARRO ClJtLLAR
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- 344 -
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DONAT y NAVARRO.-Cue'la de La Judía
LAM. 1
1.- EI Cerro de la Judía ( Barcheta) . En su parte superior. una de las canteras de mflrmol
2.- EI valle de Barcheta. En el centro, el río de Barcheta
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OONAT y NAVARR O.-Cueva de l a Judía
LAM. 11
3 y 4.-0os distintas morfologías cársticas dentro de las calizas del Cerro de la Judit
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DONAT y N AV ARRO.-Cuova de La Judía
LAM. 111
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DONAT y NAVARRO.-Cuevc1 de La Judía
LAM. V
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12.-Tubo erosivo en el cruce anterior
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DONAT y NAVARRO.-Cueva de La Judía
13 y 14.- Formas estalactíticas blanquecinas del sector C'ccidental
LAM. VIl
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OONAT y NAVARRO.-Cueva de La Judía
15.-Corte transversal típico de la cavidad, en estudio
LAM. VIII
[page-n-353]
JOSE DONAT ZOPO
MIGUEL A. NAVARRO CUELLAR
{Valencia)
UNA NUEVA MODALIDAD GENETICA.
LA CUEVA DE LA .lUDIA
(Barcheta)
I
INTRODUCCION
La provincia de Valencia, dentro de la confluencia de dos regiones
tectónicas opuestas -ibérica y prebética-, debe de ser considerada
comó un pa:fs de fosas.
Su número es bastante elevado y su desarrollo muy importante,
ya que éstas, además de constituir en ocasiones frontera geológica entre regiones distintas, o simplemente entre zonas de influencia diversa, facilitan la formación de pliegues en el manto externo y afectan a
la hidrología, tanto superficial como subterránea.
Estas fosas, según Rosso de Luna, alcanzan gran profundidad y
son capaces de imprimir su huella sobre los estratos suprayacentes y
sirven de válvula de escape a los materiales infrayacentes del Trias
superior o Keuper, los cuales, afectos por una especial plasticidad,
aprovechan la existencia de fracturas en las capas superiores para introducirse por ellas y en movimiento ascensional ocasionar arrastres,
leVantando los bordes de las capas contiguas a las fracturas y creando estructuras tipo anticlinal, las cuales suelen ser erosionadas y desmanteladas con mayor facilidad.
Esta anormal aparición del Keuper, con sus derivaciones tectónicas, produce, dentro del ámbito· del mundo de ras cavernas, una serie
de cavidades que inicialmente, partiendo de las que hasta la fecha nos
ha sido posible conocer, hemos clasificado en dos grupos especiales:
a) Cavidades cársticas constituidas sobre terrenos extrusivos.
b) Cavidades tectónicas desarrolladas sobre terrenos autóctonos inmediatos a los bordes de diapiro y afectados por éstos.
-
325 -
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2
J. DONAT ZOPO y M. A. NAVARRO CUÉLLAR
Corresponden al primer grupo, entre otras cavernas valencianas,
el Túnel del Sumidor, de Vallada, y la Cueva del Yeso, de Quesa. Pertenecen al segundo grupo, también entre otras cavidades, la Cueva de
la Judía, de Barcheta, y la Cava Fresca, de Bárig.
II
LA TECTONICA PROVINCIAL VALENCIANA EN RELACION
CON LA CUEVA DE LA JUDIA
En <
sirviendo especialmente como talla fosa meridional valenciana, con
su prosecución a través del valle triásico de Barcheta y la fosa de
Valldigna.
En forma independiente de las regiones anteriores, aunque influenciada por ambas, en el ángulo interno formado por la intersección de las formaciones ibéricas descendentes y las prebéticas ascendentes, la zona central valenciana, restando tan sólo al oeste de la
provincia, y al amparo también de fosas triásicas -canal de Ayorauna zona marginal de estructura de tipo Meseta Central.
En este encuadre general, bastante simplificado, dentro de lamanifiesta complejidad tectónica de la provincia de Valencia, aparecen
los valles triásicos, tectóniCos, con Wl acompa.fta.miento secundario de
orden muy variado: trastorno de las capas suprayacentes; hidrologías
subterráneas estancadas; ordenación especial de las redes fluviales
de superficie; amortiguamiento de presiones tectónicas, facilidad a la
deformación; cársticas especiales en yesos, etc.
Uno de estos valles triásicos, de origen semidiapírico, es el de Barchata, que se prolonga en dirección al mar a través de la Valldigna,
planteando una serie de accidentes secundarios, laterales o marginales, entre los que se halla envuelto el Cerro de la Judía, en el cual se
centra nuestro estudio.
Así, en conjunto, se puede señalar que la prolongación de la fosa
meridional valenciana, se establece, en su margen septentrional, que
es el que ahora nos ocupa, a través de una serie de fallas longitudinales, paralelas a la fosa, y que comprenderían desde la Cava Colombo y
Racó de Juana, en Tabernas de Valldigna, hasta la Llama del Baladre,
en Játiva.
- 326 -
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3
LA CUEVA DE LA JUDÍA
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Fig. 1.-1: Túnel del Sumldor¡ 2: Cueva del Yeso; 3: Cueva de La Judía; 4: Cova Fresca.
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'
J. DONAT ZOPO y M. A. NAVARRO CUÉLLAR
En cuanto al Cerro de la Judía, situado en ese margen septentrio
nal de la fosa meridional valenciana es tectónicamente algo más complejo de lo señalado en estudios geológicos anteriores, hecho normal si
se considera la necesidad de detalle de cada uno de los trab~os consultados.
4
III
GEOGRAFIA ESTRATIGRAFICA EN TORNO
AL VALLE DE BARCHETA
El valle de Barcheta se extiende por el sur de la provincia de Valencia y de la población del mismo nombre. Tiene forma rectan~ular
y en su totalidad se halla representado en la Hoja núm. 770 (Alciral
del Mapa Geológico Nacional, a escala 1 :50.000; se encuentra comprendido entre los meridianos 3° 13' y 3° 18' 50" de longitud este y
los paralelos 39° 1' 20" y los'39° de latitud norte.
Longitudinalmente, por su zona· septentrional, es cruzado po.r el
rlo Barcheta, que se inicia inmediatamente al este del valle, en la zona
de Plá de Corrals, por la· aportación de los barrancos que confluYen a
dicho punto. Normalmente su cauce está seco o con escaso caudal.
Cruza el valle de este a oeste, sale a los llanos cuaternarios de
Lloch Nou de Fenollet y por ellos, en las proximidades de la población de Enova, desemboca en el río Albaida.
La estratigrafia dominante en el valle de Barcheta, prescindiendo
de ligeras coberturas cuaternarias, es del Trias superior, el cual aparece con los materiales típicos de este piso en la provincia de Valencia. Lo constituyen yesos en formas variadas, una veces bajo la forma
cristalina, incolora y en conglomerados desordenados; otras, en láminas cristalinas, traslú,cidas; también en masas compactas, cristalinas,
nljo-brillantes y con profusión de jacintos de compostela en su interior o en bancos de colores negros, grises o blanquecinos, compactos o
sacaroideos, y con frecuencia industrialmente explotados.
Alternados con los yesos, aunque en anárquica disposición, las
margas, muy deleznables algunas veces; otras, compactas y duras;
ora con tonalidades irisadas, con predominio del gris verdoso, ora,
con coloraciones rojizas, fuerte tonalidad y muy uniforme, y oc~sio
nahnente cruzados por alguna delgada veta azulada.
Dentro de su aparente anarquía parece, no obstante, seguir a
grandes rasgos y dentro de la verticalidad de sus estratos, la linea de
contacto Trias-Cretáceo.
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
Fig. 2.-Situación del Cen-o de La Judía y de la cueva del mismo nllmbte, en relación al pue·
blo de Barcheta.
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J. DONAT ZOPO y M, A NAVARRO CUíllAR
'
Aparecen también bancos de areniscas, similares en su aspecto a
las del Bunt, pero de colores menos vivos, algo más blandas de textura y menos micáceas.
En algunos lugares, cubriendo el Trias, hemos hallado restos fragroen;tados de una capa horizontal de unos 2 cms. de espesor, constituida por cristales de cuarzo hialino. cementados entre sí y muy desgastados. Su horizontalidad les asigna un carlicter muy posterior el mo~
vimiento semidíapírlco.
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El cuaternario aparece en diversos lugares recubriendo al Trias.
En torno al río Ba:rcheta, contacto además de Trías-Cretáceo, se dis-tinguen dos capas. La inferior, formada por productos residuales del
Trias, y la superior, formada pQl' tarra :rossa, procedentes de la erosión de las calizas del Cretáceo. Aterrazamientos laterales nos hablan
de moVimientos del cauce.
Ligeramente más al norte, en forma de cerros de escasa elevación
podemos señalar dos frentes: el occidental y el centro-oriental.
El occidental está oonstituido por molasas del Helveciense, las
cuales fueron objeto de explotación industrial en diversas canteras,
hoy abandonadas. Superficialmente la molasa es muy dura, si bien se
halla descompuesta por ellajamiento. Debajo de ella aparece otra menos dura y más arenisca que, insensiblemente pasa a convertirse en
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
7
una arenisca muy disgregable. En ellas, Darder Pericás, señala la presencia de: «Clypeaster marginatus» Lamk., «Flabellipecten incrassatus» Part. y Mosén Viñas seiiala también la existencia de: «Odontaspis
cuspidata» Ag., «Odontaspis cuntortidens» Ag., «Oxyrina» sp., «Sphaerodus parvus?» Ag.
En estas areniscas, al igual que Darder Pericás, hemos podido obtener: <
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Fig. 4.-Cortes da la Sarreta da Barchata, sagWI Dardar Paricél.
1 : 'Calizaa compactas grlsas.
2: Calil!las margosas con «micrasten.
Entre los cerros de Cueva de la Pedrera y Cueva Negra aparece
una zona constituida por cantos angulosos, calizos, cementados entre
sí y procedentes de la erosión del Cretáceo y que señalan un posible
Vindoboniense.
En el cerro de Cueva Negra, precisamente en el interior de lascovachas alli existentes, entre las blandas areniscas helvecienses, pudimos señalar la presencia de «Clypeaster», sp.
El frente centro-oriental, más ancho y profundo que el anterior, se
inicia al norte de la mancha vindoboniense y se extiende por el Alto de
Pérez, la Rabosa, la Barchilla y la Penya Ro~ a. entre otros lugares y
constituye un ramal montuoso, al parecer discordante, sito entre los
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33! -
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J. DONAT ZOPO y M. A, NAVARRO CutLLAR
montes de la Barraca (Sierra de Corbera) y la fosa de los montes del
Turó. En él aflora el Cretáceo, con distintos pisos estratigráficos, surgentes, casi todos ellos, al amparo de las múltiples fracturas que bordean el margen septentrional de la fosa de Valldigna.
El Turonense-Senonense inferior, formado por bancos de gran espesor, está representado por unas calizas muy compactas, de color
gris en superficie y en avanzado grado de lenarización y ocupa prácticamente todo el cerro de la Judia, en la que se aloja nuestra caverna
en estudio. Está flanqueado septentrionalmente por el Maestrichten:.
se, amparado por un juego de fracturas que hacen que este último piso aparezca hundido en forma de fosa.
Las calizas turonenses, tipicas en la carstificación valenciana,
aparecen marmorizadas, en fonna de grandes y potentes bancos, como se puede aprecia:r en las explotaciones abandonadas de las mismas. Al gris de las calizas en superficie, sucede en fractura un rosáceo
o sepia. Con frecuencia estas calizas, algo margosas, engloban una
abundante granulación cuarcffera de pequeño tamaño y que podria
representar una fase neritica. Algunos pequeftos fragmentos recogidos tenfan aspecto fosillfero, pero sus formas y caracteristicas eran
demasiado imprecisas y poco detenninativas.
El Maestrichtense aparece en la pequefta fosa fallada inmediatamente al norte del cerro de la Judía, entr_e éste y el Racó de la Penya.
Otra mancha, ocupando una correcta posición estratigráfica, aparece
coronando el citado Racó de la Penya y el Alto de Pérez. F;stá inte~
grado por calizas, margas y arcillas sabulosas, con abundante fauna
fosil. En ellas Meseguer Pardo indica haber recogido: «Exogyra Mat~
heroDiana>~, d'Orb., «Exogyra decussata», Coq., «Pycnodonta vesícula~
riS)l, Lam.
Cerrando el fondo del frente norte, envolviendo algunas de estas
manchas el Maesttichtense, aparece el Campaniense, con una extensión superficial muy superior a la de los anteriores. Está constituido
por calizas grises y descompuestas, calizas margosas, margas y arci~
llas, oon rica y abundante fauna fósil, entre la que Meseguer Pardo
señala: «Mitrocaprina.», sp., «Vaccinites Archiaci», Math. (var. majar,
Toncas), «Vaccinites latus», Math., «Exogyra decussata», d'Orb.,
«Exogyra Matheroniana», d'Orb., «Pycnodonta vesicularis», Lam.
Sobre el caserío nuevo de la Liga, en la visita originada al confeccionar este trabajo, se han recogido: «Exogyra decussata>~, d'Orb.,
«Cardium)), sp., «Pecteru, sp., «Neitheas 7», «Radiolitidos», «Pleurotomaria)), sp. según detemúnac:ión de Indalecio Quintero, de la Sección de P8leontología del Instituto Geológico y Minero de España y cuyo conjunto parece
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
9
atribuir dicho terreno al Campaniense y que concuerda bastante con la fauna
recogida por Nickles en Cuatretonda.
Cerrando el frente oriental del valle de Barcheta podemos señalar
el Santonense-Campaniense inferior que envuelve a su vez otra mancha del Campaniense inferior, en cuyo centro se encuentra ubicado el
Plá de Corrals, de un cuaternario arcilloso y cantos cretáceos, procedente de la erosión de las calizas de los contornos y constituyendo una
cubeta muy rica en aguas subterráneas, de las que se verifica una importante explotación. Más a occidente, siguiendo por el sur el valle de
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Fig. 5.-l: Campanianse. Calizas grisáceas y callzaa margoaaa, marga. y arcillas.
2: Maestricbtense. Caliza& y margae.
3: Turonanse~ Calizas compactaa, marmorizadaa.
4: Keuper. Margas abigarradas, arcillas y yeaos.
5: Cuava de La Judia.
6: Cuaternario.
Barcheta, aparecen los cerros del Buscarró, de violenta estructura y
famosos por sus calizas mannóreas, rosadas, amarillentas o rojizas.
En estos cerros, en dirección a 1' Alt de l'Edra, aparecen lineales con
tectónica semidiapírica y niveles hidrológicos.
Más al oeste, cerrando por el sur el valle de Barcheta, aparece el
clásico tap valenciano, constituido por margas blanquecinas, bastante impermeables y descansando sobre el Keuper.
Finalmente la zona oeste se cierra en Genovés, con modernísimo
Cuaternario que probablemente recubre la fosa unida de la Canal de
Navarrés y Barcheta.
- 333 -
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-
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lO
J. DONAT ZOPO y M. A. NAVARRO CUÉLLAR
IV
ANTECEDENTES GEOLOGICOS EN TORNO
AL CERRO DE LA JUDIA
En el mapa que Brinkmann acompaña a su trabajo «Las cadenas
béticas y celtibéricas del sureste de España», a escala 1/150.000, no
figura el cerro de la Judia. No obstante, su espacio geográfico aparece
cubierto por el Camparúense, en contacto con el Keuper del valle de
Barcheta, y separado de éste por una falla vertical del orden de 7 5 a
100°. Considera al cretáceo como hundido contra un horst de Keuper,
Darder Pericás, en su «Estudio geológico del sur de la provincia de
Valencia y norte de la de Alicante», seiiala, en relación con este cerro
y del que nos presenta un corte transversal, que «en contacto anormal
con e:l Trías hay una caliza marmórea blanca, explotada como mérmol, y sobre ella una caliza margosa de tonos ocráceos, en los que se
han hallado equinidos en mal estado, pero que por su forma recuerdan los Micraster». Identifica a estas calizas como pertenecientes al
Campaniense.
En la hoja :húm. 770, Alcira, cuya Memoria fue redactada por Meseguer Pardo, aparecen en forma sucesiva y de norte a sur el Campaniense, el Maestrichtense, el Turonense y el Keuper. Unos y otros separados entre si por fallas y con el Maestrichtense hundido entre el
Campaniense y el Turonense. Quizá la diferencia estratigráfica entre
los trabajos de Meseguer Pardo y los de Brinkmann o Darder Perlcás
esté principalmente basada en la cuestión de detalle existente entre
unos y otros trabajos.
Nos otros hemos coincidido en la apreciación estratigráfica de Meseguer Pardo y confirmada parcialmente por las determinaciones de
Indalecio Quintero. En cuanto a la tectónica, sin diferir con lo establecido en la Hoja de Alcira, llegamos a una situación algo más compleja
al establecer, dentro del Turonense, una serie de fracturas o fallas
que multiparten longitudinalmente el cerro de la Judía.
334 -
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11
LA CUEVA DE LA JUDÍA
1
3
Fig B.-Corto tnnsvursaJ dpioo do la Cueva de La JlliÜa.
J: Juntas de tensión.
2: Diaclasas de estratificación.
3; Falla de ostratificaclón.
4: Posición de las dlaclasas de inclinación.
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J. DONAT ZOPO y M. A. NAVARRO CUÉLLAR
V
SITUACION DE LA CAVIDAD
La cueva de la Judía se encuentra ubicada en el término municipal de Barcheta, en la comarca de Játiva (Valencia), en el extremo
nordeste de dicho ténnino y en el lugar denominado cerro de la Judía,
sito al norte del valle del río Barcheta, antes de cruzar por esta población y de su confluencia con el rio de Albaida.
La cavidad se halla situada en la ladera meridional del antes citado cerro y su boca se halla semioculta por pinos y matorrales. Se encuentra próxima a una zona de canteras abandonadas y por debajo
de ellas.
Sus dos bocas, abiertas a unos 160 metros sobre el nivel del mar,
dominan la carretera en un tramo sito aproximadamente a mitad del
espacio comprendido entre los Kms. 9 y lO, en dirección a Simat de
Valldigna. Ambas distan entre si unos 5 metros. Una de ellas, la utilizada normaimente para penetrar en la caverna, adopta forma longitudinal; la otra, de forma circular, sita a la derecha de la anterior, es
de más difícil penetración.
La situación geográfica aproximada es de 3° 17' 40" de longitud
este y de 39° l' 35" de latitud norte.
VI
DESCRIPCION DE LA CAVERNA
Como antes se ha indicado posee dos bocas de acceso, sitas una
junto a la otra, siendo la más comúnmente utilizada la occidental. Esta se abre sobre una linea de diaclasación orientada aproximadamente N.-S.; es de bastante amplitud y sita a ras del suelo.
La segunda de las bocas es de forma circular y da acceso a un pozo erosionado sobre una linea de diaclasación que facilitó su origen.
Utilizando la primera de las bocas citadas se accede a un pequeño
pozo de fácil descenso, apoyándose en los agarres del mismo, que tendrá unos 5 6 6 metros de profundidad, a cuyo ténnino y en la cara
- 33b -
[page-n-337]
LA CUEVA DE LA JUDÍA
13
oriental, dan al pórtico de entrada de la caverna (galerla). A partir de
este punto y al objetO de facilitar su descripción dividiremos la caverna en dos sectores y varios subsectores.
Sector oriental:
a) Vestíbulo. -Se inicia en el pórtico antes citado y tras formar
inicialmente un corto tramo de galerla se abre formando un salón de
unos 12'50 metros de longitud por unos 10 metros de anchura en su
fondo. Todo el suelo se encuentra recubierto de bloques elásticos de
pequeño tamaño formando una pronunciada pendiente hacia el interior y bajo de los cuales se sumergen las coladas que descienden por
las paredes.
La pared del fondo de esta estancia denuncia la existencia de una
diaclasa que, en su extremo norte, profundiza la pared en forma de
grieta impracticable, y en el sur facilitó la genética de la segunda boca de acceso a la cueva. También la pared del fondo de esta estancia
permite observar la aguda estratificación existente, con buzamiento
al norte y rwnbo este-oeste.
Es interesante señalar que, junto al pórtico de entrada, e igualmente más adelante, a unos dos metros, a la izquierda de ambos, a linea con el suelo actual, existen dos pequeñas bocas que ponen en comunicación los sectores oriental y occidental.
b) Galería Oriental, tramo l. -Sigue la orientación de la fractura que originó la caverna presentando con-ello formas con manifiesta
preponderancia de la verticalidad sobre la horizontalidad. El suelo,
con pendiente más pronunciada todavía que el vestlbulo y apuntando
hacia el interior, sigue recubierto por los bloques elásticos, alóctonos,
bajo los cuales se siguen también sumergiendo los recubrimientos parietales. Es más potente el enmascaramiento litológico de las paredes
de la izquierda que los de la derecha.
Al término de este tramo se observa otra linea de diaclasación
norte-sur, normal a la caverna.
e) Galerla Oriental, tramo II. - Se inicia en un estrechamiento
del anterior y mantiene las mismas caracterlsticas del anterior. En el
lado derecho de la galería, a nivel del- suelo, en el sentido del buzamiento, aparece una pequeña galería. Al término de este tramo, también en el mismo lado, se forma un gran anchurón motivado por la
presencia de fracturas transversales a la caverna y que aprovechadas
por las aguas de infiltración han dado lugar a bellisimos y estilizados
tubos erosivos con coalescencia morfológica entre ellos.
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
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d) Galeria Oriental, tramo fmal. - Se inicia con un estrechamiento de la galería al final del II tramo y unas coladas de mayor desarrollo que invadiendo el su81o y elevando su nivel tuvieron la virtud
de detener el deslizamiento de los materiales elásticos alóctonos e ifnped\r su progresión hacia el final de la caverna.
Detrá.s de esta barrera se abre una corta y estrecha galería que
conduce a una pequeña estancia. Esta posee el suelo recubierto de sedimentos arcillosos y seftales en las paredes, a unos 2'20 metros de altura, de haber actuado como depósito hidrico con carácter de larga
permanencia.
Sector occidental:
a) Accesos. - Regresando al vestíbulo de la caverna y por las
pequeiias bocas existentes en el mismo, anteriormente citadas, tras
un grueso bloque elástico, se pasa a este sector. Se inicia con una pendiente descendente, también con bloques elásticos, muy baja de techos y de unos tres metros de longitud.
Un segundo acceso al sector occidental fue hallado en los trabajos
de campo en los que se preparaban estas notas y sobre la base de desobstruir una linea de diaclasación.
b) Sala de las Formaciones. - Se abre al término de los accesos
anteriores y es una pequeña estancia en la que los recubrimientos parietales invaden techo y paredes, alcanzando incluso los suelos con
recubrimientos y diminutos «gourgs».
Gran número de las formas observadas pendientes de lq. bóveda
tienen un aspecto mamilar, blanco y por su textura parecen próximas
a un «mond milch».
e) Sala de la Arena. -Al término de la Sala de las Formaciones,
tras cruzar un breve pasadizo, aparece la de la Arena, denominación
que recibe por el material depositado en su suelo. El carácter siempre
descendente de la cavidad varfa y en este lugar pasa a ascendente. El
fondo de la sala lo cOnstituye un muro formado por calizas muy trituradas y arcillas, destacando su color más violento sobre el resto del
salón: Las paredes se muestran muy erosionadas, permitiendo ver la
roca viva del terreno, en este lugar bastante fragmentada. Antiguas
formaciones litoquimicas, de gran desarrollo, dan muestras de haber
sufrido un posterior y potente proceso erosivo.
d) Pequeftas galerias. -A derecha e izquierda del salón anterior
se abren una serie de pequeños divertículos y cortas galerfas de formas muy variadas, en las que se aprecia también un antiguo desarrollado proceso reconstructivo y otro más moderno de erosión.
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J. DONAT ZOPO y M. A. NAVARRO CutLLAR
VII
CLASIFICACION DE LAS FRACTURAS
DE LA CUEVA DE LA JUDIA
Al ser la cueva de la Judía esencialmente tectónica en su genética,
es lógico presumir que la mayor parte de su desarrollo esté condicionado por la existencia de fracturas.
La más importante de ellas es la que forma el eje longitudinal de
la caverna (Línea imaginaria· VII-IV del plano), la cual cae de pleno en
el concepto de falla, al darse la existencia de fractura con deslizamiento de una o dos masas contiguas. A su vez, dentro de la ca1illcación de falla, hay que clasificarla como abierta y de estratificación, ya
que su desarrollo es paralelo a la estratificación de las rocas. Existen
otras líneas importantes de rotura (Líneas G, K-J, o M-L del plano)
que constituyen diaclasas de inclinación al poseer un rumbo paralelo
a la dirección hacia la que se inclina la estratificación. Son normales a
la dirección de las diaclasas de estratificación y en el caso concreto de
esta cueva son de tipo vertical.
Finalmente se pueden señalar las diaclasas de estratificación, paralelas a la estructura de la caliza, y sobre cuyos planos se produjo el
resbalamiento de la zona que dio origen a la falla de estratificación.
Estas diaclasas, apoyadas en juntas de tensión, facilitaron los desplomes de la pared-bóveda.
VIII
EVOLUCIÓN MORFOLOGICA
Establecido que el levantamiento del cerro de la Jud.ia es producto
de la orogenia triásica, ocurrida durante la segunda fase estaírica,
nos encontramos entonces con un cerro emergido y desbordado, en la
línea de fractura del valle de Barcheta, por la masa ascendente de los
yesos y margas del Trlas.
En dicho momento la caverna, en su estructura básica, linea de
falla y diaclasas transversales, está creada.
Posteriormente el valle de Barcheta sufrió una fuerte erosión, especialmente en los blancos materiales del Keuper, con la consiguiente
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LA·CUEVA DE LA
JUDíA
17
profundización del valle y una traslación del cauce del río Barcheta
que en sentido longitudinal cruza dicho valle.
Durante un tiempo de ese periodo el cauce del rlo Barcheta coincidió con el eje longitudinal de la cueva de la Judía, es decir, con la linea de falla, y apoyado en las diaclasas transversales abrió las dos bocas que actualmente posee e inundó la caverna, tal vez erosionando
ya antiguas formaciones.
Nuevos y posteriores desplazamientos del cauce del rlo Barcheta
dejan colgada la cavidad en las épocas en que el río lleva menor aporte de agua, actuando sólo como sumidero en las épocas de crecidas.
Conforme el valle y por consiguiente el cauce del rlo fueran profundizándose, iria perdiendo intensidad esta fase, pasando solamente a filtraciones a través de las fisuraciones de la caliza, hasta que llegado
cierto momento, por exceso de hundimiento del cauce, separación de
la cavidad, etc. deja de existir conexión práctica entre ambos.
IX
DATACION
El cerro de la Judia se encuentra instalado en el interior de la fosa
meridional valenciana, no obstante, el levantamiento de sus estratos
lo atribuimos a un periodo orogénico mucho más moderno y vinculado a la orogenia semidiapírica del Keuper.
Así pues, dado que la cueva de la Judía está basada genéticamente en los mismos movimientos semidiapfricos que trastornaron el cerro
de la Judia, su cronología será idéntica a la de éste en su estructura
actual.
Del Eoceno al Oligoceno la comarca de Barcheta estuvo emergida,
pero posteriormente, durante el Mioceno, se produce una inmersión
de la zona, como lo demuestran los restos fosillferos del Burdigalense
y del- Vindoboniense que en la misma se encuentran.
Posteriormente al Vindoboniense se producen dos hechos importantes para la cronología de la cavidad. La segunda orogenia estafrica
y la emersión de la zona con el Pontiense. En este perlado es cuando
debió producirse la fase diapírica que provocó el levantanriento del
cerro de la Judía y la falla tectónica que motivó el origen de la
caverna.
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J. DONAT ZOPO y M. A, NAVARRO CutLLAR
X
SISTEMATICA EN TORNO A LAS CAVIDADES
TIPO CUEVA DE LA JUDIA
El primer problema que, tras el estudio y conocimiento de la cueva de la Judía y su especial origen tectónico, se nos planteaba era el
de la determinación de la facilidad o rareza con que este tipo de caverna en borde de diapiro se nos podia presentar.
Un análisis detallado de cierto tipo de cavernas nos permitió establecer una primera lista de cavidades en las que concurrian estas circunstancias. Esta lista estaba formada, aparte de por la cueva de la
Judía, por las siguientes cavernas:
Cava Fresca (Bárig).
Cueva del Lobo (Navarrés).
Sima de Viñ.as I (Chiva).
Sima de Vifias II (Chiva).
Sima de Viñas III (Chiva).
existiendo otras posibles cavidades en estudio o determinación.
A continuación se nos presentaba el problema de establecerr si era
posible, dentro de este tipo de cavidades, una siteillática de formas.
Dado que P,entro del tipo de cavernas de borde de diapiro se pueden
presentar -y se nos presentaron- ciertas variantes, interesaba analizar la cavidad con otra de características similares. Esto se consiguió
con el concurso de la Cava Fresca, de Bárig, situada en el mismo valle, pero en su margen opuesta, lo que debiera motivar, formas simila·
res pero en posición contraria.
A través de la Comparación de ambas cuevas se estableció el siguiente resumen de conclusiones generales:
a) Que el eje de las cavernas puede estar constituido por fallas.
b) Presencia abundante de diaclasas perpendiculares al plano
de falla.
el Que la falla sea de tipo anticlinical y abierta en el interior.
d) Que los cortes transversales de la misma tiendan a las formas
_triangulares.
e) El lado próximo al diapiro es el bloque movido de la falla.
fJ El lado próximo al diapiro se convierte en piso-pared.
g) El lado opuesto al diapiro se convierte en pared-bóveda.
h) Proceso elástico desarrollado especialmente a expensas del
lado de la falla opuesto a la linea de diapiro.
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LA CUEVA DE LA JUDÍA
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Circunstancias que se producirán cuando en la cavidad estudiada
el buzamiento del lado del diapiro sea superior al del lado opuesto, ya
que de ser similares (cueva del Lobo, Navarrés), las formas derivadas
serán completamente distintas.
XI
ADICION BIOLOGICA
Con ocasión del estudio geotectónico de la cueva de la Judia hemos tenido ocasión de realizar algunas observaciones de tipo biológico las cuales transcribimos para su constancia.
Flora. - En zona de penumbra, en el fondo de la sima de acceso y
entrada a la caverna, en diversas ocasiones, se ha determinado la
presencia de gran can.tidad de ejemplares de la «Capsella bursa pastoris». La última de las veces en el mes de febrero. Ejemplares de esta
especie se han encontrado en otras cavidades y en condiciones de vida muy distintas, así se les ha localizado en el Túnel del Sumidor (VaDada), a gran profundidad, en zona de oscuridad total, sobre terrenos
yesosos y con gran cantidad de humedad. Parece que estas -plantas,
en estas condiciones, no llegan a completar su ciclo biológico.
Quirópteros. - Fue localizado un ejemplar del «Rhinolophus
ferrum-equinum», vulgarmente denominado murciélago de herradura. Era macho, pendia de las paredes-bóveda y se hallaba solitario.
Coleópteros.- Fue capturado-un ejemplar de «Blaps Gigas>), Lin.,
del grupo «Polyphagm>, de la familia de los Tenebriónidos. Esta especie está extendida al parecer por toda la región valenciana. En la colección entomológica Torres Sala, figuran ejemplares capturados en
Valencia, Bétera, Buñol, Casas de Herrero, Burjasot, Alcira, Pego y
Altura.
XII
RESUMEN
A través de la cueva de la Judia (Barcheta) se estudia por vez primera una nueva modalidad genética basada en la formación tectónica de cavernas en los terrenos levantados por los diapiros. Se identifican dentro de la provincia de Valencía algunas cavidades de análogas
características genéticas y se establece para ellas una breve tipología
arquitectónica.
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J. DONAT ZOPO y .M. A. NAVARRO ClJtLLAR
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DONAT y NAVARRO.-Cue'la de La Judía
LAM. 1
1.- EI Cerro de la Judía ( Barcheta) . En su parte superior. una de las canteras de mflrmol
2.- EI valle de Barcheta. En el centro, el río de Barcheta
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OONAT y NAVARR O.-Cueva de l a Judía
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3 y 4.-0os distintas morfologías cársticas dentro de las calizas del Cerro de la Judit
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DONAT y N AV ARRO.-Cuova de La Judía
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11 .-Galeña oriental, cruce con dlaclasa normal
12.-Tubo erosivo en el cruce anterior
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DONAT y NAVARRO.-Cueva de La Judía
13 y 14.- Formas estalactíticas blanquecinas del sector C'ccidental
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OONAT y NAVARRO.-Cueva de La Judía
15.-Corte transversal típico de la cavidad, en estudio
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