Cova del Volcán del Faro. Cullera. 1970
02-07-197024-08-1970
Se continúan los trabajos en el mismo lugar que al final de la segunda campaña, es decir, en el sector A. Se comenzó levantando la quinta capa de las cuadrículas con tierra castaño-rojiza y la tercera de las de tierra endurecida. La tierra castaño-rojiza se empobrecía a medida que se profundizaba, hasta ser casi estéril, encontrándose dos capas estalagmíticas y existiendo en la zona próxima a la pared rocosa, tierra suelta tierra suelta, en la que se hallaba el hogar y donde aparecieron los objetos arqueológicos, en contraste a la que existía en la parte opuesta a la pared del abrigo donde la tierra es muy dura. La tierra castaño endurecida, con pegotes blancos de cal, avanzaba progresivamente sobre la tierra castaño-rojiza suelta, a medida que ascendía la sedimentación, marcando las sucesivas posiciones de la bóveda del abrigo. En la zona que debió estar fuera de éste, no cubierta por la bóveda, se excavaron diecisiete capas de espesor variable, todas en tierra castaño-rojiza y apareciendo desde la capa quinta a la decimoséptima una gran masa de hogares continuamente superpuestos. En esta zona se alcanzó una profundidad máxima de tres metros.
Los datos más destacables de la sucesión estratigráfica, a partir del metro y medio de profundidad aparecen triángulos escalenos, que dejan de salir a los dos metros. Hacia los dos metros treinta centímetros se encontró la primera azagaya de bisel simple instrumento que continúa saliendo. Hacia los tres metros de profundidad apareció un punzón de hueso acanalado, pieza que puede situar el comienzo de un nivel del Magdaleniense III, mientras que las piezas aparecidas en las capas superiores parecen pertenecer a un Epigravetiense. Interesa destacar la existencia de una punta de escotadura o de muesca en la capa décima, a dos metros treinta y cinco centímetros de hondo, al parecer en pleno estrato Magdaleniense; en la capa más honda, la decimocuarta, se encontraron otras dos. Se interrumpió la campaña terminada la extracción de la capa decimoséptima, es decir, a los tres metros de profundidad
(La Labor del SIP y su Museo en el pasado año 1972, p. 112-113).
Los datos más destacables de la sucesión estratigráfica, a partir del metro y medio de profundidad aparecen triángulos escalenos, que dejan de salir a los dos metros. Hacia los dos metros treinta centímetros se encontró la primera azagaya de bisel simple instrumento que continúa saliendo. Hacia los tres metros de profundidad apareció un punzón de hueso acanalado, pieza que puede situar el comienzo de un nivel del Magdaleniense III, mientras que las piezas aparecidas en las capas superiores parecen pertenecer a un Epigravetiense. Interesa destacar la existencia de una punta de escotadura o de muesca en la capa décima, a dos metros treinta y cinco centímetros de hondo, al parecer en pleno estrato Magdaleniense; en la capa más honda, la decimocuarta, se encontraron otras dos. Se interrumpió la campaña terminada la extracción de la capa decimoséptima, es decir, a los tres metros de profundidad
(La Labor del SIP y su Museo en el pasado año 1972, p. 112-113).