Restauración de una inscripción ibérica en plomo,Restauració d’una inscripció ibèrica en plom

Tenemos constancia documental de que la plancha de plomo fue intervenida al menos en dos ocasiones con anterioridad, una posiblemente tras su descubrimiento y otra en 1999 por el restaurador del propio Museo, que describe en un informe los tratamientos realizados para su limpieza tras los diversos movimientos que sufrió la pieza a raíz de una exposición internacional sobre los íberos, que recorrió varias ciudades europeas.

Los diversos productos de corrosión acumulados sobre la superficie del plomo por ambas caras impedían la correcta lectura de la inscripción. Con impregnaciones de acetona se eliminan los restos de la resina aplicada en la antigua protección. Posteriormente la pieza se sumerge en un baño de un agente complejante (EDTA tetrasódica al 3%) y se va limpiando suavemente con una brocha. Seguidamente se neutraliza con lavados para estabilizar el nivel de pH y se realiza el desecado en baños sucesivos de alcohol etílico y acetona. Finalmente se aplica una doble capa de protección con resina acrílica Paraloid B44 al 5% y cera microcristalina.

Como medidas de conservación preventiva se recomienda extremar el cuidado en la manipulación de la pieza y mantenerla en las máximas garantías de estabilidad medioambiental, sin cambios bruscos de humedad y temperatura. Este protocolo es especialmente importante en el caso del plomo, un material tóxico y muy sensible a los ácidos orgánicos. No es recomendable tocar directamente con las manos este tipo de objetos, ni colocarlos en contacto con materiales orgánicos como la madera.

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