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PIO BELTRAN VILLAGRASA
5 egóbr iga
Es coso por todos sabido, que el estudio de los ant igüedades
hisponas estó ín t ima mente ligado 01 de las identificaciones de los
pueblos an tiguos, citados en las fu entes, con otros modernos; y
no es menos conocido el hecho, de que las not icias an t iguas son
pocas y no muy específicas poro lograr dichas equ iva lencios, sa lvo
en aquellos casos en que no hubo in te rru pciones en las vidas de
las ciudades, o cuando éstas conservaron in tactos o muy poco variados sus antiguos nombres. Pero a un en d ichas ocasiones hay
ejem plos de translaciones de pueblos o puntos próximos que deben
ser tenidos e n cuento.
Es te t raba jo, fu ndamental paro todos los estudios, ha sido y
sigue siendo fu en te de di scusiones a pasionadas, sobre todo cuando
los a utores creen que son mejores pa triotas si acumulan muchos
ci udades antiguos en sus comarcas na tales o en los te rritorios que
habitan o sencill amen te en los qu e se proponen es tudia r y cua ndo
a fa lto de pruebas mejores se fu ndan en los homofon ías que se
presentan ent re nombres a nt iguos y modernos, reforzadas, o veces,
con lo existencia de cam pos de ruinas antiguos ton frecuen tes en
nues tra pen ínsula.
Cua ndo a lgunas de es tas circuns ta ncias convergen en un lugar
preferida o estudiado por el autor, es muy fr ecuen te que éste se
decida a buscar mós pruebas para su t esis y que 01 forzar y aun
falsear los razonam ien tos habitua les se llegue a conclusiones que
parezcan defin itivas. Y s i el autor en cuestión es a fa mado, sus
afirmaciones suelen ser las ún icos prueba s que pueden a legor sus
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2
P. BELTI{AN
seguidores. Ll enos están los libros de iden t ificociones formulados a
la ligero que, hechos de buena fe, suelen tener fund a mentos deleznables.
No me refiero aquí o otros muchos CO$05 en que 10 pasión
conviert e en falsario inconsdenle, o conscien te, o un autor, cuando
és te con tal de tener rozón y de poder ilu strar o enaltecer a su
patrio o 01 pueblo preferido, no vacilo en a mon tonar razonam ien tos
errÓneos o capciosos V, lo Que es peor, en fal sear lo procedencia
de res tos a rqueológicos, en modi fi cor an tiguos referencia s, e in cluso en fal s ificar tex tos que apoyen sus teorios. Son m uchos los
e jemplos que pueden ponerse, pe ro citaré aquí ton sólo el conoci d ísi mo del insigne anticuar io Andrés Resende 0 1 ilustror o lo ciudad
lus itano de Evara . y aun todo esto es un progreso s i se le comporo
con lo prac t ico de distribuir los pueb los o capricho por los óm bi tos
de lo península .
Si posamos ahora o lo parte externo de los discusiones, resulto
verdaderamente penoso reposar los con t roversias sobre dichos ma te rias, que son fa tigosos y o veces agresivos aun tra tóndose de
personas correctisimos en todos los demós ac tos de su vido, pues
los disputadores son capaces de ceder en todo menos en que tengan
rozÓn sus con trarios, y de tal ma nero embarullan los asuntos que
los lectores no logran averiguar quién tenía rozun (o veces no lo
tuvie ron ninguno de los contendien tes) y llegan o conceder eclecticomente que lo tuvieron todos y que exis tieron varios ciudades
con un mismo nombre, aplicando o codo uno de ellos los no ticios
que parecen mós pertinentes poro codo solución .
Son m ucho peores los cosos en que se propusieron y perpe tuaron
fraudes in teresados, fu eron inventados pr ivilegios y derechos, y fal sificados documentos, pues 0 1 posar de los sig los son miradas con
respeto ta les falsedades que e l t iempo porece haber con fi rmado s i
no ha sido demostrada su calidad. Por tonto, cuando en a lgún coso
se logre hacer dicha demostración, lo mós elementa l norma de
conduc to, obliga al abandono de cuon tos pruebas se deriven de
toles fal sedades y termi nar con los fi cciones establecidos, por mucho raigambre y a ntigüedad que tengan.
Todos los recursos arribo indicados han sido utilizados poro lo
localización de lo an tiguo ciudad ce ltibero, y luego romano, lla mado SEGOBRIGA, y aunque hoce tiempo que lo verdad debi¿'
imponerse, todovia autores perezosos o de bueno fe, acepta n solu ciones cla ramente equivocados o se si túan, eclécticamenl- , en el
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SEGOB lllGA
3
terreno de la plura lidad de ciudades de dicho nombre paro no chocar
con los diversas y dispares soluciones. Adelanteremos que uno de
los pocos ejemplos de firmeza lo ha dada el doc tor Adolfo Schulten
(1),01 sostener sin componendas su opinión deducida de los hallazgos de finales del siglo XV II I.
La iden t ificación de Segóbriga con Segorbe, fué consecuencia
de la combinación de una homofonía entre los dos nombres, con la
conven iencia de un Obispo (según veremos), y uno vez establecida
se buscó el apoya de las lópidas geogróf icas, de las monedas hallados en la comarca y de las documentos medievales, formando
un sistema completo de confirmación de lo identidad que perm il'ió
sostenerla durante siglos, hollando así un nuevo apoyo en esto
persistencia de lo teoria . También se recurrió a los documentos,
con raíces antiguos, 01 parecer, los cuales siendo unas veces ciertos
y ot ras fa lsos, fueron acomodados a la teoría sostenida , Entre los
documentos medievales que dan nombres de ciudades, figuran las
"Naminae Sed ium" redactados en la época de la Reconqui sta y
que parecen derivar de uno o varios modelos de la época goda,
existiendo una de ellos, muy generalizado, que parece posterior 01
traslado de la Dióces is Catalana o su veci no Beatia en tiempo de
Recesvinto (la capital idad adminis trativa había sido trasladeda en
tiempo de Tulga, según los monedas) . Estos ejemplos fueron re dactados siguiendo un orden geogrófico dentro de codo provincia
eclesióstica, el cua l con ti nuó sensiblemente en las copias, mm
contando con los olvidos y tergiversaciones de los copis tas. Dentro
de la provincia Car tag inense, con su me t rópolis en Toledo, apa rece en un grupo de textos casi siempre el siguiente orden: Valen tio, Valeria, Segóbriga, Arcóbrica, Compluto, formando parte de
una cadena bien articu lada dispuesto de SE. o NO. y que permite
si t uar aproximadamente las Diócesis de Segóbriga y Arcóbrica conocidos los ot ras. Pues bién, los autores que tenían sus presupuestos sobre la situación de la Diócesis y sede de Segóbrigo hicieron
los imposibles para que la citeda ciudod cayera donde habían su puesto, aunque se vu lnerara un orden ton manifiesto.
Este coso y tados los anólogos se discutieron apoyóndose en
un famoso documento conocido can las nombres de "Divis ión" a
"Hitación de Wamba " , que en esencia es en todos sus variantes
{1 ) A. SC HU LT EN: " S~góbrigo" , en De ut sc l'le Zeit tl ng fU r $po ni e n, 2S d e
marzo y l O de obro' d e 19 2 9.
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P. BELTRAN
una de Jos Nóminos an tedichos donde los Diócesis vienen delim itados o amojonados median te cuatro puntos caprichosamente elegidos
y que Q lo sumo pueden corresponder o puntos arbitrariamente tomados de un mapa y que no pueden hacer fe paro reconocer un
estado an t iguo de los límites de los Diócesis visigodos. Est e documen to es folsísimo en todas sus par tes y froguodo de 1065 a 10"
en Nójero para dar antigüedad o este Obispado y pudo tener un
fundamen to empír ico o caprichoso sin preceden tes antiguos aunque
hayo homofonías curiosos entre los pueblos term inales oltí nombrados y otros modernos; aporte del concienzudo aná lisis que le
hizo el señor Vázquez de Pargo, tengo escr ito lo historia de este
magno fraude que a l t ranscurrir el t iempo tuvo, y tiene, tal im~
portancia que son m uchos los límites entre los Diócesis actuales
que han sido acomodados a sus indicaciones y que fué invocado en
todas los pleitas entre Obispos vecinos, procurondo coda uno de
los portes aprovecharse de lo indeterminación de los nombres poro
prolongar sus Diócesis por extensos comarcas en lit igio y oun fro guor nuevos documen tos con fechas antiguos de acuerdo con sus
indicaciones. Séame permitido, mientras no seo publicada mi di sertación, observar que desde tiempos del Podre Flórez y de don
Juan An tonio Moyóns fueron hallados muchos pruebas de su fal sedad y que modernamente ton to Sónchez Albornoz como Vózquez
de Porga colaron bastante en sus falsedades. Pero cuando algú:,
benemérito histor iador, medievo l o moderno, ha consignado que
fué fraguado en Nó jero, hubo de hacerlo por in tu ición, yo que de
haber tenido pruebas no hubiera de jado de presen tarlas.
Todavía hemos de hacer constar la contradícción que supone
el hecho de que existan au tores enem igos de lo au tenticidad de
la " Hitación" y que si n e mbargo, la a provechen poro aclarar di·
versos puntos dudosos. Lo expli cación de esto sinrazón es sencillo
y manifiesto, pues a lo ú lt imo que renuncian los his toriadores es o
dejar de "hinchar" sus capítu los y a declara rse ignorantes de ciertos pormenores y en este aspecto a l prescindir de lo " División de
Wamba" pierden uno copioso fuen te de conocimien tos a unque seo
sabido que son fantÓsticos.
Como se veró mós adelan te lo Diócesis moderno "Segobrigense"
fué fraguado atendiendo a dicha famosa "División"; pero conocidas sus cualidades suprim iremos los abundantes y largos disertaciones sobre estas referencias, que pueden verse en todos los
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SEGQBR IGA
s
libros dedicados o situar la antiguo ciudad y o delimitar su Diócesis
antiguo.
Finalmente el método más inmediato y elementa l consiste en
asimi lar pueblos antiguos con otros modernos de nombres idénticas
a anólogos, el cual puede ser perfecto si lo coincidencia es absoluto
y no hoy rozones importantes en contra; pero si lo coincidencia
es uno si mple homofonía y no hoy otros rozones decisivos, o por la
menas positivos en su favor, y además un hombre de reconocido
mérito hoce suyo uno determ inado asimilación entre las loca lidades
antigua y moderna de nombres análogos, lo mÓS cómoda paro los
expositores y autores posteriores es aprovecharse de lo noticio poro
escudarse can lo propuesto y el prestigio de su anteceSOr y el ca pricho O el error se transmiten o través de las tiempos dando como
ciertos e inmutables correspondencias que fueron infundadas en
su origen. Cloro que el mol se agravo al recurrir 01 desacreditad"
método de los etimologías, que aun siendo pertinentes y ciertas rara
vez sirven poro justificor una tesis.
La exposición an terior está hecho atendiendo o que 01 intentar
fijar lo situación de lo antigua ciudad celtibero de Segábriga
todos los métodos de discusián indicados han sido utilizados con
mós o menos acierto y habiendo adelantada algo de dichos prácticas viciosos nos ahorramos de ir desmenuzando los argumentos
aducidos por los muchísimos autores que han interven ida en el
asunto dando lugar a lorguisimas (y a veces enojosas) discusiones
que hoce mucho t iempo debían haber sido abandonados, yo que
desde fina les del siglo XV III no cabe dudo de donde es tuvo ton
ilus tre ciudad.
Pera el natural ofón de los escritores de alargar sus traba jos
e ilustrar o los pueblos que estudian, hocen retoñar fre cuentemente
estos brotes de ingenuo erudición y vuelven o ser repetidos y discu tidos hasta lo saciedad t emas infundados que yo no tienen más
interés que el puramente histórico. Y poro no caer en lo ten tación,
suprimo todo ro inmenso bibliografía sobre este asun to sa lvo lo
indispensable poro ir siguiendo el origen, evolución y solución de
esta cuestión tan interesante poro lo historia de nuestra patrio.
Al ir haciéndose lo Reconquisto de nuestra península las ocu paciones de terrenos obedecieron muchos veces o los variables y
caprichosas circunstancias que fueron presentóndose y otros a
pactos que si bien pudieron estar fundados en la fuerza también se
pensó alguno vez en acomodarlos a los antiguas demarcaciones de
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P. UELTRAN
las qu e ton poco se sabía, solvo lo que lo tradición oral había transmitido y lo que indicaban antiguos señales no Siem pre cloras. Así
fueron restauradas antiguos Diócesis y fundándose otros sin on tecedentes históricos los cuales se procuró documentar inven tando
inst rumen tos e his torias antiquísimos y logrando de los reyes pri vilegios y dotaciones que d ieran lugar a cotos y jurisdicciones muy
dilatodos aunque con esto fueron vulnerados los derechos y honores
de los vecinas. Llenos estaban los archivos de pleitos enojosos, de
escrituras espúreas, de laudos bien o mal acertodos e intencionados
y los más grandes fraudes como el citodo documento a tribuido a
Wamba (y airas muchos in t eresantes) tuvieron esos orígenes.
En el año 1085 el rey Don Alfonso V I conqu istó Toledo,
an tiguo capital godo y metrópolis primado de su reino y restauró
su Obispado haciendo metropolitano o don Bernardo, el cual ob tuvo
del Popo Urbano 11 lo Bulo de 15 de octubre de 1088 donde ode mós de confirmarle su antiguo derecho de "primacía" sobre todos
[as Diócesis peninsulares, le concedíó que pudiera restaurar las
Diócesis su fragáneas de Toledo conforme fueron conquistados sus
te(ritorios y aún que actuase como metropolitano de aquellos otros
creados en lugares Que hubieren obedecido en t iempo o otros metropolitanos mien tras tonto Que estos no fu eron restaurados.
La conquisto de Toledo fué seguida de incursiones afor tunados
por Corpetan ia y Cel tiberia pero lo llegada de los Almoravides y
el desastre de Zoloca (Sacralias o Sagro jas cerco de Badajoz) en
22 de octubre de 1086, les hizo perder mucho de lo conquistado y
los años sucesivos fueron de victorías y derrotas a lternativamente.
En el año 1108 perdió Alfonso VI en lo derrota de Uc1és o su único
hijo varón el infante don Sancho y en 1 de jul io de 1109 mu rió el
rey . Posaron años y aun reinados y al morir el Emperador en 11 57
volvieron o separa rse León y Costilla y en el reinado del monarca
cas tellano Alfonso VIII se conqui s taban de nuevo ciudades y castil los varios y en 1177 lo plazo fuerte de Cuenca. En estas guerras
ayudaron a los cas tellanos los caballeros de lo Orden de Santiago
y en 11 15 les diá Alejandro 111 su Bulo señalando o Uc1és como
uno de sus posesiones donde se insta laron en 1111 llegando o ser
lo cabezo de lo Orden.
Independientemente de Castillo, el Rey Lupo cedió en 1 160 el
castil lo y ciudad de Albenrazín o Don Pedro Ruiz de Azogra, hijo
de Don Rodrigo, señor de Este llo, y el nuevo señOr pidió a l Car denal Jacin to Bobo (luego Ce lestino 1( 1) durante su segundo legacía
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SEGOBR IGA
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en España, de 11 72 a 11 74, en nombre del Popa Alejandro 11 1 y
01 Arzobispo de Toledo, Don Cerebruno, que fuese creodo una sede
episcopal en San to Moría de Oriente o de Abenrazin e ignorando
o qué Diócesi s hubiera pertenecido Albarracln en lo época godo, al
fundorse en l 172 se le dió caprichosamen te el títu lo de Arcobri cense (Arcabicense o Ercavicense) y fué regido por el canónig('
toledano Don Martín, consagrado Obispo de lo nuevo Dióces is , Con
esto de te rminación e l me tropol itano de Toledo ex tend ía su juris.
dicción por comarcas que posiblemen te antes no le habían correspondido, y de momen to no había con fl ictos m ientras tonto no fue sen
erigidos otros Diócesis veci nos.
Ya ha sido dicho a n teriormen te que du ran t e lo Reconquis to se
tendía o restaurar los lim ites de las Diócesis mediante los señales y
los cadenas de t rad iciones ora les y a lgún pelig ro vería el Obispo
de Alborrocin s i conservaba el t ítulo de Arcovicense, cuando e"
I de marzo de 1 176 lo cambió por el de Segobricense por hobers,!
enterado que su terri torio ha bía formado par te de to antiguo Di"
cesis de Segóbriga, con lo cua l evitó que 01 ser creodo en 11 82 In
Diócesis de Cuenco poro sus t itui r o los asolados godas de Arcov¡"'''
y Valerio (ambos de Celtiberia) no fuero intervenido por lo conque nse. En el año 11 83 el Popo Lucio ' 11 en su Bu lo o lo Iglesia
de Cuenco, decia : "Statuentes ut Archavicensis e t Vale riensis
episcopa tus auctori tate apostolica in unum redact i" .
El docto don J uan Bau t ista Pérez, Obispo de Segarbe en el
siglo XV I, copió en el archivo arzobispal de Toledo un documen to
fechado en 15 de sept iembre del año 1200 en el cuol el Obispo don
Martín "Segobricensis episcopus cum Eccl esia S. Mariae de Borrozín, quam modo prosede habeo" reconocía por met ropolitano
0 1 Arzobispo de Toledo don Martin López de Pisuergo como lo
había hecho con don Cerebruno a l ordenarle roro esto ig les ia y
en 10 mismo for mo con t inuaron sus sucesores.
Toledo tenía interés en situar lo an t igua sede Segóbriga en
un lugar que a largase su jurisd icción sin plei tos de momento y se
pensó por s imple homofonía en "Segorbe" apareciendo a lgo anó 10!=l0 en el sella de cero rojo de un documento de 1232 donde el
Podre Jaime Villanueva (2) leyó "S(igillum) Copitu li Segorvic . et S.
Morioe de Albarracino".
En el año 1236 lo ciudad de Segorbe ero del an t iguo rey de
121
J . VILLANUEVA: "Viaje lilerorio", tomo tII .
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P. BELTRAN
Valencia desposeído por Zoén y bautizado con el nombre de Vi ·
cen te; dicho príncipe hizo donación Q don Guillermo, Obispo de
Alborrodn (3). por escrituro pública dado en Teruel en 23 de
moyo de 1236 de sus an tiguos posesiones queriendo conservor sus
a ntiguos derechos o la iglesi a Segobricense, aunque no pudiera
hacerlo con todos los que le correspondían "secundum divisiones
indi toe recordationis regís Bomboe ab antiguo habuit" poro lo
cuol le donaba lo par te que é l poseío, a sober : Arenoso, Mon tón,
eas liel Montón, Sirot, Tormo, Fuentes, Vi lloholeva, Vil loma lud,
Bordelos, Arcos, Xoda, Bueynegro, Vi llomolea y ademós tocio o t ro
comorco que pensaba adqu irir con el favor del A ltísimo, O saber :
Ondo, NulJes, Huxon y Almenaro con todos sus térm inos y pertenencia s, osi como por el ot ro lado, Alpuent, Cardehis, And il la,
Tuessa, Chelvo, Da menyo, Juliell o, lirio, "et indo<> Murvedro" y tocio
lo demós que desde aHí hubie ra has ta "Seg';brigo" (Segarbe) . En
19 de oc tubre de ' 238 confirmó Zeit su donación en Albarracin
01 Obispo S. (Simeón o Si meno = Ximeno) de " Alpont et de Taxa,
e t de A~agro et de Domeno" y de las demós villas que tuviera o
pudiera tener en la sucesiva. Es coso interesante cómo fué creada
uno Diócesis, que aun subsiste, par t iendo del documento fa lso atri buído o Wambo y de una simple homofonía que llevaba o la ciudad
celtibérico de Segóbriga a un territorio ede tano muy alejado y
donde ero imposible que hubiera estado emplazada .
Este Obispo don Simeón era o su vez un act ivo agen te del
Arzobispo de To ledo, y así cuando en 1238 don Jaime I conquis tó
a Va lencia comenzó a dibu jarse el gran pleito entre Toledo y Ta tragona respecto o lo jurisdicción sobre Valencia, pues mientras
ta nto se tomaba posesión en nombre de Torrogona, el citado Obi spo
de Alborrocín ce lebraba miso en Son Vicen te de Afue ra, y luego,
'tomoda lo ciudad, en lo Igles ia de Son Migue l, e tc. El Popo Gregario IX, accediendo a los deseos de Dan :Jaime puso o la iglesia de
Valencia ba jo la jurisdicción de Torrogono.
Desde lo concesión de Zeit, señor de Segorbe, en 123 6 hasta el
año 1245 los Popas escribieron a los reyes y ricos-hombres de
Arogón poro que conqu is taron Segorbe y pus ieron su iglesia bo ja
lo autoridad del Obispo de Albarrocin y lo jurisdi cción del Arzobispo de Toledo: Gregario IX llegó o escribi r o Fernando 111 de
Costilla y Le6n, in teresóndole en este osunto poro socorre r lo po_
(3)
VILLANUEVA: Ibid, ApCndice V.
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SEGOBR I GA
brezo de su Obispo, el cual, conquistado pacíficamen te lo dudad
de Segorbe, tomó posesión de lo iglesia, pero amotinados los moros
01 oír los camponos tuvo que huir.
En 1247 ero Obispo Segobri cense don Pedro Gordo o Gorcés
(4) que fu é depuesto por ~ I Obispo de Valencia don Arnau de Peralto, quien se fundaba poro ello en Que por el mo jón Alpon t Que
tenía Valencia en lo Divi sión de Wombo, Quedaba Segorbe dentro
del Obispado de Valencia . Es to rozón ero uno sinrazón, por apoyarse en un documen to fa lso; pero tampoco lo por te con trario tenia
más fundamento poro sus pretensiones.
En esto lucho por Segorbe y su Diócesis, el Obispo consigu ió
del Popo Al e jandro IV uno Bu lo de marzo de 1258 (5 ) acumulando
en uno los dos iglesias de Albarrodn y 5egorbe, pero muri6 en
127 1 sin hober conseguido alcanzar dicho un ión y don Pedro Xi ménez de Seguro que le sucedió en lo mitro, tomó posesión con
fue rzas armados de lo iglesia de Segorbe y de las parroquias de
Xérico, Pino y Toro en 1273. Reclamó el Obispo de Valencia y
se promovió un plei to en el que, con fecho 13 de jul io de 1277, fllé
dado lo sen tencio de Que Segorbe poseyese ton sólo Segorbe, Al _
tura, Cos telnovo y Begís en lugar de los trein ta y seis parroquias
que reclamaba y que el Popa Inocencia VI restituyó o dicho iglesia.
y desde este momento hasta nuestros días, dejo de interesarnos
lo vida de la Diócesis segorbina fundada como si 5egorbe hubiera
sido antes 5eg6briga. Gracias a la persis tencia de esta iglesia
se forjó un argumento fuert e, 01 parecer, y sobre todo cómodo, en
favor de la asimilaci6n de los dos ciudades antigua y moderno, ad mitido por gran número de tratadi stas a todos los cuale5 puede
con testarse de uno sola vez, y con pocos pa labras: que siendo su
origen arbitrario, nodo pruebo s u persistencia .
Si in ten tá ra mos enumerar y analizar los opiniones de los autores sobre lo situación de lo antigua Seg6briga, hollaríamos una
mayoría o favor de Segorbe; pero como son lo repetición de lo
opinión y fu ndamen tos que presen tó un autor anterior, no aumen to
lo rozón el hecha de Que hoya mu chos Que así
admitan, y si hi·
ciéromos el anólisis de los argumentos anteriores veríamos repetirse
los m ismos razonamientos equivocados, capciosos y aun falsos, anteriores.
'0
141
(5)
VlllANUEVA: Ibid, p6g. 47.
VllLANUEVA: Ibid, Apéndice X.
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10
P. BELTRAN
Lo único que podrá servirnos paro di lucidor la cues tión será el
exornen de los dotos positivos y definitivos, sin recurrir o grandes
discusiones ni O sutiles razonamien tos y, mucho menos, o presentar
ninguno hipótesis previa, yo que los monumentos antiguos son sufi cientes pora determinor la solución sin dudas de ningún género.
Aporte de los dos citos de Frontino (6) donde explico los dos
estra tagemas ut ilizodos por Virioto contra tos Segobrigenses, y que
noda dicen sobre lo situación de este pueblo, los demós Dutores
dan siempre el dato de que fué ciudad de la Celtiber ia, lo cual
estó en contra de su situación en Segorbe, según vieron y adujeron
en todo tiempo los con t rarios a esto solución. Plinio (1) puso o
esta ciudad en el Conven to juridi co Cartaginense y llamándolo
"caput Celtiberiae", es decir ex tremo de lo Celtiberia; además,
señaló, entre los producciones de lo como reo de Segábriga, lo
piedra especular que los mineralogistas modernos suelen asimilar
a l alabas tro yesoso o a la anhidrita y que suponía exclusiva de esta
comarca, pues na se explotaba o mós de 100 millos de la ciudo....
(8), pero este doto no es difinitivo en pro ni en contra, pues ni
es cierto que tal mineral fuera exclusivo de uno región ni el radio
que le asigno Plinio es concluyente.
Ptolomeo, con la imprecisión de los coordenados que asignA
o los lugares, con los errores en su distribución por tribus a pueblos
y con los errores de todas clases producidos por los copistas, no
debe ser tomada coma absolutamente exacto; aprovecharemos por
ahora ton sólo la noticio de que en el núcleo de poblaciones c'!ltiberas que situó, figuran los que luego fueron sedes episcopa les
de Ercavica, Segóbr igo y Vole r ia, siendo fócil ver que todo su
Celtiberia lo puso hacia el interior y no próximo o lo costa del Mor
In terno.
Mós firmes y creíbles son los referencias de Est rabón en el
Libro 11 de su "Iberio", sobre los ce ltiberos a los que situó con
bas tante precisión, al decir: "Mós a ll á de Idubedo comienza inmediotarnente la Celtiberia, región amplio y de vario aspec to,
pero cuya mayor parte es áspero y es tó regado por rios . Por ella
cruzan, en efecto, el Anos y el Togas y uno serie de otros carrien -
16)
PI
FRONTINO: "Slrolegemalon", 111 , 10,6 y 111 ,
PLINIO: "NO hiTolis His tOfia", 111, 25 _
181
PUNtO, loc_ cit, XXXVI, 160.
_24 0 _
II, ~ _
[page-n-241]
SEGOBR IGA
11
tes, lo mayor porte de los cuales van a dar en el Mor Occidental,
tras surgir de lo (Celt)iberia; entre ellas es tó el Deurios ... " (9 ).
Luego, mós adelante, dice que hacia Occidente limitan con al gunos tribus de As tures, Gallegos y Vacceas y can porte de los Vetones y de los Carpetanos. Par lo parte meridional están los Ore tonos y todos aquellos pueblos que habitan lo Orospeda, es decir,
los Bastetanos y Edetanos . Hacia el Este se hallo lo Idubedo .
Nombro, luego, Estrabón (10), ¡las cua tro fracciones de los
Arevocos y lo mós poderoso de ellos, los Arevacos, limítrofes de los
Carpetanos y vecinos de los fuentes de l Tajo, y ademós los Lusones
que pueblan la porte orien ta l y confínan también con los fuentes
del Tojo. Después, 01 nombrar las ciudades cel tiberas, nombro o
Segedo, O Palan t io y o Segóbrigo y Bilbilis "cerco de las cuales
comba tieron Metelo y Sertorío" .
Finalmente un fragmen to de la ed. Casaubon, t raducido por
Gorcía y Bellido (11) dice que " tras los keltiberes, y en dirección
sur, siguen los pueblos que habitan la Orospeda y las tierras que
baño el Soúkron- (sobreentiéndese en 10 parte inferior del curso de
es te río) . Estos pueblos son: los Edetonoi, hasta Korchedon (debe
faltar algo porque los Edetanos no llegaron o Cortagenol, y los Bostetanoi y Oretonai, hasta cerco de Moloko" . (Frog . 11 1,4, 14) .
Claramente estó manifiesto que los Edetanos fueron de lo costn
y los celtíberos del interior, pero con el ofón de tener rozón en sus
npreciaciones hubo au tores que hicieron celtíberos o los edetanas
poro que su Cabeza (o capital como ellos interpretaban) pudiera
es tor en Segorbe, sin atender o su gran proximidad O lo capital de
lo Edetonio .
Ya hemos vis to lo asim ilación literario, y por conveniencia, de
Seg6briga con Segorbe; los primeros au tores de l sig lo XV I la
aceptaron, y los valencianos (Beuter, etc.) pensaron que con ello
enaltecían o su pa t rio. Luego, otro valenciano (12) hizo una largo
y "razonada" defensa de esta asimilación, sin argumentos exoctoc;
ni definitivos, y le siguieron otros muchos. Pero el texto de Es trabón es tan cloro, que fu é su ficiente poro que ot ros muchos negaron
f9 1 ESTRABON: "Iberia", Jl I, 4, 12 (I.odu<:ción de Gordo y Be ll ido) .
(I OI ESTRABON: loe:. ci t., 111,4, 13 ftrodu<:ción de Scnullen, Fonjes Hispanioe , VI, p6g. 226).
( 1 11 A . GARCIA y BELLIDO: "España y 1 ~ñoles hoce dos m il oñO$,
0$
segun lo Geografía de Straban". Modrid 1945, p6g. 110.
(12) G. ESCOLANO: "Décadas de lo Histor io de lo Insig ne y Coronado Civ_
dod y Reyno de Volencio", Volencio, 1610-1611.
_
241 _
[page-n-242]
12
P. BELTRAN
tol equivalencia, aunque no acertaron con lo solución conveniente :
y en estas d iscusiones los mas acérrimos defensores de Segorbe
c:;.omo Escolano y luego Flórez y otros, no vacilaron en forzar lo interpretación de los textos, haciéndoles decir lo con trario de lo que
dicen, y en hacer razonamientos defectuosos, y aun sofisticas, sobre
todo paro disminuir el volor de los argumentos contrarios.
El citado Gospor Escolano, al publicar sus "Décados" en 16 10
argumentó en favor de su tesis valiéndose de todos los medios
dialécticos a su alcance y aduciendo como fundamen tal el hecho
de lo aparición de gran número de monedas segobricenses en $egorbe y su campo; este hecho es decisivo ('n algunos cosos, pero
en éste hubo error (¿impensado o preparado?) pues en 16 13 rela tó
el P. Francisco Diaga (partidario de Sega~be) en sus "Anales"
(13), que le constaba que los monedas de Segóbriga señalados
por Escolano como existentes en el Archivo eclesióst ico de Segóbriga y supuestos aparec idos en su terreno eran ton sólo uno apar
tación del Obispo poro ilustrar su sede y que por e llo hacia coso
omiso de otros distintos de lo expresado ciudad y de anó logo pro
ceaencia no aducidos por "un autor moderno" (Escolano).
Por otro porte en los "Calectóneas de los piedros y ríos de España" del valenciano Francisco Llansal de Raman í y del andaluz Bachi lle r Molino fué descrito una piedra, que dicen haber visto en Segarbe, dedieada por los SEGOBRICENS(es) o un campatrieio suyo y que
nadie volvió o ver. Todos los referencias sobre ello (14) tienen e :
mismo origen y no aumen tan el vo lar de lo primero referencia, y
aunque Vózquez Siruela y Mayóns negaron su autenticidad, no es
discreto hacerlo o priori sino después de haber estudiado otros cir·
cunstancias, yo que de ser cierto lo procedencie hubiera oodido ser
pruebo decisiva.
Escolano lo copió incompleta y los demós au tores como va o
con t inuación, tomado de Flórez (15), ounque con diversos divisianp.~ de sus renglones según achaque demasiado corriente en su~
c<.:pios.
Lo copio de Flórez dice
(131
(14)
(151
F. D1AGO: "Anales del Reyna de Valencia", Valenc ia, 1913 .
ESCOLANO, lbid.; DIAGO, Ib¡d.; GRUTERO (I, 2, CCCXX, ex Schatta) .
FLOREZ: "España Sagrada", VlIl, pág. 100.
_Z4Z~
[page-n-243]
SI':GOB RIGA
13
L. AEM IL. L. F. GAL
FLAM. ROM. ET. DIVOR
AVGG. STATVAM. AER
E. PVB. PATRIAE. DECR.
E. PVB . ET IAM . PECVN.
SECOBRICENS. EREXERE.
y se ve es defectuoso y aun posiblemente ,nterpoloda o falseado ,
pero es conveniente no decidirse contra ~llo mientras quede lo
dudo de su procedencia.
Resu lto, por tonto, que los hechos positivos aducidos en favor
&~ Segarbe na pueden ser ca lificados cama decisivas, en todo lo
escrito, n i podemos conceder anólogo volar en con t ra a las negativas, sin determinar previamente lo verdadero situación de lo antigua SEGOBRIGA paco decisivo en los argumentos de los contrarios
r!e lo solución Segorbe.
Así, Jerónimo de Zurito, Cronista de Arogón, en sus "Anales"
y en los cortos dirigidos al Obispo de Segorbe y luego en 15"18 o
don An tonio Agustín, indicaba su posible situación en Alborrocín,
fundándose en uno ma la interpretación del pórrofo de lo luche
entre Metelo y Serlorio, haciéndole deci r que se había dado una
batallo cerco de ambas ciudades de Segóbriga y Bilbilis, los cuales
se hallarían próximas, y esto opinión fué sostenida oor a lgunos
autores y finalmente por Masdeu (l61 que antes había aceptado
lo solución Cabezo de Griego. Es evidente que si lo opinión neg!J ·
t¡ve de Zurito contra Segorbe tenía un valor, lo positiva en favor
de Albarrocin nodo vale. Contra dicho negativo, reaccionó Esc;)·
lona 01 final de su disertación en favor de 5egarbe, argumen tof'ldo
con el sofismo siguiente: "Pero poro ingenios que no sean de dura
cerviz basta rá todo 10 sobredicho y que sienten 10 mesmo Vas'ieo,
Torafa, Corola Clusio, Manuel Enríquez, Pineda, Marie ta, el Cardenal Looysa, Beuter y ot ros infini tos". Dando valor o mayor núI'Y'-ero de partidarios que lo fueron rutinariomente o por 10 repetici!.lr.
d .. los mismos rozones equivocados o capciosos.
Con sólo atender o los hechos consignados, los tres obispado,> dp
Ercovico (o Arcabico), Segóbriga y Valerio, formaban porte de Cel t:beria; y como los primero y tercero formaron 10 Diócesis de
Cuenco, dentro de los límites de ésto han de ser buscados y fup.ra
el de Segóbrigo; además Ercavica fué de l Conven to Jurídico de Ce(16)
MASDEU: "Historio cri' ico", XVI I, pag. 292.
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243 _
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14
P. BELTRAN
soraugusto y serío el mós septentrional, pues los otras dos dependían de Cortogo Novo. El lugar de Velería es conocido en los fuin as
s ituadas entre Velera de Abajo y Velero de Arribo (01 'iur de lo
c'udad de Cuenco); luego si se logro fij or el de ErcQvico no seró
difíci l si tuar o Segóbrigo en un punto intermedio adecuado.
Entre los ten tativos poro situa r o Ercovi co (corrupto lu ego
en Arcabi co o Arcobrico) debe ser citado lo de Moret en 1678
(Inves tigaciones, cap. IX), que 10 identificó con 10 "Ergavio " vOS ~
O no de Ptolomeo y lo situó en Milagro (confluencia del Arogón CQ!'
el Ebro) , otendiendo 01 orden en que aparece en Plinio den tro del
Conven to Cesorougustano; pero este orden ee; ortogrófico y no geogrófico, y ta l a tribución no ti ene volar ninguno, a unque Heiss s; ·
tuaro en dicha loca lidad lo ceca de los monedas con ERCAVICA.
Ta mpoco es posible confundir lo Arcobrica del " Itinerario" (entre
"Aquae Bilbilitanorum" y "Segon tia") can lo Ercavica episcopal , n i
a r:cptor lo posición de ésto en Mal ina de Aragón como lo hieie"on
los historiadores locales a veces con much ísimo aparato de erudici6n
como puede verse en Anselmo Arenas (17) .
La situación en A lcañiz obedece a l m ismo prurito de los hi sto·
riadares y eruditos de todos los tiempos de enaltecer sus paises y
aparece consignado en histor ias manuscritos o impresos de dic ho
c;udod, como el manuscrito de Micer Alonso Gutiérrez, de 1540 ; en
los " Antigüedades y Excelencias ... ", de Pedro Andrés Zapoter, im·
presos en 1704; en el "Teatro H istórico de los Igl esias del Reir.o
d ~ Aragón" (1782· 1785, tomo IV, pág . 262), por el P. Lamb ~ rto
de Zaragoza, y se extendió media nte la edición de Lyon del año
1541 de lo obro de Ptolomeo hecho par Miguel Villanovano o de
Vi llanueva (Miguel Se rvet). El origen estó en lo fra se " Al ccñiz
hodie Ergon icium" sin mós fun domento que uno molo homofo.,ía
a ceptado sobre todo por los a utores a ragoneses. a compañado de
los supues tos ha llazgos de monedos ercavicenses, unas legítimos,
otros mol leídos o deformados y posiblemen te a lguno inventado,
como inventados fueron varios lópidos supuestas holladas en Alce·
ñiz el Vie jo o Iglesia de Son Sebost ión que parecen dedicados por
los HERKABRIKENSES (sic.). Otra sol ución oragonesa fué la de
Tragg ia, "Apara to ... ", en los ruinas próximos o Griegos, en lo sierro
ele Alborrocin y no vale más que lo an terior.
117) A. ARENAS: "Quin ta reivindicación Hislórica . Situación del QbISpOda '1
de la ciudad de Ercavica", Anales del Ins tilut a General '1 Técnico de Valencia,
volumen V, num o 2 4, Valencia 19 20.
_2 44_
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SEGOBR I GA
15
Del mismo calibre, como lejanos homofonías, son los que u lilos escritores valencianos poro no alejar mucho o Erca\ Ica
de Valencia y de Segarbe,
asimilar dicho ciudad o Sinarcos (Va lencia) o o Arcos de los Salinos (Teruel), sin otros fundamentos, y
le no menos absurdo de situarlo en Arcos a la mitad de la distancio
de Valera a Cuenca.
En los autores antiguos Ercovica aparece muchos veces y T ito
Uvia con referencia a l año 176 a . J. C. lo llamó "nabjlis et potens
c¡vi tas", con cuyo doto además de lo si tuación geográf ico aproxi mado deducido de lo situación de su obispado godo, será necesario
busca rlo en un gran solar potente y fortificado . Todos estos ci r·
ct...nstancios fueron aprovechados por el Maestro Ambrosio de Morole:: (18) para buscarla en las ru inas de a lguno importancia e '(i ~
tt:!ntes a lo largo de lo ribero del río Guadielo, suponiéndola primerClmente en Peño Escrito y luego, en vista de lo poco importancl . . .
de dicho lugar (como comprobó Cornide a final de l siglo XVIII)
lo situá en el " Castro" o lugarcillo de Son taber en 10 ribero ¡zquierdn del Guadiela, donde estón los restos de uno extensa, alta y fort ihcodo ciudad que ha proporcionado monedas en abundancia, res·
tos arqueológicos y lápidas que, desgraciadamente, no son geogro ficos . Sos tuvo Morales e s t o identificación de Ercavica, que
aceptaron la mayor parte de las autores (Flórez entre otros) sin
muchos pruebas decisivos; pero lo más importante en su favor es
el propio nombre de Santober ton nombrado por tos geógrafo,; e
his toriadores árabes en 10 formo "Santaberia " o "Santobaria " V
el cual no es otra coso que lo corrupción y degeneración del co)gnomen "Celtiberia " que suele acompañar o la Arcabico godo. Pero
es to ci rcunstancia no fué aducido por dicho autor.
Admitida esta situación de Ercavica en el Costra o Sonlaber, y
conocido la de Voleria en tre los dos Valeros, de Abajo y de Arriba,
tenemos un arbitrio f ijo poro situor la intermedia Seg6briga en
alguno de los campas de ruinas de una gron ciudad situada entre
aCluellas y fuero de l obispado de Cuenco, lo cual nos lleva 01 Priorato de Santiago, cuyo cabeza estuvo en Uclés, según se ha di cho.
El mismo Ambrosio de Morales di jo, sin fundamenta, que es tuvo
en Iniesto (Cuenco ) y luego (19) 01 nombror los Obispos que susIi~cran
al
(18) Véan$e $U "Desc:ripción de España", folio 57 V sus "Antigüedades de los
, iudodes V lugores, pueblos y ríos onligUO$, poi" 10 orden que en lo ,0rÓflko von
nombrodos", lib
1577, folio 102.
( 19) A. DE MORALES, loe:. dI. noto 18, Ubto XII, fol io 96 vt.°
.-
[page-n-246]
16
P. BELTRAN
cribieron en el Concilio 1I de Toledo, nombró o Pr6culo de Seg6brigo y dijo: " Esto ciudad fué en lo Celtiberia, y no se averiguo
bien dónde. Aunque se cree que oya (sic) estado en tos grandes
ruynas que ogora se ....een cerco de Vclés, donde lIomon la Cobet;o
del Griego. Mas esto es ci erto: que Segorbe no puede ser la antiguo
5egóbrigo como comunmente se cree". Es decir, Que aun i9norondl' donde hubiera de estor lo ciudad, los a rgumentos conocidos
eron f irmes contra Segorbe. Dichas antigüedades a ludida.:; por Morales fueron apun tados y a mpl iados en otro de sus escri tos y vi"ítos
por él (muy de prisa y muy imperfectamente) en un viaje que hizo
años antes de publicar la obro indicada más arribo, según aparece
en le memoria escrita en 1793 por don José Cornide (20 ).
En alguno de los luchos de los prim eros tiempos de lo invasión
órobe y de lo reconquisto debieron desaparecer Ercavica y Segóbriga, y si es cierto que algún Obispo se titu ló Arcavicense y
Que San taber fué fundada entre las ruinas de lo antigua ciudad
celtibera de Ercavica, este nuevo poblado careció de importancio
V rubo un momento en que la "cara " o "circulo" órobe de "San tabuio" (otros veces, como en la "Geografía" de Rasis, se le llama
de "Santa-Bayre"), tuvo por capital a Uclés, sucesora del antiguo
"pago ocu lense" como se deduce de los lópidas que los OCVLENSES
dedicaron a varias divinidades y que fueron estudiadas por el Padre
F. Fita. El Edrisi nombró como ciudades medianos de la reg;,;:n o
Huete y Uclés, pero los noticias que impor tan proceden del trotado
Roud el Mittor publicado y traducido por Lev; - P(oven~a l (núm 23 ,
pógina 2B, trad. pág . 35), donde trotando de "Ukl is" se d ice Que
pro: "Ci udad con costilla fuerte en la tierra cel Andalus. E.. la
capital del círculo Sontaboriya. Su construcción es moderna y obro
de al Fath b . din . Nun ", donde se revolvió contra lo autor idad
cen tra l en 160 ( =7751777) . Tomó por residencio o Uklis donde
edificó e hizo uno ciudad o orillo de un río (8t:!diJo) formod , por
uno fuente que nace en lo alto de lo ciudod y al imenta los termas ... " . Es evidente Que Uclés sustituyó o la gran ciudad que estuvo en el Cerro de Cabezo del Griego, así como o la que hubo en el
Castro o Sontaber y Que mós adelante la primero de ellos fué una
dependencia de su término.
Según el Apéndice 1I de Cernide, en 1228 el Conce jo de Cabezo
(2 0 1 J. CORNlDE: "Memoria ~e los onligüedo~ de Cabezo del Griego",
lomo 111 de los Memcwios de lo Re01 Al;odem;o de lo H;stOf;O, Modrid, 1799.
-
2<16 -
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SEGOBRIGA
17
dt:'1 Griego firm aba como dependiente de Udés, y en los visitas ge nerales de lo Orden de San tiago, en 1500, 1508, 15 11 , 1S 15 y 1525,
~{¡Io quedaba lo Erm ita de San Bortolomé en un si t io olto y :::onstruido
o!'rovechondo porte de un edificio de lo ontis:uo ciudod, er un
cerro alto que se dice La Cobezo del Griego pn pi "qual de tiempo
c., t iguo estaba uno población grande todo destrozado !>in haber
edificio alguno" (año 15 15), haciéndose notar en lo de 1511 la tentcriva hecho por un clérigo de cobrar diezmos de lo miel, cero y
enjambres de la dehesa contiguo para el Obispo de Cuenca, sin lograrlo, por haberse demos trado que el territorio ero de lo Orden
de San ti ago.
Aparecen referencias sobre an t igüedades hallcdos en Cabeza del
Griego, seis u ocho años antes en el viaje del Méd ico Luis de Lucena,
en 1546 (2 1) donde se di ce que poco antes había sido descubi erto un gran espacio lleno de ruinas de E'dif;,ias que indiccbon
haber habido allí una popu loso ciudad "a lo Que unos dobc.r, el
nombre de Cabezo del Griego, otros el de Seg6brigo, otras el de
Hippo y otros el de Ercavico". He aquí los an tecedentes de lo sugestión de Morales, que como puede verse no fu é orig inal ni mu cho menos rotundo, ni aun después de su via ie por lo comarco
entre 1572 y 1577 (Cornide, Apéndice 1, pág. 226) .
Como en cosos anólogas, lo ciudad destruido fué uno gran con tero de piedras traba jados que fueron utilizados poro lo consi ruc-:;ión de otros pueblos y en el año 15'15 con testaron los ....ecino'_ de
Udés y Sahel ices o los pregun tas o formulario de Felipe 1I confirmando el transporte de materiales y restos arqueológicos desck Cob:za del Griego.
Merced o los con jeturas de Morales, los autores se dicidieron por
Cabezo del Griego (si no eran par tidarios de Segorbe). pero lo inseguridad con ti nuaba manifiesto.
Interesaba mucho o lo Academia y 01 Priorato de Uc1és poner en
doro qué ciudad había sido aquello cuyos ruinas estaban en Cabe;:a del Griego, a partir del año 1760 en que apareció uno lópidc en
verso de un cierto Obispo Sefronio y que se guardaba en Sohelices; a
lo primero entidad por afón de saberla y a l Prior para comprobar
que se trotaba de lo an tigua Segóbriga y ....erse libre de cua lquiera
(21) Ms. de lo Biblioteco Voti co no utilizado por los eplgrof is tos españoles v
, i' ulodo " Inseripl iones eolee toe o Ludovico Lueeno, 1546", y en lo " Historio de
Toledo" por Pedro de AJcocer, publicodo e n 1554, Libro 1, e." 20, folio 22, eol. 1.
(Noto de Cornide).
_247 _
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18
P. BELTRAN
tenta t iva de ingerencia por porte del Obispado de Cuenco. Por ello
en 1765 la Academia encargó el reconocim iento de los rui'lOS y obje tos a don José Alsinet, médico del Rea l Sitio de Aranjuez, el cual
es<.rih ía en 26 de octubre al Secretorio de lo Corporación informán dole de lo visto en su viaje de inspección '/ de los frogmen to$ de
inscripciones llevados a Sahelices y de haberse recogido buen nú mero de monedas, y en t re ellos cuatro de Segóbriga, otro.s cuatrc' con
Ictms desconocidos, dos de plata, uno de ellos de Helmóntica (o seo
de bolsean según la interpretación de aquel tiempo), etc. También
encargó lo Academia o don Tomós Torres Moyo, Caballero de Sant iago y vecino de Uclés, el cual contestaba en 27 de diciembre rcmi tiedc copias de 24 inscr ipciones.
Por su porte el Prior de Uclés, don Antonio Tovira y Al mazón,
2nt.Orgó 0 1 Noto rio don J uan Antonio Fernóndez (que estaba arre·
glondo el archivo pr iora l) y a dan Tamós Fernóndez, boticario de
Lklés, que h icieran el católogo y dibujos de los ob jetos y antigüedades. En virtud de [os informes de es tos, el Prior Tavira fúé persona lmente a reconocer los ruinas y o organizar su excavación (2.7.\ en
17 de octubre de 1789, con su acompañamien to y en 5ahe! ice; don
Vicen te Martínez Falero, Alcalde por el estodo noble, le pre!>entó
los fragmen tos conservados de lo inscripción del Obispo Sefronio, y
le señaló el lugar donde había aparecido en 1760. En aquel ~unto
comen za ron las excavaciones los cua les dieron lugar a lo aparición
de sepu lturas e n una Basilica y, entre ot ros, de las tumbos contiguos
de los Obispos Nigrinio y Sefronio en 14 de diciembre de 1789, según
(lcta del Notario J uan An tonio Fernóndez.
Comunicados los ha llazgos por el Prior Tavi ra a la Acodemio, en
28 de enero de 1790 fueron suspendidas los excovociones, protegido
la Basílico con un m uro y erigidas lópidas conmemorativas; los fragmentos de inscripciones hallados fueron adheridos o los muros de
los iglesias.
Ademós de los losas sepulcrales de los Obispos Nigrina y 5ef¡onio
había sido recogida antes otro leída algo deficientt!men le y que
guardaba el cu ro de Fuente de Pedro Narro (23), lo cual según vió
Vives (24) iba o continuación de los otros, dando lugar 01 rótu lo:
(22)
J . CORNIDE: loe. ci t. , noto 20, Apéndice 111.
(23) J . CORN IDE: Loe. ci t. , noto 20, pógs. 200 y 201.
(24) J. VIVES: "Inscripciones cris tianos de lo Espa ño ramoro
B<1.(.elono 1942, numo 264.
_248_
y
visigodo",
[page-n-249]
19
SEGOBR IGA
fII HIC SUNT SEPVl CRA - SAN:::rORUM SACERDorVM
allD NIGRINVS-EPISC al SEFRON VS-EPISC ... ONIVS EPloC
C]ue da los nombres de tres Obispos consecutivos
Resultó claramente demostrado que la ciudad cuyas ruinas E"stabun en Cabeza del Griego había sido episcopal I:ln la época goda y
si se admitía la si tuación de Ercavica en Sontober ésta de ahora
debía ser Seg6briga; pero el número de opiniones en fovr:r d~ Segorbe, y algunas personas tan caracterizadas como el P. Enrique
Fl6rez, hizo que los part idarios dijeran que los Obíspos hal!ados Han
de la Ercavíca del conven to Cesaraugustano a pesar de ho ll or ~p en
las arillos del río Gigüelo, en su confluencia con el torren te Yuncar,
y para hacer viab le forz a ron el nombre de Se fronio para hacerle
coincidi r con un Sempronio, Obispo arcovicensE: que concurrió a
los Conci lios toledanas XII 01 XV (25 ).
Si es cierta la fecha leído por Fernández GUHra en el epitafio
rrétrico del Obispo Sefronio, éste murió en lo ... ra DLXXVII (~ña 550)
cnincidiendo con lo gran antigüedad que los outor.?s (Gómez Moreno,
Camps, etc.) han dado o la basílica de Cabezo del Griego, fundada ,
¿icen, en la primero mitad del siglo VI. En cuanto al nombre "Coor ius" leido deficientemente en el fragmento 3 o, puede ser que hoyo
necesidad de modificarlo mediante el de "Cononi us", asistente 01
Concilio 11 de Toledo del oño 527 (o del 531) o reciprocomen le, y
tenemos osi lo sucesión de Obispos de la ciudad 1I0mados :
Nigrino -
Se fron io -
Canonio -
.. Sefronio
sín cantor que pudiero ser Obispo un tal Onora to que figu ro en una
de los piedras publicodas por Cornide (26) '1 no citado por Vives.
Aunque lo situación de Segóbriga en los ruinas de Cabez..J del
Gr ¡ego se va perf ilando, quedan todavía por cor.!.ignar los prur:>bos
Que lo confirman . Comenzaremos por un fragmento que Cornide no
quiso emplear como argumento decisivo : "Hoy estó colocado en la
aorea divisorio de lo copilla mayor y cuerpo de lo iglesia cerror:>nte
lÍol " (27) y cuya indicación fué impugnado par partidario;, de Se ~olbe:
(25)
J. VIVES; Loe. ei l. nota anterior, números 264
f 216, 5QS tenlenoo esta
resis '1 haciendo un sólo Obispo de los dos Sefran¡os de las 16pldas.
(26)
(21)
J. CORN IDE; Loc. cit. nota 20, 16m. IX, n. . . m . 3.
J . CORN IDE: Loc. cil ., no ra 20, 16m. VI , n. . . m. 26'1 pág. 184 .
_ 249_
[page-n-250]
20
P. BELTRAN
P
GOBR
e DE
INVL
el cual aunque seo claro no es indispensable porque hoy pru(>bos
mas terminantes. En efecto, fué costumbre erigir estatuas y dedicetarios o los persona jes importantes en 5US ¡-iudedes y en las
capitales de las provincias, que para esta región fué Tar~o90no . En
tiempo de Hodriano el concilio de lo provincia Hisponio Citerior
puso toles recuerdos beneméri tos de lo pravinclo y o otros se los
dedicaron sus familiares o a m igos o conciudadanos agrodecid:l$ por
sus servicios, dando lugar o la grondísimo ("oleedón epigr6fica to rraconense, porte de la cual es conocido. Por otro parte, los vecinos
de uno ciudad pusieron allí recuerdos anólogos o sus conCH)dodonos
I:;er.eméritos.
En reloción con Segóbrigo deben ser CItado.. los
guientes:
ei~mplos.
si -
C. 1. L. 11 , 4. 191 (Torrogono) L Annio L. F. Gol Contobro Flom
Romoe et Divorvm Avgvst P. H.
C.omnibvs Honoribvs Gestes SEGOBRIGAE Decreto Ordinis Pecvnio
Pvblico SEGOBRIGENSES.
C. 1. L. 11 , 4.220 (Torrogono) L Grottio C. F. Gol Glovco SEGOBR IGENSl Flom P. H. C. M. At¡livs
FroternvS Amico Optimo.
C. 1. L. 11 , 4.222 (Torrogono) C. Ivlio C. F. Gol. Pill'lt! SEGOBR IGENSI Flomin i Romoe et Di vorum et Avgvst. Prov. Hisp. Oter o
P. H. C.
•
C. 1. L. 11 , 4.252 (Torrogono) Vol. G. V. Fidi Fil. Fidoe SEGOB R 1 G ex CARTHAG Flominicoe
(hollado en 1806)
Vxori L CAECILI PORClANI, Flom
P. H. C. P. H. C.
- 250 -
[page-n-251]
SEGOBRIGA
C. 1. L. 11, 3. 119 (Carnide lóm. V, n.· 8; Cabezo del
21
Grjeg~
En
lo iglesia) .
QVINTlANO.
CAEC. PORCIA
NI. NOTARIO
ANN . XXx. MAN
51 Ll VS. VICTOR I
VS. ET. FABlA
MAT ER. FILIO
,
Esto piedra se en lozo perfecta mente con lo a nterior o t r(wés
de L. CAEcr Ll O PORC IANO del que fué esposa lo VALER IA hija
de G. VALERIO y segobrigense a lo que fué dedicada lo piedra de
Torragono y de CAEC ILl O PORC IANO dal cl'ol fué notorio el
QV INTIANO o quien sus podres pusieron uno dedicatoria en Cobezo del Griego.
Después de los noticias de Cornide, otr'lS inscripciones fl..leron
apareciendo y en varios ocasiones fueron hechos excavaciones que
dieron lópidas y otros objetos orqueológicos. En los de 1892 opo recio, entre otros, uno lópido algo mutilado estt.;diodo por el Podre
F. Fito (28) , Jo cual es decisivo paro situar Seg6briga en Cabeza
(M Griego. Por noticias de ello Hübner, que hol:.io situodo o frca ~' ico en Cabezo del Griego, se corrigió en el Apéndice (p.5g. 1 13)
identificando o estas ruinas con Segóbriga. Sin c:mbargo, en 1897
o¡e extravió en los razonamientos y volvió o su ideo primero d~ que
Seg6briga había estado en Segorbe, y con su t:jemplo cundió lo
confusión sobre materia ton doro, conservóndose pocos con firmeza
en la hipótesis verdadero, uno de los cua les, ~egún se ho dich:l, fué
Schu lten.
La pi edro en cuestión dice osi:
.. .ARAE. REI
publi CAE. SEGOB
rige NSIVM
servo f. AMI LI
opu BLl CA
fecit
y es evidente que esta piedra erigido por la fami lia de los siervos
públicos de la República Segobrigense o uno de sus compañeros úni (28 ) F. FtTA: " Lópidos romanas", Boleli... Acodem io Hi\lorlo, XX, Madrid
1892, C. 1. L. ti , Add. t, 182.
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22
P. BELTRAN
comente pudo ser puesta en el solar de Segébr igo, probando osi
el P. Fito lo que, por otras rozones, pareela eviden te (Filo suplió
rborbloroe el nombre de dicha sie rvo, pero poro nuestro ob jeto es
ind iferente) .
Este resultado definitivo, está de acuerdo CO?¡ otros hechos se ·
cundarios que convergen en lo m ismo identifi cación . As¡ el co .'~, ¡ no
que el Ravennate (29 ) indicó con las palabras " ttem juxta civi totem
Complutum est civitos quoe dicitur Coroca, Sigobr ico, Pu teis c hi s,
Lebinoso .. . " es tá indicando un poso por Seg6brigo poro ir desde lo
conocida C6mplutum por la Contrebio Carbi ca (lo Coroca próximo 01
río Togonio de los au tores) que ha de ser una población ¡unto 01 To¡lIAa y luego pora llegar a Pozo Amargo (Cuencc ) y o Lezuza (Al ·
ba .. e te) ha de pasar ju stamente par la coma rco de Velé:;.
Los monedas de Segóbr iga mas antiguos tienen el nombre
escrito con caracteres ibéricos y los primeros latinos conservan el
t ipo corrien t e del busto y el jinete con la nzo debajo del cual e<::o!a el
nombre Sega briga. Los mas modernas de t ipos ibéri cos de Con trebio Corbico, que no los tiene latinos, tienen un busto ton idéntico
01 ci tado de Segábrigo que parecen hechos todos con el mismo cuño
del anverso y es posible que el abridor fuero U:10 !.blo y por lo lT'enos
que se tro te de ciudades próximos, de acuerdo con el comino ontedicho.
Finalmente no haremos mucho hincapié en los formo.-:ionec; yesosos de Montalvos ni en los minos de alabas tro de Torrub ia porque
lo noticio de Plin io sobre la existencia de "piedra especulor" ton sólo
~n lo región de Segóbr iga, no parece muy firme .
En realidad, en este punto termino el presen te trabeja donde
han sido reun idas, en térmi nos gene rales, los opiniones diversos sobre lo si tuación de Segóbrigo y los fundamentos, buenos o molos, en
'lile fueron apoyados, siendo de lamentar el t/:'ner que insis tir sobre
un asunto que hoce mucho tiempo me parece que est6 resuelto
definitivamente ; pero ocurre, que unos veces por afón de escribir
y otros por lo firmeza con que los autores clósicos razonaron sus
E'quivocociones, se sigue especulando frecuon tcmente con dichos
('(rores, volviendo o surgir los antiguas e imposibl es soluciones o,
por lo menos, pa liativos que parecen dej a r en el aire la equivalencia
dp.f initiva SEGOBRIGA = Cabezo del Griega.
(291 RAVENNATE; "DiYis ione Mund L Geogfaf. Rayenna lis" , lib. 5, París
1667 lib. 4 De Europa, c.op. 42, De $pania, núm. XLIV.
_2 52 _
,
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SEGOBR IGA
23
Así, por e jemplo, se ha pensado en lo [>xis t ~· ncia de dos Segóbrigas, quizó ton sólo pora no romper con le situación tradicional
en Segorbe, ni negar que se llamara osi lo ciudad de Cabezo del
Griego, y solamen te el P. Flórez, partidario Je la segundo solución,
"e empeñó en largo disertación para demostrar que sólo hubo uno.
Lo.. textos nombran una sola ciudad, y, aun !'uponi endo que hubiera
bobido dos (que no es ciertol, no sería pasible que en los Edetanos
que eran Iberos, como lo demuestran los vasos de Son Miguel de
Uria, hubiera uno ciudad de nombre cel t ibero como Sega-briga,
cuya segundo par te es ce lta y conocida. Par esto mismo ro zón la
lópido citado procedente de Llansol y Malina, aun supon:endo que
fuero copio muy defectuoso de uno inscri pd5n genuino, no pudo
sa lir en Segarbe. Tampoco es posible lo ad judicad6n de los monedas
ibéricas y latinas segobricenses a dos poblacione'i distintos, especu lando con ligeras variantes; aun suponiendo r¡ue nuevos piezas nos
ilustraron sobre lo desconocido historio de lo gran Segób~igo, todos
los conocidas forman uno serie única con ord ~nación cronológico
muy doro desde sus cimien tos hasta tos últimos tiempos de Coligulo.
Tado el curso del río de Segorbe estó lleno de! restos arqueológicos y en muchos de los pueblos actua les han solido lápidas que
corresponden o núcleos de población iberos o romanos y en Segorbe
a falto de lópidas conocidos hoy otros restos importantes y es de
esperar la aparición de otros nuevos. La falto de lópidas con nom!--res geogróficos y de textos referentes o la com'J7co, ha hecho que
hasta el momento se desconozcan los nombrt!s a.ltiguos dE' los poblados, salvo en el caso de Beg is, que según los piedras fu á un "fundo" de los Vicci, de donde se derivó el nombre actual . Quizós se
llegue por an6 1
0go comino o conocer el nombre de lo an tiguo ciudad
QU é hubo en Segorbe, y que en textos medieva!es aparece en lo
formo Soborb o la t inizado en Suburbium, o lo cual aplicaran el socorrido y desacreditado procedimien to de los etimaleg ías poro traduci r
"earrio" (de Sagunta). Sin embargo, dada lo grendisima ex tensión
de los territorios municipales antiguos no es in'posible que todos
los "pagos" romanos del valle del ';0 de Segorbe dependieron del
Municipio Sagun ti no y que fuera n inclu idos por los geógrafos bo ja'
lo denominación única SAGVNTUM.
Nuevos hallazgos pueden aclarar estos enigmas que resultan
St:cundorios en relación con el ob jeto de este trC1bojo.
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PIO BELTRAN VILLAGRASA
5 egóbr iga
Es coso por todos sabido, que el estudio de los ant igüedades
hisponas estó ín t ima mente ligado 01 de las identificaciones de los
pueblos an tiguos, citados en las fu entes, con otros modernos; y
no es menos conocido el hecho, de que las not icias an t iguas son
pocas y no muy específicas poro lograr dichas equ iva lencios, sa lvo
en aquellos casos en que no hubo in te rru pciones en las vidas de
las ciudades, o cuando éstas conservaron in tactos o muy poco variados sus antiguos nombres. Pero a un en d ichas ocasiones hay
ejem plos de translaciones de pueblos o puntos próximos que deben
ser tenidos e n cuento.
Es te t raba jo, fu ndamental paro todos los estudios, ha sido y
sigue siendo fu en te de di scusiones a pasionadas, sobre todo cuando
los a utores creen que son mejores pa triotas si acumulan muchos
ci udades antiguos en sus comarcas na tales o en los te rritorios que
habitan o sencill amen te en los qu e se proponen es tudia r y cua ndo
a fa lto de pruebas mejores se fu ndan en los homofon ías que se
presentan ent re nombres a nt iguos y modernos, reforzadas, o veces,
con lo existencia de cam pos de ruinas antiguos ton frecuen tes en
nues tra pen ínsula.
Cua ndo a lgunas de es tas circuns ta ncias convergen en un lugar
preferida o estudiado por el autor, es muy fr ecuen te que éste se
decida a buscar mós pruebas para su t esis y que 01 forzar y aun
falsear los razonam ien tos habitua les se llegue a conclusiones que
parezcan defin itivas. Y s i el autor en cuestión es a fa mado, sus
afirmaciones suelen ser las ún icos prueba s que pueden a legor sus
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2
P. BELTI{AN
seguidores. Ll enos están los libros de iden t ificociones formulados a
la ligero que, hechos de buena fe, suelen tener fund a mentos deleznables.
No me refiero aquí o otros muchos CO$05 en que 10 pasión
conviert e en falsario inconsdenle, o conscien te, o un autor, cuando
és te con tal de tener rozón y de poder ilu strar o enaltecer a su
patrio o 01 pueblo preferido, no vacilo en a mon tonar razonam ien tos
errÓneos o capciosos V, lo Que es peor, en fal sear lo procedencia
de res tos a rqueológicos, en modi fi cor an tiguos referencia s, e in cluso en fal s ificar tex tos que apoyen sus teorios. Son m uchos los
e jemplos que pueden ponerse, pe ro citaré aquí ton sólo el conoci d ísi mo del insigne anticuar io Andrés Resende 0 1 ilustror o lo ciudad
lus itano de Evara . y aun todo esto es un progreso s i se le comporo
con lo prac t ico de distribuir los pueb los o capricho por los óm bi tos
de lo península .
Si posamos ahora o lo parte externo de los discusiones, resulto
verdaderamente penoso reposar los con t roversias sobre dichos ma te rias, que son fa tigosos y o veces agresivos aun tra tóndose de
personas correctisimos en todos los demós ac tos de su vido, pues
los disputadores son capaces de ceder en todo menos en que tengan
rozÓn sus con trarios, y de tal ma nero embarullan los asuntos que
los lectores no logran averiguar quién tenía rozun (o veces no lo
tuvie ron ninguno de los contendien tes) y llegan o conceder eclecticomente que lo tuvieron todos y que exis tieron varios ciudades
con un mismo nombre, aplicando o codo uno de ellos los no ticios
que parecen mós pertinentes poro codo solución .
Son m ucho peores los cosos en que se propusieron y perpe tuaron
fraudes in teresados, fu eron inventados pr ivilegios y derechos, y fal sificados documentos, pues 0 1 posar de los sig los son miradas con
respeto ta les falsedades que e l t iempo porece haber con fi rmado s i
no ha sido demostrada su calidad. Por tonto, cuando en a lgún coso
se logre hacer dicha demostración, lo mós elementa l norma de
conduc to, obliga al abandono de cuon tos pruebas se deriven de
toles fal sedades y termi nar con los fi cciones establecidos, por mucho raigambre y a ntigüedad que tengan.
Todos los recursos arribo indicados han sido utilizados poro lo
localización de lo an tiguo ciudad ce ltibero, y luego romano, lla mado SEGOBRIGA, y aunque hoce tiempo que lo verdad debi¿'
imponerse, todovia autores perezosos o de bueno fe, acepta n solu ciones cla ramente equivocados o se si túan, eclécticamenl- , en el
e
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SEGOB lllGA
3
terreno de la plura lidad de ciudades de dicho nombre paro no chocar
con los diversas y dispares soluciones. Adelanteremos que uno de
los pocos ejemplos de firmeza lo ha dada el doc tor Adolfo Schulten
(1),01 sostener sin componendas su opinión deducida de los hallazgos de finales del siglo XV II I.
La iden t ificación de Segóbriga con Segorbe, fué consecuencia
de la combinación de una homofonía entre los dos nombres, con la
conven iencia de un Obispo (según veremos), y uno vez establecida
se buscó el apoya de las lópidas geogróf icas, de las monedas hallados en la comarca y de las documentos medievales, formando
un sistema completo de confirmación de lo identidad que perm il'ió
sostenerla durante siglos, hollando así un nuevo apoyo en esto
persistencia de lo teoria . También se recurrió a los documentos,
con raíces antiguos, 01 parecer, los cuales siendo unas veces ciertos
y ot ras fa lsos, fueron acomodados a la teoría sostenida , Entre los
documentos medievales que dan nombres de ciudades, figuran las
"Naminae Sed ium" redactados en la época de la Reconqui sta y
que parecen derivar de uno o varios modelos de la época goda,
existiendo una de ellos, muy generalizado, que parece posterior 01
traslado de la Dióces is Catalana o su veci no Beatia en tiempo de
Recesvinto (la capital idad adminis trativa había sido trasladeda en
tiempo de Tulga, según los monedas) . Estos ejemplos fueron re dactados siguiendo un orden geogrófico dentro de codo provincia
eclesióstica, el cua l con ti nuó sensiblemente en las copias, mm
contando con los olvidos y tergiversaciones de los copis tas. Dentro
de la provincia Car tag inense, con su me t rópolis en Toledo, apa rece en un grupo de textos casi siempre el siguiente orden: Valen tio, Valeria, Segóbriga, Arcóbrica, Compluto, formando parte de
una cadena bien articu lada dispuesto de SE. o NO. y que permite
si t uar aproximadamente las Diócesis de Segóbriga y Arcóbrica conocidos los ot ras. Pues bién, los autores que tenían sus presupuestos sobre la situación de la Diócesis y sede de Segóbrigo hicieron
los imposibles para que la citeda ciudod cayera donde habían su puesto, aunque se vu lnerara un orden ton manifiesto.
Este coso y tados los anólogos se discutieron apoyóndose en
un famoso documento conocido can las nombres de "Divis ión" a
"Hitación de Wamba " , que en esencia es en todos sus variantes
{1 ) A. SC HU LT EN: " S~góbrigo" , en De ut sc l'le Zeit tl ng fU r $po ni e n, 2S d e
marzo y l O de obro' d e 19 2 9.
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4
P. BELTRAN
una de Jos Nóminos an tedichos donde los Diócesis vienen delim itados o amojonados median te cuatro puntos caprichosamente elegidos
y que Q lo sumo pueden corresponder o puntos arbitrariamente tomados de un mapa y que no pueden hacer fe paro reconocer un
estado an t iguo de los límites de los Diócesis visigodos. Est e documen to es folsísimo en todas sus par tes y froguodo de 1065 a 10"
en Nójero para dar antigüedad o este Obispado y pudo tener un
fundamen to empír ico o caprichoso sin preceden tes antiguos aunque
hayo homofonías curiosos entre los pueblos term inales oltí nombrados y otros modernos; aporte del concienzudo aná lisis que le
hizo el señor Vázquez de Pargo, tengo escr ito lo historia de este
magno fraude que a l t ranscurrir el t iempo tuvo, y tiene, tal im~
portancia que son m uchos los límites entre los Diócesis actuales
que han sido acomodados a sus indicaciones y que fué invocado en
todas los pleitas entre Obispos vecinos, procurondo coda uno de
los portes aprovecharse de lo indeterminación de los nombres poro
prolongar sus Diócesis por extensos comarcas en lit igio y oun fro guor nuevos documen tos con fechas antiguos de acuerdo con sus
indicaciones. Séame permitido, mientras no seo publicada mi di sertación, observar que desde tiempos del Podre Flórez y de don
Juan An tonio Moyóns fueron hallados muchos pruebas de su fal sedad y que modernamente ton to Sónchez Albornoz como Vózquez
de Porga colaron bastante en sus falsedades. Pero cuando algú:,
benemérito histor iador, medievo l o moderno, ha consignado que
fué fraguado en Nó jero, hubo de hacerlo por in tu ición, yo que de
haber tenido pruebas no hubiera de jado de presen tarlas.
Todavía hemos de hacer constar la contradícción que supone
el hecho de que existan au tores enem igos de lo au tenticidad de
la " Hitación" y que si n e mbargo, la a provechen poro aclarar di·
versos puntos dudosos. Lo expli cación de esto sinrazón es sencillo
y manifiesto, pues a lo ú lt imo que renuncian los his toriadores es o
dejar de "hinchar" sus capítu los y a declara rse ignorantes de ciertos pormenores y en este aspecto a l prescindir de lo " División de
Wamba" pierden uno copioso fuen te de conocimien tos a unque seo
sabido que son fantÓsticos.
Como se veró mós adelan te lo Diócesis moderno "Segobrigense"
fué fraguado atendiendo a dicha famosa "División"; pero conocidas sus cualidades suprim iremos los abundantes y largos disertaciones sobre estas referencias, que pueden verse en todos los
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SEGQBR IGA
s
libros dedicados o situar la antiguo ciudad y o delimitar su Diócesis
antiguo.
Finalmente el método más inmediato y elementa l consiste en
asimi lar pueblos antiguos con otros modernos de nombres idénticas
a anólogos, el cual puede ser perfecto si lo coincidencia es absoluto
y no hoy rozones importantes en contra; pero si lo coincidencia
es uno si mple homofonía y no hoy otros rozones decisivos, o por la
menas positivos en su favor, y además un hombre de reconocido
mérito hoce suyo uno determ inado asimilación entre las loca lidades
antigua y moderna de nombres análogos, lo mÓS cómoda paro los
expositores y autores posteriores es aprovecharse de lo noticio poro
escudarse can lo propuesto y el prestigio de su anteceSOr y el ca pricho O el error se transmiten o través de las tiempos dando como
ciertos e inmutables correspondencias que fueron infundadas en
su origen. Cloro que el mol se agravo al recurrir 01 desacreditad"
método de los etimologías, que aun siendo pertinentes y ciertas rara
vez sirven poro justificor una tesis.
La exposición an terior está hecho atendiendo o que 01 intentar
fijar lo situación de lo antigua ciudad celtibero de Segábriga
todos los métodos de discusián indicados han sido utilizados con
mós o menos acierto y habiendo adelantada algo de dichos prácticas viciosos nos ahorramos de ir desmenuzando los argumentos
aducidos por los muchísimos autores que han interven ida en el
asunto dando lugar a lorguisimas (y a veces enojosas) discusiones
que hoce mucho t iempo debían haber sido abandonados, yo que
desde fina les del siglo XV III no cabe dudo de donde es tuvo ton
ilus tre ciudad.
Pera el natural ofón de los escritores de alargar sus traba jos
e ilustrar o los pueblos que estudian, hocen retoñar fre cuentemente
estos brotes de ingenuo erudición y vuelven o ser repetidos y discu tidos hasta lo saciedad t emas infundados que yo no tienen más
interés que el puramente histórico. Y poro no caer en lo ten tación,
suprimo todo ro inmenso bibliografía sobre este asun to sa lvo lo
indispensable poro ir siguiendo el origen, evolución y solución de
esta cuestión tan interesante poro lo historia de nuestra patrio.
Al ir haciéndose lo Reconquisto de nuestra península las ocu paciones de terrenos obedecieron muchos veces o los variables y
caprichosas circunstancias que fueron presentóndose y otros a
pactos que si bien pudieron estar fundados en la fuerza también se
pensó alguno vez en acomodarlos a los antiguas demarcaciones de
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6
P. UELTRAN
las qu e ton poco se sabía, solvo lo que lo tradición oral había transmitido y lo que indicaban antiguos señales no Siem pre cloras. Así
fueron restauradas antiguos Diócesis y fundándose otros sin on tecedentes históricos los cuales se procuró documentar inven tando
inst rumen tos e his torias antiquísimos y logrando de los reyes pri vilegios y dotaciones que d ieran lugar a cotos y jurisdicciones muy
dilatodos aunque con esto fueron vulnerados los derechos y honores
de los vecinas. Llenos estaban los archivos de pleitos enojosos, de
escrituras espúreas, de laudos bien o mal acertodos e intencionados
y los más grandes fraudes como el citodo documento a tribuido a
Wamba (y airas muchos in t eresantes) tuvieron esos orígenes.
En el año 1085 el rey Don Alfonso V I conqu istó Toledo,
an tiguo capital godo y metrópolis primado de su reino y restauró
su Obispado haciendo metropolitano o don Bernardo, el cual ob tuvo
del Popo Urbano 11 lo Bulo de 15 de octubre de 1088 donde ode mós de confirmarle su antiguo derecho de "primacía" sobre todos
[as Diócesis peninsulares, le concedíó que pudiera restaurar las
Diócesis su fragáneas de Toledo conforme fueron conquistados sus
te(ritorios y aún que actuase como metropolitano de aquellos otros
creados en lugares Que hubieren obedecido en t iempo o otros metropolitanos mien tras tonto Que estos no fu eron restaurados.
La conquisto de Toledo fué seguida de incursiones afor tunados
por Corpetan ia y Cel tiberia pero lo llegada de los Almoravides y
el desastre de Zoloca (Sacralias o Sagro jas cerco de Badajoz) en
22 de octubre de 1086, les hizo perder mucho de lo conquistado y
los años sucesivos fueron de victorías y derrotas a lternativamente.
En el año 1108 perdió Alfonso VI en lo derrota de Uc1és o su único
hijo varón el infante don Sancho y en 1 de jul io de 1109 mu rió el
rey . Posaron años y aun reinados y al morir el Emperador en 11 57
volvieron o separa rse León y Costilla y en el reinado del monarca
cas tellano Alfonso VIII se conqui s taban de nuevo ciudades y castil los varios y en 1177 lo plazo fuerte de Cuenca. En estas guerras
ayudaron a los cas tellanos los caballeros de lo Orden de Santiago
y en 11 15 les diá Alejandro 111 su Bulo señalando o Uc1és como
uno de sus posesiones donde se insta laron en 1111 llegando o ser
lo cabezo de lo Orden.
Independientemente de Castillo, el Rey Lupo cedió en 1 160 el
castil lo y ciudad de Albenrazín o Don Pedro Ruiz de Azogra, hijo
de Don Rodrigo, señor de Este llo, y el nuevo señOr pidió a l Car denal Jacin to Bobo (luego Ce lestino 1( 1) durante su segundo legacía
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SEGOBR IGA
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en España, de 11 72 a 11 74, en nombre del Popa Alejandro 11 1 y
01 Arzobispo de Toledo, Don Cerebruno, que fuese creodo una sede
episcopal en San to Moría de Oriente o de Abenrazin e ignorando
o qué Diócesi s hubiera pertenecido Albarracln en lo época godo, al
fundorse en l 172 se le dió caprichosamen te el títu lo de Arcobri cense (Arcabicense o Ercavicense) y fué regido por el canónig('
toledano Don Martín, consagrado Obispo de lo nuevo Dióces is , Con
esto de te rminación e l me tropol itano de Toledo ex tend ía su juris.
dicción por comarcas que posiblemen te antes no le habían correspondido, y de momen to no había con fl ictos m ientras tonto no fue sen
erigidos otros Diócesis veci nos.
Ya ha sido dicho a n teriormen te que du ran t e lo Reconquis to se
tendía o restaurar los lim ites de las Diócesis mediante los señales y
los cadenas de t rad iciones ora les y a lgún pelig ro vería el Obispo
de Alborrocin s i conservaba el t ítulo de Arcovicense, cuando e"
I de marzo de 1 176 lo cambió por el de Segobricense por hobers,!
enterado que su terri torio ha bía formado par te de to antiguo Di"
cesis de Segóbriga, con lo cua l evitó que 01 ser creodo en 11 82 In
Diócesis de Cuenco poro sus t itui r o los asolados godas de Arcov¡"'''
y Valerio (ambos de Celtiberia) no fuero intervenido por lo conque nse. En el año 11 83 el Popo Lucio ' 11 en su Bu lo o lo Iglesia
de Cuenco, decia : "Statuentes ut Archavicensis e t Vale riensis
episcopa tus auctori tate apostolica in unum redact i" .
El docto don J uan Bau t ista Pérez, Obispo de Segarbe en el
siglo XV I, copió en el archivo arzobispal de Toledo un documen to
fechado en 15 de sept iembre del año 1200 en el cuol el Obispo don
Martín "Segobricensis episcopus cum Eccl esia S. Mariae de Borrozín, quam modo prosede habeo" reconocía por met ropolitano
0 1 Arzobispo de Toledo don Martin López de Pisuergo como lo
había hecho con don Cerebruno a l ordenarle roro esto ig les ia y
en 10 mismo for mo con t inuaron sus sucesores.
Toledo tenía interés en situar lo an t igua sede Segóbriga en
un lugar que a largase su jurisd icción sin plei tos de momento y se
pensó por s imple homofonía en "Segorbe" apareciendo a lgo anó 10!=l0 en el sella de cero rojo de un documento de 1232 donde el
Podre Jaime Villanueva (2) leyó "S(igillum) Copitu li Segorvic . et S.
Morioe de Albarracino".
En el año 1236 lo ciudad de Segorbe ero del an t iguo rey de
121
J . VILLANUEVA: "Viaje lilerorio", tomo tII .
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P. BELTRAN
Valencia desposeído por Zoén y bautizado con el nombre de Vi ·
cen te; dicho príncipe hizo donación Q don Guillermo, Obispo de
Alborrodn (3). por escrituro pública dado en Teruel en 23 de
moyo de 1236 de sus an tiguos posesiones queriendo conservor sus
a ntiguos derechos o la iglesi a Segobricense, aunque no pudiera
hacerlo con todos los que le correspondían "secundum divisiones
indi toe recordationis regís Bomboe ab antiguo habuit" poro lo
cuol le donaba lo par te que é l poseío, a sober : Arenoso, Mon tón,
eas liel Montón, Sirot, Tormo, Fuentes, Vi lloholeva, Vil loma lud,
Bordelos, Arcos, Xoda, Bueynegro, Vi llomolea y ademós tocio o t ro
comorco que pensaba adqu irir con el favor del A ltísimo, O saber :
Ondo, NulJes, Huxon y Almenaro con todos sus térm inos y pertenencia s, osi como por el ot ro lado, Alpuent, Cardehis, And il la,
Tuessa, Chelvo, Da menyo, Juliell o, lirio, "et indo<> Murvedro" y tocio
lo demós que desde aHí hubie ra has ta "Seg';brigo" (Segarbe) . En
19 de oc tubre de ' 238 confirmó Zeit su donación en Albarracin
01 Obispo S. (Simeón o Si meno = Ximeno) de " Alpont et de Taxa,
e t de A~agro et de Domeno" y de las demós villas que tuviera o
pudiera tener en la sucesiva. Es coso interesante cómo fué creada
uno Diócesis, que aun subsiste, par t iendo del documento fa lso atri buído o Wambo y de una simple homofonía que llevaba o la ciudad
celtibérico de Segóbriga a un territorio ede tano muy alejado y
donde ero imposible que hubiera estado emplazada .
Este Obispo don Simeón era o su vez un act ivo agen te del
Arzobispo de To ledo, y así cuando en 1238 don Jaime I conquis tó
a Va lencia comenzó a dibu jarse el gran pleito entre Toledo y Ta tragona respecto o lo jurisdicción sobre Valencia, pues mientras
ta nto se tomaba posesión en nombre de Torrogona, el citado Obi spo
de Alborrocín ce lebraba miso en Son Vicen te de Afue ra, y luego,
'tomoda lo ciudad, en lo Igles ia de Son Migue l, e tc. El Popo Gregario IX, accediendo a los deseos de Dan :Jaime puso o la iglesia de
Valencia ba jo la jurisdicción de Torrogono.
Desde lo concesión de Zeit, señor de Segorbe, en 123 6 hasta el
año 1245 los Popas escribieron a los reyes y ricos-hombres de
Arogón poro que conqu is taron Segorbe y pus ieron su iglesia bo ja
lo autoridad del Obispo de Albarrocin y lo jurisdi cción del Arzobispo de Toledo: Gregario IX llegó o escribi r o Fernando 111 de
Costilla y Le6n, in teresóndole en este osunto poro socorre r lo po_
(3)
VILLANUEVA: Ibid, ApCndice V.
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9
SEGOBR I GA
brezo de su Obispo, el cual, conquistado pacíficamen te lo dudad
de Segorbe, tomó posesión de lo iglesia, pero amotinados los moros
01 oír los camponos tuvo que huir.
En 1247 ero Obispo Segobri cense don Pedro Gordo o Gorcés
(4) que fu é depuesto por ~ I Obispo de Valencia don Arnau de Peralto, quien se fundaba poro ello en Que por el mo jón Alpon t Que
tenía Valencia en lo Divi sión de Wombo, Quedaba Segorbe dentro
del Obispado de Valencia . Es to rozón ero uno sinrazón, por apoyarse en un documen to fa lso; pero tampoco lo por te con trario tenia
más fundamento poro sus pretensiones.
En esto lucho por Segorbe y su Diócesis, el Obispo consigu ió
del Popo Al e jandro IV uno Bu lo de marzo de 1258 (5 ) acumulando
en uno los dos iglesias de Albarrodn y 5egorbe, pero muri6 en
127 1 sin hober conseguido alcanzar dicho un ión y don Pedro Xi ménez de Seguro que le sucedió en lo mitro, tomó posesión con
fue rzas armados de lo iglesia de Segorbe y de las parroquias de
Xérico, Pino y Toro en 1273. Reclamó el Obispo de Valencia y
se promovió un plei to en el que, con fecho 13 de jul io de 1277, fllé
dado lo sen tencio de Que Segorbe poseyese ton sólo Segorbe, Al _
tura, Cos telnovo y Begís en lugar de los trein ta y seis parroquias
que reclamaba y que el Popa Inocencia VI restituyó o dicho iglesia.
y desde este momento hasta nuestros días, dejo de interesarnos
lo vida de la Diócesis segorbina fundada como si 5egorbe hubiera
sido antes 5eg6briga. Gracias a la persis tencia de esta iglesia
se forjó un argumento fuert e, 01 parecer, y sobre todo cómodo, en
favor de la asimilaci6n de los dos ciudades antigua y moderno, ad mitido por gran número de tratadi stas a todos los cuale5 puede
con testarse de uno sola vez, y con pocos pa labras: que siendo su
origen arbitrario, nodo pruebo s u persistencia .
Si in ten tá ra mos enumerar y analizar los opiniones de los autores sobre lo situación de lo antigua Seg6briga, hollaríamos una
mayoría o favor de Segorbe; pero como son lo repetición de lo
opinión y fu ndamen tos que presen tó un autor anterior, no aumen to
lo rozón el hecha de Que hoya mu chos Que así
admitan, y si hi·
ciéromos el anólisis de los argumentos anteriores veríamos repetirse
los m ismos razonamientos equivocados, capciosos y aun falsos, anteriores.
'0
141
(5)
VlllANUEVA: Ibid, p6g. 47.
VllLANUEVA: Ibid, Apéndice X.
_ 239 _
[page-n-240]
10
P. BELTRAN
Lo único que podrá servirnos paro di lucidor la cues tión será el
exornen de los dotos positivos y definitivos, sin recurrir o grandes
discusiones ni O sutiles razonamien tos y, mucho menos, o presentar
ninguno hipótesis previa, yo que los monumentos antiguos son sufi cientes pora determinor la solución sin dudas de ningún género.
Aporte de los dos citos de Frontino (6) donde explico los dos
estra tagemas ut ilizodos por Virioto contra tos Segobrigenses, y que
noda dicen sobre lo situación de este pueblo, los demós Dutores
dan siempre el dato de que fué ciudad de la Celtiber ia, lo cual
estó en contra de su situación en Segorbe, según vieron y adujeron
en todo tiempo los con t rarios a esto solución. Plinio (1) puso o
esta ciudad en el Conven to juridi co Cartaginense y llamándolo
"caput Celtiberiae", es decir ex tremo de lo Celtiberia; además,
señaló, entre los producciones de lo como reo de Segábriga, lo
piedra especular que los mineralogistas modernos suelen asimilar
a l alabas tro yesoso o a la anhidrita y que suponía exclusiva de esta
comarca, pues na se explotaba o mós de 100 millos de la ciudo....
(8), pero este doto no es difinitivo en pro ni en contra, pues ni
es cierto que tal mineral fuera exclusivo de uno región ni el radio
que le asigno Plinio es concluyente.
Ptolomeo, con la imprecisión de los coordenados que asignA
o los lugares, con los errores en su distribución por tribus a pueblos
y con los errores de todas clases producidos por los copistas, no
debe ser tomada coma absolutamente exacto; aprovecharemos por
ahora ton sólo la noticio de que en el núcleo de poblaciones c'!ltiberas que situó, figuran los que luego fueron sedes episcopa les
de Ercavica, Segóbr igo y Vole r ia, siendo fócil ver que todo su
Celtiberia lo puso hacia el interior y no próximo o lo costa del Mor
In terno.
Mós firmes y creíbles son los referencias de Est rabón en el
Libro 11 de su "Iberio", sobre los ce ltiberos a los que situó con
bas tante precisión, al decir: "Mós a ll á de Idubedo comienza inmediotarnente la Celtiberia, región amplio y de vario aspec to,
pero cuya mayor parte es áspero y es tó regado por rios . Por ella
cruzan, en efecto, el Anos y el Togas y uno serie de otros carrien -
16)
PI
FRONTINO: "Slrolegemalon", 111 , 10,6 y 111 ,
PLINIO: "NO hiTolis His tOfia", 111, 25 _
181
PUNtO, loc_ cit, XXXVI, 160.
_24 0 _
II, ~ _
[page-n-241]
SEGOBR IGA
11
tes, lo mayor porte de los cuales van a dar en el Mor Occidental,
tras surgir de lo (Celt)iberia; entre ellas es tó el Deurios ... " (9 ).
Luego, mós adelante, dice que hacia Occidente limitan con al gunos tribus de As tures, Gallegos y Vacceas y can porte de los Vetones y de los Carpetanos. Par lo parte meridional están los Ore tonos y todos aquellos pueblos que habitan lo Orospeda, es decir,
los Bastetanos y Edetanos . Hacia el Este se hallo lo Idubedo .
Nombro, luego, Estrabón (10), ¡las cua tro fracciones de los
Arevocos y lo mós poderoso de ellos, los Arevacos, limítrofes de los
Carpetanos y vecinos de los fuentes de l Tajo, y ademós los Lusones
que pueblan la porte orien ta l y confínan también con los fuentes
del Tojo. Después, 01 nombrar las ciudades cel tiberas, nombro o
Segedo, O Palan t io y o Segóbrigo y Bilbilis "cerco de las cuales
comba tieron Metelo y Sertorío" .
Finalmente un fragmen to de la ed. Casaubon, t raducido por
Gorcía y Bellido (11) dice que " tras los keltiberes, y en dirección
sur, siguen los pueblos que habitan la Orospeda y las tierras que
baño el Soúkron- (sobreentiéndese en 10 parte inferior del curso de
es te río) . Estos pueblos son: los Edetonoi, hasta Korchedon (debe
faltar algo porque los Edetanos no llegaron o Cortagenol, y los Bostetanoi y Oretonai, hasta cerco de Moloko" . (Frog . 11 1,4, 14) .
Claramente estó manifiesto que los Edetanos fueron de lo costn
y los celtíberos del interior, pero con el ofón de tener rozón en sus
npreciaciones hubo au tores que hicieron celtíberos o los edetanas
poro que su Cabeza (o capital como ellos interpretaban) pudiera
es tor en Segorbe, sin atender o su gran proximidad O lo capital de
lo Edetonio .
Ya hemos vis to lo asim ilación literario, y por conveniencia, de
Seg6briga con Segorbe; los primeros au tores de l sig lo XV I la
aceptaron, y los valencianos (Beuter, etc.) pensaron que con ello
enaltecían o su pa t rio. Luego, otro valenciano (12) hizo una largo
y "razonada" defensa de esta asimilación, sin argumentos exoctoc;
ni definitivos, y le siguieron otros muchos. Pero el texto de Es trabón es tan cloro, que fu é su ficiente poro que ot ros muchos negaron
f9 1 ESTRABON: "Iberia", Jl I, 4, 12 (I.odu<:ción de Gordo y Be ll ido) .
(I OI ESTRABON: loe:. ci t., 111,4, 13 ftrodu<:ción de Scnullen, Fonjes Hispanioe , VI, p6g. 226).
( 1 11 A . GARCIA y BELLIDO: "España y 1 ~ñoles hoce dos m il oñO$,
0$
segun lo Geografía de Straban". Modrid 1945, p6g. 110.
(12) G. ESCOLANO: "Décadas de lo Histor io de lo Insig ne y Coronado Civ_
dod y Reyno de Volencio", Volencio, 1610-1611.
_
241 _
[page-n-242]
12
P. BELTRAN
tol equivalencia, aunque no acertaron con lo solución conveniente :
y en estas d iscusiones los mas acérrimos defensores de Segorbe
c:;.omo Escolano y luego Flórez y otros, no vacilaron en forzar lo interpretación de los textos, haciéndoles decir lo con trario de lo que
dicen, y en hacer razonamientos defectuosos, y aun sofisticas, sobre
todo paro disminuir el volor de los argumentos contrarios.
El citado Gospor Escolano, al publicar sus "Décados" en 16 10
argumentó en favor de su tesis valiéndose de todos los medios
dialécticos a su alcance y aduciendo como fundamen tal el hecho
de lo aparición de gran número de monedas segobricenses en $egorbe y su campo; este hecho es decisivo ('n algunos cosos, pero
en éste hubo error (¿impensado o preparado?) pues en 16 13 rela tó
el P. Francisco Diaga (partidario de Sega~be) en sus "Anales"
(13), que le constaba que los monedas de Segóbriga señalados
por Escolano como existentes en el Archivo eclesióst ico de Segóbriga y supuestos aparec idos en su terreno eran ton sólo uno apar
tación del Obispo poro ilustrar su sede y que por e llo hacia coso
omiso de otros distintos de lo expresado ciudad y de anó logo pro
ceaencia no aducidos por "un autor moderno" (Escolano).
Por otro porte en los "Calectóneas de los piedros y ríos de España" del valenciano Francisco Llansal de Raman í y del andaluz Bachi lle r Molino fué descrito una piedra, que dicen haber visto en Segarbe, dedieada por los SEGOBRICENS(es) o un campatrieio suyo y que
nadie volvió o ver. Todos los referencias sobre ello (14) tienen e :
mismo origen y no aumen tan el vo lar de lo primero referencia, y
aunque Vózquez Siruela y Mayóns negaron su autenticidad, no es
discreto hacerlo o priori sino después de haber estudiado otros cir·
cunstancias, yo que de ser cierto lo procedencie hubiera oodido ser
pruebo decisiva.
Escolano lo copió incompleta y los demós au tores como va o
con t inuación, tomado de Flórez (15), ounque con diversos divisianp.~ de sus renglones según achaque demasiado corriente en su~
c<.:pios.
Lo copio de Flórez dice
(131
(14)
(151
F. D1AGO: "Anales del Reyna de Valencia", Valenc ia, 1913 .
ESCOLANO, lbid.; DIAGO, Ib¡d.; GRUTERO (I, 2, CCCXX, ex Schatta) .
FLOREZ: "España Sagrada", VlIl, pág. 100.
_Z4Z~
[page-n-243]
SI':GOB RIGA
13
L. AEM IL. L. F. GAL
FLAM. ROM. ET. DIVOR
AVGG. STATVAM. AER
E. PVB. PATRIAE. DECR.
E. PVB . ET IAM . PECVN.
SECOBRICENS. EREXERE.
y se ve es defectuoso y aun posiblemente ,nterpoloda o falseado ,
pero es conveniente no decidirse contra ~llo mientras quede lo
dudo de su procedencia.
Resu lto, por tonto, que los hechos positivos aducidos en favor
&~ Segarbe na pueden ser ca lificados cama decisivas, en todo lo
escrito, n i podemos conceder anólogo volar en con t ra a las negativas, sin determinar previamente lo verdadero situación de lo antigua SEGOBRIGA paco decisivo en los argumentos de los contrarios
r!e lo solución Segorbe.
Así, Jerónimo de Zurito, Cronista de Arogón, en sus "Anales"
y en los cortos dirigidos al Obispo de Segorbe y luego en 15"18 o
don An tonio Agustín, indicaba su posible situación en Alborrocín,
fundándose en uno ma la interpretación del pórrofo de lo luche
entre Metelo y Serlorio, haciéndole deci r que se había dado una
batallo cerco de ambas ciudades de Segóbriga y Bilbilis, los cuales
se hallarían próximas, y esto opinión fué sostenida oor a lgunos
autores y finalmente por Masdeu (l61 que antes había aceptado
lo solución Cabezo de Griego. Es evidente que si lo opinión neg!J ·
t¡ve de Zurito contra Segorbe tenía un valor, lo positiva en favor
de Albarrocin nodo vale. Contra dicho negativo, reaccionó Esc;)·
lona 01 final de su disertación en favor de 5egarbe, argumen tof'ldo
con el sofismo siguiente: "Pero poro ingenios que no sean de dura
cerviz basta rá todo 10 sobredicho y que sienten 10 mesmo Vas'ieo,
Torafa, Corola Clusio, Manuel Enríquez, Pineda, Marie ta, el Cardenal Looysa, Beuter y ot ros infini tos". Dando valor o mayor núI'Y'-ero de partidarios que lo fueron rutinariomente o por 10 repetici!.lr.
d .. los mismos rozones equivocados o capciosos.
Con sólo atender o los hechos consignados, los tres obispado,> dp
Ercovico (o Arcabico), Segóbriga y Valerio, formaban porte de Cel t:beria; y como los primero y tercero formaron 10 Diócesis de
Cuenco, dentro de los límites de ésto han de ser buscados y fup.ra
el de Segóbrigo; además Ercavica fué de l Conven to Jurídico de Ce(16)
MASDEU: "Historio cri' ico", XVI I, pag. 292.
_
243 _
[page-n-244]
14
P. BELTRAN
soraugusto y serío el mós septentrional, pues los otras dos dependían de Cortogo Novo. El lugar de Velería es conocido en los fuin as
s ituadas entre Velera de Abajo y Velero de Arribo (01 'iur de lo
c'udad de Cuenco); luego si se logro fij or el de ErcQvico no seró
difíci l si tuar o Segóbrigo en un punto intermedio adecuado.
Entre los ten tativos poro situa r o Ercovi co (corrupto lu ego
en Arcabi co o Arcobrico) debe ser citado lo de Moret en 1678
(Inves tigaciones, cap. IX), que 10 identificó con 10 "Ergavio " vOS ~
O no de Ptolomeo y lo situó en Milagro (confluencia del Arogón CQ!'
el Ebro) , otendiendo 01 orden en que aparece en Plinio den tro del
Conven to Cesorougustano; pero este orden ee; ortogrófico y no geogrófico, y ta l a tribución no ti ene volar ninguno, a unque Heiss s; ·
tuaro en dicha loca lidad lo ceca de los monedas con ERCAVICA.
Ta mpoco es posible confundir lo Arcobrica del " Itinerario" (entre
"Aquae Bilbilitanorum" y "Segon tia") can lo Ercavica episcopal , n i
a r:cptor lo posición de ésto en Mal ina de Aragón como lo hieie"on
los historiadores locales a veces con much ísimo aparato de erudici6n
como puede verse en Anselmo Arenas (17) .
La situación en A lcañiz obedece a l m ismo prurito de los hi sto·
riadares y eruditos de todos los tiempos de enaltecer sus paises y
aparece consignado en histor ias manuscritos o impresos de dic ho
c;udod, como el manuscrito de Micer Alonso Gutiérrez, de 1540 ; en
los " Antigüedades y Excelencias ... ", de Pedro Andrés Zapoter, im·
presos en 1704; en el "Teatro H istórico de los Igl esias del Reir.o
d ~ Aragón" (1782· 1785, tomo IV, pág . 262), por el P. Lamb ~ rto
de Zaragoza, y se extendió media nte la edición de Lyon del año
1541 de lo obro de Ptolomeo hecho par Miguel Villanovano o de
Vi llanueva (Miguel Se rvet). El origen estó en lo fra se " Al ccñiz
hodie Ergon icium" sin mós fun domento que uno molo homofo.,ía
a ceptado sobre todo por los a utores a ragoneses. a compañado de
los supues tos ha llazgos de monedos ercavicenses, unas legítimos,
otros mol leídos o deformados y posiblemen te a lguno inventado,
como inventados fueron varios lópidos supuestas holladas en Alce·
ñiz el Vie jo o Iglesia de Son Sebost ión que parecen dedicados por
los HERKABRIKENSES (sic.). Otra sol ución oragonesa fué la de
Tragg ia, "Apara to ... ", en los ruinas próximos o Griegos, en lo sierro
ele Alborrocin y no vale más que lo an terior.
117) A. ARENAS: "Quin ta reivindicación Hislórica . Situación del QbISpOda '1
de la ciudad de Ercavica", Anales del Ins tilut a General '1 Técnico de Valencia,
volumen V, num o 2 4, Valencia 19 20.
_2 44_
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SEGOBR I GA
15
Del mismo calibre, como lejanos homofonías, son los que u lilos escritores valencianos poro no alejar mucho o Erca\ Ica
de Valencia y de Segarbe,
asimilar dicho ciudad o Sinarcos (Va lencia) o o Arcos de los Salinos (Teruel), sin otros fundamentos, y
le no menos absurdo de situarlo en Arcos a la mitad de la distancio
de Valera a Cuenca.
En los autores antiguos Ercovica aparece muchos veces y T ito
Uvia con referencia a l año 176 a . J. C. lo llamó "nabjlis et potens
c¡vi tas", con cuyo doto además de lo si tuación geográf ico aproxi mado deducido de lo situación de su obispado godo, será necesario
busca rlo en un gran solar potente y fortificado . Todos estos ci r·
ct...nstancios fueron aprovechados por el Maestro Ambrosio de Morole:: (18) para buscarla en las ru inas de a lguno importancia e '(i ~
tt:!ntes a lo largo de lo ribero del río Guadielo, suponiéndola primerClmente en Peño Escrito y luego, en vista de lo poco importancl . . .
de dicho lugar (como comprobó Cornide a final de l siglo XVIII)
lo situá en el " Castro" o lugarcillo de Son taber en 10 ribero ¡zquierdn del Guadiela, donde estón los restos de uno extensa, alta y fort ihcodo ciudad que ha proporcionado monedas en abundancia, res·
tos arqueológicos y lápidas que, desgraciadamente, no son geogro ficos . Sos tuvo Morales e s t o identificación de Ercavica, que
aceptaron la mayor parte de las autores (Flórez entre otros) sin
muchos pruebas decisivos; pero lo más importante en su favor es
el propio nombre de Santober ton nombrado por tos geógrafo,; e
his toriadores árabes en 10 formo "Santaberia " o "Santobaria " V
el cual no es otra coso que lo corrupción y degeneración del co)gnomen "Celtiberia " que suele acompañar o la Arcabico godo. Pero
es to ci rcunstancia no fué aducido por dicho autor.
Admitida esta situación de Ercavica en el Costra o Sonlaber, y
conocido la de Voleria en tre los dos Valeros, de Abajo y de Arriba,
tenemos un arbitrio f ijo poro situor la intermedia Seg6briga en
alguno de los campas de ruinas de una gron ciudad situada entre
aCluellas y fuero de l obispado de Cuenco, lo cual nos lleva 01 Priorato de Santiago, cuyo cabeza estuvo en Uclés, según se ha di cho.
El mismo Ambrosio de Morales di jo, sin fundamenta, que es tuvo
en Iniesto (Cuenco ) y luego (19) 01 nombror los Obispos que susIi~cran
al
(18) Véan$e $U "Desc:ripción de España", folio 57 V sus "Antigüedades de los
, iudodes V lugores, pueblos y ríos onligUO$, poi" 10 orden que en lo ,0rÓflko von
nombrodos", lib
( 19) A. DE MORALES, loe:. dI. noto 18, Ubto XII, fol io 96 vt.°
.-
[page-n-246]
16
P. BELTRAN
cribieron en el Concilio 1I de Toledo, nombró o Pr6culo de Seg6brigo y dijo: " Esto ciudad fué en lo Celtiberia, y no se averiguo
bien dónde. Aunque se cree que oya (sic) estado en tos grandes
ruynas que ogora se ....een cerco de Vclés, donde lIomon la Cobet;o
del Griego. Mas esto es ci erto: que Segorbe no puede ser la antiguo
5egóbrigo como comunmente se cree". Es decir, Que aun i9norondl' donde hubiera de estor lo ciudad, los a rgumentos conocidos
eron f irmes contra Segorbe. Dichas antigüedades a ludida.:; por Morales fueron apun tados y a mpl iados en otro de sus escri tos y vi"ítos
por él (muy de prisa y muy imperfectamente) en un viaje que hizo
años antes de publicar la obro indicada más arribo, según aparece
en le memoria escrita en 1793 por don José Cornide (20 ).
En alguno de los luchos de los prim eros tiempos de lo invasión
órobe y de lo reconquisto debieron desaparecer Ercavica y Segóbriga, y si es cierto que algún Obispo se titu ló Arcavicense y
Que San taber fué fundada entre las ruinas de lo antigua ciudad
celtibera de Ercavica, este nuevo poblado careció de importancio
V rubo un momento en que la "cara " o "circulo" órobe de "San tabuio" (otros veces, como en la "Geografía" de Rasis, se le llama
de "Santa-Bayre"), tuvo por capital a Uclés, sucesora del antiguo
"pago ocu lense" como se deduce de los lópidas que los OCVLENSES
dedicaron a varias divinidades y que fueron estudiadas por el Padre
F. Fita. El Edrisi nombró como ciudades medianos de la reg;,;:n o
Huete y Uclés, pero los noticias que impor tan proceden del trotado
Roud el Mittor publicado y traducido por Lev; - P(oven~a l (núm 23 ,
pógina 2B, trad. pág . 35), donde trotando de "Ukl is" se d ice Que
pro: "Ci udad con costilla fuerte en la tierra cel Andalus. E.. la
capital del círculo Sontaboriya. Su construcción es moderna y obro
de al Fath b . din . Nun ", donde se revolvió contra lo autor idad
cen tra l en 160 ( =7751777) . Tomó por residencio o Uklis donde
edificó e hizo uno ciudad o orillo de un río (8t:!diJo) formod , por
uno fuente que nace en lo alto de lo ciudod y al imenta los termas ... " . Es evidente Que Uclés sustituyó o la gran ciudad que estuvo en el Cerro de Cabezo del Griego, así como o la que hubo en el
Castro o Sontaber y Que mós adelante la primero de ellos fué una
dependencia de su término.
Según el Apéndice 1I de Cernide, en 1228 el Conce jo de Cabezo
(2 0 1 J. CORNlDE: "Memoria ~e los onligüedo~ de Cabezo del Griego",
lomo 111 de los Memcwios de lo Re01 Al;odem;o de lo H;stOf;O, Modrid, 1799.
-
2<16 -
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SEGOBRIGA
17
dt:'1 Griego firm aba como dependiente de Udés, y en los visitas ge nerales de lo Orden de San tiago, en 1500, 1508, 15 11 , 1S 15 y 1525,
~{¡Io quedaba lo Erm ita de San Bortolomé en un si t io olto y :::onstruido
o!'rovechondo porte de un edificio de lo ontis:uo ciudod, er un
cerro alto que se dice La Cobezo del Griego pn pi "qual de tiempo
c., t iguo estaba uno población grande todo destrozado !>in haber
edificio alguno" (año 15 15), haciéndose notar en lo de 1511 la tentcriva hecho por un clérigo de cobrar diezmos de lo miel, cero y
enjambres de la dehesa contiguo para el Obispo de Cuenca, sin lograrlo, por haberse demos trado que el territorio ero de lo Orden
de San ti ago.
Aparecen referencias sobre an t igüedades hallcdos en Cabeza del
Griego, seis u ocho años antes en el viaje del Méd ico Luis de Lucena,
en 1546 (2 1) donde se di ce que poco antes había sido descubi erto un gran espacio lleno de ruinas de E'dif;,ias que indiccbon
haber habido allí una popu loso ciudad "a lo Que unos dobc.r, el
nombre de Cabezo del Griego, otros el de Seg6brigo, otras el de
Hippo y otros el de Ercavico". He aquí los an tecedentes de lo sugestión de Morales, que como puede verse no fu é orig inal ni mu cho menos rotundo, ni aun después de su via ie por lo comarco
entre 1572 y 1577 (Cornide, Apéndice 1, pág. 226) .
Como en cosos anólogas, lo ciudad destruido fué uno gran con tero de piedras traba jados que fueron utilizados poro lo consi ruc-:;ión de otros pueblos y en el año 15'15 con testaron los ....ecino'_ de
Udés y Sahel ices o los pregun tas o formulario de Felipe 1I confirmando el transporte de materiales y restos arqueológicos desck Cob:za del Griego.
Merced o los con jeturas de Morales, los autores se dicidieron por
Cabezo del Griego (si no eran par tidarios de Segorbe). pero lo inseguridad con ti nuaba manifiesto.
Interesaba mucho o lo Academia y 01 Priorato de Uc1és poner en
doro qué ciudad había sido aquello cuyos ruinas estaban en Cabe;:a del Griego, a partir del año 1760 en que apareció uno lópidc en
verso de un cierto Obispo Sefronio y que se guardaba en Sohelices; a
lo primero entidad por afón de saberla y a l Prior para comprobar
que se trotaba de lo an tigua Segóbriga y ....erse libre de cua lquiera
(21) Ms. de lo Biblioteco Voti co no utilizado por los eplgrof is tos españoles v
, i' ulodo " Inseripl iones eolee toe o Ludovico Lueeno, 1546", y en lo " Historio de
Toledo" por Pedro de AJcocer, publicodo e n 1554, Libro 1, e." 20, folio 22, eol. 1.
(Noto de Cornide).
_247 _
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18
P. BELTRAN
tenta t iva de ingerencia por porte del Obispado de Cuenco. Por ello
en 1765 la Academia encargó el reconocim iento de los rui'lOS y obje tos a don José Alsinet, médico del Rea l Sitio de Aranjuez, el cual
es<.rih ía en 26 de octubre al Secretorio de lo Corporación informán dole de lo visto en su viaje de inspección '/ de los frogmen to$ de
inscripciones llevados a Sahelices y de haberse recogido buen nú mero de monedas, y en t re ellos cuatro de Segóbriga, otro.s cuatrc' con
Ictms desconocidos, dos de plata, uno de ellos de Helmóntica (o seo
de bolsean según la interpretación de aquel tiempo), etc. También
encargó lo Academia o don Tomós Torres Moyo, Caballero de Sant iago y vecino de Uclés, el cual contestaba en 27 de diciembre rcmi tiedc copias de 24 inscr ipciones.
Por su porte el Prior de Uclés, don Antonio Tovira y Al mazón,
2nt.Orgó 0 1 Noto rio don J uan Antonio Fernóndez (que estaba arre·
glondo el archivo pr iora l) y a dan Tamós Fernóndez, boticario de
Lklés, que h icieran el católogo y dibujos de los ob jetos y antigüedades. En virtud de [os informes de es tos, el Prior Tavira fúé persona lmente a reconocer los ruinas y o organizar su excavación (2.7.\ en
17 de octubre de 1789, con su acompañamien to y en 5ahe! ice; don
Vicen te Martínez Falero, Alcalde por el estodo noble, le pre!>entó
los fragmen tos conservados de lo inscripción del Obispo Sefronio, y
le señaló el lugar donde había aparecido en 1760. En aquel ~unto
comen za ron las excavaciones los cua les dieron lugar a lo aparición
de sepu lturas e n una Basilica y, entre ot ros, de las tumbos contiguos
de los Obispos Nigrinio y Sefronio en 14 de diciembre de 1789, según
(lcta del Notario J uan An tonio Fernóndez.
Comunicados los ha llazgos por el Prior Tavi ra a la Acodemio, en
28 de enero de 1790 fueron suspendidas los excovociones, protegido
la Basílico con un m uro y erigidas lópidas conmemorativas; los fragmentos de inscripciones hallados fueron adheridos o los muros de
los iglesias.
Ademós de los losas sepulcrales de los Obispos Nigrina y 5ef¡onio
había sido recogida antes otro leída algo deficientt!men le y que
guardaba el cu ro de Fuente de Pedro Narro (23), lo cual según vió
Vives (24) iba o continuación de los otros, dando lugar 01 rótu lo:
(22)
J . CORNIDE: loe. ci t. , noto 20, Apéndice 111.
(23) J . CORN IDE: Loe. ci t. , noto 20, pógs. 200 y 201.
(24) J. VIVES: "Inscripciones cris tianos de lo Espa ño ramoro
B<1.(.elono 1942, numo 264.
_248_
y
visigodo",
[page-n-249]
19
SEGOBR IGA
fII HIC SUNT SEPVl CRA - SAN:::rORUM SACERDorVM
allD NIGRINVS-EPISC al SEFRON VS-EPISC ... ONIVS EPloC
C]ue da los nombres de tres Obispos consecutivos
Resultó claramente demostrado que la ciudad cuyas ruinas E"stabun en Cabeza del Griego había sido episcopal I:ln la época goda y
si se admitía la si tuación de Ercavica en Sontober ésta de ahora
debía ser Seg6briga; pero el número de opiniones en fovr:r d~ Segorbe, y algunas personas tan caracterizadas como el P. Enrique
Fl6rez, hizo que los part idarios dijeran que los Obíspos hal!ados Han
de la Ercavíca del conven to Cesaraugustano a pesar de ho ll or ~p en
las arillos del río Gigüelo, en su confluencia con el torren te Yuncar,
y para hacer viab le forz a ron el nombre de Se fronio para hacerle
coincidi r con un Sempronio, Obispo arcovicensE: que concurrió a
los Conci lios toledanas XII 01 XV (25 ).
Si es cierta la fecha leído por Fernández GUHra en el epitafio
rrétrico del Obispo Sefronio, éste murió en lo ... ra DLXXVII (~ña 550)
cnincidiendo con lo gran antigüedad que los outor.?s (Gómez Moreno,
Camps, etc.) han dado o la basílica de Cabezo del Griego, fundada ,
¿icen, en la primero mitad del siglo VI. En cuanto al nombre "Coor ius" leido deficientemente en el fragmento 3 o, puede ser que hoyo
necesidad de modificarlo mediante el de "Cononi us", asistente 01
Concilio 11 de Toledo del oño 527 (o del 531) o reciprocomen le, y
tenemos osi lo sucesión de Obispos de la ciudad 1I0mados :
Nigrino -
Se fron io -
Canonio -
.. Sefronio
sín cantor que pudiero ser Obispo un tal Onora to que figu ro en una
de los piedras publicodas por Cornide (26) '1 no citado por Vives.
Aunque lo situación de Segóbriga en los ruinas de Cabez..J del
Gr ¡ego se va perf ilando, quedan todavía por cor.!.ignar los prur:>bos
Que lo confirman . Comenzaremos por un fragmento que Cornide no
quiso emplear como argumento decisivo : "Hoy estó colocado en la
aorea divisorio de lo copilla mayor y cuerpo de lo iglesia cerror:>nte
lÍol " (27) y cuya indicación fué impugnado par partidario;, de Se ~olbe:
(25)
J. VIVES; Loe. ei l. nota anterior, números 264
f 216, 5QS tenlenoo esta
resis '1 haciendo un sólo Obispo de los dos Sefran¡os de las 16pldas.
(26)
(21)
J. CORN IDE; Loc. cit. nota 20, 16m. IX, n. . . m . 3.
J . CORN IDE: Loc. cil ., no ra 20, 16m. VI , n. . . m. 26'1 pág. 184 .
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20
P. BELTRAN
P
GOBR
e DE
INVL
el cual aunque seo claro no es indispensable porque hoy pru(>bos
mas terminantes. En efecto, fué costumbre erigir estatuas y dedicetarios o los persona jes importantes en 5US ¡-iudedes y en las
capitales de las provincias, que para esta región fué Tar~o90no . En
tiempo de Hodriano el concilio de lo provincia Hisponio Citerior
puso toles recuerdos beneméri tos de lo pravinclo y o otros se los
dedicaron sus familiares o a m igos o conciudadanos agrodecid:l$ por
sus servicios, dando lugar o la grondísimo ("oleedón epigr6fica to rraconense, porte de la cual es conocido. Por otro parte, los vecinos
de uno ciudad pusieron allí recuerdos anólogos o sus conCH)dodonos
I:;er.eméritos.
En reloción con Segóbrigo deben ser CItado.. los
guientes:
ei~mplos.
si -
C. 1. L. 11 , 4. 191 (Torrogono) L Annio L. F. Gol Contobro Flom
Romoe et Divorvm Avgvst P. H.
C.omnibvs Honoribvs Gestes SEGOBRIGAE Decreto Ordinis Pecvnio
Pvblico SEGOBRIGENSES.
C. 1. L. 11 , 4.220 (Torrogono) L Grottio C. F. Gol Glovco SEGOBR IGENSl Flom P. H. C. M. At¡livs
FroternvS Amico Optimo.
C. 1. L. 11 , 4.222 (Torrogono) C. Ivlio C. F. Gol. Pill'lt! SEGOBR IGENSI Flomin i Romoe et Di vorum et Avgvst. Prov. Hisp. Oter o
P. H. C.
•
C. 1. L. 11 , 4.252 (Torrogono) Vol. G. V. Fidi Fil. Fidoe SEGOB R 1 G ex CARTHAG Flominicoe
(hollado en 1806)
Vxori L CAECILI PORClANI, Flom
P. H. C. P. H. C.
- 250 -
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SEGOBRIGA
C. 1. L. 11, 3. 119 (Carnide lóm. V, n.· 8; Cabezo del
21
Grjeg~
En
lo iglesia) .
QVINTlANO.
CAEC. PORCIA
NI. NOTARIO
ANN . XXx. MAN
51 Ll VS. VICTOR I
VS. ET. FABlA
MAT ER. FILIO
,
Esto piedra se en lozo perfecta mente con lo a nterior o t r(wés
de L. CAEcr Ll O PORC IANO del que fué esposa lo VALER IA hija
de G. VALERIO y segobrigense a lo que fué dedicada lo piedra de
Torragono y de CAEC ILl O PORC IANO dal cl'ol fué notorio el
QV INTIANO o quien sus podres pusieron uno dedicatoria en Cobezo del Griego.
Después de los noticias de Cornide, otr'lS inscripciones fl..leron
apareciendo y en varios ocasiones fueron hechos excavaciones que
dieron lópidas y otros objetos orqueológicos. En los de 1892 opo recio, entre otros, uno lópido algo mutilado estt.;diodo por el Podre
F. Fito (28) , Jo cual es decisivo paro situar Seg6briga en Cabeza
(M Griego. Por noticias de ello Hübner, que hol:.io situodo o frca ~' ico en Cabezo del Griego, se corrigió en el Apéndice (p.5g. 1 13)
identificando o estas ruinas con Segóbriga. Sin c:mbargo, en 1897
o¡e extravió en los razonamientos y volvió o su ideo primero d~ que
Seg6briga había estado en Segorbe, y con su t:jemplo cundió lo
confusión sobre materia ton doro, conservóndose pocos con firmeza
en la hipótesis verdadero, uno de los cua les, ~egún se ho dich:l, fué
Schu lten.
La pi edro en cuestión dice osi:
.. .ARAE. REI
publi CAE. SEGOB
rige NSIVM
servo f. AMI LI
opu BLl CA
fecit
y es evidente que esta piedra erigido por la fami lia de los siervos
públicos de la República Segobrigense o uno de sus compañeros úni (28 ) F. FtTA: " Lópidos romanas", Boleli... Acodem io Hi\lorlo, XX, Madrid
1892, C. 1. L. ti , Add. t, 182.
_ 2 51_
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22
P. BELTRAN
comente pudo ser puesta en el solar de Segébr igo, probando osi
el P. Fito lo que, por otras rozones, pareela eviden te (Filo suplió
rborbloroe el nombre de dicha sie rvo, pero poro nuestro ob jeto es
ind iferente) .
Este resultado definitivo, está de acuerdo CO?¡ otros hechos se ·
cundarios que convergen en lo m ismo identifi cación . As¡ el co .'~, ¡ no
que el Ravennate (29 ) indicó con las palabras " ttem juxta civi totem
Complutum est civitos quoe dicitur Coroca, Sigobr ico, Pu teis c hi s,
Lebinoso .. . " es tá indicando un poso por Seg6brigo poro ir desde lo
conocida C6mplutum por la Contrebio Carbi ca (lo Coroca próximo 01
río Togonio de los au tores) que ha de ser una población ¡unto 01 To¡lIAa y luego pora llegar a Pozo Amargo (Cuencc ) y o Lezuza (Al ·
ba .. e te) ha de pasar ju stamente par la coma rco de Velé:;.
Los monedas de Segóbr iga mas antiguos tienen el nombre
escrito con caracteres ibéricos y los primeros latinos conservan el
t ipo corrien t e del busto y el jinete con la nzo debajo del cual e<::o!a el
nombre Sega briga. Los mas modernas de t ipos ibéri cos de Con trebio Corbico, que no los tiene latinos, tienen un busto ton idéntico
01 ci tado de Segábrigo que parecen hechos todos con el mismo cuño
del anverso y es posible que el abridor fuero U:10 !.blo y por lo lT'enos
que se tro te de ciudades próximos, de acuerdo con el comino ontedicho.
Finalmente no haremos mucho hincapié en los formo.-:ionec; yesosos de Montalvos ni en los minos de alabas tro de Torrub ia porque
lo noticio de Plin io sobre la existencia de "piedra especulor" ton sólo
~n lo región de Segóbr iga, no parece muy firme .
En realidad, en este punto termino el presen te trabeja donde
han sido reun idas, en térmi nos gene rales, los opiniones diversos sobre lo si tuación de Segóbrigo y los fundamentos, buenos o molos, en
'lile fueron apoyados, siendo de lamentar el t/:'ner que insis tir sobre
un asunto que hoce mucho tiempo me parece que est6 resuelto
definitivamente ; pero ocurre, que unos veces por afón de escribir
y otros por lo firmeza con que los autores clósicos razonaron sus
E'quivocociones, se sigue especulando frecuon tcmente con dichos
('(rores, volviendo o surgir los antiguas e imposibl es soluciones o,
por lo menos, pa liativos que parecen dej a r en el aire la equivalencia
dp.f initiva SEGOBRIGA = Cabezo del Griega.
(291 RAVENNATE; "DiYis ione Mund L Geogfaf. Rayenna lis" , lib. 5, París
1667 lib. 4 De Europa, c.op. 42, De $pania, núm. XLIV.
_2 52 _
,
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SEGOBR IGA
23
Así, por e jemplo, se ha pensado en lo [>xis t ~· ncia de dos Segóbrigas, quizó ton sólo pora no romper con le situación tradicional
en Segorbe, ni negar que se llamara osi lo ciudad de Cabezo del
Griego, y solamen te el P. Flórez, partidario Je la segundo solución,
"e empeñó en largo disertación para demostrar que sólo hubo uno.
Lo.. textos nombran una sola ciudad, y, aun !'uponi endo que hubiera
bobido dos (que no es ciertol, no sería pasible que en los Edetanos
que eran Iberos, como lo demuestran los vasos de Son Miguel de
Uria, hubiera uno ciudad de nombre cel t ibero como Sega-briga,
cuya segundo par te es ce lta y conocida. Par esto mismo ro zón la
lópido citado procedente de Llansol y Malina, aun supon:endo que
fuero copio muy defectuoso de uno inscri pd5n genuino, no pudo
sa lir en Segarbe. Tampoco es posible lo ad judicad6n de los monedas
ibéricas y latinas segobricenses a dos poblacione'i distintos, especu lando con ligeras variantes; aun suponiendo r¡ue nuevos piezas nos
ilustraron sobre lo desconocido historio de lo gran Segób~igo, todos
los conocidas forman uno serie única con ord ~nación cronológico
muy doro desde sus cimien tos hasta tos últimos tiempos de Coligulo.
Tado el curso del río de Segorbe estó lleno de! restos arqueológicos y en muchos de los pueblos actua les han solido lápidas que
corresponden o núcleos de población iberos o romanos y en Segorbe
a falto de lópidas conocidos hoy otros restos importantes y es de
esperar la aparición de otros nuevos. La falto de lópidas con nom!--res geogróficos y de textos referentes o la com'J7co, ha hecho que
hasta el momento se desconozcan los nombrt!s a.ltiguos dE' los poblados, salvo en el caso de Beg is, que según los piedras fu á un "fundo" de los Vicci, de donde se derivó el nombre actual . Quizós se
llegue por an6 1
0go comino o conocer el nombre de lo an tiguo ciudad
QU é hubo en Segorbe, y que en textos medieva!es aparece en lo
formo Soborb o la t inizado en Suburbium, o lo cual aplicaran el socorrido y desacreditado procedimien to de los etimaleg ías poro traduci r
"earrio" (de Sagunta). Sin embargo, dada lo grendisima ex tensión
de los territorios municipales antiguos no es in'posible que todos
los "pagos" romanos del valle del ';0 de Segorbe dependieron del
Municipio Sagun ti no y que fuera n inclu idos por los geógrafos bo ja'
lo denominación única SAGVNTUM.
Nuevos hallazgos pueden aclarar estos enigmas que resultan
St:cundorios en relación con el ob jeto de este trC1bojo.
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